El retratado era una persona de alto rango, aspecto al que el pintor dio mucha importancia. La vestimenta, la bolsa al cinto, el almohadón y las pilastras doradas de gran riqueza lo transmiten esta prestancia.
La indumentaria y elementos de la imagen (trono, almohadón, espada, cruz y aureola) son una fidedigna reproducción de los atributos y vestimenta de la realeza utilizados en las grandes ceremonias de la Corte castellana en el siglo XIII, tal como se pueden ver en las miniaturas del libro de las Cantigas de Alfonso X el Sabio.
A esta época pertenecen la novela breve Los perseguidos (1905), producto de un viaje con Leopoldo Lugones por la selva misionera, hasta la frontera con Brasil, y su soberbio y horroroso El almohadón de pluma, publicado en la revista argentina Caras y Caretas en 1905, que llegó a publicar ocho cuentos de Quiroga al año.
n almohadón o cojín es una especie de almohada cuadrada y ornamentada rellena con lana, pelo, pluma, fibra de poliéster, tejido sin tejer, o incluso papel rasgado en fragmentos.
Su nombre proviene del árabe andalusí مخدة mujadda, con adición del artículo determinado al-, esto es: المخدة al-mujadda, que viene del árabe estándar mijadda: almohadón o cojín.
El almohadón es un artículo muy antiguo de mobiliario; los inventarios del contenido de palacios y de grandes casas en la temprana Edad Media hicieron constante mención a ellos.
En Francia, el derecho de arrodillarse sobre un almohadón en iglesia detrás del rey fue celosamente guardado y terminantemente regulado, como aprendemos otra vez de Saint-Simón.
Este tipo de almohadón fue llamado carreau o cuadrado. Cuando los asientos eran groseros y duros, los almohadones pudieron ser una necesidad; ahora son uno de los lujos de menor importancia de la vida cotidiana.
Allí estaba Paquita, cara redonda, ojos oscuros, larga melena con rulos, blusa blanca, falda negra, sentada sosteniendo el bandoneón sobre sus rodillas, con los pies apoyados en un almohadón recamado, y el público acudía a verla y escucharla en tal cantidad que la policía debía desviar el tránsito de la calle Corrientes que, en esa época, era angosta.
Gardel), estilo / «La mariposa» (letra: A. Cepeda; música: Gardel/Razzano), estilo T638: «El almohadón» (letra: A. Cepeda; música: Gardel), vals / «Brisas de la tarde» (letra: J.
Pues que tú no viudas yaces las noches, para nada callado, tu lecho lo clama, de guirnaldas y sirio olivo fragante, y el almohadón, y las bolsas, y este y aquel hundido, y de tu trémulo lecho la agitada argumentación y su circunvolución.
Mejor dicho, éste le trajo casi en brazos a un sillón, do, metiendo un almohadón de su cabeza debajo, sin riesgo de él ni trabajo suyo, del fuego al amor, le arrastró; mas, previsor, del hogar le puso a un lado, con el rostro resguardado del tufo y del resplandor.