AJ Fernandez – San Lotano Habano (vintage)

Hoy en día mencionas AJ Fernandez y prácticamente todos estamos claros de quién es y lo que hace. Un cigarro o un blend de AJF es sinónimo de una buena experiencia, que incluso será más. Pero no siempre fue famoso y reconocido Abdel Fernandez. Este señor, que creo que es menor que yo, nació en Cuba, pero se hizo famoso en Nicaragua con los blends que creó para marcas como Padilla, Gurkha y Rocky Patel. También ayudó a crear marcas nuevas como Man O’ War, Diesel, La Herencia Cubana y Sol Cubano. Pero el San Lotano fue el primer producto que creó con su nombre al inicio y una marca que su abuelo creó en Cuba hace varios años. El San Lotano original apareció en 2010 con el sufijo de Oval y para 2013 ya existía en tres líneas: Connecticut, Habano y Maduro, en 4 vitolas para cada uno. Hoy en día la línea ya desapareció, pero existe como el San Lotano Requiem, que es básicamente una evolución de la liga y que lo he podido reseñar en las mismas tres líneas: Connecticut, Habano y Maduro, y que se mantiene como el tope de línea de AJ Fernandez. Como mencioné en el título de este artículo, éste se trata de un San Lotano vintage de 2014, que todavía se consiguen pero no con la facilidad que creerías… incluso, cuando los he visto en tiendas, he tratado de comprar todo lo que tienen.

En su versión Habano, este San Lotano tiene una capa Habano brasileña, que solamente lo he visto en estos San Lotano, sobre capote hondureño y tripa de Nicaragua y Honduras. La anilla está ligeramente decolorada, cosa que pasa con una que otra anilla, especialmente después de tanto tiempo. Sin embargo, después de tanto tiempo se sigue viendo como un producto imponente y destacado, con una capa muy uniforme y un cierto brillo leve. Sus aromas en frío no son tan penetrantes como podría haber sido originalmente, pero sigue teniendo una abundancia de cuero y chocolate negro como principales, el cual repite en el pie pero le añade tabaco rico e intenso. Lo pico con la doble hojilla y la calada en frío tiene aromas de cedro y tierra.

Desde el primer tercio este San Lotano Habano es tan bueno como lo recuerdo. Los sabores no se hacen esperar e incluyen cedro, chocolate negro, caramelo quemado y una nota de pimienta que no es tan fuerte en comparación a lo que AJ Fernandez nos ha acostumbrado desde entonces. La fortaleza es media, con una intensidad alta desde la primera calada, con un retrogusto igualmente complejo, que incluye pimienta, cuero y chocolate. La quemada es increíble, sin duda. La ceniza se sostiene aparentemente para siempre y se niega a soltarse y fue solo por influencia propia y porque no quería estar jugando al equilibrio, que se termina cayendo. También porque si te das cuenta, el anillo de combustión está ligeramente diagonal, y quería asegurarme de poder controlarlo sin sacrificar una super ceniza.

En el segundo tercio los sabores son similares, porque así tiene que ser, pero también hay marcadas notas de nueces, que incluso se colocan cerca de las de mayor intensidad. En general los sabores se han intensificado un poco y los sabores en orden de intensidad son de cedro, cuero, tierra y chocolate, con las nueces muy de cerca e incluso superando a la tierra en el ecuador del cigarro, en donde también se siente más dulce. El retrogusto tiene notas no tan fuertes a pimienta y nueces como algo más fuerte, mientras que todo lo concerniente a construcción funciona a la perfección: tiro, ceniza, anillo de combustión, velocidad y cantidad de humo.

Para mi sorpresa, en el último tercio siguen apareciendo sabores nuevos. Hay un fuerte componente de café colado y el caramelo del primer tercio regresa también, mientras que las notas dulces parecen haberse diluido y me mantengo con los sabores que mencioné, tierra, pimienta, nueces y cedro. Cada sabor está equilibrado y el San Lotano Habano no parece estar dominado por ninguno. La fortaleza y la intensidad se colocan en media alta, con una perfección en el tema de construcción. Luego de una hora y 50 minutos, este San Lotano Habano llega a su fin, e incluso ahí desearía que fuese al menos media hora más largo.

El tema de puntuar los cigarros vintage es que no es algo fácil de recomendar o lograr. Si me dieran un cigarro hoy y me dijeran que lo guarde por lo menos 9 años antes de fumarlo, de entrada sabría que es imposible. Incluso, hace unos meses me regalaron un Cohiba original y me dijeron que lo mantuviera en el humidor al menos un año. Me reí y pensé en lo difícil que eso puede ser. No imposible, pero es difícil. Mucho más es guardarlo más tiempo. Ni siquiera sé si voy a fumar dentro de 9 años. El hecho es que hace unos días puntué un Padron vintage con una de las puntuaciones más altas que han pasado en este blog y la experiencia con este San Lotano Habano es ciertamente un 100. Pero recomendarte un cigarro de 2014 y decirte que tienes que guardarlo hasta 2024 para disfrutarlo es una maldad. Pero este sí vale todo, por irrepetible que sea, porque tiene una construcción fenomenal, una fortaleza agradable y una intensidad perenne… es básicamente un cigarro perfectamente balanceado, que he fumado antes y siempre me ha dejado boquiabierto. Pero la puntuación perfecta no puede existir, pues simplemente le quitaría el sentido a todo lo demás.

Publicado por diego440

Publicista, redactor y hasta director de arte. Siempre escritor, por eso ahora generando contenidos en digital.

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