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Corolarios

Del latín corollarium, corolario es una proposición que se deduce de lo demostrado con
anterioridad, por lo que no requiere de una prueba particular. Se entiende que un corolario es
una conclusión obvia o inevitable que se desprende de ciertos antecedentes.

En el lenguaje cotidiano, un corolario aparece


como algo lógico o ineludible si se tienen en cuenta
los hechos precedentes.

En el ámbito de la lógica y de la matemática, el


corolario es la evidencia de un teorema ya
demostrado, sin la necesidad de seguir invirtiendo
esfuerzos en su demostración. Si se afirma que todos
los ángulos interiores de un cuadrado son ángulos
rectos (90º) y que todos los cuadrados tienen cuatro
ángulos interiores, un corolario de dichas
afirmaciones es que los ángulos interiores de un
cuadrado suman 360º.

Del conocido Teorema de Pitágoras , el cual expone


que la suma de los cuadrados de los catetos de un
triángulo rectángulo devuelven el mismo valor que
elevar la hipotenusa al cuadrado, también se
desprende un corolario, el cual varía según se esté
hablando de números pares o impares. Para
desarrollar este corolario, es necesario primero
establecer la fórmula del teorema como se aprecia
en la imagen.

Aquí se puede apreciar que los dos catetos están


representados por las variables a y b, y que
la c corresponde a la hipotenusa. Basados en esta
definición, si tenemos un número x impar, dicho trío
pitagórico se podrá obtener a través de los cálculos que
se muestran en la imagen.

A la variable a se le asigna el valor de x; a b le


corresponde x elevado al cuadrado, menos 1, todo
dividido por 2; a c, similar a b pero sumando 1 al
cuadrado en lugar de restarlo. Habiendo entendido dicho
desarrollo, es posible elevar cada componente al
cuadrado y ubicarlos en la igualdad antes mencionada.

Con respecto a los números pares, si tomamos por


ejemplo un número y, el trío pitagórico se deberá formar
como se ve en la imagen. En este caso, a recibe el
valor de y; a b se le asigna el cuadrado del resultado
de y sobre 2, todo menos 1; el valor de c es similar
a b, pero sumando 1 al cuadrado anterior. Con todo
esto, nuevamente estamos en condiciones de definir la
igualdad que permite comprobar el Teorema de
Pitágoras.
El matemático Tales de Mileto, oriundo de Grecia y
nacido en el siglo VI a.C., legó dos importantes teoremas
a la geometría, cada uno con sus respectivos corolarios.
El primero de los teoremas establece que si se traza
una línea paralela a alguno de los lados de un
triángulo, la figura resultante será otro
triángulo, similar al primero. Su corolario es la
deducción de que la proporción de los lados del nuevo
triángulo también es equivalente a la de los originales.
El segundo de los teoremas de Tales explica que si en
una circunferencia de diámetro AC escogemos
un punto cualquiera, diferente de A y C,
entonces los tres formarán un triángulo
rectángulo. De aquí se desprenden dos corolarios:
1) dado que la distancia entre el centro de
la circunferencia y cualquiera de los tres puntos del
triángulo es la misma, entonces la mediana de la
hipotenusa (segmento entre el centro y el punto B)
siempre medirá la mitad de la hipotenusa;
2) similar al primero, el radio de la circunferencia
equivale a la mitad de la hipotenusa, y el circuncentro se
ubica siempre en su punto medio.

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