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Flores-Galindo, M. 2009. Epistemologa y Hermenutica: Entre lo conmensurable y lo inconmensurable Cinta Moebio 36:198-211 www.moebio.uchile.cl/36/flores.

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EPISTEMOLOGA Y HERMENUTICA: ENTRE LO CONMENSURABLE Y LO INCONMENSURABLE


EPISTEMOLOGY AND HERMENEUTICS: BETWEEN COMMENSURABILITY AND INCOMMENSURABILITY
Dra. Mara de la Luz Flores-Galindo (floresgalindoluz@yahoo.com.mx). Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales. Universidad Autnoma de la Ciudad de Mxico (Mxico). Abstract Traditionally epistemology and hermeneutics have been separated, since the first deals with commensurability and the second with incommensurability. Nevertheless, in my opinion, nowadays it is possible to unite epistemology and hermeneutics if we start from a theory contemporary epistemology: the theory of the truth as rational acceptability in optimal epistemic conditions. This theory allows us to justify commensurability and to understand incommensurability. Key words: epistemology, hermeneutics, truth, commensurability, incommensurability. Resumen Tradicionalmente se ha separado a la epistemologa y a la hermenutica, puesto que la primera trata de lo conmensurable y la segunda, lo inconmensurable. Sin embargo, en mi opinin, hoy en da es posible unir a la epistemologa y la hermenutica slo si partimos de una teora de la epistemologa contempornea: la teora de la verdad como aceptabilidad racional en condiciones epistmicas ptimas. Dicha teora permite justificar lo conmensurable y entender lo inconmensurable. Palabras clave: epistemologa, hermenutica, verdad, conmensurable, inconmensurable.

Introduccin Frecuentemente ha se acusado a la hermenutica de irracionalidad, pues Rorty en La filosofa como espejo de la naturaleza establece que la forma habitual de tratar la relacin entre hermenutica y epistemologa es sugerir que se dividan la cultura entre s: la epistemologa se ocupara de la parte seria e importante, aqulla con la cual cumplimos las obligaciones con la racionalidad y, en cambio, la hermenutica, de todo lo dems. Lo que est de fondo en esta divisin es que el conocimiento, en sentido estricto, episteme, debe tener un logos que slo puede estar dado por el descubrimiento de un mtodo de conmensuracin. As pues, la idea de conmensurabilidad est incluida en la nocin de cognicin autntica, por lo que las cuestiones de gusto, o

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de opinin, no tienen por qu caer dentro de la epistemologa; y, por el contrario, lo que la epistemologa no puede hacer conmensurable se desprecia como meramente subjetivo. La acusacin de irracionalidad en la hermenutica, por otro lado, establece Vattimo, en Ms all de la interpretacin, se formula mediante una nocin dbil de racionalidad, entendida como la capacidad de proponer argumentos pblicamente reconocibles, en vez de simples intuiciones poticas. As pues, lo epistemolgico es lo que Kuhn llama ciencia normal, mientras que lo hermenutico es slo el encuentro con un sistema de metforas, con un nuevo paradigma, cuya comprensin y aceptacin nada tienen que ver con el procedimiento demostrativo, si acaso, con la argumentacin persuasiva. Frente a esta divisin entre epistemologa y hermenutica, y contra las acusaciones de irracionalidad hacia la hermenutica, propongo que tanto la epistemologa, como la hermenutica filosfica utilizan criterios de racionalidad semejantes, tanto para establecer lo conmensurable, como para comprender lo inconmensurable. Y es que, en la epistemologa contempornea, se ha propuesto la teora de la verdad como aceptabilidad racional que utiliza el criterio de verdad como adecuacin y, dicha teora, ofrece una solucin a los problemas de comprensin entre individuos de marcos conceptuales diferentes mediante el dilogo, la interpretacin, en lugar de la traduccin y acuerdos racionales. Asimismo, la hermenutica filosfica ha propuesto una nocin de verdad basada en el criterio de adecuacin y resuelve el problema de la comprensin de marcos inconmensurables mediante el dilogo, la interpretacin y la discusin racional. En consecuencia, lo que podemos observar es que ambos campos del conocimiento utilizan criterios de verdad y racionalidad semejantes, por lo que ya no se sostiene la tradicional divisin entre epistemologa y hermenutica. A fin de mostrar lo anterior, presentar cuatro secciones: en la primera, algunos argumentos para sustituir a la epistemologa por la hermenutica; en la segunda, las razones por las cuales haba sido imposible unir epistemologa y hermenutica; en la tercera, la verdad como adecuacin, tanto en la epistemologa como en la hermenutica; y en la ltima, la unin entre epistemologa y hermenutica. Las limitaciones de este trabajo consisten bsicamente en tomar como modelo de anlisis en la epistemologa, para el tema, exclusivamente a la teora de la verdad como aceptabilidad racional, precisamente porque es congruente con el punto de vista de la hermenutica filosfica. Sin embargo, esta congruencia me parece muy acertada y de lo ms racional que existe hasta el momento, en mi opinin, dentro de la epistemologa contempornea, ya que permite comprender tanto lo conmesurable como lo inconmensurable. Veamos. I. Argumentos para sustituir a la Epistemologa por la Hermenutica La figura filosfica que est detrs del retorno a la historia es Richard Rorty en La filosofa como espejo de la naturaleza. De acuerdo con Rorty, la nocin de conocimiento, como representacin precisa, posible gracias a procesos mentales especiales e inteligible mediante una teora general de la representacin, tiene que ser abandonada. Asimismo, sostiene que la historia del conocimiento no ha sido un mejoramiento progresivo en las capacidades de representacin que tiene la mente, conforme sta ha tratado de hacerse ms transparente ante sus objetos. Sino que ms bien, conocer ha sido participar en dilogos diversos, cambiantes, que han utilizado vocabularios diferentes para abordar intereses distintos, as como tratar preguntas diversas.

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Tambin ha sealado que la historia de la filosofa no es un conjunto de soluciones precisas a problemas, sino una serie de conjuntos enteramente distintos de problemas y que el vocabulario reciente no expresa necesariamente representaciones privilegiadas de esencias, sino tan slo uno ms del infinito potencial de vocabularios en los que el mundo puede ser descrito (Rorty 1979:13). As pues, la epistemologa no puede erigirse con una jerarqua por encima de las dems disciplinas, pretendiendo ser la disciplina ms bsica, cuya tarea consiste en establecer la objetividad de la justificacin de conocimiento formulada en diversas disciplinas cientficas. Y es que la filosofa se ha integrado a travs de diversos tipos de anlisis, que pueden o no ser de inters para individuos de otros campos, mismos que no pueden pretender establecer las reglas bsicas por las que deben regirse. En la diversidad de mundos y de modos de pensar y expresarse, no tiene sentido tratar de promulgar leyes acerca de cmo debera funcionar la mente, puesto que proceder de esa manera, sera proponer slo otra manera de interpretar el mundo y hablar acerca de l, pero no del modo de poner fin a todas las maneras de expresarse. Por lo tanto, aconseja Rorty, no deberamos tratar de crear un modelo mejorado de la mente, sino examinar la documentacin histrica para saber cmo surgieron los diversos problemas del conocimiento. As pues, resolver estos problemas no implica elaborar un discurso de la representacin del mundo, sino de la comprensin del dilogo de filsofos que plantearon problemas (Rorty 1979:132-135). Por esta va de razonamiento, Rorty concluye que deberamos abandonar la epistemologa. Por epistemologa entiende el proyecto de aprender ms acerca de lo que podramos saber y cmo podramos saberlo mejor mediante el estudio de cmo funciona nuestra mente. Y es que este proyecto epistemolgico resulta dudoso si no hay una sola manera correcta de conocer. Sin embargo, este es un proyecto de redefinir la epistemologa en lugar de soslayarla. Es as que la peticin de Rorty de abandonar la epistemologa resulta contradictoria en s misma, ya que una teora del conocimiento est implcita en su descripcin de las disciplinas como conversaciones diversas, cambiantes. Al negar que la comprensin es representacin precisa, Rorty especula que adopta otras formas: la bsqueda de creencias intersubjetivamente aceptables y de argumentos convincentes. Que sta sea una explicacin satisfactoria o no del conocimiento es una cuestin epistemolgica, y parte de la respuesta que se le d exige un examen de su afirmacin que debiramos considerar la justificacin ms como fenmeno social que como transaccin sobre el objeto de conocimiento y la realidad (1979:9). Como lo plantea Rorty: no hay limitantes perdurables sobre lo que puede considerarse conocimiento, o hay pruebas transhistricas de validez? Es suficiente considerar los criterios de interpretacin como enteramente internos a la comunidad, o debiramos preservar cierto concepto de alteridad como el objeto del que los intrpretes son responsables y al que se orientan sus diversas conversaciones, aunque dicha alteridad pueda variar radicalmente, segn como se le interprete? Estos son algunas de las interrogantes epistemolgicas planteadas por el ataque que Rorty dirige a la epistemologa. En mi opinin, las limitantes del conocimiento, debidas a la insuficiencia de la epistemologa para comprender diversas visiones del mundo pueden resolverse si aceptamos unir epistemologa con la hermenutica. Lo interesante es que dicha unin ya existe en una teora de la epistemologa contempornea, la teora de la verdad como aceptabilidad racional. En sta, la epistemologa se ocupara de

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los criterios de interpretacin internos a una comunidad epistmica; mientras que la hermenutica, complementara a esta teora al tratar de comprender la alteridad de otras visiones del mundo. A continuacin mostrar cules son las razones por las cuales ha resultado imposible unir a la epistemologa con la hermenutica; posteriormente, presentar cmo es posible unir a la epistemologa con la hermenutica; por supuesto, dentro de la teora de la verdad como aceptabilidad racional, que en s misma es epistemolgica y hermenutica. II. Imposibilidad de unir epistemologa y hermenutica La separacin clsica entre epistemologa y hermenutica proviene de la separacin galileana entre ciencia y filosofa. La confianza en el mtodo cientfico y el experimento excluye cualquier tipo de racionalidad (Gadamer 1985). En el siglo XX, el empirismo lgico y el racionalismo crtico establecieron como criterio de racionalidad cientfica slo el contexto de justificacin. As, cualquier tipo de proceder cientfico que no se adecuara a dicho contexto era considerado irracional. Adems, las teoras que excluyen a la racionalidad prudencial y slo establecen la racionalidad epistmica estn cimentadas sobre un modelo fundacionista del conocimiento, mientras que slo a partir de tomar en serio la tesis de la inconmensurabilidad kuhniana es posible pensar en la unin entre epistemologa y hermenutica. Las tesis bsicas de todo fundacionista, que pretende tener un acceso privilegiado a lo real, son: a) es posible alcanzar algn tipo de conocimiento cierto, indubitable como punto de partida para el genuino conocimiento y b) hay un mtodo que garantiza los resultados del proceso cognoscitivo (Di Gregori 1995:4142). La tradicin del fundacionismo, con las palabras de Sosa, considera que: la realidad objetiva nos provee no slo de objetos de conocimiento, sino tambin de puntos de partida y mtodos obligatorios. Estos puntos de partida y mtodos obligatorios definen una estructura ahistricamente permanente que determina el uso legtimo de la razn, y fija las condiciones y extensin de la racionalidad, el conocimiento, el bien y el derecho (Sosa 1988:351-352). Estas corrientes fundacionistas no tienen cabida para la racionalidad prudencial, debido a la nocin de objetividad que ellas entienden, pues suponen una realidad objetiva que impone a la razn sus lmites y su extensin, as como los mtodos para conocer los hechos de esa realidad: se trata de la tradicin platnica comprometida con una realidad objetiva cognoscible por la mente pero independiente de ser conocimiento o siquiera concebida o de cualquier forma pensada (Sosa 1988:351). En este sentido de objetividad se encuentran los filsofos materialistas y muchas formas del realismo, en particular del realismo cientfico, incluyendo el racionalismo de Descartes. Dos supuestos bsicos de las concepciones fundacionistas han sido atacados: el supuesto metafsico de una realidad constituida por objetos independientes de los sujetos racionales, de sus recursos conceptuales y de sus mtodos para conocer esa realidad. Y la concepcin de la verdad como correspondencia entre el lenguaje y la realidad (Oliv 1995:108).

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Frente a la posicin del realismo metafsico se halla el realismo internalista. Posiciones como la de Kuhn y Putnam concuerdan con un realismo internalista. El supuesto de una realidad independiente que es el punto de partida de las diferencias entre realistas externalistas y realistas internalistas (o entre realismo metafsico y realismo internalista). La clave para entender este desacuerdo est en la nocin de objeto (Prez Ransanz 1999:209). Siguiendo a Putnam, los objetos no existen independientemente de los esquemas conceptuales, por lo que recortamos al mundo en objetos cuando describimos algn esquema de descripcin. As pues, los objetos dependen existencialmente de los esquemas conceptuales. Esto revela el sinsentido de la idea de objetos autoidentificantes, esto es, de objetos que tienen identidad propia y son independientes de nuestros esquemas conceptuales (Putnam 1981:54). Para Putnam, los objetos son algo que se hace como algo que se descubre, tanto productos de nuestra visin conceptual como del factor objetivo de la experiencia, el factor independiente de nuestra realidad (Prez Ransanz 1999:209). A esta nocin de objeto se le suma la tesis de la relatividad conceptual que depende del hecho de que los primitivos lgicos y las nociones de objeto y existencia tienen una multitud de usos diferentes y no un significado absoluto. Esta tesis de la relatividad conceptual trae consigo un pluralismo ontolgico porque abre la posibilidad de tener concepciones del mundo con ontologas distintas. Kuhn, por su parte, tambin es un realista internalista. La nocin de Kuhn acerca de la verdad concuerda con la del realismo internalista, ya que decir que un enunciado es verdadero o falso es aceptarlo dentro de un juego de lenguaje, cuyas reglas no permiten aseverar, al mismo tiempo, un enunciado y su contrario (Prez Ransanz 1999:228). Con las palabras de Kuhn: declarar un enunciado candidato a verdadero/falso es aceptar un juego de lenguaje cuyas reglas prohben afirmar a la vez un enunciado y su contrario. Una persona que rompe esta regla, se declara as misma fuera del juego (Kuhn 2002:124). As pues, frente al realismo metafsico de cualquier teora fundacionista se encuentra el realismo internalista. Posiciones como la de Putnam y Kuhn coinciden en establecer que la nocin de objeto depende de nuestros esquemas conceptuales, pero tambin la realidad impone fuertes constreimientos a lo que es considerado objeto. Kuhn propone que es posible la comunicacin entre marcos inconmensurables y llegar a acuerdos racionales, cuya racionalidad es prudencial. En conclusin, el fundacionismo que se basa en un realismo metafsico, no da cabida a la racionalidad prudencial, debido al criterio de universalidad que establece hechos autoidentificantes independientes de todo sujeto cognoscente y que mantiene una teora de la verdad como correspondencia. En cambio, la teora de la verdad como aceptabilidad racional es congruente con el realismo internalista y promueve el dilogo entre marcos diferentes y es aqu donde es posible unir la epistemologa con la hermenutica. En la tercera seccin, trataremos este aspecto.

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III. La verdad como adecuacin en la teora de la verdad como aceptabilidad racional y en la hermenutica filosfica a) La verdad como adecuacin en la teora de la verdad como aceptabilidad racional La teora de la verdad como aceptabilidad racional (Oliv 2000:196), establece que: La proposicin p es un hecho (cuya existencia depende de los marcos conceptuales en los que se puede formular p). Con esto se pretende: i) que p es aceptable por cualquier sujeto (epistmico pertinente, en condiciones epistmicas y de dilogo ptimas), y que, ii) que p, aquello que expresa p es un hecho, en realidad existe. Las condiciones epistmicas ptimas pueden entenderse como suficientemente buenas o las mejores posibles y tambin que los sujetos epistmicos tengan recursos conceptuales y materiales adecuados para entender y criticar las razones que pueden ofrecerse a favor o en contra de p. Segn el realismo interno, el mundo no se entiende en el sentido de una realidad objetiva de la tradicin platnica, sino como la totalidad de objetos y hechos que no son independientes de los marcos conceptuales. As pues, las proposiciones, en la teora de la verdad como aceptabilidad racional, pueden entenderse como adecuadas a un mundo de objetos, pero no como correspondiendo con una realidad dividida y estructurada en hechos y objetos independientes de cada marco conceptual (Oliv 2000:188). b) La verdad como adecuacin en la hermenutica filosfica Tradicionalmente se ha entendido la nocin de verdad en la hermenutica filosfica, la alethea, exclusivamente como desocultacin. Sin embargo, la nocin de verdad en la hermenutica gadameriana, tiene que ver con la verdad como adecuacin de un enunciado. Veamos. Gadamer, acerca del enunciado y la verdad dice: Es la razn misma de las cosas la que se representa y comunica en un modo especfico de discurso. Este modo de discurso se llama enunciado, proposicin o juicio. La palabra griega que lo designa es apophansis. La lgica posterior lo llam juicio. El juicio se caracteriza frente a todos los otros modos de discurso por la pretensin de ser verdadero, de revelar un ente tal como es. Se da el mandato, la splica, imprecacin, se da el fenmeno tan enigmtico en la interrogacin, sobre el que volveremos, se dan innumerables formas de discurso, y todas ellas contienen algo de verdad; pero no se definen exclusivamente por la pretensin de mostrar el ente como es (Gadamer 2002:53). Luego, Gadamer establece la relacin entre desocultacin, verdad y enunciado y dice: Qu clase de experiencia es la que hace consistir la verdad en el discurso mostrante? Verdad es desocultacin. Dejar estar lo desocultado, hacerlo patente, es el sentido del discurso. Uno presenta algo que est ah presente y se comunica a otro tal como est presente para uno. Dice Aristteles: un juicio es verdadero si deja reunido lo

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que en la cosa aparece reunido; un juicio es falso si hace estar reunido en el discurso lo que en la cosa no est reunido. La verdad del discurso se define, pues, como adecuacin del discurso a la cosa, es decir, adecuacin del dejar estar el discurso a la cosa presente. De ah deriva la definicin de la verdad divulgada por la lgica: addaequatio intellectus ad rem. Esta definicin da como algo obvio que el discurso, es decir, el intellectus que se expresa en el discurso tiene la posibilidad de medirse a s mismo de forma que lo que alguien dice exprese slo aquello que hay. A eso llamamos en filosofa la verdad enunciativa, teniendo en cuenta que hay tambin otras posibilidades de verdad en el discurso. El lugar de la verdad es el juicio (Gadamer 2002:54). Para Gadamer, en las ciencias del espritu, la verdad se encuentra en el enunciado, pero le precede la pregunta, pues: Un enunciado encuentra su horizonte de sentido en la situacin interrogativa, de la que precede (Gadamer 2002:54). El concepto de situacin sugiere que la pregunta cientfica y el enunciado cientfico son un caso especial de una circunstancia general que se encuentra en el concepto de situacin. Y es que, no exclusivamente el enunciado es siempre una respuesta y remite a una pregunta, sino que: la pregunta y la respuesta desempean en su carcter enunciativo comn una funcin hermenutica. Ambos son interpelacin (Gadamer 2002:59). La interpelacin significa que slo hay verdad en el enunciado en la medida en que ste es interpelacin, pues el horizonte situacional que constituye la verdad de un enunciado implica a la persona a la que se dice algo con el enunciado. As pues, Gadamer sostiene la tesis de que todo enunciado tiene su horizonte situacional y su funcin interpelativa, es slo la base para la conclusin ulterior de que la historicidad de todos los enunciados radica en la finitud fundamental de nuestro ser. Por tlimo, Jean Grondin dice que: Incluso si Gadamer no lo dice expresamente, me parece que la fusin de horizontes puede ser entendida como la expresin gadameriana de aquello que la tradicin llama la adaequatio rei et intellectus es la adaequatio de la cosa (res) y del comprender (el equivalente del trmino latino intellectus). *+ Esta verdad ms originaria, y que hace posible la adecuacin del pensamiento y la cosa, es la del lenguaje mismo (y que l a veces llama la verdad de la palabra) en su capacidad de descubrimiento de las cosas mismas. Es en este sentido que la hermenutica de la fusin de horizontes se quiere fenomenolgica, un descubrimiento del modo en que las cosas ofrecen y de las cosas tal y como stas se ofrecen (Grondin 2007:42). Por lo tanto, la verdad tiene que ver con lo que en la cosa aparece reunido; un juicio es falso si hace estar reunido en el discurso lo que en la cosa no est reunido. Se trata de una verdad fenomenolgica. La interpretacin de Grondin coincide con la de Gadamer. As pues, tanto en la epistemologa, como en la hermenutica, se utiliza el criterio de verdad como adecuacin y se trata de una verdad situada. En la epistemologa es situada porque depende de los marcos conceptuales ms la realidad misma, y dichos marcos se encuentran dentro del acontecer histrico. En la hermenutica es la adecuacin situada porque toma en cuenta a la persona que emite un juicio verdadero dentro de una situacin u horizonte hermenutico.

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Ahora bien, un hecho importante en la teora de la verdad racional en condiciones epistmicas ptimas es que permite unir a la hermenutica al auxiliarse de ella para la comprensin de marcos diferentes. Lo mismo sucede con la hermenutica, su verdad como adecuacin est situada, por lo que deben comprenderse diferentes visiones del mundo de manera hermenutica. Veamos por qu. III. De la unin entre epistemologa y hermenutica. De la unin entre racionalidad epistmica y racionalidad prudencial La teora de la verdad como aceptabilidad racional en condiciones epistmicas ptimas promueve un pluralismo epistmico, por lo que se requiere del dilogo y la racionalidad prudencial, para la discusin racional, en la comprensin de marcos inconmensurables. As pues, la clsica separacin entre racionalidad epistmica y racionalidad prudencial ya no se fundamenta, pues ambas se complementan. Una ventaja de la teora de la verdad como aceptabilidad racional es que promueve el pluralismo epistmico. Siguiendo a Oliv, el pluralismo promueve el respeto a otros puntos de vista, pero esto no implica que todos valgan igual. Por ello necesitamos distinguir entre objetividad y verdad con el fin de identificar casos en los que existe un consenso racionalmente fundado, pero equivocado. Es decir, cuando la proposicin p es objetiva, pero no verdadera, por ejemplo, la creencia de que existen razas inferiores. Es posible criticar la creencia racista y demostrar que es falsa. Por ello establece Oliv: Esto puede requerir que se ofrezcan razones adicionales que quiz tengan que provenir de marcos conceptuales diferentes. De ah la importancia de las interacciones dialgicas desde marcos conceptuales diferentes. Por eso son cruciales las crticas y las controversias para el desarrollo del conocimiento cientfico (Oliv 2000:197). La interaccin dialgica entre marcos diferentes no requiere de la traduccin, sino de la interpretacin y se lleva a cabo a travs de la racionalidad prudencial. Oliv, en El bien, el mal y la razn no establece, sin embargo, que la interaccin entre distintos marcos requiere de la racionalidad prudencial, aunque de la cita anterior se infiere lo dicho. En otro de sus libros, titulado Multiculturalismo y pluralismo, Oliv establece, siguiendo a Kuhn que: La obra de Kuhn sugiere persuasivamente que se debe tomar en serio la idea de que comunidades cientficas diferentes, con diferentes paradigmas, es decir, con diferentes concepciones bsicas, diferentes estndares de evaluacin, diferentes normas metodolgicas y diferentes presupuestos metafsicos, viven, en un sentido literal, en mundos distintos. La diversidad conceptual, la diversidad de concepciones del mundo, implica una diversidad de mundos. Kuhn tambin mostr que admitir todo esto no implica renunciar a la racionalidad cientfica ni a la racionalidad a secas. Por el contrario, es posible aceptar la diversidad de concepciones del mundo y la diversidad de mundos, y sin embargo, mantener la posibilidad de llegar a acuerdos racionales en el terreno de las concepciones y acciones cientficas. El pluralismo sostiene que lo mismo ocurre en las diversas culturas, es posible que sus visiones sean inconmensurables y que los miembros de esas culturas diferentes sean racionales e interacten racionalmente, que lleguen a acuerdos y que acten en forma cooperativa y fructfera (Oliv 1999:112-113). En las acciones cientficas, Karl Popper (1995:71-72), Thomas Kuhn (vase tambin Prez-Ransanz 1999:143) y Larry Laudan (1996:147-149), coinciden en proponer que los acuerdos racionales entre marcos diferentes desbordan los lmites de las reglas algortmicas por lo que requieren de una racionalidad sin fundamentos, basada en la racionalidad prudencial. En el caso de las diversas culturas, filsofos como Gadamer (1991: cap. X), Ricoeur (2002) y Vattimo (1995) tambin estn de acuerdo con el hecho de que para comprender culturas ajenas se requiere de la racionalidad prudencial.

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As pues, podemos establecer que la teora de la verdad como aceptabilidad racional, al promover un pluralismo epistmico, introduce a la racionalidad prudencial para la comprensin de marcos diferentes. En consecuencia, ambas se complementan. La racionalidad epistmica es objetiva slo dentro del marco conceptual situado, pero la racionalidad prudencial permite comprender marcos conceptuales diferentes y permite descubrir y entender una palabra o un enunciado extraos. IV. Epistemologa y hermenutica De acuerdo con la concepcin de la verdad como aceptabilidad racional en condiciones epistmicas ptimas, la verdad de una proposicin significa adecuacin entre los marcos conceptuales y la realidad, y no puede sostenerse como correspondencia entre enunciado y hecho, puesto que dicha teora de la verdad como aceptabilidad racional se sustenta en un realismo internalista que se opone al realismo metafsico. Ahora bien, Kuhn tambin rechaza la nocin de verdad como correspondencia: lo que est en cuestin fundamentalmente es ms bien la teora de la verdad como correspondencia, la nocin de que la meta, cuando se evalan leyes o teoras cientficas, es determinar si se corresponden o no con el mundo externo, objetivo. Yo estoy convencido de que sta es la nocin que, en forma absoluta o probabilista, debe desvanecerse junto con el fundamentalismo." (Kuhn 2002: 119) La principal razn para ir en contra de la teora de la verdad como correspondencia est en virtud de que el significado y la referencia de los trminos es funcin de la estructura de categoras vigente, en una comunidad, por lo que tambin se desmiente al realismo metafsico: Est claro que no puede ser lo que Putnam ha llamado el realismo metafsico. En la medida en que la estructura del mundo puede ser experimentada y la experiencia comunicada, queda condicionada por la estructura del lxico de la comunidad que lo habita (Kuhn 2002: 125) Y es que la evaluacin de un enunciado pretendidamente cientfico comprende dos partes: en primer lugar, la respuesta a la pregunta es candidato a verdadero o falso? Es lxico dependiente; y en segundo lugar, su aceptabilidad racional depende de un lxico y de las reglas normales de evidencia. Por lo tanto, la referencia es funcin de la estructura de un lxico o esquema conceptual ms las reglas normales de evidencia. En este sentido, no puede haber una verdad conceptual o lxicamente independiente de los marcos conceptuales. Esto es congruente con el realismo interno: no hay categoras ontolgicas absolutas, ninguna perspectiva epistmica es privilegiada y no hay un pegamiento metafsico entre las palabras y las cosas (o entre los enunciados y los hechos) (Prez Ransanz 1999:227). Kuhn, sin embargo, reconoce que la idea de verdad cumple la funcin de exigir la aceptacin o el rechazo de ciertos enunciados, o teoras, de acuerdo con la evidencia compartida: Funcin que refleja el supuesto, implcito en toda evaluacin, de que nuestros juicios empricos son candidatos a tener un valor de verdad. De aqu que para dar cuenta de este tipo de situaciones epistmicas Kuhn proponga concebir la verdad como un juego de lenguaje, el juego de lo verdadero/falso, donde rigen ciertas reglas lgicas mnimas entre las que destacan el principio mnimo de no contradiccin, las cuales son un prerrequisito de la racionalidad de las evaluaciones (Prez Ransanz 1999:227). As pues, dice Kuhn: En esta reformulacin, declarar un enunciado candidato a verdadero/falso es aceptar un juego de lenguaje cuyas reglas prohben afirmar a la vez un enunciado y su contrario (Kuhn 2002:124). Segn Kuhn, cuando los lenguajes de dos comunidades son diferentes entre s, o difieren en su estructura, habr secuencias de palabras que expresen afirmaciones diferentes para los miembros de dichas comunidades. As pues, un enunciado puede ser candidato a verdadero o falso en un lxico y no serlo en el

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otro; adems, en caso de que lo sea, puede diferir el resultado de su evaluacin. La teora de la verdad kuhniana es congruente con un realismo internalista que excluye la verdad como correspondencia metafsica, pues compromete con un isomorfismo entre nuestras representaciones y la realidad independiente y con la idea de objetos autoidentificantes, de cosas en s, que es incompatible con las tesis internalistas. Sin embargo, el mundo no es pura creacin mental porque el objeto intencional de nuestros juicios es lo que est en la base de aceptarlos o rechazarlos frente a la evidencia disponible, exigencia que quedara recuperada en un juego de lenguaje. Como podemos observar, la verdad como aceptabilidad racional en condiciones epistmicas ptimas es congruente con la nocin de verdad kuhniana, ambas sustentan que un enunciado es verdadero en funcin de los marcos conceptuales y de la evidencia disponible y tambin sostienen que la verdad no es correspondencia entre enunciado y hecho, sino adecuacin entre marco conceptual y realidad objetiva. La teora de la verdad como aceptabilidad racional, al ser congruente con la nocin de verdad kuhniana, requiere, por tanto, de la misma solucin que propone Kuhn para la comparacin entre enunciados inconmensurables. Veamos. Len Oliv establece que la teora de la verdad como aceptabilidad racional promueve un pluralismo epistmico, pues reconoce que la verdad puede ser diferente para cada comunidad epistmica, pero esto no impide que pueda llegar a un acuerdo racional entre dichos marcos a partir del dilogo. Si esto es as, entonces debemos ser congruentes con las ideas de Kuhn acerca de cmo entender una secuencia de palabras que no son congruentes con determinada estructura, es decir, cmo entender un enunciado que resulta inconmensurable entre dos marcos diferentes. La traduccin sera lo ms accesible para los sujetos que intentan comprenderse, pero en este caso no es suficiente, puesto que dicho enunciado es una entidad que no existe en el lenguaje y en el mundo al que se intenta traducir, por lo que los lxicos no son congruentes y la traduccin no basta. De acuerdo con Kuhn, sin embargo, siempre es posible lograr la comprensin y comunicacin a travs de la interpretacin y aprendizaje del lenguaje. Como seala Prez Ransanz, siguiendo a Kuhn, estos procesos no son misteriosos, los antroplogos e historiadores los utilizan cotidianamente. Segn Kuhn, la construccin de un lenguaje requiere detectar los trminos interconectados que han cambiado de significado y descubrir a travs de hiptesis interpretativas el uso que tienen ciertos trminos en el original (Prez Ransanz 1999:103). Kuhn supone un principio de inteligibilidad universal que lo compromete con un supuesto muy fuerte de racionalidad, pero distinto del de traducibilidad (Prez Ransanz 1999:106). El cientfico para aprender un lenguaje requiere, en primer lugar, que una parte del vocabulario complementario est bien asimilado; en segundo lugar, en el proceso de adquisicin de los trminos nuevos, las definiciones cumplen un papel mnimo, pues los trminos se transmiten mostrando las situaciones en las que se aplican, esto es, a travs de ejemplos interparadigmticos de su uso. Dicha tarea se transmite por un experto que domina la nueva teora y consiste en demostraciones directas

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en el laboratorio, o en descripciones de aplicaciones donde se utiliza el vocabulario familiar, pero intercalando los trminos por aprender; as pues, en esta tarea es indispensable un componente ostensivo o estipulativo (...) las palabras se tienen que aprender junto con las situaciones donde funcionan, y las estipulaciones afectan tanto al mundo como al lenguaje. Por este motivo seala Kuhn que las palabras y la naturaleza se aprenden juntas (Prez Ransanz 1999:106). En tercer lugar, para que el estudiante pueda aprender un lenguaje o trmino se requiere de ejemplos de semejanza/diferencia. Esto permite que el estudiante logre identificar los referentes de los nuevos trminos a travs de objetos o situaciones que forman un conjunto de contraste. Los ejemplos de semejanza/diferencia son propios de una taxonoma. Por ejemplo, para aprender el trmino lquido en un lenguaje no tcnico, uno debe dominar los trminos gas y slido, de aqu que se tienen que aprender a la vez y formar un conjunto de contraste. (Prez Ransanz 1999:112) Un ejemplo muy sencillo lo proporciona Kuhn acerca de cmo un nio aprende a distinguir entre un cisne, un pato y un ganso durante un paseo con su padre en el zoolgico: Durante el paseo, se ha reprogramado parte del mecanismo neural por el cual el nio procesa estmulos visuales, y se han modificado los datos que recibe de los estmulos que antes le hacan evocar aves. Cuando empez su paseo, el programa neural hizo destacar las diferencias entre cada uno de los cisnes y tambin entre stos y los gansos. Hacia el final del paseo, se destacaban caracteres como longitud y la curvatura del cuello de los cisnes, se haban suprimido otros, a la vez que diferan de los datos relativos a los gansos y a los patos, de manera que no haba ocurrido antes. Las aves que en un principio haba visto iguales y tambin diferentes- estaban agrupadas ahora en conglomerados distintos dentro del espacio perceptual (Kuhn 1996: 334). En cuarto lugar, en el aprendizaje del lenguaje se forman expectativas respecto de las propiedades y comportamiento de los referentes de los trminos. Se aprenden generalizaciones de proyecciones sobre fenmenos futuros an no examinados. Tambin es cierto que quienes aprenden un lenguaje pueden aprender rutas de aprendizaje distintas, aunque no tienen confusin en cuanto al referente, todos ubican el mismo objeto (Prez Ransanz 1999:113). Las implicaciones del anlisis del aprendizaje de un lenguaje, siguiendo a Kuhn son: -Al cambiar un lxico, puede cambiar el significado de un trmino o conjunto de trminos interrelacionados. -El hecho de que los referentes de los trminos se aprendan a reconocer mediante ejemplos de semejanza/diferencia pone en claro que no es necesario contar con una lista de propiedades necesarias y suficientes para determinar la referencia de un trmino (Prez Ransanz 1999:115). -Adems, como los trminos de clase no tienen significado individualmente, sino slo a travs de ligas con otros trminos, su significado no se podra reducir a propiedades definitorias. -El papel que cumplen los vnculos semnticos revela que la referencia no es independiente del significado: Cuando Kuhn objeta a quienes piensan que la referencia de un trmino como agua es inmune a todos los cambios que ha sufrido el concepto en la teora y en la manera de elegir las instancias de esta sustancia, argumenta que no slo el sentido o modo de uso de un trmino sino tambin (su) referencia es una funcin de la estructura compartida del lxico (Prez Ransanz 1999:115). Esto es, la estructura lxica, al determinar

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los vnculos semnticos entre los trminos vnculos de contraste o vnculos legales determina a la vez su referencia (Prez Ransanz 1999:115). Con las palabras de Kuhn: Un enunciado puede ser candidato a verdadero/falso en un lxico sin tener este estatus en otros. *+ En la medida en que la estructura del mundo puede ser experimentada y la experiencia comunicada, queda condicionada por la estructura del lxico de la comunidad que lo habita (Kuhn 2002:125) En conclusin, aprender un enunciado inconmensurable a partir de ejemplos semejanza/diferencia no implica que no se est identificando su referente, puesto que el lenguaje y el mundo se aprenden juntos y depende de la estructura de cada marco, pero en cada estructura se tienen patrones de semejanza/diferencia que permiten identificar un referente. Pues bien, a partir de Kuhn podemos establecer que es posible identificar referentes de trminos inconmensurables entre marcos diferentes, con base en aprender un lenguaje a travs de ejemplos de semejanza/diferencia, puesto que es posible que en un lenguaje diferente se retomen ejemplos congruentes o inteligibles con el marco que se est comparando, despus de todo, la inconmensurabilidad es local. Esto sucede justamente en la hermenutica. Los significados tienen un lenguaje que es propio de cada lxico. En cada lxico es posible a partir de ejemplos de semejanza/diferencia para comprender una entidad inexistente, y al reconocerla podemos decir, en la hermenutica, que se descubre lo oculto, algo que no se conoce en un lenguaje. Veamos. La actitud receptiva gadameriana parte del reconocimiento de la falibilidad y finitud del intrprete que busca aprender cosas nuevas y diferentes y aun contradictorias a sus creencias y prejuicios familiares (Velasco Gmez 2000:159). Esta actitud reflexiva mantiene la prioridad del valor heurstico del descubrimiento sobre el de la justificacin. Como seala Velasco Gmez: Es importante enfatizar que el descubrimiento, el encuentro con lo extrao tiene una relevancia epistemolgica slo si el intrprete est abierto y alerta para incorporarles a sus creencias y saberes previamente adquiridos con el propsito de ponerlos en cuestionamiento (2000:159). Dicha confrontacin es el rasgo esencial de la hermenutica. La confrontacin entre lo familiar y lo extrao descubierto, plantea la necesidad de buscar un equilibrio analgico entre lo propio y lo extrao: Entre los aspectos subjetivos que aporte el intrprete desde sus prejuicios y contenidos objetivos que ofrece el texto. La postura de Gadamer se opone a un subjetivismo posmoderno que anula toda pretensin de objetividad y verdad, como a un objetivismo positivista que usurpa al sujeto la responsabilidad de juzgar y diluye la objetividad en metodologas rigurosas (Velasco Gmez 2000: 160). El punto analgico de equilibrio de lo propio y lo extrao se expresa en la metfora gadameriana de fusin de horizontes como rasgo distintivo de la comprensin. La fusin del encuentro entre el presente familiar y la alteridad del pasado no es algo que se logra automticamente: Se requiere siempre del juicio prudencial del intrprete que ante las contradicciones entre los prejuicios y los nuevos significados descubiertos pondera qu deja de lo propio y qu retoma de lo ajeno. Este juicio prudencial tiene para Gadamer el carcter de la racionalidad prctica de la phrnesis aristotlica (Velasco Gmez 2000: 160).

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Por otra parte, la objetividad en Gadamer parte de lo aceptado intersubjetivamente por una comunidad. Sin embargo, la objetividad, segn este filsofo, no es algo fijo y dado socialmente, sino que dicha nocin de objetividad incluye la alteridad de lo que no es familiar. La alteridad no es algo que se pueda someter al mtodo cientfico, sino algo que se comprende dialgicamente. A travs de la comprensin dialgica de lo extrao se cuestionan las creencias familiares, de manera que la objetividad dada en cierta situacin puede desarrollarse de manera ampliativa, incluyente y progresiva (Gadamer 1991:363, Velasco Gmez 2001:232233). Como podemos observar, la objetividad en la comparacin de marcos inconmensurables es anloga en la hermenutica gadameriana y en la filosofa de la ciencia kuhniana. En la primera se parte de la objetividad situada, cuya confrontacin con lo extrao genera un dilogo que da lugar a la amplitud incluyente y progresiva. En Kuhn, por su parte, la confrontacin entre marcos inconmensurables requiere de aprender un lxico a travs de ejemplos de semejanza/diferencia; al confrontar la objetividad, tambin situada de la estructura del paradigma con un objeto extrao, se aprende un mundo nuevo. Por lo que, tanto en la hermenutica, como en la filosofa de la ciencia hay una manera anloga de conocer mundos nuevos. Ahora bien, los enunciados inconmensurables, en la filosofa de la ciencia kuhniana, o extraos, en la hermenutica gadameriana, una vez que han sido comprendidos, es posible reconocerlos como verdaderos, segn la teora de la verdad como aceptabilidad racional, puesto que pueden ser sometidos a la objetividad de las razones objetivamente suficientes y lograr un consenso racional situado. Podemos considerar lo anterior, puesto que la teora como aceptabilidad racional ya no excluye lo que excluye la teora de la verdad como correspondencia cimentada en un realismo metafsico: la fuerza de conviccin que emana del mundo percibido por una comunidad de seres humanos, pues lo conocido depende de cierto marco conceptual, aunque la realidad impone fuertes constreimientos a lo que es considerado verdadero. Dicho hermenuticamente, la teora de la verdad como aceptabilidad racional acepta el mundo porque los objetos cientficos que elabora son las determinaciones del mundo que percibe; en el horizonte de ese mundo es como su investigacin es intramundana, tambin es en dicho mundo donde se sitan los objetos culturales que constituyen recursos conceptuales y materiales adecuados para entender y criticar las razones que puedan tenerse a favor o en contra de p. En conclusin, la distincin tradicional entre hermenutica y epistemologa actualmente no se fundamenta. Tampoco se requiere sustituir a la epistemologa por la hermenutica, sino que ms bien, la epistemologa se complementa con la hermenutica. Todo lo anterior es posible slo si partimos de la teora de la verdad como aceptabilidad racional en condiciones epistmicas ptimas. As pues, dicha teora permite justificar lo conmensurable como entender lo inconmensurable. Bibliografa Di Gregori, M.C. 1995. La fundamentacin racional del conocimiento: Programas fundacionistas. En: L. Oliv (ed.). Racionalidad epistmica. Madrid: Trotta, pp. 41-58. Kuhn, T. S. 1996. La tensin esencial. Estudios selectos sobre la tradicin y el cambio cientfico. Mxico: Fondo de Cultura Econmica-CONACYT.

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Recibido el 4 Ago 2009 Aceptado el 28 Nov 2009

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