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FACULTAD DE HUMANIDADES
TESIS DOCTORAL
PRESENTADA POR
DIRECTOR
The main corpus of this research we offer all the schoolars of Cervantes
and El Quijote the most comprehensive Collection of Proverbs of this classic
masterpiece of universal arts. Moreover, the analytical corpus of this research
is intended to act as a methodic Paremiological Dictionary of the Proverbs of
El Quijote.
INTRODUCCIÓN 21
CONCLUSIONES. 511
CONCLUSIONS. 525
Doy las gracias también a todas aquellas personas que han hecho
posible esta tesis, sobre todo a mis profesores y compañeros en todas las
etapas de mi formación académica.
toda la obra, y sin que éstas pierdan el significado y las distintas funciones
discursivas que desempeñan dentro de su contexto literario.
Por otro lado, tampoco hay que olvidar que dichos refranes están
puestos en boca de los diferentes personajes, que van apareciendo a lo largo
de la novela y que serán importantes para dotarles de personalidad y de unos
rasgos característicos como puede ser, incluso, su estatus, ya que por lo que
dicen y cómo lo dicen llegamos a identificarlos y a enmarcarlos dentro de las
diferentes clases sociales existentes en la época en la que se desarrolla la
historia cervantina. Por lo tanto, hemos realizado un estudio sociolingüístico
de los refranes y su cultivo por las distintas clases sociales que aparecen en la
novela.
2"Por primera vez una colección de refranes [El Seniloquium] se nos presenta como un 'corpus'
organizado. Su prestigio viene dado por su antigüedad y por el carácter sentencioso que
prima en la especie (pro legali et anticuo), de ahí el nombre que se le otorgó a la colección.
[…] El refrán parece haber adquirido para el autor de esta obra el mismo prestigio que
gozaban las sentencias. La aparición de esta colección marca el punto en el cual el refrán dejó como
vehículo de difusión únicamente la oralidad para sumarse a la gran cantidad de producción escrita. El
refrán en las colecciones, sacado de su contexto habitual, se torna oscuro y es digno de glosa
erudita, en donde se enlaza con las tradiciones a las que parece aludir o se ensayan lecturas
de libre interpretación." (cursiva nuestra) (Bizarri, 1995: 4).
3 "Este mismo año [1500] marcó la publicación de los Adagia de Erasmo, que en España, como
en otros países de Europa, había de imprimir al proverbio el sello humanístico de aprobación"
(O´Kane, 1959: 15).
4 De esta manera, propone encabezamientos generales bajo los cuales se podrían juntar
refranes que contengan elementos comunes. Algunas de las propuestas son las siguientes:
derecho legal, historia, medicina, meteorología, religión, tradición, superstición. Otra posible
clasificación es por medio de prestar atención a sus características estilístico-retóricas. Así,
divide los refranes por los tipos de tropos y figuras de dicción como la metáfora, la
aliteración, la asonancia, la aliteración, etc.
5 Son también necesarias para que el aprendiz de una lengua extranjera llegue a la
comprensión integral de la cultura que utiliza este lenguaje en particular. A pesar de que no
existen estadísticas que muestren el porcentaje que ocupan estas frases en una lengua, un
análisis de una porción considerable de textos sugiere que el número es elevado.
6 Por ejemplo, los estudios de Fernando Lázaro Carreter: "Literatura y Folklore: los refranes"
(1978) y "La lengua de los refranes: ¿espontaneidad o artificio?" (1979); los de Julio Fernández-
Sevilla: "Presentadores de refranes en el texto de La Celestina" (1983), "Paremiología y
lexicografía. Algunas precisiones terminológicas y conceptuales" (1985a) y "Consideraciones
lexicológicas y lexicográficas sobre el Refranero" (1985b); o los libros de Luis Combet como
Recherche sur le "Refranero" castillian (1971), y las investigaciones de Julia Sevilla Muñoz, tal
como Hacia una aproximación conceptual de las paremias francesas y españolas (1988).
7 I Congreso Internacional de Paremiología (Universidad Complutense de Madrid, del 17 al 20
de abril de 1996); el II Congreso Internacional de Paremiología (Universidad de Córdoba, del 6 al
9 de mayo de 1998) y el III Congreso Internacional de Fraseología y Paremiología (Universidad de
Santiago de Compostela del 19 al 22 de septiembre de 2006).
8 D. R. A. E.: 1996.
11 La nomenclatura en España es variada hasta antes del siglo XV: retraire y retaer (hablar,
contar), verbo (palabra), fabla, fablilla o fabriella, viesso (verso), escritura (referido a sentencias de
sabios) paraula (parábola) palabra (dicho).
12 Zéjel LXXXIX de Ibn Quzmān, Muḥammad ibn 'Abd al-Malik (aproximadamente 1080-
y paremiógrafos del siglo XVI, como, por ejemplo, Blasco de Garay y Juan de
Mal Lara.
13Según Escalígero, de ad y agor: quod agatur ad aliud signandum, porque nos servimos del
La voz refrán, deriva del francés refrain 'estribillo' o por referirse muchas
veces, según Blasco de Garay (1541) y Juan de Mal Lara (1568) (vid supra).
Retraher fue usado por el Arcipreste de Hita, en el sentido de refrán, en el Libro
de Buen Amor; se trata de un vocablo muy propio y adecuado, que cayó, luego,
en desuso. Algunos libros de máximas y sentencias, tanto en verso como en
prosa, se habían escrito, ya mucho tiempo antes del Marqués de Santillana
(1454), con el título de Proverbios y la voz proverbio no se había confundido con
la voz refrán, como se hizo posteriormente. El proverbio no era un dicho
vulgar como el refrán, entendiendo vulgar en el sentido de que es una
expresión popular que nace de la voz del pueblo, es decir, es una expresión
impropia de personas cultas e instruidas. Así, encontramos que refranes los
llama el Marqués de Santillana, igual que lo hacen don Quijote y Sancho
Panza y las colecciones y diccionarios más autorizados.
Martín Caro y Cejudo (1792) no parece tener claras las diferencias entre
adagio, refrán y proverbio: "Erasmo, tratando de los elogios, autoridad y
antigüedad de los refranes, adagios y proverbios, que todo es uno" (VI),
aunque más adelante establece una diferenciación de empleo, al afirmar que
"aunque refrán y adagio es una misma cosa, ordinariamente en la glosa llamo
refrán al castellano y adagio al latino" (IX).
14 Entre las cuales, destacan: Monografía sobre los refranes, adagios y proverbios castellanos (1891) y
15Gella (1977) proporciona una lista de unos noventa "denominaciones de clases de dichos
comunes" y Sevilla (1988) enumera 60 términos distintos del léxico paremiológico.
16 Erasmo de Rotterdam: "Paroemia est celebre dictum scita quapiam novitate insigne. Ut
dictum, generis; celebre, differenctiae; scita quapiam novitate insigne propii vicem obtineat
quando quidem his tribus partibus perfectam constate definictiones dialecticorum consensus
est" (Adagia, 1500).
Las siguientes palabras de Taylor, quizás, son las más citadas por la
mayoría de paremiólogos cuando se trata de consolidar una definición del
Podríamos afirmar que intentos de definir el refrán hay más que los
propios refranes y que, desde Aristóteles hasta las más recientes generaciones
de estudiosos y paremiólogos, numerosas definiciones consideran el refrán
como una forma distinta de otras manifestaciones verbales de su misma
brevedad, con lo cual B. A. Whiting ha realizado, en su artículo "The Nature
of the Proverb" (1932), una compilación selectiva de esta lista de definiciones,
con un criterio histórico, al cabo de la cual aporta su definición, que consiste
en una síntesis de las susodichas definiciones:
El proverbio es una expresión que debe su origen al pueblo, y da
testimonio de este origen en su forma y construcción. Expresa algo
que es, en apariencia, una verdad fundamental –es decir, una
evidencia- en un lenguaje cotidiano, a menudo adornado, sin
embargo, con recursos retóricos tales como la aliteración y el ritmo.
Es con frecuencia breve, pero ésta no es una condición necesaria;
normalmente cierto, pero no es necesario que lo sea. Algunos
Proverbios poseen a la vez una significación literal y una
significación figurada, cada una de las cuales tiene sentido en sí
misma; pero la mayoría de ellos tiene sólo una de ambas. Un
proverbio debe ser venerable, deber tener el sello de lo antiguo y,
dado que sus signos pueden ser descodificados por receptores
letrados sumamente inteligentes, deber poder adecuarse a distintos
tiempos y lugares. Este último requerimiento tiene que ser dejado
de lado, muchas veces, en las manifestaciones literarias más
tempranas, en las cuales el material del que disponemos es a
menudo incompleto (Whiting, 1932: 302 apud. Wolfgang Mieder,
1994: 17).
17
Cursiva nuestra.
Para Julia Sevilla (1988: 221), el refrán español es la paremia que reúne
18 rasgos distintivos a saber: agudo, antiguo, basado en la experiencia,
bimembre, breve, célebre, con elementos mnemotécnicos, engastado, general,
jocoso, metafórico, práctico, popular, repetitivo, sentencioso, unidad cerrada,
universal y verdadero.
Los refranes destacan por ser producto del pueblo, ya que éste ha sido
su creador, su auténtico transmisor y su cultivador, de tal forma que el refrán
ha ido pasando de generación en generación, sin sufrir cambios importantes
en su estructura y reconociéndose en su uso los miembros de una comunidad.
18 Se trata, según Correas (1627=1992: 403), de "la fábula que pidieron a Júpiter que los librase
de tanto afán; él respondió que cuando hicieren un río meando se les acabaría el trabajo, y por
hacerle mean todos en lo meado de otros".
19 Correas (1995: 68) explica que: "La historia grande del Cid dice que tuvo principio este
refrán en el rey don Alonso, que ganó a Toledo, porque pretendía la reina que se usase el
rezado romano en España, como en Francia, y se dejase el mozárabe de San Isidro; resistió el
Clero, y remitióse el caso a batalla de dos caballeros, y venció el de la parte del mozárabe; con
todo esto, porfió la reina, y volvióse a remitir a juicio de fuego: que echasen dos misales en
una gran hoguera, y echados saltó fuera el romano, como echado vencido fuera de la
estacada. Quedó el mozárabe en medio sano, haciéndole plaza el fuego; con todo, insistieron
los reyes y mandaron usar el romano a disgusto de todos, y dijeron: "Allá van leyes, do
quieren reyes." Bien puede ser y es creíble que sea el refrán más antiguo, y se acomodase
entonces tan al propio".
20 Respecto a la invariabilidad del refrán, Rodríguez Marín (1926: XVIII) estima que tanto su
enseñanza como su aspecto formal suelen variar, bien porque la experiencia posterior así lo
corrige o hace un añadido, o porque se debe adaptar a los nuevos tiempos.
Los refranes suelen tener, además de una lectura literal o recta, una
interpretación figurada o metafórica. Si "Más vale tarde que nunca" posee un
único sentido literal, en "Reunión de pastores, ovejas muertas" ha quedado
relegado su origen literal y, ahora, se aplica, figuradamente, al "corrillo de
personas que pasan el tiempo hablando de los demás". Además, hay refranes
que son polisémicos.
21 Para Cervantes, los refranes transmiten una enseñanza que nunca es falsa: "También,
Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que puesto
que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más
parecen disparates que sentencias" (II parte, cap. XXIII), "No hay refrán que no sea verdadero,
porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia" (I, XXI), "Hay un refrán que en
nuestra España, a mi parecer, muy verdadero, como todos lo son, por ser sentencias beves
sacadas en la lengua y discreta experiencia" (I, XXXIX).
ladrón; y en la casa del alcalde, el hijo y el padre", "En Alcalá de los Gazules,
canta el cuco cada lunes", etc.
- refranes que aluden al juego de cartas.
22 Citamos algunos refraneros regionales o locales: Refraner valenciá (Alberola, 1928), Dictados
tópicos de Extremadura (Rodríguez Moñino, 1931), Vocabulario navarro. Seguido de una colección
de refranes, adagios, dichos y frases proverbiales (Iribarren, 1952), Refranes, dichos, mazadas… en el
Somontano y Montaña oscense (Arnal, 1953), Refranero asturiano (Castañón, 1977); Refranyer de la
Ribera (Soleriestruch, 1980), Refranero aragonés (Zubiri y Zubiri, 1981), Refranero navarro
(Iribarren y Ollaquindía, 1983), Usos y decires de la Castilla tradicional (Martín Calero, 1984),
Dichos populares castellanos (Díez Barrio, 1989), Refranero popular extremeño (Díez, 1991),
Refranero popular toledano (Madroñal, 1991), etc.
23Forgas Berdet (1984: X) y Combet (1971a: 14) sostienen que la finalidad del refrán no es otra
que la de transmitir unas pautas culturales de conducta individual y colectiva, tal y como han
sido seleccionadas por la comunidad.
Zuluaga (1980: 34) señala que las expresiones de sintaxis fija, dentro de
las cuales engloba los refranes "son reproducidas en bloque, son
construcciones anteriores al acto de habla que no las crea sino que las repite;
en otras palabras: las expresiones fijas son productos de procesos de
repetición en la diacronía de la lengua". Los refranes son, entonces, el
resultado de un proceso diacrónico de repetición y reproducción de
productos de habla, en una forma dada, hasta institucionalizarse como
unidades de lengua. A propósito de esta característica, E. Coseriu (1977: 113)
introduce el concepto de "discurso repetido", que:
abarca todo aquello que, en el hablar de una comunidad, se repite
en forma más o menos idéntica, como discurso ya hecho o
combinación más o menos fija, como fragmento por largo o breve
que sea, de «ya dicho» […] al cual pertenecen todas aquellas
cadenas léxicas, cuya estructura sintagmática ha de reproducirse,
en la misma forma en que la encontramos, y cuyos elementos
constitutivos no son reemplazables o recombinables según las
reglas actuales de la lengua.
Además, los refranes, como dice Zuluaga (1975: 243) de las expresiones
fijas en general, pertenecen al habla desde el punto de vista genético, y
precisamente los mecanismos de funcionamiento del habla no han sido
apenas concretados, de manera que resulta difícil indicar cuáles son esos
"moldes", en los que hay que "encajarlos".
24 Por razones de orden teórico, aducidas en el prólogo de la primera edición, María Moliner
(1966) también decide no incluir los refranes en su Diccionario de uso del español.
fin por Cervantes y Rabelais, realizado por E.S. O'Kane (1950); el artículo de Julio Fernández-
Sevilla, dedicado a los introductores de refranes en La Celestina (1983); y, en general, es
tratado o mencionado en todos los estudios, dedicados al uso de paremias, en distintas obras
literarias y / o por ciertos autores: así, Jules Piccus (1965-66) sobre el Libro del Cavallero Zifar,
Mª Rosa Lida de Malkiel (1975) sobre Don Juan Manuel, Margarita Morreale (1957) sobre
Alfonso de Valdés, Monique Joly (1971) sobre Mateo Alemán y Cervantes, y Edwin S. Morby
(1968) sobre la pieza lopesca de La Dorotea, etc.
27 Peira (1988: 484) va más alla, afirmando, incluso, que: "La brevedad es una condición impuesta
al refrán por su carácter de cuerpo autónomo inserto en otro" cursiva nuestra.
Bertini (1956: 75) afirma que el refrán es breve por naturaleza y que
figura, comúnmente, en forma unimembre o bimbre y, rara vez, supera estas
dos formas anteriores. Esta afirmación parte de su trabajo sobre
compilaciones de los siglos XIV y XV, lo cual relativiza dicha afirmación. Este
investigador llama a los refranes unimembres refranes intensivos, por su
tendencia a la elipsis, mientras que da el nombre de refranes distensivos a los
bimembres y plurimembres.
Milner (1969) toma, como punto de partida, las conclusiones a las que
llega Greimas y afirma que la configuración más característica de los refranes,
aunque no la más frecuente, desde el punto de vista numérico, es un
enunciado cuatripartito, es decir, que está constituido por cuatro segmentos
secundarios, que pueden ser desde una palabra hasta un sintagma cualquiera,
distribuidos de dos en dos, cuya colocación mantiene un equilibrio
estructural, tanto en la forma como en el contenido, realzados por la
repetición, la rima interna y el retruécano.
28 En los refranes, se puede hallar una variada gama de procesos fonéticos: contracción,
monoptongación, diptongación, cierre, alternancia vocálica, vocalización, metafonía, prótesis,
epéntesis, paragoge, aféresis, síncopa, apócope, asimilación, disimilación, metátesis,
palatalización, yeísmo, aspiración, neutralización. Se trata de una gama muy amplia, pero no
tiene interés, porque, en la práctica mayoría de los casos, cualquiera de estos fenómenos
aparece o bien en arcaísmos o bien en dialectalismos, tanto presentados en el grueso del texto
paremiológico como colocados a final de cláusula por exigencia de la rima. El ritmo no juega,
directamente en este caso, un papel destacable, sino a través de la selección del término no
usual.
29 Es de la forma 5 + 5 o 6 + 6, según se lo considere un enunciado con rima interna o bien un
pareado.
30Véase, por ejemplo, García-Paje (1997), para algunos casos muy interesantes.
31 Hay variantes: Dice la boca por do lleva la coca (Corbacho); Habla la boca, lleva la coca
(Corbacho); No diga la lengua lo que pague la cabeza (Academia); No diga la lengua por do pague la
cabeza (Correas).
Este hecho concuerda con otra característica fonética del español, cuyos
grupos de intensidad oscilan entre las cinco y las diez sílabas, siendo los más
usuales los de ocho sílabas, lo cual supone que ha influido en el tipo de
versificación autóctono: el octosílabo de los romances, la lírica popular, etc.
I.3.2.1. El ritmo:
32 G. Correas (1954: 399) advierte que: "No pareze mal la utumología de otros que la sacan de
oime, cantilena, por de rrefranes se an fundado muchos cantares, i al contrario de cantares an
quedado muchos refranes, como son todos los estribillos de villancico i cantarzillos viexos".
33 De la analogía musical entre romances y refranes nos comenta Ramón Menéndez Pidal
(1991: 20) que: "Tan cantados y leídos por todos eran esos romances que sus versos se
infiltraban en la fraseología corriente del idioma". Y pone como ejemplo los versos del
romance del Conde Carlos: "Más envidia he de vos conde, / que mancilla ni pesar", de donde
se saca el refrán "ténganme envidia y no mancilla", cuyas variantes "Envidia me hayan y no
mancilla" y "Envidia me hayas y no piedad y lástima" aparecen recogidas en el Vocabulario de
refranes de Correas".
34 De pies métricos compuestos de dos sílabas: la primera, acentuada, a la izquierda, y la otra
átona.
35 De pies métricos compuestos de dos sílabas: la primera, breve, y la otra, larga.
36 De pies métricos compuestos de tres sílabas: la primera, larga, y las otras dos, breves.
1) Octosílabos (8-8):
1) Combinación 5-7:
Tetrasílabos:
El buen vino, // él se bebe.
Pentasílabos:
Allá van leyes, // do quieren reyes.
I.3.2.1.2.1.1.1. Sinalefa:
Agua corriente, // agua inocente.
I.3.2.1.2.1.1.2. Anacrusis:
Allégate a los buenos, // y] serás uno de ellos.
I.3.2.2. La rima:
a) La rima parónima:
Aceite y vino, bálsamo divino.
b) La repetición de palabras:
Vida de estudiantes, vida de canes38.
a) Apócope:
A quien el dinero no plaz, Dios le quita el pan.
Por amor que no convién, nace mucho mal y poco bien.
b) Síncopa:
Cada cosa para lo que es, y las algarrobas para los bués.
c) Paragoge:
Corazón sin arte, no imagina maldade.
Amor y tose bien se conoce.
d) Epéntesis:
Cuando el piojo enharinado se vido, imagino ser el amo del molino.
37Se trata de una variante de otro refrán de más extensión: La llama llama adonde viene la llama.
38 Cabe señalar que no siempre que se reitera un significante es una simple repetición del
signo, sino que tal reiteración encubre, ocasionalmente, un juego de palabras: Finca que linda,
siempre es linda.
e) Conmutación:
Año bisieste, o hambre o peste.
a) Sístole:
Tales son las venéras, cuales son las romérias.
Se trata de una variante de:
De tales romerías, tales venerías.
b) Diástole:
No amargues el manjár, por mucho azucár.
I.3.2.3. La entonación:
que ha dicho una tercera persona, suela imitar su tono y manera de hablar o
ridiculizarlas –esto último en el caso de que el individuo al que se refiera no
goce de la simpatía del que habla o haya enunciado algo que no agrada a éste.
No es, en consecuencia, irregular que se produzca este fenómeno, cuando lo
que se dice no es original del emisor, sino que pertenece a la voz del pueblo.
A esta costumbre, se añade, además, la tendencia del hablante a modificar el
timbre de su voz, cuando cambia de lengua, como si la tomara prestada y
fuera ajena a sí mismo.
I.3.2.4.1. Aliteración:
A otro viento, otro tiento.
Dios me guarde de piedra, y de hombre denodado.
I.3.2.4.2. Similicadencia:
Alto, vano; bajo, sabio.
Al diente pino, vino, y lino.
I.3.2.4.3. Onomatopeya:
"Don, din, don, din" dicen las campanas de San Martín; "din, dan, din, dan";
"din, dan, din, dan" responden las de San Julián; pero cuando muere un
pobretón, ni din, ni dan, ni don.
I.3.2.4.4. Ecos:
¡Así anda ello, Cabello!
I.3.2.4.5. Paronomasia:
Para la puerta es la cerradura, y para el caballo la herradura.
Quien mal parece, perece.
Cuando el sol entra en Aries, crecen los días y múdanse los aires.
I.3.2.4.6. Antanaclasis:
En cada tierra su uso, y en cada rueca su huso.
Echar la soga tras la herrada es cosa errada.
I.3.2.4.7. Calambur:
Quien no se aventura, no ha ventura.
Servil, ser vil.
I.3.2.4.8. Retruécano:
A quien guarda su casa, su casa le guarda.
I.3.2.4.9. Anáfora:
Juego de manos, juegos de villanos.
I.3.2.4.10. Reduplicación:
Castellano fino, el pan pan y el vino vino.
La sintaxis parémica es, sin duda, atípica, aunque, tal vez, menos de lo
que se piensa. No obstante, este relativo alejamiento de la realización común
de la lengua por parte de los refranes no tiene por qué ampliarse a épocas
pasadas; me refiero a la posibilidad de que esos hechos lingüísticos, hoy
inusuales, formaran parte de la norma, en alguna de las fases de la historia de
la lengua, aun en el caso de que éstas no se hallen documentadas, situación en
la cual los refranes se constituirían como material inestimable para recurrir
estadios desaparecidos y olvidados.
Esta fijación nos lleva a una característica del refrán que consiste en la
invariabilidad, esto es, la inalterabilidad del orden de sus constituyentes y la no
admisión de paráfrasis por parte del enunciador o hablante. En otras palabras,
cualquier modificación o la aplicación de cualquier operación posible dentro
del sistema gramatical actual (permutaciones, inserciones, sustituciones, etc.)
de uno de estos mensajes produce lo que los formalistas rusos dieron en
llamar "desautomatización" o liberación del lenguaje. Si dijéramos: "El que
repica está a salvo" no tendrá la eficacia, siendo su contenido el mismo que "A
salvo está el que repica".
ejemplo, y antes no, no clava las raíces del dicho en este siglo; su antigüedad
puede ser mucho mayor, sin haber tenido la fortuna de ser recogida hasta ese
momento. Sólo se puede datar la fecha más antigua en la que ha sido
documentada, pero nada más.
39Este lingüista francés opina, además, que se produce una oposición entre secuencia con
artículo y secuencia con demostrativo, convirtiéndose el demostrativo en el término
estilísticamente marcado de la oposición, cuya función es la de indicar énfasis en el
enunciado.
En este sentido, Émile Benveniste (1986: 52) señala que las oraciones
nominales alejan la realidad del hablante y del oyente, porque, al carecer de
forma verbal, carecen también de determinaciones temporales e, incluso,
espaciales. Su contenido semántico es inactual, es decir, no corresponde a
ningún momento ni lugar concreto. Así, fuera del tiempo de los interlocutores
y de la situación, se convierte en una verdad como tal, lo cual hace de la frase
nominal la más apta para las aserciones absolutas: posee un valor de
argumento, de referencia. Por esta razón, no se utiliza en el discurso para
informar, sino para motivar algo o para convencer.
Por su orden de frecuencia de uso, según Peira (1988: 486), las formas
más usadas son las oraciones nominales, el presente de indicativo, el
imperativo (con negación), el presente de subjuntivo y el pretérito imperfecto
de subjuntivo.
40 Según Núñez (1555=2001: 68): "“nuece” quiere decir “empece”, vocablo latino.".
41 "No le mires".
42 Arcaísmo adverbial, que se usaba en el norte de España.
43 Cada tarde.
44 Tez de la cara.
45 Carbonato básico del plomo. Es sólido, de color blanco y se emplea en la pintura y,
2) Palabras en desuso: aquéllas que, aún, forman parte del acervo lingüístico
usual de los hablantes, pero cuya utilización es esporádica: " A bestia loca,
recuero modorro", etc.;
3) Dialectalismos: "Llorar a boca cerrada, y no dar cuenta a quien no se le da
nada", "Nunca vi de cosa menos, que de Abriles y condes buenos", "Por San
Antolín, cada caballu ye rocín; "Amigo de León, tuyo seja46, que mío non", etc.
4) Regionalismos: "El asno que no está hecho al albarda, muérdele el
atafarra47.", "A dòna afeitada, gírali la cara48", etc.;
5) Acuñaciones o neologismos: Es en esta parte del léxico paremiológico
donde los efectos de la rima son concluyentes: "Hocico dambico, varitas os dio
padre", "Marzo marceador, de noche llueve y de día hace sol" "Cuando
marzo mayea, mayo marcea", "No dicen todos la verdá, porque amargá", etc.;
6) Jergalismos: motivados, normalmente, por la rima: "Más vale una
aguijonada, que dos arres", "Por do salta la cabra, salta la chiva", "Más vale un
pellón con alma49, que siete con lana", etc.;
7) Cultismos y latinismos: "Viejo que boda hace, requiescat in pace", "Hermano
Gómez, no reces el Avemaría ofendiendo al Paternóster", etc.
46 Seja, forma arcaica dialectal del presente de subjuntivo del verbo ser.
47 Según Núñez (1555=2001: 87): "El asturiano llama al ataharre, atafarra"
48 Según Núñez (1555=2001: 11): "(En valenciano.) Quiere decir: A la mujer afeitada, vuélvele
el rostro".
49 "Pellón con alma" es la oveja viva.
50 Alazor 'planta'. Sus flores, de color de azafrán, se usan para teñir. La semilla, que se emplea
especialmente para cebar aves, produce un aceite comestible que se usó en medicina.
51 Anapelo 'acónito, planta medicinal cuyas semillas son venenosas cuando han llegado a su
madurez'.
52 Aceite de cepas y caldo de uvas, metáfora para designar el 'vino'.
53 Finarse 'consumirse, deshacerse por una cosa o apetecerla con anhelo'.
54Fernández-Sevilla (1985: 93) restringe la tipología semántica del refrán a dos niveles de
sentido metafórico: refranes que fuera de contexto son considerados como hechos de
experiencia y dentro del contexto pueden tener sentido metafórico: "Quien a buen árbol se
arrima, buena sombra le cobija" y otros, propiamente metafóricos: "La sangre sin fuego
hierve".
significado, aunque fuera del contexto tienen, en la mayoría de los casos, una
interpretación literal:
Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
5) Refranes lúdicos: Cabe añadir a dicha tipología básica los refranes cuyo
origen se debe al puro deseo de conseguir cierto placer lúdico, mediante el
uso de la rima: "Cañizar y Villarejo, gran campana y ruin concejo", "Villa por villa,
Valladolid en Castilla; tanto por tanto, Medina del Campo; ciudad por ciudad, Lisboa
en Portugal; aldea por aldea, Fregenal de la Sierra, de la Suela", etc.
I.3.5.1. Aliteración:
I.3.5.2. Repetición:
I.3.5.3. Eufemismo:
I.3.5.4. Antonimia:
I.3.5.5. Poliptoton:
I.3.5.6. Anáfora:
I.3.5.7. Anadiplosis:
I.3.5.8. Epanadiplosis:
I.3.5.9. Paronomasia:
I.3.5.10. Homonimia:
I.3.5.11. Retruécano:
I.3.5.12. Sinécdoque:
I.3.5.13. Metonimia:
causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada, etc.; p. ej., las
canas por la vejez; leer a Virgilio, por leer las obras de Virgilio; el laurel por la gloria, etc.
I.3.5.14. Metáfora:
I.3.5.15. Paralelismo:
Otro aspecto que debe estudiarse, con referencia al estilo del refrán, es
la implicación en la paremia de las personas que están participando en el acto
de comunicación donde se introduce la fórmula parémica. Es indudable que
este uso refuerza la idea de que los refranes son fruto de la experiencia
personal y colectiva, que ha sido comprobada y reafirmada por la comunidad
a lo largo de las generaciones. Su valor testimonial aumenta en estas
circunstancias. No es el YO hablante, es el YO humanidad, todos los YOS
posibles:
Yo sé que me sé, mas de esto callar me he.
Barro las migas, y no a las amigas.
I.3.5.17. Dialogismo:
I.3.5.18. Ironía:
Por último, quedan por destacar los juegos de palabras, muy a tono con
el carácter lúdico de muchas fórmulas parémicas. Su aparición es reducida:
Con la cuerda se ata a la loca.
A la más cuerda, menos cuerda, porque es más fácil que se pierda.
2
Estas ediciones tendrán las siguientes abreviaturas:
An. M. de Cervantes Saavedra (1905): Refranes de Sancho Panza…
C. C. Mª C. Colombi (1989): Los refranes en el Quijote: texto y contexto, Potomac (Maryland):
Scripta Humanistica, col. Scripta Humanistica; 61.
C. y V. J. Coll Y Vehi (1874=2005): Los refranes del Quijote. Ordenados por materias y glosados…
D. R. A. Barella y J. G. Campos (1975=2007): Diccionario de refranes…
F. C. F. Calero (2000): Refranes, sentencias y pensamientos, recogidos en la inmortal obra de
Cervantes "Don Quijote de la Mancha"…
L. J. Leyva (2004): Refranes, dichos y sentencias del Quijote…
O. C. E. O. Canalda (1998): Los refranes del Quijote, Madrid: Cie.
1) J. Coll Y Vehi (1874=2005): Los refranes del Quijote. Ordenados por materias y
glosados [reprod. facs. de la ed. de Barcelona: Imprenta del Diariu, 1874].
Se trata de una colección de 263 frases, de las cuales 251 son refranes y
12 no lo son. Las 263 frases están acompañadas por sus correspondientes
glosas y los pasajes donde aparecen en El Quijote. Coll y Vehi, miembro de la
Real Academia Española, no tiene reparo alguno en aportar su pequeño
granito de arena, de vez en cuando, con grupos de refranes, que se
circunscriben a algún que otra paremia de esta recopilación. Lo más curioso
es que la frase introductoria: "Érase que se era, y el bien que viniere para
todos sea, y el mal para quien lo fuere a buscar." (Sancho: 1ª, cap. XX)3
contiene un refrán cervantino: El mal para quien lo fuere a buscar, que a nuestro
cervantista le pasó desapercibido. Esta recopilación no reúne ningún refrán de
los que figuran en los dos Prólogos de la Primera y la Segunda Parte, ni los
Poemas Iniciales de El Quijote.
El autor confiesa no aportar nada personal más allá del mero acto de
acopio y recopilación de estos refranes:
El libro que ahora ofrezco al público tiene desde luego la ventaja
inmensa de no ser mío, puesto que la mitad por lo menos es obra
del mismo Cervantes, y lo restante, obra de infinidad de autores
desconocidos, castellanos rancios todos, y con excepciones
rarísimas, buenos cristianos. Apenas hice yo otra cosa que copiar y
compilar. [Más adelante, recalca:] me pareció preferible el dar
como refrán alguna que otra frase que no mereciese este nombre, a
omitir una sola que realmente lo fuese (Coll y Vehi, 1847=2005: VII-
VIII).
Esta recopilación está seguida por cuatro índices, elaborados según los
siguientes criterios:
1) por orden alfabético;
2) por orden de aparición;
3) un índice con los "Refranes de las Novelas Ejemplares del Persiles de la
Galatea y del Viaje al Parnaso, por el órden con que en estas obras están
colocados" (Coll y Vehi, 1847=2005: 227) y
4) un índice alfabético de los refranes de El Quijote de Avellaneda.
Pese a que los dos autores de estos índices consideran las variantes de
los refranes como artículos independientes, nos vimos obligados a juntarlas
con las formas estándar de los refranes, operación que tuvo como fruto la
sustanciosa cantidad de 195 refranes, sin desestimar a ninguno de los
recogidos por estos dos autores.
Este libro dispone de un listado que consta de 156 entradas, las cuales
contienen a su vez 151 refranes y 4 entradas desestimadas. Hemos procedido
a adjuntar el refrán nº 194 al nº 22, por formar una variante de este último.
Esta recopilación se trata de los refranes enunciados por Sancho Panza y no
contiene ninguna información más que el texto de las paremias.
que corresponde a cada uno por Juan Suñé Benages. Sevilla: Extramuros Agora
[reprod. facs. de la ed. de Barcelona: Joaquín Gil, 1930].
4 H. Núñez (1555: 1910?): Refranero español [Refranes y proverbios en romance que nuevamente
colligió y glossó el Comendador Hernán Núñez, profesor eminentísimo de Retórica y Griego].
luz, lo cual lo sitúa como una fuente de uso parémico simultáneo a Cervantes
y a su gran creación literaria, como en el Refranero de Gonzalo Correas
(1627=19925), por su aparición unas décadas después de la publicación de El
Quijote. En caso negativo, se recurre al Diccionario de Refranes, de Ana Barella y
Juana Campos (1975=2007), diccionario que recoge todas las entradas
refranescas, recogidas en la XVIIIª edición del Diccionario de la Lengua Española
de la Real Academia. En caso de no figurar en ninguna de las fuentes
anteriores, se recurre a otros refraneros. Si se hacen inviables dichas
alternativas, se recurre a las fuentes modernas, que consisten o bien en las
recopilaciones exclusivas de refranes de El Quijote y las que reúnen a refranes
en la obra cervantina en general, o bien en diccionarios refranescos de
autoridades literarias, el Refranero Clásico (19306), etc., aparte de algún que
otro índice o listado, tocante a los refranes de El Quijote. En su caso, se recoge
la forma más recurrente en estas fuentes.
lengua castellana en que van todos los impresos antes y otra gran copia que juntó el maestro. Ed. de
Víctor Infantes, Madrid: Visor Libros, 1992.
6 J. Suñé Benages (1930): Refranero clásico: colección de más de 2.200 refranes entre los cuales
figuran los usados por el Marqués de Santillana, D. Antonio Hurtado de Mendoza, Mateo
Alemán, Cervantes, Avellaneda, Quevedo, Vélez de Guevara y otros autores / recogidos y ordenados y
puestos con el significado que corresponde a cada uno por Juan Suñé Benages. Sevilla: Extramuros
Agora [reprod. facs. de la ed. de Barcelona: Joaquín Gil, 1930].
7 C. y V.: 172; D. R.: 321 y 339; F. C.: 86; V. G.; L.: 12; O. T.: 377; R. C.; S. B.: 4 y V.: 271.
a) Literal:
2. A BUEN SERVICIO, MAL GALARDÓN9.
―Pues ni él ni las armas ―replicó don Quijote―, quiero que se
ahorquen, porque no se diga que a buen servicio mal galardón (DQ:
II, Cap. LXVI).
b) Literal adaptado:
236. MÁS VALE PÁJARO EN MANO QUE BUITRE VOLANDO10.
236.3. Sancho respondió que hiciese su gusto; pero que él quisiera
concluir con brevedad aquel negocio a sangre caliente y cuando
estaba picado el molino, porque en la tardanza suele estar muchas
veces el peligro; y a Dios rogando y con el mazo dando, y que más
valía un toma que dos te daré, y el pájaro en la mano que el buitre
volando (Sancho: II, cap. LXXI).
c) Personalizado:
46. AÚN LA COLA FALTA POR DESOLLAR11.
8 An.: 13; C. C.: 111 y 122; C. y V.: 94; D. R.: 306; L.: 11; O. T.: 377; O. T.: 379; R. C.: 3; S. B.: 3; V.:
265 y V. G.
9 C. y V.: 172; D. R.: 321 y 339; F. C.: 86; V. G.; L.: 12; O. T.: 377; R. C.; S. B.: 4 y V.: 271.
10 An.: 8; C. C.: 127; C. y V.: 152; D. R.: 269; F. C.: 13; L.: 219; O. C.: 99; O. T.: 380; R. C.; S. B.: 31;
V.: 267 y V. G.
11 C. y V.: 131; F. C.: 18; L.: 47; O. C.: 25; R. C. y S. B.: 9.
d) Personalizado y deconstruido:
12. AL BUEN DÍA, METERLE (MÉTELE) EN CASA12.
Yo, señora de mi alma, estoy determinada, con licencia de vuesa merced,
de meter este buen día en mi casa, yéndome a la corte a tenderme en un
coche, para quebrar los ojos a mil envidiosos que ya tengo (Teresa Panza:
2ª, LII).
f) Deconstruido:
188. LA CAPA LO TAPA TODO13.
Bien es verdad que soy algo malicioso y que tengo mis ciertos
asomos de bellaco; pero todo lo cubre y tapa la gran capa de
simpleza mía, siempre natural y nunca artificiosa (Sancho: 2ª, cap.
VIII).
g) Aludido:
284. OBRA EMPEZADA, MEDIO ACABADA1415.
Los tres mil y trescientos azotes a que estás obligado, siquiera
quinientos, que dados te los tendrás, que el comenzar las cosas es
tenerlas medio acabadas (D.Q.: 2ª, cap. XLI).
h) Truncado:
En caso el de los refranes truncos, recogemos el lema entero del refrán,
aduciendo en cursiva la parte omitida o sobreentendida del refrán:
279. NO SE TOMAN TRUCHAS A BRAGAS ENJUTAS16.
Estos desfalcaré yo de los que tengo de vuestra merced, y entraré
en mi casa rico y contento, aunque bien azotado; porque no se cogen
truchas…, y no digo más (Sancho: 1ª, cap. XXIII).
268 y V. G.
II.5.2.1.) Expresiones:
— 00. Al estricote, aquí y allí barriendo las calles17.
Y, como dicen, al estricote, aquí y allí, barriendo las calles (Sancho: 2ª,
cap. VIII).
— 00. Cogió las de Villadiego18.
Y cogió las de Villadiego (Sancho: 1ª, cap. XXI).
— 00. Como anillo al dedo19.
Como anillo en el dedo (2ª, cap. LXVII).
— 00. En daca las pajas20.
En daca21 las pajas (D. Q.: 2ª, cap. XVIII).
En daca las pajas (Un autor [traductor de un libro del toscano al
castellano]: 2ª, cap. LXII).
Y, en un daca las pajas22 (D.Q.: 2ª, cap. XLI).
23 "Alguna vez dormita el bueno de Homero", dicho para indicar que incluso los genios
pueden fallar.
24 L.: 37 y O. C.: 18.
25 "Alguna vez dormita el bueno de Homero", dicho para indicar que incluso los genios
pueden fallar.
26 O. C.: 19.
27 "Amigo Platón, pero más amiga la verdad", palabras que se atribuyen a Aristóteles.
28 O. T.: 382.
29 Sancho intenta decir una frase del Oficio de difuntos, que habría oído al cura en la iglesia:
"Quia in inferno nulla est redemptio" es decir, "Porque en el infierno no hay redención".
30 O. C.: 125.
31 "El número de los tontos es infinito".
32 L.: 64 y O. C.: 34.
II.5.2.7.) Alguna frase que otra de don Quijote, que, con una leve alteración
léxica, han tenido éxito, por internet, como por ejemplo:
— 00. Con la iglesia hemos dado, Sancho35.
―Con la iglesia hemos dado, Sancho (D.Q.: 2ª, cap. IX).
que, actualmente, se pronuncia como: Con la iglesia hemos topado, Sancho, claro,
cambiando de sentido; del espacial al de choque.
siembran, ni siegan, ni encierran en graneros y Vuestro Padre Celestial las alimenta. ¿No valéis
vosotros más que ellas?" (Cf. Mateo: cap. 6 ,25).
40 C. y V.: 189 y F. C.: 85.
II.5.2.11.) Axiomas:
— 00. Las tierras estériles y secas, estercolándolas y
cultivándolas, dan buenos frutos43.
Que las tierras que de suyo son estériles y secas, estercolándolas y
cultivándolas, vienen a dar buenos frutos (Sancho: 2ª, cap. XII).
— 00. No hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que
el hambre y la carestía44.
Que no hay cosa que más fatigue el corazón de los pobres que el hambre y
la carestía (D.Q.: 2ª, cap. LI).
II.6.1.) Cuando un refrán aparece en las colecciones con una variante con sus
dos partes invertidas, en este caso, recogemos la forma más usual del refrán,
II.6.3.) Cuando el refrán presenta una leve variación con respecto a su forma
en los Refraneros antiguos51, se recogen ambas formas:
46 An.: 9; C. C.: 123; C. y V.: 14; D. R.: 41; F. C.: 25; L.: 160; O. T.: 379; R.C.; S. B.: 10 y V.: 266.
47 An.: 9; C. C.: 123; C. y V.: 14; D. R.: 41; F. C.: 25; L.: 160; O. T.: 379; R.C.; R.C.; S. B.: 10 y V.:
266.
48 An.: 16; C. C.: 118; C. y V.: 195; D. R.: 186; L.: 93; O. T.: 378; R.C.; S. B.: 15; V.: 263 y V. G.
49 An.: 12; C. y V.: 182; D. R.: 115 y 215; F. C.: 46; L.: 120; O. C.: 57; O. T.: 379; R.C.; S. B.: 30 y
V. G.
50 An.: 13; C. C.: 111 y 122; C. y V.: 94; D. R.: 306; L.: 11; O. T.: 377; O. T.: 379; R. C.: 3; S. B.: 3;
51 "El buen día meterlo en casa." (Núñez: 74) y "El buen día, mételo en casa; o meterle en casa"
(Correas: 174).
52 S. B.: 5; D. R.: 128; R. C. y V.: 276.
53 C. y V.: 124; D. R.: 256; O. C.: 59; L.: 114 y S. B.: 35.
54 Versión de Coll y Vehí y Dic. Ac. y S. B.
55 L.: 182 y O. C.: 81.
56 C. y V.: 17; D. R.: 221 y F. C.: 42.
57 L.: 197 y O. C.: 87.
58 C. y V.: 188; D. R.: 142; F. C.: 22; O. T.: 380; R.C.; L.: 179 y V. G.
59 L.: 91.
60 L.: 91; O. C.: 55 y O. T.: 378.
Se puede decir lo mismo que del amor se dice: que todas las cosas
iguala (D.Q., 1ª, cap. XI).
II.6.6.) Hay un refrán recogido en dos fuentes, las cuales no aducen el texto en
que figura. Lamentablemente, no le encontramos ni rastro en El Quijote.
Probablemente, esto se debe a un error de mecanografía y que una fuente
copió, mecánicamente, la referencia a la otra:
— 00. QUIEN CALLA OTORGA61.
61 R. C. y S. B.: 39.
1 "De entrada constato que entre las paremias populares que aparecen en el Quijote, por lo
menos cincuenta y una figuran en mi tesis sobre la supervivencia del refrán español y la
mayoría de ellas pertenecen a lo que podemos llamar "el mínimo paremiológico español". Mi
investigación consistía en una serie de experimentos, encuestas y búsquedas cuya finalidad
fue seleccionar el acervo de refranes que necesariamente conoce un joven hablante de España.
A pesar de que los refranes se usan cada vez menos, he llegado a la conclusión de que hay
aproximadamente 250 unidades muy populares y conocidas generalmente. Esas unidades
reciben el nombre del mínimo paremiológico español. Como el experimento se realizó a partir de
refraneros y encuestas, y no a partir de la lista de refranes de El Quijote, así que he tenido en
cuenta que puede haber más refranes citados en la novela, conocidos y populares, que se han
"escapado" de mi lista del mínimo" (Tarnovska, 2005a: 372).
2
A partir de ahora, todas las cursivas de las citas del presente capítulo son nuestras.
El autor fija los rasgos estilísticos de El Quijote como sigue: estilo llano;
léxico significante, honesto y bien colocado; sintaxis sonora y festiva;
intención bien expuesta; procurar exponer las ideas sin intrincarlas ni
oscurecerlas:
No hay para qué andéis mendigando sentencias de filósofos,
consejos de la Divina Escritura, fábulas de poetas, oraciones de
retóricos, milagros de santos, sino procurar que a la llana, con
palabras significantes, honestas y bien colocadas, salga vuestra oración y
periodo sonoro y festivo; pintando en todo lo que alcanzáredes y fuere
posible vuestra intención, dando a entender vuestros conceptos sin
intrincarlos y oscurecerlos (Narrador: Prólogo al lector, 1ª Parte).
Cervantes lo expresó con meridiana claridad, cuando Maese Pedro
recomienda al muchacho, que está relatando el romance de Gaiferos y
Melisendra, escenificado en el retablo de su nombre, que huya de la afectación
"Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala" (2ª, cap.
XXVI), valiéndose del refrán Toda afectación es mala.
Refraneros españoles de los siglos: XVI y XVII, que recogen todo el peso de la
preceptiva renacentista sobre los refranes, esbozada magistralmente por
Quintiliano, y recogida y difundida por Erasmo en España. Uno de los tópicos
erasmistas que gozaron de gran acogida por parte de los recopiladores
españoles de refranes es la definición del objeto epistemológico de la
Paremiología en aquel momento, esto es, el refrán, definición que Cervantes
recoge y aplica al pie de la letra en El Quijote, a tal extremo que el autor parece
quitarse el atuendo de novelista y reemplazarlo por el de un veterano
paremiólogo.
definición sobre el mismo tema, si bien con un añadido que puede atribuirse a
que el autor quisiese subsanar algún descuido u olvido en las definiciones
anteriores, con lo cual añade "y especulación de nuestros antiguos sabios",
que conecta directamente con las puntualizaciones erasmianas, como se
tendrá ocasión de constatar a continuación.
4A este respecto, Vega Rodríguez recalca: "Desde la exposición erasmista maximis rerum
humanarum cladibus extinctae, col. 7., se transmite a los refraneros españoles el concepto de la
"herencia proverbial" o sabiduría recibida por sucesión" (Vega Rodríguez, 1996: 211).
y
Será bien saber de adónde se dice Refrán. Según parece, hase
llamado así, de referir a muchas veces, y nació de tantos años acá, y
se conservó con el repetirlo, y decir comúnmente con experiencia, y
ciencia, que supieron los antiguos por las reglas, que sus padres les
dieron para que en todas cuantas cosas tratase tuviesen avisos a la
mano dentro de sus casas, y tan dentro de sí, que se pueda llamar
ésta ciencia, no libro esculpido, ni trasladado, sino natural, y
estampado en memorias, y en ingenios humanos (Ibíd.: Preámbulos).
había precavido Mal Lara contra tal exceso: "Si toda nuestra habla y escritura
es toda de refranes, pierde su gracia con la demasiada lumbre… Téngase
juicio en esto, porque darán en cara los muchos refranes".
7
Cursiva nuestra.
dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando como por los cerros de
Úbeda (Don Quijote: 2ª, cap. XLIII).
Tercero;
Del mismo modo que los árboles plantados se impiden el
crecimiento, la abundancia de colores borra la figura, el exceso de
franjas en la toga merma la elegancia, el cuerpo no puede ser todo
ojos, así la abundancia de sentencias deja fría, insulsa y desunida la
oration8 (Vega Rodríguez, 1996: 211),
exceso contra el cual ha advertido Mal Lara: "Si toda nuestra habla y escritura
es toda de refranes, pierde su gracia con la demasiada lumbre… Téngase
juicio en esto, porque darán en cara los muchos refranes" (Mal Lara,
1568=1958: Preámbulos) y don Quijote, echándole la bronca a Sancho, le dice,
por lo mismo: "Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a
propósito, pero cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada
y baja" (Don Quijote: 2ª, cap. XLIII).
Esta idea del uso medido del refrán en el contexto como condimento o
salsa entronca con Aristóteles, quien, concibiendo los proverbios como
reliquias de la filosofía más alta y antigua de los antepasados10, con dicha
metáfora crea la valoración preciosista en el uso de los proverbios que, unida
a la finalidad ornamental, sentada por la preceptiva, cristaliza en las imágenes
de las joyas, la luminaria y la púrpura. Parafraseando a Erasmo, dichas
imágenes preciosistas se encuentran reflejadas en Mal Lara:
Los refranes aprovechan para el ornato de nuestra lengua y
escriptura. Son como piedras preciosas, que arrebatan los ojos con
sus lumbres, y la disposición da a los oyentes gran contento, y
como son de notar, quédanse en la memoria (Mal Lara, 1568=1958:
Preámbulos).
8 "Porro ut adfert lumen clauus purpurae in loco insertas, ita certe neminem deceat intertexta pluribus
notis uestis" (Erasmus, 1500: col. 9 apud Vega Rodríguez, 1996: 212).
9 "Proinde quatenus quibus que modis uti conuenita adagijs indicabimus. Ac primo loco meninisse
o Refranes ciertas reliquias de la antigua Filosofía, que se perdió por las diversas muertes de
los hombres, y quedaron aquellas, como antiguallas, que en alguna ciudad, como Roma, se
hallan, y dan señal de la majestad del imperio Romano".
cap. LVII (3 refranes); cap. LVIII (5 refranes); cap. LIX (5 refranes); cap. LX (4
refranes); cap. LXI (0); cap. LXII (4 refranes); cap. LXIII (2 refranes); cap. LXIV
(2 refranes); cap. LXV (7 refranes); cap. LXVI (3 refranes); cap. LXVII (9
refranes); cap. LXVIII (4 refranes); cap. LXIX (0); cap. LXX (1 refrán); cap.
LXXI (11 refranes); cap. LXXII (1 refrán); cap. LXXIII (3 refranes) y cap. LXXIV
(1 refrán).
En toda la obra, los capítulos que cuentan con un solo refrán son 16
capítulos: 9 en la 1ª11 y 7 en la 2ª12.
11 I (1 refrán); XIII (1 refrán); XIV (1 refrán); XIX (1 refrán); XXVI (1 refrán); XXVIII (1 refrán);
XXXVII (1 refrán); XXXVIII (1 refrán) y L (1 refrán).
12 XI (1 refrán); XV (1 refrán); XXXVIII (1 refrán); XLIV (1 refrán); LXX (1 refrán); LXXII (1
refranes).
24 XXI (8 refranes).
25 XXXV (8 refranes).
26 XXII (9 refranes).
27 V (9 refranes); XIII (9 refranes); XX (9 refranes) y LXVII (9 refranes).
28 XLIX (10 refranes) y LV (10 refranes).
29 XX (11 refranes) y XXV (11 refranes).
30 LXXI (11 refranes).
31 VII (13 refranes) y X (13 refranes).
32 XXXIII (20 refranes).
33 XLIII (25 refranes).
34 "La libertad no se vende por todo el oro del mundo" (López Castro, 1995: 39).
35 "La pálida muerte golpea con pie semejante las cabañas de los pobres y los palacios de los
reyes" (Ibíd.: 39).
36 "Cabe destacar desde un principio la importancia que debe atribuirse al modelo narrativo
Por otra parte, se nota una buena diferencia entre los máximos de las
dos Partes. De hecho, mientras el número de refranes por capítulo, en la
Primera Parte, oscila entre 1 y 11, en la Segunda Parte, oscila entre 1 y 25. En
otras palabras, se trata de una buena diferencia entre los dos máximos de las
dos Partes de la novela.
partes fueron buenas», y otros: «De las cosas de don Quijote bastan
las escritas», se duda que no ha de haber segunda parte, aunque
algunos que son mas joviales que saturninos dicen: "Vengan más
quijotadas, embista don Quijote y hable Sancho Panza, y sea lo que
fuere; que con eso nos contentamos" (Sansón: 2ª, cap. IV).
Se trata de dos testimonios que dan fe del triunfo indiscutible de Cervantes en
esbozar y perfilar el habla de su escudero.
37Teresa Panza (13 refranes); Duquesa (11 refranes); Caballero del Bosque (5 refranes); Doña
Rodríguez (4 refranes); Sancha (3 refranes); Ricote (3 refranes); Tomé Cecial, escudero del C.
del Bosque (2 refranes); Duque (2 refranes); Altisidora (2 refranes); Maese Pedro (2 refranes);
Durandarte (1 refrán); Sansón Carrasco (1 refrán); un hidalgo (1 refrán); Don Lorenzo (1
refrán); Paje de la Duquesa (1 refrán); un caballero (1 refrán); el castellano (1 refrán) y tres
distintos labradores con un refrán cada uno.
38La mayoría de los estudiosos remontan el primer uso refranesco de Sancho al capítulo XIX
y se trata de un error generalizado en todos los estudios. El primer refrán sanchesco es:
"Ténganos el pie al herrar y verá del que cosqueamos.": "debe de pensar el buen hombre, sin
duda, que nos dormimos aquí en las pajas; pues ténganos el pie al herrar y verá del que
cosqueamos" (Sancho: 2ª, cap. IV) (Cursiva nuestra).
39"—Decid Sarra —replicó don Quijote, no pudiendo sufrir el trocar de los vocablos del
cabrero.
—Harto vive la sarna —respondió Pedro—; y si es, señor, que me habéis de andar
zaheriendo a cada paso los vocablos, no acabaremos en un año.
Con ello y ante las típicas opciones que la tradición literaria ofrecía al
autor40, Cervantes eligió dos soluciones combinadas: la prevaricación
idiomática y el uso de refranes. Pero, donde más superó el genio complutense
todas las expectaciones es en el uso excesivo de los refranes en general y sobre
todo en el recurso a las acumulaciones o sartas de refranes, aparte del uso,
casi siempre poco adecuado, que de ellos hacía Sancho.
" —Perdonad, amigo —dijo don Quijote—; que por haber tanta diferencia de sarna a
Sarra os lo dije. Pero vos respondistes muy bien, porque vive más sarna que Sarra; y
proseguid vuestra historia, que no os replicaré más en nada" (1ª, cap. XII).
40 1) la invención de un idioma artificial, como, por ejemplo, el sayagués, para los pastores
bobos del teatro; 2) los errores del habla, esto es, un lenguaje no normativo; 3) el empleo de
un lenguaje normativo o estándar pero grosero o bajo, para reflejar la vivacidad , la
simplicidad o la estupidez de lo que se dice, al estilo de buena parte de los graciosos o necios
de la comedia y, por último, 4) el recurso al uso de refranes, procedimiento tradicional,
manejado por el Ribaldo del Caballero Zifar, a principios del siglo XIV; varios personajes de
tanto el Arcipreste de Hita como el de Talavera, y, desde luego, la heroína y otros personajes
de: Rojas, Delicado y López de Úbeda.
refranes); XLI (Sancho: 3 refranes); XLIII (Sancho: tres sartas; una de 6 refranes
y dos de 4 y 8 refranes); XLIX (Sancho: 5 refranes); LIII (Sancho: 3 refranes);
LV (Sancho: 6 refranes); LXV (Sancho: 3 refranes); LXVII (Sancho: 4 refranes) y
LXXI (Sancho: 4 refranes). Cabe señalar que en el capítulo VII se da una sarta
de Sancho, a base de tres refranes enhilados por Sancho, citando a Teresa
Panza, y uno suyo, aparte de una contra-sarta de tres refranes por parte de
don Quijote. En el capítulo XXXIII, se dan dos sartas sanchescas: una de diez
refranes y otra de tres unidades, mientras en el capítulo XLIII se dan tres
sartas: de 6, 4 y 8 refranes, respectivamente.
42 "Cuanto más, que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano." (Sancho: 1ª, cap. XXV);
"[…] pero digan lo que quisieren, que desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano."
(Sancho: 2ª, cap. VIII); "Vuesas mercedes se queden con Dios y digan al duque mi señor que
desnudo nací, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano; quiero decir que sin blanca entré en este
gobierno y sin ella salgo." (Sancho: 2ª, cap. LIII); "―Yo, señores, porque lo quiso así vuestra
grandeza, sin ningún merecimiento mío, fui a gobernar vuestra ínsula Barataria, en la cual
entré desnudo, y desnudo me hallo: ni pierdo, ni gano.". (Sancho: 2ª, cap. LV) y "En efecto, yo entré
desnudo en el gobierno y salgo desnudo dél; así, podré decir con segura conciencia, que no
es poco: "Desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano" (Sancho: 2ª, cap. LVII) (Cursiva
nuestra).
unas en otras, sin tener pies ni cabeza! ¿Qué tiene que ver el
Cascajo, los broches, los refranes y el entono con lo que yo digo?
(2ª, cap. V).
Pero, sin duda, el autor, este maestro consumado, sabía que mantener
semejante diálogo sobre el futuro de la vida matrimonial de su hija entre dos
analfabetos, hubiera hecho el discurso insulso y muy afectado, con lo cual
tuvo que ingeniárselas con este famoso trueque de papeles, que, en sí, se
considera todo un acertado e innovador recurso paródico-cómico.
Aquí don Quijote critica a Sancho el uso desmesurado de los refranes. Acto
seguido, con un refrán: dijo la sartén a la caldera, quítate allá ojinegra, el escudero
critica, del mismo modo, a su señor este mismo procedimiento: "Estáme
reprendiendo que no diga yo refranes, y ensártalos vuesa merced de dos en dos.", por
el sencillo hecho de haberle soltado los dos siguientes refranes: Predicar en
desierto (Correas) y Castígame mi madre y yo trompógelas (Correas). A
continuación, Don Quijote le replica con una disertación teórica sobre los
refranes y una comparación de los usos de ambos y remata a ambas con otro
refrán: Dios sabe lo que será mañana (Correas). El pasaje en cuestión, más bien,
este largo cruce dialogal de críticas y refranes, consiste en una de las joyas de
la paremiología española de todos los tiempos y es considerado como un
clásico paremiológico mundial, gracias a la genial maestría creativa de un
autor superdotado, que supo, mejor que nadie, cazar más de dos pájaros de un
solo tiro: habla de la teoría y preceptiva de la paremiología; compara el buen y
el mal uso; critica a su escudero, viendo la mota en el ojo de su criado y no
viendo la viga en el suyo propio; deleita al lector con este apasionante cruce
refranesco; arranca la risa del lector y se muestra, a la par, fiel a la preceptiva
de uso renacentista, vigente en aquel momento, aunque afirma un hecho
innegable, consistente en que todo el mundo dice refranes y de que del dicho
(la teoría) al hecho (la práctica), hay mucho trecho, ya que, con la contra-crítica
de Sancho a su amo, vemos a éste como a un cazador cazado.
El texto siguiente nos presenta un cruce de sartas por parte tanto del
caballero como de su escudero. Cervantes recoge una sarta sanchesca y una
contra-sarta quijotesca:
―Teresa dice ―dijo Sancho― que ate bien mi dedo con vuestra
merced, y que hablen cartas y callen barbas, porque quien destaja
43 "Más vale buena esperanza que ruin posesión" y "Más vale buena queja que mala paga".
no baraja, pues más vale un toma que dos te daré. Y yo digo que el
consejo de la mujer es poco, y el que no lo toma es loco.
―Y yo lo digo también ―respondió don Quijote.
―Es el caso ―replicó Sancho― que, como vuestra merced mejor
sabe, todos estamos sujetos a la muerte, y que hoy somos y mañana
no, y que tan presto se va el cordero como el carnero, que nadie puede
prometerse en este mundo más horas de vida de las que Dios
quisiere darle, porque la muerte es sorda, y, cuando llega a llamar
a las puertas de nuestra vida, siempre va de priesa y no la harán
detener ni ruegos, ni fuerzas, ceptros, ni mitras, según es pública
voz y fama, y según nos lo dicen por estos púlpitos.
―Todo es verdad ―dijo don Quijote―, pero no sé dónde vas a
parar.
―Voy a parar ―dijo Sancho― en que vuesa merced me señale
salario conocido de lo que me ha de dar cada mes el tiempo que le
sirviere […].
Sé al blanco que tiras con las inumerables saetas de tus refranes.
Mira, Sancho, […] Solo sé que todos servían a merced, y que cuando
menos se lo pensaban, si a sus señores les había corrido bien la suerte,
se hallaban premiados con una ínsula o con otra cosa equivalente,
y, por lo menos, quedaban con título y señoría. […] Así que,
Sancho mío, volveos a vuestra casa y declarad a vuestra Teresa mi
intención, y si ella gustare y vos gustáredes de estar a merced
conmigo, bene quidem44, y si no, tan amigos como de antes; que si al
palomar no le falta cebo, no le faltarán palomas. Y advertid, hijo, que
vale más buena esperanza que ruin posesión, y buena queja que mala
paga. Hablo de esta manera, Sancho, por daros a entender que
también como vos sé yo arrojar refranes como llovidos. Y, finalmente,
quiero decir, y os digo, que si no queréis venir a merced conmigo, y
correr la suerte que yo corriere, que Dios con vos y os haga un
santo; que a mí no me faltarán escuderos más obedientes, más
solícitos y no tan empachados, ni tan habladores como vos (Sancho y
D.Q.: 2ª, cap. VII).
44"Muy bien".
45Referencia al tormento de agua, el que consistía en hacer tragar agua a través de una gasa
delgada.
III.4.5.4. Posibles razones extraliterarias del desfase entre las dos Partes y la
identidad del verdadero Sancho, objeto de las críticas de don Quijote:
46 Muy bien.
47 "Pero allá van reyes do quieren leyes, […] ayer no se hartaba de estirar de un copo de estopa, y iba a
misa cubierta la cabeza con la falda de la saya en lugar de manto, y ya hoy va con verdugado, con
broches y con entono, como si no la conociésemos!» […] la mujer honrada, la pierna quebrada y en
casa; y la doncella honesta, el hacer algo es su fiesta […]" (Teresa Panza: 2ª, cap. V) (Cursiva
nuestra).
48 "Teresa dice que ate bien mi dedo con vuestra merced, y que hablen cartas y callen barbas,
porque quien destaja no baraja, pues más vale un toma que dos te daré. Y yo digo que el consejo de
la mujer es poco, y el que no le toma es loco" (Teresa Panza: 2ª, cap. VII) (Cursiva nuestra).
49 "no querría que orégano fuese, porque la codicia rompe el saco, y el gobernador codicioso hace la
donaires es de grandes ingenios […] y donde está la verdad está Dios" (D. Q.: 2ª, cap. III) (Cursiva
nuestra).
51 "que si al palomar no le falta cebo, no le faltarán palomas51. Y advertid, hijo, que vale más buena
esperanza que ruin posesión, y buena queja que mala paga" (Don Quijote: 2ª, cap. VII).
52 "Las prevaricaciones idiomáticas de Sancho son una fuente continua de comicidad. Y sirven
para poner de relieve la enorme distancia entre la condición de villano del personaje y su
deseo de ascenso social" (López, 2005: 23).
A este respecto, cabe señalar que el refrán literal o libre, según Vega
Rodríguez (1990: 326), es preferentemente propenso al uso de introductores,
ya que su literalidad encierra la autoridad y el prestigio sapiencial de la
paremia, algo que se echa en falta o es difícilmente viable en las variantes
deconstruidas o personalizadas del refrán. Así que Sancho usa profusamente
este tipo de refranes, para protegerse de la ira de su señor y para introducir
los refranes cultos prevaricados que va profiriendo a lo largo de la novela sin
correr riesgo alguno.
1) Introductores interrogativos;
2) Introductores interjectivos.
1) Posición inicial.
2) Posición intermedia o parentética.
3) Posición final.
1 En todas las citas de los refranes introducidos, los introductores irán en negrita y los
refranes en cursiva.
2 Coloquio de los escuderos del caballero del Bosque y de Don Quijote (Capítulo XXXVI, Parte
2ª).
3 De los locos.
Pero como suele decirse que un mal llama a otro (Dorotea: 1ª, cap.
XXVIII, p. 206).
El siguiente grupo tiene por fin introducir los refranes que indican lo
que el enunciador evita que la gente diga de él. Semejantes presentadores son
de interés sociolingüístico, porque denotan que, en aquella época, la libertad
de las personas estaba encorsetada por la opinión de los demás, que se ve -en
el contexto de este tipo de presentadores- formulada en refranes, como si todo
el mundo pensase en refranes. Estos presentadores tienen cuatro formas: 1 y
2) no se diga…; 3) no se ha de decir… y 4) no se dirá…:
Estos introductores tienen una única forma verbal del verbo Oír, en
pretérito perfecto, e indican la frecuencia prolongada del uso de los refranes
en cuestión, aparte de aportar todo tipo de datos sobre el enunciador del
refrán, lo cual supone una información pragmática y sociolingüística de gran
calibre.
4 En realidad, se trata de un sintagma verbal formado por más de un verbo, OÍR DECIR, pero
preferimos aducirla con el nombre del verbo que rige la estructura, esto es, el verbo oír.
1.1.2.2.1.1) "DIGO,…":
286. PACIENCIA Y BARAJAR.
286.1. Cuando así no sea ―respondió el lastimado Durandarte con
voz desmayada y baja―, cuando así no sea, ¡oh primo!, digo,
paciencia y barajar (Durandarte: 2ª, cap. XXIII, p. 478).
5 "Tanto vales cuanto has" reza un refrán muy antiguo, recogido por Íñigo López de
Mendoza, marqués de Santillana (1398"1458), en su Colección de refranes que dicen las viejas tras
el fuego.
1.2.3.2) "TE HAGO SABER, HERMANO PANZA –REPLICÓ DON QUIJOTE— QUE…":
265. NO HAY MEMORIA QUE EL TIEMPO NO ACABE, NI DOLOR QUE LA
MUERTE NO LE CONSUMA.
1.2.3.4) "PORQUE QUIERO QUE SEPA VUESTRA MERCED, SEÑOR MÍO, QUE…":
257. NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
257.2. Porque quiero que sepa vuestra merced, señor mío, que no
es todo oro lo que reluce, porque esta Altisidora tiene más de
presunción que de hermosura (Doña Rodrígueza de Grijalba (una
de las dueñas de la duquesa: 2ª, XLVIII, p. 592).
Sin duda, al mismo carro de los dos verbos anteriores sube considerar,
que pone de manifiesto la máxima autoridad casi judicial del refrán, mediante
el uso del término considerando:
Con el uso del verbo ser, el autor convierte el refrán en una aserción o
una frase normal, con lo cual lo libera de los corsés de la tradicionalidad y la
fijeza de su forma, haciéndole pasar del sociolecto a su propio idiolecto. En
este caso, el autor no pone en tela de juicio la verdad que ostenta el refrán ni
se distancia de él, sino que se identifica con la paremia. Es más: este uso
idiolectal nos da una idea de la gran difusión y credibilidad del refrán, ya que
no se recurre al uso de esta fórmula introductoria para integrarlo en el
discurso.
Uno de los usos más novedosos que El Quijote presenta son los
juramentos refranescos, en que se vale de los refranes como juramentos. En su
caso, el introductor consiste en el verbo jurar y la persona o la cosa por la que
se jura y el refrán ostenta el contenido del juramento o, en otras palabras, lo
jurado. Una buena muestra de ello son los refranes siguientes:
1.2.10.1.) " ―¡A LA BARBA DE LAS HABILIDADES DE BASILIO!, QUE…"
337. TANTO VALES CUANTO TIENES Y TANTO TIENES CUANTO VALES.
1.3.2.2.2) "EL CUAL CUMPLIÓ CON ELLOS NUESTRO REFRÁN CASTELLANO QUE…":
47. AUNQUE LA TRAICIÓN APLACE, EL TRAIDOR SE ABORRECE.
El cual cumplió con ellos nuestro refrán castellano que "aunque la
traición aplace, el traidor se aborrece.", y, así, se dice que mandó el
general ahorcar a los que le trujeron el presente, porque no se le
habían traído vivo (Cautivo, 1ª, cap. XXXIX, p. 281).
1.3.2.3.7) "YA VEO QUE ES VERDAD LO QUE SE DICE POR AHÍ, QUE…":
205. LA RUEDA DE LA FORTUNA ANDA MÁS LISTA QUE UNA RUEDA DE
MOLINO.
Ya veo que es verdad lo que se dice por ahí, que la rueda de la
fortuna anda más lista que una rueda de molino, y que los que ayer
estaban en pinganitos, hoy están por el suelo (Sancho: 1ª, cap.
XLVII, p. 331).
8 "—Por Dios, señor nuestro amo —replicó Sancho—, que vuesa merced se queja de bien
pocas cosas. ¿A qué diablos se pudre de que yo me sirva de mi hacienda, que ninguna otra
tengo, ni otro caudal alguno sino refranes y más refranes? (Sancho: 2ª, cap. XLIII)
vergüenza a las criadas, las cuales, cuando ven a las amas echar
traspiés, no se les da nada a ellas de cojear, ni de que lo sepan
(Narrador: 1ª, XXXIV, p. 248).
1.3.2.3.10) "NO APROBARÁ VUESTRA MERCED AQUEL REFRÁN QUE DICEN: …":
246. MUERA MARTA, Y MUERA HARTA.
―Desa manera ―dijo Sancho, sin dejar de mascar apriesa― no
aprobará vuestra merced aquel refrán que dicen: "muera Marta y
muera harta"; yo, a lo menos, no pienso matarme a mí mismo
(Sancho: 2ª, cap. LIX, p. 643).
IV.1.3.2.4. Distanciamiento:
1.3.2.4.1) "POR CUMPLIR CON EL REFRÁN, QUE ÉL MUY BIEN SABÍA, DE…":
73. CUANDO A ROMA FUERES, HAZ COMO VIERES.
Todo lo miraba Sancho, y de ninguna cosa se dolía; antes, por
cumplir con el refrán, que él muy bien sabía, de "cuando a Roma
fueres, haz como vieres", pidió a Ricote la bota, y tomó su puntería
como los demás, y no con menos gusto que ellos (Narrador: 2ª, cap.
LIV, p. 622).
IV.1.5.2. ASÍ:
IV.1.5.4. COMO:
IV.1.5.7. EN EFECTO:
IV.1.5.8. EN FIN:
IV.1.5.9. ENTONCES:
IV.1.5.10. MAS:
IV.1.5.11. NO SINO:
IV.1.5.12. PERO:
IV.1.5.13. POR:
IV.1.5.14. PORQUE:
189.3.; 198; 190; 206; 207.1.; 208; 213; 219; 266; 292; 304.1.; 308; 324; 336.4. y 345.2.
IV.1.5.15. PUES:
IV.1.5.17. QUE:
76.2.; 78.4.; 81.1.; 81.2.; 88; 102.2.; 111; 113; 124; 125; 127; 143; 149; 151; 156; 159.1.; 172; 173; 181;
183.2.; 183.4.; 193; 196; 225; 238.2.; 238.3.; 239; 242; 243; 257.1.; 276; 278; 281.1.; 284; 287.2.;
291.2.; 294.3.; 319; 327; 331.1.; 336.2.; 339; y 340.
IV.1.5.18. SI YA NO ES QUE:
IV.1.5.19. Y:
64.1.; 64.2.; 66; 67.2.; 72.2.; 79; 92; 94; 96; 107; 112; 114;132.1.; 137; 159.1.; 166; 177; 183.3.; 202;
204; 212; 226; 229; 232; 236.3.; 237.2.; 244; 245; 247; 249; 250; 253; 271; 285; 294.4.; 295; 298.2.;
299; 304.2.; 315.2.; 316; 318; 321.2.; 325; 345.1. y 353.
IV.2.1.2. Indirectos:
2.1.2.1.) "CÓMO…":
234. MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA.
ha servido para que se conozca y vea con toda verdad cómo la
fuerza es vencida del arte. (Narrador: 2ª, cap. XIX, p. 458)
IV.2.1.3. Retóricos:
Es más: así se hace también eco del propio refranero, que recurre, en
algunos casos, a los introductores en posición intermedia:
puertas al campo? Cuanto más, que de Dios dijeron24. (Sancho: 1ª, cap.
XXV, p. 172)
Pero cabe resaltar que, a nuestro juicio, los refranes integrados por
introductores o nexos sintácticos presentan un uso especial o estandarizante,
donde estas unidades del saber popular se convierten en unos enunciados
lingüísticos normales que los paremiólogos consideran como refranes
narrativos, es decir, unos enunciados textuales y no como paremias, con lo
cual, si descontamos el total de los refranes introducidos por nexos
gramaticales o, más bien, introductores sintácticos, el uso de los introductores
tendría otra cariz.
V.0. Introducción:
En El Quijote, tres reyes de la Casa de Austria pasan por las páginas del
libro inmortal. La vida del autor (1547-1616) coincide con los reinados de estos
tres monarcas. El emperador Carlos I de España y V de Alemania, con su hijo
y sucesor, Felipe II, se hallan reflejados en la Primera Parte de El Quijote en la
historia del capitán cautivo, intercalada con matices autobiográficos
cervantinos y en la cual se sacan a colación las contiendas navales
descollantes, en el Mediterráneo, de Lepanto y Navarino, en aguas de Grecia,
y La Goleta, en Túnez, en el norte de África (1ª, caps. XXXIX-XLI). La Segunda
Parte de El Quijote, nos lleva al tiempo histórico de Felipe III, hijo y sucesor
del II, bajo el reinado del cual tuvo lugar la expulsión de los moriscos (2ª, cap.
LXV), cuestión, que el autor desarrolla en más de un punto de esta Parte de su
obra.
V.1. Análisis del uso refranesco en El Quijote por las distintas clases
de la sociedad española:
1 Dichos personajes son: 1) El galeote, Ginés de Pasamonte, que, en la Primera Parte, enuncia
dos refranes (I, XXII) y se hace pasar, primero, por un gitano, y, más adelante, hace, en la
Segunda Parte, de titiritero, llamado Maese Pedro, soltando otros dos refranes (II, XXVI), y 2
y 3) El bachiller, Sansón Carrasco, y Tomé Cecial, vecino y compadre de Sancho Panza, tanto
el primero como el segundo se hacen pasar, respectivamente, por el Caballero del Bosque o
251 ESTUDIO PAREMIOLÓGICO CONTRASTIVO DE EL QUIJOTE Y SU TRADUCCIÓN AL ÁRABE
La sociedad española y su cultivo del refranero en El Quijote
de los Espejos y por el Escudero de las Narices, las cuales tenían aterrorizado a Sancho Panza,
por su carnavalesca desmesura.
V.1.1.1. Sancho:
2 Oportuna, adecuadamente.
3
1.1., 1.2., 1.3., 5, 7.1., 7.2., 11, 14, 17.1., 17.2., 19, 20, 21, 26.2., 26.3., 26.4., 26.5., 28, 29.2., 29.3.,
29.4., 29.5., 34, 37.4., 38, 41, 43, 46.1., 48, 51, 52.1., 52.2., 52.3., 53, 54.1., 57.1., 57.2., 60, 62, 63,
64.1., 64.2., 65.2., 67.1., 70, 72.2., 74, 76.3., 78.1., 78.2., 78.4., 79, 81.1., 83, 93, 94, 95.2., 96, 100.2.,
101, 102.2., 102.3., 102.4., 102.5., 103.2., 103.3., 105, 106.1., 106.2., 107, 110.1., 110.2., 111, 112,
116, 117, 118, 119, 124.1., 124.2., 125, 127, 129, 130, 131, 132.1., 132.2., 134, 138, 142, 144, 147,
150, 151, 152, 158, 159.1., 159.2., 160.2., 160.4., 162.1., 163, 164, 165, 166, 169, 171, 173, 174.1.,
174.2., 177, 179, 181, 183.2., 183.3., 183.4., 185, 188, 190, 193, 202, 204, 212, 216, 219, 223.1.,
223.2., 227, 228, 229, 231.2., 233, 236.2., 236.3., 237.2., 238.1., 238.2., 238.3., 242, 243, 244, 245,
246, 247, 250, 251, 252, 254.1., 254.2., 254.3., 256.2., 257.1., 262, 270, 271, 280, 281.1., 282.2.,
282.3., 285, 286.2., 288.1., 289.2., 289.3., 290, 291.2., 292, 293, 295, 296.1., 296.2., 300.2., 304.1.,
304.2., 307, 308, 314, 316, 317, 321.2., 323, 324, 326, 327, 329.2., 330, 331.1., 331.2., 334, 336.2.,
336.3., 337.1., 337.2., 339, 342, 343, 345.1., 345.2., 347, 348, 355 y 357.2.
V.1.1.3. Sanchica:
Como de tal palo, tal astilla y no yerra quien a los suyos semeja, no es de
extrañar que, en la Segunda Parte, se suba Sanchica al carro de los
enunciadores de refranes, con tres evangelios chicos.
V.1.2.1. El ventero:
V.1.2.2. El barbero:
4 Capítulo XIV, Parte 2ª. También Sancho Panza (Capítulo XLVIII, Parte 2ª), a quien responde
Don Quijote: "Duerme tú, Sancho, que naciste para dormir.".
5 Frase tomada del Evangelio de san Mateo (XV, 14).
V.1.2.9. El "castellano":
V.1.2.10. Merlín:
Era el mayordomo del duque, que se hacía pasar por un mago, llamado
Merlín, en burla de don Quijote; este personaje participa con un refrán; 46.2.:
Don Quijote, bajo el efecto de su locura, creía que dicha campesina era
Aldonza Lorenzo, esto es, su princesa, Dulcinea, pero encantada. Este
personaje aporta un refrán; 184:
V.1.3.2. Un labrador:
Se trata de "Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar" (1ª, cap. IV,
p. 62), que participa con un refrán; 197:
V.1.4.3. Dorotea:
Es "la hija única del rico Clenardo" (1ª, cap. XXIX, p. 207) y interviene
con 2 refranes; 37.1. y 351:
V.1.4.4. Camila:
V.1.5. Criados:
6"Nunca mucho costó poco" se dice encareciendo la necesidad del esfuerzo para obtener
beneficios.
265 ESTUDIO PAREMIOLÓGICO CONTRASTIVO DE EL QUIJOTE Y SU TRADUCCIÓN AL ÁRABE
La sociedad española y su cultivo del refranero en El Quijote
V.1.5.3. Altisidora:
Por esta insignia sacó don Quijote que aquella gente debía de ser
del pueblo del rebuzno (Versos de un estandarte: 2ª, cap. XXVII, p.
499).
V.2. LA NOBLEZA
Con la alta nobleza, nos referimos a los nobles de título, como los
marqueses, los duques, los condes, etc. Constituían la clase de privilegiados
con mayor poder de la sociedad española. En realidad, buena parte de estos
grandes nobles abandonaron la milicia y se convirtieron en cortesanos que
nadaban en la abundancia de las comodidades de la corte. En El Quijote, dos
ejemplos muestran la más elevada jerarquía nobiliaria: el primero de ellos es
reflejado, de pasada, en la Primera Parte y se trata del duque Ricardo "un
grande de España que tiene su estado en lo mejor desta Andalucía." (1ª, cap.
XXVIII, p. 167), padre de don Fernando, el frívolo seductor de Dorotea y
esposo de Luscinda; mientras el segundo consiste en los Duques aragoneses,
que hospedaron a Don Quijote y Sancho Panza, para divertirse con ellos en
burlas y mascaradas (2ª, caps. XXX-LVII), donde se ve a un hidalgo que se
esfuerza por mejorar su condición social. Cabe señalar que en la ducal
mansión campestre, dicho hidalgo se vio tratar, por vez primera, como si
V.2.1.1. La Duquesa:
Con un alto sentido crítico del uso de los refranes, se hace con la mayor
parte de unidades enunciadas por la alta Nobleza, llegando a proferir 11
refranes:
54.2., 92, 97, 137, 189.3., 198, 249, 312, 315.2., 329.1. y 353.
7Referencia al dicho "quiera Dios que orégano sea y no se nos vuelva alcaravea", que pone de
manifiesto el temor de que suceda lo contrario de lo que se desea.
269 ESTUDIO PAREMIOLÓGICO CONTRASTIVO DE EL QUIJOTE Y SU TRADUCCIÓN AL ÁRABE
La sociedad española y su cultivo del refranero en El Quijote
V.2.1.2. El Duque:
V.2.2.1.1. Lotario:
V.2.2.1.2. Un caballero:
V.2.2.1.3. Durandarte:
Los dos hidalgos de pueblo enuncian, al igual que toda la alta Nobleza,
sus dos refranes en la Segunda Parte.
Los refranes enunciados por don Quijote, en la Primera Parte, son los
43 siguientes:
10, 16, 22.1., 23, 55, 61.1., 68, 87, 89, 109, 121.1., 121.2., 122, 126, 154,
160.1., 160.3., 175, 186.1., 191.2., 194, 200, 203.2., 220, 221, 230, 237.1.,
259, 263, 265, 269, 272, 291.1., 294.4., 303, 305, 310, 318, 321.1., 333,
341.1. y 349.
―De gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de
los pecados que más a Dios ofende es la ingratitud. (D. Q.: 1ª, cap.
XXII, p. 157);
121. DONDE UNA PUERTA SE CIERRA, OTRA SE ABRE.
121.1. ―Siempre deja la ventura una puerta abierta en las desdichas para
dar remedio a ellas ―dijo don Quijote―. Dígolo porque esa bestezuela
podrá suplir ahora la falta de Rocinante, llevándome a mí desde
aquí a algún castillo donde sea curado de mis feridas (D.Q.: 1ª, cap.
XV, p. 112).
V.2.2.2.2.2. El narrador:
9 También llamados "padres de pobres", cuya misión consistía en procurarles trabajo y buscar
asistencia a sus males. La medida había sido adoptada en las Cortes de Valladolid de 1555.
10 Condición de manco.
V.3. EL CLERO
las letras, tal como rezuma "el discurso de las armas y las letras" (1ª, cap.
XXXVII) con unas críticas a la guerra absurda, como en el episodio del pueblo
del rebuzno, y una manifiesta defensa de la guerra justa.
El Quijote (2ª, caps. LIV, LXIII y LXV), sino en el Coloquio de los perros y en
Persiles y Segismunda.
V.5.2.1. Ricote:
Esta actitud inclinada hacia los pobres, o sea, los más vulnerables en
aquella época, se divisa por entre los resquicios de los consejos dirigidos por
Don Quijote a su ingenuo escudero, para gobernar la isla Barataria. El héroe
alcalaíno recurre a la alusión a dos refranes, en el transcurso de dichos
consejos; refranes que constituyen toda una crítica a la actitud imparcial de la
sociedad, inclinada hacia el rico más que el pobre, lo cual suponía la repulsa
cervantina de cierta injusticia social a este respecto:
Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más
justicia que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad
por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos
e importunidades del pobre (2ª, cap. XLII, p. 564).
Con las informaciones del rico, el autor hace alusión al refrán: "Las necedades
del rico por sentencias pasan en el mundo." Y con las promesas y dádivas, se
refriere al refrán: "Dádivas quebrantan peñas" y, sumados los dos, nos
generan el famoso refrán: "No tomes cohecho, ni pierdas derecho".
11 También llamados "padres de pobres", cuya misión consistía en procurarles trabajo y buscar
asistencia a sus males. La medida había sido adoptada en las Cortes de Valladolid de 1555.
12 Condición de manco.
Los dos refranes de los galeotes fueron enunciados por los dos
personajes siguientes:
V.5.6.1.1. Un galeote:
Según las guardas, Ginés tenía "más delitos que todos los otros
[galeotes] juntos, y que era tan atrevido y tan grande bellaco". Ginés de
Pasamonte enuncia, en las galeras, el siguiente refrán:
Los dos refranes pronunciados por las guardas de los galeotes no son
más que lo que suele repetirse en este mundo de la delincuencia. Se trata de
una las aportaciones refranescas más valiosas de toda la literatura española.
Dichos refranes forman parte de la jerga criminal o la germanía de estos
malhechores. El interés de este par de refranes radica en un caso raro de lo
que podría denominarse jerga refranesca. Estos dos personajes enuncian los
dos siguientes refranes:
13 Se ha procedido a incluir los refranes, enunciados por las guardas, con los correspondientes
a los galeotes, porque no son más que la jerga, que usan los galeotes en sus conversaciones.
285 ESTUDIO PAREMIOLÓGICO CONTRASTIVO DE EL QUIJOTE Y SU TRADUCCIÓN AL ÁRABE
La sociedad española y su cultivo del refranero en El Quijote
Porque dicen ellos que tantas letras tiene un no como un sí, y que
harta ventura tiene un delincuente, que está en su lengua su vida o su
muerte, y no en la de los testigos y probanzas. (Una guarda de los
galeotes: 1ª, cap. XXII, p. 152) y
332. TANTAS LETRAS TIENE UN NO COMO UN SÍ.
Porque dicen ellos que tantas letras tiene un no como un sí, y que
harta ventura tiene un delincuente, que está en su lengua su vida o
su muerte, y no en la de los testigos y probanzas; y para mí tengo
que no van muy fuera de camino (Una guarda de los galeotes: 1ª,
cap. XXII, p. 152).
en Al-Naqqāš, Raŷā': Aṣwāt Ġāḍiba [Voces furiosas.]. Beirut, Dār Al-Amal, págs. 90-99.
7 MakkĪ, Maḥmūd 'Alī (1985): "Cervantes", Al-Qāhira. Adab. Fikr. Fann, 26 de febrero de 1985),
págs. 30-32.
8Al-Ahwānī, ´Abd al-'Azīz: "Muqaddimat al-mutarŷim [Introducción del traductor]" en
A pesar de que todo lo anterior no era más que una broma tan
burlona como maliciosa, que el socarrón bachiller gastaba a don Quijote,
pues como, al decir del mayordomo de la Duquesa, las burlas se vuelven en
veras (2ª, cap. XLIX, p. 593), la burla se ha hecho realidad y, como señala
certeramente Makki (2005: 223):
La obra de Cervantes no tardó en ser una de las más traducidas
a lenguas extranjeras, equiparada en este aspecto a los libros
sagrados.
Biografía:
13 'Abdel-Moḥsen (2013).
14 Badawī, 'Abd al-Raḥmān (1962): Al-Iskāfiyya al-'aŷība en Al-Maŷal-la, 62: 106-115.
15 Badawí, 'Abd al-Raḥmān (1964): Masraḥiyyāt Lorca: Yerma; 'Urs ad-damm y Al-Iskāfiyya al-
'aŷība [Obras de teatro de Lorca: Yerma, Bodas de Sangre y La zapatera prodigiosa], El Cairo:
Dār an-Nahḍa al-'Arabiyya.
16 Badawī, 'Abd al-Raḥmān (1979): Hayāt Lazario di Tormis, Madrid: Instituo Hispano-Árabe de
Cultura.
17 Cfr. el Prólogo a la traducción.
1
Se trata de los siguientes refranes: 3; 5; 7.1.; 7.2.; 9; 12; 21; 22.1.; 22.2. 22.3.; 27; 28; 30; 32; 36.1.;
36.2.; 36.3.; 47; 52.1.; 52.2.; 52.3.; 53; 54.1.; 54.2.; 57.1.; 57.2.; 61.1.; 61.2.; 61.3.; 72.1.; 72.2.; 73;
78.1.; 78.2.; 78.3.; 78.4.; 79; 80; 91; 94; 95.1.; 95.2.; 97; 98; 100.1.; 100.2.; 102.1.; 102.2.; 102.3.;
102.4.; 102.5.; 103.1.; 103.2.; 103.3.; 105; 106.1.; 106.2.; 111; 113; 121; 124.1.; 124.2.; 131; 138; 148;
151; 158; 162.1.; 163; 165; 171; 172; 173; 174.1.; 174.2.; 182; 183.1.; 183.2.; 183.3.; 183.4.; 185; 188;
189.1.; 189.2; 189.3.; 190; 191.1.; 191.2.; 194.0.; 194.01; 198; 202; 203.2.; 203.3.; 208; 209; 216; 217;
227; 228; 229; 236.1.; 236.2.; 236.3.; 238.1.; 238.2.; 238.3.; 249; 250; 254.1.; 254.2.; 254.3.; 257.1.;
257.2.; 263; 264; 268; 276; 277.1.; 277.2.; 279; 284; 285; 288.; 288.1.; 288.2.; 301; 303; 308; 311; 316;
320; 321.1.; 321.2.; 331.1.; 331.2.; 333; 337.1.; 337.2.; 349; 352; 354; 355; 356; 357.1.; 357.2. y 471.0.
2 5; 7.1.; 7.2.; 21; 27; 28; 52.1.; 52.2.; 52.3.; 53; 54.1.; 57.1.; 57.2.; 61.2.; 72.2.; 78.1.; 78.2.; 78.4.; 79;
94; 95.2.; 100.2.; 102.1.; 102.2.; 102.3.; 102.4.; 102.5.;; 103.2.; 105; 106.1.; 106.2.; 111; 124.2.; 131;
138; 151; 158; 162.1.; 163; 165; 171; 173; 174.1.; 174.2.; 183.2.; 183.3.; 183.4.; 185; 188; 189.1.; 190;
202; 216; 227; 228; 229; 236.1.; 236.2.; 236.3.; 238.1.; 238.2.; 238.3.; 250; 254.1.; 254.2.; 257.1.; 264;
277.1.; 279; 285; 288; 288.1.; 301; 308; 316; 321.2.; 331.1.; 331.2.; 337.1.; 337.2.; 354; 355; 357.2. y
472.
3 12; 32; 36.2.; 72.1.; 78.3.; 311 y 357.1.
4 356.
5 36.1.
6103.3.
7 148.
8 209.
9 320.
10 80.
11 7.1. y 7.2.; 57.1. y 57.2.; 106.1. y 106.2.; 174.1. y 174.2.; 254.1. y 254.2.; 288 y 288.1.; 331.1. y
238.2. y 238.3.
13 54.1.; 61.2.; 72.2.; 95.2.; 100.2.; 103.2.; 124.2.; 162.1.; 189.1.; 257.1.; 277.1.; 321.2. y 357.2.
14 5; 21; 27; 28; 53; 79; 94; 105; 111; 131; 138; 151; 158; 163; 165; 171; 173; 185; 188; 190; 202; 216;
227; 228; 229; 250; 264; 279; 285; 301; 308; 316; 354; 355 y 472.
15 3; 22.1.; 22.2.; 22.3.; 30; 61.1.; 61.3.; 91; 95.1.; 113; 121; 191.1.; 191.2.; 194.0.; 203.2.; 254.3.; 263;
Los refranes de Don Quijote comparten con los de Sancho una buena
parte de sus características, pese a ser menos intensos. El caudal del caballero
andante presenta la siguiente distribución: 2 refranes-muletilla24, que se
repiten dos veces; un refrán-muletilla25, que se repite 3 veces; 7 refranes
polipersonales26 y 10 individuales27.
Aparte del título del capítulo en el que aparezca, cada refrán estará
encabezado por el número y el lema que le correspondan en el corpus
principal de la tesis y aparecerá suficientemente contextualizado y citado, de
modo que el lector pueda dar fácilmente con su sentido. Al final del texto, y
para mayor rigor, figurarán entre paréntesis el personaje que lo pronuncia, así
como la Parte de la novela y el capítulo y el número de página que le
correspondan. En cuanto a la versión árabe, las citas serán contextualizadas,
indicando el tomo y la página de la edición de Badawī donde aparezca la
traducción de cada refrán.
Una vez aclarado el sentido del refrán que recogen tanto el Dic. Aut.
como el Dic. Ac. y, reforzado y documentado en las dos fuentes
paremiográficas, anteriormente, mencionadas, pasaremos a dar cuenta de sus
ocurrencias en las fuentes literarias clásicas españolas, basándonos en las
informaciones que aporta tanto el Dic. Aut. como el Diccionario de refranes de
A. Barella y J. G. Campos (1975=2007). En este caso, la citación de estas
fuentes se limitará al título de la obra, o a una abreviatura del mismo con la
parte en que figura el refrán. A dichas fuentes añadiremos el texto cervantino
del refrán, indicando la Parte, el capítulo y la página de la edición de El
Quijote de J. L. Pérez López donde aparezca el refrán.
Otros refranes son usados más de una vez; a veces, por un mismo
personaje, otras, por más de uno. De entrada, algunos de ellos son usados
cuatro veces por más de un personaje. Una muestra de los refranes de este
tipo son el 78 y el 183, usados tres veces por Sancho y otra por su mujer,
Teresa Panza; el primero de ellos exclusivamente en la Segunda y el segundo
en ambas Partes35.
A estos dos tipos de refranes, se suman los que se usan tres veces por
un solo personaje o más36.
Pero, los más recurrentes son los refranes usados dos veces por un
personaje o más37.
33 Se trata de los refranes siguientes: 3; 28; 36.1.; 36.2. y 36.3.; 52.1., 52.2. y 52.3.; 57.1. y 572.; 94;
100.1. y 100.2.; 103.1., 103.2. y 103.3.; 105; 111; 113; 121; 138; 148; 158; 163; 165; 172; 174.1. y
174.2.; 185; 188.; 189.1., 189.2. y 189.3.; 190; 209; 227; 236.1.; 236.2. y 236.3.; 250; 254.1., 254.2. y
254.3.; 257.1. y 257.2.; 263; 268; 276; 279; 285; 288.1., 288.2. y 288.3.; 333; 337.1. y 337.2.; 354 y 356.
34
102.1.; 102.2.; 102.3.; 102.4. y 102.5.: Desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano.
35
78.1.; 78.2.; 78.3. Y 78.4.: Cuando te dieren la vaquilla, corre (acude) con la soguilla y 183.1.; 183.2.;
183.3. y 183.4.: Ir por lana y volver trasquilado.
36
36.1.; 36.2.; 36.3.; 52.1.; 52.2.; 52.3.; 61.1.; 61.2.; 61.3.; 103.1.; 103.2.; 103.3.; 189.1.; 189.2. y 189.3.;
238.1.; 238.2.; 238.3.; 288.1.; 288.2. y 288.3. De estos trípticos, pueden citarse los dos siguientes:
36.1.; 36.2. y 36.3.: Allá van leyes, do quieren reyes y 52.1.; 52.2. y 52.3.: Bien se está san Pedro en
Roma.
37
A esta categoría pertenecen las siguientes unidades: 7.1. y 7.2.; 22.1. y 22.2.; 54.1. y 54.2.;
57.1. y 57.2.; 72.1. y 72.2.; 95.1. y 95.2.; 100.1. y 100.2.; 106.1. y 106.2.; 124.1. y 124.2.; 174.1. y
174.2.; 191.1. y 191.2.; 203.2. y 203.3.; 236.1. y 236.2.; 254.2. y 254.3.; 257.1. y 257.2.; 277.1. y
277.2.; 321.1. y 321.2.; 331.1. y 331.2.; 337.1. y 337.2.; y 357.1. y 357.2.
38
En la muestra de la presente investigación, hemos optado por incluir los siguientes
refranes: 12. Al buen día, meterle (métele) en casa; 188. La capa lo tapa todo; 203.2. La ocasión la
pintan calva y 284. Obra empezada, medio acabada.
―Ya vees, Sancho hermano, el largo viaje que nos espera[…] así, querría que ahora te retirases
en tu aposento […] te dieses, a buena cuenta de los tres mil y trescientos azotes a que estás
obligado, siquiera quinientos, que dados te los tendrás, que el comenzar las cosas es tenerlas
medio acabadas (D.Q.: 2ª, cap. XLI).
39
De dicha modalidad, recogemos las siguientes siete unidades paremiológicas: 36.1.; 95.1.;
151.; 279.; 321.1.; 333. y 356. De los siete refranes anteriores, aducimos los tres siguientes: 36.1.
Allá van leyes, do quieren reyes;
95.1. De paja y de heno, el pancho, o el vientre lleno y 151. El que tiene el padre alcalde, seguro va
a juicio.
―Para todo hay remedio, si no es para la muerte; y, teniendo yo el mando y el palo, haré lo
que quisiere; cuanto más, que el que tiene el padre alcalde… (Sancho, 2ª, cap. XLIII).
PRÓLOGO
Refrán que enseña, que antes que las resoluciones salgan al público, deben mirarse y
considerarse muy despacio y a solas (Dic. Aut.).
Refrán que da a entender que cada uno es dueño de pensar para sus adentros lo que
quiera (Dic. Ac.).
Debajo de mi manto al rey me mato; o al rey me mando y Debajo de mi manto veo y cato
(Correas: 151).
Debajo de mi manto, al rey mato (Dic. Ac. y Quijote, I, prólogo) Debajo de mi manto veo y
cato (Dic. Aut.).
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO PRIMERO
QUE TRATA DE LA CONDICIÓN Y EJERCICIO DEL FAMOSO
HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
CAPÍTULO IV.
DE LO QUE SUCEDIÓ A NUESTRO CABALLERO CUANDO SALIÓ DE
LA VENTA.
Con este refrán manifestamos que el aprecio que las personas merecen, depende de
su conducta o modo de obrar, más bien que de su posición social, riquezas o linaje. Con él
suele contestarse a los que censuren el humilde origen de alguno (C. y V.: 79).
Cada uno es hijo de sus obras (Correas; 100).
Sus obras dizen cada uno quien es (Castro: 220).
Cada uno es hijo de sus obras (Dic. Ac.; Dic. Aut. y Quijote, 1ª, 4 y 47) Las obras hacen
linaje (Celestina, IX, 36).
Badawī lleva a cabo una traducción literal acertada que, pese al recurso
a vocablos demasiado cultos como ا@ ئ, consigue reproducir el refrán
cervantino tanto en la forma, la función y la relación sintáctica como en el
contenido y el mensaje que encierra; en otras palabras, el traductor vuelve a
conseguir aquí un logrado calco parémico.
CAPÍTULO VI.
DEL DONOSO Y GRANDE ESCRUTINIO QUE EL CURA Y EL BARBERO
HICIERON EN LA LIBRERÍA DE NUESTRO INGENIOSO HIDALGO.
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porque Cervantes juega con la palabra cruz 'I *L', que aparece tanto en el
título del libro El caballero de la cruz 'I *l رس ا+' como en el refrán Tras la
cruz está el Diablo 'A * إI *l ' وراء ا.
CAPÍTULO VII.
DE LA SEGUNDA SALIDA DE NUESTRO BUEN CABALLERO DON
QUIJOTE DE LA MANCHA.
Ir por lana y volver trasquilado (Dic. Aut.; Dic. Ac.; D. Leng., 85 y Quijote, I, 7, II, 47)
Venir por lana, y salir trasquilado (Dic. Ac. y Quijote, II, 14 y 43) El carnero encantado, que fue por
lana y volvió trasquilado (Dic. Ac.).
Es la cuarta vez que el autor pone este refrán en boca de sus personajes.
Fue usado, en otras tres ocasiones, por Sancho como refrán-muletilla y ahora
Cervantes lo pone en boca de la sobrina de Don Quijote. Por lo tanto, debido a
su contenido universal y su popularidad, el autor lo pone en boca de dos
personajes pertenecientes a dos clases diferentes. Nos hallamos ante un refrán
bimembre, metafórico y personalizado. De hecho, como el verbo ir del refrán
va en infinitivo, normalmente, por imperativos del contexto, el verbo se
conjuga. En el caso que nos ocupa, el autor opta por el sujeto indefinido
muchos y los verbos ir y venir en presente de indicativo. El refrán funciona
como un argumento evaluativo. Esta paremia mantiene, en un estilo indirecto,
una relación de subordinación completiva con el discurso, mediante el
introductor sintáctico que. Además, está integrada en el contexto como una
cita mediante el introductor sin considerar que.
CAPÍTULO XIII.
DONDE SE DA FIN AL CUENTO DE LA PASTORA MARCELA, CON
OTROS SUCESOS.
TERCERA PARTE
CAPÍTULO XV
DONDE SANCHO PANZA SATISFACE AL BACHILLER SANSÓN CARRASCO
DE SUS DUDAS Y PREGUNTAS, CON OTROS SUCESOS DIGNOS DE SABERSE Y
DE CONTARSE
Refrán que "recuerda lo deleznable de los bienes terrenos para que no nos engriamos
en la prosperidad" (C. y V.: 58).
No hay cosa firme ni estable en esta vida y mundo miserable (Correas: 349).
Se trata del primer refrán que Sancho llega a usar en la novela. Salta a
la vista que el refrán está aludido, lo cual refleja que Cervantes, hasta este
momento, se ceñía a la normativa renacentista del uso moderado de las
paremias, aparte de no estar del todo decidido a usar los refranes como un
rasgo característico del habla de Sancho Panza.
CAPÍTULO XVIII.
DONDE SE CUENTAN LAS RAZONES QUE PASÓ SANCHO PANZA
CON SU SEÑOR DON QUIJOTE, CON OTRAS AVENTURAS DIGNAS DE SER
CONTADAS.
CAPÍTULO XIX
DE LAS DISCRETAS RAZONES QUE SANCHO PASABA CON SU AMO Y DE LA
AVENTURA QUE LE SUCEDIÓ CON UN CUERPO MUERTO, CON OTROS
ACONTECIMIENTOS FAMOSOS.
CAPÍTULO XX.
DE LA JAMÁS VISTA NI OÍDA AVENTURA QUE CON MÁS POCO PELIGRO FUE
ACABADA DE FAMOSO CABALLERO EN EL MUNDO, COMO LA QUE ACABÓ
EL VALEROSO DON QUIJOTE DE LA MANCHA.
"ًرا رد ذ ره ل و ھو،ّزق وا ق- ل ا%- ن در2 ر3 (وا ق )ا وال- لء ا+ ! / و ا ر- "أي أن ا40
.(178-177 ص،1 ـ/ :) وي
Refrán que enseña que muchas veces se frustra el logro de una ganancia moderada
por el ansia de aspirar a otra desorbitante (Dic. Ac.).
La codicia rompe el saco, o quizá le romperá donde no está y Codicia mala, saco rompe
(Correas: 114).
Codicia mala, saco rompe (Núñez, 41 y Santillana).
La codicia rompe el saco (Dic. Aut., Dic. Ac.; Lozana And., 252; Guzm. Alf., II, 225 y
Quijote, I, 20 y II, 13 y 36).
Badawī vuelve a llevar a cabo una traducción literal del significado del
refrán sin tener en cuenta las opciones que le muestra el refranero árabe. Así,
Taymūr recoge:
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CAPÍTULO XX.
DE LA JAMÁS VISTA NI OÍDA AVENTURA QUE CON MÁS POCO
PELIGRO FUE ACABADA DE FAMOSO CABALLERO EN EL MUNDO, COMO LA
QUE ACABÓ EL VALEROSO DON QUIJOTE DE LA MANCHA.
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. .(186-185 ص،1 ـ/ :) وي
CAPÍTULO XXI.
QUE TRATA DE LA ALTA AVENTURA Y RICA GANANCIA DEL
YELMO DE MAMBRINO, CON OTRAS COSAS SUCEDIDAS A NUESTRO
INVENCIBLE CABALLERO.
CAPÍTULO XXII.
DE LA LIBERTAD QUE DIO DON QUIJOTE A MUCHOS DESDICHADOS QUE,
MAL DE SU GRADO, LOS LLEVABAN DONDE NO QUISIERAN IR.
-Acá es al revés –dijo el galeote-; que quien canta una vez, llora
toda la vida (D.Q.: 1ª, cap. XXII, p. 152).
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.(200 ص،1 ـ/
Refrán que enseña, que interrumpiendo la memoria de los males y los cuidados, se
alivian, porque no se piensa en ellos, con la intensión que lo hacen los tristes (Dic. Aut.).
Refrán que enseña que para alivio de los males o aflicciones conviene buscar alguna
diversión (Dic. Ac.).
Quien canta, sus males espanta (Correas, 419).
Quien canta, sus males espanta (Núñez: 168).
Quien canta, sus males espanta (Dic. Aut.; Dic. Ac. y Quijote, 1, XXII).
CAPÍTULO XXV.
QUE TRATA DE LAS ESTRAÑAS COSAS QUE EN SIERRA MORENA
SUCEDIERON AL VALIENTE CABALLERO DE LA MANCHA, Y DE LA
IMITACIÓN QUE HIZO A LA PENITENCIA DE BELTENEBROS
Este refrán forma parte de una sarta, donde se puede apreciar una
buena acumulación de refranes enhebrados por Sancho. Asimismo, esta
unidad parémica se halla estructurada en un paralelismo sintáctico-parémico
magistral novedoso, que adopta esta forma:
Cuanto más, que + refrán.
Mas que + frase + refrán.
Mas, + refrán.
Cuanto más, que + refrán.
El traductor lleva a cabo una traducción más o menos literal del refrán,
al sustituir el verbo pierdo ' )D "أpor ahorraré " ِDد
~"أ, lo cual no desvirtúa el
sentido del refrán, si bien rompe el recurso de la antítesis pierdo-gano. El
traductor introduce un cambio verbal en el segundo miembro del refrán del
presente al futuro, con lo cual restringe la sensación de inmovilidad,
indiferencia y desesperanza que el autor pretende transmitir con el refrán.
estándar, pero con el bagaje artificioso y sapiencial del refranero, con lo cual
la conversación se enriquece de forma relevantemente notable.
CUARTA PARTE
CAPÍTULO XXX.
QUE TRATA DE LA DISCRECIÓN DE LA HERMOSA DOROTEA, CON
OTRAS COSAS DE MUCHO GUSTO Y PASATIEMPO.
Cantarillo que muchas veces va a la fuente, o deja el asa o la frente (Dic. Aut.; Dic. Ac. y
Santillana) Tantas veces va el cántaro a la fuente, que deja el asa o la frente (Dic. Ac.) Tanto va el
cántaro a la fuente, hasta que deja allá el asa o la frente (Zifar, 416) Tantas veces va el
cantarillo a la fuente… (Quijote, I, 30).
CAPÍTULO XXXI.
DE LOS SABROSOS RAZONAMIENTOS QUE PASARON ENTRE DON QUIJOTE Y
SANCHO PANZA SU ESCUDERO, CON OTROS SUCESOS.
301. QUIEN BIEN TIENE Y MAL ESCOGE, POR BIEN QUE SE ENOJE NO SE
VENGA.
Y advierta que ya tengo edad para dar consejos, y que este que le
doy le viene de molde, y que más vale pájaro en mano que buitre
volando, por que quien bien tiene y mal escoge, por bien que se
enoje no se venga (Sancho: 1ª, cap. XXXI, p. 224).
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.(308 -307 ص،1 ـ/ :) وي 8
Refrán que explica lo que él mismo enseña, sin que sea necesaria más explicación
(Dic. Aut.).
Refrán que advierte que el que deja un bien cierto por otro dudoso no debe quejarse
de su desgracia (Dic. Ac.).
Quien bien está y mal escoge, por bien que se enoja no se venga (Correas: 419).
Quien bien tiene y mal escoge, por mal que le venga, no se enoje (Núñez: 173).
Quien bien tiene y mal escoge, por mal que le venga no se enoje (Santillana).
Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga no se enoje (Dic. Auto, Dic. Ac.,
Santillana y Quijote, I, 31, Sancho).
CAPÍTULO XXXIV.
DONDE SE PROSIGUE LA NOVELA DEL CURIOSO IMPERTINENTE.
148. EL QUE LUEGO DA, DA DOS VECES.
-No te dé pena eso, señora mía —respondió Leonela—; que no
está la monta ni es la causa para menguar la estimación darse lo que
se da presto, si, en efecto, lo que se da es bueno, y ello por sí digno
de estimarse. Y aun suele decirse que el que luego da, da dos veces.
(Leonela: 1ª, cap. XXXIV, p. 247).
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.(24 ص،1 ـ/ : ( ) ويc + ّ %8 ا% T) %
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Refrán, que enseña la liberalidad: y que así como es más útil a quien toma la posesión
que la esperanza, así también es más propio del hombre honrado desposeerse de una alhaja,
que no dejar obligada su persona (Dic. Aut.).
Refrán que alaba la prontitud del que da lo que se le pide. Indica también la ventaja
del que se anticipa en obrar (Dic. Ac.).
Quien presto da, dos veces da.
Encarece que vale por dos veces" (Correas: 425).
Quien da presto da dos veces (Dic. Aut.) El que da presto, da dos veces (Criticón, III,
211) Quien da luego, da dos veces (Dic. Ac.) Quien da primero, da dos veces (Dic. Ac.) El que luego
da, da dos veces (Quijote, I, 34).
Cabe señalar que el traductor recoge todas las coordenadas del refrán
español, inclusive su introducción como cita por medio de la frase
introductoria ا أن & د ا > س أن96' اY aun suele decirse', donde
Badawī aporta su toque personal al trasvasar el introductor español como
sigue: la gente suele decir que…
CAPÍTULO XXXIX.
DONDE EL CAUTIVO CUENTA SU VIDA Y SUCESOS.
Este refrán fue usado dos veces por Don Quijote (1ª, cap. XXI, p. 144 y
2ª, cap. LXVII). En el presente contexto, el cautivo lo usa citando a su padre.
Se trata de un refrán común utilizado, debido a su contenido y enseñanza
universales, por representantes de dos estamentos de la sociedad.
CAPÍTULO XLV.
DONDE SE ACABA DE AVERIGUAR LA DUDA DEL YELMO DE MABRINO Y DE
LA ALBARDA Y OTRAS AVENTURAS SUCEDIDAS, CON TODA LA VERDAD.
Estamos ante un refrán literal, que el autor aduce tal cual aparece en el
refranero (Correas: 61).
CAPÍTULO XLVII.
DEL ESTRAÑO MODO CON QUE FUE ENCANTADO DON QUIJOTE
DE LA MANCHA, CON OTROS FAMOSOS SUCESOS.
CAPÍTULO III.
DEL RIDÍCULO RAZONAMIENTO QUE PASÓ ENTRE DON QUIJOTE,
SANCHO PANZA Y EL BACHILLER SANSÓN CARRASCO.
95.1. DE PAJA Y DE HENO, EL PANCHO, O EL VIENTRE LLENO.
-A escribir de otra suerte –dijo don Quijote-, no fuera escribir
verdades, sino mentiras; y los historiadores que de mentiras se
valen habían de ser quemados, como los que hacen moneda falsa; y
CAPÍTULO IV.
DONDE SANCHO PANZA SATISFACE AL BACHILLER SANSÓN
CARRASCO DE SUS DUDAS Y PREGUNTAS, CON OTROS SUCESOS DIGNOS DE
SABERSE Y DE CONTARSE.
Refrán que avisa se aprovechen las ocasiones de interés, u conveniencia propia, por el
riesgo de que pasadas no se pierdan (Dic. Aut.).
Refrán que así nos aconseja no despreciar lo que nos den, aun cuando nos parezca
desmedrado y mezquino42, como también aprovechar la ocasión, por el riesgo de que no
vuelve (Dic. Ac.).
Cuando te dieren la cochinilla, acorre luego con la soguilla; otros dicen cuando te dieren la
cabrilla, cuando te dieren la vaquilla (Correas43: 140).
Corre la vaquilla, mientras dura la soguilla (Núñez: 44).
Cuando te dieren la vaquilla, acorre con la soguilla (Santillana).
Quando te dieren la vaquilla, acude, o corre con la soguilla (Dic. Aut.). Cuando te dieren la
vaquilla, acude con la soguilla (Dic. Ac. y Quijote, II, 41) Cuando te dieren la vaquilla, corre con la
soguilla (Dic. Ac. y Quijote, II, 4 y 50) Cuando te dan la cabrilla, acorre con la soguilla (L. B. Amor,
870) Cuando te dieren la cabrilla, acorre con la soguilla (Corbacho, 153) Cuando te ofrecieren la
cochinilla, acorre con la soguilla (Pic. Justina, II, 187).
Badawī ofrece una versión literal acertada del refrán que presenta
alguna que otra variación leve con respecto al original español. En cuanto a la
relación sintáctica del refrán en el contexto, el traductor convierte la oración
subordinada sustantiva de objeto directo en subordinada condicional y hace
42 Con “aun cuando nos parezca desmedrado y mezquino”, la Academia, tal vez, cree matizar
que los diminutivos tienen un sentido despectivo.
43 "Acudir con la soguilla.
Es parte del otro: "Cuando te dieran la vaquilla, acude con la soguilla"." (Correas:
10)
caso omiso a las comillas del refrán, que Cervantes usa para resaltar la
autoridad de las paremias en general y su relevancia en el contexto en
particular, a fin de subrayar el mensaje pretendido de esta paremia. El
traductor egipcio no transmite los diminutivos del refrán, si bien el primero
de ellos es lo que más cuenta en este contexto, ya que denota que no hay que
despreciar la ocasión y que por flaquilla que fuese hay que apresurarse a
aprovecharla. Sintácticamente, el traductor convierte el primer miembro del
refrán en una oración en voz pasiva, sin merma alguna del sentido. Sin el uso
de la fórmula introductoria en árabe, dicha paremia no se percibiría como tal.
CAPÍTULO V.
DE LA DISCRETA Y GRACIOSA PLÁTICA QUE PASÓ ENTRE SANCHO
PANZA Y SU MUJER TERESA PANZA, Y OTROS SUCESOS DIGNOS DE FELICE
RECORDACIÓN.
CAPÍTULO VII.
DE LO QUE PASÓ DON QUIJOTE CON SU ESCUDERO, CON OTROS SUCESOS
FAMOSÍSIMOS
La versión que Badawī aporta de este refrán deja mucho que desear y
dista de ser acertada. Lo más curioso es que el traductor egipcio traduce este
refrán con una versión desarrollada del refrán @ D ا+ ر-l6
" ةQ اH*6 ةQ6 'Más vale pájaro en mano que diez en el árbol', ampliándola
con el aditamento 8 ا+ ' أوo mañana'. Pues, mientras este refrán habla
de lo poco seguro y lo mucho inseguro, el original español enseña, según la
Academia, que el bien presente que se disfruta es preferible a las esperanzas y
promesas, aunque sean más halagüeñas. En el refranero árabe, podemos contar
con varios correspondientes conceptuales de dicha paremia. Así pues, según
Taymūr:
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y, en Ša'lān:
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Refrán que enseña que no hay que fiarse en la mocedad, porque tan presto muere el
mozo como el viejo (Dic. Aut.).
Refrán que enseña que no hay que fiarse en la mocedad, porque tan presto suele
morir el mozo como el viejo (Dic. Ac.).
Tan presto va el cordero como el carnero (Correas: 471).
Tan presto se va el cordero como el carnero (Dic. Aut., Dic. Ac., Celestina, IV, 170, Guzm.
Alf., III, 184 y Quijote, II, 7).
45
Estos dos refranes castizos no figuran en las dos fuentes de refranes árabes manejadas en esta
investigación.
CAPÍTULO VIII.
DONDE SE CUENTA A LO QUE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE
YENDO A VER A SU SEÑORA DULCINEA DEL TOBOSO
Badawī lleva a cabo una traducción literal incompleta del refrán; pues,
no traslada, en la versión árabe, la primera parte del primer miembro del
refrán desnudo nací, a pesar de su alta carga existencialista. El traductor no
sólo omite la frase Pero digan lo que quisieren y el introductor sintáctico que,
sino que también cambia la relación sintáctica del refrán con respecto al
contexto, de la subordinación completiva a la coordinación copulativa, a
través de la conjunción و. Además, introduce un cambio verbal en el segundo
miembro del refrán desde el presente al futuro, con lo cual restringe la
sensación de inmovilidad, indiferencia y desesperanza que el autor pretende
transmitir con el refrán. Pese a todo ello, tanto el sentido como la función del
refrán en el discurso no se pierden, sino que se mantienen tal cual, pero la
relación sintáctica, pese a su cambio con respecto al texto español, no afecta la
percepción del sentido del refrán.
CAPÍTULO IX
DONDE SE CUENTA LO QUE EN ÉL SE VERÁ.
46 A pesar de que este refrán tiene variantes con algunos añadidos, nosotros nos atenemos a la
Cabe destacar que el autor tiende a usar refranes que gozan de gran
popularidad, prueba de ello son, por ejemplo, las distintas variantes que
tienen reflejadas en las fuentes paremiológicas y léxicas, aparte de que
algunos de ellos son la culminación de cuentos folclóricos graciosos, lo cual
encierra cierta dosis de humorismo encubierto, compartida tanto por el autor
como por sus lectores.
CAPÍTULO X
DONDE SE CUENTA LA INDUSTRIA QUE SANCHO TUVO PARA
ENCANTAR A LA SEÑORA DULCINEA, Y DE OTROS SUCESOS
TAN RIDÍCULOS COMO VERDADEROS.
Comendador Griego, cuyo refranero el autor consultó a buen seguro, ya que cita a este
paremiólogo expresamente en la novela, por boca de la Duquesa, en estos términos: "—Los
refranes de Sancho Panza —dijo la duquesa—, puesto que son más que los del Comendador
Griego, no por eso son en menos de estimar por la brevedad de las sentencias. De mí sé decir
que me dan más gusto que otros, aunque sean mejor traídos y con más sazón acomodados"
(Duquesa: 2ª, cap. XXXIV).
47 "ánimo, esfuerzo".
Con quién vas se usa en Aragón por lo que en Castilla con quién andas"
(Correas, 157).
Dime con quién andas, diréte lo que hablas, o tus mañas (Correas: 157).
Dime con quién paces, y decirte he qué haces (Núñez: 60).
Dime con quién andabas y decirte he qué hablabas (Santillana).
Dime con quien andas, y diréte quien eres (Dic. Aut.) Dime con quién andas, te diré quién
eres (Dic. Ac.) Dime con quién andas, decirte he quién eres (Quijote, II, 10 y 23).
Badawī vuelve a llevar a cabo una traducción literal del significado del
refrán, sin tener en cuenta las opciones que le muestra el refranero árabe. Así
Taymūr recoge:
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CAPÍTULO XII.
DE LA ESTRAÑA AVENTURA QUE LE SUCEDIÓ AL VALEROSO DON QUIJOTE
CON EL BRAVO CABALLERO DE LOS ESPEJOS.
El sentido común es que vale más poco en la mano seguro que mucho incierto, o un
pájaro cualquiera que no un buitre volando por asir. Parece que salió este refrán de la
volatería, en que es mejor tenerse el halcón en la mano que soltarle a un buitre y andarle
volando, que es mala ave y poderosa a matar el halcón (Correas).
Refrán que enseña que no es prudencia dejar lo poco, cierto, y seguro, por la
esperanza de lo mucho, y que puede faltar (Dic. Aut.).
Refrán que aconseja no dejar las cosas seguras, aunque sean cortas, por la esperanza
de otras mayores que son inseguras (Dic. Ac.).
Más vale pájaro en mano que buitre volando (Correas: 300).
Más vale pájaro en mano que buitre volando (Dic. Aut., Dic. Ac., Santillana y Quijote, I, 31
y II, 12) Más vale pájaro en mano que buey volando (Guzm. Alf., III, 259) Más vale pájaro en mano
que ciento volando (Dic. Ac.).
CAPÍTULO XIII
DONDE SE PROSIGUE LA AVENTURA DEL CABALLERO DEL BOSQUE,
CON EL DISCRETO, NUEVO Y SUAVE COLOQUIO QUE PASÓ
ENTRE LOS DOS ESCUDEROS
189.2. LA CODICIA ROMPE EL SACO.
-Por eso —respondió el del Bosque— dicen que la codicia rompe
el saco; y si va a tratar dellos, no hay otro mayor en el mundo que
mi amo, porque es de aquellos que dicen: «cuidados ajenos matan
al asno»; pues porque cobre otro caballero el juicio que ha perdido,
se hace el loco, y anda buscando lo que no sé si después de hallado
le ha de salir a los hocicos (Escudero del Caballero del Bosque: 2ª,
cap. XIII, p. 425).
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.(255 ص،2
Refrán que según Covarrubias se dijo por uno que hurtaba de una arca dineros, y los
echaba en un saco, y apretándolos mucho para que cupiessen más, se rompió el saco por el
fondo u asiento, y vertiéronse todos, y con el ruido que hicieron fue sentido y cogido en el
hurto: y enseña que la demasiada codicia siempre tiene sucesos desgraciados (Dic. Aut.).
Refrán que enseña que muchas veces se frustra el logro de una ganancia moderada
por el ansia de aspirar a otra desorbitante (Dic. Ac.).
La codicia rompe el saco, o quizá le romperá donde no está y Codicia mala, saco rompe
(Correas: 114).
Codicia mala, saco rompe (Núñez, 41 y Santillana).
La codicia rompe el saco (Dic. Aut., Dic. Ac.; Lozana And., 252; Guzm. Alf., II, 225 y
Quijote, I, 20 y II, 13 y 36).
Que en todas partes hay trabajos, y cada uno piensa que los suyos son
mayores; al revés dice el otro para consuelo: "En mi casa cuecen habas, y en las
otras a calderadas (Correas: 185).
En cada casa cuecen habas, y en la mía á calderadas (Núñez: 99).
En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderadas (Dic. Auto) En todas partes cuecen
habas, y en mi casa a calderadas (Dic. Ac.) En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderadas
(Dic. Ac.) En otras casas cuecen habas, y en la mía, a calderadas (Quijote, 2ª, XIII, Sancho).
Refrán con que se significa que el que no tiene nada, cuando logra alguna cosa,
aunque sea corta, debe consolarse, y estar contento. Suele usarse irónicamente dando a
entender, que alguno consiguió más de lo que esperaba (Dic. Aut.).
Refrán irónico que aconseja conformarse con lo que se tiene o alcanza, a falta de otra
cosa mejor (Dic. Ac.).
A falta de pan, buenas son tortas; A falta de carne, bueno es el caldo; A falta de vaca, buenos
son pollos con tocino (Correas: 13).
A mengua de pan, buenas son tortas de zaratán (Núñez: 24).
A falta de pan, buenas son tortas (Dic. Aut., Dic. Ac., Quijote, II, 13 y Cald., Aut. Quien
hallará muger fuerte, A falta de pan oí que buenas sus tortas son) A mengua de pan, buenas son
tortas (Santillana) A mengua de carne, buenos son pollos con tocino (Santillana) A falta de caldo,
buena es la carne (Dic. Ac.).
En este contexto, el autor se vale del refrán A falta de pan, buenas son
tortas. Se trata de una paremia bimembre que funciona en el discurso
conversacional como argumento evaluativo. Cervantes recrea esta unidad
como paremia aludida, a través de los dos vocablos hogazas hogazas y tortas.
Sintácticamente, este refrán está relacionado con el contexto por medio de una
coordinación copulativa a través de la conjunción y.
CAPÍTULO XIV
DONDE SE PROSIGUE LA AVENTURA DEL CABALLERO DEL BOSQUE
CAPÍTULO XVIII.
DE LO QUE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE, EN
EL CASTILLO O CASA DEL CABALLERO DEL VERDE GABÁN, CON OTRAS
COSAS EXTRAVAGANTES.
CAPÍTULO XIX
DONDE SE CUENTA LA AVENTURA DEL PASTOR ENAMORADO,
CON OTROS EN VERDAD GRACIOSOS SUCESOS
Badawī aporta una traducción literal desacertada del refrán y hace caso
omiso a las propuestas que hace el refranero árabe en este sentido. En árabe,
contamos con los siguientes correspondientes conceptuales en Taymūr:
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El traductor egipcio vierte esta paremia como sigue: Cada oveja con su
oveja, lo cual constituye un disparate, ya que el refrán español habla de la
igualdad de condiciones en el matrimonio, y tal como queda vertida la
paremia en árabe, cualquier lector pensaría que el texto habla de la igualdad
de condiciones entre amigos. Lo más curioso es que en caso de aportar una
versión literal correcta del refrán en árabe, para denotar la igualdad de
condiciones entre personas en el matrimonio, la traducción sería Cada oveja
con su borrego, lo cual complicaría más la intelección del mensaje del refrán, ya
que la palabra borrego significa, coloquialmente, calzonazos. En base a todo lo
anterior, podemos afirmar que estamos ante una traducción desacertada.
CAPÍTULO XX
DONDE SE CUENTAN LAS BODAS DE CAMACHO EL RICO CON EL
SUCESO DE BASILIO EL POBRE.
Tanto vales cuanto tienes (Dic. Aut.; Dic. Ac. y Quijote, II, 43 y II, 20).
.(303 ص،2 ـ/ :وي ) "4,1 وذة ن ا ود3 رة% "ھذه ا48
49
Estas dos paremias no figuran en los dos refraneros de Badawī y Ša'lān.
CAPÍTULO XXII
DONDE SE DA CUENTA DE LA GRANDE AVENTURA DE LA CUEVA DE
MONTESINOS QUE ESTÁ EN EL CORAZÓN DE LA MANCHA, A QUIEN DIO
FELICE CIMA EL VALEROSO DON QUIJOTE DE LA MANCHA.
Refrán con que se da a entender, que se puede fiar algún negocio o otra cosa de
alguna persona, por la seguridad que se tiene de su habilidad y capacidad, y que se
conseguirá con todo acierto (Dic. Aut.).
Refrán con que se denota que la persona que entiende en un negocio es muy apta
para darle cima (Dic. Ac.).
En manos está el pandero que le sabrá bien tañer; o en manos está el pandero de quien lo sabrá
tañer (Correas: 196).
En manos está el pandero, de quien lo sabrá tañer (Núñez: 96).
En manos está el pandero de quien lo sabrá tañer (Santillana).
En manos está el pandero que le sabrá bien tocar (Dic. Aut.). En manos está el pandero que lo
sabrán bien tañer (Dic. Ac.). En buenas manos está el pandero (Dic. Ac.) Está el pandero en manos
que lo sabrán bien tañer (Dic. Ac.). Está el pandero en manos que lo sabrán bien tocar (Dic. Ac.).
Está en manos el pandero que lo sabrá bien tañer (Celestina, XI, 70) En manos está el
pandero que le sabrá tañer (Quijote, 2ª, XXII, Sancho).
CAPÍTULO XXIII
DE LAS ADMIRABLES COSAS QUE EL ESTREMADO DON QUIJOTE
CONTÓ QUE HABÍA VISTO EN LA PROFUNDA CUEVA DE MONTESINOS,
CUYA IMPOSIBILIDAD Y GRANDEZA HACE QUE SE TENGA ESTA AVENTURA
POR APÓCRIFA
Dios, que iba a decir el diablo, si le creo alguna cosa (Sancho: 2ª,
cap. XXIII, p. 479).
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.(324 ص،2 ـ/ :*(" ) وي2 .@
Refrán con que se significa lo mucho que influyen las buenas, o malas compañías
para hacer a uno bueno, o malo (Dic. Aut.).
Refrán que advierte lo mucho que influyen en las costumbres las buenas o malas
compañías (Dic. Ac.).
Dime con quién irás, decirte he lo que harás.
Con quién vas se usa en Aragón por lo que en Castilla con quién andas"
(Correas: 157).
Dime con quién andas, diréte lo que hablas, o tus mañas (Correas: 157).
Dime con quién paces, y decirte he qué haces (Núñez: 60).
Dime con quién andabas y decirte he qué hablabas (Santillana).
Dime con quien andas, y diréte quien eres (Dic. Aut.) Dime con quién andas, te diré quién
eres (Dic. Ac.) Dime con quién andas, decirte he quién eres (Quijote, II, 10 y 23).
CAPÍTULO XXV.
DONDE SE APUNTA LA AVENTURA DEL REBUZNO Y LA
GRACIOSA DEL TITIRITERO, CON LAS MEMORABLES ADIVINANZAS DEL
MONO ADIVINO.
refrán como el anterior En buena mano está, que es una forma abreviada del
refrán En manos está el pandero, que le sabrá bien tañer, forman una relación de
afinidad semántica o casi sinonímica, que crea un espejo parémico ensartado.
CAPÍTULO XXVIII
DE COSAS QUE DICE BENENGELI QUE LAS SABRÁ QUIEN LE LEYERE, SI LAS
LEE CON ATENCIÓN
CAPÍTULO XXXI.
QUE TRATA DE MUCHAS Y GRANDES COSAS.
CAPÍTULO XXXII
DE LA RESPUESTA QUE DIO DON QUIJOTE A SU REPREHENSOR,
CON OTROS GRAVES Y GRACIOSOS SUCESOS
Nos hallamos ante un refrán literal, recogido por el autor tal como
figura en el refranero, sin manipulación alguna. Se trata de una paremia
bimembre, metafórica, enhebrada por Sancho, en una de sus sartas, y que
funciona como argumento evaluativo. Junto a los refranes siguientes, este
refrán forma un espejo parémico, gracias a la cuasi sinonimia que dichas
unidades presentan. Sintácticamente, el refrán está integrado y relacionado
con el discurso por subordinación mediante el relativo que. Asimismo, se halla
insertado en estilo directo enfatizado por el uso de las comillas, que resaltan,
asimismo, el refrán como cita paremiológica, sin la necesidad de usar ningún
introductor, para no abrumar al lector.
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CAPÍTULO XXXIII
DE LA SABROSA PLÁTICA QUE LA DUQUESA Y SUS DONCELLAS
PASARON CON SANCHO PANZA, DIGNA DE QUE SE LEA Y DE QUE SE NOTE.
CAPÍTULO XXXIV
QUE CUENTA DE LA NOTICIA QUE SE TUVO DE CÓMO SE HABÍA DE
DESENCANTAR LA SIN PAR DULCINEA DEL TOBOSO, QUE ES UNA DE LAS
AVENTURAS MÁS FAMOSAS DE ESTE LIBRO.
229. MÁS VALE AL QUE (A QUIEN) DIOS AYUDA, QUE AL QUE MUCHO
MADRUGA.
―Plega a Dios, Sancho, que así sea; porque del dicho al hecho hay
gran trecho.
―Haya lo que hubiere ―replicó Sancho―: que al buen pagador no
le duelen prendas, y más vale al que Dios ayuda que al que mucho
madruga, y tripas llevan pies, que no pies a tripas; quiero decir que
si Dios me ayuda, y yo hago lo que debo con buena intención, sin
duda que gobernaré mejor que un gerifalte. ¡No, sino pónganme el
CAPÍTULO XXXV
DONDE SE PROSIGUE LA NOTICIA QUE TUVO DON QUIJOTE
DEL DESENCANTO DE DULCINEA, CON ADMIRABLES SUCESOS.
La versión que Badawī aporta para este refrán deja mucho que desear y
dista de ser acertada. En otra ocasión, el traductor egipcio traslada este refrán
al árabe con una versión desarrollada del refrán @ D ا+ ر-l6
" ةQ اH*6 ةQ6 'Más vale pájaro en mano que ciento volando', ampliándola
con el aditamento 8 ا+ ' أوo mañana'.
En el presente contexto, Badawī traduce, una vez más, este refrán con
una versión desarrollada de la paremia anteriormente citada, pero con una
ligera modificación ؟8 ا+ ةQ6 @ D ا+ را-l6 'Más vale
pájaro en mano que diez mañana?'. Ahora bien, mientras que este refrán habla de
lo poco seguro y lo mucho inseguro, la paremia recogida en el presente texto
español enseña, según la Academia, que el bien presente que se disfruta es
preferible a las esperanzas y promesas, aunque sean más halagüeñas. En otras
palabras, este refrán no se refiere a lo seguro e inseguro, sino vilipendia el dar
largas y promesas en general. En el refranero árabe, podríamos contar con
varios correspondientes conceptuales de dicha paremia. Así pues, según
Taymūr tenemos:
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y en Ša'lān encontramos:
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CAPÍTULO XXXVI.
DONDE SE CUENTA LA ESTRAÑA Y JAMÁS IMAGINADA
AVENTURA DE LA DUEÑA DOLORIDA, ALIAS DE LA CONDESA TRIFALDI,
CON UNA CARTA QUE SANCHO PANZA ESCRIBIÓ A SU MUJER TERESA
PANZA.
Refrán que da a entender que el que quiere saber ha de trabajar y sudar: y que con
dificultad se adquieren los bienes y excelencias de las virtudes (Dic. Aut.).
Refrán que da a entender que para aprender lo que se ignora o adelantar en
cualquiera cosa no han de excusarse el estudio y el trabajo (Dic. Ac.).
La letra con sangre entra, y la labor con dolor.
Con castigo en niños y niñas (Correas: 266).
La letra con sangre entra (Núñez: 120).
La letra con sangre entra (Dic. Aut., Dic. Ac. y Quijote, II, 36).
La codicia rompe el saco (Dic. Aut., Dic. Ac.; Lozana And., 252; Guzm. Alf., II, 225 y
Quijote, I, 20 y II, 13 y 36).
Este refrán fue puesto en boca tanto de Sancho como del escudero del
Caballero del Bosque y, en esta ocasión, el autor lo pone también en boca de la
Duquesa. Se trata de un refrán que, según Covarrubias, tiene su origen en un
cuento popular y cuenta con un sentido y una enseñanza universal.
Es una paremia metafórica y literal, que el autor aduce tal cual aparece
en el refranero, y funciona en el discurso conversacional como argumento
evaluativo. Forma parte de una sarta, ya que figura precedida por el refrán
aludido Plega a Dios que orégano sea, y no se nos torne alcaravea y seguida por El
gobernador codicioso hace la justicia desgobernada. Sintácticamente, se halla
relacionada con el contexto por subordinación causal, a través de la
conjunción porque.
CAPÍTULO XXXVII
DONDE SE PROSIGUE LA FAMOSA
AVENTURA DE LA DUEÑA DOLORIDA
CAPÍTULO XLI
DONDE SE PROSIGUE LA FAMOSA AVENTURA DE LA DUEÑA DOLORIDA
Refrán que avisa se aprovechen las ocasiones de interés o conveniencia propia, por el
riesgo de que passadas no se pierdan (Dic. Aut.).
Refrán que así nos aconseja no despreciar lo que nos den, aun cuando nos parezca
desmedrado y mezquino51, como también aprovechar la ocasión, por el riesgo de que no
vuelve (Dic. Ac.).
Cuando te dieren la cochinilla, acorre luego con la soguilla; otros dicen cuando te dieren la
cabrilla, cuando te dieren la vaquilla (Correas52: 140).
Corre la vaquilla, mientras dura la soguilla (Núñez: 44).
Cuando te dieren la vaquilla, acorre con la soguilla (Santillana).
Cuando te dieren la vaquilla, acude, ò corre con la soguilla (Dic. Aut.) Cuando te dieren la
vaquilla, acude con la soguilla (Dic. Ac. y Quijote, II, 41) Cuando te dieren la vaquilla, corre con la
soguilla (Dic. Ac. y Quijote, II, 4 y 50) Cuando te dan la cabrilla, acorre con la soguilla (L. B. Amor,
870). Cuando te dieren la cabrilla, acorre con la soguilla (Corbacho, 153) Cuando te ofrecieren la
cochinilla, acorre con la soguilla (Pic. Justina, II, 187).
51 Con “aun cuando nos parezca desmedrado y mezquino”, la Academia, tal vez, cree matizar
que los diminutivos tienen un sentido despectivo.
52 "Acudir con la soguilla.
Es parte del otro: "Cuando te dieran la vaquilla, acude con la soguilla"." (Correas:
10)
CAPÍTULO XLIII.
DE LOS CONSEJOS SEGUNDOS QUE DIO DON QUIJOTE A SANCHO PANZA.
Para todo hay remedio, sino para la muerte; o para todo hay maña y A todo hay maña, sino
a la muerte. Ansí lo dicen a su modo en Aragón (Correas, 384 y 69).
A todo hay maña, sino á la muerte (Núñez: 29).
A todo maña, sino a la muerte (Santillana, 55).
A todo hay remedio, sino a la muerte (Dic. Ac.).
A todo hay remedio, sino a la muerte (Lozana, 215) Todas las cosas tienen remedio, si no
es la muerte (Quijote, II, 10, Sancho) Para todo hay remedio, si no es para la muerte (Quijote,
II, 43 y 64).
Es la segunda vez que el autor pone este refrán en boca de Sancho. Nos
hallamos ante un refrán metafórico personalizado; como el verbo venir que
tiene el refrán va en infinitivo, éste se suele conjugar por imperativos del
contexto. En el caso que nos ocupa, el autor opta por el sujeto impersonal ellos
en futuro simple. El refrán funciona como argumento evaluativo. Ensartada
en una acumulación de refranes, esta paremia mantiene, en estilo indirecto,
una relación de subordinación completiva con el discurso, mediante el
introductor sintáctico que.
entero; Beatriz, por buena y hermosa; Juan, por bonazo, bobo y descuidado;
Marina, por malina y ruin; Rodrigo, por el que es porfiado y duro, negando;
decláralo el refrán: "Pera que dice un Rodrigo, no vale un higo", y con tales
calidades andan en los refranes. De manera que Sancho se toma aquí por sabio,
sagaz, cauto y prudente y aun por santo, sano y modesto. Confírmalo la varia
lección del impreso en Zaragoza: "al buen callar llaman santo, sajjio" (corrígese
saggio, porque saggio en italiano es lo mismo que sabio y en sabio caben todas las
significaciones con que declaró a Sancho). Lo primero, "al buen callar llaman
Sancho", lo usamos mucho para alabar el callar y secreto y encarecer los
provechos que tiene y los daños de lo contrario de ser parlero; y para encarecerlo
más se añade: "y al bueno bueno, Sancho Martínez", con alguna semejanza de
nombrar las personas con el sobrenombre por más honra y respeto, como a los
de autoridad y no como entre compadres y aldeas, que se llaman por sólo el
nombre propio de ordinario. Algunos, porque no entienden el misterio de
Sancho, dicen: "Al buen callar, llaman santo"; pero no es menester mudar la
lectura antigua, sino saber que Sancho, aunque por una parte es nombre propio,
por otra significa santo, porque salió de sanctus, como pecho, de pectus; derecho
de directus; duecho, de doctus, en los cuales y otros muchos ct las mudan en ch.
[…] Al fin, quiere decir que el hombre callado será respetado; si más callare,
más; que el callar es bueno y el más callar muy bueno (Correas: 25-26).
Al buen callar llaman Sancho (Dic. Ac.; Quijote, II, 43 y Criticón, III, 203) Al buen callar
llaman santo (Dic. Ac., Guzm. Alf., II, 42 y Criticón, II, 313 y III, 203) Al buen callar llaman
Sancho (Corbacho, 227, Santillana y D. Leng., 50) Al buen callar llaman Sancho. Al bueno bueno
Sancho Martínez (Dic. Aut. y Correas) Al buen callar llaman Sancho: yo llamo Santo al callar (Dic.
Aut.).
Pero, en este contexto, el maestro alcalaíno hace que Sancho lo use con
un sentido novedoso, con lo cual la decisión adoptada por Badawī de
trasladarlo de forma literal resulta acertada. En su versión, Badawī atiende a
todas las características del refrán español. Lo único en lo que difiere la
traducción del original es en el cambio de la relación sintáctica del refrán, ya
que aquí se pasa de la subordinación completiva al uso de una oración
independiente, en una especie de discurso enumerativo, que se considera
como aporte personal del traductor, porque redobla la autoridad del refrán en
general y de esta unidad parémica en particular. No obstante, la traducción
consigue recoger el recurso del autor a las comillas para resaltar dicha
paremia. Realmente, el traductor egipcio aporta, con esta versión literal, todo
un calco parémico logrado del refrán cervantino.
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.(443-442 ص،2
Refrán que aconseja, que con los poderosos no han de tener contiendas los inferiores
y débiles, porque siempre dan en duro y reciben daño: pues su pobreza los hace como de
barro, que a todo golpe se quiebra (Dic. Aut.).
Refrán que advierte que conviene excusar disputas y contiendas con el que tiene más
poder (Dic. Ac.).
Si el cántaro da en la piedra, mal para el cántaro; si la piedra da en el cántaro, mal para el
cántaro, no para ella.
Y al trocado" (Correas: 451).
Si la piedra da en cántaro, mal para el cántaro; y si el cántaro da en la piedra, mal para el
cántaro (Núñez: 183).
Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro (Dic. Ac. Y
Quijote, II, 43, Sancho) Si la piedra da en el cántaro, mal para el cántaro; y si el cántaro da en la
piedra, mal para el cántaro (Dic. Aut.).
Ver la paja en el ojo ajeno, y no ver la viga en el proprio (Dic. Aut.) Ver la paja en el ojo
ajeno, y no ve la viga en el nuestro (Dic. Ac.) Ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio (Dic.
Ac.) El que ve la mota en el ojo ajeno, vea la viga en el suyo (Quijote, II, 43, Sancho).
Refrán con que se reprende al que nota los defectos de otros, teniéndolos él mayores
tal vez y de la misma especie (Dic. Ac.).
Espantóse la muerta de la degollada como la vió tan desgreñada; o tan mal tocada.
Otros dicen: Espantóse la muerta de la degollada, como la vió tan extendijada. Es lo
mismo que "Dijo el cuervo a la pega: Quítate allá, negra" (Correas: 210-211).
Espantóse la muerta de la degollada (Dic. Ac. y Quijote, II, 43, Sancho) Maravillóse la
muerta de la degollada (Santillana).
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CAPÍTULO XLVI.
DE LA NOTABLE AVENTURA DE LOS CUADRILLEROS Y LA GRAN
FEROCIDAD DE NUESTRO BUEN CABALLERO DON QUIJOTE.
CAPÍTULO XLVII.
DONDE SE PROSIGUE CÓMO SE PORTABA SANCHO PANZA EN
SU GOBIERNO.
CAPÍTULO XLVIII.
DE LO QUE LE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE CON DOÑA RODRÍGUEZ LA
DUEÑA DE LA DUQUESA, CON OTROS ACONTECIMIENTOS DIGNOS DE
ESCRITURA Y DE MEMORIA ETERNA.
Por segunda vez el autor hace uso de esta paremia. De hecho, Sancho
la usa en otra ocasión y, ahora, Doña Rodríguez de Grijalbo, la dueña de
honor de la Duquesa, la maneja. Se trata de una paremia universal común que
existe en otras culturas, ya que consiste en una verdad incuestionable.
CAPÍTULO XLIX
DE LO QUE LE SUCEDIÓ A SANCHO PANZA RONDANDO SU ÍNSULA
A las burlas ansí ve a ellas, que no te salgan de veras y No son buenas las burlas que salen a
veras (Correas: 23 y 325).
A las burlas, así ve a ellas que no te salgan a veras (Dic. Aut. y Dic. Ac.) Las burlas se
vuelven en veras (Quijote, II, 49).
Refrán que reprehende a las mujeres poco recogidas, y amigas de andar, por los
peligros, y riesgos que pueden tener fuera de su casa.
Refrán que advierte a las mujeres los riesgos a que se exponen por no estar recogidas
en su casa (Dic. Ac.).
La mujer y la gallina, por andar se pierde aína (Correas: 329).
La mujer y la gallina, hasta la casa de la vecina (Dic. Aut. y Dic. Ac.) La mujer y la gallina,
por andar se pierden aína (Dic. Ac., Santillana y Quijote, II, 49) La mujer y la gallina, por andar se
pierde aína (D. Leng., 41).
CAPÍTULO L.
DONDE SE DECLARA QUIÉN FUERON LOS ENCANTADORES Y VERDUGOS
QUE AZOTARON A LA DUEÑA Y PELLIZCARON Y ARAÑARON A DON
QUIJOTE, CON EL SUCESO QUE TUVO EL PAJE QUE LLEVÓ LA CARTA A
TERESA SANCHA, MUJER DE SANCHO PANZA.
Este refrán fue usado tres veces por Sancho y ahora toca a su mujer
manejarlo, con lo cual cabe hablar de un refrán-muletilla, propio de la familia
de Sancho, que actúa en la obra como rasgo refranesco distintivo de la
rusticidad de la familia del escudero y de su mediocre condición social, que
no concuerda con sus sueños y aspiraciones de gobierno.
indefinido tal por cual, para conseguir el paralelismo sintáctico y métrico entre
los dos miembros; esta paremia funciona en el discurso conversacional como
argumento evaluativo y se halla integrada en el texto por subordinación, a
través de la conjunción completiva que.
CAPÍTULO LII.
DONDE SE CUENTA LA AVENTURA DE LA SEGUNDA DUEÑA
DOLORIDA, O ANGUSTIADA, LLAMADA POR OTRO NOMBRE DOÑA
RODRÍGUEZ.
CAPÍTULO LIII
DEL FATIGADO FIN Y REMATE
QUE TUVO EL GOBIERNO DE SANCHO PANZA.
CAPÍTULO LIV
QUE TRATA DE COSAS TOCANTES A ESTA HISTORIA, Y NO A OTRA ALGUNA
Refrán que advierte que cada uno debe acomodarse a los usos y estilos del país
donde se halla (Dic. Ac.) Refrán que enseña cuánto conviene no singularizarse, sino seguir los
usos y costumbres del país en que cada uno se halla (Dic. Ac.).
Do fueres, harás como vieres y Por donde fueres, haz como vieres (Correas: 162 y 400).
Do fueres, harás como vieres y Ve do vas, como vieres así haz (Núñez: 63 y 195).
Donde fueres, haz como vieres (Dic. Ac.) Por donde fueres, haz como vieres (Dic. Aut. y Dic.
Ac.) Donde quiera que fueres, haz como vieres (Dic. Ac.) Cuando a Roma fueres, haz como vieres
(Quijote, II, 54) Donde fueres, harás como vieres (Criticón, III, 206).
Nos encontramos ante un refrán literal, que el autor recoge tal cual se
encuentra en el refranero. Cabe señalar que la única diferencia que puede
tener con respecto a su forma léxica en Correas es la sustitución de dueño por
su sinónimo amo, lo cual puede ser, sencillamente, una variante
conversacional del refrán, sin constituir ninguna manipulación propiamente
dicha. Este refrán es bimembre y está insertado como cita mediante el
introductor que yo sé que, que resalta su autoridad. La paremia funciona como
argumento evaluativo en el discurso conversacional, con el cual mantiene una
relación sintáctica de subordinación completiva, mediante la conjunción que.
La posición del refrán como remate del enunciado conversacional, seguido
CAPÍTULO LV
DE COSAS SUCEDIDAS A SANCHO EN EL CAMINO, Y OTRAS, QUE NO HAY
MÁS QUE VER
Refrán con que se da a entender que una desventura no suele ser única
(Dic. Ac.).
Bien vengas, mal, si viene solo.
Suelen los males venir acompañados" (Correas: 85).
Con bien vengas mal, si vienes solo y En hora buena vengáis mal, si venís solo (Núñez: 43 y
93).
Bien vengas mal, si vienes solo (Dic. Ac., Quijote, II, 55) Bien venga el mal, si viene solo
(Lozana, 191) Bien vengas mal, si solo vienes (Guzm. Alf., I, 160).
CAPÍTULO LVI.
DE LA DESCOMUNAL Y NUNCA VISTA BATALLA QUE PASÓ
ENTRE DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y EL LACAYO TOSILOS, EN LA
DEFENSA DE LA HIJA DE LA DUEÑA DOÑA RODRÍGUEZ.
Este refrán, usado, anteriormente por Don Quijote, no es más que otra
muletilla que el autor pone en boca de este caballero manchego, por segunda
vez. Se trata de un refrán bimembre que funciona en el discurso como
argumento evaluativo. El autor nos presenta una versión personalizada del
refrán. Cervantes personaliza el objeto indirecto indeterminado del refrán A
quien Dios se la diere (dio) en estos términos: Dios se la dio [a Tosilos y la hija de
Doña Rodríguez]. Es más, el autor desarrolla el refrán añadiendo un calificativo
divino, es decir, Nuestro Señor, con lo cual se lleva a cabo un doble recurso
literario, que recrea el refrán como una paremia personalizada y desarrollada.
Dicha unidad parémica se halla insertada en el contexto como una oración
coordinada continuativa, a través de la conjunción pues.
CAPÍTULO LVII.
QUE TRATA DE CÓMO DON QUIJOTE SE DESPIDIÓ DEL DUQUE Y
DE LO QUE LE SUCEDIÓ CON LA DISCRETA Y DESENVUELTA ALTISIDORA,
DONCELLA DE LA DUQUESA.
CAPÍTULO LVIII.
QUE TRATA DE CÓMO MENUDEARON SOBRE DON QUIJOTE
AVENTURAS TANTAS, QUE NO SE DABAN VAGAR UNAS A OTRAS.
Estamos ante un refrán bimembre y literal, que el autor maneja tal cual
aparece en el refranero. Es metafórico y funciona en el discurso como
argumento evaluativo. El refrán está insertado en el texto en estilo indirecto,
mediante el introductor impersonal el cual no tiene condición ni es de parecer de
los que dicen que. Esta paremia guarda una relación de subordinación con el
contexto mediante la conjunción completiva que. Su posición como remate de
enunciado conversacional realza su función en el discurso y resalta la
credibilidad del refrán como última palabra y referencia de autoridad.
CAPÍTULO LIX.
DONDE SE CUENTA DEL EXTRAORDINARIO SUCESO, QUE SE
PUEDE TENER POR AVENTURA QUE LE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE.
Refrán con que se advierte que nadie obre ni hable sino en la materia que entiende
(Dic. Ac.).
El que las sabe las tañe55, que los otros revuélvenlas. Quien las sabe, las tañe; y era una bocina
(Correas: 180).
El que las sabe, las tañe (Núñez: 84).
El que las sabe, las tañe (Dic. Aut. y Dic. Ac.) La que las sabe, las tañe (Celestina, I, 108 y
Loz. And., 31) Quien las sabe, las tañe (Celestina, V, 194, D. Leng., 184, Pic. Just., I, 134 y
Quijote, II, 59).
55 "El que las sabe las atañe; el que no, sílbalas y base" y "El que las sabe, las tañe; y eran
Badawī pasa por alto las propuestas que presenta el refranero árabe y
prefiere realizar una traducción literal de dicha paremia. De hecho, contamos
en árabe con los siguientes correspondientes conceptuales comunes:
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CAPÍTULO LX.
DE LO QUE LE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE YENDO A BARCELONA.
CAPÍTULO LXII.
QUE TRATA DE LA AVENTURA DE LA CABEZA ENCANTADA,
CON OTRAS NIÑERÍAS QUE NO PUEDEN DEJAR DE CONTARSE.
Por tercera vez, Sancho maneja esta unidad parémica; así que el autor
nos sorprende con otra muletilla refranesca que funciona como un leitmotiv
literario encaminado a servir fines discursivos bien estudiados por el autor.
En realidad, con semejante recurso refranesco Cervantes plasma el
oportunismo del personaje, que puede ser debido a su paubérrima situación
económica y mediocre estatus social.
Badawī ofrece una versión literal acertada del refrán como enunciado
textual.
217. LO QUE CON EL OJO (LOS OJOS) VEO, CON EL DEDO LO SEÑALO.
-Dime, cabeza, ¿qué deseos tiene mi hijo el mayorazgo?
-Ya yo he dicho —le respondieron— que yo no juzgo de deseos;
pero, con todo eso, te sé decir que los que tu hijo tiene son de
enterrarte.
-Eso es —dijo el caballero—: lo que veo por los ojos, con el dedo lo
señalo. Y no preguntó más (Un caballero: 2ª, cap. LXII, p. 662).
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.(571 ص،2
Refrán que enseña que no es menester muy profundo conocimiento para prevenir, y
decir lo que ya se tocó con la experiencia (Dic. Aut.).
Refrán que da a entender que no es necesaria mucha advertencia para conocer lo que
es patente y notorio (Dic. Ac.).
Lo que con el ojo veo, lo adivino con el dedo y Lo que con los ojos miro, con el dedo lo adivino
(Correas: 270 y 271).
Lo que veo con el ojo, con el dedo lo adivino (Núñez: 126).
Lo que con el ojo veo, con el dedo lo adivino (Dic. Aut.) Lo que con el ojo veo, con el dedo lo
señalo (Dic. Ac.) Lo que con los ojos veo, con el dedo lo señalo (Dic. Ac.) Lo que veo por los ojos,
con el dedo lo señalo (Quijote, II, 62).
%<L ). وأ، > 6 + أرى, es decir, 'y veo en sus ojos y lo toco con
mi dedo'.
y el correspondiente común:
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CAPÍTULO LXIV.
QUE TRATA DE LA AVENTURA QUE MÁS PESADUMBRE DIO A
DON QUIJOTE DE CUANTAS HASTA ENTONCES LE HABÍAN SUCEDIDO.
Por tercera vez, Don Quijote maneja este refrán. Por lo tanto estamos
ante no sólo una muletilla refranesca que el autor asigna a su alter ego, Don
Quijote, sino un leitmotiv caracterizador. El autor refleja la conformidad del
caballero con la voluntad de Dios en el repartimiento que su Providencia hace
de los bienes entre los demás, mediante este leitmotiv, mientras que en el caso
de Sancho vemos un leitmotiv opuesto de pragmatismo y oportunismo de
Nos hallamos aquí ante un refrán literal que el autor aduce tal cual
aparece en el refranero (Correas: 61).
CAPÍTULO LXV.
DONDE SE DA NOTICIA QUIÉN ERA EL DE LA BLANCA LUNA,
CON LA LIBERTAD DE DON GREGORIO, Y DE OTROS SUCESOS.
CAPÍTULO LXVI.
QUE TRATA DE LO QUE VERÁ EL QUE LO LEYERE, O LO OIRÁ EL
QUE LO ESCUCHARE LEER.
CAPÍTULO LXVII.
DE LA RESOLUCIÓN QUE TOMÓ DON QUIJOTE DE HACERSE
PASTOR Y SEGUIR LA VIDA DEL CAMPO, EN TANTO QUE SE PASABA EL AÑO
DE SU PROMESA, CON OTROS SUCESOS EN VERDAD GUSTOSOS Y BUENOS.
Refrán que da a entender, que las lastimas que están lejos se sienten menos que las
que se tienen a la vista (Dic. Aut. y Dic. Ac.).
Ojos que no ven, corazón que no duele, que no quiebra o que no llora (Correas: 372).
Ojos que no ven, corazón que no quiebra (Núñez: 151).
Ojos que no ven, corazón que no llora (Dic. Aut. y Dic. Ac.) Ojos que no ven, corazón que no
quiebra (Dic. Ac., Santillana y Quijote, II, 67) Ojos que no ven, corazón que no siente (Dic. Ac.).
CAPÍTULO LXVIII.
DE LA CERDOSA AVENTURA QUE LE ACONTECIÓ A DON QUIJOTE.
caen de la boca de dos en dos major que a mí, sino que debe de
haber entre los míos y los suyos esta diferencia; que los de vuestra
merced vendrán a tiempo y los míos a deshora; pero, en efecto,
todos son refranes (D. Q.: 2ª, cap. LXVIII, p. 685).
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.(604 ص،2 ـ/ :) وي
Refrán que enseña, que muchas veces es menester posponer los derechos de
naturaleza, a los motivos de utilidad o conveniencia: o que el trato y comunicación hace más
que la crianza, en orden a las costumbres (Dic. Aut.).
Refrán que enseña que el trato y comunicación hacen más que la crianza y el linaje en
orden a las costumbres (Dic. Ac.).
No con quien naces, sino con quien paces.
Por el bien de la crianza (Correas: 343).
Con quien paces, que no con quien naces (Núñez: 44) y No con quien naces, sino con quien
paces (Núñez: 144 y Santillana).
No con quien naces, sino con quien paces (Dic. Aut.; Dic. Ac.; Quijote, II, 10, 32 y 68,
Guzm. Alfa., V, 131) y "No donde naces, sino con quien paces" (Loz. And., 239).
Al igual que la otra ocasión, Badawī vuelve a llevar a cabo aquí una
traducción literal del significado del refrán sin tener en cuenta las opciones
que le muestra el refranero árabe. Así Taymūr recoge:
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CAPÍTULO LXXI.
DE LO QUE A DON QUIJOTE LE SUCEDIÓ CON SU ESCUDERO SANCHO
YENDO A SU ALDEA.
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.(620 ص،2 ـ/
Refrán que enseña y aconseja, que sin gran seguridad no se anticipe la paga de
cualquier obra al oficial que la hubiere de hacer, porque en recibiendo el precio de antemano,
descuida y empereza en su ejecución (Dic. Aut.).
Refrán que advierte que no se debe hacer el pago adelantado, porque quien lo recibe
pierde el estímulo para continuar la obra (Dic. Ac.).
A dineros pagados, brazos quebrados y A dineros dados, brazos quebrados (Correas: 11).
A dineros dados, brazos quebrados (Núñez: 11).
A dineros pagados, brazos quebrados (Dic. Aut.) A dineros dados, brazos quebrados (Dic.
Ac.) A dineros pagados, brazos cansados (Dic. Ac.) A dineros tomados, brazos quebrados (Santillana)
A dineros pagados, brazos quebrados (Celestina, III, 127 y Quijote, II, 71).
valía un "toma" que dos "te daré", el pájaro en la mano que el buitre
volando (Sancho [citado por el narrador]: II, cap. LXXI, p. 699).
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.(622 ص،2 ـ/ : " ) ويC&
Refrán con que se da a entender se deben hacer las diligencias necesarias para el
logro y consecución de alguna cosa, al mismo tiempo que se pide a Dios con ruegos y
oraciones (Dic. Aut.).
Refrán que aconseja hacer de nuestra parte cuanto es posible para el logro de
nuestros deseos sin esperar que Dios haga milagros (Dic. Ac.).
A Dios rogando, y del mazo dando (Núñez: 11).
A Dios rogando, y con el mazo dando.
El mazo es de los oficios de fuerza, de hacer carretas y poner los arcos a las
cubas; quiere decir que nosotros obremos y nos ayudará Dios, y no queramos
que nos sustente holgando" (Correas: 11).
A Dios rogando y con el mazo dando (Dic. Aut.; Dic. Ac. y Quijote, II, 35 y 71).
Badawī aporta una traducción libre del significado del refrán, en la que
se vale de una técnica mixta que reproduce los actantes un y dos, en una
paremia que el traductor inventa en los siguientes términos: Más vale uno en tu
mano que dos en tu mañana. Se trata de un aporte que actúa como sinónimo del
refrán el pájaro en la mano que el buitre volando, con lo cual podemos afirmar
que es una traducción vacía. Cervantes encomilla no el refrán, sino el verbo
"toma" y la frase "te daré", es decir, subraya la parte transaccional o
económica del refrán, con lo que la presente traducción dista de ser acertada.
Esta es la tercera vez que Sancho usa este refrán. El autor lo asigna al
personaje como una muletilla verbal y un leitmotiv literario caracterizadores
del pragmatismo y la codicia de este personaje. Nuevamente, el autor elige
una tipología de refranes acordes con la condición rústica de Sancho, y opta
por una paremia que encierra una metáfora aviar, que actúa en el discurso
como argumento evaluativo.
CAPÍTULO LXXIII.
DE LOS AGÜEROS QUE TUVO DON QUIJOTE AL ENTRAR DE SU ALDEA, CON
OTROS SUCESOS QUE ADORNAN Y ACREDITAN ESTA GRANDE HISTORIA.
) 2ر ! ا .?ف ا دواب% ز أ ر- ر% و ا ;) ل ھو ا،Alcacel @ ا )ل ا+ ودة-ر ! و% ا ? ! ا57
.(632 ص،2 ـ/ : ) ويE )2 ل إدرا2 ا زرع ءK;L و ا، ) ن ر
58 A partir de 1884, la Academia clasifica Estar ya duro el alcacer para zampoñas, como una frase.
59 264 y 354.
60 182.
61 268.
Sin duda, la inmensa mayoría de los refranes, esto es, 135 en total,
cumplen esta finalidad en el discurso. Del montante global de estos
argumentos, 95 los asumen representantes de las dos clases: los villanos y el
clero, de los cuales Sancho pronuncia 78 y a la Nobleza y los militares
pertenecen los 40 restantes; de estos últimos Don Quijote pronuncia 22,
mientras que 18 son proferidos por otros personajes de la misma clase social.
especial por parte del traductor. De hecho, con el mero trasvase fiel de la
situación comunicativa en que el refrán se halla anclado en el contexto, la
función que dicha paremia desarrolla en la conversación sale
automáticamente a flote, ya que de lo contrario se perdería toda la coherencia
textual.
62 5; 27; 52.1.; 54.1.; 78.1.; 78.4.; 95.2.; 102.1.; 102.2; 102.3.; 102.4.; 102.5.; 103.2.; 106.1.; 106.2.; 111;
124.2. ; 131; 151; 165; 171; 173; 183.2; 185; 190; 216; 236.1.; 254.2.; 279; 288; 301; 308; 331.1. ;
331.2.; 337.1.; 337.2.; 355 y 471.0.
63 12; 32; 72.1.; 78.3.; 80; 124.1.; 148; 189.2.; 194.01; 311 y 356.
64 30; 61.1.; 61.3.; 91; 95.1.; 121; 191.1.; 191.2.; 194.0.; 203.2.; 254.3.; 263; 276; 284; 303; 321.1. y
333.
65 54.2.; 73; 97; 98; 100.1.; 172; 183.1.; 189.3.; 198; 249 y 257.2.
66 103.1.
67 47.
estatus social que este caballero ostenta en la novela, así como para contrastar
su habla con la de su analfabeto y materialista escudero.
68 7.1.; 7.2.; 21; 28; 52.3.; 57.2.; 61.2.; 72.2.; 79; 78.2.; 94; 100.2.; 138; 174.1.; 174.2; 183.3.; 183.4.;
188; 189.1.; 202; 227; 228; 229; 236.3.; 238.1.; 238.2.; 238.3.; 250; 254.1.; 257.1.; 277.1.; 285; 288.1.;
316; 321.2.; 354 y 471.0.
69 36.1.; 36.2.; 103.3.; 209 y 320.
70 3; 22.1.; 22.2.; 22.3.; 113 y 277.2.
71 9; 36.3.; 203.3.; 208; 217 y 268.
72 158; 162.1.; 163; 236.2. y 357.2.
73 288.2. y 349.
74 Don Lorenzo: 268.
75 5; 28; 54.1.; 78.1.; 78.2.; 95.2.; 102.5.; 103.2.; 105; 171; 190; 216; 228; 257.1.; 264; 301; 331.1.;
337.2. ; 354 y 471.0.
76 148 y 189.2.
77 30; 61.3.; 95.1.; 191.2.; 194.0. y 303.
78 7.1.; 57.1.; 79; 106.1.; 106.2.; 131; 165; 182; 238.2; 254.1 y 321.2.
79 32; 47; 78.3.; 80; 194.01 y 311.
80 121; 191.1. y 254.3.
81 73.
82 Badawī traduce el introductor impersonal con verbo dicendi 'y sabes lo que comúnmente se
dice, que' como : رPQ. ا,R. * ا% ' وy sabes el refrán famoso'.
83 57.2.; 163 y 349.
84 102.4.; 236.3.; 238.3. y 301.
85 36.2. y 47.
86 3.
87 301.
88 163; 183.3.; 188; 190; 288.1.; 337.1. y 357.2.
89 72.1.
90 22.3. y 277.2.
91 337.1.
92 78.4.; 79; 183.2.; 183.3.; 183.4. y 355.
93 12 y 311.
94 3; 22.3. y 61.3.
95 73 y 183.1.
96 12.
97 95.2.; 188; 264 y 331.2.
98 12; 194.01. y 209.
99 194.0, 203.2., 263 y 284.
100 9 y 203.3.
exige mucho rigor y sutileza al plasmarlo, por lo cual se iguala el uso que el
caballero y su escudero dan a esta tipología de refranes.
101 209.
102 352.
103 95.1.; 113; 321.1. y 333.
104 95.2.; 151; 182 y 279.
105 151.
106 7.1.; 7.2.; 21; 52.1.; 52.2.; 57.2; 61.2.; 72.2.; 78.1.; 78.2.; 79; 94; 102.1.; 102.2; 102.3; 138; 151; 165;
171; 173; 174.1.; 174.2.; 182; 183.2.; 183.3.; 183.4; 185; 202; 228; 229; 236.3.; 238.1.; 238.2.; 238.3;
250; 257.1.; 285; 316; 321.2.; 337.1.; 337.2. y 355.
107 121.
108 189.3.
232; 52.3.; 53; 54.1.; 61.1.; 61.2.; 61.3.; 73; 78.1.; 78.2.; 78.3.; 79; 94; 95.2.; 97; 98; 100.1.; 100.2.;
103.1.; 103.2.; 103.3.; 105; 106.1.; 106.2.; 121; 124.1.; 124.2.; 131; 165; 174.1.; 174.2.; 183.3.; 183.4.;
189.1.; 189.2.; 189.3.; 190; 191.1.; 191.2.; 194.01.; 228; 229; 236.2.; 236.3.; 250; 254.3.; 303; 316;
321.1.; 321.2.; 354 y 355.
185; 188; 194.0.; 194.1.; 203.2.; 203.3.; 208; 216; 227; 249; 254.1.; 254.2.; 263; 264; 276; 277.1.;
277.2.; 284; 311; 320; 331.2.; 337.2.; 357.1. y 471.0.
11 47 y 333.
12 28; 183.1.; 202; 331.1.; 356 y 357.2.
IV) Para trasvasar el refrán 22.3, Badawī opta por una traducción a
grosso modo, en la que no ofrece ningún correspondiente de ningún tipo,
sino que transmite, a grandes rasgos, el sentido global de la paremia.
15 Tanto los dos corchetes como los dos signos de interrogación son indicación del
emplazamiento del refrán ausente en el texto de origen y van en cursiva y negrita.
16 148. EL QUE LUEGO DA, DA DOS VECES.
Y aun suele decirse que el que luego da, da dos veces (Leonela: 1ª, cap. XXXIV, p. 247).
( ّ ا ) ّ ا أن س أن د ا ا
.(24 ص،1 ـ:) وي
17 7.2.; 12; 22.1.; 27; 30; 36.3.; 54.2.; 57.1.; 57.2.; 72.2.; 80; 151; 163; 171; 209; 217; 238.1.; 238.2.; 38.3.;
Undoubtedly, both the rich and high artistic quality of the proverbial
potential in the immortal classic of universal literature, Don Quixote by Miguel
de Cervantes, prince of the Spanish letters, makes its author stand, rightly and
indisputably, as the prince of the Spanish paremiologists and
paremiographers. The work of this great genius shows us, at par, the double
identity of all an accomplished paremiologist and paremiophile, on the one
hand, and of a deep admirer of tradition and popular wisdom, on the other.
In fact, to be able to hold such a prestige is not the result of chance but
is the synthesis of a long vital trajectory of artistic and creative career of a
whole experienced man of both letters and arms.
had been transfused in the first full version of Don Quixote in Arabic by 'Abd
al Raḥmān Badawī in 1965.
Add to this the fact that most dictionaries of proverbs are reduced to
mere repertoire of proverbs, without explanation or glosses that facilitate the
full understanding of its global sense. Dictionaries of Spanish/Arabic and
Arabic/Spanish proverbs, apart from being counted down pat, incurred,
normally the blunder of reproduce Spanish paremiological units by
equivalent of the cultured Arabic, ie, Arabic proverbs that are no longer used
in everyday conversation, but in medieval authoritative texts or past, and they
have already fallen into disuse. In this fallacy, without realizing it, falls many
of the translators of Spanish to Arabic and vice versa. The Spanish proverb for
its immense popularity and traditionalism is in a conversational or colloquial
register, a feature that separates it from cultured Proverbs, who hold a well-
differentiated cultured register exclusive of written texts.
II) Badawi chooses proverb for proverb paremiological translation, that is,
reaching the total or literal correspondence between proverbs of both the
original text and the translation, or what Nida called "dynamic equivalence"
in a total of 9 cases, ie 6% of total analyzed proverbs. Undoubtedly, this group
of proverbs is a success by the translator.
As for the second proverb: 198, the translator creates, in this case by
generalizing the meaning of Spanish proverb, a corresponding proverb in
Arabic.
In the third case 162, the translator opts for a typical Arabic expression.
In turn, the two following Spanish proverbs were poured into Arabic
in the form of two textual statements: 91 and 173.
IV) To transfer the proverb 22.3, Badawī chooses a translation grosso modo,
which offers no corresponding of any kind, but transmits broadly the overall
sense of the proverb.
V) In the version of Badawī, absents the proverb 7.1. A Dios rogando y con el
mazo dando. Actually, it is not known why this proverb does not appear in the
Arabic version; in this case the technique of elision was applied. Although
you can't guess the reason of this fact, probably this is due to an unintended
oversight as a result of a distraction by translator.
VI) The version of Badawi includes two translations of the same proverb 148:
an incorrect one and the other successful between brackets, which is an
unusual event in the translation1.
VII) One of the most remarkable phenomena that analysis of Badawi´s version
shows is the large presence of proverbs translated unwisely. This is a total of
25 proverbs, constituting 17% of the analyzed set. It should be noted that most
of these units is, as previously said- is in stylistic and rhetorically proverbs
recreated by Cervantes.
1) 65 proverbs, which are not more than the total amount of four translation
strategies:
1.1.) 52 proverbs fruit of literal translations;
1.2.) 9 proverbs as a result of adaptation, that is, the translation proverb
for proverb;
1.3.) 2 proverbs fruit of free translation and
1.4.) 2 proverbs partially successful result of a literal translation.
Moreover, only 13 times the reader may perceive the proverb properly
said recreational and aesthetic pleasure, using traditional Arab sayings, while
the other 52 occasions, perceives proverbs as a manifest foreign like
translation in the form of narrative statement in which only incomplete
semantic charge of the proverb is preserved, then it loses its global sense, with
the subsequent loss of all recreational, sensory and wisdom taste and
pleasure, fruit of the typical traditionalism and popularity of the proverb.
And what is worse, the reader loses perhaps most exciting use of proverbs in
a literary text, that is, the complicity of the reader with the author reading the
proverbs, as the author, to fit sayings in speech narrative, makes the reader
share in his own text, since the paremiological units are merely the fruit of
collective wisdom of all the linguistic community of a people. Thus, when the
reader reads the proverbs he feels himself alluded to, because they are not
only those of the author but of the whole society to which they belong. In
short, the Arab reader loses one of the great charms of Cervantes' text and one
of the reasons for its survival and sustainability through the Centuries, that is,
the proverb, vox populi of Spain, which reflects his wisdom and oral tradition.
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