Cuando existe una buena comunicación entre las personas, surge naturalmente una especie de mimetismo en la conducta.
Este fenómeno es conocido en PNL como acuerdo o relación y se favorece a través del Acompasamiento.
¿Qué hemos aprendido hasta la fecha?
Hasta la fecha, ya sabemos lo importante que es adaptarse a nuestros interlocutores para conseguir ganarnos su confianza lo más rápido posible y conseguir así influenciarles mejor de cara a unas futuras ventas.
Esta adaptación se puede dar de forma natural, pero no se puede dejar al azar.
Por ello, hemos aprendido que se consigue más rápidamente cuando conocemos los Sistemas Representacionales que nos ofrece la PNL.
También sabemos que, mediante la práctica de la Calibración (observación) podemos identificar más rápidamente el Sistema Representacional de cada persona, lo que propiciará una mejor comunicación en un menor periodo de tiempo.
El paso siguiente a la calibración es el Acompasamiento.
¿Qué es exactamente Acompasar?
Acompasar es expresar el mismo contenido de una frase utilizando el mismo Sistema Representacional que nuestro interlocutor, con palabras distintas y una postura y movimientos corporales similares.
Para Acompasar, es importante utilizar la voz y su modulación, teniendo en cuenta las siguientes características:
- Timbre: la voz puede ser velada, ronca, débil, nasal…
- Tono: agudo, medio, grave e intermedios.
- Calidad: se refiere a aspectos cualitativos apreciativos de la voz: extensa, clara, llena, sonora, fuerte, dulce…
- Ritmo: rápido, medio, lento e intermedios.
- Volumen: fuerte, medio, débil e intermedios.
Mediante estas técnicas, trabajadas en la conversación, veremos cómo nuestro interlocutor se siente más cómodo con nosotros, nos entiende mejor, nos presta más atención…
¿Necesitas un ejemplo?
Es decir, es posible que nosotros seamos visuales y nuestro interlocutor auditivo. En este caso, el interlocutor hablará más lento que nosotros, con un ritmo de voz medio en vez de rápido, con menos ademanes, una respiración más lenta y en el medio del cuerpo.
En este caso, debemos darnos cuenta mediante la calibración y, en el momento que nos damos cuenta, comenzar a utilizar predicados verbales auditivos, ralentizar nuestra respiración y nuestros ademanes, hablar algo más bajo… ¡Esto es acompasar!
¿Cómo aprendo esta técnica?
Como hemos comentado en más de una ocasión, la práctica te llevará al éxito. Practica la calibración y el acompasamiento.
En el post de la semana que viene, aprenderemos qué es el Rapport.
No dudes en dejarme algún comentario al respecto de lo tratado y de proponerme dudas y preguntas para próximas entradas.
