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MARTHA HILDEBRANDT

Mil palabras
y frases peruanas
Nota preliminar

© Martha Hildebrandt, 2011

Diseño de interior y de cubierta: dgto En este volumen se incluyen mil palabras y frases del
habla peruana, publicadas en El Comercio de Lima, en su
mayor parte, entre mayo de 2004 y agosto de 2011. La
© 2011, Editorial Planeta Perú S. A.
brevedad de estos textos se debe a un pedido del mis-
Av. Santa Cruz 244, San Isidro, Lima, Perú.
www.editorialplaneta.com.pe mo diario; atenderlo me ha exigido un gran esfuerzo
de concisión y también, en algunos casos, dejar de lado
datos que me habría gustado incluir.
ISBN: 000-00-000-0000-0 (Obra completa)
ISBN: 000-00-000-0000-0 (Volumen III)
Por otra parte, las locuciones y términos tratados no
deben entenderse como exclusivos del habla peruana;
Primera edición (Perú): setiembre 2011 puesto que algunos de ellos se documentan igualmente
Impresión: Metrocolor S. A.
como dialectales en otras áreas geográficas de América y
Impreso en Perú – Printed in Peru
aun, excepcionalmente, en alguna región de la Penínsu-
la. Debe quedar claro, sin embargo, que ninguno de los
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación usos aquí tratados pertenece al español general, entendi-
a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier
do como denominador común de todas las variedades
medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros
métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los del castellano vigentes a uno y otro lado del Atlántico.
derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad
intelectual (arts 270 y siguientes del Código Penal). Los mil casos incluidos corresponden esencialmente
al nivel del habla culta, entendida ―por una útil conven-
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación
ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrpor ción― como la que es común, o debería serlo, a toda
Espasa Libros, S. L. U. persona que ha tenido acceso a una educación ―por lo
Avda. Diagonal, 662-664 menos en teoría― superior. Un primer grupo de esas
08034 Barcelona
palabras o frases incluye algunos neologismos que, a

5
A
a
pesar de pertenecer a la lengua general de ambos con-
tinentes, no figuran, por omisión, en la última edición
(2001) del Diccionario oficial ni tampoco en el Diccionario
de americanismos publicado por la Asociación de Acade-
mias de la Lengua Española en el 2010. El segundo gru-
po lo constituyen peruanismos ―generalmente no exclu-
sivos de nuestro país― que no están incluidos como ta-
les en el DRAE 2001, pero merecerían, en mi opinión,
reconocimiento oficial. El tercer grupo reúne aquellas
formaciones o expresiones inaceptables en la lengua
culta de ambos continentes. Por último, debe advertirse A-1. Modernamente se ha difundido esta locución ad-
que un asterisco [*] precede a formas lingüísticas consi- jetiva para expresar ‘calidad óptima’. Su origen está en
deradas como incorrectas o supuestas. los usos de la prestigiosa compañía de seguros maríti-
mos Lloyd´s of London: ella aplicaba letras, en orden
Agradezco a El Comercio de Lima por la oportunidad alfabético, para calificar la construcción de un barco, y
que me ha brindado para difundir, más allá de nuestras números, en sucesión aritmética, para calificar sus apa-
fronteras, interesantes datos sobre el habla culta fami- rejos. Un barco que tuviera en óptimas condiciones tan-
liar peruana, y no puedo dejar de sentirme halagada to la construcción como los aparejos recibía A-1 como
por la importante repercusión que han tenido entre sus calificación.
lectores. Debo añadir, también, que en algunos casos los
textos han sido ligeramente ampliados o modificados. Abalear, balear. En el Perú y otros países america-
Lima, agosto de 2011 nos se usan estos verbos como sinónimos de tirotear ‘dis-
parar repetidamente un arma de fuego contra alguien
o algo’ (en algunas partes equivalen a fusilar). Balear y
Martha Hildebrandt abalear se han formado sobre el italianismo bala. Los
respectivos postverbales ―baleo y abaleo, abaleada y ba-
leada― expresan su acción y efecto, lo mismo que los
derivados baleadera, baleadura y balacera, este último for-
mado sobre balazo ‘tiro, disparo’.

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Abarrotar. En el Perú y otros países de América, este Accesitario. Era el congresista peruano, miembro de
verbo significa ‘atiborrar’, ‘atestar’; abarrotar es una una Comisión, con voz pero sin voto. Una modificación
obvia formación sobre barrote, término prerrománico del Reglamento le concedió el derecho de votar, como
aplicado a una barra de metal, y luego a otros objetos suplente, en caso de ausencia de un titular de su bancada.
que cumplieran la función de acuñar o inmovilizar a Accesitario tiene usos análogos fuera del Congreso. Este
estos últimos. De barrote se derivó abarrote, aplicado a lo peruanismo es derivado del latín accéssit (literalmente
que servía para rellenar espacios y estibar la carga en ‘se acercó’), latinismo que se aplica, en certámenes, a
un barco; hoy designa diversos alimentos, de primera la “recompensa inferior inmediata al premio” (DRAE
necesidad y no perecibles. Figuradamente estar abarro- 2001).
tado (un espacio) significa que está repleto de cosas o
personas. *Acefalía. Es una forma muy difundida del cultismo
acefalia ‘carencia de cabeza’ y, en sentido figurado refe-
*Accesar. Entre los hispanoamericanos usuarios de rido a una institución, ‘ausencia de jefe’. Pero acefalia
computadoras (ordenadores) se ha difundido últimamen- tiene como segundo elemento compositivo el morfema
te este verbo para expresar la idea de ‘entrar’, ‘llegar’ a de origen griego -cefalia que significa ‘relativo a la cabe-
una determinada información. Pero el verbo correcto za’; está, por lo tanto, en la línea de bicefalia, macrocefa-
en estos casos es acceder. *Accesar es un anglicismo crudo lia, hidrocefalia, braquicefalia, dolicocefalia, todos los cuales
que la lengua general rechaza y que el Diccionario oficial terminan en el diptongo -ia (y no en el hiato -ía).
no incluye; se trata de un calco del inglés to access, el cual
tiene el mismo origen latino que el español acceso. Achiote o achote. Es un colorante insípido que da
un tono rojizo a diversos alimentos. Su nombre viene
Accesible, asequible. Estos adjetivos se usan en la del azteca achíotl; el sinónimo quechua era mántur. ¿Y
lengua culta de España y América con graves confusio- por qué un aztequismo desplazó a un quechuismo en
nes de sentido. Accesible, del adjetivo latino accesibĭlis, a una zona de sustrato quechua? Simplemente porque,
su vez del verbo accedĕre ‘llegar’, se aplica a la cosa o en su ruta hacia el sur, los españoles aprendían los nom-
persona a que se llega sin dificultad: cerro accesible, profe- bres de las cosas americanas en la lengua en que las co-
sor accesible. Asequible, del verbo latino assĕqui ‘conseguir, nocían y acababan difundiéndolos en otras tierras. Así,
adquirir’, se aplica, en cambio, a lo que puede ser com- tainismos como ají y maíz desplazaron aquí a las corres-
prado o adquirido sin problemas: casa asequible, precio pondientes voces quechuas uchu y sara, y el aztequismo
inasequible. Extremo del dislate es el uso de la forma hí- camote desplazó al quechua apichu.
brida *accequible por accesible o asequible.

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Achorado. El participio pasado, usado como adjetivo, Acuatizar. Este cultismo, creado en el castellano de
del verbo pronominal achorarse, es un peruanismo ― América a imitación de aterrizar, no se usa en España.
que se usa también en Chile―, formado sobre el gitanis- Allá se prefieren los sinónimos amarar (formado direc-
mo chori ‘ladrón’. Achorarse significa ‘adoptar actitudes tamente sobre mar) y amerizar, que imita el francés ame-
y modales agresivos o matonescos’. El derivado achora- rrir. Acuatizar ―que ya figura, como americanismo, en
miento describe esta negativa actitud. Achorada, forma el DRAE 1970― tiene la ventaja de exhibir un campo
femenina del adjetivo achorado, se sustantiva como si- semántico más amplio: no solo el mar, sino también un
nónimo de achoramiento. Todo este grupo de palabras lago o un río pueden ser campo de acuatizaje para una
tiene, sin duda, una gran vitalidad en nuestra lengua nave aérea.
popular y familiar.
Acusete. Este peruanismo es un derivado del verbo
Achuntar. En el habla familiar del Perú y de otros acusar con el sufijo (de origen francés) -ete, que pue-
países del sur de la América meridional, este expresivo de tener matiz despectivo. Acusete equivale al derivado
verbo significa ‘acertar’, ‘dar en el blanco’, sobre todo peninsular acusón y a su sinónimo acusica. Todos estos
en sentido figurado. Según la etimología que incluye el términos son, en principio, característicos del lenguaje
DRAE desde su edición de 1984, achuntar es un deriva- infantil y escolar. En América se usan igualmente los si-
do del quechua chonta (la alternancia u/o no es signifi- nónimos acusetas y acusaletas (ambos en singular). En el
cativa en quechua). La chonta es un árbol cuya madera, Perú tiene también algún uso el derivado acusetería con
oscura y muy dura, se usa para hacer arcos y flechas, y el sentido de ‘situación en que abundan las acusaciones
también objetos de adorno. mutuas’.

A como dé lugar. Esta expresión adverbial es co- Adefesiero. En el Perú y en otros países sudamerica-
rriente en la lengua familiar del Perú y de muchos nos se califica así a quien dice o hace adefesios, es decir,
otros países hispanoamericanos. Significa ‘sin reparar ‘despropósitos’, ‘disparates’, ‘extravagancias’ (su equi-
en medios, esfuerzos, escrúpulos ni consecuencias’. valente adefesioso es hoy menos usado). Adefesio tiene
Una variante (menos frecuente) implica un cambio en ilustre prosapia, pues resulta de la fusión de la locución
la forma verbal: a como diera lugar. El equivalente pe- latina ad Ephesĭos, literalmente ‘a los efesios’, título de
ninsular es, en el habla familiar, de todas todas, obvia una epístola de San Pablo dirigida a los habitantes de
reducción, con reduplicación, de la locución general Éfeso, en la cual el santo predicador recordaba las pe-
de todas maneras. nalidades que sufrió en ese lugar.

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Adentro, afuera. Estos adverbios de lugar provie- Ad portas. En el habla culta del Perú y de algunos
nen de las palabras latinas ĭntrō y fŏras, a las cuales se otros países de América es usual esta frase latina en sus-
soldaron, respectivamente, las preposiciones de y a para titución de la castellana a las puertas. La frase se docu-
dar como resultado las formas compuestas castellanas menta en España desde el siglo XV hasta el XIX, pero
adentro y afuera. Dentro y fuera expresan posición y no hoy ha caído en desuso. Ad portas se remonta a Cicerón,
movimiento, idea que aporta la preposición a, tardía- quien cita el grito de terror “¡Hannibal ad portas!”, di-
mente añadida. Pero el predominio de adentro y afuera, fundido cuando se temía la entrada a sangre y fuego de
sobre dentro y fuera, como simples adverbios de lugar Aníbal en Roma después de su victoria en la batalla de
que no expresan movimiento es una característica del Cannas.
español familiar de América, el Perú incluido.
Adú. En nuestra lengua familiar, adú significa ‘amigo
A diestra y siniestra. Esta locución adverbial se entrañable’ y se usa sin variación de género; su plural
usa desde el siglo XV junto a la equivalente a diestro y es adúes. Adú se documenta en el habla peruana desde
siniestro, aquí desconocida. El cambio en el género de mediados del siglo XX y no es extraño a la lengua de
diestro y siniestro se debió tal vez a influencia del sustan- escritores tales como Alfredo Bryce Echenique. En No
tivo sobrentendido mano. Hoy en España se usa más a me esperen en abril, Bryce nos ofrece una gráfica imagen
diestro y siniestro, pero a diestra y siniestra está documenta- semántica de este curioso peruanismo: “...no confiaba
da en autores tan renombrados como Moratín y Pérez ni en el Cholo Jacinto, su pata del alma, su amigo, su
Galdós. Por imperdonable descuido, la expresión a dies- cumpa, su adú...” (ed. 1995, pág. 322). En cuanto a su os-
tra y siniestra no aparece en la última edición (2001) del curo étimo, se le ha llegado a suponer de origen africa-
Diccionario académico. no y aun a relacionar, sin ningún sustento, con el verbo
castellano adular.
Adonde, a donde, en donde. Donde es un adverbio
de lugar; en donde es una frase equivalente; la locución Agarrar(se). Es un verbo formado sobre garra ‛pata
adverbial a donde, lo mismo que su forma fusionada adon- de animal con uñas corvas y filudas’. En la lengua fami-
de, implica movimiento. Sin embargo, en la lengua culta liar de gran parte de América (el Perú incluido), agarrar
del Perú y de otras partes de América, adonde ha mante- ha desplazado a sinónimos como el cultismo asir, el am-
nido un uso ―documentado en los clásicos― que lo hace biguo tomar y el vitando coger (que tiene en el Cono Sur
simple equivalente de donde, pues no expresa siempre el la acepción de ‛fornicar’). Seguido de la conjunción y
movimiento que debería implicar la preposición a. Ejem- más otro verbo (“agarró y dijo”, “agarré y me fui”) aga-
plo: ¿adónde está? en vez del correcto ¿dónde está? Hoy la rrar no es un simple expletivo ni una muletilla, pues
Academia es benevolente ante este arcaísmo. aporta los matices semánticos correspondientes a la ac-
ción súbita o inesperada.

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*Agendar. Con el sentido de ‘incluir en la agenda’ y Aguachento. En el Perú, en otros países de América
referido a asuntos, documentos, etc., ha empezado a y en las islas Canarias significa ‘insípido o desabrido por
usarse este verbo en nuestra habla culta (o la que debie- exceso de agua’; aguachento califica especialmente fru-
ra serlo). Agenda, del latín agere ‘hacer’, significa ‘cosas tas y tubérculos de esa consistencia (en España se dice
que hay que hacer’; al castellano entró, a través del fran- aguanoso, también usado en el Perú). Aguachento parece
cés, a mediados del siglo XVIII y, a pesar de los ataques derivado de aguacha, hoy (en Aragón) ‘llovizna fría’ o
de los antigalicistas, agenda apareció ya en el DRAE de ‘agua estancada’. Otra posibilidad etimológica es la del
1884. Cosa semejante podría ocurrir ahora con su deri- galleguismo: en gallego agoacento significa ‘llovizna fría’
vado *agendar. o ‘agua estancada’.

Agriparse. Con el sentido de ‘contraer la gripe’ se Agua hervida. En la crónica policial limeña se lee úl-
usa este verbo en el Perú y en otros países de América. timamente acerca de varios casos en que algunas muje-
Gripe se tomó del francés grippe, a fines del siglo XIX, res han sido quemadas “con agua hervida”. Pero el agua
para designar una enfermedad viral, contagiosa y a ve- hervida, es decir, la que ha pasado el punto de ebullición
ces epidémica, cuyos más claros síntomas son la fiebre (100º C), no tiene por qué estar hirviente y ni siquiera
alta y el decaimiento general. En España se documenta, caliente; el agua hervida puede estar fría y aun helada.
como equivalente del americanismo agriparse, la varian- La expresión correcta es agua hirviendo, con un uso ad-
te sin prefijo griparse. Los adjetivos gripal y griposo perte- jetivo excepcional del gerundio del verbo hervir. Según
necen a la lengua general. la norma oficial, la única otra excepción la constituye el
verbo arder; es lícito, por lo tanto, referirse a una casa
*A grosso modo. La locución latina grosso modo signi- ardiendo.
fica literalmente ‘de manera burda’ y se usa en castella-
no desde hace más de un siglo. El Diccionario académico Aguas servidas. En el Perú se llaman así las aguas
la registra con el sentido de “a bulto, aproximadamente, negras, residuales o de albañal; es decir, las que provienen
más o menos”. Pero en el habla semiculta de América y de viviendas o zonas industriales y arrastran suciedad
España se oye frecuentemente una variante que no es y detritus; también se ha usado aquí la expresión equi-
latín ni castellano: *a grosso modo. Debe evitarse. valente aguas excluidas. El Diccionario de la Academia
(2001) incluye ya aguas servidas como uso del Perú, la
Argentina y el Uruguay. En la Argentina se dice también
aguas de alcantarilla; en Cuba, aguas albañales.

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Aguatero. En el Perú y en otros países del continente Ají. Es un antiguo arahuaquismo del español de Amé-
sobrevive este centenario término para designar al agua- rica (viene del taíno antillano). En el Perú desplazó al
dor, es decir, a quien transporta y vende agua en lugares nombre quechua uchu. En España se llamó pimiento de
donde no hay todavía agua corriente. Aguatero es un obvio Indias y en toda Europa se difundió con nombres diver-
derivado de agua, con un anómalo terminal -tero que re- sos. Entre las variedades del género (Capsicum) están el
sulta de anteponer al sufijo -ero la t perteneciente a la raíz ají verde (en realidad, amarillo o anaranjado) que, se-
o al radical de términos semejantes, tales como hojalatero. cado al sol, se llama ají mirasol, y el ají limo, pequeño y
multicolor. Ají designa también cualquier guisado que
¿Ah? La interjección ¡ah!, pronunciada con entonación lo contiene: ají de gallina.
descendente, expresa en la lengua general ‘asombro’, ‘ad-
miración’, ‘sorpresa’. Pronunciada con entonación ascen- Ajiaco. Es, en casi toda la América hispana, un guisa-
dente ―¿ah?― sustituye ―en el Perú y otros países ame- do ―o sopa― de carne, ají, papas y otros ingredientes.
ricanos― a la interjección interrogativa ¿eh?, del español Ajiaco es un casi seguro derivado del taíno ají; se descar-
general. Se dice ¿ah? cuando se quiere que el interlocutor ta, como étimo, el término castellano de origen latino
repita o aclare lo que acaba de decir; también para pedir su ajo, bulbo que no entra en la composición del ajiaco. Y
asentimiento después de una orden, propuesta o petición. se descarta igualmente que el elemento final sea el sufijo
castellano –aco, improductivo en la lengua desde antes
Ahora poco. La locución adverbial ahora poco, que del descubrimiento de América.
el DRAE 2001 registra como usada solo en Cuba con el
significado de ‘hace poco tiempo’, se emplea también en *A la brevedad. Este modo adverbial, frecuente en
otros países de América, el Perú incluido. Ahora poco re- nuestra lengua formal con el sentido de ‘lo más pronto
sulta de reducción de la frase equivalente ahora hace poco posible’, es censurado como sucedáneo de la expresión
tiempo; la forma ha, equivalente de hace (del verbo hacer) a la mayor brevedad. Pero, si brevedad es la “corta exten-
ha sido absorbida por la -a final de ahora y el sustantivo sión o duración de una cosa” (DRAE 2001), lo lógico
tiempo se considera sobreentendido. sería referirse a una deseable “menor brevedad” en la
ejecución de algo urgente. En realidad, breve expresó,
Ahorrista. Este sustantivo, común a ambos géneros, en su origen, una noción más espacial que temporal:
se usa en el Perú y otros países de América con el sen- ‘corto’, ‘de baja estatura’.
tido de ‘persona que ahorra en un banco o en una ins-
titución análoga’. No equivale al adjetivo ahorrador, que
solo expresa tendencia al ahorro. El sufijo -ista es pro-
lífico en el campo de las ciencias sociales (economista), la
política (marxista), la literatura (prosista), las artes (pianis-
ta, acuarelista), los deportes (futbolista, tenista), etc.

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A la hora de los loros. En nuestra habla familiar, Alcance. Según la última edición (2001) del Dicciona-
esta locución significa ‘en el momento crítico o crucial’. rio de la Academia, este postverbal de alcanzar es en Chi-
Resulta de una progresiva alteración fonética de otra le y el Perú el “aporte o sugerencia hecha en sesiones o
locución adverbial equivalente: a la hora de la hora (no debates públicos”. En el Congreso del Perú, por ejem-
incluida en el DRAE 2001), pronunciada a l’ora e l’ora plo, es frecuente pedir la palabra para hacer un alcance
(y documentada con estas grafías en autores peruanos) a lo que está diciendo el orador de turno. Pero el uso
en la cual l’ora juega con lora ‘ave’ y así da origen a una de alcance por aporte o sugerencia no está restringido al
tercera versión, esta de matiz humorístico: a la hora de lenguaje de las sesiones o debates públicos: frecuente-
los loros. mente hacen alcances los interlocutores y entrevistadores
de la radio y la televisión.
Alambre de púas. En el Perú y en otros países de
América se llama así el alambre que tiene púas cada Alcayata. En el Perú, y también en muchos otros
cierto trecho (en algunas partes se usa la variante alam- países de América, alcayata desplaza a su sinónimo de
bre de púa). En España, sin embargo, la locución se des- la lengua general escarpia para designar el “clavo con
conoce y ese material, empleado para hacer cercas, se cabeza acodillada que sirve para sujetar bien lo que se
llama alambre de espino. Pero ninguna de estas expresio- cuelga” (DRAE 2001). Alcayata, término hoy olvidado
nes se registra en el DRAE 2001, que sí incluye espino en la lengua general, es un mozarabismo (arabismo de
artificial como “alambrada con pinchos que se usa para España) que lleva el artículo árabe al- sobre cierta raíz
cercar”. latina ligada al término castellano cayado ‘bastón’.

Albricias. En el árabe hispánico significaba etimoló- Aleatorio. Este latinismo (de aleātōrius ‘propio del
gicamente “la buena nueva”. Poco usado en singular, juego de dados’) significa “relativo al juego de azar” o
el DRAE 2001 define el plural albricias como “regalo “dependiente de algún suceso fortuito” (DRAE 2001).
que se da a quien trae la primera noticia de una buena Un contrato de seguro de vida es un contrato aleatorio.
nueva” [sic]. Sin embargo, este significado ha sido mo- Pero muchos hablantes usan este adjetivo con el sentido
dernamente desplazado por otro, que ya es general en equivocado de ‘dudoso’, ‘relativo’, ‘discutible’, ‘opina-
todo el mundo hispánico: albricias tiene el sentido de ble’. El cambio semántico podría explicarse por influen-
‘enhorabuena’ o ‘felicitación’, en función interjectiva: cia del francés, lengua en la cual aléatoire ha desarrolla-
¡albricias! do la acepción de ‘problemático’.

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Alegoso. En el habla familiar del Perú y otros países Al hilo. El sustantivo hilo, muy antiguo en castellano,
de América (también en las islas Canarias), alegoso sig- viene del latín fīlum, íd. (el latín fīlum es también étimo
nifica ‘discutidor’, ‘inclinado a replicar’ y se aplica es- del término castellano filo ‘borde cortante de un instru-
pecialmente a quien siempre expone razones ―válidas mento’). En la lengua general, la locución a hilo significa
o no― para protestar, reclamar o justificarse. Se trata ‘en la misma dirección’, ‘en línea paralela’ y también ‘sin
en este caso de la extensión de sentido ―y posterior di- interrupción’. Pero en el español de casi toda la América
vulgación― de un uso jurídico: alegar (del latín allegare, hispana se ha impuesto la variante al hilo que implica,
íd.) es, referido al abogado, ‘aducir leyes, autoridades y aparte de la contracción de la preposición y el artículo,
razones en defensa de su causa’. su uso específico en una sola de las acepciones de la lo-
cución a hilo: ‘uno después del otro sin interrupción’;
*Alergeno. El grecismo alergia designa los efectos ― por ejemplo “le gritó varios insultos al hilo”.
respiratorios, nerviosos, dérmicos― producidos por
sustancias que hacen al organismo susceptible ante otra Alimenticio, alimentario. Estos adjetivos, ambos
acción de esas mismas sustancias. El sustantivo que las derivados de alimentar, no son sinónimos estrictos. Ali-
designa se ha usado ―y se usa aún en el Perú y otros menticio equivale a nutritivo y se refiere a lo que se ingiere
países― como palabra grave: *alergeno. La forma co- y se digiere con provecho para el organismo. Alimentario,
rrecta, sin embargo, es la esdrújula alérgeno; en ella ― de uso muy moderno en castellano, se aplica, en cam-
como en oxígeno, hidrógeno― es átono el elemento com- bio, a todo lo relacionado con la alimentación: política
positivo -geno. alimentaria, producción alimentaria, industrias alimentarias,
hábitos alimentarios, etc.
*Alfereces. Alféreces es el plural correcto de alférez, voz
de origen árabe que designa al “oficial de menor gra- Allanar. Formado sobre llano, tiene sentidos diferen-
duación, inmediatamente inferior al teniente” (DRAE tes en España y en América. Allá es “entrar en casa aje-
2001). Alférez, palabra grave, conserva el acento en la na contra la voluntad de su dueño” (DRAE 2001); en
segunda sílaba al hacer el plural: alféreces. La pronun- América ―el Perú incluido― es “registrar un domicilio
ciación errónea alfereces, con acento ―no marcado― en con mandato judicial” (íd. íd.). Similar viraje semánti-
la penúltima sílaba, puede deberse a influencia del anó- co muestra el postverbal allanamiento. Pero, en la jerga
malo plural de carácter: caracteres, con el acento despla- peruana, el sentido de allanar aun sobrepasa el penin-
zado a la sílaba siguiente. sular, pues se ha hecho ya equivalente de robar, hurtar o
sustraer.

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Al ojo. En el Perú y otros países sudamericanos se usa Al toque. En el lenguaje coloquial del Perú, esta locu-
esta locución adverbial o adjetiva en vez de la general ción adverbial significa ‘inmediatamente’, ‘sin dilación’:
a ojo. Ambas formas se refieren a cierto peso, cantidad, ipso facto. Toque es postverbal de tocar, verbo de origen
distancia, etc., calculados sin precisión. La variante ame- onomatopéyico relacionado, en una de sus acepciones,
ricana del modismo se explica por la frecuente vacila- con el sentido del tacto. El matiz temporal, de una locu-
ción en cuanto al uso u omisión del artículo determina- ción esencialmente espacial, se explica, al parecer, por
do. En el español peninsular ha prevalecido la variante un giro del lenguaje futbolístico, en que pasar la pelota
sin la ele correspondiente al artículo pospuesto el: a ojo. al toque significa pasarla rápidamente a otro jugador sin
Representa una excepción de esta tendencia americana mantenerla entre los propios pies.
la locución adverbial equivalente a ojo de buen cubero.
Alverja. En el Perú y en casi todo el resto de la Améri-
A lo largo de. Ya en la edición de 1956 del Diccio- ca hispana se llama alverja la leguminosa que en España
nario Académico aparece la locución adverbial a lo lar- se conoce como guisante. Alverja resulta de alteración de
go de en su acepción espacial opuesta a la locución a lo la forma anterior arveja, que viene del latín ervĭlĭa. La
ancho de. Pero, desde la edición de 1984 del DRAE se supervivencia de alverja o arveja en América se explica
incluye su acepción temporal de ‘durante’, producto de porque los descubridores y conquistadores no prove-
una extensión semántica espacio-temporal: el cambio nían mayormente de las regiones nórdicas, donde en-
es inherente al lenguaje. Sin embargo, algunos puristas tonces se usaba el nombre arcaico de guisante. Nuestro
recalcitrantes censuran todavía ese uso consagrado por oscuro modismo por las puras alverjas resulta de prolon-
escritores y filólogos de la talla de Azorín (José Martínez gación de otro igualmente americano: por las puras, es
Ruiz) y Rafael Lapesa. decir, ‘en vano’, ‘sin razón alguna’.

*Alto al fuego. En gran parte de América (y algo en Amarcigado. Según el Diccionario de la Academia
España) se usa esta locución ―nominal o interjectiva― (2001), este término se aplica, solo en el Perú, a la per-
en vez de la general alto el fuego ‘cese, momentáneo o sona “de piel algo morena”. Se trata, sin duda, de una
definitivo, de las acciones bélicas entre dos ejércitos o alteración del término español almacigado o amacigado,
grupos armados’. En alto el fuego, alto no es el adjetivo que significa ‘de color amarillo’, pues deriva del arabis-
de origen latino que es antónimo de bajo, sino el tér- mo almáciga, nombre de una resina vegetal amarillenta.
mino militar ¡alto!, del alemán ¡Halt!, que ordena ‘de- Entre nosotros amarcigado es sinónimo no estricto de tri-
tención en la marcha’ o en cualquier otra actividad, tal gueño; ninguno de ellos tiene connotación negativa.
como la bélica.

22 23
Amateur. Este sustantivo, que cumple también fun- Ambulante. En el Perú y en otros países de Améri-
ción adjetiva, se tomó del francés a fines del siglo XVIII. ca, ambulante ―en principio participio activo del verbo
Prueba de que en España el préstamo entró por vía oral ambular ‘andar’― tiene además de su función adjetiva
es su pronunciación, aproximada a la francesa, amater; (vendedor ambulante) la sustantiva (un ambulante). En la
contrariamente, prueba de que en América el término Lima colonial y al inicio de la republicana eran clásicos
se tomó por vía escrita es su pronunciación culta ama- los pregones de los vendedores ambulantes que anun-
teur. Amateur, que no se consigna en la última edición ciaban cada hora del día. Pero hoy el adjetivo ambulante
(2001) del Diccionario de la Academia, se incluirá en la se ha sustantivado llegando a perder toda connotación
próxima, que está por aparecer, junto con su derivado de movimiento, pues se aplica también, contradictoria-
amateurismo. mente, al vendedor callejero que tiene un puesto fijo en
una acera.
Amazonia. Es el nombre correcto de la hoya del gran
río descubierto por Francisco de Orellana en 1542: sus Amiguero. En el Perú y en otros países de América,
soldados creyeron ver, en las orillas, a mujeres guerre- desde Méjico hasta la Argentina, se califica de amiguero
ras semejantes a las amazonas de la leyenda griega. En o amiguera a quien hace fácilmente amigos; pero ami-
los topónimos castellanos acabados en -ia, estas vocales guero puede tener también un matiz negativo referido a
forman diptongo, como en Polonia, Patagonia, entre los quien hace indiscriminadas amistades con algunos ami-
acabados en -onia. La pronunciación peruana, con hiato gotes o a quien pierde el tiempo con los amigos. El adje-
y tilde, *Amazonía, se debe a influencia del francés Ama- tivo amiguero no parece tener un estricto equivalente en
zonie (pronunciado aproximadamente Amazoní). el español de la Península, por otra parte abundante en
derivados cultos del latín amicūs, tales como el superlati-
Ambicia. En la lengua popular del Perú y de otros vo amicísimo y el adjetivo amical.
países de América, ambicia equivale a ambición, palabra
que viene del verbo latino ambire que significa ‘rodear’, Ampay. En el Perú se usa este sustantivo, también con
‘cercar’, ‘pretender’. La variante ambicia, que parece, a función interjectiva, para referirse al ‘hallazgo de un
primera vista, un derivado regresivo de ambición (por jugador oculto según las reglas del juego del escondite’
probable influencia de codicia) es una forma antigua del (o en el Perú de las escondidas). Ampay podría estar rela-
término, documentada en el siglo XIV. Ambicia es, pues, cionado con el inglés umpire, que designa al juez en el
otro arcaísmo de América y uno más de los conservados béisbol; otras propuestas etimológicas tales como la de
en el Perú. arm pair ‘par de brazos’ o la quechua se sostienen menos
aún que la de umpire. El plural de ampay es ampayes o am-
páis y el verbo correspondiente es ampayar ‘sorprender
infraganti’, con un ámbito que hace mucho excedió el
del juego infantil.

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*Anda. En el Perú y en otros países de la América his- Anexo. Viene del latín annexus y significa ‘unido’ (a
pana se usa este anómalo singular en vez del correcto algo). A partir del siglo XVII la x de anexo empezó a
andas. Según el DRAE 2001, andas es el nombre de un pronunciarse como j; se impuso, consiguientemente, la
“tablero que, sostenido por dos varas paralelas y hori- grafía anejo. Pero en gran parte de América predomina
zontales, sirve para conducir efigies, personas o cosas”. todavía anexo con x = ks (también anexar). En el Perú
*Anda, como andas, pertenece al género femenino; pero, anexo es también, como sustantivo, un centro poblado (in-
por razones fonéticas, lleva el artículo determinado en cluido en un distrito), la ‘extensión o línea telefónica
masculino: el *anda; no así el adjetivo correspondiente: conectada a otra principal’ y el ‘aparato’ mismo desde el
*anda antigua. cual se habla y escucha.

Andenería. Aunque andén podría asociarse al verbo Angurria. En el habla familiar del Perú (también en
andar, no hay relación de origen entre ambos términos. la de otros países de América) angurria significa ‘ham-
Andén, de étimo incierto, es voz antigua en castellano bre ansiosa’ y, figuradamente, ‘codicia’; angurriento es
con la acepción, entre otras, de ‘terraplén’ (en quechua, el hambriento, y también el codicioso. La palabra angurria
pata). Hoy andén es de uso general en la acepción de resulta de reducción y cambio de sentido del vocablo cas-
‘plataforma larga y estrecha que se usa para acceder a tellano estangurria que significa ‘micción dolorosa’ (en
un tren o a un ómnibus’. El derivado andenería es un algunos casos por efecto de una retención de orina). Se
antiguo peruanismo documentado también en países sobreentiende que el angurriento o codicioso, por no que-
limítrofes que formaron parte del imperio incaico. El rer desprenderse de nada, no se deshace ni de la propia
DRAE registra andenería desde 1927. orina.

Andinismo. Así como alpinismo deriva del nombre A nivel de. El viejo catalanismo nivel entraña la no-
de las montañas europeas de los Alpes, andinismo es un ción de ‘horizontalidad’; por eso, cuando se usa figu-
derivado del nombre de las cumbres sudamericanas de radamente está implícita la idea de jerarquía. Sin em-
los Andes. Este último término viene del quechua anti bargo, se ha difundido, en el castellano de ambos con-
que significa ‘oriente’ y no tiene relación con la palabra tinentes, un uso ―todavía muy criticado― de nivel sin
castellana andén, a su vez derivada del verbo andar. Pero relación con ninguna estratificación. Son incorrectas,
el uso, que es el amo del lenguaje, permite llamar alpi- por lo tanto, frases como a nivel de ingleses, a nivel de
nismo al deporte que consiste en escalar altas montañas mujeres. Se consideran correctos, en cambio, usos tales
en cualquier parte del mundo, en tanto que andinismo y como a nivel de alumnos, a nivel de maestros, etc. Los usos
andinista se circunscriben al montañismo practicado en incorrectos podrían haberse tomado de la locución in-
cumbres sudamericanas. glesa at the level of.

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Anticucho. Es una vianda, típica de nuestra costa, Anualizado. El DRAE 2001 no registra anualizar,
que consiste en trocitos de carne (usualmente corazón pero sí su participio adjetivado anualizado como ame-
de vacuno) ensartados y asados en broquetas. El étimo ricanismo (propio del Perú entre otros países) referido
de anticucho es incierto. Pero es curiosa la coincidencia a términos económicos tales como precio, interés, tasa,
con Anticucha, hipocorístico de Antonio (a partir de Antu- porcentaje, incremento, etc. y con el sentido de “calculado
co, con el sufijo quechua de diminutivo -cha). Derivados para períodos de menos de un año sobre la base aplica-
de anticucho son anticuchería ‘lugar donde se expenden’; ble a un año completo”. Anualizado es, pues, un término
anticuchero, -a, quien los prepara o vende y anticuchada propio del lenguaje de economistas hispanoamericanos.
reunión en que se consume esta vianda. Un importante
uso figurado es el matiz negativo que tiene anticucho con Apanado. En el Perú y en otros países de América
el sentido de ‘antecedente delictivo oculto’. apanar ha sustituido ―por cambio de prefijo― a empa-
nar ‘cubrir con pan molido o rallado un trozo de car-
*Antidiluviano. Aunque ya es un poco tarde para ne antes de freírlo’ (en otras zonas de América se usa
oponerse al Diluvio Universal (la Real Academia exige empanizar, con cambio de sufijo). El participio apanado
las mayúsculas), *antidiluviano se oye de boca de más de es adjetivo (bisté apanado) o sustantivo (un apanado). En
un hablante seudoculto. En la forma correcta, que es uso figurado, apanado es la ‘golpiza colectiva dada a una
antediluviano, el prefijo latino ante- significa ‘anterior a’, persona’; en un segundo grado de abstracción, puede
en cambio, en la versión incorrecta, que es *antidiluvia- equivaler a ‘crítica drástica colectiva’.
no, el prefijo griego anti- significa ‘contrario a’. Por otra
parte, diluvio es un antiguo latinismo que se documenta Apapachar. En las últimas décadas se ha difundido
desde el siglo XIII y se aplica especialmente a la bíblica en nuestra habla familiar ―a través de la televisión,
inundación de la tierra en tiempo de Noé. principalmente― este mejicanismo que significa ‘aca-
riciar con ternura’, especialmente a niños. Según el
Antisistema. Este obvio compuesto de sistema y el DRAE 2001, el aztequismo apapachar se explica por re-
prefijo anti- ‘contra’ se usa desde hace algún tiempo en duplicación de la segunda sílaba de apachar, verbo de
la lengua culta de España y América (no lo registra el origen igualmente náhuatl, que significa ‘magullar’,
DRAE 2001). Su formación sigue la línea de otros com- ‘apachurrar’. Se oyen también aquí apapacho (o apapa-
puestos de anti- más un sustantivo, tales como anticuerpo, che) por ‘caricia’ y apapachador, apapachadora referido a
antihéroe. Antisistema se usa como sustantivo masculino o quien apapacha.
como adjetivo invariable: “es el candidato del antisiste-
ma”; “la facción antisistema es minoritaria”.

28 29
A partir de un confite. En nuestra habla familiar, A punta de. En el Perú, y en muchos otros países de
así como en la de la Argentina, se documenta el modis- la América hispana, esta locución adverbial sustituye a
mo estar a partir de un confite con el sentido de ‘estar en la castiza a fuerza de. Normalmente va seguida (como a
las mejores relaciones sin discrepancia alguna’; en Ve- fuerza de) por un sustantivo o un infinitivo verbal: a pun-
nezuela, en cambio, se prefiere la variante estar partiendo ta de ruegos o a punta de rogarle (lo mismo que a fuerza de
un confite. Confite es un catalanismo del castellano docu- ruegos o a fuerza de rogarle). En ambos casos hay un matiz
mentado desde fines del siglo XV; sin embargo, en la de presión, violencia o insistencia, no siempre conside-
Península prevalece, como equivalente de estar a partir rada o cortés.
de un confite, el modismo estar a partir de un piñón. El pi-
ñón, fruto del pino, es también de sabor muy agradable. Apuntarse un poroto. En varios de los países de
la América hispana, sobre todo en aquellos de sustrato
Apersonarse. En el lenguaje jurídico y en el habla quechua, se llama poroto (del quechua purutu) el grano
culta del Perú, así como también en otros países de His- que en la Península se conoce con el nombre judía. El
panoamérica, se prefiere la variante prefijal apersonarse uso de poroto en el Perú se documenta desde el siglo
sobre personarse, que es más moderno y usual en Espa- XVI en la obra del Inca Garcilaso y sorprende que hoy
ña. Ambas se refieren al acto de comparecer personal- se haya sustituido por el término latino frejol o frijol. Sin
mente en un juicio o al de ‘presentarse personalmente embargo, subsiste con sentido figurado en el modismo
en un lugar determinado’. Se documenta asimismo en apuntarse (o anotarse) un poroto, que significa ‘acertar’,
el Perú el postverbal apersonamiento. ‘dar en el clavo’.

Aplicar, aplicación. Entre las varias acepciones del Aquí y en la Cochinchina; ni aquí ni en la
verbo castellano aplicar no está la de ‘solicitar formal- Cochinchina. Estas expresiones enfáticas ―positiva
mente y por escrito’ referida sobre todo a becas o pues- y negativa― incluyen el nombre tradicional de la re-
tos de trabajo; esta acepción, corriente en América, se gión asiática que hoy constituye Vietnam del Sur. Pero
ha calcado del verbo inglés to apply. También se emplea esa locación geográfica no está presente en la mente del
inadecuadamente en América el sustantivo aplicación hablante; Cochinchina (o la variante Conchinchina) alude
como equivalente de solicitud. Aplicar y aplicación en vez a un lugar inexistente. A pesar de su comprobado uso
de solicitar y solicitud son anglicismos innecesarios e in- en la lengua familiar de España y América, ninguna de
deseables en la lengua culta, y especialmente condena- estas locuciones se consigna en la última edición (2001)
bles cuando se emplean en el ámbito académico. del Diccionario académico.

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Arroba. Antes de la invención de la imprenta, el signo Articulado. Con esta forma participial del verbo ar-
@ se usaba en manuscritos como abreviatura del latín ticular ‘unir, enlazar’ coincide un derivado directo del
ad, traducible por a, en. Mucho más tarde, y por análo- sustantivo artículo que también funciona como sustan-
gos usos en el mundo anglosajón, el signo @ se impuso tivo: articulado es, en el Perú y otros países de América,
en los correos electrónicos, antecediendo a la dirección el ‘conjunto de artículos que integran el texto de una
del usuario. Y en español se encontró con otro uso secu- ley, de un decreto, etc.’. Sin embargo, es frecuente com-
lar del signo: símbolo de la tradicional unidad de peso probar, aun en boca de congresistas y abogados, el uso
equivalente a un cuarto de quintal. Esta es la historia de articulado como equivalente de artículo. Ejemplo: “los
del arbitrario nombre de un signo que es hoy emblema articulados 14 y 15 deben suprimirse”.
mundial de la Informática.
Asarse. En el habla familiar del Perú y de otros países
de América, asarse equivale a turbarse, cohibirse, abochor-
Arroz con mango. Esta locución nominal, que ex- narse (sinónimos peruanos son achuncharse y empavarse,
presa una insólita combinación de elementos, no perte-
hoy menos usados). El participio adjetivado asado se
nece a la lengua general; se documenta en Venezuela,
aplica también a quien está enfadado, irritado o enojado.
en Cuba y en algunos países de la América Central. En
Nuestro uso del verbo pronominal asarse parece haber
el Perú es de empleo muy reciente y su uso se restringe
resultado de una extensión semántica del uso transitivo
al nivel de lengua familiar y juvenil. El término arroz es
de asar, que en la Península equivale a acosar, molestar,
un arabismo documentado en castellano desde el siglo
irritar (o, coloquialmente, freír).
XIII; mango es el nombre tamil (lengua de la India) de
una fruta asiática que se introdujo en América durante
Aserrín. En el Perú y en la mayoría de los países de
el siglo XVIII.
Hispanoamérica se llama aserrín lo que en España se
prefiere llamar serrín: “conjunto de partículas que se
Arruga. En la lengua general significa ‘pliegue’, espe- desprenden de la madera cuando se sierra” (DRAE
cialmente el de la piel a causa de la edad avanzada. En el
2001); aserrín se considera como forma vulgar en la Pe-
habla familiar del Perú, arruga tiene, además, el sentido
nínsula. Análogamente, en América se prefiere la forma
figurado de ‘deuda incobrable’, casi siempre por falta
verbal aserrar en vez de la corriente en España serrar
de decencia o seriedad del deudor; en replana se llama
(del latín serrare, íd.). Aserradero es de uso general en
arruguero al ‘tramposo’ y arrugado el ‘dinero estafado’.
todo el mundo hispánico.
Arrugar por cohibirse, retroceder, acobardarse no es un uso
exclusivamente americano: también se documenta en la
Península.

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Asquiento. Derivado de asco ‘repulsión’ tiene la mis- Atelier. El creador de las finas greguerías, Don Ra-
ma raíz que la del viejo sinónimo asqueroso, a su vez del món Gómez de la Serna, declaraba ufano: “Yo no soy
latín usgo ‘tirria’, con cambio de la sílaba inicial por in- de los que dicen atelier”. El Diccionario de la Academia
fluencia retroactiva del propio derivado asqueroso. En la parece acompañarlo hasta hoy en sus escrúpulos, pues
lengua general, el adjetivo asqueroso se refiere, a su vez, atelier ‘taller de un artista plástico’ no figura en la edi-
a las nociones contradictorias de ‘lo que produce asco’ y ción vigente (2001) ni, al parecer, se incluirá en la que
‘quien siente asco’. Tal vez a esta anfibología se deba la está próxima a publicarse. Atelier es un galicismo que
creación del americanismo asquiento, -a que solo designa corresponde al término castellano taller y este último,
a ‘quien siente asco’. De similar manera, el derivado de que data del Siglo de Oro, ha significado sucesivamente,
la lengua general asquerosidad se aplica exclusivamente ‘montón de leños’, ‘taller de carpintero’ y, por último,
a ‘aquello que provoca asco’. simplemente, taller.

¡Asu! Esta exclamación, que denota admiración o Atracar. Este verbo, de origen incierto, es tardío en
asombro, resulta de la enésima reducción de expresio- castellano, pues se documenta solo desde finales del si-
nes tales como ¡pa’ su madre!, ¡pa’ su madrina!, ¡pa’ su ma- glo XVI. Atracar está entre los llamados marinerismos en
cho!, ¡pa’ su diablo!, etc.; en ellas, pa’ es la preposición tierra, puesto que su sentido original se refería a la lle-
(apocopada) para. La variante gráfica ¡assu! representa gada y anclaje de un barco en un puerto determinado.
el alargamiento de la s como expresión exagerada de Entre los usos peruanos familiares de atracar está el de
admiración o asombro. Aunque ha llegado al nivel del ‘acceder a algo después de haber ofrecido alguna resis-
lenguaje periodístico, ¡asu! sigue siendo una expresión tencia o reticencia’; como pronominal, atracarse se aplica
básicamente popular e inculta. en el Perú a una maquinaria que se traba en su funcio-
namiento o a un hablante que se traba en su lenguaje.
Asumir. Este verbo significa literalmente ‘atraer algo
hacia uno mismo’ y, de allí, ‘hacerse cargo’ (de una ta- *A trasluz. En el Perú y en otros países de América
rea, obligación o responsabilidad). Se puede, igualmen- suele decirse a trasluz y no al trasluz. El trasluz es la luz
te, asumir un reto o una actitud determinada. Pero lo que pasa a través de un cuerpo que por eso se llama
que no se puede hacer, en correcto castellano, es usar el translúcido o traslúcido. Mirar al trasluz es ‘mirar algo que
verbo asumir con los sentidos de ‘suponer’, ‘presumir’, está situado entre la luz y el ojo’ (por ejemplo, un do-
‘inferir’, que tiene en inglés el verbo (del mismo origen cumento contenido en un sobre, un huevo fecundado,
latino) to assume. etc.). La Real Academia recomienda no omitir el artí-
culo el, que está representado por la consonante l en la
contracción al.

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Ausentismo. Es la inasistencia sistemática al centro de A vista y paciencia. Esta locución adverbial es fre-
trabajo o a la escuela (ausentismo escolar); se deriva direc- cuente en la lengua familiar ―oral y escrita― del Perú y
tamente del adjetivo ausente y es la variante preferida de otros países de la América hispana: Costa Rica, Ecua-
en el castellano de América. En España, en cambio, se dor, Bolivia, Chile, Argentina, entre ellos. Variantes pe-
prefiere la forma latinizante absentismo, tomada ―a fines ruanas de esa expresión son a la vista y paciencia y ante la
del siglo XIX― del inglés absenteeism. El término se refe- vista y paciencia. El modismo, con sus variantes, expresa
ría, en principio, a los terratenientes británicos que no la idea de que algo no permitido sucede ante la falta de
residían en sus propiedades. vigilancia o de censura de quien o quienes están obliga-
dos a imperdirlo o detenerlo. El DRAE (en la edición de
Autodidacto. En el Diccionario académico (2001) apa- 2001) solo consigna, como general, la locución equiva-
rece el adjetivo masculino autodidacto con su femenino lente a ciencia y paciencia.
autodidacta. Pero en el habla culta del Perú, de otros paí-
ses de América y en la propia España se usa muy poco la Ayayero. Es un peruanismo derivado de ayayay, a su
forma autodidacto, mientras que el femenino autodidacta vez reduplicación de ay, interjección que expresa, prin-
ha ampliado su campo semántico hasta expresar ambos cipalmente, ‘aflicción’, ‘dolor’. Ayayero fue, en un prin-
géneros (pintor autodidacta; llega aún a chocar la expre- cipio sinónimo de quejumbroso, pero luego amplió su
sión correcta pintor autodidacto). Casos semejantes son campo semántico y hoy significa, en primer lugar, ‘adu-
los de hermafrodita por hermafrodito, estratega por estratego lador’, ‘incondicional’, especialmente en el ámbito de la
y rapsoda por rapsodo. política poco respetable. Últimamente se ha derivado
ayayerismo, que designa la nefasta institución de la ‘adu-
Aventar. Este verbo, formado sobre viento y obsoles- lación servil en provecho propio’.
cente en la lengua general, tiene en el Perú y otros paí-
ses de América diversos usos que parten de la acepción Azúcar rubia. La voz azúcar, de origen árabe, se do-
original de ‘echar el grano al viento para librarlo de la cumenta en castellano desde el siglo XIII. Azúcar es una
paja’; aventarse equivale a ‘lanzarse’ y, figuradamente, excepción en cuanto a la concordancia de género, pues
‘atreverse’; aventado es sinónimo de osado, audaz. Como es correcto que concuerde con un artículo masculino y
transitivo, aventar tiene el sentido de ‘lanzar’, ‘empu- un adjetivo femenino: el azúcar blanca; este uso es anó-
jar’. El derivado aventón es aquí y en algunas otras par- malo en castellano, porque la primera sílaba no es tóni-
tes sinónimo de empujón; en otras, puede aplicarse al ca (como sucede en arma). En el Perú, Chile, Argentina
autoestop. y Uruguay se usa la expresión nominal azúcar rubia en
vez de la general azúcar morena. Rubio, del latín ruběus,
tenía en su origen el sentido de ‘rojizo’, no el de ‘amari-
llo’, hoy referido al cabello.

36 37
Bb
Baipás. Con esta grafía se transcribe la pronunciación
del inglés by-pass ‘desvío’. El término no aparece en el
DRAE 2001, pero sí en el Diccionario panhispánico de du-
das (2005). Ello se explica por la gran difusión de dos
acepciones modernas de by-pass: una en relación con la
cirugía de las coronarias y otra referida a los desvíos o
pasos a desnivel en vías de tránsito rápido. En nuestra
habla familiar baipasear es ‘pasar por encima’ de alguien.

Bajativo. Según el Diccionario de americanismos publi-


Bagre. Es un pez fluvial americano sin escamas, de ta- cado por la Asociación de Academias de la Lengua Es-
maño mediano y cabeza muy fea con “hocico obtuso” pañola en el año 2010, el sustantivo bajativo se usa en el
(DRAE 2001). La palabra, de origen incierto, se docu- Perú y en otros países de la América Central y Meridio-
menta, desde el siglo XVI, referida a América. En el nal con el sentido de “licor digestivo” (es curioso que el
Perú y otros países americanos, bagre designa también DRAE 2001 consigne esta acepción como general). Son
a la ‘mujer fea’ (y, más raramente, al ‘hombre feo’). El apreciados bajativos el coñac, el anisado y también nues-
derivado bagrero, bagrera se aplica a quien suele elegir tro peruano pisco. La palabra se ha formado, obvia-
parejas poco agraciadas. Un uso peruano más moderno mente, a imitación y como contraparte de aperitivo, que
hace a bagre sinónimo de persona vulgar, ruin. Sin embar- designa la bebida alcohólica destinada a abrir el apetito.
go, no se usa en el Perú el chilenismo bagrerío ‘conjunto
de mujeres feas’. Bajetón. Es un derivado de bajo, con el terminal pre-
sente en moretón, guapetón. Referido a personas, significa
Bailar con su pañuelo. En nuestra lengua familiar, ―en el Perú y otros países de América― ‘de estatura
bailar con su pañuelo significa ‘hacerse cargo, cada miem- menos que mediana’, y, en sentido figurado, ‘decaído’,
bro de un grupo, de sus propios gastos’; la frase puede ‘ineficiente’ o ‘mediocre’. Como sustantivo, equivale al
oírse con otros posesivos; es un ejemplo “tuve que bai- derivado general bajón, ‘baja súbita’ (de precios, etc.).
lar con mi pañuelo”. La locución ha extendido hoy su Para algunos lexicógrafos, bajetón es, en principio, un
uso fuera del ámbito económico; por ejemplo, “en una término perteneciente a la riña de gallos: gallo bajetón es
crisis social, cada uno baila con su pañuelo”. Aunque en el de poca altura.
el DRAE 2001 no hay referencia al uso del pañuelo en
algún baile típico, entre nosotros bailar con su pañuelo
evoca el que el bailarín sostiene en alto y agita en nues-
tra danza nacional la marinera.

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Bajonearse. En el habla popular del Perú y de otros Balde. En la América hispana balde es lo que en España
países de Hispanoamérica, bajonearse significa ‘desalen- se llama cubo; es decir, el ‘recipiente de forma de cono
tarse’, ‘deprimirse’. Ese verbo se ha formado, obvia- truncado, con asa’, usado para contener líquidos. Balde
mente, sobre bajón, a su vez, aumentativo del adjetivo es uno de los llamados, por Amado Alonso, marinerismos
sustantivado bajo, más los sufijos -ear y -se. En algunos en tierra, puesto que fue, en principio, de uso marinero;
países sudamericanos ―Colombia, Bolivia, Chile, Pa- por eso, balde se restringe en España al cubo usado para
raguay, Uruguay, no en el Perú― se usan igualmente lavar cubiertas de embarcaciones, etc.; en América, en
los sustantivos derivados y sinónimos bajoneo y bajoneada cambio, balde desplaza a cubo en todos sus usos. Deri-
‘decaimiento anímico’ y el adjetivo bajoneante, referido a vados de balde son baldazo ―americanismo― y baldear.
lo que provoca desánimo o depresión. Por otra parte, balde ‘cubo’ no tiene nada que ver con las
expresiones de balde y en balde.
Balacera. En el Perú y otros países de América equi-
vale a tiroteo: ‘serie de disparos hechos con armas de Bamba. Es muy rica la vida que tiene hoy este ame-
fuego portátiles contra personas o entre ellas’. Balace- ricanismo en el lenguaje coloquial peruano. Aquí todo
ra se deriva de balazo (más el sufijo -ero, -era) que, a su puede bambearse, es decir, ‘adulterarse’ o ‘falsificarse’:
vez, viene de bala (el sufijo -azo significa ‘golpe dado un pisco, un medicamento, la marca de una prenda de
con aquello que expresa la raíz’). Por último, bala es un vestir. Bamba es de incierto origen; su centro de difusión
italianismo que ha tenido en América la descendencia puede haber estado en la Sudamérica septentrional y
léxica que no tuvo en España, especialmente abalear y las Antillas. Su uso primario parece ligado a la joyería y
balear, por tirotear. a la numismática. Como adjetivo, bamba no varía para el
género ni para el número: sortija bamba, perfume bamba,
Balandronada. Variante americana de baladronada licores bamba.
‘bravata’, ‘bravuconada’, ‘fanfarronada’, se deriva, en
último término, de baladrón (en América, balandrón, por Bancada. En el español general, bancada es una “mesa
influencia retroactiva de la nasal final). Baladrón, a su o banco grande” de uso en ciertas fábricas, y la “tabla o
vez, viene de bălatro, -ōnis, que ya en latín tenía el senti- banco donde se sientan los remeros” (DRAE 2001). Ban-
do de ‘bravucón’, ‘fanfarrón’. En el Perú se documenta cada ―obvio derivado de banca― designa, en principio,
también balandronear ‘fanfarronear’; en otros lugares de en el Perú y en otros países de América el conjunto de
América se dice balandronería por balandronada y balan- los legisladores que pertenecen a un mismo partido o
dronero por balandrón. grupo político, pero puede ser también mixta o hete-
rogénea. La bancada mayoritaria puede coincidir con la
bancada oficial u oficialista.

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Barra brava. En español general, barra es un sus- Bataclana. En varios países de la América hispana,
tantivo femenino de origen prelatino que designa una desde Méjico hasta Chile, el sustantivo femenino bata-
pieza larga de metal o madera, generalmente de cor- clana se aplica a ‘bailarinas de cabaret’. El americanismo
te circular, que tiene numerosos usos. Entre las acep- ―hoy el término ha caído en desuso en España― data
ciones figuradas americanas de barra está la de ‘grupo de mediados del siglo XIX, cuando en París se abrió
de personas que anima a un equipo deportivo en una un teatro para operetas frívolas que tenía el nombre de
competencia’; su acción se describe como hacer barra y Ba-Ta-Clan. En cuanto al uso peruano, parece haberse
sus miembros se denominan barristas. Un grupo de par- tomado directamente del argentino, pues la menciona-
tidarios fanáticos de un equipo de fútbol que actúa con da compañía francesa actuó en Buenos Aires, con gran
desorden y violencia se conoce como barra brava. éxito, a principios del siglo XX.

Barriada. Es un derivado de barrio, a su vez antiquí- Batir. Aunque batir es una palabra antigua en caste-
simo arabismo del castellano, pues su uso se remonta al llano, sus usos modernos se relacionan con el francés y
siglo X. En la lengua general, barriada es un sinónimo fueron criticados como galicistas en el siglo XIX; batir
no estricto de barrio, es decir, ‘cada una de las zonas en por combatir o derrotar (como en “batir al enemigo”) per-
que se divide una ciudad’. Pero, a partir de la segunda tenece hoy a la lengua culta general. Pero en el habla
mitad del siglo XX, barriada tomó en el Perú el sentido
familiar peruana batir, debilitado semánticamente, tie-
peyorativo de ‘barrio popular de casas pobres y preca-
ne un sentido cercano al de la locución verbal general
rias’. Este hecho ha ocasionado su sustitución por los
sucesivos eufemismos pueblo joven y asentamiento humano. tomar el pelo; batir ―a alguien― es hacerle insistentes
comentarios, generalmente punzantes o humorísticos,
Basta. En español general, basta ―de origen germá- sobre aspectos determinados de su vida personal.
nico― equivale a hilván. Pero en el Perú y otros países
de América basta sustituye a bastilla (en un principio, su Bemba. En el Perú y en otros países de América (tam-
diminutivo); es decir, el “doblez que se hace y se asegura bién en las islas Canarias) es la ‘boca humana de labios
con puntadas, a manera de hilván menudo, a los extre- muy gruesos, característica de la raza negra’. Corres-
mos de la tela para que esta no se deshilache” (DRAE ponde al término general bezo; por lo tanto, bembón y
2001). Un equivalente americano de bastilla es dobladillo. bembudo son sinónimos de bezudo. Se tiene a bemba por
Bastillar es, en el Perú, ‘hacer la basta’. africanismo de América, sin concreta referencia a una
lengua determinada. Radio bemba es expresión coloquial
y humorística equivalente de rumor o chisme.

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Berrinche. Es un derivado del sustantivo verraco ‘cer- Biósfera. En el Perú y en el resto de América, biósfe-
do semental’; berrinche se documenta en castellano des- ra es el ‘conjunto de seres vivos que habitan la Tierra’.
de el siglo XVII con el significado de ‘rabieta, pataleta’, Pero la pronunciación esdrújula de este cultismo no se
especialmente la de los niños que son por ello califica- registra en la Península, que prefiere biosfera. Casos aná-
dos de berrinchosos. Pero en el Perú, Méjico y algunos logos de esdrujulismo no general son los de estratósfera,
países de América del Centro se denomina berrinche el hidrósfera y litósfera. Atmósfera, documentada desde el si-
mal olor que despide la orina descompuesta por haber glo XVIII, es sin duda la forma que ha influido como
permanecido mucho tiempo en los pañales de un infan- modelo de estos casos de esdrujulismo. El DRAE 2001
te mal atendido y también el similar olor que pueden aún consigna como válidas ambas variantes, atmósfera y
desprender las ropas de algunos adultos igualmente atmosfera, pero la próxima edición solo incluirá la va-
desaseados. riante esdrújula.

Beso volado. En la lengua familiar del Perú y del Bizarro. Este adjetivo se tomó, en el siglo XVI, del ita-
Ecuador se conoce como beso volado el ademán que con- liano bizzarro ‘iracundo, furioso’, de origen incierto. En
siste en besarse las yemas de los dedos de una mano castellano se documenta desde entonces en la acepción
y luego hacer un ligero chasquido con los labios a la de ‘valiente’ y también con las de ‘apuesto, gallardo’,
vez que se separa la mano de la boca; beso volado apa- ‘generoso’ o ‘cortés’, que parecen extensiones del senti-
rece como ecuatorianismo en la última edición (2001) do de la primera acepción. No es correcto el moderno
del DRAE. Beso, vieja palabra castellana, viene del latín uso de bizarro con el significado de ‘extravagante’, expli-
basium, íd.; volado es el participio adjetivado de volar, del cable por calco semántico del francés bizarre, igualmente
latín vŏlare, íd. La expresión americana beso volado se italianismo antiguo.
documenta, excepcionalmente, en la obra de la escrito-
ra española Emilia Pardo Bazán. Bluyín (blue jean). Es, en el Perú y casi todo el resto
de América, un pantalón de tela fuerte de algodón, en
Betarraga, beterraga. En la lengua general se co- un principio de color azul, que se hizo preferida pren-
noce como remolacha, betarraga o betarrata [sic] la raíz da de trabajo masculina; hoy es prenda indispensable
comestible, casi esférica y de color rojo oscuro, que en para ambos sexos en todas las edades. Se recomienda
algunos países de la América del Sur se documenta con la grafía que reproduce la pronunciación: bluyín, y no
el nombre de beterraga (Perú, Bolivia, Chile) o beterava la original inglesa blue jean. Lo mismo se aconseja en
(Argentina). Betarraga, del francés betterave, se registra cuanto a la forma abreviada muy usual yin, plural yins (y
ya en el primer Diccionario Académico (siglo XVIII). no jean, jeans).
Beterraga ―variante tenida por muchos como incorrec-
ta― está, sin embargo, más cerca de su étimo francés en
cuanto a las vocales de sus dos primeras sílabas.

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Bobo. Esta palabra, del latín balbus ‘tartamudo’, se usa Boína. El DRAE 2001 define boina como “gorra sin vi-
en castellano desde el siglo XV con varios significados, sera, redonda y chata, de lana y generalmente de una
entre ellos el de ‘tonto’. Pero en el habla popular perua- sola pieza”; no incluye el DRAE la variante boína, prefe-
na se ha extendido modernamente un uso sustantivo de rida en varios países de América ―el Perú incluido― y
bobo que designa el ‘reloj de pulsera’ y el ‘corazón’. La también en algunas regiones de España. Boina se difun-
relación entre el tictac del reloj y los latidos del corazón dió en la Península en el siglo XIX, durante las guerras
es entendible; no así la que pudiera existir entre tonto carlistas. La vacilación en la pronunciación culta (con
y reloj o corazón, documentada en gran parte de Suda- diptongo o con hiato) se explica porque el acento de
mérica. Lo cierto es que estos usos se han tomado del intensidad es irrelevante en vascuence.
lunfardo o jerga argentina, en la cual el derivado bobería
ha llegado a significar ‘relojería’. Bolada. Del latín bŭlla sale el castellano bola ‘burbuja’,
‛cuerpo esférico’. La acepción figurada de ‘rumor falso’
Bocafloja. Este adjetivo, común a ambos géneros, se ha difundido desde mediados del siglo XVIII a am-
se documenta en el Perú y en varios otros países de la bos lados del Atlántico y ha dado lugar, en América, a la
América hispana como sinónimo de indiscreto, hablador, frase verbal correr la bola ‘divulgar una falsedad’. De este
chismoso; bocafloja equivale semánticamente a otros ame- uso figurado de bola se derivó en las últimas décadas el
ricanismos tales como bocatán (exclusivamente perua- americanismo bolada, hoy predominante en el Perú. El
no), bocasuelta (Venezuela y República Dominicana) y sufijo -ada indica ‘abundancia’ o ‘exceso’; en este caso
bocón (usado en casi toda América). Boca, palabra muy produce solamente una variante formal, pues bola y bo-
antigua en castellano, viene del latín bŭcca, íd.; significó lada son sinónimos estrictos.
originalmente ‘mejilla’ y más tarde tomó el sentido ac-
tual de ‘abertura externa de la cavidad oral’. Bomba. Como sinónimo de embriaguez, beodez, borrache-
ra, se documenta en el Perú desde el siglo XIX en el Dic-
Bocatán. En nuestra habla familiar y coloquial se lla- cionario de peruanismos de Juan de Arona. Puede tratarse
ma así al ‘hablador indiscreto’, al ‘chismoso’. Este perua- aquí de un andalucismo (hay datos de su uso en las islas
nismo ―hoy menos usado que antes― se documenta Canarias) que se documenta igualmente en la América
desde el siglo XIX. Bocatán podría haberse formado, Central (El Salvador, Guatemala, Honduras), Ecuador
sobre boca, a imitación del italianismo charlatán. Pero es y Chile. Arona registra la locución verbal estar en bomba
más probable que su modelo haya sido fablistán o hablis- como equivalente de estar ebrio; hoy se dice estar bomba
tán ‘parlanchín’; la terminación -án se explica por decli- con igual sentido y es corriente el modismo pegarse una
nación bajolatina de *fabulista, -anis, a su vez imitada de bomba como sinónimo de pegarse una borrachera.
palabras góticas como guardián.

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Box. En el Perú y en otros países de América se prefiere Bronca. Es una antigua palabra castellana derivada de
la forma inglesa box a la castellanizada boxeo, postverbal bronco ‘rama cortada’, ‘nudo en la madera’. En la lengua
de boxear (ambos son términos de la lengua general). general, el adjetivo bronco, -a significa ‘de sonido áspe-
El deporte ―que es un pugilato con estrictos requisi- ro’, ‘quebradizo’ y ‘de trato tosco’. El sustantivo femeni-
tos en cuanto a zonas del cuerpo golpeables, guantes no bronca tiene, en el Perú y en otros países de América,
especiales, etc.― es antiguo en Inglaterra y se difundió los usos figurados de ‘enojo’, ‘riña’. En nuestra habla
mundialmente a partir del siglo XIX. Quien practica familiar, tener bronca equivale a tener antipatía; bronquearse
el box se llama en inglés boxer (sustantivo común a am- es ‘pelearse con alguien’ y dar bronca es ‘molestar, fasti-
bos géneros); en la próxima edición del Diccionario de diar’. Ya en los predios de la lengua general coloquial,
la Academia se incluirá la forma femenina de boxeador: abroncarse equivale a abochornarse, aburrirse o enfadarse.
boxeadora.
Budín. Viene del inglés pudding, íd., cuyo significado
*Bracelete. En el Perú y en otros países americanos original fue el de ‘salchicha’. Pasó al castellano a fines
se oye y se lee *bracelete en vez de brazalete que, según el del siglo XIX, referido a cierto postre preparado a base
DRAE 2001, es el “aro de metal o de otra materia, con de pan ―generalmente el sobrante― remojado en le-
piedras preciosas o sin ellas, que rodea el brazo por más che; entre los ingredientes secundarios están, princi-
arriba de la muñeca y se usa como adorno” (la pulsera se palmente, las pasas; se hornea en un molde al baño de
usa sobre el pulso de la muñeca). A pesar de ser la forma María. En el Perú budín ha desarrollado diversos usos
etimológica (del francés bracelet, íd.), *bracelete se tiene figurados, todos negativos o despectivos, y puede iden-
hoy como variante vulgar de brazalete, la forma correcta. tificarse, como sustantivo, con un libro soso, un espectá-
culo de mala calidad o una reunión aburrida.
Brilloso. Es sinónimo de brillante, pero su uso se limita
―en el Perú y en otros países de América― a calificar Bullying. Este anglicismo, muy moderno en español y
objetos materiales comunes, tales como telas, metales, pronunciado aproximadamente bulin, designa el acoso
etc. Brillante, en cambio, ha desarrollado el importante de uno o varios escolares sobre otro de ellos; en inglés
uso figurado de ‘sobresaliente, admirable’. Ambos adje- tiene el sentido de ‘acoso’ o ‘intimidación’, que puede
tivos se derivan de brillar, italianismo culto que data del llegar a la violencia física; es frecuente que el estudiante
siglo XVII. El uso sustantivo de brillante por ‘diamante agredido no acuse a sus agresores quizá porque se aver-
tallado en ambas caras’ data solo del siglo XVIII. güenza de no haber sabido defenderse. La Academia
Española recomienda traducir el anglicismo crudo bu-
llying por intimidación o acoso escolar.

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C
c
*Burrier. Este término, de uso reciente en el Perú, de-
signa a quien transporta clandestinamente drogas pro-
hibidas en su equipaje o vestimenta o aun dentro de su
propio cuerpo. Burrier resulta de la unión de la primera
sílaba del castellano burro ‘asno’ con la última de courrier
‘mensajero’, palabra francesa que se usa igualmente en
inglés (courier). *Burrier se emplea entre nosotros como
forma común al masculino y al femenino; su plural es
*burriers.

Burundanga. Este probable africanismo se docu- Caballazo. En el Perú y en otros países de América,
menta en el Perú desde el siglo XIX (en sus variantes este derivado de caballo significa “encontrón o golpe
borondanga y morondanga). Llegó desde Colombia con las que da un jinete a otro o a alguno de a pie, echándole
acepciones de ‘cosa de poco valor’ y ‘confusión, enredo’. encima el caballo” (DRAE 2001); también, por exten-
Últimamente se ha difundido en el Perú otra acepción sión, ‘golpe que da una persona a otra saltando sobre
colombiana de burundanga: ‘cierta droga soporífera que ella’. En sentido figurado, caballazo significa ‘reprimen-
se administra subrepticiamente a una persona’, con in- da áspera’ o ‘arbitrariedad violenta’. Es peculiarmente
tención de robarle o secuestrarla. peruano el modismo al caballazo, que tiene el sentido de
‘con prepotencia’.
Butifarra. Es, en el Perú, un sándwich en pan francés,
con jamón del país, ají, cebolla, limón, lechuga, etc. La pa- Caballero nomás. Es exclusiva del habla peruana
labra resulta de un doble cambio, fonético y semántico, esta curiosa expresión, usada en referencia a cierta re-
a partir del catalán botifarra ‘embutido de carne de cer- vivida falta de reacción personal de la cual uno no se
do’. Con este sentido, el catalanismo butifarra se registra siente plenamente satisfecho. En caballero no más, no más
desde Panamá hasta el Río de la Plata. Se documentan tiene el sentido unitario americano expresado general-
también desde el siglo XIX el peruanismo butifarra y su mente en la escritura por la unión de ambos adverbios.
derivado butifarrero ‘vendedor de butifarras’. Hoy, caballero nomás ―invariable durante años― puede
denotar el género y el número de las personas a quienes
se refiere: caballera(s) nomás y caballeros nomás.

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Cabro, cabrón. Cabra, nombre del cuadrúpedo, es Cacho. En la lengua coloquial del Perú y otras zonas
una vieja palabra castellana (siglo X). Para nombrar al de América, cacho designa el ‘cuerno del toro’ y tam-
macho de la especie se derivó cabrón y, de este, por re- bién el utensilio con él fabricado que sirve de vaso o
gresión, su equivalente cabro. En Chile, cabro es sinóni- de cubilete. Cacho es una voz de origen incierto que se
mo familiar de niño, sin matiz negativo (compárese el documenta (precisamente en el Perú) solo desde media-
inglés kid). En el habla vulgar peruana, cabro tiene el dos del siglo XIX, tanto en su sentido literal de ‘cuerno’
valor sustantivo de ‘varón homosexual’ y el adjetivo de como en el figurado de ‘infierno’ en frases tales como
‘cobarde’. Cabro comparte esta última acepción con ca- ¡vete al cacho! Jugar al cacho, o al cachito, es ‘jugar a los
brón, que tiene, además, los sentidos de ‘malintenciona- dados’ (que se arrojan desde un vaso de cuerno o cue-
do’, ‘desleal’ y ‘abusivo’. En el Perú, cabro y cabrón son ro). Cachudo equivale a cornudo y poner los cachos, a poner
términos malsonantes. los cuernos.

Cacarañado. En el Perú (y en otros países de Amé- Cachuelo. En el lenguaje familiar peruano ―el térmi-
rica) equivale a picado de viruelas: cacaraña es el hoyo no llega hasta el Ecuador― cachuelo es el ‘trabajo ocasio-
cutáneo producido por esa enfermedad. Pero, a conse- nal escasamente remunerado’ (parece mera homonimia
cuencia de la erradicación de la viruela, hoy predomi- la que se constata con la palabra del español general
nan ―en cacarañado y cacaraña― los usos figurados. Por cachuelo ‘cierto pez’). El verbo derivado intransitivo ca-
ejemplo, el referido a la pintura de una pared, que ha chuelear ―usado hoy más en su forma pronominal ca-
saltado en algunos puntos. El origen del término podría chuelearse― significa ‘ganar algún dinero en trabajos
estar en la alteración de un supuesto adjetivo: *carara- ocasionales’; su postverbal es cachueleo. A quien habi-
ñado ‘con la cara arañada’. tualmente cachuelea ―o se cachuelea― se le califica de
cachuelero o cachuelera.
Cachita. Del latín cappŭla, el sustantivo cacha se docu-
menta en castellano desde el siglo XIII como designa- Cada quien. En la lengua general, la locución prono-
ción de cada una de las piezas que forman el mango de minal cada cual es la que “designa separadamente a una
una navaja o de un cuchillo; cachaza, derivado aumen- persona en relación a las demás” (DRAE 2001). Pero
tativo de cacha, tiene hoy el significado específico de ‘fle- en el habla culta del Perú y de otros países hispanoa-
ma’, ‘parsimonia’, pero cachaciento tiene aquí el sentido mericanos se ha difundido últimamente la expresión
‘burlón’. Por otra parte, en la lengua familiar del Perú equivalente cada quien, que el DRAE registra ya como
―y al parecer en ningún otro país de América― el di- americanismo. Hay noticias ―y también algunas que-
minutivo cachita quiere decir ‘burla’, ‘sorna disimulada’; jas― acerca del incipiente uso de cada quien en el espa-
la locución verbal sacar cachita equivale, más o menos, a ñol de la Península.
tomar el pelo.

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Caer en cuenta. En el Perú y en otros países america- Caficho. En el Perú es el ‘hombre que vive del dinero
nos equivale a la expresión general caer en la cuenta: “ve- producido por las prostitutas que él controla’; es uno de
nir [alguien] en conocimiento de algo que no se logra- los muchos términos provenientes del Río de la Plata
ba comprender o en que no había parado la atención” que se han impuesto en nuestra lengua popular. Entre
(DRAE 2001). La omisión, en este caso, del artículo la sus variantes argentinas se documentan cafishio y cafisho,
se documenta en América desde el siglo XIX y no es en tanto que cafiche es típicamente peruana. Los verbos
censurada hoy. Sí lo es, en cambio, la supresión de la cafichar y cafichear, de uso restringido, son también pe-
preposición de como enlace con el texto que sigue: caer ruanos y funcionan como equivalentes del rioplatense
en cuenta de, o de que, son los usos correctos. cafishiar. Aféresis de caficho es el moderno adjetivo ficho.

Café. En el Perú, y en el sur de la América meridional, Caja chica. En el habla familiar del Perú y de otros
café tiene la acepción figurada de ‘reprimenda, recon- países de América se usa esta locución nominal para re-
vención’; en nuestra lengua popular se usa también el ferirse a la ‘pequeña cantidad de dinero en efectivo que,
verbo cafetear como equivalente de dar un café, es decir, en una empresa, se deja en manos de un empleado para
‘reprender, reconvenir’. Café es una voz de origen árabe atender gastos menudos’. Se supone que de esa suma,
que pasó al castellano en el siglo XVIII a través del tur- por modesta que sea, hay que rendir cuentas. Y, porque
co, del italiano y del francés. El uso figurado americano a veces no se rinden, caja chica puede tener un matiz
puede estar en relación con las características del café semántico negativo de ‘pequeño botín’ o ‘fuente ilícita
sin adiciones como el azúcar o la leche: negro y amargo. de fondos’.

Café pasado. Como se ha dicho, café es una palabra Cajón. En el habla familiar del Perú y de otras nacio-
de origen árabe que pasó al castellano a través del turco, nes de América, este aumentativo de caja ha desplazado
del italiano y del francés; se documenta ya en el primer al término específico ataúd (féretro puede significar tam-
Diccionario castellano (siglo XVIII). En el Perú, Ecuador bién ‘andas’). En España, análogamente, el término del
y Bolivia se llama café pasado al molido y filtrado por habla coloquial es caja, ampliado a vevces en la locución
agua a través de una manga cónica de tela, papel poroso nominal caja mortuoria. Paralelamente se documenta en
o una cafetera metálica. La expresión nominal café pa- el Perú cajón de muerto, expresión que ha llegado a apli-
sado es análoga a la de huevo pasado, pues ambas se han carse, como apodo, al hombre muy alto y flaco.
recortado a partir de las locuciones originales café pasa-
do por agua y huevo pasado por agua (se entiende hirviente).

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Calanca. En el habla familiar peruana, se aplica esta de- Caleta. Es en su origen un diminutivo de cala ‘ensena-
nominación a la pierna larga y flaca. Parece que calanca re- da pequeña’, palabra común al catalán y al castellano.
sulta de una alteración de carlanca ‘collar de púas con que se Caleta se conserva con mucha vida en América; en el
protege a los perros de las mordidas de los lobos’. El nexo Perú se ha hecho sinónimo de escondite y tiene el uso
semántico entre carlanca ‘collar de púas’ y calanca ‘pierna lar- adjetivo de ‘poco conocido’, ‘secreto’ y el adverbial de
ga y flaca’ puede estar en el nombre carlanco de una peque- ‘ocultamente’, ‘disimuladamente’. Caletear significa, re-
ña ave zancuda de color azulado, caracterizada por tener ferido a un barco, ‘ir de puerto en puerto’ y, referido a
patas muy largas y un vistoso collarín de plumas. otro vehículo, ‘detenerse en puntos intermedios entre
el de partida y el de destino’; al vehículo que esto hace
*Calcamonía. En el habla inculta de España y América se le llama caletero. El verbo encaletar(se) tiene diversas
(el Perú incluido) se dice *calcamonía en vez de calcomanía, acepciones relacionadas con la idea de ‘esconder(se)’.
galicismo que tomó el castellano a mediados del siglo XIX.
Calcomanía viene del francés décalcomanie y, según el DRAE *Calientísimo. Entre los adjetivos que tienen en su
2001, designa un “entretenimiento que consiste en pasar de raíz los diptongos -ie- o -ue-, muchos no los conservan en
un papel a objetos diversos de madera, porcelana, seda, es- el superlativo, pues restauran la raíz del adjetivo latino.
tearina, etc. imágenes coloridas preparadas con trementina”. Así, de cierto, certísimo; de fuerte, fortísimo. En estos casos
pueden ser igualmente válidos los superlativos que con-
Calcutización. Es postverbal de calcutizar, derivado de servan el diptongo: ciertísimo, fuertísimo (del ámbito de
Calcuta, nombre castellano de la capital del estado indio de la lengua coloquial). Sin embargo, *calientísimo, preva-
Bengala (su nombre oficial es hoy Kolkata). Ambos deriva- leciente en América, no se acepta en la lengua general.
dos surgieron referidos a Lima y su explosión demográfica
a causa de la irrupción de provincianos, recordando el grave Callar. El verbo callar viene del latín popular callare
proceso sufrido por Calcuta como consecuencia de las lu- ‘bajar’, especialmente referido a la intensidad de la voz
chas y conflictos provocados a raíz de la independencia polí- humana. La forma reflexiva callarse alterna indistinta-
tica de la India: vida y muerte en las calles, hambre y lepra. mente con callar (tal como en las parejas reír y reírse, caer
y caerse, etc.). El derivado prefijal acallar significa en la
Calendarizar. Derivado de calendario, es un peruanismo lengua general ‘hacer callar’; últimamente, sin embar-
usado también en otros países de América, lo mismo que su go, se está extendiendo en el español de América (el
postverbal calendarización. Según el DRAE 2001, calendarizar Perú incluido) el uso transitivo de callar por acallar o
es “fijar anticipadamente la fecha de ciertas actividades a lo hacer callar.
largo de un periodo”. Calendario viene del latín calendariŭm,
derivado de kalendae ‘primer día del mes’. Como en Grecia
no había calendas, la locución nominal calendas griegas se re-
fiere irónicamente al ‘tiempo que nunca llegará’.

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Calle. Del latín callis ‘sendero’, calle se documenta en Canasta familiar. En la mayor parte de los países
castellano desde el siglo XII; son derivados de este tér- de América del Centro y del Sur, desde la República
mino: calleja ‘calle estrecha’, callejear y callejero, de obvio Dominicana hasta la Argentina ―el Perú incluido―, se
significado; callejón designa, en Lima y otras ciudades conoce como canasta familiar el ‘conjunto de artículos de
del Perú, una modesta vivienda colectiva con habitacio- primera necesidad cuyos precios se toman como refe-
nes a ambos lados de un estrecho pasadizo y precarios rencia para calcular los índices económicos relativos al
servicios higiénicos. Usos figurados de calle son los que costo básico de vida’; canasta es un término castellano
se expresan en los modismos peruanos estar en la calle documentado desde principios del siglo XIV. La expre-
‘no saber nada sobre un asunto’ o ‘estar en la miseria’ sión nominal canasta familiar es equivalente de la penin-
y tener calle ‘actuar con soltura en la vida social’ o ‘tener sular cesta de la compra, no usual en América.
experiencia en materia determinada’.
Cancerígeno. En el habla supuestamente culta se oye
Cama adentro, cama afuera. En el Perú y en el a veces que alguien murió a causa de “un tumor can-
Río de la Plata estas locuciones adjetivas se aplican a las cerígeno”. Pero cancerígeno ―o carcinógeno― es ‘lo que
empleadas domésticas que duermen ―o no― en la casa produce cáncer’: el humo del tabaco, por ejemplo. Un
donde trabajan. Hasta hace algunos años predomina- tumor maligno no es cancerígeno sino canceroso; (carci-
ba muchacha por empleada, sin tener en cuenta la edad noma es, según el DRAE 2001, el “tumor maligno deri-
(y evitando sirvienta). En cuanto al uso de los adverbios vado de células epiteliales”). En latín cancer significaba
adentro, afuera en vez de los prescritos dentro, fuera, se literalmente ‘cangrejo’; la acepción figurada de ‘tumor
trata de un americanismo general que llega al nivel del maligno’ la tomó el latín del griego.
habla culta.
Cancha1 ‘terreno llano’, ‘recinto cercado’. Es el
Campeonar. Este verbo, formado sobre el sustantivo único quechuismo que tiene el honor de haberse incor-
campeón, es una reconocida creación del lenguaje de- porado al español general; viene de kancha, de análo-
portivo peruano, extendida luego hasta Chile y la Ar- gos significados. Su aumentativo es canchón. En sentido
gentina. Campeonar, con el sentido de ‘ganar un campeo- figurado, cancha significa ‘experiencia’, ‘destreza’; tener
nato o una competición’, es una formación verbal tan cancha es ‘moverse con soltura en un determinado cam-
lícita y regular como donar, gestionar o galardonar. En el po de acción’, lo cual hace merecer el calificativo de can-
DRAE 2001 aparece campeonar como término exclusivo chero o canchera. Abrir cancha equivale a abrir paso y se usa
del habla peruana. en la expresión coloquial imperativa ¡abran cancha!

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Cancha2. Este sustantivo homónimo de cancha1 ‘recin- Candelejón. Como equivalente de inocentón, bobalicón,
to cercado’ es también un quechuismo, puesto que vie- es un uso obsolescente del habla peruana, lo mismo que
ne de kamcha ‘maíz tostado’. En el Perú, cancha y su di- candelejona, candelejonada y candelejonería, de obvios sig-
minutivo canchita designan los granos de maíz tostados nificados. Candelejón se documenta desde el siglo XIX
en aceite y sal; también designan lo que antes se llamó en este y otros países de América; es un claro aumentati-
aquí cancha blanca y hoy se conoce en otras partes del vo de candeleja por candileja ‘lucecita de las que iluminan
mundo hispánico como palomitas o rosetas de maíz (en in- un proscenio’. No es visible un nexo semántico entre
glés popcorn). El expresivo modismo como cancha implica candelejón y candileja; podría tratarse, más bien, de un
entre nosotros una abrumadora cantidad. caso de lo que se ha llamado floreo verbal, es decir, de
un juego de palabras basado en la mera similitud foné-
Canciller. En el Perú, y en otros países de América, tica con cándido.
es el Ministro de Relaciones (o Asuntos) Exteriores; Cancille-
ría es dicho ministerio. En algunos países europeos, las Candelero, candelabro. Candelero es un obvio deri-
formas correspondientes (alemán Kanzler, inglés Chan- vado de candela ‘fuego’, ‘vela’ y se aplica a un objeto usa-
cellor, francés Chancelier) pueden referirse al jefe de go- do para alumbrar, pues puede sostener una vela encen-
bierno, a un ministro determinado, a un rector univer- dida. Candelabro, del latín candelābrum, es, en cambio, un
sitario o a un funcionario diplomático. No se considera objeto más rico y complejo, pues está hecho, general-
correcta la forma femenina *Cancillera: será la Canciller, mente, de un metal (cobre, plata) y puede tener dos o
cuando llegue el caso. tres brazos, en cada uno de los cuales se coloca una vela
(hay también candelabros adosables a una pared). Pero
Candela. Según el DRAE 2001, candela equivale a vela en el habla familiar peruana casi no se usa la palabra
y a candelero. Pero en el habla familiar del Perú y en candelero y se conoce como candelabro al más modesto
otros países de América prevalece y predomina la acep- candelero.
ción arcaizante de candela: ‘fuego, hoguera, lumbre’.
Entre los modismos vigentes en nuestra lengua familiar Canotaje. El primer americanismo registrado en
están candelita de muladar ‘persona hipócrita y cizañera’; castellano fue el taíno canoa, que Colón anotó en su
meterse a la candela ‘arrostrar una dificultad o peligro’ y Diario en 1492 y Nebrija incluyó en su Diccionario de
meter candela ‘azuzar a uno contra otro’. 1495. Canoa pasó al francés como canot, término del
cual se deriva canotage ‘deporte que consiste en nave-
gar en canoa en aguas agitadas, con la pala como único
medio de propulsión’. Así sucede a veces con los llama-
dos préstamos lingüísticos: que se “devuelven”, pero en
moneda diferente.

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Caño. En la lengua general, caño es el ‘tubo por don- Carantón, carantona. Este adjetivo, derivado de
de sale el agua u otro líquido’; su flujo se controla por cara con matiz aumentativo, se usa todavía en el Perú y
medio de un grifo o llave de cañería. Pero en el Perú lla- Bolivia. Describe a personas de rostro grande y ancho,
mamos grifo a la estación de gasolina, y caño al grifo o llave con facciones algo toscas (el terminal -ntón no es un sufi-
de cañería. Agua del caño es, para nosotros, el agua ― jo nominal típico). En la lengua general, son sinónimos
normalmente potable― que sale por un grifo o llave de de carantón los compuestos cariancho, carilleno, carigordo
cañería. El callejón de un solo caño era un tipo de vivienda y cariharto; carirredondo implica otro tipo de diferencia
colectiva pobre, muy extendida en la vieja urbe limeña. somática. Carantón está cayendo en desuso en el habla
familiar peruana y va siendo sustituido por un directo
Capo, -a. Como sustantivo en singular, capo se explica derivado de cara: carón, carona.
por acortamiento o reducción de caporal, tomado del
italiano caporale ‘jefe’ en el siglo XVI. El acortamiento Carcamán. En la lengua familiar del Perú y de otros
(de caporale a capo) podría haberse producido antes en países de América (Méjico, Argentina, Uruguay y tal vez
italiano, aplicado al jefe de la sociedad secreta conocida algunos más), el sustantivo masculino carcamán se aplica
como mafia. El capo de la mafia era, pues, el jefe de esa a personas, de uno u otro sexo, generalmente de edad
sociedad delictiva y semisecreta que más tarde pasó de avanzada y con cierto grado de mala apariencia física
Italia ―específicamente Sicilia― a los Estados Unidos. o decrepitud. Carcamán es también, en la Argentina y
Es interesante el cambio semántico de capo, aplicado el Uruguay, el anciano o anciana de mal carácter. Car-
hoy en el Perú a hombres y mujeres notables o brillan- camán, en cambio, se aplica en España a la persona de
tes (capo, capa). poco mérito, pero con pretensiones de grandeza.

Carajear. En el Perú y otros países de América signifi- Carcocha. En nuestra lengua familiar se designa así,
ca ‘insultar’, ‘maldecir’. Carajear viene de carajo, voz de despectivamente, el carro (en el sentido americano de
origen incierto que se usa en castellano, desde el siglo ‘automóvil, vehículo a motor’) viejo o mal conservado.
XV, con el sentido de ‘pene’. Este origen sexual explica Resulta clara la relación entre carcocha y carricoche, en
el gran número de sus deformaciones eufemísticas; en- castellano carro (con el sentido primario de ‘vehículo a
tre las documentadas en el Perú están barajo, caramba, tracción animal’) desvencijado, y también ‘automóvil vie-
caray, caracho, caricho, carijo. Pero hoy la mayoría de ha- jo o maltratado’. En otros países de la América hispana
blantes y oyentes desconoce el significado primario de se documentan variantes tales como carcacha, calcacha y
carajo. calcocha.

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Cargamontón. Es un obvio compuesto de una forma *Carie. Del latín caries se tomó en el siglo XVIII el
del verbo cargar, en su acepción de “efectuar una carga sustantivo carie o caries que designa, por antonomasia,
contra el enemigo o contra una multitud”, y el sustanti- la caries dentaria: “erosión del esmalte de los dientes pro-
vo montón según el modo adverbial en montón que signi- ducida por una bacteria” (DRAE 2001). Hoy se consi-
fica “juntamente, sin separación o distribución” (DRAE dera incorrecta la variante *carie, la más temprana y la
2001). Hacer cargamontón es en el Perú ‘atacar muchos más cercana a la morfología del español. El verbo cariar
a uno o a pocos’; figuradamente equivale a apabullar. se usa ―sobre todo en su forma pronominal cariarse―
Está claro el nexo semántico entre estos usos peruanos como equivalente de picarse, referido a piezas dentarias.
actuales y los históricos de montonera, montonero por gue-
rrilla, guerrillero. *Carnetizar. El francés carnet ‘librito de apuntes’ pasó
al español como carné (plural carnés), y hoy tiene la acep-
Cargo. Postverbal de cargar (del latín carricāre), cargo ción principal de “documento que se expide a favor de
significa ‘dignidad, empleo’ y, de allí, ‘persona que lo una persona provisto de su fotografía y que la faculta
ejerce’. En el lenguaje jurídico del Perú y Chile, cargo para ejercer ciertas actividades como miembro de de-
desarrolló el sentido de “certificado que al pie de los terminada agrupación” (DRAE 2001). En el Diccionario
escritos pone el secretario judicial para señalar el día o académico no aparecen los derivados americanos car-
la hora en que fueron presentados” (DRAE 2001). Y, de netizar y carnetización; el Diccionario panhispánico de dudas
este uso, ha surgido la acepción peruana de ‘constancia (2005) explícitamente los rechaza.
escrita que firma, consignando fecha y hora, quien reci-
be un documento u otra cosa’. Carón, carona. En el Perú se usa el adjetivo carón,
carona como equivalente del más antiguo carantón, ca-
Cargoso. En la lengua coloquial del Perú y otros paí- rantona. Carón y carantón retratan a quien posee un
ses de América, cargoso sustituye a cargante con el sen- rostro grande sin especificar su forma (redonda, cua-
tido de ‘que importuna reiteradamente’. Se trata aquí drada, alargada, etc.). El castellano incluye numerosos
de dos adjetivos derivados del mismo verbo: cargar en aumentativos que terminan con el sufijo -ón aplicados a
el sentido figurado ―casi desconocido en el Perú― de nombres de partes del cuerpo humano: cabezón, frentón,
‘importunar repetidamente’. Cargoso, documentado en orejón, narizón o narigón, bocón, barrigón, panzón, etc. En
América ya en el siglo XIX, ha producido, a su vez, el la misma línea están los peruanismos cejón, ojón, dientón,
verbo cargosear de significado equivalente al del castizo guatón y piernón, entre otros tantos.
cargar ‘importunar con insistencia’. Otro derivado de
cargoso es cargosería ‘insistencia impertinente’.

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Carretear. En el Perú y en otros países de la Améri- Casero, -a. Adjetivo derivado de casa, se refiere en la
ca hispana se usa actualmente carretear con el moderno lengua general al sedentario que gusta poco de salir de
sentido de ‘desplazarse (un avión) sobre sus ruedas, an- casa y también a objetos de fabricación doméstica. En
tes del despegue o después del aterrizaje’. Derivado del el Perú y otros países de América, el término se emplea
sustantivo carreta (que, a su vez, lo es de carro), el verbo además en otros usos sustantivos: casero es ‘comprador
carretear se usaba tradicionalmente con los sentidos de o vendedor habitual, uno respecto del otro’ y término
“gobernar un carro o carreta” y “conducir algo en carro de tratamiento afectivo entre ambos (en este uso, es fre-
o carreta” (DRAE 2001). cuente el diminutivo caserito, caserita). Acaserarse es ‘acos-
tumbrarse a comprar en un mismo lugar’ o también ‘vi-
Carro. Como designación del automóvil (o auto) es un sitar habitualmente un lugar determinado’.
anglicismo; el inglés car viene, a su vez, del latín carrus
(de probable origen galo). En España el nombre de di- Casual. En español general, el adjetivo casual se aplica
cho vehículo a motor para cinco o seis personas es coche; a lo que sucede sin premeditación o sin preparación; si-
carro se aplica solo a vehículos históricos (como el carro nónimos de casual son otros adjetivos tales como fortuito,
romano) o rústicos (como el de caballos). Pero en gran impensado, inopinado. Pero en el Perú y en otros países
parte de la América hispana (no en la región rioplaten- de América ―desde Méjico hasta la Argentina― casual
se) carro ha invadido el área semántica de coche, ómnibus, ha tomado, además, algunos sentidos figurados que
tranvía y aun vagón de tren. tiene el inglés casual (pronunciado aproximadamente
kháshual): ‘informal’, ‘esporádico’, ‘ocasional’; por ejem-
Cartera. Por bolso (de mujer) se usa en toda América. plo, ropa casual. Este préstamo semántico se ha tomado
Es un obvio derivado de carta; por eso, sus usos gene- indudablemente por la vía escrita porque en inglés la
rales predominantes se refieren a lo que en el Perú lla- palabra es grave, no aguda.
mamos portafolio o fólder, y también al cargo de Ministro.
Otra acepción muy extendida es la de ‘billetera’. Deri- Casualmente. En el español de América está muy di-
vado de uso general de cartera es carterista, con el sen- fundido el uso de este adverbio como sustituto de aquel
tido de ‘ladrón de carteras de bolsillo (billeteras)’. Un usado en la lengua general: cabalmente, sinónimo de
carterazo es, en América, el ‘golpe propinado con una precisamente, justamente. Este curioso cambio semántico
cartera de mujer’ (la cual puede tener considerables di- ―en el que puede haber tenido alguna parte la tenden-
mensiones y/o contener objetos más o menos pesados). cia americana hacia el eufemismo― significa un giro de
ciento ochenta grados a partir del significado original
del término, que es ‘por azar’, ‘impensadamente’, etc.

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Catana. En nuestra habla popular significa ‘paliza Causa1. Esta antigua palabra castellana, de étimo la-
colectiva propinada a una persona’; viene del japonés tino, tiene las acepciones antitéticas de ‘origen’ y ‘fi-
katana ‘espada’ que en el Asia se aplicó a diversas armas nalidad’. En Derecho, causa es ‘proceso civil o penal’.
blancas. Catana se usa en castellano desde el siglo XVII, Pero en el habla peruana popular y familiar causa ha
pero hoy, olvidada en España, se conserva en algunos desarrollado otros usos semánticos y morfosintácticos:
países de Sudamérica y en Cuba. De catana se ha deriva- causa significa ‘amigo, camarada’ y se usa como masculi-
do en el Perú catanear ‘dar una paliza entre varios’, ver- no: ese causa, los causas. La explicación de esta aparente
bo que ―como catana― tiene también usos figurados. discordancia de género está en que, en este caso, causa
se debe a reducción de encausado, es decir, ‘procesado
Cáterin. En el DRAE 2001 aparece catering como voz penalmente’. Causa ‘amigo’ data de inicios del siglo XX.
inglesa no asimilada del todo por el español (así lo in-
dica la letra cursiva de la entrada), con esta definición: Causa2. En el Perú causa designa un plato frío que se
“servicio de suministro de comidas y bebidas a aviones, come generalmente como entrada; consiste en un puré
trenes, colegios, etc.”. Pero el Diccionario panhispánico de de papas amarillas sazonado con sal, limón y ají, y ador-
dudas, de 2005, registra y recomienda la grafía castella- nado con aceitunas negras o de botija; se sirve casi siempre
nizada cáterin, repite la definición académica y advierte sobre hojas de lechuga. Causa viene del quechua káwsay
que el término no varía en el plural (los cáterin). ‘subsistencia’, ‘vida’ y es un simple homónimo del tér-
mino del español general, de origen latino. Han caído
Caucáu. Este sustantivo masculino, de origen incier- ya en desuso algunos derivados tales como causera ‘ven-
to, formado por reduplicación de una sílaba, designa en dedora de causa’, causería ‘local en que se expendía este
el Perú un guiso de trocitos de estómago de vacuno y plato’ y causear ‘comer viandas picantes’.
papas hervidas con cebolla, aliñados con hierbabuena,
ají y palillo (caucáu es también en Arequipa y Cuzco un Caviar. Esta palabra, que viene del turco hāviâr, entró
plato preparado con hueveras de pescado). Es importan- al castellano del Perú como traducción libre de la ex-
te el uso figurado de caucáu por ‘asunto concerniente presión francesa equivalente gauche champagne. Caviar
a alguien’. “¿Cuál es tu caucaú?” significa ‘¿cuál es tu designa una conserva de huevas de esturión muy cara
intención?’ o desafiantemente ‘¿qué te pasa?’. Por otro y ―por lo tanto― símbolo de vida de lujo. Se aplica
lado, “ese es mi caucáu” equivale a una rotunda afir- a los políticos progresistas de buena familia (“los niños
mación reivindicatoria de aquello concerniente a quien bien que se portan mal”). En nuestro lenguaje político
habla. actual, caviar se ha independizado como adjetivo (“una
chamba caviar”) y aun como sustantivo (“los caviares del
partido”). Y en los últimos años ha desarrollado algunos
derivados despectivos: caviarón, caviarada, caviarizarse,
caviarización, entre otros.

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Ceja de selva. En el Perú y en otros países de la Amé- Centímetro. En el sistema métrico y en la lengua ge-
rica del Sur (desde Venezuela hasta la Argentina) la lo- neral, centímetro es la centésima parte de un metro (li-
cución sustantiva ceja de selva designa la región situada neal). Pero en el Perú y en otros países de la América
al oriente de la cordillera de los Andes, entre esta y la hispana (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Cuba,
selva baja (ha caído en desuso la expresión sinónima entre ellos) centímetro se llama también la cinta métrica, es
ceja de montaña, consecuencia de haber caído igualmente decir, la tira de material flexible de un metro o más de lon-
en desuso la acepción de ‘selva’ que tuvo antes nues- gitud, subdividida en centímetros y milímetros, la cual
tra montaña). Estas locuciones se basan en un sentido es utensilio indispensable de costureras y sastres.
figurado de ceja, del latín cĭlĭa, que literalmente significa
“parte prominente y curvilínea cubierta de pelo, sobre Cerúleo. En la lengua culta cerúleo se usa a veces con
la cuenca del ojo” (DRAE 2001). el sentido que corresponde a céreo ‘del color de la cera’:
“palidez cerúlea”, por ejemplo. Pero cerúleo viene del la-
Celular. Hace más de un cuarto de siglo se inventó tín caerulĕus que significa ‘de color del cielo’, es decir,
el hoy pequeño e indispensable teléfono inalámbrico y ‘azul’; se aplica al mar y a los lagos. La confusión se ex-
portátil que emplea ondas de radio de baja intensidad plica por la semejanza fonética que existe entre algunos
para enviar señales a una célula local: por eso se le llamó derivados de cerúleo y de cera, entre ellos cerulina ‘azul
en inglés cellular telephone (abreviado en cellphone), que de añil soluble’ y cerumen ‘cera de los oídos’.
se tradujo como teléfono celular (abreviado en celular)
en América. En España se prefiere la expresión teléfono Cesar. En la lengua culta formal, cesar (del latín cessāre)
móvil, igualmente abreviada en el adjetivo sustantivado es intransitivo y significa ‘terminar, concluir’; por ejem-
móvil. plo: “la lluvia cesó”, “los niños cesan de reír”. Pero, desde
hace medio siglo, se ha difundido en la lengua culta de
Celulitis. En su sentido médico original, celulitis de- España y América un uso transitivo de cesar, surgido tal
signa una grave enfermedad: la “inflamación del tejido vez en el lenguaje periodístico, que lo equipara a des-
conjuntivo subcutáneo” (DRAE 2001). Pero en su mo- tituir, despedir, referido a cargos o empleos: “cesaron al
derna acepción ―hoy la más difundida― celulitis se re- gerente”, “fue cesado el conserje”. En algunos países de
fiere a la “acumulación subcutánea de grasa en ciertas América se ha llegado a derivar del participio cesante el
partes del cuerpo, que toman el aspecto de la piel de verbo transitivo cesantear ‘destituir, despedir’.
naranja” (íd. íd.). Este uso viene del francés cellulite, tér-
mino acuñado en 1973 por una experta en belleza.

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Chacra. Este viejo quechuismo nuestro designa el te- Chamba. Según el Diccionario de la Academia, cham-
rreno pequeño o mediano destinado a cultivos diversos; ba ‘trabajo, empleo’ es una acepción del portuguesis-
su difusión sobrepasa el área de sustrato quechua, pues mo chamba ‘chiripa’; para varios serios lexicólogos, la
llega hasta Costa Rica y el Brasil. El derivado chacarero, palabra es de origen incierto. Desde el punto de vista
-a designa a quien trabaja una chacra. Es notable el mo- peruano, chamba es un moderno mejicanismo que ha
derno uso adjetivo de chacra en nuestra habla familiar arraigado en nuestra habla familiar. El peruano busca
para referirse al objeto maltratado o deteriorado por chamba y cuando la encuentra chambea; es por lo tanto,
el uso, específicamente una prenda de vestir; con este chambeador, chambero o, adjetivado, chamba. Lemas vigen-
uso figurado de chacra se relaciona el verbo derivado tes son chamba es chamba y la chamba es sagrada.
chacrear ‛exponer al uso duro’, referido a piezas de ropa
u otro objeto. Chamuchina. En España significaba ‘cosa de poco
valor’, ‘nadería’, ‘fruslería’. En algunos países de His-
Chalazo. En el Perú y en la Argentina se conoce como panoamérica tiene hoy los sentidos de ‘desorden’, ‘al-
chalazo lo que en castellano se conoce como chalazión u boroto’; en otros ―el Perú incluido― chamuchina es un
orzuelo; es decir, el ‘pequeño absceso o divieso que apa- término despectivo sinónimo de populacho, plebe, chusma.
rece en un párpado, generalmente el inferior’. El signi- Chamuchina resulta de dilación consonántica en el tér-
ficado primitivo de la forma femenina chalaza es ‘cada mino chamusquina, derivado del portuguesismo chamus-
uno de los filamentos internos que, en sentido longi- car ‘quemar a medias’ (de chama, en portugués llama).
tudinal, unen la yema a las paredes internas del hue-
vo fecundado’. En español general, chalaza es también Chancay. En el Perú es un bizcocho redondo que se
sinónimo de galladura, es decir, de la ‘pinta rojiza que presenta unido en parejas. El nombre tiene origen en el
aparece en la yema de un huevo fecundado’. topónimo Chancay (norte de Lima), tal como consta en
el dicho ir a Chancay a comer bizcochos. Como el chancay
Chalina. Es, en América, equivalente de bufanda; en es barato está presente en expresiones despectivas tales
España designa cierta “corbata ancha” (DRAE 2001). como la obsolescente ser chancay de a medio (medio era la
Chalina se deriva de chal (tomado del francés châle, a su moneda de cinco céntimos del antiguo Sol) cuya ver-
vez de origen persa). La chalina, en principio prenda sión moderna es ser chancay de a veinte (entiéndase veinte
masculina, es hoy de uso general para abrigarse el cue- céntimos de Nuevo Sol). Plural correcto de chancay es
llo (en algunos países americanos, chalina es, más bien, chancayes; variante irregular es chancáis.
equivalente de chal). En Chile se registra una variante
popular, *charlina, y en el Perú se documenta el adjetivo
enchalinado.

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Chanfainita. Este diminutivo de chanfaina (que en Chapa. Es una vieja palabra castellana de origen incier-
el Perú puede significar ‘desorden’) designa entre no- to y diversos significados. Cervantes la usa ya con el senti-
sotros un guiso preparado a base de bofe de vacuno. do general de ‘cubierta de la cerradura’, pero en el Perú
Chanfaina viene del catalán sanfaina, equivalente de y en otros países de América chapa ha llegado a designar
nuestra chanfainita. Y sanfaina viene, a su vez, del latín la cerradura misma y deschapar equivale a descerrajar. Por
symphōnĭa, es decir, ‘sinfonía’. Chanfaina se documenta otra parte, enchapar significa en América ‘cubrir un ob-
en castellano desde el siglo XVII ya con el sentido de jeto de metal con una capa de otro’. Chapa (en España
“guisado de bofes”. Sorprendente ejemplo de íntima chapeta, de donde deriva chapetón) es el color rosáceo de
relación entre un modesto guiso y la más excelsa expre- las mejillas y chaposo quien así las tiene. Además, es muy
sión de la música culta. vivo en el Perú el uso de chapa por apodo, sobrenombre.

Changador. Está cayendo en desuso, en el Perú, el Chapar. Es un difundido americanismo, documenta-


sustantivo changador como equivalente del peninsular do en el Sur del Continente, que pertenece al nivel de
mozo de cuerda (o de cordel), es decir, el trabajador que se lengua popular y coloquial. Aunque se han propuesto
dedica a transportar equipajes, fardos o bultos en puer- diversas etimologías, chapar es de origen incierto y tiene
tos, aeropuertos, estaciones de tren, terminales de óm- significados muy variados. En el Perú, por ejemplo, cha-
nibus, mercados, etc. Changador es un viejo lusitanismo, par significa coger en general, con predominio del matiz
pues se deriva del portugués jangada ‘balsa’, con adap- de acción intempestiva o violenta; aquí tiene también las
tación fonética de la consonante inicial y posterior cam- acepciones de ‘sorprender in fraganti’, ‘descubrir’. Pero
bio semántico. Changador se aplicó en principio a quien modernamente ha desarrollado, en el lenguaje juvenil,
transportaba diversas cargas en ese tipo de embarcación el sentido concreto de ‘besar en la boca’; el postverbal
rudimentaria. chape designa dicho tipo de caricia.

Chantar. Este verbo, de uso popular y familiar en el Charapa. En el Perú, Ecuador y Colombia se cono-
Perú y otros países de Sudamérica, es un antiguo deriva- ce con este nombre una tortuga acuática que habita en
do (o más bien variante) de plantar. Chantar es ‘afirmar los ríos de la selva amazónica; su carne es comestible, lo
con dureza y sin reparo’ una atrevida verdad; es tam- mismo que sus esféricos huevos. En el Perú, las charapas
bién ‘aplicar, atizar’ (un golpe). Chantar(se) es ‘poner(se) se crían en charaperas ‘reductos cercados al borde de un
bruscamente algo’; además equivale a mantenerse en sus río’; charapero o chaparera es quien las cuida y charapear
trece. El verbo se documenta en castellano desde Cer- es ‘recolectar charapas’. Pero entre nosotros charapa lle-
vantes; es probable que se trate de un antiguo lusita- ga a designar al mismo habitante de la selva amazónica,
nismo difundido en América junto con el castellano y por eso, es entrañable la exclamación del hoy beatificado
conservado en nuestro léxico antes de ser olvidado en Papa Juan Pablo II en una visita a Iquitos: “¡El Papa se
la metrópoli. siente charapa!”.

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Chasís. En gran parte de Hispanoamérica ―el Perú Chaveta. Es un antiguo italianismo que designa en
incluido― chasís es el ‘armazón de acero que sostiene castellano cierto clavo hendido que puede unir dos o
la carrocería y el motor de un vehículo’ (en el Perú se más objetos al abrirse su extremo bifurcado después de
aplica también, vulgarmente, a las nalgas). Chasís es el atravesarlos por agujeros coincidentes. Perder la chaveta
francés châsis ‘marco’, palabra aguda en que la s final no significa en España ‘perder el juicio’, lo que en América
se pronuncia. Su pronunciación en castellano, tanto en expresa el pronominal deschavetarse; hay allí una alusión
la forma chasís como en la grave chasis (la que el DRAE a la ausencia de la función cohesiva de la chaveta. Pero
registra), indica que el préstamo se tomó por interme- en el Perú y en otros países americanos, chaveta designa
dio de la lengua escrita, no de la oral. una ‘cuchilla filuda’, con mango o sin él, usada por de-
lincuentes chaveteros. Chavetear es ‘herir con la chaveta’ y
Chatear. Aunque todavía no los registra el DRAE chavetazo la herida así infligida.
2001, los anglicismos chat, chatear y chateo son hoy usua-
les en España y América. El término inglés chat ‘charla’ Chela. En el habla familiar peruana es relativamente
(por Internet), plural chats, mantiene este plural en es- nuevo el uso de chela por cerveza. Parece tratarse aquí de
pañol; en América se prefiere el postverbal chateo. Estos un moderno mejicanismo, a su vez derivado del maya
anglicismos se han impuesto sobre otras formas cultas chel ‘azul’. Chela y chelo se aplicaron primero a la perso-
propuestas, tales como cibercharla, ciberplática, cibertertu- na de ojos azules y tez blanca y llegó a identificarse con
lia y ciberforo (el prefijo ciber- está por cibernética). el adjetivo rubio. Es conocida la frecuente asociación que
se hace entre cerveza y rubio; de allí, por extensión, pa-
Chauchilla. En quechua chaucha significa ‘no madu- rece haber salido el uso sustantivo de rubia por cerveza.
ro’. Se aplica, entre otras cosas, a la ‘papa pequeña y De chela ‘cerveza’ se han derivado el verbo chelear y el
tempranera’; en la Argentina, a la judía verde que en el adjetivo chelero, -a, que califica a quien es aficionado a
Perú llamamos vainita. Chauchilla es un diminutivo reno- esa bebida.
minalizado; designa, en sentido figurado, ‘lo pequeño o
insignificante’. Por eso se aplicó a la ‘moneda de veinte Chercheroso. En el habla familiar del Perú y otros
centavos de sol’, también llamada peseta, y al ‘pececillo países americanos se califica de chercheroso o chercherosa a
sin valor comercial’. Como adjetivo en aposición no va- la persona ‘de pobre aspecto’ y al objeto ‘en mal estado’.
ría para el plural: “comisiones chauchilla”, por ejemplo. Es un derivado de chérchere (o chéchere, o cherche) que
significa ‘cursi’, ‘ramplón’ y en plural es sinónimo de
trastos, trebejos, cachivaches. Chéchere parece provenir del
italianismo cháchara ‘conversación sin objeto’ y deberse
a cambio de timbre de la vocal a influida por el de la
consonante palatal ch.

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Chévere. Tiene, en el Perú y en otros países de Améri- Chicle. Según el DRAE 2001 es la “pastilla masticable
ca Central y Meridional, los significados de ‘estupendo’, aromatizada, que no se traga, de textura semejante a
‘magnífico’, ‘excelente’. Chévere se ha difundido en el la goma”. Chicle viene del azteca tzictli, difundido junto
último medio siglo a través de congas cubanas y culebro- con los famosos Chiclets Adams; el término Adams se re-
nes venezolanos. De origen incierto, se le han atribui- fiere a Thomas Adams, quien conoció al general meji-
do diversos étimos, entre ellos el nombre del condado, cano Santa Anna en su exilio neoyorquino. Santa Anna
Chievres, de Guillermo de Croy, quien fue un personaje masticaba chicle, lo que despertó el instinto industrial y
importante en la corte del joven rey Carlos I de España la ambición de Adams. Así empezó la difusión mundial
y V de Alemania. del hábito. En el Perú chicle se usa con el sentido figura-
do de ‘pegajoso’ aplicado peyorativamente a personas.
Chibolo. En el habla familiar del Perú y de otros países
de América es un moderno equivalente de chico, niño (el Chifa. Esta palabra se documenta en el Perú desde
femenino chibola se usa menos). Este americanismo re- principios del siglo XX; designa la comida de origen chi-
sulta de la extensión semántica de otro: chibolo por chi- no y el establecimiento donde se vende o consume. La
chón ‘bulto en la cabeza producido por un golpe’. A su hipótesis más difundida sobre el origen de chifa la tiene
vez, chibolo por chichón sale de otra acepción primaria: por adaptación de la expresión chi-fan ‘comer’ en chino
chibolo ‘cuerpo esférico pequeño’. Se califica de chibolero cantonés. Menos difusión tiene el derivado chifero ‘coci-
o chibolera a la persona madura que tiene una pareja nero de un chifa’ o ‘aficionado al chifa’. La inmigración
muy joven. china al Perú se realizó a partir de 1846; es conocido el
trato abusivo que se dio a esos trabajadores, quienes, al
Chicharrón. Es la carne de cerdo, frita en su propia término de su contrato, se establecieron en ciudades y
grasa. La voz, onomatopéyica, se registra en España abrieron, algunos de ellos, los primeros chifas.
desde el siglo XIII. Pero hoy es más vivo su uso ―y
el de sus derivados― desde Méjico hasta Chile. En el Chifle. En la costa de Piura ―y en el Ecuador― chifle
Perú, chicharronería es el ‘lugar donde se fríen y ven- es la ‘rodaja de plátano verde frita’, que hace las veces
den chicharrones’ y chicharronero o chicharronera quien los de pan entre los pobres. El nombre se aplica también
prepara; por último, chicharrón ha tomado aquí el sen- a cierto plato típico que incluye chifles, carne de cerdo
tido figurado y negativo de trafa ‘fraude’, ‘estafa’. Los deshilachada y otros ingredientes. Aunque el nexo se-
peruanos, creyéndonos dueños de esta vianda, hemos mántico no está nada claro, se considera que el uso de
decidido celebrar nacionalmente cada tercer sábado de chifle ‘rodaja frita de plátano verde’ está en relación con
junio como el Día del Chicharrón. otro, también hispanoamericano: chifle ‘cuerno usado
para llevar líquidos o municiones’.

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Chiflón. En el Perú ―y en casi todo el resto de la Amé- Chiquita. En lenguaje familiar, y en uso sustantivo,
rica hispana― es el viento colado o corriente de aire que es la crítica o denuncia que se manda o se da a alguien.
entra por una rendija (y se recibe generalmente con El término viene de la jerga carcelaria y es probable re-
desagrado). Chiflón se deriva de chiflar ‘silbar’, que inte- ducción de la frase paliza chiquita, entendiéndose aque-
gra un grupo de palabras llamadas de armonía imitativa lla que se aplica a un preso, generalmente entre varios
porque evocan auditivamente aquello que designan. El compañeros, con cuidado de no dejar huella física vi-
sufijo -ón forma sustantivos aumentativos, intensivos o sible para, así, eludir el castigo. El motivo para dar una
expresivos (como empujón, sacudón, etc.). chiquita solía ser el no haberse cumplido un compromi-
so, tal como el pago de una deuda.
China. En nuestra habla popular y familiar se ha di-
fundido últimamente el término china, aplicado a la mo- Chiquiviejo, -a. Este sustantivo, compuesto del adje-
neda de 50 céntimos de nuevo sol. Pero esta china nada tivo chico en su variante morfológica chiqui- y el adjetivo
tiene que ver con el nombre o el gentilicio del gran país viejo (o su forma femenina vieja), parece exclusivo del
asiático, pues se explica por alteración fonética de quina, habla familiar peruana. Su área semántica es extensa,
que viene del latín quini ‘cada cinco’. En el juego de da- pues suele referirse tanto a un niño o niña de modales
dos y en el de la lotería, quina se aplica a diversas situa- apropiados para otro mayor, como a un adulto o adulta
ciones, relacionadas todas con el número cinco. de baja estatura o de apariencia juvenil. En la lengua
general, chico, como sustantivo, es sinónimo de niño y se
Chiquindujo. En nuestra habla familiar designa al emplea también como término de tratamiento informal
‘niño pequeño’. Obvio derivado del adjetivo chico, chi- entre jóvenes. En América, viejo se usa como vocativo de
quindujo es más o menos equivalente de chiquito, chiqui- matiz afectivo.
tín, chiquillo, chiquilín todos diminutivos de chico. El ter-
minal -ndujo está también presente en unas cuantas ―y Chirapa. En el Perú, sobre todo en la región andina,
muy poco usadas― palabras castellanas (blandujo, can- chirapa es la ‘llovizna con sol’ o la ‘lluvia menuda y corta’
dujo, engandujo, papandujo), a partir de cuyos respectivos (en Bolivia, significa ‘andrajo’, ‘ropa andrajosa’). Chira-
significados no podría inferirse el de su terminal. pa viene del verbo quechua chirápay ‘lloviznar con sol’ y
se registra ya en los vocabularios quechuas publicados
en el Perú en los siglos XVI y XVII. En nuestro caste-
llano ha dado dos verbos: chirapar (documentado en la
poesía de Vallejo) y chirapear (que aparece en la prosa
de Ciro Alegría).

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Chismosear, chismosería. Chisme es un término, de Choro1. Este quechuismo (de ch’uru, íd.), documentado
origen incierto, documentado en castellano, desde la fidedignamente desde el siglo XVI, designa, en el habla
época preclásica, con el sentido de ‘noticia, falsa o ver- del Perú y de algunos países limítrofes, cierto molusco
dadera, que se rumorea’ y también el de ‘baratija’. El marino comestible que “posee dos valvas iguales alar-
adjetivo chismoso, -a se aplica a quien es afecto a propa- gadas, de forma ovoidal, que en uno de sus extremos
lar chismes; sobre él se han formado chismosear ‘contar se estrechan para terminar en punta” (Tauro, Enciclope-
chismes’ y chismosería referido a la acción respectiva, usa- dia); el choro es muy apreciado en nuestra culinaria, en
dos en el Perú y en otros países de América. Por otra la cual el nombre alterna con su diminutivo chorito. De
parte, chismear ―de uso general― ha desarrollado la distinto origen y significado es el homófono castellano
acepción, que parece exclusivamente peruana, de ‘cu- choro ‘ratero, ladrón’.
reosear’, ‘husmear’.
Choro2. Con el sentido de ‘ladrón, ratero’ choro es una
Choclo. Es, en el Perú y gran parte de América del Sur, palabra de origen gitano (y, por lo tanto, distinto del
la ‘mazorca de maíz tierno’. Choclo viene del quechua origen quechua de choro ‘marisco’). Choro ‘ladrón’ es un
choqllo, de idéntico significado; el maíz maduro se llama- americanismo extenso (sobrevive también en España,
ba en esa lengua sara. ¿Y por qué no se conservó sara en donde predomina, con ese sentido, la variante chorizo).
las zonas de sustrato quechua? Porque era costumbre Derivado peruano de choro ‘ladrón’ es el verbo transi-
inveterada de los conquistadores españoles aprender tivo chorear ‘hurtar, robar’, con sus postverbales choreo
por primera y única vez los nombres de los nuevos seres y choreada. Se documenta también el compuesto ―hoy
y cosas en la lengua en que los conocían y luego aplicar desusado― chorifaite, cuyo significado básico es ‘ladrón’;
esos términos en los territorios que iban descubriendo el segundo elemento es el anglicismo peruano faite.
aunque tuvieran en ellos designaciones diferentes.
Chorrear. Es obvio derivado de chorro, de origen ono-
Cholo. Voz de origen incierto, se usa en el Perú y otros matopéyico: su pronunciación evoca el ruido de la caí-
países de América; designa al mestizo de blanco y abo- da del agua desde cierta altura. En esta línea semántica
rigen. Cholo se documenta desde el siglo XVI y tiene están los usos peruanos figurados de chorrear y chorreo,
derivados y compuestos: cholear ‘tratar de cholo’, acho- que suscitan la imagen de un desborde del dinero fiscal
larse o cholificarse ‘asimilarse culturalmente al cholo’. Son hacia el pueblo, por encima del borde de un imaginario
compuestos despectivos chinocholo, cholifacio y cholitranco recipiente que lo contiene. Pero el chorreo solo es posible
(estos dos con segundo elemento indescifrable). Cholón cuando un país logra un significativo crecimiento eco-
es ‘canica grande’. Cholada, cholería o cholerío es el ‘con- nómico y hace una justa distribución de esa riqueza.
junto de cholos’. Acholado se aplica al pisco de cepas mez-
cladas. Hacer cholito a alguien es ‘embaucarlo’.

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Chotear. En el Perú y en otros países de América se Chupar. Este verbo, de creación expresiva, se usa en casi
usa este verbo con los sentidos de ‘rechazar’, ‘repeler’, toda la América hispana con el significado de ‘ingerir
‘hacer un desplante’ (a alguien). Chotear viene del inglés bebidas alcohólicas, generalmente en exceso’. Chupeta o
to shoot ‘tirar’, ‘disparar’, referido sobre todo a armas de chupadera son peruanismos vulgares equivalentes de la
fuego. To shoot entró al castellano a través del lenguaje bebendurria hispánica. Un compuesto festivo, de obvio
futbolístico, con el sentido de ‘patear violentamente la significado, es chupódromo; otro compuesto, chupacirios,
pelota en dirección al arco’. Con este significado se usan ridiculiza al beato o beata. Han caído en desuso los pe-
también las variantes chutar y chutear, más cercanas fo- ruanismos documentados en el siglo XIX chupatomates
néticamente al étimo. ‘adulador servil’ y chupinghaus (chupinghouse), seudoan-
glicismo humorístico.
Chuncho. Viene del quechua–aimara ch’unch’u, do-
cumentado desde el siglo XVI como denominación de Chuparse. Esta forma pronominal de chupar ha de-
algunas tribus selvícolas peruanas. En nuestra habla co- sarrollado, en el lenguaje popular peruano, matices se-
loquial, chuncho (su femenino es chuncha) se usa con las mánticos específicos: ‘inhibirse, cohibirse’ y aun ‘acobar-
acepciones figuradas de ‘cohibido’, ‘tímido’, ‘huraño’. Y darse, amedrentarse’. Chuparse se refiere generalmente
el verbo derivado achuncharse, propio de nuestra lengua a una conducta ocasional; en cambio, su participio adje-
familiar, tiene los significados de ‘cohibirse’, ‘inhibirse’, tivado chupado implica un rasgo permanente del carác-
‘intimidarse ante otras personas’. ter: carencia de osadía, timidez, pusilanimidad; así, se
dice de una persona que es chupado o chupada cuando
Chupamedias. Este sustantivo significa en el Perú y no se atreve a asumir los retos que se le presentan. Estos
en otros países de América ‘adulador servil’ o ‘adulón’. usos de chuparse y chupado se documentan también en
Chupamedias es un compuesto de la tercera persona del otros países de la América hispana.
presente de chupar más el sustantivo medias. Chupar es
una antigua palabra de creación expresiva, pues retrata Chupe1. Designa en América, desde Panamá hasta Chi-
el sonido que produce la acción de succionar con los le, diversas sopas cuyo ingrediente básico es la papa. En
labios. El segundo elemento del compuesto es el plural Lima y la región circundante, el chupe por antonomasia
medias, a su vez acortamiento de la antigua expresión es el de camarones o pescado, que contiene también le-
medias calzas, después llamadas, como hoy, calcetines. che, queso fresco, huevos, tomate, alverjas, sal, ají, arroz,
etc. Chupe ‘sopa’ viene del quechua chupi ‘cierto caldo de
papas’ y se documenta en nuestro castellano desde los
primeros tiempos de la conquista del Perú. El sustantivo
derivado chupín designa un tipo de chupe preparado a
base de cabeza de pescado o de pescado entero.

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Chupe2. Con el sentido despectivo de ‘empleado de Cierre relámpago. En el Perú y en otros países de
ínfima categoría’ viene del quechua chupa ‘rabo, raba- América (los rioplatenses, entre ellos) se designa de este
dilla’. Es curiosa la coincidencia formal con chupe ‘sopa’. modo un útil accesorio que en España se conoce como
Pero, así como ese quechuismo abarca una amplia área cremallera, del francés crémaillère. Cierre relámpago es tam-
de la América del Sur, chupe ‘último empleado’, ‘asisten- bién un galicismo, pues resulta de la traducción literal
te’ se circunscribe al Perú y Chile. Y en Chile el término de la expresión francesa fermeture Éclair, en la cual éclair
tiene una mayor riqueza de usos, pues designa también ‘relámpago’ fue, en su origen, una marca registrada (la
al benjamín de una familia; quedar de chupe o llegar chupe denominación que sustituye era, en francés, fermeture à
es en ese país ‘terminar último en un juego o compe- glissière).
tencia’.
Cinemero. Con el sentido de ‘persona aficionada al
Chuponear. Se deriva de chupón, que en el Perú es el cine’, es, al parecer, un uso exclusivo del habla peruana.
objeto, con un extremo de goma, que chupan los niños Cinemero es uno de los pocos derivados de cinema, que,
más pequeños (en España, chupete). Los antiguos micró- a su vez, resulta del acortamiento de cinematógrafo, tér-
fonos de ventosa, de apariencia semejante a la de un chu- mino que ha perdido hoy vigencia en favor del aun más
pón, se fijaban externamente al auricular del hablante corto cine. Derivados cultos de cinema son cinemateca y la
interesado en grabar a su interlocutor. La tecnología marca registrada Cinemascope. De cine se han derivado, a
ha hecho hoy invisibles los micrófonos usados para el su vez, cineasta, cineclub, cinefilia y cinéfilo.
chuponeo, y más difícil de descubrir la tarea de los chu-
poneadores. Circulina. Según una deficiente definición oficial, cir-
culina es un “dispositivo de señalización óptica cente-
Chusco. En el Perú y en otros países de América se llante [sic] visible alrededor del vehículo; utilizado para
califica como chusco el animal cruzado, es decir, de raza indicar situación de alerta y/o emergencia” (Decreto Su-
mezclada: perro chusco, yegua chusca. Referido a perso- premo peruano de mayo de 2003). Colocada en el techo
na, significa ‘tosco de modales’, ‘grosero’. En España, de un automóvil policial u oficial, y acompañada del so-
chusco se documenta desde el siglo XVIII con el senti- nido de una sirena, permite abrirse paso en una conges-
do de ‘gracioso’: “que tiene gracia, donaire y picardía”, tionada vía pública. Circulina, obvio derivado de círculo,
según el DRAE 2001. Pero esa gracia puede ser burda, es un peruanismo cuyo uso ―cada vez más restringi-
y el chusco peninsular puede llegar a ser ‘grosero’ o do― parece, asimismo, circunscrito a nuestro país.
‘chocarrero’.

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*Círculo virtuoso. Esta expresión se opone, presun- Clóset. Este anglicismo figura en el Diccionario de la
tamente, a círculo vicioso: “vicio del discurso que se comete Academia solo desde 1992; se tomó del inglés closet ‘ar-
cuando dos cosas se explican una por otra recíprocamente mario’ y se escribe en castellano con tilde en la o tanto
y ambas quedan sin explicación: p. ej. abrir es lo contrario de en singular como en el plural clósets. En España solo se
cerrar y cerrar es lo contrario de abrir” (DRAE 2001). Ese círcu- usa la locución nominal equivalente armario empotrado y
lo vicioso se rompe con las definiciones adecuadas. No hay, en los países del Río de la Plata se prefiere el galicismo
pues, un real vicio en círculo vicioso, ni virtud en la expresión placard. Pero en todas partes se ha difundido en los últi-
imaginariamente opuesta *círculo virtuoso. mos tiempos la expresión verbal salir del clóset (en inglés
to come out of the closet) con el sentido de ‘admitir alguien
Citadino. En el Perú y en otros países de la América his- públicamente su condición de homosexual’.
pana se usa citadino como sinónimo de urbano y antónimo
de rural o campesino; el término se refiere preferentemen- Coactar. En el Perú y en otros países de América (Co-
te a personas. Citadino puede haberse tomado del italiano lombia es uno de ellos) se usa coactar como equivalente
cittadino que significa ‘ciudadano’ y también ‘vecino de una de coaccionar, es decir ‘limitar la libertad de acción’ de
ciudad’. Citadino no se registra en el Diccionario académico alguien. Coactar viene del latín coactare, que tiene igual
(2001) ni en el Diccionario panhispánico de dudas (2005). sentido; es un típico latinismo de América, pues no se
usa en la Península. A pesar de su legítimo origen, no
Clasemediero. Este moderno peruanismo está com- lo registra el Diccionario académico (edición 2001). Sí re-
puesto (como ropavejero) de un sustantivo, un adjetivo gistra, como término de la lengua general, el adjetivo
y el sufijo -ero en su denotación de ‘pertenencia a un coactivo, del latín coactivus, a su vez derivado de coactare.
grupo’. Aunque en principio es un adjetivo despectivo,
clasemediero ha sido curiosamente asumido, en la propia Cobrar. En el Perú y en el resto de América cobrar sig-
identificación autobiográfica, por algunos de nuestros nifica no solo ‘recibir el pago de lo debido’, sino también
más valiosos escritores, quienes han tenido a honra ha- ‘exigir (muchas veces sin éxito) el pago de lo adeudado’.
ber nacido dentro de nuestra meritoria clase media. Pero en la lengua general cobrar significa exclusivamen-
te ‘recibir el dinero adeudado’. Por otra parte, el térmi-
*Clientelaje. En el Perú equivale a clientelismo: “sistema no cobrar se explica por aféresis (supresión de segmento
de protección y amparo con que los poderosos patrocinan inicial) de recobrar, verbo equivalente del latinismo re-
a quienes se acogen a ellos a cambio de su sumisión y de cuperar, que a su vez viene del latín recuperare, íd. Entre
sus servicios” (DRAE 2001). *Clientelaje y clientelismo vienen los derivados de cobrar están los sustantivos cobrador, co-
de clientela como ‘conjunto de personas que colaboran con bradora y los sinónimos no estrictos cobro y cobranza; son
un político a cambio de apoyo y protección’. Y clientela, a su derivados adjetivos cobrable e incobrable.
vez, viene de cliente con el sentido de ‘persona que colabora
con un político o con un particular’ por los mismos motivos.

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Cocacho. En el Perú y en otros países de Sudaméri- Cogobierno. Gobierno, del latín gubernus, es una anti-
ca, cocacho es el ‘golpe dado con los nudillos en el crá- gua palabra de la lengua castellana, pues se documenta
neo’. La variante coscacho, hoy desusada acá, está foné- en ella desde el siglo XIV. Co-, prefijo equivalente de la
ticamente más cerca de coscorrón, su equivalente en la preposición con, es muy productivo en español; ejem-
lengua general; ambos se derivan probablemente de plos: coacción, coetáneo, colaborar, etc. Del sustantivo co-
cosque, étimo y sinónimo de coscorrón (el terminal -acho gobierno se deriva el verbo cogobernar. Sorprende que ni
es de probable origen mozárabe). El modismo peruano cogobierno ni cogobernar se incluyan en la última edición
de un cocacho equivale a las formas castizas de un tirón, de (2001) del DRAE a pesar de ser términos cultos y ge-
un golpe. nerales en el ámbito político de casi todo el continente
americano.
Cogotear. En nuestra habla familiar este verbo signi-
fica ‘atacar por la espalda, apretando el cogote o nuca’ Cojinova (o cojinoba). Es un pez (Seriolella violacea)
(no es sinónimo estricto del verbo de la lengua general que abunda en el litoral del Pacífico, desde el Perú has-
acogotar); al asaltante se le llama cogotero. Cogote es una ta Chile. De tamaño mediano y carne apreciada, tiene
antigua palabra castellana de origen poco claro. En la “dorso azul grisáceo oscuro y uniforme, con visos pla-
lengua general, estar hasta el cogote equivale a estar hasta teados en los lados y vientre y cola ahorquillada abierta”
la coronilla; ser carne de cogote es, por otra parte, una lo- (DRAE 2001). El nombre parece de origen indígena.
cución americana que se aplica a personas despreciables Por la coincidencia de sus tres primeros fonemas, tiene
o mediocres. también los sentidos figurados de cojo y del americanis-
mo cojudo ‘ingenuo, tonto’.
Coima. En el Perú y otros países de América es sinó-
nimo de cohecho ‘dádiva con que se soborna’, ‘gratifica- Cojudez. En nuestra habla familiar equivale a minucia,
ción pecuniaria ilícita que se da y recibe por acelerar un tontería. Es derivado de cojudo, peruanismo en el que
trámite o anular una sanción’. La palabra es antigua en se ha borrado la reminiscencia de cojón ‘testículo’: el
castellano con la acepción de ‘garito’; coime era el gari- femenino cojuda lo atestigua. El étimo común es cojón,
tero, quien prestaba dinero, con usura, a los jugadores. que aparece íntegro en el derivado peninsular cojonudo
En el castellano de América se derivó el verbo coimear ‘estupendo’, también sin connotación sexual. Cojudear
‘sobornar, cohechar’; coimero, -a se aplica especialmente significa ‘tomar el pelo’, ‘engañar’ y ‘perder el tiempo’.
a quien recibe la coima. Acojudarse es ‘perder ánimo o fuerza’: cierto alcalde de
Lima tranquilizó a sus habitantes, temerosos ante una
epidemia, diciendo que “en el Perú hasta los microbios
se acojudan”.

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Colgandijo. Del verbo latino cŏllŏcare derivan los es- ¡Colón! En el habla coloquial peruana, esta exclama-
pañoles colocar y colgar. De este último más el sufijo di- ción se dirige, en tono burlón, a quien dice, como no-
minutivo de matiz despectivo -ajo sale colgajo (“trapo o vedad, algo que es de todos conocido. Es escasísima su
cosa despreciable que cuelga”, DRAE 2001). En el Perú documentación, puesto que esta especie de interjección
y otros países andinos es equivalente de colgajo la va- limita su uso, casi exclusivamente, a la lengua oral. El
riante colgandijo, formada sobre el gerundio colgando. nombre propio, dicho en tono exclamativo, alude, por
Documentada en las Tradiciones de Palma, colgandijo va supuesto, al descubridor de América, Cristobal Colón.
siendo desplazada por la forma general colgajo. Y en Este famoso navegante del siglo XV, cuyo lugar y fecha
Vargas Llosa se documenta un curioso colguijo, que no de nacimiento no están totalmente esclarecidos, murió
es general ni parece peruanismo. en Valladolid en 1508 después de hacer varios viajes a
las tierras descubiertas.
Coliseo. En España, significa ‘recinto teatral’; en al-
gunos países de América, el nombre coliseo se aplica a Colorado. En su origen fue equivalente del adjetivo
diversos recintos cerrados, techados o no, en los que se actual coloreado, que no especifica color. Más tarde desig-
realizan espectáculos artísticos, deportivos o circenses. nó el color conocido también como bermejo, escarlata, rojo
En el Perú se llama coliseo de gallos a la gallera. Es in- y encarnado. En desuso en España, colorado se conserva
teresante anotar que el término coliseo resulta de una en América con gran vitalidad; ponerse colorado es ‘son-
alteración fonética no explicada de Colossèo, palabra di- rojarse’, tal vez ante un chiste colorado (esta expresión
rectamente emparentada con coloso y colosal. Colossèo es, ha sido desplazada en España por la sinónima moderna
en principio, el nombre original del gran Anfiteatro de chiste verde). Y no olvidemos que, en lo personal o en lo
Roma, cuyas ruinas se conservan todavía. político, más vale un rato colorado que ciento amarillo.

Collera. En el habla familiar peruana, collera es el ‘gru- Comechado. Es un término despectivo del habla pe-
po de amigos íntima y solidariamente relacionados’. El ruana, aplicado al empleado público que trabaja poco.
término parece ser un derivado de cuello y referirse, Funciona como sustantivo o adjetivo, pero es de uso
metafóricamente, a una fila de esclavos encadenados raro en femenino. Comechado es un compuesto de dos
por el cuello; el verbo acollerarse significa ‘unirse a una formas verbales, pero su combinación es anómala. Lo
collera’. Acollerado es el que forma parte de tal grupo. usual es que a un participio se anteponga un adverbio
Usos similares se dan en los países americanos del Cono (malherido), una preposición (contraindicado) o un sustan-
Sur; en Chile, por ejemplo, colleras son los ‘gemelos de tivo (cariacontecido), mas no una forma verbal de indica-
la camisa’; en Bolivia, acolleramiento es la ‘unión estrecha tivo (comechado).
de dos personas’.

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Comelón. Es la variante americana de comilón, que de- *Comisería. Llama la atención esta incorrecta pro-
signa al glotón. Comer viene del latín comedĕre ‘comer en nunciación de comisaría, comprobada aun en el idiolecto
compañía’: la variante americana es, pues, la etimoló- de primeras figuras del periodismo oral. El error ―sin
gica. El sufijo verbal para derivados nominales es -ón duda de lesa cultura― se restringe, afortunadamente,
(mandón, mirón), pero los adjetivos en que la -l pertenece al ámbito de la lengua hablada. ¿Mal oído de los trans-
a la raíz verbal (burlón, regalón) inducen a identificar un gresores? Técnicamente, se trata de un caso de asimila-
inexistente sufijo *-lón que da formas generales, como ción (fonética) del timbre abierto de la vocal a (de la terce-
dormilón, reilón y otras americanas como pegalón, pedilón. ra sílaba de comisaría) al cerrado de sus vecinas (las íes de
la 2.ª y 4.ª sílabas).
Comercial. Este adjetivo se ha sustantivado ―en el
Perú y en otros países de América― como equivalente Commodities. En el Perú, otros países de la América
de la locución anuncio comercial, en relación con su sen- hispana y también en la Península, se ha difundido mo-
tido de “soporte visual o auditivo en que se transmite dernamente este término inglés (con su singular commo-
un mensaje publicitario” (DRAE 2001). El comercial es dity) en el lenguaje de la economía; se refiere genérica-
la propaganda o promoción de un producto, transmitida mente a productos naturales de consumo esencial o a
por radio o televisión. En relación con este uso, bastante materias primas. En español general, su cognado como-
reciente, se emplean locuciones tales como hacer comer- didad (del latín commŏditas, al igual que el inglés commo-
ciales, ir a comerciales, etc. dity) equivale a confort, y comodidades se refiere a aquellos
ambientes u objetos que nos dan confort. Commodities se
Comida chatarra. En el Perú, y en varios otros paí- tiene aún por innecesario anglicismo.
ses de las tres Américas, se llama despectivamente comi-
da chatarra a aquella de preparación rápida y, supuesta- Como dos gotas de agua. En nuestra lengua colo-
mente, escaso valor nutritivo; chatarra es, en su acepción quial, ser como dos gotas de agua se dice de dos personas
primaria, ‘escoria de hierro’; chatarra designa también de facciones muy semejantes. Esta locución adverbial
cualquier aparato viejo que ya no funciona. En España pertenece realmente al amplio campo del español ge-
se prefieren las expresiones nominales sinónimas comi- neral, pues se usa tanto en la América hispana (el Perú
da rápida y comida basura, traducciones de las correspon- incluido) como en la Península. Sin embargo, el Diccio-
dientes locuciones del inglés americano fast food y junk nario de la Academia no la consigna en su edición vigen-
food. te (del año 2001); sí la incluirá en la siguiente, que está
en preparación. Está igualmente difundida la variante
parecerse (dos personas) como una gota de agua a otra.

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Como la mona. Esta locución adverbial peruana y rio- Como se llama. Esta expresión, típica de la lengua
platense significa ‘muy mal’, generalmente en respuesta oral peruana, tuvo sin duda, en un principio, entona-
a preguntas sobre la condición de personas o asuntos. ción interrogativa: ¿cómo se llama? Hoy es una muletilla
Verbos como estar, resultar, salir o andar, antecedidos por empleada para ganar tiempo mientras se busca el tér-
el interrogativo ¿cómo?, son usuales: ―¿Cómo va el nego- mino adecuado para continuar una exposición. En la
cio? ―Como la mona. ―¿Cómo estás de tu alergia? ―Como Argentina se ha soldado en un sustantivo: el (o la) como-
la mona. Queda en el aire qué relación puede tener la sellama es la persona cuyo nombre se desconoce o no se
hembra del mono con graves situaciones o problemas. quiere mencionar. En España, ¿cómo se llama? equivale a
¿cuánto cuesta?
Como oro en polvo. El oro, metal precioso por ex-
celencia, puede encontrarse naturalmente en forma de Comprarse el pleito. En el habla coloquial del Perú
polvo o molerse hasta hacerlo polvo por diversos méto- y de Méjico, la locución verbal comprarse el pleito significa
dos y para diferentes fines. La locución adverbial como ‘tomar partido por uno o más de los contrincantes sin
oro en polvo significa, en el Perú y en otros países de la tener injerencia en el asunto que se discute’. Pleito es
América hispana, ‘con sumo cuidado’, ‘con reverente una antigua voz derivada del latín placĭtum, que pasó al
aprecio’. Pero como el oro en polvo solía guardarse en castellano a través del galorromano. La locución verbal
paños cuidadosamente doblados para impedir su dis- comprarse el pleito no se consigna ―al parecer― en los
persión, en España y en la lengua general ha prevaleci- diccionarios de americanismos, con excepción del úl-
do la locución equivalente como oro en paño. timo, publicado por la Asociación de Academias de la
Lengua Española el 2010.
Como por un tubo. Esta locución adverbial del habla
familiar tiene el sentido de ‘rápidamente’, ‘sin ningún Común y silvestre. En el Perú se usa desde hace poco
obstáculo’ y se documenta en el Perú, Bolivia, Chile, Ar- tiempo esta locución adjetiva para calificar aquello que
gentina y Uruguay. La variante como por entre un tubo no se destaca, entre sus congéneres, por ninguna cua-
se registra en Colombia y otra reducida, por un tubo, se lidad especial. El uso parece haberse extendido desde
usa en Chile y Paraguay. Es probable que el origen del los países del Río de la Plata. Lo tradicional en el habla
dicho esté en el uso, todavía vigente, del tubo neumático peruana sigue siendo la expresión sinónima común y co-
para enviar, directa y velozmente, dinero, correspon- rriente, que tampoco se usa en la Península; allá se pre-
dencia etc., de un piso a otro en el mismo edificio o de fiere la variante sinónima normal y corriente.
un punto a otro en la misma ciudad.

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Concesionar. Este derivado de concesión se usa hoy en Concolón. En el Perú y en otros países de América se
el Perú y en otros países de América; entra en el gru- llama así el ‘arroz tostado o semiquemado que se pega
po de verbos derivados de sustantivos acabados en -ón, en el fondo de la olla’. El concolón no es siempre conse-
tales como promocionar, de promoción, y subvencionar, de cuencia accidental de la cocción del grano; a veces se
subvención. Concesionar es ‘dar en concesión un bien o ser- produce deliberadamente, por lo común para usos me-
vicio público, por un plazo determinado y bajo ciertas dicinales. La variante cocolón designa también, en algu-
condiciones’. En el debate sobre política económica con- nos países y figuradamente, al benjamín o hijo menor de
cesionar se usa a veces como eufemismo por privatizar. una familia. Concolón es un término de origen incierto.

Concha, conchán. En castellano concha es la valva o Concubino. El DRAE 2001 no registra este término,
caparazón que cubre el cuerpo de moluscos, crustáceos que viene, como concubina, del latín concubinus, -a. El
y quelonios. Un uso figurado peruano relaciona concha masculino no se usa en España, pero sí en gran parte
con el órgano sexual femenino en expresiones malso- de América. Su parcial desuso podría explicarse por-
nantes como concha de su madre; otro uso se basa en el que la poliandria es menos frecuente que la poligamia.
espesor de la concha y da origen al adjetivo conchudo, -a Pero hoy, cuando el concubinato entre personas del mis-
‘descarado, caradura’ y al sustantivo abstracto conchu- mo sexo es bastante aceptado, cabría la posibilidad de
dez. Por floreo verbal se ha llegado a asociar conchudo con un mayor uso de concubino, por ahora restringido, en el
el topónimo Conchán (playa cercana a Lima), que se usa Perú, a códigos y leyes.
como adjetivo, sin variación para el género.
Conferencista. En el Perú, así como en otros países
Concientizar. Es la forma verbal preferida en la Amé- de la América hispana, se llama conferencista a quien da
rica hispana, y como americanismo la registra el DRAE una conferencia; es decir, una ‘disertación en público so-
2001, lo mismo que su postverbal concientización. En Es- bre un tema específico’. Este americanismo contrasta
paña se prefieren los derivados concienciar y conciencia- con el derivado de la lengua general conferenciante. El
ción, y se condena el “barbarismo” *concienzar. Las va- sufijo -ista tiene, entre sus funciones, la de contribuir a
riantes peninsulares se han formado, obviamente, sobre la formación de sustantivos y adjetivos que se refieren
el sustantivo conciencia, mientras que el americanismo a quien ejerce determinada profesión u oficio; el sufijo
concientizar se ha tomado, muy probablemente, del fran- -nte tiene similar significado. En realidad, el término de
cés conscientiser. la lengua general y el americanismo son sinónimos es-
trictos.

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*Conflictuado. En la lengua supuestamente culta del Con la pata en alto. Este modismo peruano, al pa-
Perú y de otros países de Sudamérica (Argentina, Boli- recer muy moderno en nuestra lengua culta familiar,
via, Chile, Colombia) se ha difundido últimamente ―tal significa ‘en actitud desafiante’ y cumple función ad-
vez por influencia del inglés to conflict― el verbo *conflic- verbial: “se presentó en la reunión con la pata en alto”.
tuar, equivalente de locuciones verbales tales como cau- Pero, por escrúpulos finústicos, se oye algunas veces la
sar conflictos o entrar en conflicto. Su participio adjetivado variante con la pierna en alto, como si la palabra pata se li-
*conflictuado es más o menos equivalente del derivado mitase al reino animal y la palabra pierna al hombre. Sin
correcto conflictivo o del menos difundido (no se usa en embargo, estos escrúpulos no se justifican: hay piernas
el Perú) *conflictual. de carnero o de cerdo y es de uso general la locución
verbal meter la pata referida a los seres humanos que co-
Confrontación. En castellano significa ‘careo entre meten una imprudencia o un error.
dos personas’ y ‘cotejo de dos cosas’ (dos textos, por
ejemplo). Pero la forma inglesa de este latinismo, con- Con las justas. Esta locución adverbial pertenece al
frontation, desarrolló la acepción de ‘oposición hostil en- habla culta familiar peruana y significa ‘apretadamen-
tre personas, grupos políticos o países’. Y, tal vez por te’, ‘sin que nada sobre’, en referencia al tiempo, al es-
culpa de malas traducciones de algunas agencias de no- pacio y a la cantidad: “con las justas abordó el avión”,
ticias, se ha empezado a usar, en España y América, con- “entra en la caja con las justas”, “con las justas me alcanzó
frontación como equivalente de enfrentamiento. para pagarle”. Parece nueva la variante equivalente a
las justas, de nivel más bien popular. Ni con las justas ni
Congresista. La revolución norteamericana tomó el a las justas se consignan en el DRAE 2001. La expresión
término francés Congrès ‘reunión internacional de esta- general equivalente parece ser al justo, que no se emplea
distas’ para llamar Congress su propio cuerpo legislativo. en el Perú.
El uso se difundió en la América hispana y surgieron los
derivados congresal, congresante y congresista. Este último Con las mismas. El DRAE 2001 registra esta frase
se ha impuesto en el Perú a raíz de la elección de un como locución adverbial coloquial que se usa solo en el
Congreso unicameral que hace inaplicables los términos Perú y equivale a inmediatamente. Es decir, ‘en seguida’
senador y diputado. Pero el DRAE 2001 registra congresista o ipso facto, que en latín significa, literalmente, ‘por la
solo como “miembro de un congreso científico, econó- fuerza del hecho mismo’; es decir, ‘de rebote’, ‘sin in-
mico, etc.”. tervalo alguno entre una acción y la que le sigue como
reacción’. Queda por suponer a qué sustantivo, en fe-
menino plural, se refiere el adjetivo “mismas”.

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Conllevar. Es un término de la lengua culta, pero no Contendor. Del verbo latino contendere ‘esforzarse’,
siempre se usa correctamente. Aunque compuesto del ‘combatir’, salió el castellano contender, de análogos senti-
verbo llevar, no es su sinónimo ni se construye como el dos. Sus derivados contendedor y contendiente designaron,
primitivo: llevar a implica transcurso del tiempo o dis- por igual, a los adversarios en una contienda. Contendedor
tancia en el espacio; conllevar denota condición secun- se abrevió luego en contendor, pero ambas variantes fue-
daria simultánea, sin noción de proyección en el tiem- ron desplazadas en la lengua general por contendiente.
po, y no se construye con la preposición a: *conllevar a es Sin embargo, contendor tiene hoy plena vigencia en el
incorrecto. Así, “el amor conlleva ternura, pero a veces habla culta de gran parte de la América hispana, el Perú
lleva a la violencia”. incluido.

Cono. Según el DRAE 2001, cono es “sólido limitado Conteo. En el Perú, y en otros países de la América Me-
por un plano que corta una superficie cónica [sic] cerra- ridional y Central, se emplea este postverbal de contar
da”; Cono Sur es la “región de América Meridional que como equivalente de recuento en su sentido de “compro-
comprende Chile, Argentina, Uruguay y a veces Para- bación del número de personas, cosas, etc. que forman
guay” y, en el Perú, “el sector del área metropolitana de parte de un conjunto” (DRAE 2001). Conteo se aplica
Lima que se proyecta a partir del Centro. Cono Norte, especialmente al recuento de votos emitidos en un proceso
Este, Sur”. Estos usos de Cono no son peyorativos como electoral. En España es muy raro el uso de conteo, y tam-
creen algunos de sus emprendedores habitantes. bién el de su sinónimo contaje, desconocido en el Perú.

Container. En el Perú y en otros países de América *Contra más tiene más quiere, *entre más tie-
―así como también en España― es prácticamente ge- ne más quiere, etc. Estas frases son vitandos ejem-
neral el uso de este anglicismo, pronunciado a la inglesa plos del mal uso de las preposiciones contra y entre en
(contéiner) para designar el “embalaje metálico grande vez del adverbio mientras y el pronombre relativo cuanto.
y recuperable, de tipos y dimensiones normalizados Es decir, que las frases correctas correspondientes son
internacionalmente y con dispositivos para facilitar su mientras más tiene más quiere, cuanto más tiene más quiere.
manejo” (DRAE 2001); menos difundido está el empleo Estos crasos errores son imperdonables en el idiolecto
de este término para designar un depósito de residuos de profesionales, cualquiera que sea su campo de ejer-
diversos. La Academia no aprueba el uso de container y cicio. Ejemplos análogos pueden darse, por supuesto,
propugna su traducción por la forma castellana conte- sustituyendo el adverbio de cantidad más por su antó-
nedor. nimo menos.

102 103
Contramedida. Esta palabra compuesta entra en la se- *Copenagüe. Esta grafía reproduce una pronuncia-
rie de contraseña, contraparte, contramarcha, etc.: une la pre- ción distorsionada del nombre de la capital de Dina-
posición contra a un sustantivo de género femenino. Contra- marca, constatada en el idiolecto de algunos conocidos
medida es la medida que se toma contra otra que se tiene por locutores de la televisión local. En castellano el nombre
nociva o peligrosa. El término proviene del ámbito militar y correcto es Copenhague, que viene del danés København,
puede haberse tomado del inglés counter measure o del fran- presumiblemente a través del inglés Copenhagen (el Dic-
cés contre-mesure. Contramedida no aparece en el DRAE 2001. cionario panhispánico de dudas considera incorrectas las
variantes *Copenhaguen y *Copenhague). Casos semejan-
Contrasuelazo. En nuestra habla familiar designa la tes de pronunciación ultracorrecta de güe por gue serían
‘caída aparatosa contra el suelo, casual o provocada’; me- los de *magüer por maguer, conjunción anticuada, y *ma-
tafóricamente expresa ‘fracaso violento’. Contrasuelazo es güey por maguey, cierta planta.
un compuesto de la preposición contra y suelazo, deriva-
do de suelo con el sufijo -azo como expresión de ‘golpe’. Corduroy. Es una tela de algodón, especie de pana
También se usan en el Perú contrasuelear ‘golpear, agredir estriada, de uso moderno para confeccionar prendas
violentamente’ en sentido material o figurado y contra- de vestir de tipo informal. Corduroy es un americanismo
suelearse ‘golpearse contra el suelo al caer violentamente’. que no figura en la edición vigente (2001) del Diccio-
nario académico; tiene visos de anglicismo y su área de
*Contricción. El acto de contrición es parte de la peni- difusión abarca desde la América Central hasta Colom-
tencia; la contrición es el “dolor y pesar de haber pecado” bia y Perú. Su variante corderoy, que no se sabe si es la
(DRAE 2001). Pero muchos hablantes ―y escribientes― forma original, se documenta en Bolivia, Argentina y
semicultos suponen que contrición está en la línea de con- Uruguay.
vicción, e incurren en ultracorrección al corregir lo correcto.
Contrición está en la línea de nutrición: se escribe con una Coronta. Esta palabra usada en el habla familiar del
sola c, intervocálica, que es inicial de la última sílaba. Perú y de otros países de sustrato runa-simi viene del
quechua k’oronta o qurunta (la diferencia entre o y u no
*Cónyugue. Esta pronunciación incorrecta, en vez de es distintiva en esa lengua) y equivale al castellano zuro
la correcta cónyuge, se explica por influencia del adjetivo y al americano rioplatense marlo, es decir, ‘el núcleo de
conyugal. Cónyuge significa etimológicamente ‘que com- la mazorca del maíz ―tierno o seco― después de des-
parte el yugo’ (del matrimonio). El DRAE 2001 da cónyu- granado’. Dice el lexicólogo peruano Juan de Arona,
ge como sinónimo de consorte con el significado de “mari- a fines del siglo XIX: “La única aplicación que hemos
do y mujer respectivamente”. Esta definición académica visto dar a este despreciabilísimo desecho del maíz es la
tendrá que cambiarse ―quizá por “persona casada con de tapones, trozándolo para los porongos y botellas de
otra”― después de la reciente aprobación en España del ron, miel o agua” (Diccionario de peruanismos).
matrimonio entre homosexuales del mismo sexo.

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Correo de brujas. Esta expresión se refiere, en el Cotillón. El DRAE 2001 consigna esta palabra con tres
Perú y en el Ecuador, a la información transmitida por acepciones: ‘danza con figuras ejecutada al final de un
medios clandestinos o informales; en el Perú, se docu- baile de sociedad’; ‘baile de sociedad en que se ejecu-
menta ya en el siglo XIX en la prosa de Ricardo Palma; ta tal figura’; ‘baile que se celebra en un día señalado,
en Colombia, Chile y Costa Rica se usa la variante correo como el de fin de año’. Pero el DRAE no incluye la acep-
de las brujas. Es interesante comprobar que en correo de ción moderna, hoy vigente a uno y otro lado del Atlán-
brujas se combinan dos términos de historia oscura en tico: ‘conjunto de objetos (gorros, confetti, serpentinas,
castellano: correo procede del catalán correu, y este pare- etc.) que se distribuyen a los participantes en las fiestas
ce de origen francés; bruja es palabra de étimo incierto, mencionadas’.
probablemente prerrománico, documentada en caste-
llano solo desde el siglo XV. El masculino brujo es tardío. Cráneo, cranear. En nuestra habla familiar, cráneo
equivale a persona (ejemplo: “a tanto por cráneo”). Tam-
Cortoplacista. Formado sobre la frase nominal corto bién significa ‘persona de inteligencia brillante’, es de-
plazo más el sufijo -ista, este adjetivo de moderno uso en cir, cerebro en su sentido igualmente figurado. De cráneo
la lengua culta del Perú y de otros países de América no se deriva cranear, que entre nosotros significa ‘idear, pla-
está registrado en la última edición del Diccionario de la near’. El Diccionario de la Academia (edición de 2001)
Academia; parece que su uso es esporádico en España. incluye ya cranear como americanismo que en algunos
Cortoplacismo, el sustantivo correspondiente, podría ser países equivale a ‘inventar o descubrir la solución de un
de posterior formación. En la lengua general son aná- problema’ y, en otros, a ‘reflexionar’.
logas parejas de términos parasintéticos: librecambista y
librecambismo, quintacolumnista y quintacolumnismo. Crayola. En el Perú y en otros países de América, se
llama crayola el lápiz de cera de diversos colores, muy
Costanera. Es la forma femenina del adjetivo costa- usado por los niños, pues su no toxicidad está garantiza-
nero, derivado del sustantivo costa por doble sufijación da. Crayola es, en su origen, una marca comercial regis-
(-ano, -a más -ero, -a). Del latín costa, con el significado trada en Estados Unidos en 1903. La palabra se formó
de ‘costado’, salió el castellano cuesta con los sentidos sobre el francés craie (pronunciado aproximadamente
de ‘espalda’ (recuérdese a cuestas), ‘ladera’, ‘pendiente’. cre) ‘tiza’ y el terminal -ola por oleaginoso. Aquí decimos
El sustantivo costanera tiene, según el DRAE, el sentido la crayola, porque la -a final indica género femenino.
(etimológico) de “terreno en pendiente”. En las últimas Pero, como el inglés no tiene género, en América, pre-
décadas se ha difundido, en el Perú y otros países de domina el crayola; así aparece en el DRAE 2001.
Sudamérica, su uso con la acepción de ‘avenida amplia
a orillas del mar’.

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Credibilidad. Este cultismo se formó en castellano *Cuadraplejia; cuadriplejia; cuadripléjico, -a.
sobre el adjetivo latino credibĭlis ‘creíble’: la credibilidad En el Perú y en otros países de América del Sur y del
es la cualidad de creíble que tiene un sujeto o un hecho, Centro, se usan estos términos en lugar de los que con-
un texto o un autor. Credibilidad equivale, pues, a crédito, signa el DRAE 2001: tetraplejia (o tetraplejía) y tetrapléjico,
entendido como “reputación, fama, autoridad” (DRAE -a. En las formas americanas, el prefijo latino cuadri-
2001). Pero algunos semicultos confunden credibilidad significa ‘cuatro’ ―lo mismo que en las peninsulares el
con credulidad, que es el defecto de creer, indiscrimina- prefijo griego tetra― en referencia a la parálisis de las
damente, cualquier cosa. La credibilidad se tiene o no, cuatro extremidades. No se aceptan las variantes ame-
pero no se puede tener credibilidad en otra persona, ins- ricanas *cuadraplejia ni *cuadrapléjico, -a. Las formas con
titución, etc. hiato cuadriplejía y tetraplejía son correctas.

Cremar. En la última edición (2001) del Diccionario de Cuadrar. Este verbo, derivado de cuadro (como equi-
la Academia, este verbo aparece solo como mejicanismo. valente de cuadrado), ha desarrollado diversos usos figu-
En realidad, cremar es de uso culto general, aunque más rados en castellano. Pero en el habla hispanoamericana
difundido en América que en España. Otros miembros cuadrar ha ido más allá en algunos de esos usos, dando
de esa familia léxica, cremación y crematorio, se documen- así origen a verdaderos americanismos. Un ejemplo de
tan ya, como latinismos, desde el siglo XIX. Y este úl- peruanismo es el de cuadrar por aparcar o estacionar un
timo, adjetivo sustantivable, se difundió después de la vehículo automotor. Otro uso peruano es el de cuadrar,
última guerra mundial, asociado a los hornos crematorios referido a personas con el sentido de ‘dejar firmemente
de los nazis. en claro la propia razón o posición’, es decir poner en su
sitio a alguien.
Cronograma. En el Perú y en otros países de América
se usa cronograma con el sentido de ‘índice de acciones *Cuádriga. Esta pronunciación equivocada de la
que se realizarán en un período determinado’. Crono- palabra cuadriga se documenta en la lengua seudocul-
grama es un cultismo de correcta formación que yux- ta de ambos continentes. Cuadriga ―palabra grave o
tapone dos elementos compositivos de origen griego: llana― era el ‘conjunto de cuatro caballos que tiraban
crono- ‘tiempo’ y grama ‘letra, escrito’. En la lengua ge- de un carro o carruaje’ y luego el carro o carruaje mis-
neral, su sinónimo es programa en la acepción de “pro- mo. Por etimología popular, sin embargo, se asoció el
yecto ordenado de actividades”, que no pone énfasis en término cuadriga a un falso étimo cuadro, que tiene el
la distribución del tiempo. acento prosódico (aunque no marcado) en la primera
sílaba. Tratándose de un término histórico, y por lo
tanto de la lengua culta, es imperdonable su pronun-
ciación errónea.

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Cuajo. Viene del latín coagŭlum (que da también coá- Cuarto intermedio. En el Río de la Plata es la ‘in-
gulo) y designa un fermento que, en el estómago de los terrupción de una reunión de trabajo’, durante la cual
mamíferos, sirve para cuajar o coagular la caseína de la los participantes pueden descansar. En el Congreso del
leche; en sentido figurado, cuajo es pachorra (o pachocha): Perú, la locución se aplica a la interrupción del debate
‘paciencia excesiva’. En el Perú se ha avanzado en ese sobre un asunto, a fin de propiciar el acuerdo de los
proceso de evolución semántica y cuajo es hoy sinóni- congresistas involucrados y la vuelta al Pleno de dicho
mo de desfachatez o desvergüenza. La exclamación ¡qué tal asunto. Este uso puede haber surgido a partir de la lo-
cuajo! expresa protesta ante el abuso o la indelicadeza. cución cuarto de hora, entendida como duración inicial-
mente acordada para una interrupción.
Cualquier cantidad. Esta locución nominal (a ve-
ces, adverbial) tiene como primer elemento la forma Cuenta regresiva. Equivale, en el Perú y en otros
apocopada del adjetivo indefinido cualquiera y se usa en países de América, a lo que en España se llama cuenta
muchos países de la América hispana ―desde Méjico atrás (en inglés count down). El DRAE 2001 define así
hasta Chile, el Perú incluido― con el sentido de ‘nú- la cuenta atrás: “En Astronáutica, cómputo en sentido
mero ilimitado’, ‘gran cantidad’. La expresión nominal contrario al de los minutos y segundos que preceden
cualquier cantidad es un uso relativamente moderno, al lanzamiento de un cohete”. Y da, como segunda, la
pues data de mediados del siglo XX. En principio, típi- acepción de ‘cuenta del tiempo cada vez menor que fal-
ca de la lengua familiar y del lenguaje humorístico, ha ta para un acontecimiento previsto’. Ejemplo: “ya em-
llegado al nivel de la lengua literaria; se documenta, por pezó la cuenta atrás para las elecciones”.
ejemplo, en la prosa de escritores rioplatenses de la talla
de Ernesto Sabato y Mario Benedetti. Culturoso, -a. Este derivado de cultura es de uso colo-
quial en el Perú y en otros países de América. Tiene una
Cuando las papas queman. Esta locución adver- connotación humorís­tico-despectiva y se aplica a quien
bial, frecuente en el habla familiar del Perú, Bolivia y los “aparenta tener alta formación cultural” (DRAE 2001).
países de la América austral, data de mediados del siglo La palabra culto se tomó del latín cultus en el siglo XIV;
XX y se refiere a diversos tipos de situaciones críticas. aparte de su sentido material (como equivalente de cul-
Puede variar el primer término y también las formas tivado y referido a la tierra), el término culto se enarboló
del verbo quemar: donde las papas queman, cuando las pa- como bandera en la larga polémica entre los gongoristas
pas quemen, etc. Tal como en la expresión nominal papa y sus adversarios. Recuérdense derivados como cultera-
caliente, en la adverbial cuando las papas queman está viva no, cultiparlar, etc.
la imagen de unas papas recién hervidas, calientísimas,
que se pelan pasándolas de una mano a otra para no
quemarse.

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Cunda. Este término, al parecer exclusivo del habla Currículum vítae. Esta locución latina significa lite-
familiar peruana, viene ―según algunos autores― de ralmente ‘carrera de la vida’ y se usa como equivalente
una lengua africana: el quimbundo. El mozo cunda, om- de hoja de vida, ‘historial académico o profesional’ que se
nipresente en nuestra literatura costumbrista de los si- presenta cuando se aspira a un cargo o empleo. Como
glos XIX y XX, es el joven avispado y rápido para salir en el español no existe el sonido de v labiodental, el
de situaciones críticas. Cundería es equivalente de viveza segundo elemento de la locución latina currículum vítae
criolla, es decir, esa combinación eficiente de artimañas se pronuncia [bíte] o [bítae]; es inaceptable, en cambio,
y falta de escrúpulos que no llega a la conducta abierta- la pronunciación con acento prosódico en la a: *[bitáe].
mente delictiva.
Cutra. Este sustantivo, sinónimo de coima, ya se regis-
Curita. En el DRAE 2001 se registra ya el sustantivo tra en el DRAE 2001 de esta manera: “Perú. Provecho o
femenino curita como proveniente de la marca registra- dinero obtenido de un particular por un funcionario o
da Curitas y remitido a su sinónimo tirita. Este último empleado, con abuso de las atribuciones de su cargo”.
término procede, similarmente, de la marca registrada No se incluyen en el DRAE derivados como cutrero y cu-
Tiritas ―de difusión peninsular― y se define como “tira trear; sí se registra, como término del español general, el
adhesiva por una cara, en cuyo centro tiene un apósito adjetivo cutre ‘tacaño’, ‘miserable’, ‘pobre’, ‘necio’ o ‘de
esterilizado que se coloca sobre heridas pequeñas para mala calidad’ con sus derivados cutrez, cutredad, cutrerío
protegerlas”. Como se ve, las marcas registradas tien- y cutrería.
den a hacerse nombres comunes.
Cuy. Es el nombre de un pequeño roedor americano,
Currícula. Es un neutro plural latino que, en espa- muy apreciado en la cocina del Perú y países vecinos
ñol, concuerda en masculino plural: los currícula. Pero desde el siglo XVI. El plural más frecuente de cuy es cu-
eso resulta duro para el oído de los hablantes de espa- yes; cuyada es, según el DRAE 2001, la “comilona de cuy
ñol, quienes suelen caer en una falsamente “correcta” asado”. Otro nombre difundido de este roedor es coba-
concordancia: *la currícula, inaceptable en lengua culta. yo; en la Península, sin embargo, predomina la denomi-
Por lo tanto, entre una expresión correcta que suena nación descriptiva conejillo de Indias, asociada moderna-
mal y otra incorrecta que suena bien, es mejor optar mente a la investigación científica y usada también con
por la forma, castellanizada como masculino, currículo: sentido figurado. Aunque se ha tenido tradicionalmen-
el currículo, los currículos. te como quechuismo, en los últimos tiempos, lexicólo-
gos de la talla de Corominas han puesto en duda esta
etimología.

112 113
D
d
Datear. En la lengua coloquial del Perú y de otros paí-
ses de Sudamérica (entre ellos Chile y Venezuela), datear
se usa con el sentido de ‘informar’, con un matiz de con-
fidencia y otro de primicia. El sustantivo dato viene del
latín datum, participio del verbo dare ‘dar’. El sufijo de
frecuentativo -ear es de uso abundante a nivel del habla
familiar hispanoamericana; son ejemplos americanos
de ello verbos tales como bambear, bolsiquear, chatear y
putear; este último tiene, en el Perú y otros países ameri-
canos, el sentido figurado de ‘insultar con palabras soe-
Dar en la yema del gusto. Esta expresión, que pa- ces’, ‘reprender’.
rece exclusiva del habla culta familiar peruana, significa
‘dar (a alguien) el mayor de los gustos’. Yema tiene, entre Datero. Es, en principio, un término de la hípica. Se
sus usos generales figurados, el de ‘centro’ o ‘meollo’ de usa, en el Perú y en otros países de América, para nom-
algo, material o no; dar en la yema es ‘dar con la dificul- brar a quien vende información sobre caballos que son
tad’ que algo entraña. Son variantes de dar en la yema posibles ganadores en cada carrera. De la hípica ha pa-
del gusto, documentadas en el lenguaje peruano de los sado al periodismo, ámbito en el que datero (o datera) es
siglos XIX y XX, dar en la yema del deseo y dar por la vena quien cobra por dar información sobre acontecimientos
del gusto. de todo jaez. La policía tiene también informantes que
datean sobre delincuentes y delitos.
Dar un paso al costado. En el molde de expresio-
nes verbales tales como dar un paso al frente (o adelante) y *De a de veras. Esta locución adverbial incorrecta
no dar ni un paso atrás, ha surgido en el lenguaje político equivale a las correctas de veras o de verdad; se registra
del Perú y los países del Cono Sur la locución dar un paso en la lengua popular del Perú y otros países de América.
al costado con el sentido de ‘renunciar a un cargo público Vera es la forma femenina singular del adjetivo vero ―
(o a una candidatura) por presión popular o guberna- hoy anticuado― equivalente de verdadero. De a de veras
mental’. Esta frase constituye un eufemismo más en el (a veces escrito de a deveras) ostenta una preposición in-
lenguaje político de nuestro subcontinente. trusa (a) y otra incorrectamente repetida (de). Por ello,
debe excluirse del lenguaje culto.

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Deber, deber de. El verbo deber más la preposición De color de hormiga. Esta locución adjetiva se usa
de significa suposición, no obligación; por ejemplo “debe en el Perú y en otros países de América para expresar
de haber llegado ya” se entiende como ‘puede ser que que una situación ha empeorado o se ha hecho crítica;
haya llegado’, ‘parece que ya ha llegado’. En cambio, el de color de hormiga se emplea con verbos como ponerse o
verbo deber sin la preposición implica obligación: “debes estar. La alusión al color negro del insecto mencionado es
estudiar”. La lengua culta admite la prescindencia de la clara como símbolo de peligro o gravedad, pues se basa
preposición de en los casos en que se expresa probabili- en la inmemorial asociación del color negro con la des-
dad y, por lo tanto, son correctas las formas “debe de ha- gracia y en los seculares usos negativos de ese adjetivo.
ber llegado” y “debe haber llegado”; en cambio, censura
el uso de deber más preposición en los casos en que se De entrecasa. Esta locución adjetiva (contracción de
denota obligación: *debes de estudiar. la original de entre casa) resulta para los hispanoamerica-
nos más íntima y cálida que la equivalente peninsular de
*De bote a bote. Se oye en el habla semiculta perua- trapillo, teñida para nosotros de cierto matiz despectivo.
na la expresión de bote a bote con el sentido de ‘comple- De entrecasa califica toda la ropa, incluidos los zapatos
tamente lleno’ referido a espacios o recintos: “el estadio usualmente proscritos, y resulta una frase entrañable
estuvo de bote a bote”. Pero la forma correcta del modis- para quienes no concebimos el trabajo intelectual sino
mo es de bote en bote, calco del francés de bout en bout que cubiertos por cómodos atuendos de entrecasa.
significa ‘de un extremo a otro’. De bote en bote, pues,
no tiene nada que ver con bote ‘embarcación’. Pero esa De la patada. Esta locución familiar peruana ―que
errónea idea ha influido para que se produzca el cam- puede cumplir función adverbial o adjetiva― se usa
bio de preposición en la expresión citada. también en Méjico, la América Central y el Ecuador. En
la mayoría de los casos tiene un sentido aumentativo
Deceso. Viene del latín decessus, que significa literal- negativo (“tengo un dolor de cabeza de la patada”), pero
mente ‘partida’, ‘retirada’ y, figuradamente, ‘muerte’ en el Perú puede tener, además, un matiz semántico po-
referida a una persona. En castellano deceso tuvo poco sitivo reforzado por el contexto o por la entonación (“la
uso, pero hoy sobrevive en el habla culta de muchos paí- orquesta tocó de la patada”). El sustantivo patada es un
ses de Hispanoamérica ―el Perú incluido― sobre todo obvio derivado de pata, término de origen incierto, do-
en lenguaje formal o escrito. Equivalentes de deceso son cumentado en castellano desde los orígenes del idioma.
fallecimiento, defunción y óbito: tres términos ―con cre-
ciente matiz eufemístico― que nada expresan frente a
una escueta muerte.

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Delivery. Este anglicismo (a su vez de origen francés) De polendas. Esta locución adjetiva se documenta en
se ha difundido últimamente en todo el mundo hispá- la lengua culta de países americanos tan distantes entre
nico. Delivery se aplica a la entrega a domicilio de toda sí como Méjico y Perú. Registrada en novelistas de la
clase de objetos: desde flores y alimentos hasta muebles talla del mejicano Mariano Azuela y en poetas del nivel
y diversos utensilios domésticos, ya sea previamente pa- del peruano Antonio Cisneros, de polendas es un enigma
gados o anotados en una cuenta ―como en el caso de en cuanto a origen. No parece tener relación con la ita-
las flores― o pagados al recibirlos ―como en el caso liana polenta (aunque tiene una variante polenda), ni con
de los productos farmacéuticos, libros, alimentos listos Polenda, nombre de cierta ciudad de Bohemia.
para el consumo, etc. Entre estos últimos tienen lugar
privilegiado las pizzas italianas, los criollos pollos a la bra- De relancina. En el Perú y en otros países de América
sa y la comida china. esta locución adverbial es variante de la general de re-
lance ―de origen taurino― que significa “casualmente,
Denostar. Del latín dehonestāre, significa ‘injuriar, in- cuando no se esperaba” (DRAE 2001); relance, ‘segundo
sultar gravemente’. Es un verbo irregular que se conju- lance’, ‘suceso casual y dudoso’ y, en los juegos de en-
ga según el modelo de contar en cuanto a diptongación vite, ‘suerte o azar que sigue a otros’. En el Perú se ha
de la sílaba tónica: yo denuesto, como yo cuento. Denostar es usado también la variante de relancine y en Nicaragua
un verbo transitivo y solo admite la preposición a cuan- relancín es ‘casualidad poco probable’.
do lleva un complemento directo de persona: él denuesta
el tratado, ellos denostaron a sus parientes. En ningún caso Desaduanar. Este verbo se usa en el Perú y otros paí-
denostar tiene como régimen las preposiciones de o con- ses de América con el sentido de “retirar efectos y mer-
tra. Son incorrectas, pues, frases tales como *denostó de cancías de una aduana, previo el pago de los derechos
su partido, *denuestan contra el jefe. arancelarios”; así lo define el Diccionario de la Academia
que, en cuanto a la extensión americana del término, no
Departamento. Como denominación de determina- incluye al Perú. Desaduanar se ha formado con el prefijo
da circunscripción territorial, es un galicismo conserva- des- (que indica negación o privación) sobre el sustanti-
do en varios países de América, el Perú incluido; con vo aduana, antiguo arabismo del castellano. Su postver-
este sentido se relaciona el adjetivo departamental. Am- bal desaduanaje se usa también en el Perú y otros países
bos usos subsisten en nuestra habla coloquial y formal, de América.
aunque el Perú haya sustituido solo teóricamente el de-
partamento por la región. Por otro lado, el acortamiento
depa sustituye, en nuestra habla familiar, a departamento
como sinónimo de piso ‘unidad habitacional o vivienda
en un edificio’.

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Desarmador. En el Perú y en varios otros países de Descuajeringado. En el habla familiar del Perú y de
América se conoce como desarmador el objeto que en la otros países de América significa ‘desmazalado’, ‘desgali-
lengua general se llama destornillador: ‘herramienta usa- chado’, ‘derrengado’, referido a personas, y ‘desvencija-
da para poner o sacar tornillos’. Desarmador es un deri- do’ referido a cosas. El étimo es cuajo (del latín coagŭlum
vado de desarmar, a su vez obvia formación sobre armar, ‘coágulo’) ‘fermento digestivo coagulante’. De cuajo sale
en su acepción de “concertar y juntar entre sí las varias cuajar ‘coagular’ y de este su antónimo descuajar. El paso
piezas de que se compone un mueble, un artefacto, etc.” de descuajar a descuajaringar (forma preferida en Espa-
(DRAE 2001). También se usa en el Perú la variante des- ña) no está claro. Sí lo está el de descuajaringar a descua-
entornillador, que contiene el infijo -en- (el verbo desentor- jeringar: por influencia de la palabra jeringa.
nillar sí se documenta en la Península).
Desentornillador. En el Perú y en otros países de la
*Desaveniencia. En vez del correcto desavenencia América hispana se llama desentornillador la herramienta
‘desacuerdo, discrepancia’ se oye este término a locuto- que sirve para sacar o poner tornillos haciéndolos girar;
res de radio y televisión (en otros lugares se documenta el verbo primitivo, desentornillar, corresponde, en rigor,
también el antónimo *aveniencia en vez de avenencia). solo a una de esas dos funciones. En otras partes de
La lengua seudoculta yerra muchas veces al tomar un América se prefieren las variantes equivalentes destorni-
modelo equivocado. En este caso, en vez de términos llar y destornillador, pero en España predominan desator-
negativos acabados en -encia (indecencia, imprudencia) se nillar y desatornillador.
han imitado otros que acaban en -iencia, tales como defi-
ciencia, desobediencia. *Desestimiento. En algunos documentos de la legis-
lación peruana se comprueba el uso de este incorrecto
Descachalandrado. Participio adjetivado de desca- término: lo correcto es desistimiento, puesto que se deriva
chalandrar ―de origen incierto― se usa en el Perú y en de desistir (no *desestir). Esta falta podría explicarse por
otros países de América como sinónimo de desaliñado, ultracorrección, que es un producto de la media ciencia: en
desgalichado: es decir, ‘descuidado en el vestir’. Igual- la lengua inculta lo frecuente es sustituir e por i, no i por
mente referido a personas, se emplea menos con el sen- e. Otra opción es la de una posible disimilación de la i de
tido de ‘agotado por un gran esfuerzo físico’. Aplicado la segunda sílaba, por estar seguida de otras dos en las
a objetos o aparatos, descachalandrado se registra como sílabas siguientes.
equivalente de desvencijado o descompuesto (malogrado es
peruanismo).

120 121
*Desinstalar. Es una forma prefijal sobre instalar, que Desorejado. En la lengua coloquial y familiar del Perú
viene del francés installer ‘poner en posesión de un em- y de otros países de América, se califica de desorejada a
pleo, cargo o beneficio’, del latín installare ‘poner en po- la persona desafinada o desentonada; es decir, aquella in-
sesión de un beneficio eclesiástico’, derivado de stallum capaz de reproducir adecuadamente, con su voz, una
‘asiento en el coro’. La acepción moderna de instalar es determinada melodía; ha caído en desuso, en el Perú,
académica solo desde 1899. En el lenguaje administrati- la acepción de ‘desobediente’. En otros países de Amé-
vo del Perú, desinstalar y su postverbal desinstalación son rica, se documentan otras acepciones de desorejado, tales
usos nuevos. Desinstalar no se registra en el DRAE 2001, como ‘irresponsable’, ‘descarado’ y ‘desvergonzado’.
pero será incluido en la próxima edición.
Despacio. El sustantivo espacio incluyó en castellano
Desmanche. En nuestra lengua familiar ha caído antiguo las dos nociones de ‘espacio’ y ‘tiempo’; en el
prácticamente en desuso el sustantivo masculino des- adverbio despacio, formado con la preposición de, solo se
manche, postverbal de desmanchar, verbo que, a su vez, conservó la noción temporal. Hoy, en la lengua general,
está formado sobre el término mancha, del latín macŭla. despacio tiene por eso el sentido de ‘lentamente’: hablar
El equivalente o sustituto del obsoleto desmanche es hoy despacio es pronunciar pausadamente, aunque sea a gri-
lejía, castellanización del segundo elemento, adjetivo, de tos. Pero en Asturias y gran parte de América ―el Perú
la frase nominal latina aqua lexīva. El desmanche o lejía es incluido― despacio implica una tercera noción: la de
de uso doméstico y se emplea, sobre todo, en el lavado ‘baja intensidad’, referida a la pronunciación; hablar des-
de la ropa blanca. pacio es, entre nosotros, sinónimo de hablar en voz baja.

Desocupación. En España significa ‘ociosidad’; en Despernancarse. En el Perú, en casi toda la América


América equivale a desempleo (que allá se llama paro for- hispana y en partes de España, se usa despernancarse por
zoso). Desocupado, ‘ocioso’ en la Península, es en América desparrancarse. Ambos verbos significan ‘caerse abrién-
el desempleado, que en España se designa con el término dose de piernas, generalmente con lesión en la cadera’.
parado, inadmisible en América porque parado tiene acá, La relación entre despernancarse y pierna, al parecer de
además de su sentido de ‘detenido’, el de ‘erguido’, ‘en- origen, es, sin embargo, fortuita y tardía, pues se debe a
hiesto’ y, de allí, el de ‘orgulloso’. El postverbal paro se influencia de pierna sobre la forma original desparrancar-
ha hecho en América equivalente de huelga. se; esta, a su vez, está en relación con parra, por asocia-
ción con las ramas de la vid que suelen crecer extendi-
das a uno y otro lado de un cobertizo.

122 123
*Despostillar. En el Perú y en otros países de Améri- *Desvastar. Llega al nivel del habla semiculta esta for-
ca desplaza a desportillar, derivado de portillo, diminutivo ma incorrecta que resulta del cruce de los verbos devas-
de puerto, en su acepción de ‘hueco en la pared’. Despor- tar y desbastar. Desbastar, formado sobre el adjetivo basto
tillar es “deteriorar o maltratar algo quitándole parte ‘tosco’, significa ‘quitar las primeras asperezas de lo que
del canto o boca y haciendo portillo o abertura”; despor- se va a pulir’; en sentido figurado es ‘hacer que alguien
tilladura es la “mella o efecto que queda en el borde de supere su tosquedad’; se dice de algo que está en des-
una cosa después de saltar de él un fragmento” (DRAE baste cuando está en proceso de ser labrado o pulido.
2001). Desportillar da *despostillar por asimilación de la r Devastar, formado sobre el adjetivo vasto ‘extenso’ es, en
de la segunda sílaba a la s final de la primera. cambio, sinónimo de asolar. En cuanto a sus derivados,
los más usados son devastador y devastación, de obvio sig-
Desprejuiciado. En el Perú y en otros países de Amé- nificado.
rica, este adjetivo se aplica a la persona ‘de mente am-
plia’, ‘que no está dominada por ideas preconcebidas’. Desvestirse. En el español de América es de uso co-
Su antónimo, prejuicioso, califica entre nosotros a quien mún este verbo, muy poco empleado en la Península.
se deja influenciar por prejuicios. En España ―donde es Allá, desnudarse incluye el área semántica de ambos ver-
casi desconocida la forma participial y prefijal desprejui- bos, pues se aplica al hecho de ‘quitarse la ropa’ total o
ciado― aquella sin prefijo, prejuiciado, tiene un sentido parcialmente. En América, en cambio, desvestirse puede
semejante al del americanismo prejuicioso. también entenderse como quedarse con la ropa interior
o alguna prenda de ella, en tanto que desnudarse expre-
Destapador. Así ―o con la frase especificadora de bo- sa el acto de quitarse toda la ropa y quedarse en cueros.
tellas― se designa, en el Perú y en otros países de Amé-
rica, el utensilio que en España se conoce como abridor Detalloso, -a. En la lengua popular y coloquial del
de botellas o abrebotellas. Destapador es una formación pa- Perú y de Bolivia, este adjetivo tiene los significados de
rasintética sobre tapa (es decir, una en que concurren los ‘creído’, ‘petulante’, ‘pagado de sí mismo’. Detalloso es
procedimientos de la composición y la derivación). La un obvio derivado del sustantivo detalle, que, a su vez, es
palabra designa el utensilio que sirve para quitar la tapa un galicismo registrado en castellano desde principios
metálica, puesta a presión, de botellas que contienen lí- del siglo XIX. En Cuba, el adjetivo detalloso se documen-
quidos, especialmente bebidas gaseosas. ta, al parecer, como equivalente del término positivo de
la lengua general detallista, que se aplica a la persona
‘meticulosa, minuciosa’; es decir ‘amante del detalle’.

124 125
*Diabetis. En el habla semiculta de España y América se *Disgresión. En nuestra habla supuestamente culta
oye a veces *diabetis por diabetes, palabra de origen griego se oye a veces *disgresión por digresión, que viene del la-
que designa una grave y compleja enfermedad metabóli- tín digressio, -onis. El error se explica por confusión de
ca. La forma errónea *diabetis se explica por influencia del prefijos (di- y dis- son, más bien, variantes de un mismo
sufijo -itis, que significa ‘inflamación’ (como en apendicitis, prefijo). *Disgresión ha estado en la boca de algún nota-
otitis, etc.); esta influencia parece reforzada por la de la i ble orador y político nuestro y se documenta hasta en
del sufijo -ico presente en el adjetivo derivado diabético. algunos textos de escritores peruanos consagrados. Aun
así, hay que evitar esa forma incorrecta, tanto en la len-
Diablos azules. Esta locución nominal, desconocida en gua hablada como en la escrita.
España, pertenece a la lengua familiar del Perú y de otros
países de la América del Sur (Venezuela, Bolivia) y del Cen- *Dividí. Es la pronunciación a la inglesa de la sigla
tro (Panamá, Nicaragua, Costa Rica). Diablos azules es tra- DVD por digital versatile disc, es decir, ‘disco óptico para
ducción literal de la correspondiente expresión inglesa blue almacenamiento de datos visuales o auditivos’ (en espa-
devils, a su vez designación arbitraria y jocosa del delírium tré- ñol designa también el aparato que reproduce su con-
mens ―literalmente ‘delirio tembloroso’―, es decir, del sín- tenido). Según la Academia, la sigla DVD se debe leer
drome de abstinencia del consumo de bebidas alcohólicas. devedé o deuvedé, según el nombre que se aplique ―ve
o uve― a la consonante intermedia. La Academia no
*Días calendarios. En el lenguaje jurídico y administra- aprueba la pronunciación *dividí por no corresponder
tivo del Perú y otros países americanos, se lee días calendarios a la lectura de la sigla en español.
por días naturales (o, simplemente, días) en oposición a días há-
biles, útiles o laborables. Esta locución nominal no se registra en Dizque. Es palabra compuesta por una forma anticuada
el Diccionario académico. De usarla, es preferible la variante (diz) de la tercera persona singular del presente de indica-
días-calendario, sin pluralización del segundo sustantivo, que tivo (dice) del verbo decir, más la conjunción que. En Espa-
está en aposición (tal como en horas-hombre o años-luz). ña es un sustantivo sinónimo de chisme, habladuría. En el
Perú y en otros países de América, dizque funciona como
Dientón, -a. En el Perú y en otros países de América adjetivo con el sentido de ‘supuesto, seudo’ (“no le creo a
se apoda así a quien tiene los dientes superiores grandes ese dizque adivino”) o como adverbio equivalente de dicen
y salientes. El DRAE 2001 registra, como formas gene- que (“dizque llegó herido”).
rales, dentudo y dientudo; en otras regiones americanas se
dice dentuzo o dientuzo. En el Perú alterna con dientón o
dientona el sustantivo dientefrío (con alusión a una com-
probada exposición al aire de los dientes salientes); está
también documentada la frase equivalente dientes tengo,
al parecer ya olvidada en Lima.

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Ee
Doceavo. Es un numeral partitivo o fraccionario, y ex-
presa una de las doce partes en que se ha dividido la
unidad. La lengua culta no admite el uso de doceavo en
vez de duodécimo o decimosegundo como numerales ordina-
les: “subió al *doceavo piso”, por ejemplo. En cambio,
duodécimo puede usarse como fraccionario y como or-
dinal: “el duodécimo inca”, “un duodécimo de su precio”.
Decimosegundo (aún no académico) solo es ordinal: “el de-
cimosegundo presidente”.

Dosaje. En el Perú y en otros países de América se usa Echar. Del latín jactare, es palabra castellana documen-
el galicismo dosaje (del francés dosage) por dosificación. Es tada desde los orígenes del idioma con múltiples senti-
un derivado del grecismo dosis que en español designa dos, literales y figurados, entre los que no está la moder-
la “toma de medicina que se da al enfermo cada vez” y, na acepción peruana de ‘delatar’. Este uso, de nuestra
por extensión, “cantidad o porción de algo, material o lengua popular y familiar, se debe a una extensión de
inmaterial” (DRAE 2001). En esta edición no está dosaje, sentido de otros significados, documentados en la Pe-
que en el Perú se usa sobre todo en la locución dosaje nínsula, equivalentes a ‘divulgar’, ‘difundir’, etc. El uso
etílico ‘prueba que determina la presencia y proporción peruano no se consigna en el DRAE 2001, pero sí en
de alcohol en la sangre’. el último Diccionario de americanismos publicado en 2010
por la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Dupla. Entre los adjetivos numerales multiplicativos,
doble y duplo correspondían al cardinal dos. Pero doble es Efectivo. Del latín effectivus, significa ‘real o verdade-
la única variante vigente, pues duplo ha caído en desu- ro’, ‘eficaz’. Sustantivado, efectivo es ‘dinero en monedas
so. Sin embargo, la forma femenina dupla sobrevive en o billetes’; su plural, efectivos, en el lenguaje militar, tie-
muchos países de América ―el Perú incluido― como ne los sentidos de ‘miembros de que consta una unidad
sustantivo que significa ‘pareja’, ‘grupo de dos personas del ejército’ y ‘totalidad de las fuerzas militares (o simi-
que realizan una tarea en conjunto y que generalmente lares: policías, bomberos, etc.) que están bajo un solo
se complementan muy bien’. El DRAE 2001 no registra mando’. Se considera incorrecto, sin embargo, el uso
esta acepción americana. peruano de efectivo en singular: “mandó el mensaje con
un *efectivo”, por ejemplo.

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Egresado. En el español estándar, egresar significa ‘sa- *El apócope. La apócope es el fenómeno lingüístico
lir’. Pero en el habla culta del Perú y otros países de que consiste en la supresión ―verdadera amputación―
América egresar es ‘concluir los estudios en un estable- de un sonido al final de la palabra: de Santo, San; de bue-
cimiento de educación superior’; quien lo ha hecho es no, buen; de grande, gran, etc. Apócope es un término de
un egresado o una egresada. En algunos países ―no en el origen griego que entró en el castellano, a través del la-
Perú― se aplica también dicha calificación a quien ya tín, durante la segunda mitad del siglo XV. En español,
ha obtenido, después de su egreso, el título profesional o el género correcto de apócope es el femenino (lo mismo
grado académico correspondiente. que el de otros tantos grecismos), sin embargo, su uso
con el artículo masculino es frecuente aun en boca de
*El alma máter. La frase latina alma máter refiere a personas cultas de ambos continentes.
la Universidad en que un profesional se ha formado.
Pero en esta expresión, el adjetivo latino alma signifi- *El autoestima. Esta locución nominal, compuesta
ca ‘nutriente’ y no tiene nada que ver con el sustantivo de artículo determinado masculino más sustantivo fe-
castellano alma, del latín anĭma. La coincidencia fonéti- menino singular, es incorrecta: lo correcto es la autoesti-
ca de ambos términos induce a aplicar, en este caso, la ma; *el autoestima se explica por confusión con los casos
regla que prescribe anteponer el artículo determinado en que se antepone el artículo masculino a sustantivos
el a sustantivos femeninos con a tónica inicial: el alma femeninos con a- inicial tónica (con tilde o sin ella); pero
(‘espíritu’), el águila, etc. *El alma máter llega a la lengua la a- inicial de autoestima no es tónica. Son correctas, por
culta de España y América. lo tanto, las locuciones el alma, el área, el arma, etc. e inco-
rrectas las concordancias *la alma, *la área, *la arma (la h
El anteaño pasado. En el Perú y los países rioplaten- inicial muda no cuenta); se dice correctamente el hada,
ses se usa esta expresión nominal en vez de la general el el hacha, el hampa, etc.
año antepasado; es decir, el año inmediatamente anterior
al que ha pasado (en 2007, el anteaño pasado era, por *El día lunes, el día martes, etc. Estas expresio-
tanto, el 2005). El DRAE 2001 no registra el sustanti- nes son frecuentes en el habla supuestamente “cuidada”
vo compuesto anteaño, aunque sí formaciones análogas del Perú, la Argentina y Chile. Lo correcto en español
como anteayer y anteanoche, y aun las poco eufónicas ante- general es decir, simplemente, el lunes, el martes, etc. Las
anteayer y anteanteanoche, trasanteayer y trasanteanoche. locuciones pleonásticas anotadas, actualmente ajenas a
la lengua correcta, estuvieron vigentes en la Península
entre los siglos XIII y XV. Hoy se documentan solo en
Aragón y León; son, por lo tanto, arcaísmos o dialecta-
lismos y no formas legítimas del español actual.

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Electo. El verbo elegir tenía antiguamente dos parti- El perro del hortelano. Es una frase castiza y clásica:
cipios: el regular elegido y el contracto culto electo. Pero Lope escribió una comedia con ese título, referido a una
hoy electo solo se aplica a la persona que, habiendo sido aristócrata enamorada de un plebeyo pero renuente a
ya elegida (o nombrada), todavía no ejerce el cargo. En casarse con él o a aprobar su unión con otra. La frase
el habla culta hispanoamericana es corriente, en estos se completa con esta: que no come ni deja comer, porque
casos, el uso adjetivo de electo (presidente electo, etc.). El hortelano es el ‘dueño de una huerta’, en la que solo hay
Diccionario académico, sin embargo, solo registra electo, hortalizas (verduras) y frutales. El perro guardián, carní-
electa como sustantivo, dejando la función adjetiva para voro, no comía los productos del huerto, pero tampoco
el participio regular (presidente elegido, etc.). los dejaba robar.

*Electroshock. Este sustantivo compuesto, cuyo pri- El sol por salir. Cuenta don Ricardo Palma que uno
mer elemento es de origen griego y el segundo per- de los soldados que acompañaron a Pizarro en Caja-
tenece al inglés, designa la terapia ―hoy menos usa- marca, cuando se apresó al Inca Atahualpa, recibió,
da― que consiste en aplicar descargas eléctricas en el como su parte del rescate obtenido, un valiosísimo sol
cerebro como tratamiento de la depresión, la esquizo- de oro que esa misma noche jugó y perdió. No es co-
frenia y otros trastornos psíquicos o mentales. Electro herente, por supuesto, la frase jugar el sol por salir que
significa, en griego, ámbar ‘resina fósil de color amarillo aludiría a jugarse la oscuridad de la noche que precede
más o menos oscuro’; shock equivale al castellano cho- a la salida del sol. Pero tampoco es coherente la versión
que. *Electroshock no aparece en la última edición (2001) que Palma también usa, en su vívida prosa, y que ha so-
del DRAE, pero la forma castellanizada electrochoque se brevivido en el habla peruana: decir el sol por salir con el
consigna en el Diccionario académico desde su edición sentido de ‘insultar gravemente’, ‘llenar de improperios
de 1970. a una persona.

El líquido elemento. Aunque el agua es un líquido Embolsicarse. Este verbo se usa en el Perú y en otros
compuesto de dos elementos (oxígeno e hidrógeno), países de América con el sentido de ‘meterse en el bol-
para la filosofía natural era uno de los cuatro elemen- sillo dinero, u otra cosa, que no pertenece a quien lo
tos constitutivos de los cuerpos: tierra, agua, aire y fue- hace’. La variante equivalente embolsillarse es también
go. La locución el líquido elemento ―favorita de quienes un americanismo; pero, así como embolsillarse se ha for-
transmiten noticias sobre incendios, inundaciones o se- mado sobre bolsillo, diminutivo de bolsa que hoy es tér-
quías― ha sido censurada por inexacta (o por cursi). mino de la lengua general, embolsicarse se formó sobre
Sin embargo, se ha anunciado su inclusión en la próxi- bolsico, variante de bolsillo, que ha caído en desuso.
ma edición del DRAE, con el calificativo de “poética”.

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Embonar. Significa, en el Perú y en otros países de Empacar. Este verbo, que significa ‘hacer el equipaje’,
América, lo mismo que empalmar: “juntar dos maderos, es un antiguo término formado sobre el sustantivo paca
sogas, tubos u otras cosas, acoplándolas o entrelazán- ‘fardo’, de origen francés. El opuesto desempacar signifi-
dolas” (DRAE 2001). Embonar es una formación sobre ca, obviamente, ‘deshacer el equipaje’. Empacar no tiene
bono, variante etimológica de bueno, del latín bonus. El nada que ver, en cuanto a su origen, con su homónimo
verbo embonar se documenta, como término del lengua- pronominal empacarse ‘obstinarse’, ‘emperrarse’, ‘obce-
je marítimo de Andalucía, desde el siglo XVIII; tenía carse’, palabra híbrida formada con afijos castellanos
entonces el sentido de ‘mejorar el casco de un navío re- sobre la raíz quechua p’ako, nombre antiguo de la al-
forzándolo con tablas’. paca (en el Perú y Bolivia se usa todavía la descartada
denominación científica auquénidos para los que hoy se
Emergencia. En español general es “situación de denominan camélidos sudamericanos).
peligro o desastre que requiere una acción inmedia-
ta” (DRAE 2001). Pero en gran parte de América ―el Empecinarse. En el Perú, y en otros países de Amé-
Perú incluido― emergencia es también lo que en España rica, equivale a empeñarse, obstinarse. Viene del apodo de
se llama urgencias: “sección de los hospitales en que se un valiente guerrillero antinapoleónico, Juan Martín
atiende a los enfermos y heridos graves que necesitan Díez, nativo de un pueblo de Valladolid; sus habitantes
cuidados médicos inmediatos” (DRAE 2001). Emergen- eran motejados de empecinados por estar supuestamente
cia ha ampliado su campo semántico calcando el que sucios de pecina, cieno abundante en el río del pueblo.
tiene emergency en el inglés americano. El apodo se hizo glorioso apelativo en la América insur-
gente, donde se derivaron empecinarse, empecinamiento y
Emoliente. Como sustantivo, parece un exclusivo pe- empecinadamente.
ruanismo. Es una bebida caliente a base de cebada, cola
de caballo y linaza, complementadas con limón y otras Emperrechinarse. En nuestra habla familiar es si-
frutas. Emoliente deriva del verbo anticuado emolir, que nónimo de encapricharse, entercarse, obstinarse, obcecarse.
el DRAE registraba hasta 1992. En la edición de 2001, Su equivalente peninsular es emperrarse, formado sobre
emoliente figura así: “adj. Dicho de un medicamento: perra en su acepción de ‘rabieta, pataleta’. Por otro lado,
Que sirve para ablandar una dureza o un tumor”. El de berrinche, sinónimo de perra (o emperro, con el mis-
uso peruano resulta, pues, de una extensión de sentido, mo sentido) salió el equivalente berrenchín, y sobre este
basada en las supuestas propiedades medicinales de la se formó emberrincharse. Por último, de un cruce entre
bebida, usualmente de venta callejera y nocturna. emperrarse y emberrincharse surgió nuestro peruano empe-
rrechinarse.

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Empoderar. Como variante de apoderar, era ya un ver- En breve. Esta locución adverbial significa ‘dentro de
bo anticuado en español. Revivió, últimamente, como poco tiempo’, ‘muy pronto’, ‘sin dilación’. Pero a veces
calco del inglés to empower, término de la sociología y la se usa ―en el nivel de la lengua supuestamente culta de
política que significa ‘conceder poder a grupos huma- España y América― con el sentido de ‘en suma’, ‘en re-
nos desfavorecidos’ a fin de que puedan después, por sí sumen’, ‘en pocas palabras’; es decir como equivalente
mismos, salir de su desventajosa situación. El sustanti- y sustituto del adverbio brevemente. Se trata de un calco
vo correspondiente, empowerment, se ha traducido como semántico de la expresión adverbial francesa en brief, no
empoderamiento. Aun no siendo nada eufónicos, estos im- aceptable en el nivel de lengua culta peninsular ni his-
portantes términos parecen, hasta hoy, insustituibles. panoamericana.

En aras de. Ara significa en español ―como en la- Encandelillar. En el habla familiar del Perú y de
tín― ‘altar’. La locución prepositiva en aras de se usa, otros países de América sustituye a sobrehilar, es decir,
por eso, con el sentido figurado de ‘en honor o bene- “dar puntadas sobre el borde de una tela cortada para
ficio de’, referido a alguien o algo que es digno o ex- que no se deshilache” (DRAE 2001). Encandelillar se ha
celso. Por tanto, es correcto decir en aras de la libertad formado sobre candelilla, en principio diminutivo de
o del amor. Pero algunos seudocultos usan la expresión candela (que en gran parte de América desplaza a fue-
seguida de verbos en infinitivo: *en aras de conseguir la go, hoguera). Encandelillar se documenta también como
unanimidad, etc. En aras de la maltratada lengua castella- equivalente de encandilar, que significa ‘deslumbrar’ en
na, se les conmina a que, en esos casos, usen la sencilla sentido literal o figurado.
y adecuada preposición para lo locuciones adverbiales,
tales como con el fin de, etc. Encinta. Según una definición que se remonta a San
Isidoro de Sevilla, encinta viene de un término del latín
*En base a. Esta incorrecta locución prepositiva (la tardío: incĭncta que significaba ‘desceñida’, es decir, ‘no
correcta es sobre la base de) se da en el nivel de lengua fajada’ en referencia a la mujer gestante. Su plural co-
culta en España y América; en el Perú se documenta rrecto es encintas, pero hoy es frecuente ―aun en habla
aun en textos de autores consagrados como Vargas Llo- culta― la inmovilización del singular, tanto en función
sa y Bryce. El lexicólogo y director de la Real Academia adjetiva (“mujeres encinta”) como en la adverbial (“esta-
Española Fernando Lázaro Carreter decía que en base ban encinta”). No se admite, en cambio, dividir gráfica-
a “es una de las más necias necedades idiomáticas”. Y mente el término: *en cinta.
advertía: “Si eres mentecato, no por decir [...] en base a
dejarás de serlo”.

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Engañamuchachos. Sustantivo compuesto, mascu- En pindingas. Esta locución adverbial, usada sobre
lino singular (sin variación para el plural). Equivale a todo con el verbo estar, tiene el sentido de ‘situación em-
engañifa, que es “engaño artificioso con apariencia de barazosa’, ‘inseguridad’; estar en pindingas equivale a es-
utilidad” (DRAE 2001). Desde el punto de vista morfo- tar en ascuas. En pindingas tiene dos variantes: en pindin-
lógico, engañamuchachos está en la línea de engañabobos, ga y en pindingues (esta última documentada en la prosa
engañanecios, engañamundos, pero no se aplica a perso- de Ricardo Palma, pero no incluida en sus Neologismos y
nas. Engañamuchachos ―formación nada eufónica por americanismos ni en sus Papeletas lexicográficas). En pindin-
ser también trisilábico su segundo elemento― es un uso gas parece modismo circunscrito al lenguaje coloquial
bastante nuevo en el habla culta coloquial peruana. peruano.

Enmarrocar. En nuestras crónicas policiales se lee a Enroncharse. En el habla familiar del Perú y de otros
veces que un supuesto delincuente ha sido capturado y países de Hispanoamérica enroncharse es ‘cubrirse de ron-
enmarrocado, es decir, esposado. Marrocas son las esposas, la chas una parte del cuerpo o todo él’. La forma no prono-
“pareja de manillas unidas entre sí con las que se apri- minal enronchar significa literalmente ‘causar ronchas’ y
sionan las muñecas de alguien” (DRAE 2001). Marroca tiene ocasionales usos figurados. Enronchar es una obvia
se ha tomado del lunfardo de Buenos Aires, que al prin- formación sobre el sustantivo roncha, de origen incierto,
cipio fue nombre de una jerga de delincuentes y más documentado en castellano desde el siglo XV. Asimismo,
tarde se ha difundido como forma del lenguaje popular el modismo verbal sacar roncha tiene en el Perú y en Chile
argentino. el sentido figurado de ‘irritar, indignar’.

Enojarse. En España se usa el verbo enfadarse con el Enrostrar. Equivale a la frase echar en cara, y está co-
sentido de ‘encolerizarse’. Pero en América ―el Perú rrectamente formado sobre rostro (así como encarar, que
incluido― enfadarse es término de la lengua literaria; lo tiene otro sentido, sobre cara). Enrostrar es un america-
usual es enojarse, verbo ―a su vez― de poco uso en la nismo muy difundido, pero no se usa en la Península.
Península. Sin embargo, el DRAE 2001 consigna enojarse Ya en el siglo XIX, el gran filólogo colombiano Rufino
como término común a todo el mundo hispánico y enfa- José Cuervo citaba enrostrar como ejemplo de la produc-
darse como su estricto sinónimo. Asimismo, se usa poco tividad americana del prefijo en- para derivar verbos de
en América el postverbal enfado, sustituido por enojo. El raíces nominales. Enrostrar se documenta como perua-
adjetivo derivado enojoso, en principio ‘que causa enojo’, nismo desde hace más de un siglo.
tiene hoy en América la acepción de ‘incómodo, emba-
razoso’.

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Ensartar. Formado sobre el sustantivo sarta, este ver- Entre gallos y medianoche. Según el Diccionario
bo significa “pasar un hilo, cuerda, alambre, etc., por el académico (edición de 2001), esta locución adverbial
agujero de varias cosas” (DRAE 2001). Es un uso ameri- significa en la lengua general ‘a deshora’. Pero en el
cano ―el peruano incluido― el de ensartar por enhebrar, Perú y en otros países de América (Venezuela, Ecuador,
es decir, ‘pasar una hebra, hilo, etc. por el ojo de una Bolivia, Paraguay, Argentina, Uruguay) entre gallos y me-
aguja’. Y también lo es el uso figurado de ensartar por dianoche significa, más bien, ‘rápida y clandestinamente’
estafar, trampear. Su postverbal ensarte equivale a fiasco, o ‘aprovechando un momento propicio’. Es sabido que
chasco, estafa; se usa también con este sentido la forma el gallo canta a lo largo del día con intervalos mayores o
sustantivada ensartada. menores. Después de ponerse el sol, suele hacerlo tam-
bién una o más veces.
Entrador. Este adjetivo, derivado de entrada (y esta, de
entrar), se usa en el habla familiar del Perú y otros paí- En tren de. Según el Diccionario panhispánico de dudas
ses americanos con un abanico de matices semánticos. (2005), la frase en tren de es un “calco censurable de la
Un hombre entrador puede ser aquel tenido por ‘des- expresión francesa en train de, que significa ‘en situación
envuelto’, ‘osado’, o el ‘afortunado en el cortejo de las de’, ‘en vías de’ y se usa sobre todo en los países del
mujeres’; pero, sobre todo, aquel que espontáneamen- Río de la Plata”. Contrasta este drástico rechazo de una
te despierta simpatía. En el caso de la mujer entradora, expresión americana vigente por dos siglos en el habla
opuestamente, predominan los matices negativos que culta americana con la académica manga ancha compro-
van de ‘coqueta’ a ‘disoluta’. bable en el caso de americanos que no son ni cultos ni
mayoritarios.
Entredicho. Es participio irregular del verbo anticua-
do entredecir y figura en el DRAE como “prohibición de *Entre nos. En la lengua familiar del Perú y de otros
hacer o decir algo”, junto con varias otras acepciones países de la América hispana, lo mismo que en España,
desusadas en América. Sí está vigente acá, en cambio, se oye frecuentemente *entre nos como versión alterada
la acepción de “duda que pesa sobre el honor, la virtud, de la locución latina ínter nos, que significa ‘entre noso-
calidad, veracidad, etc., de alguien o algo”, expresada tros’ con un matiz de confidencialidad. La locución se
en frases tales como poner, quedar o estar en entredicho. pronuncia como una sola palabra aguda: internós, pero
Además el uso peruano (no exclusivo) hace a entredicho se escribe en dos palabras y el latinismo ínter lleva acen-
sinónimo de disputa o altercado. to, como corresponde. La lengua culta no acepta la for-
ma híbrida *entre nos.

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En un minuto. Esta locución resulta de un calco lin- *Erario público. La palabra erario viene del latín
güístico sobre la inglesa in a minute. Aunque lo tradicio- aerarĭum ‘tesoro público’ y ‘lugar donde se guarda’, a
nal en español es dentro de un minuto, la forma anglicada su vez derivado de aeris ‘cobre’, ‘bronce’, porque de ese
ha invadido, desde los medios de comunicación, todo el metal o esta aleación se fabricaba la mayor parte de las
ámbito hispánico. El anglicismo se extiende a fórmulas monedas que constituían el erario de Roma. No habien-
análogas tales como en un mes, en dos años, pero se reco- do erarios particulares o privados, debe evitarse el fre-
mienda atenerse a las construcciones tradicionales que cuente pleonasmo *erario público, que recuerda otro aún
empiezan con la locución preposicional dentro de. más difundido: *funcionario público.

En veremos. En la lengua culta familiar del Perú y de Erisipela. En nuestra habla familiar se conoce con
muchos otros países de Hispanoamérica, esta locución este nombre el eritema solar, o sea la ‘inflamación y en-
adverbial, pospuesta a los verbos estar o quedar, expre- rojecimiento de la epidermis por acción de los rayos del
sa que algo planeado o esperado no llega a concretarse sol’. Pero la verdadera erisipela es una seria “inflamación
por causa de obstáculos o dificultades. La locución pa- microbiana de la dermis, caracterizada por el color rojo
rece haber tenido origen en alguna fórmula final del y comúnmente acompañada de fiebre” (DRAE 2001). El
lenguaje jurídico, pues Ricardo Palma afirma, acerca de rasgo en común entre erisipela y eritema está en la rojez
cierta suposición no comprobada, que “está todavía en de la piel, expresada en las sílabas iniciales eri- (del grie-
veremos y proveeremos”. go eritro- ‘rojo’).

Epicentro. El prefijo epi- significa ‘superficie’. Por lo Espécimen. Del latín specĭmen es, según el DRAE 2001,
tanto, el epicentro es el “centro superficial del área de un sustantivo masculino que designa la “muestra, mo-
perturbación de un fenómeno sísmico que cae sobre el delo, ejemplar, normalmente con las características de
hipocentro”; el hipocentro es el “punto del interior de su especie muy bien definidas”. Pero, en plural, espéci-
la corteza terrestre donde tiene lugar un terremoto” men sufre un desplazamiento del acento de intensidad:
(DRAE 2001). Un temblor de tierra o terremoto tiene, se dice los especímenes. Y, por influencia de este plural co-
pues, un epicentro en un punto de la superficie del pla- rrecto, se oye a veces un singular incorrecto *especimen,
neta y una determinada profundidad; el epicentro, por con acento prosódico en la tercera sílaba.
definición, no tiene profundidad.

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Espectar. Con los significados, próximos entre sí, de Estar al pendiente. En la lengua general, el adjeti-
‘mirar’, ‘observar’, ‘presenciar’, ‘contemplar’, este ver- vo pendiente significa, en sentido figurado, ‘que está por
bo se documenta en el Perú, Ecuador y Bolivia. Es cu- resolverse’: “deuda pendiente”. Pero, en Méjico, pendiente
rioso que no se use en la lengua general ni en el resto se ha sustantivado con el sentido de ‘asunto pendiente’
de América, pese a la vigencia de derivados tales como y estar al pendiente equivale a estar pendiente. En los últi-
espectáculo y espectador. Espectar no figura en el DRAE mos años se está empezando a oír estar al pendiente en
2001; calificado de “execrable” por cierto “Notario del el habla peruana; se trata de un caso más de influencia
Lenguaje”, podría haber surgido en el léxico de locuto- de los programas de la televisión mejicana en nuestra
res deportivos. lengua oral.

Espeso. Este antiguo adjetivo castellano (documenta- Estar en la luna de Paita. Este modismo peruano
do desde el siglo XI) se deriva del latín spĭssus ‘apre- equivale al peninsular estar en la luna de Valencia; es decir,
tado’, ‘compacto’. Espeso (o espesa) se aplica a líquidos ‘estar abstraído, distraído, fuera de la realidad’. Según
(sopa espesa), semisólidos (mazamorra espesa), sólidos el DRAE 2001, estar en la luna de Paita se usa también en
(muro espeso) y gaseosos (humo espeso). En el Perú y en el Ecuador ―hecho explicable por la proximidad geo-
otros países de la América hispana (Argentina, Uru- gráfica― y en Bolivia, lo cual resulta no tan claro por
guay, Bolivia, Venezuela, Guatemala, Cuba, entre ellos), la lejanía de este país andino con respecto al puerto pe-
espeso, referido a personas, ha tomado el sentido figu- ruano sobre el Pacífico septentrional. El uso del español
rado peyorativo de ‘pesado’, ‘impertinente’, ‘fastidioso’, general prescinde de términos geográficos y reduce la
‘molesto’. expresión a estar en la luna.

*Estadío. Es una forma incorrecta del sustantivo es- Estar frito. En el habla familiar del Perú y de algunos
tadio, cuya primera acepción es “recinto, con grade- otros países de la América hispana (entre ellos Cuba, Pa-
rías para los espectadores, destinado a competiciones namá, Colombia, Venezuela y Chile), la locución verbal
deportivas”; su cuarta acepción es “etapa o fase de un estar frito o frita tiene el sentido figurado de ‘hallarse en
proceso, desarrollo o transformación”. El prurito de di- una situación difícil, crítica o aun irremediable’. Es de
ferenciar en la forma estas dos acepciones de estadio ha notar que frito, participio irregular del verbo freír (del
tenido como consecuencia la errónea pronunciación, latín frīgěre), ha llegado a desplazar a la forma regular
como hiato, del diptongo final, en el caso de la acepción freído, específicamente en su función adjetiva; por ejem-
de ‘etapa o fase’. *Estadío se oye aún a profesionales re- plo, huevo frito y no huevo *freído.
putados.

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Estar hecho un anís. En el Perú, el Ecuador y Boli- Estatequieto. En el Perú y en el Cono Sur, el modis-
via, el modismo estar hecho (o hecha) un anís tiene el sen- mo dar un estatequieto equivale al peninsular dar un ra-
tido de ‘estar pulcramente vestido’, ‘estar acicalado’. El papolvo; es decir, ‘llamar ásperamente la atención’. En
modismo puede aplicarse, excepcionalmente, a casas, la Argentina se documenta también el equivalente dar
habitaciones o ambientes pulcramente cuidados. Aun- un sosegate (forma verbal de voseo, equivalente de sosié-
que anís es de origen latino pasó al castellano a través gate). El sustantivo estatequieto se explica por fusión de la
del catalán; en principio anís es el nombre de una planta forma imperativa estate y el adjetivo quieto; el modismo
oriental que se extendió por Europa antes del descubri- español ¡estate quieto, Blas!, expresa la ‘paciencia agota-
miento de América; el anís es muy apreciado por su olor da’ del hablante.
y sabor en la cocina y repostería de todas partes.
*Este ancla, *ese habla, *aquel águila, etc. Son
Estar para el gato. En el habla familiar del Perú, expresiones incorrectas, puesto que el hecho de que se
Bolivia y Chile, esta locución verbal (pronunciada nor- diga ―correctamente― el ancla, el habla, el águila no
malmente estar pa’l gato) significa ‘estar en malas condi- hace masculinos los sustantivos femeninos ancla, habla,
ciones’, ‘estar débil o enfermo’, referida generalmente águila. En estos casos, el artículo formalmente mascu-
a personas. Otras expresiones americanas equivalentes lino el es solo el resultado de la reducción fonética del
son estar para el perro (que en Bolivia alterna con estar antiguo artículo femenino ela. Por eso, los adjetivos co-
para el gato) y estar para el tigre, usada en Guatemala. El rrespondientes deben ir en femenino: el ancla nueva, el
lexicógrafo arequipeño Miguel Ángel Ugarte consigna habla correcta, el águila negra.
estar para el gato con una menos conocida acepción que
se refiere también a actividad o cosa: “que no merece Estéee. En la lengua oral del Perú y otros países de
atención por inútil o por haber perdido importancia”. América se usa el demostrativo este como muletilla (“voz
o frase que se repite mucho por hábito”, DRAE 2001);
Estar pintado en la pared. En el Perú, en otros la grafía estéee enfatiza la pronunciación tónica y pro-
países de la América Meridional y Central (desde Costa longada de la vocal final. Esta muletilla ―usada para
Rica hasta Chile), esta locución significa ‘no tener au- darse tiempo mientras no se atina con la idea o palabra
toridad’, ‘no tener el respeto ni la consideración de los adecuada― sigue el uso similar que tuvo su forma an-
demás’; en la Argentina y el Uruguay se documenta la ticuada aqueste. En España se prefiere como muletilla el
variante estar pintado al óleo. Ambas locuciones pueden pronombre neutro esto, que también se oye en el Perú.
haber resultado de ampliación de aquella documentada
en España en el siglo XIX que hace a estar pintado equi-
valente de no ser útil, no servir para nada.

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Ff
Evidencia. Es, según el DRAE 2001, la “certeza clara
y manifiesta de la que no se puede dudar”; equivale a
prueba determinante o prueba plena. Ya, a mediados del
siglo pasado, el gran lexicólogo catalán Joan Corominas
escribía: “Está ganando terreno en América el abomina-
ble anglicismo evidencia por pruebas, documentación”.
Otros lexicólogos han comprobado y censurado tam-
bién este uso en la Península, pero es improbable que
este término, hoy tan difundido, recobre su restringido
sentido original.
Fachista, fachismo. En nuestra habla culta se pro-
*Exprofesamente. Esta forma, de función adverbial, nuncian así estos italianismos del lenguaje político, que
se registra en el Perú y también en la Península. Resulta generalmente se escriben fascista, fascismo. El italiano los
de la adición del sufijo -mente a la locución de origen tomó del latín fascio ‘haz’ (de leña) cuya imagen fue usa-
latino ex profeso (en latín, ex professo), la cual significa da como emblema. En España son hoy raras las varian-
‘con intención’, ‘deliberadamente’. La lengua culta no tes fachismo y fachista, pero esa pronunciación persiste
acepta el adverbio *exprofesamente; tampoco admite sus en el acortamiento despectivo facha (por fachista) que se
variantes *de exprofeso y *de ex profeso, que incluyen una apoya en el sentido predominantemente negativo que
superflua preposición de. tiene allá el sustantivo facha ‘aspecto personal’.

Extinguidor. Así se llama en gran parte de la América Fachoso. Es un derivado de facha ‘traza, figura’, que
hispana ―el Perú incluido― el ‘aparato utilizado para a su vez viene del italiano faccia ‘cara’ (pronunciado fa-
extinguir incendios’. Pero su nombre oficial es extintor. cha). En España prevalece su matiz negativo de ‘mala
Extinguidor, derivado documentado en este continente facha’ mientras que en América (el Perú incluido) está
desde el siglo XVIII, figura ya, como americanismo, en también vigente ―y prevalece― el matiz positivo de
la última edición (2001) del DRAE. Extinguidor está me- ‘buena facha’. Por eso fachoso (o fachosa) es en España la
jor formado que extintor (latinismo crudo), pues en su persona que tiene una apariencia descuidada; en Amé-
caso se han seguido las reglas de la derivación de adjeti- rica, en cambio, es quien tiene aspecto pulcro y figura
vos sobre raíces verbales. erguida.

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Falencia. Este latinismo figura todavía en el DRAE Faxear. Aparece ya en el DRAE 2001 con el sentido
2001 con su sentido etimológico de ‘engaño’ y también de ‘enviar un fax’; se formó sobre este último término
con el de ‘error’, resultado de extensión semántica; am- ―admitido antes― con el sufijo verbal -ear. Fax, a su vez,
bos son hoy obsolescentes. En cambio, otros usos de fa- es un anglicismo-latinismo, pues resulta de la arbitraria
lencia tienen vida plena en la América hispana. Primero abreviatura, hecha en inglés, de facsímil ‘copia exacta’.
se aplicó a la insolvencia y consiguiente quiebra de un co- Arbitraria, porque sustituye por una -x final la sucesión
merciante; luego, a la carencia, deficiencia o falta de algo; consonántica interna -cs- de facsímil; ambas grafías son,
y, por último, a la ineficiencia o error de una institución o por cierto, fonéticamente equivalentes.
de un sistema social.
*Fedatear. En el lenguaje jurídico y administrativo
Falla. Los sustantivos falla y fallo son postverbales del del Perú se usa este verbo con el sentido de ‘verificar
anticuado fallir ‘engañar’, ‘no ser notado’. Hoy, fallo es y autenticar la copia de un documento original’. Feda-
común a España y América con el sentido de ‘sentencia’ tear es un derivado regresivo (irregular) de fedatario, el
de un tribunal; falla se usa poco en la Península, refe- “notario u otro funcionario que da fe pública” (DRAE
rido a las imperfecciones de una tela. En América, en 2001). Fedatario, a su vez, es un compuesto de fe y da-
cambio, falla desplaza a fallo para referirse a una disfun- tario, derivado de data ‘permiso’ cuyos usos principales
ción o a un error, especialmente el de cualquier meca- pertenecen al lenguaje eclesiástico.
nismo; se habla así de las fallas de un argumento, pero,
sobre todo, de las fallas de un motor de cualquier tipo. Feo. En ambos continentes, el adjetivo feo (del latín
foedus) significa ‘carente de belleza’, ‘desfavorable’, etc.
*Faltar el respeto. En la lengua general, la expresión Pero en el Perú y en otros países de América se conser-
verbal faltar al respeto tiene el sentido de ‘tratar sin res- van, además, otros usos de origen andaluz en los que el
peto ni consideración’ a alguien. En el Perú y en otros ámbito semántico de feo rebasa el sentido de la vista y se
países de la América hispana, sin embargo, se dice co- extiende a los del olfato y el gusto: olor feo, sopa fea. Y,
múnmente *faltar el respeto. Se omite, así, la preposición dando un paso más allá, el cambio se extiende a la sin-
a que constituye el primer elemento de la contracción taxis, pues el masculino feo adquiere función adverbial:
al, presente en construcciones análogas tales como faltar mirar feo, oler feo, saber feo (‘tener mal sabor’), sonar feo.
a la verdad. La Academia recomienda no omitir la pre-
posición a incluida en al.

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Ficho, -a. Este adjetivo, de moderno uso en la lengua Fijón. En el habla familiar del Perú y de otros países
familiar peruana, no tiene relación con el sustantivo fi- de América, se moteja de fijón o fijona a quien observa
cha, de múltiples significados, tomado a su vez del fran- con insistencia ―que puede llegar a la impertinencia―
cés fiche. El peruanismo ficho abarca una amplia área se- a otras personas (y también cosas, situaciones o sucesos).
mántica. Referido a personas expresa ‘elegancia’, ‘lujo’; El adjetivo fijo (del latín fixus ‘clavado’) es un cultismo
referido a objetos o lugares expresa ‘exclusividad’, ‘pre- del Siglo de Oro que dio origen al verbo fijar. Este, en su
cios altos’. Sería insólito que, como se afirma, estas acep- forma reflexiva fijarse, desarrolló más tarde las acepcio-
ciones positivas hubieran surgido del sentido negativo nes de ‘advertir’, ‘notar’, antecedentes semánticos del
original que tiene el americanismo ficho como aféresis adjetivo fijón.
de caficho ‘proxeneta’.
Filudo. En el Perú predomina el uso de este adjetivo,
Fierro. En el Perú y en otros países de nuestro con- prácticamente desconocido en España, sobre el de sus
tinente se conserva la f- inicial de fierro (< lat. ferrum); equivalentes filoso y afilado (este último participio adjeti-
pero hierro se impuso en la lengua culta general y jierro vado del verbo afilar). Los tres términos tienen el mismo
en la lengua popular de algunas zonas de América. Fie- origen: el sustantivo filo, del latín fīlum (del cual pro-
rro tiene varias acepciones dialectales americanas: ‘ace- viene también el castellano hilo). Filudo, predominante
lerador’ en vehículos automotores (fierro a fondo), arma en el Perú, se documenta asimismo en otros países de
(blanca o de fuego); fierros son los ‘aparatos metálicos Hispanoamérica. Filoso se usa mucho en gran parte de
usados en ortodoncia’, etc. Cliché de la crónica roja: los América (el Perú prácticamente excluido) y poco en la
fierros retorcidos, referido a vehículos semidestruidos. Península.

Figuretismo. Se deriva de figureti, forma castellaniza- Flacuchento. Es un adjetivo derivado de otro: fla-
da de figuretti, seudoitalianismo acuñado en un difun- cucho, que a su vez lo es de un tercero: flaco ‘de pocas
dido programa de la televisión bonaerense. Figuretismo carnes’, con el sufijo despectivo -ucho. Flacuchento tiene
equivale al peninsular vedetismo, derivado del francés gran vitalidad en el habla familiar del Perú y otros paí-
vedette en su acepción de “persona que destaca o quiere ses de América. Según el contexto, flacuchento (o flacu-
hacerse notar en algún ámbito” (DRAE 2001); vedetismo chenta) puede tener matiz despectivo o positivamente
se incluirá en la próxima edición del DRAE con esta de- afectivo. En algunas regiones americanas se usan, como
finición: “inclinación desmesurada a destacar y ser cen- equivalentes de flacucho o flacuchento, los derivados fla-
tro de atención”. cuncho y flacón.

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Florear. Este verbo es un obvio derivado del sustanti- ¡Fo! Esta interjección que expresa ‘asco, repugnancia’
vo flor, que el Diccionario de la Real Academia Española o ‘rechazo, desprecio’, se usa en el habla familiar del
(edición 2001) registra con un total de dieciocho acep- Perú y de otros países de América (también en las islas
ciones, literales o figuradas, generales o americanas. Canarias y en Galicia). La locución verbal hacer fo sig-
Florear presenta, asimismo, un grande y variado núme- nifica ‘sentir o expresar desprecio’, referida a algo o a
ro de usos figurados, entre ellos varios exclusivamente alguien. La frase exclamativa ¡ay, fo! ―escrita a veces en
americanos. Uno de estos, documentado desde Méjico una sola palabra: ayfó― ridiculiza las actitudes negati-
hasta la Argentina ―el Perú incluido― es el de florear vas y discriminatorias que se expresan en hacer asco de
como equivalente del derivado de uso general florecer; todo y a todos.
entre nosotros las plantas florean, no florecen.
Foco. En el Perú ―y en otros países de América― foco
Florería. Este sustantivo derivado de flor designa, en (del latín focus) designa el ‘globo o ampolla de vidrio,
el Perú y en gran parte de los demás países hispanoame- en el cual se ha hecho el vacío, que contiene un fila-
ricanos, la ‘tienda en que se venden flores’. Pero en Es- mento metálico incandescente, que ilumina el espacio a
paña y en algunos países de este continente (entre ellos, su alrededor cuando pasa por él una corriente eléctri-
Venezuela) se prefiere el sinónimo floristería, derivado ca, recibida a través de una base metálica generalmente
de otro derivado: florista ‘persona que vende flores’. Por entornillable’. En España se llama bombilla; en algunos
cierto que el DRAE 2001 simplemente remite floristería países de América se emplea la variante bombillo.
a florería, entrada en la que consigna la correspondiente
definición. Fólder. En el Perú y en otros países de la América
hispana es de uso corriente el anglicismo fólder con el
Floro. En nuestra habla coloquial, meter floro es hacer sentido de ‘carpeta rectangular de cartulina o plástico,
uso de un lenguaje muy adornado con el fin de impre- doblada verticalmente por el medio, que se usa para
sionar y convencer al auditorio. Actividad obsolescente guardar o archivar documentos, legajos, dibujos, etc.’.
en el área de la política, está hoy muy vigente en el cam- En inglés, folder es un derivado del verbo to fold, que
po de las relaciones personales. Y está bastante claro significa ‘doblar, plegar’. Según el Diccionario panhispá-
el nexo de floro con el uso general del adjetivo florido nico de dudas, su plural es fólderes (no *fólders, plural a la
referido al lenguaje, así como con el de floreo equiva- inglesa frecuentemente oído en el Perú).
lente de palabreo y con flor en el sentido de ‘piropo’. A
quien tiene floro se le llama florero; florear es equivalente
de meter floro.

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Fórmica. Así se designa, en el Perú y en otros paí- Franelero. En el Perú y otros países de América se lla-
ses de Sudamérica, el material plástico laminado que ma así al adulador; franelear es adular, y franela ‘adula-
en España y el resto del mundo hispanohablante se lla- ción’. Franela se tomó del francés flanelle, que a su vez
ma [formíka], normal pronunciación de la grafía Formica viene del inglés flannel (antes flannen, del galés gwlan
que en inglés se pronuncia [formáika]. ¿Por qué la anó- ‘lana’ que tiene el mismo étimo indoeuropeo que el in-
mala pronunciación esdrújula? Quizá es efecto de una glés wool y el castellano lana). La franela es una tela sua-
tendencia esdrujulizante seudoculta. ¿Y por qué Formica ve de algodón (o lana) con una de sus caras ligeramen-
como nombre del producto? Porque en su preparación te cardada; se usa en prendas de vestir, pero también
se usa el aldehído fórmico. para desempolvar ―sobándolos: recuérdese sobón ‘adula-
dor’― diversos objetos y artefactos.
Forúnculo, furúnculo. Son variantes de un mismo
término derivado del latín fūrŭncŭlus que designaba un Friaje. Esta palabra se ha difundido últimamente en
tallo secundario de la vid y también un pequeño bulto el Perú para designar una peculiar ola de frío (común-
que en él aparecía. Desde el siglo XVIII, la variante eti- mente nocturna) que viene del extremo sur de América
mológica se aplicó a pequeños abscesos que aparecían y puede llegar hasta el departamento de Madre de Dios
en la piel. Hasta la edición de 1992, el DRAE daba como o aun a la ciudad amazónica de Iquitos, según sea su
forma principal la variante furúnculo, pero a partir de intensidad; ocurre entre el otoño y la primavera austral
la vigente (2001) prefiere forúnculo. Son sinónimos de (mayo-septiembre). Friaje viene del brasileñismo fria-
forúnculo o furúnculo los vocablos divieso, apostema, grano gem, de igual sentido pero de género femenino. El uso
y también el quechuismo chupo. masculino peruano se explica por influencia de frío.

Fosforito. En el Perú (y en casi toda América) se pre- Friolento. Con el sentido de ‘muy sensible al frío’, es el
fiere fósforo a cerilla para denominar la varita de ma- adjetivo preferido en la América Hispana (también en
dera o cartón, uno de cuyos extremos está recubierto Asturias). La Península prefiere, con ese mismo senti-
de fósforo. En España predomina, en cambio, cerilla, do, la variante friolero (el uso sustantivado del femenino
derivado de cera. El diminutivo fosforito tiene aquí y en friolera con el sentido de ‘cosa sin importancia’ se debe a
otras partes de América el sentido figurado de ‘iras- influencia arábiga). Friolero y friolento son ambos deriva-
cible’. Aunque puede ser sustantivo o adjetivo, nunca dos de friol (del latín frigor ‘frío’ con disimilación de -r),
toma terminación femenina: “ella es un fosforito”, por equivalente del derivado moderno frialdad y ya desusa-
ejemplo. Fósforo significa en griego ‘portador de luz’; el do en la época clásica.
nombre se explica por tratarse de un elemento inflama-
ble al mero contacto con el aire.

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Frisar. Este verbo significa ‘aproximarse’ cuando se Fulbito. En el Perú y en otros países de Sudamérica es
refiere a la edad de las personas; en esos casos, se usa diminutivo de *fulbo, pronunciación vulgar del inglés
siempre con preposición. Antes era frecuente la prepo- football (la correcta es fútbol), nombre del ‘juego en que
sición con (“frisa con cuarenta años”); hoy predomina en dos equipos de once jugadores patean una pelota con
(“frisábamos en los veinte”). Y se emplea entre para expre- el fin de hacerla entrar en el arco contrario’ (la traduc-
sar fluctuación (“frisan entre los sesenta y los setenta”). ción balompié no logró imponerse). El diminutivo fulbito
Lo que no es correcto es el uso de frisar sin preposición: designa una reducción del *fulbo (en cuanto al tamaño
“*frisaba los treinta años”, etc. de la cancha, el arco y el número de jugadores). En el
Perú se documentan también los derivados fulbitero y
Fronterizo, fronteriza. Esta pareja de adjetivos sus- fulbitear.
tantivados, que designa en el Perú y en otros países de
América (Cuba, el Ecuador) a la ‘persona con retardo *Funcionario público. En el Perú y en otros países
mental’, traduce más o menos literalmente el inglés hispanohablantes se usa mucho esta locución nominal,
borderline. Fronterizo es un obvio derivado del sustanti- a pesar de que es pleonástica o redundante. En efecto,
vo frontera, con el sufijo -izo, que indica posesión de ca- funcionario se tomó en el siglo XIX del francés fonction-
racterísticas o cualidades expresadas por determinada naire, que significaba ‘empleado público’; por eso, en el
palabra; ella puede ser un sustantivo (como en cobrizo), español general se le llama empleado público o funciona-
una forma verbal adjetivada (como en olvidadizo), etc. rio a secas. Para referirse a quienes ejercen cargos en la
empresa privada, se puede usar la misma palabra cargo
Fructosa. Es el azúcar de la fruta, y también el de la (“llegó un alto cargo”), el adjetivo sustantivado ejecutivo o
miel (de abejas). Fructuosa, en cambio, es el femenino del el término genérico empleado.
adjetivo fructuoso ‘que produce frutos’, el cual se apli-
ca, figuradamente, a aquello que tiene utilidad o buen Fundillo. En el Perú y en muchos otros países de las
resultado (su antónimo es infructuoso). Usar el adjetivo tres Américas, este sustantivo designa la parte trasera y
femenino fructuosa ‘que produce fruto’ con el significa- baja de los pantalones, y en algunas partes igualmen-
do del sustantivo fructosa ‘azúcar de fruta’ es un error te las nalgas que esta prenda cubre. Fundillo es un di-
comprobado en el habla semiculta del Perú. minutivo sustantivado del adjetivo hondo, en su forma
etimológica fondo. Con sus variantes, fondillo, fundillos o
fondillos, este término se documenta, en el Perú, desde
Juan del Valle y Caviedes (siglo XVII) hasta Mario Var-
gas Llosa; se registra ya en el Diccionario de peruanismos
de Pedro Paz Soldán y Unanue (siglo XIX).

158 159
G
g
*Fustrar. En vez de frustrar, se oye en el habla semicul-
ta de España y varios países de América, el Perú inclui-
do, la variante *fustrar. Censurada como barbarismo,
esta variante incorrecta se explica por simple pereza ar-
ticulatoria: resulta dura, para un hablante de castellano,
la sucesión de dos sílabas que tienen r como consonan-
te líquida: frus y trar. En algunos países americanos, la
disimilación ocurre en la segunda sílaba y produce la
variante, igualmente incorrecta, *frustar.

Gallinazo. Formalmente un derivado de gallina, es el


nombre de un ave de rapiña, de tamaño mediano y co-
lor negro. Otros nombres americanos de aves muy se-
mejantes son aura, zopilote, zamuro, chimango y jote. En el
Perú se usa todavía el dicho rimado “gallinazo no canta
en puna, y si canta es por fortuna”; se refiere a la difi-
cultad o incomodidad que tienen los individuos de raza
negra para vivir en tierras altas. Gastar pólvora en galli-
nazo equivale a gastar pólvora en salvas, es decir, ‘hacer
esfuerzos para realizar una tarea y obtener un resultado
que no vale la pena’.

Ganarse los frejoles. En el habla familiar peruana,


el modismo ganarse los frejoles (o frijoles) equivale a la fra-
se del español general ganarse el pan. Modismo equiva-
lente es, en Panamá, Ecuador y Chile, ganarse los porotos;
es digno de mención el hecho de que sea precisamente
en el Perú donde el quechuismo poroto haya sido des-
plazado por el término castellano frejol o frijol. Frases
americanas equivalentes de ganarse los frejoles son ganar-
se el puchero (en Chile) y ganarse la papa en la República
Dominicana, Colombia y Bolivia.

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Garúa. Sinónimo de llovizna, es un americanismo muy Gay. La Academia ha aceptado este anglicismo (a su
extendido, con el Perú como centro de difusión desde vez proveniente del francés gai ‘alegre’) pronunciado a
el siglo XVI. Se le creyó quechuismo, aunque ya en el la española: gai (pero sin duda es más corriente su pro-
Vocabulario de González Holguín, de 1608, aparece ga- nunciación a la inglesa: guei). El DRAE 2001 define gay
rúa traducido por el quechua Yppu yppu, y su derivado como “perteneciente o relativo a la homosexualidad” y,
garuar por yppuni. Hoy no se discute el étimo románi- en uso sustantivo, “hombre homosexual” (para la mu-
co de garúa: el portugués dialectal garuja ‘niebla’, que jer, predomina lesbiana). Gay no debería variar para el
tomó en las islas Canarias el sentido de ‘llovizna’ con el plural: matrimonios gay; sin embargo, frecuentemente se
que pasó a América. le hace concordar: parejas gays, los gays, etc.

Gaseoducto, gasoducto. Gasoducto es un término Gen o gene. Es el nombre de la unidad cromosómica


compuesto de gas (palabra inventada en el siglo XVII, básica en la transmisión de los caracteres hereditarios.
con inspiración en el latín chaos ‘caos’, por un químico El derivado genético, documentado en castellano desde
holandés), y un segundo elemento latino: ductus ‘con- el siglo XVI, incorporó a principios del XX otras acep-
ducción’. Según el uso general, en este tipo de com- ciones relacionadas con la moderna genética, parte de la
puestos, la forma resultante debería haber sido *gasi- biología que trata de la herencia. En cuanto a las varian-
ducto. Gasoducto se registra ya en la edición de 1970 del tes gen y gene, prevalece gen en todo el ámbito hispánico,
Diccionario oficial; gaseoducto (tal vez debido a influencia mientras que gene se documenta esporádicamente a am-
de oleoducto) solo en la última, de 2001. bos lados del Atlántico.

Gata. Se llama así, en el Perú y otros países de Amé- Geniograma. El geniograma es un entretenimiento,
rica, una máquina, compuesta básicamente por un en- semejante al crucigrama, que incluye gráficos y frases.
granaje, empleada para levantar grandes pesos a poca Genio es ‘capacidad creadora extraordinaria’ y -grama
altura. Este uso ―asociado especialmente al automovi- significa ‘escrito’, ‘gráfico’. El geniograma se publica des-
lismo― tiene antecedentes en el de gata ‘cierta máquina de hace más de medio siglo en el diario limeño El Co-
de guerra’, documentado desde el siglo XIV en castella- mercio; se tomó del periodismo sueco por iniciativa de su
no. Sin embargo, en España ―y en la lengua general― entonces director Alejandro Miró Quesada Garland y
ha prevalecido el masculino gato como designación de la su adaptación al castellano se debe al intelectual bolivia-
mencionada máquina. no Mario Lara. El geniograma es hoy un útil pasatiempo
para millares de geniogramistas.

162 163
Gente. Del latín gěns, gěntis, se documenta en caste- Gotero. Este derivado de gota, del latín gūtta, íd., se do-
llano desde el siglo XII con el significado de ‘raza’, ‘fa- cumenta en castellano desde el siglo XIII. El derivado
milia’, ‘tribu’. En el Perú y en otros países de América, general gotera designa la filtración de agua por un te-
gente tiene hoy usos adjetivos no presentes en el castella- cho; el masculino gotero es el dispositivo usado para ad-
no general: “Fulano es gente”, “Zutano es buena gente” o ministrar líquidos por vía endovenosa. Pero en la mayor
aun “Mengano es muy gente”. En esas frases, gente tiene parte de la América hispana ―el Perú incluido― gotero
la connotación positiva de ‘honesto’, ‘justo’, ‘irreprocha- ha sustituido a cuentagotas ‘pequeño instrumento usa-
ble’. En cuanto a diminutivos, es frecuente en el Perú el do para administrar líquidos gota a gota’. La locución
irregular gentita, con valor afectivo en vez del regular por cuentagotas se refiere, en España, a la pequeñez de
gentecita, referido casi siempre al círculo más íntimo de las porciones con que algo se suministra; en América se
amigos. prefiere la variante a cuentagotas.

*Giro de 360º. En el habla seudoculta de España y Grácil. En el habla seudoculta de España y América
América se oye, o se lee, la expresión nominal un giro de se usa este adjetivo para calificar a quien tiene gracia, ya
360 grados con el sentido de ‘vuelco total’, es decir, paso sea en su figura o en sus movimientos. Pero grácil, del
rotundo de una opinión a la contraria. Pero dar un giro latín gracĭlis ‘delgado, flaco, sutil’, significa eso mismo
de 360º implica solo volver al punto de partida, es decir, en castellano, y así se documenta en el siglo XVIII. En
no variar de posición y, por lo tanto, no variar de opi- el XIX el término cayó en desuso y, al revivir en el XX,
nión. El error podría explicarse porque 360, doble de lo hizo con un sentido ―equivocado― que está en su-
180, induce a creer que se trata de un cambio mucho puesta relación con gracia, palabra con la cual solo tiene
más radical. semejanza formal.

Gollería. En el Perú ―y parece que también en Costa Graffiti, grafiti. Estas variantes designan un escrito,
Rica― gollería es ‘ventaja de que goza, sin merecerlo, generalmente con sentido de denuncia o propaganda,
un funcionario o empleado público’. Gollería, golloría y hecho sobre una pared callejera. Graffiti, grafiti son va-
gulloría son variantes de una antigua palabra castellana riantes de un plural italiano representado por la vocal
documentada con las acepciones de ‘manjar exquisito’, final -i; al no tenerse conciencia de ello, se agrega en
‘cosa delicada que se puede pedir en ciertas circunstan- castellano una -s para indicarlo: graffitis, grafitis; en Es-
cias’ y ‘delicadeza, superficialidad’. La forma más anti- paña se castellanizan como grafito, grafitos. Por último,
gua, gulloría, es de origen incierto; según Corominas se en el Perú y en otros países de América se documentan
trataría de un probable derivado de gola ‘garganta’ con variantes gráficas que conservan la doble f del italiano:
influencia fonética del verbo engullir. graffitero y graffitear.

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Graficar. En el Perú, el Cono Sur y algunos países de Grandulón. En el Perú y en otros países de América
la América Central, graficar significa ‘ilustrar, aclarar se usa este aumentativo, de matiz despectivo, para de-
o complementar, mediante dibujos, esquemas u otros signar al ‘muchacho que excede en estatura a los de su
elementos visuales no léxicos, un texto determinado’. edad’ o al ‘adulto corpulento y desgarbado’; se usa asi-
Este verbo, al parecer desconocido en España, se usa en mismo el femenino grandulona. En España los términos
América solo a partir de mediados del siglo XX. Graficar equivalentes son grandullón, grandillón y grandón, con las
se deriva del adjetivo gráfico, que se emplea desde la formas femeninas correspondientes: el terminal -lón,
segunda mitad del siglo XIX, referido a todo lo relativo con valor de aumentativo o frecuentativo, es típico del
a la escritura, el dibujo y la imprenta. Su étimo latino es español americano (recuérdense comelón, reilón, pegalón,
el adjetivo graphĭcus ‘dibujado con perfección’. etc.).

Grajo. Por sobaquina (palabra aquí desconocida), es de- Grass. En el Perú es de uso general esta palabra ingle-
cir, ‘mal olor a sudor de los sobacos o axilas’, se registra sa como sinónimo de las castellanas césped o pasto; otro
ya en el Diccionario de peruanismos de Arona (1883). Grajo peruanismo equivalente es grama y se incluye ya en el
se usa también en otros países de Sudamérica y Antillas. DRAE 2001. Segunda acepción peruana de grass es ―
Es de origen incierto y no tiene relación con el castellano en el nivel vulgar o replanesco― la de ‘marihuana’. Es
grajo, nombre de un ave. Derivado de grajo ‘sobaquina’ notable la vitalidad de este anglicismo, vigente hoy en
es el adjetivo grajiento, -a, documentado también desde todos los niveles de nuestra habla, y es también notable
el siglo XIX. Grajo y grajiento se han asociado a la raza que haya conservado la grafía original inglesa con las
negra desde la época de la esclavitud. Pero, obviamente, dos eses finales.
no se trata en este caso de una característica étnica.
Gringo. Designa, en el Perú y otros países de América,
Grampa. En español general grapa es la “pieza me- al anglosajón y a otros europeos de tez blanca, sobre
tálica pequeña que se usa para coser y sujetar papeles” todo a los de cabellos rubios y ojos claros; entre noso-
(DRAE 2001). El Diccionario académico registra también tros se aplica también a peruanos de características so-
los derivados grapar, engrapar, desengrapar y grapador. máticas similares. Hasta 1984, la Academia consideraba
Pero en América predomina la variante grampa, con a gringo como resultado de alteración de la voz griego,
sus derivados engrampar, engrampador (o engrampadora) pero a partir de 1992 da gringo como de origen incier-
y desengrampar, desengrampador. Grapa es un catalanismo to. Derivado de gringo es agringarse, con su participio
documentado desde el siglo XVII; la variante grampa, adjetivado agringado; el compuesto humorístico Gringo-
solo desde el XIX. landia se refiere específicamente a los Estados Unidos
de América.

166 167
Guachimán. En gran parte de la América hispa- Guinda. En la lengua general es el nombre de un fru-
na ―el Perú incluido― es de uso común este término to arbóreo de color rojo oscuro, más pequeño y ácido
como equivalente de guardián, sereno, vigilante. Guachi- que la cereza; la palabra, de origen incierto (tal vez ger-
mán (también escrito huachimán) resulta de la adapta- mánico), se usa en castellano desde el siglo XV. En el
ción fonética de watchman, que en inglés tiene análogos Perú, guinda designa, además, un ‘color rojo oscuro’, sin
significados. Guachimán se documenta desde el siglo variación de género o número: “un abrigo guinda”, “dos
XIX; parece que se difundió en América en la era de la corbatas guinda”. Como los demás nombres de colores,
construcción de los ferrocarriles. guinda es masculino cuando se sustantiva: “no le sienta
el guinda”.
Guardar pan para mayo. Este dicho, vivo en nues-
tra habla coloquial, significa ‘ahorrar para tiempos difí- Guión (o guion). Es un signo ortográfico horizontal,
ciles’. Resulta de la reducción de un viejo proverbio cas- de menor longitud que la raya. Se usa al fin del renglón
tellano: Guarda pan para mayo y leña para abril, porque no para advertir que la última palabra, por falta de espa-
sabes el tiempo que ha de venir. Abril era frío, y en mayo se cio, se escribe parcialmente en él. También se emplea
agotaban los víveres de la cosecha anterior mientras se para unir los términos de una palabra compuesta como
esperaba la siguiente. Otros climas y otras épocas, pero técnico-práctico; en estos casos el guión no debe escribirse
el dicho mantiene aquí su vigencia aunque mayo, en sí, entre espacios en blanco. Y, sobre todo, el guión no debe
no nos preocupe. invadir el área de uso de la raya o guión largo, que es un
signo ortográfico distinto. La Academia prefiere la gra-
Guata. Es equivalente coloquial y festivo de barriga o fía guion, sin tilde.
panza en el habla familiar de Lima y otras partes del
Perú; su uso es relativamente moderno, pues parece
haberse tomado del español de Chile ―tal vez vía Are-
quipa― hace más o menos medio siglo. Guata se usa
también en los demás países sudamericanos de sustrato
quechua: Ecuador, Bolivia y Argentina (noroeste). Se
trata de un término mapuche (araucano) con el mismo
significado de ‘vientre’. En el Perú se usan también los
derivados aumentativos (documentados antes en el es-
pañol de Chile) guatón, guatona, equivalentes de barri-
gón, barrigona o panzón, panzona.

168 169
H
h
Hacer pininos. En el Perú y otros países de América
se dice hacer pininos en vez de hacer pinitos. En España
pinito (o pino) es “cada uno de los primeros pasos que
da el niño o el convaleciente” y, en sentido figurado,
cada uno de los pasos “que se dan en un arte o ciencia”
(DRAE 2001). Pinito es diminutivo del adjetivo pino ‘er-
guido, enhiesto’, palabra (de la cual se deriva empinar,
-se) de origen distinto del latino pino, nombre de un ár-
bol conífero.

Hablar por la bragueta. En épocas pasadas, la pro- Hacerse de rogar. Significa, según el DRAE 2001,
cesión del Corpus Christi solía acompañarse de gigantes “no acceder a lo que otro pide hasta que se lo ha rogado
que medían unos tres metros; la boca del hombre que con insistencia”. Es igualmente lícita la forma sin pre-
sostenía la parte superior del cuerpo del muñeco que- posición hacerse rogar. Las locuciones verbales causativas
daba a la altura de la bragueta de su pantalón. Hablar que se forman con el verbo hacer no llevan en el medio
por la bragueta se entendía ―y se entiende todavía en el la preposición de (hacer reír, hacer llorar, hacer caer, etc.),
Perú y en otros países de América― como ‘hablar sin pero hacerse de rogar es una lícita excepción documenta-
ton ni son’, ‘hablar irresponsablemente de lo que no se da en la lengua desde el siglo XVII (nada menos que en
conoce’. Cervantes).

*Hacen dos años atrás, etc. Locuciones tempora- *Haiga. Esta forma incorrecta del verbo haber, equi-
les de este tipo son doblemente incorrectas. Primero, valente de la correcta haya, no ha sido jamás aceptada
por llevar en plural (*hacen) el verbo hacer en su forma por la Real Academia Española. El haiga que aparece
impersonal, solo conjugable en castellano correcto, en en el DRAE 2001 no es una forma verbal (los verbos
tercera persona del singular (hace, hizo, hará). Segundo, solo aparecen en infinitivo) sino un sustantivo masculi-
por añadir un redundante adverbio de tiempo pasado: no, referido a un automóvil de lujo al que presumible-
atrás. Las formas correctas equivalentes de *hacen dos mente se refería el indiano adinerado y semianalfabeto
años atrás son hace dos años y dos años atrás. cuando, al volver a su país, se le preguntaba qué tipo de
automóvil quería y él contestaba: “el mejor que haiga”.
La forma verbal incorrecta *haiga es absolutamente in-
aceptable en la lengua culta de España y América.

170 171
Hasta el cien. Esta locución adverbial, usada gene- Hoja de vida. El DRAE consigna esta locución nomi-
ralmente con el verbo estar, parece exclusiva del habla nal como equivalente de la latina currículum vitae ―literal-
familiar peruana. Cien es el apócope de ciento, y hasta, mente ‘carrera de la vida’― que define así: “relación de
preposición que se remonta a los orígenes del idioma, los títulos, honores, cargos, trabajos realizados, datos bio-
tiene la particularidad de ser un tempranísimo arabis- gráficos, etc. que califican a una persona”. Últimamente
mo. Estar hasta el cien se entiende como ‘tener colmada se está imponiendo en el Perú la expresión nominal hoja
la paciencia’, ‘estar en malas condiciones’ o ‘experimen- de vida, probablemente a causa de los frecuentes errores
tar algún sentimiento en grado superlativo’: enojado has- constatados en el uso de currículum y su plural currícula:
ta el cien, enamorada hasta el cien, confundidos hasta el cien. *la currícula en vez de los currícula, por ejemplo.

Hijo hombre, hija mujer. Estas locuciones nomi- Honrar. La lengua general ―que es, en cierto modo,
nales pleonásticas son usuales en la lengua familiar del equivalente de la lengua culta― no admite el empleo de
Perú y de otros países de América; se documentan tam- honrar con las acepciones de ‘cumplir’, ‘pagar’. Ejem-
bién expresiones análogas como hijo macho, nieta hembra, plos de estos usos son “el país honró el tratado”, “un ca-
amigos hombres, usos que se han atribuido a una impro- ballero honra sus deudas”. Estos usos implican un claro
bable influencia del portugués dialectal. Por otra parte, anglicismo, pues se han tomado de acepciones semejan-
expresiones pleonásticas de ese tipo se documentan ya tes del inglés to honor (u honour): “the country honored
en escritores peninsulares del siglo XVI que no tuvie- the treaty”, “a gentleman honors his debts”. Es amplia la
ron contacto con América. difusión de este anglicismo en gran parte de la América
hispana y en la propia España, donde es unánimemente
Hincón. Como equivalente de ‘punzada’ o ‘pincha- censurado.
zo’ es de uso corriente en la lengua familiar del Perú y
de otros países de América. Hincón se deriva del verbo Hora peruana, hora Cabana. En nuestra habla
hincar(se), del latín vulgar fīgĭcare, que viene, a su vez, familiar, esas locuciones denotan impuntualidad. Hay
del fĭgěre ‘clavar’. En la lengua general, hincar es ‘intro- similar alusión a la impuntualidad en las expresiones
ducir algo en otra cosa’ y la forma pronominal hincarse americanas hora boliviana, hora chilena, hora dominicana,
equivale a ‘arrodillarse’; pero hincarse es en el Perú sinó- hora ecuatoriana, etc. Como opuestas expresiones de ri-
nimo de pincharse: “me hinqué el dedo con una aguja”. gurosa puntualidad están hora inglesa (usada en el Perú,
Por otra parte, el derivado hincada y el aumentativo hin- El Salvador, Bolivia y Chile) y hora alemana (que en Boli-
cón equivalen, en América, a la forma general hincadura. via alterna con hora inglesa). Hora peruana tiene hoy una
expresión equivalente: hora Cabana, nombre de una po-
blación del departamento de Áncash donde nació el ex-
presidente del Perú Alejandro Toledo, conocido por su
gran impuntualidad.

172 173
Horas de horas. En vez de la locución del español Huevera. Obvio derivado de huevo, es al parecer un
general horas y horas, que significa ‘muchas horas’, en término exclusivo del castellano del Perú como susti-
gran parte de Hispanoamérica ―el Perú incluido― se tuto de lo que en la lengua general se llama hueva, es
dice horas de horas. La sustitución de “y” por “de” puede decir, la bolsa oval que contiene los diminutos hueveci-
haberse debido a la idea de que horas de horas es una llos de algunos peces. En castellano general, huevera es
locución más expresiva y enfática que horas y horas. En el femenino de huevero, entendido como ‘comerciante
nuestra habla familiar puede extenderse este uso a otros en huevos’, generalmente de gallinas. Huevera designa
sustantivos que expresan también ‘tiempo’: días de días, también el utensilio o pieza de vajilla en que se coloca
años de años, etc. verticalmente el huevo pasado por agua para comerlo
después de quebrar la cáscara.
Hoy día. Puesto que la palabra castellana hoy viene de
la latina hodie, que incluye el morfema correspondiente Huevón. En el habla vulgar y familiar del Perú y otras
a día, la expresión hoy día es, en principio, pleonástica. partes de América (también se documenta en España),
En la lengua general, sin embargo, hoy día ha desarro- este adjetivo sustantivado se usa, con su femenino hue-
llado la acepción más amplia de ‘en estos días’, ‘en la vona, para referirse a la persona que se comporta de
época presente’. Pero en el Perú y en otros países de la manera poco inteligente, ingenua o ridícula. Se trata
América hispana se usa también como equivalente de aquí de un aumentativo formal de huevo en su acepción
hoy, a veces con matiz enfático: “vas al médico hoy día” (y de ‘testículo’ (la connotación sexual se ha borrado en
aun hoy día mismo). huevona). Huevón figura en el DRAE, referido a Améri-
ca, desde su edición de 1984; en la última (2001) apare-
Huaico. Este quechuismo (de waiq’u ‘quebrada’) signi- ce como término vulgar de la lengua general.
fica en el Perú ‘masa de lodo y piedras que se despren-
de de una altura por efecto de las lluvias, desbordes u
otras causas’; en Arequipa y en otras regiones de Amé-
rica huaico significa ‘quebrada (seca)’. Documentado en
el castellano del Perú desde el siglo XVI, huaico se con-
serva en toda la Sudamérica de sustrato quechua. En-
tre sus usos figurados están los de ‘vejez, en sus signos
exteriores’, ‘vómito con arcada’ y ‘conjunto de hechos
aciagos’: caerle el huaico a una persona es ‘ser agobiada
por serios problemas o dificultades’.

174 175
Ii
Ilícito. Este adjetivo del lenguaje jurídico, en principio
antónimo de lícito, tiene también, en el Perú y en gran
parte de la América hispana, un anómalo uso sustantivo
que lo hace equivalente de acto ilícito, delito (uso que se
registra solo como mejicanismo en el DRAE 2001). Tex-
tos legales americanos abundan en expresiones nomi-
nales como ilícito penal ―tal vez la más documentada―,
ilícito civil, ilícito administrativo, etc. Pero en la lengua ge-
neral ilícito no se sustantiva pues conserva firmemente
su valor adjetivo: acto ilícito, etc.
Iceberg. Viene del inglés iceberg (de origen neerlan-
dés). Designa una gran masa de hielo que flota en el Impago. Este derivado negativo de pago es, en espa-
mar, desprendida de un glaciar polar. Como la parte ñol general, un sustantivo masculino que significa ‘omi-
que sobresale es menor que la sumergida, la punta del sión del pago de una deuda vencida’. Pero en el Perú
iceberg se dice de lo que es apenas indicio de algo mayor. y en otros países sudamericanos impago es un adjetivo,
En España iceberg se pronuncia a la castellana y como con variación de género y número, que puede aplicar-
aguda: [izebérg] o [isebérg]. En América, donde el prés- se también a personas: factura impaga, docentes impagos.
tamo se tomó a través del inglés, se pronuncia [áisberg]. Se ha supuesto, sin mayor fundamento, que este uso se
El plural es icebergs. debe a influencia del francés impayé (en femenino impa-
yée), de igual significado y similares funciones.
Ideático. En el Perú y en otros países de la América
hispana se califica de ideático o ideática a la persona que, Impajaritable. En el habla coloquial del Perú y otros
a juicio de los demás, tiene ideas fijas, extravagantes o países americanos, se usa este adjetivo ―de matiz hu-
alocadas. Ideático es más o menos sinónimo de otros ad- morístico― con los sentidos de ‘indiscutible, indudable’,
jetivos que llevan el mismo sufijo final átono -tico (una ‘inevitable, ineludible, indefectible’. Formado sobre el
forma del más corriente -ico); tales son maniático, venáti- diminutivo pajarito con el prefijo in- y el sufijo -able, im-
co y lunático. Ideático es un asturianismo de América (en pajaritable hace pareja con su equivalente peninsular im-
asturiano, idiáticu). pepinable, formado análogamente sobre pepino. Se oyen
también los correspondientes adverbios impajaritable-
mente e impepinablemente.

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Implicancia. En el habla culta del Perú y de los países Inajenable, inenajenable. En el Perú y en otros paí-
del Cono Sur, implicancia tiene los sentidos de ‘conse- ses de América estas formaciones adjetivas sobre ajeno
cuencia’, ‘secuela’, y también los de ‘incompatibilidad’, se usan, especialmente, en el léxico jurídico-administra-
‘impedimento legal o moral’. Implicancia no es hoy un tivo. Pero la lengua general prefiere hoy, sobre ambos
sinónimo estricto de implicación, otro postverbal de im- términos, el latinismo equivalente inalienable, formado
plicar, que tiene ―según el DRAE 2001― los sentidos sobre aliēnus, étimo de ajeno. Aunque el DRAE 2001 no
de ‘contener’, ‘enredar’, ‘impedir’, ‘envolver contradic- registra ninguno de los dos derivados, el uso de inena-
ción’. Sin embargo, en el primer Diccionario académi- jenable se documenta actualmente en la Península; el de
co, publicado en seis volúmenes a mediados del siglo inajenable parece haberse olvidado.
XVIII, implicancia se registraba como una mera variante
de implicación. Inaplicar. En nuestro lenguaje jurídico significa ‘no
aplicar’, ‘dejar de aplicar’, referido a leyes o principios.
Impráctico. Este adjetivo calificativo, usado en el ha- Un texto del Tribunal Constitucional peruano se refie-
bla culta del Perú, Méjico y otros países de la América re al excelso “poder-deber de los jueces de inaplicar las
hispana, tiene el significado de ‛poco hábil para afron- leyes contrarias a la Constitución”. El DRAE 2001 no
tar o resolver problemas y dificultades de la vida diaria’, registra inaplicar, aunque sí inaplicable. Y remite inapli-
referido a personas; aplicado a diversos artefactos o má- cación e inaplicado a desaplicación y desaplicado, términos
quinas, significa ‛de uso o manejo farragoso o compli- que tienen sentidos diferentes y relacionados con la
cado’. Aunque se lee esporádicamente en algunos dia- poca dedicación al estudio.
rios peninsulares, impráctico es un típico anglicismo de
América, pues viene del inglés impractical, adjetivo de Incursionar. En la última edición (2001) del Dicciona-
análogos significados. rio de la Academia figura el verbo incursionar con el sen-
tido primario de “realizar una incursión de guerra” (en
Inactual. En el Perú y en otros países de América equi- territorio enemigo) y con el figurado ―supuestamente
vale a ‘no vigente’, ‘anticuado’, ‘anacrónico’. Es una for- restringido a la América hispana― de “realizar una ac-
mación prefijal sobre actual ‘presente’ (del latín actualis tividad distinta de la habitual”, por ejemplo, un pintor
‘activo, práctico’). El plural inactuales, en uso sustantivo, que incursiona en la escultura. Aunque puede haberse
abarca en nuestro lenguaje periodístico aquellas noti- difundido desde América, el uso figurado es ya general;
cias atemporales que se emplean para llenar espacios así lo registra el Diccionario del español actual de Manuel
en casos pertinentes. Aunque el uso de inactual se docu- Seco (Madrid, 1999).
menta también en la Península, la palabra no se registra
en el DRAE 2001.

178 179
Indígena. Viene del latín indigĕna, compuesto de inde Influenza. En el siglo XV los italianos usaron este tér-
‘de allí’ y genus, -eris ‘origen, raza’. El DRAE 2001 define mino para referirse a esa enfermedad viral, porque la
indígena solo como “originario del país de que se trata” creyeron debida a influencia de los astros; los franceses
(sea este Bolivia o Suecia). Sin embargo, al definir los la llamaron grippe. El inglés tomó el italianismo y el cas-
derivados indigenismo e indigenista los circunscribe al “es- tellano tomó el galicismo. El Diccionario de la Academia
tudio de los pueblos indios hispanoamericanos”. Pero remite influenza a gripe, que es el sinónimo preferido.
indio, a su vez, tiene como primera acepción “natural de Los médicos que hoy dicen influenza confunden a quie-
la India” y, solo como tercera, la de “indígena de Amé- nes suponen que se trata de vacunarse contra una en-
rica, o sea de las Indias Occidentales”. fermedad desconocida.

Índole. Es un cultismo usado en castellano desde el Informar de que… Es la construcción correcta de


siglo XVII; viene del latín indŏles y significa ‘condición informar en casos como: le informó de que el avión partió.
natural’ de una persona, animal o cosa. Su género gra- Pero hablantes cultos que no caen en el dequeísmo,
matical es el femenino: “la índole”, “buena o mala índo- error que consiste en decir pienso *de que… en lugar de
le”. Pero cuando el adjetivo va pospuesto se oyen a veces pienso que…, creen que informar tiene el mismo régimen
erradas concordancias, tales como “*de índole político”, que pensar y evitan también en ese caso la preposición
“*de índole económico”. Son errores imperdonables en el de. Según el Diccionario panhispánico de dudas, los hablan-
habla supuestamente culta de España y América. tes cultos peninsulares distinguen acertadamente am-
bos regímenes, no así los hablantes “cultos” de la Amé-
*Inflingir. Esta forma verbal, incorrecta, resulta del rica hispana.
cruce de dos verbos correctos: infringir e infligir. Infrin-
gir significa ‘transgredir, quebrantar’ y se refiere casi Infraterno. En nuestro lenguaje político, este adjetivo
siempre a leyes o preceptos. Infligir significa ‘causar’, se usa para calificar comportamientos o actitudes poco
referido a daños físicos o morales, o ‘imponer’, referido fraternales, o aun desleales. Se trata, obviamente, de
a penas, castigos, sanciones, etc. La forma híbrida y anó- una formación negativa prefijal sobre el adjetivo frater-
mala *inflingir conserva generalmente los rasgos semán- no ‘perteneciente o relativo a los hermanos’. El término,
ticos de infligir. Su uso, muy criticado a ambos lados del que se asocia especialmente con el vocabulario político
Atlántico, delata la ubicua media ciencia y la falsa cultura. del Partido Aprista Peruano, no aparece en la última
edición (2001) del Diccionario de la Academia.

180 181
*Ingerencia. Es grafía incorrecta por injerencia, pues Inmediatismo, inmediatista. Aunque son térmi-
se trata de un derivado del verbo injerir(se) que viene, nos usuales en el ámbito correspondiente, ninguno apa-
a su vez, del latín inserĕre ‘entrometerse’, ‘inmiscuirse’. rece en el DRAE 2001. El inmediatismo es, más que una
Ingerir es otro verbo; viene del latín ingerěre que significa doctrina, una posición política que propugna la preva-
‘introducir(se) por la boca alimentos, medicinas, etc.’; lencia de los motivos inmediatos en la reacción política
su postverbal es ingestión, el ‘acto de ingerir’. El deriva- ante determinados hechos o problemas. El inmediatismo
do ingesta, designa el ‘conjunto de sustancias alimenti- concentra su objetivo en el hallazgo de fórmulas ade-
cias que se ingieren’ (y no el acto mismo de ingerirlas). cuadas ―no jerarquizadas― para la solución eficaz, en
cada caso concreto, de un problema social determinado.
Ingesta. Según el DRAE 2001, ingerir (véase *ingeren-
cia) es “introducir por la boca la comida, bebida o medi- *Insanía. Esta incorrecta variante del cultismo insania
camentos”; ingestión es la “acción de ingerir”. Ingesta, en ‘locura’ (palabra de tres sílabas, con acento prosódico en
cambio, es sinónimo de dieta en el sentido de “conjunto la segunda) llega en el Perú al nivel de lengua culta oral,
de sustancias que se ingieren”. Pero en el habla culta y aun escrita. En latín insania es una formación sobre
de España y América se ha venido usando ingesta como sanus ‘sano’, ‘cuerdo’. *Insanía, la variante incorrecta en
equivalente de ingestión, y el Diccionario panhispánico de cuatro sílabas, se difundió entre nosotros en décadas
dudas (2005) acepta ya esta equivalencia, la cual se con- pasadas: “la *insanía terrorista” es una expresión nomi-
signará, sin duda, en la próxima edición del DRAE. nal que se ha hecho ya cliché o lugar común en el Perú.

Injerto. En el español general, injerto (del latín inser- Intercepción. El latinismo interceptar, que data del si-
tus ‘introducido’) se asocia a la botánica aplicada o a la glo XVIII, significa ‘detener algo en su camino’ y tam-
cirugía, pues lo que suele injertarse es alguna parte de bién ‘interrumpir una vía de comunicación’ (la telefó-
una planta en otra, o una porción de tejido humano o nica, por ejemplo). Su postverbal interceptación alterna
animal en otro. En nuestra habla coloquial, el sustantivo en el uso con intercepción, criticada variante tomada di-
injerto (con su femenino injerta) designa, además, al des- rectamente del inglés interception. Aunque intercepción no
cendiente de chino y peruano, pudiendo ser el peruano aparece todavía en la última edición del DRAE, el veto
más o menos blanco o más o menos cholo. de la Academia ya ha sido levantado.

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Internet. En la edición última (2001) del DRAE toda- Intrusivo. Este adjetivo derivado de otro (intruso) se
vía no aparece este nombre de la ‘red informática mun- usa en América y España (no está en el DRAE 2001). In-
dial, descentralizada, formada por la conexión directa truso, a su vez derivado negativo del latín trudĕre ‘empu-
entre computadoras mediante un protocolo especial de jar’, era el “detentador de algo alcanzado por intrusión”
comunicación’. Pero este moderno y general anglicismo (DRAE 2001); intruso, prolífico adjetivo, ha dado origen
ya está aceptado por la Academia, como sustantivo de a las formas académicas intrusión, intrusarse, intrusismo y
género ambiguo: se puede decir el Internet o la Internet, a las americanas no académicas intrusear, intrusete, intru-
y se puede escribir Internet con mayúscula o con minús- sidad. Intrusivo lleva el mismo sufijo -ivo que abusivo, efu-
cula: internet. sivo, exclusivo, etc.

*Intérvalo. En el nivel de habla culta de España y Invívito. Documentado desde el siglo XIX, este pe-
América se oye ―y aun se lee― *intérvalo en vez del ruanismo ―compartido con algunos otros países de
correcto intervalo. Este término, que significa “espacio América― va cayendo, merecidamente, en desuso. Vie-
o distancia que hay de un tiempo a otro o de un lugar ne del latín imbibitus, cuyo descendiente legítimo es em-
a otro” (DRAE 2001), se tomó del latín intervallum, de bebido, participio del verbo embeber ‘absorber un líquido’
igual significado y es una palabra grave. La pronuncia- en referencia a un cuerpo sólido y poroso. El actual pre-
ción incorrecta *intérvalo se explica por cierta tendencia, dominio de la grafía invívito se explicaría por influen-
constatada en hablantes de castellano poco ilustrados, cia del adjetivo vívido, derivado de vivir, el cual parece
a considerar las palabras esdrújulas como más “cultas” haber influido, asimismo, en el elemento semántico del
que las graves o agudas. término.

*Intravertido. El adjetivo introvertido tiene el sentido


de ‘retraído’, ‘poco comunicativo’. Este término se ha
formado con el prefijo de origen latino intro- que sig-
nifica ‘hacia adentro’ y no con intra-, que quiere decir
‘dentro de’, más el participio del verbo verter. Pero en el
caso de las variantes antónimas extravertido y extrovertido
(este último formado por influjo del correcto introverti-
do), ambas se consideran aceptables, aunque en la len-
gua culta de España y de América se prefiere la forma
extravertido.

184 185
Jj
Jeremiquear. En el habla familiar del Perú y de otros
países de América, este verbo significa ‘lloriquear, gimo-
tear’, ‘pedir con lloriqueos’. El término resulta de un
cruce del nombre del profeta Jeremías ―de proverbiales
lamentaciones― y el andalucismo difundido en Améri-
ca gemiquear, derivado de gemir. Una variante popular
jerimiquear se explica por asimilación regresiva de la vocal
e de la segunda sílaba al timbre agudo de la i en la sílaba
siguiente.

Jacuzzi. Este italianismo, difundido a través del inglés Jirón. Con el sentido de “vía urbana compuesta de va-
y pronunciado en castellano yacusi, corresponde a una rias calles o tramos entre esquinas” (DRAE 2001), jirón
marca industrial, a su vez identificada con el apellido es un limeñismo y peruanismo documentado desde el
de varios hermanos de ascendencia italiana radicados Virreinato. Su auge, a principios del siglo XX, se expli-
en los Estados Unidos de Norteamérica a principios del ca por la importancia del limeño Jirón de la Unión, entre
siglo XX. La artritis reumatoide del hijo de uno de ellos la antigua Plaza de Armas y la nueva de San Martín; así
los llevó a inventar una bañera con hidromasaje, luego surgió el verbo jironear ‘pasear por dicho jirón’. El étimo
perfeccionada y comercializada. El Diccionario panhispá- de jirón es el francés giron, pero su peripecia semántica
nico de dudas ―muy sensatamente― propone la grafía es complicada.
yacusi, que corresponde a su general pronunciación en
el castellano de ambos continentes.

Jamonearse. En el habla familiar y popular del Perú,


el verbo pronominal jamonearse tiene los sentidos de
‘ufanarse’, ‘vanagloriarse’, ‘hacer alarde de méritos rea-
les o supuestos’. En Venezuela, jamonearse significa ‘be-
sarse’, ‘acariciarse’; en Cuba tiene el sentido próximo de
‘tocar o mirar con lascivia’; en Costa Rica es ‘abusar de
alguien con menor fuerza física’. Jamonearse es un deri-
vado del galicismo jamón, a su vez formado sobre jambe
‘pierna’ más el sufijo francés de diminutivo -on.

186 187
K
k
Kindergarten. Este término alemán fue creado en
1840 por el polifacético educador Friedrich Froebel. El
término pasó pronto al inglés y al francés; luego se di-
fundió en España y en casi toda la América hispana, a
menudo abreviado en kínder. Este germanismo no apa-
rece en la edición vigente (2001) del DRAE (sí, en cam-
bio, sus traducciones jardín de infancia, jardín de infantes
y jardín de niños), pero se incluirá en la próxima edición
del Diccionario oficial.

Karate. Palabra de origen japonés (kara ‘abierta’, te Kion. En el Perú se conoce con ese nombre el jengi-
‘mano’), designa cierta lucha, más defensiva que ofen- bre. Esta palabra, de origen grecolatino, designa cierta
siva, entre dos personas ―karatecas― que usan las ma- planta y su rizoma, de olor aromático y sabor picante.
nos, abiertas y de canto, ayudadas por codos y pies. La El jengibre, usado en medicina y como especia, llegó
variante esdrújula kárate figura como principal en el al Perú a fines del siglo XVIII. Pero fue a partir de la
DRAE 2001, porque está bastante difundida en España. inmigración china, en el siglo XIX, cuando se difundió
Pero la pronunciación grave karate es la etimológica y su uso asociado al arte culinario de ese pueblo. Y se di-
también la más difundida en el castellano de América. fundió aquí con su nombre chino kion, desplazando al
término tradicional jengibre.
Kétchup. Es el nombre de una “salsa de tomate condi-
mentada con vinagre y especias” (DRAE 2001; todavía
no se registra en la edición anterior, de 1992). El tér-
mino kétchup (también escrito catsup o catchup) viene del
malayo kechup, que, a su vez, es de origen chino (canto-
nés). Ketchup se documenta en el inglés americano desde
principios del siglo XIX y se ha difundido mundialmen-
te a través de las empresas transnacionales de fast food.

188 189
Ll
*La crema y nata. Se oye hoy en el Perú una expre-
sión nominal figurada, la crema y nata, que difiere de la
forma general la flor y nata. En esta, flor tiene el sentido
figurado de “parte mejor y más escogida de algo” y nata,
el de “cosa principal y más estimada en cualquier línea”
(DRAE 2001). Crema tiene, asimismo, el sentido figurado
de “lo más distinguido de un grupo social cualquiera”.
Como, en su sentido literal, crema y nata son sinónimos
(ambos designan el elemento graso de la leche), *Ia cre-
ma y nata suena como *la crema y crema o *la nata y nata.
*La cava. En España, cava es una cavidad subterrá-
nea en que se prepara el vino blanco espumoso, seme- Ladilla. En su sentido literal, ladilla es un sustantivo
jante al que se produce en la región francesa de Cham- femenino que designa el ‘piojo del pubis’. Su nombre
paña, y también el vino mismo. Así como Champaña ha está en relación con latus ‘ancho’, por la forma de su
llegado a designar el vino espumoso, cava se aplica hoy cuerpo que es redondeado y achatado. En uso figurado,
a la equivalente bebida peninsular. Como se sobrentien- ladilla ha tomado, en el Perú y en el resto de la América
de vino en ambos casos, se dice normalmente el cava, el hispana, el sentido de ‘persona insoportable por su im-
champaña (o el champán), pero en América ha prevaleci- prudente insistencia’ con el fin de enterarse de algo o
do el género femenino por influencia de la vocal final -a lograr algo. Esta acepción es comprensible por el males-
y se dice, por lo tanto, *la cava, la champaña. tar que puede causar un parásito semejante. El género
femenino es invariable: “Fulano es una ladilla”.
*Lacear. En el habla familiar del Perú y de otros países
de la América hispana, el verbo transitivo laciar, referi- Ladrillo pastelero. Ladrillo es una vieja palabra cas-
do al cabello, equivale a alisarlo, ya sea por medio de la tellana (siglo XIV) que se remonta al latín later, de aná-
aplicación de algunos productos especiales o con el uso logo significado. Desde el punto de vista geométrico, el
de determinados aparatos eléctricos. La pronunciación ladrillo es un paralelepípedo cuyas seis caras rectangula-
ultracorrecta lacear por laciar (equiparable a rocear por res son iguales de dos en dos; el ladrillo es hoy ―como
rociar, vacear por vaciar, etc.) hace a laciar falsamente ho- se sabe― un elemento importante en la construcción de
mófono del americanismo lacear, equivalente a enlazar, casas y edificios. Ladrillo pastelero, locución nominal de
referido a animales que se atrapan con un lazo arrojado origen incierto, al parecer exclusiva del Perú, designa
hacia ellos. un tipo especial de ladrillo, cuadrado y chato, que se usa
para cubrir los techos de las casas con el fin de absorber
la humedad de la llovizna.

190 191
*La pus. Según el Diccionario académico, pus (del latín Latente. Aun en el habla culta general se aplica con
pūs) es un sustantivo masculino que designa el “líquido frecuencia este adjetivo a cuestiones o problemas urgen-
espeso de color amarillento o verdoso, segregado por tes, candentes, palpitantes. Y eso porque se asocia ―sin
un tejido inflamado”. En latín, pus pertenecía al géne- razón― latente con latir. Pero latir viene del latín glatti-
ro neutro, y en español estándar es masculino desde su re ‘ladrar’, en principio aplicado metafóricamente a los
primera documentación, a mediados del siglo XVIII. movimientos de sístole-diástole del corazón. Latente, en
Sin embargo, en el habla culta del Perú y de otros países cambio, viene de latens, -entis, participio de otro verbo
de América se usa como femenino: *la pus. latino: latēre ‘estar oculto’. Por lo tanto, un problema la-
tente no es un problema urgente, sino un problema que
*La RENIEC. Llega al nivel de nuestra habla culta no se manifiesta todavía.
esta construcción: el artículo femenino singular más la
sigla de Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Laudo arbitral. Un laudo es un fallo emitido por un
Pero la norma es que se conserve el género de la palabra árbitro elegido libremente por dos partes que, estando
nuclear de la sigla, generalmente un sustantivo (en este en desacuerdo sobre algún asunto, aceptan de antema-
caso, Registro). Esta concordancia se mantiene aun en no someterse a la decisión de dicho árbitro. Según el
los casos en que la última vocal es la o, que coincide con DRAE 2001, laudo es la “decisión o fallo que dictan los
el morfema de masculino; por ejemplo, la UNESCO, la árbitros o amigables componedores”. Laudo arbitral es,
FAO. En ambos casos se impone el género del sustantivo por lo tanto, una expresión nominal pleonástica consa-
nuclear en español, que es Organización. grada en la legislación del Perú y en la de otros países
de habla hispana.
*Las mujeres mejores vestidas. Gramaticalmente,
el adjetivo pertenece a una clase de palabras variables Lechucero. En la lengua familiar del Perú y del Ecua-
que concuerdan con el sustantivo en género y en núme- dor, se califica de lechucero al chofer de taxi u otro ve-
ro: buena mujer, buenas mujeres. El adverbio, en cambio, hículo que trabaja durante la noche. Por extensión de
es invariable y no tiene que concordar con el adjetivo sentido, el calificativo lechucero se aplica a otros trabaja-
al que modifica. Por lo tanto, el plural correcto de una dores que se ven obligados a cumplir su tarea en hora-
frase como la mujer mejor vestida no es *las mujeres mejores rio nocturno, tales como serenos, mozos de restauran-
vestidas sino las mujeres mejor vestidas. La incorrecta con- tes. Lechucero es un obvio derivado de lechuza, nombre
cordancia ha empezado a invadir nuestra habla culta, o de cierta ave rapaz nocturna que se alimenta de insectos
la que debiera serlo. y de pequeños roedores. Modernamente se documenta
el verbo lechucear que significa ‘realizar cualquier tarea,
remunerada o no, en horas de la noche’. Su postverbal
es lechuceo.

192 193
Levantamuertos. Este sustantivo compuesto, cuyo Libre de polvo y paja. En el Perú y en otros países
primer elemento es una forma verbal en tercera per- de América, la locución adverbial ―o adjetiva― libre de
sona, tiene en el Perú y en otros países de América el polvo y paja significa ‘exento de todo gravamen’ o ‘libre
significado de ‘alimento ―sólido o líquido― que res- de toda acusación’. La locución peninsular correspon-
tablece las energías de una persona que ha cometido diente, limpio de polvo y paja, significa solamente ‘descon-
algún exceso en cuanto a comidas o bebidas’. Entre los tadas las expensas’, referido a algo que se compra o se
peruanismos de formación análoga están cierrapuertas, vende, se da o se recibe. Los verbos más frecuentemen-
lustrabotas y mataburros; entre los de la lengua general, te modificados por la locución americana son estar, salir,
espantapájaros, abrelatas, mondadientes, etc. quedar y ganar. Sustantivos usualmente calificados por la
misma locución, en su función adjetiva, son renta, pago,
Libertario. Es en la lengua general sinónimo de ácra- ganancia.
ta y de anarquista, pues designa a quien “defiende la li-
bertad absoluta y, por lo tanto, la supresión de todo go- Lideresa. El inglés leader ‘guía’, derivado de to lead
bierno” (DRAE 2001). Pero en el Perú y en otros países ‘guiar, conducir’ pasó al español como líder, y de este
de América libertario se usa en el lenguaje político actual sustantivo salieron liderar y sus derivados liderato y lide-
como equivalente de liberal; entre nosotros se usa tam- razgo. Líder aparece en el DRAE 2001 como sustantivo
bién, con el mismo matiz semántico, como sustantivo sin variación para el género: el líder, la líder. Un deriva-
masculino o femenino: un libertario, una libertaria. do específicamente femenino, lideresa, aparece también
en el DRAE como de uso general, pero su empleo está
*Líbido. Esta incorrecta pronunciación esdrújula se restringido a algunos países de América, entre ellos el
oye a algunos hablantes supuestamente cultos. Libido Perú.
‘deseo sexual’ es un latinismo femenino (la libido). En
lengua culta solo había cuajado su derivado libidinoso Liebre. Este término, de origen latino, designa un ani-
hasta que el primitivo libido fue resucitado por Freud. mal pequeño emparentado con el conejo y caracterizado
Por otra parte, el adjetivo lívido (del latín livĭdus) ha ex- por la gran velocidad que puede alcanzar. En la lengua
perimentado un drástico cambio semántico: de ‘amora- general, liebre se aplica también al atleta que encabeza
tado’ a ‘muy pálido’, sentido hoy general que el DRAE un grupo de corredores. En la Península, el apelativo
admite desde 1984. se extiende a la liebre mecánica, es decir, a la representa-
ción de una liebre que, en las carreras de galgos, corre
delante de ellos por un carril electrificado. Actualmente
en el Perú se llama también liebre al policía motorizado
que abre paso a una comitiva oficial.

194 195
Limón sutil. En el Perú y en otros países de América Lonchera, lonche. En casi toda América ―el Perú in-
se conoce como limón sutil la variedad pequeña, muy áci- cluido― es una ‘caja con asa, de metal o plástico, en que
da y verde de este cítrico. Entre nosotros, es ingrediente escolares y trabajadores llevan su refrigerio o almuer-
esencial del plato nacional: el cebiche. Pero el calificativo zo’. Lonchera se deriva de lonche con el sufijo -era; lon-
sutil no tiene relación con el adjetivo sutil ‘delicado’, ‘te- che es un viejo anglicismo de América (del inglés lunch
nue’, sino que resulta de una alteración del gentilicio ‘comida ligera’) que en el Perú es sinónimo de merienda
ceutí, referido a la ciudad española autónoma de Ceuta, ‘comida ligera tomada en horas de la tarde’. Han caído
situada en el norte de África, frente al estrecho de Gi- en desuso el verbo lonchar o lonchear ‘tomar lonche’ y el
braltar. compuesto lonche-comida (‘refrigerio intermedio y abun-
dante que sustituye a merienda y cena’).
Linchar. Es “ejecutar sin proceso y tumultuariamente
a un sospechoso o a un reo” (DRAE 2001); un lincha- Loquearse. En el habla familiar del Perú y de otros
miento es un ajusticiamiento popular. Estos anglicismos países de la América hispana, se prefiere esta formación
vienen del apellido de Charles Lynch, quien estableció pronominal desarrollada sobre loco, más el sufijo -ear,
una irregular corte de justicia en Virginia durante la frente a sinónimos tales como enloquecer o alocarse y locu-
guerra de independencia de los Estados Unidos de ciones verbales equivalentes como volverse loco. Loquear-
América. Linchar y linchamiento no deben usarse cuando se se documenta abundantemente en la prosa de nues-
el homicidio es frustrado o impedido, sino solamente tros mejores escritores, tanto en boca de sus personajes
cuando se produce la muerte. como en el idiolecto del autor.

Llenarse la boca. Este modismo verbal expresa la Lorcho. Esta voz popular peruana resulta de la inver-
idea de alabar, alardear sobre las cualidades de alguien o sión silábica de cholo con una r epentética, proceso de
algo. Aunque lo registran algunos de los más importan- creación léxica característico de la replana (por ejemplo,
tes diccionarios del español peninsular (el de Manuel grone por negro), a veces con metátesis (merfi por firme) o
Seco incluido), no aparece en otros de similar impor- con desplazamiento del acento de intensidad (lorca por
tancia, tales como el de María Moliner. Llenarse la boca, calor); en jerma por mujer hay ―como en lorcha― true-
modismo de uso general también en el Perú y en otros que de vocal final para acomodarse al género. En el caso
países de América, tampoco aparece en la última edi- de lorcho por cholo, como en el de corsa por saco ‘cha-
ción (2001) del Diccionario de la Academia. queta’, hay, además de la inversión silábica, un fonema
consonántico intruso al fin de la primera sílaba.

196 197
Lorna. En el habla popular y familiar peruana, este Luquear. En el habla familiar del Perú y de Chile, lu-
término se aplica ―sin cambio para el género― a la quear significa ‘mirar, atisbar’. Echar una luqueada, o una
persona ‘ingenua, tonta’, ‘tímida, apocada’ o ‘mediocre, luqueadita, equivale a echar un vistazo abierta o disimula-
de escasos alcances’; lornear (o agarrar de lorna) es ‘tomar damente. Este verbo es un anglicismo formado sobre to
por tonto’. La lorna es un pez plateado de tamaño me- look ‘mirar’. Otros anglicismos derivados de sustantivos
diano y consumo popular; abunda en nuestras costas en más el sufijo -ear son boxear, chequear, faxear, los tres ya
todas las épocas del año y es muy fácil de pescar. Dicen aceptados como palabras del español general en la últi-
algunos pescadores que la lorna es tan poco inteligente ma edición (2001) del Diccionario académico, que no in-
que suele morder el anzuelo aunque no se haya puesto cluye, en cambio, los derivados análogos surfear ‘correr
en él carnada alguna. olas’, chatear ‘charlar por Internet’ ni foulear o faulear
‘cometer una infracción en el fútbol’.
Luca. En el habla peruana equivale a sol (nuevo sol, la
actual unidad monetaria), pero tuvo mayores valores
antes de la astronómica devaluación de los ochenta; con
diversas equivalencias, luca se documenta también en
otros países de América. Parece tratarse de un italianis-
mo que nos llegó del Río de la Plata y cuyo nombre se
relaciona con la ciudad de Lucca y con una imagen de la
Virgen, que se identificó con todo lo impreso, incluidos
los billetes.

Lucir. Este verbo, derivado de luz, tiene en español ge-


neral solo acepciones positivas: lucir saludable, lucir feliz.
Pero, por influencia del más amplio campo semántico
que tiene el correspondiente verbo inglés to look, en el
Perú y en otros países de América lucir se usa también
en contextos negativos: lucir enfermo, lucir preocupado. El
DRAE 2001 no incluye, ni siquiera como americanis-
mos, estos usos anglicistas de lucir que hicieron perder
la paciencia al más ilustre de los lexicólogos castellanos,
el catalán Joan Corominas.

198 199
M
m
Malagracia. En nuestra habla familiar, este vocablo
compuesto se aplica a la persona ‘poco servicial’ o ‘poco
amable’; la pérdida del acento prosódico en la primera
sílaba del adjetivo mala justifica la escritura en una sola
palabra. Malagracia es de género común en uso sustan-
tivo (“ese malagracia”, “esa malagracia”) o en el adjetivo
(“es muy malagracia”). En Bolivia se asocia el término al
aspecto físico de la persona desgarbada o poco elegante.

Malagua. Parece exclusivo del habla peruana el uso


Maestro. En el Perú, y en otros países de América, del sustantivo femenino malagua como sustituto de la
esta palabra se usa como equivalente de artesano o ‘tra- forma general aguamala, a su vez equivalente de agua-
bajador manual, generalmente independiente’: maestro mar o medusa. Todas son designaciones de cierto molus-
carpintero, maestro zapatero. Esa designación (que todavía co marino de simetría radiada. En el Perú se registran
es un término de tratamiento) tuvo como consecuencia también algunos usos figurados de malagua; como sus-
que los maestros de escuela se autoascendieran a profesores. tantivo, se aplica a la mujer gorda de carnes fofas. Como
Y, en la misma línea del seudoascenso meramente léxi- sustantivo o adjetivo puede referirse a una persona vo-
co, que los profesores universitarios fueran llamados cate- luble o a una cosa indefinida, por ejemplo: un profesor
dráticos aun sin ser titulares de una cátedra. malagua, una charla malagua.

Malacrianza. Este peruanismo ―y americanismo de Mala palabra. En la lengua familiar de gran parte
gran extensión― resulta de la fusión del adjetivo mala de América (desde Méjico hasta la Argentina, el Perú
y el sustantivo crianza, con pérdida del acento de inten- incluido), mala palabra es una expresión nominal equi-
sidad (no marcado) en la primera sílaba de mala. Mala- valente de palabrota, procacidad, terno (voz desconocida
crianza no se refiere ya a la mala educación en general, en el Perú con este sentido). El uso de mala palabra por
sino a hechos concretos que son expresión de dicho fra- terno es regional en la Península, donde predomina taco,
caso parental. Malacrianza es, por lo tanto, sinónimo no voz de origen incierto documentada en castellano desde
estricto de travesura, insolencia, descortesía, falta de respeto. el siglo XVII. La expresión nominal mala palabra puede
haber tenido en su origen carácter eufemístico. Mala pa-
labra alterna, entre nosotros, con grosería y con el típico
peruanismo lisura.

200 201
Malcriadez. Es un derivado de malcriado ‘mal edu- Malgeniado. En el Perú y en otros países de Améri-
cado’ y equivalente del compuesto malacrianza en gran ca se califica de malgeniada a la persona ‘de mal genio’,
parte de América; en el Perú se usa menos malcriadez ‘enojadiza’, ‘irascible’, ‘iracunda’, ‘irritable’. En algunas
que malacrianza. En algunas zonas americanas se usa la regiones americanas se prefiere, en estos sentidos, una
variante malcriadeza, que es tenida por algunos como in- formación con el sufijo -oso: malgenioso, o ―menos fre-
culta. Curiosamente, el DRAE 2001 remite malacrianza cuentemente― con el sufijo -udo: malgeniudo. En España
―el término más difundido― a malcriadez; remite igual- se califica simplemente de geniudo o geniuda a la persona
mente a este americanismo su variante malcriadeza. “de mal genio, de carácter fuerte” (DRAE 2001).

Maleta, maletera. Maleta es un viejo galicismo del Mal que mal. En el Perú y en otros países de América
castellano, pues se tomó del antiguo francés malete, di- (Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay, El Salvador, Puer-
minutivo de malle ‘baúl’. Derivados de uso general son to Rico, Santo Domingo) se usa el modo adverbial mal
maletín y maletón, respectivamente diminutivo y aumen- que mal alternándolo con la forma general mal que bien
tativo de maleta; maletero ‘cargador de valijas’, ‘vendedor (o bien que mal) para expresar las ideas de ‘a pesar de
o fabricante de maletas’ y ‘compartimiento de equipa- todo’, ‘de un modo u otro’, ‘sea como sea’. La expresión
je de un automóvil’; maletera se usa en el Perú y otros mal que mal es, en su esencia, adversativa, pues es equi-
países de América con este último sentido. También se valente a palabras o locuciones tales como a pesar de todo
dan, en América, los usos figurados de maletudo ‘gibado’ o aunque no del todo bien.
y maleta ‘giba’ (y aun simplemente ‘espalda’).
Mamarrachento. El sustantivo mamarracho es un
Maletear. Aunque formalmente es derivado de maleta antiguo arabismo del castellano, documentado en la
‘valija’, semánticamente maletear está en clara relación Península como moharrache desde el siglo XV y en su
con malo. Maletear es de amplio uso en el habla coloquial forma actual desde el XIX; el étimo árabe correspon-
peruana y puede referirse a una serie de actividades, diente tenía el significado de ‘lleno de gracia, donaire
todas de signo negativo, que se ejercen contra alguien y picardía’. En la lengua general actual, el adjetivo de-
para perjudicarlo. La acción de maletear se conoce como rivado mamarrachero significa ‘ridículo’, ‘despreciable’ y
maleteo y la persona que la practica como maletero o ma- mamarrachista designa a quien hace mamarrachos. Pero
letera, derivados que no tienen nada que ver con sus ho- en el castellano del Perú, del Uruguay y, seguramente,
mónimos, que designan respectivamente, en España y también en el de otros países de América, el sinónimo
América, el compartimiento para equipaje de un auto- preferido es mamarrachento.
móvil.

202 203
Mamadera. En la América del Sur sustituye a biberón, Manga. A mediados del siglo XX se instalaron en los
galicismo de fines del siglo XIX que solo cuajó en Espa- aeropuertos unos pasillos, cubiertos y portátiles, para
ña y Méjico; insustituible para la lactancia artificial, es abordar los aviones. En inglés se llamaron fingers; en es-
una botellita con tetina (chupón). Pero en el Perú mama- pañol no prosperó la traducción dedos pero, en cambio,
dera tiene, además, la acepción figurada de ‘empleo o surgieron otras designaciones tales como dique, usada
cargo bien retribuido que exige poco o ningún trabajo’. en el aeropuerto de Madrid. Manga, sinónimo difundi-
Su sinónimo peninsular, mamandurria, se define como do en América, recuerda otro americanismo: manga ‘vía
“sueldo que se disfruta sin merecerlo, sinecura, ganga estrecha entre dos estacadas’ por la que se hace pasar el
permanente” (DRAE 2001). ganado vacuno.

Mameluco. Ejemplo de un largo recorrido semántico, Manganzón. En el Perú y en otros países de América
viene del árabe mamluk ‘soldado de la guardia del sul- significa ‘holgazán’, ‘remolón’ (con cierta connotación
tán’. De allí pasó a significar ‘pantalón bombacho’, por de descuido). Este americanismo se remonta a magan-
ser este una prenda característica de dichos soldados. cés, derivado del apellido del Conde de Maganza, quien
Hoy, en gran parte de América (el Perú incluido), mame- puso al héroe de La canción de Rolando a merced de los
luco es una prenda de vestir enteriza, infantil o de traba- moros. De magancés, por regresión, salió magancia, y de
jo, que puede cubrir o no las piernas y/o los brazos. No magancia ‘astucia’, ‘perfidia’, maganzón; esta forma, a su
se usa aquí mameluco con el sentido de “hombre necio y vez, se hizo manganzón por repercusión de la nasal final
bobo” (DRAE 2001, 2.a acepción). de la segunda sílaba.

Mandarse mudar. En la lengua coloquial del Perú y Maní. Es el nombre arahuaco con que se conoce en
otros países de América, este giro verbal, así como su va- Sudamérica y la América Central la semilla de la plan-
riante mandarse cambiar, significa ‘irse de súbito’, ‘dejar ta leguminosa que en Méjico y España se designa con
abruptamente un lugar’; ambos giros equivalen al uso el aztequismo cacahuate o cacahuete. El plural correcto
familiar de largarse. Menos frecuentes en el Perú son las es maníes, sobrepasado ampliamente en el uso por las
respectivas variantes mandarse a mudar y mandarse a cam- variantes incorrectas *manís y *manises. Entre los deri-
biar. Todos estos usos tienen un antecedente preclásico: vados están manizal ‘plantación de maní’ y manisero, que
el empleo de mandar en fórmulas corteses equivalentes designaba al vendedor ambulante, y generalmente ves-
de aquellas modernas introducidas por formas impera- pertino, de paquetitos de maní tostado; hoy manisero se
tivas de servirse: “sírvase Ud. decir”, etc. aplica, humorísticamente, al varón de pene pequeño.

204 205
Manjarblanco. En el Perú y otros países de América Manzana de Adán. Esta locución nominal es de uso
del Sur y del Centro, se llama manjarblanco lo que en general en toda la América hispana, el Perú incluido; de-
España se conoce como dulce de leche; es decir, el pos- signa la prominencia que forma el cartílago tiroides en
tre preparado con leche, azúcar y esencia de vainilla. la parte anterior del cuello de los varones adultos. Man-
En el siglo XIV, sin embargo, manjarblanco era un plato zana de Adán, expresión desconocida en la Península,
principal preparado a base de carne de cordero, y en el es un anglicismo, pues traduce literalmente la locución
siglo XVII, el nombre se aplicaba al postre hecho con inglesa Adam’s apple. El término correspondiente de la
pechugas de gallina, harina de arroz, azúcar y leche. El lengua general es nuez o nuez de la garganta.
dulce de leche se llama, en Colombia, arequipe y en México
arequipa, términos cuyo étimo es ―según el DRAE, pero Mañana más tarde. En nuestra lengua culta fami-
improbablemente―, el nombre de la ciudad peruana liar, oral o escrita, llama la atención esta locución ad-
de Arequipa. verbial anómala que, al parecer, correspondería a una
distorsión sintáctica explicable por asimilación fonética
Manotazos de ahogado. En el Perú y en otros paí- de la conjunción o entre ambos elementos: mañana o más
ses de América (Venezuela, Chile, Argentina), esta lo- tarde. A primera vista, podría suponerse que se trata de
cución tiene el sentido de ‘esfuerzos desesperados para una expresión muy moderna y exclusiva de la lengua
salir de una situación angustiosa o difícil’. Una variante, oral, pero lo sorprendente es que se documenta ya en la
manotones de ahogado, se documenta en la Argentina, el novela Aves sin nido, publicada en 1889 por la escritora
Uruguay y también en el Perú. Es, asimismo, sinóni- peruana Clorinda Matto de Turner.
ma de ambas locuciones la expresión patadas de ahoga-
do, usada en Méjico, Nicaragua, El Salvador, Ecuador y Mañoso. Maña, término de origen incierto (probable-
Colombia. No cabe duda de que todas estas frases sus- mente relacionado con mano), se documenta en castella-
tantivas coinciden en expresar la angustia de un vital no desde el siglo XII y desarrolla, a lo largo del tiempo,
esfuerzo fallido. matices semánticos positivos y negativos: ‘habilidad’,
‘destreza’, ‘resabio’, ‘astucia’, ‘mala costumbre’. El de-
Manubrio. En la lengua general es, primordialmen- rivado mañoso, -a significa, en la lengua general, ‘que
te, la manija de un instrumento. Pero en el Perú y en tiene habilidad o destreza’; pero en el habla familiar del
otros países de América manubrio desplaza al peninsular Perú, mañoso tiene también el sentido de ‘lujurioso’. Ma-
manillar como “pieza de los vehículos de dos ruedas en- ñosería y mañosear se aplican, en cambio, a la conducta
corvada por sus extremos para formar un doble mango caprichosa de algunos niños.
en el que se apoyan las manos y sirve para dirigir la
máquina” (DRAE 2001). Equivalente de manillar es otro
americanismo: timón. En replana manubrio se aplica a
cualquier instrumento usado para violentar cerraduras.

206 207
*Mapa cartográfico. Según el DRAE 2001, carto- Margesí. Desde su vigésima edición (1984), el DRAE
grafía es el “arte de hacer mapas geográficos”; es re- incluye margesí como palabra ―exclusiva del Perú y sin
dundante, por lo tanto, la expresión *mapa cartográfico étimo― que designa el “inventario de bienes del Esta-
usada por nuestra Cancillería, a propósito del envío a do, de la Iglesia y de las corporaciones oficiales”. Ya en
la Corte Internacional de Justicia de un mapa relativo 1903, y en parecidos términos, definía margesí don Ri-
al diferendo limítrofe con Chile. Mapa, del latín mappa cardo Palma. Pero, a pesar de su larga vigencia en nues-
‘lienzo’, ‘servilleta’, se documenta en castellano desde el tro vocabulario burocrático, no se ha propuesto todavía
siglo XIV, en la expresión mapa mundi ‘representación un probable étimo de este curioso peruanismo.
del mundo en un lienzo’.
Marimacha. En el Perú y otros países americanos se
Maquinita, maquinazo. Ambos términos son de- dice marimacha en vez de marimacho, término aplicado
rivados de máquina, palabra de origen griego que sig- a la “mujer que en su corpulencia o acciones parece
nifica ‘conjunto de piezas cuyo movimiento transforma hombre” (DRAE 2001). El primer elemento, mari-, es
fuerza en trabajo’. El diminutivo maquinita se aplica en apócope del nombre María, como símbolo de la condi-
el Perú a la ‘pronunciación colectiva y rítmica, en alta ción femenina. El segundo es -macho ‘de sexo masculi-
voz, de un lema político o deportivo’. Maquinita tiene, no’. El cambio de la vocal final restaura la terminación
también en el Perú, la acepción de ‘emisión inorgánica femenina -a, que corresponde al sexo biológico de una
de dinero’, documentada a partir de la segunda mitad marimacho.
del siglo XX. En relación con esta acepción está el uso
sustantivo del derivado maquinazo ‘emisión inorgánica Marinera. Como nombre del baile, marinera repre-
de billetes de banco en gran volumen’. senta el triunfo, excepcional en el lenguaje, de la ini-
ciativa individual. En efecto, esta danza ―que data del
Marca. Este sustantivo (de origen germánico) perte- Virreinato― tenía varios nombres, entre ellos mozamala
necía originalmente al ámbito geográfico, pero experi- y zam(b)acueca. En el siglo XIX, tropas del general San
mentó, a través de los siglos, algunos cambios semánti- Martín llevan la danza del Perú a Chile, donde zamacue-
cos. Hoy puede referirse a una señal física que distingue ca se abrevia en cueca. Posteriormente, la danza regresa
a seres o cosas de otros de su mismo género o especie. al Perú con el nombre de chilena. En 1879, el escritor
Por otra parte, la marca registrada protege la propiedad Abelardo Gamarra, El Tunante, rebautiza el baile como
industrial o intelectual. Pero en el Perú se constata úl- marinera en homenaje a la Marina de Guerra del Perú.
timamente un insólito uso de marca como sustantivo
masculino (un marca), referido a ladrones que siguen los
pasos de sus futuras víctimas. El derivado marcar se ha
teñido de este matiz delictivo.

208 209
Maroma. Con el sentido de ‘cuerda, soga’ es un an- Mascota. Viene del francés mascotte ‘brujita’ y, de allí,
tiguo arabismo del castellano (siglo XIII). En la lengua ‘sortilegio’, ‘amuleto’, ‘talismán’. Es decir, aquello ―
general, maroma ha conservado este significado, pero en persona, animal o cosa― “que trae buena suerte”. Así
casi toda la América hispana, maroma se usa hoy con el definía mascota el DRAE en 1992, pero en 2001 le ha
sentido figurado de ‘pirueta, voltereta’ referido al cam- añadido la acepción de “animal de compañía”. Este uso,
po político; el derivado maromero se refiere a la persona hoy corriente, parece haber surgido en el lenguaje pe-
de ideas o posiciones cambiantes según su conveniencia. riodístico para traducir el inglés pet. Nuestros animales
En el Perú parece haber caído en desuso el verbo maro- domésticos tienen ahora la doble tarea de darnos suerte
mear ‘oscilar entre diversas opciones políticas’, general- además de compañía.
mente por propia conveniencia.
Material noble. Designa en el Perú el conjunto de
Martirologio. Se llama así el libro o catálogo de los ladrillo y cemento usados como materiales de construc-
mártires cristianos, que incluye ―por extensión― a ción (el primer edificio limeño de material noble data del
todos los santos conocidos. El término puede también siglo XX). Esta expresión relega a una supuesta condi-
aplicarse a la ‘lista de las víctimas de una causa’ (distin- ción de material innoble al conjunto de dos seculares ma-
ta de la cristiana). Pero martirologio no se aplica a una teriales peruanos de construcción: el adobe y la quincha.
sola persona, aunque sus padecimientos, infligidos o no Gracias a la falta de lluvias en nuestra costa, quedan hoy
por otros, puedan equipararse con los sufridos por los muchos seculares edificios de ligero ―y antisísmico―
mártires cristianos. El uso de martirologio referido al su- material innoble.
frimiento de una o pocas personas es un peruanismo.
*Mayor a. El comparativo del adjetivo grande debe
*Más antes, más luego, etc. En este tipo de locu- ir seguido de la conjunción que o de la preposición de:
ciones temporales, así como en otras similares, sobra el “es mayor que tú”, “es el mayor de todos”. Pero en el ha-
adverbio más, el cual solo puede anteponerse correc- bla semiculta de España y América es frecuente el uso
tamente a adjetivos de contenido semántico variable o erróneo de mayor seguido de la preposición a (o de la
graduable: más hermoso, más culto, más ignorante, más feo, contracción al, de a más el): “el gasto fue *mayor a lo
etc. Es también incorrecto el uso del adverbio más delan- calculado”, “el pago no sería *mayor al sueldo”. Menor,
te de otros adverbios de tiempo tales como antes, luego y comparativo de pequeño, suele usarse análogamente
después. Son, pues, incorrectas las locuciones *más antes, mal: *menor a, en vez de menor que, menor de.
*más luego, *más después. Es correcto, en cambio, decir
mucho antes, poco después, este último equivalente a luego.

210 211
Mecer. En el habla coloquial del Perú, especialmen- Médico legista. En el Perú y en otros países de Amé-
te en el léxico de la política, mecer ha desarrollado el rica, desde Méjico hasta Chile, se llama así al profesional
sentido de ‘dar largas a un asunto que debe resolverse’, que en España se conoce como médico forense. Es decir,
‘no acceder a una solicitud hasta que quien la hace se el “médico encargado por la justicia para dictaminar
canse de insistir’. En el DRAE 2001 ya se incluye, como problemas de medicina legal” (DRAE 2001). O sea, en-
acepción exclusiva del Perú, la de “postergar reiterada cargado de determinar sobre enfermedades, heridas o
y engañosamente el cumplimiento de una obligación”. muertes que puedan tener efectos legales. El adjetivo
En relación con esa acepción usamos también los sus- que se refiere a la medicina legal o forense es medicolegal.
tantivos mecida y meceo y los adjetivos mecedor, mecedora,
referidos a personas. *Mejor a. Derivado del latín melio, -ōris, mejor es la for-
ma comparativa del adjetivo bueno. Una comparación
Mecharse. En el habla familiar peruana mecharse sig- iniciada por mejor debe continuarse con la conjunción
nifica ‘pelearse agrediéndose con las manos’. Mecharse que o la preposición de: “este es mejor que el otro”, “ese es
es, al parecer, un derivado de mecha ‘mechón de cabe- el mejor de todos”. Sin embargo, en el habla seudoculta
llo’, puesto que una forma frecuente de agresión, so- del Perú y otros países de América, la conjunción que
bre todo entre mujeres, es la de tirarse de los cabellos suele sustituirse por la preposición a: “tu novela es *me-
o mechas; esta última palabra, antigua en castellano, es jor a la suya”. Análogas incorrecciones no se constatan
un probable galicismo, a su vez, de origen incierto. El en el uso del antónimo peor.
hecho de mecharse es la mechadera ‘agresión física mutua’.
Y, cerrando el círculo, el primitivo mecha viene a resul- *Membresía. Es un moderno americanismo usado
tar un equivalente de mechadera. en el Perú y otros países. Se trata de un calco del inglés
membership, de igual significado. El Diccionario académi-
Mediático. Este adjetivo, hoy de uso general, es muy co registra membresía en su última edición (2001) con
nuevo en la lengua. Se tomó del francés médiatique, for- estas acepciones: ‘condición de miembro de una enti-
mado sobre el inglés media, calco del plural del latín dad’ y ‘conjunto de sus miembros’. Pero la Academia ha
medium ‘medio’. En inglés se llamaron mass media ―y optado finalmente por membrecía porque el sufijo para
luego, simplemente, media― los modernos sistemas de formar este tipo de derivados es -cía (abogacía, clerecía);
difusión de la información. La terminación francesa -ti- la terminación -sía solo resulta cuando hay una -s final
que corresponde al sufijo español -tico, -a. La palabra en la raíz: burguesía, feligresía.
mediático implica, pues, un interesante recorrido lingüís-
tico que va del latín al inglés, del inglés al francés y del
francés al español.

212 213
Memo. Es una forma apocopada del latinismo memo- ¿Menús o menúes? Menú es un galicismo registrado
rándum que significa ‛lo que debe recordarse’. En esta en castellano desde el siglo XIX. La voz francesa termi-
forma, o en la reducida memo, designa en el lenguaje na en una vocal alta cerrada posterior redondeada que no
burocrático del Perú y otros países de América la comu- existe en español; al castellanizarse el término, la vo-
nicación que se envía internamente entre funcionarios cal final perdió la condición de redondeada, pero no el
de oficinas públicas u otros organismos. No es aceptable acento prosódico. ¿Cuál es el plural de este difundido
en español culto el plural a la inglesa *memorandums (o galicismo?, ¿menús o menúes? Ambos se consideran co-
memorándums). Tampoco debe usarse la forma del plural rrectos, lo mismo que en los casos de tabú (tabús o ta-
latino memoranda. búes), champú (champús o champúes) e iglú (iglús o iglúes).

*Men. En el habla popular y familiar del Perú y de Meritocracia. Este moderno término (no aparece to-
otros países de América, men significa ‘jefe, líder, man- davía en el DRAE 2001) se usa en todo el mundo hispa-
damás’ y también ‘capo de un grupo de delincuentes’. nohablante para designar el deseable ‘gobierno de los
Un tabloide limeño se llama El men, título que choca con que más méritos tienen en cualquier campo del conoci-
el sentido común de quien tenga algunas nociones de miento’. Tal vez por su utopía, en España el término
inglés, puesto que en este idioma men es el plural de man se usa sobre todo con ironía. En el Perú se aplica hoy
‘hombre’. La explicación está en que la a de man ‘hom- especialmente al caso de nuestra desastrosa educación
bre’ tiene en inglés un matiz fonético que está entre los pública: es urgente establecer un escalafón meritocrático
de la a y la e del español. en el magisterio.

Menjunje. En el Perú y en otros países de América se *Merituar. En el habla supuestamente culta del Perú,
aplica despectivamente este término a una mezcla de y especialmente en la jerga jurídica, se usa el verbo *me-
ingredientes, líquida o semisólida, que tiene usos gene- rituar con el sentido de ‘evaluar, sopesar’ (las supuestas
ralmente medicinales o cosméticos. Menjunje viene del pruebas de un delito, por ejemplo). Pero el DRAE 2001
árabe hispánico mamzúq ‘mezclado’ y tiene como varian- no lo registra; solo trae el verbo, poco usado, meritar con
tes actuales menjurje ―también usada en el Perú― y me- el sentido de ‘hacer méritos’ y el ya antiguo americanis-
junje, alejada fonéticamente del étimo, que figura como mo ameritar por merecer. *Merituar se documenta tam-
principal en el DRAE 2001 por ser hoy la más usual en bién en la Argentina, donde es igualmente censurado.
la Península.

214 215
Mermelada. Es un portuguesismo que en principio Metiche. En nuestra habla familiar, el mejicanismo
designaba en castellano solo la ‘compota o dulce de metiche está desplazando rápidamente al tradicional pe-
membrillo’; mermelada pasó igualmente al italiano, al ruanismo metete (por entrometido). Metiche es también un
francés y al inglés. En el Perú la palabra tiene hoy, tam- derivado del verbo meter, pero con el sufijo -iche (que no
bién, un sentido figurado peyorativo: mermelada es ‘ne- figura en el DRAE); metiche se ha difundido últimamen-
gocio ilícito’, ‘coima’, ‘publicidad a cambio de favores’. te a través de la televisión mejicana. Se usan también en
Su anómalo derivado mermelero, -a se aplica al ‘adulador América, además de metete y metiche, los derivados sinó-
interesado’ y, específicamente, al ‘periodista ventral’. nimos metido y metijón (en el Perú, metejón).

*Metereología, *metereólogo. Son variantes inco- Michi. Es una forma apocopada de michino, apelativo
rrectas de las formas correctas meteorología, meteorólogo. hipocorístico del gato. Como es usual ponerle una cinta
Meteoro es un helenismo que designa diversos fenóme- al cuello, anudada en un lazo, en el Perú se llama corbata
nos atmosféricos: viento, lluvia, nieve, rayo, arcoiris. michi la prenda que en España se conoce como corbata de
Aunque en la lengua oral la metátesis (cambio de lugar lazo o pajarita, y en otros países de América como corbata
de un fonema en una palabra) podría disculparse ―ge- de moño o de mariposa, y también corbata gato. Como la
nerosamente― por mal oído o por torpeza articulato- corbata de lazo es parte del traje de los camareros en
ria, en la lengua escrita *metereología y *metereólogo son bares y restaurantes, aquí se ha llegado a llamar michi al
grafías absolutamente imperdonables. mismo mozo o camarero.

Meter vicio. En el habla familiar del Perú, la locución Milico. Es una formación despectiva sobre militar que
meter vicio tiene el significado de ‘hacer desorden o albo- podría resultar de “derivación jergal” de miliciano. Mili-
roto’, sobre todo referido al que causan los alumnos en co se usa en el habla familiar del Perú y de otros países
un aula. Vicio es una palabra tradicional de origen latino de Sudamérica: el sufijo -ico es dialectal en la Península
cuyo sentido más antiguo es el de ‘defecto, falta’; el verbo y propio de ciertas zonas del español de América. En
meter es otro viejo término castellano, de igual origen, en- algunas de ellas, milico se aplica igualmente al policía y al
tre cuyas viejas acepciones estaban las de ‘enviar’, ‘soltar’, vigilante. Se documentan también el equivalente milicio y
‘arrojar’, ‘lanzar’. En el ámbito reducido del lenguaje es- los derivados milicada ‘golpe militar’ y milicaje ‘conjunto
colar peruano se usa además el adjetivo vicioso, referido de milicos’.
al alumno que ocasiona alboroto en clase.

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Millardo. Significa ‘mil millones’. La Academia Espa- Misio. En el habla familiar del Perú, Bolivia y la Argen-
ñola lo aceptó a propuesta de la venezolana (que trasmi- tina, significa ‘pobre’, ‘sin dinero’, ya sea en condición
tía la del académico Rafael Caldera, entonces Presiden- transitoria o permanente: no es lo mismo estar misio que
te de la República). Insólita la propuesta y más insólita ser misio (o misia). La opinión general peruana relaciona
aún la aprobación académica del término sin el respal- misio con misionero, por la proverbial pobreza de quien
do del uso; millardo (del francés milliard, íd.) se juzgó, predica el Evangelio en las misiones. Pero otro probable
sin duda, necesario para evitar la mala traducción de étimo es el lunfardo mishio ‘pobre’, ‘sin dinero’ que a su
billion (en inglés americano ‘mil millones’) por billón, en vez viene del genovés miscio, de igual significado.
español ‘un millón de millones’.
Mitra. Este término de origen latino (y en última ins-
*Mionca. En el habla jergal, popular y familiar del tancia griego) designa, en la lengua general, la toca, o
Perú y de otros países de Sudamérica (Argentina, Chi- prenda de cabeza, alta y acabada en punta, usada por
le, Uruguay) suele oírse *mionca por camión como re- obispos y arzobispos en ciertas formales ocasiones. Es
sultado de una inversión silábica. El castellano camión, curioso que mitra, palabra culta de significado tan res-
documentado desde el último tercio del siglo XIX, se tringido, haya llegado a tener, en el lenguaje popular
tomó del francés camion, a su vez de origen incierto. Los peruano, las acepciones figuradas de ‘rabadilla de las
camiones son vehículos de carga, motorizados. La inver- aves’ (esta explicable por su forma) y la de ‘cabeza hu-
sión silábica es un recurso fácil de la lengua popular y mana’, con los derivados mitrón, -a por cabezón, -a y mi-
jergal, tanto en el Perú como en otros países hispanoha- trazo por cabezazo.
blantes.
Mixtura, mistura. Derivado de mixto, se aplicaba en
Mi persona. Si el pronombre yo es modestamente el Perú virreinal al ramillete de flores rociado con agua
monosilábico, ¿por qué algunas personas consideran de olor que lucían las damas en el escote; recordemos los
que la expresión tetrasílaba mi persona es todavía más “…aromas de mixtura que en el pecho llevaba…” La Flor
modesta? Eufemismo, equivalente es el que habla (o la de la Canela de Chabuca Granda. Entre los Peruanismos
que habla). En España, sin embargo, la falsa modestia de Juan de Arona (1883) se incluye mistura como sinóni-
puede manifestarse con humor, expresado en la expre- mo de puchero de flores y en el Mercurio peruano (tomo III,
sión coloquial este cura en vez de yo, de ese yo tan mal 1791) se le describe minuciosamente como “una manza-
asumido por algunos hablantes. nita del tamaño de la nuez [sic], un palillo, uno o dos ca-
pulíes, igual número de cerezas, y el azahar de naranja
agria…”. La vendedora de mistura era la misturera.

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Mocho. Es un adjetivo de origen incierto, muy antiguo Monitorear. El latinismo monitor ‘alumno que ayuda
en castellano; se aplica a lo que carece de punta o de al maestro’ hizo otra entrada en el castellano ―a través
la terminación que debería tener por haberla perdido: del inglés― como nombre de un ‘barco acorazado de
toro o carnero mocho, navaja mocha, etc. Pero en el Perú poca altura’: el Monitor “Huáscar”, por ejemplo. Hoy
y en casi todo el resto de la América hispana, mocho ha se aplica ―también como anglicismo― al aparato que
extendido su campo semántico, pues se puede aplicar a supervisa el funcionamiento de una máquina. Con esta
personas que han perdido determinada extremidad o acepción se relaciona el verbo monitorear (postverbal:
parte de ella; por ejemplo, el presidente peruano Sán- monitoreo); el DRAE 2001 solo registra monitorizar.
chez Cerro que, según se cuenta, perdió casi todos los
dedos de una mano por haber tapado con ella la boca Monse. Desde hace medio siglo, se usa este adjetivo,
de una ametralladora en funciones. En el Perú, el verbo en la lengua familiar peruana, para referirse a seres u
derivado mochar significa, entre otras cosas, ‘recortar el objetos decepcionantes en cuanto a las cualidades que
cabello en demasía’; es también de uso común la forma se esperan de ellos. Monse es invariable para el género
pronominal mocharse. y puede referirse a personas, cosas o situaciones: ‘un
novio monse’, ‘un traje monse’, ‘una fiesta monse’. Las pri-
Modisto. La palabra moda se tomó ―a principios del meras documentaciones de monse pertenecen al ámbito
siglo XVIII― de la francesa mode, de igual significado jergal, del cual ha ido ascendiendo hasta el léxico fami-
(y derivada del latín modus ‘manera’, etc.). Del derivado liar, especialmente el de la lengua hablada. Monse se re-
francés modiste se tomó, asimismo, el castellano modista, gistra ya en el DRAE 2001 como peruanismo de origen
sustantivo común para ambos sexos (el modista, la mo- incierto.
dista). Pero más tarde apareció un masculino regresivo:
modisto, que la Academia rechazó por mucho tiempo Moretón. Es, en el Perú y en otros países de América,
hasta admitirlo en la edición del Diccionario correspon- el cardenal o ‘hematoma violáceo’ producido general-
diente a 1984. mente por un golpe. Son equivalentes americanos de
moretón: morete, morado (como sustantivo) y moradura. En
Mongo. En el Perú y en otros países de América se cali- España predomina la variante moratón, más cercana al
fica de mongo o monga a la persona ‘torpe, lerda, de poca étimo mora ‘fruto del moral’, de color cárdeno cuando
inteligencia’. Mongo resulta de la reducción de mongo- maduro. En América se conserva el verbo moretear ‘cau-
loide ‘quien padece el síndrome de Down’; mongoloide sar moretones’, hoy olvidado en España.
se explica, a su vez, por los característicos ojos oblicuos
de quien sufre dicho síndrome. Se usan los diminutivos
afectivos monguito y monguita, y también mongolito y mon-
golita.

220 221
Mostro. En nuestra habla coloquial ―sobre todo, en Movida. En el Perú, y en gran parte de la América
la juvenil― mostro, mostra es un adjetivo equivalente de hispana, movida ―en principio, forma femenina del
estupendo, magnífico, fantástico; también se usa, en mas- participio adjetivado de mover― tiene varios sentidos
culino, como adverbio: “me fue mostro”. Esta forma se figurados que parten de la terminología de juegos de
produce por desgaste fonético del cultismo monstruo mesa tales como el ajedrez. Pero, así como en esos jue-
(que resulta de la alteración del latín monstrum por in- gos la movida es teóricamente limpia, en el uso figurado
fluencia del adjetivo monstruosus). En castellano viejo se americano el término tiene un matiz semántico negati-
documentan las variantes intermedias monstro y mostro, vo, pues generalmente se refiere a maniobras ocultas o
esta última solo conservada en América. dolosas y a artimañas encaminadas a conseguir el poder
político o la ventaja económica.
Mota. En el Perú y otros países de América se conoce
como mota la borla usada para aplicarse polvos faciales Muestra. Durante el último medio siglo se ha difundi-
o talco en el cuerpo. Mota es una antigua palabra cas- do en español el uso del sustantivo muestra con los sen-
tellana de origen incierto cuyo primer significado es el tidos de ‘exposición’ (especialmente de obras de arte),
de ‘pelusilla que se desprende de un tejido como efecto ‘exhibición’, ‘feria’ o ‘festival’. Se trata, a no dudarlo,
de su roce continuo’. También se usa en el Perú mota de un calco semántico del italiano mostra, palabra que
por borrador de pizarra, comúnmente rectangular y de se usa desde hace mucho tiempo con los sentidos men-
fieltro. De una de las acepciones generales de mota, la de cionados. Esta acepción moderna del castellano muestra
‘mechón apretado de cabello muy crespo’, sale el adjeti- no se registra todavía en la última edición (2001) del
vo motoso, -a, en el Perú sinónimo de zambo, -a. DRAE.

Motu proprio. Esta es la forma correcta de escribir y Mundo. Así se conoce en el Perú el juego infantil que
pronunciar (aunque la sucesión de sílabas con r líquida se llamó primero mundo, demonio y carne; consiste en sal-
de proprio resulte dura) la locución latina que significa tar, en un pie y empujando una teja, sobre las casillas
‘por iniciativa propia’, ‘por propia voluntad’. Estando en que se divide un rectángulo dibujado en el suelo con
en caso ablativo la frase latina, no necesita preposición tiza. En España se documenta una docena larga de nom-
introductoria en castellano. Por lo tanto, es doblemente bres de este juego, desde el cultísimo infernáculo hasta
incorrecta la deformada variante *de motu propio. Los la- el transcontinental rayuela, inmortalizado por Cortázar;
tinismos no son indispensables, pero si se usan hay que rayuela llega ―desde el Sur― hasta Arequipa.
usarlos bien.

222 223
N
n
Museable. Con motivo del centenario del descubri-
miento de Macchu Picchu por Bingham, se ha oído este
término a varios funcionarios directamente relaciona-
dos con nuestra cultura. Nos hemos enterado, así, de
que entre los miles de piezas y fragmentos arqueoló-
gicos catalogados en la Universidad de Yale, solo eran
museables unos trescientos, ya recibidos por el Perú. El
adjetivo museable ‘apropiado para su exhibición en un
museo’ no aparece en el DRAE 2001, pero se documen-
ta en España y en algunas naciones americanas como el
Perú, Cuba y la República Dominicana. *Nadies. El pronombre nadie tiene una compleja his-
toria a partir del latín nati ‘los nacidos’. La forma pri-
Mutatis mutandis. Esta frase latina significa ‘cam- mitiva, nadi, se alteró en nade y luego en nadie, que data
biando lo que haya que cambiar’ y se aplica a situaciones del siglo XV. También son antiguas la forma naide y su
análogas, pero no idénticas. Los latinismos son ajenos variante americana naiden. Pero en el Perú se oye la for-
a la lengua popular y su uso está reservado a la lengua ma incorrecta *nadies, con -s final explicable tal vez por
culta oral o escrita. Sin embargo, a veces la gente culta influencia de la -s del plural de todos, su antónimo en
incurre en errores al citar algunos latinismos, tal es el cierto modo. *Nadies es inaceptable en lengua correcta.
caso de la variante errónea *mutatis mutandi. Tal vez, la
explicación esté en que la vocal final -i se siente típica- Ningunear. Este verbo se deriva del pronombre nin-
mente latina, en tanto que la consonante -s final evoca guno y significa ‘menospreciar’, ‘hacer sentir a alguien
formas verbales incorrectas tales como en *subistes, *ba- como si no existiera’. Parece que el neologismo se creó
jastes, *vinistes. en Méjico y se difundió últimamente por otros países de
Hispanoamérica, incluido el Perú. Desde hace algunos
*Muy mejor. En nuestra habla culta familiar, y en la años tiene también alguna difusión en la Península; el
de otros países, se usa esta frase adjetiva, en el Perú re- DRAE lo registra desde 1992 sin referencias dialectales.
ferida especialmente a la salud: “ya está muy mejor”; lo
correcto, sin embargo, sería “ya está mucho mejor”. Muy
(apócope de la forma anticuada muito) debe usarse solo
ante un adjetivo (muy terco) u otro adverbio (muy tarde).
Mucho, la forma completa vigente, se usa ante mejor y
peor; mayor y menor; más y menos; antes y después.

224 225
Ni para el té. El té es un arbusto de origen oriental
con cuyas hojas se prepara una infusión de consumo No tener ni un cobre. En muchos países de la Amé-
mundial; en el Perú, se usa desde el siglo XIX y es be- rica hispana, el Perú incluido, se documenta cobre con el
bida irremplazable para muchos pueblos, como el bri- sentido de ‘dinero’, que a su vez se debe a extensión de
tánico. La palabra té procede de un dialecto chino y se sentido de ‘moneda de ínfimo valor hecha de cobre’. En
propagó en Europa, junto con la bebida, a partir del el Perú, cobre fue, hasta la segunda mitad del siglo XX,
siglo XVII; en casi toda América, té se ha hecho sinóni- la denominación popular de monedas de ese metal con
mo de infusión: té de tilo, llegándose a la expresión tau- el valor de dos centavos (o céntimos) de sol (un gordo) y
tológica té de té. Prueba máxima de lo que es el té para de un centavo de sol (un chico). Por lo tanto, el modismo
el peruano es la locución no tener ni para el té ‘no tener no tener un cobre o no tener ni un cobre equivale ―todavía
ni un céntimo’. hoy― a ‘no tener ni un céntimo’, ‘no tener dinero’.

*¿No cierto? En el Perú y en otros países de Sudamé- Noticiero. Según el Diccionario de la Academia (edición
rica se oye esta locución, enfática y seudointerrogativa, 2001), noticiario es el “programa de radio, cine o televi-
que en realidad busca la coincidencia o el asentimiento sión en que se dan, generalmente ilustradas, noticias de
del interlocutor. Su forma completa y correcta es, obvia- actualidad”. En el mismo DRAE, el adjetivo sustantivado
mente, ¿no es cierto? Pero en *¿no cierto? la forma verbal noticiero se da como equivalente de noticiario en unos po-
(es) resulta omitida a causa de la absorción fonética de cos países de América. Pero, realmente, noticiario es de
la vocal e y de la consonante s por los fonemas vecinos. uso muy restringido en América, mientras que noticiero
En el Perú *¿no cierto? llega al nivel del habla culta oral, es lo general desde Méjico hasta la Argentina. Otra in-
y aun se ha hecho muletilla en el habla de algunos de exactitud: para el DRAE es americanismo general el uso
nuestros políticos. sustantivo de noticioso como equivalente de noticiario.

No entrarle balas (a uno). En el Perú y en otros *Nóvel. Es inaceptable esta pronunciación, grave, del
países de América (Venezuela, Uruguay, Chile, entre adjetivo agudo novel (viejo catalanismo en castellano):
ellos) se dice de alguien que no le entran balas cuando es “el *nóvel escritor”. La pronunciación inculta *nóvel
absolutamente reacio a aceptar algún consejo. En cam- podría explicarse por influencia de la pronunciación
bio, en Cuba, Colombia y la Argentina, el modismo tie- a la inglesa del apellido, Nobel, del científico que creó
ne el sentido de ‘no ser proclive a enfermarse’ y, por lo los consagratorios premios que llevan su nombre. Lo
tanto, de gozar de muy buena salud. Pero en España no curioso es que en sueco ese apellido se pronuncia igual-
pasarle ni atravesarle (a alguien) las balas significa ‘no sen- mente como palabra aguda, igual que novel en correcto
tir frío’, generalmente por ir muy bien abrigado. Bala castellano (la diferencia es solo ortográfica).
es un italianismo que se remonta al castellano del siglo
XVI.

226 227
O
o
Oficialismo, oficialista. En gran parte de la Amé-
rica hispana ―el Perú incluido― se llama oficialismo al
‘conjunto de personas que apoyan a un gobierno o for-
man parte de él’; oficialista es la ‘persona o agrupación
que integra un gobierno o es partidaria de él’. En Es-
paña no se usan estos términos, derivados del adjetivo
oficial, que a su vez viene del sustantivo oficio, y este del
latín ofitium ‘servicio, función’.

Ojón, ojona. En el Perú y en muchos otros países de


Obstetriz, obstetra. En el Perú y en otros países ame- América se califica así a quien tiene ojos grandes; en al-
ricanos se conoce como obstetra al ‘médico especializado gunas regiones se prefieren otras desinencias y se dice:
en partos’ y como obstetriz a la partera o comadrona que ojoso, ojudo u ojovoso [sic]. La preferencia por el sufijo -ón
ha cursado los estudios correspondientes. Es curiosa la está en la línea de los aumentativos generales referidos
etimología de obstetra y obstetriz, pues se remonta al ver- a rasgos semejantes: cabezón, frentón, orejón, narigón, bo-
bo latino obstare, etimológicamente ‘ponerse enfrente’: cón, jetón, dentón. Y también en la línea de peruanismos
esa es la posición que adopta, frente a una parturienta, del mismo campo léxico como carantón, cachetón, cejón,
quien está cumpliendo la labor de ayudarla en el trance. bembón.
El DRAE 2001 no registra obstetriz; sí obstetra remitido a
tocólogo y tocología como sinónimo de obstetricia, es decir, Okey. Esta interjección, hoy difundida en el habla fa-
“Parte de la medicina que trata de la gestación, el parto miliar de España y América ―el Perú incluido― no
y el puerperio”. figura todavía en el DRAE 2001. Significa ‘aprobado’,
‘conforme’, como en el inglés norteamericano del cual
Ociosear. Claro derivado de ocioso, es un americanis- se ha tomado. Sobre su etimología hay muchas hipóte-
mo común al Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile. sis, algunas pintorescas. La más difundida explica O. K.
Ociosear significa ‘holgazanear, haraganear’ y sustituye por mala ortografía de algún funcionario que abrevió,
a la forma castiza pero hoy poco usada ociar, del latín con iniciales, all correct ‘visto bueno’ como si se escribiera
otiāri, de igual significado. Ociosear está documentado ya *oll korrect.
a fines del siglo XIX en el Diccionario de peruanismos de
Pedro Paz Soldán y Unanue (Juan de Arona), quien ya
nota que el desplazamiento de ociar por ociosear se expli-
ca por la mayor frecuencia del derivado ocioso frente a
la escasa de su primitivo ocio (frente a pereza) en nuestra
lengua familiar.

228 229
Oleado y sacramentado. Esta locución adjetiva ― Onceavo. Como adjetivo numeral fraccionario, se re-
usada también en femenino: oleada y sacramentada― no fiere a ‘una parte de las once en que algo está dividido’:
se consigna en la edición vigente (2001) del Dicciona- “le toca un onceavo del premio”, por ejemplo. Onceavo
rio de la Academia. En el Perú, Chile y Bolivia, se dice no es equivalente de undécimo, adjetivo numeral ordinal
de un asunto que está oleado y sacramentado cuando está que significa ‘que sigue al décimo’, y tampoco de su si-
firmemente definido o decidido, sin posibilidad de re- nónimo decimoprimero. Las mismas reglas se aplican a
visión o revocación. Por su directa relación con un acto doceavo frente a duodécimo y decimosegundo. Por lo tanto,
del culto católico, resulta extraño que haya surgido es- son incorrectas frases tales como “subió al *onceavo piso”
pontáneamente en América, al parecer, sin precedentes en vez de “subió al undécimo piso o al piso once”.
en la Península.
*ONGs, *ONG’s, *Oenegés. La sigla correspon-
Oletear. Es un derivado de oler, verbo documentado diente a Organización No Gubernamental es ONG, oral-
desde los orígenes de la lengua castellana. El sufijo -ear mente deletreada o-ene-ge, con acento prosódico en la
tiene, a la vez, una connotación iterativa y otra despec- última sílaba. Según la norma académica, la sigla ONG
tiva. Oletear parece una formación exclusiva del lengua- no varía para el plural (se admite una s final en la pro-
je peruano vulgar y familiar. Oletear equivale al verbo nunciación). Debe escribirse, por lo tanto, “las ONG”.
castellano, igualmente peyorativo, oliscar y, a los sinó- No se admiten grafías tales como *ONGs u *ONG’s;
nimos generales husmear, fisgonear. El adjetivo, también esta última lleva el apóstrofo que en inglés significa ‘po-
exclusivo del habla peruana, oletón corresponde, por su sesión’ más una s de plural.
parte, al derivado peninsular oliscoso y a los equivalentes
de la lengua general fisgón, husmeador. Onomástico. Palabra de origen griego, significa ‘refe-
rente al nombre propio’ y, como sustantivo, designa el
*Omnibuses. Es un plural incorrecto de ómnibus, ex- ‘día del santo o santa cuyo nombre lleva una persona’
plicable por influencia de los plurales correctos autobu- (en España se prefiere la forma femenina onomástica).
ses, microbuses, trolebuses. Pero en estos casos el singular es Por lo tanto, en la lengua general onomástico es equiva-
una palabra aguda (autobús, microbús, trolebús) mientras lente de santo. Pero en el Perú, donde se ha perdido,
que ómnibus es esdrújula. Y la regla dice que las esdrúju- como en la Península, la costumbre de dar el nombre
las acabadas en -s no varían para el plural: la síntesis, las del santo del día al recién nacido, se usa santo u onomás-
síntesis; el paréntesis, los paréntesis, etc. Por lo tanto, tam- tico para referirse al cumpleaños; es decir, al ‘aniversario
bién debe decirse los ómnibus, y no los *omnibuses. del nacimiento’ de alguien, coincida o no su nombre
con el del santo del día.

230 231
Operático. Es un adjetivo derivado de ópera, italianis- Orgánico. Este derivado de órgano aparece en el DRAE
mo que designa la “obra teatral cuyo texto se canta, to- en acepciones relacionadas con la biología, la medicina,
tal o parcialmente, con acompañamiento de orquesta” los compuestos del carbono, las entidades colectivas,
(DRAE 2001); el nombre también se aplica al poema etc. Pero no figura en su última edición (de 2001) otra
dramático sobre el cual se basa la obra y al género musi- acepción ―modernamente difundida― que se refiere
cal constituido por esta clase de obras. La forma adjetiva a vegetales comestibles cultivados con abonos constitui-
correspondiente es, en el español general, operístico, -a; dos solo por materia orgánica, sin usar fertilizantes ni
pero en el Perú y en otros países de la América Meridio- insecticidas químicos. Esta acepción se ha calcado de la
nal y Central se prefiere la variante operático, -a al pare- que antes desarrolló el adjetivo inglés organic.
cer tomada del inglés correspondiente operatic.
Origami. Este término japonés, equivalente de paja-
Opimo, -a. Este adjetivo culto, que proviene del latín rita de papel, es de uso general en el Perú. Aunque su
opīmus, se usa en castellano desde principios del siglo estructura fonética no presenta dificultad para su pro-
XVI, con los significados de ‘rico’, ‘fértil’, ‘abundante’. nunciación en castellano, la palabra no ha tenido la di-
Pero también es temprana, en España y en América, fusión que podría haberse esperado. Ya don Miguel de
la variante incorrecta *ópimo, -a, que se explica por in- Unamuno creó el equivalente galicado cocotología, que
fluencia de otros latinismos esdrújulos, especialmente tampoco tuvo mayor difusión y solo aparece en el Diccio-
de óptimo, superlativo irregular del adjetivo bueno, ese sí nario de la Academia Española desde 1992. Allí también
correctamente esdrújulo. se incluye un compuesto culto equivalente: papiroflexia.

Orden del día. Esta frase nominal tiene sentidos dife- O sea. Esta frase ―equivalente de es decir, esto es, en
rentes según lleve artículo masculino o femenino. Así, el otras palabras― se ha hecho muletilla en todo el orbe
orden del día es la “determinación de lo que en el día de hispánico. Como locución expletiva fija, no varía para
que se trata debe ser objeto de las discusiones o tareas el plural: “dos docenas, o sea (no o sean) veinticuatro”.
de una asamblea o corporación” (por ejemplo, el Con- Variantes populares son o séase y aun u séase (esta últi-
greso de la República). En cambio, la orden del día es una ma, humorística). Pero en el habla familiar peruana ―o
expresión del lenguaje militar que se aplica a la orden más bien vulgar― o sea ha llegado a hacerse locución
“que diariamente se da a los cuerpos de un ejército o expletiva final que no lleva a ningún segundo término
guarnición señalando el servicio que han de prestar las supuestamente más claro: “dámelo ahora, o sea”.
tropas” (DRAE 2001).

232 233
Pp
Otorongo. Del quechua uturunku, designa en Sudamé-
rica a un felino también conocido como tigre, tigrillo o
jaguar (Leopardus onza, Felis onza, etc.), de manchas po-
lícromas, cabeza ancha y patas fuertes. El otorongo, aun-
que potencialmente antropófago, no es caníbal, es decir,
no come a los de su misma especie. Esta cualidad se des-
taca en el dicho otorongo no come otorongo, que significa
‘congresista no sanciona a otro congresista’ y se ha di-
fundido últimamente en nuestro lenguaje político, que
sí suele ser antropofágico.
Pachocha. En el habla familiar del Perú ―y también
Óvalo. Viene del latín ōvum ‘huevo’ (a través del italia- de Cuba, Venezuela, Colombia y Chile― se usa pachocha
no òvolo, con influencia de oval). Según el DRAE 2001, como variante de la forma general pachorra que tiene los
óvalo es la “curva cerrada con la convexidad vuelta sentidos de ‘flema’, ‘lentitud’. Pachorra, a su vez, parece
siempre a la parte de afuera, de forma parecida a la de un término de creación expresiva; se documenta en caste-
la elipse, y simétrica respecto de uno o de dos ejes”. De llano desde el siglo XVII. En el Perú se usa el adjetivo
esta compleja definición se deduce que óvalo no debe pachochudo aplicado a quien se comporta con extremada
aplicarse a lo que tenga forma de circunferencia (o círcu- lentitud. Derivados que no presentan asimilación con-
lo). Sin embargo, en Lima se dice Óvalo Gutiérrez, Óvalo sonántica son, en Colombia, pachorrear (sin equivalente
Higuereta, etc. en referencia a espacios públicos circula- en español general) y el uruguayo pachorriento, sinóni-
res. mo de pachorrudo.

Overol. En el Perú y en otros países de América, overol Palabras mayores. Según el DRAE 2001, palabras
designa el ‘traje de trabajo de una sola pieza’ (blusa, o mayores son “las injuriosas y ofensivas”. Este es el sentido
peto, y pantalón unidos: en España, mono). Overol re- original de dicha expresión nominal, y así se documen-
sulta de la adaptación gráfica del nombre inglés de esa ta en los clásicos. En el Perú y en otros países de Amé-
prenda de vestir: overall, literalmente ‘sobre todo’, por- rica, sin embargo, esta locución sustantiva ha sufrido
que al principio se sobreponía al traje usual para pro- cierto proceso, poco frecuente, de ascenso semántico:
tegerlo. El cómodo overol se ha impuesto como prenda palabras mayores son entre nosotros aquellas que se refie-
del vestuario de personas de los dos sexos, de cualquier ren a algo grave o importante.
ocupación y todas las edades.

234 235
Palabrear. En la lengua general apenas se registra Palta. Del quechua pállta(y), designa el fruto del palto,
un uso escaso e intransitivo del verbo palabrear con el términos que se usan, a partir del Perú, en el sur de
sentido de ‘hablar mucho’. En el Perú y otros países de América. En el resto del continente se ha impuesto el az-
América, en cambio, palabrear es un verbo transitivo que tequismo aguacate, que ha sufrido curiosas alteraciones
tiene el sentido de ‘intentar convencer a alguien de algo al pasar a otras lenguas (en inglés se llama avocado). No
hablándole profusamente’. El postverbal femenino pala- se explican los cambios semánticos negativos sufridos en
breada se refiere a la acción misma de apabullar con pa- el Perú por palta ‘preocupación’, ‘frustración’; paltearse
labras al interlocutor; quien lo tiene por hábito es cali- ‘abatirse’, ‘equivocarse’ y caído del palto por caído del nido.
ficado despectivamente como palabreador o palabreadora.
Panca. Representa la pronunciación castellanizada del
Palillo. En el Perú, Ecuador y Bolivia, se conoce como quechua p’anqa (con p glotalizada y k uvular); en espa-
palillo el condimento y colorante amarillo que en la len- ñol general se llama perfolla, espata. La panca se usa, en
gua general se llama cúrcuma. El nombre de palillo, lite- el Perú, para envolver la humita (no es un diminutivo
ralmente diminutivo de palo, se explica por la forma de sino la adaptación del quechuismo humint’a), una espe-
sus raíces (y no por la de su tallo, pues la planta carece cie de tamalito salado o dulce (tamal es un aztequismo);
de él). El palillo llegó a América con los descubridores y la panca del maíz se usa todavía para envolver cigarri-
conquistadores europeos, pero se difundió sobre todo a llos en Chile y otras partes. La forma prefijal despancar
partir de la importación de esclavos africanos, en cuyas es quitar la panca al choclo (del quechua chokkllo ‘maíz
comidas era elemento importante. En la moderna me- tierno’); despancado es el proceso mismo y despancador el
dicina naturista se atribuye al palillo cualidades curati- instrumento que se usa para esa tarea.
vas, entre ellas la de desinflamante.
Pan caliente. Esta expresión nominal está muy difun-
Pallar de la oreja. Parece uso exclusivo del Perú el dida en América (el Perú incluido). Equivale al pan fresco
de esta frase por lóbulo o perilla de la oreja, es decir, su de la lengua general; es decir, a aquel recién horneado
extremo inferior no cartilaginoso. Lo insólito es que el (que está, por cierto, más caliente que fresco). Y, como el
quechuismo pallar ha desplazado a los términos caste- olor del pan caliente convoca a la clientela, venderse como
llanos correspondientes para designar una parte del pan caliente es una expresión que se aplica a la merca-
cuerpo humano, ámbito léxico reacio a préstamos lin- dería que se vende rápida y totalmente. Este modismo
güísticos. Pállar (palabra grave en quechua) designa tiene, también, gran extensión americana, nuestro país
una leguminosa cultivada ancestralmente en el Perú y incluido.
hoy mundialmente difundida. Dato curioso: los pallares
se llaman lima beans en inglés americano, es decir, ‘gui-
santes de Lima’.

236 237
Panelista. En la lengua general, panel (tomado del in- Panudo. Este adjetivo es un moderno peruanismo
glés panel, con acento prosódico en la primera sílaba) derivado del sustantivo pana, término que tiene aquí el
designa el ‘grupo de tres o más personas escogidas para sentido de ‘tela de que está hecha una prenda de vestir
discutir en público sobre un tema determinado’. En casi elegante o cara’. Panudo tiene en nuestra lengua fami-
toda la América hispana (el Perú incluido) se usa tam- liar el significado más o menos despectivo o burlón de
bién el derivado panelista (del inglés panelist o panellist) ‘presumido’, ‘pagado de sí mismo’. De panudo se ha de-
para designar a cada uno de los (o las) participantes en rivado el verbo panudear o panudearse que significa ‘pre-
un panel radial o televisivo. sumir, alardear de algo’; la locución verbal tirar pana es
equivalente de panudear o panudearse.
Panetón. Palabra que proviene del italiano panettone,
designa un bizcocho de forma cilíndrica con la parte su- Papa. Es, en toda la América hispana, el nombre ori-
perior abombada que contiene, en su masa, trocitos de ginal del tubérculo (Solanum tuberosum) que fue y es bá-
diversas frutas confitadas. El panetón se consume en el sico en la alimentación popular del mundo entero. Esta
Perú y en otros países de América del Norte, del Centro palabra, quechua, no tiene relación con la latina papa
y del Sur, desde Méjico hasta la Argentina; la variedad ‘padre’ (de donde Papa ‘Santo Padre’) ni con su forma
difundida entre nosotros es la que procede de la cuidad afrancesada papá, introducida en castellano por los re-
de Milán. El consumo del panetón, popularizado en el yes Borbones en el siglo XVIII. Por cruce del quechua
Perú desde los inicios del siglo XX, es hoy característico papa ‘tubérculo’ con el arahuaco batata (equivalente del
de nuestra Navidad y de nuestras Fiestas Patrias. aztequismo camote) la papa se conoce como patata en la
mayor parte de España.
Panllevar. En el Perú y en otros países de América se
llaman cultivos de panllevar los de productos agrícolas de Papa caliente. En la lengua familiar y coloquial de
primera necesidad (excepto el de la caña de azúcar). toda la América hispana, el Perú incluido, la expresión
Este curioso compuesto de pan y llevar se explica por- nominal papa caliente retrata una situación, más o me-
que en castellano antiguo pan designaba también cual- nos grave o crítica y casi siempre urgente, que genera
quier grano del cual podía fabricarse. De ese uso salió la al mismo tiempo preocupación y expectativa. Se trata,
expresión nominal tierra de pan llevar, cuyos dos últimos sin duda alguna, de una traducción literal de la más an-
términos llegaron a unirse en el sustantivo masculino tigua expresión inglesa hot potato. Papa caliente se docu-
panllevar. menta en América desde el último cuarto del siglo XX;
también se documenta en la Península la expresión si-
nónima patata caliente.

238 239
Papamóvil. Es el vehículo blindado, con vidrios a Paradero. En el Perú y en otros países de América
prueba de balas, que usa oficialmente el Papa para des- se usa este derivado (a su vez, de otro derivado) para
plazarse en las ciudades que visita. En italiano, francés e designar lo que en la lengua general se llama parada o
inglés el término tiene ligeras variaciones; en italiano y apeadero: el lugar donde se detienen diversos tipos de
fran­cés es femenino por serlo en dichas lenguas el sus- vehículos colectivos para permitir la subida o bajada de
tantivo equivalente a automóvil, cuyo primer elemento pasajeros. Hay paraderos intermedios y finales, de ómni-
fue sustituido. El papamóvil estará siempre asociado a bus y de otros vehículos de transporte público. En Lima
Juan Pablo II, quien lo usó a partir del grave atenta- también hubo paraderos de tranvías; hoy los hay de una
do de 1981. Papamóvil no aparece en la última edición línea de grandes ómnibus municipales (y tal vez haya,
(2001) del DRAE. algún día, paraderos de tren eléctrico).

Paparazzi. Este italianismo (incluido ya en el DRAE Paralé. Este término coloquial tiene en el Perú (tam-
2001) empezó a usarse desde 1960, año en el que se bién en Chile) el significado de ‘rechazo brusco y con-
estrenó la película de Fellini, La dolce vita. Uno de sus tundente de lo dicho o hecho por un interlocutor o
personajes, el fotógrafo apellidado Paparazzo (pronun- adversario’. En cuanto a su origen, lo más probable es
ciado [paparátso]), tenía la misión de tomar instantá- que resulte del trastrueque del acento de intensidad de
neas, por sorpresa, a actores, actrices y otros famosos. ¡párale!, forma del imperativo, con pronombre enclítico
Es curioso que haya pasado al español como singular la expletivo, de parar ‘detener’. Se usa corrientemente en
forma italiana plural paparazzi; lo esperable habría sido las locuciones verbales poner un paralé y dar un paralé.
que el préstamo se tomara del apellido Paparazzo cuya Otra locución peruana equivalente es parar el macho (o
o final coincide con el morfema castellano de masculino los machos).
singular.
Parar la olla. En castellano, el verbo parar, del latín
Papelada. En el habla coloquial del Perú y de otros parāre, tiene, entre sus principales acepciones, la de ‘de-
países de la América hispana, papelada significa ‘ficción, tener el movimiento’. Pero en el Perú, en otros países
farsa, simulación’. Se usa sobre todo en la locución ver- de América y en Murcia (región situada al sudeste de
bal hacer la papelada que tiene los sentidos de ‘simular, España), parar(se) ha desarrollado el sentido de ‘estar o
fingir’ (y está sin duda en relación con hacer un papel en poner(se) de pie’. Olla, vieja palabra castellana, desig-
una obra de teatro, cine, etc.). Como sustantivo deriva- na el utensilio de cocina empleado para preparar los
do de otro sustantivo (papel) mediante el sufijo nominal alimentos. En el Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay,
-ada, papelada está en la línea de humorada, etc. Chile y Bolivia, la locución verbal parar la olla tiene el
sentido de ‘proveer de lo necesario para la alimentación
familiar’.

240 241
Parar la oreja. En el habla familiar del Perú y del Pasador. Se llama así el cordón, con herretes en las
resto de la América hispana, el verbo parar, en princi- puntas, que pasa por los ojalillos de varios tipos de cal-
pio sinónimo de detener, tiene acepciones que lo hacen zado y sirve para sujetarlo al pie. Es notable que este
más o menos equivalente de ‘ponerse de pie o ‘ponerse adminículo tenga tan diversos nombres en distintos paí-
inhiesto’. La locución parar la oreja significa ‘aguzar el ses de América: además de pasador ―usado en el Perú,
oído’, ‘prestar atención’, y se aplica sobre todo a ocasio- Ecuador y Chile― se documentan agujeta en Méjico,
nes en que ello se hace subrepticia o disimuladamente. trenza en Venezuela y correa, cinta, gavete y guato en otros
Es probable que estos usos americanos de parar por ‘po- países de nuestro continente.
ner en posición vertical’ y pararse por ‘erguirse’, ‘poner-
se de pie’ provengan de un antiguo asturianismo que Pasar desapercibido. Esta locución verbal, que sig-
no ha pasado a la lengua general. nifica ‘no ser notado o advertido’, es calco de la francesa
passer inaperçu y ha sido anatematizada por el purismo
Parihuela. En el Perú, Bolivia y Ecuador, es una sopa antigalicista durante dos siglos. Hoy, finalmente, se re-
de diversos mariscos y trozos de pescado, aliñada con conoce que la expresión pasar desapercibido forma parte,
cebolla, ajo, ají y otros condimentos. Pero, en español desde principios del siglo XIX, de nuestra norma cul-
general, parihuela es una camilla, usada para llevar he- ta, y que está legitimada por el uso paralelo del verbo
ridos o enfermos, que se fabrica con dos listones de ma- apercibir(se) con los sentidos de ‘percibir’, ‘darse cuenta’.
dera, unidos por una lona que deja libres sus cuatro
extremos. ¿Y qué tiene que ver una sopa de mariscos Pasar la voz. Esta locución verbal, propia del habla
con una camilla para heridos, enfermos o cadáveres? culta familiar peruana, tiene el sentido de ‘comunicar
La idea común de levantamuertos (véase) es subyacente a algo a alguien, llamar su atención’. Pasar la voz tiene un
la de sopa reconstituyente y a la de camilla usada para matiz de confidencialidad pero puede también referirse
portar cadáveres. a grupos más o menos grandes de interlocutores. Con
este mismo sentido se usa todavía en el Perú la locución
Parlante, altoparlante. El verbo parlar está docu- sinónima dar la voz. Y en el DRAE 2001 se consignan
mentado desde la época preclásica como sinónimo no otras dos expresiones equivalentes de pasar la voz y dar
estricto de hablar; cosa análoga sucede con sus respecti- la voz; ellas son echar la voz y soltar la voz, cuyo uso no se
vos participios parlante y hablante. Pero en el Perú (y en ha señalado en el Perú.
otros países de América) parlante y su compuesto alto-
parlante designan, como sustantivos, el ‘aparato usado
para amplificar sonidos’: lo que en la lengua general se
denomina altavoz.

242 243
Pasar por agua tibia. Este modismo peruano se re- Pata. En la lengua familiar del Perú, pata tiene, ade-
gistra en el DRAE 2001 como “pasar una prueba con más de sus acepciones generales, las de ‘amigo íntimo’ o
lenidad”; es decir, ‘ser objeto de excesiva benevolencia’ ‘fulano’; se usa más referido a varones, pero tiene tam-
en un examen, concurso, etc. Por eso se califica des- bién algún uso referido a mujeres: ella es mi pata, sin
pectivamente de pasado por agua tibia a quien se tiene embargo, no *ella es la pata de Juan. El derivado patero
por inculto o poco inteligente. El DRAE 2001 registra puede ser sinónimo de otro americanismo, amiguero, o
también, como peruanismo, ser (alguien) agua tibia con de adulador. De patero se deriva, a su vez, el sustantivo
el sentido de “no decidirse por idea alguna, carecer de abstracto patería, que tiene igualmente matices positivos
energía o personalidad”. y negativos; hacer la patería puede significar ‘demostrar
afecto sincero’ o ‘fingir afecto interesadamente’.
Pasarse de vueltas. En la lengua familiar y popular
del Perú, pasarse de vueltas significa ‘excederse’; esa lo- Pata de perro. Esta locución adjetiva ―pronunciada
cución verbal puede entenderse en sentido positivo o usualmente pata´e perro o pateperro― no varía según el
negativo, según lo determine el contexto. Son ejemplo género y se aplica, en nuestra habla familiar, a la per-
de ello estas oraciones: “se pasó de vueltas con su genero- sona callejera, poco hogareña, aquella que recorre las
sa donación”, “tomó demasiado vino y se pasó de vueltas”. calles (y también casas ajenas, tal vez por evitar el per-
Pasarse de vueltas tiene, en la Argentina, el sentido positi- manecer en la propia). El DRAE 2001 registra pata de
vo de ‘agotarse en el estudio o en el trabajo’. Vuelta, sus- perro en el Perú y nos adjudica, además, una extraña
tantivo femenino derivado del verbo volver, es ejemplo variante pataperro; registra, asimismo, el chileno patipe-
de rica polisemia en el español de todas partes. rrear por callejear.

Paseandero. En el Perú, y en otros países de Sudamé- Patear el tablero. En el Perú, esta locución verbal
rica, paseandero es quien tiene el gusto y la costumbre de tiene el sentido figurado de ‘abandonar súbita y brus-
pasear (o pasearse). En la lengua general, sin embargo, camente una discusión, juego o contienda en que se es-
este concepto se expresa con el derivado paseador, de taba perdiendo, evadiendo así la admisión del fracaso’.
poco o ningún uso en el Perú y aplicado, en todo caso, En otros países sudamericanos, este modismo presenta
a quien lleva de paseo a otro ―persona o animal― por ligeras variaciones semánticas. En Chile, Bolivia, Argen-
decisión propia o por encargo. Paseandero es una obvia tina y Uruguay, significa ‘ocasionar el fracaso de un pro-
formación sobre el gerundio paseando, así como curande- yecto voluntaria o involuntariamente’ y también ‘decir
ro sobre curando, rezandero sobre rezando, etc. o hacer algo inesperado’. La expresión patear el tablero
parece haber surgido del juego del ajedrez.

244 245
Patear latas. En esta locución, exclusiva del Perú, pa- ¿Pekín o Beijing? El nombre español tradicional de
tear tiene el sentido habitual de ‛dar puntapiés’ y lata es la capital de China es Pekín (o Pequín). Pero, desde me-
reducción de hojalata; estar pateando latas significa ‛estar diados del siglo XX, se ha difundido la grafía Beijing
sin trabajo y sin dinero’ y nos evoca la imagen de al- (pronunciada aproximadamente Beiyín), transcripción
guien que camina dando puntapiés ocasionales a diver- en alfabeto latino de los caracteres chinos correspon-
sos envases vacíos de hojalata diseminados por el suelo dientes (sistema pinyin), y difundida por las agencias
de una calle descuidada. Junto a estar pateando latas se noticiosas. En español no es obligatorio decir Beijing,
usa también la expresión ―que suele ser admonitoria― así como no decimos London por Londres ni Milano por
acabar (o terminar) pateando latas. Milán.

Pedilón. En el Perú y en otros países de América equi- Penar. En el Perú y en otros países de América penar
vale a pedigüeño: ‘quien pide, repetida e inoportuna- es, referido al alma de un difunto, ‘aparecerse’. El ori-
mente, cosas o favores’. El rechazo social ante este tipo gen de este uso está en la locución nominal alma en pena
humano se expresa en varios sinónimos, derivados tam- que identifica a la que sufre en el Purgatorio. En plural
bién de pedir, que tienen matiz despectivo: pedidor, pedi- se dice almas en pena pero, al reducirse la expresión, el
gón, pidón (en España); pedenche, pediche, pidiche, pidión plural de almas pasa a pena y penas designa a los espíritus
(en América). Pedilón entra en la serie de derivados ver- compelidos a vagar sin paz entre los vivos. Este uso de
bales con el falso sufijo -lón: dormilón, comilón o comelón, pena se documenta ya a fines del siglo XIX en el Dic-
reilón, etc. cionario de peruanismos de Pedro Paz Soldán y Unanue
(Juan de Arona).
Pegalón. En el Perú, Bolivia y Méjico se documenta
el uso familiar del adjetivo pegalón, pegalona como equi- Pendejo. Como sustantivo significa en español general
valente de pegón, pegona, términos de la lengua general ‘vello del pubis’; como adjetivo tiene en América dos
desconocidos entre nosotros. El derivado pegalón perte- áreas geográficas semánticamente opuestas. En Méjico,
nece a una serie americana de adjetivos (reilón, pedilón, América Central, Colombia y Venezuela, pendejo, -a es
mordelón, correlón, etc.) en los que el sufijo -ón ha sido ‘torpe’, ‘tonto’; pero en el Perú, pendejo es ‘vivo’, ‘astuto’.
desplazado por un supuesto sufijo *-lón cuya postiza ele En Bolivia coexisten ambos grupos semánticos. Consi-
inicial corresponde a la ele final de un radical combina- guientemente, pendejada es ‘bobada’ en el primer grupo
do con el sufijo -ón (como en los casos de burlón, adulón, de países, y ‘viveza’ en el Perú; el verbo apendejar(se) se
etc.). aplica también con sentidos opuestos según la zona. Y
pendejear se aplica, en el Perú, a personas, con el sentido
de ‘coquetear con quien no es su pareja’.

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*Peñizcar. En el Perú y en otros países de América se Performance. Este anglicismo, usado en el Perú y en
oye esta forma incorrecta de pellizcar, con su postver- otros países de la América del Sur, se considera “evi-
bal *peñizco y el aumentativo *peñizcón. Según el DRAE table” en el DPD (Diccionario panhispánico de dudas, de
2001, pellizcar viene del latín *vellicicāre, alterado en su 2005), pues puede (y debe) sustituirse por funcionamien-
consonante inicial por influencia de pellis ‘piel’ (pero to, trabajo, desempeño, rendimiento o comportamiento, según
la autorizada opinión de Corominas considera pellizcar se refiera a cosas (como un motor) o a personas, y tam-
como voz de creación expresiva). En algunos países ameri- bién por interpretación o actuación, si se refiere a quienes
canos se documenta todavía la antigua variante pelizcar, practican las llamadas artes del espectáculo (en inglés, per-
fonéticamente más cercana al latín pellis ‘piel’. forming arts).

Pepa. Es un falso derivado regresivo de pepita, del latín Pergeñar. Este verbo, de origen directamente ligado
pippīta, que significa ‘semilla de ciertas frutas’, ‘trocito con ingenio, tiene hoy los sentidos de ‘trazar, esbozar’
de oro’ y ‘tumor lingual de las gallinas’. Pepa tiene en y también ‘realizar, ejecutar’ (ya sea con mucha o poca
el Perú varios sentidos figurados: ‘meollo’ (la pepa o pe- habilidad). En España, pergeñar pertenece al nivel del
pita del alma), ‘rostro’ (pepón, -a es ‘persona agraciada’), habla coloquial; en América ―el Perú incluido― se cir-
‘gol’, etc. El más productivo es el uso de pepa por píldora, cunscribe al nivel del habla culta formal. Pero es im-
cápsula o pastilla, origen de una verdadera familia de perdonable ―en ambos continentes― la errónea pro-
palabras: pepear(se) ‘administrar o consumir pepas’, con nunciación *pergueñar, con sonorización de la segunda
su postverbal pepeo, y pepero, -a, quien las consume o las consonante.
administra, entre otras.
Perromuertero. La locución nominal perro muerto
Perezosa. Este adjetivo femenino sustantivado, obvio ‘fraude, trampa’ se documenta ya en la prosa ―y aun en
derivado de pereza, designa en el Perú y en otros países el verso― de algunos clásicos castellanos (especialmente
de América ―desde Méjico hasta la Argentina― una referida al trato con mujeres públicas). Hoy sobrevive
especie de silla constituida por un armazón plegable en las expresiones verbales hacer (o tirar) perro muerto, de
de madera y un asiento-respaldar de lona; en algunos gran vigencia en el habla coloquial de Chile y el Perú.
otros países americanos, el género cambia y el mueble Y es notable que su vitalidad haya propiciado ―previa
se conoce como perezoso, pero en ninguno de los dos fusión de ambos términos― la formación de derivados
casos el término pertenece al español general: en la Pe- como perromuertero ‘tramposo’ y el jergal perromuertear
nínsula, el mismo mueble portátil se llama silla de tijera o ‘trampear’.
tumbona; este último sustantivo se deriva del verbo tum-
bar ‘derribar’, de origen onomatopéyico.

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¿Perú o el Perú? Lo histórico, lo tradicional y lo ma- Piafar. Según el DRAE 2001, piafar, dicho de un ca-
yoritario es el uso del nombre de nuestro país precedi- ballo, es “alzar ya una mano, ya otra, dejándolas caer
do del artículo determinado: el Perú, del Perú, con el Perú. con fuerza y rapidez casi en el mismo sitio de donde
Pero últimamente se está difundiendo ―en parte por las levantó”. Sin embargo, en el habla culta de España
influencia del inglés, que influye, a su vez, en el lengua- y América prima la confusión de piafar con relinchar o
je periodístico― el uso de Perú sin artículo. Según la resoplar, tal vez por la probable simultaneidad de estas
doctrina académica, ambas opciones son lícitas, puesto acciones. Piafar se tomó, en el siglo XIX, del francés
que el artículo determinado antepuesto a Perú no forma piaffer, documentado desde el XVI con los mismos sen-
parte ―como en el caso de El Salvador― del nombre tidos que registra hoy el DRAE.
oficial del país.
Picapica. En la lengua general, este sustantivo, pro-
Peticionar. Un latinismo de la lengua general es peti- ducto de la reduplicación de una forma del verbo picar
ción; data de principios del siglo XV y su derivado peti- ‘causar escozor’, designa varias plantas cuyo contacto
cionario, de fines del XVI. A estas voces clásicas se aña- produce picazón. En el Perú y Guatemala, en cambio,
den en el siglo XX, en el español del Perú y del Cono picapica se relaciona con otra acepción del verbo picar,
Sur, el galicismo peticionar ‘pedir oficialmente a una au- la de ‘cortar en pedacitos’ y designa lo que en España
toridad’ y su derivado peticionante, que cumple función se conoce con el italianismo confeti. En Nicaragua, Pa-
adjetiva o sustantiva en competencia con el tradicional namá, Puerto Rico, Venezuela se emplea el sinónimo
peticionario. Peticionar, término propio del lenguaje jurí- papelillo; en el resto de América, en cambio, se usa una
dico y administrativo, figura ya en el DRAE 2001 como expresión meramente descriptiva: papel picado.
americanismo; no así su derivado nominal peticionante.
Picárselas. En el habla coloquial del Perú y del Cono
Peyorizar. En el habla culta peruana el verbo peyorizar Sur significa, según el DRAE 2001, “irse, por lo común
tiene el sentido aproximado de ‘menospreciar’. Peyori- rápidamente” (más bien, subrepticia y repentinamen-
zar es una formación doblemente anómala: primero, te). Equivale al peninsular pirárselas y a modismos como
porque solo contados verbos (relativizar, normativizar, poner pies en polvorosa o tomar las de Villadiego. Picar, de
colectivizar) se derivan de adjetivos terminados en -ivo étimo desconocido (tal vez término de creación expresiva),
(relativo, normativo, colectivo); segundo, porque ―conse- tiene entre sus usos el de ‘espolear el caballo’; pero no
cuentemente― peyorativo habría debido dar *peyorativi- parece haber relación entre esa acepción y la de ‘huir’
zar y no peyorizar. Peyorizar no se incluye en el DRAE que tiene picárselas.
2001 a pesar de que se documenta esporádicamente en
la lengua culta de España y América.

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Pichicata. En la lengua familiar del Perú y de otros Pilotear. Según el DRAE 2001, pilotear es una mera va-
países sudamericanos, pichicata designa a la cocaína; el riante de pilotar, término del lenguaje marítimo que sig-
verbo pichicatear se refiere a su consumo y pichicatero o nificaba “dirigir un buque, especialmente a la entrada
pichicatera a quien la inhala. Étimo de estos términos es o salida de puertos”, pero que extendió luego su uso a
el italiano pizzicata, traducido literalmente por pulgara- los de ‘conducir’ aviones, automóviles y otros vehículos.
da o pellizco, es decir la porción de polvillo o materia Pilotar es general en España, y pilotear es un americanis-
semejante que se puede tomar entre los dedos índice mo que ha desarrollado, a su vez, usos figurados tales
y pulgar. Aunque pichicata se usa también en Uruguay, como ‘guiar, dirigir (a una persona) en un asunto que
Paraguay, Bolivia, Chile y Argentina, lo más probable es conoce poco’.
que el término se haya tomado de este último país.
Pinta. En una de sus varias acepciones, pinta es el “as-
Pichiruchi. En el habla familiar del Perú, Chile, Boli- pecto o facha por donde se conoce la calidad buena o
via y Argentina este término (con sus variantes pichiruche mala de personas o cosas” (DRAE 2001). Entre nosotros,
y pichiriuchi) es la ‘persona insignificante’ en lo social y ser pura pinta equivale a ‘ser solo apariencia’, ‘aparentar
a aquella ‘canija, enclenque’, en lo físico; también a la cualidades que no se tienen’. El derivado pintón califica
‘neófita’ o ‘inexperta’. Se ha supuesto para pichiruchi un al hombre bien parecido y generalmente también bien
étimo araucano, o aun quechua. Pero es más bien pro- vestido; el femenino pintona no es de uso frecuente. En
bable que sea un término de creación expresiva; es decir, el Perú y en Venezuela, pinta se usa también en vez del
una especie de retrato fonético de la idea expresada. derivado de uso general pintada, sustantivo que tiene el
sentido de ‘letrero pintado en una pared’.
Piconería. En español general, picar (derivado de pico
‘instrumento punzante’) significa figuradamente “eno- Piña. En español piña es el fruto del pino. Por su aná-
jar o provocar a alguien con palabras y acciones” (DRAE loga superficie rugosa, en América se dio el nombre de
2001; en el Perú se prefiere la locución sacar pica); picar- piña al fruto que en guaraní tenía el nombre de ananás.
se es “ofenderse o enojarse por alguna palabra o acción Posteriormente se extendió la comparación a la piña
ofensiva o indecorosa” (DRAE 2001). Quien se pica es en de sal ‘trozo de sal gema’. En otra etapa de esta com-
España picajón o picajoso; en el Perú es picón. Y piconería plicada evolución semántica se calificó de piña de sal al
(o piconada) expresa entre nosotros la reacción negativa potaje muy salado. Por último, por contaminación con
ante el picón o la picona: “quien se pica, pierde”. el uso americano de salado ‘desafortunado’, piña llegó a
ser equivalente de mala suerte y desafortunado. Más tarde
aún, se derivó el adjetivo piñoso.

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Piola. Sinónimo de cordel, piola se usa en la América Pisar el palito. En el habla familiar del Perú, Chile,
subecuatorial. Se la ha creído de origen mapuche, pero Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina, este modis-
hoy se sabe que pasó a esa lengua indígena de Chile en mo expresa la idea de ‘caer en la trampa’, ‘ser víctima
el siglo XVIII, en tanto que se documenta en la Penín- de una celada’. Pisar es una antigua palabra castellana
sula desde el XVII. Su zona de mayor vigencia es la rio- que modernamente significa ‘poner los pies sobre algo’,
platense, donde tiene sentidos figurados tales como los ‘aplastar con los pies’; palito es el diminutivo de palo,
de ‘simpático’ y ‘despabilado’. En el Perú piola sobrevive que viene del latín palus ‘poste’. Una versión ―poco ve-
en la expresión familiar (no explicada) pasar piola ‘salir rosímil― explica este modismo por referencia a cierta
del paso’. jaula-trampa para pajaritos en la que el ave, al pisar un
cebo en forma de palito colocado a la entrada, pero en
Pionono. Se llama así un bizcocho cilíndrico relleno de el interior de la jaula, provoca que caiga detrás de él su
dulce de leche o mermelada y espolvoreado con azúcar puerta pendiente.
molida. La palabra nos vino desde Santa Fe de Grana-
da, en España. Allí, cierto pastelero creó, a fines del si- Pishtaco. En la sierra central del Perú se llama así a
glo XIX, un bizcocho enrollado, relleno y rematado por cierto personaje legendario. En el quechuismo pishtaco
una supuesta reproducción de la cabeza de Pío Nono (o es notable la presencia del fonema extrasistemático sh
Noveno): nada menos que el Papa que instauró el dogma (como en Áncash), resultado de un excepcional présta-
de la Inmaculada Concepción, declaró su propia infali- mo fonológico. La imagen del pishtaco es la de un ex-
bilidad y perdió los Estados Pontificios. tranjero blanco y de ojos azules que, sin embargo, re-
presenta al opresor Estado peruano. El pishtaco recorre
Pisado. El Diccionario de la Academia registra, en su los caminos en busca de víctimas a las cuales degüella y
última edición (2001), el adjetivo pisado, con su forma extrae la grasa corporal para usarla en la preparación
femenina pisada, en estos términos: “Perú. Dicho de una de ungüentos de usos diversos.
persona: Dominada por su pareja”. Sin embargo, este
uso no es exclusivamente peruano, pues se documenta Pista. Este italianismo dialectal ha tenido rica vida en
también en Venezuela para describir situaciones simila- castellano. De su sentido original de ‘huella, rastro’ que-
res que no se restringen a la relación de pareja. En la da el de ‘indicio seguido en una investigación policial’
lengua familiar peruana, el sustantivo compuesto saco- (con sus derivados despistar y despistado). Hay pistas de
largo es equivalente de pisado, en uso específicamente circo, de baile, de patinaje; de aterrizaje, de carreras, de
masculino. grabación, etc. Pero hay también un uso que parece ne-
tamente peruano: el de pista por calzada: es decir, ‘parte
de la calle comprendida entre las dos aceras’ (que acá,
como en otros países de América, llamamos veredas).

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Pitear. En el Perú y en otros países de América se pre- Piyama. Es la “prenda para dormir, generalmente
fiere esta variante, frente a la general pitar, con el sen- compuesta de pantalón y chaqueta” (DRAE 2001). Se
tido de ‘tocar el pito’; la razón puede estar en que pitar usa con artículo masculino en España y femenino en
tiene también, en parte de América, el significado de América (en el Perú, en ambas formas). Piyama viene
‘fumar’. Pero el uso más importante de pitear es, en el del hindi a través del inglés pyjamas. En España la j se
Perú, el figurado de ‘protestar ruidosa o airadamente pronuncia como en castellano, pero en América (donde
contra algo considerado injusto o arbitrario’; la revista el préstamo se tomó por vía oral) se dice piyama. En el
limeña Caretas ofrece a sus lectores un libre “teléfono Perú piyama se aplica ya a cualquier prenda de dormir,
para pitear”. incluido el camisón femenino.

*Pitoniso. En el habla coloquial del Perú y de otros Plantel. Según el DRAE 2001, tiene la acepción ameri-
países de América (Colombia, Venezuela, Uruguay, en- cana de “escuela”. Este significado resulta de una curiosa
tre ellos), *pitoniso es sinónimo de adivino; en la última evolución semántica: como derivado de planta, plantel de-
edición (2001) del Diccionario académico no aparece la signó primero un ‘conjunto de vegetales’; de allí pasó a
forma masculina *pitoniso, cuyo uso, sin embargo, está nombrar el ‘ganado selecto con que se inicia una empre-
documentado en algunas regiones de la Península. Pito- sa de ese tipo’ y, por último, el ‘personal entrenado que
nisa, del latín Pythonissa, término de origen griego, era dirige una institución’. En el caso de una institución esco-
la sacerdotisa del dios Apolo en la ciudad griega de Del- lar, plantel ha terminado por designarla como totalidad.
fos. La Pitonisa pronunciaba el oráculo a quienes acu-
dían a ella para conocer su porvenir. Plátano de la isla. Es en el Perú el fruto de una
planta herbácea de regular altura, especie Musa sapien-
Pituco. En el habla coloquial del Perú y de los países tum (no es árbol); se distingue por el color rosáceo de
del Cono Sur ―de donde proviene― se usa este térmi- su pulpa. ¿De qué isla provino? Pues de Tahití, descu-
no (el femenino es pituca) que tiene connotación peyo- bierta por marinos españoles en el siglo XVII. La isla,
rativa o despectiva, para designar cierto tipo humano llamada originalmente Otaheite, fue redescubierta en la
de nivel socioeconómico alto y de conducta refinada o época del virrey Amat y llegó a conocerse como la isla de
presumida. El derivado pituquería se aplica al grupo so- Amat. Prueba del origen del nombre plátano de la isla es
cial o clase correspondiente y también a cualquier rasgo que, hasta hace un siglo, subsistían en el Ecuador deno-
peculiar de su comportamiento. Apitucarse es ‘asimilar- minaciones del fruto que recordaban el de la isla: otayo
se’ a esa criticada forma de actuar. y otayete.

256 257
Platina. Se está olvidando el uso peruano de platina Plausible. Este adjetivo está relacionado con el sustan-
por ‘papel de estaño o aluminio con que se protegen tivo aplauso (que viene del verbo latino plaudĕre ‘aplau-
algunos productos tales como el chocolate’; actualmente dir’). Plausible se aplica, pues, a aquello que es ‘digno
se usa más la expresión papel de aluminio. Platina fue el de aplauso’, ‘laudable’, ‘loable’, ‘encomiable’, y también,
primer nombre aplicado al metal precioso que hoy lla- por extensión, a lo que es solo ‘admisible’ o ‘atendible’.
mamos platino, descubierto en el siglo XVIII en la Nue- Pero la semejanza fonética que hay entre plausible y po-
va Granada, hoy Colombia. Platinas se llaman hoy tam- sible induce a algunos al error de creerlos sinónimos. Y
bién algunas piezas achatadas de artefactos diversos; no lo son: plausible no es equivalente de posible, factible,
platinos son piezas específicas del motor de explosión. viable ni realizable.

Plato tendido. Plato viene del latín plattus ‘plano’ y Plegarse. En el latín popular, el verbo plĭcare tenía el
se registra en castellano desde el siglo XV. La locución sentido de ‘doblar haciendo pliegues, plisar’. Esa misma
castiza plato llano designa aquel que tiene poca profun- acepción tiene el castellano plegar, que en su forma pro-
didad. En la expresión sinónima plato tendido ―usada nominal plegarse significa ‘doblegarse, someterse’. Pero
en el Perú, Ecuador y Méjico― tendido resulta de una en el Perú y en otros países de Sudamérica plegarse ha
obvia aféresis de extendido, participio del verbo extender evolucionado semánticamente hasta significar ‘unirse,
(la locución plato extendido se conserva en Costa Rica). adherirse, incorporarse’ en relación con un grupo so-
Son expresiones americanas equivalentes de plato llano, cial o una ideología. Esta acepción, profusamente do-
tendido o extendido, plato pando en Colombia y Bolivia y cumentada desde hace más de un siglo, no figura, sin
plato playo en Argentina y Paraguay. embargo, en el DRAE 2001.

Poeta, poetisa. Hasta 1992, el Diccionario académico


Platudo, platuda. En el habla familiar del Perú y registraba poeta como masculino y poetisa como el feme-
de muchos otros países de América (de Cuba a la Ar- nino correspondiente. Cediendo a la presión feminista
gentina) estos términos califican a la persona rica y es- (que respondía a la idea de que el sufijo -isa es despec-
tán directamente relacionados con el nombre del metal tivo), en el DRAE 2001 se registra ya poeta como sustan-
precioso que sirvió ―y sirve― para hacer monedas y tivo común a ambos géneros. Pero en las dos acepcio-
medallas (plata, por otra parte, es equivalente familiar nes de poetisa se expresa una curiosa distinción entre
de dinero en todo el continente). El sufijo -udo tiene, en la “mujer que compone obras poéticas y está dotada de
estos como en otros casos, cierto matiz despectivo; platu- las facultades necesarias para componerlas” y la simple
do equivale, por lo tanto, a derivados de rico igualmente “mujer que hace versos”.
despectivos tales como ricacho o ricachón.

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Polar. En el Perú y en otros países de América, polar es Polo. Como nombre de una prenda de vestir, esta pa-
una moderna tela sintética usada para protegerse del labra no tiene relación con Polo (Norte, Sur), que es voz
frío. El material original fue el polyester spun (‘hilado de grecolatina: viene de una lengua de la India, de la cual
poliéster’), pero hoy se usa también, como materia pri- la tomó el inglés en el siglo XIX como nombre de un de-
ma, el plástico de las botellas vacías de uso diverso. La porte ecuestre. Hoy polo designa, en casi todo el mundo
voz polar, que nos recuerda el Polo, viene de la marca hispánico, una camiseta, deportiva (en inglés polo shirt),
de fábrica norteamericana Polarfleece (fleece es ‘fibra’), de tejido de punto de algodón y mangas generalmente
referida al forro de prendas de gran abrigo. En el Perú, cortas (en el Río de la Plata se usa el derivado polera).
polar puede ser sustantivo o adjetivo: frazada de polar o
frazada polar. Polvo de hornear. En la mayor parte de la América
hispanohablante ―desde Méjico y Cuba hasta Chile y
Politiquería, politiquero, politiquear. Son todos la Argentina― se emplea la locución nominal polvo de
derivados de política que, a su vez, viene del latín politi- hornear como sinónimo, o más bien sustituto, de leva-
cus ‘relativo a la polis, ciudad-estado griega’. Politiquería, dura en polvo; se trata aquí de una traducción literal de
politiquero y politiquear son términos característicos del la expresión nominal inglesa baking powder. En algunos
habla hispanoamericana, aunque se dan también en la de los países americanos se usa también, con el sentido
Península, sobre todo en el lenguaje periodístico. Politi- de polvo de hornear, la marca registrada Royal (pronun-
quero se documenta en el Perú y Colombia desde el siglo ciada como grave o como aguda). Pero el término de la
XIX como equivalente del peninsular politicastro, que lengua general levadura no ha caído, sin embargo, en
lleva el mismo sufijo despectivo que hijastro, padrastro o desuso en el español de América.
medicastro.
Ponchar. En el argot televisivo del Perú y Venezuela
Pollada. Es un obvio derivado de pollo, del latín pŭllus, ponchar significa ‘encuadrar y enfocar’, referido a una
íd., y designa el conjunto de crías de diversas aves ―es- imagen; en otros países de América, ponchar(se) tiene di-
pecialmente de las gallinas― que nacen juntas. Pollada ferentes acepciones, entre las cuales la más importante
es, en el Perú y en otros países de América, la reunión es la que lo hace equivalente de pinchar(se) ‘agujerear
diurna o nocturna en que se venden o invitan platos un objeto inflado’. Ponchar viene del inglés to punch, ver-
que consisten en porciones de pollo asado o frito acom- bo que tiene, entre sus varios sentidos, los de ‘golpear’
pañado de papas y algunas legumbres. Son formacio- y ‘agujerear’. Ponchar no figura en el Diccionario de la
nes peruanas análogas, que se refieren al plato princi- Academia (2001), pero sí, con errores, en el novísimo
pal servido, anticuchada, cebichada, frejolada y cuyada (esta e igualmente académico Diccionario de americanismos
formada sobre cuy, conocido en la lengua general como (2010).
conejillo de Indias).

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Ponerse las pilas. Es un uso moderno, sobre todo Poro. En el Perú y en otros países de América (Méjico,
americano, que tiene el sentido de ‘avivarse, despabilar- por ejemplo) se conoce como poro el pequeño bulbo co-
se, ponerse en acción’. Se refiere a la pila inventada por mestible de la raíz de la hortaliza que en español general
Volta en 1799, identificando así el organismo humano se llama puerro (del latín pŏrrum). Este sustantivo poro no
con un artefacto eléctrico. Por un desarrollo gramatical tiene nada que ver con el poro de la piel (del latín pŏrus)
popular, se llega a decir estar pilas por ‘estar alerta’. Car- ni con el poro (del quechua puru) que en otros países de
gar las pilas es ‘recuperar energías’ y tener las pilas puestas la América del Sur es sinónimo de mate, proveniente del
equivale a ‘estar listo para entrar en acción’. quechua mati, y que designa una pequeña calabaza seca
de diversos usos domésticos.
*Por abajo de. En el Perú y en otros países hispano-
americanos es frecuente ―aun en lengua “culta”― la Portátil. Es en principio un adjetivo invariable para el
locución adverbial incorrecta *por abajo de en vez de la género que se deriva del verbo portar ‘llevar’ y significa
correcta por debajo de. Abajo y debajo, formaciones prefi- ‘transportable’; por ejemplo, horno portátil, computado-
jales, ambas sobre el adjetivo bajo, se diferencian en que ras portátiles, etc. Diarios limeños de hace una década
abajo indica posición en un plano inferior indetermina- especifican ya el uso de este adjetivo sustantivado en
do, en tanto que debajo expresa situación en un plano género femenino: la portátil, con el significado de ‘gru-
inferior inmediato y situado en la misma vertical que el po de partidarios de un líder o de un régimen que son
primero. trasladados de un lugar a otro en vehículos motorizados
con el fin de que participen en diversas manifestaciones
Por descontado. Contar (del latín computāre) tiene la de adhesión o aplauso’.
acepción etimológica de ‘enumerar’ y la figurada de ‘re-
latar’. Entre las locuciones castellanas que incluyen su Posta. En el Perú se conoce como posta médica, posta
participio está por de contado con el valor de ‘por supues- sanitaria o de salud y también ―simplemente― posta,
to’, ‘sin duda alguna’. La forma prefijal descontar tiene tanto el ‘dispensario situado en un área suburbana o
entre sus acepciones la de ‘dar por cierto’; el mismo sig- aislada’ como el ‘centro de primeros auxilios y atención
nificado tiene la locución verbal dar por descontado, que médica de urgencia’ que puede estar incorporado a un
ha llegado a sustituir a la más antigua y antes general hospital o clínica. Esta acepción del italianismo posta se
dar por de contado. Aunque se documenta desde el siglo documenta también en Chile y Cuba, pero se desconoce
XVIII, por descontado solo es académica desde 1984. ―al parecer― en el resto de la América hispana y en la
Península.

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Postemilla. En el Perú y en otros países de América se Postular. Del latín postŭlare ‘solicitar, pretender’, se usa
llama así el ‘absceso que sale en la encía’, generalmente desde el siglo XVIII con el sentido de “pedir para pre-
a causa de una infección dental. Postemilla es un dimi- lado de una iglesia a alguien que, según derecho, no
nutivo de postema, que resulta de aféresis de apostema puede ser elegido” (DRAE 2001); hoy, en España, postu-
‘absceso’. El diminutivo postemilla se ha lexicalizado. Es lar significa “pedir por la calle en una colecta”, etc. Pero
decir, ha asumido un significado propio y ya no es más en el léxico político del Perú y otros países de América,
el nombre de cualquier postema pequeña, sino la denomi- postular tiene vigencia con el sentido de ‘pretender ser
nación específica de la postema que sale en la encía. elegido para un cargo público’; postulación y postulante
equivalen a candidatura y candidato.
Postergar. Viene del latín postergāre ‘dejar atrás’, ‘des-
airar, despreciar’. Según el DRAE 2001, postergar es “de- Predicamento. Significa en la lengua general “digni-
jar atrasado algo, ya sea respecto del lugar que debe dad, opinión, lugar o grado de estimación en que se
ocupar, ya del tiempo en que había de tener su efec- halla alguien y que ha merecido por sus obras” (DRAE
to”. De esta definición sale la acepción negativa, hoy vi- 2001). Pero en el Perú y en otros países de América pre-
gente en España: ‘tener en menos’, ‘perjudicar (a un dicamento ha desarrollado acepciones semánticamente
empleado) dando a otro el ascenso que por antigüedad opuestas a la académica: ‘dificultad’, ‘trance’, ‘aprieto’,
le corresponde’. Pero también sale de esa definición la ‘momento crítico’, ‘situación embarazosa’. Ejemplos: “la
acepción neutra de ‘diferir, aplazar’, hoy predominante pregunta me puso en un predicamento”; “todos se vieron
en América. en un gran predicamento”.

Post-it. Es, en principio, la marca registrada de un ar- Premunirse. Con el sentido de ‘proveerse, abastecer-
tículo de escritorio, hoy indispensable: el pequeño block se’ de algo, este verbo se usa desde el siglo XIX, pero
o taco de papel, de tamaño y colores diversos, cuadrado solo en nuestro continente. Es, pues, uno de los tantos
o rectangular, con el borde de uno de sus lados engoma- galicismos de América, explicables por la gran influencia
do o adhesivo. Post-it significa en inglés ‘pégalo’, ‘adhié- cultural ejercida en los dominios ultramarinos de Es-
relo’ ―temporal o permanentemente― sobresaliendo paña por la Francia de la Revolución y del Imperio. El
del borde de una página de libro o documento. Se debe francés prémunir es muy antiguo, pues se documenta
pronunciar póstit, no *pósit. desde el siglo XIV y, en su forma reflexiva se prémunir,
desde el XVII.

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Prerrequisito. En la terminología universitaria del *Preveer. En España y América es hoy frecuente con-
Perú y de otros países de la América hispana, está asen- fundir la conjugación del verbo prever con la de proveer.
tado el uso del anglicismo redundante prerrequisito (del Es cierto que los segundos elementos de ambos verbos
inglés prerrequisite, que se documenta desde el siglo representan, respectivamente, dos momentos distintos
XVII) como equivalente de requisito. El DRAE 2001 re- de la evolución fonética del mismo verbo latino: vidēre,
gistra ya prerrequisito, pero lo define solo (según lo exige que significa ‘ver’ y que dio, en castellano, primero veer
la sucesión pre-, re-) como “asignatura obligatoria y pre- y más tarde ver. Pero hoy son inaceptables en el habla
via a otra que también lo sea para alcanzar un grado”. culta formas verbales tales como *preveyó (por previó) o
La Academia se queda corta en cuanto al área geográ- *preveyendo (por previendo).
fica del término, que cree restringida a Chile y Puerto
Rico. Previsivo. En el habla familiar del Perú y otros países
de la América hispana, previsivo alterna con previsor para
Presidenciable. En el Perú y en otros países de Amé- calificar a la persona que suele anticiparse a lo impre-
rica se califica así a quien tiene méritos o posibilidades visto y disponer lo conveniente para superar previsibles
―o ambas condiciones― para ser Presidente de la Re- contingencias. Previsivo, derivado de previsión, está en la
pública. Presidenciable se ha formado sobre el sustantivo línea de otros adjetivos como compasivo (de compasión),
presidencia con el sufijo -able, que es principalmente (con comprensivo (de comprensión), compulsivo (de compulsión),
su variante -ible) un morfema verbal. Formas análogas a persuasivo (de persuasión), etc.
presidenciable son papable y la menos usada ministrable. La
Academia Española incluirá presidenciable en la próxima ¿Primero de marzo o uno de marzo? En la len-
edición del Diccionario oficial. gua culta del Perú y del resto de la América hispana,
se prefiere el número ordinal primero para identificar el
Pretencioso. Aunque este adjetivo, sinónimo de día inicial de cada mes: primero de marzo, primero de abril,
presuntuoso, está directamente relacionado con el sus- etc. En España, en cambio, es general el uso del número
tantivo pretensión, se escribe generalmente con c ―y cardinal uno en esos casos: uno de marzo, uno de abril, etc.
no con s― en la sílaba penúltima. La anomalía se ex- La variante preferida en América se documenta tam-
plica por el hecho de que el término se tomó, en el bién en algunas regiones de España, incluida Castilla,
siglo XIX, directamente del francés prétentieux. Hoy, donde no es tenida como incorrecta.
la lengua culta de España y América prefiere la grafía
pretencioso, sobreviviente de una larga campaña anti-
galicista.

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Privador. Va cayendo en desuso este adjetivo (tam- Promisor. Este adjetivo, equivalente de prometedor y
bién usado en Chile) que significa ‘voluble’, ‘mudable’, promisorio, no figura en la edición vigente (2001) del
‘inconstante’ y se aplica a quien, sin motivo aparente, Diccionario de la Academia. Pero se incluiría en la próxi-
va cambiando en su predilección por uno u otro ami- ma, según lo anuncia una de las Enmiendas y adiciones
go o amiga. Hay sin duda más privadoras que privadores, aprobadas por la Real Academia Española en 2001. Pro-
todos los cuales no tienen obstáculo para volver, en su misor es un latinismo del lenguaje jurídico, extendido
vehemente e inconstante apego, al amigo antes dejado luego a otras áreas del habla culta. Promisorio sí figura
de lado. Estos usos de privador parecen estar en relación en el DRAE 2001 con esta definición: “Que encierra en
con privanza en el sentido de ‘primer lugar en el aprecio sí promesa”.
o confianza de alguien’.
*Proviniente, *provinente. Estas dos formas, de-
Proactivo. En la lengua culta del Perú se ha difundido rivadas del verbo provenir ‘venir de’, son incorrectas: la
últimamente este adjetivo con los sentidos de ‘que actúa correcta es proveniente. Esas variantes incorrectas llegan
con iniciativa o previsión’, ‘que se anticipa a los aconte- hasta el nivel del habla culta en todo el orbe hispánico:
cimientos’, ‘que crea o controla una situación’. Proacti- el error se debe a confusión con algunas formas del ver-
vo se ha tomado del inglés proactive, que tiene análogos bo prevenir, y también del primitivo venir, en las cuales
sentidos; el término, vinculado primero a la psicología, la -e- de la sílaba tónica (la que lleva el acento de inten-
extendió luego su uso a todo el campo de las ciencias sidad, no escrito) se cambia lícitamente en -i- (como en
sociales, referido especialmente a una actitud positiva provino, vino, etc.).
que implica iniciativa y decisión.
Psicosocial (o sicosocial). Este adjetivo se asocia a
Progre. En el lenguaje político y periodístico de Amé- todo lo que tiene un origen simultáneamente social y
rica y España, se usa esta apócope de progresista para psicológico; es decir, a aquello que se refiere al indivi-
calificar a quien tiene ideas avanzadas y está a favor del duo en su aspecto social; el término se usa en inglés y
cambio social; el mote puede tener cierto matiz humo- francés (psychosocial) desde hace casi un siglo. Pero en el
rístico o despectivo. Progre se usa también en referen- Perú el adjetivo se emplea, además, sustantivado y con
cia a cosas relacionadas con actividades de la izquierda matiz político negativo: un sicosocial es un rumor falso
política (“un semanario progre”) y puede emplearse en que se disemina con el propósito deliberado de produ-
plural (“los escritores progres”). Progre no aparece en el cir un determinado impacto, generalmente negativo,
DRAE 2001. en la sociedad.

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¡Pucha! En el Perú y en gran parte de América pucha Punto de quiebre. En el DRAE 2001 aparece quie-
es variante eufemística de puta ‘prostituta’; se usa como bre como postverbal americano de quebrar (diferente de
interjección para expresar asombro, sorpresa y también los postverbales generales quiebra y quiebro). El DRAE
desagrado, fastidio. Pocos hablantes (y menos *hablan- no registra, sin embargo, la difundida locución ameri-
tas) tienen hoy conciencia del sentido primario de pu- cana punto de quiebre, ni tampoco su sinónima punto de
cha, término “apenas malsonante” en América. Como inflexión, equivalentes ambas de la inglesa breaking point.
eufemismo de eufemismo se documenta púchica, y aun pu- El punto de quiebre es aquel en que la línea representativa
chicana. También las expresiones interjectivas ¡la pucha!, de una idea o posición sufre un brusco cambio de direc-
¡pucha madre!, ¡pucha Diablo! y ¡pucha Diego! ción para asumir una diferente o aun opuesta.

Puenting. Este moderno sustantivo, híbrido de caste- Punto seguido, punto aparte. En la lengua gene-
llano e inglés, designa el deporte que consiste en lan- ral se indica punto y seguido cuando el texto continúa en
zarse desde un puente, sostenido por una cuerda, para el mismo renglón; punto y aparte cuando continúa en el
caer hasta determinada altura sin llegar a tocar, según renglón siguiente, con sangrado. Pero en gran parte
el caso, el suelo o el agua. Es creencia general que este de América, el Perú incluido, se suprime la conjunción,
deporte imita un rito de iniciación de adolescentes en pues se dice corrientemente punto seguido, punto aparte.
las Nuevas Hébridas, islas situadas en Oceanía. Puen- La supresión de la conjunción “y” podría explicarse por
ting no figura en DRAE 2001; en España se recomienda influencia de la expresión similar punto final.
reemplazar el término híbrido puenting por el derivado
castellano equivalente puentismo.

Punche. En el Perú y en otros países de América pun-


che equivale a fuerza, vigor, energía (en algunas zonas,
también a atractivo). Punche es un anglicismo del boxeo:
el inglés punch equivale a puñetazo. En sentido figura-
do, tener punche es en América tener brío, empuje, garra
(o atractivo, gancho). Ni punche ni punch se registran en
el DRAE 2001; sí en el DPD (Diccionario panhispánico de
dudas, 2005), que lo desaprueba por considerarlo angli-
cismo superfluo.

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Q
q
*¿Qué horas son? Esta forma de hacer la pregunta,
en plural, se comprueba en la lengua popular de mu-
chos países de América, el Perú incluido. Se trata de un
arcaísmo más entre los tantos que conserva nuestro cas-
tellano. Pero, en la lengua culta, la pregunta se hace en
singular: ¿qué hora es? En la respuesta, el verbo va en
singular solo si se trata de la primera hora: “Es la una”.
En los demás casos, va en plural: “Son las dos”, etc.

Queque. En el Perú y en casi todo el resto de la Améri-


Quedarse con los crespos hechos. Significa, en el ca hispana, este sustantivo (del inglés cake, íd., pronun-
Perú y otros países de América, ‘quedarse preparado ciado aproximadamente queik) sustituye en la lengua
para algo que no llegó a suceder’. Crespo es ‘rizado’ re- familiar a voces generales tales como tarta, torta, bizcocho,
ferido al cabello y también equivale a rizo y a tirabuzón: pastel, etc. El molde o vasija en que se hornea la masa se
‘rizo de cabello largo y pendiente’. Antes de la entrada llama quequera. No está claro el significado de queque en
de la electricidad en la peluquería, los crespos se hacían el modismo peruano estar hasta el queque, que equivale
con tenazas calentadas al fuego. Era, por eso, un fiasco a otros, igualmente peruanos, tales como estar hasta el
el quedarse con los crespos hechos. perno, estar hasta el cien; todos ellos tienen los sentidos de
‘estar mal’, ‘estar harto’, ‘estar en apuros’.
“...*que de la patria...” Este principio del cuarto
verso del coro de nuestro Himno Nacional debe pro- Querendón. En el Perú y en otros países de Améri-
nunciarse “que la Patria”, refiriéndose al “voto solem- ca significa ‘muy cariñoso’; en algunas zonas se aplica,
ne” mencionado antes. Pero como, a decir de Ricardo inversamente, al ‘mimado’, ‘consentido’ (en el Perú, en-
Blume, “la letra está metida con calzador” en la música greído). Una derivación regular sobre querer con el sufijo
del coro del himno, la sílaba que se pronuncia prolonga- -ón (que produce derivados verbales con función adjeti-
da (en otra nota) con alargamiento de la vocal e. El habla va) habría dado *querón (tal como mirar dio mirón). Pero
culta no admite una intrusa preposición de en “...*que en querendón se ha aplicado a querer un supuesto sufijo
de la patria...”. *-ndón, que incluye fonemas pertenecientes al radical
de verbos como responder (que da respondón).

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R
r
Quinceañero. Los tres elementos de este adjetivo son:
quince, año y el sufijo -ero. Quinceañero califica a ‛lo que
tiene quince años de edad o antigüedad’; pero en nues-
tra habla familiar quinceañero se ha sustantivado para
designar la ‛reunión con la que se celebra el decimo-
quinto cumpleaños de una jovencita’. Y últimamente se
ha llegado al extremo de abreviar quinceañero en quino,
extraño apócope que algunos indoctos cibernautas lle-
gan a transcribir como kino.

Quórum. En latín significa literalmente ‘de los cua- Radial. En el Perú, y en la mayor parte de la América
les’. Entró en el español, a principios del siglo XX, al hispana, el adjetivo radial ha desplazado al término de
parecer por intermedio del nombre de una institución la lengua general radiofónico, poco o nada usado entre
inglesa llamada Justices of the Quorum, grupo de jueces de nosotros. Radial es un obvio derivado de radio, entendi-
los cuales uno, específico, tenía que estar presente para do en este caso como acortamiento del compuesto ra-
que sesionara. Quórum es un sustantivo masculino. No diodifusión; el sufijo -al indica, cuando forma adjetivos,
tiene plural (el quórum, *los quórum) y no admite adje- relación o pertenencia. No debe confundirse el empleo
tivos como suficiente, poco o mucho: hay quórum o no hay americano de radial por radiofónico con las acepciones
quórum. generales de radial: ‘relativo al hueso radio’ y ‘relativo al
radio (mitad del diámetro)’.

Raglan. La manga que sale del cuello (y no del hom-


bro) se apellida así en recuerdo de Lord Raglan, militar
inglés que perdió un brazo en Waterloo y la vida en
Sebastopol (1855); Lord Raglan dio también nombre
a cierto “gabán con esclavina”. Antes se consideraban
correctas solo raglan y su variante aguda raglán (debida
a influencia del francés) pero no se aceptaban las que
tenían –n– epentética: ranglan y ranglán. Hoy se aceptan
las cuatro variantes.

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Ranking. Según el Diccionario panhispánico de dudas Rastrillar. Este verbo es derivado de rastrillo ‘herra-
(DPD), ranking designa la “clasificación jerarquizada de mienta del labrador’, que, a su vez, lo es de rastro, del
personas o cosas”. Este moderno anglicismo ha exten- latín rastrum. Rastrillar tiene en España diversas acep-
dido su uso a ambos lados del Atlántico hasta hacerse ciones relacionadas con la agricultura: una de ellas es
verdaderamente insustituible. No han tenido éxito, en ‘separar el cáñamo de la estopa’. Pero en América ha
cambio, su adaptación gráfica en ranquin ni su castella- desarrollado otras acepciones, en relación con las armas
nización en ranqueo. Pero sí tienen mucha vida, sobre de fuego; la más importante es ‘accionar el percutor an-
todo en América, el verbo castellanizado ranquear y su tes de disparar’. Otras son ‘disparar cualquier arma de
participio ranqueado, en usos adjetivos o, menos fre- fuego’, ‘quitar su seguro’ y ‘fallar en el disparo’. En el
cuentemente, sustantivos. Perú se usa también el derivado rastrillaje con el sentido
de ‘registro policial de cierta zona’.
Rasmillar. En el Perú y en otros países de Sudaméri-
ca, rasmillar es sinónimo no estricto de rasguñar o ara- *Rating. En la mayor parte de los países de la Amé-
ñar. Aunque puede estar relacionado con el nombre de rica hispana, esta palabra inglesa ―escrita también en
un pequeño mamífero carnicero (la rezmila), rasmillar español, según su pronunciación aproximada, reitin―
solo se trata allí de una simple hipótesis. Se aplica, más significa ‘índice de sintonía’ referido a programas de
bien, a las ligeras huellas dejadas en la piel por el roce televisión y radiodifusión. El Diccionario panhispánico de
con una superficie muy áspera o con el propio suelo. El dudas (de 2005) desaprueba abiertamente este difundi-
efecto se conoce aquí como rasmilladura o rasmillón, y en do anglicismo y recomienda usar en su lugar la locución
otros países sudamericanos como rasmillo o rasmillada. castellana índice de audiencia.

Raspadilla. Es en el Perú el equivalente del granizado Raya. Es un signo ortográfico (más conocido como
o raspado de otras partes, es decir, un ‘tipo de helado guión largo) que tiene en español usos específicos: 1.º
consistente en hielo desmenuzado con un cepillo espe- sustituye a los paréntesis ―inicial y final― cuando en-
cial y luego impregnado con jarabes diversos’. Quien lo cierra aclaraciones que interrumpen el texto (como en
prepara y vende es el raspadillero o la raspadillera, gene- la frase anterior “―inicial y final―”); 2.° precede, en un
ralmente ambulante. La función renominalizadora del diálogo, a lo que dice cada interlocutor; 3.° sustituye,
sufijo -illo, -illa ha sido siempre relevante en español: re- en una lista, el término que no se quiere repetir (como
cuérdense parejas de sustantivos tales como barba y bar- el nombre de un autor en una bibliografía). No debe
billa, garganta y gargantilla, etc., en las que el derivado confundirse el uso de la raya con el del auténtico guión
designa algo diferente de lo que nombra el primitivo. (véase).

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Rayarse. Raya es ‘toda línea angosta, larga o corta, Réclame. En el Perú y en otros países de América, el
recta o curva, trazada sobre una superficie lisa, con hen- galicismo réclame se refería antes a todo tipo de publici-
didura o sin ella’. Derivado de raya es el verbo rayar, que dad: gráfica, oral o escrita. Actualmente, entre nosotros,
en su forma pronominal rayarse tiene entre nosotros los su empleo se restringe a los medios modernos de co-
usos figurados familiares de ‘perder la paciencia, enco- municación radial y audiovisual. Pero la pronunciación
lerizarse, sobre todo de modo intempestivo’, y ‘enloque- réclame se debe a un error que es producto del desco-
cer, perder el juicio’; en el participio adjetivado rayado nocimiento de la lengua francesa: en vez de trisílaba y
están muy vivas estas acepciones. Últimamente se docu- esdrújula, la palabra es en francés bisílaba y aguda; ade-
mentan en el habla juvenil de España usos figurados de más la consonante inicial, alveolar en español, es velar
rayar(se) análogos a los comprobados hace décadas en en francés. La antigüedad de réclame en nuestro idioma
América. se remonta a los finales del siglo XIX.

Rebalsar. Es un verbo formado sobre balsa en su acep- Reclutada. Recluta es un galicismo del siglo XVI, que
ción de ‘hueco de terreno que se llena de agua’. Por posteriormente se aplicó al ciudadano llamado a prestar
eso, rebalsar significa “detener y recoger el agua u otro el servicio militar, por sorteo o por obligación. El sufijo
líquido de suerte que haga balsa” (DRAE 2001). Pero en -ada puede formar sustantivos femeninos, sobre verbos
el Perú y en otros países de América rebalsar(se) ha cam- acabados en -ar, que denotan acción, a veces con cierto
biado de sentido y es hoy sinónimo de rebosar, rebasar matiz despectivo; ejemplos de ello son alcaldada, paya-
o desbordarse, referido especialmente a un líquido que sada, animalada, burrada, perrada. Caso análogo es, sin
se derrama por encima del borde del recipiente que lo duda, el de reclutada, participio sustantivado del verbo
contiene. reclutar, que tiene el sentido de ‘torpeza, metida de pata
cometida por un recluta’.
Recatafila. Este viejo peruanismo (se ha considerado
como limeñismo) equivale a retahíla, término que, según Recontra. Es, en el Perú y en otros países de América,
el DRAE 2001, designa la “serie de muchas cosas que un morfema intensificador o ponderativo (equivalente
están, suceden o se mencionan por su orden”. Hila es del prefijo requete-) que se une a adjetivos, adverbios y
lo mismo que fila, y recata- parece ser mera variante de verbos: recontrasucio, recontramal, recontranegar, etc. Se
requete-, prefijo que en la lengua general incluye un ma- escribe también como palabra separada: recontra sano,
tiz a la vez intensivo y afectivo. Recatafila tiene además, recontra bien, recontra gritar. Recontra puede haber sur-
en el habla familiar peruana, cierto matiz humorístico o gido como expresión de rechazo en respuesta a contra,
despectivo. palabra con que, a su vez, se contesta un insulto o una
maldición para conjurarlos.

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Recorderis. En el Perú y en otros países de América Regresar. En español estándar regresar es ‘volver al
este seudolatinismo se usa todavía, en la lengua familiar punto de partida’: por ejemplo, “regresó tarde a casa”.
y con matiz humorístico, como equivalente de recordato- En el habla familiar de este continente se usa también la
rio en uso sustantivo: “aviso, advertencia, comunicación forma pronominal regresarse: “se regresó en seguida”, etc.
u otro medio para hacer recordar algo” (DRAE 2001). Es, asimismo, frecuente entre nosotros el uso de regresar
Con el mismo sentido ―pero menor frecuencia― se como verbo transitivo equivalente de restituir o devolver:
documenta la variante recordaris; también la locución “no me ha regresado el libro que le presté”. Pero nuestra
verbal dar (o hacer, o echar) un recordaris ‘hacer recordar habla culta formal no incluye estos dos últimos usos de
algo’ a alguien. regresar.

Recursearse. Este verbo pronominal, formado sobre Reilón. En el Perú y en otros países de América del Sur
el sustantivo recurso, es hoy de uso muy vivo en nuestra se usa reilón, reilona en vez de reidor, reidora, adjetivo re-
habla coloquial con el sentido de ‘agenciarse recursos ferido a quien ríe con facilidad o con frecuencia. En rei-
económicos por medio de diversos trabajos temporales lón la sílaba rei- corresponde a la raíz del verbo reír; en la
o esporádicos’, los cuales suelen superponerse a otra sílaba -lón una postiza ele antecede al normal sufijo -ón.
ocupación estable pero mal remunerada. La actividad Esa anómala ele es réplica de la legítima de derivados
correspondiente se llama recurseo. Quien la ejerce, el re- tales como burlón, adulón, etc. Otros peruanismos perte-
cursero (o recursera), debe hacer gala de labia efectiva y necientes a esta serie son pegalón (de pegar ‘golpear’) y
resistencia física. pedilón (de pedir); de uso menos frecuente son mordelón
y correlón.
Reglaje. En el Perú y en otros países de América es la
“vigilancia de un lugar o de una persona con el fin de *Reinvindicar. En el habla supuestamente culta de
cometer un asalto o atentado” (DRAE 2001). Es una ob- España y América ―el Perú incluido― se oye a veces
via formación sobre regla con el sufijo -aje; en este pro- *reinvindicar en vez de la forma correcta reivindicar.
ceso puede haber influido el galicismo espionaje. Reglaje Lo mismo sucede con los derivados correspondientes:
se vincula en el Perú al terrorismo y al secuestro. Por *reinvindicación, *reinvindicatorio, *reinvindicativo, etc. La
eso la policía rechaza el término cuando se aplica a sus n intrusa al final de la primera sílaba se explica por anti-
propias operaciones de seguimiento o vigilancia de de- cipación ―superflua― de la n legítima en que concluye
lincuentes. la segunda sílaba. Es decir, por asimilación regresiva epen-
tética.

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Relievar. En el Perú y en otros países de América se Repetipuá, repeticuá. Son variantes de un curioso
dice relievar en vez de relevar en su acepción de ‘elogiar, término de nuestra lengua popular. Curioso, porque no
exaltar’, ‘poner de relieve’; relevar se reserva especial- están claros ni la procedencia ni el sentido del supues-
mente para la acepción de ‘reemplazar, sustituir’ a al- to sufijo en sus distintas formas: -puá y -cuá. Y más cu-
guien en una función determinada. Se usa, asimismo, el rioso aún porque siendo repetipuá un sinónimo festivo,
adjetivo relievante por relevante en su sentido de ‘sobre- del sustantivo femenino repetición, se usa con el artículo
saliente, destacado’. Esta diptongación de la segunda e masculino: el repetipuá, un repeticuá. En cuanto al signifi-
de relevar puede explicarse por influencia del sustantivo cado, ambas formas se aplican específicamente a la repe-
relieve, tomado del francés relief. tición del consumo de una vianda en una misma ocasión.
Pero, por extensión, puede aplicarse a la repetición no
Rengo. En gran parte de América ―el Perú incluido― inmediata de un espectáculo o acto social.
se dice rengo, renguera, renguear en vez de renco, renquera,
renquear, variantes usuales en España. Todos estos tér- Repitente. Este derivado, que corresponde al partici-
minos ―de origen discutido― se refieren a quien co- pio activo de repetir, se usa en el Perú y en otros países
jea balanceándose, a causa de una lesión ―generalmente de América para calificar o designar al alumno desapro-
crónica― en la cadera. Los términos cojo y cojera tienen bado que debe repetir todos los cursos de un periodo
sentidos más amplios, pues abarcan la carencia, parcial escolar (o universitario) o solo una asignatura; la varian-
o total, de una o ambas extremidades inferiores. te repitiente también se usa en América. El DRAE 2001
solo consigna, con estos sentidos, el derivado repetidor de
Reo, rea. Reo viene del latín rĕus ‘acusado’, ‘persona la lengua general, usado igualmente en algunos países
que es parte de un proceso’; se documenta en castellano americanos.
desde el siglo XV. Aunque se usa corrientemente como
sustantivo invariable en cuanto al género (el reo, la reo) Republiqueta. Es un derivado del sustantivo república
su caso es distinto de aquellos de testigo y testaferro, cuyas con el sufijo diminutivo, de matiz despectivo, -eta; se do-
formas femeninas (*testiga, *testaferra) no son de habla cumenta en América desde el siglo XIX. Bolívar emplea
culta. El femenino rea, en cambio, se usa desde el latín dos veces el término en cartas a Santander: una para
clásico; está actualmente permitido y aun se llega a re- referirse a la naciente Argentina (6 de mayo de 1824);
comendar su uso. otra, en referencia al futuro Ecuador (19 de septiembre
de 1826). Republiqueta era un sinónimo no estricto del
peruanismo montonera; ambos términos designaban tro-
pas irregulares montadas y muy móviles de importante
papel en las guerras por la independencia americana.

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Res. En latín res era ‘cosa’, ‘propiedad’ (república vie- Restañar. En el habla culta del Perú y de otros países
ne de res publĭca ‘cosa pública’). En castellano res se usa, de América se oye la frase figurada restañar la(s) herida(s).
desde el siglo XIII, con el sentido de ‘cabeza de ganado’ Pero restañar viene del latín restagnare ‘inundar’ o ‘estan-
especialmente del doméstico: res vacuna, res caprina, res car’, referido al agua que se desborda y forma lagunas
lanar; el nombre de res se aplica también a cuadrúpedos o estanques; según el DRAE 2001, restañar es, análoga-
no domésticos como el jabalí o el venado. Pero en el mente, “detener una hemorragia o el derrame de otro
Perú y casi todo el resto de América res se restringe al líquido”. Por lo tanto, no puede referirse ―ni siquiera
ganado vacuno. Se llama carne de res o carne de vaca a la en sentido figurado― a una herida: se restaña la sangre
que, precisamente, suele ser la del toro; carne de terne- de una herida, no la herida misma.
ra es, generalmente, la del ternero. Curioso cambio de
género. Revesero. En la lengua familiar y popular del Perú
―también en la de Bolivia y Colombia― se califica de
Reservorio. Se tomó del francés réservoir(e), y ya apa- revesero o revesera a la persona mentirosa, intrigante,
rece en la edición de 1992 del DRAE como “depósito chismosa. Revesero, que no aparece en el DRAE 2001,
de sustancias nutritivas o de desecho destinadas a ser también puede aplicarse a diversos hechos o asuntos; en
utilizadas o eliminadas por la célula o el organismo”; estos casos, revesero es equivalente de enrevesado, acep-
también con la acepción peruana (americana) de “de- ción que sí incluye el Diccionario oficial. Revesero es un
pósito, estanque”; es decir, ‘lago artificial’. En el DRAE adjetivo derivado, obviamente, del sustantivo revés, en-
2001, una nueva acepción precede a esas dos: es la de tendido este como la cara opuesta al derecho, es decir, la
“población de seres vivos que aloja de forma crónica el que puede y debe mostrarse.
germen de una enfermedad, la cual se puede propagar
como epidemia”. Revocatoria. Es la forma femenina del adjetivo re-
vocatorio. Pero en el Perú y en otros países de América
Resolana. Es un término parasintético; es decir, a la vez se usa también, como sustantivo, en vez de revocación:
compuesto y derivado (compuesto, con el prefijo re-, y “anulación, sustitución o enmienda de orden o fallo por
derivado, por el sufijo -ana); la raíz es el sustantivo sol. autoridad distinta de la que la había resuelto”; “acto ju-
En España el adjetivo resolano, resolana se aplica al sitio rídico que deja sin efecto otro anterior por la voluntad
“donde se toma el sol sin que moleste el viento” (DRAE del revocante” (DRAE 2001). El uso sustantivo america-
2001) y el femenino resolana, sustantivado, designa di- no puede deberse a influencia de otros análogos, tales
cho lugar. En América resolana carece de usos adjetivos; como los de moratoria, dilatoria, ejecutoria.
en el Perú tiene el sentido de ‘irradiación solar a través
de una capa ligera de nubes’. En otros países de Améri-
ca presenta acepciones similares.

284 285
Riel. En el Perú y en la mayor parte de la América his- Rojimio. Este derivado de rojo se usa en el Perú, con
pana se usa el catalanismo riel para designar cada carril matiz humorístico o despectivo para designar a marxistas
de una vía férrea, mientras que en España ha prevale- o comunistas criollos. (El terminal de origen griego -imio
cido el anglicismo raíl, pronunciado a la española como no es un sufijo castellano, pero aparece en cultismos
bisílabo agudo. Acepción secundaria de riel es la de ‘ca- como neodimio o praseodimio, que designan determina-
rril por el que se desliza una cortina o cosa semejante’; dos elementos químicos.) Se usa también, como su equi-
en esta acepción, el catalanismo es común a ambos con- valente, el nombre propio Rogelio, que mantiene los tres
tinentes. Por otra parte, riel es muy antiguo en la lengua primeros fonemas de rojimio y se documenta igualmente
en su acepción, conservada hasta hoy, de ‘barra metálica en España.
pequeña’.
Rompehuelgas. Este sustantivo compuesto figura en
Roche. Este término, de oscura etimología y, al parecer, el DRAE 2001 como despectivo y coloquial, documen-
moderno peruanismo, llega hasta el nivel del habla cul- tado en muchos países de Hispanoamérica, el Perú in-
ta familiar. Roche es un sustantivo polisémico de género cluido. El DRAE lo remite a esquirol, curioso catalanismo
masculino, siempre asociado a una sensación de timidez difundido en la Península a raíz de las luchas obreras del
o bochorno. De roche se derivan el adjetivo rochoso, -a y siglo XIX. Esquirol y rompehuelgas designan a quien se
el verbo arrochar con su forma pronominal arrocharse, ofrece para ocupar el puesto de un huelguista, y también
todos términos de obvio significado. Algunos modismos al trabajador que decide no adherirse a una huelga.
formados sobre roche son tirar roche ‘menospreciar’ y co-
merse el roche ‘experimentar bochorno’, ‘sonrojarse’. Rompemuelles. Este gráfico término designa en el
Perú cierta elevación o lomo transversal que se levanta
*Rocear. Es una variante incorrecta del verbo transi- en la calzada para obligar a los conductores a reducir
tivo rociar, antigua palabra castellana que está en íntima la velocidad de sus vehículos. Desde el punto de vista
relación con el sustantivo rocío. Rociar, según el DRAE morfológico, rompemuelles está en la línea de rompehielos,
2001, es “esparcir en menudas gotas el agua u otro lí- rompecabezas, etc. En España su equivalente es una ex-
quido”. Este verbo se documenta desde el siglo XVI. presión aun más pintoresca: guardia acostado (en Colom-
Como en el caso de *vacear por vaciar, se trata aquí de bia, policía acostado).
un ejemplo de ultracorrección, nombre que en filología
se aplica al hecho de “corregir” aquello que, equivoca-
damente, se cree erróneo, con el resultado de caer, en
consecuencia, en un verdadero error.

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Romper la mano. Este modismo del lenguaje fami- Rozagante. Viene del catalán rossegant, participio de
liar peruano expresa la idea que en la lengua general rossegare ‘arrastrar’. En el siglo XVII lo tomó el castella-
denotan los verbos sobornar o cohechar y en América coi- no para aplicarlo a las vestiduras cortesanas, tan largas
mear. Equivalentes de romper la mano son los modismos que rozaban el suelo; más tarde, rozagante tomó los sen-
hispanoamericanos engrasar la mano, usado en Vene- tidos de ‘vistoso’ y ‘ufano’. Pero en el Perú y en otros
zuela, y calentar la mano, documentado en el Ecuador. países de América el término ha experimentado un in-
En español general, el modismo equivalente es untar la creíble cambio semántico: tal vez por etimología popu-
mano. Es explicable, en estas frases, la referencia a mano, lar (¿relación con sonrosado?), rozagante significa hoy, en
parte del brazo que tiene entre sus funciones la vergon- zonas de seseo, ‘de apariencia saludable’.
zosa de recibir la coima.
Rulero. En el Perú y en los países del Cono Sur este
Romper palito(s). Significa, en el habla familiar del sustantivo designa un ‘pequeño cilindro, generalmente
Perú y de Panamá, ‘acabar con una relación de amor hueco y de material plástico, en el que se enrolla un me-
o de amistad’. No está claro a qué palitos se refiere el chón de cabello para rizarlo’. Rulero es un derivado de
modismo, puesto que palito tiene en el Perú otros usos rulo, palabra de origen francés (rouleau) que en la Penín-
no generales: ‘aguja de tejer’; ‘cerilla’ (también llamada sula designa tanto el rizo o bucle como el cilindro rizador.
fósforo) y ‘palillo usado para llevarse a la boca trozos de En América se restringe el uso de rulo a la acepción de
comida china’. Romper palito(s) no aparece en el DRAE ‘rizo, bucle’.
2001, pero sí la registra el Diccionario de Americanismos
publicado en el año 2010 por la Asociación de Acade- Rumorar. En gran parte de la América hispana, des-
mias de la Lengua Española. de Méjico hasta Paraguay ―el Perú incluido― se docu-
menta el verbo rumorar(se) como equivalente del penin-
Rondín. Es el nombre peruano de la armónica, moder- sular rumorear(se). Este caso es excepcional en cuanto a
no y pequeño instrumento musical que consiste en una la distribución geográfica de los verbos terminados en
serie de lengüetas metálicas vibrantes, fijadas en una -ear y aquellos acabados en -ar, pues en la mayoría de es-
placa larga encerrada entre cubiertas de madera. La tos pares de variantes es la forma de la lengua general la
armónica, de origen europeo, se toca con los labios; el que termina en -ar, en tanto que la variante americana
sonido lo produce el aire espirado y aspirado. Rondín es o dialectal presenta el sufijo iterativo -ear. Un ejemplo
un obvio derivado de ronda. En Bolivia y Chile rondín es es el de fintear, que en la lengua general es fintar ‘hacer
sinónimo de ‘vigilante’. Es posible que la armónica haya amagos o ademanes’.
tomado el nombre de rondín por su probable uso como
medio de comunicación entre ronderos, rondadores o ron-
dines.

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Ss
Sacar la mugre. El sustantivo mugre es uno de los
excepcionales derivados regresivos que se presentan en
la morfología castellana, pues se deriva de los adjeti-
vos mugroso y mugriento, los cuales se originan, a su vez,
en la voz latina mūcor, -ōris que significa ‘moho’. Sacarse
la mugre es, en sentido figurado y en el habla familiar
del Perú, Bolivia y Chile, ‘esforzarse denodadamente’
al realizar cualquier actividad o ‘golpearse con fuerza’
cuando se trata de caídas aparatosas. Pero la variante
transitiva sacar la mugre parece exclusiva del habla pe-
Sábila. Es el nombre arábigo con que se conoce en ruana y se entiende como ‘golpear fuertemente’, ‘dar
gran parte de América ―el Perú incluido― la planta una paliza’.
que en España se llama áloe o aloe. La sábila (o zábila)
es de poca altura; sus hojas, puntiagudas y carnosas, se Sacar la vuelta. Esta expresión verbal, de uso muy
usan desde la antigüedad en medicina. Los españoles vivo en el habla peruana, significa ‘ser infiel al cónyu-
trajeron a América la sábila junto con la creencia de que ge o pareja’ y, de allí, ‘huir de la policía’, ‘comprar en
esa planta protege la casa contra la enfermedad y la des- otra tienda un parroquiano o caserito’, etc. Entre los de-
gracia. Por eso, todavía se ven sábilas suspendidas del rivados de esa locución verbal están la sustantiva sacada
dintel de algunas puertas. de vuelta ‘infidelidad’, ‘fraude’, ‘engaño’; sacavueltero (y
sacavueltera), calificación merecida por ciertos maridos
Sacar canas verdes. Esta locución verbal tiene el o mujeres y aun sacavueltismo como designación de esa
sentido de ‘hacer perder la paciencia’, ‘causar serias mala costumbre.
preocupaciones o disgustos’. No se conoce en España,
pero tiene, en cambio, una excepcional difusión ameri- Sacar roncha. En castellano es antiguo el término
cana, pues se documenta desde Méjico hasta Chile y la roncha (de origen incierto), primero como equivalente
Argentina. Cana ‘cabello blanco’ es un antiguo derivado de cardenal (cutáneo) y luego con el sentido de ‘pequeño
del más antiguo latinismo cano, sinónimo de albo. Pero bulto que se forma en la piel’ por efecto de un golpe,
en el español general, cano y albo han sido desplazados la picadura de un insecto o una intoxicación. La locu-
por el germanismo blanco, introducido en castellano a ción sacar roncha tiene en el Perú la acepción figurada de
través del francés. ‘irritar, encolerizar’, como reacción ante una afirmación
o acción acusatoria o simplemente desagradable para el
aludido.

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Sachet. Este sustantivo masculino viene del francés sa- Saltante. Es un adjetivo verbal, derivado de saltar, en
chet (pronunciado sashé), equivalente del castellano sa- su acepción de ‘sobresalir’. En la edición vigente (2001)
quito; probablemente se tomó a través del inglés por la del Diccionario de la Real Academia Española, saltante fi-
vía escrita. El nombre se aplica a una bolsita de plástico gura solo como peruanismo, pero parece haberse usado
flexible, herméticamente cerrada, que se usa para con- también en Chile. Como resultado del cambio semánti-
tener champú, perfume, desodorante o cualquier otro co, saltante se ha hecho equivalente de resaltante, deri-
líquido. La Academia no registra sachet en la edición vi- vado de resaltar ‘sobresalir’. Saltante y resaltante son, por
gente (2001) de su Diccionario, pero sí lo incluía en el otra parte, ejemplos de la plena vida del sufijo -ante en
Diccionario manual e ilustrado de la lengua española publi- la formación de derivados verbales que cumplen fun-
cado en 1950. ción adjetiva o sustantiva.

Saco. Este sustantivo viene del latín saccus (de origen Saltaperico. Este americanismo es un sustantivo com-
fenicio) que significaba ‘bolsa o costal en que se guar- puesto de una forma del verbo saltar y de perico; que hoy
dan cereales, dinero u otras cosas’ y también, por exten- es el nombre de un loro pequeño, pero en su origen es
sión, cierto ‘vestido tosco de crin usado antiguamente el diminutivo de Pero, variante anticuada del nombre
por campesinos y penitentes’. En América, Andalucía propio Pedro. En el Perú y en Cuba, saltaperico designa
y Canarias, saco ha desplazado, como nombre de una cierta planta cuyas flores son de uso medicinal. En esa
prenda de vestir masculina, a chaqueta y, específicamen- isla, Méjico y Venezuela, el nombre se aplica también
te, a aquella semejante denominada ―curiosamente― a cierto cohetecillo fabricado con un garbanzo seco re-
americana. cubierto de pólvora. Por último, en Cuba y el Perú se
moteja de saltaperico a la persona inestable y específica-
Sacolargo. Es, en nuestra habla familiar, un término mente al tránsfuga en la política.
despectivo y humorístico que designa al marido pisado;
es decir, a aquel dominado por su cónyuge. Saco es, en Saltón. Este adjetivo, derivado del verbo saltar, a su vez
este continente, sinónimo de lo que en España se llama del latín saltare, frecuentativo de salire ‘saltar’, significa
americana o chaqueta. Y un saco más largo que lo usual po- literalmente, en español general, ‘saliente’, ‘prominen-
dría encubrir unos testículos hipertrofiados (macroorqui- te’, ‘protuberante’: ojos saltones, dientes saltones. Pero en el
dismo), que son característicos ―como el retardo men- Perú (y también en Chile), saltón ha desarrollado varias
tal― del Síndrome X frágil, identificado hace casi medio acepciones figuradas, no referidas a las características fí-
siglo. sicas de una persona o un animal, sino al aspecto aními-
co y a condiciones no permanentes sino transitorias; se
dice, por ejemplo, que alguien está saltón o saltona para
expresar que está receloso, inquieto, nervioso por temor a
recibir alguna acusación o crítica.

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Salvataje. En el Perú y en otros países de América ― *Sánguche. Esta grafía reproduce la pronunciación
especialmente en los del Cono Sur― se usa el galicismo popular del inglés sandwich, designación mundialmente
salvataje (en francés sauvetage) como equivalente del cas- difundida del emparedado. El nombre imortaliza el títu-
tizo salvamento; entre nosotros, salvataje se asocia sobre lo de Lord Sandwich, tan dominado por la pasión del
todo al rescate de personas o embarcaciones en peligro. juego de cartas que se hacía llevar a la mesa de juego
En uso figurado, salvataje se aplica también al salvamento trozos de carne asada puestos entre tajadas de pan para
o salvación de empresas, instituciones o repúblicas en no tener que levantarse. Derivados americanos son san-
problemas; así se documenta en algunos textos políticos guchero, sanguchería, sanguchera. El DRAE 2001 registra
de José Carlos Mariátegui. la grafía inglesa sándwich, con una tilde que sigue una
moderna regla académica para la acentuación de ex-
Sancochado. Participio sustantivado del verbo sanco- tranjerismos.
char, es el equivalente americano del puchero o cocido es-
pañol: carnes y diversas hortalizas y tubérculos hervidos Santo. En el habla familiar y popular del Perú y de
en agua hasta resultar en un caldo que es igualmente otros países de Hispanoamérica, el adjetivo santo (que
consumido. El origen de la primera sílaba de sancochado viene del latín sanctus ‘sagrado’) se usa, sustantivado,
es hasta hoy un enigma; el primer Diccionario de la Aca- como sustituto de cumpleaños. El origen de este uso está,
demia, publicado en el siglo XVIII, la identificaba con obviamente, en la obsolescente costumbre de poner al
el sustantivo sal, pero después se descartó esta etimo- recién nacido el nombre de pila del santo o santa del
logía. En cuanto a usos figurados, en el Perú y en casi día, según el calendario católico. Este uso americano
toda la América hispana, se documenta sancochado con (no generalizado) se documenta, asimismo, en la Espa-
la acepción de ‘confusión’ o ‘desorden’. ña rural.

Sangre ligera. En el Perú y en otros países de Amé- Sapo. En español general, es el nombre de un batracio
rica, tener sangre ligera (o ser de sangre ligera) significa ‘ser de piel grisácea y verrugosa. En el Perú y en otros países
simpático’, ‘caer bien a los demás’; en algunas regiones de América, sapo sustituye a rana como denominación
se documenta la variante equivalente tener sangre liviana. del juego en que se arroja un tejo a la boca de una ima-
La expresión opuesta, tener sangre pesada, se usa igual- gen del animal. En el Perú y en otros países de América
mente en el Perú y en otros países americanos (en algu- se documentan importantes usos figurados de este tér-
nos se documenta su variante peyorativa tener sangre de mino: sapo ‘astuto’ y también ‘mirón’, con el femenino
chancho). sapa, y el verbo sapear ‘espiar’, ‘atisbar’, ‘fisgonear’.

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Sardinel. En el Perú, Colombia y Venezuela se llama Seco. Este adjetivo castellano viene del latín sĭccus y su
sardinel lo que en España se conoce como bordillo o encin- historia se remonta a los orígenes del idioma; en la len-
tado; es decir, el ‘borde de la acera o vereda’. El término gua general tiene el significado básico de ‘carente de
tiene un curioso origen, pues deriva del catalán sardi- agua o de humedad’, pero son numerosos los sentidos
nell, equivalente del castellano sardina. La etimología figurados que se documentan en diversas regiones de
expresa una comparación entre los ladrillos acostados España y América. En el Perú (también en el Uruguay),
de canto y pegados por su cara mayor, y las sardinas por ejemplo, seco puede entenderse como ‘profunda-
enlatadas. Parece producto de una evolución semántica mente dormido’: “se quedó seco”, en tanto que en Espa-
exclusiva del Perú el llamar igualmente sardinel a la ‘es- ña quedarse seco significa ‘quedarse súbitamente muerto’.
pecie de murito que delimita un jardín o lo separa de En el Perú, la Argentina, el Uruguay y Cuba tener seco a
la calzada’. alguien es ‘molestarlo’, ‘tenerlo harto’.

Sartén. De origen latino, este término es muy anti- Seguidilla. En la lengua coloquial del Perú y otros paí-
guo en castellano (siglo XIII). Sartén es el nombre de un ses de América del Sur y del Centro, este término tiene
utensilio de cocina metálico, redondo, de poca altura el sentido de ‘sucesión de hechos, casi siempre, adver-
y largo mango; se usa especialmente para freír. En Es- sos’: una seguidilla de robos, de accidentes, de enferme-
paña se dice mayoritariamente la sartén y el escaso uso dades, etc. Seguidilla es un obvio diminutivo de seguida,
con artículo masculino es de habla popular. En algunos sustantivo derivado del verbo seguir y documentado en
países americanos ―desde Méjico hasta Chile― alter- castellano desde el siglo XVI con la acepción peyorativa
nan ambas concordancias; en la Argentina, en cambio, de ‘vida rufianesca’. Pero en la lengua general actual
el sartén es la forma usual también en el habla culta. En seguidilla designa una ‘composición métrica de cuatro o
el Perú, se asocia su uso con el artículo femenino al ha- siete versos heptasílabos o pentasílabos’.
bla culta y con el masculino al habla popular.
Sencillo. En el Perú y en otros países de América, sen-
Sayonara. En el Perú sayonara designa una sandalia cillo equivale, como sustantivo, a dinero suelto o calderilla:
de plástico plana y sujeta al pie por dos tiras en ángulo, “conjunto de moneda de escaso valor” (DRAE 2001).
cuyo vértice se inserta en la suela entre el dedo gordo y Este uso, olvidado en España (había antiguamente mo-
los demás. El término se difundió a partir de la película nedas fuertes y monedas sencillas) constituye hoy un ar-
Sayonara (1957), basada en la novela homónima de J. caísmo de América. Se usa también el sustantivo feme-
Michener. Sayonara significa en japonés ‘que así ocurra’ nino sencilla como equivalente de sisa: sacar la sencilla, o
y se usa como fórmula de despedida equivalente de has- sencillear, equivale a sisar, y al sisador se le llama sencillero.
ta la vista. No la incluye el DRAE 2001. El femenino sencillera es también sinónimo de monedero.

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Sendos, sendas. Es un adjetivo distributivo plural (no Señero. En el habla culta de España y América este
tiene un singular *sendo, *senda). Significa ‘uno (o una) adjetivo se usa generalmente como sinónimo de sobresa-
para cada cual entre dos o más’. Es correcto decir “seis liente, destacado: figura señera tiene casi el estatus de una
alumnos recibieron sendos premios” (uno cada uno) o locución nominal. Sin embargo, el DRAE 2001 registra
“se aplicaron sendas multas a los infractores” (una a cada señero (del latín tardío *singularĭus) únicamente con el
uno). Pero sendos no equivale a ambos, ni a muchos, ni a sentido de “solo, solitario, separado de toda compañía”
grandes ni a fuertes. Es incorrecto decir “recibió de su pa- y, de allí, “único, sin par”. De esta última acepción pro-
dre sendos (muchos) golpes”, y es todavía peor “recibió viene sin duda la moderna ―y exclusivamente positi-
un *sendo (fuerte) golpe”. va― de ‘representativo de una colectividad por su ex-
celencia’.
Sentarse en la mesa. Por décadas se ha corregido
esta expresión verbal empleada como equivalente de Señito. Es diminutivo de seño, que a su vez es apócope
sentarse a la mesa, argumentando que la persona no se de señora, término usual de tratamiento para mujeres
sienta sobre la mesa, sino sobre una silla, a fin de comer casadas. La forma seño, en principio propia del lenguaje
en la mesa. El DRAE 2001 solo registra sentarse a la mesa, popular, se ha difundido en el Perú desde los progra-
pero el Diccionario panhispánico de dudas, de 2005, admi- mas de televisión de una popular animadora. La seño
te ya que son “perfectamente correctos” los usos anota- o señito es el prototipo del ama de casa y madre de fa-
dos de sentarse en la mesa. El uso es el amo del lenguaje. milia perteneciente a estratos socioeconómicos bajos o
medios: atada a las prosaicas tareas domésticas, su única
Sentón, sentanazo. Derivado de sentarse, con sufi- ventana al mundo suele ser la pantalla del televisor.
jo de aumentativo, sentón designa ―en el Perú y otros
países de América― la acción y efecto de caer sentado Señor. Viene del latín senĭor ‘más viejo’, pero ya en esa
o de nalgas, y también el hecho de esperar sentado por lengua se desligó del concepto de ‘mayor edad’ y se apli-
un tiempo generalmente largo. Para ambos usos vale la có, como tratamiento, a quien merecía respeto por su
frase darse un sentón. Sentanazo, peruanismo equivalente posición, aunque fuera joven. En el Perú y en otros paí-
de sentón, lleva un terminal (-anazo) anómalo en español ses de América, sin embargo, señor está perdiendo toda
(presente también en el peruanismo cuentanazo). relación con la idea de ‘respeto’ y se usa como mero
sinónimo de persona, hombre, sujeto, individuo, fulano. Ti-
tular de un tabloide limeño: “El señor que le disparó re-
gistra tres órdenes de captura”.

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Serenazgo. En la lengua general, el sustantivo sereno *Sétimo, *setiembre. Del latín sĕptem salió el caste-
y el adjetivo sereno, -a son de diferente origen latino. llano siete (por pérdida de p y m y diptongación de la
Como sustantivo, es en España el ‘vigilante nocturno primera vocal). Pero del derivado septĭmus salió séptimo, y
que hace rondas para garantizar la seguridad de los ve- de september, septiembre. Más tarde surgieron las variantes
cinos’ y también la ‘humedad de la noche’; como adjeti- sétimo y setiembre (con pérdida de la p final de sílaba), las
vo, sereno equivale a tranquilo, sosegado. Pero en el Perú y cuales llegaron al nivel de lengua culta. Hoy, la Acade-
en Bolivia, el sustantivo sereno ha extendido su significa- mia propugna restituir la p final de sílaba en séptimo y
do hasta designar al vigilante diurno o nocturno encar- septiembre, tanto en la lengua oral como en la escrita.
gado de cooperar con los vecinos y ponerlos en relación
con la policía en caso necesario. Su función se conoce, Shampoo. Es una transliteración de su étimo hindi y
en estos países, como serenazgo. pasó así al inglés en el siglo XVIII, a raíz de la conquista
de la India. El DRAE 2001 define, equívocamente, la
Serruchar el piso. Esta locución verbal figurada sig- forma castellanizada champú como “loción para el cabe-
nifica, en el Perú y en otros países de América, “traba- llo” y loción como “producto preparado para la limpieza
jar secretamente en contra del prestigio o posición de del cabello o para el aseo personal”; champú y loción no
alguien” (DRAE 2001), con el obvio fin de que pierda son, pues, voces equivalentes ni aun para el DRAE. El
uno u otra. Son también usos americanos característicos Diccionario panhispánico de dudas rechaza la grafía híbrida
la preferencia por serrucho sobre sierra para designar la *shampú, que combina el dígrafo sh, signo de la sibilante
herramienta correspondiente, así como la prevalencia palatal inglesa, y la tilde castellana sobre la u final.
del verbo serruchar sobre aserrar.
Sicosearse. En el Perú y en otros países de América,
Ser uña y mugre. La locución ser uña y carne se refie- este verbo, formado sobre sicosis (variante ya aceptada
re, en la lengua general, a dos (o más) personas unidas de psicosis) significa ‘angustiarse’, ‘amedrentarse’. Me-
por una amistad tan estrecha que las hace inseparables, nos usada que la forma reflexiva es la transitiva sicosear,
como la uña de la carne del dedo al que se adhiere. de análogo contenido semántico. En cuanto a lo formal,
Últimamente, sin embargo, en el Perú y otros países de el sufijo de frecuentativo -ear, generalmente pospuesto
América se prefiere la locución equivalente ser uña y mu- a sustantivos y adjetivos, tiene hoy gran vitalidad para
gre, variante más prosaica y vívida pero menos extrema, producir derivados verbales característicos del lenguaje
pues es más fácil separar la uña de la mugre que de la informal.
carne del dedo respectivo.

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Siempre. En la lengua oral del Perú y de otros países Simpático. En español general se aplica el calificati-
de la América hispana se constata aún el empleo del ad- vo de simpático o simpática a la persona de trato agrada-
verbio siempre desligado de su noción esencial de per- ble y cierto atractivo espiritual o intelectual; simpático es
petuidad o intemporalidad. En la frase ¿fuiste siempre al antónimo de antipático. Pero en la lengua oral familiar
cine anoche?, siempre alude a la posible superación de un y popular de varios países de la América hispana ―el
probable impedimento; en cambio, en siempre se divorció, Perú incluido― el adjetivo simpático, -a tiene matices,
siempre alude a una cierta sobrentendida vacilación ya igualmente positivos, asociados a cualidades personales
resuelta. Estos usos de siempre, que contradicen el senti- más bien físicas. Se califica, así, de simpático o simpática al
do básico del adverbio, empiezan a ser menos frecuen- hombre o a la mujer de rostro agraciado; es decir, bien
tes en el habla peruana. parecido o bien parecida.

Sietecueros. Este sustantivo masculino singular (un *Simposium. Del término griego ―transliterado―
sietecueros) se usa en el Perú y en otros países americanos symposion, que significa ‘banquete, festín’, se deriva la
en dos sentidos relacionados: ‘absceso muy doloroso palabra española simposio “conferencia o reunión de
junto a la uña de un dedo de la mano’ y ‘tumor callo- especialistas en que se examina o discute determinado
so que sale en el talón’, sobre todo a quienes caminan tema” (DRAE 2001). La Academia Española aconseja no
descalzos por el campo o la calle. En cuanto al primer usar la variante *simposium porque, si bien tiene base
elemento de este sustantivo compuesto, es conocida la latina, no es de uso tradicional en castellano y su moder-
función del numeral siete para expresar cantidades in- na difusión se ha hecho a través de la correspondiente
determinadas. forma inglesa symposium.

Similaridad. Este sustantivo abstracto, derivado del Sindicado. En el Perú y en otros países de la América
adjetivo similar, no se registra en el DRAE 2001. Allí solo hispana se usa hoy, como adjetivo, el participio sindicado
figura su equivalente similitud, latinismo de uso tradicio- ―del verbo sindicar― con el sentido de “acusado de in-
nal en la lengua culta. El étimo de ambos sustantivos es fracción de las leyes penales” (DRAE 2001). Sindicar por
símil, cultismo castellano. El Diccionario panhispánico de acusar es un viejo uso castellano, olvidado hoy en Espa-
dudas, publicación de la Real Academia Española, con- ña por efecto del predominio de las modernas acepcio-
sidera que similaridad es un “calco rechazable del fran- nes del verbo y de sus derivados, relacionadas casi todas
cés similarité o del inglés similarity”. Tratándose de un con los sindicatos o uniones de trabajadores.
difundido cultismo, sin embargo, es probable que esté
incluido en la próxima edición del DRAE.

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Sindicalizar. En varios países de la América hispana, Sismo, seísmo. Con el sentido de ‘terremoto’, ‘tem-
el Perú incluido, este verbo, derivado del adjetivo sindi- blor de tierra’, en España se usa la forma etimológica
cal, significa ‘constituir un sindicato a base de un grupo seísmo (del griego seismós ‘sacudida’). En América se pre-
de trabajadores’ y, en su forma pronominal sindicalizar- fiere la variante sismo, de la cual han salido todos los
se, ‘unirse (los trabajadores) para formarlo’. En España derivados, que son de uso general (sísmico, sismología,
solo se usa en esos casos el verbo sindicar (o sindicarse). El sismografía, etc.). El DRAE 2001 no registra el adjetivo
rechazo americano de este verbo puede haberse debido antisísmico, y consigna asísmico como americanismo res-
a la supervivencia, en parte de nuestro continente, de tringido al Perú, Chile y Guatemala. Tampoco incluye
un viejo uso de sindicar, olvidado en la Península: el de sismorresistente, sinónimo algo usado en España.
‘señalar’, ‘acusar’.
*Slash. Es un término inglés que significa ‘tajo’, ‘cor-
*Sindrome. La palabra síndrome, esdrújula y de origen te’, ‘cuchillada’, ‘puñalada’ y también, en uso adjetivo,
griego, significa ‘conjunto de síntomas’ y, por extensión, ‘sesgado’, ‘inclinado’; slash wound es ‘herida por arma
‘conjunto de factores que caracterizan una sensación u blanca’; slash pocket se llama el bolsillo de ojal. En el len-
obsesión’: síndrome de Down, síndrome de Estocolmo. En el guaje administrativo y secretarial peruano, slash ha des-
Diccionario panhispánico de dudas (2005) hay una explícita plazado al término español correcto barra oblicua (o,
condena de la pronunciación de síndrome como palabra simplemente, barra). Y ese hecho se constata aun entre
grave: “Es voz esdrújula. No son correctas ni la pronun- quienes tienen escaso o nulo conocimiento del idioma
ciación ni la grafía *sindrome”. Mensaje para el Colegio inglés.
Médico del Perú.
Sobrado. Es el participio adjetivado de sobrar, verbo
Sine qua non. Es una expresión latina que significa derivado de la preposición sobre que se documenta des-
‘sin la cual no’ y se usa, sobre todo, referida a una con- de los orígenes del idioma castellano. En el Perú y en
dición: condición sine qua non. Como qua es en latín un otros países de la América del Sur, sobrado (o sobrada)
pronombre femenino, esa expresión no se aplica a un califica a la persona creída, pagada de sí misma, petulante,
sustantivo masculino castellano tal como requisito: habría presumida, envanecida. Sobrarse, a su vez, es manifestar un
que decir requisito sine quo non (y en plural condiciones o alto concepto de sí mismo; sobradera, como sustantivo
requisitos sine quibus non). Hay que procurar que los lati- abstracto, implica esa cualidad negativa de la persona
nismos (que no son indispensables) no se conviertan en petulante. En otros países sudamericanos, se prefiere el
latinajos. derivado sobrador como equivalente de sobrado.

304 305
Sobrecoser. En el Perú, como en casi todos los paí- Sobretiempo. Tomado del inglés overtime, designa en
ses americanos, desde Méjico hasta la Argentina, se usa el Perú las horas extra(s) que se trabajan fuera del horario
el verbo compuesto sobrecoser como sustituto del castizo habitual; esta locución se construye con los verbos hacer
sobrecargar, que el DRAE 2001 define así: “coser por se- o trabajar. El campo semántico de sobretiempo se extiende
gunda vez una costura redoblando un borde sobre el para designar, asimismo, el jornal ganado en ese lapso y,
otro para que quede bien rematada”. Existen, sin em- en el ámbito del deporte, para referirse al tiempo suple-
bargo, testimonios del uso peninsular de sobrecoser en el mentario que se juega al final de un partido. Sobretiempo
siglo XVII; este es uno de Gonzalo Correas: “Aguxita, se documenta también en Chile.
que sabes hazer?/ apulazar i sobrecoser”. (Apulazar es
aquí equivalente de remeter, en su acepción de ‘meter Solapa. Esta palabra, de origen incierto, se documen-
más adentro’.) ta desde el siglo XVIII como designación de la parte del
traje o vestido “correspondiente al pecho, y que suele ir
Sobre manila. En nuestro país y en otros países de doblada hacia fuera sobre la misma prenda de vestir”
América se llama así un ‘sobre hecho de papel grue- (DRAE 2001). Solapa tiene, en la lengua familiar perua-
so de color amarillo oscuro’. La expresión resulta, sin na, el uso figurado que en la lengua general tiene sola-
duda, de reducción de otra: sobre de Manila, en la cual se pado. Pero solapa, femenino como sustantivo, funciona
menciona el nombre de la capital de las Islas Filipinas, aquí como adjetivo calificativo invariable para el género
lo mismo que en locuciones tales como mantón de Manila y a veces para el número (gesto solapa, sonrisa solapa, son
y cáñamo de Manila. Pero lo que no está claro es el nexo bien solapa); puede además cumplir función adverbial
semántico entre el color amarillo oscuro, el sobre de pa- (lo hizo solapa, por solapadamente). Solapear ‘disimular’ es
pel y la capital filipina. raro.

Sobre medida. En el habla culta del Perú y otros paí- *Soldada. Aunque data ya de muchos años la incor-
ses de América es corriente esta expresión adverbial, poración de la mujer al ejército de diversos países, el
en vez de la castiza a la medida, para referirse ―espe- sustantivo soldado no admite en correcto castellano la
cialmente― a la ropa confeccionada de acuerdo con las forma femenina *soldada. No es lícito decir *una ague-
medidas corporales de cada cliente. Se trata aquí de un rrida soldada peruana; lo correcto es (aunque nos suene
claro galicismo: la frase francesa que traduce es, exacta- mal) una aguerrida soldado peruana. El sustantivo soldada
mente, sur mesure. En España, el galicismo sobre medida designó en su origen la ‘paga de un militar mercenario’;
tiene un uso restringido al nivel semiculto de la lengua. a esta familia de palabras pertenecen igualmente sueldo
‘remuneración periódica’ y el verbo soldar con todos sus
derivados.

306 307
Soplar la pluma. Esta locución verbal no figura en la Sosías. En el Perú se dice comúnmente sosías por so-
edición vigente (2001) del Diccionario académico; tam- sia: “persona que tiene parecido con otra hasta el punto
poco en diccionarios de americanismos, con excepción de poder ser confundida con ella” (DRAE 2001). En la
del último publicado por la Asociación de Academias comedia de Plauto titulada Anfitrión, este rey tiene un
de la Lengua Española en el año 2010. Allí se consigna criado llamado Sosia, cuya identidad usurpa Mercurio.
como uso exclusivo del Perú con esta definición: “elu- Molière hizo una refundición de esa comedia clásica, y
dir una responsabilidad o acusación atribuyéndosela a en francés Sosia se escribió Sosie, pronunciado aproxi-
otros”. Pero, en nuestra habla familiar, esa locución ex- madamente Sosí. Esta í tónica en la segunda sílaba po-
presa solamente el hecho de eludir una responsabilidad dría explicar las variantes americanas sosías y sosía.
endilgándosela a otro y no llega a tener el grave sentido
de ‘acusar a un inocente’. Soya. Esta palabra viene de la japonesa shoyu ‘planta
leguminosa de origen asiático’ que designa también su
Soplón. Este derivado del verbo soplar tiene, en el ‘fruto comestible, rico en proteínas’. La palabra se intro-
español común, las acepciones figuradas de ‘delator’, dujo en Europa escrita de dos modos: soya y soja; ambas
‘chismoso’ y ‘acusón’ (o acusete). Pero en el Perú soplón es formas son hoy igualmente válidas. En casi toda la Amé-
término específico para designar al ‘policía no unifor- rica hispana se prefiere la variante con la consonante
mado al servicio de la autoridad política’, y soplonería se palatal: soya. En los países rioplatenses y en la Península,
aplica al ‘cuerpo de policía de investigaciones’. Ambos en cambio, se escribe y se pronuncia con la consonante
términos se usan desde el siglo XIX, en los tiempos del velar: soja.
presidente del Perú Andrés A. Cáceres. Entonces era
corriente sospechar que fueran soplones ciertos supues- Spa. Designa, en gran parte del mundo, el estable-
tos mendigos o vendedores ambulantes. cimiento dedicado a la cultura física y abarca también
otras actividades deportivas o de distracción. Spa es el
Sorpresivo. Es un americanismo que tiene más de un nombre de una ciudad belga, famosa por sus aguas
siglo de uso en el Perú. No es sinónimo estricto de sor- medicinales y los establecimientos a los que han dado
prendente, adjetivo que se refiere a ‘lo que sorprende’, origen. En el Perú, el spa tiene unos veinte años y su
sin relación con el tiempo. Sorpresivo, derivado del pos- pronunciación incluye, normalmente, una vocal inicial
tverbal sorpresa, es, en cambio, ‘lo que sucede inespe- e. Este hecho responde a una característica fundamen-
radamente o por sorpresa’. El DRAE 2001 ya registra el tal de la fonología castellana, lengua en la que no hay
americanismo sorpresivo, pero no el adverbio derivado sílabas monoconsonánticas; por eso, la Fundación del
sorpresivamente. Español Urgente recomienda escribirla con e inicial y
tilde en la segunda sílaba: espá.

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Statu quo. Esta locución latina, usada principalmente Suelto de huesos. Esta locución adjetiva o adverbial
en el lenguaje diplomático, resulta de la reducción de la (con variación de género y número en el adjetivo suelto)
frase in statu quo ante, que significa ‘en el mismo estado se usa en el lenguaje coloquial del Perú y el Ecuador;
en que se hallaba antes’, refiriéndose al asunto de que puede incluir el adverbio inicial muy: muy suelto de hue-
se está tratando. Son alteraciones inaceptables de statu sos. En otros países de América, tales como Chile, Bo-
quo la forma frecuente *status quo y la aún más alterada livia, Argentina y Uruguay, la expresión equivalente,
*estatus quo. Y hay que recordar que el último elemento documentada también en Ecuador, es suelto de cuerpo.
de la locución, quo, se pronuncia quó y no qúo. En cuanto al significado, se califica a alguien como suelto
de huesos cuando muestra despreocupación, desenfado o
*Strictu senso. Es una variante errónea de la frase aun descaro en su forma de actuar.
latina stricto sensu (o sensu stricto) que significa ‘en senti-
do estricto’. En el Perú y en otras partes, sin embargo, Sudaca. Es un término despectivo del habla coloquial
*strictu senso llega al nivel del habla culta (o de la que de- de España que se aplica al sudamericano (y, por exten-
biera serlo), y aun desluce la prosa de alguno de nues- sión, a otros hispanoamericanos). Según la última edi-
tros más célebres escritores. Como *a groso modo (por ción (2001) del DRAE, sudaca es un “derivado irregular”
grosso modo) y *de motu propio (por motu proprio), *strictu del gentilicio sudamericano mediante el sufijo despectivo
senso es ejemplo de lo que el ilustre filólogo Rufino José -aco, -aca. Según otras opiniones, sudaca es un peculiar
Cuervo llamaba “latín de cocina”. acrónimo del gentilicio sudamericano, formado por sus sí-
labas primera, segunda y quinta (su-da-ca).
Suba. Este postverbal de subir se ha difundido última-
mente, en el léxico peruano de la economía, para desig- Sumatoria. En la lengua culta de una gran parte de
nar la subida o alza de precios de algo. Suba se usa desde la América hispana, desde Méjico hasta la Argentina
el siglo XIX en la Argentina y países vecinos (se trata, ―el Perú incluido― este sustantivo femenino tiene el
al parecer, de un galleguismo). Y es muy curioso que significado de ‘suma de sumas’ o ‘suma total’. Sumato-
suba aparezca ya, con esa localización rioplatense, en el ria no se consigna en el DRAE 2001; su uso se explica
Diccionario de peruanismos de Juan de Arona (Pedro Paz por extensión de ese término, matemático, a la lengua
Soldán y Unanue), publicado en Lima a fines del siglo común. En el lenguaje matemático, una sumatoria per-
XIX. mite representar sumas de muchísimos sumandos, o
de un número indeterminado de ellos.

310 311
Tt
Suspense. En el habla culta de España se usa este
término (tomado, a través del francés, del inglés sus-
pense) para designar la “expectación ansiosa por el de-
sarrollo de una acción o suceso, especialmente en una
película cinematográfica, una obra teatral o un rela-
to” (DRAE 2001). La América hispana, históricamente
acusada de anglicista y galicista, prefiere, sin embargo,
añadir una nueva acepción al adjetivo español sustan-
tivado suspenso.

Tablista. Este sustantivo, derivado de tabla, designa en


el Perú (y en Colombia) al ―o a la― deportista que en
inglés se llama surfer y en el resto del mundo hispánico
surfista. El deporte (surfing), que consiste en correr olas
sobre una tabla ―de madera u otro material― es anti-
quísimo en Hawai (por eso la tabla se llamó entre noso-
tros tabla hawaiana). Los ingleses descubrieron este de-
porte a fines del siglo XVIII y desde mediados del XX
tiene difusión mundial. El Perú cuenta con campeonas
mundiales en este alpinismo de las olas.

Tabloide. Diario de formato pequeño profusamente


ilustrado y caracterizado por su sensacionalismo, tabloi-
de aparece en el DRAE 2001 como uso americano. Pero
es un anglicismo general, derivado de Tabloid, que a fi-
nes del siglo XIX era marca comercial de diversos pro-
ductos achatados y comprimidos, entre ellos algunos
medicamentos. Aplicado a diarios de formato reducido,
el nombre se difundió desde principios del siglo XX.
El primer tabloide peruano fue La Crónica, fundado en
Lima en 1912.

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Tagarote. De probable origen bereber, este término Tal por cual. Esta locución nominal, claramente pe-
se documenta desde el siglo XIV en castellano, como yorativa, puede aplicarse a ambos sexos: el tal por cual,
nombre de cierto halcón y con las acepciones figura- la tal por cual, con una fuerte connotación de injuria o
das de ‘hombre alto y desgarbado’, ‘hidalgo pobre’ y desprecio. Conservada en el Perú y en otros países de
‘escribiente de notario’. En Costa Rica tagarote significa Hispanoamérica, la expresión tal por cual ha perdido,
hoy ‘glotón’ e ‘inescrupuloso’; en Guatemala, ‘ventajis- sin embargo, algo del fuerte cariz despectivo que tuvo
ta’ y ‘abusivo’. Tagarote designa en Arequipa al ‘hombre en la lengua clásica: en ella, una tal por cual era, abier-
importante solo por su poder o su dinero’. El término tamente, una prostituta; un tal por cual se decía de un su-
tiene también algún uso en el habla familiar de Lima. puesto hijo de puta.

Tajador. En español general tajar es ‘cortar en partes *Talvez. Como variante de la expresión adverbial tal
con un instrumento filudo’. El verbo se aplicaba tam- vez, que tiene el sentido de ‘acaso, quizá’, se usa ocasio-
bién a la acción de ‘afilar la pluma de ave’ para escribir nalmente en varios países de la América del Norte, del
con ella. De este uso viejo puede haber salido el ameri- Centro y del Sur (el Perú incluido) la forma fusionada
cano (Perú y otros países) de ‘sacar punta a un lápiz con talvez. Pero la fusión de tal y vez no se acepta aún en la
un pequeño instrumento llamado tajador’ (en español lengua culta. Por cierto que la diferencia entre tal vez
general se prefieren los equivalentes sacapuntas y afi- y talvez solo se nota en la lengua escrita, puesto que la
lalápices). Por otra parte, no deben confundirse tajar y pronunciación es idéntica en ambos casos.
tajador con tarjar y tarjador; tarjar es ‘contar por medio
de muescas hechas en el palo llamado tarja’; tarjador es *Tan es así, *tal es así. En el Perú y en otras partes
quien hace este trabajo. de América llega al nivel del habla culta el uso de lo que
el Diccionario panhispánico de dudas llama “construcción
Talán. Como sustantivo masculino, es un término de ponderativa”: *tan es así; la variante también incorrecta
la lengua general de carácter onomatopéyico, porque *tal es así no llega al habla culta. Ambas formas corres-
intenta reproducir el sonido de las campanas; por eso se ponden a las correctas tanto es así y tan así es; esta última
usa también reduplicado: talán, talán. Pero en el habla respeta la norma gramatical de que el adverbio apoco-
familiar peruana, talán ha experimentado un importan- pado tan (en vez de tanto) solo puede anteceder a un
te cambio semántico, pues a pesar de que su propia es- adjetivo o a otro adverbio, pero no a una forma verbal.
tructura fonética remeda el tañido de una campana, ha
llegado a significar ‘rumor reciente’, ‘última noticia que
se transmite con misterio’. Talán es propio del lenguaje
popular y se documenta en nuestros tabloides conoci-
dos también como diarios chicha.

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Tampoco tampoco. Esta locución resulta de la re- *Tarjar. Es error frecuente en el habla peruana el uso
duplicación del adverbio de negación tampoco, a su vez de *tarjar en vez de tajar (un lápiz, por ejemplo), lo mis-
formado por la unión de tan (apócope del adverbio de mo que *tarjador por tajador. Tarjar viene de tarja, docu-
cantidad tanto) y del adjetivo o adverbio poco. La for- mentado desde el siglo XV en su acepción de ‘escudo’
ma compuesta tampoco cumple la función de negar algo, (tarjeta es su diminutivo); por extensión, tarja se llamó
después de una negación anterior. Estilísticamente, esta cierta moneda con un escudo. Y luego, por contamina-
expresión reduplicada implica cierto rasgo de humor ción, tarja suplantó a taja como nombre del ‘palo en que
ligado a otro de énfasis. Tampoco tampoco es una expre- se hacen muescas para llevar una cuenta’. En el Perú
sión, relativamente nueva, que parece exclusiva del ha- tarjador es el ‘trabajador portuario que usa la tarja para
bla oral e informal del Perú. contar la carga’. Tarjar es también, aquí, ‘tachar lo escri-
to’ y tarjadura equivale a tachadura.
Tapar el sol con un dedo. En el habla familiar del
Perú y de otros países de América, este modismo verbal Tarjetazo. Del francés targette ‘escudito con la divisa
tiene el sentido de ‘intentar ocultar, infructuosamente, de su dueño’ salió tarjeta (de visita); sus derivados son
un hecho negativo o censurable’. A veces el modismo tarjetero ‘utensilio en que se guardan tarjetas’, tarjetón
incluye otro verbo, inicial, tal como querer, pretender o ‘tarjeta grande’ y tarjeteo ‘intercambio frecuente de tar-
intentar; este lugar puede ser también ocupado por la lo- jetas’. A estos se suma el peruanismo tarjetazo, en que el
cución verbal no poder. El verbo tapar es, en algunos paí- sufijo -azo significa ‘golpe’ (propinado, figuradamente,
ses, sustituido por cubrir u ocultar. Tapar el sol con un dedo con una tarjeta personal u oficial). Es decir, el pedido o
se documenta, también, aunque con menos frecuencia, la recomendación que indebidamente se trasmite entre
en la Península. funcionarios y personas influyentes.

Táper. En el habla ―y la vida― doméstica peruana, Tarsana. Es el nombre peruano (del quechua taqsana)
esa útil ‘vasija de polietileno y tapa hermética’ tiene de la corteza de un árbol de la familia de las Sapindá-
hoy un papel protagónico: contener y transportar los ceas, usada para lavar o limpiar la ropa. Su empleo ha
alimentos que consumen, fuera de casa, escolares y tra- sido casi descartado desde la difusión de los modernos
bajadores y también guardar víveres crudos o cocidos detergentes químicos desde mediados del siglo XX. En
en la refrigeradora o en el congelador. Táper es la trans- el sur del Perú, tarsana alterna con quillay, nombre arau-
cripción castellanizada del apellido de Earl Tupper, es- cano, del mismo árbol, documentado en el castellano
tadounidense que inventó el recipiente a mediados del de Chile, Bolivia y la Argentina. Queda por explicar, en
siglo pasado. En España se documenta la marca com- tarsana, la sustitución de la consonante uvular oclusiva
pleta, Tupperware, castellanizada en tuperbare. En el Perú sorda quechua, final de la primera sílaba, por una al-
se usa también el plural tápers y el diminutivo tapercito. veolar vibrante múltiple sonora.

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Taxear. Es un moderno derivado de taxi, a su vez pro- Tela. Es una palabra castellana muy antigua, pues coin-
ducto del acortamiento de taxímetro, más el sufijo –ear, cide con la misma palabra latina. Lo esencial en una tela
también presente en bicicletear, pilotear, etc. Aunque es que la forman muchos hilos entrecruzados o entre-
taxear no aparece en el DRAE 2001 se incluye ya en el tejidos, y que es un objeto bidimensional aunque, por
Diccionario de americanismos, publicado por la Asocia- supuesto, no deja de tener cierto espesor. Los significa-
ción de Academias de la Lengua Española en 2010, con dos de tela son numerosos en España y América, el Perú
mención de su uso en varios países de América, entre incluido. Pero el uso peruano más notable es el de tela
los que no se incluye el Perú. Pero taximètre fue en su como adjetivo invariable para el número: “los almuer-
origen el nombre del aparato eléctrico que contaba la zos estuvieron bien tela”; es decir, ‘pobres’ o ‘escasos’. El
distancia recorrida y el precio del servicio; su uso data, uso y abuso de tela como adjetivo suele ser claro indicio
en Francia, de 1907. de un idiolecto realmente muy tela.

Teclo. En el Perú y otros países de Sudamérica es un *Tema. En España y América se abusa hoy del sustan-
sinónimo ―familiar y festivo― de anciano. Su femenino tivo tema como equivalente de problema o asunto. Pero un
es tecla, término que no tiene relación con la tecla de un problema (o un asunto) se convierte en tema solo cuando
instrumento musical (palabra de origen también incier- es objeto de estudio, disertación, conversación o debate.
to). Una reciente hipótesis etimológica asocia teclo ‘viejo’ Notables académicos españoles han perdido ya la pa-
con tecle ‘señor’, ‘anciano reverenciado’, voz totonaca o ciencia ante esta demostración de pobreza verbal. Uno
azteca con la cual ―según el cronista Bernal Díaz del de ellos, el ilustre lexicólogo Fernando Lázaro Carreter,
Castillo― se dirigió a Hernán Cortés cierto cacique. llegó a decir que “el nefando tema [...] abunda hasta la
náusea”. Otro, no menos ilustre, Gregorio Salvador, in-
Tecnología de punta. En el Perú y en casi todo el cita a no votar por “ninguno de esos políticos que con-
resto de la América hispana, se llama tecnología de pun- funden los temas con los asuntos”.
ta a la más moderna y avanzada. Este uso, tomado del
francés technologie de pointe, se documenta desde el si- Templarse. En el habla familiar peruana, templarse
glo pasado. En España se prefiere la locución tecnología equivale a enamorarse y estar templado (o templada) a estar
punta. La voz tecnología se registra en castellano desde el enamorado (o enamorada). Templar, del latín těmperare ‘mo-
siglo XVIII. El sustantivo punta ―del latín puncta, feme- derar’, ‘combinar lo frío con lo caliente’, se documenta
nino de punctus, del verbo pungěre ‘punzar’― designa el en castellano desde el siglo XIV. Los usos figurados de
“extremo agudo de un arma blanca u otro instrumento templarse por enamorarse no son exclusivos de nuestro
con que se puede herir” (DRAE 2001); como adjetivo y país, pues se registran igualmente en el habla coloquial
en sentido figurado, punta alude a lo más “avanzado y de Bolivia y de Chile, país este en el cual se dan también
reciente en su género”. los sustantivos temple y tiemple como equivalentes del de-
rivado peruano templadera ‘enamoramiento’.

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Tener esquina. Esquina es una antigua palabra cas- Tenida. En el Perú y en otros países de América, esta
tellana, de probable origen germánico que tiene hoy la forma del verbo tener, sustantivada, designa un traje o
acepción principal de intersección o arista que forman vestido que se usa en ocasiones determinadas: tenida de
dos paredes unidas en ángulo recto. La locución verbal luto, de gala, de viaje; tenida, a su vez, traduce literalmente
tener esquina parece exclusiva del habla familiar perua- la forma verbal francesa ―sustantivada― tenue, de usos
na, y puede significar ‘tener experiencia’ o ‘reaccionar análogos. El americanismo tenida está sin duda en rela-
con aplomo’. Tener esquina es semánticamente equiva- ción con otro: tenida por ‘sesión de una logia masónica’
lente de otros modismos peruanos: tener cancha y tener en la cual se lucen atuendos y accesorios característicos.
calle. Todos ellos, a su vez, son sinónimos no estrictos de
la locución de la lengua general tener mundo. *Teniente alcalde. Es en el Perú una especie de vi-
cealcalde: el ‘concejal que actúa en nombre del alcalde’
Tener rabo de paja. En el Perú y en otros países de (oficialmente, el Primer Regidor). Según el DRAE 2001,
América (Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador), esta teniente es “persona que ejerce el cargo o ministerio de
locución verbal tiene el sentido figurado de ‘tener ante- otra, y es sustituto suyo. Teniente de alcalde”. Por medio
cedentes oscuros que hacen vulnerable a una persona’. de este ejemplo se establece claramente que teniente de
En la Argentina, Bolivia y Uruguay se dice, en vez de alcalde (y no *teniente alcalde) es la forma correcta de di-
rabo de paja, cola de paja, variante no descartada en el cha expresión nominal. Y la Academia recomienda, ex-
habla peruana. Cola y rabo son antiguos términos sinó- presamente, no suprimir en este caso la preposición de,
nimos en castellano, pero con ámbitos estilísticos distin- como se hace en el habla peruana.
tos; rabo es la palabra popular y cola su sinónimo en la
lengua culta. Tequeño. Este sustantivo masculino designa en varios
países de América ―el Perú incluido― el bocadito hecho
Tener sangre en la cara. Esta locución verbal, co- con un trozo alargado de queso, envuelto en una masa
rriente en el Perú, es más o menos sinónima de otra, delgada de harina y luego frito; se come comúnmente
vigente en el español general: tener sangre en el ojo; en con la mano, después de introducir un extremo en una
esta última, sangre en el ojo tiene el sentido de “honra y salsa a base de aguacate (palta), llamada guacamole. Teque-
valor para cumplir las obligaciones”, pero también el ño es en principio el gentilicio de la ciudad de Los Te-
de “resentimiento y deseos de venganza” (DRAE 2001). ques, capital del Estado Miranda, al norte de Venezuela.
Por lo contrario, no tener sangre en las venas significa “te- Pero la difusión de este bocadito y de su nombre se ha
ner carácter calmoso que no se altera por nada” (íd. íd.). hecho al margen de su étimo, Los Teques.

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Tercerizar. Con el sentido de ‘encargar servicios a ter- Terramoza. Es hoy, en el Perú, la ‘asistente encarga-
ceros’, este neologismo es frecuente en el moderno len- da de atender a los pasajeros durante viajes interpro-
guaje administrativo del Perú y otros países de Sudamé- vinciales o internacionales en ómnibus’. Terramoza se ha
rica. La tercerización de servicios es una alternativa válida formado sobre el molde de aeromoza, americanismo que
en el caso de empresas que lícitamente buscan ahorrar ya registra el DRAE como “azafata de vuelo”. Azafata,
tiempo o conseguir mejor rendimiento de sus recursos término revivido para traducir el inglés flight hostess, se
humanos o materiales. La tercerización suele ser ocasión, usa hoy en España con el sentido amplio de “mujer en-
sin embargo, de abuso o perjuicio para los trabajadores cargada de atender a los pasajeros a bordo de un avión,
contratados bajo esta modalidad laboral. un tren, un autobús, etc” (DRAE 2001).

Termocéfalo. Esta palabra compuesta de los elemen- Terruco. Es un sustantivo derivado de terror, con el su-
tos de origen griego termo ‘caliente’ y céfalo ‘cabeza’ se fijo despectivo (poco usado en América) -uco, -uca, que
usa en el Perú y en Chile con el sentido de ‘persona produce sustantivos como casuca o adjetivos como feúco.
de izquierda con ideas extremistas’. Termocéfalo aparece Se aplicó, primero en nuestras serranías, a los terroristas,
por primera vez ―y esperemos que sea la última― en llamados senderistas por pertenecer a la facción comunis-
el DRAE 2001 con la definición antitética y antietimoló- ta conocida como Sendero Luminoso. Terruco es todavía,
gica, referida a la persona “que tiene ideas o actitudes en el habla peruana, un término cargado de odio, de
muy conservadoras o pasadas de moda”. El Diccionario miedo o de desprecio. A contracción de terruco se debe
de americanismos, publicado por la Asociación de Acade- la forma tuco, semánticamente equivalente.
mias de la Lengua Española en el año 2010, incluye to-
davía la acepción incorrecta junto a la correcta. Tesonero, -a. Con los sentidos de ‘tenaz, constante,
perseverante’ es un término característico del español
Terno. En el Perú y en otros países hispanoamerica- de América. Tesón se documenta desde el siglo XVI en
nos se dice terno por traje (masculino), en principio com- castellano, pero ha tenido poco uso en la Península. Se
puesto de chaqueta (en América saco), chaleco (prenda le considera, generalmente, como prolongación (con
en desuso) y pantalón. Etimológicamente, terno está li- cambio de género) del latín tensio, -onis ‘contracción’,
gado al número tres, y tiene acepciones surgidas de esta ‘tensión’, pero también podría tratarse de un derivado
etimología. El derivado americano ternada conserva a castellano de teso (por tensus) más el sufijo -ón.
veces ese matiz original; pero también se aplica al terno
elegante de dos prendas, que en Chile, Argentina y Uru-
guay se conoce como ambo.

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*Testaferra. Testaferro se tomó del portugués testa de Tetudo. En el habla popular y familiar del Perú ―y al
ferro, literalmente ‘cabeza de hierro’. El DRAE 2001 re- parecer también de la Argentina―, el adjetivo masculi-
gistra testaferro como forma común a ambos géneros y la no tetudo tiene el sentido de ‘tonto, torpe’ (el femenino
define así: “persona que presta su nombre en un con- tetuda es casi desconocido aquí). Tetudo es un obvio de-
trato, profesión o negocio”. Le da como étimo italiano rivado del sustantivo teta, a su vez, término infantil de
un supuesto sustantivo testaferro que no se conoce en origen expresivo más el sufijo -udo, que puede indicar
dicha lengua: en italiano se dice testa di legno ‘cabeza de abundancia, gran tamaño o intensidad de lo significado
palo’ o prestanome ‘prestanombre’. La forma femenina por la raíz. Es de formación análoga a tetudo su sinóni-
*testaferra es inaceptable en lengua culta. mo americano cojudo.

*Testiga. El verbo testiguar (forma anticuada del mo- Tigre de papel. Esta expresión nominal, hoy genera-
derno atestiguar) dio ―como derivado regresivo― el lizada en la lengua culta de España y América, resulta
sustantivo testigo que significa ‘persona que da testimo- de la traducción literal de la frase inglesa paper tiger, a su
nio’. Testigo es invariable en cuanto al género, que se ex- vez traducción de la que pronunció en chino Mao Tse
presa por el artículo o adjetivo acompañante: el testigo, Tung para calificar despectivamente a los países capi-
la testigo; testigo fidedigno o fidedigna. En habla semiculta, talistas. Tigre de papel no figura en el DRAE 2001, pero
sin embargo, se oye a veces *testiga, forma errónea que sí la incluye el Diccionario del español actual de Manuel
se documenta aun en algunos textos de Derecho mal Seco (1999), definida así: “persona, institución o nación
informados. poderosa en apariencia, pero en realidad débil e insig-
nificante”.
Tetelememe. Este peruanismo, que significa ‘tonto’
o ‘pusilánime’, tiene ya varios siglos de uso en nuestra Timón. En el Perú y en otros países de América se de-
lengua coloquial y familiar. Tetelememe está entre aque- nomina así lo que en España se llama volante, cuando se
llas palabras catalogadas como “de creación expresiva”, trata de un vehículo automotor grande, o manillar, si se
las cuales ―junto con las onomatopéyicas― retratan o trata de una bicicleta o motocicleta; en el primer caso,
evocan, en su estructura fonológica, su significado. Hoy el timón o volante suele tener forma de rueda. Timón (voz
se usa más en el Perú la variante tetelemeque, debida a de origen latino) se documenta desde el siglo XIV; su
disimilación consonántica en la última sílaba. derivado timonel designa al piloto de una embarcación.
Se usa poco en el Perú el americanismo timonear ‘dirigir’
con el sentido figurado de ‘guiar, conducir’ aplicado a
personas o asuntos.

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Tina. Esta palabra viene del latín tina ‘botella para Tiza. Esta palabra viene del náhuatl (azteca) tízatl y de-
vino, de cuello largo y con tapa’, pero en castellano se signa, en casi todo el mundo hispánico, la ‘arcilla te-
aplicó a varios recipientes grandes, de diversos mate- rrosa que sirve para escribir en pizarras y encerados’.
riales y destinados a diferentes usos: entre ellos, el aseo Increíblemente, tiza es palabra casi olvidada en Méjico,
personal. En el español de América, sin embargo el tér- su lugar de origen, donde se prefiere el helenismo equi-
mino tina ha desplazado al general bañera: “recipiente valente gis. En cuanto al Perú, es asimismo insólito el
para bañarse, de un tamaño adecuado para que quepa uso moderno de tiza como adjetivo invariable, con el
una persona tendida o sentada” (Diccionario Vox, 2002). valor de ‘pulcro en el vestir’, ‘de apariencia impecable’,
En América se dice también bañadera por bañera. ‘elegante’. Cierto detergente usa la expresión adjetiva
“bien tiza” en su propaganda.
Tío, tía. En el lenguaje popular peruano, tío y tía equi-
valen a anciano, anciana. Pero lo notable del uso actual Tocarse de nervios. Tocar es una antigua palabra cas-
es que tío y tía pueden tener una clara función adjetiva: tellana, de origen onomatopéyico, que significa, en su
“cuando nos volvimos a ver, ya estábamos más tíos”. En forma pronominal tocarse, ‘ponerse en contacto dos ele-
cuanto al español general, tío y tía son dos grecismos mentos’. En nuestra lengua familiar, la locución tocarse
que el castellano incorporó entre los siglos VI y X (a tra- de nervios equivale a las expresiones de la lengua general
vés de las formas del latín tardío thīus, thīa) y llegaron a ponérsele (a uno) los nervios de punta, es decir, ‘alterársele
desplazar a los correspondientes términos del latín clá- o crispársele los nervios’ a alguien. Todas estas frases ex-
sico avuncŭlus y amita. presan el común sentido de ‘perder la serenidad’. Son
equivalentes americanas de tocarse de nervios la también
Tipear. En el Perú y en otros países de América se usa peruana estar de los nervios, la boliviana hervir de nervios y
el verbo tipear (del inglés to type) por mecanografiar o dac- la colombiana erizarse de nervios.
tilografiar. Aplicado en principio a la máquina de escribir
(tipear en vez de escribir a máquina), este anglicismo ha Tocar violín. Esta locución tiene ―en el Perú y en
sobrevivido a su actual sustitución por el ordenador o otros países del área andina― el sentido figurado de
computadora. El DRAE 2001 no registra tipear, pero sí “estar presente en el coloquio íntimo de una pareja de
―curiosamente― tipiadora con los sentidos de ‘maquina enamorados” (DRAE 2001). Pero esta definición acadé-
de escribir’ y ‘mecanógrafa’. mica no corresponde, en realidad, a tocar violín, sino a
la equivalente expresión peninsular llevar la cesta, pues
tocar el violín tiene en España el sentido de “no hacer
nada de provecho”. Reflexión y moraleja: no hay terre-
no más movedizo en la lengua que el de los modismos.

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Tombo. En la lengua popular y familiar del Perú y de Trabajólico. En el Perú y en otros países de América
algunos otros países de América tombo designa despec- trabajólico o trabajólica es quien “trabaja afanosa y com-
tivamente al policía y, en principio, al uniformado; últi- pulsivamente” (DRAE 2001). Se tomó del inglés ame-
mamente se usa también el femenino tomba. Tombo es un ricano workaholic, que a su vez se formó en el molde de
producto de la inversión silábica de botón, por alusión alcoholic. Si el trabajolismo es, según se dice, “la única
a los muchos y brillantes botones metálicos que antes adicción respetable”, esta afirmación no ha redundado
adornaban los uniformes de los policías. De tombo deriva en la difusión ―muy limitada― del equivalente penin-
el colectivo tombería, aplicado a su conjunto. La inver- sular de trabajólico: trabajoadicto, -a.
sión silábica es un recurso favorito del lenguaje popular,
y más aún del críptico lenguaje de la delincuencia. Trafa. En el habla familiar peruana significa ‘trampa’,
‘engaño’, ‘fraude’, ‘estafa’; quien hace trafas es trafero o
Tono. En la lengua general tono es la ‘altura musical trafera. Trafa parece resultado de la apócope de trafasía,
de un sonido’ y también el ‘intervalo entre dos notas peruanismo de igual significado; sus derivados trafasista
musicales’ (semitono, entre mi y fa, si y do). Pero en nues- y trafasero ―hoy poco usados― son equivalentes de tra-
tra habla familiar tono es también la ‘reunión social noc- fero. Trafasía, a su vez, podría explicarse por una com-
turna en la que se baila’. El verbo derivado tonear tiene pleja alteración de trapacería, término que en la lengua
el sentido de ‘estar (o ir) de fiesta’, ‘bailar’. El adjetivo general significa, coincidentemente, ‘engaño’, ‘fraude’.
tonero, -a se aplica a la persona aficionada a este tipo Trafa ya se consigna, como peruanismo, en el DRAE
de diversión y a cosas directamente relacionadas con el 2001.
tono: vestido tonero, música tonera, etc. Tono ‘fiesta’ es, al
parecer, uno de los pocos cambios semánticos exclusivos Transar. En el Perú y en el resto de Hispanomérica
del habla familiar peruana. se usa hoy el verbo transar como sinónimo del latinismo
transigir. Según la opinión de los más notables filólogos,
Tópico. Este sustantivo, de origen griego, significa en la forma transar resulta, por reversión, del vulgarismo
la lengua estándar ‘idea o expresión muy repetida’, ‘cli- *transación como sustituto de transacción. Pero transar
ché’, ‘lugar común’. Pero en gran parte de la América llega hoy al nivel del habla culta de toda la América
hispana ―el Perú incluido― tópico tiene el sentido de hispana y ha empezado a introducirse en el lenguaje
‘tema’, ‘asunto’, ya sea de una conversación o de un es- periodístico de España. Como es normal en la lengua,
crito. En esta acepción es un calco semántico del inglés transar y transigir, en principio sinónimos de étimo co-
topic, que asimismo tiene la acepción de ‘lugar común’ mún, implican hoy matices y usos diferenciados.
(que se remonta al título de una obra de Aristóteles).

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Transgénico. A partir de su última edición (2001), el *Trascedental. En la expresión oral de hablantes
Diccionario de la Real Academia Española ha incorpo- supuestamente cultos ―porque han tenido acceso a la
rado el adjetivo transgénico con la siguiente definición: educación superior― se oye a veces *trascedental en vez
“secuencia de ADN que constituye la unidad funcional de la forma correcta trascendental. Viejo latinismo de las
para la transmisión de los caracteres hereditarios”. ADN principales lenguas europeas, trascendental debe su sen-
es la sigla que corresponde al ácido desoxirribonucleico, el tido vigente a un notable cambio semántico causado por
cual constituye el material genético de la célula. El adje- la influencia de la doctrina filosófica de Kant. Hoy ha
tivo génico (presente también en otros compuestos tales caído en desuso la grafía etimológica transcendental.
como fotogénico) significa “perteneciente o relativo a los
genes” (DRAE 2001). Trascendido. Es, en principio, solo el participio del
verbo trascender, que significa ‘empezar a conocerse algo
Trapear. Se deriva de trapo, del latín tardío drappus, de que estaba oculto’. Pero en algunos países de América
igual significado. En el Perú y en otros países de Améri- trascendido se ha sustantivado y ha tomado el sentido de
ca trapear es ‘limpiar el suelo con un trapo húmedo’ (en ‘rumor político’, ‘dato puesto al descubierto’. El Diccio-
España se dice fregar y, menos frecuentemente, aljofifar). nario de la Academia lo define, en su última edición,
El utensilio para trapear se llama trapeador (en España, como “noticia que por vía no oficial adquiere carácter
fregona o aljofifa); es un palo largo que acaba en otro público” y registra su uso en el Perú, Bolivia, la Argen-
perpendicular y corto en el que se envuelve el trapo. El tina y Chile.
trapeador permite hacer la tarea sin arrodillarse, como
antes tenía que hacerse. Traspatio. En el Perú y en otros países de América
(desde Méjico hasta Paraguay), la palabra compuesta
*Trasantesdeayer. En el Perú llega al nivel del habla traspatio designa un espacio abierto en la parte poste-
culta, y aun de la lengua escrita y literaria, este adverbio rior de una casa. El prefijo tras- significa ‘después de’,
de tiempo compuesto de cuatro morfemas y palabras: referido al espacio o al tiempo. La voz patio designa, a
tras-antes-de-ayer; el Diccionario de la Academia registra su vez, un espacio cerrado sin techo. Según cuenta Ri-
solamente la variante equivalente trasanteayer. En la len- cardo Palma, hasta el siglo XIX los traspatios limeños es-
gua general se documenta, desde muy temprano, la for- taban adornados con pinturas murales, generalmente,
ma compuesta anteayer ‘el día anterior a ayer’; también alusivas a episodios históricos del Perú hispánico.
está registrada la variante anteyer ―hoy desusada― y
la forma antier, actualmente relegada al habla rústica,
vulgar o dialectal.

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Trastabillar. En el Perú y otros países de América es Trepidar. En el habla culta del Perú y de otros países
de uso común trastabillar (con sus variantes trastabillear de América trepidar significa ‘titubear, vacilar’ y se usa
y trastabilear) en los sentidos de ‘dar traspiés’ y ―menos sobre todo en contextos negativos pero generalmen-
frecuentemente― ‘tartamudear, tartajear’. Tenido an- te encomiásticos: “no trepidó en tomar la decisión”, por
tes por americanismo exclusivo, trastabillar ―hoy muy ejemplo. En la lengua general trepidar solo conserva su
poco usado en España― se documenta desde el siglo sentido etimológico (del latín trepidāre ‘temblar’). Aun-
XVI en la Península (en su variante sin disimilación tras- que trépido ‘tembloroso’ es un latinismo muy poco usa-
trabillar). En el Perú se usan también los postverbales do, no sucede lo mismo con su antónimo intrépido ni con
trastabillón y trastabillada por tropezón. el respectivo derivado intrepidez.

Tratativa. Es un americanismo de creación argentina Trinche. En el castellano del Perú y de otros países de
usado también en el habla culta del Perú, Uruguay, Bo- la América hispana, se llama trinche el tenedor grande
livia y Honduras. El Diccionario de la Academia, en su usado para sostener el ave o el trozo de carne que se
última edición (2001), lo define así: “etapa preliminar corta en la mesa. Trinchar se tomó tempranamente del
de una negociación en la que comúnmente se discuten francés trenchier, de igual significado. Derivado de trin-
problemas laborales, políticos, económicos, etc.”. Trata- che es trinchudo con el sentido figurado de ‘con cabello
tiva es menos usado que su plural tratativas. hirsuto’. Es posible que calapitrinche ‘persona insignifi-
cante’ resulte del quechuismo calato ‘desnudo’ más trin-
*Treintinueve, etc. Al escribir con letras los números che con disimilación de la t de calato por influencia de la
cardinales compuestos (como, por ejemplo, al llenar un t de trinche.
cheque, en la línea que exige ese requisito), solo deben
escribirse en una sola palabra los números compuestos *Tripley. En inglés, threeply (pronunciado, como angli-
que van del dieciséis al veintinueve. La regla académica cismo, triplay) significa ‘tres capas’ y designa ―en el Perú
exige que todos los siguientes se escriban en tres pala- y otros países― una “tabla de madera formada por un
bras: treinta y uno (o treinta y un, según el caso), cincuenta número impar de chapas, unidas entre sí por un adhesi-
y cuatro, sesenta y seis, noventa y siete, etc. vo y colocadas de modo que las fibras de cada una estén
a 90º con la inmediata” (Sopena, Americanismos, 2002).
Se dice *tripley por ultracorrección: porque voces inglesas
con el final -ay (pronunciado -ey) se leen a veces mal
(como -ay), por eso, se “corrige” triplay y se dice *tripley.

332 333
U
u
Tsunami. Esta palabra japonesa, pronunciada en cas-
tellano sunami, no aparece en el DRAE 2001; aparecerá
en la próxima edición, y con la misma grafía definida,
así: “ola gigantesca producida por un seísmo [sismo] o
una erupción volcánica en el fondo del mar”. El DRAE
2001 registra, en cambio, maremoto, término formado
sobre el modelo de terremoto, con el sentido de “agita-
ción violenta de las aguas del mar a consecuencia de
una sacudida del fondo, que a veces se propaga hasta
las costas dando lugar a inundaciones”. Tsunami (de tsu
‘puerto’ y nami ‘ola’) no es, como se ve, sinónimo estricto Ubicar. Derivado del latín ubi ‘en donde’, se usa más
de maremoto. como verbo reflexivo (ubicarse) y significa “estar en un
determinado espacio o lugar” (DRAE 2001). Pero en el
Tutilimundi. En el habla culta familiar del Perú y de Perú y otros países de América ubicar se ha hecho tran-
otros países hispanoamericanos, se usa el sustantivo co- sitivo con los sentidos de ‘situar, instalar’ y ‘localizar, en-
lectivo tutilimundi como equivalente de todo el mundo, en contrar’; ubicarse es situarse en determinado lugar o po-
el sentido figurado de esta expresión. El término viene sición. El derivado humorístico ubicaína (con el sufijo de
de la locución italiana dialectal tutti li mundi (en italiano cocaína) designa en el Perú una pócima imaginaria que
oficial, tutti li mondi), la cual se aplicó en castellano a un se prescribe a quien no es consciente de su verdadera
cajón que contenía un cosmorama portátil, en boga hace situación en un contexto social determinado.
algunas décadas como diversión callejera.
Ultimadamente. Adverbio formado sobre ultimado,
participio del verbo ultimar. Documentado en un texto
de Cervantes, ultimadamente ha caído en desuso en la
lengua general (pero el DRAE 2001 lo registra como
vigente). Se conserva en el habla de Méjico, desde don-
de ha llegado al Perú a través del cine y la televisión.
Ultimadamente se usa más en una de sus dos acepciones,
la de ‘por último’. En el derivado, actualmente correc-
to, últimamente predomina el sentido de ‘en los últimos
tiempos’.

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V
v
Ultimar. Este verbo, derivado del adjetivo último, se docu-
menta desde el siglo XVII. En la lengua general es sinónimo
de acabar, concluir, terminar, y se aplica a obras o convenios
con el sentido de ‘dar los últimos toques’. En el Perú y otros
países hispanoamericanos, ultimar se usa también ―sobre
todo en el lenguaje periodístico― como sinónimo de matar,
asesinar (rematar, si se refiere a un herido moribundo). Esta
acepción es de uso muy restringido en la Península.

*Un mil. En el Perú (y también en algunos países cen-


troamericanos) se acostumbra escribir un mil, en vez de
*Vacear. Esta variante incorrecta del verbo vaciar es
mil, al consignar esa cantidad en letras (por ejemplo, en
resultado de la ultracorrección, proceso lingüístico me-
un cheque). Tal vez influye allí cierta prevención ante la
diante el cual el hablante, creyendo evitar una supuesta
posibilidad de que alguien pueda anteponer dolosamen-
incorrección, comete un verdadero error. Vaciar, verbo
te la palabra dos (o tres, etc.) a la cantidad escrita en letras.
Pero la solución está en no dejar espacio delante de mil en transitivo regular derivado del adjetivo vacío, se conju-
vez de transgredir las reglas de la lengua correcta. ga, en cuanto al acento prosódico, como desviar y otros
verbos. Pero, por ultracorrección que llega hasta el ni-
Un saludo a la bandera. Con esta expresión no- vel de la lengua culta, se oye frecuentemente ―y aun
minal ―entre humorística y peyorativa― se califica, en se lee― *vacea, *vaceaste, *vaceando en vez de las formas
nuestra habla coloquial, el ‘gesto vacío de significado’ que correctas vacía, vaciaste, vaciando.
implica incumplimiento de lo debido u ofrecido. Más allá
de consideraciones meramente lingüísticas, es lamenta- Vacilarse. En la lengua general, el verbo intransitivo
ble que el saludo a un símbolo de la Patria haya llegado a vacilar se documenta desde el siglo XV como sinónimo
identificarse con la falta de seriedad (o aun el cinismo) en de oscilar, generalmente por falta de equilibrio. Pero en
el cumplimiento de compromisos o promesas. las últimas décadas, vacilar ―o más frecuentemente va-
cilarse― se ha difundido en el habla juvenil y popular
*Úrea. El nombre de esta sustancia contenida en la ori- de gran parte de la América hispana, el Perú incluido,
na se pronuncia como esdrújula (es teóricamente trisílaba,
con sentidos nuevos hoy muy vivos y vigentes. Vacilarse
porque a y e no forman diptongo) en el habla culta del
equivale, entonces, a divertirse ‘pasar un buen rato’. En
Perú y otros países americanos. Pero la Academia Españo-
este caso, no se usa como postverbal la forma general
la rechaza esa pronunciación por incorrecta, y solo admite
urea, con acento prosódico en la e de la segunda sílaba. La vacilación sino la acortada vacilón, que puede también
pronunciación americana *úrea, con u tónica, podría ex- aplicarse a una ‘relación amorosa ocasional o efímera’.
plicarse por influencia del correspondiente adjetivo úrico.

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Vademécum. En español general se conoce como va- Vara. Significa en castellano ‘rama’, ‘palo largo y del-
demécum (en latín vade ‘ven’ mecum ‘conmigo’) el librito o gado’ y, en sentido metafórico, ‘bastón de mando’, espe-
libreta que se lleva consigo para consultar o anotar algu- cialmente como símbolo de autoridad local. En España
nos datos. El DRAE 2001 registra también el equivalente (y también en algunos países americanos) se usa la lo-
venimécum, desconocido en el Perú. Pero en nuestro país, cución verbal tener vara alta con el sentido de ‘ejercer
la Argentina, y tal vez en otras regiones de América, se influencia ante una autoridad’. Pero en el Perú se dice,
conoce como vademécum el libro de gran formato y volu- simplemente, tener vara por tener influencia (política, so-
men en el que están impresas, alfabéticamente, las deno- cial, etc.). Se usa también el verbo envararse, así como su
minaciones de distintos productos medicinales y farma- participio, adjetivado o sustantivado, envarado, -a.
céuticos con sus componentes y nombres comerciales.
Vaso de agua. Algunos hablantes se abstienen de pe-
Vaina. Este sustantivo se documenta en castellano dir “un vaso de agua” aduciendo que el vaso no está he-
desde el siglo XII; como viene del latín vagīna, se pro- cho de agua; piden, por lo tanto, “un vaso con agua”.
nunció originalmente en tres sílabas: va-í-na. Hoy, vaina Estos seudopuristas ignorantes desconocen la metonimia,
designa, en la lengua general, la funda del puñal o de lícita figura del lenguaje que consiste en mencionar el
la espada; en español regional, vaina es equivalente de continente significando el contenido. Así, cuando se dice
judía verde, la que en América conocemos como vainita. “el teatro aplaudió a rabiar”, el teatro significa ‘el público
Actualmente, en la lengua familiar del Perú y de otros asistente’, no el local que lo contiene. En “un vaso de
países americanos (excepto Cuba y el Río de la Plata), agua”: el recipiente representa al líquido contenido.
vaina está presente en frases que expresan contrarie-
dad, tales como ¡qué tal vaina! o negación rotunda: ¡ni Veintiúnico. En el Perú y otros países de América se
de [a] vainas! usa este compuesto de veinte más único, como equiva-
lente de único en lenguaje coloquial y humorístico. Y, a
Valga la redundancia. Esta frase, supuesto “rasgo propósito de numerales cardinales compuestos, los for-
de urbanidad lingüística”, se profiere cuando el ha- mados sobre veinte son los únicos que se escriben en una
blante ―que a lo mejor ha cometido ya algún atropello sola palabra, desde veintiuno (apocopado en veintiún),
contra la lengua― se percata de que ha repetido una hasta veintinueve. Los numerales formados sobre treinta,
palabra (la segunda puede no ser idéntica, pero sí de la cuarenta, etc. se escriben en tres palabras: treinta y dos,
misma familia). La redundancia o repetición, sin embargo, cuarenta y siete, etc.
no es mala en sí misma; puede ser, por lo contrario, un
recurso estilístico: “Caminante, no hay camino, se hace ca-
mino al andar...”.

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Velador. En el Perú y en varios otros países de Améri- Versación. En el habla culta del Perú y de otros países
ca equivale a mesa (o mesita, o mesilla) de noche. Es decir, americanos, se usa versación con el valor de ‘conocimien-
designa el pequeño mueble que se coloca al lado de la to profundo sobre un asunto, basado generalmente en
cabecera de la cama para sostener algunos objetos útiles el estudio y la experiencia’. El DRAE 2001 no registra
(lámpara, reloj, teléfono, etc.) y también para guardar versación. Sí incluye el verbo versar, en su forma prono-
otros tantos en gavetas o detrás de puertecillas, si las tu- minal versarse referida a una persona, con el significado
viera. Velador es un derivado de velar, (del latín vĭgĭlare) de “hacerse práctica o perita, por el ejercicio de algo, en
cuya primera acepción es ‘permanecer despierto’, espe- su manejo o inteligencia”. También registra el DRAE el
cialmente durante la noche. participio adjetivado versado con los sentidos de “ejerci-
tado, práctico, instruido”.
Venusterio. Este peruanismo (al principio, sinónimo
de burdel) aparece así en el DRAE 2001: “Perú. En las *Vertir. Este infinitivo es incorrecto: lo correcto es ver-
cárceles, habitación especial en que las personas presas ter con el valor de “derramar o vaciar líquidos o cosas
tienen relaciones sexuales con la pareja visitante”. El menudas...” (DRAE 2001). Verter se conjuga como perder
terminal -terio, aplicado al nombre de Venus, la diosa ro- y, por lo tanto, debe decirse vertiendo, vertió, vertieron,
mana del amor, resulta, a su vez, de la fusión del sufijo vertamos, etc. (y no *virtiendo, *virtió, *virtieron, *virtamos,
-erio (que indica, entre otras cosas, lugar) con la t del ter- etc.). La alteración se explica, en parte, porque muchos
minal -terio, integrante de palabras tales como: beaterio, compuestos de verter, que llevan diversos prefijos, han
ministerio, etc. pasado de la segunda a la tercera conjugación (recuér-
dense advertir, convertir, divertir, pervertir, revertir, etc.).
Vereda. Vieja palabra castellana, significa ‘camino an-
gosto formado por el continuo paso de hombres y bes- Viada. En el Perú y otros países de América viada
tias’. Pero en la América del Sur ―el Perú incluido― ve- equivale a impulso o velocidad, especialmente referido
reda ha desplazado al término del español general acera a vehículos, motorizados o no. Viada, derivado de vía
para designar el ‘área lateral de la calle, pegada a la pa- ‘camino’, extendió en América su campo semántico, pa-
red y generalmente algo más elevada que la calzada (en sando del vocabulario marítimo al lenguaje general, del
el Perú pista)’. En la lengua general, meter (o hacer entrar) mismo modo que otros tantos términos conocidos hoy
en vereda es ‘disciplinar’; en el Perú se dice también poner como marinerismos en tierra. El DRAE 2001 registra viada
en vereda. Y la vereda de enfrente representa una posición solo como “primer empuje de un barco al emprender
diametralmente opuesta a otra. su marcha” y, de allí, “salida violenta”.

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Vibra. En la lengua coloquial peruana se registra úl- *Villorio. Es una variante incorrecta de villorrio; se do-
timamente este sustantivo, casi siempre antecedido de cumenta, sin embargo, aun en textos de consagrados
los adjetivos buena o mala: las personas, los hechos o las escritores peruanos. Villorrio se deriva de villa ‘pueblo’
cosas pueden producir o tener buena o mala vibra. El tér- más el sufijo despectivo -orrio. El DRAE 2001 define vi-
mino es una obvia apócope o acortamiento del sustan- llorrio como “población pequeña y poco urbanizada”; la
tivo vibración, postverbal de vibrar ‘oscilar rápidamente’ notable lexicóloga María Moliner escribe que ese tér-
y, en moderno sentido figurado, ‘conmoverse’. Vibra se mino “se aplica muy despectivamente a una población
documenta en Méjico y en Chile, donde su uso es ante- de cualquier tamaño falta de condiciones para vivir en
rior al peruano. ella cómoda o agradablemente”. Pero ninguna de esas
acepciones autoriza a alterar una palabra en su estruc-
Vicisitudes. Según el DRAE 2001, vicisitud es “orden tura fonológica.
sucesivo o alternativo de algo” y también “inconstancia
o alternativa de sucesos prósperos o adversos”. Pero es- Vinagrera. Ya en el siglo XIX, el lexicólogo peruano
tos sentidos ―que concuerdan con el étimo latino― no Juan de Arona criticaba el uso de vinagrera por acedía
corresponden al uso actual del término. En la mayor estomacal. Y tenía razón: vinagrera es en castellano el
parte de América ―el Perú incluido― y también en la ‘frasco que contiene el vinagre’, así como aceitera es el
Península, las vicisitudes (la palabra se usa más en plural) que contiene el aceite, llevados a la mesa. Sinónimos de
son hoy esencialmente negativas: el término equivale a vinagrera son agrura y agriera, americanismos derivados
penalidades, contratiempos, dificultades, etc. de agrio. Por último, es un sinónimo culto de vinagrera,
agrura, acedía o agriera, el helenismo pirosis, que evoca la
Vidriera. En el Perú y en otros países de América pre- sensación de fuego que sube hasta la boca en casos de
domina vidriera para designar el ‘frente de vidrio de una fuerte acidez estomacal.
tienda, que permite exhibir la mercancía’; vidriera fue,
en principio, un adjetivo (puerta vidriera, etc.). En Espa- Violentista. Este adjetivo (derivado de otro adjetivo:
ña predomina el sinónimo escaparate, término tomado violento) califica ciertas actitudes en favor de la violencia
del neerlandés a fines del siglo XVI. A fines del XIX se política. El uso de violentista, todavía criticado (no lo in-
tomó del francés (vitrine) el sinónimo vitrina, que alterna cluye el DRAE 2001), se ha difundido entre nosotros,
con vidriera en gran parte de la América hispana. procedente del Cono Sur, desde hace algunas décadas.
Una forma prefijal antónima es el adjetivo antiviolentis-
ta; sustantivos abstractos con el mismo prefijo son anti-
violencia y antiviolentismo.

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Vip. En inglés VIP ―pronunciada aproximadamente Volante. En el Perú y en otros países de América el sus-
vi-ai-pí― es la sigla de Very Important Person. En español tantivo volante (en su origen, participio activo del ver-
vip (pronunciada en una sola sílaba) designa ―como en bo volar) designa la “hoja impresa de carácter político o
inglés― a la ‘persona notable que recibe un trato es- publicitario que se reparte en lugares públicos” (DRAE
pecial en ciertos lugares públicos’, tales como las salas 2001); volantear es ‘difundir un mensaje por medio de
de espera de un aeropuerto. El plural de vip es vips; volantes’ y su postverbal es volanteo. En España se pre-
el singular se usa también como adjetivo (salón vip). La fiere el sinónimo octavilla, diminutivo sustantivado de
Academia recomienda no escribir VIP (con mayúsculas, octava, por ser su dimensión usual la de una octava parte
como la sigla inglesa) ni olvidar que el español tiene un del pliego de papel.
equivalente: personalidad que, por cierto, no es un sinó-
nimo estricto de vip y tiene cinco sílabas. Volantín. El sustantivo volatín se tomó del italiano bu-
rattino ‘títere’ en el siglo XVI y debe su actual forma a
*Virreynato. Antes era lícito escribir con ye (ya está alteración fonética por influencia del verbo volar. En el
descartado el nombre i griega) todas las íes finales de español general, volatín se llama al acróbata que da vol-
diptongo, tanto al fin de la palabra (doy, rey) como de teretas en el aire sobre sí mismo y cae de pie, en tanto
una sílaba interna (ayre, reyna). Pero en 1815 la Real Aca- que predomina entre nosotros la variante volantín para
demia Española ―fundada un siglo antes― desautorizó designar la pirueta misma y se llama volantinero a quien
el uso de la “y” como representación de la vocal i final la practica. En algunos países de América se documenta
de diptongo interior de palabra. Por lo tanto, hace casi también volantín como sinónimo de cometa ‘juguete aé-
dos siglos que ya no es lícito escribir *ayre, *reyna o *vi- reo, hecho de papel y cañas’.
rreynato.
Voltear. En el Perú y en otros países de América llega
Vitíligo, vitiligo. En latín, la i de la penúltima sílaba al nivel del habla culta el uso de voltear como sustituto
era larga (vĭtĭlīgo), lo que justifica la pronunciación gra- de volver en su acepción de ‛girar, dar vuelta’: voltear la
ve en español, preferida por los médicos; la esdrújula es cabeza, la página. En estos casos, la lengua general pre-
igualmente correcta. El vitíligo se ha descrito como una fiere volver, que es, al fin y al cabo, la forma originaria
dermatosis discromática adquirida y no contagiosa que, al ―y mucho más antigua― del frecuentativo voltear. En
destruir los melanocitos, deja áreas dérmicas despigmen- América volver ha reducido su campo semántico a la
tadas. Su causa es un raro proceso de respuesta seudoin- acepción espacio-temporal de ‛regresar’. Por otra parte,
munitaria contra algunas células propias: los melanoci- voltearse es, figuradamente, ‛cambiar de bando político’,
tos. Ni vitíligo ni vitiligo se consignan en el DRAE 2001 ‘traicionar’.
ni, al parecer, serán incluidos en la próxima edición.

344 345
Volver a repetir. Esta perífrasis verbal, tantas veces *Vuestro, -a. En el habla culta de la América hispana
oída y leída en el Perú y en otros países del mundo his- no hay ninguna obligación de usar el pronombre pose-
pánico, puede ser correcta o incorrecta según el caso. sivo vuestro, con su respectiva forma femenina y el plu-
Es correcta cuando se refiere a algo que se dice o hace ral de ambas: vuestros, vuestras. Y ello porque vuestro es
por tercera, cuarta o quinta vez; es incorrecta cuando se el posesivo que corresponde a vosotros, pronombre de
refiere a lo que se hace o dice solo por segunda vez. En segunda persona del plural que está autorizadamente
este caso basta con el verbo repetir, que de por sí expresa desusado en el español americano, donde solo se usa
la primera reiteración. En el Perú, el uso erróneo de el plural ustedes, tanto para tú como para usted. Es, por
volver a repetir llega al nivel del habla culta y se docu- lo tanto, imperdonable en boca de políticos y profesio-
menta aun en los textos de nuestros mejores escritores. nales que cometen el craso error de usar *vuestro para
dirigirse a las mismas personas a quienes están tratando
*Vuelo doméstico. Esta expresión nominal, usada de usted.
en varios países de América ―el Perú incluido― es un
calco poco feliz del inglés domestic flight. Rechazándola,
decía el notable filólogo Fernando Lázaro Carreter que
vuelos domésticos “sólo los hacen las brujas cuando deam-
bulan por su casa y las moscas”. La expresión correcta
es vuelo nacional; parece aceptable vuelo interno y en el
Río de la Plata se documenta, con el mismo sentido, vue-
lo de cabotaje.

Vuelto. En el Perú ―y en casi toda América, de Cuba a


la Argentina― vuelto es, según el DRAE 2001, la “vuel-
ta del dinero entregado de sobra al hacer un pago”;
es decir, el “dinero que se devuelve cuando, para un
pago, se entrega moneda de valor superior al importe
de él” (Moliner). Los americanos hemos preferido sus-
tantivar directamente el participio irregular del verbo
volver (como equivalente de su compuesto devolver); tal
vez haya influido en esta opción el que vuelta, como sus-
tantivo, tenga muchas otras acepciones.

346 347
Yy
y/o. Últimamente se ha difundido, en España y Améri-
ca, este grupo formado por la conjunción ilativa “y” más
la conjunción disyuntiva “o”, separadas por una barra
oblicua. Tras un largo rechazo de académicos y lexicólo-
gos, el Diccionario panhispánico de dudas (2005), aunque
“desaconseja” el uso de este grupo conjuntivo, reconoce
su difusión en la lengua culta, y aun recomienda usar la
variante y/u cuando la palabra siguiente empieza por o.

Yuca. Es el nombre taíno (lengua arahuaca antillana)


Y, etc., &. El signo & se usa como equivalente de la de la raíz tuberosa que en quechua se llamaba rumu (con
conjunción castellana “y”, o de la abreviatura etc. del ere, vibrante simple, y no con erre, vibrante múltiple);
cultismo etcétera (en latín, et cetĕra, que significa ‘y lo de- pero, así como el taíno maíz desplazó a su sinónimo que-
más’). La Ortografía académica incluye el signo &, sin chua sara, yuca sustituyó a rumu en el Perú desde el siglo
darle nombre, entre los “símbolos no alfabetizables” XVI aun entre quechuahablantes. Yuca tiene en el Perú
usados en español. El signo & era, en principio, la abre- usos figurados tales como los de ‘pantorrilla de mujer’,
viatura gráfica del latín et, que significa ‘y’. Por eso su ‘higa, gesto obsceno’ y ‘mentira’; como adjetivo, yuca
nombre en inglés es ampersand, contracción de la frase equivale a difícil. En cuanto a derivados, enyucar (equi-
and [&] per se and, literalmente ‘&, por sí misma, and ’. valente de meter una yuca) es ‘engañar’.
También se le llamó en inglés short and.

Ya fue. En nuestra habla coloquial se ha difundido úl-


timamente esta expresión humorística y categórica que
se pronuncia como sentencia inapelable y equivale a ya
murió, ‘ya salió del escenario para siempre’. Menos fre-
cuente es la variación de persona en el verbo: ya fuiste,
ya fueron, etc. Ya fue está en la línea del inglés has-been,
forma verbal (literalmente, ‘ha sido’) que designa o alu-
de a quien ya no está vigente en un área determinada de
la actividad humana, especialmente la política.

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Z
z
Zanahoria. Es un antiguo arabismo que designa cier-
ta planta y su cónica raíz comestible de color anaranja-
do. Pero, desde hace poco, zanahoria se usa en el Perú
como adjetivo equivalente de ‘sano’, ‘ingenuo’, ‘sin vi-
cios’. Esta última acepción se ha tomado, probablemen-
te, del habla argentina. La relación entre el término y su
nuevo valor semántico parece explicarse por un juego
verbal entre zanahoria y sano, solo posible por el seseo
americano; por ejemplo, el propuesto plan zanahoria li-
meño, sobre el expendio de bebidas alcohólicas.
Zafacoca. En Andalucía y en algunos países de Amé-
rica ―el Perú incluido― significa ‘alboroto’, ‘trifulca’, Zapatilla. En el Diccionario académico figura zapatilla
‘griterío’, e implica siempre la participación de un gru- con dos acepciones: “zapato ligero de suela muy del-
po de personas. En otros países americanos zafacoca gada” y “zapato de comodidad o abrigo para estar en
puede tener los sentidos de ‘inquietud’, ‘excitación’ o casa”. No figura la acepción de ‘zapato deportivo’, hoy
aun ‘azotaina’. Equivalente de la voz del español gene- la más usada en el Perú, en otros países de América y en
ral zafarrancho, zafacoca es también una palabra de ori- España. Zapatillas, como término del deporte, traduce
gen marinero; su segundo elemento compositivo, coca, el inglés americano sneakers. A veces el nombre se com-
era el nombre de una embarcación medieval bastante plementa y aclara: zapatillas de goma, de lona, etc.
grande.
Zurrarse. En el Diccionario de la Real Academia Espa-
Zafio. De probable origen árabe, zafio, fia figura en el ñola figuran, como usos generales, dos verbos homóni-
DRAE 2001 con la acepción general de “grosero, tosco mos antiguos: el transitivo zurrar, cuya acepción prin-
en cuanto a sus modales y comportamiento” y también cipal es ‘azotar como castigo’, y el pronominal zurrarse,
con la peruana de “desalmado”, que se documenta ya equivalente de cagarse con el matiz de accidente o con
en el Diccionario de peruanismos de Juan de Arona (1883). el de temor. En líneas generales, zurrarse y cagarse son
Su autor expresa en esa obra alarma ante el grave cam- términos que pertenecen al ámbito del lenguaje fami-
bio semántico producido: zafio era entonces, en España, liar, popular o vulgar. Por eso, llama la atención que en
“tosco, inculto, ignorante”, pero en el Perú tenía ya, a el Perú zurrarse aparezca en la portada de algún diario
fines del siglo XIX, los sentidos más graves de “desal- limeño o engalane la prosa de ciertos periodistas.
mado, perdido, facineroso”.

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Este libro se terminó de imprimir
en los talleres gráficos de
METROCOLOR S. A.,
Los Gorriones 350, Lima 9, Perú,
en setiembre de 2011.

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