2. En el remanso de un río, en cuyas aguas
tranquilas los rayos del sol arrancan
extraños fulgores a los guijarros, las ondas
del agua impulsadas por un viento con olor a
hierbas van a morir a la ribera.
3. Allí, una joven hermosa contempla su
imagen cargada de tristeza. Su mirada fija en
el agua se ilumina de pronto al oír una
conocida voz que la llama.
4. -¡Tiucha!… ¡Tiucha!.
-¡Donato!.
-¿Dónde has estado, Tiucha?.
-En mi casa, Donato. No me dejaban salir.
-Te he estado buscando; todos los días he venido por aquí.
Tú recién te presentas… ¿Por qué Tiucha?.
-Mi papá no me deja salir, Donato. Está muy molesto.
-Pero… ¿Por qué?
5. -Doña Tomasa le ha contado que nos ha visto bailando en el
pueblo y eso le ha enojado.
-Pero si no hemos hecho nada malo. Todo el mundo lo sabe.
-Lo que más le disgusta a mi papá es que todos en el pueblo
estén hablando de nosotros…
-La gente es así de mala. Todos quisieran es que no nos
habláramos, ni nos mirásemos siquiera…
6. -Así es, Donato. Creen que el odio que se tienen
nuestros padres deberíamos tenernos
nosotros…
-Parece que el demonio se ha apoderado de los
viejos. Son muy rencorosos.
-Mi papá me ha maltratado, Donato. Me ha
dicho que nunca más debo hablarte. Que la hija
de un pobre no debe meterse con un rico.
7. Pero, ¿Qué culpa tengo yo de que mi padre
tenga o no tenga?. Además me cuentan, que
ustedes han tenido sus cositas también. Si el
huayco se llevó tu ganado y tus cosas, no es
para que nos odiemos.
-Sí, pues Donato. Pero mi papá no piensa
así.
8. -Mira, Tiucha. Yo te quiero hace mucho tiempo.
Tú lo sabes. Por eso quiero casarme contigo. No
importa que nuestros padres se odien si
nosotros nos queremos…
-Pero, ¿Sin su consentimiento?.
-Que importa, más tarde ya se darán cuenta.
Ahora no nos aceptarían, ni a ti ni a mí. Se
odian a muerte. Pero… ¿Tú me quieres,
Tiucha?.
9. -Sí, Donato; tú lo sabes, pero…
-Pero… ¿Qué?, Tiucha.
-Tal vez yo no te merezca. Puedes conseguirte
una muchacha hermosa en el pueblo y casarte
con ella.
-La única mujer que quiero eres tú, Tiucha, a
nadie más quiero.
-Y… ¿La Clorinda?.
-¿Cuál Clorinda?.
10. -No te hagas el sonso, Donato. La hija del gobernador,
pues…
-Ella ha sido para pasarme el rato nomás Tiuchita. Es muy
coqueta. Está con uno y con otro… ¡Cómo la voy a escoger
para mi mujer!.
-Y… ¿la Shanti?.
-No te negaré que ha estado con este “pechito”, pero ahora
es la querida del Bryan Choquehuayta, el chofer. Ella para
metida en el camión nomás… ¡Cómo la voy a querer!.
11. -De la Paulina sí no me vas a negar. Ella
anda diciendo que tú vas a ser su marido…
-Yo no sé quién te ha metido esos cuentos,
pero la Paulina no es gallina para mi corral.
Desde que se ha ido al Cerro de Pasco ya no
cabe en su pellejo, se ha “repajado”.
-Y la…
12. -No sigas, no es bueno llevarse de cuentos. Si
yo quisiera a otras, no te buscaría. La única
que quiero eres tú.
-Pero, ¡Qué vamos hacer Donato!… mi padre
me ordena que ni te hable!.
-Pero… ¿Tú, me quieres o no?.
-Sí, Donato, por eso sufro mucho. Sufro de
que no podamos encontrarnos siquiera…
13. -Yo también, amor mío… yo también…
-¿Qué hacemos Donato?.
-Vámonos lejos, mujer. Vamos a vivir donde
nadie nos conozca.
-Pero… ¿Dónde?.
-Me han dicho que en las minas del Cerro
hay bastante trabajo.
-Tengo miedo, Donato.
14. -¿Pero, de qué….?….
-De que te canses de mí… de que me dejes. Tal vez
conociendo a una cerreña me abandonas ¿y?…
-Nunca haría eso, mamacita. Yo te quiero, tú lo sabes. Por
lo que tan dicho las malas lenguas, dudas de mí ¿No es así?.
-Sí, Donato. De repente…
-Para que te convenzas, te lo voy a jurar Tiuchita.