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2.3.

EL AGRAVIADO

2.3.1 Etimología y Definición:

El Código Procesal Penal en su art. 94º numeral 1°, define al agraviado en los términos:
Se considera agraviado a todo aquel que resulte directamente ofendido por el delito o
perjudicado por las consecuencias del mismo. Tratándose de incapaces, de personas
jurídicas o del Estado, su representación corresponde a quienes la Ley designe.
También son considerados agraviados los accionistas, socios, asociados o miembros
respecto de los delitos que afectan a una persona jurídica cometidos por quienes las
dirigen, administran o controlan.

Abel Angel G. Flores S. nos añade lo siguiente “El agraviado, en los delitos
perseguibles por acción penal pública, es el titular nato de la pretensión resarcitoria,
al margen del proceso penal y que se haya constituido en actor civil, mas no está
considerado como titular de la pretensión penal, ya que esta le corresponde al
Ministerio Público dada la naturaleza de la acción penal. En los delitos de acción
penal privada, el querellante particular, por ostentar la pretensión resarcitoria y la
pretensión penal, es técnicamente el ofendido por ser el afectado con la acción del
delito en su interés tutelado penalmente, ya que la afectación es de naturaleza jurídico
penal privada”.

2.3.1.1 EL AGRAVIADO COMO SUJETO SECUNDARIO DE LA


RELACION PROCESAL

[ CITATION Cab48 \l 2058 ] Sujeto pasivo del mal o delito. Ofendido o víctima de un
agravio. El apelante que alega el mal, perjuicio o daño recibido en la sentencia del juez
a-quo.

2.3.2 Características:

 Damnificado o Agraviado Directo o Indirecto. – La violación del derecho


puede, producirse de dos maneras: directa e indirectamente.
En primer lugar, el “Damnificado directo” es aquel en quien incide
inmediatamente el acto ilícito, sen mediación de persona alguna entre ella y su
autor, así mismo es aquel individuo cuya integridad física libertad u honor ha
sido lesionado, (ej. En los hechos ilícitos contra la propiedad, damnificado
directo es el propietario de la cosa, y pueden serlo también el poseedor, el
tenedor, depositario, etc.), este agraviado es fácilmente determinable, es la
victima inmediata.
En segundo lugar tenemos el “Damnificado Indirecto” es la persona en quien el
acto ilícito incide mediatamente por repercusión del agravio inferido
directamente a otra, respecto de la cual aquella se encuentra vinculada, este
siempre es el tercer lesionado en sus derechos como reflejo del acto ilícito
cometido contra la victima inmediata, (ej. En un homicidio son damnificados
indirectos el cónyuge, los hijos, los padres y todas las personas hacia quienes el
extinto estaba obligado a una prestación de carácter patrimonial.
 El agraviado penal o sujeto pasivo como ofendido que ha sufrido un daño
criminal. – Silvela nos expone lo siguiente “el sujeto pasivo del delito es aquel
a quien se debe la condición jurídica negada por el crimen”, también podemos
relacionar aquí a la filosofía krausista que nos dice “la persona que resulta
ofendida directa e inmediatamente por el delito”, o que “soporta las
consecuencias inmediatas de la actividad criminosa”, o bien decir que es “el
portador del bien jurídico atacado directamente con el hecho penalmente
punible”, Antolesei nos dice de forma mas certera que el sujeto pasivo es “el
titular del interés cuya ofensa constituye la esencia del delito”.

 Damnificado directo e indirecto en el homicidio. - En el homicidio no existe


damnificado directo desde el punto de vista del resarcimiento pues el muerto no
puede sufrir ningún daño económico, sin embargo, esta cuestión ha dado paso a
diversas teorías opuestas. Autores como Mazeaud, Demogue, Aubry y Rau,
Planiol, Ripert y Esmein, Chironi, De Cupis, etc., sostienen que la acción
resarcitoria nace originariamente en el muerto, y pasa luego a los herederos,
quienes tienen en consecuencia dos acciones con motivo del homicidio: una
iure proprio, por el daño sufrido personalmente a raíz del homicidio, y otra iure
hereditatis, por el daño sufrido por el causante por el hecho de su muerte. Estas
dos acciones son independientes y pueden ejercerse separadamente.

2.3.3 CASO PRÁCTICO - SECUESTRO


El día 13 de mayo del 2013 siendo aproximadamente las 18:30 hrs. en circunstancias en
que el ciudadano Pedro Pérez Pajares se encontraba transitando por la Av.
Universitaria Pampa Hermosa para dirigirse a su centro superior de estudios, es
interceptado por Juan Malandro y Ernesto rufianes abordo de un vehículo negro de
lunas polarizadas el cual se estaciona al lado de Pedro Pérez para preguntar por una
dirección cercana al lugar de los hechos, al proceder a dar indicaciones de cómo llegar
al lugar Pedro Pérez recibe un fuerte golpe en la cabeza por parte de José Otorono el
cual se encontraba caminando por la zona, perdiendo el conocimiento fue reducido e
introducido al vehículo el cual partió, sin rumbo conocido. Aproximadamente a las
20:00 hrs. El comandante Pedro Pérez Fiol padre de Pedro Pérez Pajares recibe una
llamada vía telefónica en la cual José Otorono se presenta como miembro de la Banda
“Los Zánganos del Norte” comunicándole que ellos tienen retenido a su hijo Pedro
Pérez Pajares y que exigen para su liberación que Pedro Pérez Fiol en su calidad de
comisario de la comisaria del sector ponga en libertad a Rufasto Saldarriaga Curay el
cual era miembro de su banda delictiva y que horas antes había sido intervenido y
trasladado a la comisaria por realizar una pelea en el bar “Mi Gaviota”.

Análisis del Caso


- Delito cometido: Secuestro.
- Grado de consumación: Total.
- Sujeto activo: Juan Malandro, Ernesto Rufián y José Otorono.
- Sujeto Pasivo: Pedro Pérez Pajares.
- Bien jurídico protegido: libertad personal.
2.3.4 LA VICTIMA
La palabra víctima se define en el diccionario como persona o animal sacrificado o destinado al
sacrificio, persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra, persona que
padece daño por culpa ajena o por causa fortuita, persona que muere por culpa ajena o por
accidente fortuito.
Así se entiende que la víctima es un ser al cual se le ocasiona un daño, teniendo esta la potestad
o no de resarcirse, así, históricamente se sabe que la víctima tuvo su época de oro durante el
tiempo de la justicia privada, pues ella buscaba justicia por sus propias manos, luego ella, de
sujeto de derechos como era considerada, se transformaría en un mero sujeto pasivo de una
infracción de la ley del Estado, llegando a un estado de abandono tanto a nivel de derecho penal
material como procesal.
Es así que en la actualidad se considera que el proceso penal genera una segunda victimización,
que es aún más negativa que la primera, porque es el propio sistema quien victimiza a la
persona a pesar que la víctima se dirige al Estado pidiendo justicia. Como ejemplo de ello DE
LA CUESTA AGUADO refiere que a veces los interrogatorios de la defensa en el proceso
penal se orientan a tergiversar la intervención de la víctima en los hechos, caso por ejemplo, del
abogado que intenta hacer confesar a la víctima de una violación que el acceso carnal fue
realizado si no con su consentimiento, sí como consecuencia de su "provocación", o recurriendo
a argumentos como el de "la hora es impropia para que una mujer decente esté en la calle".
Así vemos como el proceso penal es oneroso para la víctima ya que, a pesar de no existir tasas
para poder actuar en el proceso penal, no existe un abogado de oficio para esta, además que el
proceso implica un desgaste emocional.
Es así como la víctima es el sujeto procesal que había sido olvidado, pero esta situación tiende a
revertirse desde los años 70 del siglo pasado, en que desde diversas perspectivas se aboga por
un reconocimiento más amplio de derechos a las víctimas en el sistema de justicia penal, incluso
se han adoptado diversos textos destinados a reconocer derechos explícitos a favor de las
víctimas en el proceso, el más importante es la Declaración sobre Principios Fundamentales de
la Justicia para las Víctimas de Delitos y Abuso de Poder, adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el año 1985. En ese sentido en el NCPP recobra la importancia que tenía,
un ejemplo es que la protección de las víctimas es uno de los objetivos del Ministerio Público,
reto al cual hoy se enfrenta.
En Colombia, señala GUERRERO PERALTA, en el marco de la implementación de un sistema
acusatorio una de las innovaciones que más interesa es la función impuesta a la Fiscalía General
de la Nación con relación a las víctimas, pues de acuerdo con una primera aproximación a este
acto reformatorio de la Carta Política, el constituyente ha reformulado toda la concepción
existente en cuanto a la participación de las víctimas en el proceso penal que se configura a
partir de tres fundamentos. El primero establece que una de las causales para Ia adopción de
medidas restrictivas de la libertad es la relativa a la protección de la comunidad y, en el contexto
de aquella, la norma establece que debe haber una especial consideración a la protección de las
víctimas. El segundo fundamento constitucional le impone a la Fiscalía General de la Nación la
tarea de solicitar ante el juez de conocimiento las medidas judiciales necesarias para la
asistencia a las víctimas y al mismo tiempo la norma faculta al fiscal para requerir del juez el
restablecimiento del derecho y la reparación integral de los afectados con el delito. El último
fundamento no es novedoso y hace relación a la función tradicional de velar por la protección
de las víctimas al lado de los jurados y los testigos. No obstante, en la misma disposición se
remite a la ley para que esta fije los términos en que podrán intervenir las víctimas en el proceso
penal y la adopción de mecanismos de justicia restaurativa a que haya lugar.
Nuestro NCPP ha recogido este movimiento por el adecuado tratamiento legislativo de la
víctima; por ello en su título IV titulado "La víctima" (dentro de la sección IV "El Ministerio
Público y los demás sujetos procesales") contiene tres capítulos: "El agraviado", "El actor civil"
y "El querellante particular", todas ellas relacionadas con la persona que ha sufrido algún tipo de
menoscabo a raíz de un delito pero que se diferencia la una de la otra en el tratamiento
legislativo que el código prodiga, por ello antes de seguir haciendo esta referencia es bueno que
tengamos en claro algunos conceptos como: ofendido, perjudicado y agraviado que usa el
NCPP.

 Ofendido, es aquella persona que de manera inmediata sufre la comisión de una


conducta criminal, es decir, aquella persona contra la que el sujeto activo dirige su
conducta delictiva.
 Perjudicado, comprende a terceros a quienes el delito haya producido cualquier clase de
perjuicio, es decir, el sujeto pasivo del daño indemnizable o el titular del interés directa
e indirectamente lesionado por el delito, que deduce expresamente en el proceso penal
una pretensión patrimonial causada por la comisión del delito.
 Agraviado, es el ofendido o perjudicado, que por su sola calidad de ser tal goza de
derechos, sin necesidad de constituirse en parte civil, en ese sentido es un concepto
comprensivo de los arriba explicados. Ello busca proteger su rol como sujeto procesal.
 Actor Civil, es una categoría procesal de larga data, para ser actor civil el ofendido o
perjudicado deben constituirse expresamente como tal y deducir la correspondiente
pretensión patrimonial en el proceso penal.

La comisión de una conducta conminada con una pena o delito genera un conflicto social entre
el imputado con la sociedad y con el agraviado, dándose un conflicto de intereses que exigen
una solución entre el imputado que exige el respeto de sus derechos y la sociedad representada
por el Ministerio Público que cumple con la función de persecución del delito, la sanción y la
reparación civil y también entre el imputado con la víctima que constituido en actor civil,
persigue la restitución del bien materia del delito y que se le indemnice por los daños y
perjuicios ocasionados como consecuencia de la comisión del delito-, surgiendo el proceso
penal como el medio por el que se va a discutir el conflicto, para encontrar la solución y
legitimar la sanción estatal.

2.3.4 El agraviado en el Nuevo Código Procesal Penal


El Nuevo Código Procesal Penal norma el tratamiento del agraviado, a través de los artículos
94º al 110º, señalando a tres sujetos procesales, al agraviado, al actor civil y al querellante
particular. Así el artículo 94, en su inciso 1, refiriéndose a una persona en concreto, define como
agraviado a todo aquel que resulte directamente ofendido por delito o perjudicado por las
consecuencias del mismo.
Adicionalmente el inciso 3 señala que también serán considerados agraviados los accionistas,
socios, asociaciones o miembros, respecto de un delito que afecta a una persona jurídica,
cometido por quienes dirigen, administran o controlan, refiriéndose a un grupo de personas.
La innovación del Nuevo Modelo Procesal se encuentra en el inciso 4 del mismo artículo al
incluir la protección de los intereses difusos, estableciendo que las asociaciones en los delitos
que afectan intereses colectivos o difusos, cuya titularidad lesione a un número indeterminado
de personas, o en los delitos incluidos como crímenes internacionales en los tratados
internacionales aprobados y ratificados por el Perú, podrán ejercer los derechos y facultades
atribuidas a las personas directamente ofendidas por el delito, siempre que el objeto social de la
misma se vincule directamente con esos intereses y haya sido reconocida e inscrita con
anterioridad a la comisión del delito. De este modo el Nuevo Modelo reconoce y legitima a las
Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que velan por estos intereses.
Artículo 94.- Definición
1. Se considera agraviado a todo aquel que resulte directamente ofendido por el delito o
perjudicado por las consecuencias del mismo. Tratándose de incapaces, de personas
jurídicas del Estado, su representación corresponde a quienes la Ley designe.
2. En los delitos cuyo resultado sea la muerte del agraviado tendrán tal condición los
establecidos en el orden sucesorio previsto en el artículo 816° del Código Civil.
3. También serán considerados agraviados los accionistas, socios, asociados o miembros,
respecto de los delitos que afectan a una persona jurídica cometidos por quiénes las
dirigen, administran o controlan.
4. Las asociaciones en los delitos que afectan intereses colectivos o difusos, cuya
titularidad lesione a un número indeterminado de personas, o en los delitos incluidos
como crímenes internacionales en los Tratados Internacionales aprobados y ratificados
por el Perú, podrán ejercer los derechos y facultades atribuidos a las personas
directamente ofendidas por el delito, siempre que el objeto social de la misma se
vincule directamente con esos intereses y haya sido reconocida e inscrita con
anterioridad a la comisión del delito objeto del procedimiento.

El agraviado, en los delitos perseguibles por acción penal pública, es el titular nato de la
pretensión resarcitoria, al margen del proceso penal y que se haya constituido en actor civil, mas
no está considerado como titular de la pretensión penal, ya que esta le corresponde al Ministerio
Público dada la naturaleza de la acción penal.

2.3.5.1 La declaración del agraviado


El agraviado es la víctima del delito y como tal su declaración en el proceso penal resulta de
suma importancia pues permitirá conocer de manera directa como se produjeron los hechos, la
conducta realizada por el agente, los medios empleados, el modo de la ejecución y las
circunstancias propias que rodearon al hecho. Constituye el eje central de la denuncia y el
origen de los cargos incriminatorios de delito. Al agraviado se le interrogará sobre los hechos
donde ha resultado víctima del delito, sobre las circunstancias de su perpetración, de las
personas que han intervenido, sobre los posibles testigos y cualquier otra circunstancia que
conducente al esclarecimiento de los hechos que se investigan. Previamente a su declaración, se
le hará conocer de sus derechos y si se tratare de menor de edad o incapaz deberá estar
acompañado de alguna persona de su confianza (art. 95.3). El agraviado será examinado
siguiendo la formalidad que, a los testigos, pero se dispone expresamente que, aun habiéndose
constituido en actor civil, debe declarar como testigo en el proceso penal. El Código al igual que
la legislación que se deja, no tiene un capítulo especial para tratar de la declaración del
agraviado y salvo las diferencias existentes sobre las formas de intervención y apersonamiento,
se señala expresamente que prestará declaración bajo las mismas reglas que se sigue para los
testigos.
De la declaración del agraviado deben de procurarse el mayor aporte de la información sobre el
delito denunciado: día, hora aproximada, circunstancias propias del delito, como aquellas
anteriores y posteriores mismo, posibles testigos, documentos relacionados con el imputado,
objetos utilizados, descripción de las características del imputado, posibles sospechosos.
2.3.5 Derechos del agraviado
A renglón seguido, los incisos a, b, c y d, del artículo 95º, reconocen el derecho del agraviado a
ser informado de los resultados del proceso, a ser escuchado antes de cada decisión, que
implique la extinción o suspensión de la acción penal, en ambos casos siempre que lo solicite;
debiendo recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades, protección de su
integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos por delitos contra la libertad sexual se
preservará su identidad, bajo responsabilidad de quien conduzca la investigación (fiscal) o el
proceso (juez); a impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria, debiendo ser informado
de sus derechos cuando interponga la denuncia, al declarar preventivamente o cuando realice su
primera intervención. Si el agraviado es menor de edad o incapaz, tendrá derecho a ser
acompañado por una persona de su confianza durante las actuaciones en las que intervenga.
Como puede apreciarse, si bien es cierto el nuevo modelo precisa a quien se debe considerar
como víctima, y se le ha dotado de derechos que están orientados al acceso de la información
del proceso y a un tratamiento respetuoso, no se ha establecido nada respecto a un efectivo
resarcimiento de la víctima, acto elemental de justicia en un Estado de Derecho, ya que como se
aprecia no se han procurado normas precisas en materia de reparación de daños y perjuicios.
Artículo 95.- Derechos del agraviado
1. El agraviado tendrá los siguientes derechos:
a) A ser informado de los resultados de la actuación en que haya intervenido, así
como del resultado del procedimiento, aun cuando no haya intervenido en él,
siempre que lo solicite;
b) A ser escuchado antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión
de la acción penal, siempre que lo solicite;
c) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades competentes,
y a la protección de su integridad, incluyendo la de su familia. En los procesos
por delitos contra la libertad sexual se preservará su identidad, bajo
responsabilidad de quien conduzca la investigación o el proceso.
d) A impugnar el sobreseimiento y la sentencia absolutoria.

La misma norma señala que el agraviado será informado sobre sus derechos cuando interponga
la denuncia, al declarar preventivamente o en su primera intervención en la causa, 1o que se
corresponde con el fundamental derecho de defensa que todo sujeto procesal ostenta, así podrá
tener la información de sobre cuál es la imputación que sobre el imputado recae.
Asimismo, si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las actuaciones
en las que intervenga, sea acompañado por persona de su confianza, pues el NCPP entiende que
los menores de edad deben de tener una persona de confianza a su costado para que sus
manifestaciones y otras actuaciones la hagan de manera que no afecte sus derechos.
El NCPP señala también que el agraviado tiene el deber de declarar como testigo en las
actuaciones de la investigación y del juicio oral, lo cual es la correspondencia de su actuación de
sujeto procesal, pues, así como tiene derechos también tiene deberes para con el proceso.
1. El agraviado será informado sobre sus derechos cuando interponga la denuncia, al
declarar preventivamente o en su primera intervención de la causa.
2. Si el agraviado fuera menor o incapaz tendrá derecho a que durante las actuaciones en
las que intervenga, sea acompañado por persona de su confianza.

2.3.6 Jurisprudencia
Existe concurso real homogéneo cuando cada uno de los hechos delictivos no responde a una
sola resolución criminal. Se infringe el principio de legalidad cuando la pena concreta total
excede al doble de la pena máxima establecida en el CP para el delito más grave en un concurso
real. Por otro lado, la precaria situación económica no es un factor para determinar la reparación
civil.
Normas aplicables: VIII del T.P., 46º, 50º, 92º, 93º, 94º y 196º C.P.P.

Recurso : Nulidad
Número : 560-2010
Procedencia : Cajamarca
Sala : Sala Penal Permanente de la Corte Suprema
Imputados : César Sánchez Molina, Cristóbal Napoleón Sánchez Chugnas, Gilmer Terrones
Malca y Rómulo Terrones Malca, José Nicanor Llanos Morales y Domingo Asencio Romero
Delito : Estafa
Agraviada : Zoila Margarita Jave Ortiz
Decisión : No haber nulidad en la sentencia, en el extremo que desvinculándose de la acusación
condenó a César Sánchez Molina como autor del delito contra el patrimonio – estafa. II. Haber
nulidad en la propia sentencia en cuanto impuso al citado encausado tres años de pena privativa
de la libertad por cada uno de los cinco delitos de estafa, penas que sumadas hacen un total de
quince años de pena privativa de la libertad; reformándola: le impusieron dos años de pena
privativa de libertad por cada uno de los mencionados cinco delitos, las que sumadas hacen un
total de diez años de pena privativa de la libertad. III. No haber nulidad en el extremo que fijó
en mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación civil deberá abona el citado
encausado, sin perjuicio de restituir el monto apropiado a cada uno de ellos.
Fecha : 28 de octubre de 2010
EXTRACTO RELEVANTE:
“Cuarto: Que el Colegiado Superior procedió correctamente al calificar los hechos delictivos
imputados al encausado Sánchez Molina como concurso real homogéneo porque no se
manifiesta que las estafas que cometió en diferentes momentos y en agravio de distintos sujetos
respondan a una sola resolución criminal –dolo global o dolo de continuación-; que, por el
contrario, el encausado Sánchez Molina si bien ejecutó los cinco delitos que correspondían a
una misma especie –porque vulneran el bien jurídico patrimonio-bajo un mismo modus
operandi de estafa, en tanto que aparentaba ser Comandante del Ejército que ofertaba insumos
para la venta, esta pluralidad de acciones eran independientes entre sí -ninguna de sus acciones
delictivas se vinculaba con la anterior- y con resoluciones criminales distintas en cada caso,
donde cada agraviado mediante engaño se desprendió de manera voluntaria de su propio
peculio.”
“Quinto: al sumar las penas concretas parciales no sólo omitió lo recogido en el artículo
cincuenta del Código Penal, modificado por la Ley número veintiocho mil setecientos treinta,
del trece de mayo de dos mil seis, sino también los criterios informados en el fundamento
séptimo del Acuerdo Plenario número cuatro-dos mil ciento dieciséis, pues la pena concreta
total no debe exceder al doble de la pena máxima conminada en el Código Penal para el delito
más grave de los comprendidos en el concurso real, por lo que la sanción estimada infringió el
principio de legalidad; que, además, las penas concretas parciales impuestas no observan
correspondencia con los injustos cometidos, de ahí que en virtud a los principios de
proporcionalidad y razonabilidad jurídica contemplados en el artículo octavo del Título
Preliminar del Código Penal éstas deben disminuirse de manera prudencial.”
“Sexto: la precaria situación económica que aduce el encausado no es un factor para determinar
esta clase de concepto resarcitorio.”

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