OROZCO” DEL CONCILIO NACIONAL DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS, A.R. SGAR/164/93
CLASE 6 EL PROCESO DEL ACONSEJAR
El proceso del Aconsejado Consideremos algunas de las cosas que pueden ocurrir en el curso de un caso típico de aconsejar a un matrimonio, que dure unas 8 a 10 semanas y que clase de relaciones personales puedan ocurrir en esta actividad. Para empezar, los dos cónyuges han de venir juntos para ser aconsejados. El proceso del Aconsejado
No tiene ningún sentido darles horas separadas a cada uno. No
sólo las citas separadas lleva a recoger datos más parciales y deficientes, y aun falsos, sino que como el otro no está presente para rectificar y amplificar lo que su cónyuge dice (en conformidad con Prov. 18:17 “Justo parece el primero que aboga por su causa; Pero viene su adversario, y le descubre.”, se da ocasión para que se creen sospechas innecesarias y se propicia una situación que tiende a tentar al que está presente a hablar mal del otro cuando este no lo oye, lo cual está prohibido por las Escrituras. El proceso del Aconsejado
De modo típico, los dos han de venir la primera semana media
hora antes del tiempo señalado para la sesión. La hoja da lugar a que hagan preguntas que quieran formular entonces o más adelante. De modo fundamental se crea esperanza señalando a los aconsejados ciertas promesas de Dios en las Escrituras. En Romanos 15:13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.” El proceso del Aconsejado
La Biblia designa a Dios como <el Dios de la esperanza> y
Pablo ruega a Dios que llene a los cristianos de Roma de <toda abundancia de esperanza por medio del poder del Espíritu Santo>. Pero esta esperanza que viene de Dios, que es su fuente, no viene de las nubes. Como antes hace notar Pablo en Romanos 15:4 “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.” El proceso del Aconsejado
En la Biblia la esperanza va dirigida hacia una certidumbre; está
basada en las promesas infalibles de Dios. Lo que la hace esperanza, como explico Pablo en Romanos 8:24-25, “24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.” Es simplemente el hecho de que no ha sido realizada todavía. El consejero puede dar esperanza cuando
1) el mismo cree en las promesas de Dios
2) cuando puede comunicar con seguridad estas promesas a sus aconsejados. Cualquier duda por su parte del consejero puede interferir severamente en la esperanza del aconsejado. La regla es: siempre que sospeches que un aconsejado necesita esperanza, déjalo todo y trabaja en ella. Sin esperanza no hay seguridad de que el aconsejado resista (1 Tes. 1:3 “acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.”) El consejero puede dar esperanza cuando
Si los objetivos del aconsejado son diferentes de los bíblicos,
como es corriente, habrá que tratar de estos tan pronto como sea posible. De otro modo, en todo lo que intenten, el consejero y el aconsejado estarán hablando y andando el uno en dirección contraria al otro más bien que juntos. El arrepentimiento no es un truco. Solo si se arrepiente de todo pecado que hay en su vida podrá aceptar el resultado que sea. Su prioridad máxima es agradar a Dios. Usted puede hacer esto tanto si ella vuelve como si no. El consejero puede dar esperanza cuando Este tipo de negociación en los planes es absolutamente vital para hacer posible en el aconsejar que una persona siga un camino derecho hacia los objetivos de Dios. En realidad, es el más esencial de todos los elementos. Por encima de todo lo demás, el consejero debe ayudar al aconsejado a poner a Cristo como legítimamente le corresponde, en el mismo centro del problema. En realidad, el consejero bíblico, como Pablo (Filemón 1:13 “Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio”), tiene que insistir en que Cristo no solo se halla en la solución, sino también en el problema. El consejero puede dar esperanza cuando El problema existe, no solo debido al pecado de alguno, sino también y (providencialmente) porque, en una forma u otra, Cristo quiere hacer algo bueno por medio el él (Rom.8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”) Los puntos culminantes para los aconsejados en el proceso de cambio noutetico se hallan durante toda la semana, día tras día, mientras se enfrentan con sus responsabilidades en la relación con Dios y su prójimo. El consejero puede dar esperanza cuando A medida que se suceden las sesiones, las asignaciones pueden implicar que traiga a otros a la sesión del aconsejar para resolver un problema, o que vaya a pedir perdón a un hermano, etc. Muchas veces, como resultado de estos encuentros, hay una crisis resolutiva en la vida de un aconsejado. Los consejeros, en las sesiones, enfatizan en la obligación del aconsejado de cumplir los mandamientos de Dios, tanto si le gusta como si no le gusta. No se aceptan las excusas, pero se consideran las razones cuidadosamente a la luz de la verdad bíblica El Aconsejar se da por terminado cuando 1) Cuando los problemas presentados, junto con los demás que hayan aparecido durante el camino, han sido resueltos de modo adecuado. 2) Cuando el aconsejado ha sido restablecido a la utilidad en la Iglesia de Cristo. 3) Cuando entiende la dinámica bíblica que le libró del problema. 4) Cuando ha aprendido la manera de evitar fracasos futuros y ha desarrollado pautas de hábitos alternativos para reemplazar a los pecaminosos. El Aconsejar se da por terminado cuando 5) Cuando sabe por sí mismo como salir de problemas en el futuro. 6) Cuando ha aprendido a generalizar los principios y procedimientos bíblicos que han seguido en el aconsejar a situaciones nuevas y diferentes. 7) Cuando ha sido restaurado a su lugar de utilidad en la iglesia local. Estos siete criterios forman un estándar riguroso de éxito en el aconsejar, pero debe ser mantenido si deseamos ayudar a las personas de modo adecuado y evitar la necesidad de que los aconsejados regresen una y otra vez.