Está en la página 1de 8

Sentencia nº 319 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala Constitucional de 9 de Marzo de

2001. Aclaratoria sobre la Sentencia de fecha 1/02/2001 dictada por la Sala Constitucional.

SALA CONSTITUCIONAL Magistrado Ponente: Antonio García García En fecha 8 de febrero


de 2001, compareció por ante la secretaría de esta Sala Constitucional el abogado S.A., quien
con el carácter acreditado en autos, solicitó aclaratoria de la sentencia dictada por esta Sala
en fecha 1º de febrero de 2001 en la presente causa. La referida aclaratoria fue solicitada por
el prenombrado abogado en los términos siguientes:
1º) ¿Cómo deberán computarse los lapsos largos o mayores de veinte días, como por ejemplo, los
lapsos para sentenciar y el de prórroga contemplados en los artículos 515,  521  y  251  del  Código de
Procedimiento Civil; los plazos para la formalización, contestación, réplica y contrarréplica del
recurso de casación; los lapsos para los actos conciliatorios consagrados en los artículos 756 y 757
eiusdem; los lapsos para la comparecencia a través de un edicto, previsto en el artículo 231; el lapso
para proponer la demanda, después que haya ocurrido la perención, previsto en el artículo 271; los
lapsos que tiene la Sala Civil para dictar su fallo y el que tiene el Juez de Reenvío para dictar el suyo,
prevenidos en los artículos 319 y 522, respectivamente; el plazo para intentar la invalidación,
contemplado en el artículo 335; los lapsos de suspensión de la causa principal, según los artículos 374
y 386; el lapso de treinta días para la evacuación de las pruebas, contemplado en el artículo 392; el
lapso para que los árbitros dicten sentencia, conforme al parágrafo cuarto del artículo 614, entre
otros?

2º)¿Cómo deben computarse el término de la distancia?

3º) En lo que concierne al pronunciamiento sobre la inconstitucionalidad del artículo 18 de la Ley


Orgánica del Poder Judicial, promulgada el 13 de agosto de 1987, (G.O. 3995, Extraordinario.), que
modificó el mismo artículo de la Ley de 4 de Octubre de 1974 (G.O. 1692, Extraordinario), conviene
reiterar que dicha reforma eliminó las vacaciones contempladas en la Ley de 1974, así:

‘Los Tribunales vacarán en los términos señalados en los Códigos Procesales; y los funcionarios
judiciales gozarán de las vacaciones correspondientes al período comprendido entre el quince de
agosto y el quince de septiembre de cada año, a menos que renuncien a ellas, caso en el cual
devengarán, además de su sueldo normal durante ese mes, la mitad de un sueldo’.

De modo que la inconstitucionalidad alegada consignada en la norma reformada se fundó,


específicamente, en que ella eliminó las vacaciones al dispones los siguiente:

‘Los jueces gozarán de vacaciones en la fecha más próxima a aquellas en que hayan cumplido un año
de servicio,... En todo caso, las vacaciones de los jueces no suspenderán el curso de las causas ni los
lapsos procesales’.

No empeciente, ese vicio de inconstitucionalidad de la norma reformada fue reparado por el propio
legislador cuando sancionó el 18 de julio de 1990, la reforma del  artículo 201 del Código de
Procedimiento Civil, que restituyó las vacaciones (G.O. Extraordinario 4209, de 20___ 1990), que es la
norma actualmente en vigencia.
En mérito de lo expuesto, solicito respetuosamente que esa Sala me aclare si en lugar del
pronunciamiento sobre la constitucionalidad del artículo 18 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, lo
procedente era declarar que no había materia sobre que decidir por la restitución legal de las
vacaciones ocurrida con posterioridad a la presentación de la demanda?

. (Resaltado del solicitante)


De la sentencia cuya aclaratoria se solicita La sentencia cuya aclaratoria se solicita fue dictada
con ocasión a la acción de nulidad que por razones de inconstitucionalidad se interpusiera
contra la norma prevista en el artículo 197 del Código de Procedimiento Civil, publicado en la
Gaceta Oficial N° 3.694 Extraordinario de fecha 22 de enero de 1986, y contra la disposición
contenida en el artículo 18 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, publicada en la Gaceta
Oficial N° 3.995 Extraordinario, de fecha 13 de agosto de 1987, cuya norma hoy se encuentra
prevista en el artículo 19 de Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, publicada en la Gaceta
Oficial N° 5.262 Extraordinario de fecha 11 de septiembre de 1998.
La Sala se pronunció sobre la acción de inconstitucionalidad interpuesta, en los siguientes
términos:
1.- PARCIALMENTE CON LUGAR, la acción de nulidad interpuesta por razones de
inconstitucionalidad por los abogados JOSE PEDRO BARNOLA, J.V. ARDILA Y S.A., contra la norma
contenida en el  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil, en lo que respecta a la expresión ‘(...)
los lapsos de pruebas, en los cuales no se computarán...’ quedando en consecuencia la redacción de la
citada norma de la siguiente manera:

‘Artículo 197.Los términos o lapsos procesales se computarán por días calendarios consecutivos
excepto los sábados, los domingos, el Jueves y el Viernes santo, los declarados días de fiesta por la Ley
de Fiestas Nacionales, los declarados no laborables por otras leyes, ni aquellos en los cuales el
Tribunal disponga no despachar’.

2.- Se fijan los efectos de esta decisión con carácter ex nunc, a partir de la publicación del fallo por la
Secretaría de esta Sala, a tales fines, la aplicación de la norma contenida en el  artículo 197 del Código
de Procedimiento Civil, deberá realizarse a partir de la publicación de la presente sentencia.

3.- IMPROCEDENTE, la acción de nulidad interpuesta por razones de inconstitucionalidad contra la


norma contenida en el artículo 18 de la derogada Ley Orgánica del Poder Judicial, publicada en la
Gaceta Oficial N° 3.995 Extraordinario, de fecha 13 de agosto de 1987, cuya norma hoy se encuentra
prevista en el artículo 19 de Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, publicada en la Gaceta Oficial
N° 5.262 Extraordinario de fecha 11 de septiembre de 1998

.
CONSIDERACIONES para decidir

1. De la admisibilidad de la solicitud.
La materia con relación a la cual debe resolver la Sala Constitucional en esta oportunidad
versa sobre la solicitud de “aclaratoria” del fallo antes mencionado, dictado por esta Sala en
fecha 1º de febrero de 2001. Al respecto, el artículo 252 del Código de Procedimiento
Civil establece la procedencia de la citada figura, cuyo contenido es del tenor siguiente:
Artículo 252. Después de pronunciada la sentencia definitiva o la interlocutoria sujeta a apelación, no
podrá revocarla ni reformarla el Tribunal que la haya pronunciado.
Sin embargo, el tribunal podrá, a solicitud de parte, aclarar los puntos dudosos, salvar las omisiones y
rectificar los errores de copia, de referencias o de cálculos numéricos, que aparecieren de manifiesto en
la misma sentencia, o dictar ampliaciones, dentro de los tres días, después de dictada la sentencia, con
tal que dichas aclaraciones y ampliaciones las solicite alguna de las partes en el día de la publicación o
en el siguiente

.
Sobre el alcance de la norma precedentemente transcrita, ya esta Sala se ha pronunciado en sentencia
de fecha 26 de diciembre de 2000 (caso: Asociación Cooperativa Mixta La Salvación, R. L.), donde se
señaló: “(...) que el transcrito artículo 252, fundamento legal de la solicitud de aclaratoria, regula todo
lo concerniente a las posibles modificaciones que el juez puede hacer a su sentencia, quedando
comprendidas dentro de éstas, no sólo la aclaratoria de puntos dudosos, sino también las omisiones,
rectificaciones de errores de copia, de referencias o de cálculos numéricos que aparecieron de
manifiesto en la sentencia, así como dictar las ampliaciones a que haya lugar (...)”.

En lo que respecta a la oportunidad para solicitar la aclaratoria, en dicha sentencia esta Sala indicó
que: “(...) la disposición comentada establece que la misma es procedente siempre que sea solicitada
por alguna de las partes en el día de la publicación del fallo o en el día siguiente”.

Sin embargo es de señalar que la condición a la cual alude el artículo en referencia debe entenderse
cuando la sentencia haya sido dictada dentro del lapso establecido y que no amerite por tanto que la
misma sea notificada. De manera que, lo anterior conlleva a afirmar que en el caso de que la sentencia
haya sido dictada fuera del lapso establecido para ello, los términos indicados en el  artículo
252  del  Código de Procedimiento Civil deben entenderse que son el día de la notificación de la
sentencia o el día siguiente al que ésta se haya verificado.

En atención a lo anterior, observa esta Sala que el abogado S.A. actuando con el carácter acreditado en
autos, solicitó la aclaratoria de la sentencia dictada por esta Sala el día 1º de febrero del año 2000, en
fecha 8 de febrero de 2001. Sin embargo, es de observarse, que la sentencia fue dictada fuera del lapso
para sentenciar establecido en el artículo 118 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, y
siendo que el prenombrado abogado realizó la solicitud de aclaratoria al día siguiente que tuvo
conocimiento de la misma, esta Sala declara procedente la solicitud de aclaratoria de la sentencia
dictada en esta causa. Así se decide.

b) De la aclaratoria de la primera parte del fallo “Inconstitucionalidad del  artículo 197 del Código de


Procedimiento Civil”.

Entiende la Sala que la presente solicitud va dirigida al esclarecimiento de la forma en que se deben
computar los términos o lapsos procesales para la realización de los actos que se mencionan en la
misma; a saber, para la formalización, contestación, réplica y contrarréplica del recurso de casación;
para los actos conciliatorios; para la comparecencia a través de edictos, para proponer la demanda
después que haya ocurrido la perención, los que tiene la Sala de Casación Civil para dictar su fallo, así
como el que tiene el Juez de Reenvío para dictar el suyo; para intentar la invalidación; los de
suspensión de la causa principal, los lapsos de pruebas y el plazo que tiene los árbitros para dictar
sentencia.

Todo ello, a la luz de la norma establecida en el  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil, sobre
el cual esta Sala Constitucional ejerció control concentrado de su constitucionalidad declarándola
parcialmente inconstitucional.
Ahora bien, observa la Sala que el accionante al proponer su solicitud en los términos antes descritos,
sugiere una distinción entre lapsos largos y cortos, cuando señala: “¿Cómo deberán suputarse los
lapsos largos o mayores de veinte días, como por ejemplo, (...)”.

En tal sentido, a los fines de proveer acerca de la solicitud interpuesta, y con el objeto de determinar el
alcance real del dispositivo del fallo considera necesario esta Sala realizar de forma previa ciertas
consideraciones acerca de los efectos de la declaratoria de nulidad parcial en el control concentrado de
la constitucionalidad de las leyes.

Así, observa esta Sala que según lo dispuesto en el artículo 266, numeral 1, de la Constitución, es
atribución de este Tribunal Supremo de Justicia ejercer la jurisdicción constitucional; y, conforme a lo
establecido en el artículo 336 numeral 1, eiusdem, es competencia exclusiva de esta Sala Constitucional
“[d]eclarar la nulidad total o parcial de las leyes nacionales y demás actos con rango de ley de la
Asamblea Nacional, que colidan con esta Constitución”. Expuestas así las cosas, la referida norma
asigna dos posibles consecuencias al ejercicio de dicho control por parte de esta Sala; una, determinar
la nulidad total de la norma impugnada y la otra, la nulidad parcial de la misma, lo cual abre un
abanico de posibilidades al momento de ejercer dicho control.

Por tanto, cuando una norma es declarada enteramente nula es porque el operador jurídico, es decir la
Sala, luego de haber realizado un análisis exhaustivo del contenido de la norma impugnada
contrapuesto a los principios constitucionales señalados como trasgredidos, ha concluido que el valor
normativo en ella contenido resulta inconstitucional, sin que medie posibilidad alguna de que persista
su existencia en el mundo jurídico, pues se alteraría de forma insoslayable el orden instaurado,
considerando que el dispositivo normativo contenido en el artículo 119 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia, le otorga la facultad de fijar los efectos de dicha declaratoria en el tiempo, es
decir, hacia el pasado o pro futuro, lo cual en definitiva constituye la exclusión total de dicha norma en
el sistema normativo existente.

Situación diferente se plantea en los casos de nulidad parcial de una norma, donde la totalidad de la
norma no resulta inconstitucional, sino que son algunos de sus elementos los que violan dispositivos
constitucionales, supuesto en el cual, la Sala Constitucional excluye de la estructura de la norma el
elemento que resulte inconstitucional, siempre y cuando el supuesto al cual va dirigida esa norma no
desaparezca o se altere en su totalidad de forma tal que constituya una norma sin objeto.

Ahora bien, en el último de los supuestos referidos, y que resulta ser el caso regulado por el fallo cuya
aclaratoria se solicita, se debe admitir que la relación jurídica condicionada por la norma de una u
otra manera, se ve afectada con el control de constitucionalidad ejercido, ya que la norma impugnada,
a través de la declaratoria de nulidad parcial, se ha convertido en una norma nueva y diferente de la
norma inicial, lo cual implica aceptar, que al constituirse en una norma distinta, el operador jurídico
debe plasmar en su sentencia el alcance del nuevo dispositivo normativo, pues, se parte de que dicha
norma va integrada a un texto normativo sistemático, donde los preceptos establecidos en cada artículo,
en reiteradas ocasiones guardan relación entre sí. De allí que, la determinación del alcance de dicha
norma se hace fundamental para establecer en qué afecta la misma la relación jurídica que condiciona,
así como el esquema aplicativo del texto normativo que integra.

Así pues, al prosperar la nulidad parcial de la norma impugnada nace una nueva norma y para aplicar
tal norma, resulta necesario e indispensable su interpretación, lo cual no es posible hacerlo sin
desentrañar previamente el significado de los signos en los que exteriormente se manifiesta,
obviamente, sin perder nunca de vista el todo del cual forma parte, debiendo la Sala, en su condición de
operador jurídico, imprimirle a la norma los caracteres ideológicos que lo llevaron a determinar su
nulidad parcial en resguardo de los derechos constitucionales.
De manera que, debe esta Sala señalar de forma más clara, cual es el alcance de la nueva norma
contenida en el  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil  dentro del sistema normativo que
integra, lo cual bajo ningún supuesto puede ser visto como una ingerencia o usurpación en las
atribuciones del órgano legislativo -Asamblea Nacional- que tiene por función propia normar las
materias que resultan de orden nacional.

Así, los postulados constitucionales en los que se fundamentó esta Sala para declarar la
inconstitucionalidad parcial de la norma in comento, son los establecidos en los numerales 1 y 3
del  artículo 49  de la Carta Magna, en atención a la circunstancia fáctica que se verificaba con los
cómputos de los términos y lapsos establecidos para la realización de determinadas actuaciones
procesales de los justiciables, a consecuencia de la disminución de los mismos en un número
ciertamente menor a aquellos dispuestos en la norma, como producto del no despachar continuo de los
tribunales, lo cual tendía a crear un estado de indefensión y a transgredir el debido proceso.

Por tanto, los postulados anteriores en los cuales se basó esta Sala para indicar que la regla del
cómputo establecida en el referido  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil  “(...) viola el
contenido normativo del artículo 49 de la Constitución de 1999, por disminuir, para el resto de los
actos procesales, el lapso que el legislador consideró -en su momento- razonable para que las partes
cumplieran a cabalidad con los actos procesales que las diferentes normas adjetivas prevén”, fueron
establecidos en atención a que la actividad jurisdiccional va dirigida a resolver una controversia y
siendo que las partes serán quienes en definitiva sufrirán los efectos de la sentencia, debe
garantizársele a cada una de ellas, la posibilidad de adversar o contradecir oportunamente lo sostenido
por su contraparte, es decir, garantizarle su derecho a la defensa.

Empero, lo expuesto no quiere decir que esta Sala no haya tenido en cuenta el derecho constitucional a
la tutela judicial efectiva contemplado en el  artículo 26  de la Carta Magna, que dispone:

Artículo 26. Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para
hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos; a la tutela efectiva de los mimos y
a obtener con prontitud la decisión correspondiente.

El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma,
independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles

(Resaltado de la Sala).
Lo cual quiere decir, que esta Sala jamás ha pretendido con el dispositivo del fallo sacrificar las formas
sobre el fondo, sino mas bien pretende buscar el contenido jurídico y la finalidad que el legislador le
atribuyó a la norma contenida en el  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil, señalándose
mediante esta sentencia su razón de ser, de forma tal que se adapte a la actividad procesal respetando
el derecho a la defensa y al debido proceso consagrado en el artículo 49 , numerales 1 y 3, de la
Constitución.

De manera que, esta Sala al dictar la decisión cuya aclaratoria se solicita partió de que el fin
institucional e inmediato del proceso es la justicia, la cual debe ser alcanzada sin sacrificar el fondo
por la forma, teniendo claro, la existencia de dos actos fundamentales dentro del esquema procesal; a
saber, la demanda y la sentencia, siendo todos los actos intermedios el mecanismo por el cual se
preparara la providencia judicial.

Ahora bien, lo expuesto no quiere decir y así lo entendió esta Sala cuando dictó el fallo, que todas las
formas son innecesarias, pues, la instrumentalidad de las formas si bien no tienen un valor intrínseco
propio -ya que existen solamente como un medio para alcanzar la plena finalidad de cada acto-, su
observancia permite medir concretamente la realización en el tiempo y en el espacio de las actuaciones
procesales.

Por tanto, cuando esta Sala anuló parcialmente la norma in comento lo hizo atendiendo al derecho a la
defensa y al debido proceso, pero -se insiste-, sin desconocer la existencia del derecho a la celeridad
procesal consagrado en el citado  artículo 26  de la Constitución, motivo por el cual, entendiendo
al  Código de Procedimiento Civil como un conjunto sistemático de normas, donde los términos o lapsos
pautados para realizar las actuaciones procesales se crearon en principio para ser computados por
días calendarios continuos, la formalidad de que el término o lapso procesal para la realización de un
determinado acto sea computado atendiendo a que el tribunal despache, debe ser entendido para
aquellos casos en que efectivamente se vea inmiscuido de forma directa el derecho a la defensa de las
partes.

De forma que, será la naturaleza de las actuaciones procesales las que distinguirán si el cómputo del
término o lapso se realizará por días calendarios continuos sin atender a las excepciones previstas en el
artículo in comento, o, si por el contrario, deberán hacerse únicamente en función de que el tribunal
despache. En virtud, de que esta Sala considera que el ejercicio oportuno de los derechos adjetivos que
les asiste a las partes en un proceso -oportunidad que sólo puede verificarse si el tribunal despacha-
forma parte de la esfera esencial del derecho a la defensa y al debido proceso.

Por lo cual, si la naturaleza del acto procesal implica, que para que se cumpla cabalmente el derecho a
la defensa y al debido proceso, éste deba ser realizado exclusivamente cuando el tribunal despache, en
virtud de que sólo así las partes pueden tener acceso al expediente o al juez para ejercer oportunamente
-entiéndase de forma eficaz- su derecho a la defensa, indudablemente que los términos o lapsos
procesales para la realización de tales actos se computarán en función de aquellos días en que el
tribunal acuerde despachar.

En consecuencia, estima esta Sala que la aplicación del artículo 197, y como tal, el considerar para el
cómputo de los términos o lapsos los días en que efectivamente despache el tribunal, no puede obedecer
a que se esté ante un lapso o término “largo o corto”, sino en atención a que el acto procesal de que se
trate involucre o de alguna manera afecte el derecho a la defensa de las partes; en contraposición a
aquellos que con su transcurrir no lo involucren.

Así por ejemplo, el lapso procesal establecido para contestar la demanda o los términos o lapsos
procesales establecidos para ejercer oposición a cualquier providencia judicial, deben ser computados
por días en que efectivamente el tribunal despache, en virtud de que la naturaleza de tales actos se
encuentran vinculadas directamente con el derecho a la defensa y al debido proceso.

Por otro lado, también se puede mencionar que los términos o lapsos procesales establecidos para
ejercer cualquier acto de impugnación ante el tribunal de instancia; tales como, recurso de hecho,
recurso de queja, recurso de regulación de competencia o apelación, también deben ser computados
por días en que efectivamente el tribunal despache.

En ese mismo orden de ideas, y en atención a los términos en que ha sido planteada la presente
solicitud, esta Sala establece que, a los fines de garantizar la tutela judicial efectiva, los lapsos para
sentenciar así como el de prórroga contemplado en los artículos  515, 521 y 251 del Código de
Procedimiento Civil, deben ser computados por días calendarios consecutivos sin atender a las
excepciones establecidas en el artículo 197 eiusdem.
El lapso para la formalización, contestación, réplica y contrarréplica del recurso de casación
establecidos en los artículos 317 y 318 del mismo texto legal, deben ser computados por días
calendarios consecutivos sin atender a las excepciones establecidas en el artículo 197 eiusdem.

Los lapsos para los actos conciliatorios consagrados en los artículos 756 y 757 eiusdem, así como el
lapso para la comparecencia a través de edictos previsto en el artículo 231 de dicho texto legal, y los
lapso de carteles, tales como, los previstos en los artículos  223, 550 y siguientes del  Código de
Procedimiento Civil, serán computados por días calendarios consecutivos, sin atender a las excepciones
establecidas en el artículo 197 eiusdem.

El lapso para proponer la demanda después que haya operado la perención previsto en el  artículo
271  del  Código de Procedimiento Civil, igualmente serán computado por días calendarios consecutivos
sin atender a las excepciones establecidas en el artículo 197 eiusdem.

El lapso que tiene la Sala de Casación Civil de este Alto Tribunal para sentenciar, así como el que tiene
el Juez de Reenvío, establecido en los artículos 319 y 522 del texto que rige la materia serán
computados por días calendarios consecutivos, sin atender a las excepciones establecidas en el  artículo
197  del  Código de Procedimiento Civil.

El lapso para intentar la invalidación contemplado en el  artículo 335 del Código de Procedimiento


Civil, será computado conforme a la regla prevista en el artículo 199 eiusdem, por tratarse de un lapso
cuya unidad de tiempo es mensual.

Los lapsos para la suspensión de la causa principal, según lo pautado en los


artículos  374  y  386  del  Código de Procedimiento Civil, serán computados por días calendarios
continuos, sin atender a las excepciones establecidas en el artículo 197 eiusdem.

El lapso de treinta días para la evacuación de las pruebas contemplado en el artículo 392 íbidem, así
como el lapso para su promoción, admisión y oposición será computado por días en que efectivamente
el tribunal despache, en atención a lo dispuesto en el  artículo 197 del Código de Procedimiento Civil,
por encontrarse vinculada directamente la naturaleza de dicho acto al derecho a la defensa y al debido
proceso de cada una de las partes. El lapso para que los árbitros dicten sentencia según lo dispuesto en
el artículo  614, parágrafo cuarto, del Código de Procedimiento Civil, se computará por días
calendarios consecutivos sin atender a las excepciones previstas en el artículo 197 eiusdem.

Y, por último el término de la distancia debe ser computado por días calendarios consecutivos, sin
atender a las excepciones establecidas en el artículo 197  del  Código de Procedimiento Civil. Así se
decide.

c) De la solicitud de aclaratoria de la segunda parte del fallo “Inconstitucionalidad del artículo 18 de


la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1987”.

En lo que atañe a la solicitud de aclaratoria sobre la improcedencia de la acción de nulidad interpuesta


por razones de inconstitucionalidad contra lo dispuesto en el artículo 18 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, se observa, que en los términos en que fue planteada, la misma evidencia la inconformidad del
solicitante con el dispositivo del fallo, lo cual, evidentemente no constituye el objeto de la aclaratoria.
De allí que, esta Sala considera que al respecto no hay nada que aclarar y en consecuencia declara
improcedente la solicitud de aclaratoria contenida en el punto 3 del escrito presentado por el
accionante. Así se decide.
Ahora bien, por cuanto esta Sala observa, que existe un error de referencia en la parte in fine del
dispositivo del fallo, objeto de la presente aclaratoria, referido a la fecha de publicación del  Código de
Procedimiento Civil, se procede mediante la presente a subsanar el mencionado error, en los términos
siguientes:

Conforme a lo previsto en los artículos 119 y 120 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia,
publíquese el presente fallo en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, sin que su
publicación condicione la eficacia del mismos, en cuyo sumario se indicará con precisión lo siguiente:

‘SENTENCIA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, EN SALA CONSTITUCIONAL QUE


ANULA PARCIALMENTE LA NORMA CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 197 DE LA LEY DE
REFORMA PARCIAL DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL, PUBLICADO EN LA GACETA
OFICIAL Nº 4.209 EXTRAORDINARIO DE FECHA 18 DE SEPTIEMBRE DE 1990’

.
Decisión Por todas las razones anteriormente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia,
en Sala Constitucional, declara parcialmente con lugar la solicitud de aclaratoria respecto a la
sentencia Nº 80 dictada por esta Sala en fecha 1º de febrero de 2001 en la presente causa,
efectuada por el abogado S.A..
Téngase la presente decisión como parte integrante de la sentencia antes identificada.
Publíquese, regístrese y comuníquese.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional a los 09 días del mes de marzo del año 2001. Años: 190° de la Independencia y
142° de la Federación.
El Presidente,
I.R.U.
El Vicepresidente,
J.E.C.R.
Magistrados,
A.J.G. GARCÍA J.M. DELGADO OCANDO
Ponente
P.R. RONDÓN HAAZ
El Secretario,
J.L.R.C.
AGG/
Exp. N°: 00-1435

También podría gustarte