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r
CONSTANCIO C. VIGIL
CUBIERTA d. BATISTA
ILUSTRACIONES de COLOSCHMIDT 1 UCARTE
J' Edición
R. B. P. TALLERES CRAFICOS R. B. P.
A%op.l'do y Veauuel•• Buenos Aire.
1927
OBRA5 DEL MISMO AUTO R:
MEdohatualegra-
carta,
como las de los
otros niños y ni-
ñas que me es-
criben para de-
cirme que leen
con gusto mis
libros.
He trabajado
mucho, mi que-
rida Mabel; he
trabajado siempre, y ahora deseo entregarles a los niños 10 mejor que
yo pueda en los años de vida que me queden.
Por esto, al saber que ustedes me comprenden y se entretienen con
mis libros, los ojos se me llenan de lágrimas.
i Qué dulzura tan grande saber que mis palabras son escuchadas!
i Saber que llega hasta ustedes la ternura con que siempre los amé!
i Saber que después que muera voy a vivir en el pensamiento y en el
corazón de ustedes! ...
i Es el premio más grande!. ..
¡ Ya recibo mi paga!
La vida es buena conmigo.
Le daré, todavía, cuanto tenga y cuanto pueda. Quiero que mi
conciencia no me reproche que no saldé mi cuenta con mis padres,
-7-
CARTAS A GENTE MENUDA
•
A R/CA RDO
EL CABECITA NEGRA
v OYy quea contarte una cosa que le aconteció a un niño que tú conoces
se llsma Ellas.
Este Elías era un chico tan pobrecito que tenia
que buscarse el alimento por los campos. Muchas
veces, en los dias lluviosos de invierno, no probaba
bocado. Era, no obstante, un chico
@ ..
! ..
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alegre, de oj uelos vivaces y que can-
taba con su vocecita débil unas senci-
lIas canciones aprendidas de sus pa-
dres cuando todavia estaban con él.
La ropa no le alca~aba par:" las
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pIernas. aSl que ~ ( ,6
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También llevaba '
al aire la cabeci- ...- "'"
ta n e g r a, que '
diariamente la- \ .. '.
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vaba en la ori- .. . ,.':: .
lla de un arroyo
y que el viento ~e;;;:~..,J, ~~~~~
y el sol se la 7f'
~ "
P einaban lo me- .0..' "'~.
jor posible.
Un dia que andaba distraldo, lo tomaron pre-
so y lo metieron en la prisión. El pobrecito se
afligia, sin atinar a comprender por qué lo en-
carcelaban. No habla en el mundo quien pu-
diera socorrerlo. Los únicos, serian sus padres,
y aunque era muy dificil saber por dónde esta-
rían, púsose a llamarlos desesperadamente.
Pasaron horas, y ninguno de los dos le con-
testaba. Entonces, se dedicó afanosamente a re-
visar su estrecha cárcel.
-9-
CARTAS A GENTIl MENUllA
UN OLVIDO INVOLUNTARIO
-¿ De dónde ha-
blarán por teléfo-
no? ..
Al llegar a este
p u n t o, me senti
tan mortificado,
que me despedi de
ellos. El padre de
Totó no debía ha-
be r contestado a
ninguna de sus im-
pertinentes pre-
guntas.
Cualquier ni ñ o
de su edad no ne-
cesita, en un caso
semej ante, pre-
gun tar absoluta-
mente nada.
Grande o chico,
bien veía él que era
un automóvil. Si
estaba detenido en mitad de la calzada, era evidente que no podía cami-
nar. Nadie con ojos dudaria de que los hombres se esforzaban en en-
contrar la falla del motor. Por
otra parte, todos los niños han
• visto que cuando un automóvil
( ~ ) no marcha es remolcado por
otro; todos, también, conocen el
uso del teléfono para comunicar·
se a distancia.
¿ Por qué, pues, tantas pre-
guntas?
Por costumbre y por pereza,
Totó se ha habi tuado a mirar sin
ver, a no observar yana pensar.
Si no se modifica, llegará a sU
un perfecto tonto y un perfecto
inútil.
¿ Para qué le sirven a Totó los
ojos, si todo quiere verlo con los
ojos de su padre?
¿ Para qué le sirve la cabeza,
si no es capaz de pensar nada?
-16 -
CONSTANCIO C. VIGIL
liza cada labor. A fuerza de ver, aprenderá, sin preguntar más que lo
indispensable. y el maestro podrá decirle un día a su padre, con satis-
facción y con justicia :
-Su hijo es un aprendiz ejemplar. En vez de hablar, observa; en
vez de preguntar, busca por sí mismo la explicación de cada cosa. Es
prolijo y tenaz para vencer las dificultades. Ya merece ganar mayor
salario, y se lo pagaré. No cabe duda de que llegará a ser un maestI·o
en el oficio.
A EMMA
_o,
-24-
CoNSTANCIO C. VIGIL
-- N1Ím","o 8.
puerto se reduce
notablemente, lo
que es de enorme
importancia. El si-
-26-
CARTAS A GENTE MENUDA
--
deado no gana flete", sino por los elevados derechos que se paga por
cada dia de permanencia en el puerto."
A .,dDITA
MI QUERIDA CHICHITA:
TEMA DE COMPOSICION
- -
f@
~
Q{
Es admirable que una niña de once años cuide a sus tres hermani-
tos cuando la mamá tiene que salir, y que los cuide con el esmero y
el acierto que me dices.
Rosarito es una verdadera mamá en miniatura. Su prolijidad,
su abnegación y su solicitud merecen todos los elogios.
Mientras desempeña las funciones de dueña de casa, se priva de
-34-
CoNSTANCIO C. VIGIL
...
:A MANCACHA
EL caso, sin duda, es serio; pero es peor complicarlo todavía más con
la mentira.
Tu mamá tiene razones muy serías para prohibirte ir a ninguna
parte cuando sales de la
escuela. Una de las peo-
res cosas que podías ha-
ber hecho es aceptar esa
invitación inoportuna de
tus amiguitas para ir al
cine.
Aparte de lo ímpropio
de modificar por tu sola
voluntad el camino de
regreso a tu casa, tienes
que considerar que to-
das las cosas son buenas
o malas para cada per-
sona, para cada edad y
según otras muchas cir-
cunstancias, y que tú no
eres aún capaz de dís-
cernir entre lo bueno y
lo malo.
Es bueno correr; pero
no es bueno correr has-
ta caerse de cansancio,
en seguida de haber co-
mido, por un terreno lle-
no de pozos, o con cal-
zado excesivamente hol-
gado o excesivamente
estrecho.
Es bueno beber agua;
pero no es bueno exage-
rar la cantidad, ni be-
-86-
CoNSTANClO C. VIGIL
berla helada o
cuando se ignora
si es potable y li-
bre de gérmenes
infecciosos.
Igualmente pue-
des razonar res-
pecto a todas las
cosas, y te conven-
cerás de que te es
indispensable que
te guíen y te acon-
sejen para distin-
guir lo bueno de
lo malo y evitarte
_-o
=- las dolorosas con-
secuencias de una
equivocación.
El cine es, forzo-
samente, bueno o
malo para ti según
el tiempo que permanezcas allí
encerrada, la clase de vistas y la
hora en que concurras.
Pueden ser vistas excelentes
para ti; pero no convenirte ir a
verlas, por ser la hora perjudi-
cial para tu salud y privarte de
la cantidad de sueño que exige
tu desarrollo.
Pueden ser vistas adecuadas
para personas mayores y gran-
demente perj udiciales para una
niña. Esto es tan evidente que
tú lo comprenderás con facilidad
si observas la diferencia de los
trabajos y los entretenimientos
entre los adultos y los niños. Un
niño no puede ser médico, ni ge-
rente de una casa de comercio,
ni motorman, ni estibador del
puerto. Una señora no juega a
las muñecas. Un anciano no jue-
-87-
CARTAS A GENTE MENUDA
ga al fútbol. Estos ejemplos demuestran que cada edad tiene sus ap.
titudes y sus distracciones.
Una niña como tú que fuera al cine a ver vistas preparadas para
personas mayores. haría el mismo feísimo papel que si las personas
mayores se pasaran la tarde haciendo rodar el aro o cantando en la
acera aque110 de
B~o" diGa, 8" Snoria,
man.tall. .. U""'... U,...... too
1QtA.4 qucrío, 8" Smoria',
flI4tUan ... tiN ... Ur. ... lIJ.
•
Pero, ahora, 10 que te preocupa, no es saber si hiciste mal en ir al
cine, pues de eIlo no cabe la menor duda. La cuestión es si se lo dices
o no se 10 dices a tu mamá.
Yo te aconsejo, mi querida l\Iangacha, que no agregues otra mala
acción a la que ya cometiste.
Tu falta, oculta o no, existe 10 mismo. Sería mucho más penosa si
tu madre la conociese por alguna otra persona. Evitale, siquiera, esta
amargura.
Como tú procediste sin malicia, sin reflexión, con el inocente pro-
pósito de divertirte y tu arrepentimiento muestra con toda claridad
que en ti no existe culpa, sino precipitación, 10 mejor es que le escri-
bas a tu mamá una carta bien larga explicándole todo y declarándole
que nunca más harás nada parecido.
Es necesario que en tu carta demuestres el convencimiento de que
has procedido mal, y cuáles son los motivos que te obligan a pensar en
esta forma.
De tal manera, tu mamá comprenderá que mereces su disculpa y
tendrá la certeza de que el hecho no habrá de repetirse.
Lo pasado ya no tiene remedio.
Lo importante es que con tus juiciosas reflexiones la dejes perfec-
tamente convencida de que no incurrirás en 10 futuro en una parecida
ligereza.
.
A LUISITO
LA MAESTRA NO LA QUIERE
LO DIFICIL NO ES DIFICIL
un plan. Por poco activa que sea una señora, y por poco tiempo que
dedique a la tarea, no hay duda de que una vez iniciada la labor, la
terminará por fin, siempre que destine a ella un rato de cada día.
Ante la dístancia que recorren habitualmente los remeros, ¿ qué es
un golpe de remo? Algo insignificante, sin duda. Perseveran en re-
mar; millares de veces hunden los remos en el agua, y el bote avanza
millares de metros en
un tiempo relativa·
mente breve.
Las maravillas que If ¡.
contemplamos en el
mundo son el resulta-
do de un gran número
de cosas diminutas, o
de la actividad de in· e
fimos seres, o de pe-
queños esfuerzos acu-
mulados. Una monta- .. Ñ
ña de arena es el con- +
junto de granitos de 1<
arena; un panal es la
obra de millares de
trabajadores; una
ciudad es la suma de
incalculable número
de esfuerzos.
-45-
CARTAS A GENTll MENUDA
2- - Caminar derecho.
MUY distinta es la impresión que causa uDa persona que camina
con la columna vertebral derecha, la cabeza erguida, los brazos
naturalmente caídos, las piernas rectas, flexibles y
ágiles, y quien camina encorvado, arrastrando los pies
., ame!l'lz:mdo cen los codos a los transcuntes.
En los primeros años de nuestra vida es suma
mente fácil adquirir la costumbre de estar de pie
., a plemo sobre las piernas, sin echar hacia
afuera el vientre, sin inclinarse a un lado. También
es fácil sentarse e inclinar el cuerpo manteniendo las
vértebras derechas.
En la edad adulta, los músculos y los huesos han
adquirido ya las posturas viciosas y el vientre se
agranda cada vez más por el pésimo hábito de em-
pujarlo hacia afuera al ponerse de pie y al caminar.
Muchas personas lamentan, entonces, poseer una
figura ridicula y procuran corregirla.
Sólo lo consiguen parcialmente y a costa de gran-
des esfuerzos.
~
~-
"'" "'"
Estas diez cosas son cosas muy sabidas ... que
no saben, frecuentemente, los mismos que dicen que son sabida¡¡ .••
-67-
CARTAS A GENTE l\'¡ENUDA
UN PUENTE GIRATORIO
-69-
CARTAS A GBN'I'Z MBNUDA
baja, como ee ha
procedido con el
remolcador que
aparece en el dibu-
jo número 3.
El dibujo núme-
ro 4 muestra el
momento en que se
comienza a hacer
girar el puente pa-
ra permitir el Be-
ceso de un gran
vapor al dique 4
desde la dársena
norte. Ese vapor es
Número $. el "BoswelJ".
Avanza ayuda-
do por dos remolcadores: uno a proa, otro a popa. El remolcador de
popa es igual al que va adelante; pero no se ve porque está oculto por
el vapor. Los remolcadores son indispensables para que navegue una
embarcación grande por un cauce tan estrecho sin desviarse y golpear
a derecha o a izquierda. Ellos tironean de los cables y obligan al
gig-ante a navegar con la necesaria corrección.
En breve tiempo, el puente desaparece, quedando sobre un costado.
A veces se abre el puente para dar paso a un solo vapor; otras vece¡;
son varios los que aguardan turno para entrar en los diques.
Una vez que los buques han pasado, el puente torna a cerrar!e.
El pú blico, que
aguarda este momen-
to, inicia el cruce del
mismo. Por el centro
atraviesan los vehícu-
los.
Ya ves cómo es po-
sible disponer de
puentes firmes y só-
lidos que desaparecen ~'!=~--,.,
muchas veces al día
para dar paso a las -=---
embarcaciones que
-.--
llegan de todas las
partes del mundo al
puerto de Buenos Ai-
- --
~
res.
A PlTUCO
- 61-
CARTAS A GENTE MENUDA
P TENSO que te equiyocas al suponer que en los tres meses que pa-
sarás en el campo vas a aburrirte soberanamente.
La gente sana. activa e inteligente como tú no se aburre jamás.
Siempre encuentra motivos para emplear su actividad, para ayudar
a alguien en us tareas, para observar, distraerse y aprender.
Los ojos y los oídos son sentidos que deben ejercitarse con prove-
cho y deleite el día entero para recoger impresiones y enseñanzas
sumamente agradables.
Mira con atención los animales, las plantas y las cosas del campo.
Cada día adquirirás numerosos conocimientos y cada día tendrás una
sorpresa.
Hay muchas ma-
neras de ver. Un
piano, por ej emplo,
para un mal obser-
vador, es una espe-
cie de cajón cerra-
do que suena al
golpear las teclas.
El mismo piano
ofrece al buen ob-
servador motivos
para muchas horas
de entretenimien-
to, en los múltiples
detalles de su com-
plicado mecanismo y en la variedad de tono y de intensidad de los
sonidos.
Cuanto menos inteligencia se posee. menos importancia atribuimos
a las cosas, porque la inteligencia es como la vista: nos permite ver
más o menos según su alcance y su poder. Para el ciego un espléndído
paisaje no es absolutamente nada.
El más pequeño insecto observado con un microscopio ofrece tal
conjunto de maravillosos detalles que no basta un día entero para
verlos.
- S8-
CoNSTANClO C. VIGIL
Habrás oído decir que "al que da y quita. se le cría una jorobíta".
Esta jorobita no está en el cuerpo, sino en el carácter: constituye una
fealdad moral que hace desmerecer al que la posee.
El que da y quita es una persona sin palabra; no hay seriedad en
sus compromisos. y provoca la desconfianza en los demás.
Es preferible que renuncies al automóvil colorado y no que desistas
de tu generoso impulso, defraudando las esperanzas de tu amigo.
Antes de recibir tu promesa, Rodolio no tenia la esperanza de poseer
un automóvil: ahora que hiciste nacer esa esperanza y ese anhelo, no
puedes destruirlos con un desengaño tan grande.
Sufre tú la pena de privarte del automóvil colorado, y no se la oca-
siones a Rodolio. Esto es lo justo.
Pierde el juguete; pero no pierdas la satisfacción de proceder con
rectitud y con honor.
•
A ISMAEL
I
Al decir esto, pr<
sentó entonces el pre-
cioso ramo de
" , grandes rosas a
~~===1~ tJ¡¡, í Ei~or¡~'tomó
1 , W!lJ9 ~
la
muy emocion~-
da, y despues
de un momento
dijo:
-73-
CARTAS A GENTE :MENUDA
-T/-
CARTAS A GENTE lfENUDA
COMUNICACION URGENTE
para que se duerma, se burla de ella, hasta disgustarla con sus de~
templados gritos.
Fea acción, por cierto; pero se equivocaría quien pensara que ese
pibe la comete por maldad.
-79 -
CARTAS A GENTE MENUDA
Como la cantidad
Imperaba al espacio
disponible, cierto nú-
mero de ellos han si-
do rcgalados. Los de-
más embellecen la ca-
si t a; embellecen y
a1eg:an la vida de los
padres y del niño.
¿No es digna de
contarse esta obra de
Luisito ?
¿No es una prueba
magnüica de lo que
puede hacerse con un
poquito de voluntad y
de iniciativa?
Tengo que retribuir de algún modo el obsequio, cosa aliícil, por
cierto.
No sé si en toda mi vida he recibido un regalo de más valor.
Tan grande es el aprecio en que tengo las rosas de Luisito, y el en-
canto que me causaron,
que continúan en el flo-
rero en mi mesa de tra·
bajo, aunque ya están
completamente secas.
Todavía me acerco a
ellas, para aspirar esa
fragancia inconfundible
y exquisita que sentí ena·
jenado el primer día.
Yo no sé si es de las
rosas ...
A veces pienso que en·
tre los pétalos secos per·
dura como una fragancia
la belleza de la obra. Y
me conmuevo y los beso
como cuando besé al jar·
dinerito.
A CARLOS
t
A ALBERTO
INGRATITUD VERGONZOSA
T Emaestro.
aseguro que me causó sorpresa oirte que dec!as, al referirte a tu
"El Conejo".
Al preguntarte por qué lo llamaban as!, contestaste:
"Yo creo que es porque tiene las orejas largas y con punta arriba, y
cuando se impacienta da unos gol-
pecitos con la pata lo mismo que
los conejos."
.A ELODJA
OROPURO
consistió en no preguntarle al
del regalo para qué y por qué se
convertirla en verdugo de los
pájaros.
Como es un niño no lo pensó,
tampoco, por si mismo, y, sin el
menor provecho, se dedicó al
oficio de asesino.
Sucedió que un dla un hom-
bre encuentra en el Parque 3 de
Febrero un pajarito herido. Al
inclinarse para recogerlo, se
aproxima corriendo el pibe aquel
y lo reclama como cosa suya.
-¡Tuyo! ¿Por qué tuyo? -
le pregunta el hombre.
-Porque yo lo cacé - con-
testó el niño.
-¿Cómo?
--Con esta honda.
-No imaginaba que tuvieses
eso. .. ¿ y por qué hieres a los
pájaros?
-Por gusto.
-¿ Por gusto? Eso es horri-
ble - observó el hombre. - ¿Te parecerla bien que por gusto. te qui-
tara la honda y me entretuviese en lastimarte, arrojándote piedras?
Este pajarito no es tuyo, ni mio; pero es menos tuyo que de nadie,
puesto que, como feroz enemigo, pretendiste arrebatarle la vida. ¡No
uses más esa arma tan innoble y vergonzosa! ¡ Si todos hiciéramos
como tú se acabarlan los pájaros que tanto nos alegran con su her-
mosura y con su canto! Toma el pobre paj arito, culdalo y cuando esté
sano, devuélvele la libertad. ¡ Tú no eres capaz de matar porque si a
un ser tan inocente!. ..
El muchachito se quedó callado un rato, con el rostro encendido
de vergüenza. Después dijo:
- j Yo no voy a cazar más pájaros!
-Muy bien. Eso es digno de ti - le dijo el hombre. - ¿Por qué
no vendes la honda?.. Yo te la compraria, por el elástico... Si
quieres, te la compro.
El muchachito arrancó en dos tirones el elástico y lanzó lejos el
alambre, repitiendo:
-¡Yo no voy a cazar más pájaros!
- 95-
CARTAS A GENTE MENUDA
yoPero
te aprecio mucho y reconozco que eres un niño muy simpático.
hay cierto detalle que quisiera poner en claro y para el cual
reclamo tu ayuda.
Se trata de tu sohrenomhre. Tú te llamas Alfredo, y en esto no veo
nada de particular. No obstante, nadie te llama por tu nombre: todos
te dicen "Batuque".
¿ Por qué te llaman Batuque?
Claro que, entre tú y yo, el asunto
no ofrece mayores dificultades, y que,
en último caso, no habría necesidad
de entrar en averiguaciones. Pero
supongamos que cualquier día vas a
mi casa y está alguna persona de vi-
sita - como el inglés aquel que viste
el domingo - y que esta persona al
oir tu sobrenombre me pregunta qué
significa.
¿ Qué te parece que sería bueno con-
testarle?
Ya sabemos que "batuque" signifi-
ca "batifondo", tumulto, bochinche y
alboroto. Si le digo esto, el inglés se
creerá quién sabe ql: cosas; a lo me-
jor, supone algo muy malo de ti.
Por todo esto y mucho más que se
me ocurre alrededor de tu sobrenom-
bre, me decido a pedirte, ya que no te
cuesta nada escribir y tienes tan lin-
da letra, que me escribas una carta
explicándome bien por qué te dicen
HBatuque" .
Por supuesto, que todo esto queda
entre nosotros, y es para que nadie se
entere que he preferido escribirte.
A PIRUCHA
MI querida Pirucha:
Son muy hermosos los nueve pollitos de tu gallina negra.
Ayer, cuando estabas en la escuela, fuí a visitar a tu papá y me los
mostr6.
Los ojitos parecen cuentas de azabache y mueven las patitas con
encantadora ligereza.
Abrían las alitas todavía sin plumas largas y las agitaban como si
quisieran tomar vuelo. Uno de ellos, el más amarillo, escarbando
en el suelo, encontr6 un trozo de piolln y tomándolo con el
pico ech6 a correr precipitadamente.
Los otros pollitos creyeron que era una lombriz de tie-
rra y comenzaron a correr entusiasmados detrás de
él. Otro se lo quitó y sali6 a escape. Des-
pués de un rato, un tercer pollito se
apoder6 del tesoro y puso a prueba la
ligereza de todos, pues era un gran
corredor.
Cuando se can-
saron de correr,
observaron el obje-
to de tantos afa-
nes y se convencie-
ron de que en vez
de la ansiada lom-
briz era un piolin
y lo abandonaron.
La mamá los vi-
gila de continuo.
De cuando en cuando los llama y los hace entrar debajo de ella para
que se calienten, porque necesitan mucho el calorcito maternal. Si se
enfriaran más de lo conveniente se enfermarian.
También cuida la mamá, con especial atenci6n, los alimentos. Ella
examina y prueba cada cosa. Si es buena, se las reparte; si es dañosa,
les avisa con grititos que no la coman, y todos obedecen en el acto.
-98-
CoNSTANCIO C. VIGIL
EL MEJOR REGALO
Ya ves que este regalo - que colocarás en algún sitio adecuado para
que ella lo encuentre al levantarse - no exige ningún dinero. Exige,
en cambio, una firme voluntad para cumplir lo prometido.
Si así lo haces, tu regalo durará siempre; será una perenne dulzura
para tu madre; lo recordará con placer toda su vida.
Para que el regalo sea todo lo perfecto que tu cariño anhelará, con-
viene que pongas en tu mesita de luz una copia de la carta para leerla
cada noche al acostarte.
Quizás para los futuros cumpleaños te decidas a repetir este mag-
nífico regalo, con nuevas y nobilísimas promesas. Te aseguro que, si
las cumples dignamente, ellas constituirán las más grandes dulzuras
que puedas proporcionar al corazón de tu adorada madre.
A JULIO
1
CARTAS A GENTE MENUDA
DICE
A Ma.bel 7
A 1m amiguito
que 'lO (Jlli6J"O nombrar. - LAS PREGUNTAS VE TaTO •••••• 15
A Emma. - UNA ),rMtA EA'"TR.A.QRDl;.;' AlUA .........•.••.•••• 19
MARTA Y JORCE
MANGOCHO
BOTON TOLON