5 ventajas de ir acompañado de un compañero de entrenamiento

Mucha gente habla de los viajes de fitness como algo que se hace solo. Pero no pases por alto la mejor herramienta que tienes para estar más sano: los demás. Cuando vayas al gimnasio o traces tus objetivos de fitness, no tienes por qué hacerlo solo. De hecho, tener un compañero de entrenamiento que se una a ti para hacer ejercicio puede acabar siendo el factor más importante de tu éxito (y del suyo).

Echa un vistazo a estas 5 razones por las que tener un compañero de entrenamiento puede ayudarte a alcanzar tus objetivos de forma física, y creemos que estarás de acuerdo en que el ejercicio y los compañeros de entrenamiento van juntos como... bueno, como tú y tu mejor amigo.

‍Responsabilidad. A veces lo más difícil de hacer ejercicio es presentarse. Si sabes que alguien cuenta contigo (tanto si te está esperando en el gimnasio como si no alcanzará sus objetivos si no haces el esfuerzo), eso te da una razón más para cumplir tus compromisos de entrenamiento. ¿Quién quiere defraudar a un amigo?

‍Motivación. Al igual que tener un compañero de entrenamiento puede llevarte al gimnasio, ese mismo compañero puede empujarte a hacer más mientras estás allí. Cuando flaquees en cardio o te cueste hacer una repetición más, su ánimo y su presencia pueden ayudarte a superar el obstáculo.

‍Competición. ¿Qué es la motivación sin un poco de competición? Es perfectamente humano querer esforzarse para alcanzar o superar a alguien, ya sea corriendo o entrenando fuerza. Asociarte con alguien que esté un poco más en forma que tú puede darte esa motivación extra que necesitas para esforzarte más y dejarlo todo en la pista.

‍Alivio del estrés. Ir al gimnasio ya es un excelente remedio para desahogarse; añadir a alguien con quien hablar añade el plus de un poco de terapia gratuita. Puedes hablar de tu día, descomprimirte, compartir historias y hacer varias cosas a la vez, lo que puede añadir el alivio del estrés emocional a la larga lista de cosas buenas que puede aportarte el ejercicio.

‍¡Diversión! El ejercicio puede ser duro, pero también muy divertido, y tener un compañero de entrenamiento puede ayudarte a recordarlo. Poniéndoos al día, animándoos mutuamente a hacer más ejercicio y simplemente bromeando, os dais una motivación extra para ir al gimnasio. Y un estudio tras otro demuestra que las personas que hacen ejercicio con otras disfrutan más de la experiencia.

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