2. Luc 18:9 A unos que confiaban en sí
mismos como justos, y
menospreciaban a los otros, dijo
también esta parábola:
Luc 18:10 Dos hombres subieron al
templo a orar: uno era fariseo, y el
otro publicano.
Luc 18:11 El fariseo, puesto en pie,
oraba consigo mismo de esta
manera: Dios, te doy gracias porque
no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun
como este publicano;
3. Luc 18:12 ayuno dos veces a la
semana, doy diezmos de todo lo que
gano.
Luc 18:13 Mas el publicano,
estando lejos, no quería ni aun alzar
los ojos al cielo, sino que se
golpeaba el pecho, diciendo: Dios,
sé propicio a mí, pecador.
Luc 18:14 Os digo que éste
descendió a su casa justificado
antes que el otro; porque cualquiera
que se enaltece, será humillado; y el
que se humilla será enaltecido.
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10. Isa 64:6 Si bien todos nosotros
somos como suciedad, y todas
nuestras justicias como trapo de
inmundicia; y caímos todos nosotros
como la hoja, y nuestras maldades
nos llevaron como viento.
11. 1.¿Cómo demostró el fariseo que era muy
orgulloso?
2.¿Por qué no fue justificado (salvado) aquel
religioso?
3.¿Por qué menospreciaban los judíos a los
publicanos?
4.¿Qué era lo que el publicano reconoció en
su oración?
5.¿Qué dijo Jesús en cuanto a los dos
hombres?