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EL TEATRO VENEZOLANO

El teatro venezolano representa uno de los más famosos a nivel mundial,


no sólo por su prehistoria, sino por la eficiencia de sus obras. Los principales
índices de términos teatrales en Venezuela se mostraron en el siglo XVII,
particularmente, en el año 1600, cuando la venida de los españoles se efectuó las
primeras presentaciones de esta clase, la mayoría fueron bajo el tema de la
religión.

Asimismo en el lapso de la época del siglo XVII fueron otorgados los


primeros permisos para formalizar obras de teatro en la ciudad de Caracas, los
autores de las obras teatrales eran mayormente españoles y poseían una
influencia escenográfica de estilo barroco. Luego de producirse los primeros
modelos teatrales, fue cuando comenzó la propagación de estas expresiones
culturales, ya que fueron una cantidad considerable de interesados que
desplegaron las diversas interpretaciones actorales en las celebraciones
religiosas, porque la presencia de feligreses era importante y certificaba en gran
medida, que el público asistiera a verla.

A partir del siglo XVIII, se comenzó a propagar el teatro en Venezuela, a


pesar de que habitualmente las obras más notorias y famosas se efectuaban en
las plazas mayores. Por lo tanto, se asentaba en el intercambio entre el universo
escénico preciso y el universo referencial o real, bajo la contemplación del
asistente. En algunas ocasiones se afana por hacer concordar las figuras de la
presentación y la realidad.

Sin embargo, contarle un poco más sobre sus orígenes le dará una
perspectiva sobre la importancia del mismo. Quizás todo inicio con la construcción
del segundo teatro más grande de Latinoamérica en el siglo XVIII (Teatro
Municipal de Caracas, 1881), solo para complacer al Dictador de Turno (Antonio
Guzmán Blanco), ya que dicho personaje era amante de este tipo arte.

En un principio solo se presentaban espectáculos de la talla como la Compañía de


Ópera Italiana Afortunar Corvaba; pero poco a poco los criollos de la época fueron
incursionando en el arte de las tablas. La innovación se hizo presente de un modo
particular; pues cada presentación contaba una historia, una sátira o una protesta
de la escena política y situación social de la época.

Se considera que el mundo del teatro con el medio exterior, se ubica en el


campo del naturalismo, sin embargo la realidad simbolizada cambia de naturaleza,
en el momento en que comprende en el artificio. En algunas oportunidades el
teatro renuncia a copiar la vida y plantea la ventaja incondicional del momento de
la representación, del aquí y el ahora.

Así como la instauración literaria y las artes plásticas, el teatro se fracciona en


una cadena de formas básicas, de tipologías comunes, que se señalan como
géneros:

 Los títeres y las sombras

 El teatro musical.

 El mimo y la pantomima.

 El teatro literario.

Hoy en día, la tendencia teatral venezolana es uno de los más significativos de


Latinoamérica. Las obras de escritores como José Ignacio Cabrujas, Mariela
Romero, Isaac Chocrón, Idilio Peña, Román Chalbaud y Rodolfo Santana, son
apenas una cantidad pequeña de los personajes que le han dado vida a este
género artístico y con continuidad son expuestas en el exterior. Se conoce que la
actividad escénica en Venezuela es amplia y el lenguaje usado por los
dramaturgos nacionales, se ajusta con obras tradicionales del teatro universal o
las últimas expresiones del servicio actual sobre este género. Por otra parte, se
comprende que el teatro venezolano tiene una gran importancia para la sociedad
porque funciona como soporte de expansión cultural y caracterización de los
pueblos, lo cual también permite que jóvenes con este talento puedan emplear sus
habilidades en los escenarios artísticos.
Características Teatro en Venezuela.

|El Teatro en Venezuela se describe un tanto diferente, ya que las


Características del Teatro Venezolano es una extensión de la personalidad del
país, de su identidad nacional y su gentilicio. Para realizar una descripción sobre
las obras, tendríamos que contarle como es la vida de un venezolano común.

Esa nueva ventana, dio origen al teatro en el país del siglo XIX; cada vez
más inmerso en la realidad social del pequeño país caribeño; lleno de petróleo y
cuantiosa riqueza por todos los costados. Pero, sus barrios y la poca inversión
social era el mayor problema que afrontaba; falta de educación y oportunidades,
pero lleno de carisma y sazón.

La crítica social de un modo pintoresco, burlesco; incluso muy divertido de


interpretar al venezolano común para lanzar una crítica al gobierno; tuvo una
aceptación por parte del público sin precedentes. El argot popular diría: “Dio justo
en el clavo”. La razón por la cual caló tan pronto se debía al origen de la familia y
el auge de la clase media; si bien, la división de clase era marcada, la creciente
clase media no podía olvidar sus raíces campesinas.

Entonces, el ciudadano de clase media; clase media alta y clase alta no


podía separarse totalmente de la realidad de los pobres, porque de una u otra
forma estaba ligado a esa realidad, sus raíces lo tenían anclado.

Dentro de cada grupo familiar, aparte de ser una sociedad mestiza, estaba
integrado por los “familiares ricos”; los familiares “empleados”, los familiares
“comerciantes” y los familiares “pobres o campesino”. Además, era inevitable las
reuniones familiares para navidad o año nuevo; así se forman como una sola
unidad y podían pelear o decirse cosas feas; pero cada año se volvían a reunir
para disfrutar de la “unión familiar”, normal y característica de la identidad de la
familia venezolana.
En pocas palabras, el teatro en Venezuela es solo una ventana de la
realidad social; y una radiografía de la estructura familiar que nos identifica como
nación, país e idiosincrasia.

Obras Teatrales más destacas del Teatro Venezolano

 A 2,50 la Cuba Libre de Ibrahim Guerra.

 Tocados de Luna de Inés Muñoz Aguirre.

 Pavlov de Gustavo Ott.

 Regalo de Van Gogh de Edilio Peña.

 Que Dios la tenga en la gloria de Carlota Martínez.

 Monólogo para una actriz de Ibrahim Guerra.

 Los ángeles terribles de Román Chalbaud.

 La Encuesta (Monólogo) de José G. Núñez.

 La cerroprendio (Monólogo) de José G. Núñez

 Dos de amor de José Gabriel Núñez

 Chúo Gil de Arturo Uslar Pietri

 APACUANA Y CUARICURIÁN obra teatral de César Rengifo

Origen del Teatro Venezolano

El Teatro en Venezuela se origino entre los siglos XVII Y XIX, Mucho antes
de que la tradición hispánica teatral llegara a Venezuela con el proceso de
conquista y colonización, ya los indígenas que poblaban lo que actualmente
corresponde a nuestro territorio desarrollaron algunas manifestaciones proto-
teatrales o teatrales rudimentarias, tales como pantomimas y la representación
simbólica de los fenómenos naturales. Para los mukus y jiraharas estas
representaciones funcionaban como medios de cohesión espiritual y recurso
educativo, para lo cual construyeron estructuras físicas especialmente diseñadas
para su celebración: suerte de tinglados donde sólo hombres lograban encarnar
una historia, dialogando, narrando, cantando y gesticulando. Un ejemplo de estas
celebraciones, lo tenemos en La Fiesta de la Tura, fiesta ritual de los arahuacos,
ayamanes y gayones de la región limítrofe de los actuales estados Lara y Falcón,
la cual consistía en pantomimas relativas a los períodos de la siembra y la
cosecha.

El teatro hispánico poco a poco fue introduciéndose en la venezolana


colonial. En tal sentido, del 28 de junio de 1600 es la primera licencia conocida
que permite la representación en Caracas de una comedia el día de Santiago
Apóstol, actividad que paulatinamente se irá extendiendo hasta finales del siglo
XVII y tomará mayor impulso en el siglo XVIII. En relación a los libros importados
que llegaron desde la Península, figuraban algunas obras teatrales, generalmente
del Barroco, de autores españoles o hispanoamericanos tales como Pedro
Calderón de la Barca, Juan Pérez de Montalbán, Agustín Moreto, Juan Ruiz de
Alarcón, Agustín Salazar y Torres, y Juana Inés de la Cruz. En cuanto a los
lugares donde se celebraban las representaciones artísticas, tenemos que durante
todo el siglo XVII y hasta que se construyó el Coliseo de Caracas a fines del siglo
XVIII, la actividad teatral estuvo en manos de aficionados entusiastas, que se
valían de las festividades religiosas, de la coronación de un monarca, de un
matrimonio real, la creación de un virreinato; lo cual buscaba romper con la
monotonía característica de la sociedad colonial. Aunque las plazas mayores eran
los lugares escogidos al principio para la celebración de los actos teatrales, a
mediados del siglo XVIII, se abrieron patios o corrales de comedias. Asimismo, en
algunas mansiones particulares de la élite social y cultural se escenificaban piezas
representadas por familiares y amigos para un auditorio selecto. A pesar de que
las actividades abiertas no eliminaban las diferencias étnicas y sociales entre la
población, las mismas funcionaban medios de homogeneización cultural y de
transmisión de los valores de la sociedad hispánica y luego criolla, sobretodo si
consideramos que para entender y apreciar un obra teatral no era indispensable
saber leer.
A fines de 1766, o principios de 1767, se representan en Caracas las 2
primeras piezas que pueden atribuirse a un autor venezolano: el Auto Sacramental
de Nuestra Señora del Rosario y la Loa. En ambas obras se podían apreciar la
mezcla de elementos clásicos, hispanos, americanos, locales, sagrados y
profanos, así como de personajes mitológicos y simbólicos que dialogan entre sí.
Aunque se desconoce el nombre del autor de esta pequeña pieza, la misma
responde al momento cuando a mediados del siglo XVIII llegaron a Venezuela,
principalmente Caracas, La Guaira y Maracaibo, los primeros cuerpos regulares
del ejército español, quienes contribuyeron a una mayor promoción de la afición
por el teatro. No obstante, las representaciones teatrales fueron motivo frecuente
de disputa entre el sector militar o civil y las autoridades eclesiásticas. En un
dictamen de Carlos III, recibido en Caracas en 1777, se establecía que residía en
la autoridad seglar la decisión sobre la representación o no de determinadas obras
dramáticas. En 1784 se inaugura el primer Coliseo de que dispone la ciudad de
Caracas, construido por orden del brigadier Manuel González Torres de Navarra,
gobernador y capitán general. Este primer Coliseo estuvo ubicado entre las
esquinas del Conde y Carmelitas y tenía una capacidad para 1.500 espectadores.
En sus instalaciones actuó la primera actriz venezolana de que se tiene
conocimiento: Ana María Pinelo, nativa de La Guaira. Posteriormente, a raíz de la
Conspiración de Gual y España (1797) las autoridades españolas, comenzaron a
seguir de cerca todas las representaciones dramáticas, con el objeto de evitar
cualquier brote revolucionario.

El Coliseo de Caracas fue destruido por el terremoto de marzo de 1812,


quedando suspendido totalmente las actividades teatrales durante la Guerra de
Independencia. Las representaciones dramáticas fueron en cierta medida
sustituidas por actos cívicos y las entradas triunfales en las ciudades, así como
por la realización de cuadros vivos con figuras simbólicas. Uno de estos últimos se
hizo en Barrancas, a orillas del Orinoco, el 25 de diciembre de 1820, en
conmemoración del primer aniversario de la creación de la Gran Colombia.
Después de la batalla de Carabobo (24.06.1821) y la consiguiente liberación de la
capital, el empresario Ambrosio Cardozo mandó a edificar en 1822 un segundo
teatro en terrenos de su propiedad ubicados entre las esquinas del Chorro y Las
Sanabrias (hoy llamada Coliseo), el cual se convirtió inmediatamente en el
principal centro de diversiones de la capital. Entre las primeras obras que se
presentaron en este escenario se encuentra el sainete criollo El café en Venezuela
de Isaac Álvarez Deleón. Años más tarde, a partir de 1835 y hasta finales del siglo
XIX florecieron más de 40 pequeños teatros ocasionales y permanentes en
Caracas, a la vez que se registró la llegada de compañías europeas atraídas por
la afición teatral de los caraqueños. Uno de estos grupos actorales fue el del
catalán José Robreño, quien en 1837 ofreció al público piezas ajenas como La
misantropía y Ángelo, tirano de Padua. Según un anécdota de la época, en una
pequeña obra humorística suya titulada Excelentísimo señor, se satirizaba con la
figura del entonces vicepresidente encargado de la presidencia de la República,
Carlos Soublette. Enterado éste del asunto, mandó a llamar a Robreño y le hizo
leer el libreto frente a él. Luego de escuchar todo el texto Soublette se dirigió a
Robreño y le señaló: "Efectivamente, veo que usted se burla un poco de mí, pero
no está mal; yo esperaba algo peor. Venezuela no se ha perdido, ni se perderá
nunca, porque un ciudadano se burle del presidente. Venezuela se perderá
cuando el presidente se burle de los ciudadanos..." Después de esto, Robreño
prosiguió sus representaciones, pero se abstuvo de volver a escenificar
Excelentísimo señor.

El 23 de octubre de 1854 se inaugura en la capital de la República, el teatro


Caracas, lo cual constituyó en un gran acontecimiento para la época. Para esta
ocasión fue presentada la opera Ernani, de Giuseppi Verdi. En las décadas
siguientes lo visitaron numerosas compañías, entre ellas la de la actriz Adela
Robreño, llamada "la perla del teatro de las Antillas", en tiempos del mariscal Juan
Crisóstomo Falcón, a mediados de 1860. También en el teatro Caracas fue
estrenada en 1873 la primera ópera nacional llevada a escena, Virginia. Durante
este tiempo la crítica teatral se difundió extensamente en periódicos como el Diario
de Avisos y Semanario de las Provincias y El Porvenir, ambos de Caracas. En
términos generales, la misma consistía en una amplia gama de conceptos, desde
los comentarios más o menos bien documentados hasta aspectos referidos a la
crónica social o a detalles del vestuario. Entre 1870 y 1888, período en el que
dominó el escenario político Antonio Guzmán Blanco, se llevaron a cabo
numerosas representaciones teatrales: comedias, zarzuelas, operas, sainetes.
Asimismo, la inauguración en este lapso del teatro Guzmán Blanco (o Municipal),
en enero de 1881, con El Trovador, de Verdi, le da un nuevo impulso a la afición a
las representaciones dramáticas. Además de Caracas, en la segunda mitad del
sigo XIX se construyeron edificaciones en otras ciudades. En Maracaibo, el teatro
abre sus puertas en 1883; el de Puerto Cabello se inaugura en 1886 y el de
Valencia lo tendrá en 1894. En el teatro Guzmán Blanco (Municipal) de Caracas,
invitada especialmente por el presidente Joaquín Crespo, dará varios conciertos
en 1885 y 1886 la pianista venezolana Teresa Carreño.

A fines del siglo XIX, pese a las dificultades económicas y políticas


experimentadas por Venezuela, se siguieron presentando obras teatrales de
autores nacionales o activos en nuestro país tales como Casto Ramón López,
Vicente Micolao Sierra, Felipe Esteves, Octavio Hernández, Eduardo Gallegos
Celis. Entre todos estos destaca José María Manrique que da a temas como Un
problema social (1880) y El divorcio (1885). En 1896, coincidiendo con la
celebración del I Congreso Obrero realizado en Venezuela, se presenta en
Caracas el drama de intención social Juan José, de Joaquín Dicenta, obra
estrenada en Madrid el año anterior, que tenía por protagonista un obrero. En
definitiva, el sainete característico del teatro criollo del siglo XIX continuará en el
siglo XX, pero influenciado por otras tendencias artísticas.

Teatro Romántico

El teatro romántico se desarrolló en Europa en las primeras décadas del


siglo XIX, y fue parte de un movimiento artístico que se rebeló contra las formas
neo-clasicistas (regularidad, objetividad, emoción controlada por la razón, y otras).

Esta rebelión artística se manifestaba mediante la liberación de la convención


establecida, la subjetividad, la emoción que dominaba la razón y los cambios
abruptos de humor y tono, sin ningún tipo de restricciones.
Ya desde el siglo anterior, las culturas europeas le otorgaban al teatro una
relevancia extraordinaria, celebrando sus funciones sociales y estéticas. Los
teatros eran laboratorios para la creación de nuevas formas y géneros.

En general, el teatro romántico valoraba la subjetividad del genio, elevaba las


emociones fuertes por encima de la restricción racional y, a menudo, buscaba
encarnar los conflictos universales dentro de las figuras individuales.

Inicialmente, los artistas de teatro romántico compartieron las esperanzas utópicas


de los revolucionarios. Sin embargo, especialmente después de la caída de
Napoleón en 1815, se volvieron pesimistas y conservadores.

Características del Teatro Romántico

1) Naturaleza como inspiración

La naturaleza proporcionó a los artistas del teatro romántico una fuente de


genio natural proporcional a su coherencia con el flujo universal.

Al explorar sus propias profundidades, los artistas se ponen en contacto con


los procesos fundamentales de la naturaleza. De alguna manera, intuían las leyes
orgánicas de la naturaleza.

Así pues, los artistas románticos querían que sus creaciones imitaran el
proceso natural, no planificado e inconsciente de la naturaleza.

2) Búsqueda de respuestas en el pasado

La búsqueda de los románticos de significados mitológicos en el pasado hizo


avanzar historiografía de la época anterior. La Era de la Razón había considerado
el presente como un paso hacia una ilustración futura.

|Sin embargo, sin la visión de un futuro utópico, los románticos relacionaban


todos los valores con su momento particular en la historia.
Por lo tanto, el teatro romántico buscaba significado y respuestas en el pasado,
considerando los problemas del presente como solo una etapa en un proceso
continuo.

3) Estética trascendental

El teatro romántico trascendió los valores del momento. El arte encarnaba el


ideal y mostraba la realidad como patética a la luz del ideal.

En ese contexto, la experiencia estética llegó a representar el momento más


satisfactorio de la vida y a significar la experiencia emocional del ideal.

Esta visión trascendental adquirió una presencia física en el arte. En presencia


de la magnificencia infinita sugerida por el arte, la emoción no podía contenerse.
Así, el arte debía procurar una respuesta emocional.

4) Rechazo a las formas clásicas

El teatro romántico rechazó las tres unidades de narración: tiempo, lugar y


acción. Los autores escribían sin restricciones y usaban diferentes escenarios.

Además, dividían las obras en actos y empleaban las medidas métricas que mejor
se ajustaban a sus representaciones.

5) Cambios en el escenario

El escenario comienza a ganar importancia, y la decoración cambia


completamente de una obra a otra, transformando el teatro en un mundo diferente
para cada pieza. Incluso, algunas obras contaban con efectos especiales.

Ayudados por nuevos avances técnicos, los teatros competían entre sí, tratando
de superarse con escenarios y efectos especiales cada vez más elaborados.
6) Lenguaje elocuente y retórico

El lenguaje se vuelve elocuente y retórico, y se mezclan por primera vez los


versos y la prosa. Los monólogos se vuelven populares nuevamente. Estos son la
mejor forma de expresar los sentimientos de cada personaje.

Obras y Autores Teatrales más destacas del Teatro Romántico

Víctor Hugo (1802-1885)

Víctor Hugo hizo contribuciones vitales al Romanticismo. Sus obras


literarias exploran la naturaleza dual del hombre del bien y del mal. De igual modo,
abordan cuestiones de poder político y desigualdad social.

Por otro lado, Víctor Hugo contribuyó a la teoría literaria cuando definió el drama
romántico en el prefacio de su drama Cromwell.

Además, su drama en verso Hemani (1831) encendió aún más el debate entre
Clasicismo y Romanticismo.

Alfred de Vigny (1797-1863)

En 1829, Alfred de Vigny tradujo a Otelo para la Comédie-Française. Los


románticos de París se sorprendieron con la grandeza de la visión de
Shakespeare.

La obra demostró las verdades expresadas dos años antes en el grito de


guerra de Víctor Hugo, el prefacio de su obra Cromwell, que había lo había
convertido en héroe entre los jóvenes literatos franceses.

Alexandre Dumas (1802-1870)

El primer gran éxito de Dumas fue su obra Henry III y su corte (1829). Este le ganó
fama y fortuna de la noche a la mañana.
Desde un punto de vista moderno, sus obras son toscas, impetuosas y
melodramáticas; pero fueron admiradas a fines de la década de 1820 y comienzos
de la de 1830.

Con su Bonaparte (1831), contribuyó a hacer una leyenda del emperador


recientemente muerto, y en Antony (1831) llevó el adulterio y el honor al escenario.

Origen del Teatro Romántico

El romanticismo como movimiento comenzó a fines del siglo XVIII en


Alemania. Este coincidía con las tendencias culturales que caracterizaron Europa
entre los años de la Revolución francesa y mediados del siglo XIX.

En particular, el movimiento desafiaba el racionalismo exasperado de la Era de la


razón, exaltando la libertad, el individuo y la creatividad.

Además, encontraba en la naturaleza el refugio ideal para escapar de la realidad


cotidiana.

En Francia, se convirtió en un amplio movimiento de protesta contra la cultura


aristocrática y contra la estética neoclásica sobre la cual se basaba esa cultura.

De este modo, muchos escritores buscaban dar validez a los reclamos de poder
de una clase media mercantil rápidamente ascendente, con una autoimagen moral
sostenida por la ética protestante.

Contra lo que consideraban una clase aristocrática gobernante cada vez más
corrupta y parásita, estos escritores describían personajes de orígenes humildes
pero sentimentalmente profundos y moralmente probos.

Manifiesto del Romanticismo

En agosto de 1826, el poeta, novelista y dramaturgo francés Víctor Hugo comenzó


a escribir un nuevo drama: Cromwell. Al final, no lo llevó al escenario; en cambio,
decidió solo leer la obra a sus amigos.
Sin embargo, el Prefacio a Cromwell sí fue publicado el 5 de diciembre de
1827. Este contenía la definición de Víctor Hugo del Romanticismo.

Sus principios revolucionaron el drama francés y se convertirían en el manifiesto


del teatro romántico. Pero también, señaló el inicio del choque entre clasicistas
franceses y románticos.

En este texto, abogaba por el fin de las tragedias aburridas y la poesía


amistosa con el régimen, el reemplazo de la tragedia por el drama y la abolición
del verso forzado.

Triunfo del romanticismo sobre el clasicismo

En 1830, la batalla ideológica entre clasicistas y románticos explotó durante


el estreno de la obra de teatro Hernani de Víctor Hugo. El auditorio se convirtió en
un campo de batalla entre clasicistas y partidarios del teatro romántico.

En sí, era una lucha de la libertad artística de expresión frente a la estética.


Ambas partes se reunieron, una preparada para aplaudir, la otra para silbar. Pero,
los románticos ahogaron los silbidos con vigorosos aplausos.

A medida que avanzaba la obra, los clasicistas comenzaron a lanzar basura


y vegetales podridos. También hubo gritos e, incluso, golpes.

Luego, la diatriba se extendió más allá de los confines del auditorio. Por
toda Francia se libraron duelos, peleas y debates. Además, Víctor Hugo recibió
muchas amenazas y tuvo que cuidar su seguridad personal.

No obstante, Hemani permaneció en el escenario durante dos meses. Al


final, el Romanticismo salió victorioso y gobernó el escenario parisino durante 50
años.

El teatro romántico se popularizó en toda Europa. En naciones como Rusia,


Polonia, Hungría y los países escandinavos la principal inspiración fue la tragedia
shakesperiana.
Teatro Clásico

El teatro clásico es la representación de obras que fueron muy destacadas


en épocas pasadas, y que han permanecido en el tiempo como grandes
manifestaciones teatrales. Son obras de grandes autores y que representan
expresiones de gran valor artístico.

El teatro clásico forma parte de la cultura, y por ello, es importante


mantenerlo en vigencia, a pesar del tiempo transcurrido desde la creación de la
obra hasta la fecha.

La mayoría de sus obras están basadas en la tragedia y en el drama como


elemento central. Por su gran importancia, su permanencia en el tiempo y su
calidad literaria, el teatro clásico se guarda para ser puesto en escena por los
mejores y más destacados directores y artistas.

Este teatro se constituyó de un grupo de obras literarias, que fueron escritas


en su mayoría en siglos atrás, podemos decir que desde el siglo III hasta el XVI.
Estas obras fueron grandes influyentes en la cultura de distintos tiempos, de ahí
su permanencia y su valoración como arte.

Es importante decir que dentro de lo que conforma el teatro clásico, se


desarrollan diferentes géneros desde sus inicios.

Se dice que el teatro clásico estableció los cimientos para la creación de


obras literarias clásicas que se hicieron con el fin mismo de ser interpretadas.

La cultura que se generó del teatro, se instituyó en la colectividad, tratando


temas de interés, y afinando todos los detalles como el lenguaje y el lugar donde
se desarrollarían las obras.

Hay que destacar que dentro de una obra clásica, puede incluir, la música,
el canto, la danza, junto a la actuación, que se desarrolla básicamente a través de
los cuerpos humanos.
En ocasiones en la obra también puede tomar parte algún personaje
imaginario, al cual se hace referencia durante la puesta en escena. Un actor
puede incluso representar a diferentes personajes durante una obra.

Para la dramatización de una obra de teatro, es necesario tomar en cuenta


la escenografía, el vestuario, el papel de cada actor, la producción de la obra en
general.

El teatro clásico se define como el arte de representar obras de gran


repercusión que se han mantenido en el tiempo y que pueden tener influencias
distintos tipos, griego, romano, egipcio.

Características del Teatro Clásico

El teatro clásico se caracteriza porque se basa en obras de gran valor artístico,


creadas en épocas antiguas y que se mantienen en el tiempo por su importancia y
su aporte a la cultura.

Sus características principales son:

 Surgió de obras literarias de épocas antiguas.

 La palabra teatro significa en griego “el lugar para contemplar”.

 Se convirtió en una forma de diversión de los pueblos antiguos y modernos.

 Puede desarrollar temas como la comedia, la tragedia, la sátira, el drama.

 Son obras de gran valor artístico.

 Puestas en escena por grandes directores y actores de experiencia.

 Forma parte de la Cultura, de ahí su importancia.

 Permite llevar a nuevas generaciones obras de la antigüedad con sus


costumbres y tradiciones.
 En sus obras pueden coincidir aspectos históricos, mitológicos, religiosos e
incluso políticos.

 Originalmente las obras fueron escritas en griego y en latín.

Obras y Autores Teatrales más destacas del Teatro Clásico

En primer lugar podemos mencionar a Aristóteles, quien es considerado uno de


los más destacados y antiguos representantes de esta expresión artística. Luego
sobresale Plauto quien se dedicó a la comedia.

Los guiones de las obras de teatro clásicas tiene todos los elementos a los que
el autor apuesta para expresen en sus escenarios. Estos guiones abarcan los
diálogos o parlamentos y los detalles sobre el ambiente o lugar a escenificar.
Existen diferentes tipos de guiones de acuerdo al género de la historia:
dramatismo, comedia, tragedia o cualquier enfoque que el autor desee darle.

Entre algunos de los guiones de obras clásicas se pueden mencionar, los


escritos por Lope de Vega o William Shakespeare, cuyas obras son reconocidas
mundialmente y que aún en la actualidad son representadas.

Por ejemplo Fuenteovejuna, de Lope de Vega, es un escrito que en el mundo


no vencerá las actitudes malintencionadas, ni las traiciones, ni las mentiras. Deja
ver que la verdad siempre sale a la luz, y que existen aquellos que hacen que esto
suceda.

Para este escritor, sus obras debían dejar una enseñanza. En este sentido, sus
guiones, hacían que las representaciones fueran expresivas y dramáticas para
que se llegara a sentir en la audiencia su intención y su enseñanza.

Otro autor que refleja enseñanzas en sus obras y en cuyos guiones era
importante colocar elementos que destacaran hechos relevantes, era Moliere. En
su obra El Avaro, deja ver que, como el título lo indica, la avaricia no es buena, es
superficial y existen aspectos más importantes en la vida de los hombres, en su
esencia misma, que es la vida espiritual.

William Shakespeare en su obra Romeo y Julieta, expresa en sus guiones, que


las historias amorosas pueden verse afectadas por los aspectos sociales. En
efecto, en esta obra describe la historia de amor de dos jóvenes, que por ser de
“mundos distintos” son altamente juzgados por sus padres, siendo esta relación
imposible para ellos. Esta historia dramática culmina con un final infeliz.

Este mismo famoso autor en su obra Hamlet, desarrolla una tragedia. El


diálogo descrito en los guiones, son de odio y de venganzas.

La historia relata que hubo un príncipe al que por desgracias del destino perdió
a su padre, asesinado cruelmente. El príncipe no descansa hasta dar con la
persona que acabó con la vida de su padre.

Sin medir las consecuencias, el príncipe busca al asesino y al saber quien fue,
lo mata y se convierte también en la persona que más detestó, en un asesino.

Teatro Romano

El romano adaptó la forma escénica a su propio carácter. Le iba mejor la


comedia que la tragedia. La comedia agradaba más a la plebe. Los lugares de la
representación eran provisionales hasta que en el año 55 a. C. se construyó el
primer teatro de piedra, el teatro de Pompeyo, con una capacidad de 20.000
espectadores.

Características del Teatro Romano

Aparentemente, el teatro romano presenta las mismas características literarias


que el griego, y sus formas principales serían también la tragedia y la comedia.

La tragedia romana, presente prácticamente desde los orígenes de la


literatura latina, es sin duda alguna un derivado secundario de sus modelos
griegos. Hay una general coincidencia en que no produjeron en su público el
fenómeno catártico que producía entre los atenienses la tragedia griega.
La comedia tuvo, aparentemente, mejor suerte. En realidad hubo dos formas
de comedia: la fábula derivada directamente de los griegos, y la fábula togata que
representa una adaptación a tipos romanos, una especie de comedia costumbrista
con panaderos y tintoreros que se reconocen por las huellas de su oficio en su
vestimenta y en su propio cuerpo, como el tinte en las piernas que causaba la
hilaridad del público.

No cabe duda de que el valor literario principal fue alcanzado por la fábula
palliata, dado que escribieron comedias de este tipo Terencio y Plauto. Esta
comedia culta se inspiró fundamentalmente en la comedia nueva griega y,
concretamente, en la obra de Menandro.

Parece, sin embargo, que el género más popular y de mayor pervivencia en el


mundo romano fue el mimo. El mimo presenta como característica, al contrario de
los demás géneros, el hecho de que los papeles femeninos son representados por
mujeres. En el mimo y el pantomimo juega un papel preponderante la expresión
corporal y también las acciones miméticas, es decir, imitativas. El mimo, basado
fundamentalmente en la acción, tiene evidentemente un texto muy limitado que
describía el argumento. El éxito de los géneros del mimo y del pantomimo a costa
de la tragedia y de la comedia, demuestra el inmenso arte de los actores y de los
autores de los textos.

Historia del Teatro Romano

El teatro romano comenzó a instalarse en la época de la República, y muchos


de los amantes de este entretenimiento eran acusados de estar influidos por
costumbres extranjeras, ya que el teatro era algo propio de la cultura griega. De
hecho, los espacios donde se representaban las primeras obras en los territorios
dominados por Roma no eran, ni de lejos, comparables a las edificaciones
griegas; más bien eran construcciones temporales de madera donde escenificar,
habitualmente, tragedias.

Origen del Teatro Romano


De la misma manera que en Grecia aparece una rudimentaria representación
teatral con motivo de las fiestas de la vendimia dedicadas a Dionisos o Baco, en la
Italia primitiva nos encontramos con una serie de ritos religiosos inseparables de la
realización del sacrificio, pero con aspecto teatral y dramático.

Sin embargo es en las reuniones plebeyas que acompañan a ciertos


acontecimientos festivos, como la recolección, el casamiento, cuando el carácter
imitativo romano transforma en representación, en imitación, en mimo, en chanza
cómica cualquier actividad, sea religiosa o profana. De aquí nacen los "Cantica
Fescenina", improvisaciones, no siempre de buen gusto, generalmente obscenas,
en versos Saturnios; las "saturae", representación total de música, baile, canto,
mimo y farsa dramática.

Estos son los antecedentes de las "attellanae", que serán el teatro popular
en Roma, juntamente con los intentos etruscos de representar las tragedias
griegas e incluso de componer otras al modo griego.

Desde el sur de Italia se introdujo el arte teatral griego. Esto sucedió a partir del
año 272 a. C., cuando los Romanos conquistaron Tarento, en el sur de Italia, con
lo que entraron en contacto con las poblaciones griegas de la Magna Grecia,
avanzadilla de la cultura griega en Italia.

En todos los juegos ("ludi") ya fueran públicos o privados, se celebraban


representaciones teatrales (ludi scaenici). Al principio eran las tragedias o
comedias griegas ("Fabula Palliata" de "pallium" <vestidura griega>). Más tarde, a
partir de Naevio, se pasa a tragedias de tema romano ("Fabula Praetexta" de "toga
praetexta" <vestidura romana>). El romano adaptó la forma escénica a su propio
carácter. Le iba mejor la comedia que la tragedia. La comedia agradaba más a la
plebe.

Los lugares de la representación eran provisionales hasta que en el año 55 a. C.


se construyó el primer teatro de piedra, el teatro de Pompeyo, con una capacidad
de 20.000 espectadores. Generalmente sigue el modelo griego, de un semicírculo
cerrado en su diámetro por la scaena y el frons scaenae. La orchestra, no es
circular como en los teatros griegos, sino sólo semicircular. Los romanos utilizaron
menos que los griegos los desniveles del terreno, y construyeron los teatros de
fábrica, empleando arcos, bóvedas y galerías semicirculares para comunicar todas
las localidades.

Los primeros dramaturgos, Livio Andrónico (antes de 272 - después de 207 a.


C.) y Naevio (antes de 261- 201? a. C.) utilizaron temas griegos, sobre todo del
ciclo troyano para sus obras escénicas: "Aquiles", "Ayax", "Egisto",... de L.
Andrónico; "Danae", "El caballo de Troya", de Cn. Naevio. Ennio (239 - 169 a.
C.) imitó a Eurípides en el ciclo troyano con sus tragedias: "Andrómaca cautiva",
"Hécuba", "Ifigenia", etc. También escribió comedias, pero no se conservan más
que fragmentos.

Obras más destacadas del Teatro Romano

Tragedias y comedias:

Fabulae palliatae (los actores llevan el pallium, manto griego)

Obras imitadas del griego con argumento romano

Tragedias:

Fabulae praetextae (los actores llevan latoga pretexta)

Comedias:

Fabulae togatae (los actores llevan la toga)

Divertimentos folklóricos y populares, reacción contra las obras “literarias”:

Atelanas: improvisaciones bufonescas e improvisadas, con cuatro personajes


inmutables y convencionales:

Maccus, el gordinflón, Pappus, el viejo tonto Bucco, el comilón y fanfarrón,


Dossenus, el jorobado malicioso.
Mimos: parodias de leyendas mitológicas y tomadas de imitación de la vida
cotidiana. Sinmáscara. Ridículos y obscenos.

Pantomimas: coreografías sin palabras.

Entro los Autores Romanos o Dramaturgos encontramos:

Livio Andronico, Nevio, Ennio, Pacuvio, Acio, (Tragedia)

Plauto, Terencio, Estacio (Comedia)

Nevio, Ennio (Tragedia)

Titinio, Afranio, Quincio Alta (Comedia)

Laberio, Siro (Mimo)

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