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ACRECIMIENTOS
El acrecimiento se establece como una institución, que puede ser calificada como una de las formas de
adquirir derechos herenciales. Se presenta cuando son destinados a un mismo objeto, dos o más asignatarios,
y ocurre cuando por algún motivo falta uno de ellos y su proporción o cuota se agrega a la proporción o
porciones de los otros asignatarios.
Ahora bien, el acrecimiento no tiene lugar entre los asignatarios de diferentes partes o cuotas en que el
testador haya hecho una división del objeto asignado, ya que cada parte o cuota se considerará en tal caso,
como un objeto separado, y no habrá derecho de acrecer sino entre los coasignatarios de una misma parte o
cuota. De modo que, si se asigna un objeto a dos o más personas por iguales partes habrá derecho de acrecer.
El acrecimiento es una institución que puede calificarse como una de las formas de adquirir derechos
herenciales, al darse las circunstancias siguientes: hay dos o más asignatarios conjuntos de una misma cosa,
esto es, de una misma asignación, respecto a la cual no se han señalado partes o cuotas. Las dos o más
personas son asignatarios del todo y esto es lo que se denomina vocación solidaria entre los coasignatarios.
Ejemplo, dice un testador: dejo mi casa de la calle 100 a Pedro y a Juan. Estos son asignatarios conjuntos de
la misma cosa considerada en su totalidad, en virtud de una misma disposición testamentaria. El acrecimiento
se remonta en el derecho romano de la época de Justiniano (Jus adcrescendi). (Lombana, 2008)
Ejemplo: si Pedro fallece, se produce una especie de accesión en el derecho de Juan, puesto que la porción de
Pedro se agrega a la suya propia.
El artículo 1206 del código civil establece: Definición del derecho de acrecer
´´Destinado un mismo objeto a dos o más asignatarios, la porción de uno de ellos, que por falta de este se
junta a las porciones de los otros, se dice acrecer a ellas.´´
Con respecto a lo anterior y en otras palabras, el derecho de acrecer se da básicamente cuando la parte
correspondiente a quien falló en la herencia a la que estaba llamado junto a otros, se atribuye al resto de los
llamados a esa herencia o a esa parte concreta de la misma. En tal caso, se dice que la porción vacante acrece
a los demás.
Ejemplo: Sergio y Jorge son llamados por partes iguales a la herencia de Manuel, por algunas circunstancias
Sergio falla en la sucesión, por lo que la parte que le correspondía se dividirá proporcionalmente entre los
otros dos herederos restantes, según las reglas legales.
Las reglas legales sobre el acrecimiento tienen carácter dispositivo, el causante puede:
1) Eliminar el acrecimiento en aquellos casos en los que la ley lo establece.
2) Establecer su aplicación para casos en los que legalmente no proceda.
Límite: cuando se vulneran los derechos de los legitimarios.
El ámbito más característico del acrecimiento es la sucesión testada, sin embargo, un efecto similar se
produce igualmente:
a) En la sucesión intestada.
b) En cuanto a los derechos de los legitimarios.
El acrecimiento en la sucesión testada establece unos requisitos legales. De acuerdo con el art. 982 CC, son
requisitos legales para que tenga lugar el acrecimiento en la sucesión testada:
El llamamiento conjunto: El art. 982.1° CC, dispone que para que tenga lugar el derecho de acrecer
en la sucesión testada es preciso "que dos o más personas sean llamados a una misma herencia, sin
especial designación de partes"
El art. 983 CC, aclara que "Se entenderá hecha la designación por partes sólo en el caso de que el haya
determinado expresamente una cuota para cada heredero"
Hay derecho de acrecer, sea que se llame a los coasignatarios en una misma cláusula o en cláusulas separadas
de un mismo instrumento testamentario. Si el llamamiento se hace en dos instrumentos distintos, el
llamamiento anterior se presumirá revocado en toda la parte que no le fuere común con el llamamiento
posterior. (BARRERA, 2015)
Parece razonable entender que:
-Siempre que se instituya a los llamados por partes hay llamamiento conjunto (con iguales, independencia de
la forma en que se exprese esa igualdad).
-Si la institución es por partes desiguales, el acrecimiento debería ser excluido.
la vacancia de porción.
Presupuesto el llamamiento conjunto, el acrecimiento se produce cuando uno de los llamados conjuntamente
falla en la sucesión, dejando así vacante la porción que le correspondería. Supuestos:
-Fallecimiento,
-Renuncia o incapacidad.
-Concebido que no llega a nacer.
-Etc.
Repudio de cuota:
El coasignatario podrá conservar su propia porción y repudiar la que se le defiere por acrecimiento; pero no
puede repudiar la primera y aceptar la segunda. (BARRERA, 2015)
Accesoriedad y exclusión:
a. La porción que acrece lleva todos sus gravámenes consigo, excepto los que suponen una calidad o aptitud
personal del coasignatario que falta.
b. El derecho de transmisión herencial excluye el derecho de acrecer.
c. Los asignatarios de usufructo, de uso, de habitación o de una pensión periódica, conservan el derecho de
acrecer, mientras gozan de dicho usufructo, uso, habitación o pensión; y ninguno de estos derechos se
extingue hasta que falte el último coasignatario. (BARRERA, 2015)
HISTORIA.
Para profundizar más en lo que es acrecimiento, hablaremos un poco de la historia, la figura del a crecimiento
fue conocida en Roma cuando se presentaban varios coherederos (ius adscrescendi inter coheredes) siempre
que alguno de ellos no haya podido recoger la herencia (Heres deficiens) por haber premuerto o repudiado sin
dejar sustituto. En este evento su cuota caduca ipso jure (pars bonorum caduca) en beneficio de aquellas
personas a quienes la ley o el testamento (recuérdese que no hay sucesión mixta) los llamara conjuntamente a
recoger la herencia (coheredes a testatore vocari). Pero cuando el heredero pre fallecido dejaba hijos, la
solución dada no era uniforme; para unos prevalecía el acrecimiento sobre la representación y aquel
acrecimiento era libre de cargas y gravámenes, en tanto que para otros era preciso averiguar cuál era el
derecho superior, porque este determinaba si había representación (cuando era superior el derecho del
premuerto) o acrecimiento (cuando el derecho superior radicaba en algún coheredero). Finalmente, con
Justiniano se estableció que:
1°. El acrecimiento operaba a falta de un coheredero conjunto e inexistencia de trasmisión, sustitución y
representación (successio gradum).
2°. El acrecimiento comprendía todas las cargas y gravámenes y estaba en favor de los coherederos conjuntos
o de todos los herederos, según el llamamiento fuera conjunto o por separado.
3° El acrecimiento operaba de manera ipso jure en favor de tales personas. Por su lado, se entendió por
legado (legatum) como aquello que, a manera de ley, se establecía imperativamente en el testamento (después
se permitió crearlo en codicilos confirmados por testamento posterior) a cargo de herederos y en favor de
algún ciudadano romano, según la noción de Ulpiano (legatum est quod regís modo, id est, imperative
testamento relinquitur).
Sin embargo, la característica esencial o fundamental del legado no era el objeto como lo es hoy, sino su
efecto. En Roma el legado no engendraba en favor de su titular la calidad de heredero, y aquel podía tener
como objeto una cuota de la herencia o una cosa singular, a diferencia del concepto actual que limita el legado
a las asignaciones de cosas singulares. Su carácter formal permitió distinguir el legado del fideicomiso, pero
que posteriormente fueron unificados al tratársele como una especie de donación dejada por el difunto
(legatum itaque est donatio quaedam a de functio relicta). Podemos sintetizar la regulación legal de estos
legados, de la siguiente manera:
1º. Se adquiría con la muerte (dies cedens) y era exigible con la aceptación (dies veniens). Aquel momento
también determinaba la extensión del objeto (v.gr. un rebaño) y la posibilidad de trasmisión de la cosa legada,
a diferencia de la capacidad legataria, la cual se determinaba por el momento de la exigibilidad: de acuerdo
con esto el legado pertenecerá al amo o titular de la patria potestad, si en ese momento el legatario era esclavo
o hijo de familia, con excepción de aquel caso en que se tratara de un legado de usutructo en favor de un
esclavo que recobra la libertad después de la muerte del testador y antes de la adición de la herencia, caso en
el cual se debía el legado.
2º. Los legados eran de diversas clases, a saber: a). Per vindicationem.- Aquel que trasmitía al legatario el
dominio quiritario de la cosa legada desde el mismo instante de su exigibilidad o cumplimiento de la
condición, y, por lo tanto, generaba para el legatario la acción reivindicatoria. Para esta adquisición se exigía
(según los proculeyanos) la aceptación de cosa legada por el legatario (antes de la aceptación había una res
nullius), mientras que para otros (los sabinianos) el legado se adquiría con la simple aceptación por parte de
los herederos. Por último, si el legatario repudiaba, la cosa legada la adquiría el heredero desde la adición; b).
Per damnationem. Es cuando se ordenaba, condenaba u obligaba al heredero a dar algo, de tal manera que este
adquiría para con legatario una obligación, cuyo incumplimiento le acarreaba la sanción del pago doble. La
cosa legada debía estar en el comercio, pero podían ser propias o ajenas, debiendo los herederos, en este
último caso (salvo error), adquirirlos para entregarlos al legatario o darle su valor. c). Sinendi Modo. Era
aquel legado que imponía al heredero la conducta de abstenerse, de no impedir u oponerse, o mejor dicho, de
permitir o tolerar que el legatario recogiera o se apropiara de la cosa legada, la cual debía pertenecer al
testador o al legatario. Posteriormente se le otorgó al legatario, en caso de incumplimiento, el derecho a exigir
la transferencia con sus respectivos frutos e intereses; d). Per praeceptionem. Era aquel legado que se
efectuaba a un heredero (heres instituti) con el objeto de mejorarlo. La discusión sobre la imposibilidad
(sostenida por los sabinianos) o posibilidad (reclamada por los proculejanos) de que esta forma de legado
fuera establecida en favor de extraños, fue eliminada por el senado consulto neroniano en forma afirmativa, y
que, además, autorizó el legado per vindicationem sobre cosas de propiedad no quiritaria. Con la constitución
de Constantino (año 339) se suprimieron las formalidades verbis, pues solo bastaba la voluntad clara y exacta
del testador; y posteriormente en época de Justiniano, se les dio un tratamiento a las 4 especies de legados
mencionados al admitir el ejercicio indiscriminado de las acciones reivindicatoria, personal extestamento
(particularmente para legados de crédito o de cosa ajena) e Hipotecaria.
3ª Los legados eran inválidos por las siguientes causas: a). Cuando lo era desde un principio, pues el
transcurso del tiempo no lo convalidaba (quod initio vitiosum est, non potest tractu temporis convalescere);
b). Pertenencia de la cosa legada al legatario; c) Objeto inexistente, v.gr. dejar un edificio cuando solo hay
materiales, o un dinero inexistente; d). Imposibilidad de existencia, v. gr. una servidumbre que no presta
ninguna utilidad; e). Establecimiento de legados en favor de esclavos o de hijos del heredero instituido, ya que
implicaría una obligación para consigo mismo. Con todo, estos legados fueron válidos (inicialmente para los
sabinianos y posteriormente por disposición de Justiniano) siempre que al cumplimiento de la condición
impuesta el legatario hubiese salido de la potestad dominica o patria potestad. Al respecto, señalamos que los
legados hechos a herederos se denominaban prelegados (praelegata). (pianetta, 2017, págs. 34,35,36)