Búnkeres del Alamillo y del Cerro del Aceitunillo (Luque)

Hacía tiempo que tenía ganas de visitar estos búnkers que datan de la Guerra Civil y que me han sorprendido gratamente. Es un paseo sin ningún tipo de dificultad.

Hay dos conjuntos búnkeres, por un lado los del Cerro del Aceitunillo, que son un conjunto de fortificaciones formado por un fortín central y tres nidos de ametralladora y un segundo conjunto situado justo enfrente, los búnkeres del Alamillo, formado por búnkers, casamatas, nidos de ametralladoras, pasadizos, etc.. situado en lo alto del cerro del mismo nombre. Este segundo grupo tiene el aliciente de que ha sido restaurado y se han instalado paneles informativos, por lo que se puede visitar con mayor profundidad, al ser posible pasear por su interior. Ambos complejos se organizan en torno a un recinto defensivo central de hormigón (casamatas), que se comunican mediante pasadizos subterráneos con varios nidos de ametralladoras que vigilan prácticamente en todas las direcciones.

Durante la Guerra Civil Española, tras la estabilización del frente en diciembre de 1936, toda la zona entorno de Luque fue fortificada por los nacionales, en prevención de posibles ataques que pudieran provenir de las fuerzas republicanas de la provincia de Jaén.

Hemos dejado el vehículo en una zona de aparcamientos que se encuentra justo entre ambas posiciones defensivas y hemos decidido acercarnos primero a las que se encuentran en el Cerro del Alamillo. El camino está señalizado, por lo que no presenta dificultad ninguna llegar a las mismas.

Como ya se ha indicado, el sistema defensivo está formado por una casamata, desde la que salen dos túneles que permiten llegar a los dos nidos de ametralladoras (situados en los extremos opuestos del cerro) La casamata presenta troneras y en su interior cabe destacar una inscripción en la que se indica "20 Cía. de Zapadores" junto con una imagen de un torreón. Supongo que se tratará del nombre y escudo de la unidad que ejecutó las instalaciones.

Una vez realizada la visita, hay que desandar nuestros pasos hasta la zona de aparcamiento, dirigiéndonos hacia la carretera. Desde la misma, ya se divisan el segundo complejo defensivo. No tiene dificultad ninguna llegar, pues se trata de subir el cerro, sólo hay que tener cuidado de no ser atropellado.

La conservación de este segundo complejo es más deficiente, pues no se encuentra rehabilitado para su visita, si bien, no deja de impresionar. En el interior se conservan restos de un escudo, pero muy deteriorado y no nos atrevimos a meternos en los túneles, pues como ya he dicho, no está acondicionado para su visita.

Muy contento con la visita, en la próxima escapada quiero acercarme a los de Lopera.