Al menos 67 personas han sido diagnosticadas con botulismo en los últimos meses en Turquía tras haberse sometido a un tratamiento de inyecciones de bótox en el vientre para perder peso.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) advirtió a los ciudadanos sobre un nuevo brote de botulismo detectado entre finales de febrero y el 10 de marzo. Cada persona enferma se sometió a inyecciones intragástricas de toxina botulínica (bótox) en un hospital privado de Estambul, Turquía.
El botulismo es una forma de envenenamiento provocado por las toxinas de la bacteria clostridium botulinum. Causa debilidad muscular generalizada que comienza con los ojos, cara, boca y garganta, además de provocar dolor en el abdomen, visión borrosa o doble, náuseas, vómitos y dificultad para hablar o respirar. Por lo común, su causo es el consumo de agua o alimentos contaminados.
De los 67 casos de botulismo por inyecciones de bótox en Turquía, 14 personas provenían de Alemania, Austria y Suiza. El país turco es bien conocido por ser una nación que promueve el turismo estético. Los bajos costos en sus cirugías plásticas, liposucciones e injertos de cabello hacen de Turquía un sitio atractivo para las personas que buscan verse mejor.
Inyecciones de bótox para bajar de peso: un tratamiento que no es aprobado por organismos de la salud en todo el mundo
En internet se viralizó un ‘tratamiento’ para conseguir bajar de peso en poco tiempo. De acuerdo con ciertas publicaciones online, inyecciones de botox en el estomago paralizan los músculos que se encargan del movimiento de los alimentos, la digestión se vuelve más lenta y la sensación de saciedad se extiende por mucho más tiempo. Las aplicaciones de botox coadyuvarían en el proceso de reducción de peso. La práctica, por supuesto, no es recomendada por médicos.
“El ECDC aconseja a los ciudadanos de la UE que eviten tratamientos intragástricos con toxina botulínica para la obesidad en Turquía ya que se asocian con un significativo riesgo de desarrollar botulismo” escribieron las autoridades a través de un comunicado.
El uso del bótox para tratamientos estéticos (como el rejuvenecimiento) es regulado y aprobado por comisiones de salud en todo el mundo, pero su administración para controlar el peso no. Autoridades de Turquía realizan investigaciones para dar con los responsables de la aplicación del tratamiento y la suspensión de las clínicas donde se administran.
El estado de los 67 pacientes intoxicados varía entre casos graves y cuadros severos que han requerido de hospitalización y el ingreso a unidades de cuidados intensivos. Para su tratamiento es necesario aplicar lo más pronto posible una antitoxina que combata la bacteria Clostridium botulinum.
Las autoridades de salud turcas no están seguras si el brote de botulismo se debe a un lote de bótox contaminado o a condiciones insalubres de los hospitales. Mientras no se encuentre a los responsables del tratamiento que contaminó a los ciudadanos, la ECDC espera más infectados, por lo que iniciará una campaña para recomendar que los ciudadanos no se inyecten bótox en el vientre para bajar de peso.
