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,
Arie! Ciencia
Daniel Turbón
LA EVOLUCIÓN HUMANA
$
B1BLIOTECA
ENAH
•
ISBN 13 978-84-344-8073-5
ISBN 10 84-344-8073-5
Impreso en España
2006. - HUROPE, S. L.
Lima, 3, bis - 08030 Barcelona
PRIMERA PARTE
EL HOMBRE EN LA NATURALEZA
Los Primates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
El bipedismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Los dientes y la masticación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
~1 cerebro humano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
at~ralización, lenguaje y mano directora ............... ....... · 64
Vanabilidad y ontogenia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
~1 sistema límbico . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
volución del cerebro en relación con el desarrollo de lenguaje . . . . . 71
El chimpancé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Socioecología de los homínidos plio-pleistocénicos . . . . . . . . . . . . . . . 85
SEGUNDA PARTE
TERCERA PARTE
LA HUMANIDAD ANTIGUA
Evolución del riego sanguíneo cerebral ... ... . .. .... .. ... ...... . 154
La reorganización del cerebro en los homínidos .. .... ........ ... . 158
Lenguaje y supervivencia .......... .. ....... . ..... ... ....... . 161
C UARTA PARTE
LA HUMANIDAD MODERNA
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309
PRÓLOGO
EL HOMBRE EN LA NATURALEZA
1
/
CAPÍTULO 1
EVOLUCIÓN: TIEMPO Y MODO
El Hombre en la Naturaleza
r
lmportacia
relativa
en la
supervivencia
y adaptación
de los
homínidos
Ayer +
Hoy
(en millones de años)
Fue con Horno erectus (1,8- 0,3? crones) cuando se potenció y con-
solidó el programa genético de nuestra longevidad, que implica acu-
mulación de experiencia para ser transmitida al grupo. Consiguiente-
mente, longevidad, acumulación y transmisión de conocimientos, así
como versatilidad en la conducta, condujeron al cosmopolitismo de
Horno erectus, y a la expansión planetaria, geográfica y demográfica,
de Horno sapiens. Se comprende que los científicos mantengan una
rara unanimidad al incluir en el género Horno los fósiles que presen-
tan indicios de los rasgos mencionados, por considerar que aquellas
poblaciones estaban, evolutivamente, más cercanas a nosotros que a
los simios.
EVOLUCIÓN: TIEMPO Y MODO 23
Adaptación y adaptabilidad
2 3 4 5 6 7 8
EQ67
EQ72
Evolución y Heterocronía
Heterocronía
Paidomorfosis Peramorfosis
//~
Progénesis Neotenia Postdesplazamiento
/lA
Hipermorfosis Aceleración Predesplazamlento
Antepasado
Paidomorfosis Peramorfosis
Hipermorfosis
Progénesis
Aceleración
Neotenia
Postdesplazamiento
Ouantum ..olution
... Extinet
- Struetuft-
F Anagénesis
A B e
Barrera
Geográfica
• ~c+c++
• o o
++r DO
++ 1 o 0
o + ro+
+o
o '++o
1
-\' +o + o+ 1 +o o+ ' +o
'o o 1 ++
• oo +++'
o~ o o 1 + ++i +o
~Do +o+Vl- l+o+
l t.+
++o+
o o
o
+~+
o++
o ·~
o+
~o
o++
+O ~+o~ ++
o
+o+
+ o +
FIG. 1.9. Modos de especiación. Cuatro situaciones que hacen posible la especia-
ción. a) Ramificación alopátrida La población ancestral se mantiene en estado de
cambio lento (estasis) mientras que una fracción comienza a diferenciarse por in-
terposición de una barrera geográfica. b) Bifurcación alopátrida. Una barrera geo-
gráfica divide a poblaciones de la especie que empiezan a diferenciarse y a desarro-
llar caracteres distintos de la población ancestral. e) Especiación simpátrida La es-
peciaeión se produce en el mismo territorio siendo las barreras reproductoras de
tipo etológico, mecánico u otros. d) Especiación parapátrida Variante de la espe-
ciación simpátrida que se distingue por iniciarse la diferenciación poblacional en
un área contigua geográfica sin solapamiento con las demás poblaciones (Según
Simpson 1985).
•
+·
•
+:r
+.
• o•
•
+o-r
+
o o
++
+o
o
~Area-.j
H. sapiens
H. f/.oresiensis H. erectus Horno
~·· H. habilis
A. boisei, A. robustus
A. aethiopicus
A. africanus Australopithecus
A. afarensis
Ardipithecus ramidus
Orrorin tuguenensis
Pan
Carilla
Pongo
Pongidae
Lufengpithecus
Gigantopithecus
Sivapithecus
Graecopithecus
Dryopithecus
Referencias
Los Primates
Galaoidae
Prosimii Lorisoidea
Lorisidae
Anthropoidea
Cerconithecoidea Cercooithecidae
Catarrhini Hominidae
Hominoidea Pongidae
Hylobatidae
Estrepsirrinos , - - - - -
H_,
ap'-lo_r_ri.nos__ _
lémures y lorts
El bipedismo
1
FIG. 2.5. Esqueleto humano
(Según Napierl979).
~ ·=~
-
·-,. .
. ....._..
.. .
J·
to del tórax (parte del tronco protegida por costillas) (fig. 2.12), carác-
ter propio de los braquiadores que se acentuó aún más en el hombre,
lo que orienta nuestro origen hacia un antepasado braquiador.
FrG. 2.10. Acción de los músculos de la columna (izquierda) (Según Kardong 2006).
•r
•
,
fm ~
•• 1
:
•
•
:
:
1
1
•
•
•
1
•••
"•-•••
•• \
••• ••
S-
1
{
ps
1"
.~
1
Cóndilo
1 111, 1 2/2, 1 3/3; C 111; P111, P 2/2, P 3/3, P 4/4; M 111, M2/2, M 3/3
Morfología del P3
Australopithecus ajarensis
(AL-4;00)
Protocónido Protocónido
Metacónido
Bucal
Lingual
Humano actual
Metacónido Protocónido
~ ,1
~
FIG. 2.19. Dentición de chimpancé, A. afarensis y humano (Según Klein 1999).
58 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Ligamento temporomandibular
Masetero
FrG. 2.20. Musculatura . masticatoria y nucal del gorila (Según Aiello Y Dean 1990).
LOS SIMIOS Y EL HOMBRE 59
El cerebro humano
PCS
41.42
FIG. 2.22. Diagrama de un cerebro humano (hemisferio izquierdo). El área de Bro-
ca corresponde a las áreas 44145 de Brodmann. El área de Wernicke se ha propues-
to correpondería al área Tpt. Recientemente se ha demostrado que el área 40, en el
lóbulo parietal inferior, está relacionada en la memoria a corto plazo del lenguaje.
Abreviaturas: AG giro angular, CS surco central, IPS surco intraparietal, PCS surco
precentral, SF cisura de Silvia, SMG giro supramarginal, STS surco temporal supe-
rior (Según Aboitiz 2001).
Los tálamos son dos núcleos nerviosos que tienen forma ovoide y
se relacionan mediante conexiones con la corteza cerebral. Estas co-
nexiones forman un sistema de fibras extremadamente abundante
dando lugar al sistema tálamocortical. Las fibras que unen a los órga-
nos de los sentidos con la corteza cerebral pasan por los tálamos, con
la única excepción de las vías olfatorias. Estos núcleos forman parte
de las estructuras nerviosas que se relacionan con la conciencia y con
los procesos tales como el sueño y la vigilia.
El hipotálamo es un conjunto de pequeños núcleos que se encuen-
tran generalmente en la parte ventral del cerebro donde se juntan los tá-
lamos y el mesencéfalo. El hipotálamo inerva mediante células nervio-
sas la glándula hipófisis o pituitaria regulando así la función de las
glándulas endocrinas como el tiroides, las glándulas suprarrenales, pán-
creas y las gónadas. El hipotálamo regula funciones como el comer, el
beber, la regulación de la temperatura, la conducta sexual, el dormir.
Los ganglios basales son un grupo de núcleos nerviosos que tie-
nen una localización cerebral profunda y tienen funciones motoras en
relación al tono muscular, inicio y control de movimientos intenciona-
les simples del cuerpo.
El tronco cerebral está formado por el mesencéfalo, la protube-
rancia y el bulbo raquídeo. Por el tronco cerebral pasan las fibras ner-
viosas motoras que s.e dirigen desde la corteza cerebral a la médula es-
pinal y las fibras sensitivas que desde la médula se dirigirán a las áre-
as corticales sensitivas. También podemos encontrar los núcleos
nerviosos de los nervios craneales y núcleos relacionados con los mo-
vimientos respiratorios y cardíacos así como núcleos relacionados con
el mantenimiento del equilibrio.
El cerebelo se compone de una corteza cerebelosa, núcleos ner-
viosos (dentado, globoso y emboliforme) y fibras nerviosas. El cerebe-
lo establece ajustes en las actividades motoras que puedan originarse
en otras partes del encéfalo. Por tanto interviene en mecanismos mo-
t?res del tono muscular y en los sistemas de marcha y equilibrio en-
~an~o Y recibiendo conexiones del cerebro, del tronco cerebral y de
a medula espinal.
Los Vertebrados más antiguos (Reptiles, Anfibios) sólo tienen una
Pequeña zona de córtex la cual está exclusivamente asociada al olfa-
~· Por su antigüedad filogenética esta zona se denomina arquepal~o.
d n los Mamíferos, el resto del córtex se llama neopalio y e~tá asocia-
? a sensaciones táctiles, visuales y auditivas. En los Primates las re-
giones olftativas están mucho más reducidas pero, en cambio, su ne-
0Palio está enormemente expandido.
64 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Hay, por tanto, una compleja red de interconexiones entre las activi-
dades sensoriales y motoras y las áreas de asociación. A medida que el ce-
rebro de los Primates aumentó sus capacidades sensoriales y analíticas, se
diferenció también neurológicamente, de modo que diversas áreas del cór-
tex se pueden definir histológicamente. En los Primates superiores, por las
presiones durante el crecimiento y desarrollo, estás áreas del cerebro se
han expandido no rebasando los límites sino aumentando en repliegues o
circunvoluciones, de modo que parte de las áreas se introducen en las cir-
- cunvoluciones y en la profundidad de los surcos (Aiello y Dean 1990).
músculoS
Anterior
Speech cortex
lBroca)
FIG. 2.25. Dinámica entre las áreas visúal, de asociación parietal y del habla
(Según Eccles 1989).
LOS SIMIOS Y EL HOMBRE 67
Variabilidad y ontogenia
El sistema límbico
(a)
Radiación ventral
de la amígdala
(b)
Tracto mamllotalámico
Referencias
Etología de primates
Los babuínos
G = babuíno guinea
O = babuíno olive
Y = babuíno yellow
Ch = babuíno chacma
H = babuíno hamadryas
M = mandril (lugares
parcialmente
dentro del
territorio de otros
babuínos, además
de la Isla de
Fernando Po.
Ge = babuíno gelada
•
La figura del macho alfa no es exclusiva ni única. Ocasionalmente el
Poder puede ser detentado por varios machos a la vez, que ~ontrolan el
grupo (situación más frecuente en Macaca). El destronamiento del ma-
cho alfa suele ocurrir cuando se hace viejo, o por causa de las heridas
recibidas en alguna de las constantes peleas entre machos.
80 LA EVOLUCIÓN HUMANA
El chimpancé
EL CHIMPANCÉ DE BOSQUE
CoNCLUSIÓN FINAL
·Referencias
A.)
CA.MBIOS TECTÓNICOS
1
B) CAMBIOS CLIMÁTICOS
Ad Dabtiyah ·
~ r~
(;:)
Maboko ~~~~~ · Aramls
~»
·.lb.~
· Nogorora/Lukeino
·l
1000 km
FIG. 4.3. Yacimientos de Hominoidea fósiles en Oriente Próximo y Africa del Este
(Según Begun y Nargolvalla 2004).
Proconsul
Otavipithecus
...- - - - - - - - - - - - - - - Gr~p
J
. hopith ecus
E h . 'd
. o ommOJ s
----------Kenyapithecus .
.-----------Hylobates Hylobatids
Oreopithecus ~
---Ouranopithecus
L..---Dryopithecus
..---- Gorilla Hominines
Pan
Lufengpithecus
Sivapithecus
p,ongo
}J Pongines
'----Ankarapithecus
FIG. 4.6. Dryopithecus FIG. 4.7. Dryopithe- FIG. 4.8. Dryopithecus bran-
laitenaus en norma an- cus laitenaus en norma coi (Según Kordos y Begun
terior (Según Moya y lateral (Según Moya y 2002).
Kohler 1995). Kóhler 1995).
1
a
¡;'le. 4.9. Peñasco del hueso temporal. 1) fossa subarcuata, 2) meato acústico in-
terno, 3) fossa subarcuata cerrada; a) hilobátido, b) Dryopithecus, e) orangután, d)
gorila (Según Moya y Kohler 1993).
98 LA EVOLUCIÓN HUMANA
El reloj molecular
e: ADN
n ~~ruak
·-:?!-- 26
o 22 Bukwa
I
Meswa
Hibridación
ADN
30 I
FIG. 4.10. Relojes moleculares de C. Sibley y J. Alhquist, y registro fósil de Homi-
noidea en los 30 últimos crones (OWM = Old Word Monkeys).
1/) 2 Olduval
o
u::
Cll Alar A. afarensls
Laetoll
~4 Secuencias Hibridación
Tabarln
1/)
ADN ADN A. ramldus
C1l A. klldabba
e: Lothagam
.f!6
I
Orrorln
~
8
c¡~I
G/C-H I (
1 G} Samburu
hills
10
Y-+---~IMRCA(CG)HI
rlG. 4.12. Ascendencia evolutiva homínida tras un amplio análisis de los genomas
~mano (H), de chimpancé (C) y de gorila (G). Aunque se admite que el chimpan-
ce es nuestro antepasado COJ11Ún más próximo (MRCA), por algunas regiones de
nuestro genoma estamos más emparentados con los gorilas. Y, a su vez, según al-
gunas regiones genómicas chimpancés y gorilas están más emparentados entre ellos
~ue con los humanos. Los resultados indican que el antepasado común de homíni-
_os se separó del de gorilas y chimpancés (MRCA(CG)H) antes de la separación de
estos (MRCACG) en concordancia con la apariencia fenotípica y con el actual re-
gzstro fósil (Según Egersberger et al. Redibujado con permiso de los autores).
aeferencias
6o ' .··········
.·· ~
· K-bl...-······,:.:-·
·. Foro .
Lothaga \
: anapol \
~ 1'(".: KENYA :
: \·O·· J;;¡~i;g¡
::- Laetoli '1' Gorge ·.
Distribución
Chimpancés
veles del lago han variado notablemente en el pasado, y los fósiles re-
movidos por lo que sus dataciones no son fáciles de establecer. Más al
sur, en Tanzania, destaca el estrechamiento del Gregory Rift en laGar-
ganta de Olduvai (Olduvai Gorge) en cuyo Bed 1 (Lecho 1) se encon-
traron los primeros ejemplares (paratipo), muy conocidos, de Austra-
lopithecus boisei y de Hamo habilis.
El suelo en África del Sur es bien distinto, de tipo kárstico, lo que
ha favorecido la formación de cuevas -al contrario que en África del
Este-, y en ellas el hallazgo de homínidos en conexión anatómica.
Los antepasados del hombre se separaron de los del chimpancé
hace unos 8 crones aproximadamente, como indican ciertos restos fó-
siles, y los relojes moleculares tanto de mtDNA como de hibridación
de ADN. Los paleontólogos de vertebrados dan igualmente una fecha
de 7 a 8 millones de años para la emergencia de la fauna endémica
«etíope», aislada a causa del proceso de «rifting». Los homínidos más
antiguos, realmente considerados como tales, se han hallado geográ-
ficamente en el Ethiopian Rift (Ardipithecus) o en el Gregory Rift
(Orrorin).
Los principales hallazgos son los siguientes:
Orrorin tugenensis
Localizado en las localidades de Cheboit, Kapsomin, Kapcheberek
y Aragai en la Formación Lukeino, data de 6 crones. Hay unos 20 res-
tos consistentes en dos fragmentos mandibulares, una sínfisis y varios
dientes aislados, así como tres fragmentos femorales y un húmero
parcialmente conservado. Los fémures revelan que Orrorin era bípedo.
Si bien otros restos postcraneales sugieren que podría encaramarse a
los árboles. Orrorin es el homínido más antiguo descubierto e indica
que la dicotomía entre los simios africanos y los homínidos tuvo que
ser anterior a 6 crones (Senut y Pickford 2004).
Ardipithecus ramidus
Datado en 4.4 crones, lo componen restos de 17 individuos, 16 de
ellos hallados juntos, uno de los cuales presenta una adelantada posi-
ción del agujero del occipital, lo que significa cierto grado de locomo-
ción bípeda. Ello unido a la reconstrucción paleoecológica, que indi-
ca bosque cerrado, orientaría hacia el origen del bipedismo en ese en-
torno. No obstante, el esqueleto postcraneal sigue sin ser publicado
por lo que no pueden elevarse a definitivas las conclusiones. Por otra
parte, ciertos caracteres dentales lo asemejan a los _simios por lo ~ue
no pocos autores lo consideran un antecesor del chimpancé.
EL ESLABÓN PERDIDO 109
Aramis, Belohdelie
Bahr el Ghazale Nariokotome, Y Maka
lomekwiy {
Kangatuku\eo '1
H
"':_omo
Kanapoi, e
Lothagam y - - e
AlliaBay e--
Oiduvai. .Peni
Garusi y Laetoll•
Sterkfontein, Uraha e
Swartkrans,
Coopers,
Kromdraai,
Drimolen,
Gladysvale y
Gondolio.---1,----•
A. kadabba
Descubierto en Etiopía, como el anterior, procede de sedimentos
datados entre S,2 y S, 7 crones. Inicialmente fue propuesto como su-
bespecie de A. ramidus pero ha sido elevado al nivel de especie: A. ka-
dabba. Sus caninos incisiformes le asemejan a A. ramidus. La morfolo-
gía postcraneal tiene varias semejanzas con los simios africanos y los
australopitecos de Hadar,, pero la forma de olécranon le diferencia de
los de homínidos. Una falange del pie se parece al material de Hadar
e in dica actividad arborí<;ola.
Sahelanthropus tchadensis
Descubierto en 2002 , en el Tchad, data de 7-6 crones. _Fue descri-
to inicialmente como un homínido por su cara ortognata, caninos pe-
<J,Ueños, robustez supraorbitaria, y posición adelantada del agujero oc-
cipital, entre otros. Sin embargo una combinación de rasgos similar
110 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Kapsomin
En 2002, se halló en Kapsomin (Lukeino), la mitad de un molar
superior de un hominoide de gran tamaño datado en 5,9 crones. Este
diente es más grande que los de Orrorin tugenensis y la morfología de
la corona es también distinta. El trígono amplio, así como la fovea
distal, las cúspides principales altas y cónicas, separadas por un sur-
co profundo son rasgos que también concurren en el gorila. Desde en-
tonces este molar superior, un incisivo superior central y un molar in-
ferior de Lukeino se atribuyen al mismo simio fósil.
Se concluye que la divergencia entre los humanos y los simios
pudo ocurrir en el Mioceno final, hace unos 12 crones. Orrorin es un
bípedo de 6 millones de años, Ardipithecus podría estar relacionado
con el chimpancé, y Sahelanthropus posiblemente esté en la línea del
gorila. Los australopitecos parecen surgir de la línea humana en la
zona oriental de Africa. Ives Coppens ha venido señalando desde 1982
que, entre los miles de fragmentos de homínidos identificados, no se
había encontrado en el Rift uno sólo que pudiera atribuirse a chim-
pancé. En 2005 se ha encontrado un fémur sí atribuible aunque su da-
tación es de tan sólo 0,5 crones, contemporáneo de Hamo erectus
(McBrearty y Jablonsky 2005).
La presencia de un gran simio «chimpanciforme» en Ngorora y
de un gran simio «goriliforme» en Kapsomin y en Cheboit, asociados
a homínidos prometen llenar en los próximos años la laguna del ori-
gen de los grandes simios africanos modernos (Senut y Pickford
2005).
El género Australopithecus
endocranial
c~st
Taung
permanent first
molars (erupting)
Goálla
Parantf~ropus boisei Australopithecus alncanus
globalización de la bóveda;
posición adelantada del foramen magnum, pero en un· pla-
no horizontal y no completamente como en Horno (plano
del foramen ascendente hacia la cara); •
EL ESLABÓN PERDIDO
113
proporción neuro/esplacnocráneo, esto es, cara todavía muy
prognata y grande en relación a la caja craneana.
AUSTRALOPITHECUS ANAMENSIS
AUSTRALOPITHECUS AFARENSIS
Características de A. afarensis
- fuerte prognatismo;
- gran anchura bizigomática, que alojaría poderosos músculos
de la masticación;
gran surco prenasal, esto es, alojamiento de grandes dientes
anteriores para la preparación de la comida.
Norma posterior:
arco zigomático
eminencia /
articular fJ
fosa mandibular
proceso
mastoideo
arco zigomático
neumatización
basal
proceso
masto ideo
Norma inferior:
Esqueleto postcraneal:
Pan troglodytes
Chimpancé
prognatismo
subnasal
Australopithecuas
afarensis
izquierda: AL 333-1 + 333-45
derecha: AL 333-45
Australopithecus
africanus
izquierda: STS 5
Australopithecus
robustus
izquierda: SK 46
derecha: KNM-ER 406
Horno habilis
KNM-ER 1813
AUSTRALOPITHECUS BAHRELGHAZALI
K.ENYANTHROPUS PLATYOPS
AUSTRALOPITHECUS AFRICANUS
Caracteres craneales
- cráneos: Sts 5, Sts 17 y Sts 71, que son abreviatura del yaci-
miento Sterkfontein;
- Little Foot es un pie --'-Cálcaneo y astrágalo más huesos del tar-
so- cuya ligera separación del dedo gordo, respecto al de . un
pie humano actual, es prueba de que poseía la doble cualidad
de ser arborícola y, en buena medida, terrestre sin llegar a ser
del todo como el de los primeros Horno. '
EL ESLABÓN PERDIDO 121
Ecología
Australopithecus y el bipedismo
rrestre eficiente, y podrían ser los bípedos de Laetoli. Pero hay autores
para quienes las pisadas no serían las de un bípedo arborícola, sino lo-
comotor, y atribuyen las huellas a A. anamensis y no a A. afarensis.
Ives Coppens (1999), uno de los padres de «Lucy», ve difícil que
pueda haber dos tipos de tibias, y de rodillas, a la vez distintas y con-
temporáneas sin que haya tipos distintos de bipedismo. A. anamensis
tiene unas plataformas tibiales bien excavadas, en las que los cóndilos
femorales encajan ajustadamente, como es el caso de la rodilla huma-
na actual. En cambio la tibia de A afarensis, representada por «Lucy»,
es diferente. Presenta una plataforma tibial externa de borde convexo,
lo que, en términos biomecánicos, significa que su rodilla tendría cier-
ta capacidad de rotación, muy útil en la vida arborícola (fig. 5.9). Los
pequeños cuerpos vertebrales de «Lucy» y la reducida unión entre el
sacro y el coxal indican que no podría estar demasiado tiempo ergui-
da; por otra parte, carecería de un glúteo máximo poderoso (la nalga)
como lo es el nuestro, y su caminar se apoyaría más en otros múscu-
los, desplazando la pierna hacia delante durante el paso, no rectamen-
te sino con cierto giro lateral. Estos y otros indicios, como el dedo
gordo bien alineado respecto a los otros dedos y la huella profunda-
mente marcada de las pisadas de Laetoli, reflejan que hubo, según
Coppens, líneas evolutivas contemporáneas y distintas en cuanto a lo-
comoción, al menos.
Orrorin tuguenensis, antes comentado, fue un bípedo, hace 6 cro-
nes, de características sorprendentemente humanas (Senut y Pickford
2004; Gibbons 2004), cuyo trocanter menor presenta proyección me-
dial como el fémur humano. En cambio la proyección del trocanter
menor en los australopitecos es anteroposterior. La interpretación bio-
mecánica está en que Orrorin podía adelantar la pierna durante la
marcha bípeda como lo hacemos nosotros, mientras que el austral o- .
piteco lo haría lateralmente, a causa de su adaptación a trepar a los
árboles sujetándose fuertemente al tronco con la cara interna de los
pies mientras se izaba con los brazos. Por ello y otras razones, B. Se-
nut y M. Pickford (2004) proponen que Orrorin debe ocupar en el ár-
bol filogenético el punto de separación entre la línea de Australopithe-
cus y la de Hamo . No hay fémures conservados entre los restos de A.
anamensis, cuya tibia es la de un bípedo locomotor, por lo que sólo
nuevos hallazgos aclararán si hay relación entre este australopiteco y
Orrorin. Recordemos que Orrorin y A. anamensis están separados. en
el tiempo por 2 crones, como · entre H. habilis y nosotros, lapso de
tiempo que, en nuestro caso, ha bastado para la formación del cere-
bro humano. '
EL ESLABÓN PERDIDO
123
R.eferencias
FIG. 6.1. Hasta hace 4.5 crones las aguas del Atlántico y del Pacífico se mezclaban
a través de un paso entre las Américas y sus niveles de salinidad se compensaban.
La corriente marina que llegaba de la zona ecuatorial del Atlántico templaba la tem-
peratura del Océano Artico. Tras el cierre del istmo de Panamá la corriente atlánti-
cafluyó completamente hacia el Artico, pero se hundía en bu;na parte de alcanzar
el polo a causa de su densidad salina. La zona ártico se enfrió notablemente, lo.que
repercutió en una desecación de Africa.
CAMBIO CLIMÁTICO Y DIVERSIFICACIÓN 127
Evolución homínido
o -4 -8 -12
o
(/) '
o
¡e
Ctl
Q)
"O
~ 2
e
g
.E
e
Q)
"O
Ctl
(¡3 3
']
'-
O
!3 Pradera- bosque
~
..:
FIG. 6.2. Paralelismo entre la radiación cladogenética de los homínidos del Plío-
Pleistoceno y los cambios en el clima y su repercusión en la vegetación de A{rica del
Este. Tres disrupciones se distinguen en tendencia gradual promedio hace 2. 8, l. 7 Y
1.0 crones. Los valores del isótopo estable del Carbono (Delta13C) indican el au-
mento de la aridez hace unos l. 7 crones. El enfriamiento general se refleja, a su vez,
en el Delta 180 durante el Plio.Pleistoceno (Según De Menocal 1995).
•
CAMBIO CLIMÁTICO Y DIVERSIFICACIÓN 129
FIG. 6.3. Cambio climático y especiación en los primeros homínidos (Según Conroy 2005).
Cara
aplanada
cuerpo mandibular
sínfisis
cóndilo
mandibular
incisivos
cresta sagital
constricción postorbital
L Cara
apll!nada plano nucal
prognatismo alveolar
•
• Un cerebro completamente homínido, que incluye las áreas de
Wernicke y Broca. Según P. V. Tobias poseían capacidad facul-
tativa del habla, como su probable antecesor A. africanus, En
Hamo esta capacidad fue obligatoria para la supervivencia (To-
bías 1998).
132 LA EVOLUCIÓN HUMANA
1250
-
"E
'
.S
.....
~ 1050
·x
ro
E
Q5
"O
Cll 150
2e
Q) Hadar y e
o Laetoli
650
Ecología y adaptación
• mejoras reproductoras;
• siendo la condición necesaria que la energía invertida nunca
fuera inferior a la conseguida.
Área de la superflcl~. 4 4
masa o o
FIG. 6.8. Variación en estatura y masa corporal por adaptación climática en po-
blaciones humanas actuales (Según Ruff 1993).
ciertos herbívoros que deben correr a gran velocidad para evitar ser
depredados.
~
~
o
/:.sapiens
0,5
A. robustas - - 1,5
2,5
K. playtops
3
A. bahrelgazali
A. anamensts
-1- Tibia y hú111ero 4
--- de Kanapoi
-
':. A. ramidus 4,5
Orrorin 5,5
tugenensis
M•.
1,5
Primeras estructuras
oC de hábitat
-e Inicio de la cultllra
2,5 Olduvayense 2,5
Referencias
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CAMBIO CLIMÁTICO Y DIVERSIFICACIÓN 141
LA HUMANIDAD ANTIGUA
•
CAPÍTULO 7
LA APARICIÓN DE HOMO
Romo habilis
cias conocidas del habla sino que fueron una herramienta de supervi-
vencia. La interrelación de tres factores le llevaron a tal afirmación:
La evidencia fósil
O San
1M W 1
Surco
Torus supratoral Escama frontal
supraorbitario
1) CRÁNEO
Expansión cerebral
Musculatura de la masticación
1600
1500
1400
1300
1200
1100
1000
900
800
"'od
"'
·;¡:;
·a
700 S::
o ol
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600
V)
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o i
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V)
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500 :.¡;¡ ·a
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400 414
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300
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V)
::S
~ i üu
"' "' ....
< < o
i
Frc. 7.2. Valores medios y de dispersión de la capacidad cerebral del género Horno y
su evolución en el tiempo. Entre paréntesis: número de ejemplares (Según Tobias 1991).
Bipedismo
2) CEREBRO
3) DENTICIÓN
Tamaño
Forma
120
110
100 1----tlft
90
80
1111111111111 H. habilis
~ A. africanus
Dieta
el estudio microscópico indica que H. habilis presenta pocas
estrías, lo que indicaría una dieta de menor contenido vegetal;
erosiones en la corona dental causadas por disolución del es-
malte por ingesta estacional de frutos ácidos (pH inferior a 5,5
disuelve el esmalte).
4) ESQUELETO POSTCRANEAL
Especímenes
- OH7 es una mano, OH8 es un pie en coneXIon anatómica,
OH62 son húmeros y fémures de un individuo. Los fémures
ER 1481, ER 2472 y ER 3951 podrían pertenecer a H. erectus
(véase capítulo 9).
La mano
- corta (respecto a la nuestra), de gran musculatura y cierto gra-
do aún de arboricolismo, lo que indicaría que probablemente
buscaba refugio en los árboles.
Omóplato
- en posición más elevada que en nosotros. Mayor poder de ex-
tensión del brazo, quizá adecuado para buscar refugio en los
árboles.
Fémur
- notable diferencia respecto a sus contemporáneos los Australo-
pithecus boisei y robustus.
- cuello femoral corto, de cabeza grande y sección menos ovala-
da, esto es, con tendencia más circular (lo mismo en la diáfisis).
- según O. Lovejoy el acortamiento del cuello femoral se debe¡ía
LA APARICIÓN DE HOMO 153
Pie
- humano completamente. Paralelismo completo del dedo gor-
do. Falange distal gorda. Sólo una diferencia respecto a nos-
otros: 3er. metatarsiano de mayor robustez que el cuarto.
P. troglodytes CJEQ
A afarensis
-ce
A africanus
A robustus
H. habilis
H. e. erectus (PVT)
H. e. erectus (RLH)
H. e. pekinensis
H. sapiens
o 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
EQ. 67 4
3
A. afarensis
2
FIG. 7.5. Valores del coeficiente EQ de Jerison en homínidos fósiles y actuales, des-
de el momento de su emergencia, comparados con los de cuatro delfínidos actuales
y la marsopa. Sólo hace un millón de años Horno alcanzó un nivel significativa-
mente mayor que los delfines, y se convirtió progresivamente en el ser más encefa-
lizado de la Naturaleza (Según Marino 1996).
Frc. 7.6. Evolución del riego sanguíneo cerebral en homínidos del Plio-Pleistoce-
no (Según Saban; en Facchini 1990).
-~
FrG. 7.7. Evolución del riego sanguíneo cerebral en Neandertal y en H. sapiens sa-
piens (Según Saban; en Facchini 1990).
Surco central
Área de Broca
visual
primaria
a)
Surco central
a) b}
FIG . 7.9. a) Vista posterior del patrón morfológico más frecuente de la corteza ce-
rebral del chimpancé y posiciones del sulcus lunatus (LS), el surco interparietal (IP)
y la cisura calcarina lateral (LC). b) la misma norma posterior en el chimpancé
«Chucb muestra un patrón normal en el hemisferio izquierdo, como en la figura
a), y, en cambio, un significativo desplazamiento hacia atrás del sulcus lunatus
(LS) (Según Holloway 2001).
Lenguaje y supervivencia
\
FrG. 7.11. Mapa mielogenético de la corteza cerebral según Flechsig (1920). Tra-
117.ado cruzado: áreas primarias; con líneas: áreas intermedias; oscuras: áreas termi-
nales. Los números se refieren al orden de mielinización: tramado cruzado: en el na-
ci117.iento; líneas paralelas: del nacimiento al primer mes; las áreas en blanco: pos-
teriores (Según Eccles 1989).
166 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Referencias
•
CAPÍTULO 8
LOS ORÍGENES DEL COMPORTAMIENTO HUMANO
.gT
*5
O"t::
c..
oc: Q)
~.-
~(ij
ro<=
o~
.Q)Q)
b-
~l
Ate/es Na salís Macaca Hylobates
FIG. 8.1. Esquema clásico de Schultz que representa el tamaño de la cabeza del neona-
to (círculos grises) en relación al canal materno en diferentes primates, redibujados a es-
cala del diámetro tranversal pélvico (Según Rosenberg y Trevathan 1995).
•
LOS ORÍGENES DEL COMPORTAMIENTO HUMANO 169
ce ce ce ce
La hipótesis demográfica
Posreproducción
Adulto
Subadulto
Infancia
Nadlmlel~to~=7~~~~~4-~-+4-~-+~~~
Gestación
FIG. 8.2. Duración de las fases de la vida en algunos primates. El ser humano es
el único con periodo un largo periodo post-reproductor (Según Lovejoy 1981, adap-
tado de Schultz).
l=R
+\ \ 1 1 1 1 1-
1\
Intervalo
IHllr! Gestación
naanuentos
longevidad
Oe~~fa~t1cia ~:~~~
u
FIG. 8.3. Modelo mecánico de las variables demográficas en los homínidos. R = 1
indica el tamaño poblacional estable. Cualquier aumento en longitud de las fases
del lado derecho desequilibraría la balanza. Tres de ellos lo han hecho en el hombre,
lo que se ha compensado acortando el intervalo de partos (desplazado a la izquier-
da en la palanca) (Según Lovejoy 1981).
esterilidad
-.c.nte
~yl lt~.,.~~-4~1---~--~~---tl------
o 1.0 20 30 40 50
Edad en añoa
Frc. 8.4. Modelos de fecundidad humana. Una mujer ¡Kung San del Kalahari tie-
ne unos cinco hijos a lo largo de su vida. No usa ningún tipo de contracepción. La
menarquia aparece tardíamente (15, 5 años) coincidiendo con el matrimonio y la es-
terilidad de la adolescencia junto a una alimentación pobre retrasan el nacimiento
de su primer hijo hasta los 19,5 años. La lactancia diferirá el nuevo parto unos 4
años. A causa de la mortalidad femenina entre los ¡Kung, la mujer tendrá un prome-
dio de 5 hijos, tres de los cuales sobrevivirán hasta la edad reproductora. La segun-
da línea representa la situación entre los Hutteritas de Norteamérica, que, hasta hace
poco, no practicaban ninguna forma de contracepción. Su óptimo nivel de salud y
nutrición adelanta la menarquia a los 13 años, aunque la mujer no tendrá su primer
hijo hasta los 22 años, en promedio, por razones culturales. La excelente alimenta-
ción acorta el periodo anovulatorio de la lactancia resultando en un intervalo de par-
tos cada dos años y un total de 11 hijos en su vida fértil. En la línea inferior, una
mujer de un país desarrollado tendrá la menarquia a los 13 años, y aunque comen-
zará las relaciones sexuales hacia los 17 años, utiliza la contracepción y el aborto
Para la planificación familiar. El periodo de lactancia será tan corto que no produ-
cirá efectos anovulatorios. El promedio de hijos será de 1 o 2 (Según Short 1976).
aumento
secreción
Beta-endorfina
estímulo por
succión --+--+--~
Alteraciones en las
pulsaciones de LH
Ovario
~b~ic-ió-n+d-e-~~~-~
la ovulación
j
Paleodemografía
Extinguidas
A. afarensis 37 3,1
A. africanus < 20 (35% o.f.) 35 3,4
A. boi:sei 48 3,0
A. robustus < 20 (60% o.f.) 44 3,5
li. habilis < 20 (73% o.f.) 48 4,0
li. erectus
(Asia y África) < 20 (73% o.f.) 53 5,5
li. erectus pekinensis 53 6,1
176 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Actuales
Carilla Carilla (Gorila) 40 140 1,7
Papio cynochephalus (Babuíno) 31 19 2,3
Hylobathes lar (Gibón) 32 6 2,4
Pongo pygmeus (Orangután) 46 53 2,5
Pan troglodytes (Chimpancé) 46 45 2,6
Hamo sapiens (Humano) 100 57 7,6
Inferencias adaptativas
Inferencias
Aumento del
adaptativas Aumento cerebral y del
pensamiento Simbólico
coeflc~ente
de encefahzac1ó
Ut1les lf!1cos para sobreviVIr
en los primeros
Hamo
D
Aumento del canal parto
M0d1f1caclones Efecto selectivo sobre la
(anchura biacetabular)
en fémur y pelv1s pelvis platipeloide homínida
Interferencia con el bipedismo
D
Aumento
Menor tamaño cabeza fetal Mayor del cuidado parental.
H. habilis 46 % dependencia del cría Disminución estrés maternal
D
Acortamiento del Intervalo · h Cohesión grupal por Potenciación del
de partos en la mujer r sexualidad continuada septum y de la amígdala
. D D1smmuc1ón del
Ultenor parto rotatono
Aun1ento demograhco (H sap1ens)
d1morf1smo sexual
Lateralizac1on del ala 1haca
androide ginecoide
platipeloide antropoide
--
De todos es conocida la gran facilidad de los niños para ~
(mediante el aprendizaje)
El Pensamiento inteligente ~ integra el Conocimiento ~ y le da direccionalidad
(memoria conceptual
y acumulación de experiencias)
w g
a:
<(
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(/)
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or:í zw oz ~¡¡:
~
:;)
(/) (.)(/) (.):;)
...J
INFORMACIÓN AMBIENTAL
+- Ecológica
.,_.Social
Cultural
INFORMACIÓN GENETICA
(adaptaciones filogenéticas)
Potencialidades
EMERGENCIA DE LO HUMANO
EVOLUCIÓN BIOLÓGICA
(mutación, recombinación, selección, deriva, flujo genético)
•
LOS ORÍGENES DEL COMPORTAMIENTO HUMANO 183
Ética y altruismo
---
tanto, no sufren la agonía de la indecisión.
Los humanos son los únicos que tienen conciencia de la muerte y
----- -- - - .... ,.--""'- ... ---
ello es un gran impulso en la existencia. El pensamieñto poderoso hu-
- ___.,.. --
mano añailló, tambien, como factor necesario para la supervivencia,
____..
el sentido del futuro, del que carece el animal irracional pues no lo tie-
-
ne ~satisfacción de sus necesidades instintivas inmedia-
-~
tas. El futuro del humano es, pues, de mayor alcance que el del irra-
cional y pue~e es~r exento de emo_Q..cmes -conducta no asociada al
sistema límbico- lo que introdujo la discordia en nuestras mentes,
pues po emos prever el placer y el dolor, lo bueno y lo mal9, así _se
convirtió de animal numano en e aristotélico anirñai ético. Nuestra .
raciop.aliClaél, prodÜcto c!_e nuestra -a!!tO(;:QJlQ~~~ I!QS convjerte en
respon'Saole~ueS,a diferencia de perros y lobos, sí podemos elegir
en nuestraS decisiones. -
El térmi~o altruismo fue introducido por el filósofo positivista Au-
guste Comte, a mediados del siglo XIX, para referirse a un tipo par-
ticular de comportamiento moral por el cual una persona intenta ha-
cer el bien a los otros sin pensar en ninguna ventaja que pudiera de-
rivarse.
Los deterministas biológicos -la Sociobiología-han visto en ello
un efecto de la «selección grupal», es decir, unos individuos recibirían
genes para sacrificarse por otros. Así, E. O. Wilson distingue entre el
altruismo extremo el sacrificio de la madre por la cría, fuertemente
emocional, y el altruismo ordinario que sería egoísta, es decir que es-
pera una reciprocidad en el fondo.
Otros biólogos proponen que el altruismo humano tiene una base
ambiental muy considerable, y que no está tan determinado por los
genes como suponen los sociobiólogos!, Esta hipótesis ecológica se
basa en que sólo se registran condw;:tas altruistas cuandolll.el grupo
es pequeño -la solidaridad en los pueblos, en grupos aislados-2)
cuando hay tasas bajas de migración -los miembros de un colectivo
se conocen entre sí y son pocos-, y 3) cuando se producen altas ta-
sas de extinción -movimientos solidarios en el caso de catástrofes-.
En este último caso es evidente la reversibilidad del carácter pues la
masiva y generosa ayuda.. del primer momento cesa o se acaba dilu-
Yend<4
Eccles (1989) distingue entre pseudoaltruismo -el de los anima-
les- del verdadero altruismo que se caracterizan para serlo por su in-
terzcionalidad -aunque en la ejecución pueda ser automática-y por su
planificación en atención a los intereses de la otra u otras personas. De
186 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Referencias
La expansión geográfica
FIG. 9.1. Vías migratorias de los homínidos en la primera expansión désde Africa
(1,8 crones).
a) Lago Turkana
2) CAUCASO
4) CHINA
5) EUROPA
CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS
Frontal
Torus
supraorbitario
O 5cm
Apertura
nasal
Constricción postorbitaria
KNM-ER 3733
FIG. 9.3. Horno erectus KNM-ER 3733 del Lago Turkana (Según Klein 1999).
--
o 5cm
Prognatismo
alveolar
Sin mentón
Horno erectus de Indonesia (reconstrucción de Weidenreich)
Carena sagital
Surco
supra toral
Prognatismo
alveolar
O- -scm Sin mentón
FIG. 9.4. Horno erectus erectus (arriba). Horno erectus pekinensis (abajo)
(Según Klein 1999).
Frontal huidizo
Surco
supratoral
Torus
. suprambitario
Occipital
angul.a do
O 5 cm
a) Coxal:
Amplia
Profunda fosa Fosa tuberosidad Profunda fosa
glútea ilíaca ilíaca glútea Pilar ilíaco
bien desarrollado
Superficie
articular
pequeña . ,. .. .
Tuberosidad isquiática Contrafuerte ~~~·
rotada lateralmente sacro-acetabular '._ ';
1
Acetábulo
grande
FrG. 9.8. Características del coxal en Horno erectus (Según Aiello y Dean 1990) .
•
LA EXPANSIÓN DE ROMO 201
b) Fémur:
8,2
"Eo
7,8
....-····
~
E
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.
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• humanos modernos
,,
...,'-o
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.~ .-,
A primer Horno
E D •
'"'
Ci • h,. primer Horno?
O'> •
-'
o
6,6
' JI.
O
H.erectus tardíos
Austraiopitecus?
D ?
6,2
6,2 6,6 7,0 7,4 7,8 8,2
Lag Diámetro A-P !centro diáfisis femorall
FIG. 9.9. Los humanos del Pleistoceno Inferior y Medio presentan un diámetro
transversal de la diáfisis de fémur muy marcado debido a un fuerte grosor del teji-
do compacto (Según Ruff 1995).
202 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Locomoción y reproducción
Pan
Homo
FIG. 9.11. La rotación lateral de ala ilíaca en el humano actual (izquierda) permite
una reducción del cuello del fémur que no se dio ni en Australopithecus ni en los pri-
meros Horno (derecha). En estos, la incompleta rotación del coxal obligó a una ma-
yor potencia de los glúteos medio y mínimo; la mayor longitud del cuello femoral fa-
vorecía el brazo de palanca (Según Lovejoy 1989).
FIG. 9.14. El parto en los simios (Según Rosenberg y Trevathan 1995. Dibujo de
Brian McCuller).
---
S. Edad adulta. Se inicia con el final del «estirón» y se alcanza
ya la estatura del adulto, una dentición permanente -®IP-
ción del 3.!: JllOlar, si es que emerge- y una madurez repro-
ductora Cómpleta, gue incluye una serie de aspectos de tipo
psicológ~ socioeconómico y psicoconductual. Se suele lle-
gar a este estadio a una edad entre los 21 años a los 25 en el
varón y hacia los 19 en la mujer. ·
210 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Adulto 16
14
Adolescente
12
Juvenil
10
Niñez
D 8
Infancia
D 6
4
erupción M1 ----
FIG. 9.16. Evolución de las fases del desarrollo humano. P/A, Pan y A. afarensÍs. Aa,
A. africanus. Hh, H. habilis. Hel, H. erectus inicial. He2, H. erectus final. Hs, H. sa-
piens (Según Bogin 1997).
LA EXPANSIÓN DE HOMO 211
Referencias
LA PITECANTROPIZACIÓN
Horno en Java
NDUTU
BEDs
INFERIORES FORMACION
GUOMDE
···-·-·--·-
0,5 MASEK
BEDs
-·-------·
BED OH12
IVOH28 TOBA
TOBAIVB SILBO
-----------
BEDIII
---------
OH9
TOBA
1 ,5 BED 11 CHARI,
---TOBA5
S27 ER-3883
S31 TOBA
TOBAllA
IMODJOKERTO 11
·---n-•-• OKOTE
BEDI ER-3733
TOBA lB TOBA
l-
~
KBS
~
2,0
SU MATRA
Java Sea 6° ~below
go ~
,._
1
} _______
1{)60 1080 1100 1120 1140
/ndian Ocean
C:=:==---
O 100 200 km
También hay nuevas fechas 39 Ar- 40Ar de las catorce bóvedas crane-
ales de Ngandong que indican que H. erectus habría perdurado en
Java hasta hace tan sólo 53-27 ka. (Swisher et al., 2000), esto es, 250
ka. ·más que en el continente asiático y 500 ka. más que en África\,for
tanto hubo una larga contemporaneidad entre H. erectus y H. sapiens.
Muy probablemente H. erectus permaneció aislado en el Sudeste Asiá-
tico a causa de los ascensos del nivel del mar y porque el Sudeste Asiá-
tico, dadas su fragmentación geológica y la densidad de su biomasa,
es lugar propicio para el aislamiento.
El estudio comparado de las bÓvedas craneanas de H. erectus de
Africa, Java y China muestra lo siguiente:
• comparados con los de África, los de Java son los más arcaicos
Y robustos, de acuerdo con la actual hipótesis de una antigua
salida de África y posterior aislamiento:
• comparados con los de China, los de Java tienen:
arcaísmos en la expansión de la bóveda y capacidad cra-
neana:
menor desarrollo supraorbitario que en China donde los ar-
"
LA PITECANTROPIZACIÓN 221
Homo en Flores
EL GÉNERO HOMO
j
~~ j
Cl>
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2 ~Ex c:a ~
= :E -~E :¡:; :e U)~
Ul •<( oc..= <..>
0,2
0,3
0,4
0,8 -
W.OOI
1-
12,
1,4
1,6
1,8 -
2- ll.habills 1
1~1
2,5
FIG. 10.3. Arbol filogenético del género Horno utilizado en este libro que contem-
pla tres grados en el emergente linaje humano con dos procesos destacables de en-
demismo por aislamiento geográfico y temporal: la pitecantropización y la nean-
dertalización. "
LA PITECANTROPIZACIÓN 223
..
C>
LOMBOK FLORES ¡;::)
---...__,...,_,~~~~
BA 1 SUMBAWA~ J::>~ TIMOR
)
OCEANO INDICO
ológica sugiere que debió extinguirse por una erupción volcánica jun-
to con otras especies raras de la isla.
Los restos humanos estaban rodeados de animales pequeños
como serpientes, tortugas, ranas, roedores y murciélagos, pescado, y
de mamíferos de mayor tamaño como un mono, ciervo, cerdo, puer-
coespín y elefantes enanos hoy extinguidos (Stegodon), principalmen-
te crías, así como lagartos gigantes, el Dragón de Kómodo, (no extin-
guido). Dado que los huesos de algunos de estos animales han apare-
cido carbonizados se cree que H. floresiensis debía de dominar el
fuego. Por tanto fueron cazadores prehistóricos de elefantes pigmeos
y lagartos gigantes. Con el cerebro del tamaño de un pomelo, Richard
Roberts (co-autor) indica que «fabricaban herramientas sofisticadas, ·
cazaban elefantes pigmeos y cruzaron, al menos dos barreras de agua,
hasta alcanzar Flores. Estas dos últimas actividades requerían activi-
dad grupal organizada, la cual implica habilidad comunicativa y uso
del lenguaje, todo ello con un cerebro muy pequeño».
Horno floresiensis
Debate y expectativas
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CUARTA PARTE
LA HUMANIDAD MODERNA
CAPÍTULO 11
HOMO SAPIENS Y LA NEANDERTALIZACIÓN
+Bodo
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La Neandertalización
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100.000 ANOS
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200.000 ANOS
FIG. 11.2. Emergencia de Horno sapiens en África (Según Stringer y Gamble 1996).
236 LA EVOLUCIÓN HUMANA
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( 1
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Frontal
Arago 21
Prognatismo IC...il,.¡¡....;ilr«'f...,
alveolar
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occipital
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Sinamhropus JI
Pilhecanlhropus 11
Pilhecanlhropus [V
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opislhocranion
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Horno erectus "archaic" Horno sapiens
Circeo r
opislho-
cranion
FIG. 11.7. Secuencia de la sección del hueso occipital entre H. erectus y H. sa-
piens neandertalensis (Según Vlcek 1978:244, reproducido de R. Klein, The Hu-
man Career, Edición 1989).
Los Neandertales
1
Age Europe 1 Western Asia Africa Eastern Asia Australasia
(my) 1
0.2
0.4
0.6
0.8
1.0
1
1 Lllntllln
1
2.0
CARACTERES CRANEALES
Órbitas bajas
10
Shanidar 1 Qafzeh 9
ESQUELETO POSTCRANEAL
CRS Resto*
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CRS
Feldhoffer1 "G G" T
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Le AS' T A A.
clima no fue tan frío como en las fases posteriores (figs. 11.11 y 12.1).
Los Neandertales se instalaron en campamentos al aire libre, cerca de
los ríos. La ocupación de cuevas y abrigos fue menos usual. Lo con-
trario se dio en el lOS 4 (Würm 11). El grupo se instalaba, por lo ge-
neral, en un territorio de caza. Había un campamento central y, aire- ,
dedor, una serie de campamentos secundarios para seguir los movi-
mientos de las presas. Los hábitats se detectan por las huellas de
estacas -que se han comprobado con vaciados de yeso o resina-, hi-
leras de bloques a modo de muros paravientos, suelos empedrados y
hogueras. Un ejemplo es el campamento ruso de Molodova, de hace
unos 55 ka., una habitación ovalada de 7 x 10 metros, rodeada de hue-
sos de mamut, con dos entradas y 15 hogueras en su interior distri-
buidas irregularmente, lo que probablemente se deba a su ocupación
esporádica.
Algunos campamentos al aire libre llegaron a tener amplia exten-
sión, como en Trécassats (Vaucluse, Francia) donde en un área de 60
hectáreas, se descubrieron seis conjuntos de numerosas cabañas
cada uno.
Una prueba de que los Neandertales realizaban largas salidas se
halla en Combe Grenal (Francia) donde con piedra local están reali-
zados los utensilios pequeños, como los denticulados para realizar tra-
bajos minuciosos, y con piedra foránea los útiles ·de caza.
Los Neandertales dependían esencialmente Cle.l a c;aza y de la reco-
lección. Hay pruebas numerosas de que fueron excelentes cazadores
por los abundantes restos de caza mayor: mamut, rinoceronte, osos de
las cavernas (Ursus speleus), así como aves y pescado. La estratigrafía
de la caverna alemana de Mixnit ha revelado que los osos fueron ata-
cados sistemáticamente, durante años, mientras hibernaban.
Otro tipo de evidencias son las numerosas lesiones con supervi-
vencia que se registran en sus esqueletos, principalmente traumáticas,
consecuencia de una actividad física intensa. Se han señalado lesiones
articulares, artrosis interapofisari~ en la columna vertebral, artropa-
tías del codo, subluxaciones de cadera, entre otras. En conjunto, las
lesiones de los Neandertales coinciden, en términos generales, con las
de los jinetes de rodeo americano (Stringer y Gamble 1996).
Una tercera evidene:ia de su vida cazadora son los utensilios como
punzones, puntas de flecha que habrían sido enmangadas en madera,
y bolas de piedra usadas probablemente como proyectile.s.
La cultura de piedra propia de los Neandertales recibe el nombre
,de Musteriense y, en Europa, se identifica con el Paleolítico Medio.
Está realizada con la técnica Levallois de los H. sapiens arcaicos, apa-
250 LA EVOLUCIÓN HUMANA
recicla hace 0,3 crones en África y cuyo uso se extendió hace 0,2 cro-
nes por el Mediterráneo y Oeste de Europa (fig. 11.12). Una profunda
revisión de yacimientos y calibración de las fechas ha permitido esta-
blecer hoy que los tecno-complejos Chatelperroniense (Francia), Uz-
zeliense (Italia) y otros, que anteceden a la llegada del hombre moder-
no, fueron realizados por Neandertales utilizando técnicas del Paleo-
lítico Superior, seguramente durante una fase inicial de contactos.
Interglaciar
... Clima Tiempol
frío cálido en ka.
-+
Holoceno actual
10
Würm IV 20
Würm 111 IV
Würm 111 30
Würm 11/111 40
Ultima
Glaciación
50
Würm 11 60
70
Würm 1/11 80
Ultima 90
Würml lnterglaciación
Riss-Würm 100
Riss Penúltima
Glaciación 200
Mindei-Riss
300
Mindel
400
Günz-Mindel
Günz 500
a)
b)
La extinción
Referencias
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Behavioural and Biological Perspectives on the Origins and Dispersal of
Modern Humans. Cambridge, McDonald Institute for Archaeology. En
prensa.
CAPÍTULO 12
P'
J::
$
Ultimo
~JO Máximo
:;J
~
Glacial
L
!.
~
5 Mis 1 Mis 2 Mis 3 Mis 4 Mis 5 (a,b.c.d) Mis5e
o 10 20 30 50 00 70 80 90 o 130
Tiempo (ka, miles de affos antes del presente)
Frc. 12.1. Ultimo ciclo glacial, según la temperatura de verano del agua superfi-
cial en el Atlántico a 53 °N (a la altura de Londres), estimada a partir de foraminí-
feros planctónicos (Según Uriarte, http://homepage.mac.com/uriarte/).
FIG. 12.2. Especulación sobre la ár'ias ocupadas por los humanos modernos hace
100.000 años (Según W. W. Howells 1993).
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Frc. 12.3. Yacimientos del Paleolftico Medio y Superior en el Próximo Oriente
Klein 1999).
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1
ROMO SAPIENS SAPIENS 261
FIG. 12.4. ¿Dónde te habías metido? ¡Hemos evolucionado sin ti! (Viñeta de Mi-
rachi en The Wall Street Joumal de 10 de noviembre de 1986)
EU AF AA EU AF AA EU
Ptesente
AMH
1MA
2 MA
La evidencia fósil
te, aparecen sólo restos de humanos modernos (Ksar Akil). Los Parti-
darios del modelo de Continuidad Regional interpretan esta sucesión
intercalada como una prueba de la transformación anatómica de los
Neandertales en humanos modernos. Otros ven simplemente una co-
existencia separada por miles de años.
A Europa llega la cultura Auriñaciense en torno a los 40.000 años
y desde entonces los Neandertales sucumbirán ante los modernos en lo~
siguientes diez ·mil años. El término «hombre de Cromañón» surgió de
los rasgos extremos -cara y órbitas bajas, de contorno rectangular, en-
tre otros- del ejemplar Cromagnon 1, del yacimiento del mismo nom-
bre de Macizo central francés datado en unos 20 ka. Ampliamente po-
pularizado en el contexto del eurocentrismo que caracterizó el tema del
origen del hombre moderno durante el pasado siglo, hoy está en desuso
porque no es un término apropiado. En primer lugar porque los mis-
mos rasgos aparecen en ejemplares antiguos -por ejemplo en Qafzeh
6, de hace 90 ka.- y actuales de África, India y China (Stringer y Me
Kie 1996) lo que significa que son plesiomórficos, es decir, «antiguos» y
«compartidos» pero no distintivos (apomórficos) de los nuevos europe-
os. Segundo porque, en el conjunto de cráneos del Paleolítico Superior
europeo, Cromagnon 1 es el más atípico de todos, según el análisis mul-
tivariante (Turbón et al. 1997) y el examen tipológico lo detectó atribu-
yendo a sus características extremas la cualidad de «típicas» . El conjun-
to de fósiles humanos del Paleolítico Superior europeo es heterogéneo
y no responde a una tipología clara apomórfica.
En Europa no hay especímenes con claros rasgos intermedios de
Neandertal y humano moderno. Los partidarios de la Evolución Mul-
tiregional aducen que los fósiles modernos más arcaicos tienen rasgos
primitivos, y que los posteriores son distintos. Entre los primeros pue-
den citarse los cráneos de Mladec; y Predmostí (Moravia) y Velíka Pe-
cina (Croada), anteriores a 30 ka. En Predmostí 3 se observan algu-
nos rasgos neandertalenses y juntamente con el niño de Lapedo (Por-
tugal) pudieran ser casos de contacto genético. Sin embargo, las
secuencias antiguas de ADN en absoluto apoyan el modelo de Evolu-
ción Multiregional.
Más propicio para el modelo de Evolución Multiregional parece,
en cambio, el Extremo Oriente, donde parece haber continuidad en
ciertos rasgos dentales y craneales en los fósiles arcaicos de Dalí, Jin-
niu Shan, Maba, y Xujiayao, datados de 300 y 100 ka. La persistencia
de Horno erectus en el yacimiento pekinés de Zhoukoudian, es ·m uy
tardía, y el primer representante de poblaciones modernas, los restos,
de Liujiang, no es más antiguo de 6 7 ka.
HOMO SAPIENS SAPIENS 269
La evidencia molecular
Región
de Control
PASADO
PRESENTE
.. • ., . .
1
17 ).
FrG. 12.9. Origen y dispersión de Horno sapiens según Ingman et al. (2000)
,-----1 Chukchi
lr---2 Australian
L------3 Australian
1-----4 Piman
L----5 ltalian
6 PNG Highland
7 PNG coast
8 PNG Highland
. - - - - - 9 Georgi~n
10 Gemnan
~---r--11 Uz.bek
12 Saam
13 Crimean Tatar
14 Dutch
15 French
16 English
17 Samoan
18 Korean
. - - - - 2 0 Asian lndian
1----21 Chinese
1-----22 PNG coast
l r - - - - - - - - 2 3 Australian
24 Evenki
25 Buriat
26 Khirgiz
27Warao
28Warao
,-----29 Siberian lnuit
1----30 Guarani
31 Japanese
Non-African 100 32 Japanese
African 33 Mkamba
rt 34 Ewondo
36 Usongo
35 Bamileke
L 37 Yoruba
38 Yoruba
98
44 Mbenzele
45 Biaka
46 Biaka
' - - - - - - - - l 47 Mbenzele
L - - - - - - - - , 4 8 Kikuyu
98 50 Mbuti
'-----~51 Mbuti
52 San
53 San
r----------------------Chimp
~IG. 12.10. Arbol filogenético de Ingman et al. (2000) con secuencias completas
!e DNAmt de procedencia muy diversa, complementados con el estudio de una de-
~rr.n.zJ-:rnnn región del cromosoma X nuclear (Xq 13.3).
HOMO SAPIENS SAPIENS 273
Cambodian
1---- Malay
Lower castes
Triballndians
Middle castes
Upper castes
Biaka Pygmy
\
\
Mbuli Pygmy 2
Africans
EastAsians
Europeans
lndians
San
Ancestral
FIG. 12.11. Arbol filogenético de Jorde y Wooding (2004) calculado con 60 loci po-
limór{icos STR, 30 polimorfismos de restricción, y 100 polimorfismos de insercio-
nes Alu.
274 LA EVOLUCIÓN HUMANA
Migración y expansiones
Russian
Ekven
Troit.Skoe
FIG. 12.13. Árbol sin raíz neighbour-joining calculado con la distancias de Maha-
lanobis de 22 medidas craneales de poblaciones asiáticas actuales (Según Ishida
1997).
migraciones; se sabe que hace 4.000 años estaban en las Islas Ma-
rianas y que la pista se pierde en la isla de Taiwan, junto al conti-
nente asiático.
El primer poblamiento de América es más complejo pero no des-
conocido. Hay dudas en la fecha más antigua de migración, probable-
mente anterior a 25.000 años pero se ha confirmado, en cambio que
son muy homogéneos, en el conjunto de la Humanidad actual. Su ori-
gen es netamente mongoloide y se les ha seguido el rastro con marca-
dores genéticos hasta en la zona de Manchuria, en el continente asiá-
tico, desde donde ocuparon América por vía terrestre y por el litoral
del Pacífico.
Según indican las dataciones de C-14, los Amerindios llegaron a
Tierra del Fuego hace 10.500 años, fecha en que alcanzó el género hu-
mano el último confín de la Tierra.
Referencias
'
CAPÍTULO 13
CONDUCTA HUMANA MODERNA
quizá, el más antiguo conocido del empleo del color como simbolis-
mo. En cuanto a la tecnología lítica, los enterramientos del Próximo
Oriente pertenecen al Paleolítico Medio, y no hay ninguna prueba del
uso de ornamentos personales.
En lo concerniente a Europa, basta evocar aquí la práctica de en-
tierro ritual bien documentado entre los Neandertales, y la de pintura
de cuerpo, utilización de barras de lápiz de manganeso, documenta-
das en Pech de l'Azé.
Un ejemplo de simbolismo funerario -y desde luego, no es el úni-
co- es el de la Ferrassie. Siete individuos -un feto, dos bebés, dos
niños y dos adultos- yacían enterrados en los niveles musterienses de
este abrigo francés, datados en unos 70-65 ka. La Ferrassie 1, un va- .
rón adulto, fue enterrado con un fragmento de hueso cilíndrico deco-
rado con cuatro jueg0s de incisiones paralelas. La Ferrassie 6, un niño
de entre 3-5 años, tenía tres instrumentos de sílex cuidadosamente co-
locados sobre su cuerpo, el cual había sido enterrado en una fosa pro-
funda y cubierto por una losa de caliza cuya cara inferior estaba de-
corada. La Ferrasie evidencia un nivel de expresión simbólica entre
los Neandertales que no se ha hallado todavía en los yacimientos afri-
canos entre los que, en cambio, si hay pruebas de ornamentos perso-
nales en el yacimiento de Biombos (Sudáfrica).
Por otra parte, a menudo se pasa por altc las evidencias de pensa-
miento simbólico basadas en el uso de instrumentos. El yacimiento
alemán de Konigsaue, por ejemplo, hay una prueba muy destacable
del dominio de una compleja tecnología del fuego realizada por Nean-
dertales, datada en 44 ka. El proceso se habría realizado mediante
una técnica de combustión sin llama de varias horas que requiere un
protocolo de fabricación estricto -con exclusión de oxígeno y tempe-
raturas estrictamente controladas (entre 340 y 400 oc). Se trata de la
materia prima más antigua documentada en la historia de género hu-
mano, y este ejemplo único de alta tecnología del Pleistoceno es evi-
dente no podría haber sido desarrollado, transmitido y mantenido en
ausencia de pensamiento abstracto y lenguaje hablado complejo; este
trabajo lleva el sello de la cognición moderna.
Ello significa que hubo invenciones paralelas o bien debería ad-
mitirse una difusión cultural lo cual, en todo caso, implicaría niveles
comparables de capacidad cognoscitiva y funcionamiento. La apari-
ción del arte figurativo es posterior al contacto Neandertal/modernos
que finaliza en torno a 30 ka. Todo ello sugiere que la aparición «de
la modernidad conductual» fue provocada por procesos culturales, de-
mográficos Y sociales Y no son un fenómeno genético o neurológico.
282 LA EVOLUCIÓN HUMANA
• genéticamente peligroso;
• deshace la estructura de la unidad familiar ya que los cruza-
mientos incestuosos (madre-hijo, padre-hija) producen confu-
sión entre el rol sexual y el rol económico.
5) LA UTILIZACIÓN DE SÍMBOLOS
La agresividad humana
Referencias
Introducción
Fertilidad y edad
1) PROPORCIÓN CINTURA/CADERAS
2) EL PAIDOMORFISMO
3) EL COLOR DE LA PIEL
Parece ser que las mujeres prefieren a los hombres con recursos,
con perspectivas financieras, maduros, ambiciosos y trabajadores. Re-
almente, los hombres que poseen más recursos tienen un mayor nú-
mero de parejas en las diferentes culturas, incluso en las más iguali-
tarias sociedades cazadoras-reproductoras. La abundancia y el status
son atractivos para todas las mujeres del mundo, pero las diferentes
sociedades difieren en la forma en que se logran; un hombre rico
equivale a un buen proveedor en las sociedades de cazadores-rec<!rlec-
tores.
SELECCIÓN EN RELACIÓN CON EL SEXO 295
Salud y atractivo
1) LA ASIMETRÍA FLUCTUANTE
2) LA ANEMIA
1) LA KOINOFÍLIA
2) LA SOCIEDAD
el anterior depender de las reglas sociales podría llevar a toda una po-
blación a la alternativa menos adaptativa, como resultado de copiar el
error de unos pocos.
Muchos modelos genéticos de poblaciones asumen que las prefe-
rencias se transmiten genéticamente en selección sexual fugitiva, e in-
cluso los hay que defienden que la transmisión cultural de preferen-
cias puede llevar a una selección sexual fugitiva y a una rápida evolu-
ción morfológica. La preferencia por un rasgo, aparentemente
arbitrario, puede ser adaptativo si va encaminado a producir una des-
cendencia en la que sus miembros sean encontrados especialmente
atractivos por la siguiente generación, ya que éstos tendrían una ven-
taja a la hora de atraer a la pareja.
Parece haber una considerable variación intercultural en los es-
tándares de lo atractivo, más de lo que se esperaría en base a las pre-
ferencias koinofílicas de los rasgos locales modelos. Por otra parte,
hay evidencia de que los cambios en la expansión económica, política
y cultural de occidente han influenciado en diversas sociedades, va-
riando éstas su ideal de lo atractivo y adaptándolo cada vez más a uno
más similar al occidental, como ha sucedido en Japón.
En poblaciones donde la sociedad está estratificada de alguna
manera por las razas, el color de la piel es muy importante. Los ras-
gos africanos suelen ser vistos como negativos, pero sin embargo
los intermedios no parecen tener menos atractivo que los típicos
europeos.
Para finalizar este apartado son interesantes los estudios realiza-
dos sobre los efectos del dimorfismo sexual en el atractivo facial.
Se partió de la premisa de que, en humanos, las características
dependientes de estrógenos del cuerpo de la mujer están correlaciona-
das con su salud y buen estado reproductivo, y por ello resultan atrac-
tivas; y de que las características dependientes de testosterona, en los
hombres, pueden significar una buena competencia inmunológica Y
ser seleccionadas sexualmente. Según esto, realzando el dimorfismo
sexual en las caras humanas se podría aumentar el atractivo, es decir,
realzando las bases relacionadas con las hormonas sexuales de la ju-
v~ntud y fertilidad en mujeres, y de dominancia e inmunocompeten-
cia en hombres.
En el estudio, llevado a cabo en poblaciones europoides y japone-
sas, se eligieron las caras más atractivas de hombres y mujeres, Y se
realzaron y suavizaron las diferencias entre las formas medias de las
C<¡tras. El resultado fue que los sujetos prefirieron las formas femini-
zadas frente a las medias, tanto en hombres como en mujeres, y que
300 LA EVOLUCIÓN HUMANA
1) CONSECUENCIAS SOMÁTICAS
Para que las mujeres atraigan a los hombres, parece ser que la se-
lección sexual favorece una exageración de las señales de fertilidad,
como es una baja proporción cintura/caderas, rasgos faciales paido-
mórficos, pechos prominentes, y una piel clara dentro de sus niveles
ecológicos óptimos.
La selección sexual también parece favorecer el desarrollo de es-
tructuras especializadas en advertir del estado de salud y la resisten-
cia al estrés: como estructuras simétricas complejas que advierten de
una resistencia al estrés que produce asimetría fluctuante; vasculari-
zación de áreas de la piel como los labios, que advierten de la ausen-
cia de anemia.
La selección acentuará aquellos rasgos en los que los costes de
viabilidad sean más bajos que los beneficios sexuales, y ello variará en
t-.o~·""~ ·~""~ poblaciones, según sus condiciones ecológicas. '
SELECCIÓN EN RELACIÓN CON EL SEXO 301
2) CONSECUENCIAS CONDUCTUALES
Rererencias
•
Mabel Gracia
Alimentación y Cu
Jesús Contreras, Mabel
Manual de Arqueozool
Louis Chaix, Patrice Méniel
El camino de la gue a
Jean Guilaine, Jean Zamm1
Sociedades europeas en
la Edad del Bronce
A F. Harding
Genética de la conducta
Robert Plomin, John C. DeFries,
Gerald E. McCiearn, Peter McGuffin
Ge ' ca
José Ferna z Piqueras, Antonia María Fernández
Peralta, Javier ntos Hernández,
Juan José Gonzá
Historia de la tierra y de la vi
Salvador Reguant
..
El libro ha sido escrito con el deseo
de ofrecer, en forma de manual
universitario, una visión actualizada
de la remota aparición y desarrollo
de la especie humana. Los más mo-
dernos descubrimientos paleonto-
lógicos se examinan a la luz de los
avances recientes en otros campos
científicos como la Neurología, la
Etología y la Genética Molecular.