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REVOLUCION Y CONTRARREVOLUCION
EN LA ARGENTINA
OBRAS DEL AUTOR:
lli. LA BELLA EPOCA (1904-1922)

América Latina: Un País. Su historia, su economíá,


au revolución, Editorial Octubre, 1949.

Crisia y Resurrección de la Literatura Argentina. 1• ·


Edición, 1954. 2• Edición, 196'1, Ed. Coyoacán.

De Octubre a Setiembre. Pena Lillo Editor, 1959.

Historia Política del Ejército Argentino. Peña LUlo


Editor, 1959.

Manuel Uprte y la revolución latinoamericana. Ed.


Coyoacán, 1961.

Historia del stalinismo en la Argentina. 1• edición,


1962; 2• edición, 1969. Ed. CoyoaCán, Buenos
Aires.

La lucha por un partido revolucionario. Ed. Pampa


y Cielo, 1965.

f Ejército y semi-colonia. Ed. Sudestada, 1968.

Historia de la Nación Latinoamericana. Ed. Peña


Lillo, 1968.

Marxismo para Latinoamericanos. Buenos Airea,


Ed. Plus Ultra, 197 3.

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1' Revolución y

~· Contrarrevolución
en la Argentina
1 PLUS ULTRA
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Jorge Abelardo Ramos

III. La bella
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epoca
1904-1922

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•• 6a. Edici6n

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1• edld6n: 19&7

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2ll ecUci6n: 1961
.. edid6n
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&e ecUd6a
196&
1970
1973
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ADVERTENCIA PARA LA 5- EDICION:
r'

Con el propósito de facilitar la mayor d&fuJión


polible de esta historia argentina ent~ la juventud
y loa trabajadores, a quienes está destinada, ee ha
preferido en esta oportunidad darle una praent«·
d6n editorial mú manuable y económica. En
efecto, la pretente 5• edición de "Revolución y
Contrarrevolución en la AJ~entina", que ha licio
1 rnilada, corregida y actu.alizada por su autor hasta
comprender el período presidencial del Teniente

j Genenl Alejandro Agustín Lanuaee (1972), ee pu-


blicada en 5 volúmenes, que pueden edquirine o
; leene individual o conjuntamente.
~
'•

Sus títulos y períodos históricos respectiva. 10ft


loa mcwentes:

l . LAS MASAS Y LAS LANZAS (1810-1862)


D. DEL PATRICIADO A LA OLIGARQUIA
PriDC.d In ArftnUne (186.2 -1904)
lmpmo en la Arpntlna
Queda becbo el depótito m. LA BELLA EPOCA (1904-1922)
que prmeoe la Ley 11.723 IV. EL SEXTO DOMINIO (1922-1943)
O BDm>RIAL PLUS ULTRA V. LA IRA DEL BONAPARTISMO (1948-1910)
VllmoDtll 1756
8MD01 AJNS, AqtnUDa

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JNTRODUCCION AL SIGLO

Un vocablo alarmante nace con el siglo xx. La


palabra imperialismo no evoca a Roma ni a Bi-
zancio. Ya no es una expresión geográfica, ni el
símbolo del poder militar puro. Los metales de
la aleación son más prosaicos, pero no menos te-
Dlibles que los antiguos. Su sola enunciación irrita
a los envejecidos liberales, que adivinan el fin de
una época. Se oyen voces agoreras y fanfarrias
marciales en el plácido mundo dE!Cimonónico.
Desde los lejanos días de Sedán, Europa goza de
un bienestar exquisito; como nunca seduce su
cautivante cultura. Y sin embargo, se dibujan nu-
bes sombrías en el horizonte.
Al exhalar su sana euforia ante la asamblea de
la Liga Naval inglesa, el presidente d.e la Unión
Sudatricana, Alfred Milner, exclama; "Soy u.n.
imperialista cien por cien, 1 • Guillermo II adopta
aires neronianos y mira ávidamente hacia China..
Quiere imponer a Wagner en el mundo y conser-
var en casa la pólvora seca. Pretextando los des-
órdenes de los nacionalistas boxers en China, este
siniestro monarca· arenga a las tropas alemanas
al partir para el Lejano Oriente: uNo habrá per-
dón; tampoco quiero prisioneros. Disparad vuestras
armas de modo que en mil años no ose un chino
mirar extraviadamente a un alemán'' 2 •
La historia actual de China se explica a la luz
de la política imperialista europea. Los dieciocho
países signatarios de los tratados que desde 1842
impusieron a China la política de puertas abiertas
1 Robert Schnerb, E& dglo XIX (El apogeo de la u·
pansión europea) (1815-lill4), p. 577, E<1. .Oestino, Bar·
celona, 1960.
J A. Ramos-Oliveira, Hiatoria aocial 11 política de Ale•
monicl ( 1800-1950), p. 90, Ed. Fondo de Cultura Econ6-
mica, México, 1952.

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aon Europa, gozaron de los siguientes beneficios: teórica de Elpaña, caía efectivamente bajo el con-
autorización rara comerciar con los 80 puert s del trol económico y milit~r de los Estados Unidos.
"trAtado"· · ext.raterritorlalidad que llbrabR a sus
IÚbditos d@ lu jurisdicción de los jueces chinos y Eltos se apoderaban al mismo tiempo de la isla
los colocaba bajo la de los tribunales consulR!es; de Puerto Rico y poco después de las Filipinas y
20 concesionu1 extranjeras en pleno suelo chmo; de Hawaf. Teodoro Roosevelt par~ía confirmar
autorización para mantener su_s pronias guar· la observación irónica de Osear Wílde al aband~
nicionesmili'tares en China; tanfa aduanera con nar Estados Unidos: "La ;uventud de América es
caráct~r puramente fiscal, control sob~e aduanas, "" mdl antig1.14 tradición". Al elevarse al pináculo
puertos y ga·belas: toda la banca en Chma er~ ex- de su ru1liente poderío, el coloso del Norte here-
tranjera "1 las finanzas dirigidas por .ex:ranJer.os, daba el esoíritu de rapiña y la sangrienta sordi-
imponiendo en la concesión de emprestltos clau- dez del Viejo Mundo.
sulas de estafa aue triolicaban las C~'~rqa~ Y s('r- En 1903 los Estados Unidos se apoderan de la
vtcios. Por añadidura los fumaderos de o~io per- provincia norteña de Colombia y crean la "inde-
tenecían a e~ranjeros 1 • pendencia" de Panamá; al mismo tiempo ocupan
Tropas alemanas, in~lesas y francP.sa~ acunan militarmente la zona para construir el canal sin
Pekfn en u:rul dPc:P.nfrena~~~ carrera. SP.,., n b f'X- objeciones. La doctrina de la predestinación es
presión de Sun-Yat-Sen. China se transformR en puP.Sta al servicio de la plutocracia ouritana. Rocke-
una "hipocolonia". desoedazada nor hs "''7ndes feller formula su primer mandamiento: "Dios me
potencias. .A. ia Emneratriz viuda se la ~l,lt f)"a. a ha dado mi dinero". Geortle F . Baer, ma~ate del
eiecutar a numerosos p:enerales v fuPr1n~Pr1os
chinos que habían onuesto resistencia ~ lnc; •mnP- carbón, confirmaría sobriamente este principio:
rialistas e'lttranjeros. En el naroxismo de !''1 humi- •Lo, derechos e intereses de los trab11jadores no
llación, China es presionadll para que ele~"! un 10ft arrancado• JHW los agitadores obref'OI, rino
monumento a un di"lomático .stermano a~P~mado concedidos JHW aauellos hombres cristianos a los
en los disturbios. El Kaiser exige aue un n~m~ioe que Dial, en "" infinita sabiduría, hn confiado el
chino se h-aslade a Berlín "1 se arro~ille publica- control de la propiedad en este pa{s" •.
mente ante sus reales pies'· . El hambre de nuevos territorios. mercados vír-
La refinada Eurona se disoonía a demost.rA~ o_ue genes y naíses débiJes se universalizaba. La para-
los horrores de la guerra del opio no eran el umco noia del Kaiser Gu111ermo se combinaba ann6nica-
fundamento· de su gloria.. mente, si cabe decirlo así, con la sed de dinero de
la pJut~cia yanqui. Los ingleses, menos espec-
EL REPARTO DE LAS COLONIAS taeulares, pero veloces como un rayo en esta ca-
rrera, advertían el ascenso de los nuevos rivales.
En el Nuevo Mundo, el sanguíneo imoerio nor- Afrlea IUicltaba las ambiciones de todos los ban-
teamericano exhibía análotlo apetito. La guerra dfdOI. Lu "convulsiones internas" en Marruecos
hispanoamericana era llamada por John Hay una lmpulJan paternalmente a Francia a ocupar ese
"~IJ)léndida guerrita" 11 • .Era un comienzo óptimo: .
territorio. Ya cuenta con Argelia, y así extiende
lf Cuba lograba una independencia puramente IU fnflueneia en todo el nom africano. Los Ingle-
• Cfr. Maurlce Crouzet, L.4 lpoca contempordnecz, pá· MI • futidian por la eXDansi6n franresa. Salil-
IIDa 18, !'el Destino. bury declara que "•n CWC~nce de Frcmd4 n Ma..
• Schnerb, ob. cit., p. 91.
• Dexter Pertins, Historia de la Doctrlna Jlonroc. • Otlelber Wlnm1._ ~~ ~e. '"' Hwt•, p. ao, z~
,_ 113, .Ed. i:llde~, Buenoa Aires, 1964. Alrodlllo Acuaclo, Madrid, 1M2.
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1'T'Uecoa anía un carua belli 11 qut ri una partición alma hinchada de bajeztU, el bobillo lleno de di-
debe haceTae, habrá buen apetito" 1 • nero mal adquirido, la boca de1bordante de püs-
La corte de Berlín también manifiesta ansioso dolat hipocreriar. Dadle jabón y ropa blanc4, pero
interés en un trozo de territorio africano. Por lo acondedle el e ~nejo'' •. El capitalismo, había a-
demás, el Kaiser ya cuenta con una flota. Alema- crito Marx, llégó al mundo cubierto de sangre y
nia es una potencia marítima. La concurrencia de lodo de la cabeza a los pies.
1us productos industriales baratos afecta el mono- Yll en el período mercantilista. cuando estaba
polio mundial de Inglaterra; en el Extremo Orien- en el poder su máximo Pontífice, Colbert. un agen-
te, Japón surge como gran potencia. ~omo es te le escribía al ministro de Luis XIV: 1'Si la mul-
natural sus miradas se dirigen hacia el mmenso tinlicación de las colonial puede dar la ocaaión
contine~te chino. El Imperio colonial de España 1'01' derech.o o por fraude de llevar nueltror teji-
se ha desvanecido. Apenas mantiene simbóli~oa dos a la TieTTa firme de América, erto seria una
fragmentos de Afr1ca bajo sus pies y eso es t~o pran ventaja". Re~Pne Pernoud comenta: "Már aún, ·
cuanto resta del Imperio de Carlos V. La ~us1a cuando los J eruitas denunciaron laa práctiCCII de
zarista, gigante y putrefacta, choca en Onente lo~ traficanter en Canadá, donde cambiaban J'Ít·
con el Japón. La guerra concluirá rápid~ente le~ contra aguardiente que comenzó a arruinar la
con la victoria nipona. El estalli~o de la p~1m~ra *lud de los indígena~, Colbert le~ prescribi6 im-
Revolución Rusa de 1905 es su fruto mas m- pniosamente mantenerse •en los límites de la ac-
quietante. tividad que los eclesiárticor tienen en el reino•.
Los intereser del comeTcio dominaban toda otra
LAS RIVALIDADES IMPERIALISTAS preocupación" 10.
La rleclinacfón imperialista del capitalismo ha-
Los recelos más siniestros frecuentan a las gran- ría honor a su ori.ren. La rivalidad an~lo-francesa
des potencias. Aquellas que han llegado tard~ a la por el control del · Sudán egiocio concluía con la
distribución del botín colonial, como Alemama, no vi~torfa del lmperfo británico. Los ht~le14eS ee
ocultan su ambición. El canciller Bulow alza la proponían construir embalses "para anrovech4r
voz: "Loa ingleau hablan de .la Gran · InglateTTa, la~ aqun., t.Utt Alto Nilo en w~ plantf'ciones a1oo-
lo1 francerea de la Gran Francu~; nosotros tenemo.t ' donertu" n. Simultáneamt>nte Francia loJtrab!l con-
derecho a hablar también de una Gran Alema-- trolar la gran isla de Mada~ascar. !'!e aooderaba
nia" •. Cada potencia encuentra su poeta d:e corte; de importantes territorios en el Africll Occidental,
loa juglares del · imperialismo hacen brillar su se ane:"(aba los oasis del sur de Argelia v penetra-
pedrería verbal. Peguy invoca la gloria de una ba en Marruecos. En 1910 formaba el Africa F..cua-
latinidad católica; Kipling canta con voz senil:. tcnial Francesa, base esencial de su influenciA en
"Nueatra heTencia e1 vaata 11 nuertro parto fe- Africa. Apenas loJtrada su unidad n~clonRl, Italia
cundo". El aajonismo, el germanismo, el orgullo 1e lanzaba a las aventuras coloniales, intervenía
galo elevan sus himnos y profecías. En todos ellos en Somalfa, en Tripolitania y Libia.
piensa Mark Twain cuando escribe: "Yo or p1'e- En este saqueo general que abraza a toda la
anto a la brava ~~:l.ue ae tiene por criltiaM canalla de la vieja Europa, se observan, sin ~­
11 que welve de "" · de piratena n Kuiao- bargo, signos de inquietud. El monopolio industrial
Tcheu, en Manchuria, en el Africa del Sur y en
Filipinaa, enlodada, tiznada ti lin ]umor, con el • Ibid.
10 V. Regfne Pemoud. Hiltoire de 14 hourgeof.W . .
Y llauriee Bawnont, L'uaor hulumiel et l'imperiG- l'rcmee, p. 139, Tomo n, !'.d. du Seuil. Paria. 1M2.
Iinnc eolcmiGI, p. 168, Preaaea Univeraitairea de Franc.. 11 Valentln Vizquez de Prada, Hútoria i~
~ 1848. n, Ed. Rialp, Madrid, 111M.
tfttlftdtal, p. 300, Tomo
• Sdmerb, ob. ell, p. 5'78.
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británico, sostenido por sus anti~as ad<J.~konea rivalidades mezquinas, operaban inexorables 1eyw
coloniales y .por su inmenso poder manümo, ~o.. 1 económicas ignoradas por las canc.illerias euro-
mienza a decaer. Se eleva la estrella. de la m- 'l peas. Estaban lejos los buenos viE-jtfs tiempos a
dustria alemana, amparada por ~u rec1e~te flota que Disraeli afirmaba desdeñosame~!lte que "la
y por el moderno ejército del Kaiser. La mdustria colonias son ruedas de molino que Ueoomo• ct.
francesa tanto como la inglesa, ya no pueden pre- da$ al cuello" H . El reinado de la libre competencla
valecer -Por las "leyes ñatur~es del ~~rcado", sino había terminado. Las tendencias expansivas del
al amparo de su poder político y nulitar. Alema- capital monopolista brotan Irresistiblemente alll
nia en Europa, Estados Unidos en el Nuevo Mun.. donde el capitalismo ha alcanzado c;ierto grado
do, Japón en Extremo Oriente, ap~ecen como de desenvolvimiento. Las ideas económicas de la
aguiluchos rapaces y jqvenes. Con. mUS<:ulos t~n· 'burguesía europea se transfQrman sin clisputu
sos y dientes afilados, los nuevos unpenos ~ !-0• teóricas. ·
dustrializan con la última palabra de la tecmca 1
1 .1!:1 vertiginoso desarrollo capitalista que se pro-
productiva. Revelan ser ian peligrosos por su poder . duce en los 'últimos treinta año• del siglo XIX
~~ompetitivo en ·los mercados c~mo por la¡ armas constituye el fundamento de éstos cambio~;. Hacea
que esgrimen. Al comenzar el s1glC? XX, la decaden· , su apar1ción el petroleo y la electricidad; la ener-
cia anglo-francesa, como potenClas tutelares ~· • gía y ~os transportes, al sustituir el c:arbón y el
Europa y del mundo, era evidente para ellas DU!5'" vapor, experunentan profundos cambios. El ideal
mas, tanto como para sus rivales. Pero su .agoma ~ de la pequeña y mediana empresa indust1:ial, pro-
no sería breve. pio de la era de la llbre competencia, se ve con-
,. movldo por las nuevas innovaciones téc.nicas. El
DE HOBSON A LENIN , alummio deja de ser un metal precioso, de un
costo de siete .libras esterlinas la onza, para con·
,
En 1902 el economista burgues-pac if'tsta J ohn 1 vert1rse en una materia prima barata apta para
Atkinson Hobson (1858-1940) publicaba en Nueva ~ todos los usos. La impartañcía económica del ace-
York y en Londres una obra titulada El ~mperic¡.. ro se impone raplCiamente. "En Gran Br•~taña, el
lismo. Rudolf Hilferdmg,. uno de lo~ mas r~pu- ~ centro · áe grav~d.ad se desplaza de Má nchester
tados teóricos de· la Soc1al.dcmocrac1a . aust~taca, ~~ (aLgodón) hacta Htrmingham (acuo). A ,t mismo
ha~a conocer en 1910 su libro EL capltal fanan- , tiempo· que Gran Bretana •pierde definiti:!>amente
ciero u. A juicio de Lenín, y a pesar de ctert~ su preponderancia industriaL JI su mono.poho de
reservas que formulaba con resp.ec~o a la teo.r:a ~ prod.uccwn, la revoLución energética favorece ante
del dinero de este último y a cierta p~o~llSlOD ·¡ todo a los Estados Unidos ( ab1,mdancia d.e petró-
hacía el oportunismo, ambas obras c.onstl~w~n loe ~ leo)" u. La nueva técnica es un poderoso propul-
mejores testimonio~ de ~ ~teratura econom~ca de " sor en la concentrac1ón del capital industrial. .t"erO
la epoca sobre el ¡mpenalismo,13•• E~ ~u c~leb~ ex1ge una mvers10n sm preceaentes ae cavn.al
obra sobre el mismo tema, Lenm md1vidualizarí& fijo. La masa de capital necesarip para c·onstruir
con un riguroso criterio ci~ntífico "La úLtt~ JCUII las nuevas unidades industriales es de tal magni-
del capitalilmo'. Pues detras de las soberb1aa pro- ·; tud que vuelve 1mpos1ble la competencia a la mo-
fecías de los imperialistas, de sus paradu Jiilli· desta empresa d~ ayer. Por añadidura, la <:reaci6D
tares, de sus expediciones punitivas y sle ~ de empresas de grandes dimensiones, con la n•
cesaria movilizáción de enormes capitales, ue ~
11 Rudolf Hilferding, El Capitol FiMncino, ·u.Tea- .
1'
Doa1 Madrid, 1911. ; Ibid.. p. 270.
11 V. l. Le~El itnperiali.smo, fcue IUpcrior del • 111
pt4Uimo, p. 205, Obras Completas, Tomo XXII, Ed. Ca~ Ernest Mandel, Ttaité d'économie tMf'Zilte, p. '
T. D. Ed. Julliard, Paria, 1982.
taco, Bueno& Aira. 1960.
ti
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tituye "en una barrera natural a la aparicieSn de
nuevo• concurrentel"' 11. minos: o la era de la libre concurrencia debía aer
cerrada o la competencia interior de los nuevos
La unidad nacional de ItaUa v Alemania, re- gigantes industriales debía producir su propia rui-
i cfentemP-nte conoulstada. fntensiffcq el dPSarrollo na: ya desde 1874 la necesidad de "acuerdos" entre
df'!l canitalismo. Pero la incorporación de ...rtas dos le:'~ industri~les de ~na m_isma rama de produc-
1 nacfonpc; al mundo moderno no se o-oera reprodu- Cion o un mismo servicio publico comienza a abrir-
ciendo la larcra evolución histórica sufridA t'or sus se paso rápidamente. Estos "acuerdos" son el
rivales. desde el artesanado a la llt'an industria. primer paso para la cartelización de la industria
1 lncrresan directamente A la gran industrfq en el Comien~a 1~. época de la fusión de las empresas:
1 más· alto nivel técnico. Nuevas emnrP.Sas qjoantes, la constituciOn de carteles internacionales la or-
con una vasta comoosición ordnica de canital, se ganización de los trusts. '
tncornoran en Alemania v en ItaJia a la disnuta Al peligrar la tasa de beneficio los nuevos ba-
por el domfnfo del mundo. Aun naíses tan atrasa- rones de la industria bosquejan todo un sistema
d~ como la Rusia zaristA desarrollan su industria de fórmulas aptas de autodefensa. Desde el "acuer-
anlfcando djrf!Ctamente la fórmula de la emnresa do de caballeros" hasta las "conferencias de pre-"
gfganb~: .Tanón. en PI Extremo Orient~. ~il'do nor cios", pas~ndo por .los "pools" hasta llegar a las
.su casta mflitar. ahY"Sza el mismo camino. De una formas mas evolucionadas y por así decir más
manP.ra r.ada vez más acusada, las grand~ em.pre- ..puras.. d~ concentrac1'6n de cap1tales:
' . '
el "cartel",
l'as tfPnden a acrn.mar en su,. pnnrmP• f&hrir.a,. ll que constituye de hecho una relación contractual
la m~tvor narte de la mano de obra fndu~rial ~ a largo plazo entre grandes grupos 'industriales y
ponfble. Si f"1'l Ja énoca de Jq libre concurrencia el el trust, que resume el carácter vertical y mono-
taller rnnnufacturero v )IJ f~brica mediana bqb{An polista de la nueva etapa 11.
presencfndo la aPOn{a ·del artesanado. la erA de 1"8
mononolios v de Jos trusts que !'f! inicia a fines del LA FORMACION DEL CAPITAL FINANCIERO
lliP.lo xnc a~stfi"R " }8 a~oni'A de la 'P@'C~Heña em-
J'rPAA. "Nar.Mn dP 14 nfl!ceridad de reunir un .en,;.. Si la antigua influencia económica del capital
tnl 1iio rnn.,;demble 1)nrtt nrnltur.ir en lrr.~r CO"lilf.- c?mercial había sido sustituida por el poder cre-
cion.e~ ,S..,tima., de r.mtabilidad. la cO'PlcP.tltmciófl Ciente del capital industrial, en la edad de los mo-
f'ldu.~ril~d. colorando medio~ im1>Mtantl'., entre nopolios el capital bancario domina los anteriores.
Zlu m4nn~r dP. un número relati,amente reducido De su fusión con el capital industrial nace la ca-
dP etrmta!i.Kftvr, le ,et"fnite COTlQUUtar ttn lu~ar tegoría económica más típica del imperialismo: el
cn.dn. "ez mn~mr en el m~,.ado y exom.d-""" n nu- • capital financiero 11.
mP.ro30I fabrictmtel peqtteñ.ott " mediano$'' 17• . Un curioso documento ofrece un ejemplo del
PPro esa fnaudfta concentración de canitales en gigantesco poder alcanzado por los Bancos en su ·
la product'fón industrial conducía frresiRtiblemen- relación con la industria. En una carta enviada
tP. ,. un11 bat11 de los precios en el merca"o mun-:- por el Dresdner Bank al Sindicato Alemán de Ce-
ment~ el 19 de noviembre de 1900 se lee: #'De
df,.l. Cf•ntuplfMid~ la capacidad nroductfvR de la
~cuerdo. con la noticia publicada por w Campa-
fndustri'A canftaJfsta en las condle!iones de la revo- nía. . . ttenen ustedes que admitir la poribilidad de
Jucfón ·tknica. los Dronietarfos de loR medfos de que 1e adopten en la uamblea general decilio-
producef6n altamente concentrados advierten em-
píricam,ente que no tienen ante sí más qt ! dos ca- 18 Richard Lewinshon, Tnutl 11 cmtelu" p 21 Ec:L
Claridad, Buenos Aires, 1948. ' ' '
1• J'r. Maeblup, TJac poUtfeal
en llan.del, p. 8, n.
.reonomv o¡ MOROpOif, 11 V. H. E. Friedlaender 7 J. Oler, Biftoricl eootl6tmcG
de Z4 ~uropa ~l p. 1ft. l!'.d. Foado de Cultura
lT Mamdel, ob. cit., p. 14. Económica, .Múico, 111;)7. ·
18 17

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'&es .. . que })fobablemente ocasionarán en el campo
de 1u1 negocios cambios que no nor agraden .. . monopolio engendró un e~cedente de, capi.tales
Con tal motivo. sent imoa mucho verno1 ob1igadoa disponibles en ~~ropa O~c1dental. Segun ~tlfer­
a retirarlea el cn~dit o que lea tenemor concedido; dinJ " la condictOn prevta de la erportacton de
por conaiguiente, les rogamoa que no extiendan capatal e• la diferencia en la tasa de beneficio; la
mcú giroa a nueatro cargo y al mi.nno tiempo le• exportación de capitalea ••. el medio para z.a. com-
requerimor amablemente para que MI reembolaen penlación de Za1 taaaa nactonales de benefu:ao. El
el roldo qu, noa adeudan, a m4l tardar a fine• de nivel del beneficio depende de la compoaición or-
ene mes. No obatante, si en la asamblea general gánica del capital, tito es, del nivel del deaarrollo
no u adoptaran decilionea de · e1a clue y ae noa capitalilta. Cuanto mcí.r avanzado 1ea éste, tanto
off'ecieran garantfu a eu re1pecto para lo futuro, mcí.r baja aerá la tua general de beneficio. Pero
titamos muy bien dilpue1t01 a entrar enMgocia- se suman otru cau1as e~peciales a eata determi-
nación general que importan poco aquí; ya que se
cionea con V da. para concederle• un nuevo crldito'#.
A la exportación de mercancfu en un mercado ' trata de mercancías del mercado mundial, cuyo
abierto da expanli6n collltante, que diltingue el precio eatá determinado por toa métodos mcú de-
período de la libre conc:urrencia, IUCede la apor- aarrollados de producción. En cuanto a lo que con-
tación de capitales en las condiciona de meread01 cierne al tipo de interés, ea mucho mayor en los
cada vez más restringidos. La expresión "econo- paile1 con escaao deaarrollo capitalilta !1 una or-
mía mundial" aparece bajo plena luz en el último ganización bancaria JI crediticia deficiente' que
tercio del siglo XIX. La univerultzeci6n del ca- en los pabea capitalista.. desarrollador, teniendo
pital, las comunicaciones y los transportes, uí en cuenta aclemGa que en el interés se contienen
~ por lo general parte del salario obrero o de la ga-
como la interdependencia de toc:lu lu zonu eco-
nómicas del planeta, encontrarin su contrafigura nancia del empre•ario. El elevado interés conat~
en· lu mú despiadadas luchas de loa grupoa im- tuJie un eltímulo directo para la exportación de
pelÜiilltu por la conquista de zonu de influencia. capftal de préatamo. La ganancia del empresa7,'io
Los monopolios se collltituyen en la bale del sil- ena md.t alta porque la fuerza de trabajo ea e:c-
tema económico del capitalismo. ".!1 capitcdilmo traordinariametne barata !1 su menor calidad se
1 compenra con un tiempo de trabajo eztralargo" 11.
ae 1a4 trttmforrrwuJo en imperialismo" • . Si la pro-
duc:dón ae socializa, la apropiac:ión individual ' Impelido por una fuerza irresistible, el capital
tiende a ~ncentrarae en el menor número de ma- J ÍJ!lperialista tien~e a invertirse en el mundo colo-
no. polible. En cuanto a las irónicaa observaciones nial o semicolon1al. La solicitación o resistencia
de lo. apologistu de la economía burguesa 10bre 1 d.e los países atrasados a esta corriente de inver-
el utopismo de Marx, la victoria de los monopolios ; •~o~es carece ~e toda importancia en la era impe-
fue equivalente a la derrota mortal de loa eccmo- 1 r1ab1ta .. El mmno autor citado escribe: "loa mé-
mt.tas de cátedra 21. t~s tnol~toa pmenecen e1 la eaencia de la polí-
Al desenvolverse el proceso anteriormente des- tica colontal, que ain elloa perderica "' aentido al
cripto, Ja transición de la libre conc:urrencla al ' igual que la e:cist~c~ de un PT"Oletaricldo dopo-
. Hido ea Uft4 condittO nne QU4 ftcm del capitalilmo.
• Lenin, ob. cit., p. 212. 1 Ll~r a cabo, una política colcmicd pudieftdo IU·
11
Ibfd., p. 210. ~nfn obNrva: "L4 eincia ofidal ¡,.. PfÍ"""'· IUI métodor tñolentoa er uftCI ilutióft ft.O
tateS ··~uilcr medl4nte la co:NJriraei611 ul lilnda .la
~~ da .JI•rxt el c~l habiA ~culo, con Uft4 CIM· Má dlgftel .de tGm4r en 1erio que la ele tuprimir
;t te~. nimSrico del cczptiolümo que ro librt com· el proletanado tOfLUTVan.clo el CApitolilmo" u. A
IW~"!~~=:- ck lo JW'Odtled6tt, 11 este ~to, li en la época de la libre concurren-
So COIICit&Ct al mon~· Ahor INdo' clt "' dnorro-
uého•. · ca e monopo&fo ., .,. : ::erdina. ob. eil, p. IM.
•• p. 111.
11
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eia Inglaterra impone a viva fuerza e1 tlJO 4el plusvalía. Sólo pueden encontrar la capitalización
opio en China o consuma en la Argentina la estaft de esa plusvalía en una economía precapitalista.
de la Baring Brothers, en la época de los monopo. El predominio de los bancos, amalgamados con la
lios el capital imperialista impondrá "el opio fi.. industria altamente concentrada, confiere al co-
nanciero", entrelazando con una red de empréstitoe menzar el siglo xx un carácter predominantemente
(donde el soborno o la corruptela a las oligarqufaa financiero a las relaciones económicas entre los
indígenas forman parte de los gastos generalet) países imperialistas y los países atrasados. Se pro-
a las colonias y semicolonias. ducen as1 fenómenos específicamente políticos en
Por lo demás, la exportación de capital está U. las transacciones financieras. La diplomacia y las
gada generalmente a la exportación de mercan.. flotas aparecen como instrumentos ofensivos y
cías; constituye, bajo cierto punto de . vista, 1.!!li persuasivos de la banca internacional en sus reJa-
ablandamiento del mundo no capitalista para la clones con el mundo periférico. La teoría pequeño-
absorción de estas últimas o, en ciertos casos, una burguesa del empréstito se revela incompatible
ampliación de la capacidad de consumo de los pa{. con la época. Si los imperios facilitan préstamos,
ses atrasados. "Es muy corriente que entre lCII determinan taxativamente que ese capital dinero
cláusulas del empréstito, escribe Lenfn, se impon. sólo puede ser invertido en las fábricas metropoli-
ga. la. inversión de una. parte del milmo en le¡ tanas. Una relación cada vez más estrecha de de-
compra. de -productos a.l pa.ia acreedor, pa.rticula.T- pendencia política, económica y financiera se esta-
mente a.rma.mentos, ba.rcos, etc. Francia. f'ecurri6 blece entre el país acreedor y el país deudor.
muy a menudo a este procedimiento en el tra.m- A comienzos del siglo el parasitismo más inau-
curso de la.s últimas dos déca.dtu (1890-1910) . lA dito invade a Inglaterra, Francia, Bélgica, Alema-
~ortaci6n de capitales pasa. a. ser un medio de nia. "Mientras la. f'enta. na.ciona.l británica. aola.-
estimula.r la. ezporta.ci6n de merca.ncía.l" ... . mente 1e h4 duplicado en lo1 a.ños 1865-1898, loa
1 ingreao1 procedente• del eztra.n;ef'o ha.n' aumen-
1 ta.do nueve vece• en el miamo eapaciq de tiempo" •.
LOS ESTADOS RENTISTAS j Las inversiones inglesas en el extranjero se calcu-
Las incalculables riquezas potenciales de Alfa,1 lab~ en 1900 en 2.5t!O millones de libras esterli-
Africa y América Latina son puestas en movi nas. crecían ~ás rápidamente que las !~versiones
miento por esta corriente de inversión de capi en el interior · En 1905 Franeta tenía mvertidos
tales Las vieJ·as metrópolis del capital no logran en el extranjero 40.000 millones de francos. Ale-
. . d ....:.:~ mania hacia la misma época había invertido 10.000
consumir productivamente gran parte e ~ millones de marcos. Aparece as{ un tino humano
14 Lenfn, ob. cit., p. 257. Aftade Lenfn: ,.Lo• hechol
peculiar, el "recortador de cupones". Pero no se
h4blczft con claridad: el aumento de 14 ~ d trata ya solamente de una casta parasitaria de
prec:Uamente relacionado eot1 lGI frc¡udulentcu maqui· rentistas. Naciones enteras aparecen como "estados
Meione• del capital finai&ciero, que no •e preocupa por rentistas". Una de ellu es Holanda, típico Imperio
lcz moral burguua 11 .acca al bue11 do• cuero•: primero,
el beneficio del emprcmrio, 11 ~egundo, un b~ ck • Gltten, en Hilferdlng, ob. cit., p. 385.
ue múmo emprémto cucnado •e iAtnerte m adquirir • En Gran Bretafta. ..en oúperu de la primen! Gt&e-
cartfculoa de Krupp o material fern>Viario del lit\dictJto m1 mutacffal Za iftoeni671 utenor an1141 cucmdfG
~l czc:ero, etc'•. (p. ~08): A au vez1 Hilferdin¡ escribe: ~mnté e lcz mitad del cahorro Mefonal L4 «!~:=
Ser!J14 no reetbe mngun Cf!'P"élhto de Auriritz, Alc-1 li6n eztetior total cueftdfa ca uno• 20.000 mfDOtiCI de
man14 o Inglaterra mú .que 11 •e. compromete e compror dólaru 0 , _ 1c1 CUClrfa parte de 14 riquem ftGCfoMl
IUI cafioftu o "' matencal ferrotnario 4 Skod4, Krupp' ProdtiCita la Udma parte del in Mdonal La
S~hneider. L4 lucha por la venta de mercczracW 1e COfl• prgncfe• tnoer.tona e:deriore1 ~retracrotÍ . ü- el
otertc en Uft4 lucha por lGI zOftell ele inoerli6n del c:t· Mf'!'Ollo efe ciertq 4Cfitrid4du tnteriora prometedora"'·
pi(tal. de priatamo ntre lol ~- baftCCiriol tiGdotlalK l'rf.U.eader 7 ~ ob ·•• p 1"14. •
ob. cit., p. IM) . • • --. •
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tl
1\
' ·, comercial e improductivo. Aun paises como In¡~
':J Orieftte, con un grupo algo mcb conliderabZ. á
¡ )
(.
terra y Francia, cuyo poder internacional se dert. ~pleados, profesionales 11 de comneúlnte1 11 un
vaba de una gran industria, asumen cada ve;: rnie número mayor de lfrmente• 11 de obreros ~cup•­
los caracteres del parasitismo. Bélgica, Alemant. do• en el transpQrte y m la industria dedicada a
y Suiza, debieran ser incluidos. hacia esa época ew¡ la terminaci6n de artfculos m4nufacturados. En
esta última categoría. Schulze-Gaevemitz escrib{1 cambio, lGs ram41 principale1 de la indtUtria desa-
Jo siguiente: "Inglaterra se está convirtiendo Part. parecerúln, 11 los Moductoa alimmticios de ~an
1atinamente, de estado industrial en estado aC7'ee. ro!'1umo 'Y l?tr artículos ltmimanufacturados co-
· dor. A pesar del aumento absoluto de la P.rodue: me~tes aflutrían como un tributo di! Asia y
ción y la exportación industriales, crece l~ 1mp~ Afrtea. . . He aqu! qué poaibilidade• abren ante
tancia relativa para toda la economía nacwnal, cl4 no1otro' una ali4nza mú vasta de lo., ~ectore• oc-
los ingresos procedentes de los intereses 11 cU loe cident~les, una federaci6n euroPea de las grandes
dividendos, de las emisiones, de las comisionts 1 p~tf!lcuu: dicha ~ederaci6n, lejos· de impullar la
de la especulación" 11• • e~vtliz4ci6n mund1al. podría implicar un peligro
Estado rentístico y par~sitis~o econ'!mico er~ gigante1co de pararitikmo occidental: fo.r mar un
una sola y misma cosa. El caracter soctal de estt grupo de naciones industriales avanzadas cuyas
parasitismo explicará el conservatismo pol~tico ~ clGsn suDtriores percibirían enormes tfibuto,, de
la clase media británica de la época victoriana • Asia 11 Africa; t~to le• permitirla tñGntme* a gran-
las últimas décadas del si~lo xrx y comie!lzos del de, fnalas domesticadas de emplead9s 11 cri4dol,
actual Del mismo modo, el páJido reformtsmo ~~ ocuDGdos, no va en la p1'oducci~·arícola-in4w­
proletariado in!flés, vinculado de antiguo a _los IJIO tri4l de artfculo, de gran coniUmo, sino en el ,,._
tereses de su burguesía. encuentra su exoh~.acl61 "ido personal o en el traba;o indwtricd HCUn-
más profunda en esa pigantesca concentracton ~ dario, bajn el contTol de una nueve ariltOCTaciG
capitales que había hecho de Londres el banco del financiera" M.
mundo y, al comenzar el presente sirio, el Estadl Y eso fue exactamente lo que Ocurrió. La 10Uda-
rentista parásito por excelencia. El economi~ ridad interna de las clases sociales en los viejos
liberal bur~és Hobson formulaba a principios dt imoerios europeos (Holanda, Inlllaterra, Francia,
siglo una descripción descarnada de este proce~a¡ B'lgfc:a) fundada en la expoliación de las colonias
indicando aue a través del parasitismo econ6mi~ ·Y semicolonias ha logrado resistir medio siglo de
es que "el Estado dominante utiliza $US vrovinci~
• Hoblon, en !Anha, ob. elt., p. 215. Dice el autor ea-
colonias v DGÍies dependientes para enriquecer j
$U clase dirigente y 1obornar a. ln:r clases inferiortl
para mantmerlGs tranquil4s . .. "
lfoRVIu britciftfcot Cl'GtiCif'Oft, en el la,.o u ca,..,.
nldlen.e l'l'ederiek Clalnnoonte: '"!:" tot4l~, _lol ttaver-
e._, .,._ 4.1100 tnfllotlft de Ubfu tlterlttau por eott•
Ante la perspectiva de un reparto de China eQ! HPfol de fftteNitl V dhriclendOI de i'l&a fft~t• ft
el e.zttrior" ( ..Llberialilmo fe0ft6mfeo v nbdeiCm'OUo",
tre .1u grandes potencias imperialista~, Hobscl " · 211. Ed. Tereer Mundo. Bocot6. 1M3). A tu extraor-
dileñaba la perspectiva siguiente: "L4 mGflcn" pczrtc .cliDarial blvenlonet en el exterl!»!.. eorrelpOild.la un es-
de la Europa Occidental podría adquirir entonct! taneami•to correlativo ele la maustrla brlUniea. La
el aspecto y el carácter que tienen actualmenlí ~~...,.clecaJa lo mllmo que ~roclued6D ele earbcSn.
- Miftto "~ ftO upllclme por . .
. cierta. parte. de eso1 paúe1: e11Ur cU Inglatnt"C '~ del ahorro, que n •" 40 "' 1e t•Hrtfa ea
la Rimera ti los 1ugares de Italia. y Suiza mcb fr! •..··:.=!!"'.:.....~~qq ue IIAOfTO tiO le movlllmbcl ,.,..
c:uentadoa J'Of' los turiltcu y que 10n reridenciG clf •- · · -«101! " n&bftftt&ei6ft de ~ fa&rila ...
~· e i~tel" (p. 218). -IM ree.rtoe ewd-
gt>nte rica, 11 cUCÍf', "" pu«ado de r "!OI arilt6crt ~~al eztmor n lUfelt' dt aplieeTu e 14 f'ftOU-
tnr. que perciben. ditñdendo1 ti pma1vnea del lejctttl_ •• -.""._,. de lu ~ V GHftCfoMdu et.cfcdft ele le
Ofoa" BretcfiG, ~-u atftMH que la ttavtrdofta
a•

11! ....... , __
.7\."U~ü,MJ·
a·aevemitz, en .
f,f?ltr., ob. clt., p. IQ.
t;ftrajerq e7'Cift ,.., procludwf.. .

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catálrtrofes económicas, guerras devastadoras y 1ucedería ;at'f'Ub . .. 11. deJPUé• de todo, él nunca
revoluciones. Asociada la clase media a la plu- 1e 1epararía realmente de aquello lin recibir algo
tocracia imperialista, corrompida la a!istocracia 1'f'Ub o meno• equivalente en cambio" 10.
obrera por las migajas de la o~gía colomal_y anes-
tesiado el resto de su proletariado, ese punado de
países europeos constituyó el mod~lo .ej.emplar del LAS COLONIAS "INVIERTEN CAPITAL"
Estado Rentista que Hobson a prmclP.I<?S . ~e e~~e EN LAS METROPOLIS
siglo veía como un peligro para la ClVIhzac1on
occidental". No podría inferirse que Ja transformación de la
libre concurrencia en el régimen monopolista y
A la vieja y alegre Inglaterra de las praderas ' su correlativa expansión de capitales debiera si~­
verdes y los bardos ebrios, había sucedido una isla nificar, aunque fuese parcialmente, la justificación
sórdida que gozaba gravemente los frutos de la histórica del imperialismo. Pues estos ·"excedentes
usura: '"En Inglaterra se quita a la agricultur4 • de capitales", esta corriente inversora aue fluía in-
una parte cada día mayor de tierra, observaba Le- l cesantemente a fines del siglo XIX y principios del
nin, para dedicarla al deporte, a las diversiones de presente en búsaueda de tasas más productivas de
loJ ricachos ... S6lo en las carreras de caballos Y '1 beneficios no encerraba sino una porción ínfima
en la caza del zoTTo gasta anualmente 14 millones de la contracorriente de capitales que los países
de libras esterlinas. El número de rentistas se a~er­ atrasados habían derramado sobre los países avan-
ca al mill6n" " · Este parasitismo británico reviste zados desde hacía varios siglos. Mucho tiempo
cierta analogía con el parasitismo social y la po- antes que apareciera en el mundo el imperialismo,
lítica de derroche de la oligarquía ganadera argen- las grandes naciones europeas se habían constitui-
tina. Pero la burguesía media inglesa, esa sólida do en el factor esencial para detener el desenvol-
pequeña burguesía victoriana, con sus ahorros in- vimiento económico de los países atrasados. "En
vertidos en bienes rafees, se acorazaba en sus ~ítu­ el período decisivo de form.aci6n del modo de ,.a-
los contra las acechanzas del porvenir. Desconfiaba ducción canitalista. qu·e va desde el siglo XVI al
de los tumultos de la guerra, de los especuladores; siglo XVII -escribe Mandel-, la creación del
afectaba ignor~r a las colonias. S~ abroq~elaba mercado mundial reviste una im.t>OTtancia cru-
dentro de sí misma y recontaba sus hbras mientras cial . . . A lo largo de este período d~ qénesis del
bebía su té de Ceylán junto a la enorme chimenea capitalismo, dos formas de la plusvalía a'PQrecen
de ónix. ·J ohn Galsworthy ha descrito magistral- a cada paso. De una parte. ella es el resultado del
mente en sus novelas las cavilaciones de un ren- 1 sobretrabajo de los productOTes asalariados. em.-
tista victoriano durante la guerra boer: "La idea nl~ado~ po-r los canitali~a~: de otro. narte. ella rl!-
de que la mt1errioM1 de Soamea y nu tf'Uits a6lo sulta de los valores robados, Pillados, apropiados
podían 1er afectadtu a lo nm.o por cosu tan del- nor la astucia, la fuerza o la 'Violencia en los nue-
cabelladu como unca invalidación nacional o una bZ,, de ultramar, con los cuale1 el mundo occiden-
uczccicSn al capital, le impiraba aatilfacci6n. Si tal entra en contacto" 11.
algunca fe tenfa Soame• era la depolitada en lo que El saqueo ilimitado de la conquista española en
llamabca •el 1entido común inglú• o capacidad de ' América, cuvo torrente de oro apenas roza la es-
tener co1aa, de un m.ddo u otro. Podía decir, como tructura feudal de España y la empolirece antes
lo dijera "'padre Jame1, que no tabf4 adónde iba de denositarse en las arcas de las naciones euro-
4 parar todo aquello, pero él nunca haMca ~ricio peas ind~strlales, el despojo de la India por los
Wimamente que aquello pudie1e ¡,. a paf'af' 4 d-
QUt14 pcarle. Por lo que a él u f'~eria, uto ftO • :olm Galnvortby, Se ~&lquiiG, p. 1~. Ed. Sudamerf·
cea, Bueno. Aira, lHO.
11 IIIDclel. ob. cit., p. 10.
• LIDfa, ob. clt.. p. 287.
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inal...., de Indonelia por 101 holandnea 1 poztu..
lfUIHI, del Con.ro por loa belgu, permite • 1aa La aeumulaci6n primitiva en la lnflaterra clel
nntenctu eolonlallltaa acumular una mua fabut011 siglo XIX tuvo los mismos caracteres idillcoa que
de capital amaado con "lodo y aan~e". Esa eo. en las colonias. La criminal burguesía inglesa ape-
mente de caoltales coloniales haclalai metr6ootta ló a la movilización de decenas de miles de nU\os
h~bna sido decisivo para la aeumulaet6n del ea.. exp6sitos, a los aue arrancó de loa unos -para su-
Dttal comercial y del capital dinero que desde 1500 mirlos en el infierno textil de Lancaahire. "S~
haata 1750 echa las bases de la revolucf6n indua.. requisaban principalmente la. manoa d~ dedos fi-
trial burftlesa. Se ha evaluado en m6s de 500 nos 11. liperos. Inmediatam~nte, se impuso lea COI·
millones de pet101 orn las exportaciones totales de tumbre de traer aprendic~• de lo• difnentll tui-
oro y dinero de la América Latina entre 1503 '1 los pan"oauiales de Londres, Birmingham y oh"'a
1880•. sitios. Así fueron ezpedido1 al norte mit.• 11 mUta
de criaturt~~ impotentés, deade lo• riete hCIIta l01
l.a bandll d.e ladronee y aaealno• que operaba en trece o lo• catorce añoa. . . En mucho• diltritoa
fabril~•, aobre todo en Lanccuhirt, e1tcu criaturcu
Tndoneela baio el nombre de Compafiía de las In..
dia.a Orientales, arrebata 800 millones de florines inoc~ntea ti d~aaraciadcu. condgnadcu al fabriccm-
oro ·en el periodo 1850 a 1780. En el abrlo xvm, te. eran som~tidas a horribl~• torturu. s~ lcu ma-
ll'ranela ataora alrededor de 500.000 mlllonea de t~tba trabajando . . . se lcu azotaba, •• 141 carge~ba
libru frece~~~ eomo woveeho de la trata de ne.. de cadencu y se la.! atormentaba con loa mcb etco-
"1'01; loa nelavoa de las Indias ~tdentales bri- gidot refinamwnto• de cru~ldad; m muchcu f4bri-
t4nleu proporclonarh a la eultun del -pafa de, cas. andaban muerto. d~ hambre ti ae lea hacfa
Shaknpeare '!f de Shelley entre 200 y 300 mlllonet . trabaiar a leatigazoa. . . En alguno• -ecuo•. ••
impuZ.abo. huta al auicidio": (cit. oor Marx. 'ob.
le•
tf,. Jlbru oro. SeJ(m un funcionario brtt6nleo, entre
t 7SO y 1800 el aqueo tn~rt& a la India reporta al ' cit.. p. 607 y ss.) A los obreros adultos no lea iba
fml)trlo 150 mllloaet de Jlbru oro. "La 1Utn4 total mejor. Trabajaban en jornadas diurnas y noctur-
,,. elfH a mda ele mU mtllotw1 ele ltbnu elfct"UtW nas. turn6ndose para dormir en lu mismas camaa.
Mn, o •• mela que el capital ele toda lea• empreaa
Habfa en Lancashire un proverbio que decla aue
ttltfutnole• movida• J)Ot" fue-rza a UGJ)01" que ezia- en esa región "las camu no •~ enfrían nunca". La
tfn hada liDO m ~urapo entct"a", dice Mande) • . extracción de la fuerza vital de las colonias, de la
san~e de loa negros y de la vida de los nif\oa
La raptfía orpntzada por loa eurooeoa en los ' inJ(leses fue la base de la acumulación primitiva
ft\undot ex6tteoa ya hab(a sido ae&lada por Marx. del capital brit,nico, esa nación maravillosa cuya
A"f de.tru(a la tmacen clvUizadora delicadamente tierra y cuya niebla vieron sofiar a los mú gran-
!if~~eft111da nor la. abo,..da. • eol'telltnot del Viejo des poetas del mundo, según Borges, el famoao
\fundn: •tq eoloftta briftübclta a lu ftUfVGI tnG- poeta servil.
'lufcaeturu que brotabclft J)Of' toc1cu partet mct"c:aclo
,,,.. IUt twoclucto• JI uu acumulad6ft ele ecapital ARGENTINA, EL SEXTO
fttt-nftficac14 ~al f'i~ del m0ft01M>Uo. 11 DOMINIO BRITANICO
botf" ecmquCrtaclo fuma ele Zuf'OPCI meclinte tl
NOUI!o ~~ re
tteiGtrindcSft 71 14 fUfaftll, A principios de siglo, Gran Bretaña y Franela
t'tflu{a fl 14 ftNtf'6poU pclf'CI COftVmif'te aqu( tft poseían el 70 ~ de la capacidad de ·produec:i6n y
eapftal"lt. t~abajo calificado del continente europeo. Sumi-
mstraban además el 62 CJ' de las exportadonft
: Jblcl.,
IWd., '· n.
p. ft.
mundiales y eran utmiamo los prtndpales Impor-
tadores de materlu primu y producto.. alimm·
~~.·1 Cepftal, p. 1M, T. t M. eutaco, Bu_. ticloa. .Tuatam~te ~1 80 % de lAs importadonee de
6 1'7

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Prancia, el 76 % de las de Alemania y el 75 %
de las de Inglaterra consistían en materias primas tomaban la delantera, los franeeHS no se queda·
Y productos alimenticios; mientras que por el ban muy atrás, pues el parasitismo no era un vicio
contrario el 61 %, 75% y 80,5% de sus exporta- británico. "Los jrancese1 son los usur.ero1 de Eu-
clones consistían en productos manufacturados.
f'opa", dice Lysis, un escritor francés .. «En un ea-
tado de estancamiento de la población, de l4
Eurooa se había convertido, a través de sus prin- industria, del comercio y del traniJ)Orle marítimo,
cipales ootencias, en el intermediario y comisio- el país puede enriquecerse a travé1 de lal opera-
n}sta obli~ado de todas las transacciones comercia- ciones usurarias" 11• En esa época se consideraba
les del planeta. En ella funcionaban los principales genéricamente que ((la República francesa e1 una
bancos, las grandes compañías de se¡zuros. las em- monarquía financiera . .. La omnipotencia de la. oli-
presas marítimas, en suma, los llamados "centros garquía financiera es absoluta, domina la prenaa
de decisión económica". Así pudo Europa fijar y el gobierno".
precios, estructurar fletes. fiiar las primas de c:;e- En los quince años que corren de 1884 a 1900,
guros. realizar operaciones bancarias v percibir las Inglaterra adquiere 3.700.000 millas cuadradas eon
comisiones "que constituyen el precioso ingreso ¡ una población de 57 millones de habitantes· Fran-
intñ.rible" 111• cia 3.600.000 millas cuadrados con 36 5 mill~nes de
Antes de la primera ¡zuerra imperialista en 1914, ~~. habitantes; Alemania un millón de ~illas cuadra·
el mundo estaba renartido: esa guerra fue un in- d~s con 14,7 millones de habitantes; Bélgica, 900.000
tento de redistribución del planeta. El sunremo millas cuadradas con treinta millones de habitan-
ne~roCfo consistía en la emisión de emnréstitos ex- , tes; Portugal, 800.000 millas cuadradas con nueve
tranjeros ... Desde 1891 a 1900 la emisión de valo- l millones de habitantes. En el período comprendido
res industriales 1llemanes produjo un "beneficio" ¡· entre 1905 y 1913, Inglaterra invirtió en el exterior
de mú de diez millones de marcos. Si los ingleses el 7 % de su ingreso nacional. En 1910 1u rentas
de estos capitales significaban 200 millones de
• Crouzet, ob. elt., p , l<f. 1 libras anuales, es decir, un décimo de la renta na-
11 No ea tn6til lnslstir en el hecho de que las "inver- ¡ cional'' "· El capital británico controlaba los fe-
liones• de capital extranjero en los pafses atrasados rroca~iles de .Argentin~, México, Brasil, China 1
oeultan eut invariablemente una operación de saqueo. ¡ Turq~a, los nitratos ch1lenos, el estaño boliviano,
En Jos tomos I y II de esta obra hemos examinado los '
métodos de penetración financiera y económica británica l las mmas de cobre de Rodhesia de oro y diaman-
en nuestro l)Ofs: Ernoréstito Baring, ferrocarriles, etc. Sir 1 tes de s.udáfrica, los pozos petrolíferos del Cer-
Arthur Salter aftnna Jo sii'Uiente: "Sólo en el ~do ·1· cano Or1ente, el níquel y las plantaciones de
!nkfcl, QUe tennift6 poco detPUI.• de 1810. lo• recur•o• caucho en Malasia e Indias Neerlandesas el café
parca 14 mtJerft6n e.rtranjerca te obtuvieron del excedente • Y. el té asiáticos y africanos. "Esta diviliÓn muft-
de 141 e.romof4dow,.• eorrl~tes tnhre ttU im!)Ortaclonel d'4Z del traba;o f'ealizada por la ezportacicSn de
• el J)eriodo de 1870 a 191! cuando el total de l4 invef'·
á6ft ntY'Cinfet"a (fn«Jen. N. del A.) . •e eletJó de Cef'CCI los capitales, centralizaba en Europa Occidental
cr. ma millones a ecut cuatro mil millonet de librt11 el- Men los Estados Unidos la producción de los pro-
tef'liMI, el total de 141 nuetJtll intJet"riOfte6 que se hi· uctos manufacturado•, en Europa Oriental y n
~ t6lo fui! de aproximadamente el 40% de lo• in- los grande, paúe, de ultramaf' (E.tado1 Unidoa
grao, obtenldor ,or lcu anterfm-e• int1ef'ftoftel en ttl
trdtmo ,erlodo". Cit. por Paul Baran. L4 eccmom(a po- Canadá, Argentina, Australia) ~a · producci6n d:
lffirtr lfel ~mi~mto. n. 2n!'i. F.ti. Fnntio de Cnlturll Eco- artículos alimenticio, de base' y en el reato del
D6mlca, 11119. Baran comenta: "ne aM QUe el baC?"emento mun4o la pr~ucción de material primaa vegetale1
de lor aetft1ot occldefttGta m el mundo mbde.a~ltado !1 mmeralel' ••. El Imperio Británico, que había
le debe a6lo m JICI"te a ·~• de capft4l en el
Hfttfclo tltricto del thmfno; fundamentalmente, ea et
"-Ultado 4. 14 NffltJtm6ft en el ezterior de parte del
:!~~ ob. cil, p. 245 y -.
• u-.::.'duez de ~ac:la, ob. eil, p, m
~)~ tcon6mleo QUe ,. obtutJO ele 1101 !ugani' --.& el. ob. C!l, p. 102•

• •

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condicionado gran parte de la. historia económica y
politica de la Argentina del siglo XIX, extendera ORIGENES DE LA PROPIEDAD TBRRITOIUAL
su influencia a lo largo del próximo medio siglo.
No le faltaba razón a Crouzet para juzgar de eate Al desaparecer el General Roca en 1804 de la
modo a la Argentina del primer decenio: "Argen- escena política, la Argentina era una brillante fac-
tiM, •el sezto dominio británico•, ea el ~jemplo toría pampeana. El contorno búico de IU ettruc-
clúico de un Estado que dilfruta de una inde- tura social estaba dibujado y perduraría durante
peftdenci4 nominGI pero que en 7'ealid4d es la se- décadas. La Grande Argentina de la generación
micolonia de un paía induat,.ial: 141 fábrica& de del 80 se había convertido en una Pequeña Argen-
tina. El .entrelazamiento del imperialismo con la
ge11, loa feTTocarrilea, loa tranvía, laa grandes em- oligarquía nativa había engendrado una aemi-co-
P"fiCll frigorifi.car, lar fábricas de conaervaa, son Jonia agropecuaria y próspera; au íntima c:omple-
de p7'opied4d ingleaa v son loa barcos ingleses' los mentación con el sistema económico del Imperio
que t7'ansponan a Europa -principalmente a Gran Británico la había preservado de lu tormentas
Bretaña- loa productos agrieolar: trigo, carne, que afrontan loa paíaea débiles que hacen la his-
cuero que son ezportado.r, v loa que llevan a Ar- toria por sí mismos. Aquellos grandiosoa proyectos
gentina loa p7'oduct01 manufacturados necesarios, de la época de Juárez Celman no ae realizadan.
ingleaea m au mavor parte" ••. No seria Federico List, el proteccioniata, aino
Adam Smith, el apóstol del librecambio, el mentor
¿Había sido éste el proyecto de Alberdi? La 1teórico de la Ar¡entina tributaria.
aangre dertamada en medio siglo de guerra civil
¿obtenía este premio? Parecía que a principios de 1 La base del equilibrio aocial y de la riqueza oli-
aiglo el "culto nacional del coraje" había sido sus- g6rquica se encontraba en la distribución de la
propiedad rural. El Ce1110 Nacional de 1g14 indica
tituido por el culto nacional del dinero. La Ar- que e}tistían 2.858 propiedades de 5 000 a 10.000
gentina aonaba a "argr1\tum" y la oligarquía ga- hect6reas, 1.474 de 10.000 a 25.000 y 485 propieda-
nadera lo hacía notar con orgullo. des de mb de 25.000 hect6reas. Entre estaa últi-
mas había algunas que puaban lu ·100.000 hee-
táreu u . .
Oddone, a fuer de aocialiata c:ipazo, conlidera
en su libro a los militares como a la •euam tand4
dt t~rratmiente• argt1\tinoa", lo que fuera de eona-
tttwr un error notable, tiende a ocultar la exil-
tencia de una claae antigua de terratenlentea que
l1 desde la Revolución de M~yo jamás empuñó lu
armas para defender el paw. La filiación política
l¡ del au~or explicaría esta curioaa trupoaic:ión, puea
1n~dte Ignora que lu donacionea de tterru a lot
¡ofJCiales Y soldados de lu campeA.. del n.terto
i pasaron totalmente a man01 de 1u compafiiu aca-
; paradoras, que laa adquirieron a ínfimo COito. El
1 miamo Oddone prueba directamente ene uerto al
· detallar una lista de 101 80 principalea terrate-
tU: Jacinto Ocldcme, Le burguaic ~te.,.,.,..
11sé. p . ll2. 1!4. Popwane Arlatbaaa, Bueaoe Aires,

11

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nientes de la Provincia de. Buenos Aires.. Son loe guerra de fronteras se transfiguró en la adquflf·
a llidos clásicos de la oligarquía argentina: Al. ción a bajo precio por los acaparadores y compa-
J:a Unzué, Anchorena, Luro, P~reyra Iraola, Pra. ñías extranjeras del antiguo dominio tehuelche.
dere Guerrero, Leloir, Santamarma_.. Duggan, Pere, Al comen7.ar el siglo el proceso estaba concluido.
d Duhau Herrera Vegas, Zuberbuhler, Martín~
d:• Hoz Estrugamou, Díaz V él~, Casares, Cabo De las antiguas mercedes reales otorgadas a los
Bunge, Pueyrredón, Ortiz Basualdo, Lastra, Alvear; primeros pobladorea del Río de la Plata en premio
a la hazaña impar, nada ha quedado. Tampoco
etcétera. . los nombres de aquellos obscuros soldados de la
Sólo en la Provincia ,de Buenos Air~s. (la regi~ Conquista corridos por el hambre a las tierras ig-
óptima de la pampa hu~eda) 1~ familias pose~ notas y boiu-ados por el Rey como "fijodalgo• de •o-
más de 3.000.000 de hecta;eas, situadas en las. zo. lar coftocido", figuran entre los poseedores de tie-
nas próximas al ~err~c.arril y proyectad~s en lín._ rra a principios del siglo xx en la provincia de
recta hacia los frigoríficos. En su MeosaJe de 1904, Buenos Aires. Los ochenta pobladores de 1588 -los
el general Roca informaba al Congreso que hasta Garro, Lozano, Pino, Cáceres, González, Salazar,
el 31 de diciembre de 1903 el Estado había otor. Cabrera, Lara, Villegas, Díaz, Lobo, lbarra, Ordu-
gado títulos de propiedad que abarcaban 32.447.~ fia, Benavídez, Arce- sumen en la obscuridad a
hectáreas a particulares. Agregaba que reten(a su descendencia, marginallzada de los hombres "de
aún 89.355.807 hectáreas. Sin embargo, ltcasi t~ posibles" que forman la clase propietaria. Esta se
la$ tierrcu concedidcu estaban en la zona pampea.' integrará con los inmigrantes gallegos, vasca., cas-
na y mesopotámica, es decir dentro del gran ar~ tellanos o portURUeses del siglo XVIII, que por el
de la carne y del cereal; las que aún conservabe comercio monopólico de la España en ruinas acce-
ba;o su dominio ae encontraban m los territorioe den a la propiedad de la tierra; y si los "infanzones
nacionales" 42• 1 tronados" de la Conquista, beneficiarios de las
En otras palabras, las tierras reservadas por ~ mercedes. reales, desaparecen en las capas profun-
Estado en esa época carecían de valor venal, ~ das del pueblo argentino, los inmigrantes lin es-
su incomunicación y alejamiento de los grandea pada constituirán hasta hoy la "clase principal" de
centros consumidores y de los puertos marítim~ lu tierras y las vacas. Los primeros pobladores
El proceso de concentración de la tierra en pocll mezclaron su sangre con las hembru indígenas y
manos comenzó al día siguiente de la Revoluci~ uf nació el criollo; los últimos, se~án inmigrantes
de Mayo. El comercio libre originó su valorizaci61 de familia blanca y exhibirán hasta su ''limpieza de
paulatina. La clase terrateniente se consolida par- 18!1gre" con el mismo orgullo con que los soldados
ticularmente con los enfiteutas de Rivadavia 1 del Rey señalaban a su progenie el mérito de la
con las grandes distribuciones de tierras de Ro.- madre hija de cacique o de Inca, pues no habfa
que vendía campos fiscales para atender necesi- otros blasones en la Conquista a.
dades del Estado o recompensar a federales neU.
Después de Caseros, todos los gobiernos entrt LA V ALORIZACION DE LA TIERRA
garon a la voracidad terrateniente las mejort
tierras del país. Avellaneda no pudo innovar, lit El proceso de valorización de la tierra se ace-
vando a la práctica sus ideas de tierra barata pan lera a partir del periodo llamado de la "organiza-
el productor directo. La entrega de campos surt ción nacional", co~ la aparición de los ferrocarriles
ños a los oficiales y soldados harapientos de ) Y la llegada de 1á inmigttción europea. Según Wl
62 SerJio Ba¡ú, E1'oluci6ft hiat6rica de la cltf'4~
ei6ft aoCI4t ~ la ArgmtiM, p . 1, Departamento de St
a JoM liarla RoA. Del Jft&fticipio itacfino G la Pro-
clolo¡ia, Facultad de l'iloeofia y Letru. UniversW.ad • ~~p. 25 '1 u.. Ed. Instituto de l'.ltucllol
-v..~llll.
BueDQ~ Airea. aetiembre de lHl.
1! ••

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cálculo realizado por Oddone, el precio de \Uq
hectárea en 1838 fue de 42 centavos; en 1927 tll
la misma zona pampeana, llegaba a 1.840 ~ su célebre Informe sobre la situación de la clase
por hectárea. Esto significa que el valor de~ ~brera en el interior de la Argentina 4' · . •
Como desde el punto de vista de la rentabthdad
tierra más fértil había aumentado un 438.000 %~ de la tierra la ganadería exigía una mayor ~xten­
Se comprende que aemejante valorización debfá sión que la producción agrí~?la, fue en .esta ultima
erigirse en un obstáculo radical para la adquiaiclÓJL donde el proceso de insercton de los mmigr~ntes
de tierra libre a las oleadas inmigratorias de la colonizadores se verificó con mayor rr~fundtdad.
colonización que se derramaban por. el Litorat T·anto la pequeña propiedad como e s1stema de
Seria la Argentina agraria, en su primera etapa, arriendos, de aparcerías o de medieros, se propagó
la tierra ideal de la colonización sistemática: no rápidamente ••.
babia ..tierra virgen". · El parasitismo de la oligarquía ganade~a argen-
tina su primitivismo su ignorancia cerrll, no re-
Los campos de la zona pampeana más rica que. '
conoce '
límites. El "sistema por med'1ero" , que
. daban en lu manos rapaces de una ollgarquia na.·· impulsa la agricultura en el Litoral en su primera
tlva o de empresa extranjeru consagradu a Ja etapa, encuentra su origen en la ineptitud y hol-
explotación ¡andera o, en otros CUOI, al arrenda. gazanería propias de los terratenientes. La nece-
miento puramente parasitario de tierru deatinadaa sidad de mejorar las haciendas, por el auge de la
a la agricultura. Elte seria el único rugo "feudal" exportación al mercado británico, obliga a los es-
en el sentido marxista de la expresión, que ten~ tancieros a alfalfar sus campos. Pero esta tarea
la economía agraria argentina, pues el monopolio exige a su vez, para cambiar los pastos duros, pre-
de la tierra constituiría huta hoy el tributo feu. parar la tierra durante dos o tres años sembrando
dal que la sociedad paga al pr':'pietarlo territorial, en ella ~íz y trigo. La aversión tradicional del
bajo la forma de renta, para decirlo con lu pala. gana6ero a la agricultura (ni útiles de labranza
1e encuentran en las estancias de fin de siglo)
bru de Marx.
sugiere a algunos la idea de "meter gringos" en el
En el sector de la producción puramente agri-11 campo para sembrar cereales..Así se celebran con-
cola se instaló una compleja red de compañfu co- tratos con colonos, cuya cláusula fundamental es-
lontzadoras que acapararon lu tferru fértiles r tablece la obligación de éstos de dejar al cap1po
que ya sea compuestu por argentinos o extranJ... alfalfado al terminar e¿ convenio. De este modo
ros establecían un régimen de arrendamiento o todos los riesgos de la operación los asume el co-
medieria al que debía subordinarse el colono CUIDo lono y el estanciero se desentiende de las compli-
do no estaba en condiciones de adquirir la tierra caciones agrícolas, de la mano de obra asalariada,
a los artific~010s precios fijados. "Ca.dc unG de eacu y del capital a invertir. "El n.uev.o Biatema ea adop-
mapre~a 1r cree en .u paú para lo qu. lo favo- tado por la cari totalidad de loa ganadero•, y como
rece, er argentina para lo qu. te conviene ti cz. eziate escasez de •gringos•, empiezan la fadli-
plota a IUI connacionGltl o correligionariol peor dcufea que se dan a loa que quieren ir, .um.inil-
que ri fu.ran beltiu. Y o no digo que ezpu.Z..en clll trcíndole• animale• de trcd>a;o, abriéndole• crédito
pclra la adquirici6n ele implementos agricolcu; ti
pc~b a 1eme;antea empre.u, pero ri que I1U clirtc-
tore~ clebn eltar n prelidio, ti qu. seria mejor
como la condicione• aon sumamente vmta;OICII,
la afluencia ele i"migra"te1 con el objeto ele ciedi-
no de;ar141 entrar m el paú porque todo lo CJU'
tocan lo corrompen." Tales eran lu palabras de u Juan Bialet MuM, IJ&fonnc 10brc el utado ele la
clut~ obren~~ en el Intenor de l4 ~1\ca", p. 114.
Bialet Maaé, amigo de Roca y de Juárez Cel.maD, Tomo I. Imprenta y Cua Editora de Adolfo Grau, 18CM.
tt Horaclo· C. E. Glber, Hiltorio ec:on6Miéo de lo
" Ocldozle, ob: ·c:tt., p. 171. QGft4Cieria &rgentiM, p. 113, J'.d. Hachette, BuiDOI Al·
Al, 1811.
M

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pumci4 de inmigrante• con el objeto efe decli-
earte a Lu faenaa agrkol4s aumenta de UM ,.._ 141 11
región pampeana y, a su vez, de este porcentaje
nert~ vertiginosa." Otro autor, Tenembaum, di~ tan sólo una cuarta parte en las zonas rurales.
lo siguiente: "El estanciero que no quiere aban. Vale decir, las tres cuartas partes de la inmigra
dona·r ru trt~dicional hábito de. ~i~r trt1n9uilo, de ción europea se asientan en las grandes ciudades
llevar una vidt~ de modorrtl, d•fted de de3ar, pa,., del litoral. Este hecho no s6lo revestirá importan-
no moleatar~e mayormente m adquirir implemen. cia económica: sus efectos politfcos se vedn lue-
tos y efectuar la riembra por cuenttl propia, ,.,. go. Tan sólo en el período comprendido entre 1901
auelve el problema buscando algún •gringo. 1 y 1910 queda en el país un saldo inmigratorio de
quien da la tierra part1 que ht&ga en ella ,. 1.120.000 nuevos habitantes 4•. Hacia 1914, de acuer-
cosecha" •8 111•. do al Tercer Censo Nacional, la Argentina contaba
-Nació así la pequeña burguesía agraria, esca. con 7.885.000 habitantes de los cuales un 30.03 "
lonada en diversos estratos, 'desde el chacarero eran extranjeros. Pero como la proporción de tn.
pobre de la zona msr~nal hasta 1~. burguesía agra. mfgrantes varones en edad activa era superior a
ria rica, que combinaba su condición de propieta. las categorías eQuivalentes en la población nativa
ria y arrendataria, y que sería la columna dorsal y por lo demás la inmigración extranjera fue ~
de la Federación Agraria Argentina, la cabeza fenómeno esencialmente urbano, su presencia ad-
política de la "pampa grin~a". Dicho en otros tér. quiere durante toda una época una gravitación
minos, ya en la primera década del siglo la clase decisiva. • .,,
de los chacareros comenzaba a fundar su actfvf. La inmigración eonmueve al conjunto de la ao-
dad productiva no s6lo en su trabajo sino sobre cfedad argentina. En los primeros quince años del
todo en la explotación de trabajo ajeno: aparecía siglo xx la población extraniera constituía en la
el proletariado aP,rícola. Este último llegará a cona., Capital Federal, Córdoba, Buenos Aires, Entre
tituir en los próximos cuarenta años la base de- Ríos, Mendoza y La Pampa la mayoría de la po-
la producción agrícola argentina y al mismo tiem· blación adulta (un 80 % de extranjeros en la ca-
po la clase social más explotada y políticamente pital y entre el ~ y 80 ,;, en la~t restantes eluda-
invisible del país. El reformismo agrario pequefio encontraban asimismo en manos de extranjeros en
burgués ulterior, que romantizará la "epopeya del des aludidas) 4'. La Industria y el comercio •
chacarero", no percibirá en su ceguera que si la una proporción de un 80 %. El escaso 'Poder de
oligarquía tradicional acapara las mejores tierru arraisto político al país se manifestaba POr el he-
y ejerce su infame monopolio, los hijos del pafJ cho de que en 1895 sólo un 0,2 por ciento de ex-
no tendrán siquiera el acceso a la condición de tranjeros estaban naturalizados; en 1914 esa mag-
arrendatarios o propietarios de su predio. A la pe- nitud había subido a 2,3 % •.
queña burguesía agraria ingresará tan sólo la iJl. Sf la inmfJZracfón europea asumía pdcticamente
migración europea que logrará dominar eae ec:tM la dirección de la industria y el comercio embrio-
de la economía argentina. narios en las ciudades, en la. zona cerealista los
nuevos colonos se encontraban\ atranados entre los
polos de una doble extorsión: de un lado, el para-
INMIGRACION Y "PAMPA GRINGA" sitismo terrateniente que les vedaba el acceso a la
En efecto, entre 1857 y 1914 ingresan al ~J. " Glno Germanf. lA ufmUczci6ft M w8 mmiarcmu.
se radican definitivamente en él 3.aoo 000 . • eta ICI ArgmtitiCI 11 et fm6mmo cfet re,.e10 en Jil fn'"'-
¡rantes 41, De esta cifra, el 90 % ae radica a la cló'nefrntN• ,.eciente. 'D. R. tn!dftuto de Soefolorfa. Publica:
4. Faculta~ de Filoaoffa 7 Letru, Unlveraldad
d e B!!@!loa Afrt!l 1-..
46111• Ib{d. .. lbfd. • .vw.
, ., Aldo Ferrer, La econom{a Ar ~ 10 lbfd ' p. 14.
.• p. SI.
l'oDdo de Cultura Económica JI..~,_,Q ;.-=.~. p. 107, ...
' CA.~C01 1 ~.
• 17

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propied•d de la tierra bajo la forma de contratoa Ch'cago capitales norteamericanos disputan a la
leoninos y de arriendos equivalentes a un tributo· influencia angloargentína el control del mercado.
y pof el otro, la subordinación del chacarero 1
los monopolios de la comercialización y exporta. LA crisis entre frigorífico,s norteamericanos y fri-
ción de los cereales. Es aquí donde el imperialismo ~orificos in'fleses en el pa1s conduce a una confe-
europeo se manifiesta en sus formas más sinies. ~encia de fletes en 1911 oropiciada por el ~obiem"
tras y retardatarias. A través de un complicado británico para dirimir "las esferas de influenci11"
proceso que va desde el almacén de ramos gene. de la carne argentina en el exterior. El acuerdo
rales, que frecuentemente practica la usura, al de ese año estipula un 41,37 9ó de cupos de eXl)Or-
agente comprador del monopolio, la dictadura de tad6n para el gruoo norteamericano, un 40,15 %
los consignatarios y al movimiento de precios del para el grupo inglés y un 18,50 % para el grupo
cereal que se regula fuera del país, el chacarero arRentino 111 •
permanece atrapado bajo esa misteriosa maquinaria La industria frigorífica en manos de los mono-
impersonal. Los nombres visibles -Luis De Rid. polios norteamericanos e inl!leses, succionaba en
der, Luis Dreyfus, Bunge y Bom- serán conoci. el proceso de industrialización y comercialización
dos luego, pero su pc.der permanecerá casi lnvul. 111 parte más suculentA de Ja exportación. Las ci-
nerable a lo largo de medio siglo. fras son persuasivas: En 1899 se exoortaron cuar-
tos vacunos por un. equivalente de 28.000 cabezas·
en 1905 alcanzaron casi a 500.000, E'n 1910-1914- el
LAS DIVERGENCIAS INTERIORES l"romedfo anual fue de 1.278.620 cabezas. Pero ,.
DE LOS GANADEROS l;~s disputas entre los 11.J"Upos an,:rloyanqui• debía
añadirse una rivalidad menos visible, que perma-
En el orden de la economía ganadera. la pro. n~rá como una constante en la economía gana-
piedad de la tierra y del ganado permanece en dertt argentina. .
manos de las familias tradicionales, a las cualea
han venido a añadirse compañías de capitales anó- Se trataba de una diferencia substancial entre
nimos predominantemente europeos. Pero la co- "os ~rupoc; de intereses de la ganadería nacional.
mercialización también escapa a su control. Desde Uno de elJos, el más oequeño y m's poderoso es-
1~ los inter~ses británicos promueven la impor- tqb~ ~onstituido por los invemadores, verdad~ros
tación de bovmos de razas finas (Shorthorn, He- p~tra11ntos de la ganadería, ganaderos simbólicos
reford, Aberdeen Angus) y en colaboración con los oue .en. realidad eran y son comerciantes o inter-
ganaderos tradicionales, en particular de la Pro- rnedJanos entre el ganadero criador y el frigorí-
vfnci~ de Buenos ~ires: se cumfle un proceso de fico a~te adquiere el "anado a los invemadores. "El
mestiUción y r~fmam1ento de antiguo ganado n.epoeto del invern~or -escribe Puhrgr6s- cOfl-
~ampudo de 0~1gen criollo. El período de conge- !t'!e tn. comprar al criador el novillito al prec;~
ado toca. a su ftn. La carne enfriada mediante los ma.t ba1o, contar con la mnyor ertmlión porible
procedimientos perf@Ccionados por Charles Tellier de camt>OI de D41toreo y vender ll animal f)f'~Cf­
inaugur~ la época del frigorífico. Se crea así un rado al frigorifico a »recio de privilegio. L4 inver-
tmonopolJo
lol de comercia · 1'Jzacion
·, de la carne argen· nad; no erige el cuidado del vacuno o del ooino
.
ma ormado .por intereses angloar~entinos Sin
embargo, una Inesperada rivalidad hará su ing.-so
:n O& 1ervicio1 o
la1 paricione1. Le balta con te-
h bumo1 patos f1 un número mínimo de peonea
en eata esfera con 11· ió
capital norteamerica creac n de frigoríficos de
•'" Í carg!' de la vigilancia. A medidQ que aummtan
n,fenzan a penetrar no, que a partir de 1907 co- ~~ antmale• en inverne di.minuye reZatiV4t'Mtlt~
.:at ••~. Apllcando en ~nAel m~r:ado argentino de
e Per•onal ftece~ario. De ahf que para .ba;ar el
dernoa Y altamente te r$fein dna los métodos mo- de'"r.a~o Pu~II"'O. Ubre lt'1lpNICI o Mcioulilad6ft
cnJ ca os practicados tn • p. el, Ec:L Artummtol, BUIDOI Aires, 1817.

)
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coito ,. buaque acrecentar 141 tierr01 p.2r4 i"""· JDarittmas que transportaban la producción argen.
nad4 ain otra limitación qu el capital dilponibft itna a Europa, las compañías de seguros predomi-
para 14 compra de nooillitos a los criadores. Po, nantemente inglesas q~e aseguraban y reasegura-
medio de contratista~ a precio fijo la hectdrtt ban el transporte de dichos productos. A lo dicho
-que proporcionan su prdpia. mano de obra- te. debía agregarse los bancos británicos interesados
campoa ae contñerten en pCIItoreo de forrajera W en el otorgamiento de préstamos al Estado, a las
loa invemadorea multiplican sus inversionea cu. provincias o a las municipalidades v aue oneraban
pitaliltcu" •. de coordinadores de toda la actividad extranjf"ra
Los ganaderos criadores, vale decir los que no eri eStas ramas básicas de nuestra economía. Fi-
estin vinculados al frigorífico sino que se ven obU. nalmente. para cerrar el cerco, cabe mencionar 101
gados a aceptar como intermediarios a los inver. ("smitales ingleses invertidos en los servicios pú-
nadores, permanecían al margen del circulo dorado blicos (~as. tranvfas, tPléfonns, subterráneos y
exclusivo. Como es lógico suponer, el invemador cr.,nañías de energía eléctrtea).
se asocia tan estrechamente al frigorífico que de Bastará señalar. para medir en su radiante ple-
hecho se constituye en su agente comprador, su. nitud la influencia británica en la Ar~entina de
bordinado a· su política general y sobornado por eomfenzos del sfs.rlo, aue su~ Inversiones Pn 1913
el capital extranjero. Es precisamente este redu. alcanzaban a 319.6 millones rle libras ~terlfnas. o
cido núcleo de invemadores el que compone el sea un equivalente a 1.555 millones de dólares. En
círculo dirigente de la Sociedad Rural Argentina, el mismo año. las inversiones de ca.nital imoeria-
la cabeza politica de la oligarquía bonaerense • . lista frRncés en nuestro PBÍ!il no ~obrepasaban los
Dada la naturaleza extensiva de este tipo dt 400 millones de dólares. fncluvendo en esbs cifl''ls
actividad, el negocio de invernada propende al los V1' lores en ferrl'lCarriles v ·títulos del Esbdo •.
JlCapara,miento de ti.rras, sobre todo en la Provfn. En 1914, el 51 % de la deuda total dPl l:!obfemo
cla de Buenos Aires, escribe Puiggr6s, por "gr4ft. Rr~entlno tributaba servicios a empréstitos ex-
da ten-ateniente1 y aociedades anónimaa, mucha. ti:,.nieros.
de ellas de capitale1 extranjeros""· El economista alemán Schulze-GI'evernitz re-
IUmfa la situación de nuestro país: "América del
EL CAPITAL EXTRANJERO ~r, 11 sobre todo la Argentina, 8e halla en tal
dependencia financiera eon respecto a Londre1.
lntimamente vinculados a los frigoríficos esta· que easi se la debe calificar de colonia comercial
ban los capitales británicos invertidos en los ferro- inplesa" 51• Por su parte, Lenfn formulabR la st-
carriles, los grupos angloeuropeos de comercializa· ~fente observaciÓn: "Loa ca'Ditales invertidos 1'0"
cfón y monopolización de los cereales, las empresu Inglaterra en la Argentina, de acuerdo con los da-
tor oue suministra en 1909 el cónsul austrnhúngaro
l t lbfd., p. 22.
en Buenos Aires. ascendían a 8.750 milloner de
u kfemú de la ya mencionada obra de Puiggrós eD fraftCos. No es difícil imaqinarse los vínculos oue
relación a la estructura interna de la clase ganadera.
~uedV" ~~-~provecho las siguientes obras: Hora· !e e~a~lecen entre el capital financiero -y su fiel
8° · ~~ ffnadm4 Argentina e• una 101G.
cr~:.C:no~~~~ emesio de Olariaga, J:l .rurali.tm'
am,ga ', la diplomacia- de lnglatert"a 11 la bur-
~e!{a de la Argentina, con tos círculos dirigente•
n 01 Aires, l9f3~JoJ ~~dera), Ed. El AteneoL Bue- de toda au "ida econ6mica y poUtica" "·
nom(a Af'gentina Ed n-1 ;.eaga, LGI come, m &a eco-
, · ~gou, Buenos Airea 1952
" Pui gr6s 0 • • . A~_¿f~clones Unidas, Lu iftoerlfOftU e%b'tln;mu n
Eiecutiv: de i., ~vinclt.,p. 23. En 1942, el pronio Poder "~a Latina, p. 169, Departamento de Aaulltoll Eco·
212 a de Buenos Airea, admitía qut ll6~coa y Sociales, Nueva York, 19~5.
provr:r:- eran propletarta. de la aezta parte di la ,, ~Ibf ob. cll, p. t'rr.
d.. p. 278.
10

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No podría haber la menor exageración en estoa tro.t productortl importantt.t de la pcrmpcr ertá
juic:ios europeos sobre el peculiar statu1 de la Ar.. má.t dt 320 kilómetr~• del PutTto de Buenos Aire:
gentina de esa época. El imperialismo extranjero Elto contrásta c~nderablemente con lcr reqión
v la oligarquía terrateniente y exportadora habían ctrtaZuta del Me~w Oe1te en l?.t Eatadoa Unidos.
llegado a constituir un sólido sistema que, en cier. qut t~tá a 1.600 ktl6metro.t o mas del puerto marí-
tos aspectos sustanciales. rige todavía. timo más próximo. El tendido de rielea en la pam-
pa fue bastante barato por lo llano del terreno""'·
PARASITISMO OLlGARQUICO Favorecida por semejantes condicion~ ecoló~i­
cas Ja clase terrateniente se convirtió en una de
Y FERTILIDAD. PAMPEANA Jas 'plutocr~cias más .~icas del .'?l!!ndo. Pero la nar-
te substanc1al de su capital fl)O estaba constitui-
La expansión artrooecuaria a comienzos del si- da por su monopolio de la tierra y sólo sub-
~lo xx no obedecía tan sólo a las e:xi~tencias de sidiariamente por una inversión reoroductiva. En
ln!ll mercados conJumidores europeos. Tampoco po.. efecto, en la economía ganadera, "el capital fijo
drla explicarse ese hecho exclusivamente a causa reproducible incluye alambrada.!, molinos y bom-
tif! Ja renovada corrient.P.df! CÁDit"1" tmoPril'lf;41t~s bas vivienda.!, galpones, otra• ccm.ttruccionea e
que penetran en la l'OCiedad argentina en las ulb· inst'alacione~, maauinarias y vehículo•" 11 • En otras
mAs d~adaa del st~rlo anterior v ori~nan el pro- palabras, el medio de producción (ganado) ali-
di~io.o desarrollo económico conocido. Existe una mentado por una ener~a natural (las pasturas)
causa primerA. fundamento de todas las demás Y se reproducía indefinidamente a si mismo y el
ttue ae enaamhta con ellas para elev"r a 11l Arrten- trabajo social aportado para su vhdlancia se re-
tina al ran~o de productorA mundial de alfmentos. ducía a un puñadp d!'peones, retribuidos con sa-
Eaa causa prlmer11 se funda en la naturaleza del larios irrisorios y mantenidos en, los ~aloones de la
melo. No es el trabaio social sino unll peculiarida,d estancia bajo un réllfmen patriarcal. Medraba en
de la naturaleza físicR de la llamada PI~Da hu- este régimen una oligarquía ganadera 11capitalis-
meda Ja que determfn11 a romie"7.os del StllJo XX ta" pero parasitaria, indiferente a las innovacione~
J~t e:xuber11nte rentabilidad de las praderas ar- téqlicas más allá de la sustitución de las l"Asturss
gentinas"· naturales, aue habían bastado para el ~anado
El ftgimen de lluvias en estR zona alcanza a ~uampudo de los tiempos anteriores a la exporta-
''"08 48 em en la o!'Irte ncr.fdP.nhd v unos 100 cen- ,..n PMro C. M. Teichert, Revolución •conómiccz r in·
tímetros en la partp orient"l. Si las nrecipitacfo- duatrialízaci6n en Ambica Latina, p. 95, Ed. Fondo dt
neta m'ximas se producP.n dtmtnte el verAno, las Cultura Económica, Mbico, 1961. La Ar¡entina _pro-
lluvias durante todo el afio son lii!IJ requeridas nara duda tri101 duros de excelente calidad. comparables o
una excelente outura. Situada en la zona templa· mejores que lo• de Eatadoa Unidos. Con respecto a e~te
da, la Araentina otrec:ía las condiciones óotimas último pafs, tenia otra! ventaju, pues la zona triruera
nrJrentina está má4! próxima al mar que su conrénen
nara la pr0duec:f6n anaria de productos alimenti- norteamericana. En el transPQrta eombinado por tren
clOI. Coilliderada una de loa mejores tierra• ll&· :v •rua haata Liverpool, la Ar¡entina tenia a t!U favor
naderu del mundo, las praderas del país, a prin· un mar¡en de 2,8 a 3,3 centavo• dólar J)('lr hect61itro
clptoa de ai¡lo prácticamente no requerían eml)leo rle tri¡o con respecto a Estados Unidos. Cfr. Jones Y
J:?ark,!nwald. ob. cit.. p . 355. En cuanto al maíz ar¡en~
de abono; los ganados podían oastar al aire libre hno tl hecho de que la región productora de motz e.rtc-
gracJu al cUma benigno 111• "Ninguno de lo• cen- t~n JW6zima a la coma, pnmite que el agrinl&cor argtft·
fino P~ et mafz en el mercado nropto, e bacluJ~J
" V. tomo 1 de 11ta obra, p. 2te 1 •· en el de 1G1 regionea del eate de Eatt~doa UtddOI • '"'
11 Precio i"ferior at del agricultor de la fa;a norteamtri·
C1arenee rleldden y Oordon G. Darkenwald. GH- t'C%:a1 del maú" (p. 384) . .
f3~ «<R6m~, p. 1'10, Ed. Fondg de Cultura &eoa6-
ca, Mfxico, 1Ht, · Ferrer, ob. cit., p. 117.
f5
fZ
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clón, por l01 alfalfares exigidos en la era del búJlterrumpfdo de los fndJee~ agropeeuan&s al
1
"chilled". JDiJIDO tiemp_? el secreto estructural de la crisis
Renta de la tierra y beneficio capitalista dert. argentina. Ohg~rqubfa capitad.lihsta, mas no hurgueu,
vaban hacia una clase propietaria que, favorecida esta clase, segun emos 1c o, no transferiri la
por la naturaleza y por el sistema mundial mon. znasa de capital adquirido por las ventajas de la
tado por el imperialismo, no reinvertía capital en renta diferencial y la reducida mano de obra em-
la ampliación de s~ "caoftal fiio" para traducir la pleada, para invertirla a las ramu búieu de la
inversión en una productividad mayor. Por el con. mdustria.
trario, volcaba sus gigantescos ingresos en gastos Las consecuencias sociales y polítfcu del mono-
suntuarios, radicación de capital en el exterior, polfo de la tierra asociado al mercado mundial
adquisición de bienes raíces o incesantes viajes a serán lncalculables: «Durante el periodo de a~
Europa escoltada por una comitiva asiática. El sil- el punto vulnerable de esta econ.om(a fue la baj{-
temático ausentismo de la clase estanciera subra- lim4 absorción de mano de obra; la renta dife-
yaba su parasitismo. ,Erígese de este modo una rencial y el monopolio mercantil •obre ra, cama
psicología y una conducta de "nobleza ganadera" imponían un ruralinno eztenlivo, o Ha J&acer
análogas a las de la aristocracia virginiana o del .producir• a la tierra 11 no a lo1 hombre1. Ú" dft.
terrateniente ruso de la era prerrevolucionaria • plazamiento en el 1entido contrario habría obli-
Su hastío elegante en el despilfarro, y su estu- gado a intemificar la tecnificacióf&, denriando la
diada cultura alcohólica, su haraganería putrefac- mua de ingre101 de la renta a la plUJVal(a indtu-
ta, su gusto por los caballos de raza y su indiferen- trial agrícola-ganadera. Ello, a tu "z, habrica
cia despreciativa por la política, lo mismo que su mprimido el aurentilmo comp género de Wf4 y
admiración por Inglaterra, estaban marcadas con la ética de consumo como actitud hacia la gaMn-
aquel sello de esterilidad profunda que Tolstoi eia juntamente con el automatismo cfclico del
inmortalizó en sus tristes barones de provincia y ingre1o. Contados peone1 butaban para t1"a.bajar
en los héroes atildados e imbéciles de la sociedad
mundana. En las confusas y artificiales novelas de grande• áreu. Esta constante demográfica de 14
Eduardo Mallea cruzan como fantasmas indigentes oligarquía, ya enuncfada por Ro.ma 11 Patr6f& m
los· plutócratas de la tierra que brillaron en los la polémictJ con Ferré, reaparece en la añorafl.%4
soberbios días del Centenario. ele la Sociedad Rural, de los tiempo• en que había
•un argentino por cada cuatro vacaa•. Como m
OLIGARQUIA Y RENTA DIFERENCIAL ro,, latifundio, romanos la alta lucratitñdad de 14
Unidad econ6mica está en rdaci6n iJ&verl4 cma
Las ventajas derivadas del humus pampeano, Za producción 11 productividad globalet.
régimen de lluvias, escasa distancia de los luga-
res de producción a los puertos de embarque, pro- EZ de1empleo cr6nico estimula una hipert1'ofi4
ducción extensiva y asociación estrecha con el :na partJ8itari4 en que el lugar del proleúlrfado
mercado comprador ("renta diferencial", según •o JHUa a ocuparlo con máJ decoro fomud UM
Marx), serán los factores motrices del crecimiento ~e media vinculada a la intermediaci6n a 14
d rocracia pública y privada, JI a otnu acÍit1id4-
u En una vWta clrc~tan~l a la Argentina, de
re¡re.o de B\11 largas res¡denc1aa en Francia e}. estaD· ~del ct~ciario., a la que ., aneza uf& proZet.
cle~? Sat~;nmo Unzu~ fue visitado por algunos hombreJ . . "'?r~nal de indwtritll de uportCJcicSn, .,.
de Forja para requerirle ayuda P.ecuniaria en la cam·
pa~f-~ntra la entrega de la Republica ai imperialismo ::!:of!:.lteo• y mercado interno de la plataform4
~rJwuuco. Unzu~ conte.stó a ArturQ Jauretche· "No mt
antere~c~ e~te pea(~",
~bien 1t1l Rn el polo opuato, el claanpZ.O

• ele Z.a mGrginai~a. wktao., la proc>iti-
41
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cias cpobreh y los rancheríos intersticialea de }Joglich- a ''rennpla~ar IUI Vit;oa métodoa or
trabajadores temporarios" ••. el .mpleo de ~ mdqumaa 11 uniformar m lo ~ai­
Como resultado de este proceso surge una clase ble l4l pequenu parcelas en gTcndea 0 med.
media agricola de origen inmigratorio que, por su ,.qlotacioftel. ~uchcu de lu tierraa poco ~~~
calidad de productora directa, aun expoliada por fueron COJ!ve;tidcu en campos, de pcutoreo 11 de-
la olfgarqu1a y los monopolios cerealistas, debe dicGdu pnnct~lmtnte a la cna de oveja., lo que
ejercer un papel tan importante en la producción re,andftl ta.mbién .a la demanda de materiaa ri-
agrfcola que retiene parte de la plusvaha y conso. mu de las n&dwtryaa laneraa, entoncea florec~­
lida así su existencia social. Esta burguesía cha. tel. Se entabló an una c~petencia permanente
carera, lo mismo que su congénere en las . á~eas m lo1 merca~o~ co~&aumidorea entre loa paíaea
urbanas, nacida de las etapas de la comerc1abza. agrícolas d~l V&e30 ~undo 11 loa nuevos continentes,
ción e industrialización derivadas de todo el pro. compete'JI.C14 que ~w por r~sult!ldo la rápida pene.
ceso, jugarán un papel políticamente ambiguo a lo tración de la técn&ea mecán&ea en la agricultura" ••.
largo de toda su existencia. No cuestionará la ba1e La interdependencia de la economía mundial
miama del sistema agrario exportado;. Per'! en.
frentará episódicamente a la. oligarqu1a med1ante la cual ingresaba triunfalmente la Argentina 1
mienzos delsi~lo XX se demostraba por el hecho de
C:.
la exigencia de una "democrátización' de la renta
agraria. Esta dualidad la llevará a pactar con la que la expana1ón capitalista agraria en los países
clase dominante cada vez que se produzcan movt. templado~ del Nuevo Mundo originaba una revolu..
mientos reivindicativos en los sectores desposeídos ción técmca en el agro ew-opeo. del miamo modo
del sistema: tal será la actitud tradicional de las que posterionnente lu crisis económicu 0 bélicas
clues medias urbana y rural vinculadas a la ex- de Europa suicitarían el .desarrollo indwtrial de
.portación, hacia el proletariado industrial y los lu semicolonias.. El poder arrasador de la Argen•
)ornalizados del campo. tilla agropecuana en loa mercados europeos se
fundaba en el hecho de que las tterru eran vfr-
INFLUENCIA ARGENTINA
geoea y de gran fertilidad; prácticamente no re-
querian abono y, en definitiva. el clima ro ido
EN LA AGRICULTURA EUROPEA no requerla establos para los animales d~ l:bor
factorea todos, que gravitaban pesadamente en ~
En lol primeros años del siglo la oligarquía te-
rrateniente llegaba al pináculo de su esplendor. , economía agncola de Europa • . Estoa fen6menoa
!::z:~.::servloado
11 ' 1nrocarnle• de Amhica del Nor-
La Ar¡entina emerge como un competidor irre· , 1
s por EnJe~: ·"Loa barcoa y t7'an-
t
siJtible en el mercado mundial de los granos y las ·
cames. El poder competitivo de la producción ar· f!dodelle .P4rtacular,
pet
Sur .11 de la Indi4, pudercm tenitorioa de
4
en condicicme, de hacer la com-
pntJna originará la depreciación de la producción '
europea y la reacción con~i¡uiente. La arcaica · "" ~ een_ ~i! mercadoa de cuealea europeo1• Por
eatructura de la propiedad rural europea. que go- NI .rilt n las praderaa norteamericaft41 , __
-"'PGI ar,._~ · ' MM
zaba de la renta de la tierra en condiciones tan · · ftGclal r-·~'ft41• e1tep41 productivu J)7'ede• ·
paruitarias corno las que iría a disfrutar luego la · ""gen al cult,vo por la propic¡ naturmleza, tierra
oligarqufa ar¡entina. aunque sin contar con una caAor ' QUe ofrec~ ricos ingreaoa duf'Clnte lArgos
natu~eza tan generosa. .e vio obligada -dice abcmoAun ~ cambao de .un. cultivo p1Í1'J')itivo JI ain.
· · · e G7TetUJGtano 11 el campuiftO ftf'optoa,
• CIGat Obrml ti Pod.er, p. 14. Tesil Politice del m
CoDINIO del Partido Sodalilta de la Izquierda Naeio·
~· rMifzado 111 Villa Allende, Córdoba a101to de 1M'·
...:!' JoM
•&Uid. Botlieh
Bueno. r-
Aile.._ cueat'«m
, .
agrcana,· p. 1'1, Ed. Cla·
-idODII &quierda Nacional, Buen01 Áii•. 18M. .. lbld , 1837.
·• P. H .
•• •
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con 1u vie;tl ct1rgt1 de . rentaJ no podían ren.ti,
competencia de la3 t1errcu vírgeneaJJ "· tao LA ESTRUCTURA DE CLASES
La estructura de clas~s de la Argentina de¡ pero las particularida~es de ,la penetraci6n im-
puede describirse aproximadamente en los sigu¡Doo erialista en la Argentma,. ~s1 como el carácter
tes términos: el grupo oligárquico dominante en. P epcional de su productividad agraria habían
integraba con los ganaderos. privile~ados, aso .se dado exc " . .. d
Jugar a una opos1c1~n e clases" que se
dos a los frigoríficos extranJeros. El capital e~ • movía no obstante en los rmdsm~s cuadros del no-
18
1
peo tenía en sus manos el poder financiero ;: t 8 ble sistema y que, por o emas, no se proponía
medio de las s~cursales ~anca1asxtrad.icadas ~n e~ mb1·ar sus fundamentos. En la semicolonia pro's-
país que recog¡an para girar a e er1or la cretn caera del 900 ex1s · t'1a .1a pequena
- b urguesta
• agraria
de ios servicios de la deuda exterior; compañi~ ~e las chacras, que disputaba con los terratenientes
de seguros paralelas controlaban ese mercado rentistas el canon del ~rrendamien~o y el derecho
pecífico· las flotas europeas aseguraban el trans. 8 la propiedad de 1~ tierra, del mismo modo que
4
porte y cobraban los fletes:. Las compañías de pugnaba por desastrse del yugo ~el monopolio
servicios públicos -ferrocarriles, gas, energía eléc. cerealista. Pero el chacarero no aspiraba, ni podía
trica, teléfonos, etc.- cubrían otro sector vital. La aspirar, a reestruct~rar el conjunto de la econo-
burguesía comercial anglo-argentina importaba los mía agraria dependiente, de .]a que formaba parte
productos manufacturados del Viejo Mundo y obs. en cuyo seno luchaba por instalarse mejor. Su
hostilidad al peón criollo será tan famosa como su
taculizaba la creación de industrias nacionales. desconfianza hacia los grandes movimientos na-
Aquellas industrias nativas nacidas en los tiempos cionales del siglo. Será revelador examinar en su
de Avellaneda y Juárez ~elman, c~ando no caían momento su actitud hacia el peronismo. Los ga-
en manos del mismo capital extranJero, eran tole. naderos que vendían al mercado interno y que se
radas por el sistema y consistían primordialmente veían relegados a precios inferiores a los obteni-
en ramas industrializadoras de productos agrope. dos por los opulentos colegas del gran Puerto,
cuarios. Sus propietarios eran generalmente ex. contemplarán con simpatía al radicalismo; pero
tranjeros, y se acogían ideológicamente ~1 amparo toda su política consistirá en acompañar a regaña-
del sistema vigente, al que no se propoman refor- dientes a los. invernadores de la Sociedad Rural,
mar. La Unión Industrial Argentina forma~a ~ que contaban con el apoyo anonadador del siste-
de las instituciones propias de las industrias no ma y de los diarios que "hacen la opinión". El
artificiales' del régimen agrario y exportador. La incipiente proletariado urbano, predominantemen-
producción agrícola era comercializada por los te europeo, que seguirá a los socialistas o ana~quis­
grandes consorcios imperialistas, enemi~os tanto tas, formará parte en sus capas superiores de una
de las cooperativas agrarias como de la mt.erven· aristocracia del trabajo que de un modo u otro
ción nacional del Estado en tales asuntos. ~ de logrará beneficios sociales o salariales deriva~os
la plataforma capitalista instalada f.or el lm-
aíntesis, los ganaderos invernadores, la hurgues~ perialismo en Buenos Aires y el Litora . Eran los
comercial importadora, las empresas de capit postergados del sistema pero formaban parte del
imperialista y los bancos extranjeros formaban sistema mismo.
una rosca llamada "oligarquía", asistidos por u~a
superestructura cultural que se ramificaba hac 1 Más all6 de ganaderos, comerciantes, rentistas,
la Univeraidnd oligárquicn la Justicia de los trlbU· banqueros, gerentes ingleses, chacareros, obreros
nales adictos, y los grand~s diarios Jibrecambl.atas calificados de las empresas de servicios, empleados
11
como La Nación" y "La Prensa". Y burócratas del aparato administrativo de la fac-
toría, flotaba el mundo impreciso de los margina·
• IDttll, cJt. por Bo1lioh, en ob. cit., p. OO. lizados: laa peonadaa de estancia, loa jornalero•

•• 4i

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criollos de las chacras, el "proletariado andrnios0~~ ciales, alto índice de urban ización de 1
de provincias, con sus múltiples oficios y ar~tesa ses So . t ' 'd d . . a
oblación, c1er~a ac 1v1 a mdustnal, prodigioso
nías y los pequeños productores agrari~ de cu}t¡: ~ornercio ext.epor, un apar ato cultur~ l imponente
vos no exportables que integraban aun vastos en cornparacton ~Qn , el _resto de America Latina)
sectores precapitalistas en disolución, disociado, la relación granJa-fabnca no parecía algo espe-
del sector litoraleño. Era la herencia silenciosa de cialmente detestable. La . sup~restructura intelec-
la vieja sociedad criolla. Todavía falta medio siglo tual, por su parte, contn buyo a que ese modelo
para que la industrialización la convierta en pro. de sociedad en pro.gr~~o co~st a !"l_t e se convir tiera
tagonista de la historia. el • ideal argent1no . La llus1on de un camino
De este modo la Argentina ingresa al siglo ~ eenmiautárquico
s • o ,de
¡· una industria argentina re-
envuelta en una brillante quimera: el humu, parecerá Juego, c1c 1cament.e, como un arbitrio de
pampeano será el secreto de su equilibrio socia] :ircunstancias, q ue . usará hasta la m isma oligar-
del enriquecimiento sin límites de la oligarqufl· quía, e~ s~ desconcierto, cuando la ~ris is rugiente
terrateniente y de la burguesía comrcial compra. del capit alismo europeo abra el ab1smo ante sus
dora, al mismo tiempo que el fundamento de W1l pies. Pero ninguna apr~hensíón frecuentaba el
superestructura jurídica y cultural que imprimir¡ espíritu de la clase _d omman te en aquellü:; a ñ o~
un estilo a la República oligárquica. Sin embargo pródigos. Era. ':1~~ decada en q u~ se gustaba ·! 1
este crecimiento al parecer espontáneo encerra~ dulzura de vzv1r . El futuro deb¡a ser indudable-
en su seno- una contradicción que no podría ser mente espléndido y por lo demás Dios era cri ollo.
resuelta hasta nuestros días. Hacia 1914 se detiene
la expansión de la red ferroviaria, disminuye el
ritmo de crecimiento de la producción del agro,
del mismo modo que la oleada inmigratoria tien.
de a decrecer, mientras que a~en síntomas fn.
quietantes de un crecimiento vegetativo de h
población arraigada que llegará a estar en contra.
dicción directa con el estancamiento de . la ~
nouúa agro~ y de su poder generador ~
divius. Nadie podía concebir en lu primeras dé-
cadas que laa praderu más fértiles del mundo
irían algún día a sufrir de erosión, o que 24 mi·
llones de habitantes debían fundar su lt4nd4rd
de vida en lol mismos índices productivos que 8
mill,onea y que, al mismo tiempo, la industriali·
zación engendrada por las crisis mundiales ya DO
podría aostenerse con la corriente declinante de
divisu similar a los tiempos del país agrario
y de la factoría inglesa.
T~poco en ~quella feliz edad podía concebir
nadie, salvo algun profeta solitario, la necesidJd
de imP:OD~ a la ~gentina una resuelta política
indumwiz.adora. La Hu1114nid4d .ólo u pl4AUt
~Uo, problftntu que puede re10lver/' Al JDI'
n.i.!estane lot fenómenos característicos del delt-
rrollo c.pital.itta (relativa divemfiación de clJ-
iO
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--
LA FACTORIA PAMPEANA

Aquel miércoles 12 de octubre de 1904 la Casa


de Gobierno bullía de invitados y arribistas, co-
munes en tales actos. Diplomáticos abrumados de
condecoraciones, con su mirada escéptica y su es..
padín militares de gran uniforme, inquietos dipu-
tados: buscando nuevas combinaciones ante el
cambio de Presidente, personajes palmeando es-
paldas, funcionarios celosos y damas empingoro-
tadas. Rodeado de un puñado de amigos y con un
velo melancólico en sus ojos saltones, el general
Julio Argentino Roca entregaba las insignias del
mando al doctor Manuel Quintana, con su perilla
blanca, retobado y · despreciativo, enfundado a
presión en su célebre levita.
Roca, invadido por el sentimiento de su eclipse
político, después de haber matado la candidatura
de su viejo amigo Pellegrini, entregaba la Presi-
dencia nada menos que a un mitrista. ¡Valiente
victoria! El mandatario saliente pronunció algu-
nas banales palabras de cortesía. Quintana con-
testó al ceñirse la banda presidencial: ''Soldado
como sois, trasmitís el mando en este momento a
un hombre civil. Si tenemos el mismo espíritu
conservador, no somos camaradas ni correligiona-
rios y hemos nacido en dos ilustres ciudades ar-
. gentinas más distanciadas entre sí que muchas
~apitales de Europa" t. En esta respuesta desde-
b?sa, Quintana compoñía un autorretrato: se ha-
la sentido siempre más próximo a Londres que a
Tucumán. Su alusión al común ""espíritu conser-
, vador" no era menos transparente: compre~día
P~rfectamente el íntimo significado de la declina-
Ción del roquismo y sti incorporación al statu quo
~ Carlos Ibarguren, LCJ hbtoria que ht "ivido, p. 204,
· Peuaer. Buenos Aire.~, 1955.
55

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. "Hoy 1 e recibe un nuevo preaidente
de Ja oligarquía triunfante. Al borde del ~epuJcro nabía ~tcrfto. Jtd de fiesta . Flota en lo• e.rpbitua
el genern1 Mltrt', que ~e hallaha prencntc, no dtJÓ 11 el pdÍI 1!6-nede incertidumbre, ha7J en los ánimos
escapar la ocasJón de lanzar otra frase d~ eferné. una ltniCJC'l indefinido que ahopa las e.rpanaionea
r ides. Con paso vacilante ae acercó a Roca y le un maleltar ediJpon~ a la indiferen.cia o al re-
declaró grav(•mente: "Hace neis años le tomé ti popu~ttl Y J7endo la trannnisión d el mando el
juramento. Ahora puedo decirle que lo ha C'Lfll. traímlento. trtUcendencío. que pueda represen-
pUdo". Y esta vez tenía razón el infausto rimador. acto de mayo;cena política del paú, no aristirá a
Con la bendición de Mitre, la traición a Pelle.llrini torlt e~ la ertido ni fuerza de opinión. A1istirán
y el cultivo amoroso de .su rica estancia "La Lar. él ningun palu de partidos con el contingente de
ga", el soldado del Desierto entra~a s~avemente ,olamen.t~t~:,...0, allegados ~~ é:rito". La hoja mi-
al reino de las sombras'. Desde hac1n anos. oor lo loa ,empatluía deseando a Quintana que se ~~eman­
demás, sus intereses privados Jo habían integrado tr;istadco~cu influencio.• que pueden perturbar ru
orgánicamente a la clase terrateniente ~P.. la Pro. ~~e. e impre1ionar m criterio. . . Tales 1on loa
vincia de Buenos Aires. Aquel joven m1htar que
había hecho Ja guerra para unificar el país en el
1uJC~O
voto!rv:dor
¡
aliento y de estímulo que el patriotismo
formula
80, era en 1904 un anacronismo. com-- . ante
_,, , una presidencia poseída
de buentu intenctonelJ .
La Legislatura de la Provincia de Buenos Airts Esta recomendaci6n de romper inmediatame~te
en 1881 había otor~Zado a Roca, como premio por todo compromiso con Roca, no era necesaria. Qum-
la Campaña del Desierto, 20 leguas cuadradas de
campo ubicadas en el partido de Guaminí, hov de tana al leer su primer mensaje al Congreso, había
Daireaux, zona ocupada por los indios antes de la exp~esto claramente su credo de civflista de raza:
Campaña. A diferencia de los oficiales y soldados
11
Debemoa perfeccionar la, leyes de procedimientos
hambrientos de su Ejército, que malvendieron en a fin de proteger las estipulacione• de los con-
seguida las donaciones, Roca se consaqró a traba. tratos y los derechos con1agrados »or la legt..la-
jar esos campos, donde formó la Estancia 11La ción de fondo". Vélez Sársfield, el doctor Mandin-
Larga", nombre tomado de una laguna vecina. ga, no lo habría dicho mejor.
Cubierta de pajonales, cañadones y totoras, la En materia de política económica y financiera
estancia se transformó con los años y las fnvenfo- se imponía reducir los impuestos, ahorrar en los
nes en un próspero establecimiento ganadero. El gastos públicos y renunciar ua ciertoa erce.,os del
antiguo soldado del 80 se había convertido en un proteccionismo aduanero". El estrecho abogado del
rico estanciero ~ aíios mú tarde y ese hecho sfm· Puerto rompe, en su primer día, con la orientación
bólfco refleja a su modo el destJno del roqufsmo. proteccionista ,que había sido una norma desde la
Todavía en 1883 la técrúca Ranadera empírica de presidencia de Avellaneda en 1875 y que a pesar·
Juan Manuel de Rosas servía para formar estan·
cias. En una carta a su mayordomo, Roca le decfa:
~ su moderación, había oonnitido crear las indus-
in as nacionales en el último cuarto de siglo de
"Le adjunto e80a in!truccionea de Ro1as, dondt . nue~cia roquista. Quintana añadía en su Men-
con e.rcepd6n de algunas zonceraa, encontrar6
consejos y advertencia~ muy bue.nos". ~n cuant(l ~ ~ ~endremos que adoptar un plo.n de política
las felicitaciones eran puras hlpocrestas de Mi te Ófnaca, h~cer el eatudio de lo1 tratados vigen-
tre, como siemp;e...La Nación", el día anterior, .,!,_ ·· corregar lcu tarifas aduanere~~ cuando con-
~e~torgar franquicias a las industrias de otf'a.t
• Pueden consultarse interesantes detalles tobr:St;! moderar Y apltea,.~ mbre. avalúoa de verdad ...
poblamiento y crlterioe eeon6mieos de ~?<=' en ~..dJct la Protecet6n de mdustriu Pf'ecarúu, ri
dio de Jod Arce, ''Origfft d~ L4 L4rgtJ ' con •..-· rto 1
documental Publieacfones del MUJeo fto!~1 MlniJte l..cN...:...t.-
Cl.. oun, 11 de octubre de 1804, p. 5.
de .EdueaeiÓn y Ju.tieia, Buen01 Aira, IWM.

!J.l

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hemos de asegurar con ello ~ prosperidad de l«. nca un hombre popular; entre él y la m u.
industrias capitales; emplear según los caso8 lQ fue d~':nbre, sus mej~res calidades intelect3~4les y
reciprocidad o las represalia$, para que no no che l s su elocuencta, su cultura, su esptritu de
-or• e'
"" su educact'ón, su d.tSt m' ctun
·L - d e raza, crearon
impongan el valor de nuestros frutos los que nece' c~ase, e un muro infranqueable" 8 • "Presidente de
litan la carne y el trigo de los campos argentinoa'' .: IJ~~prlo llama sin ironía un apologista'·
}UJO • ,
intana serta el precursor del empaque legu-
UN DANDY EN LA PRESIDENCIA Qu ue }11lría carrera entre los "varones consu-
teyo .~reclutados por la política oligárquica en los
iHabrá olvidado el lector los antecedentes blo. !.~:lfetes" de alta .rent~bilidad. ~res días después
gráficos del doctor Manuel Quintana? Abogado d asumir la pres1denc1a, la revista Caras y Ca-
del Banco de Londres y América del Sur, se ha. etas bromeaba a costa del hombre ilustre: uEl
bía permitido amenazar, treinta años antes, al re
doctor se levanto, temprano, y d espues , de mirarse
ministro de Relaciones Exteriores de Avellaneda z espejo la huella del insomnio, pasó a hacerse
don Bernardo de Irigoyen, con movilizar la escua~ ~na minuciosa toilette, como todos los dú:rs, y con
dra inglesa en el Río de la Plata por un incidente más cuidado para tener el aspecto ae dueño de
bancario. Devoto admirador de Mitre y quisquillo. la Casa Rosada. Y sin otra novedad, ceñido al talle
so liberal victoriano, elevaba el Código Civil y el el geométrico frac de líneas impecables, dirigióse
derécho de propiedad por encima de la política, a la sala donde ya le esperaba lo más quintaesen-
a la que condescendía con displicente fastidio. ciado del quintanismo.
Quintana era un típico abogado de factoría. Su Un partidario espiritual exclamó al verle:
arrogancia sin límites traducía la inconmovible -Doctor, usted es el único mandatario argen-
seguridad que derivaba de su servilismo al Impe. tino a quien no le sentará el bastón preridencial.
· rio. cringlaterra lo proveía de las levitas que lo
hicieron famoso y de la clientela que lo hizo rico", -¿Por qué? -interrogó el Júpiter con la fren-
dice Palacio 1 • Erguido siempre, entallado en las te nublada.
levitas y fraques cortados para él por sus provee.. -Porque tengo entendido que es ordinario, de
dores de Parts, las reputadas casas Doucet y Pool, madera del país y con borlas de muy mal
el nuevo Presidente desprendía de toda su per· gusto ... " 8 •
sona un frío desprecio por el pueblo innominado, El formalismo jurídico no sólo había dotado a
por la pereza criolla, por los "desórdenes" que su oratoria de una sintaxis perfecta y de un efecto
alarmaban a la metrópoli del capital. "No era, no pu~amente exterior, sino que parecía haber con-
tag.I~do el calc~.1lado ademan, su medida gesticu-
• Carlos Alberto Pueyrredón, Prelidencia del Dr. M4· lacJOn y los primores casi femeninos de su guar-
ftt.&el Quífttana, p. 83, Historia Argentina Contempori· darropa: "De bota o polaina en su visita a cLos
nea, Academia Nacional de la Historia, Tomo 11, Bue·
DOII Aire., 1964. En au edición del 13 de octubre, lA ~a~antlales. d~l señor Alvear, regresando de un
Ntld6ft aprobaba laa ideas económicaa del nuevo' Pre~l· ~~a1e, ~orprendtdo por el objetivo al bajar de un
dente: "Profcaa au polftica económica como baadndol4 b 1Tua3e, con el ranglán de forro cttadriculado al
en la fft.IU.Óft de lo deaatentada &.!gialación de favori·
Cimao fiacal que tan profundamente ha perturbado 14 t;;z? l el .P equeño bastófl. .en la diestra enguan-
a, e ettqueta en los a~tos oficiales; de .levita
vid4 económica de la Nación, comprometiendo el co·
merclo extmor, afectando &tu grand•• 11 vitale1 fndUI·
ena, que bUICaft la expan&ión de aua producto1, enc:d·
,.clendo el coniUmo JI la e.riltet&Cfa con gravdmen., di
G!:¡~~;quBrn de Vedia, Como los vi 110 p. 207 Ed. M
, p • uenos Aires, 1954. ' · ·
oomplacncla proteoclonut11". • P~eyrredón, ob. cit., p. 98.
• Erneeto Palacio Hiltona de la Argentfna, p. lOft Ed. Kr~fi dBe Lusarreta, Cinco dand11s porteño•, p. 20.
Tomo 11, Ed. P4tfta Lillo, Buonot Aires, 1866. • uenoa Airea, U~43.

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por la calle, teniBndo como único telón d
la tapia descolchada de l viejo Parque de a~.[~ , t chocado con esa irrespetuosa familiaridad,
en cualquier forma que se nos presente ~ ~t?iq.
1 da'' esdo e, ocultar un pesto de f ast'd ' , e
t tO . orresponde
tfene un.a distinci6n que no se debe s6io a/'91lt~ ~o ~u oue este insistentP sonson ete del Dr. Ibar-
de fina tela y buen corte, sino a un sello e traje md~:~c;obre )0 s "mulatos" y "mestizos", reiterado
que supo imprimir a todo cuanto se ponla tJ~i ,!!Uf todo su libro, es muy escJarecedor si se re-
la perla de magnifico Oriente de su plastrÓn ~·-dt en da ue la ''gente decente" de Salta era en su
ta la horma de su botín, ajustado como un ·~ cueror :Jarte "goda", o sea que estaba con e) viejo
y flexible como una espada. Mirando y rtm~uam, rnd~n absolut ista español y como es natural, con-
e&as viejas fotografías, la palabra •dandys;:ndc or M::~rtín G üemes. H ablar de 'lTIP.. tims" en Salta
viene sola a los puntos de la pluma" •. •~ trfl n las provincias argentinas del Centro y del
,Norte
e es referirse A Jos argen t mos· ' an t I,llUOS.
'
mas
S~ ciompr~nd~ que este dandy que se vestía en quP no es inexacto si se considera que la "oli-
Par1s y se msp1raba en Londres, no pudiese d' . 1!!~rquía blanca'', salte~a o bon~erense. pertenece
mular su aborrecimiento por los criollos: no oc~· :~ los inmigrantes espanoles de fmes del siglo .XV!!t
taba su orgullo por la hegemonía de la raza blanc · principios del siglo x~, oue no fundar~n ltna.t e
Al mirar el retrato de Rivadavia -refiere lb~· 0
con la espada sino vendiendo cebo o haciendo de
~ren- que colgaba en la pared de su despacho. merceros. Justamente en Salta, cuenta el ~teneral
"observ6 el tipo amulatado que resaltaba en ra; p~z en sus "Mern or;fJs", las que sPría'l desnt;és
f~cciones de ese personaje hist6rico" 10• Como inf. de las guerras civiles las familias de la clase prtn-
trista lo seducía la política rivadaviana; pero le rioal habían sido en las campañas de la Jndepen-
repelía el mulato, también · como mitrista lo que oP.ncia palurdos soldados españoles. Tomados prl-
respondía a una lógica perfecta. ' sicmeros por las fuerzas patriotas. fu~>ron coloc~dos
Ibarguren, de origen salteño y empar'entado con para tareas domésticas en las casos de l::~s fam11i as
los Uriburu de- esa provincia, escribe : ''Un dipu. salteñas. ,
tado provinciano de aspecto mestizo se precipitó Muy pocos años después, Paz r.:1si no nod1a re-
aparentando exagerada emoci6n, en actitud dt conocerlos, pues habían prosperAdo de tal modo que
abrazar al doctor Quintana y le palme6 la e.rp4~ Pran cabezas de linaje; probablementP. sus descen-
dientes hablarían luego de "mestizos" y "muJ11tns"
• lbfd., p. 20. Dice esta primorosa autora: "Y 4U"Clll' para referirse a los argentinos anónimo~ qu~ ~abían
amaba el poder, no por tltm1 1msuaU~mo lino ,.,. resistirlo en el extremo Norte el empuje m1htar de
realizar detde el gobterno m ideal democrcltico ftUM Jo~ godos.
altnncS con tahúre, '11 compadr,tor, con carrero• chcnl·
gciadorer, para conquí1tarlos. . . El Doctor QuintaM rt
y El general Rócél se alejaba del poder Y con ese
b{a deade Parb, rnnetat para IU.Ifftuir o compltt«r acto éoncluía su historia. El otrora p~der?so Par-
la, nrenda1 de ~~ (11tardarropo. M. Lerouz, e1tabltddD tido Autonomista Nacional era una ruma. mfonne.
en 14 chau11ie d Antin N• 3 tenía alH un gran retroll! Dejaba de existir exactament~ en el '!'r.smo mo-
:e don Manuel, que atestigUÓba a la vn el arwedo qtll men to en que el patriciado m11itar y c1v11 del ro-
•te h4cla de 8tU tijeras 11 la · gratitud 11 el orgullo dtl quismo, creada la unida~ del Est~do,. s~ in_teqraba
:astr~!'?or au genno1o cliente. El guardarropa dd doc· e'l la oligarquía y perd1a ya su JUShficaci6n his-
or ~ ..tntana ~ra copio1o. Su1 chalecos se guarcf4b411
:d~=~rzaba3le~myn~t 11 .u valet llevaba la cuenu, tórica.
ca.~n lu · ' e s fV¡fal 11 la~ pantalonet. Tuvo ulll
bella, ~rt~ 11 select~. _un.a biblioteca escogida, amor 4 IIJI
1
08
dot e lnd, 4$ edtetones preciota, 11 lot mueblet t611- DE PELLEGRINI AL "PETIZO OREJUDO"
. · · ua o •u peluquero iba a recortarle la bar!~~ El crecimien~o colosal de las fuerzas producti-
ti la cabellera blancaa se ponía al cuell .._... zl4 ,.,.
gra para aJ)f'eciar '• l . O Uft4 ...,.. a.... d 1 capitalismo en la arena del mundo había
la 01curidad del 4;:de,~r ( o tmpecable de corte IOv•• vas ertido a la Argentina del Litoral en una gran-
10 lb o p . 36) .
J
arruren, op. cil, p. 207. conve
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-
ja capitalista de alta productividad. El r oquiSll\
estaba agotado. Roca. se conv~erte. en un Polítt 0 puJares del ~iej~ parti~o derivan hacia el ra-
profesional. en un vtrtuoso sm fmes. Pelleln'! ~ ~
dlca 11·smo de Htp6h.to Yngoyen,
., L consagrado acti-
~hnra adversario de Roca, denuncia en la Cárn lli, mente n la consp1rac10n. os restos sobrevivien-
va del "pellegrinismo'' y del "juarismo" librarán
Jn ausencia de libertad electoral. También el "'li8~ tesa áspera 1u ch a con e1 " apara t o" r oqu1sta,
· f uerte
inciustrialista estaba devorado oor un sistema ~lo
portador que parecía la expresión sunrema dee~. ~avía en las provincias y las Cámaras. Desde
tro ángulo, los sectores m ás vacunos y oligárqui-
riqueza n.¡l"ional. Las crisis mundiales nondti • ~05 del autonomismo bonae.rense y porteño se
a prueba ese sistema. Pero las crisis estaban lejan agrupan alrededor de las ft guras de Marcelino
todavía . En una conferencia sobre "Los británic.os Ugarte en la Provincia y de Benito Villanueva en
Pn la Ar~entma . , , p e11etrri m. ren d'-L
tna su homena·
03
la Capital 13• Estos dos nombres bastan para· indi-
~ GeorSle Cannin.Q" y a la Banca Baring Brother car el hundimiento de los ant iguos partidos -el
Esa firma, decía, "se ha vinculado a nuestra vi~ virtual estado de disolución del mitrismo y del
financiera y económica acompañándono! en la roquismo.
bw>na 11 en la mala fortuna , a quien hemo~ olvi. Pequeño de estatura, con tacos altísimos y gal~­
dado alaunp vez en las horas de 'Prosperidad, neto ra de felpa.. agresivo y de una ingeniosa morda-
a 011ienes hemo~ acudido siemure 11 no en vano cidad, Marcelino U garte -"el petiso orejudo" de
en la! horas difíciles, teniendo la Arqentina nara las hojas satíricas- era el amo de la Provincia.
esa aran firma inalesa una deudn de nrntHwf. oue Con sus policías bravas y una indiscriminada po-
me compln'!r.o en reconocer aou{". Añadía lo si. lítica de corrupción, controlaba todas las eleccio-
truiente: "E!tamo~ lejos d~ aouel1a éuoca 1.1 de nes. Bandido político y hombre de mundo, elegante
aout>l modPsto m.Hlón d~ lihras oue los azares de y cínico, será el precursor de los políticos bonae-
nuestra vida uolítica dPstriaron de nuestro des. renses análogos a Fresco en la "década infame".
tino 11 en 1JeZ de emulearloc: Pn construir uuP.Ttos Elige legisladores provinciales y diputados nacio-
ftte ;nvertido en armar P.l Eiérc;to otte venci6 Pn nales en salida de baño, con el pedicuro a sus
Ttuzff;fl.n6 11 aue af;nnzó la indepe'P'Idencia de la pies. "Su sistema político consiste en delegar IU
ReT'11í.blicn Oriental dPl Uru.aua1¡ . . . Por la fuerzn autoridad en numerosos pequeños sátrapa~, uno
de lo.~ hecho.~t somos los aliados económiros de ll! para cada partido o departamento. Estos caudillos
Tnglaterra. alianza que $?telP. ser más eficaz que locales son en. general diputados o senadores !1
la verdadera alianza · política" t t. cometen toda clase de tropelías" 11• Se balea a los
¡Qué leiana y brumosa narecía en esos días opu- políticos opositores y se apalea a periodistas, se
lent<'s la historia de la Patria Vieja! Cannfng erR asaltan urnas; las coimas son moneda corriente
nuestro héroe nacional y ArUgas un espectro, el en los dominios de U garte.
Con,.reso de J~ Florida un ~uPño perdido Pn los El doctor Benito Villanueva, ~r su parte, es su
archivos y la República del Urucruay una Nación aliado en la Capital de la Republica. Es un men-
soberana. La Banca Barin~ resultaba ser una fiel docino aporteñado, de un sutil refinamiento. Vive
amiga, la industria una utopít~ e Jn~laterra una en un palacio en· la Avenida Quintana y Ayacu-
bondadosa divinidad liberal. El pronio orador yA cho· pesadas alfombras, pianos de cola, óleos y
era una sombra de sí mismo en 1905. Al morir al ma~cos dorados damasquinados en las altas pa-
Año Fi~iente. Pelle~rini dejaba a su" ami i!M un redes. Intervien'e en múltiples negocios y empre-
heredero en Buenos Aires: Roque Sáenz Pefía.
11 Miguel Angel Cárcano.,~, Scienz ~eña (la revolución
Con .-1 triunfo de Quintal'la y la descomposición por los comicios), p. U9, Duenoa All'es, 1963.
del Partido Autonomista Nacional, Jos sectores 11 Manuel Gálvez, Vida de Hipólito YT'igovm, • · lH,
11 J:d. Tor. Bueuet Airea. 1811 ·
La NCidón, 28 de julio de 1801.
ao 61

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sas; el dinero circula generosamente por la
de este sibarita, soltero gala nteador y es ~anOs orden prometida por _el célebr e a~ogado. En su
que preside las sesiones nocturnas del Se sc~Ptic0 período estallana una sene convulsiva
de
riguroso "smoking", de acuerdo a la co~a 0 de bre~etentonas revolucionarias y huelgas obreras.
inglesa, pues cen,a con es~ adminículo. "~'!libre de ~~ de noviembre de 1904 la policía lanzaba un
remo!ltamos a la epoca de Rwadavia, dirá un 1 "ot Elu tal ataque contra. un mitin o~ganizado por va-
habra que recordar las voces autorizadas q a \'el, b~s miles de huelguistas en la cmdad de Rosario.
clamaron el voto calific ado para evitar ue te. Murió un obrero y muchos fueron heridos. Al asu-
analfabetismo y la •miserta plebeya . convi;t~e el ·r la defensa de la patronal y con el objeto de
el voto en el •arrruz homicida d e la Repúbi~ran :fe'rrotar a la huelga, Quintana envió desde Buenos
como se dijo entonces." 14 Encarga sus traj tea., Aires marineros de la Armada Nacional para sus-
las sastrerías de Londres, frecuenta el J~sken tituir en su trabajo a los hu el.guistas, en Jo qu e
Club, pasa todos los inviernos en Europa y ; ey debía revelarse un precursor 1 ~.
fortunas en comprar libretas de enrolamie~~ta El Partido Socialista organizó un mitin el día
Ugarte .Y Villanueva. son los especímenes polític~ 21 para repudiar el atropello gubernamental. En
del antiguo autonomismo de Buenos Aires cuand eicho acto debían hablar oradores anarq ~l i stas de
Roca abandona la escena. 0 la FORA y socialista~ de la UGT. Si1_1, emba!·go, las
autoridades desautorizaron las reumon. Los an ar-
quistas declararon dos días de huelga general a
SANGRE OBRERA EN BUENOS AIRES la que se plegaron los socialistas y las organiza-
ciones obreras que seguían ambas inspiraciones.
Cuatro meses después de asumir el gobierno el El 19 y el 2 de diciembre la clase trabajadora de
/
doctor Quintana, estalla la revolución radical del Buenos Aires y Rosario paralizó la vida comercial
4 de. febrero de 1905. La desaparición de Roca de e indlistrial de ambas ciudades. "El Diario", bajo
l~ vida . política y la introducción en ella de Hipó. la espiritual conducción de Manuel Láinez (un
hto Yngoyen por la vía revolucionaria, constitu. delicioso conversador, turfman y gourmet de los
yen dos .hechos di~ícilmente disociables. Al eclip- má~ reputados) no podía dominar su indignación.
sarse el Jefe del mas poderoso movimiento político Acusaba al Consejo Federal de la FORA de estar
que había regido a la república durante los últi· compuesto por empresarios de huelga sin ocupa-
mos tJ:einta años, se habían creado las condiciones ción conocida, autores de una estafa a dicha Fe-
para la revelación de un caudillo de característi· ¡ d~ración por $ 70.000 1•. M~nuel Láinez. sir: duda
cas completamente diferentes. Ambos hechos nos conocía lo que era el trabaJo honrado; Jamas una
permitirán individualizar los nuevos sectores in· ; organización obrera había encontrado en su cami-
ternos qu~ afluían por primera vez a la superficie no a un defensor- más desinteresado de sus fon-
de .1~, socJed.ad argentina. El análisis de la com· 1 dos. Con su candor característico, los anarquistas
posicion social del radicalismo yrigoyenista seri 1 respondieron publicando la lista de los mi~ll'_lbros
for!llulada al estudiarse el triunfo electoral de 1 de su Consejo Federal. con sus nombre_s, oficios .Y·
Yrigoyen en 1916. Pero la revolución de 1905 nos fábricas en que trabaJaban. El desdenoso nlnto-

su significado general.
G L~ presencia del doctor Quintana en la Casa de
. obierno, estuvo lejos de constituir la garantía
. ¡
permitirá· estudiar más bien la filiación. histórica 1 crata habrá sonreído en su tertulia ~el J oc k e?'
del ~ri~o.yenismo como método de introducción' Club ante las pruebas que desmenhan su di-
famación.
11 Jacinto Oddone. Grt.m iali8mo pro.l etarlo argentino,
P. 137, Ed. La van¡uard!••, Buenos A1res, 1~49. .
te n· Abad de ~ntillanJ La F.O.R.A., tdeologta ¡¡
14
Columb a, El Congreso que 110 he V''· to• · t lef.0 dll movimtento oorero revoluctanarto en la
p 10Ramón
T !a¡¡ect~rwz p Ed. Nervio, Buenos Aires, 1933.
· • omo 1• 2' ed. Ed. Colwnba, Buenos Aires, 19~· ..,rgenttn«, · 133•
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J.,A R/<:VOLUCTON D1: JUOS
-
La m ano de ~lorro d Qu in tana era
1
d(•ras se rcfu~'~ian
alsini mo, scg!ln se ha dicho.
Torr e· p roceded
ban las figuras del
por la b uena sociedad. P ro hu bíu elcg'd . elog¡~d¡ • · 0 cuy~s
t>
de Buenos Aires y que se un.Jra
. •

plco difícil. Una m ad rugada el docto; u.n el)¡. b~{·tido !• cucra lart idos provinciales en el. Partido
Q
dormía co!! aquel sue!i.n .reparador que UJnta~ P go con los Np · na!. sus hombres dommarán la
1
11

le acampanó 17 con cantattva asiduidad ~~ /Q~ }UC · ta


j\utonomJs t'
a CJ O • • l y j
du rante un cuarto de sigo. r-
toda su vida' • Su p lácido d escanso fue 'i nt urllllte 0 Jítica argen ; f:·ando de ese movimiento lenta-
pido vi.olcnta!llentc por un ruido de espue)~r~urn. ~0yen se v:dida Jque se descompone en el. P?der,
guicn mtento pen etrar a su dormitorio Es, aJ. mente a m dida que se fusiona con el r~utrismo.
mayor José Félix Uriburu, jefe del 8 de ·Caba El esto es, a m~ el Autonomismo Nacional de
Al mismo e:d~~Jd~ la adhesión popular para que-
0
ría, el regimiento escolta, que u venía a Prot al!e.
al presidente y acompañarlo hasta la Casa de e8er Roca va P , 1 con el aparato puro del poder.
e tan so o · d
bierno": "Excelencia, acaba de estallar la rev o. dars h ·a la Unión Cívica Radical, es-
lución". Mientras comenzaba a vestirse, Quintan:
le dice al mayor Uríburu :
~¡ conver~;vol~c~ión del 90, las tendenc.i~s más
pues de la 1 sociedad argentina y tambien r;nás
plebeyas de ~trarán análogamente en el radica-
1
Bueno,
-'
lones." 11 Mayor, vamos a ponernos los panta.
criollas, .enco . ta su eje de reagrupamiento los
¿Qué revolución era ésa? ¿Quién la dirigía' lismo ~rtgoyenis s Los hijos de la primera. gene-
¿Cuáles eran sus fines? ¿Quién era ese "tribun~ arge,ntu:os .nue~:ri·a buscan a través de Yrtgoyen
·mudo, apóstol sin doctrin~. elocuente sin palabra, racion mmigfa 'da política y cultural de la Re-
su a~ceso a" a, ~:Oen" a través de sus represen-
pública. ~11 ,r~dg~s no ' desconoce el significado del
que congregaba voluntades sin los medios", segm;
lo juzgaba
111
sarcásticamente un hombre del "régi. tantes mas uci ' y · No lo igno-
men"? Sobrino de Leandro Alem, antiguo alsf. movimie'!-to af!u~¡~~~~fa~rRo~~~o¡~~~ .acol'_lSejará
nista, Comisario de Balvanera, funcionario del ra, por .eJ_emtp de Guerra el general Rtcchxen, al
gobierno de Sarmiento, diputado nacional en el 80 a su mmis ro , '· se vincule con
por el partido de Roca, revolucionario del 90, pero abandonar su vida pohtica, que "Memorias" Ri-
antimitrista, adversario de Juárez Celman y de . gún cuenta en sus
Yngoyenb, sell 20 Pellegrini el segundo de Roca,
Roca aunque amigo personal de Pellegrini y de cardo y igoyen una
Roque Sáenz Peña, ya hacía treinta años aue Hi. '
ero ·
t b . ·Ca loa sabe . '
y mantiene con r R
am xen . d 1 mismo que oque
p6lito Yrigoyen había iniciado su camino. Habíase ininterru1pp1da. amista 'lga~á la ley electoral des-
enfrentado con su tío Leandro Alem por la irre· Sáenz Pena, quxen rro;~idencia a Yrigoyen. Lo•
sistible propensi6n de Leandro a combatir a Roca tinada a elevar ~ ~ r n inequívoco&, excepto
orígenes del radxcallSDlo sd~
aliándose con Mitre; y había terminado por disol· para los historiadores ra xca1es.
ver el comité de la Provincia de Buenos Aires de
su partid~ antes que aliarse nuevamente con el
mitrismo contra la segunda candidatura del gene· INMIGRANTES Y FEDERALES
ral Roca. Es el verdadero fundador de la "Jn·
transigencia". d del ala popular del auto-
El radicalis~o proceR~ca Pellegrini y de .181
De a~lí nace, justamente, su ruptura con todOI nomismo ~acwna~ d~gr:atoriis que irán a fundll'Se
llUevas conentes UUDl
los amigos de su tío, entre ellos Lisandro de la
17 . en La compiración ci"il
11
Lusarreta, ob cit. p 38
lbfd., p, 37. • ' • • 20 Ricardo Cabanc;g~e;:':" 1905, .P.
146. En relación
18 11 militar del 4 .de/ ''Roca" de Manano de Ved1a, Ed.
• qabriel del Mazo, El f'adicaliamo, ensayo sobre fll con el tema, v::~t Buenos Aires, 1928.
Descours Y Ca '
hatoria Y dOCtrina, p. 86, Ed. Raipl, Bueno• Aire•, lg§l.
ti 66

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en un nuevo tipo de argentino. En cuant d specto sencillo, Elpidio González
filiación histórica y social resulta de gran ~ ?nf Jloiilbre \a de la difamación oligárquica des-
detener~e un momento en algunos de los pa ~~ será el f *vo~;~ . Partiquín oscuro, recién llegado,
pantes. ('n la Revolución de 1905. Al estallarrt'tl. d~ 1916 a 1 v~d~ de pronto a~ poder po; el "Pe-
movimiento, que se proponía como único Pro~ -~dón ~l~ arán los cajetillas portenos a El-
mala realización plena de la Constitución Nac¡~ tuCio"! Ast JUZg más falso pues la historia de su
y el ejercicio real del voto para todos los ar~na¡ ptcUo.. Nada ~~:lazaba con' la historia de la patria.
tinos (e;l otras palabras: un programa nacioett. farniha se e~ to quién fue su abuelo. En cuanto a
democrático para esa época), el comandante ti!' '/a hemos v;~ Domingo González, actúa en ~a . Re-
niel Fernández, al sublevar al RegimientQ 8 ~
línea en Córdoba, dirigió una aren~a a sus sold
IU l
pa~re, 1863 contra el Gobernador Justm1~no
voluc16~ ~o al coronel Simón Luengo, c~udJllo
dos en la madrugada del 4 de febrero : "Soldad~ poae, l~~ Córdoba y aliado al Chacho ~enaloza.
vamos a realizar una cruzada trascendental Ptt~ federal 1 Chacho entra en Córdoba, de~lgna ma-
la argentLnidad, pt"óxima a morir, que eB et rntr Cuando e d la Ciudad a Don Domm~o Gon·
so de Ca:;eroa y de Pav6n" 11 • • yor de la P.l~za 1 Chacho González huye·a Rosario.
Los raclicales de Córdoba que rodeaban a tltt zález. Vencl o e ndido a' Capitán, asistiendo a la
En 1864 es asee p rtici a con el grado de
oficial, p~rtenecían en su mayor parte a famllJaa
de antiguo arraigo en la provincia. Gran parte di Guerra de1 1Pa~~~~f~~ió; del )o en oposición po-
ellas estaban vinculadas al federalismo de Cór. coronel en a Mitre con el que ya había lu-
Utlca al gf;:aboming~ González reaparece nue-
doba o J'artido Rwo (Ireneo de Anquin, Pablo
Celestino López, Leopoldo Ceballos, Pedro Peder. chado :n
la· Revolución del 93 en Rosario, entre
vamen e en ban arte de los atacantes del De-
nera, Román Avila, Carlos Lezcano, Sixto Ludue. los que f~nn¡e. Pol/cía Interviene igualmente en
ñn, Mauro Quinteros y muchos otros). En la Junta
Revolucionaria de Córdoba militaba. Elpidio GODo r.~::S~~r~ción del 4 de febrero deu l~~e~een~~~
zález, qut! luego sería jefe de Policía, miniatro s~esivas luchas P~~~~d~iai~U~afo: !frOfldifta~" del
de Guerra y vicepresidente de la República de rió en 1915. A su 1l 0 i P d l930 desdeñarían
Yrigoyen '41. decrépito conservador sm~ '~sin antecedentes" u.
como a un ilustr! d!sconocld~mitristas y radicales!
:1 Ibis., 1?· 31. . ¡Federales, provmclanos, an S se levantaron en
diputado por San Luit en 1825, junto a Dalmac1o V61• 1 Entre R1os, a su vez, ten an 51 el comandante AguJ·
190
2: Su abuelo, Don Calixto Maria González, ha.bla alelo
Los re.volucionarios def ~~l~res orígenes. L~s
Sarsfield ; .!ra un "federal a~rr1mo"; en 1829 fue 1111•
nistro en San Luis. Firmó un Tratado con el Ged11 Laurencena, Morón, ~avar:::Oento de Colón (eo;tos
Bustos, gouernador de Córdoba, en el que 'se establecla lar, los González .del epd~l coronel don Benici.o
que estaba dispuesto "a 101tenn el mtema fed eral ~~ , últlmos descendientes ballerías gauchas de R•-
tra tos esf'Leno& de la facción unitari4". Calixto .Ma"" González, jefe ddá1) Cándido Uranga, José Ma-
González e ierció el periodismo publicando varios dtarlll!
El Clclmor Cordoblr, en 1831¡ L4 Mu;er det Cl4tnO' cardo López J or ~o~ otros venían de un pasado
Cordobés, :'1 fines de ese mismo año; El hijo ma11or 4•1 ría Vergara Y J!lUC nismo qu~ 1o e1tcarn6 m Entr~
clamor cotdob~•. en el mismo afio; El abuelo del Pafjt jordanista: "El ,orra total conversión del general
ma11or del clclmor cordob4• a fines del milmo afio •• }Uoa después de filmo porteño 11 que cuarenta
1831. Gobernador interino en enero de 1832, lue¡o nu; Urquiza at centra ·.
vamente nJniatro, en 1833 repruentañte; presidente 1854 H ele¡ido diputado nacional
la Le¡islatllra en 1834 y 1835; miembro de la Co~~ tltución del 53 Y L~is. Fallece en 1857 en la ciudad dr-
para eatud tar loa anteeedentes del ueainato de Qui.r011•
ministro d ! López, ¡obernador dele¡ado hasta 1838:.!
Representante en 1M4: ocupa la presidencia de la__~.
auDlente por san ú absoluta pobreu.
Cfrdoba, en la ';orrea Elpidio GonzcUez, biografic
a V. ~~p. g '1 Ü, Ed. Rai¡al, Buen01 Air•, 11 ·
t:
¡ulatura. Pesapareee de la vida polltica con la c.-
de Rosas. Lue¡o de Cuei'OII jura en Córdoba la CCIII' ... cOnd--· 67
1
66

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años antes fuera vencido por t odo el pode d
z:
N aci6n se había incorporado a la3 filas de tJ e. ~
Cívica 'Radical, con los sobrevivi nt e y e lltó~
d tradición federal. Actuaron en el movimiento de
s!nta F e, asimismo, J oaquín Maciel, "vtteTano
descendientes de aquellos últimos gauchos a;¡ lo, de la batalla de Los CorraLes y de Lo1 For-
epopeya entrerriana de 1870" 2• . e~ tines". de oficio s&stre; En rique Larr,azábal, pro-
También participaron en la Revolución de 1011• jetado de L a Imprenta Inglesa, de ongen federal
don Juan de Dios Córdob:, "reliquia de las gue uvv ~u padre, J osé Larrazábal, era un acaudalado
civiles" y de las campanas contra los ranqu~as tropero de Jos ,viejos corral.es?e Ros~rio y del
con sus amigos el sargento Bastida, de las tropas ~s, saladero Terrazon de San N1colas; hab1a sido ofi-
Oribe, don Ciriaco Alfonso, hermano de Channaoe cial de la división Santa Coloma. Asimismo mili-
taron don F abriciano Martín ez, hijo del jefe de
el b~quean? de los ranqueles. Ch~lao era de
apellido Anas por la madre y hab1a nacido en "La Cadena", club político de Córdoba fundado
bajo el gobierno de don Marcos J uárez Celman
Pampayasta. Se emparentaba por la rama matern y muy federales.
con la familia del brigadier Manue} López, casad~ Véanse los oficios y profesiones de algunos de
con doña Santos Ari~s. De Entre .R10s t~bién era tos revolucionarios de 1905: "Juan Razolani, car-
don Alejandro Mann, que se h1zc rad1cal en su ointero y payador de Alberdi; 13idro Mardnez (El
ancianidad para seguir "la línea de SU$ idea," Caburoto), hombre de los ambientes de la lec-
según sus pala.b ras. Esto se explica si se consider~ ciones cuarta y novena de Rosario, respetado por
que don Alejandro Marín había combatido en su sus hechos y sobre todo por su duelo con Regules,
adolescencia en la Vuelta de Obligado, militado cuando éste, armado · de revólver, hiri6 tk tres
en los ejércitos de Oribe y de Urquiza y ~trave. balazos a M art{nez, ~ue en ese estado lo atropelló
sado el largo itinerario de la guerra civil desde con el cuchillo, tajeandolo en la cara en ~z de
Vences, Pago Largo, Arroyo Grande, India Muer. apttñalearlo; Luis Lazzari, farmacéutico de AlbeT-
ta Caseros, Cepeda hasta Pavón. Alejandro Marín di· Feliciano Correa, dueño de una pequeM tropa
se' rehusó a pelear contra el Paraguay; se sublevó d~ carros con la que transportaba cargcu de la
en Basualdo, acompañando desde entonces en sus Estación Suncha.les; Isabel Muro, también propie-
levantamientos a Ricardo López Jordán. En su emi. tario de carros; Candelaria Marin, carnicero en
gración sirvió a las órdenes del general Blanco Alberdi; los capataces de estibadores Manuel Ca-
Timoteo Aparicio. En Pavón, Alejandro Marin, el mes, José M . Gómez, Juan José Díaz . .. un ~al
anciano radical de 1905, había sido ayudante de Giménez, de Nogoyá, sobrenombrado El SalvaJe,
L6pez Jordán. La esposa de Alejandro Marín, doña a quien yo había curado muchas veces de las ~e­
Dolores Giménez, asimismo pertenecía a una nu· ridas que recibie,ra en sus numerosos duelos cno-
merosa familia jordanista de la campaña de Paraná. llos defendiendo su fe política; Natividad P~eyra
(El Gato Pereyra), el más famoso_ cuchill~~ del
barrio La Refinerur; don Ramón RtVero, dueno .de
LOS HOMBRES DE LA PATRIADA RADICAL los horno3 de ladrillos sHuados en la calle Ttro
En la Provincia de Santa Fe actuaron don Al· Federal""· .
Agréguese al grupo don Sm~io Rodríguez, ~a­
fredo Brown Arnold y don Miguel Rivero Y moso gaucho que había sostemdo, ya muy vieJo,
Hor~os. "El pTimeTo, hijo del coronel rosista Pru· con Ramón Ferreira un duelo criollo en el reñi-
dencto
d Brown Arnold, podeToso estanciero de ,,,.
lOI dero de gallos que éste pos~ía e~ ~osario. Para
epartamen~os Gent;Tal López y San Lorenz~ · terminar fperon revoluclonanos ~sim1smo Servan-
El segundo descend1a de una familia entrernan• do Góm~z, nieto del gener~l oriental del mismo
: f:.~lero o~. c:it., p. 45.
.. p, 78. "Ibfd., p."·

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nombre y apellído, y don Emilio Arias, con torts que han conducido al país a la rev .>l Lción
hijo y sobrinos: don EmíUo ~~era un veterano llll ecesaria. Ustedes son la razón de ser d e noso-
,os ejércitos fedeTales de lo! t1empos d e Rosa$. d~ 11 s",.
1905 fri:lab a e1• .lo~ 70, años, pero a.tln i mp011 ¡¿ ~ll
tro · . y .
tJna vez mas, fl /loyen se r esiste a r eallz r
n?ciedumbre f,slra , a.n como la leyenda de fam&u pactos contra R~ca . Concluida la presidenr ia d •l
ro.~ hechos de armas y de duelos criollos vin o. aeneral, el caudillo lanza el movimiento revolu-
lados a su nombre" 21 • ' cu. cionario el 4 de febrero de 1905. Al estallar la
Estancieros y artesanos, comercian tes y abo revoluci6n, que demuestra la .flestrc>La <'Onsoirat'-
dos, antiguos montoneros, comoadritos, letrado;a· VB de Yrigoyen y la ~ccisión con qu lo acompa-
rnntreros, oficiales retirados del viejo ejército 'J0 ñan en todo el país m1les de hombres rmatlo se
,iefes en actividad, funcionari os públicos y tr0 Pe , advierte que el movimiento es má fuerte en ' las
ros, hombres de la sociedad ieja Y d~ ln sociedad , nrovincins que en la Capital. C,.,mn habrá de su.
nueva, margínate~ que añoraban la patriada y 80 • / ceder siempre con los movimientos nacionales en
b·evivían a una epoca, esos radicales .de 1905 en. Ja Argentina, la Capital cosmopol!ta, bajo ¡¡, pre-
t re los que fiRuraban ya los aoellidos italianos · 11tón de cien años de ideología portua ria, se resist
irían a ensanchar su 'base social diez afios más 1 a las revoluciones populares ; sólo encabeza Jos
tarde, al conquistar e} poder por la vía electoral motines 11ntinacionales.
., integrarían en una nueva etapa al antiguo crío. 1 Se sublevan regimientos en B ahí;¡ .Blan ca y
llaje y a la Ar~entfna inmigratoria. Esa fue la Campo de Mayo, en San Lor ~n zo, San ta Fe. Men-
función asimiladora y nacionalizadora del viejo doza v Córdoba. En esta últí.,~ oro v i,r i ~ . los re-
radicalismo. volucionarios detienen al \"Ícenresidente. doctor
Dos años antes, Yrigoyen había puesto en mar. Figueroa Alcorta (antiguo juarlst a, .nemig de
cha la reorganización del radicalismo en todo el Roca y adversario de Quintana).
nnis. Conmemorando la revolución del Parque, el En medio ~e los graves acontécimientos, la si-
26 de julio de 1903 se organiza un desfiJe radical tuación militar mente indecisa sugiere al doctor dP!
Que reúne cerca de cincuenta mil almas. El presi- Viso, ministro revolucionario en Córdoba, enta·
dente Roca presencia la manifestación detrás de r hlar una conferencia telegráfica entre su prisio-
las p~rsi:~nas de la Cas:t tie Gobierno. Era todo un ¡ nero F ílo!ueroa Alcorta y el Presidente Quin~na .
símbolo. La reorganlzaci6n perseguía el fin de fa- Para evitar el derramamiento de sangre. FiguC'roa
cilitar la preparación del movimiento revolucio- nlde al Presidente el indulto de los sediciosos, la
nario que iría a estallar dos años más tarde. con~~rvación de sus grados militares y la ter ni-
Mientras se realizan loa preparativos, el Gober· nacJon de la lucha, Esta inesperada mediación del
n.a~or U~arte "ofrece la1 numero1cu fuerzas po- Vicepresidente irrita a Quintana, quien la rech;¡za
l{"tale• bien. armada, de la Provincia con tal de en todos sus términos. Pero el incidente ha crendo
ab~ír Cl Roca. E1e aporte podría imponer el é:tito. un abismo político entre los miembros de la fór-
~';901/t'?l; lo rechttza"" Roque Sáenz Peña, tam· , mula. Quintana había ordenado 11Qu e a cualquier
b~~ ant1rroquim_ y amigo de Carlos Pellegrin', oficial aublevado que le lP. encu.P.rrtrP rrm las ar-
'.liiÜin.d .ado este último del Presidente se entre· ma, en la marro se lo fuaile de inmedia to ti en el
•ti.tt.a con Yrigoyen en el Club del Proi,reso pau lugar, bajo mi resnomabilidad" M . A e tos civi-
ofr1:arle ~1 concurso del autonomismo pellegrl·
liatu no les ha temblado jamás el pul<;o cuando
!e trata de fusilar; Quintan;,¡ SP.l!•lía l::J trndicié•n
n ..~J Pfmkr se a N5 órdenes. El caudíllo respontit: de MJtre y se anticipaba a l almirante Rojas. DI!·
tf polif.lle reparar cmt lo1 mi1m01 fat· ¡

: ,¡_., ~~- Jt Ibid.


1(1 Ibid., 101.
' r:.b. ett., p, t7.
í 71

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treta el estado de sitio y convoca a las reae n su gran poncho blanco, n1ontado en un pingo
de la Guardia nacional. En Mendoza el movirn~ ~ ero y llevan do en 1a mano· 11una gran bandera
to se mantiene algunos días, dirigido por el do ~n­ 0
~qua.ya que barría el suelo" 32. Los retratos de
José Néstor Lencinas. e or Aparicio adornaban las casas de inquilinato donde
El gobierno logra dominar la revolución en se refugiaban las familias de los vencidos. "Ni qué
Capital: con dos cuerpos de ejército procedent la decir que los blancos, por rebeldes, por vencidos
de la Caoital y Río Cuarto sofoca el movimien~s por exiliados, se ganaban todas las simpatías
en Córdoba y Mendoza. Después de adoptar dio ~orteñas '1/ todos éramos partidarios de Aparicio
versas disposiciones, Yrigoyen se presenta ante ei Saravia" 33 • Javier de Viana y Florencio Sánchez,
Juzgado Federal d.e~larando: "Vengo a asumir to. soldados de Aoaricio, aparecían en la vida lite-
das las responsabtltdades de la tentativa de Re raria de Buenos Aires, con su criollismo y su au-
voluci6n del 4 de febrero, como jefe del mO: reola. Sánchez se volvía anarquista.
vimiento" 11• · Si en 1893 Yrigoyen había vendido su estancia
Quintana dicta un decreto exonerándolo de sus de Las Flores en un millón de pesos para sufra~ar
cátedras "por raz.ones de mejor servicio". Nurne. los ~astos del movimiento y atender las necesida-
rasos oficiales del ejército son encarcelado~ 'y des de los presos o desterrados, en 1905 vende su
pierden sus carreras. Otros emigran a Montevideo. estancia de La Loma, en San Luis, as1m1smo en
un millón de pesos, oara afrontar necesidades de
LOS VENCIDOS DE YRIGOYEN Y SARAVIA sus "correligionarios", nombre que rápidamente
se ~eneraliza entre el radicalismo. La ausencia de
En la Banda Oriental moría en la guerra civil poder transforma al nuevo movimiento en un
de 1904 el último caudillo 81"1Jlado. Aparicio Sa- "cueroo místico" y al pequeño burgués en un mo-
ravia desaparecía en la batalla de Masoller y el ralista. La revolución ha sido vencida, pero el
Puerto gigante subordinaba a la sociedad agraria Partido, que Yril!oven llama "movimiento", se ha
precapitalista. Luis Alberto de Herrera. joven di- propagado a toda la República. .
rigente del Partido blanco, y característico gauchi- Ya es un Partido Nacional templado en el infor-
doctor de esa época de transiciÓn, ofrecía las llaves tunio. ¡Abstención o Revolución! ¡La Causa contra
de su casa al vencido Hipólito Yrigoyen. Cuando el Ré~imen! Tales son las divisas: Yrigoyen re-
el radicalismo es derrotado en 1905 y muchos ra- chaza los "programitas", con:to él llam~ a .lo que
dicales emigran a Montevideo perseguidos po~ el considera expresiones mezqumas. y susbtuhvas de
mitrista Quintana, viven exiliados en Buenos Ai- una necesidad fundamental imperiosa y prelimi-
res desde el año anterior numerosos blancos de nar: la "Reparación Nadonal" o, en otra.s pala~~as,
Saravia, perseguidos por el colorado Batlle y Or- la puesta en vi~encia de la democra~1a pohb~a.
dóñez. A Concepción del Uruguay y a otras ciu- Ahí reside su fuerza. No lo creen as1 los socia-
dades de la costa entrerriana, los blancos cruzaban listas de Juan B. Justo. Do~ sema~a.s desp~és. de
nadando: echaban el caballo por delante y atra- la Revolución, La Vanguardta escnbta lo supnen-
v~aban e} río agarrados de la cola. En Buenos te: "El hecho es sorprendente. Tras 1!-n mottn lle-
Aires hab1a un oriental por cada cuatro porteños. vado a cabo por elementos pertenect~t!s a una
fracción política que no encuentra ntngun aP?YO
El gran río mezclaba la sangre y las banderas, en Ia clase trabaja~o:a, todo el encono del gobter-
evo.cando la per~iida comunidad artiguista. En los no que debiera dirtgtrse a los que han puesto en
bobche~, pulpenas y .~opavejeros del viejo Paseo.
d~ Jubo, entre baratiJas y ultramarinos, se vPn· a..• Bernardo González
d1an postales con el ~etrato de Aparicio Saravia, . Arrili, Calle Comentes, p. 101,
Ed. Kraft, Buenot A1res, 1952·
11 lbfd., 102. .. lbid.
7S
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peligro au eatabiHdad, se vuelca de pront o e
noaotroa en intenciones amenazadoras" u. otttrc¡ opea de B uenos Aires, de las aspiracionea de·
eurcráticas de la inmensa mayoría del pueble.
EL ANTICRIOLLISMO DEL Dr. JUSTO ~~entino. _En t e;cer té:mino rehusa~a ~istlnguir
· tre la ohgarqm a dommante y el radtcahsmo yrt.
e~ enista · reunía a ambos en una fu::i6n imposi·
Adoetando el lenguaje. ~e la oligarquía quint ~1 J bajo 'el altanero r6tulo de "rencillas partidis-
niata, Juan B. Justo ca!1f1caba a .u n movirnien~- ' tas;, como si Quint ana y el radicalismo fuesen una
revolucionario que hab1a conmov1do a la Rep .0 ola' y misma cosa. La única bem•ficiari~ de une
blica y lanzado miles de hombres. civiles y rnit ~olítica sem~j ~nte no podí~ ser si:no la oligarquía.
tares, a la calle, de "motín". Su r~ferencia ~i A. este princ1p10 se mantuv1eron f1rmemente adhe-
"apoyo en la clase trabajadora" ni merece cornen. ~idos, a lo largo de toda su historia, los discípulos
tarse. Con el fin de protestar p or el estado de sitio del "Maestro" Juan B. Justo. A su vez, la Unión
v la represión a los sindicatos y al Par tido Socia. General de Trabajadores, influida por el raro puri-
lista que desata simultáneamente Quintana al t anismo socialista, 1anz6 un manifiesto en el que
tiempo que reprime la Rev olución, el Comité Eje. Rfirmab a que "en la tentativa revolucionaria radi-
cutivo del Partido Socialista publica un manifiesto cal no habían t omado parte las agrupacionea gre-
titulado "La política criolla y el m otín militar". miales 'lJ que la UGT nada tenía de común con
Con su estilo inimitable y su famoso desdén hacia los hombres que administran el paú ni con loa
loa argentinos nativos, decía el dorumento : "En que aspiran a reempLazarlos, deplorando q.ue el
tanto que los Partidos pertenecientes a la. clase estado de sitio, decretado como consecueneta del
dominante califican de violento nuestro derecho movimiento faccioso, haya influido en el fTacaao
de huelga, reprimiéndolo ilegalmente y coartán- de las huelgas que venían soste~iendo alguno• gre-
dolo con loa procedimientos más arbitrarios, ellos mios incluso la del Ferrocarnl del Sur, brutal-
practican, como to prueban tos recientes sucesos, mente sofocada" 88 •
1)4ra dirimir sus bajas .rencillas, los más reproba- Insatisfecho con la implacable represión del mo-
ble, liltemas de violencia. En consecuencia. invi- vimiento radical, Quintana dirigi6 su impotente
tamoa a la clase trabajadora a mantenerse aÍejada 1 cólera hacia los·anarquistas. El poeta Alberto Ghl-
de eatu rencillas partidistas prov ocadas por la raldo publicaba un semanario de literatura liber-
deamedida aed de mando y de mezquinas ambicio- t aria titulado Martín Fierro, que luego pasó a s.-.r
MI, ti a negar su contingente moral y personal a supl~mento del diario La Protesta. "c;~ando los
la obra deamoralizadora que ellos realizan, forti fi- cínimos estaban caldeados por las nott~ de la
cando ti conaolidando su organización gremial Y insur r ección rusa de ener? de 1905. la mtentonn
política con el objeto de obtener su más próxima .~ 11 bversiva de Hip6lito Yrtgoyen de~ ;t de ~ebrf'ro
eliminación" 18 • dio margen a una furiosa persecucton contra los
· ·ta Habiendo desacatado cLa Proteata• la
De este modo, los socialistas volvían las espal- rmnrquts - s. ta da 1 1 t 0b e
das al rec.lamo po~ular y nacional por el derecho orden de
ssupensión. fue al ~ :~sd f~·e' . !,~
r o fueron clausurados, la re CC\ e. •tano ~-
al sufrag1o. ~n1an al mismo tiempo, en u~a 1 s un barco de guerra, el cMatpu•; el acl-
antítesis impostble para un socialista, las r eivJn· a p~ratr daor Manuel Vásquez, con muchúimoa
dicaclones democráticas a las reivindicaciones gre- 1 mtnts ra , d , 37
mialea, separando de este modo a la clase artesanal l otros, fu e deporta o .

14
Nieolú Repetto .Mi paao por la politica. De Roca
fe~~oven, p. 78, Ed. Santia¡o Rueda, Buenos Aires. ;
l •~ Oddone. ob. cit., p. 155.
3•
.•
. .
Abad de Santillán. El movtmtento o.n«Tquilta
DA¡ego ntina (Desde sus comienzos hasta 1910), pá·
en la rgEed Argonauta. Buenos Aires. 1930.

,.•• Ibfd., p, 77. ' :.! 1na lOJ. •

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Les radicales detenido•, civilet y militare,
juzgados y condenados a penas que llegan a ' ~~ ¡:tealiz6 en su vida Y en su m~~rt~ el ideal del
años de reclusión. El 2 de mayo los embarca~c o
el transporte Patria y los envían a Ushuaia D en 1·trista perfecto, del abogado br1tamco y del aris-
1 "? rata abrasado de odio. En efecto, cuando el
Ja penitenciaría son trasladados hasta la cÚrsesde tf~rnor nacional exigía una amnistía para los re.
a pie y encadenados 811• "Sólo a los locos pu~na, e Iucionarios de 1905, rehusó tenazmente conce-
ocurrírseles creer en una revolución que está e de "~da Con senil obstinación el Presidente negá.
tra los intereses y las aspiraciones de las fueri'· tase ~ aceptar cualquier posibilidad en tal sentido.
conservadoras del país", declaraba el gerente da Al morir Quintana en 1906 "La Nación", con su
una gran empresa, al día siguiente del movirniene ·nveterada pasión por la necrofilia, enterró al
to 81 • La re~is~a Caras y Caretas escribía: uEn luqa; ~andatario con todos los honores. Fue el gran año
de los Reg1m1entos tales y cuales, el gobierno de de la agorería mitiista. Los graves escribas se
bi6 mandar para sofocar el movimiento, a un con: frotaron las manos ante la siniestra cosecha: E'n
1906 fallecieron el General Mitre, el doctor Quitl-
greso de alienistas dotado de regular número de
mangueras, chalecos de fuerza y demás aparatoa tana Carlos Pellegrini y el doctor Bernardo etc
de amansar locos ... Una ducha fría y adiós re. Irig~yen. Dirigido por Emilio Mitre, hijo del GeM
volución', 40• El diario La Prensa y el diario La neral y autor de la Ley de Ferrocariles, el diario
Nación, como es natural, condenaban el movi. "La Nación" ofrendó los capullos más tiernos de
miento. El Partido Autonomista de Pellegrini y su jardín fúnebre.: "Pocas veces el ideal ~e. la
Sáenz Peña guardó un deliberado silencio pues República ha temdo un campeón más dectdtdo
compartía, según hemos visto, algunas de Ías as- que este demócrata, cuya fisonomía .moral evoca,
piraciones radicales. por algunos de sus rasgos esenciales, el perfil d~
ceroniano. ¿Qué ha sido el doctor Quintana, sino
Y éste es todo el balance del gobierno de Quin- un orador sonoro y abundante, un jurisconsulto
t~na, que duró 17 meses. Firmó un puñado ~e me- sabio y e:rperto, un cónsul severo, desinteresa•io
didas administrativas, de puro trámite, cerró un ti diligente, un mandatario esclavo de las leyes ll
ejercicio con superávit, proyectó la construcción empeñoso por la paz interna?" u
del Puerto de Mar del Plata y promulgó una do- Sesenta días más tarde, el nuevo Presidente,
cena ~e leyes. ~n ~uanto a la política interna, José Figueroa Alcorta, promulgó una ley votada ~
intervino la provmc1a de Tucumán sofocó la re- iniciativa de Pellegrini, otorgando la amnistía a
volu~ió.n de 1905 y reprimió sangrlentamente al los' revolucionarios. En .el debate parlamentario
movn~Iento obrero. Hecho de interés, en su primer Pellegrini dijo: "¿Quién perdona a quién? ¿Es. el
m~n.saJe al Con~eso declaraba que el programa victimario a la vfctima o la víctima al victimano?
mm~mo del Partido Socialista era a su juicio acep- ¿Es el que usurpa los derechos del pu~?blo o es el
ta!Jle Y que "podría ser adoptado por los poderes pueblo que se levanta en su defensa? ¿Quién nos
P.ubl~os ~ todo aquello que no afecte a la Cons· perdonará a nosotros?" 41• Asumía el poder un an-
htución, hempr~ que se reconozca la preeminenci4 tiguo juari$ta, federal de Córdoba y, al misme
~~ Estado .Y. mientras se detenga ante la propie- tiempo, un definido adversario de Roca.
l dala fa'; 1:14• Y la herencia, que son instituciones
erna~*'¡". a es Y permanentes de la sociedad mo-
dun MISERIA Y DERROCHE
La exaltación del Centenario y la revitalizaci6n
• Félix Luna Trigov de una mitología nacional fundada en la pro~
p. 159, Ed. Raig&t, Buen:·A~~ templario de 14 libertad,

76
" Ibfd. p. lGt
40 Ibfd.'
U Puemecfóa, Ob, dt., p,
es, 1954.

a.
.. Ibld.,p.-
ridad oligárquica, no podía persuadir a . . mm·

• Del lluO. ob. cit.. p. lOC.

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do os.curo y d aangrodo, sin prosapia ni ~ época . Fue un roquista, amigo del General y
1
qu v vfa d su t rabajo. Trabajadore.. crioU 1'. de Ministro del Interior de su segunda presiden-
obreros x:tranj eros, n 1 campo o n la ciu 1l
05
d~l el doctor Joaquín V. González, quien escribió
no partici paban d 1 éxtasis oficial. Las estadíst~~ c ta~bra más completa y científica que se ha redac-
ment irosas que t r aducían la r iqueza nacional cas Ja do h asta hoy sobre la explotación capi alis a en
guarismos " per cápita" , ~ersu adían m n os aún t ta Argen tna. Era un médico. maestro y abogado
us Recuerdos de u n M ílttante Sociali!ta u n h t tl Ia
Jiarnado J u an B'1a1et M asse' 4 ~ .
bre tan moderado como Enrique Dick~an ~m. · El ministro González lE' encom nd6 a este hom-
cribe: " Caía ya la noche. El crepúsculo gris. es. br e notable un estudio exh austivo e la cuestión
lanc6lico de la tarde invern al e?tvolvía a lay u.~· socia l en el país. Los res tomos en que B ialet
inm en sa . La. niebla y la fina garúa. daban un ,. t Massé r ~ mió su estudio fueron editados en edi-
pecto fantástico a lo focos eléctrico qu e se ibaa. ción oficial y no se han vuelto a publicar . Con s-
encendiendo a lo lar go de la A venida de Ma 0 a tituyen una r ar za bibliográ fica. "Uno de los
las calles adyacentes. Por Florida, r etornabay d ~ errores m ás t rascendentales en que han incurrido
Bosque de Palermo el corso de los privilegiad~3 los hombres de gobierno de la República A rgen-
de l.a Fortuna y de la B elleza. Espléndidas carroza tina -escribía B ialet Massé- ha. sido preocuparse
arrastradas por briosos t roncos de sfilaban lenta~ exclusivamente de otra r el capital extranjero,
m ente por la clásica arteria de l luj o y de la ele. rodeado d e toda e pecie de franqu icias, privilegios
gan cia. B ellas ni ñas contemplaban áv idas los oro! y garantías y de traer inmigración ultra marina ,
y pedrerías de los insolent es y pr ovocadores e.!ca. sin f ijarse sino en el nú mero y no en su ca lidad .
parat es de Las joyerí as; y da mas at aviadas y mo- su raz a, .m aptitu d y adaptación, menospreciando
z albetes perfu mados y afeminados y cocheTos la. al capital criollo y al trabajador nativo qu.e es
cayos de brillant es libreas, daban un asp ecto dt in.m perable en el medio." Y añadía : " Todos se han
carácter p·rovocativo a aquel. desfile . . . De pronto preocupado de preparar el ·t erreno para recibir al
como un t orre·nte irrumpió po1' F lorida l~ m ucht: inm igran te extran jero; nadie se ha preocupado d e
dumb:e har apienta y famélica de los sin pan y sin la colonia crioLla, de la industria criolla n· de v er
t raba?o: ¡El contrast e de ambos desfiles n o es p4ra que aquí se tenían eLem entos incomparables y
descrtbtrlo. El ch oque fu e brutal, gTitos, p roteltcu, sóLo después de v er que los patrones ex tranjero
sustos, lLantos y loca carTeras de huida alternaban preferían a.l obrero criollo . que lo ext ranjeros
con el ruido de vidrios rotos. Un jov en pa.nadtro, m ás similares y fuert es no eran capaces de corta1·
riesocupado, anarqu.i sta, pálido, desencajado y ar· caña en T ucu mán, de arrancar u n m etro de m ine-
mado de u na pala de m aestro de horno, estaba G ral al Famatina de estibar un bu que en Colastiné .
pun to de descargar un golpe trem.en do sobre lo de horquillar e'n las t rilladorUi en la r egión de l
cabeza de u na bella niiia, azorada, acurrucada, i11· 46 Nacido en España, llegó ~n .1873 al. pa ~. dond-:
defensa , e11; el fondo de su eteqan te carroza. Tut ejerció cát edra en di vers~s provmctas del .m tenc;¡r. e so
José ln gem eros, estuditlnt e de Medicina en aqutl en la Argentina con dona Zulema Lapnda, ?teta d el
~tonces, quien la salv ó del mal trance" ... que tuera P residente d 1 Cong:re~ de T ucuman a l. de·
cla.rar se la Independencia Argentm a. ~rofe~or Umver-
. Primores estilísticos a un lado, Díck:man refleja sitario en Córdoba, cc;¡Jaboró c~n el m gemero Casa l ·
f1elmen e l.o s claroscuros del Centenario. fouat h en la const r~;~cctón del dtqu.e , San Roque ~e es~
provincia La reacctón aldeana lanzo una campan a d t·
. Pero no fue ni. un sociaUsta, ni un anarquiiU. fam ator¡; contra Bialet Massé, Casaffouslh y J uárez
m un radica l qu1.en describió y analizó de modo Celman lo que llevó al l ngentero CaEat!owth a .lA cárcel
punzante la realidad soc-~al de la clase t rabajadora d urante un aiio. Como todp ~1 mundo abe, el d tque S an
Roq ue 8 ¡g1u en pie. desnun t tendo así dur!lnte t res cua r·
,. E ~o· k toa de iglo la ac sación de wcompeLencJa l a nza<a por
cfct na n ~..:mar.n. Recuerdo' de un m .Utantt,!! la reacción ~ntij ¡risla, cler ica l y masónica .
' , . 74• ...,... La. Van¡uardla, Bu.e noa Alret, 1-·
'18 79

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trigo ·y de que ri el extranjero riembr ~ principios de siglo un peón para todo trabajo
nes portentosas de eneal, aná des ui esa, 'e9tc. gsnaba en Chilecito 1 peso nAcional y la comida. No
fracasado dos o tres veces, cuando J
lab de h4bet
dobés 11 aanttagueño ae han colocado rad0r cor
}lsbía en la ciudad de La Rioja ricos a quienes
reprochar esta situación. Apenas una docena de
le han enseñado a pasar el surco . sóla IU ladO • familias excedían un nivel de vida cómodo. Los
apercibimos de que él es capaz 'con ahora tto~
° ••ricos" en esa provincia eran los profe~ores del
potencialidad de explotar este s~elo . .. ~.~•.~ -:ole~ZiO Naciom~l o las Escuelas Normales o los
empleados del Correo y del Telégrafo. Los propios
empleados ciel gobierno provincial lZOzaban de tan
LOS SALARIOS EN EL NORTE bajos sueldos qut> nociían equipararse a una es·
pecie de proletariado burocrático. El comercio es--
. Bialet Ma~ rastrea, históricamente las tllh~ cnntrol;~cin pnr inmiqr~ntes árabes. sRlvn doce
c1ones de VIda y de tecnica anteriores condJ. o c;~torcf' C'Mas de minoristas de propiedad de
del ferrocarril en las llamadas "provincias a ~ era
"En La Rioja y Catamarca familias que
ban de sorpresa cuando se les decía que ent ~
i: zres": hlios nf'l país. La explnf:11ci6n de frutas. naranjll-
JP,o; o hi~ueras anenas ñ~ba p!'lra vivir. S<> r~>Tecía
df' "RnitRles v rle rrPditoc; t'!!lrJ~ hacer un rliaue.
montes de su estancia se hallaban ruinas d re loa Bi:t let M assé rechaz::~ la im!lutaci6n de em hria !1UeZ
les .de mampostería hidráulica, estribos dee akf&Q. one c;~í~ romo un f'"tirYma sobre el trabaiRdor crio-
tartlla y paredes de represa ; acá un olivo vct an.0 Jlo ñel intf'riClr: "No ha~¡ ner~tma que dest>ttP~ de
Y. de puros chupones falto de la poda por m:J! recnM'er lo~ baM'io~ obrt>ro~ de LO"tdres, rfP. Pnrú
nglo, allá ~n grupo de plantas degeneradcu J: 1f otrn~ cittdañes. no note que f'l obf'P.TO n•nPfttino
café car.a cohllo; en unas partes el mir vuelto al 8e emhrinoa mucho m.enos oue el obrf!ro eurnneo,
eatado B\lvestre; en otras, higueras retoñadas sob aun en ciertas 1nrnlidades que te-ndr~ que señala,.
troncos de edad, descO!'locida¿ y todo junto demo~~ m este lnforme" 48•
trand~ .que hab\4 habtdo alh un sistema de riego En :Ruenos Aires, el artesanado v nroletl''rllldo
!1 fertdtz_a40f'es de una agricultura que nada tenfo extr11niero, por e] contrArio. consumÍa productoS
!JUe envtdtar a las vegfl.s de Va1er.~ia y Granada· alcnhAHr.o!'l en f'SCP 1~ colosal. F.ste hecho nsrP.Cía
Implantada por los jesuitas, explotadas por los u~ justifiC'ar la campaña anti-alcohólica del Partido .
gundones de lat familia• más nobles de la ~­
nín.ula" •1. rv del ,..;¡01" GrandoU, oic-epnbernador de Satt.tn 1'e ""
S11n Ger6nimo. La mujer del colono, cultivador de 'md•
~ Aña~~ este a~tor: 11Cierto que adolece de defectol
de ciett ett.n dru, noa momó uncu batatu tfe primn 07'•
dett obtet~idn~ por ella en el t~eno; tP.nia uM tomn·
~leOdeOI r~~acfo1; ~O no el IU obra ni 'el ru- tera e~lindid" en un ,.,;cStt " cerctr del ranch.n h11bf4
och e · 0 .e ttene en cuenta que dunultt ttn hermo•o durll%ft0. Habldbftmo1 de Lu cottumb1'f'•
la ¡~le ha pedido ~angre j,ara 14 guerra por oQT(ct>ltr• del interior. De prontó me pregunta el •rior
flte para t/UerrrU =r;;e para QUertal eztranjeru, 14"" Grandolf:
darla; JI no lólo ~: :UJI,: fe que ha 6ido pródipo "' -;.Conoce wted . , má ocfo10 que el 1ertczno cor-
cuanto tenia. La tropillita dengre lino que le qutt4f'OII dobt!•1
cado &e era arrebatada la oaecu, la majada .JI el ,,.
-Cómo no, ,eñor; el colono aantafelino ti etpedal-
llevado para empuñar~ montonera JI él mumo et'4
a la. menor re.iatencia nza. ~ndo no era degoU440 mente t!lto1 de stAt CCliCl de uned. V ea ertat 11mtea
compran batata, tomate, JI duf'ClZftOI en el Ro1orio te:
: 'Od{cz tenerla1 Al díci ~~iaióTt del porvenir: _¡.actUO niendo cómo obtener JI con poco. ~ba;o algo me;~ JI
a Lu arme~~ tru dial áea te de ccuarae era 1'~ por """11 ,¡ 11Un uf prOduce la «erra v por cet~tenct't!a·
u Oncctivo en 11 San Ro eiJ)UÚ ae baticz m La Tabl4d4
de miUona 11 ewriquece cll colono; como ami de ric:G"'
llevado poi. el gobi~' m,~eroa o en Pavón; hof, NI Jos vicegobernadores escapaban a Ja leyenda anti~
ton~o''. reguour, mañana por el moti" c:rioJla que rerorrfa el Litoral ar¡entino de esa ~poca.
4T Nue.tro • to ,. Ibld., p. 7. Tomo I.
encora&raba u r c:areefa de toda diplomacia: "JI'
•• diez m uta puedo de la MrmoiG ti""
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/
Socialista· pero lu eatadísticu del doctor A ... _
-
Giménez, 'paladín de los abstemios de la c.;.-cet dad por ci_udad y .aldea .por aldea, Bialet Masaé
Pueblo probarán que a medida que la claae <iet recogió -~ mventanó un J.n.menso material de 1n
baJado;a se .. argentini~", dism~uye el porcen~' yestigacton. 4

de alcoholismo y el numero de mternados por tale


causa en establecimientos psiquiátricos. Este fe~ En Corrientes, por ejemplo, los salarios del al-
bañil eran de 80 centavos a un peso por día. Los
meno se ob~rva ~c~en_te a partir de 1~~ oficiales, de 1,50 a 1,65. L?s carpinteros, de 2 a
Escribe Latzma: L<u . mdustna, manualea to~ 2,50 y de 3 a 3,50; las ~~meras de 8 a 20 pesos
están aquí muy amphamente representada, p
diendo decirae otro tanto del comercio, q~ 14- por mes en casa de famüia; los confiteros de 40 a
80 mensuales. Los dependientes de negocio, de 20
ucesivo y que fl~ece sobre todo en BU.t to~ a 120 pesos mensuales, los herreros de 45 a 70 pe-
bolichercu. Su rab\4 puede uno ahogarla en 6.0Qo sos mensuales; los hojalateros de 20 a 35 pesos
almacenes, cafés y tabernas de todo género. La. 1 mensuales, los jornaleros de 80 centavos a 1 so
bebidas, cuando s()!J b1UNU, aon muy caraa 11 CU4n.. por día. Los maquinistas y quinchero. del muelle,
do aon malas, no .son baratcu. Todaa la.s bebida, 70 pesos mensuales. A su vez, los molineros de
europecu se falsifican aquí, ~ero sobre todo el yerba, 1 centavo por kilo. Los mozos de café ga-
1ñno. La falsijicaci6n de .aquellcu engendr~ ctqU( naban a principios de siglo de 25 a 30 peaoa; loa
unos producto• ~ue son verda~eros beb~a3ea in. panaderos, categoría de oficial, 70 mensuales;
fernale.s algo aa1 como aguarra.s aromatuaáo con como ayudante o peón 30 pesos mensuales. Los
una .sot~n de antis4rnico" ••. plateros, de 3 a 10 pesos por día; loa pintores, 8
pesos por dia.
"EL REGLAMENTO SOY YO" Después de inspeccionar el ferrocarril en Men-
doza, ~ialet Massé conversa con el administrador:
El régimen fiscal ~el impuesto era r~velador: "El .señor administrador es un mctnchesteriano
un paquete de cigarrillos del pobre valía 7 cen. puro; cree que el gobierno no tiene por qué me 4

tavos y pagaba 3, o sea el 42,8 o/o. Un paquete de terse en la cuestión trabajo de una empreaa co-
cigarrillos colliUillido por la clase media valia 15 mercial, aunque cree qu.e en ecuo de huelga debe
centavos y .pagaba 5, o sea el 33%. Un paquete }11't:~tur La ¡uerza puo.tca 11 'as consecuenc.u~ de or 4

de cigarrillos de lujo, a su vez, qu'e costaDa 33 den público que entran en la cuestión obrera no
centavos, ~g~~~ 7 centavos, o sea e.l 30,3 % de le llaman la atención; cree también que les huelgaa
su valor. · ente, el paquete de e1garrilloa dt aon un mero producto de agitadores interesado•
40 centavos pagaba 10 cen~voa, o sea el 26 % de en promoverlas 11 vivir del obrero; rin ellos 1aa
su valor. La carne pagaba en los mercadoa, mata• cosa, marcharían como sobre rielea ... Pregun-
deros, ete., un impuesto igual. En otras palabra. tcindole si había algún reglamento bcue para de 4

que el kilo de carne del pobre, la peor, hueso 1 terminar el monto de lcu indemnizaciones m los
desecho de tendones, ternillas, etc., tributaba. lo accidentes de trabajo, sobre todo en los caaos de
mismo que la pulpa limpia y elegida para el r1co. inhabilidad o pérdida de un miembro me conteató:
Por lo demás, la propiedad territorial urbana _pa· El reglamento IOJJ 110" 60• •
gaba en algunas provincias menos de la déc~ Al. comentar el proyecto de Código de Trabajo
parte de lo que le correspondía¡ el usurer~ Vl~ll del Ministro González, escribe Bialet Maué en el
exento de impueatos. Provincia por provinCla, Cl\1- propio informe elevado al Ministro:. "Esa ley no
•• Francllco LatziDI,. Lea Argentina c:outclet'Gdo ,. puede ser eficaz en toda ~ ejlC~c~ rm la l~JI
aodal v econ6mico, p. 130, Tomo l.
" " cupcctoa [úico, cgraria que dé la tien-ct gratv al •ndao JI al cno-
Ed. Compd.la SudamericaJia de Billetea de Banco. B\&t'
DO.S Aires, 1803, 11 Blalet J4a1M. ob. cit., p. 388, Tomo IU.

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llo, barata 11 cómoda al inmigrant .
modere 11 corri;a la distribución d~ nn .la ley mas concretas · ' obreTa" u •
· lacton.
no hay que hacer~e iltuionea" 111 loa \fnPUeat~
en pro d e la legt.S
El mismo Congreso se oponía a la Le~ d~ ~?n·
En su Informe, Bialet Massé plante •; versión sancionada en 1899, pues constJtma un
tro la necesidad de promulgar una le a~ al Minia. beneficio ilícito para la cl.ase capitalista": a.mb~s
para aboli~ el vale y la proveedJr· el trabajo resoluciones indicaban bien a las claras la mspl·
blecer una_J~rnada racional, lo mismo 18 Y est8_ ración de la Casa del Pueblo. Asimismo, "el Con·
c~ns<? do:r~umcal. El trabajo infantil eR}ue un des. greso declara oponerse a toda imposición patro~al
Cl~..s mter10res era una verdadera pla as pro...,¡11• a la clase que sufre. y por consiguiente el afet.te
ft\no a~gentino no puede ni debe trab:~:oclal. "!t obligatorio del bigote es denigrante" ~•.
Uos ~hm_as antea. de los quince años ~i len aq~e. Esta declaración era reclamada por los cocheros
en nmgun traba3o nocturno sin que d a mu3e, de las casas particulares y los mozos de algunos
ifJdividuo y la raza." Los jornales en Sae~tnere el hoteles a los cuales la patronal respectiva les exi·
Estero eran del orden de los 2 pesos e tago. del gía la supresión del vinl adorno. Del mismo modo,
-einco centavos, 3,25 y 2,50. En el sur d~'b Y~nti. dicho Congreso recomendaba a las sociedades
·11e les pa~aba en las estancias a los peones tr oba adheridas la mayor propaganda contra el alcohcr
-todo el año de 25 a ~O pesos mensuales, 1 . 2~bos de lismo "recomendándoles también quieran incluir
·mos de carne y un kilo de maíz por día. De gra. un artículo en sus estatutos por el cual se expuLse
. 'ón d e . B la
·do • a 1a opm.J ' 1et M asse,
• el mestizo
acuer- de a los obreros que no se corrijan del hábito del
quechua nac1do en las faldas de las sierras d alcohol" rH . Detrás de esta última resolución se
Cór~o?a, La Rioja, Catamarca y Tucumán hast: adivinaban las búenas costumbres del virtuoso
el hmtte d,el norte de la República, "envuelto en doctor J'usto.
la dura cascara del algarrobo es sin duda un Pel\' era la Federación Obrera Regional Argen-
obrero industrial de primer orden'". ' tin-, ~ll'igida por los-anarquistas, la que agrupa-
ba mayor número de trabaJadores. Si de la UGT
EL APOGEO DE LA F.O.R.A. influida por el oportunismo y la estrechez social-
A~ margen de este informe descriptivo y ex. demócrata se pasaba a· la FURA, hacía su apari-
plosiVo sobre el pueblo trabajador del interior ción el utopismo libertario. No obstante, aunque en
editado por el Gobierno del General Roca en 1904: ambas vrganiiaciones prolüeraban los sin<llcatos
la clase obrera -en el sector urbano "civilizado" de oficio con capas pnvilegiadas de trabajadores,
por el imperialismo- se defendía enérgicamente sin duda era en la ~ORA donde sé agrupaban los
de la oligarquía parásita, tanto como de la "in- obreros más explotados y combativos.
dus.tri.a protegida". Según fuese la central obrera, Al estallar la Revolución de 1905 los anarquis-
soc1~hs!a o anarquista, las reivindicaciones y los tas formulan una declaración: "La .Z.'OHA debe
movJmJentos abarcaban todo género de temas. abstenerse de intervenir hasta tanto no pueda
En 1903 se rea~izó un Congreso de la Unión Ge· Tealizar por su cuenta la revolución" ~. Sin em-
ner~l de Tra~aJadores (socialistas) que adoptó bargo, las delegacion~s de San ~..,ern~do, la Fe-
va;ta~ .resoluc1ones, algunas de ellas de índole deractón local de Jumn y Obreros Umdos de San-
pnnctptsta. En materia de legislación obrera el ta Fe piden que se haga constar su voto en
~ongreso ~ecomendaba a la clase trabajadora que contra, pues opman que la FORA debe aprovechar
mdependtentemente de la lucha gremial los obre· u Jacinto Oddone, Historia del. socialismo ~rgentino.
TOs le preocupen de la lucha política y conquisten p. 125, 'l'omo U, E.d. La Van¡uardia, Buenos Aires, 193-6.
~yea Jn:Otectoras ~el traba;o, dando IUI votos 4 u Ibfd., p. 127.
' partidoa que ttenen en au pTOgrama ptatllfor· tt Ibfd., p . 127.
11 lbfd., P. 468, Tomo D. 111 Santillán, L4 F.O.R.A., p. 121.

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"lcu rtvolucion•• poUticcu para ru1 fi


~•tcu .,_ el ordm econ6mico !1 •ociar" ':.t'
Prog,.._ ,,,íso, euando algún orador aludía a los soc~a­
Loa socialista• vivían ob~Pslon&dos p . ~stas. se desencadenaba una tonnenta. Un gnto
holismo. !:1 doctor Justo, a·l condenar elr eel •1~ •"-'do dominaba con fntennitenclas el vocerío:
del vfno -poco común en In rrlaterra deon!lut\'\o "·Viva
1
la anarqu{a! ¡Abajo el materialilmo hi.f.
importaba su cuaquP.rlsmo- suuerfa .-1· e donde t6r1co!"
la cerveza. Era una bebfrl~t má" sana. Por ':oleo de Fn la reuni6n se resotvf6 crear un fondo llama-
los &naranistas allmentRbRn ci .. contlnu ~ narte, do ''fondo del soldado" con el obieto de "facilitar
1e-11f6n: el antimilitarismo. El Con,re~oo r,. oh.: la (t~aa a los deltrtor~• y tambiln para socorre,.
FORA SP adhiere al CongrM~o antlmilitari tde la 4 todo aqutl que sra víctima dentT"o de s11 T"e qi-
ae rPRlfzaba en esos días en Eurona en los ~a oue mi~nto t>Or causa de la propaganda antimili taris-
tes términos: "ConsidPrando o'te el militar~ cruien. ta. Se llevará a cabo iqualmente la redacción de
er ~zote de la clase trabajadora y el def~;7:.0/1 do~ folletos en forma de novela. con po.~ tal e s lla-
capttal, 11 causa t>Or sunuesto de todo fraccu el mativas u t~rto aue combata el miltlarismo ~~ de-
~ huelqas. las sociPdades f'lresentes hacen m~:r a
muestre los soldados su papel de autómata s ~ el
f'a.r~ Que del 1eno de este Conareso surja una e " f'Ol que desempeñan contra la clase trabajadora" 111 •
mut6n que se ponga en comunicación 11 forme ,~
acuerdo con todas las Liacu antimilitaristas de1 LA EDAD HEROICA DEL ANARQUISMO
":lundo ~ara t>rovocar un desbande general de 1a, El exasperado carácter de las resoluciones era
filas del militarismo de todo el orbe en benefci típico del .h eroismo sin límites de los anarquistas
de la clase trabajadora. . . ~ al mismo tie,;. 0 en el naciente mo\'imiento obrero argent i.no. Se
~rocurar todo~ los medios posibles a aquellos s~ fundaba no sólo f'n la tradición de las ~randes lu-
ados que quteran desertar de las filas dPl miJf.. chAs rle clasP eurrmf'ac: de lao; ou e much os ele sus
tarismo 11 r~comendarlos a la1 LiQas antimilitan.. rnit-mhros procedían sino en la ·desinte~ación del
tas, federaetone, obreras de relistencia de todoa taller ari ~sanal arcaizante y su lenta e inexorable
los países Y aue esa comisión t>ara llevar a cabo 1ustitución por 11ls fábricas modernas introducidas
esa pro'1noan.da se lirva de •El manual del SoMa- por el desarrollo capitalista. El mismo Congreso
do. redactado t>or la Bolsa de Trabajo de París"" señalaba "que las huelgas son escuela de rebeldía
El ~pe~táculo del Congreso de la FORA er~ y recomienda que las parciales se hagan lo más
in~~scrJptlble: en el Teatro Verdi de la Boca se f'evotucionarias que sea posible paTa que siTvan tie
apmaba una multitud ardiente y colorida, com- educaci6n Tevolttcionaria" ••. En fin, el Congreso
~uesta de de~egado! obreros con la gorra calada reconocía "que los carT'os y el tráfico en geneTat
asta las oreJas, panuelos negros V corbatas vola- •on un elemento necesario para los futuTos movi-
doras, anarquistas "específicos" ai mar en de los mientos f'eivind;codores " por z, tanto recomienda
sindicatos, fntelect~ales pálidos trajeado: de ne o a la clase trabajadora que pTopague a los obTeTos
b bullan_~eras militantes españolas envueltas~~
atas¡oJeda!l. Todo~ gritaban al unísono, de manera
. que forman en dichos gremios tos princ1pios de
la asociación". ·
ensor ec. ora, vttores y ar~mentos or i al En todo el pAÍs ''"""f"CPn T\@r!ñdfcos socfs¡ li!<:ta,;
fmprecactones contra los "auforit rf " P t d gu~ y anaraulstA!II. Ffl Tsmdil ~ oublic~t ''" neriódico
nero de "mueras" u a os Y o o ,;or anttr.nt1h't" tittJ1~tdo ~r 'rrahnio: P.n .Tu.,ín ~n~rece
cruzaba el escen~rfo? ~n cahr.tel e~rfto con tiza El Ohrero, en San Nicolás, Aurmtr Social. FedPrico
- ,, h· , · narc tco é d f"'enriero e
v~.ao 'anarc ~ 'incamin.a z•·... ., ,
t..,~ona . Desde
1 e
Gutiért't!7.. Pmnl~ado df" la policía . en Pl Pier,.i<'io
de sus funciones conoce a mu~hos anarquist~s
.. lbfd.
l f Ibfd.
• lbl4.
• Ibld., p. tU.
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pruos y se convi.erte al in~lamable credo. ColllieQ. eladas de alambre a la Argentina . .En 1904,
za a escribir baJO .eudómmo en la prensa ton 00 toneladas. A partir de 1905, com1énzaae a
quiata después de la Ley de Residencia. En~ ~6·0 ·tar 110 solamente alambre liso sino alambre
de 1907 es, descub~e~ta su identi~ad ~ exonerado unpo:,as : la sordidez propietaria contra ganados 7
de la polic1a. Pubhco el semanano ;HteTTo!· entr de p bn:s se evidencia en este t1pu d~ atamb~ado.
1906 y 1907 escribió la revista quincenal Labor' ~~mlatifundio cierra caminos, aisla poblaciOnes
y en 1908 el semanario La Mentira, órgano de LeÍ ' enteras obliga a hacer inmensos rod.eos para lle·
Patria La Religión y el Estado 110 • El diario La ar al' fm de un via~e. Un .e~tanc1ero llamado
P.,ote;ta tuvo una larga vida. También se pubU. ~ribelarrea ''recibe mas ~aldtctOnes que sa~udos
caba el semanario Rumbos Nuevos y La Antorche¡ en el pueblo", dice un vecmo, pues no perm1te el
En Bahía Blanca se editaba el periódico indivt: paso por sus campos. "Su alambrado a1?arece a
dualista L'Agittattore y el semanario Ho;a del menudo hecho pedazos porque los transeuntes, e!'
Pueblo en 1908. En Paraná se difundía el peri(). circunstancias desesperadas, pasan porque neceSt-
dico Ráfaga. En esos años comienzan a escribir 1 tan pasar" 81 • .
en la prensa anarquista Rodolfo González Pache-
co y Teodoro Antillí. La estrella ~itcr; · ,,a del mo-
vimiento era el poeta Alberto Gh1raldo.
¡ La Sociedad Rural Argentina, ante las protes-
tas defiende el alambre de púas, pues "es el
medio más seguro y económico de mantener loa
!.os payadores anarquistas eran frecuentes y de 1~ cercos en buen estado, pues acostumbra ~ l.os ga·
la más variada inspiración. Martín Castro publi- 1 nados a respetarlos quitándoseles el habtto. de
caba su libro de payadas La Guitarra Roja. Con de restregarse contra ellos" 82 •
la desintegración del mundo de las ol'Hlas, los vie- En Las Víboras drama de Rodolfo González Pa-
jos carreros criol1os que sabían Martín Fierro de checo un paisan~ cantor de "espíritu libertario",.
memoria o los hombres de a caballo que huían de Irene~, rehusa quedarse en la estancia do~de tr~­
la jornalización de la estancia moderna, derivaban baja, pues el patrón ya a alambrar ~ra unpedll'
hacia el radicalismo o se hacían anarquistas. En que cualquiera atraviese su campo. ¡Alambra01
ese instante, en la payada anarquista, se combinan 11 ml! ... ;y que no cante!, ¡'ta lindo eso!, ¡Ah, pno
los segregados de la vieja sociedad criolla a punto gracias a Dios mi tropilla de alazanes puede po-
de desaparecer y los marginados de la nueva so- nerme cien leguas pampa adentro en una noche/,
ciedad capitalista que les exige su cuota de plus- ¡me vt•y del pago!, ¡con mi guitarra y mis ver-
valía y la prisión del salario. El Demos no rugía sos! . .. " ~~~. Y al concluir el drama anarquista el
aún. El individualismo altivo y lírico del matrero paisano canta:
solloza de coraje en las cajas de las guitarras li· "Alazanes, prendas mías
bertarias. La intensa melancolía por un pasado que no les dentren calambres,
irrevocable se combina en las coplas anarquistas ni se encrespen sus pelambres,
con la borrosa visión de un hermoso futuro. El frente al pago que se ensancha,
campo ya los expulsaba y la ciudad aún no los que yo voy abriendo cancha:
admitía. meta fierro a loa alambr~a."
El alambrado ganaba posiciones vertiginosamen·
te año tras año. La pampa sin limites se dividía. 11 tt Noel H. Sbarra, Hiatoria del alambrado m la At'•
Las nuevas condiciones técnicas para la exporta· 1 11entina, p. 95, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1964.
u Ibíd., p. 97. La &'lfaricia c:ie~a y el atraso ct¡rrit de
ción exigían una delimitación física de la tierra
y no solamente el testimonio jurídico en el Re- los estam·ieros determma que aun en nuestros dlas
ra 11aduras 11 lastimaduras de los cueros en los alamlwe•
*
gistro de la Propiedad. En 1876 llegaban 5.000 de púas 11caliona P!r~tdas d~l orden de los J .000 m•Uo·
ftel de pt••os JIOr ano , ob. c1t., p . 97.
. eo Santillán, El movimiento e&ft4t'Q1&iato en la At'Qt1'" • lbíd., p. 108.
ttno, p. 115.
18 89

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Do!\ EvanRelio, viejo gaucho domado qu zeadoras no pare de contar!" En la factoría pam.
queda, comenta : ' e • peana .sobraban. los duros soldados del Desierto J
'\-Sí. muchacho, si, ¡los alambres son taa ,.e, los pa1sanos ar1scos.
de ta pompa!" " JCia
En el rápido crepúsculo que cae sobre la parn tNMIGRACION Y CULTURA NACIONAL
desde el matrero rebelde hasta el anarquista Pa,
yndor de principios de siglo, un relato de Edu~ La inmigración, por su parte, entraba lenta J
do Wernicke resume el drama de dos edades J..• firmemente al país. El Comendador Cittadini co-
1nr de la Provincia de Buenos Aires, un f~ro 1 mentaba en 1906 la importancia de la inmigración
alumbrador vasco mata a un criollo que se rehu~ italiana en la Argentina. Los italianos de naci-
aaba a pasar por la tranquera a legua y media· miento ya llegaban a un millón, y los italianos de
quería cruzar el campo alambrado argumentando origen eran oor lo menos otro tanto. "La agricul.
lo ~:iguiente: "Yo soy criollo de estos campos ti tura está toda en manos de nuestros conciudada-
no hay derecho a cerrar el camino que conozco nos -decía-, la capital, Buenos A ires, en uft
tlestle los tiempos de Catriel. Abran el ce~co q1,_ millón de habitantes, tiene trescientos mil italiG-
quiero patar con mi tropill4" " - nos. Allí tenemos tres bancos, uno de ellos podero-
risimo, con numerosas y florecientes sucursales eft
l.a pamoa se alambraba. los naisanos rebeldes las provincias. Ocupamos uno de tos primerot
"mRtrereaban" con los nuevos himnos roios o se puestos en la grande industria y en ta pequma
sumerl'i:m fm las natriadas de bs revoluciones aomos superiores a todas las demás colectividade•
extranjeras juntas . . . En estos siete lustros pasa-
rndicales. F.n BuPnos Aires, la fusión del viejo dos la Argentina ha hecho progresos admirable•.
orden con las nacionalidades extrañas. de la que Yo, que he seguido año por año et desarrollo cOta-
brotaban los 11arePntinos nuevos". era dolorosa. Si tinuo aunque retardado por los dramas sangriefto-
los peones se hací~n carreros, o los artE-sanos de tos de la política y ta acción torposa de tos mclot
provincia cambalacbeaban en oficios nuevo!! dP. la gobiernos puedo afirmar con patriótico sentimieft.o'
urbe, por elll\ va~aban antillUos soldados del De- to de orgullo que ta obra de los italianos entna
sierto, inválidos enveiecidos v harapi('ntf'ls ente YA como factor primo e inapreciable en ta presenu
no sostenían Jos ideales nacionales ;~tri bui dos por envidiable fortuna de aquel privileaiado naú . ..
Juan AllUstín García al criollliie: ¿"fe en la ~ran­ Allí están, por to menos en Buenos Aires, Ro~ario,
deza futura del país"?, i''tmndonor criollo"? , ¿"cul- La Plata, Santa Fe , Paraná, Tucumán, Bahw
to nacional c:let cOT'aje"1 Quizás conservaban uno Blanca, y otras ciudades, asociaciones florecieft.o
solo de los principios observados onr el !"Ociólnl!o: tes con magníficos edificios propios que 10n palG-
el "desprecio a ta. letl'. Todavía sobrevivirá all'\in cioa. Muchas de ellas tienen en los estatutos la
oficial del v~ejo Ejército, mirarlo con curiosid=-d obligación de sostener escuela~ italianas y las ha•
por los oficiales nuevecitos del Cole~tio militar. En aoatenido hasta ahora con recursos propios, ani.
un banQuete un militar observa a un co}ejla aue modos pOT' un alto sentimiento de Mcionalidad" "·
otros llaman "coronel", pero aue posee un aire El Comendador reflejaba el espfrltu de "colec-
poeo castrense, tal cual se entendía esl:o por esos tividad" conceptuada como "colonia"; su arrogan-
dfas. Lo interroga: cia era justificada. El poder econó~ico de la ~
-Pero, de oué arma ea usted~ Y el otro: · • Cabo de Cuarto, Burbu;cu marciancu, p. 8. Jl!d. 1:1-
tablecimien~ de Tipos-Gr6tlcoc, Buenoa Airea, 182'7.
-¿Anna? ¿Yo? ¡De J4 que raye! ¡Hasta las bo; eT Comendador Cittadini, Entrcvidcl, p . 13.:. .~
de Derecho, Historia~L~Letru, diri~da por uunialM
•• Jb(d., p. lOT.
• lb(d.
s. Zebanct.. Tomo XXIV, Afio IX, lluuo. AiHI, 1101.
90
••

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lectividad italiana en aquella época es un
sug.e stivo acerca del nive~ de vi~ y la sit in~ . migratoria que podría llegar a absorber nuestros
soc1al de las grandes cornentes mmigrator· llaclón ~ementos étnicos. Están !tLfriend? u n a alteración
desmiente la "literatura épica" de ciertos~~ qu.e rofunda todos l,os . elementos na~onales; le_n~cu,
zadores. El Comendador Cittadini concluí~ ~~­ fnstituciones, practtccu, gustos e tdeas tradtctona-
mando que el gobierno italiano debía a ~­ zes" eo. No se trat;:~ b~ so)ame.nte de las .escuelas
actividad de los italianos en la Argentin~~~~ la italianas. Ricardo RoJas alud1a a los peligros ~e
gobierno le interesa aquella nueva Italia libre" al una Babilonia cultural que, unida a la prese!'c1a
ha nacido y se hace grande por su propia vijue del capital extranjero, podía disolver la capacidad
allende el océano". '•Ud de resistencia argenti.n a. Señalaba a las " escu elcu
El choque entre las dos culturas, en cierto se dependientes de congregaciones internacionales ,Y
cu110 personal docente suele ser en su m ayorta
tido entre dos países, el criollo y el europeo qn.
· · t a ba en e 1 an t 1guo
se mJer · • ue
tronco nativo deb' formado por extranjeros, como ocurre en El Sal-
tener incalculables consecuencias culturale~ e h! vador, el San José, el Lasalle, el Lacordaire. el
Sacre Coeur, etc. ; escuelas dependientes de colo-
tóricas. Amadeo Jacques, el notable profesor euro.
peo y ~aestro de argentinos, ya había advertido: nias extranjeras con maestros también en su ma-
No mutemos a Europa en sus desaciertos mismos, 1toría extranjeros y algunas de ellas subvenciona-
y aun cuando acierta. Cuidemos de que laa das por parlamentos o monarcas de Eu ropa, como
c~rcunstancia.s en medio de las cuales nosotros vi- las alPmanC's e itn.liarrns: esr11Pla.<1 S"Ctl"frin. '1 como
t7nnos son dtferentes y requieren distintas medio las protestantes del Señor Morris , extranjero, o
das" 118• Jacques aconsejaba para nuestro país la las de la propagación de la fe católica. fundadas
p~ofundización de la historia y la geografía na.
para promover ~uerra a las otras con fana tismos
c10nale~, .lo mis~o ~ue la . historia y la geografía
exóticos en la vida cívica del país" v añ::1día que
de Amenca Latma. :Sostema que la enseñanza "de también deh:<> n ser inr-luidas en este género las
"escuelas judías dependientes de sinagogas o sin-
la historia de España debe ser aquí el centro v dicatos europeos. como las denunciadas en Buenos
como el eje de la historia moderna". ·A ires y Entre Ríos" To.
Esta observación de Jacques era de extrema
agudeza. ¡Un fra~cés debía enseñar nacionalismo JUAN B. JUSTO Y LAS "RAZAS INFERIORES"
a la clerecía. intelectual vernácula! Pues, en efec-
t?, es a trayes de .b;spaña que .t.uropa emró a Amé- Pero ese cosmooolitismo culturrl que cortaba en
rlca y es solo a través de la historia española que redondo la tr;:~dición histórica de Arf'! entina como
pode~os ~ntender ~a historia de Europa, en lo se verá más luego en los textos de histori~ esco-
que esta tlene .de m~ conflictivo y próximo a no- lar, y en la creación de una superestructura es-
sotros. Pues s1 Espana era imperial, también es ' piritu;:~l subordinada al imperialismo, tema que
c1erto que era un J.mperio atrasado que hasta nues- examinarPmos más adelante, Hénaba de r egociio
tr~s . dias no ha logrado realizar las tareas demo- a los socialistas. Veían en el puerto babélico ia
·cratl~as mas elementales. I!:ste atraso histórico de 1 garantía de unn civili.zación nueva, capaz de aho-
Espana era_, en cierto sentido, análogo a nuestro gar a la barbarie nativa.
atraso ,eem1colonial. "El progreso económico nos ha incorporado de
;En 1891 el Ministro de Justicia e Instrucción ' lleno al mer:ado unive~sa~, escribí:t Justo, del que
Publica decia: "Tan violenta ha ~ido la avenidO tomos una stmple provtncta. Esa división interna-
cional del trabajo exige que hagamos inteligente-
11 Ricardo Roja1 La
Ed. MlnJ.aterio de ._'!t"tGurao.o.6n
...J • • "
nacaonaluta, p..31., " Ibld., p . 322.
tuoe. ...~ rucclón Pública, Bueno• Atret.
" Ibld ., p . 337.

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~nente nueltra prOJM4 QeTencia, •i queremo1 e~ cí6n de la date trabajadora. Digo mvuurable para
terVar nue~tra auton.om(G. . . En la minn.Q colontc excluir de la cuenta las glorias de la Patria, la.
ckl Cabo, paú de negro• CU1/G poblactón bla 1 atilfaccionea del honor nacional, el orgullo de
eltcl dividida pM cueatión de raza, la politicanq '" gobernados por héroe•, la esperanza de ""
t&n modelo al lado de la nueltra: en laa eleccian!' porvenir mejor, otros ítems que &uelen pesar dt·
de marzo del corriente año triunfó allí el pclrttd! ma&iado en la apreciación de la marcha de los ue-
QOCios público&, porque tienen el inconveniente de
pt'OQTeJilta, CU1/0 programa ea la libre introduc
ei6n de lo1 productoa alimenticioa, la educa~ no &er mensurable&. No hay que contar &ino lo1
obliQatoria, el tmpuelto aobre el alcohol, la re1 tric. cambios que regi&tra la estadiltica y pueden ur
etcSn de la venta de licMeJ a loa nativoa, el dqcz.. repruentados en diagramas" a. Agregaba que es-
fTOllo ferrocarrilero 11 un voto anual u otro parca tos cambios son el aumento de los· con~umos, el
lea defema maritima del Imperio británico" n. ¡De.. al:z;a de los salarios reales ,la disminución de la
i»Wnoa ser Colonia del Cabo! ¡Colonia del Cabo criminalidad, el desarrollo societario con fines de
era antialcoh61ica! ¡Los blancos civilizados tenian 10corros mutuos, de cooperación, etc.
negros ab.temios a su serVicio! Y si por lo demáa Naturalmente que en la Argentina de la prime-
aa colonia envidiable, ''verdadero modelo" poU.. ra década del siglo, la escolandad, la cooperac1ón,
Uco en comparación con los desórdenes argentinoa, el consumo, el regimen de salarios, formaban pute
votaba una IUIIUl para la defensa marítima del de! sector socialmente más desarrollado de la Ar-
Imperio británico, como decía Justo, con un :pu- ¡entina, vale decir de aquellos grupos humano•
lado de dinero se eximia de tener un ejére1to, vmculados primordialmente a las dos o tres cau-
fuente de toda corrupción y de todo parasitismo. dades más importantes del país. Era la plataforma
aem1colon~a1, ··claslsta" y cavih:z;ada que dirimía
Véue en ese juicio al Doctor Justo retratado de
sus propios problemas al margen de !a situac1ón
b pies a la cabeza. Ue la mayona del pueblo argentino. Justo señala-
Si la Colo~ del Cabo despertaba su admira- ba severamente: "A la reaLu:ación de todo eato
ción (no por 1er un país de negros, sino porque no concurre el pareí8ito que maLgasta el producto
eran negros gobernados por blancos) la política del trabAjo ajeno, ni el cLumpenproLetariah, pro-
argentina le repugnaba. Su "teorla científic~ de letanAdo de andrajoa, que comtituye actualmet&te
la m.toria" era tan poco científica como marx1sta; eL grueao de la masa eLectoral arQentina" n. El
en cuanto a este último aspecto, debemos admitir ~ocablo aleman " LumpenproLetariat'' constituía el
que JUJto no fue tampoco un demagogo del mar· un1eo descubruniento de Justo en el frondoso bos-
xismo. Lo rechazaba 1ia8 y llanamente. Pero de que de Marx. Sin embargo, era un vocablo desct
modo curioso, aus ideu de cómo evaluar el pro- l.Ltacador, esenClal para au polltica y la de sus d~
celO hilt6rico eerían precursoras de la m~erna cenu1entea ideoló¡ico. de izquierda y derecba•
..IOCiologia" tallada en el modelo norteamencano Volvería a aer empleado en .1916 con el u ·1uufo
7 propagada por estadígrafos abstractos del géne- de Yrigoyen. En 1Y45 aua epigonos rumiarían au
ro de Gino Germani o por "marxistas" cipayos de paráliais con la misma palabra.
categoría inferior, que impotentes para compre~ Su mu ¡>róximo discípulo, el .cido doctor Ni·
der la realidad argentina viven de rodillas ante ... colás Repetto, establecía un nexo lógico entre loa
divinidad pitagórica. He a~uf cómo JUJto . e~li­ bárbaros obreros argentinos que acompañaban a
caba su concepción: "Yo d"ía que el ~"'~ Yri¡oyeo y _la . indüeren~a que los cultivadoa
del progruo hiltcSric:o., n 1u CC~Tcicter compz.,o,!: artesanos íoc:ialiatu uperunentaban hacia la po-
prograo eeon6mico 11 poU«co, material e i"'e--
tul, ea el me;oramiento metUUMbla de 1G ~ r. Ibid., p. 172.
n Ibici., p. n:.
"!~B. Justo, r.. ~del aoe'calilmO. P.'"'
.
...
- - Vaacuarctia, Butno~ Ahw, 1M'7. .

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lftica nacional: "Loa aocialistaa e:rtré:mjeroa no
naturalizado!, moatraban, en general, Poco inte • arse a las maquinaciones de Roca, que domi-·
por la! cueationea electora.les. arge~tinas; les in~:~ trebg las provincias y parte del Congreso, lo ale-
na a rápidamente de1 genera1.
·aron .
reaaba mtb comentar la! tnctdenctas !J resultad01 3
de 1aa grandes luchas comiciales quP. sP. de~arr Desde la federalización de 1~ .ciudad de, Buen~s
Uaban 'en el reS'Déctivo paú" '•. ¡EvidPntÍsim~~ Aires en 1880, el sistema pobbco del pats habta
Como era nrevisible, los res~ltados d! laR elec: funcionado alrededor ~e dos ejes únic,os: -e~ Par-
clones de 1904 no correspondieron a la intensa tido Autonomista Nacional, que _ret:tma_ baJ<? sus
propagandl\ realizada por el Partido. Sobre un to- banderas las fuerzas de las p_ro~mc1as mtenore~,
tal de 19.967 votoS"' emitid~s en ~s 9 circunscrin- 1
y el autonomismo de la Provmc1a de Buenos At· 1
clone~ con,vnr.ttdns. e1 PartH~o Snc,aU~ta ~ólo hn1Jía res cuyo jefe era Pellegrini. La jefatura del mo-
obtenido 1.254 votos". escribe Renetto. La irrita. vi~iento la ejerció durante un cuarto de siglo el
ei6n de nuestros nurttanos no nudo s~r disimula. General Roca. Su. adversario natural e histórico
da. Ya antes que Justo v que Repetto, Mtmtesouieu era el mitrismo, llamado algunas veces Unión Cí-
hahfl\ sefi~>ll'ldo la rHfir.ultR~ ~,. estahlPr<>,. inc:ti. vica y otras Partido Republicano. Su fuerza tra-
tuciones libres en climas cálidos v muPlles aue dicional estaba en la Capital Federal, parte de,
hacen pere?.osos v viles a los puPblos. T,a Van- Buenos Aires y Corrientes. Pero este sistema bi-
guardia reflei6 esta decepción: "El resH1tado no polar de fuerzas había saltado en pedazos. Cuando
puede ser má.! meznuino ~ a él contrin1l1¡eron dos Figueroa Alcorta sube a la Presidencia la crisis
factores: Primero, la ·de'Pravación políticn de 7os de los viejos partidos es irremediable. El autono-
obreros arqentinoJJ '11 su incon~ciencia e~nantosa mismo nacional o roquismo perduraba en un cier-
acerca del valor del voto: seaundo, la inconsciente to número de Provincias; pero sus lazos interiores
re.,uqnancia de lo" traba;adorPs e:rtrani,.ros pa.ra se habían debilitado. El Partido autonomista o
odauirir la ciudadanía. A aquéllos Ps fácil r.omnro- t pellegrinista contaba con cierta influencia en la
meterles el voto pagándoles o envidándolos""'· l Capital Federal y en la Provincia de Buenos Aires,
lo mismo que el Republicano o mitrista, muy por-
'
teño y bonaerense y cuya jefatura había · recaído
FIGUEROA ALCORTA: EL FIN DEL ROQUISMO a la muerte de Don Bartolo en su hijo mayor el
Ing. Emilio Mitre.
La posteridad no podrá desconocer las sutiles Sin embargo, el verdadero poder en la provin-
dotes POlíticas de José FiJ!Ueroa Alcorta, suresor cia de Buenos Aires estaba en las manos de Mar-
de Quintana. Es suficiente señ~lAr aue en· su larl!a celino Ugarte, "el petiso orejudo", caudillo con-
carrera política, iniciada Pn Córooba como parti- servador culto, cínico e inescrupuloso que reunía
dario de los hermanos Juárez CPlman, ocun6 como en su puño a fragmentos dispersos del antiguo
titular los tres noderes del Estado: fue Presidente autonomismo e intentaba extender su influencia
de la Nación, Presidente de la Cámara de Dinu· fuera de Buenos Aires. El Partido Socialista con-
t~~os Y Presidente de la Sunrema Corte de Jus- taba con un solo dioutado, el doctor Alfredo Pa-
ticia. H'lhfa l'lido también Mini!:tro oP GnbiPrno la~ios (elegido en 1904 por los garibaldinos y mi-
del caudillo Marcos Juárez v gobPrnAdor dP Cór- trlstas de la Boca) y no gravitaba ni política ni
ideológicamente en el país. El Senado estaba con-
doba por el Partido Autonomista Nacional. Arras- trolado por el ~?quisn;to. y la Cámara de Dipu-
traba, Dor su origen, como queda dicho esos ribe· tados de la Nac10n tema sus fuerzas más o m enos
~~~~erales Y J?ro.vincianos que má; detestaba balanceadas entre los distintos grupos tradiciona-
ana Y loS' m1tr1stas; pero su resistencia a en· les. Al margen de estos agrupamientos, constituían
" Rf'o~tto oh 't en la Capital "centros de opinión" los amigos de
ti lbfd., p: 90.' Cl ., p. 86. don Bernardo de Irigoyen o los amigos del sena-
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,\,w lk ''"'' \ lUh"'lUl \'1\ 1 t'~lt\mtJ plnt ru ·o de lcm tu l ' v o t bllt nd tt ol prln ·lpl a
t¡ '~'''·tlt """' huuttl'- • 'rl&<!n Jn\' llll d n Y la f( ~IIMPil 1 . llr 1 1 y !' 11 ·¡(l ~t•JI f{rJJ'l 1 1.111 .
~\•\,, t fil l\11 •'\ltUUt lhlt' tl ll h~ 111\ICJUCI aÜci~Ut p¡•\•Yrll
- 1' 11 1 111
{ r•• t ¡11 ufJr it'nlt·. .Al plit rls l S
.-n m&>~n•t df' las flnal\UI, hAlJih sln1u lnlrt&nn~ j "
l l.' to t
•rllt\ t ii HI II L' "
L'i,ru ·roo 1 r " d toucinml n o con
f
J \a , ·ta· ¡,l\)htka y ¡alante ¡n'()t dm· d ·1 1..:lo • ' novn l'l l\ 8 s· r ¡ d . oc eso
•~"" • orqu bul.lcabnn unu IIU <' VO v o. L
'Pll e\ }lon• y 1 rl ·spu s d In rnuerto d Qulntono. os
La ,iefinitiva putreCacdt\n del aparato poUuco al poder . 1 . ' Id su j ·f r n
t'II C¡trilliSI3S. U SU Vl' Z, le OJ (l J " 1 Olld ida-
de\ r ~msmo no significaba tn modo alguno que P ai\o ponían t.odns sus fu erzas t n n e
1 er f nnal de lu C~aras o de los gobiern01 ese . de 'Roque Sáenz Peña, m inístr o arE? ntmo en
de }U'O' 'indas hubiese escapado de las manoa del ~:~a Figueroa declaraba en su m cnsa)C ~l Cor~-
Conqui tador del Desierto. Roca 1 por ejemplo arno reso . su decisión de hacer rea lida~ "e~ unpert~
abs luto dt: la Provincia de ~ordoba, "man~jabQ ~e la verdad institucional", lo que lmp~tcaba hf
ro n discrcc&onalmente "' .p artido en esta provin. blar de comicios libres. Diversos . ~oníhctos po 1-
cu1 que la Junta de Gobterno local del PA:i no ticos en algunas provincias perm~tteron exte nder
hacia otTa cosa que homologar nu decisiones, ta". el poder del Presidente sobw Cornent~s, .s an J~a!"l
to qu~ sus adversarios no vacilaron en llamarla y Santa Fe. Al mismo t iempo, los mttnstas t et~­
•Junta d.el Amk•" "· raron su colaboración a Figueroa Alcort~ d~bl­
Pero el antiguo y macizo edificio estaba carco- litando parcialmente su. estabili~ad. El ale.Jamten-
mido por una sutil erosión. Los gobernadores aa. to de los mitristas y la mfluenct.a . del roqutsmo en
lientes pasaban, según una inveterada tradición, al el Congreso precipitaron una cns1s.
Senado Nacional, .y al concluir el período guber-
namental su reemplaunte, volvían a · la goberna- SE CLAUSURA EL CONGRESO NACIONAL
ción de ia provincia, para retornar a su banca
senatorial una y otra vez y así indefinidamente. Las bancadas opositoras decidieron reducir la
Tal era el sistema que se practicaba desde hacía independencia del Presidente n egándole la sanción
varios decenios en la Provincia de Buenos Aires, de las leyes de recursos y gastos para el año 1908.
en Entre Ríos, en Santíago del Estero, en San LuiJ, Desde el punto de vista legal, aproximándose el
en Córdoba, en Corrientes, en Mendoza, en Ju· 1 fin del" año 1907, el Presidente no estaría en con-
juy. En esta última provincia, Domingo T. Pérez, diciones de gastar un peso para atender las obli-
de influencia decisiva en ella, había sido ·senador gaciones del gobierno. El Senado había resuelto
por Jujuy casi treinta años; falleció antes de ter· :
minar su período. En tales condiciones nadie igno- no reunirse. La presión sobre Figueroa Alcorta se
raba que el nuevo Presidente deseaba desmontar acentuaba cada día. Marcelino Ugarte, que aca-
de. 1:1na vez la maquinaria electoral de Roca. El 1 riciaba la ambición de conquistar la próxima pre-
mm1stro de Relaciones Exteriores de Figueroa, el sidencia, ante la resistencia de Figueroa Alcorta
doctor Estanislao Zeballos escribía en una carta de ungirlo candidato oficial, pasó a la opo&ición,
priv.ada a Sáenz Peña: "Roca ha perdido su tor· junto con los mitristas y los roquistas. Entonces
mah~ad. Se cree ctu•ño de la República Ar· el Presidente asestó un golpe definitivo al viejo
gentma" "· aparato. Clausuró las ~esiones del Congreso y puso
en vigor el presupuesto del año anterior. La me-
co~~aCarloa R. Melo, Prtlidmc:i4 dt Joaé figueroa Al•
nea '/c~J~!ti1To,To II, Hiatoria AraenUna Contemporí·
1 dida de Figueroa Alcorta parecio un verdadero
golpe de Estado; el cuerpo de bomberos. ocupó,
lll64. A~ac:1Onal c1e la Hlatoria, Bueno• AirCII.
junto con la polich de la Capital, el edificio del
11
Cárcano, ob. cit., p. IU. Congreso y prohir .J el ingreso a los diputados y
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senadores. El diario El Nacional de la tard
tula ese día: "GOLPE DE ESTADO""· e, ti. una opresión de treinta años era necesario un Ca-
seros. Lo hemos tenido sin sangre" Bt.
Un grupo de curiosos se ha agolpado ante Iniciada esta política, Figueroa Alcorta la siguió
puertas del Congreso. uEn eso llega la volumin las hasta el fin. Para dominar a los gobernadores ro-
figura del diputado don Pedro Cernadas. Desciosa
de de una victoria descubierta, la que queda b. quistas envió siete .intervenciones federales. Ramón
Cárcano le escribía a Sáenz Peña: "Córdoba es
lanceándose al abandonarla el pesado caudillo ;- todavía roquista". Ante la amenaza de una inter-
Balvaner!l· El . co~llo de la acera opuesta inic~ vención federal, el roquismo de Córdoba se lanza
tma rechtfla dtverttda. A la burla oficial se asocia a una campaña de proclamas y ataques a Figue-
la pifia del pueblo. Al aproximarse Don Pedro a roa Alcorta, alguna de cuyas expresiones eran las
la puerta de hierro, cerrada, un bombero a través siguientes: "¡Abajo el vice en ejercicio! ¡Abajo
de los barrotes de la reja griega, lo informa con el Cromwell de cartón! ¡Viva el cazador de vír-
voz grave: l genes! ¡Viva el asaltante de imprentas! ¡Viva el
-No se puede dentrar, señor diputado. Está ~ héroe del 4 de febrero! ¡Abajo el asesino de los
"clasurado" el Congreso por orden superior. obreros! ¡La muerte de las instituciones! ¡Es un
La noticia produce en Don Pedro "viva sorpre- baldón para el cordobés concurrir a recibir al in-
sa". pero com.o amipo del gobierno no dice nada· vasor federal!" s2.
sólo atina a darse tmelta para enfrentar a quiene~ f La intervención fue decretada. Córdoba cayó en
se entretienen gritando "golpeá que te van a manos de Figueroa Alcorta. Destruía así el poder
abrir" ... político del roquismo en su último reducto. P~recía
-Canallas. . . -.s lo único que se le O'Ue decir una venganza juarista, pues en efecto los juaristas,
m.ientras se tambalea otra vez el coche al apoyar más reputados -Sáenz Peña y Cárcano- parecían
Don Pedro sus ciento diez kilos de peso. ser los beneficiados de la extirpación política del
roquismo. Pero no era así. En realidad todos
-Vamos a la Casa Rosada, che. iban a dejar la escena a un desconocido, Hipólito
Iba a informarse personalmente. Yrigoyen.
Que se clausurara un Comicio no le hubiertt
asombrado, cuando él había clausurado tanto.~ de 1 LA CANDIDATURA DE SAENZ PE:NA
puro ouano. Pero el Congreso cerrado por la fuer-
za pública. no lo habí" visto nunca en su larga 11 En tales circunstancias, la candidatura de Roque
agitada vida política" Tt. Sáenz Peña a la presidencia se abrió paso irresis-
Los corrillos de transeúntes comentan favorable- tiblemente en los · medios adictos al Presidente
mente la clausura; de ellos parte bromas crueles Figueroa Alcorta. Ambos habian pertenecido al
hacia los "representantes del pueblo" que protes- Partido Autonomista Nacional; ambos eran antir~o­
tan por la medida. "Al pretender entrar al COf'l.- quistas; juntos habían militado con los amigos de
greso, el pueblo silbó a los diputados y a Emilio Pellegrini y de Juárez Celman; tanto uno como el
Mitre" 80• otro tenían antecedentes federales, uno por la vía
Rooue Sáenz Peña felicita desde La Hava al Pre- del alsinismo, otro por la vía del juarismo. Y sus
amigos comunes habían sufrido la discriminación
sidente Figue~oa Alcorta: "Eso era indiSpensable de Roca. Este último, a su vez, estaba dispuesto
y a~n lo hubtera preferido más radical como gé- a cualquier cosa_ antes ~e perm_itir el triunfo de
nem de una nueva existencia . . . para desarraigar Roque S~enz Pena, a qUlen hab1a soplado la can-
fl Columba, oh. cit. p 22
u Ibid., p. 24. . • . . 11 Ibid., p: 146.
*' C~rcano, ob. cit., p. 146. ., Ibíd., p. 147.
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d ldatura prcsid ncial n 1892, r m plazt. ndoJ
marchaba a la cabeza, en medio de ~u estado .m a-
político serio y una justificada aversión pers 1 l(lro
su nnrinno podre. Vela en Sócnz Peño un p~ .Por
yor a cuya cabeza iba el señor Beazl,ey, anttguo
De este modo, Roca, Marcelino Uga rte y E~~~l. prefecto de policía, cuya expresión. era de ho.m -
Mitre hicieron un frente común contra S áenz p 1~ 10 bre de pasiones frías, de suave obstma~o; sepuwn
Pero todo era inútil ya. ena. burgueses elegantes, con la solapa cubterta de la-
Los bast iones provincial~s del r oquismo ,. zos y que se secaban la frente , pues hacía un calor
cuartel qeneral bonaerense tic Uga rte habían ~ 1·e\ 1 tórrido. . . Cada sección representaba su band ~ de
derribados oor las intervenciones federales y ¡ 0 música y qué música! Com.o las secciones tb,an
" vue1cns" d~ 1os ,. · rt0 !1 unas muy cerca de otras, resultaba aqu ello . un
.-0 h erna d nre~. F H
' !ueroa Ak
0 estruendo espantoso de turbamultas. consecuttvas
tenía e!' s~s m1mos el di.soositivo electoral de tod! y desencadenadas. Jefea de grito exclaman a cada
1~ RenubJ:ca: P.a~a ~.ubrJr las ~pariencias que exf. paso: c¡Viva la candidatura Udaondo!• sonrtendo
~1an los prmc1p10s , se constJtuyerori en todo el vagamente, y la aección responde sin entusiasmo:
paí_:¡ comi~és, por l.a c·and idat ura de Roque Sáen., •¡Viva!• . .. ¿Qué les importaba a aquellos des-
Pena, res1dente en ese momento en Europa El cargadores genoveses, a los lecheros vascos, a tos
radicali~mo de Yrigoyen estaba en la abstención· dl.'smontadorea piamonteses, a los herreros cata-
Sáenz Peña carecía de adversarios en un comici~ lanes y hasta a tos leñadores del Chaco, los nom-
canónico.
bres que les indicat>an que vitoreasen? . .. Las
Bajo el patrocinio del diario La Nación y de la!~ personas que veían pasar el cortejo por las cal_les
ralead~~ huestes del nartido mitrista . se prPse!1fó -donde no se veía una sota m u jer- no parec¡an
la candidatur~ presidencial del doctor Guillermo mas ' entunasma
· d as que las que 1·tgurab an en e' l" 84 .
Udaondo. antiguo ~obernador de ·la provincia de
Buenos Aires, candidatura que f ue retirada antes
CONVERSACIONES DE FIGUEROA ALCORTA
d~ las elecciones por la imnosibilidad total de E YRIGOYEN
trmnfar y la impopularidad de los mitristas en
las provincias u .
La política conspirativa de Yrigoyen va rindien-
Antes de esta decisión se había constituido en do lentamente sus frutos, al t.iempo que se des-
Buenos Aires un Comité de la Industria el Ca. comnone el arcaico sistema del partido dominante.
merc.io y la Producción Nacional, auspici.ando la El Presidente desea conversar con Yrigoyen, con
c~ndJdat.ura. de Udaondo, formado por más de el fin de persuadir al gran persuasivo de aban-
ctnco mtl cmdadanos. Era una candidatura muer- donar sus trabajos revolucionarios, levantar la
ta antes de nacer. abstención v concurrir a los comicios. Yrigoyen
El candidato mitrista no suscitaba ardor ni a exiae garantías y ante tod.o, la intervención a to-
B';J~ propios p~rtidarios. ·La desmayada manifesta- das"'las provincias: "Yo imisto, dice, en que usted
cton que ~gtto . s~ candidatura evidencia que aun debiera ejercitar los medios conducentes . para
en la Capital, umca plaza fuerte del mitrismo. c~­ ohliqar a los gobiernos de las provincias a ajustar
re~ía de .toda resonancia. "Caía una llov izna tibia estrictamente StU procedimientos en el orden po-
~ tnter'";tt€nte aue no hacía necesario el paragua.t. · lítico 11 administrativo, Cl los dictados de las leyes
l corteJo se había formado, tt la. caída de la tarde, !} generales que los rigen".
!:m~~f plaza ded.la ciudad, dirigiéndose vor catle.t J A eso contest6 babilidosamente Figueroa Alcor-
ta· "Sin compartir al meno.t en su generalidad los
b ll as, prece tdo por agen tes de policía a ca·
ca~goa que usted formula ccmtrCl las Clutoridadu
r:st~o ~1d~ouniformes blancos. El· candidato de
' encarnado, sonriente, y con lentes, 16 Julea Hunt, Del P14t4 Cl 14 COrdiUna de loa Andea,
.. Ib(d. p. 1154, Ed. Eu1ene Fuquelle, París, 1910•
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de las provincias, le observo que el régimen f


ral de la Constitución es elementa.Zmente co t ede. encuentra más opos1c10n que el mitrismo porteño
a la tutela presidencial sobre los estados n raTio y luego del 90, en el naciente radicalismo. ~s~?S
ciales que resultaría del ejercicio de las rh;~'!'t· fenómenos son contemporáneos con la apar1~10n
conminatorias que usted propicia. Si yo h.1 ~ aa de varios millones de inmigrantes y de argentmos
eso, ustedes, qÚe deben lealtad y consecuen ~.&erc¡ nuevos, que introducen un factor incierto en la
sus orígenes federo-autonomistas serían los pr~a a política y la economía del país. Nadie podía adivi-
ros en atacarme y con razón" s11. me. nar cuál iba a ser el destino de esa mayoría ex-
Cabe observar lo notable de esa puntualizaci · tranjera virtual que dominaba demográficamente
de Figueroa Alcorta sobre los orígenes del rad~ la Argentina hacia principios de siglo.
c~lismo de ~rigoyen, que abonan la tesis que v;.. Si se considera que los tres millones de inmi-
mmos sostemendo. grantes que se quedaron no eran sino el saldo de
La ~istoriografía política fa~cios.a dominada en los que volvieron a sus países de origen (entre
las ult1mas ~ecadas por una h1stona radical "para 1905 y 1910 ingresaron 1.200.000 trabajadores, de
uso del delfm" no ha sacado las necesarias con los que sólo _arraigaron 800.000) 80 , resulta muy
clusiones acerca de los vínculos entre los procedí: claro conc1uir que el manejo de la política argen-
mientos electorales de la historia nacional y laa tina podía quedar en manos de la población ex-
vicisitudes de esa historia. tranjera recientemente radicada en el suelo na-
Un largo camino se había recorrido desde el cional. La "nacionalización automática" reclamada
golpe de ,t;stado de la burguesía portuaria que eli- en tiempos de Sarmiento por un núcleo de extran-
ge presidente a Rivadavia, de la militarización de jeros, o formas de naturalización forzada desti-
Ja política durante la guerra civil, de la imposi- nadas a dejar en minoría a las masas populares
ción de la candidatura de Mitre sin adversarios argentinas nativas, podían desfigurar el porvenir
nacional y situar al país en el campo de peligrosas
por la milicia bonaerense en 1862. Y luego, de la influencias internacionales. Si esto era una reali-
lucha armada por el atrio entre mitristas y alsl- dad indiscutible a principios de siglo, y si en esa
nistas en Buenos Aires, donde las elecciones se época las elecciones y las revoluciones contra ellas
dirimían por los políticos y cuchiHeros, dispután- se hacían "entre argentinos", sin duda el agoni-
dose la .urna en las iglesias, cuando no por la coac- zante régimen roquista extraía de esa circunstan-
ción de los jefes militares que incluían en la cia objetiva inmejorables razones para justificar
Orden del Día la divisa electoral obligatoria. su perpetuación. Pero esos motivos comienzan a de-
saparecer con el desenvolvimiento nacional del
FRAUDE ELECTORAL, LUCHA POR EL ATRIO, radicalismo de Yrigoyen. Su histórica justifica-
VENALIDAD. E INMIGRACION ción residía precisamente en que es a través del
radicalismo que se produce la asimilación de los
J?es~ués . de 1880, cuando las provincias del In- hijos y los nietos de los primeros inmigrantes de
tenor 1mponen a Roca se crean los "gobiernos de las grandes corrientes extranjeras arraigadas al
Qpinión". Burgu~sía provinciana y ejército, ex- país. Estas corrientes son vinculadas por Yrigoyen
presados a traves del Partido Autonomista Na- n las tendencias históricas ya aludidas de su mo-
cional, van engendrando un "régimen" que no vimiento. En el período de transición, según decía
Pellegrini, el paso del fraude a la venalidad cons-
~ R.amón J . Cárc~no, Mis primeros 80 años, p. 277, tituía un progreso. El voto comprado significaba
Ed. t•au, Buenos Aues, 1945. En este libro se relatan que había que "tratar" al votante y que, en cierto
~~~n~ :ee_nud~ la~ intimidades y antecedentes de la Ley
de Fi¡uer~~ AfVlSte ~p~c.ial interés una extensa carta •• Ricardo M. Ortiz, Hist~ económica de la Af'ge"-
cano donde re¡frta, d1r1g1da en 1926 a Ramón J. Cár· tina, p. 165, Tomo II, Ed. Ra1gal, Buenos Aires, 1955.
' ere sus entrevistas con Yri¡oyen.
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~-

modo, ya no se podía ~rescindir de él. También


cierto que con la venalidad electoral la deprava tÓ' Pep e . . .
"Pepe" es el Presldente de la Nación, doc-
tor José Figueroa Alcorta.
p lítica del sistema aparece a plena luz. e n
Al ser presentado por primera vez a ~arios Pe-
El ascenso de las nuevas clases sociales re r llegrini , éste lo mira con cie~ta d~sconf1anza. ~t
sentadas por el radicalismo coincidía con la d~ e.. vertido el caudillo de la ret1cenc1a de Pellegr ~ •
denciA de la maquinaria electoral oligárquica "Ei abre una valija que traía consigo, repleta de •
Partido Autonomista Nacional empezaba a p~rde? bretas cívicas .. Y le dice: .
su fisonomf4 criolla: caudillos del tipo de don Ca - ¿Io sono o non sono, dottore, il gaudtlto po-
~etallo Gan.ghi , nacido en Nápoles, actuaban en z0 ; setivo? 81
comit.és, sustituyendo. a los caracteristicos y bra.
ufos Jefes de parroautas y llevando el utilitarinno
a. la política. Con ellos se conoció aquí la compra. LA ARGENTINA EN 1910
venta de puestos, de peoueñas concesiones y de
libretas cívicas" 81 Don Cayetano Gangbi era un Comicios puramente simbólicos otor~an la vic-
personaje verdaderamente pintoresco y florido toria a Roque Sáenz Peña y a Vic:_torino de la
Plaza después de una brevE: campana en la que
producido por la era del voto venal. Vivía frente Sáen; Peña no recorrió ninguna provincia del .i!'·
a la Plaza de Flores, en un barrio de bur,guesía y terior, sino aue se limitó a enunciar en un m1ttn
uequeña burguesía acomodada, en una gran finca. de la Plaza del Retiro su pro.n-ama. Expresab~ ':n
Hablaba un castellano cocoliche, pero vestía como él sus temores de que "si la inmiqración contmua
un dand:v: "Su perla fina en l.a corbata, sus bico- con aquel vértigo. el elemeT'.to nativo va a ~ued~r
tes a lo Kaiser -el modelo de la época-, su cha- en minoTÍtt: tratemos tiP qv.P. no auede en tnferto-
leco con filete blanco, sus guante• color patito" ridad. acordemos medidas, vigilemos y auscultemo•
revelaban a un radiante arribista en los altos la intensidad del espíritu argentino''. Y a(tregabR:
círculos de la política nacional. Aunque se le su- "No prodiaHemo~ ln. ciudadanítt si el e:r.trnnjef'O nue
ponía analfabeto. gozaba de un poder electoral la aspira no
nos aporta un ciudadano de verdad" 80 •
inmenso. Tenía la reputación de ser el mayor A~rel{aba que la educación pública y ~1 servicio
acaparador dP. libretas cívicas. El día de los comi- militar obligatorio eran las armas nrinctpales para
cios las enviaba con sujetos de su confianza para asimilar el aluvión humano aue lle~aba al pais.
votar por el candidato que él indicara, sin que los No se declaraba proteccionista. "pero proteqerá
dueños reales de ellas concurrieran al comicio. las industrias existente• y fomentará las que pue-
"Roca es un poroto a mi lado -escribía Ganrthi a dan desenvolve,..se; esta política 11 la estabilidad
Sáenz Peña-. Tengo dos mil quinientas libre- monetari11 cnntrihui,.án tamhién nl abara.tamiento
t~s'' 88• Abusando de su dudoso castellano, el cau- de la ·vida. Es contf'ario a los trttsts como a todo
dillo G~nghi tutea a los más grandes políticos y monopolio". Adopta las ideas del ministro Ramos
personaJes de la vida oficial y dispensa favores Mejía que ya lo había sido de Roca y FillUeroa
desde el Almacén Socino, en Paraná y Corrientes, Alcorta de 'llevar adelante una pl)lítica coloniza-
donde establece su cuartel general. dora d~ las tierras fiscales, vRlorizándolas con fP.-
rrocarriles y obras de irrigación de propiedad del
---<:;h,e, mañana tengo que comer con Benite Estado 81 .
-refméndose al doct.or Benito Villanueva. A un Los mitristas lo habían acusado con una frase:
postulante le responde: "Ministro de Ju.árez y candidato oficial". La ex-
-Hoy te arreglo la cosa cuando almuerce con " Columba, ob. cit., p. 81.
:~ Caballero, ob. cit., p. 1M. 10 Melo, ob. cit., p. 12'7.
tl Cárcano, ob. cit., p. 15'7.
Mi¡uei An¡el Cárcano, ob. elt., p. 188.
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presión obtenía un efecto inverso al que buscaban pero Ramos Mejía no se proponía constituir en
sus propagadores. La Unió~ Cívica Ra~~al de Bariloche un centro de esk.iadores suizos o alema-
Yrigoyen, por su parte, reumó su. c.ol}venc~on na.. nes sino erigir una ciudad industrial sobre las
cional en la Capital Federal y solicito a Figueroa rn~genes del Río Limay, con un sistema de fá-
Alcorta .la reforma inmediat!l de la ley electora) bricas pat:a industrializar los productos del Sur,
y un nuevo padrón. ~onfeccwnado. sobre la base una Universidad y edificios públicos destinados a
del enrolamiento militar. El presidente contestó fundar la capital de una gran provincia industrial
como un leguleyo: teniendo en cuenta la inrn¡. 1 ureña.
l'lencia de las elecciones no era posi!Jle accede:r a La División de Minas, Geología e Hidrología de-
esa solicitud. El radicalismo decreto entonces la pendiente del Ministerio de Agricultura envió un
abstención electoral. El padre de la ley electoral equipo de perforación al remoto puerto de Como-
llegaba al poder como hijo de unos comicios sin doro Rivadavia, que carecía de agua potable. El
adversarios. 13 de diciembre de 1907, al pasar los 535 metros
La República contaba con 6.392.000 habitantes de perforación, aparecieron burbujas de gas y se
de los cuales 2.300.000 eran extranjeros: mientra~ sintió olor a petróleo 88• Se había descubierto una
que en la Capital Federal se calculaba una pobla- napa importante de ese mineral; al día siguiente,
ción de 1.380.680 habitantes, en el interior, sólo un particular se presentaba ante la autoridad .mi-
Córdoba y Rosario excedían de 100.000 habitantes nera solicitando la concesión de una importante
cada una. Hacia 1910 las líneas ferroviarias en ex- extensión de terreno para catear. Pero ese mismo
plotación llegaban a 27.138 kilómetros. De ellos, día se daba a conocer un decreto del Poder Ejecu-
22.298 pertenecían a empresas privadas. Se encon- tivo con la firma de José Figueroa Alcorta y el
traban en construcción 9.258 kilómetros; los par- Ministro de Agricultura, Pedro Ezcurra, "por el
ticulares (ingleses) controlaban 4.829 kilómetros. que se prohibía la denuncia de pertenencias mi-
Figueroa Alcorta encontró en Ezequiel Ramos neras -,¡ la concesión de permisos de cateo en un
Mejía a un ministro singular y competente. Gra- radio de cinco leguas a todo rumbo contando des-
cias a su gestión se promulgó el 28 de agosto de ee el centro de la población" 94,
1908 la Ley de Fomento de los Territorios Na- El Estado establecía una reserva fiscai de unas
cionales que concebía la construcción de toda una doscientas mil hectáreas, amparando con este de-
red de ferrocarriles y la realización de obras de creto notable la soberanía nacional en la espera
regularización de los ríos de embalse y regadío, del petróleo. Muy poco tiempo después, la produc-
así como el me.;oramiento de los puertos 9 l. Este ción de petróleo, a pesar de los escasos elementos
plan estaba destinado a desarroilar el Sur argen- técnicos de que se disponía, reemplazaba en la
tiao, de tradicional predominio inglés. Contó, como zona circunvecina al carbón inglés importado.
era natural, con la oposición del Ferrocarril Pací- Hacia 1910 se cultivaban más de 19 millones de
fico. hectáreas. Se producía más de 5 millones de tone-
Los primeros 100 kilóm~tros, de San Antoniu ladas de trigo, más de 4 millones de toneladas de
Oeste a Bariloche, fueron inaugurados por Figúe- maíz, 1 millón de toneladas de lino. El país cuenta
roa Alcorta en marzo de 1910. Ramos Mejía re- con 29 millones de vacunos, 67 millones de ovejas,
7.500.000 caballos. Según el Censo Industrial de
lataría en sus memorias la trágica ironía de las 1908-1909, había 31.966 talleres y establecimientos
felicitaciones que habría de recibir años más tarde manufactureros y fabriles de toda clase. En ellos
por haber tendido una línea feroviaria hasta la
región de los lagos, facilitando el turismo de lujo. N Arturo Frondizi. Petróleo 11 política, p. 45 Ed Rai·
lal, Buenos Aires, 1954. ' ·
2 14 Melo, ob. cit., p. 123.
' Cfr. Ezequiel Ramos Mexía, Mis Memorias (1853·
1935), Ed. La Facultad, Buenos Aires.
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trabajaban 327.893 obreros. En Buenos Aires ae 1
concentraba entonces el 35 % de las industrias' del trial Argentina exponía, como lo hará a lo largo \
país, con 118.315 obreros y con el 45 % de la pro. de toda su sórdida existencia, las objecion~s. al
c1ucci6n anual. La industria argentina había des.. proyecto. Sostenían los industriales que el Codtgo
plazado en la esfer11 de los alimentos, bebidas y constituía "la legialacíón más avanzada del mundo
vestidos a la antigua producción importada'' (tnÓI que la propia Austra.lia) y q~e su i!"planta-
Asimismo los cultivos industriales protegidos des~ ción de improviso co1ocarta a la mdustna argen-
de los tie'mpos de Avellaneda evidenciaban gran tina en condición de inferioridad con respecto a
prosperidad: se producían ese año 379.699.708 li~ 1.o1 competidores extran;eros, aumentando en todo
tros de vino en 3.409 bodegas. "El año 1908 1 entido los costos de producción y habría 9uedado
trn~rca el índice máa alto en la gravitación de la
eliminada toda posibilidad de competencta" •8 .En
agricultura, puea el" valor de las exportacione1 esta oportunidad, los industriales anticiparon su
alcanza al 62 % del total. A partir de ese entoncea inquietud. El proyecto de Roca fue rechazado en
laa cosaa vuelven a modificarse en favor de le¡ el Parlamento. Se unieron contra la ley much.os \
roquistas, los mitristas, los socialistas, los industna-
ganaderia porque · la entrada decidida de los Es~
tadoa Unidos en el concierto indmtrial de las na~ les y los terratenientes. \
cianea y au aumento demográfico extraordinario le En el otro polo social, en los siniestros conven-
obliga a auspender los envíos de carne congelada tillos de Buenos Aires, vivían 138.000 personas ~a­
a Inglaterra que ahora necesitan para su propio cinadas en condiciones infamantes. Nada p~d~an
consumo interno. Por eso mismo surge la necesi- decirles las estadísticas "per cápita" ·que descnb1an
dad de activar la industria pecuaria en otros paí- oficialmente las bendiciones del divino humus a
ses primordialmente en la Argentina, donde los ese "proletariado andra~oso:•, desdeñado po.r Juan
B. Justo, e ignorado olunp1camente por F1gueroa
añ~a 1907 y 1910 marcan el establecimiento de los Alcorta. Pero el lastimoso cinismo de la prensa
nacientes frigoríficos""· oligárquica que se disponía a festejS:r la grande~
nacional con los actos del Centenano encontrana l
LA PRIMERA SEMANA TRAGICA su adecuada respuesta en el movimiento obrero.
Sin embargo el crecimiento espontáneo ~e la El 19 de mayo de 1909 la FORA conmemora el \
factoría agraria vinculada al mercado mund1al y dia de los Trabajadores con su acostumbrada ma- \
nifestación en la Plaza Lorea. Mientras se desa-
dominada por el Imperio Británico, autora de ta~­ rrolla el acto el escuadrón de la policía a caballo,
tos prodig10s, que ha transformado ?esde la ra1z "los cosacos"; descarga sus armas sobre _la multi-
a la República en treinta años, com1enza a dete- tud. Quedan tendittos H muertos y lOo hendos
nerse. El ingenierc~ Alejandro Bunge ob~erva .q.ue Salvo uno que otro asistente que dispara su re- \
"detpuéa de 1908 la Argentina es u~ pa~~ estattco vólver, la multitud recibe enfurecida e impotente \
deade el punto de vista de su orgamzacton eco~6- la metralla policial.
mica""· Cuando la factoría termina de formarse
nace el mito bobo de la pampa madre. Al día siguiente el diario El CoTTeo Español 1
titulaba su edición del siguiente modo: "Buenos
Algunos años antes, el general Roca intentaba Airea eatá de duelo". Todos los sindicatos obreros,
infructuosamente imponer en el Congres? la Ley anarquistas o socialistas, condenan la masacre. Se
Nacional aprobando un Cód.igo de Trab~,Jo prepa- resuelve convocar a reuniones en todos los orga-
rado por el Ministro Gonzalez. La Umon lndus· nismos para resolver la declaración de la huelga
13 Adolfo Dorfman, Historia de la industria argentina,
general. La FORA lanza una proclama: "Traba.-
p. 185, Buenos Aire_-, 11H2.
ot Ibid., p . 194. •• Sebastián Marotta, El movimiento iindical at'g~
tt Ibíd. tino, p. 28, Tomo 11, Ed. Lazio, Buenos Aires, 1960.

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;actores, otra ver lG horda de alesinos instituid


01 dodo del ejército armado de máuser, y con la ba-
en guardianes del ordtn burgués ha cumplid
milidn: ¡la sangre de nuestros hermanos de n~ au yoneta calada. Esta cu.o:todi~ no siempre resultó
ha sido derramada! . .. incapaces de crear la v~~o eficaz, pues mucho! conscnptos abandonabnn el
1e afinnan sobre el _mundo de. la muerte, acech~ a ,ervicio desertando; 1J otros no interv inieron en
do en la celada tratdora la mda nueva que nosn. los in~ident.es entre el pueblo y los conductores de
t?os gestamot en nuestro esfuerzo doloToso y tefl:;
tranvtas. Sm embargo, algunos soldados hicieron
poro eonquúta1' la libertad . . . nuestros enemi 0 fuepo desde . las plata~orma.<~ de los tranvías tna-
tando a vaTtOs transeuntes" 10 1.
etemamente sólo contestarán a cada acto de nies'
tra labor tmancipadora . con la hecatombe de ~
Comuna de Paris, con las horcas de Chicago con EL SOCIALISMO CIPAYO Y LA REPRESION
loa infamw de Mon;u~ch, con la matanza d~ loa El mismo díA martes SP. procedió al sepelio de
nuestro~, en cla gran patria argentina•'' • .
los obreros asesinados el 19 de mayo. Buenos Ai-
Un verdadero clamor de indignación se levanta ree; era una ciudad desierta, fría y sitiada. Más de
en la clase trabajadora contra el salvajismo sin 100.000 trabAjadores acompañaban el corteio. El
limites de la policía. Su austero jefe era el co- fur~ón fúnebre con los cadáveres de los obreros
renel Ram6n Falcón. Con un aire arrogante de salió de la Morl!ue por el portón de Ja calle Vis-
matamoros, hacia de la defensa de la propiedad monte "acompañado por doscientos hombres del
un culto religioso. A su vez, el presidente Figue. escuadrón de seguridad armados de carabina.~. sa-
roa Alcorta, abandonando por un momento sus ble y revólver". De pronto, P.mprendió una rápida
intriJllllllas políticas contra Roca y s~~uramente y sorpresiva carrera, deiando atrás a la muche-
después de haber ce.nado con el napolitano Ganghi. dumbre. en un r:tuevo acto de provocación policial.
aconlador de libretas de enrolamiento. le envió al Horas después, al regresar la columna del cemen-
coronel Falcón sus felicitacione;; ".~in reservas, terio, fue nuevamente atacada ; se levantaron ba-
,ues todas las versiones que hasta él habían llP.- rricadas y se libraron combates. Durante una
gado le demostraban que la conducta de la poti- semana la sangre obrera corrió por Buenos Aires
cfa hab{a rido tan correcta como indispensable, de manera ininterrumpida.
siendo, aunque doloroso, impuesto pOT las circuns- Finalmente, ante un~ promesa del gobiernQ de
tancias, " ordenándole que con igu.a.l entere~n renhrir los locales obreros y liberar a los presos,
continuara e;~ciendo su autoridad para reprimir lf" discute el levantamiento de la huelga. En me-
Lu comnticaciones que se procurase producir en dio de la indescriptible trafledia Que revelaba bien
el asunto" 100• a las claras la infamia de la plutocracia ensober-
La policía ocupó con vigilantes armados de mau- becida, la prensa oligárquica, opositora al gobier-
ser los locales obreros, socialistas y anarquistas. no, venal, antinacional y ·a ntiobrera desde su ori-
para impedir la celebración de toda clase de ret - ten. coincidía ésta vez con Figueroa Alcorta en
niones. En la tarde del 4 de mayo todos los sindi- tefialar al movimiento obrero como la expresión
catos y organizacion~ del país se plel!aban a la ele una "conspiración de extranjeros contra la
huelga general y paralizaban la República. La In- b'anquilidad del país". Ese nacionalismo de short-
tendencia Municipal pudo poner en movimiento lltorna podía ser perfectamente refutado. El Par-
algunos carros Jllliados oor bomberos armado!\: tido Socialista encomendó al doctor Justo la re-
"Las empresas de tranviaa hicieron circular al- clacci6n de un documento. Y Justo pudo regodearse
nu~vamente en los siguientes términos: "El go-
gunos cochea llevando m cada plataforma un sol- bierno responsable de la masacre obrera de11P de
" Ib(d., p. 29. Sil Ibid., p. 173.
110
Dictmann, ob. cit., p. 171.
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IU

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mayo, proclama con . fruición que CCIIi toda.a 1q
vfctimas eran extranJtf'CII. Estalla una bomba en la ~alle Cangallo entre
Hijo del predominio político .de .la provindq Medrana >' Alr~~gro. Se proh1be a los pasajeros de
de tierra adentro, lo obra ~angu&Mna de IUI ;en¡_ Jos tranvtas viaJar .co~ bultos. Los estallidos de
zaros le parece excelente procedimi~to de argen. Jas bombas son atnbu1dos a provocadores de la
tinización. Quiere nivelar al proletanado de Bue. policía. Figue~oa Alcorta c.oncluye por alarmarse:
nos Aires con el de las ZOnGI del pa{, donde ti hace intervemr como med1ador al senador Benito
más abyecto y servil, quitf'e 9ue el nivel mentol Villanueva, quien llega a u~ ~cuerdo con los sin-
de los trabajadores de la Cap&tal no e.rceda al de dicatos y se levanta el mov1m1ento 10•. Varios me-
los inconscientes paria• que trae del interior 1 ses después de la masacre el país vive todavía
arma para 1u nefanda obra de exterminio" 101. agobiado por las escenas de la semana roja. En el
De este modo, al condenar al gobierno de J'igu.. mes de julio, el movimiento obrero se conmueve
roa Alcorta, Justo injuriaba 11multineamente al nuevamente por los acontecimientos de España.
"proletariado en andrajos" del interior, o aea a La putrefacta monarquía española, dándose ín-
los criollos del proletariado rural o de la Argeo. fulas de gran potencia, intenta dominar una vez
tina agraria. Le resultaba imposible al infatuado más al pueblo marroquí. Batallones de soldados,
socialista europeizante atacar a la oligarqufa lin enviados a reprimir la rebelión nacional del Rif,
denigrar al mismo tiempo a los argentinos del rehúsan embarcarse. "En Madrid lGI mujeres im-
país interior. En la misma infortunada frase 1e piden el embarco de StU hermanos, compañero1,
a?vierte que Just~ ~simlla al trabajador provtn. hijos 11 noviqs. En San Sebattián, residencia una-
c1ano de las provmc1as pobr~ con los vigilantea niega de la real familia, tres compañíCII de solda-
~ambién provincianos que dispai:aban contra loe dos sublevándose en el momento que se pretende
obreros de la Capital, entre 1<?.1 que había no pocoe embarcarlos. El rey, comúnmente aclamado en es4
argentinos y criollos de "tierra adentro". SemejaD- ciudad, e• insultado 11.1ilbado por la1 mujeres'' 101.
te amalgama era digna del racista blanco, que ,. El movimiento obrero en Barcelona se lanza a la
decía "socialista". calle protestando contra la guerra; desde el cas-
En tai conmoción, la Bolla de Comercio, la a. tillo de Monjuich, decenas de piezas de artillería
ametrallan los barrios obreos. Los tribunales mi-
mara de Cereales y otrq entidada del mismo eé-
nero hacen una tentativa para or¡anJ.zar una litares dictan sentencias y varios trabajadores son
manifestación de simpatia al Jefe de Policfa "La fusilados. Asimismo es ejecutado Francisco Ferrer,
carne del frigorfjico La Nel/f'a 11 tra~ n fundador de la Escuela Moderna, un· pedagogo li-
C~1To1 de la municipalidad dedicado• a lea recolec- bertario. La FORA lanza una huelga general como
ción de bCIIUra.a, riguro1amente e~eoltadol por protesta por los acontecimientos de España.
fuerte, contingente• del EICUGdnSn de Sefl&ridtuL ~El 14 de noviembre de 1909, un anarquista de 18
Numero1o1 barco, de ultramar hdllanu dftnidol anos llamado Simón Radovitzky, recientemente
en lea rada. . • Lal compañw teatral•• e.rtrarajtf'U lle~do de Rusia, en la esquina de las avenidas
que ~e~Úin ~!butar en el ~1'10 de lea lemGM , . Qumtana y Callao, arroja una bomba contra el
ven ampo~ibdatada.a de cumplir "' programo par carruaje que conduce al Jefe de Policía de la Ca·
no JKHJe; deiCCirgar "" equipajel'' 1oa. . Pita!. El Coronel Ramón Falcón y su secretario
Esto ultimo era deplorable: la ariltocrada va- Alberto Lartigau mueren instanti:neamente. Era Ja
~ no podia usar 1111 abonos. Loa vfvera etca•
sean en la ciudad: aumentan en un 20" au pnc10: R.adovttzky es detenido inmediatamente y el go-
respue~ta de los anarquistas a la masacre de mayo.

101 bierno implanta el estado de sitio en todo el te-


Marotta, ob. cit., p. 33.
lea Oddone, ob. c:tt., p. 221. 10• Marotta ob cit 3..
··~ lbld. ' . ., p. ....
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mano tutelar de Roe~, no estaba dispuesto a
1a~rir el ca~ino al despotismo ?emocrá~ico de esas
rritorio del país durante dos meses. Se detiene y asas inqUletantes que parec1an segwr a Yrigo-
deporta a centenares de militantes obreros de to- ~n. Este último proseguía S';l ~are~, con una cal-
das las tendencias políticas; clausura los locales ~a oriental. Su pode~ de adivm.a~wn asombraría
obreros, suprime la prensa revolucionaria o em. sus amigos; en reahdad no ad1vmada nada: es-
pastela indiferentemente los tal1eres gráficos don. ~aba mejor .informado y . veía más lejos. A un
de ella se imprime. Se recuerda en esos días que correligionario que, eufon~o de esperanza, augu-
el Jefe de Policía ajusticiado había propiciado una raba el triunfo del radicahsmo en 1910, Yrigoyen
medida, con la aprobación del Procurador Gene- le respondió incidentalmente:
ral de la Nación, para "impedir la libre circulación
por el Correo de toda publicación libertaria o que -En Zas próximas elecciones, no. Pero dentro
incitase al desorden". Asimismo se recordaba que de seis años somos gobierno.
Figueroa Alcortá había alentado al Coronel Fal- Había discernido claramente que Figueroa Al·
cón a "reforzar la acción empleando medios más corta iba a imponer, con el apoyo del aparato ofi-
enérgicos". cial arrebatado al roquismo, la candidatura de
Poseída rle una sordidez criminal, la olig&rquía Sáenz Peña. Pero Sáenz Peña era su amigo, como
vacuna, ahíta y disoluta, ya no estaba P.n r.ondirio- Yrigoyen lo había sido asimismo de Pellegrini. El
nes de comprender la sociedad en aue vivía. Alia- jefe del radicalismo percibía lo que Sáenz Peña
da al imperialismo extr:tnjero, había engendrado iría a comprender muy pronto. La presencia de
a un adversario que afectaba ignorar. La gran nuevas clases sociales, la asimilación cada vez más
consumidora de riquP.za pretendía aplicar un c?u- profunda de los hijos y nietos de la inmigración,
terio· de hierro al rojo a 1 proletariado nacido del el desarrollo económico que excluía del poder po-
propio crecimiento económico. Tan cobarde como lítico y de la renta agraria a un inmenso sector
pérfida, su tP.rror le hacía perder la cabeza: su- del pueblo argentino, iban a imponer por sí mis-
daba de miedo y de cólera en los palacios que los mos una solución electoral. Si Figueroa Alcorta
arquitectos franceses terminaban de construir en había ejecutado un acto hasta cierto punto revo-
el Barrio Norte. lucionario, al intervenir las provincias, cerrar el
Congreso y desmontar el aparato roquista, Sáenz
Peña iría a ejecutar en su breve presidencia un
EL OBSTINADO HIPOLITO YRIGOYEN a~to n? menos re'?ovador. La ley electoral propor-
cwnana el mecamsmo incruento para el acceso de
Mientras Figueroa Alcorta asestaba rudos gol- nuevas clases al poder político. Todos los partici-
pes a la hegemonía roquista, prohijaba con arte pantes partían de un presupuesto común: esa
sibilino, digno de Roca, la candidatura presiden- transformación política no iría a alterar la estruc-
cial de su amigo Roque Sáenz Pefia. Había apro- t~ra básica de la Argentina agraria y exportadora
bado, para tranquilizar los espíritus, la amnistía s1~o a moderar los excesos oligárquicos sin supri-
a los radicales revolucionarios de 1905, rechazada mir la oligarquía.
pot: Quintana. Había celebrado una entrevista se-
creta con Hip6lito Yrigoyen para dialogar sobre La. l~cha contra el roquismo, la represión al
el mismo tema. Tampoco vaciló el Presidente en movimient~ obrero_Y el obsequio de la presidencia
celebrar otra reunión con el caudillo radical para a .Roque Saenz Pena, absorben todo el período de
discutir la posibilidad de comicios libres. No se F_Igu~roa Al~orta. Yrigoyen, con una infinita pa-
había compromet!do a nada; pero alentaba las es- Ciencia mult1Dlica sus adictos v vuelve célebres en
peranzas del radicalismo, tranquilizaba la atmós- el país sus dotes Persuasivas d; encantador. Rehace
fera Y seguía al mismo tiem~o su pro~ic. camino. con calma los hilos destruidos por el fracaso de la
~~ ll'fgueroa Alcorta ardía n d esE-os de escapar a
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1
revolución de 1905. Ayuda a los oficiales que han
perdido su carrera y a sus familias de su propio Correa, Saldíu, Mujica y De!llaría. Pero estu de-
peculio. Habla infatigablemente, uno a uno, con ,.rcJones no conmueven a Yr1goyen. La abstención
los hombres de mayor arrastre en cada uno de los electoral, o sea la renuncia a toda posibilidad de
pueblos de la Provincia de Buenos Aires, su gran rebendu gubernamentales o parlamentaria• era
baluarte. Y a través de discretos mensajeros que ~ eteuela política que permitía la aelecció~ de
l.Ievan maravillado• a los más lejanos confines de Jot mú duros. Cuando la derrota de la revolución
la República el verbo de la Reparación, despierta de 1~ origina nuevas deaerciones, la más reso-
nuevaa simpatíaa. nante • ·la del doctor Pedro Molina, dirigente ra.
dJcal de Córdoba. Se. produce un intercambio de
El moralfsmo pequeño burgués de las nuevas eartu entre Hipólfto Yrigoyen y el doctor Molina
elues medias encuentra su arquetipo en este horn. cuyos thmfnoa resultan muy sugestivos.
bre singular que rechaza los halagos, las dignida-
des V los ministerios ofrecidos por los personajf!s
del "Régimen". Yrigoyen sólo exfge comicios IÍ- COMIENZA LA DISIDENCIA
bres y aplicación de la Constitución Nacional En "ANTIPBRSONALISTA"
la República plutocrática, es la encamación·. riel
desinterés; en el brillo paganizante de la bella En el" do 1909, el doctor Leopoldo Melo inicia
época, practica una vida austera, sin lujos ni os- una dwtdencla contra la posición abstencionista
tentación. Ante los viejos criollos, Yrigoyen perso- y revolucionaria a. la que califica "de errónea
nifica lu antiguas virtudes; para los hijos de la obltinoct6ft"'. · Nace en el seno del radicalismo la
inmigración, es un propietario formado en la es- palabra "personalismo", dirigida contra Yrigoyen
cuela del trabajo, exento de la arrogancia patri- y_ que retoma la hostilidad de Lisandro de la
. cia. Sin embargo. al despojar a su prosa de 111 Torre. de fines de siglo, contra la influencia ejer-
arborescencia estilística, se descubre en ella un cida por el caudillo 'en el movimiento desde la
político de p*!nsamiento específico. La intransi- mu~ de Alem. ·
gencia y la abstención electoral, que Figueroa Al- En julio de ese mismo año el doctor Pedro Mo-
corta, en su primE>ra entrevista con Yrivoyen, lina presenta su renuncia como afiliado al rarli-
califica de "lirismo", es el recurso más práctic~ ealfamo 1" . La razón inmediata que la motivaba
que le resb fuera de la revolución armada. para era la publfcación en el se~do número del diario
enfrentar al ré~imen y movilizar a su movimiento. "La República", órgano oficial del yrigoyenismo,
No es un acto lírico, es una política realista. Este ' de un artfculo que condenaba el librecambio y de-
lo i~orarán siempre sus adversarios d.-1 ré,.,im~n fendía una pólítica de protección industrial. Esto
oligárquico y sus enemi~os de la "izquierda". Ne eonstftufa para el doctor MoUna la pruebar termi-
ofrece "nro~ramitas": ofrece un pro.n-ama que nante del fracaso del radicalismo: fracaso como
para su época es un programa revolucionario: se movimiento revolucionario y fracaso como movi-
trata dP.I derecho a votar y a ~r elegido en un miento doctrinario: "La única tabla de salvación
paiq donde un puñado de "notables" había termi- f t el gran Mufragio de inttituciones 'J hombr~•
nado por imponer su voluntad exclusiva. QUe preunta en este momento la Re1)ública. decí",
.., como lo he afirmado muchas vecfl, el libera-
Figueroa Alcorta, después de Quintana, había lilmo leal '11 ainceramente practicado" 101• Añadía
intentado seducir a algunos r:adicales, fatigados de el doctor Molfna: "Cuyo fl Tucuynán, 1egún •L4
una larga lucha sin resultado. Si Quintana había
atraído a Rodríguez Larreta y a TorJno ofreeién· - Rlp6Uto Yri¡oyen. .Pueblo 11 Gobiemo, La Rep~·
dolea dos miniaterios, Figueroa Alcorta llama a truai fündatMRtcl&, p. 114, Volumen I. Reparación-In·
Pfteia, Ed. RaJPl, Bueno. Airea, 1853. ·
posiciones de gobierno a Lobos, Iriondo, Santtllán, ltt !bfcl.

111 J Jt

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República. necesitan protección para sus produc. nts ... , m. ~n ~ontra~~e con este espectáculo
estaba Rel dr~d1 calisdmo: ,con el .le!"-a de la Unión
1
tos porque carecen de todo otro recurso; el capi..
tal empleado es de mayor imp?rtancia para que Cívica a tea .PeT urara una ptramide de proyee-
ae exponga a un fracaso despues de haber incor. eione1 tan lu7~'U~Osas. y d.e, perspectivas tan vasta.,
porado a la riqueza nacion_!ll ~n magnífico ele. como su propuz .'deahzaeton l~~antada por las más
mento de progreso. Se podra objetar que el dere. caras consagractones del esp.ntu y el alma de la
cho no depende de estos elementos de número de frente y el pecho de la personificación humana y
progreso, de necesidad, y que en todo caso, si' de. sobre la cúspide la razón, la ;usticia y el derecho
pendiera de ellos, el respeto de los intereses mo. como antorcha permanente de la civilización ar~
rales y materiales de seis millones de consumido- gentina" 110
res, debería privar sobre el de los fa'Qrican tes de Ya en una carta anterior al doctor Molina Yri-
vino y azúcar, desde que los seres 7'acionales no goyen había escrito: "Por eso la República ~e ha
han sido creados para alimentar industrias, sino al alzado en armas y lo hará tantas veces como 1e
revés . . . afirmar ·la institución del proteccionismo lo marquen sus sagrados derechos y sus augustos
económico es negar implícitamente la entidad del fueros" 111 • El caudil~o alude al pret~xto emplea-
derecho" 108• do por el doctor Molina para renunciar al radica-
Es preciso aclarar que el doctor Molina proce- lismo, o sea su adhesión al librecambismo econó-
día de las filas del mitrismo; en este período de mico. Desdeña ese argumento. Los problemas que
desintegración de los viejos partidos así como nu- enfrenta la República son de tal naturaleza, oue
merosos roquistas se desplazaban hacia el yrigo- no podría siquiera concebirse que el librecambis-
yenismo, mientras que los sectores oligárquicos mo o el proteccionismo sean las razones decisivas
de ese movimiento formaban parte de los nuevos para engendrar un movimiento multitudinario. A
partidos conservadores, también algunos elemen- todos aquellos que como el doctor Molina preten-
tos mitristas, aunque minoritarios, como el doctor dían limitar con estipulaciones más o menos pro-
Pedro Molina en Córdoba y Honorio Pueyrredón gramáticas el carácter nacional y popular del
en Buenos Aires, ingresaban al radicalismo. movimiento que encabezaba, Yrigoyen, con un ins-
tinto certero, los desechaba, pues veía allí el pe-
Yrigoyen contestó la carta-renuncia del doctor ligro de divergenCias interiores susceptibles de
Molina con una pieza característica de su pluma afectar la unidad de una corriente política tan
que dio lugar a las irónicas observaciones del doc- compleja. Se negaba a discutir sobre el proteccio-
tor Molina y de todas las personas de gusto lite- nismo o el librecambismo; pero declaraba categó-
rario formado que, por rara casualidad, pertene- ricamente que la República "se levantaría en armas
cían a los partidos oligárquicos. Los plurales tantas veces como fuera necesario"; en esa actitud
yrigoyenianos enriquecían por centenares la carta, puede observarse la dualidad yrigoyenista, pero
pletórica de apóstrofes, admoniciones y ,Profecías. también el contenido nacionalista democrático de
"Los sucesos dirán o el porvenir decidira, escribía su movimiento, tantas veces cuestionado por libe-
Yrigoyen, pero al menos no .debo ocultar que lo1 rales y seudo-marxistas de todos ,l"os matices.
aignos de la época y las señales del tiempo me
hacen prever siniestras sonoridades de catástro- El doctor Molina replicó a su vez. Decía burle-
fes . . . todo se ha conculcado y subvertido respi· namente en su carta que "ni el mcía per8picaz in-
rando relajación y desconcierto; todo sentimiento genio podria descubrir el hilo conductor del motivo
de respeto, de bien y de justicia ha sido profarn~­ a que obedecen, ni el ordenamiento y las coordi-
~o . . . es un proceso que lleva entre sus ent~•· 101 Ibid., p . 123.
nas el germen produc~or de todal las perversto- 110
Ibid., p. 111.
lll Ibid., p . 133.
tos Ibld., p. 122.
!21
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naciones de un plan preconcebido. s~ diría que oplni6n quien uated que tenga1, l4 mds triste 14
ha extraviado usted en las fro11d0Ridades de :~
.n41 d.primida de lcu opiniones. Al pontT en a~ti­
dilettantism? . li ter.ario e.rube.r a?te". Y añadía: viclad e1ta democracia nuutra, la ley h4 revelado
"Somos indrv•dualrstas y soctaltstas, federalista que el estado moral ti mental del pueblo 4 rgen-
1l unitarios, lib~r.ales y conservadores, c!eyentes ~ rino el un estado de bancarrota. Por doquiera
descreídos, rcllg•osos y ateos. ¿Qué v mculo nos reinan la Injusticia, la igno,.gncia, la mcb encan.a-
u?fe entonces? En la actualidad no tenemos me, Uad4 dtp1"avación del esp{ritu cívico. Este parece
que' éste: el odio a la camarilla gobernante; todo, un pueblo que usa de la libertad para btucar al
nuestros discursos lo respiran" 112 • tirano que ha de ahogarla. Ea tl mds atroz, el m.cU
Acertaba en este aspecto el doctor Molina. Las de1con1olador de loa fracaaos . . . he aqu{ a lo que
distintas clases, profesiones y grupos de la Argen. htmOI venido a parar: a la menguada preponde-
tina precapitalista sobreviviente, de las nuevas rancia del factor gauchurbano, truhán, soez, cínico,
clases medias urbanas y rurales, de los ganaderos tgnorante, rin ninguno de loa pre;uicios legítimo•
excluidos del grupo privilegiado, de la pequeña de nueltroa gaucho• romancescoa y legendario!,
burguesía in.dustrial y universitaria, de los crio- lin ninguno de loa atributoa naturales de educa-
1los católicos y de Jos ch1lcarero~ garibaldinos. todo ción ti refinamiento del instinto del hombre de
ese mundo social que el radicalismo agrupaba en la ciudad. ¿Qué opinión hu de ser la mia, señor?"
sus filas, tenía efectivamente un solo objeto, como Después de la entrevista De Vedia resumía la im-
generalmente lo tienen los movimientos naciona- presión que habfa dejado en su espíritu la perso-
les de clases diferentes : el odio a la clase domi- nalidad del doctor Molina: "Era un radical de
nante que en este caso era la oligarquía adueñada cu«o europeo, con tendencia. al radicaliamo so-
del poder. El doctor Molina decía que "tampoco cialma" u•.
podrá usted con tal con~rso hacer partido ni ha- Liberal de la escuela mitrista, antipopular como
cer patria sino afirmar con ello su unicato". La la oligarquía, que afectó atacar en sus tiempos,
palabra "unicato" inventada contra Juárez Celman "JOCialista" a fuer de librecambista. Tales eran los
por los mitristas, se volvía ahora contra Yrigo:vt:'n. adversarios de Yrigoyen y todos ellos aparecían
lanzada ahora por un mitrista de su ~ propias filas. marcados por el mismo estilo. Las viejas corrien-
tes de la historia argentina rebrotaban en los
POLITICA. Y ESTILO nuevos movimientos populares. Los rasgos de sus
adversarios permitían, por oposición, definir al
Concluida la polémica, el doc ~or Molina se re- indefinible Yrigoyen. Por lo demás. su estilo lite-
tiró de la vida pública para dedicarse a sus tarejls rario RO era extraño a la época. Gálvez ha anali-
rurales de estanciero m. Años más tarde, despuéc; zado este tema. Era en parte una herencia de
del triunfo radical, mientras era Presid'?nte de h KraUH, filósofo que había leído con interés Yri-
República Hip61ito Yrigoyen, el periodista Joa- ¡oyen y de los kraussistas españoles que «emplea-
quín de Vecfia entrevistó al doctor Malina en Ct' r- ban loa pluralea abatractoa que habían aprendido
doba. Al interrogarle sobre la opinión que le me- de "'' maeatroa'' ua.
recían los resultados de la reforma electoral de! Gracián, asimismo leído por Yrigoyen, dejó su
Presidente Sáenz Peña, el doctor Molina, que "ha- sello en el estilo del caudillo. ,«Que el héroe prac-
blaba con ~na extraordinaria fluidez, como tm , tique incomJ~rtnaibilidadea de caudal", es una fra-·
ora~~r y c~~daba su frase con cierto íntimo deleit~ le de Graciin. Escribe Gálvez: "Una vez, ante un
estettco, diJo a De Vedia: "-¡Ah, señor!, ¿que interlocutor mulf culto que ae burlaba conmigo de
112
113
Ibíd.
Luna, ob. cit., p. 179.
!!! Gil
D~ Vedia, ob. cit., p. 217.
~z. ob. cit., p. 132.
122 125

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la literatura de Yrigoyen, le solté, entre fra,e
auyas, aquella de Gracián Y d~spués que él se ,;! no b
le objetiVO, la Unión Cívica Radical recurriría
l . . d
con ganas del .macaneo• yngoyenesco, le dije· a la acción .r~~o ucwnarta cuan o se convenciera
GCaba usted de reírse nada menos qu.e de Balta,4 ; a impostbtltdad de alcanzarlo por los caminos
de l d" 11a•
Gracián, una de l~s cu;~nbres de la Ztteratura y el de la lega l'd
t ~ . . .
pensamiento espanoles 118• La entrevista entre Rtchten y los radicales se
Lugones, po~ lo ~emás, expr~s~~n su.p rema del realizó en un~ c~sa. part.i~ular de a~igos comunPs.
culteranismo literario que adqwno a fmes de si- El General Rtchten env1o un mensaJe de adhesión
glo y del que fue esclavo hasta su muerte, también 8
Yrigoyen. que Caballero reproduce con nalabras
estaba atiborrado de expresiones yrigoyenistas. EJ. casi textuales: "Que estaba. '!l ta"!to . de la forma
·gongorismo lugoniano, que vuelve irritante la lee- efl. que desarrollaba su accwn publtca la Unión
tura de sus obras, incluye palabras como "porde. Cívica Radical bajo la eminente dirección del doc-
Lanteando", "oprobiaban", "detallando m.elanco, tnT Yriqoyen; oue prosiquiéndoTa con la misma
Lías", "albriciaba idilios", "adioseaba separacioner" clarividencia. abrigaba la convicción de aue se
y otras por el estilo 117• ' llegaría por la uaz a la conquista tie las ref~rmas
ltqale~ destinadas a asegurar la libre manifesta-
ROCA BRINDA SU APOYO A YRIGOYEN ción de la soberanía popular. . . Manifiesten 111
doctor Yrigo-uen que estaré a su lado uara tan
En setiembre de 1909 Yrigoyen reunió a Ul\ noble empresa en cualquier circunstancia en que
grupo de sus amigos políticos en el Hotel España se pretenda perturbar su acción; que desde e.c:te
de Buenos Aires. Entre ellos se encontraba el doc- momento me consi.tiero soldado de lrr. revolución,
tor Ricardo Caballero, Ricardo Núñez, Rodolfo si ella fuera decretada, o de la acción pacifica si
Sívori y Antonio Herrera, a los que invitó a con- ésta fuera la orientación definitiva de la ·unión
currir a un acto público del radicalismo en Balúa Ctvica Radical" m .
Blanca. "Unas horas antes de tomar el tren para Uno de los interrogantes más frecuentes de la
nuestro destino, escribe Caballero, e1 doctor Yri- historiografía política ar~entina es el de conocer
g~yen reunió a los antes nombrados . . . para de- las razones nor las cuales los "conservadores"
ctrnos que en Bahía Blanca el Capitán Pedro N. -Fitrueroa Alcorta, Sáenz Peña v De la Plaza-
Zeballos pondría a dos de nosotros en contacto facilitaron con su acción P-1 ll.ccesn al poder del
con .el general Richieri, jefe militar de la región. radicalismo. Para comprenderlo, se impone reJa-
Supt.mos ~e~ués el origen de tan inesperada e~ donar, como lo ha hecho esta obra en su Tomo 1
tretnsta hábtlmente. encubierta por el acto político a lo~ ~rü~enes alsinistas. roouistas o juarlstas de lo~
al que debíamos asistir. El general Richieri habÍ4 parbc!pantes con el proceso que conduce a 1916.
recibido del general Roca al ausentarse a Europa Lo mas notable del asunto consiste en que fueron
clausuran~o 81L vida política, la indicación de que ~os amigos. del detestado Juárez Celman, abruma-
•e entendteTa con el doctor Yrigoyen, que en su os postenormente por las invectivas radicales.
concepto era la SP:an figura que se perfilaba en qu~enes promovieron la candidatura de Sáenz
el pau, c~paz y dtgna de dirigir sus destinos. El Pena, lu~haron por la sanción de la Lev electoral
doctor Yngoyen nos previno que al (ntrevistarnoa Y ~aranbzaron el triunfo de Yrigoyen 11 ·De dónde .
llllteron
tl'd 1os •moderni.rtas•
· · · ' la can-
oue westigiaTon
con el . general Ric~ieri, , d~bíamos explicarle lol
prop~ntos de la Untón Ctvu:a Radical en el orden l!:~aatu;a ~ la presidencia de Roque Sáenz Peña'!
pohhco Y aocial. . . Que para la consecusión de t•n n 3UamtCl3 en libertad" uo. El propio Figueroa
JJI Ibid. p 133 !!: ~~allero, ob. cit., p. 147.
liT Ibid.' . • u. . .
Ed. AR•c:ard~ Sáenz ~ayes, Ramón J. Ccíf'Ccmo, p. 210.
114 cadem1a Argentma de Letru, Buen01 Aira, 19GO.
IU

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Alcorta debía au carrera política a 'loa Ju,rez Cet.. L confederación Obrera Regional Argentina
man y a Roca; aunque las relaciones con eat. ~ida en consejo de delegados resuelve la decla:
último entran mú ~rde en crisis, cuando Pirue. reuión de la Huelga General. Si los poderes pú-
roa era gobernador de Córdoba mantenía eatrechot ra~os no accedían a adoptar esta medida, los tra-
vínculos con el General. En una carta que le envfa ~l jadorel harían ~fectiva la huelga general "como
a Roca el 16 de noviembre de 189'7, en la que lo ,• ico medio que ttenen a •u alcance para comegutr
invita a inauiW'•r el monumento a Vélez s¡ra. ~:n alto prop61ito ele libertad" 121•
field Fhrueroa Alcorta evidencia su .,antiporte., Un historiador nacionalista, y en tal carácter
tUsm~": 7'L4• fielttu no ancin gran co1a, porCl'&t tnJoapechable de parcialidad hacia el movimiento
•in plata no " puede hacer nada; nt mntct m4a obrero etcribe: "El paú de la abundancia de que
tampoco un vttjo J)O!t-«o, con tonaclca cOTdobe,. H ~" lengua. lo• dueiio• de la lituación, donde
que ea lo que, '" definitiva, hG ddo el doctcW. ,6lo bcutaba t.rtendn la mano para hallar 11U'tento,
V é le%" 111• · conoci6 la vergiimza del traba;o de la1 mu;ere1
Con su habitual sagacidad, rlgoyen realizaba lo1 nUlo• menorea con 1alario1 inferiore• a • 1
conversaciones con n,ueroa Alcorta para c:ondl. ~ndo el pan c01taba treinta centavo• el kilo . ..
clonar 1u c:onc:urrencia a loa comicios y abandonar conoct6 el hacinamiento de lo1 conventillo•, int·
Ja revolución, y 1imult6neamente adoptaba rea~e­ tftuci6n t{picamnte porteña 11 generalizada que
guros militares, obteniendo tan importante c:on. era la vtvienclca corriente de la población obrna,
curso como el de Richieri (Jefe de la Divtli6n dt ccm una pieza a lo aumo para cada familia cuan-
Bah(a Blanca), dispuesto l'rigoyen a tomar lu do no para do1. Conoció la plaga de la mendicidad
1rmas si las ne¡oclacionn c:on el gobierno fra- por hambre y lo1 1in traba;o y lin hogar durmien-
casaban. do tn los umbrale• y alimentcindo1e con lo1 reri-
dt40I de lo• tachos de baura'· 114•
LA CONDICION OBRERA Al de~eribir la vida argentina en el Centenario,
el escritor español Rafael Barrett decía lo siguien-
Aquella Ley de Relidencia proyectada en l&al te: "Lo1 hombrfl, deaato;ado• por Zas vaca ti laa
por Miguel Cané, dechado de cultura literaria 1 oveja ti paralizado• por el aillamiento, no cOt\li-
un verdadero exquisito, conatltufa un arma per· Q\&ft organizar ti poner de pie IU derecho a la viclca.
manente sobre loa hombre• m'• resueltos del mo- Era inevitable el de1arrollo de una ariltocracia de
vimiento obrero, en IU mayor parte extranjeros. tnratmiente1, de corredOTea ti de político•, cm~­
En el ambiente de 101 •lndicato• •urgió la idea ctntf'GdG en Bueno1 Aire., núc.leo lumino1o del
de realizar una gran campaña por la derogación Cometa CUJIO cunpo rin m111a flota entre lo• Andu
de dicha ley. Despuél de la agrelión homicida en SI el Atlántico. Se hG dicho que Ruaia es un paú
f'l acto de la FORA el 19 de mayo de 1909, que de .mendigo, y ele príncipes. Sería tosca ezage-
desencadenó el asesinato del Coronel Falcón, ell racaón afiTm4r algo teme;ante de la República
proyecto se abrió paso r¡ptdamente. Se c:onlidm Argentina. Pero comparad la marcha. del 1alario
que los grandes festejos preparados por el ¡cbier- co.a. la de la renta . . . lo1 do• tercio• de loa e.rplo-
no para c:onmemorar el Primer Centenario de la t~aon, agricolCII e1tán en arriendo, por lo general
Revolución de Mayo debían praenciar la deroga- "" contrato que 111egure a lo• arrendatarios el
ción de esa ley para que "la Ubmael 1e conmemorf goce de laa .mejorcu que producen 1J la tranquili-
con la ccmquilta de má libertad" 111. dad de un hogar ettable. Ezpueltoa a ,,. inopma-
·damtnte, de.,edidoa, no ., arrietgan a salir. de lo
111 Jos6 Arce, Roc:a, p. 284, Tomo 1I (Apéndiet dt-
cumqtal)·. ::a• Palacio,
lbld.
u : . Marotta. ob. cit.. p. 70, Tomo n. ob. cit., p. 324, Torno II.
126 127

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La Justicia actúa en . una de~endencia servil
p1"0Visorio. No habitan; acampan ... raro es el peón
. la usura y la propiedad pnvada. El Código
fiio que obtiene cuarenta pesos al mes. D~rante baCVélez Sársfield es la religión nacional. Un juez
una corta temporada los que cos~chan el tngo lo- de suenes Aires ha condenado a cuatro años de
an cuatro 0 cinco pesos al dta. Bregan sol a d~ 1 a un hombre que había robado un dedal
rol, salvo la media hora que en:t~lean en deglutir car~~ seis años a otro que se había apropiado de
una bazofia repulsiva y cara. Sttto hay ~ que ni Ye talón. En la ciudad de La Plata se condena
del agua disfrutan, por ser s_alobre. Se les ha. visto
volverse a ,ie a Buenos Atres. En Australw, un
und~ños de prisión mayor a alguien que ha ro-
esquilador de ovP.;as . duerme en su cama. En ta ~ do dos gallinas. La tarifa del voto venal oscila
atre 15 y 20 pesos; los difuntos también votan,
Argentina, "ana la mttad y due~ en ~1 sue!o .. . e~que no cobran. El personal de las repartieio-
N 0 insistir~ en los abusos de ~ertos tngentos y
de los obrajes y ~erbata~es pr6r1mos a la frontera. ~es oficiales es arreado a las urnas el día del co-
AlH se estafa al traba3ador de acuerd? con las micio. Se~n los datos de del ~azo, en 1907 sohre
autoridades, se· l.e tortura y se le caza a ttros cuan- 1.200.000 habitantes en la Capital, votaron 3.583
do intenta huir" 1211• • ,
ciudadanos IJT .
En Buenos Aires, miles de obreras vivian con
salarios de hambre. Las costun:r~s de _blanco, Jas COMO SE FESTEJA UNA REVOLUCION
chalequeras, pantalone~~s y ofiCI?s .afmes tr~ba­
jaban de doce a dieciseis horas diarias .exclusiva- Era el ideal patricio de la factoría. Las sombras
mente para sobrevivir. Muchas aprendizas gana- no podían afear _el ra~iante cu~dro. La república
ban cincuenta centavos por día. El kilo de pan oligárquica se dispoma a arroJar la casa por la
costaba 30 centavos, la papa 15 centavos,}os poro- ventana: Figueroa Alcorta invitaba a visitar la
tos 25 centavos, un repollo 30 centavos. La fruta. . Argentina a la Infanta de Borb6n, tía de Alfonso
es inaccesible. Los precios de la carne y de la XIII. Y asf se precipitó gozosamente sobre el país
leche se han elevado tanto que hace poco la direc- una nube de personajes, embajadores y príncipes,
ci6n ae AMencia Pública aconsejaba instalar rastacueros de Europa, escritores alquilados, ilus-
puestos para venta de carne de caballo, de mula tres o semiilustres, tanto daba, gerentes, capita-
11 de burro" ••. listas y truhanes de marca, condecorados o por con-
•• Rafael Barret, Obras Completa., p . 168, Tomo 1, decorar. Venían de los cuatro rincones del Viejo
Id Americalee, Buenos Aires, 1954. Mundo a visitar el soberbio emporio triguero del
i• Ibfd., p. 168, Tomo U. Desde Aaunción del Para- Plata: curioso público para conmemorar el cen-
IUIT, _donde residia, Barret describfa la literatura y el tenario de una Revolución. La Central Obrera
,ertOdismo de la Argentina: "Lo• litnatos otcilan de
tiU gl4ci41 ef'Udición a un preciolilmo importado. L!l sindicalista advertía: "La huelga general estallará
prm~e~, cu11o1 miritot ae evalúan por lo que peaa el en la vúpera del 25 de mayo como un mentía a
HJ)el ele cadc númno, t1 un laf'go (ndice infMmC~tivn cuantas libertades quieren celebrarse y exhibif'lt
11 ~~~-deapc>;ado ele tod4 rignificaci6n elevad4, de ante el mundo civilizado" 128 .
ted4 tHJlenna, de toda Qf'Ciciota sutiteu. E• una prtn::CI
eutTCida 11QMda como aquello• 4 quien.et tit•ve; una p1'fn' Como era previsible, el gobierno de Figueroa
~ que ae Wte del talento ezt,.an;,.o 11 que tf'atcl taa Alcorta rehusó derogar la Ley de Residencia. Por
Mnd4s ~. nacioncllet con la hipoCf'eri4 o el mu· el contrario, adoptó antes del 25 de Mayo drásti-
tbmo de lcu COftCienci4s comprad41. Ante la le11 del
U de ft&nio, que d4 el IV"'tmO puntapU a la Coutft"· cas medidas de represión. El día 13 de mayo, el
ei6R llt'Qefttina V Cl la Ubenaclu conquiltadat m CUCitTO personal de redacción de los diarios La Protuta,
lltrto., ntTc ellal 141 de Pf"U4miento 11 la de ímJWmtG, La Batalla, y el semanario La Acción Socialista,
ltt&l h4 hecho la fam.ol4 P"Cftlfl boMnmse? Opotltf
d imS*dor de la mnetriz o la lntf'ci4 del cad4vn. ¿Qut
'-Porl47 POf' el momnto l4l ci,.u de la uporl4cióll !!! ~rotta,
Muo, ob. cit., p . 103.
ob. cit., p . 71.
W de los ~ boftCCiriot no bc;an. Ea lo principclt•.
1a 1!9

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t"ra t'nvlnd a 1. cárct:'l n m pnñado de. ~ás de un
t!nten nr de m ilitantes. ob.r r s. Las ed1c1ones res. homéricas, empinando el codo con alguna
pe th·as d di h per16d1cos P.ran secuestradns. le~·da fuerte. Uno de ellos pagó cara sus provoca-
Al dtn siguiente salían a la calle las bandas b.e ~es Juan Carlos Argerich perdió la vida en una
b1 neo cte l ~ tri t ism md1 n do. ¿De don de pro. Cl~ah¿la de los bosques de Palermo. Un calavera
cedían ? ~a la época recuerda : " El pesar que produjo ru
e erte fue muy hondo en. las filas de los m ucha-
La sociedad ligárquica devora~a en paz per. ~:Os que no usa?an gom~~a" 130 • Las ".barras"
fecta los frut os de la pampa. Hab.la vuelto las ea.. 0
,, atotas" se mov1an tamb1en en los cafes cantan-
paldas a la política1 9ue desprectaba ta.nto corno
el trabajo: era su ~ca he.r encia del h1d~~? ea-
t:s· "El Gato Negro" en la calle Esmeralda ; 0 se
de~plazaban hacia la periferia, en el célebre Han-
pañol, pues no hab1a recog1do en su tradic~o~ el sen de Paelrmo, donde cambiaban golpes y pu-
oficio de la guerra. Gastaba alegrem~te; VIaJaba ñaladas . con los. compadritos del bajo fondo .. Su
a París con su numerosa prole Y sus tnnumerablea ocupacion favonta, sm embargo, eran los prostí-
institutrices francesas o inglesas, sus nodrizas y bulos clandestinos y los bailes con corte. Para
mucamos. Veraneaba en Mar del Plata, con su distraerse, y después de alguna francachela, lan-
rambla de madera, o se visitaba. recíprocamente zaban lechones vivos por las calles céntricas; los
en invierno, para mantener al d1a las murmura. pelandrunes, embriagados y en dudosa compañía,
ciones. Copiaba las modas, las ide~~ · las t~nterías perseguían jubilosamente al despavorido animal.
y los vicios de Europa. En esa de~~10sa ex1stenc1a Estas gracias los preparaban sin embargo para
el hastío reinaba soberano. Sus hiJOS eran por lo responsabilidades más serias.
común perdularios a los que nada interesaba, sal-
vo los caballos, las reyertas y las mujerzuelas de Pues al conmemorarse el Centenario de la Re-
extramuros. "Indios bien" o "patateros" consti- volución de Mayo, hasta los pelandrunes advir-
tuían la nueva generación de la clase estéril, que tieron que la lluvia de oro que se desparramaba
agotaba su aburrimiento en la calle Florida, entre sobre el país, no regaba a todos los que vivían en
Cangalla y Bartolomé Mitre: "La vereda . de la él. Descubrieron los patateros que existía, ade-
Confitería del Aguita era el punto de reumón de más de la Confitería del Aguila, de los mucamos
los que el vulgo había denom.i~ado risu.eña!'lentc gallegos, de las prostitutas francesas y de las es-
•La Indiada• -mozos de famtha, muy mchnadoa tancias paternas, un desagradable mundo de ha-
a la farándula 11. al golpe de puño" 1• . rapientos que quería vivir. Surgían del abismo
social; y vivían lejos de las parroquias céntricas.
Muchos de ellos eran extranjeros, algunos arro-
INDIOS "BIEN" Y PATOTEROS jaban .bombas de dinamita; casi todos hablaban
de repartir las riquezas. Esto último ya era dema-
Mataban el tiempo husmeando por loa peringun· siado y los calaveras decidieron defender la patria.
dines de mala fama, escuchaban tangos a escon- de aquellos intrusos que deslucían la maravillosa
didas o provocaban a las mujeres que paseaban fiesta. Así fue cómo los hijos de la oligarquía
por la calle Florida. El "Petit Salón" de Esmeral· abandonaron los bares para encontrar la primera
do, entre Corrientes y Cuyo, era escenario hab!· ocupación de su existencia. Uno de ellos, que sabe
tual de sus hazañas: le arrojaban pan a loa mu· de qué habla, escribe : "Al conmemorarse el Cen·
sicos, o se golpeaban con los vigilantes de casco tenario, se recurre a los •indios bien• para evitar
con punta que venian a restablecer el orden. Loa la acción de los extremistas, quienes pretendían
p~landrunes comentaban luego, orgullosos, 'SUS pt· h.acer fracasar los festejos patrios que iban a rea-
hzarse. Se averiguó en forma sigi_losa d6nde st
Jtt Céaar Viale, Estampa.t d• mi tinnpo, p. 33, Ed.
Julio Subez, Buenoa Aire1, 194~ . 110
lbfd., p. 180.
150 1~1

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-~

. cLa Protest~•, en la c_alle Liberta~ 837. Una


hallaban las madriguer48 de esos extremi3ta, haclaf ente al diana anarquista la multttud frené-
fueTon justamente cl46 patotu•, tan equivoc~ vet r te exaltada, destrozó las puertas con loa
mente vilipendiada~ por los reporteros, .las q~ tic"';:~. de los vigilantea y, aeguTa de que no
hicieron abortar loa l!-tentados ~r~concebidoa. 2"
una imprenta en Rettro, loa reetbteron a balazoa
mac rla resistencia, atacó 146 inerme• máquin.na
hal~ renta los muebles, la máquina de escribiT,
La policía no 'tuvo necesid~ de actuar 11 ~ aut~ de '{ftfros, etc. Luego prendi6lea fuego. Laa llamas
·.J-.Jel quedaron reconoetdas por la achtud de ~os lacables eran saludadas alegremente por loa
"""" . d ..L.. " 111 •
"cidida 11 vahente e esos 3uvenes . !mp ndiarios que agitaban ga1er43, baaton.ea, aobre-
A los encuentros entre compadritos d_e suburbio ,ncde s en infernal gritería de vivas a la Patria y
y los "indios" del centro, e~tre los baJo.s y altoa to o , · "tu
mueras al anarquumo .
fondos de la sociedad portena del novecientos, le
refiere Celedonio Flores en su tango "Corrientea
11 EameTalda": EL "NACIONALISMO CLASISTA"
"Amainaron guapos junto a tus ochavas DE LA OLlGARQUIA
cuando un cajetilla lo1 calzó de cerosa.
11 te dieTan lustre 146 patotaa bravas111 Las fuerzas policiales observaban ris~eñamente
alta por el año novecientos dos ... "
y con manifiesta simpatía las depredac1ones. Nu-
Azorados por su repentina importancia, y junto merosas damas se complacían en ~1 espectác~lo.
a caballeros respetables, los "indios bien", que ha- El diario La Batalla, órgano anarquista v~sperti_Do,
bían hecho guantes en la quinta de Carlos Del- corrió la misma suex;e. La. c~alla oligarqw~.a,
casse o en los rings con Jorge N ewbery, se reunie- ebria de triunfo, ataco el diar1o ~ Vanguardta,
ron en la Sociedad Sportiva bajo la presidencia en la calle Defensa 888 y destruyo por completo
del Barón De Marchi, calle San Martín entre La- sus instalaciones. Relata el militante sindicalista
valle y Tucumán. En el augusto recinto naci6 el Marotta: "Ninguna consideración meTeci6 a loa
nacionalismo patotero. Esa noche las patotas no mtmifestantes la campaña contraria a la huelga
fueron a las casas de lenocinio sino a asaltar im- por el órgano socialista. Sin discrimi~aci?n tUalt6
prentas obreras y locales sindicales. La policla sus oficin48, destruyó BUS muebles, bnottpos, ~
cuidó paternalmente a las patotas. Sin perder un quinas de escribir, de imprimir, 11 concluyó llevan-
minuto el Senado en su sesión nocturna, apto- dose la biblioteca. A una increpación del doctor
baba 1~ Ley del E;tado de Sitio. Los distinguidOI Juan B. Justo al comisario Reynoao que presencia-
ciudadanos, en autos y carruajes especialmente reu· ba la escena para que contuviera a la dorada tur-
nidos por las turbas "patrióticas", salían a su faena. ba incendiaria, entTe risueño y alegre éste contes-
"Paf'a dar cuenta de los diarios y locales obrer01 taba: cLos muchachos están entusiasmado~:t" 13'·
tormóse una muchedumbre de gente adinerada, La ,directa responsabilidad policial en estos actos
diputados, empleados de gobierno, lif'vientes, po- de barbarie puede inferirse por el hecho ~e que el
licias y militares. La. encabezaban el baf'6n Dt Jefe de Policía, coronel Dellepiane, ofreció pagar
Marchi, el doctor Aubone, el capitán Lara, 101 con fondos de la repartición los destrozos causados
diputado• Carlos Carlés, Juan. Balestra, Pedro al diario socialista. En un manifiesto lanzado por
Luro, el comisario Reynoso y el estudiante. ~:f~· el Partido Socialista se leía: " El lo~al de nuestr~
· so Cf'iado. Los primeros pasos fueron . dtn11-o• diario La Vanguardia, que rerpetuoso del trad\·

) 111 Felipe Amadeo Lastra, Recuerdos del 900, p. 3(),


Ed. Huemul, Buenos Aires, 196!5.
1n V. Celedonio Flores· Cuando pcua el organito, P· 5S,
Ed. Freeland, Buenos Aires, 1965.
131
11 4
Marotta, ob. cit., p . 73.
Ibíd.

U!

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t1.mult mo nb trcro d e mucho! ciudadano,, h bt- De este modo nacia el na ~ionall smo oligárquJco,
ombat tdo el propósito de perturbar laa fi a ~<~ identificación de la Patrta con la estancia, de
18 ropfedad con el hon.or, de In pollda con la
nm agltiH'lonct~ cxtemnoránea.9, em asaltadoeataa
turúan salida:; de los clubs u garito,, elegantes Pd' 1dJ::sción cívica. La delmcuencia política dt: ¡08
e )tos fondos de la oligarquía habría de rebrotar
l?1:1 c~ lcyl ot; de fraileo y de la combaría de in~ 1 8
ttya ·tone~. esa tenebrosa repartición titulada ;•· ganlzada mente en J919 con la fund ación de la
{j Patriótica Ar~enti na, en la Semana Trágica.
sarcasmo de Orden So üll'1 •nl) Podrá obliervaror
que el Portldo Soclollstn había rechazado "pertu~ E! 8
esos mismos días tur~ulentos de 1910, el ilus-
tre cirujano . profesor Jose Arce, tomaba exámenes
bar la.'l fiestas con agitaciones extemporáneas'' r.
declaraba respetar el "tradicionalbmo Rincero"
Jos arg(mtínos. Justo veía la Revolución de Mny~
'l en la Facultad de Medicina, perturbada también
por Jos aconteci mientos. Al pasar lista para llamar
como un extranjero respetuoso. 8 los alumnos ~~~r~ptos a dar e~a~e~ " e.l docto;
Arce decía: Mammt, Pedrone, Gtantnt, Ztccarellt,
Del mismo modo fueron atacados un antiguo lo- etc .. .. y a m edida que _Pro~u~ciaba tales. apelli-
e~) obrero d México 2070, sede de la Confedera. do• de inneoable extracct6n ttáhca parecía tr m on-
c1ón Obrera Regional Argentina, la Asociación tando en cólera. Llegó un instante en que estalló:
Obrera de Socoros Mutuos, la administración del -¡Caramba, éste es un país de gringos de mier-
periódico A cción Socialuta, el Sindicato de Pana- da! ¡Dónde va a ir a parar la Argentina con tantos
deros situado en México y Sarandí. Al agredir el ini.3 y ones!" 111 • ,
Sindicato de Panaderos, sin embargo, al~n obrero
refugiado en el fondo del local contestó a balazos A este odio antigringo y antiobrero se r educía
los disparos de los agresores. "El doctor Aubone todo el nacionalismo de ]a oligarq uía. Cahe
frente a esta nueva prueba de resistencia en ton~ observar que en esa larga lista dP. nombres de
ori ~en inmip,ratorio, que provocahan };¡s iras
desafiante exclamó: c;Háganse ver, cobardes! ¡Viva
la burguesía! ¡Mueran lo1 enemigos de la pa. del orofesorado conservador y seudo-patricio, se
estaba manifestando la llegada de una clase social
tria!-•" 118• Pero esto no detuvo a los patateros. Con nueva a las aulas universitarias : el triunfo yrigo-
la amable colaboración de los bomberos y de lu yenista de 1916, así como la Reforma Universitaria
hachas de esa repartición el nacionalismo oligár- de 1918 encontraría en ella su base política. Sin
quico destrozó el Sindicato de Panaderos, lo mis- embarqo, el odio hacia el extraniero d el pato-
mo que el de los ebanistas y escultores. tero enguantado era un antigrin~ismo de conte-
Otra columna de manifestantes de la misma ra- nido social, que no se manifestaba hacia los ~er
lea se lanzó al barrio judío -de la circunscripción rentes ingleses del Ferrocarril, introductores del
9'. En la esquina de la calle Lavalle y Andes box, del cricket, del golf y de los turfmen. No
(.actual José Evaristo Uriburu) destruyeron y sa- era un prejuicio nacional, era un odio de clase.
quearon un almacén. Asimismo fue incendiada la Los tilineos se sentían amos del obrero italiano y
librería del editor de obras revolucionarias Bau- lacayos del gerente inglés.
tista Fueyo, situada en el Paseo de Julio (actual "Los inmigrantes son .gringos• y •gallegos•,
Leandro Alem, frente a la estación Retiro). Fueyo aC?"eedores a motes viles y a la mofa sempiterna;
se defendió, aun herido, y mientras las llamas nuentras un capricho de la casualidad no los sa-
consumían la librería, su compañera y sus peque- Que de pobres, estos desgraciados que proporcio-
ños hijos pasaron la noche a la intemperie. ~s nan bloques de oro a cambio de un· pedazo de pan,
hordas de patateros se replegaron hacia el Bamo no son sino •hijos de la gran puta•. En 1890, los
Norte paar .brindar "por la Patria".
~ 81 Juan E. Carulla, Al filo dtl medio siglo, p. !>0,
1111 Ibfd. · Llanura, Paran!, 1951.
lit lbfd.
1~5

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anarquistas y socialistas que, para colmo,
•muchachos• de los cantones se solaz~ban en fu- obrero5xtranjeros?
.tiLaT metecos distTaídos. Mataron (1$\ a ~uch01 eran e aullidos bestiales de las bandas oligár-
t rabajadores que cruzaban las catles, _a.lbantles en :Entre 1os luía su mandato Figueroa Alcorta. La
los andamios, etc. LLamaban a ta~ chutosa opera- q~cas cÍ:festejaba bajo el respl9:ndor de los ~!l­
ción ccagaT gringos•. La dorada 3uventud que •e ollg9-!qu centenario de la glonosa Revoluc1on
alineaba poT las tardes en ambas veredas de 14 cendlOS e1
calle Florida para atentar al pudor de las señoraa de :Mayo.
indefensas, acudía por las noches .a. l0;s casas de
prostitución paTa destrozar el .m~btltarto .Y 07ota,.
a Zas mu;eres. Uno de estos ctndtas• Y dtgo tndio
puesto que se denominaron a sí propios •Le in-
diada• mató de un tiro de revólver a un niño
lustrabotas porque no le hacía brillar bas~ante loa
botines. ¿Impunidad? ¡Claro es! Impumda.d -y
aplausos sinceros, de añadidura- hubo para los
•indios• estudiosos que en mayo, durante su gro-
tesca cruzada contra la clase obrera, atropellaron
e incendiaron hogares pobres. Estragos son de la
codicia disolvente, que nos hacen dudar. de la co-
hesión misma de los poseedores frente a un peli-
gro serio, y del mínimum de so~idaridad _que ae
requiere en el caso de un conflteto extenor. No
obstante sus dreadnoughts lucrativos, la Argenti-
na no es temible. Los ;óvenes ricos de Nueva York
iban voluntarios a Cuba. Al solo anuncio de la
Guerra con Chile los de Buenos Aires escaparon
a Montevideo" 118•
El régimen era, dentro de todo, fiel a sí mismo.
Si había degollado millares de gauchos para abrir
la Argentina al mercado mundial, si a los jefes
militares de la Revolución de 1905 Quintana orde-
naba "fusilarlos en el sitio", si a los radicales del
opulento ganadero y socio del Jockey Club, Hi-
pólito Yrigoyen, se los engrillaba en los pies y se
los remitía a Ushuaia, ¿qué cabía esperar a los
118 Barret, ob. cit., p. 117. El escritor anarquiata ob-
servaba con mirada cáusL1ca ciesde Asunción la ini-
quidad oligárquica: "Unoa cuantoa niñoa ricoa remitie·
ron a cLa Nación, ropcu vie;aa para loa niño• pobrel,
con e1ta poatdata: cLaa que no crea conveniente dor¡
señor director úaelaa para limpiar máquina•~ . . . En e
fondo del oolie florido los falloa poderoaoa comen 11 ••
dit~ierten: Allá arriba, en &a, cisperaa garganta& batido~
por la nteve 11 fecundada. por el cielo ae forma poco
a poco el fatal alud de la juaticia'. La proaa ea de ~poca,
pero au verdad histórica es muy moderna.
157

-
IJi

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LA BELLA EPOCA

En 1910 Europa es la clave de la bóveda. Sín-


tesis armoniosa de poder y civilización, a su ca-
beza se encuentra Inglaterra. Si bien constituye
"una República mercantil internacional que fun-
ciona bajo la égida británica", en realidad su he-
gemonía se realiza "en provecho de todos los
blancos" 1 •
t Las monedas son estables. Hombres y capitales,
\ ideas y productos circulan libremente en el mun.
¡ do internacionalizado por el desarrollo· canitalista
: triunfante. El pasaporte es una molestia descono-
J cida 2 • Los viejos Imperios han exportado sus cri-
¡ sis internas al mundo colonial. Se reservan para sí
• el goce de la democracia griega, de las disputas
teóricas, del ejercicio de las artes o de la investi-
gación científica desinteresada. Ese rebosante uni-
i verso, lleno de confianza, tenía un centro: París.
1
Su mito brillaba más que nunca. Era la capital
! del buen gusto y de las malas costumbres, de los
1 bohemios y los príncipes, de los emigrados andra-
~ josos y de los rentistas cosmopolitas. Resonaban
r todavía los ecos de los escándalos financieros de.
¡ la década anterior cuando París se convertía va
f en el símbolo de un mundo próspero y refinado.
'
l 1 Crouzet, ob. cit .. p. 19.
f •2 Stefan Zweig, Et mundo de ayer, p . 322, Ed. Cla-
~ rtdad, Buenos Aires, 1953. ' 1Antes de 1914, el mundo
, había pertenecido . a todos z·os hombres. Cada cual iba
¡ adonde le placía, y permanecía alli mientras le gustaba.
.• No se conocían permisos ni prohibiciones, 11 siempre
¡ me causa gracia el asombro de ta gente joven, cuando
, CU~to que antes de 1914 viajaba a la J.ndia 11 a Estados
\ ~nidos sin poseer pasaporte ni haber visto jamás seme ·
~ .7~nte instrumento". Es difícil que en la India coinci-
\ dteran con el europeo Zweig de que 'el mundo per- 1

1 te7.1ecía a todos los hombres"; en las colonias se t~nía


1 ~as bien la impresión de que el mundo pertenecta a
~., Ciertos hombres .

¡

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r La burguesía francesa, cuya avidez y . .
tenían paralelos, aparecía embellecida :e~ld1a n() hijos y para una vejez tranquila. Como garantía
peridad y el bienestar. El sexo débil r~~ a Pro~ de ese dinero la gente adquiría títulos •de ren-
literatura y en la política. "Lo mujer elna en la dimiento• : de la deuda rusa, por ejemplo, puea
bolo y el objeto de esta existencia radia!t e1,prn... Rusia era entonces el país del porvenir . . . eran
3e relaciona con ella, con m gloria y 3U e. Odo codiciados los valores brasileños, españoles 11 de
ta" •. Es la época de la Bella Otero de {onquia- suez . .. "•. El affiche se volvía un arte para ex-
Pougy y de Emilienne d'Alen~on. Én los lane de quisitos y asombraba a !os transeúntes con extra-
literarios ejercen su imperio las amazona sa~ones ñas formas: Toulouse Lautrec, Steinlen, Cheret.
poesía -Anna ~e. Noailles, Lucie Dellar~e-Mala En la Inglaterra puritana perdíase la fe en
drus y Renée VlVIen-. Antes de convertir r- Spencer y Darwin: se leía con devoción a Osear
escritora, Colette se inicia escandalosamente se en Wilde, el réprobo. A la paz victoriana sucedía el
mundo de los music-halls. En los reservadosen 1el placer eduardiano. El alegre monarca cruzaba la
gantes, seductoras Egerias de los ministros pa~~­ Mancha con frecuencia, de negligente incógnito,
cipan fructuosamente de los asuntos de Estad l- para rendir la altivez británica a las plantas de
Las aventuras en globo apasionan a la multitud o. las bailarinas de la Opera. Por estas y otras ra-
a los audaces deportistas. El automóvil despier{ zones, la "Entente" franco-inglesa parecía incon-
la admiración de las gentes pacüicas. El "estila movible. En la nueva generación, Bernard Shaw,
moderno" evoca las artes de la jardinería: sobr~ Arnold Bennett y el fabuloso John Galsworthy
los sombreros de las señoras se acumulan flores y sometían a la burguesía victoriana, replegada so-
frutas, plumas y pájaros enteros; y esta feracidad bre sus sagradas rentas, a un examen sarcástico 1 .
estilística se propaga, exuberante, al mobiliario y Para digerir la plusvalía colonial y los r003t-
a las costumbres decorativas. Estallan motines con- beef argentinos, los ingleses jugaban al tennis, al
tra los cubistas. Maurice Barrés deslumbra como golf, al cricket, al foot-ball, a la caza con galgos.
el escritor de la tradición y del nacionalismo aris- Junto a sus productos industriales, exportaban es-
tocrático. "La tierra y los muertos, es decir la tos hábitos a los cipayos de la periferia, cuya
patria", es m doctrina. Su herencia es recogida admiración por el genio británico no conocía lí-
por el positivista Charles Maurras en 1910 pro- ' mites. Hacia 1910 los versos voraces de I{ipling,
yectándola a la acción política y al utopismo' reac- por lo inoportunos, parecían vetustas reliquias.
cionario dé la restauración monárquica. La in-
\ fluencia maurrasiana cubrirá varias décadas en la PROLETARIADO BURGUES
h~~oria de las ideas de Francia para reflorecer EN LAS NACIONES IMPERIALISTAS
pálidamente ~n suelo argentino en los cenáculos
nacionalistas de las vísperas del treinta. La clase obrera británica mejoraba constante-
mente sus condiciones de vida, lo mismo que su
"Una botella de Pommery valía un luis en Ma- organización gremial y política. Tales ventajas la
xim's. Aquella vida trepidante no terminaba nun- llevaban a establecer una alianza con la burguesía
ca ... Todo el mundo parecía dichoso en una ciu- imperialista. "La. capa superior suministra la moiCI
dad donde el vino costaba unos centavos el litro de los miembros de las cooperativas 11 de lo• lin-
y un aut~tico banq~ete de bodas 1 franco con 95 dicatos, de las sociedades deportivas 11 de los ftU-
c~pren~idos los lteores. . . aquel mundo vivÍ4 merosas sectas religiosas. El derecho de sufragio
bo,o el ~ de la facilidad y de un dinero con ~e halla adaptado al nivel de dicha categoría; Ji-
valor permanente que permitía ahorrar para tos • F. Fela, De fin de ligio a ltlf, p . 47, Barcelona, 1154.
11 André Mauroi8 Historia de Ing14tnTG, p. 311, Ed.
1
Yichel Decaudin\ ~Xe. mcle francaia. Lea Temps Ercilla, 3• !'.d.• Santiaro de Chile, 1980.
Jfodnnes, p. 20, Ecilbons Se¡bera, Paria, 1964.
HO 141

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g : e ~i rn do t n Inglaterra lo bcutante limitado p tiva y beli i ta, '·e • e re t erren o sólo e 1conrraba
t . !1 ir a la capa inft.?'rior proletaria propiam~rc¡ e~ apoyo fl o;o y p co am ist oso, 11abiendo res ul ado
d ha · "· Treinta años antes, en una carta a Kautte
ky, Engels daba su opinión : " Me pregunta ustes-
q ue pie~n san !()s obreros i-ngleses acerca de la P el
litica colon.inl. Lo mismo que pieman de la político-
q ue fuera e l mas
menceau .
,.
rmpot enre para ~pone; .tm obstáculo }ica~ aun-
muno a Delca se o a C e-

Del mismo modo, la socialdemocracia alemana


en general. Aquí no hay un Partido Obre,-0 n: había hecho su nido en la pro peridad general y
hay más que radicales, con1ervadores y Hber~lea en él reposaba. Basta cons·derar que el P ar tido
y los obreros se aprovechan con ellos, con la ma~ Socialista alemán contaba con 90 diarios 62 im-
yor tranquilidad del mundo, del monopolio colo- prentas. La prensa ~ocialis.t~ diaria tení~ 1.353.212
n ial de lngalterra y de su monopolio del mercado suscriptores. La revtsta teonca Neue Zett cont aba
mundial" '. con 10.500 lectores fijos. La Igualdad, publicación
Antes de la guerra de 1914 se advertían los sig- de las agrupaciones femeninas socialistas, 102.000
nos del conservadorismo político del proletariado ejemplares. El periódico humorístico del socialismo
europeo. "Las capCl.! más influyentes de la 'm43a alemán, 371.000 ejemplares. El capital ~ la So-
proletaria, dice Tarlé, los obf'eros de las eapecia- cialdemocracia alemana en edificios, máquinas,
lidades, estrechamente vinculados a la producci6n solares mobiliarios, etc., ascendía a 21.514.546 mar·
de armas, a la construcción de naves de guerra cos. El personal burocrático empleado en las
etcétera, fueron los primeros en exteriorizar 1~ organizaciones socialistas se componía de 267 re-
tendencia a abandonar las consignas de la lucha dactores, 89 jefes de oficina, 273 funcionarios, 140
revolucionaria contra el militarismo y SU~ adver- empleados administrativos especiales, 85 funcio-
sarios le reprochaban frecuente y acerbamente, narios encargados de la publicidad, 2.640 técnicos
acusándolos de traicionar los principios revolucio- y 7.589 repartidores de periódicos con sueldo. La
narios en nombre de venta;as económicas inme- social-democracia financiaba una Escuela Socia-
diatas y personales, como la comervación del lista en la que enseñaba Historia de la Economía
empleo y el aumento de los salarios' 1 . Este fenó- y Economía Nacional, Rudolf Hilferding; Materia-
meno no era especüico de la socieda·d británica; lismo Histórico y Teorías sociales, Pannecoek;
se manifestaba asimismo en Alemania, en Francia Historia de los Partidos Políticos, Franz Mehring;
y en otras potencias imperialistas de Europa. A otrO-S profesores eran Rosa Luxemburgo y Cu-
pesar de que en Francia el dirigente socialista now 10. En seis años, el partido invirtió en la
Jean Jaurés luchaba tenazmente contra la política escuela socialista 288.575 marcos. El número de
colonial del imperio francés y su actitud provO- alumnos estaba limitado a treinta. Pero el gigante
alemán iría a demostrar una fragilidad semejante
• Lenin, ob. cit., p. 297. a la del Laborismo británico.
t Marx y Engels, Correapondencia p 414 Ed Pro· Si el movimiento obrero se adaptaba sin es-
blemas, Buenos Aires, 1947. Que las 'te~dencias c~nser­ fuerzo al status imperialista de la metrópoli, la
vadoras del proletariado británico no constituían una
sorpreaa para En¡ela, lo demoetrarl su vaticio de 1858 "inteligencia' sufría el mismo proceso. Aun aque-
en u~a carta a Marx: "El proletariado inglée eatci abur; llos intelectuales de "avanzada", <':1racterísticos de
guesandose cada 11ez ~. de fn4nera tal que ésta 111 Inglaterra no escapaban a la regla. "El poder de
m4a bu.,gueaa. de 146 nacionea, aparentemente tiende a largo atca~ce de la Gran Bretaña, escribe Bertrand
poseer una anatocracia buTgueaa v un proletariado buT· Russell ae desplegaba en la guerra afgana, en la
guc!s, ademdl de una burgueri4. PaTii una nación que
explota. a todo el '!l"ndo erto ae ;uatifica natuTalmente guerra 'zutú y en la primera guerra boer. Me en-
hcuta C\erto punto' (ob. cit., p. 133). '
• E. Tarle, Historia de Eur0p4 p 17 Ed Fut. B • Ibíd., p. 17.
n os Aires. lHO. ' · • · uro, ue- 10 Ramos Olivera, ob. cit.. p. 97.

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,.

señaron a desaprobar todo aquello y fui educ por consiguient~, nuestra cualid~~ de ~ombres
m el credo del Pequeño Inglés (liberal antiúnado
rialista. [N. del A.]). Pero este credo nunca
completamente sincero. El más pequeño de ~e
r- '
¡
.iluminados~, e:ngen una explotacton contmua" u.
La política de los diversos gobiernos imperialis-
tas estaba determinada hacia 1910 por las exigen-
Pequeños Ingleses se alegraba de las proezas ~ cias cada vez más imperiosas del capital financie-
Inglaterra. El pod.er y el d~inio de la aristocra. ro para conquistar nuevas fuentes de materias
cia y los terraten\entes era \ncomparable" u. rimas, mercados de venta y dominio político di-
~ecto. Un semillero de contradicciones brotaba de
Russell traza algunas vívidas semblanzas del la naturaleza del propio caoital financiero. Los
ambiente laborista y fabiano de principios dE bancos adquirían enorme poder sobre la industria
siglo y el mortal conformismo del "socialismo" in- y la vida económica en general. Sus directores se
glés. De H. G. Wells, aquel obeso e insoportable convertían en un Superestado que guiaba de modo
filisteo, dice que "inventó la frase cuna guerra que invisible a los gabinetes y a sus jefes más notorios.
pondría fin a la guerra•"; de Beatriz Webb, que La Bolsa de París dominaba la política del gobier-
con su marido Sydney sería ennoblecida por la no francés, del mismo modo que Krupp estaba
Corona y aplaudirían más tarde los Procesos de detrás de los arrestos paranoicos de Guillermo II.
Moscú desde la Cámara de los Lores, escribe: "E,.4 A los amos del capital se les aparecía claramente
profundamente religiosa, si bien no pertenecía 4 la verdad de que la lucha económica por sí misma
ninguna confesión reconocida, a pesar de que, no podía determinar la victoria en esta área. El
Kaiser declaraba que "el porvenir de Alemania
como socialista, prefiriese a la iglesia anglicana, está en el mar"; esto equivalía a señalar que la
por ser una institución del Estado". De otra labo- flota alemana debería librar una batalla feroz
rista, que también era noble, Lady Warwick, dice: contra el Almirantazgo británico, si las mercade-
"Lady Warwick era una activa partidaria del Par- rías alemanas debían reemplazar a los productos
tido Laborista, y en su .parque había un lago de Inglaterra en su antiguo monopolio mundial.
rodeado por monumentales ranas de porcelana La interrelación entre la política y la economía,
verde que le hab{a regalado Eduardo VII. Era un entre el capital financiero y los ejércitos, entre el
poco difícil a;ustarse, en la conversación, a esos armamentismo declarado de unos y otros se volvía
dos aspectos de su personalidad". Con razón Lenin, cada vez más evidente. Pero estos problemas eran
emigrado en Londres, no quería dar crédito a sumamente confusos y corrían por cuenta de los
sus ojos. especialistas. En esa era de bienestar y descuido,
de arte y molicie, de conservatismo y socialismo,
George Orwell va más a lo hondo de· la cues- la opulenta Europa se precipitaba frívolamente
tión todavía: "Todos los partidos de la izquierq4 hacia sus trágicas vísperas.
en los países altamente industrializados son, en
el fondo, pura afectación, puea ae proponen luchar
contra algo que en realidad no desean destruir. EL NIRVANA .DE 1910
Tienen fines internacionalistas y al mismo tiempo
luchan por la conservación de un nivel de vida La oligarquía. terraten!~nte, h~cia,. la époc~ del
incompatible con esos fines. Vivimos todos explo- Centenario, aspiraba a . belgamzar la socie?.ad
argentina. Trotsky hab1a creado esta expres10n,
tando a los c~oolí~a. asiáticos, y los que entre como una forma de indicar la "comercialización
nosotros cson tlumtnados• dicen que ha.11 que li- total" de la vida de un pueblo. "Tro~ky vio en
berar a los ccoolíeu, pero nuestro n1 1.•el de vida y,
12 George orwell, ENaJIOI crítiCOI, Ed. Sur, Buenos
u BertrandEdRuaaeU, Re~rato, de memoria 11 otro1 ell· Aires, 1948.
.IGI/OI, p. 49• · M. Agu1Iar, Madrid, 1962. .
145
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loa belgaa . aL arquetipo de un pueblo totalmcn
come·rc1alizado; ae un pueblo_ dtgno, LabOTioao te 10
n u . ~1 fabuloso enr i,quecimi~nto de un puñado
table, am duda, pero qu~ habta renunciado a t~ •a. de dianas que defendum los mtereses y la ideo-
las vi8wnes, sueños e tdeaLes nacionaLea. De cicae logía de la oligarquía terrateniente ha sido W'lo
pueblo cuya ambición universaL había Llegado"" de los fenómenos más característicos de la histo-
aer la riqueza y comodidad i~ividualea. en ~ ria nacional. Modeladores de la opinión pública en
senttdo ese ~ueb~o ha renunc.t ad.o . . . tiene 147\4 el orden de la política, estos gigantes de la prensa
excesiva conc1~nc1a de su propt_a . tmpot~ncia parA ban desplazado, en la~ semicolonias, por su terro-
dectdir su destmo. Aun sus esptntus mas auctacea rismo ideológico y psicológico, a las tropas im-
y enérgtcos suelen optar por la comodtdad y le perialistas que desempeñan un papel análogo en
segunaad persona La toda costa . . . ~ impLemente ae las colonias directas.
han belyanizado" u . Es~a nobl~ aspir~ción de '101 En el caso de La Prensa, a las observaciones de
terratenientes no podna realizarse Jamás. Pero Clemenceau podrían añadirse las de un periodista
. todos los testimonios de los vislta_ntes extranJeroa norteamericano, George Kent, que años después
atraídos por la jarana de 1910, senalan el desium. decía lo siguiente: "La casa de La Prensa es un
bramiento que tes producía la opulencia insolente edificio serio y sólido de seis pisos, de granito y
de la Buenos Aires oligárquica. Geor ge Clemen. estuco, con porteros de librea en las altas puertas
ceau, con su mirada certera e implacable, donde de hierro. . . Las prensas costaron tres m iUones de
se combinaban el apenas disimulado desdén por d6lares. . . En cierta ocasión un representante det
el "pays de meteques", con el asombro genumo Vaticano que vi8itaba La Prensa observó: ·Me
ante ese diluvio de oro, observaba: ''l...a arquitec- parece demasiado lujo para un periódico•. Don
tura italiana reina en Buenos Aires. No se ven José respondió sonriente: •¿Y que, no es San Pe-
más que astrágaLos y fLorones entre crueles arte- dro de Roma una iglesia bastante lujosa?• . . . Di-
sonaaos de tíneaa torctdas, excepción hecha, bien cho periodista, refiriéndose a las frecuentes visi-
entendido, de las coquetas quintas y de Los impo- tas europeas que Ezequiel Paz, propietario del dia-
nentes pa~acios quet áestgnan a La a,enctón puouca rio, realizaba, añadía: "Estos viajes a Europa y la
las morada& de ta •aristocracia• ... El edificio máa prodigalidad con que don Ezequiel Paz gasta su
suntuoso es, sin contradiccion, el de ta opuLenta dmero son famosos en la Argentina. A menudo
•Prensa•". tomaba la mitad de la mejor cubierta de un tran-
-" satlántico de lujo, hacía decora?' y amoblar de
Aludiendo irónicamente al propietario de ese
nuevo todas las piezas y llevaba a Europa gran
órgano periodístico, añade Clemenceau: " EL señor número de personas de su familia . Llevaba en el
Paz, que ha ganado bien el descanso de que gom
barco a su cocinero y también aves de corral. y
en Europa, ae ha reservado naturalmente un aerc· Una vaca para tener siempre leche fresca . Al ne-
cho de aLta aupremacía¡ un fantástico paLacio que gar a Francia, hacia matar la vaca y casi siempre
ha hecho construir en el mát hermoso barrio dt daba la carne a la tripulación. En el viaje de re-
Buenos Aires, parece anunciar proyectos de re· greso llevaba otra vaca. Al llegar a Buenos Aires,
greso. Pero, en este caso, no puedo por meno.r de la hacía matar también y daba la carne a los tri·
compadecerl~, porque necesitará por lo menoa lo pulantes" u . El torpe viajero, con sus maneras de
corte de Luu. ~~'V o la de Jerjea, para llenar au nuevo nabab, hacía las delicias de los europeos.
fastuoso domtctho. El palacio profeaional de LG que lo desplumaban sin remordimientos y se bur-
~rensa ~la Ave!_lida de Mayo, aunque de dimm-
llOne.r. maa.pequenaa, no ea pOT e.ro meno• nmtuo- u Georges Clemenceau Notca de ,ia;e por la Amé-
rica del S~r, p. 132, Cabaut y Cia. Editores, Buenos
Aires, 1911.
u John Strachey, ~l fin del ImpeTio, p. 248 Ed. loa.· ta George Kent, Seleccivne• del Reader'• Digflt, p. 11,
do de Cultura Econom1ca, México, 1962. '
enero, 1944.
H6 147

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laban por lo bajo de sus vacas lecheras p
aprender a manejar los cubiertos comprab~ ara . tereses que no fueran los del _Puerto.
tería de marca, y para sus hijas, si llega~ Pla. todos los m , m "cosmopolitismo" que solo ate-
ocasión, algún conde legítimo no muy ave/ la Adoptaba asi ' . . a los "extranjeros" descon-
Con justicia los llamaban '~~astaquouere". lado. nuaba p~ra ~ep~~~ pesar Alexis de Tocqueville
Una elegante dama, tamb1en propietaria de tentos. ~I :;: {alud insolente del pueblo norteame,
cas, le confiaba a Clemenceau, consternada va. o~se~a a~n ironizando sobre sus escasos mod~l~
las exigencias de la vida social en Buenos A.(rue ~Ic~fa ~dmitir que se trataba de una ,soc~edad dma-
eran mueh o mayores que en P ans , : " S ets
. vestidoes eica en crecimiento, orgullosa de si m~sma Y coJ
me bastan para la estación de París; me hace~
falta doce en Buenos Air es" 1 8 .
~na confianza ilimitada en su porv.emr. ,El
Clemenceau, poco inclinado a la. filos?f.Ia de.
rut
historia y a los refinamie~tos ar~stocraticos , Ir¡
DE TOCQUEVILLE A CLEMENCEAU nizaba a su vez ante los ricos senores rurales e
la Argentina, que dominaban el cuadro ~e. una so-
Un siglo antes Alexis de Tocqueville, un aristó- ciedad agraria tan dependiente como estenl, Y que
crata francés, examinaba críticamente la sociedad marchaba a 1~ decadencia ant es de haber alcan-
burguesa norteamericana; en el siglo xx, el bur- zado la grandeza. ,
gués Clemenceau hacía lo propio con la .sociedad También el príncipe Luis de Orleans Br~gan~e
oligárquica de la Argentina. Ambos coincidían en quedó hechizado por la alta sociedad por.tena. ~m
observar el frenesí público por el dinero. Pero embargo, bajo sus observaciones se perc1b~ la ~n­
si en la América del Norte la tendencia consisti- variable sonrisa del europeo ante los t.e sbmomos
ría en usarlo para producir, en la Argentina se lo múltiples de un lujo excesivo. "Invan~ble~~te
destinaba al consumo suntuario. El derroche era colocadas delante de los palcos, ~as bomt~ nmas
aristocrático; la propensión al ahorro y la inver- porteñas, las diosas, las sacerdottsas del dtos, r~
sión era burgués. Las analogías son, en este caso, dean la sala como una guirnalda clara. Sus tot-
superficiales. Tocqueville señalaba con asombro lettes representan fortunas y se pretende que
que en Estados Unidos de 1830, la clase dirigente nunca, durante los tres mese,s que du~a la te"!"po-
y la población erigían una nueva sociedad en un rada, una mujer se atreverta a vesttr el mt~mo
suelo donde no· tenían raíces, ni pasado histórico, vestido más de una vez. Sus joyas valen mtll?-
ni tradición, y sin embargo, el patriotismo de los nes" n . Pero este príncipe, contra lo que podria
norteamericanos era "irritable". El aristócrata suponerse, no solamente examinaba los salones.
atribuía este sentimiento nacional a que «cada uno, «En esta lucha decisiva por la hegemonía co-
en su esfera, toma parte activa en el gobierno mercial del Plata los ingleses, como siempre, lle-
de la socie~ad . . . El hombre del pueblo, en los gan primero. Siguiendo el sistema aplicado por
E~tados Untdos, ~a comprendido la influencia que ellos con éxito en todas partes del mundo, .no bus-
e1erce la prospendad general sobre su dicha" 18 bll. can poblar . . . Su dominio son los negoctos. Por
En otras palabras, desde sus orígenes los nortea- alqu.nas individualidades poderosas imp~en su tu-
mericanos participaron en la construdción de una tela al comercio argentino, por sus capttales aca-
sociedad c~pitalista y de un mercado interior. Pero para.n todas las empresas realmente provech~sas.
la p~osperidad en la Argentina de la bella época Son suyos los principales bancos de Buenos Atres,
se VI!lculaba. estrechamente al mercado exterior; fertocarriles los docks del puerto, los grandes
la aristocracia rural se divorciaba a sí misma de saladeros ~ compañías frigoríficas. Han puesto
18 Clemen~eau , o~ . cit., P. ¡ 04 .
su dominio sobre Bahía Blanca, el gran puerto del
te bloAlexJS de :t"ocqueville, De la democratie en Amé· lT LuiJ de Orleana Bragance, Soua la C7'oi.r-du·Sud,
7'ique, p. 142, Umon General d'Editions, Parls, 1963. p. 95, 4• Ed., Librairie Plon, Paria, 1912.
148
14t

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Sur... carne, lana, azúcar, trigo, pieles
todo paaa1>or aus manos. Tratan la ArQent' madera gran biblioteca y sala de lectura donde en 8U graA
colonia. Evitan mezclarse a los •nativos tna co'n~ mesa central se encont raban los principale& ~­
«osos de la fastuo~a v ida mundana de ta•, de~~e­ ri6dicos del mundo tomaron un café especial como
.!Uo, han in!talado sus d enortes en Hurl~a~ttat. 11
tomaba en pocos sitios del mundo ... Comieron
11 una hora de la ciudad. Muchos de ellos ~!'l!? am, espléndidamente; el comedoT estaba lleno de to-
Cllegres cottages, rodeados de jardines. Com~e"!- en cios gente toda que llevaba la buena vida retra•
J>Te han intentado reconstruir alrededor de ~(­
81 tad~ en el rostro, alcohólicos algunos de ellos, pef'o
lcl imagen de la patria ausente . . . Su flota acae 0 • alcohólicos de vinos caTos, derrochadores de mi-
la má& grande parte de 1a exportación del paí;.~i~ llones; hombTes tristes otros, con una tristeza ele·
gante y de buen tono" 11.
Las fiestas del Centenario brindaron a la 8 . ·
tocracia ganadera la oportunidad de un des
gue orgiástico. Se trataba de agobiar a los ext~;e­
rs- El asombro del español estaba iustificado. El
Jockev Club era el temnlo oli¡1árquico. Un templo
jeros que visita.ban la capi_t~l del Plata con ~ exclusivo para sacerdotisas. donde no entraban
eandeza argentma. L?S pobtlcos . y los, visitantes mujeres, a la manera del club británico y donde
os poetas y los estancieros, los d1plomaticos y lo~ la inmovilidad de la vida seudo patricia encontra•
especuladores se festejaron a sí mismos en nombre ba su más perfecta manifestación.
de la olvidada Revolución. Un escritor español
queda petrificado de estupor ante el lujo asiático ANCHORENA O EL SAPO DE ORO
del Jockey Club. "Su primer entusiasmo, lo que ·
encendió en él el deseo de v ivir bien, siempre en La estada anual en Europa era un rito obligado
una atmósfera como aquella de buen ~ono, fue en de la mejor sociedad, exiJ;tencia inexcusable dic-
el departamento de baños. A más de ttnas cuantas tada nor el buen tono. El snob y el arribista es-
habitaciones individuales, con sus bañeras esnlén- condido bajo la disnlicencia exterior de cada hijo
didas y toda clase de refinamientos, vio la sala de de la oli¡¡tarqufa sentía la necesidad impostervable
de convivir entre gentes verdaderamente civiliza-
duchas, en lo,ot que no faltaba ni una ctase de ana- das. Los frutos de esta sociedad esté::il no podían
ratos, por ex travagante aue fuese; tos gabinetes ser mb deplorables. En su diario íntimo rPcuerda
para el baño ruso y la estufa nara el turco: la snla Ramón J. Cárcano su estada en P arís: "Tomál
tfe ma.s ajes . .. pero lo oue más llamó .c;u atenc;ón Anchore~a ~e tra;o hO'!J en su lujoso carrua_je
~ue 1n nbcinn d"' nata~i6n. ttna esuecie de uaHo desde eL Etotlea hasta mi hotel en la Rue de l4
amplúimo, cubierto de cristales y cuyo suelo todo Pai.r. En este trayecto de quince minutos me ha-
era un eatonaue con una temperatura eterna dt bló de vacas, toros, sus viaies 11 compras en In-
22 arado• . .. Hab!a una J>eJ.uouer{a, pedicuro, ma- glaterra ;. dP. automóviles, del Durhan y del Lincotn;
tdcuTa. . . el gimnasfo y la sala dP esarimn ernn de lo~ crtadores nuevos en la Argentina· del nueuo
dos 1>iezas emléndida.•. 11 siou;endo , 1a derPcha modelo de riqarros habanos que se 'fuman e1a
ae lleanba n los rnmP.dores tf~ ln rtwt". Londres ... " 20. •

Y 11fladía mnrnvlllodo: "Un .'tttl6n imnerio un Este Tomás de Anchorena, para colmo y quizú
tJflh t11Ptl' r 1rl e 'X V 11 .,.., I'Om t>tf l)r tVI " fl hlr f!~•:Dt·os de puro hastío, era diputado nacional en los meses
eran estanciaa patncfegas . nuP nca11 o rp 11ultn~: 61, que no vivía en Francia o entre sus vacas y toros.
t.rcesivas 1>nra un cluh . . . Jo~ l crí.otfo 0 , 1,. 110 .~ ncom· Naturalmente era diputado por la Provincia de
ptn1aba ohrió una puertn d madera fhlftdm(l. de
lt Joaquln Belda. El compcsdrlto, p. 184, Biblioteca
'"'"' rn.• tn fll . ,.,.,. lln , ,,. P1'\trPnnñn~ 111rínn tnlnt Hiapanla, Madrid, 1919.
affMnOI del mtts puro gwtto pompt•yano. En ta 10 Ricardo Sllenz Hayu, Ramón J. Cdrcafto, p. 281,
,, lbld .• p , 411. Ed, Academia Ar¡enUna de Letraa, Buenoa Airea, lHO.

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/

Buenos Aires, lo mism~ que su hermano Joaquín ción al Jockey Club. EL di:~>Utado To~ás de An-
de Anchorena. Descend1an ambos de aquel Tomás chorena habla con frecueneta en la Camara, pero
de Anchorena, primo de R.osas, .que llamaba "cui- siempre Lo hace brevemente. Uno o dos párrafo_s
cos" en su correspondencia p:1vada a los dipu- cuanto más. Panchito Uriburu to llama •Parraft-
tados de tez morena del Inter10r en el <;on~reso . JI 28
to• y et apo d o h ace cammo .
de Tucumán 21 y de aquel otro famoso N1colas de La labor parlamentaria de. Tomasito consiste
Anchorena, que se colfotc? al poncho de . Urquiza en aplaudir alegremente los d1scursos de su. her-
después de Caseros tra1c1.onando a su pnmo para mano Joaquín acompañándolos de exclamac10nes
salvar sus bienes. Parad1~a s':lpre!llo de} p~ra­ jubilosas: "¡Muy bi~n, Muy ?ienJ:'. "Otro dato
sitismo, según Pastot Obbgado Ja~aS habla plsa-
do ninguna de sus muchas estanc1a~ . 22 revelador de su ilimttada admtracton por su her-
mano: Tomasito repite, moviendo los labios osten-
En la misma carta a Rosas, Tomas Manuel de siblemente aunque en voz baja, palabra por pala-
Anchorena comentando la proposición de Belgra- bra, las que va emitiendo Joaquín mientras ~a­
no de coronar algún descen~iente d~. los Incas
para garantizar mejor, la umdad pohtlca de ~as
Provincias Unidas dec1a que el proyecto monar-
1,
1
bta." 2 4 Es en este ejemplar perfecto del cretmo
simbólico que la oligarquía reconoce a uno ~e los
suyos y por el cual se define la clase y la epoca.
quico de Belgran~ no había, sid? r~~~azado por El objeto de la admiración de "Tomasito." ~~a
preconizar un gob1erno monarqmco smo porque h~ su hermano Joaquín, Presidente de la Asoc1ac10n
poníamos la mira en un monarca de la casta de r del Trabajo, entidad antiobrera que empl~aba, cru-
los chocolates, cuya persona, si existía, prob~ble­ miros para romper huelgas; en 1945 desf1lara por
·m ente tendríamos que sacarla borracha y cubterta la Avenida Callao en la c'Marcha de la Consbtu-
de andrajos de alguna chic hería . . . " Los Ancho- . ción y de la Libertad" el 19 de setiembre, junto
rena no querían un criollo sino un , ~uropeo a los prohombres de la Unión Democrática y ro-
"limpio de sangre", aunque fuer,~ he~of1hco. deado de la chusma izquierdista que tanto des-
En cuanto a su descendiente, el dtputado doc- preciaba, pero que, en esa ocasión, como en otras,
tor Tomás de Anchorena, todo de gris, su galerita se ponía a su servicio.
cbudinera• su elegante levita, sus guantes ha- La familia Anchorena es la expresión misma de
ciendo ;ue'go y su monumental cigarro habano la clase estanciera y vale la pena reproducir aquí
era un símbolo aristocrático de la época . . . entra el juicio que le merece al historiador nacionalista
en el Congreso por la puerta de Rivadavia a las Julio Irazusta el más célebre miembro del clan.
tardes de sesión, frente a tos ordenanzas que sa- Según este autor, Tomás Manuel de Anchorena
ludan ceremoniosamente, la vistosa silueta del perteneció "a una de las familias más genuina-
diputcido Tomás de Anchorena, quien responde mente naci911-ales, hasta el punto de volverse su
con amabilidad exquirita, pero por señas. No pue- nombre en un siglo, sinónimo de esa riqueza de
de hablar, pues su boca es chica para mantener que el país llegó en cierto momento a preciarse
entre sus labios un cigarro habano de fantástico más que de nada . . . Entre los prohombres del mo-
grosor. Con ese ariete humeante camina avanzan- vimiento revolucionario tos principales eran, o
do con su cuerpo erguido y como embutido en. su funcionarios públicos, o jefes de milicia, o repre-
ajustado levitón que es fácil punto de referencia, sentantes de intereses a;en.os, o abogados sin plei-
los domingos en el "paddock" de Palermo o at tos. Los menos, en ínfima minoría, tenían interese.
cruzar, por las mañanas, la calle Florida en direc- p,.opios. Entre ellos, don Tomás representaba,
• 21 Cfr. Manuel Lizondo Borda, Tefn(U argentinos del
como miembro de su familia, los más cuantiosos
at~lo XIX, J>. 100~ Ed. Junta Conservadora del Archivo
Histórico, Tucuman, 1869. 21 Columba, ob. cit., p. 71, Tomo l.
u Cfr. Sbarra, ob. dt., p, 44. 24 lbid.

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inttTeaea particularea <_l!Le gravitaron en lo .
gentea de la revolucion". Este Anchore ' dtrt. de ese Martín Fierro que va usted leyendo. De
acaudalado estudió en la Universidad de C~a tan niño, hace muchos años, he Llevado poncho y chi--
en el Altiplano, centro de las nuevas ideas arcas, ripá, he sido baqueano, he boleado caballos. Mi
lucfonarlas procedentes de Europa. "Y aunq revo- pago era la llanura, en esta pompa que era nues-
los claustros la modificación de los prorrramue en tra .. . Ahora, ahora -sigue diciendo- ¡qué pu-
hubiese sido muy grande, la curiosidad de ;• no cha! . .. ha v en ido el gringo y la remuev e hasta
sores y alumnos por las novedades que en ma~o1~­ loa entrañas. El gringo, como viene de lejos, como
de ideas había despertado la revolución fran:ta no ha aprendido a cantar, como no ha podido
querer aquí, como no ha tenido aquí hijoa que se
era irresistible, y no había prohibicioMs oficiar"' los hayan tomado para llevárselos al Chaco, como
que pndieran con ~l'.a.. t:Tu Pstro ~P.;son,.,;e oue3~ aunque la rief¡a con lágrimas, los ojos siempre los
inmune a estas soltcttactones estnrttuales. De la ti~nen mirando a su pueblo, no más quiere expri-
mismn ciudad donde Moreno leyó a Rotuseau 11 lo mtrla y mandarse a mudar en cuanto pueda" 2• .
admiró ha~ta luego ~~cers~ su traductor, Ancho-
Tena tJolvio tan tradtctonalt sta como los españolea Las fusilería~ dP] 90 eran borrosas: de los r evo-
chapados a la antigua, con verdadero odio hacia el lucionarlos de 1905 va no se ocupaba la gran nren-
sa ; la oob1aci6n trabajadora de ]o¡c; conventillos y
maestro dt? anarquistas, autor del •Contrato So- los suburbios constituía un mundo excéntrico y
cial.. Privilegiado de la sociedad en que vivía a sombrío. Era de mal JZUsto hablar de esos temas.
diferencia de la mayoría de los de su clase, 'en Ya no se usaban los chamber~os riflero~. Los ca-
Europa y América, no era de los sofistas que ra- ballos frisones o ]os trotadores de raza ár ahe em-
zonan en contra de sus prl)pios i:'lterP.SC-'f .~n tener pezaban a ser rt>emplazados por el automóvil eléc-
la consecuente abnepación de renunciarlos." De trico, con su techo dt> terciopelo y flecos de seda,
las palabras del apologista emer~e el cerril An- QUe sruiaba un "chauffeur" imponente , de Jlr8ndes
chorenA como un godo genuino. El retrato es in- bigotes. guantes de cuero hasta el codo. antinarras
mejorable; lo curioso es que ~}orifique al ganadero de piloto de globo v lauo saco brillante. Al~nos
bonaerense, el ganadero entrerriano Irazusta, pues estancieros se modernizaban. Manuel Cobo gasta
la clase de los Anchorena relegó siempre a loa ~ en un año un millón de pesos para adquirir se-
colegas de UrquizR, primero c011 el ciE>rrP. dP. los
ríos y contemporáneamente. con los frigoríficos
t mentales en Inglaterra. Aparecen los animales de
01
pedigree"; se plutan fortunas por P.llos en la Ex-
extranjeros. Esto sí que se llama "razonar contra posici6n Rural. "Diamond Jubitee", caballo céle-
loa propios intereses""· bre del Príncine de Gales, es comprado por Ignacio
Corrt>as: "el hipódromo de Palermo Teleqa al su-
Santiago Rusiñol, el escritor catalán. recorre en burbio la clásica carreTa cuadrera y el cuidado
tren la pampa sembrada. "Un viejo de 60 ó 70 año1, del parejero. La afici6n del gaucho se conviert.e
flaco y barbudo, y colorado por .el sol que co.e en deporte de los ricos aeñores a la .maneTa de
aobre esta tierra, desde et Chaco a la Patagonia, Arcot y Longchamp" :n.
re queja diciéndonos:
11 Santluo Rusif\ol. Un ,~a;e al Plata, p. 212, Prieto
.-Yo le garanto. que el gaucho criollo se va p~­ 7 Cia. Editores, Madrid, 1911. "Y todo porque -ha-
dlendo , puede deetTse que yo. no e.riste. Yo he sido blaba el criollo- dicen que ero noa enriquece. ¿Y qu4
ft01 tWne que ennouet'fl', cane;o1 A qu~ enriquece er
gaucho de ésos, aunque me vea usted vestido con e loa emncl,-or. Y lo1 eftclnciet"Os de todGI pc~nes, at
e.ta ropa <;rue ahora nos envío.n de las gringueria~ fto aon gringo!, por lo menor arinpuean .. .
anónimas. Yo he nacido en uno de esos rancho• tT Mipel Anlel Cárcano, Enacsvo histórico sofwe 14
Preaidric:iG de Roque Scienz PeñG, p . 136, Tomo II, His-
11 V. Julio Irazusta, Tomcta de Anchoreno. 10 Ed. toria Arcentina Contemporánea, Academia Nacional de
La Voz del Plata, Buenos Airea, 1950. ' p. ' la Hiatoraa, Ed. El Ateneo, Buenos Airea, 1964.
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LA OLIGARQUIA RELINCHA DE PLACER · idamente la verdadera composición de la lla-
rapd -aristocracia aregtnina : " Entre todos ellos
Los juicios. s?n un~ime~, sea cual sea la nacio- ma a
constituyen una verda d er~ o l'tgd~frquta,.
' nuc' lteo d e
nalidad del viaJe~o: E~ nmguna parte del mundo la ciudad criolla. Y no e:nste t ere~cta en re e 1
Tecibe uno una tmpTestón
_ . , fuerte de riqueza
tan aire de orgullo que adopta un estanctero para de-
abundante y d e e..,.,.avagancta , comenta un nor- ciros que su abuelo plantó los. árboles de :c;u estan-
teamericano. Y agregaba: "El hombre de letrQ.f cia, hace medio siglo, y la altwez tranqu.tl~ de un
de Boston que se lamentaba de que Londres no descendiente de los Cruzados que os expltca que
era tugaT a propósito paTa viviT poTque la gente su escudo figuró en la batalla de Bouvmes, a la
no hablaba ~ que de sports Y d~ política, habría sombra del estandarte de Felipe A1!-~usto ? de
sido menos dtehoso en Buenos Atres, porque allí Juan Sin Tierra. . . Esas viejas famtltas crtollas
cuando la gente no habla de sports, habla de ne: que no formaban más que una ínfima minoría fue-
gocios. La política se deja para los politicastros; ron desbordadas paulatinamente por la ola cre-
las estancias, con su ganado y sus cosechas, y el ciente de los extranjeros que aportaban, con, su
hipódromo con sus apuestas, se hallan siempre en ardor y su sed de riqueza, la mano de obra,. gene-
y
la cabeza en la boca de la gente más rica, cuyo sis de la prosperidad. Convertidos en argentmos al
carácter van formando. . . Todos los viajeros se cabo de una generación, enriquecidos por el con-
sorprenden de la predominancia de los intereses trabando, el comercio de pieles y lanas o .la ~spe­
materiales y de los conceptos materiales de todas culación sobre las tierras, esos vascos e ttaltanos
las cosas" 21• penetraban por medio de casamientos, en la S?-
La apertura colosal de los mercados europeos, ciedad criolla dueña del país. Y se puede dectr
con la valorización de la tierra, el refinamiento que en la actualidad, el elemento dominante: en
del ganado y la expansión irresistible de la agri- cuanto al número, en la sociedad de Buenos Atres,
cultura, inunda de oro a la oligarquía. Se implanta se compone de los hijos y los nietos de ~51uellos
una regla de altos consumos improductivos, de extranjeros enriquecidos por la especulacwn Y la
puro sentido suntuario. El estanciero, nuevo rico, valorización de las tierras : italianos, vascos, espa-
no sabe qué hacer con su dinero. Alambra con ñoles. alemanes, irlandeses o franceses que llega.
exceso sus campos, luego de haberse resistido a ron a la Argentina hace sesenta años" 30 .
hacerlo por razones técnicas; pero ahora fanfa-
rronea: busca prestigio 21. En el casco de las es- 30 Huret, ob. cit .. p. 10 y ss. Huret .aña~e est3;s p~la ­
tancias se construyen verdaderos palacetes, total- bras significativas: ''Uno de tos proptetanos m.as ncos
mente inútiles desde el punto de vista de la ~ de hoy es nieto de un gallego analfabeto que, all4 por
el año de 1840 seguía al Ejército de Rosas vendtendo
producción, que halagan el orgullo del propietario l telas de algodón compradas a factorías inglesas. Rosas
¡de vacas. La oligarquía argentina era capitalista, le decía con frecuencia :
lpero no burguesa; constituía una -sociedad exclu- --Compre campos, compadre, comp~e campos.
siva, pero no era una aristocracia· a ésta la vin- -¿Y qué haré con ellos? -le preguntaba el merca-
culaba su parasitismo, aunque no 'el refinamiento der ambulante.
ni la cultura; y carecía del dinamismo económico --Consérvelos -respondía el tirano, clarividente 11
burgués que exige la reinversión del capital. perspicaz.
El mercader siguió esos consejos y compró muchas
Jules. Huret, un francés perspicaz que visita la tierras tantas que la fortuna de sus n ietos se cifra hoy
Argentma en la época del Centenario, comprende en cientos de miles de hectáreas". Con respecto al papel
de los intelectuales señalaba Huret: " Un hecho indis·
~ Jamea Bryce, lA Amhica dd Sur, Obaervacione.J cutible para el observador extranjero . . . es el puesto
~ unprerionea, p. 2'11, Ed. The MacMillan Company, secundario que tos intelectuales, los sabios .Y los hom·
Nueva York, 11114. bres de talento abnegado o~pan en la soct~dad. Y ¡;s
,. Ba¡u, ob. cit., p. 32. que se está aquí en el p enodo de la conquuta econo·

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S En altáun :; a ' la mlt lv
que encut-ntr ha la dlflcult d 1 j mi nte
Ha p.\ t-JlEm pa: "Eu e da.t p r ril nrgat 1 o alojar-
• \1 )n t ,.01, dice un d rn argrnLH\ J u le Hur t. . •
h .
J•H I \le\ ::; '-' } Eramos 19 personas, por l Ql e neceslt bam01 3~
m1p n• d s J S
habitaciones p r lo m en $ • • . H y que amuebl4r
llg .r 111 du. tl hotel pa·rticu lar; lu go !C a aba por tomar COM•
1 n,_ 1 m terna que no no al mobiliario eleg1do, por lo que JIO me h•
proviene de l. m re, in t 1 in titutrit extran. traldo uno completo de Paris en cinco ocasione.
jera. Con ese m ' P 'a gi. o s ducan los distintas. Hasta traje la últ ·m a vez cinco ctiado1.
Victoria Ocampo . los J org L;us Borges. Se dis. Por lo que llegamos a reunir unas 24 personal.
cut e en el h gar si se 1 ev ~·. una \-aca o una Comprenderá usted, eso complica y dificulta 101
nodriza. Como la· Yacas tambten se marean en el viajes" 12•
vapor, generalmente lle,·an uua ama de cría 11. El despilfarro alcanza notas de verdadera de-
En las interesantes memorias de su infancia, la mencia. ~obre un valor de $ 480 millones de peso•
escritora María Rosa Oliver describe con imper- oro de las exportaciones argentinas en l912, loa
ceptible ironía el ambiente de su propia familia gastos de la oligarquía sólo en viaj es al exterior
a principios de siglo. Por la rama materna, argen- alcanza a ¡ 44 millones de pesos-oro. En otru
tinos antiguos, existía una propensión a tener de palabras, casi un 10 l'o del trabajo total exportado
comensales a personajes sin pecunia o parientes por todo el país 13•
pobres, que servían de bufones. No se recibía en Así puede comprenderse que en el seno de ·esta
la gran casa familiar a gente de clases sociales sociedad harta y teuz, hinchada como un sapo de
inferiores, salvo ciertas fiestas patrias o fechas oro, tuera ardorosamente aclamado el brina1s que
especiales. Entre las gentes que no tenían entrada el .Mimstro de l''rancia pronunció en un banquete
a estas residencias, figuraban los militares, excepto del Joc!tey Club: ".Sí, vuestros ferrocarnLes aon
alguno que había sido Presidente de la República. mgLeses; si, vuestros toros son Durham; si, lal
~a olig~r~uía e~cluía de sus salones a políticos, porras de vuestros soldados y vuestros cañonea
Jefes mthtares, mtelectuales, comerciantes o in- aon alemanes, pero vuestra alma es latina y vuu-
d~striales . En una de las fechas elegidas para in· tra intehgencta es francesa" u . Un alma prestada,
v1tar a gente socialmente inferior, concurrió a co- nada menos que por Lutecia, era cuanto podía
mer un senador riojano. Todos sus dichos eran desear la ociosa ·chentela del Jockey. ~n cuanto a
festejados discretam~nte. El más famoso se produjo la intehgencia francesa de los estancieros, no ha-
al preguntarle la ~enora de la casa si la hija del remos nmguna observación; los vinos espll'ituoiOI
ten~dor había nac1do en Buenos Aires. "Sí, nació hac1an su obra y el congestionado Ministro estaba
aqu~, pero fue engendrada en La Rioja", contestó
a sus anchas.
el noJano. Uno rama familia r ern de estancieros; . Si ~ecibían fastuosamente a los extranjeros W..
la otra, de abogados de bancos ingleses. Viajaban a tmgu1dos en la capi~al cosmopolita, las damaa 1.
Europa 18 pt>rsonos de la familia, inclu.i das 3 ins- loa caballeros portenos prefenan agasajar a aua
titutrices (francesa, inglesa y alemana). amistaaes en l:'aris. La 1da y retorno a Europa
solamente se alteraba en las trágicaa horaa en que
mica, m 14 fiebre del enriquecimiento 11 todo lo q~
no parece c~nt.rtbulr al enriquccimient t -'-l d l Huret, ob. cit., p . 430.
11
pat, pa14 a uLtnno término". o ma ena • •• Damián M. Torino, Eattutio• económico,, p. 57 J
11 V. Maria Rosa Oliver Mundo M' C u., Buenoa Airll, 11114.
Librero, Buenos Alre.s, l9SS. • ' 414, Ed. FalbO •• Huret, ob. cit., p. 503.

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el peso se devaluaba. " La cnsts económica del 90
apresurando el retorno al país d e los argentino'8 había podido escribir Daría que Mitre se había
em e se solazaban en Europa particularmente e ido de este mundo "con las banderas por delante
' ~~ L ond res . . . " 3 ~ d esaparecena
·p an.~ ' · amenten
' raptd y las bendiciones detrás" 11•
Tan sólo la guerra de 1914 fue dolorosa para 1~ Las fiestas del Centenario exigieron al desdi-
oli~arquía francófila, por las molestias y dificul- chado Rubén cantar una vez más, casi sin voz y
tades propias de esos acontecimientos desagrada- como un autómata, a la pampa ubérrima. La
bles. La ·guerra mundial arruinó, ,de hecho, cuatro ciudad de mercaderes transformaba al artb1ta en
temporadas completas en el Pans eterno. dór'' ~antor :
Después de 1918. las periódicas crisis ganaderas "¡Hay en la Tierra una Argentina!
y la caída del maldito peso argentino provocarían He aquí la región del Dorado,
nuevas inquietudes. Pero en el Centenario las va- He aquí el paraíso terrestre,
cas hacían lo suyo y se derrochaba sin tasa. En sus He aquí la ventura esperada,
estadas porteñas la oligarquía reproducía los gu5 • He aquí el vellocino de oro,
tos, las costumbres v los muebles que había admi- He aquí Canaán, la preñada,
rado en el Viejo Mundo. El viaje por Europa le La Atlántida resucitada;
había enseñado mucho. Su confort en Buenos Ai- He aquí los campos del toro
res exige consolas, sillería, cortinados, vajilla, pla- 11 del becerro simbólico;
tería. Numerosas residencias de la época son he aquí el existir que en sueños
comparables con los palacios de Francia de fines miraron los melancólicos
del siglo XIX. Hacía pocos años Juan Salvador los clamorosos, los dolientes
Boucau ni conmovía a sus congéneres cuando Tinetas y visionarios
compraba en Londres el caballn Ormonde en 30.000 que Pn sus Olimnos o calvarios
libras esterlinas contantes y sonantes. Era un ver- amaron a. todas las qentes" n.
dadero hombre de turf. Afortunadamente su ejem- Y «>n sequida se adelantó Lugones con sus "Odas
plo fue imitado. El mejoramier.to de la raza caba- Seculares". Fundió su plomo lírico en mil qui-
llar figurará entre las mejores virtudes de los nientos versos aquel or~lloso hijo de Córdoba
propietarios de vacas. qu~ había «>scrit.o en Buenos Aires el periódico
:m;~roni sta "La Montaña". Amhtn lue.zo de Ro,.a
LOS POETAS CORTESANOS y de U!!arte, SP había adaptado a la sociedad oli-
"árctuica. En 191 O Pra su poeta ofic1al. Escribió U'l
Al Centenario oligárquico rindieron su tributo folleto en favor de la candidatura del mitri~t~
sonoro los poetas cortesanos. El divino Rubén, en Quintana ; pero eTa un hombre desinteresado. Su
sus días de juvenil esperanza había cantado a las tortur::t nllrió dP la posición crítica· eme todo inte-
glorias del general Morazán ' unificador de Cen- lectu~tl independiente vive en un naís derrotado.
troamérica. Enfermo y agot~do, cúltiva amarga- Se considerab~ un "emim-ado interior". su· humi-
mente la ben~v?lencia ~e los Mitre. El más grande llación lo llevó hacia el final de su \ñrla a un
poeta de Amenca Espanola comía de la mano del estado de demencia reaccionaria que era la inver-
órgano portuario; a esa evidencia debía rendirse sión form::tl de su anarquismo juvenil. Si ésa era
Había compuesto años antes su Oda a Mitre; ya una sociedad liberal. él la aborrecía v la conde-
estaba ~oblegado el poeta que un día arrojara su naba. Pero esa república oligárquica lo toler6 en
desprecto a la cara de Teodoro Roosevelt. Los
poemas de encargo no eran su fuerte. Sólo así •• Rubén Dario, Ob!cu poitica• completcu, p. 711, U.
El Ateneo, Buenos All'.., 1953.

.
s:~ Viale, ob. cit., p . 27. IT lbíd., p. 845.

160 .,
.. '

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del pobr " , se unían n 1 " útile gTingu.ito ': 1
ern 1 prete · t n teJer una corona Ju·ica a In
11 arqul3 s mn .t to. q ue s n nb ol oe t n la
u nta de la mesn, j unl n lo:; snlPro
En las orillas m ol d efinid a d la ciudad sun -
A! á la t•aca f · til romo el ca o tuosa un poeta tísico no cant l mi -e . Ev-a-
su rus:a ncio elaboro risto Carriego. nieto de un polít1 o f deral de
M e I.Í$culo, en la ubre y en la pella Entre Ríos, es el cantor de un Buenos Aires des-
on una grave ple it ud geórgica. ' conocido en los fa stos del Centen:uio. En sus
S i anda pa rece que en su marcha p ende1 versos imperfectos asoma .el rostro lí ido de una
e te ,ego del rico, si reposa, fabriquera y un malandrín, el pat io con malvones
s:.t aspecto familiar de cofre t osco de un conventillo infernal, perros y bor rachos, la
es la seguridad del pobre. L a honda enfermedad y la m uer te :
paz de los campos en su seT vegeta; " Sobre el rostro adusto ti.?ne el gu itarrero
d ice su inmediación la casa próspera · viejas cicatrices de cárdeno brill o
y cuando en formidable ansia de asaÍto en el pecho un hosco renco-r p endenciero
siembra el amor su entraña calurosa, y en los negros ojos la luz del cuchillo.
con retistente conmoción de yunque Y muestra, insolente, pues se v a exaltando,
cimenta la riqueza creadora 3' su bestial cinismo de alma at.rav esada :
''Y mediando un cantero de hortalizas ¡Palermo le ha oído quejarse, cantando
en que al son de seis tarros la colona celos que preceden a la puñaLada!" ~ 0 •
con su nidada de útiles gringuitos '
d isputa un duraznero a la langosta- Más al centro, en los pe ringundines o en las--
la nueva tierra arada que e e afio, casas malas, el Cachafaz hacía cuarenta y cinco
en un esfuerzo más el lote colma figuras con una danza perversa nacida en el año
r arece hinchar con au prefiez mo~ena ochenta, allá por los Cor rales Viejos • 1 • ¡ v1 úsica de
aquel seno d@ madre valerosa. lenocinio y compadritos! Los salones permane-
A~nq~e· ·~· ~~· b"~~~. m¿~¿ . i~iáés. ·c·e~~~~ió cían cerrados para el tango. Pero como ocurría
asa1. gallardamente se acríolla. ' 1iempre, la gran cultura francesa descubrió su
Y dicen que festeja a la entenado encanto en París. Al r egresar los muchachos ca-
del I?atrón, con rea@TVa ruborosa. laveras a Buenos Aires, introduje ron el t ango en-
Lo clerto. es 9ue en su media lengua trajo tre la "gente decente''. ¡París di.rit! De este m odo
artes Y c1encuu que el paisano ignora
El transformó loa bárbaros corrales · singular, y para enseñar a las n iñas de alto co-
las torpes h ierras, las fero!'es domas, turn o el misterio de sus pasos, ingresó burlo-
y asel!uró f'n las ch~crll! invern j71H! namente el Pibe Cachafaz a. Jos palacios de la
que al pronto parecieron anacrónicas
forra~c frf'~ro a las rosto~os padre~ ' oliga rquía 42 •
que entienden .•u• maneras y su idioma".
•o Evaristo Carriego, Poes;os Comp le tas, p. 81 , Ed.
Los ingleses civilizando la pampa, las vacas pró- Renacimiento, Buenos Aires. 1950.
digas asegural)do la prosperidad y "la seguridad u Francisco Garcia Giménez, El Tango, hutoria de
medio aiglc, p. 13, Ed Eudeba, Buenos Aires, 1964.
•• Leonardo Caatellani, Lugqtte1 p 51 Ed Tbeor'• 42 Felipe Amadeo Lastra, un hombre de esos tiempos,
Bueno• Aires, 196f. ' · • · .., lo deplora: "En. homena;e a la verdad, lamcntamo• te-
•• Leopoldo Lu¡onee Ocfu •ecula A ...,.. ner (/lte tiecir que los argentinos de la alta wciedad
de Carlos Obligado Ed E re•, p. 119• nto1oa- porteña, dtscubren el tango en París despué1 del . Ctm·
19f6. , . spasa-Calpe, Buenos Aires. tenanc 11 er entonce! cuando, a su rPgre.~o. to '"tro-
d"c•m l' 'l tos ¡ ! l'fll! & de La t·~ .ntl"»; l1o•vc·. ' .·• •· .·.t;.:.
l lo)

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ROQUE SAENZ PERA EN EL PODER
z derechos prometidos por la Constitución, y el
Los últimos días de gobierno de Figuer o:den indispensable y sagrado para. garantir eJ
corta son inquiE'tantes: la ciudad hierve ~a Al- ~rabajo y prosperidad de la. República. Emplearé
mores acerca de una inminente revolución r ~· ru. todos los medios legítimos a mi alcance, cumplien-
El barco en que viaja el Presidente ele:t IcaJ. do deberes y ejercitando facultades que reputo
acerca a Buenos Aires. Sáenz Peña está alarmo dse inalienables.
S!n embargo. el. radicalism~ no está prepara~do. -El Partido Radical -responde Yrigoyen- re-
nm~una revolución. Su caudlllo, retomando v· . 0 curre a la revolución porque encuentra cerrado
ardides, cambia de domicilio, celebra mister;e)os el camino del comicio. Nosotros sostenemos la
conferencias, finje conspirar. Acompañado deosas Constitución y por eso somos revolucionarios.
·
ami~o Ramos M ' e1 nuevo Presidente ar 'bsu
exia, -La Constitución -interrumpe el presidente-
en su nav~ de guerra, c?n los cañones dispue:;osa no se sostiene sembrando la anarquta, rino me-
Un bataJJon de cabHJIPri'I ln P~cn]t¿¡ h-'ISt'l su 0 · jorando las malas costumbres de gobiernos y pue-
micilio, como en una ciudad sitiada. Con el empl~ blos y creando la conciencia del deber.
de tales artes, Yrigoyen arruina el recibimient 0. -Si el gobierno nos da. las garantías, concurri-
triunfal a Sáenz Peña y lleva definitivamente a s remos a las urnas" ". .
espíritu, la convicción, que ya comparten los hom~ Sáenz Peña rechaza el pedido de Yrigoyen de
bres mas claros del circulo gobernante. intervenir todas las provincias, pero acepta la
El primer paso de Sáenz Peña es promover una adopción del padrón militar para aplicarse en las
reunión con Yrigoven. Por intermedio del dipu- futuras elecciones. La conversación ha durado dos
tad? Manuel Paz, Ramón Carcano su~iere la ne- horas. Sáenz Peña se compromete a adoptar la re-
cesidad de anroximar P) Presidente PlP.cto ;~ Yri- fonna de la ley electoral como tarea fundamental
goyen .. cal!di~lo del radicalismo. El diputado Paz de su gobierno. Yrigoyen, a su vez, asume el com-
es amigo mbmo de ambos personajes. Para acep- promiso de que realizados estos hechos, el partido
tar, .Yrigoyen exige un secreto absoluto. Las en- radical saldrá de su abstención y concurrirá a los
trev~stas se r~ali.zan en el piso bajo de la casa comicios. La iniciativa de firmar un acta del acuer-
particular del InVItante. en la calle Viamonte entre do celebrado por ambos no prospera, puesto que
Paseo de Julio y 25 de Mayo. Al int~ntar retirarse ni Sáenz Peña puede firmar un compromiso sobre
el doctor Paz de la sala, Sáenz Peña le detiene. leyes que solamente puede aprobar el Congreso,
-Usted, que es el iniciador de este arato en- ni Yrigoyen suscribir un compromiso a espaldas
c!-'entro: también debe hallarse presente. ·será tes- de su Partido y sus fuerzas dirigentes. Se convie-
ttgo Y Juez y ta""!~ién secretario de actas. ne en un "pacto de caballeros" ...
Conv~san famtltarmente En la segunda entrevista, Sáenz Peña ofrece a
d -He aceptado -dice Sáe~z Peña- la iniciativa Yrigoyen dos ministerios en su gabinete ; el cau-
e nuestro .común amigo. el doctor Paz, de conver- dillo radical los rechaza: solamente pide garan-
•ar con el Jefe del partido radical . . . . tías para votar libremente en las urnas.· Luego, en
per1 onal con d0 , mt vteJO amtgo una conversación privada del Presidente con el
' agra Y esperanza. No necerito er- diputado Paz, Sáenz Peña le expresa con asombro
PT~IIIr, que vengo a prelidir el gobierno de mi
pats, untcamente para servirlo M ' . d b que a su juicio se trata de un gran error de
ea asegurar el e,·er,..,..A l'b . t p1'tmer e er Hipólito. ·
~ .... o.v t re y honesto de todos 11
Los radicales podrían tomar el gobierno por
t'UifOI antecedftte1 c:lac0ft0ci4 cua.lto -le dice-, un golpe de mano que siempre
LA~Mrito (Ccuimi,.0 A{n)
bGa~ cü nuenr41 nma, m::
• c¡.no el Ccu:hafaz '11 el
ca idad de 1Mtltro1 de
Nttaglornban de ello" (Ob • .Ptrl0ft4;e, iJto1 que 1t
u ~ón J. Cárc:ano, ob. cit., p . 260.
u lbid.
. . Clt .. p. 48 )
164 165

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han intentado, pero es muy difícit en comi ·
libres. E~ ~artido Auton~~~a Naci onal, quec~: LOS JVA R.ISTAS HACEN
una tradt.eton y fu erza htstort.ea domina sin dt'
·
crepanctas ' . . . " •s. E ra Yrigoyes-
en t odo e l pats LA LEY SA ENZ PENA
quien estaba en 1? ~ierto. "A~.m en medio de lo~
mayore~ desfalle~t~tentos, Y:tgoy~n. mantiene en Las clases dominantes, a . través ~e .sus políticos
su parttdo el esptntu revotucwnano, especiatmen. ás agudos -Figueroa, Saenz Pena, De la Pla-
Jll _ cedieron para no provocar un choque fron-
te en los centros militares. La plaza pública, el
partido popula'r y el v oto secr eto, aparecen con :!1· con el viejo régimen y el yrigoyenismo se
enfrentaban dos clases; era peligroso para los je-
Sáenz Peiia. siendo el Presidente el primer sor-
prendido de' sus resultados" 46 • fes de ambas buscar un choque decisivo capa~ de
desatar fuerzas incontenibles. En la prospendad
El viejo Partido Autonomista Nacional se ha- de la factoría no luchaban los Barbones y la
bía atrofiado en sus sectores de derecha, trans- Montaña.
formándose en Partido Conservador; y sus corrien- Históricamente, no era un fenómeno nuevo. Los
tes populares, fusionadas con la nueva pequeña terratenientes militares de Prusia evitaron una
burguesía descendient ' de la inmigración, trans- revolución burguesa, haciéndola ellos dPsrie el po-
fonn ábanse en la gran mayoría electoral del pa{s, der. Por la vía de una evolución gradual, a la
nucleaáas alrededor de las banderas del radicalis- · inglesa o a la alemana, los "modernistas" del ré-
mo. La historia no se había interrumpido. Prose- gimen disolvieron la amenaza revolucionaria y,
guía su curso en un plano más alto. en cierto modo, integraron a los revolucionarios
al sistema. No fueron los "conservadores" que hoy
No debía ignorarlo Sáenz Peña, que procedía conocemos quienes desbrozaron el camino al ra-
de una vieja familia federal de Buenos Aires. Se dicalismo: fueron los pellegrinistas, enemigos del
recordará que había militado en su juventud en ''petiso orejudo" bonaerense, y los juaristas de
el Partido alsinista, donde conoció a Yrigoyen, a Córdoba, que conservaron arraigo popular huta
Pellegrini y a Leandro Alem. Roque era la pro- mucho después, los que prepararon la Ley Sáenz
mesa más elocuente del autonomismo cuando se Peña.
abrió paso su candidatura en 1892; pero Roca le Con el alma temblando de horror, los historia-
arrebató el triunfo dentro de su partido, levan- dores radicales podrían añadir esta página inel-
tando el nombre del propio padre del joven can- perada a la historia rosa del yrigoyenismo. ·
didato, Don Luis Sáenz Peña. Muerto Pellegrini, El Presidente Figueroa Alcorta había pedido a
Sáenz Peña fue el personaje de mayor influencia su Ministro Ramos Mexía. amigo personal de Sáenz
entre los sobrevivientes del viejo Partido Nacio- Peña, que se desempeñaba como diplomático en
nal, los llamados "modernistas", que pretendían Roma, le ofreciera en nombre de sus amigos polí-
una renovación del autonomismo. contra Roca y ticos la candidatura a Presidente. Ramos Mexía
su gastada hegemonía. Sin embargo, la historia escribió al candidato oficial: "Es necesario con-
venía a demostrar que aquellas corrientes estaban cluí,. de una vez con estaa convuuione.s y revolu-
agotadas. Figueroa Alcorta y Sáenz Peña se cons- ciones que perturban el normal de1aTTollo del paú,
tituyeron en los eslabones de transición hacia una JI la única solución que yo veo es que h4ya elec-
época que prescindiría de ellos. cionea de verdad, para lo cuol es indúpemable l4
acmción de una ley q1U garantice a todo• la liber-
u Ibid., p. 264. tad del nfragio y Hguramente en el ecuo eh ~er
"Ibíd. flreaidente, tú elegirá.. para míniatTo del Intencw

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al doctor Indalecio Gómez, nuestro ministro La razón era muy simple. La pequeña burgue-
Berlín" •r. en ··
a radical y el propio Yrigoyen encontraban su
51 t .. .
La alteración sustancial que sufría la vie ·a base social de suste.~ acwn en e~a ~Ism~ estr':lc-
ciedad criolla con la incorporación definitlva soi tura agraria. No aspiraba a.•~ustltuirla smo a In-
país. de tres millones de inmigrantes e hijos da troducirle reformas democrabcas.
mm1grantes, creaba nuevos puntos de partida pare El Presidente que se disponía a crear los instru-
la política argentina. Solamente Yrigoyen y el raa mentos jurídicos para el ejercicio de la soberanía
dicalismo estaban en condiciones de canalizar lo; popular tenía a su vez rasgos muy particulares.
nuevos sectores. La famosa Ley electoral que lleva Instaló su residencia en la Casa de Gobierno y pro-
su nombre obedeció a la sutil percepción de Sáenz cedió a refeccionar, decorar y amueblar conve-
Peña de los peligros que pod1a correr el país en nientemente su interior vistiendo a su numerosa
caso de que las grandes masas descendientes de servidumbre con librea a la francesa : calzón cot:to,
la inmigración no se enconti:aran representadas en zapatos con hebillas de' plata y cordones negros 60 •
la estructura política del Estado. En un telegrama Buenos Aires no recordaba haber presenciado
al Gobernador de Córdoba, Don Félix T. Garzón nunca bailes y recepciones tan suntu~~s como l~s
Sáenz Peña dirá: "Una década más y los argen~ ofrecidas por Sáenz Peña para los VISitantes dis-
tinos vamos a ser minoría, y ¿qué asimilación ha tinguidos. Acusado de faltar a los prU:cipios de
de esperarse si los de adentro se sienten tan ex- la "sobriedad republicana", se resp?nd1a e,!l las
tranjeros como los de afuera y desdeñan como esferas oficiales que a pesar de ser ~ae!lz Pen.a un
aquéllos el ejercicio de la soberanía?" •8• hombre de vida modesta, pretend1a mfundtr al
Aprobando las ideas del Presidente, Cárcano le primer magistrado el boato requerido por la ma-
escrib · a Sáenz Peña: ·((El programa presidencial jestad de su cargo. .
de devolver al país la libertad de sufragio, lanza- Este decorativismo no era un obstaculo para que
do en el seno de gobieHws opresores es un pensa- Sáenz Peña demostrara su energía.
miento revolucionario ••. El criterio que inspirará En el curso de 1911 envía al Congreso .tres pro-
la ley electoral es el de incorporar a las nuevas yectos. El primero proponía el ~nrolam1ento ge-
clases medias nacidas de la inmigración y del de- neral de' ciudadanos y la confecc1ó~ de ':1~ nuevo
senvolvimiento económico de las provincias a la padrón electoral, esto e~ el padron m1htar, de
representación política. Había que concluir con las acuerdo al pedido de Yngoyen. El segundo pro-
amenazas revolucionarias del radicalismo, aman- yecto de ley entregaba Hat .Poder J~di~I Federal,
sarlo a Yrigoyen e institucionalizar los derechos independiente de influenc~as P<;t~hdanas, la co.n-
políticos de la mayoría del país con el reaseguro fección det padrón, ta destgnaeton de los fun~to­
de los ..tres poderes". Sáenz Peña estaba persua· narios que debían preparar, organizar y reahzar
dido de que el triunfo del radicalismo implicaba tas elecciones" 61 •
una transmisión de poderes de una clase social a En cuanto al tercer proyecto, tendía a mo~ificar
otra. Pero .también le resultaba evidente que la de modo completo el régimen ·electora~ v1gente
estructura económica y social de la república hasta ese momento. Se planteaba en d1cho P!o-
agraria, ganadera y exportadora no iba a ser alte· yecto la lista incompleta, con la repr~enta~16n
rada por la presencia del radicalismo en la Casa automática de la minoría y el voto obbgator10 Y
de Gobierno. secreto 02 .
4T Cit. por Rt)'naldo A. Paator, La verdad oon1erva· ao Mi¡uel Angel Circano, ob. cit.• p. 157, Y Gilvez.
•ora, p . '71, Ed. Club Nlco16a Avellaneda Buenos Aires, ob. cit., p. 137.
JHJ . ' 11 Jbld., p . 183.
•• 86ena Hayea, ob. cit., p . 807. u Jbld.
.•• lbld., " · 217. 169

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Esos tres proyectos implicaban una transf
ció onna~
. n revo1uc10narta
. . d e 1 reg1men
, . electoral ar costumbres, del 1 nguaje, del estilo y, quién sabe,
tmo l"oasta ese entonces vigente. Por lo dem _gen~ hasta de los int rese . "Vi o los nuevos ti empo~ que
Presid~nte era partidario de la lista comnletli a 1
decir rle que el partido triunfante en un·~ ele. v_a, e
f llegaban, la creciente riqueza creando otro estado
. c1on de cultura que se extendía a n uevas capas. Las
acumu 1ase t odas 1as representaciones. Pero ced ·. universidades '1.1 las escuelas lanza ban cuantiosa.s
ant7 las_ recomendaciones d~ Yrigoyen y propu~~ emisiones de j6venes capaces. Pnr t odas partes se
la hsta mcompleta, pues abngaba la convicción d percibía la tradición de recién llegados, que bus-
que el Partido Autonomista Nacional, pese a todoe caron su nivel social y político, exigiendo un en-
era . el partido ma~oritario del país 08 • Concebía ai sanche de la minoría gobernante. Desde ese mo-
radicalismo de Yrtgoyen como una minoría a la mento la revolu ción éra inevitable, por la ley o
que la evolución del país obligaba a otorgar le re- la violencia. Se tendió el puente y por allí pas6
presentación. Es fácil imaginar su sorpresa cuan- el pueblo con la fue rza de las cosas fatales" 66 •
do las primeras elecciones provinciales en Santa Indalecio Gómez describe en las Cámaras el es-
Fe, de 1912, dieron el triunfo al radicalismo. pectáculo electoral del país. Algunos diputados se
sienten afectados por los vivos colores con que
Fue su Ministro del Interior el salteño Indalecio el ministro alude a Jas prácticas viciosas de los
Gómez, quien defendió los oroyectos ante una Cá- comicios. El diputado por Córdoba, Gaspar Ferrer,
mara perpleja. El doctor Gómez había nacido en replica: "No puede hablar de descomnt>sición po-
Salta, estudiado en Chuquisaca, vivido en Berlín. lítica el gobierno que se ha constituido no hace
Era un católico liberal que en su momE'nto se oouso aún un año con esos m ismos elementos" 68•
a las reformas laicas del roquismo. Defendió las
leyes proyectadas por Sáenz Peña con la elocuen- LA OLIGARQUIA CONTRA SAENZ PENA
cia de los hombres del antiguo régimen que ha-
bían logrado hacer del Parlamento ar~entino, ante& El diario "La Prensa" inicia una campaña feroz
de la Jlegada de socialistas y radicales, como ob- contra Sáenz Peña y su ministro del interior: el
servó Jean Jaurés, "un lugar de gentes bien edu- afamado "Mamut" del periodismo comercial cqm-
cadas que no gustan contradecirse'. Se recordará bate la reforma electoral y juzga el discurso mi-
a este propósito, con irónico or~ullo, los pulcro• nisterial en los siguientes términos: " Fue inferior
modales parlamentarios de Don Bernardo de Iri- a todos los oradores por sus verdades, retóricas ti
goyen, que en el colmo de su irritación ante los •ofismas" 51 •
argumentos de un adversario ocasional le había Ante la Cámara, Indalecio Gómez r P.petía con su
lanzado en la Cámara su rotunda disid ~ncia : "El voz suave : " Movidos los partidos en esa form4
8efíor S_e nador me ha de permitir que no compar- hemos tenido los comicios san grientos, en los tiem-
ta con lfl";ttl calor sus opiniones" n•. Era su "má.ri- pos en que el pueblo todavía tenía interés para ir
mun" poJemico. a 101 comicios. El horror al comicio sangriento eft
Za, ciudades, hizo que se renunciara a él; pero tu-
Notable era por esta circunstancia la posición vimo• la escaramuza de la víspera, cerca de lo•
que asumían en es~ mome~to el doctor Gómez 1 atrfo1 o en los alrededores de las ciudades part~
su amigo Sáenz P~n.n: no Ignoraban que sus pro- que no concurrieran loa adversarios a votar. Esto•
yectos iban a mod1f1car de ariba a aba jo la com- modo1 resultaron también brutales; la conciencia
posición de la~ ,Cámaras, de los gobiernos pro- pública lo1 repudi6; y entonces vinieron laa ma-
vinciales Y qtuzas del gobierno nacionnl, de lu
" Amadeo, ob. cit., p. 103.
N Del Muo, ob. cit., P. 115. N Ind1lecio Gómez, Di#curaoa, p. 348 y as., Tomo U.
J:cl J(ra.tt, Buenos Aire., 1950.
" Federico Plnedo En tfem
!:d. Mundo Forenae, 'Tomo I, 'W:5d. e 1a Rtpubl.ica,
, .
p. 127, " MJ¡uol Anpl Cáreano, ob. clt., p. 1e8.

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rtiuiJra• fruudut ·ntas t·n lo• ·u1Hl 0 3 ; lu .
m b ?THIB fu ron llUIILiLu d.a11 por La v•mulid g~ eataa breta Cívica hay lugar para eocribir la palabra
pu 111, csLOll mismos Bi«L •m a¡y r •pudi<~:dos a : De,. voTO y IÍ la me&a del comicio etJ •una meaa
nados, fueron apart ártduae, y ha quedado Y'n Onde. receptora• o uno. •metJa constituida• : si deben o
bio, aLgo peor qw · todo cstu: hu quedado ~ el cam. no votar loa analfabeto3n 1 1• Ltt lucho en el Se-
t!SLado de coaa3•" 08 . actual nado es mlls breve y concluye como en Di putados
Algunos diputados intcrp"'lan al minlstr con una sanción por amplia mayoría.
haber éste empleado el vocablo " mefítico" ; ,(Por La reforma electoral de Sáenz Peña nrrui na a
trefacto" para designar el ambiente politic pE. Ganghi y sus colegas. En 1912, al adverti r que un
~octor Góm.c z r esponde con perfecta urbanfciad~ candidato a dioutado por la Capital custodiaba en
Puse, es cter to, La palabra putrefacto. Si en · su oficina una caja de hierro donde J!Uardaba nu-
momento de decirlo hubiera podido suprimirla rz merosas libretas cívicas le dice proféticamente :
habr~a ~~cho . . . Cuando la encontré en la pru~b~ -Mirá, ché. hico, la libretas no tP. sirven para.
taqutgraftca. creí que correspondía a mi cultura nad«, boscate lo. popolaredá por cualquiere medie
urb~nidad suprimir~a. Y si por esa sola palabr~ que podás" 82 • ·
algun · oído en la Camara se ha sentido ofendido Si Yrlgoyen tfiunfaría en los comicios libres,
pi~o que me disculpe. Más me cuesta, señores, ~ veinte ·años después se abriría la époc2 de la dé-
mt haber usado tal palabra que pedir excusas por cada infame con el comicio delincuente. Medio
haber hecho uso de ella" (¡Muy bien! ¡Muy bien• si~lo más tarde habrá disposicionP.s pro!lcriotiv::~s
aplausos) 11' . Estos modales caballerescos en ~i para las mayorías argentinas, sin respaldo de ley
viejo Congreso estaban de acuerdo con el refina- ahruna 88 •
miento auditivo de los parlamentarios elegidos por Junto a los Ganghis que ya no podrían comer-
la máquina del fraude. De la charca putrefacta del cializar libretas cívicas subsistían los caudillos pa-
dolo electoral no querían oir ni hablar; preferían rroauiales del viejo estilo que representaban en
borrarla de la versión taquigráfica más bien que Ja Cámara los ele~entos plebeyo~ de la máquina
del comicio. roquista. Entre ellos, don Pedro Cernadas. con su
galera cuadrada y botas de montar bajo los pan-
Un diputado saenzpeñista, el señor Estrada, le talones. sus ciento diez kilos de peso ("excluido
hace un flaco servicio a la tesis del ministro inter- el rev6lvP.r que abulta su cadera. del lado dere-
pelado: al atacar el sistema de circunscripción cho") 84. Don Pedro es caudillo de Balvanera v
d~fendid~ p_?r los parlame~tarios conservadores diputado nacional. De él fluyen camas de hospit:il,
d1ce lo s1gu1ente: "Por el nstema de la circuns- empleos de cartero o vigilante, libertades condi-
cripción, en una elección de concejales, un ven- cio!'lales o "pensiones a las bisnietas del trompa. de
dedor de preservativos y de remedios contra en- órdenes de un capitán de la Guerra del Para-
ferme.dades oc~ltas, había derrotado a Domingo quay" tft. Uljimo eslabón del viejo régimen. don
Fausttno Sarmtento en la parroquia de San Nico· Pedro Cemadas es, asimismo, el primero de la
lás . . . ¡A Sa"!'liento, que había preservado al país nueva época de los caudillos urba11os que harán su
de la. barbane y . le había inyectado la quinta- oficio en la política criolla de prestación personal.
eseneta de su gemo! (¡Muy bien! ¡M•·.y bien!) 80•
tt Miguel Angel Cáreano, ob. eit., p. 201.
La discusión se prolonga: "Se discute cada pa- n Viale, ob. eit., p. 253.
labra del proyecto: si el cuarto .>scuro debe o no A Desde 1955 el movimiento polltleo mayoritario del
tener luz,· cómo funciona la puerto.. li en J.a r_.t, pals se ve impedido de presentarse sin trabas a los eo·
mieios y de elegir a los eandidatos de au preferenela,
•• Gómez:, ob. cit., p. 360. en espeeial, a su notorio inspirador. •
H lbíd. t4 Columba, ob. cit., p. ~a.
.. lbid. • 3 lbid•

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LAS ELECCIONES D E 1912
1 eSttdoseditorialistas, que un partido político qua
La puesta en práct ica de la Lev Sá enz p - habic: permanecido casi ·einte años en la absten-
produjo su primera conm ión y a w m b ó a t ena ci&n y después del 4 de febrero de 1905 perdido
el palS. Intervenida la Provine! d Sa Fe p odo casi todos sus jefes, fuera capaz de disputar con
Gobierno. Nacional, será de hecho un epr or el é:rito la. 'l:ictoria a las grandes f gura& politica.t
.
t ~ t e ~rsona.l d e S aen~ p - . esen. en el Norte de la Provincza, y menos en el S ur 4
. na qu!t>n v1gile el fun
c10na_rru~nto de los com1C1~s Debu\ elegirse en e • la plutocracia rosarina, a Los f uertes comerciante•
Provmc1a, en_ consecue ci_a, . ~ un nue vo Gobe~ de la campaña, a los colonos italianos y a s us hijos,
nador. Por prunera vez H1pohto Yrigoyen sale al enrolados en masa en la Liga del 8-ur, que le•
frente de enormes multitudes; viaj a a Santa F prometía dividir la provincia, dejando el atraso
a hacerse cargo de la dirección de la campañ e criollo más aHá del no Salado, mientras el progre-
electoral. La fórmula radical de Santa Fe estah! sista y civilizado Sur sería gobernado por ellos" •.
integrada por los doctores Manuel Menchaca y Ri
cardo Caballéro. •
Ante la inminencia de las elecciones, la IJp
del Sur abrió oficinas no partidarias en la ciudad
Aparecían como rivales del radicalismo los par. . de Rosario y en algunos departamentos del Sur
tidos de la llamada Coalición, representativos del de la Provincia. Se proponía nacionalizar extran-
antiguo régimen y en particular, la llamada Liga jeros de cualquier origen y ampliar su base elec"
del Sur, a cuya cabeza se encontraba el doctor toral. "Se dio el caso visible de un grupo de hin-
dúes que accidentalmente había quedado en el
Lisandro de la Torre, antiguo admirador de Lean. Puerto de Rosario, a cuyos componentes se le•
dro Alem y enemigo mortal de Yrigoyen y de obtuvo carta de ciudadanía. Este grupo desfiló al-
Roca. gunas veces, con su característica indumentario,
La Liga del Sur encontraba su base de susten. en las manifestacionea de la Liga del Sur" 81 •
tación ·en la ciudad de Rosario; sostenida por la
burguesía comercial rosarina, extendía su influen- ¡E' VIVA GARIBALDI!
cia por los departamentos políticos del sur de la
provincia, poblados de chacareros de reciente ori- Pintorescos incidentes se produjeron con motivo
gen inmigratorio. La tesis central de la Liga del de estas elecciones en .Santa Fe. La notoria com-
Sur era postular la división de la provincia santa· posi~ión extranjera de los desfiles que organizaba
fesina en dos, buscando en la ciudad de Rosario la Liga del Sur, antecesora del Partido Demócrata
la capital de la nueva provincia. Social y políti· Progresista, indujo a algunos jóvenes radicales,
camente representaba el conjunto de intereses de que p~esenciaban, dichas manifestaciones, a poner
la pampa gringa que había encontrado un enorme de reheve el caracter no argentino de los partici-
desarrollo en el sur de la provincia. Su hostilidad pantes. Un joven radical, sentado en el hueco de
política hacia el Norte se fundaba en el carácter una ventana alta del Banco de la Nación, en pleno
ganadE-ro y criollo de esa región y en la renovada centro de Rosario, al desfilar la cabeza de la ma-
oposición entre el "atraso criollo" y la c!viliz:tción nifes:ación de Lisandro de la Torre gritó con po-
europea". "Los diarios de la é poca en la provinci4 tente voz, imitando el acento italiano: "¡E' vivo
JI los g;andes diarios de la Cnr ird F'edernl, inca· Garibaldi! ;E' viva Italia!" "8• La reacción fue ins-
pGCe~ ntmpre de percibir la realida d profti.nd(l. del tan~Anea: la inmensa columna se detuvo y coreó
•enttr popular, estuvi~on al s ~rvicio de la Ligo durante algunos minutos, ~on gran emoción, ese
dd Sur JI de la Coaltcr6n. Segun el sentir de 141 " Cnballero, ob. cit., p . 188.
p1'e?l6a gr~nde, el rad ·ca lismo no t e11ía perspecd· " INcf.
v~~ de énto; no podía conccbir...e, afirmnban lol ·~ Ibld
,,.

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J

grito que interpretó como lanzado por un con


· u't'l · aun ése es el caso de los radicales. Permane-
cional. F ueron m 1 es 1os esf uerzos de los d.na.
. ym en la abstención desde hace ~rgos anos. -
gentes de la Liga del Sur para intentar seg~~­ .N o
cenan en forma alguna en la soluet6n de los d1.fe-
adelante con el. de~file. Dura~te un?s largos in~: p:~tes problemas q}le inte-resan a.l . país. Por eso
tantes sus part1dar1os extranJeros siguieron con 1' ha dicho que mas que una pohttca, han adop-
movidos por ese grito que despertaba su patrio: :~do un temperamento. Y .h?,Y ofrecen abando-
tismo italiano. 1 preeto .
narlo, pero a muy ato
La fórmula Menchaca:-Caballern obtnvo ~5 . 000
sufragios y 34 electores. La Coalición recibió 20.000 En Córdoba, en Salta y en Tuc~mán, tr}unfan
los amigos rle Sáel'7. Peña: Ra!T'on .T. Carcano,
votos y la Li~a del Sur 17.500. En la Capital Fe. Robustiano Patrón Costas. el doctor Ernesto Pa-
deral los radicales obtienen la mayoría y los so- dilla estos dos últimos vinculados a las grandes
cialistas la minoría. Los resultados sorprenden' a emp~esas azucareras.. El t~~unfo de Cárcano e!l
·los hombres del régimen. El voto venal había se- Córdoba es una mamfestac1on de la fue;za. tr~d~­
guido funcionando, -p ero sin resultado. En los co- cional del partido juarista en esa pro~mc1a, tm:-
mités conservadores, inmediatamente después de ciador del movimiento liberal que d1o grand:s
la elección, se ve a Tomás de Anchorena pregun. progresos económicos a la Provincia. La camp~a
tar uno por uno a los votantes: de Cárcano tampoco fue muy fácil de condu~1r:
"-¿Votaste bien, m'hijito?" "La pastoral del vicario Clara censurando vemte
"-Sí, doctor" -era la respuesta obligada. años antes mis ideas jurídicas y sociales, se lee
c'-Bueno, tomá diez pesos ... " et y comenta con términos ofe~sivos en. •todos los
El pobrería aceotaba los diez peso~ rle Jns con- atrios; reaparecen las calumntas y atrocidades ~el
servadores y votaba por los radicales. "E!: wnn trn;. 90 y me inventan otras nu~vas ; en la estación:
Laspiur me disparan un revolver a pocos metros,
ci6n.. una canalleSCI7 aeslettltad . . . -1~ oiao decir en la ventana de la habitación donde 1)ivo, en casa
al diputado doctor Pedro Luro. rojo de irn 11 ann- del doctor Rueda, se descubre una bo;nba con fuer-
aoso como ~-emnre por culpa de su n.bultncJn nnén- te carga de dinamita; en •Ana Mana•. una n.o~~e
dice na.oral. Es la inconsecuencia de los d1tdndanos hacen fueqo sobre el coche que yo mts":'-o dtn.3o;
que paladearon los vinos ~ mania-res cnn~Prur-~n­ en Bell Ville disparan sobre una ma!"tfesta.c1.6n
-res. . . y el postre lo tomaron con los adversarios. pública qHe yo encabezo, hiriendo a vanos amtgos;
Ha11 m esto un doble encanto: burlar tt los tJieios en Arroyito descarrilan el t-ren que me conduce;
hurladorps 11 com'J1.acer a la novia del corazón: recibo numerosos anónimos amenazándome de
Hinólito Yrigoyen" ' 0 • muerte y muchos vienen de Buenos Aires .: . La
Fue en vano. El vino y las empanadas va no campaña política ~e convierte en una e:cplost6n de
daban resultados en el cuarto oscuro. La resuE-lta odios '!1 difamación personales. A todos los actos
decisión de Roque Sáenz Peña de abrir el camino se les imprime !a mayor agres-i1,idad. Se procura
al radicalismo, aplicando la nueva ley electoral, 7nteresar o intimidar n la gente" 11_.
despertaba un inocultable encono en la prensa A diferencia de otras provincias, parte de los
oli~árauica porteña. El 5 de mayo escribía La Na- elementos criollos sigue al viejo partido juarista,
~: "Si e! Partido Radir.al fuera una fuP-rza po- mientras que los sectores inmigratorios nuevos del
líhca efecttva, ri su acci6n eficiente se h.ubit>ra sur de la provincia de Córdoba acompañan al
transparentado, si estuvieran a la vista sus medios radicalismo, aunque se revelan incapa~~ de triun-
de acción y su camtal electoral resultaría todavía far en este comicio. En Salta, el vleJO aparato
excesiva la actitud adoptada frente al gobier.n o . .. oligárquico inventa todo género de argucias téc-
• Luna, ob. cit., p. 202. n Sáenz Hayes, ob. cit., p. 312.
TO Columba, ob. cit., p. 60.

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1: ~1 • ·t , 1t t'. 1 ~ " ' P ~od 1 u, r. •d u f ruto. .l\1t 'ntrcrs tonto, olgun s a ortt cimt nt 1
d.;fy-.tt , 1 s 1 nos tu d' • f ., nol. ,1 a;'
ta¡ 110s llfion ar rt ·sa ptniÓ'n.: r cu rdt. qu 11
m •, '1 ttl!t; • ~i.tJ st m d t trH t' u" lo· le
·,¡d y l' ltt.ll· ·tt ( 1 u t ' l' r·l l' 1tación.e 1t
id' 1880 Yrtgoy n. ro. diputado roqui ta · qu 1 l 89i
se 1 a usó d sobot ar la r [ución ontra t r
fJ r io tnl 1 ·n l r d ' s t s · Que
. d 11Lt(!.
qtLism o; ~u d cls'ón de opon rs · a la polft ca d•
rta ~c:a on · hni(}ntos y las pcr.ral las en 189 y la. di otuci~n d t cnn.it.'-
radical de l.a p rovincia de Buenos A\r , qu f a ct-
el triunf del rndicruismo en lit.6 el tr1un{o de R ca y u segunda prcsíd ncia;
is dem rab. que aparedn en oscena un r ~~ que el estal. ido de la re oludón d t año 1905 se
parti . naci nal .. Co~o un ej.emplo del poderg a~ dilató hasta que Roca de;am la presidencia y a u-
~rbente. del rad1caltsmo .hac1a las vie jas tenden. , miera e-t poder Quinta ta · que al ausentar e a Eu-
c1as nact nales del Intenor, cabe indicar que el ropa y abandonar la política, Roca aconsejó a sus
!amo~ P.adre Brochero, el. cura ~aucho de Cór. parciales, entre otros al general Richi ri, u ex mi-
doba, anugo personal y adicto pohtico de Juárez nistro de guen·a, que apoyara al ra dicalismo".
Cel!flan desde los viejos tiempos, expre-sa su sim. Y si "La Nación" pretendía desmentir a los he~
pat1a en 1~ campaña por el radicalis~o, poco an. chos mismos, negando influencia al radicalismo en
~s "<!e monr , enfermo de lepra. Tambien de origen el país, con motivo de las elecciones reveladoras
Juarlsta _hab.Ja sido el. gran caudillo de Mendoza, de 1912, un incisivo diputado incorporado a la Cá-
don Jose . Nest?r Lenctt;t~s, a .s':l vez amigo perso- mara por esos comicios, negaría al radicalismo
nal del mgemer~ Emtho C1vlt, roquista, cuyas toda influencia en la sanción de la r eforma elec-
fuerzas se volcanan en apoyo de Lencinas. des. toral, así como señalaría involuntariamente las
pertando la indignación de la prensa oligárquica n. diferencias esenciales entr e Alem e Yrigoyen. L i-
Dardo Olguín escribe: "Comparando los resul. sandro de la Torre, jefe de la L iga del Sur, dirá
tados de las elecciones de 1913 y 1916. se ad1;eTtía lo si~iente : c'El partido Radical podrá hacerse la
el vuelco de la masa de los concentrados cívitistal ilusion, exaltado ayer por sus oradores, de creer
q.u e la rehabilitación del sufragio se debe a la pre-
~acia el radicalismo". Se trata de otro testimonio
3\Ón de rus amenazas y de su absten ción. Es un
1m~ort~nte so~r~ las conexiones entre roquismo y error incomprensible. La abstención del partido
rad1cahs~o: C1y1t, el antiguo ministro del general Radical, que lo había conducido a no pesar abso-
Roca Y. dmgente roquista de Mendoza, llamaba a lutamente en ta vida del país, es posterior a la
los amlos de Lencinas "mis radicales", risueña· muerte del doctor Alem, que no la proclamó
men.te. grega el mismo autor : "A medida que paso jamás" 74 •
el t•.e mpo Y se ven loa acontecimientos en pers·
pecttva, 88· torna más clara la decisión · de Roe• pe la Torre añadía : "Puedo afirmar con conoci-
az abandonar la vida pública, de dejar como suct.· mtento de cawa que el fracaso del 4 de febrero
había hecho imposible la repetición de tentativas
'~La p
ob. cit., P~e2'::,· 27 de octubre de 1912, cit. por Luna. 74 Sesión N• 3 de la Cámara de Diputados junio 1'
n Luna ob ' t 2 de 11H2, cit., en Ed¡ardo L . .Amaral, Li1andro de La
p. 228 y 232 F.dc1id¡P¡ 07, _y Dardo Ol¡uln, LencinaJ, Torre 11 la poUtica de lo reforma el ctoTal de Sdcm:
' · e one• Vendimiador, Mcnuoza, I~l. Pcfia, p. 94 y ss., Buenos Aires. 1981.
r?ti
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análoga3, de c.•c camino sin Mlida vino a •a
" car Ql
partido Radical la actitud del se11or Presidcnt obsequiara la presidencia de Mi~rc en 1863; hacía
la HepúbUca1 actitud complaciente en exce 110c de
aiempre ju•tifícada ni explicable, pero que 1
Honorable Cdmara ni el pa{, han de admitir Q
r: 1° . fraccionaba y vendía terrenos 1 . El d1stmto
el papel de explotador de colonias c~n arre!ld?ta-
rtos,
criterio tarlfario del ferrocarrt'1 con res,pecto
. al
1e atribuya a .'lugestiones del temor" n . Que ganado y a la agricultura lo indican los stgutentes
El futuro conductor demócrata progresista m fletes : "En el transporte desde General Lavalle,
traba asf un aspecto desconocido de su concepctÓ11" Ferrocarril Pacífico, el trigo pagaba 24,57 7o sobre
"democrática". Al poner en duda la legitimidad n el valor del producto transportado ; el lino 16 %;
conveniencia de la Lev S4Pnz Peña. atribuvéndo?' la avena el 32 % y los novillos el 6,2 %" 11 •
a las "complacencias" de] Presidente para con e~ Los fletes marítimos, en manos del capital ~?C­
radicalismo, se alineaba con la crítica conserva. tranjero, constituían una nueva forma de. exacc10n
dora a la ley. Lo escuchaba en silencio con sus 8 los productores agrarios. Ya con motivo ~e la
largas piernas cruzadas en la flamante hanca el guerra anglo-boer los fletes m~rítimos "subteron
diputado yriJzoyenista Marcelo de Alvear. Re~ién repentinamente, lesionando los mtereses de los e~­
llegaba de París y era, desde unos pocos días an. portadores y desvalorizand<? los cereales argentt-
tes, Presidente del Jockey Club. nos . . . se trataba de que dteha guerra f.uera cos-
teada por otros paises" u. En la bella epoca. }os
EL GRITO DE ALCORTA agricultores de la llamada "pampa gring~·: ha~1an
seguido las oscilaciones d~ una exp~~tac10n sl~m­
En 1912 en el pueblo santafesino de Alcorta pre en ascenso y se hab1an beneficiado parcial-
daba comienzo un movimiento de sindicalizació~ mente de ella. "Si bien había!l llegado ya. a ser
agraria que tendría importancia decisiva en el dueños de sus útiles de trabaJo, de sus ammales
de labor de sus viviendas, etc., subsistía aún una
campo argentino. traba pdra su ulterior desenvolvimiento. Esta tTa-
"El Grito de Alcorta", que se extendió ráoida- ba consistía en el ccontrato• de formas feuda-
mente por toda la orovincia de Santa Fe, Córdo- listas que lo su;etaba a la omnipotencia del te-
ba, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, debe rTateniente" 71 •
inserta~se legítimamente, en el proceso de ascen- El desarrollo de la economía agrícola había en-
so de esas nuevas clases sociales que políticamente gendrado la formación de un grupo social inte-
encarnará el radicalismo de Yrigoyen y que cul- grado, de un lado, por la ~queña bur~esía co-
turalmente se expresarán en la Reforma Univer- mercial de los pueblos agrarios y los agncultore~ ;
sitaria de 1918. y del otro, los agentes comerciales del monopolio
T~a la e!tru~tura de la economía agrícola ar- exportador, las emP.resas de colonización, la clase
gentma hab1a sido fund11da por la necesidad ex- terrateniente. El enfrentamiento de ambos secto-
pansiva del capital británico; sus dos instrumentos res no podía demorarse. La crisis agraria de 1911,
f~~ron la red ferroviaria del Litoral y la importa- con la pérdida de la cosecha, precipitó el estallido.
Clan de mano de obra europea para la producción Ese es el origen del llamado Grito de Alcorta,
a~íco!a capitali,s ta. Per? el capitAl . ferroviari.o que si ha engendrado una literatura a~arist~, de
bntán1co no s.ólo subordmó el conjunto del pats contornos épicos, sobrevalorando su caracter re-
a la. ~x~ortación de granos y carnes, sino oue. Te Gastón Gori, El pan nueatro, p . 91, Ed. Galatea,
subsidiariamente, se convirtió en un especulador Buenos Aires, 1958.
d.e tierras. T~n só~o el Ferrocarril Central Ar~en­ TT Ibid.
tmo era propietario de 160 leguas de tierra que le 18 lbid.
' ' José Boglich, La cuestión agraria, p. 204, Ed. Cla-
n Ibfd. ridad, Buenos Aires, 1937.
110 181

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L---

volucionar io", sin duda constit uyó la primera m


n '!estación c9lectiva que puso en evidencia la cona- nomía agraria argentina se manifiesta con carac-
t itución de una clase media agraria en la "pamps- teres netos en este período.
grmga". a Boglich formula la siguiente observación: "No
A los saldos favorables del intercambio del país debe creerse, por lo que antecede, que todos nues-
sucedió en 1911 un saldo desfavorable que alean~ tros campesinos se han transformado en arrenda-
zaba a la cifra de 62.702.734 pesos oro. Si la ex. tarios en din ero o en porpietario~. ni aue nuestra
portación de maíz llegaba en 1910 a la cantidad agricultura haya alcanzado un desarrollo capita-
lista completo y absoluto. Ni en la Argentina ni
de 60.260.804 pesos oro, al año siguiente se redu- en nin9ún otro país del mundo es uniforme el
ciría a 2.766.597 pesos oro. Era evidente que a desarrollo del campesinado hacia las formas capi-
pesar de la óptima cosecha de 1912 los a~iculto. talistas de producción, en razón de que la sociedad
res se verían impedidos de pagar las deudas aba- burguesa no ha abolido la propiedad feudal de la
sadas derivadas de la pérdida de la cosecha an- tierra, como ya lo hemos señalado en el capítulo
terior. En enero de 19J 2 el maíz se cotizaba en anterior, sino que la ha trasmutado en propiedad
plaza a $ 11,35; en julio, había descendido a $ 4,65. privada capitalista, lo cual le permite apropiarse
Estas cifras permiten twer una idea del grado de del valor del supertrabajo del pequeño campesino
irritación que reinaba en toda la zona agrícola. En sin necesidad de convertirlo en proletario puro.
junio de 1912, en el pueblo de Alcorta, se constituy6 Pero sí podemos afirmar, sin temor de ser des-
la prim·e ra sociedad de lucha de los agricultores. mentidas, que en la Argentina se ha formado du-
Levantó las dos consignas fundamentales del mo. rante el período de la pasada guerra europea. y en
vimiento: contrato- libre y rebaja de los arrenda- ez periodo de postguerra, hasta el año 1929, un
mientos. campesino de tipo capitalista en su 70 %, de
La lucha se prolongó desde 1912 hasta 1919, bajo arrendatarios acomodados y propietarios" 112.
la conducción de los hermanos Netri (dos sacer- Fruto de este movimiento es la constitución de
dotes y un abogado) y de un puñado de agricul- la Federación Agraria Argentina. Dirigida por los
tores de origen socialista y anarquista, entre ellos sectores más acomodados de agricultores de la
el comerciante Buiarrabal y los agricultores Cap- "pampa gringa", defenderá desde entonces sus in-
devila y Bulzani ao. tereses específicos, marginando tajantemente y
En pocos años el movimiento agrario obtuvo con un cerrado criterio de clase, a los jornaleros
importantes conquistas. Lo favoreció la ~onclusión agrícolas, que constituyen la mano de obra deci-
de la guerra y la expansión agrícola que sucede al siva de la economía agraria argentina. La prego-
armisticio. Todos los precios de los cereales wel- nada "referma agraria" que será luego bandera
común de ciertos "radicales", demócratas progre-
ven a subir: el lino se cotiza a $ 39 moneda nacio- sistas y stalinistas, contemplará exclusivamente a
nal los cien kilos en agosto de 1919· el trigo llega ~a pequeña burguesía propietaria o arrendataria,
a $ 26,20 los cien kilos eq mayo de 1S20 v el maíz a 1gnorando al proletariado de la tierra.
S 11 los cien kilos en la misma fecha si. Con esta
ola de prosperidad, grandes sectores de agricul-
tores que pagaban su arrendamiento en especie LA SlTUACION ECONOMICA
se transfor~an en arrendatarios que pagan su ca- EN VISPERAS DE 1914
non ~n dtnero; otros adquieren la tierra que El profesor Pierre de Maroussem juzgaba en
trabaJa~•. El desarrollo capitalista típico de la eco- los siguientes términos a la Argentina de la bella
lO Plácido G~elo, El gríto de Alcorta p S8 Éd Tierra
época: "Si Quemay, el j~fe de los fisi6cratas, hu.-
Nuestra, Rosnno, 1958. • · • ·
12 Ib[d.
lll Bogllch, ob. cit., p . 206.
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biese podido apartar el velo del porveni
ciertamente mostrado a sus discípulos l:· ha~riq mientas industriales, en los que trabajaban 329.500
ció1l mcú completa de sus doctrinas en l reaZt:za.
República Argentina. Pero la admiración 3
na~ hubiera sido contrabalanceada por une d Ues.
Qhtal
obreros. El capital invertido llegaba a los $
727.590.000. Al comparar estas cifras , c.~n las de
1895, se advierte un aumento de mas de 10.000
gano bastante vivo. Esta economía nacional esen. establecimientos, o sea alrededor de un 50 % . De
puesta de estancieros superiores, es incompÍe~om: los 180.000 obreros de fines de siglo se pasaba al
cabe decirlo. Ella se asienta sin duda sobre la a, ~1 "" doble de dicha cifra. El capital invertido, por su
admirable base. Su coronamiento monetario e ~8
111
parte, crecía en un 50%. Su rasgo distintivo era
~~ m~ s~l~os: la rela~ión de oro a la circ~,z ~ la predominancia de la industria artesanal, con un
ci6n fiductana es su~ertor a la del Banco de 1a promedio por unidad industrial . d~ 5 ob~eros Y. 2
glaterra. Pero en el mtervalo ¡qué abismo ab~n. HP de fuerza motriz. Este crec1m1ento mdustnal
m/.
to! Las lanas, las pieles, el trigo, la carne el 12 se vinculaba íntimamente a una labor complemen-
el lino, abandonan ·los estuarios y los p~ertos ' taria de la actividad de los frigorüicos, molinos
cargamentos formidables. Los carbones las me'!'- harineros, ferrocarriles y necesidades mecánicas
quinas, los artículos más diversos, aun los de ah:
mentación, vuelven transformados, dejando al e:r.
del campo 84 • •
Poco antes de comenzar la pr1mera guerra lm-

perialista el número de establecimientos industria-


tranjero los más evidentes beneficios. Bien más les había aumentado a 48.800 empresas, o sea un
este comercio de va y viene está en manos d~ 50 % de aumento con relación a 1908. ·Había 80.000
extranjeros: ingleses, franceses, alemanes, yan- obreros más en la produeción que cinco años an-
quees, italianos, españoles. Estamos en presencia tes. La fuerza motriz empleada en las fábricas y
de una provincia económica, de un fragmento de talleres se había triplicado. Aunque toda la eco-
economías más fuertes ... Esto no es la Nación nomía del país giraba alrededor de su comercio
independiente" 81 • El acierto de la observación es- exterior, la aparición de estas actividades parecía
taba fuera de duda. Pero si la República fisiocrá- augurar futuros cambios. Los productos alimenti-
tica de los propietarios rurales, como la soñaba cios marchaban a la cabeza en la producción in-
Monsieur de Quesnay en tiempos de Luis XV, re- dustrial de la época. Sin embargo, el crecimiento
bosaba de prosperidad en la Argentina del siglo industrial, a pesar de su relativa importancia, era
xx, hacían su aparición nuevas clases sociiiles, inferior a la expansión del mercado interno, como
gérmenes de un inquietante porvenir. Aparecían lo demuestra el desarrollo de las importaciones
industrias y proletarios, pequeños talleres y arte- en el mismo período, que pasaron de los $ 95 mi-
sanos y hasta grandes manufacturas. Los fisiócra- llones de pesos oro en 1895 a los $ 500 millones de
tas fra!lceses llamaban a estas clases, en oposición pesos oro en 1913.
al caracter productivo de las actividades rurales Los cultivos industriales eran incipientes. No se
"clases estériles". Los fisiócratas argentinos, que aprovechaba la lana, ni se explotaban las canteras
poco se preoc~paban de las doctrinas económicas, nacionales. El combustible se importaba casi en
las juzgaban "industrias artificiales" y se oponían su totalidad. Pero como la industria consumía un
co~ todas sus ~uerzas a su desarrollo y arraigo.
75 % de materias primas de origen nacional, es-
~aJo la protecc1.6n de las disposiciones aduaneras, taba claro su carácter de transformadora inme-
Sin embargo, vigentes desde 1875 el desenvolvi-
diata de la producción agrícola-ganadera, o en
otros términos, su naturaleza embrionaria: ''las
miento de la industria argentina había proseguido industrias manufactureras se hallan en dependen-
finnemente.
En 1908 el país contaba con 32.000 establecí- 8• Adolfo Dorfman Evolución de l4 economía indw-
trial argentina, p . 122, Ed. Colegio Libre de Estudios
111 Torino, ob. eit., P: 35. Superiores, Buenos Aires, . 1938.
185
184

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'---- - -
cia absoluta respecto a las otras ramas de ta eco-
nomía nacional', dice Dorfman ~. P or lo demás, Los fisiócratas vivían en el mejor de los mundos
Buenos Aires concentraba el 35 % de la capacidad posibles.
industrial de todo el país, reproduciendo en nue-
vos términos económicos la tradición absorbente L A PERDI D A DE L A T RADICTON
de la región portuaria. L~ importancia ?el capital HISTORI CA ARGENTINA
extranjero en la industna era perceptible ya en
esa época lo mismo que el grado de concentraci6n El país exportador dibujaba una nu eva soci~
financier~ de las principales ramas de la indus- dad. ban al y presunt uosa. Se perd ía rápidam ente la
tria, en particular aquellas ~incula~as a la produc- tradición de la guerra de fronter as y de los noetas
ción agropecuaria, como la mdustna. de alimenta- que la cantaron. El Tenien te_ Coron e~ Prado va-
ción, o los servicios, como la energin eléctrica ... gaba por las redaccion es nortenas. Antlguo soldad~
r ebosante de anécdotas pintor escas, R oberto Payro
Un ejemplo característico de h orientación eco- lo instará a que escriba sus recuerd os. A-s~ h abrán
nómica predominante 1? ofrece el bala!lce de pagos de nacer los dos libros capitales de l a llteratura
de 1912: por. importaciones, $ ~84 . millones p~sos del Desierto. Los: oficiales arruinados dejaban fa-
oro; por servicio de la deuda publica : $ 43 millo- milias que mendigaban pension es: Gre~ori? de
nes; por intereses y dividendos d~ ~os f errocarri- Lafer rere trazará el cuadro, entre risas y lágnmas,
les: 49 millones: por inter~>ses y chVIdendns de los en "Las de Bat-ran.co". Los h éroes de Fray M ocho
restantes capitales extranjeros: 54 millones ; por desaparecían para siem pr e o in.e :resaban a un~ so-
ahorros remitidos a sus países de origen por los ciedad estable, órdida y segura. Eduardo Wilde,
inmigrantes: 43 millones. Ese año se exporta por antes de m orir. escribía desde Europa epigramas
valor de .$ 480 millones de pesos oro; queda un melancólicos. La generación literaria que nacía
pasivo de $ 228 millones"· no le daba importancia a la prosa d e Mansilla.
La política ferroviaria inglesa cumplía ya todos Suponía, como lo h arán l os semicultos nosterio-
sus planes. Además de enlazar el centro y el lito- res, que Mansilla estaba aquejado de " galicismos"
ral en su malla, ligándola al Puerto de Buenos y que el soldado audaz de los R an queles n o había
Aires y consolidando así la estructura eXPortadora sido más que un amable vjvidor.
del país, absorbía sin inversión de capital a las A medida que la exportación crecía y la Argen-
Jíneas estatales. En vísperas de la ~uerra mundial, tina se europei:::ab a . e] interés por los escritores
se detiene la expansión de las líneas ferroviarias. nacionales d ecaía. Cuando Lugones vende en po-
El conjunto de la economía exportadora queda cas seman as un par de centenares de ejemnlares
esencialmente subordinada a Gran Bretaña. Los de "Los cr epúsculos del Jardín" o de "La Gu.erra
JI 1
honrados caballeros residentes en los directorios G auc ha , el asombro es general. La clase pudiente
londinenses de los ferrocarriles, emnlean su tiempo encar¡!~ba su s trajes a medida en Europa; la es-
en "aguar" los capitales en la Argentina, pua ocul- casa . hteratura que consumía también venía a
tar sus ganancias. Los ferrocarriles ingleses co- med1da. La pequeña burguesía aún no constituía
mienzan a arrojar "pérdidas". Sólo el Ferrocarril un n:t erc~.do para el escritor argentino. En 1905 la
Central Córdoba, desde 1908 hasta 1914 aumenta pubhcacton de "Stella", la novela· de César Dua-
misteriosamente su capital en $ 43 mÍllones de yen, ~~s~ sen sación. Favorecida p or un artículo
pesos"· encom1ast1co publicado en La Nación, apáreció a
., Ibld.
~os pocos días en la vidriera de la librería de Jos
erman~s Moen , en la calle Florida. un cartelito
~ Ricardo M . Ortiz, ob. cit., p . 207 y s.s., Tomo II.
Torino. ob. cit., p. 57. q~e dec1a: "Agotada la primera edición de 1.000
ea Raúl Scalabrln1 Ortiz, Hiltoria de los ferrocarrilu e~emp~ares". En cambio, upor regla geneTal, los
argentino•, p. 237, Ed. Plua Ultra, Buena& Aires, 1984. dtez e1emplares del poeta novel no tentaban a un
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solo comprador. Se aseguraba que hubo tradición oral, donde se resumen los a:a~es comu-
que en la soledad propicia del sótano ~aa~, en
nes que constituyen la me~oria bis~otca d~ f~;
01
•nn U~n-
cna . tiva de un pueblo. Los hlJOS y me os
El escritor Santiago Rusiñol visitaba el . inmigrantes definitivamente arraigados ya al s~e­
no ocultaba su asombro ante el estado de ralsl y lo argentind, sólo podrán aprender en l~s es~ue as
tras: "No hemos visto ningún paú de tod:S ~­ y en los instit utos de enseñanza la h !Stona su-
que conocemos, en que los artistas y los ~ a puesta narrada por los vencedore~ de .Pavón Y que
ale;~n más el espíritu .de su tierra natal. p~ ceta.a no podrían rectificar n;i .Roca m Yngoyen en la
escntor que v~ya vestido c_on las tradiciones d~ tiranía de los textos oficiales.
pampa, hay Clento que vtven con V erlaine De este modo, gran parte de ~a Arge!ltlna Nueva
Baudelaire, con el señor Pelletan, con D'A~n~on de 1910 se incorporaba a la v1da nacto!lal apr~n­
zio, con los decadentes, y sueñan desde su ranch. diendo el pasado argentino en la vers1ón falstff-
con el .Ma.rim's o con, el Rat m~; por cada pint::. cada por Mitre y sus secuac~s. La hegemonía
que ptnte el Parana, hay vemte que pintan el positivista educará a los argenht?os _nuevos en el
Sena y la$ vivas aguas de su río las destiñen con desprecio hacia el criollo. La anhtes1s monstruosa
aguas muertas; y por cada autor dramático que de "civilización" o "barbarie" echará hon.das raí-
arranque la vida de su pueblo, cincuenta la arran. ces. Flotará desde entonces cotpo una certldu.mbre
can de otros drama8, y se ven Guignoles y se ven la sospecha hacia las provinci~ y la evidenc1a del
Ibsens, enfriando el fuego de la tierra; como Ver- papel formativo de Buenos Aires y su Puerto. El
benas y Revoltosas contrarrimando las danzQ.! desdén europeo hacia los caudillos y las masas
será parte de la ideología oficial. Reinará el mito
tristes de estas llanuras desoladas" 110• • lucrativo del capital extranjero y su papel mo-1
La sociedad argentina, gorda y aldeana, igno- dernizante.
raba a sus artistas. Muchos de ellos emigraban a La nomenclatura de las clases. la erección de mo-
Europa, y observaban amargamente a la patria numentos, las efemérides escolares, serán equiva-.
convertida en factoría. Florencio Sánchez triun- lentes a la reiteración sistemática de la gran prensa
faba en el teatro tan s~lo para morir poco después, venal sobre una historia mitüicada. La introduc-
cuando el hambre hab1a hecho su obra. La oligar- ción de los textos adulterados en los tres estadios
quía transformaba a los poetas en funcionarios de la enseñanza, llevarán a las provincias la fór-
públicos o en periodistas alquilados y sometidos. mula única, impuesta por la. Capital.
Los grandes talentos de provincia morían olvida- Así podrá elevarse una estatua al 'Coronel Ma-
dos o capitulaban en Buenos Aires, bajo la férula nuel Dorrego, f';Jsilado por la conspiración unitaria,
de La Nación. . en las calles V1amonte y Suipacha de la Capital
Los cambios sísmicos del pals, operados por la FederaL Nadie podrá asombrarse c~ando se lea la
introducción de tres millones de extranjeros en i~scripción que aún perdura: "Combatió al caudi-
edad adulta y la conversión económica hacia un lh~mo separatista y anárquico; salvó a Buenos
g~an puerto exportador e importador, rompían los Atre~,. de los embates de la anarquía; leqislador,
vmculos que unían a la antigua sociedad criolla pubhctsta, 90bernador legal de Buenos Aires, en-
con la ~istoria de la guerra civil y la Conquista carg~do del Poder Ejecutivo naciona.l; paz con el
d~l Desierto. Al poblarse el Litoral urbano y el
Brastl; fundador de la nacionalidad uruguaya tt.
Litoral rural con extranjeros desvinculados de .
11
Ea justamente lo contrario: no combatió a loa cau-
esas luchas, se quiebra así la continuidad de la dtllos del interior, sino que se propuso llerar a un
acuerdo con ellos; en consecuencia, es falso que "1alv6
n Roberto. F. Giusti, Momentos 11 IUPectoa de la a Buenos Ai7'el de la ana7'quia"'; es falso que su gloria
cultura a7'genhna, p. 92, Ed. Raiga!, Buenos Aires 1954. sea la ''paz con el B7'tllil", que le fuera impuesta dea·
10 Rusiñol, ob. cit., P. 92. '
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L----

David P eña, el j oven amigo de la anci .


Alberdi, aquel que e atrev a en 1903 aanl1ad de épico. El lector culto de la época lo ignorab a ,h~sta
car a Juan F cundo Quiroga en la Fac re vindt. ese día. Lo sabía, en cambio, el pu blo anonuno
Filosofía y Letras de Buenos Aires . a~ltad de de las campañas, que llevaba esos vers~s en su
y escritor, criollo de otr os t iempos ' !;
un °fadot boca desde hacía décadas. Si el Martín Fte1'rO ha-
s~do. Muere pobre y sin .reson nncia: al ra.ca. cía de este modo su ingreso a la historia lit eraria,
s1gue ~ngenieros. Ugarte vive exiliafo. L~esttnl er a segregado, por voluntad de su introductor, de
·sobrevive amansado, aunque relámpagos de ~one¡ la historia argentina misma, en cuyo seno ha~ia
le estremecen durante muchos años. De José ~ro¡ brotado el poema. Pues Lugones, en las conferenc1as
nández no se acuerda nadie. Impera en la crit~~~ ya citadas, que reúne luego en su libro El Payador,
Paul Groussac, que se burla de R icardo R ~CI establecía categóricamente que Hernández había
cuando éste publica su "Historia de la LiteratOJa: sido un involuntario agente de la Gracia y que el
Argentina". El francés implacable y estéril señ~~ poema genial no reconocía autor cierto. Esto últi-
que ese "mamotreto" encerraba la historia de a
inexistente u . &o
af mo contribuía a su helenismo maniático para ar-
güir analogías homéricas con el bardo gaucho.
Lugon~s declaraba que uen ninguna obra es más
perceptible el fenómeno de la creación inconscien-
DESCUBRIMIENTO Y F ALSIFICACION te. . . El ignoró siempre su importancia 31 no tuvo
DE "MARTIN FIERRO" genio sino en aquella ocasión. Sus escritos ante-
riores y sucesivos, son páginas sensatas e incolora~
Al fin, en 1913, Lugones pronuncia algunas con. de fábulas baladíes, o artículos de economía rural.
ferencias en el Teatro Odeón. Deslumbró al pú. El poema compone toda su vida; 31 fuera de él no
blico · del Centenario con un inaudito descubrí· queda sino el hombre enteramente común con la.
miento: los argentinos contaban con un poema ideas medianas de su época: aquel criotto de cabe-
za ser~na y fuerte, de barba abierta sobTe el tÓTaz
pués del triunfo de Ituzaingó por la diplomacia inglesa, formidable, de andar bcísculo 31 de estar despacio
cortándole los recursos financieros del gobierno por con el peso de su vasto cOTpachón" 81 •
medio del Banco "Nacional", manejado por Gran' Bre·
taña; para colmo, es de una falsedad trágica que se le Con lo que el descubridor del poema p,enial es
atribur,a el título de "fundador de la nacionalidad uru• al t;tismo tiempo el sepulturero del poeta. Lugones
guaya ': El Ministro García, Rivadavia y sobre todo sera el precursor con este juicio de todos los man-
Cánning establecieron la separación de la Banda Orien· darin~s de la crítica ~rudi.ta poste~ior : Borges y
tal de las Provincias del Sur. Fue un triunfo británico Martmez Estrada demgraran a J ose Hernández a
y una derrota oriental y argentina, tiro de gracia al
artiguismo. Nada dice la infame leyenda de la muerte partir de Lugones.
de Dorrego: lo tu Uó el port.eño Lavalle. Después del ., Lugones corona así su juicio sobre Hernández:
crimen, la burla y la falsificación cinicas. Véase el Tomo Hay que ver sus respuestas a tos críticos de lance
1 pe esta obra, Capitulo Los hombr es de casaca negra. que comentaron el poema. Ignora tanto como ellos
_12 Escribe Groussac: "Despuh he oído con resigna· ~ tr~cendencia de su obra. Pídeles disculpaa, el
~n, . dos o tres fTagmentos de pr.osa gerundiana de
aeno mamotreto públ.icamente aplaudido por los qut mfehz, para 8U deficiente literatura. Y fuer¡¡ cosca
ClpeftCU lo han abieTto'. Y no seguia leyendo dicha obra: de .aubl.evarse. con toda el alma ante aquella mi·
''ateniéndome poT ahora a los sumarios e índices de sena, n la mum.a ignorancia del autOT no jtutifi-
a~e~~. copiosa historia de lo que, orgánicamente, nunca cara la extTema inopia de IUS prot~ctorea.. . Y et
e.natió . Excelente método crítico el empleado por este pob~e homb~e, amilanado .rin duda con ru propio
juez rumiador, que condena una obra de ocho tomOS gemo, que este no es carga de flore•, lino tt"onco
por la somera lectura distrafda de "dos o tres fragmtfl·
tos• . Que un francés desdeñoso con el país fuera el
liUdip~mo catador de las le~ras naci«?nales en esa é.~a. . 13 Leopoldo Lu¡ones, El Pc&lfCidor, p. 231, Ed. Centu·
ce bastante sobre ella. C1t. por Gnati Visto 11 1m.11do, nón, Buenos Aires, 1H4.
p. 172, Ed. Lo1ada, Buenos Aires, 1965.
191
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L~; t1rtron• trtft(Jil•·r rtlnli tn1 • rtiJ , 1 1 .,, o ~¡, daH'JO ol dío •lgiJf.tnt <.1 • lb bot;,Jln. E,trtuha dA m od:t
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11 í!rttárld«i rwrllillt4 íln ni) htu•r•r 11 Ltt•?'lt 1 • llf•flttt m6rfto t'1 Lu¡{on '" con 1 tfó en Impon :r con 11u.
trtt J10.1An • ' ' . r.Nto
,¡, ,¡tJ.·Jt f mn, (JIH' " llerl 1vn,~IJTI,¡,,I• ¡¡ lt. .,, autoridad Jn pr lltncfa dfl1 po •rna en lnH letras
fl,, 111'1 rov~lí tn(lll In onmlr •·rn('lflrl nfr-f' ndo (J~rt' 11
h 1111 lon.Jl••n. JU IJhltcmo. olfgárqu lcn oc rpt6 esta Jm -
~on " · Putlll '1 po tn r • hurwhn lo nn .~'jo 1 d ]"· poalcfón, que por Jo dcmÚ!t venía corrflboroda por
f' LIILo!íl y "re rtil!íltht'' en (1 jnr ou pl)t'mo tnl u~~ j•
1 0 Unomuno y M' nénd z y Pclayo y la transformó
hnhfn " rltiJ. omo lo hn ·lo 'On polohrn11 . en pnHto de fil ólogos matando por segunda vez a
1u héroe.
'Jiu, fruto () HU lnvl'nelhl nnflnnzo ,. 0 llíl Ho~;1 •
nn pued ntcnderJo l.ugon,.n, h nchldn
rl •• hugu IICII. D 11pués dcmo trnrf1 Curio Alb •
r tÓ' dr VERDAD ORAL Y FA BULA ESCRTTA
to l. umonn en El poettt rrMdor (F.d . Sudnm ~~·
onn, Bu •no11 A Ir 11, 194!\), con lo r 'rrocluccl6 • Esta destrucción de la continuidad histórica que
fotogrMI ·tJ d Jos mnnuRc rlto:~ d 1 " M nrtfn Fierro~ haría de José Hernández y de su poema un fen6-
le conflclc nto y C11crupulo11n clnbornción del poema' meno puramente literario, obedecía a causas pro-
el tniJcr 11ecrcto y dCAgorrndor d 1 ortlstn, plen~ fundas. A diferencia de las viejas sociedades euro-
de tachaduras, rcclaboracloncs y suRtltucioneR peas que siglo tras siglo se han desenvuelto con
una población agraria estable, la sqcledad argen-
"Payndor" quizás; artista, sin nln~uno dudo. N~ tina sufre un enorme injerto a partir de 1880. "La
todos Jos payadores tocan la guitarra; muchos usan vieja población campesina ha aido destruida o
la pluma sin el genio de aquel soldado federaL deaarraigada y la nueva economía comercializada,
Lugonea es un ejemplo. . en transición constante, provoca permanentes des-
La exigencia política e histórica de esta diso- plazamientos en la nueva población. Nos encon--
ciación entre autor y poema es transparente. Mar- tramos en presencia de una brusca sustitución de
tínez Estrada argumentará que Hernández fue un una sociedad por otra. Se corta la continuidad
político inconsecuente; Lugones, que fue un poeta social y además el tránsito de la sociedad patriar-
inconsciente. Borges se limitará a considerar que cal a la sociedad comercialista coincidente con el
toda la bulla que se ha hecho alrededor del Mar· al1fvi6n inmigratorio, provoca bruscos desplaza-
tín Fierro puede reducirse "al caso individual de m~entos que !llte;an el asiento de las familias y su
un cuchillero de 1870" e.. Estas tres autoridades muma conshtuct6n", escribe Jauretche t5
(las tres admiradoras de Mitre) rehusaron desen- Este mismo autor señala otra manifestación de
trañar el poema con la clave biográfica de su autor. la ruptura con el pasado: las alteraciones de la
El soldado federal que "cantó opinando", como toponimia. Sarmiento cambi6 el nombre anti~o
los bardos antiguos, que luchó en Cepeda y en del pueblo de Fraile Muerto por· Bell Ville, •en
Pavón, que defendió al Chacho, que fue adversa· homenaje a un vecino extranjero". Junín en la
rio de Rosas y de Mitre, que se levantó contra la provincia de Buenos Aires, se llamaba Federación;
Guerra del Paraguay, que fue amigo y camarada Lincoln era Chañar, territorio de ranqueles. En
del General L6pez Jordán, que fue discípulo de las escuelas primarias de esta última localidad, a
Alberdi y partidario de Roca, reúne en su vida principios de siglo, ya los niños se enteraban de

••. V . Jorge Abelardo Ramos, Cri8is 11 resurrección dt N Arturo Jauretche Política ft4Cionar 11 revisionismo
14 ltteratura argentina, 2• edición, Ed. Coyoacán, Bue· Ed. Pefia Lillo, Buenos A ·res. 1959.
Jaiatórico, p. 20 y 21,
nos Aires, 1981. 19J
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que en Estados Unidos había indios sioux ap8la
ches y comanches; pero nada sabían, porque 1 ..
textos de la escuela del viejo pueblo Chañar 01 entos superestructurales tendrán una gtaantesca
que estudiaban no los mencionan, de los indien ~portancia en la p~lít}c~ argent~a del aislo xx
ranqueles Y., de las ~venturas d~l D_:sierto.
cierto tamblen que m el zorro, m el nandú, ni la
"E: en la impostura h1stor1ca que r1ge todaviL
y '
mulita o el peludo, entraban m nuettra 100~
acolar ••• , pero c:cmod4 1G d~~ ezacta del LA RUPTURA DE UGARTE
emitorinco, que er un~ e~peete reltct.a ~e Au.stra. CON EL PARTIDO SOCIALISTA
lfa. Tambien nos ensenaban lo que S\gmfica relie.
El 21 de julio de 1913 Manuel Usarte dirigía
ta" (Ob. cit., p. 32). · una carta al director de La Vanguardia, Enrique
Todo el Litoral y parte de Córdoba y La Pampa Diclanann, protestando por la aparición de un
son poblados por inmigrantes. El resto del paía suelto en el diario socialista con motivo del ani-
experimenta en menor grado, l~s ondas del tras- versario de Colombia. El suel.to de La Vanguardia
plante. Pero en toda la Republlca el n.omadismo decía lo siguiente: "Como en todal lal 7'epúbliccu
del peón criollo, la. naturaleza .de sus umones. irre- 1 udamericanas, este país estuvo mucho Ciempo
gulares; la ausenc1~. d~ tra~aJo en las provmcias , convulsionado por las guerra• civile1. Panam4
pob~es y la migr~Cl?n mter10r proy~~an una alte- contribuirá probablemente a I1L progre1o, eatran•
racion en la contmu1dad de la trad1c1on oral. Marc do de lleno· en el r.oncierto de la.t nacione1 pró•-
Bloch ha señalado que en la sociedad agraria tra- peras y civilizadas" 117•
dicional europea la tradición histórica se trasmite Observaba Ugarte en su carta que ese suelto·
por generaciones alternas. 1 "escarnecía el dolor del p~eblo que, victima del
imperialismo yanqui, ha perdido, en lal circum·
Durante la jornada de trabajo los padres se au- tancias que todos conocen, una de sua mú impor·
~entan al campo y el niño qu~a al cuidado ~el tantes provincias y que resultaría· •civilizado• por
abuelo, quien trasmite a su meto las ~onseJas, los malos ciudadanos que sirvieron de innrumento
tradiciones, fábulas y recuerdos de su pa1s, .que. a para la mutilación del territorio . nacioncll". La
au vez ha recibido de su abuelot La memona. hls· respuesta de La Vanguardia fu\! característica.
tórica Colectiva abarca aquí en dos relatos Cl~~O Decía el articulista porteño, que había elaborado
veinte 0 ciento cincuenta años. En la formae1on sus juicios s6bre la base del censo oficial de aqu.e l
histórica argentina, las generaciones desc~nal~ll· país de 1912.· ¡El cretinismo estadístico no et nue-
tea de la primera inmigración carecen .de abue.lo "· vo entre nosotros! "Algunos datos tomado• de e1e
O los abuelos han queaado en la patna de ongen, documento oficial demuestran el e1tado u atraso
o si han acompañado a los suyos a la Pa~~~ tras- 11 barbarie de este país debido en gran parte a lal
mitirán en toelo caso a sus nietos la trad1c1on, ~os •neptu y rapaces oligarquíu que lo lum gober-
juicios y los prejuicios de su país natal.. Se quu~· nado y gobiernan -como mcede aún n la trl4t/o-
bra aaí toda posibilidad para las generac1ones pos· ria de las repúbliccu latinoamericctnu.• Y añadía:
teriores a l&sO de percibir laa líneaa fundamenta· "No e. uhibiendo el espantajo al imperfalimw
les del p¡'oceso histórico argentino, puesto que l~s yanqui como se van a redimir de. l4 tircaú& mter-
vástagos de esas corrientes inmigratorias .suce~· 714 . y de ~ posible presión ezterior lol pueblol
vas, a1 carecer de tradición oral, solamente podran lahnoamencano1. . . Eltamos obligadol a czpruar
entender la hiatoria en loe textos escritos de laJ nueltro punto de vi1ta 10bre el •ociGUnlo w el
acuelaa dominadu por la oll¡arquía. Estos ele- panamericanilmo, para no ir a rmaolqw • .,..
•, " Un Argentino, Manuel UgM'fe ti~.,.... .Socko
M IbSd. &t.-ta, p 27, Ed. Unió Editorial ·AmlricaD&,
.Buenos .Aira, l9lf.

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~ confraternidad latinoamenc
noJotros consideramos insustancial e inc a7~4 Q14t LeY Sáenz Peña. La presencia de los socialistas
tal como la plantea el ciudadano Ugart~ttct7tte la } S Cámaras permitirá al paÍs presenciar una
- cho y muy bueno tenemos que aprender d·· A!~¿. en ~ición completa de su doctrina y de su prác-
puebl.o norteamericano. Y lo único que p~a~ e.xpo olítica. La animadversión que distinguió
oponer al dominio y e.rpan.rión del capit rmo. t~ca ppre al doctor Justo contra las provincias del
yanqui es el despertar de la conciencia h' a~ SleiD
interior se poma' d e mam'f'1e~t o ca d a ve~ que se
del proletariado latinoamericano, ru organ~o:J~ t taba algún proyecto concebido para meJorar sus
en partido de clas~' " · ---.'VIl r~diciones económicas o sociales. Al discutirse la
c~robación de medidas legislativas para combatir
Juan B. Justo, por su parte, refiriéndose
bandera ar_~tentina, adoptaba una posición int~
:1 paludismo en la~ l~amada~, provincias pobres,
Justo sostiene lo siguiente: Indudablemente el
cionalista: "Prefiero la roja porque no me hiPno". paludismo es una plaga muy grande par(! las pro-
t!za la. azu~ y blanc~ y presagia una humanidad vincias más azotadas y los pueblos que lo sufren
hbre, tnteh~ente, nn bandera. . . De cualquier son dignos de toda consideraci6n;, pero ,s~ trata de
color, la bandera no sirve sino para liLgestionar y territorios que gozan de autonomta poltttca, de es-
arrastrar inconscientes" ". En el mismo debate tados federales que envían --cada uno de ellos-
U garte exponía una tesis socialista reformista pro. dos senadores a la Cámara de Senadores de la
pia de un país sem!colonial, atrasado. Dickmann y Nación . .. en esas condiciones me pregunto, Señor
Justo, por su parte, sosteman una tesis "intenra. Presidente, ¿qué equidad ni qué urgencia hay en
cionalista" igualmente reformista, que se adaptaba que el Congreso de la Naci6n destine dineros pú-
perfectamente a las exigencias del imperialismo blicos nacionales a sanear tierras de propiedad
británico y de la división internacional del traba- particular todas ellas, que van a ser enormemente
jo. En definitiva, Ugarte fue expulsado del Par- valorizadas por esos trabajos de saneamiento, y
tido Socialista. que van a ser arrendadas a más alto precio una
vez saneadas . . . ? Creo que podrían muy bien esos
estados autónomos federales, que tienen una capa-
LOS FERROCARRILES DEL ESTADO cidad política tan completa, organizar el servicio
Y JUAN B. JUSTO de saneamiento por las autoridades provinciales
con recursos provinciales" 101•
Ese mismo año resultaban electos los siguientes
diputados: Mario Bravo, Nicolás Repetto y el se- Justo añadía, en abono de su tesis, que los gas-
nador Enrique Del Valle Iberlucea. El diputado tos proyectados son "impuestos sobre los consumos
Vicente Gallo señalaba en la Cámara al discu· indispensables" y so~tenía la necesidad de mejo-
tirse 1~ ~iplomas "que la mayoría obtenida por rar la vivienda de las ciudades como una tarea
los IOCUlZ~as no estaba constituida por elemen· más urgente que la de liquidar el paludismo en
tos exclm1vamente socialistas concurriendo a de· el interior. En materia ferroviaria, Justo poseía
termi~rla elementos antag6~icos de otras p;o- una claridad no menos meridiana.
cedencuzs, para detener el triunfo del Partido "Me felicito de saber que hay argentinos a _la
Radical" 100• El habitual fenómeno porteño del cabeza de empresas ferroviarias de capital extran-
desplazamiento de votos Coñservadores hacia el jero, y que actualmente funcionarios del Est~~o
P~ido Sociali.sta p_ara enfrentar a Yrigoyen, co- Argentino son solicitados para pasar al rervte\o
mienza a manlfestarse a partir de la vigenci? ele de compañías extranjeras. Me complace enorme-
mente saber que algunos de mu compatriota• aon
118 Ibld., p. 33 •
.. Ibfd., p , 23. 101 Juan B. Justo, L4 obra parlamentaria, p. 100, Ed.
too Repetto, ob. e~t.. p . 130. Prometeo, Valencía.
19fS 197

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. ~
ctJptJCu ttJmbién dt admini.!trar ferrocarril
cfictJdtl. Atribuyo el deplorable result d ea e011
gwnentos eran, naturalmente, la "eficacia" o la
fnroctJmlet nacionale.t a otra causa ~ 0 de lo,
gncrt~l 11 mú elttJble, tJ la ·política E, ~
que toda la culridniltración pública· ha e~ ~dabtt
rcr "corrupción".
Los discíoulos que dejó han hecho honor a su
recursor. De Juan B. Justo deriva el "antfcapt.
corrompida, ttJn torcida en todos IUI a o .ta11 fausmo" abstracto, el internacionalismo cosmopo.
tan detvi4dtJ de todo• IUI resortes flor z~vtle,, lita y el antiindust~ialism o enmascarado de ultra-
manejOI electorale1, que la admini.!tració l>Gjo, uquierdisn;o. Todas las varieda~es del cipayaje
blica fnr01Jiaria ha tenido forzosamente qn J>1i. contemporaneo se reconocen en el.
~entirte" tot. ue re.
Ooonféndose a ]A c-onc:trucción de un ferrn LOS CUERVOS SOBRE SAENZ PENA
de fomento nue deberíl'\ at.ravPsar la r~viócarr¡¡
Jáchal affrmqha OUP )a urPcentorín aP'l.eral de~ de En uno de sus últimos actos ~ubernamentales,
ta1 m ao"el luqar" arroia un "nrorl,1r.to in~i: el Presidente Sáenz Peña, rt>firiéndose a la im-
ficante". Si II'P. tratara dP. ung 7.ona rica ,, nr6~o "' portancia de encontrar petróleo argentino a ori-
en cambio. "es uourn oue 7q emnrendedora co~ llas del mar, envía un tele~rama a su ministro
pañía dP-l Ferrocarril d~>l Pacífico. m te e:r.tiendt Mujica aludi endo a · la importancia de ese hecho,
nu ramale~ en todo.'f ñireccin-riP.S. P.staría 'lfl nro. que permitiría emanciparse del tributo extranjero,
yectafltf, su nrolon qació'l. a .Tñchal. Si no ln hace y distribuirlo en las "reaiones productoras acre-
e, pornu'-. f'tertt ~e toda durltt. se trata de vnd centando su potencialidad, mover la escuadra, los
UnP.a imnroductiva: v rPinr;,iiríamn.~t en 111. rm!e. ferrocarriles y las marinas mercantes. crear un
ticn artJ~tin.n.. o mtf.q bien dicho. rrio7la. de -, 11cer estado industrial nuevo y una independencia eco-
líneas ;,...nroductivn.t~ por C'tt?nta del E!!tf7do 11 de;111 nómica real y propulsora" 1o•.
lns nrflñ•,ctivns a 1ns ~>mnresas extrnnieras, invir. Pero la salud del presidente estaba quebrantada
titndn tfin~oR , _o,.1onales en esa nueva construe- por una enfermedad fatal. Comenzó a pedir rei-
ci6tt ferr01Jiarai" tos. teradas licencias al Senado para alejarse de la
Capital v reposar nor bre~s: períodos. Las suce-
Sei!Ú" -s rr~hido. las comn:-fií~s britá.,ica~ de fe- sivas prórrotzas soJicitadas por Sáenz Peña reani-
rrocsrrile!ll ~,.,lamente se e"Ctendieron sobre "tierru maron los !Jroblemils políticos que habían qued:tdo
prnduetfv~~" vincu)adlis ?1 nuerto v careciP.ron de soterradoc; después de la reforma electoral. !Al·
todo tntf'l'és nnr desarrollar económicllmente lu fuerzas oligárquicas advirtieron la gravedad de 11
regiones mar.zinales. Por e~e hecho diversos ~o­ mal. Maniobraron con el fin de aue el noder nar
bierno~ nacioñales, algunos del "Ré~imen" y otros · sase legalmente a manos del vicénresidente Vic.
de la "Cause", se nropusieron fomentar líneas fé- torino de la P laza, en quien confiaban más que ea
rrea" •statales a fin de ayudar a restablecer el el presidente reformador. Al C?ncluir el año 1913,
equilibrio y promover económicamente las zonas Sáenz Peña se vio obligado a solicitar una prórro-
abandonadas. El doctor Just~ nq po~ía hm.ora~ que ga de dos meses más. Con ese mqtivo. el d e>bate
los ferrocarriles fn.zleses no ·1ban a mvertJr dmero que acomnañó en el Senado el pedido, desnudó un
en zonas improductivas: ·pero se oponía a que lo plan oligárquico para obligarlo a renunc~ar. Un
hiciera el capital estatal. grupo dE! senadores del antiguo régimen lanzó una
De tal manera, toda su política coincidía con la feroz campaña destinada a doblegar la voluntad
política de . la oligarquía en mantener un Lito- del enfermo. El discurso más característico pro.
ral producttvo y un interior paralizado. Sus ar· nunciado en el Senado por esta tendencia, fue
el del senador Echagüe, que dijo lo siguiente: "Yo
102 Ibfd., p. 107.
101 Ibfd., P. 108. 10• Miguel Angel Cárcano, ob. cit., p. 182.

198 199

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no tendría ningún inconveniente en favor d
licencia solicitada, si en verdad el doctor S~la es e1
arbitrio lógico para conjurar todas las di-
,
Peña necesitara diez días para restablecer z ficultades · _ , . .
lud; pero la. e~fermedad es. de esas que av~z:a­ El doctor Sáenz Pena renovo su ped1do de li-
lenta o prectpttadamente, stempre minando el n, ·a esta vez sin térm~no. En lugar de votar la
ganismo, que arrastran al espíritu a esta concr- ce~~oga de licencia como la solicitaba el Presi-
sión humanitaria y piadosa: Ya que no puede vi~­ pdrote el Senado la limitó a dos meses, esperando
d0 nde se encontraban ya numerosos parlamenta-
para la Patria, al menos que se conserve para v~ ~~g~r a Sáenz Peña a renunciar. En Diputados,
familia. . . El doctor Sáenz Peña no puede ni po.
drá ejercer las funciones de gobierno y en esta ri~s radicales y socialistas, la licencia f~e votada
convicción este pedido de licencia me hace pensar sin ténnino. Al regresar a la Alta Camara, el
que el mal puede llegar a su apogeo y me hace Presidente del cuerpo, doctor Villanueva, desem-
dudar de la impuntualidad de las actitudes del pató a favor de la última tesis. Inmediatamente
doctor Sáenz Peña para tomar una resolución los ministros de Sáenz Peña renun,ciaron y el doc-
propia, meditada y consciente . . . "1011. tor Victorino de la Plaza nombro un nuevo ga-
binete toe.
Diversos senadores se expresaron en el mismo A las dos de la madrugada del 9 de agosto de
sentido. Sólo el Senador socialista Enrique Del 1914 fallecía el doctor Sáenz Peña. Ocho días an-
Valle Iberlucea sostuvo que debía otorgarse sin tes había comenzado la primera guerra imperia-
discusión la licencia al presidente. El grupo de lista. El arrogante mundo europeo concluía así su
conspiradores deseaba otorgar al doctor de la bella época. En la Argentina se disponían a tomar
Plaza la plena responsabilidal de una nueva polí- el poder clases sociales nuevas.
tica. En el fondo de esta maniobra se buscaba
impedir la aplicación real de la ley Sáenz Peña.
Con su falsa indignación y su malignidad crónica,
el diario La Prensa a través del senador Adolfo
Dávila, su director, decía: "Creo que para que el
doctor Sáenz Peña pueda recuperar su salud es
necesario que se cumpla la receta de los médicos:
el reposo moral absoluto que le llevaría el mi-
nuterio, presentándole, amigos y consejeros, su
decisión". El diario La Nación participaba en esta
campaña infame, como lo había hecho siempre,
contra los intereses del país y de los derechos de-
mocráticos en ciernes. El 7 de diciembre decía en
un editorial: "El Ejecutivo se en.c uentra sometido 1" La presión de los conservadores sobre De la Plaza
a una perplejidad irresoluble, trábado para ace- hacia pensar en este momento que el nuevo gabinete
contrariarla la polltict. de Sáenz Peña en materia elec-
lerar y e.ft.a blecer n01"'Tn4S propias. Este m~nimum toral. De la Plaza, sin embargo, si cambió los ministros,
obligado de acción gubernamental no puede pro- mantuvo la perspectiva t:azada p;ar el Presidente en-
fermo. Dice Cárcano: "La evoluC1ón política 11 la reor·
longarle por largo plazo y sería peligroso implan· Qanización de los partidos estaba en marcha y nad~
tarlo como ri.rtema por tiempo indefinido". El 6 de podría detenn la utensión 11 liberta& del sufragio. La
febrero la hoja de los Mitre mostraba todo su burgue,ria la clase media, los artesanos, los pequeños
rostro: "Ante situaciones como ésta la renuncia
GQTicultores 11 obreros golpea~an las ~.de la
R~~ para d~tar el gobterno a los vte]os pczmdo.
c;tuG
oftC1ales". ( Ob. e1t., p. 252.)
1M Ibarguren, ob. cit., P. 265.
201
200

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1~L-----
EL NUEVO PAIS

El doctor Victorino de la Plaza era ,un lacónico


salteño de modesto origen. Había estudiado en el
Colegio de Concepción del Uruguay; condis~fpulo
de Roca, de Andrade y· de Eduardo Wilde, trabajó
luego como empleado del doctor Vélez Sársfield:
puso en limpio los borradores de.l Código Civil.
"El Código nació en BUS manos", lo que no cons-
tituye un elogio. Ministro de Avellaned.a y de
RC'ca, vivió Juego en Europa más de diez años,
radicado en Londres. Allí se opPr6 una cutiosa
identificación entre su caJma salteña v la flP.ma
británica. "Anglómano conv einte años de residen-
cia en Londres y la onacidad que les seduce a lo•
ingleses para el puesto público, nnnca. habrá ez-
presado entusiasmo -ni reprobación- 'DOr la LetJ
Sáenz Peña." t Se decía aue habl~ba el castellano
con acento inglés y el inglés con su tonada salteña.
Ib~tr~uren lo escuchó un día:
11
Very well, pue1,
míster ... ,
"Aunque tenga el rostro de un coya vie;o -h4
nacido en los límites con Bolivia v lleva sangre
indíaena en sus ve'T'.(IS --e~ribe Gálvez- es eB')i-
ritualmente un inqlés." 2 Los acontecimientos in-
ternacionales darán ocasión para demostrar que
De la Plaza sabe respetar a las grandes potencias.
Mientras aún eiercía la nresidencia Sá~nz Peñ11. el
gobierno argentino recibió un. mensaje confiden-
cial del Presidente Wilson~ donde se informaba
que.se vería obligado a intervenir en Méjico 11anar-
-quizado por una revolución" a. Naturalmente, esta
intervención estaba dirigida a salvar la. democra-
cia y el orden. Sáenz Peña se reunió con sua
ministros y resolvió comunicar al gobierno norte-
! Sienz Hayes, ob. cit., p. 328.
Gilvez, ob. cit., p. 142.
. • Ibarguren, ob. clt., p. 289.
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americano que la Argentina no podía e t
forme, ~.on 1~ intervención ~~ los Estado~ ar ~on. El tallido de la guerra mundial enfrentaba a
e~ MeJICO, porque su. poltttca invariableuhld~s A es ntina a una compleja situación. El gobierno
Stdo la de condenar la tngerencia no solicit abta la h~~f6
1 la exportación de oro metálico y la ex-
un país en las decisiones internas de otro" Rda
de prot ·o'n de trigo y harina hasta recoger la cose-
or ac1
pha · t'1empo, se d ~1aro'
ta la cuestión, Sáenz Peña agregó en co~s ~sue}. del año siguiente. Al mismo
ministros, irónicamente, que podría sugeri~Jo de e feriado bancario de una semana y se dispuso
un . d e e. onvers1'6.n.
presidente Wilson q~e a qui~~ "debería co~ al el cierre de la CaJa ,
tarse el proyecto de mtervenctan sería a los suz. Se acordó una moratoria de tremta d1as para el
pios mejicanos" 4 • Fallecido Sáenz Peña y rro. limiento de las obligaciones en dinero. Co-
cumP
mienzan . .
los mc1dentes man't'If!10S "d env~
. d os d e 1.a
plazado por el doctor de la Plaza, la interven~~­ guerra naval. El vapor argentmo . ~r~s1dente. MI-
norteamericana pasó del estado de proyecto y ~ tre" es detenido por la escuadra br1tamca y arnada
tran~formó en .un desem~arco en Veracruz, donde su bandera: "El gobierno del anglófilo de la Plaza
murieron doscientos meJicanos. Instantáneamente reclama por la devolución del barco, pero no por
de la Plaza se vio enredado en. una maniobra nor- la ofensa al pabellón nacional . . . Mientras tanto
teamericana destinada a cubrir las espaldas de los nadie protesta por la floja conducta del gobierno.
Estados Unidos y permitirle salir del callejón sin Ni chillan los diarios ni se organizan manifesta-
salida donde se había metido, situación que es una ciones callejeras. Es evidente que la.! naciones
de las más persistentes tradiciones diplomáticas de aliadas y los representantes del capitalismo entre
ese país. Bajo la influencia norteamericana, el nosotros no tienen interés en molestar al gobierno
ABC -Argentina, Brasil y Chile- iniciaron una del anglófilo de la Plaza" 1•
"mediación": el general Victoriano Huerta se vio La situación política era inquietante. Las diver-
obligado a aceptar esta gestión interesada, tras la sas fuerzas conservadoras presionaban con todos
que se veía abiertamente la torpe mano del De- los medios a su alcance al Presidente con el objeto
partamento de Estado. Miéntras los mediadores
del ABC hacían el papel de árbitros independien- Nacional de la Historia, Ed. El Ateneo, Tomo 11, Bue-
nos Aires, 1963.
tes de los Estados Unidos, reunidos en Niágara T Gálvez, ob. cit., p. 142. Sin embargo, no puede lle-
Falls, el general norteamericano Funston, por or- varse muy lejos la "anglofilia" de De la Plaza. Como
den de Wilson "se declaraba gobernador militar tcdos los hombres del viejo régimen y por un vital
de Veracruz y sus tropas tomaban posesión de instinto defensivo, asumía posiciones nacionales en las
la tesorería general de la Aduana, los Tribunales, situaciones criticas. La primera guerra imperialista fue
una de ellas. ''Así no asombra, aunque scwprende agTa.-
el Correo y demás edificios públicos" 11. Esa fue dablemente, la espontaneidad inaofisticada con que el
una de las primeras acciones "panamericanas" sucesor de Sáenz Peña deduce de las cireumtancias que
donde la Argentina ayudó a sacar las castañas del aJ>Temiaron al país duTante la guerra, ponilndolo en la
fuego. al b3!1dido del norte; quien lo hizo era un necesidad de valeTse de 81U propios recuTsos, todo un
J>Tograma nacionaU.ta: marina mercante, empleo de
notorio amigo de Inglaterra el doctor Victorino !J1ateria prima nacional en los aTSenales, urgencia de la
de la Plaza. ' tndtutTializaei6n para producir lo que antes importá-
bamos, con lo que no 16lo ganarla la economía, aino que
D?~ ~iarios defienden con ardor el ABC: "La U.epanamos ca producir los materiales necesarios a le¡
Naci~m , cuyo redactor José Luis Murature es el defensa nacionab: intensificación de la producción pe-
canciller argentino y "La Vanguardia" inspirada trolífera no paT¿ que el Estado aumentara 8ti renta,
por Juan B. Justo •. ' tino paT~ fom.entaT el desaTTollo, con una industria ba·
8ada en el combustible propio; necesidad de una con·
4 lbfd., p. 290 ciencia inver1 ora en los capitalistas nacionales'• (Men-
1 Ibid., p. 291: sa;ea de apertura, ·Buenos Aires, 1916) . V. Julio Ira-
1
Jorge Mitre La pTeaid . . zusta Influencia económica británica en el Río de la
p. 225, Historiá Arg t· enc'«l de Vtctorino de la Plaz~, Plttta: p . 88, Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1963.
en ma Contemporánea, Academia
204 %05

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de obll¡arlo a modificar la Ley Sáe . rata progresista. El que lanza la iniciativa
a dero¡arla. nz Pea, , pemoc dar la democracia progreaista es nada me-
Pero la ambigüedad presidencial · d de fun e el señor feudal de Salta, Robuatiano Pa·
ce loa en unos y otros, A fines de 1914e:rrtaba re. nos qu 10
elecciones de diputados nacionales. En {ealaarOll · Costas
tron •
lo demás la victoria aocialista en la Capital
Federal, característico centro de influenJ. Cap~ F ~0 ~al había ~!armado a loa aectorea reacciona·
polita, obtuvo la mayoría el Partido Socialla~ .e e ue se veían asi jaqu~ados por un ~~ble pe-
máa de 45.000 votos, "ap011ado por la opinión . COil . ftos, .q 0 la marea yrigoyenuta o la posib1hdad de
pendiente". El radicalismo formuló una d 'ftdt- gr~~ge de los "partidos extremos". La fundación
eión ~eñalando que ese reaultado era una .~lara­
bulación tr~macta . en el minilterio del In on.Go 1 d~l partido Demócrata Progresista obedecía a la
tentativa conservadora de, reorg~izar ~odas lu
contra la mas glonosa de llu reivindicacione~ fuerzas oligár9,uicas del pa1s y elegir un Jefe acep-
mana~, y que eL triunfo había sido con el voto :; table ''liberal', antiyrigoyenista y "democrático".
mmigrantes ain arraigo" 1• Sin embargo loa cl Debí~n encontrar ese jefe en la persona de don
dadanoa naturalizados en la Capital sólo' llega~ Lisandro de la Torre 11• Este aceptó "el proyecto
a 14.000 inscriptos; es preciso. suponer en conse- de constituir un gran partido 'tlacional. . . emp•
cuencia, que se verificaba en esa elección un des- jado principalmente para evitar la posibilidad de
plazam¡ento de los sectores, ocultos bajo el eufe. ·un gobierno del partido radical, necesariamente
malo y precursor deL retroceso y la guerra civil",
mismo de la "opinión independiente". El terror a
un triunfo radical se acrecentaba día por día. Raúl según afirmó en un documento 12•
Oybanarte hace su ingreso a la Cámara con un·
d11curso que dura cuatro sesiones. El "estilo ra· LA FUNDACION DEL PARTIDO
d!c:al" en su primera oración parlamentaria ea DEMOCRATA PROGRESISTA
aenalado burlonamente por un historiador:
Formaban parte de las juntas directivas del nue-
·:LG patria, sobre cuyos campos paladearon los vo partido los doctores Indalecio G0mez, Norberto
b~ltrea el aabor de la sangre patricia en los ca-
Quuno Costa, Joaquín V. González, José María
daverea a.bnegados .e inaeputtos. Maga de eata parte Rosa, el general José Félix Uriburu, Ca¡los Ro-
de ~mé~ca¡ que 'unto a todas llu audacias f1 el dríguez Larreta, Julio A. Roc:a, Mariano Dema-
clellntere• de todoa loa altruismos y ·para que "'
lcu c:umbTes andinaa supieron encender en la no- 10 Lisandro de la Torre, Obrcu completa•, Tomo V,
che de na destinos a~ faro de sus picachos para P. 86, Ed. Hemiderio, Buenos Aira, 1954.
alumbrarle el dolorido derrotero .. •"•. Retórica 11 "El padre del doctor de Ll Torre er11 propiet11rio
aparte, la aparición de los radicales en las Cáms· f!.e .una utancia en loa nacience• del llrTOJIO del S11uce,
'unsdicción de Santa Fe. En vilpercu de 14 bat4ll4 de
ru indicaba mutaciones profundas en la sociedad P. avón fue apresado por ordn del G~erc-l Jwu• Sú,
argentina ~ue no habrían de suscitar precisamen· 't"~ipado de hacer •eña'-• luminoiGI a lu tropa. por•

=d
te lu IOIU'liU de loa elegantes. En noviembre de
1e1"- ante el peligro yrigoyeniata, se reúnen en un
partido ocho agrupaciones provincialea: el
Poou•~- Lidberal Y Autonomista de ColTientes, el
op.._.- e Mendoza, la concentración de CaU·
ena, de•de el mirador de lo eiC4ncicl, 11 rctaguardNI
t•l Mr.
ejército de la Confederaci6n. LA llegada de
tTIUin al campamento de Urquizll H debió, al me~
apa~entemente, a "" pedido m 111"or del pre1o de D.
Jo&•

R~ftno de El.izctlde', Marco. P. lUvu, Jlectto riglo de


hll&ona nacional, reviata "Ma7oria", Buenos Airea, UI09,
p. 7. Mitriata por tradición tamiliar, De la Torre, d81de
~de18 °nJón Conservadora de Entre Ríos, 11 •u participación juvenil en la revolución coDHrVadora
-.• 1 8 ur de Santa Fe. Nace ui el PartidO 'f mitriat.a del 90 y su po~terior _,redUeceión por Alem,
Jt'lr. hs de~mentlrla aa orientacion.
: :r-1 AD,.l Cireano, ob. dt, p. 175. 11 lbar¡uren, ob. cit., p. :100.

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ría (padre), Benito VnJanucva y t
prohombres del extinguido roqulsm 0 roa l'tluch des en diciembre de 1915 e.• proclamada
trasmutados ahora en Rólidos punta~ Y l'tlltrtar;: dificulta 1 Lt~&ndro de la Torre-AleJandro Carbó.
oligárquico. El nuevo partido enco;a del ord~ la f6rn:Uc~njunto de Ju fuerzas que loa sostienen
comisión la tarea de formular una d end6 a ullt pero e bajado por hondu dJvfsiones y antago-
de sus redactores recuerda que los j~fctrlna. lino
tido designaban a la comisión como ~ del Plt. ra
lligue trGru 1 mitristas de la denominada Unión
nl~OII. con dirección de Gufllermo Udaondo, se
Cf ~f~nen aparte del Partido Demócrata Progre-
banda de música", que ellos seguf4n i 01 de "la
el¡)erando atraer con nuestra música m ncr~dutoa m;:!. rnuchos de sus miembros, antiguos mitristas,
dadanoa que dieran .a su concentració asa, de ctu: :C ~corporarÚl al radicalismo 11•
do~~ potencia popular 18• El programa ~ec~retvt., Por su parte el movimiento de Yrigoyen se va
pac1ón integrada por las fracciones cons agr,¡. integrando con nuevas fuerzas: entre 1914 y 1915
de todo el país, era excelente; pero carecí:~:doraa se incorporan al radicalismo dos núcleos del Par-
valor, pues debía ser · enarbolado por fuer todo tido Liberal en Co.rrientes. Era una agrupación de
en modo alguno estaban dispuestas a a zus que origen mitrista. El Partido Constitucional de San-
cosa muy frecuente en nuestra historia ~lft~lo, ta Fe se pliega al radicalismo en 1914. En San-
Sin. em~argo, y a pesar de todos los esfuerzos ~
1 tiago del Estero, en el mismo afio, la Concentra-
conJunción de los elementos que concurrían ' la ción Popular ingresa en su mayoría al radicalismo.
formación del Partido Demócrata Progresist: En 1916 en fin, con la fórmula Eufrasia Losa-Julio
des.compuso rápidamente. R
C. Borda, el radicalismo triunfa en la provincia
de Córdoba 11• En la Capital Federal, único distrito
Marcelino Ugarte, desde la Provincia de Buentt de la República donde el Partido Socialista tenía
Aires, pugnaba por desplazar a De la Torre como cierto arrastre electoral los conservadores tientan
candidato oficial del nuevo partido. Algunos see- a los socialistas de Justo. Con motivo de un debate
tores provinciales -rompieron con De la Torre y sobre los diplomas en Buenos Aires, en mayo de
proclamaron la candidatura presidencial del .d~ 1914 el diputado conservador Julio A. Costa inten-
tor L~is Güemes para presidente 14 , Otro núcleo. v~r a la reflexión a Palacios, que impugnaba los
acaudillado por el senador correntino Vidal • d1plomas bonaerenses: uEl Partido Socialista no
separa as!~ismo, declarando: uNo podemos ;om- ea nuestro adversario electoral, y los más de no-
per los Vte3os. moldes del personalismo y por uo sotros estamos conformes con él en las más de sus
no creemos vta~le una agrupación que represent4 reivindicaciones. El adversario que tiene el socia-
sólo una· tendencia y levanta un programa en 1• lismo es el Partido Radical, que le pisa los talones
gar de levantar un nombre" us. Pese a todas 1a1 ~ la Capital de la República ... El socialismo sa-
urci lo que hace en la emergencia parlamentari4
u Ibfd. en que nos encontramos . . . " 11•
~:U~dro de la Torre, Carta fntimtU, p. 27, 14 En estas palabras insinuantes se expresaba toda
sado por r~n:~~ 1952. Sin embargo, aunque ya ICO' la política oligárquica; es preciso admitir que el
no PErd ía la -..-. UlUdadu por Ugarte, De la Torrt P artido Socialista de Justo supo comprenderla.
tbrftino1 poai~ranza de obtener sus votos: "No ~ Ante la inminencia de las elecciones presidenciales
por ~ atmua~ Pll?'a "" GtTeQlo: el triunfo rod ; d e 1916, había tendencia predispuesta en el Par-
aniQutlamimto de
I.Y mtonce1 qu.1
3:!
J:rlc••
ftJ)OnQG ltnplicczri4 riem~
11 nu amigo• en Bueno• A~ tido Socialista a apoyar la candidatura de Lisan-
votar la tónñura ~coaa puede hacer Ugarte, 11 dro de la Torre para oponerse al _yrigoyenismo 11.
11 Roberto
cl:ta
fónnula rcdica11'", ob. progrerilta en contra df
, p, 2'7. 11 lbld
criaia <k 1uo Etcltn~ ~cto• poUtico• c11 •
1T Luná, ob. eit., p. 218.
1• Etchepareborda, ob. eit., p. 11.
Aire., 1958. ' P. • Revitta de lnstoria, N' 3, Buei)GI 1' Pinedo, ob. cit., p. 27.
208 209

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Un fndice sugestivo de esta situación lo 0 f
hecho de que en la Capital el Partido D r~ ~ os útil mencionar estos detalles preliml·
Progresista use abstuvo de elegir candi/~OCratt Juzgdm las elecciones de 1916, a los efectos de
pios a diputados resolviendo, por pedido 01 Pro.
Torre, que se sufragara por loa socialitt e De lt
d nales e sobre los orígenes políticos de Lisandro
ilustrar orre del Partido Demócrata Progresista,
que yo me opuse sin éxito" 20 , escribe lb aa, a lo de la nT la dlcada del treinta alcanzara celebridad
El Partido Conservador de la Provincia arguren_ que"líder
de e · z·
an.tiimpe.nc: tllta, , promovi'da por e1 f ren•
nos Aires, encabezado tiránicamente por di Bue. opulismo sta 1mis a.
bre petiso orejudo, don Marcelino u 8 e céle.
había querido incorporarse al nucleam~:e,
te &s
intrigas de ~ garte contra Lisand~o de la
no T rre estaban destmadas a restarle amigos y a
0
originó el Partido Demócrata Progresista pqu. ~ligar a un reagrupamiento alrededor de su ft..
seguía con toda atención la obstinada decis.ió e~ :ura 0 de su partido bonaerense. Del mismo modo,
~e la Torre de encabezar la fórmula de la n la resistencia del Presidente de la Plaza a volcar
]Un~ión cons~rvadora contra Yrigoyen. El ~~ el favor oficial hacia ninguna candidatura (aun-
oreJudo acariciaba de mucho tiempo atrás la que de la Plaza no ocultana· en sus mensajes al
bici?n ·de alcanzar la Primera Magistratura·
advirtió de modo realista la dificultad de imponer
::0
Congreso la preocupación que le causaba observar
la división de los partidos moderados) llevó al
su nor_nbre. Inició, en diciembre de 1915, diveraq espíritu de De la Torre la convicción de que el
tentativas para llegar a un entendimiento con el triunfo de Yrigoyen era inevitable. Por lo demás,
Partido Demócrata Progresista. Propuso un acuer. la hostilidad de los conservadores hacia un liberal
do para .designa~ al. candidato a la presidencia en como De la Torre era inocultable. El político san•
~s ~iguientes termmos: "Que los dirigentes del tafesino dirá en esos días tumultuosos que la res-
• arttdo Demócrata Progresista, o su convención r,onsabilidad de todo lo que sucedía se debía a
e1er.toral presentara una lista de seis ciudad4noa 'eae coya hipócrita ti traidor p01' naturaleza, que,
de entre loa cuales el Partido Conservador optarlo movido por rencores seniles, atizaba todas laa in-
POr ~no, deri~nando libremente, de su aeno, el trigas", refiriéndose al Presidente de la Plaza 11.
candldato a Vteepresidente. Para el caso de qut Aseguró a sus amigos, días antes de la elección,
•1 Pcwtido DemcScnrta lo ~rine, el Partfdo Cono que "Yrigoyen. triunfará. Y éae será el resultado
~ervador declaraba aceptar la misma fórmula a lo de que la suerte de los oporitorea esté en. mano•
1nversa" 21 de un. .mestizo hipócrita como Plaza, ti de un amo-
Al juzg~r el sentido de esta alianza el discipu· ral como Ugarte" 24 • Conservador, pero liberal, so-
1o de Marcelino U garte, José Arce, obs~rva que 101
u Ol¡uln, ob. cit., p. 225.
conservadores de Buenos Aires resolvían esa acti· 26
De la Torre, Obras complftas, Tomo V'rp. 88, carta
~~d. "en ho~enaje a las ' circunstancias y a la nc· &1 doctor Mariano Demaria (h.) . De la orre impu·
la atdad de tnncular en una sola aspiración. a tod41 taba a! doctor De la Plaza su prescindencia e¡ectora! en
~~· dreapuesta pol~mica al 1enador Benito Villanueva:
a fuerzas conservadora•" 22
s· . 1 octor Scienz Peña, po,. razonea poUticas respetable•,
t m embargo, ese acuerdo no prosperó y el seco Sólo porque eran t1"anaitoriG6, relajó lo• uinculos pani·
1 ~~ ~cf~serv~dor dirigido por Marcel~o U garte clarioa 11 bOT1"6 las distancicu mtre amigos 11 adueraanoa
P 0 1iUcos. Le tocaba al doctor De la Plaza reaccionar de
61 la for~ula Rojas·Serú, con lo que destru· eaa poLítica une vez conquiatada la libertad electora&.
~orre~ posibilidades electorales de Lisimdro de .la t!ro en uez de hacerlo rompió la solidaridad de su fiO•
•rrno conaeruador con las fuerza. conaeruadoru del
~ata, entregando el Ministnio del lnterio1" a un 1"adieal
!~~~~''A::· ob. cit .•. p. 311. Uedo cata,. equivocado, pero ha sido éae, a mi ;uieio
Un error del que l4 hiatoria habr4 de tomar~ cumtca:
1159. e, Marcehno Ugarte, p. 48 1 BuenO. A1rtt.
22 Y agr~v6 todavía ese concepto it:ttegT"Gndo su gabinete
Ibld. CloOn mtnistroa e:r:traños a l4 .POHhca o no vineulado1 41
• partldoa politicoa". Ob. c1t., p. 28,
210
211

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e hall ~ant h y laollll l a l c•t lnll hj•l rural ol ula pr ..ldMC"Ial. A auaa d• etlo. acontedmten,.
''''" un murf•tHi fl r twiHIW) hln n.:t•, hlj~ d)~l\rl•to } m 111
oplnlon • .-nl r - lo• dlt ldentes eltaban dl-
inmlt(raalorln y t'h~ttd"' oRo ele la m ullltll(} .. ~ ·llor,¡ to• Ida•· u.noa 1111tenfan que l01 electora de eae
vid tldo. provincial r clcmt mente conatltuldo de..
nh'a'.. l.humdr·o d In 'l'orr no cwn n 0 t norgl
para 1 PnrUdo Cona rvtulor, ni pnrn 1 ~ °hl 111
11
popularea. Tol fu 111 t rARI o dt'tttlno polfu lllaaa,
r.:n votar en lo• Col.-gloa El ctoralea la fónnula
yrt¡oyen-Luna ; otros lile negaban a hacerlo. Se
eo. lle 6 a una aoluclón de tranacclón, mediante la
u!l la convención ordenaba a loa electorea del
EL TRIUNFO DE HlPOL ITO YRIGOYEN Partido diMidtmte votar la fórmula Yrlgoyen.-Luna
"rietnpre que el voto de lo1 JO etectore1 de l4
El 2 de abril de 1916 se realizan elccclone Unión C{vica Radical de Santa Fe, en ecuo de triun-
todo el pois. Concurrieron los radicales co~ tn far en l4 provincia, funa tndilpenaable pclf'G l4
fórmula Yrlgoyen-Luna ; el partido Dem6cra~ vtctori4 de la fórmula Yrigoyen-Luna" 11•
Progresista con De ln Torre-Carbó; el sociall: Verificado el eczcrutlnio, las elecciones naciona-
mo con Juan B. Justo-Repello; por su parte el lea arrojaron loe aiguientes resultados: Radicalla-
Partido Conservador bonaerense de MarceÍino mo yrigoyenista 339.332 votos; Partido Demócra-
Ugarte y sus aliados, no proclaman candidatos a ta Progresista 123.637 votos; Partido Conservador
Presidente, del mismo modo que el radicalismo di. y aliados, 153.406 votos; Partido Socialista 52.895
sidente de Santa Fe. Estos últimos darán luR&r votos; disidentes de Santa Fe 28.267 votos.
a una característica demostración de la firmeza
yrigoyenista y de las intrigas conservadoras para Estas cifras se tradujeron en el siguiente núme-
arrebatar en el Colegio Electoral la decisión popu. ro de electores: Yrigoyen, 133 electores; IJ.sandro
lar formulada en las urnas. de la Torre, 20 electores; Angel D. Rojas (candi-
dato conservador), 104 electores; Juan B. Justo, 14
La llamada udisidencia de Santa Fe" se origino electores; los disidentes de Santa Fe, 19 electores n .
en una lucha interna del radicalismo de esa pro- Con 133 electores, Yrigoyen estaba muy lejos
vincia que se había dividido entre las candidatu· de obtener la mayoría absoluta de 151 sufragios de
ras a gobernador de los doctores Mosca y Lehman. electores establecidos por la ley para imponer la
El Comité Nacional yrigoyenista apoy6 desde Bue- fórmula. En tales circunstancias, hubiera corres-
nos Aires el nombre de Mosca; sin embargo, el pondido al Congreso resolver, como supremo juez,
radicalismo de Santa Fe, en su inmensa mayoría, a quién correspondía la victoria. Integrado en su
se plegó a la organización encabezada por el doc- mayoría por fuerzas hostiles al radicalismo, 1~
tor Lehman y Ricardo Caballero. De hecho, la ~·· . conservadores luchaban después de las elecciones
yoría del radicalismo santafesino quedó exclUida por derivar hacia el ámbito parlamentario la re-
del Partido, justamente en las vísperas de las elec· solu.ción del probleu¡a, Al mismo tiempo, U garte
cione~ _de 1916. Yrigoyen se negó a neg?ciar. c.on tendió sus líneas para corromper a los disidentes
los ~1s1dentes y la convención de la Union C1V1~ santafesinos. Envio a José Arce a Santa Fe, quien
Radical de Santa Fe reunida en enero de 191 · se puso en contacto con los doctores Lehman y
proclamó la fórmula 'a Gobernador, Rodolfo Le.h¡ Elizalde, "of1'eciéndolea, a. cambio de algunoa e1ec-
man-Francisco ElizaldE', frente a la del Cotn11 t01'ea que éltoa pudieran comegui,., uno de W.
Nacional que sostenía los nombres de los doctores ténn.ino, de la f6rmula presidencial que ae tTamt.-
Mosca-Ferraroti 211. taba . . . El prop6nto· de loa com~adore• na im.-
. Al mismo tiempo, la Convención proclam~ u~: Pedi,. la comagración del doctor YrigOJin• .Eft
hsta. propia de electores nacionales a Pres1den . 2e Ibid.
Y Vlce de la República, aunque sin designar fór liT Mitre, ob. cit., p. 238.
21
Caballero, .ob. cit., p. 241 . 213
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ccmfeTmciQ po1teri01"t1 los rep;eaenta
vadores fueron má& al grano colocand ntea CO?att, l 01 radiccde• d~etttu PCI"CI IOlueiOM1' la
de Roberto Le.hm.an a la cabeza de. la !~fl.oTt&~;
0
glo e~ sidencial. He tenido anoche en mi bi-
Ricardo Caballe~o, radical disidente d uta> a.. cuestton pre larga conferencia con mi amigo Eli-
Fe, aunque muy v1nculado a Yrigoyen e_ Santt blioteca . un~bernador y con este dirigente hemos
sus "Memorias" la tarea de seducci6~ senala en zalde, Vt~eg primeras' bases. E.lizalde, de acuerdo
por los conservadores ante cada uno de ernpteadt 1entadoh a:n hará fracasar la fórmula Yrigoyen-
torea santafesinos que podía decidir la 1018 elec. con Le m 'ndole los votos de sus 19 electores; pero
presidencial. "A don M arcos Brown de s:
ección
tóbal, 1e le. ofreció y se le dio un ch~que en 1~tia­
L~dna, n~~: dar ese grave paso. político que se le-
pt ent puna gran fórmula que tmporte una verda-
van e solución · naciona z y extgen
·
con una f•Tm4 muy re~ponsable, completa neo que. e l btn?
· m•o
•.
responsable, para que no votara la fórmu~ente d:rcl ormado con su nombre en el pr:mer term~­
s a f Necesito saber si usted aceptana la PreS\-
dical" 21• Parecidas insinuaciones se hicierona ,.~ no . · :a de la República en estas condiciones para
los restantes electores de Santa Fe. · an e d enct
llevar adelante los tra baJOS ' · · · d. os. p reveo laa
tntcta
Ante la crisis, Yrigoyen. fue inflexible: rehUSó ,.esistencia!; de Ugarte y .d~ los mts~os demócra-
negociar con· los disidentes santafesinos ni siquie ta• pero los radicales dtstdentes . extpen que los
ra recibir a los delegádos que .intentab~n llegar~ co~servadores. de~óc;atas y los so~ialistas hagan
un acuerdo con el caddillo. A este fin se recluy6 una declaración publtca antes de ftn del ~e~ co-
en su estancia de Micheo; ordenó a su persona} rriente que votarán su nombre el 8 de ]Unto , y
negar el acceso al establecimiento. "Tampoco recibe recién 'entonces, ellos por intermedio d~ ,su (:o~­
correspondencia ni eiCribe cartas, salvo un brew vencíón darán igualmente su declaracwn. ndht-
telegrama al Presidente del Comite Nacional, en el riéndo.c:e a su candidatura. . . Espero pues su con-
que e~e'ª- tenninantemente su resolución de no te&tación con sumo interés. Le prevengo que este
conve1'aar con nadie aobre el tema que en eae mo. ·asunto se lleva con absolvta reserva y que sólo
mento aoo.siona a todQ el país." 10• La intransigen· eatán en su conocimiento Li$andro, Elizalde, Leh-
cia de Yrigoyen somete a una guerra de nervi01 man y yo, que aoy un simple commis voiyageur" 11 •
a todos Jos partidos, sumidos en la incertidumbre. De este modo, los conservadores oligárquicos de
El gobernador electo Lehman se entrega a raras Buenos Aires de origen autonomista se proponían
combinaciones y especulaciones sobre su porvenir arrebatar el triunfo de Yrigoyen ~r medio del
político. Por su parte, Lisandro de la Torre no radical Lehman; y Lisandro de la Torre, PI con-
pierde el tiempo. El escrupuloso demócrata comí· servador liberal. se proponía lo mismo, pero en-
liona a su amigo Camilo Aldao para que ofrezca a1 tregándole la Presidencia al porteño mitrista
anciano líder del Partido mttrista de Buenos AireS. Udaondo.
don Guillermo. Udaondo, el primer término de la De la Torre atribuía a las "intrigas";·del Presi-
fórmula presidencial. Lisandro de la Torre, en efec- dente De la Plaza y a la corrupción de Ugarte el
to, con el objeto de frustrar la victoria de Yrigoyen, triunfo de Yrigoyen. Escribirá lue~o a Demada:
negociaba con los radicales disidentes de Santa Fe. "En las provincias, ayudando públicamente a lot
b~do una solución "patriótica" para rorn~ radicales como en Salta, Mendoza y Santa Fe, so-
la opc1ón conaerv•dora exigida por Ugarte. . bornándonos un partido entero como ett La Rioj&
Camilo Aldao escribe a Udaondo: "Por pedid0 (usted sabe qu1 lol partido• Mdcmal y autOROa
ele Lilandro de 14 Torre eatov tramiMndo un affl" mina de LCI Riofa adherido• al PCH'tido DemcSemtc
Progresista 1 e vendieron a U garte por S 30.000)
o complotándost con grupo• tueltos como en Cór-
•• Caballero
Ibfd • ob• ..-'t
, ., p. 245•
• LunA, ob. dt.. p. 228. 11 Mitre, ob. cit.. p. 23i '1 11.
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doba, San Luis Tucumán
quizarnos''. A Pesar de esta~tc., co:n el fin de
y en la esperanza de contar a1~~Iobras -de lJ a'~Qr. La segunda Internacional en sus Congresos 8
sus ~otos en los Colegios Electo~~o lllornent~arte, su vez, retomaba el tema Y salía de. él c.on vagas
c?nfiesa en la misma .carta a e!, De la 'r COn declaraciones, que aumentaban la mquietud. El
d!8J?USe que muchos afiliadoiue aún ent o~ gigantismo d~ las organi~~iones soc~ali~tas en Eu-
'V&VUin en la Provincia de B demcScrataa ~ ropa su caracter burocrabco, su eficacia, sus rni-
por los electores del Partido ~e'TJ.os Aires, voto,~ nist;os sus diputados Y sus diarios, no daban, pa-
entonces! onserva<forí• &l .1~ radójidamente, mayores seguridades en caso de
• lll\ln conflicto; .se suponía, con acierto, en las "alas .iz-
.T~das estas combinaciones -don quierdas" de la socialdemocracia, que el movi-
perfida ~e unía .a la corrupción m, de la sutileza
se hundieron sin remedio cuando
de Santa Fe, desoyendo la sugerenc~!
r á9
degradada...
eLelectorea
miento socialista estaba demasiado insertado en el
sistema de la sociedad burguesa como para rebe-
larse contra él en la hora decisiva. Kautski decía:
vo~aron en los Colegios Electorales e ,lunan, ,.Fortalezcamos nuestras organizaciones. Eduque-
Yrigoyen-Luna. El viejo caudillo hab'lat ~onnuJa mos al proletariado. Derrotemos a la burgueria
Y el "demos" irrumpía. Ia nunfado con la táctica del •agotamiento•" 11• En Francia,
los hombres del sindicalismo revolucionario veían
nacer el drama: "Nos encontramos en vísperas de
LA NOCHE SOBRE EUROPA" un gran conflicto europeo. Las naciones marchan
hacia el mismo a grandes pasos; se preparan para
Un torrente de fuego y de hierro se reci itó él febrilmente" 84 La guerra angloalemana sería
s<?b~e aqu~lla brillante civilización europfa. .¿ el "una guerra de negocios". La Oficina Socialista
vIeJodicontmente, donde parecían cosas del pasado Internacional se reunía en 1912 en Basilea decla-
1os o 'os n ·
la he ~Clonalistas, superados al parecer por rando que "el temor que la clase gobernante tenia
la gemoma ~uro~a sobre el resto del mundo, a la revolución proletaria había sido una garantía
~ fronteras hiStóricas hacían su aparición y vo- esencial para la paz" 85• En todos los Congresos
nutaban metralla y muerte Los signos más alar· Jean Jaurés, jefe del Partido Socialista Francés,
m~ntes habían sido desdeñ~dos por las clases do- exigía medidas inmediatas para alejar el peligro
~man~~s sumidas en el placer de una existencia de guerra. A su vez el laborismo británico estaba
hundido en uri sopor indestructible. Y detrás de
e~~ .P~ Ifos. En el movimiento obrero europeo la los jefes socialistas o de los jefes sindicalistas que
as ro e fue peor aún. Las vísperas de la pri· proclamaban la guerra platónica a la guerra im-
bera ~erra mundial habían sido oscurecidas por perialista, la clase obrera europea en su conjunto
desm~~:aB?mbras aprehensiones. En .1903 la social· seguía el ejemplo británico: El inmenso botín co-
de dond~Ia a erna~a celebró un Congreso en Dret lonial se había derramado generosamente sobre
se reiteró ~o1Ufionaria en caso de guerra. El te~
general rese ín~nciOJ?-Ó por primera vez la huelga toda la civilización europea, incluyendo a su pro-
letariado, inoculándole prejuicios imperialistas e
en 1906 e n M904, en Bremen; en 1905, en JeDI• ilusiones conservadoras. Los sindicalistas revolu-
Jena 'enn1 annhéim; en 1911, nuevamente en conarios de Francia advertían que el movimiento
inte~~nían ~~ e~~agdeburgo. Eh estos de~ obrero atravt:saba hacia I9t-2-l913. "una crisis que
Victor Adler ituxemburgo, Mehring, Pa
necht La ' .ilferding Kautski Carlos Liebk·
-ae traduce por un hundimiento de Zu- conciencia

para tmped)rafhcabilidad de una , huelga gener~ aa Ramos-Oliveira, ob cit., p. 94.


u Edouard Dolleans, Hf&tori4 del m~fmfento obrero,
los participa~t!'s.guerra sumía en la duda a todoS p, 169, Tomo 11, Ed. Eudeba, Bueno• A~rt!l, 1961.
· u G D H Cole Hiltoria del pensamiento aoclal'-ta,
&2 Ob. cit., p . 103. p. 95, TOino Úl, Fo~do de C. Económica, México, 1961.

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obrera, por un desaliento de los ·z·
. de f e y de confianza" ae Lmt ttant ea, U?!Q sayen l os
esfuerzos de sotidaritiad su-
r" •o
ausenc'a guro'Pa ~ puedan intenta . ,
frances!l vivía su mida P.n la 1:nd~í clase obre pref)\(J qu en estas palabras. Todavta
"U l . . I e....,., . ra
comp1et a. n pro etartado ignorante · · .. ('Ja l'rlás . abía ~e~espera~!~ís. se m;:~ntiene en p ie. la úl-
l~er, que no ~uiere leer o que lee su ? ue no sabe 1~0 de JUllO,Én . fe de la soci aldemocracta ale-
lttantes que Juegan interminables par~~~dade$. Afi. ~trna i]usi6n. / J~ junto con los socialistas fran-
p~s con los camara~as en lns bodeoon~>.~ Ü de flai. rnana, aaase, ·T:Sto cont r a la guerra. El, belga
ceses un ma~~c uerda : uy v eo aún, v olvere a ver
1
dtsmo obrero podrtdo como el otro" 37 · n Perio.
El militante sindicalista Pierre Mona~t vande~el~~ inclinado sohre ese documento, a
la.s . cosas con mejores ojos: "Una qran n~ no Veía toda mt vt a,l brazo alrededor del hombro de
ptrttual. .. ; ca.si todos_,. en todos los grad~eza e!. Haas~, con :ando uor ese gesto la aliam:a con~ra
bamos atacados del mtsmo mal En nue t s, esta. Jaures, reno habían hecho pública en la reunt6n
. no se sa b,ta d e l a a l egrta
d to~ . dan lass lec
, que ros me. la pt~.er~a q~:~~ •1 Al día siguiente Jaurés pronun-
aertas 11 la fuerza de un pensamiento firm turaa de l4 "d.~~urso: ·"Y he aquí ,.,or qué, aún cuando
centrado. No se sabía leer. Se bebía el ;or~~ con. cia un de la tempestad está ya sobre noso~ro!,
el seman(frio basta ha para la sed intelectuat'' del la .nube erar todavía que el crimen no se realtce .
qutero esp .
•ntonce
.. s" 38. L os ob rer?s Joyeros.
· 1os neluqueroae
los camareros, concurnan a las carreras de cab ' EL ASESINATO DE JEAN JAURES
llos. Los tr~h<~iadorE'~ del puE-rto P<;t<!ban hunrli/.
en ~~. alcoholismo. "Un proletaria.do nodrido 3; En. la tarde de ese m ismo día. Jaurés intenta "':a-
codtctas que conserna todav ía el instinto de .ru namente entrevistar al Presidente .del Conse)o;
clase, uero que pierde cada vez más el espíritu" 11 pero es recihido por el subsecretano de Estado,
Los ideales de Marx y Engels constituían la fór- Ahel Ferry. F,l alto funcionario pregunta a J,aurés
mula ~e un idea~ poste~g11do pa:a un imprecito 10bre sus intenciones. La respuesta de Jau res es:
porvemr. Bernstem y su adaptacion a la sociedad "Continuar nuest-r11 campaña contra la guerra".
burguesa triunfaban en toda la línea. El c?.nital l'errv le replica: "Lo aue no os atreveréis a hace-r,
Imperialista había establecido una enorme di~tlln­ porque ~eríais «Uesinado en ta primera esquin. a de
cia entrE' el nivel de vida y el réqimen político 14 calle" 41• Esa noche. mientras cena con un grupo
de una Europa exclusiva, y el infierno social de de compañeros de l'Humanité en un restaurante
las colonias y semicolonias que explotaba. de la Rue Montmartre, el patriotero Villiain le
Jaurés veía la inminencia de la guerra. El !5 dispara dos balazos a través de la ventana abierta
de julio de 1914 pronunciaba un discurso: "Jamtú, del local. Jl'urés cae fulminado. A la mañ;:~na si- ·
desde hace cuarenta años, ha estado Euromz ttt IUiente, 1 de SS!osto, Alemania declara la guerra
.. una situación más amenazante y más tráqica . .. a Rusia y comienza la hecatombe. Los socialistas
Cada pueblo aparece a travP.~ de las calles dt alemanes. con Haase a la cabeza, discuten su po-
Europa con su pequeña antorcha en la mano, '!1 he sición ante el pedido del pobierno del Kaiser de
aquí ahora el incendio. . . Digo cue en la hora , votar un crédito de 5.000 millones de marcos para
actual tenemos corttra nosotros, coñtra la paz, coft· la guerra. La fracción socialdemócrata alemana
tra la vida de los hombres, persPectiva~ t erribtta vota los créditos con Haase, oue a:ver todavía abra-
11 contra ellas será preciso que los proletarios de zaba simbólicAmente 8 Jliurf.s. SAlo un dioutado
le opone; es Carlos Lieknecht. El ·a ntiguo socia-

¡ : rb~~~ans, Ob. cit., p. liUI.


11 Ibld.
.. Ibld.
1
' Ibld.
at Ibld. u Ibld.
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218
\

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lista francés Millerand resume
hay más derechos obreros no hsu traición· " l t la socialdemocracia alemana, en
· lles: no hay más que la' guerra"
e1a ay mas
48
· leye· 8 ''O
ao.. órgano of~cial deaba la aprobación socialista de los
La socialdemocracia europea salt · 1
ue se 1nform a rehusó creer en ese acto. Es-
Cada uno de los partidos socialistas a en . Pedazo. ~~tos de g_u~d~ que se trataba de una edición
propio capitalismo y ordena marchse Phega a .U taba convenctd el Estado Mayor alemán para sem-
Con la ayuda de la socialdemocracia aÍ al frente falsificada ptr . , n entre sus enemigos. Al persua-
imperialistas de cada uno de los Estados bandid~ brar la con us~~ario declaró que la Segunda Inter-
conduce a su pueblo al matadero Un.ofs europeo. d'1 se de lo con
· 't'1co d omma
t r1o · · de 1renes{ Pa- r . nal había muerto.
los primeros meses nacto
a .los rebeldes les espera un claro dest' a ~erra; n ese año no solamente había muerto la
n1stro de Guerra francés Mesimy decmlo. 1 Mt.
·• dlC · "Dejadme
' ' araen¡, Pe~d= Internacional. También nací~ una espe-
ses1on e onseJo: la guillotina Segu "La movilizaci6n y la declaraci6n de gue-
rant~o ~ ~ictoria. Que esas gentes (los tn&t ga. ranzpa~recen haber borrado del país, por un mo-
tes smd1cahstas) no se imaginen que serán !Ul· rrCJento todos los antagomsmos
· ' l es y d e raza.
plemente encerrados en la cárcel. Es menester mn.. socta
sepan q~e los enviaremos a las primeras ·tíneasqd:.
fuego: St no marchan, pues bien, recibirán balcu
~ero :stono es más que ,u.n respiro hi_stórico: una
e$pecie de moratoria pol~ttca., por dee1.rlo a.n. ~
por delante y por detras. Después de lo cual noa circunstancias han cambwdo la fecha del uen.C1.-
habremos desembarazado de ellos" ••. En pocas miento de la letra, pero ya llegará la hora de po-
s~manas las . fuerzas desencadenadas del imperia- nerla al cobro" te. El lugar de Jaurés lo ocupa
hsmo re~ucen a los internacionalistas de Ellropa Maurras. El apologista de la monarquía y de la
a. un puna~o. de homb~es, intransigente y solita- reacción en toda la línea, asume la defensa del
rlo. El soc1allsta austnaco Federico Adler estu· Imperio y brega para que suba ttal poder un hom-
pefacto, decía: "Los que no necesitan empuhar laa
armas están muy contentos. Además, todos loa bre fuerte, capaz de conducir el país a la victoria".
exaltados y los locos se lanzan ahora a la calle Y se convirtió en uno de los artífices del ascenso
pues ha llegado su hora. El asesinato de Jauréa de Clemenceau al gobierno, nada menos que. su
no es má.! que el comienzo. La guerra desencadena viejo y encarnizado adversario de los tiempos del
todos los instintos del hombre y todas las forma~ affaire Dreyfus. Para Maurras no había nada su-
de la demencia" •a. Trotski se refugiaba en Suiza. perio ral interés imperialista de Francia. Luchó
Cuando Lenín recibió el número del Vonoaertl, tatnbién por la sanción de leyes draconianas que
"lbfd.
reforzaran el poderío militar y moral de su país.
La burgu~fa francesa aco'e en su seno a loa renep· León Daudet asumió la función de "fiscal del rey",
dos del aoc.aalbmo. Dice Pomcaré en sus "Memorias": como decía Maurras "esto es, la del cazador rin
"La burguel{(l perdona de buen grado a loa que la h4" miedo y sin , fatigas de todos aquello! oscuros ele-
amenazado cuando loa cree capaces de defenderla". Y
Paul Cambón: "Ea curioao que nueatm única eape1"anz4 mentos que pululaban en las esferas oficiales fra'!-
e1tl .en lot tJieioa apóstoles del socialismo como BriaM cesas ejerciendo menesteres de espionaje Y trai-
o Mtllerand. Su inteligencia e1 la que les ha permitido ción" u . El curioso colonialista Maurras sería el
lLegar a aer h~bre1 de gobierno; no se han encerrado
en una doctnna 11 no tienen esp{ritu sectario 11. ~ ma estro inimitable del nacionalismo cavernícola
~n~. ~ capace1 de evolucionar". V. Schnerb, ob. c1t., en la Argentina posteri~r a 1930. La Europa im-
8 perialista entraba en la noche.
•• Dollean., ob. cit., p . 198.
co~" 1 ~/n Trotaky, Mi Vida, Tomo 1, Ed. Colón, Mési· 46 lb[d
41 Enrique Zuleta Alvarez, Jntroducción a Maurru,
P. 62, Ed. Huemul, Buenos A1res, 196S.
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DON HIPOLITO EN EL PODER
. Era el triunfo d e1 " Cesar
. par d o" '
a apoteosis.. . luego el despecho oligárquico.
El 12 de octubre de 1916 el antiguo . unJTlO sente~c~~ra su primer gabinete definirá el
Balvanera, hijo de vasco y criolla n~onusar!o de coEl anunciO e régimen. En los dos ministerios
zorquero, antimitrista de ribet!:!s f~de le~o de llla. 0
estilo del :u~g';, a a dos ministros civiles .. ~1 doc-
tampa aindiada y criolla, el hombrera es, ~e es. militar~s esl aestro provinciano y tambren abo-
había pronunciado un discurso en oúbq':le lllllás tor Sahn~~· ~mbre sencillo que dirigir~ ~1 Minis-
embargo había hablado con elocuencia '~co Y sin ga~o, es Instrucción Pública ; se c.o~vert1ra a.l ~oco
decenas de miles de argentinos uno porstngular a
ta formar un gigantesco movi~iento nacfno,l haa.
teno de 1 favorito de .las cromcas sarcastu~as
tiel'TlP 0 :ic~ón. Es designado Ministro de Hacien-
traba a la s~de. del po~er ante la expect~~~~en. de la op ignatario en la compraventa de ganado.
toda la Repubhca. Leyo su mensaje ante las de da u~ec;:as paquidérmica y los ho~~res desaloja-
maras vestldo de frac. Salvo un puñado de ínf Cá. ~~5 ~el régimen se disponen a sat1nzar al nuevo
pocos lo conocían en el país: jamás se hab' unos obierno. El asombro no puede ser f!!~yor cu~nd.o
jado retratar ni había pronunciado un discu:!o de. gdvierten que en numerosas reparticiOnes pubh-
la plaza pública. en ~as y subse~retarí~s ~e estado figuran no s?_lo des-
J?etr~s d~ .él ven.ía el torret;~te radical: hijos de conocidos smo as1m1smo hombres muy Jovenes.
1~ mm1grac1?n y metos ~e proceres, alguien habla Yrigoyen ~romu~ve a la juven~ud ~equeño bur-
dt~ho. La formula era mcompleta. Los nietos de guesa recien sahda de ·las Umversrdades a los
proceres escaseaban, pero abundaban obscuros hf.. cargos públicos más altos.
jos del país de lejano arraigo. Y este hombre era Las escenas a que da lugar su instalación serán
la síntesis de las corrientes sanguíneas y de fuer. inolvidables para algunos testigos. El más simbó-
zas sociales diferentes que se instalaban en el poo lico de ellos era el doctor Benigno Ocampo, Secre-
der, no mediante la patriada revolucionaria como tario del Senado desde hacía muchos años, en-
el caudillo había pretendido en sus años, si~o por carnación misma del dandy porteño. El doctor
medios pacíficos. Los resultados se verían. Pero Ocampo se distinguía como émulo de Quintana
Yrigoyen en la Casa de Gobierno constituiría una por su indumentaria exquisita. Jaquet, pantalón
verdadera conmoción. Al abandonar el Congreso de corte perfecto, guantes y galera, abrigos escru-
se advierte un "espectáculo sensacional. Las cien pulo.samente elaborados, todo lo importaba por
mil personas que llenan la doble Plaza del Con- med1o de su comisionista. Lincoln and Bennett
greso, las azoteas, los balcones, prorrumpen t11 eran sus proveedores de sombreros· Deroy de Re-
una enorme algarabía de vítores y de aplausol. ~~nt Street, le e~viab~ su calzad~ y Po~le and
Las mujeres ·en los balcones saludan con sus po· ·• sus prendas mtenores: en Londres estaban
sus
de Lmedidasd y e'1 se vest'1a y pensaba a la manera
ñuelos. Hay lágrimas en muchos ojos. Entre la
emoción unánime y la frenética gritería, va bajan· lar u~~ res. Era un hombre encantador. Con un
do la escalinata serenamente el nieto del fusil4do
resg d:lmo c~ellc;> postizo, que merecía los hono-
de la Concepción, el ex comisario de Balvant· prodig ~os d~buJantes. humorísticos, su verba se
glés a a mas elocuentemente pn francés o in-
ra, ~l desterrado del 93, el Apóstol de la denW' de que en castellano. Había vivido en los tiempos
cracta. ¡Nunca se ha visto un entusiasmo igual en ciacfó~ de la oligarquía, desde su juvenil ini-
Buenos Aires!" 48 La muchedumbre se abalanza tos er com? secretario de Avellaneda. Sus gus-
sobre el carruaje, desengancha los caballos Y arra~' direct!~ suhles: sólo bebía el té que le enviaban
tra el coche a lo largo de la Avenida de Mayo. fJ estera •o. ente desde Ceylán en pequeños fardos de
41 Gálvez, ob. cit., p. 150.
'' L usarr~ta. ob. cit., p. 223.
222

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ntaña a pura orientación del
El Inf austo día que presenció la lle d ntar la abrupt~~o vigor de virtud~s y a pur4
~oyen al Congreso Nacional para lee~a a de 'ir¡. f7l amiento, a ~ ter
0
llegar a la ctma pasa:n~o
Mensaj~. el frágil secretario del Senad ~~ Primer pe::reza de car callasyde todos los poderes oftet~
co vive el fin de una época. "Su cuell~ 0 igifqlli. en sobre las ~ur iones conniventes, es empresa
simo, no está planchado para resiatir tailto, «lti. feO: y laS co~1u~aczos mediocres ni al~anzan lot
jones de la multitud irreverente ni SUsea e~tru. que no conc,be . siquiera fueron reahzadas por
finos, los pisotones de Flores, Barracaa zBPato. pigmeos Y qu~e~~luci6n sentidas por el a~ma na-
Balvanera. . . Y sus oídos, afinados para 'ra ~~· el genio de la lidas con' admirable exce~tt~d en
o para el Ode6n, no se acomodan al grit V~ cional Y cum~ de sucesos y de acontectmt~ntol
dente de la calle: •;Viva Hip6lito Yrig 0 e!ltfi. una traye.cto;:! todas las glorias de la patna." u
que culmma
¡Viva . . . !• Al anochecer de aquella ·tard:Uh ···1
decidas sus grandes ojos claros, de chispe~nt:"!t·
dignaci6n, le oigo decir con nervioso tartamUd:': EL FIN DE MARCELINO UGARTE
, - ... escupteron
. las a lfombras. . . descolga o.
1011 , r gro podía existir en este fantasioso
las cortinas en el empeño de verlo. . . en la calle ¿~'6r·1 pe ~n este estilista detestable? Sin embar-
apo~od ~ ias dudas se disiparon al difundirse una
0
reemplazaron a los caballos y empujaron el co.
che . .. " 110• Sus amigos predilectos vieron llegar a ~~ta r~actada por la misma mano, en )a que ~
don Benigno Ocampo horas después a la confite. día leerse lo siguiente: 11
Las autonomws provm-
ría Bias Mango, en la calle Florida, completamen. ciales son de los pueblos y para los pueblos Y no
te transfigurado. "Gotas de sudor le perlaban 14 para los gobiernos" 11•. En el .lenguaJe d~ los , he-
frente, las venas de las sienes estaban pletóricar chos esto significaba que Yr1goyen se dtspom~ a
'J los labios convulsos le temblaban sin sosiego"•t. inte~enir todas las provincias que permanec1an
Apenas pudo recuperar el habla comentó: en manos de los gobernantes oligárquicos. Que
· "-Fue muy desagradable. . . Han desenganch4- un pensamiento tan claro estuviese envuelto en
do los caballos y han arrastrado la carroza presi- una prosa tan difusa, no sería la única sorpresa
dencial por las calles, vociferando injurias Y l4n- que el misterioso gobernante ofrecería a sus ad-
zando vivas. Parecía el carnaval de los negros .. · versarios.
Hemos calzado el escarpín de baile durante tanto En abril de 1917 mtervenía la Provincia de
tiempo y ahora dejamos que se nos metan en el Buenos Aires: así ponía fin para siempre a la
sal6n con bota de potro" lit. Con don Beni~o c~r:era política del "petiso orejudo", el temible y
Ocampo hablaba la oligarquía aunque, efectiva- c1mco amo de la provincia 1111. Después sigue con
mente, la era del escarpín había terminado. la. ~ntervención . a Mendoza, a Corrientes, a La
Los ~ombres del club, los políticos liberales .Y RioJa, a Catamarca y a Salta. En mayo de 1919
la servidumbre periodística se disponían a relf.
¡~sa prosa de Yrigoyen! Pues se lefa con detecta· 1 ~ El penaamiento escrito de Yrigoven, p. 73, compi-
nFK:róAniy prólogo de Gabriel del Mazo, 2• edición, Bue-
c~ón Y co~entarios irónicos, una págin~ del Pte: os res, 1945.
81 ~ente Yr1goyen aparecida el mismo d1a de asU
:: ?el Mazo, ob. cit., p . 142.
mir el poder en una revista insignificante titulada bie 'Al día aiguiente de haber sido desalojado del qo•
Proteo. "Asumir la contienda reparadora, de~ entrno. de la PT<>vincia, poT Ia. intervención, Ugarte tu•
e~ llano a la cumbre, renunciando a todas las pOI" Pa::vurtado por un amigo intimo e11 au casa de la calle
etone~ Y resguardos del medio ambiente, para re- Aai gual' -¿Cómo estás, M arceUno? -Como me ves . ..
de¡ me a dejado Hipóhto -fue la rápida contestacióts ·
m~S1Udo e irónico ·e:r gobernador plátmae, que en ese
M Columba oh cit leva etnto salía del baño, en camuón, tal como se habfa
111 Lu11arreta b ··· P. 52.
112 Ibfd. • o . Ctt., p. 226. n ado de la cama." Columba, ob. cit., p. 4.4.

224

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r
Jntervfene por decreto Ja Legtslatur
luego, por ley del Congreso, Ja t 8 ~e San l
poderes. En el mismo año intervteotalidad de llfa; . d l Africa o del Asia. En el Congre1o
blea salvaJe ro~unciaba solamente diacursos, 1ino
Estero y San Juan. En noviembre ~e Sanuag0 ~~~~ ya 110 se bpznaba. La barra brava, secunda~~ lo•
la intervención de Tucumán Se e 1920 decr e¡ que se res:s amigos" o1. Como se v_e, tamb1en la
por ley del Congreso, restabJ.e ce fa por decretoet, actos ~.e rdía su estilo. Se respiraba en todo
pular en los bastiones tradicionales s~bÍra~ía p 0 0 posic.1on pe ensación de cambios inminentes. ~1
El recurso de la hilaridad se desv e , regirne~ el pa 1 ~ una t~rgado y olvidado, el chinerío, como
labios de la oligarquía. Algunos deanec¡a · en ¡0~
tiene ocasión de visitar el despacho sus ~ornbres
pobreno tos
corrillos la antigua camarilla, la pe-
dirá_ enbu~~uesía universitaria, pro.fesion~l, comer-
en est~)S PJ:imeros años de su gobierrfore.sidencia¡ quena 'ndustrial, sin padres argentm?s (sm ~adres
C181 .~os injuriará la prensa frond1sta) se mcor-
0
el teshmomo de Carlos Ibarguren: "El e' He ,aqu¡
que. presentaba ~ Casa. de Gobierno, a ~ectaculo cono~l 'los diversos estamentos de la burocra-
no 1ba desde hacaa vanos años y que ob que Yo P?ra a .~nal provincial o municipal, a los cuerpo•
P~ar por sa las y pas•'llos, era ptntoresco
· servé
Y bull~1 c~alnac~tl'co; al Parlamento, al periodismo adicto,
aoso; como en un hormiguero la gente ¡..
d1pocupaba
oma ' escena cam.bIan
la · d o e1 1enguaJe,
· 1a111
mayor~ mal trajeada, entr~b.a y salía hab~n~ ~spiraciones y las perspectivas.
y gesticula!ldo co~ fuerza; ~'":taSe q~e esa algara.
bía era mas propia de com1te en VtSperas electo. ESTRUCTURA AGRARIA
· rales que de la sede del gobierno. Un ordenanz y POLITICA YRIGOYENISTA
me condujo a una sala de espera cuya puerta ce~
rrada con llave abrió para darme entrada y volvió La vieja oligarquía no se conformaba, co!l· ejer-
a clausurar herméticamente; vi allí un conjunto cer su dominio sobre la estructura econom1ca na-
de personas de las más distintas cataduras: una cional: deseaba perpetuarse en la dirección polí-
muJer de humilde condición con un chiquillo en tica. Su ceguera era tan completa que r~chazaba
los brazos, un mulato en camiseta, calzado con el acertado juicio formulado por el ~stanc1ero En-
alpargatas, que fumaba y escupía sin cesar, un re· rique Larreta a su amig~ Jorge M~tre antes del
~~ de .edad. que parecía funcionario jubilado, do1 trlUnfo radical: "¿Por que el empeno de lo~ con-
1~venes radtcales que conversaban con vehemen· servadores en obstruir el acceso a los radtcaleB,
Cta ~e política con un criollo medio viejo de tez cuando representan igualmente nuestros principios
curttda, al parecer campesino por su. indumentaria y bases económicas? Debe dejarse al pue~lo que
y Bu acento" 1111. satisfaga su preferencia, pues al contra.rtarlo se
corre el riesgo de que se incline a los parttdos .real-
Los ordenanzas de librea francesa de los tiem· mente avanzados" ~s. Pues las transformaciones
pos de Sáenz Peña habían desaparecido sin dejar llevadas a cabo por el radicalismo ;yr~g?yenista du-
rastros. Un historiador de filiación oligárquica, rante su primera presidencia se dmg1an a la su-
poco amable, juzgará, por su parte, los cambios perestructura del aparato gubernamen~al! Y . no
~n el elenco parlamentario del Congreso Nacional: alteraban la base m1sma del sistema ohgarqu1co.
Ya por entonces el Congreso estaba lleno. de Encarnaba un nacionalismo ag~ario fundado. en
chusma Y guarangoB inauditos. Se había cambtado los presupuestos mismos del pa1s ag~opecuano Y
el lenguaje p~rlamentario usual, por el habla soez exportador heredado del siglo, a~ter10r. Pero ~1
de los suburbtoB y los comités radicales. Las pala· desenvolvimiento social y economtco de la Repu-
bras que soltaban de sus bocas esos animales no
habrian podido ser dichas nunca ni en u-na asam· 117 Mariano G. Bosch, Hiatoria del partido Radical,
p. 214, Buenos Aires, 1931.
•• Ibar¡uren, ob. cit., p. 319. lit Mitre, ob. cit., p . 241.

??r. 227

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blica, al modelar nuevas clase
dias, nQ podía concebirse sin :l sociales inter testimonios de Caballero sobre
sus derechos políticos. El peligro otor~arnientoltae. pespués de 108t e el general Richieri, hombre
pedir ese acceso a la vida públic~onslstfa en ¡de relacionesy e~ r yen se confirma la vinculación
sectores. Yrigoyen buscaba tan sól de los nuevrn.
renta agraria, fruto de la condiciÓ redistribuir
N
del país, en un sentido democrático sernicolon¡a~
r tas o 0 ca, con rigoy ei yrigoyenismo a través de
ntre el roquismo
de P
t carta de don D1·6genes A gu1rre,
ena interesan e dicalismo de Mendoza, al doctor
·
1
alterar los fu~damentos agrarios d~l 0 • se ~repuSo presid.ente ~:n;:te en febrero de 1916: "Q.uerido
jorar las condiciones de vida de aqueÍJa18• Slno me. J{oracl~ o~ abiendo que usted est,á t~tna~o
ese mo!ll~nto habían estado excluidos ~~ lue hasta comf!Clnero. :ctualidad política, me stento mdu~d·o
chos CIVlcos y de las ventajas econó . 08 de~. un Ztbro _de l dos referencias de ese orden de que
podía fa~ilitar una política nacional. l'lllcas que a comuntcar. e. to personal y son las siguientes:
tengo conocamum
d be mantengo una amtsta . d ant'tgua
De ahí que en el radicalismo se sintieran 1· Como ~t~onsael doctor Emilio Civit y en una de
pretados desde los ganaderos menores vincu f~r­ y cordwl trevistas, hace meses, me enteré de que
al mercado interno ~asta los peones despojado~ ~ nuestras el'! menos antes de fallecer el general
b:
todo derecho; los hiJOS de extranjeros y los cr· e
llos nativos, la pequeña burguesía urbana que
caba un lugar baJo el sol Y los universitarios sin
un
mes mas o , . 1
a conversacion que tuvteron e man.t-
Roc~, en :a su opinión y convencimiento de que
~st~n16! Cívica. Radical tendría u~G preponde-
.

porvenir en una Universidad gobernada por ca . f tal e inevitable en los desttnos del paÍI
marillas exclusivas, los obreros que no se sentí~ raneta
ue aa su juicio eso era lo mejor · que. P~d'_tera
atraídos por la prédica del partido Socialista por. Y q · para garantía del porvenir y tranqutbdad
teño, los olvidados trabajadores del nordeste, del ocurrtr . b' 1 -con
de kz Nación. Si los radtca1es go ternan ma , . -
norte, del centro y de Cuyo. Esa heterogeneidad Únual,a el dos veces PTesidente de la. Rep,ubhca.
encontraba su reflejo en la personalidad del cau- al dos veces goberru1dor de M endoz_a.- serta .una.
dillo. Pero su política fue inequívoca. Su ·nacio- justificación de los g<?bie"!os antenores. "'! st, lo
nalismo agrario se entroncaba con la tradición hicieran bien lo que el creta, sobre todo st tenwn
nacional y latinoamericana así como creaba las el buen tino 'de llevar a la primera magistratura
condiciones preliminares necesarias para una in· al doctor Hipólito Yrigoyen, sería una. suerte para
dustrializaci6n que Yrigoyen jamás concibió col?o todos, lo que por otra parte era de esperar !ra-
un programa propio. En las distintas provinc1~1 tándose de un hombre público de larga act~a~ón,
argentinas, ya con gobernantes radicales, se man~­ lleno de prestigios ganados en momentos, ~tfí~les
festaban las tendencias contradictorias del mo\1· y reconocido sin distinción de colores pohtu:o., p01'
miento yrigoyenista. eminentes hombres püblicos de notoria significa-
ción y por la opinión sana de todos los argentin?s.
El gaucho Lencinas, uno de los grandes caudillos Su autoridad indi$cutida, su integridad y patno-
regionales, decía en Cuyo: "Las montañas se subt11 tismo, recalcaba el general Rota, serán para el
en alpargataa" 118 y enfrentaba a los grandes bo- ~ía en todo tiempo, prenda de seguridad y de con,.
degueros en nombre de los pequeños productores f~anza. Yo miro sin so'bresaltos, añadía, la evolu-
Y peones. En Mendoza, los opositores acusaban 1 Ctón polftica que se está operando a impu~so de
Lenclnas de haber triunfado con el apoyo del ro- un partido con nobles aspiraciones y que ttene a
qulsta Civit, lo que era cierto pues al lenclnisrno 1U frent(, un hombre ampliamente probado'*. 10
le incorporan los sectores populares del viejo ro- En Córdoba aparecen los "radicales rojos", que
qnlsmo mendocino. Proponían medidas audaces de mejoramiento so,.
•• Del Muo, ob. cit., p. 148. eo V. Ol¡uln, ob. cit., p. 235.
228 229

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cial. El gobernador de Jujuy se i . ado problema constitucional: si la Corte
mera vez por las comun iC!ades ?te~esa Por un deltc resolución reconocía leqal al decreto , se
puna, de los al les v caña ve- lnd¡genas d l>t!. en tLfl 0. . abiertamente en contra de lo preceo-
ocurre Pn Tucumán , donde el ra 1es · Lo tn 1~ ~
01
pronunctaba testra Carta M aqna : si lo desconocía,
asume la defensa de los c::¡ ñerosgobernador ra ~1llo tuado porJ ndicial no nndía funcionar sin rec1Lrsos
los surcos frente a la soberbia Y ~raba.iadoredlca¡ el podPr u tal decisión. si bien se a:iustaría es-
rPr~. T."'<: difPrPntPc; rl oc:oc; n fo 11.garquía a S de fli sueldost, Ya las prescripciones constitucionales,
. 1 • . . rn ""'111"1"' zuca · tomen
que me u1a el movimiento nac· e; v ar 11 ' trtc • 'a eademás tm apmto a la enconada opori-
pugnaban ~n el. seno del v,obier~~al Yrigoveni'Wls ' mtJ1tcart
' t)nlítica contra la act 1.t1~·"..J d e l pres.t'd ente. E n
los contradtctonos intereses que para satisfa~ ciónd'ft'cil emergencia el Trtbunal zanJÓ la cues-
el triunfo · radical. se revelaban ~~~ tan astutamente
t'ón t
en e l sent t·n..J o menos perJu • d· · l
teta
Sit:J .embargo, la limitación esencial . t má~ práctico, contemplando e1 asunto así: los
a~mitida por los propios historiad de 'Yngov~n ~iembros de la Corte ignoran oficialmente el de-
h~mo. Cf' nsistirá en 'llle si bien intores ~el radica: creto poraue no han recibido ningún mensaje al
vmcias facilitando el accesn al 0 Jrve~ 1 a l:1s nro. resPecto del Poder E'iP.cutivo; no se ha Dlanteado
dores " legislaturas ponularPs res~e~~ ~ PobE>rna. formalmente la cuestión pn.ra un pronunciamiento
Y al. Pode~ Judicial. Su actit~d "lega~i:f ~~ngreso del Tribunal. Lrr. Secretaría, a la que el Ministro
deno a Ja Impotencia. En la Cámara de a . o con. de Hacienda le ha comunicado dicho decreto, debe
había 45 legisladores radicales y 70 Dro~tados darle el curso 01te corresponda sin declaración
en el Senado 4 radicales V 25 onosit o~osJtores; judicial alquna" es.
der t J~~icial era una institución p~;~~ic~d~l ~o­ De est~ manera, el ;:~lto tribunal seY.Uía cohrando
d~n e ecadas. Allí .se habí::1 refugiado la nobl~~ sus sueldos y no r.orría neli.srro de destitución por
la toga, tan hostil para los intereses nacion 1 parte del Poder Eje~utivo; tampoco afrontaba el
y popu.lares como diestra para servirse a sí m·a es riesl:!o de un Juicio Político nor el Conqreso: ase-
y al .sistema oligárquico que la hab. ld Ismda guraba RSÍ su nitanz,:¡ y su sobrevivencia sin com-
La h1pocr · · •d . ta m o ea o. prometerse con nad;e. Este ep1sodio constituye
en 1 t ' SJa )Un Jea monstruosa que prevalecía una brillante nál!ina de estilo curialesco en la tra-
os Iernpos. de Yrigoven, ha resultado uno de
1os caracteres Inmodificables del Poder Judicial a dición de la Corte. Al dejar en su sitio a los pro-
10 1argo de toda su historia. bos mamstr~do~ v a los narlamentarios un~idos
por el fraude, Hioólito Yrigoyen se entre~ó ma-
m·Uno de .sus ant'1guos miembros· nos ofrece el niatado ll las instituciones sobrevivientes del Ré-
as autonzado testimonio de la astucia enam elf!len. No se trataba de un error. puesto que si
Figueroa
Con
Af
característic d 1 S
e a uprema Corte. Al enfrentarse
co~'ta con la mayoría opositora del
Yrllloven or~anizaba levantamientos. no era un
revolucionario sino un reformador. No solamente
nes gr~so roqmsta, dio por terminadas sus sesio- dejó en pie las instituciones QUe habrían de vol-
añd !ntC:~oga~o Por decreto el presupuesto .d~l tearlo. RiN> que ll~rantizó la Jihertad de T"'P'1Sa a
del Minist or.d aHSuprema Corte recibió un of1c1o las ~andes empresas vinculadas al caoital ex-
a 1:> Se<';·o~~rí e acienda en el que se comunicaba tranjero. Se P.nvolvió en un soberbio aislamiento
to. Dice f'] Se a P 1 d.PcrPto qn~ fiiaha el presuoues- Y entregó a la prensa oligárquica el derecho a la
licencia. Esta trahaió PbremPnte sobre lA oequeña
en sus "M cr~tarJo de la Corte de aquella éooca burguesía impresionable, a~.szantó en una escala
de la Cort·:monas~' : "Di cuenta a los miemb.r~ lllonstruosa los errores reales del ~obiemo radical,
ministerial q:eeumdos en ;Acuerdo, de ese ofzC1d Inventó otros supuestos y desfiguró sus grande!~
se me habla remittdo. Se plante lnedldas.
tl De¡ M
t2 Luna, ~~o, e~~· cit., p. 146. • IbarJUHD. ob. clt., p. 111.
. ., p, 241. . 211
230

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NEUTRALISTAS y RUPTURISTAS
en grandes manifestaciones a 1ot ruptu.
~~:npor el contrario, la ~portante colectividad
1
t
ru-:· I:a en abierto antago~wno con los tt.lianoa,
0
Los dos años de gobierno del doctor Vi~ ~ franceses y con los lllglesea, y en relación
de la Plaza ha.bian dlscurridQ plácldarnent.: con lot con 1a posición de España en el conflicw
medio de una guerra mundJal sangrienta. Pe ciirectB¡rnillDO neutralista. El cronilta Félix L~
Plaza había declarado la neutralidad y el Paia era u aba jocosam ente lu divergencias ..~
aceptl;: ~;u 1 irnpatía.c e-staban divididas, Ctlr:sc core~~ l1lS d í.Btintas colectividades residentes en
alempre. Pero la ncutraJJdad de De la Plaza ~ let entlna: tan populares eran laa expte!lones
14 Af.,g,, y "fTanchutel'', gallegos germanóUlos y
í
1 uJCit6 ninguna campaña del bando rupturt.t.t
Se podrit~ atTlhulr e11ta calma al carácter angl6f1t "bOC ~ ohnies y fritz 14 • El diario radical La Epoca
tano•~~trallsta. A 8U voz se agregó La Unión, dtarto
i
del Prc11ldentc o al hecho de que Inglaterra ~
mln•ba con malos oj o11 una neutraJidad argentill4 era "dirigía BeJhsario Roldán y que estaba fina~
que canvcnfa a 1u11 lnt rc11cs. Sea com o fuere, il que · r Ja colectividad alemana . En el diario
oligarquía tenía IU propia ¡oHtlca. Cuando Yn. ~~do J':tón" escribían Juan P. Ramos, NtcoláJ
goyen ratifico lo ncutrolldo ante el conflicto, t:¡ Co~onado, Manue l Gálvez y el general José F.
c1mblo, el pof11 pr tumcla una d 11Dforada compaf11 Urtburu.
qu ae prolonga o 1o Jorgo de toda Ja guerra contra Los discursos d e Roldán, melosos y enfáticO!,
el n utrn1l11mo oflchlJ practicado por el prcaldentt an otrovcsado11 por alusiones antibritánlcas y
En llt8 opmllclón torr •nclol nodlc ac excluye: ~~mlnhK!Cncloa d e 'las ulos Malvlnas'~~. Pero la
defl<le Jo ~rra n prcn11o morcontiJ ho11to loiJ prohom. "flor de la canela", como correspondía a la facto-
br • do loa partido" trodlclonnlc" y d l:r.qulerda, ría británica, cstoba del otro bando. El que seria
como el Partido RocloliHtn, num ro101 rodlcaltt, luego rodicol Ricardo Rojos; el nacionalista Lco-
l•u• "fuerz1111 vlvn11" f•n J1l ·no, ln mogiHtrotura y ti poldo Lugoncs, el cstonclcro Enrlqu Lorrcta, el
profc8Mndo unlvcrliltnr o, 'lo11 t~lndlontciJ y Joaln. aoclollata Alfred o Palacios; el futuro maurra11l~no
t~ li1 tunl ~fl. F.l pnfli ~te polorlzo n dos bnndos: los y mltrlttto Alfon1o d e Lafcrrcrc, "1 director de La
ru t,lturiJCtllll y loil ncutrolllitrut. A lo11 neutrollatau Fronda", Fronclsco Urlburu, el escritor Alvaro
lot llnmobn por lo común .. f{ rmnnMilos"; qulentt Mellón Lnflnur y muchos otros amasaban lo pes-
lo hAclon, tlin sin dudn, y or~u1loliomcnto ul lo tllu \1 rctórlcfl napt\tristn on ~ r a n d s conccnlro-
con ft•IJ~a bo n, nHndMilo11. P -ro ounqu hobla ~n ctonca que p cdlan la gu rra. Ricnrdo Rojas, con
dudn f{ •mum6fllo11 entr los n utroltstos, la fll.
1
loa ojOIJ on blanco, dcsoia los voces telúricos Y su
mcon81 mAyoda no lo .,ro. Lu grnndcs multltudtt almbologlo lncolca bajo la presión de los grandes
átlabon contra lo JlU rrn hnpcrlnliiJta. Sobre 'todo, pot netos: " cr eemos, d cla en un acto rupturlsto.
contnt ól d••MIJ.!nlo d los gr·nnd 11 pul nclniJ qut Que del}>uéa d e la nota inambtosa por la cual noa
dominaban la ArgunUna d Introducir al pnl1 fll comunicó Alemania que h.undiT{a nuestros barcos, 1
1u propln conth:m(}ft . Era notorio qu 1 clero e•: nueatra bandera nue!ft'r'oa compatriotas, nuestros
tóllf•o tro Al'llrnlsmo n -utrollstft, como lol ""'T cargam ntoa ai ~e hadan a la mar, aunque fuc~e
qul11l11, ••lvo All(uno qu - otro poeta melcnud\\ con rumbo ~ puertos n eutrales, 11 despuéa de a
vinculado • loa cfrculo1 Utt rorJos y, C"n con8C'Cutn· tjtcucióra d e t.an brutal amenaza, no cabe sino 1.n-
rla, rlndlendo tributo al dpayoj d osos cfrc\1~ teTTumptr las r elacim\es diplomáticas 11 pose:~~
Loa tO<'IA11stRs, f'n cambio, crar1 rupturlst•• ~ " 4 ' 1 · de tua barco• intt rnado• t n nueatros P
mhcrno modo qu., los dlsldf'ntl's ractlcRlcs. todn +
ransnr"adorlsmo y f'l pod roso peso do las cottctht
"•• Car
B luUa, ob. cll.• p . 150. p. •eo. Ed. Estrada.
dades ttallanat. franc~sa, belga, Inglesa .o nort~•~rtl Buen iaarlo Roldln, DlscuriOI, o1
ricano, Ap<>yattaa por el tnm~nso aparato cultl0,¡j. oe Alrea, 1851.
Y pcriodfsUco d~llmp rlalismo. Esas fuenas "' lH

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E rT R.SI N 1 11 ERIAL lSTA
L
a m ind.t! mtbod " nrtmt(o d los h obierno d 1 r ld n wn n lnvitab
' tos qu~ 3e rta 1'te en. E t o
'"(.(!11 • la Ptl"
no t' aun fl ft ~ arnPric no u na ncc16n conjunt n loa
1 gt1n ae sabt : 11 i dt•b' s rloh~3Ca no hao ~~ n~utfst dos Unl~o . ~n lo diarios de Parí: ~~
piado .,z pab de tod s lo! pchqro d 1 b'Jli0 to s" v "L FI1{aro acusa ba al 1{obiern
0 ccm.(oiración que ha organ izado ~ou{ l a Pre • ~
11
'f rn? 0 d e oníobular contra los aliados y r·eo har.
germánica y hasta no habeT reum do un con ~ g rntm .
el ped.ldO d e W I' Json .. " N o hay duda algunae a-
panamericano que dé formas concr tas a nug e
1 otidaridttd continental frente a lo actuales eat.
fl1'0S 'll hasta no haber adoctrinado plf>narnenr~
z tOS A "res es ah ora el centro de la in tri •
e,~~ana. que intenta cr~~r un obstáculo en
~ érica del Sur a la accton de W ilson y destruir
1:
pueblo sobre nuestra ver~a.d.era Posición en el~ ~ ~mentente del A BC para hace1' el jueqo a Ale
flicto mostrando las t>OSlbtltdades ad ve1'sas 0 par. ~ania y a la paz alema"::'a" 83 • El Senado s~
picia~ que el final de la guerra pueda dena/~ ronunciaba por la s~s~ens16n de relaciones con
nos'' e•. Los dia rios "La Nación " ~ "La Pien:: ~Jemania. Alvear, mm1stro argentino en París
bendecían desde el altar de su ca1a registrado rotestaba contra la actitud inquebrantable dei
la orat oria ltumniana ; las parrafadas neoclá,,¡~ ~residente Jr.igoyen. El es~ritor Alberto Gerchu-
de Alfredo Palacios cubrían lara as co u mnas. y . nof decía : St nuestro gobterno no nos coloca del
goyen se había transformado en el (( Peludo" rnot, lado de la civilización. . . habrá llegado el ·1no.
que le acl' ró E'l ruoturista F rancisco Uribu~u di mento de hacer alqo en el pab que pruebe aut
rector de "La Fronda " y primo d el famoso g~ne. somos dignos no de la misericordia actual, sino
ral. Los "empujadores" de tod as las épocas que. de la am istad y del respeto de la.~ naciones emue-
rían ver correr sangre argentina en los camPee ñadas p-randiosamente contra la barbarie de Pru-
de Francia. . · 8W • . . " e . S olemne mente, en pant11ílas y iunto a
Así se form6 en 1915 P1 Comité de la Juventud la chimenea, R icardo R ojas hablaba de "templar
dirigido por vfeios artríticos, que en¡rras~ban tu., el alma argent'na. ennobleciéndola en la expe-
siles con artilugios verbales PRra que fueran ' riencia de un ideal heroico" 70 y 11La Naci6n" con
morir otros. Un ~ruoo de aliariófi]os C~':mtemnla \ll lacayuna malicia, publicaba un reoortaje al mi-
desfile neutrallsta por la calle Florid tt: (lEn rn: nistro inglés en la Ar~entina, Sir Reginald Tower.
vida he visto una multitud más abiqarrada qu1 El insolente diplomático, respondiendo a la prt-
aquélla. Iban allí, entremezclados, hombres d1 gunta del diario "native,. acerca de si los gobier-
muchas razas 11 de los credos más opuestos: alt- nos de la Entente enviarían sus buques mercantes
manes cogotudos y de pecho taurino, vieneses rtl· solamente hasta Montevideo para mantener a la
bio1 con nires de músicos de orquesta, radical1r Argent ina al margen de su movimiento comercial,
yrlgoyenistas, entre los cuale.9 nbunriaban ltts mu· declaró carecer de información oficial o extraofi-
je-r~, tocadas con la clásica boina blanca. obrer()! cl1l} con r especto a ese t ema, pero añadió ,que ~e­
vociferante! de pies silenciosos porque todavla '1 mo.!traríamos preferencias oor aquellos que me,or
u.raba mttcho la alpar~ata, granrles grupos de annr· nos dem uestren S1' amistad", añadiendo que los le-
aui.rtas, a los que podía identifirarse por su~ eh~ gisladores de la Argentina "habían puesto ~e re-
linaa " pañuelor ttegro.'f al cueHo, y, por fin, ~~ lieve con Bt4ficiente claridad 141 vtntajtu e tnctm-
apretado cmuinnenre dP .~acPrrlotes a•te :on \
1otana.s uon{an un ,..'lnchón nepro Pn medto d~ 1, P ~ 'Ripólito Yrigoyen, Pt&eblo w Gobiff'ftO, Tomo iJ:
muchedumbre de frligreses que les hacía marco 1¡1. \ 9~~umen II, Neutralidad, ~uenoe Aitt1. Ed.
. . 6 ' so rf :: Iblbfd.
~ Ricardo Rojas, ETl!ayo de critica ht.d f'tetl Q }'j fd.
~tlodios dt la vida internacional argentina, P· }4. . 1
Ral~al.Buenos Aires, 1951. 2Jf
" Carulla, ob. cit., p: 151.
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o años después, con los misrn
venientes de las actu.ales orientaciones de 11, rn~~s3 mismos cantos; Aunque habí: pe~naj~
política de su país" 11 • los farsantes no hablan cambiado. .enveJecido,
El presidente Yrigoy~n convocó a su despacho ' :Era la ctguerra para terminar con toda,
inmediatamente al ingles deslengu~do. Le preg\ln. as'' era la contra posición de la "ba b ~ gue.
tó si había formulado las declarac10nes en su ca. rr
siana;, a la. "civilización"· El palS r arte staba
PTU·
11
'
rácter de diplomático, porque en ese caso le en. entero"
con los abados Y contra el César mestizo e
tregaría de inmediato sus pasaportes. La claridad en marzo de 19!8 'segerm~-
l
¡
estilística del Presidente fue en. e~e caso inobje. , filo y bárbaro.
.
Pero
· 1 reah 1
no elecc10nes
ron na~10na es para renovar la C. •
table para todo el mundo. ~1 .m1mstro .a~laró qu!
había carecido de todo proposito de emi.hr ningún ' de Diputados. Yr1goy~n recibió 349.820 vot amara
juicio inamistoso, y que lamentaba la mterpreta. tra 120.510 ~el Partido C?nservador, 82.~~ c~~­1 1,,
!
ción dada por el articulo de "~ Nación". Al mis. Partido Democrata Progresista, 66.323 del p rt'd
mo tiempo el ministro argentmo en Washington, l Socialista. ¡Tal era la opinión de los arge~ti~~ '
Rómulo S. Naón, renunciaba a su .cargo por con. que no hablaban!
aiderar "que nuestra actitud debiera definirse en 1 Si en el interior el país callaba en la Bue
una resolución de franca simpatía en favcrr de toa ·
A1r~s co~~OJ?Ol't
1 a b u 11'1an 1as rivalidades
· ' denos
la
aliados" 12• Los rupturistas estaban metidos en el ' inmigraciOn, mcluyendo en esta última a los inmi-
aparato mismo del gobierno de Yrigoyen. Estanis- 1 g_rantes de a~teayer que se creían señores de la
lao Zeballos, por su parte, apoyaba la política ;.1err~ , y ten~an pal~cetes en el barrio Norte.
exterior de Yrigoyen. Las intrigas que practicaba ¿Quten n~ vto el samete con sólo aproximarse a
en los asuntos internos de México el Intetligence las pizarras de los diarios, euando la guerra del
Seroice británico se estrellaban en la Argentina 14, en esas discusiones epilogadas a golpes entre
contra la firmeza de Yrigoyen 11• Ni las provoca· •g.all~g?S• germ!lf!Ófilos y netttralistcu, y etanOS•
ciones marítimas de los alemanes ni el incidente ahadoftlos ~ beltctStas? ¿O más te;os aún, en aque-
del conde de Luxbourg harán variar la posición lla guerra ttaloturca que despertó limpatías mu-
yri~?yenista ~\ "Un diario acusa a Yrigoyen de sulmanas en todos los cqaitau, y cuando re de-
.ufrtr una cnns aguda de petulancia y engreimien. coraban los salones de lustrar con los coloridos
to a ~ maneT'a de ROSCII o de cestar en plena in· ~~os ~onde los emplumados, cbersaglieri• avan-
comciencia, ajeno a I1U ruponsabilidades .. . • En ah an stempre, y siempre al trote. ¿Se recuerda
~· ~alles se canta la Marrellesa, se apedrea a un ñ rra cómo se celebró en la Boca el desastre espa-
dwrto neutralista, y se intenta incendiar la im· b~n en Annual, en Marruecos, y la recíproca: aquel
prenta de un periódico alemán" ''. Las listas ne- estaq~ete con que los cgallegos• changadores de
~~s excluyen a los comerciantes de los Imperios 1 et n Sola celebraron la de,.,.ota italiana en
Centrales de toda relación comercial o profesio- Cap oreto?" Te
nal. Los afrancesados están en éxtasis, las damas 1
cantan las canciones de guerra de Paris o de Lon· Pa~~ ~91S Manuel Ugarte editaba el diario ••r.a
dres. En 191~ el espectáculo era nuevo; lo vei"e' ti
tina a para defender la industrialización argen-
"N Y la neutralidad frente a la guerra europea.
0 me d · '
n lbfd. dent eJe desviar -decía- por un dra"!'a
n Ibfd. juga~o u del cual nuestro continente sólo. ~
14
TI Jbfd. lej d n papel de subordinado o de v{ctima, .Y
• ,. En una de 1M notu enviadu a su ¡oblUDO ~r de 08unoe d creer
l
como muchos que con 14 "ictona
, . . t' . tn
~con'!t L~dburg, este diplomático calificaba al fl\1· e os bandos se acabaría la tnJtU aCIG
rred.t- ..._ ••!,clo~ Exteriores, doctor Honorio puer ,, Art
uu. w¡:: "'" ono cuno angl6filo" 41
Coroaeá uru Jauretche, Prosa de hach4 V ti%4, P· • EcL
" Güvu, ob. cit., p. 125. ' n, Buenos Aires, 1960.
236 't31

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r

el mundo, me enclau.tré en la neutralidad, Tenun..


citlndo a fá.ctlea popularidade1, para pemar •ólo
en nue8tra sit1UI.C\Ón dupués de~ conflicto" 11• .. . ,ariamente implican una intervención
día: "no opondremos venga <U donde viniere a flictos de las grandes potencia& A en los con.
todo acto de· cará.ct~ imperialista que pueda Za.. ue la n eutralidad en pafaea exPon ~to se añade
tim.ar lo deTechos dt la• Repúblicaa he,-mana, ~erias primas como Argentina 1a ores de tna-
Aprovechando la sftuación especial que detenninr,; neficiarse de los altoa precios de •sues pertnite b@.
14 guerra debemos hacer t odo Lo posible para crear alllPliar su mercado interno por el P=ctos al
loa resortes que nos f~ltcrA 11 ~ pasar de la i~J>01'­ expansión de nuevas industrias, atloj: ento y
t-aci6n europea la ,mportación norteamencan.a
como un cuerpo m ~ que no puede mov~rse po;.
dencia general de las metrópolis, inca a u depen.
í mismo y siempre~~ que e~tar em~1ado por tos periodos de lucha muerte de : ~en ~,.
algttien. . . El protecaon.lSmO exute entre nosotTo8 sus importaciones industriales a 1 P.~~nalor con
· ~uco llias.
para la industria extranj~a. y el prohibicion~tl Que la neutralidad es una fuente de en.ri .
para la indu tria nacional. Si queremos favorece-r miento es algo que prueba toda la histor· quec!"
no sóLo Los ínt eTeses de Los habitantes de nuestro ·
.rxuca, ' • de la Argenüna
no . SO&O . sino cosa ta cono-
ho
territo-rio, sino las e:rigencitJ$ uperiores de la Pa- más instructiva, .la de. lo~ Estados U~1dos an~~o­
tria, si deseamo traba;ar para el presente y para res a u etapa unperullista. Ya fines d 1 si 1
el porvenir, tendrem.os que prestar atención a lo
que descuidamos ahora. S e abre en el umbral del xvm J ~hn A dams; e~ nombl'e del gobierno n~t~
teamencano, m anterua un diálogo esclarecedor
lig~oun dilema: la Argen tina será. industrial o no con. Osw~d, representante británico. "U:rted teme
cumplirá sus destinos" 78 . El diario "La Patria" ~~~ce m~ter Oswald- que los conviertan en fnf>.
sólo vivió tres meses. trum~nto de kts ~otencias de Europa.n "Cierta-
mente, lo ~emo -4igo y~. Es evidente que toda.
RAICES ECONOMICAS DE LA NEUTRALIDAD las potenetas mamobraran continuamente co-n nOa
!Otros para hacernos int ervenir en su- equilibrio•
Las hormiguitas teóricas de la izquierda cipaya de poder r eales o imaginarios. Todas ellal desea.-
de ayer o de hoy, consagrarán muchas vigilias a rán hacer d e nosotros un contrapeso mientras ellq~
explicar que la neutralidad de Yrigoyen en la pesan SU$ libras . . . Pero y o creo que deb ~eT
guerra d e 1914 como la de Castillo o la de Perón nuestra regla no en trometemos11 " · La misma

l
en la egunda guerra imperialista, enía 'Ún carác- opi~6n tenía George Washington, qua bahía pcr- (
ter "anglófilo". Los cipayos anglófilos por su parte cib1do claramente 1'que la neutralidad en ctt4lquier
consideraban que Yrigoyen era un germanófilo o, guerra europea debía ser la cLave de la poiitice~
como se dirá luego, un nazi. La neutralidad de estadounidense" so. Un autor norteamericano con-
Yrigoyen obedecía a causas muy claras. La bur- tempor áneo, Dexter Perkins, al juzgar la pers~ .
gu sía de lo países déblles establece gE>neralmen· nalidad de Thomas Jefferson, que en 1793 era
te esa política, cuando iene ciPrta fuerza p ra Secretario de Estado de Wáshingto.n y autor de
sostt"nl'rla. Soslaya c:W t''it• modo .A los cu.•tp:v ,¡. la declaración de la independenCl norteamerica• ~
sos financieros, económicos y militares q ue nece-o na, opina que " era el hombre ml!no~ capaz cid
mundo de envolver a Lo Estados Untdos en U110
77 Jorge Ahc!arclQ R:.mn.• 1":111 . •1 l'·•n " rt: •1 la rr•·o· gu~a extranjera por propósitos nebulosos o al- !
r.u~6n latinoamericana, p. ' 43 Ed. Coyoa án, Buen,. ~rut.stas, o por amor a otra na.dón. Insinua,. se-me• f
Alr~, 1961. .' ]ante cosa cotls_tit·uye una calurn:nia m.trn~ •
1
nnual UJarte, La Patrh Crande, p. 228, Ed. Edi·
. Min
?a Dexter Perkins H istorie. de l J)ocfrlr~!l M ro~.
t:or1 1 tern c1onal, Madnd, 1:'24.
P. l7, Ed. Eudeba Bueno Alret, 19M.
2~8 •o!bid. '
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ria" •· El nacionalismo norteamericano . del ai..1 . rdad el interés y el humor .
xvm .practicaba la misma pol'ti &&O
1 ca que el nac¡o. rtva t ?" ~. o capncho eu.
ropeos. l' .
nalismo yrigoyenista d.e l siglo xx; :para los ci~ El realismo po Itico del padre de la .,
yos de derecha, la política n~rteamencana de tOdaa 8
rnericana no dejaba nada que d nac1on nor.
las épocas ha sido sie~pre ~usta. ~ara los cipay01 !; .goyen -tampoco. Los norteamerice;ear. El de
de izquierda, la política yr.tgoyemsta o . peronista 1
tl¡dado ya su propia historia y su on~os habían
ha sido siempre la expre.stón ~e una ~uencia ol~ses latinoamericanos carecían dpe hian que los
pa1 . onor· un
extranjera. Pero los dos ctpaya)es se entienden 1 escuadra tnorteamenc~na malnRd?da por el al~iran~
sirven aunque no se lo propongan, idénticos fines. te Caper on se aproxima a 10 de la PI t
En la 'misma época Jefferson escribía: "Si se pro- embajador de los Estados Unidos informa a a Y el
dujele Za guerra, y ri fuese general como ame. t ro gobierno que dicha . escuadra
((· entrara'a en
nues-
puerto d e B u e nos A 1re~ mcondicionalmente" 881 1
e 1
ftCI%4 1 erlo nuestra neutralidad debe proporciona,.. 1'
nos grand~s venta;aa . .. ' 181• Cuando efectivamente Yrigoyen lla.ma al embaJador norteamericano 1·
exige el r etiro de esa palabra. El embajado/ ~ 1
esa guerra prevista por Jefferson se produjo, co- húsa hacer] ~ P? rque ha procedido según instr~­
mentó lo siguiente: "Puesto que así lo ha de. ciones de Washmgt.o~. (\.esta actitud el Presidente
cretado el destino, sólo nos resta rogar que au.t 1
responde que proh1b1ra la entrada de los barcos a
soldados puedan comer mucho" 18• nuestro puerto. .El embajado.r consulta con el g().
La guerra europea debía origina~ gran consumo bierno de Washmgton. Este lo instruye para que
de alimentos. La burguesía norteamericana en. solicite la entrada de los barcos ((como visita de
contraría en ella grandes ventajas a condición de cor~esía". Al mis~o tiempo, de la importante co-
mantener su neutralidad. Perkins comenta esta loma alemana residente en el sur de Brasil llegan
observación: "El hombre que podía escribir eso rumores de que los Imperios Cent~ales abrigarían
ftO era un sentimental pálido propenso a sacrifi. el proyecto de invadir la República del Uruguay
car lo1 intereses norteamericanos a ideas abstrac- y crear una cabecera de puente en el Río de la
tas de democracia o ae regeneraci6n mundial" ... Plata. Consultado Yrigoyen por el gobierno uru-
Hipólito Yrigoyen tampoco era un "sentimental guayo, que ha roto sus relaciones con Berlín, Yri-
pálido" sino un verdadero patriota de un país g?yen . contesta: ((Si por (lesgracia el Uruguay
atrasado, rodeado de vendepatrias semicultos, in: Vtera .mvadido su territorio, tenga la más absoluta
telectuales europeizados y abogados de compañías ~gurtdad el pueblo amigo de que mi gobierno no
extranjeras. Seguramente Yrigoyen no había leído vendería armas, sino que el Ejército argentino
el discurso de despedida de Washington en 1796. cruzarla el Rio de la Plata para defender la tierra
De haberlo conQCido hubiera suscripto sus juicio- fruguaya" 87 • Al mismo tiempo, ante las difi~ul­
sas reflexiones: "¿Por qué hemos de renunciar a dades del Paraguay para amortizar la cuantiosa
Zas ventajas de una situaci6n tan peculiar? ¿Por euda que la infame Triple Alianza de Mitre im-
qué hemos de abandonar lo nuestro pa1'a colo- f~so al pueblo hermano después de la guerra de
. carno, en un terreno extraño? ¿Por qué, entrel4· ~ 5 ·. Yrigoyen condona esa deuda; el viejo antf·
zando nuestro destino con el de cualquier parte nutri.st~ rompe con la tradición oligárquica"· 1
de Buropa, ~emos de enredar nuestra paz ~ nut~· Asimismo solicita al Congreso ayuda para el
~Ueblo soviético que se debatía en ese mo~ento
1
tra prosperidad en ltu reder de la ambiet6n, 14
n catorce frentes contra la agresión im~rialist&
11 Ibfd.
a Ibfd. : Ib1d.
., Ibfd. •1 Galvez
.. Ibfd • ob . eit., p. -- ·
14 Ibfd,
lbfd:

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--
en medio de una inaudt"ta
S.oJ"tea·t. a 5.000.000 de pesos quepenuria d rí del capital extranjero y de la
1 R , e recu,.._ enso, pode aosegunda década del siglo. Fogo~1
tlca devolverá sin intereses a epublica s~"'l\
~erlo so. cuando pUedt 1 ~11 rqulll en 1 ropio partido hablaban en Jlllti·
~!tdore~ . de d~ Ía política exterio~ del Presidente
es calíflcan t "El pueblo argentmo no era neu-
YRIGOYEN SALUDA ~rno insenJa ~·mera guerra mundial, como no lo
LA BANDERA DOMINICANA tral en eso. Punda . pero el gobierno argentino fue
¡ue en la seg uél~ como en ésta, no sólo en el
. Toda la política internacional de y 11eut!al en c!~ndo esa actitu~ rnultaba explica-
VIs~e ese mismo carácter, como lo derigoyen r._ conuenzoÍ4 lógica sino tambien cuando ya no era
achtud ante la bandera de Santo Do _mueatra ~ ble 1! ~ ni Zógka", escribe Federico Pinedo el
convocatoria a un congreso· ameri mmgo »~~ y t¡¡ e:tphca bogado proinglés 82• En el Congreso Na·
les, excl';lidos los Estados Unidos ca:o ~~ ne~tr¡. f~1110f :esonaba la tempe~tad contra Yrigoyen.
personena propia .de las república:, Pla~~ aalvar le clona 1'n v. González, el sabio filósofo de Samay
de lo contrario, cuand.o en el pró.ti maa · · · PUta Jlloaqu1· el dulce ministro riojano del General Roca,
de la Paz se modelen por medio riglom~ c;:9~e.o l uas'
onía la ruptura, de re1ac10nes
. con e1 I mpeno
.
del mundo, se diapondrá de nosotros e~
mercados africanos" et. e lot
Jhno, )J~~án. El 21 de septiembre de 1917, el alto Cuer·
0
votaba esa medida por 23 votos contra l. Entre
En ·enero de· 1919 la República dominican fos votos de la mayoría figuraban senadores radi·
taba ocupada por fuerzas de Estados Unido: ea. cales como el doctor Leopoldo Melo. En la Cámara
comandante del acorazado argentino "9 de Jullo~ de Dtputados, el doctor Le Breton, que sería luego
que _regresaba de México, consultó al Ministro~ ministro de Alvear, votó por la ruptura, lo mismo
Mar~a acere~ de si debía tocar puertos de Santo que el diputado demócrata progresista Correa. La
Dommgo y, s1 en ese caso, debía saludar a la ban. votación de la Cámara de Diputados arrojó 53
dera norteamericana; El Presidente Yrigoyen 11 votos a favor de la ruptura. Sólo 18 se pronuncia·
ordenó que entrara a Santo· Domingo y sólo aal11o ron en la posición adversa. Yrigoyen permaneció
~a ~a bandera dominicana. El acorazado argen- inconmovible. Escribe Pinedo: "Me inclino a creer
tmo lZÓ al tope de sus mástiles la bandera dt que fueron actos atribuibles al desmedido engr~
Santo Domingo y la saludó con una salva. Patr» miento presidencial, combinado en él con un en-
tas dominicanos se lanzaron a las ·calles e izaroo greimiento nacional no menos desmedido. La no-
una bandera de su tierra en un torreón ·de UD& ción de la medida, de la relatividad de nuestra
~~ja fo;taleza: el barco argentino disparó veiJI. liWlificaci6n en el concierto mundial fa1t6 total·
bun canonazos saludando a la enseña. Grandet mt:nte a Yrigoyen en ese momento y siempre" "·
manüestaciones populares desfilaron por Santo . La. corte de lacayos del Imperio brftáni~o, .de
Do~go ':itoreando a la Argentina y a Yrigoyen. 1~qu1erda a derecha, sólo quería un pa1s chJqu1to,
¡LeJanos t1empos en que · loa marinos argentinO! g¡ran~o como satélite alrede9or de potentes astros.
desanaban a los .Imperios y los Presidentea ~rde­ De su propio oficio extraían una regla de conduc·
naban hacer fuego hacia afuera! ta, C~ando el llamado ·t igre Clemeñceau (que más
La arrogancia del Presidente argentino no re- que tigre pareció, sobre todo en Versalles, ~ perro
Conocía limites, según sus adversarios, y en cierto de presa) impuso con la ayuda de Lloyd. George
sentido no les faltaba razón, si se considera 11 el canallesco tratado a la Alemania vencida Y na·
ct6 la Liga de las Naciones, Yrigoyen la llamó
.. Ibld.
: ~!t_Muo, · ob. cit., p .• 280. : ~inedo, ob. cit., p . 48.
id. ' .
242 2U

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Liga de Naciones subrayando ~epetidas yeces esta. diplomática que sucedía a la farsa .
fórmula. La delegación argentma en Gtnebra ea.. {ars~no que tampoco aprobaba el tratad S&ngrten.
tará presidida por su mi~istro de Relaciones E:r. ts, 51 que mediante una maniobra de CI 0 de Ver.
teriores, el doctor Honono . Pueyrredó~. La inte.. ,all~s sidd jurídicamente enlazado a la e etn~nceau,
grará el embajador argentmo en Par1s, el viejo bab::
d\'a
Sociedad de las ~aciones. La pres~6~Ituci6n
ejercido sobre Yngoyen por la ruptu qhe se
amigo y sportman Marcelo de Al~ear. Las i.nstru~·
<:iones de Yrigoyen a la ~elegac1ó~ argentma son b:d01 inmensa. Una tarde, al retirarse de rad abfa
terminantes: como cuestión pre~1a y fundamen.. sh acompañado de don Delfor del Valles~ ~~a.
tal antes de incorporarse a la Liga, la Argentina (7s~ento la carga de responsabilidadea ~ lJO:
exÍge de la Asamblea de las Naciones allí reunt. t 11esan las espaldas como si fueran de plom ~; ¡¡
me
En resos du~s,
, . 1os ba1eones de la Casa deoGo.•
b aJo
das la admisión de todos los Estados soberanos
fueran vencedores o vencido~ en la pasada con~ bI·erno desfilaba una de las tantas manifestad
ones
tienda, y la elección de los miembros del Gonsejo upturistas, p1'd'1e~do e1 mgreso
. ~ la Argent' ¡,
Ejecutivo por la Asamblea de acuerdo con el prin. ~n la guerra.. Yr1g~yen, tras los visillos, conte: '
cipio de la igualdad de los Estados. En caso de piaba la mamfestac16n. Serenamente comentó con
que la Asamblea de Gine~.ra no acepte la ,Pro. la persona que. estaba a su lado: "Esta gente no
sición argentina la delegac10n de nuestro pa1s se sabe lo que qutere, pero yo, en cambio sé lo que
retirará en el acto de la misma y· no formará parte no quiere." u¿ Y qué es lo que no quiere?" inquirió
de dicha Liga. el acompañante. (f!-? que no quiere, respondió el
"¿Cómo la ·Argentina, un paú de tercera o cuar- presidente, es movtltzarse para ir a la guerra. Sabe
ta categoría, lin grandes prestigio8, y que ha sido que porque no carrespon.de, yo no la voy a Ilet)ar
neutral durante la guerra, puede pretender impo- Por' eso alardean y gritan, pero ese no el el pue:
ner au eriterio a Inglaterra y Francia? . . . ¿Y cómo blo argentino, tenga usted la más completa H·
inlinuar siquiera que el Consejo ejecutivo aea guridad" 80 • ·
elegido por el voto democrático de la mayor(a?
¡,_No 1abe Yrigoyen que allí mandan Inglaterra y EL MOVIMIENTO OBRERO
.t~r~, t'e estas dos naciones son las dueñas del Y LA POLITICA ECONOMICA
mundo?" . La exigencia argentina causa asom·
bro; los delegados de Yrigoyen vacilan, agobiados La técnica del coronel Falcón de dialogar con el
bajo la presión de Ginebra, -que Lenin llamará movimiento ob:re~o sable en mano y a descarga
"cueva de bandidos". No se deciden a cumplir al cerrada, había · constituido hasta la llegada de
pie de la letra las instrucciones de su Presidente. Yrigoyen al poder y salvo el frustrado intento de
Yrigoyen insiste todos los días, telegrama tras te- Roca de establecer el Código de Trabajo, la única
legrama. Finalmente, Pueyrredón pronuncia Uh polític~ obrera de la oligarquía. La c~nmoci6n q~e
discurso en el que expone los lineamientos de la se deriVa del ascenso radical al gobierno cambia
posición argentina y la Asamblea decide enviar la la .si~ua~i6n: "En todo el paú surgen mooimi;tntol
moción argentina a comisión. Cuando YrigoyeJ retvmdtcatorios." Numerosos dirigentes radicales
amenaza a sus delegados con desautorizarlos pú· aparecen al frente de este movimiento espontáneo
blicamente y ordena redactar un decreto reempla· de las masas. Los de Jujuy por ejemplo, ll~an _al
zando ,1 Ministro de Relaciones Exteriores, Puey· : pueblo a "arrojar a la puna a todos lo1 Iatifund~·
rredón y Alvear acatan la autoridad del Presidente 1 taa tuurpadores de nuestrcu tierras""· Las condi·
Y se retiran de la Liga de las Naciones. Con e5t
acto, no solamente no participaba el pals de la : R;¡~ Mazo, ob. cit., p .. 240.
~Jorge *
-
" GilVeJ. ob. cit., p. 257. E. Splllmbergo De Y.rfGotltn C1 l'r"'ftdúi,
3 1, Ed. Amerlndia, Buenos .Aires. 19511.
!H
1
1
l
.........

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clones de reanimaclon industrial que origina la ba en la vida de lot •e'ñGleroa, obli
guerra europea promueven gran~e~ movimiento. , ~ ecn Z4 y 36 horas mane;and0 l.~ador a
huelguísticos. Si en 1916 se con~ab1hzaron 80 hue¡.
gas llegan a 300 en 1919. El nu~ro de h':lelguis.
t•s asciende de 25.000 a . 3~.000 · La actitud de
ara que lo1 que viajan para
~dan l~gar tranquila.s !in
t i felicea; pen.aba en la vida en ro~ a ~~
ou¡ ltn\Q.
~ fami,. y ::r
Yrigoyen ante estos movimientos d~spertará en la hD~ba;o de los camateror, de los' Conde tegimen
oposición oligárquica no meno.s furia que su inde- dt ~1, 4 quienes ~teder me aconae ·a':torea d.e
pendencia en la política exteriOr. La prensa de la f1l" 14 tunza. del e1ército, ob1igad01 a' per;ed~
oposición que era toda la prensa, encuentra en pD'trtJVél de dilatadas llanuras, en uia;ea de ro~r
1a agitaci'ón obrera nll:evos motivos para abrumar :U
lit~ deacan&o, ri~ hogat""tot. En una actitud ~
al gobierno con su odio: se pone de moda hablar eeedentes, el ~obier~o argentino envió SUs de~~~
del "caos social". Un ejemplo característico de la pr dos a 11' Conferencia ·del Trabajo de Washin
política de Yrigoyen lo constituye el estallido de
la hueln ferroviaria de 1917.
f:n
y .de Génova, celebrando t~atados internac!~
~es sobre el derecho obrr.ro con varios países
Los delegados de la Bolsa .de ~omerc.io y de la europeos. Los salarios ascendieron de un Promedio
Industria solicitaron una aud1enc1a a Yngoyen. En de$ 3,50 en 1916 a $ 7 en 1922: la jornada de tn-
~ua expusieron que ese movimiento ~fectaba gra. bajo bajó de un promedio de 9 horas y aun 10 a
vemente a la economía del país: a ratz de que las 8 horas en 1919. Las indemnizaciones de trab~jo
car~as se· demoraban, el ganado traído a la ex- ~on de 300.000 oesos en 1916 a 1.300.000 en
posición Rural "empeza~a. a enflaquecer por falta 1921. La nueva nolítica facilitó ·la orp9nizacf6n
de forrajes o por la8 dtftcultades, que ofrecta . el ¡remial, que elevó sus cotizantes de 40.000 en 1916
tranmorte" "· Yrigoyen pre~tUnto qué soluci6n 1 700.000 en 1920
102
• •
ofrecían pat'a terminar con el. ~onflicto. "Se mi- A partir de 1917 Yrigoyen dio vigoroso impulso
,.aron en !ilencio, tardaron un rato en responder, 1 la Dirección General de Petróleo, transformada
pero al fin alguien dijo que el Go~i~rno debíca mú tarde en Y.P .F. bajo la direcci6n del general
desembarcar loa marineTos, los maqutmsta8 y fo- Mosconi. Dirigió lue~o un mensaje al Congreso
gui.rt~ de la eacuadra y ponerlos. en las máauinCl.! para crear la Flota Mercante Nacional, mensaje
para manejar loa trenea y termtnar con el con- que debió reiterar ocho veces sin resultado, pues
flicto." 100 u¿Ea ésa la solución que trae;n ustedes el Con~eso dominado por sectores col)servadores
al Gobierno de su paú, les contestó Yngoyen, ea y socialistas reprobaba· la política estatal en la
ésa la medida que vien~ ustedes a_ p1"0~oner al materia. A fines de 1916, el Poder Ejecutivo com-
gobierno que ha au,.gido de la entrana muma de pró ad referendum de la aprobación parlamenta-
14 democracia. deBJ)ué., f!.e. treinta años de predo- ria el barco Fluminense; debi6 desistirse de la
minios 11 privilegios? Entiendan, s~ñores. que los operación por la negativa parlamentaria a apro-
privilegios han concluido en el "aís. y de hoy en
mál. l~ funzfll armadas dP. la Nación no .se m<: ltl Ibfd
" Ibfd: ''Lo• decreto• v proveetoa c1t t~11. dictadO$~
1
vnán rino en defenaa del honor y de su mtegn·
dad. No irá el gobierno a destruir por la fuerza :Ohi;aclos o utimul4do• duNnt. ~~ Pfden~~ia­
"'~en todoa lot iupectol de 14 tric!4 ee z:S 8 hora'
e&a huelga que aignifica la reclamación de dolare•
inescuchadoa. Cuando uatedes me habt4ron de que
¡;;.g:~ PGil. Entre .otro, 14
lo, ~. tueldo 11 ac~larlo "'ntmo, a
~tcmWT!to de "rituclón
fr1.0MCi4 M·
*"flaquecian los toro• en la Exposición Rura1, ~o ~';tfeuloa ele twimna nectridad, ~ ~ical eontrata
~ CUmplhnlentO del cleaeaftiO uum\1l «LÓ emplN•
do, oo de tn1bG;o ... " (Ob. cit., Pit~~JM, teUgrafor,
M Palado, ~b. eit.. p. 348, Tomo U.
ka 1~":d' lot de trunofGI, ..:¡ de' ·to• benefi·
" Del Mazo, ob. cit., p. 187. efoí ed 11 f'Cldiotelegrafia goz~.tOftU rtcittatt·
100 Ibld. -.-.. .::-• lat levea ele jubiiGcioftl• ti r·-·
--~ --...:--~~--, Ibld.
·-~. U1

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r

baria 101. A pesar de esta resistencia d 1 Congre afllll y de su renllzación. La p u _


Yrigoyen creó la Flota Mercante Nacional medir:' gr bana y rurnl, Y los s~ctores ~r e!la ~urguesía
te un pequeño núcleo d e unidades de buque' ur centros urbanos capltalistas gtnalizados d
¡os , lt ' · t · . y . , a 1os q
abandonados por la Annada Y transformados e~ entó en u Jma, 1~s aneJa rigoyen ue repre.e
buques mercantes; de. tal ma!lera la bandeta ar, f prosa apocahptJca del caudillo 8' encerraban en
~raciones. Pero en su política práu~. ConfUsas as.
gentj.na pudo flamear por p11mera vez en nave,
propias. Ya nos hemos referido~~. ferrocarril Huay, ~~anto podía obtener. e lea, se l'lledía
tiquina, saboteado por la oposición parlamentaria
y que se intenta transformar en una ~ciedad rnix. LA REVOLUCION RUSA
ta en 1920. Yrigoyen veta la ley reafmnando "el
principio del dominio de los F~rrocarriles del Es, Europa desfallece bajo el diluvio de
tado y de la extensión de sus ltneas" 104 • El desig. alemanes atacaban a Verdún y ·moría sfn.fe· Los
nio yrigoyenista co~sistía en revincu.Iar a las re.
Nicaragua Rubén Darío. Un tele~a~aVI/do ~n
giones argentinas aniquiladas. por la estructura que el asesino de J ean J aurés pide ser nu.nc¡a
ferroviaria inglesa con nuevos lazos de comunica.
ante la Corte o que se le conceda la libert e~vJado
ción que revitalizaran e~ comercio con Chile y
las poblaciones de Salta y Antofagasta. Se trataba ir al frente de batalla. Sir Hiram Maxima
ventor de la ametralladora, muere satisf~c~0 ~~­
rra
de llegar al Pacífico, rompiendo en parte la escla-
vitud colonial del Atlántico europeo. Los histo.: su obra. Clemenceau exige mano de hierro e
. f
riadores radicales, en particular Gabriel del Mazo, t nun ar; f orma su g~ b"mete en Francia. Pocos para
han reunido una ingente cantidad de documen- recuerdan en_ Buenos A1res, sacudida por las hue!.
tación probatorjo de los proyectos de Yrigoyen ~as y los gntos contra el "peludo", quien había
que se estrellaron contra la impasibilidad del Con· s1~o ese ~uave poeta de barbas blancas que ha-
greso. Casi todo el programa del radicalismo se bla ~allec1do _anoche :. Carlos Guido y Spano. y en
frustró por ese hecho, pero se impone señalar que med1o de la JOrnada mterminable de horror brota
Yrigoyen había rehusado disolver el Congreso al fin una luz vivísima que ilumina la esce~a del
oligárquico 1011. . mundo: en febrero de 1917 el pueblo de San Pe-
Según podrá observarse, la orientación nacional tersburgo y de Moscú se amotina; lo acompañan
indiscutible de Yrigoyen discurría los cauces de las ,tropas y cae como un fruto podrido el último
una política agrarista argentina tendiente a de- Rutocrat~ de todas las .Rusias. Ha~fa esta11~do la
mocratizar el régimen económico heredado. No se evoluc10n Rusa. Lenm, que viv1a en Gmeb.ra
propuso jamás emancipar al país por las vías de c?nsagrado a preparar una enciclopedia pedag6-
una. industrialización que rompiese las ataduras g~ca Y veía el porvenir socialista muy lejano, en·
sem1coloniales caractensticas de la época. Su cé- v~a. un lacónico telegrama a su hermana el 15 de
8
lebre espiritualismo su antiindustrialismo manl· Ul~ll: ..Llegamos lunes 11 noche. Avisad Pravda.
fiesto, reflejaba tanto al ganadero que era Yrigo- tanov" 106 '
yen. como al p~queño productor rural, pecuario 0 cu~ histori~ del mundo cambiaba bruscament~ ,su
agncola, expohado o relegado por la oligarquía F: so. De la guerra había brotado la revolucJo~.
del Puerto. Pero esa política se manifestaba en~~
!unsoBuenos Aires el efecto fue electrizante..Ellldi·
h b1a e-
interior de la vieja estructura. Si implicaba sJn gad0 111 an~na
-
de ' los himnos sociallst~s
·
~
duda . un gran avance, en la naturaleza social de de al fm. Una ola de irresistible entusJas~o·a~
sus fuerzas residía el limite histórico de su pro- dis esperanzas anegó por un momento las vJe~a
101 Ibfd. Putas entre sindicalistas, anarquistas ·y socJ •
10. Ibfd. 1Qe "V l Ed CaJotni.nO,
106
Luna, ob. clt., p. 245. La Plata · Lenín, Cartas íntimas, p. 303, ·
• 1946.
!ofl

,
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listas. F'ueuna hora de éxtasis donde 0l
ítica argentina una indife--
oían pa, ra la P. · ,.ra puramente mumctpa · · 1,
y explotados del mundo enter 0 loa OPrirn¡d _J.]o te . 1 su acc10n . .. 1.
dldos por el s •ntimlento de la v. 8~ 8entian ¡11 !la ~ . gJac1a ; . Su ideolo_g1a y ese rea 1smo
brero y octubre de 1917, entre I<Koria. F.ntre ~a. renc•a domestica. orgu11ecía Juan B. Justo, no
nin, entre el Gobierno Provision frensk1 '! r.:· ~rb:~~~·· de q.ue ~= :~irmación de la sere~idad del
Consejo de Comisarios del pueblo,~ ~ e~ Ptirt¡~; ¡ng •fjcabaP sJOO
1
dificio de la cooperativa, por-
teado y resuelto los problemas e . ab1an plan,. slgfldero frente 8 t ~le para cuyo sostén le sobraba
revolución y se habían confrontad~P~~ales de lt t~ir Jineal.dv es ~ún la suma y la resta.
v 1 sentl o co '
misml) de los hechos las viejas teorí la fra~ con e mbios revolucionarios del mun-
mismo bersteinia~o, el centrismo kaasi El retor. Los gran~:;d~~te aparición del radicalismo, las
das las vacilaciones y todas las duda u Jki~ta, to. do, la so.ro tas las mutaciones y los choques de
todos y los fines del marxismo habi~ 8 ~fri11 lllé. }uchas vJolen d~· los pueblos se les antojaban a
golpe irreparable. Los obreros y campe . do un tas clases Y calificados falsamente cultos, a es-
Imperio zarista habían tomado el poder ;~~~ bdet estos artesanos •
d v médicos socialistas !mb m'd os d e una
un nuevo punto de partida para el drama ~Ji an t tos a~~~~ ~~berana so.bre la marcha del.progres.o,
glo XX. Esa poderosa corriente ideoló,:!ica ne ~~ 1 segur. ión maligna de los extrem1stas. S1n
~n el siglo x;x. probaría sus .derechos a ·la vic~~rt! una JDvenJespués de la Revolución Rusa no sólo
no en laa .pagmaa del cCapttaZ.
. • rino en u....
.... 4re. \ emb~r_g~~ el siglo XIX v el desarrollo capitalista
na econ6mtca que conahtuye la sexta parte de lo ~~~~~:rumpido que había sido el p~dre .del. más
IUP':"fici~ riel globo; no en el lenguaje de 1a dia. utrefacto reformismo, sino todas las tlusJOnes
téchca, stno en el del hierro del cemento y de ~sitivistas. El mundo inl!l'esaba a la era de los
la electricidad" 101. •
cambios v de las c!\th!;trofes. Los cuáqueros por-
Trotski organiza el Ejército Rojo y pone en pie teños se habían burlado de la dialéctica hast::t que
de guerra a cinco millone~ de hombres enfrentan- su mano de acP.ro los tomó T'IOf el C1Jetln. Ya P.n
do a la coalición imperialist~¡ de todas las poten- 1912 como refleio de la polémica internacional
cias que, después de haber desangrado a sus pro- entr~ revolucionarios v reformistas. se había for-
pios pueblos, querían sofocar en su cuna a la mado en el seno del ·Partido Sncialist;~ de Júan
revolución naciente. En el movimiento obrero en B. Justo el "Comité de Estudios Carlos Marx" QUe
los partidos socialistas, aparecen los "minim~lis­ nucleó a los elementos jóvene" de dicho partido
tas'" y los "maximalistas". La cuestión de la l!lle· 1 contra la dirección reformista. Teóricamente justa,
rra y de la posición ante ella comienza a definir esta oposición, sin embar,qo, anarecía como refleio
las nuevas tendencias en el movimiento obrero. de un debate de carácter internacional: no nacía
de una diveraencia con respecto a }$1 interpreta-
LOS SOCIALISTAS Y LA GUERRA ci6n crítica d~ la sociedad argentina 1011•
En el movimiento sindical, la antip.ua lucha en-
La impudicia del Partido Socilllista férreamente tre anarquistas y socialistas, entre partidarios de
sometido a 1~ férula del grupo de Ju~to, su ref~r· la acción directa y de la acción j!radual, se había
mismo amart!lo y su acuerdismo con la oligarq~ta, transformado: ahorll se trataba de jnzgar crítica-
aólo persuadtan a Jos obreros extranjeros meJor Jnente el carácter de la Revolución Rusa. En uno
p~gad<?s• .aburguetrados en el empleo de los serví· 1 Y en otro bando había partidarios o adversarios
ctos pubhcos. Al gozar de las ventajas sociales de que dirimían apasionadamente en las asambleas
que estaba~ excluida_s las grandes masas nativas.
1011 Rodolfo Puisn~rós, Hi~toril! critica el'! los ,artidos
JO'fLeón Trotsky, La ·,.evotudón tTaicioftada p
Claridad, Buenos Aires, 1938. • ·
is' FA Politicos argentinos, p. 168, Ed. Argumentos, Buenoa
Aires. 1956.
150 251

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obrer as sus puntos de vista
de 1917 enfrentaron a su vez· Los aconte . rra submarina que afecta a
dencias antagón icas dent dagudarnent c11'ttiel'l(o actos de la g~aci6n, cree que el ~obierno
El punto de arranque yar~e hl
~artido S~ 1~ ~
la Argentina con motivo del abla_rnanifesflal¡stt,
¿e tos reses de la las medidas necesartas para
¡os inte.3--ntar todas pliam nte como sea posible,
be au.vr . tan am l . b
mundial. El doctor Justo estalhdo de la ado ~ ¿e efecttVO, tino en Quques de cua quter , an-
Parlamento eran abiertarn~ tsus discípulos guell'a ]lacer ercio argen buques alemanes y austnaco¡
los partidos conservadores y ~ e ruptunstas ~ll. e¡ e! co~nclusive los uertos que serían utilizado•
¿er:giados ~n los Pra e1 ~ervicio de intercambio
"Durante la primera guerra os racUcales libelllllto
petto, el grupo parlamentario :u;;:l~l, escrib:ats. ref el Gobterfl:o t'!:
tytilitar. Dentro de estos ccm-
Pfines de carac socialista parlamentario ajustará
mtegramente a favor de los , tsta estuvo .
aparecían. ccnno los defensores :tS~ ~liados, ~~ ¡ :eptos el grupo 1 Congreso de la Nación" 111• Bajo
democraeta frente al imperial' ltbertad ,, ,_ , sU conducta. en ~ramente mercantil, qu~ argumen-
tSmo aleman , 1 ~ IQ este IenguaJJ. p del caos bélico la neces1dad de no
Esto era notorio en las Cámara . taba en m.e {~s relaciones comerciales con Europa,
los
1

parlarne~tarios, en los comentario~' J~ Pasillos interrurn¡,tr 1 decisión de llegar a la ruptura de


en los d~scursos incontrolados que en toa prensa y se es~on taco~ Alemania. Al mismo tiempo, el
pronunciaban los diputados socialistasda¡ Partes relac_w,nE .ecutivo resolvía que "La Vanguardia"
go_z~ han de un "status" especial en re! ' .,os que co:~teórg~no oficial del Partido y hasta ~a c~­
afiliados comunes del Partido s· aclon a los cobración del próximo Congreso Extraordmano
rayoría del partido Socialista' nolller~rn:~~~~í·~ : ~~nvocado al efecto, "encuadre su conducta ~n .la
~s h orrores de la guerra de trincheras ~1· defensa de la efectividad de nu.~str? come.rcto tn-
n1a del largo conflicto que amenazaba no' t~~~sa. ternacional, sin el cual ~e paraltzarta la vtda eco-
nunca, las primeras llamaradas de la Revolu l~ar nómica del país, de la hbertad de los mares y ~e
~usa, habían ejercido un profundo efecto e~1 1
Juventud del Part}do Socialista. El núcleo diri-
b los ideales políticos que persigue la democractct
socialista" 112•
gente, co.~o s~ vera luego, contaba con la mayoría Los lacayos socialistas de Inglaterra a~o~aban
del Comlte EJect:ttivo; era, no obstante, minoría en sus últimos recursos. Para coronar esta poht1ca, el
el. Congreso NaciOnal del Partido. Enfeudado a la 1 mismo Comité Ejecutivo elevaba al Congreso Ex-
ohg~rquía. conservadora y enfermo de antiyrigo- traordinario del Partido Socialista un · proyecto en
yeDismo, JUzgaba a la guerra como upa "lucha el que se afirmaba que "el ataque a cualquier bu-
entr~ los pueblos democráticos y el militarismo , que mercante, sjn más limitación que la volun~ad
prustano, en~re el capitalismo democrático inglé1 1 arbitraria del beligerante que lo lleve a cabo, tm-
Y ~o.rt~~mert~ano y el capitalismo totalitario ger- porta hacer la guerra de hecho contra todos lo1
mamco , segun las palabras de Dickmann 110• Al neutrales . . . Esa nueva forma de guerra im~lica
comenzar la guerra submarina, los alemanes tor· la suspensión total de l.a libertad de comercw ~
pedearon algunos barcos de bandera argentina. de la libertad de los mares indispensable a la ct-
Esto ~ue aprovechado inmediatamente por los v~lizaci6n . . . Manifestar q~e acep~aría ~~ princi-
ruptunstas de todos los colores y en particular Pto cualquier medida de orden dtplomattco, por-
por los socialistas de derecha. tuario o de empleo de la Armada, que los poderes
El grupo parlamentario sociaJista dio a conocer Públicos decreten 0 aprueben por sus 6:ganoa
~1 17 de abril. de 1917 la siguiente declaración: perti~entes 11 que pueda servi~ para g.arant~;~;. la
El grupo soctalista parlamentario, en preseneúl efccttvidad de nuestro comerctO extenor · . · ·
111
'~ Rcp ·tto, ob. cit., p 216 11 2
Repetto ob. cit., p. 217.
1
lO Dickmann, ob. cit., ·p. 2i .
Dickmaim, ob. cit., p. 213 Y • 5 ·
2 11 3 lbid.
.811 25~

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La proposición de la minoría uficiente y paternal Dickmann co-
guerra europea. . . es una con SOstenía • oJ\ B~~~E~to 1 e debe. a una gran confu.rión ~
laciones económicas actuales ¡ec~encia, de 'q~ ~ C tsbS.· d muchos C\UdadanOI Y es necesano
piedad privada y en la produun. ~d<13 en ~ te_ sO~abeza . e la cuestión: el meTcado tiene doa
Que el derecho y la justicia ccton merca llto. 16,:plicar b,enel mercado no solamente ae vende,
finalidad de la guerra son co!crocl~nt.Qd0171t4.. !spectos; en bién se compra. Son loa dos aspectoa
..•as.· . . Que e 1 P artl'd o y la di rece
·• epcton
·, ea en co,.
:~10· 'nO que ~am del comercio, y loa ·argentinos neee-
guardia• orienten su acción en tón ~e ct11 9~~ ~epa1'ab;! rar tanto como vender. Si noaot_ros
mente contrario a toda intervenciÓen~do re8~ ~~ ,ítamo• e ~omprar del mundo entero, neceSita·
guerra" 114 • El Tercer Congreso s~ 1. e~ P<tís ~'t.IJ,. necesitados al mundo entero. Es la única forma de
ordinario s~ celebró en la SociedaJ ~~sta. E:Jctr~ fflOS ven e~ntercambio internacional. . . Para mí,
B<;>ca, los dl~S 28 y 29 de abril de 19¡{dl, en~ ~r.acer el t lo único material y positivo que ahora
D1ckmann h1zo la defensa de la pol't· · Enriqu. eiudadanos,en tiempos de guerra, de internaciona-
rista. Comenzó diciendo que el Partid~ 1~ ~Upt11• hDY -::~~mundo-, es el comercio internaciona~,
de la Argentina, por razones mu!tiples "t.°Clal~ lilfn° b ·0 de cosas a través de todoa loa cORtí-
doctrina y una acción superiore3 a muchtene U71t '' el camf:ontera3 trabadas todavía por lal adUG-
dos del Viejo Continente. Y esto suced 08 P<lrti. nentes 1J
1&(11 que los aocw
• ltsta.s combatimos" m.
no tenemos aqui tradición de ninguna ~ Por<l'le
siquiera socialista (hemos nacido a la vJ::e, 1li
ti~a en un país de falta absoluta de toda tralJ! LA ESClSION SOCIALISTA
y nos hemos desarrollado en un ambiente ·, d t digresiones sobre el tema fa·
calificó b'en Justo en la Internacional)· han 'l1lt . l)espues e ets. ~ librecambista Dickmann
·t del ere lJllSIDO ' mi~
laborado en la elaboración de nuestra cÍoctrifl4co. ·~~3ó directamente el pensamien~o del Co lo
método de acción todas las mentalidades y todc! ~jecutivo: "Nadie --JI 6~an~ae~C"::"ut•
los sentimientos y por eso somos máa capacea 1 digo con el corazón en mo o otro~. . . (iJl.
muchos socialistas europeos o norteamericanoa"'t: momento ea neutra~: por uno•al :"el fondo; loa
¡Un país sin tradición! ¡Un Partido S~ terrupciones). ·Noche a ~ ermanófilol vtr·
más capaz que los europeos! Estos dos juicios eran pretendidos neutralea 1071 g con otro 1M
auficientes para medir la inepta arrogancia del gonzantea; simpatizamo• con u;w~ la ab1oluta
grupo dirigente y su desarraigo del país que, por lo1 beligerante~; 11 11° preguf~ bien anta
otra parte, los rechazaba. El mismo orador obser· linceridad de ~~e ~ los MUtrcde• en el
vaba con asombro: "Yo he oído decir una 11ez A de contestar- ¿q~~ p u el primer ~
mí buen compañero Rodríguez, internacionalim mundo? Ea el Vat~eaf!O'. e~, fo:ilea fl loa ~e~~~
furioso y delegado por Ituzaing6: •Los parlame~~­ tral· el rev de EspaM#udodemocracia cnstuma,
tarios socialistas no entienden nada de zapatos ele todo•
loa paíaea, la oco fl no sé a prop6-
(porque él es zapatero ·y los diputados no); us_te- V muchoa militares; haCe ·~nt~ me ha dicho que
eit de qué un contraa.zm, ) Nadie es neutral . ••
des debieran votar el impuesto a. la importaci6!l o , . terrupClones . me-
de calzado porque eso favorecería la industr~ no- ¡ ~~ ea neutral (~utano no se para ahora .en¡ de-
el militarilffl.O ~"' --debemO' defendernol, enadM
cionaZ.. Y o pienso que se puede ser internae~oM­
JiBta y no votar un impuesto a los botines" He. Una !
!
dios en el ":'",&do la ¡egítim4 defensa, CJUC
f'echo a 1a vida, fl f.nol' 111,
vez más tendría razón el zapatero contra el eD' ¡ • atreverci a neQG ·
vanecido diputado. '
lU Ibfd.
an lbid.
lll Ibld. 111 lbid. 255
111 Ibid.

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Los dcbntcs olconznron ro gredía así, a la vista de todo el
cinismo Jmp rlollsta de la~~~ n viol cncta
Socinllsta. P uesta n votuc ifln rccc16n del ~t~ ~~ 19 usts tra~dato adverso del 'fercer Congreso.
goC dO el J1lS scisión que da OrJgen a )a forma-
la gucrrn s nprobó por 4 219 n resolución att¡do
Ant ~otos contrac0 1'\tl\
srJ~Il ~sí unaid~ SociaJistn internacional, llamado
votos de los rupturistns. ero 1 psrt
¿611 dpartido ComunJS a.
.t
grupo pnrlam •nturlo socialista PstoR resultad 3.s'l7
ctn col ctivn al partido La d rcscntó nu reos ~~ ]llego
m cntnrla surtió entonc~s un ~~~~i6n Ul~rap~~l:l. E DE LA INJURIA
todos Jos cu stloncs d do ·trina E 0 rnás allá •· r tL ¡tRT 1í . .. b i "
llstn cunjcó sus puntos d vist 1 Partido So ~· to de su po t1ca -su o rer smo , sus
por .l a pcrmnn i\ncln n sus b~n ~n!obre la guec 6• E:l conjurones d~ independencia ante Jos gran-
d e rllputndos cipHyos. En la rcn~ndf un PUñ~ lllantfeetacios r espetados por los vasallos nativos,
pn rlomcntnrlo socio lista redactado e n del J:truPo dt!l ¡rnperattzación ~eneral del aparato del Estado,
d octor Justo se leía: " ;IIem.o• d e 1• por el her0 ¡.. 11 democ[ón de Jos desconocidos en la función DÚ-
· d t'f crent s, rl confhcto
ut . •· de pTind
., gnora.,.
. . ... 0,.
• o mtr 11 ¡rrupcmultiplica el odio oligárquico contra Yrf-
11
moTa.lcs que caracterizan a la a t pios político3 y blic•-·Reina una completa libertad de prensa para
contimía. en Za lucha la Rusía Rec ula puerra? ¿No goyen. ría que modela la opinión pública e inventa
1ia entra do en la contienda la vo .uetonari
gran d a.' ¿No 11 i~jude~igrantes para el presidente y sus amigos.
~orteamericana, para combatir en no emocracic ~~:~yen es el "Peludo"; su casa de la caJle Brasil
ltb~rtad y la paz, al lado de la Inglater~br~ ~ la r 1 "cueva del peludo''. Un diario lo Jlama ''el
Y stn Aduanas y de la R epública Frances~~~. u:P• "ludo llorón y e!piritista". Se le atribuye toda
~erte de aveniuras ~alantes: las hojas onositoras
~ec~1azada la renuncia del grupo parlament · lo ]Jaman "el terror de lot zaguanes de Brr.lvane-
SOCialista por el voto general de los afiliad aro f4" 111. Es la misma resaca periodística venal que
diputados, "La Vanguardia" y el comité E ' os, . 01 injuriará treinta años deSt>ués a Per6n, como lo
prosiguieron impasiblemente su lucha por J~~utlVo babfa hecho antes con todos los gobernantes po-
rra. ~n la estrategia general de los partidos ~ll. I puJares ar~ntinos. Se lo quiere $n1quilar por el
gárqu1cos contra el presidente Yrigoyen, el tema rtdfculo: "El ;efe df'! la tribu ,.eparte el pan y la
de la ruptura de relaciones con Alemania Uev6 come, santifica matrimonio•. ·da la a~soluci6n de
1
la C:ámara a discutir largamente t:>l asunto. a ini. 1o1 pecadoa, castiga a los malos, premta a los bu~­
ciat~va del diputado socialista Antonio Di Tomaso noa y vela por el rebaño."
(quien luego sería ministro del gabinete del trt~o En la Universidad, en las redacciones de los dia-
temente célebre general Justo) y del diputado rios, en los círculos aristocráticos, en los corrillos
conservador doctor José Arce; la Cámara de Dipu· parlamentarios se difunden versiones que le atri-
tados aprobó la siguiente declaración con el voto buyen un estado avanzado de locura senil "Si al-
fayorable: del Partido Socialista: "L~ Cámara di vuna duda existiera respecto del estado de laa
~tput~dos de la N aci6n declara que procede di facultades mentales del señor Yrigoyen, escribe
t~medtato la susp~nsi6n de relacione~ diplomá- un diario. la parte politica del Mensa;e remiticld
ttcas entre 120
el gobterno arqentino y el gobierno GJier al Conqreso vendría a diriparlas" 122• "Es un
alemán" • La impoluta ·d irección del · Partido tnfermo delirante. . . Su estudio corre81)onde a la
Pliquiatrla. . . En cualquier nación culta lo ha-
llt lbfd.
1 ~ Re~tto, ob. cit., p. 219. El doctor Justo soslayaba
1 0
tneno1 \ndif~mte, po'!' rucmea de m~a comodidad
o eorte.W! con lo• etudadafi.OI ~ parecm anhel4r "'
1fb~!.'!~~. .~Cla ~e esa actitud. co.n. un~. ambigüedad de-
,.: . No ttene mayor stgn.tftcacton declarar rotal cleciGración como un gran hechO".
esa• re&.«cwnea tJ sin atrib ·
tr voto votar" Utr mue
ha · · 1
tmportancta a nue • Ul Gilvez 'ob. cit., p. 270.
0
' tamo, eao como una re1oluci6n m4l • ua Ibld. '
256
/

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.!.- . , 121
·J.res de Su d amertca •
bres ll v R ' 1..¿··
brían llevado a la casa de orat , zos h~m . '' Hombres de una epuv U:Cl
verdaderamente civilizados de ~s. En los 6 . ob" a ba diciendo. m er La ú ltima cadena 9ue
estadistas responsables, no "diosesuropa gob¡~ tse. ~oJ1lenz:abarn.os den~~ afaba a la antigua domma·
fuma~os y perseguid_os" 12s . Se arra~aler08rnilll ¡¡bfe,e~o siglo. '"' ,wnástica. Hemos resue.lt.o Ua·
una hteratura satírica destinada con~tttuye f.et. erl pl árqu tca Y 1· or el nombre que ttenen.
ta~i?n intelectual del President~ d~ar la r~~ cióll m~odas zas. cosab!sde hoy coTl:tamos Pflra d
11
utlhza ~lgunas de las palabras · opoa¡c- ~­ 1fl~r :ba se r~.d tme. menos y una libertad mas. Los
emplt:!ados P9r Yrigoyen para ridl ~eologis~on co~duna vergueJ:f:n son Zas libertades que faltan.
escriben burlescas cartas y discu cuhzarlo. "Sos
· .t L • . rsos e., e ~¡ores que que . ·ocarn os las resonancias del co-
yrtgoyems a•. os termmos ccuspt'd ·• «est¡¡0 ~o o eqwv ' . . nCl
· t . ear. ¡ creemos n lo aduierten: estamos ptsanac. u
na]ear• . y o rosl entra1l en el vocabulaTlo. ,h •b'lOl!le• 1 razun ~.os estamos viviendo una hora amer~cana.
Al dm ero, a gunos le llaman •efectivida a ttuat revolucto11;, estalla ahora en Córdoba y es vtoze·n -
ducentes•. Y los propios términos de y . des con. La rebeldta . los tiranos se habían ensoberbe·
los ap!i~an a él; así le llaman e el pelud0rtgoyen ae ta porque a;::esario borrar para siempre el re·
magnan&mo•" tu. magno y
cido Y ralos contrarrev olu.cionarios de Mayo. Las
Yrigoyen jamás responde. Tampoco e cuerdo .de des han sido hasta aquí el refugio se·
la ~l:lltitud qe acusaciones que las ho~~ttst~ l
f
un~verst a ,
de los mediocres, y -lo que es p~or ~un-
SOCialistas y los honrados conservadores d~~~ culr: ar en donde todas las formas de ttramzar. '11
contr~ ~u probidad .personal y la de sus min~~~ ~ i;sensibilizar hallaron la cátedra que las . d~c­
Al M1.mstro de Ha~1enda Domingo Salaberr se 1 tara. Las Universtaades han lLegado a ser ast ftel
orgamza una Com1sión Investigadora para aem e reflejo de esas sociedades decadentes que .s~ em-
trar que ha robado . caudales
. d públicos y medr ods-
ao periun en ot-,·ecer el triste espect~cul? de. una mmo-
en. . ,sus z:¡e.gocios pnva os, aprovechando su
s1c~on of1c1al. Salaberry pretende defendersepo. vilidad senil. Por ello es que ta c1.enc¡a frente 4
Yri%oyen se lo prohibe terminantemente. Al co~ estas casas m u das y cerradas, pasa silenciosa o
cluir el mandato de Yrigoyen en 1922, Salaberry entra mutilada y grotesca al servicio burocrático:''
que ,ha qued~d.o ante la opinión pública como W: El Manifiesto concluía con las siguientes palabras:
ladran, se suicida. Posteriormente se probará que "La juventud universitaria de Córdoba, por ínter·
toda 1~ , camp~ña . moralizadora de los Repetto 1 medio de su. Federación saluda a los compañerN
co~pama ~abia ~Ido una pura difamación. El mo- de la América toda y les incita a colaborar en le~
rahsmo. oligárquico, con sus mucamos de izquier· hora de libertad que inicia" m .
da, ,actu~ ~n el Congreso durante años. Pero nada Más de mil estudiantes habían tomado la anti·
pod1a or1g¡~ar un · mayor asombro en la oposición
que la actitud asumida por Yrigoyen ante un gua Casa de Treja, en la Cordoba conventual Y
nuev:o ~roblema. Se trataba de la Reforma Unl· s~cular. Sobre "el mismo pupitre recto:al", ~abían
vers1tana de Córdoba. firmado la declaración de huelga. ¿Que hab1a ocu-
rrido en Córaoba, y dónde se encerraba el secreto
de ese movimiento que se expandió irresist~ble­
LA REVOLUCION UNIVERSITARIA mente por todas las Universidades argentmas,
triunfando al mismo tiempo en toda América
pi~\ 21 ~~ junio de 1918 los estudiantes de la ca-
vot e ~ !:erránea lanzan un manifiesto que .st Latina?
~ ra ce ebre: "La juventud argentina de Cóf· 1~ 5 La Reforma Universitaria, p. 23, Ed. Federación
121 Ibfd. 'Uruversitaria de Buenos Aires, Buenos Aires. 1959.
124 Ibfd. 12& lbid.

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CORDOBA EN 1918 ·ritual de la Provincia en
dominio e~~! En la segunda década del
L:t trAdición histórica era , C¡ers e1 de la Patrta 'había logrado emanciparse
en Córdoba que en Buenos mas fuerte :y . .... pos
.,,,e,..,oc la c1U . dad no venerables espectros.. ''lo•
subsistía allí, con todo su Aires. El País ger¡l!l~ 1¡gl0 do de aq~edoss 11 Maestros y Bachilleres de
1
rancio, entrelazado a la:; nuceremonial ingant¡Rilo de tores, •e ·o· oconstituían
to L · e neta , ·
una anstocracw · z·1-
inmigración impetuosa lle , ev~s sangres . er¡llo 1~ VO:casa .de Trf~ente acatada, aparatosa y formu-
' 1 h vo. sm d · que
nuc eo, asta la provincia d 1 C 0 mtnar el ~~ ~e y umversa devota, empapada de.l ~onor deZ
~ese a los cuidados de linaj~ entro. Los cri 'liUejo ;•ta culta Y .d de su notoria su.pen.oridad sobre
l1as conservaban como un m· Que las viejas Os, l... ' ¡ preva1' a z de que l a r o-
tituían la base del pueblo andato colonial 81llf, título Y, de las gentes. La aur~o a
el cornun z ia resistió a las mveladoras conmo-
clas de Jos tiempos revuelto~ ·hor t las sutne~ ~Olla.
rastro en las clases principaies asLa se Percibía~ oeara lad clao ~dependencia" 128•
b !adores que prestigiaban su ab· os antigu
. tacha no lograron del todo 1 08
o engo español S!¡¡
r! ·ones
Cl
Los se
everos claustros de la UmverSI
habían visto atravesar
·
a
'd a d d e Có
la generac1on
. ;-
~á~ bien perduró bajo la fo;erpetuar .esa Pure . doba1 Y.a naria del 80. Desde Córdoba, Juárez Cel-
dictonales, sostenidos no poc::a de Prtncipios t~ revo ucio Cárcano · · y sus JOvenes
·, ·
amigos h a b'1an. en-
d~nde algún remoto aborigens fleces_por farn¡¡¡ll rna::Íado al espíritu ultramontano con las "1~~88
~u~ada o algún pómulo Se erecta en alguna freevas"· Córdoba había sido el cuartel pobtico
Cia Pl Centenario la indi r~ordaba todavía· ha. ~neral 'del Ejército roquista en la lucha contra
Cabildantes del siglo xvrrfac~on fel vecindario y Buenos Aires· Córdoba había iniciado el movi-
tolerable de alguna mulat:"v!s~d espect~cu_!o iJI. miento de modernización de la legislación civil y
que con su chinita alfo b a de, senora•, parte de su clero había respondido con la Contra-
en la Catedral. Aunyel nr~J;: co~currta a miSI rreforma que ·hace 6risis al publiéarse la Pastoral
y t."',mible embrollón Dalmac·o ~ll de C:órd.oba del Obispo Clara y la expulsión del Nuncio en
debiO probar la "limpieza de s~o estf ez, Sarsfteld 1884; de sus sierras había bajado el joven Lugones,
tener las Preciadas "borJas d d rpe Pa:a ob- con sus "Montañas de oro'' en el bolsillo, para ad-
Casa de Trejo" 121. e octor en la dmtn mirar a la Buenos Aires mercantil con sus ale-
En la sociedad de Córdoba d jandrinos deslumbrantes. Pues en Córdoba, entre
al¡runos caracteres sob . 'd per uraban en 19!8 borlas y teólogos, viejos federales y nuevos radi-
aldeana reviVJ os de la comunidad cales se disputaban la primogenitura espiritual de
turbulen~iao:~llosa d~l siglo anterior. Ajena a la! la provincia y del país, la "gente decente", beata
rrada en , . smopohtas de Buenos Aires, en~ Y formal, y el país nuevo que pugnaba por incor-
con la s~misma y comunicada al mismo tiempo porarse. La reforma de 1918 no es una explosión
venía s re antes provincias argentinas Córdoba ~esperada; es una continuación, lo que ignorarán
·
vatismo a serm una
· ~í 0 t esJs
·
equiJibrante dé '
cons~"~· mempre los "reformistas" posteriores.
donde el ~ramoderni~mo, de furia y ponderaci6n, La sociedad tradicional de estancieros, doctores
t
jano entre el t"a~tonal, Polarizado un día no 1~
valle sereno a~ ert?r Y el Puerto, encontraba uo
Y cl~rigos se había transformado profundamente:
e.1 D1que San Roque había sido el poderoso anun-
vía subsistía
clero instruid0
la :n ~Jsolverse o armonizarse. Tod,.
tu~ua clase letrada que junto al
~lo ~e esa metamorfosis. En 1910 había 95.000 ex- .
8
ranJeros en la provincia: 150 extranjeros por
121
Y los func.1onarios políticos· ejtr· cada 1.000 hijos del país. Los hijos y nietos de ita-
Manu@) E R · lia_nos, españoles, franceses, austríacos, alemanes,
:!. 1
!~n~ Prov~~f~doHb~, 18_10-1910, p. 12, Revill' IUizos y belgas, en orden de importancia, se habían
. e !atona de Córdoba, C6rd0'
J¡() 121
Ibld.

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fundido con la naciente clase m edia de C· •, universitaria de Córdob
cuanño no mezclado. con la clase tradic¡ Ot<foh. · •ClO11
~ol. .
. 1 . .
trario, e m ovimi;nto en L
a y Santa Fe·
enriquecerse en el c1cJo e~ortador, nuli ?l'la) "\ el con¡res 0 en Tucurnan se diri a Plata, en • Por
Una.i e por medio de sólidos ca_udR]es. P~r f1cad~ •1 110s fias profesora les de la oli({a;e ~ontra la5Bue..
rasgo!; virreina les de una sociedad exciu~· &QUe)¡~1
tanera. ;~ferrada Rl !la~Rdo v desconfiRda ~a
jes V extraños. .subs1sha co~o una sunerest e hl!~;
'1 : JJ'laf 1 ¡08 ban en esas casas de quta liber:tJ ca.
pred0~a Reforma Universitaria estudios. De' que
J1lod0 • tt'clerical y antiliberal· pues almisrn0 t.est~
te1"1"7. Pn lR ~octPri~ri ~grar1a, oPulenta y 8,.r~ctu~ an , 'd • esto tern.
la Córdoba de 1918.
LA Universidad era su ormJIJo y la 0
· .h,a de
po ñas surgta un eVI ente senrd que de
ent~a
tJBC
10
I
nat porque proclamaba la ~ ~~onat
clase en la sociedad arge~rc1on de u~a
ra
tJtle"endía a modernizar: la pe ~ 1~a, a la qu!
8
los blasones; el Arzobispado, el ~uoremo 1,1rueba d·
, • ..J . et d •
costumbres en un oa1s cnnmov'.' •O nor moda P. J-. proPrque repudiaba la Universid~d ena burguesía·
verentes y forastera~. Si el, _hberAliRmo . si~ Yf~ requerimientos del país. así colllUda y sord~
hRbía dominado- la v1da ooht1ca de la nr~U~r!~ s ·~utaria hacia l~s formas culturaleslllo su actitud
las mujeres de los liberales mostraban que rnc.ia, trlve'ecidas. ~e Impone recordar ueuropeas más
ja Córdoba gobernaba fieramente en el a \'i@, e~ eJt.ina, que alcanza su mayor flo~~i 1~ cultura
sagrArfo. F.J marido HhPr~l y la P~nosa dPvot ho~ar ~ girrupción de la generación provin .18tnJento con
un símbolo de la C9rdoba de 1918, v au~ d; 'IA,.~n coincidencia con el desarrollo ¡~ ~ de! 80,
la pernetua dualidad de la Jn'an provincia ¡:u.ét, en italismo agrario y de la moderna~ ?SO del
dicaturA era una hechura de esa Univer~id ~.Ju. ~~1, había caído en una comoleta Post:~¿ación
la coe~istencia más o menos pacífica en sus a i Y la que ya no logran arrancarla los brillant~' .~e
de católicos v liberales, una de sus caracte~ís~~ 81 venes del 900. Jo-
1 más perdurables. c~a La generación del 80 había desaparec·d0
Ni siquiera podriR ensayarse una interpretación estaba olvidada. Aquellos que la sivuiero~ 1Y
de ~~ R~forma de 1918, sin observar Que el r85 intelectuales del 900 como el cordobés.Lugonés ~
anbclerJcal de sus comienzos se fundaba
.naturaleza de su enseñanza, que no admitía
lelos con las restantes casas de estudios E 1'st•11•
1
:raf santafesino, Gálvez o el porteño Ugarte, encontr:.
ron un palS estancado y fenicio. Las Ietr:~s y las
artes, el pensa~iento político y la reflexión inte-
una Cátedra de DP.recho Público F-clesibtic: d lectual se polarizaban entre un positivismo estéri!
sempeñada por el Padre Liberatore, donde ~ r! y racista y un neo-academicismo obscur:~ntista DI
menos infecundo. El tradicionalismo católico reata
chazaba la facultad del Estado para el ejercicio
del PatroRato, .del mismo modo que la 81 ,torirlad cionario o el preciosismo europeo más sofisticadt
nacional .Para rmooner el matrimonio civil sobn &e distribuían las luces y sombras del cuadro. lA
· el reli~oso. En el programa de Filosofía del l)e. masa inmigratoria, que se fusionaba lentament~
r~ho !!~raba este tema: "deberes para con lo1 eon la sociedad criolla, apenas lograba expresarse
ftnVOI • Los cursos de Medicina se realizaban políticamente a través del radicalismo, que arras-
por medio del ~rte Qratorio: n i hombres vivos o trará siempre la indigencia intelectual d~ la a~al·
muertos. nf ~fQuiera animales; la Patololtia se im- , gama social y nacional que fue su pecuhar onge?.
partía sin enfennos. La Casa de Trejo era la idee En tales circunstancias la Reforma de 1918 debta
absoluta de una edad perdida ; pero al lado de ella Proclamar, sin compre~derla por ent~ro,_r sin 1~
creeía u~a sociedad en transformación. grar realizarla nunca su confusa asprrac1on.a 3
ucultura americana" 'o a una "cultura na.c!On ·
uf'
De ahí el carácter anticlerical que inviste la re-
Pero esa intuición probaba que nacía en bl.lsqueda
l!d.~AltredGJA4~ L. Palacio.1 •Lo Univerndad NU~t>a, p. '1J. <ie la historia, y que deseaba ardorosamente barrer
· WQ;er, BueDQ~ Aira, 1957. de su camino a las instituciones muertas.
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LA REFORMA EN AMERICA LATINA .b·Iidad de una cultura na .
1 od Cionai
pO51 por l~s pr uctos exquisit , reernpiazán
En la primera hora ~e su. es~allido, ('osa re dO1~pa envtaba para un núcleo ~sd q~e la vi ."
}adora, la Refo~a U~vers1~a~1a no .mira h..~e.. ~ur idores. e Ucldo de eJa
Buenos Aires, smo hac1~ Amenca L.ah~~· Ta~ sUJil 1 .• 1' .
La revo uc.Ion po 1hca que signifi .
con..
el segundo ras~o. de su ~depende~c1a m1cial. TJ~- yrigoy~msmo ~1 poder no ha . co el acceso
. Lo mas sorprend ~ e~contrado
U:la
4

b la a "la Amenca tod-a


"Am · · t d " en•· del correlativa manifestación ·en
todavía, es que esa erlca o. a responde .. stlral. ~ "repa,ración'.' yrigoyenista ~ pobtica cui. ~
inmediato al llam~~o Y ~ntra. hr~emente en de tU rgues1a hab1a nacido frustrada . ~ la pequeña
lucha. La revolucton. umvers1tana . abraza bi ~ ~~spojada del poder político mantuva0 ?hgarquia
pronto el continente htspano-portugues; de Córden d r:ninación en las esferas fundam t Intacta su
ba la llama se .extiende a ~1ma, .cuzl:o, Trujil~ ~onomía y de la cultura expresada en rales d~ .la
YTniversidades. Pero la conmoción depol d~s VleJu
Santiago de C~~le, G}layaqu1l, ~u1to, L~ Haban ' 1
México Asuncton, R1o de J ane1ro, Bah1a Recifa, u ,
babta ra tcalisrn,o
s1'do t an prof unda, tales esperanzas
San pa'blo y sube al Altiplano para Uam'ar a 101 e, despertado, y ab!erto tantos caminos para 1 hab1a
nuevos tiempos desde La Paz y Sucre uo. media, que deb1a encontrar su necesa . a clue
¡Como en la Revolución de Mayo! ex~laman 101 cUSión en el fuero ~niversitario. El ~! ~~­ 11
jóvenes de la revuelta . .Pero esa onda 1rresistibl triunfo de la Revolucton Rusa robusteció by
que unificaba a la Patna Grande, en un Segund~ · d 1 - b '
c16n e a pequena urguesta de entrar en •., esaarnt..
Ayacucho del "esp~itu", era ta_mbién el canto del " d, l~
tiempos . nuevOs , co~~ ~~~ el utopismo literario
cisne de la pequena b~gu~s1a que demostrará en boga. La guerra l.nlpenahsta de 1914 a su v
muy luego, sea por el radicalismo o el aprilimo, ~u había trastrocado el universo inmóvil del apo:
fracaso en realizar la revolución nacional. imperialista del siglo anterior.
A comienzos del siglo xx las fronteras provisio- La contradicción entre la democracia política
nales de la Nación Latinoamericana balcanizada ~puesta por. la Le~ Sáe~z P~ña con la perpetua-
parecían un hecho definitivo. El imperialismo in· Cion de la ohgarqu1a umversttaria era demasiado
glés primero y el imperialismo yanky luego ha· ~nde .par.a no llall_l~r al combate a la juventud
bían vencido en su tentativa de consolidar veinte uruvers1tar1a. Los hlJOS de la pequeña burguesía
estados aislados entre sí. Su transformación en ·ll~gaba~ a la Universidad, ·procedentes de la m.
exportadores unilaterales de materias primas los m1grac1on o de las familias criollas relegadu de
convirtió en importadores abiertos de todos los tie_rra adentro, para caer de bruces ante una en-
pr<>?~to~ industriales del imperialismo. Mediante aenanza vetusta, impartida por un profesorado
la mt~a alianza de las oligarquías y el capital esclerosado y cerril. La crisis era tan inevitable
extranJero, brotaban "focos de civilización" en los ~~o la proyección latinoamericana del movi-
grandes litorales marítimos. Allí asentaba su ¡» miento. Al no existir bases tconómicas suficientes
der una clase intermediaria que usufructuaba la par~ ~mprender una lucha política unificadora en
insular~ción y hacía las veces de policía inte~ Arnertca Latina, por el carácter atrasado. de las
En el R1o de la Plata ese "foco de civilizac1oD fu~rzas productivas (la naturaleza agrarista del
estaba constituido por la ciudad de Buenos AireS Yrigoyenismo lo demostraba) , la lucha. por la
Y su Puerto. Su parasitismo había extirpado la !'evolución nacional latinoamericana debll tener
necesa.namente una formulación "espiritual".: 111
110
P?ogra~ americcana, p. 85 j 11.. Tom~ n ele =do es~ecífico, debía encon~arl? end la IauU::
lAG bR;etorma U"avenitana (lgl&-1840), compilaClóD ~

.
ll1a · La Ideolog¡a latinoamencanista. eburguesía
, ..~ ra~l .del Muo, ecl. del Centro de lltudiaDta •
--.auena, La Plata; la.tl.
de ~xpresaba por boca de la
rdoba la ambición de una UOl
pec:l:
po
lítiCa que

H4

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s 61o podl'a alcanzarse .por 1el tf r ente
· , corn{,,.,.
-.u~ co
bases d e u n m ovimiento Pol't·
Ob rera por la 1mP an acton de la l. 11 1, }as de decl mar Y corromners 1 leo origina}
e1ase ' ., d " d Ust¡ • ,nte~Ies j alon es t eóricos de la e, elabora los' q~e
social, por la creacJOn e un mun o n uevo''. C)t
L~ ~ campañas mi1.it~res. ,de Arti gas, San 'Ma . not;rir~na : el aori m o. Aunqu:evolución lat:as
'var nor la umAftca, cwn d e las anti"'ua s.rn itadas oor su carácter peque. necesariatnen~
y B ol 1 . . . "' s Clill\
ol !feas aor istas constitu~en el
Punto"~e hur~és, la:
. ec:pañolas en m en ea se cumoheron o...
.sie-lo de las nacwna 1 a es: e:n ~~ Clen años a e1
m :lc; · · l 'd d 1 · en verdader o oen sam1ento marx· ta PartJda nara
tran~~urren desd~ la e~ancm~c,~n de Atné .ue ~tina. Tal f ue la enorme irnnor~s .en América
del Norte v la un,?ad nac1ona~ 1tahana y alern~ca rrn ~ Uni ver sitar ia dP 1918. H=1v andcla de la Re.
fo , ((' a e la T
el problema c;trdmal de la epoca había sido a, definira 1u ego om o , ~.a revolución l . arre la
constitución del F.~tado burgue~, moderno. El nrla eana por la autonomta espiritual,,. attnoameti.
ceso reflejaba la trmnfal ev~ln.cJo~ ~el capitalistn~ Si la R eforma Univ ersitaria form b
oue buscaba las fronteras 1d10m atJcas para e t • oleada r evolucionaria aue encontrÓ a pa.rte de la
ble<-P.r los l~~itPs de su, ~ercad~ interno. \~~ alta en la Revol~~ión Rusa. el reflu .su . Cima n:ás
oraánica deb1bdad de Amertca Latma acarrea nal de la revoluc~on la despojará del~~nternac¡o.
fraca!'o de 1~ unidad. por m~io de .las armas. ~1 tenido: suc; en em1gos la admitirán y 0
~ con.
cue>stión nacion~l JAb n oRmertcana Pierde ~u rast traicionarán. sus amigos la
basta en la tradición. Lo.s P~l,lsadores políticos e~
pitnlan ante la ba1camzacton: se habla de 1
~~~re-entinidad'., la "chilenidad'\ la "peruanidad~ YRIGOYEN I NST ITUCIONALIZA
Hec:ta Panamá se eri'!e en "Nación". A comienzo~ LA REFORMA
del si~lo xx, se replantea la cuestión por boca de
sus escritores. como Manuel U~arte ; pero ya no La. luch::t ent; e el Consejo Superior de la Uni-
como exores;6n política del desarrollo de las fuer. versidad de Cordoba y los estudiantes va a •
zas nroductivas del canitalismo, sino como una ~ie.ndo caracteres m~s críticos. Toda la 'ciudads~e
directa manifestación de la crisis general del sis- dtVlde entre . reformistas y clericales. Se consti-
tema. El imoerialismo, al acentuar 18~ condicio. tu~e un Comi.té pro reforma que nide al nresidente
nes de la dependencia económica y politica de las Yr1goyen la mtervenci6n de la Universidad Este
colonias, origina la aparición convulsa de movi· accede · y designa al doctor José Nicolás MaÜenzo
mientos naciónales, como una contrarréplica de- C?m.o interventor de la misma. Ya se había cons-
fensiva de aquéllas, que luchan por su sobrevi· tltutdo una entidad con el nombre de Federación
vencia. Pero si en la época del ascenso de la bur· Universitaria Argentina m . Baio ·el nuevo Inter-
guesía los movimientos nacionales debían forzo. ventor Nacional se realizan refonnas en los esta-
samente encontrar sus formulaciones teóricas en tu.tos universitar ios. Al elegirse un nuevo rector,
la ideología clásica del Hberalismo burgués, en la tl1unfa el candidato reaccionario, doctor Antonio
eda~ de la crisis capitalista sólo el proletari~do ~ore~, resultando derrotado el doctor ~rt~ue
podta ofrecer las armas teóricas de la UberaetÓII· artmez Paz, ~ndidato estudiantil. "Una 11lbat1na
De este modo, y a pesar de la debilidad extrel'll• fnlordecedora, p1"oducid.a con pitos qut u profe-
de la clase obrera en la Argentina de 1918, la pe- 10 P~ra esta contingencia prevista lltuabmJ los
queña burguesfa de la Reform1l no sólo emnre~dt ertudtantes rompió el silencio con que •e tlf>t·
ideolóldeamente la 'unidad latinoamericana", llli0 ~~a la prdclamaci6n del candidato .triunfante. ~~
í'ue llama e~ su ayuda a }os obreros y adopta~ limo tiempo sqltaban hechos pedazos lOJ cru-
enJnJaje soctalizante, el unico compatible con
tt~11 Julio V. González La. Univerlidad, Teorii 1~·
fro~tt~ma que ~brazaba. Esta tendenda se a:; ta.1.de la Reforma, p. '30, Ed. Claridad, BuenOI '
uar6 en el Peru, donde la generación del 18
266 ~61

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. para amenazar con la dest . . ,
ertcu y las ventanu, ae arrancaba,. t~c~~ma nue_stro corazón. Tom.:uccum de lo
tales de . lal pu cru ·ían Zas siZLu JI Zas poltr f1Sól rta ensenanza. Concertad el d de ellos que
los dc~r~'':d~iltaba~ al aire papel,es. 11 libroa, t~ , 1obe;:had los claros: dejad de ~~~n de def~:~
a~a emtc • esas caían con estreplto loa Cuadr estr, en estas horas de man·t· la sacríle '
babase Zas m d Í4 corte de frailes que cubría
de 1'rejo Y t!~l:ban petardos en Zas galerías y un
Z: . z·tn.a Part testo:
tSf',atttl con est rec h a d'tsetp l ga
t>eligr08 •
un•~~ros dogmas Y de vuestro cle~0,~1 ~<'fensa d~
parbede~· eshumano incontenible y devastador, ha..
11
tor e m o ' ·
, retemblar el rectnto con ~n
sol y
<:?
··
cr~]tente
""~berales de todos los matices anr . · Masones
y II aron la Reforma de Córdoba plyr,g)yenistas
C\4 .d
rugt o en •
el que se confundtan gntos, sllbidoa
. p z t 1 • si'?~Ierical que asumía, por los d~r, el carácte;
insu.ltds e imprecae~ones. or o~ ven a~f es dea.. snti suscitaba y en la esperanza de sorden~s que
nudos saltaban a la calle restos e !flUe b~s, mar.. eJla iera obligado a reprimirla. Fin~fe Yr1goyen
cos d~ cuadros y todo lo que . tema ca tda Por se ,v de una manifestación católica mente, des-
Mientras tanto, los conseJeros se escurrían
e 11ols. 1 huyendo de la furia de los tumu"ltuarioa
p~:s enfrent~ a lo~ es~udiant~s "refor~~t!~~ calles,
d e asa .ados ya de que había terminado el perío~ qd ración Umversitélria de Cordoba ocun' '¡la Fe..
e C d T . D . , o so emne-
convenct ll b· d ente la ·a sa e reJO. eslgno Decanos d
de las palabras. Algunos de e o~, sa ten ~ el 41.. ~na de las Facultades a tres estudiantes ~ ca da
cendiente que uno de _los caudtll?J. estudtantilea espectivas c~rreras, degradó al Prosecret .e 1as
tenía sobre sus ·campaneros, 1e pt teron que lea rneral de la Universidad designándolo MayaorJdo ge-
hablara para contenerlos. Aparentando acceder, l • , • d r omo
y constituyo m~s~s examma oras udonde rindie-
se elevó sobre lo que pud~ y cuando hubo. men..
guado un tanto fa algarabta con su pres,encta, ca.. ron sus pruebas ftnales gran número de alnmno
menzó diciendo con voz ronca y estentorea: 11 contra todo lo que pudiera imaginarse, hubo m~
~e uno aplczndo con el fatídico cero" 13•.
"-·No
1
voy a pedir calma! ... No necesitó decir
más. Mientras esto sucedía en el salón de gradoa, La noticia d: la ocuoación de la Casa de Treio
en todo el edificio de la Universidad se producían corrió por la ciudad. Inmediatamente fue enviada
escenas semejantes. En el patio central, que encua- una compañía del Regimiento 13 de Infantería y
dran largas gaLería conventuales, la estatua de luel!:o otra del 4 de Ingenieros, con un total de 110
bronce de Fray Trejo y Sanabria, sufría las irre- soldados armados a máuser, mientras el Gober-
verencias de que la hacían objeto con marcadCI nador d~ la Provincia ordenaba a un contingente
saña los revoltosos. Unos la regaban con mangue- policial que asediara la Universidad y rindiera por
ras, otros que la habían enlazado, forcejeaban hambre · a los estudiantes. Sin embargo. desde el
desesperada pero inútilmente por derribarla, ti local de la Federación Universitaria. situado en-
por fin se contentaban con llenar su pedestal con· frente rle la Casa de Trejo, empezaron a caer "por
le.treros alusivos" 132. t7{a aérea, una lluvia de pane! co jas de conser-
La huelga general se extendió desde Córdoba vas y toda clase de víveres" 135• La astucia de gue-
hasta la Universidad de Tucumán, la de La Plata, 1 rra de los estudiantes determinó a las fuerzas
la de Buenos Aires y Santa Fe. La revuelta había militares a ocupar directamente la Casa de Trejo.
transformado el clima plácido de .-Córdoba. El Los 83 alumnos que ocupaban la Universi~t~rl .fue­
Obispo Fray Zenón Bustos y Ferreyra expidió una r~n detenidos en el Regimiento 4 di! Artlllena. ~
pastoral en la que repudiaba la acción de los es- dtsposir~ón rl r l .Juez Federal. Fin~!mPnte. ~~~~o
tudiantes: "Habéia vilto que nuestros adversario~ 1 a Córdoba el Ministro de Justicia e InstrUtcton
de pocos ae han hecho un crecido número; de db
bilea, aumando "" fuerza~, 1e han hecho una po- 111
Ibid
ta. Ibíd'
ln IbJd. 111
Ibíd:
!61

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Públic.a, doct~r . J ?sé S. ~alinas : la juventud {ornt1c;tas destruye esta ali
tributo un recibimiento tnunfal. le re tiempo que la ola rev 1 a~za iru .
La reforma estatutaria que llevó a cabo el tt· ffloe había engel!drado a la oRecionanae~ al ltlis.
n istro de Yrigoyen fue J?rofunda Y sa~isfizo 1' qtl 18 es sucedida por una fortna un·el hlttndo
as¡.>iraciones de los estudiantes. Producida la 1aa d~11 que aba~ca .cerca de 30c0n.!raintre~\1ersitaria
nuncia en masa d.el c~erpo de profesores y au~~ e~ ¡óil del radicalismo y el fr anos. La d de reac.
ridades de la Umvers1dad, fueron declarados s~dencias se .manifiestan en 1:caso de SUsescamPo..
·
comisión Poster10rmen t e se proced"10 a una el\ generaciones universit . deStnorau d~~ Pre-
S
1
lección de acuerdo a las ,exigencias de la Fede;e.. JaSnsforman a la Reforma aria~ P<>sten:Clon de
ción Universitaria de .
Cordoba. En las ref0 ,._
. 1 . 1
a..
u¡aa trsra forma, vaciada de su e Umversitana es, que
establecidas por S al mas s.e me ma a represent B~sion~s que c?ntenía el M:t~?ido origin~ ~
4

ción estudiantil en el Go~1erno d~, la Universidat 18 seran destruidas. La revolu '6esto original d
En un solemne act? se d1o. pos~s10~ a las nuevas .. a no logrará triunfar. El 11Ngcl n latinoatn..r· el
autoridades del gob1erno um~e~s1tano . Salinas dij ,,...
rrota do con 1a ayud a de los " Jn'
oyeniaJno caerá" lea.
d
41

en su discurso: "V~estro vte]~ legendario insti~ refo~~is~as que habían encontra:rnos est.Udiant:
tuto, rehabilitad<? an a la plemtud ~e sus presti.. su energ1co defensor. La FUA se 1~en 'Yr1goyen a
gios, de su autondad y ~e sus merectdos respeto,, ga en .193~. no ya contra la olí Zlrá a la huel..
figurará desde ahora, sm duda alguna, como un taria, smo ~unt~ a la ~ligarquía Y:arquía universt.
tJerdadero monumento de pr.o_greso inst.itucional V de don H1p6lito Yrtgoyen "Lo ontra el ~obierno
científico, no sólo de la Nact~n Argenttna sino de 1918, falto& del apoyo de ~7&4 ~udiante, de
todo el Continente Sudamertcano. . . Quedáis en e?' moTcha, debieron tramtormare continental
posesión de la Universidad de Córdoba, recon1• t~enderse a l03 emPTesaa imperiQf en burócrat~,
truida. Os la entrego en nombre de aquel patricio nicol o vegetaT en la oscuridad-~ como tec.
que elaborando diariamente en el yunque del tra~ """' comp~tta- ue
bajo, ausculta las grandes necesidades públic113 El carácter particularmente dramát'100 d ·
del gran ciudadano, que con clarovidencia de apó1~ tino ulterior de la Reforma residió en el de~
tol, dirige. los destinos de. Zas Provincias Unidas calismo agotaría sus posibilid~tdes históqn~e el rad¡.
del Sur" 188• ·
dos pruneras presid enctas,
. quitando
,. asícasensus
a la Re.
El vilipendiado ministro Salinas se había con. fo~a su has~ po~tica y social. En segundo tér-
vertido en un ídolo del estudiantado de Córdoba. mmo _la indt~encta ideológica del radicalismo
Invitado a concurrir al local de la Federación peq~eno hurgues asumía tal magnitud, que la pe-
Universitaria, firmó el libro de adherentes entre quen~ burguesía universitaria reformista debió
las aclamaciones de la concurrencia uque delira· imbutr a la Reforma Universitaria dell8, después
ba de entusiat;mo ante esta inusitada y significa· de 1~30, ~e otro contenido. Este no podía serle
tiva actitud del Interventor" u11. ofrectd~ smo por las corrientes de izquierda que
predommaban en la "Universidad reformista" des-
, de .la c.a ída de Yrigoyen. La pequeña burguesía
LA CRISIS DE LA REFORMA umversttaria ya había obtenido su famoso tercio
de representantes estudiantiles y Ia,s de~~s refJr•
Todos Jos documentos postcr i0res de la Reforma lilas estatutarias o técnicas que habla eXJg¡do anos
señalaban claramente el "víncu lo ínt im o de com- :ntes. Pero el sentido latinoamericano, nacional,
pañer tamo dP. Los estudiantes con la clase obrera".
btrnocrático y antiimperialista de la Refo~a ha~
La d~.:cadcncla po t rlor d · la Reforma y de los
riía desaparecido con el radicalismo. EIIatt~~®
n'! I nl1 cantsrno aocializante de los orígenes, hab~ 11
IU HJl{
11
' Ita rnoa, ob. cit., p. 48.
271

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sustituido en el cam~. r eformista por los elern Reaparecerá más tarde
tos socialistas y stahmsta~ q ue se enquis.taron etl. ,ood~·a como Senador de la d: dla .P<>lítica ar~
e1 nuevo ap
arato r eformista d e la Un 1v""r . ~
"' Std d
~tflluto dilecto de Marcelino U
a ínfarne este
.
N ac10na1.
, t 1
Se tendra prPsen e que e Partido a ~~fado y orador ~ardiente, cu ~an_e, ~ivilista
So: ttP
• 1' t de Justo y
R
epe
tt
o se opu so
,
asperarn áStico lo convertirá en el p~ . n .co lllgenio
c1a 1s a . . . s· en•~
a la Reforma Umvers1tan~ . . o1o en las vísper ~ ~urlador del nuevo régimen en ~~al .acllsador
del 30 la aceptaro!l a . reganad1~ntes, cuando el ::_ 1.butados. EJegant~ y provocativo . Camara de
formismo univers1tano se ha b1a vu~lto antiYii piP bonerías d e lu ]o, despectivo ' clt.e~te de laa
yenista. En cuanto a Alfredo Palacios, que apo~ bOrn 050 del capital extranjero ~t'SU~lCJente, res-
la Reforma en 1918, estaba . expuls~do d el Partido ~t~ro mitrista y admirador dE.'l Digrtngo Y anti-
Socialista desde 1915. Lo m1smo puede decirse d o r de' la Orde n del Imperio Britá u.ce, Co~enda­
rtalinismo que calificaba en 1929 a la Reforma del1 dorude patriótico y clubmen Sá~ 1~0 • senor del
.. '
18 como "el peor enemigo
. , 188 bl•
.
t
~á un porteño simbólico. uNi~ 9ún ~l:z. Sorondo
Los socialistas~ con su m entalidad por~eña y es. se·gualar la grandeza de este nombre" ~~á alcanza
trecha sólo ve1an en la R eforma Umversitana ~ •r un homenaje a Mitre en la Cám~ 1
~ 18 al f.un-
sus as-Pectos anticlericales. Los stalinistas, POr su h:bía sabido cumplir con su dP.ber· u~~a · Mttre
lado, subrayarían. este . ángu~? Y explotarían tll río hacer de la letra muerta de lo~ Pacto:e~sa,.
ella un "democratisMo liberal q~e no tuvo jamás, ento-nces ensartados en la lanza de la m t sta
despojándol~ de to~o su co~temdo nacional, . po. ""'"
..,.... realidad práctica , y vivida
· · · · demoon strar
onera,
en
pular y latmoamer1cano. As1 fue como los por. los hechos q"!-e habta pasado la época oe mand6n.
tavoces de la Reforma a lo lar1!o de 30 años crear el capttal moral del gobierno. Mitre OD '
estuvieron frecuentemente soste nidos por un stali. tl mila~ro. . . y esto e.n medio de una socie3;~
nismo antinacional v contrarrevolucionario. Uni- conmovtd~, recP,lC!sa, stn tradición ni disciplina, .
do a los liberales cinayos. a los anticlericales de rin cohesz.6n poltttca, }evadura de caudillos y fer-
oficio y a los liberales oligárquicos, el stalinismo mentadora de anarquta, comprometida en la gue-
utilizó a la Reforma Universitaria como escudo rra extranjera amenazada con la lucha intestina
para luchar contra todas las tentativas nacionales fresca la sanq;,e 1J re~onante. todavía el ¡ay! de lo;
del pueblo argentino por elegir su propio camino mazorqueados uo. Mtentras abruma- de invectivas
desde 1930 hasta hoy. La ruta recorrida por la al Presidente Yri~oyen , exalta en la Cámara el
Reforma Universitaria puede estimarse Pn toda su separatismo mitrista durante el debate en la Le-
tragedia si se considera que nació en 1918 dP. la ¡tislatura de Buenos Aires sobre el AC'nPrrifl de ~
lucha contra Ja oligarquía, para concluir en 1945 San Nicolás: "La Capital, al decir de. Del V allt,
al servicio del embajador Br ade n . hPTVía con el calor de una ciudltd grieaa en l'>s
d{a, de la guerra del Peloponeso" m . Pero cuando
, Yri~oyen ordena la intervención de la Univern-
LA OPOSICION Y LA SEMANA TRAGICA dad de Córdoba el acento de Sánchez Sorondo
eatnbia. uLos hechos que se desarrollaron en C!.qne- '
La actitud de Yri~oyen ante la Reforma Uni- tia ciudad, · destruyeTon el organismo oue la ley
ve~sitaria debía suscitar las iras d e toda la opo- lS97 habírt creado para esa Universidnd, a conse·
sición, que no desdeñaba pretexto alguno para su ~Ma de una asonada estudiantil de todos ccr
lucha. Dur~nte 1~ primera presidencia d el caudi~Jo, ~.. . ¿Acaso los señores diputados pueden
el · personaJe mas característico de 1:~ onosic16n
conservadora sería el doctor Matías Sánchez So-
»lit8 MA atias G. Sánchez Sorondo. H'" torio
' .0
·
dt JÑ cuiot,
Aires 1923.
gencia General de Librería, Buenos '
UII bl•
, Rarr-cs, " H 1' ~t or1.a del Stal;n.i.~T" n e-r 1tt
. "' r"enti· 1
Ibid 6
M • p, 78. Ed. del Mar Dulce, 21!- edic. Bs. As .. 19119. ltJ Ibid'' p. .
., p . 7.
m Z7J

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er que esta intervención det p . ndo a mil fililteoa con una ..
du~onoc t b fundada en ley?"H2 Ode,. t> .
cuuvo no es a a c.¡e, ~it1e 1 e lee en el Libro de loa 1 QUt3CldQ de n--
-Tomando a su cargo la ejec~ción parlatne
-MilO ., 1 ·
C""" rVac1on a 1magen 1tteraria
. Uecer• 1.. . En-vrou,
esta
11
del ministro Salina~, col]; motlvo ~e ·un inc¡ntalia obse ndo más allá de ~o que habr~va a .Sánchet
Sánchez Sorondo d1ce: Pe~o habta de inte~en~, SO~era tirado de las rtendas a IU 1 quendo ir 11
hombre que parece destgnado para d 1Jelli bU ~ era el Apóstol, naturalmente ocuencia: Yrt.
un u actuación pública, a propósito de t~~ertQr go~ era el asno; pero, sin dudae, ~1 doctor Sa.
en ass ..sí las más sencillas como las más 8 lQ¡ UD de los mil filisteos. ' e Orador era
col , ... , . . 1 om 1 .
cadas, las mas trtvt~ es .e o as mas etet>a 1' t. ,
com"¡· uno 1 . . .
t]n radica prmctptsta, ciego &ntiyrt
carca1·ada inextmgutble; un hombre dat, será gobernador de Jujuy di goyenista,·.
una . .. d d 1 h b ,
vivir en la Anttgue .a se e a na senalado co ~
- Qtte ~-
~~~ el doctor Benjamín Villatate l~~:adbo nacio-
encargado por los dtoses par~ mantener en l ~ ~· "Loa que · e...
..u d'ta'l\ la ¡>eraonatid4d
' -u.ga a uídd a
1rtgoyen:
dad la risa higiénica: me reftero al señor Mt'<l .Ctu. ' ,eño! y ngoy~, CTeen, unoa, que ae tratCl de
de Justicia e Instrucción P u, ' bl'tea, d octor Sal·
ntstro
hD"'bre 01'gcimcam~te ptrverao; otroa lo con~
El señor ministro, .que ha ·letd? con cierto pr~~~· fCI1\ un ecuo patol6g\Co, digno de toda la atención
cho los autores lattnos del Pettt Larousse; que:· del alienilta. N~ tomo en cuent4 a loa que lo pi~
nos había re~elado comodun culto: del estilo Pin~ 1 tc~n como un !te-roe, porque ~lea elogioS no~
toresco y como un pensa or agrestvo cuando em~ ciel c01'az6n nt. del cerebro, 1\no del estóm4go. Re.
tió su célebre frase: ccada escuela que se abre ~ome pues a aquelloa que lo eatudwn librea
un hospital que se derrumba• , y que probablem~ 4e 14 pasi6n., d!l inter.és o del odio, d~bo dectr que
te en su horror radical por el régimen l o extendía para mi, el aenor Y~~OJ#en no ea n' loco ni per- i
hasta el régi~n de las '1;"'eposiciones, se nos apa. ,erao: lino un se-r pnmthvo, poco evolucionado" 141.
reció en este mstante baJO una nuev a faz, bajo lQ
faz de con.stitucionalista y de penalista . .. " tu.
Todo lo que podían incubar de estéril y de m.
Afíadía el feroz jujeño lo siguiente: "Pero donde
c:ulmiM la mala eacuela que amenaza deatruir al
paú es en su último engendro: en don Hipólito
'
¡enioso las tardes de póker en el Círculo de A.r. 1 Yrigoyen, que, dígase lo que ae quiera, ea el poa·
aas, se derramaba por la boca elocuente de Sán. trer 'Vástago ae
la progenie de dictadores, cuttoa
141
thez Sorondo. Satirizaba al maestro provinciano ~ 11 bárbaros que principian CO'I\ el Gmerlll Roca" •
que con su deficiente gramática, acababa de ih· Mientras soporta impasiblemente este fuego or~­
traducir a la Universidad de Córdoba en los tiem· 1 torio Yrigoyen enfrenta perturbadores acontecl-
p~s modernos; el nombre de Salinas perdurará mien'tos que amenazan derribarlo del pode~. El 2
sin duda alguna cuando se haya perdido en el de diciembre de 1918 se produce un confhcto en
polvoriento olvido de los Diarios de Sesiones la el taller metalúrgico de Pedro Vasena (hoy Ta-
dialéctica sangrienta del opulento Senador. Vol· met) que empleaba alrededor de 2.500 obreros.
viendo su crítica del Ministro al Presidente agre- El conflicto revestía un carácter puramente ~:
gaba: "Es el Presidente de la R.epú.blica el único mlal de solidaridad con algunos obreros rlespedt
culpable: no hace sino seguir su polí.tica de mt· ' anteriormente por la empresa. Durante dtos
nosprecio del Poder Legislativo, pretendiend? ~· nas la situac16n se prolong~ sin, v~~nd:scrumi-
s;:;
nose~r nuestros fue,.os; apóstol, personaje b1bhco, r c¡ue Vasena emple6 un crectdo num. facult6 para
quenendo hacer cosas estupendas con instrum~· ros para quebrar la huelga, a llgaos qui
1 intentar im·
toa ordinarios, inspirándose acaso en aquel pasa]C vmarse. Los piquetes de bue • 1
ele las Sagradas Escrituras en que Sansón aparect
ltt lbld p M · ~ cfidado',
Ut Jbid. p. 30 ,.. Beniamtn vtllafafle. Y~ A1rtl. 1t21
Ul Ibfd'
., p. 31.• P. 13~ l!'.d. lloro, Tello 1 C{a.,
~~* m

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ada rn ás tarde en la Liga Patriótica Argen-
pedir 1 acceso al talle r d los crumtroa f forrn prc 8 id ida por un ve.jete movedizo y locua,.
. lrt8, . tr' ' i ...
e~tTcl'fll'fos a tiros. El 2 de e nero caían v~rl ueron ""~cho en orac10nea pa 10t cas, llamado Manuel
rldos, lo que obll~6 a Jos huelcrulst 811 a a 01 he- d Iés HT .
cer . prop1e. t anos
. d b
para su defensa. A partir del 7 de enero 7'arae r..os e arracaa y depósitos contra-
tlada la fábrica. Intervino la FORA, mientraue st. eban para ro~pehuelg~s a n.umerosos correntinos
Jo emoresa obtenía el apayo de los bomb 8 que t araguayos ~m trabaJo .. BaJo el temor de salir a
de p lauetes de soldados del escuadrón nolic~rfs Y
sii!Ilificativo que el 11bo¡zado de V asen a fue~ · F.a
la ~alle d~spues de .trabaJar en los días de huelga,
crunnros dorm~an en ~as barracas, entre los
105
sPnador radical nor EntrP Ríos, doctor Leo al el fardos de me~~adenas cons1gnadas. Ante el horror
Melo, futuro antioersonalista. po do y desesperaciOn de los patrones, los correntinos,
Crumiros y policías recibieron un valioso a xt en }as lar~as noches, d~scubrieron fardos conte-
liar Pn la represión QUe comenzó inmediatameu t • niendo cav1ar ruso Y caJones de champagne fran-
con la anarición de brilladas de asesinos volu~ e, cés, que paladearof! golo~mente, por primera y
rios oresididas nor el doctor Joaquín S . de Ancha. última vez en su v1da. As1 ocurrió en la Barraca
TPna, vásta.llo de una familia que el lector de esr:- Sido. Y de este modo inesperado, los hijos de las
obra :va conoce bien ; Anchorena había constituida orillas supieron por sí mismos por qué la oligar-
una denominada "Asociación del Trabajo", int: quía defendía tan ferozmente sus prerrogativas. En
Jn"Rda. como es natural, por .:rente que no había cuanto al Contraalmirante Domecq García, se
trabajado nunca v que recibía una subvención trata de un personaje bien curioso. Paraguayo de
patronal con el objeto de per~ellUir obreros hue). origen, impuso en la Arll}ada de los tiempos de
Jruístas. aterrorizar a la población y defender la Alvear los modales aristocráticos y el espíritu de
14
libertad del trabajo". El Secretario de esta ama- casta más tajante entre la oficialidad; el tratamien-
ble entidad era el doctor Atilio Dell'Oro Maini to de "señor", de norma entre los marinos, procede
más tarriP func;onario dP.l frauduJP.nt() ITP'"'P~ 1 .r, 1S: de este arribista galoneado; luego, en la década
to, en 1955 prohombre de la revolución libertadora, · infame participó en compañías marítimas de ca-
lue~o funcionario de la Unesco, una especie de Buró- pital extranjero,. que entablaron en su mom~nto
crata Magno. juicios contra el Estado. ¡Un verdadero patnota!
Un ex comisario de policía que participó en la
EN F.~ CENTRO NAVAL represión de la Seman~ . ~ágica, escribe lo ~i­
SE ORGANIZAN BANDAS guiente: "La Liga Patnotu:a del doctOT Carles,
en su origen, pareció responde': a honrados y e~­
El recuerdo, trá~co aún, de la rP.'lresión d~l clusivos propositos de com~~ttr a. ~os extre!'ltS-
Centenario movilizó a .su vez a otras fuerz~s anti- tas . .. y de tal creencia. par!eto part1~1par el mtsmo
obn-ra~. En el Centro Naval ñe la calle Córdoba gobierno radical, que no s~l~ autonzo al ~erso~at
Y Florida, un millar de "defensor~ dPl ortie'l" policial a integrar como afdtados a. esta L1ga, St!lo
entre. Jos que se encontraban los "niños bien" mb ue también permitió que. sus seceton~s (se ref¡e-
parámtos de la sociedad argentina fueron entre- q ciones de 1a L1ga) se reumeran en las
re a la~ sec . . " u a. La policía procedió a
~'::.d por 1," " v~Jientes cont_raalmi'rant~ Domecq f'espectlva~ comu~nas ·. .
lecci / 1 Y O Connor con el fin de dar una buena reprimir la huelga con un salvaJismo que solo en-
COn :~ a 101J "rusos", a los. que se identifieaba G"--ia, EntTe Yrigo11en e Ingenieros, un
lan@!r" ~unismo del mismo origen v a Jos "cata-. HT Delia hWona argentina contempQTánea, p . 69
dP tT' ciÓn que debían eer todos indudablemente. ~odio .d~ 14 uenos Aires, 1957. '
Ed. Mendion, ~n Romariz. La SemaM Trágica, p. 1'll•
..~:~ anarquista. Además' se constftuv6 UD
Hl J t:R ~ B _ 01 Aires. 1952. ·
doaa ld~~~ ~~~enttnldad'~ qu~ enrtendr6 la pia- Ed. Hemi!feno, u.... .
nnar una guardia cívica"• tra~ "!77
276

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contraba precedentes en 1
lagos del Centenario Est~s a~?ntecbnientc>a anifestación marcha hacia la e~-
desempeñar un papel. objeti:c ~tud Policial dltt6,. ' a enor~e m rocede al sepelio, un batallon
\l1l ·ta Mtentras se P d varios muertos
las tentativas oligárquicas d~ de g~an Valor ebft . csrt . bre el grupo, cayen o . 1 fá-
dente Yrigoyen aprovechand ¡rr•bar al ¿~ díspara ·~~o cementerio. Los comerclOs ~ as 1'
dros. policiales se encontraba~
Presidente. A raíz de un
d'
caos. Los';.,~­
Isgustados co ~....
' en el m .l n sus uertas. La ciudad -esta para 1-
brdicaas s~er;;tregan pametralladoras a los soldados
estibadores del Puerto de r:rcar~lizado Porn1el ~
, .J
. '
infantena. 1 la cabe-
de Seguridad de Caballería lo Pita}, la Guard?a . ae anarquistas a su vez, se co ocan a ,
con su yiolencia habitual; hiri~n~~bia atropellad~ ' LJ:1 movimient~ e intentan impul.sa~lo .~as .;;1á
los rnamfestantes. 11Enterado el pre ~algunos de za sus límites. En un boletín del d1ano . a. o-
yen .~e esa incidencia, dispuso la i~ ent!? Yrigo- t de ta" ue lanza a la calle sus edicion~s ~otidianas,
penston de sus funciones del oficial a medtata IUa. : testre f3.000 y 15.000 ejemplares ~tanos, puede
fuer.zas, al qtte ordenó se le a lic cargo de laa f:erse lo siguiente: " El pueblo esta para la Re-
casttgo disciplinario. Estas enérgi~as %a d'lfd severo volución. Lo ha demostrado ayer al hacer causa
tadCl$ por el President.? Yrigoyen en e t asad<»>- ¡ común con los huelguistas de .los talleres ~asena.
derec~os obreros, por lo sorprendente;~s~uar~o de El trabajo se paralizó en la cw.da~ ~ b?rnos su-
·p_r,odlt7cro'!'! estupor y desconcierto e'l l~n~tta.daa ' burbanos. Ni un solo proletario tratcto.no la C<;IUS!l
·cto~, <:LYOS componentes, acostumbrados a lonstttu- de sus h ermanos de dolor. Entre los dwersos tnct-
-cedtmtentos expeditivos con los huel · t 1 pro- dentes de sarrollados en la tarde de ay~T! ctta~os
com t . · guts as laa , los que siguen: El auto del jefe de po!tcta fue tn-
~n ~ro~ con acntud 11 severidad", escribe el cendiado en San Juan y 24 de Novtem b .. e. Los
comJsariC\ omariz 14e. La brutalidad policial la taUeres Vasena fueron incendiados por la muche-
S.~mana de Enero debía. encontrar al~na ex~Üca­ 1 dmnbre. En la manifesta.ción a la Chacarita fue de-
cion E'n el he~h? mencionado anteriormente. sarmado tm oficial de policía . . . En San Juan y
Los acl)?tecJmJentos se sucedieron vertiginosa- Matheu fue asaltada y desvalijada una armería.
mente. Mientras la FORA y los anarquistas de- En Perú y Cochabamba se levantó .una harri.
c~ar~ban la huelga general revolucionaria, los cada con tran·vías y carros dados vuelta, ayudando
ti.roteos Pbrazaban bien pronto toda lA ciudad. El a los obreros quínoe marinos. En Boedo y Carlor
p1q~ete de tropas que custodiaba la fábrica inter- Calvo fue asaltada otra armería . . . Los manife-.
vema contra los huelguistat a tiros de máuser· los tantes obligaron a las ambulancias de la Asisten-
obreros a su vez, arroiahan léltas d~ n~fta ('r¡~t.ra cia Pública a llevar banderita roja . . . A la tarde
las PUPrtas del establecimiE>nto tratando de in- fueron quemados completamente dos coches de la
cendiar!(). «El tiroteo se inten~ifica en toda la compañía Lacroze. Se arrojaron los cables al suelo.
ciudad. Lrr. gente asalta lns armerías para provetT~ Aquí también un soldado colaboro con el pueblo,
se d~ me~ios de d~fensa" 11111• Ante la gravedad de después de tirar la chaquetilla. . . Por la calle
la situación, el Mmistro de GuPrrA Ol)'l "!1 nirHo Riv adavia el pu.eblo marcha armano r:on revól"e•
González, se hace cargo de la Jefat~ra de Policía res, escopetas y máuseres. En Cochabamba y Rio.
de la <;:mital. El ti.tular de esa re.,artición, general ja fu e volcada una chata cargada de mercaderíM
Dellepume, es designado por el Presidente Yrigo- 11 repartida entre el pueblo ... En las calles Saft
yen Gobernador Militar de la ciudad. El 9 de Juan y 24 ,de Noviem~re. un qrupo. de .obreros attJ16
enero lns organizaciones obrel'as se disponen a e incendio el automovil del conusano de la sec-
sepultar los restos de cuatro víctimas caídas bajo ción 20 . . . La policía tira con balas dum-dum,
el plomo policial. Precedida por banderas rojas. Buenos Aires se ha convertido en un campo de
uo lbfd. batalla" 151 •
uo Oddone, ob. e1t., p. 289. 1~1 SantiUán, LA FORA, ob. cit., p . 258.

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LA OLIGARQUIA ORGANIZA rincipio sin. hallar signo•
"Poc~o buru y Azcu~nag6i:Sl :alvo la presencia e~ puer-
Los_patriotas entraroh en a . , l.fSO> ' patentes d~ dtSt~r gn~pos de hombres, muJer~:. SI
segurtdad de infantería entrcct?n. La gua . tas y esqum~s e ectante Fue al llegar a Ul-
!
Y proyectiles a los jóvenes : 1 0 revólver:~' ~ niños en actttud er l Fac~ltad de Medicina, que
en el nuevo deporte de mata gantes, ext 1.Cott monte, a la altur~ el a podría denominarse el
pechable fuente citada el co r . ob~eros. La~ 'doe tocó presenctar o que .
'b
Cf~ .e:
"L a COn d UCta del ' doctor C R, Otnariz
mtsano ltlsoa: ' f7l~ o rom en la Argentma.
pnmer p g ll rdían piras formadas coft
aftltados a su entidad fue e 'd artes y d • e.. En medio de la . e~ e a los cuales podían re-
tó vt entement e loa
Y s~ pres . en muchas oportunidade e e9uívacu libros y trastos vte]OS, en~~~os enseres domésticos,
razon o stn ella, a que se les ere s, no se si e conocerse stllas!l me~as by tétricamente la noche
los obr.eros, empeñados en destruyera Por P«rte ~ y las llamas t umma an d 1 ostros de
saboL ear sus hue 1gas, atacar a sus tr sus org
d ' o «ntsm04. Ye
destacando con rojizo resplan or o~ r Me abrí
r~n. o no izquierdistas" 1:12 . Un hon:~gentes, fUe~ ot d gesticulante Y <lstremectda. , .
una mult t u pasos de allt se
reg.tmen, don Estanislao S. Zeballos, a~e del yiej0 camino y pude ver que a pocos . o . . ,
Yngoyen, censura, sin embargo "el es ~er~ano de luchaba dentro Y . fuera de los edtft~tos. l~q~~T\ ~
los sportmen que se lanzaron a las e {¡ ctacuto de su e ue se trataba de un comerctante JtL t':> a
P q b de hacer propaganda co1n:t~msta.
de noble patriotismo, a realizar la defaenes, m~vidoa que se cu1pa a l asttgo ~e
L os a busos a que estos hechos se prest sa soctal Me pareció sin embargo, que eL crue e .
o·· hacía exte.,{sivo a otros hogares hebreos. E_l rutdo
partes, han tenido también lugar ent:: en todQ, de muebles y cajones vioLentamente arroJados a
o

donde la propiedad y las personas han sunf~sotroa, la calle se mezcLaban con gritos de cmueran. lo•
jaciones injustificadas" m . Las bandas d rtdlo ve. judíos, 'mueran. Los maxí~a~istas•. De tanto ~"
. , t '
n a11a pat no tca y patronal se lanzaron los d' 8 e a ca
tanto pasaban a mi vera vt.e]OS, barbudos y ,muJe-
Y. 9 a . atacar lo.s barrios _j~díos de la ciudad. iE:an res desgreñadas. Nun~a olvtdare el rostro cardeno
hberales,_ democratas o_llgarq~ic?s del Barrio Nor. y la mirada suplicante de uno de ellos al que arras-
te, los. m1smos que seran anttyrtgoyenistas y anti· traban un par de mozalbetes, así como. ~1 de ~"
pero~ustas, los _ q ue realizaron el primer pogrom en' niño sollozante que se aferraba a la vte]a levtta
la v1da argentma! negra ya desgarrada, de otro de aquellos pobres
l.!~ testigo nacionalista describe la escena: "Pro. , diabl~s. Aparté, no sin. repugnancia, mi mirada
du3eronse manifestaciones bajo la advocación de ' de aquel cuadro chocante, pero fue solamente para
la enseña patria, y grupos de vecinos y de jóvenes fijarla en otros del mismo jaez, pues el disturbio
voluntarios se dieion a la tarea de promover 14 provoaado por el' ataque a los negocios .y hogarea
ap~~tura .de los comercios y el restablecimiento del
hebreos se había propagado a varias manzanas a
traftco. Uno de los hombres que supieron aunar, la redonda" 15•.
.en aquellos momentos, voluntades y esfuerzos, fut Tal es el origen del nacionalismo oligárquico
Manuel Carlés, prestigioso ya por su actuaciÓft formado por los contraalmirantes en el Centro
parlamentaria y BtLS elevadas dotes de jurista Y Naval de la calle Florida para matar obreros y
orador: Agrupóse, a su. alrededor, una falange de judíos. Es muy instructivo ese origen a la luz
argentmos entusiastas que llevarían luego et nom- de la Argentina contemporánea. En esos momen-
bre de L~ga Pa.t riótica Argentina . . . Oí decir que tos críticos Yrigoyen envió a parlamentar al Jefe
e!t~~an. omcendiando el barrio judío y hacia al~ de Policía, Elpidio González, con los huelguistas de
d1ng1 mu pasos. Caminé por las calles Junín, Un- la casa Vasena. El estado de exasperación era
de tal naturaleza que los huelguistas incendiaron
10 Romariz. b ·
151 K.amo ' O • • Clt., p . 171. lM Carulla, ob. cit., p, 111.
la, ob. c1t., p. 71.
280 Zftl

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el auto de Elpidio Gonzilez en eu a.m lían la naturaleza del
provocador.e s patronales y patrlot ;:,re:sencia. to , oeas16n al vuelo y . p n e !sodios de guerra
los a'!arquJstas de la FORA advierte~ Pululabrttt~ ' JJ nfllcto hasta convertlr~ri!s i~lesías barricadas
e>rtranas se mueven con fin 8 lnconf que l'l'\an 0~ co i1 con asaltos a armd llamando ~ la Revolu-
Ministro del Interior cita a la Casa de ables . . t¡ . ciVuna profusa propa~:n ;olíticos de la oligarquía,
a los delegados obreros y a Vasena E Go?lcrn0 ~6n Social. Los . a gen s una cuña venenosa en
acepta la proposición de la FORA. El 8 ~. Ultilllo P ·ntervJenen como .
, • su vef~~ento multiplicando el caos, reahza'?b.o
d
compromete a ordenar la libertad de ~o Jerno se el rn?v antij~díos gangrenando así toda posJ 1-
dos, conceder la libertad a todos los ob08 deten¡. , pagro~! acuerdo ~on el gobierno. Yrigoy~n, por
denados con anterioridad al movimiento reros con.
su prescindencia en el conflicto maríti~antener Udat do intenta negociar con los huelgutstas Ly
su aVa;ena mientras los tiroteos se pr~pagan . a
tomar represalias con los obreros y empl 0d Y no con , D · le senala e 1 es-
Estado que actuaron en la huelga m. ea os del oligarqula rodea_ a ~-11 ep1a~e ,''(
ctáculo de "disolucwn social . .
peAl permanecer Dellepiane l~al al presidente
CONCLUYE LA HUELGA GENERAL \ constitucional y al presionar Yngoyen a Vasena a
, ceptar el pliego de reivindicaciones obreras, 1~
1
La huelga general se levanta el 13 de ' FORA se ve obli~ada a levant_a~ la. _huel~a PP.~e
después que los delegados de la FORA convenero, 1 ral· el acuerdo descoja de justlficacion al confhc-
· h.1st or1an .
. d o e1 ongen ersan
con Y rtgoyen de la huel ; to.' Yrigoyen adoptará. al .~oncluir la~ sini~stra~
general en todas sus etapas. 1.500 pr~os recu ga jornadas la misma abstencwn y negativa a mv.e s
ran su libertad, se retiran las tropas de la Caph~ tigar a s'us responsables que distin~uirá su acc1ón
y se reabren los locales obreros. El esc-ritor rad· ' en los sucesos de la Patagonia. El santo hombre
cal Félix Luna estima los muertos en 60 ó 65 civt no quiere culpables sino extender un piadoso velo
les 'f 4 de las fuerzas arf!l,adas. El comisario Ro- de olvido.
manz hace una evaluac1on semejante; Oddone
calcula alrededor de 700 muertos. ,1 MASACRE EN LA PATAGONIA INGLESA
El general Dellepiane declarará posteriormente '
"En esa oportunid<ld, enemigos del Presidente EntrP. 1921 y 1922 nbreros rur'iliO!s d~ S:~nta ~ruz
Yrígoyen me pidiero.n intentara su derrocamien- formularon reclamaciones gremiales en relación a
to" 1 ¡111 • Una interpretación ecuánime de los acon- sus ccndiciones de trabaio: se ocuparon al~tmas
tecimientos de la Semana Trágica aconseja valo- . estancias sin mayores consecuencias. El teniente
1
rar estos hechos: un simple conflicto gremial se coronel Varela negoció con los obreros y llegó a
transforma, por la provocación de Vasena que un acuerdo provisional. "A fines de 1921 ocurrió
contrata crumiros armados, en una serie de inci- que el precio de l'a lana bajÓ verticalmente, y las
dentes sangrientos. La policía, educada en la es- empresas se encontraron con gran stock almace-
cuela de Figueroa Alcorta y de los escuadrones nado y la próxima esquila casi encima. Para evi-
cosacos, despechada por las sanciones disciplinarias tarla provocaron ellas mismas un alzamiento obre-
impuestas en su seno por el presidente Yrigoyen ro, haciendo detener algunos dirigentes sindicales
~o tiempo ante.s, acentúa la represión. Los anar- 11 enviando agentes que consiguieron levantar
quistas, que domman el movimiento obrero, toman nuevamente en armas a los trabajadores previa
formación de sus guardias blanccu. Los ob-reros
1111
Marotta, ob. cit., p . 244. organizaron un verdadero ejército· y ocuparon va-
lM Nicoláa Babini, Ene1"o de 1919 Los hechos y 101 f'i4s estancias con la misma moderación que en la
bombr~ en la Semana Trimca p 60 Ed SEPA Bue· anterior oportunidad: se hacían firmar recibos por
noa Aires, li58. •· ' · ' · ' laa reses que ~onsumían y por loa prOductos de
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a~macén que tomaban. Un esta . e tratcl tan sólo,
dUld_o, se supo más tarde ue bleet~iento . fa se volvia decisivo. ~~~~t: en la bibl!ogra-
dueno -un inglés, Paters~n-l~a~~bt.a lido ~ , qurno se argumenta reguYrigoyen no deseó lnves-
gos~ .s eguro .. . Muchos pequeños cobrar "n .11&
GdJnneron a la huelga por const.d erarla propietar·
f{. del género, d~eq~e Patagonia porque "no que-
. toa l14.
1
. r la masacre . , 't ,
tlga conflictos con el e,erc\ o . .
Ante esta situación, la Sociedad R J"ata•• 11: ría :, d.10 1 orden de envtar dos
Cruz obtuvo la ayuda de dos re . . ural de s · Nunca se supo quten , a hubut De todos mo-
llería para reprimir el movim~~lentos de c!btt regimientos de caballena a C dei Teniente Co-
~o~onel Varela ganó mereddamen~· El Tenien~ dos, la responsabil!da~ pe:sfnak· embarjlO, pese
htena de la Patagonia" · declaró 1 ~ su fama d ronel Varela era tndtscut~~ e. m e agotaban allí
el territorio, dictó una ~esoluc 1· 0· na Y marcial e~ a la gravedad de la cuestiOn, no s 1 Sociedad
cu~ 1quter person.a a quien se pillase a VlrtUd las responsabilidades del caso. Eral ~ra los es-
" · en cuy . n
e~~~.a sena fust Lada sin foTmalidad con arma, Rural de Santa Cruz, 0 en .otra pa !nti~os de la
dmglO personalmente la represión e algu114" y tancieros ingleses Y anglo-chtl3~o-a~; quienes de-
obreros fueron eje~utados sin for~aci~~tenares d~ Patagonia, verdade~os a~os e ~ ' ados Era la
muchos de ellos fueron obligados a e de cauaa. bían ser asimismo mvesbgados Y JUZg b · . 1
~osa, y luego incinerados los cadáve~~:r ~u prop~ 1 clase ganadera y terrateniente ovina y ovm~ a
nadon de La Y egua Quemada ho ¡1 n el ca. ue iría a estar en el banquillo de los acu~a os.
cañadón de Los ~uertos, se ~nco~trar~mado el ÍT::-bia que desnudar de un solo golp~, d~spues del
centenares de cadaveres: "Las empresa n luego baño de sangre, el carácter extraternt onal. de a~e
vecharon ,
' ozaban y de que gozan en el s~ los l~bfundtos
- para .liquidar . de esta suerte as ·peone
· · apro.
3 .. fnmPn!';os en esa Irlanda Argentma. Alh se detu-
P equenos proptetartos a quienes debían d. •
cuyos ?amp~s ambicionaban. Además, ab~~~~~: , vo Yrigoyen.
los rectbos ftrmados . , por los obreros para hacerse
Pagar por la N actan 1os supuestos daños causado JOSE INGENIEROS E YRIGOYEN
por la huelga" •~s. •
Sin embargo, es sugerente consilmar para un·a
El j?ez federal. d~ Río Gallegos, doctor Ismael meior comprensión de sus ambigüedades nolíticas.
P . V1?as, ~ntrev1sto personalmente a Yrigoyen y al mismo tiempo de la independencia de crite-
para mducJ..rlo a que realizara una investigación rio con aue se desplazaba en ese período tor-
a fondo y adoptara las medidas correspondien- mentoso de la vida nacional, el episodio de s~s
tes ~~~~. El Presidente permaneció inconmovible. .El relaciones con José Ingenieros. En abril de 1919
Apostol del Credo, el Monje Laico de la Causa con Yrif!oyen, por intermedio dP. un amigo personal,
sus ~jos glaucos, como lo ve Caballero, y su fren- ' el inf!eniero Clans. invitó a Ingenieros a entrevis-
te mm.bada ,de pr?fusos vapores místicos, según tarse' con él. Habían transcurrido muy pocos me-
la ha~10graf1a radtcal, no dio un solo paso pan ses d~ la semana trágica y estaban vivas todas
inve~bgar y castigar a los criminales. El Santo las nasiones aue los san~ientos incidentes habían
Varan no. era un demente, como argüía .la pérfida desnert3do. Por lo demás, J osé Ingenieros. des-
prensa ohg~~quica, o un místico, según sus fieles. vinC'ulado del Partido Socialista desde 1906, no
E;a un pohbco de un descarnado realismo; cono- había ocultado sus cálidas simpatías hacia la Re-
cta exactame~te el punto preciso más allá del cual 1 volución RusP. Fn !;U confe-rencia del Teatro 1'1u~­
su enfrentamtento con el ejército 0 con la aligar· vo sohrP. t>l "Sii!Tlific~ño h istórico del rnovimiP.nto
maximalista" había dedar::~~n su adhesión Pl ré-
liT Luna b 't
118 Ibid. ' O • Cl ., p . 258. ~men social instaurado rPcientemPnte en Rm;ia .
1. . Ibid. El escándalo aue esta sonada conferencia ocasionó
21S
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-
entre los círculos católicos y conse
ducción bajo el contratar de 1al tNb
muy considerable; el nombre de Inge~adorea fq porte Y de cl;~es téc,;_icas. Sé~timo, co!ltralor del
en esos días mezclado con el de loa .. eros
internacionales que la derecha del ra:gitadol'ea"
eorr: attas ~ap~conómico sobre tas tmportacwnes Y 1.41
conseJO . es Noveno reanudación de la! rela.-
toda la prensa oligárquica conslderab lCali~rno ) e,;portac~~áticas e~ la R~públictt Socialist4
ponsables de la Semana Trágica. a corno ~ ciones dd~nuncia de la adhesión ~ la Liga ~e ~
Rt.L 8'!' Y s constituida por [o~ g~bternos captt~l~­
Es en tales circunstancias que el Presid . ¡.¡acton:e ·mo suspensión provtsorta de los servteWI
goyen desea celebrar una conversación ente 'i11. tas. De~ p-úblicas al capitalismo extranjero, rea.-
mible agitador "para pedirle -dice el cion el~ de deu. -~s de ta doctrina Drago contra el cobro
Claps en su entrevista con Ingenieros- u ng~niero firrnactlo. vo de las deudas y 'adhesión a ta doctrina
mación concreta sobre el movimiento ob~a tnfOr.
c~Phu · sobre extinción . de tas mismas. Undé-
5
se agitaba en el pais . . . conocida la ori:r~ q14e
del movimiento, deseaba pedir . . . sus pu nt ~
c.htC0 enn ' ·
utilización de todos los tecmcos mt·zt.·ta~es 11
vista, para determinar medidas de gobier~001 de c1m ', en obras favorables al desenvolvtmtento
11 ava~es , t • , 162
dientes a satisfacer las demandas obreras t~ económico del pueb1o argen mo .
formar el espíritu de la legislación a las con 111/01&.
sociales que se estaban gestando en el muJo'~ EL VETO A LA CONSTITUCION
Ingenieros señaló al ingeniero Claps que crefa ~ LAICA EN SANTA FE
prudente ~abiar con Yrigoyen, "pues se sabric¡
aería en IU exclusivo perjuicio, dada la atm6af V Estas consultas de Yrigoyen con Ingenieros no
de cextremilta• que me habían formado ¡08 cl:, le impidieron, en 1921, ~ar otra. m1;1estra de bene-
ricales y conservadores" tu. volencia hacia la jerarquta ec~estásbca de 1~ Iglesia
Entre las 'o piniones que habría formulado Inge. Católica con motivo de elegtrse democráticamen-
nieros a .la consulta de Yrigoyen y que luego dJo te en la· provincia de Santa Fe una Conven-
a conocer en una carta publicada en "La Vanguar ción Reformadora de la Constitución que sanciona
dia", desmintiendo infundios del maligno órgan~ una Carta nueva. En su articulado se establncía.n
socialista, figuraban las siguientes: "Primero po. los derechos cívicos de la mujer, electora y elegi-
nerae en favor de la clase obrera, renunciando 1 ble para los cargos municipales, organizaba de~o­
toda pretensión de favorecer al miS"mo tiempo a lot cráticamente las administraciones de los mumci-
C?pitalistas extranjeros y a los trabajadores argefto pios, establecía la jornada lie ocho horas, suprimía
ttnos. Segundo, ·destituir de su Ministerio a todoa el juramento religioso al tomar s~ ~argo el Go-
loa que no tengan esas ideas y defiendan al capi- bernador y Vicegobernador y ~ro~1b1a que la ~­
talismo acaparador. Tercero, clausurar el Senado gislatura dictara leyes que restrmg1eran o prote~te­
y_la Cámara de Dip~tadosJ. que desde hace muchol ran culto alguno. Es una Constitución Laic:.. Yrigo-
a!'lol obstruyeron sutem4ticamente toda legialoo yen le envía un telegrama al ~obernado~. de la pro-
etón favorable a los trabajadores, reemplazando vincia doctor Mosca donde. af1rma que las lucha3
eaos cuerpos pOT un Consejo Económico por el u- religi~sas que dividieron a la Humanidad p~e­
tilo del que ha publicado y proyectado el 1enador necen ya a una época remota . .. renovar~ ~lBCU­
Del Valle Iberlucea. Cuarto. Intervenir de inme- sión podría parecer inusitado: . . Ha contnhutdo al
diato todas las subsistencias de primera necelidad ' bienestar del pueblo argentino no verse hondo-
(c~eale~, c~me, azúcar, vivienda, etc.). Sezto, mente dividido por causas de eata indole. .. . Lcu
nact0!\(1bzaci6n progreliva de loa medioa de trtftl" leyes no generan ni e.%tingu.~ ~ ~e~ m
lai almas, y entre tanto la pubbca ducunón de
~: ~:r'a. ob. cit., p. 105.
1U lbid.

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IUa postulados 'IJ
nfsmos . . . , tea. El ~;ecepto3 crea !ie
% en 1918· las de Francia, bajan del 9 % al
~ador Mosca da a Pttb~i~i~;osto de I~t>re antn ?
tl 1 ~ 17 % de' las importaciones alemanas desa-
dN o se reconoce valor al d un decret 7 e} ~o"~" 4% 'C: por completo hacia el fin de la guerra. Por
?S .nor la ConvP.nci , guno. a loa o en e) ~­ par~ntrario aúmentan las importaciones de Esta-
nortdad a la fecha on constttuyentactoa reQfU'l el e Unidos.' El bloqueo marítimo establecía una
dato" te• p en oue . . ~ con 1~o.
"'L . or su parte el Ob: term,tn6 Potte do~ralla protectora como no la habían soñado nun-
os. artículos de la ref Ispo Bonne au ~~ ~ los industriales del país, en su mayor parte
c~t6ltco, so~ nulos, de ins~;~~· relativos oa~clara· extranjeros, por lo demás. No sólo se desarrolla
e veto del Poder Ejecutivo" a~ nulidad CQ't cuzt~ una industria de combustible veg~tal! a falta d~l
la. Convención doctor Ma · El Pre8'1...,dent0 Bin carbón ir.glés, sino que aparecen fabncas de a.cei-
.,
l 1ac1on . nuel J """
radical, declara. «L · .:vtenchaca de de te, tallert::s metalúrgicos, establecimientos textiles,
nos Aires, donde se ~ee q~r;Slon viene_de fi. B fábricas de vidrio. Según un cálculo de Bunge, ~1
damos con taparrabos '1/ os santafesino tte. aumento de capital patrimonial de la industria
como ·algunos altos funcion~~';;~sdetlan iQnór~n~:; creció en un 17,5 %; y en un 22,5 % en caso de
agregarse los nuevos establecimientos. El personal
En . Psta actitud violatoria de u gobterno'' lte. empleado aumenta en un 25 % m.
cons~lt~yente y soberana no actu ,n~ <;onvención La industria siderúrgica uproducía gran parte
convtcct0nes reli~osas Era 0
. rtgoyen Por
de los artículos de ferretería y maquinaria agrí-
,
pero h 9 b ta · un antJ~
echado sus cuentas sob ? masón· cola que se introducían del extranjero por valor
cia polític~ de la jerarquía cat T re 1a Itnnortan~ de 400 millones de pesos" 188• El enorme impulso
No tomaría la iniciAtiva de la e~~~~ en la m.a~eria. que la guerra imprime a las actividades internas
aceptaba la tra.dición como vent'a np~nza rehmosa: de un país clásicamente orientado hacia el comer-
· · · t tva
1a mtcJa • de modernizar la ·1 ero · rech. , a1.a· h.:¡ cio exterior, proporcionaba una ancha base para
r ~a1 actitud
. eg~s1a"JI)n
tuvo frente a un prove t ~ d ~ 1v 11· consolidar despues del conflicto lo obtenido. Pero
ClO. Era un empírico. Su Prosa verd~~ e dJvor. Yrigoyen permanece indüerente ante los peligros
e~ sus actos. Su prosa litP.raria y semi~~st~~ l~e de una competencia renovada después de 1918 por
las viejas potencias industriales. Ocurrirá lo pre-
a an?onaba a. la sátira oligárquica mientra a .a visible. Gran parte de las industrias nacidas du-
seguta su cammo. ' s e1
rante la guerra cerrarán sus puertas; otras redu-
cirán su producción. "En cuanto las circunstancias
LA INDUSTRIA Y LA GUERRA adversas dejan de actuar -dice Ortiz- la indus-
tria europea retoma sus posiciones y ello se tra-
. El estan~iero Yrigoyen· no ha percibido los cu- duce por un decrecimiento experimentado por las
r~os?s fenomenos que originaba la .~erra impe- industrias típicamente nacionales" 1" .
rtahsta en la economía ar~entina. Si la crisis de Se abre la aduana a los aceites de España e Ita-
187~· Y la,_crisis del 90 se habían traducido en ne- lia a los tejidos británicos, a las manufacturas
n~rla para el sector agrario. el desarrollo indus- eu:i-opeas en general. Ingresa nuevamente libre
tnal encontró en ellas su más enér~?ico resorte. La de derechos la maquinaria agrícola, y se gravan
guerra d~ 1914 ooeró prodi~os en la materia. Las los elementos necesarios para la industria nacio-
importactonP.s oro~edentes de Gran Bretaña, oue nal que produce esas maquinarias. Los industria-
alcanzaban al 34% del total, en 1914, descienden les se convierten en importadores.
lii"Esteban F . Rondanina, Liheralismo. masonería Y teT Ort.iz ob. eil, p. 213, T~o. n. .
.c»cialbmo, p. 267, Ed. I.ibera, Buenos Aires, 1965. 1u Eduahto B. Astesano, Htstona de la I~ependen­
lit Ibid. cia econ61.k4 p. 258, Ed. El Ateneo, Buenoa Aires, 1949.
JU Ib[d.
1w Ortiz. ob. cit., P· 218.
l . . Ibld.

• 289
281

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( EL HOMBRE DE PARIS

~~ aproximarse el fin d Alvear en el Gobierno Yrigoyen tranquilizaba el


cahsmo de todas las rov~ s.u mandato
de conjeturas. ¿Quién ;e melas es un el !'ad¡
il_l~scrutable? A lo largor~ el ~ucesor de~erv¡der~
ís después de su tormentoso período. _Alvear
~~m o presidente haría olvidar duran.te anos .q~e
Yrigoyen había gobernado; las hendas, qUlzas,
c1on del Parlamento ha .~ se1s años la caudilla cicatrizarían. A may.o r abund~mie~to, Alvear .era
conserva siempre el Sen 1 o cambiando co~Poa¡. un favorito del partido o, meJor d1cho, de Yngo-
ra.dicales contra 17 oposi:O~o )hostil (7 ~e~1 dbien yen que había pasado casi toda su vida en Europa
Diputados ya hay 90 ban es en la Ci. ... a ore8 goz~ndo de la bella época y enterándo~e por co-
. eas rad · -·,ara d rrespondencia de las vicisitudes del pa1s. Era un
opositoras: 26 conservadore 20 leales cont e
gresistas, 11 socialistas y 10 :~d · demócratasra 67 ¡¡francesado, heredero de un nombre histórico Y
radicalismo ha extendido su ~1es d~sidente Pr~ de varias estancias. No había un radical que lo
l~s provincias excepto Córdoba uenc1a ~n t~~ siguiera; carecía de dotes de organizador y de J;lre-
dilección por la cocina política en la que Yrlgo-
Sm duda, la futura presidencia ~ Coi!Ientes t'lt yen era un artesano eximio. Era un calavera ~ un
n~dor Leopoldo Melo, que serásera radical. El se,:
p1rador del antipersonalismo y muy Pronto 1na. haragán. No había trabajado nunca ; le hastiaba
núcleo "azul" del radicalismo que pertenecía al la política menuda. Cliente de la Opera, era un
dandy de la vida social. Al margen de las intrigas
algunos sectores como candida:toera POstulado _por partidarias Alvear gozaba en París de la Emba-
goren. ~ero todavía se reiterabaa :~ceder ~ Yn. jada que le había brindado su ·amigo Hipólito. Aho-
yr1goyemstas la amarga profecía los cu·culos ra iría a premiar· su lealtad personal y sus dotes
ant~s de morir el caudillo Lencinas·q·~ formulara de caballero con la Presidencia de la República.
radteal de la mesa serv ida y de ~ l o~tor Melo,
usted no será Presidente" 1 Tt Ot g ona barata, Era un préstamo, en cierto modo. Tácitamente
cales. postulaban el nombre del dos t gruGos radi. se suponía que por lo menos no iba a hacer obje--
ciones serias en la hora de las devoluciones. Mien-
Sa,guler, o del Mini~tro del Interio;:ce~rdoc~R'!~ tras tanto, Yrigoyen tomaba sus precauciones y
n;t~>n ~OJ?ez,. a qu1e!l alternativamente la ·• establecía un reaseguro: el vicepresidente sería
c1on oligarqu1ca, segun las circunstancias 11a0 POSlba Elpidio González, un hombre opaco, h ipnotizado
"el doctor G'omez" o " e1 tuerto Gómez" As' • ma· por el caudillo, diligente y modesto, que vigilaría
~e crndidatur~ ~e~ doctor Honorio Pue:~~ desde la Presidencia del Senado los intereses del
b' anzada, sm eXJto. Era un mitrista que le ha- movimiento. Por lo demás, el partido estaba ins-
la. P~do el doctor Udaondo a Yrigoyen frase talado en el poder. Alvear sería el firmante de
atribwda al caudillo. ' los decretos y el poseedor de las insignias forma-
Yrigoy ung
La últ'
palabr~! sin dud~, iba a pronunciarla
vear ;n. u elecc10n recayo en Marcelo de Al·
les de la Primera Magistratura. Todo ocurrió como
lo había supuesto Yrigoyen. El agr::tciado aceptó
Pcidact del , ~os los ~echos que prueban la JI• desde París la sorprendente candidatura. La
campaña se desar rolló en calma perfecta, de ma-
muy coJ'::~1ca. de Yr1goyen esta designación es nera simbólica. El 2 de abril de 1922 las e~ eccio­
calúm0 ratJva. Alvear integraba en el radi· nes ar rojaban los siguientes resultados: Alvear
Yrig uno de ~os términos de la dualidad que obtenía 450.000 sufra¡zios sobre 200.000 d~ la Con-
volu:?ó~ z!c~alm~entó superar: oligarquía y re- centración Nacional, 73.000 del Partido Demócrata
migas de loa r d: u nombre otorgaba a los ene-- Progresista, y 73.000 del Partido Socialista 172 • El
a Jea1es seis años de descanso. Con 12 de octubre de 1922 "La Nación" de los Mitre
ne 1.u.na · resumía su balance del gobierno de Yrigoyen: "Se
m JbJd. ' ob. cit., P. 355.
m E~bepareborda, ob. cit., p . 21.

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entregó en cuerpo y alm
Zas masas menos educad a a cultivar el
ca, e_n desmedro y con exa~ e~. la Vida d favor d IN DICE
pecttVa de las zonas su ~~tfston delibera eTnocrat~
de ~u propio partido . y ~u no¡es de la 80~~ Y de1•
soctales, con el únic~ obje~i endtro de otratedad ti
votos . .. " La gentil trib vo e la con '· cZaaea
~ond~nando "estos conn u~!! de doctrina Qutsta de
tnfenores" "L p u tos con la• concluí~
. . . · a rensa" de 1 " mult't ...
~'!- JUicio: "Desgraciadament os Paz no dife;.Udea
terno marcó una evolución e este periodo ia en ¡f'{Í'RODUCCION AL SIGLO . .. .. .. . . . . . .. 9
la ev.olución progresista qu :e~~~siva, dentre go. El reparto de las Colonias, 10. Las rivalidades
de Sa_enz Peña". En cuanto ~~ tntcto la presideo ~e imperialistas, 12. De Hobson a Lenin, 14. lA
premiado merecía otro . . . doctor Alvear nc!G fonnación del capital financiero, 17. Los Esta-
ción" en ~u editorial del J1~I~o ~el. diario "L~ f~¡z dos rentistas, 20. Las colonias "invierten ca-
bemos felicitarnos por z de ~umo de 1922· "Da.
'
Alvear, cuyas condiciones · · del ·doct e•
a estgnacton pital'' en la metrópolis, 25. Argentina, el sexto
rantía anticipada de un g~~rsonales son una g~ dominio británico, 27. Orfgenes de la propie-
me, l~am~do a restablecer el ~rno r~cto Y ecucíni: dad territorial, 31. La valorización de la tierra,
col'l;stttuctanal Y de la libertad ~rto del régimen 33. Inmigración y •pampa griQga•, 36. Las
ecltpse .q~ han sufrido bajo ~l ttca,. de:.'P!'és del divergencias interiores de los ganaderos, 38.
de los ul~tmos años" De 1 t provtdenctalismo El capital extranjero, 40. Parasitismo olig6r-
turba reparadora cedía el a ormenta a la P"lz, la quico y fertilidad pampeana, 42. Oligarqufa
Jockey Club en 1912 era phso.
Nación y aceptaba e'1
Et P~esiclente del
a ora residente de la
y renta diferenctill, 44. Influencia Argentina
en la agricultura europea, 46. La estructura
...1: c • cargo con la · de clases, 49.
uuerencia. Para Don Marcelo t0 d é nusma in.
bella. a poca había sido
LA FACTORIA PAMPEANA .. ............. :53
Un dandy en la presidencia, 56. De Pellegri-
ni al "Petizo Orejudo", 59. Sangre obrera en
Buenos Aires, 62. La Revolución de 1905, 64.
Inmigrantes y federales, 65. Los hombres de
la patriada radical, 68. Los vencidos de Yri-
goyen y ·Saravia, 72. El anticriollismo del doc-
tor Justo, 74. Mis~ria y derrota, 77. Los sala-
rios en el Norte, 80. "El reglamento soy yo•,
82. El apogeo de la J¡.O.R.A., 84. La edad
heroica del anarquismo, 87. Inmigración y
cul~ nacional, 91. Juan B. Justo y las ·ra-
zas inferiores·, 93. Figueroa Alcorta: el fin
del Roquismo, 96. Se clausura el Congresc
Nacional, 99. La candidatura de Sienz Peiia,
101. Conversaciones de Figueroa Alcorta f
Yrigoyen, 103. Fraude electoral, lucha por el
atrio, venalidad e inmigración, 104. La Az-
292 genti.Da eD 1910, 107. La primera leln&Da tri-

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1
gica, 110. El ocialismo cipayo la n·p . . 'tan'a, 2.58 Córdoba en 1918,
·6 uruverst · .
ll~. El obsti~a_do H.ipó~ito Yrigoy n, Íl~~SI6n, revol UCl ; eíorma en América Latina, 264. Yn-
l lHCnza la d1 1denc1a ·antipersonalista" i:· 26(>. La . titucionaliza la Reforma, 267. La
Polltica estilo, 122. Roca brinda su a '
·
\ ' n~oyen, 124... La condición obrera, 12e.
9.
• povo a go_y~n d~nsla Reforma, 270. La oposición y la
· Co. cnsls T á . 272 En el Centro Naval se
~1~ ~~ feste¡a una rcvolu?,i6n, 129. Indios S mana r g¡ca, . .
b1en y patateros, 130. El nacionalismo 1 e aoizan bandas, 276. La oligarquia orgam-
sista" de la oligarquía, 133. · e a- org.. .. 280 Concluye la huelga ge-
za pog, roms ' · · · l1
al 282. Masacre en la Patagoma mg esa,
LA BELLA EPOCA .... .. .... . .. .... . . . . . ;;. 'José Ingenieros_ e Yrigoyen, 285. El vet~
Proletariado burgués en las naciones impe~ 139 a la Constitución la1ca en Santa Fe, 2137 · La
rialistas, 141. El Nirvana de 1910, 145. De industria y la guerra, 288. El hombre de Pa-
Tocqueville a Clemenceau, 148. Anchorena 0 rís, 290.
d sapo de oro, 151. La oligarquia relincha de
placer, 156. Las cifras del despilfarro, 158.
Los poetas cortesanos, 100. Roque Sienz Pe-
ña en el poder, 164. Los juaristas hacen la
ley Sáenz Peña, 167. La oligarquía contra
Sáenz Peña, 171. Las elecciones de 1912, 174.
¡E'viva Garibaldil, 175. El grito de Alcorta,
180. La situación económica en visperas de
1914, 183. La pérdida de la tradición históri-
ca argentina, 187. Descubrimiento y falsifica-
ción de ."Martin Fierro", 190. Verdad oral y
fábula escrita, 193. La ruptura de U ~arte con
el Partido Socialista, 195. Los ferrocarriles
d el Estado y Juan B. Justo, 196. Los cuervos
sobre Sáenz Peña, 199.

EL NUEVO PAIS .. .. . . .. .. . .. .. . .. . . .. .. . 200


La fundación d el partido demócrata progre-
sista, 'lffl. El triunfo de Hip6lito Yrigoyen,
212. La noche sobre Europa, 216. El asesinato
!le Jean Jaures, 219. Don Hipólito en el po·
cler, 222. El fin d e Marcelino Ug rtc, 225.
Estructura agraria y politica yrigoyenista, 227.
Neutralistas y rupturistas, 232. La extorsión
imperialista, 235. Raíces económicas de la neu·
tralidad, 238. Yrigoyen saluda la bandera do-
minicana, 242. El movimiento obrero y la p<>·
Htica económica, 245. La revolución rusa, 249.
Los socialistas y la guerra, 250. La escisión
tocialista, 255. El arte de la injuria, 2$/. La

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JORGE ABELARDO RA-
MOS. Histo1·iado1· y político
a?'gentino. N. 19!2_1.
, Sec?'etaTio
GeneTal del Pa1·tido Socialista
de la 1z·quie?·da Nacional. Al-
. gunas <JbTas publicadas:
Historia de la N ación Latino-
americana, Historia de~ stali-
nismo en la Argentina, His-
toria política del · Ejército
Argentino, Crisis y resurrec-
ción de la literatura argenti-
.na, Marxismo para latino-
americanos, etc.

REVOLUCION Y CONTRARREVOLU-
CION EN LA ARGENTINA. Aparecida en .
1957, desde esa fecha se han impreso már·
de 20.000 ejemplares en 5 ediciones. Es la t

historia argentina más difundida y popu-


lar entre la nueva generación argentina y
se funda en una interpretación marxista
del pasado nacional. Para su mejor difu-
sión, en esta edición la obra total se ha
dividido en 5 volúmenes, que pueden ad-
quirirse por separado, bajo l:Os siguientes
títulos: ·\

l. LAS MASAS Y LAS LANZAS (1810-


186"2)
II. DEL PATRICIADO A LA OLIGAR-
QUIA (1862-1904)
III. LA BELLA EPOCA (1904-1922)
IV. EL SEXTO DOMiNIO (1922-1943)
V. LA ERA DEL BONAPARTISMO
(1943-1970)

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