1. MANUAL DE PLANTACIÓN
DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS
Andrea Alvarado Ojeda
Felipe Guajardo Becchi
Simón Devia Cartes
2. Andrea J. Alvarado Ojeda, es Ingenie-
ro Forestal de la Pontificia Universidad
Católica de Chile y Diplomado en Agri-
cultura Urbana de la misma casa de es-
tudios. Actualmente se desempeña en la
Corporación Nacional Forestal como Jefa
del Departamento de Arborización, donde
se ha destacado por promover el manejo
y cuidado del arbolado urbano. Además,
cuenta con experiencia en muestreo de
arbolado urbano, con énfasis en la pro-
tección fitosanitaria.
Felipe G. Guajardo Becchi, es Ingeniero
Forestal de la Pontificia Universidad Ca-
tólica de Chile. Actualmente se desem-
peña en la Corporación Nacional Fores-
tal, trabajando en el Departamento de
Arborización como Jefe de la Sección de
Establecimiento, donde se ha destaca-
do en la gestión y selección de especies
para arbolado urbano. Cuenta con expe-
riencia en muestreo de arbolado urbano,
con énfasis en la protección fitosanitaria
y generación de sistemas de información
geográfica.
6. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
4
Para la Corporación Nacional Forestal (CONAF),
el árbol es fuente de vida y de trabajo, siendo
el forestal un sector productivo de prioridad
para nuestro país. Sin embargo, y pese a que
en Chile se plantan más árboles de los que se
cosechan, teníamos una deuda enorme con
nuestras ciudades y pueblos, cuyos residentes
veían con asombro como las bondades de la
urbanización muchas veces no contemplaban
la instalación de los árboles y las áreas verdes,
dejando sectores desprovistos de vegetación,
especialmente en los sectores de escasos re-
cursos.
Por esta razón, el Gobierno de Chile encomendó al Minis-
terio de Agricultura mediante la CONAF, la implementación
del Programa de Arborización, que busca mejorar las condi-
ciones ambientales en el entorno a través del aumento de
la cobertura arbórea e incremento de su distribución en las
ciudades, centros poblados y zonas periurbanas del territo-
rio, y en consecuencia mejorar la calidad de vida de todos
sus habitantes. Cumplir este objetivo implica que el progra-
ma cuente con el apoyo de la ciudadanía, municipalidades,
empresas privadas y/o comunidades escolares, entre otros
actores sociales, en la recepción, plantación y cuidados de
los árboles y arbustos entregados.
carta Director
7. 5
Dentro del Programa de Arborización figura como labor im-
prescindible la entrega de asistencia técnica efectiva a los
vecinos de cada barrio o sector a arborizar, a través del es-
tablecimiento de lineamientos y criterios técnicos básicos
que permitan intervenir eficazmente en el entorno. De ésta
forma, el programa se desarrolla adecuadamente en función
de las exigencias de los ciudadanos y las características de
los árboles en los medios urbanos y periurbanos, de tal modo
de asegurar el correcto establecimiento y mantención del
arbolado en el mediano y largo plazo.
Es así como nace del compromiso de nuestros profesionales,
la confección de este “Manual de Plantación de Árboles en
Áreas Urbanas”, inspirado en asesorar técnicamente a todos
los beneficiarios del programa, desde profesionales y téc-
nicos de organismos públicos, privados y especialmente los
ciudadanos, que han confiado en nosotros y se han compro-
metido en plantar y cuidar los árboles entregados por CONAF,
con el objetivo conjunto de mejorar la calidad de vida de su
familia, la de sus vecinos y del entorno.
Eduardo Vial Ruiz-Tagle
Director Ejecutivo
Corporación Nacional Forestal
9. 7
Agradecimientos
Los autores de este libro agradecen a las autoridades de la
Corporación Nacional Forestal (CONAF) quienes promovieron
la confección de este manual. Especialmente al señor Eduar-
do Vial Ruiz-Tagle, Director Ejecutivo de CONAF y a la señora
Aida Baldini Urrutia, Gerente Forestal de CONAF, que facili-
taron en todo momento la realización de este trabajo, sin
cuyo respaldo, no habría sido posible la publicación de este
documento.
Además, quisieramos agradecer indistintivamente a los pro-
fesionales Fernando Stamna Cepeda, María Fernanda Duarte
Cáceres, Juan Gamin Muñoz, Tomás Bennett Manzano, Omar
Levet Cuminao y Gema Rudolph Navarro, quienes colabora-
ron en la revisión de los textos.
10. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
8
PAG.
1. INTRODUCCIÓN
2. ACTIVIDADES PRE PLANTACIÓN
2.1. PLANIFICACIÓN DE UNA ARBORIZACIÓN
2.2. FACTORES QUE DETERMINAN EL ÉXITO DE UNA PLANTACIÓN
2.2.1. Espaciamiento y normativa vigente
2.2.2. Suelo
2.2.3. Ecofisiología
2.2.4. Producción y comercialización de plantas de viveros
2.2.5. Selección de la calidad de la planta en vivero
2.2.6. Transporte
2.2.7. Otras consideraciones.
3. ACTIVIDADES DE PLANTACIÓN
3.1. UBICAR EL ÁRBOL EN EL SITIO DEFINITIVO DE PLANTACIÓN
3.2. REMOVER EL EMBALAJE DE PROTECCIÓN DEL TRONCO Y LAS RAMAS
3.3. PODAR LAS RAMAS SECAS Y/O DAÑADAS Y CORRECCIÓN DE FORMA
3.4. IDENTIFICAR EL SISTEMA RADICAL PRINCIPAL Y DESPEJAR EL
CUELLO DE LA RAÍZ
3.5. ELIMINAR LAS RAÍCES PROBLEMÁTICAS
3.6. HOYADURA
3.7. TUTORADO
3.8. INSTALACIÓN DEL ÁRBOL Y RELLENO DE HOYADURA
10
16
19
21
21
36
41
43
46
47
48
50
52
53
53
54
55
56
59
61
índice de
contenidos
11. 9
PAG.
índicedecontenidos
4. ACTIVIDADES POST PLANTACIÓN
4.1. RIEGO
4.2. FERTILIZACIÓN
4.3. MANTENIMIENTO DEL TUTORADO Y PROTECCIÓN
4.4. MULCH
4.5. OTRAS CONSIDERACIONES
5. GLOSARIO
6. BIBLIOGRAFÍA
64
65
68
68
73
74
78
84
12. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
10
Región de Arica y Parinacota.
10
13. 11
Introducción
1.Introducción
El establecimiento exitoso de nuevos
árboles en ambientes urbanos se está
convirtiendo cada vez más en un difícil
desafío debido a la creciente presión
de construir más viviendas en menos
espacio (Barrell, 2006), aun cuando los
árboles plantados, ya sea en calles, pla-
zas o parques proporcionan importan-
tes beneficios a la población.
En el pasado los árboles en zonas urba-
nas eran considerados principalmente
por el beneficio estético u ornamental.
Hoy en día los árboles se consideran
como elementos que presentan múl-
tiples beneficios, tales como, la absor-
ción de contaminantes, reducción del
ruido del tráfico, barreras cortaviento,
refugio de fauna, reducción de la ra-
diación solar a través de la sombra y
la evapotranspiración, entre otros (ver
Figura 1).
El gran desafío de toda ciudad es lo-
grar la adecuada convivencia entre el
desarrollo urbano y la naturaleza. Ello
implica planificar el crecimiento de
las urbes de tal modo que las espe-
cies vegetales cuenten con el espacio
adecuado para establecerse y lograr
un correcto desarrollo. Sin embargo,
en muchas ciudades de Chile, el creci-
miento ha significado la eliminación de
la naturaleza para luego incorporarla
artificialmente en los espacios y con-
diciones generados por el hombre sin
considerar sus verdaderas necesidades
de luz, agua, sustrato, temperatura y
espacio (Fernández y Vargas, 2011).
El resultado de lo anterior queda de
manifiesto en ciudades como Santia-
go. La degradación del suelo producto
de la compactación y escombros que
generan las construcciones dejan los
espacios disponibles para las plantas
empobrecidas y sin estructura, sin con-
siderar aun las restricciones físicas im-
puestas por la infraestructura (cables,
aceras, alcantarillados, etc.), tanto a su
parte aérea como a su sistema radicu-
lar (Fernández y Vargas, 2011).
14. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
12
Otra dificultad característica del me-
dio ambiente urbano que enfrentan
las plantas son las denominadas islas
de calor. De acuerdo a Romero y Moli-
na (2008), las islas de calor resultan de
la sustitución de usos y coberturas de
suelos naturales por superficies urba-
nas, capaces de absorber, almacenar y
emitir mayor calor que las áreas rurales
que circundan a las ciudades. Un estudio
presentado a la American Geophysical
Union (AGU) documenta que la concen-
tración de concreto, grandes edificios
de vidrio y otras actividades humanas
elevan artificialmente la temperatura
de grandes ciudades como Atlanta y
Houston en un promedio de 10° C en
días de verano (Taylor, 2004).
Figura 1. Principales beneficios de los árboles urbanos.
15. 13
El daño causado por las altas tempera-
turas está comúnmente asociado con el
estrés hídrico, por lo que el manejo del
agua pasa a ser una actividad crítica. En
la medida en que las plantas puedan
transpirar libremente también podrán
hacer frente a las altas temperaturas. De
acuerdo a Rawson y Macpherson (2001),
si el agua es el factor limitante, las hojas
pueden comenzar a verse afectadas a
temperaturas elevadas, ya que las plan-
tas estresadas intentan conservar agua
cerrando sus estomas y reduciendo así
el enfriamiento producido por la trans-
piración.
Las plantas en suelos muy calientes y
secos pueden alcanzar fácilmente tem-
peraturas críticas (Rawson y Macpher-
son, 2001). Asimismo, las malas prácti-
cas de plantación pueden dar lugar a la
muerte de las plantas, debilitamiento,
paralización o decaimiento de su de-
sarrollo. La plantación, aun cuando se
realice correctamente, causa un serio
desajuste fisiológico por el cambio de
medio (de un vivero con cuidados inten-
sivos a un establecimiento en terrenos
con diferentes condiciones). Las pérdi-
das de masa radicular, el desecamiento
e insolación de las raíces, la inadecuada
posición en la colocación, las heridas
mecánicas, contacto imperfecto raíces-
suelo, falta de riego, descalce, etc., son
algunas de las múltiples y eventual-
mente concurrentes causas que afectan
el desarrollo de las plantas durante los
primeros dos años, donde por regla ge-
1.Introducción
16. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
14
neral, las plantas culminan su arraigue.
Semejante desajuste significa un enor-
me desequilibrio fisiológico de la raíz
con la parte aérea que la planta debe
reestablecer (Lell, 2006).
Es así como, en el marco del Programa
de Arborización y motivados por el de-
seo que las plantas entregadas se esta-
blezcan y sobrevivan en el largo plazo,
el Departamento de Arborización de la
Corporación Nacional Forestal (CONAF)
ha elaborado el “Manual de Plantación
de Árboles en Áreas Urbanas”.
El presente documento es producto
de la revisión bibliográfica de material
técnico desarrollado por profesiona-
les, investigadores e instituciones, ya
sean nacionales o internacionales, en-
cargados del arbolado urbano, y está
enfocado principalmente a técnicos y
profesionales involucrados en arbo-
rizar ciudades y centros poblados de
todo el país, que requieren conocer una
metodología de plantación de árboles
en áreas urbanas, los principales fac-
tores que determinan el éxito de una
plantación en áreas urbanas, asi como
también los principales cuidados ne-
cesarios post plantación de árboles en
áreas urbanas.
19. 17
actividades de
pre plantación
2.actividadesdepreplantación
La clave que determina el éxito que
pueda tener un árbol en la plantación y
posterior establecimiento es una bue-
na selección del mismo.
Toda buena selección debe considerar
al menos tres grandes variables; obje-
tivos, características del sitio y carac-
terísticas de la especie, de manera que
la plantación que se proponga sea sus-
tentable en el tiempo.
La primera variable es la determinación
del por qué se está plantando el árbol,
lo que apunta a cuál es el objetivo de
la plantación; para qué quiero la(s)
planta(s). El objetivo puede ser sólo uno
o múltiple, y esto nos empieza a dar los
primeros lineamientos de una buena
selección.
La segunda variable hace referencia al
sitio de plantación, a cuáles son las ca-
racterísticas del lugar de plantación, ya
sea suelo, disponibilidad de agua, clima,
presencia de cables u otros objetos de
un ecosistema urbano, normativa, etc.
Mientras la tercera variable hace refe-
rencia a la planta y sus características
y requerimientos; qué condiciones po-
seen las plantas que dispongo o debe-
ría seleccionar, ya sea los requerimien-
tos de la planta (agua, nutrientes, etc.),
altura en estado adulto, presencia de
espinas, etc.
Alanalizarlastresvariablessedesprende
elprocesodeselecciónqueseresumeen
un gran pregunta que es: ¿Qué planta po-
see las característica que cumpla con los
objetivo y que adapte las características
del lugar de plantación?, es decir, la se-
lección del árbol apropiado para el sitio
apropiado respetando los objetivos pro-
puestos (ver Figura 2).
20. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
18
Por otra parte, teniendo en considera-
ción la importancia de una buena selec-
ción de la especie y antes de comenzar
las actividades de plantación - incluso
previo de la adqusición las plantas - hay
ciertos factores necesarios de conside-
rar para aumentar la probabilidad de es-
tablecimiento de una arborización.
En primer lugar es necesario planificar
la arborización en términos de orde-
nar las actividades, y los recursos en
el tiempo y en el espacio para alcan-
zar los objetivos propuestos, los cuales
están en relación a las potencialidades
y limitaciones de un área determinada.
Figura 2. Esquema general para una buena selección de especie.
21. 19
Luego se deben identificar y evaluar los
factores limitantes que determinan el
éxito de una plantación, tales como el
espacio disponible y la normativa vi-
gente, el sustrato, la ecofisiología de
Para asegurar el éxito de cualquier
proyecto es necesario conocer las ac-
tividades y los recursos involucrados,
tanto materiales como financieros, de
manera de organizar en forma lógica
estos elementos, más aun cuando es-
tamos trabajando con seres vivos.
Cada especie tiene distintos reque-
rimientos de agua, suelo, luz, tempe-
ratura y espacio, por lo tanto el lugar
que ésta ocupará en terreno, así como
también la época, los materiales y he-
rramientas necesarias para realizar una
buena plantación deben ser considera-
dos antes de adquirir las plantas.
Consideremos que en este contex-
to lo más probable es que el espacio
disponible (sitio) nos oriente la espe-
cie a seleccionar, es decir, analizar las
2.actividadesdepreplantación
la planta, el tipo de contenedor y la
calidad de la planta, así como también
el transporte y prácticas o técnicas de
plantación y cuidados post plantación.
2.1. PLANIFICACIÓN DE UNA ARBORIZACIÓN
distintas especies que se ajustan a los
objetivos y al lugar, para luego tomar
una decisión respecto de cuál es la más
adecuada. De acuerdo a Benedetti y
Perret (1995), para conseguirlo se pue-
de recurrir a la “planificación”, proceso
que permite ordenar las actividades y
los recursos en el tiempo y en el es-
pacio para así alcanzar los objetivos
propuestos, los cuales son fijados de
acuerdo a las potencialidades y limita-
ciones, tanto técnicas como culturales
presentes en un área determinada.
A continuación en la Figura 3 se especifi-
can los seis pasos involucrados en la pla-
nificación, y ejemplifica en cada uno de
ellos los diferentes factores a considerar
para lograr los objetivos propuestos. El
énfasis que se dedique a cada etapa va a
depender del nivel del proyecto.
22. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
20
Figura 3. Etapas en la planificación de una arborización.
DEFINICIÓN DE OBJETIVOS
Mejorar la calidad de vida y
embellecimiento del entorno,
Mejorar la biodiversidad vegetal y animal,
Mejorar la calidad del aire y reducción de CO2
atmosférico,
Reducir el gasto energético (calefacción y aire
acondicionado), entre otros.
DIAGNÓSTICO
Características del sitio
Características de la especie
Norma vigente, características del suelo y clima,
consideraciones espaciales (cables, infraestructura,
etc), disponibilidad de suelo, agua, luz y temperaturas,
tipo de follaje (caduco o siempreverde), diámetros, alturas
y forma de copa, origen de la especie (nativo o introducido),
requerimientos de suelo, agua, luz y temperaturas, entre otros.
ANÁLISIS DE
OPCIONES DE ACCIÓN Y
TOMA DE DECISIÓN
Selección de especies y particularidades
de la plantación. Costos/Beneficios.
DISEÑO DEL
PROYECTO
Cronograma de actividades.
EVALUACIÓN Y
RETROALIMENTACIÓN
EJECUCIÓN
DEL PROYECTO
Realización de la hoyadura y
plantación.
23. 21
2.actividadesdepreplantación
2.2. FACTORES QUE DETERMINAN EL ÉXITO DE UNA PLANTACIÓN
2.2.1 Espaciamiento y normativa vigente
Para llevar a cabo una buena planta-
ción es necesario conocer los principa-
les factores que pueden determinan su
éxito, también llamados factores limi-
tantes.
Por su parte, Johnston y Percival (2012)
describen como los factores limitan-
tes la ecofisiología del árbol, la calidad
de la planta, el suelo y las adecuadas
prácticas de plantación como determi-
nantes del éxito de la plantación.
Otros factores a considerar son: el es-
paciamiento, la normativa vigente, la
producción y comercialización de la
planta en vivero, y el transporte.
A continuación se describe cada uno de
ellos en orden lógico de planificación.
En primer lugar se deben observar las
restricciones espaciales y la normati-
va vigente, en conjunto con un análisis
del suelo para luego, de acuerdo a las
características micro climáticas del
sitio y potencial genético de la planta,
seleccionar la especie y forma de pro-
ducción que mejor se adapte al sitio y
cumpla con los objetivos propuestos,
considerando que un mal transporte
debilita, e incluso causa la muerte de
las plantas.
Finalmente, es necesario abordar las
técnicas adecuadas de plantación y
cuidados posteriores de los árboles.
La naturaleza construida del paisaje
urbano presenta desafíos únicos para
plantar el árbol correcto en el lugar
adecuado, y así mantener y aumentar
la cobertura arbórea, minimizando los
daños a la infraestructura adyacente
como al pavimento e inmuebles (Cappiella
et al., 2006).
Según Beytía et al. (2012) cuando se
proyecta plantar árboles es convenien-
te plantearse las siguientes preguntas:
24. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
22
Finalmente recomienda no utilizar
por ningún motivo especies de cre-
cimiento piramidal o columnar en di-
chos lugares (ver Figura 17 con tipos
de copas de árboles).
La Figura 4 muestra un árbol de la
especie Melia azedarach (melia) mal
emplazado respecto al semáforo de-
bido a que cuando el árbol alcance
una mayor altura dificultará la vis-
ta del conductor del vehículo y para
solucionar este problema se deberá
realizar constantes podas al árbol.
Por su parte, en la Figura 5 se muestra
un árbol de la especie Liriodendron
tulipifera (tulipero) bien emplazado
respecto al tendido eléctrico ya que
este no se encuentra inmediatamen-
te bajo el cableado.
¿Qué beneficios principales o función
se espera obtener de éstos?.
¿Cuáles son las características espa-
ciales disponibles para los árboles?.
¿Existe un espacio mínimo para aco-
ger árboles y cómo es?.
Es muy importante evaluar la existen-
cia del espacio mínimo y las caracte-
rísticas espaciales del mismo para el
desarrollo de uno o más árboles. En
este contexto Beytía et al. (2012) afir-
ma que hay situaciones en que, por
motivos de seguridad, es preferible
no plantar árboles en lugares donde
se necesita una buena visibilidad, ta-
les como áreas cercanas a semáforos,
luminarias, señaléticas, postes de luz
o teléfono, cruces o esquinas. Además,
comenta que lo ideal es no ubicar ár-
boles bajo cables, o asegurarse de que
la altura máxima del árbol sea menor
que la del cableado. Si aun así se de-
cide plantar una especie de gran ta-
maño bajo el tendido eléctrico, habría
que considerar un individuo que me-
diante poda presente posibilidades de
conducción de la forma de la copa.
25. 23
Figura 4. Árbol (Melia azedarach) mal emplazado respecto al semáforo.
Figura 5. Árbol (Liriodendron tulipifera) bien emplazado respecto al tendido eléctrico.
2.actividadesdepreplantación
26. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
24
Ahora bien, Beytía et al. (2012) recono-
ce que para el caso de árboles de ali-
neación es necesario considerar cier-
tas restricciones espaciales propias del
modelo, destacando por una parte la
importancia de la relación ancho de la
platabanda con el diámetro a la altura
del cuello (DAC), y por otra, la distancia
de plantación.
Considerar el ancho de la platabanda,
maceta o alcorque respecto del DAC
de un árbol adulto permite asegurar el
espacio suficiente para un normal en-
grosamiento del tronco, mientras que
la distancia de plantación determina el
desarrollo de la copa.
En la Figura 6 se muestran individuos
arbóreos en la Región Metropolitana
de Santiago, en un alcorque de dimen-
siones pequeñas en relación al DAC que
poseerá el árbol en su estado adulto.
Beytía et al. (2012) recomienda que los
árboles pequeños (menos de 6 m de al-
tura y especies de crecimiento vertical)
se distancien entre 4 y 6 m; para árboles
medianos (6 a 15 m de altura) recomien-
da de 6 a 8 m de distancia; y para árboles
grandes (más de 15 m de altura) reco-
miendade8a12mdedistancia.LaFigura
7muestraunaplantaciónenunbandejón
central de la Región de Antofagasta con
individuos de Myoporum laetum (miopo-
ro) con un buen distanciamiento en rela-
ción a la altura que alcanzarán en estado
adulto estas plantas.
En este contexto, Lell (2006) comenta
que también puede emplearse el diá-
metro de copa como regla general para
determinar la distancia entre árboles. Si
la distancia entre individuos es menor al
diámetro que adquirirán las copas, éstas
se entrecruzarán; si es igual, se tocarán,
y si la distancia es dos veces el diámetro
de copa, quedará un espacio vacío igual
al diámetro de copa de cada árbol entre
los que integran el arbolado.
La Figura 8 muestra una plantación en
un bandejón central con individuos de
Araucaria araucana (araucaria), en la
Región de Los Ríos con un buen distan-
ciamiento en relación al diámetro de
copa que alcanzarán estos árboles.
27. 25
Figura 6. Árboles mal emplazados en relación DAC y alcorque.
2.actividadesdepreplantación
28. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
26
Figura 7. Árboles (Myoporum laetum) con buen distanciamiento en relación a la altura.
Figura 8. Árboles (Araucaria araucana) con buen distanciamiento en relación al diámetro de copa.
29. 27
Cabe destacar que al colocar ejem-
plares jóvenes las distancias podrían
parecer excesivas, pero hay que consi-
derar que con el paso del tiempo irán
ocupando el espacio hasta adquirir su
tamaño pleno. Las plantas al crecer
más distanciadas entre sí crecerán más
vigorosas, alcanzando rápidamente su
tamaño adulto (Lell, 2006).
Conforme a lo anterior, la disposición
de los árboles y arbustos en el sitio de
plantación dependerá del objetivo y
del espacio disponible (plantación de
árboles en las calles, plazas, parques,
bosques, etc.). Para los árboles ubi-
cados a lo largo de las calles u otros
sitios con poco espacio debido a la in-
fraestructura, el espaciamiento de las
plantas está determinado por la proxi-
midad a las construcciones y el tamaño
final de la copa del árbol (Cappiella et
al., 2006). El diámetro de copa que al-
cance una especie particular en estado
adulto determinará la distancia mínima
entre el tronco y la edificación, la cual
corresponde a la mitad del diámetro de
la copa (Beytía et al., 2012).
En la Figura 9 destacan algunos indivi-
duos de Brachychiton discolor (stercu-
lea rosada) bien emplazados respectos
al edificio; estos árboles están a una
distancia acorde al diámetro de copa
que poseerán en su estado adulto. Otro
aspecto a destacar es la copa piramidal
que posee la especie.
2.actividadesdepreplantación
30. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
28
La Figura 10 destacan algunos indivi-
duos de Quillaja saponaria (quillay) mal
emplazados respectos a la edificación
ya que se encuentra inmediatamente
bajo una construcción urbana sin con-
siderar las implicancias negativas de-
bido al desarrollo de la copa del árbol
en su estado adulto.
Figura 9. Árboles (Brachychiton discolor) bien emplazados respecto a la edificación.
31. 29
Figura 10. Árboles (Quillaja saponaria) mal emplazado respecto a la edificación.
La normativa vigente en Chile que re-
gula el arbolado urbano (estructura ju-
rídica, política e institucional) hoy en día
es insuficiente. Ésta es débil y desigual,
y depende mucho del lugar en donde
estén ubicados los árboles o se preten-
da plantar.
2.actividadesdepreplantación
32. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
30
La norma jurídica que puede afectar
el arbolado de manera directa o indi-
rectamente, va desde la Constitución
Política de la República de Chile hasta
las ordenanzas municipales que son
mucho más específicas. Entre ellos
se encuentran normas para especies
particulares y lugares acotados, tales
como: Decreto 43 que declara Monu-
mento Natural a la Araucaria araucana,
Código Civil, Ley General de Urbanismo
y Construcciones, Planes Regionales de
Desarrollo Urbano, Planes Reguladores
Intercomunales o Metropolitanos, en-
tre otros.
A continuación se presentan algunas
normativas vigentes que dicen relación
a los árboles, siendo éste un resumen
de los aspectos más importantes.
En el artículo 941, del Código Civil, se
establece que el dueño de casa tiene
derecho para impedir que se planten
árboles a menos distancia que la de
quince decímetros (1,5 metros), ni hor-
talizas o flores a menos distancia que
la de cinco decímetros (0,5 metros).
Si los árboles fueren de aquellos que
extienden a gran distancia sus raíces,
podrá el juez ordenar que se planten
a la que convenga para que no dañen
a los edificios vecinos: el máximo de la
distancia señalada por el juez será de
cinco metros. Los derechos concedidos
en este artículo subsistirán contra los
árboles, flores u hortalizas plantadas, a
menos que la plantación haya prece-
dido a la construcción de las paredes.
Asimismo, el artículo 942 establece
que si un árbol extiende sus ramas so-
bre suelo ajeno, o penetra en él con sus
raíces, podrá el dueño del suelo exigir
que se corte la parte excedente de las
ramas, y cortar él mismo las raíces, lo
cual se entiende aun cuando el árbol
esté plantado a la distancia debida (Mi-
nisterio de Justicia, 2000).
La Figura 11 muestra dos individuos
utilizados en arbolado urbano que po-
seen un sistema radicular con raíces
horizontales poco profundas que pue-
den afectar las construcciones urbanas.
33. 31
Figura 11. Individuos utilizados en arbolado urbano que poseen un sistema
radicular con raíces horizontales poco profundas.
Existen también otras normas de ca-
rácter administrativo, como son las
Ordenanzas Municipales. De acuerdo a
lo señalado por la Ley Orgánica Cons-
titucional de municipalidades (Ley N°
18.695), la regulación de los arbolados
públicos urbanos más cercana y directa
se realiza por la Municipalidad a través
de ordenanzas, siendo ella la unidad
encargada de la función de medio am-
biente, aseo y ornato a quien correspon-
de regular de forma directa los temas
relacionados con los arbolados públicos
urbanos (Ministerio del Interior, 2006).
En ellas se pueden especificar elemen-
tos como la especie a plantar, el sector,
la época de plantación, diámetro, tama-
ños, altura del follaje, distancias que de-
ben mantener los árboles respecto a las
fachadas, estacionamientos, señales del
tránsito, viviendas, etc.
Cabe mencionar que las ordenanzas
varían de comuna en comuna y que
muchas de ellas cuentan con muy po-
cas, o simplemente no cuentan con le-
gislación al respecto.
En nuestro país aún falta camino por re-
correr para generar una legislación que
considere al árbol como parte integral
de la ciudad. Es más, según Beytía et al.
2.actividadesdepreplantación
34. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
32
(2012) el diálogo entre la normativa de
planificación territorial con la necesidad
de arborización es tan precario que en
la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcción vigente define la Vía Local,
con 7,0 m de calzada y veredas de 2,0 m
a cada lado, sin considerar espacio para
arborización (ver Figura 12).
Figura 12. Esquema mínimo actual para calles según la Ordenanza General
de Urbanismo y Construcción. Adaptación de Beytía et al. (2012).
Beytía et al. (2012) presenta algunos
esquemas que sirven de referencia para
dimensionar qué espacio se entiende
por pasaje, calle, avenida y bandejones
(en base a la normativa urbana vigente),
y en dichos esquemas se puede ver cuá-
les son los espacios mínimos requeridos
para los árboles cuando la normativa lo
exige (ver Figuras 13, 14 y 15).
35. 33
Figura 13. Esquema mínimo actual para pasajes según la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcción donde existe cabida para especies menores y medianas sólo si se cuenta con espacio
aledaño extra. Adaptación de Beytía et al. (2012).
Figura 14. Esquema mínimo recomendado para calles (vías locales), agregando 2,5 m para arboriza-
ción. Adaptación de Beytía et al. (2012).
2.actividadesdepreplantación
36. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
34
Figura 15. Esquema actual para avenidas según la ordenanza General de Urbanismo y Construcción.
Adaptación de Beytía et al. (2012).
Figura 16. Área verde con buen diseño y espaciamiento que
responde a los lineamientos del diseñador.
En las áreas verdes el escenario es dife-
rente, el espacio existente permite que
la distancia entre los árboles responda
a los lineamientos planteados por el
diseñador (ver Figura 16). Dependien-
do del área verde no existirían mayores
restricciones de espacio para arborizar.
37. 35
Luego, habiendo evaluado el espacio y
definido el objetivo de la plantación, es
posible identificar la forma de la copa o
silueta más recomendable para alcan-
zar los objetivos propuestos en el es-
pacio disponible. Para ello se muestran
en la Figura 17 las principales formas
de copa que puede presentar un árbol
Figura 17. Tipos y siluetas de los árboles y sus copas.
en condiciones normales.
La poda, cables, edificios, paso de ve-
hículos y agentes climáticos como el
viento modifican la forma original de la
copa (Beytía et al., 2012).
2.actividadesdepreplantación
38. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
36
El suelo es el medio desde donde la
planta obtiene casi todo lo que nece-
sita: agua, aire para las raíces y nutrien-
tes. Mantener un ambiente saludable
para las raíces es otro aspecto a consi-
derar y que tiene directa relación con la
textura, estructura y ecología del suelo.
El problema de los suelos urbanos es
que producto de la influencia antrópi-
ca y sus prácticas de manejo, su ca-
lidad se ve afectada frecuentemente.
Scharenbroch y Catania (2012) iden-
tifican que dichos suelos tienen como
características el ser muy densos y
poseer poco espacio poroso (pobres en
estructura), lo que repercute en la ca-
pacidad de conducir y retener el agua,
aire y nutrientes; poseen un pH elevado
y alta salinidad; presencia de contami-
nantes ambientales y un bajo conteni-
do de materia orgánica. Señalan, ade-
más, que la condición degradada del
suelo limita el crecimiento y salud del
arbolado urbano, y que por esta razón
la evaluación y mejoramiento del suelo
urbano es imperativo para el estable-
cimiento, crecimiento y longevidad de
los árboles en las ciudades.
La mayoría de las personas piensa en el
suelo como una mezcla de elementos
sólidos, tales como minerales y mate-
ria orgánica. Sin embargo, los espacios
abiertos en el suelo, llamados poros,
son igual de importantes. Su tamaño
y distribución afectan el movimiento y
disponibilidad de aire, y humedad a tra-
vés del perfil del suelo (Morgan, 1993).
La composición ideal de un suelo es de
un 25,0% de aire, 25,0% de agua, 45,0%
de minerales y un 5,0% de materia or-
gánica. La adecuada proporción de di-
chos componentes guardan relación
con la textura y estructura del suelo.
En ella queda de manifiesto la impor-
tancia de la relación agua-aire, ya que
en conjunto conforman el 50,0% de los
componentes del suelo.
El Laboratorio de Relación Suelo-Agua-
Planta de la Universidad de Chile (SAP,
2012) define como textura a la compo-
sición mineral de una muestra de suelo,
2.2.2. Suelo
39. 37
descrita a las proporciones relativas
de sus separados individuales en
base a masa, pudiendo los suelos ser
clasificados de arcillosos, limosos y
arenosos. Morgan (1993) documen-
ta que la arena, con su estructura
“abierta”, es la responsable de ge-
nerar los macroporos, los cuales son
muy buenos en almacenar aire, pero
malos a la hora de retener el agua.
De igual manera explica que, gra-
cias a sus pequeños poros, los sue-
los arcillosos tienen un drenaje muy
pobre, pero son capaces de retener
en el tiempo grandes cantidades de
agua (microporos).
También destaca el hecho de los micro-
poros pueden llegar a ser tan pequeños
y retener el agua con tanta fuerza que
no queda disponible para las raíces.
Por su parte, un suelo limoso se en-
cuentra en el centro del triángulo de
texturas, siendo el tamaño de sus poros
la media en relación a los otros dos.
La Figura 18 muestra un esquema básico
de las estructuras microscópicas de las
partículas del suelo y sus poros. Desta-
cando los macroporos (A) de dimensio-
nes mayor a 0,10 mm y los microporos
(B) de dimensiones menores a 0,10 mm.
Figura 18. Esquema básico de las estructuras microscópicas de las partículas del suelo y sus poros.
Macroporos (A) y Microporos (B).
2.actividadesdepreplantación
A B
40. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
38
Para determinar la textura del suelo
existe un método muy sencillo que uti-
liza solamente el tacto y las siguientes
consideraciones (SAP, 2012):
Un suelo arcilloso se adhiere bastan-
te a los dedos, es fácilmente moldea-
ble, las partículas no son visibles y la
superficie brilla levemente. El suelo es
capaz de formar un anillo.
Un suelo limoso se adhiere a los de-
dos, se moldea con dificultad, las manos
quedan con una apariencia grasosa y las
partículas son brillantes. El suelo puede
enrollarse en un cilindro de 15 cm de
longitud.
Un suelo arenoso no se pega en los
dedos y no se moldea como una masa.
El suelo permanece suelto y partículas
se advierten individualmente, pudiendo
sólo ser amontonados en forma de una
pirámide.
De acuerdo al SAP (2012), la estructu-
ra es definida como la forma en que se
agrupan las partículas de suelo (arena,
limo y arcilla) en agregados. La de-
gradación de la estructura del suelo o
compactación implica la reducción del
espacio poroso, siendo mayor el efecto
sobre los macroporos, impidiendo el li-
bre movimiento del aire, del agua y de
las raíces. Lo anterior, además de ser
una restricción física para el desarrollo
de las raíces, limita su crecimiento pro-
ducto de la falta de oxígeno.
Se debe considerar que los suelos urba-
nos se pueden saturar rápidamente, no
dejando oxígeno para la respiración del
sistema radicular, lo que en poco tiem-
po puede provocar la muerte del árbol.
Al respecto Lell (2006) documenta que
bajo del 15,0% de oxígeno la absorción
mineral decrece, con niveles inferiores
al 12,0% no desarrolla nuevas raicillas
y bajo el 5,0% se detiene el crecimien-
to radicular, cuando el porcentaje des-
ciende del 1,0% las raíces pierden peso
y mueren. Lell (2006) concluye que la
importancia de la micro y macro poro-
sidad a cierta profundidad para el sis-
tema radicular es significativa.
La Figura 19 muestra un suelo inunda-
do debido a la mala estructura.
41. 39
Figura 19. Suelo urbano inundado debido a la mala estructura.
De ser necesario, los suelos pueden ser
intervenidos a través de la aplicación
de enmiendas y manejos antes de la
plantación para mejorar el pH, la dis-
ponibilidad de nutrientes, el conteni-
do de materia orgánica y la estructura
(Ingram et al., 1991). Sin embargo, hay
que tener mucho cuidado porque si se
está frente a un suelo arcilloso con mal
drenaje, la lógica dicta que se debe en-
mendar con arena, no obstante, si agre-
gamos una cantidad menor al 50,0%
del total de suelo no habrá efecto al-
guno sobre la porosidad.
Si deseamos determinar la calidad del
suelo, Scharenbroch y Catania (2012)
afirman que el contenido de materia
orgánica, el pH y la textura del suelo
parecen ser los factores principales
de calidad del suelo y, por lo tanto, del
desempeño del árbol urbano.
La materia orgánica en el suelo afec-
ta tanto las propiedades físicas como
químicas del suelo. Se podría decir
que un suelo fértil, rico en materia
orgánica, está vivo. Lombrices y chan-
chitos de tierra son los habitantes
2.actividadesdepreplantación
42. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
40
más evidentes, pero los microorganis-
mos como las bacterias y los hongos
como las micorrizas tienen, en térmi-
nos porcentuales, mayor peso que los
anteriores. Dentro de sus principales
beneficios se encuentran mejorar la
aireación, capacidad de retención de
agua y disponibilidad de nutrientes
(Morgan, 1993). Además, la materia
orgánica tiene un efecto regulador
sobre el pH del suelo, volviéndolo a
niveles cercano a la normalidad (pH
cercano a 7).
Los suelos de Chile son extraordinaria-
mente diversos debido a la gran can-
tidad de procesos que han intervenido
en su origen. Las grandes ciudades del
norte de Chile (desde la Región de Arica
y Parinacota hasta Región de Atacama)
están asociadas a la actividad minera
y/o en las zonas costeras lo que por re-
gla general nos lleva a suelos arenosos
con escases hídrica por bajas precipi-
taciones, bajo contenido de materia
orgánica, con exceso de salinidad y, en
algunos casos, con presencia de poli-
métales.
Mientras que en los suelos de la zona
centro de Chile (desde la Región de
Coquimbo hasta la Región de la Arau-
canía) poseen muy variada caracterís-
ticas debido principalmente al origen y
a los procesos que los han afectado en
su evolución. En los suelos en las zonas
propiamente urbanas es muy probable
que estos posean materiales de relleno
y que estén con algún grado de com-
pactación. Caso especial es el suelo
de la Isla de Pascua que es de origen
volcánico, derivados ya sea de cenizas
o lavas descompuestas. Por lo general,
son arcillosos con deficiencias de pota-
sio y escases de fósforo soluble.
Por su parte, los suelos de la zona sur
y austral de Chile (Región de Los Ríos
hasta Región de Magallanes y de La An-
tártica Chilena) presentan la influencia
de los volcanes, las lluvias y las nieves.
Los elementos limitantes relacionados
al suelo son el exceso de humedad y el
hielo.
Dada las características de los suelos
urbanos de Chile las especies arbóreas
pueden ver restringido su desarrollo, la
43. 41
clave será la buena selección de la es-
pecie y mejorar la calidad del suelo en
la medida de lo posible.
Finalmente, hay que destacar que a pe-
sar de que cada una de las diferentes
especies de árboles requieren con-
diciones óptimas específicas de cre-
cimiento, una buena preparación del
terreno antes de la plantación puede
mejorar el éxito en el establecimien-
to y reducir la necesidad de mante-
nimiento, y reemplazo en el tiempo
(Woodland Trust, 2011).
La ecofisiología es una rama de la bio-
logía que estudia los procesos e inte-
racciones entre organismos, a nivel de
comunidades y ecosistemas, así como
de las interrelaciones entre los siste-
mas vivos y los inertes. La ecofisiología
considera el potencial genético de la
especie para establecerse en un am-
biente determinado y depende de la
“tolerancia del árbol”, del “clima local”
y de la “fenología”.
a) Tolerancia del árbol: Está refe-
rida principalmente a la tolerancia
al trasplante, varía de acuerdo a la
especie y depende esencialmente
de la morfología y capacidad de
regeneración del sistema radicular.
2.2.3. Ecofisiología
Especies con sistemas radiculares
fibrosos, es decir, profusamente
ramificados, se establecen más
rápidamente que especies con sis-
temas radiculares gruesos y poco
ramificados.
b) Clima local: Es sabido que
la selección de la especie va de
acuerdo a las características del
sitio, tales como la temperatura
y la disponibilidad hídrica, ambas
dependientes del clima local. En el
contexto urbano aparecen distin-
tos microclimas, unos muy cerca
de otros, necesarios de analizar a
la hora de seleccionar la especie
adecuada para un sitio específico.
2.actividadesdepreplantación
44. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
42
c) Fenología: Es la relación entre
los factores climáticos y los ciclos
de los seres vivos. En línea general,
se recomienda plantar en invierno
ya que aumentan las probabilida-
des de establecimiento y sobrevi-
vencia de las plantas. Sin embargo,
lo anterior varía según la especie,
ya que algunas pueden tener me-
jores tasas de sobrevivencia si son
plantadas en primavera. Otro factor
de importancia será la ubicación
geográfica donde se plantará pu-
diendo encontrarse factores limi-
tantes en el suelo.
Existe la idea de que las plantas nativas,
gracias a su potencial genético, se es-
tablecen mejor que las exóticas en am-
bientes urbanos. No obstante lo anterior
no es del todo cierto. Bassuk y Sutton
(2012) comentan que nadie puede discu-
tir la importancia de las plantas nativas
en los paisajes urbanos respecto de la
identidad y diversidad que su utilización
implica, pero ¿siempre se deben utilizar
plantas nativas?. Dichos autores señalan
que existe la creencia que son más fá-
ciles de cuidar, ya que han evolucionado
para resistir climas extremos, insectos,
patógenos, y otras restricciones del am-
biente local, sin embargo, las plantas na-
tivas no son mejores que las exóticas si
no se tiene cuidado al escoger la especie
correcta para el lugar de plantación.
De hecho, muchas plantas exóticas fun-
cionan mejor en nuestro perturbado
ambiente urbano, puesto que las condi-
ciones ambientales son parecidas a las
encontradas en sus paisajes nativos, y
porque frecuentemente no presentan
problemas con insectos y enfermeda-
des. Dicho de otra manera, es necesario
considerar que en la ciudad estamos li-
diando con un ambiente decididamente
perturbado que no tiene relación con los
requerimientos ambientales de las plan-
tas locales. Por ello, lo más importante
es elegir y usar la planta nativa o exótica
más apropiada para el lugar de planta-
ción (Bassuk y Sutton, 2012).
La Figura 20 representa claramente un
árbol mal emplazado respecto de la eco-
fisiología de la especie. Como la especie
Crinodendron patagua (patagua) prefie-
re sitios húmedos cercanos a cursos de
45. 43
agua, emplazarla en el bandejón central
de una avenida principal de la Región
Metropolitana de Santiago, no es ade-
cuado, ya que la temperatura y falta de
Figura 20. Árbol nativo Crinodendron patagua (patagua) mal emplazado.
humedad en verano es demasiado para
esta especie, siendo reflejo de aquello el
poco vigor y envejecimiento prematuro
presente en la fotografía.
Los árboles que se utilizan en las planta-
ciones urbanas provienen de viveros don-
de generalmente se han producido bajo
alguna de las siguientes modalidades:
plantas a raíz desnuda, plantas en cepe-
llón o plantas en contenedores (bolsas o
macetas).
Losárbolesaraízdesnuda,sesiembrandi-
rectamente al suelo y se caracterizan por
no presentar sustrato unido a las raíces.
Debido a su tamaño son muy fáciles de
plantar y esta actividad se realiza prefe-
rentementeenelperíododerecesovege-
tativo. Se debe tener especial cuidado de
mantener las raíces húmedas para evitar
que se sequen (Cappiella et al., 2006).
Los árboles que se producen en cepellón,
al igual que los producidos a raíz desnuda,
2.2.4. Producción y comercialización de plantas de viveros
2.actividadesdepreplantación
46. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
44
son plantados en el suelo para luego ser
excavados y traspasados a una arpillera
en la cual permanece un período adicio-
nal en vivero. Generalmente son árboles
que tienen más de tres metros de alto,
por lo tanto son difíciles de transportar y
plantar sin el equipo adecuado (Cappie-
lla et al., 2006). Se debe considerar que
este tipo de árboles pierde alrededor del
90,0% de sus raíces cuando son extraídos
del campo, mientras que el 10,0% puede
no ser capaz de absorber agua suficiente
para satisfacer las necesidades del árbol
(Watson,2000;Lell,2006),razónporlaque
es imperativo que este tipo de planta res-
tituya rápidamente su sistema radical.
Losárbolesproducidosencontenedorge-
neralmentetienenmásdeunatemporada
de crecimiento y pueden llegar a medir
tres metros de altura o más, dependiendo
del tamaño del contenedor.
El transporte y la plantación es relati-
vamente fácil y puede realizarse casi en
cualquier época del año, siempre que se
cuente con riego (Cappiella et al., 2006).
Lasplantasquesevendenenesteforma-
to tienen un alto requerimiento hídrico.
Generalmente poseen sustratos livianos,
lo que provoca pérdida de agua desde el
pan de raíces hacia el suelo circundante,
además de estar acostumbradas a riegos
frecuentes dentro del vivero (Watson,
2000). Este modo de producción es más
propenso a desarrollar deformaciones en
las raíces producto del espacio limitado.
Figura 21. Tipos de productos a adquirir en vivero según el modo de producción.
47. 45
El Cuadro 1 muestra las ventajas y des-
ventajas de cada uno de los sistemas de
producción y comercialización de plan-
tas de viveros descritos anteriormente.
Cuadro 1. Ventajas y desventajas de los sistemas de producción y
comercialización de plantas de viveros.
Sistema de
Producción
Raíz
Desnuda
Cepellón
Ventajas
• Bajo costo de la planta.
• Fácil de plantar y transportar.
• Fácil evaluación de la condi-
ción de la raíz.
• Época de plantación más am-
plia que las plantas producidas
a raíz desnuda.
• El gran tamaño de las plantas
las hace más resistentes a los
daños mecánicos.
• Debido al tamaño presentan
muy poca competencia.
• Amplia época de plantación.
• Se pueden plantar inmediata-
mente.
• Son más visibles, por lo tanto
más difíciles de dañar.
Contenedor
• Costo de la planta de modera-
dos a altos.
• Puede presentar defectos en
las raíces.
• Requieren más riego después
de la plantación.
• Época de plantación limitada.
• Sistema de producción no
apropiado para todas las
especies.
• Requiere cuidados especiales
en el transporte y almacena-
miento.
• Una vez plantados son más
propensos a dañados mecáni-
cos por maquinaria y personas.
• Alto costo de la planta.
• Difíciles de plantar sin maqui-
naria.
• Imposible ver en qué condicio-
nes se encuentran las raíces.
Desventajas
Fuente: Adaptado de Cappiella et al. (2006).
2.actividadesdepreplantación
48. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
46
Seleccionar la calidad de la planta al
momento de adquirirla es de vital im-
portancia para mejorar el éxito de la
plantación. Asumiendo que la selección
de la especie se realizó de manera co-
rrecta, corresponde realizar la elección
del individuo a ser utilizado.
La importancia en la selección del indi-
viduo a utilizar reside en la observación
y elección de las características mor-
fológicas más adecuadas de la planta
(individuo de la especie).
En el Cuadro 2 se muestran algunos de
los criterios de calidad a considerar al
momento de la selección de la planta
en vivero.
Cuadro 2. Criterios de calidad de las plantas en vivero.
Bajo el suelo Sobre el suelo
• Sistema radicular fibroso con
gran cantidad de raicillas.
• Sin defectos o raíces enrolladas.
• Raíces creciendo en todas direc-
ciones.
• Libre de plagas, enfermedades
y/o daños abióticos.
• Individuo representativo de las características
de la especie (forma, tamaño, coloración del
follaje, etc.).
• Planta de aspecto vigoroso y saludable.
• Libre de plagas, enfermedades y/o daños
abióticos.
• Libre de daño mecánico.
• Tallo fuerte y vigoroso capaz de mantenerse
por sí solo.
Figura 22. Plantas de buena calidad seleccionadas para uso en áreas urbanas.
2.2.5. Selección de la calidad de la planta en vivero
49. 47
Realizar un buen transporte de las
plantas es crítico para asegurar su pos-
terior establecimiento. El objetivo de
aplicar las siguientes recomendaciones
es minimizar el estrés hídrico que sufre
la planta en el transporte y asegurar
que las hojas, tallo y raíz no sufran da-
ños mecánicos (Bassuk et al., 2009):
Proteger las plantas con una malla
respirable antes del transporte (malla
raschel).
Humedecer el pan de raíces antes del
transporte (sin excederse).
Proporcionar protección y soporte al
tallo o tronco.
Prevenir daño en las raíces evitan-
do levantar la planta desde el tallo.
La mejor manera es tomarla del con-
tenedor (para plantas en cepellón o
macetas).
Para plantas caducifolias manejadas
a raíz desnuda se recomienda trans-
portarlas durante el período de receso
vegetativo (invierno), antes que co-
miencen a activarse nuevamente las
yemas, procurando minimizar el tiem-
po de traslado, brindándole al sistema
radicular toda la protección posible
para evitar la exposición al deseca-
miento, heladas, sol y aire (Lell, 2006).
Para plantas caducifolias manejadas
en contenedor o cepellón no habría
problema de trasportar durante el pe-
ríodo de actividad vegetativa (cuando
la planta presenta follaje). En este caso
se recomienda tener especial cuida-
do en proteger el follaje del calor y el
viento durante el viaje, manteniendo el
pan de tierra con humedad adecuada
(Lell, 2006).
Para plantas perennifolias se reco-
mienda, salvo excepciones, el empleo
de plantas en contenedor o cepellón,
y transportarlas protegiendo el follaje
del calor y el viento, manteniendo el
pan de tierra con humedad adecuada
(Lell, 2006). El período de traslado pue-
2.2.6. Transporte
2.actividadesdepreplantación
50. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
48
de ser durante todo el año consideran-
do las protecciones recomendadas.
Cargado y descargado debe realizar-
se de manera cuidadosa para no dañar
el árbol. La velocidad de los vehículos
de carga debe ser moderada (menor a
70 kilómetros por hora). Se recomienda
recorrer grandes distancias durante la
noche para prevenir la pérdida excesiva
de humedad y follaje. Durante el tras-
lado se debe evitar heridas en el tallo,
quebradura de ramas, daño a las raíces
del árbol y la deshidratación (Gobierno
del Distrito Federal, 2000).
En la Figura 23 se muestra el adecuado
transporte de plantas.
Figura 23. Transporte de plantas.
Existen muchos otros factores rela-
cionados a las actividades previas a la
plantación que pueden favorecer el es-
tablecimiento y la sobrevivencia de los
árboles. Entre ellos destacan la socia-
bilización de las características de los
árboles y la determinación del período
de plantación.
Una comunidad informada respecto
a las características y beneficios re-
lacionados a los árboles puede lograr
un empoderamiento del proceso de
plantación y cuidados posteriores im-
2.2.7. Otras consideraciones
51. 49
pulsando cambios positivos al entorno.
La determinación del período de plan-
tación es un proceso que traspasa
a muchos de los factores limitantes
enunciados en el presente documento
y puede llegar a ser vital para aumentar
las probabilidades de establecimiento
y sobrevivencia de los árboles.
2.actividadesdepreplantación
53. 51
actividades
de plantación
La mayoría de los árboles recién plan-
tados están sujetos a problemas re-
lacionados con el estrés debido a la
pérdida de raíces y al brusco cambio
de medio desde el vivero al lugar don-
de deberán establecerse. Esta condi-
ción llamada comúnmente “shock de
trasplante” provoca que las plantas
sean más vulnerables principalmente
a la sequía, plagas y enfermedades. El
shock dura hasta que la planta rees-
tablezca el equilibrio entre la parte
aérea y su raíz. En general, los árbo-
les mueren durante este período de
reajuste, por lo tanto la sobrevivencia
aumenta drásticamente a través de
prácticas que favorezcan el estableci-
miento del sistema radical durante los
primeros dos a tres años luego de la
plantación (Ham y Nelson, 2013).
Independiente del sistema de producción,
lo que se desea lograr con las plantas
recién plantadas es que restituyan o
formen su sistema radical lo más rápi-
do posible para reducir el estrés post
plantación, principalmente relaciona-
do a la poca absorción o falta de agua
(Watson, 2000).
La plantación o arborización se puede
realizar con plantas a raíz desnuda, en
cepellón o en contenedor, antes de
comenzar es necesario disponer de
los materiales mínimos para realizar
dicha actividad. Básicamente se ne-
cesita una pala, una huincha de me-
dir, cuchillo, tijeras, tijeras de podar,
entre otras herramientas. También
deben considerarse de ser necesario
tutores, protección, amarras, mulch,
compost u otro tipo de enmienda.
La plantación de plantas a raíz desnuda
es utilizada principalmente para espe-
cies caducas y se recomienda realizar
3.actividadesdeplantación
54. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
52
en el período de receso vegetativo e
inmediatamente después de extraídas
desde el vivero, evitando así la deseca-
ción de las raíces. Mientras, las plantas
en cepellón o en contenedor se em-
plean mayoritariamente para especies
de hojas perennes o para especies ca-
ducas en época de actividad vegetati-
va. Al emplear plantas con un “pan de
tierra” se amplía el período de planta-
ción a prácticamente todo el año.
Figura 24. Como se debe (A) y como no se debe (B) tomar una planta en contenedor.
3.1. UBICAR EL ÁRBOL EN EL SITIO DEFINITIVO DE PLANTACIÓN
Para trasladar una planta hay que con-
siderar ciertas recomendaciones. En
primer lugar, siempre sostenga su árbol
desde el contenedor o cepellón y NO
desde el eje o tronco, así se evita un
daño innecesario a las raíces. En el caso
de una planta en contenedor o bolsa
relativamente grande, es aconseja-
ble trasladarlos inclinándolos hacia el
borde inferior para hacerlos rodar. Para
árboles en arpillera (cepellón), puede
ser bueno trasladarlos con una lona o
cabestrillo (Johnson et al., 2008).
La Figura 24 muestra una planta de
Prunus ilicifolia (ciruelo hojas de acebo)
en contenedor como se debe tomar (A)
y como no se debe tomar (B).
A B
55. 53
Para evitar el daño de las plantas en
la copa y el tronco, la deshidratación
o efectos mecánicos del traslado,
algunas veces los árboles se adquie-
ren con algún tipo de protección o
embalaje. Para estos casos, se debe
proceder a la extracción de la pro-
tección o embalaje presente en la
planta pero aún no se debe eliminar
la protección del sistema radicular,
ya sea arpillera o maceta (Johnson
et al., 2008).
La Figura 25 muestra un Peumus bol-
dus (boldo) con protección o emba-
laje, la cual deberá ser extraída an-
tes de la plantación.
Figura 25. Peumus boldus (boldo) en maceta con
embalaje de protección para la sección aérea.
Producto del transporte u otros fac-
tores, el árbol puede presentar ramas
quebradas o secas, es en este momento
cuando se debe eliminar aquellas ramas
siempre considerando no afectar al res-
to de las ramas (Johnson et al., 2008).
3.2. REMOVER EL EMBALAJE DE PROTECCIÓN DEL TRONCO
Y LAS RAMAS
3.3. PODAR RAMAS SECAS, DAÑADAS Y CORRECCIÓN DE FORMA
3.actividadesdeplantación
56. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
54
Figura 26. Planta en maceta con ramas dañadas (A) y Planta con poda de formación (B).
Existen árboles que por un mal manejo
en el vivero presentan doble flecha o
eje. Dependiendo de los objetivos y el
espacio disponible se debe evaluar la
necesidad de eliminarlos, procurando
dejar el más vigoroso como único eje
principal.
La Figura 26 muestra una planta de
Prunus ilicifolia (ciruelo hojas de ace-
bo) en contenedor con algunas de sus
ramas dañadas producto de la manipu-
lación en el transporte.
Muchas veces las plantas provenientes
en arpillera o en contenedor poseen cu-
bierto el cuello de la planta con sustra-
to. Lo primero que se debe hacer es eli-
minar el exceso y dejar al descubierto el
cuello, y las primeras raíces del sistema
radical principal. Para ello será necesa-
rio remover los primeros 5 a 10 cm de
sustrato, procurando no dañar la planta
en la extracción de sustrato (Johnson
et al., 2008).
3.4. IDENTIFICAR EL SISTEMA RADICAL PRINCIPAL Y DESPEJAR EL
CUELLO DE LA PLANTA
A B
57. 55
En el caso de las plantas en con-
tenedor, remueva el contenedor y
realice lo descrito anteriormente.
Para realizar el procedimiento en
plantas contenidas en arpillera, re-
mueva sólo lo necesario de la arpi-
llera.
La Figura 27 muestra dos plantas, una de
Aextoxicon punctatum (olivillo) y Prunus
ilicifolia (ciruelo hojas de acebo), con ex-
ceso de sustrato (A) y con la eliminación
del exceso de sustrato (B). Ambas plantas
en maceta poseían aproximadamente 3
cmdesustratosobreelcuellodelaplanta.
Figura 27. Plantas de Aextoxicon punctatum y Prunus ilicifolia con exceso de
sustrato (A) y sin exceso (B).
Con respecto a la eliminación de raíces
problemáticas, se recomienda remover
las raíces pequeñas sobre el sistema
radical principal, cercanas o provenien-
tes del cuello, con una tijera de podar
(Johnson et al., 2008).
Es probable que árboles producidos en
contenedor o arpillera posean raíces
que se extienden fuera del pan y que se
enrollan hacia el interior. Pódelas en el
punto en que se vuelven hacia dentro
(Johnson et al., 2008).
3.5. ELIMINAR RAÍCES PROBLEMÁTICAS
A B
3.actividadesdeplantación
58. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
56
Figura 28. Plantas con sistema radicular defectuoso.
Para determinar la profundidad de la
hoyadura es necesario medir la altura
del pan de raíces. Esta debe ser exac-
tamente la profundidad que deberá te-
ner la hoyadura (Johnson et al., 2008).
Morgan (1993) explica que para lograr
el asentamiento del árbol hay que ase-
gurar que el fondo del hoyo de planta-
ción esté firme, sobre todo en suelos
arenosos. Al respecto Watson (2000)
comenta que la mayoría de las nuevas
raíces se desarrollarán en sentido hori-
zontal, por lo que un suelo compactado
en el fondo de la hoyadura no afectará
sustancialmente el crecimiento total
de las raíces.
En la Figura 29 destacan dos aspectos
de relevancia en la hoyadura que son
la profundidad y un fondo firme en el
suelo para la plantación.
En la Figura 28 se observa un esquema
de plantas con el sistema radicular de-
fectuoso y bajo desarrollo de las raíces
secundarias.
3.6. HOYADURA
59. 57
Figura 29. Profundidad del hoyo de plantación y fondo firme en el suelo.
El ancho de la hoyadura es determi-
nado a través del diámetro del pan de
raíces. Johnson et al. (2008) recomien-
da que debe ser de dos a tres veces el
diámetro del pan de raíz dependiendo
del nivel de compactación del suelo
(ver Figura 30).
Watson (2000) explica que si se de-
sea aumentar el tamaño del hoyo de
plantación será necesario hacerlo más
ancho y no más profundo. En suelos
compactados las raíces se concentra-
rán principalmente en la primera mi-
tad del pan de raíces (de 15 a 20 cm
de suelo), quedando inhibido el creci-
miento de la mitad inferior por la falta
de oxígeno debido a la compactación y
mal drenaje. El autor afirma que en es-
tas condiciones de suelo una hoyadura
igual de amplia en toda su profundidad
puede no ser tan útil como un aguje-
ro con pendiente. Además señala que
este tipo de configuración permite que
las raíces rápidamente se expandan de
manera horizontal (ver Figura 30).
3.actividadesdeplantación
60. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
58
Figura 30. Ancho de la hoyadura determinado por el tamaño de la maceta.
Antes de cavar el hoyo de plantación hay
que eliminar la mayor cantidad de pasto o
malezasqueseencuentrenenelsitiopara
evitar competencia por agua, nutrientes o
luz, sobre todo si las plantas miden menos
de 40 cm (Cappiella et al., 2006).
Luego, siguiendo las recomendaciones
anteriormente descritas para realizar la
hoyadura, se debe evitar realizar dicha
actividad cuando el suelo este saturado
de agua para impedir su compactación
(Bassuk et al., 2009).
En suelos urbanos compactados pue-
de ser necesario mejorar el drenaje.
Taylor (2012a) asegura que mueren
más árboles urbanos a causa del ex-
ceso de agua que por falta de ella.
Explica que para probar el drenaje
del suelo es necesario verter unos
cuantos litros de agua en la hoya-
dura antes de plantar el árbol, y si
luego de una hora, si el agua no se
ha ido, puede existir problemas de
drenaje.
61. 59
Una forma de solucionar los problemas
de drenaje que pueda presentar el sue-
lo es elevando el nivel de plantación,
en aproximadamente un tercio del ta-
maño de la maceta, dejando la planta
sobre el nivel del suelo (ver Figura 31).
Figura 31. Una de las soluciones para evitar o minimizar el efecto de un suelo con mal drenaje.
En las etapas juveniles, para evitar que
los tallos de los árboles se rompan o
eventualmente se desarrollen torci-
dos, se recomienda tutorarlos. De esta
forma, con el transcurso del tiempo,
en condiciones normales, los árboles
superan estas anomalías equilibrando
naturalmente su desarrollo (Lell, 2006).
Existen diferentes formas de tutorado
y de los materiales que los componen,
siendo en Chile muy común utilizar va-
ras de eucaliptos o coligues.
3.7. TUTORADO
3.actividadesdeplantación
62. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
60
Es conveniente colocarlo enterrado
entre 60 a 70 cm, conjuntamente, du-
rante la plantación (Lell, 2006) para así
evitar daños a las raíces. Esta recomen-
dación es de importancia dependiendo
de la cercanía del tutor al pan de la raíz
(ver Figura 32).
Figura 32. Esquema básico de tutorado.
Se recomienda atar el tronco del árbol
al tutor o a una rama suficientemente
fuerte de la planta, lo más alto posible,
con una banda de tejido tipo arpillera,
rafia, tela o plástico de unos 5 a 10 cm
de ancho (Lell, 2006).
Para evitar el estrangulamiento y/o ro-
zamiento de la planta contra el tutor
suele emplearse la atadura llamada
bastón, también suele emplearse en
tutorado doble o triple aunque estas
últimas son recomendadas para la su-
jeción de plantas más grandes (Lell,
2006), ver Figura 33.
63. 61
Figura 33. Tutorado doble.
En el caso de las plantas producidas en
contenedor, si poseen una adecuada
mezcla de sustrato no habrá problema
al mover el árbol al hoyo de plantación.
Los árboles producidos en arpillera son
más problemáticos debido a su tamaño
y envoltura. Cabe destacar que no to-
dos los materiales que lucen como una
arpillera natural, son realmente natu-
rales y puede que no se degraden, por
lo cual siempre se requiere eliminar por
completo todo material no degradable,
dejando al menos el tronco descubier-
to (Bassuk et al., 2009). Otra práctica
comúnmente usada es la de rasgar la
arpillera a lo largo y ancho cuidando de
no dañar las raíces ni el tronco (Morgan,
1993).
Luego, con cuidado coloque la planta
en la hoyadura. Recuerde no levantar la
planta desde el tallo o tronco. Si la plan-
ta es muy pesada, deslícela dentro del
3.8. INSTALACIÓN DEL ÁRBOL Y RELLENO DE HOYADURA
3.actividadesdeplantación
64. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
62
hoyo con precaución de no desagregar el
pan de raíces, procurando que el tronco
o tallo queden derechos y en el centro
(Johnson et al., 2008). Al respecto, Mor-
gan (1993) señala que si la parte superior
del árbol no es vertical cuando el pan de
raíces o base del tronco lo es, incline el
pan de raíces para que el tronco quede
derecho.
En relación a la orientación de la plan-
ta en terreno, Morgan (1993) explica
que el lado del árbol que posea ma-
yor cantidad de ramas no debe quedar
expuesto al sol de la tarde. En conse-
cuencia, el lado con menor número de
ramas quedará con más horas de luz,
lo que propiciará su desarrollo. Ade-
más recomienda que los árboles pro-
ducidos a raíz desnuda orienten la raíz
más grande en dirección opuesta a los
vientos dominantes.
En áreas de suelos compactados o
con mal drenaje se recomienda que la
parte superior del pan de raíces que-
de situada ligeramente por encima de
la superficie del suelo (Ingram et al.,
1991).
Posteriormente, asegurándose de que
el tronco se encuentra derecho, rellene
la hoyadura con el suelo original, des-
menuzando los grandes panes de tierra
con una pala o las manos. Luego apisone
delicadamente el suelo mientras llena
la hoyadura procurando no compactar-
lo excesivamente. Cuando termine de
rellenar la hoyadura por ningún motivo
cubra el cuello de la raíz (Ingram et al.,
1991).
Con respecto a la realización de una
taza de riego, se recomienda en este
momento realizarla de unos 5 a 10 cm
de alto, y del ancho de la hoyadura.
Además si se desea efectuar fertiliza-
ción se debe evaluar la planta y fertili-
dad del suelo antes de hacerlo.
En el caso de contar con suelos muy
ácidos, compactados y carentes de
toda estructura, la enmienda que ha
dado mejores resultados es el com-
post, ya que aumenta el contenido de
materia orgánica, mejora el drenaje y
añade nutrientes esenciales. Se reco-
mienda realizar una mezcla de 1/3 de
compost y 2/3 de la tierra original para
65. 63
cada hoyadura (Cappiella et al., 2006).
En áreas con césped es preferible que el
suelo circundante a la planta quede des-
cubierto, ya que éste es una gran com-
petidor de recursos tanto hídricos cómo
nutricionales puesto que su sistema ra-
dicular se ubica justamente en la zona
donde el árbol comenzará a desarrollar el
suyo.
Unavezconcluídalaplantación,losárbo-
les deben recibir un riego abundante, sal-
vo condiciones de humedad muy favora-
bles. Este primer riego, también llamado
“de asiento” tiene por función favorecer
el íntimo contacto raíz-suelo. Para ello es
importante el aporte de suficiente agua
enlasuperficieparaqueelsuelosecom-
pacte (Lell, 2006).
La Figura 34 muestra dos plantas de
Fitzroya cupressoides (alerce) recién
plantadas en ambiente urbano.
Figura 34. Plantas de Fitzroya cupressoides (alerce) recién plantadas.
3.actividadesdeplantación
67. 65
actividades
post plantación
4.actividadespostplantación
Para lograr un buen establecimiento y
sobrevivencia del arbolado plantado en
ciudades no es tan sólo relevante una
buena selección de la especie y como
se debe realizar una plantación, también
son importantes algunos cuidados míni-
mos posteriores a la plantación. Estos
cuidados son determinantes los prime-
ros dos a tres años post plantación hasta
que el sistema radicular logre reajustar
sus funciones respecto a los requeri-
mientos de la parte aérea del árbol.
Los cuidados, mantenimientos e ins-
4.1. RIEGO
pecciones de las árboles post planta-
ción pueden ayudar a detectar, solucio-
nar y prevenir problemas a su debido
tiempo, así como a proveer de los re-
querimientos mínimos necesarios para
mantener la salud y vigor de los árboles
plantados.
Dentro de las actividades más comu-
nes en el período post plantación se
consideran el riego, fertilización, tuto-
rado y protección, mulch, entre otras
consideraciones.
La falta de humedad suficiente es con-
siderada la principal causa de la muer-
te de los árboles recientemente plan-
tados (Lell, 2006).
El sistema radical tarda alrededor de dos
a tres años en desarrollarse por comple-
to en el nuevo suelo. Hasta que esto no
ocurra se debe asegurar regularmente
la humedad del pan de raíces. Durante
los primeros meses después de planta-
do el árbol, éste obtiene la mayor parte
de la humedad directamente del pan de
raíces. El problema es que el cepellón se
68. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
66
seca en un par de días, mientras que el
suelo circundante se mantiene húmedo.
Para lograr humedecer el pan de raíces
y sus alrededores es necesario dejar que
la manguera riegue con lentitud la base
del árbol durante unos cinco a diez mi-
nutos (Taylor, 2012a).
La frecuencia de riego recomendada
generalmente es cada 2 a 3 veces por
semana, considerando 3 a 5 litros de
agua en épocas de calor moderado, au-
mentando esta cantidad en casos de ca-
lor excesivo. Los riegos deben ser lentos
de preferencia por la tarde o noche para
de ésta manera disminuír la evaporación
del agua. En zonas con escasez hídrica
se pueden reutilizar y aprovechar aguas
domésticas con bajo nivel de contami-
nación (ducha, lavamanos, etc). Esta re-
comendación se puede ver fuertemente
afectada por la locación geográfica y las
particularidades climáticas que puede
afectar a los distintos lugares.
De cualquier forma es aceptado que,
cuando un suelo en la parte superior
denota escasa humedad, es conve-
niente regar, siendo mejor los riegos
abundantes y más espaciado que los
frecuentes de escasa cantidad de agua
(Lell, 2006).
En los riegos realizados al pie del árbol, el
agua desciende por gravedad y profundi-
za en el suelo, favoreciendo el desarrollo
de las raíces en profundidad (Lell, 2006).
Ham y Nelson (2013) explican que es
igual de importante evitar el exceso de
riego para no reducir el espacio del aire
en el suelo, lo cual es tan estresante
como la sequía. Por esta razón, antes de
regar asegúrese de que su árbol lo ne-
cesita. No hay manera de mirar la tierra
desde arriba e indicar cuánta humedad
hay en ella. Un método sencillo es intro-
ducir una barra de metal en el suelo, y
dependiendo de la fuerza necesaria para
penetrarlo es la humedad presente, te-
niendo en cuenta que suelos secos son
más difíciles de penetrar (Taylor, 2012d).
En la zona norte de Chile es de impor-
tancia el constante riego en las plan-
tas ya que las precipitaciones son casi
nulas en el año y cualquier arborización
debe necesariamente ir asociado a riego.
69. 67
En el resto de Chile la importancia del
riego toma mayor relevancia en el pe-
ríodo estival o en los períodos secos del
año, no debiéndose descuidar en aque-
llas regiones del sur del país, donde aun
cuando las precipitaciones son abundan-
tes, en el período estival es fundamental
el riego, además de la educación que se
debe entregar a la ciudadanía sobre este
cuidado, principalmente en las primeras
temporadas posterior a la plantación de
manera de asegurar su establecimiento y
sobrevivencia.
Una práctica recomendada para los pri-
meros años de la plantación es la con-
fección y/o mantención de una taza de
Figura 35. Árboles (Liriodendron tulipifera y Lagerstroemia indica) con taza de riego.
riego. Ella permite que el agua no escu-
rra y se concentre en el pan de raíces,
que es donde más se necesita durante
los primeros años post plantación. Esta
consiste en formar un área con borde
firme de tierra generalmente de unos
5 a 10 cm de alto y del ancho de la ho-
yadura, rodeando todo el perímetro de
la planta formando una circunferencia.
Además de ayudar a retener el agua, sir-
ve para delimitar el espacio de la planta
y así evitar que se dañen con mal uso de
orilladoras, cortadoras de pasto u otras
herramientas (ver Figura 35).
4.actividadespostplantación
70. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
68
Con el fin de lograr una aceleración del
ritmo de crecimiento de los árboles
plantados, se suele aplicar fertilizantes.
Es frecuente recomendar una fertiliza-
ción de base en la cama de plantación
o adicionada durante la primavera en el
área de desarrollo radicular (Lell, 2006).
Caso contrario es la no recomendación
de aplicación de fertilizantes al mo-
mento de la plantación. Según Taylor
(2012c), es ineficaz hasta que el siste-
ma radical se haya reestablecido por
completo, es por esta razón, que reco-
mienda esperar dos o tres años antes
de aplicar fertilizantes, pero no sin an-
tes comprobar la fertilidad del suelo y
vigor de la planta.
Sin embargo, la aplicación de fósforo
(P) en cantidades adecuadas propicia
el crecimiento radicular, la deficiencia
puede ocasionar un desarrollo débil,
tanto del sistema radicular como de la
parte área.
Por las implicancias que una me-
dida de estas características tiene,
debería determinarse previamente
que carencia se requiere enmendar
para aplicar el tratamiento adecua-
damente y en el momento oportuno
(Lell, 2006).
4.2. FERTILIZACIÓN
4.3. MANTENIMIENTO DEL TUTORADO Y PROTECCIÓN
Uno de los principales propósitos del
tutor es evitar que el árbol recién plan-
tado se vuelque con el viento, dándole
así la oportunidad al sistema radical
de desarrollarse y sujetar el árbol. De
hecho, no se recomienda utilizar en to-
dos los casos ya que muchas veces los
árboles mueren porque no se ha retira-
do el tutor o ha sido mal instalado. Por
esta razón, es necesario inspeccionar
regularmente que las amarras del tutor
no se incrusten en el tronco (ver Figura
36).
71. 69
Figura 36. Tutor y protección dañando el fuste del árbol.
4.actividadespostplantación
72. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
70
Figura 37. Tubos de PVC en la base del árbol para la protección en sus
primeros años de establecimiento.
Existen diferentes formas de tutorado,
métodos de aplicación y los materia-
les que los componen, es muy común
en Chile utilizar varas de eucaliptos o
coligues. Dependiendo del tamaño del
árbol se utilizan uno, dos o tres tutores
con una o más cintas de amarre por in-
dividuo. El material de los tutores tiene
que ser lo suficientemente fuerte para
proporcionarle soporte a la planta, pero
a la vez flexible para permitir cierto
movimiento.
Dentro de los métodos que se utilizan
para proteger el árbol de fuertes vien-
tos, roedores, orilladoras, cortadoras
de pasto, vandalismo u otras causas es
el uso de trozos de tubos de PVC. Esta
práctica es habitual y consiste en colo-
car trozos de tubos de PVC que proteja
los primeros 30 cm del tronco, tenien-
do precaución de que en el tiempo no
anille el árbol (ver Figura 37).
73. 71
Figura 38. Sistema de protección a través de estacas unidas y rodeado de malla raschel.
Otra práctica utilizada frecuentemente
en las regiones australes de Chile (Re-
gión de Aysén del General Carlos Ibá-
ñez del Campo y Región de Magallanes
y de La Antártica Chilena) es la protección
del árbol a través de un sistema de es-
tacas unidas y rodeado de malla ras-
chel (ver Figura 38). Donde la función
principal es evitar los fuertes vientos
y prevenir la excesiva desecación del
suelo y el árbol.
4.actividadespostplantación
74. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
72
También existen métodos de protección
como los cercos de diferentes mate-
riales que rodean los árboles donde la
principal función es la de aislar la planta
de los agentes de daño y principalmente
del vandalismo (ver Figura 39).
Figura 39. Cercos de protección de árboles.
Indiferente del sistema de tutorado o
protección que se utilice en la planta
siempre es necesario en monitoreo de
las mismas para evitar que las estruc-
turas termine afectando negativamen-
te al árbol.
75. 73
Con respecto a la aplicación de mulch,
se recomienda agregar una capa de
ocho a diez centímetros de viruta de
madera, hojas o corteza de pino ayuda
a conservar la humedad y a regular la
temperatura del suelo, además de in-
hibir el crecimiento de malezas. Taylor
(2012b) explica que es necesario agre-
gar mulch desde la base de la plan-
Figura 40. Planta de Nothofagus dombeyi (coihue) con mulch en ambiente urbanos.
ta hasta más allá de la línea de goteo
(final de las ramas) con la precaución
de que la capa protectora no cubra el
cuello de la raíz.
La Figura 40 muestra tres plantas de
Nothofagus dombeyi (coihue) con una
pequeña capa de mulch en ambiente
urbano.
4.4. MULCH
4.actividadespostplantación
76. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
74
Existen muchos otros factores relacio-
nados a las actividades posteriores a
la plantación que pueden favorecer
el establecimiento y la sobrevivencia
de los árboles. Entre ellos destacan la
educación, podas, sustitución y moni-
toreo de la plantación.
Una comunidad educada en los bene-
ficios de los árboles plantados puede
lograr un empoderamiento y mejorar
4.5. OTRAS CONSIDERACIONES
Sin embargo existen algunos proble-
mas asociados al mal uso del mulch.
Si se decide utilizar un mulch plás-
tico, se debe tener especial precau-
ción de que este sea poroso para
permitir la entrada de agua y aire; el
musgo, la hierba cortada y el aserrín
son de textura muy fina y retienen
demasiada humedad lo cual puede
ser perjudicial.
Por su parte, mulch muy oscuros ab-
sorben el calor durante el día para
luego liberarlo durante la noche, pu-
diendo ser perjudicial para ciertas
plantas.
En cuanto a plagas y enfermedades
pueden afectar el cuello de la raíz si
este es cubierto.
Finalmente, se recomienda aplicar
luego de la última helada de prima-
vera para no inhibir el crecimiento
de las raíces producto de la falta de
temperatura (Taylor, 2012a).
las probabilidades de establecimiento
y sobrevivencia, ya que pueden dismi-
nuir los daños por descuidos y el van-
dalismo.
En la Figura 41 se destaca el daño cau-
sado por vehículos a unos árboles jó-
venes, mientras en la Figura 42 se ob-
servan árboles de Quercus robur (roble
europeo), afectados por vandalismo.
77. 75
Figura 41. Daño causado por vehículos a los árboles jóvenes.
Figura 42. Árboles Quercus robur afectados por vandalismo.
4.actividadespostplantación
78. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
76
Figura 43. Insectos en arbolado urbano.
Las podas y las sustituciones (o reposi-
ción de árboles), en los primeros años
pueden favorecer una mejor arboriza-
ción. Las podas pueden servir para me-
jorar la forma del árbol y para despejar
las vías de circulación.
Para disponer de una mejor plantación
urbana siempre hay que considerar la
sustitución o reposición como una he-
rramienta, ya sea para sustituir los ár-
boles muertos o reponer a aquellos que
se encuentre en una muy mala condi-
ción de vitalidad y sanidad.
El monitoreo de la plantación es ne-
cesario considerarlo para detectar
cualquier anomalía ya sea de forma,
vitalidad o sanidad. Las Figuras 43 y 44
muestran agentes de daño en arbolado
urbano que se pueden detectar en los
monitoreos de las plantas.
81. 79
glosario
ALCORQUE:
Es el espacio alrededor del tronco de un árbol, habitualmente se usa este término
al área limitada que acompaña al árbol en lugares asfaltado o enlosado, por ejem-
plo en un pasaje, calle o avenida, este espacio se deja sin asfalto o enlosado.
ARCILLOSO:
Se entenderá por un suelo arcilloso a aquellos donde las partículas más pequeñas
son las de arcilla y que poseen diámetros menores de 0,002 mm según la clasifi-
cación del United States Department of Agriculture, USDA (Departamento de Agri-
cultura de los Estados Unidos). La arcilla comprende a la parte coloidal mineral del
suelo y representa la fracción más activa, desde el punto de vista físico y químico,
participando en el intercambio iónico y en la presencia del agua.
ARENOSO:
Se entenderá por un suelo arenoso a aquellos donde las partículas poseen un diá-
metro mayor a 0,05 mm según la clasificación del USDA. Los suelos arenosos pue-
den dividirse en gruesos, medios y finos. Las arenas representan la parte inerte
del suelo y tienen funciones principalmente mecánicas, constituyen el armazón
interno del suelo donde se apoyan las otras fracciones más finas, facilitando la
circulación del agua y del aire.
ARPILLERA:
Pieza textil o tejido fuerte, grueso y áspero fabricado generalmente con diversos
tipos de estopa, que suele utilizarse como elemento cobertor y en la fabricación
de sacos y piezas de embalaje.
5.glosario
82. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
80
ARRAIGAR:
Acción de echar o criar raíces.
CADUCIFOLIA:
Referente a caduco o caedizo relativo a los árboles o arbustos que pierden su hojas
durante una parte del año, la cual coincide en la mayoría de los casos con la llegada
de la época desfavorable (la estación más fría, invierno) en los climas templados.
COMPOST:
Producto del proceso de compostaje que consiste en el tratamiento de desechos
orgánicos (restos de comida, frutas, verduras, cáscaras de huevo, trozos de madera,
aserrín, restos de poda de jardín entre otros desechos) a través de la degradación o
descomposición de la materia por métodos aeróbico (con alta presencia de oxíge-
no) o por vía anaeróbico (con nula o muy poca presencia de oxígeno).
CUELLO DE LA PLANTA:
Es la separación más o menos evidente entre la parte aérea (desde el tallo hacia
arriba) y las raíces.
DIAMETRO A LA ALTURA DEL CUELLO (DAC):
Es el diámetro medido en centímetros (cm) en el cuello de la planta.
ENMIENDAS:
Es el aporte de productos fertilizantes o de materiales destinados a mejorar la
calidad de los suelos en términos de estructura y composición para ajustar sus
niveles de nutrientes, su pH (acidez o basicidad) entre otros.
ESTOMAS:
En Botánica, se denominan estomas a los orificios o poros de las plantas, localiza-
83. 81
dos en el envés de sus hojas que constan de dos grandes células de guarda y oclu-
sivas rodeadas de células acompañantes. La estoma es la estructura que permite
el intercambio gaseoso, regulando la transpiración y el cambio de gases, es decir,
es el participante principal en la fotosíntesis cuya acción se resumen en la salida
de oxígeno (O2
) y entrada dióxido de carbono (CO2
).
LIMOSO:
Se entenderá por un suelo limoso a aquellos donde las partículas poseen
un diámetro entre 0,002 y 0,05 mm según la clasificación del USDA. Las
partículas de limo participa en forma limitada en las actividades química
del suelo, cumplen un rol intermedio entre las propiedades de las arcillas
y las arenas, la influencia en la relación agua–suelo no es insignificante, y
se incrementa con el aumento de las diámetros menores las partículas que
la componen.
MACETA:
Es un contenedor con agujeros o perforaciones de diferentes materiales normal-
mente con forma de cono truncado utilizado para cultivar y contener plantas. En
general, son de plástico (esto incluye también las bolsas) pero los hay de fibra de
vidrio, madera, piedra, cemento, e incluso materiales biodegradables.
MACROPOROS:
Los macroporos son los poros en el suelo que tienen un diámetro mayor a 0,10 mm
(regla general) y están asociados a la aireación del suelo y también se conocen
como poros no capilares. Los macroporos son extremadamente importantes en
el movimiento del agua infiltración, percolación y drenaje), intercambio gaseoso
(oxígeno y dióxido de carbono) y además proveen espacio para el crecimiento de
las raíces (canales).
5.glosario
84. MANUAL DE PLANTACIÓN DE ÁRBOLES EN ÁREAS URBANAS.
82
MICROPOROS:
Los microporos son los poros en el suelo que tienen un diámetro menor a 0,10
mm (regla general), también denominados poros capilares y están asociados con
la retención de humedad.
MORFOLOGÍA:
Es la rama de la biología que estudia la forma de los seres vivos y las modificacio-
nes o transformaciones que experimenta en un contexto comparativo.
MULCH:
Es una cubierta protectora del suelo, no incluye fertilizantes ni una enmienda, por
lo que no debe mezclarse con el suelo. Existen muchos tipos de mulch tales como
restos de cortezas, compost parcialmente descompuesto, piedras pequeñas, vi-
rutas de madera, paja, conchas, hojas, cascarilla de arroz entre otros. La función
general es la de cubrir el suelo desnudo, conservar la humedad, impedir la esco-
rrentía superficial, regular la temperatura del suelo, evitar el crecimiento de malas
hierbas por falta de luz entre otros.
PERENNIFOLIA:
Referente a duradero o perenne referido a los árboles o arbustos no pierden su
hojas durante el año. En general, las hojas persisten por más de dos años. Sinónimo
siempreverde.
PLATABANDA:
Espacio delimitado destinado a las plantas en las vías de circulación urbanas (pa-
sajes, calles, avenidas, etc.) o espacios urbanos (jardines, plazas, parques, etc.), ver
Figura 45.
85. 83
Figura 45. Platabandas.
RIZÓSFERA:
Es la parte del suelo o zona de interacción única y dinámica entre las raíces y los
factores bióticos y abióticos del suelo.
SISTEMA RADICULAR FIBROSO:
Se denomina sistema radical fibroso o sistema radicular fibroso a aquel que está
formado por un conjunto de raíces adventicias y que se halla bien ramificado.
SUSTRATO:
En biología (relacionado a las plantas), el sustrato es el elemento o conjunto de
elementos sobre los cuales las plantas sitúan sus raíces sirviendo de anclaje, al-
macén de nutrientes y elemento estabilizador, este incluye elementos bióticos y
abióticos. El sustrato puede ser muy variado desde su origen hasta las propiedades
y materiales que este posee. En la naturaleza el sustrato correspondería normal-
mente a la tierra del suelo.
5.glosario
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restal de la Pontificia Universidad Católi-
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en la Corporación Nacional Forestal, tra-
bajando en el Departamento de Arbori-
zación como Profesional de Apoyo de la
Sección de Establecimiento.
94. El “Manual de Plantación de Árboles en Áreas Urbanas”,
describe los principales factores que determinan el éxito
de una plantación en ambientes urbanos. Este tiene como
objetivo aportar conocimientos técnicos y teóricos pre-
vios a la plantación, la plantación misma y las actividades
post plantación. El manual está dirigido principalmente a
técnicos y profesionales involucrados en arborizar ciuda-
des y centros poblados de todo el país.