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Ing. Nicolás Ramos G
El mayor patrimonio ambiental y ecológico de Santiago de Cali es su arborización urbana, que aporta el 21% del oxígeno, elemento vital para la vida y en donde cada hoja es una estructura de apoyo para las capas de células llenas de clorofila, las cuales son fábricas moleculares diminutas que convierten la luz del sol y el dióxido de carbono en azúcar y oxígeno.
Estas diminutas máquinas o fábricas moleculares no dejan nunca de rehacer una quinta parte de la totalidad de la atmósfera de nuestro planeta. Esa la gran importancia de conservar los bosques y en el caso de Santiago de Cali, una ciudad cada día más caliente y con una contaminación en aumento, que gracias a los vientos de las tardes no es mayor, viene perdiendo lentamente ese patrimonio, inigualable por su belleza, por mejorar el clima, dar sombrío y frescura. Igual la ciudad viene transformando de manera negativa el diseño original de muchos de sus barrios, que tenían zonas verdes y árboles en los andenes y era obligación conservar los antejardines. Estos también son parte del vital reciclaje atmosférico y esenciales para conservar una temperatura agradable en la ciudad.
Árboles, zonas verdes y antejardines lentamente vienen desapareciendo y se cambian por parqueaderos privados, tiendas o restaurantes, cuando en realidad son invasión del espacio público, el cual es intransferible e inalienable. Así vemos como nuestras calles se convierten cada día en parqueaderos. Igual que el porcentaje de metros de zonas verdes por habitante disminuye y los árboles envejecidos que se talan no se reponen. Nos preguntamos donde están las autoridades de la ciudad, comenzando por el DAGMA, que no controlan la destrucción de un patrimonio invaluable y vital para la vida. Además se viene desluciendo la ciudad y solo en las fotos de recuerdo se aprecia la Calle 25 y la Avenida Roosevelt entre la Calle 5ª y el Estadio con sus emblemáticas palmas.
¿Es la ciudad que queremos mostrar a los turistas que tanto deseamos nos visiten? ¿Qué les mostraremos? Seguramente una ciudad cada día más desordenada y caótica.
