Este documento presenta resúmenes breves de varios libros, incluyendo fragmentos cortos de cada uno. Los libros discutidos son "La tejedora de la muerte" de Concha López Narváez, la "Trilogía de las Tierras" de Jordi Sierra i Fabra, "El valle de los lobos" de Laura Gallego, "Pequeños pasos" de Louis Sachar y "La chica del andén de enfrente" de Jorge Gómez Soto.
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Fragmentos
1. Fragmentos Estas son algunas lecturas que me han parecido interesantes. He puesto una imagen del autor y la carátula del libro y a continuación un pequeño fragmento de cada uno. Espero que os gusten.
3. “ La tejedora era mala. La envidia y el rencor hicieron un nido en su alma. Odiaba la memoria de su padre porque no le dejó la casa; odiaba a su hermana porque no la tenía; odiaba al marido que la abandonó; odiaba a los que eran felices porque ella no lo era... Se encerró en la casa de la iglesia y se convirtió en una muerta en vida. Sólo disfrutaba cuando alguien sufría. Por eso llamaba a la muerte con sus agujas.”
5. “ Las máquinas gobiernan porque es justo que sea así. ¿Qué sucedió en otro tiempo, cuando el ser humano gobernaba? De no ser por las máquinas no se habría sobrevivido al Gran Holocausto, que está ahí, en la historia antigua, como prueba de nuestra debilidad. Sí, nosotros las hicimos; pero ellas tienen el poder merecidamente”
7. “ Los lobos saben que el elfo no es el único que no duerme en la Torre. Que sus aullidos pueblan tus peores pesadillas, y que no dejas de oírlos ni siquiera cuando pasas las noches en vela. En el fondo has sabido siempre cuál iba a ser tu final.”
9. Al regresar a Austin, Sobaco se puso cinco metas. Cinco pasos pequeños. 1. Teminar el instituto. 2. Conseguir un trabajo. 3. Ahorrar. 4. Evitar situaciones que pudieran volverse violentas. 5. Dehacerse de su mote, Sobaco.
11. A cualquiera le podría parecer que odio a mi hermano porque le envidio, ¿ja!, el día que yo envidie a mi hermano mereceré compasión, hasta entonces que nadie se confunda. Las cosas claras: podrá leer todo lo que quiera y llegar a ser brillante de vez en cuando, pero el que está vivo soy yo. Eduardo es un muro, un muro que separa dos terrenos abandonados.