Visionario de los robots

Isaac Asimov, maestro de la ciencia ficción

El famoso autor estadounidense de obras de ficción creó las tres leyes de la robótica, con las que pretendió normalizar la relación entre el ser humano y los robots. Además, algunas de sus predicciones de futuro se han hecho realidad.

Asimov es recordado sobre todo por sus obras literarias de ciencia ficción, pero también por su faceta como divulgador.

Asimov es recordado sobre todo por sus obras literarias de ciencia ficción, pero también por su faceta como divulgador.

Asimov es recordado sobre todo por sus obras literarias de ciencia ficción, pero también por su faceta como divulgador.

Foto: CordonPress

Considerado uno de los Big Three (tres grandes), junto a los autores de ciencia ficción Arthur C. Clarke y Robert Heinlein, la vida de Isaac Asimov ya empezó siendo una ficción nada mas nacer en Petróvichi, una población rural de la antigua Unión Soviética, cerca de la frontera con Bielorrusia. No hay constancia de la fecha exacta de su nacimiento (ni tan siquiera entre su propia familia), ya que se duda entre el 4 de octubre de 1919 y el 2 de enero de 1920. Finalmente fue el propio Asimov el que adoptó esta última como la fecha oficial de su nacimiento.

Superviviente de una tragedia

Isaac Asimov fue hijo de una familia de molineros judios. Tras superar una neumonía que afectó a otros dieciséis niños, de los cuales no sobrevivió ninguno, Isaac emigró junto a sus padres a Estados Unidos, concretamente a Nueva York, donde la familia se estableció en Brooklyn. Allí su padre abrió varias tiendas en las que vendía caramelos, periódicos y revistas, entre las que se encontraban la conocidas como pulp, unas revistas baratas especializadas en historias de ficción las cuales influirían poderosamente en la posterior obra de Asimov.

Tras superar una neumonía que afectó a otros dieciséis niños, de los cuales no sobrevivió ninguno, Isaac emigró junto a sus padres a Estados Unidos.

Tras ser rechazado en la facultad de Medicina, el joven Isaac decidió hacer un posgrado de química, título que obtuvo en 1941. Tras un breve paso por el ejército, en el que sirvió como químico naval, Asimov empezó a ganar más dinero como escritor que como académico. En la década de 1940, la carrera literaria de Isaac Asimov se basó principalmente en la publicación de relatos cortos hasta 1950, año en que escribió su primera novela de ciencia ficción: Un guijarro en el cielo. Posteriormente, este libro fue incluido en la serie Trilogía del Imperio Galáctico junto con dos novelas más: En la arena estelar (1951) y Las corrientes del espacio (1952).

Isaac Asimov firmando libros en 1983.

Isaac Asimov firmando libros en 1983.

Isaac Asimov firmando libros en 1983.

Foto: CordonPress

Antologías "Fundacionales" y "Robóticas"

La extensa obra literaria de Asimov alcanza su cenit con dos antologías que han marcado este género: Yo Robot y Fundación. En 1950, Asimov reunió en una sola obra nueve relatos cortos publicados en la década anterior en una antología que llamó Yo Robot. En 1982 se publicaría la antología definitiva titulada The Complete Robot, y que en España se editaría con el titulo Los Robots. En ella se incluían los títulos: Bóvedas de acero (1954), El sol desnudo(1957), Los robots del amanecer (1983) y Robots e Imperio (1985). La trama de esta ambiciosa serie de novelas se sitúa en las primeras décadas del siglo XXI, cuando se inventa el cerebro positrónico, un creación sumamente compleja que Asimov describe como una malla de platino e iridio donde los impulsos cerebrales, equivalentes a las comunicaciones neuronales, se realizan mediante un flujo de positrones. Es en el interior del cerebro postrónico Asimov insertó sus tres famosas leyes de la robótica:

1. un robot no puede dañar a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sea dañado.
2. un robot debe obedecer las órdenes dadas por un ser humano, excepto cuando tales órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.
3. un robot debe proteger su propia existencia hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

En 1982 se publicaría la antología definitiva titulada The Complete Robot, y que en España se editaría con el titulo Los Robots. En ella se incluían los títulos: Bóvedas de acero, El sol desnudo, Los robots del amanecer y Robots e Imperio.

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Estas tres leyes suponen una protección para el ser humano ante una criatura que es mucho más fuerte y superior. El robot es incapaz de escapar del margen establecido por su programación, que le impide el acceso a la imaginación, hecho en el que radica la diferencia fundamental entre el humano y la máquina que ha creado.

Escritor y divulgador científico

La segunda antología que escribió Isaac Asimov es Fundación. En ella, el autor nos sitúa en el núcleo de la galaxia, centro neurálgico del Imperio galáctico, en un planeta que se llama Trántor. La civilización ha llegado a su esplendor máximo y en ella los avances tecnológicos, científicos e intelectuales son inimaginables. Pero nada es eterno y todo principio tiene su final. El imperio está condenado y tarde o temprano desaparecerá. La trilogía está compuesta por las novelas Fundación(1951), Fundación e Imperio (1952) y Segunda Fundación (1953). Posteriormente, en las décadas de1980 y 1990, Asimov incluyó dentro del ciclo cuatro títulos más: Los límites de la Fundación(1982), Fundación y Tierra (1986), Preludio a la Fundación(1988) y Hacía la Fundación (1993).

En un artículo publicado en 1964, Asimov se predijo cómo sería el mundo en 2014 y acertó en algunas de sus predicciones.

Asimov es recordado sobre todo por sus obras de ciencia ficción, pero también es destacable su faceta como divulgador. Escribió sobre matemáticas, astronomía y química, y también sobre historia. Asimov se atrevió asimismo a hacer algunos vaticinios. En un artículo publicado en 1964, Asimov predijo cómo sería el mundo dentro de 50 años, es decir, en 2014, y acertó en algunas de sus predicciones.

Predijo que mientras realizábamos una llamada telefónica, no sólo oiríamos, sino que también podríamos ver a nuestro interlocutor (lo que hoy conocemos como videollamada). También dijo que, aunque no sería algo muy común, habrían robots. Afirmó que existirían aparatos de cocina que prepararían la comida y máquinas de café. Pronosticó la aparición de coches sin conductor o, como él los llamaba, "vehículos con cerebro de robot". Pero también avanzó que no toda la población mundial podría tener acceso a estas nuevas tecnologías. Asimov advirtió también sobre los problemas de la superpoblación, y afirmó además que los humanos sólo sobrevivirán como especie si algún día logran alcanzar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

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Pero a pesar de acertar en algunas de sus predicciones, Asimov también erró en otras, o incluso se quedó corto. Según sus previsiones acerca de la superpoblación mundial, calculó que para 2014 la población alcanzaría los 6.500 millones de personas, cuando en realidad la cifra fue mayor: 7.200 millones. Una parte de la cultura popular y científica del año 2019 considera a Asimov un escritor visionario, aunque en realidad el índice de acierto en sus predicciones ha sido de menos del 40%.

El estilo narrativo de Asimov es sumamente sencillo, y a pesar de tener una estructura literaria compleja, apenas tiene descripciones detalladas, prefiriendo dejar espacio para el diálogo. La rapidez con la que podía escribir le permitió crear verdaderas obras maestras (también, sin embargo, obras mucho más mediocres). Arthur C. Clarke, otro de los grandes del género de la ciencia ficción, dijo que si bien él no sabía si había escrito más de 3.000 palabras en un día, Asimov podía hacerlo en un minuto y medio.

Arthur C. Clarke, otro de los grandes del género de la ciencia ficción, dijo que si bien él no sabía si había escrito más de 3.000 palabras en un día, Asimov podía hacerlo en un minuto y medio.

Las circunstancias que rodearon la muerte de Isaac Asimov también son dignas de una novela. El 7 de abril de 1992, The New York Times publicó la muerte de escritor a consecuencia de una fallo cardíaco y renal, según informó su hermano Stanley. Diez años más tarde se supo cuales habían sido los motivos reales de su muerte. A consecuencia de una transfusión de sangre recibida en una operación en 1983, Isaac Asiov contrajo el virus VIH. Cuando fue descubierta la fatal infección, sus médicos insistieron en no hacer pública la información debido al prejuicio que se tenía entonces contra los infectados por esa terrible enfermedad.

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