1. EL HOMBRE QUE APRENDIÓ A LADRAR.
MARIO BENEDETTI
Lo cierto es que fueron años de arduo y pragmático
aprendizaje, con lapsos de desalineamiento en los que
estuvo a punto de desistir. Pero al fin triunfó la perseverancia
y Raimundo aprendió a ladrar. No a imitar ladridos, como suelen
hacer algunos chistosos o que se creen tales, sino
verdaderamente a ladrar.
¿Qué lo había impulsado a ese adiestramiento? Ante sus
amigos se autoflagelaba con humor: "La verdad es que ladro
por no llorar". Sin embargo, la razón más valedera era su
amor casi franciscano hacia sus hermanos perros.
Amor es comunicación.
¿Cómo amar entonces sin comunicarse? Para Raimundo
representó un día de gloria cuando su ladrido fue por fin
comprendido por Leo, su hermano perro, y (algo más
extraordinario aún) él comprendió el ladrido de Leo. A partir de
ese día Raimundo y Leo se tendían, por lo general en los
atardeceres, bajo la glorieta y dialogaban sobre temas
generales. A pesar de su amor por los hermanos perros,
Raimundo nunca había imaginado que Leo tuviera una tan
sagaz visión del mundo. Por fin, una tarde se animó a
preguntarle, en varios sobrios ladridos: "Dime, Leo, con toda
franqueza: ¿qué opinas de mi forma de ladrar?". La respuesta
de Leo fue bastante escueta y sincera: "Yo diría que lo haces
bastante bien, pero tendrás que mejorar. Cuando ladras,
todavía se te nota el acento humano."
2. ACTIVIDADES
1. Define las palabras en negrita con la ayuda de un
diccionario.
2. Indica el tema del cuento. Resume brevemente su
argumento.
3. ¿En qué género literario podemos clasificar el texto? ¿Por
qué?
4. Indica las partes en que puede dividirse el texto y por qué.
Escribe una frase que resuma cada una de las partes.
5. ¿Qué crees tú que quiere expresar el autor con este
cuento?
6. ¿Te ha gustado el cuento? ¿Por qué?
7. ¿Estás de acuerdo con la afirmación “amor es
comunicación”? ¿Por qué?
8. Escribe una redacción sobre qué es el lenguaje y para qué
nos sirve.