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AGUARDAR

EN EL
CRISOL
“Porque os es necesaria la paciencia” (Hebreos 10:36).
¿Para qué necesitamos la paciencia? ¿Qué relación
tiene con nuestros “crisoles”?
¿Qué ejemplos tenemos en Dios y en otras personas
que nos ayudan a entender cómo esperar con paciencia
en medio de las dificultades?

¿Qué dice Dios sobre la espera paciente?


La paciencia y la esperanza.
Aguardando en el crisol.
Ejemplos bíblicos:
Espera paciente: David.
Impaciencia: Elías.
Aprender a esperar con paciencia.
LA PACIENCIA Y LA ESPERANZA
“Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre
vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús” (Romanos 15:5)
Al ejercer la paciencia estamos participando de uno de los
atributos de Dios. La paciencia de Dios no debe confundirse
con la indiferencia, la impotencia ni la indecisión. Dios es
paciente porque abunda en amor por nosotros y quiere salvar
a tantos como sea posible (2P. 3:9, 15).
Él nos ha dado su Palabra para ayudarnos a
mantener la paciencia aún en los momentos
más difíciles; y esta paciencia está
íntimamente ligada con la esperanza
(Romanos 15:4).
Ejercemos la paciencia al confiar plenamente en Dios y poner
nuestra vida en sus manos. Podemos confiar en que Él hará lo
mejor por nosotros cuando sea el momento idóneo para
nuestro bien.
AGUARDANDO EN EL CRISOL
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4)

Me ayuda a volverme a Dios.


Sí, Dios hará lo mejor Me proporciona una imagen más
para nosotros cuando sea clara de mí mismo.
el momento idóneo.
Pero, ¿cómo saber cuál es Me hace perseverante.
el momento de Dios?
Dios tiene sus tiempos: 70 años de cautiverio; 69 Desarrolla mi fe y mi confianza.
semanas para la llegada del Mesías; 1.260 años
de persecución; … Da tiempo a Dios para encajar
todas las piezas necesarias.
¿Tiene también Dios un tiempo para mí, para
sacarme de mi crisol? Evidentemente. Y mientras Aprendo a vivir por fe.
llega, ¿qué beneficios me proporciona la espera?
ESPERA PACIENTE: DAVID
“guárdeme Jehová de extender mi mano contra el ungido de Jehová” (1ª de Samuel 26:11)

Siendo muy joven, David fue ungido como rey de Israel. Sin embargo, el trayecto hasta el
trono fue largo y lleno de dificultades.
Fue llamado a Se convirtió en un Sirvió en el
tocar música para héroe al matar a ejército y ganó
calmar al rey. Goliat. mucha fama.
Hizo amistad con Consiguió
El actual rey, Saúl,
Jonatán, el reconciliarse con él al
decidió matarlo.
heredero del trono. perdonarle la vida.
Fue perseguido
Volvió a perdonarle la vida,
nuevamente por
pero vivió como fugitivo.
Saúl.
David eligió no tomar para sí lo que Dios todavía no le había entregado.
Esperó hasta el momento determinado por Dios, aunque esto incluyó
momentos angustiosos en los que pensó que perdería la vida.
IMPACIENCIA: ELÍAS
“Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó
a Berseba de Judá, dejó allí a su criado” (1ª Reyes 19:3 NVI)
Acababa de presenciar la poderosa mano de Dios
haciendo descender fuego del cielo y lluvias torrenciales.
Pero ante las amenazas de Jezabel, se asustó.
Huyendo, recorrió más de 150 km hasta los límites de
Judá. Poco después, se encontró en una cueva mucho
más lejana. Allí escuchó el suave reproche de una voz
amorosa que le decía: “¿Qué haces aquí, Elías?” (1R.
19:9).
Si hubiera esperado pacientemente a que Dios actuase,
en lugar de salir corriendo, hubiese realizado una reforma
mayor que la que pudo realizar después (PR 123).
No fue el único impaciente. Piensa cómo Sara o Moisés se
dejaron llevar por la impaciencia, y cuáles fueron las
APRENDER A ESPERAR CON PACIENCIA
“Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará” (Salmos 37:5)

El salmo 37 tiene mucho que enseñarnos acerca de


esperar con paciencia a que Dios actúe.
1. No te impacientes (v. 1)
2. Confía en Dios (v. 3)
3. Deléitate en Él (v. 4)
4. Encomienda a Dios tu camino (v. 5)
5. Guarda silencio (v. 7)
6. Deja la ira (v. 8)
7. Espera en Dios (v. 9)
Tal vez, el consejo más extraño es que nos deleitemos
en Dios. Esto implica vivir con confianza, ya que nadie
puede alterar nuestra paz pues Dios está aquí y actúa.
Podemos alabarlo porque nadie puede hacer frente a
nuestro Dios.
“No puedo leer cuál es el propósito de Dios en mi
aflicción, pero él sabe qué es lo mejor, y le
encomendaré mi alma, mi cuerpo y mi espíritu
porque él es mi fiel Creador. “Porque yo sé a quién he
creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar
mi depósito para aquel día”. 2 Timoteo 1:12. Si
educásemos y preparásemos nuestras almas para
tener más fe, más amor, una mayor paciencia y una
confianza más perfecta en nuestro Padre celestial, sé
que tendríamos más paz y felicidad cada día a medida
que pasamos por los conflictos de esta vida”
E. G. W. (Mensajes selectos, tomo 2, pg. 277)

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