Tratamiento ortográfico de extranjerismos, latinismos y locuciones

La nueva ortografía establece normas que deben seguirse cuando se emplean en textos españoles palabras o expresiones procedentes de otras lenguas, siendo la principal novedad en este sentido la equiparación en el tratamiento ortográfico de todos los préstamos (voces o expresiones de otras lenguas que se incorporan al caudal léxico del español), con independencia de que procedan de lenguas vivas extranjeras (extranjerismos) o se trate de voces o expresiones latinas (latinismos).

De acuerdo con estas normas, los extranjerismos y latinismos crudos o no adaptados —aquellos que se utilizan con su grafía y pronunciación originarias y presentan rasgos gráfico-fonológicos ajenos a la ortografía del español— deben escribirse en los textos españoles con algún tipo de marca gráfica que indique su carácter foráneo, preferentemente en letra cursiva, o bien entre comillas.

Por otro lado, los extranjerismos y latinismos adaptados —aquellos que no presentan problemas de adecuación a la ortografía española o que han modificado su grafía o su pronunciación originarias para adecuarse a las convenciones gráfico-fonológicas de nuestra lengua— se escriben sin ningún tipo de resalte y se someten a las reglas de acentuación gráfica del español:

  • Me gusta mucho el ballet clásico / Me gusta mucho el balé clásico.
  • Juego al paddle todos los domingos / Juego al pádel todos los domingos.
  • La reunión de la asamblea se suspendió por falta de quorum / La reunión de la asamblea se suspendió por falta de cuórum.

Así pues, según la ortografía, y tal como ilustra el último ejemplo, los préstamos del latín solo se escribirán en letra redonda y con sometimiento a las reglas de acentuación gráfica del español cuando estén completamente adaptados a nuestro sistema ortográfico, al igual que se hace con los préstamos de otros idiomas.

Por su parte, las locuciones o dichos en otras lenguas que se utilicen en textos españoles deben escribirse igualmente en cursiva —o, en su defecto, entre comillas— para señalar su carácter foráneo, su consideración de incrustaciones de otros idiomas en nuestra lengua:

  • La historia de María tuvo un happy end de película.
  • Su fama de femme fatale le abrirá todas las puertas.
  • La tensión social fue in crescendo hasta que, finalmente, estalló el conflicto.

Según se establece en la nueva edición de la ortografía, las locuciones latinas (expresiones pluriverbales fijas en latín que se utilizan en todas las lenguas de cultura occidentales, incluido el español, con un sentido más o menos cercano al significado literal latino) deben recibir el mismo tratamiento ortográfico que las provenientes de cualquier otra lengua. Por lo tanto, deben escribirse, de acuerdo con su carácter de expresiones foráneas, en cursiva (o entre comillas) y sin acentos gráficos, ya que estos no existen en la escritura latina:

  • Así fue, grosso modo, como terminó aquel debate.
  • Se casó in articulo mortis con su querida novia.
  • Renunció motu proprio a sus privilegios.
  • Decidieron aplazar sine die las negociaciones.
  • El examen post mortem mostró indicios de envenenamiento.
  • Las grandes potencias son partidarias del statu quo.

Extranjerismos

Referência y adaptación del Diccionario Panhispánico de Dudas