¿Por qué, lantejolenses son “cucos” y ursaonenses “alcaravanes”?

El cuco común, es un ave parasitaria que utiliza los nidos de otras especies de pájaros para criar a sus polluelos. Puede ocupar el nido de hasta 30 especies de distintas aves. Pone en el nido ajeno un huevo tan parecido a los que ya está incubando otra ave, que ésta lo considera de su “puesta” y también lo incuba.

F329_Dibujo_04Cuco Común.

El huevo del cuco eclosiona antes y el polluelo del cuco se deshace del resto de los huevos habidos en el nido, llegando la madre cuco a poner el resto de los huevos en el nido ajeno e invadido, de esta forma no da un palo al agua.

El cuco macho suele alcanzar los 33 cm., su plumaje es gris, con el vientre barrado en blanco y negro y tiene una gran cola, es insectívoro. En tiempos cálidos se encuentra en toda Europa, menos en Islandia, pasando los inviernos en África.

El cuco o “Cuculos Canorus” (nombre científico), se divide en cuatro subespecies, en nuestro país está presente la subespecie bangsi.

Del ave cuco, existen más de 100 especies distintas. Los cucos son nómadas, se acoplan al lugar donde existe comida, en otras palabras, es un ave que no tiene lealtad especial a un área específica. Tiene tendencia a cantar de noche.

alcaravan-comunAlcaraván Común.

En relación al alcaraván común, conocido vulgarmente como comín, es un ave de la familia Burhihus, estando emparentada con las avutardas y sisones, siendo de gran tamaño (tienen una longitud de unos 45cm. del pico a la cola). Tiene los ojos grandes como de búho. Pasa la mayor parte de su vida en la tierra desplazándose, huyendo y corriendo con gran agilidad.

Algo típico del alcaraván es que, si siente algún enemigo, se agacha en el suelo y se queda inmóvil, pasando completamente desapercibido, gracias a su plumaje. De costumbres nocturnas. Es un ave solitaria, desconfiada, tendente a esconderse. Se alimenta de insectos y pequeños reptiles, a los que acecha y caza en veloz carrera.

También caza a pequeños mamíferos como si fuese un gato. Nidifica en el mes de abril, pone de entre 3 ó 4 huevos del tamaño del huevo de gallina, que por su color parecen de codorniz. Es una ave migratoria y se caracteriza muy bien en el terreno (se camufla). Ave algo zancuda y pico alargado.

El nombre científico deriva del griego, es conocido como “canillas hinchadas”, anida en el Sur de Europa e inverna en las latitudes más meridionales de África y Asia.

Bien, ya conocemos las características de dos aves, cuco y el alcaraván , pero debemos de preguntarnos: ¿por qué los lantejolenses llamamos a nuestros vecinos de Osuna como “alcaravanes”? Y a la recíproca, ¿por qué los ursaonenses llaman a los lantejolenses “cucos”? Son dos preguntas que quedan en el aire, parece ser, no tienen respuesta. Y deben de tenerlas, algún motivo, en tiempos lejanos, debió de existir por parte de unas y otras personas tanto de Lantejuela como de Osuna, para que unos y otros calificarán a sus vecinos como “cucos” y “alcaravanes”, respectivamente, de forma algo despectiva e hiriente.

Si analizamos algunas de las características de las aves cucos y alcaravanes, de cada una podemos destacar las siguientes: cucos, una cualidad no apreciada en esta ave, es que se aprovecha del nido de otras aves para su “puesta” de huevos, haciéndole el trabajo de incubar su “puesta” a otra ave, por lo que, trabaja poco. Por otra parte, el cuco es nómada, no tiene fijeza al terreno y se acopla al lugar donde hay comida, y suele cantar de noche, es decir poco trabajo, vivir del cuento y, al estar descansado, cantar.

Ante estas, llamémosle, poco aceptables cualidades del ave cuco, los naturales de Osuna, por algunos motivos, más bien de trabajo, en las distintas tarerías o cuadrillas de trabajadores, en los tajos, los trabajadores de Osuna, puede que, erróneamente, considerasen a los lantejolenses como la forma de actuar del ave cuco, y así denominasen a sus vecinos de Lantejuela, pudo ser así, aunque en verdad hoy en día, no sabemos de ciencia cierta, a qué llevo a los vecinos de Osuna, a “bautizar” a los lantejolenses como “cucos”,  es algo que, a través del tiempo, no ha transcendido el motivo real, pero desde luego, tiene que tener su razón de ser.

Si analizamos algunas de las características del ave alcaraván, nos encontramos que: es un ave de costumbres nocturnas, solitaria, desconfiada, tendente a esconderse. Pasa la mayor parte de su vida en la tierra desplazándose y huyendo y corriendo con gran agilidad e igualmente si siente algún enemigo se agacha en el suelo, etc.

Igualmente, ante estas, digamos pocas aceptables cualidades del alcaraván, pudiera ser que, los naturales de Lantejuela, en ciertos aspectos, considerasen a los naturales de Osuna como un alcaraván y las rivalidades existentes por cuestiones de trabajo u otros motivos, que desconocemos, llevasen a unas y otras poblaciones, a ponerse, digamos, los distintos “motes” de “cucos” y “alcaravanes”, los que desde hace algún que otro siglo, uno y otro pueblo, así llamaban a los habitantes de una y otra localidad. O acaso pudo surgir, a la hora del arrendamiento de las tierras de Propios que poseía el Cabildo de Osuna en la antigua Pertenencia de Lantejuela, después Partido del mismo nombre, entre los labriegos de la villa de Osuna y los aldeanos de Lantejuela, allá por el siglo XVIII, o ya el apelativo de “cucos” y “alcaravanes”, venía desde la creación de los llamados cortijos de Lantejuela, allá por el siglo XVI, ¡cualquiera sabe!. O bien vino por cosas del cortejo de mozas de uno u otro lugar, de todo pudo suceder, ¡menudos eran aquellos tiempos!.

Aún hoy, en día, algunas personas, de forma irónica mientan a los lantejolenses como “cucos” y éstos a los ursaonenses como “alcaravanes”. Y es verdad que, a nivel personal, puede que unas y otras, de forma coloquial o de amistad, se llamen al saludarse como cucos o alcaravanes, sin acritud de clase alguna.

A nivel de los centros educativos, en Osuna, los jóvenes estudiantes de ambas localidades, que comparten sus aulas, puede que, por roces estudiantiles o por “gracia”, unos y otros, se califiquen, sin más con un piropo de “cucos” o “alcaravanes”.

Son apelativos que vienen de lejos, pero que en nuestros días, no debemos darle la mayor importancia, son cosas del pasado.

De una u otra forma, sea por lo que fuere, lo pasado atrás quedo, ahora cojamos las mejores cualidades de esas dos aves y apliquémonos el cuento, viviendo lantejolenses y ursaonenses, o sea “cucos” y “alcaravanes”, en paz, armonía y buena vecindad.

Lo de cucos y alcaravanes, entre los lantejolenses y ursaonenses, puede venir, a que, al estar Lantejuela rodeada de grandes fincas rústicas (cortijos), los propietarios de estos latifundios, para su provecho e intereses, contratasen la mano de obra necesaria para sus predios a los jornaleros de Lantejuela, debido a que les era más útil esa mano de obra, al quedar más cerca que, la mano de obra que les pudieran proporcionar los jornaleros ursaonenses, la que quedaba mucho más lejos, pero de ello, a los lantejolenses, no se les puede aplicar, el que quitasen el trabajo a los jornaleros de Osuna.

Por tal motivo, pudiera ser que, los ursaonenses tildaran a los lantejolenses de «cucos». Los lantejolenses al verse tildados con el apelativos de «cucos» (el pájaro que roba los huevos a otros), aplicases a los ursaonenses con el apelativo de alcaravanes, por la forma que tiene esta ave de ser, como al principio de este artículo se describe, al igual que la del cuco.

Teniéndose en cuenta que, algunos vecinos de Osuna tomaron tierras para desbrozar, en la Pertenencia de Lantejuela, los llamados cortijos del mismo nombre, los que en el año de 1650, eran unos 40 de distintas ménsulas.

Muchos originales, de una y otra población, contrajeron matrimonio, es decir nos unen profundos lazos familiares y sentimentales, más fuertes y profundos que cosas sin importancia, que vienen de un pasado lejano, en que ursaonenses y lantejolenses, pasaron las mismas privaciones por motivos ajenos a sus voluntades.

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