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Píldoras de lenguaje

Adolecer
Homeopatía lingüística

RESPUESTAS
a.- El Transantiago adoleció de diseño.

b.- Su trabajo adolece de falta de precisión, exceso de palabrería y escasa documentación.

c.- El equipo llega bien al medio campo, ataca, pero adolece de goles.

Ud. tiene toda la razón. La única oración impecable es:

b.- Su trabajo adolece de falta de precisión, exceso de palabrería y escasa documentación.

¿Cuál es el problema?
“Adolecer” es un verbo especial, nos hace enfrentar el lado oscuro de la vida.
Significa “Tener o padecer algún defecto”. A continuación de “adolecer de” debe necesariamente aparecer
algún defecto, una enfermedad, algo negativo, a menudo encabezado por “falta de”, “exceso de”,… Se
adolece de diabetes, hipertensión, glaucoma, miopía, celulitis, tránsito lento, falta de atención, exceso de
autoestima, falta de personalidad,… Nada bueno nos anuncia este verbo. No es recomendable ser sujeto de
adolecer.
En a.- “El Transantiago adoleció de diseño”
Diseño no es un defecto o algo negativo, sí lo sería un diseño inadecuado o la falta de diseño.
Sería intachable “El Transantiago adoleció de un diseño inadecuado”, lo que, además, es cierto, entre
otros detallitos (con todo respeto, don Ricardo).
En c.- “El equipo llega bien al medio campo, ataca, pero adolece de goles.
“Goles” tampoco es un defecto, lo sería la “falta de goles”, lo que los expertos llamamos “sequía goleadora”.
Es un problema que solucionan los Lucas, los Chupetes, los Matadores.
Algunos periodistas (por cierto, de otras universidades) piensan que adolecer es sinónimo de carecer, lo que,
naturalmente, provoca confusiones.
¿Cashó la onda?
Hasta la próxima.

Usach

© LSG/ Bachillerato Usach

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