2. Introducción
El invierno trae consigo la prevalencia de dos
enfermedades respiratorias comunes pero
distintas: la gripe y el resfriado. Aunque
comparten síntomas, sus implicaciones y
tratamiento difieren. Es crucial discernir entre
ambas para una atención adecuada.
3. Resfriado
Definiciones de ambos términos
El resfriado, o catarro común, es una infección
viral aguda de las vías respiratorias superiores.
Aunque se han aislado más de 120 cepas
distintas de virus, los agentes causales más
frecuentes del resfriado común en nuestras
latitudes son el rinovirus (con más de 100
serotipos) y el coronavirus. El período estacional
determina el predominio de un tipo u otro. La
gravedad de la infección dependerá del período
de incubación, que puede variar de 1 a 10 días,
siendo el más típico de 24-72 h.
El agente etiológico de la gripe es el virus influenza,
que se caracteriza por poseer una alta capacidad de
mutación. Pertenece a la familia de los
ortomixovirus, y los que afectan al género humano
son los del tipo A y B.
El virus influenza A, debido a su capacidad de
variación antihigiénica, es el causante de la mayoría
de las epidemias gripales y de las pandemias que
aquejan cíclicamente a la población mundial. Incide
en el hombre pero también en los cerdos, caballos,
focas, ballenas y aves acuáticas.
El virus influenza B sólo afecta al hombre y produce
epidemias regionales. Su variación antigénica es
menos frecuente.
Gripe
4. Signos y
síntomas de la
gripe
Fiebre* o sentirse afiebrado/con escalofríos.
Tos.
Dolor de garganta.
Secreción o congestión nasal.
Dolores musculares o corporales.
Dolores de cabeza.
Fatiga (cansancio).
Algunas personas pueden tener vómitos y
diarrea, aunque esto es más común en los
niños que en los adultos.
5. Signos y
síntomas del
resfriado
Estornudos.
Congestión nasal.
Moqueo.
Dolor de garganta.
Tos.
Goteo de mucosidad en la garganta (goteo
posnasal)
Lagrimeo.
Fiebre (si bien la mayoría de las personas
resfriadas no tienen fiebre)
6. Epidemiología
El resfriado tiene picos estacionales, afectando más
a niños y ancianos. La gripe se presenta en
epidemias con intervalos variables y puede llegar a
ser pandémica. El control de cepas víricas,
especialmente la gripe aviar, es esencial para la
prevención.
7. Prevención
Importancia
Vacunas
antigripales
La propagación de la
epidemia puede ser evitada
mediante medidas
preventivas adecuadas.
Son fundamentales en la
prevención de la gripe,
especialmente para ciertos
grupos de riesgo (niños y
ancianos).
Indicaciones: Mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas,
inmunodeficiencias, anemia, y aquellos con alto riesgo de contagio.
Administración: Anualmente en otoño, con las cepas recomendadas por la OMS.
Contraindicaciones y precauciones: Se detallan las condiciones específicas que
deben tenerse en cuenta antes de administrar la vacuna.
Efectos secundarios: Se describen los posibles efectos secundarios, tanto locales
como sistémicos, derivados de la vacunación.
Otros
8. Objetivo del tratamiento: Controlar los síntomas y
molestias derivadas de los cuadros gripales y
resfriados.
Papel del farmacéutico: Es crucial en la orientación
del paciente, evitando la automedicación y el uso
innecesario de antibióticos.
Analgésicos/antipiréticos: Utilizados para aliviar
fiebre, dolor de garganta y malestar general. Se
detallan los fármacos más comunes y su elección.
Descongestionantes: Para tratar la congestión
nasal, se describen los tipos de fármacos y su uso
adecuado.
Tratamiento farmacológico
9. Antihistamínicos: Indicados en casos de congestión
nasal, lagrimeo y estornudos. Se mencionan los
principales fármacos y sus efectos secundarios.
Antitusivos: Utilizados para la tos improductiva que
interfiere con el sueño. Se diferencia su uso según el
tipo de tos.
Mucolíticos y expectorantes: Actúan sobre las
secreciones bronquiales, facilitando su expulsión. Se
mencionan los principios activos más importantes.
Antiinfecciosos faríngeos y anestésicos locales:
No se requieren sin infecciones bacterianas
secundarias. Se menciona su uso y efecto.
Tratamiento farmacológico
10. Antigripales: Se desaconseja la utilización de
combinaciones fijas y se destaca la importancia de
adecuar el tratamiento a cada paciente.
Terapias alternativas: Se mencionan la vitamina C,
cafeína, productos naturales y homeopatía como
opciones alternativas, resaltando su eficacia
debatida.
Tratamiento farmacológico