Altivez: significado bíblico

El término altivez puede tener diferentes interpretaciones y connotaciones según la persona que lo use. Sin embargo, ¿cómo define la Biblia el concepto de altivez? En este artículo, exploraremos el significado de la altivez según la biblia y su importancia en la vida de los cristianos.

Significado según la biblia

La altivez es una actitud de arrogancia y presunción, que se traduce en un comportamiento arrogante y condescendiente hacia los demás. La Biblia advierte contra esta actitud en varias ocasiones. En la carta a los Filipenses 2:3, se dice: «No hagáis nada por rivalidad ni por vanagloria; antes bien, con humildad, estimando a los demás como superiores a vosotros mismos».

Esta actitud de humildad y servicialidad es el resultado de un corazón que se ha rendido a Dios y reconoce su propia debilidad y dependencia de Él. La altivez, por otro lado, es una señal de que una persona se ha alejado de Dios y está poniendo su confianza en sí misma y en sus propias habilidades.

La Escritura nos llama a ser humildes como Jesús, quien, siendo igual a Dios, no consideró su igualdad con Dios como algo a qué aferrarse, sino que se hizo hombre y se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte en la cruz. Filipenses 2:5-8.

Versículos

La Biblia menciona varios versículos acerca de la altivez, tanto en sentido positivo como negativo. Algunos de los versículos más relevantes incluyen: Filipenses 2:3, Salmo 138:6, y Proverbios 16:18.

Filipenses 2:3

El versículo dice: «No hagáis nada por rivalidad o vanagloria; antes bien, con humildad de espíritu, estimaos los unos a los otros como superiores a vosotros mismos.»

Explicación: Este versículo nos habla sobre la importancia de no hacer nada con la intención de lucir mejor que los demás o para llamar la atención. En su lugar, debemos tratar a los demás con humildad y pensar en ellos como si fueran más valiosos que nosotros mismos.

Reflexión: La altivez puede ser un obstáculo para tener relaciones saludables y armoniosas con los demás. Debemos recordar que todos somos iguales ante Dios y que nadie es superior a nadie. Debemos tratar a los demás con amor y respeto, sin importar su apariencia o posición social.

Ejemplo: Si alguien logra una gran hazaña o tiene una gran cantidad de éxito, podemos sentir la tentación de compararnos con ellos o de sentirnos menos valiosos. Sin embargo, siguiendo las enseñanzas de este versículo, debemos reconocer que esa persona tiene su propio camino y que merece ser tratada con amor y respeto, incluso si es «superior» a nosotros en algún aspecto.

Salmo 138:6

«Porque Jehová es elevado, mas ve la humildad; y al altivo conoce de lejos.»

Explicación: Este versículo destaca la importancia de la humildad ante Dios. Aunque Dios es elevado y poderoso, El reconoce a aquellos que viven humildemente y se aleja de aquellos que son altivos.

Reflexión: Este versículo nos recuerda la importancia de cultivar la humildad en nuestra vida diaria, especialmente ante Dios. Debemos dejar de lado la arrogancia y el orgullo y buscar vivir una vida humilde y sencilla, enfocándonos en amar a Dios y a nuestro prójimo.

Ejemplo: Un ejemplo práctico de cómo aplicar este versículo en nuestra vida diaria podría ser reconociendo y dando gracias por las bendiciones que recibimos de Dios, y no atribuyéndolas a nuestro propio esfuerzo o habilidad. También podemos buscar ayudar a los demás en lugar de buscar siempre ser el centro de atención o tener el control de todo.

Proverbios 16:18

«La altivez precede a la destrucción, y la humildad precede a la gloria.»

Explicación: Este versículo destaca la importancia de la humildad en nuestra vida. La altivez puede llevar a la destrucción, mientras que la humildad puede abrir puertas a la gloria y la bendición.

Reflexión: Este versículo nos recuerda la importancia de cultivar la humildad en nuestra vida. Debemos buscar vivir una vida humilde, enfocándonos en amar a Dios y a nuestro prójimo. Debemos dejar de lado la arrogancia y el orgullo y abrazar una vida llena de humildad y gratitud.

Ejemplo: Un ejemplo práctico de cómo aplicar este versículo en nuestra vida diaria podría ser reconociendo nuestras limitaciones y debilidades y buscando la ayuda de Dios y de los demás cuando la necesitemos. También podemos buscar servir a los demás en lugar de buscar siempre ser servidos o ser el centro de atención.

Santiago 4:6

“Pero él da más gracia. Por eso dice: “Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.”

Explicación: Este versículo habla sobre cómo Dios reacciona ante la actitud de las personas. Por un lado, resiste a los soberbios, es decir, a aquellos que se sienten superiores a los demás. Por otro lado, da gracia a los humildes, es decir, a aquellos que reconocen su dependencia de Dios y su necesidad de su ayuda y guía.

Reflexión: Este versículo nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud ante Dios y ante los demás. ¿Nos consideramos superiores a los demás o reconocemos nuestra dependencia de Dios y nuestra necesidad de su ayuda y guía? La humildad es una virtud importante que nos permite acercarnos más a Dios y a los demás, y recibir de ellos su ayuda y su gracia.

Ejemplo: Un ejemplo de aplicación de este versículo puede ser cuando alguien se siente orgulloso de sus logros y no reconoce su dependencia de Dios y de las personas que le han ayudado a alcanzarlos. En este caso, puede ser difícil para esa persona recibir la ayuda y el apoyo de los demás, y puede alejarse de Dios. Por otro lado, alguien que reconoce su dependencia de Dios y de las personas que le han ayudado, y muestra humildad y gratitud, puede acercarse más a Dios y a los demás, y recibir su ayuda y su gracia.

1 Pedro 5:5-6

El versículo dice: «Todos vosotros, siendo jóvenes, estad sujetos a los ancianos. Y todos sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.»

Explicación: El apóstol Pedro en estos versículos está animando a los jóvenes a respetar y obedecer a los ancianos en la iglesia, y también anima a todos a ser humildes y sumisos unos a otros. Pedro enfatiza que Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes.

Reflexión: La humildad es una virtud cristiana importante que debemos cultivar en nuestras vidas. Debemos aprender a ser humildes y sumisos, no solo con nuestros mayores, sino también con aquellos a nuestro alrededor. Al hacerlo, podemos ser bendecidos con la gracia de Dios.

Ejemplo: Un ejemplo de cómo seguir estos versículos es si un joven se encuentra en una situación en la que un anciano está dando un consejo, el joven debe escuchar y considerar seriamente el consejo, mostrando humildad y respeto hacia el anciano. Al hacerlo, puede ser bendecido con la sabiduría y la perspectiva que el anciano tiene para ofrecer.

Características, acciones o actitudes de la altivez

La altivez es una actitud desmedida de orgullo y vanidad que se refleja en la forma de ser y actuar de una persona. La Biblia advierte contra esta actitud y alentar a cultivar humildad y servicio al prójimo.

  • Actitud arrogante: La persona altiva suele ser arrogante, creyéndose superior a los demás y sin importarle lo que los demás piensen o sientan. En Filipenses 2:3, la Biblia dice «No hagáis nada por rivalidad o vanagloria; antes bien, con humildad, valorándoos unos a otros como superiores a vosotros mismos».
  • Falta de humildad: La altivez está estrechamente relacionada con la falta de humildad. La persona altiva no acepta consejos ni críticas constructivas, y suele creer que siempre tiene la razón. En Santiago 4:6, dice «Y Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes».
  • Desprecio hacia los demás: La persona altiva suele mirar a los demás con desprecio, creyéndose superior a ellos y sin importarle su bienestar o sentimientos. En Lucas 18:9-14, se narra la parábola del fariseo y el publicano, en la cual el fariseo, altivo y arrogante, se comparaba con los demás con desprecio, mientras que el publicano, humilde, reconocía su pecado y pidió perdón.
  • Exhibición de logros y posesiones: La persona altiva suele mostrar sus logros y posesiones de forma ostentosa, queriendo atraer la atención y admiración de los demás. En Mateo 6:1-4, Jesús dice «No hagáis vuestras obras de caridad delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos».

Consejos

La altivez es una actitud que aleja a las personas de los demás y de Dios. Para superarla, es importante seguir los consejos de la Biblia. Aquí te presento 3 consejos bíblicos para ayudarte en esta tarea:

1. Practica la humildad

La humildad es la antítesis de la altivez. La Biblia dice en Filipenses 2:3 «No hagáis nada por rivalidad ni por vanagloria; antes bien con humildad, estimando los demás superiores a vosotros mismos.» Practicar la humildad significa reconocer nuestras limitaciones y poner los demás por encima de nosotros mismos.

2. Busca el amor

El amor es una de las características más importantes de la vida cristiana. La Biblia dice en 1 Corintios 13:4-5 «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se ensancha, no se conduce indecorosamente, no busca lo suyo». Buscar el amor significa tratar a los demás con respeto y amabilidad, sin importar sus diferencias.

3. Cultiva una relación personal con Dios

La altivez es un obstáculo para tener una relación profunda con Dios. La Biblia dice en Santiago 4:6 «Pero Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes». Cultivar una relación personal con Dios significa buscar su presencia, escuchar su voz y seguir sus enseñanzas, para así poder desarrollar una humildad sincera.

Conclusión

La altivez puede ser una característica positiva si se refiere a una seguridad en uno mismo basada en la fe en Dios y el amor a los demás. Sin embargo, también puede convertirse en un pecado si conduce a la arrogancia y la despreocupación por los demás. Como cristianos, debemos buscar vivir una vida humilde y amorosa, siguiendo el ejemplo de Cristo.

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