¿Libre Albedrío?, Qué Nos Dice La Neurociencia

¿Tienes libre albedrío? Esta pregunta ha estado en las mentes de los filósofos durante milenios. Más recientemente, los neurocientíficos han intentado diferentes experimentos para identificar la relación del libre albedrío con la neurociencia. Hay un cuerpo de trabajo cada vez mayor, creciente, y fascinante sobre la materia, así como un montón de interpretaciones sobre qué significan los resultados.

Uno de los experimentos más famosos y contenciosos fue llevado a cabo por Benjamin Libet en los 80s. Se les pedía a los participantes que llevasen a cabo una tarea simple, como apretar un botón, cuando ell@s quisiesen para luego tomar nota de la «primera vez que eran conscientes del deseo o de la urgencia de actuar«. Mientras hacían esto, la actividad eléctrica de sus cerebros estaba monitorizada por una máquina de EEG que buscaba el «pontencial de preparación» (Bereitschaftspotential)*, un patrón asociado con el movimiento muscular.

*el movimiento muscular de forma esterotipada, sin reaccionar a ningún estímulo externo o interno, está precedida de una actividad EEG que representa la activación del área motora suplementaria y del córtex motor.
Córtex Motor

Se descubrió que la actividad cerebral ocurría casi 300 milisegundos antes que los sujetos informaran de la necesidad de actuar. Incluso teniendo en cuenta un margen de error para cubrir el tiempo necesario de tomar nota de la posición de las agujas del reloj.

Esto significa que la progresión de eventos desde un punto de vista externo sería:

  1. Construcción de actividad cerebral.
  2. Decisión de actuar.
  3. La Acción.

Cuando hablamos de llevar a cabo una decisión libremente, podemos suponer que la decisión viene antes de la creación de actividad en el cerebro.

¿Qué Significa Esto Para Nuestras Nociones De Libre Albedrío?

Algunos expertos, como el biólogo Jerry Coyne, ven esto como un rechazo total del libre albedrío. Destacando que los resultados demuestran que la actividad cerebral requerida para el movimiento se da antes que el sujeto sea consciente de que va a actuar.

Consideran esto como la prueba de que no «tomamos» decisiones realmente pero que sí lo hace nuestro subconsciente, y que cuando suponemos que estamos tomando una decisión tan sólo nos estamos dando cuenta de qué es lo que ya está ocurriendo. Para estas personas, el experimento de Libet nos deja sin libre albedrío.

Aunque el propio Libet no veía sus resultados como una refutación total del libre albedrío. En lugar de ello señaló que durante los 500 milisegundos que nos conducen a una acción la mente consciente podría rechazarla. Mientras que los impulsos podrían ser disparados por el subconsciente, la mente consciente aún tendría la capacidad para suprimirlos o vetarlos; algo que mucha gente afirma hacer cada día. Este modelo se suele llamar «free won’t«*.

*juego de palabras, en inglés libre albedrío es ‘free will’, ‘will’ significa ‘deseo’,’albedrío’ pero también es el verbo auxiliar de futuro cuya negación es ‘won’t’.

Pero hay algunos filósofos, como Daniel Dennet y Alfred Mele, que creen que todo el experimento es erróneo.

Dennet apunta a que la la información de la EEG es objetiva, al contrario de la información de cuándo una persona ha «decidido» actuar, que es subjetiva y que refleja cuándo el deseo de actuar parece aflorar. También cuestiona si los datos neurológicos se podrían aplicar a algo más complejo que el movimiento muscular, como cuando estamos tomando una gran decisión que tiene múltiples opciones.

EEG del Experimento de Libet

Alfred Mele, quien participó en el experimento, sugiere que «la consciencia de la intención de moverse» es una sensación demasiado ambigua para medirla con precisión; ya que puede tener distintos significados para distintas personas. También señala a que la relación de «el potencial de preparación» con nuestras acciones aún permanece en duda. Ha dicho que tenemos la habilidad de modificar una acción iniciada por el inconsciente, lo que podría ser una especie de tener opciones.

La pregunta sobre si hay una base neurológica para el libre albedrío es una gran pregunta. Una que tiene grandes implicaciones para la filosofía y la psicología.

Buen Lunes!! 🙂


Artículo Original: «Free Will or Free Won’t? Neuroscience on the Choices We Can (and Can’t) Make» en Big Think

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