¿Qué es la dieta alcalina y para qué sirve?

Los defensores de la dieta alcalina creen que las dietas altas en ciertos alimentos, como carne y cereales, y bajas en otros, como frutas y verduras, pueden causar desequilibrios en el pH de la sangre que conducen a una variedad de problemas de salud. 

En las últimas décadas, incluso algunas celebrities han reconocido seguirla y se han atrevido a recomendarla (ejemplo).

¿Es verdaderamente la dieta alcalina beneficiosa para la salud?

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¿Qué es la dieta alcalina, exactamente?

Aunque existen diferentes formas de interpretarla, nos vamos a referir a aquellos planteamientos que piensan que seguir una dieta basada en reducir la supuesta acidez (o aumentar el pH, que es lo mismo) que los alimentos producen en nuestro organismo, tiene como consecuencia una enorme cantidad de beneficios para la salud.

Antes de avanzar, es importante recordar la base química de los supuestos beneficios de esta dieta.

El pH es una medida de acidez o alcalinidad de una disolución acuosa. El pH indica la concentración de iones de hidrógeno presentes en determinadas disoluciones. La sigla significa potencial de hidrógeno o potencial de hidrogeniones (H+).

El valor del pH de cualquier sustancia se puede medir de forma precisa mediante ciertos métodos, que no interesa entrar a detallar. Sin embargo, sí es importante comprender que se establece una escala de 0 a 14:

  • pH = 0 es extremadamente ácido (ácido fuerte).
  • pH = 7 es neutro (equilibrio ácido - base).
  • pH = 14 es muy alcalino (base fuerte).

Las variaciones de pH en nuestro organismo pueden modificar ciertos procesos fisiológicos, tal es el caso de la reacción enzimática. Cada enzima de nuestro cuerpo tiene un intervalo de pH, que comúnmente se le conoce como "pH óptimo", en el cual la enzima desarrolla su máxima actividad. Si esta se encuentra en condiciones fuera del pH óptimo, puede reducir su velocidad de activación, modificar su estructura, o lo que es peor, dejar de funcionar.

La dieta alcalina clasifica los alimentos según la cantidad de ácido que producen cuando se digieren, pero esa cantidad no es necesariamente la misma que el nivel de acidez de los alimentos en su estado crudo:

  • Los alimentos formadores de ácido producen un pH < 7,
  • Los alimentos alcalinos dan como resultado un nivel de pH > 7.
  • Cualquier alimento que esté alrededor de 7 se considera neutral. 

Con eso en mente, la dieta recomienda (Figura 1):

  • Evitar los alimentos que forman mayor cantidad de ácidos, como la carne, aves, los productos lácteos, el pescado, los huevos, los cereales y el alcohol.
  • Consumir muchos alimentos alcalinos, como frutas, verduras, frutos secos y legumbres.
  • Limitar los alimentos neutros, como almidones, azúcares y grasas saludables.
Clasificación alimentos de alcalinos a ácidos
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Figura 1. Clasificación de alimentos desde alcalinos a ácidos.

Sin embargo, es importante señalar que esta premisa es simplemente una hipótesis, lo que significa que no está probada. Afirmar que alimentos concretos modifican el pH de nuestro cuerpo es una falacia y sus defensores nunca han aportado ni un estudio que haga pensar lo contrario. 

El cuerpo humano tiene una capacidad asombrosa para mantener un pH constante en la sangre (pH = 7.2 - 7.4), independientemente de la dieta. Como mucho, los alimentos únicamente puede llegar a acidificar la orina, sin que se hayan observado mayores consecuencias de ello.

Hay zonas de nuestro cuerpo con diferentes niveles de pH y que sufren variaciones de forma natural, por procesos internos normales. 

El mejor ejemplo es el estómago, necesitamos que tenga un entorno ácido para poder digerir la comida, pero eso no significa que exista ningún problema, al contrario.

Los riñones y los pulmones son en gran parte responsables de mantener un pH equilibrado dentro del cuerpo, y los distintos niveles están muy estrictamente regulados. De hecho, la acidificación de la orina se debe a que el exceso de ácido podría excretarse a través de ella para mantener en todo momento equilibrados los niveles de pH del cuerpo.

Supuestos beneficios asociados a una dieta alcalina

Los seguidores y autores de las muchas guías y libros de recetas sobre la dieta alcalina dicen que puede tratar enfermedades y afecciones crónicas, como el cáncer o enfermedades renales.

La dieta alcalina previene todo los tipos de cáncer

A pesar de que la dieta alcalina ha sido ampliamente estudiada, no hay estudios definitivos que sugieran que este enfoque pueda tener un efecto sobre el cáncer, uno de los mayores atractivos de la dieta. 

La hipótesis del tratamiento del cáncer se basa en la afirmación de que las células cancerosas prosperan en un ambiente ácido; pero, si bien eso es cierto en un entorno de laboratorio, es casi imposible alterar las células de una manera que cree un ambiente menos ácido en el cuerpo. 

En este contexto, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR) concluye que la dieta alcalina no es recomendable, sobre todo por la restricción que hace de algunos alimentos. 

Argumenta que la teoría que sustenta este tipo de dieta no cuenta con evidencia suficiente y está basada en estudios de laboratorio aislados que sugieren que las células cancerígenas crecen en un ambiente celular ácido (pH bajo) y que no sobreviven en un ambiente alcalino (pH elevado).

Para disminuir el riesgo de cáncer, sí se recomienda mantener una alimentación saludable, una dieta rica en frutas, hortalizas y legumbres, limitar el consumo de carnes rojas, alimentos procesados y azúcar, y un consumo moderado de alcohol.

Aquí la dieta alcalina sí podría ser un buen enfoque para las personas que se preocupan por seguir recomendaciones sobre hábitos saludables, pero no por las razones promovidas por los fanáticos.

La dieta alcalina mejora la salud ósea 

También se suele afirmar que la dieta alcalina puede reducir el riesgo de osteoporosis. 

En este caso, la hipótesis establece que comer una dieta rica en alimentos ácidos, como la dieta occidental, puede erosionar los huesos y provocar osteoporosis al aumentar el calcio en la orina y reducir el calcio corporal. 

La hipótesis tampoco se sostiene. 

Investigaciones como la publicada en el Journal of Bone and Mineral Metabolism señalan que si los niveles de calcio son altos, llevar una dieta rica en alimentos ácidos podría incluso ser protector. 

Uno de los metanálisis más recientes y fiables concluye algo parecido: aunque las dietas ácidas pueden afectar negativamente el metabolismo mineral, no parecen afectar la densidad mineral ósea.

La dieta alcalina es buena para tratar enfermedades renales crónicas

Las personas con enfermedad renal crónica sí pueden beneficiarse al basar su alimentación en alimentos alcalinos porque tanto el exceso de proteína (pH ácido), como la acidificación de la orina es perjudicial para los riñones. 

En un artículo publicado en 2017 en la revista Journal of Renal Nutrition, Passey argumentó que al reducir la carga de ácido en los riñones a través de una dieta con ingesta proteica baja o moderada (0.6 – 1.0 gramos / kg peso / día) y con énfasis en proteínas vegetales (al menos 50% de la cantidad de proteína diaria total), es posible que se pueda retrasar la progresión de la enfermedad renal y mejorar la función de los riñones. 

En 2018, Yari et al. publicaron una investigación la revista Iran Journal of Kidney Diseases en la que se señaló que una dieta alcalina ralentiza la velocidad a la que se deterioran los sistemas de filtración de sangre de los riñones, lo cual es positivo para el transcurso de la enfermedad.

En resumen, la dieta alcalina sí podría ser beneficiosa para la enfermedad renal, pero no necesariamente mejor que otras intervenciones individualizadas.

Dieta alcalina y riesgo de enfermedad cardiovascular

Una revisión del año 2012 publicada en la revista Journal of Environmental and Public Health descubrió que comer más alimentos alcalinos, como frutas y verduras, puede ayudar a reducir el riesgo de hipertensión y accidente cerebrovascular, pero tampoco es superior a otras intervenciones nutricionales saludables que fomenten hábitos parecidos.

Esto también se ha apoyado hace poco tiempo, pudiendo concluir que, a día de hoy, incluir más cantidad de alimentos como frutas, verduras, hortalizas y legumbres y ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, pero no por los fundamentos bioquímicos que promueven sus seguidores (revisión).

Dieta alcalina y pérdida de peso

Aunque la pérdida de peso no es el objetivo principal de la dieta alcalina, y ninguna investigación lo respalda como un resultado principal, cualquier dieta que restringe los grupos de alimentos tiende a restringir las calorías totales

Además, el énfasis de la dieta alcalina en frutas y verduras, grupos de alimentos con baja densidad energética (Figura 2), sobre los alimentos procesados, con mayor densidad energética, es un principio aceptado de pérdida y mantenimiento de peso.

Densidad nutricional de los alimentos
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Figura 2. Densidad nutricional de los alimentos (no clasificados por su pH).

Con estos datos en la mano, y sabiendo que una reducción del peso y de la grasa corporal en sujetos con sobrepeso u obesos ayuda a reducir el riesgo de mortalidad por cualquier causa, de nuevo, la dieta alcalina podría ser beneficiosa para este grupo de población

Sin embargo, volvemos a reiterar, que no necesariamente va a ser superior a otras intervenciones nutricionales saludables e individualizadas.

Pros y contras de la dieta alcalina

Una versión más relajada de la dieta alcalina, y sin bautizar necesariamente los hábitos nutricionales de una u otra manera, podría ser recomendable. Hábitos que no eliminen los frutos secos, ni los cereales enteros, ni la carne roja o blanca, ni los huevos… puede ser beneficiosa para la salud en general. 

Fundamentalmente, lo que ya conocemos como una dieta saludable, con una base piramidal basada en frutas, verduras y hortalizas (Figura 3) puede ser buena para reducir el riesgo de muchos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y accidentes cerebrovasculares.

La pirámide nutricional Suiza
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Figura 3. La pirámide nutricional Suiza es un buen ejemplo que sefundamenta sólidamente en las bebidas no azucaradas y va subiendo niveles: vegetales, cereales, carnes, grasas animales y procesados.

Para aquellos con antecedentes de cálculos renales o enfermedad renal, una dieta basada en alimentos vegetales, pero no necesariamente una dieta alcalina, puede ayudar a reducir el avance y/o agravamiento de la enfermedad.

Para las personas sin problemas de salud preexistentes, la dieta alcalina generalmente es segura, pero no es recomendable restringir grupos de alimentos sin necesidad. La eliminación de estos alimentos puede hacer que las personas se vuelvan obsesivas y se mantengan alejadas de alimentos ricos en nutrientes que realmente sí son saludables.

Además, algunas personas pueden sentirse hambrientas o no obtener suficiente proteína para sus necesidades diarias.

Resumen y conclusiones

No hay evidencia de que la acidez o la alcalinidad de los alimentos tenga algún impacto en la salud general o el peso corporal, relegando la dieta alcalina al ámbito de la pseudociencia

A pesar de eso, los principios básicos de la dieta alcalina, que reducen los alimentos procesados y las carnes en favor de los alimentos de origen vegetal, son razonables. 

En caso de estar planteándote seguir esta dieta o cualquier otra restrictiva, sería recomendable tener supervisión médica, endocrina y/o nutricional, para asegurarte de no eliminar nutrientes importantes. Además, lo más probable es que no necesites eliminar ningún grupo de alimentos.

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