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Alianza Universidad

1
,
I
Leszek Kolakowski

Las principales
corrientes del marxismo
ID.. La crisis

~ v erSi6n española de

I
I Jorge Vigil Rubio

Alianza - - -- - --.--_.~- ---

B1'I'¡¡iUiiiillif
T
Editorial
0700281727
Título original:
INDICE
Gloume Nurty Marksizmu JII

Prefacio . . . ... ... ... . .. ... '" .. . ... 11

Nota bibliográfica ... ... .. , ... ... .. . 13

1. La primera etapa del marxismo soviético. Los orígenes


del estalinismo . .. ... ' " ... ... .. . . . . ... . . . ... '" .. . 15
1. ¿Qué fue el estalinismo>, 15.-2. Las etapas del esrnlinis-
mo, 19.-3. Prim eros años y ascenso al poder de Stalin, 23.-
4. Socialismo en un solo país, 34.-5. Bujarin y la ideología de
la N .P .E. La controversia económica de los años veinte, 37.
2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los
años veinte . . . ... . . . .. . . . . ... ... .. . . . . ... .. . ... . .. 56
l. El clima político e intelectual, 56.-2. Bujarin como filóso-
fo, 67.-3. Controversias filosóficas: Deborín versus los mecaní-
clstas , 73 .

3. El marxismo como ideología del estado soviético .. . ... 86


© Leszek Kolakowski, 1978 1. La significación ideológica de las grandes purgas, 86.-2. La
© Ed. casr.: Alianza Ed itoríal) S. A. Madrid 1983 codificación del mar xismo de Stalin, 100.-3. El Comint ern y la
Calle M ilán, 38 ; ~ 2000045' • transformación ideol ógica del comunismo internacional, 112.
ISBN: 84·206-2976~ (O . C.)
ISBN: 84-206·2361-X (Tomo rn: 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segun- ,
Depósito legal; M . 18.173-1983 da Guerra Mundial .. . ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. . 12.3
Compuesto en Fern ández Ciudad, S. L. 1. El interludio de la guerra, 12.3.-2. La nueva ofensiva ideológi -
Impreso en U1vCI. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid) ca, 127.-3. La controversia filosófica de 1947 , 130.-4. El debate
Pr inted in Spain
económico) 135.-5. El marxismo-leninismo en física y =010-
7
8 Indíce Índice 9

gía, 136.--6. La genética marxista-leninista, 141.-7. Efecto gene- deidad» existencial, .356.-5. Crítica de la «ilustración., 360.-
ral sobre la ciencia soviética , 143.--8. Stalin acerca de la filolo- 6. Erich Fromm, 367.-7. La teoría crítica (continuación). Jürgen
gía, 145.-9. Stalin acerca de la economía soviética, 147.-10. Ras- Habermas, .373 .-8. Conclusión, 380.
gos generales de la cultura soviética durante los últimos años de
Stalin, 148.-11. El sta tus cognitivo del materialismo dialécti- 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria
co, 155.-12. Las raíces y la significaci6n del estalinismo. La cues- de la nueva izquierda .. . .. . .oo ... ... ... ... ••• ... .. . 382
tión de una «nueva clase», J60.-13. El marxismo europeo du-
rante la última etapa del estalinismo, 169. 1. Hegel y Marx versus el positivismo, 383.-2. Crítica de la civi-
lización contemporánea, 388.-3. «El hombre unidimensional»,
5. Trotski oo .. 185 392.-4. La revolución contra la. libertad, 396.-5. Comenta-
rio) 400.
1. 108 años de exilio, 185.-2. El análisis de Trotski del sistema
soviético, la burocracia y el «Terrnídor», 191.-3. Bolchevismo 12. Ernst Bloch : El marxismo como gnosis futurista . oo oo. 406
y estalinismo. La idea de democracia soviética, 195.-4. Cri tica
de la economía y la política exterior soviéticas, 202.-5. Fascismo, 1. Vida 'f escritos, 407.-2. Ideas básicas, 411.-3. Sueños diur-
democracia 'l guerra, 206.--6. Conclusiones, 212. nos mayores y menores, 412.--4. EL. marxismo como «u tOpía
concreta», 416.-5. La muerte como antiutopía. Dios no existe
6. Antonio Gramsci : El revisionismo comunista oo . 218 todavía, pero existirá, 420.--6. Materia y ma terialismo, 422.-7. El
derecho natural, 42.5.-8. La orientación política de Bloch, 426.-
1. Vida y obras , 219.-2. La autosuficiencia de la historia : el rela-
9. Conclusión y comentarios, 429.
tivismo histórico, 226.-3. Critica del «econoroicismo». Preví-
si ón y voluntad, 229.-4. Crítica del materialismo, 234.-5. Los 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin . .. 434
intelectuales y la lucha de clases. El concepto de hegemonía, 237.-
6. Organizaci ón y movimiento de masas. La sociedad del futu- 1. La «desestalinización», 434.-2. El revisionismo en Europa
ro, 241.-7. Resumen , 245. Oriental, 440.-3. El revisionismo yugoslavo, 456.-4. Revisionis-
mo y ortodoxia en Francia , 460.-5. El marxismo y la «Nueva
7. Gy órgy Lukács: La razón al servicio del dogma oo . oo. 249 Izquierda», 468.--6. El marxismo rural de Mao Tse-tung, 475.
1. Vida y desarrollo intelectual. Primeros escritos, 251.-2. El
todo y la parte: crítica del empirismo) 259.-3. El sujeto y Epílogo oo .
501
objeto de la historia. Teoría 'l práctica. El ser y el deber ser.
Crítica del neokantismo y el evolucionismo, 264.-4. Crítica de Bibliografía ... . . , 509
la «dialéctica de la naturaleza» y de la teoría del reflejo . El con-
cepto de reificación , 268.--5. Conciencia de clase y organiza-
ción, 274.-6. Crítica del irracionalismo, 277.-7. El todo, me- Indice onomástico 518
diación y mímesis como categorías estéticas, 281.-8. Realismo,
realismo socialista y aoant -garde, 285.-9. La exposición de la
mitología marxista. Comentario, 290.-10. Lukács como estali-
nista y su critica del estalinismo, 293.

8. Karl Korsch oo . 300


1. Datos biográficos, 301.-2. Teoría y práctica. Movimiento e
ideología. Relativismo histórico 302.-3. Las tres etapas del
marxismo, 308.-4. Crítica de Kauts\cy, .309.-5. Critica del leni-
nismo, 312.---6. Una nueva definición del marxismo, 313.

9. Lucien Goldmann .. . .. _ . .. . .. oo. ... ... ... ... 315


1. Vida y escritos, 315.-2. Estructuralismo genético, Weltrm-
scbauung. y conciencia de clase, 316.-3. La oosmovisi én trági-
ca, >21.--4. Goldmann y Lukécs . Comentario sobre el estructu-
ralismo genético, 324.

10. La escuela de Frank.furt y la «teoría crítica» ... ... ... 3.31


l . Notas históricas y biogréficas, 33J.-2. Principios de ID. teoría
critica, 341.-3. Dialéctica negativa, 346.-4. Critica de la «auten-
PREFACIO

El presente volumen trata de la evolución del marxismo durante


el último medio siglo. El escribirlo ha comportado dificultades espe-
ciales, W1a de las cuales es el elevado volumen de la literatura exis-
tente sobre el tema: ningún historiador puede dominarla por comple-
to, por lo que es imposible hacer justicia a todos los autores. Otra
dificultad es que no soy capaz de tratar el tema con el deseable dis-
tanciamiento.: He conocido personalmente a muchos de los autores
mencionados en este volumen, algunos de los cuales son o fueron
amigos míos. Además, al describir las controversias y luchas políticas
de la Europa del Este durante los años cincuenta, escribo sobre unos
hechos y cuestiones en las que yo mismo tomé parte, por lo que apa-
rezco en el odioso papel de juez de mi propia causa. Al mismo tiem-
po, no podía dejar en silencio estas cuestiones. El resultado es que
el período más reciente, que es el que conozco mejor por propia expe-
rienda, se trata con menor detalle que cualquier otro. El último capí-
tulo, que trata de este período, podía haberse ampliado hasta con-
vertirse en u.o nuevo volumen; pero, dejando a W1 lado las dificultades
ya mencionadas, no estoy convencido de que el tema merezca intrín-
secamente un tratamiento de tal longitud .

11
NOTA BIBLIOGRAFICA

Fuentes de las citas utilizadas en el texto:

ADORNO, THEODOR W .: Negatioe Dialectics, The Seabury Press, New


York, 1972 ; Routledge & Kegan Paul, London, 1973.
GOLDMANN, L. , Tb e Hidden God, transo Thody (International Library
of Philosophy), Routledge & Kegan Paul, London, 1974.
HORKHEIMER, MAx, and THEODOR W. ADORNO, Dialectic 01 Eniigbt-
enment, transo John Cummings, The Seabury Press, New York,
1972; Allen Lane, The Penguin Press, London, 1973.
KORSCH, KARL, Marxism and Pbilosopby, transo F . Halliday, New
Left Books, London, 1970.
LUKÁcs, GEORGE, The Meaning 01 Contemporary Real ism, The Merlín
Press, London, 1970.
MAo TSE·TlJNG, Anthology 01 His Writings, ed. Anne Frernantle,
Mentor Books, New American Library, New York, 1962 .
- - Four Essays on Pbilosopby, Peking, 1966; Collet's, London,
1967.
- - Qaotaions From Chairman Moo Tse-tung, ed, Stuart Schram,
Pall Mall Press, London, 1968 .
- - Mao Tse-tung Unrebearsed, ed . and trans o Stuart Schram,
Pelican Books, London, 1974, and as Chairman Moo Talles to
the People, Pantheon Books, New York, 1975.
13
Capítulo 1
MARCUSE, BERBER'r, One-Dimensionel Man, Routledge & Kegan
Paul, London, 1%4. LA PRIMERA ETAPA DEL MARXISMO SOVIETICO
~ - Five Lecturas, Allen Lane, The Penguin Press, London LOS COMIENZOS DEL ESTALINISMO
1970. 13 vols., Lawrence & Wishart, London, 1953-5. '
SNOW, EDGAR, Tbe Long Revolution, Hutcninson, London, 1973.
STALIN, ]OSEPH, C~llected Works, vols. 7 and 8, English ed., 1.3 vols.,
Lawrence & Wlshart, London, 1953-5.
TRo:sKY, LEON, Their Morals and Ours, ed. George Novack, Path-
fmder Press, New York, 1969.
- - In Dejense o/ Maxism, New Park Publicatíons London
1971; Pathfinder Press, New York 1971. ' ,
- - Writings o/ Leon Trotsey, 1929-1940, 12 vols., Pathfinder
Press , New York, 1971-7.
WOLFF, RO~-7RT P., BARRINGTON MOORE, lR., and HERBERT MAR-
CUSE, Critiqae of P~re Tolerance, jonathan Cape, London, 1969.
ZHDAN.OV, A. A., On Literature, Music, and Philosophy, Lawrence &
Wlshart, London, 1950.

1. ¿Qué fue el estalinismo?

Na existe un acuerdo general acerca del significado del término


«estalinismo». Nunca ha sido utilizado por los ideólogos oficiales del
Estado soviético, como al parecer implicaría la existencia de un siste-
ma social autocontenido. Desde la época de jruschov, la fórmula
aceptada para lo que aconteció en el tiempo de Stalin ha sido la de
«culto a la personalidad», y esta expresión se asocia invariablemente
a dos presupuestos. El primero es que a lo largo de toda la existencia
de la Unión Soviética la política del Partido era «en principio» co-
rrecta y saludable, pero que se cometían errores ocasionales, siendo
el más serio de ellos el olvido del «liderazgo colectivo», por ejemplo,
la concentración de un poder ilimitado en manos de Stalin. El segun-
do supuesto es que la principal fuente de errores y distorsiones estaba
en las faltas de carácter del propio Stalin, su sed de poder, sus incli-
naciones despóticas, etc. Tras la muerte de' Stalin estas desviaciones
fueron curadas inmediatamente: el Partido se conformó a los correc-
tos principios democráticos, y éste fue el 6n de la cuestión. En cuanto
a los errores de Stalin, el más grave fue la liquidación masiva de
comunistas, y en especial de la alta burocracia del Partido. En resu-
men, el gobierno de Stalin fue un fenómeno monstruoso pero acci-
dental: no hubo nunca nada semejante a «estalinismo» o «sistema
estalinista», y en cualquier caso las «manifestaciones negativas» del
14 15
16 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 17

«culto a la personalidad» se difuminan frente a los gloriosos logros cambios esenciales en la época postestalinista. El primero de estos
del sistema soviético. puntos ha sido razonado en los capítulos anteriores, en los que se
Aunque sin duda esta versión de los hechos no es tomada en presentaba a Lenin como el creador de la doctrina totalitaria y del
serio por sus autores ni por nadie, existe aún controversia acerca del Estado totalitario en embrión. Evidentemente, muchos de los acon-
significado y alcance dd término «estalinismo», de uso corriente fuera tecimientos de la época de Stalin pueden atribuirse a las propias pecu-
de la Unión Soviética, incluso entre los comunistas. Estos, sin em- liaridades de Stalin: su ambición, ansia de poder, su espíritu de ven-
bargo, ya sean de tendencia crítica u ortodoxa, restringen su significa- ganza, sus celos y su paranoica suspicacia. El asesinato masivo de
do al período de la tiranía personal de Stalin desde principios de los comunistas entre 1936 y 1939 no puede considerarse una «necesidad
años treinta hasta su muerte en 1953, y atribuyen los «errores» de histórica», y podemos suponer que no hubiera tenido lugar bajo el
la época de Stalin menos a la perversidad del propio Stalin que a gobierno de otro tirano distinto a Stalin. Pero si se conside.ra esta
unas circunstancias históricas lamentables pero inalterables: el atraso masacre, como hace la típica interpretación comunista, como la ver-
industrial y cultural de Rusia antes y después de 1917, el fracaso dadera significación «negativa» del estalinismo, de ello se sigue que
de la anhelada revolución europea, las amenazas exteriores al Estado todo el estalinismo fue un deplorable accidente -10 que irnplicá
soviético y el agotamiento político tras la Guerra Civil. (Las mismas que todo va bien en un gobierno comunista hasta que empiezan a ser
razones, incidentalmente, suelen ser aducidas por los trotskistas para asesinados destacados comunistas. Es difícil para el historiador acep-
explicar la degeneración del gobierno en la Rusia postrevolucionaria.) tar esto, no sólo porque se interesa por el destino de millones de
Por otra parte, quienes no están comprometidos en la defensa personas que no eran líderes, ni siquiera miembros del Partido, sino
del sistema soviético, el leninismo o cualquier otro esquema histórico también porque el terror sanguinario a escala masiva que tuvo lugar en
marxista consideran generalmente al estalinismo como un sistema po- la Unión Soviética en determinadas etapas no es rasgo esencial o per-
lítico, económico e ideológico más o menos coherente, que tendió manente del despotismo totalitario. El sistema despótico tiene vigen-
a la consecución de sus lines y cometió pocos «errores» desde su pro- cia independientemente de que, en un determinado año, los asesinatos
pio punto de vista . Sin embargo, incluso desde esta base, puede dis- oficiales se cuenten en millones o sólo en decenas de mil, se utilice la
cutirse en qué medida y en qué sentido el estalinismo fue «histórica- tortura de forma rutinaria o s ólo ocasionalmente, y si las víctimas
mente inevi table»: por ejemplo, ¿estuvo .determinado el complejo polí- son sólo trabajadores, campesinos e intelectuales o incluyen también
tico, económico e ideológico de la Rusia soviética antes de la subida al a los burócratas del Partido.
poder de Stalin, de forma tal que el estalinismo no fue más que La historia del estalinismo, a pesar de las discusiones sobre pun-
el pleno desarrollo del leninismo? Igualmente cabe plantear el pro- tos de detalle, se conoce bien en términos generales y está bien des-
blema en estos términos: ¿en qué medida y en qué sentido han per- crita en muchos libros. Al igual que en los dos volúmenes anteriores
durado hasta la actualidad todos estos rasgos característicos del Es- de esta obra, el pr incipal tema de éste es la historia de una doctrina:
tado soviético? la historia política será tratada sólo incidentalmente, en la medida en
Desde el punto de vista terminológico no tiene especial impor- que sea necesario hacer referencia al marco general en que se desarro-
tancia que limitemos el significado del término «estalinismo» a los lló la vida ideológica. Sin embargo, en la época de Stalin, el vínculo
últimos veinticinco años de la vida del dictador o lo extendamos hasta entre la historia de la doctrina y los acontecimientos políticos es mu-
cubrir el sistema político dominante en la actualidad . Pero es más cho más estrecho que antes, pues el fenómeno que hemos de estudiar
que una cuestión puramente verbal la de si los rasgos básicos del es la institucionalización absoluta del marxismo como instrumento de
sistema formado ba jo Stalin han cambiado en los. últimos veinte años poder. Cierto es que este proceso empezó muy pronto: su origen se
y la de determinar cuáles fueron estos rasgos esenciales. retrotrae a la idea de Lenín de que el marxismo debe ser «la cosmo-
Muchos observadores, incluido el autor, creen que el sistema so- visión del Partido», es decir, que su contenido debe estar gobernado
viético desarrollado bajo Stalin fue una continuación del leninismo, por las necesidades de la lucha por el poder en un momento deter-
y que el Estado fundado sobre los principios ideológicos y políticos minado. No obstante, el oportunismo político de Lenin estuvo limi-
de Lenin sólo pudo mantenerse bajo la forma estalinista; estos crí- tado en cierto modo por consideracíones doctrinales; por el contrario,
ticos afirman, además, que el término «estalinismo», en sentido es- en la época de Stalin, a partir de los afias treinta, la doctrina estuvo
tricto -como el sistema que prevaleció hasta 1953-, no ha conocido absolutamente subordinada al objetivo de legitimar y glorificar el go·
18 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 19

bierno soviético y todo lo que éste hada. El marxismo bajo Stalin significativo que escogiera este término en vez de hablar de marxismo
no puede definirse por ningún conjunto de afirmaciones, ideas o con- y leninismo, lo que habrla supuesto la existencia de dos doctrinas
ceptos: no fue una cuestión de proposiciones como tales, sino el he- distintas. La expresión compuesta significaba que el leninismo no era
cho de que existía una autoridad omnímoda competente para declarar una tendencia distinta dentro del marxismo -como si pudiera haber
en cualquier momento lo que el marxismo era y no era. «Marxismo» otras formas de marxismo que- no fueran leninistas-, sino que era
no significaba nada más que lo que decidía que significara la autori- el marxismo par excellence, la única doctrina en que el marxismo ha-
dad en cuestión, es decir, el propio Stalin. Por ejemplo, hasta [unio bía sido desarrollado y adaptado a la nueva era histórica. De hecho,
de 1950 ser marxista significaba, entre otras cosas, aceptar las teorías el marxismo-leninismo consistía en la doctrina de Stalin más unas
filológicas de N. Y. Marr, y después de esta fecha rechazarlas enérgi- citas seleccionadas de las obras de Marx, Lenin y Engels. No hay que
camente *. Se era marxista no por aceptar como verdaderas determi- suponer que en la época de Stalin cualquiera era libre de citar lo
nadas ideas -de Marx, de Lenin o incluso de Stalín-, sino porque que quisiera de Marx, Lenin o incluso del propio Stalin: el marxismo-
se estaba dispuesto a aceptar lo que pudiera proclamar la suprema leninismo comprendía sólo las citas autorizadas en el momento por el
autoridad hoy, mañana o dentro de un año. Este grado de institucio- dictador, de conformidad con la doctrina que estaba promulgando.
nalización y dogmatización no se había conocido nunca antes y no Al afirmar que el estalinismo fue un verdadero desarrollo del le-
alcanzó su acmé hasta los años treinta, pero sus raíces pueden ras- ninismo no pretendo disminuir la importancia histórica de Stalin.
trearse ya en la doctrina de Lenin: como el marxismo es la cosmovi- Tras Lenin, y junto con Hitler, probablemente hizo más para confi-
sión y el instrumento del partido proletario, este último ha de decidir gurar el mundo actual que cualquier otro individuo después de la
lo que es y no es marxismo, independientemente de cualesquiera obje- Primera Guerra Mundial. No obstante, el hecho de que fuese Stalin
ciones hechas «desde fuera». Cuando el Partido es identificado con el y no otro líder bolchevique quien se convirtió en el único gobernante
Estado y con el aparato de poder, y cuando alcanza una perfecta uni- del Partido y del Estado puede explicarse por la misma naturaleza del
dad en la forma de la tiranía de un solo hombre, la doctrina pasa a sistema, soviético. La idea de que sus cualidades personales, si bien
ser una cuestión de Estado y el tirano es proclamado infalible. De tuvieron mucho que ver en su victoria sobre sus rivales, no determi-
hecho, él es realmente infalible por cuanto atañe al contenido del naron en sí las lineas principales de desarrollo de la sociedad sovié-
marxismo, pues no hay más marxismo que el que establece el Partido tica está apoyada por el hecho de que a lo Iargo de los comienzos
en su condición de oráculo del proletariado, y el Partido, una vez de' su carrera no perteneció al ala extremista del partido bolchevique.
que ha alcanzado la unidad, expresa su voluntad y su doctrina a tra- Por el contrario, fue más bien un moderado, y en las disputas internas
vés del liderazgo ejercido por la persona del dictador. De esta forma, del Partido se puso generalmente del lado del sentido común y la
la doctrina de que el proletariado es históricamente la clase rectora prudencia. En resumen, como déspota, Stalin fue mucho más la crea-
y, en contraste con todas las demás clases, el posesor de la verdad ción del Partido que su creador: fue la personificación de un sistema
objetiva, se transforma en el principio de que «Stalin siempre tiene que irresistiblemente quiso ser personificado.
razón». De hecho, esto no es una distorsión demasiado grave de la
epistemología de Marx en unión con la idea de Lenin del Partido
como vanguardia del movimiento obrero. La ecuación: verdad = cos- 2. Las etapas del estalinismo
rnovisión proletaria = marxismo = cosmovisión del Partido = pro-
nunciamientos del Partido =los de su supremo líder, está totalmente Constituye una manía de los historiadores soviéticos dividir todas
de acuerdo con la versión leninista del marxismo. Nos proponemos las épocas en etapas, pero el procedimiento está justificado en algunos
trazar aquí el proceso por el que esta ecuación halló su expresión final casos, especialmente cuando la limitación descansa en unas bases ideo-
en la ideología soviética que Stalin denominó marxismo-leninismo. Es lógicas.
Como el estalinismo fue un fenómeno internacional y no mera-
* La discusión de las tesis de Marx y su relación con el problema de la mente soviético, sus variantes deben ser consideradas no sólo desde
definición institucional del marxismo puede hallarse en el artículo de Kola- el punto de vista de la política interna rusa y sus luchas faccionales,
kowski titulado «Concepto actual '1 no actual del marxismo», incluido en su
libro El hombre sin alternativa, trad. de P. Sánchez Pascual, Madrid, 1970, pá- sino también desde el del Comintern y el bolchevismo internacional.
ginas 1 y ss., Alianza Ed. (LB núm. 251). (N. del T.) Existen, sin embargo, dificultades para definir los respectivos perío-
20 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 21

dos y también para establecer la nomenclatura. Los trotskistas y ex En resumen, carece de sentido presentar la historia de la Unión
comunistas tienen costumbre de distinguir entre etapas «izquierdis- Soviética en términos de los artificiales criterios de «izquierda» y
tas» y «derechistas» en la historia soviética. El período inmediata- «derecha», que en algunos casos pueden conducir a resultados absur-
mente posterior a 1917, dominado por la Guerra Civil y por las dos. Tampoco es correcto interpretar los cambios del Politburó como
esperanzas de la revolución mundial, se conoce como un período «iz- momentos históricos clave. Durante el período subsiguiente a la muer-
quierdista», seguido por el período «derechista» de la N. P. E., en te de Lenin empezaron a destacar ciertos rasgos políticos e ideoló-
que el Partido reconoció la «estabilización temporal del capitalismo» gicos, mientras que otros fluctuaron según las circunstancias. El ca-
a escala mundial. A continuación sigue un «giro a la izquierda» rácter totalitario del régimen -es decir, la destrucción progresiva
entre 1928 y 1929, en que el Partido declaró que la estabilización de la sociedad civil y la absorción de todas las formas de vida social
estaba llegando a su fin; subió de nuevo la «marea revolucionaria», por el Estado- creció casi sin intertupción entre 1924 y 1953 y, de
se denunció y combatió a la socialdemocracia como «socialfascismo», hecho, no disminuyó con la N. P. E., a pesar de las concesiones a
y Rusia conoció el comienzo de la colectivización masiva y la indus- la propiedad privada y el comercio. Como vimos, la N. P. E. fue
trialización forzosa. Esta etapa se supone concluida en 1935, en que una retirada de la política de dirigir toda la economía' por medio del
se adoptó de nuevo una política «derechista» bajo el eslogan de un ejército y la policía, y estuvo prescrita por la inminente perspectiva
frente popular contra el fascismo. Estos cambios sucesivos de política de la ruina económica. Pero el uso del terror contra los oponentes
se asocian a luchas faccionales y personales entre los líderes rusos. políticos, la creciente severidad e intimidación dentro del Partido,
El Gobierno de Stalin, Zinoviev y Kamenev llevó a la eliminación la supresión de la independencia y el refuerzo del servilismo en :filo-
política de Trotski; a continuación, Zinoviev y Kamenev fueron ex- sofía, literatura, arte y ciencia, todo esto siguió acentuándose du-
cluidos en favor de Bujarin, Rykov y Tomski; por último, en 1929, rante todo el período de la N. P. E. Desde este punto de vista, los
fue depuesto Bujarin y lleg6 a su fin la disidencia efectiva dentro afias treinta fueron sólo una. intensificación y consolidación del pro-
del Partido. ceso que empezó en tiempo de Lenin y bajo su dirección. La colec-
Sin embargo, esta cronología está llena de dificultades, aparte del tivización de la agricultura, con sus innumerables víctimas, constituyó
uso vago y arbitrario que hace de los términos de «izquierda» y «de- de hecho un punto decisivo; pero esto no fue porque supuso un cam-
recha». En cuanto a este último punto, no está claro por qué el eslo- bio de carácter del régimen o un «giro a la izquierda», sino porque
gan de «socialfascismo» era «izquierdista», mientras que el intento reforzó el principio político y económico básico del totalitarismo en
por comprometerse con Chiang Kai-shek era «derechista»; o por qué un sector de importancia decisiva. Desposeyó por completo a la clase
era «izquierdista» perseguir masivamente a los campesinos, pero social más numerosa de Rusia, estableció el control estatal de los
«derechista» utilizar métodos económicos para fines polí tices. Por cultivos de una vez por todas, aniquiló la última sección de la co-
supuesto, puede establecerse que cuanto más terror implica una po- munidad que era en cierto modo independiente del Estado, sentó
lítica más «izquierdista» es -este principio es utilizado con frecuen- las bases del culto oriental del sátrapa con un poder ilimitado y,
da en la actualidad, y no sólo en publicaciones comunistas, pero es por medio del hambre, el terror y la muerte de millones de per-
difícil ver qué tiene que ver con la idea tradicional de «izquierdismo». sonas, destruyó el espíritu de la población y aniquiló los últimos ves-
Aparte de esto, no existe una clara correlación entre los cambios de tigios de resistencia. Este fue sin duda un momento decisivo de la
la política del Comintern y las diversas etapas de la política e ideo- historia de la Unión Soviética, pero no fue más que la continuación
logía soviéticas de carácter interno. La afirmación supuestamente «iz- o extensión de su principio básico, a saber, el exterminio de todas
quierdista» de que la socialdemocracia europea era una rama del las formas de vida política, económica y cultural no impuestas y re-
fascismo fue acuñada por Zinoviev y fue corriente al menos has- guladas por el Estado.
ta 1924; la lucha del Comintern contra la socialdemocracia se inten- Mientras tanto, en pocos años el Comintern se había transfor-
sificó en 1927, mucho antes de concebir la colectivización forzosa del mado en instrumento de la política exterior y espionaje soviéticos.
campesinado ruso. En 1935, cuando había cesado la campaña contra Su política giraba en torno a la valoración de Moscú, correcta o
la socialdemocracia y se hacían esfuerzos por establecer una alianza, incorrecta, de la situación internacional; peto estos cambios no tenían
había habido ya una ola de represión política masiva en la Unión So- nada que ver con la ideología, doctrina o la diferencia entre «izquíer-
viética y estaba por comenzar otra más terrible aún. da» y «derecha». Igualmente sería ingenuo preguntarse si, por ejem-
22 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 2.3

plo, el pacto de la Unión Soviética con Chíang Kaí-shek o Hitler, la años veinte tuvo realmente una gran importancia por lo que respecta
masacre de comunistas polacos por Stalin o la participación soviética a las decisiones sobre la industria y la agricultura, y por consiguiente
en la Guerra Civil española estaban de acuerdo con el marxismo o para la vida de millones de personas, pero sería una exageraci ón con-
eran resultado de una política «izquierdista» o «derechista» . Todas siderarlo como una disputa doctrinal básica o como un debate rela-
estas iniciativas pueden juzgarse en la medida en que servían pata tivo a la «correcta» interpretación del marxismo o el leninismo . To-
fortalecer al Estado soviético y aumentar su influencia, pero los argu- dos los lideres bolcheviques sin excepción cambiaron tan radicalmente
mentos ideológicos aducidos para defenderlas se inventaron para este de actitud en la cuestión que es inútil hablar de trotskismo, estali-
fin, y no tienen relación alguna con la historia de la ideología más allá nismo o bujarinisrno como cuerpos teóricos coherentes o variantes
de mostrar hasta qué punto se había degradado ésta para convertirse de la doctrina marxista . (En esta cuestión el historiador de las ideo-
en instrumento de la raison d' état soviética. logías se interesa por aspectos que son, en sí mismos, de secundaria
Una vez dicho esto, podemos dividir la historia de la Uni6n So- importancia: los puntos de vista doctrinales tienen para él mayor sig-
viética desde la muerte de Lenin en tres períodos. El primero, de 1924 nificación que el destino de millones de personas. Esta, sin embargo,
a 1929, es el de la N. P_ E. Durante esta época había una conside- no es una cuestión de objetiva importancia, sino meramente de inte-
rable libertad para el comercio privado; la vida política no existía rés profesional.)
fuera del Partido, pero habla genuinas disputas y controversias den-
tro de su direcci6n; la cultura estaba controlada oficialmente, pero
se toleraban diferentes tendencias de opinión y discusión dentro de 3. Los primeros años de Stalin y su ascenso al poder
los limites del marxismo y de la obediencia política. Aún era posible
discutir la naturaleza del «verdadero» marxismo; el despotismo de Al contrario que la gran mayoría de los líderes bolcheviques, el
un solo hombre no era todavía una institucién, y una gran parte futuro gobernante de todas las Rusias fue , si no W1 proletario, al me-
de la sociedad --el campesinado, y los «Hombres NPE» de todo nos un hombre del pueblo, José (Yosif) Dzhugashvíli nació el 9 de
tipo- no dependía todavía totalmente del Estado desde el punto diciembre de 1879 en la pequeña ciudad georgiana de Gori . Su padre,
de vista económico. El segundo periodo, desde 1930 hasta la muer- Vissarion, era zapatero y alcohólico, y su madre analfabeta. Vissarion
te de Stalin en 1953, se caracteriza por el despotismo personal, la casi se trasladó a Tiflis, donde entró a trabajar en una fábrica de zapatos,
completa liquidación de la sociedad civil, la subordinación de la cul- y murió el año 1890. Su hijo estudió cinco años en la escuela parro-
tura a las directrices oficiales del Partido y la regimentaci6n de la quial de Gori y en 1894 fue admitido en el Seminario de Teología
filosofía y la ideología. El tercer período, desde 1953 hasta el pre- de Tiflis, la única escuela del Cáucaso en la que un joven capacitado
sente, tiene rasgos propios que consideraremos en su momento. En de su condición podía recibir, de hecho, la educación superior. El
cuanto a qué líder bolchevique en particular está en el poder, esto seminario Ortodoxo era al mismo tiempo un órgano de la rusifica-
tiene una menor importancia. Los trotskistas, y por supuesto el pro- ci ón, pero, al igual que muchas escuelas rusas, era también un núcleo
pio Trotski, consideraban su separaci ón del poder como un punto de inquietudes políticas, en el que floreció el patriotismo georgiano
históricamente decisivo, pero no hay razón para estar de acuerdo con y muchos exiliados rusos difundieron las ideas socialistas. Dzhugashvi-
ellos y, como veremos, puede afirmarse que el «trotskismo» no exis- Ji se unió a un grupo socialista, perdió todo el interés que pudiera
tió nunca, sino que fue una ficción inventada por Stalin. Las discre- haber tenido por la teoLogía y, en la primavera de 1899, fue expulsado
pancias entre Stalin y Trotski eran reales hasta cierto punto, pero por no asistir a un examen. Pueden hallarse restos de su formaci6n
estuvieron considerablemente infladas por la lucha por el poder per- en el seminario en sus escritos posteriores, con sus resabios bíblicos
sonal y nunca llegaron a representar dos teorías independientes y y su afición al estilo catequístico, que se presta bien para la propa-
coherentes. Esto es aún más cierto por cuanto respecta a Las disputas ganda. En sus articulas y conferencias tenía la costumbre de plantear
entre Zinoviev y Trotski, y el conflicto 6nal entre Zinoviev y Trotskí preguntas que repetía literalmente en sus respuestas; igualmente, ba-
por una parte, y Stalin por la otra. El conflicto de Stalin con Bujarín da más asimilables sus artículos numerando cada concepto y afirma-
y el «desviacionismo derechista» era más sustancial, pero incluso éste ción independientes.
no fue una disputa de principios, sino s610 de método y programa A partir de sus años de seminario, Stalin se asoció a diversos gru-
para ponerlos en práctica, El debate sobre la industrialización en los pos socialistas rudimentarios de Georgia: el Partido Ruso Socialde -
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mécrata no existía aún , si bien se tomó la decisión formal de crearlo por finalidad llenar las arcas del Partido . Esta actividad, a pesar de
en la reunión de Minsk, celebrada en marzo de 1898. Entre 1899 la oposición de Lenin, fue prohibida y condenada en el V Congreso
y 1900 trabajó durante unos meses de oficinista en el observatorio del Partido, celebrado en Londres en 1907 , pero los bolcheviques
geográfico ~e Tiflis, tras lo cual se dedic ó por completo a las acriví- siguieron practicándola hasta que dio lugar a un gran escándalo varios.
dades políticas y de propaganda, tanto legales como ilegales. A partir meses después.
de 1901 escribi ó artículos para el periódico socialista clandestino de En los últimos años varios historiadores han examinado las acu-
Georgia Brdzola (La Lucha) e hizo propaganda entre los trabajadores . saciones formuladas originalmente por Zhordania y, tras la muerte
A finales de ese año se convirtió en miembro de un comité directivo de Stalin, por Orlov, un antiguo alto oficial de la inteligencia sovié-
del Parti.do en. Tiflis. En ~bril de 1902 fue detenido por organizar tica, de qu e Sta lin estuvo al servicio de la Okbrana (la policía secr eta
una manifestaci ón de trabajadores en Batum. Fue condenado al exilio zarista) unos años después de 1905. Pero las pruebas de esta acusa-
en Sibería, pero huyó de su lugar de arresto (o bien en camino hacía él) ción son escasas, y ha sido rechazada por la mayoría de los historia-
y volvió al C áucaso a principios de 1904, viviendo en le clandestini- dores, incluidos Adam Ulam y Roy Medvedyev .
dad con documentos falsos. Mientras, el Partido Socialdem6crata había Entre 1908 y la Revolución de Febrero, Stalin pasó la mayor
celebrado su II Congreso y se había dividido en las facciones bol- parte de sus días entre la prisión y el exilio, escapándose en todas
ch~iq~e .y menchevique. Stalin se unió pronto a los bolcheviques y las ocasiones excepto en la última (1913-1917). Adquirió la repu-
escribi ó libros y artículos en apoyo de la idea leninista del Partido. tación de un revolucionario hábil, tenaz e infatigable, e hizo lo que
Los socialdemócratas georgianos eran casi todos mencheviques: su líder pudo por salvar la organización caucásica del Partido durante los cala-
era Noakh Zhordania, el más destacado marxista georgiano . Durante mitosos años posteriores a 1907. Al igual que muchos otros líderes
y después de la Revolución de 1905, Stalin trabajó un tiempo en que vivían en Rusia, no tomó un. excesivo interés por los debates
Baku como activista del Partido con un ámbito de actuaci ón que com- teóricos ni en las luchas intestinas existentes entre los émigr és. Hay
prendía todo el área del Cáucaso . algún indicio de que mostró una actitud escéptica tras la lectura de
Sin embargo, faltaban todavía unos años para que pasara a tomar Materialismo y empiriocriticismo, de Lenin (que después consideró
parte en las actividades bolcheviques en Rusia. Asistió a la Confe- como el logro supremo del pensamiento filosó6co), y de que en los
renda del Partido de Ternmerfors en diciembre de 1905, y en abril oscuros días de 1910 hizo sinceros esfuerzos por restablecer la unidad
de 1906 fue el único bolchevique en asistir al Congreso de «unidad» con los rnencheviques . En enero de 1912 , en que Lenin preparó una
en Estoc?lmo (su~ credenciales para hacerlo fueron disputadas por los conferencia bolchevique general en Praga para declarar la ruptura
mencheviques), Sin embargo, hasta 1912 la escena real de sus activi- con los mencheviques, Stalin estaba en el exilio. en Vologda . La con-
dades fue el Cáucaso . En Tammerfors tuvo su primer contacto con ferencia eligió un Comité Cen tral del Partido, en el que se int egró des-
Lenin, cuya doctrina y liderazgo no había desafiado nunca seriamente. pués a Stalin, a instancia de Lenin , haciendo así su debut en la escena
Sin emba rgo, en Estocolmo , aun uniéndose a Lenin en todo lo demás política a escala rusa .
decidió que el Partido debía defender la div isión de la tierra entr~ Tras escapar de Vologda , Stalin fue detenido y deportado nueva-
los campesinos y no su nacionalización , como Lenin defendía. mente, volviéndose a escapar. En noviembre de 1912 salió de Rusia
Los escritos de Stalin durante este período no contienen nada por primera vez en su vida, pasando unos días en Cracovia, en la Po-
original o digno de mención: constituyen artículos de propaganda po- lonia austríaca, donde se encontró con Len in . Volvió a Rusia, pero
pular que reproducen los eslóganes y temas habituales de Lenin. en diciembre salió de nuevo al extranjero, esta vez a Viena y durante
Dedica mucho espacio a criticar a los mencheviques, y critica también seis semanas, el período más largo que pasó fuera de su país. En
a l?s Cadetes, ~os. «recordadores» [otzovistas), «liquidadores» , anar- Viena escribió para Lenin un artículo sobre «El marxismo y la cues-
qurstas, etc. El uruco artículo de cierta extensión publicado en georgia- tión nacional» que apareció en 1913 en el peri6dico Prosoesbcbenie
no en 1906 (a partir de 1905 Stalin escribió también artículos en ruso) (Ilustración) y que constituye la primera y una de sus principales
era una exposición más bien torpe de la cosmovisión socialdemócrata obras como te órico, No añade nada a 10 que había dicho Lenin sobre
y de sus premisas filosóficas. la cuestión, excepto la definición de nación como una comunidad que
Entre 1906 y 1907 Stalin fue , al parecer, uno de los organiza- posee un mismo lenguaje, territorio, cultura y vida económica, ex-
dores de las «expropiaciones», esto es, de grupos armados que tenían cluyendo así, por ejemplo, a Suiza y a los judíos. El artículo fue escrito
;t.
.j~1
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como ataque a los austrornarxistas, sobre todo a Springer (Ren ner ) y minados por los mencheviques y el S. R. Durante la Revolución de
Bauer, y al Bund (la Unión General de Trabajadores Judíos de Ru- Octubre, Stalin figuraba ya incue stionablernente entre los principales
sia). Ya que Stalin sólo sabía leer ruso y georgiano, probablemente líde res del Partido, junto con Len in , T rotski (que se unió a los bol-
fue ayudado por Bujarin, por entonces en Viena, a seleccionar las cheviques en junio de 191 7), Zinoviev, Karnenev, Sverdlov y Luna-
citas de escritores austromarxistas, En oposición a las ideas de estos charskí. Según sabemos, no tomó parte en la organización mili tar del
úl timos sobre la autonomía cultural basada en la autodeterminación alzamiento, pero en el primer Gobierno Soviet de Lenin fue nombrado
por el individuo, Stalin aíirtn ó el derecho de la autodeterm inación comisario para las Nacionalidades. Durante la. crisis del Partido po r
nacional y la separación política de base territorial. Sin emba rgo, al el Tratado de Brest-Litovsk, apoyó a Lenin contra los «bolcheviques
igual que Len in, acentuó que mientras que los socialdemócratas teca- izquierdista s», que presionaban en favor de una guerra revolucionaria
nadan el derecho de todo pueblo a formar su propio Estado, esto no con Alemania. Sin embargo, creía, al igual qu e Lenin, que la revolu-
significaba que defendiesen el separatismo en todos los casos; el fac- ción europea había de estallar cualquier día, y que aceptar los térmi-
tor decisivo era el interés de la clase trabajadora, y había que recor- nos de la paz con Alemania no era más que una retirada temporal de
dar que el separatismo era utilizado a menudo como eslogan reaccio- orden táctico.
nario por parte de la burguesía. Todo el debate se dirigió obviamente Como experto en cuestiones relativas a las nacionalidades, Stalin
sobre el supuesto de una «revolución burguesa». Al igual que todos pronunció por esta época diversas conferencias en las que afirmaba
los demás socialistas de la época, a excepción de Trotski y Parvus, que la autodeterminación debía entenderse «d ial écticemente. (en otras
Stalin esperaba que Rusia conocería una revolución democrática se- palabras, utilizándola como eslogan cuando convenía al Partido y nada
guida de muchos años de gobierno republicano burgués, pero afirmaba más). En el III Congreso de los Soviets, celebrado a comienzos
que el proletariado debía tomar una parte decisiva en la revolución y de 1918 , explicó que la autodeterminación, hablando con propiedad,
no secundar meramente a la burguesía o actuar como siervo de sus pertenecía a las «masas» y no a la burguesía, y debía subordinarse
intereses. a la lucha por el socialismo. En artículos publicados ese mismo año
El artículo sobre la nacionalidad fue 10 último que escribió Sta- subrayaba que la secesión de Polonia y de los Estados bálticos era
lin antes de la Revolución de Febrero. Poco después de su regreso un movimiento contrarrevolucionario e iba en favor de los imperia-
de Viena , en febrero de 1913, fue detenido de nuevo y condenado listas , pues estos países formarían una barrera entre la Rusia revolu-
a cuatro años de deportación. Esta vez no intentó escapar y perma- ciona ria y el Occidente revolucion ario ; por otra parte, la luch a de
neció en Siberia, reapareciendo en Petrogrado en marzo de 1917. Egipto , Marruecos o India por la independencia era un fenómeno
Durante algunas semanas, hasta la llegada de Lenin , se encargó efec- progresista, pues tendía a deb ilita r el imperialismo. Todo esto estaba
tivamen te de la dirección del Partido en la capital. Junto con Kamenev plenamente de acuerdo con la doctrina de Lenin y con la ideología
asumió la editada de Praoda. Su actitud hacia el Gobierno Provisio- del Partido. Los movimientos separatistas son progresistas cuando se
nal y hacia los mencheviques fue bastante más conciliatoria que la dirigen contra gobiernos bu rgueses, pero una vez que el «proletaria-
de Lenin, haciendo de censor de éste bajando el tono de los artículos do » está en el poder el separatismo cambia automática y dialéctica-
que enviaba desde Suiza. Sin embargo, tras la vuelta de Lenin a Rusia mente de significación, pues constituye una amenaza par a el Estado
y la presentación de sus «Tesis de Abril», Stalin, con algunas dudas, proletario , el socialismo y la revolución mundial. El socialismo , por
aceptó la política de trabajar por la «revolución socialista» y el go- definición, no puede practicar la op resión nacional, y así lo qu e pa-
bierno de los soviets . En contrapartida, durante las primeras semanas recían ser invasiones son de hecho actos de liberación, como, po r
de su est ancia en Petrogrado, aún escribía en términos de una «revo- ejemplo, cuando el Ejé rcito Rojo, bajo las órdenes de Stalin, invad ió
lución burguesa», la paz con las potencias centrales, la confiscación Georgia, que por entonces (1921) tenía un gobierno menchevique
de las grandes propiedades y una política de presión sobre el Go- basado en la democracia re pres entativa. A pesar de esto, el eslogan
bierno Provisional, pero no para propiciar su caída. Sólo después de de la autodeterminación nacio nal, que nunca fue revocado , contribuyó
la crisis de julio, en la Conferencia de la organización del Partido en gran medida a la victoria bolchevique en la Guerra Civil, ya que
en Petrogrado, habló Stalin claramente de transferir el poder al pro- los oficiales blancos no ocultaban el hecho de que su objetivo era
letariado y a los campesinos pobres; en esta época se abandonó el reunificar a Rusia, como Estado único e indivisible , y sin pérdida de su
eslogan de «Todo el poder para los soviets», pues éstos estaban do- territorio anterior a la revolución.
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Stalin jugó un importante papel en la Guerra Civil, si bien sus hizo lo necesario para subir a un pedestal del que iba a resultar impo-
éxitos se vieron ensombrecidos por los de Trotski. Las raíces del sible hacerlo caer .
conflicto entre ambos hombres se remiten sin duda a este período, Ninguna de estas versiones puede aceptarse como verdadera. Cier-
en que se pusieron de manifiesto sus celos y recriminaciones perso- tamente, antes de 1905 Stalin fue una figura local oscura y había mu-
nales ---quién hizo más por la victoria en Tsaritsyn, de quién fue chos otros en su misma área más estimados y que jugaron un papel
la culpa de la derrota de Varsovia, etc. más importante que el suyo. No obstant e, hacia 1912 se convirtió
En 1919 Stalin pasó a ser com isario del Inspectorado de Traba- en uno de los seis o siete líderes bo lchev iques más destacados, y en
jadores y Campesinos . Esta institución, como hemos visto, constituyó los últimos años de Lenin -aunque menos conocido que Trotski,
un desesperado y vano intento de Lenin para proteger al sistema so- Zinoviev o Karnenev, y realmente no considerado por nadie como el
viético de los efectos de la burocracia : el Inspectorado, compuesto sucesor «natural» de Lenin- pasó a ser miembro del pequeño grupo
por «au tén ticos» trabajadores y campesinos, tenía ilimitados poderes que gobernaba el Partido y Rusia; y en el momento de la muerte
de supervisión sobre todos los órganos de la Administración del Es- "de Lenin alcanzó en la práctica, aunque no en la teoría, mayor poder
tado. Lejos de remediar esta situación empeoró las cosas, pues a falta que nadie en el país.
de instituciones democráticas e! Inspectorado se convirtió simplemente A partir de los documentos de que disponemos actualmente, sa-
en un apé ndice adicional del edificio burocrático . Sin embargo, Stalin bemos que incluso antes de la Revolución los camaradas de Stalin
pudo hacer uso de él para fortalecer su control del aparato, y su di- apreciaron en él cualidades que posteriormente habían de convertirle
rección del Comisaríado fue sin duda uno de los factores que le en un déspota patológico . Algunas de ellas fueron mencionadas en el
ayuda ron a alcanzar e! poder supremo. «Testamento» de Lenin: se sabía que era un personaje brutal, desleal,
En este momento debe hacerse una observación importante, si arbitrario, ambicioso, envidioso, intolerante con la oposición y tirano
bien no original. En años posteriores, cuando toda la historia de! Par- con sus subordinados . Hasta que liquidó a toda la «vieja guardia»
tido fue reescrita bajo órdenes de Stalin y para su autoglorificación, bolchevique, nad ie en el Pa rtido le consideró seriamente como filó-
Stalin fue presentado, o mejor se presentó a sí mismo, como el «se- sofo o teórico: desde este punto de vista fue descalificado no sólo
gundo de a bordo » de Lenin desde sus años de juventud. En todos por Trotski y Bujarin, sino por una gran parte de los ideólogos del Par-
los ámbitos de acción era el lfder, el principal organizador, la inspi- tido. Todos sabían que los artículos , libros y conferencias de Stalin no
contenían nada original y tampoco mostraban indicios de pretenderlo:
ración de sus camaradas, etc. (En un cuestionario del Partido afirmó
no era una «teórico marxista», sino un propagandista del Partido
haber sido expulsado del seminario a causa de sus actividades revo-
igual que otros cientos. Posteriormente, con el delirio del «cult o a la
lucionarias ; sin duda allí discutió cuestiones prohibidas, pero de he- personalidad», cualquier borrador que hubiese escri to se conv irtió en
cho fue expu lsado por deja r de asistir a un examen .) Según esta una contribuci6n inmortal al teso ro del marxismo-leninismo; pero
fantasiosa versión, fue el más p róximo confiden te y ayudante de Le- está muy claro que toda su reputación como teórico no era más que
nin desde el mismo momento en que se fundó el Partido ; el incipiente una parte del ordenado ritual y fue olvidada po co tiempo después
movimiento socialista del Cáucaso había brotado bajo su brillante de su muerte. Si sus escritos ideológicos hubiesen sido los de un
mandato; posteriormente, todo el Partido le consideró sin objeción hombre sin derecho pol ítlco a la fama, apenas merecerían mención
como el sucesor natural y legítimo de Lenin, etc . Había sido el cere- en una historia del marxismo. Pero como, durante sus años de mano
bro de la Revolución, el arquitecto de la victoria en la Guerra Civil, el dato, difícilmente hubo lugar para otra corriente marxista distinta de
organizador del Estado soviético. En la hagiografía escrita por Beria la suya, y como el marxismo de esos años arduamente puede definirse
el año 1912 es destacado como el punto decisivo de la historia del excepto en relaci ón a su autoridad, no es s610 cierto sino que cons-
Partido ruso , y por tanto de la historia de la humanid ad , igual que tituye una tautología decir que durante un cuarto de siglo fue e! teó-
se hizo una vez que Stalin pasó a formar parte del Comité Central. rico marxista más grande.
Por otra parte, Trotski y muchos otros comunistas que tenían En cualquier caso, Stalin tuvo muchas cualidades que fueron úti-
motivos para odiar a Stalin, tenían dificultades para disminuir su les para el Partido, y no sólo por azar llegó hasta la cima y eliminó
papel en la historia del bolchevismo y describirle como un apparatcb- a todos sus rivales. Era un trabajador incansable, astuto y eficiente.
nik de segundo orden que, por una mezcla de astucia y buena suerte, En las cuestiones prácticas sabía cómo desatender las consideraciones
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teóricas y discernir claramente la importancia relativa de los proble- trolar los nombramientos, etc. Teniendo esto presente es posible ver
mas. Nunca sin tió temor (excepto en los primeros días de la invasión claramente que cuando todas las demás formas de vida política del
de Hitler) ni los éxitos le hicieron perder la cabeza. Solía distinguir país hubieron sido destruidas y el Partido pasó a ser la única fuerza
entre el poder real y el poder aparente. Era mal orador y perezoso organizada, el individuo responsable de su maquinaria había de con-
escritor, pero podía decir las cosas de forma llan a y que pudieran vertirse en todopoderoso. Esto es 10 que sucedió en realidad, pero na-
entenderlas los miembros ordinarios del Partido, y sus hábitos pedan- die lo advirtió por entonces: el Estado soviético no tenía precedentes
tes de repetición y numeración de las cuestiones dab an a sus confe- en la historia, y no es sorprendente que los actores de la escena pol í-
rencias una apariencia de fuerza y claridad . Intimidaba a sus subor- tica no previeran el d énouement de la obra. Stalin como secretario
dinados, pero también sabía utilizarlos . Supo cómo adaptar su estilo general fue capaz de poner a hombres de confianza en la mayoría de
a diferentes interlocutores, ya fueran miembros del Partido, periodis- los cargos locales del Partido e incluso en los centrales, excepto los
tas extranjeros o políticos occidentales, y supo juzgar a voluntad el de mayor rango, y su poder se vio reforzado por su función de orga-
papel de estratega, intrépido luchador por la causa proletaria o <lamo» nizador de conferencias y congr esos. Este fue , por supuesto, un pro-
exclusivo de su país. Tenia la rara habilidad de ingeniárselas para ser .ceso gradual; los primeros años conocieron aún disputas internas al
adamado por los éxitos y atribuir todos los fracasos a los demás. El Partido y la formación de grupos rivales y plataformas de oposición,
sistema que ayudó a crear le permitió convertirse en un tirano, peto pero a medida que pasó el tiempo éstas se hicieron cada vez menos
también hay que decir que trabajó largo y duro para conseguirlo. frecuentes y tendieron a limitarse a los niveles superiores.
Lenin valoró sin duda la eficacia y facultades de organización de Como hemos visto, durante la vida de Lenin hubo grupps de opo-
Stalin. Aunque Stalin discrepó ocasionalmente con Lenin, estuvo siem- sición en el Partido, que reflejaban el descontento de algunos comu-
pre detrás de él en los momentos de crisis. Al contrarío que la ma- nistas por el aumento de los métodos despóticos y burocráticos de
yoría de los bolcheviques de primera fila, 00 tuvo tendencias «inte- gobierno. La «Oposición de los Trabajadores», cuyos portavoces más
lectuales », que Lenin no podía tolerar. Fue un personaje realista conocidos fueron Aleksandr Shlyapnikov y Aleksandra Kollontay,
que no dudó en asumir tareas difíciles e ingratas. Y, aunque en un creía en una «dictadura del proletariado» en sentido literal, es decir,
posterior momento Lenin advirtió 10 peligrosa que era su subida al en que el poder deb ía ser ejercido realmente por toda la clase traba-
poder l hay algo de verdad en la réplica de Stalin a sus oponentes jadora y no sólo por el Partido . No defendía en modo alguno una
cuando éstos decidieron sacar de los archivos el «Testamento» de vuelta a la democracia estatal, sino que imaginaba sinceramente que
Lenin e invocarlo en su contra. «Sí -dijo Stalin-, Lenin me acusó el sistema soviético podía conservar las formas de vida democrática
de brutalidad, y yo soy brutal por cuanto respecta a la revolución; para la minoría privilegiada, esto es, el proletariado, tras haber abo-
pero ¿dijo algun a vez Lenin que mi política era errónea?» A esto la lido estas formas para la gran mayoría, sobre todo para los campe-
oposición 00 tenía respuesta . sinos e intelectuales. Otros grupos de oposición quedan restaurar la
No hay razón para dudar de que Stalin fue la elección personal demacrada en el Partido, pero no fuera de él: protestaban contra el
de Lenin para secretario general del Partido en abril de 1922 , y no creciente poder de la burocracia, el sistema de nombramiento de todos
hay pruebas de que ninguno de los demás líderes se opusiera a su los cargos y la reducción de las discusiones internas al Partido y las
nombramiento. Es bastante cierto, como después señaló Trotski, que elecciones a un ritual vacío.
nadie consideraba la creación de este cargo y el nombramiento de Sta- Estos sectores de crítica utópica anticiparon en cierta medida las
lin como el hecho de que él fuera el heredero de Lenin, o de que tendencias «críticas» que se hicieron sentir en el sistema comunista
el titular de la Secretaría General sería de hecho el gobernante supre- tras la muerte de Stalin: la exigencia de que la democracia debía pre-
mo del Partido y el Estado soviético. Todas las decisiones importantes valecer dentro del Partido pero no fuera de 'él, o de que el poder
eran tomadas todavía por el Politbur ó o el Comité Central, que re- debía ser ejercido por todo el proletariado o por los consejos obre-
presentaba al país por mediación del Consejo de los Comisarios del ros, pero no , por supuesto, por el resto de la sociedad. Sin embargo,
Pueblo. El nuevo cargo no era el cargo individual supremo en la aparte de estas ideas, en los primeros años apareció un a nueva versióp
jerarquía del Partido, y de hecho este puesto no existía . La función del comunismo que en un sentido prefiguró el maofsmo,' :vinler\do:~~\
del secretario general era supervisar el trabajo normal de la burocracia reflejar las necesidades e intereses de los pueblos agrar~9s':asiátícos. El \)
del Partido, asegurar la coordinación en la maquinaria estatal, con- autor de esta tendencia fue Mir Sayi t SuItan-Galiyev, :'~ bashkír por.
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nacimiento pero maestro de profesión. Se hizo bolchevique poco des- los grupos separados internos a él estaban obligados a convertirse en
pués de la Revolución de Octubre, y fue uno de los pocos intelectuales portavoces de todas las fuerzas sociales que en tiempos anteriores
del área musulmana de la Unión Soviética que tuvo un reconocimiento hubiesen formado partidos propios: por ello, si se permitían «faccio-
inicial como experto en los asuntos de los pueblos de Asia Central. nes», el sistema se convertiría virtualmente en pluripartidisra. La con-
Sin embargo, su convicción era que el sistema soviético no resolvería clusión inevitable fue que un partido que gobernara despóticamente
ninguno de los problemas musulmanes, sino que simplemente los so- debía ser él mismo gobernado desp óticamente y que , habiendo des-
metería a una nueva forma de opresión. El proletariado urbano que truido las instituciones democráticas de la sociedad, era ocioso pensar
había asumido un poder dictatorial en Rusia no era menos eu ropeo en conservarlas dentro del Partido, y menos aún en beneficio de toda
que la burguesía, e igualmente ajeno a los pueblos musulmanes. El la clase trabajadora.
conflicto básico de la época no era el existente entre el proletariado No obstante, el proceso de transformar el Partido en un instru-
y la burguesía de los países desarrollados, sino entre los pueblos colo- mento pasivo en manos de la burocracia llevó más tiempo que la des-
niales y semicoloniales y todo el mundo industrializado. No sólo el trucción de las instituciones democráticas del Estado, y no fue con-
poder soviético no podía hacer nada en Rusia para liberar a estos cluido hasta finales de los años veinte. Entre 1922 y 1923 hubo
pueblos, sino que empezaría rápidamente a oprimirlos y seguiría una fuertes corrientes de rebelión contra la creciente tiranfa dentro del
política imperialista de bandera roja. Los pueblos coloniales debían Partido, y nadie fue tan hábil en reprimirlas como Stalin. Una vez
unirse contra la hegemonía global de Europa, crear sus propios par- conseguido positivamente el control sobre la información que llegaba
tidos y uno internacional independiente del bolchevique, y luchar con- a Lenin, quien estaba ya enfermo, Stalin gobernó el Partido con ayuda
tra los colonizadores occidentales y los comunistas rusos. Debían unir de Zinoviev y Kamenev y excluyó sistemáticamente a Trotski del
una ideología anticolonial a la tradici ón islámica y crear sistemas poder. Este último estuvo en situación de perdedor desde el princi-
monopartidístas y organizaciones estatales respaldadas por una fuerza pio, a pesar de su habilidad oratoria y su prestigio como arquitecto
armada. De acuerdo con este programa, Sultan-Galiyev intentó for- de la victoria en la Guerra Civil. Ni siquiera intentó recurrir a la
mar un partido musulmán independiente del ruso, e incluso un Estado opini ón externa al Partido, pues esto hubiese estado en conílicto con
Tatar-Bashkir independiente. Su movimiento fue rápidamente supri- el principio del Estado soviético, y hubiera sido fácil movilizar contra
mido, por estar en conflicto con la ideología de Lenin y con los inte- él a la burocracia del Partido, que era la única fuerza activa en la
reses del Partido bolchevique y el Estado soviético. Sultan-Galiyev vida política. Trotski se había unido tardíamente a los bolcheviques
fue expulsado del Partido en 1923 y encarcelado como agente de la y era mirado con recelo por la vieja guardia, a quien también desagra-
inteligencia extranjera: quizá fue ésta la primera vez en que tal acu- daba su exceso de retórica y sus modales altivos y arrogantes. Stalin,
sación , que después se convirtió en cuestión de rutina en estos casos, Zinoviev y Kamenev explotaron hábilmente todas las debilidades de
fue formulada contra un destacado miembro del Partido. Años des- Trotski : su pasado menchevique, su apego a la militarización del tra-
pués fue ejecutado, durante las grandes purgas, y su causa fue pronto bajo (una política que Stalin nunca formuló en términos tan des-
olvidada. En una conferencia en junio de 1923, Stalin dijo que había póticos), su crítica de la N. P. E. , sus antiguas disputas con Lenin y
sido detenido menos a causa de sus ideas pan-islámicas y pan-turcas las acusaciones que éste habia dirigido anteriormente contra él. Como
que de haber conspirado contra el Partido con los rebeldes basrnach comisario de las Fuerzas Armadas y miembro del Politbur6 aún pa-
del Turkestán. El episodio merece recordarse por la sorprendente se- recía tener poder, pero hacia 1923 estaba aislado y desamparado.
mejanza entre las ideas de Sultan-Galiyev y la subsiguiente doctrina Todas sus antiguas tergiversaciones se habían vuelto definitivamente
maoista, o con algunas ideologías del tipo «socialista musulmán» . contra él. Cuando llegó 11 darse cuenta de su situación atacó a la
En cuanto a los grupos de oposición que defendían la democracia burocratización del Partido y a la anulación de la democracia dentro
para el Partido o el proletariado, fueron aplastados rápida y unánime- de éste: al igual que todos los líderes comunistas destronados se
mente por Lenin, Trotski, Stalin, Zinoviev y Kamenev. La prohibi- convirtió en demócrata tan pronto como fue expulsado del poder . Sin
ción de grupos disidentes y el derecho del Comité Central de expulsar embargo, era fácil para Stalin y Zinoviev mostrar no sólo que los
a los miembros del Partido que se unieran a ellos, fue acordada en sentimientos democráticos de Trotski y su indignación por la buro-
el X Congreso, en 1921. Estaba bien claro, como señal aron los defen- cracia del Partido eran de fecha reciente, sino que él mismo , cuando,
sores de la unidad del Partido, que bajo un sistema monopartidista estaba en el poder, había sido un autócrata más radical que todos los
34 Principales corrientes del marxismo l. La primera etapa del marxismo soviético 35

demás: había apoyado o propiciado toda iniciativa para proteger la todas no se consideraba seriamente, pues de la respuesta no se seguían
«unidad» del Partido, había querido -----contra la política de Lenin- consecuencias de orden práctico. Cuando Lenin advirtió , tras la Gue-
poner a los sindicatos bajo control estatal y someter toda la economía na Civil, que no se puede hacer crecer el trigo por decreto ni tam-
al poder coercitivo de la policía, etc. Años después Trotski afirmó poco matando a campesinos , y cuando instituyó la N. P . E., estaba
que esta política, que él había defendido) de prohibir 'las «fr acciones» dedicado a «construir el socialismo» y se interesaba más por la orga-
había sido concebida como medida excepcional y no como principio nización interna del Estado que en el fomento de la revolución en el
p er~anente. Pero no hay prueba de que así fuera, y en esta misma extranjero.
política no hay nada que sugiera que pretendía ser una medida tem- Cuando Stalin, en la primavera de 1924 , publicó su artículo «Los
por~1. Hay que tener en cuenta que Zinoviev mostró más celo que fundamentos del leninismo» -su primer intento por codificar la doc-
Stalin en su condena a Trotski -en cierta época fue partidario de trina de Lenin a su modo- repitió diversos puntos que eran general-
arrestarle- y proporcionó así a Stalin una útil munición cuando amo mente aceptados , y atacó a Trotskí por «subestimar» el papel revolu-
bos destacados líderes intentaron, tardía e inútilmente, unir sus fuer- cionario del campesinado y afirmar que la revolución podía originarse
zas contra su triunfante rival. con el gobierno mono clasista del proletariado. El leninismo, afirma-
ba, era el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución
proletaria; Rusia se había convertido en el país nativo del leninismo
4. El socialismo en un solo país [Jorque estaba madura para la revolución a causa de su relativo atraso
y de las muchas formas de opresión que sufría, y Lenin hebía pre-
La doctrina del «socialismo en un solo país», formulada a finales visto el tránsito de una revolución burguesa a- una socialista. Sin
de 1,924 contra Trotski y su idea de la «revolución permanente», fue embargo, señalaba Stalin, el proletariado de un solo país no podría
considerada durante mucho tiempo como una de las principales con- conseguir la victoria final. En otoño de ese mismo año Trotski publi-
tribuciones de Stalin a la teoría marxista, con el corola do de que el có una colección de escritos redactados en 1917, con un prefacio des-
~otskismo constituía un cuerpo rival de dogmas coherentes -una tinado a probar que él era el único político fiel a los principios leni-
idea que al parecer el propio Trotski llegó a compartir. Sin embar- nistas y a desacreditar a los lideres del momento, sobre todo a Zino-
go, en realidad no había una oposición política básica entre ambos viev y Karnenev, por haber mostrado una actitud dubitativa e incluso
hombres, y menos aún un desacuerdo teórico. hostil hacia el plan insurreccíonario de Lenin. También atacó al Ca-
Como hemos visto, los líderes del levantamiento de octubre creían rnintern, del que Zinoviev era jefe , por la derrota de los levantamien-
que el proceso revolucionario se extendería pronto a los principales tos en Alemania y por su fracaso en explotar la situación rerolucio-
~~ses europeos y que la Revolución R~sa no tendría esperanza de naria. La critica de Trotski suscitó una respuesta colectiva de Stalin,
éxito permanente excepto como preludio a la revolución mundial. Zinoviev, Kamenev, Bujarin, Rykov , Krupskaya y otros, culpándole
Ninguno de los líderes bolcheviques de los primeros años mantuvo de todos los errores y derrotas anteriores, acusándole de arrogancia
o manifestó otra idea diferente a ésta: algunas de las afirmaciones de y de haber disputado con Lenin y menospreciando sus servicios a la
Lenin sobre el particular eran tan inequívocas que posteriormente revolución.
Stalin las excluyó de sus obras. Sin embargo, a medida que dismi- Fue en esta ép oca cuando Stalin construyó la doctrina del «trots-
nuían las esperanzas de una revolución mundial y que los comunistas kismo>~. La idea de una «revolución permanente », formulada por
fracasaban' en sus desesperados intentos por producir un levanta- Trotski antes de 1917, presuponía que la Revolución Rusa iría se-
miento en Europa, pensaron que la tarea más inmediata era construir guida de una etapa socialista, pero que su destino dependía de la
una sociedad socialista, aunque nadie sabía exactamente en qué debía revolución mundial que resultara también de ella; además, en un
consistir. Siguieron siendo aceptados dos principios básicos: que Ru - país con una aplastante mayoría campesina, la clase trabajadora seda
sia había iniciado un proceso que, por las leyes de la historia, debía destruida políticamente a menos que fuera apoyada por el proleta-
abarcar finalmente a todo el mundo y que, en tanto que Occidente riado internacional, únicamente con cuya victoria podría consolidarse
no estaba en condiciones de iniciar su revolución, los rusos debían la de los trabajadores rusos. Mientras la cuestión de la «transforma-
llevar a cabo la transformación socialista de su propio país. La cues- ción. de la revolución burguesa en una socialista» perdía aplicación,
tión de si el socialismo podía implantarse de hecho de una vez por Stalin planteó el trotskismo como representativo de la idea de que
.36 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 37

el socialismo no podía implantarse definitivamente en W1 solo país, De esta forma, no se trata de dos teorías «esencialmente opues -
sugiriendo así a sus lectores que la intención real de Trotskí era res- tas», la una que afirma y la otra que niega que el socialismo pueda
taurar el capitalismo en Rusia. En otoño de 1924, Stalin declaró que ser edificado en un solo país. En teoría, todo el mundo aceptaba la
el trotskismo se basaba en tres principios. En primer lugar, no reco- necesidad de apoyar la revolución mundial y también la necesidad
nada a la masa más pobre de campesinos como aliado del proleta- de construir una sociedad socialista en Rusia . Stalin y Trotski dife-
riado; en segundo lugar, aceptaba la coexistencia pacífica entre revo- rían en cierta medida en la idea de la dosis de energía que había de
lucionarios y oportunistas, y por último, calumniaba a los líderes bol- aplicarse a una tarea o a la otra, y ambos hombres hicieron lo suyo
cheviques. Posteriormente se consideró como el rasgo esencial del por aumentar estas diferencias en una antítesis teórica imaginaria .
trotskismo la afirmación de que, si bien es posible implantar el so- Aun es menos posible creer la afirmación de muchos trotskistas
cialismo en un país, no era posible llevarlo a su conclusión. En Cues-
de que la democracia interna al Partido era la esencia de su sistema.
tiones acerca del leninismo (1926) Stalin criticó su propia teoría de
Los ataques de Trotski al gobierno burocrático dentro del Partido
la primavera de 1924, diciendo que había que hacer la distinción
empezaron, como hemos visto, cuando él mismo se vio desprovisto
entre la posibilidad de edificar finalmente el socialismo en un solo
país y la posibilidad de protegerse finalmente contra una interven- de poder sobre su aparato; mientras estuvo en el poder, fue uno de
ción capitalista. En condiciones de cerco capitalista, no podía haber los más autocráticos defensores de la burocracia y del control militar
una garantía absoluta contra la intervención, pero, no obstante, podría y policíaco sobre todo el sistema político y económico . La «burocra-
construirse una sociedad completamente socialista. tización» contra la que posteriormente clamó era el resultado natural
El punto de controversia sobre si el socialismo podía construirse e inevitable de la destrucción de todas las instituciones democráticas
o no en un país residía, como observa bien Deutscher en su vida de del Estado, un proceso al que el propio Trotski se aplicó con celo
y que nunca repudió después .
Stalin, en el deseo de este último por transformar la psicología de
los trabajadores del Partido. Al afirmar que la Revolución Rusa era
autosu6ciente, se interesaba menos por la teoría que por hacer frente 5. Bujarin y la ideología de la N. P. E. La controversia
a la desmoralización producida por el fracaso del comunismo a escala económica de los años veinte
mundial. Deseaba asegurar a los miembros del Partido que no debían
preocuparse por el incierto apoyo del «proletariado mundial», pues La controversia sobre la política económica soviética de los años
su propio éxito no dependía de aquél; en definitiva, quería crear una veinte fue mucho más genuina que la cuestión del «socialismo en W1
atm6sfera de optimismo, sin abandonar, por supuesto, el consagrado solo país», que era más bien un disfraz de facción que una clave para
principio de que la Revolución Rusa era el preludio de la mundial . la solución de un problema práctico o te6rico . Sin embargo, incluso
Es posible que si Trotski se hubiera encargado de la política ex- el famoso debate sobre la industrialización no merece ser presentado
terior soviética y del Cornintern en los años veinte, habría tomado como un enfrentamiento entre dos principios opuestos . Todos esta-
más interés que Stalin en organizar levantamientos comunistas en el ban de acuerdo en que Rusia debía ser industrializada: el punto en
exterior, pero no hay razón para pensar que sus esfuerzos hubieran disputa era la velocidad del proceso y la cuestión ligada, condenada
tenido éxito. Naturalmente, utilizaba todas las derrotas de los comu- de antemano, de la agricultura soviética y de las relaciones del Go-
nistas en el mundo para acusar a Stalin de olvidar la causa revolucio- bierno con el campesinado. Sin embargo, estas cuestiones tuvieron
naria, Pero no está del todo claro qué podía haber hecho Stalin si se una importancia práctica fundamental, y los diversos puntos de vista
hubiera movido por el celo internacionalista del que Trotski le acu- acerca de -ellas condujeron a diferentes decisiones políticas de gran
saba carecer. Rusia no tenía medios de asegurar una victoria comu- importancia para todo el país .
nista alemana en 1923 o bien una victoria del comunismo chino Bujarin," el principal ideólogo de la N. P. E. (inaugurada en
en 1926. La acusación posterior de Trotski de que el Comintern 1921 ), gozó de -una gran popularidad en los círculos del Partido y fue
dejó de explotar las oportunidades revolucionarias a causa de [a doc- considerado como 1.).0 teórico de primera clase. Tras la caída de Zino-
trina estalinista del socialismo en W1 solo país carece completamente viev y Kamenev en 1927, pasó a ser el hombre más importante
de fundamento . del Partido después de Stalin.
38 Principales corrientes del marxismo l . La primera etapa del marxismo soviético 39

Nikolay Ivanovich Bujarin (nacido en 1888, muerto el 13 ó grado en 1918; Lenin leyó el manuscrito y lo utilizó libremente para
14 de marzo de 1938) pe rtenecía a la generación que en tró en el mo- escribir su obra El imperialismo, tasesuperior del capitalismo. El
vimiento socialista durante o inmediatamente después de la Revolu- propio Bujarin hizo uso extensivo del análisis de Hil íerding, pero
ción de 1905. Nacido y educado en Moscú, miembro de la clase también subrayó que, a medida que el capitalismo se desarrolla, el
intelectual (sus padres eran maestros], se unió a un grupo socialista papel económico del Estado aumenta en importancia y lleva a una
ya en la escuela y fue bolchevique desde el comienzo de su carrera nueva forma social, la del capitalismo de Estado, es decir, una eco-
política. Se unió al Partido hacia los dieciocho años , a finales de 1906, nomía de planificación central regulada a escala nacional. Esto signi-
y llevó a cabo una labor de propaganda en Moscú. En 1907 se ma- ficaba la extensión del control del Estado a áreas cada vez más amplias
triculó en la Universidad como estudiante de economía, pera la polí- de La sociedad civil y la intensificación de la esclavitud humana. El
tica ocupó la mayor parte de su tiempo y nunca llegó a terminar sus Moloch del Estado era capaz de funcionar sin crisis internas, pero
estudios . En 1908 ya era el responsable de una pequeña organización sólo usurpando cada vez un mayor número de aspectos de la vida pri-
bolchevique' de Moscú. Detenido en otoño de 1910 y condenado al vada. Sin embargo, Bujarin no estaba de acuerdo con la expectativa
exilio, huyó y pasó los seis años siguientes como émigré en Alema- de Kautsky y Hilferding de una etapa «ultraimperialistas en la que
nia, Austria y los países escandinavos, donde sus escritos le dieron la necesidad de la guerra fuer a. obviada por la organización centrali-
la repu ración de experto teórico bolchevique en la esfera de la eco- zada de la economía mundial: el capitalismo de Estado, pensaba, era
nomía política. En 1914 concluyó una obra titulada La economía de factible a escala nacional, pero no globalmente. Por ello la compe-
la clase rentista: la teoría del valor y el beneficio de la Escuela Aus- tencia, la anarquía y las crisis seguirían, pero adoptarían formas cada
tríaca: fue publicada en su totalidad por vez primera en Moscú vez más internacionales. También se seguía de aquí -y Bujarin coin-
en 1919, y en 1927 apareció una versión inglesa, The EC0710mic cidía con Lenin, si bien por razones diferentes- que la causa de la
Tbeory 01 tbe Leisure Classe. El libro es una defensa de la doctrina revolución proletaria debía concebirse en el contexto de la situación
marxiana y UI1 ataque a la teoría del valor de los marginalistas, y internacional.
sobre todo de Bohm-Bawerk, Como sugiere su título, Bujarin afir- En fecha posterior Lenin criticó al joven Bujarin por su idea
maba que la teoría económica de la Escuela Austríaca era la expresión «semianarquista» de que el proletariado no tendría necesidad de un
ideológica de la mentalidad de la burguesía parasitaria y amiga de poder estatal tras la revolución -una idea utópica muy similar a la
los dividendos; por cuanto respecta a la defensa de Marx, su obra expuesta por el mismo Lenin en El E stado y la Revolución en 1917.
no añadía nada a la anterior crítica de Hílferding. Tras el estallido Hacia finales de 1916, Bujarin viajó a Estados Unidos, donde
de la guerra en 1914, fue deportado de Viena a Suiza, donde trabajó tuvo discusiones con Trotski y se propuso persuadir a la izquierda
en la teoría económica del ·imperialismo. Por esta época tuvo una americana de la verdad de la concepción bolchevique sobre las cues-
controversia con Lenin, quien le acusó de errores «luxemburguistas» tiones de la guerra y la paz. Al regresar a Rusia tras la Revolución
acerca de la cuestión nacional y la cuestión agraria, Bujarin afirma- de Febrero, pasó pronto a ocupar un lugar entre los líderes del Par-
ba, a la luz del esquema marxista clásico, que la cuestión nacional se tido y dio pleno apoyo a Las «Tesis de Abril» de Lenin, Durante los
había vuelto cada vez menos importante y que la pureza de las polí- meses cruciales anteriores y posteriores a Octubre, trabajó principal-
ticas de clase socialistas no debía ser mancillada por doctrinas de la mente en Moscú como organizador y propagandista. Poco después de
autodeterminación nacional, que eran utópícas y contrarías al marxis- la Revolución pasó II ser director editorial de Praoda, puesto que
mo. De igual forma desaprobaba. el compromiso del Partido en el ocupó basta 1929 . Compartiendo la idea general de que el destino
apoyo agrario de su política revolucionaria, pues el marxismo ense- de la Revolución Rusa dependía de su expansión en Occidente, Buja-
ñaba que la cIase de los pequeños granjeros estaba condenada a des- rin se opuso firmemente a la política de Lenin de una paz separada
aparecer de cualquier modo, y que el campesinado era una clase his- con Alemania/Durante los primeros y dramáticos meses de 1918 fue
tóricamente reaccionaria. (Sin embargo, en el futuro, Bujarin había uno de los líderes de los «Comunistas de Izquierda» que presionaron
de destacar principalmente como exponente de la «desviación» preci- para la continuación de la guerra revolucionaria, a pesar de la sobria
samente opuesta.) valoración de Lenin del estado técnico y moral del ejército. Sin em-
En Suiza, y después en Suecia, Bujarín escribió el libro El impe- bargo, una vez firmada La paz, se puso del lado de Lenin en todas las
rialismo y la economía mundial, publicado por vez primera en Petro- cuestiones económicas y administrativas más importantes. No apoyó
40 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 41
la protesta de la oposición de izquierda contra el empleo de especia- Bujarin, al igual que Lenin, consideró el sistema de basar la
listas y expertos «burgueses» en la industria, o contra la organización vida económica en el terror masivo, no como una riecesidad transi-
del ejército sobre la base de la competencia profesional y la disciplina toria, sino como un principio permanente de la organización socia-
tradicional. lista. No dudó en justificar todos los medios de coerción y afirmó, al
Durante el período del «comunismo de guerra» (un término equí- igual que Trotski en este mismo período, que el nuevo sistema exigía
voco, como hemos visto), Bujarin fue el principal defensor teórico de forma esencial la militarización del trabajo, es decir, el uso de
de una política económica basada en la coerción, las expropiaciones la fuerza policial y militar para obligar a trabajar a toda la población
y la esperanza de que el recién nacido Estado podría funcional' sin un en los lugares y bajo las condiciones que decretara el Estado. De h~
sistema mercantil o monetario y organizar inmediatamente la produc- cho una vez abolido el mercado deja de existir venta libre de trabajo
ción socialista. Durante los años inmediatamente antedates a la o c~mpetencia entre los trabajadores, y la coerción poli~ial es., .\?or
N. P. E., además de su obra El materialismo histórico, que- comenta- tanto, el único medio de asignar los «recursos humanos». SI se elimina
remos después, publicó dos libros en los flue exponía la política eco- el trabajo asalariado, s610 queda el trabajo obligatorio. En otras pala-
nómica del Partido: La economía del periodo de iransicián (1920) bras el socialismo -según la concepción de Trotski y Bujarin en
y, junto a Preobrazhenski, El ABe del comunismo (1919). Estas obras esta 'época- es un campo de trabajo permanente a escala nacional.
gozaron de un status semioficíal como descripción autorizada de la Es cierto que Trotski, en 1920, dudó en algún momento de la
política bolchevique del momento. Al igual que Lenin, Bujarin no eficacia de una economía no basada más que en el terror; y propuso
sólo abandonó su doctrina utópica de que el Estado desaparecería que la requisa del grano debía ser sustituida por el impuesto en es-
inmediatamente después de la revolución, sino que insistió en la ne- pecie. Pero pronto cambió de opinión, y durante el período de la
cesidad de una dictadura política y económica del proletariado. Tam- N. E. P. fue uno de los principales adversarios de una economía «li-
bién mantuvo su idea sobre la evolución del «capitalismo de Estado» bre» con concesiones sustanciales al campesinado y con el libre comer-
en los países avanzados. (Lenin utilizó este término para referirse cio como principal modo de intercambio entre la ciudad y el campo.
a la industria privada en la Rusia socialista, lo que dio lugar a no Por otra parte, las ideas de Bujarin evolucionaron en dirección
pocos equivocos verbales.) Bujarin acentuó la idea de «equilibrio» opuesta. En 1920 la idea de una economía planificada pertenecía al
como la clave para la comprensión de los procesos sociales. Afirmó reino de la fantasía: la industria rusa estaba en ruinas, apenas había
que una vez que el sistema de producción capitalista habia perdido su medios de transporte y el problema más acuciante era cómo salvar a
equilibrio -como se ponía de manifiesto en el proceso revoluciona- las ciudades de la inminente inanición, y no cómo llevar a cabo el
rio, con sus inevitables consecuencias destructivas-s-, éste sólo podría Milenio comunista. Cuando Lenin, en esta catastrófica situación, dejó
alcanzarse de nuevo por la voluntad organizada del nuevo Estado. en suspenso su doctrina económica y se avino a un largo período
El aparato estatal debía asumir todas las funciones ligadas a la orga- de coexistencia con una economía agraria, el libre comercio de los
.nizaeión social de la producción, intercambio y distribución. En la productos agrícolas y la tolerancia de la industria privada a pequeña
práctica, esto significa la «estatalización» de toda la actividad eco- escala, Bujarin abandonó igualmente su anterior posición y se co~­
virtió en un fervoroso defensor e ideólogo de la N. P. E., en oposr-
nómica, la militarización del trabajo y un sistema de racionamiento
ción a Trotski y Zinoviev, Kamenev y Preobrazhenski. A partir
generalizado, es decir, la aplicación de la coerción en toda la vida eco-
de 1925 fue el principal defensor ideológico de Stalin con tra la opo-
nómica. Bajo el comunismo 110 puede existir un funcionamiento es- sición. Al igual que Lenin, tuvo que reconocer que todo el programa
pontáneo del mercado; la ley del valor deja de actuar, al igual que establecido en La economía del período de transición era un error;
todas las leyes económicas independientes de la voluntad humana,
pero no se preocupó por los millones de víctimas que habían pagado
Todo queda sometido al poder planificador del Estado, y deja de
con sus vidas un breve momento delirante de los líderes.
existir la economía política en sentido clásico. Sin embargo, aunque
Los argumentos de Bujarin para volver a la economía de mero
la organización de la sociedad se basa esencialmente en la coerción
cado -si bien manteniendo, por supuesto, la propiedad estatal de
de los campesinos (expropiaciones forzosas) y los trabajadores (mili-
los bancos y las principales industrias- eran principalmente econó-
tarización del trabajo), no existe explotación de la clase trabajadora,
micos, pero en cierta medida también políticos. Durante todo el pe-
pues por definición es imposible que una clase se explote a sí misma.
ríodo de la N. P. E. (1921-1928) sus afirmaciones en materia econó-
42 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 43

mica reflejaron las ideas de una considerable mayoría de los líderes principales beneficiarios de esta política eran los kulaks, la clase de
políticos, incluido Stalin. los explotadores rurales: pues, como se hada todo .?ara ~umen tal' .la
La cuestión principal era cómo el Estado podía influir en el productividad agrícola independientemente d.e las exigencias de l~ 10-
mercado de mercancías por medios económicos para alcanzar el ni- dustria, la fuerza relativa de las clases y la dictadura del proletariado,
vel de acumulación deseado y desarrollar la industria, en una situa- los créditos y facilidades se daban preferentemente a aquellos campe-
ción en la que la agricultura estaba en casi su totalidad en manos sinos que prometían las mayores entregas. Esto habría de fortalecer
de los pequeños granjeros. Para obtener la necesaria cantidad de gra- a los kulaks, que, económicamente al principio y pronto también po-
no de los campesinos en condiciones de mercado era necesario dotar líticamente, empezarían a minar el poder del proletariado. No podía
al campo de valor equivalente de bienes de producción y consumo. haber compromiso entre dos políticas rivales. Quienes, como el Go-
En el ruinoso estado de la industria era difícil, sí no imposible, pero bierno existente, deseaban satisfacer las demandas económicas de los
si no se hacía esto los campesinos se negarían a vender sus productos, campesinos para inducirlos a vender el grano tendrían que proseguir
pues no podrían comprar nada con sus ingresos. Además existía el una política comercial exterior en concordancia e importar bienes de
problema de cómo el proletariado, esto es, el Partido Bolchevique, consumo para los campesinos en vez de bienes de producción para
podría mantener su posición dominante si la economía estatal estaba la industria. Toda la tendencia de desarrollo se distorsionarla en inte-
a merced de los campesinos: a medida que se desarrollara el mercado, rés de una clase distinta al proletariado, y el resultado sería una ame-
su posición se haría más fuerte y podía acabar amenazando a la «dic- naza para la existencia del Estado socialista. .
tadura del proletariado». Argumentando de esta forma, Preobrazhenski y toda la oposición
Preobrazbenski, que era considerado como trotskista en materia de izquierda presionaron para la colectivización de la agricultura, si
económica y que dirigió la oposición teórica a la política de Stalin bien no explicaron claramente por qué medios había de realizarse.
y Bujarin de concesiones ,~ los campesinos, argüía del siguiente Trotskí razonó de forma similar. Como escribió en 1925, si la
modo . La tarea principal ,de un Estado socialista en su {ase inicial industria estatal se desarrollaba a un ritmo más lento que la agricul-
era crear una fuerte base industrial y asegurar el necesario grado de tura, era inevitable la restauración del capitalismo. La agricultura de-
acumulación. Todos los demás fines económicos debían subordinarse bía mecanizarse y electrificarse para que pudiera transformarse en una
al desarrollo de la industria, y sobre todo a la manufactura de equipa. rama de la industria estatal: sólo de esta forma podía el socialismo
miento industrial. La acumulación capitalista se veía facilitada por el purgar la economía de elementos extraños y liquidar las divisiones
saqueo de las colonias; el Estado socialista no tenía colonias y tenia de clase. Pero todo esto dependía del desarrollo adecuado de la in-
que conseguir la industrialización por sus propios recursos. Sin em- dustria. En última instancia, el triunfo de una nueva forma de socie-
bargo, la industria estatal no podía crear por sí misma una base su- dad estaba en función de la productividad del trabajo en esa sociedad:
ficiente de acumulación, sino que debla echar mano de los recursos el socialismo triunfaría porque tenía el poder de alcanzar eventual-
de los pequeños productores, esto es, en la práctica, del campesinado. mente una mayor productividad que el capitalismo y un desarrollo
Los holdings privados debían ser objeto de una colonización interior: más efectivo de las fuerzas productivas. Así, la victoria del socialismo
Preobrazhenski admitía francamente que era cuestión de explotar al dependía de la industrialización socialista. De hecho, el socialismo
campesinado, de extraer la máxima cantidad de plusvalía de su trabajo tenía todas las ventajas de su lado: los avances técnicos podrían con-
para aumentar la inversión en la industria. El proceso de «coloniza- seguir una aplicación universal e inmediata, libres de los obstáculos
ción» había de alcanzarse principalmente por la fijación de los precios que creaba la propiedad privada. La centralización de la economía
de los productos industriales a un alto nivel en relación a los precios evitaba el gasto producido por la competencia; la industria no est.aba
pagados por el Estado por la producción agraria. Esto debía ser refor- a merced de los caprichos de los consumidores, y las normas a nivel
zado por otras formas de presión económica sobre el campesinado, a nacional aseguraban un superior nivel de productividad. La censura
fin de conseguir la máxima ayuda para la industria en el período de de que la centralización y estandarización sofocaban la iniciativa y ha-
tiempo más corto posible. Por otra parte, los líderes del Partido cían más monótono el trabajo no eran más que una añoranza reaccio-
proseguían una política que fomentaba la acumulación por parte de naria de la producción preindustrial, Toda la economía debía trans-
los pequeños productores y olvidaba a la industria, sobre todo a la formarse en un «mecanismo único, uniforme y autornático», y para
industria pesada, en aras del bienestar del campesinado. Además, los este fin debía organizarse una incesante campaña contra los elementos
44 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 45
capitalistas, es decir, los pequeños productores agrícolas: abandonar productos industriales, y por tanto iba en interés de todo el país el
la lucha era consentir el retorno al capitalismo. Trotski no hablaba, permitir la acumulación a los campesinos de todas las categorías. De
como Preobrazhenski, de la «ley objetiva de acumulación socialista» aquí la llamada de Bujarin a los campesinos en 1925: «[Enrique-
y de la necesidad de extraer la máxima cantidad de plusvalía de los ceos! »; un eslogan que posteriormente se citó con frecuencia como
campesinos en aras de la inversión industrial, pero su llamada en favor prueba t1agrante de su heterodoxia. En su opinión, la política de decla-
de una ofensiva económica contra los elementos capitalistas tenía el rar la guerra a los campesinos más favorecidos y de acentuar la lucha
mismo objeto. La oposición acusó a Bujarín de estar básicamente de clases en el campo arruinaría no sólo a la agricultura, sino a toda
en favor de una rica clase kulak y de una «reacción termidoriana» : la economía . Los campesinos pobres y los asalariados del campo de-
su política, decían, fortalecería a las clases hostiles al socialismo y bían ser ayudados, no arruinando a los kula ks, sino utilizando el Es-
aumentaría la gravedad específica de los elementos capitalistas de la tado los recursos de éstos, que debla permitirles acumular. Las coope-
economía. En respuesta, Stalin, Bujarín y sus defensores afirmaban rativas de consumidores y de mercado llevarían con el tiempo al
que la llamada a una «superindustrialización» no era realista y que desarrollo de cooperativas de productores. Por otra parte, la política
la política de la oposición enfrentaría a la gran masa del campesinado trotskista supondría un desastre, tanto para la agricultura como para
medio, y no sólo a los kulaks , contra el régimen; esto violarla el sa- la industria; separaría a todo el campesinado del Estado, destruyendo
grado canon de Lenin de «una alianza entre el proletariado y los así la dictadura del proletariado . Además, la elevación artificial del
campesinos pobres y medios» y amenazaría la existencia del Estado precio de los bienes industriales a un superior nivel a fin de explotar
soviético . La oposición exigía constantemente la eliminación de los al campo, como proponían Preobrazhenskl y Pyatakov, no sólo afec-
elementos capitalistas, pero no decía qué había que hacer si una creo taría a los campesinos, sino también a los trabajadores, pues la ma-
ciente presión gubernamental-siquiera s610 económica- privaba de yoría de estos bienes eran consumidos por la población urbana. En
incentivos al campesinado, y cómo podría entonces asegurar el Estado cuanto a los ataques de [a oposición a la degeneración burocrática
la producción y suministro de alimentos por un medio distinto que la de la máquina de gobierno, este peligro existía realmente, pero sería
vuelta a la coerción policial. cien veces peor si se adoptara su pol ítica agraria. La vuelta a los
El razonamiento de Bujarin, defendido en esta época por Sta- métodos del comunismo de guerra significada crear toda una clase
lin, era que una guerra abierta del Estado contra el campesinado sería de funcionarios privilegiados con la principal finalidad de reprimir
económicamente ineficaz y políticamente desastrosa, como había mos- al medio rural, y este enorme aparato sería mucho más caro que todas
trado de forma suficiente el período del comunismo de guerra . El las pérdidas resultantes de una falta de organización de la agricul-
desarrollo económico del país debía depender no de la explotación tura. El remedio para la burocracia consistía en animar a la poblaci6n
máxima del campesinado, sino de la conservación del mercado como a formar organizaciones sociales voluntarias en las diversas esferas de
vínculo entre el Estado y las economías rurales, y por tanto entre la vida; el remedio propuesto por la oposición era exactamente el
la clase trabajadora y los campesinos. La tasa de acumulación depen- contrario de éste, y seda peor que la enfermedad.
día de la eficacía y rapidez de circulación, y a esto había que dirigir En esta controversia con la oposición de izquierda, Bujarin no
todos los esfuerzos. Si se privara a los campesinos de todas sus plus- defendió medidas que pudieran suponer. UnA eventual extensión de
valías mediante la coerción o bien por medios económicos éstos no la democracia dentro del Estado o del Partido. Por el contrario, atacó
producirían m ás de lo que necesitaran para comer; por ello: forzar al a Trotski, Zinoviev y Kamenev como líderes de facción y desmem-
campesinado iba contra el interés manifiesto del Estado y el proleta- bradores de la unidad del Partido. Según recordó a éstos, era el ABe
riado. La única forma de incrementar la producción agrícola era pro- del comunismo que la dictadura del proletariado suponía la existen-
porcionar incentivos materiales. Es cierto que esto iría en beneficio cia de un solo partido gobernante y que el Partido debía estar unido
de los kulaks, pero el desarrollo de las cooperativas comerciales haría y no permitir la existencia de «fracciones», que podrían llevar al
posible integrar a todos los campesinos, incluidos los kulaks en un desarrollo de partidos independientes . Todos los miembros de la opo-
sistema controlado por el Estado que promovería el crecimiento de la sición habían sido conscientes de ello hasta fecha reciente, y nadie se
economía en general. defraudaría por su repentina conversión en demócratas .
El desarrollo de la industria dependía del mercado rural; la acumu- En el debate sobre la industrialización, ambos grupos de adversa-
lación por los campesinos significaba un aumento de la demanda de rios afirmaron, como era de esperar, que «objetivamente» la política
46 Principales corrien tes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 47

de .SU~ adversarios con~ucíría, a la restauración del capitalismo. Según miembros de la antigua «Oposición de los Trabajadores»]. Se intere-
B~JarJn, Preobrazhenskí quena que el Es tado socialista imitara al capi- saba principalmente por la cuestión del poder, la dictadura y la in-
talismo alcan:ando la acumulación ,mediante LI explotación y ruina dustria pesada como índice de poder; por otra parte, Bujarin se
de ,l~s ~equenos p,roductores. La dictadura del proletariado se des. preocupaba por el incremento efectivo del bienestar, y estaba prepa-
truirta 51 se demolí~ su base, .la ah~nza con el campesinado, y sobre rado a tolerar a la clase de los materialmente privilegiados «hom-
t?d~ con el campesinado medio; mientras, la «colonización interior» bres NPE» si su actividad producía efectos positivos para toda la
significaba un ataque no sólo a los kulaks sino a tod as las clases población, incluida la clase trabajadora.
campesinas, si no. más porque todas ellas se verían igualmente afee- A lo largo de este debate, que había de decidir el destino de mi-
tadas po.r la .relaa6n entre los p recios industriales y agrícolas . Contra llones de individuos, Stalin de fendió la posición de Bujarin, pero
esto, la IZ~UJerda afirmaba que la política de Stalin-Bujarin incrernen- no se comprometió demasiado, dejando que Bujarin o Rykov hicie-
tar ía considerablemente la fuerza económica de los propietarios pri- ran las manifestaciones ideológicas. Advirtió el desliz de Bujarin al
v~dos , Y, s<:bte todo de los kulaks, y que el debilitamiento de la indus- invitar a los campesinos a «enriquecerse» -una expresión que hirió
trra socI,a}lsta y de .la clase trabajadora sólo podía culminar en la a muchos comunistas en lo más Intimo->, pero lo consideró como un
dest~,caon de l~ dtcta~ura del proletariado. La oposición afirmaba lapsus linguae no comparable con los monstruosos crímenes de la
también que la industria, y. s?bre todo la industria pesada, era la oposición. Stalin no llegó nunca muy lejos en la discusión, pero al
clave p~ra el de~arrollo socialista, Por otra parte, Bujarin afirmaba parecer hasta 1928 no hubo desacuerdos en política económica en-
q:ue el intercambio de bienes .:ntre la ciudad y el campo era el prin- tre él y Buja rin: Stalin repitió también las palabras de Lenin acerca
cipal resorte, que la producci ón no era un fin en sí, sino un medio de la necesidad de una duradera alianza con el campesinado medio
para el consumo, y' que la oposición se hacía eco de la teoría de y atacó a la oposición de «ultraizquierda » por su «avenrurismo polí-
Tugan-Baranovsky (en relación al sistema capitalista) de que podía ha- tico» y por la sorprendente idea de «colonización interior». Empezó
b,er una eco~omfa en la que la producción sigue creando un mercado a dominar en la disputa política y organizatoria con la oposición no
siempre creciente para sí independientemente del volumen de la de- sólo gracias a su posición dominante en la maquinaria del Partido, sino
manda. Tal y como estaban las cosas en Rusia, la acumulación rural porque era flÍcil mostrar cómo todos los oposicionistas estaban vio-
no era. en. modo alguno contraria al interés de los trabajadores, sino landa principios que hacía poco habían gritado desde los tejados de
que coincidía con él. A ello la oposición contestaba que no podía ha- las casas . No era difícil probar que el amor de Trotski por la demo-
ber identidad de interés entre los explotadores y los explotados, y que cracia era extremadamente reciente, y cuando él y Zinoviev conspi-
C?ffiO el kulak era un explotador por definición, ayudarle a acumular raron juntos contra Stalin, éste tuvo que citar sólo los insultos que
riqueza era fomentar al enemigo de la propia clase. se habían dirigido mutuamente poco tiempo antes. En cuanto a la
I?e este modo se formaron, por así decirlo, dos va riantes del bol- democracia en el Partido, ninguno de los que la defendían en la ac-
che':'lsmo, am~as apelando, por supuesto, a afirmaciones de Lenin, tualidad podía hacer referencia de su propio pasado sin confusión.
Len1? había dICh~ , que d,ebía haber una alianza con el campesinado Como afirmó Stalin en el XIV Congreso, en diciembre de 1925: «¿No
medio, pero tambi én habla hablado del peligro que representaban los son conscientes los camaradas de la oposición de que , para nosotros
kula.ks, A grandes r~sgos,.la ,idea de, Bujarin era que no se podía los bolcheviques, la democracia formal es una concha vacía , y de que
abol~r a I~s kuIaks sin destruir al mismo tiempo a los campesinos los intereses reales del Partido lo son todo? » (Obras, ed. inglesa,
medios, mlen,tras que ,la 0i?osición aíirrneba que no se podía ayudar vol. 7, 1954, p. 394). Pocos meses después dio una definición más
a los campeemos medios Sin ayudar también a los kulaks : eran dos exacta de [a democracia del Partido : «¿Qué significa la democracia
formas de e~p,r;sar el mismo hecho, con intenciones políticas opues- dentro del Partido? La democracia dentro del Partido significa elevar
tas . La oposicion buscaba apoyo entre los muchos comunistas indig- la actividad de las masas del Partido y reforzar la unidad del Partido,
na,dos pOI' el ascenso ,de una clase de hacendados «h ombres NPE», reforzando la disciplina proletaria consciente en el Partido» (Infor-
mientras q~e los trabajadores estaban en un estado de miseria, y nadie me a la organización del Partido en Leningrado, 13 de abril de 1926;
t~maba ser iamente y de forma literal los eslóganes de igualitadsmo y Obras, ed. inglesa, vol. 8, 1954, p , 153). Sin embargo, Stalin no era
dictadu,ra .del .proletari~do (por 10 que fue natural que el grupo de tan incauto como para hablar de una «dictadura de partido», si bien
Trotskí-Zinovíev se uniera eventualmente a la causa de los restantes ni Lenin ni al parecer Bujarin se apartaron de ella: en su lugar se
48 Principales corrientes del marxismo 1. La primera etapa del marxismo soviético 49

refirió a la «dictadura del proletariado bajo el liderazgo del Partido». Esto no bastaba para satisfacer a la oposición de izquierda, pero ape-
En una sesión del Comité Ejecutivo del Comintern, el 7 de diciembre nas tuvo importancia, pues mientras habían sido destruidas todas "
de 1926, y en otras ocasiones, afirmó que Trotski, al defender que el sus posiciones.
soci~lísmo no podía ediíicarse en un solo país, estaba invitando al La creciente presión administrativa y económica sobre los campe-
Partido a abandonar el poder. sinos produjo una drástica caída de suministros y un agravamiento de
Los historiadores trotskistas se conduelen aún de los sucesos la ya difícil situación alimentaria. Stalin habló una y otra vez del
de 1920, y especulan sobre cómo Trotski pudo haber evitado diver- peligro kulak y de la creciente fuerza del enemigo de ciase, pero en
sos movimientos en falso y recuperado el poder mediante esta u otra febrero de 1928 insistía aún en que los rumores de abandono de la
alianza o unión. Sin embargo, no parece que después de 192.3 esto N. P. E. y la liquidación de los kulaks no eran más que especulaciones
fuera una posibilidad real. Trotski pudo haber hecho uso oportuno contrarrevolucionarias. Sin embargo, apenas cuatro meses después,
d.el «Testamento» de Lenin públicamente para desacreditar a Stalin; anunció que «había llegado el momento» de la organización masiva
510 embargo, no sólo no lo hizo, sino que después se privó de esta de las granjas colectivas. En el pleno del Comité Central del mes de
p~sibilidad al negar la autenticidad del «Testamento» cuando fue pu- julio adoptó todas las tesis de Preobrazhenskí que hasta entonces ha-
blicado en el extranjero. Posiblemente Stalin pudo haber sido derro- bía atacado violentamente. Rusia sólo podía alcanzar la industrializa-
cado en 1924, pero esto hubiera reportado escasos beneficios a ción por medio de la acumulación interna; la única solución era fijar
Trotski, pues era detestado por los demás lideres, que sólo se presta- los precios de bienes industriales a un nivel elevadísimo .para los
ron a conspirar con él una vez que se vieron expulsados del poder. campesinos. Al mismo tiempo siguió defendiendo el principio de una
La política económica y fiscal no permaneció, de hecho inalterada «alianza duradera con los campesinos medios» y confesó que todavía
duranteel período de la N . P. E ., sino que se desplazó en fa dirección era necesaria la producción agrícola a pequefía escala. No obstante,
de una presión creciente sobre el campesinado. Aparte de Bujarin, Bujarin, Rykov y Tomski se rebelaron contra la nueva política, por
los defensores de la N. P. E. en las filas superiores del Partido fueron lo que Stalin los calificó de una nueva oposición, de tendencia dere-
Ryko:-, , 9ue sucedió a Lenin como premier, y Tomski, encargado de chista: a comienzos de 1929 informó de este triste desarrollo al Po-
los Smdlcatos. Ambos eran destacados bolcheviques por propio dere- litbur6 y poco después lo difundió públicamente. (En el otoño de 1928
cho y no eran en modo alguno juguetes de Stalin; sin embargo, al se había referido en algunas conferencias al «peligro derechista », pero
poco tiempo Stalin introdujo en el liderazgo a hombres como Molo- afirmaba todavía que en el Politburó había una total unanimidad.)
tov, Voroshilov, Kalinin y Kaganovích, quienes no' significaban nada La desviación derechista consistía, según él, en el descenso del ritmo
en sí mismos y le rindieron una incondicional obediencia. La incer- de industrialización el retraso de la colectivización a un futuro inde-
tidumbre y ambigüedad de la política económica (incluso los entu- terminado el restablecimiento de la completa libertad de comercio
siastas de la N . P. E. no pudieron, en última instancia defender la y el rechazo del uso de «medidas extraordinarias» -es decir, requisas,
idea de una <ducha de clases en el campo») condujeron ~ un impasse detenciones y presión policial- contra los kulaks. Pronto se advirtió
del que no había salida satisfactoria. Las sustanciales concesiones a también que los «der echistas» estaban equivocados acerca de la si-
los campesinos en 1925 produjeron un incremento de la producción tuación internacional : aún creían en la estabilización del capitalismo
agrícola, peto hacia 1927 la producción de grado no había alcanzado mundial y se negaban a luchar contra la izquierda socialdemócrata.
aún su nivel anterior a 1914, mientras que la demanda de alimentos También en esta época Stalin pronunció diversas conferencias (la
crecía simultáneamente al progreso de la industria y la urbanización. primera de ellas en 1928) en las que anunciaba un nuevo principio
Los pequeños propietarios rurales podían disponer de escasa cantidad que habría de afíadirse a su fama como teórico. Este era q~e c0f!l0 el
de grano, y los kulaks no tenían prisa en venderlo, pues no había comunismo seguía avanzando, la lucha de clases y la resistencra de
nada que comprar con el dinero que recibían a cambio. Por ello, los explotadores se volverían cada vez más violentas. Durante 10s
en 1927, Stalin se avino a adoptar extremas medidas de confiscación próximos veinticinco años este descubrimiento sirvió de base a Eas
y coerción , Al principio Bujarín aprobó esta política y revisó su pro- represiones, persecuciones y masacres generalizadas en la Uni6n So-
pio programa en la dirección de una mayor planificación una mayor viética y los países sometidos a su gobierno.
inversión en la industria pesada, un mayor grado de intervención esta- Este fue el contexto de la colectivización masiva de la agricul-
tal en el mercado y, finalmente , una «ofensiva» contra los kulaks. tura soviética , probablemente la operación de tipo bélico más masiva
50 Principales corrientes del marxismo
1. La primera etapa del marxismo soviético 51
~unca realizad~ ,por un Estado contra sus propios ciudadanos. Los_
que signific ó la colectivización es la novela póstuma de Vasily Gross-
intentos de utilizar moderadamente la coerción mostraron ser esté-
man Foreuer Elouiing.
riles, por lo que a finales de 1929 Stalin decidi6 emprender de nuevo
, En genera.l .se ~:epta que al ad<:>ptar el «nuevo, curso» y la polí-
una colectivización total, unida a la «liquidación masiv a de los kulaks
nca de colectivización forzosa, Stalin no estaba mas que asumiendo
como clase» , Pocos meses después, en marro de 1930 cuando esta
el programa de Trotski-Preobrazhenski, una vez hubo eliminado a
política hubo arrojado catastróficos resultados -los campesinos des-
sus autores ., Esta fue desde el principio la acusación de Bujarin, y
truían el grano y sacrificaban masivamente a su ganado- Stalin
fue compartida por muchos de los miembros de la antigua oposición
decretó una tregua temporal y en un articulo titulado «A;urdidos
qu.e se apres~raron, a pedir perdón a Stalin tras reconocer que no
por el é~to» .se quejaba ~el excesivo celo y apresuramiento de algu-
exist ían ya diferencias fundamentales en sus concepciones pol íticas.
no~ funClOnar1?S del Partido y de la violación del «principio volun-
~queUos que, como Radek, consiguieron esto, pudieron servir unos
tarro ». Esto hizo que el Partido y el aparato policial dudaran, con
ano~ más al nuevo E stado, pero no escaparon a su destrucción final.
el resultado de que numerosas granjas colectivas fueron desmantela-
Vanos pensadores marxistas han entendido la situación de est a for-
das por propio acuerdo. No quedaba sino volver a la política de coer-
ma, desde Lukács, a R~y Medvedyev. Sin embargo, Trotski (que fue
~ión, que .convertía al país en un infierno. Cientos de miles, y después
expulsado del Politburo en el otoño de 1926 y del Partido un año des-
incluso millones de campesinos, fueron deportados a Sibeda o a otras
pués. deportado a Alma Ata a comienzos de 1928 y que se exilió
áreas desiertas; las revueltas desesperadas en los poblados fueron re-
a Turquía en febrero de 1929 con el consentimiento del Gobierno
prim~~as sangrientamente por el ejército y la policía, y el país se
turco) no compartía la idea de que la política de Stalin era idéntica
hundi ó en el caos. el hambre y la miseria, En algunos casos, fue ron
a la suya propia , La burocracia estalinista, escribió, se vio forzada
deportados o condenados a muerte por inanición los habitantes de
por la presión de la oposición a adoptar objetivos izquierdistas, pero
p~eblos enteros; en convoyes masivos, precipitadamente organizados,
tuvo qu ~ , ponerlos en práctica de forma implacable y oportunista,
nule~ de personas morían o sucumbían al frío y la privación; víctimas
~a oposle;tón creía en la c?lectivización, pero no en la coerción ma-
medio muert~s r~corrían el país pidiendo inútilmente socorro, y hubo
srva: debla haberse combatido a los kulaks «por medios económicos».
casos de canibalismo . Para evitar que los campesinos hambrientos
Esta fue la línea posteriormente adoptada por todos los seguidores
huyeran ~ las ciudad~s se .introdujo un pasaporte interior y un cambio
de Trotski.
no autorizado de residencia se castigaba con el encierro en prisión. No
Sin embargo, su posición es muy débil, Trotski es cierto no
habló nunca de colet;tiv~adón forzosa, pero tampoco S~alin, Cualquie-
se conce?fa pasaporte alguno a los campesinos, por lo que éstos se
veían unidos al suelo como en los peores días de la servidumbre feu-
ra que conozca la historia de esos años sólo a partir de los discursos
dal; este estado de cosas no cambió hasta los años setenta. Los cam-
y I1r~ículos de Stal~n, supon?rfa, sin dudar, que los campesinos se
pos de concentración se llenaban de nuevas hordas de presos con-
reuma n ~~ las granjas, colectivas en busca de una vida mejor, que la
denados a trabajos forzosos . El objeto de la destrucción de la
«revoluclOn, d~sde arr:ba» fue saludada con una incontenible alegría,
independencia de los campesinos y su unión en granjas colectivas fue
y que las unrcas víctimas de las duras medidas adoptadas eran un
crear una I:0blací~n de esclavos, el beneficio de cuyo trabajo fornen-
grupo d~ saboteadores incorregibles, enemigos de los trabajadores y
taría a la jndustria. El efecto inmediato fue reducir la agricultura
del <?,oblerno que expresaba infali~le?1ente los intereses del pueblo.
soviética a un e~tado de pobreza del que no se ha repuesto todavía,
Lo cIert~ ~s que St.alln pu.so en practica el programa de la oposición
a pesar de las innumerables medidas de reorganización y reforma.
por,l?s UOlCOS med íos posibles. Todos los incentivos económicos que
A l.a .~uerte de Sta?~' c~si desp~és de un cuarto de siglo desde que sugineron se ensayaron antes de que Stalin recurriera a la coerción
se mtcrara la c,OleCtlVIZaCIón masiva, la producción de grano por ca-
total, Los incentivos fiscales y de precios y una política de terror Iirni-
beza de población estaba todavía por debajo del nivel de 1913 ; pero
t ~do se habían aplicado ya dos años antes, pero su único efecto había
en este período, a pesar del hambre y la pobreza, se exportaron a
SIdo el descenso del suministro de trigo, con sombrías perspectivas ,
todo el mundo grandes cantidades de productos agrícolas en interés
No que?aban ya más medios de presión económica, y sólo había dos
de la industria soviética. El terror y la opresión de aquellos años no
a,lternatIvas: ,o volver a la N, P , E , en su forma plena y permitir el
pueden expresarse meramente por las cifras de pérdida de vidas hu-
hbre c,0t;oeroo, co~fiando en el mercado para asegurar la producción
manas, por enormes que éstas sean; quizá el retrato más vívido de lo
"J sununrstro de alimentos, o seguir el camino emprendido y eliminar
52 Principales corrientes del tnJU:XÍSOlO l. La primera etapa del marxismo soviético 53

a todo el campesinado independiente por el uso masivo del terror se pusieron fuera del alcance de los trabajadores. Todo esto se hizo
policíal y militar. Al escoger esta última política, Stalin puso en práo- en W1a primera etapa y con bastante eficacia. De esta forma se paralizó
tica las exigencias de la izquierda de la única forma factible. la clase trabajadora, y no sólo la fatiga, sino el rápido progreso del to-
¿Por qué lo hizo? La primera alternativa no estaba excluida por talitarismo le impidió después llevar a cabo acciones eficaces, 'a pesar
«las leyes de la his toria», y no había tampoco W1a fatal obligación de ocasionales intentos desesperados . En este sentido puede decirse
de seguir la segunda vía . No obstante, la lógica del sistema soviético que la clase trabajadora rusa creó sus propios déspotas, independiente-
actuó decisivamente en la dirección realmente elegida. La ideología mente de su origen de clase. De igual modo la intelligentsia trabajó
vigente era más consonante con una economía de esclavos basada en durante muchos años inconscientemente para destruirse a sí misma
e! terror que con la vuelta a las condiciones del mercado, incluso bajo mediante las dudas y la sumisión frente al incesante chantaje de la
control estatal. Mientras la masa de la población fue económicamen- extrema izquierda. ,
te más o menos independiente del Estado, e incluso situó al Es- De esta forma se cumplió la profecía de los rnencheviques, que
tado en cierto grado de dependencia con respecto a ella, no pudo en 1920 compararon el mundo feliz anunciado por Trotski con la
cumplirse plenamente el ideal de una dictadura indivisible. Sin em- construcción de las pirámides por los esclavos egipcios. Por muchas
bargo, la doctrina marxista-leninista enseñaba que el socialismo sólo razones, Trotski tuvo pocas oportunidades de llevar a cabo su propio
podría alcanzarse mediante un poder político y económico completa- programa; Stalin fue Trotski in actu,
mente centralizado. La abolición de la propiedad privada de los me- La nueva política significó el ocaso político de Bujarin y sus
dios de producción era la suprema tarea de la humanidad y la princi- aliados. Al comienzo de la controversia, la derecha ten fa aún posiciones
pal obligación del sistema más progresista del mundo. El marxismo políticas firmes y un considerable apoyo en el Partido; pero pronto
contemplaba la perspectiva de la fusión o unificación de la sociedad se puso de relieve que todas sus ventajas no eran nada en compara-
civil con el Estado mediante la dictadura de! proletariado; y la única ci6n con el poder del secretario general. La «desviación derechista»
forma de alcanzar tal unidad era liquidar todas las formas de vida fue el principal blanco de ataque de Stalin y sus secuaces. Los buja-
política, económica y cultural y sustituirlas por las formas impuestas rinistas -el último grupo de oposición del Partido que luchó por
por el Estado. De esta forma Stalin realizó el marxismo-leninismo de principios de gobierno y no meramente por el poder personal- fue-
la única forma posible, consolidando su dictadura sobre la sociedad, ron, durante 1929, despojados de todos los cargos que ocupaban en
destruyendo todos los vínculos sociales no impuestos por el Estado y a la burocracia estatal. Esto no significaba en modo alguno que la opo-
todas las clases, incluida la propia clase trabajadora . Lógicamente, este sición de izquierda hubiera recuperado su antigua influencia. Ninguno
proceso no tuvo lugar de la noche al día. Exigía, en primer lugar, el de sus miembros volvió a ocupar su cargo, si bien Stalin ofreció a
sometimiento político de la clase trabajadora y, a continuación, el del algunos de ellos puestos de segundo orden: un hombre capaz como
Partido; habIa que aplas tal' a todos los núcleos de resistencia y privar Radek siguió siendo todavía varios años el panegirista oficial del Go-
al proletariado de todos los medios de autodefensa. El Partido era bierno . Los bujarinistas no se arriesgaron a concitar las opiniones
capaz de hacerlo porque al comienzo de su mandato estuvo apoyado extern as al Partido, como tampoco habían hecho los izquierdistas (si
por una gran parte del proletariado. No fue simplemente que, como bien en su época había más posibilidades de hacerlo) . Tampoco se
subraya Deutscher, la antigua clase trabajadora, políticamente cons- atrevieron a organizar la actividad «fraccional»: después de todo babia
ciente y diestra en la batalla, fue diezmada por la Guerra Civil. y que pasado poco tiempo desde la disputa entre Trotski y Zinoviev, en la
la ruina y miseria de después de la guerra produjo un sentimiento de que éstos se habían pronunciado contra el fraccionalisrno y habían
apatía y fatiga. El éxito del Partido se debió también a su uso del exaltado la unidad del Partido . En cuanto al gobierno de un partido,
período de apoyo proletario de dos modos. En primer lugar, promo- no fue puesto en cuestión ni por la oposición de izquierda ni por la
vió sistemáticamente a los miembros mejor dotados de la clase de derecha. Todos eran prisioneros de su propia doctrina y de su
trabajadora a los puestos más privilegiados de la Administración Públi- propio pasado: todos habían colaborado con la voluntad de crear el
ca, convirtiéndolos en una nueva clase gobernante; y en segundo. des- aparato de violencia que terminó aplastándoles. El desesperado in-
truyó todas las formas existentes de organización de la clase traba- tento de Bujarin por formar una unión con Kamenev 110 fue más
jadora, sobre todo a los demás partidos socialistas y los sindicatos, que un penoso epílogo de su carrera. En noviembre de 1929, los des-
y con ello los medios materiales de reanimar a estas organizaciones viacionistas realizaron un acto público de penitencia, pero ni siquiera
54 Principales corrientes del marxismo 1. La primer a etapa del marxismo soviético 55

esto les salvó. La victoria de Stalin fue completa; el colapso de la los valores que los bolcheviques habían defendido durante la lucha
oposición bujarinista significó el triunfo de la autocracia en el Par- ~or el pod.er, a saber : el gobierno de los trabajadores o del proleta-
tido y en el país. En diciembre de 1929 se celebró el quinto aniver- nado, ~ .hbre des~rrollo cultural y el respeto dd arte, la ciencia y
sario de Stalin como un hecho histórico capital, y a parti r de esta l~s tradiciones nacionales. Pero si «bolchevique» significa todo esto,
fecha podemos datar los or ígenes del «culto a la personalidad» . La simplemente consiste en un hombre incapaz de sacar las conclusiones
profecía de Trotski de 1903 se había cumplido: el gobierno del Par- lógicas de sus propias premisas . Si, por otra parte, la ideologí-a bol-
tido se había convertido en gobierno del Comité Central, y éste, a su chevique no es cuestión de generalidades, silla que supone aceptar las
vez, había pasado a ser la tiranía personal de un dictador. consecuencias inevitables de los propios principios, entonces Stalin
La destrucción del campesinado soviético , que constituía las tres tuvo razón en considerarse a sí mismo como el más coherente de to-
cuartas partes de la población, no fue s610 un desastre económico, sino dos los bolcheviques y leninistas.
también moral, para todo el país. Decenas de millones de personas se
vieron reducidas a la semiesclavitud, y millones de súbditos fueron uti-
lizados como ejecutores del proceso. Todo el Partido se convirtió en
una organización de torturadores y opresores: nadie era inocente, y
todos los comunistas fueron cómplices en la coerción de III sociedad.
De esta forma el Partido adquirió una nueva especie de unidad moral
y emprendió un camino sin retorno.
También en esta época fue sistemáticamente destruido lo que
quedaba de la cultura soviética y de la intelligentsia independiente: el
régimen estaba entrando en la etapa de consolidación final.
El destino personal de Bujarin a partir de 1929 hasta su asesi-
nato legal en 1938 no tuvo consecuencias para la historia de la Unión
Soviética o del marxismo. Tras su ocaso trabajó durante un tiempo
como director de investigación del Supremo Consejo Económico y pu-
blicó ocasionales artículos en los que intentó plasmar --{:omo señala
Stephen F. Cohen en su excelente biograffa- una nota de crítica
ocasional y muda. Siguió siendo miembro del Comité Central y, tras
una nueva retractación pública , pasó a ser director de Izoesiia
en 1934. En el Congreso de Escritores de agosto de ese año pronun-
ció una conferencia de talante «liberal » para la época, yen 1935 fue
el presidente efectivo de la comisión que redactó la nueva Constitu-
ción Soviética; este documento, promulgado en 1936 y vigente has-
ta 1977, es en su mayor parte, si no en su totalidad, obra de Buja-
rin , Detenido en febrero de 1937, Bujarin fue condenado a muerte
en la última de una serie de monstruosas farsas judiciales . Su biógrafo
le denomina «el último bolchevique», una descripción que es verda-
dera o falsa según el significado que le atribuyamos. Es cierta si
entendemos por bolchevique a una persona que aceptó todos los prin-
cipios del nuevo orden -el poder ilimitado de un partido único, la
«unidad» dentro del Partido, una ideología excluyente de todas las
demás, la dictadura económica del Estado--- y que también creyó
que era posible, dentro de este marco , evitar el despotismo de una
oligarquía o de un individuo, gobernar sin uso del terror y preservar
2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de Jos afios veinte 57
Capítulo 2
Igualmente, durante algunos años estuvieron en activo diversas
CONTROVERSIAS TEORICAS EN EL MARXISMO editoriales privadas. Entre 1918 y 1920 aún se publicaron obras no
SOVIETICO DE LOS AÑOS VEINTE marxistas -por ejemplo, las de Berdyayev, Frank, Lossky, Novgorod-
tsev y Askoldov- y existían uno o dos periódicos no marxistas, como
Mysl i slooo y Mysl. Esto muestra la falta de fundamento de la tesis
posterior de que fue necesaria la represión a causa de las agudas ame-
nazas al poder soviético. Los años de relativa libertad cultural fueron
los de la Guerra Civil, en que la amenaza al régimen había sido mu-
cho mayor que posteriormente (y, de igual modo, a partir de 1941,
en unos años en que el destino del país estaba en peligro, hubo un
cierto grado de relajación en las cuestiones culturales). Sin embargo,
en 1920 se suprimieron las cátedras de filosofía en la Universidad,
y en 1922 fueron expulsados del país todos los filósofos no marxistas,
incluidos los antes mencionados.
En arte y literatura, los afias veinte se caracterizaron por nume-
rosas obras de valor . Escritores notables que se identificaron con la
Revolución le dieron una cierta autenticidad a través de su obra:
entre ellos figuran Babel, el joven Fadeyev , Pilnyak, Mayakovsky,
Ysenin, Artero Vesyoly y Leonov, Su creatividad es prueba del hecho
l. El clima intelectual y politico de que la Revolución no fue un mero coup d' état, sino una explosión
de las fuerzas realmente presentes en la sociedad rusa. Sin embargo,
Como hemos visto , los años de la N. P . E . comprendidos entre por esta época estuvieron también en activo escritores que en modo
1921 y 1929 no fueron una etapa de libertad en la esfera intelectual. alguno favorecían al sistema soviético, como, por ejemplo, Paster-
Por el contrario , el arte, la literatura, la filosofía y las ciencias huma- nak, Akhm atova y Zamyatin. En los años treinta esta situación llegó
nas independientes estuvieron sometidas a una presión siempre cre- a su fin. De hecho, es difícil decir si durante este período era más
seguro identificarse con la Revolución o ser un «superviviente bur-
ciente. No obstante, también en estos campos los años posteriores de
gués» . Muchos de los escritores del primer grupo fueron asesinados
colectivización marcan un momento decisivo, que puede definirse de (Babel, Pilnyak, Vesyoly) o se suicidaron (Mayakovsky, Yesenin); de
la siguiente forma. Durante el período de la N. P . E. se exigía a los los del segundo grupo algunos murieron en campos de concentración,
escritores y artistas una lealtad absoluta al régimen y no se les per- pero otros sobrevivieron a los afias de persecución (Akhmatova, Pas-
mitía producir obras antisoviéticas, pero dentro de estos límites se ternak) o tuvieron que emigrar (Zarnyatin). Los que optaron por con-
toleró de hecho la existencia de varias tendencias . No existían cánones vertirse en panegiristas de la tiranía de Stalin (Fadeyev, Sholojov,
exclusivos en arte y literatura ; se permitía la experimentación, y la Olesha, Gorky) sacrificaron en general su talento en el empeño.
glorificación directa del régimen o de su líder no era un sine qua non Los primeros años posteriores a la Guerra Civil testimoniaron un
de toda publicación. En filosofía reinaba en solitario el marxismo, renacimiento en todas las formas de la cultura. Los nombres de los
pero aún no estaba codificado, yen modo alguno estaba universalmen- grandes productores y directores de la época -Meyethold, Pudovkin,
te claro en qué consistía el «verdadero» marxismo. Por esta razón Eisenstein- pertenecen a la historia universal del teatro y el cine.
siguió habiendo controversias, y había marxistas convencidos que in- Las modas occidentales, y sobre todo las de vanguardia , fueron aco-
tentaban sinceramente descubrir qué estaba y qué no estaba en con- gidas ansiosamente y sin temor a las consecuencias. Los partidarios
sonancia con el marxismo. Además, los filósofos de los años veinte, soviéticos de Freud, tales como 1. D. Yermakov , acentuaron los as-
sí bien no dejaron obras de especial importancia, eran hombres de for- pectos materialistas y deterministas del psicoanálisis; el propio Trotski
mación intelectual «normal» y, si bien eran leales al régimen, no se mostró una actitud favorable hacia el freudismo. Las obras de
preocupaban por las posibles reacciones de éste a sus especulaciones. ]. B. Watson sobre el behaviorismo aparecieron en traducción tusa.
56
58 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los afios veinte 59

Por el momento no había ataques ideológicos a los nuevos desarro- mente hay menos control en los centros que no participan en la edu-
llos de la ciencia natural. La teoría de la relatividad fue bien recibida cación de los jóvenes . Durante los años veinte, la Academia de Cíen-
por los comentadores, según los cuales confirmaba el materialismo das conservó una considerable dosis de autonomía, mientras que las
dialéctico al establecer que el tiempo y el espacio son formas de la universidades la perdieron en fecha temprana, quedando formados sus
existencia de la materia. También se recibieron bien las tendencias cuerpos de gobierno por representantes del Comisariado de Educa-
«progresistas » en materia educativa, sobre todo el énfasis de Dewey ción y activistas del Pa rtido procedentes de las Facultades Obreras.
eri la «escuela libre» en oposición a la disciplina y la autoridad; en la Las cátedras se concedieron a individuos políticamente de confianza
misma época, Viktor M. Shulgin, por ejemplo, afirmó que en el co- sin la necesaria cualificación académica; la matrícula de los estudian-
munismo «desaparecerían» Las escuelas. De hecho, no era incongruen- tes estaba sometida a criterios de clase para excluir las solicitudes
te con la doctrina de Marx el que todas las insti tuciones del viejo «burguesas», es decir, de hijos de la antigua intelligentsia o de la cla-
mundo estaban condenadas a desaparecer: el Estado, el ejército, la se media. Se puso mucho énfasis en la formación «vocacional», en
escuela, la nación y la familia . Las ideas de este tipo expresaban un oposición a la vieja idea de una universidad «liber al» con unos pro-
ingenuo espíritu de vangu ardia en el comunismo que estaba conde- gramas bastante flexible s: el objetivo era evitar la creación de una
nado a «desaparecer» de una vez por todas. Sus partidarios creían intelligentsia en el viejo sentido, es decir, de una clase de personas
qu e estaba cobrando vida un nuevo régimen en el que todas las ins- que desearan no sólo ser expertos en su propia profesión, sino ampliar
tituciones y tradiciones caducas, las santidades y tab úes, los cultos sus horizontes , adquirir una cultura general y formar sus propias opi-
e ídolos se derrumbarían ante la fu erza triunfante de la razón; el niones en las cuestiones de interés general. La educación de la «nueva
proletariado mundial, como otro Prorneteo, crearía una nueva era intelligentsia» tenía que limitarse, en la medida de lo pos ible , a cua-
de humanismo. Este fervor iconoclasta atrajo a muchos intelectuales lificaciones estrictamente profesionales. Los principios que aún están
occidentales de la vanguardia literaria o artfstica, como a los surrea- hoy en vigencia fueron introducidos en fecha temprana; sin embargo,
listas franceses, que vieron en el comunismo la encarnación política de la intensidad de la presión política variaba en los diversos campos.
su propia lucha contra la tradición, el academicismo, la autoridad y el Al comienzo no existía prácticamente coerción en lo relativo al con-
pasado en general. La atmósfera cultural de Rusia en esos años era tenido de la ciencia natural; en las humanidades era más fuerte en las
de tipo adolescente, común a todos los períodos revolucionarios : la áreas ideológicamente sensibles, a saber, la filosofí a, la sociología, el
idea de que la vida está empezando, de que el futuro es ilimitado y derecho y la historia moderna. Durante los años veinte aún se per-
de que la humanidad no está ya determinada por las cadenas de la mitía la publicación de obras de no marxistas sobre la historia del
historia . mundo an tiguo, Bizando o la vieja Rusia .
El nuevo régimen hizo un gran esfuerzo por abolir el analfabe- En cuanto a los pueblos no rusos del Estado soviético, cuyo «de-
tismo y promover la educación. Pronto se utilizaron las escuelas para recho a la autodeterminación» resultó pronto ser papel mojado (como
el adoctrinamiento ideológico y se extendió considerablemente el sis- Lenin había predicho), recibieron los beneficios de la educación gene-
tema educativo . Se crearon numerosas universidades, pero muchas ral por medio de su propia lengua, y la rusificación no fue al principio
de ellas de corta duración, como indican las cifras: antes de la guerra , un factor significativo. En resumen, aunque el nivel general de edu-
Rusia tenía 97 centros de enseñanza superior, en 1922 había 278 , cación se resintió considerablemente, el nuevo régimen consiguió esta-
pero en 1926 éstas quedaron limitadas a la mitad (1.38). Al mismo blecer un sistema escolar accesible a todos por vez primera en. la
tiempo se fundaban «Facultades Obreras» (rabfaki), que impartían historia de Rusia.
cursos acelerados para preparar a los trabajadores para la educación Durante la primera década de poder soviético, las universidades
superior. Inicialmente, la política cultural soviética, bajo el mandato estuvieron influidas en gran medida por académicos de tipo antiguo,
de Lunacharski, se redujo a objetivos limitados. Era imposible desti- aun cuando algunas facultades -sobre todo las de historia, filosofía
tuir de golpe a todos los maestros y estudiantes «burgueses» de las y derecho fueron «reformadas» totalmente o clausuradas. Para foro
instituciones académicas , pues esto habría puesto virtualmente fin al mar nuevos cuadros docentes y fomentar la difusión de la enseñanza
aprendizaje y la educación. Desde el principio, las universidades es- ortodoxa, las autoridades crearon dos instituciones con base en el
tuvieron más sometidas a las presiones políticas que la Academia y Partido: el Instituto de Profesores Rojos (1921), con la 6nalidad de
los institutos de investigación, como sucede también hoy día: lógica- formar a sustitutos de la antigua intelligentsia para las universidades,
60 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas ea el marxismo soviético de les años veinte 61

y, con anterioridad, la Academia Comunista de Moscú. Ambos órganos cada grupo presentó la historia del Partido a la luz más favorable
fue.ron apoyados por Bujarin, mientras éste estuvo en el poder, y para sus propios intereses. Trotskí escribió su versión de la Revolu-
vanas veces fueron purgados de elementos «izq uierdistas» o «dere- ción y Zinoviev otra. Se publicaron diversos manuales, todos ellos
chist.as».; posteriormente fueron clausuradas, una vez que el Partido escritos, por supuesto, por activistas o historiadores del Partido por
consiguió un pleno control de todas las instituciones académicas y no orden de éste (por ejemplo, A. S. Bubnov, V . 1. Nevsky, N. N . Po-
necesitó ya un centro especial de formación para dotarse de personal pov), pero no necesariamente con el mismo contenido. Durante muchos
de confian;za. ,Otra .crea~ión de la época fue el Instituto Manc-Engels, años la versión más autorizada fue la de E. Yaroslavski , publicada
que estudiaba la historia del comunismo e inició una edición crítica por vez primera en 1923 y revisada varias veces de acuerdo con los
de primera categoría de las obras de Marx y Engels (la edición cambios de poder en la cúpula . Eventualmente fue sustituida por una
M . E. G. A .). Su director, D. B. Ryazanov, fue destituido de su cargo obra colectiva con Yaroslavski como editor. pero, a pesar de todos
en 1930, al igual que prácticamente todos los verdaderos intelectuales sus esfuerzos, fue acusado de «graves errores», es decir, no fue lo
marxistas, y probablemente fue víctima de la purga, aunque algunos suficientemente adulador de Stalin. De hecho, la historia del Partido
afirman que murió de muerte natural en Saratov el año 1938. fue degradada al status de un arma política en fecha muy anterior
El principal historiador marxista de los años veinte fue Mikhail a la de cualquier otra rama de estudio: desde el principio, los manua-
N. Pokrovski, académico eminente y amigo de Bujarin, Durante al- les de historia del Partido no fueron más que manuales de auroelogio.
gunos años. fue ~misario diputado de Educación con Lunacharsky, No obstante, en los años veinte también se publicó un valioso mate-
y fue el pnrner director del Instituto de Profesores Rojos. Enseñó rial en este terreno, sobre todo en la forma de memorias y contribu-
historia al estilo marxista clásico, proponiéndose mostrar que el aná- ciones en revistas especializadas.
lisis detallado confirmaba invariablemente las tes is generales del mar- El experto soviético más conocido en teoría legal y constitucional
xismo: el papel decisivo de la tecnología y los conflictos de clase la durante los años veinte fue Yevgeny B. Pashukanis (1890·1938), que
imporn-?cla subordinada de la individualidad en el proceso histórico, cayó en la gran purga junto con muchos otros. Era el director del de-
la do~tnna de que todas las naciones atravesaban esencialmente por partamento de estudios jurídicos de la Academia Comunista y su
las rnismas etapas de evolución, etc. Pokrovski escribió una historia Teoria General del Derecho y Marxismo (publicado en traducción ale-
de Rusia que fue muy admirada por Lenin, y tuvo la buena suerte mana en 1929) se considera corno producto típico de la ideología
de morir en 1932, antes de las grandes 'purgas. Posteriormente sus soviética del momento . Su argumento era que no sólo los particulares
ideas fueron caliiicadas de incorrectas y fue acusado de negar la «ob- sistemas de cambio de las normas legales, sino la misma forma del
jetividad» de la ciencia histórica, por ejemplo, en la muy citada afir- derecho, es decir, el fenómeno del derecho en su conjunto, es un
mación de que la historia no es sino política proyectada hacia el pa- producto de relaciones sociales fetichistas y por tanto, en su forma
sado. Sin c::mbargo, fue un verdadero historiador y tenaz investigador, desarrollada, una manifestación histórica de [a época de la producción
al contrario que todos los miembros del Partido defensores de la comercial. El derecho había sido creado como instrumento para la
«objetividad científica» . Las acusaciones formulad as contra él y su regulación del comercio y posteriormente fue extendido a otros tipos
escuela estuvieron principalmente ligadas a la creciente influencia del de relaciones personales. Por tanto, está de acuerdo con la teoría mar-
nacionalismo en la ideología estatal y al culto de Stalin como supre- xista afirmar que en una sociedad comunista el derecho debe desapa-
ma autoridad en historia: Pokrovski , se di jo, mostraba «falta de recer de igual forma. que el Estado y otras creaciones del fetichismo
patriotismo» y sus estudios subestimaban el papel de Lenin y Stalin. de la mercancía. El derecho soviético vigente tiene su razón de ser
La acusación era cierta en la medida en que Pokrovski no glorificó en el hecho de que se está atravesando un período de transición en el
las conquistas de la Rusia zarista, como posteriormente pasó a ser que las clases no han sido abolidas y aún existen residuos del capí-
de rzgueur, o pregonó las virtudes y la superioridad general del pue- talismo . No puede existir algo semejante a una forma de derecho
blo ruso. peculiar a una sociedad comunista, pues las relaciones personales en
La historia del Partido estuvo naturalmente sometida al más es- esta sociedad no estarán medidas por categorías jurídicas.
tricto control desde el primer momento. No obstante, durante mu- La teoría de Pashukanis estaba realmente basada en las enseñanzas
chos años no hubo una única versión autorizada, hasta la publicación. de Marx y concordaba con la interpretación de Marx realizada en el
en 1938, del Breve Curso y, mientras duró la lucha de facciones, momento por Lukács y Korsch ; por otra parte, los socialdemócratas,
62 Principales corrientes del marxismo 2, Controversias teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 63
como Renner y Kautsky, consideraban al derecho como un instru- o catalogar ciertas formas creativas como progresistas o reaccionarias
mento permanente de regulación de las relaciones entre los individuos . independientemente de su contenido.
Según el argumento de Lukács en su análisis de la reificación, de la La imposición de un patrón uniforme en arte y literatura y su
filosofía social de Marx se sigue que el derecho es una forma del transformación en medios para la glorificación del Estado, el Partido
carácter reificado y fetichista de las relaciones personales en una so- y Stalin fue un efecto natural del desarrollo del totalitarismo; pero la
ciedad dominada por el intercambio de mercancías, Cuando la vida intelligentsia creativa, o al menos grandes sectores de ella , co~abora­
social vuelva a su forma no mediada, los seres humanos no estarán ron considerablemente en el proceso. Durante la época en que diversas
ya obligados, ni serán capaces, de didgir sus relaciones mediante nor- escuelas literarias y artísticas estuvieron en liza y fueron toleradas
mas legales abstractas; corno destacó Pashukanis, las asociaciones le- con la condición de su lealtad general hacia el régimen, casi todas
gales reducen a los indiv iduos a categorías jurídicas abstractas. El de- ellas solicitaron apoyo al Partido para luchar contra sus rivales: esto
recho es, por tanto, un aspecto de la sociedad burguesa, en el que fue especialmente cierto en literatura y teatro. D e esta forma, los
todas las asociaciones personales asumen una forma reificada y los escritores y todos aquellos que buscaban el monopolio de sus ideas
individuos son sólo los juguetes de fuerzas impersonales -las del va- aceptaron y fomentaron el funesto principio de que eran las autori-
lor de cambio en el proceso económico o las normas legales abstractas dades del Estado y del Partido las que tenían que autorizar o prohibir
en 11 sociedad política. esta o aquella forma artística . La destrucción de la cultura soviética
Conclu siones similares derivaban de la teoría marxi sta de otro fue en parte obra de sus propios representantes. Sin embargo, hubo
te6rico del derecho de los afias veinte, Petr 1. Stuchka, quien afirmaba excepciones. Por ejemplo, la escuela «formalista» de crítica literaria
que el derecho como tal es un instrumento de la lucha de clases y floreció en los años veinte y fue respetada como importante tendencia
que por tanto debe existir mientras exista antagonismo de clases: en humanista; fue condenada a finales de la década, pero varios de sus
una sociedad socialista es un instrumento para limitar la resistencia miembros se negaron a ceder a la presión política y las sanciones po-
de las clases hostiles, y en una sociedad sin clases no puede seguir liciales, y se vieron reducidos al silencio. Hay que conside rar que, a
existiendo necesidad de él. Stuchka, que representaba a Letonia en el resultas de esta tenacidad, el formalismo siguió existiendo como co-
Comintern, fue durante muchos años funcionario de la policía secre- rriente clandestina y reapareció veinticinco años después, durante el
ta soviética, deshielo parcial posterior a la muerte de Stalin, como un movimiento
En literatura y otras áreas políticamente menos sensibles que la intelectual fuerte y sin tacha, aunque obviamente algunos de sus
historia del Partido, la mayoría de sus {(deres y de los del Estado no líderes murieron mientras tanto de causas naturales o de otro tipo ,
tenían objeción en permitir un cierto pluralismo dentro de los límites Los años veinte fueron también el período de la «nueva morali-
de una lealtad general al régimen. Ni Lenin, ni Trotski, ni Bujarin dad proletaria»; un término que designa diversos cambios planificados
intentaron imponer un corsé a la actividad literaria. Lenin y Trotski () espontáneos, no todos ellos dirigidos en la mi~~a , dirección. Por
tenían gustos personales anticuados y no tenían tiempo para atender una parte había una continua lucha contra lo~ «pre)UlclO.S burgue~e~~:
a la literatura de vanguardia o el Proletkult; Bujarín tenía alguna esto no era específicamente marxista, y reflejaba la antigua tradición
simpatía por este último, pero Trotski, que publicó varios artículos revolucionaria rusa. Se apreció, por ejemplo, en la relajación de las
sobre temas literarios, afirmó, lisa y llanamente, que no habla ni podía fo rmas legales relativas a la familia: matrimonio y divorcio eran ope-
habe r una «cultura proletaria». El proletariado, afirmaba, no podía raciones de sellado de papeles, se abolió la distinción entre hijos legí-
producir ninguna cultura en el momento presente porque no tenía for- timos y bastardos y se eliminaron las restricciones al aborto, La Ilber-
mación y, en cuanto al futuro, la sociedad socialista no crearía una tnd sexual era la norma entre los revolucionarios, como había defen-
cultura de clase, sino que elevaría toda la cultura hum ana a un nuevo dido Alexandra Kollontay por motivos teóricos y puede comprobarse
nivel. La dictadura del proletariado era sólo una etapa breve y tran- ( '1] las novela s soviéticas de [a época. El Gobierno estaba interesado
sitoria tras la cual se implantaría la gloriosa sociedad sin clases, una 'o estos cambios en la medida en que tendían a debilitar la influencia
sociedad de superhombres, cualquiera de los cuales podría ser {nte- rlc los padres y facilitaban el monopolio estatal en la educación, La
lectualmenre igual a Aristóteles, Goethe o Marx, En opinión de propaganda oficial fomentó todas las formas de educación colectiv.a
Trotski, era erróneo canonizar ningún determinado estilo literario, incluso de los niños más pequeños, y muchas veces los vínculos famí-
64 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 65
liares se consideraron simplemente como otro «residuo burgués»: se gión, Por ello, durante los años veinte, la Iglesia fue perseguida. y
enseñaba a los niños a espiar a sus padres y a informar sobre ellos, y no fue permitida su enseñanza, si bien la intensidad del proceso varió
se les recompensaba cuando lo hacían. Sin embargo, en este y otros en diferentes ocasiones. El régimen consiguió persuadir a parte de la
aspectos de la vida, como la escolarización y el ejército, los años sub- jerarquía para que lo apoyara - no hizo concesiones de su parte, por
siguientes marcaron un cambio de perspectiva oficial. De los ideales 10 que no se puede hablar de compromiso-e- y a finales de los años
radicales e iconoclastas predicados en los primeros años de la revolu- veinte, una vez eliminados muchos sacerdotes recalcitrantes, una gran
ción se descartaron todos, excepto aquellos que ayudaban al Estado parte de los restantes profesaron su lealtad y elevaron oraciones por
a ejercer un control absoluto sobre los individuos. La idea de educa- el Estado y Gobierno soviéticos . Por entonces, tras innumerables eje.
ción colectiva y de reducción de la autoridad paterna 111 mínimo siguió cuciones, la disolución de monasterios y conventos, la expropiación y
dominando, pero se puso fin a los métodos educativos «progresistas» la supresión de derechos civiles, la Iglesia pasó a ser sólo una sombra
destinados a promover la iniciativa- y la independencia. La disciplina de lo que había sido. No obstante, la propaganda antirreligiosa había
estricta volvió a ser la norma, y en este aspecto las escudas soviéticas seguido siendo un importante demento en la educación del Partido.
difirieron de las zaristas sólo en el énfasis inmensamente mayor en el La Liga de los Militantes Ateos , fundada en 1925 bajo la dirección
adoctrinamiento. En su momento, cobró nuevo vigor la ética sexual de Yaroslavski, hostigó y persiguió a los cristianos y a otros creyen-
puritana. Los primeros eslóganes en desaparecer fueron, lógicamente, tes de mil maneras, con el apoyo del Estado.
los relativos a la democratización del ejército. En la época de la Gue- La fuerza educativa más poderosa de la nueva sociedad fue , sin
rra Civil, Trotsld fue muy consciente de que un ejército necesita una embargo, el sistema de represión policial. Aunque su intensidad fue
disciplina absoluta, una jerarquía estricta y un cuerpo de oficiales pro- fluctuante, siempre podía suceder que cualquier ciudadano, en cual-
fesional : los sueños de un ejército del pueblo basado en la hermandad, quier momento , fuese sometido a medidas represivas a voluntad de
la igualdad y el celo revolucionario se reconocieron pronto como utó- las autoridades . Lenin había afirmado que, en la nueva sociedad, la
picos. ley no tendría nada que ver con la ley en sentido tradicional, es decir,
El Estado se propuso igualmente desde el principio destruir la que no debía permitirse limitar el poder del Gobierno en modo algu-
influencia de la Iglesia y la religión : esto estaba manifiestamente en no. Por el contrario, como bajo cualquier régimen, el derecho «no
concordancia con la doctrina marxista y también con el objetivo del era nada sino» un instrumento de la opresión de clase, el nuevo orden
Estado de acabar con toda la educación independiente . Hemos visto adoptó el principio correspondiente de la «legalidad revolucionaria»,
ya que, aunque el régimen soviético proclamaba la separación de Igle- que significaba que las autoridades no tenían que estar limitadas por
sia y Estado, nunca consiguió, ni pudo conseguir, hacer realidad este las formas legales, los principios de prueba, los derechos de los acu-
principio; esto significaría que el Estado no se interesaba por las ideas sndos, etc., y que podían detener, encarcelar y ejecutar a cualquiera
religiosas de sus ciudadanos y les aseguraba iguales derechos si per- que pudiera presentar siquiera un peligro potencial para la «dictadura
tenecían a una u otra confesión, mientras que la Iglesia o Iglesias del proletariado» . La Cheka, precursora de la K. G. B., estuvo facul-
se reconociesen sometidas al derecho civil. Pero una vez que el Es- o rada desde el principio para encarcelar a cualquiera sin la sanción
tado se hubo convertido en un instrumento del Partido, con una filo- del juez, e inmediatamente después de la Revolución se promulgaron
sofía antirreligiosa, esta separación resultó ser imposible. La ideología medidas para que diversas categorías de personas deficientemente de-
del Partido pasó a ser la del Estado, y todas las formas de vida reli- finidas -especuladores, agitadores contrar revolucionarios , agentes de
giosa se convirtieron forzosamente en actividad antiestatal. La sepa- potencias extranjeras, etc.- fueran «ejecutados sin piedad». (No se
ración de Iglesia y Estado significa que los creyent es y los no creyentes definía a qué categoría de personas había que ejecutar piadosamente.)
tienen iguales derechos y que los primeros tienen iguales oportuni- Esto significaba en la práctica que las autoridades locales de policía
dades para ejercer el poder que los miembros del Partido ateos. Basta tenían poderes absolutos sobre la vida y la muerte de todo ciudadano.
con enunciar este principio para darse cuenta de su absurdo en las Los campos de concentración (se utilizó realmente este término) fue-
condiciones del Estado soviético. Un Estado que desde el principio ron creados en 1918, bajo la autoridad de Lenin y Trotski, para los
profesó su adherencia a una filosofía o ideología básica de la que diversos tipos de «enemigos de clase». Inicialmente estos campos se
derivaba su legitimidad, no podía ser neutral con respecto a la reli- utilizaron como lugares de castigo para los adversarios políticos -los
2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 67
66 Principales corrientes del marxismo

Cadetes, Mencheviques y los S. R. los pos teriores trotskistas y o tras


J
2. Buiarin corno filósofo
desvía.donisras, los sacerdotes, los antiguos oficiales y jefes zaristas,
Uno de los rasgos distintivos del comunismo {Lle la convicción
los miembros de las clases posesivas los criminales comunes, los tra-
J
de la importancia de la filosofía en la vida política. Desde los mis-
bajadores que quebraban la disciplina de trabajo y los recalcitrantes
mos comienzos, es decir, desde los primeros escritos de Plejanov,
de todo tipo. Sólo después de algunos años los campos pasaron a ser
el marxismo ruso mostró una tendencia marcada a desarrollarse en
un factor de importancia en la economía soviética por su suministro
un sistema «integral», que abarcase y tuviera respuesta para todas
de trabajo esclavo a escala masiva. En diversas ocasiones se dirigió
el terror especialmente contra uno u otro grupo social) según cuál las cuestiones de la filosofía, la sociología y la política. Aunque los
fuera el que el Partido considerase como el «principal enemigo» del individuos diferían en la definición de aquello en lo que consistía
momento; pero desde el principio el sistema de represión estuvo b. filosofía, todos estaban de acuerdo en que el Partido debfa tener
completamente por encima de la ley, y todos los decretos y leyes pe- y tenía una perspectiva filosófica definida, y en que esta perspectiva
110 podía tolerar otra rival. En Rusia no hubo virtualmente una con- '
nales sólo sirvieron para autorizar el uso de un poder arbitrario por
trapartid a al «neutralismo» filosófico de tantos marxistas alemanes,
aquellos que ya lo poseían. Las farsas judiciales empezaron muy pron-
que lo expresaban en dos proposiciones lógicamente independientes.
to, por ejemplo, con el proceso de los S. R. y de los sacerdotes: un
I .a primera de ellas era que el marxismo, C01110 teoría científica de los
expresivo aviso de los acontecimientos posteriores fue el juicio de
(cnó me nos sociales no tenía necesidad de premisas Iilosóficas. al igual
J
Shakhty en mayo de 1928 de docenas de ingenieros que trabajaban que cualquier otra ciencia; la segunda, que el Partido estaba vinculado
en la cuenca carbonera de Donets, en el que las pruebas estuvieron n un programa político y a una doctrina histórico-social, pero que
trucadas desde el principio hasta el 6nal y los testimonios se basaron sus miembros eran libres de unirse a cualquier religión o filosofía.
en confesiones obtenidas por extorsión, Las víctimas, acusadas de sa- l .enin atacó violentamente a ambos principios, y con ello se erigió en
botaj e y de «con trarrevolución económica», fueron cabezas de turco Iicl representante del marxismo ruso.
idóneas para los fracasos económicos del régimen, sus errores organi- Por este motivo, las autoridades del Partido no perdieron el tiern-
zatorios y el lamentable estado de la población. Once de ellos fueron 1'0 tras la Revolución en interesarse por la formación filosófica. Sin
condenados a muerte y a muchos otros se les impusieron largas conde- embargo, todavía no disponían de una filosofía codificada. Aparte de
nas de prisión, El juicio quiso servir de aviso para todos Jos miembros 'Marx y Engels, Plejanov era considerado como la principal auto-
de la antigua intelligentsia, en el sentido de que no habrían de esperar rielad ; la obra de Lenin sobre el ernpiriocriticismo no disfrutó en modo
un tratamiento indulgente por parte del Estado. El registro de las 11 ]guno del sÜI! l! s de texto canónico de obligada referencia.
actas ha sido analizado admirablemente por Solzhenitsyn y presenta Bujarin fue el primero de los líderes del Partido que intentó,
una imagen de la degradación absoluta de los conceptos legales bajo después de Lenin, una exposición sistemática de la filosofía y doc-
el régimen soviético. trina social generales del Partido. Estaba mejor dotado para la tarea
No existen pruebas de que ninguno de los líderes del Partido pro - que muchos otros, pues durante sus años de emigración había estu-
t~stara e,: algún momento o intentara evitar las represiones o los jui- diado obras sociológicas no marxistas como las de Weber, Pateta,
ClOS manifiestamente amañados, pues ninguna de las víctimas era bol- Sl:allllllle1" y otros. En 1921 publicó La Teoría del Materialismo His-
chevique. Los grupos de la oposicíón sólo empezaron a protestar t orico: un manual popular de sociologia marxista (traducción inglesa
cuando el terror afectó a sus propios miembros, que eran fieles acti- d\O 192 6). Al contrario que el Em piriocriticismo de Lenin que era J

vistas del Partido; pero por entonces las protestas no tenían ya cré- 1111 ataque contra una herejía determinada, la obra de Bujarin se

dito. El aparato policial estaba por completo en manos de Stalin- y propuso ofrecer una presentación general de la doctrina marxista. Du-
sus ayudantes, y en los niveles inferiores ocupó un lugar de preferencia runte muchos afias fue utilizada como texto básico en la formación
1c órica de los cuadros del Partido, y su importancia radica en este
por encima de la burocracia del Partido. Sin embargo, no puede de-
cirse que la policía controlara nunca al Partido en su conjunto, pues hecho más que en sus méritos intrínsecos.
Stalin gobernó en solitario durante todo su mandato como cabeza Bujarin afirma que el marxismo es una teoria científica de los
del Partido y no de la policía: sin embargo, fue a través de la policía ¡",;nómenos sociales, la única estrictamente científica y general, y que
como gobernó el Partido. na ta a estos fenómenos tan «objetivamente» como cualquier otra
68 Principales corrientes del marxismo 2. Coctroversías teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 69
: ciencia trata su área de estudio ; por ello los marxistas son realmente sismo, o la idea de Platón de que no existen cosas tales como perso-
( capaces de predecir los procesos históricos, algo que no puede hacer nas o peras, sino sólo «ideas» de ellas?
1nadie más. Es cierto que el marxismo es también una teoría de clase, En la esfera social, pues, se plantea también la misma cuestión
como todas las teorias sociales; pero es una teoría respaldada por el acerca de la primacía del espíritu o la materia. Desde el punto de
proletariado, que tiene horizontes mentales más amplios que la bur- vista de la ciencia, es decir, del materialismo histórico, los fenómenos
guesía, porque su objetivo consiste en cambiar la sociedad y porque materiales, a saber, las actividades productivas, determinan los fenó-
es capaz de anticipar el futuro. Por ello sólo el proletariado puede menos espirituales tales como las ideas, la religión, el arte, el dere-
producir, y de hecho ha producido, una «verdadera ciencia» de los cho, etc. Sin embargo, debemos poner cuidado en observar la forma
fenómenos sociales. Esta ciencia es el materialismo histórico, o la en que las leyes generales operan en el contexto social y no trasponen
sociología marxista. (El término «sociología» no era aprobado por simolernente las leyes de la ciencia natural en términos sociales.
todos los marxistas, y Lenin lo rechazó por el hecho de que la «socio- El materialismo dialéctico nos enseña que no hay nada perma-
logia» como tal -no meramente esta o aquella teoria- era una in- nente en el universo, sino que todas las cosas están interconectadas
venci6n burguesa. Sin embargo, Bujarin quiso evidentemente aco- y se afectan entre sí. Esto es desmentido por los historiadores burgue-
modar un término ya en uso para denotar un determinado campo ses, quienes se esfuerzan por demostrar que la propiedad privada, el
de estudio científico.) capitalismo y el Estado son eternos. De hecho , los cambios derivan
El materialismo histórico, afirma Bujarin, se basa en la premisa de los conflictos y luchas internas, pues, tanto en la sociedad como
de que no existe diferencia entre las ciencias sociales y naturales, ni en cualquier otro ámbito, todo equilibrio es inestable y se pierde even-
en los métodos de investigación, ni en el enfoque causal de su objeto. tualmente, y el nuevo equilibrio debe basarse en nuevos principios.
Todos los procesos sociales están sometidos a leyes causales invaria- Estos cambios tienen lugar mediante saltos cualitativos resultantes de
J bles; a pesar de las objeciones de teóricos tales como Stammler, el la acumulación de cambios cuantitativos. Por ejemplo, el agua se ca-
hecho de que el hombre actúa por propósitos no introduce diferencia lienta y, en un momento dado , alcanza el punto de ebullición y se
alguna, pues la voluntad y los propósitos están ellos mismos condi- convierte en vapor -un cambio cualitativo. (Digamos de pasada
cionados igual que todo 10 demás . Las teorías de la acción finalista, que ninguno de los «escritores marxistas clásicos», de Engels a Stalin,
ya sea en el campo natural o social, y todas las teorías indeterminis- que repitieron este ejemplo, observó que el agua no tiene que alcan-
tas, llevan directamente al postulado de una deidad. El hombre no zar una temperatura de 100 0 centígrados para evaporarse .) La revo-
tiene libre voluntad: todas sus acciones están causalmente determina- lución social es un cambio del mismo tipo, y por ello es por lo que
das. No existe nada semejante a «azar» en sentido objetivo. Lo que la burguesía rechaza la ley dialéctica del cambio por saltos cualita-
llamamos azar es la intersección de dos cadenas causales, sólo una de tivos.
las cuales nos es conocida : la categoría de «azar» no es más que la Las formas de cambio y desarrollo específicamente sociales depen-
expresión de nuestra ignorancia. den del intercambio de energía entre el hombre y la naturaleza, es
Como la ley de la necesidad se aplica a todos los fenómenos so- decir, del trabajo. La vida social está condicionada por la prodlrc-
ciales, es posible predecir el curso de la historia. Estas predicciones ción, y la evolución social por la creciente productividad del trabajo.
«no están aún» establecidas tan exactamente que podamos predecir Las relaciones de producción determinan el pensamiento, pero como
las fechas de sucesos particulares, pero esto se debe s610 a la imper- los seres humanos producen mercancías en mutua dependencia de
fecci6n de nuestros conocimientos. unos a otros, la sociedad no es meramente un conjunto de individuos,
El conflicto entre materialismo e idealismo en sociología es un sino un verdadero agregado, del que cada unidad afecta a todas las
ejemplo particular de una controversia filosófica básica . El materialis- demás. La tecnología determina el desarrollo social; todo otro factor
mo a:6.rma 'que el hombre forma parte de la naturaleza, que la mente es secundario. La geografía, por ejemplo, puede afectar a lo sumo en
es una función de la materia y el pensamiento una actividad del ce- el ritmo de evolución de los pueblos, peto no explica la evolución
rebro . Todo esto es desmentido por el idealismo, que no es más que en sí; los cambios demográficos dependen de la tecnología y no al
una forma de religión y ha sido categóricamente refutado por la cien- revés. En cuanto a las teorías raciales de la evoluci ón, fueron ya re-
cia. Pues, ¿quién podría tomarse en serio la absurda teoría del solip- lutadas decisivamente por Plejanov.
70 P rincipales corrientes del marx ismo 2 Controversias teór icas en el marxismo soviét ico de los años veinte 71

«E n ú lti ma ins tancia» , lod os los aspectos de la cultura humana ducción son simplemente la coordinación de los sere s hu mano s, co~­
pueden explicarse por ti cambio tecnol ógico La organj~l,\lcjó.n Je l,a sid erados como «máqui nas vivi entes», en el proceso de trabajo . El
sociedad evol uciona seg ú n el es tad o de': las fm.:rzas pro ductivas. El hecho de que las personas piensen y sien tan , aun par ticipando en es te
Estado es un instru men to de la clase do min an te y sirve para m antener proceso, no significo «ue las relacion es de producci ón sean de carácter
sus privilegios. ¿Cómo, por ejemplo, surgió In religi ón? Muy simple : «spit it ual: to do lo espiritual debe su existencia a las necesid ades roa-
en la socie dad primitiva h 'lbía un gobernante de la tribu, las perso- teri alcs y d epende de la pr od uc ción y ele la lucha ele clases. N o es
nas transfirieron esta ide a a s u propio yo, llegand o así a la id ea de j ,~ 'to , por ejem plo, corno a íirrn an Cunow y Tugan-Barano vsk y, que
~]U <:: el aiiu a gobierna el Cllexpo; acto seguido tra nsfiriero n el aJma a el Es tado burgués realiza {unciones en beneficio ele tod as las clases.
tod a h nat ur aleza y dotaron 21 un iverso de cualidade s esp iritua les. I~ ~ cierto que la bu rgu esía se ve forzada en su p rop io in ter és a orga-
Fin almente, estas fa nt asías se utili za ron para justi íica» Ia divis ión de nizur acti vida des en la esfe ra ele la uti lidad públic a, po r ejemplo , COI1S-
clases . Una ve" más, la idea de Dios com o poder desconocido «re- iru ir carreteras, man ten er las escuelas y p romover el conocimiento
fleja» la dep enden cia de JO$ capi talis tas con re spe ct o a! destino, que cien t ífico : pero to do esto 10 realiza de sde el punto de vista del in reré s
no p ueden controlar. El ar te es igualmen te un producto Lld de sarr ollo ,le clase capitalista, y así el E stado no es mús qu e un ins tru m ento ele
té cnico y de lns con dici on es sociales : los salvajes , explica .B1Jja L.iB, la dominació n de clase .
no pueden rocar el piano, pues si no h ay un piano no se puede tocar J l1IUO a la «Íey de equilibrio », Bujarin formu ló en su obra El
ni com poner ob ra s para este instrumento. El decaden te arte mo derno materialism o hist órico varia s otra s leves de la vida social . Un» de
--impresionismo , futurismo, expresion ismo -e- expresa el ocaso de la ellas, la « ley de J ~. materializaci ón de los fenóme nos sociales», afirma
burguesía. . lj \ lC' las ideologías y las divers as fo rmas de vid a espirit ual están en-
.A pesar de todo esto la superestr uctura no carece de impor tan- crun das en cosa s --libros, bibliotecas, galerfas de art e, etc.- que tie-
cia : el Estado bUI'gués, después de todo , es una con dición de la pro- 11l:.Il un a ex iste ncia p ropia y pasan o, formal' un pu nto Je p artida para
du cción capit alista . La superesuucun a afecta a la bas e, pero en cual- II I I, ¡ nueva evo lución,
qui er momento d ado está condi cionada «en última instancia» po r las E l libro de Buj ari n es cxrremsd amen te simplista, en cierro m od o
f ue rzas producti vas, incluso más que el E piriocriticismo de Le nin . Al menos Len in inten -
En cuanto a la él ica, es un p rod uct o del fetichi smo el e la sociedad 11) J,'i17.0 W lf , au nque su s arg umentos careciera n de valor l ógico, pero
de clases y p erec er á con ella . E l prolet aria do no n ecesi ta ning una f311jnrín ni siquiera llegó a eso . La obr a consiste en un a serie d~:
ética, y las normas de con ducta que crea en su propio inter és son de «principios» y «pu ntos hrndarnen toles», en unc iados dogmática y acrí-
carácter técnico , Al igua l que un car pintero pa ra hacer u na silla se t icarncnte , sin intentar analizar Jos concep tos utiliza dos o refutar [as
at iene a ciertas reglas t écnicas, así el p ro leta ria do construye el comu- " l' jecíon es al ma terialismo histórico que surgen t an pronto es Io i mu-
nismo sa bl e la b ase del conocimiento rela tivo a la interdependencia lada In doctrin a y qu e habían sid o pl an tead as r epe lidas veces por la
de los mie mb ro s de la sociedad , pero esto no tie ne nada q ue ver con ,'d ti u l. Los ejemplos de Bu jarin ilustran el nivel de su r azonam iento,
la ética , (' uno cuando n os dice que la d(~pe tlde Ilcij\. del ar te C011 res p ecto n las
E n gen era l, 1 0 ~1a la dia léctica puede red u cirse a un iofiniro 1~1'O­ con d icio nes sociales se prueba P OI' el hech o de que na die puede tocar
ceso ele alteraci ón y recu per aci ón del eq uilibrio. Cuece ya de (¡hld ;) (" piano si no hay pian os. Otros e jemp los de p ensamiento primitivo
oponer Ll ima gen «rnecanicis ta: a la im agen «dia l éctica» de los ten ó- '1 '1.1 la cre encia inf an til en que la cíenci» del fut uro será capaz de
m enos, pues en la E poca M ode rna la propia mecánica ha pasa do a predecir «objetivamente» h fech ¡¡ de l¡) ~ r evolu ciones sociales a la
ser d ialéctica; ¿no apre ndemos de la física que tod o afecta a todo , luz de l desarrollo tecnológi co , o la «ley ócntínci\» de que las personas
y que 110 existe nada aislado en la natural eza? T od os los fen óm enos escri ben libros, o las gr atuit as fa nt asías sobre el origen de la reli-
sociales pueden explicarse po r el conflicto de fuerzas op ues tas a Causa ¡ ión , ere. El rasgo caracter ístico de esle «manual», como tam bién de
de la luch a d el hombre con la naturaleza, (Bujarin pa rece creer , no ~ n l n parte ele la post erio r literatura marxista, es su in cesante uso del
obs t an te, que cuando se in st aure fin almente el comunismo ) se i mplan - tér mino «cient ífico » y la in sist ent e reivin dicación de que sus afirma-
tad el eq u ilibrio socia l ele una vez por to da s. E n la actualidad, sin \·Ít.l11CS poseen esta cualidad en grad o excepcion al .
embargo, esta mos en una época re vo lucionaria que inev itabl emente La mediocridad del lib ro de Bu jari n no escapó a los crí ticos
supone una regresión en cues ti ones t écnicas.) Las re lacio nes de pro- marx is tas in teli gen tes , com o C r am sci y Luk ács, que lla maro n la at en-
72 Principales corrientes de! marxismo 2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 73

ción sobre su tendencia «mecanicista» . Bujarin consideró la sociedad o después: por ejemplo, que la revolución socialista del proletariado
como un todo conexo en el que todo lo que sucede puede ser expli- debía conquistar eventualmente el mundo, que había que combatir
cado por el estado actual de la tecnología; las ideas y sentimientos la religión y que el Estado proletario debía fomentar el desarrollo
de .las personas, la cultura en la que los expresan y las instituciones de la industria. En cuanto a otras conclusiones más precisas, podían
sociales que crean, son engendradas por las fuerzas productivas con deducirse, y de hecho fueron deducidos, los fines más contradictorios
la inalterable regularidad de una ley natural. Bujarin no explica con igual lógica y a partir de las mismas fórmulas teóricas; de hecho,
claramente qué entiende por «ley del equilibrio»; nos dice que el equi- la doctrina era auxiliar a la política. Si «(por una parte» la base deter-
librio social ~~ ~tera constantemente y que ha de ser recuperado, y minaba la superestructura, pero «por otra parte) la superestructura
que este equilibrio depende del «acuerdo» de las relaciones de pro- reaccionaba sobre la base, entonces cualquiera que tuera la medida
ducción con el nivel de la teconología, pero no indica los criterios y los medios por los que el «Estado proletario» se propusiera regular
a utilizar para determinar si este acuerdo existe en un momento dado. el proceso económico, siempre actuada de acuerdo con la doctrina.
En la práctica, Bujarin parece asimilar la alteración del equilibrio Bujarin acusó a Stalin de alterar el equilibrio económico entre la
con la revolución o con un levantamiento social de cualquier tipo. "La dudad y el campo, pero esta «ley de equilibrio» no daba idea de
«ley del equilibrio» parece significar entonces que en la historia ha cuándo y bajo qué condiciones debía mantenerse o alterarse el equi-
habido crisis y revoluciones y que sin duda volverá a haber otras librio existente. Hasta que finalmente se alcance la estabilización defi-
nuevas. Bujarin ni siquiera pensó por un momento que el estudio nitiva bajo el comunismo, el equilibrio estará sometido a alteraciones,
de los fenómenos sociales es en sí mismo un fenómeno social y, como y políticas tales como la «revolución desde arriba» de Stalin pueden
tal, nos ayuda a producir el cambio histórico: creía que la «ciencia estar perfectamente de acuerdo con la tesis de la tendencia general
proletaria» del futuro sería capaz de analizar y predecir los hechos tic la sociedad hacia el equilibrio: el objeto de esa política fue elimi-
históricos de la misma forma que la astronomía nos informa de los nar las «contradicciones» entre la industria estatal y la agricultura
movimientos planetarios . privada, y superar así los factores de desequilibrio. Cohen observa
Gracias a su posición política, la estandarizada versión del mar- correctamente que Bujarin escribió su manual en un momento en
xismo de Bujarin fue considerada durante mucho tiempo como la que él mismo ejemplificó lo que en el lenguaje del Partido se deno-
afirmación más autorizada de la «cosrnovisíéns del Partido si bien minaba una actitud extremadamente «voluntarista» hacia los fenóme-
nunca llegó a ser vinculante del mismo modo en que llegaron a serlo 1105 económicos: es decir I creía que toda la vida económica podía ser
las obras de Stalin. El materialismo hist6rico contiene de hecho casi regulada perfectamente por medios administrativos y coercitivos, y
todo lo que Stalin incluyó en su manual. Stalin no mencionó la «ley que , tras la victoria del proletariado, se superarían dialécticamente
del equilibrio», pero adoptó las «leyes de la dial éctica» de Bujarin todas las leyes económicas. Posteriormente abandonó su perspectiva
(numerándolas por añadidura) y explicó el materialismo histórico como del «comunismo de guerra» y se convirtió en ideólogo de la N. E. P.;
una «aplicaci ón» o caso especial de los principios generales del mate- pero no introdujo modificaciones en las tesis del Materialismo bisto-
rialismo filosófico. Este enfoque, cuyas bases pueden hallarse en En- rico, y por tanto era absurdo detectar en esta obra la inspiración de
gels y sobre todo en Plejanov, fue presentado por Bujarin como la 'al política en 1929 . E incluso ni siquiera sus ideas del «comunismo
esencia del marxismo canónico. rlc guerra» pueden deducirse de él: sólo podemos decir , una vez más,
Posteriormente, cuando Bujarin cayó en desgracia y se condenó que tan vagas afirmaciones filosóficas pueden utilizarse para justificar
oficialmente el «mecanicismo», fue tarea de los filósofos del Partido cualquier política o, lo que es 10 mismo, que no justifican una más
mostrar que había una estrecha conexión entre sus errores «rnecani- que otra.
ciscas» y su desviación derechista en política, y que su ignorancia de
la dialéctica, que Lenin censuró oportunamente, era la causa matriz
de su defensa de los kulaks y de su oposici ón a la colectivización. \. eontrooersias filos6ficas: Deborin versus los mecanicistas
Este tipo de vínculo entre la filosofía y la política es, sin embargo.
bastante infundado y artificial. Las vagas generalidades de la obra Independientemente de la in tendón de Bujarin, su libro con-
de Bujarin no ofrecen base alguna para ciertas conclusiones polí- rrlbuyé a la formación de una viva disputa en los afias veinte entre
ticas, excepto para ciertas proposiciones que nadie disputó entonces dos campos opuestos, 108 «dialécticos» y los «mecanicistaa». La con-
74 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas en el marxism o soviético de los años veinte 75
t roversia se reflejó en las páginas de la publicaci ón mensu al Pod zna- «cosmovisi ón mccanicista», pero, como discfpulo de Plcj anov, adop-
m enem Mark sizma ( Bd;O la bande ra del marxis m o); esta revista, fun - t ó una posición menos extrema qne los demás miembros de su g~· upo .
dada en 1922, desemp eñó un importante p apel en la histori a de la Los niccanicistas, con algún "poyo en las obras de E1lgeiS, :dll'ma-
filosofía sovié tica y fue uno de los órganos teóri cos del Partido . (El b:HJ que desde el punto de vista marx ista DO existí? nada ~ emej nnte
pri mer núm er o inclu ta un a cart a de Tro rski que, sin embargo, no a una «ciencia de ciencias" que dic tase 2 las cien cias p art icula res o
contenía más que' general idades.) Los al'tículos pu blicados pert ene- :tiil'lmu a su derecho }\ juzgar Jos hallazgos de éstas . La dialéctica, se-
dan todos ellos a re nombrados mar xist as, pero dura nte los primeros glm la entendía el grupo opuesto, no (T;} sólo su perí lua , ~iJJO con tra-
años se ofreció también información sobr e la filosofía del moment o rin a la invest igaci ón científica : consistía en in trodu cir en la image n
fuera ele Rusia, por ejemplo, la de Hu sserl , y el nivel general de expo- ,Ie.l mundo entidades y categorías desconocid as a la ciencia, Ul1a}leren-
sición fue superior al de los escritos filosóficos habi tuales de años cia heaclion a igualmente ajena 111 revo luc ionario espír it u cicntííico del
posteriore s. marxismo corno a los intereses de la sociedad socia lista . E l ob jetivo
Si hubiera que resumir en pocas palabr as el núcleo de la contro- natural de la ciencia era explicar todos los fenómenos ele for ma cada
versia, se pod ría decir que los rnecanicista s repr esentaban [a oposición vez m ás precisa red uci éndolos a fenómenos físicos y gu í micos, 1\1 ien-
de las ciencias naturales a 1:Is interferencias íilos óficcs, mien tras que tras que los dialécticos, con sus saltos cuali tativos, Sl1S con~r,¡d icd()u_cs
los dialécticos afirmaban la supremacía de la filosofía sobre las cien- internas , etc., estaban haciendo lo contrarie : estaban con íirmand o de
cías y reflejaban así la tendencia característica del desarrollo ideológico hecho las supuestas diferencias cualitativas en tre 18s di ver sas esfera s
soviético. La concepción de los mecanicistas puede de nominarse nega- de:: la realidad, tornando prestadas entidades nclÍcías d~ Jos ide'1¡i.s t '1 ~ .
tiva, mientr as que los dialécticos atribuían una gran imp ortancia a la ¡'pelos los cambios podí an redu cirse finalmente a términos cuannrati-
filosofía y se consider aban a sí mismos como especialistas. Sin em- vos, y la id ea de que esto no se aplica , por ejemplo, 11 los ren ? rnenos
bargo) los rnecanicist as tenían una ide a mucho mejor del objeto de la vivos no era más que vitalismo idealista, Cicttax:oent.e ) es posl.b le ha-
ciencia. Los dialécticos eran ignorantes en esta esfera y se limitaban hlal' de la Íucha en tre cont ra 'Íos, pero no en el sentido hegeliano de
a enunciar fórmulas gener ales sobre la necesidad filosófica de «ge- lu disvunción inte rna de los conceptos : la luch a tenía lugar entre fuer-
neral izar» v uni ficar las ciencias; por otra par te, sabían más histori a zas coníiictivas, como podía vers e en física, biología) o en las ciencias
de la filosófía que los mecanicistas. (Eventualment e el Partido con- sociales, sin tener CJuc recurrir a ningún ti po de lógica d ia J éc ti~a . ~"a
denó ambos campos , y cre ó una síntesis dialéctic a de ambas formas investigación cient ífica debía basarse p~J' completo .en la c~ peJ:1enC"l ¡\ ,
de ignorancia.) y rodas las «cat egorías» dialécticas de Hegel eran irreduc tibl es a los
Los rnecanicistas aceptaban el marxismo , peto afirmaban que un a . latos empíricos. La posición de los dialécticos estaba siendo dOI""-
cosrnovisi ón cient ífica no tenia necesidad alguna de una íilosofía , pu es men te r efutada por el pwgreso de la ciencia nat ur al , que probaba len-
ésta no rep resentaba más que la suma to tal de todas las ciencias .na- í nmen te pero con segurid ad que todos los procesos del ~lDiver~o p oJía ~l
rurales y sociales. En uno de los primeros números de la revista expresarse en térm inos físicos j' químicos. La creencra ~n irreducri-
apareci ó un artículo de O. Minin, de quien no se sabe nada más, que liles diferencias cualit ativas V en la discontinuidad de Jos procesos
fu e citado después con cierta frecuencia como un ejempl o extremo nat urales era totalmen te re accionaria, como t ambi én lo era 1:1 idea de
del prejuicio antifilos óíico de los mecanicistas, La idea expresada por los dialéc ticos de que el «azar» era algo objeti vo y no simplemente
Minin de forma altamente simplista era que los señores feudal es ha- 1" 1 térm ino que ocultaba nuestro desco nocimien to de las C:t US,l S pat -
bían utilizado la religión para desarroll ar sus intereses de clase y que t icu]ares .
la burguesía había u tilizado de igual modo la filosoña: por otra parte, La posición ele los dieléctico. se vio considerab lemente l'e (o li-:ada
el prol etariado rechazaba ambos desarroll os y sacaba toda su fuerza por la public ación en 1925 de la D.i(tléc!ica de !a. ;1aturaleza de En-
de la ciencia. gels , que proporcionó una glonn cantid ad de m urncion ::ontr? el rn eca-
De forma más o menos aguda, el desagrado de la filosofía como uicisrn o v el nihilismo filo sófico y en [avOl" de la exigencia de una
t al fue típico en todo el campo mecanicist a, Sus partidarios más con?- intcrpreración íiíosóíio i y dialéctica de las ciencias. Mayor apoyo a ún
cidos fu eron I van 1. Skvorrsov-Stepanov (1870 -192 8 ) y Arkady K. iuvieron los dialécticos CQn la publicaci ón, en 1929, de las N oras
Tirniryazev (18 80-195 5 ), hijo de un fisiólogo eminente. Lyubov !¡{osóficG!S de Lenín, que subrayaban (~ n~ces ¡ d <ld de una V'cl"sí?n ma-
A. Akselrod , cuyas ideas hemos resumido ya) también profesó una I crialisrs de In dialéctica hegelian a, enumerab an una larga lista de
76 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los años veinte 77

«categorías» filosóficas y afirmaban que el principio de 12 unidad y el otra. los estados sub jetivos y cambiantes que se supone excluyen Ia realidad
conflicto entre Jos opuestos eran una categoría central en el marxismo. de la sustancia, se resuelve por el materialismo dialéctico ea el sentido de que
De los dos grupos rivales, los dialécticos eran más numerosos y la sustancia, la materia, se encuentra en un perpetuo estado de movimiento y
cambio, las cualidades o estados tienen una significación objetiva y la materia
estaban mejor apoyados por las instituciones científicas. Su líder y es la ClIUSIl y el fundamento, el «sujeto» de los cambios y estados cualitativos
autor más prolífico fue Abram Moiseyevich Deborin (1881-1963) . Na- (Introducción a la jilosojla del materialismo dialéctico, 4." ed., 1925, pp . 226.7) : '
cido en Kovno, se unió al movimiento socialdemócrata en su juven-
tud y desde 190.3 fue émigr é en Suiza; al principio fue bolchevique,
pero después se uni ó al grupo menchevique. Tras la Revolución fue Este pasaje es típico del estilo de Deborin en el libro citado y en
durante algunos afies marxista ajeno al Partido, pero reingresó en él sus otras obras. «El materialismo dialéctico enseña que ... »; «el ma-
en 1928. En 1907 escribió una Introducci án a la filosofía del mate- terialismo dialéctico asume las partes correctas» de esta o aquella
rialismo dialéctico, que no fue publicada hasta 1915; reimpresa en ftlosofía; los idealistas sub jetivos están equivocados porque no reco-
numerosas ocasiones, esta obra fue la base de la educación filosófica nocen la materia; los idealistas objetivos están equivocados porque
rusa durante los años veinte. Aunque no era miembro del Partido, no advierten que la materia es lo primario y la mente 10 secunda-
pronunció conferencias en la Academia Comunista y el Instituto de río, etc. En todos los casos se subraya una determinada conclusión,
Profesores Rojos y publicó varios libros. A partir de 1926 fue direc- habitualmente en términos muy vagos, sin intentar apoyarla mediante
tor editorial de Pod znamenen Marksizma; y desde entonces la revista argumentos . No se explica c6mo sabemos que los fenomenalistas es-
dejó de publicar artículos de rnecanicistas y pasó 11 ser el órgano de los tán más equivocados que sus adversarios; el materialismo dialéctico
dialécticos. nos lo dice así, y esto es todo.
Aunque no fue un escritor original, Deborin estaba versado en La oposición entre la dialéctica y la «metafísica» consiste en que
filosofía. Expresa pocas ideas que no puedan hallarse , por ejemplo, la primera nos enseña que todas las cosas están ligadas y nada aislado;
en Plejanov, pero comparado con los filósofos soviéticos posteriores, todo está en estado de constante cambio y desarrollo ; este desarrollo
él y sus seguidores tenían un gran conocimiento de la historia de la es el resultado de contradicciones reales inherentes a la propia reali-
.filosofía y eran capaces de servirse de ella para fines polémicos. dad, y toma la forma de «saltos» cualitativos. El materialismo dialéc-
La 1ntroduccián de Deborin es un producto típico de la escuela tico afirma que todo es cognoscible, que el hombre llega a conocer
marxista de Plejanov. No contiene ningún análisis de los conceptos, el mundo actuando sobre él, y que nuestros conceptos son «objetivos»
sino sólo una retahíla de afirmaciones sin fundamento, que finalmente y contienen «la esencia de las cosas». Nuestras impresiones son tam-
se supone que resuelven todos los problemas que ocuparon a la filo- bién «objetivas», es decir, reflejan los objetos, aunque (aquí Deborin
sofía premarxista. Sin embargo, Deborin, al igual que Plejanov, sigue a Pleianov en el error denunciado por Lenin) no se parecen
subraya el vínculo entre el marxismo y el conjunto de la filosofía del n ellos ; la congruencia entre las impresiones y los objetos radica en
pasado, resaltando la importancia de Bacon , Hobbes, Spinoza, Locke, el hecho de que las identidades y diferencias entre éstos se corres-
Kant y, sobre todo, Hegel en la preparación del materialismo dia- ponden con las identidades y diferencias de sus «reflejos» subjetivos.
léctico. Critica al idealismo, al empirismo, el agnosticismo y al feno- Esto es lo que niegan Mach y sus seguidores rusos Bogdanov y Valen-
menalismo en los términos acuñados por Engels y Plejanov, como tinov : según ellos, s6lo los fenómenos psíquicos son reales , con lo
puede verse en el siguiente fragmento : que el mundo «exterior a nosotros» no existe . Pero en este caso no
existen leyes de la naturaleza, y por tanto no puede predecirse nada .
Si. pues, desde el punto de vista de los metafísicos, todo es y nada llega a Aunque sus escritos fueron dogmáticos, simplistas y de escasa ca-
ser. desde el punto de vista del fenomenalismo todo llega a ser y nada es, es lidad, Deborin y sus seguidores tuvieron el mérito de subrayar la im-
decir. no existe nada realmente. La dialéctica nos enseña que la unidad de ser
portancia de los estudios históricoe y de formar a una generación de
y no ser es el devenir. En términos materiales concretos esto significa que la base
de todo es la materia en un estado de constante desarrollo. De esta forma, los filósofos con una amplio conocimiento de la literatura clásica; además,
cambios son reales y concretos, y, por otra parte, lo que es real y concreto aun destacando la novedad «cualitativa» del marxismo, también lla-
es inmutable. El sujeto de los procesos es un ser absolutamente real, el «Todo marón la atención hacia sus ralees históricas, y sobre todo hacia su
sustantivo», en oposición a la Nada fenomenalista ( .. .). La contradicción entre conexión con la dialéctica de Hegel. Según Deborin, el materialismo
la íncualilicada e Inmutable sustancia de los metafísico! por una parte y, por dialéctico era una «síntesis» de la dialéctica hegeliana y del materia-
2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los afios veinte 79
78 Principales corrientes del marxismo
recordaba las observaciones de Engels sobre el tipo de materialismo
lismo de Feuerbach, en la que ambos elementos. eran transformados que no es más que la observación de la n~turaleza sin elementos aña-
y «elevados a un nivel superior», El marxismo era una «cosmovísién didos. La ciencia natural, afirmaba Deborin, debe reconocer ~na base
integral» que comprendía al materialismo dialéctico como metodología filosófica de algún tipo, y por tanto c~alquier in~el1~o p~r privar aJa
general del conocimiento y dos teorías más específicas, la dialéctica filosofía de su función de guía, o por Ignorarla, significaría en la prac-
de la naturaleza y la dialéctica de la historia, es decir , el materialismo tica el sometimiento a las doctrinas burguesas e idealistas. Toda~ las
histórico. Como afirmó EngeIs, el término «dialéctica» puede utili- ideas íilosóíicas tenían origen de clase, ya sea burgués o proletario, y
zarse en tres sentidos. La dialéctica «objetiva» era lo mismo que las al atacar a la filosofía los rnecanicistas estaban defendiendo a los ene-
leyes O «formas» dialécticas de la realidad¡ la «dialéctica» podía de- migos del socialismo y ~e l,a clase trabajadora. ¿Acaso el ~egar la
signar también una descripción de aquellas leyes o, en tercer lugar, existencia de «saltos cualitativos» y ~antener que to~o desarrollo es
una forma de observar el universo, es decir, una «lógica» en sentido continuo no significaba rechazar la Idea de revolución, que era un
amplio. Los cambios estaban sometidos a una regularidad general, salto pal: excellence? En resumen: los mecanicistas ~o. estaban s61?
principio este igualmente aplicable a la naturaleza que a la histori a filosóficamente equivocados, sino que además eran políticamente revi-
humana, y el estudio de esta regularidad, es decir, la filosofía, era ,
sionistas.
por tanto, una síntesis cíe toda ciencia. Para que los cíentííicos se Los «dialécticos» dotaron al marxismo soviético de un stock de
orientaran correctamente desde el punto de vist a metodológico y com- términos básicos, afirmaciones y dogmas que, aun cuando sus autores
prendiesen el significado de sus propias observaciones debían recono- fueran condenados después , pasaron a formar parte del canon de la
cer el primado de la filosofía, a la cual proporcionaban material para ideología estatal y durante décadas tuvieron fuerza vinculante. Parte
sus «generalizaciones». De esta forma el marxismo exigía un in ter- de su legado fue el ataque a. la lógica. fa:n:al, que lleg,ó h~sta colapsar
cambio constante entre la filosofía y las ciencias exactas: la filosofía los estudios lógicos en RUSIa. Los dial écticos no .teman ~dea del ob-
era vacía sin el «material» que proporcionaban las ciencias naturales jeto de la lógica o del significado de sus afir~aclOnes. Sin .embargo,
y sociales, pero las ciencias eran ciegas sin una filosofía que las guiara. imaginaban que, como la lógica «hace abstracción del contemd? de los
La finalidad de esta doble exigencia estaba bastante clara . Que la conceptos» J debía ser contraria a la dialéctica, pues esta última nos
filosofía hiciera uso de los resultados de la ciencia signiEcaba, más O exige un estudio de l~s fenómenos «~e. forma concreta» y ~<;n sus
menos, que los científicos naturales debían buscar ejemplos g~e J7los- relaciones mutuas» (mientras que la lógica los aisla) y tambi én «en
tratan cómo los objetos naturales experimentan cambios cualitativos movimiento» (que la lógica formal no reconoce). Estos absurdos se
y se adecuasen, por tanto, a las «leyes de la dialéctica». Que la filo- debían en parte a la ignorancia, pero en parte se basaban e? algunas
sofía mostrara a las ciencias su propia naturaleza y las preservara de observaciones de Engels . En un artículo de 1925 sobre Lenin, Debo-
la ceguera significaba que estaba legitimada a supervisar su c0r:-te!)ic1o rin escribió que la lógica formal no pO~la explicar e.l hech~ de que
y a asegurarse de que éste estaba de acuerdo con el materialismo el mundo era tanto uniforme como rnúltiple, y ese mismo ano, en su
dialéctico. Como este último era sinónimo de la cosmovisión del Par- obra El materialismo dialéctico y la ciencia natural a6rmó que la ló-
tido Deborin y su escuela proporcionaron una justificación de la gica sólo servía para construir «sistemas metafísicos» y que había
supervisión por el Partido del contenido de todas las ciencias, tanto sido superada por el marxismo, pues la dialéctica enseña qu: la ~orma
naturales como sociales. y el contenido deben «interpcnetrarse mutuamente». Las ciencras no
Deborin afirmó que todas las crisis de la ciencia natural se debían podían avanzar sobre la base de la lógica formal, pues cada, u~a ;le
al hecho de que los físicos no conocían el marxismo y no sabían ellas no era más que una «colección de hech.os» Y, ~ólo l~ dlalec~H~:a
aplicar fórmulas dialécticas . También creyó, al igual que Lenin , 9ue marxista podía unir estos hechos en un todo sistemattco .. ~l los fíSICOS
el desarrollo de la ciencia llevaría, de forma espontánea y progresiva, leyeran a Hegel en vez de quedarse en su «rastrero empirismo» p~on­
a la aparición de la filosofía marxista. to verían cómo la dialéctica les ayudaba a progresar en s:r eS,tudio y
Por estas razones, Deborin y sus seguidores acusaron a los meca- a superar las diversas «crisis». Eng.els; 71 cread?f ,de. [a «ciencia natu-
nicistas de caer en un pernicioso error cuando insistían en la autono- ral teórica», absorbió, desde el prInCIpIO, la dialéctica de Hegel",
mía de la ciencia y en su independencia de cualesquiera premisas filo- Al afirmar que la filosofía había de gobernar sobr,e las .CJen<;=las,
sóficas, Así entendido, el materialismo tenía más en común con el Deborin se indignó lógicamente con la obra de Lukács HJstoYZO y
neutralismo empirista que con cualquier otra doctrina ontológica, y
80 Principales corrientes del marxismo 2. Controversia s teóricas en el marxismo soviético de los nfios veinte 81

conciencia de clase, que cuestionaba la posibilidad de una dialéctica sando a sus oponentes de cultivar una «dialéctica idealista», de inten-
de la naturaleza en razón de que la dialéctica era una Interacci ón de tar imponer esquemas imaginarios a la naturaleza, de dirigir su ofen-
sujeto y ob jeto en progreso hacia la unidad. Al adoptar esta línea, siva sólo contra el mecanicismo e ignorar los problemas que plan-
afirmó Deborín, Lukács se había revelado como un idealista que pen- teaba el idealismo, y de distraer la atención de las tareas prácticas
, saba que el conocimiento era la «sustancia de la realidad». En un impuestas por el Partido. Sin embargo, esta defensa no tuvo aval
un artículo publicado en 1924 en la revista austríaca Arbeiterlitera- alguno, y los mecanicistas fueron tildados no sólo de cism áricos, sino
tur, Deborin denunció los errores de Lukács y su irrespetuosa actitud de representantes, en el campo filosófico, de la «desviación derechis-
hacia Engels y, por tanto, hacia Marx. Y 10 que era aún peor: Lukács ta» por entonces combatida por Stalin.
había afirmado que la ortodoxia marxista consistía simplemente en Tras esta victoria, los deborinistas dominaron en todas las insti-
reconocer los métodos de Marx, mientras que el método, para un tuciones ligadas a la enseñanza y la divulgación de la filosofía o la
marxista, estaba «inseparablemen te unido al contenido». En cuanto a publicación de obras filosóficas; pero su triunfo no duró demasiado.
la «identidad de sujeto y objeto» de Lukács, esto no era más que A pesar de todos sus esfuerzos, los dialécticos no habían medido bien
idealismo puro y estaba en contra de las afirmaciones expresas de las expectativas del Partido en cuestiones filosóficas. En abril de 1930,
Engels, Lenin y Plejanov. Todo 10 que hada el sujeto era «reflejar» en una segunda conferencia de íilosoíle celebrada en Mosc ú, Deborin
el objeto, y pensar de otra forma era destruir la «realidad objetiva». y su grupo fueron atacados por una fracción de jóvenes activistas del
En su ataque al mecanicismo, al «rastrero empirismo», y a la auto- Partido pertenecientes al Instituto de Profesores Rojos, quienes les
nomía de las ciencias, y su defensa de Hegel, de los «saltos cualita- acusaron de mostrar un insuficiente espíritu de Partido. Esta crítica
tivos» y de las «contradicciones reales», Deborín contó con el apoyo fue reiterada en junio de ese año en un artículo de M. B. Mitin ,
de un gran grupo de académicos y correligionarios izquierdistas. Los P . F . Yudin y V . N . Raltsevich, que apareció en Praoda en la forma
más activos de ellos fueron G . S. Tymyansky, que tradujo y comentó de editorial, es decir, como opinión de las autoridades del Partido.
obras de Spinoza (el comentario, aunque muy esquemático, fue ins- Los nuevos críticos llamaban a una «lucha en dos frentes», tanto en
tructivo y útil desde el punto de vista fáctico); 1. K. Luppol, un filosofía como en la vida del Partido, y acusaron a los líderes filosó-
filósofo de la estética e historiador de la filosofía; V . F. Asmus; ficos del momento de «formalistas» , de sobrevalorar a Plejanov a
N . A. Katev; 1. 1. Agol y Y. E . Sten. Sten, corno afirma Medvedyev expensas de Lenin e intentar separar la filosofía de los objetivos del
en su obra sobre el estalinismo, dio a Stalin lecciones de filosofía Partido . Los dialécticos replicaron a la acusación en vano. En diciem-
entre 1925 y 1928 e intentó hacerle comprender la dialéctica hege- bre, la ejecutiva del Partido del Instituto de Profesores Rojos se
liana . La mayor parte de este grupo, aunque no todos, pereció en las entrevistó con Stalin, quien acuñé el término de «idealismo menche-
grandes purgas de los años treinta. vizante» para expresar el punto de vista de Deborin. Este rótulo fue
Sin embargo, a finales de los años veinte los dialécticos ganaron aplicado oficialmente a partir de entonces, y el ejecutivo aprobé una
la partida y cons iguieron un completo control sobre las instituciones larga resolución condenando, por una parte, el revisionismo mecani-
filosóficas soviéticas. En una conferencia de maestros de marxismo- cista y «a menudo menchevizante» de Timiryazev, Akselrod, Sarabia-
leninismo celebrada en abril de 1929 J Deborin presentó su programa nov y Varyash, y por otra, el revisionismo idealista de Deborín, Karev,
filosófico y reiteró su denuncia de las herejías; la Academia Comunista Sten, Luppcl, Frankfurt y otros. La resolución decía que «Toda la
le apoyó plenamente y promulgó un decreto condenando el mecanicis- perspectiva teórica y política del grupo deborinista equivale esencial-
mo . Anteriormente, la propia conferencia, a instancia de Deborin, mente a idealismo rnenchevizante , basado en una metodología no
aprobó una resolución que confirmaba el papel del marxismo-leninismo marxista y no leninista y expresión de una ideología pequeño-burgue-
como el arma teórica de la dictadura del proletariado, exigía la apli- sa, así como reflejo de la presión de las fuerzas de clase hostiles situa-
cación marxista de los métodos de la ciencia natural y condenaba a los das en torno al proletariado.» El grupo había «distorsionado» la
mecanicistas por su «revisionismo » J «positivismo» y «evolucionismo enseñanza del articulo de Lenin «La significación del materialismo
vulgar». La costumbre de decidir las cuestiones filosóficas votando en militante», había separado la teoría de la práctica y deformado y te-
asambleas del Partido o en reuniones sometidas a su control, estaba chazado «el principio leninista de la filosofía partidista \>; habían dej a-
por entonces ya bien establecida y no sorprendió a nadie. Los meca- do de reconocer el leninismo como una nueva etapa del materialismo
nicistas se defendían en la discusi ón e incluso contraatacaban, acu- dialéctico, y en muchos aspectos hicieron causa común con los meca-
82 Principales contentes del marxismo 2. Con troversias te óricas en el marxismo sovi ético de lo s años veinte 83

mc ist as, aun cuando pre tendieran atacados. Sus publicaciones con- nysh evsky y la lógica formal. Sin embargo, 111 raíz de, I~s errore s de bo-
tenían errores «kautskystas» relativos a la dic tadura del proletariado, rinistas estaba en haber «separado la teorra de la pracuca». Su b at alla
er ror es oportunistas y der echistas en materi as cul turales , errores contra los mecanicistas era un combate ficticio, como mo strab a el he-
bogdanovistas en lo relat ivo al colectivism o e in dividu alism o, e~·ro­ cho de qu e, a pesar de haber proseguido por m ucho s aíios, ¡n i u/Il
res rnencheviques acer ca de la concepción de las fuerza s productivas solo mecanicis ta había reconoci do estar en el error! De hecho ha bla
y las relaciones de p roducción , errores sem i-trotskistas relativos a la poco pa ra eleg ir en tr e los dos grup os, pues tan to los idealis tas men-
lucha de clases y errores id ealistas acerca de la interpretaci ón de la cheviza ntes como los rnecanici stas menchevizantes se apartaban os -
di alécti ca . Los deborini stas habían glo rificado inde bid amen te a H e- tensiblern ente de la filosofía d e Lent o .
gel; habían d isociado el método de la cosrnovisión, 10 lógíco ~e Jo La pu rga de la filosofía sovi ética fue completada por un decr eto
hi stórico , y habían di sminuido la importanci a de Len in en cues tiones del Comité Central del P artido , publicado en Praoda el 25 de enero
relativas a la ciencia natural . Cier tam ente , el principal p eligro del de 19 31 , q ue: condena ba Jos erro res de Pod znamenem Ma rksizma y
momen to era el revis ion ismo me canicista, pu es proporcionaba la base resum ía brevemente las críticas ya form uladas .
te órica p ara la des viación derechista que intenta ba defender los inte- Deborin, Luppol y otros miembros del grupo se vieron forz ados
reses de los kulaks dentro del P ar tido; pero la lucha debía proseguirse a realizar una autocr ítica y a agradecer al P arti do el hecho de ayu -
sin desmayo en ambos frentes, pu es ambas formas de revisionismo darles a ver la luz. Sten, Luppol, Karev , Tymyansky y muchos ~ t r.~s
constituían en realidad un solo bloque . pereci eron durante las purgas de los años treinta . Deborin sob revivió, .
Todas estas críticas fueron desarrolladas en extenso en una con- aunqu e tuvo que dimitir de la di rección editorial de Pod znamen em
ferencia pronunciada por Mitin ante la Academia Comunista , quien Marksizma (de hecho, el consejo editorial cambió por completo ). No
por esta ép oca aspiraba a convertirse en lider del «fre n te filosófico» . fue expulsado del Partido , y en fech a posterior publicó numerosos
La conferencia hada r eiterada referencia a los vínculos entre el « idea- artícu los de irreprochable ortodox ia es talinista. Sobrevivi ó a la era
lismo menchevizan te . y el trotskismo : en realidad, como los rneca- de jruschov y durante los últimos años de su vida trabaió por, la
nicistas proporcionaban un fren te filosófico para Bujarin y su des- rehabilitación de sus muchos alumnos y colegas que habían caldo
" viaci ón pro-kulaks , era natural infe rir que los deborinistas , aun víctim as de las purgas. Asrnus también sob revivió en el período de la
pr etendiendo ser ortodoxos , estaban apo yando la desviación izquier- postguerr a (murió en 1975 ) y fue objeto de nuevos at aqu es en los
dista del t ro tsk ismo . Según Mitin , ambos gr upos habían difundido la años cuarenta.
falaz calu mnia de que en cuestiones filosóficas y t eóricas Lenin no A p artir de 1931, la h istoria de la filosofía soviétic~ ba jo St alin
había hecho m ás qu e repetir 10 que habían dicho Marx y Engels es en gr an medida una his toria de los laca yos cid P ar tido . D ur ante
- icom o si Stalin no hubiera probado que Leni n re prese ntó un a etapa las dos décad as siguiente s, u na nueva generació n de arribistas , infor-
cualitativamente nueva en la histor ia de la teoría marxista «des ar ro- mador es e iznorant es monopolizó la vida filosófica del pa ís, o más
llándola, profund izándola y ha ci éndola más con creta »! Lo s desvi acio- bie n compl etó la extinción de los es tu d ios filosóficos . Qu ien es h icieron
nistas habían olvidado también el principio de Lenin de que la filo- carrera en este campo lo hiciero n generalme nte tr aicion ando ¡] S.l~S
sofía y todas las ciencias , incluida la ciencia natural, debían estar colegas o repitiendo mecánicam ent e lo s eslóganes ,del .m.oment o utili-
imbuidas d e espíritu de P ar tido . Mitin citó u n artículo de K arev en zados por el P ar tido . Por regla gener al n o con e ctan idiomas extran-
el qu e éste decí a que ) si bien Plejanov había cometido muchos erro- jeros y no tenían ide a de la filosofía occide n tal, peto se conoc~an
res po líticos y filosóficos, sus escr itos figura~an, como ha?ía corro- casi a la letra las obras de Lenin y St alin, de las cuales derivaba prm ·
borado Lenin, entre las mejores obras de la literatura marxista. Esto, cipalmente su conocimiento del mundo ex te rior. .
dijo Mitin , mostraba que los deborinisras habían salido en defensa La condena de los «idealist as rnench evizan tcs » y de los rnecam-
de «todo Plejanov, Plejanov como m enchevique». lnduso llegaron cista s produjo un aluvión de artículos y disertaciones cu yos au tores
a afirmar que Lenin había sido discípulo de Plejanov en filosofía, se hicieron eco de los decretos del Partido y competían e ntre sí en
cuando de hecho había sido el marxista más consistente y ortodoxo mos trar su indignación por las insidiosas tramas de los saboteadores
después de Marx y Engels, Por otra parte, Plejanov no entendió f,losóficos .
correctamente la dialéctica, había caído en el formalismo, se había ¿Cuál fue el verdadero punto de toda la discusión. (si se puede
inclinado hacia el agnosticismo y dejado influir por Feuerbach, Cher- llamar así)? Obviamente ) no t ení a nada que ver con ninguna det er-
84 Principales corrientes del marxismo 2. Controversias teóricas en el marxismo soviético de los añoa veinte 85

minada concepción filosófica o incluso política. La asociación del «me- elaborase sus propios principios o descubriera verdades que pudiesen
canicismo» con la política de Bujarin o del «idealismo menchevi- ser utilizadas o aplicadas en política. El servicio de la filosofía al
zante» con la de Trotski fue un invento de carácter totalmente arbi- Partido había de consistir pura y simplemente en glorificar sus suce-
trario: los filósofos condenados no pertenecían a ningún grupo de sivas decisiones. La filosofía no era un proceso intelectual, sino un
oposición y no había una conexi ón lógica entre sus ideas y las de los medio de justificar e inculcar la ideología estatal, fuera cual fuera
grupos de oposición al Partido. (El argumento de los acusadores de- la forma que ésta adoptase. Esta fue, de hecho, la función d~ todas la.s
cía que los mecanicistas «absolutizaban la continuidad del desarrollo» ciencias humanas, pero el ocaso de la filosofía fue mayor aun. Los pr-
negando los «saltos cualitativos», y por tanto estaban del lado de lares en los que se basa toda cultura filosófica :-lógi~a e. historia de
Bujarin, mientras que los deborinistas sobreestímaban los «saltos», la filosofía- fueron barridos: la filosofía fue privada stquiera del más
"j así representaban el «aventurismo revolucionario» de los trotskis- humilde apoyo técnico, en una medida mucho mayor .aún que. l~s
tasi pero esto se basa en analogías tan endebles que no vale la pena ciencias históricas, a pesar de la magnitud de su corrupCIón. La ~lgn1­
discutírlas.) Los mecanici stas, ciertamente, invitaron a la condena al íicación del estalinismo para la filosofía. no radica en las conclusiones
insistir en 11 independencia de las ciencias con respecto a la filosofía, que le impusiera forzosamente, sino en el hecho de que el servilismo
lo que en la práctica significaba negar el derecho de un partido ínfa- pasó a ser prácticamente toda su raison d' étre.
lible a pronuncíarse sobre la verdad de las teorías científicas y a
decir a los científicos qué tem as debían investigar y cuáles debían
ser los resultados. Sin embargo, ningún cargo así podía ser presen-
tado contra los deborinistas, que parecían ser Ieninisras del más puro
estilo: Deborín se retractó pronto del error plejanovista acerca de
los «jeroglíficos» y atacó a los mecanicistas por afirmar esta doctrina
que contradecía. a la teoría del reflejo. Los deborinistas rindieron el
debido homenaje -a Lenin y los portavoces del Pa rtido tuvieron serías
dificultades en hallar citas para apoyar sus ataques, que por lo tanto
no consistían más que en generalidades vagas e incoherentes: los de-
borinisras «subestimaban» a Lenin, «sobreestimaban a Plejanov»,
«no entendían» la dialéctica, se pasaban al «kaurskysmo», el «men-
chevismo», etc . La cuestión no era sólo que el Partido proclamaba
en esta época que tales y cuales ideas filosóficas eran correctas y que
los deborinístas habían expresado ideas diferentes a las suyas . No era
el núcleo de ninguna doctrina lo que estaba en discusión: la versión
oficial, canónica, del materialismo dialéctico posteriormente adoptada
era virtualmente indistinguible de 11 de Deborin . 10 que contaba,
como probaron las acusaciones, era el principio de la «mentalidad
partidista», o más bien su aplicación, pues, por supuesto, los debori-
nistas también aceptaban este principio. Por endebles que fueran los
escritos de los deborinistas desde el punto de vista intelectual, esta-
ban genuinamente interesados por la filosofía e hicieron lo que pu-
dieron por probar la validez de los principios especfficos del mar-
xismo-leninismo. Creían que su filosofía ayudaría a construir el
socialismo, y por esta razón la desarrollaron hasta el máximo de sus
facultades . Pero la «mentalidad partidista» bajo Stalin significaba algo
bastante diferente. A pesar de las constantes manifestaciones en sen-
tido contrario, no tuvo ninguna intención de dejar que la filosofía
Capítulo 3 3_ El marxismo como la ideología del Estado soviético 87

EL MAHXISMO COi\tJO LA IDEOLOGIA medio para esto fu e la de tenci ón y ejecuci ón de lo s responsables de


DEL ESTADO SOVIETICO la esta d ística y la falsificación de sus res ultados. Entre 1928 y 1930
Stali n clausuró casi ladas las revistas económicas y estad ísticas, y la
Olayoría de los estad ísticos de imp or rancia, inclu ido N. D . Kondra-
riev, fu eron ejecut ados o encarcelados . T ambi én fue ha bitual a p artir
de est a época calcular la renta nacional contando los m ism os pro-
duct os dos o tres veces, en dif erentes et apas de la m an ufactura, arro-
jando así totales carentes de significado que se divulgaban periódi ca-
mente como prueb a de la superioridad del socialism o . En la agricultu-
loa, las cifr as eran sistem áticamente I alsiíicadas, pues la colectivización
pro du jo cad a vez mayores es tragos en el campo . No está claro en qué
medida St alin o los demás líder es eran consci entes del verd adero es-
tado de la economía. M ientr as , se reclu taban rápidamente miles de
trabajado res in du st riales p roce de ntes de l medio rur al. P ara compen-
sar los sufri mien tos de la sociedad había cons tan tes det enciones y
proc esos a ingeni eros o exp er tos ag rícolas bajo la acusación d e sabo-
taje, es decir, de deja r de cumplir unas n01:111as imp racticables. Entre
1922 y 1923 tuvo lu gar un período de escasez de alimentos y ham-
bre qu e causó millones de víc timas; en comparación al ham bre
1. La significación ideológica de las grandes purgas de 189 1-1892 , q ue con virtió en r adica les a toda un a gene raci ón de
la intelligentsia e hizo mucho por foment ar. el desa rrollo de l mar-
. ~os afies trei nta testi moniaro n en la Unión Sovi ética la cristali- xismo, fue un contrati emp o de prop orcion es insignificantes. La pro-
zacl o~ de un a n ueva ve rsión del m ar xismo com o idco los ía can ónica paganda estali nista repitió sin cesar que el país estaba lleno de trai-
y oficial del Estado socialista to tali tar io . O · dor es y sabo teadores, cripto-kulaks , in telectuales desleales del tipo
En ,]05 años . posteriores a 1(1. colectivizaci ón, el es tad o estalinistn an terior a la guerra, trotskistas y agentes de las potenci as imperia-
atraves ó u.na serie de der rot as e info rtunios , mi entras que In población listas. Los campesinos hambrientos eran internados en campos de
el:a sOJ).1e t~d~,;t un a ola d~ repre sión tras ot ra . La colectivización for- conce ntr ación por robar una porción de grano de las granjas colecti -
zosa CO l~CldlO con el comienzo del I Plan Q uinq uenal , que oúcialmcn- vas . Proliferaron los cam pos de trab ajo fo rzo so , p asaron a con stituir
t~ f~e fechado en 1928, pero no fue realmen te aprobado hast a el lln "imp ortan te {acto r de la economía estat al , sobr e todo en las regiones
srgUlcn.te año . .Según las ideas fo rmula d as po r Trotski y Preobra- en condicion es m ás difíciles, como en las minas y bo squ es de Si-
zhenski y a~l\Jn ld as por Stalin, la fnnción del cam pesina do esclavizado heri a .
N a pr<:p01:(lOnar plu svalía p ara el rápido desa rrollo de la indus tria. No ob stante, al cost e de indescriptibl es sufrimientos, explotaci ón
A parnr de en tonces, el dogma de Ia prim acía de la industria pesada y opresión , en medio del caos de la planificación ficticia y la avalan-
ra.s~ ¡\ . ser un o de Íos pJ1arc~ de. la i d eolo~ia esta tal , Los objetivos cha de mentiras oficiales, la industria sovié tica progresó de hecho , y
~~HClales se , est ablecieron ar bitra riam ente, sm un d ku lo serio , PHI.'- el IX P lan Qu inquen al (1933-7 ) fue mucho más realista que el pri-
tiendo d; l sup ues to de que po r la fuerza se pod ía hacer todo y q ue mero. El hecho de que en aque llos añ os la Uni ón Sov iética sentara
«no habla fo~t:l lezas qu e los bo.lcheviques no pud ie ran derru ir ». No las bases de su actual pod er indus trial es invocado aún hoy por los
obstante. S~~¡lO C5 tU~O constantemente insatisfecho con los objeti vos com unis tas com o justificación histórica del estalinismo , y muchos
de P l"OdUCCIOn y los Jmpn (só siempre haciZl m ás elevado s niveles. L a no com unistas adoptan un similar punto de vista, creyendo que el
mayor~a de l?s objetivos eran, por su puesto, in alcanzab les : incluso socialis mo estali nista er a ne cesario par a permitir que la at rasada RlI-
en la ind ustria pes ada, a la que se dedicó la mayor par te de los es- sia mod ernizara rápidam ente su industria . Anticipando en p arte la
fuerzos hum anos y financie ros, los res ultados f ueron sie mp re h mitad posterior argumentación, mis ideas al p articular son las siguientes. La
la cua rt a o la OCi UVil p arte de lo que se supuso haliían de ser. E l re~ Uni ón Soviética construyó re almente uno considerable base indu strial,
86
88 Principales corriente s del marxismo }. El marxismo como la ideología del Estado soviético 89
sobre todo en industr ia pesada y armame nto, durante los años tuvo lugar durante los años 1935-1 939 Y establec ió un nuevo récord
trein-
ta. Lo hizo por medía de la coerci ón masiva y la esclavitud parcial en el conflicto entre la Unión Soviética y sus propios súbdito s .
o total, qu e tuvo como efectos secundarios la ruina de la cultura En 1934 Stalin estaba en la cúspide de su poder. El XVII Con-
de la nación y la perpetu ación de un régimen policíaco. De greso del Partido a comienzos de ese afio fue una. orgía de adulaci
esta ón
forma, la industrialización soviética fue probab lemente uno de y culto. No habla oposición activa al adora~o dictado r, ~ero
los haBía
procesos de este tipo más ociosos de la historia , y no hay prueba. muchas personas en el Pa rtido , sobre todo anttguo~ bolch~vlques,
alguna de que no pudiera haberse conseguido el progreso sin los que
sa- le rindiero n el debido honor, pero no estaban unidos a el en cuerpo
cri6cios humano s y materiales a esa escala. La historia registra diver- y alma . Habían ascendido por propios méritos , y no mer~mer:te por
sos método s de industrialización con éxito, todos los cuales ' han su favor, y por tanto podían ser una peligrosa fu~~e de tnqul.et
sido ud o
costosos en término s sociales, pero es dificil señalar algún caso
en el revuelta en tiempos de crisis . Por ello, como OpOSICIón poten:l~l
que
que el coste fuera tan alto como en Rusia. El atto argume nto aducido era debía ser destruid a. El primer pretext o para su exterm mio
con frecuencia de que el curso seguido por la Europa Occide ntal fue
no el ~sesinato el 1 de diciembre de 1934, de Sergey Xirov, un secre-
pod ía haberse seguido en la periferia del mundo industr ial porque tario del Comité Central y cabeza de la organización de! Partido
los en
grandes centros capitalistas habían consolidado ya su posición, Leningrado. La mayoría de los historia dores , si bien no todos,
es re- con-
futado por el ejemplo de países «periféricos» como Japón, Brasil cuerdan en que el autor real del crimen fue Stalin, que de u~
y, más reciente mente, Irán, que han consegu ido industr ializars golpe
e por se libró de un posible rival y creó el pretext o pa ra, 1~ represlón
medios diferen tes a los de Rusia, si bien con considerables sacrifici . ma-
os. siva. La caza de brujas subsigu iente tuvo por obJetiVO, en pnrner
Antes de 1917) Rusia era un país de rápida e intensa industr ializació lugar, a los antiguos oposicionistas del propi? P~rtido, pero pronto
n,
un proceso que la Revolución retrasó muchos años. La gr áfica también a los fieles servidores del dictado r, Zinovie v y Kamen ev
del fue-
desarro llo industr ial creció notable mente durante las dos últimas ron detenid os y condenados a. prisión ; se realizar on ejecuciones
dé- ma.si-
cadas del Gobier no zarista; cayó catastrófica mente después de la vas en todas las grandes ciudades del país, pero sobre todo en L:nin-
Re-
volución y pasó mucho tiempo hasta que los diversos índices (alguno grado y Moscú. El terror alcanzó su paroxis mo en 1937 , el primer
s
recuperándose más rápidam ente que otros) alcanzaran de nuevo nfio de la «gran purga» . Agosto de 193? co~odó la primera gr~n farsa
su
nivel anterio r a la guerra y siguieran aument ando. El período judicial, en la que fueron juzgados Z ínoviev, Kamen ev , ~mlrno
inter- v y
medio fue un período de desintegración social y de destruc ción otros; un segundo juicio, celebra do en enero de 1937, trajo a la
de luz
millones de vidas , y es mera fantasía sugerir que todo este sacrifici la «traició n» de Radek, Pyatako v, Sokoln ikov y otros, En marzo
o
era necesario para permiti r al país reanuda r su desarrollo anterio de 1938 los acusados inclu ían a Bujarin , Rykov, Krestin sky,
r a . Ra-
la Revolución. kovsky y y agoda, este último jefe de la N. K. V. D. (se.rvieio de
Si se piensa que los procesos históric os tienen un propósi to inma- se-
guridad ) entre 1934 Y 1936 Y organizador de las anterrores purgas
nente indepen diente de las intenciones de los hombre s, o un signifi- .
Poco antes, en 1937, Marsha l Tukbac hevsky y varios otros jefes
cado oculto sólo discernible con perspicacia, hay que reconocer del
que ejército fueron juzgados en secreto y ejecut~dos . ~s acusados. ~n
e! significado de la Revoluci ón Rusa no consistió en la industri to-
aliza- dos los juicios público s confesaban fantásticos delitos , describ
ción, sino más bien en la coherencia y energía expansiva del Imperio iendo
uno tras atto cómo habían intrigad o con los servido s e~tranjeros.
Ruso; en este sentido , el nuevo régimen fue de hecho más eficient de
e inteligenci a, conspir ado para asesinar a lí~ere~ del 'p~rtJdo, ofr,ecld
que el antiguo . a
partes del territor io soviético a las potenci as Im~erlahst.as, aseslO~
Una vez superad a la resistencia de todas las clases -prole taria- v envene nado a sus conciud adanos, sabotea do la industr ia, prodUC
do
do, campes inado e intellig entsia-:-, una vez sofocadas todas las Ido
for - deliber adamen te situaciones de hambre , etc . Casi todos eran conde-
mas de vida social no ordenadas por el Estado y destruid a la oposici nados a muerte y ejecutados de inmedia to; algunos que, como Radek,
ón
dentro del Partido , era hora de somete r al últ imo elemen to que sólo fueron condenados a prisión , fueron ejecutados poco después
pu- del
diera amenazar -aunq ue en la práctica no lo hizo- la integrid
ad juicio . .
del Gobier no totalita rio de un único déspota : a saber, el propio . . '
Par- ' El infierno de las grandes purgas ha sido descrito con [recuencia
tido , el instrum ento que había sido utilizad o para sofocar y destru
ir por historia dores, novelistas y memor ial~s,tas. Las fars.as. judici~les
toda otra fuerza rival de la comuni dad. La destrucción del Partido fue-
ron sólo la parte visible de una operacron de genocidio maSIVO,
con
90 Princip ales corr ientes del marxi smo ,J. .El marxismo como la ideología del E,111do soviético 91

el Pa~·tído .como víctima principal. Millones fue ron detenidos, cientos 111llL1do asombrado, todo del ito imaginab le era confesado por los pro-
de JD11es ejecutados. L a tortura, an tes sólo u tilizada esporádicamente pios acus ado s en la s grandes Lusas [udiciales . De to das las víc timas
}', por no rma, con el Iin de obtener la verdad, se co nvir ti ó ahora en . lel Gran Guill ol, Bujarin íue la única qu e, aunque admitió su re s-
U.I~ mét odo ru tinario .para obtener miles de falsas confes ione s por pousabiliclad po r 105 supuestos delit os de la m ít ica orga nizaci ón con-
crrrnenes sum ame nte improbables. (JA to rt ur a h abía dejad o de ser trarr evolucion aria , se llegó a asen tir a acusacio nes t l111 infamantes
parte ~e ,la jusl.icia p rocesal sovi étj ~ a eu el siglo XVIH, aunq ue d espu és como esp ion aje o complot paru asesinar a Lcnin. Además de: exp resar
se util iz ó e n C lrCl\ ns t:\I1CH1 ~ excepcionales, tales como las iosurreccio- su pe ni tencia por sus mala s accion es añadió, el) un a fr ase que re su me
J~es pohcas, o Ji! Revo lución el: l?(~5 . ) Lo s f uncion ari os de inves tiga- 1,\ atmósfera de estos juicios: «Nos rebe la rnos por mé t odos el imiuales
contra la alcg rfu de la nueva vidu. » (Al parecer , Bujarin no f ue
ci ón era n libres para Ideal' e infligir todo tipo de su frimi en to fís ico
y menta l p ~ra indu cir a las pe rsona s n confesar cielitos q ue los perseo tortu rar lo (fsicamc nt e , pel'O fue ame nazado con el asesinato de su
cu rores ,sa.bJan que en~ n totalm en te imag inarios. Los pocos que no esposa y su hijo pequeño.)
sucnrnbían a tales medid as generalmen te acababan haciéndolo cua ndo El primer ef ecto de las plll'gas fue crear una gran desolaci ón no
s~. les d ecía que si no confesaban sedan asesinados su m ujer y sus sólo en el Partid o, sino en todo s los asp ect os de la vida de la. Unión
hiJOS --un a amenaza qu e se llevó a efec to muchas veces . Nadie se Sovi ética . El b DJ'\O de sangre alcan zó a gran parte de los delegados,
s~ntia ~ eg l1 J:() ! pu es ,nin gú n grad o ele servidumbre al tirano era garan- ':11 su mayoría estalinisras leales, qu e había n asistido al X Vll Con-
tia de inmunidad . E', 1.1 algunos casos, los co mités del Par tido de regio- ;~ I (:S O , y que no habían hecho más que pro nunciar discursos adula -
nes eJ1ter~s er al) asesi nados e ib an a 1:1 t umba seguidos de sus sucesores i orios hacia el Iíder. Se ex te rmin ó a numerosos ar tistas emi nentes y

en el oficio, cuya s m aJJOS aún del ataban su crimen . En tre 1:1s vícrimas ;\ cerca de la tercera pa rt e de los escritores soviéticos. Todo el país
estaba n todos Jos antiguos bolch eviqu es, todos los m ás estrechos co- estab a su mido en un mon st ru oso a taq ue de l UCl11',I , al p arece r in d u-
lab ? raclo:'es de Lenin , .10 5 antiguos miemb ros del Gobiern o y dd cic.h -..-pero la apariencia er a enga ñosa-e- pOI.' 19 volu n tad de un único
Polr.t?U~·Q y el ,SecretarJ:I?O del Partido, los activ is tas de todo tipo, déspo ta .
aca~emKos, ,alY SUlS, escrrtores, economist as, militares, abogados , in- Los CÚffill?istas no ru sos también cayeron vícti mas de las purgas .
g~n.:~ros , medl~os y -con el tiem po, una vez habían cumplido su Los polacos fueron los más afecta dos : en 1938, un a resol ución del
Jr:¡SlOn - los l~lJ~mOS o.gentes de la purg>l, ya fueron fun cionari os supe-
Corn int ern el isol víó el Pa rtido Comunista Pola co (que era ileg al en
flore s del serv icio de seguridad o miembros del Pa r tid o espe cialmenrc 1'010111'1) con d pr etexto ele que era un refu gio d e trotski stas y otros
celosos. El cuer po de oficiales del ejército y la ar mad a fue d iezma- enemigos, y sus cuadros en la Unión Sovié t ica fu eron diezmados me-
do , lo que fue una de las prin cipales causas de las derrotas soviéticas dian te detencio nes y e jecuciones. Cas i todo s los líderes fueron encar-
durante los dos primeros años de la guerr a con Alemania . L as cifr as celado s, y sólo unos pocos rec up eraron su li bert ad años despu és . Los
de detenciones y ejecuciones eran asignadas po r las au tori dade s e n nlort u nados fueron aquellos que no pudie ron acu dir a Ru sia cua ndo
f un ci ón de las di ve rsas áreas; si la policía no las cump lía, serí an eje- rllt~ ron [lamados, pu es estaban presos en Polon ia. Los pocos que des-
entados S~l,S miembros , y si las cumplía serían acusado s con el tiempo 11hcdccier on real men te la llamada [ueron declarados púhlic~1TIente
de exter lUl.naJ' a los cu a d~'~ s del Partido. (Co n un macabro humor típi- , I¡~e n tes de la p olicía polaca, y de esta fo rm a fueron entregados en
co de Stalin , esta acusacion íu e fo rmulada cen tra alcunos cuc como manos de ésta -una técnica fre cuentemente ut ilizada en Jos años
I rcint a contr a los miemb l'OS «desviacionistas» de los partidos com u-
Pos tyshev, se h abían dis tin guido en la campa ña de'"asesinatos rnnsi-
vos.) Quienes rea[iz?ban mil] su labor p odían ser ejecutados por sab o- nistas clandestino, ele otros pa íses. Ad emás de los polacos, fueron
taje; los que la r~a l tza b an dema siad o bien «podían se r sospechosos, al 'íctimas de las pur gas muchos comun istas húngaros (incluido B éla
mos tr ar un excesivo celo para encubrir su propia in sati sfacci ón. (En I( un ), yugos lavos búlgar os y alemanes ; alg unos de estos últimos so-
1

una conferenc ie de:: 1937, Stalin dijo qu e mu cbos sabol eadoL'es esta- hl'. vivieron hasta qu e en 19.39 fue ron entren0 ados por St alin a la
( ,(:stapo .
ba¡: haciendo pre<:ísatllen te es tu.) El pr opós; to cle los ju icíos e i llvest i·
?aClO;x:s er a m~)strar que casi tocio el núcleo origi m l elel P arti do , Los cam pos de co ncen tra ció n estabJl1 il rebosa r. . To do ciudadano
1l1chl1dos los ma ~ es tr.echos colaboradores de Lenin , eran una b:mcla :;() 'itticú se h abía acos tumbrado al hecho de qu e ser detenido y con-
de espías, agentes impeJ.'ialistas y enemigos del pueblo cuva ún íca ,¡enano a muerte o a prisión indefinida 110 tenía nada que ',.'el' con la
ide" era y había sid o siempre def> truir el esUldo su\,j étÍ~o. Ante u n ('Ilestión de si el trabajo de un hom bre era b ueno o malo , de si per-
92 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo COJIlO la ideología del Estado soviético 93

tenecía o no a algún tipo de oposición, o incluso de si amaba o no a ciertas circunstancias pudiese adquirir vida propia y no ser meramente
Stalin. El clima de atrocidad produjo un tipo de paranoia universal, un instrumento en manos del dictador. Isaac Deutscher, en su primer
un mundo monstruoso pero irreal en el que todos los anteriores cri- libro sobre los procesos de Moscú (publicado en polaco), 'adelantó la
teri,os, incluso los del despotismo «ordinario», habían dejado de ser notable teoría de que éstos fueron un acto de venganza de los men-
aplicables. cheviques contra los bolcheviques -y esto porque las víctimas fue-
Los historiadores y otros estudiosos que, en años posteriores, han ron casi todos antiguos bolcheviques, mientras que Vishínski, el
intentado explicar esta singular orgía de sangre e hipocresía, han principal persecutor, era un ex menchevique, y el principal propa-
formulado preguntas que no son fáciles de responder, gandista de esos días, David Zaslavsky, había sido miembro de la
En primer lugar, ¿cuál podía ser la razón de este destructivo fre- Liga Judía. Esto es tan fantástico como la explicación que Deutscher
nesí cuando, según todos los indicios, no existía una amenaza real pare ofrece posteriormente en el tercer volumen de su vida de Trotski (El
Stalin o para el régimen, y toda posible fuente de revuelta dentro , pr(?!eta desterrado, 1963, pp. 306-7), a saber, que la alta burocracia
del Partido podía haber sido sofocada rápidamente sin una masacre? soviética no estaba contenta con sus privilegios, por grandes que és-
En particular, ¿cómo podría explicarse esto cuando parecía obvio que tos fueran, porque no podía acumular riqueza o legarla a sus hijos, y
toda la destrucción de los cuadros más veteranos había de debilitar por tanto existía el riesgo, como temía Trotski, de que sus miembros
el Estado, tanto militar como económicamente? intentaran destruir el sistema de propiedad social. Stalin, según Deuts-
En segundo lugar, ¿por qué hubo una total falta de resistencia cher, era consciente de este peligro y utilizó el terror para evitar
cuando todos los miembros de la población estaban amenazados, in- que la nueva clase privilegiada se consolidara y llegara a arruinar el
cluso aquellos que aplicaban más atrozmente las atrocidades? Muchos sistema. Esta es, de hecho, una paráfrasis de la versión estalinista
ciudadanos 'soviéticos mostraron valor militar y" arriesgaron su vida de que las víctimas intentaban restaurar el capitalismo en Rusia. Sin
en el combate: ¿por qué nadie se levantó contra el tirano, por qué embargo, en su biografía de Stalin (1949) Deutscher adoptó la que es
todos iban voluntariamente a la masacre? la versión más o menos general de los historiadores. Stalin quería des-
, En tercer lugar, dando por supuesto que las víctimas de las farsas truir a todos los líderes de Gobierno o Partido alternativos; no había
judiciales se veían obligados a confesar delitos no existentes por mo- ya una oposición activa, pero una súbita crisis podía haberla creado, y
tivos de propaganda, ¿por qué fueron forzadas estas confesiones de por tanto había que aplastar cualquier posibilidad de un centro de
cientos de miles o millones de personas insignificantes a las que nadie poder rival en el seno del Partido.
podría oír nunca? ¿Por qué el tremendo esfuerzo por inducir a vícti- Esta hipótesis puede explicar los procesos de Moscú, pero está
mas desconocidas a afirmar confesiones fantásticas que habían de ser menos claro cómo explica el carácter masivo de la purga, que afectó
enterradas en los archivos policiales y no utilizadas para ningún fin a millones de personas desconocidas que no tenían oportunidad alguna
público? de convertirse en líderes alternativos del Partido. La. misma objeción
En cuarto lugar, ¿cómo fue que en estos días Stalin fue capaz de vale para otras teorías propuestas en ocasiones, como la relativa a
elevar el culto de su propia personalidad a alturas tan inusitadas? En la necesidad de Stalin de buscarse cabezas de turco para sus fracasos
particular, ¿por qué muchos intelectuales occidentales, sobre los que económicos, o su instinto de venganza y sadismo personal -que cier-
no existía presión personal alguna, se hicieron estalinistas en este tamen te explican muchos casos individuales, pero difícilmente la ma-
'período y recibieron mansamente, o aplaudieron activamente, la cá- sacre de millones de personas.
mara de los horrores de Moscú y su explicación oficial, mientras que Puede' decirse que las purgas fueron un macabro acto irrelevante,
las mentiras y la crueldad del espectáculo debían haber sido patentes a en el sentido de que la finalidad que perseguían podía haberse alean-
todo el mundo? liado por otros medios. Sin embargo, fueron, por así decirlo, parte de
Todas estas preguntas son relevantes para la comprensión de, la la lógica natural del sistema, Era cuestión no sólo de destruir cualquier
función peculiar que la ideología socialista-marxista estaba empeza ndo rival real o potencial, sino de acabar con todo el organismo en el que
r ejercer en el nuevo sistema. podía haber aún restos, por escasos e impotentes que fueran, de leal-
En cuanto a la primera cuestión, la mayoría de los historiadores tad a otra causa distinta al estado y a su líder -en particular, restos
cree que el principal objetivo de las grandes purgas fue eliminar al I le la creenda en una ideología comunista como marco de referencia
Partido como foco potencial de vida política, como fuerza que bajo y objeto de culto, independientemente de las directrices del líder y
94 Princlpalcs corrientes del marxismo 3. El marxismo corno la idcologfa cid Estado soviético 95

del P ¡11.'Üdo. El objeto de un sistema totalitario es destruir todas las Aun así, el hecho de que el holocausto .n o encontró resi~tencia en
fo rmas de vida comunitaria no impuestas por el estado y estre cha- la població n sov ié tica o incluso en el Partido parece sugerIr que .no
m ente con troladas p or él , de forma que los ind ivi duos est én mu- era n ecesaria U1Hl purga, al menos a esa escala. Al parecer, el Partido
tuamen te aislados y pasen a ser inst rum entos a manos LId estado . El estaba lo bas ta nt e cerc a de la con dición ideal del ~,saco de p~tatas»
ciudadano pe r tenec e al estado y no debe tener ot ra lealtad , ni si- (com o dijo Marx de los caJnpes~nos f: ancescs) .Y O) d;seaba ru pl~do
quiera J:¡ id eología est at al, E~ LO puede parecer paradójico , pero no es crear ningún centro de pensamiento ¡ndepcl1 chente. Por o tra parte,
sorprendente para Lodo el que conoce un sistem a de este tipo desd e 1\0 sabemos si , d e no ser por la p urga , p odía no ha~erlo . hecho en
dentro . Tod as las form as de revuelta contra el Partido en el Go- una ép oca ' de cri sis , por ejemplo, en los momentos mas pel igro sos ele
bierno, iodo «d esviacion ismo » y «revisionismo», fr acciones, grupos , [a ¡> uerra co n .Alemania. .
r ebeliones, tod as por igual h abían apel ado a la ideologfa de la cual D E st o no s lleva a la segunda cuesti ón: ¿cóm o es qu e la socieda d
el Pa rtido era cus todi o. E n conse cuencia , esta ideología tuvo que ser soviética fue incapaz de d esarrollar u na resist enc ia? La respll~st a pa-
revi sad a para poner bien claro a to dos qu e nadie estaba autorizad o rece ser que el Partido, fu era del Iiderazgo supremo, ya era incapaz
a ap elar a ella de for ma inde pe ndient e -al igual q ue en la Edad Me- de or ganizar se de forma indep end iente. >con re specto. al aparato ele
dia no se permitía comentar las E scrituras a persona s no auto rizad as I,ndel'. Al igu al que el resto de la poblac1on, fue red uci d o ,a una colee-
y la propi a Biblia fue en todo momento el liber baereticorum . E l ción de individuos aislados; en el con texto de la represion, com.o en
Partid o era esen cialmen te un cuerpo ideológico, es decir , un cuerpo toda otra esfera de vida, el Es tado omnip oten te se enfrentó al clyda.
cuyos miembros estaban uni dos por un a fe co mún y unos valores com - rlano aislado. La parál isis de los individuos era to tal y, al mismo
p artidos . Pero , como siem pre sucede cuando las ideologías se convier- tiempo, no po dí a negarse que el P artido .a~t~Ulb:J. de acuerda .con ~o~
ten en in st ituciones , est a fe tení a CJue ser lo sufici entemente vaga e prin cipios que había d efe n.d ido des~e su 1111C.IO. T~do~ sus miembros
indefinida como par¡¡ pod er ser u tilizada para jus ti ficar cualq ui er mo - habían tomado parte en ac tos m asrvos de violencia . cont~'a la pol'.la-
vim iento p olí tico a la vez que se afirmaba que no había habido un «i ón, y cuando ellos mismos cayer on v íc tim as d e la.Ll~Sflhdad a na da
cambio «real» en la doct rina. Inevitablemente , aquellos que se tom a- pod ían ya apelar . Ni ngu no de ellos había pu~sto Ob¡eCIOn a h .s farsas
ban en serio la fe querían int erpretarla por sí mi smos y cons iderar judiciales y a las eje cuciones mientras las .\' 1c t Jl112 S ~o fueron miembros
si este o aqu el paso p ol ítico estaba de acu erdo con la versión estali- <Id Partido; todos ell os acep tar on , acti va o p asrvarnent e, qu e «en
n ista dd marxismo-leninism o . Pero esto les conv ertía el) críticos po- pri ncipi o» no ha bía nada malo en el a~esin(1 to ju di cial. T od o,s estab an
tendales y rebel des contra el Gob ierno , incluso si juraban fidelidad de acue rdo , también , en que en cu alquier momento era,n los líderes del
a Stalin , pues siemp re pod rían invocar el ayer de Sta lin contra el Partido quienes habían de de cidir 9uién .er~\ un enem igo de cla~.~, un
hoy y ut iliza r las pala bras del líder contra sí mism o. Por 10 tanto , la nmigo de los kulaks o un agen te tmpeL'lallsta. Las. reglas del. Juego,
purga rcn ía por finalidad de struir tales vínculo s ideológicos aun exis- '11le todos ello s habían aceptado, hablan. de ser aplicadas contra ellos
tentes en el seno del P artido, convencer a su s miembros de qu e no v no ten ían principios morales que pudi er an ha be r fomentado un es-
ten ían ideología o lealt ad excep to la última orden superior, y redu- ' " • 1 • •
pi n t u oe resistencia . . . ' . .
cirlos , al ig ual que al resto d e la sociedad, a un a mas a imp oten te y Durante la guerra , en un a de las pl'lS100eS de Stalin., el poeta. po-
desintegrada . E sta fue la continuaci ón d e la mism a ló gica 'que empezó IlICO Aleksander \'{fat se encontró a un an tiguo bolcheviqu e , el h~sto­
con la liqu idación de los pa rtidos liber ales y socialistas, la prensa y riador 1. M. Stetlov, y le preguntó por qu é todos los pro~a gon l s t~s
las ins tituciones culturales independientes, la rel igión , la filosofía y el , le los procesas de Mosc ú habían asentido hasta a las acusaciones mas
arte, y final men te con la s fracciones del propio Par tido . Dondequiera ridículas. Stetlov, conte stó simple mente : «E sníba mos todo s hasta los
que hubiera un vínculo id eo lógico d isti n to a la lealtad al líder, había codos de sangre .» ' . ..
una posibilidad de fracci onalismo incluso si és te no existía en re ali- El) cuanto a la tet eera pregunta , podría parecer en prmcl.\?lO que
dad . El obj eto de la purga era err adica r esta posi bilidad, y fue real- se tr ató de una alucinación colecti va . Aun suponi endo .qu e St ali n tuv~
men te eficaz ; pero los principios que di ctaron la hecatombe de los 1" lenas razones para la mata n za colectiva de COJUllOlstas, ¿p or q~e
año s treint a sigu en aún vigentes y no han sido nunca abandonados. n n nec esario hacer confesar bajo tor tura a innumerables person as ,1l1-
La le alt ad a la ide ología marxist a como t al es todavía un crimen y una .'¡uni6can tes que habían pla nea do un com plo t p2.ra ven?e: el Uzoe-
fuente de desviaciones de todo tipo. Iti~ tál1 a los in gleses, o haber sido agentes de P ilsudski, 1otent:lhdo
96 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 97

asesinar a Stalin? Pero había también una mín ima brizna de método rruptibles socialistas ingleses Sidney y Beattice Webb visitaron la
hasta en esta locura. Las víctimas tenían que ser destruidas o inutili- Unión Soviética más de una vez durante la época del terror y escri-
zadas no sólo físicamente, sino también aniquiladas moralmente. Pudo bieron un libro enorme sobre la «nueva civilización». El sistema
suceder que los agentes de la N . K . V. D . firmaran ellos mismos las soviético, afirmaban, era la encarnación de los más genuinos deseos
falsas confesiones y ejecutasen después a sus vtctimas o las enviasen de justicia y felicidad de los hombres, en flagrante contraste con la
a campos de concentración con motivo de su «confesión» -excepción corrupta y decadente pseudodemocracia inglesa: no vieron razón para
hecha, por supuesto, de los que tenían que confesar sus crímenes a dudar de la sinceridad de los procesos de Moscú o de la perfección
todo el mundo en los procesos públicos; pero éstos fueron sólo un del primer Gobierno «democr ático» de Rusia. Otros intelectuales que
escaso porcentaje del total. Sin emba rgo , de hecho, la policía insistía Alabaron el sistema y aceptaron la ficción de los procesos fueron Lean
en que la gen te fumase sus propias confesiones, y por lo que se sabe Feuch rwanger, Rornain Rolland y Henri Barbusse. Entre los pocos
falsificaron pocas firmas. A resultas de esto, las víctimas se convir- que no se unieron al coro estaba André Gide, quien visitó la U . R. S. S.
tieron en accesorios de los crímenes cometidos contra ellas mismas en 1936 y describió sus impresiones. Naturalmente, no vía ninguna
y partícipes en una campaña universal de falsedades. Casi todo el de las atrocidades: estuvo rodeado de adulación y sólo se le dio a
mundo podía ser obligado mediante tortura a confesar cualquier cosa, conocer falsos logros del régimen, pero se dio cuenta de que la fa-
pero por norma, al menos en el siglo xx, la tortura se utiliza para chada ocultaba un sistema de mendacidad universal. Algunos escrito-
obtener una información verdadera. En el sistema estalinista, tanto res polacos también lograron ver más allá de la ficción, como también
los torturadores como sus víctimas sabían perfectamente que la ínfor- ·1 periodista inglés Malcolm Muggeridge (Winter in Moscow, 1934).
mación era falsa; pero insistían en la ficción, pues de esta forma La reacción de los intelectuales occidentales fue un notable triunfo
todos contribuían a formar un mundo «ideológico» irreal en el que la de la ideología doctrinaria sobre el sentido común y el instinto crf-
ficción universal tuviera aspecto de verdad. rico. Es cierto que los años de las purgas-fueron también los de la
Un régimen similar de ficción organizada prevalecía en muchos umenaza nazi , y esto puede explicar hasta cierto punto por qué muo
otros campos, como , por ejemplo, en el sistema de «elecciones» ge· ches pensadores y artistas educados en una tradición izquierdista o
nerales. Podía pensarse que el Gobierno podía haberse ahorrado la liberal vieron en Rusia la única esperanza de salvar la civilización
molestia y gasto de estos espectáculos, cuya absurdo era patente para rlc la amenaza que pendía sobre ella; estaban preparados a perdonar
todos ; pero eran importantes po rque convertían a todo ciudadano en mucho al «Estado proletario» si éste podía constituir un medio de
partícipe y coautor de la misma ficción, la «realidad» oficial que, por defensa contra la barbarie fascista. Fueron los más rápidamente en-
este mismo hecho, dejaba de ser completamente espúrea. I-Iañados porque al nazismo, al contrario que al estalinismo, apenas le
La cuarta pregunta nos enfrenta de nuevo a un fenómeno con- impor taba ocultar al mundo su mala cara: proclamaba abiertamente
fusa. La información de la Unión Soviética que llegaba a Occidente que su intención era crear un omnipotente gigante germano, convir-
era , lógicamente, fr agmentaria e incierta; el régimen se había aplicado I icndo en polvo a las demás naciones y reduciendo -a la esclavitud a
concienzudamente a limitar los contactos y el flujo de noticias en amo lus «razas inferiores» . Por otra parte, Stalin seguía predicando el evan-
bas direcciones; los viajes al extranjero de los ciudadanos soviéticos Helio socialista de paz e igualdad, liberación de los oprimidos, ínter-
estaban estrictamente controlados en interés del estado, y cualquier nacionalismo y hermandad entre los pueblos. Los occidentales, cuya
comunicación no autorizada con extranjeros era considerada espionaje profesión era pensar críticamente, hallaron esta verborrea más con-
o traici ón. No obstante, el estado soviético no podía aislarse como vincente que los hechos: la ideología y el pensamiento desiderativo
pletamente del mundo. Alguna información sobre el horror policíal íueron más fuertes que la más manifiesta realidad. Es importante
se filtraba a Occidente, aunque nadie se daba cuenta de su alcance. ndvertir, al considerar las purgas, que la Rusia de Stalin no estuvo
Además, los procesos de Moscú eran preparados rápida y torpemente, nunca gobernada por la policía, ni la policía estuvo nunca «por enci-
y las contradicciones y absurdos que contenían eran comentados en ma del Partido»: ésta fue la excusa utilizada por los presuntos refor-
algunos periódicos occidentales. ¿Cuál es, entonces. la explicación de madores tras la muerte de Stalin, que afirmaban que su tarea era res-
la indulgente actitud que los intelectuales occidentales adoptaron ha- murar la supremacía del Partido. Es cierto que con Stalin la policía
cia el estalinismo, cuando no su activa defensa? Los honestos e inca- podía detener y asesinar a voluntad a los miembros del Partido, pero
98 Principales corrientes del marxismo .l. El marxismo como la ideología del Estado soviético 99

no a los de orden superior, donde todas estas acciones tenían que Un sistema del tipo del soviético tiene la ventaja de que no tiene
ser ordenadas o aprobadas por las máximas autoridades del Partido que justificar sus acciones al público: por definición, representa sus
y en particular por el propio Stalin. Stalin ut ilizó a la policía para intereses y de seos, y nada puede alterar este hecho ideol ógico. Sin
gobernar el Par tido, pero él mismo gobernó tanto a éste como al E s- embargo, también está expuesto a un riesgo al que las estructuras
tado en su calidad de líder del Partido, no como jefe de seguridad: democr áticas son inmunes, a sabe r: es extremadamente sens ibl e a la
esto está bien documentado por Ja n Jaroslawski en su estudio sobre crí tica ideológica. Es to significa, entre otras cosas, que la intelligent-
las funciones del P artido en el sistema soviético. El Partido, encar- sia de sempeña un papel que no tiene parang ón en otro tipo de Estado .
nado en Stalin, no abandonó el poder supremo por un solo momento. Una amenaza a la validez intelectual del sistema, o la defensa de una
Cuando los reformadores posteriores a Stalin exigieron que el Partido ideología diferente, representa un peligro mortal. El Estado cotali-
debía estar por encima de la policía, querían sólo qu e los miembros iario no puede ser nunca completamente invu lnerable o insensible al
del Partido no fueran detenidos sin la aprobaci ón de las autorida- pensamiento crítico. Puede aparecer como omnipotente, pu es domina
des del Partido. Pero esto había sido siempre así, pue s incluso si la po- lodos los aspectos de la vida, pero es también débil en tanto cual-
licía de un cierto nivel arrestaba a líderes del Partido de igual cate- quier fisura en el monolito ideológico constituye WIa amenaza para
goría, lo hada bajo la mirada de otros líderes de éste de superior su existencia.
rango. La policía era un instrumento en manos del Partido . Un sis- Además, es difícil mantener un sistema en el que la ideología
'stá privada de su movimiento inercial y reducida a nada más o me-
tema policial en sentido estricto, es decir, uno en el que la policía
nos que los dictados actuales de la autoridad estatal. La lógica del
tenía las manos completamente libres, no prevaleci ó ni pudo hacerlo
estalinismo es que la verdad es 10 que dice el Partido, es decir, Stalin,
en el Estado Soviético, pues ello hubiera significado que el Partido
en un determinado momento, y el efecto de esto es despojar de su
había perdido poder, y esto no podía suceder sin que todo el sistema sustancia a la ideología. Por otra parte, la ideología debe ser presen-
se colapsara. rada como una teoría general con consistencia propia, y en la medida
Esto explica también el especial papel desempeñado por la ideo- en que est o se consigue no hay garantía de que no pueda ser utilizada
logía , tanto bajo Stalin como en la actualidad. La ideología no es como fue rza pro pia y sea emp leada --como sucedió realmente en el
simplemente W1a ayuda o algo aux iliar al sistema, sino una condición período postestalinista- contra sus principales portavoces y únicos
absoluta de su existencia, independientemente de si las personas creen intérpretes autorizados.
o no en ella. El socialismo est alinista creó un imperio gobe rnado des- Sin embargo, a finales de los años treint a, este peligro parecía muy
de Moscú, la base de cuya legalidad derivaba completamente de la remoto. El sistema había sido llevado casi al estado de perfección
ideología: en particular, de la doctrina de que la Unión Soviética en- ideal, en el que apenas existía la sociedad civil y la población parecía
cama los intereses de todos los traba jadores y en especial de la clase no tener otro propósito que obedecer a las órdenes del Es tado perso-
trabajadora de todo el mundo, qu e representa sus deseos y aspiracio- nificado en Stalin.
nes y que co nstituye el primer paso hacia una revolución mundial Un instrumento esencial para la des trucción de los vínculos so-
que liberará a las masas trabajadoras dondequiera que ést as estén. ciales fue el sistema universal de espionaje del propio vecino. Cada
El sistema soviético no podía haber hecho nada sin esta ideologí a, que .iudadano tenía la obligación legal y moral de espiar, y la práctica del
es la única raison d'étre de su apa rato de poder. Este aparato tiene chisme era el principal método para segu ir con vida . La masacre
carácter esencialmente ideológico e internacionalista y no podía ser continua creó espacio para muchos que aspiraban a un.irse a la privi-
sustituido por la policía, el ejército o cualquier otra institución. legiada clase go bern an te y estaban dispuestos a demostrar su capa-
Esto no es lo mismo que decir que el Estado Soviético estuviera cidad destruyendo a los demás. De esta forma, gran número de per-
en un momento dado determinado por la ideología; pero la ideología sonas se convirtieron en instrumentos del crimen con objeto del me-
debía estar ahí para justificarlo cuando fuese necesario. La ideolo- dro personal. El ideal del socialismo estalinista pereda ser una situa-
gía está incorporad a en el sistema, y por consiguiente desempeña un ción en la que todos los habitantes del país (excepto Stalin) eran
diferente papel en la Unión Soviética que en los Estados cuyo prin- miembros de un campo de concentración y también agentes de la
cipio básico de legitimidad deriva de las elecciones populares o del policía secreta, Era difícil conseguir tal grado de perfección, pero
carisma de una monarquía hereditaria. en los años treinta fue muy fuerte la tendencia hacia él.
100
Principales corrientes del marxismo 1. El marxismo como la ideología del Estado soviético 101
2. La codificación del marxismo de Stalin
texto canónico. Su interés dominante se centraba en el ala izquier-
dista y no bolchevique de la Internacional y en Trotski , Según ~t~­
Durante los años treinta, toda rama de cultura de la Unión Sovi éí
lin mientras que la izquierda socialista había prestado algún servrcio
ti~a estab~, es~ic~amente regimentada, y la vida intelectual indepen-
en' la lucha contra el oportunismo , también había cometido impor-
d,lente dejó practIcamente de existir. Las humanidades fueron redut
tantes errores. Rosa Lu xemburgo y Parvus se habían alineado en nu-
cidas gradual pero e~c~zmente al paP7l de auxiliar de la política y la
merosas disputas con los mencheviques, por ejemplo la relativa ,a
propaganda, con el unico fin ~e glorificar al sistema y a su líder X
las normas del Partido, y en 1905 habían ideado el «esquema semi-
de desenmascarar a.los «enemIgos de clase». En 1932, dirigiéndose
rnenchevique de la revolución permanente» 9ue posteriorm,ente adop-
a ~n grupo de escritores en la casa de Gorki, Stalin describió a los
t6 Trotski, cuyo fatal error era rechazar la Idea de una ~anza entre
artistas en general como «ingenieros de las almas de los hombres »'
el proletariado y el campesinado. En cuanto al. tr?tslnsmo, h~dll
est: lisonjero término pasó a convertirse en la fórmula oficial. La~
tiempo que había dejado de formar parte del movirruento comunista
películas y el teatro fueron tratados de igual manera, si bien este úl-
y se había convertido en la «fracción avanzlld~ de la b~rguesía con-
trrno sufrió menos, Se permitió subsistir a un repertorio tradicional
trarrevolucionaria». Era una monstruosa mentira sugerir que) antes
de ~bras en la me~ida en que ~os autores, en su ~ayoría dramaturgos
de la guerra, Lenin no comprendió que la revolución demo~rátieo­
C~áSICOS rusos, podían ser descritos como «progresrstas» o incluso «par- bu rguesa tenia necesariamente que desarrollarse en una revolución so-
cialmente p~ogresIstaS)~: éste ~ue el C?SO de Gogol, Ostrovski, Salty-
kov-Shchedrin , Tolstoi y Chejov, e inclusr, en los peores años pu- cialista, y que después había tomado esta idea de Trotski. La carta
diet?n verse excel~ntes . ob:as en los teatros rusos. Novelistas, poetas
de Stalin (Obras) ed . inglesa, vol. 13, 1955, pp. 86 Y ss.) sentó de
y directores de CIne rivalizaban entre sí en la adulación a Stalin: una vez por todas las bases de la historiografía soviética: Lenin siem-
esto llegó a su cúspide en los años de la postguerra, pero ya estaba pre había tenido razón, el Partido Bolchevique siempre había sido
muy ,desarr ollado en el período que estamos considerando. infalible , aun cuando en ocasiones sus enemigos intentaran .sin éxito
SIn embargo, la represión y la regimentación afectaron a diferen- apar tarlo del camino correcto. Todos los grup os no bolcheviques del
tes esferas de la vida intelectual en diversos grados. Durante los años movimiento socialista habían sido siempre semilleros de traición o,
treinta existió una fuerte tendencia hacia la orientación marxista en a 10 sumo, tierra fértil de perniciosos errores .
ciertas ramas de la ciencia, sobre todo en física teórica v genética Este juicio puso el sello a la reputación histórica de Ros~ L~­
pero esto no alcanzó su clfrnax hasta finales de los años cuarenta: xembu rg y también sentó jurisprudencia definitiva sobre Trotskí. Sin
Sin embargo, otras disciplinas que eran especialmente sensibles desde embargo, faltaban todavía unos años para que todos los problemas
el p~nto. de vista ideológico, tales como la filosofía, la teoría social y de la historia la filosofía y las ciencias sociales quedaran resueltos de
la historia -sobre todo la historia del Partido y de la época moderna una vez por 'todas. Esto tuvo lugar en 1938:" con la. p~blicaciót1 d~
en general-, no sólo estuvieron encorsetadas durante los años trein- la Historia del Partido Comunista de la Unton Sooiética (Bolcbeoi-
ta, sino que estuvieron totalmente codificadas en términos estali- que) , un Breve curso editado por una comisión an,ónima: en .e,sa época
nistas . .
Stalin s610 fue identificado como autor de la celebre seccion sobre
, !lna etapa importante en el sometimiento de la historiografía so- «Materialismo Dialéctico e Histórico» (cap. IV), estableciendo la ver-
vi étíca e.s, la marcad.a por una carta de Stalin, en 1931, al periódico sión oficial de' la cosmovisión del Partido . Sin embargo, tras la guerra
Revol~~lOn Proletaria, cuyo consejo editorial publicó con la adecuada se afirmó oficialmente que todo ellíbro habfa sido escrito por Stalin,
autocrttíca. La carta les censuraba la publicación de un artículo de y habrfa sido publicado de nuevo como pa rte de sus obras completas
Slutski sobre las relaciones entre los bolcheviques y los socialdemó- si éstas no se hubieran interrumpido con su muerte. Se desconoce la
cratas aI~anes a~tes de 1914, er: el que era criticado Lenin por dejar génesis exacta del Breve curso: . probable~ente fue compila~o princi-
de apreciar el peligro del «centrismo» y el oportunismo de la II In- palmente por un equipo de esct1to~es ofiCJal~s y ?e~p~és revisado por
ternacional. Tras denunciar el «putrefacto liberalismo» del periódico Stalin. En varios lugares se apreCIa su estilo distintivo, sobre tO?O
al afirmar que Lenín «dejó de apreciar» algo, es decir) que cometió cuando habla de los diversos traidores y desviacionistas como «pig-
alguna vez un error, Stalin presentaba en la carta una historia resu- meos de la Guardia Blanca», «despreciables lacayos de los fascis-
mida de la II Internacional, que posteriormente se convirtió en un tas», etc .
102 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 103

El destino posterior del Breve curso constituye un episodio nota- del Partido, historiadores y propagandistas que abordaron cualquiera
ble en la historia de la palabra impresa . Publicado en millones de co- de estas materias estaban obligados a suscribir todas sus fórmulas
pias en la Unión Soviética) sirvió durante quince años como manual de can ónicas y a repetir literalmente todas las frases relevantes. El Breve
ideología totalmente vinculante para todos los ciudadanos. El tamaño curso no era s610 una historia falsificada, sino una poderosa institu-
de las ediciones podría compararse sin duda al de la Biblia en los ción social -uno de los más importantes instrumentos de control
países occidentales. Fue publicado y enseñado sin cesar en todos los mental en manos del Partido, destinado a destruir tanto el pensamien-
centros. En los cursos superiores de las escuelas secundarias, en todos to crítico como los registros del pasado de una sociedad .
los centros de enseñanza superior, los cursos del Partido, etc. , en los Desde este punto de vista, el libro se adapta a la perfección a la
que se enseñaba algo, el Breve curso fue el principal suministro inte- pauta del Estado totalitario creado por Stalin, Para reducir el sistema
lectual de los ciudadanos soviéticos. Para cualquier persona no anal - a la perfección y reducir a cero la sociedad civil era necesario des-
fabe ta hubiera sido 'una difícil hazaña ignorarlo; la mayoría de las truir todas .las formas de vida no controladas por el Estado y que
personas eran obligadas a leerlo una y otra vez, y los propagandistas pud ieran constituir algún tipo de amenaza. También era necesario
y conferenciantes del Partido se lo sabían virtualmente de memoria. idear medios para destruir todo pensamiento y memoria independien-
El Breve curso estableció un récord mundial también en otro as- tes -una tarea extremadamente difícil pero importante. Un sistema
pecto. Entre los libros con pretensiones históricas no hay probable- totalitario no puede sobrevivir sin reescribir constantemente la his-
mente otro quecontenga tal cantidad de mentiras y supresiones. Como toria, eliminando hechos, personajes e ideas del pasado y sustituyén-
indica su título, el libro es una historia del Partido Bolchevique desde dolos por otros falsos. Era impensable en términos de la ideología
su nacimiento, pero el capítulo IV introduce también al lector en las soviética decir que ' un determinado líder que había caido víctima de
cuestiones generales de la historia universal y expone la versión «co- la purga había sido alguna vez un verdadero servidor del Partido, '
rrecta» de la filosofía y la teoría social marxistas . La moral se deduce pero que posteriormente había caído en desgracia: todo aquel que al
libremente de los hechos históricos y se presenta como la base de final era proclamado traidor debía haberlo sido desde el principio.
las acciones del Partido Bolchevique y del movimiento comunista Los que fueron simplemente ejecutados sin ser calificados de traidores
mundial. Las conclusiones históricas son simples : el Partido Bolche- dejaban de ser personas y nunca se volvía a hablar de ellos. Los lec-
vique, bajo el brillante liderazgo de Lenin y Stalin, siguió inquebran- tores soviéticos se acostumbraron a ver ediciones de libros aún a la
tablemente desde e.l principio la impecable política que fue coronada venta, pero el nombre de cuyo editor o traductor había sido cuida-
con el éxito de la Revolución de Octubre. Lenin es presentado siem- dosamente borrado. Sin embargo, si el propio autor era un traidor,
pre como la vanguardia de la historia, y directamente detrás de él, entonces el libro desaparecía completamente de la circulación y sólo
Stalin. Algunos individuos de segundo o tercer orden que tuvieron quedaban algunas copias en las secciones «prohibidas» de las libre-
la suerte de fallecer antes de las grandes purgas son mencionados bre- das. Esto sucedía así aun cuando el contenido del libro fuese irte-
vemente en determinados momentos de la historia. En cuanto a los prochablemente estalinista: como en todo pensamiento mágico, un
líderes que realmente ayudaron a Lenin a crear el Partido, llevar a objeto conectado de algún modo con un mal espíritu estaba conta-
cabo la Revolución y fundar el Estado Soviético, o no son mencio- minado para siempre y debía ser destruido y perdido para el recuerdo.
nados o son presentados como detestables traidores y espías intro- Se permitía a los ciudadanos soviéticos recordar la existencia de
ducidos en el Partido cuya carrera no consistió más que en sabotajes nlgunos traidores mencionados en el Brece curso para incluirlos en
y conspiraciones. Por otra parte, Stalin fue desde el principio el líder las condenas rituales, pero el resto del clan satánico se suponía olvi-
infalible, el mejor alumno de Lenin, su verdadero ayudante y mejor dado y. nadie se atrevía a pronunciar sus nombres. Los más antiguos
atnigo. El propio Lenin, según se da a entender, formó ya durante su periódicos se volvían deshonestos de la noche a la mafíana si incluían
juventud un plan para el desarrollo de la humanidad, y cada acto fotografíns de traidores o artículos escritos por ellos. No sólo se re-
posterior de su vida fue un paso deliberado para la realización de visaba constantemente el pasado, sino -un rasgo importante del es-
ese plan. talinismo-i- se suponía que todo el mundo era consciente de esto y
El Breve curso no sólo .estableci ó la pauta de la mitología bol- de la forma más bien simple en que se hacía y, además, de que nadie
chevique unida al culto de Lenin y Stalin, sino que prescribió un diría nada a menos que estuviera dispuesto a afrontar las peores con-
detallado ritual y liturgia. Desde la fecha de su publicación, líderes secuencias, En la Unión Soviética había muchos otros semisecretos
104 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 105

d.e, este ti~o, es decir, cu~stiones que se suponía. que toda la pobla- mentiras pasaban a ser verdad incluso si contradecían los hechos de
Clan conocía pero que nadie podía mencionar. En los periódicos nunca experiencia más obvios. Así, la condición de vivir en dos mundos
se habl.aba de los campos de trabajo, pero era una ley no escrita que separados a la vez fue uno de los logros más notables del sistema
todo ciudadano debía conocer su existencia: no sólo porque estas estalinista.
cosa~ 00 podían mantenerse en secereto, sino porque el Gobierno El Breve curso fue un perfecto manual de historia falsa y de pen-
quena que las personas fueran conscientes de ciertos hechos de la samiento doble. Sus mentiras y supresiones eran demasiado obvias
vida soviética, aun pretendiendo que estos hechos no existían. El como para ser pasadas por alto por los lectores que habían testimo-
objeto del sistema era crear una doble conciencia. En las reuniones niado los hechos en cuestión: todos, a excepción de los miembros
p.úblicas, e incluso ,en las conver~aciones privadas, se obligaba a los más jóvenes del Partido, sabían quién era Trotski y cómo se había
clUd~danos a repeur de forma ritual grotescas falsedades acerca de lievado a cabo la colectivización en Rusia, pero, obligados como esta-
sí mIsmo~, de~ mundo y de la Unión Soviética, y al mismo tiempo a ban a repetir la versión oficial, pasaban a ser coautores del nuevo
guarda~ silencIO, sobre cosas que sabían bien, no sólo porque estaban pasado y creyentes en ella como una verdad inspirada por el Partido .
aterrO,tIzados, SInO porque la repetición incesante de falsedades que Si alguien desafiaba esta verdad en razón de que iba en contra de
~onoc(an como tales l~s hada cómplices de la campaña de mentiras la experiencia manifiesta, la indignación de los fieles era perfectamen-
inculcadas por el Partido y el Estado. No era intención del régimen te sincera. De esta forma, el estalinismo produjo el «nuevo hombre
que las personas debían creer literalmente los absurdos oficialmente soviético»: UD esquizofrénico intelectual, un mentiroso que creía en
establecidos: .si había alguien lo suficientemente ingenuo como para lo que decía, un hombre capaz de incesantes actos voluntarios de auto-
hacerlo y olvidar por completo la realidad estaría en un estado de mutilación intelectual.
inocen.da con respecto a su propia conciencia y estaría presto a acep- Como hemos dicho, el Breve curso contenía una nueva exposi-
tar l~ Ide.ologf~ com~uústa como válida por derecho propio. La perfecta ción del materialismo dialéctico e histórico -un catecismo marxista
obedIenCIa. e~gfa, SIn embargo, que advirtieran que la ideología ac- para toda una generación. Esta obra de Stalin no añadía realmente
tual, no significaba nada en sí misma: cualquiera de sus aspectos nada a la versión simplificada del marxismo que podía hallarse, por
podía ser modificado o anillado por el líder supremo en cualquier ejemplo, en el manual de Bujarin, pero tenía el mérito de que todo
momento que éste 10 considerara id6neo, y sería deber de todos reco- estaba numerado y expuesto sistemáticamente: la exposición del mar-
nocer que nada había cambiado y que la ideología era la misma de xismo, al igual que el resto del libro, tenía una finalidad didáctica
si.empre. (Stalin se cuidó en destacar que él mismo, al igual que Le- y era fácil asimilarlo y recordarlo.
run, no habia «añadido» nada al marxismo, sino que s610 lo habían El pasaje empieza diciendo que el materialismo dialéctico, la filo-
desarrollado.) Para darse cuenta de que la ideología del Partido en sofía del marxismo, se compone de dos elementos: una cosmovisión
cu~qUJer momento .dado no era, ni más ni menos, que lo que el líder materialista y un método dialéctico- Este último se distingue por cua-
decía que era, el ciudadano tenía que poseer una doble conciencia: tro rasgos o leyes principales. La primera es que todos los fenómenos
~n público p-:ofesaba s.u adhesión a la ideología como un catecismo están ligados y que el universo debe ser estudiado como un todo.
inmutable, mientras que en privado o de forma semiinconsciente sa- La segunda, que todo en la naturaleza está en estado de cambio, mo-
bía que era un instrumento completamente adaptable en las manos vimiento y desarrollo. La tercera , que en todas las esferas de la rea-
del Partido, es decir, las de Stalin. Tenía entonces que «creer sin lidad, los cambios cualitativos derivan de la acumulación de cambios
creer», y era esta situación la que el Partido intentaba crear y man- cuantitativos. La cuarta y última, la ley de la «unidad y la lucha 'He
tener en su,s propios miembros y J en la medida de lo posible en toda opuestos» que afirma que todos los fenómenos naturales suponen
la po?lación. Personas medio muertas de hambre, que carecían de las contradicciones internas y que el «contenido» del desarrollo es ~I
necesidades más elementales de la vida, asistían a reuniones en las conflicto entre estas contradicciones. Esto se aprecia en el hecho de
que repetían las mentiras del Gobierno sobre lo bien que estaban y que todos los fenómenos tienen un lado positivo y otro negativo, un
en cierta forma se medioerefan 10 que decían. Todos ellos sabían' lo pasado y un futuro, de forma que la lucha toma siempre la forma
que era «correcto» decir, es decir, lo que se les pedía y de forma de un conflicto, de un conflicto entre lo antiguo y 10 nuevo.
curiosa confundían este «carácter correcto» con la verd;d. La verdad Esta presentación, hay que advertir, no incluye la «negación de
era, según todos ellos sabían, cuestión del Partido, y por tanto las la negación» de que escribió Engels, como hizo Lenin en sus Notas
106 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 107

filosóficas. No se explica la razón de la omisión pero, en cualquier ficaban lo mismo por cuanto hacia referencia II los clásicos del mar-
caso, a partir de entonces, la dialéctica consistía en cuatro leyes y nada xismo-leninismo) que el sistema feudal surgió del esclavista como
más . Lo contrario de la dialéctica es «metafísica». Los metafísicos resultado de la revolución de los esclavos. De hecho había hecho
son filósofos y académicos burgueses que niegan una o más de las esta misma afirmación en una conferencia el 29 de febrero de 1933:
leyes en cuestión: pretenden juzgar los fenómenos aisladamente y no el sistema esclavista había sido destruido por una revolución de es-
en sus mutuas relaciones, afirman que nada se desarrolla, no recono- clavos, a resultas de la cual los señores feudales ocuparon el lugar
cen que los cambios cualitativos derivan de los cuantitativos y recha- de los antiguos explotadores. Esto planteó a los historiadores sovié-
zan la idea de contradicciones internas. ticos el problema adicional de identificar la «revolución de los escla-
La interpretación materialista de la naturaleza consiste en tres vos» en cada caso de transición del esclavisrno al feudalismo.
principios . El primero es que el mundo es, por su propia naturaleza, La obra de Stalin fue saludada por un coro de ideólogos como
material y que todos los fenómenos son formas de materia. en movi- el logro supremo de la teoría marxista y un pilar fundamental de la
miento; el segundo, que la materia o el ser es una «re alidad objeti- historia filosófica . Durante los próximos quince años la filosofía sovié-
va», que existe fuera e independientemente de nuestra mente, y el tica no consist ió más que en variaciones del tema de su superlativo
tercero, que todo en el mundo es cognoscible. mérito. Todo artículo y manual filosófico enumeraba debidamente las
El materialismo histórico era presentado como la consecuencia del cuatro «marcas» de la dialéctica y los tres principios del materialis-
materialismo dialéctico, idea pa ra la que puede encontrarse apoyo en mo. Los filósofos tenían pocos problemas en hallar ejemplos de que
algunas afirmaciones de Engels, Plejanov y Bujarin. Como «el muna los diferentes fenómenos estaban interrelacionados (una prueba de la
do material es lo primario y la mente lo secundario», de ahí se si- primera ley de Stalin), o que las cosas cambiaban (una prueba de
gue que <da vida material de la sociedad», es decir, la producción y la segunda), etc. De esta forma la filosoHa se degradó hasta el status
las relaciones de producción, es también lo primario y es una «reali- de un medio de adulación permanente del líder supremo. Todo el
dad objetiva», mientras que la vida espiritual de la sociedad es un mundo escribía exactamente en el mismo estilo; ningún escritor podía
«reflejo » secund ario de ella . La base lógica de esta deducción no es ser distinguido de otro por la forma o contenido de su obra. Los mis-
explicada. Stalin cita entonces fórmulas marxistas relativas a la base mos clichés soporíferos se repetían sin cesar, sin un atisbo siquiera
y la superestructura, las clases y la lucha de clases, la dependencia de pensamiento independiente : cualquier intento de este tipo, por
de la ideología (y de todas las demás formas de superestr uctura) de tímido y servil que fuera, hubiese expuesto a su autor a un inmediato
las relaciones de producción, el error de atribuir los cambios sociales ataque. Decir algo original en filosofía podía sólo significar que uno
simplemente a las condiciones geográficas o demográficas, y el hecho estaba acusando a Stalin de haber omitido algo importante; escribir
de que la historia depende principalmente del desarrollo técnico . en un estilo propio era mostrar una peligrosa presunción al sugerir
A continuación sigue la descripción de los cinco principales sistemas que uno podía expresar algo mejor que él. De esta forma, la literatura
socioeconómicos: comunismo primitivo, esclavista, feudal, capitalista filosófica soviética vino a consistir en montones de papeles usados que
y socialista. El orden en el cual éstos se suceden unos a otros se pre- reproducían de forma diluida el capítulo IV, sección 2, del Breve
senta como históricamente inevitable. No se dice nada acerca .del CUí"SO. Comparado con esto, incluso las polémicas de los «dialécticos»
«modo asiático de producción» de Marx: las probables razones de y los ernecan ícistas» eran un ejemplo de pensamiento profundo, crea-
ello han sido discutidas anteriormente (vol. 1, cap. XIV, pp . 349-350). tivo e independiente. En cuanto a la historia de la filosofía, pasó a
La enumeración de los cinco tipos de sociedad y su aplicación a ser un tema casi olvidado . Durante los años treinta aún aparecie ron
la historia de todo país del mundo constituy ó para los historiadores algunas traducciones de los clásicos, pero s610 de aquellos autores
soviéticos un considerable problema. No era nada fácil discernir la que habían sido clasificados, correctamente o no, como «materialis-
existencia de una sociedad esclavista o feudal entre poblaciones que tas» o que habían escrito contra la religión: el1ector soviético podía
nunca hablan oído hablar de estos fenómenos. Además, como el capi- ver así una obra anticlerical de Holbach o Voltaire o, si ten ía suerte,
talismo había sido implantado por una revolución burguesa y el so- algo de Bacon o Spinoza, También se publicaron las obras de Hegel,
cialismo por una revolución socialista, era natural suponer que las pues éste pertenecía al canon de los escritores «dialécticos», pero du-
transiciones anteriores habían tenido lugar de forma similar. Stalin rante cerca de cuarenta afias no hubo oportunidad de leer a Platón,
escribió así (o «probó»: en la filosofía soviética ambos términos signi- por no mencionar a otro idealista más peligroso. Los íilósofos profe-
108 Principales corrlenres del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 109

sionales citaban sólo a los «clásicos del marxismo-leninismo», a saber, mente del punto de vista marxista reconstruido por Lukács y Korsch,
Marx, Engels, Lenin y Stalin; por supuesto, cuando se citaban juntos según los cuales, en el particular caso de la conciencia proletaria, el
BUS nombres se respetaba la secuencia cronológica, pero en términos proceso social y la conciencia de ese proceso pasan a ser una y la
de frecuencias de citas el orden era precisamente el inverso. misma cosa, y el conocimiento de una sociedad coincide con la praxis
Podía parecer que la situación ideológica resultante de la publi- revolucionaria que la transforma. Stalin asumió el naturalismo popu-
cación del Breve curso fue cercana a la perfección final; pero los años lar que predominaba entre los marxistas de la 11 Internacional, y en
de la postguerra mostraron que aún podía mejorarse. Sin embargo, el que no había lugar para la peculiar idea marxista de la «unidad
no hay que suponer que el marxismo codificado por Stalin difiriera de la teoría y la práctica». Es cierto que esta fórmula fue reconocida
de forma esencial del leninismo. Era una temprana y primitiva ver- y destacada a cada oportunidad por Stalin y sus filósofos ayudantes;
sión, pero apenas contenía nada nuevo. De hecho, muy poco original pero su significado se reducía de hecho a la proposición de que la
puede hallarse en las obras de Stalin antes de 1950, con dos excep- práctica era superior a la teoría y que la teoría era auxiliar a la prác-
ciones. La primera, cuyo alcance ya hemos considerado, era que el tica. De acuerdo con esta idea, se presionó a los intelectuales --sobre
socialismo podía construirse en un solo país . La segunda era que la todo después de la reconstrucción ideológica de 11 Academia de Cien-
lucha de clases debía hacerse más feroz a medida que el socialismo cias a principios de los años treinta- para que aplicaran su trabajo
progresaba. Este principio siguió siendo oficialmente válido incluso a áreas que pudieran ser de beneficio inmediato para la industria . Esta
después de que Stalin afirmara que ya no había clases antagónicas presión se aplicó en todas las ciencias naturales e incluso, si bien con
en la Unión Soviética -no había clases, pero la lucha de clases era menor severidad, en las matemáticas. (Los estudios matemáticos ape-
más aguda que nunca. Un tercer principio, que Stalin parece haber llas eran «supervisados» ideológicamente en la Unión Soviética, pues
enunciado en un pleno del Comité Central de 12 de enero de 1933, ni siquiera los más altos sacerdotes del marxismo no pretendían en-
fue que antes de que el Estado «se desvaneciese» bajo el comunismo tenderlos; en cosecuencia, se mantuvo el nivel y la ciencia matemática
tenía, por razones dialécticas, que desarrollarse haste. un punto de rusa se salvó de la destrucción temporal.) La «unidad de la teoría
máxima fuerza; pero esta idea había sido ya formulada por Trotski y la práctica» también se aplicaba, por supuesto, a las ciencias huma-
durante la Guerra Civil. El segundo y tercer principios, en cualquier nas, pero en un sentido ligeramente diferente. Hablando en términos
caso, no tuvieron significación excepto como justificación del sistema generales, las ciencias naturales estuvieron hipotecadas a las exigen-
de terror policial. cias de la industria, y las ciencias humanas a las de la propaganda
Sin embargo, hay que destacar una vez más que lo que importaba del Partido. La historia, la filosofía y la historia de la literatura y del
en la ideología estalinista no era su contenido -aun cuando estu- arte se suponía que habían de «servir al Partido y al Estado», es decir,
viera expresado en forma catequétiea-, sino el hecho de que había fortalecer la línea del Partido y proporcionar apoyo teórico a sus de-
una autoridad suprema ante cuyos juicios en materias ideológicas no cisiones del momento.
cabía apelación posible. La ideología estaba así totalmente institucio- La exigencia de que la ciencia natural debía limitarse a los temas
nalizada, y virtualmente toda la vida intelectual estaba subordinada de inmediato uso técnico fue altamente perjudicial para importantes
a ella. La «unidad de la teoría y de la práctica» se expresaba por la ramas de la investigación, y esto también se hizo sentir pronto en la
concentración de una autoridad doctrinal, política y policíaca en la tecnología . Sin embargo, aún más perniciosos fueron los intentos por
persona de Stalin. ejercer el control ideológico sobre los resultados actuales de la inves-
El materialismo dialéctico y el materialismo histórico expuestos tigación científica en nombre del marxismo «correcto». Durante los
por Stalin no eran más que una versión falta de imaginación y esque- años treinta, la teoría «idealista» de la relatividad cayó bajo el fuego
mática del marxismo según Plejanov, Lenin y Bujarin: una filoso- de un grupo de fil ósofos y físicos ramplones, dirigidos por A. A. Mak-
Ha con ambiciones cósmicas, según la cual la dialéctica expresaba simov. El mismo período conoció el nacimiento de Trofim D. Lisen-
«leyes» universales que gobernaban todo aspecto de la realidad y que ka , cuya misión era revolucionar la ciencia biológica soviética de
la historia humana era un caso especial de aplicación de estas leyes. acuerdo con el marxismo-leninismo y destruir las teorías «burguesas»
Esta filosofía pretendía ser «científica» de igual forma que la astro- de Mendel y T. H. Margan. Lisenko, un ingeniero agrónomo, había
nomía, y afirmaba que los procesos sociales eran tan «objetivos» y ensayado diversas técnicas de cultivo de plantas y decidió, al principio
predictíbles como cualesquiera otros . En este sentido divergía radical- de su carrera, desarrollarlas en una teoría general de la genética
110 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como ID ideología del Estado sovi éríso 111

marxista. Después de 1935, junto con su ayudante, 1. 1. Prezent , sólo en la medida en que se apartaron del principio totalitario o de
atacó a la moderna teoría genética y afirmó que las influencias her e- la idea de «unidad» que el sistema estalinista llevó tan a la perfección.
ditarias podían ser eliminadas casi por completo mediante los ade- Otro rasgo import ante de la cultura soviética de los años treinta
cuados cambios en el entorno: los genes eran un invento burgués, fue el crecimiento del nacionalismo ruso. Este es también un fenó-
c~m~ también lo era la distinción entre genotipo y fenotipo. No fue meno que no alcanzó su clímax hasta más tarde, cuando las confe-
dit ícil convencer a los líderes del Partido y al propio Stalin de que rencias de Stalin empezaron a predicar la idea de una «Rusia fuerte»,
una teoría que rechazaba la «sustancia inmortal de la her encia» y que podía y debía ser creada por el socialismo. El tema patriótico fue
proclamaba que los organismos vivos podían ser modificados en la destacado sin cesar en la propaganda, y el patriotismo soviético y
medida deseada por cambios ambientales estaba de acuerdo con el ru so coinc idían cada vez más. Las glorias de la historia -rusa fueron
marxismo -leninismo (<<todo carnbia») y se adaptaba admirablemente resucitadas, en una llamada a la autosuficiencia y el orgullo naciona-
a la ideología que afirmaba que los seres humanos, y sobre todo «el les. Algunas naciones, como los uzbekos, que anteriormente habían
hombre soviético», podían transformar la naturaleza de la forma en escrito su lenguaje en el alfabeto arábigo y habían seguido después
que quisieran . Lisenko se aseguró rápidamente el apoyo del Partido el alfabeto latino por intervención de las autoridades soviéticas, fue-
y ejerció ~a cre<;iente influencia en los institutos de investigación, ron obligadas ahora a adoptar una forma de cirílico , de forma que
las academias, revistas, etc., has ta qu e, como veremos, su teoría revo- una sola generación conoció el uso de tres alfabetos. La idea de «cua-
l~ciona.ria a!ca~zó un triunfo total en 1948. La propaganda del P ar- dros nacionales» que ejercían el poder en las repúblicas no rusas de
tId.o divulg ó sm cesar sus descu brím íentos desde 1935, Y quienes la Unión mostró ser pronto una ficción: en la práctica, aunque no
objetaban que sus experimentos carecían de valor científico eran si- en la teoría, los cargos superiores del Partido y de la Administración
lenciados rápidamente. El eminente genetista Nikolay 1. Vasilov, que del Es tado eran ocupados por rusos designados desde Moscú. La ideo-
se negó a suscribir la nueva teoria, fue detenido en 1940 y falleció logía del poder estatal llegó a ser gradualmente indistinguible de la
en el campo de concentración de Kolyma. La mayoría de los filósofos del imperialismo ruso.
soviéticos, como era de esperar, se unieron aclamando las ideas de El marxismo como ideología del estado soviético pronto dejó
Lísenko. de ser un factor independiente en la determinación de la política .
Hoy día nadie duda que L ísenko era un ignorante y un charla- Necesariamente, su contenido tenía que ser tan vago y general corno
tán , y su carrera es un instructivo ejemplo de cómo funciona el sis- para justificar cualquier movimiento particular de orden interno o
tema. soviético, no sólo con respecto a la ciencia y la cultura, sino internacional: la N. P. E . o la colectivización, la amistad con Hitler
también. en la esfera económica y administrativa. Los rasgos auto- o la guerra con Hitler, cualquier endurecimiento o relajación del ré-
destructivos que habían de llegar a ser aún más patentes posterior- gimen interno, etc. Y de hecho , como la teoría afirma que «por una
mente, eran ya visibles. Como el Partido ejerce una autoridad ilim í- parte» la superestructura es una creación e instrumento de la base,
!ada en. todas las esferas de la vida, y todo el sistema está organizado pero «por la otra» también afecta a la base, puede mostrarse que cual-
jerárquicamente con una cadena de mando de una dirección, se sigue quier política gubernamental imaginable para la regulación de la eco-
que la carrera de cualquier individuo depende de su obediencia a la nomía o para el control de la cultura en mayor o menor grado, está
autoridad y provecho en las artes de la adulación y la denuncia. Po r de acuerdo con el marxismo. Si «por una parte» los individuos no
o~a parte, es fatal mostrar iniciativa, ideas propias o incluso un mí- hacen la historia, peto «por otra» los individuos excepcionales que
rumo respeto por l~ verdad. Cuando el principal objeto de las personas entienden la necesidad histórica desempeñan un papel importante (y
con autoridad consiste en mantener y aumentar su poder, es inevitable ambos puntos de vista pueden apoyarse en citas de Marx y Engels),
que las personas más malas lleguen a la cima, tanto en la ciencia entonces está igualmente de acuerdo con el marxismo rendir honores
(sobre todo si est á ideológicament e controlada) como en la adminis- divinos '!! déspota socialista o condenar esta práctica como una «des-
tración económica . La ineficacia y e2 desperdicio son rasgos intrínsecos viación». Si «por una parte» todas las naciones tienen derecho a la
al sistema soviético; el desarrollo económico se ve frenado tanto por autodeterminación, peto «por otra» la causa de la revolución socia-
la pr~moción ?e los inc0:t,Dpetentes. como por la restricción general lista mundial es universal, entonces cualquier política, ya fuera ligera
de la información por motivos políticos y de «seguridad». Posteriores o severa, con el objeto de desalentar las aspiraciones nacionales de
intentos por racionalizar la economía han tenido algún éxito, pero los habitantes no rusos del Imperio, hubiera sido indudablemente
112 Principales corrientes dd marxismo 3. El marxismo como In ideología del Estado soviético 113

marxista. Esta fue, de hecho , la base ambivalente del marxismo de Los diversos grupos y fracciones izquierdistas que surgieron en
Stalin, y sus vagas y contradictorias afirmaciones fueron reunidas b ajo el seno de los partidos socialdemócratas durante la Primera Guerra
el nombre de «dialéctica». Desde este punto de vista, tanto la función Mundial no fueron todos len ínistas puros, pero todos estaban de acuer-
como el contenido del marxismo soviético oficial ha seguido siendo do en condenar la traición hecha al movimiento comunista por los
el mismo desd e la muerte de Stalin. El marxismo ha pasado a ser líderes de la II Internacional; todos ellos rechazaban el reformismo
simplemente el atuendo retórico de la Realpolitik del Imperio So- e intentaban revivir el tradicional espíritu internacionalista. La Re-
viético. volución de Octubre había creado un nuevo baluarte revolucionario,
La razón de este cambio fue muy simple: como la Unión Sovié- y la mayoría de estos izquierdistas creían que era inminente la revolu-
tica es por definición el bastión del progreso humano, todo 10 que ción comunista a escala mundial. En 1918 se formaron partidos co-
sirva a los intereses soviéticos es progresista, y lo que no sirva, reac- munistas en Polonia, Alemania, Finlandia, Letonia, Austria, Hungría,
cionario . La Rusia zarista, al igual que muchas potencias de la historia , Grecia y Holanda. Durante los tres años siguientes surgieron partidos
apoyó las aspiraciones de los -pequefios pueblos para debilitar a sus revolucionarios mayores o menores, representantes de los diversos
rivales, y la Unión Soviética sigui ó esta política desde el principio, grupos minoritarios, en todos los países europeos. A pesar de las
pero de forma diferente. Incluso los jeques feudales y los príncipes muy complejas disputas y cismas, se cre6 de esta forma un movi-
asiáticos, según Stalin, jugaron un papel «objetivamente» progresista miento comunista internacional inspirado por principios leninistas.
en tanto que minaron el frente imperialista. Esto estaba plenamente En enero de 1919, el Partido Bolchevique publicó un manifiesto
de acuerdo con la teoría leninista de la revolución mundial , que ad- redactado por Trotski y que exigía la creación de una nueva Inter-
mitía e incluso exigía la participación de fuerzas no socialistas , no nacional. En marzo se celebró en Moscú un congreso, en el que el
proletarias y, en términos marxistas, de fuerzas «reaccionarias». Desde proyecto fue aprobado por los delegados de ciertos partidos comu-
un punto de vista dialéctico, los reaccionarios pasaron inmediata y nistas y grupos socialdemócratas izquierdistas. De hecho, la III Inter-
dialéctícamente a ser progresistas en sus esfuerzos por ser hostiles nacíonal no se reunió hasta el II Congreso, celebrado en julio-agosto
de 1920. Desde el principio, diversos partidos tuvieron divisiones
a los intereses de las otras potencias centrales . De igual forma pasó a
internas y desviaciones de la norma leninista. 'Por una parte estaban
ser axiomático desde 1917 que, como la Unión Soviética era por de-
los grupos «derechistas» que perseguían una reconciliación con los
finición la cabeza visible dd movimiento de liberación universal, cual-
socialdemócratas, de quienes se habían escindido recientemente; por
quier incursión armada o ataque de un territorio extranjero por su otra parte estaban los desviacionistas «izquierdistas» o «sectarios»,
parte no fue una invasión, sino un acto de liberación. El marxismo quienes , por norma, rechazaban In táctica del compromiso o la asocia-
proporcionó así al Estado Soviético un repertorio de argumentos ción con políticos parlamentarios. Fue contra esta escuela de pensa-
que fueron mucho más útiles como herramientas del imperialismo que miento contra la que Lenin escribió «El izquierdismo: enfermedad
los torpes e incluso a veces. absurdos principios con los que la Rusia infantil del comunismo», Creyendo la mayoría de los grupos comunis-
zarista intentaba justificar su gobierno sobre los pueblos extranjeros. tas que en un año todo el mundo, o al menos Europa, se convertiría
en una república soviética, las tendencias «izquierdistas» eran mucho
más fuertes y ostensibles que las «reformistas».
3. El Comintern y la transjormacián ideológica Los estatutos del Comintern marcaron una separación radical de
del comunismo internacional los principios de la II Internacional, pero volvieron a la tradición de
In Primera. Establecían que la Internacional había de ser un único par-
Siguiendo el curso natural de las cosas, la estalinizacíón se ex- rido centralizado, del cual los partidos nacionales eran secciones, y
tendió por todo el movimiento comunista. Durante su primera dé- cuyo propósito era utilizar todos los medios, incluso la fuerza arma-
cada de existencia, la IlI Internacional fue todavía un foro de discu- da, para crear una república internacional de Soviets que, como la
sión y conflicto entre las diferentes formas de la ideología comunista, forma política de la dictadura del proletariado, era el preludio histó-
pero posteriormente perdió toda su independencia y se convirtió en ricamente necesario a la abolición del Estado. La Internacional había
un instrumento de la política exterior soviética, completamente sub"br- de tener congresos anuales (bianuales tras 1924) Y ser gobernada mien-
dinado a la autoridad de Stalin. tras por su Comité Ejecutivo, que expulsaría a las «secciones» que
114 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 115

no seguían sus instrucciones, y podía exigirles la expulsión de grupos tamente debían crear, además, organizaciones clandestinas para la ac-.
o de individuos por faltas a la disciplina. Las tesis adoptadas en el ción «en el momento decisivo».
Congreso de 1920 incluyeron un firme rechazo del parlamentarismo De esta forma, un partido centralizado organizado al estilo mili-
como forma adecuada para la sociedad del futuro . Los parlamentos tar pasó a ser el tipo de organización forzosa de todo el movimiento
y demás instituciones políticas burguesas debían ser utilizados. 5610 comun ista. Sin embargo, Lenin y Trotski, los creadores de la Inter-
para destruirlas; los comunistas debían tomar parte en las eIeccjo~es nacional, no lo concibieron como instrumento de la política estatal
sólo con este fin, y los diputados comunistas eran responsables sol? soviética. La idea de que el Partido Bolchevique en sí no era más
ante el Pa rtido y no ante la anónima masa de votantes, Las tesis que una «secci6n » o rama del movimiento revolucionario mundial
sobre cuestiones coloniales, redactadas por Lenin, instaban a los co- fue tomada en serio al principio. Pero la forma en que se organizó el
munistas de países coloniales y atrasados a en,trar en aIían~as te~po­ Cornintern y las circunstancias históricas de su creación pronto des-
rales con los movimientos revolucionarios nacionales; al mismo tiem- terraron estas ilusiones. El Partido Bolchevique disfrutó, naturalmen-
po , los comunistas debían seguir siendo indep.eo? ientes, sin ,:ermi!ir te, de gran prestigio corno agente de la primera revolución triunfante
que la burguesía nacional se adueñara del movimiento revolucionario , y la autoridad personal de Lenio era inamovible. Desde el principio,
pero luchando desde el principio por una repúb~ica so,:,iética; bajo . su Rusia tuvo un voto decisorio ea el Comité Ejecutivo y los represen-
dirección, los paises atrasados Ilegarían al comunismo sin haber tenido tantes permanentes de los demás partidos, residentes en Moscú, se
que pasar por la etapa capitalista, . convir rieron gradualmente en funcionarios soviéticos, Las luchas in-
El Congreso publicó también un manifiesto pidiendo apoyo rncon- ternas en la dirección sovié tica no sólo se reflejaron en la Internacio-
dicional para la causa de la Unión Soviética como causa de toda la nal, sino que eventualmente pasaron JI ser su principal objeto. Cada
Internacional. uno de los oligarcas bolcheviques que lucharon por el poder tras la
Otro documento importante fue la lista de «Veintiún condicio- muerte de Lenín buscó na turalmente apoyo entre los líderes de los
nes» que debían ser satisfechas por los parr!do~ que s,e .uniesen al partidos hermanos, y las victorias o derrotas del comunismo interna-
Comintern, y que extendían formas de organización leninista a todo cional explotaban a su vez en luchas fraccionales en Moscú.
el movimiento comunista . Las «condiciones» establedan que los par- Los primeros congresos de la Internacional se celebraron de for-
tidos comunistas debían subordinar por completo sus actividades de ma regular de acuerdo con los estatutos. El tercero tuvo lugar en junio-
propaganda a las decisiones del Comintern. La prensa comu~sta debía julio de 1921, el cuarto en no viembre de 1922 y el quinto en Ju-
estar completamente bajo control del ~artido. ~as «seccione s» de- nio-julio de 1924. Por esta época Rusia había pasado por la Guerra
bían combatir resueltamente las tendencias reformistas y, cuando fue- Civil, la N . P. E . había entrado en su primera etapa y Lenin había
ra posible, expulsar a los reformistas y centralistas de las organiza- fallecido. De acuerdo con los preceptos de Lenin, la Internacional se
ciones obreras. Igualmente debían llevar a cabo -y esto fue subrayado interesó desde el principio por la agitación revolucionaria en los países
especialmente-e- una propaganda sistem ática en las fuerzas ,arl?adas coloniales y subdesarrollados . El comunista hindú Nath Roy afirmaba
de sus países. Debían combatir el pacifismo, a~oy~t los movtmrentos que la revolución en Asia debía ser el principal objetivo del comu-
de liberación colonial activamente en las organrzaciones obreras y so- nismo mundial: la estabilidad del capitalismo dependía de los benefi-
bre todo en los sindicatos y esforzarse por conseguir el apoyo cam- cios de los territorios coloniales y era, por tanto, allí, y no en Europa,
pesino . En el parlamento, los diputados c~mun~stas debían. subordinar donde debía decidirse el futuro de la humanidad. Sin embargo, una
toda su actividad a la propaganda revolucionaria. Los partidos debían fracción mayoritaria de la Internacional pensaba que Europa deb ía
estar centralizados al máximo, observar una férrea disciplina y limpiar ser aún el principal foco de actividad, La derrota de los ejércitos so-
periódicamente sus filas de elementos ~eq.ueñobur.gu.eses. ~ebÍan apo- viéticos ante Varsovia en 1920 produjo esperanzas de que retrocediese
yar incuestionablemente todas las repúblicas soviéticas existentes en una incipiente revolución , pero éstas no se disiparon por completo.
el momento . Todos los programas del Partido debían ser aprobados Sin embargo, en marzo de 1921 un intento de revolución en Alemania
por un congreso de la Internacional o por su .Com}té E:jecu~vo, y to- concluyó en fiasco, y las reso luciones del III Congreso del Comintern
'das las decisiones de los congresos o del Comité Ejecutivo VInculaban en junio de ese año fueron menos optimistas en cuanto a la perspec-
a todas las secciones. Todos los partidos debían denominarse «comu- tiva de una república soviética mundial. El levantamiento alemán fue
nistas», y aquellos a los que las leyes del país dejaran funcionar abier- condenado por Lenin y Trotski y debidamente criticado por el Con-
116 Principales corrientes del marxismo .3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 117

greso. Sin embargo, Paul Levi, el líder comunista alemán que se teoría del «socialfascismo», que pocos años después pasó a ser la
había opuesto al levantamiento y había sido expulsado del Partido principal directriz de la política del Comintern.
poco después de iniciado el congreso, no fue rehabilitado; fue con- Pasaron cuatro años entre los Congresos V y VI del Comintern:
denado de nuevo y ratificada su expulsión. El nuevo estilo «leninista» probablemente Stalin no quería convocar uno hasta haber alcanzado
estaba claramente en funcionamiento. una victoria final sobre Trotski y Zinoviev, Kamenev y sus colabo-
Como la revolución mundial estaba prendiendo, los líderes del radores. Mientras tanto el Cornintern, a pesar de su doctrina acerca
Comintern decidieron, con la fuerte oposición de la minoría «izquier- del «socialfascismo», estableció contactos con los sindicatos británi-
dista», adoptar una política de «frente unido», de cooperación con cos que dieron lugar a la formación, en 1925, de un comité anglo-
los socialistas. Las conversaciones se iniciaron antes del IV Congreso ruso para promover la unificación del movimiento sindicalista mun-
en 1922, pero no llegaron a nada: los socialistas sospechaban, con dial. Sin embargo, éste fue breve y tuvo poco éxito. En 1926-7 el
razón, que el «frente unido» era una trampa que tenía por finalidad Comintern sufrió un revés más serio en China,. donde el pequeño
su destrucción. En octubre de 1933 tuvo lugar en Alemania un nuevo Partido Comunista, siguiendo instrucciones de Moscú, había apoyado
levantamiento frustrado; esta vez, Heinrich Brandler, el nuevo líder al Kuornintang revolucionario en sus esfuerzos por unificar y moder-
del Partido, fue el cabeza de turco de un plan que había sido total - nizar China y liberarla del dominio occidental. En opinión de Stalin,
mente organizado e iniciado por el Comintern y el Partido Bolche- éste era un movimiento nacionalista burgués y no estaba destinado
vique. En 1924, Trotski acusó al Comintern, por entonces bajo la 11 dirigir de inmediato una dictadura del proletariado. La Unión So-
dirección de Zinoviev, de dejar de explotar la situación revoluciona- viética colaboró con armas y consejeros políticos y militares, y en la
ria tomando el poder en Alemania. primavera de 1926 el Kuomintang fue admitido en el Cornintern como
El V Congreso del Cornintern, celebrado a mediados de 1924, en partido «simpatizante». Sin embargo, cuando Chiang Kai-sbek formó
una época en el que el triunvirato gobernante de Stalin, Zinoviev y su Gobierno, excluyó a los comunistas de cualquier parcela de po-
Kamenev estaba enzarzado en una lucha crucial con Trotski, aprobó der, y en abril de 1927 sofocó un levantamiento comunista en Shan-
una resolución exigiendo la «bolchevízación» de todos los miembros ghai con muchos arrestos y ejecuciones. Stalin, advirtiendo demasiado
tarde que Chíang se había anticipado a las intenciones de sus «alia-
del Partido. Esto significaba en teoría que debían adoptar los méto-
dos» dando antes el golpe, intentó salvar la situación ordenando una
dos y estilo del partido ruso, pero en la práctica debía aceptar su
insurrección en Cantón; ésta se produjo en diciembre, pero fue sofo-
autoridad en todas las cuestiones. El propio congreso mostró que la cada con otra masacre. Trotski culpó a Stalin de estas derrotas, afir-
«bolchevizadón» estaba ya avanzada: los comunistas de todos los paí- mando que en vez de haber aceptado el liderazgo de Chiang, los co-
ses condenaron unánimemente a Trotski a instancia de Stalin y sus munistas chinos debían haber tendido a formar desde el principio
colaboradores. Al año siguiente hubo en el Congreso del Partido Co- una república soviética -aunque no explicó cómo podían haber do-
munista Alemán una demostración de lo que significaba bolcheviza- minado a Chiang, dada la correlación de fuerzas del momento. Sin
ción, cuando el delegado soviético, Manuilski, uno de los principales embargo, el Comintern imputó el fracaso al Partido chino por seguir
secuaces de Stalin en el Comintern, intentó saltarse la ley relativa una «política falsa», y su líder, Chen Tu-hsiu, fue condenado y pos-
a la afiliación al Comité Central. Como los delegados alemanes se ne- teriormente expulsado. ,
garan a cumplir, 2inoviev, presidente del Comité Ejecutivo, les llamó El VI Congreso, celebrado en agosto de 1928, puso fin a los
a Moscú y les ordenó que se libraran de sus líderes «izquierdistas», intentos de cooperación con los socialistas, que en toda ocasión habían
Ruth Fischer y Arkaday Maslow, que había intentado mantener cierta sido débiles y nunca tuvieron éxito. El congreso declaró que la social-
actitud de autonomía con respecto a los bolcheviques. democracia internadonal y los sindicatos bajo control eran el pilar
Otra resolución del V Congreso valor6 la posición' de los social- del capitalismo, y los partidos comunistas recibieron la orden de con-
demócratas, afirmando que su función era, en unión de la burguesía, in- centrar todas sus fuerzas en la lucha contra los «socialfascístas». La
yectar ilusiones democráticas y pacifistas en la clase trabajadora. A me- estabilización temporal del capitalismo, se dijo, había llegado a un
dida que se desmoronaba el capitalismo, la socialdemocracia se aproxi- fin, y estaba empezando un nuevo período revolucionario. Los partidos
maba más al fascismo: de hecho, los dos no eran más que aspectos comunist as de diversos países expulsaron, por tanto, a los «derechls-
de una misma arma en manos del capital. Esta fue la génesis de la ras» y los «conciliadores» de entre sus lilas, y la. nueva purga produjo
118 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 119

muchas ~íctimas entre los líderes de Alemania, España, los EE. UD. Y cica no duró mucho y produjo resultados más bien escasos. Aunque
otros paises. 00 fue oficialmente desechada, pasó a ser letra muerta cuando Stalin
El hecho de que los comunistas alemanes, que representaban una decidió buscar un rapprocbement con la Alemania nazi. Mientras, el
poderosa fuerza política, dirigieran sus ataques contra los socialistas Partido Comunista Alemán, que había sido aplastado y vivía enIa
fue una de las principales causas del ascenso de Hitler al poder. La clandestinidad, adoptó tardíamente los eslóganes de Hitler de la uni-
Iínea del Partido era que el nazismo sólo podía ser un episodio de dad de todos los alemanes y la liquidación del Corredor Polaco.
transición y que radicalizando a las masas estaba allanando el camino El verdadero carácter de la política de «frente popular» se puso
al comunismo. Incluso después de que Hitler llegara al poder, au. de relieve en la Guerra Civil española. Pocos meses después del levan-
rante todo un año los comunistas alemanes trataron a los socialistas [amiento de Franco, Stalin decidió intervenir en defensa: de la Rep ú-
como su principal enemigo; para cuando cambiaron de opinión el blica. Se formaron brigadas internacionales, y además de consejeros
Partido estaba ya roto y desamparado. ' militares la Unión Soviética envió un ejército de agentes polí ticos que
A finales de 1929, tras la caída de Bujarin (que habla sucedido purgaron a las fuerzas repubicanas de trotskistas, anarquistas y des-
a Zinoviev como presidente del Comité Ejecutivo en 1926), Stalin viacionistas de todo tipo.
era el propietario indiscutible del Partido Bolchevique y, a través El comunismo internacional estaba ahora completamente «bolche-
de él, del comunismo internacional. El Comintern perdió toda signi- vizado», y en cualquier caso las formas no bolcheviques de comunis-
ficación propia y se convirtió en un canal de transmisión de las órde- mo hablan dejado de significar algo hada tiempo. Durante los años
nes del Kremlin a los demás partidos. 'Sus mi embros no eran más veinte, los individuos o grupos que hablan sido expulsados de sus
que personas leales a Stalin y controladas por la policía soviética; partidos o se habían separado en protesta contra la política del Co-
entre sus tareas estaba reclutar agentes de la inteligencia para la Unión minrern, intentaron durante algún tiempo organizar un movimiento
Soviética. Todos los partidos hermanos aceptaron, tras repetidas puro comunista no soviético, pero estos intentos nunca llegaron a nada.
gas, las cambiantes directrices de Moscú, que en su mayor parte eran Los trotskistas vegetaban en pequeños grupos, apelando impotente-
dictadas por la política exterior soviética. Stalin financiaba generosa. mente a la «conciencia internacionalista» del proletariado mundial. La
mente a los partidos y así incrementaba su dependencia con respecto autoridad del Partido Bolchevique, y los principios organizatorios
a él. A mediados de los años treinta el Comintern era una mera aceptados por todos los comunistas, fueron tales que hasta los años
fachada , pues ya no era necesario siquiera para asegurar la obediencia cincuenta ningún grupo disidente consiguió ningún apoyo o influencia.
de los partidos extranjeros. El comunismo mundial caminaba obedientemente por la senda mar-
El VII Congreso del Comintern, el último, celebrado en Moscú cada por Stalin . La disolución del Comintern en mayo de 194.3 fue
entre julio Y, agosto de 1935, proclamó una nueva política, ya pre- un mero gesto para persuadir a la opinión pública occidental de la
formada hacía un año o más: la de un «frente popular» contra el buena voluntad y las intenciones democráticas del régimen soviético.
fascismo. Lo que recientemente había sido condenado como «oportu- No tuvo otra significación, pues los partidos comunistas estaban tan
nismo derechista» pasó a ser ahora la línea oficial. Todas las fuerzas bien entrenados y eran tan dependientes de la Unión Soviética en su
democráticas, y sobre todo los socialistas (los «socialfascistas» de dos organ ización y financiación que no era ya necesaria una institución es-
años antes), Y también los liberales e incluso Los conservadores si era pecial para mantenerlos a raya.
preciso, fueron agrupados bajo la dirección comunista contra la ame. Un efecto de la dictadura de Stalin sobre el comunismo mundial
~aza fascist a. La razón de Stalin para iniciar esta política parece hab er (ue la disminución gradual de los estudios marxistas. Durante los años
sido su temor a que Francia Y otros pa íses occidentales' perrnanecie- veinte, durante el proceso de «bolchevización», los partidos estuvie-
ran neutrales si Hitler atacaba Rusia . En cualquier caso, Francia era ron dominados por, diversas disputas fraccionales Y personales: por lo
el objetivo principal de la política frentepopulista: en cuanto a Ale. general, estas disputas tomaron la forma de querellas por la correcta
mania, s610 podía aplicarse a impotentes grupos de émigrés, y los interpretación del testamento político de Lenin, pero no tuvieron un
partidos comunistas de otros países eran demasiado débiles para in. efecto permanente en la doctrina aparte de la codificación gradual
fluir en los acontecimientos. En Francia, el frente popular resultó de la ortodoxia de tipo soviético. No obstante, el temperamento re-
vencedor en las elecciones de mayo de 1936, pero los comunistas se volucionario de los años veinte produjo diversos documentos teóricos
negaron a entrar en el Gobierno de Léon Blum. En general, esta poli. en los que la doctrina marxista transmitida por los pensadores orto-
120 Principales corrientes del marxismo 3. El marxismo como la ideología del Estado soviético 121

doxos .de la II Internacional fue sometida a una minuciosa revisión, Ocupación; Politzer escribi ó una ~eroz . crítica .d~ Bergson y un ma-
Entre éstos , los escritos más importantes fueron los de Lukács y nual popular de materialismo dialéctico leninista. En Inglaterra,
Ko rsch, siendo ambos estigmatizados como «ultraizquierd íst as» por el J. B. S. Haldane, el conocido biólogo y autor de libl:os sobre los
Cornintern. Por diferentes caminos, intentaron reconstruir desde el orígenes de la vida en la tierra, se propuso ~robar la a6mdad. del mar-
p rincipio la filosofía de Marx, dando nueva vida a la idea de la «uni- xismo con la ciencia moderna . Otro marxista fue el genettsta ame-
dad de la teoría y la práctica» y combatiendo la concepción cientifista ricano H . J. Muller. Sin embargo, en ambos casos ~l marxi sm-.o fig~­
predominante entre los ortodoxos y neokantianos. En diversos paí- raba en aspectos que no eran específicamente m~r.~lstas ; en bLOlo.gla
ses, partidarios leales de la generación anterior, de fendían aún las tra- aparecía principalmente en .l ~ forma de una OpOslcl.on general al vlt~­
diciones del marxismo no dogmático fuera del movimiento comunista: lismo y al finalisrnc. También en Inglaterra, M~~nce 1?obb defen?i6
Adler y Bauer, en Austria; Krzywicki, en Polonia ; Kautsky y Hil- la teoría económica marxista sobre todo en relaci ón al CIclo comercial.
ferding, en Alemania. Sin embargo, su actividad dur ante esos afias En el ala izquierda del Pa rt ido Laborista , Harold J. Laski expuso
no tuvo mucho efecto sobre la evolución de la doctrina; algunos en términos mar xistas la teoría del Estado, la naturaleza de la auto-
de ellos se limitaron a repetir ideas y temas ya elaborados, mientras ridad y la historia de las ideas políticas. f; finales de los aó.os treinta,
que otros se apa rtaron gradualmente de la tradición marxista. Mien- adoptó la clásica teoría marxista de concebir al Estado co,?~ Instrumen-
tras tanto, la labor teórica estuvo paralizada por la política del Co- to que «en últ ima instancia» sirve a una .clase p~ra opnm~t ~ la otra.
mintern de polarizar el movimiento socialista luchando contra los Atacó el liberalismo del momento como ideología cuyo principal pro-
socialdemócratas. Estos se separaron en su mayoría del marxismo y pósito era impedir que se oyera a los explotados, y afirmó que si se
perdieron la necesidad de UJ1a única ideología vinculante; el marxismo vieran amenazados los intereses vitales de las clases posesivas, éstas re-
estaba prácticamente monopolizado por los ideólogos soviéticos y cada chazarían cada vez más las formas liberales de gobierno y recurrirían a
año que pasaba se volvía más estéril. la fuerza bruta . El crecimiento del fascismo en Europa era el resul-
Sólo en Alemania había un importante centro marxista no iden- tado natural del desarrollo del Estado burgués; la democracia burguesa
tificado con el comunismo: el Institut lür Soziaüorscbung, fundado estaba en decadencia y la única alternativa al fascismo era el soda-
en Francjort el año 1923. Sus miembros estuvieron al principio muy [isrno. No obstante, Laski era afecto a las tradiciones liberales de-
influidos po r la tradición marxista, pero lo s lazos se debilitaron gra- mocráticas y creía que la revolución proletaria las dejaría intactas.
dualmente, formándose un estilo común que posteriormente se hizo La clave de los fenómenos sociales est aba , según él , en la actitud de
cada vez más patente. Por una parte, el marxismo se había osificado las clases medias . John Strachey, por entonces comunista (posterior-
como una ideología de partido institucionalizada y, aunque políticamen- mente se hizo socialdemócrata], discutió los mismos problemas desde
te efectivo, había perdido todo su valor filosófico; por otra se combi- un punto de vista. leninista ortodoxo . . '
naba con tradiciones muy diferentes, hasta el punto de que dejaba Un autor inteligente, Christopher Caudwell (p seud ónirno de Chris-
de pr esentar unos contornos claros y pasaba a convertirse exclusiva- topher St o John, 1907·1937), fue po r poco tiempo l;ln miembro ~es.
mente en una de las muchas contribuciones a la historia intelectual. tacado del marxismo inglés . Su carrera como marxista y ~omuIllsta
Sin embargo, a mediados de los años treinta, el movimiento mar- duró apenas dos años -fue asesinado luchando en las Brigadas In-
xista francés revivió en cierta medida. Entre sus líderes figuraban ternacionales en Espafía-, pero en 1936 publicó una no table obra
cien tíficos, sociólogos y filósofo s; no todos ellos comunistas: Henri titulada lllusion and Realit »: a Study 01 tbe Sources ol [he Poetry.
Wallon , P aul Langevin , Fréderic joliot-Curle, Marcel Prenant, Ar- Antes de hacerse comunista escribió algunas obras de detectives y
mand Cuvillier y Georges Friedmann. Estos hombres iban a desem- libros populares sobre aviación . Sus poemas fueron publicados pó s-
peñar un importante papel en la vida intelectual francesa tras la tumamente, al igual que sus Studies in a Dying Culture (1938), una
guerra , o bien como profesores políticamente comprometidos con el colección de ensayos sobre literatura inglesa del momento y «cultura
comunismo (pe ro no necesar iamente teóricos marxistas) o como con- burguesa» en gene ral, y una obra i.nacabada , Tke. Crisis in ?hysics
tinuadores de ciertos asp ectos de la teoría marxista tradicional, que (1939) , un ataque leninista al idealismo, el emp1r.lsmo y el Jn?eter-
había dejado de formar un sistema, pero había penetrado paulatina- minismo de la moderna teoría científica. En Illusion and Real~) la
mente en la vida intelectual. El marxista ortodoxo francés más ea- más conocida de sus obras marxistas , intentó correlacionar la historia
nacido fue Georges Poli tzer , que fue condenado .a muerte durante la de la poesía, incluidos los cambios métricos, con las diferentes etapas
122
Principales corrientes del marxismo Capítulo 4
de la evolución social y técnica. Al mismo tiempo atacó la idea bur- LA CRISTALIZACION DEL MARXISMO·LENINISMO
guesa que concebía la libertad como independencia de la necesidad
mientras que Engels había mostrado que la lib ertad significaba l~
TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
explotación de la ínevitabilidad natural para fines humanos. El libro
dedica especial atención a la poesía inglesa a partir del siglo XVI :
Marlowe y Shalcespeare representan la era heroica de la acumulación
primaria, Pope el me rcantilismo, etc. Caudwell adoptó la idea (ha
específicamente marxista y que puede hallarse en obras de antropo-
logía) de que la poesía era originalmente sólo un elemento de los
ritos agrícolas de la sociedad primitiva y tenía por finalidad incre-
mentar la producción. Posteriormente, en las sociedades de clases la
~oe~ía, la mú.sica ? la danza se separaron de la producción, 10 que
significó la alienaci ón del arte; la función del socialismo era invertir
est~ proceso y recuperar la unidad de las actividades productivas y
artistrcas.
La vida intelectual de Europa, y en cierta medida la de los
BE. UD., presentaba en los años trei nta una curiosa imagen. Por un a
parte, el estalinismo estaba en pleno apogeo y algunos de sus rasgos
más repulsivos est.aban a la vista para general contemplación; pero,
por otra, muchos 1ntelectuales se sentían atraídos por el comunismo 1. El interludio de la guerra
como la única alternativa al fascismo y como una defensa contra él.
Todos los demás grupos políticos parecían débiles, irresueltos y des- Hacía finales de los años treinta el marxismo había asumido un a
a~parados frente a la amenaza de la agresión nazi. Ellllarxismo p are- forma claramente definida como doctrina del Partido y el estado
cia defender para muchos la tradición del racionalismo, el humanismo soviéticos . Su nombre oficial era el marxismo-leninismo y, como hemos
y todos los antiguos ideales liberales, mientras que el comunismo era explicado ya, no era sino la ideología pet~onal de StaJ!n: incluía ~rag­
la encarnación política del marxismo y la mejor esperanza de con te- mentes teóricos de Marx, Engels y Lenin, pero tenia por finahdad
ner la masacre fascista. Los intelectuales de izquierda se sintieron ser una única doctrina que los cuatro maestros «clásicos» habían "des-
atraídos hacia el marxismo por rasgos que habían estado presentes arrollado» y «enriquecido». De esta forma Marx fue elevado a. la
en él desde el principio, pero que no eran específicamente marxistas. categoría de «clásico del marxismo-leninismo» y precursor de Stalin,
En tanto en cuanto la Rusia soviética parecía ser la principal fuerza El verdadero contenido del marxismo-lenin ismo era el que expresaban
opuesta al fascismo, estos intelectuales se propusieron identificar el Jos escritos de Stalin, y más particularmente el Brev e curso.
comunismo soviético con el marxismo tal y como ellos 10 entendían . Como hemos visto, el rasgo característico de esta ide ología, que
Al hacerlo, se cegaban deliberadamente a las realidades de la política reflejaba eminentemente los inte reses del estrato gobernante de un
comunista. Aquellos que, como George Orwell, se formaron una idea estado totalitario, era la combinación de una rigidez extrema y una
del co~unismo en acción a partir de los hechos empíricos en vez efe extrema flexibilidad . Estas cualidades, aparentemente opuestas, se re-
a parta de los supuestos doctrinarios se llenaron de odio e indigna- forzaban mutuamente a la perfección. La ideología era rígida en el
ción. La hipocresía y el autoengaño se habían convertido en el clima sen tido de que se expresaba en una colección de fórmulas inmutables
permanente de la izquierda intelectual. y lapidarías que era obligatorio repetir sin la más ligera desviación;
pero el contenido de estas fórmulas era 10 suficientemente vago como
para que pudiera ser utilizado para justificar cualquier política estatal,
en todas sus etapas y desviaciones. ., . ., .
El efecto más paradójico de esta func i ón del marxismo so;rletlco
fue su parcial autoliquidación durante In Segunda Guerra Mundial.
123
124 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalizaci6ndel marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 125

Durante la segunda mitad de los años treinta, Europa estuvo pn ran entre las razones avanzadas para explicar la serie de derrotas que
ralizada por la amenaza de la agresión nazi. Durante las crisis que llevaron al Estado Soviético al borde de la destrucción.
precedieron al estallido de la guerra, la Unión Soviética, con Stalin La guerra germano-soviética determinó nuevos cambios ideológi-
al frente, prosiguió una política hábil y sutil dirigida a asegurar su cos en la Unión Soviética y en todo el mundo comunista. Los comu-
posición contra ,las amenazas de todo orden. La pusilánime política nistas occidentales no tenían ya que dirigir su fuego contra las fuerzas
de apaciguamiento de las potencias occidentales hizo difícil prever antinazis, sino que eran libres de tratar el fascismo como al enemigo
qué sucedería si Alemania atacase a sus vecinos orientales u occiden- «natural». Los comunistas polacos, que hasta junio de 1941 habían
tales. Tras el Anschluss (anexión) y la subyugación de Checoslovaquin aceptado ob edientemente la abolición del estado polaco, rehicieron su
se hizo patente, para la mayoría de las personas, que la guerra era partido y lucharon contra el invasor nazi , en parte en la U.~. S , S"
in evitable. El pacto de no agresión germano-soviético de agosto pero principalmente como movimiento clandestino en la ~olonta ocu-
.de 19.39 contenía un protocolo secreto que preveía la partición d pada por Alemania. Aparte de la crueldad y la destrucción «norma-
Polonia entre los signatarios y que asignaba a Finlandia, Estonia y les», la guerra en Rusia suscitó peculiares atrocidades «ideológíc~SI>; l~
Letonia a la órbita de interés soviético (Lituania se unió a ellas en un a deportación y asesinato masivo de polacos, sobre todo de la tnte~ll­
modificación del acuerdo celebrado el 28 de diciembre). Alemania gentsia, de los territorios polacos orientales; la masacre de los. oficia-
invadió Polonia el 1 de septiembre, el día posterior a que la Unión les polacos apresados por los rusos; el traslado en masse, mientras
proseguía el conflicto con Alemania, de ocho pueblos minoritarios de
Soviética ratificase el pac to, y el 17 de septiembre el Ejército Rojo
la U. R . S. S. y la disolución de cuatro repúblicas nacionales autóno-
marchó a «liberar» los territorios polacos orientales, mientras que
mas -las de los alemanes del Valga, de los tártaros de Crimea, los cal-
los Gobiernos sov iético y alemán proclamaban que Polonia había sido muces y la de los chechenos y los ingushes . En estas deportaciones se
aniquilada de una vez por todas. Los agresores concluyeron un pacto perdieron innumerables vidas y los pueblos evacuados nunca habían
secreto de ayuda mutua para fiscalizar las actividades clandestinas en de volver a su territorio original.
los territorios ocupados. (Durante el período de la cooperación nazi. Por otra parte, la guerra hizo mucho por relajar el arraig.o de.la
soviética, los rusos dispusieron la extradición de algunos comunistas ideología en Rusia. Mientras la nación luchaba por su supe~vlv;n~la,
alemanes que estaban presos en la U. R . S, S., entre los cuales figuraba el marxismo mostró no tener valor alguno como arma psicológica;
el físico Alexander Weissberg; sin embargo, éste sobrevivió a la gue- desapareció virtualmente de la propaganda oficial, y Stalin apeló en
rra, gracias a 10 cual pudo escribir uno de los primeros relatos docu- su lugar al patriotismo ruso ' y al recuerdo de héroes tales como
mentales de las purgas de Stalin.) El pacto con Hitler produjo una Nevsky, Suvorov y Kutuzov. La Internacional dej ó de ser el himno
transformación de la ideología estatal soviética. Los ataques al fascis. nacional sovi ético y fue sustituida por un himno que glorificaba a
mo, y la propia palabra «fascismo », desaparecieron de la propaganda Rusia. Concluyó la agitación antirreligiosa y se disolvió la Liga. de
soviética. Los partidos comunistas occidentales, y sobre todo el inglés y los Militantes Ateos, mientras que se invitó al clero a mantener VIVO
el francés, recibieron órdenes para que dirigieran toda su propaganda el espíritu de patriotismo.
contra el esfuerzo bélico y culparan al imperialismo occidental por la La propaganda soviética desde 1945 representó la victoria sobre
lucha contra la Alemania nazi, La fracasada invasión de Finlandia puso Hitler como un triunfo de la ideología socialista, viva en los corazo-
de manifiesto la debilidad militar de Rusia ante el mundo, y también nes de hombres combativos y de todo el pueblo soviético. Lo con-
ante Hitler, cuyo objetivo fue desde el principio destruir a su «alia- trario hubiera estado más próximo a la verdad : fue una condición
do» soviético. Aún más catastrófica fue la situación de la Unión So- necesaria para la victoria, si bien no suficiente, que la nación olvidara
viética Ínmediatamente después de la invasión alemana del 21 de la ideología marxista y se imbuyera de sentimientos patriótico.s y
junio de 1941. Los historiadores discuten aún sobre las causas de nacionales. Aparte de los esfuerzos del Estado y el pueblo SOVIéti-
esta falta de preparación. La purga de los mejores cuadros militares, cos, otros factores jugaron su papel, incluid a la gran cantidad de
la incompetencia militar de Stalin y su negativa a dar crédito a los ayud a militar americana y la locura «ideol ógica» de Hitler, quien,
anuncios de un inminente ataque, y el completo desarme psicológico confundido por su abrumador éxito en los primeros meses de la gue-
del pueblo soviético -una semana antes de la invasión el Gobierno rra, sometió a los territorios conquistados al máximo rigor de la
condenó públicamente los rumores de guerra como «absurdos»- ógu- doctrina nazi: en vez de calificarse de liberador de Bielorrusia y de
126 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 127

Ucrania, blandió el estandarte del racismo y trató a los habitantes de Algunos historiadores afirman que tanto las anexiones co~o ,la
estos territorios como inírahombres que habían de ser exterminados implantación d~l comunismo ~n !oS 'paíse~ ~cupad~s por el EJ~rc1to
o esclavizados para siempre. (Los alemanes ni siquiera desmantelaron Rojo no se debieron a los designios imperialistas, s~no a u~~ 'pIeocu-
las granjas colectivas en los territorios conquistados, pues este siste- pación por la seguridad que necesitaba tener la Un~ón Sovlet1~a ~ara
ma les hacía más fácil el control de la producción.) La bestial cruel- rodearse en la medida de lo posible de estados «amigos» o, mas bien,
dad de los nazis convenció a toda la población de que no podía sometidos. Pero es una distinción sin objeto, pues en tanto en cuanto
haber peor mal que el hitlerismo. Los soldados del Ejército Rojo, los estados no estuvieran sometidos a la Unión Soviética no podía
quien, tras los primeros reveses, mostraron un notable valor y leal- haber una garantía absoluto. de su seguridad: para ser perfectamente
tad, lucharon por la existencia de su país y no por el marxismo- eficaz, el proceso «defensivo» debía continuar hasta que el mundo
leninismo, En Rusia muchos esperaban que la guerra no sólo traería entero estuviera bajo mandato soviético.
la victoria final sobre el nazismo, sino también una libertad interior
o al menos una relajación de la tiranía. Era natural pensar así cuando
los controles ideológicos se habían debilitado tanto que podía apli- 2. La nueva ofensiva ideológica
carse todo esfuerzo a ganar la guerra, pero muy poco después de la
victoria se vio que estas esperanzas eran mera ilusión, Al final de la guerra, la Rusia soviética había sufrido enormes
A pesar de todo, diversas instituciones marxistas siguieron fun- pérdidas y se encontraba en un estado de r?in,a económica; . s~n em-
cionando a lo largo de la guerra. El único acontecimiento importante bargo, su posición en el mundo, y por consrguiente ~l pl'e?t1glO per-
en la esfera de la filosofía soviética fue un decreto del Comité Cen- sonal de Stalin había crecido considerablemente. Stalin salió del tor-
tral del Partido condenando los errores del tercer volumen de una bellino de la ~erra como un gran hombre de estado, un br~l1ante
Historia de la Filosofía colectiva editada por G. F. Aleksandrov: los estratega y el destructor del fascismo. Una vez hubo conclmdo la
autores, pecando de ir por encima de su época, habían sobrevalorado guerra y quedaron aseguradas l~s c~l1quist~s soviéti.cas e~ Europa, ~l
el papel de Hegel como filósofo y precursor del marxismo-leninismo, dictador lanzó una nueva ofensiva Ideológica para invertir los perru-
sin tener en cuenta su chauvinismo germano. Esta condena fue sólo ciosos efectos del «liberalismo» del tiempo de guerra, para enseñar
uno de los muchos actos de propaganda antialemana del tiempo de al pueblo ruso que el Gobierno no tenía in tendón de entregar su
guerra, pero ayudó a destruir la posición de Hegel en Jos anales de poder, y para obligar a aquellos que, gracias a la ~~rra, habían c?no-
la ortodoxia marxista-leninista . En una entrevista con filósofos sovié- cido otros paises, 11 olvidar sus recuerdos lo ,más ra'pldamente pOS.lble.
ticos Stalin describió a Hegel como un ideólogo de la reacción aristo- (Un ejemplo particularmente drástico de ~sta política fue el de~tI~rro
crática a la Revolución Francesa y al materialismo francés, y a partir general a campos de concentración de los 'presos ?e
guerra .sovIéucos
de entonces esta valoraci6n pasó a ser obligatoria en los círculos filo- que habían sido liberado~ y entregados por los. Aliados Occlden~al~s.)
sóficos. El terror y la «autenticidad» de la guerra, Junto con l~ relajación
Como la perspectiva de la victoria se convirtió en una certeza de los criterios ideológicos marxistas, había llevado a Cierto resur-
virtual, la política de Stalin, motivada por el deseo de conquista y gimiento caracterizado por la aparición de importantes n~)Ve1as, como,
expansión territorial , se interesó por el orden de Europa y del mundo por ejemplo, las de V. P . Nekrasov y A. A. Bek, y también de poesía,
después de la guerra. Por los acuerdos de Teherán y Yalta, los Alia- cine y otras obras, ..' . . .
dos Occidentales dieron a la Unión Soviética, en la práctica, mano La implacable campaña Ideológica iniciada a pa.rur de 1946 puede
libre en la Europa oriental. Además de anexión directa de los tres resumirse en la máxima dirigida una vez por Alejandro II a los po-
Estados bálticos y de la adquisición de territorio de casi todos sus lacos: «Poin: de r éueries!» El objeto era no sólo recuperar la pureza
vecinos, la Unión Soviética, con el permiso de Churchill y Roosevelt, ideológica, sino llevarla a nuevas alturas, aislando al mism,o tiempo
disfrutó una posición dominante en Polonia; Checoslovaquia, Hun- a la cultura soviética de todo contacto con el mundo exterior, Toda
gría, Rumania, Bulgaría y, en menor medida, Yugoslavia. Eran los forma de vida intelectual se resintió de este aislamiento: la litera-
años anteriores a la implantación de un Gobierno comunista en estos tura, la filosofía, la música, la historia, la economía l~ ciencia nadtu-
países, y también en la Alemania del Este, pero el resultado fue una ral, la pintura, la arquitectura, etc. El t~ma era el, mls.mo en to o.s
conclusión prees tablecida . los casos: dejar de «humillarse ante OCCidente», destruir todo vestt-
128 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxiemo-Ienlnismo tras la Segunda Guerra Mundial 129

gio de dependencia en pensamiento y arte, y utilizar todas las for- y celo revolucionario. Como había establecido Lenin, debía ser polí-
mas de la cultura para la glorificación de Stalin, el Partido y el estado tica y estar imbuida del espíritu del Partido: debía desenmascarar
Soviético. la vacuidad de la cultura burguesa y mostrar la grandeza del hombre
El principal agente de esta política durante los años 1946 a 1948 sovienco y del pueblo soviético, no sólo como eran en la actualidad,
fue A . A. Zhd ánov, un secretario del Comité Central y veterano de sino también como serian en el futuro.
la guerra contra [a dependencia cultural. Fue él quien, por encargo Las claras directrices de Zhdánov marcaron el curso de la litera-
del Partido, informó en el Congreso General de Escritores, celebrado tura soviética durante los próximos años . Los escritores ideológica-
en agosto de 1934, de que la literatura soviética era no sólo la más mente neutros fueron reducidos al silencio, si no les sucedió algo
grande del mundo, sino la única creativa y literariamente fecunda , peor. Incluso los más ortodoxos, como Fadeyev, revisaron su obra y
mientras que la de la cultura burguesa estaba en un estado de deca- la adaptaron a las nuevas normas. La literatura «progresista» tenia
dencia y corrupción. Las novelas burguesas estaban llenas de pesi- que describir, en la práctica, el sistema soviético no como éste era,
mismo, sus autores se habían vendido al capitalismo y sus héroes sino como la ideología exigía que fuera. Esto dio lugar a una inunda-
eran en su mayoría ladrones, prostitutas, espías y gamberros, «El gran ción de subliteratura glorificando al Partido y predicando las bellezas
cuerpo de autores soviéticos se confunde en la actualidad con el poder de la vida soviética. La palabra impresa fue abandonada casi por
soviético y el Partido, contando con la ayuda de éste y con la protec- completo a manos de los oportunistas y sicofantes.
ción y asistencia diaria del Comíté Central y el incesante apoyo del La música no corrió mejor suerte. En enero de 1948 Zhdánov
camarada Stal ín.» La literatura soviética debía ser optimista , debía pronunció una conferencia en una reunión de compositores, directo-
ser «progresista» y servir a la causa de los trabajadores y granjeros res y críticos, atacando la corrupción de la música burguesa y exigien-
colectivos. do más abundancia de temas patrióticos. La ocasión inmediata la
Tras la guerra, la iniciativa más importante de Zhdánov fue ata- proporcionó la ópera La gran amistad, del compositor georgiano Mu-
cal' a dos revistas literarias de Leningrado, Zoezda (Estrella) y Le- radeli, Esta obra había mostrado, con las mejores intenciones, que
ningrad, En agosto de 1946, el Comité Central aprobó una resolución los pueblos caucásicos -georgianos, Iezgianos, osetas- habían lucha-
condenando estas revistas. Las principales víctimas fueron la eminente do contra los rusos directamente después de la Revolución, pero que
poetisa Anna Akhmatova y el humorista Mikhail Zoshchenko. Zhdá- pronto se reconciliaron con el régimen soviético. Nada de esto, dijo
nov pronunció un discurso en Leningrado en el que atacó violenta- Zhdánov: todos estos pueblos habían luchado por el poder soviético
mente a ambos escritores. Zoshchenko era un calumniador malinten- desde el principio, hombro a hombro con los rusos . Los únicos que
cionado del pueblo soviético: habia escrito un cuento sobre un mono no lo habíaq hecho habían sido los chechenos y los ingushes, quienes
que se decidía a vivir en su jaula en el zoo antes que vivir libre en - como Zhdánov no mencionó en esta ocasión, pero todos tenían en
Leningrado, y esto significaba, obviamente, que Zhoschenko quería mente- habían sido deportados en masa durante la guerra nazi-
reducir a la humanidad al nivel de monos. Incluso en los años veinte soviética, mientras que su república autónoma había sido borrada del
se había mostrado partidario de un arte no político desprovisto de mapa. No contento con este ejemplo, Zhdánov lanzó un ataque gene-
espíritu de partido, y no había querido tener nada que ver con la tal a los compositores que buscaban inspiración en las novedades oc-
construcción del socialismo: había sido y seguía siendo una «rata cidentales en vez de proseguir la gran tradición rusa de Glinka,
de alcantarilla literaria, sin principios ni conciencia». En cuanto a Tchaikovsky y Mussorgsky. La música soviética estaba «quedándose
A.khmatova, era una mística ninfómana, anhelante de los «viejos tiem- atrás» con respecto a otras formas de ideología; los compositores su-
pos de Catalina.. . Sería difícil decir si es una monja o una mujer cumbían al «formalismo», apartándose de la «verdad musical» y del
perdida; quizá sería mejor decir que es un poco de cada cosa, que «realismo socialista». La música burguesa era an tipopular, siendo o
sus deseos y oraciones están unidos». El hecho de que las revistas formalista o naturalista, peto en cualquier caso «idealistA» . La mú-
de Leningrado imprimieran semejantes cosas mostraba que la vida lite- síca soviética debla servir al pueblo: había necesidad de óperas, can-
raria se encontraba en mal estado. Muchos escritores imitaban la ciones y obras corales, que algunos compositores, embebidos de for-
corrupta literatura burguesa, otros utilizaban la historia para rehuir malismo, consideraban como menos importantes . Estos compositores
los temas de actualidad y uno había incluso osado parodiar a Push- miraban con recelo la música de programa, a pesar de que la música
kin. La tarea de la literatura era inspirar a los jóvenes patriotismo clásica rusa era principalmente de este tipo. El Partido había supe-
130 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del roarxismo-lcninismo tras la Segunda Guerra Mundial 131

rado ya las tendencias reaccionarias y formalistas en pintura y había «salto cualitativo» en la historia de la filoso ña y el comienzo de una
restablecido la sana tradición de Vereshchagin y Repin, pero la música nueva era en la que la filosofía era un arma del proletariado en la
estaba aún at:asada. La herencia rusa clásica no había sido superada, lucha contra el capitalismo. Aleksandrov adolecía de un corrupto «obje-
y los compositores debían desarrollar un «oído político» más fino y tivismo»: se había limitado a registrar las ideas de diversos pensadores
también musical, burgueses con un espíritu neutral, en vez de luchar implacablemente
Los resultados de estas advertencias no se hicieron esperar. Basta por la victoria de la única filosofía verdadera, la filosofía marxista-
c~mparar el concierto de piano de !<hachaturian, compuesto antes del leninista. La misma omisión de la filosofía rusa era en sí misma un
discurso de Zhdánov, con su concrerto de violín. Shostakovich, criti - signo de deferencia con las tendencias burguesas. El hecho de que
c~do por su Novena sinfonía entre otras obras, hÍ20 arreglos cornpo- los compañeros de viaje filosóficos de Aleksandrov no hubiesen criti-
niendo una oda en elogio del plan forestal de Stalin y muchos otros cado estos flagrantes defectos, que sólo se pusieron de relieve gracias
músico~ repararon sus vallas ideológicas; la forma de ~omposición más a la intervención personal del camarada Stalin, era una clara muestra
favorecida del momento era un oratorio en honor del Partido, del de que no todo estaba bien en el «frente filosófico» y que los filósofos
estado o de Stalin. estaban perdiendo su combativo espíritu bolchevique.
La campaña contra la literatura y la música reflejó los principios Las normas establecidas por Zhdánov para la futura labor filoso-
generales de la política de Stalin para la época, que era una política fica en la Unión Soviética pueden reducirse a tres . En primer lugar
de intimidación ideológica y de rearme físico y moral contra la even- hay que recordar, de una vez por todas, que la historia de la filosofía
tualidad de la guerra. La doctrina estaba fundada en una división de era la historia del nacimiento y desarrollo del materialismo cientí-
la humanidad en dos campos: el corrupto y decadente mundo del im- ftco, y de su conflicto con el idealismo en tanto este último obstruía
perialis~o! destinado a hundirse pronto bajo el peso de sus propias su desarrollo. En segundo lugar, el marxismo suponía Ullil. revolución
contradicciones, y el «campo de la paz y el socialismo», el baluarte del Iilosófica: había sacado la filosofía de las manos de la élite y la había
progreso . La cultura burguesa era por definición reaccionaria y d eca- hecho propiedad de las masas . La filosofía burguesa había estado en
dente, y cualquiera que buscara en ella valores positivos estaba come- una situación de decadencia y disolución hasta el nacim iento del mar-
tiendo alta traición y sirviendo a los intereses del enemigo de la clase xismo y era incapaz de producir nada de valor. La historia de la
trabajadora. filosofía de los últimos cien años era la historia del marxismo. La
brú jula de orientación en la lucha contra la filosofía burguesa era elli-
bro Materialismo y empiriocriticismo de Lenin. La obra de Aleksan-
3. La controversia filos6fica de 1947 drov mostraba un espíritu de «desdentado vegetarianismo», como si el
tema fuera no la lucha de clases, sino cierto tipo de cultura univer-
Tras la literatura, había llegado la hora de disciplinar la filosofía. sal. En tercer lugar, la «cuestión de Hegel» había sido ya resuelta
La .ocasión de la campaña fue la Historia de la Filoso/la europeo- por el marxismo y no había necesidad de volver sobre ella. En gene-
occidental, de G. F. Aleksandrov, publicada en 1946. Su intención ral , en vez de cavar en el pasado, los filósofos debían atender a los
era plenamente ortodoxa, llena de citas de los clásicos rnarxistas-leni- problemas de la-sociedad socialista y preocuparse por los problemas
nistas y escrita en un espíritu de verdadera devoción al Partido. Era contemporáneos . En la nueva sociedad no había ya lucha de clases,
una exposición popular de escaso valor histórico, pero prestaba una pero existía todavía una lucha de 10 antig uo contra lo nuevo; la forma
gran atención al «contenido de clase» de las doctrinas que describía. de esta batalla, y por tanto la fuerza motriz del progreso y el ins-
Sin embargo, el Partido se indignó por el hecho de que sólo abarcase trumento elegido por el Partido, era la critica y la autocrítica . Esta
la filosofía occidental y concluyera en el año t848 , no incluyendo, era la nueva «ley dialéctica de desarrollo» de la sociedad progresiva.
por tanto, una demostración de la incomparable superioridad de la Todos los principales miembros del «frente filosófico» participa-
filosofía rusa. En junio de 1947, el Comité Central organizó una am- ron en el debate, haciéndose eco de las directrices del Partido y agra-
plia discusión en la que Zhdánov formuló directrices en beneficio deciendo al camarada Stalin su creativa contribución al marxismo y
de los autores filosóficos. En la parte de su alocución dedicada al su corrección de los errores de la filosofía soviética. Aleksandrov rea-
~bro de A1eksan~ov afirmó que mostraba falta de espíritu de par- lizó la ritual autocrltica, reconociendo que su obra contenía serios
tido; el autor dejaba de mostrar que el marxismo representaba un errores, pero consolándose por el hecho de que sus colegas hubíesen
132 Principales corrientes del marxismo 4: La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 1.33

apoyado la crítica de Zhdánov; confesó una inamovible fidelidad al sus filosofías eran m ás o menos idénticas. Sin citar largos extractos,
Partido y prometió enmendarse. sería difícil hacer comprender el increíble primitivismo de la produc-
Durante el debate Zhdánov se opuso a la idea de una revista de ción filosófica soviética de estos años a cualquiera que no la hubiera
filosofía (Baio el estandarte del marxismo había dejado de publicarse estudiado. En general, los estudios históricos fueron desechados: ape-
tres años antes), afirmando que la publicación mensual del Partido, nas se publicaron libros sobre historia de la filosofía, ni tampoco
Bolsbeoile, cubría perfectamente la materia. Sin embargo, finalmente traducciones de los clásicos de la filosofía, a excepción de los Anali-
accedió a la creación de Problemas de Filosofía, cuyo primer número tícos de Aristóteles y el De rerum natura de Lucrecio. La única histo-
apareció poco después, e incluía una reproducci ón taquigráfica del ria aceptable era la del marxismo o la de la filosofía rusa . La primera
debate . El primer editor fue V. M. Kedrov, quien se especializó en consistía en exposiciones diluidas de los cuatro clásicos, mientras que
filosofía de la ciencia natural y fue un hombre de cultura mucho ma- la última se interesaba por LJ. «progresiva contribución» de LJ. filosofía
yor que la mayoría de los filósofos soviéticos . Sin embargo, cometió rusa y su superioridad sobre la occidental: se publicaron artículos y
el grave error de publicar en el segundo número de la revi sta un libros mostrando cómo Chernyshevsky superaba a Feuerbach y elo-
artículo del eminente físico teórico M. A . Markov, titulado «La na- gíando la dialéctica de Hersten, la estética progresista de Radishchev,
turaleza del conocimiento físico», que defendía las ideas de la Es- el materialismo de Dobrolyubov, etc.
cuela de Copenhague acerca de los aspectos epistemológicos de la La purga ideológica no se detuvo ante la lógica tampoco, cuya po-
física cuántica. El artículo fue objeto de ataques por parte de Mak si- sición en el marxismo-leninismo había sido dudosa desde un princi-
mov en el semanario oficial Gaceta Literaria, y a consecuencia de todo pio. Por una parte, Engels y Plejanov habían hablado de las «con-
ello Kedrov perdió el cargo. tradicciones» inherentes a todo movimiento y desarrollo, y de sus
El debate de 1947 no dejó dudas sobre lo que habían de escribir fórmulas parecía seguirse que el p rincipio de contradicción y, por
los filósofos soviéticos y III forma en que debían hacerlo: sirvió para tanto, la lógica formal en general , no podían reclamar una validez
fijar para muchos años el estilo de la filosofía soviética. Zhdánov no universal. Por otra parte, ninguno de los clásicos había condenado
se limitó a repetir la fórmula de Engels , que siempre había tenido inequívocamente la lógica, y Lenin manifestó que debía impartirse
una importancia suprema en la Rusia de Stalin, de que el «contenido» en enseñanzas elementales . La mayoría de los filósofos dieron por su-
de la historia de la filosofía era el conflicto entre el materialismo y el puesto que la «lógica dialéctica» era una forma de pensamiento supe-
idealismo. Baio la nueva doctrina, su verdadero contenido era la his- rior y que la lógica formal «no se aplicaba» a los 'fenómenos en mo-
toría del marxismo, es decir, las obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin. vimiento; sin embargo, no estaba claro de qué forma y en qué me-
En otras palabras, no era tarea de los historiadores de la filosofía dida era admis ible esta lógica «restringida». Los escritores filosóficos
analizar las teorías pasadas o incluso dilucidar sus orígenes de clase: condenaron unánimemente el «formalismo lógico» , pero ninguno de
sus estudios debían ,ser teleológicos y estar totalmente dedicados a pro, ellos pudo explicar la diferencia exacta entre éste y la «lógica for-
bar la superioridad del marxismo-leninismo sobre toda filosofía ante - mal», que era tolerada dentro de ciertos límites. A finales de los años
rior, y simultáneamente a «desenmascaran> las funciones reaccionarias cuarenta se enseñaba lógica elem ental en los cursos superiores de las
del idealismo. Al escribir sobre Aristóteles, por ejemplo, tenían que escuelas secundarias y en las facultades de filosofía; también apare-
mostrar que había «dejado de comp render» esto o aquello (por ejem- cieron algunos manuales, uno del jurista Strogovich y otro del filósofo
plo, la dialéctica individual y universal) o que había «oscilado » culpa- Asmus. Aparte de las injerencias ideológicas, en ambos casos se tra-
blemente entre el idealismo y el materialismo . El efecto de la fórmula taba de manuales anticuados, que apenas iban más allá de la silogís-
de Zhdánov fue eliminar virtualmente todas las diferencias entre los tica de Aristóteles e ignoraban la moderna l ógica simbólica: se pare-
filósofos. Había materialistas e idealistas y aquellos qu e «oscilaban» dan a los libros de texto utilizados en los institutos de enseñanza
o eran inconsistentes, y esto era todo. Cualquiera que lea las publi- secundaria del siglo XIX. Sin embargo, la obra de Asmus fue objeto
caciones filosóficas de estos años obtendrá la firme impresión de que de violentos ataques por falta de espíritu de partido y por ser apo-
toda .Ia filosofía constaba de las dos afirmaciones rivales, «la materia lítica, formalista e ideológicamente insuficiente: estas críticas fueron
es lo ·primordial» y «el espíritu es 10 primordial», siendo la primera formuladas en un debate organizado por el Ministerio de Educación
progresiva y III última reaccionaria y supersticiosa. San Agustín era un Superior de Moscú el año 1948 . El principal motivo de la acusación
idealista y también Bruno Bauer, y se dejaba suponer al lector que de olvidar la política era que, en los ejemplos de razonamiento silo-
134 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 135

gístico utilizados, Asmus había elegido proposiciones «neutrales» des- estos dos últimos escritores compilaron un imponente Diccionario con-
provistas de contenido ideológico militante. ciso de Filosofía, que conoció varias ediciones y revisiones.
La lógica moderna era un libro sellado para los filósofos; sín Se puede decir con seguridad que durante toda la era de Stalin
embargo, no fue completamente ignorada gracias a un pequeño grupo no apareció en la Unión Soviética un solo libro de ~osoffa digno de
de matemáticos, que se interesaron por los problemas técnicos y se mención per se y no como expresión de la cultura Intelectual de la
cuidaron de no terciar en las discusiones filosóficas, que sólo les po_o época, ni hubo un solo escritor filosófico cuyo nombre merezca ser
.dían haber traído desgracias . Gracias a sus esfuerzos se publicaron recordado.
en 1948 traducciones de dos excelentes libros de lógica simbólica: Hay que añadir que en este período había mecanismos institucio-
la Introducción a la lógica matemática, de Tarski, y los Fundamentos nales que despojaron las obras filosóficas de todas las ideas originales
de la teoría lógica, de Hílbert y Ackerrnann . Diversos artículos en y de todo rasgo de estilo individual. La mayoría de los libros eran
Problemas de la Filosofía, de autor desconocido, denunciaron estas discutidos antes de su publicación por uno u otro grupo filosófico, y
obras como una «diversión ideológica». AJgún .progreso en esta esfe- era deber de los participantes mostrar espíritu de partido denun-
ra se consiguió en 1950 con el ensayo de Stalin sobre filología, pues ciando hasta los intentos más tímidos por ir más allá del catecismo
los defensores de la lógica lo invocaban en apoyo de su idea de que vigente. En ocasiones se practicaron varias de estas operaciones en
la lógica, al igual que el lenguaje, carecía de clase, es decir, que no un mismo texto, y el resultado fue que todos los libros resultaron
había una lógica burguesa y otra socialista, sino una única lógica prácticamente idénticos. El caso de Leonov, antes mencionado, es no-
válida para toda la humanidad. El status de la lógica formal y de su table en tanto cabía pensar que nunca podfa haber sido detectado
relación con la lógica dialéctica fue debatido varias veces durante y un plagio, por la similitud de estilo de los autores.
después de la era de Stalin. Algunos afirmaban que había dos tipos
de lógica, la formal y la dialéctica, que se aplicaban a diversas circuns-
tandas, representando la primera un «nivel inferior de conocimiento»; 4. El debate economico
otros afirmaban que s610 la lógica formal era lógica en el verdadero
sentido y que 00 estaba en conflicto con la dialéctica, que propor- En la misma época en que Zhdánov se ocupaba de los filósofos,
la ciencia económica sufrió una purga ideológica. La ocasión la pro-
cionaba otras reglas, no formales, del método científico. En su con-
porcionó esta vez un libro de Varga, publicado en 1946, sO?l'e. los
junto, los ataques al «formalismo» contribuyeron a disminuir el nivel
efectos de la Segunda Guerra Mundial sobre la economía capitalista.
general de los estudios lógicos en la U. R. S. S., que ya era extrema- Jeno Varga (1879-1964), UI1 eminente economista de origen húngaro,
damente bajo. . había vivido en la Unión Soviética desde la caída de la breve repú-
La filosofía soviética alcanzó su culrnen en los últimos años de blica comunista de Béla Kun, y fue director del Instituto de Economía
gobierno de Stalin. Las instituciones y revistas filosóficas eran dirigi- Mundial, cuya finalidad era observar las tendencias y pre~ecir las
das por personas cuyas únicas cuali6cacíones eran el servilismo, la crisis del sistema capitalista. En este libro intentaba exarmnar los
fabulación y servicios similares al Partido. Los manuales de materia- cambios permanentes que la guerra había supuesto en la economía
lismo dialéctico e histórico que vieron la luz durante estos años son capitalista, ya que había obligado a los Estados burgueses a intro-
lamentables por su pobreza intelectual. Ejemplos típicos son El ma- ducir un grado de planificación económica y había incrementado con-
terialismo hist6rico, editado por F. V. Konstantinov (1951), y U,t siderablemente las funciones del Estado, sobre todo en Inglaterra
resumen del materialismo dialéctico, de M. A. Leonov (1948); Leo- y EE. UD. La cuestión de los excedentes de producción había dejado
nov desapareció de circulación cuando se descubrió que su libro era de ser decisiva, y la lucha por los mercados no era ya un factor cl~ve
un plagio de manuscrito no publicado de otro filósofo, F. 1. Khaskha- en los asuntos internacionales; sin embargo, la exportación de capital
chíkh, que habia caído en la guerra. Otros miembros del «frente 610- había asumido una gran importancia. Había que esperar que la sobre.
s ófico», además de los mencionados antes, eran D. Chesnokov, P . Fe- producción en los EE. UU. y la destrucción durant.e la .guerra de. ~a
doseyev, M. T. Yovchuk, M. D. Karnmarí, M. E. Omelyanovski Europa Occidental se un irían para producir una situación de cnsrs
(quien, al igual que Maksimov, se dedicó a perseguir los residuos de que el capitalismo intentaría remediar ~ediante la exportació~ ma~iva
idealismo en física), S. A. Stepanyan, P . Yudin y M . M. Rozenta1; de capital americano a Europa. Las teorías de Varga fueron discutidas
136 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxlsrno-leninismo tras la' Segunda Guerra Mundial 137

en mayo de 1947 y de nuevo en octubre de 1948. Sus críticos, y en vidad podían ser expuestas por completo sin dar por sentado ciertos
particular K. V. Ostrovityanov, el principal economista de la época supuestos epistemológicos. La cuestión del determinismo y la del
de Stalin, le acusaron de creer que era posible la planificación bajo efecto de la observación sobre el objeto observado tenían obv iamente
el capitalismo, de separar la economía de la política y de ignorar la implicaciones filosóficas, y esto fue reconocido en todas las discusio-
l~cha de clases. Había dejado de percibir la crisis general del capita- nes celebradas hasta la fecha.
lismo y, en vez de acentuar el poder del capital sobre el estado bur- La Rusia soviética y la Alemania nazi eran dos países en los que
gués, hab ía cometido el error de suponer que el estado tenía el control la teoría de [a relatividad había sido atacada y proscrita como con-
del capital. Además Varga fue acusado de cosmopolitismo, de tomar traria a la ideología oficial. En la Unión Soviética, como hemos visto,
pr éstamos de la ciencia occidental, de reformismo, ob jetivisrno y de la campaña empezó antes de la Segunda Guerra Mundial, pero se in-
subestimar a Lenin, La retahíla de acusaciones era la convencional, tensiíic ó durante los años de la postguerra. En Alemania, el argumen to
pero en lo esencial el libro de Varga era opuesto a la ideología estali- indiscutido contra ella era que Einstein era judío. En Rusia no se
n.ista. Su conclusión de que el capitalismo tenía a su disposición planteó esta cuestión, y los criticas basaban su oposición en la ense-
siempre nuevas formas para remediar las situaciones de crisis, en ñanza del marxismo-leninismo de que el tiempo, el espacio y el mo-
vez de tener cada vez menos, era manifiestamente contraria a la en- vim iento eran objetivos y que el universo era infinito. En su discurso
señanza de Lenin y a la línea del Partido durante las tres últimas a los filósofos pronunciado en 1947 , Zhdánov arremetió contra los
décadas, que establecía que las contradicciones del capitalismo se discípulos de Einstein que afirmaban que el universo era finito. Los
estaban agudizando día tras día y que la crisis universal era cada vez crlticos filosóficos afirmaban también que, como el tiempo era obje-
más intensa. Varga no realizó su autocrítiea tras el primer debate, tivo, la relacíón de simultaneidad debía ser absoluta y no dependiente
pero acabó haciéndolo en 1949; fue despojado de sus principales car- del marco de referencia como mantenía la teoría especial de la rela-
gos y clausurada la revista que dirigía. Sin embargo, tras la muerte tividad. De igual modo, el movimiento era una propiedad objetiva
de Stalin fue rehabilitado, y en un libro publicado en 1964 repetía y de la materia, y por tanto la trayectoria de un cuerpo en movimiento
desarrollaba sus tesis, criticando a Stalin y la infalibilidad dogmática no podía determinarse parcialmente por el sistema de coordenadas
de sus ideólogos para reconocer los hechos que estaban en conflicto (un argumento que obviamente valía tanto contra Galileo como con-
con los esquemas preestablecidos. En un manuscrito que no fue pu- tra Einstein). En general, como Einstein hacía las relaciones tempo-
?1icado en Rus~a, pero que lleg ó a Occidente tras su muerte, Varga rales y el movimiento dependientes del «observador», es decir, del
Iba aún más leJOS , afirmando que el plan de Lenin para la construc- sujeto humano, debía ser un subjetivista , y por lo tanto un idealista .
ción del socialismo en Rusia había mostrado ser un fracaso y qu e la Los filósofos que tomaron parte en estos debates (A. A. Maksirnov,
burocratización del sistema soviético se debía en par te a los falsos G. 1. Naan, M. E. Omelyanovskí y otros) no limitaron sus críticas
pronós ticos de Lenin , a Einstein, sino que atacaron toda la «ciencia burguesa», siendo sus
blancos favoritos Eddington, ]eans, Heisenberg, Schrodinger y todos
los metodólogos conocidos de las ciencias físicas. Además, ¿no había
5. El marxismo-leninismo en física y cosmología admitido Einstein que había derivado sus primeras idea s sobre la
relatividad de Mach , cuya filosofía oscurantista había sido demolida
Un ejemplo especialmente flagrante del estalinismo agresivo fue por Lenin?
la invasi ón ideológica de las ciencias naturales. Aparte de las mate- Sin embargo , el punto esencial del debate (que también afectaba,
máticas , que permanecieron intactas , la campaña de regimentación si bien de forma secundada, a la teoria general de la relatividad y
marxista afectó en cierto grado a todas las ramas de la ciencia: la a la cuestión de la homogeneidad del espacio) no era la supuesta
física teórica, la cosmología, la química, la genética, la medicina, la psi- «contradicción» entre el contenido de la teoría de Einstein y el mar-
cología y la cibernética estuvieron lastradas por una interferencia que xismo-leninismo. La doctrina marxista sobre el tiempo, el espacio y
alcanzó su culmen entre 1948 y 1953. el movimiento no era tan precisa como para que pudiera ser recon-
Los físicos soviéticos, en su mayoría, no tenían mucho interés ciliada con la física eínsteniana sin alguna dificultad lógica en espe-
por participar en las discusiones filosóficas, pero en algunas esferas cial. Incluso era posible afirmar que la teoría de la relatividad era
éstas eran inevitables: ni la teoría cuántica ni la teoría de la relati- una confirmaci ón del materialismo dialéctico: esta línea de defensa
138 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 1.39

fue seguida, en particular, por V. A. Fock, un eminente físico teórico, se le atribuye una de las dos cosas en el proceso de medida. El segundo
quien al mismo tiempo presentó argumentos científicos para pensar punto de desacuerdo era el relativo a la posibilidad de una descríp- "
que la teoría de Einstein era de una validez limitada. La campaña ción literal de la conducta de los microobjetos, -que tienen propiedades
contra Einstein -y de hecho contra la mayoría de los logros de la diferentes de las de los macroobjetos y que, por tanto, no pueden ser
ciencia moderna- tenía, sin embargo, dos motivaciones básicas. En caracterizadas en el lenguaje desarrollado para describir a estos últi-
primer lugar, «burgués versus socialista» significaba prácticamente lo mos. De esta forma, según Markov, las teorías que describen los
mismo que «occidental versus soviético». La teoria del Estado del fenómenos microfísicos son inevitablemente una traducción a térmi-
estalinismo incluía el chauvinismo soviético y exigía el rechazo siste- nos macrofísicos: con ello, la realidad microfísíca que conocemos y
mático de todos los logros importantes de la cultura «burguesa», so- de la que podernos hablar con sentido está constituida en parte por
bre todo los datados después de 1917, fecha a partir de la cual un los procesos de medida y el lenguaje utilizados para describirlos . De
solo país del mundo era la fuente del progreso, mientras que el capi- aquí se seguía que las teorías físicas no podían considerarse como
talismo estaba en un estado de decadencia y ruina. Además del chau- teorías que proporcionaran una copia del universo bajo observación,
vinismo soviético, había un segundo motivo. La simplista doctrina y también, aunque Markov no lo dijo expresamente, que todo el con-
del marxismo-leninismo coincidía en muchos aspectos con las ideas cepto de la realidad, al menos por cuanto respecta a la microfísica,
cotidianas del sen tido común de las personas incultas: fue a ellas a quedaba inevitablemente relativizado con respecto a la actividad cog-
las que apeló Lenin, por ejemplo, en su ataque al empiriocriticismo. nitiva, lo cual era manifiestamente contrario a la teoría del reflejo
Por otra parte, la teoría de la relatividad era innegablemente, en cier- de Lenin. Por ello, Markov fue denunciado por los nuevos editores
ta medida, un atentado contra el sentido común . El carácter absoluto de Problemas de la Filosoiia como un idealista, un agnóstico y un
de la simultaneidad, la extensión y el movimiento, y la uniformidad seguidor de la teoría de los «jerogl íficos» de Plejanov, ya refutada
del espado, son supuestos de la vida cotidiana que aceptamos como por Lenin.
cosa hecha, y la teoría de Einstein los violaba de la misma forma que Hay que destacar que, al contrario que la teoría de la relatividad,
la paradójica afirmación de Galileo de que la Tierra gira alrededor la mecánica cuántica era realmente difícil de reconciliar con el mate-
del Sol. De esta forma, los críticos de Einstein estaban no sólo defen- rialismo y el determinismo en el sentido marxista-leninista. Si carece
diendo el chauvinismo soviético, sino también el conservadurismo de significado decir que las partículas tienen ciertos parámetros físi-
ordinario que rechaza las teorías incompatibles con la llana evidencia cos inescrutables que definen su estado, la doctrina del determinismo
de nuestros sentidos. parece insostenible; si la misma presencia de ciertas propiedades físicas
La lucha contra el «idealismo en física» se libró, por motivos presupone la presencia de instrumentos de medida utilizados para
similares, contra la teoría cuántica. La interpretación epistemológica conocerlas, resulta imposible aplicar significativamente el concepto de
de la mecánica cuántica aceptada por la Escuela de Copenbague fue un mundo «objetivo» observado por la física . Estos problemas en
la favorecida por algunos físicos soviéticos. El debate lo desencadenó modo alguno son imaginarios: fueron y son discutidos PO! los físicos
el mencionado artículo de M. A. Markov publicado en 1947. Markov con independencia del marxismo-leninismo. En [a Unión Soviética
seguía a Bohr y Heisenberg en los dos puntos básicos que suscitaron fueron debatidos racionalmente por D . 1. Blokhintsev y V . A. Fock,
la hostilidad de los filósofos marxista-leninistas. En primer lugar, como entre otros, y la discusión prosiguió en la era posestalinista. En los
es imposible medir simultáneamente la posición y el momento de años sesenta, en que los líderes del Partido participaron menos en
las micropartículas, carece de significado decir que una partícula tie- fijar la «corrección» de las teorías científicas, se puso de manifiesto
ne una posición definida y un momento definido y que sólo un defecto que la mayoría de los físicos soviéticos adoptó la tesis indeterminista,
de la técnica observacional impide medir ambos a la vez . Este pun- incluido Blokhintsev, que anteriormente había defendido la existen-
to de vista está de acuerdo con la actitud empírica general de muchos cia de parámetros latentes.
físicos: las únicas propiedades reales de los objetos son las empírica- En general, las llamadas discusiones del periodo de Stalin sobre
mente constarables, y decir que un objeto tiene una cierta propiedad, los aspectos filosóficos de la física y de otras ciencias fueron destruc-
pero que no hay posibilidad de dilucidarla, es o autoconcradictorio O tivas y anticientííicas, no porque abordaran problemas irreales, sino
carente de significado. Por tanto, hay que aceptar que la partícula no porque --como solía suceder-s-, en el enfrentamiento de los especia-
tiene, simultáneamente, una posición y momento definidos, aunque listas por una parte y los ideólogos del Partido por otra, éstos tenían
140 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalizaci én del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 141

asegurada la victoria por el apoyo del Estado y de su aparato policial. expansión y contracción, estaba libre de implicaciones molestas por
Las acusaciones de proponer teor ías incompatibles, o sospechosas de cuanto respecta al origen temporal, pero estaba en conflicto con la "
incompatibilidad, con el marxismo-leninismo podían convertirse, y de doctrina marxista-leninista de la evolución unidireccional de la mate-
hecho se convirtieron muchas veces, en acusaciones tipificadas en el ria . Un universo pulsante era un universo «cíclico» y no podía, por
Código penal. La gran mayoría de los ideólogos ignoraban los temas tanto, considerarse en «desarrollo» o «progreso», como exigía la se-
en debate y sólo destacaban en la búsqueda dé afirmaciones diferen- gunda ley de la dialéctica. El dilema era difícil: el principio unidi-
tes de las palabras de Lenin o Stalin. Los científicos que no creían reccional parecía incluir la idea de creación, mientras la teoría opuesta
que Lenin fuera la mayor autoridad en física y en todas las demás era contraria al principio de un «desarrollo infinito) . Quienes tomaron
cuestiones eran «desenmascarados» en la prensa popular como enemi- parte en las discusiones eran , por una parte, astrónomos y astrofísicos
gos del Partido, del Estado y del pueblo ruso . El «debate» degene- (V. A. Arnbartsurnian, O . Y. Schmidt), que llegaron a sus conclusio-
raba a menudo en una caza de brujas política; la policía entraba en nes por métodos científicos y a continuación intentaron probar que
escena, y las condenas resultantes no tenían nada que ver con la dis- eran compatibles con el materialismo dialéctico, y, por otra, /ilósofos
cusión racional. Casi todas las ramas modernas del conocimiento su- que juzgaban la cuestión en términos de la ortodoxia ideológica. Que
frieron este tratamiento, y las autoridades del Partido defendían a el universo era ilimitado en el tiempo y el espacio, y que debía «des-
ruidosos ignorantes contra académicos y científicos. Si el término arrollarse» eternamente, eran dogmas filosóficos de los que no podía
«reaccionario» tiene algún sentido, es difícil pensar en un fenómeno prescindir el marxismo-leninismo. De esta forma, los filósofos sovié-
más reaccionario que el marxismo-leninismo de Stalin, quien suprimía ticos intimidaron, con el apoyo del Partido, 11 cientííicos de todos los
a la fuerza todo lo nuevo y creativo en la ciencia y en toda otra forma campos del saber, produciendo un daño enorme a la causa de la cien-
de civilización. cia soviética.
Tampoco la química se libró. Los años comprendidos entre 1949
y 1952 testimoniaron los ataques en revistas fi]osól1cas , y también
en Praoda, contra la química estructural y la teoría de la resonancia, 6. La genética marxista-leninista
propuestas en 1930 por Pauling y Wheland y aceptadas por algunos
qu ímicos soviéticos, pero abara denunciados como idealistas, deri- De todas las batallas entre el marxismo-leninismo y la ciencia mo-
vados de Mach, rnecanicistas, reaccionados, etc . derna, la disputa por la genética fue la que atrajo más la atención del
Aún más sensibles temas ideológicos interferían en los debates mundo exterior. La forma en que fue utilizada la doctrina oficial del
sobre los aspectos filosóficos de las modernas teorías de la cosmología estado para resolver el problema de la herencia, y el efecto destruc-
y la cosmogonía, de las que se desprendía que todas las respuestas tivo del «debate» en l1neas generales, fueron particularmente flagran-
existentes a las cuestiones básicas eran desfavorables al marxismo- tes. En el caso de la relatividad y de la teoría cuántica, los defensores
leninismo. Las diversas teorías del universo en expansión eran difíci- de la ortodoxia consiguieron paralizar la investigación y obtener cier-
les de aceptar porque inevitablemente incluían la pregunta de «¿cómo tas condenas, pero no lograron la total destrucción de la oposición
ernpezó?», y sugerían que el universo que conocemos era 6nito y y la prohibición completa y absoluta de las teorías adversarias, como
tenía un comienzo en el tiempo. Esto, a su vez, daba apoyo al crea- sucedió en el ámbito de la genética.
cionismo (una inferencia aceptada por muchos autores occidentales), Ya hemos mencionado La etapa de la actividad de Lisenko ante-
y nada peor podía imaginarse desde el punto de vista marxista- rior a la guerra. La cuestión llegó a su clímax en agosto de 1948, en
leninista. La teoría suplementaria de que, si bien el universo estaba un debate en la Academia Lenin de Ciencias Agrícolas de Moscú.
en expansión, la densidad de la materia seguía siendo la misma porque En ella fueron finalmente condenados los «mendelianos-rnorganianos-
nuevas partículas seguían cobrando vida suponía un proceso de crea- weissmanianos» y adoptadas las ideas de Lisenko por el Comité Cen-
ción constante ex nibilo, lo que era contrario a la «dialéctica de la tral del Partido, como él mismo anunció en la reunión. Su doctrina,
naturaleza». Por ello, los físicos 'f astrónomos occidentales que de- que el Partido declaró ser la única compatible con el marxismo-
fendían una de estas dos hipótesis eran automáticamente descartados leninismo, era que la herencia estaba «útilmente» determinada por
como defensores de la religión. La teoría alternativa de un universo las influencias ambientales, de forma que en ciertas condiciones los
pulsante, según la cual el cosmos atraviesa por fases alternativas de rasgos adquiridos por los organismos individuales en el curso de sus
142 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalizaci ón del marxiamo-Ieninismo tras la Segunda Guerra Mundial 14.3

vidas po?ía.n ser heredados por sus descendientes. No había genes, ni gía machurinista» reinaba en solitario, y la prensa estuvo inundada
'«sustan,:!! :n?1u table ?e la herencia», ni «especies fijas e inalterables», de propaganda de exaltación de Lisenko y denuncia de las perversas
y ~, prInCIpIO nada Impedía a la ciencia, y sobre todo a la ciencia conjuras de los mendelianos-morganianos. El glorioso triunfo dé la
SOVIet1~a, tra~sforl?ar las especies existentes y crear otras nuevas . La ciencia soviética fue celebrado en numerosas reuniones y congresos .
h~encla, s~gun Lisenko, no era más que la propiedad de un orga- Obviamente, los filósofos se unieron a la campaña, organizando sesio-
~smo cons~stente en el hecho de que necesitaba particulares condi - nes y aprobando resoluciones contra la genética burguesa y escri-
Clones de vida, y por las que reaccionaba de determinada forma a su biendo multitud de- artículos saludando la victoria del progreso sobre
entorno. En el curso de su vida, un organismo individual interac- la reacción. Las publicaciones de humor se burlaban de los partidarios
tuab~ con condicíones ambientales y las convertía en características de la genética idealista, y se escribió una canción en honor de Lisen-
propias que podían ser transmitidas a su progenie, la cual, a. su vez, ka , «caminando firmemente tras los pasos de Michurin y desvelando
podía perder estos caracteres y adquirir otros nuevos transmisibles los engaños de los rnendelianos-morganianos» .
P?r vía hereditaria, también determinados por las condiciones am- La carrera de Lisenko prosiguió unos años después de 1948.
bIental:s . Los ~dv~rs~rios de la ciencia progresiva, que creían en una Mientras, bajo su dirección, se pl antaron algunas áreas de estepa con
sustancia hered.1tarxa inmortal, afirmaban , en oposición al marxismo, cinturones arbolados para proteger los campos de la erosión, pero el
que las mutaciones estaban sometidas a accidentes incontrolables' experimento mostró ser un completo fracaso. En 1956, durante el par-
pero; como dijo Lísenko en la sesión de la Academia, «la ciencia e~ cial retroceso ideológico producido tras la muerte de Stalin, a resul-
ene;nlga del. azar» y debe aceptar que todos los procesos de la vida tas de la presión de los científicos fue separado de la Presidencia
~stan so~~tldos a normas y pueden ser gobernados por medio de la de la Academia de Ciencias Agrícolas . Años después fue rehabilitado
intervención humana. Los organismos formaban una «unidad con su en diversos cargos por obra de Jruschov, pero poco después, y para
ento~no», y por tan.to no había lím ite en principio a la posibilidad de alivio general, desapareció finalmente de la escena. Son incalculables
mo~car un organismo por medio de su entorno. las pérdidas que sufrió la biología soviética por su intervención.
.Lísenko pres~t6 esta teoría en primer lugar como un desarrollo
de Ideas y experimentos ~el agrónomo Michurin (1855-1935) , y en
segundo lugar como un ejemplo de «darwinismo 'creativo» Darwin 7. Efecto general sobre la ciencia soviética
se había eq~v?cado en la medida en que no había reconocido los
«saltos cualitativos» en la naturaleza y consideró la lucha interna a El affaire Lisenko ilustra el considerable grado de azarosidad en
las especies ~supervivencia, de los. más aptos) como el principal factor la historia de la batalla del régimen con la cultura. Es fácil ver que
de la evolución; ~ero habl~ explicado la evolución en términos pura. la ideología estuvo más claramente implicada en cuestiones de cosmo-
m~te causales, SlO recurrir a interpreraciones teleológicas, y había gonía que en las relativas a la herencia de los caracteres adquiridos.
dejado a un lado el carácter «progresivo» de los procesos evolutivos. La teoría de que el universo tenía un comienzo en el tiempo es difícil
~n cuant~ a la base empírica de la teoría de Lisenko, en la ac. de reconciliar con el materialismo dialéctico, pero éste no es obvia-
tuah~ad los biólogos no ~en~n ninguna duda de que sus experimentos mente el caso de la teoría eromosómica de la herencia, y es posible
carectan de todo valor científico y estaban o mal realizados o inter- imaginar fácilmente al marxismo-leninismo proclamando triunfalmen-
pr~tad~s . de forma arbitraria . Esto, por supuesto, no afectó en lo te que esta teoría confirmaba decisivamente las inmortales ideas de
mas l?In~mo .al .debate . Lisenko salió de la sesi ón de 1948 como el Marx-Engels-Lenin-Stalin, Pero, de hecho, la lucha ideológica fue es-
líder Indiscutld~ ,de ~as c~encias b~ológicas soviéticas: los pocos discí- pecialmente aguda en el caso de la genética, y en ella la intervención
pulos de la gen ética idealista, mística, escolástica, metafísica, burguesa del Partido tuvo su forma más brutal, mientras que la agitación por
y form~ fueron Irrevocablemente aplastados. Todas las institucio- la cosmogonía fue mucho menor. Es difícil hallar alguna explicación
nes, revJst~s y empre~as editor~s relacionadas con la biología fueron lógica de la diferencia: en gran parte depende de accidentes, de quién
puestas b~Jo I~ a~tondad de Lisenko y de sus ayudantes, y durante era el encargado de la campaña, de si Stalin estaba o no interesado
muchos anos ningun defensor de la teoría cromosámica de la herencia en el debate, etc.
(que ex .hypothesi era un fascista, un racista, un metafísico, etc.) tuvo No obstante, si consideramos paoorámicamente la historia de es-
oportunidad de hablar en público o publicar algo. La «creativa biolo- tos años, podemos percibir un cierto grado de presión ideológica, que
144 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 145

se corresponde aproximadamente a la jerarquía de las ciencias esta. semifilosóficos: si podía, y de qué forma, describirse la vida social
blecida por Engels y Comte, La presión era casi cero en matemáticas, en categorías cibernéticas, en qué sentido las actividades mentales eran
mayor en cosmología y fisica, mayor aún en las ciencias biológicas , y «reductibles» a esquemas cibernéticos o, inversamente, en qué sentido
abrumadora en las ciencias sociales y humanas. El orden cronológico ciertas funcion es de mecanismos artificiales podían equipararse a pro·
reflejó aproximadamente estos grados de importancia: las ciencias so· cesas de pensamiento, etc . Pero el real peligro ideológico fue que la
ciales fueron regimentadas casi desde el principio, mientras que la cibernética era una disciplina de amplio alcance, desarrollada en Occi-
biologfa y la física no fueron controladas hasta la última etapa del dente y que pretendía ser, correcta o erróneamente, una matbesis
estalinismo. En la era postestalinísta fue la física la que ganó primero uniuersalis, una teoría general y omnicomprensiva de los fen?n:enos
su independencia; tras Ull cierto tiempo siguió la biología , mientras dinámicos: precisamente lo que pretendía ser el marxismo-leninismo.
que las ciencias humanas siguieron sometidas a un estricto control. ' Según informaciones no oficiales (por supuesto, no confirmadas por
El elemento fortuito en la supervisión ideológica puede apreciar. ninguna información pública) fueron los militares quienes finalmente
se también en el caso de la psicología y la fisiología de los procesos pusieron fin a la campaña contra la cibernética, cuando advirtieron
nerviosos superiores . Aquí el rasgo especial fue que Rusia fue el lugar la importancia práctica del tema y fueron lo suficientemente fuertes
de nacimiento de Ival~ P . Pavlov, un científico de reputación rnun - como para combatir los ataques oscurantistas que estaban dañando los
dial. Pavlov, que murió en 19.36, tuvo varios discípulos que con ti- intereses fundamentales del Estado Soviético.
nuaron sus experimentos y a quienes se permitió desarrollar sus tea.
r~as independientemente de presiones ideológicas. Típicamente, el r é-
gimen fue esta vez al extremo opuesto y erigió su teoría como dogma 8. Stalin acerca de la filología
oficial del que se prohibía separarse a fisiól0gos y psicólogos. Se puede
decir con seguridad que si Pavlov hubiera sido inglés o americano Durante los primeros días de la Guerra de Corea, cuando la ten-
sus ideas hubieran sido condenadas rotundamente por los filósofos sión internacional estaba en su cumbre, Stalin añadió a sus títulos
soviéticos como mecanicistas, por el hecho de que explicaban las existentes como líder de la humanidad progresiva, supremo filósofo,
funciones men tales por reflejos condicionados: hubiera sido acusado científico, estratega, etc., la nueva distinción de ser el mayor filólogo
de «reducir» la mente humana a las formas inferiores de actividad del mundo. (Por lo que se sabe, sus conocimientos lingüísticos se
nerviosa, ignorando la «diferencia cualitativa» entre hombres y ani- limitaban al ruso y a su nativa lengua de Georgia.) En mayo de 1950
males, etc. Sin embargo, la teoría de Pavlov representó oficialmente Praoda había publicado un simposio sobre los problemas teóricos de
el marxismo-leninismo en el campo de la neurofisiologla, y la inva- la lingüística y en especial sobre las teorías de Níkolai Y. Marr (1864-
sión ideológica en este campo fue menos devastadora que en los de. 1934). Marr, un especialista en lenguas caucásicas, se había propuesto
más. No obstante, el mismo hecho de que una teoría, aunque basad a hacía el final de su vida construir un sistema de lingüística marxista
en experirnen tos cien tíficos serios, se erigiera en dogma del Partido y que fue considerado en la Unión Soviética como la suprema autoridad
el Estado, tuvo inevitablemente un efecto nocivo para el desarrollo en esta materia; los lingüistas que rechazaban sus fantasías eran hos-
de la investigaci ón. tigados y perseguidos . Su teoría consistía en que el lenguaje era una
Un ejemplo especialmente sorprendente de marcha contraria de forma de «ideología» y, como tal, pertenecía a la superestructura y
la ideología con respecto a los intereses del Estado Soviético fue el era parte del sistema de clases. La evoluci ón del lenguaje ten fa lugar
ataque a la cibernética, la ciencia de los sistemas de control de los por medio de «saltos cualitativos» , que se correspondían con los cam-
procesos dinámicos. Los estudios cibernéticos constituyeron una con. bios cualitativos de las formaciones sociales. Antes de que la huma-
tribución decisiva para el desarrollo de la automación en todos los nidad desarrollara el lenguaje hablado utilizaba el lenguaje de los
campos de la técnica y sobre todo en la tecnología militar, la plani- gestos, que se correspondía con la primitiva sociedad sin clases. El
ficación económica, etc., si bien los campesinos de la pureza marxista- lenguaje hablado era un ra sgo de las sociedades de clase, y en la
leninista fueron capaces de detener por completo durante algún tiem- futura comunidad sin clases el lenguaje hablado sería sustituido por
po el progreso de la automación en la Unión Soviética . En 1952.3 un lenguaje-pensamiento universal (del cual, por cierto , Marr fue in-
se montó una campaña contra la «pseudo-ciencia» imperialista de la. capaz de ofrecer detalles). Toda la teoría mostraba signos de delirio
cibernética. En ella estaban implícitos reales problemas filosóficos o paranoico, y el hecho de que fuera considerada durante afias la ciencia
L46 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-Leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 147

lingüística par excellence y como la única teoría filológica «progresiva» socialistas la cultura era la «sierva» de los «objetivos políticos» y no
es un testimonio elocuente del estado de la cultura soviética. debía reivindicar su independencia . Ni que decirse tiene que el ale--
Stalin intervino en el debate con un artículo publicado en Prauda gato de Stalin por la libre discusión y la crítica no tuvo efecto ~lgu.oo
el 29 de junio, seguido de cuatro respuestas explicativas a cartas de en la cultura. Los seguidores de Marr fueron expulsados del ámbito
los lectores. Condenó rotundamente la teoría de Marr, afirmando de laIingüfstica (aunque no se sabe si sufrieron persecución policial),
qu e el lenguaje no formaba parte de la superestructura y no tenía mientras todo 10 demás siguió como estaba .
un carácter ideológico. Tampoco formaba parte de la base, sino que
estaba directamente «ligado» a fuerzas creativas. Pertenecía a la so-
ciedad como un todo y no a las clases en particular: las expresiones 9. Stalin acerca de la economia soviética
determinadas por la clase eran sólo una pequeña parte del vocabulario
general. Tampoco era cierto que el lenguaje se desarrollara por medio La última obra teórica de Stalin fue un articulo en el periódico
de «saltos cualitativos» o «explosiones»: cambiaba gradualmente, pues del partido Bolsbeoi]: de septiembre de 1952 , titulado «Probl.emas
mientras algunos rasgos caían en desuso, nacían otros. Cuando dos económicos del socialismo en la U . R. S. S.», y que debía servir de
lenguas entraban en competencia, el resultado no era un nuevo len- documento básico para el inminente XIX Congreso. Su principal ar-
guaje compuesto, sino la victoria de una sobre otra . En cuanto a la gumento teórico era que el socialismo también estaba sometido a .las
futura «regresión» del lenguaje y su sustitución por el pensamiento, «leyes objetivas de la economía» . de las que h.abía. que sacar .partIdo
Marr estaba fundamentalmente equivocado: el pensamiento estaba para la planificación y que no podían ser ar?lttat1amet~te d:Jadas a
ligado al lenguaje y no podía existir sin él. Las personas pensaban un lado. En particular, la ley del valor tambi én tenía. vrgencia en.;:l
con palabras. Stalin tuvo ocasión para repetir la teoría marxista de socialismo -afirmación que probablemente quería decir que también
la base y la superestructura, poniendo en claro, primero, que la base en la Unión Soviética se utilizaba moneda, y que la marcha de la
no consiste en las fuerzas productivas, sino en las relaciones de pro - economía había de tener en cuenta la contabilidad económica de
ducción, y, segundo, que la superestructura «sirve» a la base como su la ren tab ilidad y el equilibrio de ingresos y gastos, El principio de la
instrumento. Siguió condenando en graves términos la posición 010- «ob jetividad » de las leyes económic~s del socialismo e.r~ una condena
nopolística que el marrisrno había adquirido pOI: la supresión de la implícita de Nikolai Voznesensky, director ~e la C.ommón Est?tal de
libre discusión y crítica -un régimen Arakcheyev (aludiendo al des- Planificaci ón antes de la guerra y después primer diputado y lOJe~bto
pótico ministro de Alejandro I) bajo el cual no podía tener lugar el del Politburó. Había sido fusilado por traidor en 1950, y su libro
aprendizaje. sobre la economía soviética dur ante la guerra con Alemania había
La proposición de que el lenguaje no era cuestión de clase y no sido retirado de la circulación. Por implicación negaba que el socia-
formaba parte de la superestructura significaba simplemente que tan- lismo estuviera sometido a leyes económicas objetivas, a:6rmando que,
to los capitalistas franceses como los trabajadores franceses habla- por el contrario, en él todos los procesos económicos estab~n subor-
ban francés, y que los rusos seguían hablando ruso después de ,la dinados al poder planificador del Estado. Sin embargo , Stalin, en su
Revolución. Este descubrimiento fue saludado como un hito en la h1S- defensa de la ley del valor, aseguró a sus lectores que mientras que
toda de la filología y de las demás ciencias. Una ola de sesiones y de- el capitalismo estaba gobernado por, el p~in.cipio del m~i?",o be~e­
bates académicos recorri ó todo el país, glorificando la nueva obra ficio la norma rectora de la econorrua socialista era la máxima satis-
del genio. En realidad, aunque las observaciones de Stalin no eran facción de las necesidades humanas. (No estaba claro cómo, según
más que simples lugares comunes, sirvieron para liquidar los absurdos afirmab a Stalin el efecto benéfico del socialismo pudiera ser una «ley
de Marr, y de esta forma fueron útiles para el estudio de la lógica objetiva» independiente de la voluntad de las autoridades pla~ca­
formal y la sem ántica: los estudiosos de estos temas pudieron afirmar doras del Estado y en particular cómo esta «ley» podía operar sUDuI-
también que tampoco formaban parte de la superestructura y que por táneamente a la' «ley del valor».) El artículo de Stalin presentaba
consiguiente su estudio no les convertía necesariamente en traidores. además un programa para la transición de la Unión Soviética a la
En cuanto a las observaciones de Stalin acerca de la «función auxi- fase comunista: para ello sería necesario abolir toda oposición ~ntre
liar» de la superestructura en relación a la base, eran una repetición campo y ciudad y entre trabajo físico y mental, elevar la propiedad
de la doctrina básica, ya conocida por todos, de que en -los países agr ícola colectiva al status de propiedad nacional (es decir, de hecho,
148 Principales corrientes del marxismo 4. La cristallzaci6n del marxismo-Ieniaismo tras la Segunda Guerra Mundial 149

convertir las granjas colectivas en granjas estatales), e incrementar la Estos rasgos de la mentalidad del paruenu pueden ser reconoci-
producción y el nivel cultural en general. dos en las características esenciales de la cultura estalinista: su nacio: '
Las ideas de Stalin sobre la perfecta sociedad comunista del fu- nalisrno, la estética del «realismo socialista», e incluso el propio sis-
turo eran una repetición de los motivos marxistas tradicionales. En tema de poder. El paruenu combina una sumisión de tipo campesino
cuanto a las «leyes económicas objetivas» l el único mensa je práctico El la autoridad con un irrefrenable deseo de compartirla ; una vez haya
que podía sacarse del artículo era, al parecer, que mientras que los alcanzado cierto nivel en la jerarquía, adulará a sus sup eriores y piso-
responsables de la economía se propusieran satisfacer al máximo las teará a los que tiene detrás. Stalin fue el ídolo de la Rusia paroenu,
necesidades de la población, no debían perder de vista la rentabilidad [a encarnación de sus sueños de gloria. El Estado paroenu debe tener
económica. una pirámide de poder y un líder que es alabado incluso cuando diez-
ma a sus subordinados.
Como hemos visto, el nacionalismo cultural de Stalin se desarrolló
10. Rasgos generales de la cultura soviética durante gradualmente en los años anteriores a la guerra, y tras la victoria
los últimos años de Stalin asumió proporciones gigantescas. En 1949, la prensa lanzó una cam-
pafia contra el «cosmopolitismo», un vicio que no fue definido, pero
Las peculiaridades de la vida cultural soviética de este período que evidentemente suponía ser antipatriota y glorificar a Occidente,
no se debieron simplemente a la idiosincrasia de Stalin . Podrían resu- A medida que se desarrolló la campaña, se vio cada vez más claro
mirse en un a palabra diciendo que la cultura de la nación era la de que un cosmopolita era lo mismo que un judío. Cuando era ridicu-
un paroenu -expresando cada rasgo de este término casi a la per- lizado alguien que anteriormente había tenido nombres de aspecto
fección la mentalidad, creencias y gustos de alguien que disfrutaba judío, éstos solían ser mencionados. El «patriotismo soviético» fue
del poder por vez primera. El propio Stalin ejemplificó estas pecu- indistinguible del chauvinismo ruso y pas6 a convertirse en mama
liaridades en alto grado, pero también eran características de" todo o6.cial. La propaganda declaraba incesantemente que todas las impor-
el aparato gobernante que, si bien reducido a la servidumbre, siguió tantes invenciones técnicas y descubrimientos habían sido hechos por
apoyándole y manteniendo su autoridad suprema. ? rusos, y el mencionar a extranjeros en este contexto era prueba de
Tras las sucesivas purgas y el exterminio de la vieja guardia bol- cosmopolitismo y de proclividad hacia Occidente. La Gran Enci-
chevique y de la antigua intelligentsia, la clase gobernante soviética clopedia Soviética, publicada a partir de 1949, es un ejemplo no supe-
estuvo principalmente compuesta por individuos de origen obrero o rado de esta medio cómica y medio macabra megalomanía. La sección
campesino, con escasa formación y sin cultura, ansiosos de privilegios histórica del artículo sobre «Automóviles» , por ejemplo, empieza dí-
y Ilenos de od io y envidia hacía los genuinos intelectuales «heredita- ciendo que «En 1751-2, Leonty Shamshugenkov, un campesino de
rios» . El rasgo esencial de un paroenu es su incesante necesidad de la provincia de Nizhny Novgorod, construyó un vehículo autopro-
«hacer una exhibición», y en concordancia su cultura es una cultura pulsado operado por dos hornbres.» La cultura «burguesa» , es decir,
de apariencias y de escaparate. Un paruenu no tiene paz en su mente occidental, era objeto de constantes ataques como semillero de co-
rrupción y decadencia. Este es, por ejemplo, un extracto del artículo
mientras ve en torno a él a representantes de la cultura íntelectual
sobre Bergson:
de las antiguas clases privilegiadas, a las que odia por haber sido
marginado de ellas, y que, por tanto, desacredita como burguesas o Filósofo burgués francés, idealista, reaccionario en política y filosofía. La filosofía
aristocráticas. El paroenu es un nacionalista fanático, ligado a la idea lntuicionista de Bergson, menospreciando el valor de la razón y de la ciencia, y
de que su país nativo o su medio es superior a todos los demá s. Su su teor ía mística de la sociedad sirven de base a las políticas imperialistas. Sus
lenguaje es, en su opinión, «lenguaje» por excelencia (por 10 general ideas presentan una clara imagen de la decadencia de la ideología burguesa en
no conoce otro), y se propone convencerse a sí mismo y a los demás la era imperialista, la creciente agresividad de la burguesía frente Q las progre-
sivas contradicciones de clase y su temor a la intensificación de la lucha de clases
de que sus escasos recursos culturales son los más refinados del mun-
por el proelreriado, (... ) Eh el periodo de la incipiente crisis general del capi-
do. Detesta todo lo que huele a auant-garde, experimento cultural ralismo y de la intensificación de todas sus contradicciones, Bergson apareció como
o novedad creativa. Vive según un limitado conjunto de máximas de feroz enemigo del materialismo, del ateísmo '! del conocimiento científico, un
«sentido común» y se pone furioso cuando alguien las desafia. enemigo de la democracia y de la liberación de las masas trabajadoras de la
150 Principales corrie ntes del marxismo 4. La cristalizacién del marsiamo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 151

opre~ión de; clase, disfraza ndo su filosofía con caretas pseudocientíficas. (. .. ) Berg- los singulares goces de la vida soviética. El «realismo socialista» rei-
son In t~nto prese~tar como una «nueva» j ustificac i ón del idealismo In idea de naba en solitario : no, por supuesto, en el sen tido de presentar a la
los .antlgu os ~St1cos y . de ,los too!ogos medi~va,les, siemp re desau torizada por realidad soviética como realmente era -lo que hubiera sido crudo
la vida, l~ ~ráctlCA. y la ~ lenc¡a, relativa al conoctrruento por «visión in terior» (" ,),
~l ~aterlalismo dialéctico l'ci~ta . lJ¡ teoría ideal ista de la intuici ón por el hecho natur alismo y un ti po de formalismo- , sino en el de educar al pue-
mdlsp~table ?e qu e el co~o~unJento del mundo y la realid ad no se produce blo soviético a querer a su país y a St alin. La arquitectura «r ealista
JJ:Or .tlI?~n tipo de COr:oclffilento suprasensorial, sino mediante la práctica so- socialista» del período es el monumento más permanente a la ideología
ciohistórica de ~ hu~a~ldad (... ). El in tuicionisrno de Bergson expresa el temor estalinista. Aquí también el p rincipio rector fue la «primacía del con-
de III burgue sía imperialista an te el inevita ble colapso estrepitoso del capitalismo tenido sobre la forma» , si bien nadie podía explicar cómo se distin-
in necesidad de escapar de las irrefutables implicaciones del conocim iento cien: guían am bas en arquitectura. El efecto, en cualquier caso, fue pro-
tífico de la realida d y en especial de las leyes de desar rollo social descub iertas ducir pomposas fachadas en un esti lo de exagerado bizantinismo . En
por la .ciencia mflr:xist~-~eninista (.. . ). E nemigo de la soberanía nacional, Bergson una época en que apenas se construían viviendas y millones de per-
defendió el cosmopolitismo burgués, el gobierno del capi talismo mundial In
sanas de las ciud ades pequeñas y grandes vivían hacinados y en 11.
r eligión y morali dad burguesas. Bergson favoreció la cruel dictadura bu rguesa
y el mét odo t:rrorista de. ~sfixiar a los trab ajadores. Entre !a Pri mera y Segunda miseria, Moscú y otras ciudades fuero n engalan adas con enormes nue-
<?uerra Mu ndial, e.ste milita n te oscuran tista afirmaba que las guer ras ' imp eria- vos pal acios llenos de falsas colum nas y ornamento postizo, de un
listas er an «necesarias» y «beneficiosass . .. tamaño proporcionado a la «magnificencia de la era de Stalin ».
También éste fue un típico estilo arqu itectónico paruenu, que po-
y éste es, de nuevo, un fragmento del artículo sobre el «Impre- dta resumirse en la expresión: «Lo grande es bello.»
sionismo» : La clave de toda la ideología era el culto del líder, que asumió
formas grotescas y monstruosas en este período y probablemente no
La tendencia decadente del arte burgués de la segunda mitad del siglo XIX. fue nunca superado en la historia a excepción del culto posterior a
El im presionismo fue el resultado de 19. incipien te decadencia del arte burgués Mao Ts e-tung. Poesías, novela s y películas glorificando a Stalin ma-
(ver Decadencia) y de la ruptura con las tradiciones nacionales p rogresistas. naban a caudal constante; imágenes y monumentos de él decoraban
Los pa rtidarios del impresionismo defend ían un p rograma vacío y antipopular todos los lugares públicos, Escritores, poetas y filósofos disputaban
del «arte por el art e», rechazaban la verdadera descripción realista de la realid ad entre sí en el invento de nuevas formas de culto ditirámbico. Los niños
objetiva y afirmaban que los arti stas deb ían registra r sólo sus impresiones sub. de parvularios y jardines de infancia expresaban sus cordiales gracias
jetivas primarias (... ). La actitud subjetivo-idealis ta del impresionismo est á rela-
a Stalin por su feliz infancia. Toda s las formas de religio sidad popular
cionada con los principios de las tend encia s reaccionar ias de la filosofía del
momento -neokontismo, seguidores de Mach, etc. , qu e negaban la ob jeti vidad fueron revividas de forma dis torsionada : iconos, procesiones, reci-
y la fiabilidad del conocimiento, divorciaban la percepción de la realidad y la tación de oraciones en coro, confesión de pecados (bajo el nombre
razón de Las impresiones (. .. l. Rechazando el criterio de la certidumbre obje tiva de autccrítica), culto a reliquias , El marxismo del momento se con-
indiferentes a la human idad, a los fenómenos sociales y a las funci ones sociales virtió en una parodia de religión, pero desprovista de contenido. Este
del arte, los partidarios del impresionismo p roducían inevit ablemente ob ras en es, elegido al azar , un prefacio típ ico de una obra filosófica del mo-
las que la imagen de la realidad estab a desintegrada y se perdí a la form a ar- mento:
tístíca...
El camarada Stalin, el gran maestro de las ciencias, ha ofrecido u na exposición
El aislamiento de la Unión Soviética del mundo de la cultura fue sistemática de los fundamentos del materialismo dialéctico e histérico como la
c~si total.. Aparte de algunas obras de propaganda escritas por comu- base teórica del comunismo, en un estudio no sup erado en profundidad, cla-
rustas OCCIdentales, el lector permaneció en la ignorancia total de 10 ridad y vigor . Las ob ras teóricas del camarad a Stalin fueron admirablemente
descrit as por el Comi té Central del Partido Comuni sta (Bolchevique) y el Con-
que el Occidente estaba produciendo en forma de novelas, poesía,
sejo de Min istros de la URSS en un comunicado al camarada Stalin en su
teatro, películas, por no decir de filosofía y ciencias sociales . Los ricos seten ta cumpleaños : <I¡ Gran líde r de la ciencia ! Tus obras clásicas de desarrollo
almacen es de pintura del siglo XX del Hermitage en Leningrado fu e- de la teoría del marxi smo-leninismo en relación a la nueva era del imp erialismo,
ron ocultados para no corromper a los honestos ciudadanos . Las pe- la revolución proletaria y la victoria socialist a en nuestro país son un logro
lículas y obras soviéticas desenmascaraban a los intelectuales burgue- tremendo de la humanidad, una enciclopedia de marxismo revolucion ario. De
ses que servían 11 la causa de la guerra y del imperialismo , y elogiaban est as obras, los hombres y mujere s soviéticos y los principale s representantes del
152 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxisrno-leninismo tras la Segunda Guerra Munclie.l 15J

pu eblo trab ajador de todos los países ob tienen conocimientos y confianza y nueva Durante esta etapa, el falseamiento de la historia y la presión
fuerzas en la batalla por In victoria de la causa de la clase tr abajadora, ha llando sobre las ciencia s hist óricas alcanz ó su clímax, Pasó a ser tarea de
en ellas res puesta a los problemas más apremian tes de la lucha contemporánea los hi storiado res demostrar que la política exterior de la Ru sia zari sta
por el comuni srno.» La b rillante obra filosófica del camara da Stalin sobre el
era esencialment e progresista, especialmente en sus conquistas, que
Materialismo dialéctico e bist6ri co es un pod eroso medio de con ocimien to y
tra nsformación re volucionaria del mundo y un arm a ideológica irresistible con-
llevaron las bendiciones de la civilización rusa a otros pu eblos. La
tra los enemigos del materialismo y la decadente id eología y cultura del mundo cuarta edición de las obras de Lenin con tenía algunos documentos
capitalista, condenado a un inevi table fracaso . Es una nueva y sup rema etapa nuevos, pero sup rim ía otros, incluidas algunas indebidas observacio-
en el desarrollo de la cosmovisión marx ista-leni nista (... ). En su ob ra, el cama- nes categó ricas sobre la im posibilidad de construir el socialismo en
rada St alin ha exp uesto con ins uper ada clarid ad y conocimiento los rasgos blI· un solo país y un prefacio en tusiás tico al lib ro de J oh n Reed Diez días
sicos del método dialéc tico mar xista y ha indica do su impor tanci a para la como que conmovieron al m undo. Reed, que est ab a en P etrogrado durante
prensi ón del desarrollo regular de la naturaleza y la sociedad . Con la mismn la Revolución de Octubre, di jo mucho sobre Len in y Tro tski, pero
prof undidad, fuerza y concisión y visión de parti do , el camarada Stal in formu la 110 mencionó para nada a Stalin, por lo que era un imperdonable
en su obr a los rasgos básicos del materialismo filosófico marxista... (V . M. Poz-
gaffe de Lenin recomendar este libro al mundo . La nueva edició n
ner, f. V. Sralin acerca de los rasgos básicos del materialismo iilos álico marxis-
ta, 1950).
también omi tía , casi por completo, algunos valiosos comentados y
notas históricas cuyos autores habían pe recido en las purgas. (E ste
método de reeditar el pasado no llegó a su fin con la muerte de Sta-
Stalin fue ensalzado también indirectamente. lin: unos meses despu és, cuando Beria fue condenado a muerte por
Las películas y novelas sobre Pedro el Grande, Iván el Terrible los nuevos líderes, los suscriptores de la Gran Enciclopedia Soviética
y Alexander Nevsky p asaron a ser también testi monio de su gloria. hallaron una nota en el siguien te volumen que les instaba a cortar
(Sin embargo, la película de E isenstein elogi ando a Ivá n el Terrible ciertas pág inas con una navaja y a inserta r las nuevas que acompaña-
y, a expresa orden de Sta lin , a su opricbnina o policía secreta, no fu ban a la nota . Al remitirse al artículo en cuestión el lector hallaba que
p royectada en tiempos de Stalin porque mostraba de qué forma el era el referente a Beria; sin embargo, las páginas sustituyen tes no
zar se había visto obligado, si bien con gran dolor de su corazón, R eran sobre Beria, sino que contenían nuevas fotografías del mar de
cortar las cabezas de los más destacados conspiradores -aun cuando Bering.) Los archivos históricos , sin exce pción, estuvieron en manos
al espectador no le queda duda de que eran villanos recalcitran tes de la policía, y estaba estrechamente vigilado el acceso a ellos , como
que no merecían menos , y que 1ván hizo lo menos que podía esp~ar· lo sigue estando en la act uali d ad . Esto mostró ser en ocasiones u na
se de un polí tico p rudente. ) Stalin, que era de baja estatu ra, ap a- sabia med ida : po r ejemplo, un a periodista descubrió un día en ~nos
recía en las pelícu las y obras como un hombre al to y elegante, consi- viejos archivos p arroquiales que la mad re de Lenin era de extracción
derablemente más alto que Lenin, judía, e incluso cometió la ingenuidad de publicar esta información
La estructura jerá rqu ica de la burocracia sovié tica se ap reciaba en la prensa soviética .
en el hecho de que el culto proyectó su sombra al de mort ales de Esta atmósfera alimentó lógicamente a toda suerte de imposto res
meno r talla. En muchos campo s de la vida , si b ien no en todos , había científicos, que pro clamaban sus logros en el adecuado lengu aje pa-
un indi vid uo que era conocido oficialmente como «el más gran de» trió tico . Lisenko fue el más famoso de ellos , pero hubo muchos otros.
en lo suyo. Aparte de los muchos casos en los qu e el propio Stalin Una bióloga llamada Olga Lepeshinskaya anunció en 1950 que había
asumió la máxima posición -como filósofo , teórico, político, estrate- conseguido producir células vivas a partir de sustancias orgánicas
ga, economista , etc. -, era conocido, por ejemplo , que era el mayo r inan imadas, y esto fue saludado por la prensa como una prueb a de la
pintor, biólogo o p ayaso circense. (El circo, incidentalmente, había superiorid ad de la ciencia sovié tica sobre la burguesa . Sin embargo,
sido reformado ideo lógicame nte en 1949 median te un art ículo de pront o todo s sus experimentos mostraron no tene r valor alguno . Tras
Praoda que condenaba el for malismo b urgués en est e terreno . Según la muerte de Stalin apareci ó un artículo aún más sensacio nal en Prau-
el articulo, habí a algunos acto res qu e caían en formas de hum or da, en el que se deda que se había construido un a máquina en la
cosmopolitas, sin cantenído ideológico, e intentaban simplem en te ha- factoría de Saratov que proporcionaba más energía de la que consu-
cer reír a la gente en vez de educarlos a enfrentarse al enemigo de mía, des echando finalmente la segunda ley de la termodinámica y al
clase.) mismo tiempo confirmando la afirmación de Engels de que la energía
154 Principales corrientes del marxismo 4. La criatalízacién del marxismo-leninismotras la Segunda Guerra Mundial 155

dispersa en el universo debía concentrarse también en algún lugar dijo que el mundo cambia, pero pensó que el mundo consiste en
(en la factoría de Saratov, para ser precisos) . Sin embargo, pronto ideas, siendo así que en torno a nosotros podemos ver no ideas, sino
tuvo. que publicar Praoda una vergonzante retractación -lo qu e ern cosas. Los seguidores de Mach decían que «el escritorio en el que
un signo de que había cambiado la atmósfera intelectual. estoy sentado está en mi cabeza», pero obviamente mí cabesa está
La palabra escrita y hablada reflejó fielmente la atmósfera de Itl en un sitio y el escritorio en otro. De esta forma, la filosofía pasó
época de Stalin. El propósito de las afirmaciones públicas no ern 1I ser el pasatiempo de todo pequeño funcionario, que tenía la- satis-

informar) sino instruir y edificar. La prensa contenía sólo artículos facción de saber que por repetir diversos truismos de sentido común
glorificando el sistema soviético o desacreditando a los imperialistas, había invalidado todos los problemas filosóficos.
La Unión Soviética era inmune no sólo al crimen, sino también a lOH
desa.stres ?a~urales: .ambas eran las infaustas prerrogativas de los paí
ses imperialistas. Virtualmente no se publicaban estadísticas de nirn 11. El status cognitivo del materialismo dialéctico
gún tipo. Los lectores de periódicos eran utilizados para obtener in
formación a partir de un código especial conocido por todos, pero La función social del diamat y el bismat, como son denominados
nunca formulado abiertamente : por ejemplo, el orden en que eran familiarmente, y del marxismo-leninismo soviético en general, con-
nombrados los dignatarios del Partido en esta o aquella ocasión ern siste en el hecho de que es una ideología utilizada por la burocracia
muestra del favor que gozaban por parte de Stalin en aquel mome nto, gobernante para gobernarse a sí misma y justificar su política, in-
Superficialmente podría parecer que «luchemos contra el cosmopoli - cluida la de expansión imperialista. Todos los principios filosóficos
tismo y el nacionalismo» era 10 mismo que «luchemos contra el e históricos de los que está compuesto el marxismo-leninismo alean-
nacionalismo y el cosmopolitismo»: pero tan pronto como el lector zan su culminación y significado ~nal en unas pocas y simples pro-
soviético conoció esta última afirmación se dio cuenta de que tras In posiciones . El socialismo, definido como la propiedad estatal de los
muerte de Stalin «las cosas habían cambiado» y que el nacionalismo medios de producción, es históricamente la forma suprema de orden
era ahora el principal enemigo. El lenguaje de la ideología soviética social y representa los intereses de toda la clase trabajadora; el sis-
estaba compuesto por sugerencias y no por afirmaciones directas : los rerna soviético es, por tanto, la encarnación del progreso y, como tal,
lectores de los principales artículos de Prauda sabían que 10 esen- tiene automáticamente tazón contra cualquier adversario. La filosofía
cial estaba en una sola frase situada en medio de una inmensa canti- y teoría social 06ciales no son más que retórica autogloriúcadora de
dad de clichés. No era el contenido de las afirmaciones particulares La privilegiada clase gobernante soviética.
lo que expresaba el contenido, sino el orden de las palabras y In Sin embargo, podemos no considerar el aspecto social por un mo-
e~tl~ctura del texto. La burocrática monotonía del lenguaje, una iner mento y atender al materialismo dialéctico en su forma estalinista
cia impersonal y un vocabulario empobrecido pasaron a ser cánones como un cuerpo de a:B.rmacíones sobre el universo . Centrándonos en
fijos de la cultura socialista . Conjuntos de frases se repetían automáti- [os principales aspectos del diamat y dejando a un lado las muchas
camente, con lo que a partir de una palabra podía predecirse la síguien- precisiones críticas que ya hemos hecho en conexión con las ideas de
te: .«1~ bestial f~z del imperialismo», <dos gloriosos logros del pueblo Marx, Engels y Lenin, podemos hacer las siguientes observaciones.
soviético», «la inquebrantable amistad de las naciones socialistas» El diamat se compone de diversos tipos de afirmaciones . Algunas
«las inmortales obras de los autores cl ásicos del marxismo-leninismo». son truismos sin un contenido específicamente marxista, mientras que
infinitos estereotipos de esta naturaleza se convirtieron en la dieta otras son dogmas filosóficos que 00 pueden ser probados por medios
intelectual de millones de rusos . científicos. Otras incluso son meros sinsentidos, y, por último, se
La filosofía de Stalin era admirablemente adecuada a la menta- encuentran las proposiciones que pueden ser interpretadas de dífe-
lidad burocrática del paruenu, tanto por su forma como por su conte- rentes formas y que, según su interpretación, se incluyen dentro de
nido. Gracias a su exposición cualquiera podía convertirse en filósofo una u otra de las anteriores clases .
e~ media hO~'a, no sólo estando en plena posesión de la verdad, sino Entre los truismos figuran «leyes de la dialéctica» tales como la
siendo consciente de las absurdas y disparatadas ideas de los filósofos afirmación de que todo el universo está relacionado de algún modo,
burgueses. Kant, por ejemplo, dijo que era imposible conocer nada, o que todo cambia. Nadie niega estas proposiciones, si bien tienen
pero el pueblo soviético sabía muchas cosas, y mucho de Kant. Hegel escaso valor cognitivo o científico. La anterior afirmación tiene una
156 Principales corrientes del marxism 4. La cristali zeci ón del marxismo-leninismo tras la. Segunda Guerra Mundial 157

obvia significación filosófica en otros contextos, como, por ejempl nios son independientes de la conciencia humana. Si, por otra parte. .
la metafísica de Leibniz o Spino za, pero en el marx isrno-leninisrru se define la materia por sus propiedades físicas -extensión, impe-
no determina unas consecuencias de importancia cognitiva o práctice ne trab ilidad, etc.-, hay razón para pe nsar que algunas de ellas pue-
Todo el mundo sabe que los fenómenos están interconectados, pe! den no aplicarse a los microobjetos, que resultarían no ser entonces
el problema del 'análisis científico no es cómo constatar la intercon «materiales». En sus primeras versiones el materialismo afirmaba que
xión universal, cosa que no podemos hacer, sino cómo determinar qu todos los objetos existentes tenían las mismas ' propiedades que las
conexiones son importantes y cuáles pueden ser descartadas. Todo I de la vida cotidiana . Sin embargo, básicamente ésta era una tesis
que el marxismo-leninismo puede decirnos es que en la cadena el negativa, a saber, que no ha bía ninguna realidad esencialmente dife-
fenómenos existe siempre un «vínculo principal» susceptible de s rente de la que percibimos directamente, y que el mundo no había
hall ado. Esto parece querer decir simplemente que en la prác tic sido creado por un ser racional. Esta era la propia formulación de
ciertas conexiones son importantes a la vista del :fin propuesto y qu Engels: la cuestión decisiva para el materialismo era si Dios había
otras son menos import an tes o secundadas. Pero esto es un luga creado o no el mundo . Obviamente no había prueba empírica de que
común de nulo valor cognitivo, p ues no podemos derivar de él nin lo hiciera o no, y ning ún argumento científico puede probar que Dios
guna regla para establecer la jer arquía de importancia en ningún cas no exista. El racionalismo rechaza la existencia de Dios mediante el
concreto. Lo mismo sucede con la proposición de que «todo cambi a»: principio de economía del pensamiento (un principio negado por Le-
el valor cognitivo es propio sólo de las descripciones empíricas el nin) , y no sobre la base de alguna información empírica . Esta doc-
cambios particulares, de su naturaleza, ritmo, etc. El aforismo d trina presupone que sólo estamos legitimados a aceptar algo si la
Heráclito tuvo una significación filosófica en su día, pero pronto pas(~ experiencia nos obliga a ello. Pero esta estipulación es ella misma
a ser una categoría del sentido común, de la sabiduría cotidiana. discutible y descansa en suposiciones que están lejos de ser obvias.
El hecho de que trui smos como éste sean presentados como pro Sin entrar aquí en la cuestión podemos observar que el principio del
fundos . descubrimientos. no conocidos por ninguna otra fuen te, hizo materialismo, así reformulado , no es una afirmación científica, sino
que los partidarios del marxismo-leninismo proclamaran que el mar. do gmática. Lo mismo es cierto con respecto a la «sust ancia espiri-
xisrno estaba confirm ado por la «ciencia». Como las ciencias empí tual » y a la «no-materialidad de la conciencia humana». Los hombres
ricas e históricas suelen interesarse por el hecho de que algo cambi han sabido siempre que la conciencia 'está afectada por procesos físi-
o de que esté conectado con algo más, se puede af1rmar con segurid ad cos: no se precisa mucha observación científica para descubrir, po r
que cada nuevo descubrimiento científico confirmará la verdad d I ejemplo, que un ho mbre puede quedar aturdido a consecuencia de
«marxismo» así entendido. un golpe en la cabeza, y la investigación ulterior sob re la dependencia
. En cuanto a los dogmas no probables, el primero es la tesis prin- de la mente con respecto al cuerpo no ha añadido nada esencial a
cipal del propio materialismo. El alcance analítico de la mo sof!a mar- nuestro conocimiento del problema. Quienes creen en un sustrato no
xista es tan bajo que rara vez es formulada esta tesis con claridad, material de la conciencia no afirman que no exista un vínculo entre la
si bien resultan claras sus implicaciones generales. Como hemos se- conciencia y el cuerpo (y sí lo afirman, como Descartes, Leibniz o
ñalado, la afirmación de que «el mundo es material por naturaleza» Malebranche, tienen que idear formas complejas y artificiales para
pierde toda significación si la materia se define , al estilo de Lenin, explicar los hechos de experiencia): afirman sólo que sí bien los
como mera «objet ividad » en abstracción de sus pro piedades físicas procesos corporales pueden suspender la actuación del espíritu huma-
o, como también di jo Lenin, como «algo independiente de la con- no, no pueden destruirlo -pues el cuerpo es un medio a través del
ciencia ». P ues dejando a un lado el hecho de que el concepto de cual act úa la conciencia, pero no es una condición esencia! de su
conciencia está incluido en el mismo concepto de materia, la afirma- funcionamiento. Esta afirmaci ón no puede ser p robada ernpíricamen-
ción de que «el mundo es material» resulta significar sólo qu e el te, pero tampoco refutada. Tampoco es cierto, coino afirman los mar-
mundo es independiente de la conciencia. Pero si esto se aplica a todo xistas, que la teoría de la evolución haya refu tado el argumento de
el universo es manifiestamente falso -pues algunos fenómenos, como un alma no material. Sí el organismo humano ha evolucionado por
el mismo marxismo-leninismo admite, dependen de la conciencia- y mutación a partir de formas de vida inferiores, de ahí no se sigue
en cualquier caso no constituye prueba del materialismo, pues, pOI' lógicamente que el alma no exista. Si así fuera, no podría haber nada
ejemplo, según las ideas religiosas, también los ángeles y los demo- semejante a una teoría consistente que uniera, por una parte, una
158 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-Ieninismo tras la Segunda Guerra Mundial 159
concepción moderna de la evolución y, por otra, un sustrato no ma- resultados no deseados, son todas ellas afirmaciones de sentido común;
terial de la conciencia, o incluso una concepción teleolégica del mun - y convertirlas en ejemplos del «método dialéctico», cuya profundidad
do. Pero de hecho ha habido varias teorías de este tipo, de Froh- contrasta con el pensamiento metafísico, no es más que una muestra
schammer a Teilhard de Chardin pasando por Bergson, y no est ñ típica de la jactancia marxista que presenta inmemorables truismos
claro que contengan alguna incoherencia. Los filósofos cristianos han como monumentales descubrimientos científicos aportados por Marx
hallado también diversas formas para inmunizar el dogma de la teoría o Lenin.
de la evolución, y si bien éstas pueden ser objetables, no puede de- A esta categoría pertenece la afirmación, ya discutida en una parte
cirse que sean autocontradictorias. Juzgada por los criterios de validez anterior de esta obra, de que la verdad es relativa. Si esto no equivale
aplicables a la labor científica, la tesis materialista no es menos arbi- más que a decir, como observó Engels, que en la historia de la ciencia
traria que su opuesta. ' las opiniones recibidas no son muchas veces abandonadas a resultas
Entre lo que he denominado anrmaciones sin sentido del diamat de posteriores estudios, sino que se reconoce su limitada validez,
figura la afirmación de que las impresiones «refle jan» las cosas en el entonces no hay razón para discutir la verdad de la afirmación, si bien
sentido de que se parecen a ellas, como Lenin defendió frente a Ple- DO puede considerarse como específicamente marxista. Si, por otra
janov. No .está claro qué significa afirmar que un proceso que tiene parte, pretende significar que «no podemos conocerlo todo» o que
lugar en las neuronas, o incluso la conciencia «subjetiva» de este «un juicio puede ser correcto en ciertas circunstancias y falso en
proceso, tiene un «parecido» con los objetos o procesos del mundo otras», no pasa de ser nuevamente más que un viejo trui~mo. Por
exterior que, según nos dice esta teoría, son la causa de estos .cambios ejemplo, no necesitamos el intelecto de Marx para descubrir q~e la
neuronales. atta afirmación sin sentido (no defendida explícitamente lluvia es beneficiosa en tiempo de sequía, pero no en tiempo de inun-
por Stalin, pero sí por Plejanov, y. repetida numerosas ve~es en las dación, Esto no significa, por supuesto, como se ha indicado muchas
exposiciones del-marxismo) es que la lógica formal «se aplica» a ~os veces, que la afirmación «la lluvia es beneficiosa» sea verdadera. o fals~
fenómenos en reposo y la lógica dialéctica a los procesos de cambio, según las circunstancias; significa que esta afirmación es ambigua. SI
Este absurdo, que no vale la pena discutir, no es más que el resultado significa «la Lluvia es beneficiosa en todas las circunstancias» l es cla-
de la ignorancia y la incapacidad de los marxistas-leninistas para com- ramente falsa; si significa «en algunas circunstancias» es obviamente
prender la lógica formal. verdadera. Sin embargo, si interpretamos el principio marxista de la
Otras afirmaciones , según se dijo anteriormente, pertenecen a una relatividad de la verdad en el sentido de que toda afirmación, sin
u otra de las tres categorías según como se interpreten. Entre ellas se cambiar su significado, puede ser verdadera o falsa según las circuns-
encuentra la «ley dialéctica» relativa a las «contradicciones». Si, como tancias, esto pertenece también a la categoría del sinsentido, supo-
afirman diversos manuales soviéticos, esto significa que el movimiento niendo que adoptamos con Lenin la noción tradicional de la verdad.
y el cambio pueden ser «explicados» en virtud de las «contradiccio- Por otra parte si un «juicio verdadero» significa lo mismo que «un
nes internas», pertenece a la categoría de las afirmaciones carentes juicio útil al Partido Comunista», entonces el principio de la relati-
de significado, pues la «contradicción» es una categoría lógica que vidad de la verdad pasa a ser de nuevo un obvio lugar común.
denota una relación entre proposiciones, y es imposible saber qué Sin embargo, la cuestión de si la «verdad» debe entenderse ge-
pretende decirse con «fenómenos contradictorios» (imposible, al me- néticamente o en el sentido tradicional no ha sido respondida nunca
nos desde el punto de vista materialista; en la metafísica de Hegel, claramente en la historia del marxismo. Como vimos, en las obras
Spinoza y otros filósofos que iden tifican las conexiones lógicas y on- de Marx existen poderosas sugerencias que permiten pensar que con-
tológicas, la idea de ser que implica contradicción no es c~rente de cibió la verdad como «validez» en relación a las 'necesidades huma-
significado). Si, por otra parte, interpretamos esta afirmación en el nas . Sin embargo, Lenin fue muy explícito en su afirmación de la
sentido de que la realidad debe ser aprehendida como un sistema ~e idea tradicional de que la verdad consiste en la «conformidad con
tensiones y tendencias opuestas, esto parece no ser más que un truis- la realidad». La mayoría de los manuales de diamat le han seguido
mo sin consecuencias específicas para la investigación científica o la en esto, pero también hay con frecuencia signos de la idea más prag-
acción práctica. Que muchos fenómenos se afectan mutuamente, q"?e mática y política de que la verdad es aquello que «expresa» el pro-
las sociedades humanas están divididas por conflictos e intereses dis- greso social , en cuyo caso, por supuesto, el criterio reside en los
cordantes y que las acciones de las personas producen en ocasiones correspondientes pronuncia.m.íeotos de las autoridades del Partido. La
160 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del roarxíemo-Ienínismo tras la Segunda Guerra MundiAl 161

confusión se incrementa por el hecho de que el ruso tiene dos pala- análisis del curso de la Revolución Rusa puede verse que su resul-
bras para design ar la idea de «verdad», istina y praoda, tendiendo la tado no fue fruto de un a necesidad fatal . Durante la Guerra Civil
primera a expresar la noción tradicional de lo que es, mientras que hubo muchas ocasiones en las que el destino del poder bolchevique
la última , con un matiz moral, sugiere «lo correcto o lo justo», o «10 pendía de un hilo, como el mismo Lenin reconoció, y ninguna «ley
que debe ser». Esta ambigüedad contribuye a diluir la distinción ent re de la historia» determinó el resultado real. Puede pensarse que si
el concepto tradicional y el concepto genético de la verd ad . la bala disparada a Lenin en 1918 se hubiera desplazado una o dos
En cuanto al principio de la «unid ad de la teoría y la práctica» , pulga.das y le hubiera matado, el régimen bolchevique hubiera caído;
también puede ser entendido de diversas formas. En ocasiones se pre- también lo habría hecho si él no hubiera persuadido a los lfderes del
senta simplemente como una norma, que significa más o menos que Partido para que estuvieran de acuerdo con el Tratado de Brest-
s610 hay que pensar en cuestiones de cierta utilidad práctica ; en este Lítovsk , y pueden citarse muchos otros ejemplos. Las especulaciones
caso no cae den tro de las mencionadas categorías , pues no son norma- acerca de lo que hubiera podido suceder en est as hipótesis no tienen
tivas. Considerada como una afirmaci ón descriptiva, puede significar importancia alguna para nosotros y deben ser forzos amente inconclu-
que la gente suele desarrollar una reflexión teórica a resultas de las sas. Los momentos decisivos de la evolución de la Rusia soviética -el
necesidades prácticas; esto es cierto en sentido lato , pe ro no es espe- comunismo de guerra, la N. P. B., la colectivización, las purgas- no
cíficamente marxista . Una vez más, si por unidad de la teoría y la se debi eron a ninguna «ley histórica», sino que fueron todas ellas
práctica entendemos que el éxito práctico es una confirmación de IR ~edidas conscientemente deseadas por los gobernantes, y no hay ra-
verdad del pensamiento en que nuestras acciones se basan, se tratará zon para pensar que «tení an» que suceder o que los gobernantes no
de un criterio de la verdad más o menos aceptable, si bien no pue de podían haber tomado otra decisión .
ser universal , pues obviamente en muchos campos del conocimient o La única forma significativa en la que puede plantearse la cues-
y la ciencia no existe nada semejante a una verificación práctica. Fin al- ti ón de la necesidad histórica en este caso es: ¿existen motivos racio-
mente, el principio puede entenderse en el sentido específicamen te nales para pensar que el sistema soviético, cuyos rasgos esenciales
marxiano de que el pensamiento es un «aspecto» de la conducta y fueron la nacionalización de los medios de producción y el monopolio
llega a ser «verdadero» por la conciencia de este hecho. Pero este del pod er por el Partido Bolchevique, no podía haberse mantenido
sentido, que es examinado en los capítulos sob re Marx, Korsch y Lu- por medios esencialmente diferentes a los utilizados y establecidos por
kács, está prácticamente ausente del diamat soviético . el sistema de gobierno estalinista? Puede afirma rse razonablemente
qua la respuesta a esta cuestión es afirmativa .
Los bolcheviques alcanzaron el poder en Rusia con un programa
12. Las raíces y la signiiicaci án del estalinismo. La cuestián de paz y tierra para los campesinos, dos eslóganes que no eran en
de una «nu eva clase» modo alguno específicamente socialistas, ni siquiera marxistas; y el
apoyo que recibieron fue básicamente apoyo por este programa . Su
El debate, en el que han participado tanto comunistas como ad- objetivo, sin embargo, era la revolución mundial y, cuando ésta mos-
versarios del comunismo , acerca de las raíces sociales y la «necesidad tró ser inasequible, la construcción del socialismo en Rusia sobre
hist órica» del estalinismo empezó muy pronto tras la mu erte de Sta- IR base de la autoridad de un único partido. Tras la devastación de la
lin y prosiguió desde entonces. No podemos entrar aquí en detalles, Guerra Civil no quedó más fuerza social activa capaz de iniciativa
pero presentaremos los principales aspectos de la cuestión. que el Partido, pero ya existía entonces la tradición establecida de
El problema de las causas del estalinismo no es el mismo que el un aparato político, militar y polic íaco responsable de toda la vida
de su inevitabilidad, una cuesti ón cuyo significado precisa ser dilu- de la socied ad y en particular de la producción y la distribución.
cidado previamente. Todo aquel que afirme que todo detalle de In La N. P . E. fue un compromiso entre la ideología y la realidad, deri-
historia está determinado por los acontecimientos anteriores obv ia- vado del reconocimiento dd hecho de que el Estado no podía hacer
mente no necesita molestarse en an alizar el contexto específico del frente a la re~~neración económica de Rus ia, de que los intentos para
estalinismo, sino que debe aceptar su «necesidad» como una muestra regular coercitivamente toda la economía eran un estrepitoso fraca-
de aqu el principio general. Sin embargo, este principio es un postu- so y que la ayuda sólo podía proceder de la recuperación «espontánea»
lado metafísico que no hay razó n alguna para aceptar. A partir del del mercado. El compromiso económico no pretendía implicar con-
162 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo -leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 16)

cesión política de ningún tipo, sino conservar intacto el monopolio Ya hemos discutido las razones por las cuales el marxismo era
del poder. El campesinado no estaba aún socializado, pero la única una ideología adecuada a este sistema, que era un fenómeno induda-
fuerza capaz de iniciativa era la burocracia estatal: esta clase era el blemente nuevo en la historia a pesar de todas las tradiciones rusas
baluarte del «socialismo» y el ulterior desarrollo del sistema reflejó y bizantinas que suelen ser invocadas por los historiadores y críticos
sus intereses y necesidad de expansión . La liquidación de la N. P. E. del comunismo -el elevado grado de autonomía del Estado con res-
y la colectivización forzo sa no fueron ciertamente fruto de los de- pecto a la sociedad civil, los rasgos morales y mentales de los cbinou-
signios de la historia, sino que estuvieron dictadas por el sistema y niki etc. El estalinismo llegó a ser una continuación del leninismo,
los intereses de su único elemento ACtiVO: la continuación de la basado en la tradición rusa y en una forma de marxismo convenien-
N. P. E. hubiera significado que el Estado y la burocracia estaban ti temente adaptada. La, importancia de la herencia rusa y bizantina es
merced de los campesinos , y que la política económica, incluida la discutida por escritores tales como Berdyayev, Kucharzewski, Arnold
exportación, la importación y los planes de inversión debían estar Toynbee, Richard Pipes, Tibor Szamuely y Gustav Wetter.
en gran parte subordinados a sus exigencias. Por supuesto, no sabe- De aquí no se sigue que todo intento de socialización de los me-
mos qué hubiera sucedido si, en vez de la colectivización, el Estado dios de producción deba desembocar necesariamente en una sociedad
hubiera elegido la alternativa de volver a una total libertad de inte r- totalitaria, es decir, una sociedad en la que todas las formas organizati-
cambio y a una economía de mercado. Los temores de Trotski y del vas están impuestas por el Estado y los individuos son tratados como
«ala izquierda» de que esto hubiera provocado un intento de las fuer- propiedad estatal. Sin embargo, es cierto que la nacionalización de
zas políticas para acabar con el poder bolchevique no eran en modo todos los medios de producción y el total sometimiento de la vida
alguno carentes de fundamento. Al menos la posición de la burocra- económica a la planificación estatal (por eficaz o ineficaz que pueda
cia habrfa aumentado mucho menos, y hay motivos para creer qu ser la planificación) equivale prácticamente a una sociedad totalitaria .
se hubiera pospuesto indefinidamente la construcción de un fuerte Si la base del sistema es que la autoridad central define todos los
Estado militar e industrial. La socialización de la economía, incluso objetivos y formas de la economía, y si la economía, incluida la fuerza
de trabajo, está sometida a la planificación general por parte de esa
con un enorme coste para la población, iba en interés de la burocracia
autoridad, la burocracia debe convertirse en la ún ica fuerza social
y estaba en la «lógica» del sistema . Stalin, la encarnación de la elas
activa y adquirir un control omnímodo sobre otros aspectos de la vida
dirigente y de un Estado que se había convertido en virtualment e
social. Se han realizado numerosos intentos para idear un medio de
independiente de la sociedad, realizaba acciones que habían tenido socializar la pr opiedad sin nacionalizarl a, dejando la iniciativa eco-
lugar al menos dos veces anteriormente en la historia de Rusia: llegó nómica en manos de los productores . La idea se ha aplicado parcial-
a formar una nueva casta burocrática independiente de las divisi o- mente en Yugoslavia, pero los resultados son todavía demasiado es-
nes orgánicas de la sociedad y libre de todo sometimiento al conjunto casos y ambiguos como para dar una clara imagen de su éxito. La
del pueblo, a la clase trabajadora o, finalmente, a la ideología here- cuestión esencial, sin emb argo, es que siempre están en juego dos prin-
dada por el Partido. Esta casta destruyó muy pronto todos los ele- cipios mutuamente restrictivos: cuanto más se deja la iniciativa eco-
mentes «occidentalizantes» del movimiento bolchevique y utilizó la nómica en manos de unidades de producción socializadas y más
fraseología marxista corno medio para restaurar y aumentar el Impe- independencia tienen éstas, mayor será el papel de las leyes «espon-
rio Ruso . El sistema soviético libró una guerra constante contra su táneas» del mercado, la competencia y el motivo del beneficio. Una
propio pueblo, no porque este último mostrase mucha resistencia, forma de propiedad social que permitiese una total autonomía a las
sino principalmente porque la clase dominante necesitaba un estado unidades de producción determinaría una vuelta al capitalismo sal-
de guerra y agresión pura mantener su posición. La amenaza perma- vaje, con la única diferencia de que los propietarios individuales de
nente al Estado por parte de los enemigos y la búsqueda de las más las fáb ricas estaría n sustituidos por propietarios colectivos, es decir,
mínimas debilidades, de agentes extranjeros, conspiradores , sabotea- cooperativas de productores . Sin embargo, la idea de planificación
dores y otros fantasmas fue un medio ideológico para justificar el económica se ha aceptado , si bien en diferentes grados, en todas las
monopolio burocrático del poder; el estado de guerra inílingc un daño sociedades industriales, y el au mento de la planí6cación y de la inter-
al propio grupo dominante, pero esto forma parte del precio del vención estatal ha significado un aumento de la burocracia. El pro -
poder. blema no es cómo librarse de la burocracia, lo que significaría des-
164 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del merxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 165

truir la moderna civilización industrial, sino cómo controlar su acti- del imperialismo tusa. El marxismo pasó a ser 11 prerrogativa d~ esta
vidad por medio de cuerpos representativos. casta y un eficaz instrumento para la prosecución de la política im-
Por 10 que respecta a las intenciones de Marx, a pesar de todas perial.
las reservas que pueden desprenderse de sus escritos, indudablemente En este sentido muchos autores han discutido la cuestión de una
creyó que una sociedad socialista sería una sociedad de perfecta uni- «nueva clase», es decir, de si la palabra «clase» es o no adecuada
dad, en la que desaparecerían todos los conflictos de interés con la para designar los círculos gobernantes de la U. R. S. S. y otros Es-
eliminación de su base económica en la propiedad privada. Esta so- tados socialistas. La cuestión se ha debatido especialmente tras la
ciedad, pensaba, no tendría necesidad de instituciones burguesas tales publicación en 1957 de la obra de Milovan Djilas La nueva clase;
como los cuerpos políticos representativos (que inevitablemente pro- pero la discusión tiene una historia mucho más larga, habiéndose des-
ducían burocracias alienadas del pueblo) y de normas legales para tacado ya algunos de sus aspectos en anteriores capítulos. Por ejem-
salvaguardar las libertades civiles. El despotismo soviético fue un plo, los críticos anarquistas de Marx, y en especial Bakunin, afirmaron
intento de aplicación de esta doctrina junto a la creencia de que In que el intento de organizar la sociedad sobre la base de sus ideas
unidad social puede crearse por medios institucionales *. debía generar nuevas clases privilegiadas: los proletarios que habían
Sería' absurdo decir que el marxismo estaba predestinado a con- de sustituir a los gobernantes existentes habían de convertirse en
vertirse en la ideología de la burocracia rusa autoglori6cadora. No traidores de su propia clase y crear un sistema de privilegios que
obstante, contenía rasgos esenciales, y no meramente accidentales o guardarían tan celosamente como lo habían hecho sus antecesores.
secundarios, que lo hicieron adaptable a este fin. En su obra ¿Sobre. Esto, decía Bakunin, era inevitable porque el marxismo contemplaba
vivirá la Unión Soviética hasta 1984?, el historiador soviético An- la continuación de la existencia del Estado. Waclaw Machajski, un
drey Amalrik, que ha sido perseguido y encarcelado por sus ideas anarquista polaco que escribió principalmente en ruso, sacó importan-
disidentes, compara la función del marxismo en Rusia con la del tes consecuencias de J;¡ versión modi.6cada de esta idea. En su opinión,
cristianismo en el Imperio Romano. Al igual que la adopción del cris- la idea rnarxiana del socialismo expresaba específicamente los inte-
tianismo fortaleció el sistema imperial y prolongó su vida, pero no reses de los intelectuales que esperaban alcanzar una posición de pri-
pudo salvarlo en su destrucción final, la asimilación de la ideologín vilegio político por medio del privilegio socialmente heredado del
marxista conservará durante un tiempo el Imperio Ruso, pero no conocimiento, que ya poesían con anterioridad. En tanto la intelli-
podrá impedir su inevitable disolución. Se puede aceptar la teoríu gentsia fuera capaz de dar a sus hijos oportunidades ventajosas para
de Amalrik en tanto no sugiera que éste era el designio del marxismo adquirir conocimientos no podría existir igualdad alguna, que era la
desde el principio o que era una intención consciente de los revolu esencia del socialismo. La clase trabajadora, que estaba por entonces
cíonadas rusos. Gracias a una poco habitual combinación de circuns- a merced de los intelectuales, sólo podría alcanzar sus propios obje-
tancias, un partido que profesaba la doctrina marxist~ se hizo. con ~I tivos privando a aquéllos de su principal capital, a saber, de la for-
poder en Rusia. Pata permanecer en el poder el Partido s~ VIO obh mación. Este argumento, que en cierta medida recuerda el sindicalis-
gado a suprimir sucesivamente todas las promesas conteOldas. en su mo de Sorel, se basaba en el hecho manifiesto de que en cualquier
ideología, que sin duda habían sido sinceras en boca de sus pnmel:08 sociedad existe tanto una desigualdad de ingresos como una gran
líderes. El resultado fue la creación de una nueva casta burocr ática correlación entre la formación y el status social: los hijos de las clases
que ejerció un monopolio del poder estatal y prosiguió la tradici ón educadas tienen mejores oportunidades que los demás para subir en
la jerarquía social. Esta desigualdad hereditaria sólo podía rernediarse
destruyendo la continuidad de la cultura y separando a padres e hijos
* Esta cuestión la desarrolla Kolakowski en un trabajo anterior, tltulado para proporcionar a todos una educación completamente uniforme:
«El mito de la autoidenddad humana>'> (1974), que contiene las premisas filo.
séficas de su historia del marxismo. En él, Kolakowski se pregunta si existe de esta forma, la utopía de Machajski sacrificaría tanto la civilización
o no identidad entre el proyecto .escat.o16gico del «hombre ,!ni~m>, del ~al como la' familia en el altar de la igualdad. Hubo grupos anarquistas
tungsuiese» j ovenmarxiano, y la unificacién de todas las cristalizaciones social rusos que. también detestaron la educación como fuente de privilegio.
bajo la forma del sistema totalitario soviético. A ello responde que no eXISll1 Machajskí tuvo seguidores en Rusia, y durante unos años después
identidad sino continuidad temporal, perspectiva ésta más fértil y neutra ~esdl'
el punto de vista del historiador de las ideas. (Ver también al respecto el prologo de la Revolución de Octubre la lucha contra sus ideas fue un tema
al primer volumen de esta obra.) (N. del T.) muchas veces repetido en la propaganda: estaban unidas, 00 casual-
Prlncipales corrientes del marsismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 167
166

mente, a la «desviación sindicalista» y a las actividades de la «oposi - c.ra~ia soviética ?o es una clase. Pero no está claro por qué debe
ción obrera». limitarse el t érmino de esta forma . Marx nunca lo hizo . La burocracia
Sin embargo, el problema del desarrollo de una nueva clase bajo s?vlética tuvo a su disposición colectiva todos los recur sos produc-
el soeialis~o se planteó tambi én desde otro punto de vista, Algunos, tivos del estado, aunque este hecho no está reflejado en ningún do-
como Plejanov, afirmaron que el inten to de construir el socialismo cumento legal, sino que es simplemente una consecuencia básica del
antes de que las condiciones económicas estuviesen maduras par a ello sistema. El control de los medios de producción no es esencialmente
debía terminar en una nueva forma de despotismo. Otros, como Ed- dife7"ente de ~ propiedad, si su posesor colectivo es inamovible bajo
e~ sistema e;'{!stente.y oc.> puede ser legalmente desafiado por ningún
ward Abramowski, hablaron de la necesidad de una previa transfor-
~ación m?ral de la sociedad . Estos afirmaban que la lucha por los
rival . Como el propietarro es colectivo no existe herencia individual
diversos tipos de privilegios habría de reaparecer bajo un sistema de y nadie puede legar a sus hijos una posición determinada en la jerar-
propiedad/nacionalidad, si el comunismo acogía a una sociedad que quía política. Sin embargo, en la práctica, como se ha repetido nume-
no hubiera sido reformada moralmente y estuviera dominada aún rosas veces, el privilegio es sistemáticamente heredado en el Estado
por las necesidades y ambiciones inculcadas por el viejo orden. Como S?viétíco. Los hijos del grupo gobernante están claramente privile-
escribió Abramowski en 1897, en estas condiciones el comunismo giados desde el punto de vista de las oportunidaes en la vida y el
sólo crearía una nueva estructura de clases en la que las antiguas acceso a bienes limitados y ventajas de diversos tipos, y el propio
divisiones serían sustituidas por el anta gonismo entre la sociedad y grupo es muy consciente de su superior posición, El monopolio polí-
una burocracia privilegiada, y que sólo podría mantenerse por una tico y el control exclusivo de los medios de producción se apoyan
forma extrema de despotismo y orden polícial. mutuamente y no pueden existir por separado . Los elevados ingresos
Los críticos de la Revolución de Octubre denunciaron desd e el del grupo dominante son una consecuencia natural de su papel ex-
principio la formación en Rusia de un nuevo sis tema de privilegios) ~lotador, pero no son los mismos que la propia explotación, que con-
desigualdad y despotismo; el término «nueva clase» fue u tilizado por siste en el derecho a disponer libremente, sin control alguno pOi' el
Kautsky ya en 1919. Cuando Trotski desarrolló en el exilio su crío pueblo, de toda la masa de plusvalía gue éste crea . El pueblo no
tica del régimen estalinista insistió, como hicieron todos los trotskistas tiene nada que decir acerca de la forma de dividir los recursos entre
ortodoxos tras él, en que no se trataba de una «nueva clase», sirio l~ inversión y el consumo, o qué ha de hacerse con los bienes produ-
sólo de una burocracia parasitaria . Atribuyó una gran importancia a cidos. Desde este punto de vista, la división de clases soviética es
esta distinción, incluso tras llegar a la conclusión de que el régimen mucho más rígida y menos sensible a la presión social que cualquier
no podía ser destruido sino por medio de 1.U1a revolución . En su sistema de propiedad capitalista, pues en Rusia no hay forma de que
opinión, la base económica del socialismo, a saber, la propiedad pú- las ~erentes secciones de la sociedad puedan expresar y proseguir
blica de los medios de producción, no resultaba afectada por la dege- sus Intereses a través de cuerpos administrativos y legislativos. En
neración burocrática: por consiguiente, no ha bía necesidad de una realidad, la posición de los individuos en la jerarquía depende de la
revoluci6n social, que ya Qabfa tenido lugar, sino de una revolución
voluntad y capricho de sus superiores o, en los mejores días del es-
política que acabara con el aparato de gobierno existente.
talil!i~~o, de los gustos de un único déspota. En este aspecto su
Trotski, sus seguidores ortodoxos y otros comunistas críticos del
pOS1ClOn no es totalmente segura: la situación es más similar a la del
estalinismo negaron la existencia de una «nueva clase» sobre la base
despotis~o. oriental, en el que las personas de los estratos superiores
de que los privilegios de la burocracia soviética no eran transmitidos
e~taban igúalrnente a merced del tirano y podían ser dimitidas o
automáticamente de una a otra generación, y de que los burócratas
ejecutadas de un día para otro. Pero no está claro POi' qué esta situa-
no eran personalmente propietarios de los medios de producción, sino
ción debe impedir al observador hablar de una «clase», y menos aún
que sólo ejercían un control colectivo sobre ellos. Sin embargo, esto
por qué debe. ser considerado típicamente «socialista» y como una
convierte al argumento en una cuestión de palabras. Si se define la
«clase» de forma tal que sólo se puede hablar de una clase gober- prueba de la inmensa superioridad del socialismo con respecto a la
nante y explotadora cuando cada uno de sus miembros tien e un título «del.nocrada burguesa», como afirman los seguidores de Trotskí. En
s~ libro, Djilas llamó la atención a la variedad de privilegios de que
legal, transmisible por ' vía hereditaria, a la propiedad de ciertos re-
cursos productivos de la sociedad, entonces, por supuesto, la buro- disfrutaba la clase dominante socialista, destacando que el monopolio
168 Principales corrientes del marxismo
4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 169
de poder era la base de estos privilegios y no una consecuencia de les, en otro a la clase de los barones feudales y en otro a la deo-los
ellos. colonizadores capitalistas de los países atrasados. Su posición viene
Con las anteriores observaciones, no hay razón por la cual no determinada por la concentración absoluta de poder político, econó-
deba 'considerarse la burocracia socialista como una «clase explotado- mico y militar, en una medida nunca vista antes en Europa, y por la
ra». De hecho, este calificativo parece utilizarse cada vez más frecuen- necesidad de una ideología para legitimar este poder. Los privilegios
temente, y las distinciones de Trotski resultan cada vez más artifi- que sus miembros disfrutan en el campo del consumo son una con-
ciosas. secuencia natural de su fundón social. El marxismo es el aura caris-
James Burnham, tras romper con Trotski, escribió en 1940 su mática con la que se inviste para justificar su dominio.
célebre libro Tbe Managerial Reuolution, en el que afirmaba que
el establecimiento de una nueva clase en Rusia era sólo un ejemplo
particular de un proceso universal que estaba desarrollándose y se- 13. El marxismo europeo durante la última etapa
guiría haciéndolo en todas las sociedades industriales. El capitalismo, del estalinismo
pensaba, estaba experimentando la misma evolución: los derechos
de propiedad formales significaban cada vez menos, y el poder pa- La historia del marxismo en los países que cayeron bajo control
saba gradualmente a las manos de aquellos que realmente controlaban soviético a resultas de la guerra puede dividirse aproximadamente en
la producción, es decir, la clase dirigente. Esta era una consecuencia cuatro etapas. En la primera etapa, que va de 1945 a 1949 las «de-
inevitable de la naturaleza de la industria moderna. La nueva élite macradas populares» mostraban aún elementos de pluralismo políticc
era simplemente la forma actual de la división de la sociedad en y cultural, que gradualmente remitió a resultas de la presión sovié-
clases, y las divisiones de clase, los privilegios y la desigualdad eran tica. Las segunda etapa, que va de 1949 a 1954, conoció la completa
fenómenos naturales en la vida social. A lo largo de la historia las o casi completa Gleicbschaltung * del «campo socialista» en lo refe-
masas habían sido utilizadas, bajo diversos estandartes ideológicos, rente a política e ideología, y general estalinízacíón de todos los as-
para destruir las clases privilegiadas del momento; sin embargo, el re- pectos de la cultura. En la tercera etapa, que comienza en 1955, el
sultado había sido simplemente sustituirlas por nuevos amos que se rasgo más destacado, por cuanto 'respecta a la historia del marxismo,
proponían una vez más oprimir al resto de la sociedad con eficacia fue la aparición de diversas tendencias «revisionistas» y antiestali-
no menor que la de sus predecesores. El despotismo de la nueva nistas, sobre todo en Polonia y Hungría, pero posteriormente tam-
clase en Rusia no era una excepción, sino una ilustración de esta ley bién en Checoslovaquia y, en cierta medida, en Alemania del Este.
universal. Este período tuvo su fin en 1968, año en el que, en la mayoría de los
Tuviera o no razón Burnham al decir que toda la vida social su- países, el marxismo asumió una forma petrificada y estéril, aun per-
ponía una u otra forma de despotismo, sus observaciones están lejos maneciendo como la ideología oficial del partido en el Gobierno,
de constituir una descripción adecuada de la realidad soviética. Los La «estalinízación» y «desestalinización» de la Europa Oriental
gobernantes de la Rusia postrevolucionaria no fueron ni son los di- tuvo lugar de forma diferente en cada país, de acuerdo con diversas
rectores industriales, sino la burocracia política. Los primeros son, circunstancias. En primer lugar, algunos de ellos -Polonia, Checos-
por supuesto, una importante sección de la sociedad, y algunos de lovaquia, Yugoslavia- habían estado en el lado de los -Aliados en
sus grupos pueden ser lo suficientemente fuertes como para afectar la guerra, mientras que Ot,fOS estaban oficialmente vinculados al Eje.
a las decisiones de una autoridad superior, sobre todo en su propio Polonia, Checoslovaquia y Hungría, que pertenecían históricamente
campo. Pero las decisiones clave, incluidas las relativas a inversión, a la cristiandad occidental, tenían diferentes tradiciones culturales de
importaciones, exportaciones, etc., son políticas y son adoptadas por Rumanía, Bulgaria y Servía. La Alemania Oriental, Polonia y Che-
la oligarquía política. Es muy poco plausible sugerir que la Revolu- coslovaquia tenían una tradición de serios estudios filosóficos que da-
ción de Octubre es un caso especial de la transferencia de podel: a taba de la Edad Media, tradición ausente en otros países del bloque.
los directores a resultas del progreso tecnológico y de la organización Por último, en ciertos países había habido activos movimientos y gue-
del trabajo. rrillas clandestinas durante la guerra, mientras que en otros, también
La clase explotadora soviética es una nueva formación social que bajo ocupación alemana, la resistencia fue débil y no tomó la forma
en cierto modo se parece a la burocracia de los despotismos orienta- '" «Unificación». (N. del T.)
4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 171
170 Principales corrientes del marxismo
t.!no .de los instrut;nen tos utili,zados por Stalin para con~eguir la
de una lucha armada . En la primera categoría se encontraban Polonia
obediencia de los partidos comunistas gob ernantes en la Europa -del
y Yug~slavia, con la importante diferencia de que en Yugoslavia los
Este , y de todos los demás comunistas fue una debilitada versión
comunistas eran los luchadores más activos, mientras que en Polonia
del Comintern conocida como la Oficina de Información Comunista
eran una pequeña fracción del movimiento total de la resistencia
o. «Col?inform ». Creada en septiembre de 1947 (el Comintern había
cuyo núcleo lo formaban fuerzas dependientes del Gobierno de Len:
SIdo disu elto en 1943), este órgano incluía representantes de todos
dres. Todas estas diferencias tuvieron una importante relación con
los I?~rtidos comunis ta,s en el gobierno en la Europa Oriental, a ex-
los acontecimientos postbélicos de la Europa Oriental y con la evo-
cepClOn del de Albania y el de Alemania del Este -es decir los
partidos soviético, polaco, checoslovaco, húngaro, búlgaro y ~gos­
lución del mar xismo en los respectivos países : afectaron a la velocidad
y. profundidad de la invasión ideológica y a la forma en que poste-
lavo--,. además de! francés y el italiano . Su organizador, en tiempos
r!Orf?ente fue rechazado el est alinismo. El único país cuya liberación
d e Stahn, fue Zhd anov, y fue por orden suya, por ejemplo, pOl.' 10 que
del invasor alemán se debió en gran medida a sus propias fuerzas
c~ntrola?as .por los comunistas, fue Yugoslavia, y sólo alli los comu~ los yugoslavos atacaron a los comunistas franceses e italianos por no
tomar el poder en sus países en la favorable coyuntura de' 1944-5.
nrstas ejercieron un poder indiviso a partir de 1945. En los demás
(De hecho: su cond~cta había estado dictada por Stalin, pero éste
países -en Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Rumania y
nunca realizó la debida autocrítica.) La función del Cominforrn fue
Hungría-, los partidos socialdem ócratas o campesinos fueron tole-
trans.mitir ~ l?s c<?munistas de todo el mundo [as exigencias de la
rados durante los primeros años de la posguerra .
p.olíuca sov~étlca disfrazadas como resoluciones un ánimes de los prin-
Es muy probable que muchos de los líderes comunistas de la
cipales partidos . De hecho, algunos países del este de Europa dieron
?uropa ~el Este creyeran al principio que sus países serían estados
muestras de creer que estaban legitimados para actuar como gobiernos
independientes, que crearían instituciones socialistas aliadas con Ru-
soberanos: Checoslovaquia. y Polonia mostraron un gran interés por
sia, pero no bajo su control directo, Sin embargo, estas ilusiones
fueron muy breves. Durante los dos primeros años las relaciones
el Plan Ma:·~hall y B~lgar1a y Yugoslavia crearon un plan relativo a
una fed~racIon balcánica. Todas estas muestras de independencia fue-
internacionales se caracterizaron por los rasgos de la alianza de gue-
ron rápidamente aplastadas y llamados al orden los partidos trans-
rra: los partidos comunistas mantuvieron una muestra de fidelidad
gresores. En una época en la que la tercera guerra mundial al menos
a los acuerdos de Yalta y Postdam, que preveían instituciones demo-
no era impensable, los comunistas de fueta d e la Unión Soviética tu-
cráticas, go.biernos muJtipartid~stas y elecciones libres en la Europa
vieron ,que aprender . una vez más que ' sólo había una autoridad que
del Este. Sin embargo, el comienzo de la guerra fría puso término a
determinase la política «correcta» y que la más leve desviación de
toda esperanza de que este área pudiera desarrollarse independiente-
sus órdenes traerla desagradables consecuencias.
mente de la Unión Soviética. Entre 1946 y 1948 los partidos no
., En la primera sesión del Cominform, Zhdánov describió la divi-
comunistas fue ron destruidos o se «unieron» forzosamente a los co-
sron del mundo en dos bloques políticos como el factor clave de la
munistas, siendo los socialdemócratas de Alemania del Este los pri-
~ituació,? lntern~~onal. El Com~nform también editó una publicaci ón
m~ros en sucumbir a este destino. Desde el principio, aun cuando
in ternacional, lógicamente dominada por el Partido Comunista So-
existían todavía genuinos elementos de lID gobierno de coalición
viético, como vehículo para las directrices de la propaganda de la
los comu~stas se sít~aro? en los puestos clave del poder, sobre tod~
~oión Soviétic~ . Esta publicación fue en realidad la principal acti-
en la pol icía y el ejército. Los numerosos «consejeros» soviéticos
vídad del Comrnform : éste sólo se reunió en dos ocasiones más en
t~nian la .últi ma palabra en las cuestiones clave de gobierno, y orga-
junio de 1948 y en noviembre de 1949, ambas con objeto de conde-
nizaban directamente las más salvajes y flagrantes formas de represión,
nar a los yugoslavos. La fricción entre los Partidos Soviético y Yu-
En 1949, tras la programada supresión de los partidos no comunis-
goslavo empezó en la primavera de 1948' su causa inmediata- fue el
tas, tras unas elecciones caracterizadas por el fra ude y la violencia y
enoj? de Tito y sus colaboradores ante 1; cruda y arrogante interfe-
tras el coup en Checoslovaquia, los comunistas de la Europa del Est e
rencia de los «consejeros» soviéticos en los asuntos internos yugos-
gozaron, bajo el estrecho control de Stalin, de un dominio virtualmen-
l~vos, so~re todo en los relacionados con el ejéricto y la policía. Sta-
te exclusivo. Pero en el mismo momento en que el estalinismo se esta - lin, ultrajado por esta falta de internacionalismo intentó encarrilar a
ba estableciendo en los países satélites, se enfrentó a su más grave de-
Yugoslavia, pensando, sin duda, que seria fácil tarea, En la actividad
rrota en la forma del cisma yugoslavo. .
172 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalizacién del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 173

propagandística los yugoslavos habían mostrado hasta entonces una asesinados o murieron después ea la cárcel. En la Alemania del E~~
ex trema sumisión a Rusia , pero ya tenían sus propios gobernantes, Las detencione s y procesos siguieron el modelo general, si bien sus
resultando que la Unión Soviética estaba escasamente representada víctimas fueron menos conocidas. En el resto de! bloque, los «titoís-
entre ellos . (Uno de los principales muros de contención fue el reclu- tas», «sionistas» y otros agentes imperialistas, y los fascistas que se
tamiento de yugoslavos para la policía soviética y la red de espionaje.) «habían abierto camino» en la Secretaría del Politburó del Partido,
Aparte de algunos individuos que estaban directamente en la nómina confesaron ser agentes de la inteligencia extranjera, siendo ejecutados
soviética, los yugoslavos no tenían intención de entregarse, por 10 en su mayoría tras diversas farsas judiciales . No hay que suponer que
cual la única forma de reconvertirlos al internacionalismo parecía todas las víctimas fueran realmente «titofstas », en el sentido de que
ser un a invasión armada, que Stalin, correcta o incorrectamente, con- quisieran un régimen comunista menos dependiente de Rusia. Esto
sideró un camino muy arriesgado . era cierto en algunos casos, pero otros fueron acusados de traidores
El Partido Yugoslavo fue oficialmente condenado en la segunda sin fundamento alguno. El objetivo general era aterrorizar a los par-
sesión del Cominform, de la que estuvieron ausentes los delegados tidos gobernantes de la Europa Oriental y enseñarles 10 que realmente
de Yugo slavia. Los líderes de Belgrado fueron deela rado s nacionalis- significaba el marxismo, el leninismo y el intern acionalismo: a saber,
tas antisovíétícos (por motivos no explicados), y se Ilam ó a los comu- que la Unión Soviética era el amo absoluto de los países del bloque
nistas yugo slavos a destruir III «farsa tito ísta » si éste no se sometía nominalmente independientes y que éstos deb ían obedecer sus ór-
rápidamente. La disputa con Yugoslavia pasó a ser el tema principal denes .
de la revista del Cominform, y en la tercera y última sesión de este A pesar de la ferocidad con la que se ejercieron todas las formas
órgano, Gheorghiu Dej, el secretaría del Partido Rumano, pronunció de presión, excepto la invasión armada, los yugoslavos matuvieron su
una conferencia sobre «el Partido Comunista Yugoslavo en manos de independencia y realizaro n el primer corte sustancial en el comunismo
asesinos y espías ». En ella afirmó que todos los líderes yugoslavos estalinista desde e! final de la guerra. Inmediatamente después del
habían sido desde tiempos inmemoriales agentes de diversos servidos cisma, la ideolo gía del Partido Yugoslavo difería de [a soviética sólo
de inteligencia occidentales, que habían establecido un régimen fas- en destacar que los partidos comunistas debían ser ind ependientes y en
cista y que su política principal era y había sido siempre crear con- condenar el imperialismo soviético ; los principios generales del mar-
flictos con la Unión Soviética y servir a los intereses belicosos ame- xismo-leninismo siguieron vigentes en Yugoslavia y no fueron dife-
ricanos. A partir de entonces, los partidos comunistas de todo el rentes a los observados en la Unión Soviética. Sin embargo, desde
mundo desencadenaron una histérica campaña antiyugoslava. Un re- entonces se sometieron también a revisión las bases de La doctrina
sultado macabro del cisma fue que las «democracias populares» reali- política y los yugoslavos se propusieron crear su propio modelo de
zaron una serie de asesinatos judiciales, sin duda calcados de las sociedad socialista, que difería en importantes aspectos del mode-
farsas procesales de Moscú, pata purgar a 108 partidos comunistas lo ruso.
locales de elementos «titoístas» o sospechosos. Muchos destacados Por esta época, el Comínform fue poco más o menos un instru-
comunistas cayeron víctimas de estos juicios, que tuvieron lugar en mento de propaganda antiyugoslava, y esta raison d'étre dejó de
Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y Albania . En Checoslovaquia, el existir cuando, en 1955, Jruschov decidió hacer las paces con Bel-
principal proceso, el de Slánsky y otros, tuvo lugar en noviembre grado; sin embargo, no fue disuelto hasta abril de 1956. Desde en-
de 1952 , poco antes de la muerte de Stalin, y estuvo marcado po r tonces, por lo que se sabe, el Partido Soviético no ha intentado crear
claras muestras de antisemitismo. Este tema también pasó a un primer forma alguna de comunismo internacional , pero se ha limitado a ejer-
plano durante los últimos años de Stalin, culminando en la detención, cer , en la medida de lo posible, un control directo sobre los partidos
en enero de 1953 , de un grupo de doctores, casi todos ellos judíos, ind ividuales y a convocar reuniones para adoptar resoluciones sobre
acusados de planear un complot para asesinar a líderes del Partido la política mundial. Estos in tentos han tenido, sin embargo, menos
y otras personalidades; los que sobrevivieron a las torturas perso- éxito que los anteriores : a pesa r de todos sus esfuerzos, los líderes
nalmente ordenadas por Stalin fueron liberados inmediatamente tras soviéticos no consiguieron una condena internacional del Partido Co- :
la muerte de éste. En Polonia fueron encarcelados Gomulka, el se- munista Chino, de igual forma que en el caso de Yugoslavia.
cretario de! Partido y otras destacadas figuras , pero no fueron juz- Los últimos años del mandato de Stalin se caracterizaron por la
gados o ejecutados; algunos funcíonarios menores fueron directamente sovietización de la doctrina de todo el comunismo mundial. Los efec-
174 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismotras la Segunda Guerra Mundial 175

tos de e.ste proceso variaron entre los diversos países del bloque, pero puesto por Rusia. Las persecuciones y las frecuentes masacres mar-
las preSIones y tendencias fueron generalmente las mismas. caron la lucha contra las unidades armadas clandestinas y las organi-
El marxismo polaco, como hemos visto en capítulos anteriores, zaciones políticas de guerra, así como contra el Partido Agrario y
tenía su propia tradición, bastante independiente de la rusa. Esta tra- otros grupos legales no comunistas. No obstante, la presión cultural
dición carecía de una forma ortodoxa y de Una determinada ideología en esta época se limitó a cuestiones puramente políticas; el marxismo
de partido; el marxismo era sólo un rasgo más, y no muy importante, no se habla establecido aún como estándar obligatorio en Iilosofía o
en la escena intelectual polaca . Sin embargo, hubo historiadores, so- ciencias sociales, y el «realismo socialista» en arte y literatura era
ciólogos y economistas que, si bien no profesaron una pureza do c- desconocido.
crinal, hicieron uso de categodas marxistas en sus obras; entre ellos Entre 1948 y 1949 el Partido se purgó de «nacionalistas de dere-
figuran Ludwik Krzywicki y Stefan Czarnowski (1879-1937) un emi- cha»; cambió el liderazgo, la vida política se ajustó a las normas sovié-
nente sociólogo y un historiador de la religión, que en los últimos años ticas, se planeó la colectivización rural (que nunca fue llevada a
gravitó en cierta medida hacia el marxismo. (En un ensayo sobre 111 cabo) y el régimen se proclamó oficialmente como dictadura del pro-
cultura proletaria analizó los orígenes de una nueva mentalidad y un letariado . Entre 1949 y 1950 la limpieza interior fue seguida por la
nuevo tipo de arte específicamente en relación con la situación de sovietización de la cultura. Fueron clausuradas muchas revistas y pu-
la cIase trabajadora.) Durante los primeros años posteriores a 194.5 blicaciones académicas y otras fueron entregadas a nuevos editores.
estas tradiciones volvieron a aparecer de nuevo : el nuevo pensamiento Durante los primeros años de la década de los cincuenta fueron expul-
marxista, a.). igual que el antiguo, no se limitaba a determinados ca- sados de la Universidad algunos profesores «burgueses»: su número,
nales, sino que aparecía más bien como el trasfondo de una actitud sin embargo, no fue muy elevado , y si bien no pudieron enseñar o
racionalista y de análisis de los fenómenos culturales en términos publicar, conservaron su sueldo y pudieron escribir libros que publi-
de conflicto social, Este marxismo libre y no codificado fue divulgado caron más tarde, en épocas menos severas. Algunos miembros de las
por diversas publicaciones, incluidas la revista mensual Mysl uispot- facultades de filosofía pudieron permanecer en su puesto, pero fue-
czesna (Pensamiento Contemporáneo) y el semanío Kuznica (La Fra- ron obligados a enseñar lógica; otros fueron destinados a la Academia
gua). Entre 1945 y 1950, las universidades fueron reorganizadas en de Ciencias, donde perdieron el contacto con los estudiantes. Fueron
un estilo semejante al anterior a la guerra, manteniendo en su mayo d a revisados los programas de los departamentos de ciencias sociales y
el mismo personal docente; aún no hubo purgas ideológicas en el las cátedras de sociología fueron sustituidas por cátedras de materia-
campo educativo; muchos libros y revistas científicos publicados en lismo histórico. Se creó un instituto especial para formar cuadros
esta época no tenían nada que ver con el marxismo . El régimen no sustituyen tes de los pro tesares «burgueses» en los departamentos ideo-
?e lialo,aba aún a .sí mismo una «dictadura del proletariado», y la lógicamente sensibles de filosofía, economía e historia. En filosofía,
ideología del Partido no acentuaba los ternas comunistas, sino los el órgano de la «ofensiva» marxi sta fue la revista Mysl Milozoficzna
patrióticos , nacionalistas . o antialemanes . El marxismo de tipo sovi é- (Pensamiento Filosófico). Durante unos afias los fil ósofos marxistas
~co estuvo relegado a un segundo plano durante esta etapa ; su prin- se aplicaron a combatir la tradici6n no marxista, sobre todo la escuela
cipal portavoz fue Adam Schaff, que escribió libros y manuales en de filosofía analítica de Lvoo-Varsovia; Kotarbinski, Ajdukiewicz,
los que exponía la versión leninista-estalinista del materialismo dia- Stanislaw Ossowski, Maria Ossowska y otros. Muchos libros y artícu-
léctico e histórico, si bien en un estilo menos primitivo que el de sus
los criticaron los diversos aspectos de las posiciones centrales de esta
modelos soviéticos. Incluso en los peores años, puede decirse en
escuela. Otro blanco fue el tomismo, que tenía una viva tradición
general que el marxismo polaco no descendió hasta el nivel soviético:
a pesar de la invasión del modelo ruso, conservó cierto grado de ori- centrada en la Universidad Católica de Lublin. (Esta Universidad
ginalidad y un tímido respeto por los cánones del pensamiento ra- -hecho sin paralelo en la historia de los Estados socialistas-e- nunca
fue clausurada y funciona en la actualidad, a pesar de las diversas
cional.
Entre 1945 y 1949, la represión pol ítica y policial se hizo más medidas de presión e interferencia.) Muchos marxistas de la vieja
intensa. Los dos años posteriores a la guerra hubo conflicto armado y la nueva generación -Adam Schaff, Bronislaw Baczko, Tadeusz
con los supervivientes del ejército clandestino que habían combatido Kronski, Helena Eilstein, Wladis1a'W Krajewski- participaron en es-
al invasor alemán y se negaron a entregarse al nuevo régimen im- tas batallas; también el autor de estas lineas, que no 10 considera
176 Principales corrientes del marxismo 4. La cristaliz aci ón del marxismo-leninismo u-as la Segunda Guerra Mundial 177

como un motivo de orgullo. Otro tema de estudio fue la contribución fue comparativamente corto: empezó a principios de 1949·1950 y
marxista a la cultura polaca en anteriores décadas. entró en declive hacia 1954·1955. Es posible, si bien dilícil de pro-
No existe aún perspectiva para una plena valoración d e los des- bar, que otro factor moderador estuviera en acción, a saber, la mala
arrollos culturales de esos años, pero puede decirse que la «marxiíi- voluntad que muchos veteranos comunistas tenían hacia Stalin, que
cación» forzosa tuvo algunos rasgos positivos. Junto a los elementos había destruido el Partido Comunista Polaco anterior a la guerra y
destructivos y oscurantistas introdujo otros rasgos de valor intrínseco había asesinado a sus lideres.
y que forman en mayor o meno!' grado parte integrante del patrimo- En los demás países bajo la soberanía soviética, la estalinizaci6n
nio intelectual del mundo; por ejemplo, la costumbre de concebi r fue, por varias razones, más intensa y destructiva. Alemania del Este
los fenómenos culturales como aspectos del conflicto social, o de estaba bajo ocupación soviética directa, y la combinación del estali-
subrayar el trasfondo económico y técnico de los procesos históricos nismo con la tradición prusiana produjo una atmósfera rígidamente
y de estudiar generalmente los fenómenos en términos de tendencias oscurantista (aliviada sólo por la actividad de Ernst Bloch, a quien
históricas más amplias. Algunas de las nuevas direcciones en los es- nos dedicaremos más adelante). Además , hasta 1961 no fue dificil
tudios humanísticos, si bien ideológicamente motivados, produjeron huir a la Alemania Occidental, y entre los cuatro millones de perso-
valiosos resultados, por ejemplo, en relación a la historia de la filo- nas que lo hicieron se encontraban muchos intelectuales , cuya pérdida
sofía y el pensamiento social polacos. Se hizo una útil labor con la incrementó la desolación de su país natal. Checoslovaquia sufrió tam-
publicación de traducciones de clásicos filosóficos y la reed ici ón de bién una implacable purga ideológica, cuyas consecuencias pueden
obras de pensamiento social, filosófico y religioso polaco. sentirse todavía hoy. Durante varios años el dictador cultural fue
En los años estalinistas el Estado fue bastante generoso en el pa- Zdenek Ne jedly , originalmente historiador de la música , que censuró
trocinio a la cultura, por lo cual se produjo mucha basura, pero tam- las artes con mano dura, «corrigiendo» los clásicos literarios checos
bién algunas obras de valor permanente. El estándar general de la v prohibiendo interpretaciones de obras musicales del «cosmopoli ta»
educación y acceso a las universidades creció considerablemente en Dvor ák, etc. Su contrapartida en Buígaria fue Todor Pavlov, un tí-
comparación con la situación anterior a la guerra. Lo destructivo no pico diletante marxista aspirante a la omnisciencia, que escribió sobre
fue la instrucción universal en marxismo, sino su uso como instru- biología, literatura, filosofía y otras temas; su obra más conocida,
mento de coacción y de mendacidad política. El marxismo, incluso publicada antes de la guerra y traducida al ruso, fue un tratado sobre
en. forma este reotipada y primitiva, sirvió aún en cierta medida para
epistemología leninista titulado La teoría del reflejo. El término «re-
implantar ideas fructíferas y racionales que formaron parte de esta
flejo» se utilizó aquí en un sentido global para denotar todo tipo
tradición; pero las semillas sólo pudieron medrar en proporción al
relajo de los usos opresivos de la doctrina. de influencia que una cosa ejercía sobre otra, desde la causalidad
En general, el estalinismo, en estricto sentido, hizo menos daño mecánica en adelante; los actos humanos de percepción y pensamiento
a la cultura polaca que a las de otros países del bloque, y el daño abstracto no eran más que un caso especial de este «r eflejo» al nivel
que produjo fu e irreparable. Varias fueron las r azones para ello . En superior de organización de la materia. En Bulgaria, Mikhalchev, un
primer lugar buba una espontánea resistencia cultural pasiva de ca- veterano profesor de filosofía de Sofía , había sido discípulo de
nícter generalizado y una profunda desconf1anza u hostilidad h ada Rehmke (fallecido en 1930), un ernpiríocriticista alem án de segunda
todo lo que procedía de Rusia. También hubo una cierta falta de celo fila; por esta razón, durante muchos años la principal tarea de los
o inconsistencia en la imposición de la cultura estalinista: el mar- filósofos marxistas búlgaros fue «luchar contra el rehrnkianismo».
xismo no disfrutó nunca del monopolio absoluto de los estudios de En Hungría, el marxismo gozó de una posición más fuerte desde
humanidades, y los intentos para ejercer presión sobre las ciencias el principio, gradas a algunos eminentes filósofos de la anterior ge-
biológicas al estilo soviético fueron débiles e ineficaces. La campaña neración: J. Révai, B. Fogarasi y G . Lukács. Révai fue durante cierto
en pro del «realismo socialista» produjo algunas apologías sin valor, tiempo el representante del Partido encargado de estalinizar la cul-
pero no destruyó la literatura y las artes; las purgas en instituciones tura húngara. Lukács mantuvo una posición dudosa durante este pe-
de enseñanza superior prosiguieron, si bien en una escala relativa- ríodo, aunque sus libros y artículos durante los últ imos .años del
mente pequeña; la proporción de libros prohibidos en las librerías estalinismo fueron de una ortodoxia irreprochable a excepci ón de su
fue menor que nunca. Ad emás, en Polonia, el estalinismo cultural libro sobre Hegel, escrito antes de la guerra y publicado en alemán
178 Principales corrientes del marxismo 4. La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 179

en 1948: éste tenía un estilo totalmente antisovi ético y en modo y autor de libros contra el nacionalismo y el fascismo . En 1947 pu-
alguno se adaptaba a la fórmula Stalin-Zhdánov. blicó Logique [ormcllc et logíque dialectique y la interesante Critique
En la Eu ropa Occidental la posición de los marxistas fue algo de la oie quotidienne; posteriormente escribió una crítica del existen-
diferente. Todos los partidos comunistas apoyaron obedientemente la cialisrno (algo que ningún filósofo marxista francés de los cincuenta
línea de Stalin en todo momento, glorificando la politica soviética y y sesenta podía dejar de hacer) y a continuación obras sobre Des-
predicando el culto del líder; pero ni en Francia, ni en Inglaterra, ni cartes, Diderot, Rabelaís, Pascal. Musset, Marx y Lenin, y también
en Italia dominó completamente la escri tura teórica marxista en filo- disertaciones sobre pintura y música. Estas obras son todas ellas bos-
sofía y ciencias históricas. Sin embargo, la desviación fue menos de quejos más que profundos estudios, pero contienen observaciones ori-
contenido que de estilo y método de argumentación. ginales y útiles . Lefebvre es un hombre de amplia cultura, sobre todo
En Francia, el movimiento comunista se desarrolló con gran ím- francesa: sus escritos son vivace s e ingeniosos, pero abarca dema -
petu durante los primeros años posteriores a 1945. Desde el principio siados temas para profundizar en cualquiera de ellos. Tuvo una con-
de la guerra fría el Parlamento mantuvo una, firme actitud en las siderable influencia en el marxismo francés porque, entre otras cosas,
principales cuestiones políticas y parlamentarias, saboteando toda de- recurrió con frecuencia a las primeras obras ,de Marx, que el marxis-
cisión gubernamental independientemente de sus méritos; sin em bar- mo soviético ignoraba; se interesó particularmente en el tema del
go, en los asuntos regionales y municipales su política fue hábil y «hombre total». Fue pri ncipalmente gracias a Lefebvre corno se divul-
flexible. Al mismo tiempo desarrollaron formas de vida cultural ela- gó «el joven Marx» en la filosofía francesa de los años cuarenta y
boradas y peculiares de tipo más bien similar a las de los sociald e- principios de los cincuenta . Probablemente también fue uno de los
mócratas antes de la Primera Guerra Mundial. El Partido dirigía va- que más hizo para popularizar el término rnarxiano de «alienación»,
rías publicaciones, incluida la revista teórica Pensée, y cont6 entre sus que Ilegó a convertirse (no porque él lo pretendiera) en una expresión
filas con muchos hombres y mujeres eminentes de reputación nacio- favorita en el francés cotidiano para designar una situación vagamente
nal : escritores como Aragon y Eluard, pintores como Picasso y Le- incómoda. Algo apartada de la corriente principal de la filosofía par-
ger, científicos como los Joliot-Curie. Todo ello prestó al movimiento tidista de la época se encuentra La obra de Augu ste Cornu, un exce-
comunista un considerable prestigio. Se produjo una gran cantidad lente historiador del marxismo.
de literatura filosófica, alguna puramente estalinista, sobre todo en la La evolución del marxismo francés en los años de la quiebra de
revista mensual del Partido Nouoelle Critique. Esta revista, por ejem- la ideología estalinista se vio afectada por la ola de hegelianismo y
plo, lanzó una campaña contra el psicoanálisis, que por entonces era existencialisrno de los años cuarenta. El principal introductor de He-
objeto de gran interés en Francia. La mayoría de sus colaboradores, gel, y sobre todo de la Fenomenología del espíritu, entre los lectores
como era de esper ar, 10 condenaron como una doctrina burguesa, franceses fue Alexandre Kojeve, que expuso y comentó su filosofía
idealista y rnecanicista, que reducía los fenómenos sociales a la psi- antes de la guerra, y Jean Hyppolite. Ninguno de los dos era mar-
cología individual, y la mente humana a impulsos biológicos. Roger xista o comunista, pero ambos tomaron un interés sirnpatético por
Garaudy, que había de destacat en los años sesenta como defensor las ideas de Marx y las analizaron seriamente, destacando los elemen-
del comunismo «liberal», escribió por entonces libros de contenido tos de los esquemas de Hegel que influyeron en el pensamiento de
puramente estalinista, si bien más cultos y mejor escritos que los Marx. Tanto Kojeve como Hyppolite hicieron mucho por apartar a
publicados en Rusia . Uno de ellos fue la Grammaire de la Liberté la filosofía francesa de sus canales e intereses tradicionales . En par-
(1950), que afirmaba que el camino hacia [a libertad pasaba por la ticular divulgaron la idea de Razón encarnada en el proceso histórico
nacionalización de la industria y la abolición del desempleo. En Les -un concepto anticartesiano, pues Descartes consideró la historia
sources [rancaises du socialisme scientiiique (1948). Garaudy inten- .principalmente como el reino del azar, ajeno al ámbito de la 610soRa
tó probar que el comunismo estaba profunda y especialmente arra í- e incapaz de ser racionalizado excepto por medio de construcciones
gado en la cultura francesa. También escribió un libro sobre el cris- conscientemente ficticias y artificiales , las fabula mundi, como las
tianismo, subrayando el oscurantismo de la Iglesia Católica y su opo- llamaba Descartes. En unas conferencias publicadas en 1947, Kojéve
sición al progreso de la ciencia. presentaba la Fenomenología como una historia de la autocreación del
Un prolífico escritor de carácter algo diferente, Henri Lefebvr e, hombre por medio del trabajo y el conflicto; en la dialéctica del
era ya conocido antes de la guerra como antologista de Marx y Hegel amo y el esclavo percibió la fuente de la teoría marxiana del prole-
180 Principales corrientes del marxismo 4. L9 cristalización del marxismo-leníaísrno tras la Segunda Guerra Mundial 181

tariado y la idea de trabajo como demiurgo de la historia . Kojeve par te, desde muy temprano Sartre quiso iden tificarse con la clase tra-
e Hyppolite enseñaron la filosofía de la historia marxiana como un a bajadora y los oprimidos en general, de forma que sus rel aciones con
continuación de la dial éctica de la negación hegeliana -siendo el mal, el Partido Comunista se caracterizaron por las dudas y la ambigüedad .
la esclavitud y la alienación los medios necesarios por los que la hu- De hecho osciló entre la identificación con los comunistas y la vio-
manidad alcanza su autocomprensión y liberación. Hyppolite destacó lenta hostilidad hacia ellos, en una evolución compleja que no pode-
en particular que, para Hegel y Marx, la Razón no era un observador mos analizar aquí, Sin embargo, en todo momento se propuso conser-
trascendental del mundo con sus propias reglas independientes del var su propia reputación como «izq uierdista» , e incluso presentarse
curso de la historia, sino que era ella misma un factor , aspecto o ex- a sí mismo y a su filosofía como el «izquierdismo» par excellence. En
presión de la historia; y que el progreso de la humanidad hacia la consecuencia , aun cuando atacaba a los comunistas y era vilipendiado
«racionalidad » no era cuestión de una asimilación gradual de reglas por éstos , des tacaban sus más vehementes ataques contra las fuerzas
de pensamiento ya hechas, sino del progresivo sentido de comun idad de la reacción , la burguesía o el Gobierno de los Estados Unidos . Cre-
y el reconocimiento de la racionalidad en los demás . Pata ello era yendo que el Partido Comunista representaba las aspiraciones del pro-
necesario que los seres humanos dejaran de actu ar como mercancías, letariado, con el cual se identificaba, no sólo se alió por un tiempo
y éste era el principal mensaje de Marx. con el comunismo político, sino que saludó a la Unión Soviética, en
La filosofía existencialista de Sartre, que tuvo un enorme éxito la última etapa del estalinismo, como la mejor esperanza de liberación
en Francia durante algunos años después de la guerra, era en su for- de la humanidad . Toda su actividad política estuvo viciada por el te-
ma inicial bastante irreconciliable con el marxismo. Sartre afirmaba mor a encontrarse en la típica situación de un intelectual que conde-
que la existencia humana era un vado de libertad absoluta en un naba unos hechos sobre los que no tenía poder de influencia; en re-
mundo extraño e inerte gobernado por determinantes naturales. Esta sumen, su ideología fue la de un político manqué, que acariciaba am-
libertad era una carga intolerable de la que el hombre intentaba biciones no satisfechas de estar «dentro» .
escap ar , pero no podía hacerlo sin una ruptura de la buena fe. El Merleau-Ponty, que colaboró con Sartre durante un tiempo, fue
mismo hecho de que mi libe rtad es absoluta e ilimitada me priva desde el principio más escéptico con respecto al marxismo y al comu-
de toda excusa y me hace totalmente responsable de todo 10 que nismo , aunque su teoría de la libertad -a saber, que está siempre
hago. Mi constante autoanticipaci ón, en la que se exhibe esta liber- codeterminada por situaciones reales y existe sólo a través de los "
tad , es el generador del tiempo, que es la verdadera forma de la obstáculos que supera- estaba más pr óxima al marxismo que la idea
existencia humana y que, al igual que la libertad, es propiedad sartriana de la libertad como vacío. En su obra Humanisme el terrear
individual de cada uno de nosotros. Para Sart re no existe nada se- (1947 ) analízó el terror comunista y sus posibles justificacÍones histó-
mejante a un tiempo colectivo, comunal, ni hay otra libertad que la ricas y afirmó que nunca podemos conocer el pleno significado de
necesidad natural, desesperada y opresiva de que el individuo se cree nuestras acciones porque no conocemos todas sus consecuencias, que
a sí mismo sin cesar -un proceso en el que no es ayudado por Dios o forman parte de este «significado» y de Las cuales no somos respon-
por cualesquiera valores trascendentales, por la tradición histórica sables ; por ello el proceso histórico y nuestra parte en él son inevita-
o P9r sus congéneres. Como yo soy definido como libertad vacía y blemente ambiguos e inciertos. De ah! se seguía que la violencia podía
pura negatividad , todo ser ajeno a mí mismo me pa rece un intento estar históricamente justificada si su efecto último era acabar con la
de limitar mi libertad . De ahí se sigue que por la misma naturaleza violencia; pero no estableció regla alguna para reconocer este tipo
de la existencia, por decirlo ontológicamente, las relaciones humanas de violencia benefactora . Con el paso del tiempo, Merleau-Ponty
sólo pueden adopt ar la forma antagonista de intentar unirse a los pasó a adoptar una actitud cada vez más crítica con respecto al comu-
demás seres humanos como si fueran cosas -y esto sucede en todos nismo. .
[os ámbitos, tanto en el amor como en la dominación política . El estilo y contenido de [a escritura marxista en los países de la
Obviamente no había nexo posible entre forma alguna de marxis- Europa Occidental reflej ó naturalmente sus diversas tradiciones cul-
mo y una doctrina que negaba cualquier idea de comunidad humana turales. El marxismo francés era dado a la retórica dramática, a las
o de tiempo compartido y reducía toda la vida al desarrollo irracio- grandes frases humanitarias y a una virulenta elocuencia revolucio-
nal de la propia vacuidad. Por ello, los intelectuales comunistas fran- naría ; era impresionista, lógicamente poco claro, pero eficaz desde
ceses pusieron el grito en el cielo contra el exístencialisrno. Por otra "el punto de vista literario . El marxismo inglés conservó algo de la
182 Principales corrientes del marxismo 4, La cristalización del marxismo-leninismo tras la Segunda Guerra Mundial 183

tradición empmca: fue más realis ta e interesado por la argumenta del Partido aceptar u na versión mucho má s el ástica del marxismo que
ci6n lógic a, con me jores fundamentos históricos y menor fo ndo d la pe rmitida p or los cán ones d el leninismo . A comienzos de los años
«histo ricismo» filosófico . E l com unismo en Ingla terr a fue muy débn cincuen ta dest acaron escritores co mo G alvano dell a Volpe (1896-
y nunca ga nó un apoyo masivo entre la clase tr ab ajadora; sin em 196 8 ) Y Antonio Ban6 (1886-1957 ), que se hicieron marxistas ~ ~o­
bargo, no era , com o en mu chos otros pa íses, un movimiento pum munístas en fecha muy tar día e in ter pretaron su nu eva ~e .en el espíritu
mente intelec tual, y siempre ma nt uvo vinculas , p or débiles que fu ' ita liano de hu manis mo uni versalis ta. Delia Volp e escribi ó un valioso
ra n, con los sindicatos . Muchos intel ectuales pasaron p or el Partid libro sobre Eckhart y un a ob ra sob re epistemología , Logica, c~me
Comunist a en los años treinta, y otros lo' hic ieron desp ués de la gue sciencia positiva (1950 ; «lógica» significa aquí teo ría del, CO~:IOClln1e~­
rra . E nt re los filósofos marxis tas de tendencia comunista figuraban to en. general), en .e.l qu e interp ret aba ~I marxisI?~ en ter.mlO~s anti-
Maurice Cornforth y Jo hn Lew is. El primero escri bió una crítica d·1 hegeliano s y ernprristas . Banfi destaco el relativismo ~Jstónc? del
emp ir ismo lógico y de la filosofía analítica titulada La ciencia uerstts mar xismo , como ya habían hecho anterio rmen te en .Italta Labn<:la y
el idealismo ( 1946), en el que defen dió la teoría del conocimie n to el G ramsci , o Sorel en Francia. Según esta inter pre tación, el marxismo
Engels-L enin y atacó al «atomi smo lógico» , el pri ncipio de economí no era ta nto una in terpretación científica del mundo y menos aún
de pen samiento y la reducción de la filosofí a a análisis lingíií stico. un sistema metafísico , cua nt o una expresión histórica de la etapa
Lewis escribió, entre o tras ob ras , una crítica del pragmatismo. Ben- actu al de autocr eaci ón del hombre, un a articulación de la lucha prác-
jamín Fa rrington hizo valiosas contribuciones a la historia durante los tica por el control sobre las condiciones de la vida humana. . '
primeros años de la postguerra, incluido un libro sobre la ,ciencill En resumen, puede decirse que los últimos año~ .del estalin ismo
gri ega en el que relacionaba las doctrinas filosóficas con el estado el en la Europa Occidental 00 fueron totalmente esterJl:s por cuanto
la tecnolog ía en cada momento. atañe a las obras teóricas e his tóricas , pero qu e pocos libros de valor
M ientras que los mar xist as france ses ponían el acento en la fr a. (e inclu so éstos no eran muchas de las veces legibles ) se mezclaron
seología humanitaria y los ingleses lo h acían en los argumentos ern- en la corriente de mend acidad política orga nizada, la culp a de la cual
p frico s y racionalistas, el marxismo it aliano , fiel a su propia tradición, estaba en los intelectuales comunistas de todo el mundo sin excep-
destac aba la nota de «historicisrno», Incluso en los ú lt imos años del ci6n . Lo s tr abajadores fr anceses o italianos que se un iero.n al ,movi-
estalinismo, la filosofí a marxista italiana estaba mu y lejos de las nor- miento dur ante estos años general me n~e prestaron escas?, mt eres por
mas leninis tas y estali nist as, Sin embargo , en cuestiones internacion a- el modelo sovié tico o po r la pe rspectt va de la revolución mu~dlal :
les, el P art ido Co munista Italiano, que tras el colapso del fascismo apoyaba n al Pa r tido porqu e defendía vigo~'osa mente sus r:damacl0nes
se había recuperado lentame nte después de veinte afies de estancamien- e intereses inmediatos. Sin embar go, los Int electua les, mien tra s abra-
to e inactividad , no era menos sum iso a la Unión Soviét ica que sus ca- zaba n el ma rxi smo y el comunismo como una doctrina uni:,~r~al ,
mar adas de otros países. Posteriorrne n te, tras 1956, Pa lrniro T ogliatti eran bien con scien tes de que el movimien to est aba to talmente di rigido
(1893 -196 4) había de ganar la reputación de ser el más «abie r to » de por Moscú y est aba subordinado a los .fine s polí ticos so~ié ticos . ~o
los líder es comunistas y el més independien te de Mos cú, pero no hay ob stante , lo apoyaban, y rechazaban acrí ticamente toda la 1nfO r~~ado~
motivo par a p roy ecta r es ta fama a los años de St alin . E n esa épocu (fácilmente obtenible en libros en O ccidente y por obs ervaci ón di-
Togliatt i se conformaba fielmen te a todo zigzag de la política sovi é- rect a en los países de la Europ a Oriental) que había arro jado luz sobre
tica; sin em bargo, no tuvo dificultad en cambi ar de un rígido aisla- la verdadera naturale za del sistema social soviético . Defendían este
cion ismo (descrito en la jerga del Partido como «dogmá tico» , «iz- sistem a en toda ocasión apoyándolo decididamente mediant e su afi-
quierdis ta» o «secta rio») a una política más tlexible y eficaz de «fr ente liación a los pa rtid os comunistas. To dos ellos participaron en la farsa
popular» . E n cuestiones culturales los italianos fu eron generalmente del (lmovimien to p or la paz », que baj o su orwelliano título era un
menos agres ivos y abusivos que los comunistas de otros países , desta- instrumento básico del imperialismo soviético en los años de la guerra
cando los vínculos existentes entre el mar xismo y las tradlciones na- fría. Todos ellos , sin inmu ta rse, se t ragaban invenciones tan fantá s-
cionales y poniendo de relieve los elementos «positivos» más que los ticas como qu e los americanos estaban alimentando el germen de. la
reaccionarios de estas últimas. La publicación entre 1947-1949 de las guerra en Corea. Cualquiera que albergara dudas sobre la perfección
Notas de prisión, de Gramsci, fue un hito en la historia del comunismo del sistema sovié tico se de cía a sí mismo que «después de tod?» el
italiano, una fuente de inspiración que permitió a los intelectuales comunismo era el único, o el más dicaz baluarte contra el fascismo,
184 Principales corrientes del marxismo Capítulo 5
y por tanto debfa ser aceptado sin reservas. Los motivos psicológicos TROTSKI
de este volun tario au toengafio fueron diversos . Entre ellos figuraba
la desesperada necesidad de creer que alguien encarnaba en el mundo
los antiguos sueños de fraternidad universal de los seres humanos' las
ilusiones de los intelectuales acerca del «progreso histórico»' el 'des-
precio hada el establishment democrático, que en muchos países occi-
dentales se había desacreditado en el período de entre guerras; el
deseo de una llave maestra para desvelar todos los secretos del uni-
verso, incluidos los de la historia y la política; la ambición de estar
en la cresta de la ola de la historia, en el lado vencedor; el culto de
la fuerza, al que los intelectuales son especialmente proclives, etc.
Deseando, según creían, estar en el mismo lado de la barricada que los
pobres y los perseguidos de este mundo, los intelectuales comunistas
se convirtieron en profetas del sistema político más opresivo enton-
ces existente y agentes voluntarios del enorme y eficaz aparato de
mentiras con el que intentaba extender su poder.

1. Los años de exüio

En enero de 1929, una vez que hubiera sucumbido casi toda la


oposición de izquierda en la Unión Soviética por las medidas repre-
sivas, León (Lev) Davidovich Trotskí, que había estado en el exilio
en Kazakhstan durante un año, fue deportado a Turquía, donde se
estableció en la isla Prinkipo , en el mar de Mármara. Durante un
tiempo, diversos países se negaron a admitir en su territorio a un
hombre considerado como el revolucionario más peligroso del mundo;
durante los cuatro años que vivió en Turquía, Trotski dej ó este país
sólo en una ocasión , a lin de dar una conferencia en Copenhague,
Durante su estancia en Turqu ía escribió su amplía Historia de la
Revolución Rusa, un análisis de las causas y desarrollo del proceso
revolucionario en el que intentaba probar que la historia había con-
firmado la tazón de sus predicciones y en especial la idea de la «revo-
lución permanente», es decir, que la revolución democrática tenía que
desarrollarse continuamente en una dictadura del proletariado, y sólo
podría haber triunfado de esta forma. En esta época escribió también
una autobiografía y un gran número de artículos , comunicados y car-
tas con el fin de apoyar y desarrollar la oposición de izquierda con-
tra Stalin, tanto en Rusia como en el resto del mundo. A los pocos
meses de su deportación creó un periódico en ruso, el Boletín de la
Oposicián, que siguió apareciendo hasta el final de su vida: fue pu-
blicado' por su hijo, Lean Sedov, primero en Alemania y, tras la
185
186 Principales corrientes del marxismo 5. Trot ski 187
llegada de los nazis al poder, en París. Al igual que sus obras en ruso, los casos en que era necesario luchar con tra instituciones feudales,
su principal nnalidad era promover la organización de un movimiento opresión nacion al o fascismo ; 8) un frente unido con organizaciones
de oposición en la Unión Sovi ética: sin embargo, desde mucho antes de masas, incluidos los socialdemócratas, pero no de tipo «o por tunis-
las medidas policiales habían hecho casi imposible la difusión del ta l>; 9) rechazo de La teoría estalinista del «socialíascisrno»; 10) dis-
periódico en el país , y los contac tos de Trotski con los residuos de tinción en el movimiento comunista entre marxistas, centro y dere-
la izquierda en Rusia estaban totalmente cortados. cba ; se desca rtó la alianza con la derecha contra el centro (Jos estali-
Al mismo tiempo Trotski dedicó una gran parte de su infatigable nistas), y había que apoyar al centro contra los enemigos de cIase;
energía a conseguir seguidores en otros pa íses. En todos los lugares 11) -debía haber democracia en el Partido.
había pequeños grupos de disidentes comunistas, y a través de ellos Trotski defendió estos principios hasta el final, pero su pleno sig-
confió even tualmente en regenerar el Comintern y reavivar el espíritu nificado sólo se hizo patente en sus análisis más detallados de la
del verdadero bolchevismo y leninismo en el movimiento comu nista. naturaleza del Estado Soviético, el concepto de democracia en el Par-
Estos grupos tomaron el nomb re colectivo de Oposición de Izquierd a tido y la idea de alianza política.
Internacional, que estuvo activo a partir de 1930 y se consideró como Durante los primeros años del exilio, T rotski se engañ ó a sí
una fracción del Corninrern -una ficción ideológica, pues los trotskis- mismo al p ens ar que la oposición en Rusia era una fuerz a política
tas habían sido expulsados del Cornin tern de una vez por todas, y los enorme, que la burocracia estalinista estaba perdiendo cada vez más
que quedaban en Rusia estaban en su mayoría en campos de trabajo tuerza y que el Partido Comunista Soviético se polarizaba rápidamente
y prisiones . Durante la estancia de Trotski en Copenhague en noviem- en verdaderos bolcheviques por una parte y «terrnidorianos», es de-
bre de 1932 tuvo lugar en esta ciudad una reunión de miembros de cir, defensores del restablecimiento del capitalismo, por otra. Cuando
varios países, y varios meses después se celebró una reunión similar se produjera el choque entre ambas fuerzas, la burocracia tendría que
en Paris. Hacía años que Trotski se h abía opuesto firmemente a la buscar ayuda, una vez más , en la izquierda para que pudiera sobrevivir
cre ación de una IV Internacional, pues afirmaba que el estalinismo, el sistema soviético . Por ello, Trotski dirigió numerosas car tas y de-
como no tenía base social, d ebía caer en cua lqu ier momento y que claraciones a los líderes soviéticos asegurándoles que la oposición
su único heredero posible y natural habían de ser los «len inístas bol- est aba preparada para unirse en la lucha contra la restauración y la
cheviques», que devolverían al Comintern su verdade ra finalid ad. Sin int ervención extranjera ; p rometió un «pacto ho norable» y ofreció a
em bargo, en 1933, tr as el ascenso de Hitler al poder, decid ió que los estalinistas su ayuda con tra los enemigos de clase en la hora del
era necesario un nuevo órgano revolucionario internacional, y se pro- peligro mortal. Obviamente, se imaginó que si llegaba una crisis
puso organizar a sus seguidores bajo un nuevo estandarte. La IV In- Stalin le pediría ayuda, y entonces podría poner sus condiciones. Esto ,
ternacional fue creada oficialmente en París en septiembre de 1938. sin embargo, era una fantasía; Stalin y sus seguidores no tenían inten-
A finales de 1932, Trotski formuló en once puntos la estrategia ción de ponerse de acuerdo con los trotskistas, y bajo ninguna cir-
e ideología de la oposición de izquierda internacional: 1) reconoci- cunstancia les hubieran pedido ayuda. La oposición de izquierda en
miento de la independencia del partido proletario, y por tanto con- Rusia no ganó fuerza, como Trotskí había previsto en virtud de las
dena de la política del Comintern de los años veinte en China (habién- leyes de la historia, sino que fue implacablemente exterminada. Cuan-
dose unido los comunistas al Kuomintang) e Inglaterra (el comit é do Stalin proclamó el «nuevo curso» de ind ustrialización y colecti-
sindical anglo-ruso); 2) el carácter internacional, y por tanto perma- vización forzosa , la mayoría de los oposicionistas cayeron en la tram-
nente, de la revolución; .3 ) la Unión Soviética era todavía un Estado pa, reconociendo que Stalin había asum ido su política; esto sucedió,
de trabajadores , a pesar de su «degeneración b urocrática» ; 4) condena por ejemplo, con Radek y Preobrazhensk i. Rakovsky, el más eminente
de la política de Stalin, tanto en su etapa «oportunista», entre 1923 izquierdista después de Trotski , resistió más que el resto, pero tras
y 1928, como en su etapa «aventurisra» , entre 1928 y 1932; 5) los unos años de persecución capituló también. Ninguno de ellos ocupó
comunistas debían trabajar en organizaciones de masas , y sobre todo de nuevo un cargo político de importancia , y ninguno escapó a la
en sindicatos; 6) rechazo de la fórmula de la «dictadura democrática destrucción en la Gran Purga. Trotski siguió creyendo que la oposi-
del proletariado y los campesinos» y de la posibilidad de su desarrollo ción representaba a las verdaderas fuerzas del proletariado en su lucha
pacífico en una dictadura del proletariado; 7) necesidad de eslóganes contra la burocracia gobernante, que carecía de base social; por ello
provisionales durante la lucha por la dictadura del proletariado, en la oposición debía prevalecer al final, y las derrotas y persecuciones
188 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 189

temporal~s no podían destruirl a. Las represiones, escribió, pueden cero a la izquierda en términos políticos. El propio Trotskí fue real-
ser efectivas contra una clase condenada por la historia, pero nunca mente una figura célebre, pero el movimiento que, según las grandes
c??tra ~a .clase «histórica~~nte progresiva» . De hecho, la oposí- leyes de la historia, debía conmover los fundamentos del mundo en
cion de izquierda se desvaneci ó a los pocos años del exilio de Trotski, cualquier momento, mostró ser una secta sin importancia que apenas
a con secuencia de la represión, las matanzas, la desmoralización y la caus ó impacto en los partidos estalinistas del momento.
entrega. Sin embargo, es cierto que Stalin apenas pudo haber hecho Algunos comunistas desilusionados del estalinismo o que se ha-
más para mantener vivas las esperanzas de Trotski y su creencia en bían unido a Trotski en el Cornintern, se pusieron de su lado, incluido
la fuerza potencial de la oposición. La serie de campañas contra el Ch en Tu-hsiu, el antiguo secretario del Partido Chino. Intelectuales
«trotskismo», las farsas procesales y los asesinatos judiciales pudieron de diversos paise s apoyaron a Trotski como encarnación del verda-
haber convencido a un observador externo de que el «trotskismo» dero espíritu revolucionario, que los líderes soviéticos habían dejado
era realmente un poderoso enemigo del Estado Soviético. De hecho , de representar. Pero pronto o tarde sus partidarios disminuyeron en
Stalin tuvo un odio obsesivo hacia Trotski y utilizó su nombre como número, sobre todo entre los intelectuales; el propio Trotski fue en
símbolo del mal universal, un estigma con el que cali6caba a adver- parte responsable de este h echo, pues exigía una obediencía absoluta
sa~os de todo tipo o a cualquiera a quien quisiera destruir por cual. y no toleraba desviación alguna de su propia opinión en cualquier
quier razón . De esta forma, acuñó expresiones híbridas -tales como tema. Aparte de las cuestiones personal es, su estilo dictatorial y su
«el bloque trotskista-derechista», «trotskista-fascista», «trotskista- sorprendente convicción de omnisciencia , el principal desacuerdo fue
imperiali~ta», «trotskista -sionistas-c-- adecuadas a los propósitos de el existente sobre las relaciones con la Unión Soviética. La insis-
las sucesrvas campañas ; el prefijo «trotskista» tenía la misma funció n tencia de Trotslci en que la U . R. S. S. era todavía una dictadura del
que el de «judío » en boca de los an tisemitas que hablaban de la proletariado, y de que la burocracia no era una clase, sino sólo una
«conspiraci:Sn j~deocomunista », los «reaccion arios judeo-plutócratas», excrecencia, en el cuerpo sano del socialismo, fue una de las principales
«la corrupci ón judeo-Iiberal», etc. De sde principios de los años treinta causas del cisma , pues sus ideas empezaron a perder progresivamente
el «trotskismo» no tenía ya un significado específico en la propaganda el contacto con la realidad. Sin embargo, siguió obstinado a lo largo
de Stalin, sino que era simplemente un emblema abstracto de sat a- de toda su vida, motivo por el cual todos los intelectuales importantes
nismo . Mientras Stalin fue opuesto a Hitler, Trotski fue calumniado abandonaron su causa : Souvarine en Francia, V íctor Serge, Eastman
como agente de Hitler ; cuando Stalin y Hitler se hicieron amigos , y, posteriormente, Hook, Shachtman y Burnham en los Estados Uni-
Trotski pasó a ser un agente del imperialismo anglo -francés. En las dos. También perdió el apoyo de Diego Rivera, el conocido pintor,
farsas judiciales de Moscú su nombre era repetido ad nauseam cuan - gue fue su anrttrión en México. La doctrinaria rigidez de los grupos
do las víctimas relataban, una tras otra , cómo el archidemonio en el trotskistas provocó constantes rupturas en su seno y había una razón,
exilio les había impulsado a la conspiración, el sabotaje y el asesi- aunque sin duda no la principal, por la cual el movimiento nunca llegó
nato. Esta paranoica mitología de las purgas de Stalin fue un facto r a ser una fuerza política. El propio Trotski , cada vez que se le ponía
de constante afianzamiento para el propio Trotsk.i: como era denun- de relieve la completa esterilidad de sus esfuerzos, tení a la misma
ciado tantas veces , debía ser que Stalin tenía verdadero temor a los respuesta: en 1914, Lenin estaba casi completamente aislado, y tres
«leninistas-bolcheviques» , que estaban dispuestos a echarle del trono años después hizo triunfar la revolución. Lo que Lenin había hecho,
que él había usurpado . Más de una vez Trotski expresó la idea de él, Trotski, también podía hacerlo, pues también representaba las
que los procesos de Moscú se habían organizado en la esperanza de tendencias profundas del desarrollo histórico . Esta creencia inspiró
que de esta forma él fuera devuelto a la policía soviética: según toda su actividad y análisis políticos, y fue la fuente de su indomable
algunos, Stalin lamentó haber expulsado a su enemigo en vez de ha- esperanza y ene rgía.
berle asesinado sin más. Trotski cre ía también que el Congreso En cuanto a la evidencia empírica en la que Trorski basaba sus
de 1937 del Comintern había sido convocado con el único fin de hacer esperanzas de una rápida vicroria de la izquierda en Rusia , desde el
frente a la amenaza de la oposición de izquierda. En resumen, el punto de vista actual parece sorprendentemente escasa. Uno o dos
líder exiliado hizo el papel que le habfa dado Stalin, si bien el du elo diplomáticos soviéticos menores dejaron su cargo y se quedaron en
tuvo lugar principalmente en su imaginación. La opo sici ón de izquier- Occidente; Trotski cité esto repetidas veces como prueba de la quie-
da internacional, al igual que la IV Internacional tras ella, fue un bra del partido estalinista y el paso a un primer plano de los «ele-
190 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 191

mentas cermidorianos» y de los traidores de la revolución, lo que vivos, pero no por mucho tiempo: un agente de la policía soviética,
significaba que los verdaderos bolcheviques del otro lado de la barri- qua pasaba por visitante, le asesinó el 20 de agosto. Su hijo Lean,
cada estaban ganando fuerza. Tras el estallido de la guerra en 1939 , que actuaba como representante de su padre en Europa, murió en
leyó en un periódico que en Berlín alguien había pintado en una pared París en 1938, probablemente envenenado por agentes soviéticos. Otro
el eslogan «iAbajo Hitler y Stalin! ¡Viva Trotski!» Esto le llenó de hijo, Sergey, que nunca abandonó Rusia ni participé en política , des-
ánimo y escribió que sí hubiese un apagón en Moscú en esa época, apareció en las cárceles de Stalin , La hija de Trotski, Zina, se suicidó
toda la ciudad aparecería invadida de estas palabras. Posteriormente en Alemania en 1933.
leyó que un diplomático francés había dicho a Hitler que si Francia Durante sus once años de exilio, Trotskí publicó innumerables
y Alemania iban a la guerra, Trotski sería el único vencedor; también artículos, trabajos, libros y manifiestos: no perdió ocasión para dar
citó esto triunfalmente en varios artículos como prueba de que incluso instrucciones, consejos y llamadas de todo tipo, ora al proletariado
la burguesía entendía que la razón estaba de su parte. Estuvo inamo- mundial, ora a los trabajadores de Alemania, Holanda, Inglaterra,
viblemente convencido de que la guerra debía terminar en una revo- China, India y América. En la medida en que estos documentos sólo
lución mundial de la que los verdaderos bolcheviques, es decir, los eran leídos por un puñado de auténLicos creyentes y no tuvieron la
trotskistas, saldrían victoriosos . Su artículo sobre la fundación de la menor influencia en los acontecimientos, uno puede estar tentado a
IV Internacional terminaba con la profecía de que «durante los pró- pensar que la actividad de Trotski era un juego con soldados de ju-
ximos diez años el programa de la IV Internacional sería la guía de guete. Sin embargo, el piolet del asesino no era de juguete y Stalin
millones de personas, y estos millones de revolucionarios sabrían re- dedicó muchas energías a destruir al trotskismo en todo el mundo,
volver los cielos y la tierra» (Writings 01 Leon Trotsky, 1938-1939, objetivo que consiguió plenamente.
ed. N. ABen y G. Breitman, 1974, p. 87).
En el verano de 1933, tras largos esfuerzos, Trotski consiguió
finalmente permiso para instalarse en Francia, sometido a diversas ü- 2. El análisis de T rotski del sistema sooiético,
mitaciones policiales. Durante dos años permaneció en diferentes di- la burocracia y «Termidor»
recciones, haci éndose cada vez más peligrosa su situación personal:
todos los partidos estalinistas se mostraban hostiles hada él, y las Todos los análisis de Trotski se basan en la convicción de que su
operaciones terroristas de la policía soviética iban en aumento. En política y la de Lenin eran infaliblemente correctas , de que la teoría
junio de 1935 se le ofreció asilo en Noruega, donde escribió su libro de la revolución permanente estaba suficientemente confirmada por
quizá más conocido, La Reuolucián traicionada: un análisis general los acontecimientos y de que «el socialismo en un solo país» era
del sistema soviético, su degeneración y perspectivas, y una llamada un pernicioso error. En un artículo sobre «Los tres conceptos de la
a la destrucción de la burocracia de Stalin por vía revolucionada. Revolución Rusa» (1939) razonó del siguiente modo. Los populistas
A finales de 1936, el Gobierno noruego se libró de su destacado in- creían que Rusia podía evitar el capitalismo; los mencheviques pensa-
vitado enviándole a Mé...xico, donde pasó el resto de su vida. Durante ban que la Revolución Rusa sólo podía ser de carácter burgués, de
este período dedicó gran parte de su energía a desenmascarar las in- forma que no podía consentirse en esa etapa la dictadura del proleta-
venciones de los procesos de Moscú, en los que era denunciado como riado. Lenin creó el eslogan de una dictadura democrática del pro-
la mente rectora de todas las conspiraciones, sabotajes y actos de te- letariado y el campesinado en la esperanza de que una revolución diri-
rrorismo perpetrados por los acusados. Mediante los esfuerzos de los gida bajo este estandarte daría el impulso a una victoria socialista en
amigos de Trotski, se creó una comisión internacional de encuesta Occidente, que haría posible una rápida transición al socialismo en
bajo la presidencia de John Dewey , el filósofo y pedagogo americano; Rusia . La visión personal de Trotski era que el programa de la revo-
este órgano visitó México y obtuvo pruebas del propio Trotskí, y en lución democrática sólo podría triunfar en la forma de una dictadura
su momento declaró que los juicios eran una invención total. del proletariado , pero que ésta sólo podría mantenerse si la revo-
Trotski vivió en México durante tres años y medio. Los estalinis- lución se extendía a la Europa Occidental. En 1917, Lenin adoptó
tas locales organizaron una campaña de persecución, y en mayo el mismo punto de vista, gracias a lo cual había triunfado la re.volu-
de 1940, junto con otros agentes soviéticos, realizaron un ataque ar- clón proletaria en Rusia. Como Trotski demuestra hasta la saciedad
mado a su residencia. Trotski y su mujer escaparon milagrosamente en su Historia de la Reoolucián, ninguno de los bolcheviques dudó
192 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 193

de que el proletariado ruso sólo podría triunfar si era apoyado por rada si los verdaderos elementos bolcheviques se organizaban debida-
el proletariado occidental, y la perniciosa idea del «socialismo en un mente. Trotskí añadió, sin embargo, que en modo alguno había cam-
solo país» no estaba en la mente de nadie hasta que fue inventada por biado de punto de vista en cuanto al carácter proletario del Estado
Stalin a finales de 1924. Soviético, sino que meramente expresaba la analogía histórica con más
¿Cómo fue, entonces, que la política indudablemente correcta de precisión; tampoco en Francia Termidor había sido una ~elta. al
Trotski, que también fue la de Lenin a partir de 1917, diera luga r Ancien Régime. La burocracia soviética no era una clase SOCIal, SInO
a la implantación de un Gobierno de «burocracia parasitaria» y que el una casta que había privado al proletariado de sus derechos políticos
propio Trotski fuera apeado del poder y considerado como traidor? e introducido un despotismo brutal. Sin embargo, en su forma actual,
La respuesta estaba en el análisis de la degeneración del poder sovié- su existencia dependía del sistema de propiedad estatal, el logro su-
tico y en el «terrnidorianismo». premo de la Revolución de Octubre, que la burocracia se vio obligada
Durante los primeros años de exilio, Trotski pensó que Stalin y a defender y defendió a su forma. Por ello era deber del proletariado
su grupo ocupaban el «centro» del espectro político ruso, y que el mundial defender incondicionalmente a la Unión Soviética como bas-
principal peligro de la revolución provenía de la «derecha» -por tión de la revolución mundial, luchando al mismo tiempo contra la
entonces representada por Bujarin y sus seguidores- y de los ele- degeneración estalinista (Trotski no explicó con detalles cómo podían
mentos contrarrevolucionarios que amenazaban con una «reacción ter- combinarse en la práctica ambos objetivos). Hacia 1936 llegó a la
mídoriana», es decir, con una vuelta al capitalismo. Por ello, Trotski conclusión de que el estalinismo no podía destruirse mediante refor-
prestaba apoyo a Stalin contra la contrarrevolución. Stalin, pensaba mas y presiones internas: debía haber una revolución para acabar a
había hecho demasiadas concesiones a la derecha, con el resultado, la fuerza con los usurpadores. Esta revolución no modificada el siste-
según se veía en los sucesivos procesos del Partido Industrial y de ma de propiedad, y por tanto no sería una revolución social, sino
los rnencheviques, de que los saboteadores y los enemigos del pueblo política. Sería protagonizada por la vanguardia del proletariado, que
habían ocupado los más altos cargos de la organización planificadora encarnaba las tradiciones del verdadero bolchevismo que Stalin había
del Estado y estaban ralentizando deliberadamente la industrializa- destruido.
ción. (Trotski creía implícitamente en la culpabilidad de los acusa- La teoría del «socialismo en un solo país» era la responsable de
dos, y en ningún momento se le ocurrió pensar que estos procesos todos los fracasos de la burocracia, tanto en el propio país como en
podían ser invenciones: sólo empezó a pensarlo años después, cuando el extranjero. Significaba abandonar la esperanza de la revolución
vio que sus propios crímenes y los de sus amigos eran probados por mundial y, por tanto, del principal apoyo de Rusia en el proletariado
medios igualmente fuertes en los grandes procesos judiciales del ré- mundial. El socialismo en un solo país era imposible, es decir, podía
gimen.) A principios de los años treinta, Trotski habló también de empezarse, pero no llevarse a término: en un estado encerrado .en
«bonapartismo» en el régimen estalinista. Sin embargo, en 1935 ob- sí mismo, el socialismo tenía que degenerar forzosamente. El Cornin-
servó que en la Revolución Francesa primero había venido el Termi- tern, que hasta 1924 había seguido una política' correcta dirigida
J
dor y después Napoleón; en Rusia el orden debía ser el mismo, y, a provocar la revolución mundial, se había transformado, a causa de
como ya había allí un Bonaparte, el Terrnidor debía haberse producido Stalin, en un instrumento de la política y el espionaje soviéticos,
ya. En un artículo títulado «El Estado de los trabajadores, Termí- reduciendo el movimiento comunista mundial a un estado de degene-
dar y el bonapartismo», modificó algo su teoría. En él afirmaba que ración e impotencia.
la reacción terrnidoriana había tenido lugar en Rusia en 1924 (es Trotski hizo diversos intentos por explicar cómo era posible que
decir, cuando él fue finalmente expulsado del poder); sin embargo , se hubiera destruido el poder público del proletariado y que la buro-
no había sido una contrarrevolución capitalista, sino una toma efel cracia hubiese conseguido el control e implantado (como posterior-
poder por la burocracia, que había empezado a destruir la vanguardia mente afirmó más de una vez) un sistema totalitario de gobierno.
del proletariado. La dictadura del proletariado se había mantenido, Estos intentos, incluidos en varios libros y artículos, no forman una
pues el Estado poseía aún los medios de producción, pero el poder argumentación consistente. En ocasiones afirmó que la principal causa
político había pasado a manos de los burócratas; sin embargo, el sis- de la degeneración era el retraso en el estallido de la revolución
tema bonapartista debía caer pronto, pues iba en contra de las leyes mundial: el proletariado de Europa Occidental no asumió su misión
de la historia. Era posible una con trarrevolución, pero podía ser evi- histórica en el momento adecuado. POI otra parte, afirmé con igual
\

194 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 195

frecuencia que la d errota de la revolución en Europa era culpa de la Stalin (sin embargo, en' otro lugar leemos que está en rebelión cons-
burocraci a soviética. Resultaba dudoso , por tanto, saber cuál era la tante) p01'qu e tem e que en la presente situación una revolución pro-
causa y cuál era el efecto -aunque pos teriormen te, como observó , letaria podía conducir a la reimplantación del capitalismo.
se agrav aron mu tuamente . En La Revolución traicionada nos dice No está claro, a partir de los argumentos de Trotsld si había
que la base social de la burocracia fue la incorrecta política de los algún med io de evitar tan desastroso resultado. En general, parece ser
afios de la N. P. E., que había favorecido a los kulaks. De ser así, ~ue 1.0 había, pues de otra forma Trotsky y su grupo, que seguían
había que esperar que la liquidación de los kulaks y la industrializaci ón invariablemente la política correcta y «expr esaban» los verdaderos
forzosa durante el 1 Pla n Quinqu enal debilitada al menos a la buro- intereses del p roletariado, con seguridad hubieran evitado el dominio
cracia, si no la destruiría por completo; sin emba rgo , de hecho suce- d e la bU,roc~llci~ . Si no lo impidieron fue porque no podían; y si la
dió exactamente 10 contrario, y T rotski no expli có nunca cómo h abía bu rocracia sigui ó manteniéndose sin bas e social visible, seguramente
sido posi ble . En el mismo libro dice que la burocracia fue ori ginal- esto se deb erl a a la actuación de las ley es históricas .
mente el órgano de la clase trabajadora, pero po steriormente, cuando
se vio implicada en la distribución de bienes, empezó a situarse «por .3. Bolchevismo y estalinismo. La idea de democracia soviética
encima de las masas» y a otorgarse pri vilegios. Sin embargo, esto
no explica si se podía haber evitado, y en qué forma, el sistema de Trotski aprovechó toda ocasión para subrayar que no había con-
privilegios, y por qué la clase trabajadora, que era la verdadera res- tinuidad entre el verdadero bolchevismo o leninismo, es decir con
ponsable, permitía que sucediesen esas cosas. Todavía en la misma su prop~a .ideología ~ política por un a parte, y el estalinismo por'otra.
obra, Trotski dice que la principal causa del gobierno burocrático El estalinismo no solo no era el verdadero heredero del leninismo
fue la lentitud del proletariado mundial en cumplir su misión histé- sino una flagrante contradicción de él. En un artículo de 19 37 entra
rica. En una obra anterior, Problemas del desarrollo de la U. R. S. S. en polémica con los rnencheviques y anarquistas, que por entonces
(1931 ), ofrece otras razones: el can sancio del proletariado tras la le replicaba n: «Te lo dijimos de sde el principio» En absoluto, con-
Guerra Civil , el colapso de las ilusiones despertadas en los heroico s tes ~ó Trotsk i. Los mel1ch~viques y anarquistas predijeron que el des-
días de la Revo lució n, la derrota de los brotes revolucionarios en potisrno y el estrangulamiento del proletariado ruso serían resultado
Alemania, Bulgaria y Estonia, y la tr aición de la bu roc racia hacia el del gobierno bolche vique; amb as cosas hab ían sucedido , pero a resu]-
proletaria do chino e inglés . En un articulo publicado el año siguiente, tas de la bu rocr acia de Sta lin, que no tenía nada que ver con el
afirmó qu e los trabajadores , fa tigados por la guerra, entregaron el ve~da dero b olchevismo. Igualmente, Pa nnekoek y algunos esparta-
poder a la burocracia con objeto de la reconstrucción y el manteni- qurstas alemanes afirmaban que los bolcheviques implantaron una die-
miento del orden en Rusia; pero no explicó por qu é estas tareas no tadl~ra del ~ artido. en vez de una; dictadura del proletariado y que
podían haberse' realizado por los «verdaderos leninistas-bolcheviques» Stalin fundo una dictadura burocratica sobre esa base. Pero tampoco
bajo su propia dirección. era éste el caso . El proletariado no podía haber tomado el poder del
De todas estas explicaciones parece claro un argumento, a saber, Es~ado excep to ~ tr~vés de s~ propia vanguardia, en la que se cris-
que el propio Trotski no contribuyó ni en lo más mínimo al estable- talizaban las asprraciones de libertad de las masas trabajadoras.
cimiento de un régim en burocrático y que la burocracia no tení a En este artículo y en muchos otros, T rotski se vio obligado a
nada en común con la dictadura de los p rimeros seis año s desp ués responder a l~~ objeciones plan teadas con frecuencia por sus adver-
de la Revolución, sino que era exactamente lo contrario . El hecho de san os y tambi én po r segu!dores suyos como Serge, Souva rine y Bur-
que el aparato del P ar tido ejerciera un poder absol uto du rante estos nharn, Con segundad, senalaban, los bolcheviques habían liquidado
años no tenía nada que ver, al parecer, con el régimen de Stalin y desde el pri ncipio, con la participació n activa de Trotski todos los
su camarilla, pues en esos días el Pa rtido era «la vanguardia del pro - pat~ido.s políticos ruso~, incluidos los soc ialistas; se habfa~ prohibido
letariado », mientras que el aparato posterior de Stalin no represen- a SI mismos la fo rmación de grupos dentro del Partido habían des-
taba a nada ni a nadie . En este caso, podemos preguntarnos ¿por qué truido la libertad de prensa, habían sofocado sangrientamente la re-
el proletariado no pudo despojarse de toda la camarilla de usurpa- vuelta de Kronstadt, etc.
dores que carecían de base social alguna? Trotski también tiene res- .Trotski contestó nu~erosas veces a estas objeciones, y siempre
puesta para ello : el proletariado no se rebeló contra el Gobierno de de igual forma: las acciones objeto de critica eran necesarias y en
196 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 197

modo alguno afectaban a los sanos fundamentos de la democracia bloque derecha-izquierda », Trotski escribió: «Lo que entendemos por
proletaria. En una carta dirigida a los trabajadores de Zurich, publi- reimplantación de la democracia de partido es que el auténtico núcleo "
cada en agosto de 1932, escribió que los bolcheviques ciertamente revolucionario del Partido gane el derecho a abolir la burocracia y
hablan utilizado la fuerza para destruir a los anarquistas y a los S. R. a purgar realmente el Partido : purgar el Partido de los terrnidorianos
de izquierda (los demás partidos ni siquiera son mencionados en este en principio, y también de sus cohortes arribistas y sin principios que
contexto), pero lo hicieron en def ensa del estado de los trabajadores, votan lo que mandan los de arriba, y de las tendencias de colismo y
y por tanto su acción era correcta; la lucha de clases no podía prose- también de las numerosas facciones de aduladores, cuyo nombre no
guirse sin violencia, siendo la única cuestión qué clase había de ejer- debía derivar del griego o del latín, sino de la verdadera palabra rusa
cer la violencia. En un trabajo de 1938, Su moral y la nuestra, ex- que designa adulación en su forma actual, burocrática y estalinizada.
plicó que era absurdo comparar el comunismo con el fascismo pues J
Esta es la razón por la cual necesitamos la democracia» (Writíngs 01
su semejanza de métodos era «superficial» y estaba relacionada a fe- Leon Trotsky, 1930-1931, ed. G . Breitman y S. Lovell, 1973, p . 57).
nómenos secundarios, por ejemplo, la abolición de las elecciones ge- Se ve claro, pues, que »dernocracia» significa para Trotski el gobier-
nerales); lo que importaba era la clase en cuyo nombre se utilizaban no de los trotskistas, que expresa las aspiraciones históricas del pro-
estos métodos; Trotski, se decía , había tomado rehenes, incluidos ni- letariado.
fios, de las familias de los opon entes políticos, y ahora se indignaba En un artículo de diciembre de 19.39, Trotski responde de nuevo
cuando Stalin hacía lo mismo a los trotskistas. Sin embargo, contes- a la pregunta de si él mismo no era responsable de la liquidación
taba, no era una analogía verdadera, porque lo que Trotski hada ne- de todos los partidos políticos a excepción de los bolcheviques. Es
cesariamente era combatir al enemigo de clase y proporcionar la vic- cierto, contesta, y había razones para hacerlo. «Pero -prosigue--
toria al proletariado, mientras que Stalin actuaba en interés de la no pueden identificarse las leyes de la Guerra Civil con las leyes de
burocracia. En una carta de 1940 a Shachtrnan , afirma que la Che ka los per íodos de paz» -y entonces, habiéndosele ocurrido lógicamente
se creó y funcionó cuando él estaba en el poder; es cierto que lo hizo , que en este caso los partidos liquidados debían haber sido relegali-
peto se trataba de un arma necesaria para luchar contra la burguesía, zados tras la Guerra Civil, añade: «(o) las leyes de la dictadura o
mientras que Stalin la estaba utilizando ahora para destruir a los el proletariado con las leyes de la democracia burguesa» (W ritings 01
«verdaderos bolcheviques », por lo que no cabía comparación alguna . Lean Trotsky, 1939-1940, ed. N. Allen y G . Breitman, 1973, p. 133).
En cuanto al estrangulamiento de la revuelta de Kronstadt, ¿cómo iba En unas manifestaciones fechadas a finales de 1932, leemos: «Todo
a esperarse que un gobierno proletario cediera una importante for- régimen debe ser juzgado ante todo según sus propias normas. El ré-
taleza a soldados rurales reaccionarios , entre los cuales podía haber gimen de la dictadura proletaria no puede ni desea dejar de infringir
algunos anarquistas? En cuanto a la prohibición de los grupos de los principios y las normas formales de la democracia. Ha de ser
partido, era absolutamente necesario, pues cuando todos los partidos juzgado desde el punto de vista de su capacidad para asegurar la
no bolcheviques fueron liquidados los intereses antagónicos qu e aún transici ón a una nueva sociedad. Por otra parte, el régimen democrá-
existían en la sociedad tendrían que buscar expresión en tendencias tico debe ser juzgado desde el punto de vista de la medida en que
diferentes dentro de un partido. permite que la lucha de clases se desarrolle dentro del marco de la
Se ve claro, a partir de aquí, que T rotski no defendía la demo- democracia» (Writings 01 Leon Trotsky, 1932-1933, 1972, ed .
cracia como forma de gobierno, o las libertades civiles como valor G. Breitman y S. Lovell, p. .3.36).
cultural: desde este punto de vista fue fiel a Lenin y no difirió de En resumen, es corr ecto indignarse y atacar a los estados demo-
Stalin. Si el poder lo ostentaba la clase históricamente progresista cráticos cuando infringen los principios de la democracia y la liber-
(a través de su vanguardi a, por supuesto), entonces por definición tad , pero no debe tratarse de este modo a una dictadura comunista,
esto era una auténtica democracia , incluso si la opresión y la coerción porque no reconoce los principios democráticos ; su superioridad ra-
en todas sus formas eran la norma; todo ello iba en favor del pro- dica en la promesa de crear una «nueva sociedad en el futuro».
greso. Pero desde el momento en que el poder fue usurpado por una En La Revolución traicionada nos dice que la constitución de
burocracia que no representaba los intereses del proletariado, las mis- Stalin, al proclamar el sufragio universal, ponía en claro que no habIa
mas formas de gobierno se volvían automáticamente reaccionarias y ya dictadura del proletariado . (T rotski añade además que al intro-
por tanto «antidemocráticas». En un artículo de 1931 titulado «El ducir el voto secreto Stalin quiso obv iamente purgar en cierta medida
198 Principales corrientes del marxismo
5. Trotski 199
a su régimen de la corrupción. Por increíble que pueda parecer, evi-
dentemente se tomó en sería las elecciones de Stalin.) en que Trotskí creía ser el «representante de los intereses históricos- o
De esta forma, si bien Trotski atacó constantemente a Stalin y a del proletariado», mientras que Stalin creía que lo era él.
su régimen y pidió una vuelta a la «democracia soviética» y a la En Su moral y la nuestra, Trotski se propuso refutar la objeción
«demacrada de partido», está claro, a la luz de sus principios gene- de aquellos de sus seguidores que decían que su norma de moralidad
rales, que «democracia» significa el gobierno de aquellos cuya política era simplemente «Lo justo es lo que es bueno para mí» y que en su
es «correcta»: no significa que la «correctitud» de una política venga opinión el fin justificaba los medios. A esto contestó q~e si los me-
determinada a resultas de la contienda de diferentes grupos en pos dios habían de ser justificados por algo distinto a los :fines desarrolla-
del apoyo popular. En La Revolución traicionada se refiere .a la neo dos .por la historia, este algo sólo podía ser Dios. En otras palabras,
cesidad de recuperar la libertad de los «partidos soviéticos», empe- sus 1nt.e!pe~adores estaban cayendo en la religiosidad, al igual que
zando por los bolcheviques (es decir, Trorski y sus seguidores): peto los revisionistas rusos Struve, Bulgalcov y Berdyayev; intentaban unir
no está claro qué otros partidos califica como «soviéticos». Como el marxismo con algún tipo de moralidad superior a la de clase; y
sólo la g~nuina vanguardia del proletariado debe ejercer el poder, la concluían en . brazos de la Iglesia. La moral en general, afirmaba,
vanguardia debe tener también derecho a decidir qué partidos son era una funciérr de la lucha de clases. En el presente, la moralidad
«soviéticos» y cuáles son contrarrevolucionarios. En opinión de podía ir en interés del proletariado o en el del fascismo, y, obvia-
Trotski, la clave parece ser que la libertad socialista significa la liber- mente, las clases en liza podían utilizar en ocasiones medios similares'
tad para los trotskistas y para nadie más. ~o ú.nico importante era a qué lado favorecían. «Un medio puede se~
Los mismos argumentos valen pata la libertad cultural. En oca- justificado sólo por su fin. Pero a su vez el fin también necesita ser
siones, Trotski expresó su indignación por el control del arte y la justificado. Desde el punto de vista marxista, que expresa los inte-
ciencia en el régimen de Stalin. En La Revolución traicionada recordó reses históricos del proletariado, el fin está justificado si conduce a
que en 1924 él mismo había formulado unas normas para la dicta- un mayor poder del hombre sobre la naturaleza y a la abolición del
dura del proletariado en arte y literatura: el único criterio era si la poder del hombre sobre el hombre» (Su moral y la nuestra, 1942,
obra estaba a favor o en contra de la Revolución, y a partir de aquí p. 34). En otras palabras, si una política conduce al progreso técnico
podía haber libertad total. En julio de 1932 escribió que debía haber (el poder del hombre sobre la naturaleza), cualesquiera medios que
libertad en arte y en filosofía, «eliminando despiadadamente sólo fomenten esta política están automáticamente justificados; sin embar-
aquello que iba dirigido contra los objetivos revolucionarios del pro- go, no .está claro por qué en este caso, debía condenarse la política
letariado» (Writings, 1932-1933, p. 279). Este sin embargo es el de Stalin, pues de hecho elevó el nivel técnico del país. En cuanto
mismo principio que prevaleció bajo Stalin: las 'autoridades d~l Par- a la abolición del poder del hombre sobre el hombre, el propio
Tro~ski enunció ~l principio (que Stalin asumió) de que antes de que
tido decidían lo que iba «dirigido contra los objetivos revolucionarios
del proletariado», y por tanto debían ser «despiadadamente elimi- pudiera ser abolido este poder debía ser elevado hasta su máximo
nados». La libertad así definida no fue nunca violada en el estado nivel; Trotski reiteró esta idea en un artículo de junio de 1933 . Pero
soviético. Por supuesto, bajo una fórmula tan general, el grado de en el futuro las cosas serían diferentes. El «fin histórico» está encar-
represión y regimentación de la cultura puede ser mayor o menor nado en ~l partido proletario, que, por tanto, decide qué es moral
s~gún las diversas circunstancias políticas, y en los años veinte fue
y qué es Il1ffi?ral. En cuanto a la observación de Souvarine de que,
CJ~rta.m.ente menor que en la década siguiente. Sin embargo, como el
como el partido de Trotskí no existe, debe considerarse sólo a si.
p.rmclplO es que los gobernantes deciden en cada caso qué manifesta- mismo como la encarnación de la moralidad , el profeta replica de
cI.one,s de la cultura están de acuerdo con sus necesidades políticas, nuevo mostrando el ejemplo de Lenin: Lenin estaba solo en 1914
mngun grado de represión y esclavitud tiene posibilidades de atentar y ¿ qué pasó después? '
contra la dictadura del proletariado. Toda la cuestión se reduce, una En un sentido la objeción de los críticos no era válida: Trotski
vez. más, a la mist~a pauta: sí Trotski hubiera sido el responsable, es no afirmaba que lo que servía a los intereses de su partido era mo-
ObVIO que no hubiera tolerado libertades que él consideraba peligro- ralmente bueno, y que lo que iba en contra era moralmente malo.
sas para su autoridad; St~lin se comportó de la misma forma, y en Afirmaba simplemente que 00 existían cosas semejantes a criterios
morales, sino sólo criterios de eficacia política: «los problemas de
ambos casos fue una cuestión de propio interés. La diferencia estriba
moralidad revolucionaria están unidos a los problemas de estrategia
200 Principales corrientes del marxismo 5. Trotski 201

y táctica revolucionarias» (ibid., p. 35). Decir que algo era bueno o debía ser tratada con escepticismo: «Aquel que propaga el escep-
malo en sí, independientemente de sus consecuencias políticas, equi- ticismo teórico es un traidor» (Wrítings, 1939-1940, p. 341). Pronun-
v.alía a creer en Dios. Carecía de significado preguntar, por ejemplo, ció una sentencia irrevocable sobre Burnham y Shachtman cuando
si era o no bueno en sí asesinar a los hijos de los adversarios políti- ambos finalmente pusieron en duda que la Unión Soviética era un
cos. Hubiera sido bueno (como Trotski dice en otro lugar) asesinar Estado de los trabajadores, y hablaron de imperialismo soviético al
a los hijos del zar, porque estaba políticamente justificado el hacerlo. invadir Polonia y entrar en guerra con Finlandia. En esta ocasión se
¿Por qué, pues, era malo que Stalin asesinara a los hijos de Trotski? negó a acceder a un referéndum dentro del Partido Trotskista Ame-
r~cano (que: con sus mil miembros, según Deutscher, parece haber
Porque Stalin no representaba al proletariado. Todos los principios
«abstractos» de lo bueno y lo malo, todas las normas universales de sido el contmgente más numeroso de la IV Internacional) con motivo
dem?cracia, l.ibertad, y todos los valores culturales carecían de signi- de que la política de partido no era «simplemente el total aritmético
fica<;=tón. propta:. habían de ser aceptados o rechazados según las con- de las decisiones locales» (En defensa del marxismo, 1942, p. 33).'
veruencras políticas. Se plantea entonces la cuestión de por qué uno El hecho de que este absolutismo hiciera que su movimiento dismi-
debe unirse a la «vanguardia del proletariado» más que a la de sus nuyera y pasara a ser cada vez más parecido a una minúscula secta
adversarios, o identificarse con cualesquiera fines. Trotski no respon- religiosa, convencido de que sus miembros y sólo ellos estaban des-
de a esta cuestión, sino que meramente dice que «El fin brota natu- tinados a la salvación, no le preocupó en absoluto -una vez más:
ralmente del movimiento histórico» (ibid., p. 35). Esto significa pre- ¿qué pasó con Lenin en 1914? También compartió la idea dialéctica
sumiblemente, si bien no 10 dice tan claramente, que primero debemos de Lenin de que la mayoría verdadera o «subyacente» no consistía
hallar qué es históricamente inevitable y acto seguido debemos apo- en los que resultaban ser mayor número, sino en los que tenían
yarlo no por otra razón que porgue es inevitable. razón o defendían el progreso histórico. Parece haber creído sincera-
En cuanto a la democracia dentro del Partido Trotski adopta mente que las masas trabajadoras del mundo estaban de su lado en
también una actitud categórica. En el partido de Stalin cuando su 10 más íntimo de su corazón, aun cuando a veces no lo supieran;
propio grupo estaba en la oposición, naturalmente pidió 'la libre dis- las leyes de la historia ponían en claro que esto debía ser así.
cusión en el seno del Partido, e incluso libertad para formar «frac- La actitud de Trotski hacia los problemas de la opresión nacional
cienes». Por otra parte, defendió la prohibición de fracciones pro- y la autodeterminación seguía similares derroteros. Sus escritos con-
puesta por él mismo y por otros en el X Congreso, celebrado en 1921, tienen algunas referencias a la supresión estalinista de las aspiracio-
sobre la base de que se trataba de una «medida extraordinaria». Es nes nacionales de los ucranianos y otros pueblos; al mismo tiempo
dificil interpretar esto de otra forma que en el sentido de que es destacó que no debía hacerse concesiones a los nacionalistas ucra-
correcto prohibir las fracciones cuando son malas, pero que el grupo nianos, y que los verdaderos bolcheviques de Ucrania no debían for-
de Trotski no debe ser prohibido porque expresa el interés del pro- mar un «frente popular» con ellos. Fue tan lejos como para decir que
letariado. Durante su exilio también él se propuso imponer los «ver- los ucranianos, divididos como estaban entre cuatro estados consti-
daderos principios leninistas» entre los pequeños grupos de sus par- tuían un problema internacional no menos crucial que, en'opinión
tidarios: condenó sin cesar todas las variaciones de sus propias afir- de, Marx, lo había sido la cuestión polaca en el siglo XIX. Pero no
maciones, ordenó la exclusión de todos aquellos que se resistieran vela nada censurable en que el Estado socialista llevara la «revolución
a su autoridad en cualquier tema y proclamó a cada paso la doctrina proletaria» a otros países por medio de la invasión armada. En-
del centralismo comunista. Denunció al grupo de «demócratas co- tre 1939-1940 explicó indignado a Schachtman y Burnham que la
munistas» de Souvarine en París, diciendo que su mismo nombre invasión soviética de Polonia coincidía con el movimiento 'revolucio-
mostraba que habían roto con el marxismo (en 10 que puede haber nario en ese país, que la burocracia estalinista había dado un impulso
tenido razón). Censuró al grupo de Naville cuando, en 1935, procla- revol~cíona.río al proletariado y al campesinado polaco, y que también
mó un programa propio de la oposición de izquierda. Condenó a en Finlandia la guerra con la Unión Soviética había despertado los
Ll1~Jano Galicia, e! líder de los trotskistas mexicanos, quien h.abía sentimientos revolucionarios. Es cierto que se trataba de una revolu-
olvidado el centralismo y reclamaba plena libertad de opinión en el ción «~special», pues había sido introducida a punta de bayoneta y
seno de la IV Internacional. También recriminó furiosamente al trots- no denvaba de las entrañas de los sentimientos populares, pero igual-
kista americano Dwight Macdonald, quien había dicho que toda teoría mente era una genuina revolución. El conocimiento de Trotski de 10
202 Principales corrientes del marxismo
5. Trotski 203
que estaba sucediendo en Pol?nia ~l"iehtal y Finlandia se basaba, por
supuesto, no en datos empíricos, S1110 en las «leyes de la historia»: En La Revolución traicionada, Trotski escribió que Stalin había anu-
:1 Estado Soviético, po r degenerado que estuviera, representaba los lado la nacionalización de la tierra dando ésta a los koljoses, y per-
mitiendo a los campesinos cultivar parcelas privadas en el lado que
m.t;r~ses d~ l~s masas populares, y por tanto éstas debían apoyar al
Ej ército ~oJo invasor. En este p.u~to es cierto que no se puede acusar había fortalecido el elemento de «individualismo». Así, cuando la
a Trotski de separarse del leninismo: como el «verdadero» interés agricultura soviética estaba en ruinas y millones de campesinos se
nacional coincide con el de la vanguardia del proletariado, se sigue estaban muriendo de hambre, o vivían sólo por el permiso que ha-
que toda vez que la vanguardia está en el poder (si bien en un estado b!an conseguid~ finalmente para conseguir parcelas privadas, la prín-
de «degeneración burocrática») se ha realizado el derecho a la auto- cip al preocupación de Trotski era el peligro de «individualismo» que
de~erminación, y las masas deben apoyar esta situación, pues así 10 esto representaba. Incluso aGrmó que la lucha contra los kulaks era
exige la teoría . insuficientemente dura, pue s Stalin les había dado la oportunidad
de organizarse en koljoses y, tras la primera campaña de liquida-
ción, había hecho sustanciales concesiones que habían de conducir
4. Critica de lo economía y lo politica exterior soviética a una nueva diferenciación de clases en el campo. (Esta er a la opinión
de Trotslci en 1935, cuando percibió un «giro a la derecha» en la
Dado que, al menos en teoría, la industrialización y la futura política exterior de Stalin y por ello buscó síntomas de un giro similar
pol~tica. agrícola sovi.ética eran una cuestión capital para la oposición en los asuntos internos soviéticos.)
de izquierda, Trotski estuvo en una posición privilegiada cuando re- En varias ocasiones , en La Revolución traicionado y en otros lu-
s'!Itó que Stalin pasó a asumir toda la política de la oposición, y lo gares, Trotski condenó la «bárbara» introducción del trabajo a des-
hizo de forma intensa. Resolvió la dificultad afirmando que Stalin tajo en la industria soviética . Sin embargo, es difícil decidir a partir
había realizado lo~ objetivos de la oposición, pero lo había hecho de sus argumentos si pensó que los incentivos materiales a la pro-
de forma burocrática y mal. «La oposición de izquierda empezó con ductividad debían ser sustituidos por la compulsión policial o el celo
la !~cha p'~r. la industrialización y la colectivización agraria de la revolucionario y, en este último caso, cómo habría que suscitar
Umon Soviética. Esta lucha está ganada en cierto sentido a saber en este celo.
que a partir de 1928 toda la política del gobierno soviético repre- En cuanto a la política exterior soviética, Trotski insistió en el
senta una aplicación burocr áticarnente distorsionada de los principios tema de que estaba siendo abandonada la revolución internacional
de la oposí.ción de izquierda» (Writing 01 Leon Trotsky, 1933-1934, en favor del «socialismo en un país»: po r ello la revolución había
ed. G. Breitman y B. Scott, 1972, p. 274). La burocracia «se había sido sucesivamente traicionada en Alemania, China y España. (La
vis~o obligada~> a realizar estas medidas pOI" propio interés, por la guerra civil española, según Trotski, era «esencialmente» una lucha
lógica del gobierno y, a pesar de que había realizado las tareas histó- proletaria por el socialisrno.) No dijo si debía haberse enviado al
ricas del proletariado de forma distorsionada los cambios en si eran Ejército Rojo para ayudar a los comunistas alemanes en 192.3 (como
«progresivos»; además, era la presión izquierdista la que había forza- él mismo había intentado hacer en vano en 1920), o ayudar a los
do a Stalin a cambiar de onda. «En tre las fuerzas creativas de la chinos en 1926. En general, Trotski se opuso a la política de apoyar
revolución y la burocracia existe un profundo antagonismo. Si el a la «burguesía nacional» en los países subdesarrollados. Esta política
aparato. estalinista se para en ciertos límites, si se ve obligado incluso había sido bastante eficaz pata debilitar las grandes potencias capita-
a ~ambIar bruscamente hacia la izquierda , esto se produce sobre todo listas; sin embargo, Trotski la consideró perniciosa a causa de que
bajo la presión de los elementos amorfos, dispersos, peto ya podero- en los terr~torio s coloniales, como en los demás sitios, las tareas de
sos del partido revolucionario» (Writings, 1930 -1931, p. 224). En la «revolución burguesas sólo podían haberse realizado bajo liderazgo
cuando a la colectivización, Trotski criticó la precipitación y la falta comunista, que convertiría continuamente a la revolución en una eta-
de preparación económica y subrayó que los estalinistas estaban equi- pa socialista . Por ejemplo, era absurdo suponet que la India podía
vocados al considerar a los koljoses como instituciones socialistas: conseguir su independencia de otra forma que por medio de una
éstos no eran más que una forma transitoria. Aún más: la colectívi- revolución proletaria; esto estaba absolutamente descartado por las
zaci6n resultó ser un paso hacia la reimplantación del capitalismo. leyes de la historia. El ejemplo de Rusia mostraba que la única posi-
bilidad era una «revolución permanente» dirigida desde el principio
204 Principales corrientes de! marxismo 5. Trotski 205

por el proletariado, es decir, por el Partido Comunista . Trotski con. y dividían a los estados en democráticos y fascistas como si ésta fuero
sideró los modelos rusos como absolutamente vinculantes para todos la diferencia importante. H ablaban de que el fascismo amenazaba
los países del mundo, y por tanto tenia respuestas inmediatas para con provocar una nueva guerra mundial, aun cuando los marxistas
todos sus problemas, ya conociera o no su historia o sus condiciones sabían que la guerra imperialista tenía una «base económica» . Incluso
peculiares. 'acep taron en Ginebra una fórmula que definía al agresor en términos
T rotski no disputó que los comunistas pudieran hacer uso en que se aplicaban por igual a todas las guerras, incluidas las que se
un período revo lucio nario d e objetivos transitorios antes de poder producían entre Estados capitalistas. Esto constituía una entrega al
dominar completamente la situ ación. Así, en una carta de 1931 a pacifismo bu rgués: los marxistas no podían oponerse a tod as las gue-
los tro tskistas chinos, escribió que la idea de una asambl ea na cional rras por principio, dejando esta especie de hipocresía a los cuáqueros
no debía ser descart~da de su programa, porque cuando se pidiera el y los tolstoianos . Los mar xist as juzgaban la guerra desde el punto
apoyo de los cam~esJnos pobres «el proletariado tendría qu e convocar de vista de la clase y no se interesaban por las distinciones burguesas
~a asamblea nacional a fin de no suscitar la desconfianza del campe. entre el agreso r y su víctima; su principio era que una guerra en
sinado y para no dar paso a la demagogia burguesa » (Writings, 1930- interés del proletariado, ya fuera defensiva o agresiva, era una guerra
?Ol'
1931, p . 128 ). otra parte , en otro lugar leemos que sería un justa, mientras que una guerra imperialista era un crimen . .
error fatal repetir el eslogan de Lenin anterior 'a 1917 de la «dicta- En realidad, todas las anteriores llamadas de Trotski hacia un
dura del proletariado y el campesinado». Al comienzo de la Revolu- cambio de actitud hacia los socialdemócratas eran ilusorías y 1')0 ha-
c.ión Rusa , el gobierno dijo representar al proletariado y al campe- brían dado fruto ni aun cuando él hubiera estado en el poder: parece
s~nado pobre. En cuanto a esto, Trotski escribe: «Es cierto, poste- haber imaginado que era posible mantener una «pureza» ideológica
normente llamados al gobierno soviético trabajador y campesino. Pero con respecto a los socialdernócra tas al mismo tiempo que se les pedía
~or esa épo~a la dictadura del proletariado era ya un hecho, el Par- ayuda en determinadas circunstancias. Cuando Stalin, para evitar que
tldo. Comunista est.aba en el poder, y por consiguiente el nombre de Francia llegara a un acuerda con la Alemania nazi, lanzó la política
gobl~r.?O de traba~adores y campesinas no podía suscitar ninguna de «fren te popular» y de alianza antifascista con los socialistas, se
ambiguedad o motivo de alarma» (ibid., p. 308 ). En resumen una dio cuenta de que ten ía que pagar un precio, al menos en términos
vez que los comunistas estaban en el poder no había inconv~iente de propaganda, si su política era efectiva. Por otra parte, Trotski
para emplear nombres ficticios y engañosos. pensó pos iblemente formar un frente antinazi con los socialistas mien-
Los seguidores y ad miradores de Trotski, tales como Deutscher, tra s los denunciaba a cada paso como impostores, agentes de la bur-
han subrayado a menudo , como un hecho que va en su descrédito guesía, traidores a la clase trabajadora y lacayos del imperialismo -
que se opuso al eslogan del «socialfascismo ». Es cierto qu e criticó -siendo el único epíteto tabú el de «socialfascistas». Es obvio que
este eslogan porq?e s epa~aba a los comunistas de las masas trabaja- si hubiera estado al cargo del Comintern por entonces, su política
d? ras en lo~ 'parudos socialdem ócratas, pero no parece haber tenido hubiera sido menos eficaz qu e la de Stalin.
runguna política que sugerir por lo que respecta a los socialdemócra- Trotski fue de hecho un partidario real de la opinión de Lenín
tas . ~scribió que no podía existi r una cooperación permanente con de que (como este último repitió muchas veces durante la guerra y
organizaciones que no rompían radicalmente con el reformismo y que la Revolución) la confianza en los tratados internacionales el arbi-
lOtentabal~ regenerar la soci al~emocrada. En el mismo período, antes tra je, el desarme, etc. , era una mera cháchara ociosa y reaccionaria.
de la subida al poder de Hitler, culpó a los estalinis tas de hablar No importaba quién fuera el agresor, sino ' quién estaba librando la.
simultáneamente de «socialfascismo» y de capitular ante los socialde- batalla. El estado socialista, que representaba los intereses del pro-
mócratas. En junio de 1933 , justo después de la victoria nazi declaró letariado mundial, tenía «razón» en todas las guerras, independiente-
que no podía ni hablarse de un frente unido con los socialdemócratas mente de quién la hubiera empezado, y no podía considerarse vincu-
alemanes, que eran lacayos de Hitler. Pero la indignación de Trorskí lado seriamente por tratados con gobiernos imperialistas. Stalin estaba
llegó a su extremo pOI" el cambio de política soviética en 1934-35. interesado POI' la seguridad del estado soviético y no por la revo-
El estalinismo había mostrado íinalmente su médula derechista: los lución mundial, y por tanto tuvo que presentarse en varias ocasiones
estalinistas se estaban aliando con los renegados de la II Internacio- como defensor de la paz y campeón del derecho internacional y de
nal y, lo que es aún peor, hablaban de paz y arbitraje internacional la democracia. Sin embargo, Trotski creía que los principales ele-
206 5. Trotski 207
Principales corrien tes del marxismo

mentes d~ la s~tu.aci6n eran aún los mismos que en 1918 : po r una El fraude de la defensa nacional estd encubi erto en lo posible por ' el engaño
parte los Impe rialIstas, por o tra parte el E stado socialista y el p role- adicional de la defen sa de la democracia. Si incluso ahora , en La época impe-
tariado mundial q.u,e espe~ab a los oportunos eslóganes para desenc a- rialista, los marxista s no iden tifican democracia con fascismo y están ya prepa-
rados para repeler en cualquier momento la infiltración del fascismo en la de-
denar una revolución . Stalin, el exponente de la Realpolírik, no creía
mocracia, ¿no debería el proletariado, en el caso de guerra , apoyar a los go-
en la «marea alta de la revoluci ón », y utilizó los partidos comu nistas . bier nos democráticos contra Los fascistas? [Flagrante sofisma! Defen demos La
europeos como instrumentos de la política sovié tica. Trotski fue el democracia cont ra el fascismo por medio de organizaciones y métodos del
defensor de una incesante «guerra revolucionaria» y toda su doctrina proletariado. Contrariamente a la socialdemocracia no confiamos esta defensa
se b~só en la convicción de que el p roletariado mundi al tend ía, por la al Estado burgu és (...), bajo estas condiciones, el apoyo de un partido obrero
propia natu raleza de las Cosas y po r las leyes de la historia a la revo- de 4SU» imperialismo nacional en favor de una frágil concha democrática sigo
lución, y que sólo la polít ica erró nea de la burocracia estalinist a im- nífica la renuncia de una política indepen dien te y la desmoraliaacíón chauvinista
pidió que es ta tende ncia inn at a tomara cuerpo . de los trab ajadore s (... ). L¡ vanguardia revoluciona ria buscan! un f.r ente ~ido
con Las organizaciones de la clase trabaj adora ~ntra su propio gobierno
«dem ocr áticos-c- , pero en ningún caso la unidad con su propio gobierno con-
tr a el país hostil (W ritin gs, 1933-1934, pp. 306-7).
5. Fascismo, democracia y guerra

Lo doctrinario e irreal que- fue el pensamiento político de Trotski La III Internacional, según subrayó Trotski en un artículo pu·
~n l.os años treinta puede juzgars e por sus observaciones acerca de la blicado en 1935 había combatido siempre el pacifismo, no s610 el
mmrnenre guerra y sus recomendaciones de acción frente a la ame- socialpatriotismo: y siempre habla condenado las conferencias de .des-
naza fascista.
arme , arbitraje, la Liga de las Naciones, etc. ; pero en la ,ac tuali~d
Po cos días después del est allido de la guerra, escribi ó: «No veo estaba resp aldando todas las pol íticas burguesas . Cuando L Humanit é
la me.nor razón para camb iar los pri ncipios en rel ación a la guerra biza una llamada en defensa de la «civilización france~a» mos~r6 q~e
mundial que fueron elaborados en tre 1914 y 1917 por los mejores había traicionado al proletariado y expresaba una actitud nacionalis-
repres entantes del movrmtento obrero bajo la dirección de Lenin. La ta, invit ando a los trabajadores a ayudar a su gobierno a luchar c?n-
gu~rra actual tiene un carác ter reacciona rio por ambos bandos. Cual. tra el imperialismo alemán. Las guerr as eran producto del caprta-
quier a que sea el triu nfador , la humanidad perderá» (Writings, 1939. lisrno, y carecía de sen tido argüir que el principal peligro ,en el presente
1940, p. 85 ). E stas palab ras -escrit as tr as la invas ión alema na de provenía del nazismo. «P or este camino uno llega rápIdamen~e. ,3 la
?olo~~a y la. ,~eclaración de guerra anglofra ncesa, pero antes de la idealización de la democracia francesa como tal, en contraposicion a
inv asion sovien ca de medi ados de sep tiembre- fueron el resumen la Alemania de Hitler» (Writings 01 Leon Trotsky, 1934-1935,
de las ide as de T rotski sobre la guerra entre Es tados cap itali stas tales ed . G . Breitman y B. Seott, 1971, p. 29.3).
como la Alemania nazi, la I talia fascista, Polonia, Francia, Inglate- Un año antes de la guerra, Trotski afirmó que la democracia y el
rra y los EE .. U~. Durante muchos años repitió infatig ablemente que fascismo no eran más que instr umen tos alternativos de explotación,
°
era un a fatal ilusi ón y un engaño capi talista sugerir qu e había podía y el resto era todo un engaño .
hab er un frente. de Es.tados «democrá ticos» contra el fascismo, o que
habia alguna diferencia entre que la vict ori a fuera de Hi tler o de
una coalici?o d~ democrac!as. accidentales, pu es ninguno de ambos En realidad, ¿qué significaría un bloque militar de las democracias ~peria.
bandos nacionalizaría sus fabrIcas. El proletariado de los países belio listas contra Hitler? Una nueva edición de las cadenas de Versallee, incluso
gerentes, en vez de ayuda r a sus gob iernos reaccionar ios a luchar con. mós dura, sangrien ta e intolerable (.. .). La crisis checa puso de manifiesto con
tr a Hitler, deb ería levantarse contra ellos como hizo Lenin durante not able claridad que el fascismo no existe como factor independiente. Es s610
uno de los ins trum entos del imperi alismo. La «democracia» es otro de sus ins-
la Primera Guerra Mundial. El grito de «defens a nacion al» era reac- trum en tos. El imper ialismo cstd por encima de ambas formas de gobierno. Las
cionario y an rimarxisra en grado sumo , de 10 que se trataba era de pon e e a movimiento según sus necesidades, en ocasiones contraponiéndolas en-
una revoluci ón proletaria y no de la derrota de una burguesía por otra . tre sí, y otras veces concilidndolas [sic] amigablemente. Luchar contra el. fas-
En. un trab ajo de julio de 1934 , titulado La guerra y la IV In- cismo en una alianza con el imperialismo es lo mismo que luchar en una alianza
ternacional, Trotski escribió: con el demonio contra sus garras o cuernos. (Writings. 1938-1939, p. 21).
208 Principales corrientes del marxismo 5. Trotsld 209

. En resumen, no habia cosa semejante a una lucha entre democra- obligada la clase trabajadora a ayudar a las democracias en su lucha
cia y fascismo. Los tratados internacionales no tenían en cuenta estos contra el fascismo alemán? .... Así es como plantean la cuestión los
pseudoantagonismos: los ingleses podían concluir un pacto con Ita- amplios círculos pequeñoburgueses para los cuales el proletariado
lia y los polacos con Alemania. Sin importar cuáles fueran los par- sigue siendo siempre sólo un instrumento, auxiliar para esta o aquella
tidos en contienda, la próxima guerra iba a desencadenar la revolu- acción de la burguesía. Rechazamos esta política con indignación .
ción proletaria mundial -ésta era la ley de la historia. La humanidad Naturalmente existe una diferencia entre los regímenes políticos de
no soportada la guerra más que unos meses; estallarían por doquier la sociedad burguesa, al igual que existe una diferencia de comodidad
rebeliones contra los gobiernos nacionales, dirigidas por la IV Inter- entre los diversos vagones de un tren. Pero cuando todo el tren va
nacional. En cualquier caso, la. guerra destruiría toda sombra de demo- camino del abismo, desaparece la distinción entre decadente demo-
cracia, por lo que era absurdo hablar de la defensa de valores de- cracia y fascismo asesino frente al colapso de todo el sistema capi-
mocráticos. En una réplica al grupo trotskista de Palestina que sugi- talista (... ). La victoria de los imperialistas de Gran Bretafia y Francía
rió que el fascismo era la principal amenaza a hacer frente en el
momento y que era erróneo predicar el derrotismo en los países que
luchaban contra él, Trotski escribi ó que su actitud no era menor que
la del socialpatriotismo. Para los verdaderos revolucionarios, el prin-
no sería menos temible para el destino último de la humanidad que
la de Hitler y Mussolini. La democracia burguesa no puede salvarse.
Ayudando a su burguesía contra el fascismo extranjero, los trabaja-
dores sólo pueden acelerar la victoria del fascismo en su propio país»
I
cipal enemigo estaba siempre en casa. En otra carta, esta vez de julio (ibid., p . 221).
de 1939, afirmé: «Las victorias de! fascismo son importantes, pero Una vez más. éste es el consejo de Trotski a los trabajadores no- I
la agonía a muerte del capitalismo es más importante. EL fascismo ruegos en la época de la invasión de Hitler. «¿No deberían haber
acelera la nueva guerra, y la guerra acelerará tremendamente el movi- apoyado los trabajadores noruegos al "frente" democrático contra el
miento revolucionarío. En caso de guerra todo pequeño núcleo revo- fascismo? (. .. ) En realidad, éste hubiera sido el más crudo error ( ... ).
lucionario puede convertirse y se convertirá en un decisivo factor En el escenario· mundial no apoyamos ni al frente de los aliados ni
histórico en un corto espacío de tiempo» (Writings, 1938-1939, pá- al de Alemania . Por consecuencia, no tenemos la menor razón o jus-
gina 349). La IV Internacional jugaría el mismo papel en la próxima tificación para apoyar a uno u otro de sus temporales instrumentos
guerra que el que habían desempeñado los bolcheviques en 1917, en Noruega» (En defensa del marxismo, p. 172).
pero esto vez e! ocaso del capitalismo sería completo y definitivo. Por consiguiente, si los trabajadores de Polonia, Francia o Norue-
«Sí, no dudo de que la nueva guerra mundial provoque con absoluta ga hubieran leído las proclamas de Trotski y . las hubiera seguido,
inevítabilidad la revolución mundial y el colapso del sistema capita- hubieran vuelto sus armas contra sus propios gobiernos en el mo-
lista» (ibid ., p. 232). mento de la invasión nazi, pues no había diferencia entre que fueran
Cuando lleg6 realmente la guerra, ésta no modificó las opiniones gobernados por Hitler o por su propia burguesía; el fascismo era un
de Trotski sobre el particular, sino que las fortaleci6. En el manifiesto instrumento de la burguesía, y era absurdo hablar de un frente común
de la IV Internacional, publicado en junio de 1940, afirmaba que de todas las clases contra el fascismo. De 'igual modo, Lenin había
«Un socialista que en la actualidad se inclina por la defensa de la predicado el derrotismo en la Primera Guerra Mundial y por ello ha-
"patria" está desempeñando el mismo papel reaccionaría que los cam- bía triunfado la revolución. Hay que observar que Trotski consideré
pesinos de la Vendée que se levantaron en defensa del régimen feu- muy probable la guerra de todos los estados capitalistas contra la
dal, es decir, de sus propias cadenas» (Wrítíngs, 1939·1940, p. 190). Unión Soviética, pues los primeros estaban unidos por los mismos
Carecía de sentido hablar de defender la demacrada contra e! fas- intereses de clase. Sin embargo, si la Unión Soviética se aliara con
cismo, pues el fascismo era el producto de la democracia burguesa, una potencia capitalista contra otra, la guerra podía ser muy corta,
y no había ninguna «patria» a defender, sino los intereses del prole- .pues la revolución proletaria estallaría en seguida en el Estado capi-
tariado mundial. «Pero lo primero a vencer en la guerra será la talista derrotado, como sucedió en Rusia en 1917, y las dos potencias
corrupta democracia. En su caída definitiva caerán con ella todas las hostiles se unirían entonces contra la patria del proletariado.
organizaciones obreras que le sirven de apoyo. No habrá lugar para Así pues, para Trotski, el resultado general de la guerra estaba
sindicatos reformistas. La reacción capitalista los destruirá implaca- preestablecido . El capitalismo caería finalmente, Stalin y el estalinis-
blemente» (ibid., p. 21.3). «"Pero ¿en las condiciones actuales no está mo serían barridos, estallaría la revolución mundial, la IV Interna-
210 Principales corrientes del marxismo
5, Trotski 211
cional cobraría ascendencia en Las mentes de los trabajadores y re- actual guerra no provoca una revolución, sino el ocaso del proletariado, no
sultaría el vencedor final. Como escribió en respuesta a las críticas queda otra alternativa: una nueva implantación del capitalismo monopolista, una
de Serge, Souvarine y Thamus: <<To,dos los partidos ,de la. sociedad más rápida unión de éste COIl el estado y la sustitución de la democracia, allí
capitalista, todos sus moralistas y slCof,a~tes per~ceran bajo lo~ ~s: donde perviva, por un régimen totalitario, La incapacidad del proletariado para
combros de la inminente catástrofe . El uruco partido que sobreviviré tomar en sus manos el lidera zgo de la sociedad puede conducir realmente bajo
es el partido de la revolución socialís.ta mundial, incluso cu~ndo pue- estas condiciones ni crecimiento de una nueva clase explotadora de la buro-
da parecer inexistente hoy a los miopes razonadores, al igual que cracia fascista bonapartista, Esto sería, según todas las previsiones, un régimen
durante la pasada guerra parecía no existir el pa,rtído de .Lenin .~ de decadencia, que indicarla el eclipse de la civilización. Un resultado análogo
puede tener lugar en el caso de que el proletariado de los países capitalistas
Liebknecht» (Su moral y la nuestra, p . 47). Ademas, Trotski ofreció
adelantados, habiendo conquistado el poder, se mostrara incapaz de defen-
numerosas predicciones detalladas con total seguridad. Por ejemplo, derlo y 10 entrega ra, como sucedió en b URSS, a una burocracia privilegiada .
era absolutamente imposible que Suiza evitara ser arrastrada a la Entonces nos veríamos obligados a reconocer que la razón de la recaída buro-
guerra; la democracia no podía sobrevivir en ningún país,. sino qu~ crática no radica en el retrato del pals ni tampoco en el entorno capitalista, sino
debía convertirse en fascismo , en virtud de una «ley de hierro»; Sl en la incapacidad congénita del proletariado para convertirse en clase dominante,
se reestableciera la democracia en Italia, no podría durar más que Entonces seda necesario reconocer [sic] en retrospectiva que en sus rasgos
unos pocos meses antes de ser barrida por la revoluc,ión proletaria, fund amentales la Unión Soviética actual fue la precursora de un nuevo régi-
Como el ejército de Hitler estaba compuesto de trabajadores y cam- men explotador a escala internacional (.. .), Por sombría que pueda parece l' la
pesinos tendría que aliarse también con los pueblos de los países segunda perspectiva, si el proletariado mundial se mostrara realmente incapaz
de cumplir la misión histórica que se le ha otorgado en el curso del desarrollo,
ocupados pues las leyes de la historia enseñaban que los vínculos de
no quedaría nada excepto reconoce r que el programa socialista, basado en las
clase eran más fuertes que los de cualquier otro tipo. contradicciones internas de la sociedad capitalista, concluyó como una utopía
En cuanto a la naturaleza general del peligro fascista, Trotskí (En defensa del marxismo, pp. 8-9).
realizó un análisis muy interesante en agosto de 19.33. «Teóricamen·
te la victoria del fascismo es una indudable prueba del hecho de que
Este es un argumento poco habitual en las obras de. Trotsk~.
la' democracia se ha agotado; pero políticamen te el régimen fascista
Naturalmente afirma confiadamente que la segunda alternativa pes í-
conserva los prejuicios democráticos, los recrea, los i~culca a los jóve-
mista es irreal, y sigue creyendo que es inev itable la revolución mun-
nes e incluso es capaz de otorgarles, por breve tiempo, la mayor
dial no sólo como proposición general, sino como resultado del
transcurso de la guerra. Pero el mero hecho de concebir otr~ hip6te.sis
fuerza . Precisamente en esto consiste una de las manifestaciones más
importantes del papel históricamente reaccionario del fascismo»
parece apuntar a una cierta duda, si comparamos el pasaje antenor
(Writings, 1932-1933, p. 294). «Bajo el yugo de la dictadura "fas-
con la absoluta confianza en la victoria que expresa en las demás oca-
cista" las ilusiones democráticas no se debilitan, sino que cobran
siones.
más fuerza» (ibid., p. 296) . En otras palabras, la amenaza del fascismo
Trotski no admitió la idea de que el capitalismo pudiera ser capaz
radica en el hecho de que las personas sometidas a él desean la de-
de reformarse a sí mismo. El «New Deal» de Roosevelt le pareció un
mocracia, y por ello los prejuicios democráticos se conserv3f1, :n vez
intento desesperado y reaccionario, condenado al fracaso. Además
de ser descartados; Hitler es peligroso porque hace más dlf1CI1 des-
creyó que los Estados Unidos, habiendo alcanzado el más ~lto grado
truir la democracia.
de desarrollo técnico, estaban ya maduros para el comunismo. (En
Poco antes de su muerte, Trotski confirmó sus predicciones en
un artículo de marzo de 1935 prometió a los americanos que cuando
cuanto al desarrollo de la guerra y al mismo tiempo planteó la cues-
se hicieran comunistas sus costes de producción se reducirían en un
tíón en tono retórico de qué hubiera pasado si no se hubieran curn-
plid~; respondió que hubiera significado la bancarrota del marxismo. 80 por 100, y en «La U . R. S. S. en guerra», escrito poco antes de
su muerte, afirmó que con UJ,a economía planificada podrían elevar
pronto su renta nacional a 200 billones de dólares pOI' año, asegurando
Si esta guerra' provoca, como nosotros creemos firmemente, una revolución así la prosperidad para todos .) En La Revolución traicionada leemos
proletaria, inevitablemente conducírá a la calda de la burocracia en la ~RSS que si alguien creía que el capitalismo podía durar más de una década
y a la regeneración de la democracia soviética sobre una base económica y
o dos, por la misma razón debla pensar que el ~ocialismo cm:ecía de
cultural mucho mayor que la de 1918 (... ). Sin embargo, si sucede que la
sentido en la Unión Soviética y que los marxistas habían Juzgado
212 Principales corrien tes del. marxismo ,. Trotski 213
erróneamente su momento hist órico, con lo que la Revolución Rusa chos: consiste en adherirse a un sistema de interpretación que es
no hubiera sido más que un mero experimento episódico, igual que impermeable a los datos empíricos, o es tan nebuloso que todo hecho,
la Comuna de París. cualquiera que éste sea, puede ser utilizado para confirmarlo . Trotski
no tenía necesidad de temer que cualquier hecho pudiera hacerle
cambiar de opinión, pues sus premisas básicas tuvieron siempre la
6. Conclusiones forma de «que por una parte. . . por otra» , o de «es cierto que ... pero
no obstante». Si los comunistas sufrían un revés en cualquier parte
Desde la perspectiva ac tual , la actividad política y literaria de del mundo, esto confirmaba sus diagnósticos de que la burocracia
Trotski en los años treinta da la impresión de un extremado pensa- estalinista (como siempre h abía dicho) estaba llevando el mov imiento
miento desiderativo: es una infeliz mezcla de profecías no cumpli- a la ruina . Si se producía un éxito comunista, esto también confir-
das, ilus iones fantásticas, falsos diagnósticos y esp eranzas infundadas. maba su diagnóstico : la clase trabajadora había mostrado, a pesar de
Por su puesto, no tiene gran importancia el que Trotski fracasara en la burocraci a estalinista, que todavía est aba llena de esp íritu revolu-
su previsión del desenlace de la guerra: en sus días muchas l?ersonas cionario (como siempre había dicho). Si Stalin realizaba un movimiento
hicieron predicciones , la mayoría de las cuales fueron desmentlda~ por «derechista», esto suponía un triunfo del análisis de Trotski: siem-
los hechos. Sin embargo, lo importante y caracterfstic~ es q~e J,nva- pre había predicho que la burocracia soviética degeneraría en la reac-
riablemente presentó sus especulaciones como pronósticos científica- ción. Pero si Stalin daba un giro a La izquierda también era un triunfo
mente exactos, basados en una profunda dialéctica y una grao com- para Trotski, quien siempre había afirmado que la vanguardia revo-
prensión de los grandes procesos históricos . De hecho, su~ pr~fe7ías lucionaria rusa era tan fuerte que la burocracia debía tener en cuenta
estuvieron en parte fundadas en la esperanza de que la historia JUS- sus deseos. Si un grupo trotskista de cualquier país aumentaba su
tificara su opinión, y en parte en deducciones doctrinarias a partir de número de afiliados, esto era, por supuesto, un buen signo: los me-
su pues tas leyes históricas que. creía entr.arian. en a~ci6n e.n breve pla- jores elementos estaban empezando a comprender que el verdadero
zo. Uno se pregunta qué hubiera sucedido S1 Stalin huble~a prevJst? leninismo era la política correcta. Por otra parte, si un grupo dis-
el resultado de la guerra y se hubiera vengado de Trotski no asest- minuía de tamaño o sufría una escisión, también esto confirmaba el
néndole , sino de jándole vivir para ver el colapso de todas sus espe- análisis marxista: la burocracia estalinista estaba sofocando la con-
ranzas y profecías, ninguna de las cuales se confirmó. La guerra t~e ciencia de las masas, y en una época revolucionaría los elementos ines-
una guerra antifascista ; no tuvo lugar ninguna revolución l?roletarJa tables siempre desertaban del campo de batalla. Si la Rusia soviética
ni en Europa ni en Amé rica, aparte de las conquistas sov i éticas d~ la cons eguía éxitos económicos, esto confirmaba la argumentación de
Europa O riental ; La burocracia estalinista no s610 no f~e destruld~ , Trotski: el social ismo, apoyado por la conciencia del proletariado,
sino que se volvió inmensamente más fuerte , como tambi én el .propio' estaba ganando terreno a pesar de la burocracia . Si se producían retro-
Stalin; la democracia sobrevivió, y fue restaurada en Alemania y en ceso s o desastres económicos, Trotski tenía razón de nuevo: la buro-
Italia; la mayoría de los territorios coloniales consiguiero~ su inde; cracia, como siempre había dicho, era incompetente y carecía del apoyo
. pendencia sin una revolució n proletaria; y la IV Internacional paso de las masas. Un sistema mental de este t ipo es irrecusable e inmune
a ser una secta impotente . Si Trotski hubiera visto todo esto, ¿hu- a toda correcci6n por los hechos. Obviamente, en la sociedad están
biera admitido que su hipótesis pesimista era verdadera y qu e el mar- en juego diversas fuerzas y tendencias en conflicto, y en dif erentes
xismo era una ilusión? Po r supuesto, no podemos saberlo, pero pro- ocasiones prevalecen unas u otras ; si este lugar común es erigido en
bablemente su mentalidad no le hubiera permitido sacar esta con- una filosofía, no existe peligro de que sea empíricamente refutado. Sin
clusión ; sin duda hubiera permanecido firme en su creencia de que embargo, Trotski , al igual que muchos otros marxistas, imaginó que
estaba próximo el gran momento. ' estaba realizando observaciones científicas con ayuda del infalible mé-
Como verdadero doctrinario, Trotski fue insensible a todo lo todo dialéctico.
que sucedía alrededor suyo. Es ci~rto que siguió de cerca los a~onte­ La actitud de Trotski hacia el Estado Soviético es psicológica-
cimientos y los comentó, y que hJZO lo que pudo por obtener Infor- mente comprensible : fue en gran medida su propia creación, y no es
mación precisa sobre la Unión Soviética y la pol~tic~ mundial. ~ero la de sorprender que no pudiera admitir la idea de que su vástago había
esencia de un doctrinaría no es que no lea periódicos o recopile he- degenerado hasta hacerse irreconocible. De aquí la extraordinaria pa-
5, Trotski 215
214 Principales corrientes del marxismo
roen estalinista, pues no se había desviado nada de la política ~e Le-
radoja que repitió incesantemente y que, finaJmente, incluso los más nín.) Trotski nunca sugirió que las incursiones armadas realtzadas
fieles trotskistas tuvieron dificultades en dige rir : la clase trabajadora por el recién nacido Estado Soviético. en la ~r:~ca de Lenin pudieron
había sido pol íticamente expropiada, despojada de todos sus dere- h aber sido incorrectas. Por el contrario, repitto muchas veces que la
chos, esclav izada y engañada, pero la Un ión Soviética era todavía revolución no podía modificar la geografía; en otras p~labras) d~~~an
una dictadura de la clase trabajadora, pues la tierra y las fábrica s eran preservarse o restaurarse las fronteras zaristas,. y el .regl~en sovlet.J~o
propiedad del Estado. Con el paso del tiempo, un número cada vez tenia todo el derecho de «liberar» a Paloma, L ítuania , Armenia,
mayor de partidarios de Trotski abandonó a ést e por motivo de este Georgia y otros estados fronterizos. Afirmó. 9u~ si n? hubi.era s~do
dogma . Algunos, advir tiendo las notables analogías existentes entre por la degeneración burocrática, en 1939 el EJer<;to ROJO hub.lera S\?O
el comunismo soviético y el nazismo , tenían sombríos presentimientos saludado como el Iiberador por las masas trabajadoras en Finlandia;
acerc a de la inevitabilidad de los sistemas totalitarios a lo largo del pero no se preguntó por qué, en este caso, cuan~o él estuvo ~n el ~o·
mundo. El trotskista alemán Hugo Urbahns llegó a la conclusión de der y no había «degeneración», las masas tt~baJadoras de Fmlan~a,
que el capitalismo de Estado se universalizaría de' un~ u otra forma. Polonia o Georgia no habían saludado a sus libertadores con entusias-
Bruno Rizzi, u n trotskista italiano que en 1939 había publicado un mo de acuerdo con las leyes de la historia.
libro en francés sobre «la burocratizaci én mundial», afirmó que el Tro tski no se interesó por las cuestiones filosóficas. (Hacia el
mundo estaba transformá ndose en una nueva sociedad de clases, en final de su vida intentó exponer sus ideas sobre dialéctica y lógica
la cual la propiedad individual sería sustituida por la propiedad co- formal, pero estaba claro que toda la lógica que conoda consistía
lectiva gestionada por un a burocracia, como mostraban los Estados en fragmentos recopilados de sus estudios de juventud d~, obras de
fascistas y la Unión Soviética. Trotski se opuso furiosamente a estas Plejanov, repitiendo todos sus absurdos, Burnham aCOl;seJo a Trots-
ideas : era un sinsentido sugeti r que el fascismo ) el órgano de la bur- ki dejar el tema, indicando que no sabía nada de lógica moderna.)
guesía, pudiera expropiar a su propia clase en favor de una burocracia Tampoco intentó ningún análisis teórico de los fundamentos del ~ar­
política. Similarmente, Trotski rompió con Burnham y Schachtrnan xismo. Le bastaba que Marx había mostrado que el rasgo deCISIVo
cuando éstos llegaron a la conclusión de que ya no tenía sentido del mundo moderno era la lucha entre la burguesía y el proletariado,
seguir calificando a la Unión Soviética de «Estado de los trabajado- y que esta lucha tenía que acabar con la vict<:ria del .proletariado, un
res»; la burocracia dominante era una «clase » en la verdadera exten- Estado socialista a nivel mundial y una sociedad S10 clases . No se
sión de la palabra. Trotski se opuso hasta el final a esta conclusión, interesó en descubrir en qué se basaban estas profecías. Sin embargo,
repitiendo su único argumento de que en el Estado Soviético los convencido de su verdad, y del hecho de que él como político encar-
medios de producción pertenecían al Estado. Esto, por supuesto, na- naba los intereses del proletariado y las tendencias profundamente
die lo negaba. La dispu ta era más bien psicológica que teórica : reco- arraigadas de la historia, mantuvo su inquebrantable fe en el resulta-
nocer que Rusia hab ía creado una nueva forma de explotación hubiera do final.
significado admitir que había sido en vano toda la obra de su vida, y En este punto debemos responder a una objeción: Puede decirse
que el mismo Trotsld había colaborado en la creación de algo exacta- que la completa ineficacia de los esfuerzos de Trotski y de su Inter-
mente opuesto a 10 que pretendía . Este es un tipo de inf erencia que nacional no invalid an su análisis pues un hombre puede tener razón
pocos están dispuestos a sacar. Por la misma razón) Trotski mantuvo incluso cuando la mayoría o todos sus compañeros están en desacuer-
con uñas y dientes que cuando él estuvo en el poder la Unión Sovié- do con él, y la force majeure no es un argumento . Sin embargo, pode-
tica y el Comintern estuvieron fuera de todo reproche : era una ver- mos recordar aquí la observación de Osear Wilde de q~e el que la
dadera dictadura del proletariado, una verdadera democracia prole- fuerza sea un argumento depende de aquello que. uno quiere probar;
taria, con un genuino apoyo de las masas trabajadoras. TodAS las y podemos añadir, en la misma línea de pensaJruento~ que la fuerza
represiones , crueldades, invasiones armadas) etc., estaban justificadas es un argumento si aquello de lo que se trata es de SI uno e~ fuerte
si iban en interés de la clase trabajadora , pero esto no tenía nada que o no. El hecho de que una teoría sea rechazada por todos o ~asl ~odos,
ver con las posteriores medidas de Stalin. (En el exilio, Trotski a6r- como ha sucedido más de una vez en la historia de la ciencia, no
maba que no exist ía persecución religiosa en Rusia -simplemente la prueba más que ésta sea er:ónea. Per<;" su~ede algo diferente con las
Iglesia Orotodoxa había sido despojada de su monopolio de poder, teorías que tienen una autotnterpretacton Incorporada hasta el punto
lo que era justo . En este punto se vio obligado a defender el régi-
216 Principales corrientes del marxismo 5. Trotskí 217

de considerarse «expresión» de grandes tendencias históricas (o de la sión en los países socialistas desde la muerte de Stalin no tiene co-
voluntad de la Providencia); que encarnan la verdadera conciencia nexión con los escritos o ideas de Trotski, ya sea factualmente o bien
de la clase que pronto está destinada a triunfar, o que constituyen en las mentes de los propios críticos. Sus ideas no juegan parte alguna
una revelación de la verdad, y que , por tanto, simplemente como en los movimientos «disidentes» de estos países, IÚ siquiera entre
teorías (o como «conciencia teórica ») deben prevalecer inevitablemen- la menguante fracción de quienes atacan al sistema soviético desde ~n
te por encima de todas [as demás. Si una teoría de este tipo deja de punto de vista comunista. Trots,k i no ofreció una fo~ma l1lter~at.lva
conseguir un reconocimiento, su fracaso se convierte en un argumento de comunismo o una doctrina diferente de la de Stalin. El objetivo
contra sus propias premisas . (Por otra parte, el éxito en la práctica principal de su ataque, contra el «socialismo en un solo país», no fue
no es necesariamente un argumento a su favor. Las primeras victorias más que un intento de seguir una cierta línea táctica que se ha~ía
del Isl am no fueron prueba de que el Corán era verdadero, sino una vuelto no factible por razones que no tienen nada que ver con. Stalin,
prueba de que la fe por él inspirada fue un poderoso factor agluti- Trotski no fue un «precursor», sino un vástago de la revolución , en-
nante po rque se correspondía con necesidades sociales esenciales; del gendrado en una tangente del curso que ésta siguió entre 1917
mismo modo, Tos éxitos de Stalin no prueban que «estaba en lo cier- y 1921 , pero que después tuvo que abandonar, tanto por razones
to» como reórico.) Por esta razón, el fracaso en la práctica del trotskis- internas como externas. Sería más exacto denominar a su vida la tra-
mo, al contrario que el rechazo de una hipótesis científica, también gedia de un epígono, más que la de un .precu r~~r ; pero ésta ~? es
es un fracaso teórico, es decir, una prueba de que la teoría ideada tampoco una descripción adecuada. La Revolución R?sa cam?~o de
por Trotski era errónea. curso en diversos aspectos, pero no en todos. Trotskí defendía u?a
Trotski, con su tipo de mente dogmática, no contribuyó a la incesante agresión revolucionada y se propuso convencerse a S1 mJS-
dilucidación teórica de ningún punto de la doctrina marxista. Pero mo y convencer a otros de que si ésta hubiera. diri~ido ~ esta?o
fue una personalidad destacada, dotado de un inmenso coraje, fuerza soviético y el Comintern, el mundo entero se hubiera incendiado SIn
de voluntad y resistencia . Cubierto de calumnias por Stalin y sus se- demora; su razón para creerlo fue que la historiosofía marxista le
cuaces en todos los países, perseguido por la más poderosa policía enseñaba que éstas eran las leyes de la historia. Sin embargo, el es-
y la máquina de propaganda mayor del mundo, nunca titubeó o aban- tado soviético se vio obligado por los acontecimientos a modificar
donó el combate. Sus hijos fueron asesinados, él fue expulsado de el rumbo en este punto, y Trotski no dejó de criticar a sus líderes
su país y cazado como un animal, y finalmente fue también asesinado. por ello. Sin embargo, por 10 que atañe al régim~n interno, el .esta-
Su sorprendente resistencia a toda prueba fue resultado de su fe linisrno fue la continuación obvia y natural del Sistema de gobierno
y en modo alguno estaba en conflicto -sino todo lo contrario- con establecido por Lenin y Trotski. Trotski se negó a reconocer este
su inamovible dogmatismo e inflexibilidad de mente. Desgraciada- hecho y se convenció a sí mismo de que el ?espotismo d~ Sta1í~ -?o
mente, la intensidad de una fe y la voluntad de sus partidarios para tenía relación con el de Lenin; que la coerción, la represión policial
someterse a persecuciones no son prueba de que ésta sea intelectual y la devastación de la vida cultural se debieron a un coup ~ ¡~tat bu-
o moralmente correcta. rocrático y que él mismo no tenía vestigio de responsabilidad en
Deutscher dice en su monografía que la vida de Trotski fue «la ello. Este desesperado autoengaño es psicológicamente explicable.
tragedia del precursor»; pero no existen buenas razones pata man- Aquí nos encontramos no sólo con la tragedia de un epígono, sino
tener esto, y no está claro de qué se supone fue precursor. Contribuyó, la de un déspota revolucionario caído en la trampa por él creada.
por supuesto, a desenmascarar los engaños de la historiografla esta- Nunca hubo nada semejante a una teoría trotskista, sino sólo un
linista y a refutar las mentiras de la propaganda soviética acerca de líder marginado que intentó desesperadamente recuperar su papel,
las condiciones de la nueva sociedad. Pero todas sus predicciones rela- que no se dio cuenta de que sus esfuerzos eran vanos y que no acep-
tivas al futuro de esta sociedad y del mundo resultaron ser erró- tó la responsabilidad por un estado de cosas que él consid~ró ~omo
neas . Trotski no fue el único en criticar el despotismo soviético, ni una extraña degeneración, pero que de hecho fue consecuencia direct.a
fue el primero en hacerlo. Por el contrario, 10 criticó mucho más de los principios que él, junto con Lenin y todo el Partido Bolchevi-
levemente que los socialistas democráticos y no lo cri ticó qua des- que, establecieron como los fundamentos del socialismo.
potismo, sino sólo en relación a sus fines últimos, que diagnosticó
mediante principios ideológicos. La oposición que ha hallado expre-
6, Antonio Gramsd: El revisionismo comunista 219
Capítulo 6
Iismo más democrática y «abierta» -sobre todo los co?Jun.ísta,s, y
ANTONIO GRAMSCI: ex comunistas- recurren a Gramsci como fuente de mspiracion,
EL REVISIONISMO COMUNISTA y también las graves di6cultades y resistencias que se Pl:oducen cuan-
do se intenta introducir sus ideas en los partidos comunistas de fuera
de Italia sobre todo en los partidos comunistas en el poder.
Aunque Gramsci murió, en 1937, su.s .escritos p~rtenecen r:al-
mente a la historia del marxismo postestalinista, pues solo en los anos
cincuenta y sesenta, tras la publicación de la edición en seis volú-
menes de sus cartas y notas de prisi ón, sus ideas empezar~n a f?r.mar
disputas ideológicas. Su posición con respecto a la ortodoxia 1em~lsta.
. estalinista es algo diferente a la de Rosa Luxen;burgo: se le consl~era
verbalmente como mártir de la causa comunista, pero sus escritos
son más confusos que útiles . En cuanto a los artíc~os publi~a~os
hasta 1926, antes de su encarcelamiento, sólo se advierte su slgmG-
cado a la luz de los escritos de prisión. Sin éstos , los artículos en
cuestión sedan ante todo un material para la historia del movimiento
comunista italiano, pero no podrían considerarse como un cue.l'pO teó -
rico origina!. Desde el punto de vista de la doctrina marxista, los
escritos de prisión son la parte esencial de su obra.
Probablemente Gramsci es el escritor político más original de la
generación de comunistas posterior a Lenin. Su relación con el leni- 1. Vida y obras
nismo es todavía objeto de controversia. Los comunistas italianos
como Togliatti le representan generalmente como un marxista-leni- Antonio Gramsci (1891-1937), que llegó a ser el líder del Parti'
nista pur sang o en cualquier caso afirman que todo lo original de
J
do Comunista Italiano, nació en la aldea de Ales (Cerdeña) , donde
su doctrina es un complemento y nunca una negación del leninismo, su padre trabajaba como funcionario. A resultas de una caída durante
En cierta medida esta interpretación está determinada por motivado- su infancia sufrió una desviación de la columna vertebral. A causa
nes tácticas: cuando los comunistas italianos invocan la autoridad de de las intrigas políticas, su padre fue encarcelado Aurante .~lgunos
Gramsci para justificar sus desviaciones del modelo ideológico sovié- años , lo que produjo una extrema pobreza en su f~mIha . ~l hIJO t~_vo
tico , conviene subrayar que están básicamenre de acuerdo con el genio que trabajar en diversas ocupaciones t~mpol'a1es sl,en?o aun un m~o,
tutelar del movimiento comunista. El propio Gramsci nunca puso pero pudo concluir sus estudios medios en Caglian y en ~I Otoll~
en cuestión la autoridad de Lenin , y no está claro en qué medida fue de 1911 ganó una beca en la Universidad de Turín (que también gano
consciente de que sus propios escritos -que consisten en su mayoría
Palmiro Togliatti el mismo año) . ,. , ,
en ensayos inacabados y notas de prisión, con frecuencia fragm enta- Durante su primer año en la Universidad, Gra.ms,Cl no era aun
rias, elípticas y ambiguas- pudiesen servir de base a un tipo alter- socialista en sentido estricto. Su horizonte estaba limitado en part~
nativo de comunismo, diferente del de Lenin en algunos puntos esen- por el regionalismo sardo : no sin razón, .sus pa~sanos isleños. ,COnsI-
ciales.
deraban los privilegios que disfrutaba la mdusttl,a e.n expansion ,del
Aunque 105 escritos de Gramsci no forman una teoría coherente, norte de Italia como la causa del abandono y rrusena que padecían.
sino más bien un esbozo vago y en estado embrionario, algunos de Las reivindicaciones de los aldeanos y los mineros explotados hallaron
sus aspectos están lo suficientemente claros y son lo suficientemente
expresión en tendencias ~eparatistas y region~listas más ~ue en el
originales como para justificar la idea de que constituyen un intento socialismo, que había arraigado poco en Cerden~ por esta epo~a,
independiente por formular una ideología comunista y no meramente Sin embargo, desde mucho antes, los estudios de Grarnsci y,la
una adaptación del esquema leninista. Una confirmación indirecta de situación industrial de Turín le hicieron interesarse por la política
esto es la frecuencia con que los que buscan una versión del socia-
218
220 Principales corrientes del marxismo 6. AntoIÚO Gramsci: El revisionismo comunista 221
nacional. Por entonces adoptó una orientación humanista y se sintió no se identificó nunca , pero a cuya interpretación del marxismo debía "
atraído por la lingüística: durante toda su vida mostró un gran inte- mucho. '
rés por lo que hoy se denomina sociolingüística, el estudio del efecto En 1917, cuando estallaron disturbios revolucionarios en Turin,
de las situaciones sociales en los cambios lingüísticos. Sin duda se Gramsci era ya uno de los principales líderes socialistas de la ciu-
unió al Partido Socialista alrededor del año 1913, como también hi- dad. Su idea personal del marxismo quedó reflejada en un artículo
cieron sus amigos de Turín Angelo Tasca, Umberto Terracini y Palo escrito en noviembre de 1917, hoy citado frecuentemente, sobre la
miro Togliatti, que con el tiempo iban a jugar un importante papel Revolución de Octubre, titulado «La Revolución contra Das Kapital»,
en la formación del Partido Comunista . En él observa que los bolcheviques habían obtenido la victoria en
Gramsci interrumpió sus estudios universitarios durante la pri- Rusia a pesar de la idea de Marx de que el país había de atravesar
mavera de 1915, época en la que había adquirido ya amplios conoci- primero una etapa de capitalismo de tipo occidental, La voluntad re-
mientos de historia y filosofía. Al igual que todos los intelectuales de volucionaria de los bolcheviques había eclipsado el esquema de Marx,
esta generación, su maestro filosófico par excellence fue Benedetto pero había sacado fuerzas de lo que estaba vivo en el marxismo y
Croce. Gramsci no fue realmente un croceano en sentido literal, pero de elementos que, aunque mistificados por la influencia del positivis-
los escritos del hegeliano de Italia le introdujeron en el ámbito de los mo eran una continuación del idealismo alemán e ital iano .
problemas de la filosafia europea . Admiraba la crítica de Crece del 'En mayo de 19 19 apareció el primer número de L'Ordine Nuooo,
positivismo y, al menos durante un tiempo, confió en que el marxismo un semanario editado por Gramscí, Togliatti, Tasca y Terracini que
italiano pudiera basarse en una asimilación crítica de Crece, some- había de jugar un importante papel en la formación ideológica del
tiendo a éste al mismo tratamiento que Marx había sometido a He- futuro Partido Comunista Italiano. En octubre de este mismo año, el
gel. En los últimos años Gramsci mostró una actitud cada vez más Partido Socialista tuvo un congreso en Bolonia en el que decidió, por
critica hacia Croce, a medida que éste se hacía cada vez más antimar- abundante mayoría, unirse a la III Internacional. El Partido se divi-
xista; pero nunca dejó de reconocer que la .filosofía croceana había dió en dos grupos hostiles y estaba lejos ~e satisfacer las ,exjgenc~~s
desempeñado un importante papel en la vida intelectual italiana, aun de Lenin desde el punto de vista del Cornintcrn, pero el líder sovie-
cuando se interesara principalmente por mostrar sus efectos «reaccio- tico consideró a Gramsci y sus amigos como más cercanos a la
narios». orientación bolchevique. Una facción extrema dirigida por Amadeo
Del mismo modo, aun cuando rompió por completo con el loca- Bordiga afirmaba que el Partido debía renunciar a t~da a.ctividad
lismo sardo en favor de la interpretación marxista y de clase de los parlamentaria, que sólo degradaba la voluntad revolucionaria de la
problemas de su país, nunca abandonó el tema del sur de Italia y la clase trabajadora: los comunistas no deben tener nada que ver con
peculiar importancia de la oposición entre éste y el norte en la his- las instituciones burguesas y deben prepararse para una inmediata
toria pasada y presente de Italia. lucha por el poder, eliminando de sus fijas a ,cualquiera que no com-
Las elecciones de 191) y la guerra europea hicieron de Gramsd partiese esta opinión, Tanto el centro del Partido como su ala derecha
un político profesional. Desde finales de 1914 empezó a escribir rechazaban esta política de «abstencionismo», y la última facción no
para la prensa socialista italiana, y a partir de 1916 fue coeditor de aprobaba la toma del poder medi~nte el empleo ~e.1a ~i?len~ia,. En
la edición del Piamonte de Auanti, para el que escribió notas poIí- estas controversias, el grupo Ordine Nuovo se distinguió prInc~pal­
. ricas y resumió libros y obras de teatro, mientras contribuía a la mente por su defensa de los conse jos 'o breros: ésta pasó a ser,la Idea
formación y organización de los trabajadores de Turín. Aunque es dominante del movimiento, y Grnmsci su más elocuente expositor.
difícil adscribirle una actitud filosófica definida en esta época, parece Los conse jos obreros nacieron durante las grandes huelgas de
obvio, a partir de diversas observaciones ocasionales, que no comparo Turín de los años 1919 y 1920, en parte de forma espontánea y en
tió la creencia, entonces popular entre los socialistas, en la benéfica parte a resultas de la propaganda de Ordine Nuooo. Gramsci afirmaba
actuación de las «leyes históricas» que asegurasen a la humanidad que eran una forma comt:letamente n.ueva .de organización s~eia.l y
un futuro socialista; no creía en la inevitabilidad natural del progreso que sus funciones no debían confundirse 01 con las de los sindica-
y tendía a confiar en la fuerza de la voluntad humana y de las ideas tos, que tenfan por misión mejorar las condíc!ones d~ l.a clase traba-
más de lo permitido por la ortodoxia de la época. Sin duda estuvo jadora bajo el capitalismo, ni con las del Partido Socialista, qU,e ~ran
influido en cierta medida por el activismo de Sorel, con cuyas ideas de orden parlamentario e ideológico. Los consejos eran el medio idó-
222 Principales corrientes del marxismo 6. Antonio Grarnsci: El revisionismo comunista 223
neo que permitía a todos los trabajadores de una factoría, indepen- nacional. En la primavera 'de 1920 los trabajadores de Turín se vie-,
dientemente de su militancia en un partido, de su religión, etc., parti- ron obligados a volver al trabajo en los términos fijados por sus em -
cipar en la organización de la producción; eran el germen del futuro presarios. Gramsd se quedó prácticamente solo en su tenaz defensa
Estado de los trabajadores, el órgano principal de la dictadura del de los consejos como arma básica de la emancipaci ón del proleta-
proletariado. Debían ser elegidos por todos los asalariados de una riado.
determinada planta sin excepción, para asumir las funciones de los Sin embargo no estaba solo en su empeño por crear un partido
capitalistas .en las fábricas y, en su momento, la organización del comunista en el' verdadero sentido leninista del término. L'Ordine
Estado. Nuovo se pronunciaba sin cesar contra el reformismo y la falta de
Gramsci pensó que los consejos obreros eran la contrapartida ita- resolución de la directiva del Partido, protestando por el hecho de
liana de la experiencia rusa, y sin duda imaginó (al menos antes de que, a pesar de las resoluciones de Bolonia, el. Pa~tido había segui?o
su visita a Moscú) que el sistema soviético encarnaba la misma idea siendo una institución puramente parlamentaria SIn voluntad propia,
de una transferencia real de poder a los trabajadores. «Todo el poder y de que había abandonado la idea de una revol~lCi6n proletaria,' Tras
para los soviets» estaba efectivamente de acuerdo con la doctrina del otro intento nuevamente frustrado de los trabajadores de TUl'lD por
Estado y la Reoolucián, de Lenin , pero no con la realidad de Rusia. ocupar las fábricas durante los meses de agosto-septi.embre. d,e, 1920,
Además, la concepción de Grarnsci pone de manifiesto la gran in- el grupo comunista, de acuerdo con los deseos de Lemn,. decidió tran~­
fluencia de la idea de Sorel de que la tarea de los productores reales formarse en un partido independiente. La facción antiparlamentaria
no sólo era dirigir la producción, sino organizar toda la vida social. abandonó de mala gana el principio de «abstencionismo», que estaba
La sociedad del futuro, por as! decirlo, había de tomar su modelo de en conflicto con las directrices formales del Cornintern. En noviem-
una planta comercial; además de ser los órganos autónomos de pro- bre, los comunistas publicaron un manifiesto separatista y en el si-
ducción, los consejos serían la matriz de la cultura proletaria, y produ- guiente congreso del Partido Socialista, celebra.do en ener.o de 1921
cirían la transformación espiritual de la clase trabajadora. en Livorno, se produjo la escisión: los comunistas obtuvler~n cerca
Por diferentes razones, esta doctrina era inaceptable tanto pata la de la tercera parte de los votos y fundaron el Partido Comunista Ita-
izquierda comunista antiparlamentaria como para el centro y la de- liano. GraJnscí (por entonces director editorial de L'Ordine Nuooo,
recha. La izquierda afirmaba que la verdadera finalidad de la revolu- que se había convertido en diario) fue miembr.o del pr~mer ~omité
ción socialista era destruir las instituciones del poder pol ítico por la Central, dominado por los seguidores de Bordiga. De l~medla~o se
fuerza y establecer nuevos cuerpos que actuasen en nombre del pro- planteó una controversia en el seno del Partido, r~atlVa ~ S.l, los
letariado: desde este punto de vista, si bien no en su confesado anti- comunistas debían establecer alianzas con otros partidos socialistas:
parlamentarismo, estaba de acuerdo con Lenin. El ala derecha identi- esta cuestión cobró progresiva importancia (1 medida que el fascismo
ficaba el gobierno proletario con el dominio del Partido Socialista, empezó a ganar terreno e.n Italia. Gramsci era partí.dario de U?l1 po-
respaldado por la mayoría de la sociedad y ejerciendo la autoridad lítica de amplias alianzas, que encajaba con el cambio de política del
por medios democrátícos. Ambas facciones consideraban que la doc- Cornintern, producido cuando los comunistas advirtieron qu~ «.h~bía
trina marxista excluía la idea de una dictadura del proletariado eh el bajado la marea revolucionaria» . E~ mayo ?e 1922 .Grams~l..vl~J6 a
sentido de un gobierno directo de los trabajadores ---<:uyo lugar se Moscú como representante del Partido Italiano en el ~omlte E!e.eu o

encontraba en la fábrica y no en el Parlamento o en los distritos tivo del Comintern; permaneció allf cerca de año y m~dlO, y participó
del Partido. Los reformistas quedan una democracia representativa en el IV Congreso del Cominrern, celebrado en noviembre de 1923.
con mayoría socialista, mientras que la izquierda defendía una dicta- Mientras, Mussolini llevó a cabo su «marcha sobre Roma». El .Co-
dura del Partido: sin embargo, Gramsci imaginó' una sociedad en la mintern retiró su apoyo a Bordíga quien, de acuetdo con su actitud
que todos los aspectos de la vida estaban sometidos al control de toda «puramente de clase», no veía d¡feren~ia entre la dem?~I'acía burgue-
la masa de productores, cuya liberación económica, política y cultural sa y el fascismo y se opuso a la política d.e «frent~ ,utlldQ}~. A .causa
debía avanzar de forma simultánea. de numerosos arrestos el Partido Comunista perdió su directiva, y
A pesar de las esperanzas de Gramsci, la serie de huelgas, unidas Gtamsci fue reconocido como su jefe por el Comintern. A finales
a la ocupación de las fábricas por los trabajadores y el establecimiento de 1923 dejó Moscú y se trasladó a Viena, desde donde intentó reor-
de consejos obreros, no se desarrolló en un movimiento a escala ganizar el Partido Italiano, desarticulado a causa de las disputas frac-
224 Principales corrientes del marxismo 6. Antonio Grsmsci: El revisionismo comunista 225
cionales, Volvió a Italia el mes de mayo de 1924, y al ser elegido la socialdemocracia (el «sccialfascismo») y anunció que la revolución
miembro del P arlamento pudo disfrutar de inmunidad parlamentaria mundial era inminente y que los comunistas habían de prepararse
por entonces. El P artido se encontraba en un estado de. extrem~ para un tránsito directo a la dictadura del proletariado; Bujarin
debilidad y deso rganización. Tras una larga lucha, Gramsci derroto cayó, y Stalin inició la colectivización masiva de la agricultu.ra sovié-
a la facción de Bordiga (que, a pesar de est ar en prisión, podía domi- tica. Togliatri organizó una purga de los elementos refractan.os en lo
nar sobre los grupos locales) y, en un congreso celebrado en Lyon que quedaba del Partido Comunista Italiano (una de las víctimas fue
en enero de 1926, obtuvo la mayoría su política de formar un frente Angelo Tasca) . G ramsci mostró su oposición a la nu eva política del
unido para restaurar la democracia en 1talla. Los comu nistas, jun.to Cornintern y su simpatía por los «desviacionistas» expulsados en una
con otros grupos antifascistas, se había separado del Parlamento en JU- conversación con su hermano, que le visitó en la cárcel; sin em bargo ,
nio de 1924, pero ahora decidieron volver a él y utilizar lo que queda- como ha mostrado el biógrafo de Gramsci , G íuseppe Fiad, el her-
ba de las instituciones parlamentarias para fines de propaganda . Estas mano dio a Togliatti un falso relato de lo dicho, salvando así a Gram-
maniobras t uvieron poco efecto frente a las cada vez mayores medidas sci de una condena segura por las autoridades del Partido y del
represivas del Gobierno fascista. Gramsd fue detenido en noviembre Comintern,
de 1926, y el mes de junio siguiente fue cond~nado a prisión ~uta1~te Hacia finales de 1933 , Gramsci fue autorizado a trasladarse a una
ve inte años y cuatro meses. Confinado sucesivamente en varias CIU-
clínica privada bajo vigilancia policial, y hacia finales del siguiente
dades transcurrido un tiempo se le permitió escribir y recibir libros.
En la' medida en que su frágil salud y las condiciones de la cárcel se año, ya con muy mal estado de salud, fue liberado temporalme~te.
Trabajó hasta mediados de 1935 y se trasladó después a un hospital
lo permitieron, pasó el resto de su vida leyendo y escribiendo I~otas
que constituyen una de las más originales contribuciones al marxismo de Roma, donde murió en abril de 1937.
Además de las cartas, Gramsci escribió cerca de tres mil páginas
del siglo xx. .
Indudablemente, fue gracias a su arresto por lo que Gramsci pudo en la cárcel. Todos estos escritos fueron publicados después de la Se-
seguir siendo miembro del Partido Comunista . De esta forma evitó ser gunda Guerra Mundial; la primera edición de las cartas , de 1947, fue
ab rev iada por los comunistas italianos po r razones políticas. Las di-
expulsado de él o condenado por la Internacion.al,por ~l hec~? ~e que
había cortado casi todo contacto con el Partido. Lela peri ódicos y versas notas entre 1929 y 1935 se reunieron en seis nuevos volúme-
recibía noticias atrasadas de los acontecímientos políticos por medio nes: Il materialismo stori co e la [ilosoi ia di Benedetto Croce (1948),
de los familiares que le visitaban, pero dejó de influir personalmente
Gli intelletuali e l'organizzazione della cultura (1949) , Il risorgimento
(1949), Note sul Machiavelli) sulla politica e sullo Stato moderno
en los hechos. Poco después de su arres to envió una car ta a los líde-
res bolcheviques en la que mostraba su apoyo a la mayoría del mo- (1949), Letteratura evita nazionale (1950 ), Passato e presente (1951).
mento (Stalin y Bujarin) contra T rotski, pero exp resaba su inquie- También se reimprimieron algunos de sus primeros artículos y obras
tud por la ferocidad de sus conflictos intestinos, acusando claram~nte menores.
El acusador que declar ó en el juicio de Gramsci que «su cerebro
a los bolcheviques de haber olvid ado su deuda con el proletariado
debía ponerse fuera de acción durante veinte años » consigu ió su pro-
internacÍonal y haber comprometido así la totalidad de la obra de
pósito real . Si se hubiera permitido a Gramsci p asar los años fascistas
Lenin. Al mismo tiempo , convencido de que la clase equivocada no po-
en el exilio, se habría convertido en una de las muchas víctimas del
día luchar a menos que se aliase con el campesinado, mostró su oposi- comunismo -a menos que hubi era ido a Moscú, donde sin duda
ción al programa de Trotski acerca de la industrialización forzosa a ex- hubiera sido condenado a muerte- y habría pasado el resto de sus
pensas del campesinado. Togliatti, que había pasado a c;>cupar el p~p~l días en una est éril defensa de sus acciones políticas en beneficio de
de GramscÍ como representante it aliano en el Cornintern, decid 10 un público inexistente. Gradas a su encarcelamiento, que querién-
ap oyar totalmente a Stalin, lo que hizo durante los treinta años si- dolo o no le mantuvo separado de los problemas del momento, se
guientes, quedándose Gramsci solo en su crític a a ~oscú. Sin e.mbar- vio obligado a trabajar en temas más teóricos y de fundamentación .
go, a finales del año 1928, Stalin mod ificó la palluca del Comintern Como resultado de ello tenemos sus interesantes notas de prisión,
y del Partido Bolchevique en la dirección opuesta a las ideas de que constituyen, entre otras cosas, un ensayo de filosofía marxista
Gramsci. Abandonó la idea de un frente unido) centró el ataque en de la cultura cuya originalidad y amplitud no pueden negarse .
6. Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 227
226 Principales corrientes del marxismo
esta voluntad está representada inicialmente sólo por un individuo,
2. La autosuficiencia de la historia: .el relativismo histórico su racionalidad se demuestra por el hecho de que pasa a ser aceptada
<:..---------- por la mayoría de la humanidad y se convierte entonces en una culo
El principal tema de las reflexiones de Grarnsci es el que dominó tura, en cuestión de "sentido común", una concepción del mundo,
los primeros escritos de Marx : l;t cuestión de la relación entre las con una ética conforme a su estructura» (Opere, vol. 2 , 1949, pp. 22-
ideas , sentimientos y voluntad humanas con los 'pi:q~áQi."sóélliIes:.J;(ib­ 23). En otras palabras, la veracidad de una idea es confirmada por,
jeuvos» :"Muy 'poco Siii irrxist as"e:xpres"aro:n- táj{ 'eriÜ ticamente el punto o quizá consiste realmente en el hecho de que prevalece histórica-
de vista generalmente conocido con el nombre de «historicisrno » (en mente -una concepción irreconciliable con la habitual de que la
uno de los sentidos de este término), por oposicióña trascendenta· verdad lo es independientemente de si o de cuándo es conocida, o
Iísrno. La esencia de este pensamiento consiste en que eCsIgi)Hicado de quién y de qué forma la conciba como verdadera, «1as.l..~0
y «racionalidad» de toda conducta humana y de todo producto de la lE!,S..elL~!J!0gea s .~~~JiI9S.'?fí~~_!}.9 _~!!g~l)d l~a!l otras :fiJos9H~s,.. ~i no
actividad humana, incluidas las obras de la mente tales como la filo· que é.stas . son _.unª ...~!;21:<::.siQg, Ü~Jnm~ _!}g~y"@. aeI._(k?arrollo histórico
sofía y la ciencia, se manifiestan sólo en relación con los procesos real (. . .). T2..~~ ver_d.~~L . a~.n. S\l,i~D.~.Q ..¿.s.ta,.pul::da..ser tlUive;Is.ª1..Y. eXp re-
históricos «globales» de los que forman parte. En otras palabras, la s~c:._en . una fórmula a,bsrracta de .~~I?0~ma temá ticQ, (. ".), debe su efi-
«verdad» de la filosafia o de la ciencia lo es en un sentido social- caerá al hecho de estar eX1?oCe.~ada. en . el lenguaje de .situaciones par-
mente pragmático : lo que es verdadero es aquello que, en una deter- .si.
treü'laré'S'y 'concretas; ita . puede $X, ~~P.I:e,~ª,C!a a~L~~.t:l.s~jt\:ly'e una
minada situación histórica, expresa la tendencia real de desarrollo eXI;~c~q\) bizantina y e ~cqlá~tis~ ..un.. pasati.elUp.~.l~~r!! ~"~~canJ~s . de
de esa situación. Ni las 6losofras ni las ciencias pueden ser juzgadas fJ.:ti$.S}) (Opere, vol. 7, 1952, p. 63). Gramsd, es ciertci, rechaza la
por otros criterios diferentes a los que utilizamos para juzgar a las acusación de relativismo, pero no está claro cómo puede disculparse
instituciones sociales, las ideas religiosas, las emociones o los movi- de ser un relativista histórico , Criticando a Bujarin, dice: «Pensar
mientos políticos. Este relativismo antipositivis,!"íl,..y..anticientijista de que una afirmación filosófica es verdadera en un determinado período
Gramsci estaba arraigado, sin (luaa, en susestudios croceanos, pero histórico, es decir, como la expresión inseparable de una determinada
era en su opinión la quintaesencia del marxismo -o bien, de la actividad o praxis histórica, que es asumida y "anulada" [va/tificl1ta 1
«filosofía de la praxis» , término que utilizó generalmente en sus notas
en un período posterior; pensar esto sin caer en el escepticismo o
de cárcel para eludir al censor, pero que también constituía una des-
el relativismo moral e ideológico, en otras palabras, adoptar una con-
crip ción precisa de su' punto dé' vista. El marxi~IP.g./...~g..p¡¡!~i~.~Jar,
cepción historicista de la filosofía, constituye una empresa intelectual
era también «verdadero» en este sentido ~.~.es d}:;¡;i(,..~q!Je ex"
presaba-la '"«V~l:t1acl»''' 3e 's uépoEá- mejor- é¡úe cualquier atta teoría. ardua y difícil» (Il materialismo siorico, Opere, vol. 2, p. 13.3). Es
Las' -iaeiís-no-po'dítin" tó'mpren'dehie' tuera-'de-sü ' éCíi1texto 'l1'istoricü' y diiícil decir algo más de Gramsci por cuanto se refiere al sentido epis-
social, independientemente de su función y origen; no habla así algo temológico de la «verdad». Pero la jd,~.!! básica está clara: consiste
semejante a una «filosofí a científica» en el sentido en que la mayoría en reducir todos los productos de la mente a una función histórica
de los marxistas utilizaban este término, es decir, una filosofía que y-ew-ñégüi"t¡ 'distinción estricta entre lií cienciay las' formas no' 'eren-
«reflejase» la realidad tal como era, independientemente de que la t~_li.~.-9~- :rcti~ida~ mental. «Se~'2-..l~ !,~?rÍa "_~~.)~.. .~5~x},S..~. XJ.i~1ta
conociéramos o no. Sin embargo, de igual forma, tampoco había una ~a historia humana no es exp'!lcaaiCp01" la teor1aa.tomlca,
«ciencia científica», es decir, una ciencia que meramente dcscribie- SIno nf rev~' teorfa:' ai6mica, -arígual-q~~·to·(E~ las d~ma; 'l;ip'óte-
se el universo tal como éste es, independientemente del hombre.
«Si hemos de escapar del solipsismo y de las concepciones mecanicis-
~!§_y._.Qpini9~i~.s, ,cienJ1fi¿as, torrAa - :p:~,n ~.:.º.~ Ja.-,süp..~ii~}iu'9.!~:rá·» '(iiJid.,
p. 162 ), Lo que estaba tan «claro» para Gramsci no lo estaba para la
tas implícitas en la idea del pensamiento como actividad receptiva mayoría de los marxistas, que adoptaron la concepción opuestade que
y ordenadora, debemos plantear la cuestión "históricamente" (storicis- la explicación científica del universo se acumula históricamente al
ticamente), basando al mismo tiempo nuestra filosofía en la "volun- igual que el progreso de la «verdad» en el sentido cotidiano, y que
tad" (en última instancia, la actividad práctica o política) -pero una la ciencia, al contrario que las creencias religiosas o las opiniones
voluntad racional, no arbitraria, que se realiza en tanto se corresponde políticas, no forma así parte de la «superestructura»: según esta idea,
con las necesidades sociales objetivas: es decir, en la medida en que el propio marxismo, como teoría científica, puede ser defendido «ob-
es idéntica con la realización progresiva de la historia universal. Sí
228 Principales corrientes del marxismo 6. Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 229
jetivamente», es decir, independientemente del hecho de que también creaba la «superestructura» que necesitaba. Si cualquier forma de «su-
realice funciones políticas como arma de la clase trabajadora. peresttutlufa» "p&1íitser"coñsi<le¡:ad~ como mera apariencia, esto sólo
En virtud de este «historicismo absoluto» (en frase de Gramsci), significaba que había sobrevivido a su función histórica y ya no era
todos los conceptos por los que se organiza nuestro conocimiento capaz de organizar fuerzas sociales: esto era válido tanto para las doc-
del mundo se relacionan primordialmente no con las cosas, sino con trinas filosóficas o religiosas y las tendencias artísticas como para las
las relaciones entre los usuarios de estos conceptos. « ~l1.!l!1e.t:ia.-oo teorías cíentíticas.
ha de consi~arse .S:%L 1:iÍ [come tale], ) !n9- ,!.aJ...l_ c2-l!:? .~e .~:~~a
soC1a1el?istóricame~~.p.~.!~_J~eroducci.é.'! ;,_ª~~l~t~~r n:~90~ ,l~. ~~~~
ti'5tm a ha de consi erarse esenc1aIme..q!~ corno...~!1.!..s.~ teg.2!I~}i1.~r¡­
¿a,-üña-rera(TJñ liuliülrla» ''' (íbtit ,- hp~''1 6 0 ) . Lo mismo es válido para -_
.3 . Crítica
.. del
..
«economicismo
_ ._~ ". _.
~
», Prev.is.!~n.1'
-- ...-~
volu~tad
,

tCÍaea 'd e "~<'tiai:utá llez'a ' hilíii ana» ; como Gramsci repite una y otra vez , Gramsci utiliza los términos «~ta», «d~te!..!:nl'li"~t~~,L~~eca­
no existe o'áClá semej anté~a una naturaleza humana infTlli!:able, IDno nícistas casi sin -ª~.s~.~!},g9.q .,'y.. ,&i~Q.!L~9.lJ__!~Cfmc;.i.a. . Jt.j9:~~~ , .q~~ . . con-
sOIOi:-e:raCloñ é's'-'so~Íaíes histor"ícamente vada5Ies:J.5arece- así rechazar sw.erar-adí¿áIme~!!:: , ,ºPY~JH~.s" .a ll\_.4Q~.tr~B!! ,inSt".xista. No discute que
l¡na-ea' de sentido comÓn -d~ 'q~~~'''tod~s-lo-~ ' cámbios históricos se pro- exíSi:a-" un' "fuer"ie componente determinista en la historia del marxis-
ducen dentro de los límites fijados por circunstancias biológicas y mo, pero lo atribuye a las circunstancias históricas de la primera etapa
físicas relativamente permanentes, por las que el hombre halla un del movimiento obrero . En tanto la clase oprimida n~_p.9.s..~e .!a ini-
universo por gobernar . A este respecto, Gramsei vuelve a la ide~ cia tiva ,~~o q:::~~ esJ.~Ji¡:pitacla"p.ri,oQJ?,i["rii~.Ql~ ..~.E.P.~:¡~~9Q. _4~f~;I2~iva ,
de «historicismo puro» que está presente en Ma rx, pero que Iue casr ~esarronar idea com.Rel}~.!\t9Pjl ...4e~.mIC;,, ~H~ torzada. ,a.,ttlUnfar
:ca
completamente descartada por las interpretaciones evolucionistas al pronto-o-tar(rii.,~,j~~i.~,a~:Jás' . ~dey.es.,mÚ6.tícas»,. y,};!~ .queJa..historia
estilo de la de Engels. (Antes de Gramsci, sólo Brzozowski inten tó esta-«obIe"fívame9.t.~)(,.de..,$.u;,.1~~0 . Esta es una fe primitiva, cuasirreli-
concebir el marxismo de esta forma radicalmente antic ientista, si bien gios'li:'i'ieces'ari"i"én las primeras etapas y comparable a las teorías fata-
estas tendencias pueden hallarse también en Labriola, aunque de for- listas de la predestinación cristiana. Alcanzó su cumbre en el idealis-
ma menos radical.) Para 9ra~.sL!J..~U~.~¡~ t,Ln~4aJ_§.i!illJg.~?mb~te mo alemán en la proposición de que la libertad es la conciencia de
~9.l,)Da de )a «P.~~~~~>, !1Um~na; todo ~~iJ.ica~?__~~~_.9~JLill· ~~I,~ y la necesidad (G ramsci parece interpretar la fórmula de Hegel en sen-
está relacionado con ella. Las preguntas y respuestas cobran signr- tido estoico) ; de hecho, no es sino el grito de «Es la voluntad de
5éá"ciÓ'n-;;SIü"éfí Iá-m:~dida en que puedan ser integradas en el proceso Dios». A 10 largo de la hist oria las cre encias Iatalistas han funcionado
humano de autocreaci ón. En este sentido, l~..hi.~to r· ª hlJtuana ~.QP.sti­ como la'1.aj;2fc>i!!"9:(1rY.P..<?§:~;P~n ~~~.~~iJo:.mis'iuQ:igcegi(r en
tuye el único litnÜ~ .absoluto .del conocimiento . lOspfíiñeros días de! ,mgytmient-Q,~obrero , Sin embarg9_, .J.1I1~_'¿~;Z gue
~orrá ~inlsm-a razón Gramsci, más que cualquier otro marxista, eI"proT¿t"iiflilch 1j~.:4eJad6....de ... ~.atar~m!ld~pa .d(u! uu.~ a , ti tRrl$.t~Jlsjva
rechazó la idea de que tO,do d dominio de la_~s'ype.res,trucJ:ura» cons-
tirúye-üna"~¿-\:presi6n deJQ,LQ§R~gps ,_ ~méG9.eJ".~~ente reales »...de .la
{éobraé~~ª~~cj.~ .9~_t~"p.2.s.i99.n,,§R,~AA..l.Y..! :... ¡;.~~,~~~.•tQ.t.lli\tJ4-~llicia­
tI~~}a' ,?? 1'!~~. §.r.!!J..S¡;:'eJ:~,~".p.t:O,v.tdencra.".his.t.ár.i ca....que :J.gll SJJ
vediCso'éia-l, 'es' decir, rel.acjones .4~.,_'p'1"O~~lC~ión y distri1:lU~i:?~. La n;tls- destInO: toCIa Idea de este J)Q9.. ~. .rotQ1.1...~.lll1 __obstáculo.....a... ~\'lR~.rar
ma distinción entre «base » y «superestructuras le parecro inesencial . IOñ"UÍs'""rnpidariiérife-poslb e.
Rep]ti6~-Js' d e una vez, s-06i-e' 'todo en su controversia con Crece, rá
'-L~~ 'filosofía' 'de' 'praxís n~ P~~~L.!?2E,~~_J2 ~~.i~ nalur.a~ co~­
que era absurdo criticar a los marxi stas afirmando que la «superes- fiar en-litiíotliaclOfi"'oe'«leJes nrstorrcas» como agentes de cambIO
tructura » era un mundo de mera s apariencias o un lado «menos real» scjCriit, 'có ñi o de idaaes"ocúltas'--que'útí!rZa:ñ" a los seres humanos para
de la vida. que las relaciones de producción . En los diversos aspectos alcanzar sus fines . Ciertamente, la clase trabajadora, cuando alcan za
de la «superestructura» l~s clases sociales llegaban a cobr ar concien- el nivel de conciencia en que es capaz de tomar la iniciativa, halla
cl~~ <I.~ . ~J.l posición. y . o.port\Jnidade~,.y eran capaC~!i de .camblat.J as unas circunstancias históricas que no pueden ser alteradas arbitraria-
condiciones sociales de las qu~_ a.sjJkgª-l;>~n a ~~r~..c.9.\).s,q~ntes . ,gg~ mente ; el rechazo del determinismo no ~,ill?.Lfj.S\ a~lq]J5; e:!LS.Yal9.Eier
coil:i!~~fuí.a" @~j~~o.~e'~~ " cq:ñ~i.nuo, . y n9. h¡l~í?tLp.Qr t~ptg,-/l!~':i.,::g. _~ra situacióú1; 'tüerza··(rt'volüñtadJigmªW::"Ry,ed"..-al~,a~adq_.gJ1~.J.~see
b':iblar d~.la «.púm ~(;~a >~ d~ la, base o. ,d~ ..d iscutir que venia .«pnmero», Y~h3. ~ft"rS92~ªª~, ]i)íú1ité~argu?o. J?er.o l;Lc.u.e.wó~_A~ cu4L9.~ ~os
~.._~_enos de. postul ar un determinismo ,unilateral por el que .1_~__<Ü~~.se» ÍTanos desarrollospo~lpl~~ .. t~dr~ ~ lqgªf"J,J.o ,est a. .P-tc.JJ)~g~d-ª, .,pm n.~n·
........ _ . .. . ..
l".~_
230 Principales corrientes del marxismo
6. Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 231
guna lty_hj.~i91 , J2[~~'Lh isto ti ~ J?o es..,n ~~~_~iD.g,.,Ja ..pr-axis..hLJ~an a.
y por tan to incluye a vo un tad. {( Pueae a ecirse - escribe G r am sci- t?P ,cualidad._D e hech<?L..~'p!.e~.!..~?~~~!!.. ~~l} en _.qu e estamos
qu e_~.fact~r ;-~<;QllJi!?J.kf,..(e.l1ten di? o en el -Seiitfdo. inmediato y judaico a~tIvos, aJ?Q!!..1l1J9g ~§T.ql)._ !=,s.h!et?~o SOl1sciente, y po r tanto "c¿iiifiibu -
r.,eñ~~~~ t~!i~!!!l$'~!~f!lLE-~Su,! ~~,~? ,~p!.~,'irs:f?":·La
oo

der eco nomrcismo hist órico) es solo una de las di versas formas en las prevIsi6ñ ño"es así
que se manifies.!~. el ,p ro ceso lliS1illlco "'i)iíSlco' '(tactor'es'~de' 'fázá'·"'relí· ~to ik conos!m!~J]:!.?". ~!~l:..t:l_~.s~),,_~!!:'.2.J~_~.:J:':p'reslOñaDStrl1cta ele
gj~ri~ 'etc.); ·I:.t;i:~ .~~ •.~~,~~:,:P,f9"~~~~"}íIt ~i·~~~ ' ~:f~~8-_~L9g~ I?~~l}~e e,x-
.. un esfUerzo, a tOrma practica en que se cr ea unavolühlá(1"'coléctíva.
Eñ feálída·a:'lc6mct ~'ódrra· ser'· Tá'''prevTSlóí1 tiñ -a¿to ~e~éoñoCímlento ?
plicar J~.iilOs.o!la ,d.e la pra.xls,..y.,ésta ¡:Ii. l? r,~qn ,_pqJ; .' l~ ..qqe es una
n~!~~,~.l}na ".antrqp,o]Pg.fa,'~_.y".nQ~J.ln, mero , ca(lo.n,_ de-inv.~s.'i1gas:i6n SóloJ~~.~~_~?L~"§i.r .9~~,~.~:~-.[a:ff?~~~:~~, :ñoo~?-q:~e~'~~rií7"p?es
I?,
eS1ü no existe , y es por C1eruuCl6n lncognosclb le, Por eIro la prevrs10n
,~ ~~~o~l q~,~> (Passato e presente, O pere, vol. 7, pp. ' 183-4). Grarnsci
no exp lica qu é entiende por «proceso hi stórico básico» del cual los sót<q )'ú-eCle"s ei: un a'Cfo-prá¿fiC6>;;-{I1' m;l fél·idlú1,¡o'''s[oilco··P:'I J5).
cambios econ ómicos, al igua l que los culturale s, no son 'más que una 'i\:SC·eñ" opi'ñióñ"de'G ramsci, no conocernos los prqc~sgs ,sQ(;Íales
..
manifesraci ón ~arti~L1lar. Sin. err;bargo, p arece sI~~,>ogg~ s:sms.ici~.!!.Jas «o~~váAd.9los.» desde fue ra ; de h'écno, ii(;'''e·~I~'f~' 'tál oG~e~vacióii . El
t;~.r.!~~,A~ .Ia... htstQ~a ~yoluC:lonls~~s 'y. d~!e~:n~lst~L e jg1,1al!pen.!.e el ~~O~L1l}j~D.to._e.s JJQ-r,~<.~~P..~C;t9»,, ·o .«exp rd i'l óíi» - del aCs,arron~" ~O'CíaI,
~rmclp~o ..de la ~<prf1n~.f,!a» .9 !!sal deJas.,t.el~P9.,?~S_a: p~g9.!:!cciéa. ~on en r~~'!2a ~;.di?~,. 9 ):!f ...!Q§.. , c~rri~íos'· ' eé·onómicos''- (Gi';¡msCi niega
respecto a los .f~mW~Q9§ S!Jl~JJJ!!-l~.l? ,..mmQ~lJn¡l, .~.Q!K(:p..dón. ,comp(ej:a- expresam ente que el de sarrollo econ ómico: pu éd é ser «redu cido » a In
mente er rónea del marxism o. . mejora de las fuerzas productivas : en sus Notas sobre Maquiavelo
" Como e! p róceso "n-rstó rico es indivisible y se «ex presa» simple-
o' .
(Opere, vo l. 5) se enfrenta a Achille Lada, COI1)O portavoz de este
mente en diversos aspectos de la vida social, es imposible mantener «econom icismo» pseudomarxista.) De igual {arma rechaza la distin-
la concepción «tecnológica» de l~ relación entre la teoría y práctica ción tradicional en tre ser y deber ser, tal y como se halla en Kant y los
corriente en tre los rnarxistas, es]dec ir, la idea de qu e la tarea de los n eokantianos , pero también entre los marxistas, de tendencia «posi-
t~áricos con~i ste en p roporcionar a los polí ticos prácticos pl anes ef ec- tivist a». E( deber es la form a en que los hombres expresan sus de-
trvos de acció n basados en un an álisis «cien tffico s y «o bjetiv o» de seo~ , esperanz as y anhelos : es , por tanto , una parte de la realidad
(os p rocesos sociales. Gramsc i protesta contrala idea de que la teo ría social, t an bu ena como cua lqu ier otra. E s tan real como aque llo que
es : d e hecho, es acción incompleta, al igu al que el conocimiento es
~ºgpJnl~I)Jl!L2.Y:~ir~~r. c~p'_~sp~:t:.~,~LP.m~lta . .Lo~-Ei:O:-c.~~?L~O­
g ales _!DlPQr t ~D.!~s.. .t.H~neI! )uga!:. . gracla s af desarro llo de la conciencia u na forma de acción p ráctica . En realidad , desde el p unto de vista
decIase , y es to es imposible sin "clrg"anÍz áCion e intélectuaTeS':"La de una filosofí a en la que la «p raxis» es la categoría más general, no
se plantea la d istinción en tre Es y Debe, como tampoco se pl antea
~~~~~~~~J~¡~~~~~~~I~~~~~E~~&~~~~t.~~ft~é~!~~l:J~§~~ en el pragmatismo .
Sin embargo, de aquí no se sigue -y éste es un punto impor-
p~~es~l)' es ~S!r:!f~l,íl~, de ~1.lil.¡g¡,~le~. «pt:i%~cjil»' Lo s in te[ee.tuales
t ante-de1a"iirgümeliTáclon-ae··Gramsci- qu e las ideas de las personas
S9!@..!~~~.s,2~ ..Q.i!.tgg~UI~_!:!.n~,:~<jl!a~J,~~> ~~Cl,J"
y los p.<2lj!i~()~ ct?mo
sean simplemente un reflejo perfecto y d"istanñ~-~ e su po sfdón 's'ocia!'
~~.~U~2!}C;<;>s . E n consecuencia, Grarn sci afirma que Lenm prestó
un servicio a la filosoffa mejorando la te orí a y p ráctica de la política. SI tq'
y actl~Fa " iir.~,c tJca . es fu~ra" así; 'no ·'podfí¡j 'hij,pl'iit' Üho' d e fa rsa
Esto está de acuerdo con la ide a de Gramsci de la «unidad de la teo- cooclencia¡ misti~cac.i6n ideológica o gradual ·de s·art-01l6 · de la' con-
ría y la práctica» , pero al mism o tie mpo p arece neg ar a Lenin el c1eñC'íá!!e .cJiise, p,ues la conciencia sería siempre 'absolu tamente transo
tit ulo de filóso fo en el estricto sentido del término ; de hecho , Gramsci pu ertú:; .pero 'sabemos 'que las ·cosás son ' déorro 'modo . Gramsci se-
no hace me nción de las ideas filos óficas de Lenin . rr:a~~ ,~?-? ~r~~:le~ci~ que ' ~~is ~e,: IfPª, corítr~.9~~9ón,,~n tre lo qu e l~s
P or la mism a r azón, en opinión de G ramsci, no ha y m ot ivo para pC;SOJ~ ~6r,~~p y lo q ue Im'p1i,C;LtaIlle.nte",l;~c.o~oce_n, como se r efleja
se parar los pronósticos históricos de los actos por (os que se cum- en ~~ .~~~~t:?ta ; y esta c?n.Vadicc~ón f.S11?~s,,~je~ ]3: n~rn~a que la-
plen, El acto de prever coincide con el acto de realizar lo previsto . ~~PEJ~p. Lás personas ti en en, por asr de CIrlo, dos actitudes o con-
Juntos de estanda rds confl ictivos, los que pr oclaman y los que expre-
«E n re al i~~•. P.~?E,~?..:' ..p'~edeci r "cientf§~,~ment~:~.:l.ólQ, l;¡ .l1J-cha. _p ero
no sus fases concretas, que'" tien'é"!l'" q ue ser el resultado de fuerzas san en sus actos. ¿ C.1Jª-l..Q~. , ellas C(m~tituye la «verdadera» actitud
del)ndividuo? G~fi.lsd se rñcHii:a" 'daran;éñ'fé'oca~·perisar· ªú~ 'ro que
coi~gt!y.as-·~,~~ ~o,~~tªót¿ moVi!l1ieA~o :: ..~.s~as ' ~o :pu~deÍ1 ~édúdrse nun-
,ca a c~.nud!1d,es .Bl.a&, ..porque Iacantidad se ..transforma en ellas siempre im1?Q!!~, ,~ ~l<:Lg~Ja.' g~ñ((.hice~ 'aun cüáñelo' SlÍS paIabra-s traicIonen
su~~.tos.:....po¡:··etl anto,,concie,rñ'C ' ñ la «4-PJd!3c;G!~.J.~, ·teofí~ y la p rác-
6. Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 23.3
232 Principales corrientes del marxismo
Como hemos visto, en opinión de Gramsci ~L '!1.l\"r_~~~p'!? ."_~<?,.,era
rica", la conciencia real se expresa en la conducta socia] deliberada,
niieOtrás' qu e' tUírJesqÚ'fenr ''exp-restdn~s'''-en- -eontr ario- 'SOn~'''!ti~f3fi1e.tYte una descriES!.~« cient:!fi~~_~~._I~_:~~'y'd.~~_~~c~~1._~e ,!~~ ~~~-. p'~~an. .
dedocrrSé- 'normas prácticas para la aCClon PoTl.!!!:a, efectiva, Sl.n.9.~,u.na
verbales y «sup erficiales» . Gramsci no discute casos particulares , pero
vemos clara mente donde qu iere ir: un ejemplo notable es la sit uación
en [a que las clases dependientes reconocen verbalmente los princi-
~~~~~~~;'~;~~~f&~~t~~~~il~~~:~~c!W~~~~~~~¿f~~~i~~~"n~~~~~
séIÜÍCfü- -diV'rariTa 'en"'á"s'p ec1:os «filosóficos» , «sociol ógicos» y «políti-
pios inculcados por la Iglesia y la educación tendentes a mantener cos» . La filosofía, afirm ó rep etidas veces, podía ser sinónirna o con
la dominación de cIase -en particular, el principio de la san tidad la historia o con el proceso social, o bien podía ser la conciencia teó-
de la propi edad-, pero . al mismo tiempo se comportan en la prác- rica de este proceso y, por tanto, parte inseparable d e él. La socio-
tica como si no toma ran en serio estos principios , po r ejemplo, cuan- logía como tal era un intento conden ado de an temano por apl icar
do las fábric as son ocupa das por los trabajadores. formas características de pensamiento científico a los fenó menos so-
Sin embar go , Gramsci no desarrolló o par ticul arizó estas obser- ciales, en la esperanza de que éstos llega ran a someterse a leyes y
vaciones, por lo que no está claro su exacta intención. Qu e las perso- ser tan predictibles como las revoluciones de los planetas. P ero esta
nas d icen una cosa y hacen ot ra es una verdad bastant e común , in- idea no era más que una reliquia del mecanicismo. N~. e..~!§!ÍlL\Lna
cluso en [a forma que acepta que no actúan por hipocresía o mala «so !Qlo.g.~ª- ._~3!~j.sJ..?~~ ..!!Lt~.mpoco ..existía n "~~J,ey~.s,. SC?c!9~icasl},,,-Lo
fe, sino qu e son realmente incapaces de comprender sus pro pios mo- que 1as__.p~r§.9!)..!lS p~Q~.ab~p .ª~erca:dl:-;IoS:JeIlÓ.m.~l)p~.. §pSht~L~~~_~, su
tivos , las razones de sus acto s y la medida en que están en conflicto vez un (~n.9m.GnQ . ~9.d!1I, ..~~~...~1Jr~s1.~~~ , d~ ...su . m~q~ tIy.ª. .9....pa:n.Y!9~d
con los pri ncipios reconocidos. Este tipo de incongruencia no es en
modo alguno una prerrogativa de los oprimidos, sino que es igual-
~aCír~mm\do ..~E.o..PJlr.tj9:ll~rl ~ 1~ :~6'~~~~~~'~rd~. J a p.!.~~;~~~ _~_"':~'1a_cdto
cÍe autpcooQcimiel\tO._deLproletariado, .en _e_ _g!:l~ JlgJm.J~._ ~!..-P.l!~~.L e
mente caracter ística de las clases privilegiadas, como mos traron los iñídá'dQt. ¡:I,~ , g~ ~¡;)d~s ..p.m!=~sq~ ,históricos: no era, PO~_ .~~9.~ºd·;!l.l!..~er~
morali stas del siglo XVII . Tampoco se sigue de esta divergenci a qu e cfes~!jQciQi1 , d~ ).a. r:~!!Eda~, sin?~ ~~'n.':acto p.ráE.~ i~q~}f.l},_e.s.te..l:esP.~O.._Sl
los principios qu e gobiernan la conducta real sean «más reales» que Eííen no en. .todos los demás, la. ~t~s~_ 9.e,J';;;íl1l,l.~"~u!s,:L~ws.can.l,Ci~Jno»
los d eclarados pe ro no p racticados; en realidad , no está claro qué éCl'lilCi"oe cón 'Ei 'dé Luk3c"s.·' -
significa esta afirmación. Lo más qu e podemos in ferir del hecho de -"~'"<:;:ramsci se pro-pus~ por todos los medios posibles minimizar o
que la incongruen cia sea tan predo minante es que las normas morales salvar la distinción entre p ens arnien ro y conduct a. Como la conducta
son princip almen te un medio de obligar a las personas a comportarse específicamente humana era siempre más o menos conscien te y como,
de forma contraria a sus inclinaciones naturales -un est ado de cosas por otra parte, las formas más refinada s de pensamiento 610só11co,
qu e se aplica a todos los campos de la conducta moral y no sólo a los teór ico y científico no eran nada, sino form as a través de las cuales
relacio nado s con la lucha de clases. La influencia de los estandards los seres humanos llegaban a ser socialm ente conscientes de su propia
verbalmente reconocidos sobre la conducta real varía según un es- práctica, se seguía que todo en. la conducta humana era .en .? e: to
pectro continu o, y es, por tanto, de <;I~p'q,~ ¡¡',,~t;íli(t~5L.,hl\!;>hLcll7. dos sentido «filosófico »; todo el mundo tenía una filosofía propia, Sl hien
típ?s._de u:eltansch,.aaung~ la implícü::.x..t~ .~~pj1~!ta . ..Sil? e!p'~a ~go , pod fa no expresarla adecuadamente.
menos que naa a-'aeb~mOS sUl~onet qu·e, ,~n . ~~s º,. ?e d;,¿~!g~1?<;l.a , es Estas ideas de Gramsci fueron puestas en cuesti ón más de una
la' viSfóir «lmplíCl1a» e.'C presaa a en l¡¡--ácdon la que merece la apro- vez, por marxistas y no marxistas . Por una parte, acentuó él sin-
15"áCíon, ) iio "la otta. ·ta ·-sa·ntiClaa· ~éf¿·· r:r 'prop ieoad 'es violada en la gular papel de los intelectuales en la formación de la conciencia de
practica no soIoporí~s oprimidos, sino también por los privilegiados; clase y la organización de la lucha de clases; por ot ro, se expresó a
no sólo en actos relativos a la lucha de clases, sino también en casos menudo como si la dife rencia entre la conciencia implícita y teórica
individuales de robo y ex tor sión . Sin duda, la idea real de Gramscí careciese de importancia -todo el mundo era filósofo , porque actuaba
fue simp lemente que las clases sociales persiguen a menudo sus inte- conscien ternente; la filosoffá~~ .~'E2!l~~:q:g'e:-J.1p. nOll1l:5r~~~~I. p-~o­
reses de for mas contrarias a las normas aceptadas de la cultura a que ceso 'h"lstoficO' '"' la" Süm¡j"' ·d~'O>fci d.a s las acciones h umanas . E ra ráCil m-
pertenecen; pero par a est ablecer este hecho indudable no había ne- fetit'~de ' esto ~i.le"no-ri·abía "una- 'aifeú:nCia real"é'fit"fe el ~echo 4é51I:l:' . " ,::!I
cesidad de in vocar un a teoría de «dos We!tanschaaungen». una persona realizase simplemente un acto o que pudiese .9a~,~ulJ.l!
explicación coherente de por qué 10 hacía: en otra s palabras] ,un rtra-
... «Cosmovisíón». (N. del T .)
234 Principales corrientes del marxismo
6. Antonio Gremsci: El revisionismo comunista 235
bajador que adoptaba cierta aceren para defender sus intereses era tivo' significaría «subjetivo universal», El hombre posee un .conocimíent~ obj~ci­
tan «teórico» como Marx, que intentó desarrollar a partir de estos vo en tanto que el conocimiento es real para toda la especie humana histórica-
actos una teoría universal de la historia, ~~ta ,~lllI.l:.Ía..a..uncorn- mente unificada en un sistema cultural (... ). El concepto de 'objetividad' en el
pleto nihmlUPO.. teórieo., que,..GtatlJssL. A~~~" , ~~s~~to,ri~ó, con lo materialismo metaíísico pretende significar aparentemente una objetividad que
ۃi?~~,~~ ,~~.W,~Q~ro~W!-~ e~__e.2 te..,euntq, .~q .lQ_~~.r~$ JU~..Pt~~~!l"tar existe fuera de nosotros y dentro de nosotros a La vez; pero cuando decimos
la: ' teo ría como un mero <s:lsp.e<:tq» . ae_.lW-ºJ).9.º.s!a",~~n ..u?..s!at~!.,~8­ que una cierta realidad existiría incluso si el homb re no existiera, o estamos
peetaL' "Pero""'es'üñii§siDle·~ªLg!:lrn.e.nt¡!f, A~_sde lU::Q.n.9JlltÚas tuIa._cc;'ln- utilizando una metáfora o cayendo en un tipo de mística. Podemos conocer
CíeñClíl teó'riCa: el hec11o-.9_~N g\.J~Jª ".~9}-:9Q<j:.a sle un ~racol .2~e.sl.~<:~ ~ la realidad sólo en relación II la humanidad, y como el hombre es desarrollo
hist6rico [divenire, «devenir»], lo mismo sucede con el conocimiento, La rea-
leyes"l5i6lógicasoosigóffica I;I~_~l caracQl .~ea",_consc~~J1:~e_ ~<: ,~ll!\s . , ~n lidad, la objetividad, etc. (Opere, vol. 2, pp. 142-)).
reitlídaCl,·'l a "é'ClKduct'ií"'hiimana ~s_:~l.S!P..t?~~ más o m~~<?~ ~oq~~eD;!~,
pero'eñ riíi6 h~ 'c1~-qü.(tTós ·sere (,~ti n.?3t;:os n9.~S. mll,g;,~~ ..y~~es cons- No hay necesidad de demostrar que estas ideas so~ pre~isamente
c;fentes-L1e-sU'S'\fefa.aa'éfosmótlvos o de ' fas causas d e sus acciones.rno contrarias a la metafísica materialista de Engels y Lenin , Sin ernbar-
sórresencielmente- difeféí1'te ele los"'caheoles '¿o" este, asp'ecto :' La'no- go, Gratnsci apela ocasionalmente a Engels y específicamente a su afir-
~f6n-' de" :« cb~dehcia··-féOticamé~te"~ r@gYqt~~.: ~i},~i~ra.- ,2F así au to- mación de que la materialidad del universo se prueb~ por el desarr~llo
coiitra<l.icfóiia~ -" ~-----» -- . '.
histórico de la ciencia y la filosofía. Según Gl'amSCI, esta afirmación
incorpora en cierta forma la historia de la ciencia en el J?¡~mo con-
cepto de materialidad, es decir, el desarrollo del conoc1mlento, no
4. Crítica del materialismo
prueba tanto la «materialidad del unive,r~o» cuanto ,la cl"e~, Esta lde~
se aprecia aún más claramente en su cr ítica de Lukács, quteu rechazo
\ El historícismo total y la idea de que la praxis colectiva es la
la idea de Engels de la «dialéctica de la naturalez~». sob~~ la base
1 única realidad absoluta, determinante de si una cuestión o respuesta
de que la dialéctica, siendo como es un proceso de unificación de su:
filosófica es o no significativa, es una negación del materialismo, pues
jeto y objeto, sólo se puede aplicar a la historia humana , Gramsci
es una negación de cualquier tipo de metafísica.
\ Desde este punto de vista, Gramsci fue coherente, y su objetivo pnrece defender a Engels, afirmando. que ~ki.s~,,~pJ;'~1?Qpº1)~,);!!1 dua-
lismo entre naturaleza y hombre; sr la 11stona de)~ naturaleza es
fue restaurar la original intuición marxista oscurecida por las inge-
iriCluii:1"a."'en ' la·-histoÚá -<:1e lfC'hurIúiJiidrii:l;';no 'liá)1 r azón por I.n¡ue la
nuidades de Engels y Lenin, Su punto de partida antimetafísico se
aiiiI&i:lC'a-oe'e'
J ele 'a' ílicarse también- a 'lá'-ña1üta-lez~t<E~ie ~.tazonamiento
aprecia más claramente en su extensa crítica de la Teoría del Mate-
rialismo Histórico, de Bujarin, publicada por vez primera en 1921
ncí'-sOl.'o· 'i1ü iéllabllIta. énñatei{íHsmo 'de'~EÍ1g~!s 'a~el1túa
,:.5mb 'que el
<<SüEje'flvtsino "llisi6 tico» 'd e Lükljcs" ,~pues si,Jqsume )~. h}st~#a. nat~tal
y traducida después al francés; pero con. posterioridad repitió muchas V

€ii"')li rustoi:1ri ' htifIlalíá "y -lio' al 'revés: En esta interpretación el mar-
veces las mismas ideas. Si, en realidad, todo 'aquello que tiene interés
xtsfí16 se cónví'eúe-en 'ún'.solipsismo ' có)~cdvo, una cos!rióvisióp."'totaI-
para nosotros se nos mañrtíem' -s'~Jct :-en':'.t6i1e~ió~: ;con' nuest:~'{l -a otivi-
iiRi'i'tl!"te1l1tiva 'ldiqj,i ~ctkáj; béial humana, .'
dad 'pt'á~tica,' no t;íene: ip~~ré§, ~~IiPn:Q"pr.eiPMarse )~!.~tlfpi\i$;:~ ,«en --ffiCopiní6¿ de Grarnsci, el, materialismo, lejos, ?~ ser .c?ntrarlO
sI;)~ 'Según G r \ll!m:.1 , ~L marxismo r- nos ense ña. que no .existe una _~(r~a.
a la religión, es el resultado directo de la, superstrcion religiosa: ,es
;lidaaSn'til:isisteri~e .~,y.g..Qr sí.misrna [pe/" se se
stante, in e per se],
como el primitivo sentido común, la «obviedad» aparente que solo
sin o "sólo erí~téIa2.iÓ.nJli~tº!i¡-;I1 , (:;00 19S ,s ~r~~. humanos que la 1?~.w:G.~~
(Op¡':e; '~o( 2, 'p. 23), Posteriormente leemos:
oculta una falta de pensamiento critico,
El público en general ni siquiera cree que pueda , haber, un problema seme-
¿Se supone que puede haber una objetividad fuera de La historia y fuero de jante al de si existe objetivamente el mundo exte nor: s?lo ~Y, que plantear
la humanidad? Pero ¿quién habría de juzgar esta objetividad? ¿Quién podría la cuestión en estos términos para suscitar un ataque de irreprimible y gargan-
adoptar el punto de vista del «universo en sí» y qué significarla este punto tuescn risa *, El público «cree» que el mundo exterior es objetivamente real,
t-. de vista? Puede suceder muy bien que tengamos que véruoslas aquí con un
* Kant considero que la falta de una prueba contundente de «la existencia
~.j residuo de la idea de Dios , y en especial con la noción mística. de un Dios
desconocido (... j, 'Objetivo' significa siempre «humanamente objetivo», 10 que de las cosas fuera de nosotros» es el «escándalo de La filosofía» y el terreno
puede corresponder exactamente 11 «histéricamenre subjetivo», es decir, 'ob]e- abonado para el escepticismo. Por el contrario, Heidegger, que comenta esta
tesis de Kant, considera el «escándalo de la filosoñai el hecho de que «se
236 P rincipales corrientes del marxismo 6. Antonio Gramsc l: E l revisionismo comunist a 237
pero SUl:ge. entonces .la ~es~ió~ : ~cu áI , es el origen de esta «creencia» y cuál s6fica del marxismo .) En este aspecto sus idea s son completamente
es . ~ valo~ del té.L~mo objetivamente' > De hecho es una creencia de origen
religioso, incluso S.1 .1a persona en cuestión carece de sentimientos religiosos.
incompatibles con la ortodoxia leninista .
Co;no toda s las religiones han enseñado siempre que el mun do, la na tur aleza, el
universo, fuero.o creado s por D ios an tes de crear al hombre, de forma tal que
el hombre advlfio . a un m und o ya .hecho, catalogad o y definid o de un a vez por 5. Los intelectuales y la lucha de clases. El concepto
to das, es to creencia se ha convertido en una op inión consolid ada de «sent ido de hegemonía
común~ ? perdura tan en érgicamente como siem pre, aun cuando los sen timien-
tos religiosos se ha~an apagado o ext ingu ido. V, en consecuencia, apela r a la E n la búsqueda de formas en las que la nueva clase , en su esfuer- I
experiencra del se:ntld~ comú n pa ra rid iculizar al subjetivismo es un a especie
de recur so «rea.cclOnarlo¡¡" una vuelta implícita al sen timien to religioso; como
zo por dominar.1a vida ~~~ial , pudiera o .debiera ~econocet su propia
cultura, G ram sci se remiuo con f recuencia a la historia de la I glesi1j d!
i? ¿ ../.~
.
vemos, . los eS~rltores y oradores cat ólicos recurren a los mismos medios para
producir el rmsrno efec to de corro sivo ridículo (Op ere, vol. 2, p . 138). R<;>~an~ . Pa rece hab ers e .im~resi~nado por. la fuerza ideológica del r'
crrsnarusrno , y puso especial énfasis en el CUidado qu e la Iglesia tom '
Las alusio nes d e Gramscí están claras. Se educó en un tiempo en en todas las épocas por evitar el desarrollo de una sepa ración excesiva¡'
que la filosofía católica estaba dominada por la batalla contra el mo- entre la religión de los cultos y la del pueblo llano, y en preservar
dern ismo y sus do ctrinas «idealistas», cuando la forma más fácil para la unión de las enseña nzas imp ar tid as a los fieles de todos los niveles.
derrotar a un adversario en beneficio de un auditorio no especiali- Gramsci mantuvo de hecho gu e el. vínculo era pu ramente «mecánico»
zado era afirmar que los idealistas pensaban que «esta mesa» no exis- pétO'teco'ñOéio -que T; -r glesia' h~'¡;ía ' teUido" 'un eiíótiñé-éXito"'t:n~ Sb'
tía o er a una mera apariencia, mientras que cualquier niño podía ver lucha por dom ina r la conciencia de los hombres . Si la clase trabajadora
que estaban equivocados. La pol émica de Lenin contra el «idealismo» había de ~~sfac~_ÉL~llci~g.~....!a situ~ci?n9u~_.p.~.tPlltra _g ear
estuvo al mismo nivel , y no es sorp rendente que las analogías se ~vJL0.!ftma . ~.-u n . nUeMo..S1s.tema..:a~:po(ferr:-aebía·.~rear t1l-me ién
presentasen a sí mismas . ~~s. de tr.~~l1i9 ÜItelectual Y......u!l.a.•.nu~.va iJUs:m .lación entre
~ramsd er a bien consciente de la crudeza de formas en que el ~ @M¡t~c~. y. la. pro ducc,ló !l"eq m ómisa p.er · una parte, y '2Lº-1ii: la
marxismo se enseñaba y predicaba comúnmente. En cierta medida 10 %M ~ dacr..de . aqu.<;Y~~ in.~~es~uaks qu~,;.se, .póili h:Q;a.erJa.dó d~t pro-
c~msi deraba inevit able o en, cualquier caso , comprensible: el mar- ietan a o.
xis mo era, despué~ de todo, una ccsmovisi ón del proletariado , que - .:g P!p~~~~r!~?? . ~t;~~~t.~~.~. jQteJ.$5~u~.~~~ ~~9!.g~l!i.cos» (uno de los
era un grupo socialmente dependiente, y en sus forma s cotidianas adjetivos favontos y mas frecuentes de Gramsci), es decir, intelectua-
n o pod ía ir mas allá del nivel de la superstición popular y el sentido les que no se limitaran a .describir la vida social desd e fUera de aéuer.
comú n normal. P ero en esta forma no podía desafiar efectivamente áo-~pn·.Q'Q.r.mas. éientifi~aS":.:s·mo ,:.qu~-~_~¡J1~~~j1" ~nepg~íiir:delª..9t~tura
a las id eolog ías d e las clases educadas: sólo podí a obtener victorias E~ª__«,~pr~sar>~ Ja~ .~ xP~~Jt.º,~4~ y. .s~ntimlento~*r~!l)e~ q~~. las .~·a sas
.s-,

bar atas e ilusoria s contra sus adversario s más primitivos. Si los mar- ~_~d..í~n expr~~~,r pQ.t",,~f ..QJ).~mas: l?ªra Cll!!IR-Ie,o.deL eSías.. .expe.dt:/l-
xistas qu edan mant ener el liderazgo en el campo intelectual debían c;:.~ J • a.:~.~,l} s~ntlf.Ja.s- mismas..pasiones.sqne.Jasvmasas, , G¡!l..Q1.s.9~...u ti­
desafiar a adversarios de importancia y realizar un sincero intento l!.~_ .d .,tétmino ""« inte~ectuales »_ en un .sentido .am p'liQ, pr~cticamente
por comprender sus ide as. eq~l~~I~l)te a intellig~1!UÜLO !lt~pnjJl.!lto.,.de. todas..).a,~*,pc:;.r~Qll,~r~.t¡ls .
Gramsci fue uno de los pocos marxistas que intentó restaurar Por un a parte, cada una de las «p rincipales» clases sociales desarro-
el «inmanen tismo» histórico O el «subjetivismo colectivo» como el llaEasu -propio "ésf l'ato- 'iñ teléc1ü a:l ; por Ofra ~ltra6aJo·'iñtér~~tu al
verd~dero. contenido filosófico del marxismo, en un momento en que üíffií"iiíasperséihas 'éli ''ti'fi '·5010' eS'trai:¿niüe-pfeS'etV"gha" ~Il' t>ñfmü ícI'ad
de"!á""clJftllt"lI"-a través +-d e"'lo-s ' tiempó"s y' ésfaDa üiiido' ~'''ór''una c "íet'ta
la evidencia corroboradora era escasa. (Los primeros escritos de Marx,
sobre todo lo~ Manuscritos de París, de 1'844, fueron publicados es- sulidari:(hrd·;-El-k'e thó·d"é .que losliifefe etü ales J.P~~ ,- ·la for-
t ando Grarnsci preso, y no pudo haberlos leido; las Tesis sobre Feuer- )
ma' cJe'Ufi"méHer "sepliráClo:" en' oposldon "; '-¿er l¿s'- P.QÚJ!voc_~~.k un
derértnÍn:1dO"-'Pu nto'-d'e-vis"fa"d~-C1 ase ,..1es...lnaInahn.,h acia_filOiQ.G7is
bach era n el principal material disponible para la interpretación filo- ,! ic1eñ:11~:9.~.~~~~~ ~~~r~I~!31L-ª.u J;p.l1Qlpía..d~ Jf!-ª-~tivj ~ ~n tdect~_~l,
espe ren y se intenten sin cesar semejantes pruebas» (Sein IIful Zeit p 205) La vlctorla ae la Clase tra§ID.adOJ:a_~~ 1m oSlble_Eu un"Lvtct<!!ia cm·
( N. del T.) , . ,
rurar, y para ello tenía que_ .desarrollar
. _ .... . ._un estrato
---=- 0_ .., . ._. intelectual 'que
- - -- -- '- - ~ '~ "" "' ~ .""'''''''
. ",",.''''''
6, Antonio Gramsci: El revisionismo comueíst a 2.39
238 Principales corrientes del marxismo
tura de la burgues~~)' '!.sl~J.gl~sj.:u...~Q. ~.~t~9.1~~ .~~s ~.r?pi~~~~lores
12~die_~~ ..:xp~~~~.l.a..s ,e'::y"~r!enc!as, r~le.~ ,.d.~"la~..,~ ~~~.~~<;?n c~,~vic~~ón énltrrrales' dé fOl:roa. ~3J q~~ <~r.?j~~ary ..:¡') 9J..opp.!Dl.d,?~ .y' ~~s~ ~s~rato,s
y en un letlgu aJe cul fo , Es to valla pa ra la filosoFra tanto como para Íntel-e-ctu a]és"h acía sí mismos .. La ..h~g~mo~a cultural era una condi-
100 "liferatü rá";'"1á"( c1iales no podía n expresar se rea lment e por su propia clóri 'fun-d ámehü 1 ' y.pr~y}~' pa¡:~ 'la,.~Qri~e~.úi;iW,~d4j)'Q9.~rp.o ~mt"6f, ~
«lógica» h istórica, sino qu e «exp resaban» las relaciones sociales dis- c~a-º-:iJiqQ~:U,ºgLJ?QprÍll_aJt;~Z~r!a ~Lm¡¿~rtie.9,~...p-Q.mer,! su <,;9 s,
tintivas d e una determinada época , De ahí no se seguía que, por m.c:>vls!? n . y. .o~i st~;!l1ª..,,~ ~...Y!1Jg.J:~s_.~ ..~~...9~_!l!..1L.~>~_~ ..9!:!~ . pu~~~~ ~,r
ejemp lo, la lítemt ura p udiera reducir se a P.rop~ID!.ii]:Iª ~p'·oJíti.~a: -Por sus- alia®~. pQIü~!;:Q~ ; .de .~.sta ~org¡ a. se coE.~ ~l'.~~~ª-,,~n eIlf9.~h..mte.Jec­
er c6iífraiio~ ~¡l:i : .cil:ira" ·de' arte··erá·1.úi.~ :~;9.ia ~¡;., \!}1¡;.. IN .en n~óº: de tu'ü!'"d'e la socjedad ,.. nl. igl,lal, ,q!1~ Fa'6í~ : h~Sh9 1~ J:¡~Aue~ía .antes. de
su - coñü~iiiao"'mol'ar .o "P.'~lm.~<?·:)~~?~.A~ _ w..fQi ,lp,a;_..~ ºn la .q!Ie ,~.e 'id~~~ .. a1C'á.!)?~i... ~t .l~qdeq)olítico.
tificaba " su' contenido ; una intención~~~~ri,\..~r.tísJi.~.a ..q)Je. .g.obetna~~ la
o'b'ra d~ 'art ist a .1j6 15o(\íiCprR"djJé.i,r ~de.po~:.sLuna p~nl.. de lúng~n" ~al<;Jr. .\ .
. .. ..
Ni ngun~ _fll!§~._o.primida .de ..la...h istoria ..habiª,.C9Es..~~i"4Sl_~cer
esto , ".tasT~y.aci6n.j:ipica •.era.de.Ia...d~ . Qp.p....di~~3!t~i.l!jmª-ly.@IL~~~:é la
Por ello -ca(e~Ía. .q ~, ~j:ilidad in tentar proc;iuci~: u na .f.I,lJtur.a ar tifi,Cial ~ ciílíura 'de masas..Y 19.~ ..il1te~ectuales; un ejemplo especialmente sor-

;J r\
sin "ihtel éctuales qiie corríp~~r,i:;j'¿ ~en''':t.éa1íÍ¡.~nt~ JQs._ v.alQte.s ,dI;Jll Clase ~ prendeñte7 de"amplias consecue-ricias, fue la div ergencia entre el h~-
ti:alJ'ajador'a, . , ..'" " . manisrno del Renacimiento y la Reforma. Esta última era un moví-
.... 'P recis'a mente porque el proceso era un ún ico todo ni las activi- miento de masas y la primera una crí tica puramente intelectual. En
dad~~_..Q,dt!IJales ni los Jnt~lectuaréstenraññTñgiJl1a SlgnHicad on rutó· , . . ~ última inst ancia, pen sab a Gr amsci, el humanismo y el Ren acimiento
n~a. De aGr sé- ségü1ii'qt'Je e.r-calñCfeí:' «oi:gáilicc5>;"ae'1i1l5bra iñtdec· r-ttera n reaccionario s , El modern o liberalismo intelectual era análogo a

~~¿~~~l~I~~~~;~;~~i:~~~1i~;~~~Jf:t ~1~t~~~~~~~-,~~It~~:
Vi la crítica hu manista, y el marxismo a la Reforma. Crece era el equi-
valente moderno de E rasmo, con su vacilación, irresolución y cons-
su pl'Opia c~U.~Q.~~Je d~ J!1..A~}.~ burguesía: .sk~­ tan te gravitación h acía el stablisbmen t político. Su crítica del mo-
r
truj!,f~_.!9.?_. 'E_j.~~S. U?!.5:JUl~~~~.J?~m~.,!es:..s e"st§:!?l~SI,nll. p..Qr·ve~ ..eI i..meta
valor es esplri'tual es rearmen te univérsales~ No está claro en los argu-
dernismo cat ólico , si bien se basaba ostensiblemente en los mismos
fundamentos que su oposición al catolicismo en general, había ayu-
rñeh[osaeGl'añíS¿l"en'-que"'m~dJ~fa ~pffisaba que la continu idad culo dado «objetivamen te» a los jesuitas a combatir el modernismo, (Los
t ur al h abía de ser que brada por la revolución p roletaria. No habló jesuitas habían llevado a cabo su camp aña mucho más hábilmente
el lenguaje de los radic ales rusos del Proletkult, pero insistió en que que tos «in tegristas» , fa vor ecidos por Pío X, quien interpreta~a el
la nueva cultura debía ser «bastant e diferente» de la antigua, Este «modern ismo» tan ampliamente como para separar a mu chos ínte-
le nguaj e admite cualquier conclu sión deseada en cua n to a la manera lectuales de la Igle sia, permitiendo, sin emb argo " a los modernistas
y la forma en que había de ser destruida la antigua cultura. reales un mayor espacio de maniobra .) El reformismo conservador y
Sin embargo, y esto es im portante en e12}º.Q.;unicntQ . d~. Q.r!l;,Ws_~i, lib eral de Croce se ba saba en la doctrina hegeli ana de que toda sín-
los ~!ab.;1j ªr;I.or~S sólo p odrían gana r si con~~guJ.\!n.....1ll\f!.~egemQl1íá » tesis preserva los elementos de la tesi s y la antítesis : afirmaba juzgar
cultl;lI~~l-ªE:!~.s .,de' "aléiinz-ar éfpo&r iÓmlCO::.J.~:tf9.llCf:PJ;.(uJ~.h.eg~monía el conílic to desde el punto de vista de un árbitro que pudiera prever
e,s' 1mportan te "eñ· los·~esCri1:cls"'alC,9"r·á~¿i; ;:.p,e¡;p '-~~'rlV,ti!k¡)dQ" .S9I1,. di· la síntesis futura y la contribución, a ella de cada uno de los actuales
versos-sefftí'8bs~··etasÍoriálmeri te pare ce ~~"el1tiftca tlo con el p oder po· contrincantes. Pero de hecho no era posible conoce r esto , y el objeto
líf~~?' ~J~~~,~ ,_?,1:dia2te l~. CQ~r.~J.ó.9,1,,~~)~~~__~~r~:d!~~~K~le 'entre de cualquier conflicto era destruir al adversario y no salvarlo l?a~a
atfib os..SO,;?ce.p.tos, .de fo rl1l~. qu ~... lie.&~m mlla slgnifis a el ~o!}tro d~ la una sín tesis futura . En la p ráctica, la filosofia de Crece no consisua
vídá'·intelectu al ·a~),~,..§9~i~4.~.9, E.9r p?~.cIio.~.p",!~:am~U!«j;.\)r~es •.Cada más que en una serie de esfu erzos constantes por moderar y suavizar
cJ!~,~ irit·eñt?:.1~~-g,iiJ.:ats~ ~~na .J?,QJ;j,ci6n_d~, dQm ~n\º_,Q.Q,,_s..ólo ~,n,.la§..ias..ti­ el conflicto, lo que sólo ayudaba a confirmar la hegemonía de la bur-
tuciones p úblicas, sino también ,son.. ,res p~.cto a las ~p'i~9D~.",Y.alores gu esía. Su critica del cato licismo tuvo un importante efecto, pero ~e
y es·tal'iCLif:as "'tecon·o~iao.~' poiJ n .rn~y'qtjl:\ . L,as...Q.a.ses prlv.ilegiadas.-de. carácter reaccio nario' sepa rando a los intelectuales del sur de Italia
SÚ ep óca seaSegilraD;m" un a pos~ct61;'" ·hegemó.nicLta.o.t.o_.~ la es ·e.t;a de la Iglesia, los había separado de las masas campesinas, los ha?ía
intelectual cOfnp'~eñ'1( ItqUI1c;; 'sú.Ey~g~9~n, !i) Q§ .dernás ~estos asociado a la burguesía nacional y, por tanto, a la cul tura cosmopolita,
rríe'C1~()s', 'y la supre91a9a .. ~J;ltelectu ar úa.. ~.~..~Qi1di.¡;¡.~I). " Qr~~i~.. pa ra,..el y finalmente los ' hizo vasallos espirituales de la burguesía. Como líder
dom in,io" p'?Ht,iCo.. La principal' faréa de los trabajadores de la época intelectual del liberalismo it aliano, Croce hizo mucho por aumentar
mod erna consistía en libetarse -esp ií:itiíal'men te- aiÚ misnlOs"de la cul·
o •
,

240 Principales corrientes del marxismo 6. Antonío Gramsci : El revisionismo comunista 241

la distancia entre las clases educadas y el pueblo, para evitar d desarro- Es difícil leer estas palabras más allá de su sentido obvio de que,
llo de una nueva cultura proletaria. Su anticatolicismo y su antirnar- por cuanto atañe a la cultura, el nuevo Estado proletario se concen-
xisrno (o más bien su pronunciado revisionismo) se daban la mano' el trará en destruir la herencia del pasado, relegando la cuestión de los
primero había separado a la intelligentsia del campesinado y el últí'mo nuevos valores a un incierto futuro. En esta cuestión de tanta impor-
de la clase trabajadora. tancia, las notas de Gramsci carecen de orden y consistencia.
~~ci....1i9&º.._~91!: _~n,,~.arxismo que fuera como una espe~í~. de
sínresis, p,el-h~!!l).?!l},§.mº_Y la "Refo'rJíiá~- evitañdo 'tan to 'la -iiiítiiúl cru-
deza de una cosmovisi6·o "'pOí)llliú.:, -'peró coru e'rviiñdü s'¡-j -auactívo 6. Organizaci án y movimiento de masas. La sociedad
para ' laf' masas, "a 'la\,Tez ' qué 'üdqiiia a 'la'capaddáCl de ¡:esofver com- del futuro
plejos ,pr0!JI~núís" ~ÚINf.a les : · Scría" '«U'na' ci':ili:í:ii:a ' que; éñ "paIabtaSd e
No hay duda de que Gramsci, al contrario que Lenin, tuvo una
Carducci, "sitl~etizarf? ~ ~<:..be§.m..~l:~,L~~,lS~.~, la poM!i.91..y).~ .@oso.-
muy sensible idea de la diferencia entre, por una parte, el proletariado
f~a} ..~~l la .u~9~,~..~\3"l.~<;!!c.a de un .~~po ~,9,.~ial, no ya simplemente
frahces o alemán, srno europ eo y universal» '(Opere, vol. 2, p. 200). como sujeto real de la lucha pol ítica y la subsiguiente edificaci ón del
Croce tenía razón al decir que no se debía suprimir la religión del socialismo, y, por otra, la organización política que había de dirigir
pueblo sin darle algo que satisficiera las mismas necesidades, pero estos procesos. Nunca dejó de lado estas cuestiones, como hizo Le-
admitió, a pesar de sí mismo, que la filosofía idealista no podía cum- nin, diciendo que las masas serían dirigidas por el Partido y el Par-
plir este propósito. El marxismo debía tomar el luga r de las anteriores tido por sus líderes, que así es corno tenían que ser las cosas y que
cosrnovisiones, pero s610 podría hacerlo si satisfacía las mismas nece- no h~bfa ningún problema en ello . Gl'a~.gyiso Q!l~A!n9.0miento
sidades espirituales que habían satisfecho aquéllas -en otras pala- político ~;..1.~.~~.as.~,...H:~Q,gh.Q~.~Ju~ra ~_ J~22.:?JQ1l~~!?.. ~~. .~ab~jadore8
bras , las personas debían ser capaces de reconocerlo como una expre- #.
rea+es;·'~o....?.e .e0rf.~:s.º~-p.tof€.slQ.OaE_~~..P.ll~cag•. ~p'oyo ..% Ja.dase
sión de su propia experiencia. tr~§s>.r~..:.."l?9 es"t~ .. 3sp'e cto, muchos de sus arg!!.m entos coinciden con
las ~!Jti~a~.. a~_.R.g.s~l! I;9.~Ji1_~g:go . - _ ... . - ._...•-•..• ..••
Se plantea la cuestión de si la idea de Gramsci de una nueva
cultura proletaria difería de la de Lenin, quien subrayaba que la Las ideas de Gramsci sobre el papel del Partido, y su crítica de
culrura era «auxiliar» a los objetivos políticos. Por una parte, .Qrw§y la burocracia del Partido, aparecieron por vez primera en sus escritos
periodísticos de la época de L'Ordine Nuooo y hadan referencia prin-
~~lii~.? ._~ .~e.~:~?~,a.¿~.~~~a.h. c<;>?~ ~~id~J~·,$·d
~!2§.d,.eg.r_ll.ml,,-:~!e cipalmente al tipo «burocrático» e «inorg ánico» de liderazgo político
~~. ogicos, como una concreten previa para alcanzar po el' po HICO ,
mientras qu é para ' ~emI1 la ,,·t6h11r -de1" pód er·· era una cueslÍ6ñ 'lilera- practicado por los socialdemócratas alemanes e italianos.
ment~ ,~~cnica : el podér 'p oaíá-Y-·<l.eBiá" ser'
'torri·uC!.o"cifana o las circuns-
:r El Partido -{:scribi6- se identifica con la conciencia histérica de las masas
rancias lo permitieran. 'P or otra'pa rt é, leemos en fa Noias-'sable 'MtJ-
populares y gobierna su movimiento espontáneo e irresistible; este gobierno no
quiaoelo, (le Gi-amsd: «Si sucede que toda forma de Es tado debe e~tá. personificado, opera mediante millones de lazos espirituales, es una irra-
atravesar una etapa de prirnirivisrno económico-corporativo, debemos diaci ón de autoridad (prestigio) que s610 puede convertirse en un gobierno
inferir que el contenido de la hegemonía política del nuevo grupo eficaz en ciertos momentos supremos (. .. ). El Partido es la máxima jerarquía
social que ha establecido el nuevo tipo de estado debe ser principal- de este irresistible movimiento de masas: ejerce la más efectiva de las dicta-
mente de .orden económico: eSt:~!!~stiQi) .de ~~Q~ga.nizar la est~uctura duras , la que nace del prestigio, In aceptación consciente y espontánea de una
z.1~~1!l.~I~~ .r.~ale~..e::!:~",~~.~e~s_~~a.~~,s,X ~. I?undo econ~jc? autoridad que se reconoce como indi spensable para el éxito de la. tarea entre
manos. Ay de nosotros si, a través de una concepción sectaria de la función
ere Ja pr~~~.ccl~n. ~s elementos estt:l:fc.;tq~al~~ .!len,~~ que se.~ exi- del Partido en la revolución, intentamos convertirlo en una jerarquía material,
guo_~LRr_o.y.!~!9E~es Y ten'tati\1 s, pero ~Q!L9.iertos elementos de, "pla-
~jnr en formas mecánicas de poder inmediato al aparato gobernante de las
ñH'icación". Antc'todo;-¿¡ aspecto cíiIttÍl'al serriié-g-idv(i, dirigido hacia
masas en movimiento, constreñir el proceso revoluc ionario en formas de par -
la "crític-a"del "'p'asad.~, · p~;<p~T4é~lo de la rñ~,ñ1pri~ y destruirlo: las tido. Si esto sucede, pod emos conseguir separar a parte de la humanidad de
líneas de cOl).~truc;:d,q~ p_o serán todavía..más· que esbozos, directrices su curso y «dominan> la historia, pero el verdadero proceso revolucionario se
pro,yisionales que pU,ede9 i.aehen.ser revisadas en.cualquier momento escapará del control e influencia del Partido, que inconscientemente se conver-
para conformarse l!- ~a nueva estructura que está siendo . SºJ+str,l!ioa» tirá en un órgano conservador (artículo del 27 de diciembre de 1919, citado
(Opere, vol. 5, pp. 1.32-3) '-' , . . en 2000 Pagine di Gramsci, ed. Ferrata y G1I.l1o, 1964, vol. 1, pp. 446-7).
242 Principales corrientes del marxismo
6, Anton io Gramsci: El revisionismo comunista 243
El Par tido Comunista es el instrumento y la forma histórica del proceso de
liberación interno por el que el trabajador pasa de ser ejecutor a iniciador: en hast a que el est ado de las fu erzas produc tivas se desarrollara h asta
vez de una masa se convierte en guía y líder , en vez de un brazo, en un cerebro el punto de que la clase tra bajadora pudier a alcanz ar el poder por me-
y un a voluntad (artículo del 4 de sep tiembre de 1920, ibid., p. 491).
dios p arl ament ados . E sta b a convencido, como todos los marxis tas, de
q~ el ~ocia.lisrqQ_g~Jg!~1.!!: ,percoiilIíéto"enfié"'el' rnvé! 'de teéñ otógfa y
Las muchas referencias de Gramsci a la «u nidad dialéctica» en la las réJiciQn~~, de Er.~ducción eicisfenú~'s ' qu e' 'cibstacu lizao an 'er ;:lesarro-
/'q ue el movimiento espo nt áne o desde abajo se com bina con la actívi- I€ !~.LP.!·~&:~,~·?,: ~fécti!.~~~' ~~e)orm~." que l a: revoluci ón 'sóCiilistá' 's(>lo
J d ad planificada y org anizada del Partido no son lo suficient emen te po8rl a ser efectiva en u n estado de cap it alismo mu y desa rrolla do;
¡ especííicas como pa ra formarse una teoría articulada . Sin em bar go, pefOñ <?J iiiitlt<f dé6ii1r'mas" i:ireclsámen te ésta ' si tuaci ón, y pr obable-
I su ide~ central es clar~me~ te que la o!.g~,!li~~si.9~1.J.l9}~ti~~"d~~~ .~~t~ menfe-n.o . p.ens(LqlJ.~:rº~ra po sible Hacerlo en el ám bito abstracto . Sin
subordinada a las aspiraciones rea1eS de l a clase traBajado ra y no em bargo, ~o . ~!S~Y~.p),..la.~t?ID.Il.. ~!et.P?~~E J.l.9E. medios parlamentarios ,
debe perITIlmse"aectr-qtre"'~xpreSll. liqu elÍ'lrs"'lISp tfaciüiies' e'n' viriucCde La revoluci ón pofíttca debla ser , según él , un movimiento dé' masas)
slípfópí'ir-tYiTiíÜscTéñt'13' «cie tít ifit a,>';"ffinepeÍli:lienf en)eñ"te '--ae' -lo que con scien te de su deseo de libe ración y lo suficientemente maduro

,fá~e~;~~~:~.;~~t~g~eJ~l~m~~'~~~~1~~~::·t~~~~t~C:-~~;':f~,~~~
de'íñspiraci6n es t;rcoñad1a'd0'·rd~~e1iBH·-élf'üná--S-é"C'tli." C1e profesio-
i ntel ectu alment e para hacerse cargo de toda In maquinaria de la pro-
ducci ón , no med iant e un aparato político, sino por propio acuer do,
Por la misma razón, la ide a de los con sejos ob reros tuv o un papel
nal es "y aconvért1tse~CtCí:ióal\ierza 'reactÍOiíari:l. Esta icea,'se r~Oeja dominante en su pe nsami ento "dúí:"átúe 'la ep oca de L'O rdine Nuooo.
eh-'<:I6s '·imp.0rt an tes 'a spec tü'; 'd eÍ 'p'ensamient'<J'd e"'Cramsei: su idea d<; E stos no podía n 'ser réémplazados ,por el Partido o los sindicatos , pues
lá "re,!otúciÓJi 'Y, ¿l~p»p:~" i:1ire ·\f~g[a~~]o~··.:cótrs:ej"p's . obreros: eran la verdadera forma de organización de una sociedad comunista
Como hemos visto/Ghimsci no considera la revolución como la d~'p,r()d,lJcJo.~~? y , ~ , P..r~~ciJ?:v. ~Ot~~~io ~ae"lib~ra9-¿n del proletariado .
simple cuestión técnica de la toma de poder, una operación que SIn embargo , no hadan superfluo al P artido: ést,e seguiría t~t;ú!Z:1\do
la maquinari a política puede y debe lleva r a cabo cuando las circuns- s;;...ll,lgaI,.,cQ,l;JtQ .,age¿l!e de organi zación y "'e9}i9!ción comunist a . fe rc;>
tanci as le sean favorables . La revolución proletaria no es s610 un a 1~s._S.o.l).§~ü?~,...a4e..m§~ " ci~..c,~ip.í!FJ~" ,9~.Ja .~~o~~~c.i~~ ~, er~n el v.erd.a d~ro
cues tión de 'oportunidad política, sino también de condiciones téc- organ,o de la dictadura del p roletarrado . NaCIdos en una SOCIedad ca-
nicas y cul turales: la emancipación espiritual de las masas trabajado- pif~lista, ~'á n el' ñióéJ.e1o 'der~estado' proletario del futuro y abrían ,
ras y el logro de un nivel de desarrollo t al como el qu e pu ede cense- por tanto, una nu eva era en la histori a de la humani dad . El P artido
guir una tran sformación socialista. Como escribió en L'Ordine Nuooo, no había de ser..<~ superes truc~ra ,ya hecha », ni su fun ción -ei:a- - super-

1
I
, la revolución no es pro let aria y comunista simplemente porque trans-
fiere el pode r a pe rso nas que se llaman a sí mismas comunistas, o
porque abole las instituciones del Antiguo Régimen. E~ ..p.J.ole.wia
vIsarIos:···sü 'Jabor sería ayudar a laliberaci ón del pro letariado y h acer
más cercano el día de le revolución .
En resumen, Gramsci creía liter almente en el «gobie rn o por con-
I y comunista cuando lib era las fuerzas productivas existentes forra-
I lecé'1a lñiCiat1v~í' d él..p'~~e~~~?~,?·r: ~~!~b~eCe 'uñ~ :~9:~:d iléréüyo ,~~~~rro­ sejo s» como distinto al gob ierno del Pa r tido. Comp artlo asrtaide a
que-Lenin expr esó en El Estado y la R evolución , pero repudi ó inme-
TI? va:.?-~_ó.~!?~'n!!9~_.P.~¡:. )~)k~apap~lº!1:, de las .dIVJs.l,~nes de cl~se '! la diatamente despu és de tomar el poder, y que los oposicionis tas del
s úpresióri de las msntucron es del E stado. Debe na1la.r en la escena
fuerzas-que' SOñ' ~capaces "de fra ñS-fóí:mar -el aparato de prod ucción de Pa rtido Bolchevique intentaron vanamente reafirmar unos años
un instrumento de opresi ón en un instrumento de liberación. En este después.
contexto, el Partido Comunist a debe ser un partido de masas que Al igua l que todos los comunistas , G ramsci est aba con vencido
bu sca esp ont áneamen te des poj arse de sus cadenas y no un partido de que el sistema parlamentario de gob ierno est aba caduco y no podía
de tipo jacobino que utiliza a las masas para sus propios fines. constituir un modelo del Estado del futu ro. Sin embargo, en sus
La actitud de Gramsci en esta cuestión fue ciertamente la de un N otos sobre Maquiavelo subrayó que esto no signiGcaba qu e tuviera
comunista y no la de un socialdemócrata reformista. Cuando hablaba preferenci a por el gobierno burocrdtico. En sus Notas sobre Maquia-
de «madurez económica» no quería decir, como hacían los miembros veto, al contrario que en sus artículos de L'Ordine Nuovo, Gramsci
ortodoxos de la II Internacional, que los socialistas debían espe rar no par ece haber pens ado qu e los consejos obreros ofrecen la resp ues-
ta. (No son mencionados en sus escrito s de prisi ón.)
244 Principales corrientes del marxismo 6. Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 245

Sí bien la crítica de Gramsci del centralismo burocrátíco de 1919- cual estaba más o menos bien informado. AI..roi§..\Xl.O .ti.<:mp.C:U 9davía
1920 estaba aparentemente dirigida ante todo contra los partidos de creía que el comunismo po4í~ ~~r )~,l?lap.tªAO_ ..e;:!t.1!l f.o1=Jl1,a descrita
la II Internacional, sus escritos de prisión sobre este tema parecen (t'Omt)'péii¡;ab"a)"-por.: Nf~~x;, ~s -d~ª,!J· ,~O~? ~ .~l~!<;!!la . .en , ~L que .,1as
claramente dirigidos contra el comunismo en su forma leninista. «E.! #..
masas .d~ P!oqu~t~m~~:, .t;J.-<:.r.cll1?... c9!.1.~rol (hre~t.o sob.t;eJa producción
predominio del centralismo burocrático .en el estado es un signo de y filViClá polltica, y que aún pagaba tributo al principio de Marx de
Q1:l.e4 g~.~o•.:~~~~ná t~ ~~l1Í:-satrtt~·§.oY·~Te~'~~ ' é9Pvír~~en~:~",,';j;~~a que-el.'educiidor deDese'dambíeO' e'ducaoéC .-- " ~
pequeng . f!l;cclOn cuyo ob)e.to es salvaguaraar:l¡:U.~. pr()pl~~ , pequenos - Al igual que Sorel; al qué' hiiiCó, "pero de quien aprendió mucho,
privilegios, li.~h¡¡Mo ' o · í'r;clu so'<sofOcand O.: 'él 'Jes~Í:rcillO~ ·.d e fuerzas Gramsci creía que una sociedad socialista significaba la extensión a
opuestas, aun c'~anJq' ,e~sbs fueí:Z'as" est'éri b,¡Ísicamente de-'acuerdo" con toda la vida social de los principios que gobernaban en una planta
lQt : i~t.~i~.§.~~,.Pe 1Q.i .~~?Íeiíto,~, . g~lJ?~~.9g,~t~i
c. ..} Liis tiíahifes'tá?~~es de producción democráticamente organizada: debía ser una comuni-
pato16g1cas del centiallsmo burocratIco se deben a la falta de ~IUCla" dad de productores en la que el gobierno político y la autoridad
tb:~",~~!.~~P9~sa~.4i~.a,1.,.d.~_ .!~ ..)~~e, es decir, al atraso poIrttcó 3k(Jas económica se condicionaban y apoyaban mutuamente. A.l..iguaLque
fuerzas periféricas; aun cúanoo éstas sean homogéneas con el grupo l\1.~rx,-.cref¡l, . "qg~...el __socialism !l.p,Q~t:a.t~~ Lcºp _ el .ti empo .Ia..distindón
territorial dominante» (Opere, vol. 5, pp. 76-7), En sus observacio- en.t!~ .sociedad civil yJ~;.sij'~~J.. <? .más bien que hada que el primero
nes sobre el «Príncipe moderno» -pues la moderna contrapartida ak~t;HQíera..al .segl.1~~~1 mie;!lU:~~. qp~. JfiS. f.l!n,~iones policíacas. .del Es-
del Príncipe no es otra que el partido político, la organización de la ~9._.se ."desvan~c;er(aQ pl\sta llegar a ser.. i9/?;~~esatias. En este punto
voluntad colectiva- critica repetidamente a los pa rtidos totalitarios no difería de los marxistas' de cualquier otra tendencia. Especuló sobre
que degeneran en una casta privilegiada para la que los movimientos las escuelas del futuro, que por una parte no estarían basadas en el
y la iniciativa de las masas no son una fuente de fue rza , sino una sistema «jesuítico» y «mecánico» de aprendizaje de memoria, pero por
amenaza. Es difícil saber con exactitud en qué medida Gramscí fue otra no se pretendería que todo aprendizaje fuera juego del nifio.
conscíente del curso de los hechos en Rusia que llevó al control abso- Se alentaría a los alumnos a desarrollar su iniciativa e independencia
luto por la burocracía del Partido y a la destrucción de todos los ele- y se proporcionaría al mismo tiempo una edu~~s.!é_J?.g~ner.aU:_Qn ,én fa-
mentos democr áticos, tanto políticos como industriales. Per.Q..-SJI crítica si~ en e.l c.,?~ocimiento_p'~ '!. eI...:~E!!llt~!º" en v~ de .clj.t!s !!. p.1-:g. J?a-
es tan general y fundamental ,.gue f:,:$, difí¡;il dudar de que ten ía en tura.m.<:;ij.l:e,-a.1.OS~jjjíji.UJ}gª~!l1~
. . ... . . ._e¡¡pe9alizllci6n. "pra.fesi~:)Dal .
mente-no -'solo 's1"fasc 'isfñó," sino al comunismo 's ovíeHéo:"s -aí"ñláñélo
~ .. '- .

que 'el p~'tido ' góbernánte' gj~t~"e"·'t'ilrriblfu·cé1·p;;c1er '!J0líC1aco , observa:


«La función policíaca de un partido puede ser o progresiva o regre- 7 . Resumen
siva . Es progresiva cuando aspira a mantener las fuerzas reaccionarias
desposeídas dentro de los límites de la legalidad y a elevar las masas Si comparamos la -doctrina comunista de Gramsci con la de Lenin,
atrasadas al nivel de la nueva legalidad. Es regresiva cuando aspira hallaremos ciertas diferencias básicas que están lógicamente interco-
a limitar las fuerzas vivas de la historia y a mantener una legaüdd nectadas,
periclitada y antihistérica que se ha convertido en una concha va- En primer lugar, al contrario que Lenin o los materialistas y evo-
da (... ). Cuando el pa rtido es progresivo funciona ..democráticamen- lucionistas de la Ir Internacional, Gramsci rechaza la versión mate-
te " (en el sentido del centralismo democrático); cuando es regresivo rialista de Engels, que interpreta la 1iistónah-üiñaña "cóiño~.üna con-
funciona "burocr áticarnente" (en el sentido del centralismo burocrá- tiñ'UñclOñ' ·mo~#i:¿~qa-~ae.·la.. ~tQ~Ta '~íji¿l!r~~ .Y....f~9i:ª?i 'l.á. 'i q~~ del cono-
tico). En este último caso el Partido es meramente un ejecutor, y no CÍ1í1i~n"tó 'como copia ~ , ~<ref1ejo» de alguna realidad indepeóClieri'te del
un cuerpo deliberado; por esta razón es técnicamente un órgano po - hombre;' y de "Ji¡ praxis .conio " un meto.do para :,contraúar la verdaa
licíaco, y su título de u partido político " no es más que una metáfora de-la-s- hipótesis. La p'o~i~i6Q de Gramsci es.més, bí.~n un subjetivismo
mitológica» (ibid., p , 26) , La referencia a fuerzas reaccionarías despo- de la. especie y uñ'-relativismo - h is t6 rfcci: Toda realldad de la que se
seídas» indica claramente que está hablando acerca del Partido Comu- pued~ ~~bl~r,' '-coI!.-~gmfiéa(!!;L.e~· úiÚ.Qiñ...Q.qnéfité2§Ta:líistoJ.!~IúllTi'ina,
nista en el poder y no de los fascistas; y es difícil imaginar que cuando ~~C1a la. r~i~?9 ..pbse¡;;v.ada.--. ,pot , l~,~,i~ºIa . ' En COI1~.~.\,l~t\C:L~,)a
habló de la degeneracíón del Partido tuviese en mente sólo una po- historia humana es laj:t:Q.~r;Lins!!1>erable de c; no cími ento humano.
sibilidad abstracta y no el proceso que tenía lugar realmente, y del
__
Ncf"s<S16-'no'eXi'sten cosas tales com"Ol ;;-leyes ·naturales urllvetsales
" ' - -. . . .. ... . - ...
-
6, Antonio Gramsci: El revisionismo comunista 247
246 Principales corrientes del marxismo
todas las formas de gobierne político, evitar la reaparición de las di-
de las que la historia es un caso especial, sino que la propia natu- vh:itmes 'de"clase' y conseguir ,1,1 ab()4.ció~· del Estado' y la unificación
iáleii ~es j;iite' ~cfi'-Ia}11s.~~iia_-]i~~ii.~;",ÉY_~i,J.iQi~~~~.0~9;.daJ, _~~lo. en déIa sociedad, Una ú'volucion en este séntido 'no puede tener lugar
reIaci~,} c9~lt~. ASI, TllJlE~.2?~~ana _ ~e.$f"Q11D.,ª . er, _~!&If.ffi.~aª,o , de hasta quesea precedida por una gran medida de emancipación espiri-
todos los componentes aeI conoCImIento, ' y (contrariamente a la idea tual de la clase trabajadora, que la transforme de su carácter de objeto
deLUk-acsn lcí-éXisttílna-alS'tiñdoñfiiñ-damebtal entre el conocimiento en el proceso político al. papel de sujeto e iniciador,
científico y '<.l'iurrriIIlislá;·' ~S fócTo"'coriCidiiíiCnt o'- es-de "nec\1en 1uiliá- En todos estos puntos, que están claramente vinculados entre sí,
rusta .- · • " ...' " . ,..' .'... ,' .... '.'" _ .~ . . , .. .." ... .. ~ .~-- , " ' ~ . .
la id,ea del COJI!I.lII,(S,roo..• de.Qramsd está en conflicto con la de Lenin
---'·'En segundo lugar, todo,~<;.2.!l2fLm.J.~~t.2 ~!..~n~_~5~s,iin,.Ae 4 ..con- l,'::"~ '~cepci6ñ' de la idea de gobiernó-por cons'ejoS'obreros ; 'que Lenin
ciencia histórica real de"1Os grupos sociales , y no puede estahlecerse !' adoptó por un tiempo y descartó rápidamente, y que era contraria
disi:ÜJ.éio'ñ-~alglj rla' en'tié')~.: '~oncle¡';da's'óci"ál po f'üOa "parté " y " et~ono­
1 a la doctrina política básica de la dictadura por el Partido c:~mo cuer-
ciOiid1tO "«d eiili,fiéo» u «q.ºI~trio)~ '~i;k Jq,~ , qQ~tºtp Qr o~ª;· :~,iJ5.i~ se po _ .~~p,()~i!~~io , del «socialismo, cien~Ífi~o», L~. idea de "<:socialiiimo
pueCle 'aTSt1ñgúir -eü t ré'Tórmas más o m~q9.s .P,t~~i.t ivas 4,~_.s.Qn~itllcia. \
c!~n únc.9» ,y la concepción "m~pula ~,ya. del pap~l del Part1d? fuero.~
es
'Por' (:on"siguieilte .:......:y· ·éstá . 'la "dí'fereñd a crucial-, Gra'Ps~i"r~ch~za comunes a Lenin y los socialdemócratas, con la Importante diferencia
la idea del «socialismo cien tífico», es decir, la doctrina (aceptada de' que estos últimos creían en la democracia representativa, .mien tras
tabto-porKau1sKy-"como "'I!i':íf'":ceIiiñ, en 'Í'o.i:mir "fubdi'n cada por Lu-
q~e ·..:el gobierno 'por la fuerza bru~a , ,<;-!:l! ~na de }.a,s principales p?si-
kács) de que la teoría socialista debe ser desarrollada por intelectuales ciones teóricas de Lenin , Además,los socialdemócratas, en nombre del
situadoniiérá-déTJñ.oviñl'ient-;;~Q~i:e'ró~y acórit¡ fiiiació¡:¡" 'ii~yéCtad¡¡- en
determinismo histórico, afirmaban que la revolución no podría tener
eStet'movtmI6i.to c oi:ílcj'su 'coñcTéncia '-ae-éEs'e'<<'a iltenti'ca»y «coriecHi».
lugar hasta el momento en que las fuerzas de producción hubiesen
EJ.1feati(facI;"'Tateoría sc;cíarísta~no seUe-ga'-a--formarsin-ta"'ayuda de
los -Intelectuales,' " ü 'it 's o;í 'ú' t '¿l'é iríe'tl!t5'11e t'esá'iio Clel so¿¡áÜ.i0i6: :-~fO alcanzado la etapa de desarrollo idónea, mientras que Lenin estaba
nó~es"¡ñás;·9ii'e' ·ü::pasátíem.P.9"d~:ctrTilarí6--ñas1iC-qúe-e>.:.présa la exPe- resuelto a tomar el poder en el momento en que las circunstancias
rienda iúI'Cle la das'e' t.í:~b~jadora ~-·~--"--· · _ ---' -'-~­ políricas lo permitieran. Gramsci ~~JL~J~" ~ . .9~j~.mi:!1jg)1.9- Jlistó-
""- --:Eñ' t el:ce'{ Lli.igár-;"G ra"ffiscl adoptó una dt.f;!=t.ente.. idea .. dd,.,Eattido, .
rico o en JjI_L~~k~ ~ ett<.. Ja Jili,~,2i1~;> .s.l},I~ ,Et~li~,~!:- ~ Y-Ql\lNtld.hl!,mana
So pena de degenerar en un cuerpo de políticos profesionales en bus- ~~~ls~r_u!TIents:l> .pero, ~am.bién !eS!\a~.q"k,;9.ea blaQQ.W,s,t,ª,.,Q. i!,ico-
ca de cargos, no dee~,sq~si~e,r~rs.<:"~,,,~~ mismo c~m~ el depositario blñ'iCleun cqt;l.p .RQlÜicº F9Jl10. qpfrªcic~Q . ,p'w:).m~Pt~ , .t.écni~~ : qreía
de una «cosmovisión cientliíca» elaborada fuera Cle'la '¿ánciencia em- cili~.Ja"~~pflj'nt~dhumanª..Qq •.~§,!~R~ "g9b~rna..da. .1',0(, ninguna..neces.idad
t:d~.tcá'derprorel:¡j'i:Iad~~ ~N9,:~~b:é } er:,iIIr pal'ti2ó,sle q-i"ii~it~la'doi:es; 'q ue histórica, pero natu,J.:~kw;nt~ .!!LII\1?Q!:(o 1~ .. ~~?~Id~9, tptalment.eJipre.
uqI.i~tI€e.ai,~~~.'gem'~gp,gkQ~ .Y"A~c,t,i~9s ,pa~.a }~~~'a,r una vitñt'áj~:' tem- Lá 'revolucíé-p socialista era , para, ~l una cl1estwn .de...,vQl1Jntad~;p~o
poral y tener finalmente la oportunidad de ejercer un poder dIctato- debí~-ser l~ volunraddeIas ml)sa~,;,:q~_~ ' i.sPi!~~~,.:l_,.9~,g¡l..@:l!~J!1 pro-
riál. '-j~l' P~útid9 "puede' hacer esto, ' por: siipu esto, pero si lo hace se ducción por sí mismas. y , n9-.,te!!í.~1),..d:~,~~,º . ~__ !~~!:l.~e.~k._~1!!~,r.~~9.s a
vólverá una"J~'s~iQQ'pr~v.iJégíaaa ú'acd"onaria: Paii ' ser "capaz 'de' reatí- unos «guardianes» ,cie.nt~cq ~ , Q.ombr:}d~~p,.o.illJJ1....llitDos.
zaFTas"~tareas asociadas a la conquista del poder por el proletariado, , Gramsci fue un comunista y no un socialdemócrata, por cuanto
debe identificarse con las aspiraciones reales de éste y organizarlas o excluía la .pC?~íbi1iºa(L9~ alcanzar el poder por medios_p~r:l~,!D,entarios
«expresarlas» en su ideología. y también rechazaba el p-irIiiñén.'fáñ'smoe'O-lirsoClédacT socíanSfa""(si
De aquí se sigue, en cuarto lugar, su diferente icl.ea de .la revo- bien que, al igual que Lenin, aceptaba la participación en la luc?s
lución. En su opinión, no es un mero acto, técnicode toma .del -poder, parlamentaria en ciertas situaciones), Concebía ~~:??b,~é-\1, la...~~p~'op1a­
úñSimple cogp--d:état., que' permite .aIos comunistas imponer su vo- ción radical de la burguesía, la col~~ti.y#~cioJLde,.tQd9,$·Jos IJ:Ik9J:9.s de
lííiI61~"a Já sociedad, L.a,tevº-l),l~jqn comunista es un proceso dernasas producción y 'l a ,~v~¡'; ~_t.Í;¡] ab~l~ci,ó.n".de1 ,~stado, ~ ,~spir?,l;.~ a. ~ma so-
'eij. ei que l~~ .tt aº?-j ador~~ , (esp,a~~ad9~ por la «confianza dem,cicrá- ciedad en perfecta unidad. Pero su Idea del comunismo era éIlferente
tica» ' 'de todas las clases desposeídas, asumen el liderazgo político y de la de Lenin tanto filosófica como políticamente, si bien proba-
e'OOíiomic'ú-; 'ert"slt 'ptopio nombre y po mediante una en~da9 P9.Htica blemente no fu~ por completo consciente de ello. Se puede decir que
separada. Los consejos obreros. ~on el instrumento id~n~o de este Gramsci proporcionó el núcleo ideológico de una forma alternativa
pioce.~5), cuyo. objeto es .transformllrJa s,9cic::~ad p¡¡.ra ,hacer.supettluas
248 Principales corrientes del marxísmo
Capítulo 7
de comunismo que, sin embargo, nunca existió como movimiento po-
lítico y menos aún como régimen real. GYÜRGY LUKÁCS:
Puede así verse por qué los expositores de las modernas tenden- LA' RAZON AL SERVICIO DEL DOGMA
cias «humanistas» o «democráticas» del comunismo, así como de las
diversas formas de revisionismo, buscan aliento en los escritos de
Grarnsci. El principal tema de la c;#tica interQadel movimiento C07
munista es erae~laSJJlltoc1ifl~s'-iodá1istas, que a"hrman derecho'
Sú a
gooe~:p..arJ?_2ili=rl!,~r!a so~re la baseae-qtle--é11taHiáín¿;S'«verd~"?~9s»
deseos y aspiracioneSde Ei c1aSé- ff'alJ-ájádora, no 'porque 'los 'trabaja-
dc)re,s '~a_s ,·~_~y'.!n:']J~~ª9.:3~.oª~~!c aiñe"rilé, siiio "porque" son )ás'por-
tadoras de una teorra clentllicaúiHiliJjl'e": La crÍtiéa "delvsccialismo
c~ent1fico»',. ~~~..#~ s'ent1~~ g.~ . e~te término que.. lo·jaei.iÜ6c;Íl.. ~mi~-la
aut~glorificaci6n de)~~_o~1"lI;,9~~.~sla:sgg~e:rri.a.n-tes, está muy 'pró~a a
las Ideas 1~ 9r~ms,C1 y ~1?11c;aJ~" .~Q~~~~.t1.9-~4~de ~us escntos eIl, los
circulas revrsrorustas. El que esta practica de comunismo sea tan viable
coIn()'lil.- ae--r.eñin (que ha mostrado ser viable por encima de cual-
quier asomo de duda) es otra cuestión, que consideraremos poste-
riormente. '

La personalidad de Lukács y su papel en la historia del marxismo


son, y sin duda serán por mucho tiempo, materia de una viva con-
troversia. Sin embargo, se le considera en general como el filósofo
marxista más destacado durante el período de la ortodoxia estalinis-
ta. En realidad, podemos ir aún más lejos y decir que fue el único:
sólo él expresó principios fundamentales de1leninismo en e11enguaje
de la tradición filosófica alemana y, al contrario que los elementales
marxistas de su época, escribió de forma tal que al menos algunos
intelectuales occidentales pudieron digerir sus ideas. Pero es cuestión
disputada la de si fue un verdadero filósofo del estalinismo, un expo-
nente intelectual de este particular sistema o más bien, como algunos
piensan y él mismo sugirió en varias ocasiones en épocas posteriores,
una especie de caballo de Troya -un discípulo manifiestamente orto-
doxo que, bajo una fachada de estalinismo, desarrollaba de hecho una
forma de marxismo «genuina» y no estalinista.
La cuestión es realmente muy compleja. Lukács se unió inespe-
radamente al Partido Comunista, y en una etapa comparativamente
tardía de su vida intelectual: tenía treinta y tres años y había publi-
cado diversas obras no relacionadas con el marxismo, aunque los crí-
ticos, como es habitual, se han esforzado por mostrar que su pensa-
mento se desarrolló siempre de forma consistente. Durante el resto
de su vida. (vivió hasta los ochenta y seis años) permaneció fiel a la
causa comunista a través de diversos cataclismos políticos y cambios
ideo16gicos. Fue frecuentemente condenado y atacado por los estali-
249
7. Gyo rgy Lukács; L¡ razón al servicio del dogma 251
250 Principales corrientes del marxismo
su desarrollo . Sin embargo, la tendencia predominantemente germana
nistas ortodoxos y también sometido frecuentemente a la disciplina de su obra qu eda bien patente cua ndo se estudia ésta como un ele-
del Partido , retr actándose de sus anteriores opiniones , para desauto- mento de la historia del ma rxis mo; de hecho . conoc ía mejor el len-
rizar o mod ificar la retractación en época s más propicias . De esta guaje, la literatu ra y la filosofía alemanas que las de cualesq~ie.ra otros
forma , sus ob ras están llenas de palinodias, retractaciones, rechazos países además de su n ativa Hungría. donde pasó el comienzo y el
de retractaciones y reinterpretaciones de anteriores escritos. sobre todo final de su vida.
en prólogos y epílogos a reimpres iones de sus libros que aparecieron
en los años sesenta .
Desde el principio de su carrera marxista hasta el final de su 1. V ida y desarrollo intelectual. Primeros escritos
vida , Lukács profesó fidelidad a Lenin y al leninismo , y la cuestión
de saber en qué medida fue un «filósofo estalinista» depende en parte Gy6rgy Lu kács (1885-1971), hijo de un banquero,. na~ó en Bu-
de la cuestión más general acerca de la relaci ón entre leninismo y dapest, donde asistió a la escuel a primaria y a la Un ~~ersldad. gra-
estalinismo. Las citas de Stalin y las adu ladoras observaciones que duándose en 1906. A partir de la época escolar perteneció Al los grupos
sobre él aparecen en los escritos de Lukács (si bien mucho menos que socialistas di rigidos por el socialdemócrata izquierdista Ervin Sza-
en la producción ideológica promedio de la époc a) no son argumento bó (1877-L918). Szabó no fue un marxista ortodoxo. sino un expo-
decisivo, pues durante muchos años prácticamente toda obra publi- nente del ana rcosindicalismo, y fue principalmente a través de él
cada en la Unión Soviética o sus dependencias estaba sembrada de como Lukács se sometió durante algún tiempo a la influencia de So-
referencias a Stalin y a su glorioso intelecto. Esto era cierto también reL Desde sus primeros años Lukács se sintió atraído por la perspec-
de los manuales de física. los libros de cocina. etc., si bien aún era tiva modernista y antipositivista dominante a principios de siglo:
posible distinguir entre el homenaje ritual y los libros genuinamente buscaba una cosrnovisi ón «global» y omnicomprensiva, libre de las
esralinisras: realmente no había n ada semejante a una «física estali- inhibiciones del positivismo y el empirismo, pero también capaz de
nista» . Por otra parte, no podemos aceptar sin reservas las posterio- oponerse a la tradición nacional, conservadora y cristiana . En resu-
res afirmaciones de Lukács en el sentido de que fue siempre crítico men buscaba una nueva metafísica, como muchos de sus conternpo-
del estalinismo , pero por razones tácticas se conformó a la línea del r áneos en todas las partes de Europa . Con la misma atención colaboró
Partido : alguien que objeta en privado, pero se une en el coro público en la creación de un grupo de tra bajo dedicado a producir obras de
de elogio s, no es un objetor, sino un apologista puro y simple. Por los nuevos dramaturgos-filósofos -Ibsen, Strindberg y Gerhart
ello sólo puede dilucidarse la cuestión examinando el contenido de Hauptmann. A pesar de las dificultades y de la oposición, este grupo
los escritos de Lukács y la significación política de sus comentarios duró cuatro años de 1904 a 1908. En 1906. y nuevamente entre 1909
y acciones en diversas ocasiones. y 19 10, Lukács 'prosiguió sus estudios en Berlín.. do~de asistió a las
Las volumi nosas obras de Lukács están dedicadas en su mayor conf erencias de Simmel en tre otros . E n [as universidades alema nas
par te a cuestiones de estética y crítica literaria; pero sería erróneo dominaba el kantismo , ; naturalmente los jóvenes filósofos caían .bajo
decir que fue primero y ante todo un crítico y sólo después, y en su influencia. Lukács se sin tió atraído por las versiones del kantismo
menor grado, un filósofo . De acuerdo con su concepción del marxi smo, que se cen traban en la filosofía de la his toria y la metodología . de
siempre se propuso relacionar incluso las más detalladas cuestiones las cienci as sociales y que intentaban ir más allá del punto de vista
con la «totalidad» de los grandes procesos históricos y con el pasado «crítico» (en el sentido kantiano de la p alabra), es decir, no aceptaban
y el futuro de la humanidad. Esta actitud , pensaba. era esencial al que la teoría del conocimiento debía pr~ce~er lógicamen te ~ ~odas las
marxismo y tamb ién al hegelianismo, y por consiguiente enfocó todas cuestiones metafísicas una idea qu e significaba , en definitiva, que
las cuestiones desde el punto de vista del filosofo . estas últimas no podían ser enmarcadas correctamente o serían insolu-
La obra de Lukács se ha considerado gene ralmente en el contexto bles. Lukács volvió a Alemania en 1913 y estudió en Heidelberg: asis-
del marxismo internacional o de la filosofía alemana: la mayoría de tió a las conferencias de Rickert, Windelband y otros, conociendo
sus libros están escritos en alemán y se interesan por la historia de la también a Max Weber, Stefan George~miLI.S y Ernst Bloch.
cultura alemana . En los últimos años también se ha orientado progre- A partir de 1906 escribió ar tículos para revistas húngaras de lite-
sivamente la atención hacia el «trasfondo» húngaro de su filosofía y ratura: algunos de ellos fueron publicados de nuevo en su primer
el importante papel que la tradición cultural húngara desempeñó en
252 Principales corrientes del marxismo 7. Gyi)rgy Lukács: La razón al servicio del dogma 253

libro, que apareció en húngaro en 1910 y en alemán al año siguiente, obstante, hoyes considerada como uno de sus logros más importantes.
titulado Die Seele und die Formen », Al igual que otras de las pri- 1. Congdon señala en su estudio el profundo efecto que tuvo la
meras obras de Lukács, ésta es una especie de ensayo filosófico sobre lectura de Dostoievski y Kíerkegaard sobre el desarrollo de Lukács
temas literarios. Goldmann discierne en ella un «kantismo trágico» durante la guerra de 1914-1918 . Por esa época creía que la novela
con un acento fenomenológico: el concepto lukacsiano de «forma» como género literario era una expresión del mundo en el que las
opina, se corresponde con el de «estructura significativa» de los fe~ relaciones entre individuos estaban mediadas por formas e institu-
nomenólogos, peto el enfoque es próximo a un «estructuralísmo está- ciones sociales o, como diría después, estaban «reificadas». La misma
tico», es decir, a la búsqueda de un significado independientemente existencia de la novela testimonia una enfermedad cultural, la inca-
de cualquier consideración de la génesis o del cambio histórico. De pacidad de los seres humanos para comunicarse directamente. La
hecho, Lukács afirma que toda obra literaria debe ser considerada grandeza de Dostoievski radica en el hecho de que había conseguido
como un intento por dar forma al alma o sentido de la vida del autor. retratar relaciones humanas no determinadas por condiciones socia-
El intento es natural e inevitable, pero la propia forma connota una les o de clase, por lo cual, en este sentido, y por paradójico que pue·
aceptación de 10 imperfecto, una limitación de contenido que el autor da parecer, sus obras no son novelas. En el estudio de la «utopía)
pretende expresar. Es como si el mismo proceso de la creatividad de Dostoievski puede discernirse ciertamente una anticipación de cues-
artística, el intento por someter el espíritu a las formas, revelase tiones que iban a ocupar la atención de Lukács en posteriores obras
nuestra básica incapacidad para conseguir una verdadera síntesis de marxistas: cuestiones relativas a la posibilidad de una sociedad que,
lo interno y lo externo, subjetividad y expresión. Lukács se opone de acuerdo con la visión romántica de Marx, aboliera todos los obs-
también al tipo de cultura artística que sólo intenta describir la con- táculos sociales e institucionales y permitiera a los seres humanos
tingencia de la vida y no presta atención alguna a su «esencia»: re- relacionarse entre sl como individuos y no como representantes de
chaza así el naturalismo tanto como el impresionismo. Al mismo fuerzas anónimas. Sin embargo, Díe Theorie des Romans no hace
tiempo parece afirmar que la búsqueda del significado y la esencia mención del marxismo, si bien acusa la influencia de Dilthey y Hegel.
trae a la luz la irrehuible tragedia de la vida, la dependencia del indi- Lukács considera las formas literarias como expresión de totalidades
viduo de poderes invisibles e ininteligibles que se resuelven en con- históricas cambiantes, cada una de las cuales intenta a su vez alcanzar
flictos insolubles. En esta obra se aparta todo lo posible del «este- la autoconsciencia en la creación artística. De acuerdo con la filosofía
tícisrno», si por ello se entiende la fe en la absoluta autonomía de la de la historia de Hegel, el arte es el reino de [a objetivización del
forma con respecto a la génesis de una obra : las formas son un medio «espíritu de la época» y su significación no puede reducirse a una
de impartir unidad al mundo, pero donde la propia vida espiritual pura forma; por otra parte, tiene su propia autonomía y no es sim-
está empobrecida y en estado caótico, la perfección de las formas no plemente una función de la filosofía o de la ciencia. La noción «iute-
puede recuperar su valor. Según Lukács, la moderna cultura artís- lecrualisra» de la creación artística no es entonces menos errónea que
tica o busca una forma «abstracta», es decir, imita la perfección de la fe romántica en la posición privilegiada del arte en la creación de
!ormas pasadas que no se acomodan a un contenido nuevo, o bien una síntesis universal de pensamiento y actividad humanos.
Intenta rechazar toda forma; en ambos casos el intento no significa . Los escritos de Lukács de estos años prernarxistas muestran que,
una crisis de la forma como tal, sino sólo la debilidad y falsedad de en sus estudios estéticos y también en otros campos, estuvo absorto en
la «vida» que intenta expresarse en el arte. problemas éticos: la contradicción entre las decisiones de los indivi-
En Die Tbeorie des Romans "", escrita en Heidelberg en 1914·15 duos y los resultados de sus actos, el conflicto entre la necesidad de
y publicada en 1916 en el Zeitscbriit /ür Astbetik und allgemeine expresión y la función autolimitadora de la expresión, el conflicto
Kunsuoissenscbajt (y en forma de libro en 1920), Lukács pareció entre la necesidad de comunicación directa y las formas socíales que
haber alcanzado un punto de vista menos pesimista y fatalista. En la hacen imposible. Durante la guerra, junto a su trabajo inacabado
los años cincuenta, en una mirada retrospectiva, describió esta obra sobre Dostoievski, Lukács escribió un estudio (también inacabado) so-
como reaccionaria en todos los aspectos -idealista, mística, etc. No bre Kierkegaard como crítico de Hegel . Como indica Congdon, la
conversión de Lukács al comunismo puede haber sido el resultado
* El alma y las formas, trad. castellana de M. Sacristán, Ed. Grijalbo. de su enfoque de la situación en términos del «o ... 0» de Kierkegaard:
** T eoria de la novela, trad. castellana de ... un estado de conflicto en el que no existe posibilidad de slntesis entre
254 Principales corrientes del marxismo
7. Gydrgy Lukács: La tazón al servicio del dogma 255
dos conjuntos de valores y en el que el índividuo debe, por tanto,
elegir entre ellos. marxistas). La breve dictadura comunista fue seguida por una salvaje
Tras volver a Budapest en 1915, Lukács figuró entre los líderes represión en masa, pero la mayoría de los líderes escaparon al extran-
de un circulo intelectual, y posteriormente de un centro de estudios jero. Tras unas semanas de actividad clandestina en Budapest, Lukács
independiente, en el que jóvenes intelectuales que buscaban respuestas se trasladó a Viena, donde fue detenido por un breve período de
filosóficas y morales a los problemas de la Europa en guerra inten- tiempo; fue salvado de la extradición, en parte gracias a la protesta
taban dar así expresión a sus sentimientos de desesperación y espe- de un grupo de escritores, entre los que figuraban Thomas y Hein-
ranza. Varios de los camaradas de Lukács en esta tarea iban a desta- rich Mann.
car en diferentes esferas culturales: Karl Mannheirn, Zoltán Kodály, A partir de entonces llevó la vida de un émigré político, reali-
Arnold Hauser, Béla Bartók y Michael Polanyi. La atmósfera general zando obras teóricas y de propaganda y participando en las incesantes
era izquierdista, pero no lo suficiente como para fomentar simpatías disputas existentes entre sus compañeros húngaros en el exilio. Es-
bolcheviques. Por este motivo los amigos de Lukács se sorprendie- tas disputas no tenían efectos prácticos sobre la situación de Hungría,
ron cuando éste se unió al Partido Comunista inmediatamente des- pero, como suele suceder, suscitaban amargas pasiones entre los émi-
pués de su fundación, a 6.nales de 1918, sobre todo porque unos grér con sus planes rivales para la revolución. Lukács pertenecía por
días antes había publicado un artículo en el que afirmaba que los entonces a la llamada Izquierda Comunista; en 1920-1921 editó un
bolcheviques no tenían motivos racionales para asegurar que la socie- periódico. titulado Kommunismus, de tendencia similar, que fue cri-
dad libre de conflictos del futuro pudiera ser implantada mediante ticado por Lenin por su punto de vista antiparlamentario.
la dictadura y el terror. Sin embargo, aparentemente -como muchos Entre 1919 y 1922 Lukács escribió diversos ensayos teóricos, pu-
otros que se hicieron comunistas a resultas de la guerra y de la crisis blicados en forma de libro en 1923 con el título de Geschichte und
de la JI Internacional- el bolchevismo era la única alternativa Klassenbeioasstsein *. Este libro se considera como su magnum' opus,
práctica para aquellos que se negaron a aceptar, activa o pasivamen- si bien su autor declaró en diversas ocasiones que en algunos aspectos
te, el sistema que era responsable de los horrores de la guerra y de no representaba ya sus ideas. En cualquier caso, entre sus obras de
la propia amenaza a la civilización. esta época, ésta es la que suscitó más controversias y dejó la más
En cualquier caso, a partir de entonces Lukács aceptó sincera- profunda huella en el movimiento marxista. En ella destacó la impor-
mente el comunismo como solución moral, intelectual y política. A pe- tancia de las fuentes hegelianas del marxismo y también estableció
sar de diversas aventuras filosóficas, se identificó completamente con
una interpretación original de toda la filosofía de Marx, en la que
el movimiento comunista durante el resto de su vida . Creyó que el
la categoría de «totalidad» figuraba como el fundamento de la dia-
marxismo era la respuesta final al problema de la historia, que el
léctica marxista. Se propuso mostrar que las principales disputas teó-
comunismo garantizaba la reconciliación final de todas las fuerzas hu-
manas y el libre juego de todas las posibilidades humanas; que el ricas entre los marxistas de la JI Internacional se había dirigido
conflicto entre el individuo y la sociedad, entre una y otra persona, desde posiciones ajenas al propio Marx, y en particular que la línea
entre la existencia contingente y la «esencia), la moralidad y la ley, ortodoxa había seguido ignorando el rasgo esencial del materialismo
se había resuelto «en principio», y que sólo quedaba unidas en la dialéctico, a saber, la interacción del objeto y el sujeto de la historia
práctica con el movimiento histórico que prometía que la síntesis se en el movimiento hacia la unidad. Su obra iba principalmente dirigida
realizaría sin falta. contra las interpretaciones evolucionistas o positivistas del marxismo
Durante un tiempo parece ser que consideró que la esperanza de que dominaban en la II Internacional. y tenía por finalidad ofrecer
una revolución comunista europea se haría realidad en breve plazo . una base filosófica a la teoría revolucionaria leninista del socialismo
Pocos meses después de la caída de la monarquía dual, se estableció y el partido. Sin embargo, en dos puntos se separó Lukács del Ieni-
en Hungría una república presidida por Béla Kun (quien posterior- nismo: criticó la idea de Engels de la dialéctica de la naturaleza como
mente perdió la vida en una prisión rusa, víctima del tenor de Stalin); básicamente contraria a la propia teorfa de la dialéctica, y criticó
duró desde finales de marzo a finales de julio de 1919. Lukács se la teoría del «reflejo» que Lenin había considerado como la esencia
unió al Gobierno como diputado adjunto al comisario de Educación de la epistemología marxista.
(Zsigmond Kun:G., un socialdemócrata y teórico próximo a los austro-
* Historia y conciencia de clase, trad. castellana de Manuel Sacristán.
256 Principale s corrientes del marxismo 7. Gyorgy Luk écs : La razón al servido del dogma 257

. No /es de so~prender, por ello , que, en un período en el que la «Tesis de Blum», fue severamente criticado por el grupo mayoritario
ideo logía cornunrsta estaba adoptando su forma dogmática el libro presidido por Béla Kun y posteriormente por el Comité Ejecutivo
de Luk~~s fuera atacado de la forma más oficial posible, a 'saber, en en una carta abierta a los comunistas húngaros.
una s~sJon de la IU. Int~nacionaJ. En el IV Congreso , celebrado en Las «Tesis de Blum» (publicadas por vez primera, de forma abre-
~oscu. en 1924, . ~Jnovlev, por entonces presidente de su Comité viada, en 1956) se citan ho y día como prueba de que Stalin y Lukács
EJe~~tl".o, denunció la obra de Lukács como un ataque nocivamente se opu sieron consistcntemente a lo que posteriormente fue denomi-
revlslon~st~ contra .el mar xismo; est a idea fue respaldada también nado de forma eufemística el «sectarismo», y que defendía un «fren te
po.r Bujarin . Al mismo tiempo, Zinoviev atacó 11 Antonio Grazia- popular» del tipo propuesto por el Com intern en su último congreso
dei, 9ue había publicado recientemente una obra criticando la teoría de 1935, tras los contratiempos de principios de los años treinta. De
marxrana del valor , y también a Kad Korsch. Su condena de Lukács hecho, la oposición de Lukács a la política de Béla Kun de los años
la expresó en términos general~s, sin acusaciones específicas, y puede veinte fue muy limitada. Lejos de proponer una acción conjunta con
dudarse de que realmente hubiera leído la obra en cuestión. Sin em- los socialdemócratas contra el régimen de Horthy en Hungría, Lukács
ba rgo, pronto iban a aparecer ataques más r azonad os de filósofos afirmaba que la socialdemocr acia estaba «en la vía ha cia el fascismo»
como A. M . Deborin, N . Luppol y 1. Rudas. No se conoce que Lu- y no podí a ser considerada como una oposición democrática : de hecho
kács h~ya realizado autocrítica alguna por en tonces, pero si en 1933 ' suscribió la denominación de «socialfascismo», que fue uno de los
e~ v~rtas obras posteriores repitió que consider aba Historia y con~ síntomas más característicos de la paranoia comunista de finales de
esencia de clase como una o.bra errónea y reaccionaria, al menos en los años veinte y principios de los treinta. También declaró, de acuer-
los dos puntos antes me.nclOnad~s. El libro desapareció sin dejar do con los eslóganes de La nueva era, que la batalla no era entre
rastro de los anales comunistas y solo fue r edescubierto tras la muerte democracia y fascismo, sino entre clase y clase. Por otra parte, esta-
de Stalin. Sin embargo, tuvo un gran efecto sobre los marxistas ale- bleció la controvertida fórmula de «dictadura democrática» del pro-
manes na comunistas, y en la actualidad se considera como uno de Ietariado y el campesinado como etapa de transición conducente a la
los documentos teóricos más importan tes de la historia del marxismo dictadura del proletariado, dejando bien claro que no se trataba de
O~ras obras ~eóricas, ?e Lukács en los años de la postguerra so~ cooperar con la burguesía o los socialdemócratas en la construcción
el articulo «Táctica y enea», publicado en húngaro en 1919 y los de la democracia. De esta forma intentó aplicar a Hungría ciertas
e?say~s sobre .Lassalle (192 5) Y Mases Hess (1 92 6 ) en el 'Archiv máximas prerrevolucionarias de Lenin, Por ot ra parte, el Comintern
fu,: die Gescbicbte .des Sozialismus und der Arbeíterbewegung; el concibió un tránsito inmediato a la dictadura del proletariado, es de-
prJ~e~o estuvo OCaSIO?~~O por la edjci.ón de las cartas de LassaIle y cir, a un monopolio comunista del poder, y condenó las «Tesis de
el ultJmo. por ~a reedicíón d~ los escritos de Hess y la publicación Blurn» como defensoras de una política de «liquidación» . Toda la
de una biografía de éste escrita por Theodor Zlocisti. En 1924 Lu- disputa no tuvo efecto alguno sobre los acontecimientos en Hungría,
kács publicó un breve libro sobre Lenin , escrito inmediatamente tras por entonces o después, y desde este punto de vista no importa qué
la muerte .de éste (Lenin. Studie über den Zussammenhang seiner ideas tuvieran un grupo de impotentes émigrés. Sin embargo, el re-
Gedanken " l., To~as estas o.bra~ se interesaban pOL' el mismo tema ge- sultado de la condena fue una rápida retractación de Lukács para
nera! qu~ Historia y conciencia de clase: la concepción marxista de evitar ser expulsado del Partido, y a partir de entonces se apartó de
l~ ~l1stOrIa como ?n todo integral y la resolución de los dilemas tra- la acción pol íuca y se aplicó al trabajo teórico .
dicionales entre libertad y necesidad, el ser y el deber ser. En 1925 Durante los años treinta y durante la II Guerra Mundial, Lu-
Lukács publicó una revisión crítica del manual de Bujarin sobre el kács publicó muy poco . En 1930-1931 pasó algún tiempo en Moscú,
materialismo histórico. donde trabajó en el Instituto Marx-Engels-Lenin y conoció Los prime-
,Hasta 1928 Lukács participó activamente en las controversi as ros manuscritos de Marx, que hasta entonces no se habían publicado.
existentes entre lo~ grupos comunistas húngaros, y en ese año esbozó A su vuelta a Berlín escribió algunos artículos para Die Linlesleurue,
~n programa fr accional a presentar en el siguiente congreso del Par- incluido un importante ensayo sobre literatura y política titulado
tido. Este documento, conocido según el pseud ónimo de Lukács, las «Tendenz oder Parteílichkeit?» (1932). Cuando Hitler subió al po-
der, volv ió a la Unión Soviética y permaneció en Moscú hasta el únal
* Lenin: estudio sobre in interconeeio« de sus ideas. de la guerra, trabajando en el Instituto de Filosofía de la Academia
258 7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 259
Principales corrientes del marxismo

de Ciencias, Los intensos estudios de esos años se plasmaron en di- realizar una autocrítica; sin embargo, aparentemente fue readmitido
versos trabajos para numerosas publicacion es posteriores a 1945. En- en 1967, esta vez sin condiciones. En cualquier caso, hacia el final
tre ~llos figura Der ¡unge Hegel) acabado antes de la guerra , pero de su vida mantuvo la creenci a de que el socialismo, que se inició
p.ubhcado en 1948; Goetbe und seine Zeit (1947); Essays iiber Rea- en Rusia y continuó en la Europa Oriental, se liberaría d e la secuela
lismus (1948, sobre el realismo en literatura) j estudios de literatura de las «distorsiones» estalinistas y volvería al sendero del «verdade-
rusa (Der russiscbe Realismus in der Weltliteratur) 1949); Tbomas ro» marxismo. En una entrevista afirmó que el peor socialismo era
Memn (1949 ); Deutscbe Realisten des neun zenbnten [abrbunderts mejor que el mejor capitalismo. En el campo político adoptó plena-
(1951); Balrac und der [ranxiisiscbe Realismus (1952) ' Existentialts- mente la política soviética de «coexistencia» y se opuso al «dogma-
me ou Marxi sme? (1948); una historia de la filosofí~ irracíonalista tismo» chino. Su actividad académica tras el levantamiento estuvo
alemana como fu~te del nazismo (Die Zerstorung der Yernunit, principalmente ded icada a los problemas de la estética marxista.
1954), y un estudio de la novela histórica (Der bistoriscbe Reman En 1957 publicó un ensayo , « Über die Besonderheit als Kategorie der
1955). ' Asthetik», y en 1%3 una obra en dos volúmenes titulada Die Eige-
A lo largo de todo este período, la posición de Lukács como ideó- nart des Astbetiscben. Cuando en los años sesenta se relajó algo la
logo comunista y marxista fue ambigua . Siguió siendo miembro del presión cultural en Hungrla, disfrutó de unas condiciones de trabajo
Partido e hizo lo que pudo por conformarse escrupulosamente 11 cada más favor ables y de facilidades de publicación . En 1965 apareció en
nueva etapa de la <ducha ideológica». No obstante cuando se endu- () Alemania una obra con motivo de sus ochenta años.
reció la línea de ?talin a partir de 1949 y se intensificó la represión Además de sus estudios estéticos, inició un manual básico de doc-
en las «democracias populares», Lukács fue de nuevo ob jeto de nu- trina marxista: esta obra, casi acabada, ap areció póstumamente bajo
merosos ataques, dirigidos por J. Révai el dictador cultural de Hun- el título Zur Ontologie des gesellscbaitlicben Seins, formando parte
gría. Una vez más , Lukács se sometió a' la opinión del Partido y rea- de la edición en catorce volúmenes de sus obras, publicadas por la
lizó su autocrftica , Siguieron saliendo sus libros -sobre todo en la firma Luchterhand.
R. D. A., en alemán-, pero en los círculos del Partido eran conside- Lukács murió en Budapest en 1971. En la década anterior aumen-
r~dos más. bien con recelo, indebidamente «liberales» y no cien por tó rápidamente el in terés por sus ideas, como se puede apreciar por
CIen marxistas. el número de libros, articulas y discusiones relativas a él, y también
Nueva fue la situación a partir de los cambios producidos en la por las numerosas traducciones y nuevas ediciones de sus propias
«desestalinizaci ón » de 1956 , desencadenada por el XX Congreso del obras. Los ataques del sector estalinista cesaron prácticamente; por
Partido Comunista de la Unión Soviética y la famosa alocución de otra parte, fue criticado por algunos (Deutscher, Adorno, Lichtheirn)
Jruschov acerca de los «errores» de Stalin. Lukács fue uno de los como escritor e ideólogo estalinista. La discusión se ha centrado prin-
q~e criticó en Hungda las «distorsiones» de la era de Stalin; pertene- cipalmente en sus ideas estéticas y literarias y en su concepción de
CiÓ al «Círculo Petofi», que jugó un importante papel en el fermento la dialéctica , sobre todo en Historia y conciencia de clase. Su obra
id~ol?gico que precedió al levantamiento húngaro. Lukács dirigió su 1I póstuma no suscitó gran interés y debe haber defraudado a quienes
prI-?-Clpal ataque contra el «dogmatismo» ideológico y la primitiva buscaban en ella nuevas ideas acerca de la interpretación del mar-
a.ctltud hada las cuestiones literarias y filosóficas en la época de Sta- xismo: es un exposé convencional de materialismo histórico, con los
lin . Cuando el movimiento húngaro antiestalinis ta alcanzó su cenit con habituales ataques de Lukács al empirismo y el positivismo . Por otra
la formación del Gobierno de Imre Nagy en octubre de 1956, Lukács parte, hizo nuevos trabajos en 1964 y 1969 sobre Solzhenitsyn, a
fue elegido para el Comité Central del Partido y durante pocos días quien saludó como iniciador de una gran renovación del realismo
tuvo el cargo de ministro de Cultura. Tras la invas ión soviética fue
socialista.
deportado ~ Rumania con el resto del Gobierno de Nagy, la mayoría
Lukács d ejó diversos discípulos en Hungría que han intentado, con
de cuyos miembros fueron asesinados por los soviets ' Lukács uno de
mayor o menor fidelidad, proseguir su obra y gama de intereses. En
los pocos supervivientes, volv ió a Budapest en la pri:navera de 1957.
la Europa Occidental, quizá el más celoso defensor de su filosofía
Pronto volv ió a ser el blanco de nuevos ataques, en los que jugó un
destacado papel su antiguo discípulo]. Szigeti . Intentó recuperar su fue Luden Goldmann, cuya obra requiere un tratamiento indepen-
afiliación al Partido, pero no fue admitido y esta vez se le negó cliente .
260 Principales corrientes del marxismo 7. Gyorgy Lukács: La raz6n al servido del dogma 261

2. El todo y la parte: crítica del empirismo a los hechos, sabiendo que no existe una transición lógic a de los
lieCIlos a 'la--lr ansformaci6n revolucionaria d e la sociedad . .E1..c,mP,i,d-
Tanto en «T áctica y ética» como en Historia y conciencia de mo es el fundame nto ideológico del revisionis mo y el reformismo' en
clase Lukács.Jl..1a~~..@~~ l~.f óp : t¿.Qu( es el marxismo ortodoxo?», el" movi miento obr"éro':'(rr'''f6'él'i)''''m-am sf a''ortoo oxo que advierte que
Y.. SQPJ~~~~_ 9.'!.~ ,e:~~,.S9.~~g;!.? 9.?.~~!?,~~,~ ~~..~ce"'~'á!i~~'cre 'ñIngüñaArcre¡' ha lle gado el momento en que el capital es sólo un obstáculo para
détermtn3;Ha,~:Qn. ",ma~?'~sta ' -ort odoxo , , comQ,. J;.iL" no c!elie""l e'il ltad" a' la producción, y de que es la hora de expropiar a los explotadores,
"niñgúna'la ea específica) y p,.\J.ede,..,cüticar",ll1s" idelaS:~(i¡: Marx en tanfe;" .S9.nt~k~ W., .s99 .. p.!l1,ª9r.as, d~.J?ichte) "u no .de :,lolb,m ayores .fil ésofos clá-
perma;;e~c~~ fieT )i"Ja ,~.$~·d.ª )el marxismo, a saber, el métod~ diá'· sicos alemanes " ,cu~ndo !o~ !Xl:arxist?:s "vuJgll,res ,~c1)Jq~n ..:' he~4os:,JlJ.l~ ,
léttiteC «'lv Wodo» no significa ' 'aquí uii"'<:onjliñttn:le normas para la _Qat eceIl.-,couttadeéir:a p,J:o.c;es,O:. "P~o,~,p~ r?\ 1.9~Jiish~~. ·) (ibid., p. 30) .
"pr áé"tibl de operaciones intelectuales, como en lógica, sino una par- Lukács no parece haber utilizado ya in~s esta trase en sus ataques
ticular form~_c;k. ,ºQI~í!.m.~~n!9. .gl}.~ incluye, !gs~nci encia. de Q!,1,I'; .p.ci'Ísár al emp irismo , p ero su actitud en esta cuestión siguió sien do la mis-
ér ñn¿ijlQ·jgni6.'~~tªm.p.ié,naYJ,J.da.t ,a .trMsfprpj~ , .siendo al mismo
"'no' mera:
" tJ,~,I??R~ ,Y r.t.(,S:9.NP'{~~.s~?~,Er~8,!Jf9 ' La dia léc tica ' mar'xi~ña és'~
.. ma, ~~ ..,_s~ .. fI istorig. .y'_ "cp~jc1J,c.ia.- /!§. ~ ¡q~.tl..fr;, _ ~.ub.r~-ya q!!~ una teoría
que simplemente toma en cuen ta los h echos ta l ' y com o éstos nos
mente u na form a de percibir o d esc ribir la realidad social, o incluso ··-¡fó'frdaaós se "'s.iliii!...por esta tífi'só'la" rlizofi, -aenl l'O 'de" lll se d eara ·ca·
de indica!" cómo debe ser descrita : es el r esorte de la revolu ción Y!I.alrsti~.'·Pér9~p~r~ .c~mp~~~:a~r ersf8ñi!IC¡cl?'~gV§S_·~~t:pllY- 9.UL
social y no existe fue ra del proceso revolucionario , del cual, como S1t~~~10t . ~g. ul1~odo .~9.\Í<;teto» y qe scu,bp,- la. «m~Cl~aCI0M . entre
~-'~d·a~. ;le ,t~d~a~~;i~fJ~ '~~!Y~lgfb~~:·)?~1·,~~-"t~11lz~~~~~~~~~:
método, forma parte in tegran te .
Esta concepción del mé todo, afirma Lukács, supone considerar
al universo social como un compuesto único de «to talida d» , Su idea cada parte , el todo puede ser discernido en ella . El todo es el vehícu-
de que ésta es la clave de la teo ría marxista no cambió entre 1919 lo del «principio revolucionario» , tanto en la práctica socia l como
y 1971. El texto que cita con má s frecuencia es probablemente la en la teoría . Existe sólo una única ciencia, que abarca tod a la historio
introducción de los Gru ndrisse, en la que Marx expone su ide a de humana - política, economí a, ideología, derecho, etc. -, y es la cien-
la pri mad a de 10 abs tracto sobre 10 conc reto. El maE!t~o . segú n cia del todo que da su significación a cada fenómeno individ ual . ¿No
Lukács, ser ía impo sible si no .supusiera ~ Rrin.c:;:ip.i9. ,d e q!Je la «teta- dijo M arx q ue una máquina de h ilar en sí es sólo una máquina de
lídad» social no PJ.!~(k .,s eL re.l;:9.0~_t~u ida . acum\I)andp .',h,e(:.hqs. Los-líe- hilar, y qu e se convierte en capital sólo en determinadas circunstan-
chos no se j n ,~~~pret~p ~ , sí. ,~j~mps; . su. síg!1ifi<:.adón se r ev éEi ' solo cias socia les? N inguna percepción directa de una máquina puede re-
en relación 'al todo, qu e debe 'iér conocido de aoteinal1O,'y por tanto vela r su función como capital: ésta sól o pu ede ap reciarse conside-
es--Iogicaínénte ' -afite ríclt'3 becnoS:'
lo{ En éSte '''a sp'ecIü: '"1Vfálx"'sigue rando el proceso social global del cual forma parte .._L0s,·he,en Gls . d1«)
a)·-iegeC «Eiit éridem ós "así ' ia'afirmadóñ"'cap it'ill' 'del meiódo 'dial éctico, ' son la realidad final, sino qu e son (Ispectos artificialmente aislados
la teoda hegeliana del concepto concreto. Esta teoría afirma, dicho (M~m.e1iteT d~r'~qQP:' - 'la . tend~n~j'~'g~n~ral " de'"la evo1uC1Óii "h1s"torli:3
brevemente, que el todo es ~gi2! l!~ ~ .. .l?art ~s. : J~ p'ar ~~ , ,,9,~R~._~~F . - "es lÍí~s"'real "qu e'l os datos de expe rienci a .
in terpretad a o la lu z aeriod6 y n o vicever sa» (<<'Táctica y ética», p á- Pero -y éste es el siguiente punto fundamen tal- el «todo» no
gii1iC 25):"N o" ae\)e"'conti:~sta rse' lo'coñc"réto con fen óm enos que sólo _e,§_ii_!Jl..Rl~W~!l;;."~I;w.•.;¡ífH.~s;lóo ,,qJJe_ 0?.mP~"<,;~9.~, Jll..s.l:1.m a cte parllcül~
pu eden ser ap rehendidos por la m en te, p ues tanto pa ta M arx como realidades en un momen to dado. Debe ser comprendido comó~ vne:.rea-
para H egel lo conc reto sólo p uede ser ap reh en di do así, como un as- ....lldad - di~ftrJ?Íc!~~g~7 :~~p-cjfí~: "~9~~"fi~ha::i.q}4~º~ia,: ~u ~~ci6..{l_ y ~~.s
pecto único dcl todo-:-<iESt i -p rl mfic[i"'abs o1üta -cferiooü:··su · ühíaid resultiao s. t5e hecho , es Idé ntico con la h lstOtJa actual , pasada y
l'5'oremittrlí-d~i~'ars1añüento abstra ct o de sus partes, tal es la ese ncia [útu ; ¡¡ - pero de un futuro que no se «p revé» simplemente como un
de la concepción marx iana de la sociedad y del método dialéctico» act o de la naturaleza, sino que es creado por el acto de preverlo. De
(ibid., p. 27). esta forma_~L~,tQdo..>~. $.~ .an ti~ip'ato-t:i,<?... ,.,Y los. hechos actuales sólo pu e-
De esta fo rma , la teoría rnarxiana de la revolución y el socialismo , ~~.,~.9.1}lp.F~h~e,;s~_ e,n t#i1~}6n con, el ,tututo..:.' :" '. :- - . . ' ' .
S.9}opu ééle--basars'e"ett una c.omp'r~~i6I?: g19~al ',de ll ~' ,~9'd~da¿1':que ~o. , Esto es especIalmente importante para distinguir el punto de VIsta
py.~de !~a1iiá'r~e : fr:1~di.a,ntc J)!~gÚn ib~li~k d(;.tana~9..y_.fi!~tJ~9~~ EH~ es revolucion ario del punto de vista reformista en el movimiento socialis-
la razó~: .P?~ .,.1a. éujl1 10s .OP01:ttlpis tas y revisionistas apelan siempre - ta. A los ojos de los reformistas , el significado de la actual lucha social
_... _ _- - - l ·.O;• • v;:
262 Priacipeles corrientes del marxismo
7. Gyorgy Lukács: La rozón al servicio del dogma 263
y política de la clase trabajadora se agota en sus consecuencias inme-
ciona lo . C9.ue~.etQ"- ~n<·d. tQ.dQ...Mien.tras.,, ql'Ie·-Ja. ..incapacldad,...d~ J?J:.t.Isar
diatas. Por otra parte, para Marx, cada fragmento de la lucha actual,
gróbaIin~rte P.9.S•.•e.s.~,ayjzª . ª--J~~ ., §!t.B¡l~j9}~~,S. dadas Y, nos impide tras:'- --'
incluida la lucha de los trabajadores por la mejor de las condiciones ~c'eOdeí.:,:~í~t;éll:.d~n,..social".~xistent€, con ro éü¡¡t''en"teriniñosde:Y'~nc1a-
económicas, sólo obtiene un significado a través de 11 perspectiva
de la revolución. Esta fue la actitud dialéctica y revolucionaria de
.",- ,iIs¡;;o,
'ac~bamos como ~t:lI~i~t.!!s .9...ESXisi ~isJ.¡¡~ , por ~tra parte) 9l,
que pasan por alto la necesidad de la «mediación» estan en peligro
aquellos líderes que, como Lenin y Rosa Luxemburgo, combatieron al
de §íi¿unmi:t:·-'~r::íítlhiitiY!;<:~.rt,(5)." ·g~'Apj~9.)}J9.Q!Ír :~,<!9.s)~s' f en6Ttieñ6s
oportunismo y a! revisionismo y siempre tuvieron a la vista el «o~­
jetivo fina!» . En su ensayo sobre Rosa Luxemburgo, Lukács elogl~ ':é.[ti'I1~9~lHL19PP" mg¡fé:¡:en,~i,ªcJo" .i m9,rHl:.9-P. eL~~,~~cte~ espe c1fié? <le"
los , d,iY~~9.~ \a~p'~os. ,de-Ja .v.i.da ' J .Ia .~ultul'll . Un eJerií'"j)lo' de -una-ideo-:
especialmente su poder de análisis «global». Rose Luxemburgo conci- ~"r~gía-q~e toma en cuenta la totalidad pero no la mediación, puede
bió el fenómeno de la acumulación no como un hecho aislado, sino hallarse en eJ.,ll~ tal y como éste se mostró posteriormente. Ade-
como parte del proceso que lleva inevitablemente a la revolución más casi todas las tendencias artísticas condenadas por Lukács pue-
proletaria, y por ello Eue capaz de mostrar que no podía ~ros.eguir den' ser descritas como deficientes o en «mediación» o en sentido de
indefinidamente, sino que debe producir el colapso del capitalismo. totalidad. El naturalismo se limita a la descripción directa y deja
Los oportunistas como Otto Bauer fueron incapaces de pensar en de alcanzar el nivel de crítica social integral; el simbolismo crea sólo
términos de un proceso histórico integral, y por ello se entregaron al todos «subjetivos», mientras que las diversas formas de decadenci~
capitalismo, intentando remediar sus «aspectos malos» por medios elevan la experiencia parcial a la verdad metafísica eterna, y caen aSI
éticos. Una vez que se abandona el punto de vista integral, el capi- igualmente lejos de una visión integral. En el socialismo, la falta de
_talismo:p~"~ ,::i~~iít~ ..Wllpé;~@e:~'·pue'S-'las¡' ·í)ééu1i'á:ret'eleyts'~:qut¡,·· un sentido de «mediación» lleva al sectarismo, es decir, la incapacidad
gobiernan su economía parecen ser «dadas» como hecho.s. inaltera- para comprender las particulares funciones de las interrelaciones su-
bles y leyes de la naturaleza, que pueden volverse a utilizar pero bordinadas: por ejemplo, la idea de que las tareas del arte en una
no pueden ser anulados. Por otra parte, una visión global muestra que sociedad socialista deben estar determinadas sólo por su valor de
el capitalismo es un fenómeno histórico y transitorio, y que, por propaganda pasa por alto el papel mediador de los criterios específi-
tanto, es vehículo de la conciencia revolucionaría. camente estéticos. ~LJ~~<W'lngnaLde...la--posteri.QL};illÍf1.}9!.esta-
En su obra sobre Lenin, Lukács utiliza de nuevo la idea de Tota- linismo g Ol' Lukás,s ~~.,.qp~,...s~,t~~qg~ciª",ªJ~ «m<:,éacIjp » p~r de¡at'de
litát ~l?a~.A~~g:~bk ,5~Ll)~f.~~9.. 9~. J.~ 1!9.str.m~~.ª~J,eii:~~=y'~él" s;;;t~~o apreciar l; ··dlvefsi ild de medios que supone la cons trUCCIón del so-
Qé· ·s.uj~tqflQ~?a. ten in tue el ÚniCO genio que discernió la tendencia cialismo y por reducir el arte y la ciencia a un papel puramente po-
, révolucionatla de la época independientemente de los hechos y acon- lítico.
tecimientos particulares, o más bien en los propios hechos, y unió Un caso especial, dentro del marxismo, de fracaso en comprender
todas las cuestiones del momento, hasta las más pequeñas , en una la naturaleza de la «totalidad» y la «mediación» lo ofrecen todas las
única gran perspectiva socialista. Supo que el proceso glob~l e~a m~s interpretaciones reduccionistas que dan por supuesta la determina-
que cualquiera de sus detalles, y a pesar de todas las aparIenCIaS v10 ción unidireccional de ciertos factores en la historia por otros facto-
que ya había llegado la hora de la revolución . Desde el punto de res de este tipo. Como el todo es siempre anterior a las partes, la
vista económico no añadió nada a la teoría del imperialismo, pero determinación de las partes por el todo es más fundamental que la de
superó a Hilferding en su brillante éxito para integrar la teoría eco- algunas partes por otras. En .su última ~bra. Lukács. afirma que la
nómica con los desarrollos políticos del momento. máxima «el ser social determina la conciencra» no tiene nada que
Los conceptos intetre1acio~ados. de « :~?~~~. Y..~~~~,~ !.a.~i<?i1P> s.e apli- ver con lo que se conoce con el término de «econom.icismo». Esta
can a tooaslas-erlefa:s"de-:l:a"'mvestrglfci6n socIal, y Juegan un impor- máxima «no vincula el mundo de las formas y el contenido de la con-
tante papel en la idea de Lukács acerca de la literatura. Por ~<~~ ciencia con la estructura económica en una relación directamente pro-
ción» entiende ~~~!9ui.<:: }i~ftA~" .t,? ~<a,ltd-.a q.,. su~o~·~!n5lg-ª-e ~ )a" f1!:'t e. ,. ductiva, sino que lo une con el ser social en ge?eral. La determinación
_'del5en_.~Qf.Mat los'ñeéJios y 1enómencis observados antes de ser mte- de la conciencia por el ser social es así de tipo puramente general.
gtaCfcíS en un ~toéroumvctsnr,er'pt¡jt'eso "ñts'fáH'c"lr'glolJaI "dE~lj'¡¡S¡fdO';' Sólo el marxismo vulgar, desde la II Internacional hasta la época
·· ·pre;~n1e·Y·""ñít\Wj .'·'-Si/i·'~íbbargo ,~c:...~.<;m~!U~, ".tJ~!!.~-., .:l >~,?!:~ept~~,. de Stalin y después, pretendió establecer un vínculo directo y causal
de «mediación» para significar el proceso mtelectual general que tela-- " no cualificado entre la economía, o incluso determinados aspectos
'~ ' '' 8 _ . . " ""•. ,. ~ :"t>:-. -r:
,.. ~~ ,..... . . ' ...... ....
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264 Principales corrientes del marxismo 7 Gyé)rgy Lukács : La razón al servicio del dogma 265

de ella, p~r un lado, y l~ ideología, por otro» (ZUI' Ontologie des ge- revolución proletaria, por principio, no puede conseguirse sin la auto-
sellscbajtlicben Seins, «Die ontologischen Grundprinzipien von Marx», conciencia completa y desmistíficada del proletariado en relación con
su posición en la sociedad y el destino que está llamada a realizar.
p. .39). ~n otros palabras, k ..~t~g~.Q9~ci.~...b~_:¡I~ª",~ Jª~y.iQ;J."s.Q!:jªL .n9
~I proletariado está así privilegiado por la historia, no sólo en el
__~L~ eXl~!.~~ e.ll!~~lª:.k~~!U:.. l~ ~..9Q~r~~tructura , sino entre el ser
..
~~LLQ...~SJ. ti!Q}.>.L Y....hL~~.~,!?-~9~"R~t.ti~m~·i~~::8~.1s]:~ '·_-'·" ·">-;,"'-" ',,,,,, ,., sentido de que está llamado a realizar el levantamiento radical que
acabe con todas las divisiones. de clase, con la explotación y el con-
flicto social, la separación del individuo del ser social, [a alienación,
3. El sujeto y objeto de la bistoria.Teoria y práctica. El ser y el deber la falsa conciencia y la dependencia de la humanidad de poderes
ser. Crítica del neokantismo y el evolucionismo ~stó;icos impersonales. Adem~s de t?~O est?, ._~...P.~~.!~.t~~~~do es pri-
vílegiado desde el ,Run to de vista epistemológico en tantO'- su--'p'a}:le1
No obstante - y ésta es la e siguiente cualidad fundamental del _::~~f.~f1~9.:sm}'9A.eJa., :éoiñpleta,.cOhíy~er~1?Ji:· -¿¡~':~~:I<?'{,~~cra(t .so'lb-él-~
pen~amie?to dialéct~co destacada por Lukács en su magnum opus-, a rehende la historia corno 1.1J.l,..to.dQ-.. pues sólo en sus .aédb1'fes' L~s'rz-"
. veidlid'éramenté" 'reíilíZad a la toi:~Hdad como movimiento revolucio-
)a...?ia1écuca".nQ.·.~,',$)m.pL~m~B}7.}JE méto~~ E.l~!\ti~c;o ,que pueda transo
nario . La autoconciencia del proletariado coincide con su conciencia
..f:r~rse _d~ . un 9.~J~~?_. ~. ?~ro , .f!.1 ~s ' ~tt~ep~:iidiel? te. ~~~,~9.J?j_é.~o":·aI~ 'CiI~.t~t~
. .?EI.lf~ ; COmo ya se ha explicadO, tanto en la teoría de Hege! 'éomo de la hist~ria como un todo; la ' teoría y la práctica coinciden, pues
en la de ~arx _~U~SP)l1p.Q.g.mt.e, .a~t~y..<.? .. c!~.Jª",}~.¡tJ..idacL~l;ieL~-Ja
el proletariado transforma el mundo en el proceso por el cual llega
a una comprensión madura de este mundo, En este caso particular,
~3L~~,~J2I!sa....con.:.~ Eletodo y no simplemente una forma de apreheñ:
,_ er esta realidad, Es ctax -.resitSn~de-I:a"madurez' de-1:¡"'histbtia"I:iaCi'a la comprensión y la transformación de la realidad no son dos proce-
lá-ttii.l1sfOr'iñiiéíón final, y también la conciencia teórica del agente sos separados, sino uno y el mismo fenómeno.
social, a saber, el proletariado, por el cual ha de llevarse a cabo esta Por esta razón, tanto los neokantianos del movumento marxista
~ransfor~ación. En otras palabras, no es el caso de que cualquiera, como sus adversarios evolucionistas no llegan a distinguir entre la
independientemente de su 'Status político y compromiso social, pueda «pura ciencia» de la historia y «el ideal socialista» derivado como
adoptar el método dialéctico y aplicarlo con éxito a cualquier objeto un tipo de imperativo moral, de valores arbitrariamente establecidos,
de su elección ..La-dialé.q;~.~.'l.q, eX~ ~~ fuer¡l. de la lucha revolucio- Como sujeto y objeto coinciden en el conocimiento de la socie-
dad; como, en este caso, la ciencia es el autoconocimiento de la
..-'!.:Y:il!. 4~ld-.P.t9nl(;:.~~r~!!Q.I2.:._~.~.)~.,,!.\':l.~9!=0J!,¿t.~'ji¿~~·: qe ,~~~~'.J~Sk.::\. y~ " üii~ cóm- sociedad y, por la misma razón, un factor determinante de su situación
ponente e e a. " ','. .
--''J'w-dIáléClica presupone la concepción de la sociedad como un en cualquier etapa de la historia; y como, en el caso del proletariado,
todci;~lo-d.'""ltgen:te">S'Ocílll · 'qtré· -és.': ér'mi·s..m,o ~'Wl'»(<t'p¡:f6» :""':::é' "4d'"' ' f~"' - este autoconocimiento es al mismo tiempo un movimiento revolucio-
ia--elase'univeJ:s'¡¡r~ae-Níar~;'erp;~r~t;ri'~d~ pl~ed~'pe~cibír ers<~tod~>; nario, de aquí se sigue que el proletariado no puede separar en ningún
.=ro.-=to.~ Jel1óiñénó·~t·aTs1aa:os: ' ))é'''ácuei;do "éüñ el priilCi'pio c -de~~Hége1 momento su «ideal» del proceso real de su construcción. El socia-
«la vetda(:r es"'ersÜjé'i:o~>'; esto es, en el caso presente la verdad acerc~ lismo no es una situación que espere a la humanidad, garantizada
del proceso histórico puede alcanzarse sólo desde punto de vista d por impersonales leyes de la historia, ni es un «imperativo» moral;
es el autoconocimiento del proletariado, un aspecto de su lucha real.
de la clase cuya iniciativa revolucionaria está. destinada a modificar
radicalmente toda la vida social y a abolir la sociedad de clases . De esta forma, el marxismo resuelve el dilema que intrigó a los
El marxismo no es, como los teóricos de la II Internacional pre- teóricos de la II Internacional. Tanto los evolucionistas como los
tenden, una d~scripción ci~ntífica de la realidad histórica que pueda neokantianos supusieron que la teoría de Marx era una descripción de
aceptar cualquiera que aplique correctamente las reglas lógicas. No leyes -hist óricas «inevitables» que, como doctrina cient ífica, no con-
es más que la conciencia teórica de la clase trabajadora en tanto tenía elemento normativo alguno. Los neokantianos pensaban que los
ést~ madura hacia la revolución; y la conciencia de clase del prole- necesarios factores normativos o ideales debían derivarse de la filo-
t~rJado !lo ,es un mero reflejo de un proceso histórico independiente, sofía moral kantiana. A ello los ortodoxos contestaban que el mar-
SIOO la indispensable fuerza motriz de este proceso. Al contrario que
xismo debía limitarse a la descripción histórica, y que era a la vez
todas las revolu~iones anteriores, cuyos agentes no comprendían lo imposible e innecesario demostrar que el socialismo era deseable y
que estaban haciendo y cayeron víctimas de diversas ilusiones, la al mismo tiempo inevitable. Sin embargo, según Lukács, ambas partes
266 Principales corrientes del marxismo
7, Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 267
razonaban desde posiciones esencialmente no marxistas, pues seguían
no pudo haber descubierto l.a identidad ?~ objeto "! ~ .sujeto en la
a Kant dando por supuesto el dualismo del «sen> y el «deber-ser»,
propia historia, pues en su tiempo no existra base histórica real pa~a
pero Hegel y Marx habían superado este dualismo , El .m!!.rJSj~m9 1l?
ello. En consecuencia, transfirió la identidad a una esfera de la razon
~i~~·~:J&n~t~~i~~~~9.~~~i~lf,T3i1r~ ' ~~'?sl~r~t~i~¿l~~y~t~~~Of~~~y' extrahist órica, y adscribió al Espíritu ' el papel de demiu.r~o en,}a
asTer sü'e'ttl-df.e s e"-ffirc6no'&'m'ieñtg~qé;t"d-ed1- cl pl'olé'i:aHadé~:"c'(¡m~ evolución de la historia , Por ello no pudo, aunque era su mtencion
--;é"nde rªi;e~rr~r;d ~~'cl9;;is;;;~' ;cto'~e'traíisfó'rñi'arl~.f·r¡l ;dl~{si6~" de hacerlo, superar finalmente el dualismo de objeto y sujeto: ésta sería
~ . ~ida"'~~d~"~n"'proc'esds JCiBjd ivós»'"'ruerií: '(\er':t ó'h trol humano, y
la tarea de Marx.
En la misma línea de pensamiento, está claro que en principio
la conciencia impotente que meramente observa o moraliza, es una
actitud característica e inevitable de las clases que, aun cuando en .~p P4,,~~j)a9<:r~-';1as!.i~,H1¿~,< ~ell:;,,@.:.l1').g..Q. ~}~~at~L~.~.~""teó.~.~~ e.s ~ecir,
alguien que reconoce la validez de la ~e?rra socral y as predlccIO~es
su día puedan haber representado el progreso en general, no eran ni
históricas de Marx, pero que no participa en el proceso de su Im-
son clases universales en el mismo sentido que el proletariado -------es
plantación. Para ser exactos, Ul;a actitud así es J:>osible, pero no :s
decir, que no pueden llegar a una comp re.nsión de la ~storia co~o
una acti tud marxista. Un marxista debe ser~i\lgJlle"tl."q:u.¡;:_.,d(;-SJ;;m.~ma
un todo, pues están encadenados a sus intereses p~rtlculare~. ~rn
embargo, para el proletariado, como su interés particular co~crde un~~Lerl\stifQ...~n~~Lm9Ytiili~!i,i9~@;''' ~~~t~ali.dad, .a la,~,e.~r.í~~ _pm~s
por principio con el de la humanidad, y no meramente por accidente
la teoría
eñ sí no es nada si no la autoconciencia del movrrruento.
.~ ~ste-'pu-rífO~ae'vlst:t'ena' Dase"'de' lá-dí tí'ci(ae
muChiúi 'diferen tes
temporal, encarna realmente la unidad del sujeto y el objeto de la
tendencias del marxismo y también del socialismo no marxista. Como
historia. En la actividad revolucionaria de esta clase la historia alcanza
hemos visto Lukács solía refutar a los teóricos de la II Interna-
su autoconocimiento: la necesidad histórica aparece, y debe aparecer,
cional tanto' ortodoxos como neokantianos, pero también a los pre-
como libre acción, libre por ser plenamente consciente. El proceso,
'exí'sFe deces~res y contemporáneos de Marx. Por ejemplo, L.assalle no era
«C?Ek!ivo» y su conciencia de él son una y la misma cosa';"n6
marxista, pues revisó a Hegel desde un p~nto. de vista :fichteano,
arfeÍ'eñcra~enrre ' 'el «se~" -strct¡¡t; "ll'q tiell'o'" que -,~·e~-m~te .~e~·, y '1a""colF'
modificando la teoría contemplativa de la historia con un elemento
o oct
CieñCia'"t·~ódcá.• ,ií:i.Q¡;ál::deJr(;J~~·~··'q~~ · e's 'etag'en't"é" esteproceso" «activista» introducido desde fuera a modo de voluntad o conciencia
-Süi'ecó'''Y ' objct<?¡ 1iber~~fL.Y ~~,,~~,~iet~.?,,~,)?~hq·:x; ,~qr~a:'noi ,est áQ: ya, , moral. Así , en vez de superar el hegelianismo, volvió a una posición
-opuesfós'; 'sino" que"son aspectos ,.1~, ,ll11a úll1~~..J~"aLid,lI~. ~~to pone pre-hegeliana. Del mismo modo arguye Luk ács en su es!udro sobre
, ' fin~'ál<>dílemll: "kátlti'ar'i'6'"de 'é6fuó puede deducirse la obligación a par-
Hess que la filosofía de la acción de Hess o Cieszkowski no supera
tir de los hechos empíricos, e igualmente al dilema del «cientifismo» ,
el dualismo de teoría y práctica, sino que 10 eterniza en el dualismo
De igual forma deja de haber ya conflicto entre voluntarismo y del movimiento socialista y su conciencia filosófica: la filosofía, en
determinismo o la voluntad humana y la predicción científica. Como el sistema de Hess no era el producto y la autoconciencia del rnovi-
la conciencia 'de la sociedad como un todo no es simplemente infor-
miento de clase, sino un tipo de sabiduría, independiente del P.ar-
mación que cualquiera pueda obtener, sino que es el autoconoci-
tido, que el movimiento pod ía adquirir , Filialmente, He~s predicó
miento de la praxis real revolucionaria, de ahí se sigue que en el .
una utopía moral que, si bien criticando abiertamente. la actitud «c~l1~'
mar xismo no e~j~t~ ,1lQda.-s.etneian.t~ ,Aºna.. pr,edicción,«obje.ti:va.» nasltda::- templativa» de Hegel, rechazó la parte de su pensamiento más proxi-
~eñ~'leyerñiStÓricas e independiente de la voluntad que gobierna los
ma al marxismo, a saber, la convicción de que la filosofía e; ;ma
ciffiibíOS~fu1üFOS".:'·Er~~,(Q:~ag' ~pl~-Y~t':,'~oiiX~ig~~· con,"et itcto -de real~e:~" "'" expresión de su propio tiempo y que no puede trascender los Iímites
-lo'prévIsté)-:"er"profeta rl'a'do conoce el fu!uro ~n el ~ssq \.sl~ ,c t~~r1o, no
de su época. La negación de Hegel a. considerar el .futuro era «reac-
,-·hrmarrera"'·d'é'·tIl1h''''pr~C1ofi'''riíe'l:erologká 'd onde los cambios que
cionaria», pero «desde el punto de v~sta metodol?glco» fue exttem~­
realmente tienen lugar no están afectados por nada que baga el pre- damente realista al rechazar el utopisrno y consrderar a la filosofía
dictar. como la expresión de una era y no como, un esp íritu q~e entra en
co ~U~0~~d~~;~~~¡'~~~~'á~'la'~~~~~1e~áa!~es~~~~~'~Lutea¿~~~'er~fe~~~-, la historia desde fuera de ella , Marx supero el punto de Vista contem-
ñ1~' """' l'ec roso " a '1.he' 'elii n ismo"ar inarxismo: "'E stCr tió Sigrifflca;" 'póf "" plativo, no supliendo el c~noci~iento. histó~ico con normas arbitr a-
~t~~to;'q~et~~r;"':~üDlia6 "&e'Rji?&il,' dir¿¿tamente hegeliana. Hegel rias o construcciones utópicas, S1110 discerniendo el futuro corno la
tendencia real ya activa en el presente.
268 Principales corrientes del marxismo 7, Gy(irgy Lukács: Lo razón al servicio del dogma 269

4. Critica de la «dialéctica de la naturaleza» y de la teoría Por la misma razón) el conocimien to no puede ~;;r,,~ons.id<7fado
del reflejo. El concepto de reificación como ·e ñ$o"·deflejt5)>' ·de"'úñ~ J~id~~;PJ:é'exis.(ét1.te . ..Al criticar esta
iClea~LuKact "ni)" dfitctíle" 'exp rés"amente la postura de Lenin, pero cla-
" J:;9m~ .~~ dia,~éct.ic~ ,~Q.§i~ t~ ,~!JJ~ ,i~f:,~ ~,a~ción del sujeto y el objeto ramen te ataca su filosofí a, Desde el punto de vista de la dialéctica ,
~~~~?~ .~~.-~l ,~~~,i~~!lt~Lh.~f.ta, ,~",.~pi?~~~ '~ e:~hf'se' sigue ' que és tal y como la entiende Lukác s, tratar al conocimien to como un «re-
,~s..~~.t~~~l~ I~. }_~~~",,~,~, ,ª!:~~~, ,?e «a1a~~~,~~a,..~Cl:éJ~,:n:ll1:?r,~I~a>~'; ',e? flejp~.• d~l. m~v.,sl,q~ ,é;{'t~xip,~ ,.}~Q .l.a, eX..P.et'I~,nd:!l .Itr~'m~tes,..'p~m?~a.r, ~:
est e punto , L Ukács cntica a En gels,tl e u na culp able cornprension err o- ai.ia1tsmo de pensamien to y ser y asu mir que am bos son fundam en-
nea del espíritu de la dialéct ica ma rxista, Si la dial éctic a denot a un ll1'híl-etrte--- ¡tjen0S" 'entre"'sí': Sirr~embargcr;- 'si " d-Wtltrti'ti'l1Wtb-·'.rlgfIíó:c:a
",,~,<,;ro sistem a de l~y'es n at urales ya h~~,has: que :s'ü'ñ' dí~ceri1ídas' p'Qt er·.· 'tómar pose~~í3ir'der rññndo en un proceso de cambio revolucionario,
hombre; 'e s t.~mos ,fodavíli' erf 'él"áiribi'to de la realidad «p redesti nada» y si la comprensión y transformación del mundo son un único acto
':L~v~tá 'idea del' conocimiento ·~~,9.9}q J:,~t.i.\ridacr puramente' 'd)'il.tétnpln~ indivisible de la conciencia liberada del proletariado, deja de tener
t~~.~ ~ L,as' ~~~y:es ;¡je da':dl-ªt& tica» re sul tan 's'e1;;tiOa pr op),eg ad"'ina1tera: ' . sentido hablar del conocimiento como un proceso por el cual un
.
..b~{.. 9.~ ,li, .natutal~!l;. .l?~d~J:i?9.L~escT..)~rii:Ias y utilizar!a~, ' p'ei~ ' ~sie mu ndo ya existente se duplica él mismo en la conciencia humana
conocimiento «extern o» dé (a naturaleza y su explotación"por la ' tec- pasiva,
nologfa hUffiaÍliiñ ó" tiene ria-dá 'q'ü e· ver~ corfl a dial éctica' tal ' y como La noci6n «con temp la tiva» de J~ realidad,~.q1:1e n o-deja lugat:, paca
.~:7,: , 9i)~!/e#9.j4:( p'qr~ 'Jvt~r~-Y' Be,g~~ ' L~i""diá'iect¡c~ piet'ae'~su ' cilraéi€r la ünicfáa~aeltt~<?:rfa~ Y.xtpf~~t'ic~ ~, 'p~r~,·, pl). papel, creathleO.,.d.el('~u­
revoTuclOna rio, y la unidad de 1:J teoria y la práctica s610 puede ser jf;to: 'la. í:.ine" Luk~C~ , ~un punto en el que pone especial énfasis en
conceb ida en un sentido contemplativo, burgués y reificado -la ex- Historia'y conci'enciá-'aé clase-:- ,;o~ }~. «f~~!4~~c~é?» " c,!?mR,.! ~s.~8,~"~Pj­
plotación técnica del mundo tal y como existe , no la toma de pose- ~~,,~~~~:~ ,_~.efi,~a ..~,~~~~~<;~af ,m1s~rul.~~~a ~e.)aM~'?c~e~d~
terrn rno «r er cacion » no ue un 1:G3nO por
~P~tcl!JlI~ad' bEI
arx y oe he 10 e e
sión del mundo por la acción revo lucion aria del su jeto colectivo . Por
otr a parte, el materialismo his tórico nos muestra el mu ndo como p ro- su difusióñar....iJfopiO' Luk ács, pero la idea es totalmen te rnarxiana:
duc to de la actividad huma na, pero una actividad que los ho mbres el an álisis del «fe tichismo de la merc ancí a» del vo lumen 1 de El ca-
h an considerado desde antiguo como algo ajeno, sin adver tir que "j}ít at"e1f-feálrríétHe"'u ñ 'añáfiSi'S"'Cle1aco n Cie néiií"refficaa a.·:éa""Biliguesía , "
ellos mismos son sus creadores. La filosofía pr ema rxista, con su dí. "ir" 'de'
'V'irtU-H' sü"·sit ulie.to H'''·s 6da( ' creg'e" 'te:fief-tihi''fá1¡si'~conciencia : es
cotomía entre el conocimiento y la praxis, se vio obligada a contern- contrario a sus intereses comprend er la naturaleza de las crisis eco-
plar el mundo como una colección de «datos» cristalizados, y la nómicas y el carácter transitorio del sistema en el que desempe ña un
praxis como un conjunto de preceptos ét icos arbitrarios e instrumen- papel domi na nt e , En una sociedad que subordina en teramente la pro-
to s técnicos, Po r contrapartida, cuando, como sucede en la concie ncia ducción al incremenrode1vllToTde 'cl1mbiQ ;' ~rCla' que-las-rd~et'ones
de clase del p roleta riado, la autoconciencia del sujeto coincide con el enffeiossw s wJimm=¿siwi"~~í.sfáUi.~A~s'.·~n:' y~~;~~r'qf 5iBje'(9.J
conocimiento del todo -cuando el ser social es reconocido como erras mismas asum en el car ácte r de obj etos, los individuos se con ·
creación humana y como algo sometido a la regulación conscie nte de '"Viérteñ'eñ~~::Lín'hombr(;"ño .é"s 'ya-un"'i'noividiio''C on'cretb;''''s1no
la comu nidad organ ízada-c- , entonces deja de existir la dicotomía y " parté"'éle" uí:t~'~sto' ~lsteiñ¡C de piod'úCéiót'í"e 'i'iifercáhih io; sus -cualíds-
se resuelve el dilema de empirismo versus utopismo . Lo que Engels -de;-pérs~ñ~ies' s';ñ' m~'ta~nte mi oDslácu16 Vaia·l~ "'comple ta un ifor-
llamó «p rác tica» (experimentacion, tecnología) no transforma al hom- midad y racionalizaci ón del meca nismo productivo . Es una mera uni-
bre en un cre ador consciente de re alidad, sino sólo aumenta su domi- dad de fuerza de trabajo, un artículo a comprar y veIiq er ségt1ñ- las
nio sob re el entorno; el progreso técn ico no rompe por sí s610 los ley'es 'a.¡i· .JPe¡'cado~ Un re'sultai:lo de la omnipotencia 'del valor d e ¿amo "~
limit es del sistema burgués. El hom bre , explotando las leyes de la - DlO'-et1ii"'radOna1iZación de los sistem as legales, la falt a de atención
naturaleza que h a descubierto , no de ja de ser un «ob jeto» de la his- a la tradición y la tendencia a reducir a los individuos a un idades
toria. Sólo se convierte en «sujeto» cuando se asimila e ide nt ifica jurídicas. La racionali zación se aplica a la tecno logía y a la organiza-
con el mundo exterior, a boliendo la situación en la que el mundo ción del trabajo, y conduce a una mayor especialización y particu-
es un mero da to y el conocimiento no es más que percepción o con- larización de la actividad productiva; el individuo queda cada vez
templació n. La íd~~ .,c!.Llln!9.~i..del~i~.!Q..Y-...cl-QQL~~9 ' no puede ~~~) más espiritualmente disminuido y limitado a un estrecho ámbito de
----~ --.,- - _ _- _
vivir si la 'C1:i'i1IWica se relacíona con la naturaleza
- ~ .. .... -- . _~ -, .... -. .
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actividades por la div isión del trabajo. Todo es especializado ) las acti-
7. Gyorgy Lukács: La razón el servicio del dogma 271
270 Principales corrientes del marxismo
al status de una deidad . Por otra parte, el marxismo no declara que
vidades se vuelven parciales y fragmentadas, la unidad de la sociedad la verdad sea relativa al individuo o la especie, sino que afirma que el
pasa .a ser La.. ªB~S?g~", ~:rrguesa ~~op ta
, dininteligible
'f¡ "
e inalcanzable.
. ..l • " .•.", . .;;;¡._ _"_.<L...."', ...",,,1lt ,. 1:!'~ __ •. ""•.• significado de las diferentes verdades es verdadero sólo en e~ pro.ces<;l
,.esta ~t~W;.~.~ .. ~J~.~." f~C;~9A.<Y."Pl .puelt-l-~.,~~L@J~r..e.- .'r.f~Y-ar ~~¡'-~..1,.l.¿m.SV!P!?~E'J.; social. El pensamiento es un factor en el pro~re.s~ de la historia, y
s1611-'aer to'dó. - Toao lo que comprende es o la realidad empírica; de la historia es el desarrollo de las formas de objetividad.
la'''c'liáI"''Bo iscapaz de emerger ningún «todo», o, por otra parte, Esta explicación no está en modo alguno clara. Si, como ?ice Lu-
la ética normativa o las utopías arbitrarias que, por definición, no kács, la verdad 5610 se puede alcanzar desde un punto de vJ.sta par-
tienen nada que ver con los «hechos» . ~l 1:~~}gQ,~Ü-P18 ~R,!V;g,~~~, ~q~,~ ticular (de clase), podemos aún preguntar: ¿es, no obstante, inheren-
exalta la matemática como la forma m:íS"PéH~C;~ª,,, .q~. cono<;4J;ú~Qtp,
'~(fs.é :'i~t~1~~~:9IJo'Li~B6$~h.oLm;~~~ ~gr~~).~ s~~c!:!I?~J~ z p.~.~is~
tible, ~y- por tanto (le aquello que puede- ser eX1Jlotado técrncamente.
. temente verdadero es decir la descripción de un determinado estado
de cosas independientemente de si es percibida o no? Sin embargo,
Lukács parece considerar esto como una pregunta mal formulada, pues
..Todo 'aql1dló-que"puecla' siri1t:>olizát·cl-' ~'tdcf6»' esdés'feria:é1b ' dd' domi- presupone una conciencia «contemplati~a» y «reificad.~>, externa al
nio del conocimiento científico y considerado como una incognoscible objeto. No está claro cómo podemos evitar. la conclusión de que. en
«cosa en sí». La contradicci ón entre la irracionalidad de los hechos su opinión la verdad no sólo se revela exclusivamente desde el particu-
y el deseo de aprehender el todo condujo a la dialéctica idealista, que
lar ángulo de una clase, sino de que nada eL;.~_,~9.,~plJ.JJQ",.X~~~~"'-'
intentó restaurar la unidad de sujeto y objeto negando toda objeti-
vidad; adscribió creatividad al sujeto, pero , al ser incapaz de concebir
cepto e.? la .SS1w;ieocia ,.de.•.slasevque -,~s."ídentlc a . con : eJ 1D~mou¡:;n~o
esta creatividad como práctica revolucionaria, la dotó de una forma ·:E~Y.9.¡~~f2~áJ12" .pJ:#~!i~9. :;:en ?tras palabras, ~~.,R%J.!.9J2.~.~~~,",,~,. ~"""'-'
}n9Y.Ltn!~-t!tq~e§. .Jm,1.~J.atiy'p0.Sesión~d0-,1~. <:z?d2d, (o que, por supuesf'5:
moral e interna. . es más qu e decir que ésta es una condición para poseer la verdad. S1
En resumen la reificación no puede superarse dentro de los tér- aceptamos las premisas de Lukács, ¿cómo podemos evitar la conclu-
minos de la co~creñcra""'i:iurg(iéSá":' 'Solb'" -cUai1ao<:·~'l"--prólétariadd, . <jtIe" sión de que la verdad es relativa a la clase, o que nada ~s ve:da?ero
-'-e5"'tioi1" m'er~ ·"t?~~c~~~,!~~:~~·)~·~,~·o pég~~: !:>~úiU;e~~; ~ sé,::haga.:c óñ:s~~~~é:, :,>_ en absoluto sin la cualificación «para la clase obrera?» Sl sustrtuimos
de su ' propia' 81tuaclon sera ~ apaz de c(;)Inp~epder e) Ofec~ms}?o soc~aI .. esta frase por la de «para la humanidad del futuro, libre de la falsa
en ' su" tc:jj:ijuiiiO-. ~ Gl" ¿órlCiénci3: ' del'"p roletnrÍlldo ' puede "ser concebiCl¡j ~ ' ;;\" conciencia» estamos aún inmersos en un relativismo basado en la
cofud la"a"dq\..líS'iCión de un conocimiento de sí mismo de una mercan- especie que' excluye la idea de «verdad» en sentido tradicional. Exis-
cía. En la situación del proletariado, el proceso de reificación, la ten buenas razones pa ra pensar que esta posición está de acuerdo
transformación de hombres y mujeres en cosas, asume una forma agu- con la doctrina del joven Marx, pero no puede ser considerada más
da. Cuando el proletariado se vuelva consciente de sí mismo como que como un relativismo de la especie.
mercancía comprenderá al mismo tiempo su situación, rebelándose Cuando Lukács habla de la «unidad de sujeto y objeto» en el pro-
contra la reificaci ón de todas las formas de vida social. Su debilitada ceso cognitivo, o de la «unidad de teoría y prá7ti:a», genetalm~te
subjetividad liberará a toda la humanidad de la esclavitud de los ob- utiliza términos aplicables a todo tipo de conocimiento y todo upo
jetos; su conocimiento de sl mismo no es una mera percepción del de objetos, pero podría parecer que tien~ en .mente el objeto de las
mundo tal y como éste es, sino un movimiento histórico de eman- ciencias humanas y sociales, a saber, la historia hum~na y el ?ombre
cipación, y una conciencia de este tipo no puede constituir un mero como ser social. Como discípulo no s610 de Hegel, smo de DIlthey y
«reflejo» de la realidad. . Windelband, quiso sin duda mantener el principi.o del catácter. fun-
¿Significa este argumento que desde el punto de vista de la con- damentalmente diferente del conocimiento humanista (el «coefi?en~e
ciencia liberada no se plantea ya el problema tradicional de la «ver- humanista» como lo llamé Znaniecki) y subrayar que en la concrencia
dad» I es decir, de la correspondencia del juicio con la realidad, o que de las realidades humanas el sujeto está presente de forma diferente
la verdad es relativa a la clase social o a la especie humana? La res- que en las ciencias naturales , pues el acto de conocer es un cornpo-
puesta de Lukács a esta cuestión es vaga y ambigua . Lukács desau- nente de la realidad conocida y modifica el carácter de ésta. El SUjeto
toriza la concepción «antropológica» o pragmatista de la verdad, pues,
en cuestión es. siempre un . sujet~."~~t~ti~~.?l,,EJ~~;':'~~~~~-':fi:í? ,:
según dice, el pragmatismo hace del hombre la medida de todas las clasesocíiir:"Sín-eñllJar go;'e ñ-ú caS-iones, a causa ae su vagueaad y fa~~a
cosas, pero no puede transformarse dialécticamente a sí mismo: en 'Clit consl deii ¿ión hacia la lógica, Lukács utilizó expresiones que sugíe-
vez de considerar al sujeto en su interacción con el objeto, lo eleva
272 Principales corrientes del marxismo , 7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 273

ren que el «objeto» que tiende a la unidad con el «sujeto» es todo I cuanto a la supuesta contradicción entre Marx y Engels, Deborin y
el universo, incluida la naturaleza no humana. Parece como si su todos los demás que trataron la cuestión apuntaron triunfalmente
verdadera finalidad fuera distinguir entre el hombre y la naturaleza '1 a la segunda edición del 4-tY.f~p'üh!j!.!~,_H~ 5 ) , en el que Engels dijo
y no «unificar» a ambos. Considerar el mundo de la conducta humana
y de los procesos históricos como una realidad no menos «dada» y
quef_~
LidenHsmo,
a' !?~~~a!~141?"L}P!?.~~~~.. s~·~?~;:~_~a.~~;~·j'~D'~!¿!;:~E=~.J'>!,~~·
a aea e ra 1 enttCfad ae sujeto y ,ouJc:w , 01Ju eoonn, era puro
«objetiva» que las piedras y estrellas es permitir que la propia con- C6rr.íO·'·h~l:ilii'-n;ostraao~· er pr~pIo 'ffiiíi~ -La -condéfi'cill'~~<re--
ciencia se vuelva «reificada» . Para la conciencia proletaria no existe "·fl.~ráb3.'5>'· hneal.ida'd· ·j"'''3~'negar''e sto - ·tulGiés' ''estalta 'repi tl'é ñi:ló 'Iosab-
nada semejante a un universo social que exista en sí y cuya natu- 'u rda s -o e lJéo:-e¿n"redo;l:r'cti't'ié'-a "ae1Y ebci¡:fñ"erl'i'prl'ñíiH"a"y'-iOrpe,
raleza deba ser aprendida primero como la de cualquier otro objeto, , pero Lu ¡ cs' n~ dudó en retractarse de sus errores ....En.Jit3..l. en el ar-
con lo que podemos aplicar entonces instrumentos técnicos a ella tículo «Mein Weg zu Marx», ~.dw..Q,J.¡.;.$r!t~a. de ]a teoría del reflejo
con una finalidad que deba entonces ser prescrita irracionalmente por y la dialéctica de la naturaleza, pero sófo én ~térmiñ'ós·" gen&-ale.$ ,.y.. _.
imperativos morales. Una actitud tecnológica hacia los fenómenos so- ' sin··e1itf~t" 1íY°eI:>'núcl'OO-~·l'1C"'la,,;disputa . Sin embargo, al afio siguiente,
ciales, que considera éstos como un mero objeto de ingeniería social en un artículo en Pod znamenem Marksizma (Ba]« el Estandarte del
y en el que el agente humano es, puramente subjetivo y está inspirado Marxismo) titulado «La significación de Materialismo y empiriocriti-
sólo por leyes morales, es una ilusión burguesa -si bien Engels cismo, de Lenin, para la bolchevización de los Partidos Comunistas»,
no escapó a ella cuando extendió la dialéctica a la naturaleza y des- realizó un acto de abyecta autocrítica, adscribiendo su desviación a las
cribió las leyes sociales como no menos objetivas que las leyes que influencias residuales del sindicalismo y el idealismo. Historia y. con-
gobiernan la formación de los depósitos geológicos, Una vez que el ciencia de etaset dijo eta ,una o1:Jr~ ·d~ªH~t,fllwYd:;Q..mPc,.:.et¡Q.:?iaukmó:~bi: ' · ·
proletariado entra en escena, consciente de su papel en la producción 'efálíado del fascismo ·YdesÜS·... cómplices socialdemócratas, su error
y en la unidad dinámica de la historia, las «leyes históricas» se iden- ""'¿;á-r" ':é1igr6so'-<'f?rifo'"-éi1-"-lá":tif~tfiti"'como""'eh" 'la' -'t~otíít" -Afottún~da" '
tifican con la voluntad humana, y la libertad pasa a ser idéntica a la ''''menfé ;''"er P ii't'i:i'&t B'oIChe vique,''tiajo "la ':m reÉé1óí'{ 'der C"a marada Stalin,
necesidad histórica, estaba luchando incansablemente por la pureza del marxismo-Iení-
Por ]a misma razón, Lukács~~hac~2!~¡®fJqt:h,eotte ..sociologíll'''''' nismo, siguiendo un firme curso con la obra de Lenin como infalible
.Ib,u!8~~,~a y. S?bCli2,~~&!~;,?2~!;!~~,~.i_ alrm.~d.~_q~~ rl~,,~<:>,~!~!o~Sfa...~?,:,.W.: R. ~~!, compás. Lukács repitió esta retractación varias veces y en términos
o:~a mevita emente parte " de" 'lf''1aeorug~",,,,QJ;gl)~.§.ªé~_!L...t.l;IF.~,{\_~~, • similares, atribuyendo su error O a la «impaciencia revolucionaria»
"es fti(fiar'16's' <feñ6ffielfós ' s6¿rale~ ú"óbjé'1:ivamente», es decir, como ob- (aunque es difícil ver cómo puede ésta llevar a negar la dialéctica
-jet'bs-accesi1:lles""á!"Ol5séi vaa6r'-rrrdti>efiS'iél1teme'ffte de su participa- de la naturaleza) o en su formación hegeliana y sindicalist a. Tras la
ción en ellos. Esta presunta separación entre sujeto y objeto es la muerte de Stalin atemperó en gran medida su aurocrítica. En el pre-
raison d'étre de la sociología, y por lo tanto Lukács consideró la «so- facio a una nueva edición de su libro en 1967 admitió haber olvidado
ciología marxista» como una contradicción en los términos. Su crítica la distinción de Marx entre objetivizací6n y alienación y, por consi-
~de~ujari.n-en ..1.9.25...s.eJ~~ó en la misma idea. Bujarin habra vuelto guiente, haber llevado demasiado lejos su propia teoría de la identidad
al materialismo mecanicista," que iñtenfaba ~ interpretar los procesos de sujeto y objeto (es decir) presumiblemente sugiriendo que en la
sociales de igual modo que los naturales, considerando la ciencia conciencia proletaria dejaba de existir toda «objetividad», y no sólo
natural como el modelo de todo conocimiento en vez de criticarla el objeto «alienado» Sin embargo, como el propio trabajo era un pro-
como producto de la conciencia burguesa . De este modo Bujarin ceso de «objetivización», no podía decirse que la objetividad desapa-
rechazó el materialismo histórico en favor de una e.Qistemo.1ºg~~~ ~con- . ., recía en el proceso revolucionario, y por lo tanto era erróneo excluir
templativa» e intentó hallar en la tecnología las fuerzas «objetivas» completamente el «reflejo» del acto del conocimiento.
." 'qu{ 'go Bih nan la historia, como si la tecnología fuera una fuerza En resumen, Lukács no ofreció un juicio claro acerca de su pri-
motriz independiente y no un factor de las condiciones sociales. mera obra. Ciertamente no abandonó su teoría de la totalidad y la
L3...f~ftic~~,$/,s.,.-hllM¡;,~ dirigida directamente a Engels e implícita- mediación, o (con la cualificación antes explicada) su crítica de la rei-
mente a~nrn, ~u.§qt.9.A}.ªtB;;~Iw.~~J~, !~~. , ~~,~~,A,~ ).~,~" .Q)~[.Xis~~s.. o.r tp - . ficación; y conservó su idea de la básica distinción entre las ciencias
d oxos ~usos , Deborin escribió un artículo en el que calificaba a Lu: humanas y las naturales. Aparentemente siguió considerando como un
" ..ka~~" a~:'i'a~
_._.~._~, l~"" l1i"t{'
"""'''''~N.~ -~. "',' sqbtit
. _ . ~_ R:q-t.. S)ls--icre~r ~ ..~ ~ ,la natiífaleiá"
r- ..
; l .. i'Y't"la' 's~ie:(hld':-"En~
::~"1J¡<~'r"··"'
: .. I( ~ "- mérito de 8U libro que había llamado la atención hacia las fuentes
274 Principales corrientes del marxismo
7, Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 275
hegelianas y los aspectos de la dialéctíc~ ~arxiana. El -?-úc1e? de ,la
de existencia social, un mediador necesario entre el movimiento es-
teoría revisada parece ser que en el J~ovrffi1ento re:roIUC1~)llarlO ~oJn­
pontáneo de los trabajadores y la totalidad de la historia'~.~9. qu.e
ciclen sujeto y objeto, pero sólo en CIerto grado; sigue siendo cierto
que el reconocimiento de la realidad social forma él mismo parte de p'~~!1s~~ .los . tta~~~~dor:s. in~vid~a.l~~.'y~ ,~~~"E8~t;.í.l1}.~-, ?,.!:~la.Y.o.i;~t?~;
t Hi ri'ienfEt"' -Ci'lf ¡;!i2e slÓ1plemell te "'c e slgOlhcaClOll. en relaoon al catire-
esa realidad, y que la conciencia proletaria revoluciona el mundo en
"ñiao :ae-1r;¡"'¿ob'cIeñcla" r, roleta'i1a':"E~fa:' 'úl-rirna"'em ;"ei:'í'ca'l'rilld"á':':éti' 'el
el mismo acto de comprenderlo, También puede mantenerse que el
marxismo ha superado el dilema entre libertad y necesida.d, hech.os
"P'ariid¿t:y' s<sl6"-~ñ del-'Pattidb·'es"cÓiñ6:él"ñíBt'iíñle.iito··espon':'~
f "a: tlvés
y valores, voluntad versus predicción; pero no llega a abolir la ,obJe-
'tán~;;";'puede aprehender su propio significado, pues por sí solo es
impotente para ascender a una concepción del todo. Así pues ,..!a uní:
tividad. Siendo ésta la posición final de Lukács, ¿hemos de Inter-
pretarla en el sentido de que él quisiera excluir la idea de que to?a dad .9~La...Y"""nrA~tk<i'"h<k..¡¡~_<;;~iQfl,d .YJi12~~~~~~~~, f.~~~~~ , ~~,rCI~.- ..
. eramente só¡o en la voluntad revolucionaria del Partldo.
la realidad incluida la naturaleza exterior y los productos materia- .,,, '"'1 "t A
)onet'":·'st ','" dé·~ ,"'.e " ~'ltritQ;la, ,,v-':éoncte;ii:'t{rde "cfaS"e, Lukács
les objetiv~dos del trabajo humano, estaba subsumida. en ~a praxis
revolucionaria consciente -en otras palabras, que qurso limitar la
",rJlº~Üffs1;; ·d~a~a.~pIíci~ñ;~núf 9~)~:)~9~~ Je.Qln.isiá :d~:);,~i;~
identidad de sujeto y objeto a la esfera de los procesos sociales (por 'tido " no . er~ ~!la ~9R.dJl~,t9)1J9gi.~i! ...<!e )áE~pfli.~ §~os;jí~. ~_.re~1
e roes ab a iílen amente de acuerdo con el r ctatlvlSln O ~u ma1Us ta .g~
"*p
supuesto s610 en la conciencia liberada del proletariado) y no exten- . M;ri "fla" te~rYa" "ci;tlá·<<pi'aXls;>'Jmniabsoí:ben~é;:. poi: la q~e" los pro:
derla al :nundo extrahumano? Si es así, esto no significaría una sepa-
blemas epistéiridI6g'i'cbs y"métatís-icós ~ é¡u'Ed~ñ iféspojados de conteni-
J
ración de su tesis original, sino más bien una confirmación de ella; do. Lukács reiter ó esta idea en su libro sobre Lenin y en varias obras
el libro, como vimos, podía leerse en el sentido de que tenía en
mente la «objetividad» en general y no meramente la ~e ~os, pro<;e~os posteriores , El Partido...;e~la..$.E~!.2.~eJ.éE",.~isiP!~>"B~~ ..~9~jep.E~~.4L _ ....
históricos, pero esto parecería deberse a. un deseo de disciplina lógica , E!~~, ~el ú~!~? &~J~~,~~<~.~,~.S9,!J~~~;2....9~~,en.~~t;!.9JLl?QUt.V~;ldl~•.PotQE
más que a la teoría en cuestión. ' ~~!1f~,·*~li~b~~;:Y~1fá¡lW~d~·g~~r,¡;:~;p~1i' i~~~Jt~n\~~~~~ ~lrp:~~
tido puede hacer todo en la práctica sin el proletariado, o que la
ayuda de este último no es importante para ello, La cuestión es que
5. Conciencia de clase y organizacián
el interés «real» del proletariado, su voluntad, deseos y aspiraciones
y también su conciencia teórica son bastante independientes de los
Podría parecer que la glorificación de la concien~ia .d e ~lase del deseos, sentimientos, ideas y conciencia en general de la clase obre-
proletariado como fuerza que no s6lo transforma las rnstitucrones so- ra real.
ciales, sino que también, al hacerlo, resuelve todos los problemas de Vemos así la importancia política de la crítica de Lukács al em-
]0. filosofía , el arte y las ciencias sociales, estaba relacionada en el
pirismo. En tanto permanes~mp~. >~9hr,e .1Jfla,bas.e...empfJ:ica.1"'.tlildo...nu.e&-
pensamiento de Lukács con el proletariado r,eal y ,no con su expre-
sión «organizada», esto es, el Partido: es decir, su 1~ea d; la revolu- tro ~onoq,~té~~(f:ª~rj¡tºJs.!!\Ü~.49.. ~sElx.a.f'.9.'~'I'Jl:l,._R9r~'~f.jll~}~~~ dg..,los ..~
ción seda la de Rosa Luxemburgo m ás que la de Lernn. Sin embargo, .!b115aj~.~ L~~~le~¿jl2..~zis..ll}~, ,~.2!J?.2F,~n9.~t,j,¡'U Q..~, t~:t~Y.·'~7)~~Q.·
de hecho, a partir de 1919, sus obras no dejan duda de que se adhi-
na, pu~~ e1 es~~~q..~Wl2mco a~Ja •.~o9-F~eqpa \IllWl'na 1?-p,}~$,}n~~,:q!1~.
''''un ' íridiée'' 1le-~si:rIn ~(l.9t:jrez . Puede verse que la teoría de Lukacs de
rió firmemente a la concepción leninista del Partido y que toda su "'hi uríiCl¡¡(l-'<ae"'f~of1rY 'ptáctica está lógicamente mejor adaptada a la
teoría de la conciencia de clase constituía la base lógica para esta con- idea leninista del Pattido que la propia filosofía de Lenin. Es dificil,
~~. " sobre la base de la teorí a del «reflejo», defender la afirmación de que
...,,!&_~g!wj~i.l\ ..P.~ºl~!!lrj!!>.).lQJ!a."de . en...renderse-"corn." 0 .da-cencieae., el Partido al encarnar la «verdadera» conciencia del proletariado,
cía de la clas,e,P!o!.~,!~rt~d~l . '?m5?,, )f.l?-~, _S1,lJP!l, , ?,.p.~~l!\~~;o, .~~, su~ co~­ tiene razón a pesar de cualquier evidencia empirica que pueda refutar
·-d é!íCías' "indi vidu ales. 1Jeoe haber una distanCIa entre. l,~);onc1encfa' su doctrina. Por atta parte, esta proposición se sigue fácilmente de
--e~rjca·· ~2.tJ~?E:rt.á~~~d2.~~~.~ Le.~!t~,;i :la }Yet~~~éfá» ' 'c oncie~da , ?~~. la idea de «totalidad» y su corolario, «peor para los hechos». La
CIase <íe1 p toletmado. La pnmera no se empareja nunca. cen le: ·ul~ ornnicomprensiva totalidad encierra en «unidad ~aléctica\> hechos y
-·"'ti'tfiii'''pü'és«~s'~éstí1;.'« verd'aO'era>>'"coñdeñda ti' 'qUé toiíst"triiye 'tu' tú'erzñ"'"n¡ valores, conocimiento y voluntad, libertad y necesidad. Por lo tanto,
-:.:._~~:~,._._~ ~_, _s= ~ ,~ ..,.':1"..... ',."n'_ ""-' .--.' ••·.s.,.•,r,'"',' ; ,. ~uri¡déitrillt'éspedlil
' '. de·l·"hi: tó 19," " " s\rve\jíclYIH!:" ~ s~cl"Páitidd' el proletariado, encamado en el Partido tiene teáricamente razón a
276 Principales corrientes del marxismo 7. Gy6rgy Lukács: La razón al servicio del dogma 277

causa de su posición social y su misión histórica; o más bien, su verdad nización de clase e intentaban su implantación como sustitutos del
teórica es 10 mismo que su función progresiva, sin que valgan otros Partido y de los sindicatos. Los soviets¡ afirmaba Lukács, eran órga-
criterios. Políticamente, ésta es una filosofía más idónea que la de nos naturalmente designados de la lucha contra el gobierno burgués
Lenin, pues, una vez supuesto que el Partido está en posesión del todo en el período revolucionario, pero aquellos que quisieran dotarlos
teórico-práctico, no hay necesidad de buscar otra justificación. Como de fuerza estatal después de la revolución simplemente no compren-
el proletariado es privilegiado en el sentido cognitivo gracias a su dían la diferencia entre una situación revolucionaria y una no revo-
funci6n social, y como la génesis de su conciencia garantiza que esta lucionaria, es decir, que pensaban «no dialécticarnente». El papel
conciencia es verdadera y desrnistificada, suponiendo de lluevo que del Partido tras la victoriosa revolución era mayor y no menor que
la conciencia proletaria está personificada en el Partido, llegamos a la antes, con motivo de que en el periodo postrevolucionado la lucha
ru~~¡~:i~~ toesf~:~r~¿~~H~t~'~ ~~~f&~s"~~i;Jt;:~~~c~o~e~~~uZs~~~ de clases, lejos de cesar, se agudizaba inevitablemente. Esta doctrina
acerca del papel de los soviets difiere algo de la contenida en la prin-
cluso Stalin-, pero es el fundamento de la formación comunista cipal obra de Lukács, donde dice que su principal función es abolir
y en la práctica ha sido aceptado por todos los intelectuales comu- la distinción burguesa entre poder legislativo, ejecutivo y judicial y
nis~tAs,.c
",./ nn ales d e 1a era Sta J'In, 1a pOS1CI
. '6n eprstemo
. 16gicamente
. , .
prrvr-
ser un instrumento de «mediación» entre los intereses inmediatos y úl-
timos del proletariado. Esto puede sugerir que Lukács adscribió a los
-legíada del proletariado fue reducida a efectos prácticos a la idea soviets funciones que, según Lenin, pertenecían exclusivamente al
de que el camarada Stalin siempre tenía razón, Lukács suministró Partido (aunque otras referencias al Partido en Historia y conciencia
una base teórica a la creencia en la infabilidad del Partido mejor que de clase no apoyan esta idea), Sin embargo, en su obra sobre Lenin
nadie antes que él, incluido Lenin. En «Táctica y ética» ya había afir- corrige tales errores ultraizquierdistas y deja bien claro que tras una
mado que «es el gran logro del bolchevismo ruso incorporar, por vez revolución victoriosa puede prescindirse de los soviets. A partir de
primera desde [a Comuna de París, la conciencia del proletariado y este momento, parece, la tarea de abolir la separación de poderes
su autoconocimiento en términos de la historia universal» (p. 36). burguesa revierte al Partido --en otras palabras, que éste hace las
Por la propia naturaleza de las cosas, el bolchevismo era la verdad leyes, las pone en práctica y juzga a los transgresores sin ayuda o
de la época: esta creencia no la abandonada nunca Lukács. Aun cuan- supervisión de nadie. De esta forma, en 1924, Lukács proclamó una.
do posteriormente resultara que el Partido o su líder habían cometido cosmovisión purgada de cualesquiera elementos de sindicalismo.
errores, aún era cierto que el Partido tenía «dialécticamente» razón
y que era un deber moral e intelectual secundarlo, en la verdad y en
el error. Así, cuando Lukács siguió a los nuevos líderes poniendo 6. Crítica del irracionalismo
de relieve los «errores» de Stalin, aún afirmaba que había tenido
razón en apoyar esos errores en su día. Este fue, de hecho, el punto La principal obra de Lukács estuvo dedicada efectivamente a pro-
de vista típico y clásico de los ideólogos comunistas, respaldado por porcionar al leninismo una mejor base Iilosóíica que la que había ofre-
la filosofía de Lukács: el Partido podía estar equivocado «formalmen- cido el propio Lenin. En este sentido, Lukács puede ser considerado
te» pero no «dialécticamente». Oponerse a su política e ideología era como un leninista incongruente, obstaculizado en cierta medida por
en todos los casos un error político, y por lo tanto un error cognitivo, los típicos vicios del intelectual. A la vez que aceptaba sin cuestión la
pues el Partido encarnaba la conciencia histórica en la que el movi- política bolchevique, pensaba que podía ser mejor bolchevique que
miento de la historia y la conciencia de este movimiento se identi- los líderes del Partido, exponiendo su posición teórica de forma más
fican. coherente y convincente.
Lukács tampoco tuvo duda alguna de que la dictadura del prole- Sin embargo, sus últimas obras filosóficas muestran que entendió
tariado debía y tenía que realizarse como la dictadura del Partido. la verdadera naturaleza de la fidelidad al leninismo-estalinismo: 10
ASÍ, en su libro sobre Lenin condenó a los ultraízquierdistas (u «opo- necesario no era hallar justificaciones propias para las decisiones y
sición obrera» en el Partido Bolchevique), que consideraban a los doctrinas del Partido en un momento dado, sino acatar éstas y obser-
soviets (consejos obreros) como las formas permanentes de la orga- var fidelídad a ellas en la práctica. Las pocas obras de :filosofía pura
7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 279
278 Principales corrientes del marxismo
directamente a la ideología nazi . Se opone al positivismo, pero lo
que publicó en los años treinta y cuarenta testimonian una asimilación
hace desde el punto de vista de la irracionalidad de la historia y la
casi completa del estalinismo. Es cierto que la erudición de Lukács
subjetividad de la cultura. También crit~c~ al capita!ism~, pero desde
le distinguió siempre de los aborregados ideólogos del estalinismo,
el periclitado punto de vista del rornantrcrsmo reace.lonano; ?t~ca a la
que eran todos ellos ignorantes. Ya escribiera sobre Goethe, Dilthey
democracia y se pone en busca de una nueva unidad organica que
O Hegel obviamente sabía de qué estaba hablando y dominaba el
eventualmente tuvo su encarnación en el Estado fascista.
terna. Fl~e esto, más que lo que escribió en realid ad , 10 que enfureció
Lo que hace de El asalto a la Razón un libro esencialmente esta-
a sus críticos ortodoxos . Además, en alguna medida conservó un es-
linista no es, por supuesto, el hecho de que busca el origen del. na-
tilo de escritura individual. Esto era sospechoso en la época de Stalin,
zismo en la filosofía alemana. No hay nada específicamente marxista,
en la que todo el mundo escribía del mismo modo y no podía distin-
ni siquiera estalinista en esta línea de pensamiento, que ha sido se-
guirse a dos fil ósofos por razones de estilo. Los clichés monótonos
guida por numerosos escritores e historiadores , incluido Thomas
y el vocabulario emp obrecido estaban a la orden del día, y tener un
Mann. El rasgo típicamente estalinista de la obra d~ Lukács es la afir-
estilo propio era pr ácticamente una desviación ideológica . En este
mación de que desde que entró en escena el marxismo, toda la filo-
sentido, Lukács fue un estalinista imperfecto, pero 10' corrigió en mu-
sofía no marxista ha sido reaccionaría e irracionalista. De esta forma,
chos otros sentidos. es condenada toda la cultura filosófica alemana fuera del marxismo
Un documento importante de este período es Die Zerstiirung der
como un aparato intelectual que preparaba el camino para l~ subida
V ernunft (La destruccián de la Razón), una obra que Adorno deno-
al poder de Hitler en 19.3.3 . Todos eran UI\ herald<;> de~ naz~smo de
minó «La destrucción de la razón de Lukács» *. Este libro es una bis- una u otra forma . Obviamente, la concepción del irracionalisrno de
toda de la íilosofía irracionalista, sobre todo en Aleman ia, de Schelling Luk ács no es sólo vaga, indefinida y absurdamente amplia, sino que
y los románticos a Heidegger (<<el miércoles de ceniza del subjetivismo en muchos aspectos es casi directamente contraria a la concepción
parasitario »] y a los existencialistas, cuya. principal finalidad era poner habitual del término. En epistemología, la palabra «irracionalista»
de relieve las fuentes ideológicas del nazismo . Schelling, que sustituye se aplica generalmente a doctrinas que afirman que las formas más p~­
la dialéctica racional por la incomunicable intuición; Schopenhauer, fectas de conocimiento no pueden ser expresadas con el lenguaje,
que proclama el incurable absurdo de la humanidad y la historia y sino que se alcanzan sólo en actos particulares e incomunicables. Al-
considera el mundo gobernado por la voluntad irracional; y Kierke- gunos de los pensadores enumerados por Lukács eran ciertamente
gaard, que glorifica la fe irracional y la sitúa por encima de la ra- irracionalistas en el verdadero sentido, pero de ahí no se sigue que
zón; tales son los profetas del primer período, que termina en 1948.
prepararan el camino al nazismo. Sin embargo, Lukács considera irra-
Nietzsche es el principal ideólogo del segundo período, en el que la cionalista a todo aquel que no es un marxista ortodoxo. Sí Max We-
lucha de clases del proletariado pasa a ser el rasgo dominante de la ber como sociólogo, analizó el carácter del líder carismático, ello
vida social: su negación de la historia, desprecio del pueblo llano y pru~bl1 que era necesario en la época que produjo al carismático Füh-
su descarado pragmatismo están dedicados al servicio de la burgue-
rer. Sí los filósofos analíticos niegan que el mundo pueda ser aprehen-
sía a la cual exalta como «raza de amos». El irracionalisrno filosólico
dido como un todo y no se limitan a observar fragmentos l\islad~s,
alcanza su cumbre en la época imperialista a partir de 1890: el for-
caen por la misma razón en el irracionalismo, como hace Mannheim
malismo y el agnosticismo neokantianos son sustituidos por intentos
cuando subraya el papel de los factores extracognitívos en la forma-
para crear una nueva cosmovísi ón general, peto basada en la intu í-
ci ón de las teorías sociales. Los irracionalistas son todos aquellos que
ción e impermeable al anális is racional. También es puesta en cuestión
afirman que cualesquiera elementos y aspectos del ser están fuera del
la validez ob jetiva de la ciencia, pues es considerada como el producto
ámbito del conocimiento discursivo j todos aquellos que no creen en
de fuerzas históricas o instintivas irracionales . Este periodo se abre
los leyes históricas; todos aquellos que profesan el idealismo subjet~­
con la «filosofía de la vida» (L cbenspbilosophie) de Dilthey, que lleva
va j y todos aquellos que no aceptan que el sigt;Uficado de la «totali-
dad » de la historia puede ser determinado racionalmente. En otras
* El titulo de la conocida traducción de W. Roces al castellano es, como palabras, los irracionalistas y (por consiguiente) los a~iados. del na-
se sabe, El asalto 11 la Raz án, pero traduzco aquí literalmente Zerstiirung para zismo son todos aquellos que no creen en la «razón dialéctica» que
que se aprecie mejor la broma de Adorno . (N. del T.)
280 Principales corrientes del marxismo
7. Gyürgy Lukács: La razón al servicio del dogma 281
Lukács tomó de Hegel --considerando a la razón como capaz de com- 7. El todo, mediacián y mimesis como categorías estéticas
prender toda la historia y la sociedad humana, incluido su Juturo
comunista, y dando así significación al presente. O, por decirlo de
La principal ambición de Lukács fue establecer los fundamentos
otro modo, todos los filósofos que no profesan el comunismo en su
de la estética marxista. Sus muchas obras en este campo se refieren
forma ortodoxa esto es, el estalinismo, son irracionalistas, y por lo a diversas cuestiones de la teoría y la crítica literarias y a estética
tanto «objetivamente» nazis, si no por convicción rea1. Toda la his-
generaL Sin embargo, aun c~a~do i.nt~ta estab.lecer c~tegorí~s :ela-
toria de la cultura alemana y también europea, incluidos Croce, Win- tivas a todas las formas artisucas su información deriva principal-
delband, Bergson y los Jil6sofos analíticos, se considera imbuida del mente de la historia de la literatura, sobre todo del teatro y la nove-
propósito inmanente de asegurar el triunfo de Hitler. Todos los 6ló-
la y no está siempre claro cómo puede aplicarse su doctrina fuera
sofos no marxistas de los siglos xrx y xx participaron en la destruc-
d~ este ámbito. Sus obras de estética -aparte, por supuesto, de las
ción de la «razón», es decir, de la creencia en que existe una. «tota- escritas antes de ser marxista- pueden ser tratadas como un único
lidad» histórica que incluye el futuro y cuya clave la proporciona el
cuerpo, e incluso en determinados autores y tendencias ar!lsticas. no
marxismo, que predice la expropiación de la burguesía y una dictadura parece haber experimentado cambio alguno desde los anos veinte
comunista a nivel mundial. Realmente sería difícil hallar un ejemplo hasta el final de su vida.
más cabal de antirracíonalismo que el proporcionado por la propia Ciertas observaciones generales de Lukács acerca de la «naturale-
filosoña de Lukács de la fe ciega, en la que nada es probado, sino za» del arte no tienen W1 específico contenido marxista. Lukács afir-
afirmado ex catbedra, y en la que todo aquello que no encaja con los ma que el arte, al contrario que la ciencia, es de carácter antropo-
esquemas marxianos es calificado de basura reaccionaria. mórfico, interesándose por las condiciones sociales . Por esta ra~ón. el
El alegato de Lukács contra el existencialismo, publicado en 1948, arte es esencialmente hostil a la religión, aun cuando su objetivo
es otro destacado espécimen de filosofía estalinista , y contiene los inmediato sea servir de auxiliar al culto o a la fe: en efecto, cual-
principales puntos del catecismo de Lenin-Stalin-Zhdánov. La filosofía quiera que sea la intención del artista, el arte es de hecho un~ ~osa
debe ser o idealista o materialista, no hay tercera vía; el idealismo de este mundo. Históricamente el arte tiene sus raíces en las practicas
subjetivo lleva al solipsismo, la filosofía de los locos, mientras que mágicas, pero difiere de éstas en que su finalidad e~ suscitar deter-
el idealismo objetivo inventa ideas o espíritus imaginarios que go- minados sentimientos y actitudes, algo que en la magla es sólo un fin
biernan el mundo. O el espíritu o la materia deben ser lo primaría : secundaría o subordinado. El arte ofrece imágenes de la realidad, pero
los que afirman estar por encima de la oposición entre ambos engañan éstas están cargadas desde el principio de un contenido emocional e
o se engañan. Materialismo y empiriocriticismo, de Lenin , proporcio- implican una actitud activa hacia el mundo que describ~. ~odo arte
na irrefutables argumentos contra los idealistas, ya fueran los del portador de valores cognitivos siempre aumentó el conocumento q.ue
momento o bien los que, como los existencialistas, v inieron después. el hombre ha tenido de sí mismo y por 10 tanto del mundo. Permite
a las personas salirse de la realidad práctica inmediata y elevarse a la
Estos últimos intentan reconstruir todo el ser sobre la base de la pura
comprensión del sentido del universo. Por ello no debe ser tratado
conciencia si bien la ciencia ha desmentido hace tiempo este sinsen-
como un mero entretenimiento o distracción: desempeña un papel
tido -au:] cuando los científicos naturales, por falta de educación
importante en la evolución espiritual del hombre,. siendo un me~o
marxista , no hayan comprendido el hecho de que todos loslogros de
por el cual éste se crea a sí mismo y se hace consciente de su propla
la ciencia apuntan al triunfo del materialismo dialéctico.
naturaleza de especie.
¿Existencialismo o marxismo? es quizá el ejemplo más flagrante
De aquí que. aunque el arte no puede reducir~e a. sus funciones
de la degradación intelectual de Lukács: su estilo y contenido es ya
puramente cognitivas -pues, al contrario que la CIenCIa, presen~~ al
indistinguible de los productos estándar de la filosofía soviética de
mundo en la forma de imágenes y de forma tal que su transmisión
la época de Stalin, incluido el ritual consejo a los físicos, de cuya
materia no sabía nada Lukács. supone un acto de evaluacióu--:, es, no obstant~, :un .<~ref1ejo>~ de .la
realidad, basado en una determinada forma de imrtación o mimesrs.
No hay indicación alguna de que Lukács desmintiera alguna vez
Esta no es una mera copia pasiva del mundo, sino que supone una
sus obras de este período; El asalto a la Razán fue reeditado sin cam-
selección y un cierto grado de universalización. Por medio de ímá~e­
bios tras la muerte de Stalin, en 1954.
nes individuales, el arte presenta una imagen del mundo que aspira
7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 283
282 Principales corrientes del marxismo
y los conflictos, y toda obra de arte está socialmente comprometida:
a la universalidad: en este sentido, lo «individual» y lo «universal»
tom a uno u otro partido en reladó~ a las cuestiones básicas de la.épo-
forman en la obra de arte una unidad.
ca, independientemente de la medida en que el autor sea consciente
Con frecuencia se ha objetado a Lukács --como a todos aquellos
de su participación o de la significación rea~ de su obr~ (con frecu 7n-
que hablan de arte en términos de «reflejo» o «m~mesis»:-- .que, in-
cía no la comprende) , Sin embargo, en sentido normativo, «mimesis»
cluso si sabernos más o menos lo que estas expresiones significan en
es la cualidad de una obra que imita la realidad «correctamente»,
relación a una obra de teatro, una novela, una pintura figurativa,
presentando los problemas del momento como son «verdaderamen-
no está claro cómo una pieza de música o arquitectura, o de escultura,
te» el autor de una obra está entonces en el lado de la «verdad», es
o

pueden considerarse como «reflejos» de [a realidad. Sin embargo,


decir, el progresista. Este parece ser el sentido en que Lukács utiliza
Lukács a6rma que mimesis es una categoría aplicable a todos los fe-
más frecuentemente el término «mimesis» .
nómenos artísticos, Por ejemplo, la música transmite emociones sus-
Lo mismo puede decirse acerca de la noción de «totalidad» apli-
citadas por las condiciones sodales, y así «refleja», si bien indirecta-
cada a la literatura. Toda obra literaria refleja en cíerto modo la tota-
mente los vínculos históricos entre los seres humanos. Igualmente la
lidad de la vida social, pues cuando adoptamos una actitud hacia el
arquit~ctura expresa a~titudes y necesidades hu~a~as organizando el mundo incluso una actitud reaccionaria, ésta está necesariamente rela-
espacio de una determinada forma. Las estatuas Imitan a figuras natu-
cionada con el mundo considerado como un todo, no porque lo pre-
rales y las presentan en una forma que expresa actitudes humanas ,ha-
tenda su autor, sino porque todos los asu~tos humanos están vincu-
cia ellas. Explicaciones como éstas han sorprendido a muchos críticos
lados y al participar en un conflicto particular tomamos parte t~­
de Lukács por lo artificioso, y realmente ponen en cuestión el verda-
bién, querárooslo o no, en uno universal. Pero con mayor fr~cuenC1a
dero signi6cado de la idea de reflejo o n;ímesis. Si .una pieza de. mú-
aún Lukács utiliza también la idea de totalidad en un sentido nor-
sica refleja el mundo expresando emociones, y SI estas emociones
mativo. Las «verdaderas» obras literarias son aquellas que pretenden
deben estar conectadas de alguna forma con la vida social, decir
reflejar el mundo como un todo, y el crítico o ideólogo es quien d:~e
entonces que el arte «refleja» la realidad querr!a decir si.mplemente
asegurar, en la medida de sus l?osibiIidad~s, que la ,obI:a en. cuestión
que está influida por los diversos fen.~menos e 1l1terconexI~nes de la encarna un verdadero sistema de referencia dando significaci ón a sus
vida social ; pero ésta es una afirmaclOl1 tan general y obvia que no
partes componentes y subordinándolas a ~n propósito attíst~co gene-
tiene mucha utilidad. No sólo las condiciones sociales afectan a la
ral. En este sentido «totalidad» no es SImplemente un atributo de
producción artística, 10 que nadie negaría, sino que las obras de arte
toda la literatura, si~o un ideal a conseguir en el arte socialista. Sin
presentan una imagen de la realidad de la que el lector o espectador
embargo, Lukács no formula clara~ente la di~tinci6n:
puede aprender algo acerca de esta realidad y reconocer su «estruc-
La exigencia de que el arte refleje la «totalidad» tiene por ~~nco
tura» o sus conflictos internos.
de ataque principal al naturalismo -la idea de que basta des~nbl! la
De hecho Lukács intenta definir el arte de forma tal que justi-
realidad en términos de observación directa, simplemente registrando
fique la conclusión de que sólo las obras «realistas» merecen verdade-
lo que sucede o 10 que vemos con nuestros ojos. Así limitad~, ~a lite-
ramente el nombre de arte; su condena de la «decadencia» artística
ratura no puede transmitir la significación de los aco?tecumentos,
se basa igualmente en esta conclusión. Pero una vez más no está claro
que sólo se pone de manifiesto en relación ~~ todo: exlge ~na com-
cómo la música, la arquitectaura O incluso la poesía ,lírica pu~den se}
prensión conceptual y no una mera observ,aclOn. ,Pero -y es;a es, la
valoradas desde el punto de vista dd «realismo». Si el término «mI-
clave de su argumentación, como subrayo Lukacs en su dlscu~Ión
mesís» denota cualquier tipo de dependencia de una obra con res- con Bloch con motivo del expresionismo y el realismo-s- la totahdad
pecto a los fenómenos sociales, entonces ciertamente todo el a!te debe de nuestra sociedad, o el capitalismo como sistema int:grado, es l,a
ser imitativo y también «realista»; pero en este caso las, ~oclOn~s de verdadera aunque invisible realidad que gobierna ,cada singular fe~o­
mimesis y realismo han perdido su significado. Lukács dirige pnrnor- meno individual. Aquel que es capaz de dar sentido a los pequenos
dialmente su atención hacia el drama y la novela, géneros en los que sentidos de la vida humana relacionándolos con el todo, puede ser
sin duda son más aplicables estas categorías; pero una vez más parece considerado como alguien que ha descrito la realidad social como
utilizar aquí la idea de «mimesis» en. dos sen~idos difer~ntes, uno verdaderamente es, y ha practicado la «mimesis» en el verdadero .sen-
descriptivo y otro normativo, En el primer sentido, a:a~qUler no,vela tido del término. Como esta universalidad y sentido de la totalidad
u obra teatral refleja de algún modo el mundo, las condiciones sociales
284 Principales corrientes del marxismo 7. Gy(irgy Lukács: La razón al servicio del dogma 285

exige una previa comprensión de la naturaleza de la sociedad, que sólo su teoría, consiste en relacionar todo con la «totalidad» considerada
el marxismo puede proporcionar, de ahí se sigue que en el momento como un sistema social definido por categorías marxistas, esto es, ca-
actual sólo un marxista, en el sentido que Lukács da a este término, pitalismo o socialismo, según sea el caso.
puede poseer las cualidades de un buen escritor. Sin embargo, la categoría de «totalidad » figura en las obras de
Por supuesto, esto no significa que para ser un buen escritor bas- Lukács también en otros contextos. No sólo supone que el arte re-
te dominar la comprensión conceptual del principio de totalidad. Para fleja la totalidad de la sociedad, sino además que es un medio por el
crear una obra de arte debe ser capaz no sólo de relacionar las partes que el hombre se esfuerza por alcanzar la «totalidad» como modo de
con el todo, sino también de presentar el todo en términos de imáge- ser, esto es, adquirir una personalidad completa y armoniosa, no las-
nes individuales. El arte está sometido no sólo al principio de tota- trada por preocupaciones unilaterales" El tipo de arte que favorece
lidad, sino también al de especialidad (Bescmderbeit), Esta es la con- esta aspiración o ayuda a los hombres a cobrar conciencia de ella es
trapartida artística de la «mediación» y es, en opinión de Lukács, la el arte verdaderamente humanista, pero sólo puede serlo si aspira a
categoría básica del análisis estético. Al tomar la experiencia como estar por delante de su época. En otras palabras, el objetivo del arte
punto de partida, el arte se propone ballar el tipo en los fenómenos no es sólo describir la realidad, sino predecirla. En un artículo titulado
individuales, y lo universal en los fenómenos particulares. La «espe- «Es geht um Realismus», Lukács dice que Marx consideró a Balzac
cialidad) de Lukács puede definirse, al parecer, como este proceso un escritor profético, pues creó caracteres de un tipo existente sólo
por el cual un escritor transforma las experiencias individuales en en embrión en su época, que se desarrollaron sólo más tarde, durante
tipos o imágenes de validez universal, con lo que éstas pasan a ser el Segundo Imperio. Del mismo modo, dice Lukács, Gorki anticipó
el vehículo a través del cual el lector capta el todo social . Decir que el tipos que no existían cuando escribía sus primeras novelas . Los es-
arte está sometido a la categoría de «especialidad» no significa que critores tienen esta facultad porque son capaces de percibir tenden-
su lugar esté «entre» la universalidad de la ciencia y la inmediatez cias' y predecir su resultado. Sin embargo, no queda claro, en relación
de la experiencia cotidiana, sino que refleja la universalidad en imá- a esto, en qué sentido fallaba la literatura estalinista del realismo
genes particulares. En estas imágenes lo universal y lo individual no socialista cuando se proponía describir no lo que era, sino lo que
aparecen separadamente, sino en estado de unidad, y puede entonces debía ser, según estaba correctamente anticipado por la «ciencia mar-
decirse que el arte subsume los dos elementos (en el sentido hege- xista-leninista»; pues esta literatura presumiblemente se adecuaba al
liano de aujbeben) * o los sintetiza en aspectos de un único fenómeno. patrón ideal de Lukács en tanto utilizaba el análisis cientílico para
El relativo predominio de lo individual y 10 universal varía en discernir la marcha futura de los acontecimientos.
los diversos tipos de literatura y las diferentes escuelas artísticas. El
drama es, por su naturaleza, más universal que la novela. El natura- 8. Realismo, realismo socialista y avant-garde
lismo tiende a lo individual, mientras que la alegor ía subraya 10 uni-
versal. A partir de varios argumentos de Lukács puede ínferírse que sólo
Como han indicado varios críticos, la idea de que un artista, al la literatura que merece ser llamada realista es la que relaciona la
menos en algunas formas artísticas, haga uso de imágenes para pre- vida humana con el «todo» según es entendido éste por el marxismo.
sentar fenómenos «típicos» (es decir, no necesariamente frecuentes Sin embargo, Lukács distingue dos formas de realismo: el crítico y
o cotidianos, sino que revelan los rasgos destacados de su época o el socialista. A la primera categoría pertenecen la práctica totalidad
de esta o aquella clase social) no es específicamente marxista, y ya ha- de todos los grandes escritores del pasado; y, al menos por cuanto
bía sido adelantada por pensadores premarxistas o no marxistas . En atañe al siglo XIX, no existen diferencias en cuanto se refiere a su
realidad parece ser una idea de sentido común, en tanto no se aplica concepción consciente del mundo en general. Balzac, Scott y Tolstoi
a todos los tipos de arte y no se erige en norma arbitraria, de forma eran todos ellos de ideas políticas reaccionarias, pero crearon grandes
tal que el arte que no «tipifique» en este sentido sea estigmatizado obras a causa de su facultad para ofrecer una imagen realista del mun-
por no ser arte en el «buen» sentido. Sin embargo, Lukács viola am- do en que vivían. Había, según Lukács, una «contradicción» entre su
bas restricciones. En cuanto al elemento específicamente marxista de producción literaria y sus actitudes políticas. Sin embargo, no queda
claro en qué radica esta contradicción. Por el contrarío, podría parece!"
1< Suprimir = conservar en UDa unidad superior. (N. del T .) que [a perspectiva legitimista y aristocrática de Balzac estaba en plena
286 Principales corrientes del marxismo 7. Gyorgy Lukács: La razón al servido del dogma 287
armonía con su crítica de la sociedad postrevolucíonaria, al igual que mundo puede ser descrito de forma realista como un mundo en estado
el énfasis de Tolstoi en las virtudes de la vida rural y la religión de caos y pánico, pero sólo si se muestra que esto se debe a los ha-
no dogmática eran plenamente consonantes con su ataque a la Iglesia n-ores del capitalismo. Si, como hace Joyce, la vida espirit~al y la
y a las clases privilegiadas. De hecho, la única «contradicción» parece percepción del tiempo del héroe se desintegran sin causa y sin espe-
haber sido la existente entre la cosmovisión de estos escritores y la ranza de remedio, el universo así descrito debe ser falso, y la obra
doctrina marxista. una mala obra de arte.
El realismo crítico es, en opinión de Lukács, un atributo de los Al carecer de perspectiva histórica, la auant-garde presenta como
escritores que, si bien no llegaron.a adoptar una perspectiva comunista, situaciones permanentes algo que de hecho está coodicionado por la
se esforzaron por registrar puntualmente los conflictos de su época historia y las formas sociales, y dota a éstas de una cualidad «tras-
y no se limitaron 11. los hechos particulares, sino que describieron los cendental», (Puede observarse que Lukács utiliza términos tales como
gra ndes movimientos históricos por medio de los destinos individua- «trascendental» y «místico» en sentido arbitrado y vagamente peyo-
les. No eran meros naturalistas, pero tampoco alegoristas o metafísi- rativo, independientemente de su significación en la tradición filo-
cos: no se retiraron del mundo al aislamiento de la psique individual, sófica: todo lo que podemos deducir es que estos adjetivos denotan
ni elevaron determinados acontecimientos mentales o espirituales al algo malo.) Los grandes personajes de la literatura, de Aquiles y
status de una condición humana eterna, atemporal e inalt erable. Es- Edipo a Werther y Anna Karenina, son todos seres sociales -pues
tos realistas fueron Balzac, Tolstoi y los otros grandes rusos de su el propio hombre es un ser social, como Lukács nos recuerda con
época y, más recientemente, Anatole Pranc e, Bernard Shaw, Romaín rula cita de Aristóte1es-; pero los héroes de la literatura moder-
Rolland, Feuchtwanger y, sobre todo , Thomas Mann . nista están aislados de su contexto histórico y social . La narrativa se
Lukács observa más de una vez que el arte realista surge general- vuelve puramente «subjetiva», o bien, como sucede con Beckett y
mente en los países avanzados o en aquellos que están atravesando Montherlant se contrasta al hombre animal con el hombre social:
una etapa de crecimiento social y económico . En los casos en. que esto se corresponde con la condena heideggeriana de la sociedad (das
esto no es así, explica que los países atrasados pueden producir en Man) y lleva al racismo nazi del tipo de Rosenberg. (Todos estos
ocasiones una gran literatura como un intento por romper su atraso . ejemplos figuran en El significado del realismo contemporáneo, publi-
Estos argumentos no son peculiares a Lukács, sino que se hallan con cado por vez primera en 1958 .) En resumen, la literatura modernista
frecuencia en la escritura marxista . Si los países «avanzados», como no es un enriquecimiento del arte, sino su negación.
la Francia del siglo XVIII, producen una literatura «avanzada», esto Sin embargo, el acmé de la literatura es el realismo socialista. «La
es una clara confirmación del materialismo histórico; si los países perspectiva del realismo socialista es, obviamente, la lucha por el
atrasados, como la Rusia del siglo XIX, producen una literatura «avan- socialismo (.. . ). El realismo socialista difiere del realismo educo no
zada», esto es de nuevo una confirmación del materialismo histórico, sólo por estar basado en una perspectiva socialista concreta, sino tam-
pues en tales casos la ideología suple las deficiencias de la «base». bién por utilizar esta perspectiva para describir las fuerzas que con-
En contraste con el realismo se encuentra toda la literatura mo- ducen al socialismo desde dentro» (El significado del realismo contem-
dernista y de auant-garde: naturalismo, expresionismo, surrealismo, poráneo, p. 93). Los realistas críticos han descrito en diversas ocasio-
etcétera. Ejemplos de esta forma artística decadente son las obras de nes las luch as políticas del momento y creado héroes socialistas; pero
Kafka, Joyce, Musil, Montherlant, Sarnuel Beckett y otros . ~a defi- los realistas socialistas retratan éstas desde dentro y se identifican
ciencia decisiva de toda la literatura modernista radica en su Incapa- con las fuerzas del progreso. La grandeza del realismo socialista ra-
cidad para captar la «totalidad» y llevar a cabo el acto de mediación. dica en el hecho de que la totalidad histórica del movimiento hacia
Un escritor no debe ser criticado por descubrir la soledad, por ejem- el soéialismo se aprecia en toda faceta de la obra. A esta categoría
plo, pero sí por no indicar que ésta es una fatal consecuencia del pertenecen al menos algunas de las novelas de Gor~, El Don apa-
capitalismo; sin embargo, Kafka nos presenta una «soledad ontol~. cible, de Sholojov, y las obras de Aleksey Tolstoi, Makarenko y
gica» como si ésta fuera ur;.a condición humana. perm?nente de valí- Arnold Zweig.
dez universal. Kaflca de scribe lo que aparece inmediatamente ante Para evitar un juicio erróneo hay que indicar que Lukács tuvo
sus ojos y deja de penetrar en el «todo », que es lo único que otorga un p rofundo conocimiento de la literatura europea y fue perfecta-
significado , y con ello se parece a los naturalistas. De igual modo, el mente consciente de la diferencia entre las grandes obras y las obras
288 Principales corrientes del marxismo 7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 289

mediocres . Su aversi6n a los escritores modernistas, tales como vimiento de la realidad hacia el socialismo y presenta una armoniosa
Proust, Kafka y Musíl --de hecho, casi todos los posteriores a Tho- integración de la descripción individual ~ la persl?e~tiva histórica .
mas Mann-, no debe explicarse por la ideología: la mayoría de las Lukács siguió interesado en el realismo ~ocIahsta has.ta el final
personas tienen dificultades en comprender y apreciar una literatura de su carrera como crítico . Durante el «deshielo» producido tras la
radicalmente diferente de la que conocieron en su juventud. Su des- muerte de Stalin, escribió unos pocos ensayos sobre la literatura del
agrado de la dvtfflt-garde fue ciertamente sincero, si bien se ba só en perí odo anterior. En ellos observó que el estalinismo sufría una .falta
ocasiones en argumentos sorprendentemente pr imit ivos . En cuanto al de «mediaci ón» tanto en la cultura como en otros campos; la Iitera-
re alismo socialista, los ejemplos antes citados eran todos sobresa- tur a estalinista se había vuelto abstracta y esquemática en vez de
lientes o al menos meri torios : no hizo referencia a los escritorzuelos describir los conflictos reales de la sociedad socialista ; intentaba des-
del período estalinista cuyas obr as se redujeron a escomb ros desde crib ir verdades teóricas abstractas directamente en vez de hacerlo a
entonces . El resultado es que no es fácil hallar citas suyas de obras través de imágenes basadas en la realidad. Había pasado por alto la
del realismo socialista poste riores a 1930, si bien con frecuencia ha. naturaleza específica y aspiraciones del arte y lo había subordinado
bla en términos generales del floreciente estado de la literatnta sov ié- a la propaganda. El optimismo se había vuelto esquemático en :vez de
tica bajo Stalin. En un período en el que la Iireratura estuvo com- histórico. Los héroes de la ficción estalinista no presentaban nJngu~a
pletamente asfixiada, en que muchos destacados escritores murieron de las cualidades típicas de la nueva sociedad. El artículo de. Lenín
en campos de concentración y en el que casi las únicas obras fueron de 1905 sobre la literatura de Partido que -como ha testificado
serviles panegíricos en honor del gran líder , escritas por mediocres Krupskaya-s- se refería sólo a los escritos políticos, se había aplicado
y desprovistas de todo mérito literario, Lukács explicó del siguiente a toda la literatura y se había convertido en un código general de
modo la ausencia del modern ismo en Rusia: «A medida que se hizo conducta para los artistas. El realismo crítico hahía sido en~errado
más fuerte el gobierno proletario, a medida que el socialismo penetró prematuramente, y se había ampliado la noción de decadencia para
en la economía soviética de forma cada vez más profunda y general condenar todos los más recientes productos de esta escuel a.
y la revolución cultural afectó a las masas trabajadoras más amplia Sin embargo, a pesar de estas críticas, Lukács nunca. ren~nció a
y profundamente, el arte de vanguardia fue paulatinamente reempla- la idea de que el realismo socialista era «básicamente» e «hist óricarnen-
te» una forma artística superior que cualquiera de sus predecesoras,
zado por un realismo consciente. El ocaso del expresionismo se debe
ni revisó los criterios de su definici ón: relación con el «todo», opti-
en última instancia a la madurez de las masas revolucionarias» (<<Es
mismo, «partidismo» (Parteitichkeit), ortodoxia marxista e identiíi-
geht um den Realismus»). En otras palabras, Lukács adscribió a la
cación con las fuerzas de la revolución. No hay razón para suponer
madurez revolucionaria lo que él sabia muy bien qu e se debía a la que su obra sobre el realismo, un libro puramente estalinista, no
represión policial. Hay que notar que aunque Lukács no cita mucho reflejara sus pos teriores ideas con igual precisión .
de:: Stalin ~o~ norma , cae en muchas interpreraciones de este tipo. Sin embargo, la expresión más asombrosa de las ideas de L?kács
Ejemplos típICOS pueden hallarse en el artículo «Tendenz oder Par- sobre el realismo es la contenida en sus articulas sobre Solzhemtsyn.
teilichkeit?» , en el que critica la descripción del arte socialista como Saludó las novelas de este último como los primeros signos del rena-
«tendencioso» . La literatura no deb e ser «tendenciosa», pero debe ser cimiento del realismo socialista porque, según dijo, la descr ipción de
«verdadera para el Partido» . Por literatura « tendenciosa» desi gna- la vida en los campos presentaba sucesos del momento como símbolos
mos un tipo de literatura que edéctícamente mezcla el «arte p uro» de toda una era. Solzhenitsyn no fue un meto naturalista, sino que
cc;n.elementos políticos ajenos introducidos desde fuera. Este proce- relacionaba los fenómenos con el «todo» social y por añadidura
dImIento (que se pu ede observar en Mehring) significa la «primada -afirma Lukács-e- no puede ser acusado de intentar restau rar el ca-
de la forma sobre el contenido»; es una idea trotskista del arte, que pitalismo en Rusia. Sin emb argo, su debilidad fue que criticó al esta-
opone los componentes puramente estéticos de una obra a los políti- linismo desde un punto de vista plebeyo y no comunista, y su arte
cos, que son esencialmente no estéticos . Sin embargo, los escritores se resentiría si no superaba esto . En resumen, Lukács aconsejó a Sol-
verdaderamente revolucionarios se niegan a distinguir entre el arte zhenitsyn hacerse comunista para consolidar su desarrollo literario;
y su mensaje político. Sus obras están imbuidas de espíritu de Parti- pero no llegó a citar un solo ejemplo de un buen escritor que se haya
do, lo que significa que transmite una correcta comprensión del mo- vuelto mejor gracias a su conversión al comunismo.
290 Principales corrientes del marxismo 7. Gy órgy Lukács: Le razón al servicio del dogma 291

Parece un patético 6n a1 para la doctrina estética de Lukács el que unción, sino que se aceptan corno una única realidad. Lo que el mito
en sus últimos años , una vez que la cultura rusa quedara devastada prescribe, o compele a ser adorado e imitado, no se presenta como una
tras dos décad as de estalinismo, del cual había sido un destacado conclusión separada, sino que se percibe directamente como parte de
portavoz, haya descubierto el «realismo socialista» en la obra de un la narración, Entender correctamente un mito no es sólo comprender
convencido y apasionado adversario del comunismo, pues no puede su contenido fáctico, sino aceptar los valores en él implícitos , En
h?ber d?da que ésta fue la posición de SolzheJútsyn desde el princí- est e senti do , un discípulo comprende el mito de forma diferente a
pIO: es lrrele~ante al efecto que Lukács 110 leyera El archipiélago Gu- como lo hace un observador externo -un historiador, un antropólo-
lag. El veredicto de Lukács sobre So1zhenítsyin es un símbolo de la go o sociólogo----; entiende el mito en el acto de compromiso personal
nulidad de toda su teoría de la Literatura. y, en este sentido, es correcto decir que éste s610 puede ser compren-
dido «desde dentro», por un acto de afirmación práctica. Tal es, según
Lukács. la posición a adoptar con respecto al marxismo. Un no mar-
9. La exposici6n de la mitología marxista, Comentario xista no puede entenderlo correctamente, pues ello exige la partici-
pación real en el movimiento revolu cíon ario. El marxismo no es sim-
Lukács fue, sin duda, un destacado intérprete de la doctrina de plemente una teoría acerca del mundo, que pueda ser aceptada por
Marx, y . prest ó un gra n servicio al reconstruirla de forma completa- cualquiera, apruebe o no los valores del movimiento político marxista;
mente diferente a como 10 hizo la generación anterior de marxistas. es una comprensión del mundo que sólo puede alcanzarse dentro del
Además de subrayar la profunda deuda de Marx a la dialéctica hege- movimiento y en compromiso político con él. En este sentido, el
liana .como interre1aci6n de sujeto y objeto en busca de identidad, fue marxismo es invulnerable a la crítica racional: los que están fuera de
el prtmero en mostrar claramente que, en la disputa entre marxistas él no pueden comprenderlo correctamente y por lo tanto no pueden
n.e?kantianos y evolucionistas, ambos estaban discutiendo desde po- criticarlo con fundamento . Así, como mostró L ukács, la conciencia
SICIOnes no marxranas; y que Marx creyó en una dialéctica en la que marxista obedece a las normas epistemológicas propias del mito.
la comprensión y transformación del mundo eran uno y el mismo Al mismo tiempo, Lukács subrayó el carácter profético de esta
proceso, con lo cual pierden su significación los dilemas de libertad conciencia en tanto anula la distinción entre voluntad y predicción.
versus necesidad, hechos versus valores y voluntad versus predicción, Un profeta no habla por su propía voz, sino por la voz de Dios o de
Las cuestiones que los teóricos de la JI Internacional plantearon a la Historia; y ni Dios ni la Historia «prevén» nada en la forma en
Marx partían de la incomprensión de su filosofía, pues presuponían un que los seres humanos prevén acontecimientos sobre los que no tie-
proceso histórico «objetivo» gobernado por sus propias leyes; sin nen influencia alguna . En Dios, el acto de prever algo es idéntico con
embargo, como ~ukács mostró, en el caso hist óricamente privilegiado el acto de crear la cosa prevista, y lo mismo vale para la Historia,
de la clase trabajadora el proceso «objetivo» coincide con el desarro- en la que se identil1can mutuamente el sujeto y el objeto de la acción.
~o ~e l~ ,concie,ncia. de este proceso, con lo cual la libre acción y la (Dios nu nca actúa desde fuera, sino siempre inmanentemente.) El
inevitabilídad histórica pasan a ser una y la misma cosa. Lukács for- sujeto histórico que ha identificado su propia conciencia. con el pro-
muló ciertamente una interpretación radicalmente nueva y, según creo, ceso histórico no distingue ya entre el futuro que p revé y el fututo
correcta de la fi:Iosofia de Marx, y desde este punto de vista su mé- qu e crea.
rito es innegable. El sujeto histórico, según lo entendió Lukács, encarna la conciencia
Sin embargo, el hecho de que Lukács interpretara a Marx de utópica par excellence. Esta conciencia se manifiesta en cada parte de
forl?a nueva y más exacta que nadie antes que él, no significa que la doctrina dirigida contra el socialismo utópico, sobre todo en la creen-
tuvle~a rfl~ón al adoptar. la idea marxiana de la unidad de teoría y cia de Marx dilucidada y destacada por Lukács de que no debe consi-
práctica, ltbertad y necesidad. A pesar de su intenci ón, su obra tuvo derarse al socialismo como un imperativo moral ordinario, resultado
por efect? poner de relieve el sen tido mitológico, profético y utópico de un proceso ev aluativo, o como una cuestión de «necesidad histó-
del marxismo que habian eludido los seguidores de Marx más cien- rica». Si la distinción entre hechos y valores, entre un acto de puro
tiíistas. La negación de la. distinción entre los elementos normativos conocimiento y uno de afirmación ,moral, no está presente en la con-
y descriptivos es de hecho característica de la forma en que el mito ciencia proletaria, es porque el socialismo no es simplemente des,eable
es aprehendido por los creyentes : no se distinguen el mito y la na- o simplemente necesario, ni ambas cosas a la vez : es una «unidad»
292
Principales corrientes del marxismo 7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 293
de ambas, un estado de cosas que realiza la esencia de la humanidad ia clase es privilegiada porque nos lo dice . la teoría de la. cual. es
pero una esencia que ya existe, y no el precepto arbitrario de un mo- exponente. Además, la mitología del proletariado co~o cIase lnfal~ble
ralisra. El fut~o socialista del mundo no es algo que deseamos por se reduce en la teoría de Lukács a un puro dogmatismo de partido,
una preferencia o algo que prevemos sobre la base de un análisís El contenido de la conciencia de cIase se decide no por la propia
raci?nal de la~ tendencías históricas: es algo que existe ya como una clase, sino por el partido en que se encarna su interés histórico; por
rea~dad hegeliana de orden superior ) que no puede ser percibido ern- ello el Partido es la fuente y criterio de toda la verdad. Q. E. D.
pírIca~cnte, pero que es ~ás real' que todos los hechos empíricos. Sobre esta base, la unidad de teoría y práctica, de hechos y valo-
Del mismo modo, In «totalidad» de Lukács es real pero no emp írica . res resulta ser simplemente el primado del compromiso político sobre
Así, cuando hablamos del socialismo futuro 110 necesitamos utilizar los valores intelectuales; la seguridad que el movimiento comunista
ni un lenguaje normativo ni e11enguaje de la predicción científica . El transmite a sus miembros de que poseen la verdad en virtud de per-
socialismo es el significado de la historia y por 10 tanto está ya pre- tenecer al movimiento. El marxismo de Lukács supone el abandono de
sente en los acontecírnientos del presente. La típica ontología utópica todos los criterios de conocimiento intelectuales, lógicos y empíricos,
presenta el futuro no como algo deseado o esperado , sino como el y como tal es antirracional y anticientífico.
modus de ser del presente. Es , sin duda alguna, mérito de Lukács
h?ber puesto de relieve esta ontología, de origen hegeliano y plató-
nrco, como rasgo básico del marxismo.
10. Lukács como estalinista y su crítica del estalinismo
Sin embargo, al hacer esto Lukács dio al marxismo una forma
irracional y acientÍúca. Su concepción de la «totalidad» le protege por Como ya se dijo, Lukács siempre se consideró como un verd~dero
adelantado de cualquier crítica racional o emp írica: la totalidad no discípulo de Lenin, y sus crítícas al ~staHnjsmo t~as Y~56 tuvier?U
pu~e ded~cirse de ninguna acumulaci6n de hechos o argumentos ern- como base el que Stalin había distorsionado los prmcipros de Lenin.
p íricos, y S1 los hechos parecen ser contrarías a ella, es que los hechos Sus conferencias entrevistas y artículos sobre el particular dan una
están equivocados. Siendo esto así, puede preguntarse cómo pode- idea bastante exacta de sus opiniones sobre el pasado estalinista. En
mos conocer la totalidad, o cómo sabemos que la conocemos. Lukács un postcripto de 1957 a «Meín ~eg zu Ma;x» , escri~~6 : «A ~rin.ci­
contesta que podemos conocerla por medio de un correcto «método» píos de la era imperialista, Lenin desarroll? la cues~on del Signifi-
dialéctico; pero tr~s su estudio muestra que este método consiste pre- cado del factor subjetivo y al hacerlo extendió los límites de. la. t~orfa
cisarnente en relacionar todos los fenómenos con el todo con lo cual clásica . Stalin convirtió esto en un sistema de dogmas subjetivistas,
debemos conocer éste antes de empezar. El método, y el conocimiento Fue una tragedia el que con su gran talento, rica experiencia y poco
del todo, se presuponen mutuamente; 110S encontramos, pues, en un frecuente rapidez mental no rompió el círculo vicioso o incluso per-
elemental círculo vicioso, la única forma de salir del cual consiste cibió claramente el error del subjetivismo. También me parece trágico
en afirmar que el proletariado posee toda la verdad en virtud de su que su última obra empiece con una crítica bien fundada del subje-
privilegiada posición histórica. Pero ésta es sólo una salida aparente, tivismo económico, pero al mismo tiempo no se le ocurre que .él
porque, ¿cómo conocemos que el proletariado tiene este privilegio? mismo fue el padre y patrón espiritual de este subjetivismo» (Schrt/-
Lo conocemos a partir de la teoría marxista, que entonces debe ser ten zur Ideologie und Politik, ed . Ludz, 1967, pp. 652-.3).
correcta, porque sólo ella abarca el todo : con ello caemos de nuevo Stalin, pues, fue un subjetivista trágico; y, como hemos visto, en
en el círculo vicioso.
otro lugar Lukács afirma que la época de Stalin sufrió una falta de
El único recurso consiste en decir que el todo no se descubre por «mediaci ón» en política cultural, Era erróneo considerar juntas 11 t?-
pura observación científica, sino sólo por la participación activa en das las fuerzas no comunistas (1a teoría del «socialfascismo») y decir
el movimiento revolucionario . Sin embargo, esto supone un criterio que en la literatura no había ya lugar para el realismo crítico. Tam-
genético de la verdad: el marxismo es verdadero porque «expresa» bién fue erróneo ahogar toda discusión dentro del Partido y someter
la. co?ciencia pr?letaria, y no al revés. Pero esto no es más que un a la represión policial a toda la oposición. Sin embargo, como afirm ó
entena de autoridad: la verdad debe ser reconocida como tal no por- Lukács en una carta a Alb erto Carocc i publicada en 1962, de ahí no
que esté apoyada por los argumentos cientí:6cos ordinarios, sino por- se seguía que las víctimas de las purgas de Stalin, tales como Trot~ki
que emana de una cIase históricamente privilegiada, y sabemos que y sus seguidores, debieran ser rehabilitadas políticamente. En pnn-
294
Principales corrientes del marxismo 7. Gyorgy Lukács: La razón al servicio del dogma 295
cipio , Stalin .tenía raz ón contr~ Trotski, pero el propio Stalin pro- pero no podía tr atarse de la libre com~etencia de i?eol~gIas, y qu~,
sigma postenormente un a pol ítica trotskista en vez de leninista. Fue por ejemplo, la enseñanza de la JilosofIa en las un iversidades debla
un el:ror subordinar toda la cultura a los fines de la propaganda inde- ser impar tid a sólo por marxistas (Scbrijten, p . 634) . Pero éste es
pen~I~ntemente de .s~s valores intrínsecos. Un efecto especial~ente precisamen te el principio estalinist a de gobierno, 'pues si se establece
. pernJC10S0 del estalinismo fue la degradación de la teorfa marxista. que s610 los marxistas tienen derecho a enseña r; debe hab er una a~to­
La tarea actual era devolver la confian za en el marxismo reconstruir ridad que decida qui én es y qu ién no es marxista¡ y esta. autoridad
sus valores intelectuales, sup erar el dogmatismo y el ~ubjetivismo sólo puede ser el partido gobernante, esto es, la b~rocraCla del Par-
y restablecer 10.s principios Íeninistas de organización socialista y pen- tido. Si el Pa rtido dice a alguien que no es marxista, entonces por
samlento marXista .
definición éste no es marxista . De aquí que el principio del monopolio
. En cuant? a las causas del est alinismo, Lukács se lim ita a gene- marxis ta es idéntico al sistema estalinista, y desde este punto de vista
r~hdades acerca del atraso d~, Rus ia y los estragos producidos por los no está claro en qué se equivocó el sistema en el ámbito de la política
anos de la guerra, la revoluci ón y la Guerra Civil. cul tural.
Lukács no cuestiono en ningún momento los fundamentos leni- A finales de los años cincuenta, cuando el fermento político e
nistas en que se basaba todo el edificio del estalinismo. No cuestionó ideol ógico de la Europa del Este es~aba en su c~~bre, ~ukács f?e
tampoco. e~ principio de la dictadura de un solo partido y la abolición 11110 de los más tímidos y cautos críticos del estalinismo, S10 cuestio-
~e la .divls.Ión «?ur~~esa)} de la autoridad en los poderes legisla- nar nunca sus principios básicos, sino sólo algunas de sus manifes-
trvo, ejecutivo y judicial: en otras palabras, aceptó que el partido en taciones. Sin embargo, fenómenos tales como el terror en mas~ y el
el gobierno ?o . debía someterse a ninguna forma de control público exterminio de los adversarios políticos no son un rasgo necesarro del
r que el. socialismo descartaba la competencia entre fuerzas políticas comunismo totalitario: puede recurrir a estos medios en caso de ne-
independientes. En res.u!n;n, aceptó en principio el despotismo, aun- cesidad pero también puede avanzar sin ellos. Tampoco es incom-
que postenormente crrticó algun as de sus manifestaciones extremas . patible ' con el sistema que existan discusiones ideológicas «dentro
Fue uno de aquellos comunistas, tan numerosos a finales de los años del marxismo»: de hecho, estas discusiones existieron incluso durante
cincuenta, que creían que la democracia podía existir dentro del Par- los peores años, y en ocasiones Stalin pidió una «di~cusión si~ce:a~ .
tido Comunista aunque hubiera sido abolida para el resto de la co- Todo lo que exige el sistema estalinista es la aceptación del prm.cIpIo
munidad: ?in embargo, este engaño no duró mucho, y la experiencia de que los límites de la discus ión y la libertad cultural están fijados
del estal in isrnn mostró claramente que la liquidación de la democracia en un momento dado por el Partido (esto es, la burocracia del Par-
en el Es~ado había de llevar, en breve pl azo, a la liquidación de la tido ), que no puede someterse a ninguna autoridad superior: ,Lukács
democracia dent~o del par~do gobernante : de hecho, este proceso aceptó este pri ncipio , y en ningún moment.o lo puso. ,en cues.tton..
empezó con Lenín y contó Siempre con su estímulo. La razón es que Durante la guerra , época en la que Stalin defendi ó el nacionalismo
cuando se ab?le.ra democracia estatal es inevirable, cualesquiera que untigerrnano y, entre otras cosas, describió a Hegel como el fil ósofo
sean las propias mtenciones, qu e los grupos existentes den tro del Par- de In reacción aristoc rática contra la Revoluci ón Francesa. Lukács,
tido se conviertan, si se les permite hacerlo, en portavoces de otras pensamos, fue incapaz de dige rír tal dispa rate, por lo que retrasó
fuerzas externas al Partido y reflejen diversas presiones sociales. En varios años la publicaci ón de su libro sobre Hegel. No hay raz6n para
otras 'palab~as, la democracia intr~parlamentaria, en la que se pe rmite dudar que rechazaba las ideas de Stalin acerca de Hegel , pero una
la exrstencia de sectas, es esencialmente lo mismo que un sistema vez más lo que para él con taba era la justificación política, En el
multipartidista, con la reaparición con uno u otro nombre de los or- postcripto ya cit ado de «Mein Weg zu Marx» afirmó que aunque pen-
ganismos políticos que el Partido ha destruido. Por ello, para que la só que Stalin estaba equivocado en muchos. aspectos . no e?tro en
burocracia de partido siga siendo omnipotente dentro del Estado la discusión no s610 porque pensó que era físicamente imposible ha-
democracia dentro del Estado no puede ser más que un pío deseo. cerlo', sino también porque cualquier .oposición pudiera hab~ deg~­
Lo mismo vale para el ámbito de la cultura. En una entrevista nerado fácilmente en un apoyo del faSCismo . En resumen. Stalin podía
publicada en Szabad Nép el 14 de octubre de 1956 pocos días antes haber ~ometido errores, pero él, Lukács, había hecho bien en no opo-
del levantamiento de Hungría, Lukács afirmó que debfa tolerarse la nerse al estalinismo. Pero es ta confesión, fechada en 1957, es una
existencia de diversas tendencias artísticas en un Estado socialista , prueba más clara del estalinismo real de Lukács que cualquier glori-
296 Principales corrientes del marxismo 7. Gy6rgy Lukács: La razón al servicio del dogma 297
ficacÍón de Stalin realizada en vida de éste, El argume nto es que
era buen ejemplo es el artículo «Frei oder gelenkt e Kuost? »,. publica
correct o apoyar a Stalin y al estalini smo sin reserva s, aun alberga do
ndo, en 1947, que abunda en frases hechas que .contras tan la li,be:rtad
de forma interna e invisibl e, objeciones a la política del Partido so-
en viética con la corrupc ión capitali sta .) Pero l?cluso en , los ultlm~s
ese momen to. Pero el estalini smo no pedía otra lealtad que la
expre- .~s­
critos de Lukács no bay indicios de que hub~era cambia do deopin
sada en la obedien cia cabal , y el peso del argume nto de Lukács ión
con- posterio rmente . En El significado de~ r~a~trmo contemporane
siste precisa mente en justificar esta obedien cia . En tanto se conside o es-
ra cribió: «En una socieda d socialista, el individ uo goza.rá de un~
caracte rizado el mundo por la lucha entre capitali smo y socialis m,ayor
mo, y libertad para elegir un lugar para sí mismo que bajo el ca~;tal
si por motivos Iilosóíicos se conside ra que el socialismo es un sistema tsmo
(entend iendo aquí "liberta d" , por supuest o,. como la aceptac ión
esencia lmente superio r indepen dientem ente de cualesq uiera cons-
hechos dente de la necesid ad históric a: una neces idad que subsum e
empíric os, entonce s cualqui er oposici ón interna al socialismo lo que
exis- es aparent emente arbitrar io)» (9.912) .. ~e esta forma" la verdade
tente en un momen to dado es un disparo en favor del enemigo. ra
Cual- y superio r libertad socialista sigue consisti endo en Lu.k~cs en la acep-
quier crítica pública del sistema y sus líderes, por leve que ésta
es explota da de alguna forma por el adversa rio -un hecho que,
sea, ración de la necesid ad históric a, Acerca de esta d~IC1Ó~ uno pue~e
desde pregunt arse si la mente del hombre puede conceb ir un sl~tema
que nació la Rusia soviétic a, se ha utilizad o eficazmente para (bajo
silen- gobiern o comuni sta, por supuest o) tan sumamen~e despótlc,O que
ciar a los críticos reales, imagina rios o potenci ales, tildándo lle-
les de !'ue a ser conside rado como la suprem a encarna ción de la libertad
aliados del imperia lismo. Lo más notable en el caso de Lukács .
no es , Del mismo modo, la doctrin a estética de Lukács , al me~os
que se sometie ra a esta forma de chantaj e, sino que proporc ionara en
su sus rasgos especifica mente marxist as. y especia lmente en ~elaclón
justificación teórica, en pleno acuerdo con su línea de pensam
iento realismo socialista y crítico y a la literatu ra de vangua rdia, es
al
en término s del «todo» y de los sistema s globales. una
perfecta justificación teórica de la polltíca cultura l de Stalin. De
Esta norma de 'Lukács equival e, de hecho, a una justificación he-
ge- cho Lukács forjó los instrum entos concept uales del despoti smo
neral· ·der tlpico desprec io comuni sta por Jos hechos. El comuni cul-
-. es descrito en término s teóricos como una forma superio r de
smo lur~l. Si el realismo socialista es «básica mente» la ;uprem a forma
socieda d del arte por razones históric as, y si su rasgo ceracte rtsnco es
que abolirá la división del trabajo , introdu cirá la «verdad era» libertad que el
nutor relaciona los fenóme nos particul ares con el «todo» ,. e~to
e igualda d, acabará con la explota ción, produci rá un gran florecim es, la
ien- lucha por el socialismo, entonce s clarame nte el Estado socialista
to cultura l, etc. Todas estas verdade s son válidas IJ priori, cualqui debe
era foment ar y desarro llar el tipo de arte en el cual s~ ~presen s~s
que pueda ser la situació n real del comuni smo, Las formas más pro-
repe- pios interese s. La literatu ra y la pínt~ra, cuya p~1Dclpal fun~16n
lentes de despoti smo totalita rio, opresió n y explota ción no pueden era
"lorific ar a Stalin, son realmen te, segun la doctrin a de Lu~acs,
rebajar su superio ridad: a lo sumo, años después , cuando el Partido ver-
¡illderos ejemplo s de realism o socialista; en general era bIen
colera una medida de crítica, puede concede rse que se cometie ron , c<;>ns-
oca- d ente de la diferen cia' entre el arte bueno y el malo, pero en
sionales errores o que estaban en acción «restos del capitali smo». ulttma
La instanci a lo que importa ba era el contení do, esto es, en este caso,
superio ridad del socialismo es absolut a y no es suscept ible de los
prueba valores ideológicos o la relación con el «todo» .
o refutac ión empíric a . El logro de Lukács consiste en haber elevado
la , Lukács también colabor ó en la popular ización del deplo~able
práctica del desprec io hacia los hechos, por compar ación con los mal
«sis- LISO del término «dialéc tica» para expresa
r o un lugar comun (~omo
temas» , a la dignida d de un gran princip io históric o, del que el
mar- el de que dos fenóme nos interact úan entre sí, o que determ
xismo puede estar justame nte orgullo so. inado
juicio puede ser verdade ro en unas condici ones y falso en otras),
En la época de Stalin, Lukács glorificó el sistema soviétic o como o
como argume nto demole dor que permite 11 su usuario des menta
la suprem a encarna ción de la libertad , afirman do que, una vez los
barri- hechos empíric os y afirmar que «superf icialme nte» las cosas pueden
dos los explota dores, el trabajo ha pasado a ser 10 mismo
que el parecer así, pero que «dialéc ticamen te» sucede exactam ente lo
placer, como el propio Marx había promet ido; este socialis ,con-
mo ha irario. En su libro sobre Lenin, por ejemplo , acusa a los reformi
sustitui do la «liberta d aparent e y superficial» por la genuina varieda stas
y sólo bajo el nuevo sistema gozan los escritor es de un verdade
d, oc tener una «concep ci6n no dialécti ca de la naturale za de, l~ mayo-
contact o con el pueblo. Todo esto no es en modo alguno sorpren
ro
-
ría» de 10 cual parece despren derse que el sentido «dialéctico» e
este término es el opuesto al que indica el sentido . común o
1
dente: éstos son clichés regular es de la propag anda estalini sta. la arit-
(Uo mética elemen tal. (Como el comuni smo no ha tenido nunca,
de su
7. Gyorgy Lukács; La razón al servicio del dogma 299
298 Principales corrientes del marxismo

lado, a la mayoría, conviene ciertamente afirmar que de hecho tuvo te, la poesía de Goethe o las novelas de Kafka. Su dogmatíst'?~ fue
una mayoría en sentido más profundo y dialéctico -una afirmación absoluto y de perfección casi sublime. En su crítica del estalini smo
irrefutable a la luz de la teoría de que el comunismo defiende los no fue más allá de sus bases fundamentales.
verdaderos intereses de la humanidad .) En este y otros casos simila- Lukács es quizá el más destacado ejemplo del siglo xx de lo que
res, el término «dialéctico» tiene por misión poner de manifiesto que puede ser denominado la traición de la razón por obra de aquellos
su usuario está en posesión de un método especial, profundo e infa- cuya profesión consiste en utilizarla y defenderla.
lible para observar y comprender el mundo. En una entrevista ofre-
cida en octubre de 1969 (texto inglés en la Cambridge Reoieu) del
28 de enero de 1972), Lukács afirmó incluso que «en Lenin existía
una unidad dialéctica entre la paciencia y la impaciencia» .
Lukács fue una figura extremadamente importante en la historia
dd marxismo no sólo en virtud de su contribución a la interpretación
del pensamiento de Marx, o porque mostrara cómo podía utilizarse
la filosofía de éste para justificar la autoglorificacién de las burocra-
cias comunistas, o tampoco porque creara o revisara ciertos conceptos
que han tenido una gran influencia en la configuraci ón del marxismo
actual. Además de por todo esto es importante cómo un destacado
representante de aquellos intelectuales que se identificaron con el
sistema totalitario, negaron para ello sus propios valores intelectua-
les, y desarrollaron una justificación teórica de esta negación. Lukács
fue descrito literariamente en La montaña mágica, de Thornas Ma.nn,
como el jesuita Naphta: un personaje muy inteligente que necesita
una autoridad, la halla y renuncia desde entonces a su propia perso-
nalidad. Lukács fue, de hecho, un verdadero intelectual, un hombre
de inmensa cultura (al contrario que la gran mayoría de los ideólogos
del estalinismo), pero que aspiró a la seguridad intelectual y no pudo
soportar la incertidumbre de una concepción escéptica o empírica. En
el Partido Comunista halló lo que muchos intelectuales necesitan:
una absoluta certeza a pesar de los hechos, una oportunidad de com-
promiso total que acalla la crítica y cura toda ansiedad. También en
este caso el compromiso llegó hasta asegurarse su propia verdad e
invalidar cualesquiera otros criterios intelectuales.
Desde el momento de su identificación con el comunismo y el mar-
xismo, Lukács supo que en principio se habían resuelto todos los pro-
blemas de la filosofía y las ciencias sociales, y que sólo quedaba en-
tonces determinar y proclamar el verdadero contenido de las ideas
de Marx y Lenin, a fin de obtener una comprensión correcta del canon
recibido . Nunca más se planteó si la «totalidad» marxiana era autén-
tica y cómo podía probarse que lo era. En consecuencia, sus obras
son, como hemos ya indicado, una colección de a6rmaciones dogmá-
ticas y no de argumentos . Una vez hallado un estándar de verdad
y certeza, lo aplicó a un objeto tras otro: la 'filosofía de Hegel o Fich·
Capítulo 8 8. Karl Korsch 301
KARL KüRSCH Sorel. Ya se identificara Korsch o no con el marxismo tal y como él
In reinterpretó, su versión es ciertamente uno de los más fructíferos
intentos por considerar a Marx desde el punto de vista de La ideolo-
,1~í(t alemana antes que de la Crítica del programa de Gotha.

l. Datos biográficos

Karl Korsch (1886-1961) nació cerca de Hamburgo, siendo rujo


de funcionario. Estudió derecho y filosofía en diferentes universida-
I les, doctorándose en derecho en Jena en 1910, Y trasladándose
en 1912 a Londres pata ampliar estudios. Allí se unió a la Sociedad
l/ubiana y, como observan sus biógrafos, las ideas del socialismo in-
¡,lés causaron una permanente impresión en su mente, incluso durante
su etapa ultrarrevolucionaria. Si bien fundamentalmente opuesto a
rodo reformismo, mantuvo, no obstante, que tanto los revolucionarios
1;1l1ll0 los reformistas ingleses estaban ple namente dedicados al socia-
lismo y reconocían la importancia de los factores subjetivos, al con-
uario que los líderes ortodoxos de la II Internacional, que confiaban
A. principios de Jo~ años veinte, Karl Korsch era una figura muy ( ' 11 los efectos benéficos del determinismo histórico.
conoctd~ en el tno~1mIento marxista. Sin embargo, tras su expulsión Durante la Primera Guerra Mundial Korsch sirvió durante algún
del PattId? Com~~sta en 1 92~ , s.u n?mbre desapareció casi por corn- ti .mpo como oficial, pero fue degradado a filas por expresar sus sen-
plet? de cfrculacrol1! a?,!que sigui ó SIendo activo en política y como I imientos ant ibelicistas , Se unió al grupo ant íbelicista de los socia-
escritor durante veintrcrnco años más. Péstumarnente, en los años listas alemanes (el USPD) y figuró entre los miembros izqu íerdis-
sesenta, fue . mencionado 06cia!n;ente de nuevo, y se publicaron algu- 1:IS del Partido Socialdemócrata Alemán que en 1920 formaron el
nas traducciones y nuevas ediciones de sus obras. En la actualidad l'nrtido Comunista Alemán (KPD) . Participó activamente en la re-
go~a .de una merecida .repl~tación por haber realizado algunas de las volución de noviembre de 1918 , y en 1923 fue mini stro de Justicia
mas Interesantes contrIbucIones a la interpretacÍón del marxismo. en el breve gobierno revolucionario de Turingia. Este mismo año
Ju nto con Lukács, fue el más eminente de quienes intentaron re- 1':ISÓ a ocup ar una cátedra en la Universidad de jena, cargo que ocupó
construir la filosofía original de Marx o más bien antifilosoHa en lmsta la subida de Hitler al poder. A partir de 1924 fue miembro
oposición tanto al evolucionismo y cie~tifismo de los marxistas de la romunista del Reichstag, y durante un año edit6 también la revista
generación de Kautsky como de los revisionist as neokantianos, para 1.. órica del Partido, Die Internationale. Por esta época publicó artícu-
proporcionar ~a .b ~se correcta -que con el correr de los tiempos los y revistas teóricas, incluidos dos breves ensayos sobre la dialéc-
pasó a ser antrlentnJsta- de la estrategia revolucionaria de la lucha I icn, y también la que es quizá su obra más importante, Marxírmus
de clases. La .reconstrucción de Korsch es importante por varias ra- l/lid Pbilosopbie, publicada en 1923 en el Arcbiu ¡ür Gescbicbte des
z~n~s ' :En pnn;er lugar, p uso de relieve el origen hegeliano de la Sozialismus und der Arbeiterbeuiegung. Estos escritos hicieron que
dialéctica marx]s~~. En s<;gundo lugar! dio nueva. vida a la ya casi "11 el Partido fuera considerado como «ultr aizquierdista» , revisionis-
olvidada concepcron m~rxlsta de la unidad de la teoría y la práctica. 111 e idealista, por cuyos errores él y Lukács fueron condenados por
En tercer lugar, destaco el aspecto puramente negativo del marxismo 7,jnoviev en el V Congreso del Corninrern, celebrado en julio de 1924 .
como conciencia del proletariado, rompiendo totalmente con todas (Posteriormente, en julio de 1926, recibió una mención del propio
las forma s tradicionales de vida de la sociedad burguesa incluido el Slaün, quien le describió en el pleno del Comité Central como un
estado, el der,ech?, la ética.. la .filosofía y la ciencia. En' algunos as- I . órico «ultraizquierd íst a» que creía que el estado Soviético había
pectos, el radicalismo utÓpICO de esta reconstrucci6n recuerda al de vuelto al capitalismo y que Rusia necesitaba una nueva reeolución.)
300
303
.302 Principales corrientes del marxismo 8. Ka.rl Korsch

Todos los marxistas, efectivamente, suscribían la doctrina de la


. . Aun identifiCándose con el comunismo, Korsch tuvo desde un prin- «unidad de la teoría y la práctica»; pero por 10 general con ello que-
CIpIO reservas .en cuanto a los principios de la III Internacional dan significar -y los escritos de Engels tienden a co.nfi,rmar esta
s?b~e todo hacIa. las formas organizatorias que ponían a todo el mo~ interpretación- que la práctica era «la base del conodmlento y la
vlmlen~o comunrsta en manos de un aparato profesional y también
piedra de toque de la verdad». De ahí se seguía, en primer lugar, que
subordinaban la. eS,tru~tuta n:un~al a 105 dictados de Moscú, Al igual las consideraciones prácticas determinaban en su mayor parte la gama
que otros, desviacionistas «izquierdistas», afirmó que el partido no Je intereses cognitivos de los seres humanos, que las necesidades téc-
era el, sustituto del potencial revolucionado del verdadero proletaria- nicas y los intereses materiales eran los incentivos más .íuertes para
do. FInalmente ll,egó a creer que el Comintern era un instrumento de el progreso de la ciencia, y que las personas se engañaban si suponían
la contr~rreVO~UC1?n y que el sistema soviético era una dictadura del que una sed desinteresada de información jugaba algún papel en la
proletariado ejercida no por el proletariado, sino sobre él. En 1926 exlensi6n del conocimiento . (Esto podía considerarse o como juicio
~e e~pulsado .del Partido, tras lo cual escribió y actuó como mar- histórico o como precepto norrnativo.) En segundo lugar, la opinión
xtsta I~dependlente. En 1930 republicó su obra Marxismus und Phi- corriente era que la eficacia práctica era la mejor confirmación de las
l~sophte) con un amplío comentario; anteriormente, en 1929, escri-
hipótesis en las que se basa la acción. Estos dos puntos, que eran
bió w~ l,ar?o y violento ataque a Kautsky, cuyo magnum opus, Die lógicamente independientes entre sí, se aplicaban tanto a las ciencias
matertallstl~c~e Gesch.i~ktsauflassung ha?ía aparecido en 1927. En naturales como a las ciencias sociales. Podía observarse que, indepen-
1932 publ1c~ ~na edición de Das Kapital con una introducción y dientemente de la medida en que la unidad de la teoría y la prác-
e~ 1931 esc~lblÓ un ensayo, 110 publicado por entonces, sobre la cri- tica así entendida fuera realidad, era bastante incompatible con la
SIS del.m~t;ds~~ . En los años treinta seguía considerándose marxista, con~epción tradíci~nal o trascendental consistente en la conformidad
pero stguro criticando a Kautslcy y a Lenin, cuyas filosofías, según del juicio con una situación completamente independiente de nuestra
creía, . ten!an. n;ucho en común a pesar de sus diferencias políticas. actividad cognitiva. En otras palabras, la unidad de la teoría y la
También l11~lSt1Ó cada vez más en que el marxismo, en la forma here- práctica, así entendida, no estaba en conflicto con lo que Marx llamó
dada d~l SIglo XIX, no expresaba adecuadamente la conciencia del lo concepción «contemplativa» del conocimiento. El acto cognitivo
proletatl~do ~oderno, y que era necesaria una llueva teoría que fuera _ indep endien temen te de los estímulos que lo provocaran, o de la pre-
una c~ntU1uac16n, pero ~ambién una revisión de la doctrina marxista. cisión con que estuviera determinado su contenido- era todavía la
Estas Ideas las desarrollo en Karl Marx (1938) y en artículos titulados
asimilación «pasiva» de un universo ya hecho.
«Por ,!ué soy ma,rxísta» (1935) y «Principios rectores del marxismo: Sin embargo, en opinión de Korsch, el marxismo no compleroen-
una reinrerpretación» (1937). taba la interpretación tradicional del conocimiento con observaCIOnes
Cuando en .1:}5 Hitler subió al poder, Korsch emigró a Dina- relativas a la motivación de los actos cognitivos y a la verificación
marca, do~de VIVIO dos años, y después marchó a Inglaterra . En 1936 de los juicios, sino que sometia esta interpretaci6n a un cambio radi-
se. traslado. a EE. UD ., donde pasó el resto de su vida. El primer es- cal. El marxismo se interesaba principalmente -si bien, como se
cntor político en llamar la atención hacia su importancia como intér- verá no exclusivamente-- por el conodmiento del universo social. El
prete de Marx fue sin duda Iring Fetscher a finales de los años cin- conocimiento teórico no era. un mero «reflejo» del movimiento social,
c,uenta; durante las dos décadas siguientes fue objeto de una extensa sino una parte, aspecto o expresión de él; debía ser interpretado como
literatura, un componente esencial del propio movimiento, y por ende era «bue-
no» o «verdadero» en tanto expresara adecuadl1mente el movimiento
y fuera consciente de ello. Esto valía sobre todo para el propio '!lar-
2 . Teoría y práctica. Movimiento e ideología. xisrno, que era una «expresión» de la lucha de clases del proletatlado
Relativismo bistorico y no una «ciencia» según la entendían los positivistas. Es~a interpre-
tación derivaba de fuentes hegelianas, pues ¿no había dlCho Hegel
La esencia del marxismo, según subrayó repetidas veces Korsch que la filosofía debla ser la expresión intelectual de su propia éP?ca?
~a l~ interpretación prácti~a .de la conciencia humana; pero ésta ha~ La esencia del marxismo consistía en haber sacado las máxtmas
b~a SIdo completamente eliminada de la versión positivista del mar- conclusiones posibles de este punto de vista, Ante todo, como Korsch
xismo que dominó en la II Internacional.
304 Principales corrientes del marxismo 8. Karl Korsch 305

afirmó numerosas veces en Marxismo y filosofía} el marxismo no era En los problemas sociales , el acto de investigación coincide con
una nueva doctrina filosófica, sino la abolición (Auibebung) de la filo- su objeto -tal es la interpretación hegeliana adoptada por el mar-
sofía . Sin embargo, abolir la filosofía no significa simplemente aban- xismo. Desde este punto de vista, Korsch iguala la teoría marxista
donarla o desmentirla como una ilusión, como hizo Meh ring. Por de la sociedad a la concepción de Clausewitz (también un hegeliano)
la misma razón de que la filosofía era una «expresión» del proceso de que la teoría de la guerra no es una cuestión de observación ex-
histórico, no podía ser abolida ignorándola o por el ejercicio de la terna, sino una parte misma de la guerra. Si perdemos de vista esta
propia filosofía , sino sólo por medio de una crítica revolucionaria y identidad, no podemos captar el sentido hegeliano-marxista de la
práctica de la sociedad} cuya ftlosofía motaba en una conciencia «mis- dialéctica. La dialéctica no es simplemente un «método » que pueda
tificada». La sociedad burguesa era un todo indisoluble (Totalitdt) y ser aplicado a cualquier objeto. Parece que en opinión de Korsch re-
sólo podía ser criticada como tal. Las formas de conciencia de la sulta imposible exponer la dialéctica materialista como una colección
sociedad burguesa «s610 podían ser abolidas en el pensamiento y de alirmaciones o preceptos de investigación. Como expresión que
la conciencia por una simultánea abolición práctico-objetiva de las es del,movimiento revolucionario de la clase trabajadora forma parte
propias relaciones materiales de producción, que hasta entonces han de ese movimiento y no es meramente una teoría o «sistema». «La
sido comprendidas bajo esas formas» (Marxismo y [ilosojia, p. 81). dialéctica materialista del proletariado no puede ser aprendida en abs-
El hecho de que la sociedad sea una Totaliidt significa, en particular, tracto, o a partir de los llamados ejemplos, como una "ciencia" inde-
que las relaciones de producción capitalistas son lo que son sólo pendiente con su propio "objeto". Sólo puede ser aplicada conere-
en conjunción con su superestructura ideológica. En tanto el marxis- tumente en la práctica y la teoría proletarias revolucionarias, que son
mo es un ataque teórico y práctico a esa sociedad, una expresión del ti na parte real e inmanente de esa práctica revolucionaria» (« Über
movimiento que ha de destruirla, es también una crítica filosófica. materialistische Dialektik» , en Marxismus und Pbilosophie, p. 177).
«Eventualmente, aspira a la abolición concreta de la filosofía como Este enfoque supone, como se ve, un relativismo epistemológico
parte de la abolición de la realidad social burguesa en general, de la radical. Si la filosofía y las teorías de la sociedad «no son más que»
cual es un componente ideal» (ibid., p . 68) . Esta es la conecta com- In expresión intelectual de movimientos e intereses prácticos-sociales,
prensión del importante concepto rnarxiano de «Crítica de la Econo- hay que inferir que no pueden ser evaluadas excepto desde el punto
mía Política» -el subtítulo original de Das Kapital: no meramente de vista de si reflejan adecuadamente esos movimientos, y de si los
una crítica académica de las doctrinas económicas, sino un ataque prác- limpios movimientos son o no «progresivos». En otras palabras, nin-
tico a la sociedad a través de uno de sus principales componentes, a guna teoría es verdadera en sí en el sentido de dar una cortec~a des-
saber, las ideologías económicas que sirven para perpetuar la explo- cripción del mundo, esto es, de «reflej ado» fielmente; la cuestión de
tación capitalista. la «verdad» en sentido ordinario carece de significación, y las teorías
Si consideramos las realidades sociales como un todo, percibimos son «buenas» o «válidas» en tanto son «progresivas» y conscientes
la concurrencia (Zusammeniallen) de la realidad y de las formas teó- de sus propios orígenes. De ahí se sigue que el marxismo es «verda-
ricas que la expresan. No pueden existir separadamente, aunque la dcro» sólo en el sentido de que en la actual etapa histórica articula
conciencia burguesa mistificada falsamente se imagina ser un análisis ln conciencia del movimiento «progresivo» y es consciente de este
externo de la escena social y no una parte de ella. El marxismo, a la hecho, y además que una teoría que es verdadera en una época puede
vez que comprende esta ilusión, se contempla a sí mismo como fenó- dejar de serlo en otra en razón del cambio de su función social. Por
meno práctico, expresión y componente de un movimiento social que 'jcmplo , las doctrinas de la «burguesía progresista» fueron verda-
revoluciona el sistema actual. deras en tanto la burguesía fue progresista, pero posteriormente se
Aunque Korsch considera las ideologías como un elemento nece- volvieron reaccionarias y por lo tanto falsas; y lo mismo podría suce-
sario del todo social, subraya que en modo alguno están «al mismo Jet algún día con el marxismo. De hecho, Korsch acepta estas CO?-
nivel» que los fenómenos económicos. Por el contrario, dice , existen c1usiones si bien no las enuncia con claridad . Afirma que la esencia
tres grados de realidad: primero, la economía, que es la «única ver- del materialismo dialéctico consiste en considerar todas las verdades
dadera realidad»; en segundó Jugar, el estado y el derecho, que son teóricas como estrictamente diesseiiig (de aquí , de este mundo), un
realidad ideológicamente disfrazada, y en tercer lugar, la «pura ideo- término que debe ser entendido como el opuesto a «trascendental» .
logía [puro sinsentido), que es irreal y carece de objeto» (ibid., p. '12). °
«Todas las verdades por las que nos interesamos hemos interesado
306 Principales corrientes del marxismo 8. Knrl Korsch 307

nosotros los seres humanos y de este mundo son igualmente humanas, sa, y no una colección de nuevas ciencias que sustituyan a las exis-
de este mundo y transitorias (vergiitlglich)>> (artículo de 1922, «D~ tentes.
Standpunkt der matedalístischen Geschkhtsauffassung», en Marxts- Si bien Korsch extiende «el punto de vista de la clase» hasta cu-
mus und Pbilosopbie, p. 153). Ninguna verdad es inmutable en sí; brir la ciencia natural, no comparte la idea de Lukács de la dialéctica
lo que llamamos verdades son los instrumentos de la acción práctica de la naturaleza . Como el conocimiento de la naturaleza, no menos
de las clases sociales . La teoría de Korsch es así un tipo de pragma- que el conocimiento de la sociedad, es parte de una actitud social y
tismo colectivo que altera completamente la naturaleza del marxismo práctica, no hay motivo para afirmar que la naturaleza que conoce-
como «ciencia», En varias ocasiones discute tanto con Hilferding mos no es «dial éctica», pues también ella es una creación humana.
como con Kautsky, quienes anrmaban que el mar xismo era sólo una En este punto, la idea de Korsch parece ser la misma que la de
teoría de las leyes del desarrollo social y, como tal, no incluía ningún Gramsci.
compromiso social o juicios de valor, sino que podía ser aceptada El movimiento revolucionario del proletariado concluye con la
incluso por quienes no compartían los objetivos del movimiento so- «abolición» de todas las formas económicas, sociales e ideológicas
cialista. En opinión de Korsch , esta separación de la teoría y la prác- de la sociedad burguesa. No crea una nu eva filosofía o sociología,
tica de la verdad doctrinal del movimiento revolucionario, era una sino que abole a ambas junto con todas las demás ciencias, el estado,
total distorsión del marxismo. Como el marxismo es simplemente la el derecho, el dinero, la familia, la ética y la 'religión. Korsch, por
conciencia de clase del proletariado revolucionario, sólo puede ser re- ejemplo, critica a Pashukan ís por escribir acerca de la «ética soda-
conocido en el acto de compromiso práctico a este movimiento; en lista »: el comunismo no tiene una ética propia, sino que acaba con
principio no puede haber cosa semejante a un marxismo «pur amente la ética como forma de conciencia. Sin embargo, no explica exacta-
teórico» . mente cómo ha de producirse la «abolición» de la ética o la ciencia,
Lo que es más, la doctrina del relativismo, el historicismo y el re- sino que se limita a vagas gene ralidades para las cuales halla algún
chazo de la idea de «verdad» en sentido ordinario se aplica no sólo apoyo en observaciones igualmente generales de Marx. Marx creía
a las ciencias sociales , sino también a las ciencias naturales . No exis- que en el futuro habr ía una «única ciencia» que abarcaría todos los
aspectos de la realidad, y que las personas esta rían tan integradas que
ten diferencias básicas en este aspecto entre nuestro conocimiento de
expresarían todo su ser social igualmente en todas las formas de la
la naturaleza y el de la sociedad. La realidad histórica y natural for-
Actividad y el pen samiento; al igual que en las utopías de Cieszkowski
man «uno y el mismo universo»: ambas forman parte del proceso y Hess, coincidirían de forma misteriosa el pensamiento y la acción ,
de la vida humana y están unidas en el plano económico y específi- Se puede imaginar que en una sociedad .así no habría lugar para la
camente en la producción material, Todas las circunstancias materia- ética como colección de normas generales que regulan la vida comu-
les -bioI6gicas, físicas, geográ6cas- afectan a nuestras vidas no direc- uiraria, pues cada individuo se experimentaría a sí mismo inmedia-
tamente, sino por medio de las fuerzas productivas, y asi se nos tnmen te como «ser social», es decir , se identificará espont áneamente
presentan como fenómenos sodales e históricos. Todo el universo con el «todo» y no necesitará normas «abstractas» para este fin. Esto
que conocemos es un universo social: por cuanto a nosotros atañe, no parece ser lo que Lukács y Korsch querían significar con la «aboli-
existe nada semejante a una naturaleza independiente de la historia ción » de todas las instituciones burguesas : la eliminación de todas
y completamente ajena a ella. las formas de vida «reíficadas», esto es, de todos los instrumentos o
Así, no sólo las ciencias sociales, sino también las naturales, son instituciones que medien de alguna forma entre los individuos. La
«expresiones» prácticas de una determinada «totalidad» social y de sociedad del futuro se compondrá, pues, de individu os con una con-
ciertos intereses de clase. El movimiento revolucionario, al abolir la ciencia permanente e indestructible de su identidad con la comunidad;
sociedad que conocemos, abole no sólo su filosofía, sino todas las ellos mismos estarán, por tanto, perfectamente integrados, habiendo
demás ciencias. Korsch afirma que cuando se haya destruido el orden superado la división del trabajo y no reconociendo diferencia alguna
actual tendrán que transformarse incluso las matemáticas; aparecerán entre el pensamiento, el sentimiento y la conducta. Como hemos mos-
entonces unas nuevas matemáticas, las matemáticas marxistas. En ge- trado anteriormente, la era mesiánica de la interpretación perfecta
neral, según él, la función del marxismo es principalmente negativa: de todas las facultades humanas es la esencia de la utopía marxiana,
es W1 componente del movimiento que destruye la. sociedad burgue- y Korsch merece mención por haber dejado constancia de ello.
308 Principales corrientes del marxismo 8. KarL Korsch 309

:3 . Las tres etapas del marxismo nómicas del capitalismo a la «actividad sub jetiva de la clase trabaja-
dora» , devolviendo así al marxismo su verd adera func ión como
Sin embargo, surge un a cuestión : ¿cómo es quedura nte d écadas sup erestr uctur a individual del movimiento real de cla ses. Sin em bar-
se pasó por alto esta in terpre tación y fue sustituida por un cientifismo go , el comunismo leninista no superó rad icalmente el do gmatismo de
evoluci onista, determ inis ta y positiv ista ? Korsch int en ta explicar est a la Ir Intern aciona l. La teoría era considerada aún como un «reflejo»
aberración en términos del materialismo hi stórico, es decir , intenta del mu ndo exterior y no como una expr esión de la actividad del pro-
explicar la propia historia del marx ismo según p rin cipios marxistas. letariado ; así, tanto Leni n como Kau tsky adoptaron el punto de vista
En su opinión , el marxismo h a atravesado por tres et apas clara- de qu e la teoría cobraba vida independien te men te d el movimiento
mente diferenci adas, que se corresponden con las tres etapas del ob rero y, por tanto, era imbuida desde fuera. Además, Len in con-
desarrollo del movimiento obrero. E n varios ensa yos de6ne en térmi- side ró la teoría simplemente como instrumento p ráctico en sentido
nos simi lares esta cronología, y de form a más completa en la intro- técnico, siendo una afirmación «verdadera» o «falsa» en función de
ducción a la segunda edición de Marxismus und Pbilosopbie. La pri- los intereses del P artido . Korsch repitió varia s veces esta ob jeción ,
mera etapa se corr esponde con los primero s años de form ación del aunque no queda claro a primera vista de qué forma la actitud u tili-
pensamiento de Marx , de 1843 a 18 48, época en la qu e se estab a taria de Lenin hacia la teoría dif ería de su pro pio punto de vist a de
formando la teoría revoluciona ria como conc iencia del proletariado definir al marxismo por su fu nción en la lucha de clases y no sólo
directamente basada en una lucha de clases real : la unidad de la por su con tenido. Sin emb argo, parece que Korsch pensó que una
teo ría y la práctica no era un mero eslogan, sino una realidad . Sin teoría revolucionaria debía ser la «expresión» de un movimiento y
emba rgo , después de junio de 1848 cambió decisivamente la situaci ón no un instru men to forjado fuera del movimiento por líderes oteó-
con el tránsito del capitalismo a una etapa de desarrollo y expansión . ricos, Aunque no utiliza estos té rm inos, puede decirse que en su opi-
Durante el resto del siglo XIX, el marxismo s610 pudo desarrollarse nión el significado histórico de un a teoría está determinado por su
como una teoría y, a pes ar de los Logros teóricos de Mar x y Engels , origen y no por su función real.
el socialismo científico no existió ni pudo exist ir como concienci a de Sin embargo, como Korsch observó en 1931, ninguna de las prin-
clase realmen te asimilada y creada por el proletariado . La teoría se cipales formas de activid ad teórica en que reap areció el «aspecto sub-
hizo independiente del movi mien to revolucionario, y esto modi6có jetivo» del marxismo era apropiada a las necesidades de la luc ha de
su contenido. Especialmente tras la muerte de Marx, sus ideas asu- clases del momento. Había una clara divergencia entre el comunismo
mieron prog resivamen te el car ácter de un «sis tema», supuestamen te ruso y la posición de los teó ricos occiden ta les de la revoluci ón tales
b asado en valores puramente cien tíficos . Esta for ma de ma rxismo di- como Lukács, P annekoek y el propio Kor sch. El len inismo habí a
vorci ado de la revolución pasó a ser la ideología de la ortodoxia de mostrado ser una forma t eórica adecuada de la lucha an tiimperialista
la II Internacional. E l propio Marx no estu vo libr e de culpa en ma- en los países de la periferia del mundo cap italista, pero la clase tra-
teria de d espo jar al marx ismo de su cont eni do revolucionario, sob re bajadora en los países capitalistas desarrollados necesitaba un a nueva
todo en la Crítica del programa de Go tba; pero la p rincip al causa base teórica que el mar xismo , en su form a heredada, 00 podía pro-
está en las cond iciones políticas objetivas, que sim plem en te no permi- porcion ar. Por ello Korsch abandonó su espe ran za orig inal de que era
tieron que la teoría actu ara «sólo como expresión » de un movimiento suficiente volv er al au téntico marx ismo para recup erar la conciencia
real. Cada vez más, los marx istas con sideraron el sociali smo como revolucionaria del proletariado moderno . Sin emb argo, no formuló
la suma de las dive rsas cienci as -la economía, la sociolo gía, la his- una teoría propia como sustituto, suplemento o revisión del marxis-
toria y la filosofía- sin «relaci ón directa» con la lucha de cIases, es mo; no puede inferirse de sus escri tos cómo hubiera sido una teoría
decir , estas ciencias teorizaban sob re la luch a de clases, pero no for- así , o en qué habría diferido del ma rxismo tradicional.
maban parte de ella. Sólo a finales de siglo empezó la tercera etapa,
con intentos por dar nu eva vida al «aspecto sub jetivo» del marxismo
como teoría proletaria de la lucha de clases. Este cambio se debió 4. Crítica de Kautsky
principalmente a tres desa rrollos : el reformismo sindicalista, el sin-
dicalismo revolucionario y el bolchevismo . La tendencia de estos fe- Es bastante comprensible que , desde el punto de vista de la in-
nómenos fue desplazar la atención de los teóricos de las leyes eco- terpretación del marxismo de Ko rsch, toda la obra teórica de Kautsky
310 Principales corrientes del marxismo 8. Karl Korscb 311

debe haber parecido un espécimen perfecto y clásico de la aberración logro supremo de la historia. En su opinión, el Estado explica las
en que cayó el marxismo cuando perdió su contacto con el movim iento relaciones de producción existentes y no al revés. En cuanto al origen
revolucionarío. El violento ataque de Korsch al magnum opus de del Estado, Kautsky, en oposición a Engels, invoca las hipótesis de
Kautsky es esencialmente una reafirmacién de su propia posición. la violencia y La conquista. Los Estados, dice, fueron formados gene-
Criticó a Kautsky no tanto como reformista (el reformismo basado ralmente por belicosos nómadas que ocupaban asentamientos pacifi-
en [a lucha real de [os sindicatos era, según Korsch, una forma de cas; sin embargo, en la actualidad, las formas democráticas estatales
marxismo superior a la de evolucionismo «ortodoxo»), sino más bien están predominando gradualmente en todo el mundo . Kautsky aban-
como naturalista y darwinista que consideraba al materialismo histó- dona as! toda la teoría del Estado como instrumento de opresión y
rico como la aplicación a la historia humana de los principios gene- exploración, en favor de una teoría burguesa del progreso democrá-
rales de la evolución orgánica. Los principales puntos de su ataque tico. En vez de la abolición revolucionaria del Estado piensa sólo
son los siguientes. en su mayor democratización, con Lo que se convierte' en defensor
En primer lugar, observa, Kautsky cons idera el marxismo como del Es tado burgués . La abolición del Estado, del dinero y de la divi-
una teoría puramente científica, cuya verdad no tiene nada que ver sión del trabajo -todas estas ideas, que constituyen la esencia del
con su función de clase y puede establecerse por criterios de cohe- marxismo, son consideradas por él como una utopía anacrónica. Cree
rencia científica universalmente reconocidos. Sin embargo, esto equi- que la lucha de clases del proletariado puede proseguirse entonces en
vale a despojar al marxismo de su contenido revolucionario y a volver el marco del Estado burgués y sus instituciones democráticas, y re-
a un objetivismo burgués «mistificado». chaza por principio la idea de la violencia revolucionaria.
En segundo lugar, Kautsky sustituye la dialéctica por una episte- Por todo ello, Kautsky es el ejemplo de una forma degenerada
mología general tomada de Mach y basada en el principio de que las de marxismo, pervertido de tal forma que constituye un freno para
ideas deben corresponderse con los hechos y también entre sí. En La lucha de clases.
cuanto a la dialéctica de la naturaleza, que tuvo importancia para El análisis de Kotsch es típico de la crítica comunista: por él
Marx y Engels sólo en tanto formaba parte de la dialéctica de la vemos por qué Korsch se encoleriza con Kau tsky , fero no da razones
historia, Kautsky la presentó como una colección de leyes universales por las que tengamos que estar de acuerdo con é antes que con su
del desarrollo, de la cual la historia humana era un ejemplo particu- adversario en ningún caso particular. Cuando, por ejemplo, Kautsky
lar. Su punto de vista es el del materialismo cienriíista del siglo XIX afirma que históricamente los Estados se crearon generalmente por
o darwinismo popular, resumido en la idea de que el hombre es u n conquista, y mediante una determinada forma de conquista, Korsch
animal y está sometido a todas las leyes de la evolución de las espe- no discute la afirmación o adelanta nuevos hechos históricos, pues los
des; toda la historia es explicada por la adaptación al entorno, y hechos no le interesan: sólo observa indignado que Kautsky está en
toda la conducta humana por instintos biológicos. Kautsky, al inten- desacuerdo con Engels (de lo cual Kautsky era bien consciente, según
tar deducir leyes eternas de la historia a partir de la biología, está subrayó él mismo). De forma similar, Kautsky intentó ofrecer razo-
realmente intentando perpetuar los rasgos específicos de la sociedad nes prácticas por las cuales las profecías acerca de la abolici6n del Es-
burguesa, y es incapaz de percibir esa sociedad como un todo interre- tado, el derecho, el dinero y la división del trabajo eran irreales;
lacionado que s610 puede y debe ser abolido como la totalidad de Korsch no intenta refutar estos argumentos, sino s610 repite que la
sus partes componentes. No es sorprendente que al considerar la critica de Kautsky vacía al marxismo de su contenido revolucionario.
sociedad corno un proceso objetivo sometido a las leyes naturales, y El grueso de su ataque está desprovisto de fuerza argumentativa o
construir su teoría aisladamente de su base «subjetiva», Kautsky se sustancia teórica, y no es más que una reafirrnacién de su propia ín-
vea obligado, al igual que los neokantianos, a -reafirrnar la distinción, terpretación del marxismo.
que Marx había resuelto, entre el ser y el deber ser -volviendo así' La indiferencia de Korsch a la argumentación empírica está admi-
al norrnativismo idealista como complemento al materialismo de La rablemente adaptada a toda su doctrina. Como una teoría, según él
ciencia natural. repite constantemente, sólo puede ser la expresión intelectual de un
En tercer lugar, la reoría política de Kautsky es absolutamente movimiento social, sea o no consciente de realizar esta función, es
contraria al marxismo. Kautsky considera el estado como la forma. absurdo juzgarla por medio de criterios universales de precisión cien-
suprema y permanente de existencia social, y la democracia como el tífica: uno se coloca o del lado de la burguesía O del proletariado, y
312 Principales corrientes del marxismo 8. Karl Korsch 313

todo lo demás se sigue automáticamente de este compromiso. Con y también lo estaban el método y el contenido del conocimiento . En
~llo ~ejlln .?e exi~t.ir los criterios cognitivos racionales , y
el acto de consecuencia , los leninistas habían creado un sistema en el que la
ident ificación política toma el lugar de la reflexión teórica. Al pro- doctrina inventada por ellos independientemente de la lucha de clases
fesar esta forma de marxismo, Korsch expresó quizá más claramente era utilizada como instrumento de [a dictadura ideológica sobre la
q~e nadie el antiintelectualisrno latente del marxismo y el comu- ciencia y el arte .
nismo. Había un estrecho vinculo entre el positivismo filosófico de Le-
nin y el despotismo soviético: una vez que se aceptó que la teoría
no era expresión del movimiento real de los trabajadores , sino una
5. Critica del leninismo doctrina «científica» que afirmaba poseer la «verdad objetiva» por
motivos independientes al movimiento, esta doctrina se convirtió en
Durante la primera mitad de los afies veinte Korsch fue un leni- una ideología despótica que permitía al aparato del Partido ejercer
nista convencido, como puede verse en su artículo «Lenin und die una dictadura sobre el proletariado.
Komintern» (1924), de sus recensiones del libro de Lukács sobre Le- Korsch alcanzó finalmente la conclusión de que el estado sovié-
nin y de los ar tículos de Stalin. En particular se puso del lado de tico era un sistema contrarrevolucionario y totalitario, una forma de
Lenin frente a Rosa Luxemburgo en la cuestión del Partido y de la capitalismo monopolista de Estado que 00 tenía más que vínculos
«espontaneidad». Sin embargo, su apoyo lo expresó en términos ge- verbales con el marxismo y estaba más cerca del totalitarismo fascista
nerales, pues está claro que desde el principio se opuso a la sustitu- que de una dictadura proletaria según la entendió Marx.
ción del control del Partido por los soviets, y creyó en la dictadura
directa de la clase trabajadora en su conjunto . Tambi én está claro, si
bien no lo dijo por entonces, que toda su reconstrucción del marxismo 6. Una nueva definición del marxismo
como expresión de la conciencia de clase del proletariado era incorn-
patible con la teoría leninista del «reflejo». E.n un breve ensayo o d~cIaraci~n ?e 19.35 titulado «Por qué soy
Poco después de romper con el Part ido Comunista, Korsch expre· marxista», Korsch reformulo las principales características de la doc-
só claramente su desacuerdo con el leninismo. En diversas ocasiones trina marxista en los cuatro puntos siguientes.
repitió que desde el punto de vista teórico no había diferencia entre En primer lugar, todos los principios del marxismo son particu-
los leninistas y los ortodoxos de la II Internacional. Ambos creían lares y no generales (como afirma la doctrina oficial soviética) . El
en el marxismo como «ciencia» y como el verdadero reflejo de la rea- marxismo no incluye ninguna teoría general de la relación entre la
lidad, mientras que de hecho era la autoconciencia de clase del mo- «base» y la «superestructura»; las afirmaciones de Engels acerca de
vimiento revolucionario y, como tal, era un aspecto de este movi- la «influencia mutua» carecen de valor , pues no podemos establecer
miento y no meramente una relación objetiva de hechos empíricos. La ningún criterio cuantitativo de medida. Las únicas afirmaciones váli-
separación de sujeto y objeto, de teoría y práctica, era exactamente das son las descripciones de fenómenos particulares en una determi-
la misma en el caso de Lenin que en el de Kautsky. Lenin había aban- nada etapa de la historia.
donado también la idea marxista de la abolición de la filosofía y había En segundo lugar, el marxismo es crítico y no positivo. No es ni
intentado crear una nueva doctrina que preservara el absolutismo un~ ciencia .ni una l:ilosoffa, sino una critica teórica y práctica de la
cognitivo de Hegel, pero sustituyendo el «espíritu» por la «materia:.. SOCiedad existente, y por 10 tanto es él mismo una praxis , Sin em-
Pero esto no era más que un recurso terminológico; el verdadero b.argo, el proletariado debe ser capaz de distinguir entre las ideas
marxismo no sabía nada de absolutos, o de cualquier epistemología clentffica~ v~rdaderas y falsas, y por lo tanto el marxismo se compone
trascendental. Lenin no había llegado a comprender la dialéctica; había de conocrmientos «exactos y empíricamente verificables», no menos
situado el movimiento dialéctico en el mundo exterior -la natura- precisos que los de la ciencia natural. .
leza o la sociedad-, ignorando el hecho de que el conocimiento no En tercer lugar, el objeto del marxismo es k sociedad capitalista
es una mera copia o reflejo del proceso objetivo , sino un elemento en su período de decadencia, incluyendo todo lo que arroje luz sobre
activo en él. Por ello, la pura teoría y la pura práctica estaban igual- el carácter histórico de las relaciones de producción existentes. En
mente divorciadas en su pensamiento como en cualquier positivismo, cuarto lugar, su finalidad no es contemplar el mundo, sino cam-
.314 Principales corrientes del marxismo Capítulo 9
biarlo, y por tanto la teoría está «subordinada» a los fines revolucio- LUCrEN GOLDMANN
narios.
El primero de estos puntos supone, como se ve, una drástica limi-
tación del alcance del marxismo: sería muy difícil mostrar que Marx
no hizo nunca afirmaciones sobre la interdependencia de los diversos
aspectos de la vida social y se limitó a observar fenómenos históricos
particulares. En cuanto al' segundo punto, no está claro cómo puede
reconciliarse la regla general del empirismo con la idea de una teoría
que (como Korsch al parecer siguió manteniendo) es sólo la expresión
de un movimiento social real. Si el marxismo se somete a los crite-
rios de verificación científica de igual modo que los de cualquier otra
ciencia, su validez debe depender de si satisface o no esos criterios
y no de si expresa adecuadamente un interés de clase particular . En
este caso, el hecho de que el marxismo sirve como instrumento polí-
tico es lógicamente irrelevante a su valor o contenido; puede ser
profesado por cualquiera que piense que satisface los requisitos de
consistencia científica, acepte o no los valores del socialismo y del
movimiento obrero. Pero en esta misma afirmación Korsch rechaza
explícitamente este punto de vista, que fue característico de los teó-
ricos de la II Internacional. Con ello su versión revisada del marxis- 1. V ida y escritos
mo parece contener una incurable contradicción.
Goldrnann fue, como ya hemos dicho , el expon ente más activo de
las ideas de Lukács en Francia, y se propuso reducir la doctrina
de este último a reglas metódicas e incluso a un sistema codificado.
También mostró , en un estudio sobre el jansenismo, cómo podían
aplicarse estas reglas a la metodología de las ciencias humanas, y su
obra sobre historia de la filosofía y la literatura fue concebida desde
el principio como una demostración del método más que como des-
cripción.
Lucien Goldmann (1913-1970), judío rumano, nació en Buca-
rest, donde inicialmente estudió derecho . Posteriormente estudió filo-
sofía, filología germánica y economía en Viena y Lwów en 1933, y
en París a partir de 1934. Durante la ocupación nazi se trasladó a
Suiza, donde trabajó durante un tiempo como ayudante del psicólogo
Jean Piaget, colaboración que tuvo una gran influencia sobre su obra
posterior y sus hábitos de pensamiento. Intentó en muchas ocasiones
mostrar que la «epistemología genética» de Piaget estaba fundamen-
talmente de acuerdo, en cuanto a sus bases teóricas y resultados, con
su propia teoría del «estructuralisrno genético», y que esta última,
bien entendida, no era sino el método dialéctico desarrollado por He-
gel, Marx y el joven Lukács, aunque los resultados de Piaget fueron
alcanzados experimentalmente y no en virtud de una inspiración filo-
sófica. Goldmann preparó una tesis doctoral sobre Kant en Zurich;
315
316 Principales corrientes del marxismo 9. Lucien Goldmann 317

tras la guerra volvió a París, donde vivió hasta su muerte, trabajando tórico y genético con el estructural. Las principales ideas del estruc-
en el Centre National de Recherche Scienti6que y posteriormente en turalismc genético son las siguientes. .
la Ecole Pratique des Hautes Etudes. En 1952 publicó un pequefio La primera tarea de las ciencias humanas consiste en identificar
libro sobre metodología de las ciencias humanas titulado Sciences correctamente su objeto. No es nada obvio ni una cuestión de sentido
bumaines et pbilosopbie, y en 1955 su obra principal, Le Dieu caché. común cómo definir o deslindar el objeto de estudio: sí debe consis-
Etude sur la oision tragique dans les «Pensées» de Pascal el dans le tir, por ejemplo, en personas individuales, obras de arte o filosofía,
tbéátre de Racine. El propósito de este libro era mostrar cómo la épocas culturales, filosofía en sentido técnico, o la pintura considerada
observación de las «estructuras de conciencia» significativas, relacio- como actividad singular. Según el pensamiento dialéctico, ningún he-
nadas con las situaciones especificas de las clases sociales, podían ser cho empírico es significativo en sí mismo: su significación sólo se
de utilidad para comprender los fenómenos culturales y alumbrar di- revela cuando se combinan en un todo o estructura de algún tipo .
versos aspectos que de otro modo hubieran quedado sin explorar. Pata el estudioso de la civilización estas estructuras consisten en pau-
En años posteriores, Goldmann no publicó ya más grandes obras, tas de conducta humana que suponen una interdependencia de la
pero escribió numerosos ensayos y conferencias que fueron reunidas actividad intelectual y sus productos, de valores morales y estéticos
después en los volúmenes titulados Recherches dialectlques (1959), y de las acciones que tienen por finalidad ponerlos en práctica. El
Pour une sociologie du toman (1964) y Marxisme et sciences bumai- observador no está atado por las limitaciones que restringen la com-
nes (1970). También escribió un trabajo sobre Racíne (1956) y sobre prensión que una persona tiene de su propia conducta; por el con-
la Situation de la critique racinienne (publicado póstumarnente trario, su tarea consiste en comprender ésta mejor y más consisten-
temente que las propias personas, 10 que vale también para la
en 1971). Durante muchos años fue un celoso expositor de la dia-
interpretación de las obras artísticas y filosóficas. Su tarea consiste
léctica. Sus mechones blancos y osezna silueta eran familiares a todos en descubrir las «estructuras significativas» que dan significación a los
los participantes en innumerables congresos y simposios humanísticos, hechos, ideas y valores concretos. «Los hechos relativos al hombre
en los que, en voz grave y apasionada, y tonos algo agresivos, se ex- siempre Se disponen en estructuras globales, que son al mismo tiempo
tendía sobre los principios del estructuralismo genético, según había prácticas, teóricas y emotivas, y estas estructuras pueden ser estudia-
aplicado al estudio de Pascal y Racine. das de forma científica, es decir, pueden ser explicadas y compren-
Al contrarío que Lukács, de quien se consideró discípulo, Gold- didas sólo dentro de una perspectiva práctica tras la aceptación de
mann no fue políticamente activo; nunca fue estalinista y en ningún un cierto conjunto de valores» (El Dios escondido, p . ix).
momento perteneció a partido alguno, excepto a un grupo trotskista La dialéctica se basa en el principio de que 11.s actividades cultu-
al que se unió durante algunos meses en su juventud. Sin embargo, rales no son obra de individuos, sino de grupos sociales, y en espe-
fue un convencido socialista, y en sus últimos años tuvo un gran inte- cial de las clases como comunidades históricamente privilegiadas. Los
rés por los consejos obreros como nueva forma de desarrollo socia- logros culturales deben ser considerados como la respuesta de estos
lista en la sociedad occidental. grupos a situaciones «globales», que están destinados a afectar de
forma favorable a los intereses de grupo. Así, la interpretación ge-
nética de una obra de arte o una obra filosófica no debe relacio-
2. Estructuralismo genético, Weltanschauung y conciencia narse con las cualidades personales de su creador, pues esto dejaría
de clase de tomar en cuenta a la comunidad, que es la verdadera creadora de
civilización, Tampoco es correcto estudiar la «influencia» de la tradi-
Como se dijo anteriormente, Goldm.ann consideró los nombres ción sobre el pensador, escritor o artista individual, pues es él quien,
de Hegel, Marx, Lukács y Piaget como cuatro puntales en la historia por así decirlo, selecciona la influencia que va a acusar para expresar
del método dialéctico y de la interpretación de los fenómenos socia- lAS aspiraciones de su clase. En resumen, la explicación genética sig-
les. Gracias a los métodos por ellos elaborados, las ciencias humanas nifica la explicación a la luz de una situación social, y no de una
eran capaces de superar la oposición tradicional, subrayada por los «lógica» cultural inmanente o una psicología individual.
neokantianos, entre explicación y comprensión, liberarse de la dico- Hasta aquí Goldmann no va más allá de las reglas estándar del
tomia de hechos y valores y, finalmente, unir el punto de vista his- materialismo histórico. Sin embargo, afirma, al formular más espe-
318 Principales corrientes del marxismo 9. Lucen Goldrnann 319

dócilmente estas reglas es posible resolver todos los dilemas tradi- únicamente reales. Por el contrario, las estructuras de clase pueden
cionales de la metodología humanista. Atribuye una especial impor- ser estudiadas a través de su expresión en la literatura o la .6los0fíll.
tancia a la distinción, apenas sugerida por Marx y desarrollada por Si aceptamos que toda la conducta humana tiene un significado,
Lukács, entre conciencia de clase real y potencial: esta última es de- pero que éste se revela no en los motivos de los individuos, sino
nominada por Lukács zugerecbnetes Beiousstsein *, y por Goldmann sólo en las metas más o menos conscientes de amplios grupos sociales,
conscience possible. Lukás afirma en su Hi storia)' conciencia de clase entonces, según Goldmann , no necesitamos ya distinguir entre expli-
que relacionando la conciencia empírica de una clase social a la «to- cación y comprensión como dos modos de investigación separados
talidad» del proceso histórico, podemos descubrir no sólo lo que esa e independientes. La «comprensión» no es, como Dilthey quiso, una
clase piensa, siente y desea realmente, sino también lo que pensaría, cuestión de experiencia imitativa (Nacberlebnis) o empatía. «La com-
sentiría y desearía si tuviera una comprensión clara y no mistificada prensión se nos prese.nta como un enfoque puramente intelectual ba-
de su posición e intereses. En otras palabras, la dialéctica nos permite sado en una descripción, 10 más exacta posible, de la estructura sig-
descubrir la plena extensión de la conciencia potencial de una de- nificativa», mientras que «la explicación es simplemente la integra-
terminada clase en determinadas condiciones históricas; y esta con- ción de esa estructura, como elementos constitutivo y funcional, en
cepción, según Goldmann, nos proporciona la clave para el estudio una estructura que directamente la abarca» (Mar:ásme el sciences
de una civilización . La conciencia potencial no es un hecho, sino una bumaines, pp. 65-6). Existe una jerarquía de estructuras; cuando des-
construcción teórica. Sin embargo, puede suceder y sucede que miem- cribimos una estructura inferior la «comprendemos», esto es, captamos
bros notablemente dotados de una clase trascienden el nivel medio su significado; cuando la incluimos en una estructura mayor como
y expresan las aspiraciones o intereses de esa clase de forma más per- prendemos esta estructura, y al mismo tiempo explicamos la menor
fecta, convirtiendo así la conciencia potencial en conciencia real. por la mayor. No existe así diferencia entre ambos métodos, sino sólo
Así, un observador suíicienternente diestro en dialéctica puede en cuanto al alcance del objeto: el acto de explicar una estructura
descubrir qué forma de conciencia es perfectamente adecuada a un particular, y de comprender una superior a ella en la jerarquía, es
determinado grupo, o cuál pudo ser o debió ser esa conciencia arque- uno y el mismo.
típica. En particular, Goldmann pensó que había analizado la con- Una «estructura» no es necesariamente un todo armónico. Por el
ciencia jansenista de este modo. contrario, habitualmente presenta contradicciones internas a causa del
Sin embargo, la explicación de los fenómenos culturales por su hecho de que los valores que persigue una determinada clase son mu-
origen de clase no significa «reducir» la cultura a la conducta eco- tuamente incompatibles, o inalcanzables en las circunstancias histó-
nómica. También en este punto Goldmann concuerda con Lukács. ricas del momento, o de que los intentos por realizarlos producen resul-
Las comunidades humanas son todas integrales, y sólo por abstracción tados opuestos a los deseados. Una estructura es, pues, no sólo un
distinguimos entre diferentes «factores» y esferas de la vida. En rea- sistema ordenado, sino también un complejo de tensiones.
lidad , no existe una historia separada de la economía, la política, la Mientras que el estructuralismo no genético (especialmente el de
religión, la filosofia o la literatura: existe un único proceso histórico Lévi-Strauss) se limita a construir internamente todos conexos, y el
concreto, que se manifiesta en diversas formas de conducta. El verda- estructuralismo genético de tipo freudiano considera s610 la génesis
dero sujeto de los estudios humanistas no es una relación de causa- psicológica de los significados en observación, el estructuralismo gené-
efecto entre la economía y la cultura. El «primado» de la economía tico desarrollado por Marx, Lukács y Piaget (y por supuesto por el
en la teoría marxiana no es una ley de la historia; meramente refleja propio Goldmann) considera la individualidad sólo como una mani-
el hecho de que los seres humanos han tenido que dedicar a lo largo festación de tensiones, luchas y aspiraciones colectivas.
de las épocas la mayor parte de su tiempo a satisfacer las necesidades Además de superar la distinción entre explicación y compren-
materiales elementales. Bajo el socialismo no tendrán ya que hacerlo. sión, el estructuralisrno genético hace posible resolver la dicotomía
Por ello las actividades culturales no son ni meros «efectos» o sub- hechos/valores. Los «todos» o estructuras objeto de estudio son un
productos de la historia económica, ni son simplemente medios para complejo indisoluble de actividades prácticas y mentales, actitudes
proseguir otros intereses y aspiraciones que, supuestamente, son las morales y estéticas. La actividad intelectual presupone estos actos eva-
luativos, que de hecho no pueden ser separados de los purament,e
" «Conciencia. atribuida». (N. del r.) cognitivos. La realidad se presenta siempre como un campo de acti-
320 Principal es corrientes del marxismo 9. Luden Golclmonn 321

vidad práctica; la percepción a todo nivel selecciona su objeto de 3. La cosmooisián trágica


acuerdo con valore s y deseos humanos , y siempre es, por así decirlo,
acción incipiente . No existe simplemente cosa semejante a una con- Aunque Goldmann se considera a sí mismo marxista, nunca adop-
templación pura y desinteresada. Los actos de conocimiento deben y tó la simplista división de [a historia de la filosofía en dos tendencias
sólo pueden ser entendidos como un «aspecto» particular del hombre denominadas «materialismo» e «idealismo». Concibió bastante inde-
como ser práctico. Así , los estudios humanistas, conscientes de esta pendientemente las unidades de significación histórica, y atribuyó una
«integralidad» de toda la conducta humana, 110 pueden distinguir sin especia! importancia a la «cosmovisi6n trágica», que percibió en el
distorsión entre una actividad puramente intelectual y las actitudes jansenismo y en cierta medida en las obras de Kant.
evaluativas. La cosmovísión trágica en el siglo XVII fue, en su opinión, un
Piaget ayud6 a ilustrar este carácter práctico de la actividad men- intento por redescubrir una imagen global del mundo que había sido
tal al mostrar que todas las estructuras cognitivas -por ejemplo, los amenazada por la irrupción del racionalismo y el empirismo. Estas
conceptos y reglas de la lógica, la aritmética y la geometría- surgen, doctrinas, que reflejaban las ambiciones del tiers état , habían des-
tanto a nivel ontogenético como filogenético, de la convergencia de truido la idea de la comunidad humana y la concepción ordenada del
diversas circunstancias, incluidas las comunicaciones humanas, el len- universo, sustituyéndola por la noción del individuo racional y el
guaje y los hábitos prácticos formados en la primera infancia . Piaget concep to de espacio ilimitado. La nueva cosmovisión ponía en cuestión
mostró experimentalmente, por así decirlo, que nuestra «es tru ctu ra- la jerarquía tradicional e intentaba transformar la sociedad en una
lización» del mundo no puede ser explicada por norma s trascenden- colección de unidades libres, iguales, autónomas y aisladas. En filo-
tales de racionalidad, sino que deriva de las circunstancias sociales y sofía y literatura sus defensores fueron Descartes y Corneille. El
prácticas. Las normas cognitivas son instrumentos de vida y práctica cartesianismo eliminó todas las fuentes de moralidad fuera de las
comunitaria; por ello comprenden elementos evaluativos y prácticos , individuales; en su mundo no había espacio para Dios, o para el
y no pueden ser definidas sin referencia a éstos. universo considerado como un orden benefactor. La cosmov ísión trá-
Para el estructuralista genético, el objeto de estudio par excellence gica tuvo que explicar estos efectos del racionalismo, que ya domi-
es la cosrnovisión (oision du monde, Weltanschauung), o pauta de naban la vida espiritual de Europa. Intentó contrarrestar la influencia
aspiraciones , sent imientos e ideas que une a los miembros de un grupo del nuevo espíritu, por así decirlo, desde dentro : aceptaba la razón,
(generalmente una clase social) y les opone a otros grupos. Este prin- pero disputaba su monopolio; e insistía en que había un Dios, aun
cipio unitario es tan importante que, afirma Goldmann , es erróneo admitiendo que no estaba directamente presente en la naturaleza.
que el humanista estudie arte o literatura, ideas filosóficas o teológicas
Una vez que la ciencia hubo ocultado a Dios de los ojos del hombre,
la oosrnovisi ón trágica produjo la idea de un deus absconditus. El
corno campos separados . La cosrnovisién debe ser estudiada a través
Dios de Pascal está al mismo tiempo siempre presente y ausente.
de todas las formas de expresión y no sólo, por ejemplo, en su aspecto Es un espectador de la vida humana, peto su presencia no puede ser
filosófico discursivo. Por ello, también, la historia de la filosofía , el confirmada por la razón. No es ya ayuda para el hombre, ni siquiera
arte o la literatura no es un verdadero objeto de estudio en si. El his- (como para Descartes) garante de la validez del conocimiento; es un
toriador del jansenismo debe investigar este fenómeno o cosmovisión juez y nada más.
como un todo, para revelar la aspiración ideológica común oculta tras El racionalismo habia sacudido los fundamentos del orden del
los escritos de Pascal y Racine y la pintura de Phil ippe de Cham- mundo. La visión trágica expresó la conciencia de aquellos que no
paígne. Golclmann intenta así reorganizar los estudios humanistas para pudieron borrar los resultados del racionalismo, pero estaban incó-
subordinarlos por completo al estudio de amplias comunidades y de modos en un mundo amb iguo, desierto de la Providencia y privado
los monumentos culturales creados por éstas. de claras leyes morales. La visión trágica no admite gradación entre
Todas estas reglas no son tan claras que su mera afirmación baste la perfección y la nada. El ojo del Dios oculto priva al mundo de
para indicar cómo deban ser aplicadas . Por ello, puede ser útil mos- todo su valor, pero precisamente como está oculto, el mundo emp írico
trar cómo se ha hecho en Le Dieu caché, aunque el tema de esta es el único que podernos percibir directamente, y por tanto es a la
obra sea demasiado particular por cuanto atañe al objeto de la pre- vez todo y nada para nosotros . Quienes adoptan esta posición son
sente obra. víctimas de un conflicto interior constante: no pueden 1Ú huir del
9. Lucien Goldmacn 323
322 Principales corrientes del marxismo
aspirar a modificarlas radicalmente. Esta confusión y perplejidad ha-
mundo ni vivir en él para realizar valores trascendentales . La única liaron su expresión literaria y fiJos6fica en el jansenismo -la ideología
actitud consistente que pueden adoptar es vivir en el mundo negando de una clase conducida a posiciones cada vez menos favorables, y
a la vez constantemente su apego a él. Esta fue la actitud de Pascal vinculada a un sistema que por una parte la mantenía y por otra la
cuando escribió los Pens ées, y de Racine en la época de Pb édre. destnúa.
El jansenismo no fue un fenómeno unificado, a pesar de que sus En la conciencia trágica no hay lugar pata la mística. Por el con-
partidarios compartían ciertas características y valores en coll~ún: la trario, Dios parece como un ser infin itamente remoto. No puede ser
doctrina de la gr acia eficaz, el antimolinismo, el rechazo del dieu des alcanzado en la unidad mística, sino sólo en la plegaria, que subraya
philosopbes, la aversión hacia la mística, la ~ef~sa.?e ]ansen '! :1 la distancia que la mística intenta ani quilar.
rechazo antihistérico del mundo. Goldmann dist ingui ó cuatro pnnCI- Pascal alcanzó el cenit de la conciencia trágica en 1657, inme-
pales variantes de la actitud jansenista. La pt~mera. (Martin de, Bar- diatamente después de la fecha de las Cartas Provinciales. Negó el
cos Pavillon el Racine de Andromaqae y Britannicus) defendía un valor de todo conocimiento mundano , pero prosiguió con la investí-
co~pleto rechazo del mundo, refugiándose en la con t~mplaci6n., La gación científica; se negó a comprometerse con la autoridad, pero
segunda intentaba reformar el mundo, pero permaneciendo en el y declaró su obediencia a la Iglesia. No creía que la verdad y la justicia
distinguiendo entre el bien y el mal (Arnauld, Nicole , Pascal en l~s pudieran triunfar en este mundo, pero proclamaba que toda la vida
Provinciales). La tercera intentaba el compromiso con el mundo (Choí- debía dedicarse a luchar por ellas. Esta actitud condicionó también
seul, Arnauld d'Audilly). La cuarta, y más consistente, aceptaba la su estilo literario: en el mundo de la tragedia ninguna afirmación es
situación trágica: permanecía en el mundo aun negando el mundo, cierta ni ninguna acción es justa a menos que esté acompañada por
y expresaba la incertidumbre y el desamparo del hombr: en l? forma otra que la contradiga. En esta medida Pascal es también exponente
extrema del pari, la apuesta referida no sólo a la salvación, sIno .a la de} pensamiento dialéctico, aunque su dialéctica es estática y trági-
misma existencia de Dios (los Pensées de Pascal; Pbédre, de Racine) . ca: no existe síntesis, ni huida del choque de opuestos . En el mundo
En la trágica situación en la que Dios priva al mun~o de todo de Pascal el hombre vive entre dos extremos, pero no siente esto
valor y aun, por su ausencia, obliga al hombre a consl~erar éste como una posición natural (como en la filosofía tomista), porque
como su único bien, la perspectiva humana queda reducida a .una ambos extremos le atraen igualmente y le parecen igualmente justos,
paradoja permanente, negando y afuma?do constantemente la m~sma con lo cual vive en un estado de constante tensión . No puede aceptar
proposición: el hombre desarr~ll~ su VIda entre, valores antagónicos, la finitud, y considera inalcanzable el infinito; se afirma a sí mismo
ninguno de los cuales puede eliminar a los demas . Forma parte de la sólo mediante su propia debilidad e incapacidad de síntesis. Anhela
conciencia trágica sentir que uno vive para la realización de valores la «to talidad» , pero percibe que su deseo es en vano. En última ins -
que no pueden ser realizados por completo -y por lo tanto, no pue- tancia . P ascal no puede reconocer principios básicos de conocimien-
den ser re alizados en absoluto, para aquellos que creen en el «todo to , o el cogito o las reglas del empirismo, sino que regresa a las
o nada». El hombre s610 puede volverse hacia Dios, pero Dios no raisons du coeur, a una facultad práctica como la única guía de con-
le responde. Así, la verdadera expresión de la conciencia trágica es fianza. También en este aspecto anticipa el pensamiento di aléctico;
un monólogo, una voz que grita en el desiert~ . Los Pens ées son un su dia léctica alcanza su acmé en el pari, donde una cuestión fun-
monólogo de este tipo y no un tratad~ apol?géuco. damental para el destino humano, la existencia de Dios, se decide
Pascal .y Racine representan al Jansemsm.o en su f~rma CO?SU- no por el razonamiento teórico, sino por la suerte del jugador. Pascal
rnada, expresando plenamente lo que otros dicen a medIas! y ejern- sabe que la razón dejada a sí misma es impotente y con ello sabe,
plifican así la máxima «conciencia potencial» de la comunidad a la . por así decirlo, que la actividad cognitiva es sólo un «aspecto» del
que pertenecen. Es una conciencia de clase, la de la noblesse de robe hombre completo. Como no sólo la voluntad de Dios , sino también
durante la época de transición a la monarquía absoluta, cuando aq~6­ su misma existencia nos son ocultas, nos vemos forzados a apostar en
lla estaba siendo cada vez más desplazada de sus fortalezas SOCLa- esta decisiva cuestión, pero la situación que hace que esto sea nece-
les por la nueva burocracia real; Sin embargo, pri,,:ándola de su sario no depende de nuestra voluntad. El pari es un acto de espe-
raison d' étre la monarquía era aun su principal sosten, y por ello ronza, un acto práctico para decidir una cuestión teórica. Es similar
la nobtesse.de robe adoptaba una forma trágica y paradójica; las nue- en esto a la razón práctica de Kant, que decide las cuestiones meta-
vas tendencias políticas eran extrañas y hostiles a ella, pero no podía
324 Principales corrientes del marxismo 9. Lucien Goldmaan 325

físicas confiando en la posibilidad de un bien supremo, y también a In dialéctico hacía posible resolver la dicotomía de hechos y valores,
invocación rnarxiana de una sociedad sin clases: en modo alguno está comprensión y explicación; que los actos cognitivos estaban siempre
científicamente probado que deba habe r semejante sociedad, pero cre- ligados a actitudes prácticas, por lo que era imposible aislar un ele-
yendo en ella nos comprometemos activamente en su defensa. mento de pura contemplación teórica en la conducta humana; y, por
Ni el pasado ni el futuro juegan un papel en la dialéctica de Pas- consiguiente, que no existían criterios absolutos de conocimiento, ni
cal: s610 el presente, que está pasando constantemente, y el nostálgico juicios básicos. En todas estas ideas fue fiel a Lukács. Pero no se
sentido de eternidad. La sociedad está llena de mal , y no puede interesó en algo que Lukács consideró como esencial, a saber, la mi-
discernirse de ella regla alguna de justicia, sino que estamos conde- tología del proletariado como depositario de la conciencia absoluta
nados a vivir en el mundo de los hombres, aunque no tenemos espe· liberada, ni afirmó tampoco que la conciencia perfecta estaba encar-
ranza en que vaya a cambiar radic almente hacia lo mejor . El conser- nada en el Partido Comunista. Todas estas cuestiones le fueron bas-
vadurismo social de Pascal y su paradójico desprecio hacia todos los tante ajenas, y por consiguiente en todas las cuestiones teóricas fue
valores del derecho, la costumbre y la jerarquía social son ambos mucho menos dogmá tico que Lukács. Su concepción general, que
consecuencia de la cosrnovisión trágica. repitió numerosas veces, fue que la crítica marxista de la «reificación»
En este análisis de Goldmann tenemos un ejemplo de la construc- en la sociedad capitalista era plenamente aplicable en la actualidad.
ción de categorías históricas que explican estructuras de la conciencia La transformación de todos Los productos humanos y de los individuos
en relación a la situación de clase. Estas categorías, bien entendidas, en bienes comparables en términos cuantitativos; la desaparición de
hacen posible dar un sentido uniforme a los fenómenos sin aislarlos los vínculos cualitativos entre las personas; la distancia existente en-
de sus fuentes históricas, y con ello satisfacen las exigencias tanto tre la vida privada y pública; la pérdida de la responsabilidad per-
del pensamiento estructuralista como de la interpretación genética. sonal y la reducción de los seres humanos a ejecutores de tareas im-
Mediante la construcción de estas ayudas conceptuales forjamos los puestas por un sistema racionalizado; la resultante deformación de
medios para interpretar una amplia gama de fenómenos . Habiendo la personalidad, el empobrecimiento de los contactos humanos, la
entendido el jansenismo como la ideología de la noblesse de robe, pérdida de la solidaridad, la ausencia de criterios generalmente reco-
también podemos concebir el libertinismo como la ideología de la nacidos acerca de la labor artística, la «experimentación» como prin-
noblesse de coeur, expresada, por ejemplo , en las obras de Moliere. cipio creativo universal ; la pérdida de la auténtica cultura a causa de
Le Misanthrope es un ataque al jansenismo; Don Juan , aun aceptando In. separación de las diferentes esferas de la vida, en particular el do-
el libertinismo en principio, es también una crítica parcial de él y una minio de los procesos productivos considerados como elemento inde-
reaíirmacién de la mesure. pendiente de todos los demás: éstos eran todos los rasgos de la so-
ciedad de consumo. Por otra parte, Goldmann creía que el desarrollo
histórico había invalidado otra parte del análisis de Marx, a saber,
4. Goldmann y Lukács. Comentario sobre el estructuralismo la pauperización del proletariado y el crecimiento de la conciencia
genético proletaria . El capitalismo había llegado a proporcionar a los trabaja-
dores una vida relativamente segura y satisfactoria, y por lo tanto no
Como ya se dijo, Goldmann se consideró a sí mismo como discí- había razón para esperar que su temperamento "1 aspiraciones revo-
pulo y continuador de la obra de Lukács, sobre todo del primer Lukács lucionarias alcanzaran un punto explosivo como predijeron los pri-
de El alma y las formas y de Historia y conciencia de clase. (En meros marxistas. En este punto Goldmann no estaba de acuerdo con
opinión de Goldmann, los elementos básicos de la dialéctica de Lu- Lukács, y se trata de una discrepancia fundamental : Lukács no hu-
kács subsiguientemente desarrollados por su autor pueden hallarse biera sido Lukács sin su fe en la conciencia revolucionaria del pro-
ya en su obra premarxista.) Sin embargo, de hecho, GoLdmann adop- letariado.
tó sólo una parte de la teoría de Lukács, omitiendo otros rasgos Por razones similares Goldmann no aceptó plenamente la teoría
que el propio Lukács consideraba fundamentales. Goldmann intentó estética de Lukács. No creía en el «realismo socialista» como la «fase
desarrollar el concepto de «totalidad» histórica; creía que la observa- superior» de la cultura. Al contrario que Lukács, estuvo decidida-
ción científica debía llevar al descubrimiento de la conciencia de clase mente abierto a las nuevas tendencias de la literatura y el arte, y
tal y como ésta debía ser, plenamente consistente; que el método como crítico congenió con autores como Gombrowicz, Robbe-Grillet,
326 Principales corrientes del marxismo
9. Lucien Goldmann 327
Jean Genet y N.athalie Sarraute, cuya obra es diametralmente opuesta
a nada que pudiera denominarse «realismo socialista». En estos escri- ción histórica implica que podemos deducir de la situación de una
tore,s buscó ta:nbién un.a «estructura» que se correspondiera con los determinada clase cómo hubiera sido su conciencia si se hubiera co-
f 7n? menos soci~es particulares, ya pretendieran o no, o siquiera per- rrespondido perfectamente con esa situación. Sin embargo, esto es
cibieran ellos. mismos, la correspondencia: por ejemplo, Les Gommes, una fantasía. Incluso si suponernos con Goldmann -contrariamente
de Rob~e-~rJIlet, .revelaba el mecanismo autorregulador de la socie- a la evidencia histórica, al sentido común, e incluso a Marx- que
dad capitalista, mientras que La [alousie , del mismo autor versaba toda cosrnovisión está en una correspondencia unívoca con la situa-
sobre la reificación. ' ción de cIase de la que deriva, sería todavía imposible la deducción,
En este sentido, Goldmann puede ser considerado un luk.ácsiano porque tendríamos que conocer las leyes generales según las cuales
moderado, lo que es casi lo mismo que decir que no fue en absoluto deter~a~a~ situaciones de clase producen siempre determinadas for-
l~~ácsiano: sólo ad<:>ptó ciertas categorías de Lukács que consideraba mas ideológicas. No conocemos de hecho semejantes leyes, ni nunca
utiles pa.ra el est~~LO de la dialéctica y de la civilización en general. las conoceremos, pues la posibilidad de hacerlo está excluida por la
Las Ideas políticas de Goldmann también tuvieron poco en co- misma naturaleza del objeto a estudiar, que es todo el proceso de la
mún con el dogmatismo comunista. Como hemos visto no creia en historia, único e irrepetible. No puede haber ninguna ley que diga
q?e había de t.ener l~~ar u~a revolución proletaria, co~o había pre- que «Siempre que las condiciones sean exactamente las mismas que
?icho la doctrina clásica. Sl11 emba rgo, creía que la necesidad más las existentes en la Francia de mediados del siglo XVII, aparecerán
Importante era la de un nuevo orden social que liberara al mundo las doctrinas de 'Gassendi, Descartes, Pascal, etc.»; el formular la
de las estructuras «reíficadas» y le devolviera un sentido de autenti- idea de intentar semejantes «leyes» basta para probar su absurdo.
cidad y solidaridad humana. Estuvo particularmente interesado en el Sin embargo, Goldmann creía que era posible vincular la situa-
movimiento de autogobierno de los trabajadores (autogestion ouurié- ción histórica de una clase con su producción intelectual y artística
re), cuya base teórica intentó establecer Serge Mallet y que llevó a que 10 había hecbo al menos en un caso. Creer que es posible esta
~v~rsos experimentos yugoslavos en esta esfera . Pens6 que este mo- proeza no significa necesariamente que la situación de clase «produz-
vmuento podía llevar con el tiempo, sin violentas sacudidas revolu- ca» los fenómenos culturales correspondientes; bastaría un postulado
cionarias, a una reu~ficación de la vida económica y cultural; que más modesto, a saber, que las dos esferas no están causalmente rela-
podía dar. a los trabaJa.dores un nuevo sentido de responsabilidad y cionadas, pero que no existe una correspondencia unívoca entre ellas.
pert,enencLa a la co~w1Ldad, y recrear los vínculos que el capitalismo Sin embargo, si creemos esto , debemos también creer que puede
habla roto al cuantificar todos los valores humanos. Pero no definió hacerse también la deducción en sentido contrario, y decir, por ejem-
el socialismo en términos institucionales, ni tampoco en términos de plo, que a partir de los Pens ées de Pascal podemos reconstruir la
consumo. Para él, los principales rasgos del ideal socialista eran va- historia económica y política de la Francia de so época. Pero en cual-
lores espi.r~tuales, ~l c.a~ácter directo de los vínculos sociales y la quier caso es fácil ver que esta correspondencia unívoca es pura fan-
resp~:msabilldad ~e1 l~dLVlduo. No creía en leyes de la historia que ga- tasía. Si fuera plenamente determinable significaría que podemos re-
rantizasen la realización de ese ideal; era un deber luchar por él, peto construir las obras de arte y filosofía ex nibilo, a partir de un mero
no había certeza alguna de un desenlace. conocimiento de la situación de clase de la sociedad que las produjo:
Como Goldmann estuvo mucho menos lastrado que Lukács con la así, a partir de lo que supiésemos de la posición de la noblesse de
herencia dogmática del marxismo, sus estudios históricos son mucho robe en la época de Mazarino, seríamos capaces de escribir los Pen-
~enos esquemátic?s. ~ Dieu caché es realmente una investigación
s ées incluso si nunca hubiéramos oído hablar de ellos. Se necesita
Interesante; los historiadores del siglo xvn pueden criticar muchos menos que esto para la confirmación de la teorfa de la «conciencia
'pun~os de . esa obra, pero, no obstante, llama la atención a aspectos
potencial». (Goldmann afirmó de hecho que había deducido la exis-
d.el jansenismo que bien merecerían nuevo estudio. Esto no significa, tencia de Martin de Barcos a partir del análisis general del janse-
s~n embargo, que podamos aceptar sin reservas las reglas metodoló-
nismo: había deducido que debía haber una persona semejante, y
gicas de Goldmann, o que su significado esté absolutamente claro. posteriormente descubrió que tenía razón.) Goldmann se propuso in-
En particular, la doctrina de la «conciencia potencial» parece ex- terpretar todas las ideas de Pascal sin excepción, e incluso sus formas
tremadamente dudosa, Aceptarla como instrumento de la investiga- de expresión, como el reflejo de una determinada conciencia de clase:
esto, decía, explicaba el hecho de que los Pensées de Pascal estuvie-
328 Principales corrientes del marxismo 9. Luden Goldmann 329

ran inacabados (aunque también es cierto que Pascal mudó mientras las fórmulas más simplistas de Marx, pero no está garantizado por los
los escribía), que sean una colección de fragmentos y no un tra tado hechos . Sabemos que en la práctica circunstancias de todo tipo con-
coherente, que Pascal fuera católico y no protestante (aunque en cual- tribuyen en la formación de una cosmovision, y que todos los fenó-
quier caso nació y fue educado como católico), etc . Las explicaciones menos se deben a una inagotable multiplicidad de causas. Es pos ible
de este tipo son ingeniosas, pero no pasan de ser más que un tour interpretar a Pascal en términos de la psicología individual, y cierta-
de force intelectual. men te no es una for ma de hacerlo menos adecuada ; 10 mismo podría
Es cier to que Goldmann afirma que , al investigar los fenómenos decir se de un a interpretación que relacionase sus ideas simplemente
de la conciencia, debemos distinguir los rasgos «esenciales» de los ac- con las controversias teológicas, y es igualmente insuficiente inter-
cidentales . Esto parece implicar que s610 los primeros pueden ser pretarlas en términos de cIase social. Decir esto no equivale a afirmar
explicados por la situación de clase o están en correlación con ella; que hay que abandonar toda esperanza de formular alguna vez una
pero no está claro cómo debemos hacer esta distinción. Al parecer, síntesis general y completa de la verdad; sin duda no es lo mismo.
debemos decidir a priori cuál debe ser la cosmovisió n de una deter- Pero, si bien el in tento de in terpretar a Pascal en términos de clase
minada clase, o pedir el principio clasificando como «esenciales» los puede ser interesante e instructivo, no necesita estar apoyado por una
rasgos que de hecho pueden explicarse por la situación de clase. metodología que afirma dogmática y gratuitamen te que no hay otra
Sin embargo , como Goldmann cree que casi todo 10 que tiene que forma de interpretar a Pascal (o a cualquier otra 6gura cul tu ral ), y
ver con una determinada W eltanschauung puede estar correlacionado que este método explica todo lo que vale la pena ser explic ado. El
con la situación de clase de su «sujeto colectivo». sus análisis igno- «estructuralismo genético» de este tipo no puede explicar la continui-
ran todas las demás circunstancias sociales y psicológicas que de he- dad y permanencia de ninguno de los logros culturales: si e! significa-
cho desempeñan un papel en la creación de una filosofía. Al afirmar do de la obra de Pascal se agota por el hecho de que refleja la posición
que e! jansenismo está directamente relacionado con la clase cuyas de la noblesse de robe en la Francia del siglo XVU, ¿cómo es que
aspiraciones «expresa» de algún modo, deja sin explicar hechos ante- todavía hoy alguien , incluido Lucien Goldmann , puede interesarse
cedentes tales como la existencia de la Iglesia y la forma relativamente por Pascal y hallar su obra relevante para sí mismo ? Esta continuidad
autónoma en que se libraron los conflictos en su seno, ya en cu~s­ y permanencia nos obliga a suponer que, ind ependientemente de las
tiones del dogma. o, por ejemplo, en lo relativo a las diferencias cambiantes circunstancias y las luchas de clase que contribuyen a la
organizatorias entre el clero secular y regular. De igual forma ignora creación de valores culturales, existe una historia universal de la cul-
completamente la lógica inmanente de! desa rrollo de la filosofía y la tura que está por encima de las clases. Las mismas necesidades espi-
teología , así como los factores individuales, biográficos y psicológicos. rituales, las mismas incertidumbres y ansiedades reaparecen una y
En úl tima instancia, Goldmann cae víctima de una interp retación otra vez en la historia, aunque su expresión está afectada por factores
del marxismo considerablemente simple y selectiva. Su objeto es d es- históricos y psicológicos de todo tipo.
cubrir las «estructur as significativas», que pueden ser descritas como Una vez más , no parece que estemos cerca de reso lver la dicotomía
unidades de «significación» histórica; este término, como indican mu- de hechos y valores, a pesar de las afirmaciones de Goldrnann de que,
chas de sus observaciones, ha de considerarse como la finalidad in- siguiente a Marx y a Lukács, él había ofrecido la clave para la reso-
consciente o semiconsciente, como un tipo de acción finalista de orden lución de este arduo problema. Sus escritos no contienen un análisis
inferior tal como la que atribuimos a los animales. Pero establece de lógico de esta dificultad, y ningún intento de respuesta a las cuestio-
modo bastante arbitrario que una «unidad de significacións sólo puede nes planteadas por el positivismo tradicional o por Max Weber. Sin
estar compuesta de una clase social con un determinado conjunto embargo, debe establecerse una clara distinción entre 108 valores es-
de valores 'l aspiraciones que se deben a su pos ición, y que estos tudiados por el sociólogo y el psicólogo y los valores como suposi-
valores y asp iraciones son el único marco de referencia pos ible para ciones ocultas del método de investigación. Si aceptamos la idea de
el estudio de la hi storia de la civilización. Para jus tificar este método Goldmann de que en e! estudio de las 510sofías hallamos siempre
hay que suponer que toda la conducta humana de importancia, sobre mot ivos prácticos incorporados a procesos intelectuales, esto no im-
todo la creación artística e intelectual, es «en última instancia» expre- plica nada en cuanto a la perspectiva de «superan) la dicotomía de los
sión de los intereses de clase, siendo todo lo demás mero azar o racio- juicios de valor y los juicios descriptivos . Lo que es más aún , suponer
nalización secundada. Esto puede estar de acuerdo con algunas de que todas nuestras descripciones son juicios de valor ocultos y que
330 Principales corrientes del marxismo
Capítulo 10
reflejan regularmente aspiraciones de clase es un hábito mental peli- LA ESCUELA DE FRANKFURT
groso que puede conducir al nihilismo intelectual, pues significa que
no podemos juzgar el pensamiento humano por criterios empíricos Y LA «TEORIA CRITICA»
o lógicos puramente intelectuales: todos los productos culturales re-
sultarían igualmente traspasados por el interés de clase, desde la más
cruda propaganda política a las producciones más sublimes del inte-
lecto. Tampoco habría reglas universales que nos permitieran discu-
tir las cuestiones filosóficas o científicas independientemente de las
actitudes de ' clase. Incluso si acordamos con Marx que el hombre es
un ser práctico y que su mente está al servicio de las necesidades
prácticas, aún debemos realizar nuevas distinciones. P~es, en el , su-
puesto de que seleccionemos los fenómenos por motivos pdcuco.s
al nivel de la percepción elemental, y de que el aumento del conoci-
miento esté también gobernado por circunstancias prácticas, de ahí no
se sigue que no existan criterios lógicos y empíricos (universales a la
especie humana, y no necesariamente en sentido trascendental) para
la evaluación del conocimiento y de la actividad intelectual humana *;
y estos criterios pueden distinguirse suficientemente bien de aquellos
con los cuales realizamos juicios morales o estéticos. Afirmar que en
todos los campos de la cultura, incluida la labor científica, sólo nos El término «Escuela de Frankfurt» se ha utilizado .desde los años
relacionamos con complejos «globales» de valores, emociones y con- cincuenta para designar a un importante movimiento paramarxista
ductas prácticas, y que estos complejos son sólo inteligibles cuando alemán, cuya historia llega hasta principios de los años veinte y
se ponen en relación con la clase social, es impedir la aplicación de la está principalmente asociada a la del Institut für Sozialforschung.
lógica y la verificabilidad de los resultados científicos, y reducir todo Se puede hablar de una «escuela» en un sentido más est ricto que en
a un único e indiferenciado «interés de clase». el caso de otras tendencias dentro del marxismo , aunque como es
Goldmann hizo realmente mucho por dar nueva vida al marxismo habitual existen dudas acerca del grado de p ertenencia a ella de algu-
en Francia, y dio un ejemplo de ingenio al aplicar las reglas de ínter- nos "individuos. En cualquier caso, existe una clara líne a de pensa-
pretación marxista al jansenismo. Sus análisis históricos fueron me- miento que abarca dos generaciones intelectuales; los pioneros no
nos esquemáticos que sus principios metodo16gicos generales; pero están vivos ya, pero han dejado algunos sucesores.
estos principios no despejan toda duda acerca del valor de la com- La abundante producción académica y publicista de la Escuela
prensión marxista de la historia de la civilización. de Frankfurt cubre numerosos dominios de las ciencias humanas: filo-
sofía, sociología empírica, musicología, psicología social, historia del
Lejano Oriente, economía sovi ética, psicoanálisis, teoría de [a litera-
tura y del derecho. En nuestra breve presentación no podemos obvia-
me nte comentar la totalidad de esta producción. La Escuela se carac-
terizó, en primer lugar, por el hecho de considerar el marxismo no
como una norma a la que había que mantener fidelidad, sino como
un punto de partida y una ayuda para el análisis y critica de la cultura
existente; por ello hizo un uso libre de fuentes de inspiraci ón no
* Podría haber dicho igualmente: «no se 5igu~ 16gic4m~~t~ que no existo? marxistas como las de Hegel, Kant, Nietzsche y Freud. En segundo
criterios lógicos y empíricos, .. .), .ete. K~l.ak?Wsk.i,. en po~rt1Vrste. parece 01':'1- lugar, el programa de la Escuela fue expresamente no partidista: no
dad que Ja necesidad con que pedimos cnrenos lógicos universales es ella mis- se identificó con ningún movimiento político, en particular con el
ma una consecuencia l égica, 10 cual no resuelve el problema. (N. del T .) comunismo ni con la socialdemocracia, hacia ambos de los cuales ex-
331
332 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la eteoría crítica» 3JJ

presó ea ocasiones una actitud crítica. En tercer lugar, la Escuela de la sociedad en la cual los medios por los que una burocracia pro-
estuvo claramente representada por la interpretación del marxismo fesional que manipulaba a las masas se hadan cada vez más eficaces:
desarrollada por Lukács y Korsch durante los años veinte, sobre todo esto valía tanto para el totalitarismo fascista como pata el comunista y
en la consideración del concepto de «reificaci ón» como epítome de los para las democracias occidentales.
problemas del mundo moderno. Sin embargo, en modo alguno puede
considerarse como una escuela de discípulos de Lukács; sus miembros
-y éste es el cuarto punto importante- subrayaron siempre la inde- 1. Notas históricas y biográficas
pendencia y la autonomía de la teoría y se opusieron a su absorción
por una «praxis» omnicornprensiva, aun cuando participaran también El Institut für Sozialforschung (Instituto para la , Investigación
en la crítica de la socied ad con intención de transformarla . En quinto Social) fue fundado por W1 grupo de jóvenes intelectuales en Frank-
lugar - y aquí la Escuela difiere nuevamente de Lu1cács-, aun acep- furt a principios de 1923. Los fondos provinieron de la familia de
tando la posición de Marx acerca de la explotación y «alienación» uno de sus miembros, Felix Weil, pero oficialmente el Instituto
del proletariado, no se identificó con este último en el sentido de formaba pa rte de un departamento de la Universidad de Frankfurt .
considerar su conciencia de clase existente, y menos los dictados del Los principales fundadores y primeros miembros fueron los siguientes:
Partido Com unista, como una norma a priori. Subrayaron la univer- F riedrich Pollock (1894-1970), econ omista, conocido posterior-
salidad de la «reificación» como proceso que afectaba a todas las ca- mente por el primer análisis serio de la economía planificada en la
pas de la sociedad, y cada vez tuvieron más dudas acerca del papel Rusia Soviética (Die plamoirtscbajtlicben Versuche in der Soiojeto-
revolucionario y liberador del proletariado, con lo que .6nalmente lle- nion 1917-1927, 1929). _
garon a desechar también esta parte de la doctrina de Marx. En sexto Carl Grünberg (1861-1940), el primer director del Instituto, fue
lugar, aunque profundamente «revisionistas» con respecto a las ver- de formación intelecrual diferente a la de la mayoría de sus otros
siones ortodoxas del marxismo, la Escuela se cons ideró como un mo- miembros. Marxista ortodoxo de la antigua generaci ón, estuvo espe-
vimiento intelectual revolucionario ; rech azó la pos ición reformista y cializado en la historia del movimiento obrero y a partir de 1910 edi-
afirmó la necesidad de un a completa trascendencia de la sociedad, a tó el Arcbiu für Gescbicbte des Sozialismus und der Arbeiterbe-
la vez que admitía que no ten ía una utopía positiva que ofrecer, e w egung. '
incluso que en las actuales condiciones no podía crearse tal utopía. Una :figura central en el Instituto, y su director a pa rtir de 1930,
El período del desarrollo de la Escuela fue también el del naci- fue Max Horkheimer (1895-197.3), psicólogo y filósofo por forma-
miento, victoria y calda del nazismo , y gran parte de su producción ción, discípulo de Hans Cornelius y autor de obras sobre Kant .
se centró en problemas sociales y culturales relevantes tales como Otro de los primeros miembros fue Karl Wittfogel (nacido en
el prejuicio racial, la necesidad de autoridad y la fuente económica e 1896), por entonces miembro del Partido Comunista y conocido des-
ideológica del totalitarismo . Casi todos los principales miembros de pués como autor de obras sobre historia de China (Wirtschaft und
la Escuela fueron judíos alemanes de clase media; sólo algunos de ellos Gesellscbait Chinas) 19.31; Oriental Despotism , 1957). Colaboró con
tenían vínculos culturales reales con la comunidad [udla, pero su el Instituto sólo por algunos años; su importancia en la historia del
origen tuvo sin duda alguna influencia en la gama de temas por los marxismo es que analizó la cuestión, que Marx apenas había desarro-
que se interesó la Escuela . llado, sob re el «modo -de producción asiético» . Sin, embargo, no pue-
En filosofía, la Escuela de Frankfurt en tró en debate con las ten- de ser cons iderado como un representante típico de la Escuela de
dencias empiristas y positivista s en teoría del cono cimiento y meto- Frankfurt. . , '
dología de la ciencia; también con el pr agmatismo , el utilitarismo y, Otro autor que, junto con Horkheimer, realizó una contribución
posteriormente, el existencialisrno alemán . Sus miembros atacaron la d ecisiva pata la formación de un a escuela de filosofía individual en
«sociedad dc masas ) y la degradación de la cultura, sobre todo la cul- Frankfurt fue Theodor Wiesegrund-Adorpo. , ( 19 0 :3 · 1 ~ 7 0 ) , quien, sin
tura artística, mediante la progresiva influencia de los medios de co- embargo, no se unió al Instituto hasta :f:io,a1es de los afies veinte.
municación de masas. Fueron pioneros en el análisis y crítica agresiva Filósofo, musicólogo y compositor, obtuvo su doctorado con un estu-
de la cultura de masas y en este particular fueron sucesores de Nietz- dio de Husserl y a continuación escribió una tesis sobre la estética
sche , defensores de valores de élite. Unieron estos ataques a la crítica de Kierkegaard; después de 1925 estudió composici ón y musicología
10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica.. 335
334 Principales corrientes del marxismo
dos Unidos donde tarde o temprano se unieron a él casi todos los
en Viena. Horkheímer y Adorno pueden ser considerados como la demás mie~bros del Instituto (Fromm fue el primero). Wittfogel
encarnación misma de la Escuela de Frankfurt. estuvo algunos meses en un campo de concent~'ación, pe~o finalmente
Leo Lowenthal (nacido en 1900), que también se unió al Insti- fue liberado. Los émigrés crearon el International Institute for So-
tuto más bien tarde, hizo una significativa contribución a su ideología cial Rcsearch en la Universidad de Columbia, que prosiguió los pro-
con obras sobre historia y teoría de la literatura . yectos de Frankfurt e inició otros nuevos de tendencia simil~r. Walter
Durante los anos treinta, después de que el Instituto abando- Benjamín, que vivía en París desde 1935, huyó de los_nazis en seI:-
nara Alemania, se unió a él Walter Benjamín (1892-1940), uno de los tiembre de 1940 y se suicidó en la frontera franco-espanola. Horkhei-
críticos literarios alemanes más destacados de la generación de entre-- mer y Adorno pasaron los años de la guerra en Nueva Y ~rk y Los
guerras. Sin embargo, su obra no es importante como contribución Angeles; volvieron a Frankfurt en 1950 y 1949, respectivamente,
a la historia del desarrollo del marxismo: de todos los escritores co- obteniendo dos cátedras en la Universidad de esta ciudad. Fromm,
nocidos de la Escuela de Frankfurt, fue el menos conectado al movi- Marcuse, Lowenthal y Wittfogel se quedaron en América.
miento marxista. Los principios fundamentales de la Escu;~a de Fran~';J~t, ~e,la­
Otros comunistas, además de Wittfogel, fueron Karl Korsch, a tivos tanto a la epistemología como a la crrnca de la CivillZaelo?
quien hemos considerado separadamente, y Frank Borkenau, conoci- fueron formulados por Horkheímer en diversos artículos de revis-
do principalmente por sus obras de ataque contra el comunismo tras ta, siendo publicados en su mayoría en 1968 bajo ~l título de Kri-
su rurtura con el Partido, Su libro sobre el origen del capitalismo tiscbe Tbeorie (dos volúmenes, editados por A. Schmidr). El más pro-
(Der Übergang oom [eudalen zum b,ürgertichen Weltbild, 19.34) pue- gramá tíco y general de estos artículos, escrito en 1937, tenía por
de considerarse, sin embargo, como un producto de la Escuela de título «Traditionelle und Kritische Theorie». Otros artículos estu-
Frankfurt, pues analiza la conexión existente entre la difusión de la diaban diversas cuestiones filosóficas, por ejemplo, la relación de la
economía de mercado y la filosofía racionalista, un tema típico de los teoría crítica con el racionalismo, el materialismo, el escepticismo y
estudiados por el Instituto. la religión; también hallamos en la obra críticas d~ Bergson, Dilthey
Henryk Grossman (1881-1950), un judío polaco, colaboró con el y Nietzsche, y ensayos sobre el papel de la filosofla, el concepto de
Instituto desde 6nales de los años veinte, pero no fue miembro típico verdad y la naturaleza específica de las ciencias sociales. El uso . d~1
de él: perteneció a la ortodoxia marxista tradicional, y se dedicó a término «teoría crítica» por Horkheimer pretendía subrayar prrnci-
realizar análisis económicos con objeto de confirmar las predicciones palmeute tres aspectos de su perspectiva ~losóñc~. En pri~ner .lugar,
de Marx sobre la tasa decreciente de beneficio y el colapso del capi- la independencia con respecto a las ~o~trJnas eXlstent~s! . Jn~~Ido el
talismo. marxismo; en segundo lugar, la convicción de que la Clvillz.aclOn está
A principios de los años treinta se unió al Instituto Herbert irremediablemente enferma y necesitaba una reforma radical, y no
Marcuse, a quien dedicamos un capítulo separado con motivo de su meramente una reforma pardal; y en tercer lugar, la creencia de que
actividad posterior, y Erich Fromm, posteriormente uno de los más el análisis de la sociedad existente era en sí un elemento de esa so-
conocidos herejes de entre los antiguos freudianos . ciedad, una forma de autoconciencia. El pensamiento de Horkheímer
A partir de 1932, el Instituto publicó la Zeitschrift für Sotial- estuvo permeado por el principio marxista de que las id~as filosó?cas,
[orscbung (Revista de Investigación Social), que fue su principal ór- religiosas y sociológicas sólo pueden entenderse en relación a los inte-
gano y en donde aparecieron muchos de sus documentos teóricos reses de diferentes grupos sociales (pero no que todo depende «en
básicos . Después de su traslado a los Estados Unidos, la revista siguió última instancia» del interés de clase), con 10 que la teoría es una
apareciendo dos años más (1939-1941), con el título de Studies in función de la vida social; por otra parte, defendía la autonomía de la
Pbilosopby and Social Sciences . teoría por lo que existe una tensión no resuelta entre ambos punto.s
Cuando los nazis llegaron al poder a comienzos de 1933, obvia- de vi~ta. Horkheímer defiende la Razón hegeliana contra los ernpr-
mente el Instituto no pudo continuar su labor en Alemania. En un ristas, positivistas y pragmatistas; está conven~do de q~e así 'puede
principio se creó una sucursal en Ginebra, ciudad a la cual se trasla- alcanzar verdades que no pueden expresarse ro como hipótes.ls em-
laron algunos de los miembros alemanes. Otra rama se estableció píricas ni como juicios analíticos; pero, al pat~cer! no acepta mnguna
en París, donde siguió apareciendo la revista. Adorno pasó sus prime- teoría del sujeto trascendental. Se opone al cientiíismo, esto es, a la
ros años de emigración en Oxford, y en 1938 se trasladó a los Esta-
336 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teor ía crítica» 337

idea de que los métodos utilizados realmente en la ciencia natural entendimiento (Verstand), puede formular juicios «globales», prescri-
constituyen toda la dotación intelectual que necesitamos para alcan- bir los nnes a seguir y no sólo los medios para alcanzar unos fines que
zar resultados cognitivos de algún valor. A esta opinión plantea, son determinados irracionalmente. Una cultura cientifista no puede ni
al 'menos, dos objeciones: en primer lugar, que en las cuestiones so- quiere hacer esto, pues presupone que los fines no pueden determi-
ciales, al contrario que en la ciencia natural, la observación es ella narse científicamente y por tanto deben ser cuestión de capricho.
misma parte de 10 observado, y en segundo lugar que en todos los Sin embargo, no parece que Horkheirner o cualquier otro miembro
ámbitos de conocimiento es necesaria la actuación de la Razón además de la Escuela de Frankfurt pueda explicar cómo la misma facultad
de las normas empíricas y lógicas; sin embargo, no se adara de forma cognitiva pueda determinar tanto los fines como los medios, o cómo
suficiente cuáles son los principios rectores de la Razón, ni tampoco hemos de ir de la observación de los fenómenos a la comprensión de
está claro cómo hayamos de obtenerlos. la «esencia» oculta que nos enseña no sólo 10 que empíricamente es
Estas ideas de Horkheimer preanuncian esencialmente obras pos- el hombre, sino también lo que sería si realizara plenamente su propia
teriores de la Escuela de Frankfurt tales como la Dialéctica negati- na turaleza .
va, de Adorno: reflejan la dificultad de evitar todas las fórmulas Al luchar contra el punto de vista fenornenalista de los positivis-
«reduccionistas» al afrontar las cuestiones tradicionalmente hegelia- tas, la Escuela de Frankfurt seguía los pasos de! joven Marx y estaba
nas o rnarxianas. La subjetividad del individuo no puede expresarse animada por el mismo interés . Su objeto era determinar lo que e!
plenamente en categorías sociales y resolverse en sus causas sociales, hombre es realmente y cuáles son las exigencias de la verdadera huma-
ni la sociedad puede ser descrita en términos psicológicos; el sujeto nidad: sus fines esenciales, que no podían ser observados empírica-
no es absolutamente lo primero, pero tampoco es un mero derivado mente ni ser determinados arbitrariamente, sino que debían ser des-
del objeto; ni la «base» ni la «superestructura» son manifiestamente cubiertos. Los miembros de la Escuela parecen haber sostenido que
primadas j el «fenómeno» y la «esencia» no se presentan indepen- el hombre tiene «objetivamente» unas exigencias en razón de su mis-
dientemente uno del otro; la praxis no puede absorber la. teoría, ni ma humanidad, y en particular que tiene derecho a la felicidad y la
viceversa; en todos estos casos existe una interacción mutua . Sin em- libertad. Sin embargo, tendían a rechazar la idea jovenrnarxiana de
bargo, estas ideas no son tan precisas como para proporcionar reglas que la humanidad se realiza en el proceso del trabajo, o que el tra-
metodológicas que nos aparten de una vez por todas de todas las bajo en sí, en el presente o e! futuro, pudiera revelar la «esencia
tentaciones de «reduccionisrno», dogmatismo, idealismo y materialis- de la humanidad» y llevarla a su máxima perfección. No queda en
mo vulgar. En todos los casos de interacción tenemos que enfrentar- modo alguno claro a partir de estos argumentos cómo puede recon-
nos a la autonomía parcial de factores que se afectan mutuamente, ciliarse la fe en el paradigma de la humanidad con la creencia en
pero no quedan muy claros los límites de esta autonomía . Subrayando que el hombre está determinado por su autocreación en la historia.
la necesidad constante de «mediación», Horkheirner intenta defender Tampoco queda claro cómo puede hacerse compatible la afirmaci ón
aparentemente su posición de todas las tradiciones «reduccionistas» , de que la actividad intelectual no puede rebasar los límites de la pra-
También está claro, tanto por los escritos de Horkheimer como xis histórica con la exigencia de una crítica global en la que la tota-
de otros miembros de la Escuela de Frankfurt, que la teoría crítica lidad de esta praxis está en oposición a la teoría o Razón .
asoció doctrinas empiristas y positivistas con el culto de la tecnología Todos estos elementos de la teoría crítica están ya presentes en
y de las tendencias tecnocráticas en la vida social. Uno de los princi- los años treinta, tanto en Horkheimer como en Marcuse o Adorno.
pales ternas de la Escuela es que el mundo está amenazado por el pro- Este último estudió la cuestión de la subjetividad y el objeto, y el
greso de la tecnología creada por una ciencia que es esencialmente problema de la «reificación», principalmente en el contexto de la
indiferente al mundo de los valores. Si las normas y restricciones filosofía de Kierkegaard y de la crítica musical. La comercialización
científicas han de gobernar toda actividad cognitiva de forma tal que del arte bajo el capitalismo monopolista fue uno de sus temas recu-
ésta no pueda generar juicios de valor , entonces el progreso de la rrentes; la música de jau.. en su conjunto le parecía uno de los sín-
ciencia y la tecnología ha de conducir forzosamente a una sociedad tomas de esta degradación. Su idea central era que en una cultura
totalitaria, a la manipulación cada vez más eficaz de los seres huma- de -masas el arte pierde su función «nega tiva», esto es, la de repre-
nos, la destrucción de la cultura y de la personalidad . De aquí la sentar una utopía situada más allá de la sociedad existente. No era
importancia de la Razón hegeliana (Vernunft) que, en oposición al tanto la «politizacíón» del arte lo que criticaba como, por el contra-
338 Prin cipales corrientes del marxismo
10. La Escuela de Franldurt y la «teoría critica» 339
rio, la sustitución de su función política por un goce pasivo y es-
túp ido. c~mectó esta idea con la tradición mesiánica judía, afirmando, contra-
En cuanto a la obra de Walter Benjamin, no puede resumirse rrarnente a .la ~ocu1na marxista, que era imposible una escatología
en 10 qu e toca a la historia del mar xismo. Entre sus muchos escritos puramente mmrnente; el escbaton no podía manifestarse como con-
de filosofía y crítica literaria pocos de ellos pueden-ser descritos como ~nuación natural del 7urso de los acontecimientos hasta el presente,
trabajos de filiación marxista. No obstante, fue durante mucho tiempo S100 que , como la veruda del Mesías, presuponía un hi ato en el tiem-
defensor del materialismo histórico en el propio sentido del término, po . Pero la naturaleza discontinua y catastrófica de la historia no
y atravesó un período de atracción por el comunismo, aunque nunca podía ~1'ivar ~l pasado de .su significación generadora de significado. . ,
se unió al Partido. Parece haber ' intentado un ir el materialismo his- A partir de diversas reflexiones de Benj amín, por vagas e imprecisas
tórico a su propia teoría de la cultura, que no tenía nada que ver con que sean , sobre la des aparición de los antiguos vínculos entre el arte
el ma rxismo y que hab ía elaborado de antemano. G ershom Scholem, por una par~e y ;1 mito y el ritual por otra, puede verse que en modo
su gran amigo y una de las mayores autoridades actuales en la his- alguno ,conSIdero e~te corte como un b~neficio absoluto: parece ha-
toria del judaísmo, subraya que Ben jamín tuvo siempre una veta ber creído qu e debla salvarse algo esencial de la herencia mística de
mística, y también que había leído muy poco a Marx. Ben jamín tuvo la humanjdad para .la supervivencia de la cultura. También parece
un interés continuado a lo largo de toda su vida por el significado haber ? 'eJdo que había un tesoro preexistente en los sentidos que el
oculto de las palabras, que le llevó a est udiar el lenguaje de la magia, lenguaje y arte ~lUmanos. n? cre aban, sino mostraban; el lenguaje,
la cábala y los orígenes y funciones del habla en general. Parece afirmaba, transmrte un SIgnificado no por virtud de la convención
haber considerado el materialismo histórico como una posible clave y el azar , ~ino. por algún ti,?? ' de afinidad alquímica con los objetos
del secreto oculto de la historia, pero sus propias especulaciones le y ~a experiencra. (En conexi ón con esto se interesó por las especu-
hicieron pensar que se trataba de un caso especial o aplicación de una laclOne~ de Marr sobre el ori~en del Ienguaje.) La concepción pura-
teoría más general que conectaba la conducta humana con un general me?te instrumental del lenguaje, característica del posi tivismo, le pa-
impulso «mimético » de la natu raleza. En cualquier caso, sus ideas recia que formaba un todo único con la crisis general de significados
acerca de la historia no tuvieron nada que ver con una teoría del heredados en una civilización avocada a la tecnocracia.
progreso universal o una teoría determinista . Por otra pa rte se sintió No parece que Benjamin tuviera mucho en común con el marxis-
impresionado por la dialéctica de la singularidad y la recurrencia en mo , a pes ar de sus ocasionales afirm aciones de solidaridad . Estuvo
la historia, la mitología y el arte. Lo que parece haberle atra ído del ciertamente unido a la Escuda de Frankfurt por su interés en las :
comunismo no era la idea de regularidad en la historia, sino más bien diversas formas de decadencia cultural resultantes de la comerciali-
la de discontinuidad (de aqu í su interés en Sorel). En sus Tesis sobre za~ión del arte. Por un tiempo puede h aber creído más que los demás
la .idea de la Historia (Tbe sen iiber den Begriff der Gescbicbte), es- · miembros de la Escuela e.n el potencial liberador del proletariado,
crrtas pocos meses antes de su muerte, observó que nada había sido pero no tanto como organizador de nuevas relaciones de producción
tan desastroso para el movimiento obrero alemán como la creencia como portaestandarte de una nueva cultura que un día habría de
de que estaba nadando con la marea de la historia. Especialmente da- restaurar los valores que perecían a medida que deca ía la influencia
fiinas y sospechosas eran, en su opinión, las versiones del mar xismo de los mitos.
que consideraban la historia como la conquista progresiva de la natu- El triunfo del nazismo, con su catastrófico efecto sobre la cultura
raleza , estimada como ob jeto de explotación -idea que valo ró deu- alemana, volvió natu ralmen te la atención de la Escuela de Frankfurt
dora de la ideología tecnocrática. La historia, escribió en las mismas hacia la i?vestigación .de Jas causas psicológicas y sociales del sorpren-
T heses, era una cons trucción, cuyo escenario no era un tiempo vacío dente éxi to del to taiit arísmo. Tanto en Alem ania como después en
e indiferenciado, sino el tiempo lleno por el [etztzeit -la existencia los ~stado s ,unido.s, el Insti~uto realizó estudios empíricos con la
de los acontecimientos pasados, constantemente revividos en el pre- finalidad de investigar las actitudes que ha llaron su expresión en el
sente. Esta idea de una irrehuible «cornpresencia» reaparece en di- deseo de autoridad y en la disposición a someterse a ella . En 1936
versos lugares de su obra. Benjamín tuvo un fuerte y conservador se publicó en París una obra colectiva, Studien iiber Autoritat U11d
sentido de la permanencia del pasado, que se propuso reconciliar con Pamilie, basada tanto en la argumentación teórica como en la obser-
una fe revolucionaría en la discontinuidad de la historia. Además vación ~píri.ca; sus prin~ipales autores fueron Horkheirner y Fromm.
Horkheimer intentó explicar el crecimiento de las instituciones auto-
340 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» .341

ritarias en términos de la decadencia y transferencia de la autoridad (1947) Y Zur Kritik der instrumentellen Vernunft (1967). Adorno,
familiar y de la importancia correspondient.e~ent~,mayor ~e l.a~ ins- además de numerosas obras sobre musicología (Pbilosopbie der neuen
tituciones políticas producidas por la «s~clahzaclOm> ~el md~vlduo. Musik, 1949; Dissonanzen: Musik in der ueruialtenen Welt, 1956;
Fromm interpretó la necesidad de autoridad en términos pSlcoan~­ Moments Musicaux, 1966), publicó Negatiue Dialektik (1966), la
líticos (carácter sadomasoquista}; si.o embargo~ no compartía. el peSi- summa filosófica de la Escuela, y también una crítica del existencia-
mismo de Freud en cuanto al inevitable conflicto entre los insuntos Iismo (Jargon der Eigentlichkeit: zur deutscben Ideologie, 1964) yen-
.o
y las exigencias de la vida comunitaria• acerca del papel permanen- sayos sobre la teoría de la cultura, algunos de los cuales fueron publi-
temente represivo de la cultura. Los escritores de Frankfurt intentaron cados en Prismen (955), También editó, junto con Scholem, una
iluminar el fenómeno del nazismo desde muchos ángulos para descu- edición de dos volúmenes de los escritos de Benjamin (1955). Su
brir sus raíces psicológicas, económicas y culturales . Pollock ~nelizó inacabable Astbetiscbe Tbeorie fue publicada pósturnamente en 1973.
el nazismo en términos de capitalismo de Estado, del cual veta otro En las siguientes secciones intentaré describir con más detalle al-
ejemplo en el régimen sovié~ico: ambo.s siste~as; pt~~agiaban una gunos de los principales aspectos de la «teoría crítica», sin guardar un
nueva era de dominio, tendencias autérquicas y eliminación de~ des~m­ orden cronológico. Dejaré a un lado .la musicología de Adorno, no
pleo por medio de la coerción. El nazismo no .era una continuación porque carezca de importancia, sino por mi propia incompetencia en
del antiguo capitalismo, sino una nueva formación en la que la eco- esta esfera,
nomía quedaba privada de su independencia y subordina.da a la polí-
tica, La mayoría de los escritores de la Escuela pensaron que er,an
escasas las perspectivas de la libertad individual y Ja ,cultura auténtica 2. Principios de la teoría critica
a la vista de las tendencias del momento, el crecmuento del conu: ol
estatal sobre el individuo y la burocratización de las relaciones socia- Las reglas de la teoría «critica» en oposición a la «tradicional»
les. Los totalitarismos nazi y soviético no eran, en su opinión, aberra- fueron formuladas en un ensayo programático de Horkheimer de 1937,
ciones históricas sino síntomas de una tendencia universal. Sin siendo sus principales ideas las siguientes.
embargo, Franz Neumann, en una obra de 194~, adoptó una idea En el estudio de los fenómenos sociales realizados hasta la fecha
más tradicionalmente marxista: afirmó que el naztsmo era una forma se ha supuesto normalmente o que éste debfa basarse en las reglas
de capitalismo monopolista y que no podría hacer frente. ~ las típicas ordinarias de la inducción y debían tener por finalidad formular con-
«contradicciones» de este sistema, por lo que su duraci ón habla de ceptos generales y leyes, expresados cualitativamente en la medida de
ser limitada. . lo posible, o bien que, corno opinan los fenomen ólogos, es posible
En los Estados Unidos, la Escuela siguió produciendo estudios descubrir leyes «esenciales» independientes de los resultados empí-
de psicologla soc~al destinados ~ diluci?ar las causa~ ~ue crearon y.ali- ricos. En ambos casos, la situación observada es algo separado de
mentaron las actitudes creencias y mitos caractertsucos de los SIste- nuestro conocimiento de ella, al igual que el objeto de la ciencia na-
mas totalitarios , Entre 'ellos figura un volumen sobre el antisemitisl,?O tural nos venía dado «desde fuera». También se creía que el desarro-
y una obra colectiva de Adorno y otros, The Aut?ritarian Per.sona!tty 110 del conocimiento estaba gobernado por su propia lógica inmanen-
(1950), basada en los resultados de tests proyectrvos ~ cuestronanos. te y que si se descartaban algunas teorías en favor de otras era porque
Esta obra estudiaba la correlación existente entre los diferentes rasgos las primeras tenían ciertas dificultades lógicas o mostraban ser incom-
de III personalidad de los sujetos t;ndentes a sal,udar y reverenciar a patibles con los datos de la experiencia. Sin embargo, en realidad,
la autoridad y el vínculo que habla entre la exrstencia y fuerz~s de los cambios sociales eran el agente más poderoso de las modificacio-
estos rasgos y variables sociales tales como la clase, la formación y nes de la teoría; la ciencia formaba parte del proceso social de pro-
la religión . ducción y experimentaba los correspondientes cambios, La :filosofía
Adorno y Horkbeimer siguieron siendo muy activos hasta el final burguesa había expresado su errónea fe en la independencia de la
de su vida, publicando obras en América y en la {\lemania de post- ciencia en diversas doctrinas trascendentalistas que impedían a la gente
guerra que son consideradas hoy documentos básicos de la Escuela advertir la génesis y las funciones sociales del conocimiento; también
de Frankfurt. Entre ellas figura una obra conjunta, Dialektik der había postulado una imagen del conocimiento como actividad consis-
Aufkliirung (1947), y las obras de Horkheímer Eclipse 01 Reason tente en la descripción de los fenómenos tal y como era, pero no en
10. Lo Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» .343
342 Principales corrientes del marxismo
terno». Este proceso supone un cambio en la naturaleza de la teoría,
la crítica de éste o su superación, pues para ello eran precisos ju icios la función del pensamiento y su relación con el objeto.
evaluativos que la ciencia no podía proporcionar. El mun?o de la Como se ve, la concepción de Horkheimer está muy cerca aquí
ciencia era un mundo de hechos acabados que el obse rva.dor mte~taba de la de Lukács: el pensamiento de la sociedad es en sí un hecho
poner en orden , como si la pe rcepción de éstos fuera independiente social, la teoría forma inevitablemente parte del proceso que describe .
del marco social en el que tení a lugar. . Pero la diferencia esencial está en que Lukács creía que la completa
Sin embargo, para la teoría crítica, l~~ había n~da .semeJante a un idad del sujeto y objeto de la historia, y con ella la unidad de la
los «h echos» en este sentido. La p ercepcion no podía aislarse d.e su praxis social y de la teoría que la «expresa», era realizada en la con-
gén esis social; tanto ella ca!?? su objeto .son un pro~~cto SOCl.al e ciencia de clase del proletariado; de donde se seguía que la autoiden-
histórico . E l observador individual es pasiva en re1~clon al objeto, tificací ón del observador con la perspectiva de clase del proletariado
pero la sociedad en su conjunto es un elemento activo d;l proces~, (esto es, la línea del Partido Comunista) era la garantía de su correc-
aunque lo sea inconscientemente. Los hechos hallados est án det;rml- ción teórica. Horkheimer rechaza explícitamente esta idea, afirmando
n adas en parte por la praxis cole~t.iva de los ser~s hu~anos que Idean que la situación del proletariado no ofrece garantía alguna en mate-
los instrumentos conceptuales utilizados por el investigador. Los ob- ria de conocimiento. La teoría crítica está en favor de la liberación
jetos que conocemos son en parte el. produ~to de los conceptos y d~ del proletariado, pero también desea preservar su independencia, ne-
la praxis colectiva, que los filós~fos,. inconscientes de su. ot:g~n , petri- gándose a comprometerse en la pasiva aceptación del punto de vista
fican erróneamente en una conciencia trascendental preindivídual. proletario; de otro modo se convertiría en psicología social, un mero
La teoría critica se considera a sí mi~ma coo:o una for;na .de con- registro de 10 que los trabajadores piensan y sienten en un momento
ducta social y es consciente de sus propias func~ones y genesJ.s, pera dado. Precisamente porque es «crítica», la teoría debe seguir siendo
esto no significa que no sea un.a teorla en el ~erd~d~ro sentido . Su autónoma con respecto a toda forma de conciencia social existente.
función especifica es que se ruega a aceptar ImpIICl.tamente,. como La teoría se concibe a sí misma como un aspecto de la praxis social
hace la teoría tradicional, que las normas de la socleda? .exlst~nte dedicado a crear una sociedad mejor; conserva un carácter militante,
- incluida la división del trabajo, el lugar asignado a la actividad mte- \ pero no está simplemente activada por la lucha existente. Su actitud
lectual la distinción entre individuo y sociedad- son n aturales e crítica hacia la «totalidad» del sistema social no es cuestión de jui-
inevitables. Pretende comprender la sociedad como un todo, y para cios de valor superpuestos a los resultados teóricos, sino que está im-
este fin debe tomar en algún sentido una posición fuera de ella! aun- plícita en el aparato conceptual beredado de Marx: categorías tales
que por otra parte se c<?nsid ern como un ~roducto d~ esta SO:lcdad. como las de clase, explotación, plusvalía, beneficio, empobrecimiento
Critica la sociedad analizando sus categorras. La sociedad e.xlstente y crisis «son elementos de un todo conceptual, cuya finalidad no es
se comporta como si fuera una creación «natural» indepe~dlente ?e reproducir la sociedad existente, sino cambiarla en la dirección co-
la voluntad de sus miembros, y comprender esto es. advertir ~a «alie- rrecta» (ibid., p. 167). La teoría tiene así un carácter activo y des-
nación» a que éstos están sometidos. «El pensamiento cdt~co e.s~á tructivo en su propio marco conceptual, pero ha de tener en cuenta
motivado hoy por la tarea de trascender genuinamente .la situación el hecho de que puede estar en oposición a la conciencia real del
de tensión, de suprimir la oposición existente entre l~ ~nahdad, espo?- proletariado. La teoría crítica, siguiendo a Marx, analiza la sociedad
taneidad y racionalidad del individuo y de las con.dlclones de rraba jo a la luz de categorías abstractas, pero no olvida que en cualquier etapa,
en las que se basa la sociedad. Supone la concepci ón de q~e el .hom- qua teoría, es una crítica del mundo que describe, que su acto inte-
bre está en conflicto consigo mismo hasta que recupere su identidad» lectual es al mismo tiempo un acto social, que es entonces una «crí-
(Kritiscbe Theorie, ed . A. Schmidt, vo~. u, p. 1~9) . tica» en sentido marxiano. Su sujeto es una única y concreta sociedad
La teoría critica reconoce que existe un sujeto absoluto de co- histórica: el mundo capitalista en su forma actual, que impide el
nocimiento, y que sujeto y objeto no coinciden aún en el proceso desarrollo humano y amenaza al mundo con la vuelta a la barbarie.
de pensar la sociedad, aunque .es~e pr~ceso ~s de. hecho el ~ut?cono­ La teoría crítica prevé otra sociedad en la que hombres y mujeres
cimiento de la sociedad. Su coincidencia radica en el !uturo, s111 ~m-. decidan su propio destino y no estén sometidos a las necesidades ex-
bargo, no puede ser el resultado de un mero progreso_mtelectual, s~no ternas; al hacerlo, aumenta la probabilidad de la implantación de esta
sólo del proceso social que hará a la humarudad duena ?e su destino sociedad, y es consciente de ello. En la sociedad del futuro no habrá
de nuevo despojando la vida social de su carácter cuasinatural, «ex-
344 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankíurt y la «teoría cr ítica» 345

diferencia entre necesidad y libertad. La teoría está al servicio de la conocimiento. Pero la certeza y la afirmación de la propia convicción
emancipación y felicidad humanas y de la creación de un mundo adap- no nos obliga II imaginar que se haya alcanzado la unidad de con-
tado a las facultades y necesidades humanas, y afirma que la huma- cepto y objeto y que el pensamiento pueda detenerse. Los resultados
nidad tiene otras potencialidades diferentes a las manifestadas en el obtenidos mediante la observación y la inferencia, la investigación
mundo actual. metódica y los hechos históricos, la labor cotidiana y la lucha polí-
Como puede verse, las tesis principales de la teoría crítica son tica, son verdaderos si se adaptan a los medios cognitivos de que dis-
las del marxismo de Lukács, pero sin el proletariado. Esta diferencia ponemos (den oerj ügbaren Erk entnismitteln standbalten)» (<<Zuro
hace que la teoría sea más flexible y menos dogmática, pero igual- Problem der Wahrheit», ibid., vol. XI, p. 267). Esta explicación
mente oscura e inconsistente. Lukács, al identificar la reoría con la está lejos de carecer de toda ambigüedad. Si significa que la teoría
conciencia de clase del proletariado, y ést a a su vez con la sabiduría crítica, cualesquiera que sean las circunstancias sociales en que se
del Partido Comunista, definió claramente sus criterios de verdad: desarrolló , está sometida en última instancia a las regl as de verifica-
a saber, en la observación de la sociedad, la verdad no procede de la ción empírica y por consiguiente es juzgada verdadera o falsa, enton-
aplicación de normas científicas generales que sean también váli?as ces no es ep ístemológicamente diferente de las teorías que condena
en la ciencia natural, sino que se d efine por su origen; el Partl?O como «tradicionales» . Sin embargo, si se pretende algo más, a saber,
Comunista es infalible. Esta epistemología tiene al menos el mérito que para que una reor ía sea verdadera debe pasar la prueba empírica
de ser consistente y estar perfectamente clara. Pero en la «teoría crí- y ser a la vez «socialmente progresiva», entonces Horkheimer deja
tica» no sabemos cómo hay que unir los criterios genéticos a la auto- de decirnos qué hacer si estos dos criterios entran en conflicto . Me-
nomía intelectual de la teo ría y de dónde han de derivarse las reglas ramente repite generalidades acerca de que la verdad no es «supra-
que gobiernan su corrección, pues rechaza los criterios «positivistas», histórica», y sobre el condicionamiento social del conocimiento, o so-
pero también se niega a identificarse con el proletariado . Por una bre lo que él llama la necesa ria «mediación social » entre un concepto
parte, Horkheimer repite (en «Der Rationalísmusstreit in der gegen- y su objeto; nos asegura que la teoría no es «estática», que no «abso-
wartigen Philosophie», 1934) la afirmación de Feuerbach de que es lutiza» el sujeto o el ob jeto, etc. Todo lo que queda claro es que la
el hombre el que piensa, y no el Yo o la Razón; al hacerlo subraya «teoría critica» se niega a aceptar el dogmatismo de partido de Lukács
que tanto las reglas de procedimiento científico como el conjunto de e in ten ta mamerier su status como teoría negándose a reconocer simul-
los conceptos utilizados en la ciencia son una creación de la historia, táneamente los criterios empíricos de verificación , En otras palabras,
el resultado de necesidades prácticas, y que el contenido del cono- existe en virtud de su propia ambigüedad.
cimiento no puede divorciarse de su génesis social -en otras pala- La teoria crítica, así entendida, no incluye tampoco una utopía
bras, que no existe un sujeto trascendental. A partir de esta base específica. Las predicciones de Horkheirner se limitan a meras gene·
podría parecer que la teoría es «buena» o correcta porque defiende ralidades: felicidad y libertad generales, recuperación del dominio del
el «progreso social», o que el valor intelectual se define por su hin- hombre sobre sí mismo, abolición del beneficio y la explotación, etc.
ción social, Pero, por otra parte, se supone que la teoría conserva Se nos dice que «todo» debe cambiar, que no es cuestión de refor-
su autonomía con respecto a la realidad; su contenido no debe derivar mar la sociedad, sino de transformarla, pero no se nos dice cómo
de ninguna identificación con un movimiento existente, y no debe haya de hacerse o qué hay que poner en su lugar. El proletariado
ser pragmática ni siquiera en términos de la especie humana , y menos deja ya de ser el infalible sujeto de la historia, a pesar de que su
aún de una clase social. Por tanto , no está claro en qué sentido liberación es aún un objetivo de la teoría . Sin embargo, como no
afirma ser verdadera: ¿porque describe la realidad tal como es o bien aspira a ser la palanca efectiva de la liberación general, no queda nada
porque «sirve a los in tereses de la liberaci ón de la humanidad»? La claro acerca de él excepto la convicción de que constituye un modo
respuesta más dara que ofrece Horkheimer es quizá la siguiente: de pensamiento superior y contribuirá a la emancipación de la huma-
«Sin embargo, la dialéctica abierta no pierde la impronta de verdad. nidad.
El descubrimiento de las limitaciones y la unilateralidad del propio Las observaciones de Horkheirner sobre las preferencias sociales
pensamiento y del de los demás es un aspecto importante del proceso y los intereses implícitos en el aparato conceptual utilizado por diver-
intelectual. Tanto Hegel como sus sucesores materialistas han subra- sas teorías de la sociedad son realmente verdaderas, aunque ni si-
yado correctamente que este enfoque crítico y relativista es parte del quiera en su día fueron nuevas. Pero el hecho de que las ciencias
10. La Escuela de Frankfurt y La «teoría crítica» 347
346 Principales corrientes del marxismo
tracciones afirmando al mismo tiempo que son una forma discursiva
sociales reflejen diferentes intereses y valores no significa, como parece carente de significación.
pe nsar H~rldleimer (siguiendo a Lukács, Kol"sch y Marx), que se haya . Con esta reserva podemos intentar dar una idea de la argumen-
«trascendido» la diferencia entre juicios empíricos y evaluativos. tacl6~ de Adorno. El ~e.ma principal qu e invade su libro y se expresa,
En este sentido, la teoría crítica es un intento inconsciente por
por eJemplo ,. e~ su crrtica de Kant y Hegel y los existencialisras, pa-
pre~ervar el marxismo sin acep tar su identificaci ón con el proletariado
re,ce seto el srgurente. La filosofj~ ba estado siempre dominada por la
y SIn. ,rec~n~cer los cri terios ?e verdad partidistas o clasistas, pero búsqueda de un punto de partida absoluto tanto metafísico como
también SIn intentar una solución de las dificultades que surgen cuan- epistemológico, y en consecuencia a pesar de las intenciones de los
do se trastoca el marxismo de esta forma. Es una forma parcial de propios filósofos, se ha convertid; en una búsqueda de «iden tidad»
marxismo, que no ofrece sustitución a lo que abandona. esto es, algún tipo de ser principal al cual sean reductibles de algún
modo todos los demás : ésta fue la tendencia, tanto del idealismo
alemán como del positivismo, de los ex ístencialistas como de los fe-
.3 . Dialéctica negativa n?':lenólogos trascendentales. Al considerar las típicas «parejas» tra-
dícionales de op~estos ------<lbjeto versus sujeto, general versus particu-
No .existe, ':lue yo sepa al menos, una versión resumida de la que lar , datos emp íricos versus ideas, continuidad versus discontinuidad
se considera, sin duda correctamente, cómo la exposición más com- teoría versus práctica-, los filósofos han in ten tado interpretarlas en
pleta y general del pensamiento de Adorno, a saber, la Dialéctica
negativa. Probablemente sería imposible realizar seme jan te resumen,
el sentido de dar la primacía a un concepto sobre el otro y de crear
un lenguaje uniforme por medio del cual pueda ser de scrito todo:
y probablemente Adorno era bien consciente de ello para no inten-
tarlo. El libro puede denominarse la encarnación de una antinomia: identificar aspectos del universo con respecto a los cuales todos los
una obra filosófica que intenta probar, mediante ejemplos o razones, demás sean derivados. Pero esto no puede hacerse. No existe un
que es imposible la escritura de obras filosóficas. La dificultad de ex- «primado» absoluto: todo aquello con 10 que tiene que ver la filoso-
plicar su contenido se debe no sólo a su extremadamente compleja fía se presenta como interdependien te de su opuesto. (Esta es, por
sintaxis, que es obviamente int encional, o al hecho de que el autor supue.sto, la idea de Hegel , pero Adorno afirma que Hegel fue des-
u.tiliza una jerga hegeliana o neohegeliana sin intentar explicarla, como pués infiel a ella.) Una filosofía que sigue esforzándose al estilo tra-
st fuera el más claro lenguaje del mu ndo. La pretensiosa oscuridad dicional por descubrir la cosa o concepto «p ri mario» está en la senda
de estilo y el desprecio que muestra por el lector pudieran ser me- errada y, además, en nuestra civilización tiende a refo rzar las tende.n-
morables si el libro no careciera de toda forma literaria. En este sen- cia~ tot alit~rias y conformistas, buscando orden y estabilidad a cual-
tido es la contrapartida filos6fica a la informalidad que se manifestó qUler precio. D e hecho, la filosofía es imposible; lo único posible
un tiempo antes en las artes plásticas y pos teriormente en música y es la constante negación, la resistencia puramente destructiva a cual-
literatura. No es más posible resumir la obra de Adorno que descri- . quier intento . por confinar el mundo dentro de un único principio
bir la trama de una «antinovela » o el tema de una pintura de acción . que se proponga dotar a éste de «identidad» .
Sin duda puede decirse que el abandono de la forma en la pintura no Así resumid? el pensamiento de Adorno puede parecer desespe-
llevó a la destrucción del arte, sino que realmente liberó la pintu- r?~amente estéril, I;er~ ?o parece que le hayamos hecho una injus-
ra pura de la labor «anecd ótica»; y, similarmente, la novela y el tICIa. No es una dialéctica de la negatividad (que sería una teoría
metafísica), sino una negación expresa de la metafísica y la episte-
drama, aunque se componen de palabras, han sobrevivido a la pér-
molo~ía . Su intención es antitotalitaria : se opone a todas las ideas
dida de forma (que nunca puede ser completa) hasta el punto de que
que. SIrven 'para perpetuar una determinada forma de dominio y re-
somos capaces de leer a Joyce, Musil y Gombrowicz sin necesidad ducir el sujeto humano a formas «reiíicadas» . Estos intentos anrma
de comprender. Pero en la escritura filosófica, la disolución de la for- adoptan una paradójica forma «subjetivista» sobre todo en ia filoso-
ma es destructiva en grado sumo. Puede ser tolerable si se debe al fía existencialista, donde la petrificación del sujeto individual absoluto
intento del autor de captar la evanescente experiencia mediante pala- corno realidad irreductible supone la indiferencia a todas las relacio-
bras y hacer su obra directamente «expresiva» , como Gabriel Mar- nes sociales que aumentan la esclavitud de los hombres. Uno no puede
cel: pero es difícil aguantar a un filósofo que sigue enunciando abs-
348 Principales corrientes del marxismo lO, La Escuela de Frankfurt y la «leerla critica» 349

proclamar la primacía de esta existencia monádica sin aceptar táci- tentes, y a todos los métodos que aspiran a la universalidad. «La
tamente todo 10 que está fuera de ella. contradicción total no es sino la mentira manifiesta de la identificación
Pero también el marxismo - especialmente en la versión de Lu- total» (p. 6).
kács, aunque no sea expresamente mencionada en este contexto- Del mismo modo, no existe un absoluto epistemológico, ninguna
sirve a la misma tendencia totalitaria so pretexto de criticar la «rei- fuente inequívoca de sabiduría; la «pura inmediatez» del acto cogni-
ficación». «La restante in suficiencia teórica de Hegel y Marx pasó tivo, si existe, no puede ser expresada excepto en palabras, y las
a formar parte de la práctica histórica y por ello puede reflejarse palabras le dan inevitablemente una forma abstracta y racional , Pero
nuevamente en la teoría, en vez de inclinarse irracionalmente al pri- el yo trascendental de Husserl es también una construcción falsa,
mado de la práctica. La propia práctica era un concepto eminente- pues no existen actos de intuición libres de la génesis social del co-
mente teórico» (Dialéctica negativa, p. 144) . Adorno ataca así el nocimiento. Todos los conceptos tienen su raíz definitiva en 10 no
«primado de la práctica» marxista-lukácsiano, en el que la teoría se conceptual, en los esfuerzos humanos por controlar la naturaleza;
disuelve y pierde su autonomía . En tanto su oposición a la «filosofía ningún concepto puede expresar el contenido pleno del objeto o iden-
de la identidad» se vuelve contra el autiíntelectualismo del ma rxi smo tificarse con él; el «ser» puro de Hegel resulta ser finalmente lo
y su ornn iabsorbente «pr áctica», defiende el derecho a existir de la mismo que la nada.
filosofía; incluso empieza su libro con la afirmación de que «la filo- La dialéctica negativa puede ser considerada, según Adorno, un
sofía, que un día pareció obsoleta, sigue viva porque se perdió la antisistema, y en este sentido parece coincidir con la posición de Nietz-
oportunidad de realizarla» (p . .3). En este punto Adorno se separa sche. Sin embargo, Adorno afirma a continuación que el propio pen-
claramente del marxismo: puede haber habido una época -dice- sarniento es una negación, al igual que el procesamiento de cualquier
en la que las esperanzas de Marx de libertación de la humanidad por sustancia es una «negación» de su forma en tanto presente a nosotros.
medio del proletariado y la abolición de la filosofía por su identifi- Incluso la afirmación de que algo es de cierto tipo es negativa en
cación con la «vida» eran reales, pero este tiempo ha pasado. La teoría tanto implica que algo no es de otro tipo. Sin embargo, esto reduce
debe soportar su autonomía, lo que, por supuesto, no significa que la la «negatividad » a un mero truismo; no está claro cómo pueda haber
teoría tenga a su vez ninguna «primacía» absoluta; nada tiene una una filosofía que no sea «negativa» en este sentido, o contra quién
«primacía», todo depende de lo demá s y, por la misma razón, tiene arguye Adorno. Sin embargo, su principal intención parece ser menos
su propia medida de «sustancialidad». La «práctica» no puede curn- truista , a saber, no ofrecer respuesta definitiva a los prob lemas tra-
plir las tareas de la teoría, y si afirma hacerlo es simplemente como dicionales de la filosofía, sino limitarse a hacer explotar la filosofía
enemiga del pensamiento . del momento, pues su necesidad de «positividad» degenera inevita-
Si no hubiera una primacía absoluta sucedería también, en opi- blemente en la aceptación del status quo, es decir, en el dominio del
nión de Adorno, que serían inútiles todos los intentos por abarcar el hombre por el hombre. La conciencia burguesa en el momento de su
«( todo» mediante la razón, sirviendo a la causa de la mistificación . emancipación luchó contra los tipos de pensamiento «feudal», pero no
Esto no quiere decir que la teoría deba resolverse en su totalidad' pudo romper con los «sistemas » de todo tipo, pues sin tió que esto no
en las ciencias particulares como quieren los positivistas: la teoría representaba una «libertad total» -a partir de esta observación de
es indispensable, pero en la actualidad no puede ser sino negación. Ad<¡lrno deducimos qU,e defiende la «libertad total» contra los «sis-
Los intenros por abarcar el «todo» se basan en la misma fe en la temas» .
iden tidad definitiva de todo : aun cuando la filosofía afirma que el En su crítica de la «identidad» y la «positividad» Adorno desarro-
todo es «contradictorio», conserva sus prejuicios acerca de la «iden- 11J. un mo tivo tradicional tomado de Marx por la Escuela de Frank-
tidad », ' que son tan fuertes que incluso puede hacer su instrumento furt : [a crítica de una sociedad que, estando sometida al «valor de
de la «contradicción» con sólo considerarlo como el fundamento úl- cambio», reduce a los individuos y las cosas a un nivel. común y a un
timo del universo. La dialéctica, en su verdadero sentido, no es me- homogéneo anonimato. Una filosofía que expresa y afirma esta so-
ramente la investigación de la «contradicción», sino la negativa a ciedad no puede hacer justicia a la diversidad de fenómenos o íl la
aceptarla como esquema que explique todo. Hablando estrictamente, interdependencia de los diferentes aspectos de la vida; por una parte
la dialéctica no es ni un método ni una descripción del mundo, sino homogeneíza la sociedad, y por otra reduce las personas y cosas a
un acto de repetida oposición a todos los esquemas descriptivos exis- «átomos» -un proceso en el que, según observa Adorno, la lógica
350 Principales corrientes del marxismo
10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» 351
también desempeña su papel: en este punto es fiel a la tradición de la
la conciencia burguesa ha sustituido los conceptos «sustanciales» por
filosofía marxista más reciente, que condena a la lógica ignorando sus
conceptos «funcionales», considerando la sociedad como un complejo
modernos desarrollos.
de funciones en las que todo es relativo a algo más y nada tiene una
También la ciencia forma parte, al parecer, de la conspiración de
consistencia propia . No obstante, la ontología no puede ser recons-
la civilización contra el hombre, pues identifica la racionalidad con la
truida.
conmensurabilidad, reduce todo a «cantidades» y excluye las dife-
En este punto, como en muchos otros, el lector puede pregun-
rencias cualitativas del ámbito del conocimiento; sin embargo, Ador-
tarse cómo pretende Adorno que se apliquen sus proposiciones. ¿Qué
no no sugiere que una nueva ciencia «cualitativa» esté esperando pata
hemos de hacer si tanto la ontología como la falta de ella son ambas
entrar en escena. malas y ambas parecen llevamos a la defensa del valor de cambio?
El objetivo de su critica. no es defender el relativismo, pues tam-
¿Quizá no debemos pensar en estas cuestiones, sino declararnos neu-
bién él forma parte de la «conciencia burguesas ; es antiintelectual
trales en materia de filosofía? Pero Adorno tampoco pretende esto:
(geistesfeindlich), abstracto y erróneo, porque lo que considera como sería una entrega de otro tipo , un abandono de la razón. La ciencia,
relativo está también arraigado en las condiciones de la sociedad ca-
justamente porque pone su fe en sí misma y se niega a cualquier
pitalista: «la supuesta relatividad social de ideas obedece a la ley
autoconocimiento por otros métodos que el suyo propio, se condena
objetiva de la producción social bajo la propiedad privada de los a ser una apología del orden existente. «Su autogénesis hace de la
medios de producción» (p. 37). Adorno no dice a qué «ley» se refiere
ciencia una causa sui. Se acepta a sí mismo como algo dado y con
y, fiel a su desprecio por la lógica burguesa, no reflexiona sobre la ello sanciona también su forma existente, su división del trabaja, si
validez lógica de su crítica. . bien a largo plazo no puede ocultarse la insuficiencia de esta for-
La filosofía, en el sentido de un «sistema», es imposible, afirma,
ma» (p . 73). Las ciencias humanas, dispersas en investigaciones par-
porque todo cambia -una afirrnaci~n que exp~esa c~mo sigue:. «Lo ticulares, pierden su interés por el conocimiento y so.n d~spoíadas
invariable cuya no variación ha SIdo producido (ein Produziertes de su aparato conceptual. La ontología, que llega a la crencta «desde
ist) , no puede ser despojado de lo variable como ~i toda la verdad fuera» aparece de forma tan abrupta como un disparo (en frase de
estuviera en nuestra posesión. La verdad se ha fundido con la sustan- Hegel)' y no la ayuda a adquirir su conocimiento de sí misma. Al1inal
cia , que cambiará·, la inmutabilidad de la verdad es el engaño de la no sabemos cómo escapar del círculo vicioso ,
prima philosopbia» (p. 40). La ontología de Heidegger no sólo no remedia esta situación, sino
Por una parte, los conceptos tienen una cierta autonom~a y no que propone algo peor. Habiendo eliminado de su filosofía tanto el
surgen simplemente como copias de las cosas; por otra, no disfrutan empirismo como el concepto husserliana de eidos, pretende aprehen-
de ninguna «primada» en c~mparación c?~ las cosa,s, l?ues acepta~lo der el Ser -que, tras esta reducción, es la pura nada-; también
equivaldría a aceptar un gobierno burocrático o capitalista, «El prm- «aísla» los fenómenos y no puede concebirlos como aspectos (Mo-
cipio de dominio, que rompe antagónicamente la sod~dad ~umana, mente) del proceso de manifestación; de esta forma se encu~ntra.n
es el mismo principio que, espiritualizado, produce la diferencia entre «reificados». Heidegger, al igual que Husserl, cree que es posible Ir
el concepto y su objeto (dem ihm Unterworfenen)>> (p; 48). PO,! de lo individual a lo universal sin «mediación», o aprehender el ser
ello el nominalismo está equivocado (El concepto de SOCIedad capI- de una forma no afectada pot el acto de reflexión. Sin embargo, esto
talista no es un [latus oocis», p. 50, n.), y también el realismo con- no es posible: el ser, como quiera que se ~on?ba, está ~ediado por
ceptual: los conceptos y sus objeto: subsisten en un~ co~stante. aso- el sujeto. El «Ser» de Heidegger es constituido, y no SImplemente
ciación «dialéctica» 1 en la que se deja a un lado la prrrnacia. De Igual «dado»; «Pensando no podemos adoptar una posición en la que pe-
modo los intentos positivistas por reducir el conocimiento a lo me- rezca la separación de sujeto y objeto, pues la separación es inherente
rame;te «dado» son erróneos, pues pretenden «desh ístorizar los con- a cada pensamiento; es inherente al pensamiento mismo» (p. 85). La
tenidos del pensamiento» (p. 53). libertad sólo puede buscarse observando las tensiones que surgen eh-
Los intentos antipositivistas por reconstruir una ontología no son tre polos opuestos de la vida, pero Heidegger considera estos polos
menos sospechosos, pues la ontología como tal - y no una deter;ni- como realidades absolutas y los deja a su suerte. Por una parte acepta
nada doctrina ontológica-e- es una apología del status quo) un ms- el hecho de que la vida social debe estar «reiíicada», esto es, que
trumento de «orden». La necesidad de una ontología es genuina. pues sanciona el status quo, mientras que por otra adscribe libertad al
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hombre como algo ya ganado, sancionando así la esclavitud . Intenta niente . El dialéctico negativo afirma, en primer lugar, que no podemos
salvar la metafísica, pero supone erróneamente que 10 que intenta ser criticados ni desde el punto de vista lógico ni desde el punto de
hacer «está inmediatamente presente»'. Con todo, la filosofía de Hei- vista fáctico, pues ha establecido previamente que estos criterios no
degger es un ejemplo de Herrscbajtsioissen al servicio de una sociedad le interesan ; en segundo lugar, que su superioridad moral e intelec-
represiva. Nos invita a abandonar los conceptos en favor de ' una pro- tual se basa en su misma desconsideración de estos criterios; y, por
mesa de comunión con el Ser, pero este ser carece de contenido , preci- último , que esta desconsideración es de hecho la esencia de la «dia-
samente porque se supone que es aprehendido sin la «mediaci ón» léctica negativa». La «dialéctica negativa» no es entonces 'más que
de los conceptos; básicamente no es más que una sustantivización de un cheque en blanco, firmado y avalado por la historia, el Ser, el
la cópula «es». Sujeto y el Objeto , en favor de Adorno y sus seguidores; en él puede
Podría parecer que, hablando en los términos más generales po- escribirse cualquier cantidad, todo será válido, habiendo una libera-
sibles, el móvil principal del ataque de Adorno a la ontología de Hei- ción absoluta de la lógica y el empirismo. El pensamiento se ha trans-
degger radica en la afirmación hegeliana de que el sujeto no puede ser formado dialécticamente en su opuesto. Cualquiera que niegue esto
eliminado nunca de los resultados de la investigación metafísica, y está esclavizado al «principio de identidad» , que supone una acep-
que si olvidamos esto e intentamos ubicar a su jeto y objeto «en lados tación de una sociedad dominada por el valor de cambio y es, por
opuestos» dejaremos de comprender o el uno o el atto. Ambos son tanto, ignorante de las «diferencias cualitativas».
partes inseparables de la reflexión y ninguno de ellos tiene prioridad La razón por la que es tan peligroso el «principio de identidad»,
epistemológica; cada uno de los dos está «mediado» por el otro . De según Adorno, es que implica, en primer lugar, que cada cosa sepa-
forma similar, no existe forma de aprehensión cognitiva que sea ab- rada es lo que es empíricamente, y en segundo lugar, que un objeto
solut amente individual -lo que Heidegger llama Dasein o [emeinig- individual puede ser identificado por medio de conceptos generales,
keit. Sin la «mediación» de los conceptos generales, la pura «esta esto es, analizado en abstracciones (una idea de Bergson, a quien
cosa» se convierte en una abstracci ón; no puede ser «aislada» de la Adorno, sin embargo, no menciona) . Por otra parte, la tarea de la
reflexión. «Pero la verd ad, la constelación de sujeto y objeto en la dialéctica es, en primer lugar, averiguar lo que en realidad es una
que ambos se penetran mutuamente, no puede ser reducida a la sub- cosa, y no meramente a qué categoría pertenece (Adorno no da ejem-
jetividad más que ese Ser cuya relación dialéctica con la subjetividad plos de un análisis de este tipo ), y en segundo lugar, explicar qué
Heidegger pretende obviar» (p. 127) . debe ser según su propio concepto, aunque todavía no es (una idea
El pasaje en el que Adorno está más cerca de explicar 10 que de Bloch, a quien Adorno tampoco se refiere en este contexto). Un
entiende por «dialéctica negativa» es el siguiente: «En cierto sentido, hombre sabe cómo definirse a sí mismo, mientras que la sociedad se
la lógica dialéctica es más positivista que el positivismo que pros- define de forma diferente de acuerdo con la función que le asigna;
cribe . Como pensamiento, la lógica dialéctica respeta 10 que ha de entre los dos modos de definición existe una «contradicción objetiva)
ser pensado -el objeto- aun donde el objeto no tiene en cuenta (una vez más no da ningún ejemplo). El objeto de la dialéctica es
las reglas del pensamiento. El análisis del objeto es tangencial a las oponerse a la inmovilización de las cosas mediante conceptos: toma
reglas del pensamiento. El pensamiento no necesita limitarse a su la posición de que las cosas no son nunca idénticas a sí mismas: va
propia legalidad; sin abandonarla, podemos pensar contra nuestro e? ~úsca de negaciones, sin suponer que la negación de una negación
pensamiento, y sí fuera posible definir la dialéctica, sería una definición significa la vuelta a lo positivo; reconoce la individualidad, peto sólo
sugerente de valor» (p. 141). No parece que podamos inferir más de en tanto «mediada» por la generalidad, y la generalidad sólo como un
esta definición que la dialéctica no necesita estar atada por las reglas aspecto .(Mament) de la individualidad; ve el sujeto en el objeto
de la lógica. En otro pasaje nos dice además que aún es más libre: y viceversa, la práctica en la teoría y la teoría en la práctica, la esencia
pues «la filosofía no consiste ni en uériiés de raison ni en o érit és en el fen ómeno y el fenómeno en la esencia ; debe aprehender las
de [ait , Nada de 10 que dice se inclinaría a criterios tangibles de nin- diferencias pero no «absolutizarlas», y no debe considerar cosa algu-
gún "ser el caso": sus tesis sobre conceptualidades no están más na c~mo punto de partida par excellence. No puede haber un punto
sometidas a los criterios de un estado de cosas lógico que sus tesis de vista que no presuponga nada, tal como el sujeto trascendental
sobre facticidades lo están a los criterios de la ciencia empírica» (pá- de Husserl; la ilusión de que puede existir un sujeto así se debe al
gina 101). Sería realmente difícil imaginar una posición más conve- hecho de que la sociedad precede al individuo. La idea de que puede
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i,
haber un espíritu que lo abarca todo y es idéntico a este todo es tan razón no puede nunca dar el primer paso sin caer en la «reificación»,
absurda como la de un partido único en un régimen totalitario. La y por tanto no está claro cómo puede dar el segundo paso u otros
disputa acerca de la primacía de la mente o la materia cerece de sig- ulteriores; simplemente no existe un punto de partida y el reconoci-
niíicacién en el pensamiento dialéctico, pues los conceptos de mente miento de este hecho es proclamado como el logro ~upremo de la
y materia se abstraen eUos mismos de la experiencia, y la «diferencia dialéctica . P ero incluso esta afirmaci ón crucial no está formulada cla-
radical existente entre ellos no es más que una convención. ramen~e por Ad<:rno, ni la apoya en ning ún análisis de sus conceptos
Todos estos preceptos acerca de la dialéctica deben servir, en opi- y máximas. Al Igual que con muchos otros marxistas su obra no
nión de Adorno, a fines sociales a po líticos definidos . Incluso parece contiene argumentos , sino s610 aíirmaciones ex c(1thedr~ en que uti-
que puedan deducirse de ellos criterios de acción práctica. (Para la liza conceptos no explicados en lugar alguno' de hecho condena el
buena práctica, y para el propio bien, no existe realmente otra auto- a?áJisis conceptual como una manifestación de los prej~kios posíti-
ridad que el estado más avanzado de la teoría. Cuando una idea de VIstas según las cuales algunos «da tos» últimos, empíricos o lógicos,
bondad se supone que guía la voluntad sin absorber plenamente las pueden ofrecer a la filosofía un punto de partida.
definiciones racionales concretas, toma inco nscientemente órdenes de En última instancia, la argumentación de Adorno equivale a un
la conciencia reificada, de lo que la sociedad ha aprobado» (p. 242). sutti~o de ideas tomadas acríticamente de Marx, Hegel, Nietzsche,
Tenemos así una clara norma práctica: en primer lugar debe ser una Lukács, Bergson y Bloch . De Marx toma la afirmación de que todo
teoría avanzada (fortgeschritt en), y en segundo lugar, debe estar in- el mecanismo de la sociedad burguesa se basa en el dominio del
fluida por «definiciones racionales concretas». El objeto de la prác- valor de cambio, que reduce todas las diferencias cualitativas al co-
tica, así concebido, es acabar con la reificación que se debe al valor mún denominador del dinero (ésta es la forma de anticapitalismo
de cambio, pues en la sociedad burguesa, como enseñó Marx, la «auto- romántico en Marx) . De Marx también procede el ataque a la filo-
no mía del individuo» era sólo aparente, una expresión de la contin- sofía hegeliana por someter la historia a un W elgeist extrahistórico
gencia de la vida y de la dependencia de los seres humanos de las y afirmar la primada de «10 que es general» sobre los seres humanos
fuerzas del mercado. Sin embargo, es difícil deducir de los escritos sustituyendo abstracciones por realidades y perpetuando así la escla-
de Adorno en qué ha de consistir la libertad no reiíicada. Al describir vitud de los hombres. También de Marx procede el ataque a la teoría
esta «libertad total» no debemos utilizar, en cualquier caso, el con- hegel iana del sujeto y objeto, en la que se define el sujeto como una
cepto de autoalienación, pues éste sugiere que el estado de libertad Il!anifcstaciót; del objeto, y el objeto como una construcción subje-
de la alienación, o la perfecta unidad del hombre consigo mismo, ha tiva, produciendo así un círculo vicioso (pero no está claro cómo
existido ya con anterioridad , con 10 que la libertad puede alcanzarse evita Adorno este círculo vicioso, pues niega la «prioridad» de su jeto
sólo con volver al punto de partida -una idea reaccionaria por de- u objeto). Por otra parte, Adorno se aparta de Marx al rechazar la
finición. Tampoco es el caso de que conozcamos algún designio his- teor ía del progreso y la necesidad histórica y también la idea del
tó rico que nos garantice un radiante futuro de libertad y el final de proletariado como portaestandarte de la Gran Utopía , De Lukács
la «reificación»; basta el presente no ha existido nada semejante a un procede la idea de que todo lo malo del mundo puede resumirse en
proceso único en la historia universal: «la historia es la unidad de ~ ~érmino «reificacióJ1>~ ~ que los seres humanos perfectos se despo-
la continuidad y la discontinuidad» (p. 320) . jaran del status ontológico de «cosas» (pero Adorno no dice cuál
Puede haber pocas obras de filosofía que den una tan abruma- será el estado «des -reificado», ni menos cómo se alcanzará). Tanto el
dora impresión de esterilidad como la Dialéctica negativa . Esto su- motivo prorneteico como el den tífico del marxismo son descartados
cede no porque intente privar al conocimiento humano de una «base y .qu eda sólo una vaga utopía romántica en la que el hombre es él
última», esto es, porque es una afirmación de escepticismo; en la mismo y no depende de fuerzas sociales «mecánicas». De Bloch,
historia de la filosofía ha habido admirables obras escépticas, llenas Adorno toma prestada la noción de que poseemos la idea de una
de penetración y de pasión destructiva. Pero Adorno no es un escép- Utopía que «trasciende» el mundo actual, pero que la especial virtud
tico. No dice que no haya criterio alguno de verdad, que no es posi- de :5ta «tra.scendencía » es que no puede, en principio, tener un con-
ble la teoría, o que la razón sea impotente; por el contrario, dice que tenido definido en el momento presente. De Nietzsche deriva la hosti-
es posible e indispensable la teoría y que debemos estar guiados por lidad gene ral hacia el «espíritu de sistema» y la conveniente creencia
la razón . Sin embargo, todos estos argumentos llegan a mostrar que la en que un verdadero sabio no teme a las contradicciones, sino que
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más bien expresa su sabiduría en ellas, con lo cual es inmune a toda término los pensadores germanos, pero la intención de sus teorías
crítica lógica. De Bergson proviene la idea de que los conceptos abs- antropológicas era la misma: expresar en lenguaje filosófico el con-
tractos petrifican las cosas mudables (o, como Adorno diría, las «reí- traste existente entre la conciencia auto determinante del individuo y
fican»): el propio Adorno, por otra parte, contribuye con la esperanza el mundo anónimo de vínculos sociales que se amolda a reglas pro-
de que podemos crear conceptos «fluidos» que no se petrifiquen en pias. Así, de igual modo a los ataques de Marx a Hegel,'Kierkegaard
nada. De Hegel , Adorno toma la idea general de que en el proceso y Stirner tenían un elemento en común, a saber, su crítica de la
cognitivo existe una constante «mediación» entre sujeto y objeto, primacía de la «generalidad» impersonal sobre la subjetividad real,
conceptos y percepción, 10 particular y lo general, A todos estos in- por lo que los marxistas y existencialistas estaban en terreno común
gredientes Adorno añade una vaguedad de exposición rara vez supe- al criticar el sistema social que confinaba a los seres humanos en roles
rada : no muestra deseo alguno de aclarar sus ideas, y las arropa en determinados socialmente y los hacía depender de fuerzas cuasi-
pretenciosas generalidades. Como texto filosófico, la Dialéctica neg(l, naturales. Los marxistas, siguiendo a Lukács, denominaron «reifica-
tioa es un modelo de altisonancia profesora] que oculta la pobreza de ción» a este estado de cosas, y lo adscribieron, como había hecho
pensamiento. Marx, al omnipotente efecto del dinero como elemento determinante
Es cierto que puede defenderse la idea de que no existe una base en la sociedad capitalista. El existencialismo no se interesaba por ex-
absoluta para el razonamiento humano, como han hecho por diversos plicaciones tales como la lucha de clases o las relaciones de propiedad,
medios los escépticos y relativistas. Pero Adorno no s610 no añade pero era también fundamentalmente una protesta contra la cultura
nada a esta idea tradicional, sino que la oscurece mediante su propia de las sociedades industriales avanzadas, que reducían al ser humano
fraseología (no puede absolutizarse sujeto ni objeto; las percepciones a una suma de sus {unciones sociales . La categoría de «autenticidad»
no pueden ser «abstraídas» de los conceptos; no existe un «primado» o «ser auténtico» (Bigcntlicbheit), que desempeña un papel central
absoluto de la práctica, etc.), imaginando al mismo tiempo que su en los primeros escritos de Heidegger, era un intento por reivindicar
«rualéctica negativa» puede contener algunas consecuencias prácticas la irreductible identidad d el individuo sometido a unas fuerzas socia-
para la conducta social. Sí intentamos extraer normas intelectuales les anónimas, denominadas con el término 'lo impersonal' (das Man).
o prácticas de su filosofía, éstas se reducen a los preceptos: «Debe-- El ataque de Adorno al idealismo alemán era entonces perfecta-
mos pensar de forma más intensiva, pero recordar también que no mente comprensible: quería afirmar el derecho de la Escuela de Frank-
existe punto de partida para el pensamiento» y «Debemos oponernos furt a ser el único luchador contra la «reificación», y probar que el
a la reificación y al valor de cambio». El hecho de que no podamos existencialisrno, si bien parecía combatir la reificación , de hecho la
decir nada positivo no es culpa nuestra ni de Adorno, sino que se suponía. Esta es la finalidad de Jargon der Eigentlicbleeit: tu}' deut-
debe al dominio del valor de cambio. Por 10 tanto, para el presente, scben Ldeologie (1964), en donde Adorno polemiza principalmente
sólo podemos «trascender» negativamente la civilización existente en con Heidegger, pero también con Jaspers y ocasionalmente con Buber,
su conjunto. De esta forma, la «dialéctica» negativa» ha proporcionado Bollnow y otros. Adorno acepta la idea de «reificación. y la tesis
el conveniente eslogan ideológico para los grupos izquierdistas que marxista de que resulta del sometimiento de los seres humanos al
buscan un pretexto para la destrucción total como programa político, valor de cambio, pero rechaza la idea del proletariado como salvador
y que elogiaron el primitivisrno intelectual como la suprema forma de la humanidad y no cree que se puede acabar con la «reificación»
de iniciación dialéctica. Sin embargo, sería injusto acusar a Adorno simplemente nacionalizando los medios de producción.
de fomentar estas actitudes. Su filosofía no es expresión de la revuelta Los principales puntos del ataque de Adorno al existencialismo
universal, sino de desamparo y desesperación. son los siguientes.
En primer lugar, los existencialistas han creado un lenguaje enga-
ñoso, cuyos elementos pretenden, por medio de una peculiar «aura»,
4. Crítica de la «autenticidad» existencial suscitar una mágica fe en la fuerza independiente de las palabras.
Esta es una técnica retórica que precede a cualquier contenido y me-
El exístencialisrno fue claramente el principal competidor de la ramente tiene por finalidad el parecer profunda. Se supone que la
Escuela de Frankfurt por cuanto respecta a la crítica de la «reiíica- magia de las palabras ha tomado el lugar del análisis de las verdaderas
ci ón», y fue más influyente como filosofía . Rara vez utilizaron este fuentes de la «reificación» y sugiere que ésta pueda ser curada sim-
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plemente mediante conjuros . Sin embargo, en realidad las palabras humana, reduciéndola al estado tauto16gico de «ser uno mismo», no
no pueden expresar directamente la irreductible subjetividad, ni pue- relacionado con el mundo exterior.
den generar el «ser auténtico»: es muy pos ible .adoptar el san to y Adorno ataca también los intentos de Heidegger por investigar
seña de «auten ticidad» y creer que uno ha escapado de la reificación, las raíces del lenguaje, que considera como una parte de la tendencia
si bien, de hecho, permanece sometido a ella. Además -y esto pa- general a glorificar los tiempos pasados, la rusticidad arcádica, etc "
rece ser el punto esencial- , «autenticidad» parece ser un reclamo y consecuentemente como algo relacionado con la ideología nazi de
o conjuro puramente formal. Los existencialístas no nos dicen de «sangre y patria» .
qué forma hemos de ser «auténticos»: si nos basta simplemente con La crítica de Adorno sigue las principales líneas de los ataques
ser lo que somos, entonces un opresor o asesino realiza su labor pre- marxistas convencionales a la «filosofía burguesa»: el existencialismo
cisamente por ser lo que es. En resumen (aunque Adamo no lo ex- pretende luchar contra la reificación, pero de hecho la agrava, dejando
presa en estas palabras) , la «autenticidad» no supone ningún conjunto a un lado los problemas sociales y prometiendo al individuo que puede
de valores específico y puede expresarse en cualquier conducta . Otro tener una «vida verdadera» simplemente decidiendo «ser él mismo».
concepto erróneo es el de «comunicación auténtica» en oposici ón al En otras palabras, la objeción es que la «jerga de la autenticidad»
intercambio mecá nico de estereotipos. Al hablar de comunicación au- no contiene un programa político . Esto es cierto, pero lo mismo po-
téntica, los existencialisras pretenden persuadir a las personas que dría decirse de la propia jerga de reificación y negación de Adorno.
pongan cura a la opresión social simplemente expresando sus ideas, La proposición de que debemos enfrentarnos constantemente contra
con lo que la conversación pasa a ser el sustituto de 10 que debe venir una civilización sometida a las presiones niveladoras del valor de cam-
tras ella (Adorno no explica en qué consiste esto) . bio no implica en sí ninguna regla de conducta social. Otra cosa
En segundo lugar, la «autenticidad» no puede ser en modo algu- sucede con los marxistas ortodoxos, que afirman que la reüicaci6n
no un remedio para la reificación, porque no se interesa por sus fuen- y sus nefastas consecuencias cesarán cuando todas las fábricas hayan
tes, a saber, el imperio del fet ichismo de la mercancía y del valor sido requisadas por el Estado; pero Adorno rechaza específicamente
de cambio; sugiere que cualquiera puede hacer auténtica su propia esta conclusión . Condena a la sociedad basada en el valor de cambio
vida, mientras que la sociedad en su conjunto sigue estando bajo el sin dar indicación de cómo sería una sociedad alternativa; y hay algo
yugo de la reificación. Este es un caso clásico de distracción de la de hipóc rita en su indignación con el fracaso de los existencialistas en
atención de la gente de las causas reales de su esclavitud, conjurando proporcionar un proyecto de futuro .
la ilusión de que puede realizarse la libertad en la conci encia indiví- Adorno tiene ciertamente razón al decir que la «autenticidad»
dual sin ningún cambio en las condiciones de la vida comunitaria. es un valor puramente formal del que no pueden deducirse conclu-
En tercer lugar, el efecto del existencialismo consiste en petrifi- siones o reglas morales. Además, es peligroso establecerla como la
virtud suprema, pues no ofrece protección moral contra la idea de
car toda el área de 13 vida «no auténtica» como una entidad meta-
que, por ejemplo, el jefe de un campo de concentración pueda alean-
física que no puede Ser abolida , sino sólo ser objeto de resistencia
zar, comportándose como tal, una verdadera realización como ser hu-
medi ante un esfuerzo limitado a la propia vida. Heidegger, por ejem- mano . En otras palabras, la antropología de Heidegger es amoral en
plo, habla de la vacía charla de cada día como una manifestación tanto no contiene u na definici ón de valores; pero su «teoría crítica»
del mundo reificado , pero la considera como un rasgo permanente, ¿está en mejor situaci ón? Es cierto que incluye la «razón» y la «li-
no advirtiendo que no existiría en una economía racional que no mal- bertad» entre sus conceptos básicos. Pero poco se nos dice de la «ra-
gasta ra el dinero en la publicidad. zón» en su forma dialéctica suprema, excepto que no está limitada
En cuarto lugar, el existencialísmo tiende a perpetuar la reifica- por las trivialidades de la lógica o el culto de datos empíricos, y por
ción no s610 distrayendo la at ención de las condiciones sociales, sino lo que toca a la «libertad» se nos dice primordialmente lo que no
por la forma en que deiine la existencia. Según Heidegger, la existen- es. No es ni una libertad burguesa, que refuerza la reificación en vez
cia humana individual (Dasein) es una cuestión de posesión de uno de curarla, ni es la libertad prometida por el marxismo-leninismo,
mismo y de autorreferencia, Se excluye todo contenido social de la pues esto es esclav itud . Obviamente debe ser algo mejor que éstas,
idea de autenticidad, que consiste en la voluntad de poseerse aupo pero parece difícil decir qu é. No podemos anticipar la utopía en tér-
mismo. De este modo, Heidegger reííica en realidad la subjetividad minos positivos; lo más que podemos hacer es trascender negativa-
360 Principales corrientes del 1J)II.rXÍgmo '10. La Escuela de Prankfurt y la ~teoría crítica .. 361

mente el orden existente. Con ello, ros preceptos de la teoría crítica a una medida común; era responsable de la imposición de estandárds
no son más que la llamada a una acción no especificada, y son, por matemáticos en la ciencia y de la creación de una economía basada
tanto, tao formales como la «autenticidad» de Heidegger. en el valor de cambio, esto es, de la transformación de los bienes de
todo tipo en tantas otras unidades de tiempo de trabajo abstracto. El
progresivo dominio sobre la naturaleza significaba la alienación de la
5. Crítica de la «Ilustracián» naturaleza, e igualmente el mayor dominio sobre los seres humanos;
la teoría del conocimiento de La Ilustración suponía que conocemos las
Aunque la Dialéctica de la Ilustracion, de Horkheimer y Adorno, cosas en tanto tenemos poder sobre ellas, y esto era válido tanto para
se compone de reflexiones libres y no coordinadas, contiene algunas el mundo físico como social. También significaba que la realidad no
ideas básicas que pueden ser reducidas a algún tipo de sistema. Escrito tenía un significado en sí, sino que sólo cobraba significado a través
a finales de la Segunda Guerra Mundial, el libro está dominado por la del sujeto, separando simultáneamente a sujeto y objeto. La ciencia
cuestión del nazismo que, en opinión de los autores, no era simple- adscribía realidad sólo a lo que podía ocurrir más de una vez -como
mente una monstruosidad, sino más bien una manifestación drástica en la imitación del «principio de repetición» que gobierna el pensa-
de la barbarie universal en que se sumía la humanidad. Atribuyeron miento mitológico. Intentaba contener el mundo en un sistema de
esta decadencia a la actuación consistente de los mismos valores) idea - categorías, volviendo las cosas concretas y a los seres humanos en
les y normas que antaño habían librado a la humanidad de la barba- abstracciones y creando así. las bases del totalitarismo. El carácter abs-
rie) y que se resumían en el concepto de «ilustración». Por ello estos tracto del pensamiento iba a la par con el dominio del hombre por
autores no entendían simplemente el movimiento concreto del si- el hombre: «La universalidad de ideas desarrollada por la lógica dis-
glo XVIII al que suele aplicarse el término, sino el «sentido más gene- cursiva, la dominación en la esfera conceptual, se nutren de la domi-
ral de pensamiento progresivo ( . .. ) que tiene por finalidad liberar nación actual» (p. 14) . La Ilustración en su forma desarrollada con-
a los hombres del miedo y afirmar su soberanía» (Dialéctica de la sidera todo objeto como idéntico a sí mismo; la idea de que una cosa
Ilustracián, p. 3). La «dialéctica» consistía en el hecho de que el mo- puede ser 10 que no es todavía es rechazada como un residuo de la
vimiento que aspiraba a conquistar la naturaleza y emancipar la tazón mitología.
de los grilletes de la mitología se había convertido, por su propia La necesidad de englobar el mundo en un único sistema concep-
lógica interna ) en su opuesto. Había creado una ideología positivista, tual, y la propensión al pensamiento deductivo, son aspectos especial-
utilitaria y, al reducir el mundo a sus aspectos puramente cuantitati- mente perniciosos de la Ilustración y constituyen una amenaza para
vos, había aniquilado toda significación, barbarizado las artes y las la libertad.
ciencias y sometido progresivamente a la humanidad al «fetichismo
de la mercancía». La Dialéctica de la Ilustración es un tratado his- Pues la Ilustración es tan totalitaria como cualquier sistema . Su mentira no
tórico de ejemplos fortuitamente elegidos y no explicados para ilus- consiste en lo que sus enemigos rorndnticos le han reprochado siempre: el mé-
trar las diversas formas de degradación de los ideales «ilus trados» ; tras todo analítico, la vuelta a los elementos, la disolución mediante el pensamiento
unas observaciones introductorias sobre el concepto de Ilustración reflexivo; sino en el hecho de que para la Ilustración el proceso (Prozess)
está siempre decidido desde el principio. Cuando en una operación rnarernática
incluye capítulos sobre Odiseo, el marqués de Sade, la industria del
lo desconocido se convierte en la cant idad desconocida de una ecuación, esto
ocio y el antisemitismo. 10 caracteriza como algo bien conocido aun antes de haber establecido su
La Ilustración, al intentar liberar a los hombres del opresivo sen- valor. La naturaleza, antes y después de la teoría cuántica, es aquello que
tido de m isterio en el mundo, afirmó simplemente que lo misterioso ha de ser comprendido matemáticamente (.. .l. En la identificación anticipada
no existía. Aspiró a una forma de conocimiento que permitiera a los con la verdad de un mundo completamente concebido y matematízado, la Ilus-
hombres un control sobre la naturaleza, y de esta forma descartó tración pretende asegurarse contra la vuelta de 10 mítico . Confunde el pensa-
todo conocimiento de los significados) destrozando nociones tales como miento con la matemática (... ). El pensamiento se objetualiza él también para.
las de sustancia, cualidad y causalidad y conservando sólo 10 que podía convertirse en un proceso automático y autoactivador (.. . l, El procedimiento
matemático se convierte, por as! decido) en el ritual del pensamiento, (... ) con-
servir a la :finalidad de manipular las cosas. Aspiraba a dar unidad al
vierte el pensamiento en una cosa, un instrumento (Dialéctica de la Ilustra-
ámbito del conocimiento y la cultura y a reducir todas las cualidades fi6n, pp. 24-5).
.362 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Franldurt 'l Ia «teoría crítica» 363

En resumen, la ilustración no quiere ni puede comprender lo intercambiables. La razón y el sentimiento son reducidos a un nivel
nuevo. sólo se interesa por lo recurrente, lo ya conocido. Pero, al impersonal; la planificación racionalista degenera en el terror rota-
contrario que las reglas de la Ilustración, el pensamiento no es cues- litario; y todas las virtudes tradicionales son declaradas contrarias a
tión de percepción, clasificación y recuento; consiste en «la negación la razón y consideradas como ilusorias, idea ya implícita en la división
determinada de cada inmediatez sucesiva» (bestimmende Negation des cartesiana del hombre en sustancia extensa y pensante .
fe Unmiuelbaren) (ibid., p. 27) -esto es, presumiblemente en avan- La destrucción de la razón , el sentimiento. la subjetividad, la
zar más allá de lo posible. La Ilustración convierte el mundo en una cualidad y la propia naturaleza por la impía combinación de mate-
tautología, volviendo así al mito que intenta destruir . Limitando el mática, lógica y valor de cambio se aprecia especialmente en la degra-
pensamiento a los «hechos» que deben ser dispuestos en un «siste- dación de la cultura, un ejemplo flagrante de lo cual lo constituye
ma» abstracto, la ilustración santifica lo que existe, es decir, la injus- la moderna industria deJ ocio. Toda la cultura de masas ha pasado
ticia social; el industrialismo «reiíica» la subjetividad humana, y el a ser dominada por un único sistema regido por los valores comer-
fetichismo de la mercancía predomina en todas las esferas de la vida. ciales. Todo sirve para perpetuar el poder del capital -incluso el
El racionalismo de la Ilustración, además de aumentar el poder hecho de que Jos trabajadores hayan conseguido un nivel de vida bas-
del hombre sobre la naturaleza, incrementó el poder de algunos seres tante alto y de que las personas puedan hallar viviendas habitables.
humanos sobre otros, y por este motivo ha sobrevivido su utilidad. En Alemania hubo un tiempo en que el Estado protegía las formas
La raíz del mal fue la división del trabajo y, con ella, la alienación superiores de la cultura contra la actuación del mercado, pero esto se
del hombre con respecto a la naturaleza; el dominio pasó a ser la única acabó ya y en la actualidad los artistas son los esclavos de sus mar-
finalidad del pensamiento, destruyendo, por tanto, al propio pensa- chantes. La novedad es anatema; tanto la producción como el goce del
miento. El socialismo adoptó el estilo de pensamiento burgués, que arte están planificados de antemano, como debe ser para que el arte
consideraba la naturaleza como algo completamente ajeno, lo cual le sobreviva a la competencia de mercado. De esta forma, el propio
convirtió en un sistema totalitario. De esta forma, la Ilustración arte. contrariamente a lo que constituye su función primaria, ayuda
emprendió un camino suicida, y la única esperanza de salvación pa- a destruí!' la individualidad y convierte a los seres humanos en este-
rece ser la teoría : «la verdadera práctica revolucionaria (unuialzende reotipos. Los autores se lamentan de que el arte se haya vuelto barato
Praxis) depende de la intransigencia de la teoría frente a la insensi- y accesible, pues esto significa inevitablemente su degradación .
bilidad (Beiousstlosigkeit) con que la sociedad permite que se osifique En general, su concepto de 'ilustración' es un híbrido fantástico
el pensamiento» (p. 41). y ahistórico compuesto de todo lo que detestan: positivismo, lógica,
Según la Dialéctica de la Ilustración, la leyenda de Odisea es el ciencia deductiva y empírica, capitalismo, poder del dinero. cultura
prototipo o símbolo del aislamiento del individuo precisamente por· de masas, liberalismo y fascísmo. Su crítica de la cultura -aparte de
que está plenamente socializado. El héroe huye de los cíclopes llaman- algunas observaciones verdaderas, que desde entonces han pasado a
dose a sí mismo «Nadie»: para conservar su vida, la destruye. Como ser lugares comunes, sobre los peligros del arte comercializado- está
dice el autor, «Esta adaptación lingüística a la muerte contiene el es- impregnada de nostalgia hacia los días en que el goce de la cultura
quema de la matemática moderna» (p. 60). En general, la leyenda estaba reservado a una élite: es unataque a la «época del hombre
muestra que una civilizaci ón en la que los hombres intentan afirmarse común» en un espíritu de desprecio feudal por las masas. La sociedad
a sí mismos sólo es posible mediante la negación de sí misma y la de masas fue atacada desde diversos prismas en el siglo pasado por
represión; así, en la Ilustración, la dialéctica asume un aspecto freu- Tocqueville, Renan, Burckhardt y Nietzsche, entre otros; lo nuevo
diano. en Horkheimer y Adorno es que unen su ataque a la embestida contra
El epítome perfecto de la Ilustración del siglo XVIII fue el mar- el positivismo y la ciencia y que, siguiendo a Marx. conciben como
qués de Sade, que llevó la ideología de la dominación hasta su con- la raíz de todos los males la división del trabajo, la «reificación» y el
secuencia lógica extrema. La Ilustración considera los seres humanos dominio del valor de cambio. Sin embargo, van mucho más lejos que
como elementos repetibles y sustituibles (por tanto, «reíficados») de Marx: el pecado original de la Ilustración, según ellos, fue separar al
un «sistema» abstracto, y ésta es también la significación de la forma hombre de la naturaleza y considerar esta última como un mero objeto
de vida del marqués de Sade. La idea totalitaria latente en la filo- de explotación, con el resultado de que el hombre fue asimilado al
sofía de la Ilustración asimila las características humanas a mercancías orden natural e igualmente explotado . Este proceso halló su reflejo
364 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» 365

i~eológico en la ciencia, que no se interesa por las cualidades, sino no sólo en el sentido de tener algún interés práctico a la vista, sino
solo por lo que puede expresarse cuantitativamente y servir a obje- también de considerar su actividad cognitiva como parte de una cierta
tivos de orden tecnológico. práctica social, estará más o menos obligado a considerar como verda-
Como puede verse, el ataque está esencialmente en la Iínea de la dero todo aquello que parezca favorecer al interés particular con el
tradición romántica. Pero los autores no ofrecen ninguna salida al que se identifica, esto es, a aplicar criterios genéticos y pragmáticos
estado de decadencia: no dicen c6mo volver a ser amigos de la natu- de verdad. Si adoptáramos este principio, desaparecerfa la ciencia que
raleza nuevamente, o cómo librarnos del valor de cambio y vivir sin conocemos y seria sustituida por la propaganda política . Indudable-
dinero o cálculo. El único remedio que pueden ofrecer es el razona- mente, la ciencia social refleja de diversas formas diferentes intereses
mi,e~to teór~co, y podemo~ sospechar qU7 en su opinión su principal políticos y preferencias; pero una regla que pretendiera generalizar
mento consiste en estar libre del despotismo de la lógica y la mate-- estas influencias en vez de minimizarlas convertirla la ciencia en un
mática [la lógica, nos dicen, significa d desprecio por lo individual). instrumento de la política, como ha sucedido con la ciencia social en
Es de de stacar que mientras que los socialistas de antaño habían los Estados totalitarios. La observacíón y discusión teórica perderían
denunciado al capitalismo por producir pobreza, la principal censura completamente su autonomía, que es lo contrario de lo que querrían
qu: le hace la Escuela de Frankfurt es que engendra abundancia y los escritores de Frankfurt, como afirman por doquier.
satisface una multitud de necesidades, en detrimento de las formas También es cierto que la observación científica no produce fines
culturales superiores. de por sí; esto es así incluso si hay implícitos algunos juicios de valor
La Dialéctica de la Ilustracián contiene todos los elementos del en las reglas que prescriben las condiciones bajo las cuales ciertas
posterior ataque de Marcuse a la filosofía moderna, que supuesta- afirmaciones o hipótesis pasan a formar parte de la ciencia . Los cáno-
mente f?vorece el totalitarismo al afirmar el «neutralismo» positivista nes de procedimiento científico no son violados por el hecho de que
en relación al mundo de los valores e insistir en que el conocimiento el investigador quiera descubrir algo que vaya a servir a una finalidad
humano debe estar controlado por los «hechos». Este extraño para- práctica, o que su interés esté inspirado por alguna preocupación
logismo, que identifica la observancia de las reglas empíricas y lógicas práctica. Peto sí son violados con el pretexto de «superar» la dico-
con la fidelid ad al status quo y el rechazo de todo cambio, se observa tomía de hechos y valores (como los escritores de Frankfurt, y muchos
una y otra vez en los escritos de la Escuela de Prankfurt. Si se estudia otros marxistas, se vanaglorian constantemente de haber hecho), la
a la l':lz de la ?isroda el. supuesto vínculo entre positivismo y conser- verdad de la ciencia se subordina a los criterios de cualquier otro in-
vadurismo social o totalitarismo (¡los autores consideran a ambos sis- terés; esto signi6ca simplemente que es verdadero todo 10 que se
temas como uno y el mismo!), resulta ser cierto todo 10 contrario: el adapta a los intereses con los que se identifica el científico. -
positivismo, desde Hume en adelante, estuvo vinculado a la tradición Las reglas de observación empírica se han desarrollado durante
liberal. Obviamente, tampoco existe una conexión lógica. Si el hecho siglos en la mente europea, de la Edad Media en adelante. Que su
de que la observación científica es «neutral» hada su objeto y se abs- desarrollo haya ido ligado en parte a la difusión de la economía de
tiene de toda evaluación supone que favorece al status quo, tendría- mercado es posible, aunque no probado irrefutablemente; en esto,
mo~ , que afirmar que la observació? 6siopatológica supone la apto- como en la mayoría de los demás temas, los defensores de la «teoría
bación de la enfermedad y la creencia de que no debe ser combatida. crítica» ofrecen sólo meras afirmaciones, desprovistas de análisis his-
~iert~mente.' existe una diferencia esencial entre la medicina y las tóricos. Si existe realmente un vínculo histórico, en modo alguno se
crencias SOCIales (aunque las observaciones de los 61ósofos de Frank- sigue aún de éste que estas reglas sean un instrumento del «fetichismo
furt en este concepto pretenden ser de validez para todo conocimien- de la mercancía» y un medio defensivo del capitalismo; cualquiera
to). En las ciencias sociales, la propia observación forma parte del de estas afirmaciones no es de hecho más que un sínsentido. Los escri-
objeto, si por éste se entiende todo el entramado social. Pero de ahí tares de que hablamos parecen creer que existe, al menos potencial.
no se sigue que un científico que se abstiene en la medida de lo posi- mente, alguna ciencia alternativa que satisfaga las exigencias de la
ble de formular juicios de valor sea un agente de estabilidad social naturaleza humana, pero no pueden decirnos nada acerca de ella . De
o conformismo; puede serlo o no, pero no puede deducirse nada sobre hecho, su «teoría crítica» no es tanto una teoría como una afirmación
el particular del hecho de que su observacíón sea «externa» y descom- general de que la teoría tiene mucha importancia, algo que pocos pue-
prometida. Si, por otra parte, el observador está «comprometido» den negar, y un alegato en favor de una actitud crítica hacia la sacie-
367
.366 Plincipales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica»
esta
cultura de Adorno es al parecer que debemo s protest ar, pero que
da.d exist~nte, que se nos 0v~ta !1 «trasce nder» median te el
pensa-
No podemo s recuper ar los valores del pasado, los
miento. SIn embarg o, esta invitaci ón carece de sentido en tanto sus protesta será inútil.
o;
autores r;o pueden decirno s en qué direcció n hay que trascen der el del present e son pobres y bárbaro s y el futuro no ofrece ningun
actitud de negació n total, privada de
orden existen te. Desde este punto de vista como hemos observa
do el todo 10 que nos queda es una
marxism o ortodo~o es más específi co, pu~s al menos afirma que ~na conteni do por su m isma totalida d.
,
qu~ los medlO.s de pr?ducc lón sean de propied ad pública y que Si lo precede nte es una present ación fiel de la obra de Adorno
vez ésta como una continu ación del pen-
el Partido Comum sta este en el poder, sólo quedará n por resolve
r no sólo no podemo s conside rar
en
a~gunos ~equeños problem as técnicos para consegu ir In Iiberrad y feli- samient o de Marx, sino como algo diametr almente opuesto a éste
, su respues ta
cidad univers ales. Estas afirmaciones han sido totalme n te refu
tadas razón de su pesimis mo: a falta de una utopía positiva
an. final a la condición humana s610 puede ser UD grito inarticu lado.
por la experiencia, pero al menos sabemo s qué signific
La Dialéctica de la Ilustración y otras obras de la Escuela de
~ra~kf';1rt contien en numerosas observaciones justas sobre la comer-
cialización del arte en la sociedad industr ial"y la inferior idad de
los 6. Erich Fromm
es depend ientes del mercad o. Pero sus autores tie-
product os cultural
nen. ,dudosos motivo s para afirmar que esto ha conduc ido a la
degra- Erich Fromm (nacido en 1900) ha vivido en los EE. UU. desde
sobre
1932, y empezó como freudia no ortodox o) pero es conocid o
d~clO.n ~e.] ar,te en general ~ del goce artístico de la gente. Si esto fuera
de la escuela «cultur alisra» de psicoan álisis,
a~l slg~i.Gcan~ que, . por eJempl~ , la poblaci ón rural del siglo XVIII todo como eafunda dor
junto con Karen Horney y Harry Sullívan. Esta escuela se apartó
~Jsfruto de. cI;rtas formas superiores de cultura , pero que el capita- tir el
1is~~ le prIVO gradual mente de éstas y las sustituy ó por ob jetos y tan radicalm ente de la tradició n freudian a (excepto por compar
o, campo de interés general ) que conserv ó pocos elemen tos de
actividades de ocio cada vez más pobres y masificadas . Sin embarg mismo
va- la antropo logía psicoan alítica, la teoría de la cultura e incluso la teo-
no está nada claro que el campes inado del siglo XVIII gozara de de la
lores artístico s superio res, en la forma de ceremonias religiosas, depor- ría de las neurosi s . Prornm puede ser conside rado como primo
de Frankfu rt, no sólo porque pertene ció al Institu t für So-
o- Escuela
tes y danzas popular es, que los que la televisión ofrece a los trabajad sino también , en razón
res actuales. La llamada cultura «superi or» no ha desapar ecido,
sino zialfors chung y publicó artículos en ] ournal,
rt la
e in- del conteni do de su obra. Compa rtió con sus colegas de Frankfu
que se ha vuelto l!)comparablemente más accesible que nunca, que los análisis rnarxian os de la reificac ión y la aliena-
dudable mente es ~lsfrut ada P?r mayor número de persona s: por ello convicc ión de
n
es muy poco convmc ente decir que sus dramáti cos cambios formale
s ción eran aún válidos y tenían una importa ncia vital para la solució
de la civiliza ción modern a. Al igual que
en el siglo xx sean todos ellos explica bles por el domini o del valor de los. problem as básicos
Iibe-
de cambio . muchos otros, no estaba de acuerdo con Marx acerca del papel
de radar del proleta riado; la alienación, en la que estaba especia lmente
Adamo , que se refiere a la degrada ción del arte en muchos .
sus escritos , parece p.ensar que la situaci ón actual es desespe rada, esto interesa do, era un fenómeno que afectaba a todas 'las clases sociales
o , no compar tía el negativ isrno y pesimis mo de Adorno .
es, que el arte no nene fuerzas para renacer y pasar a desemp
eñar Sin embarg
o y no confiab a en que
su verdade ra función. Por una parte, existe un arte «afirma tivo »
que Aunque no tenía fe en el determi nismo históric
social
acepta la situació n actual y pretend e hallar uua armoní a donde hay las leyes de la historia exigían la implant ación de un orden
tos de re- mejor, estaba conven cido de que los seres humano s tenían un enorme
sólo caos (por ejemplo , Stravin ski); por otra existen inten
real incluso los potenci al creativo que podía ser aprovec hado para superar su aliena-
sistencia pero, como no tienen raíces en el mundo
genios ,(como , por ejemplo , Schonberg) se ven forzados ;1 escapismo, ción de la natural eza y de los demás hombre s, y para estable cer
en el amor fraterno . Al contrar io que Adorno ,
un
creía
orden basado
en~errandos.e a sí mJsm~s ,en campos autosuf icientes de su propio rna-
en
terial artístico . El rnovuruento de vangua rdia es una negación,
pero posible definir en líneas generales el carácte r de una vida social
za humana . Tambié n al contrar io que Adorno ,
to es armonía con la naturale
al menos por el momen to no puede ser nada más; por el momen
nuestra época, al contrar io que la cultura de masas y el cuyos libros están llenos de orgullo y arrogancia, los escritos de Fromm
adecuad o a
falso arte «afirma tivo», pero es una manifes tación deprim ente, expre- están imbuid os de buena volunta d y fe en la capacid ad de amistad
la y cooperación de los hombre s; quizá fue por esta razón por la que
siva de la bancarr ota cultura l. La última palabra de la teoría de
368 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» 369
consideró inaceptable el freudismo. Puede ser considerado como el mo no son protectores, sino destructores, de los intereses del indivi-
Feuerbach de su época . Sus libros son simples y legibles; su intención duo, y el resorte del odio hacía uno mismo más que el del amor
didáctica y moralista no queda oculta, sino que es afirmada de forma propio.
llana y directa. Cualquiera que sea su tema -la teoria del carácter, Fromm concede que el hombre está dotado de ciertos instintos
el budismo Zen, Marx o Freud-, todas sus obras están inspiradas permanentes, y que pueda hablarse en este sentido de una naturaleza
por un pensamiento crítico y constructivo. Entre sus títulos más des- humana inmutable. Incluso dice que la tesis contraria, la de que no
tacados figuran Escape [rom Freedom (1941), Nan for Hímself existen constantes antropológicas, es peligrosa, pues sugiere que los
(1947), The Sane Society (1955), Zen Buddhism y Psycoanalysis (con seres humanos son inlinitamente maleables y pueden adaptarse a cua-
D. r. Suzuki y R. de Martino, 1%0) y Marx's Concept of Mon lesquiera condiciones, con 10 que la esclavitud, bien organizada, podría
(1961). durar indefinidamente. El hecho de que las personas se rebelen contra
Ftomm cree que la teoría freudiana del inconsciente abrió un las condiciones existentes muestra que no son infinitamente adapta-
campo de estudio extremadamente fértil, pero rechaza casi por como bles, y éste es un motivo de optimismo. Pero lo principal es averiguar
pleto la teo ría antropológica basada en la libido y las funciones pura- qué rasgos humanos son realmente con stantes y cuáles son históricos;
mente represivas de la cultura. Freud afirmó que el ser humano podía y aquí Freud tuvo un error culpable, al confundir los efectos de la
ser definido por las energías instintivas que inevitablemente le opo- civilización capitalista con las características inalterables de la especie
nían los demás; el individuo es an tisocial por naturaleza, pero la humana.
sociedad le proporciona una sentido de seguridad a cambio de la limi- En general, prosigue Freud, las necesidades humanas no se limi-
tación y represión de sus deseos instintivos. Los deseos insatisfechos tan a la sat isfacción individual . Las personas necesitan vínculos con
son canalizados en otras áreas socialmente permitidas y son sublima- la naturaleza y con los demás -y no vínculos cualesquiera, sino unos
dos en la actividad cultural; sin embargo, la cultura y la vida social que les den un sentido de finalidad y de pertenencia a la comunidad;
continúan controlando los impulsos que no pueden ser destruidos, y necesitan amor y comprensión, pues sufren cuando están aislados y
los productos culturales creados como sustitutos de deseos no satis- privados de todo contacto. Un ser humano necesita también condi-
fechos ayudan a reprimir aún más estos impulsos. La posición del ciones en las cuales pueda hacer pleno uso de sus facultades: no ha
hombre en el mundo será desespetada en tanto la satisfacci ón de los nacido simplemente para hacer frente a enfermedades y peligros, sino
deseos naturales signifique la ruina de la civilización y la destrucción para participar en tareas creativas.
de la especie humana. El conflicto existente entre las demandas ins- Por esta r azón, el desarrollo de la especie humana, o la autocrea-
tintivas y la vida comunitaria necesaria para los seres humanos no ción del hombre, ha sido una historia de tendencias conflictivas. Des-
podrá resolverse nunca, ni el complejo de causas que incesantemente de que el hombre se liberó del orden natural y se convirtió en un
les impulsan hacía las soluciones neuróticas. La sublimación en la for- ser humano , con frecuencia se han opuesto la necesidad de seguridad
ma de actividad creativa es sólo un sustituto, y además s610 es acce- y las tendencias creativas . Queremos libertad, peto también sentimos
sible a una minoría. temor hacia ella , pues la libertad significa responsabilidad y falta
A esto Fromm replica que la doctrina de Freud es una ilegítima de seguridad. Por consiguiente, los hombres se refugian de la carga
universalización de una experiencia histórica limitada y, además , que de la libertad en su sumisión a la autoridad y a los sistemas cerrados;
se basa en una falsa teoría' de la naturaleza humana. No es cierto que ésta es una tendencia innata, si bien destructiva, una falsa huida del
un individuo pueda ser de6nido por la suma de sus impulsos instin- aislamiento hacia la renuncia a uno mismo. Otra forma de huida es
tivos , exclusivamente dirigidos hacia su propia satisfacción, y por con- el odio, en el que el hombre intenta superar su aislamiento mediante
siguiente hostiles a los demás. Freud habla como si, dando algo de sí la destrucción ciega.
a los demás, un hombre se separara de una parte de riqueza que podía A partir de estas ideas, Fromm distingue tipos u orientaciones
haber conservado; pero el amor y la amistad son un enriquecimiento psicológicas que difieren de las de Freud por cuanto son explicadas
y no un sacrificio . La teoría de Freud es un reflejo de unas determi- en términos de las condiciones sociales y las relaciones familiares y
nadas condiciones sociales que hacen que los intereses de los indivi- no meramente por la distribución de la libido; además, al contrario
duos estén en mutuo conflicto; pero ésta es una etapa histórica, y no que Freud, las considera expresamente buenas o malas . El carácter se
un efecto necesario de la naturaleza humana . El egoísmo y egocentris- forma a partir de la niñez por el entorno del niño y su sistema de
Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crí tica» 371
.370
castigos y recompensas. El tipo «recepti.vo» s~ <;aracteriza por la corn- vitud, aislamiento, infelicidad y desgracia humana. Las doctrinas to-
placencia, el optimismo y la henevolencia paslVa;. las personas de e~te talitarias y los regímenes comunistas no tienen en este pa rticular nada
tipo son adaptables, pero carecen de f~~za creanva., Por el contrario, en común con la visión humanista de Marx, cuyos principales valores
el tipo «explotador » es agresivo, envidioso y proclive a tra~ar a los son la solidaridad voluntaria, la expansión de las facultades creativas
demás meramente como una fuente de provecho para sí mismo. El del hombre, la libertad de toda coerción y de la autoridad irracional.
tipo «acaparador» se expresa menos en la ~gresión acü,:,a que en la Las ideas de Marx son una rebelión contra las condiciones en las
sospecha hostil ; es tacaño, centrado ~n sí mismo y procliye al refina- que hombres y mujeres pierden su humanidad y se convierten en mero
miento estéril. Otro tipo no productivo es el de orientación «c?Jl.ler- canelas, pero también una profesión de fe optimista en su capacidad
cial», que obtiene satisfacci6n de su adaptación a. las modas y ~abl tos para volver a ser humanos de nuevo, conseguir la libertad no s610
dominantes. Por otra parte, los caracteres creativos no son nJ agre- de la pobreza, sino también para desarrollar sus facultades creativas.
sivos ni conformistas, y buscan el co ntacto con l~s demás ~ un espí- Es absurdo interpretar el materialismo histórico de Marx en el sen-
ritu de amabilidad e iniciativa y cierta dosis de inconformismo. Esta tido de que las personas están siempre movidas por intereses mate-
es la mejor combinación de todas, pues su inconformi~:n0 no deg.ene- riales. Por el contrario , Marx creía que los hombres perdían su ver-
ra en agres ividad, mientras que su dese? de co?peraclOn y.capacidad dadera naturaleza cuando las circunstancias les obligaban a no cuidar
de amor no se degrada hasta la adaptación pasrva. Estos dlve~sos ca- por nada más que por sus intereses, Para Marx, el principal problema
racteres se corresponden con la tipología previamente esta~lec:?a por era cómo liberar al individuo de las cadenas de la dependencia y
los freudianos, y sobre todo por Abraham, P7ro la. explicaci ón que permitir a los seres humanos vivir de nuevo en relaciones de frater-
hace Fromm de su origen subraya 110 las sucesivas fijaCIOnes sexuales nidad, Marx no dijo que el hombre debía ser eternamente el juguete
del niño, sino el papel que desempeña el círculo familiar y los valores de fuerzas irracionales que escapaban a su control; por el contrario,
de la sociedad. . . afirmó que el hombre podía 'ser dueño de su destino. Si, en la prác-
La sociedad capitalista desarrollada en Europa en los últimos den tica, los productos alienados del trabajo humano se convertían en
años ha liberado grandes posibilidades creativa~ en los seres huma- fue rzas antihurnanas, si las personas sucumbían a la falsa conciencia
nos, pero también poderosos elementos destructlv~s: Los. ho.~bres se y a las falsas necesidades y si (como habían dicho tanto Marx 'lomó
han hecho conscientes de su dignidad y responsabilidad individuales, Freud) no comprendían sus verdaderos motivos, todo ello no era ' por-
pero se han hallado en una. situación d0t?i.n~d~ por la competitividad que así lo exigía su naturaleza . Por el contrario, UDa sociedad domi-
universal y el conflicto de Intereses. La iruciatrva personal se ha con- nada por la competencia, el aislamiento, la explotación y la enemistad
vertido en un factor decisivo en la vida , pero también se ha atribuido era contraria a la naturaleza humana, que --como Marx creía no me-
una creciente importancia a la agresión y la explotación. La suma nos que Hegel o Goethe- hallaba su verdadera satisfacción en el
total de aislamiento y soledad ha crecido por encima de Jo deseable, trabajo crea tivo y la amistad, y no en la agresión o la adaptación pa-
y las condiciones sociales hacen que las personas s~ trate,n entre sí siva . Marx quería que los hombres se volvieran a unir con la natu-
como cosas y no como personas. Uno de los remedios ~as fals,?s y raleza y consigo mismos, salvando así la distancia existente entre
peligrosos contra el aislamiento consiste en bu.scar proteccIón en siste- sujeto y objeto; Fromm, que subraya especialmente este motivo de
mas autoritarios irracionales tales como el fascismo. los Manuscritos de 1844, observa que Marx está aquí de acuerdo con
La revisión radical del freudismo en Frornm tiene una cornpo- toda la tradición del humanismo alemán y también con el budismo
nente marxista, tanto porque explica las rel~ciones hum,an~s ~n ~ér. Zen. Por supuesto, Marx quiso conocer el final de la pobreza, pero
minos de historia y no de mecanismos defensivos y energía lhsur:tIVa, no que el consumo aumentase indefinidamente . Su interés primordial
como porque se basa en juicios de valor .acordes con el pensamiento era la dignidad y felicidad humanas; su socialismo no consistía en la
de Marx. Fromm considera los Manuscrztos de 1844 como la expo- satisfacción de las necesidades materiales, sino en crear las condiciones
sición fundamental de la doctrina de Marx; subraya que no existe en las que los hombres pudieran realizar su personalidad y se recon-
un cambio esencial entre esta obra y El capital (defendiendo esta te- ciliaran con la naturaleza y con los d emás. Los temas de Ma rx eran
sis en discusión con Daniel Bell), pero considera que el éla~ de los la alienación del trabajo, la pérdida de significado en el proceso de
primeros textos se pierde en las obras posteriores . La cuestión cen- trabajo, la transformación de los seres humanos en mercancías: en
tral, afirma, es la de la alienación, que representa la suma de escla- su opinión, el mal básico del capitalismo no era la injusta disttibu-
372 Principales corrientes del marxismo lO. La Escuela de Frankfurt y la eteorfa crítica» 373

ción de los bienes, sino la degradación de la humanidad, la des- en desarrollar su personalidad y vivir en armonía con los demás;
trucción de la «esencia» de la humanidad . Esta degradación afecta- pero , por otra parte, es consciente de que la «naturaleza humana»
ba a todos, no sólo a los trabajadores, y por ello el mensaje de es también un concepto normativo. Obviamente, el concepto de alie-
emancipación de Marx era universal y no se refería exclusivamente nación (o de deshumanización del hombre) y también la distinción
al proletariado. Marx creía que los seres humanos podían compren - entre necesidades verdaderas y falsas deben, para ser algo m ás que
der su propia naturaleza racionalmente y, con ello, podrían liberarse un conjunto de normas arbitrarias, estar basados en alguna teoría
de las falsas necesidades que estaban en conflicto con ésta : esto po- de la naturaleza humana tal y como la conocemos en el presente, si
dían hacerlo por sí mismos, dentro del proceso histórico , sin ninguna bien en un estado «no desarrollado». Pero Fromm no explica cómo
ayuda de fuerzas extrahist óricas. Al afirmar esto, piensa Frormn, Marx conocemos que la naturaleza exige , por ejemplo, más solidaridad y
estaba en la linea no sólo de los pensadores utópicos del Renacimiento menos agresión . Es cierto que de hecho las personas son capaces de
y la Ilustración, sino también con las sectas quili ésticas, los profetas solidaridad, amo r, amistad y autosacrificío, pero de ahí no se sigue
hebreos e incluso con el tomismo. que quienes exhiben estas cualidades sean más «humanos» que sus
En opinión de Frornm, toda la cuestión de la liberación humana opuestos . La descripción que hace Fromm de la naturaleza humana
se resume en la palabra «amor », que consiste en tratar a los demás presenta así una ambigua mezcla de ideas descriptivas y normativas,
como un fin y no sólo como un medio; también significa que el indi- que es también característica de Marx y de muchos de sus segui-
viduo no pierde su propia creatividad o se pierde a sí m ismo en la dores.
personalidad del otro. La agresividad y la pasividad son los dos lados Fromm hizo mucho por popularizar la idea de Marx como huma-
de W1 mismo fenómeno de degradación, y ambas deben ser sustituidas nista, y tuvo indudablemente razón al luchar contra la cruda y pri-
por W1 sistema de relaciones basado en el compañerismo sin confor- mitiva interpretación del marxismo como una teoría «materialista»
mismo y la creatividad sin agresión. de los motivos humanos y conducente al despotismo. Pero no analizó
Como se puede ver en este resumen, la adopción que Fromm hace la relación existente entre el marxismo y el comunismo moderno,
de Marx se basa en una verdadera interpretación de su concepción diciendo simplemente que el comunismo totalitario era contrario a
humanista, pero no obstante es muy selectiva. Fromm no considera los ideales de los Manuscritos de 1844. Su descripción de Marx es '-.
las funciones positivas de la alienación o el papel del mal en la histo- casi tan unilateral y simplista como la que critica, que presenta al
ria; para él, al igual que para Feuerbach, la alienación es simplemente marxismo como una preparación del estalinismo . En cuanto 11 la armo-
mala . Además, Frornm adopt6 de Marx sólo la idea final del «ser hu- nía preestablecida entre el ma rxismo y el budismo Zen, se basa en al-
mano total», la utopía de la reunión con la naturaleza y la perfecta gunas frases de los Manuscritos acerca de la vuelta a la unión con la
solidaridad entre los hombres, fomentada y no obstaculizada por la naturaleza. Estas están, sin duda , en consonancia con la apocalíptica
creatividad individual. Adopta su utopía , pero ignora toda la parte idea del joven Marx de una reconciliación total y absoluta de todo
de la doctrina de Marx que indica cómo llegar hasta ella -su teoría con todo, pero es una exageración conside rarlas como parte del nú-
del Estado, el proletariado y la revolución. Al hacerlo ha escogido cleo central de la doctrina marxista. De hecho , Fromm sólo conserva
los aspectos más aceptables y menos controvertidos del marxismo : aquella parte de la doctrina de Marx que éste tuvo en común con
todo el mundo estaría de acuerdo en que las personas deben vivir Rousseau,
en buenas relaciones y no degollarse mutuamente, y que es mejor
ser libre y creativo que no sofocado y oprimido. En resumen, el mar-
xismo de Fromrn es poco más que una serie de aspiraciones triviales. 7. La teoría crítica (continuacián) . !ürgen Habermas
Tampoco está claro a partir de su análisis cómo llegaron los hombres
a estar dominados por el mal y la alienación, o qué motivos hay para Habermas (nacido en 1929) es considerado corno W10 de los más
esperar que al final prevalezcan las tendencias positivas sobre las des- importantes .6lósofos alemanes de la actualidad. Los títulos de sus
tructivas . La ambigüedad de Frornm es típica del pensamiento utópico principales obras -Theorie und Praxis (196.3), Erleenninis und In/e-
en general . Por otra parte, a.6.rma que deriva su ideal de la naturaleza resse (1968), Technik und Wissenschaft als «Ideologie» (1970)-
humana tal como es realmente , aunque no está realizada en la ac- apuntan hada sus principales intereses filosóficos . Su obra incluye un
tualidad; en otras palabras, el verdadero destino del hombre consiste análisis antipositivista acerca de los vínculos existentes entre el razo-
374 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurr y la «teoría crítice» 375

namiento teórico -no s610 en las ciencias sociales e históricas, sino la Razón era independiente de los intereses humanos fue sancionado
también en la historia natural- y las necesidades prácticas, intereses por la epistemología del positivismo como un programa cienúfico
y conducta de los seres humanos. Sin embargo, no es una sociología libre de juicios de valor y, por tanto, incapaz de realizar funciones
del conocimiento, sino más bien una crítica epistemológica destinada emancipatorias,
a mostrar que ninguna teoría puede basarse propiamente en los cri- Sin embargo, Habermas, al igual que el resto de la Escuela de
terios propuestos por las escuelas positivista y analítica, que el posi- Frankfurt, no se interesa por el «primado de la p ráctica» en el sen-
tivismo contiene supuestos no dictados por intereses teórico s, pero tido de Lukács o el del pragmatismo. Se interesa por la vuelta a la
que es pos ible hallar un punto de vista a partir del cual coincidan idea de praxis como distinta de la técnica, esto es, recuperando el
el interés práctico y la perspectiva teórica. Estos temas entran cier- concepto de Razón consciente de sus funciones prácticas, no sometida
tamente dentro de la esfera de intereses de la Escuela de Frankfurt; a fines impuestos «desde fuera», sino abarc ando de algún modo fines
pero Habermas muestra una mayor precisión analítica que sus men- sociales en virtud de su propia racionalidad. Con ello busca una fa-
tores de la generación anterior . cultad intelectual que pueda sintetizar la tazón práctica y teórica,
Habermas adopta el tema de Horkheimer y Adorno de la «dia- capaz de identificar el sentido de los objetos y que no quiera ni
léctica de la Ilustración»': , el proceso por el que la Razón, intentando pueda ser neutral con respecto a los fines.
a
emancipar la humanidad- de los prejuicios, se vuelve po!' su propia Sin embargo, la esencia de la critica de Habermas radica en su
lógica interna contra ella misma y sirve pata mantener el prejuicio afirmación de que de hecho esta neutralidad no se ha alcanzado, ni
y la autoridad . En el período' 'clásico de - la Ilustración, representado puede alcanzarse nunca, y de que los programas positivistas y la idea
por Holbach, la Raz ón se consideró a sí misma como un arma en la de teoría libre de los valores son, por tanto, una ilusión de la
lucha social e intelectual contra el orden existente, y tuvo la. virtud Ilustración en su etapa de autodestrucción. Husserl hab ía afirmado
esencial de una gran- osadía en su ataque . Pa ra ella el mal y la fal- con razón que los llamados hechos u objetos considerados por la cien-
sedad eran una y la misma cosa, y también la liberación y la verdad. cia natural como una realidad acabada, como cosas-en-sí no elabo-
No pretendía acabar con toda valoración, pero afirmaba abiertamente radas, se organizan de hecho en un Lebensuielt primario y creado
los valores por los que se guiaba . La Razón de Flchte, que se basaba espontáneamente, y que toda ciencia deriva de una raz ón prerrefle-
en la crítica kantiana, y por tanto no podía invocar al oráculo del xiva un repertorio de formas dictadas por diversos intereses prácti-
empirismo , fue consciente, ' no obstante, de su propio carácter prác- cos humanos. Sin embargo, se equivocó al suponer que su propia idea
tico. Los actos de comprensión y de constitución del mundo coincí- de una teoría purgada de estos residuos prácticos podría utilizarse
dían en ella, como también la Razón y la Voluntad; el interés práctico después para fines prácticos; la fenomenología no podía proponer
del yo autoliberador no estaba entonces separado de la actividad una cosmología, una idea de orden universal, y esta idea era indispen-
teórica de la Razón . También para Marx, la Raz6n era una facultad sable para que la teoría tuviese una finalidad de orden práctico. Las
critica pero, en contraste C011 la idea de Fichte, su fuerza no estaba ciencias naturales, prosigue Habermas, se constituyen sobre la base
en la conciencia moral, sino en el hecho de que su actividad eman- del interés técnico. No son neutrales en el sentido de que su con-
cipatoria coincidía' con el proceso de la emancipación social; la critica tenido no está influido por consideraciones prácticas ; el material que
de la falsa conciencia era al mismo tiempo el acto práctico de abolir están preparadas a admitir en su almacén no es un reflejo de los hechos
las condiciones sociales a que se debía la falsa candencia. Así, en la existentes en el mundo, sino una expresión de la eficacia de las ope-
versión de Marx, la Ilustración mantuvo expresamente el vinculo raciones técnicas prácticas. Las ciencias histérico-hermenéuticas están
- existente entre Razón e interés . Sin embargo, con el progreso de la también determinadas en parte por intereses prácticos, si bien de
ciencia, la tecnología y la organización se había roto este vinculo; otro modo: en su caso el «interés» consiste en preservar y aumentar
la Razón perdió gradu almente su función ernancipatoria, mientras el área posible de comprensión entre los seres humanos, a fin de me-
que la racionalidad pasó a restringirse gradualmente a la eficacia téc- jorar la comunicación. La actividad teórica no puede rehuir el-inter és
nica, sin proponerse ya fines, sino sólo organizando medios . La Razón práctico.: la relaci ón sujeto.obj~to. conlleva en sí al~ &~~~o;rle~~l~~'
adoptó un car ácter instrumental, abandonando su función generadora rés y mnguna parte del conocirmento humano es lllt~gll»)e excepto\
de significado para servir a los J1nes de la tecnología material o so- en relación a la historia de la especie humana, en la cuál se cristalizan'.:,\.
cial; la Ilustración se volvió así contra sí misma. El engaño de que los intereses prácticos; todos los criterios cognitivos d " be.n
su vali:dez':! ,1
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376 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» 377

al interés por el que se gobierna todo conocimiento. El interés opera para mejorar la organización de la vida pública- tendió a unirse con
en tres ámbitos o «medios» -el trabajo, el lenguaje y la autorí- la ciencia y la tecnología, que supuestamente servían al ;msmo fin;
dad-, y a estos tipos de interés corresponden respectivamente las la línea divisoria entre las fuerzas productivas y la legitimación del
ciencias naturales, histórico-hermenéuticas y sociales. Sin embargo, en poder quedó así oscurecida, en contraste con el capitalismo de la épo-
la autorreflexión, o «reflexión sobre la reflexión», coinciden interés ca de Marx, en donde estaban claramente separadas las funciones pro-
y conocimiento, y es en este ámbito donde se configura la «razón ductivas y políticas. Con ello empezó a quedar desfasada la teoría
emancipatoria». Si no podemos descubrir el punto en el que coinci- política marxiana de la base y la superestructura, como también su
dan la razón y la voluntad o la determinación de los fines y el análisis teoría del valor (por la enorme importancia de la ciencia como fuerza
de los medios, estaremos condenados a una situación en la cual, por productiva) . La ciencia y la tecnología asumieron funciones «ídeolé-
una parte, tenemos una ciencia aparentemente natural y, por otra, gícas» en el sentido de que produjeron una imagen de la sociedad ba-
decisiones fundamentalmente irracionales en cuanto a los fines: estas sada en un modelo técnico, e ideologías tecnocraticas que privan a las
~timas no podrán ser criticadas racionalmente, siendo todas tan vá- personas de conciencia política (esto es, conciencia de los fines socia-
lidas como las demás. les), y suponen que todos los problemas humanos son de orden téc-
Habermas no van tan lejos como Marcuse en la crítica de la nico y organizatorio y pueden ser resueltos por medios científicos. La
ciencia: no afirma que el mismo contenido de la ciencia moderna, por mentalidad tecnocrátíca hace más fácil manipular a las personas sin
oposición a su aplicación técnica sirve a fines an tihumanos, o que violencia y constituye un paso más hacia la «reificación», que borra
la moderna tecnología sea inherentemente destructiva y no pueda ser tod~ distinción entre la actividad técnica, que en sí no tiene nada que
utilizada para el bien de la humanidad, sino que debe ser sustituida decir acerca de los fines, y las relaciones específicamente humanas. En
por una tecnología diferente. Decir esto sólo tendría sentido si pu- una situación en la que las instituciones estatales tienen una poderosa
diéramos proponer alternativas a la ciencia y tecnología existentes, influencia en la economía, también han cambiado de carácter los \

algo que Marcuse es incapaz de hacer. La ciencia y la tecnología, que conflictos sociales y guardan un menor parecido con el antagonismo
forman un todo indiferenciado, no son totalmente inocentes con res- de clases tal y como 10 entendió Marx. La nueva ideología no es ya
pecto a sus aplicaciones, cuando éstas toman la forma de armas para simplemente una ideología, sino que está unida al mismo proceso
la destrucción masiva y la organización de la tiranía . La cuestión es del progreso técnico; es difícil de identificar, con el resultado de que
que las modernas fuerzas productivas y la ciencia se han convertido la ideología y las condiciones sociales reales no pueden ya contras-
en elementos de legitimación política de las modernas sociedades in- tarse como lo hizo Marx.
dustrializadas . Las «sociedades tradicionales» basaron la legalidad de El incremento de las fuerzas productivas no tiene en sí un efecto
sus instituciones en interpretaciones del mundo míticas, religiosas o ernancipatorio; por el contrario, en su forma «ideologizada» tiende
metafísicas. El capitalismo, al poner en movimiento el mecanismo au- a que las personas se conceptúen como cosas, y a obviar la distinción
topropulsor del desarrollo de las fuerzas productivas, ha institucio- entre tecnología y praxis -significando este último término la activi-
nalizado el fenómeno del cambio y la novedad, la quiebra de los dad espontánea en la que el sujeto actuante determina sus propios
principios tradicionales de legitimación y autoridad, y los ha susti- fines.
tuido por normas correspondientes a las del intermedio comercial La finalidad de la crítica de Marx era que las personas se convir-
equivalente ------el imperio de la reciprocidad como base de organiza- tieran en verdaderos sujetos, esto es, que controlaran racional y cons-
ción social. De esta forma, las relaciones de propiedad han perdido cientemente el proceso de sus vidas. Peto la crítica fue ambigua en
su significación política directa y se han convertido en relaciones de tanto que como autorregulaci6n de la vida social podía ser entendida
producción gobernadas por las leyes del mercado. Las ciencias natu- ~ c,amo un problema prác~ieo o como un problema técnico, y en este
rales empezaron a definir su alcance en términos de su aplicación último caso podía ser considerada como un proceso manipulativo simi-
técnica. Al mismo tiempo, con la evolución del capitalismo, cada vez lar a la manipulación técnica de objetos inanimados, que es 10 que
se hizo más importante la intervención del Estado- en el ámbito de sucede tanto en la planificación socialista como en el socialismo bu-
la producción y el intercambio, con el resultado de que la política rocrático. De esta forma no se resuelve, sino que se agrava, la reifi-
dejó de ser sólo una parte de la «superestructura». La actividad polí- cación. Por otra parte, la verdadera emancipación consiste en la vuelta
tica del estado -representada como un medio puramente técnico a la «praxis» como categoría que supone la participación activa de
378 Principales corrientes del marxismo LO. La Escuela de Frankfurt y In. «teoría crítica» 379

todos en el control de los fenómenos sociales ; en otras palabras, las . Haberma~ no define claramente su concepto clave de «emancipa-
personas deben ser sujetos y no objetos. Para este fin, como ob serva cí ón». Es evidente que, en el espíritu de toda la tradición del idea-
Habermas, debe haber una mejor a de la comunicación humana, libre lismo alemán, busca un punto focal en el que se llegue a la identidad
discusión de los sistemas de poder existentes y una lucha contra la entre razón práctica y teórica , conocimiento y voluntad, conocimiento
despolitización de la vida. del mundo y movimiento de transformación. Pero no parece que haya
La crítica de Marx en Conocimiento e interés va incluso más hallado realmente este punto o nos haya mostrado cómo llegar a él.
allá. Habermas afirma que Marx: redujo finalmente la autocreación Tiene razón al decir que los criterios de evaluación epistemológica
de la especie humana al proceso del trabajo productivo, y al hacerlo deben ser comprendidos como un .elemento de la historia de la especie
se cerró a una plena comprensión de su propia actividad crítica: la huma na, en la que los procesos del progreso técnico y las formas de
reflexión en sí aparece en su teoría como un elemento de trabajo c.\?IDunicación aparec en ambos como variables independientes; que
científico en el mismo sentido en que lo es en la ciencia natural, es ninguna de las reglas por las cuales determinamos lo que es ca "ni ti-
decir, troquelada según el modelo de la producción material. Por ello, vamente válido tiene una base trascendental (como en Husseri) · y
la crítica como praxis, como actividad subjetiva basada en la autorre- que los criterios positivistas de valide z del conocimiento se basan' en
flexión, no llegó a madurar en la obra de Marx como forma separada una valoración relacionada con las facultades técnicas humanas. Pero
de actividad social. E n esta misma obra Habermas critica al cien- de ahí no se sigue que haya o pueda hab er un lugar privilegiado desde
tifismo, 'a Mach, Peirce y Dilthey, y afirma que las formas de autoco- el cual pueda elimin arse la dis tinción entre conocimiento y voluntad.
nocimiento metodológico de las ciencias naturales o históricas reflejan Puede .suc~~et que, en algunos casos, los actos de autocomprensión
también una comp rensión de su status cogniti vo y de los intereses de Los individuos o las sociedades sean ellos mismos parte de la con-
subyacentes a ellas. Sin embargo, subraya el potencial «emancipador» ducta práctica que conduce a su «emancipación», signifique 10 que
del psicoanálisis, que en su opinión hace posible adoptar un punto signifique este término. Pero siempre podrá plantearse la cuestión:
de vista en el que coinciden en autorreflexión la actuación de la Ta- ¿mediante qué criterios podemos juzgar la precisi ón de esta autocom-
zón, el interés y la emancipación o, por decirlo con otras palabras, prensión, y a partir de qué principio decidimos que la «emancipación»
se identifican el interés cognitivo y el práctico. El esquema de Marx consiste en una cosa antes que en otra? En el segundo punto no
no puede proporcionar la base de esta unidad, pues redujo la carac- podemos evitar la adopción de una decisión que va más allá de nuestro
terí stica específica de la especie humana a la capacidad de acción conocimiento del mundo. Si creemos que podemos llegar a estar do-
instrumental (por contraposición a la puramente adaptativa), lo que tados de cierta fuerza espi ritual superior que distinga entre el bien y
significa que no pudo interpretar las relaciones entre ideología y auto- el mal y, en el mismo acto, determine lo verdadero y lo falso, no
ridad en términos de comunicación distorsionada, sino que las redujo estaremos efectuando ning una síntesis, sino sólo sustituyendo los cri-
a relaciones que brotaban del trabajo humano y en lucha con la na- terios de verd ad por Los criterios de un bien arbitrariamente estable-
turaleza. (El pensamiento de Habermas no es 10 suficientemente da- cido: esto es, estarnos volviendo a un pragmatismo individual o colec-
ro en este punto, peto al parecer quiere significar que en el psicoaná- tivo . La «emancipación» en el sentido de una unión entre la razón
lisis la auscultación es también terapia -la comprensión que el pa- analítica y práctica sólo es posible, como hemos visto, en los casos
ciente alcanza de su -propia situación es al mismo tiempo su cura. Sin de iluminación religiosa, donde el conocimiento y el acto existencial
embargo, esto no es correcto si sugiere que el acto de comprensión es de «compromiso» llegan a ser realmente idénticos . Pero no hay nada
toda la curación, pues según Freud la esencia del proceso terapéutico más peligroso que suponer que la actuación de la razón pueda fundarse
consiste en la transferencia, que es un acto existencial y no intelec- totalmente en estos actos . De hecho, es cierto que la razón analítica,
tua l.) En la teoría de Marx no tiene lugar esta coincidencia : los inte- o el cuerpo general de reglas por las que funciona la ciencia, no
reses de la razón y la emancipación no se unen para formar una única puede proporcionar su propia base; las reglas son aceptadas porque
facultad práctico-intelectual. Si éste es el razonamiento de Habermas , son instrumentalmente efectivas , y si existen normas trascendentales
su interpretación de Marx varía de la idea de Lukács (que considero de racionalidad, no nos son conocidas . La ciencia puede funcionar
que es la correcta) de que el rasgo esencial del marxismo consiste en la sin preocuparse por la existencia de estas normas, pues no hay que
doctrina de que el acto de comprensión del mundo y de su transfor- confundir la ciencia con la filosofía de la ciencia. Las decisiones acerca
mación se identifican en la situación pr ivilegiada del proletariado. del bien y el mal y acerca del significado del universo no pueden tener
.380 Principales corrientes del marxismo 10. La Escuela de Frankfurt y la «teoría crítica» 381

un fundamento científico; estamos obligados a tomar estas decisio- ción (si bien en térm inos más bien generales y no metódicos) a los
nes, pero no podemos convertirlas en actos de comprensión intelec- supuestos normativos latentes de los programas científicos,
tual. La idea de un a razón superior que sintetice estos dos aspectos Por otra parte, [os filósofos de Frankfurt tienen su lado débil en
de la vida sólo puede realizarse en el ámbito del mito, o permanecer su constante proclamación de una «emancipación» ideal , que nunca
como una pía aspiració n de la me taí ísica alemana . explicaron adecuad amente. Es to creó la ilusión de que mientras con-
Otro miembro de la joven generación de la Escuela de Frankfurt denaban la «reificación», el valor de cambie, la cultura comercializada
es Alf red Schrnidt, cuyo libro sobre e! concepto de naturaleza en y el cientiíismo estaban ofreciendo algo más, si bien la mayorfa de lo
Marx (1964) es una interesante y valiosa contribución al estu dio de que estaban ofreciendo era en realidad la nostalgia de la cultura pre-
esta compleja cuestión. Schmidt afirma que el concepto de naturaleza capitalista de una élite . Insistiendo en la vaga perspectiva de 1.10a fuga
en Marx contiene cierta s ambigüedades, por lo cual ha sido interpre- universal de la civilización actual, fomentaron inconscientemente una
tado de formas muy diversas (la naturaleza como continuación de! actitud de protesta necia y destructiva.
hombre, el regreso a la unidad, etc.; por el contrario, el hombre como En resumen, la fuerza de la Escuela de Frankfurt consistió en
creación de la naturaleza, definido por sus intentos por hacer frente la pura negación, y su peligrosa ambigüedad radica en el hecho de
a sus fuerzas externas). Schmidt afirma que la doct rina de Marx no que no admitida abiertamente esto, sino que con frecuencia sugirió
puede ser interpretada en última instancia como un sistema inequí- lo contrario. No fue tanto una continuación del marxismo en alguna
vocamente «monista», pero que el materialismo de Engels estaba en dirección como un ejemplo de su disolución y parálisis .
línea con un aspecto esencial del pensamiento de Marx .
Iring Fetscher, indudablemente uno de los más destacados histo-
riadores del marxismo, sólo puede ser considerado como miembro
de la Escuela de Frankfurt en el sentido muy amplio de que sus obras
muestran su actitud receptiva hacia aquellos aspectos del marxismo
por los que se interesan los escritores de esta Escuela. Su gran mérito
consiste en haber expuesto lúcidamente las diferentes versiones y po-
sibles interpretaciones de la herencia de Marx, pero su propia posición
filosófica no parece basarse en las típicas ideas de la Escuela de Frank-
furt, tales como la dialéctica negativa y la razón emancipatoria . Aparte
de su loable claridad, sus obras se caracterizan por la moderación y
por la amplitud de miras del historiador.

8. Conclusion

Cuando consideramos el lugar de [a Escuela de Frankfurt en la


evolución del marxismo, hallamos que su mérito central fue su anti-
dogmatismo filosófico y la defensa de la autonomía del razonamiento
teórico . Se liberó de la mitología del proletariado infalible y de la
creencia de que las categorías de Marx eran adecuadas a la situación
y problemas del mundo moderno . También se propuso rechazar todos
los elementos o variedades del marxismo que postulan una base ab-
soluta y primaria del conocimiento y la práctica. Contribuyó al análi-
sis de la «cultura de masas» como fenómeno que no puede interpre-
tarse en categorías de clase en la acepción marxiana del término. Tam-
bién contribuyó a la crítica de la filosofía cientiíista, llamando la aten-
Capitulo 11 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopín totalitaria... 38.3
HERBERT MARCUSE: EL MARXISMO burgo; desde entonces no estuvo afiliado a ningún partido político.
COMO LA UTOPIA TOTALITARIA Estudió en Berlín y Friburgo de Brisgovia, donde obtuvo su docto-
DE LA NUEVA IZQUIERDA rado (bajo supervisión de Heidegger) con ~a disertación s~bre ~e­
gel. En 1931 se publicó su Hegels Ontolog¡e,und Grundzuge .emer
Tbeorie der Geschichtlichkeit «. Antes de ermgrar de Alemania es-
cribió también diversos artículos que indicaban claramente el curso
de su pensamiento; fue uno de los primeros en llamar la at~nción, ha-
cia la importancia de los Manuscritos de Pari:, de Marx, lnme~ata­
mente tras su publicación. Emigró tras la subida al pod~r. de HItler,
pasó un año en Suiza y a continuación se trasladó d~6nJtlvamente. a
los Estados Unidos. Trabajó hasta 1940 en el Institute for SOCIal
Research creado por émigrés alemanes en Nueva York, y durante
la guerra' sirvió en el üffice of Strategic Services ---:-hecho que, c?an-
do se conoció posteriormente, contribuyó .a destrUIr. su popularidad
en el movimiento estudiantil, Enseñó en diversas universidades ame-
ricanas (Columbia Harvard, Brandeis y desde 1965 en San Diego)
y se jubiló en 1970., En 1941 publicó Re~sotl and R~vo1ution . ** . ' una
interpretación de Hegel y Marx con especial referencia a la crítica del
Marcuse no empezó a ser conocido fuera de los círculos académi- positivismo . Eros tlttd Cioilization (195~) fue el int~~t? d~ ,crear una
cos hasta finales de los años sesenta, época en que fue aclamado como nueva utopía a partir de la teoría freudiana de la ~lvlILZaclC:)1l, y tam-
líder ideológico del movimiento estudiantil en EE. UU., Alemania y bién de refutar el marxismo " desde dentro» , SOVIet Marxtsm apare-
Francia. No hay razón para suponer que buscó el liderazgo intelectual ció en 1958, y en 1964 publicó su obra quizá más l~ída, ~na crítica
de la «revolución estudiantil», pero cuando se le otorgó no puso ob- general de la civilización tecnológica titulada Cne-Dimensionai Man.
jeción alguna. Su marxi smo, sí así puede llamarse, es una curiosa También llamaron la atención algunos escritos menores, sobre todo
mezcla ideológica . Teniendo como otigen una interpretación de Hegel «Represive Tolerance» en 1965 y una serie de ensayos. de los años
y Marx como profetas de una utopía racionalista, se desarrolló en una cincuenta y sesenta publicados en 1970 con el título de Fiue Lectures:
Psycboanalvsis, Politics and Ütopia.
ideología popular de «revolución global» en la que la liberación se-
xual jugaba un papel dominante, y en la que se desplazaba directa-
mente a la clase trabajadora del centro de atención, en favol' de los
estudiantes, las minadas raciales y el lumpenproletariado . Durante 1. Hegel y Marx versus el positivismo
los afias setenta declinó considerablemente la importancia de Marco-
se, pero aún merece la pena estudi ar su filosoffa, menos en razón de Marcuse tiene un conjunto de objetivos perennes tales como el
sus méritos intrínsecos que por el hecho de que coincidió con un a «positivismo» (definido de forma m~y personal) , la. civilización tec-
tendencia importante, si bien quizá efímera, de los cambios ideoló- nológica basada en el culto al trabajo y la pro~uccIón ,(pero no del
gicos de nuestra época , También sirve para ilustrar la sorprendente consumo y el lujo) , los valores de la clase media americana, el «to-
variedad de usos que puede hacerse de la doctrina marxista. talitarismo» (definido de forma tal como para h acer de los Estados
Por cuanto atañe a su interpretación del marxismo, Marcuse sue- Unidos su muestra ejemplar) y todos los valores e instituciones aso-
le ser considerado como miembro de la Escuela de Frankfurt, a In ciados a la democracia liberal y la tolerancia. Según Marcuse, todos
que está vinculado po r su dialéctica negativa y su fe en las normas
trascendentales de racionalidad. Nacido en Berl ín en 1898, en 1917. * Trad. castellana de M. Sacristán, con el titulo de La ontologja de He -
1918 perteneció al Partido Socialdemócrata, pero 10 abandonó, según r.el, Ed . Martínez Roca. [ '6 Ali
escribió más tarde, tras el asesinato de Lieblrnecht y Rosa Luxem- ' *" Trad. castellana de¿ulieta Fombooa, titulada Razán y reoo UCt n, an-
~ a Editorial, colección «E l ibro ele Bolsillo», núm . 292.
382
384 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria ... 385
estos objetos de ataque constituyen un todo integral, por lo que se o apelar a conceptos racionales a priori, y consecuentemente defendía
esfuerza en probar su fundamental unidad. el conformismo y el conservadurismo social. Pero el idealismo crítico
Marcuse sigue a Lukács en su ataque al positivismo por su «culto consideró la razón como facultad ubicada sólo en el sujeto pensante,
~ l~s hecho.s» (expresión ~o deíinida más precisamente), que nos y no consiguió relacionar sus ex igencias con la esfera de las condi-
impide considerar la «negatividad» de la historia. Pero, al contrario ciones sociales materiales: ésta iba a ser la tarea de Marx. Gradas a
qu~ Lukács, cuyo :narxismo se centra en la dialéctica entre su jeto y él, el postulado de la realización de la razón se convirtió en el pos-
~bJet? y en la «u~ldad de l.a teoría y la práctica», Marcuse pone más tulado de la racionalización de las condiciones sociales de acuerdo con
enf~sIs en la función negativa y critica de la razón, que proporciona el «verdadero» concepto o verdadera esencia de la humanidad. La
estandares por los cuales puede juzgarse cualquier rea.üdad social, realización de la razón es entonces simultáneamente la trascendencia
Concuerda con Lukács en subrayar el vínculo existente entre el mar- de la filosofía , descargando así plenamente su función crítica.
xismo y la tradición hegeliana, pero difiere completamente de él por El positivismo, que no es tanto una negación de la @osofía crítico-
l? que respe~ta a su naturaleza: la base esencial de la dialéctica hege- dialéctica como de la filosofía sin más (pues la verdadera filosofia
liana y marxtana, según Marcuse, no es el movimiento hada la iden- Ita sido siempre antipositivista), se basa en aceptar los hechos de la
tida~ de s~jeto y objet~, si?o hacia la realización de la razón, que es experiencia y en afirmar así la validez de toda situación. En términos
al mismo tiernpo la realización de la libertad y la felicidad. positi vis tas es racionalmen te imposible designar objetivos: éstos sólo
En. sus artículos publicados en los años treinta, Marcuse expresó pueden ser el resultado de decisiones arbitrarias, sin fundamento ra-
y~ su idea de que la razon es la categoría fundamental que propor- cion al. Pero la filosofía, cuya tarea consiste en buscar la verdad, no
ciona el vinculo entre la filosofía y el destino humano. Esta idea de teme las utopías, pues la verdad es una utopía en tanto no pueda ser
la razón ~ue desarrollada a partir de su convicción de que la realidad realizada en el orden social existente . La filosofía crítica debe apelar
no es «directamente» razonable, pero puede ser reducida a la racio- al futuro, y por tanto no puede basarse sólo en hechos, sino sólo en
nalida? La filosofía i~eali~ta alemana convirtió la razón en el supre- las exigencias de la razón: se interesa por lo que el hombre puede
mo tribunal de apelación, Juzgando la realidad empírica mediante cri- ser , y con su ser esencial, y no con su estado empírico. Por el con-
terios no empíricos. La razón en este sentido presupone la libertad trurio, el positivismo santifica todo compromiso con el orden existente
pues sus pronunciamientos carecerían de significado si Jos hombre; y abdica de todo derecho a juzgar las condiciones sociales.
no fuéramos completamente libres para juzgar el mundo en que vivi- El espíritu del positivismo se refleja ejemplarmente en la socio-
mos. Sin embargo, Kant transfirió realidad a la esfera interna hacien- (u¡jía -no en una determinada escuela sociológica, sino en la sociolo-
do de ella un imperativo moral, mientras que Hegel la encerró en los gía en sí, como rama del conocimiento regida por las reglas corntea-
lími:es de la nec~~idad . Pero ,la libertad de Hegel sólo es posible Has. La sociología de este tipo se limita deliberadamente a observar
gracias a la actuaci ón de la raza n por la cual el hombre es consciente y describir los fenómenos sociales, y si va tan lejos como para inves-
de su identidad real. De esta forma, Hegel aparece en la historia de tigar las leyes ,de la vida comunitaria, se niega a ir más allá de las
la filosofía como defensor de los derechos de la razón que revela a leyes vigentes en ese momento. Por ello la sociología es un instru-
l?s seres humanos su propia verdad, esto es, las exigencias impera- mento de adaptación pasiva, mientras que el racionalismo crítico de-
tivas de la verdadera human.idad. La actuación autotransformadora riva de la misma raz6n la fuerza con la que exige la sumisión del
de la razón crea la dialéctica de la negatividad que abre nuevos horí- Inundo a la razón.
zontes en cada etapa histórica, avanzando más aUá de las posibilidades y aún más: el positivismo es no s610 equivalente al conformismo,
empíricamente conocidas de la época. Con ello la obra de Hegel es :;ÍIIO el aliado de todas las doctrinas y movimientos sociales totalita-
una llamada al perpetuo inconformismo y una reivindicación de la rios ; su principio rector es el orden, y está siempre dispuesto a sacri-
revolución. ficlIl: la libertad al orden que proporcionan los sistemas autoritarios.
Sin embargo -y ésta es una de las principales afirmaciones de Re.§u1t! ~ll!to que toda la arg~qlentaciónde-.Marc;1,1_~~, se..9!lSJL~
Rm'.ón y revolut:i6n----, la exigencia de que sea la razón la facultad 1:1 creencia de qüe-'podetñós conocer, ind.~peJ1di,~r:t~~r~t~ ,ne .los .cri-
rectora del mundo no es una prerrogativa del idealismo. El idealismo tcrios CIl1p1fiCOS, las exigencias 'tt ast éñd en tales de racion@9ad _s,~gún
a~emán. prestó su .servicio a la civilización luchando contra el empi- 1:1S cuales .hemos .de juzgar el mundo; .Y.. también de que p_?~~m~~ __
nsmo inglés, que impedía a los hombres ir más allá de los «hechos» conocer ~9':1elio q':.e ~0l?-~tit?ye la .esencia de la _~ll~añida~~'~g. c;:2:l!l0
386 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utop ía totalitaria ... 387

sería un «verdadero» ser humano por contraste con uno empírico. tinuací ón , contra toda evidencia, que todos los empiristas, esto es,
l a-filos9Ha :,d"e, Marcuse sólo puede ser ,entendida sobre .la base de la lodos los que pretendieron someter la teoría a la prueba de los he-
trascendentalidad de-la Tazón, más el,supuesto de.que Iarazón «se.ma- chos, eran automáticamente conservadores. El positivismo en sentido
nTIi-;;t~ ;'~ólo en el pro¡:eso. hist órico.v . SjQ ,.~mbarg~, estadoctrina se histórico -en oposición al sentido en que apenas puede distinguirse
basa 'tánt o ell"f~fa'cias lógicas como históricas. 11 Schelling de Hume- supone el principio, entre otros, de que el
.."'..ka.iiii:.iiP.i~!ªúó.ú...que_Ma!f.use hace .9~ Hegel..~§..•9!.Ii· .ex:actarncnte valor cognitivo del conocim iento depende de su contraste empírico:
la misma que .lg...que,crltiG9 . Marx a los jóvenes h_~ella,!10s. ~HClge.l con ello la ciencia no puede trazar una línea entre lo esencial y lo
es 'p'-res~ta-,tQ..J;jtnplernente..cO.lUp...e1 cJ:¿fe.º.s.9J...ae:lii'.:ráz6n~s.uprahístóri-' lcnoménico, a la manera de Platón o Hegel, ni podemos decir que
ca; qu~alúa los hechos mediante s~:, .~!.? ios crHe,rios. y ~ hemos \ltl determinado estado de cosas es inconsistente con el verdadero
ob's-ervaoo'··eri-:varIas'·oc asiones c1.i1iñambIguo es el pensamiento de concepto de estas cosas. El positivismo, es cierto, no nos proporciona
Hegel sobre el particular; pero es una parodia d~ sus ideas. ignorar ·1 método para determinar la norma de un «verdadero » ser humano
completamente su tendencia antiutópica y reducir su doctrina a la 11 una «verdadera » sociedad. Pero el empirismo ea modo alguno nos
creencia en una razón trascendental que dice a los hombres cómo obliga a concluir que los «hechos» o instituciones sociales existentes
alcanzar la «felicidad». Además, es más que erróneo considerar 3 . .lcben ser defendidos simplemente porque existen: por el contrario,
Marx como UI1 filósofo que transfiri ó las categorías de la lógica hege- vxpresamente niega esta conclusión, que considera como l ógicamente
liana al ámbito de la política. La argumentación de Marcuse ignora ubsurda por las mismas razones por las cuales nos prohíbe deducir
todos los rasgos esenciales de la crítica que hizo Marx a Hegel y a la juicios normativos de juicios descriptivos .
izquierda hegeliana. En su voluntad de presentar a. Hegel co~o ~e­ No sólo se equivoca Marcuse al afirmar el vínculo lógico entre
fensor de la libertad contra cualquier tipo de régimen 3ut01'1ta1'10, el positivismo y la política totalitaria, sino que su afirmación de que
no menciona la crítica marxiana de la «inversión de sujeto y predi- existe una conexi ón histórica es directamente contraria a los hechos.
cado» en Hegel, inversión por la que se hacen depender los valores 1,;1 concepción positivista que se desarrolló y floreció en Inglaterra
de la vida individual de las exigencias de la razón universal. Además 11 par tir de la Edad Media, y sin la cual no tendríamos ciencia mo-
esta crítica, ind ependientemente de que se base o no en una interpre- d 1'l11l, legislación democrática o la idea de derechos humanos, estuvo
tación auténtica, fue el punto de partida de la utopía ~e Marx, y es desde un principio inseparablemente unida a la idea de la libertad
forzar la historia ignorarla a fin de establecer un tránsito armOnIOSO JI 'g¡ltiva y de los valores de las instituciones democráticas, Fue Locke
de Hegel a Marx. La imagen queda más distorsio~ada aún con ~a su- , SlIS sucesores, y no Hegel, quien fundó y divulgó la doctrina de la
presión de la crítica marx iana de los jóven~~ hegelianos y ~e su l?-~~­ iguuldad humana, basada en los principios del empirismo, y del valor
pretación fichteana de Hegel. La afirmación de la pr~pJa. posicion ti In libertad individual bajo la ley. Los positivistas y empiristas del
filosófica de Marx se basó principalmente en su emancIpaa6n de la ~I i glo xx, sobre lodo la escuela aoal ítica y los llamados empiristas
fe jovenhegeliana en la soberanía de la razón suprahistórica -la mis- lógicos, no sólo no tuvieron nada que ver con las tendencias fascistas,
ma fe que Marcuse pretende adscribir a Marx . ino que se opu sieron sin excepción a éstas en términos rotundos. No
Estas distorsiones permiten a Marcuse afirmar que las modernas existe, pues, vínculo lógico O histórico alguno entre el positivismo
doctrinas totalitarias no tienen nada que ver con la tradición hege- y la política totalitaria, a menos que, como sugieren algunas observa-
liana sino que son la encarnación del positivismo. Sin embargo, ¿en d ones de Marcuse, haya que entender la palabra «totalitario» en un
qué consiste el positivismo? Marcuse. se .limit a a la etiqueta del «culto . I'nlÍdo tan remoto del habitual como la palabra «positivismo» .
a los hechos» y enumera como sus princ ipales representantes a Cornte , Por otra parte, tanto argumentos lógicos como históricos hablan
Friedrich Stahl Lorenz von Stein e incluso Schelling. Sin embargo, ru n mucha mayor fuerza en favor de la conexión existente entre el
ésta es una confusión de ideas basada en una exposición ahistórica hegelianismo y las ideas totalitarias. Sería absurdo, por supuesto, de-
y arbitraria. La «filosofía positiva» de Schelling no tiene e.o común cir que la doctrina de Hegel lleva a la justificación de los modernos
con el positivismo histórico más que .:l nombre . Stahl y Ste~n fueron entados totalitarios, pero seria menos absurdo que decir lo mismo del
de hecho conservadores, como también 10 fue Cornte en cierro sen- PI si tivisrno . Podría hacerse una deducción de este tipo del hegelía-
tido. Pero Marcuse se propone describir como «positivistas» a todos ulurno despojándolo de muchos rasgos importantes, pero en absoluto
los defensores de un determinado orden social, para proclamar a con- 111 dda hacerse 10 mismo con el positivismo: todo 10 que puede ha-
388 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Mnrcuse: El marxismo como la utopía totalitaria... 389
cerse es afirmar sin prueba, como hace Marcuse, que el positivismo . conferencias críticas de la teoría de la historia de Freud, Marcuse
significa el culto a los hechos, que por lo tanto es conservador, y que considera en qué medida es necesario este conflicto, Sus argumentos
por tanto es totalitario. Es cierto que la tradición hegeliana no desem- pueden resumirse del siguiente modo.
peñó un papel esencial como base filosófica del totalitarismo no comu- Según Freud, existe un conflicto eterno e inevitable entre los va.
nista (Marcase no dice nada de la variedad comunista en este con- lores civilizados y las exigencias de los instintos humanos. Toda la
texto); pero, cuando se plantea el caso de Giovani Gentile, Marcuse civilización se ha desarrollado a resultas de los esfuerzos de la sociedad
afirma simplemente que aunque Gentile utilizó el nombre de Hegel, por reprimir los deseos instintivos de los individuos. Eros, o el ins-
realmente no tuvo nada en común con él, sino que estaba más cerca tinto de vida, no estuvo originalmente limitado a la sexualidad en
del positivismo . Tenemos aquí una confusión entre la «cuestión de sentido reproductivo: la sexualidad era una característica universal
derecho» y la «cuestión de hecho», pues Marcuse pretende rebatir del organismo humano en su conjunto. Sin embargo, a :fin de desarro-
la posible objeción de que el hegelianismo fue utilizado , de hecho , llar un trabajo productivo, que en sí no proporciona placer, la especie
como justificación del fas cismo. No es resp onder a esta pregunta de- humana halló necesario limitar el ámbito de la experiencia sexual a
cir que se utilizó inadecuadamente. la esfera genital y limitar incluso al mínimo esta estrecha concepción
En resumen, toda .la..crítica» del.poairivismo realizada por Marcu- de la sexualidad. El cúmulo de energía así liberada fue dedicada
se ..."YJ~ W?:y'gLp.~tte:' de , su. interpretación de Heg~r y Marx, son un entonces no al placer, sino a la lucha con el entorno. De igual modo,
fa'r,rago . de.-afirmaciQnes~ arbhr atia s,,...,t anto. .lógi9!S. ~omo históricas. ~4e­ el otro determinante básico de la vida, Thanatos o el instinto de
más estas afirmado,nes .están..íntegj amen te ligadas a las ideas posi- mu.erte, fue transformado de tal manera que su ene rgía, dirigida ex-
a.
'livas d!:,·hL~~,~<;):~fLó.Q...g12h~L9t !~ hu~nida-ª.,-i' sus 'ideas s()?~·,~Ja. renormente en la forma de agresión, pudo utilizarse para vencer la
felicidad, la 1ib~ttad y la revolucí én., '. naturaleza física y aumentar la eficacia del trabajo . Sin embargo, a
.... '.. . .
_ · ~ .r · · ... ...-
resultas de ello la civilización adoptó un carácter represivo, pues los
instintos se aplicaron a tareas que no eran «naturales» a ellos, La
2. Crítica de la civilización contem-poránea represi ón y la sublimación fueron las condiciones para el desarrollo
de la cultura, pe ro al mismo tiempo, según Freud, la represión creó
Una vez en posesión de normas trascendentales, o del concepto un círculo vicioso. Cuando el trabajo pasó a ser considerado como un
normativo de «humanidad» en oposición al destino humano empírico, bien en si mismo y se subordinó totalmente el «principio de placer»
Marcase examina la cuestión de por qué y en qué aspectos nuestra a su progresiva eficacia, los seres humanos tuvieron que luchar sin
civilización deja de corresponderse con este modelo. El determinante cesar contra sus instintos en razón de estos valores, y la suma total
básico del auténtico concepto de humanidad es la «felicidad», una de represión hizo posible un mayor avance de la civilización. La
noción que incluye la libertad y que Marcuse pretende hallar en represión fue un mec anismo autopropulsor, y los instrumentos pro-
Marx, aunque Marx no la utiliza en realidad y no está claro cómo ducidos por la civilización para disminuir el sufrimiento surgidos de
puede deducirse de sus escritos. Además del hecho empírico de que la represión se convirtieron ellos mismos en 6rganos de represión aún
los seres humanos buscan la «felicidad», debemos empezar por reco- mayor . De esta forma, las ventajas de las libertades producidas por
nocer que la felicidad es su deber, Para descubrir por qué dejan de la civilización están contrarrestadas por la progresiva pérdida de li-
afirmar esta exigencia, Marcuse toma como punto de partida la 610- bertad, y sobre todo por el volumen cada vez mayor de trabajo alíe-
sofía de la civilización de Freud. La acepta en gran medida por nado --el único tipo de trabajo que permite nuestra civilización.
cuanto se refiere a la interpretación de la historia pasada, pero la Marcuse toma nota de esta teoría, pero la modifica en un aspecto
pone en cuestión por cuanto hace referencia al futuro; de hecho, esencial, rechazando las predicciones pesimistas de Freud. La cívílí-
Freud observó que no existe ley que diga que los seres humanos zl1:i6n, aúrma, ha desarrollado de hecho instintos represivos, pero no
tienen derecho a la felicidad o puedan estar seguros de alcanzarla. existe ley alguna de la biología o la historia que exija que esto sea
La teoría freudiana de los instintos y de los tres niveles de la psique así para siempre. El proceso de represión fue «racional» en el sentido
-el id, el ego y el superego-s- explica el conflicto existente entre de que, en tanto que las mercancías básicas eran escasas, los hombres
el «princip io de placer» y el «principio de realidad), que ba regido s610 podían vivir y mejorar su condición distrayendo sus energías
todo el desarrollo de la civilización. En Eros y civilizaci6n, y en tres instintivas hacía canales «inn atu rales» para aumentar la producción
390 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria ... 391

material. Pero una Vé'2 que la tecnología hizo posible satisfacer las enemigo de los demás. La única forma de evitar que el instinto de
necesidades humanas sin represión, ésta pas6 a ser un mecanismo muerte se convierta en una fuente de permanente enemistad entre'
irracional. Como el trabajo desagradable puede reducirse al mínimo el hombre y sus congéneres consiste en desviar sus energías hacía
y no existe amenaza de escasez de bienes, la civilización no necesita otros canales . La libido es igualmente asocial, pues considera a los de-
ya reprimir nuestros instintos: podemos dejar a éstos que recuperen más seres humanos sólo como posibles objetos de satisfacción sexual.
su verdadera función, que es la condición de la felicidad humana. En resumen, los instintos, dejados a sí mismos, no s610 no tienen
«El tiempo libre puede convertirse en el contenido de la vida y el fuerza alguna para crear una sociedad humana o {armar la' base de
trabajo puede convertirse en el libre juego de las facultades humanas. una comunidad, sino que su efecto natural consiste en hacer imposible
De esta forma, la estructura represiva de los instintos se transforma esta comunidad. Dejando a un lado la dificultad antes apuntada de
explosívarnente: las energías instintivas que no se emplearan ya en cómo es posible que. las sociedades hayan llegado a cobrar existencia,
un trabajo no gratifican te serían liberadas y, como Eros, se esforzarían la situación es, en opinión de Freud, que la sociedad que ya existe
por universalizar las relaciones libidinosas y desarrollar una civiliza- sólo puede mantenerse mediante numerosos tabúes, mandatos y prohi-
ción libidinosa» (Five Lec/tires, p . 22). La producción dejará de ser biciones, que mantienen los instintos bajo control al precio de un su-
considerada como un valor en sí mismo; se romperá el círculo vicioso frimiento inevitable.
de mayor producción y mayor represión; se recuperarán el princi- Marcuse no se plantea esta cuestión . Parece estar de acuerdo con
pio de placer y el valor intrínseco del placer, y dejará de existir el Freud en que la supresión de los instintos ha sido necesaria «hasta
trabajo alienado. el presente», pero afirma que ha sido un anacronismo desde la aboli-
ción de la escasez. Sin embargo, aun criticando la teoría freudiana del
Sin embargo, Marcase deja bien claro que al hablar de la «civili-
eterno conflicto entre los instintos y la civilización, acepta la 'idea de
zación libidinosa» y de la vuelta de la energía instintiva a sus verda-
que los instintos están esencialmente aplicados a satisfacer el «prin-
deras funciones, no tiene en mente el «pansexualismos o la abolición cipio de placer» del individuo. A la vista de esto, no está claro cómo
de la sublimación, por la cual, según Freud, los hombres han hallado puede mantenerse la civilización libidinosa y qué fuerzas mantendrán
una satisfacción ilusoria de sus deseos frustrados en la creatividad unida a la sociedad. ¿Piensa Marcuse, en oposición a Freud, que el
cultural. La energía liberada no se manifestará en una forma pura- hombre es naturalmente bueno y tiene tendencia a vivir en armonía
mente sexual, sino que erotizará todas las actividades humanas ; todas con los demás, y que la agresión es una aberración accidental de la
éstas serán placenteras, y el placer será reconocido como un .fin en historia que desaparecerá con el trabajo alienado? En ningún lugar
sí. «Ya no son necesarios los incentivos para trabajar. Pues el propio lo afirma y, en tanto acepta la teoría freudiana de la clasificación de
trabajo se ha convertido en el libre juego de las facultades humanas, los instintos, sugiere expresamente lo contrario. Incluso sí tuviera
con lo cual no es necesario sufrimiento alguno para obligar a los razón al afirmar que «en principio» la humanidad tiene plenitud de
hombres a trabajar» (ibid., p. 41). En general, 00 habrá necesidad de todo y que no existe problema alguno en la satisfacción de las nece-
control social del individuo, ya sea de forma institucionalizada o bien sidades materiales, aún no está claro qué fuerzas ha de mantener
interiorizada, y éstas son, según Marcuse, las dos formas de control la nueva civilización en la que todos los instintos se han liberado y
del totalitarismo. No habrá ya entonces ninguna «colectivización» del han vuelto de nuevo a sus canales originales . Marcuse parece no
yo: la vida será racional y el individuo volverá a ser nuevamente preocuparse de estos problemas, y se interesa en la sociedad princi-
autónomo . palmente en tanto ésta constituye un obstáculo para los instintos, esto
Este aspecto freudiano de la utopía de Marcuse presenta oscuri- es, para la satisfacción individual. Parece creer que como se han re--
dades en todos sus puntos vitales. La teoría de Freud era que la repre-- suelto todas las cuestiones de la existencia material, ya no son rele--
sión de los instintos era necesaria para hacer posible la existencia de van tes las exigencias y prohibiciones morales. Así, cuando Jerry Ru-
vida social al menos en el sentido específicamente humano. Los ins- bin, el ideólogo bippie americano, dice en su libro que a partir de
tintos están dirigidos hacia la satisfacción de deseos puramente indi- entonces las máquinas harán todos los trabajos y dejarán a las perso-
viduales; el instinto de muerte, según Freud, puede obrar o hacía la nas copular donde y cuando quieran expresa, si bien de forma primi-
autodestrucción o bien ser transformado en agresión externa; el hom- tiva y juvenil, la verdadera esencia de la utopía de Marcuse. En
bre deja de ser enemigo de sí mismo sólo en tanto se convierte en cuanto a las reservas de Marcuse de la noción de erotismo, son de-
392 Principales corrientes del marxismo
11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria... 393
masiado vagas como para tener un significado tangible. ¿ Qué podría de la filosofía , que nos permite comprender la verdadera naturaleza
significar la erotizaci ón de todo el hombre sino su completa aplica- de la libertad la belleza, la razón, el goce de la vida, etc.
ción a los placeres sensuales? Este eslogan utópico está desprovisto El conflic~o filos6fico existen te entre el pensamiento dialéctico y
de con tenido ; tampoco podemos entender cómo imagina Marcuse que «formal» se retrotrae hasta Platón y Aris tóteles: el primero subrayó
la sublimación freudiana puede seguir vigente cuando han dejado de la importancia de los conceptos normativos con los cuales se com-
actuar todos los factores que la hacen posible. Según la sublimación pnran los objetos de la experiencia, mientras que el último desarroll?
freudiana expresada en la creatividad cultural, ésta sólo es una satis- una «estéril» lógica formal y con ello «separó la verdad de la reali -
facción ilusoria y sustitutiva de los apetitos sexuales que la civilización dad». Lo que necesitamos ahora, según Marcuse, es la vuelta al con-
no oos pe rmite gratificar . Esta teoría puede criticarse y ha sido criti- cepto ontológico de verdad no simplemente como caracter!stica de
cada, pero Marcuse no lo intenta siquiera. Parece suponer que la crea- lns proposiciones, sino de la propia realidad: no de una realidad em-
tividad cultural ha sido en el pasado un «E rsatz» * tal como lo des- pírica y directamente accesibl e, sino de una realidad de orden supe-
cribió Freud, pero que no obstante proseguirá en el futuro, a pesar rior, la que percibimos en universales. La intuic~~n de l~s universales
de que no habní ya necesidad de esta sublimación. nos conduce a un mundo que, aunque no-emplrtco, existe a su ma-
La inversión general que hace Marcuse de la teoría freudiana no nera y debe existir. «E n la ecuación Razón = Verdad = Realidad... ,
parece tener otra finalidad inteligible que la vuelta a la existencia la Razón es la fuerza subversiva, el "poder de lo negativo" que esta-
presocial. Marcuse lógicamente no reconoce esta conclus ión, pero no blece, como Razón teórica y práctica, In verdad de los hombres y las
está claro cómo puede evitarla sin contradicción. Su fidelidad a Marx cosas es decir las condiciones en las cuales los hombres y las cosas
en este punto es extremadamente dudosa. Marx pensó que la sociedad se c~nvíerten 'en lo que realmente son» (El hombre unidimensio-
perfecta del futuro estaría constituida de tal modo que todo indiv~duo nal, p. 123). La verdad de [os conceptos s,e ~can~a mediante la ~í~­
consideraría sus propias fuerzas y facultades como fuerzas sociales tu ición» , que es «el resultado de la meditación intelectual metodi-
directas, superando así el conflicto entre las aspiraciones individuales ca» (p. 126). Esta verdad es de carácter normativo, y en ella c?inciden
y las necesidades comunitarias . Pero, por otra parte, Marx. no .com- Lagos y Eros, Va más allá de la l ógica formal, que ~o nos dice nada
partió la misma idea de Freud acerca de la naturaleza de los .1Ost~toS. acerca de la «esencia de las cosas» y restringe el sentido de la palabra
No puede afirmarse sin contradicción que los hombres s,on lnevIt~ble «es» a las afirmaciones puramente empíricas. Pero cuando hacemos
e instintivamente enemigos unos de otros, y que aun ast han de libe- aíirmaciones como «virtud es conocimiento» o «el hombre es libre»,
rarse sus instintos para que puedan vivir en paz y armonía . «par a que esta s proposiciones sean verdaderas , la cópula " es " esta-
blece un u debe", un desideratum. Juzga las cond iciones en las cuales
.la virtud no es conocimiento» , etc. (p. 133). Por ello la palabra «es»
3. «El hombre unidimensional» tiene un doble significado empírico y normativo, y esta dualidad es
el tema de toda verdadera filosofí a. Igualmente, puede hablarse de
Sin embargo, Marcuse critica también la civilización modC:fna , so- verdades «esenciales» y «ap arentes»: la dialéctica consiste en mante-
bre todo la americana, en térmi nos que no suponen necesariamente ner la tensión entre lo que es esencia l, o lo que debe ser, y lo que
la filosofía de la historia de Freud, sino que vuelven al tema de sus se manifiesta (esto es, los hechos) ; por ello, la dialéctica es una crítica
estudios hegelianos, esto es, a las normas trascendentales de racio- de las cond iciones reales y un instrumento de liberación social. En
nalidad en tanto éstas afectan al problema de la liberación humana. la lógica formal se descarta esta tensión y «el pensamiento es indife-
El hombre unidimensional es un estudio de este tipo. rente hacia sus objetos» (p. 136), y ésta es la razón por la cual la
La civilización dominante, afirma, es unidimensional en todos los verdadera filosoffa se desarrolló más allá de ella. La dialéctica no
aspectos: ciencia, arte, filosofía , pensamiento .cotidi.ano, sisteI?as polí- puede formalizarse en principio, pues es el pensamiento determinado
ticos, economía y tecnología. La «segunda dimensión» perdida es el por la propia realidad. Es una crítica de la experiencia directa, .que
principio negativo y crítico -el hábito de contrastar el mundo c~mo percibe las cosas en su forma accidental y no penetra en su realidad
es con el verdadero mundo revelado por los conceptos normativos
profunda. . . ,. . . . .
El tipo de pensamtento aristotélico, que limita el cono~lIU1ento
* «Sustituclén», (N. del T .) a la experiencia directa y a las reglas formales del razonsmiento, es
394 Principales corrientes del marxismo n. Herbert Marcuse: El merxismo como 111 utopía totalltaria .. . 395

la base de toda la ciencia moderna, que ignora deliberadamente la dos los valores y muestra así su propio carácter reaccionario, pues
«esencia» normativa de las cosas y relega la cuestión del «deber ser» no establece restricciones de ningún tipo en relación a la práctica so-
al ámbito de la preferencia subjetiva . Esta ciencia y la tecnología en cial y los juicios de valor.
ella basada han creado un mundo en el que el dominio de la natu- Dado el predominio de esta actitud funcional hacia el pensamien-
raleza por el hombre va de la mano con su esclavitud en la sociedad. to, de ella se sigue que la sociedad debe estar compuesta por seres
La ciencia y la tecnología de este tipo han elevado realmente los es- unidimensionales. El hombre cae víctima de una falsa conciencia, y
tándares de vida, pero han traído consigo la opresión y la destrucción. el hecho de que la mayoría de las personas acepten el sistema no lo
hace más racional. Una sociedad de este tipo (que para Marcuse tiene
La racionalidad y la manipulación cientííico-técnica han consolidado nuevas su modelo en los EE . UU .) puede absorber todas las formas de opo-
formas de control social. ¿Puede uno limitarse con la suposición de que este sición sin perjuicio para sí misma, pues ha despojado a la oposición
resultado científico es obra de una determinada aplicacián social de la ciencia? de todo contenido crítico. Es capaz de satisfacer numerosas necesida-
Creo que la dirección general en fa que llegó a aplicarse era inherente a la des humanas, pero estas necesidades son en sí falsas: son fomentadas
ciencia pura aun cuando 00 se tuvieran presentes fines de orden práctico (... ). por explotadores interesados, y sirven para perpetuar la injusticia, la
La cuantificación de la naturaleza, que llevó su explicación en términos de estruc- pobreza y la agresión. «La mayoría de las necesidades dominantes
ruras matemáticas, separó la realidad de todos los fines inherentes y, por consí- de descanso, diversión y que incitan a comportarse y consumir de
guiente, separó la verdad del bien, la ciencia de la ética ( ...). Se rompe así el acuerdo con los anuncios, a amar y odiar 10 que los demás aman y
precario vínculo ontológico existente entre Legos y Eros, y 12 racionalidad
científica aparece como algo esencialmente neutral (... ). Fuera de esta raciona-
odian, pertenece a esta categoría de falsas necesidades» (p . 5). En
lidad uno vive en un mundo de valores, y los valores separados de la realidad cuanto a qué necesidades son verdaderas y cuáles son falsas, nadie
objetiva se vuelven subjetivos. (El hombre unidimensional, pp, 14&7). puede decidirlo excepto los individuos afectados, y ello sólo cuando
sean rescatados de la manipulación y la presión exterior. Pero el mo-
Con ello, prosigue Marcuse, se despoja de validez universal las derno sistema económico tiene por finalidad multiplicar las necesi-
ideas de bondad, belleza y justicia, que quedan entonces relegadas al dades artificiales en 1.U1 estado de libertad que es él mismo instrumento
ámbito del gusto personal, La ciencia intenta limitarse sólo a lo de dominación. «El ámbito de elección abierto al individuo no es el
mensurable y susceptible de uso técnico; no se pregunta ya lo que factor decisivo para determinar el grado de lib~rtad humana, sino lo
son las cosas, sino sólo cómo funcionan, y se proclama indiferente que puede ser elegido y lo que es elegido por el individuo» (p. 7).
a la finalidad para la cual son utilizadas . En la cosmovisión científica En este mundo, las personas y las cosas son reducidas, sin excep-
las cosas han perdido toda consistencia ontológica, e incluso la ma- ción, a un papel funcional, privado de «sustancia» y autonomía. Igual-
teria ha desaparecido en cierto modo. Socialmente, la función de la mente el arte participa de la degradación universal de conformismo,
ciencia es básicamente conservadora, pues no presta apoyo alguno a 110 porque abandone valores' culturales, sino porque los incluye en

la protesta social. «La ciencia, en virtud de su propio método y con- el orden existente, La cultura superior europea fue antaño básica-
ceptos, ha proyectado y promovido un universo en el que el dominio mente feudal y no técnica, actuando en esferas independientes del co-
de la naturaleza ha estado unido a la dominación del hombre» mercio y la industria. La civilización del futuro debe recuperar esta
(ibid., p. 166). Es preciso una nueva ciencia normativa y cualitativa independencia creando una segunda dimensión de ideas y sentimien-
que «llegue a conceptos de naturaleza esencialmente diferentes y es- tos, defendíendo un espíritu de negación y reinstaurando en su trono
tablezca diferentes hechos» (ibid.). al Eros universal. (En este punto Marcuse por una vez proporciona
Esta ciencia deformada, que conduce a la esclavitud de los hom- un ejemplo práctico de 10 que entiende por «civilización libidinosa»,
bres, halla su expresión :filosófica en el positivismo, y sobre todo en indicando que es más agradable hacer el amor en un prado que en un
la filosoffa analítica y el operscionalismo . Estas doctrinas rechazan coche en una calle de Manhattan.) La nueva civilización debe ser
todos los conceptos que no tienen un sentido «funcional» o hacen opuesta también a la libertad que conocemos, pues «en tanto una ma-
posible prever e influir en los hechos. Pero éstos son los conceptos yor libertad supone una contracción más que una extensión y desarro-
más importantes, pues nos permiten trascender la situación actual del llo de las necesidades instintivas, actúa en favor más que contra el
mundo. Y lo que es peor: el positivismo predica la tolerancia de to- status de k represión general» (p. 74).
Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como In utopía totalitaria .. . 397
396

4. La reoolucián contra la libertad la revuelta política de los estudiantes vaya unida al movimiento en
favor de la liberación sexual.
¿Existe una salida al sistema que multiplica las falsas necesidades La violencia es inevitable porque el sistema actual proporciona
y ofrece los medios para satisfacerlas, y que une a la multitud bajo n la mayoría una falsa conciencia de la que sólo puede librarse una
el encanto de una falsa conciencia? Sí, dice Marcuse, existe. Debemos minoría por sus propios esfuerzos . El capitalismo ha ideado tales
«trascender» por completo la sociedad existente y esforzarnos por medios de asimilar todas las formas de cultura y pensamiento que
conseguir un «cambio cuaUtative» j debemos destruir la misma «es- puede desarmar a sus críticos convirtiendo su crítica en un elemento
tructura» de la realidad para que las personas puedan de sarrollar sus del sistema: por ello es preciso su crítica mediante la violencia, que
110 puede ser digerida de ese modo. La libertad de expresión y reunión,
necesidades en libertad; debemos tener una nueva tecnología (y no
simplemente una nueva aplicación de la actual) y recuperar la unidad la tolerancia y las instituciones democráticas son todos ellos medios
del arte y la ciencia, la ciencia y la ética ; debemos liberar nuestra de perpetuar el dominio espiritual de los valores capitalistas . De ello
imaginación y enderezar la ciencia con vistas a la liberación de la se sigue que las personas dotadas de una conciencia verdadera y no
humanidad. mistificada deben luchar por la liberación de las libertades y la tole-
Pero ¿quién ha de hacer todo esto cuando la mayoría de las per- rancia .
sonas, y sobre todo la cIase tr abajadora, está absorbida por el sist ema Marcuse no tiene duda en sacar esta conclusión, que expresa
y no se interesa por la «trascendencia global» del orden existente? quizá con más claridad en su ensayo sobre la «Tolerancia represiva»
l
La respuesta , según El hombre unidimensional, es que «bajo el sus- (en A Critique o/ Pure Toleran ce, de Robert Paul Wolff y otros,
trato de la base popular conservadora está el sustrato de los pros- 1%9), En el pasado, afirma, la tolerancia era un ideal liberador, pero
('11 la actualidad es un instrumento de opresión, pues refuerza a una
critos e indeseables, los explotados y perseguidos de otras razas V
socied ad que, con la anuencia de la mayoría, construye arsenales nu -
colores, los des empleados y los no empleables. Viven fuera del proce-
d 'ares, desarrolla políticas imperialistas, etc, La tolerancia de este tipo
so democrático (. . .). El hecho de que empiezan por negarse a jugar ( ::1 una tiranía de la mayoría contra los ideales liberadores; además,
el juego puede ser el hecho que marque el comienzo del final de un tolera doctrinas y movimientos que no deben ser tolerados, pues son
período» (pp. 256-7), erró neos y nocivos. Todo hecho e institución concreta deben ser juzga-
Parece ser, pues, que el lumpenproletariado de las minorías ra- .lo s desde el punto de vista del «todo» al que pertenecen, y como en
ciales de los Estados Unidos es el sector de la humanidad llamado antes 1',~I (; caso el «todo» es el sistema capitalista, que es inherentemente
que cualquier otro a restaurar la unidad de Eros y Lagos, a crear la 111111 0, la libertad y la tolerancia dentro del sistema son igualmente ma-
nueva ciencia y tecnología cuantitativa, y a liberar a la humanidad lux (;11 sí. Por lo tanto, la tolerancia verdadera y profunda debe suponer
de la tiranía de la lógica form al, el positivismo y el empirismo . Sin In intolerancia bada las ideas y movimientos falsos, «La tolerancía que
embargo, Marcuse explica en otro lugar que podemos contar también 11I1111cntó el ámbito y contenidos de la libertad fue siempre partidaria
con otras fuerzas, a saber, los estudiantes y los pueblos de los países intolerante hacia los protagonistas del status qua represivo» (p. 99).
económica y técnicamente atrasados. La alianza de estos tres grupos e .unndo se trata de construir una nueva sociedad (que, como perte-
es la principal esperanza de liberaci6n de la humanidad. Los movi- nocc al futuro , no puede ser descrita o definida excepto como 10 con-
mientos de revuelta estudiantil son un «factor de transformación í r ui o a la sociedad actual), no puede permitirse una tolerancia indis-
decisivo», aunque son en sí mismos insuficientes para producirla (véa- uri minada . La verdadera tolerancia «no puede proteger las falsas pa-
se «The Problems of Violence and the Radical Opposition», en Fioe luhrus y malas acciones que muestran que contradicen e impiden
Lectures). Las fuerzas revolucionarias deben utilizar la violencia , por - ItI" posibilidades de liberación» (p. 102). «La sociedad no puede ser
que representan una justicia superior y porque el sistema actual es un lmliscrirnanada cuando se trata de la pacificación de la existencia, la
sistema de violencia institucionalizada. Es absurdo hablar de limitar lll>t:I'l" ad y la felicidad : en esta tesitura, no pueden decirse cíertas
la resistencia dentro de los límites legales, pues ningún sistema ni 1 lI :111S, no pueden expresarse ciertas ideas y no pueden permitirse
siquiera el más libre, puede sancionar el uso de la violencia contra ,,1 n as conductas sin hacer de la tolerancia un instrumento para la
sí mismo. Sin embargo, la violencia está justificada cuando su meta' 1 ourinuación de la esclavitud» (ib id .). La libertad de expresión es
es la liberación. Es, además, un signo importante y alentador el que l uu.na, no porque no exista nada semejante a la verdad objetiva, sino
398 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria ... 399

porque esta verdad existe y puede ser descubierta; por ello la libertad pero suele criticar más a este último estado que al primero. -Reco-
de expresión no puede justificarse si resulta que perpetúa la mentira. noce que un sistema es p1uralista y el atto basado en el terror, pero
Esta libertad supone que pueden realizarse todos los cambios desea - no 10 considera como una distinción esencial: «se define aquí de nue-
bles mediante la discusión dentro del «sistema»; pero de hecho todo vo lo "totalitario" para incluir no sólo a la absorción terrorista, sino
lo que puede hacerse de este modo sirve para confirmar el sistema . también pluralista, de toda oposición efectiva por la sociedad esta-
«Una sociedad libre es de hecho irreal e indefiniblemente diferente blecida» (Fioe Lectures, p. 48) . «Lo totalitario no es sólo una coor-
de las existentes. Bajo estas circunstancias, cualquier progreso que dinación político-terrorista de la sociedad, sino también una coordi-
pueda haber "en el curso normal de los acontecimientos" y sin súb- nación técnico-económica no terrorista que opera mediante la ma-
versión será probablemente un progreso en la dirección determinada nipulación de las necesidades por intereses disfrazados» (El hombre
por los intereses particulares que con trolan el todo» (p. 107) . La unidimensional, p. 3). «En el ámbito de la cultura, el nuevo totalita-
libertad de expresar las diversas opiniones significa necesariamente rismo se manifiesta precisamente en un pluralismo armonizante, donde
que las opiniones expresadas reflejarán los intereses del stablisbrnent, Las obras y verdades más contradictorias coexis~en pacíficamente en
en razón del poder de este último pata formar las opiniones. Es cierto In mutua indiferencia» (ibid ., p. 61) . «( ... ) ¿eXiste en la actualidad,
que los medios de c~municacíón de masas describen las atrocidades en la órbita de la civilización industrial avanzada, una sociedad que
del mundo moderno, pero lo hacen de forma impasiva, imparcial. «Si no esté bajo un régimen autoritario?» (ibid., p. 102).
la objetividad tiene algo que ver con la verdad, y si la verdad ha de En resumen, el terror puede ejercerse o bien por el terror o bien
ser algo más que una cuestión de lógica y de ciencia, entonces este mediante la democracia, el pluralismo y la tolerancia. Pero cuando
tipo de objetividad es falso, y este tipo de tolerancia inhumano» (pá- el terror se ejerce con vistas a la liberación existe la proI?esa de que
gina 112), Luchar contra el adoctrinamiento y desarrollar las fuerzas negará su fin, mientras que el terror en la forma de la libertad per-
de liberación «puede exigir aparentemente medios no democráticos. durad indefinidamente. Por otra parte, Marcuse afirma en repetidas
Entre ellos figuraría el rechazo de la tolerancia de la libertad de ex- ocasiones que cada vez se parecen más los sistemas soviético y capi-
presión y reunión de los grupos y movimientos que promueven polí- talista, pues son tipos diversos del mismo proceso de industríali~a­
ticas agresivas, defienden el armamento, el chauvinismo y la discri- ción, En El marxismo soviético critica duramente la filosofía política
minación por motivos de raza y religión, o que se oponen a la exten- marxista y a.:f1rma que el sistema basado en ella no es una dictadura
sión de los servicios públicos, la seguridad social, los cuidados mé- del proletariado, sino un método de acelerar la industrial~ación P?r
dicos, etc. Además, la reinstauración de la libertad de pensamiento medio de una dictadura sobre el proletariado y el campestnado, dis-
puede exigir nuevas y rígidas restricciones de la enseñanza y las torsionando para ello la doctrina marxista. Subraya el primitivo nivel
prácticas de las ins ti tuciones educativas» (p. 114), pues las implícitas intelectual de la versión soviética del marxismo y el hecho de que
en estas instituciones no proporcionan una libertad real de elección. persigue 6nes meramente pragmáticos. Por otra parte, cree que el
Si se nos pregunta quién está legitimado para decidir cuándo están capitalismo occidental y el sistema soviético muestran signos de cre-
justificadas la intolerancia y la violencia, la respuesta depende de la ciente centralización burocracia, racionalización económica, educación
causa que se defienda. «La tolerancia liberadora (... ) significaría la y servicios informativos regimentados, ethos del trabajo, producció.n,
intolerancia contra los movimientos de la derecha y la tolerancia de etcétera. Sin embargo, por otra parte, ve más esperanzas para el SIS-
los movimientos de izquierda» (pp, 122-3). Esta simple fórmula re- tema soviético que para el capitalismo porque, en el primer? la
sume el tipo de «tolerancia» que defiende Marcuse. Su objeto, afirma, burocracia no puede atrincherarse por completo o perpetuar sus Inte-
no es crear una dictadura, sino alcanzar la «verdadera democracia» reses: «en última instancia» deberá dejar paso a fines técnicos, eco-
luchando contra la idea de tolerancia, por el hecho de que la gran nómicos y políticos generales que son incompatibles con un sistema
mayoría no puede formar juicios verdaderos cuando sus mentes están de gobierno mediante la represión . En un Estado basado en clases, el
deformadas por las fuentes de información democráticas . desarrollo técnico y económico está en conBícto con los intereses de
Marcuse no escribía desde un punto de vista comunista, sino más los explotadores. Es la misma situación existente en la sociedad so-
bien desde el de la «Nueva Izquierda», que en términos generales viética, pues la bu~ocracia. i~t~1l;ta explotar el prog~ama para sus pro-
compartía sus ideas. Utiliza las palabras 'totalitario' y 'totalitarismo' pios fines, pero existe la posibilidad de que el conflicto se resuelva en
de forma tal que se aplican tanto a la U. R. S. S. como a los EE. UU., el futuro, lo que no sucede en el capitalismo.
400 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: FJ marxismo como la utopía totalitaria ... 401

5. Comentario comprende que la realidad contiene su propio «estándar» no reali-


zado, por lo cual mediante la intuición podemos compararlo con una
. Mientras que las p rimeras obras de Marcuse pueden ser conside- norma objetiva propia, y 4) ha apostado todo por el progreso tecno-
radas como reflejo de una versión del marxismo (basada, es cierto, lógico. Los efectos destructivos de la ciencia son inherentes a su
en una falsa interpretación jovenhegeliana de Hegel) sus posteriores
J contenido y no se deben simplemente a su mala aplicación social.
escritos, aunque invocan con frecuencia la tradición marxista, tie nen Esta civili zación perversa debe ser contestada mediante una dialéctica
poco en común con ella. Lo que Marcuse ofrece es un marxismo que defienda la «unidad» del conocimiento y los valores y trascienda
sin proletariado (irreparablemente corrompido por la socied ad de la real idad invocando su esencia normati va. Quienes han alcanzado
bienestar) , sin historia (pues la visión del futuro no deriva del estudio esta superior visión, no limitada por la lógica y el rigor del empiris-
de los camb ios históricos, sino de un a intuición de la verdadera natu- mo, están legitimados por ello a utilizar la violencia, la intolerancia
raleza humana) y sin culto a la ciencia; un marxismo, además. en el y las medidas represivas contra la mayor ía que forma el resto de la
que el valor de la sociedad liberada reside en el placer y no en el comunidad . La élite en cuestión se compone de estudiantes revolucio-
trabajo creativo. Todo esto es un reflejo pálido y distorsionado del narios, el campesinado analfabeto de los países económicamente atra-
mensaje original del marxismo. De hecho, Marcuse es un profeta sados y el lurnpenproletariado de los EE. UD.
del anarquismo semiromántico -una añoranza de los valores perdi- En puntos fundamentales Marcuse no da indicación alguna de
dos de la sociedad preindustrial, de la unidad entre el hombre y la cuáles son sus tesis reales. ¿Cómo sabemos, por ejemplo, que la ver-
naturaleza y de la comunicación directa entre los seres humanos, y dadera esencia de la humanidad se nos revela por una determinada
también de la creencia en que la vida empírica del hombre puede intuición y no por otra?, o ¿cómo sabemos qué modelos y conceptos
y debe reconciliarse con su verdadera esencia . Pero el marxismo deja normativos son los correctos? No hay ni puede haber respuesta para
de serlo si es despojado de otros aspectos además de éstos, incluida estas cuestiones: estamos a merced de las decisiones arbitrarias de
su teoría de la lucha de clases y sus aspectos científicos y cienti- Marcuse y sus seguidores. De igual modo, no sabemos cómo va a ser
listas. el mundo liberado, y Marcuse afirma expresamente que no puede ser
Sin embargo, lo principal a criticar a Marcuse no es que profese descrito de antemano. Todo lo que se nos dice es que debemos «tras-
ser un marxista a pesar de todas las pruebas en contra, sino que pre- cender» por completo la sociedad y la civilizaci ón existentes, llevar a
tenda ofrecer una base filos ófica a una tendencia ya presente en nues- cabo una «revolución global» , crear condiciones sociales «cualitativa-
tra civilización, que aspira a destruir la civilización en aras de un mente nuevas» , etc . La única conclusión pos itiva que podemos sacar
apocalipsis del Nuevo Mundo de Felicidad del cual, como era de es que es digno de elogio todo lo que tiende a destruir la civilización
esperar, no puede ofrecerse descr ipción alguna. Y lo que es peor: el existente: no hay razón para suponer, por ejemplo, que la quema de
único rasgo del Milenio que podemos deducir en la ob ra de Marcuse libros, que tuvo lugar en varios centros universitarios de los EE. UD .,
es que la sociedad ha de estar gobernada despóticamente por un grupo no era una buena forma de empezar el proceso revolucionario para
ilustrado cuyo principal ti tulo para hacerlo consiste en haber alcanza- «trascender» el corrupto mundo del capitalismo en el nombre de una
do ellos mismos la unidad de Legos y Eros, y haberse liberado de a
razón superior la de Platón o Hegel .
la vejatoria autoridad de la l ógica, las matemáticas y las ciencias Los ataques de Marcuse a la ciencia y la lógica van de la mano
empíricas . Esto parece una caricatura de la doctrina de Marcuse, pero con los ataques a las instituciones democráticas y la «tolerancia re-
es difícil sacar algo más del análisis de sus escritos. presiva » (lo opuesto a la «verdadera» tolerancia, esto es, a la intole-
El pensamiento de Marcuse es una curiosa mezcla del desprecio rancia represiva ). Los principios de la ciencia moderna , que claramente
feudal por la tecnología, las ciencias exactas y los valores democrá- disti nguen los actos y evaluaciones normativas del pensamiento lógico
ticos, más un revolucionarismo nebuloso desprovisto de contenido y el método empírico, están de hecho estrechamente ligados a los
positivo . Lamenta la existencia de una civilización que: 1) divorcia la principios de la tolerancia y la libre expresión. Las reglas científicas,
ciencia de la ética, el conocimiento empírico y matemático de los yo sean formales o empíricas, definen un área de conocimiento dentro
valores los hechos de las normas, la descripción del universo de la
J de la cual los contendientes pueden apelar a principios comunes y, en
intuición de su esencia normativa; 2) ha creado una lógica y mate- su momento, ponerse de acuerdo a partir de esta base sobre qué
mática «estériles» 3) ha destruido la unidad de Eros y Logos y no teorías o hipótesis son aceptables. En otras palabras, la ciencia ha
Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria ... 403
402
e
la represió n so~al. En otras palabra s, el sistema de Mareus e depend
desarro llado un código de pensam iento, que consiste en una lógica tiranía de la lógica por la tiranía policial . Esto se con-
de susutui r la
deducti va y probabilística, que se impone coerciti vament e a la mente hacer
que firma por toda la experiencia histórica: sólo hay una forma de
humana y crea una esfera de mutua compre nsión entre todos los determ inada cosmov isíón mientra s
esfera está el reino que toda una sociedad acepte una
están dispues tos a reconocerlo . Por encima de esta tes formas' de impone r la autorid ad sobre el pen-
en que existen diferen
de los valores, donde también es posible la discusión, pero sólo
particip an en la discusió n compar ten ciertos valores samien to racional, siem-?re que se. conozcan y reconozcan las reglas
tanto los que
o: de su ~ctuacJOn. La umón rnarcusiana de Eros y Lagos sólo puede
específicos, no probabl es por las leyes del pensam iento científic
ser validad os con la ayuda de las ser realizada en la forma.d e un Estado totalita rio, establecido y gober-
pero los valores básicos no pueden liber-
nado 1?or la fuerza; la libertad que defiende es la ausencia de
reglas que gobiern an el pensam iento científico . Estos simples princi- no significa una libertad de elección
leyes tad. Si «verdad era» libertad
pios nos ayudan a distingu ir entre los campos en que se aplican ex~
que no existen estas leyes y por tan to sino. que COI!sís.te en elegir un determ inado objeto; si libertad de
compulsivas y aquellos en los lo que quieren , pero
io la toleranc ia recíproc a. Pero si es necesar io que nuestro presión no. significa que las personas pueden decir
es necesar de-
y deben decir la verdad; y si sólo Marcus e y sus seguidores tienen
pensam iento se someta a la intuició n de las «esencias» normat ivas, entonce s la
condici ón puede hablars e de pensam iento recho a d~cidil' 10 que deben elegir y decir las persona s,
si se afirma que sólo con esta nte opuesto al habi-
una palabra «liberta d» ha tomado un sentido totalme
y adecuarse a las exigencias de la razón superio r, esto equivale a
tual. En este sentid~, una sociedad «libre» es una sociedad que
priva
iento, pues los ex-
proclamación de intolerancia y control de pensam s de libertad de elegir u objetos o ideas excepto por
idea no están obligad os a defende r su f1 las persona
ponente s de una determ inada orden de quien conoce mejor.
invocan do el stock común de reglas lógicas y empíric as. Des-
opinión
dice Hay que observa r que las exigencias de Marcus e van mucho más
potrica r contra la «estéril» lógica formal (y todo lo que nos o
es estéril) y contra las ciencias natural es allá de 10 que habla ido nunca el comuni smo totalita rio soviétic
Marcus e de la lógica es que peores días del esta~
con su orienta ción cuantit ativa (ciencia s de las cuales Marcus e obvia- ~a .sea en la teoría o en la práctica . Incluso en los
1lnJ s0:0,,a pesar d~l adoctri namien to univers al y la esclavitud
no del
mente no sabía nada, como tampoco de economía o tecnología) a la Ideolog ía, se reconoc ía que algunos campos eran
cia. El pensam iento humano se desarro1 l6 conocrmrenro
es más que exaltar la ignoran
y creó ciencia simplem ente amplian do el área del conocim iento no neutrale~ en sí y estaban sometidos exclusivamente a las leyes lógicas
sometid a a los juicios arbitrar ios, gracias a la distinción platónic
a y empíricas: esto sucedía con las matemáticas la física y también
entre conocimiento y opinión , epistem e y doxa, Obviam ente, esta dis- la tecnología, excepto durante uno o dos breves períodos. Por otra
tinción no deja espacio a una síntesis última y general en la que
las parte, Marcuse insi~t~ en que las esencias normat ivas deben predo-
una
ideas, sentimi entos y deseos se fundan en una «unidad » superio r. Una mmar en todo domini o, que debe haber una nueva tecnología y.
iva excepto que es
aspiración así sólo es posible cuando un mito totalita rio proclam
a su nueva ciencia cua[jt~t de la que no sabemo s nada
una intuició n d~be estar libre de los prejuici os de la experie ncia y la «ma-
suprem acía sobre el pensam iento -un mito basado en nueva}
«más profund a», con lo cual no tiene que justifica rse, peto que asu- tematIzaCIón» -esto es, debe ser alcanzable sin conocim iento alguno
der
me el domini o sobre toda la vida espiritu al e intelect ual. Por supuest
o, de matemáticas, física o cualqui er otra cienci a- y debe trascen
que esto sea posible , tienen que ser declara das irreleva ntes too absolut amente nuestro conocim iento actual ,
para
El t~P? de .uni~ad qU(~ anhela Marcus e y que imagina destruid
hacer a
das las reglas lógicas y empíricas, y esto es lo que se propon e ial de hecho no ha existido nunca : incluso
Marcuse. El objeto que persigu e es un cuerpo de conocim ientos uni- por la civiliza ción industr
de
ficado que desprec ia objetivo s tan triviales como el progres o tecno- las sociedades primitiv as, según sabemos, por ejemplo, a través
el orden mítico del orden téc-
lógico, y cuyo mérito es ser uno y omnico mprens ivo. Pero s610 puede la obra de Malino wski, distingu ieron
nico: La magia y la mitología no han ocupad o nunca el lugar
rse de la
existir un conocimiento así si se permite al pensam iento despoja l, sino que lo han comple tado sólo en
siones externa s de la lógica; además , como cada intuició n técnica y el esfuerz o raciona
de las compul tiene control técnico. Los
«esencial» puede ser diferen te a la de los demás, la unidad espiri- .I,as, esferas en las que la humani dad no
a la UOlCOS precurs ores posible s de Marcus e son
los teócratas de la Edad
tual de la sociedad debe basarse en otros fundam entos distinto s a que intenta ron eliminar la ciencia
sión zos de la Reform
lógica y los hechos . Debe baber alguna otra forma de compul Media y comien
de o privarla de indepen dencia.
distinta a las reglas del pensam iento, y ésta debe tomar la forma
404 Principales corrientes del marxismo 11. Herbert Marcuse: El marxismo como la utopía totalitaria ... 405
Ni la ciencia ni la tecnología ofrecen obviamente una base para cráticas y la tolerancia en nombre de un mito totalitario, sometiendo
establecer una jerarquía de fines y valores. Los fines-en-sí, en opo- la ciencia y la tecnología (no s610 en su aplicación práctica, sino
sición a los medios , no pueden ser identificados por métodos cien- también en sus aspectos teóricos) a una nebulosa intuición «esencial»
tíficos; [a ciencia sólo nos puede decir cómo alcanzar nuestros fines que es propiedad exclusiva de los Jil6sofos hostiles al empirismo y
y qué sucederá cuando los hayamos alcanzado, o cuando se sigue un el positivismo.
determinado curso de acción. La distancia no puede salvarse medi ante Es difícil imaginar un más claro ejemplo de sustitución del eslo-
ninguna intuición «esencial» . gan marxiano de «socialismo o barbarie» por la versión de «socialis-
Marcuse une el desprecio hacia la ciencia y la tecnología con la mo igual a barbarie» . y probablemente en nuestros días no ha existido
creencia en que debemos luchar por valores superiores porque se otro filósofo que merezca ser considerado tan justificadamente como
han resuelto todos los problemas del bienestar material y existe una Marcuse como el ideólogo del oscurantismo .
cantidad inagotable de mercancías: aumentar la cantidad sólo serviría
a los intereses del capitalismo, que necesita crear falsas necesidades
y divulgar una falsa conciencia . En este particular, Marcuse es una
muestra típica de la mentalidad de quienes nunca tuvieron que mo-
lestarse ellos mismos para obtener alimento, vestido, vivienda, elec-
tricidad, etc., pues tenían satisfechas todas las necesidades de la vida.
Esto explica la popularidad de su filosofía entre quienes nunca tuvie-
ron nada que ver con la producción material y económica. Los
estudiantes de la confortable clase media tienen en común con el lum-
penproletariado que la técnica. y la organización de la producción
están por encima de su horizonte mental: los bienes de consumo, ya
sean abundantes o escasos, están ahí y pueden ser consumidos. El
desprecio por la técnica y la organización va de la mano con el desagra-
do de todas las formas de aprendizaje sometidas a reglas de actuación
regulares o que exigen un vigoroso esfuerzo, disciplina intelectual
y una actitud humilde hacia los hechos y las reglas de la lógica. Es
mucho más fácil esquivar las tareas laboriosas y proclamar eslóganes
sobre la revolución global que ha de trascender nuestra civilización
actual y unir el conocimiento y el sentimiento.
Marcuse repite lógicamente todas las quejas habituales sobre el
efecto destructivo de la moderna tecnología y el empobrecimiento
espiritual resultante del enfoque utilitario de la vida en el que el indi-
viduo no es más que la funci6n que realiza. Estas no son invención
suya sino truisrnos de inmemorable recuerdo. Sin embargo, lo 101-
portante es que los efectos destructivos de la tecnología sólo pueden
combatirse por un nuevo desarrollo de la propia tecnología. La es-
pecie humana debe elabor ar cienúficamente, con la ayuda de la «esté-
ril» lógica, métodos de planificación social [Jara neutralizar las conse-
cuencias adversas del progreso tecnológico. Para ello debe fomentar
y establecer unos valores que hagan más soportable la vida y faciliten
la consideración racional de las reformas sociales, a saber : los valores
de la tolerancia, la democracia y la libre expresión . El programa de
Marcuse es exactamente el contrario : destruir las instituciones demo-
Capítulo 12 12, Ernst Bloch: El marxismo como gnosis futudste 407

ERNST BLOCH: en nombres : das Woh in, das Wozu, das Woher, das Nicbt, das Noch-
EL MARXISMO COMO GNOSIS FUTURISTA llichi, das Dass, etc. Algunos críticos le considt;ran c~m~ un maestro
de la prosa germana; otros con~ideran su estilo artificial y pret~~­
cioso, que oculta una pobreza ~e Ideas tras una p:ofusa ornarnentacl~n
barroca. Cier tamente, en ocasiones el lecto r se Siente como en medio
de tos humos del laboratorio de un alquimista, y cuando reduce la
v irbosidad poética a términos cotidianos puede no hallar más. que
ideas estériles o lugares comunes. No obstan~e, las construcclOn:s
metafísicas de Bloch no deben ser ignoradas. El interés por su 6losofla
Ita ido en alza últimamente; incluso algunos teólogos han hallado
inspiración en él y, lo que es más releva~te ~ara nue~tros fines, du-
rnnte la mayor parte de su vida se consider ó a sí mismo como un
marxista pleno.

l. Vida y escritos

Ernst Bloch (1885-1977), hijo de padres judíos conversos, nació


en Ludwlgshafen . Su desarrollo intelectual coincidió con la ..rev.uelta
En el ámbito de la filosofía, los escritos de Bloch constituyen modernista o neoromántica contra el positivismo y el evoluclornsmo.
ciertamente la más extravagante de las manifestaciones periféricas del Esta revuelta adoptó la forma tanto de las variantes heterod?xas del
marxismo. Ocupa un luga r solitario en su intento por injertar la kantismo como de la Lebenspbilosopbie, unida a las tend enciás berg-
doctrina heredada a una completa metafísica , cosmología y cosmo- sonianas y al interés, fomentado por la sabiduría oriental, en l~ .tra-
gonía especulativa de estilo gnós tico y especulativo , inspirada en las dici ón hermética, oculta y gnóstica y en las expresiones no dogmatlc~s
más variadas fuentes . Aunque utili zamos la palabra «injer tar» como y no codificadas del instinto religioso. A partir de 19~ 5, Bloch estudió
interpretación del intento de Bloch, él mismo pensó que estaba re- con Lipps en Munich y Külpe en Würzburg . Su teSIS do::~oral so~~e
uniendo de nuevo fragmentos del pensamiento de Ma rx con el fin In filosofía de Rickert, publicada en 1909 con el títu lo Krttssche Ero.r-
de revelar su oculto significado metafísico: una imagen del mundo terungen ¡¡be, Rickert und das Problem ~er modernen Erkenntn is-
qu e tiende a una síntesis un iversal de todas las fuerzas y factores no tbeorie, contenía el germen de los más importantes temas de su
sólo los fenómenos sociales, sino el cosmos en su conju nto . Según pensamiento posterior. En particular reclamaba una nueva t;~ría u t6-
esta :filosofía, el significado del ser se revel a sólo en actos dirigidos pica del conocimiento (e incluso, según Bloch, una n~eva l ógica) ,que
hacía el futuro. Estos actos , de los cuales la «esperanza» es la descrip- versara no sobre cómo son las cosas realmente, SInO sobre como
ción más general, son tanto cognitivos como afectivos , pero son tam- llegar a ser. Esta teoría no estaría basada en el principio de identidad
bién la creación real de la realidad esperada, un movimiento del y en la fórmula «S es P », sino que haría referencia. a las potenciali-
universo hada su propia entelequia. Las obras de Bloch son de hecho dades latentes y al d:stino fut~ro de los obje~os, de)and~ lugar a las
llamadas proféticas, expresadas en una prosa afo rística y poética que operaciones de fantasía y manejando proposiciones del tipo ~S no es
deriva de la tradición literaria del expresionismo alemán. Su estilo, todavía p». Operaría así con elemen~o.s que son total.~ parcia~ente
complejo y lleno de neologismos, es lectura indigerible para alguien Intentes en la mente humana, permitiendo la expresion del mcons-
no familiarizado con las rarezas del lenguaje :filosófico alemán, que ciente.
han florecido exuberantemente desde los días de Meister Eckhart Bloch siguió sus estudios en Berlín, donde su mentor filos?6co
a los de Heidegger, sin olvidar a Bohrne y HegeL. Junto a su afición fue Simmel. También estudió física y se interesó por un~ gran diver-
por las palabras y combinaciones lingüísticas raras, Bloch siguió el sidad de cuestiones hurnanfsticas: poesía, pintura, música y tea!ro.
recurso de Heidegger de convertir los adverbios, conjunciones, etc., Por esta época estudió las ideas socialistas, si bien no llegó a umrse
406
408 Principales corrient es del marxismo 12. Ernst Bloch: El marxismo como gnosis fumrísto 409

a ningún partido político. Durante la guerra de 1914-1918 se hizo escbaton , sino que es una forma de alcanzado; no e8 contemplación
m~rxista, pero en sentid~ r~stringido. Sus ideas utópicas sobre meta- sino acción, un acto de voluntad más que de razón. Todo 10 que nos
fíSica y teoría del conocrrruento no fueron expresadas todavía como ha ~rometido el mesianismo en épocas pasadas podemos conseguirlo
re~onstrucció~ del pensamiento de Marx : más bien lo que hizo fue mediante nuestras propias fuerzas. No existe un Dios que garantice
Unir el J?arxJsmo a ellas como ideología política independiente. Esto nuestro triunfo : el propio Dios forma parte de la utopía, que es una
se aprec~a .~e forma especialmente clara en el p rimer libro importante (inalidad aún no realizada.
que escribió dura nte la guerra, publicado en 1918 con el título Geist En Geist der Utopie Bloch siguió la tradición de la literatura
der Utopie (en 1923 apareci ó una segunda edición revisada). Ya en- apocalíptica jud ía, a la que u nió vagas ideas de socialismo o anar-
to~ces la pala~ra 'utopía' había perdido pata Bloch el sentido peyo- quismo : no está claro cómo ha de ser el mundo una vez salvado
ranvo ~ue terna para Marx y para toda la tradición marxista, Por el excepto que será un reino de libertad sin necesidad de instituciones
c~ntrarJo, Bloch afirmaba que el marxismo era insuficientemente utó- mediadoras tales como el Estado y la política. Aquí Bloch sigue ideas
prco, y que n~ era lo bastante enérgico en - la anticipación de un marxíanas, pero de forma tan general que no queda del marxismo
mundo que era inherentemente posible, si bien no de forma inmediata. más que lo que hay en los sermones de Thomas M ünzer, Además la
Esta firmeza utópica estaba presente, sin embargo en la tradición comparación parece ir en desventaja de Marx: Bloch reprocha a Marx
~e los movim~ento~ quiliásticos populares y sobre t~do en el anabap- poner demasiada fe en el mecanismo impersonal de la historia, mien-
tismo revolucionario alemán, que fue el tema del siguiente libro de tras que la utopía 5610 puede alcanzarse mediante la voluntad huma-
Bloch (Thomas Münz er als Theologe der Reuolution, 1921). La ma- na. Así, el inicial respeto de Bloch hacia las ideas de Marx es similar
yoría de las ideas que iba a desarrollar durante toda su vida figuran al que hemos encontrado ya en Sorel, y es básicamente diferente de
en otr~ obra pos terior, Geist der Utopie : en ésta, al igual que en • cualesquiera de las versiones estándar del marxismo.
otros libros posterJOr~s, no define la utopía más que en términos muy Durante los años veinte y hasta la subida de Hitler al poder,
g~nerales, pero consti tuye un alegato en favor del pensamiento utó- J310ch vivió en Alemania como escritor independiente, sin ocupar
pico . ~u . ~rgumento es que el hombre es un sujeto utópico, un foco cargo académico alguno. Fue amigo de Walter Benjamín y también de
de p~s1btlldades no realizadas, a las cuales debe dar vida la filosofía. Lukács , aunque criticó a este último por su interpretación esquemá-
El primado de la razón práctica es válido en filosofía no en sentido tica y puramente «sociológíca» del mundo en Historia y conciencia
kantiano, sino ~n. el de que la. tarea. de la filosofía no ~onsiste simple- (~e clase, y también por su condena dogmática de la literatura expre-
mente en describir lo que existe, S100 en contribuir a la creación de sionista. En estos afias Bloch publicó también una colección de en-
un mundo aún latente y que no puede surgir sin la iniciativa de los sayos titulada Durcb die Wüste (1923), en la que atacaba el utilíta-
hombres . Nuestras almas contienen estratos de lo todavía no cons- r!smo, el nihilismo y el pragmatismo de la civilización burguesa, y
ciente, de nuestro oculto fu turo y de todo el ser: no somo s todavía .~~tJren (1930), un ejercicio de divagación inspirado por diversas anéc-
lo que real y esencialmente somos, y el propio universo no ha alean- dot as y leyend as . Forzado a emigrar en 193.3, pasó un tiempo en
zad~ aún su propia es~ncia y naturaleza . Lo que son la esencia y el Suiza, París y Praga. En 1935 publicó Erbscbajt dieser Zeit, una crí-
destino .no puede averrguatse mediante la observaci ón empírica y las tica del nazismo y un análisis de sus fuentes culturales. En esta obra
reglas CIentíficas, pero nuestra imaginación es capaz de concebir el se identificó totalmente con el marxismo y también con el cornunis-
mundo que puede ser y no es todavía. mo político, aunque nunca se unió a un partido comunista o aceptó
Bloch sigue así a los platónicos al creer que las cosas tienen una lo versión estalinista del marxismo por entonces vigente. Sin embar-
«verdad» propia ~ue no .coincide con su existencia empírica real, pero go, apoyó a Stalin en el crítico periodo de las grandes purgas y los
puede ser descubierta . S10 embargo, esta «verdad» no está realmente procesos de Moscú.
e~ ningún sitio, pero puede hacerse real mediante la voluntad y acti- En 19.38, Bloch emigró a los Estados Unidos, donde pasó los años
vidad humanas . Somos capaces de descubrir esta forma dentro de de la guerra, escribiendo para revistas alemanas émigré y preparando
nosotros: la utopía está ya en la experiencia actual pero consiste su magnum opus, Das Prinzip Hoffnung. Al volver a Europa en 1949
en ~na transformación completa del universo, un gran apocalipsis, la nfirrn ó su solidaridad con el socialismo estalinista al aceptar su nom-
venida del Mesías, un nuevo cielo y una nueva tierra. La filosofía bramiento como catedrático de filosofía en Leipzig. Pasó los doce
utópica no es una escatología en el sentido de esperar meramente el siguientes años en Alemania Oriental y, sobre todo en la primera
410 Principales corrientes del marxismo 12. Emst Bloch: El marxismo como gnosis futurista 411

parte de este período, profesó una absoluta lealtad política al régi- A lo largo de toda su vida Bloch fue un ejemplo típico de 10 que
men. En esta época publicó un libro sobre Hegel (Subjekt-Objekt. puede denominarse un pensador académico, cuyo conocimiento de la
Erláuterungen zu Hegel, 1951); un breve ensayo sobre Avicena, con realidad política deriva principalmente de los libros. Tuvo un vasto
motivo de la celebración de su milésimo aniversario según el calen- conocimiento de literatura y filosofía, pero sus dotes de análisis fue-
dario musulmán (<<Avícena und die Aristotelische Linke», 1952); un ron extremadamente pobres. Sus frecuentes afirmaciones políticas,
ensayo sobre Thomasius (<<Christian Thornasius. Ein deutscher Ge- tanto durante su época estalinista como antiestalinista, eran ingenuas,
lehrter ohne Misere», 195.3), y los tres volúmenes de Das Prinzip vagas y estereotipadas, meros ecos de eslóganes y clichés del momen-
Hoffnung (1954, 1955, 1959), una revisión y ampliación del texto to. Resulta claro que no tuvo conocimientos de economía. A 10 largo
escrito originalmente. Corno marxista no de partido cuya lealtad era de su vida fue un literato profundamente experto en libros, soña-
incuestionable, Bloch recibió recompensas y distinciones de las auto- dor de un mundo perfecto, pero incapaz de explicar cómo habría de
ridades; su idiosincr ática interpretación del marxismo fue tolerada a crearse o incluso qué forma habría de tomar su perfección.
pesar de la estricta ortodoxia estalinista en la enseñanza de la filo-
sofía y en la literatura de la Alemania Oriental de la época. Sin em-
bargo, de vez en cuando los filósofos oficiales del Partido publicaban 2. Ideas básicas
artículos de ataque a Bloch, campaña que se intensificó en el XX Con-
greso del Partido Comunista Soviético, celebrado en 1956: esto dio Los escritos de Bloch se componen en gran medida de aforismos
lugar a apasionadas discusiones en toda la Europa Oriental, y Bloch, autocontenidos de una o dos frases, y que expresan de forma concisa
si bien de forma cauta y más bien abstracta, adquirió una simpatía la esencia de su filosofía. He aquí algunos ejemplos:
definitiva por las ideas «liberales» o «revisionistas». Fue por esto,
por lo que, dos años después de un Festscbrijt en honor de su setenta Del' Mensch ist dasjeníge, was noch vieles VOl' sich hnt. El' wird in seiner
aniversario, se publicó una obra colectiva que denunciaba su «revi- Arbeit und durch sie immer wieder umgebilder. El' steht immer wíeder vorn
sionismo», «idealismo», «misticismo», devaneos con la religión y su nn Grenzen, die kelne mehr sind, indern el' sie wahrníromt, er iiberschreiter
sle, Das Eigentliche ist ím Menschen wíe in der Welt ausstehend, wartend,
actitud en favor de una mayor libertad en la República Democrática atcht in der Furcht, vereitelt ZIl werdcn steht in der Hoffnung, zu gelíngen
Alemana. En 1956 un grupo de alumnos y colaboradores fueron he- (Das Prinzip Hojinung, ed. Subrkamp, pp, 284·5).
chos presos por sus planes «revisionistas» de reforma política y del (El hombre es aquel que tiene mucho ante sí. Es transformado constante-
Partido, y se prohibió enseñar al mismo Bloch, si bien finalmente mente en y a través de su trabajo. Siempre alcanza límites que dejan de serlo:
se permitió la publicación del tercer volumen de Das Prinzip Hoff- una vez que los percibe, va más alU de ellos. Lo que es genuino en el hombre
nung. Bloch se desilusionó cada vez más con el socialismo del este y en el mundo espera y dura, en el miedo de la frustraci6n y en la esperanza
de Europa y, con motivo de una visita a Berlín Occidental en el verano del éxito.)
de 1961, año en que se levantó el muro de Berlín, decidió unirse Von friih auí will man zu sich, Aber wir wissen nicht, wer wir sínd, Nur
dnss keiner ist, was el' sein mdchte, scheinte kar, Van daher der gemeine Neid,
a los millones de personas que huyeron de la República Democrática
niirnlich auf diejenigen, die zu haben, ja zu sein scheinea, was einem zukornmt.
Alemana a Alemania Occidental. A pesar de sus setenta y seis años, Von daher abcr auch die Lust, Neues zu beginnen, das mir uns selbsr anfangt.
le fue ofrecida una cátedra universitaria en Tubinga, ciudad en la Stets wurde versucht, uns gamass ZIl leben (ibid., p. 1089).
que vivió hasta su muerte. Habiendo roto políticamente con el sis- (Desde nuestros primeros días intentamos hallarnos Q nosotros mismos. Pero
tema soviético, se convirtió en defensor de una renovación del comu- no sabemos quiénes somos. Todo lo que parece claro es que nadie es como qui-
nismo. Además de reeditar varias obras anteriores, en estos afios pu- siera ser. De ahí nuestra habitual envidia de los demás, que parecen tener, o
blicó Naturrecht und menscblicbe Würde (1961), un intento' por incluso ser, algo verdaderamente nuestro. Pero de ahí tambi én In alegría de em-
reforrnular el concepto de derecho natural en términos marxistas, y pezar algo nuevo que empieza con nosotros. Hemos intentado siempre vivir de
también la Tiibinger Einleitung in die Pbilosopbie (dos vols., 1963-4), ncuerdo con nuestro propio ser.)
Ieh bino Aber ieh habe mich nicht. Darum werden wir erst. Das Bin Is
Atbeismus im Cbristentum (1968) y numerosos artículos y ensayos.
lnncn. Alles Innen ist an sich dunkel. Urn sich zu sehen und gar was um es
Recibió numerosos homenajes y premios, y la fuma Suhrkamp em- ¡'it muss es aus sich heraus (T ühinger Einleirang, í, lI).
prendió una edición en dieciséis volúmenes de sus obras a partir , (Yo soy, pero no me poseo. Por ello estamos todavía en curso de dev::rur.
de 1959. El «soy» está dentro de nosotros, y todo lo que está dentro está. en la oscuridad
412 Principales corrientes del marxismo 12. Ernst Blcch: El marxismo como gnosis futur ísta 413
Para percibirse a sí mismo y II 10 que está en derredor suyo, debe salir de sí hum anas y con un mundo sin preocupaciones, sufrimientos y luchas:
mísmo.) en resumen, los hombres han construido, más o menos hábilmente,
diversos tipos de utopías. Hallamos el germen de estas utopías en
Este es un típico ejemplo de las ideas de Bloch, y de su falta de los sueños de los niños, los cuentos de hadas y las leyendas popula-
precisión característica . La mayor parte de sus imponentes volúmenes res --en arquetipos tales como la lámpara de A1adino, las botas de
son variaciones sobre un mismo tema; su repetitividad no tiene casi siete leguas, las alfombras mágicas , la gorra de Fortunato o el anillo
paralelo. A partir de los aforismos antes citados, podemos ensayar de Giges. A nivel inferior estos sueños diurnos se relacionan simple-
un resumen de su doctrina. mente con los fines privados tales como la riqueza, la gloria o la satis-
El universo, y el hombre en particular, no son finitos, sino que facción sexual: no pretenden cambiar el mundo, sino sólo sacar más
contienen muchas posibilidades. Ningunas leyes objetivas, indepen- de él para uno mismo. A nivel superior, en las utopías revolucio-
dientes del hombre, deciden qué posibilidades han de realizarse final· narias, nuestra actitud es la inversa. Nos negamos a permitir que la
mente. Las posibilidades son o la total destrucción o la perfección felicidad del hombre deba conseguirse a costa de la desgracia o la
total. La perfección consiste en la identidad de la existencia empí- esclavitud de otros; no s610 queremos un mundo mejor que el actual,
rica con la «esencia » oculta del hombre y el universo. Sin embargo, sino un estado paradisíaco en el que no exista ya ningún mal, desgra-
no debemos hablar de esto como de una «vuelta», pues esto sugeriría cia o sufrimiento. «Mien tras que las emociones negativas de expec-
que la perfección ha sido realizada ya en una edad de oro pasada, rativa (die negatioen Affekte der Erwartung) y sus imágenes utópicas
con lo que la historia posterior del cosmos y la humanidad ha sido están orientadas hacia el infierno como su fin último (ibr Unbeding-
un ocaso y no una ascensión . La verdad es qu e nuestra esencia, con l es), las emociones positivas de expectativa (esto es, la esperanza)
la que podemos conseguir o no identi6carnos , espera su cumplimien-. están orientadas no menos absolutamente hacia el paraíso» (Das Prin-
too Esto depende de la voluntad humana y de nuestra capacidad para zíp Ho//nung, p. 127).
superar las sucesivas barreras que la vida pone en nuestro camino; y En otras palabras, la utopía positiva, o lo que Bloch llama «con-
la condición del éxito consiste en mantener una actitud positiva hacia creta», es la expectativa de perfección absoluta, la consumación he-
el futuro, en otras palabras, un estado de esperanza. La esperanza p,e1 iana de la historia: es la voluntad que tiene como objeto el Totum,
es u na cualidad afectiva, pero es también algo más : encarna un tipo 1lltimum O escbaton. Bloch insiste en que existen sólo dos posibilida-'
especial de conocimiento, que nos revela el mundo tal y como es des, o todo o nada , la absoluta destrucción y la nada o la perfección
capaz de llegar a ser. Además, es un atributo de todo el ser, pues absoluta; no existe término medio. «La nada es también una categoría
el impulso hacia la bondad y la perfección que invade el universo se utópica, si bien extremadamente antiutópica (.. . ) la nada, de igual
expresa en la orientación de la mente humana. El destino cósmico se modo que un Utopicum positivo: el propio hogar nativo (Heimat)
cumple mediante la actividad humana . El futuro, que todavía no exis- o el Todo están sólo presentes como posibUidad objetiva» (p. 11).
te, no es la mera nada, sino que tiene su propio status ontológico «Como el proceso histórico está indeterminado en tanto su tendencia
como posibilidad real latente en las cosas y las actitudes humanas. La y meta no están realizados todavía, su resultado (Mündung) puede
tarea de la filosofía consiste en activar este dormido potencial utópico Set la Nada o el Todo, el fracaso (das Umsonst) o el éxito total» (p á-
de la humanidad . I~illa 222).
Pata indicar c6mo -,d esarrolla Bloch este pensamiento tomaremos Las expresione s Totum, Ultimum, Optimum, summum bonum, eJ-
como base D(jJ Prinzip Hoiinung, pues esta obra parece incluir toda s cbaton, el Todo, ser (das Sein) y Heimat significan todas ellas lo
sus ideas y conceptos más importantes. mismo. Heimat representa ser-en-uno-mismo, la completa reconcilia-
rión del hombre consigo mismo y con el universo, la eliminación de
lodo lo negativo, el estado final (Endzustand) en el "que se ha supe-
.3. Sueños diurnos mayores y menores rudo toda alienación. La voluntad utópica, según Bloch, no es cues-
I ¡(m de un propósito infinito O un progreso sin 60: aspira a su reali-
Desde el amanecer de la historia, observa Bloch, en todas las cul- zución en un tiempo finito.
turas y en todas las etapas dd desarrollo individual y social, los hom- La historia de la civilización es la historia de innumerables uto-
bres han soñado con una vida mejor y más feliz, con facultades sobre- pías, no s6lo utopías omnicomprensivas, sino también pal:ciales; sin
414 Principales corrientes del marxismo 12. Ernst Bloch: El marxismo como gnosis futurista 415

embargo, todas ellas han reflejado el deseo humano de una bondad metafísica de Bergson o de Whitehead . Sin embargo, no es así. En
absoluta. Los sueños u tópicos pued en halla rse en la poesía y el dra- Bergson, parece ser, lo «nuevo» es una abstracción, un a mera negación
roa, en la música y la pintu ra. Existen arquitecturas utópicas, u top ías de la repetición; además, toda su filosofía no es una filosofía de
geográ ficas tales como Eldor ado o el Edén, utopías médicas como el anticipa ción , sino impresionis ta y anarco-liberal. A par tir de algunas
sueño de la eterna juventud o la abolición final d e la enfermedad y observ aciones de Bloch podría parecer que no sólo la filosofía , sino
la incapacidad física. El deporte es u n tipo de u topía, en el que las todo el cono cimiento hum ano an terior a Marx estuvo encadenado al
pe rsonas intentan sup era r las limitaciones naturales del ser humano. pasado , siendo capaz sólo de describir y no de mira r hacia el fu turo.
El baile , las ferias y los circos son t amb ién expresiones del con s- El capitalismo intensificó est a actit ud, convirt iendo todos los objetos
tante anhelo de perfección del hom bre, mu chas veces inconscien te . en mercancías y produciendo así una «reificación» del pens amiento :
Finalmente exist en negativos ela bor ados de un mundo perfecto en la el pensa mien to reificado, redu ddo a la forma de mercancías, se ex-
literatur a utópica, en las visiones quiliás ticas de la Ed ad Media y el presa como culto a los hechos o como «rast rero empirismo» . E n este
siglo XVI } en toda la historia de la religión. con sus expe ctativas pun to Bloch sigue más o menos a Lukács y a la Escuela de Frankfurt .
mesián icas e ideas de salvaci ón, el Salvador y el cielo. «El fetichismo de los hechos » y «el superficial emp irismo», despro-
El hombre, según BIoch, es esencialmen te de tendencia utópica, vistos de ima ginación y encadenados a los fenómenos «aislados» , son
cree en un mundo perfecto y anticipa el futu ro con una infatigable es- incapaces de aprehender el «todo» o de concebir lo «esencial» en el
peranza . Apenas hay algón aspecto de la cultura no permeado por curso de la historia (was ioesentl icb gescbiebt) (p. 256).
esta irresistible energía utópica , por lo cual debíamos esperar que Todos estos comentarios sob re filosofía, pasado y presente, no
hubiese dejado una profunda hu ella en la historia de la filosofía. Sin son más que una condena trivial y sin intento alguno de análisis.
emba rgo , de hecho casi toda la filosofía europea antes de Mar x se alejó . Bloch dedica algo más de atención al psicoanálisis, que desde su punto
?el fu turo y fijó culpablemente sus ojos en el pasado; se limitó a de vist a es la negación del futuro par excellence. Como hemos visto,
int er pre tar el mundo existente en vez de anticipar uno mejor yen. Bloch llega a sustituir la cate goría de lo inconsciente por la de 10
se ñar a llegar hasta él. No está claro por qué la filosofí a se distinguió «no consciente todavía», lo latente en nosotros en la forma de an ti-
así de negativamente de las demás ram as de la cultura . «La teoría cipación, pero no aún articulado . Pero en todas las versiones del
de Platón de que todo conocimiento no es más que anamnesis, re- psicoanálisis, ya sea la de Freud o las de sus discípulos más o menos "
cuerdo de algo visto con anteriorid ad --esta versión del conocimien to fieles, el inconsciente deriva de las acumulaciones del pasado y no
centrada en el pasado (Ge- uiesenbeit) se ha repe tido desde en tonces con tiene nada nuevo . Es ta orientación hacia atr ás es inclu so más
sin cesar » (p. 158). Incluso las doct rin as que con tenían p royecciones paten te en Jung, el «fascista psicoa nalítico», que interpreta toda la
de un estado final de perfección no concebían realmente el futuro : psique humana en términos de la prehistoria colect iva y proclama
su Ultimum era falso, p ues estaba siempre realizado inicialmen te en el «odio de la inteligencia» como úni co remedio a las enfermedades
el Absoluto. Estas filosofías , incluida la de H egel, no recon ocieron de la vida mode rna . Freud, como liber al que era, intentó sacar a la
el Noo um : no tenían la noción de cambio real y de orientación hacía luz el inconsciente, mientras que J ung pretende volver a sumergir
el fut uro. «A lo largo de la filosofía judeocri stía na, desd e Filón y nuestra conciencia por deb ajo de la superficie. En cuanto a AdJer , con-
Agustín hasta Hegel, el Illtimum est á relacionado sólo con el Primum
sidera de forma simplemente capitalist a la voluntad de poder como
y no con el Nooum, por 10 cual 10 que resulta finalmente es sólo
una repetición de lo que había en el principio -algo ya cump lido,
el impulso humano fundamental (p . 63) . En cualqu ier caso, todas las
que mientras se ha perdido o alienado » (p. 233 ). Así , la filosofía form as del psicoanálisis son retardatarias, lo' que se explic a por el
prernarxiana reconoció un Ultimu m, pe ro no conoció de ninguna ver- hecho de que exp resan la conciencia de la burguesía, una clase sin
dadera novedad en el mundo, pues se suponía inicialmente realizada futuro . .
en el Absoluto. La perfección o la salvación era rep resentada como Las utopías revolucionarias de épocas pasadas reflejaron el deseo
una vuelta a un paraíso perdido, no la conquista de un paraíso po- de perfección de la humanidad e incluso la idea de que era pos ible;
sible . las utopías postrnarxianas son, sin excepción, reaccionarias. La «u to-
Podría parecer que Bloch aprueba al menos los intentos del si- pía democrático-burguesa» de W ells, por ejemplo, «está cubierta de
glo xx por describir un Novum real, como los que hallamos en la un barniz moral, un simulacro de derechos humanos, como si la ra-
416 Principales corrientes del marxismo 12. Ernst Bloch: El marxismo como gnosis futurísta 417

mera capitalista pudiera volver a ser virgen de nuevo», pero la «li- en un orden «esencial» supedar y más real. Al contrario que la filo-
bertad como utopía del capitalismo occidental es cloroformo nada sofía empirista, el marxismo, bien entendido, incluye la ontología
más» (p. 682). ' de lo que no es todavía (Onsologie des Nocb-Nicbt). «La expectativa,
In esperanza, la intención hacia posibilidades aún no materializadas:
todo esto no es sólo una marca de la conciencia humana, sino, bien
4. El marxismo como «utopia concreta» en tendido y regulado, una determinación fundamental de la realidad
objetiva como un todo. Desde Marx no ha habido posible estudio
EL marxismo, y sólo él, ha ofrecido a La humanidad una percepción de la verdad y ningún realismo de la decisión que no tomara en cuenta
plena y consistente del futuro. Y 10 que es aún más: el marxismo el contenido subjetivo y objetivo de la esperanza en el universo» (pá-
está totalmente orientado hacia el futuro: reconoce el pasado sólo gioa 5), «Lo todavía-no-consciente en el hombre pertenece por com-
en tanto está todavía vivo y es, por tanto, parte del futuro . El mar- plcto a aquella parte del Inundo exterior que no ha tenido lugar, que
xismo ha alcanzado el «descubrimiento de que la teoría-práctica con- no ha salido a la Luz o se ha manifestado . Lo todavía-no-consciente
creta está estrictamente ligada al modo observado de posibilidad comunica e interactúa con lo todavía no sucedido» (p. 12). «H asta
objetivo-real» (p . 236). El marxismo es una ciencia, pero una ciencia que La realidad haya sido determinada completamente, en tanto con-
que ha superado el dualismo de ser y pensamiento, de ser y deber tenga aún posibilidades abiertas en la forma de nuevos comienzos y
ser; es tanto una teoría del paraíso futuro como una praxis que lo nuevas áreas de desarrollo, no podemos rechazar una utopía sobre
hace realidad . La base de la realidad puramente fáctica (.. .). Una utopía concreta
El marxismo es una utopía ornnicornprensiva pero, al contrario halla su contrapartida en la realidad emergente (I'rozessioirlelicbkeit),
que los sueños de anteriores etapas) es concreta y no abstracta . Los la contrapartida del N ooam mediado (... ). Los elementos anticipado-
falanscerios de la Nueva Armonía eran tipos de utopía abstracta; la res son ellos mismos un componente de la realidad» (pp. 226-7).
utopía concreta de Marx no contiene predicciones exactas acerca de Hallamos así en Bloch el típico concepto neoplatónico y hegeliano
la sociedad del futuro, pero opone a las antiguas fantasías «una par- de una realidad no empírica que, sin embargo, en este caso no es una,
ticípaci ón activamente consciente en el proceso histórico inmanente Iicción ya realizada en algún lugar, como las ideas platónicas, ni una
de la transformación revolucionaria de la sociedad» (p. 725). «El mera construcción arbitraria, sino que, como anticipación) está invi-
objeto de una utopía concreta es comprender precisamente el sueño siblemente presente en el mundo empírico. El propio Bloch no cita
en que consiste, un sueño arraigado en el propio proceso h ístóri- 11 Hegel ni a los neoplatónicos en este contexto, sino más bien el
ca» (p. 727). En resumen, lo que hace a tina utopía concreta es que concepto aristotélico de entelequia y el de «materia creativa» proce-
no podamos dar una descripción exacta de ella -un ejemplo verda- dente de los seguidores de Aristóteles . El mundo, piensa, tiene una
deramente clásico de lacas 11 non lucendo. especie de finalidad inmanente por la que desarrolla formas completas
Aunque Bloch declara que el bien supremo, o T otum, ha sido 11 partir de las formas incompletas. Estas formas son tanto naturales
analizado científicamente. todo lo que llegamos a saber de él en sus ¡; mo normativas. Sin embargo, Bloch no parece consciente de que
obras está contenido en algunas pocas frases tomadas de Marx: será su uso de los conceptos de energía, potencialidad, y entelequia diúere
una sociedad sin clases, un reino de libertad en el que no habrá .Id de Aristóteles en un ' aspecto capital. Estos conceptos son más o
alienación, etc. También significará la reconciliación del hombre con menos inteligibles cuando se aplican a objetos y procesos particulares
la naturaleza: Bloch cita varias veces, como algo de decisiva impor- - por ejemplo, cuando se desarrolla una planta a partir de UM forma
tancia, Las frases de los Manuscritos de París de 1844 de Marx sobre oculta en la semílla-, pero dejan de ser inteligibles cuando se apli-
la «humanización de la naturaleza». Pues una utopía no puede ser 1'¡lO al ser en su conjunto. Aristóteles los utilizó de hecho para des-
«concreta» hasta que no abarque el «todo», esto es, el universo; en ..ribir los procesos empíricos de desarrollo en el mundo orgánico y
tanto nuestra imaginación se limite a la organización de la sociedad "11 la actividad humana de carácter finalista . Sin embargo, los concep-
e ignore la ~aturaLeza, no se cumplirá más que una utopía «abstracta». lo s ele Bloch, relacionados a la entelequia del universo en general, no
El marxismo es un acto de esperanza, que encarna el conocimiento deben nada a la observación empírica: meramente expresan La creencia
del mundo anticipado y la voluntad de crearlo. Esta voluntad y cono- .spcculativa en la tendencia del universo hacia una perfección) sobre
cimiento tienen su contrapartida no en la realidad empírica, sino IJI cual no podemos predicar nada, Sin embargo, sabemos, según Bloch,
Principales corrientes del marxismo l 2. Ernst Bloch: El marxismo como gnosis futurista 419

que cualesquiera objeciones a la esperanza de perfección absoluta por la voluntad humana, nunca estlÍ claro en qué sentido el presente
que puedan plantearse sobre la base del conocimiento científico exis- «contiene» realmente el futuro --en qué sentido nuestro conocimien-
tente son inválidas a priori, porque los «hechos» no tienen una sig- to del Inundo futuro se relaciona con este mundo y en qué medida
nificación ontológica y pueden ser ignorados sin duda alguna : lo que no es más que un acto de voluntad . Desde este punto de vista, su
importa son las premoniciones de la fan tasía antícipatoria . De esta concepto de una realidad superior «esencial» no es menos ambiguo
forma, el marxismo, según lo entiende Bloch, no debe estar constre- que el concepto similar d e los surrealistas. En la filosofía surrealista
rudo en modo alguno por la situación actual de nuestros conocimien- no está claro si el mundo al que tenemos acceso mediante las expe-
tos. Que un grano de cebada llegará a ser una espiga de cebada es riencias alucinatorias especiales es una realidad ya hecha cuya clave
algo que podemos esperar racionalmente sobre la base de la expe- [a proporcionan estas experiencias o bien algo que creamos cuando
riencia; que el no muy perfecto universo actual está destinado, en somos conscientes de ello . Sin embargo, esta ambigüedad no importa
virtud de una finalidad natural inmanente, a convertirse en un un i- en el caso de los surrealistas, pues su filosofía es sólo un producto
verso perfecto no sólo es obviamente improbable, sino difícil de ima- de su arte. Por otra parte, Bloch se propone estar utilizando el len-
ginar con algún grado de plausibilidad. Bloch es conscie nte de esto guaje de la filosofía discursiva, en el que la ambigüedad de los con-
y del hecho de que las normas existentes del pensamiento científico ceptos básicos es suicida.
no prestan apoyo a su idea del Illtimum; pero en lugar de éstas, in- Bloch es disculpable en este punto en la misma medida en que
voca la ayuda de la imaginación, de la inspiración artística y el entu- sus ambigüedades son las de la tradición de Hegel-Marx en general.
siasmo. Esto no estaría fuera de lugar si se considerara a sí mismo Como vimos en el caso de Lukács, es característico de esta tradición
poeta, pero afirma que la fantasía anticipatoria es una ciencia por de- obviar la distinción entre la previsión y la creación del futuro. Aquí
recho propio -y no una ciencia ordinaria, sino una ciencia de orden es donde se separan los profetas de los científicos. Cuando un cien-
superior, libre de las accidentales limitaciones de la lógica y la obser- trnco predice unos sucesos, de forma precisa o no, se basa en la obser-
vación. vación del pasado y en la creencia de que comprende la interrelación
Sin embargo, no basta con decir que la «esencia del universo» de los hechos; no afirma conocer el futuro, pues este conocimiento
se encuentra en un «estado aún no manifiesto» (p. 149) para que las es imposible, sino sólo preverlo con mayor o menor probabilidad.
posibilidades inherentes a él sean, por así decirlo, una tarea a reali- Por otra parte, un profeta no «prevé» nada: la fuente de su conoci-
zar, un deseo latente, una «fantasía objetiva» del Ser en general. miento del futuro no es el pasado, sino el propio futuro, que de forma
También es importante que esta tarea pueda ser realizada sólo me-
misteriosa está ya presente a él, con un status ontológico propio.
diante la voluntad y conciencia de la humanidad, y no simplemente
Bloch habla d e una realidad que «no es todavía», pero que enfática-
por la fuerza de las leyes cósmicas. La especie humana, de hecho, no
es simplemente una ejecutora de las intenciones del universo, el ins- mente distingue de la nada o la pura negación. El «no» implica cier-
trumento de una ciega providencia misteriosa ; también alberga un tamente una carencia, pero es una carencia de algo, y por tanto re-
poder de decisión. El hombre puede optar por llevar el universo a presenta un esfuerzo hacia este algo, un deseo creativo del cual está
la perfección o a la destrucción - 0 0 hay, como ya se dijo, término lleno el mundo; debe ser opuesto a la nada y no al Todo (Das Prin-
medio-s- y el resultado no está prefijado de antemano . El hombre es zip Hojinung, pp. 356-7). La contrapartida subjetiva del «tod avía
así en cierto sentido el guía del universo, llevando sobre sus hombros no», a saber, el «aún no consciente», no ha de considerarse como
no sólo el peso de la historia humana, sino también el del Ser en una pura negación, sino más bien como un impulso de la mente a
general. Esta idea es típica del neoplatonisrno, pero Bloch, con una ser consciente de un cierto objeto. Bloch se refiere a [as «percepcio-
envidiable seguridad en sí mismo, la adscribe a Marx. En la Tübinger nes pequeñas» de Leibniz para explicar mejor su idea: una especie
Einleitug (p. 231) cita como de Marx la tesis de que «el hombre es de conocimiento inarticulado que no obstante es conocimiento, un
la raíz de todas las cosas»; pero lo que Marx escribió en realidad, es tado paradójico en el qu e conocemos algo que no conocemos, o que
a la edad de veinticinco años, fue que «el propio hombre es la raíz conocemos potencial pero no realmente.
del hombre», lo que obviamente es una cosa diferente. De esta forma el profeta se encuentra en una posición extrema-
Como el Ultimum, o paraíso, de Bloch no es simplemente el damente conveniente. Por una parte, no tiene que dar razón de sus
estado final del mundo que debe ser, sino que tiene que ser realizado predicciones, pues deja bien claro de antemano que no se basan en
420 Principales comentes del marxismo 12. Ernst Blocb: El marxismo como gnosís futurista 421

e! ~lg*ar empirismo, que está. sometido a la tiranía de los hechos y la tes conclusiones. La creencia de las religiones tradicionales en la
inmortalidad o en la transmigración de las almas es pura fan ta sía,
l ógica . Por otra parte, realiza sus profecías con una seguridad ex-
trema , en base a su especial facultad de percibir algo que de algún pero es una manifestación de la voluntad humana y de la dignidad
modo está pr esente pero que no ha sucedido todavía. Su oonoci- humana . Por otra parte, en la dialéctica materialista, «el universo
mie~to es superior y más certero que el del científico , y no tiene que no está limitado por la mecánica de Newton» (p . 130.3).
e~plicar s.us ~uentes o las razones que lo apoyan: cualquiera que le
pida explicaciones es u n exponente manifiesto de la «conciencia rei- El material ismo di aléctico por oposición nl roecanicista no reconoce límites ni
ficada» y un esclavo del «rastrero empirismo». negaciones prescritas por un supuesto «orde n natural» (... ). El ob jetivo final
Obviamente el singular profeta, que dis fruta de una total libertad ut ópico de su pr áctica es la hu manízaci én de 10 natura leza ( ... ). Aq uí como en
todo lu gar , la cosmología comunista [ sic] es el ámb ito de problemas relaciona do
de maniobra in telectual, puede p rometer todo lo que le veng a en
con la mediación dialéctica entre el hombre y su tr abajo po r un a par te y un
mente, a la vez que nos asegura que sus promesas se basan en un posibl e suje to de la naturaleza po r otro (. . .). La palabra 'No' no pued e nunca
tipo superior de conocimiento. Bloch, aun advirtiendo que no puede pronunciarse desde el principio; sí la natural eza no contiene res puest a positiva
describirse de antemano la organización social de la futura utopía, a los problema s de nu estro destino, tampoco con tiene ninguna que sea, de una
habla de un tipo de tecnología completamente nuevo que producirá vez por tod as, negativa (.. .). N adie sabe qué hRY en el univer so fue ra del
un cambio radical en nuestra vida . El capitalismo, explica, ha creado ómbíto del traba jo humano, es decir, en la na turaleza no mediada; no sabemos
una tecnología basada en una concepción puramente cuantitativa y si actú a a1H algún sujeto o agente, y si así es, de qué tipo es C··) . Todo esto
mecanicista de la naturaleza, en oposición a toda concepción cuali- depende del desarrollo y per spectivas de la fuerza de Jos hombres y por tan to,
tativa. En el futuro gozar emos de una tecnología milagrosa, que de- más precisamente, del desarrollo y horizontes incipientes del comunismo (Das
nomina «no euclidiana» (ibid ., pp. 775 Y ss.). Dejando a otros la des- Prinzip Hoflnung, pp, 1382.»).
cripción de los detalles de la revolución técnica, nos asegura, no obs-
tante, que si no fuera por el imperi alismo seriamos ya capaces de El núcleo de la existencia humana (des Kern des Existierens) /10
irrigar los desiertos del Sahara y de Gobi, y convertir Siberia y el se ha realizado por completo, y por lo tanto es «ext raterrito rial
Antártico en lugares placenteros, al coste de «unas pocas toneladas con respecto al proceso de devenir y transformación» (ibul., p . 1.390);
de uranio y torio» . «La tecnología no euclidiana » restaurará la inri- si el mundo llegara a alcanzar un estado de frustración total (tu einem
midad del hombre con la naturaleza y hará posible una actitud «cua- absoluten Umsonst), entonces , sólo entonces , la mue r te penetraría
litativa» hacia ella qu e el «capitalismo abstracto» (en expresión de en el núcleo de la naturaleza del corazón humano .
Bloch) es incap az de alcanzar . No nos debe importar la ley de la En la med ida en que pued a ser comp rendida esta argumentación ,
progresiva entropía, pues las técnicas del futuro también se harán puede res umirse diciendo que todas las promesas de la religión tra-
cargo de ella. d iciona l relativas a la in mor talidad son vanas, pero que cua ndo ha-
yarnos cons truido el comunismo superaremos de alguna forma el pro-
bl ema de la muerte. Por decirlo de la form a m ás amable posible, ésta
5. La muerte como antiatopta. Dios no existe todavía, debe ser la promesa más fr ívola jamás realizada en nombre de UD
pero existirá movimiento político. Sólo tiene parangón con la última de las espe-
ranz as de Bloch -la eventual cre ación de Dios, que razona como
Las 'anticipaciones de Bloch se vuelven aún más firmes cuando sigue:
aborda el problema de la muerte y el «sujeto de la naturaleza». El El núcleo de toda religión es alcanzar el reino de la perfección
tercer volumen de Das Prinzip Hoffnung ofrece una amplia descrip- humana absol ut a. Por ello, si se lleva el 6n de la religión a su punto
ción. d.e las antiguas. ideas egipcias, griegas, judías , budistas, hindúes más extremó, será necesaria la eliminación de Dios como entidad que
y cnstianas sobre la inmortalidad, tras lo cual Bloch llega a las siguien- limita los poderes humanos, estando implícita la superación de esta
limitación en todas las utopías religiosas . Aquí, según p arece, Bloch
se limita a seguir a Feuerbach, que afirm ó que la verdad de la religión
. .* CoJ.Uo se ve, l~ a:í~Cll de. K?!akowski sigue aquí viejos temas n~opoaí. es el ateísmo: si intentamos expresar exactamente 10 que las personas
tívtstas: SImetría explicacién/predicción y pasto para el fuego con todo 10 que
.00 sean matters o//act o relations o/ ideas. (N. del r.)
esperan de la religión, esto res ulta ser la no existencia de Dios .
422 Principales corrientes del marxismo 12. E rns t Blocb : El marxismo como gno sis fururista 423
~a intención de la religión relativa al Reino conceb ido en su más pleno seo- diferente del materialismo tradicional, y es comprensible que fuera
tido , presupone el ateísmo. (... J El ateís mo excluye el Ens perjectissim um (q ue
es 10 que se conoció siempre con el nombre de 'Días') de la creación y evolu-
criticada por los leninista s ortodoxos . Sin embargo, el propio Bloch
ción del mu ndo, definiéndolo no como un hecho, sino como lo único que pued e Afirma que su filosofía no es sino una continuación del materialismo
ser , a saber, el sup remo problema utópico, el problema de la finalidad. El lugar dialéctico y en particular que se basa en el ma teria lismo en sen tido
asignado en las religiones par ticulares a lo que se llamab a ' Dios' fue ocup ado de Engels - esto es, que «explica el universo en términos de sí mis-
ostensiblemente por la hipóstasis de Días, y cuand o ésta se descarta sigue exis- mo» y no presupo ne otra real idad que la material.
tie ndo u n lugar vacante, como la proyecci ón úl tima de un a intenció n ut ópi ca En «Avicena y la izqu ierda aristo télica» y en otras obras Bloch
radical ( J. E l lugar correspond iente al Dios de la época antigua no es nada invo ca el concepto de materia crea tiva qu e estaba ya pre sente en la
en sí ( ). El materiali smo auténtico , esto es, dial écti co, abole la tr ascendencia tradici ón aristotélica y fu e asumido, según él, por el marxismo. Estra-
y realid ad de cualq uier hipóstasis de Dios, pero no excluye lo que se en tend ía t ón, Alejandro de Afrodisía, Avicena, Averrcés, Avicebron, David de
como Ens periectissim um de la real utopía del reino de la libertad , el con tenid o
final del proceso cualit ativo (... ). La ut op ía del re ino des truye la ficción del
Dinant y, finalmente, Giordano Bruno desarrollaron el concepto de la
Dios Creado r y la hipóst asis de Dio s en los cielos, pero no dest ruye la mor ada materia como proceso, continente de u na diversidad de form as 'l una
úl tima en la que el Ens perje ctissimum preserva el abismo de su posibilida d per manente posibilidad de nue vo de sarrollo: cada cosa nu eva que
latente no fr ustrada (Dans Prinzip Holfllung, p p. 1412-13). acon tece no se debe a una fuerza externa al universo, sino qu e es
manifestación de una potencialid ad que res ide en la propia ma teria.
La religión , pues, según Bloch, no sólo termina en la ausencia No existe distinción entre materia y forma : las forma s son atributos
de religión , sino que deja un legado en la forma del problema final mani fiestos o laten tes de un único sus trato, la natura naturans,
del ser perfecto. En vez de un cielo ya acabado en el «próximo mun- En su conferencia «Zur Ontologie des noch-nicht-Seins», Bloch
do », se nos encarga crear un nuevo cielo y una nueva tierr a. Sin ofrece la sigui ente explicación como propia de la materia:
embargo, recordando la des pectiva actitud de Len in hacia los «Crea-
dores de Dios » del movimien to socialdemo crático tusa, Bloch deja No es una mer a fuerza mecánica , sino -de acuerdo con el sentido impllcíto
bien claro que no cons idera al mundo como una máquina para la de la definición de Aristó tele s-e- es a la vez ser-según -la-posibilidad (leata to
p roducción de un ser supr emo, sino que cuando se sup rima a Dios dynaton , esto es, lo qu e dete rmina todo posib le fenómeno his tórico de acuerdo
tendremos todavía «el contenido total de la esperanza» a la que anti- con las condiciones y con el mat erialismo hist órico) y tambi én ser-mola-posibilidad
(dynameí on, esto es, el correlato de 10 que es obj etiva y realmente po sible o,
guamente se le dio el nombre de Dios . Este vago lenguaje parece hablando ontológicarnen re, el sustrato de posibilidad del pro ceso dial éctico).
significar sólo que bajo el com unismo surgirá el Ser perfecto. En (Sie íst nicht de r mechnnische KIotz, sondeen -gemass dem implizierren
otro lugar este Ser perfecto es denominado el «posible sujeto de la Sinn der Ari storelischen Ma teríe-D eñnition- sowobl das Nach-Mcglíchkeít-
n aturaleza» o el Dass-A nt rieb (el imp ulso hacia la «estidad») . Para Seiend e (kata fa dynaton), also das, w as das jew eils geschichtlích Erscheinen -
comprender esta úl tima expr esión hay que tene r en cuenta que en el kónncnde bedinungsmassig, his torisch-materialist isch bestimm t, wie das in-Mo-
vocabulario de Bloch ' estidad' representa o un estado de cosas o un glíchkeit ' Seiende (Sein) (dyname í on), also das Korre lat des objekt iv-real-
prop ósito (<<para esto . . . ») j Bloch hace pleno uso de esta ambigüe- Moglichen oder rein seinshaft: das Moglichkeits-Substrat des dialek tischen
dad , pero probablemente es más simple entender das Dass como un Prozesses.)
proceso finalista o la conciencia de un fin. De esta forma el comu-
nismo llevará a cabo la realización de Dios, 10 cual es más de lo que Sigue diciendo que «la naturaleza inorgánica, no menos que la
han hecho tod as las religiones del mundo . La 610sofia de Bloch es histo ria humana, tiene también su utopí a. Esta llamada naturaleza
en última ins tancia una teogoní a, una p royección fantástica del Dios ina nimada no es un cadáver, sino un centro de radiación, el reino de
que ha de ser: «el verdadero Génesis no es al principio sino al final » las formas cuya sus tancia no ha cobrado aún ser».
(p. 1628). Así, según Bloch, la materia no se caracteriza por ninguna propie-
dad física, sino simplemen te por el hecho de la «creatividad» o fina-
6. Mat eria y materialismo lidad inmanente. Es fácil ver que en este caso el «materialismo» no
significa nada m ás que el hecho de que el mundo está sometido a
La imagen de u n mundo cuya «esenci a» encarna una utopía o fan- procesos de cambio y puede evolucionar de formas inesperadas. La
tasía, y que está imbuido de alcanza r la perfección divina, es muy materia se u tiliza simplemente como un término que denota «todo lo
[2. Emst Bloch: El marxísmo como gnosis futurista 425
424 Principales corrientes del marxismo

que es», y tiene todos los atributos divinos excepto la actualidad marxismo leninista, que insiste en el paI:el d~isivo que tiene la volun-
completa. En estos nebulosos argumentos oímos el eco de Giordano tad revolucionaria en el proceso revoluclOnano.
Bruno, así como de Bohme y Paracelso. La materia es el Urgrund, En segundo lugar, la misma metafísica proporciona un baluarte
un uniuersum indeterminado del cual puede surgir todo; así enten- contra el revisionismo. Como el futuro del mundo se resume .en el
dido, es indistinguible del Dios del panteísmo. Decir que «todo es dilema «todo o nada», si no queremos que el hombre ~ el universo
materia» es una tautología, pues la materia es sinónimo de 'todo' sean destruidos debemos optar por la primera alternat1:ra : No sólo
-y no s610 lo que es real, sino también todo 10 posible . Por lo tanto, hemos de concebir el mundo en términos de UD movlm~ent~ 9ue
no es sorprendente que cuando Bloch se refiere a la «mate ria» in- desarrolla formas cada vez superiores, sino que sólo ,e~ inteligible
cluya los sueños, las imágenes subjetivas, las experiencias estéticas y desde el punto de vista de la perfección final. La metaflS1ca y .la acn-
las cualidades artísticas del mundo exterior (que, al parecer, están vidad social deben tender ambas al escbaton, al completo e irrever-
contenidas en la naturaleza, pero se realizan a través de la percepción sible cumplimiento del destino cósmico, .una síntesis ?e todas las fuer-
estética). Si Dios es posible, su venida a la existencia no supone zas del ser. Por ello Bernsteín es enemigo del marxrsrno ?uando pre-
amenaza para el materialismo, pues por definición también él será dica un programa revisionista de reformas ~;aduales o l~co~ple.t~s
«material». sin vistas al borizonte último de la perfección final: la inspiracron
Lo que tenemos aquí no es realmente una afirmación de materia- de la meta final forma parte inseparable de la filosofía marxista" que
lismo cuanto que de monismo : la doctrina de que existe un único en lo fundamental hereda la perspectiva apocalíptica del anabaptismo
sustrato para todos los fen ómenos posibles, incluida la subjetividad mdical (Das Print.ip Hoffnung, pp, 676,-9). Por esta razón, ~n~ de
humana y todos sus productos. Como el sustrato en cuestión no tiene las principales críticas de Bloch al socialismo europeo de los ul!ftno s
cualidades propias y todo lo que sabemos de él es que es «creativo» años fue que los líderes de partido prometían diversas ventaja,s y
y con Llene toda s las posibilidades en sí mismo , la teorla monista de mejoras a corto plazo en vez de las grandes pel'spectIvas utópicas
Bloch está igualmente desprovista de contenido. Todo lo que puede ofrecidas por el socialismo.
existir, 110S dice , es material, y la materia es aquello que puede existir ,
No obstante, al menos en dos puntos la cosmología y la meta-
física de Bloch las considera su autor como continuadoras del mar- 7. El derecho natural
xismo y, más precisamente, de la versión leninista.
En primee lu gar, el universo no sólo encarna una finalidad inma- Un rasgo especial de la filosofía de Bloch es su intento de unión
nente, sino, al menos en las etapas superiores a la evolución, requiere de la teoría marxista con la tradición del derecho natural. Sus ideas
la participación de la subjetividad humana para realizar sus poten- sobre el particular aparecen dispersas en varias obras, pero sobre todo
cialidades utópicas o actualizar sus autoanticipaclones. El hombre es en Naturrecht und menscbllcbe Würde. La idea de que el hombre
un producto de la materia, pero desde que apareció en escena ha tiene ciertos derechos por naturaleza, y que ninguna ley positiva puede
estado, pOl' así decido, encargado de su propio desarrollo; es la ca- privarle de ellos sin dejar de ser l~y en senti,do verdadero, ha. j~gado
beza de la propia creación , como en la teogonía de Plotino y Erígena un papel importante en el pensamtento utópico, desde la f\nugued,ad
o la antigua filosofía neoplatónica. Aquello que «no es aún consciente» hasta el presente. Dio origen a' la teoría d~ contrato social, ~l prm-
en nosotros está correlacionado, de forma no definida, con el «toda- cipio de la soberanía popular y a la doctrina de la r~s1sten,~a legal
vía no» de la propia naturaleza; el «todavía no» subjetivo ha de hacia la tiranía. Al contrario que las utopías en sentido clasI~o, las
hacerse explícito mediante los propios esfuerzos, haciendo así mani- teorías del derecho natural estuvieron inspiradas por la. noci ón d,e
fiesta la esencia del universo. En consecuencia, el hombre no puede dignidad humana más que de felicidad o e.ficacia económIca, ~n opi-
suponer que las leyes de la evolución , ya pe rcibidas conscientemente nión de Bloch si bien prepararon el camino de la democraCIa bur-
o no, aseguren que el mundo se convierta en un lugar mejor . En guesa, contenían elementos de v:ilidez universal, ~o limitados a uno
términos de In politice esto significa que el mundo perfecto del fu- u 00'0 sistema político. El marxismo en este sentido es here?ero de
turo sólo puede alcanzarse mediante la voluntad consciente del hom- Locke, Gracia, Thomasius y Rousseau, y .no sólo de los ~toplstas:. ~
bre . Esta es la justificación metafísica de la critica de Bloch al «fata- comunismo se interesa no sólo por abolir la pobreza, sino también
lismo » o determinismo de la II Internacional, y de su defensa del por poner fin a la humillación del hombre. Las teorías del derecho
426 Principales corrientes del marxismo 12. Ernsr Bloch: El marxismo como gnosis futurísta 427
n.atoral también. particip~bl1.n del utopisrno, pues contenían anticipa- función ut ópica de la danza, Bloch no deja de mencionar que bajo
Clones de la nocton del bien supremo. También leemos en Naturrecbt el capitalismo tiene un efecto entontecedor, pues pretende halagar
and menscblicbe Würde que la utopía socialista comprende las liber- los sentidos de la gente para hacerle olvidar la opresión, mientras que
t~?es (~butguesas}) tales como la libertad de prensa, reunión y expre: el nuevo «amor socialista de la patria» ha revivido la belleza de La
S1011. Sin embargo, Bloch subraya que la «verdadera» libertad supone danza popular (pp. 456-8). Algunas de sus observaciones en esta
la abolición del Estado, y que los ideales sólo pueden realizarse ple- línea suenan a una mala parodia de la propaganda estalinista. El libro
namente en una sociedad socialista sin Estado. Cuando se implante está lleno de clichés ideológicos tales como : «El socialismo, como
esta sociedad no habrá ya conflicto entre el individuo y la comuni- ideolo gía del proletariado revolucionario, no es nada sino la verdade-
dad: la libertad y la felicidad no se limitarán mutuamente no será ra conciencia aplicada conceptualmente al movimiento d e cosas y a
ya necesaria la compulsión y habrá fraternidad universal. S~l embar- la tendencia bien en tendJda de la realidad» (p. 177). El arte y la
g? , no queda claro por qué una sociedad tan perfecta haya de neceo literatura capitalistas, nos dice, utilizan e! «final feliz» para disfrazar
sttar leyes, y cuál sería la situación de los «derechos naturales» que no la desesperanza de la vida en las condiciones de explotación, mientras
habrfa ocasión de afirmar contra nadie, pues todos viviríamos en un que el socialismo «tiene y mantiene su propio tipo de final feliz» (pñ-
estado de solidaridad espontánea . gina 516). En el contexto del deporte Bloch nos habla acerca de la
degeneración del físico humano en una «sociedad alienada basada en
la alienación del trabajo» (p. 525); en cuanto a la prolongación de la
8. La orientación política de Bloch vida y a la superación de los efectos de la edad, la Unión Soviética
ha hecho progresos en esta dirección por razones que el capitalismo
Durante los afios treinta, mucho antes de que se estableciera en
no se puede permitir reconocer (p . 535). Bloch no puede mencionar
la República Democrática Alemana, estuvo claro que aunque Bloch
a Malthus sin añadir que sus descendientes espirituales son los «cri-
no era miembro de ningún partido sus simpatías políticas estaban
del lado del estalinismo. No sólo proclamó la utopía socialista, sino minales americanos» y que el maltusianismo actual se debe al deseo
que afirmó que aunque el summum bonum no existía plenamente de los imperial istas de practicar el genocidio y exterminar a los para-
en ningún lugar, estaba tomando cuerpo en la Unión Soviética. Das dos (p. 54.3). La libertad capitalista significa la libertad del trabaja-
Prinzip Hoffnung está lleno de pasajes que constituyen un claro tes- dar para morirse de hambre, mientras que «en la tierra donde se
timonio de la tendencia política de su au tor , que no pierde oportu- está construyendo el socialismo» se aplican todos los esfuerzos a la
nidad de elogiar la superioridad del nuevo orden: sus expresiones de abolición de la violencia (p. 1061). Además, bajo el capitalismo, no
este tipo son en su mayoría clichés sin fuerza probatoria alguna, pero p uede haber nada semejante a una verdadera amistad, pues toda la
fi?uran en su filosofía de forma tal que parecen formar parte orgá- vida está dominada por la compraventa, mientras que el socialismo
mea de ella. En particular, pone gran énfasis en la interpretación cla- prepara el camino para la amistad universal entre los pueblos (pági-
sista de la utopía. Nos dice, por ejemplo, que la idea pequeñobur- nas 1132-3).
guesa de utopía es egoísta, mientras que la proletaria es desinteresada Es bastante posible que BLoch insertara estas frases absurdas y
(pp. 33-4 ); con respecto a las utopías de longevidad, Bloch afirma servilmente propagandísticas cuando revisó Das Prinzip Hoijnung. en
que son imposibles bajo el capitalismo, pero que serán realizadas en la República Democrática Alemana en los años cincuenta, y que fue-
el socialismo. El capitalismo monopolista ha degradado las aspiracio- tan un sine qua non de publicación en la época. No obstante, debemos
nes utópicas de! hombre explotándolas para popularizar los récords, suponer que creyó en ellas entonces y después, pues también figuran
de los 9ue obtiene beneficio (p. 54). Heidegger, al parecer, es un pro- en las reimpresiones publicadas después de haberse establecido en Ale-
pagandista de la muerte y un defensor del imperialismo (p. 1365), Y manía Occidental.
cuando habla acerca del temor y e! aburrimiento «refleja, desde un En conferencias y artículos políticos escritos después de 1961
punto de vista pequeñoburgués, la sociedad del capitalismo monopo- (algunos de los cuales están recogidos en un pequeño volumen titulado
lista, cuyo estado normal es la crisis perpetua» (p. 124). El psicoaná- W iderstand und Friede. Aufsiitze zur Politik, 1968) Bloch se definió
lisis, como hemos visto, explica la psique humana por referencia al en favor del socialismo democrático, si bien en términos más bien
pasado porque surgió en una sociedad sin futuro. A propósito de . la vagos y generales; también condenó e! estalinismo en un lenguaje
428 Prlncipales corrientes del marxismo 12. Ernst B1och: El marxismo como gnosis futurista 429

gez:eral, afirn;ando qu~ el marxismo necesitaba ser renovado, adaptado ras y puramente formales de Eigentlichkeit y Hoffnung, que resultan
a. cI~cunstancras cambiantes, etc. Expresiones de este tipo tenían algún ser aplicables del modo que se quiera,
slJIllficado en la Europa del Este en 1955·6 , pero a principios de los
anos sesenta se habían convertido en estériles clichés
Sin embargo, sería injusto decir que la identificación de Bloch 9, Conclusián y comentarios
con, ~l leninismo como doctrina política y el estalinismo como sistema
político forma parte orgánica e integrante de su teoría metafísica. Personalmente, tengo que decir que no puedo valorar los méritos
Esta. teoría no compo.tta determinadas consecuencias políticas o di- o defectos de la prosa alemana de Bloch, Como filósofo, Bloch debe
recY1"17eS de comprormso, y nada de ello podría deducirse de Das ser considerado como , predicador de 11 irresponsabilidad intelectual.
PrtnZtp Hoffnung si se suprimieran de su texto los resabios estalinis- No puede concedérselo el que haya inventado una utopía, y menos
tas o E~ est~ sen~i,do el caso de Bloch está a la par que el de Heidegger aún una utopía «concreta» : en comparación con la suya, y a pesar
y su rdentrncac10n temporal con el nazismo aunque Heidegger fue de sus peculiaridades, produce alivio pensar en la utopía «abstracta»
~en?s sobr~~aIiente y.sus o~ras filos6ficas n~ comportan una mora- de Fourier. Lo único que hace Bloch es impulsarnos a tener ideas
Iización po]~t~ca del mismo t~po, En sus expresiones políticas ambos utópicas y a especular sobre un futuro que él mismo no intenta
h?mbres utilizaron sus propios conceptos característicos para enun- definir.
erar su lealtad a una ?icta?ura t~talitaria, pero los propios conceptos A! igual que muchos otros marxistas, Bloch no se molesta en
n? apuntan e? una dlre~clón mas que en otra, La identificación pu- sustanciar sus afirmaciones, sino que se limita a enunciarlas. En las
diera haber, SIdo muy. bien a,l . revés: la categoría de «esp eranza» de raras ocasiones en que inicia una argumentación, suele poner de ma-
Bloch ~~dna haber ~ldo utthzada para glorificar el nazismo, y la nifiesto su incoherencia lógica. Por ejemplo, dice que no existe nada
«autenticidad» ?e I-IeIdegger pudo haber servido a la causa de la pro. semejante a una naturaleza humana inmutable, porque incluso un fe-
paganda comunista. A,~bos conc eptos fueron lo suficientemente vagos nómeno tan universal como el hambre ha tomado diversas formas en
y fo~mflles p ara ser utilizados de esta forma; ninguna de ambas teorías el curso de la historia, por el hecho de que en diversas épocas las
contle? e alguna restricción moral incorporada para inhibir este uso, o personas han preferido alimentos diferentes (Das Prinzip Hoflnung,
prescribe un curs? ~~ncre,t? de a:cÍón política . Puede decirs e que pp. 75·6). El lector que se proponga seguir sus argumentaciones ha-
es.ta no es, una objec i ón vahda a nmguna metafísica, pues esta dísci- llará por lo general que éstas no consisten más que en tmismos y
plina no nene por qu~ proporcionar directrices políticas, ni depende tautologías, disfrazadas en una verborrea de insoportable compleji-
su valor de! uso político que se haga de ella; estas conclusiones no dad, He aquí algunos ejemplos:
son necesanamenre as.unto de la filosofía, Pero ni Bloch ni Heideg-
ger pueden ser defendidos de este modo, pues ellos mismos afirmaron Wir leben nicht, um zu leben, sondern weil wir leben, doch gerade in
que su doctrina ,?etafísica, o su antropología filosófica, tuvo y tenía d íesem Weil oder besser : diesern leeren Dass, worin wir sind, Ist nichts be-
que tener la finalIdad práctica no sólo de explicar el mundo sino de ruhigt, steckt das nun erst fragende, boh erende Wozu (<<2m Ontologie des
Noch-Nichr-Seins»).
mostra.r cómo deb~n comportarse los hombres, y con qué fu~rzas de-
(No vivimos pata vivir, sino porque vivimos. Pero en este «porque», o
ben ,alIarse para . VIvir dignamente: La objeción de que una doctrina m ás bien en el vacío «que» en que vivimos, no existe segurid ad alguna, sino
61osofica no sugie re claramente runguna forma de vida determinada más bien el desafío total del tormento «¿por qué/p.)
o de compromiso social es válida si la doctrina en cuestión establece
di~·ec.trices práctíc~s y se propone ser normativa, y no meramente des- En otras palabras, las personas se preguntan con frecuencia qué
ctl~tJva. La agresiva y arrogante fenomenología de la existencia de es la vida.
HeJdegg~r ha t~nido una importancia incomparablemente mayor para Una vez más: 1/ ., ,, '
la filosofla del Siglo xx, y ha proporcionado infinitamente más estímu- j ~ .'
I? a la cultura que Bloch con su estilo oscuro y retorcido j pero ambos Es gabe kein Heraunflommen in Zukunfr, wenn das 1~~ntc schon erscI4~
tienen esto en común, el haber intentado establecer un fundamento nen wiíre, und es gabe ebenso kein Vergehen in Vergarigeñheh, wenn das fu
científico para la vida pr áctica en el mundo y no meramente para la lhr Erschienene, bereits zur Erschinung Geloste dem Ober1Mipt in der T~~4enz
contemplación, Para ello crearon respectivamente las categorías oscu- . he (ibid.)
encsprác 1 1 . . , ; .,;,'·i'", 'o ); ?/' ~'
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430 Principales corrientes del marxismo 12. Ernst Bloch: El marxismo como gnosis futurista 431
(No habría tránsito hacia el futuro si 10 que está latente hubiera aparecido
ya, y no habría lapso al pasado si lo que sucedió y se liber6 en él correspondiera
parte necesaria de la vida. Sin embargo, al contrario que estas visio-
11 la «generalidad» de la tendencia.) nes «concretas», la utopía de Bloch es el sueño de un mundo perfecto,
sin que podamos conocer la naturaleza de esta perfección . Nos dice
que la tecnología del futuro será «no euclidiana», pero no explica
Esto parece querer decir que si nada cambiara no cambiaría nada. qué significa esto, excepto que será «cualit ativa» y restaurará la armo-
O también; ,
oía existente entre hombre y naturaleza (el capitalismo, según Bloch,
es incapaz de producir una «verdadera tecnología»).
Das Widcliche i.s Prozess: dieser Íst die weitverzweigte VermittIung zwuschen Lo que es peculiar a Bloch no es que fantasee sobre un mu.ndo
Gegenwart, unerledigter Vergangenheit und vor allem: méiglicher Zukunft (Das
Prinzip Hojj"ung, p. 225) . mejor, sino que, en primer lugar, su fantasía carece de contenido;
(Lo real es un proceso; este proceso es la muy ramificada mediación entre en segundo lugar cree que puede y debe incluir una perfección final
el presente, lo no agotado en el pasado y, sobre todo, el posible futuro.) en su ámbito , (la filosofía tiene que abarcar todo el futuro) y en
tercer lugar afirma que sus generalidades son una forma superi?r de
pensamiento científico, más allá del alcance de aquellos que rinden
. Es dificil detectar en esto algún signi6cado más allá de la idea de culto fI los hechos o practican [a lógica formal.
sentido común de que el mundo está sometido a cambio. El pensamiento de Bloch es una mezcla de las más diversas tra-
La incapacidad de Bloch para el análisis es elevada a la categoría diciones: la gnosis neoplatónica, el naturalismo del Renacimiento y
de virtud te?ri~a en sus frecuentes condenas globales del «positivis- posterior, el ocultismo modernista, el marxismo, el antic~pitalÍsn:o
mo», el «fetichismo de los hechos» y la «lógica positivista». Al igual romántico, el evolucionismo cósmico y la teoría del inconsciente. Sin
que Lukács, adopta el eslogan de «peor para los hechos» (Tübinger duda pueden hallarse huellas de anticapitalismo romántico en Marx y
Einleitung, p. 114), al afirmar qué significa el «primado de la razón son muy fuertes en los marxistas o paramarxístas alemanes de la ge-
práctica» y la necesidad de «humanízación» del mundo y de la «lógica neración de Bloch, incluidos la Escuela de Frankfurt y Marcuse (pero
de la filosofía».
no Lukács). Bloch afirma que sus ataques al capitalismo no tienen nada
Quizá habría que indicar que no estoy criticando a Bloch por su que ver con el conservadurismo romántico, pero de hecho están es-
ataque general al positivismo o por negarse a aceptar el concepto de trechamente relacionados con él. Se lamenta de que el capitalismo ha
'~echo' como algo evidente de por sí, que no exige argumentación. asesinado la belleza de la vida, mecanizado las relaciones personales
Sin em?argo, Bloch no es un crítico filosófico. Basta comparar sus y sustituido los valores estéticos de la vida cotidiana por otros pura-
despectivas frases sobre el «fetichismo de Jos hechos» con las discu- mente utilitarios. Llama a los aviones «pájaros de feria» y cree que
siones racionales entre los propios positivistas acerca del concepto la naturaleza contiene en sí nuevas formas tecnológicas, sobre las
de 'hecho', o comparar la penetrante crítica del positivismo realizada cuales sólo puede decirnos que son muy diferentes y que no . tendrán
por Jaspers en el primer volumen de su Pbilosopbie, o en las obras consecuencias nocivas.
de los fenornenólogos Husserl o Ingarden, con la invectiva de Bloch El núcleo de la escritura filosófica de Bloch es la idea de trans-
contra el «rastrero empirismo». formar la «esperanza» en una categoría metafísica, con lo que la
Lo que descalific~ la 610sofía de Bloch no es que sea err ónea, sino convierte en una cualidad del ser. Esta es una especie de inversión
que carece de contenido , No hay mal alguno en ofrecer fantasías sobre de la «metafísica de la esperanza» de Gabriel Marcel, donde la espe-
un mundo mejor o sueños de una tecnología invencible utilizada para ranza no es un estado emocional, sino una forma de vida caracteriza-
promover la felicidad humana. Lo objetable de sus fantásticos pro- da por la gracia de Dios. Por otra parte, Bloch cree que aunque la espe-
yectos no es que no podamos decir cómo llevarlos a cabo, sino que ranza. es una parte del ser, se actualiza mediante la actividad humana.
no nos dice en qué consisten. Roger Bacon, Leonardo, Cirano de El hombre no la recibe de la naturaleza, y menos aún de Dios; activa
Bergerac soñaron con máquinas voladoras, que eran imposibles con la esperanza que está latente en el ser, y despierta al Dios dormido
la tecnología de su época, pero si los hombres no hubieran soñado de la naturaleza. Desde el punto de vista de la filosofía cristiana, la
con ellas en una época en que no podían ser construidas, probable- idea de Bloch debe representar la. cúspide del pecado de orgullo.
mente nunca hubieran desarrollado la tecnología necesaria para hacer Aunque su ontología de la esperanza no puede deducirse de rúo-
realidad sus sueños. En este sentido, los proyectos utópicos son una guna fuente marxista, Bloch ayud ó de algún modo a comprender el
1I

, I

12. Ernst Bloch: El marxismo como gnoais futurista 4.3.3


432 Principales corrientes del marxismo

marxismo mostrando sus raíces neoplatónicas, ocultas para. el propio pasados o de la búsqueda de un consuelo ilusorio. ~or los p~e?los
Marx. Señaló el vínculo existente entre la creencia de Marx en la oprimidos. Aunque Bloch, al igual, que todos .los lernn1stas-esta~lillsta~
perspectiva. de una reconciliación total del hombre consigo mismo y ortodoxos condenó toda la filosofía no marxista de su época, Intento
la tradición gnóstica neoplatónica que llegó hasta el marxismo a tra- integrar en la tradición marxista ciertos aspectos de la cultura inte-
vés de Hegel. Subrayó la tendencia soteriológica difuminada en Marx lectual del pasado que gozaban de muy baja reputación entre sus corre-
y que, por tanto, pudo ser olvidada y pasada por alto, pero que puso ligionarios marxistas: entre ellas figuran varios elementos del cristia-
en movimiento a toda la idea marxiana: a saber, la creencia en la fu- nismo y también de la filosofía leibniz iana, la doctrina del derecho
tura identificación de la verdadera esencia del hombre con su existencia natural y las diversas form as del neoplatonísmo. Los filósofos de la
empírica o, más simplemente, la promesa eritis siro! dei. En este República. Democrática Alemana que experimentaron la. influencia de
s~ntido, Bloch tenía razón al conectar al marxismo con la secta gnós- Bloch no pudieron ya digerir sin más los esquemas manusta-lemntstas.
tica que rendía culto a la serpiente del Génesis, afirmando que ella T ambién en este aspecto sus ideas jugaron un papel importante en la
y no Jehová era la verdadera garante de la Gran Promesa. Bloch lucha contra la ideología dogmática de Estado del socialismo de
ayudó a poner de relieve una faceta esenci al del marxismo que ante- la Europa del Este.
riormente sólo se había plasmado en las críticas, mayoritariamente
ineficaces, de los escritores cristianos. En esta medida su obra no fue
vana labor *.
La filosofía de Bloch puede valorarse favorablemente si conside-
ramos no sus méritos intrínsecos, SIDO su relación con las condiciones
intelectuales de la República Democrática Alemana y la Europa Orien-
tal, sometidas a la destructora presión del estalinismo y su influjo ni-
velador. El pensamiento de Bloch no es sólo más rico, variado y polí-
cromo que los acartonados esquemas del materialismo dialéctico
soviético; también tiene la virtud de que no puede imaginárselo uno
fácilmente convertido en un dogma de partido o una «cosmovisión»
impuesta por el Estado. Su misma vaguedad le impide ser utilizado
como catecismo rígido, En algunos puntos esenciales difiere tanto
de los esquemas rnarxista-leninistas como para ser irreconciliable con
la doctrina oficial. Sobre todo supone una cierta rehabilitaci ón de la
religión, y esto no sólo en el sentido histórico de que ciertas formas
de religión puedan haber «jugado un papel progresivo para su época».
Esta fórmula es inaceptable para el marxismo-leninismo, pero Bloch
va más allá: en su opinión, la religión tiene una raíz permanente
indestructible, que de algún modo debe conservarse en el marxismo
del futuro. Por ello la religión no debe ser tratada como una mera
colección de supersticiones, derivadas de la ignorancia de los tiempos

* rs0lak~wski «recupera aquí a B10ch simplemente por haber anticipado


su propia tesis acerca de las raíces neoplatónicas del marxismo. Adviértase sin
embargo, ':!ue esta misma tesis, llunCJue expresada en un lenguaje más comedido,
resultarfa igualmen te absurda a parur de los patrones neopositivistns de evnlua-
ci ón que ~plic~ Kolakowski a toda la historia del marxismo; no s610 ésta, sino
toda la historia de la filosofía tout court se convierten en historia calamita-
tumo (N . del r.)
D . Desarrollos del marxismo desde In muerte de Stalin 435
Capítulo 13
DESARROLLOS DEL MARXISMO cir un cambio en el sistema represivo. El culto de Stalin decayó a
los pocos meses de su muerte; en las «tesis» proclamadas por el Par-
DESDE LA MUERTE DE STALIN tido para celebrar su cincuenta aniversario en julio de 1953 se men-
cionó su nombre sólo pocas veces y sin ir acompañado de los habi-
tuales ditirambos. En 1954 hubo cierta relajación de la política cul-
tural , y en el otoño se puso de relieve que la Unión Soviética preparaba
una reconciliación con Yugoslavia, que significaba retirar las acusa-
ciones de «conspiración titoísta » que habían sido el pretexto para
la ejecución de líderes comunistas en toda la Europa Oriental.
Como el culto de Stalin y de su irrefragable autoridad había sido
durante años la base de la ideología comunista a lo largo del mundo,
no es sorprendente que su inversión produjera confusión e incerti-
dumbre en todos los partidos comunistas y estimulara una crítica cada
vez más fuerte y frecuente del sistema socialista en todos sus aspectos
-absurdos económicos, represión policial y esclavitud de -la cultura.
Esta crítica se extendió a 10 largo de todo el «campo socialista» desde
finales de 1954 en adelante; fue más vehemente en Polonia y Hungría,
donde el movimiento revisionista, como se denominó, se convirtió
en un ataque general a todos los aspectos del dogma comunista sin
1. La «desestalinixacián» excepción.
En el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética,
Joseph Vissarionovich Stalin muri ó de un ataque de apoplejía celebrado en febrero de 1956, Jruschov pronunció su famosa confe-
el 5 de marzo de 1953. El mundo apenas había asimilado la noti- rencia sobre el «culto de la personalidad». Esta se celebró en sesión
cia, cuando sus antecesores, en pugna por el poder, inauguraron el cerrada, pero en presencia de delegados extranjeros; la conferencia
proceso erróneamente conocido con el nombre de «desestalinización». no fue editada nunca en la Unión Soviética, pero su texto fue divul-
Esta alcanzó su cenit cuando Nikita jruschov anunció al Partido gado por algunos activistas del Partido y se publicó poco después
Comunista Soviético, y pronto al mundo entero, qu e el que había sido por el Departamento de Estado de los BE. UU . (Entre los países co-
el líder de la humanidad progresista, la inspiración del mundo, el pa- munistas, Polonia parece haber sido el único en el que se distríbuy6
dre del pueblo soviético, el maestro de la ciencia y la cultura, el el texto impreso «para uso interno» de los miembros del Partido que
supremo genio militar, y a la vez el mayor genio de la historia, era de gozaban de confianza; los partidos comunistas occidentales se nega-
hecho un torturador paranoico, un asesino de masas y un ignorante ron durante un tiempo JI. reconocer su autenticidad.) En él, Jruschov
militar que había llevado el Estado Soviético al borde del desastre. dab a una descripci ón detallada de los crímenes y delirios paranoicos
Los tres años que habían pasado desde la muerte de Stalin habían de Stalin, torturas, persecuciones y asesinatos de responsables del Par-
estado llenos de dramáticos momentos , de los cuales mencionaremos tido, pero no rehabilitaba a los miembros de los movimientos de opo-
sólo algunos . En junio de 1953, una revuelta de los trabajadores de sición: las víctimas cuyos nombres citaba eran estalinistas irrepro-
Alemania Oriental fue aplastada por las tropas soviéticas. Poco des- chables como Postyshev, Gamarnik y Rudzutnk, y no los anteriores
pués se anunció oficialmente que Lavrenty Beria, uno de los hombres oponentes del dictador tales como Bujarin y Kamenev. Tampoco
claves del Kremlin y director de la Seguridad del Estado, había sido intentó Jruschov un análisis histórico y sociológico del sistema esta-
detenido por diversos crímenes (las noticias de su proceso y ejecución linista. Stalin había sido simplemente un criminal y un maníaco, res-
no llegaron hasta diciembre). Por esta misma época (aunque Occidente ponsable personalmente de todas las derrotas y desgracias del país. En
supo de ello mucho después y de forma oficiosa) se rebelaron los in- cuanto a cómo, y en qué condiciones sociales, un paranoico sangriento
ternados en diversos campos de concentración de Siberia; aunque bru- pudo ejercer un poder despótico ilimitado sobre un país de doscientos
talmente reprimidas, estas revueltas probablemente ayudaron a produ- millones de habitantes, que durante esta época había sido bendecido
434
,O'

436 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 437

como el sistema más progresivo de gobierno que había conocido la his- En segundo lugar, la ruina moral del comunism~ conmovi~ ~o­
toria humana, a este enigma la conferencia de jruschov no ofrecía mentáneamente a todo el sistema de poder. El régimen estalinista
respuesta alguna. Pero lo cierto era que el sistema soviético y el pro- no podía existir sin el cemento de la ideolo,gía que l~gitim~ba el
pio Partido habían permanecido impecablemente puros y no tenían gobierno del Partido, cuyo aparato e~ ~sta epo:a, era ms~n~Ible a
responsabilidad alguna por las atrocidades del tirano. lns crisis ideológicas. Como, en el socialismo leninista-estalinista, la
El enorme efecto de la conferencia de Jruschov en el mundo co- estabilidad de todo el sistema de poder dependía de la del aparato
munista no se debió a la cantidad de información nueva que contenía. gobernante, la confusión, incertidumbre y desm.oralizaci6n de la ?~.
En los países occidentales ya se disponía de una gran cantidad de rocracia amenazaban toda la estructura del régimen , La desestalini-
literatura, tanto académica como en la forma de relatos de primera zación mostró ser un virus del que el comunismo no se había de
mano, que describían los horrores del sistema de Stalin en términos recuperar nunca, aunque cambiara para adaptarse a él, al menos de
bastante convincentes, y los detalles citados por Jruschov no rnodi- forma temporal. . ,..
6caban el cuadro generala añadían mucho a él; por otra parte, la En Polonia, aunque la crítica social y las tendencias «revrsioms-
Unión Soviética y sus países dependientes conocían la verdad por tass estaban ya bastante adelantadas en el momento del XX Con~re­
experiencia personal. El efecto dislocante del XX Congreso sobre el BO, este congreso y la conferencia de Jrus0~v acelerar0!l conside-
movimiento comunista se debió a dos importantes peculiaridades de rablemente la disolución del Partido; permino a los críticos atacar
este movimiento : la mentalidad comunista y la función del Partido más abiertamente al sistema, y debilitó tanto al aparato gobernante
en el sistema de gobierno. que el malestar social que se había acumulado con los años y ha~fa
No sólo en el «bloque socialista», donde las autoridades utiliza- sido acallado por intimidación salió cada vez más a la superficie.
ban todos los medios para evitar que llegara toda información del E n junio de 1956 hubo un levantamiento de trabajadores en PoznaI?;
mundo exterior, sino también en los países democráticos, los partidos nunque motivado por las diúcultades econór~licas del n:omento,. reflejó
comunistas habían creado una mentalidad completamente inmune a el odio generalizado de toda la clase trabajadora hacia la Um6n ~o­
todos los hechos y argumentos procedentes «del exterior», esto es, de viética y el Gobierno polaco. La revuelta fue. so~ocada, per~ el PartIdo
fuentes «burguesas» . En su mayor parte, los comunistas eran víctimas He quedó desmoralizado y desorientado, escindido en facciones y so-

del pensamiento mágico, según el cual una fuente impura contamina cavado por el «revisionismo». En Hungría, la situació~, alcanzó e!
la información que mana de ella. Cualquiera que fuera un enemigo punto en que el Partido se colapsó t.otalmente, la :poblaClon se reb~lo
político en cuestiones fundamentales debía estar automáticamente :lbiertamente y el Gobierno anunCIó, que se .r,etl!aba ~e ~a 6r~lta
militar soviética (el Pacto de VarSOVIa); el Ejército ROJO intervmo
equivocado en cuestiones particulares o de hecho . La mente comunista
para aplastar la revuelta, sus líderes fueron tratados despiadadamente
estaba bien defendida contra las incursiones de hechos y de argu-
y fue condenado a muerte cas~ tod? el equip? ~obernante de octu~re
mentos racionales . Como en los sistemas mitológicos, la verdad se de 1956. Polonia escapó a la invasión en el último momento, gracias
definía en la práctica (si bien, por supuesto, no en los manuales ideo- en parte al hecho de que el anterior líder del Partido, ~ladyslaw
lógicos) por la fuente de que procedía. Los informes que no habían Gornulka, que había salido con vida de. las p.ur~as de Stalin, fue la
causado inquietud alguna cuando aparecían en libros o publicaciones (jgura providencial que evitó la explosión, sirviendo su p~sado de
«burguesas» tenían el efecto de un trueno cuando eran confirmadas prisionero político para ganarse la confil1nz~ ~e la población. Los
por el oráculo del Krernlin. Lo que ayer eran «despreciables mentiras líderes rusos, al principio muy recelosos, decidieron finalmente -:<le
de la propaganda imperialista» se convirtieron de pronto en la apa- (a rma acertada, según se vio- que aunque GomuIka ~abía asce~dido
bullante verdad. Además, el ídolo caído no hahía dejado simplemente uin la sanción del Kremlin, no era demasiado desobediente y la mva-
un pedestal a ocupar por otro. La destronización de Stalin significaba si ón supondría un riesgo mayor. El «?ctubr~ polaco», como se lla;nó,
no sólo el colapso de una autoridad, sino el de toda una institución. 1
lejos de abrir un período de renovación SOCIal y cultural o e «libe-
Los miembros del Partido no podían poner sus esperanzas en un rnlizución» conoció la extinción gradual de todos estos mten.tos.
segundo Stalin que viniera a reparar los errores del primero; no po- go 1956 Polonia era, hablando en términos relativos, un país de li?re
dían ya tomar en serio las garantías oficiales de que aunque Stalin expresión y crítica, no porque el Gobie~no l?, hubiera planea,do! smo
había sido malo, el Partido y el sistema estaban inmaculados. porque había perdido el control de la srtuacion. Los acontecimientos
,.
438 Príncipales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 4.39

de octubre abrieron un proceso de inversión, y el margen de libertad necesaria del no escrito pacto de mutua seguridad entre los Iíderes
remanente crecía cada vez menos con el paso de los años. De las del Partido; y en la Unión Soviética, como en otros países socialis-
cooperativas rurales creadas obligatoriamente, fueron clausuradas la las, los conflictos internos del Partido se resolvieron de ahora en
mayoría; a partir de octubre de 1956, la maquinaria del Partido re- adelante sin que los oligarcas dimitidos perdieran su vida. El sistema
cuperó gradualmente sus posiciones perd idas. Corrigió la dislocación de masacres periódicas tenía ciertamente sus méritos desde el punto
del Gobierno. impuso r estricciones a la libertad cultural, frenó la de vista de la estabilidad política, haciendo imposible las facciones y
reforma económica y redujo a un papel meramente decorativo a los asegurando la unidad del aparato de poder; pero el precio de esta
consejos obreros creados espontáneamente en 1956. Mientras, la inva- unid ad fue el despotismo de un hombre y la reducci ón de todos
sión de Hungría y la ola de persecuci ón que sigui ó en este país sem- los miembros del aparato a la condición de esclavos sin garantía de
bró el terror en las demás «democracias populares» . En Alemania conservación de la propia vida, aunque gozaban de privilegios como
Oriental fue.ron encarcelados algunos de los «revisionistas» más acti- guardianes de otros esclavos cuya situación era aún más abyecta.
vos . La desestalizací ón produjo finalmente brutales represiones, pero El primer efecto de la desestalinízación fue la sustitución del terror
la dev astación de todo el bloque fue tal que el sistema soviético no a gran escala por el terror selectivo que, aunque de alcance conside-
pudo ya volver a ser nunca el mismo. rable, no era tan completamente arbitrario como había sido bajo
El término 'desestalinización' (al igual que el término ' estalinis- Stalin. Los ciudadanos soviéticos conocieron más o menos a partir
mo') no fue utilizado nunca por los propios partidos comunistas, que de entonces cómo evitar la cárcel y el campo de concentración, míen-
hablaron en su lugar de «corregir errores y distorsiones», «superar tras que previamente no había habido norma alguna al respecto.
el culto a la personalidad» y «volver a las normas leninistas sobre Uno de los acontecimientos importantes de la era de Jruschov fue
organización del Partido». Estos eufemismos pretendían transmitir . la liberación de millones de personas de los campos de concentración.
la impresión de que el estalinismo había sido una serie de lamenta- Otro efecto del cambio fueron las diversas iniciativas en favor
bles errores cometidos por el irresponsable generalísimo, pero que de la descentralización, siendo más fácil a partir de ahora para los
no tenían nada que ver con el propio sistema, y que bastaba condenar grupos políticos rivales organizarse en secreto. También hubo inten-
sus modos para restaurar el carácter eminentemente democrático del tos de reforma económica, que mostraron algún grado de eficacia;
régimen. Pero los términos 'desestalinización' y 'estalinismo' son sin embargo, se mantuvo el dogma de la primacía de la industria
errores por otras razones distintas II las que impidieron su uso en pesada (excepto durante un breve período con Malenkov) y no se
el vocabulario oficial de los países comunistas. Los comunistas con- hizo nada por hacer la producción más sensible a las demandas rna-
juraron estos términos porque «estalinismo» daba la impresión de sivas liberando los mecanismos del mercado. Tampoco hubo mejoras
sistema y no de desviaciones accidentales derivadas de las faltas de ca. sustanciales en agricultura, que a pesar de las frecuentes «reorganiza-
rácter del gobernante. Pero, por otra parte, el término 'estalinismo' ciones» siguió estando en la situación miserable a la que había sido
también sugiere que el «sistema» estaba ligado a la personalidad de reducida mediante la colectivización.
Stalin, y que su condena era la se ñal de un cambio radical en la di- Sin embargo, todos los cambios no supusieron ninguna «derno-
rección de la «democratización» o «liberalización» . cratización», pues dejaron inalterados los fundamentos del despotis-
Aunque no se conoce en detalle el trasfondo del XX Congreso, mo comunista. El abandono del terror en masa fue importante para
retrospectivamente parece claro que ciertos rasgos del sistema que In seguridad humana, pero no afectó al poder absoluto del Estado
babía prevalecido durante veinticinco años no podían mantenerse sin sobre el individuo; no confirió a los ciudadanos ningún tipo de dere-
Stalin y la inviolable autoridad de que gozaba. Desde las grandes pur- chos institucionales, o modificó el monopolio del Estado y el Partido
gas, Rusia había vivido bajo un régimen en el que ninguno de los de toda iniciativa y control en todas las esferas de la vida. Se reafir-
miembros más privilegiados del Partido y el Gobierno, e incluso el mó el principio del gobierno totalitario, en el que los seres humanos
Polítbur ó, podían estar seguros un día de si el siguiente seguirfan SOh propiedad del Estado y todas sus metas y acciones deben con-
con vida o serfan destruidos al antojo del tirano, por la mera desig- [orrnarse a sus propósitos y necesidades. Aunque diversas zonas de
nación de su infalible dedo . No es sorprendente que tras la muerte In vida se resistieron a la absorción, con lo que nunca se completó
de Stalin se preocuparan de que ningún sucesor pudiera alcanzar la el proceso, todo el sistema actuó, como sigue haciéndolo, para impo-
misma posición. La condena de los «errores y distorsiones» fue parte ner el control estatal hasta el mayor grado posible. El terror indis-
440 Principales corriente'! del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde La muerte de Stalin 441

criminado a gran escala no es una condición necesaria y permanente tuando un tiempo dentro del marxismo o al menos utilizando un
del totalitarismo; la naturaleza e intensidad de las medidas represivas lenguaje marxista, tuvo un efecto dislocador sobre la doctrina co-
pue~en verse afectadas por diversas circunstancias; pero bajo el co- munista.
mumsrno no puede hab er nada semejante al imperio de la ley, en el En 1955-7, a medida que se desintegraba la ideología comunista
que la ley actúa como mediador autónomo entre el ciudadano y el Es- se extendían las críticas al sistema. El rasgo típico de este periodo
tado, y priva a este último de un poder absoluto con respecto al fue que los comunistas, si bien no los únicos críticos de las condi-
individuo. El presente sistema represivo de la Unión Soviética y otros ciones existentes, eran los más conspicuos y activos, y en conjunto
pafses comunistas no es simplemente un «resto de leni nismo» o un los más eficaces. Había varias razones que explicaban este predomi-
lamentable error que puede ser curado con el tiempo sin un cambio nio. En primer lugar, como los revisionistas pertenecían al establish-
fundamental en el sistema. ment tenían mucho más fácil acceso a los medios de comunicaci6n
Los únicos regímenes comunistas del mundo son los de tipo leni- de masas y a la información no publicada. En segundo lugar, por
nista-estalinista. Tras la muerte de Stalin, el .sistema soviético carn- razones obvias conocían más que otros grupos la ideología comunista
bió de una dictadura personal a una oligarquía. Desde el punto de vista y el marxismo, y sabían más sobre la maquinaria estatal y del Par-
de la omnipotencia estatal éste es un sistema menos efectivo; sin em- tido. En tercer lugar, los comunistas estaban acostumbrados a la idea
bargo, no equivale a la desestalinización, sino a una forma defectuosa de que debían tomar la iniciativa en todo, y que el Partido tenía, a
de estalinismo. 6n de cuentas, diversos miembros dotados de energía ' e iniciativa.
En cuarto lugar, y ésta era 11 razón principal, los revisionistas, al
menos durante bastante tiempo, utilizaban lenguaje marxista: apela-
2. El revisionismo en Europa Oriental ban a los estereotipos ideológicos comunistas y a las autoridades
marxistas, y hacían una devastadora comparación entre la realidad
Desde la segunda mitad de los afias cincuenta las autoridades del socialista y los valores y promesas de los «clásicos» . De esta forma,
Partido y los ideólogos oficiales de los países comunistas utilizaron Jos revisionistas, al contrario que otros que se oponían al sistema
~ términ? 'revisionismo' para estigmatizar a todos aquellos que, aun desde un punto de vista nacionalista o religioso, no sólo se dirigían
.1 la opinión pública, sino que tenían eco también en los círculos
siendo miembros del Partido o marxistas, criticaban los diversos dog-
mas comunistas. No se le dio un significado preciso, como tampoco del Partido; eran escuchados por el aparato del Partido y por ello
a la etiqueta de «dogmatismo» atribuida a los «conservadores» del pudieron contribuir a su fragmentación ideológica, que era la condi-
Partido que se oponían a las reformas posteriores a la muerte de ción principal del cambio político . Utilizaban el lenguaje del Partido
Stalin, pero por norma el término 'revisionismo' connotaba tenden- en cierta medida porque aún creían en los estereotipos comunistas,
cias democráticas y racionalistas. Como en épocas pasadas se había y en cierta medida porque sabían que su acción sería así más eficaz;
aplicado a la crítica del marxismo hecha por Bernstein, los funciona- la proporción entre la fe y el camuflaje deliberado es difícil de esti-
nos del Partido asociaron el nuevo «revisionismo» con las ideas de mar a estas alturas.
Bernstein, pero la conexión era remota e insustancial. Pocos de los En la ola de crítica que afectó a todos los aspectos de la vida y
«revisionistas» activos estuvieron especialmente interesados en Bern- destronó gradualmente a todos los ídolos del comunismo, algunas
stein; por entonces no interesaban mucho los temas que habían es- demandas y puntos de vista eran peculiares a los revisionistas, mien-
tado en el centro del debate ideológico a principios de siglo; algu- tras que otras eran comunes a ellos y a miembros ajenos al Partido
nas de las ideas de Bernstein que suscitaran una furiosa indignación o a oponentes al régimen, de tendencia no marxista. Las principales
entonces, eran aceptadas ahora por los comunistas ortodoxos , como demandas planteadas fueron las siguientes:
la doctrina de que podía implantarse el socialismo por medios legales En primer lugar, todos los críticos exigían una democratizaci6n
-un cambio puramente táctico, pero no menos ideológicamente im- de la vida pública, la abolición del sistema de represión y policía se-
portante. El «revisionismo» no procedía de leer a Bernstein, sino creta , o al menos la subordinación de la policía al sistema judicial
de vivir bajo Stalin. Sin embargo, por vagamente que fuera utilizado de acuerdo con la ley y con independencia de las presiones políticas;
el término por los líderes del Partido, durante los años cincuenta y exigían libertad de prensa, ciencias, artes y la abolición de la censura
sesenta hubo un genuino movimiento político e intelectual que, ac- preventiva. Los revisionistas pedían también democracia en el seno
442 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde In muerte de Stalin 443

del Partido, y algunos de ellos exigían el derecho a formar «fraccio- era fuertemente antirrusa, los revisionistas invocaban generalmente
nes» dentro del Partido. Desde el principio hubo diferencias entre principios socialistas tradicionales y evitaban el lenguaje del naciona-
los revisionistas en lo relativo a estas cuestiones. Algunos ped ían de- lismo. Una exigencia frecuente, tanto de revisionistas como de los
macrada para los miembros del Partido sin plantear demandas más demás, era la abolición de los privilegios de que gozaba la burocra-
generales, creyendo al parecer que el Partido podía ser una isla de- cia, no tanto en cuestiones de sueldo como en cuestiones exrralcgales
mocrática en una sociedad que no lo era; aceptaban así, expresa que aliviaran las dificultades de la vida cotidiana -tiendas y facili-
o implícitamente, el principio de la «dictadura del proletariado», esto dades médicas especiales, prioridades de vivienda, etc.
es, del Partido, e imaginaban que este gobernante podía permitirse La tercera área principal de crítica era la dirección económica.
el lujo de la democracia interna. Sin embargo, con el tiempo la mayo- Hay que decir que eran pocas las voces que pedían la devolución
ría de los revisionistas llegaron a ver que no era posible la democracia de la industria a manos privadas; la mayoría de las personas estaban
sólo para una élite; si se permitía existir grupos dentro del Partido, acostumbradas a la idea de que debía ser propiedad pública. Sin
éstos pasarían a ser los portavoces de fuerzas sociales que de otro embargo, exigían el fin de la colectivización agrícola obligatoria; una
modo carecían de medio de expresión, con los que un sistema de reducción del programa de inversiones extremadamente gravoso; una
«fracciones» dentro del Partido sería un sustituto de un sistema plu- ampliación del papel del mercado en la economía; la participación
ripartidista. Era necesario elegir, por tanto, entre la libre formación del beneficio por los trabajadores; la planificación racional y el aban-
de partidos políticos, con todas sus consecuencias, y la dictadura de dono de los planes irreales y omnicomprensivcs; una reducción de
un solo partido, que suponía la dictadura dentro del Partido. las normas y directrices que obstaculizaban la actividad empresarial;
Entre los objetivos democráticos era importante el de la inde- y permisos de actividades privadas y cooperativas en el ámbito de los
pendencia de los sindicatos y los consejos obreros. Incluso se oyó el servicios y la producción a pequeña escala.
grito de «Todo el poder para los consejos» -es cierto que no se oyó En todas estas cuestiones, las exigencias revisionistas coincidían
muy fuerte, pero con frecuencia se defendió en Polonia y Hungría con las de la población en general; los revisionistas, sin embargo,
la idea de consejos obreros independientes del Partido, que no sólo utilizaban argumentos socialistas y marxistas en vez de nacionalistas
negociaran con el Estado en cuestiones de salarios y condiciones de y religiosos , y además planteaban aspiraciones relacionadas con la
trabajo, sino que además jugaran un pape! importante en la dirección "ida del Partido y los estudios marxistas. En este sentido, apelaban,
industrial; posteriormente, se citó el ejemplo de Yugoslavia. El auto- al Igual que otros herejes de la historia, a una «vuelta a las fuentes»,
gobierno de los trabajadores iba naturalmente asociado a la descen- esto es, basaban su crítica del sistema en la tradición marxista. Más
tralización de la planificación económica. de una vez, sobre todo en las primeras etapas, invocaban la autori-
Una importante reforma deseada por los críticos no pertenecien- dad de Lenin, buscando en sus escritos textos en apoyo de la demo-
tes al Partido era el final de la persecución de la Igles ia . Los revisio- cracia interna en el Partido, la participación de las «grandes masas»
nistas, que eran en su mayoría antirreligiosos , se pus ieron al margen en el Gobierno, etc. En resumen, los revisionistas opusieron por un
de la cuestión; creían en la separación de Iglesia y Estado y no apo- tiempo a Lenin al estalinismo, como hacían también de vez en cuando
yaban la demanda , muy divulgada aquellos años, de la reintroducción los supervivientes del movimiento. No tuvieron mucho éxito inte-
de la educación religiosa en las escuelas. lectual , pues las discusiones ponían cada vez más en claro que el
La segunda categoría de demandas planteadas de forma universal estalinismo era la continuación natural y legítima de las ideas de
estaba relacionada con la soberanía del Estado y la igualdad entre Lenin; pero políticamente sus argumentos tenían alguna importancia,
los miembros del «bloque socialista» . En todos los países del bloque como hemos visto, al colaborar a descomponer la ideología comunista
la supervisión soviética fue extremadamente minuciosa en muchas apelando a sus propios estereotipos. La peculiaridad de la situación
esferas; el ejército y la policía en particular estaban bajo un control fue que tanto el marxismo como el leninismo hablaban en un len-
específico y directo, y el deber de seguir al hermano mayor en todo guaje lleno de eslóganes humanistas y democráticos que, si bien eran
era el fundamento de la ideología de Estado. Toda la población sentía retórica vacía por cuanto hada referencia al sistema de poder, podían
amargamente la humillación de su país, su dependencia de la Unión ser y fueron invocados contra este sistema. Al poner de relieve el
Soviética y la inescrupulosa explotación que ésta hada de sus veci- grotesco contraste existente entre la fraseología marxista-leninista y
nos. Sin embargo, mientras que la. población polaca en su conjunto In realidad de la vida, los revisionistas mostraron las contradicciones
444 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 44;;

de la propia doctrina. La ideología pasó a separarse, por así decirlo, siderados como principales exponentes de la doctrina. Atacaban la
de! movimiento político del cual había sido una mera fachada , y em- pobreza de las categorías conceptuales del marxismo leninista-estali-
pezó a cobrar vida propia. nísta y los intentos simplistas por explicar toda la cultura en términos
Sin embargo, mientras que los esfuerzos por apelar al leninismo de la lucha de clases, por reducir toda filosofía al «conflicto entre
fueron pronto abandonados por la mayoría de los revisionistas , la materialismo e idealismo», por convertir la moralidad en instrumento
esperanza de una vuelta al marxismo «au tén tico » duró mucho más. para la «construcción del socialismo», etc.
La principal cuestión que dividía a los revisionistas de sus cole- Por cuanto se refiere a la filosofía, el principal objetivo de los
gas de partido no era el hecho de que criticaran al estalinismo; en revisionistas puede definirse como la reivindicación de la subjetivi-
esa época, y sobre todo después del XX Congreso, apenas miembro dad humana en oposición a la doctrina leninista. Los principales pun-
alguno del Partido lo defendía con todas sus aberraciones. Tampoco tos de su ataque eran los siguientes:
estaba la diferencia entre la amplitud de su crítica, sino más bien En primer lugar criticaban la «teoría del reflejo» de Lenin, afir-
en su rech azo de la idea oficial de que el estalinismo era un «error» mando que el sentido de la episremología de Marx era totalmente
o «distorsión» o una serie de ~< errores y distorsiones» . La mayoría diferente. El conocimiento no consistía en que el objeto se reflejaba
de ellos pensaban que el sistema estalinista había cometido pocos erro- en la mente, sino que era una interacción de sujeto y objeto, y el
res desde el punto de vista de sus funciones sociales, que era un sis- efecto de esta interacción, codeterminado por factores sociales y bio-
tema político bastante coherente en sí, y que las raíces del mal de- lógicos, no podía considerarse como una copia del mundo. La, mente
bían buscarse, por tanto, no en los defectos o «errores» personales humana no podía trascender la manera en que estaba asociada al
de Stalin, sino en la naturaleza del poder comunista. Sin embargo, ser; el mundo que conocemos es parcialmente una creación humana.
creyeron durante algún tiempo que el estalinismo era curable en el En segundo lugar, los revisionistas cri ticaban el determinismo. Ni
sentido de que podía ser recuperado o «democratizado» sin cuestio- la teoría de Marx ni consideraciones fácticas justificaban una metafl-
nar sus fundamentos (aunque estaba lejos de quedar claro cuáles eran sica determinista, sobre todo por cuanto hada referencia a la histo-
exactamente los rasgos básicos y cuáles los accidentales). Peto, con ria. La idea de que había «leyes históricas» inalterables y que el
el paso del tiempo, los revisionistas vieron cada vez más claramente socialismo era históricamente inevitable era una superstición mito-
que su posición era insostenible: si el sistema de partido único era lógica que podía haber jugado su papel al suscitar entusiasmo por el
una condición necesaria del comunismo, entonces el comunismo era comunismo, pero que no por ello era más racional . El azar y la incer-
ir refo rmable. tidumbre no podían excluirse de la historia anterior, y menos aún
Sin embargo, durante un tiempo pareció que el socialismo marxista de las predicciones del futuro .
era posible sin formas políticas Ieninistas, y que el comunismo podía En tercer lugar criticaban los intentos por deducir valores morales
ser criticado desde «dentro del marco comunista» . De aquí los intentos de esquemas historiográficos especulativos. Incluso si se supusiera,
realizados por reínterpretar la tradición marxista en sentido antile- erróneamente, que el futuro socialista estaba garantizado por esta o
ninista. aquella necesidad histórica, de ahí no se seguiría que era deber nues-
Los revisionistas empezaron por afirmar que el marxismo debía tro apoyar esta necesidad. Lo que es necesario no es por esta misma
someterse a las reglas normales de racionalidad científica, en vez de razón valioso; el socialismo necesita aún un fundamento moral, más
basarse en la fuerza monopolista de la censura, la policía y los privi- allá del hecho de ser resultado de «leyes históricas» . Para restaurar
legios. Afirmaban que estos privilegios llevaban a la degeneración la idea del socialismo había que recrear primero un sistema de valores
del marxismo y le privaban de vitalidad ; que los estudios marxistas independientemente de la doctrina historioséfica.
se estaban empobreciendo porque el marxismo se había instituciona- Todas estas críticas tenían el objetivo común de restaurar el papel
lizado en una ideología estatal inmune a toda crítica. Sólo podría del sujeto en el proceso histórico y cognitivo. Iban unidas a la crí-
regenerarse mediante la libre discusión en la que los marxistas ten- tica al régimen burocrático y de las absurdas pretensiones del aparato
drían que defender sus posiciones mediante la argumentación racio- de partido a una sabiduría superior y al conocimiento de las «leyes
nal. Los críticos atacaban el primitivisrno y la esterilidad de los escri- históricas» y, con este motivo, a un poder y privilegios ilimitados.
tos marxistas , su inadecuación a los principales problemas del pre- Desde e! punto de vista filosófico, el revisionismo pronto rompió por
sente, su carácter esquemático y osificado y la ignorancia de los con- completo con e! leninismo.
446 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 447
E n el curso de sus críticas, Jos revisionistas apelaron naturalmen- revisionistas fueron M . Kalecki , O . Lange , W. Brus, E . Lipinski y
te a divers as fuerzas, algunas marxistas y otras no . E n la Eu ropa T. Kow alik.
Oriental, jugó algún papel el exi stencíalismo, sobre todo en las obras En Hungría, el principal centro del revis ionismo fue el «Círcul o
de Sart re, pues muchos r evision istas se sintieron atraídos por su teo- P etofi », de Budapest, qu e incluía a algunos de los disdpulos de Lu-
rfa de la libertad y de la irr eductibilidad del sujeto al status de cosa. kács. El pro p io Lukács tuvo un destacado papel en las discusiones,
Muchos otros hallaron inspiración en Hegel, mientras que los inte- pero tanto él como sus seguidores subrayaron su fidelidad al marxismo
re sados en la filosofía de la ciencia de Engels se basaron en la filosofía mucho más acentuadamente que los revisionistas polacos; Lukács pi-
analítica para enfrentarse a aquélla y a la «dia léct ica de la natura- dió libertad «den tro del marco del marxismo » y no pu so en cuestión
lez~» de Lenin. Los reyisionistas leían literatura filosófica y crítica el p rincip io del gobiern o mo nopartidista . Puede ser - esto es sólo
occidental sobre el marxismo y el comunismo: Carnus, Merleau-P onty , una suposición- que el carácter mucho más ortodoxo del revisionis-
Koestler, OrwelI. Los autores marxis tas del p asado jugaban sólo un /01 0 húngaro fu era la razón p or la que se sep arara tanto del movi-
papel secundario en sus discusion es y criticas. T rotski apenas fue . »:mie nto de d escon ten to popular que los revisioni stas fueron in capaces
mencionado ; se mostró algún interés hacia Ros a Luxemburgo por sus de ma n tener el ataque al Partido den tro de u nos límites; el resultado
ataques a Len in y a la Revolución Rusa (pero fue inf ruct uoso el in. fue un a protesta masiva, de carác ter expresamente anticomunista , que
ten to de publicar su libro sob re este tema en Polonia ); entre los filó- produjo el colapso del Partido y la invasi ón sovi ética. Esto produ jo
sofo s, Lukács fue popular du rante un tiempo , principalmente con un shock no sólo en Polonia, donde se adv irtió en seguida que las
~otlvo de su. teor~a del proceso histórico, en la que sujeto y ob jeto ideas de un sistema comunista «democrático» eran cuentos de hadas,
~lend;n a la identidad. Algo después, Gramsci pasó a ser obj eto de sino también entre los comunistas occidentales: algunos de los par-
rnter és: sus obras contenían el esbozo de una teoría del conocimiento tidos pequeños se dividieron, mientras que otros perdieron el apoyo
compl etamente opuest a a la de Lenin , junto con re flexion es críticas de muchos in telectuales. Entre los comunistas de todo el mu ndo la
sobr e la burocracia comunis ta, la teoría del P artido como van guard ia invasión de Hung ría provocó diversos movimientos de protesta e
el determ in.ísmo histórico y el enfoque «manip ulador» de la revolució~ intentos po r reconstru ir el movimiento y su doctrina sobre bases no
socialista. soviéticas. En Inglaterra , Franci a e Itali a se publicaron much as obras
Post eriormente vinieron nuevos refuerzos, esta vez de los comu- sob re las posibilidades o no del com unismo democrático ; la «Nu év a
nistas ita lianos. P almiro Togliatti, qu e habí a me recido has ta entonces I zqu ierd a» de los años sesenta estuvo p rin cip almente inspir ada en es-
la repu tación d e estalinista «teñido», volvió al ataque tra s el XX Con- tas fuentes.
greso con una crítica de los líderes soviéticos, moderada en el lenguaje El movimiento revi sionista en Hungría fue destruido por la inva-
pero de consecuencias importantes . Les acusó de echar tod a la res- sión soviética. En Polonia fue combatido du rante varios años por di-
ponsabilidad del estalinismo a Stalin y dejar de analizar las causas versas formas de represión, relativamente leves : el cierre de peri ó-
de la degen eración burocrática, term inando con una ll amada al «p oli- dicos o la dimisión forzosa de los colaboradores que se n egaran a
centrismo » en el movimi ento com unista mu ndial esto es al final de seguir las directrices, la negativa temporal a publicar a ciertos escri-
la hegemonía de Moscú sob re los demás partidos.' , tores , el aumen to de la censura en todas las ramas de la cultura. Sin
El revisionismo en Polonia, donde el movimiento crítico de los emba rgo, la principal razón po r la que declinó progresiva mente el re-
años cíncuenta fue mucho más allá que en el resto de Europ a, fue visionismo polaco no fue el uso de estas medidas, sino la desin tegra-
obra de un numeroso grupo de int electuales de partido -filósofos ción de la ideología del P artido, minad a por la critica rev isionista.
sociólogos, periodistas, hombres de let ras , historiadores y eco norni s. Como intento por re novar el marxismo volvien do a sus «fu ent es»
taso H alló expresión en la prensa especi alizada y en los semanarios -principalmente al joven Marx y a su idea de autocreación de la hu-
!iterarios y políticos (sob re todo Po prost u y Nowa Kultu ra), que manidad- y de reformar el comunismo curando su cará cter buro-
Jugaron un import ante papel hasta que fueron clausurados por las crático y re pre sivo, el revisionismo pudo ser eficaz sólo en la medida
autoridades. Entre los filósofos y sociólogos frecuentemente cri tica- en que el P artido se tomó en serio la ideología tradicional y fue
dos como revisionistas figuraban B. Baczko, K. Pomian, R . Zimand, de alguna forma sensible a las cuestiones ideológicas. Pero el propio
Z. Bauman, M . Bielinska y el au tor de estas líneas , que fue considerado revisionismo fue una de las principales causas de qu e el Partido per-
como el culpable principal. Los economistas que desarrollaron teo rías diera su respeto por la doctrina oficial y de que la ideología se con-
448 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 449
viniera en un ritual estéril pero indispensable. De esta forma, la crí- resolver los problemas del momento, debía enriquecerse su aparato
tica revisionista, sobre todo en Polonia, cortó la hierba bajo sus conceptual, no debían falsHicarse los documentos históricos, etc.-,
propios pies. Escritores e intelectuales prosiguieron sus manifestacio- mostraron tener resultados catastróficos: en vez de enriquecer o com-
nes, protestas e intentos de presión política sobre las autoridades , plementar el marxismo, lo disolvieron en un reino de ideas ajenas a él.
peto cada vez se inspiraron menos por ideas verdaderamente revisio- En Polonia, el revisionismo vivió durante un tiempo, pero cada
nistas, esto es, marxistas. En el Partido y la burocracia, la importan- vez pasó a ser ideológicamente menos importante. en comparación
cía de la ideología comunista declinó considerablemente. En vez de con otras formas de oposición. Estuvo representado a principios de
personas que, incluso habiendo participado en las atrocidades estali- los sesenta por Kuron y Modzelewski, que establecieron un progra-
nistas, eran comunistas leales a su modo y vinculados a los ideales ma político marxista y comunista. Sus análisis de la sociedad y go-
comunistas, los reinos del poder fueron ocupados ahora por arribistas bierno polacos, que les llevaron a la conclusión de que se había creado
cínicos y desilusionados perfectamente conscientes de la vacuidad de una nueva clase explotadora en los países comunistas que sólo podría
los eslóganes comunistas que utilizaban. Una burocracia de este tipo ser destronada mediante una revolución proletaria, siguieron líneas
era inmune a los desafíos ideológicos. marxistas tradicionales. Les costaron varios años de cárcel, pero su
Por otra parte, la revisión en sí tenía una cierta lógica interna resistencia ayudó a formar el movimiento de oposición estudiantil que
que, desde hacía tiempo, la había llevado más allá de las fronteras protagonizó muy diversas revueltas en marzo de 1968. Esto, sin em-
del marxismo. Cualquiera que tomara en serio las reglas del racio- bargo, tenía poco que ver con la ideología comunista: la mayoría de
nalismo no podía interesarse ya en su grado de «lealtad» a la tradi - los estudiantes protestaron en el nombre de las libertades ciudadanas
ción marxista, o sentir alguna inhibición por utilizar otras fuentes de y académicas, pero no interpretaron estas reivindicaciones en términos
estímulos teóricos; el marxismo en su forma leninista-estalinista era comunistas o incluso socialistas. Una vez sofocadas las revueltas, el
una estructura tan pobre y primitiva que desaparecía tras todo intento Gobierno inició un ataque en el campo cultural (estrechamente ligado
de análisis riguroso. La propia doctrina de Marx había proporcionado a la lucha entre las camarillas rivales del Partido en ese momento),
ciertamente mucha materia prima intelectual, pero de hecho no podía y al hacerlo mostró que su principio ideológico fundamental era el
ofrecer respuestas a preguntas que se habían planteado la filosofía antisemitismo.
y las ciencias sociales desde la época de Marx ni podía asimilar diver- El año 1968, que fue también el de la invasión de Checoslova-
sas categorías conceptuales de importancia desarrolladas por la cultura quia marcó virtualmente el Boal del revisionismo como tendencia
humanística del siglo xx. Los intentos realizados por unir el marxis- inte1~ctual independiente en Polonia. Por esa época, la oposición,
mo a tendencias de otros orígenes le privaron pronto de una forma que se articula en diversas formas, apenas hace uso de la fraseología
doctrinal clara: pasó a ser meramente una de las muchas contribu- marxista o comunista, sino que halla su más adecuada expresión en
ciones a In historia intelectual, en vez de ser un sistema ornnicom- los términos del conservadurismo nacional, la religión y las fórmulas
prensivo de verdades ciertas entre las cuales, si se buscaba correcta- democráticas o socialdemocráticas tradicionales. En general, el comu-
mente, podía encontrarse respuesta para todo. El marxismo habfa nismo había dejado de ser un problema intelectual, quedando sim-
funcionado durante décadas casi exclusivamente como la ideología plemente como una cuestión de poder y represión gubernamentales.
política de una secta poderosa, pero encerrada en si misma, con el La situación era paradójica. El partido gobernante profesa aún oficial-
resultado de que se separó casi por completo del mundo de las ideas mente el marxismo y la doctrina comunista del «internacionalismo
exterior; cuando se realizaron intentos por superar este aislamiento, proletario»; el marxismo es un tema obligado en todos los centros
éstos mostraron llegar demasiado tarde -se colapsó la doctrina, al de enseñanza superior, se publican manuales y se escriben libros sobre
igual que los restos momificados cuando entran súbitamente en con- sus problemas; pero esta ideología de Estado nunca se había encon-
tacto con el aire. Desde este punto de vista, los miembros ortodoxos trado en una situación tan inerte como entonces. En la práctica nadie
del Partido tenían bastante razón en temer las consecuencias de traer creía en él, ni gobernantes ni gobernados, y ambos son conscientes
nuevos alientos al marxismo. Las llamadas revisionistas, que parecían de este hecho; pero es indispensable, pues constituye el principal
ser cuestiones de sentido común --el marxismo debía ser defendido fundamento de la legitimación del régimen, ya que la dictadura del
en la libre discusión por los métodos intelectuales universalmente Partido se basa en la suposición de que «expresa» los intereses his-
aplicados por la ciencia, debía analizarse sin temor su capacidad para tóricos de la clase trabajadora y del pueblo. Todo el mundo sabe
450 Principales corrientes del marxismo U , Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 451

que el «internacionalismo proletario» no es más que una frase que económicos, pues están unidos al sistema politico represivo. La racio-
encubre el hecho de que los países de la Europa Oriental no son nalización económica no puede prosperar entonces sin el pluralismo
dueños de sus propios asuntos, y que «el papel rector de la clase político, es decir, en la práctica sin abolir el régimen espec íficamente
trabajadoras significa simplemente la dictadura de la burocracia del comunista. La nacionalización de los medios de producción, afirma
Partido. En consecuencia, los propios gobernantes, cuando que rían Brus , no es 10 mismo que la propiedad pública, pues la burocracia
suscitar al menos algún grado de respuesta en la población, apelaban política tiene el monopolio de las decisiones económicas; una econo-
cada vez menos a la ideología que existía ya sólo en el papel, y en su mía verdaderamente socializada es incompatible con la dictadura po-
lugar utilizaban el lenguaje de la raison d' état y del interés nacional. lítica.
No sólo la ideología oficial era Inerte, sino que además ya no ten ía En grado algo menor, Wladyslaw Bien1cowski puede ser calificado
una formulación tan clara como en tiempos de Stalin, pues no había también de revisionista: en obras publicadas fuera de Polonia analiza
autoridad competente pata realizarla. La vida intelectu al continúa, si las causas de deterioro económico y' social existente bajo los gobier-
bien diezmada por la censura y las diversas restricciones policiales, nos burocráticos. Apela a la tradición marxista, pero va más allá de
pero el ma rxismo no desempeña ya papel alguno en ella, aunque la ella al analizar los mecanismos autónomos de poder político, indepen-
ayuda estatal la mantiene artificialmente e inmune a toda crítica. dientes del sistema de clase (en el sentido marxíano de «clase»).
En el ámbito de la ideología y de las ciencias humanas, el Partido Tendencias similares ligad as a la decadencia de la fe comunista,
sólo podía actuar negativamente, por medio de la represión y las la escasa vitalidad del marxismo y su transformación en un rito polí-
prohibiciones de todo tipo. Incluso así, la ideología oficial tuvo que tico pueden observarse también, aunque en diferentes grados, en to-
olvidar gran parte de sus anteriores pretensiones universalistas. El dos los países comunistas.
ma rxismo, por supuesto, no puede ser criticado directamente, pero En Chevoslovaquia, 1956 fue un afio mucho menos importante
incluso en filosofía aparecen obras que lo ignoran por completo y es- que en Polonia y Hungría, y el movimiento revisionista tuvo allí
tán escritas como si nunca bubiera existido . En sociología se publican un desarrollo tardío, pero la tendencia general fue la misma que en
regularmente algunos tratados ottodoxos, principalmente para corro- otros países. El revisionista más conocido entre los economistas che-
borar la fiabilidad política de sus autores, mientras que simultánea- cos es Ota Sik, que en los años sesenta presentó un programa típico
mente muchas otras obras entran dentro del ámbito de la sociologfa de reforma : mayor influencia del mercado sobre la producción, ma-
empírica, que utiliza los mismos métodos que en Occidente. Obvia- yor autonomía de las empresas, planificación descentralizada , análisis
mente el alcance que se permite a estas obras es limitado : pueden de la burocraci a política como causa de la ineficacia económica socia-
tratar sobre los cambios de la vida familiar o de las condiciones de lista . Aunque las condiciones políticas fueran más difíciles que en
trabajo en la industria, pero no sobre la sociología del poder o de la Po lonia, también se creó aUí un grupo de filósofos revisionistas . Su
vida del Partido. Severas restricciones pesan también sobre las ciencias miembro más destacado fue Karel Kosik, quíen en su obra Dialéctica
históricas, por razones puramente políticas más que marxistas, sobre de lo concreto ( 1963) planteó diversas cuestiones típicamente revisio-
todo en lo relativo a la historia contemporánea. Los gobernantes so- nistas: la vuelta a la idea de praxis como la categoría más general
viéticos parecen estar firmemente convencidos de que representan la para la interpretación de la historia; la relatividad de las cuestiones
continuación de la política zarista, y por lo tanto el estudio de la his- ontológicas con respecto a las antropológicas, el abandono de la me-
toria polaca, que durante dos siglos estuvo dominada por las relacio- tafísica materialista y del primado de la «base» sobre la «superestr uc-
nes con Rusia, las particiones y la opresi ón, es sometida a multitud tura»; la filosofía y el arte como ce-determinantes de la vida social
de tabúes . y 00 meramente como sus productos.
En cierta medida se puede hablar aún de revisionismo en el con- La crisis económica en Checoslovaquia a principios de 1968 pre-
texto de los estudios económicos polacos, donde toma la forma de cipitó cambios políticos y la sustitución de la cúspide del Partido.
recomendaciones prácticas para conseguir una mayor eficacia. Los Esto produjo una avalancha de críticas políticas e ideológicas, domi-
autores más conocidos en este campo son W. Brus y E. Lipinski, que nadas por ideas revisionistas , Los objetivos proclamados eran los mis-
invocan la tradición marxista, pero en una forma más próxima a la mos que en Polonia y Hungría: abolición del sistema policial repre-
socialdemocracia. Afirman que los defectos e insuficiencias de la eco- sivo, garantías legales para las libertades ciudadanas, independencia
nomía socialista no pueden ser remediados por medios puramente de la cultura, gestión económica democrática. La exigencia de un sís-
452 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 453

tema multipartidisca, o al menos el derecho a formar partidos socia- zada» de la dialéctica. Afirmó que el principal enemigo del marxismo
listas diferentes, no fue planteada por los revisionistas que eran miem- era el materialismo rnecanicista, que era lo generalmente enseñado bajo
bros del Partido, pero figuró constantemente en las discusiones . el nombre de marxismo. Criticó la versión leninista del determinismo
La ocupación soviética de agosto de 1968 y la represión en masa como moralmente peligrosa e incompatible con la física moderna . Si-
posterior tuvo un efecto casi totalmente sofocante para la vida inte- guiendo a Hegel y Engels, postuló una dialéctica que no fuera mera-
lectual y cultural checa, que aún presenta un cuadro cons iderable- mente una descripción, sino un aspecto de la realidad, incluidas las
mente depresivo en comparación con otros países del bloque. Por relaciones lógicas; de esta forma, al igual que Bloch, intentó justifi-
otra parte, precisamente porque el movimiento de reforma en Che- car una actitud finalista en los límites del materialismo dialéctico. Con-
coslovaquia no se desintegró, sino que fue suprimido por la fuerza denó la esclavitud estalinista de la cultura, y afirmó que la negación
de las armas , el país ofreció un terreno más adecuado para las ideas filosófica de la libertad en la doctrina mecanicista que generalmente
revisionistas . Puede imaginarse que, si no hubiera tenido lugar la pasaba por marxismo iba de la mano con la destrucción de la libertad
invasión, el movimiento de reforma iniciado por Dubcek y apoyado cultural bajo el comunismo. Pidió una rehabilitación de la ({espon-
por la gran mayoría de la población hubiera conducido gradualmente taneidad» como categoría 6lo~ófica y com~ ~alor I:0líti~o, pero al
al «socialismo con rostro hurnanos sin alterar los fundamentos del mismo tiempo subrayó su fidelidad al materialismo dialéctico y al co-
sistema. Esto es, por supuesto, una suposición especulativa, y depen- munismo. Los escritos filosóficos de Havemann son menos precisos de
de de lo que se considere como fundamental. Sin embargo, lo que lo que sería de esperar en un químico.
parece claro es que si hubiera continuado el movimiento de reforma En la U. R. S. S. no hubo propiamente revisionismo en filosofía,
y no hubiera sido anulado mediante la invasión o, como en Polonia, sino s610 algunas propuestas de reforma hechas por economistas para
la racionalización de la gestión directiva y la distribución. La filosofía
se hubiera desintegrado por temor a la invasión, pronto hubiera lle-
oficial soviética se vio poco afectada por la desestalinizaci ón, mientras
vado a un sistema pluripartidista, destruyendo así la dictadura del
que la variedad no oficial pronto perdió todo contacto con el mar-
Partido y, por tanto, destruyendo el comunismo tal y como éste se xismo. En la filosofía oficial el principal cambio fue que los esquemas
entiende a sí mismo. del materialismo dialéctico no se enseñaban ya según la exacta pauta
Alemania 'Oriental, donde el sistema de represión fue en general del manual de Stalin. El texto publicado en i 958 seguía a Engels
más r1gido que en otros lugares, no testimonió el desarrollo de un en la distinción de las tres leyes de la dialéctica (incluida la de nega-
amplio movimiento revisionista, pero no obstante acusó el impacto ción de la negación), y no cuatro; primero se exponía el materialismo
de los sucesos de 1956. El filósofo y crítico literario WoHgang Ha- y a continuación la dialéctica, invirtiendo el orden de Stalin . La do-
rich presentó un programa democrático de socialismo alemán que le cena aproximada de «categorías» de la dialéctica enumeradas por Le-
valió varios años de cárcel. Algunos conocidos intelectuales marxistas nin en las Notas filosóficas constituía la base de la nueva organización
abandonaron el país (Ernst Bloch, Hans M ayer, Alfred Kantorowícz). de los esquemas. Los filósofos soviéticos mantuvieron diversas dis-
La estricta regimentación de las ideas hacía extremadamente difícil , cusiones sobre el viejo tema de la «relación de la lógica formal y la
y sigue haciendo todavía, todo intento de revisionismo, pero ocasio- lógica dialéctica», siendo la mayoritaria la opinión de que entre am-
nalmente se oía una voz reformista. En filosofía, el nombre más bas no había conflicto, pues su objeto era diferente; algunos incluso
importante en este terreno fue el de Robert Havemann, profesor desafiaron la teoría de que pudieran existir «contradicciones» en la
de química física interesado en cuestiones filosóficas, quien, al contra- propia realidad. Hegel dejó de personificar la «reacción aristocrática
rio que muchos otros revisionistas, siguió siendo un marxista con- contra la Revolución Francesa»; a partir de ahora fue correcto hablar
vencido. En ensayos y conferencias publicados, por supuesto , en Ale- de sus «limitaciones» y también de sus «méritos» .
mania Occidental, criticó duramente la dictadura de Partido en la Todos estos cambios inesenciales y superficiales no supusieron cor-
ciencia y la .61osofía y la costumbre de decidir las cuestiones teóricas te alguno en la estructura del diamat leninista-estalinista. No obstante,
por decretos burocráticos; además criticó la doctrina del materialismo la filosofía soviética sacó algún provecho de la desestalinización, si
dialéctico y las normas oficiales de moralidad comunista. Sin embar- bien menos que otras disciplinas. Entró en escena una n ueva genera-
go, no criticó el marxismo desde un punto de vista postivista, sino, ción y por iniciativa propia -pues apenas había maestros cualificados
por el contrario, aspiró a un retorno a una versión más «hegelianí- excepto unos cuantos supervivientes de las purgas de Stalin- empe-
454 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 455
zaron a interesarse por la filosofía y lógica occidentales, a estudiar junto, el período de 1955 a 1965 estuvo caracterizado por los consi-
idiomas y finalmente incluso a analizar las tradiciones rusas no mar- derables esfuerzos hechos para dar nueva vida a la cultura rusa tras
xistas. Durante los primeros años posteriores a la muerte de Stalin años de devastación; esto vale para la literatura, la pintura, el teatro
se hizo patente que los filósofos jóvenes se sentían atraídos ante todo y el cine, como también para la historiografía y la filosofía. En la
por el positivismo anglosajón y la escuela analítica. El tratamiento segunda mi tad de los años sesenta se ejercitó de nuevo una gran pre--
de la lógica se hizo más racional y estuvo menos sometido a control sión sobre los individuos e instituciones sospechosas. Al contrario
político. La Enciclopedia filosófica, en cinco volúmenes, de los años que la situación en la Europa Oriental, el marxismo en la Unión So-
sesenta, es en conj unto mejor que lo producido en la época de Sta- viética apenas mostró signos de reanimación . Entre los desarrollos
lin: los principales artículos ideológicos, sobre todo los relaciona-los ideológicos clandestinos o semiclandestinos especialmente animados a
con el marxismo, están al mismo nivel que antes, pero hay muchos partir de 1965, apenas destacaron las tendencias marxistas: en su
relacionados con lógica e historia de la filosofía escritos con otra ins- lugar hallamos las más variadas tendencias, incluido el chauvinismo
piración y no meramente dictados por la propaganda oficial, Gracias de la Gran Rusia (en ocasiones de tal forma que pudiera denominarse
a los esfuerzos de los .filósofos jóvenes por renovar el contacto con «bolchevismo sin rnarxismo»), asp iraciones nacionales de los pueblos
el pensamiento europeo y americano, se tradujeron algunas obras no rusos, religión (en particular ortodoxa o cristiana o budista en
modernas escritas en lenguas occidentales. Durante un tiempo fueron sentido amplio) y las ideas democráticas tradicionales. El marxismo
incluso perceptibles tímidos y cautos intentos de «modernización» o leninismo cubre sólo una pequeña parte de la oposición general,
del marxismo en la revista Ciencia Filosófica (Filosofskie Naulei), que pero aún existe, siendo sus portavoces soviéticos más conocidos los
empezó a publicarse en 1958. Sin embargo, en su conjunto las publi- hermanos Roy y Zhores Medvedyev. El primero, historiador, es el
caciones no reflejaron los cambios mentales que estaban teniendo lu- autor de algunas obras valiosas, incluido un análisis general del esta-
gar. Los patanes formados en la época de Stalin siguieron decidiendo linismo a gran escala. Este estudio contiene mucha información no
a cuál de estos jóvenes deb ía permitirse publicar o enseñar en las conocida en general y ciertamente no puede ser considerado como un
universidades, y naturalmente favorecían siempre a los de su mismo intento por paliar los horrores del sistema estalinista; no obstante, al
tipo. Sin embargo, algunos de los filósofos más jóvenes y cultos halla- igual que las demás obras del autor, se basa en la idea de que existe
ron formas de expresarse en otros campos controlados menos estricta- una clara separación entre el leninismo y el estalinismo y de que el
mente. plan de sociedad socialista de Lenin fue completamente distorsionado
Sin embargo, en conjunto, la primera disciplina destruida por el y deformado por la tiranía de Stalin. (El autor de estas líneas , como
comunismo fue también la que más tardó en resurgir, y los resulta- ya se habrá deducido de los capítulos anteriores de esta obra, piensa
dos son hasta el momento extremadamente flojos . Otras ramas de la exactamente lo contrario.)
enseñanza recuperaron el orden opuesto al cual fueron originalmente En las dos últimas décadas, la situación ideológica en la Unión
«estalinizadas». A los pocos afias de la muerte del dictador, las cíen- Soviética ha experimentado cambios en muchos aspectos similares a
cías naturales dejaron virtualmente de estar reguladas ideológicamen- los que tuvieron lugar en otros países socialistas. El marxismo ha
te, aunque la elección de temas de investigación siguió -y sigue- fenecido prácticamente como doc trina, si bien realiza un útil servicio
estando controlada. En física, química, medicina e investigación bio- en la justificación del imperialismo soviético y toda la política interna
lógica, el estado proporciona recursos materiales y fija los objetivos de opresión, explotación y privilegio. Al igual que en la Europa Orien-
para los cuales han de utilizarse, pero no insiste ya en que los resul- tal, los gobernantes han recurrido a otros valores ideológicos distintos
tados tengan que ser ortodoxos desde el punto de vista marxista. Las al comunismo para hallar una plataforma común con sus súbditos.
ciencias históricas están todavía estrechamente controladas, pero aquí Por cuanto respecta al propio pueblo ruso, los valores en cuestión
también las áreas de menos sensibilidad política están menos sorne- son los del chauvinismo y la gloria imperial, mientras que todos los
tídas a reglamentación. Durante algunos años los lingüistas teóricos pueblos de la Unión Soviética son susceptibles a la xenofobia, y sobre
fueron relativamente libres y revivieron la tradición de la escuela todo al nacionalismo antichino y el antisemitismo . Esto es todo lo
formalista rusa, pero eventualmente el Estado intervino aquí también que queda del marxismo en el primer Estado del mundo en consti-
cerrando algunas instituciones, al darse cuenta de. que estaban siendo tuirse sobre principios supuestamente marxistas. Esta concepción na-
utilizadas como vehículo de ideas heterodoxas. Sin embargo, en con- cionalista, y en cierta medida racista, es la verdadera e inconfesa
456 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 457
ideología del Estado Soviético, no s610 protegida, sino inculcada por de reforma, la dirección industrial pasó cada vez más a manos de cuer-
medio de alusiones y de textos no impresos; y, al contrario que el pos representativos de los propios trabajadores. Se r~ortaron las
marxismo, despierta un eco real en el sentimiento popular. funciones económicas del Estado, y la doctrina del Partido apuntaba
Probablemente no exista otra parte del mundo civilizado en la a esto como signo de abolición gradual de Estado de acuerdo con la
que el marxismo haya decaído tan completamente y las ideas socia- teoría marxista. Al mismo tiempo, se relajó el control estatal de la
listas estén tan desacreditadas y ridiculizadas como en los países del vida cultural, y el «realismo socialista» dej ó de ser un canon de mé-
socialismo victorioso. Puede decirse, con poco miedo a contradecirse, rito artístico.
que si estuviera reconocida la libertad de pensamiento en el bloque El programa aprobado por el Partido en su VI Congreso, de abril
soviético, el marxi smo resultada ser la forma de vida intelectual de 1958 estableció la versión oficial del socialismo basado en el auto-
menos atractiva de toda la zona . gobiernd. Se trata de un tipo infrecuente de docum~nto de . p~rtido
para la época, con el-:.mentos. teóricos y pr~~agandíst1cos : l?Ist~~gUía
la nacionalizaci6n de los medios de producción de su socialización, y
3. El marxismo yugoslavo subrayaba que la concentración de la dirección económica en manos
de la burocracia producía una degeneración social y frenaba el desarro-
El especial papel de Yugoslavia en la evolución del marxismo llo socialista. También conducía a una fusión entre el estado y el
radica en el hecho de que en este país no estuvo sólo representado aparato del partido, y en lugar de abolir el estado, és!e .se haría cada
por filósofos o economistas con ideas revisionistas, sino más bien con vez m ás poderoso y burocrático . Para construir el socialismo y poner
10 que puede ser denominado el primer partido comunista revisio- fin a la alienación social era necesario transferir la producción a los
nista e incluso el primer estado revisionista. productores, es decir, a las asociaciones de trabajadores.
Tras la excomunión hecha por Stalin, Yugoslavia se encontró en Era evidente desde un principio que si los consejos obreros ha-
una situación difícil, tanto económica como ideológicamente. En un bían de tener una ilim itada autoridad en cada unidad de producción
principio, su ideología no se separó del modelo marxista-leninista individual, el resultado sería un sistema de libre competencia que dí-
excepto en un punto importante: al afirmar su soberanía frente al feria del modelo decimonónico sólo en la adscripción de propiedad
imperialismo soviético, los yugo slavos rechazaron las aspiraciones so- a los intereses particulares; no sería ningún tipo de planificación. eco-
viéticas a la supremacía ideológica y criticaron el chauvinismo de nómica. Por esta razón, el estado se reservaba diversas funciones
Gran Potencia del hermano mayor . Sin embargo, ya mucho antes el básicas relativas a la tasa de inversión y a la distribución del fondo
partido yugoslavo había pergeñado su propio modelo de socialismo de acumulación. Las reformas de 1964-5 redujeron más aún los pode-
y su propia ideología, de intención lealmente marxista, pero centrada res del estado sin abandonar la idea de plan ificación; el estado había
en el autogobierno de los trabajadores y en el socialismo sin buro- de regular la economía principalmente a través de la nacionalización
cracia. La formación de esta ideología y los correspondientes cambios del sistema bancario .
económicos y políticos duraron muchos años. A principios de los Los efectos económicos y sociales del modelo de autogobierno
años cincuenta, los líderes del Partido hablaban ya del peligro de la obrero de Yugoslavia fueron, y son aún. objeto d~ numerosas discu-
burocratizaci ón y criticaban el sistema sov iético como un tipo de siones y enconados desacuerdos, tanto en Yugoslavia como entre eco-
estado degenerado en el que una centralización extrema del poder nomistas y sociólogos de todo el mundo . Si el sistema no es un~ fic-
había yugulado lo más valioso del ideal socialista, a saber, la auto- ción burocrática, exige una considerable extensión de las relaCl~nes
determinación de la clase trabajadora y el principio de propiedad pú- de mercado y una mayor influencía del mercado sobre la producción,
blica de los medíos de producción como distinto a la nacionalización. y esto presuntamente llevaría pronto a ciertas consecuencias indesea-
Los lideres y teóricos del Partido establecieron una distinción cada bles cuando las leyes normales de la acumulación surtieran efecto una
vez mayor entre el socialismo de estado al estilo soviético y una eco- vez más. La distancia entre partes del país muy desigualmente desarro-
nomía basada en el autogobierno de los trabajadores, en la que los lladas económicamente tendió a crecer en vez de a estrecharse; la
colectivos no se limitaban a seguir las normas de producción impues- presión sobre los salarios amenazó con baja,r.la tasa de iny~rsión por
tas por las autoridades, sino que ellos mismos decidían todas las debajo de lo socialmente deseable; l~s con~ICJones c?mpeU!lvaS lleva-
cuestiones de producción y distribución. Mediante sucesivas medidas ton a la aparición de una clase de ricos directores industriales cuyos
458 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 459

privilegios suscitaron el descontento popular; el mercado y la como son G . Petrovic, M. Markovic, S. Stojanovic, R. Supek, L. Tadic,
petencia produjeron un aumento de la inflación y el desempleo . Los P. V ranicki, D. Grlic, M. Kangrga, V. Korac y Z. Pesk-Golubovic.
líderes y economistas yugoslavos son conscientes de que el autogo- El objeto principal de este grupo, que constituye quizá e! circulo
bierno y la planificación tienden a limitarse mutuamente y que s610 de filósofos marxistas más activo del momento, es recuperar la antro-
pueden reconciliarse por compromiso, pero los t érminos de éste son pología humanista de Marx en su radical oposici ón al diamat mar-
objeto de constantes disputas. xista-leninista. La mayoría de ellos o casi todos rechazan la «teoría
Por otra parte, es cierto que las reformas econ ómicas yugoslavas del reflejo» y pretenden, siguiendo a Lukács y Gramsci, en cierta
fueron acompañadas de una expansión de la libertad cultural e in- medida, establecer la «praxis» como la categoría fundamental en rela-
cluso política mucho mayores que la del resto de la Europa Oriental, ción a lo cual no sólo los demás conceptos antropológícos, sino también
y más aún de la Unión Soviética. Sin embargo, llamar a esto un signo las cuestiones ontológicas, son secundarias. Su punto de partida es,
de la «extinción del estado» no es más que una ficción ideológica. pues, la idea jovenmarxiana de que el contacto práctico del hombre
El estado restringi ó voluntariamente su propia fuerza económica -un con la naturaleza determina el significado de los problemas metafí-
caso ins óliro-s-, pero no entregó su monopolio de la iniciativa política sicos y de que el conocimiento es el efecto de la interacción eterna
o el uso de los métodos policia les para hacer frente a la oposición. La entre sujeto y objeto. Desde este punto de vista, el determinismo
situación era curiosa: Yugoslavia disfrutaba más libertad de expre- histórico no puede tenerse en pie si consiste en la afirmación de que
sión hablada y escrita que los demás países socialistas , pero también las anónimas «leyes de la historia» determinan en última instancia
toda la conducta humana; debemos tomar en serio la afirmación de
estaba sometida a fuertes medidas policiales. Era más fácil que en
Marx de que las personas hacen su propia historia, y no transformarla,
ningún lugar publicar un libro criticando la ideología oficial, pero
en espí ritu evolucionista, en la afirmación de que la historia hace
también más fácil ser encarcelado por hacerlo; existen muchos más a las personas. Los filósofos de Praxis criticaron la definición de .J
presos políticos en Yugoslavia que en Polonia o Hungría, e incluso Engels de la libertad como «nec esidad comprendida», indicando que
en aquellos paises en los que el control policial de las cuestiones cul- no deja lugar al sujeto humano espontáneo y activo . Asumieron con
turales es más severo. En modo alguno se ha quebrado el gobierno ello la idea revisionista de la «reivindicación de la subjetividad»,
monopartidista, y ponerlo en cuestión era una ofensa punible. En uniendo sus análisis a la crítica del socialismo estatal soviético y la
resumen, los elementos de pluralismo en la vida social iban hasta defensa del autogobierne de los trabajadores como el verdadero ca-
donde el partido decidía, Yugoslavia ha ganado mucho por sus re- mino de desarrollo socialista de acuerdo con la doctrina de Marx. Sin
formas y por haberse apartado del campo socialista, pero no se ha embargo, al mismo tiempo, aún subrayando que el socialismo exige
convertido en un país democrático. En cuanto al autogobierne de los la dirección activa de la economía por los productores y no por una
trabajadores, sus pros y contras son aún objeto de controversia; en burocracia del Partido que se denomina a si misma «la vanguardia
cualquier caso es un fenómeno nuevo en la historia del comunismo. de la clase trabajadora», eran conscientes de que el autogobierne eco-
La cuestión del autogobierno y de desburocratizaci ón tiene tam- nómico, si se llevaba demasiado lejos, produce desigualdades que son
bién un aspecto filosófico. A partir de los años cincuenta hubo en contrarias a la idea de socialismo. Los comunistas yugoslavos orto-
Yugoslavia un dinámico grupo de teóricos marxistas, que discutían doxos acusaron al grupo de Praxis de dobles intenciones: instituir
cuestiones de epistemología, ética y estética y también los problemas un pleno autogobierne y abolir el mercado para suprimir la desigual.
políticos ligados a los camb ios existentes en el socialismo yugoslavo. dad. Los rev isionistas yugoslavos parecen estar divididos en esta cues-
A partir de 1964 este grupo publicó una revista filosófica, Praxis tión, pero sus escritos tienen a veces un cariz utópico, expresivo de
(clausurada por las autoridades en 1975), y organizó debates filosófi- la convicción de que es posible acabar con la «alienación», asegurar
cos anuales en la isla de Korcula, a los que asistían teóricos de muy a todos un pleno control de los resultados de sus acciones y superar
diversos países. El grupo se centró inicialmente en temas típicamente el conflicto entre la necesidad de planificación y la autonomía de los
revisionistas, tales como la alienación, la reificación y la burocracia; su pequeños grupos, entre los intereses individuales y las tareas sociales
orientación filosófica era antileninista. La mayoría de estos filósofos, a largo plazo, entre la seguridad y e! progreso técnico.
cuya producción literaria es muy amplia, fueron luchadores partisanos El grupo Praxis jugó un importante pape! en la divulgación de
en la segunda Guerra Mundial; algunos de los nombres principales una versión humanista del marxismo no s610 en Yugoslavia, sino en
460
Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 461
el mundo filosó6co internacional; también contribuyeron a reanimar en el ser histórico impersonal; desde este punto de vista, la tradíci6n
el pensamíenro .filosófico en Yugoslavia, y fueron un centro importante existencialista coincidía con 10 que los revisionistas consideraban como
de reslsten~la 1ntelectual contra las formas autocráticas y burocráti- la doctrina fund amental de Marx.
cas de gobierno en .este país. Con el paso del tiempo, entraron cada En época posterior, Sartre dejó de identificar el m,arxism? con
vez en mayor conflicto con las autoridades estatales' casi todos sus la Unión Soviética y el comunismo francés, pero ~ mismo tlemp?
miembros activos fueron finalmente expulsados del país o dados de
llegó a identificarse más estrechamente con e! marxlsn:o:, En la C':t-
baja en el partido, y en 1975 ocho de ellos fueron separados de sus tique de la raison dialectique (1960) presen~o una rev1slO~ del exis-
puestos. en la Uni~e~sidad de Belgrado . Sus escritos parecen reflejar tencialismo y también su propia interpretación d~l J?atX1smo. Esta
un creciente escepncísmo acerca de la utopía marxista.
obra larga y amorfa contiene algunos puntos que mdican. clara-:ne.nte
~Jovan Djilas, U?O de los principales comunistas yugoslavos de que apenas qued aba una sombra de la ~nteriot filosofía e;'lstenC1alista
los ~nos cuarenta y cíncuenta, no puede ser considerado revisionista. de Sartre. En ella afirmaba que el marxismo era la filosofía contempo-
Sus ideas sobre la democratización del socialismo fueron cond enadas ránea par excellence y que por razon,es puramen~e históricas sólo
por el partido ya en 1954, y sus obras posteriores (incluida su famosa podía ser criticada desde un punto de Vista premarxista, est,o es, re,ac-
o,bra La nueva clase, de la que ya hemos hablado) no pueden ser con- cionario al igual que en el siglo xvrr Locke y Descartes solo podían
sideradas marxistas ni siquiera en el sentido más libre del término.
ser criticados desde un punto de vista escolástico. Por esta razón el
Djilas abandonó por completo el pensamiento utópico y subrayó en
marxismo era insuperable, y sus manifestaciones particulares sólo po-
muchas ocasiones. los vínculos existentes entre la doctrina marxista dían ser criticadas válidamente «desde dentro».
or~g!nal y su realización política en la forma de un despotismo buro- Dejando a un lado la absurda afirmación de la «insuperabi!idad»
cr áneo.
histórica del marxismo (según el argumento de Sartre, la cr ítica de
Leibniz a Locke y de Hobbes a Descartes, deben habets~ basado en
4. Revisionismo y ortodoxia en Francia posiciones escolásticas), la Critique es int~~sante como mtento. por
hallar lugar en el marxismo para la creatividad y la esp<:>n~anelda,d,
abandonando la «dialéctica d~ l~ nat?/raleza~ y el determinismo his-
. D 7sde la segunda mita~ de los afies cincuenta tuvieron lugar vivas tórico, pero conservando la significaci ón social de ]~ conducta huma-
diSCUSIOnes entre los marxistas franceses, cuyas tendencias revisionis- na. Los actos humanos conscientes no se presentan simplemente como
tas s~ apoyaban en parte en el existendaIismo y en parte estaban en proyecciones de la libertad que produce . la «temporalidad» hut;J1ana,
con,f1tcto con él, El existencialísmo expuesto por Heidegger y Sartre sino como movimiento hacia la «totalización», estando codeterminado
tenía un rasgo en común con el revisionismo marxista a saber; su
su sentido por las condiciones sociales existentes. ~n otras .pa!abras,
énfasis en la oposición ~tre la subjetividad humana irreductible y las el individuo no es absolutamente libre para determinar el significado
formas de existencia cosificada; al mismo tiempo, indicaban ambos de sus actos , pero tampoco está esclavizado 'a, las circunstancias. Existe
que los seres humanos tenían una constancia a huir de la existencia
la posibilidad de una libre unión de muchos proyectos .humanos q.ue
su~jetíva, esto es, libre e independiente, hacia un estado «reificado». constituye una sociedad comunista, pero no está gar~nt1Zada por .n~­
HeIdegger desarrollo un complejo sistema de categorías con la que
guna ley «objetiva». La vida social no se compone S?~O de actos.lndi-
expre.sar este !mpu!so hacia la «inautenticidad» y el anonimato, la
viduales arraigados en la libertad J sino que, e~ también una se?imen.
necesidad de identificarse con una realidad impersonal. Del mismo
ración de la historia por la cual estamos limitados. Es, además, una
modo , los análisis de Sartre de la oposición entre el «ser-eh-sí» y el
lucha por la naturaÍeza, que impone sus propios obstáculos y ha;e
«ser-para-si», y su apasionada denuncia de la mauvaise foi que oculta
que las relaciones humanas estén domina.das por la escasez (rareté),
nuestra propia libertad de nosotros mismos y nos hace rehuir la res-
con lo que cada satisfacción de una necesidad puede ser la fuente de
ponsabilidad por la situación personal y del mundo, estaban plena-
un antagonismo y hace más difícil a los seres humanos aceptar a ~os
~ente de acuerdo con los intentos revisionistas por recuperar el mar- demás como tales , Las personas son libres, pero la escasez les pnva
xI.smo como una filosofía de la subjetividad y la libertad . Marx, y
de opdones particulares y en esta medida dism0uye su hu~a~?ad;
Kierkegaard a su, modo, hab ían protestado ambos contra lo que en.
el comunismo, al abolir la escasez, rest aura la libertad del individuo
tendían como el Intento de Hegel por anular la subjetividad humana
y su capacidad para reconocer la libertad de los demás . (Sartre no
463
13. Desarrollos del marxismo desde In muerte de Stalin
462 Principales corrientes del marxismo
autogobierno de los trabajadores, el socialismo no de partido y la de-
explica cómo el comunismo abole la escasez' en este
garantía al marxismo.) La posibilid a. d d ¡' . punto P?ne como mocracia industrial.
Un tipo de revisionismo más filosófico fue el representado por
, posibilidad de la combinación vol\ t de comuhnIsmo radica . en la
duale ,. b" un arra e muc os proyectos indivi- la revista Arguments, publicada a partir de 1956 por un grupo de
cripci~nedelosu~~o o jetrvo re:v~lucionario. La Critique da una des- filósofos y sociólogos en su mayor parte salidos o expulsados del
la libertad de l~s i~~sI'vqI'duueopsadrtlclpan en la acción común sin infringir partido comunista: Kostas Axelos, Edgar Modn, Pierre Fougeyrollas.

~:~~j:~~"p:~~.~ucion'd' la"d¡:;li~: j~
e que se compone ' '6 d Francois Chatelet y Jean Duvignaud, y también Henri Lefebvre, que
que pretende sustitui, y' fue expulsado del Partido en 1958. Este grupo no utilizaba el típico
In acción políu'caI eOf cOt~umSs.ta y ubrmonlzar la libertad individual con lenguaje de la filosofía comunista, sino que intentaba unir los temas
ec iva ID em argo 1 d '. ,
que ignora los problema; reales de es;a aar~~~/::cI.o,n es tan general
marxistas de la alienación y la rei.6cación con categorías tomadas del

~uaedded~~~~~1~~r:~ ffu:eSad~rí cObnc~bíó e~ objetíV?cd;'i~~~ou~~ t:


psicoanálisis, la biología y la sociología moderna; ninguno de ellos
afirmaba ser un verdadero marxista . Axe1os, que era una especie de
esta última contraria en todas s~s f~:~c:sa~ia :spl~:tnstl~dCldnalización, heideggeriano con tendencias marxistas, criticó a Marx por interpretar
la existencia humana en términos de tecnología; ]oseph Gabel, en un
de la «alienación». anei a y causante
libro sobre la falsa conciencia, indicó las similitudes existentes entre
, ~parte de los muchos neologismos superfluos no
~nttqalue contenga ,u n~ .nueva int erpretación del ro:rxisr!o ' en l~u:/~
arece los síntomas sociales y psiquiátricos de la «teificacióo»; Chátelet, en
un libro sobre la antigua historiogrAfía griega analizaba la c6nexián
vo carácter histórico de la perce cié d . '. r a
c~noclmIento, y dla
existente entre la necesidad de escribir historia y la conciencia de /
negación de la díalécti d 1 alP IOn y hacerla; Fougeyrollas criticó la reducción marxiana de la «alienación»
L ' ca e a natur eza Sartre SIgue 1
p:e~~~' ~nla~u:~~di;i;~e:e~~s~~~f:~~ón d~ la espontane~aJa~~~ l~ a las condiciones económicas y de clase . En general, este grupo pensa-
ba que las categorías marxianas eran insuficientes para el análisis de
lib~:t~~r: d~clIl~~s
ece
excepto que debe salvaguardarse la pt poco, la sociedad en su actual nivel tecnológico, y que dejaban de reflejar
1ucíonaría y que habrá una perfect lib d n a ~galllzacJOn ~evo- la si~uación «planet aria)} del hombre, las condiciones biológicas de la
a~~:~~ ~~n c~:~;:~z, Ning~n~ d: est~~a~d~se~sc~~:e~~~
ta
existencia Y las fuentes no económicas de la alienación . Lefebvre, sin
:a:: ella desmentir la utopía marxiana del «hombre total», sobre la que había
te
sería la explicación d ' o marxIs~a; 10 que hubiera sido nuevo escrito mucho cuando era comunista, volvió su atención hacia las for-
". e como se consiguen estos efectos mas específicas de «reificación» que aparecen en una sociedad de con-
por filósofos derivados de la tracll::~~o, esto ,es, en tan~o .expresado
El reVISiOnIsmo en sentido e tri , .
sumo en 'condiciones de bienestar relativo, mayor ocio y mayor urba-
«sartrismo» pero d 1 f comunista, no coincide con el nización. Al igual que muchos otros neomarxistas, afirmó que si la
cialista. ' e a guna orma muestra una inspiración existen- «emancipacióm> tiene algún significado está en relación primariamente
con la ruptura de las normas opresivas de la sociedad capitalista inte-
~ Esta rama de revisionismo adoptó diversas formas A final d 1 riorizadas en la conciencia, Sin embargo, parece haber dejado de creer
tanos
. dcuarenta
í f ' al gunos trotsk'istas disi
isidentes como C .Lefort yese ee os en que algo pueda superar por completo la alienación. Resumió,
una publicación del mismo b il«
ona 1S, armaron un grupo deno i d S) . , '
na
. as-
ocialísrno o Barbarie», con en una nueva versión, su «crítica de la vida cotidiana», afirmando que

~~th:~t' d;:;':';:,:ión s6:'F~' '3 ~:~~~ d:'~~:ó';:b;~dol~~


ésta era, por oposición a la actividad productiva, la esfera en la que
más se agudizaban el aislamiento humano, la mecanización y la incom-
nueva clase de explot~d;re~ ~~:
de los medios de producció P
n
:e hqb~ estaba ~odberna9o .por una
a ian apropIa o colectivamente
prensión mutuas, y que por tanto era la escena idónea para una verda-
dera revolución que ampliase las facultades humanas,
raci ón a la teoría del part~~' d tolec!aron .esta nueva forma de explo- La mayoría. de los revisionistas franceses abandonaron la creencia
de autogobierne de los trabaiad e erun, e mtentaron reanimar la idea en que la clase trabajadora, gracias a su misión histórica especial, se
res convertiría en la liberadora de la humanidad; su escepticismo en este
socialista j el partido no era ¡sót c°fr° ver?adera,forma de gobierno
lismo . Este grupo introdui o Jup
e1 uo', smo rU100so para el socia- punto, coincidente con la crítica de la Escuela de Frankfurt, separó
brían de ser cruciales a Up¡~~ d púnensalm1edntol fran5és i~eas que ha- de su filosofía 10 que realmente es la piedra angular del marxismo.
e a es e os anos cincuenta: el
464 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 465
Por esta razón, cuando en sus escritos aparece la palabra «revolución» del que se excluyeran conscientemente la sub.iet~vidad humana
no ha de interpre tarse en sentido marxista; denota una revoluc y la
ión continu idad histórica. Dirigió sus ataques prmclp almente contra
en los sentimientos de las personas, en su forma de vida o sus el
rela- «humanismo» el «historicismo» y el «empir ismo», y afirmó que
ciones mutuas , más que la toma del poder político por esta o aquella el
desarrollo intelectual de Marx había experim entado una ruptura
«vanguardia» . Tras unos afias se puso de relieve que ninguno de en 1845, la época de La ideología alemana. Antes d: :sta fecha Marx
los
revisionistas de este grupo , con excepción quizá de Lefebvre, podía estaba aún esclavizado a Hegel y Feuerb ach y describ i ó el mundo
denomi narse marxista en sentido real, aunque los conceptos y temas en
categorías «humanistas» e «historicistas» (tales como l~ de aliena-
de la tradición aparecen de tanto en cuanto en sus escritos. ción), teniendo presente a los seres humano s concretos; SlO embarg
En cuanto a Roger Garaud y, que por muchos años fue el princi- o,
posterio rmente descartó este enfoque ideológico y desarrolló una
pal portavo z filosófico del partido , empezó a finales de los años teo-
cin- ría estricta mente científica, que es el único verdade ro marxismo
cuenta a seguir el curso general de desesta linizaci ón. En Perspec (Al-
tiues thusser no explica por qué el segundo Marx es más genuino que
de l'bomme (1959) ofreció una interpre tación humani sta de Marx y el
primero ). Este marxismo, que está plenamente. ,desarrollado en.
expresó una actitud amistosa hacia los existencialistas, los fenome El
- capital y cuya metodología figura en la Introdu cción a los Grundrisse,
!lólogos e incluso los cristianos. En D'un realisme sans rioages (1963) rechaza la idea de que el proceso histórico pueda ser descrito
interpr etó el realismo literario en términos tan amplios como en
para términos de las acciones de sujetos humano s. Al igual que toda
incluir en él a Proust y Kafka.. El objetiv o táctico de estas obras obra
cíen tífica, según Althuss er, el objeto de El capital no es la realidad
estaba bien claro; estaban en línea con los esfuerzos del partido misma, sino una construcción teórica, todos cuyos elementos depen-
co-
munista por salir del aislamiento intelect ual que se había impues den del todo. La esencia del materialismo histórico no es que
to haga
a sí mismo. Pero Garaud y llevó su interpre tación humani sta hasta a ciertos aspectos de la realidad histórica depend ientes de otros
el punto de criticar al sistema soviético y denunc iar la invasió (la
n de superes tructura y la base, respectivamente), sino que cada uno
Checoslovaquia. Expuls ado del Partido en 1970 tras una serie de
de ellos depend e del todo (una idea de Lukács, a quien ~lthusser no
disputas y acusaciones, publicó los documentos relevantes en ese ~e
mis- refiere en este contexto) . Sin embarg o, toda esfera tiene su propio
mo año bajo el ambiguo título de T outé la venté; en este libro ritmo de cambio; no se desarrollan todas por igual, y en un momen
se to
presenta a sí mismo como un comunista ansioso por renovar el dado están en diferentes etapas de evolución. Althuss er no define
par- la
tido y curarlo, por razones de eficacia, de la esclerosis ideológica «ideología» y la «ciencia» afirmando meram ente que la ciencia
. no
En la segunda mitad de los años sesenta, cuando cambió la moda puede estar atada a ningún criterio «extern o» de verdad, como hac~
parisina del existenc ialisrno al estrucruralismo, se centró la atenció los positivistas, sino que crea su propia «cientificidad» en s~ ?,rOpla
n
en la interpre tación comple tamente diferen te del marxismo propue «práctica teórica» . Una vez obviado el problem a de la definici ón
sta de
por el comunista francés Althuss er. Una razón de la popular idad una ciencia, afirroa que el análisis rnarxiano de la sociedad c~pitaIi
del sta
estructu ralismo fue que se originó como un método de la lingüíst no se interesa por los sujetos humanos, sino por las relaciones
ica, de
que fue considerado como la única disciplina bumaní stica capaz producc ión, que determ inan las funciones de las personas en
desarrollar «leyes» más o menos exactas; se tuvo entonces la espe-
de ~lla.s
implicadas. (Es cierto, podemo s decir, que El.capital trata .a los
ranza de transmi tir un status «científico» a otras disciplinas huma- índi-
viduos como meras encarnaciones de las funciones determinadas
nísticas , hasta entonces deficientes en este sentido . Lévi-Strauss fue por
el los movimientos de capital, pero esto no es más que una repetici
primer defenso r francés de un enfoque estructu ral y no históric ón
o de de la anterio r observaci6n de Marx de que el capital reduce de hecho
los estudios humanistas, prestan do poca atención al individ uo y a los hombre s al valor de unidades de riqueza o fuerza de trabajo
cen- ,
trándos e en el anál isis del sistema de signos que operaba en los mitos siendo éste el efecto «deshumanizador» que el comunismo promet
de las sociedades primitivas; la «estruc tura» de este sistema no había e
abolir. Se trata entonces no de una regla metódica universal,
sido ideada conscientemente por nadie y no era present e a las mentes sino
de una crítica de la naturaleza antihuroanísta del valor de cambio
de sus usuarios , pero podía ser descubi erta por el observa dor cientí- .)
El objeto de la observacíón es, pues, una «estruc tura» .(un tér-
fico. En dos obras sucesivas -Pour Marx (1965) y Lire le Capi- mino utilizado incesan temente en estos libros, pero no explicado
tal (1966, con E . Baliba r)- Althuss er se propuso mostrar que el mar- en
ningún lugar) y no sus elementos humano s individuales . Por 'huma-
xismo podía proporc ionar un método de investigación estrucruralista nismo' Althuss er parece entende r una teoría que reduce el proceso
466 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 467
histórico a actos individuales o que busca en los seres humanos la las leyes históricas qué condiciones corresponden en el ámbito de la
misma naturaleza de especie multiplicada en muchos ejemplos, o que escultura a un determinado estado de las «relaciones de producción»;
explica el campo histórico en término de las necesidades humanas pero Althusser no sugiere ninguna forma para realizar esta deducción.
y no de «leyes» impersonales. El «historicismo» (aunque Althusser (La idea de que los líderes del partido eran siempre capaces de ha-
tampoco explica este término) consiste aparentemente en considerar cerla fue siempre muy conveniente en los países comunistas, donde
todas las formas de la cultura, y la ciencia en particular, como rela- la persecución ideológica se supon ía. justificada en razón de que la
tivas a condiciones históricas cambiantes, al estilo de Gramsci, dismi- conciencia social del momento «est aba por detrás» de las relaciones
nuyendo asf la especial dignidad y la «objetividad» de la ciencia. Sin de producción; los gobernantes, implícitamente, conocían qué forma
embargo, en el marxismo verdadero la ciencia no pertenece a la «su- de conciencia debía tomar para estar en conformidad con la «basea.]
perestructura»; tiene sus propias reglas y su propia evolución, cons- Posteriormente, Althusser llegó a pensar que el corte epistemo-
truye todos conceptuales objetivos y no es «expresión» de una con- lógico de las ideas de Marx de 1845 no estaba tan claramente defi-
ciencia de clase; por ello Lenin tuvo razón al decir que debía ser ins- nido como había creído, pues todavía en El capital se hallaban lamen-
tigado al movimiento obrero desde fuera y no podía cobrar vida como tables huellas de humanismo, historicismo y hegelianismo. Sólo dos
un mero elemento o producto de la lucha de clases. Pues es un hecho de los escritos de Marx, la carta conocida con el nombre de Crítica
esencial que los diversos aspectos de la vida social se desarrollan des- del Programa de Gotba y algunas notas marginales al libro de econo-
igualmente (algo que Althusser pretende hallar en Mao Tse-tung) y mía política de Adolph Wagner, estaban completamente libres del tinte
no expresan todos el mismo Z eitgeist del mismo modo . Cada uno ideológico . En este momento empezamos a preguntarnos si existía
de ellos es relativamente autónomo, y las «contradicciones» sociales ya el marxismo en época de Marx, o le fue reservado a Althusser
que culminan en la revolución son siempre el producto de los con- inventarlo.
flictos surgidos de estas «desigualdades ». A este último fenómeno La popularidad de la concepción de Althusser, sobre todo a fina-
Althusser le da el nombre de «sobredeterminaci ón», lo que al parecer les de los años sesenta , no fue una cuestión de política, pues sus
significa que los fenómenos particulares están determinados no sólo libros no llevan a ninguna conclusión política en particular. Un punto
por un complejo de condiciones existentes (por ejemplo, el capita- más importante es su negativa a la extendida tendencia de los mar-
lismo), sino también por el ritmo de desarrollo del aspecto de la vida xistas a hacer concesiones a. los existencialistas, fenomen61ogos o cris-
en cuestión; asf, por ejemplo, el estado de la ciencia depende de la tiano s, diluyendo así su propia @osofía y privándola de su singula-
historia anterior de la ciencia, así como de toda la situación social ridad . Althusser defendió el «integrismo» ideológico y tuvo la segu-
en general, y lo mismo puede decirse de la pintura, etc. Esta parece ridad de que el marxismo era una doctrina autosuíiciente, ciento por
una conclusión considerablemente inocua, una repetición de las ob- ciento científica y sin necesidad de ayudas externas. (La mitología
servaciones de EngeIs sobre la «relativa independencia de la superes- de la «ciencia» ha jugado siempre un importante papel en la propa-
tructura» . Althusser observa en una ocasión, siguiendo a Engels, que ganda marxista. Althusser proclama constantemente cuán científico
a pesar de la «sobredeterrnínación», la situación está siempre gober- es, y muchos otros marxistas hacen 10 mismo. Esto no es costumbre
nada por las relaciones de producción «en última instancia», pero no de los verdaderos científicos, ni tampoco de los humanistas .) Aparte
afiade nada para hacer más precisa la vaga afirmación de Engels. El de algunos neologismos , Althusser no hizo ninguna contribución nue-
resultado es simplemente que los fenómenos particulares se deben ge- va a la teoría . Su obra no es más que un intento por volver a W
neralmente a diversas circunstancias, incluida la historia del aspecto austeridad ideológica y al exclusivismo doctrinal, a la creencia de
de vida a que pertenecen y al estado actual de las relaciones sociales. que el marxismo puede ser preservado de contaminación de otras
No se nos dice qué es tan «científico» en esta obvia verdad, por formas de pensamiento. Desde este punto de vista, es una vuelta a
qué es un descubrimiento revolucionaría del marxismo, o cómo nos la vieja arrogancia comunista, pero al mismo tiempo testimonia el
ayuda a explicar un hecho en particular, y menos aún a predecir el proceso directamente opuesto inicia?o a resultas del «~olpe» ,Post.
fututo. Tampoco explica Althusser cómo podemos comparar dos cam- estalinista. Igual que antes de la pnrnera Guerra Mundial Ia «Infec-
pos diferentes, por ejemplo, la escultura y la teoría política, a fin ción» del marxismo por las modas intelectuales del momento produjo
de mostrar que están o no están en la misma etapa de desarrollo. fenómenos tales como el marxismo neokantiano, el marxismo empi-
Esto sólo puede hacerse en el supuesto de que podamos deducir de riocritícista, etc., del mismo modo los marxistas de las dos anteriores
468 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrolles del marxismo desde la muerte de Stalin 469

décadas, intentando desesperadamente curar su largo aislam iento han cuenta surgió en Francia un grupo con este nombre que tenía aspira-
recurrido a divers as filosofías ya elaboradas o populares, con 1;que ciones revolucionarias (el Parti Socialiste Unifié nació de él en cierta
se unió el marxismo al hegelianismo, el existencialismo, el cristianis- medida), y también se formaron grupos similares en Inglaterra y
mo o, como en el caso de Althusser, el estructuralismo. Las demás otros países. El movimiento estuvo catalizado por el XX Congreso
causas de la moda del estructuralismo que se dejó sentir en las cien- Soviético y, quizá en mayor medida , por la invasión de Hungría y
cias humanas de finales de los años cincuenta constituyen una cuestión la crisis de Suez de 1956; 8US órganos literarios en Inglaterra fueron
aparte, que no trataremos aquí, la revista New Reasoner y la University and Left Reuieui, que pos-
El revisionismo que acabamos de describir fue sólo una de las teriormente se transform6 en la New Left Review. La Nueva Izquier-
varías manifestaciones de la desintegración postestalinista del mar- da condenó el estalinismo en general y la invasión de Hungría en
xismo . Su importancia fue qu e por su actitud crítica contribuyó en particular , pero sus miembros difirieron en la ap reciación de o:an
gran medida a la pérdida de la fe ideológica en los países comunistas inevitable era la «degeneración» del sistema soviético y en la cuestión
y a mostrar la degradación, tanto intelectual como moral, del comu- de si había perspectivas de renovación política, moral e intelectual
nismo oficial. Al mismo tiempo, llamó la atención hacia aspectos de los partidos comunistas existentes . Al mismo tiempo, su?rayaron
olvidados de la tradición marxista, y dio un gran impulso a los es- su fidelidad al marxismo como la ideología de la clase trabajadora, y
tudios históricos. Los valores y aspiraciones que puso en juego no algunos profesaron incluso su lealtad al leninismo. También se cui-
están en modo alguno agotados y destacan todavía en la oposición daron de diferenciar su critica del estalinismo de la de los socialde-
democrática de los países comunistas, pero no suelen expresarse en mócratas o la derecha, y evitar ser calificados de «anticomunistas»;
un contexto específicamente revisionista; es decir, que la crítica del tenían dificultades en conservar su etbos revolucionario y marxista
despotismo comunista se lleva cada vez más raramente , y con menos y en W1Ít su crítica al estalinismo con los renovados ataques al impe-
efecto, en términos de «purgar al comunismo de abu sos», de «re- rialismo occidental, el colon ialismo o la carrera de armamentos .
formar el marxismo» o de «volver a las fuentes». Para luchar contra Los nuevos izquierdistas contribuyeron en el fermento de los
los regímenes despóticos no es necesario probar, después de todo, partidos comunistas y la reanimación general de la discusi?n ideoló-
que son contrarios a las ideas de Marx o de Lenin (y en el caso de gica, pero no parecen haber elaborado un modelo .alter~at1vo de so-
Lenin la contradicción es especialmente dificil de probar); estos ar- cialismo excepto en términos muy generales. La designación de «Nue-
gumentos fueron apropiados a la particular situación de los años cin- va Izquierda» fue aclamada por diversos disidentes que intentaron
cuenta, pe ro han perdido ya gran parte de su importancia. Similar- dar nueva vida al «verdadero comunismo» fuera de los partidos exis-
mente, en filosofía , la reivindicación de la subjetividad humana contra tentes como también los grupos maolstas mayores y menores, trosts-
las «leyes históricas» o la «teoría del reflejo» no necesita basarse kistas y otros . En Francia suele utilizarse el término de gauchiste
en los autores marxistas y puede prosperar mejor sin ellos. En este para aquellos grupos que sub rayan su oposic6n a todas las formas de
sentido, el revisionismo ha dejado de ser en gr an medida algo vivo; autoridad , incluidos los partidos leninistas «de vanguardia». Los años
pero esto no afecta al valor permanente de algunas de sus ideas y postestalinlstas conocieron una cierta reaparición del trotskismo, y
análisis críticos. est é llevó a la formación de numerosos grupos escindidos, «Interna-
cionales» separadas, etc. Durante los años sesenta, el término «Nueva
Izquierda» se utilizó generalmente en Europa y EE. UD. como nom-
5. El marxismo y la «Nueva Izquierda» bre colectivo para las ideologías estudiantiles que, sí bien no identi-
ficándose expresamente con el comunismo soviéti~ y en o~asion~s
La llamada Nueva Izquierda es también un complejo de fenó- rechazándolo, utilizaban la fraseología. de la revolución mundial ann-
menos que testimonian, por una parte, la universalización de la fra- capitalista y atendía principalmente al Tercer Mundo en busca de
seología marxista y, por otra, la desintegración de la doctrina y su modelos y héroes . H asta la fecha estas ideologías no han producido
insuficiencia para resolver los modernos problemas sociales. Es difícil resultados intelectuales d ignos de mención. Sus tendencias caracte-
definir los rasgos ideológicos comunes a todos los grupos y sectas rísticas pueden describirse de la siguiente forma. .
que pretenden pertenecer a la Nueva Izquierda o son considerados En primer lugar, afirman que el concepto de «madurez» de una
por otros como parte integrante de ésta. A finales de los años cin- sociedad para la revolución es un engaño burgués; un grupo adecua-
470
PrIi1cipales comentes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 471
damenre organ.izado puede desencadena- una revolución en cualquier
Si bien las fantasías ideológicas de este movimiento, que alcanzó
país y .~roduC1r un cambio radical de las condiciones sociales (<<la
revolución aquí'!. ahora»), No hay razón para esperar; los estados su clímax hacia 1968-9, no eran más que ~a exp~es~ón absurda d~ los
caprichos de niños inquietos de clase mec?a, y .SI bJ.en los extremistas
e?,lstentes y las el1t,es gobernantes deben ser destruidas por la fuerza
existentes entre ellos eran virtualmente indistinguibles de las ordas
SIn establecer previamente la organización política y económica del
futuro -la revolución la decidirá en su momento, fascistas, el movimiento fue la expresión, sin duda alguna, ~e un,a
profunda crisis de fe en los val~res que durante ~écadas habla ~.
En segundo lugar, el orden existente merece la destrucción en
mado a las sociedades democr áticas. En este sentido era un mOVL-
todos sus aspectos sin excepción: la revolución debe ser mundial
miento «genuino», a pesar de su grotesta frase?logía; lo mi..smo podría
total, absoluta, ilimitada y general. Como la idea de revolución total
decirse por supuesto del nazismo y el fascismo. Los anos sesenta
empezó en las univer~ida~es,. sus primeros golpes irán dirigidos na-
turalme~te . contra las InstItucIOnes académicas <draudulentas», contra plante~ron agudos pr¿blemas qu~ la humanidad. ~ólo pue?e resol~er,
si de alguna forma, a nivel mundial: ~obrepob1aClon, polución am~1en­
el c~nocrmIento y el pensamiento lógico. Los periódicos, panfletos y
tal, pobreza, atraso y fracaso económico del Terce~ Mu?do; al mismo
~at11fi~~tos afirmaban que los revolucionarios no debían entrar en tiempo se puso en evidencia que a causa . ~d naclOnalismo, predador
disc~sIOn con Íos pr~fesores que les pedían que explicaran sus exi- y contagioso, era muy pequeña la pr?babilida.d de ~~ acción global
generas o terminologfa, Se hablaba mucho de la «liberación» de la
efectiva . Todo esto, junto con la tensión p.olit1ca y m;htar y el temor
opresión inhumana que suponían los exámenes o el aprender un
a una nueva guerra mundial, por no mencionar los diversos síntomas
tema en vez de otro. También era un deber revolucionario oponerse
de crisis en el campo educativo, produjo una atmósfera ge~eral d~
a todas las teformas en la Universidad o la sociedad: la revolución
inseguridad y un sentimiento d~ que eran ineficaces los ~emedlos a~~.
d.e,bía ser univ~rsal, y todas las reformas parciales eran una conspira-
cados . La situación es de un tipo frecuentemente repetido en l~ 15-
:lOn del establtshment. Debía cambiar o todo nada, pues, como ense- toria, en el que las personas creen que, han entrado en una al~a~za
na?an Lukács, Mar<;us~ ~ la Escuela de Frl1nkfurt, la sociedad capi- ciega; esperan desesperadamente un milagro, creen que una uruca
talista era un todo indivisble y sólo podía ser transformado en con-
sonancia con ello. llave mágica abrirá la puerta del pa~aíso y su~mb~ a las esper:anzas
quialiásticas y apocalípticas. El sentido ~e C~ISJS universal está inten-
F-n . ter~er lu~~r, no podía confiarse en la clase trabajadora, que sificado por la velocidad de las comurucacrones, por la cual todos
~abla sido Irren:uslblemente corrompida por la burguesía. En la actua-
los problemas y desastres locales son conocidos inmediatamente por
lidad los eetudíanres eran los miembros más oprimidos de la sacie--
todo el mundo y se unen al sentido general de derrota '. La explos:ón
dad! ~ por tanto los ~ás revo~Ucíonarí?s. Sin embargo, todos estaban neoizquierdista de la juventud estudiantil fue un movimrent~ agresl~o
opnmldo~: la. !mrgueSla había 1l1troduCldo el culto al trabajo, y la pri- nacido de la frustración, que creó fácilmente un vocabulario P~Opl0
mera oblígaCl?n era, P?r tanto, acabar con el trabajo -las necesi-
a partir de eslóganes m~istas, o má~ bien, de ::Jgunas expresrones
dades de la VIda se satIsfarfan de una u otra forma. Una desgraciada
del stock marxista: liberación, revolución alienación, etc, Aparte de
forma de opresión era ~a pro?!bición de drogas, y también había que
esto, su ideología tenía realmente muy poco en com~n con el ma;-
l~ch.ar. contra e11a: La liberac10n sexual, la libertad del trabajo, de la xismo, Consiste en una «revolución» sin la clase trabajadora; el odio
dís.clp1ma académica y las restricciones de todo tipo, la liberación
universal y total: ésta era la esencia del comunismo. de la moderna tecnología como tal (Marx había glorific,ado. el progre,so
técnico y habia creído que una de las razones para la inminente quie-
En cuarto lugar, las pautas de la revolución total habían de ha-
llarse en ~l Tercer Mundo. Los héroes de la Nueva Izquierda eran
bra del capitalismo era su incapacidad para mantener ese progreso
-una profecía que no podría repetirse hoy sin decir algo absurdo); ~
líderes africanos, latinoamericanos y asiár ícos. Los Estados Unidos de-
culto de las sociedades primitivas (por las cuales apenas se lnt:=reso)
bían ser transformados al estilo de China, Vietnam o Cuba. Aparte como fuente de progreso; el odio de la educació~ y los co~odmlentos
de los líderes del Tercer Mundo y de los ideólogos occidentales inte--
especializados; y la creencia en ellumpenproletana?o americano como
resados en ~us problemas, como Frantz Fanon y Régis Debray la
gran fuerza revolucionaria. Sin embarg?, el marxismo tenía un lado
Nueva Izquierda estudiantil admiró espedalmente a los líderes' de
apocalíptico que había pasado a un primer plano en muchas de sus
t~za negra de 105 Estados Unidos que defendiao la violencia y el ra-
crsmo negro. versiones posteriores, y un puñado de palabras y f~ases de su voca-
bulario bastaron para convencer a la Nueva Izquierda de que era
472
Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 473

posible transf~)rmar el mundo de un golpe en un milagroso paraíso, las aspiraciones y deseos realmente existentes en la sociedad, esto es,
siendo los úruco~ obs,táculos para eUo los grandes monopolios y los sobre todo los intereses nacionales y campesinos, aunque desde el
profesores de Universidad. Laprincipal objeción de la Nueva Izquier- punto de vista del marxismo clásico fueran «reaccionarios ». Lenin
da contra los. partidos comumstas oíiciales fue y es que no son bas- mostró que quienes desean tomar el poder deben sacar partido de
tante revolucíooaríos. toda crisis y de toda manifestación de descontento, independiente-
En general, tenen;os ho~ día una situación en la que el marxismo mente de las consideraciones doctrinales . En una situación mundial
proporciona pábulo Ideo16glco a una gran variedad de intereses y en la que, a pesar de todas las profecías marxistas, los sentimientos
aspl~'aCJOnes , much,os de el.los no 1iga~os entre si. Esto está lejos, y aspiraciones nacionalistas son las formas ideológicas más poderosas
obviaruente, del. trpo medieva] de universalismo en el que todos y activas, es natural que los «marxistas» se identifiquen con ellas
lo~ ~nt~reses e ideales humanos, conflictivos se refugiaron bajo el siempre que los movimientos nacionalistas sean lo suficientemente
a:lstIaru~mo y h~~laron su l~nguaJe. La panoplia intelectual del mar- fuertes como para amenazar la estructura de poder existente.
xismo solo es utilizada por CIertas escuelas de pensamiento, pero éstas Sin embargo, como los diversos intereses que a lo largo del mun-
s~n bastante .m-:merosas. L?s es16gan~s marxistas son invocados por do utilizan el lenguaje marxista están opuestos entre sí, la universa-
diversos movl~lentos POlitlCOS de AfIlca y Asia y por los países que lidad del marxismo, desde otro punto de vista, conduce a su desin-
luchan por salir del atraso por medio de los métodos de la coerción tegración. En la guerra san ta entre los imperios ruso y chino, ambos
estatal. La etiqueta marxista adoptada p<:r estos movimientos o apli- contendientes pueden invocar con igual derecho eslóganes marxistas ,
cada a ellos por la prens~, oCCld~nt~l no significa más que que reciben En esta situación es necesario que se produzcan cismas , tales como
a~da materra! de la UnJan SOVIétIca o China, y el «socialismo» sig- los que tuvieron lugar en el movimiento comunista internacional en los
m6ca en .0~asIones poco más. ~ue el ~<:b¡erno despótico de un país años siguientes a la muerte de Stalin. Además , es curioso que los diver-
y la .supresIón de .t/oda ~~oslclón política . Restos de la fraseología sos síntomas sean tendencias ya presentes en forma embrionaria en los
m?rXlsta son también ~tdlzados. por los diversos grupos feministas años veinte, pero que desaparecieron bajo le- presión del estalinismo
e incluso por las denonunadas rninorías sexuales. El lenguaje marxista o sobrevivieron s610 en formas marginales . Estos suministraron los
~parece con menos. frecuencia en el contexto de la defensa de las elementos que más tarde contribuirían a la formación del maoísmo
h~ertade? democráticas. ,aunque también se ha utilizado pata ello. Al (Sultan-Galiyev, Roy), el comunismo reformista (representado en la
mI~mo tiempo, el T?arxls~o ha alcanzado un alto grado de univer- actualidad por diversos partidos de la Europa Occidental, sobre todo
salIda? como at~a I~eo16g1c~ , Los Inter~ses de Rusia como potencia los de Italia y España), la idea de dictadura del proletariado ejercida
mun'!ial, el nacionalismo chino, las aspiraciones económicas de los por los consejos obreros y la ideología del comunismo «izquierdista»
trabajadores franceses, la industrÍalización de Tanzania las actividades (Korsch, Pannekoek). Todas estas ideas , aunque con formas cambia-
de los terroristas palestinos, el racismo blanco de l;s Estados Uni- das, han reaparecido en la época actual.
dos, tO?OS ellos se expresan en términos marxistas. No se puede juz- Una manifestación importante del marxismo en los últimos quin-
ga.r seIlam~nte la «ortodoxia» marxista de cada uno de estos moví- ce años es la ideología del autogobierno industrial. Esta no deriva
~lentos e lotetes,es; el nombre ~e Ma~x ~s invocado a menudo por genéticamente del marxismo, sino más bien de [as tradiciones anar-
líderes que han oído que el marxismo significa realizar una revolución quista y sindicalista representadas por Proudhon y Bakunin. La idea
y tomar .el poder en nombre del pueblo, siendo ésta la suma total de de dirección industrial por los trabajadores fue transmitida por los
su conocrmienro teórico. socialistas ingleses del siglo XIX, independientemente del marxismo.
. No hay duda de que esta universalización de la ideología mar- Los socialistas, al igual que los anarquistas, ya se habían dado cuenta
~sta se debe .sob~~ todo .al. le~ini~mo, q~e mostró ser capaz de cana. entonces de que la nacionalización de la industria no acabaría con la
li~ar toda aSpIrado.n y reivindicación social y utilizar el ímpetu obte- explotación y, por otra parte, de que la autonomía económica completa
TIldo p.ar,a consegu~r un poder dictatorial para el partido comunista. de las empresas individuales significaría la restauración de la compe-
El l,entrusmo elevo. el oportunismo político a la categoría de una tencia capitalista con todas sus consecuencias; por ello propusieron
~eofla. Los bolchevique, cons iguieron la victoria en circunstancias un sistema mixto de democracia parlamentaría y democracia indus-
lr.rel~vantes para .cualqu~er esquema marxista de la «revolución pro trial representativa. Bernstein se interesó también por la cuestión, y
letana»; prevaleoeron SImplemente porque utilizaron como palanca tras la Revolución de Octubre la oposición de izquierda se maní-
474 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 475

festó en favor de la democracia industrial tanto ea la Unión Soviética ideas de Marx -alienación, reificación, praxis-- siguieron siendo ob-
como en Occidente. Tras la muerte de Stalin, volvió a plantearse jeto de debate. La profusión de obras directa o indirectamente rela-
de nuevo la cuestión, en parte a causa de la experiencia yugoslava. cionadas con el marxismo es tal que en los últimos años se ha adver-
Uno de los primeros en adoptarla en Francia fue el ex comunista tido una cierta saciedad.
Serge Mallet, autor de La N ouvelle Classe ouoriére (1963) . Mallet
analizó algunas consecuencias sociales de la automación de la indus-
tria, subrayando el hecho de que los técnicos cualificados eran cada 6. El marxismo rural de Mao Tse-tung
vez más importantes como «vanguardia» de la clase obrera, pero en
un nu evo sentido de esta expresión, a saber, el de llevar adelante La Revolución China es indiscutiblemente uno de los aconteci-
la lucha por el control democrático de la producción . En esta lucha mientos más importantes de la historia del siglo xx, y su doctrina,
desaparecía la vieja distinción entre economía y política ; las perspec- conocida con el nombre de maoísmo, se ha convertido, por tanto,
tivas del socialismo no estaban ligadas a la esperanza de una revolu- en uno de los principales elementos de la actual guerra de ideas,
ción política mundial anunciada por las reivindicaciones económicas independientemente de su valor intelectual. Medidos por los patrones
del proletariado, sino por la extensión de los métodos democráticos europeos, los documentos ideológicos del maoísmo, sobre todo los
de organización de la producción, en la que los asalariados cualí6- escritos teóricos del propio Mao, parecen de hecho extremadamente
cados podían desempeñar un papel esencial. primitivos e ingenuos, en ocasiones infantiles; en comparación, Stalin
La cuestión de la posibilidad y perspectivas de la democracia in- da la impresión de un poderoso teórico. Sin embargo, los juicios
dustrial ha llegado a tener una importancia decisiva en las discusio- de este tipo deben hacerse con alguna precaución. Aquellos que , como
nes del socialismo democrático; no tiene en sí nada en común con los el autor de estas líneas, no saben chino y tienen sólo un conoci-
suefios apocalípticos de la Nueva Izquierda inspirados por Marcuse miento escaso y superficial de la historia y cultura de China, no pue-
o Wilhelm Reich, y es histórica y lógicamente indepencliente del mar- den captar, sin duda, la plena significación de estos textos, las diversas
xismo. asociaciones y alusiones perceptibles para un lector familiarizado con
Un subproducto del renacimiento de la discusión ideológica pos- el pensamiento chino; en este sentido, debe basarse uno exclusiva-
terior a la muerte de Stalin ha sido el creciente interés por la historia mente en las ideas de los expertos que, sin embargo, no siempre .están
y la teoría del marxismo, expre sado en la gran profusión de litera- de acuerdo en todo. Más que en otros lugares de este libro, las ob-
tura académica. Los años cincuenta y sesenta conocieron la produc- servaciones que siguen se basan en información de segunda mano. Sin
ción de muchas obras valiosas de este tipo, realizadas por muy diversos embargo, puede afirmarse de entrada que, a pesar de sus aspiraciones
autores . Entre ellos figuran adversarios declarados del marxismo (Ber- teóricas y filosóficas, el maoísmo es ante todo una colección de pre-
trarn Wolfe, Zbigniew jordan, Gustav Wetter, lean Calvez, Eugene ceptos prácticos , que de alguna manera han most rado ser muy efica-
Kamenka, Inocenty Bochenski, ]ohn Plamenatz, Robert Tudcer) y ces en la situación china.
otros cuya actitud hacia él es crítica pero favorable (Iring Fetscher, 10 que actualmente se conoce con el nombre de maoísmo, o en
Shlomo Avineri, M. Rubel, Lucio Coletti, George Lichtheim, David China «el pensamiento de Mao Tse-tung», es un sistema ideológico
McLellan), así como UD pequ eño número de marxistas ortodoxos de cuyos or1genes datan de varias décadas atrás. Algunos rasgos carac-
una u otra escuela (Auguste Cornu, Ernst Mandel). Se dedicaron nu- terísticos del comunismo chino, en tanto opuesto al ruso, eran ya visí-
merosos estudios a los orígenes del marxismo y a determinados as- bIes en los años veinte, Sin embargo, sólo tras la victoria de los
pecto s de su doctrina; hay una amplia literatura sobre Lenin y el comunistas chinos en 1949 empezó a tener su ideología una forma
leninismo, Rosa Luxemburgo, Trotski y Stalin . Algunos marxistas de definida, incluida la particular versión utópica de Mao, y algunos as-
la generación anterior , como Korsch, fueron rescatados del olvido. pectos importantes se desarrollaron sólo durante o después de los
Reaparecieron todos los viejos problemas interpretativos e hicieron años cincuenta.
su aparición algunos autores nuevos. Se discutió la relación de Marx El maoísmo es en su forma final una utopía rural radical en la
con Hegel, del marxismo con el leninismo, la «dialéctica de la natu- que prolifera la fraseología marxista, pero cuyos valores dominantes
raleza», la posibilidad de una «ética marxista», el determinismo his- parecen completamente ajenos al marxismo. No es sorprendente que
tórico y la teoría del valor. Los temas relacionados con las primeras esta utopía deba poco a la experiencia e ideas europeas. Mao no salió
476 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 477

nunca de China excepto en dos visitas a Moscú, cuando ya era jefe y mejorar la suerte de los campesinos mediante reformas económicas.
del nuevo Estado; como reconoció él mismo, no sabía ninguna lengua Tras un nuevo brote de malestar, en 1919 se formó en Pekín el
extranjera, y su conocimiento de Marx era probablemente bastante primer grupo marxista, y en junio de 1921, bajo la dirección de un
limitado. Por ejemplo, al apelar a la ortodoxia marxista solía decir agente del Comintern, este grupo de doce miembros, incluido Mao,
que todo tiene dos lados, uno bueno y otro malo; probablemente fundó el Partido Comunista Chino. Siguiendo instrucciones del Ca-
no bubiera dicho eso si hubiera sabido que Marx ridiculizó esta forma mintern, el Partido cooperó primero estrechamente con el Kuomin-
de dialéctica como un absurdo pequeñoburgués. Una vez más si hu- tang e intentó ganarse el apoyo del embrionario proletariado chino
biera sabido lo que Marx entendía por «modo de producci ón asiá- (en 1926, los trabajadores urbanos constituían el uno por doscientos
tico» probabl~mente lo hubiera analizado él también, pero en sus obras de la población). Tras la masacre de comunistas de Chiang Kai-shek
no hace mención a él. Sus dos ensayos filosóficos -«Sobre la práctica» de 1927, Y tras los estériles esfuerzos de provocar una insurrección
y «Sobre la contradicci6n»- son una exposición popular y simple y de conseguir una entente con la descompuesta ala izquierda del
de lo que había leído en las obras de Stalin y Lenin, más algunas Kuomintang, los comunistas cambiaron de política y calificaron a su
conclusiones políticas adaptadas a las necesidades del momento; por ex líder Chen Tu-hsiu de «oportunista derechista». Aunque diezmado,
decirlo suavemente, es necesaria mucha buena voluntad para perci- el Partido siguió centrando sus esfuerzos en llegar hasta los traba-
bir en estos textos alguna significación teórica profunda. jadores, pero Mao aconsejó ya al principio dirigirse a los campes~os
Sin embargo, esto no es lo esencial. La importancia del comu- y organizar un ejército ru ral, Sin embargo, los dos grupos del Partido
nismo chino no depende del nivel intelectual de sus dogmas. Mao fue subrayaban sus objetivos antiimperialistas y antifeudales ; apenas había
uno de los mayores, sino el mayor, manipulador de masas de seres signos de una concepción especííicarnente comunista. Mao se propuso
humanos del siglo xx, y la ideología que utilizó para este :fin es sig- organizar un movimiento rural armado en su nativa provincia de ', -

nificativa en razón de su eficacia no sólo en China sino también en Hunán, y en las áreas que conquistó, esta fuerza expropió a los gran-
otras partes del Tercer Mundo. ' des terratenientes, liquidó las instituciones tradicionales y creó es..
El comunismo chino fue una continuación de los sucesos que cuelas y cooperativas.
comenzaron con la caída del Imperio en 1912 y fueron el resultado Durante las dos décadas siguientes Mao vivió en el campo, lejos
de una situación que se remite a varías décadas antes, en particular de los centros urbanos . Pronto se convirtió no sólo en un destacado
a la rebelión Taiping de 1850-64 (una de las guerras civiles más san- organizador de guerrillas rurales, sino también en el líder indispu-
grientas de la historia). Mao fue el principal arquitecto de la segunda tado del Partido Comunista Chino y en el único líder de este tipo
etapa de la revolución que, al igual que en Rusia, no se originó bajo en todo el mundo que no debía su posición al apoyo de Moscú . Du-
los auspicios comunistas, sino bajo lo que Lenin denominó «demo- rante veinte años , un período lleno de notables victorias y dramá-
crático-burgueses»: la repartición de grandes propiedades a los cam- ticas derrotas, luchó en condiciones extremadamente difíciles contra
pesinos, la liberación de China de imperialismos foráneos y la abolí- el Kuomintang y el invasor japonés, uniéndose durante algún tiempo
ción de las instituciones feudales. con el primero contra el segundo. Los comunistas organizaron las
Mao Tse-tung (1893-1976) fue hijo de un hacendado granjero de bases de su futuro estado en el territorio que ocuparon, pero siguie-
la provincia de Hunán. Asistió a [a escuela rural, donde aprendió los ron subrayando el carácter «democrático-burgués» de su revolución
elementos de la tradición literaria china y adquirió un gusto por la y luchando por un «frente popular» que incluyere no sólo a los cam-
cultura que le llevó a la enseñanza secundaria. Ya en su juventud pesinos y trabajadores, sino también a la burguesía de clase medía
se unió al Partido Republicano Revolucionario de Sun Yat-sen, el y «nacional», es decir, a los no aliados con los imperialistas. El par-
Kuornintang . Tras luchar durante algún tiempo en el ejército repu- tido siguió adoptando esta línea durante los primeros años posteriores
blicano, reanudó sus estudios hasta 1917 ; durante estos años también a su victoria, que tuvo lugar en 1949. .
escribió poesía . Posteriormente trabajó en la biblioteca universitaria En 1937, durante el período de la guerra de guerrillas, Mao pro-
de Pekín. Por entonces era un nacionalista y demócrata de tendencia nunci6 dos conferencias filosóficas en la Academia Militar del Par-
socialista, pero no marxista. tido situada en Yenán, que en la actualidad constituyen casi toda la
Los objetivos del Kuomintang eran librar a China de los imperia- educación filosófica suministrada al pueblo chino. En la conferencia
lismos japonés, ruso y británico, crear una república constitucional «Sobre la práctica» afirma que el conocimiento humano brota de la
478 Principales corrientes del marxismo U, Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 479
práctica productiva y del conflicto social , que en una socíedad de contradicción con el conocimiento del marxismo. Pero mediante un
clases todas las formas de pensamiento sin excepción están deter- tenaz estudio, la ignorancia puede transformarse. en conocimiento, los
minadas por la clase, y que la práctica es la piedra angular de la ver- escasos conocimientos en conocimientos sustanciales» (pp. 57-8). Las
dad. La teoría se basa en la práctica y es su sierva; los seres huma- cosas se convierten en sus opuestas: los terratenientes son desposeídos
nos perciben las casas con sus sentidos y forman entonces conceptos y se vuelven pobres, mientras que los campesinos sin tierras se con-
por medio de los cuales comprenden la esencia de las COSl1S que no vierten en terratenientes. La guerra lleva a la paz, y la paz de nuevo
pueden ver. Para conocer un objeto hay que desarrollar una actividad a la guerra. «Sin la vida no habría muerte; sin muerte no habría
práctica relacionada con él: conocemos el gusto de una pera probán- vida . Sin "arriba" no habda "abajo" ; sin "abajo" no habría "arri-
dola y comprendemos la sociedad sólo tomando parte en la lucha ba" ( ... ). Sin facilidad no habría dificultad ; sin dificultl1d no habría
de clases. El pueblo chino empezó luchando contra el imperialismo facilidad» (p . 61). También hay que distinguir entre l.as contradic-
a partir de un «conocimiento superficial y perceptivo», y s610 poste- cione s antagónicas como las existentes entre clases hostiles, y las no
riormente alcanzó [a etapa del conocimiento racional de las contra. antagónicas como las existentes entre una línea de partido correcta
dicciones internas del imperialismo y por ello pudo combatirlo de y no corr ecta. Esta última puede resolvers~ corrigiendo !os. errores,
forma efectiva. «El marxismo subraya la import ancia de la teoría pre- pero, si no se corrigen, éstos pueden convertirse en contradiccíones an-
cisa y exclusivamente porque puede guiar la acción» (Cuatro ensayos tagónicas.
de [ilosojia, 1966, p. 14). Los marxistas deben adaptar su conoci- Unos años después, en 1942, Mao pronunció un discurso a sus
miento a las condiciones cambiantes o caerán en un oportunismo de- seguidores sobre «Arte y lí teratura». Sus principales punto.s son que
rechista; por otra parte, si su pensamiento olvida las etapas de desarro-
el arte y la literatura están al servicio de [as clases sociales: que
llo y confunde [a imaginación con la realidad, caerá víctima de la
fraseología pseudoizquierdista. todo arte está determinado por una clase; que los revolucionarías de-
La conferencia «Sobre la contradicción» constituye un intento por ben practicar formas artísticas que sirvan a la causa de la revolución
explicar la «ley de la unidad de los contrarios» con la ayuda de citas y a las masas; y que los artistas y escritores deben transformarse
de Lenin y Engels . La concepción «metafísica» «con templa las cosas espiritualmente para apoyar la lucha de las masas . El arte no debe ser
de forma aislada, estática y unidimensional» (ibid, p . 25) y considera sólo artísticamente bueno, sino también pclíticamente útil. «Todas
el movimiento o el cambio como algo impuesto desde fuera. Sin em- las fuerzas oscuras que suponen un peligro para las masas deben
bargo, el marxismo establece que todo objeto contiene contradic- ser denunciadas, mientras que deben ser elogiadas .todas las luchas
ciones internas y que éstas son la causa de todo cambio, incluido el revolucionarias de las masas -ésta es la tarea básica de todos los
movimien to mecánico. Las causas externas son sólo la «condición» artistas y escritores revolucionarios» (Mao Tse-rung, An Anthology of
del cambio, mientras que las Causas internas son su «base» . «Toda bis Wrítíngs, ed , Anne Fremande, 1962, pp. 260-1). Los escritores
diferencia contiene ya una contradicción, y la propia diferencia es no deben dejarse seducir por el llamado amor a la humanidad, pues
un a contradicción» (p . 33). Las diferentes esferas de la realidad tienen no puede haber nada semejante en una sociedad dividida en clases
sus propias contradicciones características, y éstas son el objeto de hostiles : el «amor a la humanidad» es un eslogan inventado por la
las diversas ciencias. Debemos observar siempre los rasgos particu- clase posesiva.
lares de cada contradicción, para percibir también el «todo» . Una Este es el núcleo d e la 6.l0sofía de Mao. Como puede verse, no
cosa se convierte en su opuesta; por ejemplo, el Kuomintang fue es más que una repetición ingenua de algunos lugares comunes del
revolucionario al principio y después se volvió reaccionario. El mundo marxismo leninista-estalinista. Sin embargo, la orig inalidad de Marx
está lleno de contradicciones, pero algunas son más importantes que radica en su revisión de los preceptos estratégicos de Lenin, Esto y
otras, y en toda situación debemos discernir la contradicción prin- la orientación rural del comunismo chino fueron las causas esencia-
cipal de la que derivan las demás, las contradicciones secundarias les de su victoria. El «papel rector del proletariado» siguió vigente
-por ejemplo, en [a sociedad capitalista, la existente entre la bur- como eslogan ideológico, pero a lo largo de todo el período ;:evolu-
guesía y el proletariado. Debemos aprender a desentrañar y superar cionario no significó nada más que el papel rector del partido co-
las contradicciones. Así, «al principio de nuestro estudio del marxis- munista en la organización de las guerrillas rurales. Mao no sólo
mo , nuestra ignorancia o escaso conocimiento del marxismo está en subrayó que en China, al contrario que en Rusia, la revolución iba del
480 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 481

campo a la dudad, sino que consideró al campesinado pobre como Los primeros años posteriores a la victoria comunista parecieron
una fuerza revolucionaria natural y --en oposición a Marx y a Lenin- ser un período de amistad chino-soviética sincera, en el que los lideres
afirmó expresamente que estas capas sociales eran revolucionarias en chinos rendían homenaje de cortesía a su hermano mayor, aunque,
relación proporcional a su pobreza. Creyó firmemente en el potencial como se vio posteriormente, surgieron serias fricciones desde las pri-
revolucionado del campesinado, no sólo porque en China el prole- meras negociaciones interestatales , Por entonces era difícil hablar de
tariado era una clase muy pequeña, sino también por razones de prin - una doctrina maoísta claramente diferenciada. Como el propio Mao
cipio. Su eslogan del «asedio de la ciudad por el campo» fue con- había de puntualizar en diversas ocasiones, los chinos no tenían expe-
testado ya en 19.30 por el líder del Partido, Li Li-san. Al mismo riencia en organización económica y, por tanto, copiaron modelos
tiempo, los revolucionarios «ortodoxos», obedientes a las directrices soviéticos. Sólo con el tiempo se puso en evidencia que estos modelos
del Cornintern , presionaron para unirse a la estrategia seguida en eran, en importantes aspectos, contrarías a la ideología que estaba
Rusia, poniendo mayor énfasis en las huelgas y revueltas obreras en quizá latente en la Revolución China, pero que no se había expresado
los grandes centros industriales , considerando la guerrilla campesina de forma articulada.
como algo secundario. Sin embargo, fue la t áctica de Mao la que Tras 1949, los chinos atravesaron a gran velocidad diversas eta-
mostró ser eficaz, y en los años posteriores subrayó que la Revolución pas de desarrollo, cada una de ellas unida PO! un nuevo avance hacia
China había sido victoriosa en contra del consejo de Stalin . La ayuda la cristalización del maoísmo. Durante los años cincuenta pareció
material soviética a los comunistas chinos en los años treinta y cua- que el país estaba retratando el curso' de la evolución soviética a
renta parece no haber sido más que f~rmal. Posiblemente - y esto ritmo acelerado. Se dividieron grandes propiedades de tierra entre
no es más que una especulación, no basada en pruebas directas- campesinos necesitados; se toleró la industria privada, dentro de unos
limites, durante algunos años, pero en 1952 fue sometida a un es-
Stalin advirtió que si triunfaba el comunismo en China no podía con-
tricto control, y en 1956 fue totalmente nacionalizada. La agricultura
fiar en mantener a largo plazo a quinientos millones de personas
fue nacionalizada a partir de 1955, primero por medio de cooperativas
sometidas a la Uni6n Soviética, y por tanto prefirió de forma bastante y pronto en la forma «altamente desarrollada» de la propiedad pri-
racional ver una China débil , dividida y gobernada por camarillas vada, aun permitiendo a los campesinos mantener sus tierras priva-
militares mutuamente hostiles . Sin embargo, los comunistas chinos das. En esta época, los chinos, siguiendo a Rusia, mantuvieron la
siguieron profesando lealtad a la Unión Soviética en todos sus pro- prioridad absoluta de la industria pesada. El primer plan económi-
nunciamientos oficiales, y en 1949 Stalin no tuvo otra opción que co (1953-7), que pretendía asegurar una planificación esttictamente
proclamar su agrado ante la nueva victoria comunista e hizo lo que centralizada y dar un podetoso estímulo a la industrialización a ex-
pudo por convertir a su formidable vecino en satélite. pensas del medio rural, introdujo varios rasgos del comunismo so-
El conflicto chino-soviético no fue producido por ninguna herejía viético: amplia burocracia, mayor diferenciación entre ciudad y campo
ideológica, sino por la independencia de los comunistas chinos y el y sistema altamente represivo de leyes laborales. Inevitablemente,
hecho de que, como puede suponerse, la Revolución China era contra- pronto se advirtió que la planificación central rigurosa era imposible
ria a los intereses del imperialismo ruso. En un artículo de 1940, «So- en un país de pequeñas propiedades agrícolas. El cambio de los mé-
bre la nueva democracia», Mao escribió que la Revolución China todos administrativos subsiguiente no se limitó, sin embargo, a las
era «esencialmente» una revolución rural basada en las demandas diversas formas de descentralización planificada, sino que halló expre-
campesinas y que daría el poder al campesinado; al mismo tiempo sión en una nueva ideología comunista en la que los objetivos de
subrayó la necesidad de un frente unido contra Japón compuesto por producción y modernización pasaron a un segundo lugar, poniendo
los campesinos, trabajadores, la clase media baja y la burguesía pa- énfasis ahora en la creación de un «nuevo hombre», que encarnara
triótica . La cultura de la nueva democr acia, afirmó, se desarrollaría las virtudes reales supuestas de la vida rural.
bajo ellíderazgo del proletariado, es decir , el proletariado comunista . Durante un tiempo pareció que esta etapa supondría alguna rela-
Repitió lo mismo en una alocución de junio de 1949, «Sobre la dic- jación del despotismo cultural. Este engaño estuvo ligado a la breve
tadura democrática del pueblo», aunque entonces puso más énfasis campaña de las «cien flores» lanzada por el Partido en mayo de 1956
en la «siguiente etapa», en la que se socializada la tierra, desapare- -es decir, después del XX Congreso de la Unión Soviétíca- y adop-
cerían las clases y se implantada la «fraternidad universal». tada por el propio Mao. Se animó a artistas e intelectuales a expre-' /J. , •
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482 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 483

sar libremente sus ideas; todas las escuelas de pensamiento y estilos y se introdujo siempre que fue posible la alimentación y vivienda
artísticos podían competir entre sí; en particular, las ciencias natu- colectiva; la prensa realizó informes de los establecimientos espe-
rales fueron declaradas como ausentes de un «carácter de clase», y ciales a los que asistían a intervalos regulares las parejas casadas en
en otros ámbitos el progreso sería el resultado de la discusión no el debido orden de prioridad para realizar el deber patriótico de pro-
limitada. La doctrina de [as «cien flores» suscitó entusiasmo entre crear a la siguiente generación. Un célebre rasgo del «gran salto»
los intelectuales de la Europa Oriental, que estaban experimentando fue la fundición de acero en multitud de pequeños hornos rurales.
el fenómeno de la desestalinización en sus propios países. Muchas Durante un tiempo los líderes del Partido vivieron en un paraíso
personas creyeron durante un tiempo que el país más atrasado del estadístico (un paraíso falso, como se admitió después), pero pronto
bloque socialista, desde el punto de vista económico y técnico, se todo el proyecto mostró ser un complejo fiasco, como había sido pre-
habla convertido en defensor de una política cultural liberal. Estas dicho tanto por los economistas occidentales como por los consejeros
ilusiones apenas duraron unas semanas, en que se animó a los inte- soviéticos residentes en China . El «gran salto» produjo una catas-
lectuales chinos a criticar al régimen en términos nada inciertos, tras tr6fica caída del estándar de vida en razón del alto índice de acumu-
lo cual el Partido volvió de nuevo a su política normal de represión lación; supuso un enorme desperdicio y llenó las ciudades de traba-
e intimidación. No está del todo cim-a la historia completa del epi- jadores del campo que pronto resultaron ser sobrantes y tuvieron
sodio. A partir de algunos artículos de la prensa china y de una alo- que volver a sus tierras de origen, en medio de un caos y hambre
cución de Teng Hsiao-ping, el secretario general del Partido, al Comité generales . Los años que van de 1959 a 1962 fueron un período de
Central en septiembre de 1957, podría pensarse que el eslogan de retrocesos y miseria, a causa no sólo del fracaso del «gran paso», sino
las «den flores» fue un engaño para que salieran a flote los «elemen- de las desastrosas cosechas y el virtual cierre de las relaciones eco-
tos contrarios al Partido» y pudieran ser destrozados más fácilmente . nómicas con la Unión Soviética; la súbita retirada de técnicos sovié-
(Teng afirmó que el Partido permitía crecer la cizaña como ejemplo ticos puso fin a muchos proyectos de gran importancia.
de disuasión para las masas; a continuación sería cortada de raíz El «gran salto» reflejó el desarrollo de la nueva idea maoista de
y utilizada para fertilizar el suelo chino.) Sin embargo, puede ser
que las masas podían hacer cualquier cosa mediante la fuerza de la
que Mao creyera realmente que la ideología comunista podía mante-
ideología, que no debía haber «individualismo» o «economícismo»
nerse en régimen de libre discusión entre los intelectuales chinos.
(esto es, incentivos materiales para la producción) y que el entusiasmo
SI es así, es obvio que la ilusión se disipó muy pronto.
El fracaso de la industrialización china al estilo soviético pro- podía ocupar el lugar de los conocimientos y técnicas «burguesas».
bablemente causó o precipitó los cambios políticos e ideológicos de La ideología maoista empezó a adoptar entonces una forma más defi-
la década siguiente, que el mundo observó con cierta perplejidad. nida. Fue formulada en declaraciones públicas de Meo y también, más
A comienzos de 1958, el Partido, bajo la dirección de Mao, anunció explícitamente, en proclamas que fueron divulgadas posteriormente,
un «gran salto adelante» que había de producir milagros de produc- en el torbellino de la «revolución cultural»; algunas de ellas han sido
tividad en los años siguientes. Los objetivos de la producción indus- publicadas en inglés por el eminente sinólogo Stuart Schram (Mao
trial y agrícola, que habían de ser multiplicados por las cifras de 6 Tse-tung Unrebearsed, 1974, en adelante citado como Schram).
y 2,5, respectivamente, incluso pusieron casi en la sombra el 1 Plan En la reunión del Partido celebrada en Lushan en los meses de
Quinquenal de Stalin. Estos fantásticos resultados tenían que alcan- julio y agosto de 1959, Mao hizo una intervención de autocrítica
zarse, sin embargo, no por los métodos soviéticos, sino inspirando a (por supuesto no publicada entonces) en la que admitía que el «gran
la población un entusiasmo creador, sobre el principio de que las salto» había sido una denota para el Partido. Confesó que no tenía
masas podían hacer todo lo que se propusieran y de que no debían idea de planificación económica y que no se le había ocurrido que el
ser estorbadas por los obstáculos «objetivos» inventados por la carbón y el acero no se mueven solos, sino que tienen que ser trans-
burguesía. Todos los sectores de la economía sin excepción habían portados. Asumió la responsabilidad de la política de fundición rural
de experimentar una expansión dinámica, y la perfecta sociedad co- del acero afirmando que el país se encaminaba a la catástrofe y que
munista estaba a la vuelta de la esquina. Las granjas organizadas al veía que llevaría al menos un siglo la construcción del comunismo.
estilo de los koljoses soviéticos habían de ser sustituidas por co- Sin embargo, el «gran salto» no había sido una derrota total, pues
munas ciento por ciento colectivas; se abolieron las tierras privadas los lideres habían aprendido de sus errores j todo el mundo cometía
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errores, incluso Marx, y en estas cuestiones no era s610 la economía listas occidentales»; el desarrollo del «marxismo» ha llevado así a una
lo que contaba. situación en la que los comunistas chinos critican al Gobierno de los
La disputa chino-soviética, que se hizo de dominio público Estados Unidos principalmente a causa de no ser suficientemente an-
en 1960, se debió sobre todo al imperialismo soviético y no a las tisoviético.
diferencias, que existían realmente, de ideales y métodos comunistas. La lucha dentro del Partido Comunista Chino siguió en secreto
Los chinos, aun profesando una lealtad absoluta hacia Stalin , no es- a partir de 1958. La principal polémica era la entablada entre quie-
taban dispuestos a aceptar el status de «democracia popular» de la nes favorecían un tipo de comunismo soviético y quienes defendían
Europa del Este. Una causa inmediata de conflicto surgió en relación la fórmula de Mao de una sociedad nueva y perfecta; sin embargo,
a las armas nucleares, que los rusos estaban dispuestos a ceder a los los primeros no eran «prosovi éticos» en el sentido de querer some-
chinos con la única condición de conservar el control sobre su uso; ter China a los dictados de Moscú. Los puntos concretos del debate
otras cuestiones que no tienen que ser enumeradas aquí incluían la pueden resumirse de la siguiente forma.
política soviética hacia los EE. UD. Y la doctrina de la «coexisten- En primer lugar, «conservadores» y «radicales» tenían ideas dife-
da». La medida en que el conflicto fue un conflicto entre dos impe- rentes acerca del ejército; los primeros querían un ejército moderno
rios y no simplemente entre dos versiones del comunismo, se refleja basado en la discipl ina y en la tecnología del momento, mientras que
en el _hecho de que los chinos aprobaron sin reservas la invasión so- los últimos defendían la tradición de la guerra de guerrillas. Esta fue
viética de Hungría de 1956 y -doce años después, tras la ruptura- la causa de la primera purga, celebrada en 1959, entre cuyas víctimas
condenaron violentamente la invasión de Checoslovaquia, aunque des- estaba el jefe del ejército P'eng Te-huai .
de el punto de vista maoista la política de Dubcek debe haber sido En segundo lugar, los «conservadores» creían en diferencias de'
flagrante «revisionismo» y la «Primavera de Praga», con sus ideas salarios o incentivos más o menos al estilo soviético, poniendo gran
liberales, fuera manifiestamente más «burguesa» que el sistema so- énfasis en el desarrollo de las ciudades y las plantas de industria
viético. Po steriormente, cuando la disputa entre las dos facciones en pesada, mientras que los «r adicales» predicaban el igualitarisrno y
China llevó al país al borde de la guerra civil, se pudo ver que ambas confiaban más en el entusiasmo de masas por el desarrollo de la in-
eran igualmente antisovi étícas en el sentido básico, es decir, desde dustria y la agricultura.
el punto de vista de los intereses y la soberanía chinas. En tercer lugar, los «conservador es» creían en la especialización
Sin embargo, en la primera fase del conflicto, los chinos mos- técnica a todos los niveles del sistema educativo, para poder formar
traron que atribuían una gran importancia a las diferencias ideoló- ingenieros y médicos que con el tiempo pudieran rivalizar con los
gicas y esperaban, al crear un nuevo modelo doctrinal, sustitu ir a los de los países desarrollados . Por otra parte, los radicales destacaban el
rusos como líderes del comunismo mundial o al menos obtener un adoctrinamiento ideológico y creían que si éste tenia éxito las habi-
considerable número de seguidores a expensas de Moscú. Con el paso lidades técnicas de alguna manera saldrían por sí solas.
del tiempo, parecen haber decidido que en vez de urgir al mundo a Los «conservadores», con bastante razón, estaban preparados a
seguir el ejemplo de China podían conseguir mejores resultados cri- buscar conocimiento científico y tecnología o de los rusos o de Europa
ticando directamente el imperialismo soviético . La «batalla ideológi- y América, mientras que los «r adicales» afirmaban que los problemas
ca», es decir, el intercambio público de insultos entre los líderes científicos y técnicos podían ser resueltos leyendo los aforismos de
soviéticos y chinos , ha continuado desde 1960, variando de intensidad Mao Tse-tung.
según la situación internacional; pero se ha convertido manifiesta- Los «conservadores» eran, en general, burócratas del partido de
mente en un conflicto entre imperios rivales por el dominio de la in- tipo soviético, preocupados por la modernización y desarrollo eco-
fluencia en el Tercer Mundo, recurriendo cada adversario a alianzas nómico de China, y creían en el estricto control jerárquico del apar ato
ad hoc con este o aquel estado democrático. El marxismo chino del Partida en todas las esferas de la vida . Los «radicales» parecían
en su forma adaptada se ha convertido en la expresión ideológica del poner una fe considerable en las fantasías utópicas de un inminente
nacion alismo chino, igual que había sucedido anteriormente con el milenio comunista'; creían en la omnipotencia de la ideología y la coer-
marxismo soviético y el imperialismo ruso . De esta forma se enfren- ción directa de las «masas» (bajo la dirección del Partido, obviamente)
tan dos poderosos imperios, cada uno de ellos reclamando para sí más que de un aparato represivo profesional, En cuanto a su base
la ortodoxia marxista y más hostiles entre sí que hacia los «imperia- geográfica, los «conservadores» tenían al parecer su base en Pekín,
486 Principales corrientes del marxismo 1.3. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 487

mientras que los «radicales» estaban mayoritariamente asentados en rara el orden establecido y sus propias posiciones. Sin embargo, los
Shangai . «radicales» intentaron asegurarse la dimisión de P'eng Chen, el secre-
Obviamente, ambos grupos apelaban a la autoridad ideológica de tario del Partido y mayor de Pekín, y conseguir el control sobre los
Mao, que fue indiscutida a par tir de 1949; del mismo modo, en lo s principales periódicos.
años veinte todas las facciones de la Unión Sovi ética habían invocado En la primavera de 1966, Mao y su grupo «radical» lanzaron un
la autoridad de Lenin. Sin embargo , la diferencia era que en China masivo ataque ideológico sobre los más vulnerables centros de la
el pad re de la revoludón aún estaba vivo y no sólo favorecía al «ideología burguesa», a saber, las universidades. Se instó a los estu-
grupo «radical», sino que de hecho 10 creó, con lo que sus miembros diantes a levantarse contra las «au toridades acad émicas reaccionarias»
estaban en una posición ideológicamente mejor que la de sus rivales. que, expertas en conocimientos burgueses, desafiaban a la educación
No obstante, no gozaron de ventaja en todos los sentidos. A re- maoista. Mao, se dijo, había proclamado desde hacía mucho tiempo
sultas de los fracasos de 1959-62, Mao tuvo que hacer frente a una que en los centros educativos debía dedicarse la mitad del tiempo al
fuerte oposición entre los líderes del Partido, y su poder parece haber aprendizaje y la otra mitad al trabajo productivo, que las designaciones
estado sensiblemente limitado. De hecho, algunos piensan que dejó de profesores y la admisión de estudiantes dependían de las cualifica-
de ejercer una au toridad real a partir de 1964; pero el secreto de cienes ideológicas o «vínculos con las masas», y no del rendimiento
la política china es tal que todas las valoraciones de este tipo resultan académico, y que la propaganda comunista era el rasgo más importante
inciertas. del curriculum. El Comité Central exigió ahora la eliminación de to-
El principal «conservador» fue Liu Shao-ch 'i, que asumió la Pre· dos aquellos que habían adoptado «la vida capitalista». Como la buro-
sidencia del Gobierno de Mao a finales de 1958 y que en la «revo- cracia prestaba apoyo verbal a sus ideas, pero las saboteaba en la
lución cultural» de 1965-6 fue denunciado y execrado como lacayo práctica, Mao dio un paso que ningún líder comunista. había dado
del capitalismo. Fue el autor de una obra sobre educación comu- antes, apelando a la masa no organizada de la juventud a que des-
nista que, con otros dos libritos suyos, fue la lectura oficial del Par- truyera a sus adversarios. Las universidades y escuelas empezaron a
tido a partir de 1939. Un cuarto de siglo después su impecable expo- crear avanzadas de la Guardia Roja, tropas de choque de la revolución
sición de la doctrina marxista-leninista-estalinista-maoÍsta resultó ser que habían de devolver el poder a las «masas) y barrer la degene-
súbitamente un pozo envenenado de confucian ismo y capitalismo. La rada burocracia estatal y del Partido. Las reuniones y manifestaciones
maligna influencia de Confucio, según la mayoría de sus críticos, fue masivas, y la lucha callejera, fueron rasgo destacado de la vida en
visible en dos puntos pr incipales. Liu había subrayado el idea de la las grandes ciudades (el medio rural quedó considerablemenre desier-
autoperfecci ón comunista en vez de una lucha de clases despiadada, y to). Los partisanos de Mao explotaron hábilmente el descontento y
había descrito el futuro comunista como un futuro de armonía y frustración producidos por el «gran salto» y los dirigieron contra 108
concordia, mientras que según las enseñanzas de lv1ao la tensión y el burócratas, que fueron culpados del fracaso económico y acusados de
conflicto eran la ley eterna de la naturaleza. querer restaurar el capitalismo. Durante vados años de jaron de fun-
La lucha por el poder que se desencadenó en el Partido a finales cionar escuelas y universidades, pues los grupos maoístas aseguraban
de 1965 y llevó a China a las puertas de la guerra civil fue no sólo a alumnos y estudiantes que en virtud de su origen social y su fideo
un a lucha entre clanes rivales, sino entre dos versiones del comunismo. Lidad al líder eran poseedores de la gran verdad desconocida a los
La «revolución cultural» suel e considerarse iniciada con un artículo estudiantes «burgueses» . Así animados, bandas de jóvenes lincharon
inspirado por Mao y publicado en Shangai en noviembre de 1965, a profesores cuyo único crimen era enseñar, rastrearon sus casas en
que condenaba una obra de Wu Han, el vicealcalde de Pekín, con busca de pruebas de ideología burguesa y destruyeron monumentos
motivo de que bajo el disfraz de una alegoría histórica atacaba a Mao históricos por ser «reliquias del feudalismo». Se quemaron libros por
por haber hecho dimitir a P'eng Te-huaí del cargo de ministro de De- doquier; sin embargo, las autoridades, prudentemente, cerraron los
fensa. Esto desencadenó una campaña contra las influencias «burgue- museos. El 'grito de combate era igualdad, soberanía popular y liqui-
sas» en la cultura, el arte y la. educación y planteó la necesidad de una dación de los.privilegíos de la «nueva clase». Tras algunos meses, los
«revolución cultural» que restaurara la pureza revolucionaria del país maoístas dirigieron también su propaganda a los trabajadores. Este
y evitara una vuelta al capitalismo. Los «conservadores», obviamente, resultó ser un objetivo más difícil, pues el sector mejor pagado y esta-
apoyaban este objetivo, pero intentaron interpretarlo sin que se alte- blecido de la clase trabajadora no sentía necesidad de luchar por la
488 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 489

igualdad salarial y no estaba dispuesto a hacer nuevos sacrificios en estatutos del Partido -un hecho sin precedente en la historia del
favor del ideal comunista; sin embargo, algunos de los trabajadores comunismo.
más h umildes fueron movilizados para la «revolución cultural». El El «Libro rojo» de Citas del presidente Mao Tse-tung también
resultado de la campaña fue el caos social y el colapso de la produc- jugó un papel destacado en esta época. Preparado inícialmen.te. para
ción; pronto empezaron a luchar entre sí diferentes facciones de la uso del ejército, y con prefacio de Lin Piao, pronto se con~1ruó en
Guardia Roja y los trabajadores, en nombre del «verdadero» maoís- lectura universal y dieta intelectual básica para todos los chinos. Es
mo. Tuvieron lugar numerosos enfrentamientos, interviniendo el ejér- una especie de catecismo popular que contiene todo lo que un ciu-
cito para restaurar el orden. dadano debe saber sobre el Partido, las masas, el ejército, el socia-
Resulta claro que Mao no hubiera dado un paso tan peligroso lismo, el imperialismo, la clase , etc., junto con una gran ~antidad de
como el de apelar a las fuerzas ajenas al Partido para destruir la consejos morales y prácticos: afirma que hay que ser valiente y mo-
organización del Partido si no fuera porque él mismo, como fuente desto y no derrumbarse ante las adversidades, que un oficial no debe
infalible de sabiduría, estuviera por encima de toda crítica, por lo pegar a un soldado, que los soldados no deben coger los bienes sin
que sus atacantes no podían criticarle a él directamente. Al igual que pagarlos, etc. He aquí una selección. de sus prece.\?tos: «El mun~o
Stalin en años anteriores , el propio Mao era él mismo la encarnación progresa, el futuro es brillante y nadie puede cambla.r esta, t~denC1a
del partido Y, por tanto, podía destruir 11 la burocracia del partido en general de la historia» (Citas... , 1976, p. 70). «El ImperlalIs';l0. no
nombre de los intereses del partido. perdurará porque siempre hace cosas malas» (p. 77). «Las fábricas
Por esta razón, sin duda, la revolución cultural fue un período sólo pueden contruírse una a una. Los campesinos sólo pueden sem-
en el que el culto de Mao, ya inflado de forma extraordinaria, llegó brar la tierra palmo a palmo. Lo mismo puede decirse también del
a formas tan grotescas y monstruosas como para superar -por im- acto de tomar alimento . . . Es imposible digerir todo un banquete de
posible que pueda haber parecido- al culto de Stalin en los años un trago . Esta es la conocida solución por partes» (p. 80). «El ata,que
anteriores a su muerte. No había campo de actividad en el que Mao es el principal medio de destruir al enemigo, pero no hay que olvidar
no fuera la autoridad suprema. Las personas enfermas se curaban la defensa» (p. 92). «El principio de conservarse a uno mismo y
leyendo sus artículos, los cirujanos realizaban operaciones con ayuda destruir al enemigo es la base de todos los principales militares» (p~'
del «Libro rojo», las reuniones públicas recitaban a coro los aforismos gina 94). «Nunca pretenderemos conocer lo que no conocemos» (pagI-
del genio más grande que había producido la humanidad. La adulación na 101). «Algunos tocan bien el piano y otros mal, y hay u~a gran
alcanzó tal punto que se reimprimieron extractos de periódicos que diferencia entre las melodías de ambos» (p. 110). «Toda cualidad se
glorificaban a Mao sin más comentarios en la prensa soviética, para manifiesta en una cierta cantidad, y sin cantidad no puede haber cua-
divertimento de sus lectores. El ayudante más fiel y sucesor desig- lidad» (p . 112). «En las filas revolucionarias es preciso hacer una
nado, el jefe del ejército Lin Pino (quien, sin embargo, pronto «te- clara distinción entre el bien y el mal, entre los éxitos y los fraca-
sult ó» ser un traidor y un agente capitalista), afirmó que el 90 por 100 sos» (p. 115). «¿Qué es el trabajo? El trabajo es lucha» (p . 200).
del material utilizado en los estudios rnarxista-leninistas debía tomarse «No es cierto que todo sea bueno: también hay fracasos y errores.
de las obras del líder: en otras palabras, los chinos no tenían que Pero tampoco es cierto que todo sea malo , y también esto está en
aprender marxi smo a partir de ninguna otra fuente. desacuerdo con los hechos» (p. 220) . «No es difícil hacer algo de
El propósito de la orgía de elogios fue, por supuesto, impedir bien. Lo difícil es hacer bien toda la vida y no hacer nunca nada
a los críticos poner en duda en cualquier momento el poder y la mal» (p. 250).
autoridad de Mao. En una conversación con Edgar Snow (como este Las convulsiones de la revolución cultural siguieron hasta 1969,
autor narra en The Long Reuolution, 197.3, pp. 70, 205) observó y en cierto momento la situación llegó a estar claramente fuera de
que jruschov había caído probablemente «porque no tenía culto control : surgieron diversas facciones y grupos entre las filas de la
alguno a la personalidad ». Posteriormente, tras la desgracia y caída de Guardia Roja, cada uno de ellos con su infalible interpretación de
Lín Piao Mao intentó culparle a él de la degeneración del culto. Sin Mao . Ch'en Po-ta , uno de los principales ideólogos de la revolución,
embargo, en abril de 1969, en el Congreso del Partido que marcó invocó con frecuencia el ejemplo de la Comuna de París. El único fac-
el .final de la revolución cultural, la posición de Mao como líder y la tor estabilizador era el ejército, al que prudentemente Mao no animó
de Lin Píao como su sucesor fueron oficialmente sancionadas en los a celebrar discusiones masivas o a criticar a sus propios líderes buro-
490 Principales corrientes del marxismo 1.3. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 491

cratizados. El ejército restauró el orden cuando los enfrentamientos gina 110). «En el futuro, los animales seguirán desarrollándose. No
locales se hicieron demasiado violentos, y se puso de relieve que los creo que sólo los hombres sean capaces de tener dos manos. ¿No pue-
jefes provinciales no se mostraron muy ávidos en ayudar a los revo- den evolucionar los caballos, las vacas y ovejas? ¿Pueden evolucionar
lucionarios. Como el aparato del Partido se había desintegrado en los monos? (... ) El agua también tiene su historia. Antes aún, no
gran medida, obviamente aumentó de forma considerable el papel del existían siquiera el hidrógeno y el oxígeno» (pp, 220-1).
ejército. Tras la destitución y liquidación política de varias destaca- Del mismo modo, Mao no pensó que estuviera garantizado el
das figuras, incluido Liu Shao-ch'i, Meo utilizó al ejército para someter futuro comunista de China. Una generación futura podría optar por
a los revolucionarios extremistas, muchos de los cuales fueron ingre- volver al capitalismo; pero si es así, la posteridad abolirá el capitalis-
sados en campos de trabajo con fines reeducativos, La nueva compo- mo una vez más .
sición de la dirección del Partido resultante de la lucha pareció ser Otra discrepancia esencial del marxismo ortodoxo fue el culto del
para la mayoría de los observadores una solución de compromiso que campesinado como fuerza motriz del comunismo, mientras que para
no dio una victoria clara a ninguna facción . Los «radicales), fueron los comunistas europeos eran una mera fuerza auxiliar en la lucha
derrotados sólo después de la muerte de Mao. revolucionaria. En el IX Congreso del Partido, celebrado en 1969,
Como hemos visto, la época comprendida entre 1955 y 1970 tes- Mao afirmó que cuando el ejército popular conquistó las ciudades
timonió el desarrollo de una ideología maoísta que constituye una fue «algo bueno» porque de otro modo Chiang Kai-shek hubiera se-
nueva variante de la doctrina y práctica comunista, diferente de la guido dominándolas, pero «algo malo » porque ello trajo la corrupción
versión soviética en varios importantes aspectos. al Partido.
La teoría de la revolución permanente es básica en el pensamiento El culto al campesinado y a la vida rural explica la mayoría de los
de Mao, como afirmó en enero de 1958 (Schram, p. 94) . En 1967, rasgos característicos del maoísmo, incluido el culto del trabajo físico
en plena revolución cultural, ésta era sólo la primera revolución de como tal. La tradición marxista considera al trabajo manual como un
una serie de duración indefinida, y que no había que pensar que des- mal necesario del que los hombres serán progresivamente liberados
pués de dos, tres o cuatro semejantes todo estaría en orden. Mao pa- por medio del progreso tecnológico, pero para Mao tiene una nobleza
rece haber pensado que la estabilización siempre conduce inevitable- propia y un valor educativo insustituible. La idea de que los alumnos
mente al privilegio y ascenso de una «nueva clase»; esto exige un y estudiantes dediquen la mitad de su tiempo al trabajo físico no está
tratamiento periódico de shock en el que las masas revolucionarias motivada tanto por las necesidades económicas como por su función
destruyan los gérmenes de la burocracia. Por ello no puede haber formadora del carácter. La. «educación a través del trabajo» es un
nunca un orden social sin clases o conflictos. Mao repíti ó con fre- valor universal, estrechamente ligado al ideal igualitario del maoís-
cuencia que las «contradicciones» eran eternas y debían ser superadas mo . Marx creyó que desaparecería eventualmente la diferencia entre
eternamente; una de sus acusaciones contra los revisionistas soviéticos trabajo físico y mental, y que no debía haber personas que trabajaran
fue que no hablaban de contradicciones entre los lideres y las masas. exclusivamente con su cerebro y otros con sus músculos . La versión
Uno de los errores de Liu Shao-ch'i fue creer en la futura armonía y china del ideal de Marx del «hombre total» es que los intelectuales
unidad de la sociedad. deben caerse de los árboles y cavar pozos, mientras que los profesores
La no creencia de Mao en un orden social comunista armonioso de Universidad son reclutados de las filas de los trabajadores sin
está daramente en discrepancia con la utopía marxista tradicional. apenas formación; pues, segúnafirrnó Mao , los campesinos analfabetos
Sin embargo, aún fue más lejos de sus especulaciones sobre el futuro comprenden mejor las cuestiones económicas que los intelectuales.
lejano: como todo cambia y debe perecer a largo plazo, el comunismo Pero la teoría de Mao va aún más lejos. No sólo hay que hacer
no es eterno, ni tampoco la propia humanidad. «El capitalismo con- trabajar a los estudiosos, artistas y escritores en aldeas rurales o en
duce al socialismo, el socialismo lleva al comunismo y la sociedad las tareas educativas de instituciones especiales (esto es, campos de
comunista debe ser transformada todavía, también tendrá un princi- concentración), sino que deben saber que el trabajo intelectual puede
pio y un fin ... No hay nada en el mundo que no surja, se desarrolle llevar fácilmente a una degeneraci6n moral y que las personas deben
y desaparezca. Los monos se convirtieron en hombres, y surgió la evitar a toda costa leer demasiados libros. Esta idea reaparece en
humanidad; al final desaparecerá toda la especie humana, se conver- diversas formas en las conferencias y proclamas de Mao . En general,
tirá en otra cosa, y hasta la misma tierra dejará de existir» (Schram, pá- parece haber pensado que cuanto más sabe la gente, peor se vuelve.
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492 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 493

En una conferencia pronunciada en Chengtu en marzo de 1958, aGrmó de que los analfabetos son naturalmente superiores a las personas
que a lo largo de la historia las personas jóvenes con escasos conoci- cul tas parece ser un resultado perfectamente natural de la revolución
mientos habían hecho mejores cosas que los hombres cultos. Confu- desde abajo . Sin embargo, en Rusia, la hostilidad a la educación
cío, Jesús, Budha, Marx y SWl Yat-sen habían sido muy jóvenes y y al profesionalismo no fue nunca un rasgo del programa del Partido.
no sabían mucho cuando empezaron a formar sus ideas; Gorki tuvo El Partido, por supuesto, liquidó a la antigua intelligentsia y se pro-
sólo dos años de escuela; Franklín vendia periódicos en las calles' el puso convertir los estudios humanísticos, el arte y 11. literatura en
inventor ~e la penicilina había trabajado en una lavandería. Según ~na instrumentos de la propaganda política; pero al mismo tiempo pro-
c.onferencla de Mao de 1959, en el reino del emperador Wu-ti, el pre- clamó un culto de la pericia y desarrolló un sistema educativo basado
sidente, Che Fa-chih, era analfabeto, pero creó poesía; sin embargo en un elevado grado de especialización . La modernización técnica,
Mao añadió que no estaba en contra de luchar contra el analfab~ militar y económica de Rusia hubiera sido extremadamente difícil si
tismo. En otra conferencia, esta vez en febrero de 1964 . recordó la ideología estatal hubiese exaltado la ignorancia por la ignorancia
que sólo había habido dos emperadores de la dinastía Ming, ambos y precavido en contra de la lectura de demasiados libros. Sin embar-
analfabetos , y que cuando los intelectuales habían tomado las riendas go, Mao parece haber dado por supuesto que China no había de
del país lo habían llevado al desastre y la ruina. «Es evidente que leer modernizarse, ni podía hacerlo, al estilo soviético. En ocasiones llamó
demasiados libros es perjudicial» (Schrarn, p. 204). «No debemos la atención contra la imitación «ciega» de otros países. «Todo 10 que
leer d~masiados libros. Debemos leer . libros marxistas, pero tampoco copiamos del extranjero fue adoptado rígidamente, y esto terminó en
demasiados . Basta con lee.r una docena o así. Si leemos demasiados, una gran derrota, con la pérdida de las organizaciones del .Par tido
podemos convertirnos en nuestros opuestos, convertirnos en dogmáti- de las áreas blancas del ciento por ciento de su fuerza, y retrasándose
cos y revisionistas, dueños de un saber libresco» (p . 210) . «El empe- por muchos años la victoria de la revolución» {Schram , p . 87) . En
rador Wu, de la dinastía Liang, hizo las cosas bien en sus primeros otra ocasión observó que la copia de modelos soviéticos había tenido
años, pero después leyó muchos libros, y ya no hizo las cosas bien. fatales efectos: él mismo no había sido capaz de comer huevos y
Murió de hambre en T'ai Ch'eng» (p. 211). tomar sopa de pollo durante tres años, porque algunos periódicos
La moral de estas reflexiones históricas está ciara: hay que enviar soviéticos habían dicho que era malo para la salud.
a los intelectuales a trabajar a las aldeas, debe acortarse el tiempo El maoísmo expresa así no sólo el odio tradicional de los campe-
de enseñanza en escuelas y universidades (Mao afirmó en varias oca- sinos hacia una élite cultural (un rasgo familiar, por ejemplo, en la
siones que las etapas educativas eran demasiado largas) y las admi- historia de la Reforma en el siglo XVI), sino también de la xenofobia
siones debían estar sometidas a criterios políticos . Este último fue, tradicional de los chinos y de su desconfianza. hacia todo lo que pro-
y sigue siendo, objeto de vivas disputas en el Partido. Los «conser- cede del extranjero y del hombre blanco, que siempre había tenido
vadores» afirman que las admisiones y titulaciones deben suponer aspiraciones imperialistas . Las relaciones de China con la Unión So-
al menos criterios académicos mínimos, mientras que los «radicales» viética sólo podían reforzar esta actitud general.
afirman que no debe contar nada excepto el origen social y la con. Por la misma razón, los chinos buscaron un nuevo método de in-
ciencia política. Esta última tesis está claramente en I1nea con las dustrialización; esto terminó con el fiasco del «gran salto adelante»,
ideas de Mao, que en 1958 observó en dos ocasiones con satisfacción peto no se abandonó la ideología subyacente. Mao y sus seguidores
que los chinos eran como una hoja de papel en blanco sobre la que creyeron que la construcción del socialismo debía comenzar por la
podía pintarse lo que uno quisiera. «superestructura», es decir, la creación del «hombre nuevo»; que la
Esta profunda desconfianza hacia el saber, el profesionalismo y la ideología y la política tenían prioridad en relación a la tasa de acumu-
cultura creada por las clases priv ilegiadas ilustra claramente los orí- lación ; y que el socialismo no era cuestión de progreso técnico y
genes rurales del comunismo chino. Está muy lejos de la doctrina bienestar, sino de la colectivización de las instituciones y de las rela-
de Marx y de la tradición del marxismo europeo, incluido el leninis- ciones humanas, de donde se sigue que las instituciones comunistas
mo, aunque al comienzo de la Revclución Rusa hubo síntomas de un pueden crearse en condiciones tecnológicamente primitivas. Sin em-
similar odio a la educación, sobre todo en el movimiento del Prolet- bargo, para ello es preciso abolir todos los antiguos vínculos sociales
kult . En China, donde la distancia entre la élite educada y las masas y condiciones creadoras de desigualdad: de ahí el celo de los comu-
parece haber sido anteriormente más profunda que en Rusia , la idea nistas en destruir los vínculos familiares" que son especialmente resís-
494 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde La muert e de Stalin 495

[entes a la nacionalizaci ón, así como su campaña contra la motivación bajo, esta idea se halla en ocasiones entre los populistas rusos. ~,el
privada y los ince n tivos materiales (el «economicisrno»). Los ingresos siglo pasado, pero también es diametralmente opu esta a la tradici ón
se diferencian aún en cierta medida en función de las capacidades y marxista. El principio general de la igualdad es indudablemente mar-
del tipo de trabajo realizado, peto considerablemente menos, por ejem- xista, pero es difí cil suponer que Marx lo hubiera considerado en-
plo, que en la Unión Soviética . Mao supuso que si las persona s estu- carn ado en la práctica d e enviar a los intelectuales a los campos de
vieran educad as adecuadament e, serían capaces d e trabajar duramente arr oz. Por hacer una comp aración algo anacr ónica, desde el punto de
sin especiales motiv aciones, y qu e el «individua lismo» y el deseo de vista de la doctrina marxista pod emos considerar el maoísmo como
propia sat isfacción eran un pernicioso resto de la ment alidad burguesa una form a de comun ismo prim itivo qu e, corno dijo Marx, no sólo no
y debían ser erradicados. El maoísmo es un ejemplo típico de utopía ha superado la propiedad privada, sino que ni siquiera la ha alcanzado .
totalitaria en la que todo deb e estar subordinado al «bien general » En cierto sentido limitado, el comunismo chino es más igualitario
en oposición al individual, aunque no est á claro cómo puede definirse que la variedad soviética; sin embargo, no porque sea menos totali-
el primero excepto en función del segundo . La filosofía de Mao no tario, sino porqu e 10 es más. Es más iguali tario en tant o los sueldos
hizo ningún uso del concep to de «bien individual» qu e tan impor- y salarios est án menos diferenciados; se han abolido cier tos símbolos
tan te papel juega en la ideología sovietlsta, despreciando también to- de jerarquía, como los galon es de rango militar, y en general el ré-
das las fo rmas de lenguaje hum anista . Ma o condenó exp resamente la gimen es más «populista» que el de la Unión Soviética . En el mante-
idea de «derechos naturales del hombre» (Schram , p . 235 ): la socie- nim iento del control de la población juegan un imp ortante papel 13$
dad se compone de clases hostiles y no puede hab er comunidad de instituciones organ izadas sobre base territorial o de lugar de trabajo,
comprensión entre ellas, ni existen formas culturales indepe ndientes con lo que el papel de la policía profesional es correspondientemente
de las de una clase . Como dice el Libro Rojo (p. 15): «D ebemos de- menor. El sistema de espionaje universal y denuncia mutua parece
fender todo aqueilo a lo que se oponga el enem igo y oponernos a todo obrar sólo mediante los comités locales de diversos tipos y se consi-
lo que defienda el enemigo »; un a fras e que probablemen te no hubiera dera públicamente corno UD deber cívico. Es cierto que , por una
suscrito ningún marxist a europeo . Debe haber un cor te total con el parte , Mao tuv o mucho más apoyo popular que el que tuvieron nunca
pasado, con la cultura t radicion al y con todo lo qu e pueda salvar la los bolcheviques, y por tanto confió más en su propia fuerza que
dist ancia entre las clases. aquéllos: esto no se aprecia tanto en sus repetidas invitaciones a que
El maoísmo, según las reiteradas afirmacione s del líder, es la el pueblo se exprese (línea que Stalin tamb ién siguió en una oca-
«aplicación» del marxismo a las condiciones especificas de China. sión ) como en el riesgo que corrió durante la revolución cultural
Como puede verse a partir del análisis preceden te , se describe mejor incitando a los jóvenes a acaba r con el aparato del Partido. Pero por
como el uso de la técnica de Len in para la toma del poder , en le. que otra parte, parece claro qu e durante todo el caótico período Mao tuvo
los eslóganes marxistas son un mero disfraz de ideas y objetivos en sus manos los instrumentos de poder y coerción que le permitie-
ajenos o cont rarios al marxismo. El «primado de la práctica» es, por ro n lim itar los exceso s de quienes seguían su consejo. En muchas
supuesto , un principio de origen mar xista , pero sería realmente difícil ocasion es Mao predicó el evangelio del «cen tr alismo democrático»
defender en térm inos marxistas la deducción de que es nocivo leer y no está claro que su int erpretación difiera mucho de la de Lenin.
libro s y que los analfabetos son realmente más sabios que las per- El proletariado gobierna el país a través del P artido, las actu aciones
sonas cultas . La sustitución del campesinado por el proletariado como del Partido se basan en la disciplina, la minada obedece a la mayoría,
clase más revolucionari a est á en flagrante discrepa ncia con toda la y todo el pa rtido obedece al Comité Central. Cuando Mao afirma
tradición marxi sta. También lo está la idea de «revolución perma- que el centralismo es «ant e todo una centralización de las ideas co-
nente» en el sen tido de qu e los conflictos de clase tienen que reapare- rrectas» (Schr am, p . 163) no puede haber du da de que es el Partido
cer inces antem en te y que, po r lo tan to , debe n ser resueltos median te el que decide si una idea es o no correcta.
revo lucion es periódicas. La idea d e abo lir la «oposición» ent re el tra- En febrero de 1957 Mao pro nunci6 un discurso «Sob re el co-
bajo físico y mental es marxista, pero el culto del trabajo man ual rrecto tratamiento de las contradicciones en el pueblo», que es otro
como la más noble ocupación humana es una interpretación grotesca de los principales textos en los que se basa su reputación como teó-
de la utopía de Marx. En cuanto a que el campesino sea el supremo rico, En él afirma que debemos distinguir minuciosamente entre las
representante del «hombr e total» no afectado por la división del tra- contradicciones existentes en el pueblo y las existentes entre el pue-
496 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde 10 muerte de Stalin 497
blo y sus enemigos. Estas últimas se resuelven mediante la dictadura sido prácticamente destruidas las clases que representan la antigua
y las primeras mediante el centralismo democrático. En «el pueblo» cultura y que los canales de información han quedado aún más con-
deben prevalecer la libertad y la democracia, «pero esta libertad es trolados que en la Unión Soviética (la «centralización de las ideas
libertad con liderazgo y esta democracia es democracia bajo control correctas », como dijo Mao) , es posible, sin infringir los poderes del
centralizado, no anarquía (... ). Qu ienes piden libertad y democracia Gobierno central, que muchas cuestiones de política local o de pro-
en abstracto consideran la democracia como un fin y no como un me- ducción sean decididas por los comités locales en vez de por el aparato
dio. En ocasiones la democracia nos parece ser un fin, pero de hecho oficial de gobierno .
sólo es un medio . El marxismo nos enseña que la democracia forma El «igualitarismo» es ciertamente uno de los rasgos más impor-
parte de la superestructura y pertenece a la categoría de la política. tantes de la ideología maoista; se basa, como hemos visto, en la ten-
Es decir, que en última instancia sirve a la base económica, Lo mis- dencia a eliminar las diferencias salariales y sobre el principio de que
mo cabe decir con resp ecto a la libertad» (Cuatro ensayos de filo- todos deben realizar una cierta cantidad de trabajo manual (si bien
sofía, pp, 84-6) . La principal conclusión práctica que sacamos de esto los líderes y ideólogos principales parecen estar exentos de este .de-
es que las contradicciones en el pueblo deben ser resueltas median- ber) . SÍn embargo, esto no significa ninguna tendencia a la igualdad
te una hábil combinación de educación y medidas administrativas, en sentido político. En los tiempos modernos, el acceso a la infor-
mientras que el conflicto entre el pueblo y sus enemigos debe ser mación es un sine qua non de la participación real en el gobierno;
resuelto mediante la dictadura, es decir, por la fuerza. Sin embargo, y en este sentido la población china es aún más carente que la de la
como indica Mao en otro lugar, las «contradicciones» no antagónicas Unión Soviética. En China todo es secreto . Prácticamente no se dis-
entre las personas pueden convertirse eventualmente en antagónicas pone de estadísticas; las reuniones del Comité Central y de los órga-
si los defensores de ideas incorrectas se niegan a admitir su error. nos de administración del estado se realizan en completo secreto. La
Esto difícilmente puede interpretarse de otro modo que como un idea de que las «masas» controlan la economía, en un país en el que
aviso a los oponentes de Mao en el Partido de que si reconocen pron- nadie excepto la cúspide de la jerarquía conoce cuáles son los planes
to la verdad serán perdonados, pero si no serán declarados enemigos econ ómicos, es una de las fantasías más extravagantes de los maoístas
de clase y tratados como tales. Por cuanto respecta a las ideas con- occidentales . La información sobre los países extranjeros que el ciu-
ílictivas entre las personas, Mao enumera seis criterios (ibid., pp . 119- dadano puede obtener a partir de las fuentes oficiales es mínima, y
120) para distinguir el bien del mal. Las ideas y acciones son bue- el aislamiento cultural es casi total. Edgar Snow, uno de los obser-
nas si unen a las personas en vez de dividirlas; si son beneficiosas y vadores más entusiastas del comunismo chino, dijo, tras una visita
no nocivas pata la construcción del socialismo; si ayudan a consolidar realizada en 1970, que los únicos libros disponibles al público erao
y no a debilitar la dictadura democrática del pueblo; si ayudan a for- manuales y las obras de Mao; los ciudadanos chinos podían ir al teatro
talecer el centralismo democrático j si consti tu yen o no un apoyo para en grupo (prácticamente no se vendían entradas individuales), y po-
el papel rector del Partido Comunista; y si son beneficiosas para la dían leer periódicos que apenas decían nada sobre el mundo exterior .
unidad socialista internacional y la unidad de los países del mundo Por otra parte, como observó Snow, se ahorraban las narraciones so-
que aman la paz . bre asesinatos, drogas y perversiones sexuales, de las que se alimen-
En todos estos preceptos relativos a la democracia, la libertad, taba Occidente.
el centralismo y el papel rector del Partido no hay nada contrario La vida religiosa ha sido prácticamente destruida; está oficialmente
a la ortodoxia leninista-estalinista. Sin embargo, parece haber una di- prohibida la venta de objetos utilizados en el culto religioso. Los chi-
ferencia en la práctica: no en el sentido imaginado por Jos entusias- nos han abolido numerosos aspectos de la fachada democrática exis-
tas occidentales del maoísmo de qu e en China gobiernan las «mas as», tente en la Unión Soviética, tales como las elecciones generales o
sino en el de que el partido tiene más métodos de manipulación ideo- el cargo de defensor del pueblo independiente de las autoridades
lógica a su alcance que los líderes soviéticos. Esto se debe a la con- policiales : en la práctica, este último administra tanto «justicia» como
tinuada presencia del padre de la revolución, cuya autoridad nunca represión. Se desconoce la medida de la coerción directa; nadie puede
fue cuestionada, y al hecho de que China es una sociedad eminente- conjeturar siquiera el número de internados en los campos de con-
mente rural, confirmando, por así decirlo, que el líder de los campe- centración. (En la Unión Soviética se sabe más de estas cosas , lo
sinos tenía que ser además su señor. En una situación en la que han cual es un efecto de la relativa relajación producida tras la muerte de
498 Principales corrientes del marxismo 13. Desarrollos del marxismo desde la muerte de Stalin 499

Stalin) . Las dificultades con las que se enfrentan los expertos quedan y siguió siendo propiedad de pequeños grupos fraccionarlos. Tampoco
ilustradas por el hecho de que las esti maciones de la población de tuvo ningún éxito notable en Europa Oriental, excepto en el especial
China varían de cuarenta a cincuenta millones de personas. caso de Albania. Por estas razones, China cambió de táctica y, en vez
La influencia ideológica del maoísmo fuera de China deriva prin- de ofrecer el maoísmo como supremo remedio con igual valor para
cipalmente de dos fuentes. En primer lugar, desde la ruptura con Inglaterra, los Estados Unidos, Polonia y el Congo, se aplicó a desen-
la Unión Soviética, los lideres chinos han dividido al mundo no en mascarar el imperialismo ruso y a buscar alianzas, o al menos una
zonas «capitalista» y «socialista», sino en países ricos y pobres j In cierta influencia , sobre la base de interés común de contener la expan-
Unión Soviética es situada en la primera categoría y es además , según sión soviética. Este parece haber sido realmente un curso más pro·
Mao, el escenario de una restauración burguesa . Lin Piao intent ó metedor, aunque es directamente pol ítico y ajeno a la ideología maois-
aplicar a escala internacional el viejo eslogan del Ej ército Rojo chino ta ; en cuanto a la utilización de lenguaje marx ista para la prosecución
acerca del «asedio de las ciudades por el campo». El ejemplo de China de esta política, su función es más decorativa que sustancial.
tiene ciertamente una gran atracción para los países del Tercer Mun - Desde el punto de vista de la historia del mar xismo, la ideología
do . Los logros del comunismo son manifiestos : ha liberado a China maoísra es importante no porque «d esarrollara » nada, sino porque
de la influencia exterior y, si bien con un enorme coste, la ha situado ilustra la ilimitada flexibilidad de cualqu ier doctrina una vez que se
en la senda de la modernización técnica y social. La nacionalización convierte en algo históricamente influyente. Por una parte, el mar-
de toda la vida social ha producido, como en otros países totalitarios, xismo se ha convertido en el instrumento del imperialismo ruso;
la abolición o alivio de algunas de las principales plagas que azotan a por otra, es el cemento o la superestructura ideol ógica de un enorme
la humanidad, sobre todo en los países agrarios atrasados; desempleo, país que lucha por superar su atraso técnico y económico por medios
escasez regional y miseria a gran escala. La cuestión de si el ejemplo diferentes a la actuación normal del mercado (de la cual numerosos
chino puede imitarse con éxito, por ejemplo, en los países del Africa países atrasados no pueden, por otra parte, sacar partido alguno) . El
Negra, está fuera del alcance de esta obra. marxismo se ha convertido en la fuerza motriz de un est ado fuerte
La otra fuente de la influencia ideológica del maoísmo, sobre todo y militarizado, que utiliza la fuerza y la manipulación ideológica para
en los años sesenta, fue la aceptación por parte de algunos intelec- movilizar a sus súbditos en la causa de la modernización. Ciertamen-
tuales y estudiantes occidentales de las fantasías utópicas que cons- te, como hemos visto, había importantes elementos en la tradición
tituían la fachada del comunismo chino. Por esta época el maoísmo china que sirvieron para justificar el establecimiento de gobiernos too
quiso proyectarse como la solución universal de todos Jos problemas talitarios, Pero una cosa está por encima de duda: el comunismo,
humanos. Varias sectas e individuos izquierdistas parecen haber creído según lo entendió Marx, era una idea para sociadedes industriales
seriamente que era un perfecto remedio para los males de la sociedad altamente desarrolladas, y no un método para organizar a los campe-
industrial, y que los Estados Unidos y la Europa Occidental podían sinos con vistas a crear los rudimentos de la industrialización. Pero
y debían ser revolucionados según los principios maoístas, En una ha resultado que esto puede conseguirse por medio de una ideología
época en que había caído el prestigio de la Unión Soviética, los deseos en la que se unen vestigios de marxismo con una utopía rural y las
utópicos se centraron en el exótico Oriente, tanto más fácilmente en tradiciones del despotismo oriental -una mezcla descrita como mar-
razón de la general ignorancia de los asuntos chinos. Para aque llos xismo par excell ence y que funciona con cierta eficacia.
que buscan un mundo perfecto y sublime y una revolución general, La ofuscación de los admiradores occidentales del comunismo chi-
China se convirtió en la Meca de liberación y la última gran esperanza no resulta difícilmente creíble. Los intelectuales que no pueden hallar
de guerra revolucionaria -¿no habían rechazado los chinos la fórmu- palabras lo suficientemente duras para condenar el militarismo de los
la soviética de la «coexistencia pacffica»? Muchos grupos maofstas Estados Unidos se extasian de admiración por una sociedad en la que
se defraudaron amargamente cuando los chinos abandonaron su pro- la formación militar de los niños empieza a los tres años y en la que
selitismo revolucionario y volvieron a formas más «normales» de todos los ciudadanos varones están obligados a cumplir cuatro o cinco
rivalidad política, no confiando ya en que el maoísmo se convirtiera años de servido militar. Los bippies están enamorados de un estado
en una tuerza real en Europa o Norteamérica. De hecho, el maoísmo con une. severa disciplina de trabajo sin festivos y que mantiene un có-
no tuvo ninguna influencia significativa en los partidos comunistas digo puritano de moral sexual, por no decir nada con respecto a I11s
de los países occidentales: no produjo cisma alguno de importancia drogas. Incluso algunos escritores cristianos elogian este sistema, aun-
500 Principales corrientes del marxismo EPILOGO
que la religión haya sido violentamente abolida en China . Tiene es-
casa importancia aquí el hecho de que Mao parece haber creído al
final de su vida. En 1965 dijo dos veces a Edgar Snow que «pronto
iría a ver a Dios» (Snow, op. cit., pp. 89 Y 219-20); dijo lo mismo
en una conferencia de 1966 (Schram, p. 270), Y también en 1959
(ibid., p. 154), cuando se re.6.ri6 humorísticamente a su futuro encuen-
tro con Marx.
La República Popular China es obviamente un factor de enorme
importancia en e! mundo moderno, y no menos desde el punto de vista
de su función contenedora del expansionismo soviético. Esto, sin
embargo , es algo que tiene poco que ver con la historia del marxismo.

El marxismo ha sido la mayor fantasía de nuestro siglo. Fue un


sueño que ofrecía la perspectiva de una sociedad de perfecta unidad,
en la que se habrían de satisfacer todas las aspiraciones humanas y
reconciliar todos los valores. Asumió la teoría hegeliana de las «con-
tradicciones de! progreso» y también la creencia liberal-evolucionista
de que «en última instancia» el curso de [a historia seguía inevitable-
mente lo mejor, y que el creciente dominio del hombre sobre la natu-
raleza estaría equiparado, tras un intervalo, con una libertad cada
vez mayor. Debió gran parte de su éxito a la combinación de las fan-
tasías mesiánicas con una causa social específica y genuina, [a lucha
de la clase trabajadora europea contra la pobreza y la explotación. Esta
combinación se expresó en una doctrina coherente con el absurdo
nombre (derivado de Proudhon) de «socialismo científico» -absurdo
porque el medio pata alcanzar un fin puede ser científico, pero no la
elección del fin en sí. Sin embargo , el nombre reflejó más que el mero
culto de la ciencia que Marx compartió con e! resto de su generación .
Expresó la creencia, discutida más de una vez en el curso de la pre-
sente obra, de que el conocimiento y la práctica humanas, dirigidos
por la voluntad, habían de coincidir últimamente y llegar a ser inse-
parables en una perfecta unidad: con ello la elección de los fines
llegaría a ser idéntica a los medios prácticos y cognitivos para alcan-
zarlos . La consecuencia natural de esta confusión fue la idea de que
los éxitos de un determinado movimiento social eran la prueba de
que ésta era «verdadera» o de que, de hecho, aquel que probara ser
501
502 Pclncipnles corrientes del marxismo Epílogo 503

más fuerte ten ía la «ciencia» de su lado. Esta idea es una parte res- civilización no tienen historia propia porque la «verdadera» historia
ponsable de todo s los rasgos anticientíficos y antüntelectuales del mar- es la historia de la tecnología y de las relaciones de producción, por-
xismo en su versión particular como ideología del comunismo. que la «superestructura» deriva de la «base» , etc.
Decir que el marxismo es una fant asla no quiere decir que no sea Reconoc er, dentro de unos límites, la validez del materialismo
nada más . Hay que distinguir el marxismo como interpretación de histórico no es 10 mismo que reconocer la verdad del marxismo. Esto
la historia pasada del marxismo como ideología política. Ninguna es así porque, entre otras razones, desde el principio una doctrina
persona razonable negada que la doctrina del materialismo histórico fundamental del marxismo fue que sólo puede comprenderse el pro-
haya sido una contribución valiosa a nuestro bagaje intelectual y haya ceso histórico si se interpreta el pasado a la luz del futuro, es decir,
enriquecido nuestra comprensión del pasado. Es cierto que, según se sólo podemos comprender lo que fue si tenemos algún conocimiento
ha dicho , tomada en sentido est ricto la doctrina es un absurdo y de lo que será. El marxismo, se admitirá sin dificultad, no sería el
en su sen tido lato un lugar comú n ; pero si se ha convertido en un marxismo sin su aspiración a ser un «conocimien to científico» del
lugar común es en gran parte gr acias a la originalidad de Marx. Ade- fut uro, y la cuestión es la de en qué medida es posible dicho cono-
más, si el marxismo ha llev ado a una mejor comprensión de la eco- cimiento. La predicción es, por supuesto, no sólo un componente 'de
nomía y la civilización de épocas pasad as, esto está sin duda unido al muchas ciencias, sino un aspecto inseparable de las acciones más tri-
hecho de que Marx enunci ó en ocasiones su teoría en forma extrema, viales , aunque no podamos «conocen> el futuro del mismo modo que
dogmática e inaceptable . Si hubiera expuesto sus ideas con todas las el pasado, pues toda predicción tiene un elemento de incertidumbre.
restricciones y reservas habituales en el pensamiento racional, hubie- El «futuro» es lo que sucederá a continuación o 10 que sucederá
ran tenido menos influencia y podrían haber pasado inadvertidas . dentro de un millón de años; la dificultad de predicción aumenta,
Como sucede con frecuencia con las teorías humanistas, el elemento obviamente, con la distancia y la implicación del sujeto. En las cues-
de absurdo fu e encaz en la transmisión de su contenido racional. Desde tiones sociales las predicciones son, como sabemos, considerablemente
este punto de vista, el papel del marxismo puede compararse con el engañosas, incluso si se refieren al futuro inmediato y a un único
del psicoanálisis o el conductismo en las ciencias sociales . Al expresar facto cuantificable, como en los pronósticos demográficos . En gene-
sus teorías en formas extremas, Freud y Watson consiguieron dar a ral predecimos el futuro extrapolando las tendencias existentes, aun
conocer públicamente problemas reales y abrir valiosos campos de advirtiendo que estas extrapolaciones tienen, siempre y en todo lugar,
investigación; probablemente no lo hubieran conseguido si hubieran un valor extremadamente limitado, y que ninguna curva de desarrollo
temperado sus ideas con escrupulosas reservas y las hubieran privado en ningún campo de investigación se extiende indefinidamente de
de principios bien definidos y fuerza polémica. El enfoque sociológico acuerdo con la misma ecuación. En cuanto a los pronósticos a escala
del estudio de la civilización fue realizado por otros autores ante- global y sin limitación de tiempo, no son más que fantasías, ya sea
riores a Marx, tales como Vico, Herder y Montesquieu, o contempo- buena o mala la perspectiva que ofrezcan. No existe medio racional
ráneos pero independientes de él, como Michelet, Renan y Taíne; pero de predecir «el futuro de la humanidad» en un largo período o de
ninguno de ellos expresó sus ideas en la forma expresa, unilateral predecir la naturaleza de las «formaciones sociales» en el porvenir.
y dogmática de la gue sacó su fuerza el marxismo . La idea de que podemos hacer estas predicciones «científicamente»,
En consecuencia, el legado intelectual de Marx tuvo en parte el y que sin elias no podemos siquiera comprender el futuro, es la razón
mismo destino que el de Freud. Aún existen creyentes ortodoxos, pero por la cual esta teoría es una fantasía, y también la razón por la cual
tienen una importancia secundaria como fuerza cultural, mientras que es poIítícamen te eficaz. La influencia que ha tenido el marxismo,
la contribución del marxismo a las humanidades, y sobre todo a las lejos de ser el resultado o la prueba de su carácter científico, se debe
ciencias históricas, se ha convertido en un tema general subyacente, casi completamente a sus elementos proféticos, fantásticos e irracio-
desconectado ya de algún «sistema» que se proponga explicarlo todo. nales.
En la actualidad no es necesario considerarse o ser considerado mar- El marxismo es la doctrina de la confianza ciega en que un paraíso
xista para estudiar, por ejemplo, la historia de la literatura o de la de satisfacción universal nos está esperando a la vuelta de la esquina.
pintura a la luz de los conflictos sociales de un determinado período; Casi todas las profecías de Marx y sus seguidores han mostrado ser
esto puede hacerse sin necesidad de creer que toda la historia humana falsas, pero esto no altera la certeza espiritual de los fieles, como tam-
es la historia de la lucha de ciases, o que los diferentes aspectos de la poco en el caso de las sectas quiliásticas: se trata de una certeza
504 Principales corrientes del marxismo Epílogo 505

~asada no en premisas empíricas o supuestas «leyes históricas» sino que una vez hubieran sido eliminados los capitalistas, todo el mundo
simplemente en la necesidad psicológica de certeza. En este s~ntido se habría convertido en una especie de agora ateniense: sólo había
el marxis.m,o realiza la función de la religión, y su eficacia es de ca. que prohibir la propiedad privada de las máquinas y la tierra y, como
rácter religioso, Pero es u~a caricatura y una falsa forma de religión, por obra de magia, los seres humanos dejarían de ser egoístas y sus
pues presenta su escatología temporal como un sistema científico, algo intereses coincidirían en perfecta armonía. El marxismo no ofrece
que no pretenden ser las mitologías religiosas. explicación acerca de 105 fundamentos de esta profecía, o las razones
Hemos discutido ya la cuestión de la continuidad entre el mar- por las que hay que pensar que los intereses humanos dejarán de estar
~smo y. s~ encarn?~6n en el comunismo, es decir, la ideología y prác- en conflicto tan pronto como se nacionalicen los medios de pro-
oca Iet;.1mst~-estaltmsta. Sería .absurdo afirmar que el marxismo fue, ducción.
por aSI decirlo; la causa efiCIente del comunismo actual; por otra Además Marx unió sus sueños románticos con la expectativa so-
p.arte, el com~msn:o no es una simple «degeneración» del marxismo, cialista de l~ plena satisfacción de las necesidades en el paraíso terre-
sino una posible mterpretación de éste e incluso bien fundada si nal. Los primeros socialistas parecen haber entendido el eslogan «3
bien par~i,al y primitiva en muchos aspectos. El marxismo fue ~na cada cual según sus necesidades» de forma limitada: según ellos, los
combinación de. valores que resultaron incompatibles por razones em- hombres no tenían que sufrir frío o hambre o pasar penalidad alguna.
píricas y no lógIcas, con 10 que ~mos sólo pudieron realizarse a expen- Sin embargo, Marx, y muchos otros marxistas detrás de él, im?gi-
sas de otr?s. Pero fue el propio Marx quien dijo que toda la idea naron que bajo el socialismo toda escasez tendría su fin. Era posible
del comurusmn podía resumirse en una única fórmula -la abolición entretener esta esperanza en la forma superingenua de que satisfarían
de la propiedad privada; que el Estado del fututo debería asumir todas las necesidades, como si todo ser humano tuviese un anillo m á-
l~ .~irección ~entr~1iz~da de los medios de producción, y que la abo- gico o una lámpara de los deseos. Pero como esto apenas podía tomar-
Iicíón del capital significa la abolición del trabajo asalariado. No había se en serio, los marxistas que consideraron la cuestión decidieron, con
nada tlagrant~mente iló!5ico ,en Aducir de esto que la expropiación bastante apoyo en las obras de Marx, que el comunismo garantizaría la
de la burguesía Y,la nacIOnalIzaClon de la agricultura y de la industria satisfacción de las necesidades «verdaderas» o «genuinas» consonantes
habría de producir la emancipación general de la humanidad. Even- con la naturaleza humana , pero no caprichos o deseos de todo tipo,
t~~ente re~ultó CJu~, habiendo nacionalizado los medios de produc- Esto, sin embargo, suscitó un problema que nadie aclaró satisfacto-
cron , fue posible erIgir sobre esta base un monstruoso edil1cio de men- riamente: ¿quién ha de decidir qué necesidades son «genuinas» y
tiras, explotación y opresión . Esto no fue en sí una consecuencia del mediante qué criterios? Sí todo hombre ha de juzgar esto por sí mis-
marxismo; más bien el comunismo fue una versión bastarda del ideal mo, entonces todas las necesidades son igualmente genuinas siempre
socialista, que ~ebe su orige~ a numerosas circunstancias y azares, que sean sentidas real y subjetivamente, y no hay base alguna ~ara
de los cuales.1a Ideología marxiana es sólo uno. Pero no puede decirse establecer distinciones. Por otra parte, si es el estado el que decide,
que el marxismo resulte «falseado» en algún sentido esencial. Los entonces la mayor emancipación de la historia consiste en un sistema
argumentos aducidos en la actualidad para mostrar que «esto no fue de racionamiento universal.
~o qu~ pretendi6 Marx» son intelectual y práctícamente estériles. Las En la actualidad resulta obvio a todos, con excepción de un
I~tenclones de Marx no son el factor decisorio de una valoración puñado de adolescentes de la nueva izquierda, que el socialismo no
histórica del :narxismo, y existen argumentos más importantes en de- puede literalmente «satisfacer todas las necesidades», sino sólo aspi-
fensa d: la libertad y los valores democrátícos que el hecho de que rar a una justa distribución de recursos insuficientes -lo que nos en-
Marx, SI se mira atentamente, no fue tan hostil a estos valores como frenta a la tarea de definir lo «justo» y de decir por medio de qué
pudiera parecer a primera vista. , mecanismos sociales ha de realizarse en cada caso. La idea de una
. Marx adopt? el ideal romántico de unidad social, y el comu- perfecta igualdad, es decir, de un reparto igual de todos los bienes
rusmo lo realizó en la única forma factible en una sociedad indus- para todos, no es sólo económicamente irrealizable, sino contradi.c-
trial, a saber, en un sistema de gobierno despótico. El origen de este toria en sí misma: la perfecta igualdad sólo puede imaginarse bajo
sU:fio puede h~llarse en la imagen de la ciudad·Estado griega popu- un sistema de extremo despotismo, pero el despotismo presupone la
larizada por Wrnckelmann y otros en el siglo xvrrr y posteriormente igualdad al menos en ventajas tan básicas como la participación en
adoptada por los fil6sofos alemanes. Marx parece haber imaginado el poder y el acceso a la información. (Por la misma razón los actúa-
506 Principales corrientes del marxismo Epilogo 507

les gaucbistes están en una posición insostenible cuando piden más gulador, sólo pueden corregir sus errores una vez que han llevado al
igualdad y menos gobierno: en la vida real, más igualdad significa desastre.
más gobierno, y la igualdad absoluta significa gobierno absoluto.) El marxismo se ha congelado e inmovilizado durante décadas corno
Si el socialismo ha de ser algo más que una prisión totalitaria, la superestructura ideológica de un movimiento político totalitario,
s610 puede ser un sistema de compromisos entre valores diferentes y en consecuencia ha perdido el contacto con los desarrollos intelec-
que se limitan mutuamente. La planificación económica universal, in- tuales y las realid ades sociales . La esperanza de que podía revivir de
cluso si fuera posible alcanzarla -y existe un general acuerdo de nuevo y ser fructífero resultó ser una ilusión. Como «sistema» expli-
que no es posible-s-, es incompatible con la autonomía de los peque- cativo está muerto, y no ofrece ningún «m étodo» que pueda ser uti-
ños productores y las unidades regionales, y esta autonomía es un lizado eficazmente para interpretar la vida moderna, para prever el
valor tradicional del socialismo, si bien no del socialismo marxista. futuro o cultivar proyectos utópicos. La literatura marxista actual,
El progreso técnico no puede con la seguridad absoluta de las con- aunque abundante en número, tiene un deprimente aspecto de esteri-
diciones de vida para todos. Inevitablemente surgen conflictos entre lidad y desamparo, siempre y cuando no sea puramente histórica.
libertad e igualdad, la planificación y la autonomía de los pequeños La eficacia del marxismo como instrumento de movilización polí-
grupos, la democracia económica y la dirección eficiente, y estos con- tica es ya otra cuestión . Como hemos visto, su terminología se uti-
flictos sólo pueden mitigarse mediante el compromiso y las soluciones liza en apoyo de los más variados intereses políticos. En los países
parciales. comunistas de la Europa Oriental, donde el marxismo es la legitima-
En los paises industriales desarrollados, todas las instituciones ción oficial de los regímenes existentes, ha perdido virtualmente toda
sociales que tienen por finalidad allanar las desigualdades y garantizar convicción, mientras que en China ha dejado de ser reconocible.
un mínimo de seguridad (impuesto progresivo, servicios sanitarios, Siempre que el comunismo está en el poder, la clase dominante 10
alivio del desempleo, control de precios, etc .) se han creado y am- transforma en una ideología cuyas fuentes reales son el nacionalismo,
pliado al coste de una enorme extensión de la burocracia estatal, y el racismo o el imperialismo. El comunismo ha hecho mucho por re-
nadie pude sugerir la forma de evitar el pago de este precio. forzar las ideologías nacionalistas utilizándolas pata tomar el poder
Cuestiones como éstas poco tienen que ver con el marxismo, y la o mantenerse en él, y de esta forma ha creado a sus propios enterra-
doctrina de Marx apenas proporciona ayuda alguna para solventar- dores. El nacionalismo vive s610 como una ideología del odio, la
las . La apocalíptica creencia en el linol de la historia, en la inevita- envidia y el ansia de poder; como tal es un elemento disfuncional
bílidad del socialismo, y en la secuencia natural de las «formaciones en el mundo comunista, cuya coherencia se basa en la fuerza. Si todo
sociales», la exaltación de la violencia, la fe en la eficacia automática el mundo fuera comunista tendría que ser dominado por un único
de la nacionalización de la industria, las fantasías relativas a una imperialismo, o bien habría una interminable serie de guerras entre
sociedad sin conflicto y de una economía sin dinero: todo esto no los gobernantes «marxistas» de los diferentes países.
tiene n ad a que ver con la idea de socialismo democrático. La finalidad Somos testigos y partícipes de procesos morales e intelectuales
de este último consiste en crear instituciones que reduzcan gradual- enormes y complejos, cuyos efectos combinados no pueden ser pre-
mente la subordinación de la producción al beneficio, la abolición de vistos. Por una parte, han caído muchos supuestos optimistas del si-
la pobreza, la disminución de la desigualdad, la supresión de las ba- glo XIX, y en muchos sentidos de la cultura se registra un sentimiento
rreras sociales a las oportunidades educativas, y que minimicen la de derrota. Por otra parte, gracias a la nunca igualada velocidad y
amenaza a las libertades democráticas que supone la burocracia estatal difusión de la información, las aspiraciones humanas en el mundo
y la seducción del totalitarismo . Todos estos esfuerzos e intentos están creciendo más rápidamente que los medios para satisfacerlas;
estarán destinaclos al fracaso a menos que estén firmemente arraigados esto determina una frustraci ón cada vez mayor y una mayor agresí-
en el valor de la libertad -lo que los marxistas estigmatizan como vidad . Los comunistas han mostrado mucha habilidad en la explota-
libertad «negativa» , es decir, el área de decisión gue la sociedad per- ción de este estado de cosas y la canalización de estos sentimientos
mite al individuo. Esto no es sólo porque la libertad es un valor in- agresivos en diversas direcciones según las circunstancias, utilizando
trínseco que 1)0 requiere justificación más allá de sí misma, sino tam- fragmentos de lenguaje marxista para cumplir sus objetivos. Las es-
bién porque sin ella las sociedades son incapaces de reformarse a sí peranzas mesiánicas son la contrapartida de ese sentimiento de deses-
mismas: los sistemas despóticos, al carecer de este mecanismo autorre- peración e impotencia que domina a la humanidad a la vista de sus
.508 Principales corrientes del marxismo BIBLIOGRAFIA SELECCIONADA
propios fracasos. La creencia optimista en una respuesta acabada e
inmediata a todos los problemas y desgracias, y en que sólo la malevo-
lencia de los enemigos (definidos a voluntad) se opone a su inmediata
aplicación, es un ingrediente frecuente de los sistemas ideológicos que
pasan con el nombre de marxistas -10 que equivale a decir que el
marxismo cambia de contenido de una situación a otra y está cruzado
con otras tradiciones ideológicas . En la actualidad, el marx ismo, ni
interpreta el mundo ni 10 cambia : no es más que un repertorio de
eslóganes que tienen por finalidad organizar diversos intereses, la
mayoría de los cuales son completamente remotos de aquellos con
los cuales el marxismo se identificó originariamente. Un siglo des-
pués de la caída de la II Internacional, la perspectiva de una nueva
Internacional capaz de defender los intereses de la humanidad opri-
mida de todo el mundo es menos probable que nunca.
La autodeificación de la humanidad, a la que el marxismo dio
plena expresión filosófica, ha terminado de la misma forma que to-
dos los intentos de este tipo, ya sean individuales O colectivos: se ha
revelado a sí misma como el aspecto tragicómico de las limitaciones
humanas.
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INDICE ONOMASTICO Indice onomástico 519

Bacon, R ., 430 CaudwcU , c., 121 s,


Baczko, B., 175, 446 Ciencia natural e ideología marxista en
Bakunin, M. A., 165, 473 la Unión Soviética, 109 S. , 120 s.,
Balibar, E., 464 136-45
Balzac, H . de, 285 s. la Esc uela de Frankfurt sobre, 375 s.
Banfi, A., 183 Cieszkowski, A., 267, 307
Barbu sse, H., 97 Cirano de Bergerac, 430
Barcos, M. de, 322, 327 Clases y lucha de clases
Bart6k , B., 254 Stalin sobre las clases en el socia-
Bauer, O ., 26, 120, 262 lismo, 49
Beuman, Z., 446 la cuestión de una nu eva clase en el
Beckett, S., 286 ss. socialismo, 165·69
Bek, A. A., 127 ideas de Trotski sobr e, 192 ss., 214
BeU, D., :no conciencia de clase en la teoría d e
Benjamin, W ., 334 s., 338 s. Lukács, 274-77
Berdyaye v, N ., 57, 163, 199 tesis de Goldrnan sobre el canícter
Bergson, H ., 121, 149 S., 158, 280, clasista de la cultu ra, 318 s.
335, 353, 355 s. 415 Clausewits, K, van, 305
Beria, L. P., 153, 434 Cohen, S., 54
Bemstein , E., 425, 440, 473 Coletti, L., 474
Bielinska, M ., 446 Cominíorm, 171 ss,
Blenkowski, W,' 451 Comintern, 112-19
Bloch, E., 177, 251, 283, 353, 355,
Comte, A" 386
cap . 12 passim, 452
Abraham, K., 370 Confucio, 492
Arte y literatura Blokhintsev, D, 1, 139
Abramowski, B., 166 función y situación en la Unión So- Blum, L., 118 Congdon, L., 253
Acumulaci6n en un estado socialista viética, 57-S, 62-3 Bochenskí , 1., 474 Cornelius, H., 333
el debate soviético sobre la, 42·52 tesis de Bu jari o sobr e, 70 Bogdanov, A. A., 77 Cornforth, M " 182
posterior idea de Trorski sobre, posterior degradscién del, lOO Bohm~ J., 406, 424 Cornu, A., 179, 474
202s. teoría del arte de Caudwell, 121 s, Bohrn-Bawerk, E. van, 38 Croce, B., 220, 228, 239 s., 280
en la China maoista, 481 ss. instrucciones de Zhdanov sobre, Bahr, N ., 138 Cuestión colonial en Sultan-Galiyev,
Adle r, A., 415 128 ss, BoUnow, O . F., 357 31 s.
Adler, M., 120 últimas ideas de Trorski sobre, 198 Bordiga, A., 221, 223 s. Cunow, B., 71
Adorno, T ., 259, 278, cap, 10, pas- teoría estética de Lukács, 281-90 Borkenau, P., 334 Cuvílller, A., 120
sim tesis de Goldmann, 325 Brandler, R, 1 16 Czarnowski, S" 174
Agol, I. 1, so crítica en la Escuela de Frankfurt, Bruno, G ., 423 s.
Agrario, problema, en la Unión Sovié- 366 s, Brus, W ., 447, 450
tica, 42-52 tesis de Mao sobre, 479 Brzozowski , S., 228 Champaigne, P. de, 320
Agu st ín , San, 132 Askoldov, S., 57 Bubnov, A. S., 61 Chátelet, F., 463
Asmu s, V. F ., 80, 133 s, Bujnrin, N ., 20, 22, 26, 29, 35, 37-55, Chejov, A., 100
Ajdukiewicz, K., 175 Ch'en Po -ta, 489
Autogobierne de los trabajadores en d 60, 62, 67·73, 84, 89,91, 105 S., 108,
Akhmatova, A. A., 57, 128 224 s., 227, 256, 272, 435 Ch en Tu-hsíu, 117, 477
socialismo
Akselrod, L. A., 74, 81 en el período postesralinisra, 463, Buber, M., 357 Chernyshevsky, N. G., 82-3, 133
Aleksandrov, G. F., 126, UDs 473 s. Bulgakov, S., 199 Chesnokov, D., 134
Alejandro 1, 146 . en Yugoslavia, 456 ss. Budha, 492 Ch iang Kai-shek, 20, 22, 117, 477,
Alejandro II, 127 idea de Gramsci sobre , 221 SS., Burckhardt, J. c., 491
Alejandro de Afroclisia, 423 243 ss. Buroham, J., 168, 195, 214 s, Churchill, W., 126
Alejandro Nevsky, 125, 152 Avicebron, 423
Althusser, L., 464-68 Avicena, 410, 423
Amalri k, A., 164 Avineri, S., 474 Calvez, J., 474 Darwin, c., 142
Ambartsumian, V. A., 141 Axelos, K., 4{)3 Carnus, A ., 446 David de Dinant, 423
Aragon , L" 178 Carducci, G., 240 Deborin, A. M.¡ 76-85,256, 272 s.
Aristótelesl 62, 132 s., 393, 417 Babel, 1., 57 Carocci, A., 293 Debray, R" 470
Arnauld, A., 322 Bacon, F., 76, 107 Castoriadis, C., 462 Dej., G., 172
518
520 Principales corrientes del marxismo Indiee onomástico 521

Democracia Estalinismo, significación y principales Graziadeí, A., 256 Ilustración, crítica de la 1. por la Es-
tesis de Stalin sobre, 47 caracterlsticas, 15-23, 148-55, 160-9 Grlic, D., 459 cuela de Frankfurt, .360.67, 373 ss.
opinión de Trorski sobre, 196 SS., Estructuralismo Grocio, H., 425 Imperialismo, análisis del i. en Bujarin,
200, 207 tesis de Goldmann sobre, 316-20 Grossrnan, H ., 334 38 s.
Gramsci sobre 10 democracia del opinión de Althusser sobre, 464-67 Grossman, V., 51 Ingarden, R., 430
partido, 242 ss. Exisrenclalismo, Sartre y marxismo, Grünberg, C" 333 Intelectuales
Descartes, R., 179, 321 180 s., 460 ss, tesis de Gramsci sobre su función
Determinismo, su crítica en Grernsci, su crítica en Lukács. 280 social, 2378.
229 ss, su crítica en Adorno, 351 s., 356-60 Habermas,]., 373·79 opinión de MRO sobre los, 491 ss.
Deutscher, r., 36, 52, 93, 201, 204, Haídane, J. B. S., 121 Irracionalismo, crítica del i, en Lukács,
216, 259 Harich, W., 452 278 ss .
Dewey, J., 190 Fadeyev, A., 57 Hauptmann, G. , 251 Ivan IV (el Terrible), 152
Dialéctica Panon, F., 470 Hauser, A., 254
en la exposición de Bujarin, 70 Farrington, B" 182 Havemann, R., 453
debate entre dialécticos y rnecanicis- Fedoseyev, P., 134 Hegel, G. W. F., 75 S., 79 S., 107, jansen, C. 322
tas en la Unión Soviética, 73-85 Fetscher. 1., 380, 474 126, 131, L77, 178 ss., 220, 229, 253, Jaspers, 1<., 357, 4.30
exposición de Stalin, 105 Feuerbach, L., 78, 82, 133, 344, 368, 260, 264, 266 SS., 278, 280, 298, ]eans, ]. H ., 137
teoría de Lukács sobre, 264 ss. 4~ - 303,312, 315, 331, 344, 347 s., 351, Jesús, 492
crítica de la dialéctica de la natura- Feuchtwanger, L., 97, 286 355 ss., 371) 382 ss., 400, 406 , 414, ]oliot-Curie, F. e 1, 120,178
leza en Lukács, 268 ss. Fíchte, J. G., 261, 298-99, 374 419,453,400,465,474 jordnn, J., 474
tesis de Korsch sobre, 307 Fiod, G., 225 Hegemonía, teoría de la h . en Grams- ]ruschov, N. S., 15, 83, 143, 173,
Goldmann sobre la d. , 3178. Fischer, R., 116 ci, 238 ss. 258, 434-37, 488
crítica de la d . en la Escuela de Pock, V. A., 1388. Heidegger, M., 278, 351 S., 357-60, ]ung, G ., 415
Fraokfurt, 3.37 ss, Fogarasl, B., 177 383, 406, 428, 460 ]oyce, J., 286 s., 346
la d. negativa de Adorno, 346-47 Fougeyrollas, P., 463 Hciaenberg, W., 1.37 s.
Moa sobre la d., 478 S. Fourier, e, 429 Heráclito, 156
Diderot, D., 179 Franco, A., 286 Herger, ]. G., 502 Kafka , P., 286,288,299,464
Dilthey, W., 253, 271, 278, 335, 378 Frank, S. L., 57 Herrsen, A., 1.33 Kaganovich, L., 48
Djilas, M., 165, 167,460 Franklin, B., 492 Hess, M., 256, 267, 307 Klllínin, M. l., 48
Dobb, M., 121 Preud, S., 57,331,368 S., 378, 388-92, HUbert, D., 134 Kamenka, E ., 474
Dobrolyubov, N. A., 133 415,502 Hilferding, R., 38 s., 120, 262, 306 Kangrga, M., 459
Dostoievski, F., 253 Fr iedmana, G., 120 Historia de la filosofía, concepción de Kant, 1., 76, 231, 240, 265, 321, 323,
Dubcek, A., 452, 484 Frohschammer, J., 158 Zhdánov sobre, 131 a, 331, 3D , 347,384
Duvígnaud, J., 463 Fromm, E., 335, 33940, 367-73 Históricas, ciencias, en la Uni6n So- Kantorowicz, A., 452
Dvorak, A., 177 viética, 60 s., 100-05, 153 Karev, N . A., 80·3
D zbugashvili, V., 23; ver también Historicismo en ]0 filosofía de Grams- Kautsky, K., 39, 120, 166, 246, JOO,
Stalin Gabel, J., 463 ci, 226·29
Galicia, L., 200 Hitler, A., 19, 22, 30, 111, 118 s., 302, 306 , 309 ss.
Galileo Galilei, 137 s. 124 s., 186, 188, 190, 206 s., 2098., Kedrov, V. M., 132
Eastman, M., 189 Gamarnik, J., 435 257, 279 S., 301 S. Khacharuriao, A., UO
Eckhart (Meísrer), 406 Garaudy, R., 178, 464 Hobbes, T ., 76, 461 Kalecki , M., 447
Eddington, A. S., 137 Gene.tl J., 326 Holbllch, P. H ., 107, 374 Kamenev , L. B., 20, 268., 29, 32 s.,
Eil stein, Helena, 175 GentÍle, G., 388 Hook, S., 189 35, 37, 41, 45, 53, 89, 116 S., 435
Einstein, A"J. 137 s. George, S., 251 Horkheímer, M. , cap. 10 passim Karnrnati, M., U4
Eisenstein, s., 57, 152 Gicle, A., 97 Horney, K., 367 Khaskhachikh, P., 134
Eluard, P ., 178 Glinka, M. 1., 129 Hume, D., 364 Kierkegaard, S., 253, 278, 333, 337,
Empirismo, su critica en Lukács, Goethe, ]. W. van, 62, 278,299,371 Husserl, B., 74, 333, 349, 353, 375, 357,460
260 ss. Gogol, N., 100 430 Kirov, S., 89
. Engels, P ., 67, 69, 75 s., 78 ss., 82, Goldmann, L., 252, 259, cap. 9 pas- Hyppolíte, J., 179 S. Kod ály, Z., 254
105 s., 108, 111, 123, 132 s., 153, slm Koestler, A., 446
155, 159, 228, 234 s., 268, 273, Gombrowicz, W ., 325 , 346 Kojeve, A., 179
310 s., 380, 453, 466 Gorky, M., 57, 285, 287, 492 Ibsen, H ., 251 Kcllontay, A:1. 31, 63
Erasmo, D., 239 Gramsci, A., 71, 183, cap. 6 paso Ideología, su papel en el estado socia- Kondratiev, N . D., 87
Erlgena, ]ohaunes Scours, 424 sim, 307, 446, 459, 466 lista, 98 S., 111 s. Konstantinov, F. V., 134
522 Principales corrientes' del marxismo I ndíce onomástico 523

Korac V., 459 Lipps, T., 407 Maslow , A., 116 Od iseo, 362
Korsch, K., 61, 109, 120, 160, 256, Lisenko, T . D., 109 s., 141 58. Materialismo, critica de G ramsci del, Olesha, Y., 57
Clip . 8 passim, 332, )3 4, 346, 473 s. Líu Shao-ch'í, . 486, 490 234-36 Omelyanovs ki, M. E ., 134, 137
Kosik, K., 451 Locke, J., 76,387, 425, 461 Materialismo dialéctico Orwell , G., 122, 446
Kotarbin ski, T ., 175 Lógica en la Unión Soviética, 133 8. teor ía de Bujarin sobre, 67 ss Ossowska, M., 175
Kowalik, T ., 447 Loria, A., 231 la vers ión soviética y 8U crítica , Ossowski, S., 175
Krajewskí, S., 175 Lowenthal, L., 334 8. 105 SS., 155·60 Os trovitynnov, K . V., 136
Kretínsky, N. N., 89 Lucrecio, 133 inte rpret ación de Bloch del, 422 ss, Ostrov ski, A. N., 100
Kronskl, T., 175 Lukács, G., 51, 61, 71, 79 S., 109, M aate rialismo his tórico
Krupsk aya, N., 35, 289 120, 160,177,233,235,246, cap . 7 exposición de Bujarin del, 67 ss,
Krzywicki , L., 120, 174 passim, 300-01, 307, 309, 315 S. , Stalin sobre el, 106 s. Pannekoek, A., 195, 309. 473
Kuchcrzewski, J., 163 318 S ., 324 SS. , 329,332, 343-46, 355, inter preta ción de Althu sser del, Paracelso, 424
Külpe, O ., 407 357, 375, 378, 384-88. 409, 415, 464 ss, Pareto, V., 67
Kun, B., 91, 135, 254, 256 430 S., 465 Mayakovsky, V., 57 Parvus (Helphand, A.), 26, 101
Kun fi, Z., 254 Lunecharski, A., 27, 58, 60 Mayer, H. , 452 Pascal, B., 179, 316,32 1-24, 329
K uron , J., 449 Luppol , 1. K., 80 S ., 83, 256 Mediación, en la filosofía de Lukács, Pashu kanis, Y., 61 S. , 307
Kutuzov, M. r, 125 Luxemburgo, R., 101, 219, 262, 274, 262 s, Pasternak, B., 57
382, 474 - Medvedyev, R., 25, 51, 80 Pa ulin g, L., 140
Meh ring, F., 288 Pnvlov, 1. P ., 144
Labriola, A., 183, 228 Mendel , G. J., 109 Pavlov, T ., 177
Lange, O., 447 Mach, E., 77, 137, 273,310,378 Merleau-Pcnty, M" 181, 446 P'eng Te-huai, 485 s.
Langevin, P., 120 Machajski, W., 165 Meyerhold, V. B., 57 Pedro 1 (el Grande ), 152
Lask, E., 251 Macdonald, D., 200 Michelet, J., 502 Peirce, C. S., 378
Laski, H. , 121 McLellan, D., 474 Minio, O., 74 Pesic-Golubovíc, Z., 459
Lassalie, F., 256, 267 Makarenko, A., 287 Mitin , M. B., 81 s. Petrovic, G., 459
Lefebvre, H., 178 S., 4638 . Mandel, E., 474 Modze1ewski, K., 449
Lefor t, e, 462 Pi aget , J., 315 S" 319 s.
Maksirnov, A. A., 109, 134, 137 Moliere, J. B., 324 P ícasso, P. , 178
Legal, teoría, en la Unión Soviética, Malenkov, G ., 439 Molotov, V., 48
61 8., 65 s. Pilnyak, B., 57
Malinowski, B., 403 Montesquieu, C. de, 502
Leger, F., 178 Montherlant, H . de, 286 s. Pío X, 239
Leibniz, G . W. von, 156 S., 419, 461 Maliet, S., 326, 474 Pipes, R., 163
Mano, H., 255 Morgan, T . H., 109
Lenin, V. 1., cap. 1 passim, 60, 62, Morin, E. , 463 Plamenatz, J., 474
65, 67 S., 71, 77-84, 90 S ., 100 SS ., Mann, T., 255,286,288, 298 P latón, 69, 107, 387, 393
Muggeridge, M., 97
108, 113 ss., 123, 129, 131 ss., 136· Mannheim, K , 254 Plejanov, G. V., 67, 69, 72, 75 SS.,
Muller , H. J., 121
140,1525. ,155-59,179,189, 191 s., Manuilski, D., 116 Münzer, T., 408 8058., 84, 106, 108, 133, 139, 158
196, 199, 204 SS., 210, 218, 222 SS., Mao Tse-tung, 151, 466, 475-500 Muradelí, V., 129 Plotino, 424 .
230, 234 S. , 240 S ., 245.48, 250, Mareel, G., 346, 431 Musll, R., 286, 288, 346 Pokrovski, M. N., 60
255 ss. 262, 269, 272-77, 280, 298, Marcuse, H. , 334 S., 337, 364, 376, Musset, A. de, 179 Polanyi, M., 254
302, 309, 312 S" 422, 443, 445 S., cap. 11 passim, 431, 474 Mussolini, B., 209, 223 Politzer, G ., 120
453, 455, 466, 474, 476, 478 ss, Markov, M. A., 132, 138 s. Mussorgsky, M. P., 129 Pollock, F., 333 340
Leonardo da Vinci, 430 Markovic, M., 459 Pomian, K., 446
Leonov, L., 57 Marlowe, C., 122 Pop e, A., 122
Leo nov, M. A., 134 s. Marr, N. Y., 18, 145 SS. , 339 Naan , G. t ., 137 Popov , N. N., 61
Lepeshínskaya, O. , 153 Marx., K , 18 s., 62, 67, 80, 106, 108, Nacional, problema Positivismo
Levi, P ., 116 111, 123, 155, 159 S., 165, 167, tesis de Stalin sobre, 27 su critic a por la Es cuela de Pr ank-
L évi-Strauss, C., 319, 464 178 SS. , 215, 200 s., 226, 233, 236, nacionalism o soviético, 111 fur t, 335 SS ., 341 SS., 364 s.
Lewis, J., 182 244 S ., 260 S., 264-69, 271, 273, 275, Trotski acerca del, 201 s. crítica de Marcuse, 383·86
Lichtheírn, G ., 259, 474 290 S ., 300 S., 302 S., 308, 310, 315 S ., Nagy, r., 258 Postysher, P., 90, 435
Liebknecht, K., 210, 382 3188., 325, 327, 3295 ., 332, 337, Nekrasov, V. P ., 127 Pozner, V. M., 152
Li Li-san, 480 343, 354 S" 363, 367 S., 370-74, Nevsky, V. l. , 61 Praxis como una categoría epistemo-
Lin Piao, 488 S., 498 377 S., 380, 382 S. , 385 s., 388, 392, Nícole, P ., 322 lógica
Lingüística. ideas de Stalin sobre, 406, 408, 414·19, 431 S., 447 6., Niet zsche) F ., 278, 331 S., 335, 349, en Gramsci, 226·31
145 s. 459 SS., 463 6S., 467 S., 471 S., 475 5., 355, 3ó3 en Lu kács, 265·67
Lipinski, E., 447, 450 479 8., 484, 491 SS. , 494 5., 501~6 Novgorodts ev, P. L, 57 opinión de Kor sch sobr e, 302 ss.
524 Principales corrientes del marxismo Indice onomástico 525

los mnrxistas yugoslavos sobre, 86-7 Roy, N' t 115t :173 Stetlov, 1. M., 95 Tucker, R., 474
Goldmann sobre , 319 s. Rozental, M. M., 134 Stirner, M. , 357 Tugan .Baranovaky, M. t., 46. 71
Pre nant , M., 120 Rubel, M., 474 Stojanovic, S., 459 Tukhachevsky, M. N., 89
Preobrazhenski, Y., 40·6, 49, 51, 86, Rubín, J., 391 Stravinski, L, 366 Tyrnvansky, G. S., SO, 83
187 Rudas, 1., 256 Strindberg, A., 251
Prezenr, I. L, 11 O Rudzutak, J.. 435 Struve, P . B., 199
Proudhon, P ., 473, 501 Ryazanov, D., 60 Sullivan, H ., 367 U13m, A., 25
Proust, M., 288, 464 Rykov, A., 20, 35, 47, 49,89 Sultan-Galiyev, M. S.) 31 S., 47.3 Urbahns, H., 214
P sicoanálisis Sun Yat -sen , 476, 492 Utopía, en la filosofía de Bloch, 408 s.,
la Escuela de Frankfurt sobre , Supek, R., 459 412-20
339 S., 368 SS., 378 Sacie, Marqués de, 360 , 362 Suvorov , A. V., 125
la interpretación del -por Marcu- Saltykov-Shchedrin, M. B., 100 Sverdlov, Y. M., 27
se, 388-92 Sarraute, Natbalie, 326 Szabo , E., 251 Valcntinov, N. V., 77
P udovkin, V., 57 Sartre) J..P., 180 S. , 460 ss. Szamuely, T., 163 Varga,]., 135 s.
Pyatakov, G., 45, 89 Schart, A., 174 s. Szigeti, J., 258 Vavilov, N . l., 110
Schelling, F. W. von, 278, 386 s. Verdlld
Schmídt, A., 335, 342, 380 en el «diamnt», 158 8.
Rabelais, F., 179 Schmidt, O. Y., 141 Taine, 1-1., 502 concepto de -de Gramsci, 226 ss,
Racine, J., 316, 320, 322 Scholem, G' l 338, 341 Tadie, L.¡ 459 Lukács sobre, 270 ss., 275 s.
Radek, K., 53,89, 187 Schonberg, 11.., 366 Tarski, A. 134 Korsch sobre, 305 s,
Radisbchev, A. N., 1.33 Schram, S., 483, 490, 493, 495, 500 Tasca, A., 220 s., 225 Horkheimer sobre , 344 S,
Rakovsky, C., 89, 187 Schrddínger, A., 137 Tchaikovsky, P . L., 129 tesis de Marcuse sobre, 392 ss,
Raltsevich, V. N., 81 Sedov, L., 185, 191 Teílhard de Chardin, P., 158 Vereshchsgin, V., no
Realismo crítico y socialista en litera- Serge, V., 189, 195, 210 Teng Hsiao-ping, 482 Vesvolv, A., 57
tura, la tesis de Lukács sobre, 285· Shschtman, M ., 189, 196, 214 Teoría critica , principales cuestiones Vico, G., 502
290 Shakespeare, W ., 122 formuladas por Horkheirner, 341-46 Violencia, en la filosofía de Marcuse,
Reed, J., 15.3 Shaw, G. B., 286 Teoría económica en la Unión Soviéti- 396 s.
Rehrnke, J., 177 Sholojov, M., 57, 287 ca, 135 s., 147 s. Vishinski, A., 93
Reich, W., 474 Shostakovich, D., 130 «Termidor», teoría de Trotskí sobre, Volpe, G . della, 183
Reificación Shulgin, V" 58 192 s. Voltnire, F. M. Arouet de, 107
Lukács sobre, 269-72 Sik, O ., 451 Terracini , U., 220 s, Voznesensky, N., 147
en la Escuela d e Franldurt, 351·56 Simmel, G ., 251 Thomas, N., 210
Religión e Iglesia en la Unión Sovié- Skvortsov-Stepanov, l. 1., 74 Thomasius, C., 410, 425
tica, 64 9., 214 Slánsky, R., 172 Vranícki , P ., 459
Timiryazev, A. K., 74, 81
origen de lo r, en la teoría ' de Bu- Snow, E., 488, 497 ,500 Wagner, A., 467
Tito, ]. B., 171
jarin, 70 «Socialfascismo», 116 ss, Wallon, H., 120
Tocqueville, A. de, 363
filosofía de la r. de Bloch, 420 ss, critica de Trotski del, 204 s. Wat, A., 95
Togliatti, P., 182, 21955., 225
Renan, E., .363, 502 Socialismo en un país, controversia se> Watson, J. B., 57, 502
Renner, K., 26 Tolerancia, ideas de Marcuse sobre,
bre, 34-7, 191 se. Weber, M. , 67 , 251. 329
Repin, 1., 130 Sokolnikov, G ., 89 397 ss.
Webb, S. y B., 97
Révai, J., 177, 258 Solzhenitsyn, A. L, 66, 259, 289 s. Tolstoi, A., 287
Weil, F., 333
Revisionismo en el comunismo del este Sorel , G., 165, 220, 222, 245 , 251, Tolstoi, ~ 'J lOO, 285 e.
Tomski, M . P., 20 Wells, H. G., 415
de Europa, 440-56 338, 409 . Wetter, G. , 163, 474
Revolución permanente, teoría de Trot- Souvarine, B., 189, 195 , 210 Totalidad
en la filosofía de Lukács, 252 ss. Witt(ogel, K., 333 ss.
ski sobre la, 185 Spinoza, B., 76, 107, 156, 158
Ricke rr, H ., 251, 407 Stahl, F., .386 en la teoría de la literatura de Lu- Wheland , G ., 140
kács, 282·85, 292 s. Whitehead, A. N ., 415
Rivera, D., 189 Stalin, L V., cape. 1·5 passim, 224 S.,
Korsch sobre, 304 Wilde, O., 215
Rizzi, B., 214
Robbe ·Grillet, A., 325
250, 254, 256, 258 , 263, 273, 276 ,
280, 288 s., 293.97, 4.34-40, 444, Toynbee, A., 16.3
Trotski, L. D., 20, 22, 26 SS. , 32 SS.,
Winckelmann, r, 504
Windelband, W. , 251, 271, 21\0
Rob espierre, M . de, 240 446, 4501.. 453-56, 488
Rolland , R., 97, 286 Stnrnmler, K., 67 39, 41, 44 ss., 48, 51, 53 a., 57, 61 S., Wo lfe, B., 474
Roosevelt, F. D., 126, 211 Steín, L. von, 386 64 S., 74, 84, 86, 93, 101, 105, 113, Wolff, R.»., 397
Rosenberg, A., 287 Sten, y. E., 80 S., 83 115 ss., 153, 162, 166 ss., cap. 5 WII HAll, 486
Rousseau, J.]., 373, 425 Stepanyan, S. A., 134 passim, 224, 293 S., 474 Wu.ti, 492
526 Principales corrientes del marxismo

Vagada, G. G ., 89 Zhdénov, A. A., 12B-)2 , 137, 171,


Ysroslavski , B., 61, 65 280
Yermakov, I. D ., 57 Zhordania, N ., 24 s.
Zimn nd, R., 446
Yesenin, S. A.. 57
Zinoviev, e, 20, 22, 27, 29, 32 S .,
35, 37, 41, 45 SS., 53, 89, 116 SS.,
Yovchuk , M. r, 134 256, 301
Yudin , P . Po, 81, 134 Zlocisti, T., 256
Znaniecki, P., 271
Zarnya tin , EO
l 57 Zoshcheoko, M ., 128
Zaslavs ky, Do, 93 Zweig, A., 287
LAS PR I ~ Cl rAL ES CORR IE:\TES D EL \ 1A RXIS\ iO estudia
las claves de un a doctri na que ha ejercido una poderosa influe ncia
so bre el m undo co ntemporáneo y traza la historia de SU NAC I-
:\lIENTO . DESARROLLO y D1S0U JClO S. Concebida en
form a de manual como una arti culada exposición de los datos
indis pensables para un co nocim iento básico d ~ la leona. la o hm
no rehuye. sin embargo. la discusión criti ca de las cue st iones
cent ral es del marxismo. L ESZEK KO LA KOWSK I. pro fesor e n
Varsovia y en O xfor d. .autor de una int roducción a H usse rl
(L B (58 ) Yde eus avox ta n agudos y brillantes ,:0 010 los inclui dos
e n «El hombre sin alterna tiva» ( LB ~ :; 1l. e -c; udiu las controversias
qu e ha n salp icado ,'1 desarr ollo riel marxismo y expone 1,I S
grande - lineas de su ascenso) decadencia . El primer volumen
- <d.(h tun dudcrcs» (AU 276 )-- se ocupa de los orígenes d·- la
d ialéc t ica. la iLYLii~f\I'1 hegelia na. ;:¡ joven Ma rx. los escr ito- de
madurez de Marx ~ En gcls. las fuerza s motr ices del proceso
hist órico. las leyes del ca pitalismo . la dial éctica de la natura'cza.
etc. El segundo lo mo - <'1.<1 edad de o ro» (AU 314 ) -ccstudi •• el
rm rxisn:o durante la Segunda Internacional. las ideas de
Kuuc tky. Rosa Luxem bu ru ) Bcms tc m. 1,1 polémica e n tor il':' al
revisionism o. el pensa m iento de Lafarguc . Sorcl y Labriola . el
nustrom arxism o. Píejún ov y el leninismo . Este ter cer y últ-mo
volume-n - suluimludo LA CRiSIS - dcscrib... la evol ución de l
marxismo desde el estalinis mo y el trotskismo hasta el rcvtsionis-
.nc yugoeslavo. J'1 nueva izquierda y d pensami ento d~ \-Lw .
pasando por las teoría s de A nt onio Gram scí. G:y {il~y Lukács.
K,Ir! K...orsch. Lucie» Goldnum n . la escuela de ¡: nmk fu rt , l-\el-tx'Tt - -
Marcusc v Ern st Bloch . ,'
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