Orza (recipiente)

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Seis tipos de "orza de barro" en España: (1) orza romana del siglo I (Murcia), (2) orza árabe del siglo X de Medina Azahara (Córdoba), (3) orza de Peñas de San Pedro (Albacete ), (4) orza de Tamames (Salamanca), (5) orza de Campo Real (Madrid) y (6) olla de Alcorcón (Madrid).

Orza es una vasija de la familia de las ollas, de boca ancha, aunque más cerrada que en estas, base plana y recogida, con dos o más asas o sin ellas,[nota 1]​ y vidriada en el interior y en su tercio superior exterior.[1]​ Tiene como variedades el orzo (que Menéndez Pidal hace derivar del «urceus» latino) y la orzuela u orcilla, vasija menor de la serie alfarera.[2]​ Se fabrican de muy diferentes tamaños, desde medio litro hasta diez litros de capacidad y, en algunos alfares, mayores.[nota 2]​ Empleada para conservar en aceite la matanza y otros alimentos: queso, berenjenas, pimientos, etc.

Su etimología, para Corominas y el DRAE: del latín urceus, jarra, jarro u olla.[3]​ Para el renacentista Antonio de Nebrija: vaso de barro, haciendo derivar la voz orça del latín orca-ae (tinaja).[4]

Orzas de barro[editar]

En algunos alfares de Aragón se llamaba así a las cazuelas mondongueras o de conserva, las mayores con capacidad para cuarenta y cinco litros, con cuatro asas y vidriadas del todo (así en Tobed).[5]

Orzas de Albox (Almería). Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla.

En los años 1970, en el importante foco alfarero alicantino de Agost, el único obrador que hacía orzas vidriadas era el de Pedro Mollá Castelló. Las más grandes, con capacidad para treinta y cinco litros, presentaban cuatro asas, siendo lo habitual que tuvieran solo dos.[6]

También son típicas las orzas de matanza de Lucena (Córdoba), donde tradicionalmente se diferenciaban siete tamaños, cada uno con su denominación propia: arrobera, cuartillera, pastoril, perrenga grande, perrenga chica, orza chica y levaudera;[7]​ todas ellas vidriadas, de perfil panzudo y con dos asas y borde resaltado, decoradas con una cenefa vegetal (las más pequeñas) o un ramo (las grandes). El dibujo, estilizado y bello, por sencillo, se consigue con verde de cobre, manganeso marrón y ocre.[nota 3]

Orzas de libro[editar]

Las orzas, esas desconocidas del siglo XXI, van y vienen por las páginas de la literatura en lengua castellana,[nota 4]​ desde los Documentos de los Reyes Católicos o las páginas pícaras de Hurtado de Mendoza, hasta las doradas de Lope o Cervantes, y cruzando el Atlántico con el exilio español, desembarcan en las Cosmogonías del alba en el poema Quetzalcoalt, de Agustí Bartra:[8]

El nuevo sol de todos se mordía en la hierba.

Cuando luna y colina fueron en los recuerdos
una sola dulzura, los anales del reno
entraron en las cuevas.


Y el cielo descendió

a las pintadas orzas ...
Quetzalcoalt. Agustí Bartra.

Orzas de bodegón[editar]

Véase también[editar]

Notas[editar]

  1. El DRAE, por ejemplo, excluye en su definición todas las orzas con sus característicos asideros de cinta nombradas como orzas en muchos ejemplos de la arqueología y la alfarería que ha llegado al siglo XXI.
  2. A partir de los cinco litros de capacidad, la denominación de "orza" entra en litigio con "tinaja" y varía según zonas, localidades y alfares.
  3. Técnica de origen andalusí conocida como "verde y manganeso". Su decoración, con motivos epigráficos, geométricos y figurativos se consigue mediante la aplicación de óxido de cobre que le da la tonalidad verdosa, y óxido de manganeso (los tonos morado y negro).
  4. "Que dije apenas

    El capítulo en la sala,
    Cuando un rincón me señala
    De miel y de berenjenas
    una orza reverenda:
    Meto la mano, y por dar
    Noticia a mi paladar,
    Acomodo la merienda.
    Una saco, y otra apaño,
    Estas brindan a otras dos,
    Doblo el resto, y vive Dios,
    Saco el vientre de mal año.
    Como dice aquel refrán,
    Trasladé toda la orza

    En el vientre de Beltran."
    Álvaro Cubillo de Aragón en: Las Muñecas de Marcela. Escena IX.

Referencias[editar]

  1. Álvaro Zamora, (1981) pp.114.
  2. Caro Bellido, Antonio (2008). Diccionario de términos cerámicos y de alfarería. Cádiz: Agrija Ediciones. p. 183. ISBN 84-96191-07-9. 
  3. Eulalia Castellote (1980), pp.231.
  4. Nebrija,A.de (1492). Edición facsímil de la Real Academia Española, Madrid, 1951.
  5. Álvaro Zamora, (1981), pp.114.
  6. Seseña, (1997), pp.289.
  7. Seseña, (1997), p.325.
  8. Textos de Agustí Bartra en la Biblioteca Virtual Cervantes.

Bibliografía[editar]

Enlaces externos[editar]