¿Cuáles son las consecuencias legales de una alcoholemia positiva?

Estamos escuchando de forma habitual por parte de la DGT que, tanto el alcohol como las drogas son sustancias totalmente incompatibles con la conducción de cualquier tipo de vehículo por la carretera. Ya que, por esta causa, se producen muchos accidentes de tráfico que pueden tener como consecuencia lesiones de diversa consideración en aquellas personas que se han visto envueltas en ellos o incluso la muerte. 

De hecho, se estima que el 50% de las muertes que se produjeron en España a lo largo del año 2022 tuvieron como causa el consumo y el abuso de alcohol y de las drogas. Es decir, si a lo largo del 2022 se produjeron 1.145 muertes en las carreteras, la mitad de ellas, unas 570 se debieron al consumo de bebidas alcohólicas y de otras sustancias incompatibles con la conducción.

Por otra parte, el alcohol también afecta a otros ámbitos de la vida. Por ejemplo, en el entorno laboral, ya que el consumo de esta sustancia puede tener consecuencias fatales en determinados tipos de trabajo. Como ejemplos, citamos aquellos empleos de producción, construcción o de transporte, por citar algunos entornos laborales en los que se necesita la mente bien despejada, ya que, de lo contrario, se puede poner en peligro su propia vida y la de sus compañeros y compañeras de trabajo. 

Debido a ello, el empresario o el superior puede pedir una prueba de alcoholemia si sospecha que alguno de los trabajadores no está en condiciones de trabajar, y esta persona puede llegar perder el empleo por esta causa. Es decir, el consumo y abuso de alcohol y drogas en el entorno laboral, puede ser causa de despido laboral. 

Sin embargo, el ámbito en que el consumo de esta sustancia está más penado de manera legal es en el ámbito de la conducción, en las carreteras. Es en este contexto en el que un control de alcoholemia positivo puede tener diversas consecuencias legales dependiendo de las condiciones y de la tasa de alcoholemia que aparezca en el test, ya que la DGT prohíbe tajantemente conducir bajo la influencia de esta sustancia desde hace bastantes años. 

Por ello, si quieres saber qué pasa si das positivo en un control de alcoholemia, te recomendamos que sigas leyendo y que tomes nota. Ya que puede tener consecuencias muy variadas dependiendo de la cantidad de alcohol que hayas ingerido antes de ponerte al volante. 

Consecuencias legales de una alcoholemia positiva

Mucha gente suele preguntar sobre cuánto es la multa por dar positivo en alcoholemia, pero la cantidad que debes pagar o las consecuencias legales son lo de menos. Así pues, lo primero que debes tener en cuenta es que las consecuencias legales de un control de alcoholemia positivo no son absolutamente nada si lo comparamos con las consecuencias irreparables que tiene para la vida de las personas que se ven implicadas en un accidente de tráfico por esta causa. Muchos de ellos son provocados por personas que han consumido alcohol y que han decidido conducir igualmente a sabiendas de que no se encuentran en condiciones de ponerse al volante. 

Por ello, la DGT ha endurecido las penas a lo largo de los años y, actualmente, conducir bajo los efectos del alcohol o de las drogas se considera un delito. Sin embargo, una persona que ha dado positivo en alcoholemia, puede enfrentarse a unas mayores o menores implicaciones administrativas o legales dependiendo de la tasa de alcohol tanto en sangre como en aire espirado que se muestre en el propio control de alcoholemia. 

Es decir, una alcoholemia positiva puede ser sancionada con una infracción administrativa o tratarse de un delito penal dependiendo de la cantidad de alcohol en sangre que se muestre en el propio control. 

Si la tasa de alcoholemia es “baja”, se considera una sanción administrativa

Según la Ley de Seguridad Vial, si un conductor ingiere alcohol en pequeñas cantidades y da positivo en alcoholemia superando la tasa permitida de 0,50 mg/l en aire espirado, se le sancionará con una multa que puede llegar a los 1.000 euros y se le puede llegar a retirar hasta 6 puntos del carnet de conducir. 

Además, en el caso de que se trate de un conductor profesional y titular de un permiso de conducción con menos de dos años de antigüedad, no puede superar los 0.30 mg/l, por lo que también podrá ser sancionado con hasta 1.000 euros de multa y castigado con la retirada de 6 puntos del carnet.

En el caso de que esta persona conduzca con valores de entre 0,25 y 0,50 mg/l en aire espirado, será sancionada con una multa de hasta 500 euros y se le pueden retirar hasta 4 puntos del carnet. 

En el caso de los conductores profesionales y los titulares de permisos de conducción con menos de dos años de antigüedad, esta tasa debe ser inferior y no puede ser superior a la horquilla que se marca entre 0,15 mg/l y 0,30 mg/l en aire espirado para sufrir las mismas consecuencias administrativas.

Si la tasa de alcoholemia es elevada, se considera un delito penal

Según el Código Penal, un conductor que ha ingerido grandes cantidades de alcohol o que presenta claros síntomas de embriaguez está constituyendo un delito contra la seguridad vial y se debe juzgar como tal. 

Por ello, el artículo 379 del Código Penal expone que aquella persona que conduzca un vehículo a motor o un ciclomotor bajo la influencia del alcohol o de las drogas, puede ser castigado con penas de prisión de entre 3 y 12 meses, la obligación de trabajos en beneficios de la comunidad, así como la retirada del carnet de conducir de entre 1 y cuatro años. 

La tasa de alcoholemia, para que se considere delito, debe ser superior a 0,60 mg/l en aire espirado o de 1,2 gr/l en sangre. Sin embargo, si esta es más elevada, se pueden aplicar agravantes y tener consecuencias mucho más duras. Como puedes ver, si das positivo en alcoholemia, te retiran el carnet si la tasa es igual o mayor a las cantidades que acabamos de nombrar. 

¿Hay tasa de alcoholemia permitida en los conductores menores de edad?

Absolutamente no. Los conductores menores de edad pueden conducir algunos vehículos, como ciclomotores, patinetes o bicicletas, pero tienen terminantemente prohibido el consumo de alcohol y drogas, por lo que la única tasa permitida es 0,0

De hecho, son habituales los recuerdos de la Dirección General de Tráfico (DGT) que esta es la única tasa completamente segura para todos los conductores independientemente de su edad. Ya que se advierte que el consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, afecta a nuestra percepción de la realidad y a nuestros reflejos, lo que puede incrementar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. 

¿Me puedo negar a hacerme el test de alcoholemia?

En absoluto. Si un agente de la autoridad detiene tu coche para pedirte la realización de un test de alcoholemia, debes obedecer en todo momento. Ya que las autoridades suelen realizar controles rutinarios aleatorios en ciertos puntos estratégicos. O pueden pedir que un conductor detenga su vehículo para hacerle un test, especialmente si tienen sospechas de que puede estar bajo la influencia del alcohol o de otros tipos de sustancias. 

Por ello, el hecho de negarse a hacerse el test de alcoholemia se considera un delito contra la seguridad vial al que se pueden sumar otros delitos de desobediencia civil. De hecho, puede castigarse con penas de prisión y con la retirada inmediata del carnet de conducir. Estas consecuencias pueden ser más duras que el hecho de conducir bajo la influencia del alcohol, aunque, como hemos visto, depende de la tasa de alcoholemia en aire espirado o en sangre que indique el propio test. 

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