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CONCEPTO DEL TEMA

Estamos en la era de la información y la comunicación, se producen innumerables


volúmenes de información, tenemos texto por todas partes y por todos los medios
posibles. ¿Quién la lee? ¿A quién le interesa? ¿Quién la necesita? ¿Quién puede leerla?
Seguramente más de uno de nosotros podrá haberse hecho estas preguntas, teniendo
claridad que para leer “la única forma para lograr su aprendizaje es a través de la
práctica” (Cova, Y, 2004). Es decir, leer, leer y leer.
Los factores de desinterés son circunstancias que se presentan a lo largo de la formación
académica y que intervienen de forma positiva o negativa en el conocimiento y actitudes
del estudiante.
La praxis evidencia que la poca o nula existencia de modelaje de lectura en el núcleo
familiar, ha contribuido a un desinterés por la misma más adelante en el ámbito de
estudio. Lo cual resulta explicable desde la teoría del aprendizaje social puesto que
muchas de nuestras actitudes se adquieren en situaciones en donde interactuamos con
los otros o simplemente observamos sus comportamientos. Mediante el modelaje los
individuos aprenden nuevas formas de comportamientos observando y copiando
simplemente las acciones de los demás. Es de decir, que un estudiante que no observe
a sus familiares que acostumbren a leer, difícilmente adoptará esta práctica en su
cotidianidad.
El informe PISA del año 2009 destacó que “el objetivo de la educación no es únicamente
la síntesis y memorización de información, sino que se logre un aprendizaje significativo,
para ser utilizado en otras situaciones de la vida diaria” (Ministerio de Educación, 2009,
pág. 26).
Para que la lectura sea un placer no debe ser impuesta como una obligación académica,
su motivación sí es posible a través de la aplicación de estrategias lectoras, el incentivo,
la planificación previa y el uso de materiales adecuados acorde al campo de los lectores.
Quiere decir que la participación de todos los individuos radica en la comprensión y
reflexión de la información que leen; entonces, el valor de la lectura está en la
interpretación particular que cada persona hace y, a través de esa interpretación, en el
impacto que tienen en la sociedad. El beneficio de la lectura no se restringe solamente
al ámbito educativo, sino que permea todas las actividades que se ejecutan en la vida
adulta.

El aprendizaje de la lectura tiende a ser una actividad sumamente importante, pero


lastimosamente en el proceso intervienen varios factores que inciden a formar malos
lectores y ocasionan que los estudiantes se alejen de ella. Posiblemente estos factores
causantes del desinterés por la lectura, están relacionados al hogar, la educación y el
ambiente.
La familia y el hogar:
El entorno familiar también es clave, pues gran parte de su desarrollo depende de la guía
que brindan los padres durante su crianza: la personalidad, el lenguaje, las actitudes,
habilidades y destrezas son el reflejo del comportamiento en el hogar.
En la universidad:
Si los docentes adoptan estrategias equivocadas podrán incidir negativamente en la
motivación. Pero también debemos tomar en cuenta que en la universidad no es el único
espacio donde se adquirieren hábitos de lectura o algún tipo de aprendizaje, también
están los elementos que se encuentran en su entorno como son la sociedad y antes
mencionado la familia, que también apoyan al desarrollo del hábito lector.
El ambiente:
Debemos tomar en cuenta que el ambiente juega un papel importante en el desarrollo
de las habilidades lectoras ya que el leer requiere de mucha concentración. Por lo tanto,
el entorno donde se encuentra el estudiante es esencial para su educación y desarrollo.

La motivación sigue siendo el eje central para que los estudiantes sientan interés por la
lectura, sin ella, es muy difícil crear un vínculo entre el lector y el texto. Existen dos tipos
de motivación, la intrínseca y la extrínseca.
La motivación intrínseca se da cuando el estudiante lee por interés y curiosidad, es decir
que le gusta y busca conocer y explorar cosas nuevas; mientras que la extrínseca se da
cuando el estudiante lee por condicionamiento para obtener una buena calificación más,
no porque le place lee.
No cabe duda que la lectura es una actividad compleja que requiere de diversos
elementos cognitivos para llegar a ser una actividad efectiva y natural para el lector. Bajo
esta consideración, es indispensable que en el proceso de aprendizaje existan muchas
actividades que incluyan a la lectura, diferentes tipos de textos para leer, así como
estrategias lectoras diversas que favorezcan la práctica constante y la asunción de una
actitud positiva hacia los libros y el aprendizaje.

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