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FRAY LUIS DE LEO N

CANTAR
D E LO S

CANTARES
Texto bilingüe

F l V t I I I

LEGI ONEN.SIS
A . V G V S T I N I Á N I
THEOLOG1AE D O C T O R I S ,
f£ Diaiiiorum liornrttm primi ¿pud
•SAlm.viùitnfe; interùretis ex-
pl.in.taotmm in eo/aerru
T o My a Y A ; .'./ y j .

EDICIONESESCURIALENSES
Real M o n a s t e r i o d e El Escorial
INDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN VII

BIBLIOGRAFIA SELECTA XV

DEDICATORIA 9*

AL LECTOR 11*

CANTAR DE LOS CANTARES DE SALOMON 1

CAPITULO 1 3
Primera explanación 4
Segunda explanacicon 24
Tercera explanacicon 67
CAPITULO II 125
Primera explanación 126
Segunda explanación 145
Tercera explanación 195
CAPITULO III 170
Primera explanación 171
Segunda explanación 178
Tercera explanación 201
CAPITULO I V . 211
Primera explanación 212
Segunda explanación 227
Tercera explanación 248
CAPITULO V 260
Primera explanación 261
Segunda explanación 273
Tercera explanación 309
454 INDICE GENERAL

CAPITULO VI 328
Primera explanación 328
Segunda explanación 335
Tercera explanación 348

CAPITULO VII 364


Primera explanación 364
Segunda explanación 373
Tercera explanación 381

CAPITULO VIII 390


Primera explanación 391
Segunda explanación 402
Tercera explanación 423

ÍNDICE DE NOMBRES Y CONCEPTOS * 449

INDICE GENERAL 453


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C A N T A R DE LOS C A N T A R E S
BIBLIOTECA «LA CIUDAD DE DIOS»

I. LIBROS

52

FRAY LUIS DE LEON

Cantar de los Cantares


Interpretaciones:
literal, espiritual, profética
Texto bilingüe. Traducción, Introducción, Notas
José María Becerra Hiraldo
FRAY L U I S DE L E O N

CANTAR
D E LO S

CANTARES
Interpretaciones:
literal, espiritual, profética
Texto bilingüe. Traducción, Introducción, Notas
José María Becerra Hiraldo

EDICIONES ESCURIALENSES
Real Monasterio de El Escorial
I.S.B.N.: 84-604-4507-0

Depósito Legal: S. 820-1992

Imprenta «KADMOS»
Teléf. (923) 21 98 13
SALAMANCA, 1992

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INTRODUCCIÓN

La Triple Explanación del «Cantar de los Cantares» se publicó por


primera vez el año 15801 en Salamanca, se reeditó en la misma ciudad en
15822 y volvió a publicarse, también en Salamanca, en 15893, siempre
junto con la Exposición del salmo 26. González de Tejada4 sitúa dos edi-
ciones en 1580 y otras dos en 1582, todas en Salamanca, pero en opinión
del P. Marcelino Gutiérrez5, se trata de una duplicación debida a la poca
precisión con que suelen describirse las dos únicas ediciones que se hicieron
en aquellos años, porque ni se citan ni se encuentran ejemplares de otras que
no sean las dos indicadas. Con más razón se cita una edición hecha en Ve-
necia, el año 16046; y a todas ellas debe añadirse una de Taris, en 1608?,
de la que sólo se conoce la portada, dedicatoria y licencias, sin que las notas
de Moren y Méndez sobre ella arrojen alguna luz; y otra de 16498; en
179& apareció en Ñapóles una traducción italiana a cargo de Gerardo Ga-
etano; por último, está la edición en el tomo II de Opera, bajo la dirección
del P. Cámara10, que reproduce la edición de 1589.
1 F. Luysii Legionensis, Augustiniani Divinorum Librorum primi apud Salmanticenses Inter-
pretìs In Cantica Canticorum Salomonis Explanatio. Ad serenissimum Principem Albertum, Austriae
Archiducen S.R.E. Cardinalem, Salmanticae, Excudebat Lucas à lunta, 1580.
2 F. Luysii..., Secunda Editio, ab ipso authore recognita & purior a mendis quam prima, Sal-
manticae, Excudebat Lucas à lunta, 1582.
3 In Cantcum Canticorum triplex explanatio, Salmanticae, apud Guill. Foquel, 1589.
4 Vida de fray Luis de León, Madrid 1863.
5 «Escritos latinos de fray Luis de León», en La Ciudad de Dios, 22, 1891, p. 253.
6 Expositio in Cantica Canticorum Salomonis, Auctore F. Aloysio-Legionensi August., Vene-
tiis, apud lo. Baptistam Ciotum, 1604.
7 Expositio in Canticum..., Parisiis, apud Eustachium Foucault, via lacobaea sub signo Cochle-
ae, 1608.
8 Expositio in Cantica..., Parisiis, apud lacobum Quesnel, via lacobaea, sub signo Cochleae &
Columbarum, 1649.
9 Luigi León, Trattato dell'amore de Dio e della cristiana perfezione ricavato dal libro del
Cantico dei Cantici di Salomone. Tradotto del Latino colla giunta degli argumenti ed intera parafrasi
del senso spirituale dal P.D. Gerardo Gaetano Blanch, Napoli 1796.
10 Fratris Luysii Legionensis augustiniani in Canticum Canticorum triplex explanatio, Tomus
II, ex Mag. Luysii Legionensis Augustiniani Divinorum librorum primi apud Salmanticenses interpre-
VIII INTRODUCCIÓN

La edición de 1580 no lleva más que dos explanaciones, la literal y la


mística; pero su éxito fue tan rotundo, que dos años después fue preciso ree-
ditarla de nuevo. Del 1582 al 1589, fray Luis tuvo que explicar nueva-
mente este libro sagrado, tiempo que aprovechó para añadir una tercera ex-
planación, de tipo anagògico, con lo que la obra ha quedado completa en
todos sus aspectos.
La portada del libro llevaba el emblema de un árbol y un hacha, con la
leyenda «ab ipso ferro»11. Había en el libro muchas alusiones a su proceso y
muy fáciles de comprender, y el mismo emblema fue considerado por los in-
quisidores de Valladolid como una atrevida provocación, por lo cual, el 15
de octubre de 1580, escribieron a la Inquisición de Madrid, quejándose del
insulto12. El sabio y elocuente dominico, fray Hernando del Castillo (muer-
to en 1593), a quien se encomendó el asunto, juzgó, según parece, que bien
se podían dispensar algunas asperezas a un autor que tanto había sufrido
durante cinco años en la cárcel, o acaso comprendió que fray Luis gozaba
entonces de fuertes protectores; de hecho el emblema continuó apareciendo
en las ediciones posteriores.
La Explanación10 lleva al frente dos elogiosísimas censuras, una de Se-
bastián Pérez, aquel a quien fray Luis pidió de patrono para su proceso y le
fue negado, y otra de su amigo Juan de Griah4, de quien lleva también una
alabanza en verso, junto con otro breve de Felipe Ruiz^. Incluso fray Luis
quiso ensayar su numen poético sobre la materia con dos composiciones a la

tatis Opera nunc prìmum ex mss. ejusdem omnibus PP. Augustiniensium studio edita, Salmaticae,
Episcopali Calatravae Collegio sub Rodríguez typ. ductu. 1892.
11 Tomado de Horacio, Odas, lib. IV, 4.
12 Gregorio de Santiago Vela, «El libro de los Cantares comentado por Fr. Luis de León», en Ar-
chivo Histórico Agustiniano, 12, 1919, p. 257.
13 Título con que nombraremos a la edición de 1589, reproducida en Opera y traducida por no-
sotros.
14 Canónigo de Calahorra, a cuya sede había sido trasladado Portocarrero en 1587; continuó la
edición oficial de las obras de san Isidoro, escribió un comentario sobre parte de las obras de Virgilio.
Fray Luis le dedicó la poesía del otoño (Recoge ya), la imitación de Horacio, Oda II, 2 (Al canto y lira
mía) y la última obra publicada en su vida De utriusque agni... Compartía con fray Luis el amor a la
soledad, a los libros y al campo.
15 Sólo sabemos de él que era un poeta y que vivía aún a finales de 1587. No parece haber tenido
alta inspiración poética.
INTRODUCCIÓN IX

Virgen, en latín, de corte horaciano,-titulada la primera, muy breve, Vo-


tum, y la segunda KA Dei genitricem Mariam carmen ex voto.
Se ha advertido que entre la exposición de fray Luis y la del P Almona-
cid hay tanto parecido que pudiera haber incluso calco. Nos parece inútil
defender a fray Luis de un cargo que nadie le hará, ni podría hacerle: el
principal mérito de su Explanación consiste en la exposición literal, que es-
tá comprobado tenía fray Luis escrita en castellano veinte años antes que el
P Almonacid imprimiera su exposición. Si no se puede explicar el parecido
de ambos comentarios por la identidad del asunto y del criterio, lo más lógi-
co es que el P Almonacid fuera el imitador, como confiesan haberlo sido au-
tores de igual o mayor nota, como Martín del Río y Basilio Ponce, quienes
no se avergüenzan de repetir que deben a la exposición de fray Luis el cono-
cimiento exacto de muchos lugares oscuros del libro sagrado16.
En un ejemplar de la edición de 1589, conservado en la Academia de la
Historia, van anotadas al margen las tres exposiciones que forman el tomo,
según allí se dice, de manos de Sánchez de las Brozas; pero, en opinión del
PM, Gutiérrez17, no pueden atribuirse todas las notas al ilustre humanista:
unas, porque están suscritas con las iniciales D.G.X., que no concuerdan
con su nombre; otras, porque se cita en ellas al Brócense, como apersona ex-
traña; y otras, porque desdicen del espíritu y tendencia de Sánchez de las
Brozas, como cuando se acusa a fray Luis de pro judío. Tal vez sean del Bró-
cense todas las notas de carácter literario. En una hoja en blanco, que prece-
de a la portada, se lee en letras mayúsculas de tinta roja: «El gran león de
España». Al pie de la tasa, en la segunda hoja de preliminares, se ha puesto
la siguiente advertencia; cum notis M.S. Frane. Santij Brocen. Epis. Ga-
ditanus. Al final, en la hoja de la fe de erratas, se lee de letra bien formada:
«Este libro está anotado en los márgenes de letra y .erudición del Doctísimo
Maestro y Cathedrático de Retórica, Francisco Sánchez Brócense, grande
amigo del autor, leiendo ambos en Salamanca.- Merece mi estimación en-

16 Cf. Martín del Río, Expositio in Canticum Canticorum, cap. III, Lugduni 1604. Basilio Ponce,
Variae Disputationes, cuest. II (citado por el P.M. Gutiérrez).
17 Art. cit., p. 254.
X INTRODUCCIÓN

tre los primeros libros que ay, por juntarse en él tantas razones para ello:
aunquel libro Escomún, las notas son singulares y doctíssimas».
Conviene traer desde atrás la historia de este libro. Cierta amiga de fray
Luis, que no sabía latín, le rogó que tradujese al español el Cantar de los
Cantares de Salomón, con comentarios sobre la construcción material de las
palabras. Hecho el trabajo, enviado, leído y devuelto a los pocos meses, lo
dejó fray Luis en su cuarto. Un pariente suyo lo tomó sin saberlo él, lo escri-
bió para sí y lo difundió; en poco tiempo el libro se extendió por toda Espa-
ña y llegó hasta América. Enemigos de fray Luis tomaron el libro, que con-
tradecía las normas de Trento, para acusarle ante la Inquisición1®. Casi cin-
co años estuvo en la cárcelfray Luis. Una vez vuelto a la libertad, fue ani-
mado por unos amigos y mandado por los superiores a traducir al latín y
editar este comentario1?. El mismo confiesa que escribió el libro, llevado más
por la necesidad que por el deseo20, porque sin duda debió sentir cierta re-
pugnancia en volver sobre materias y temas que habían sido para él objeto
de graves disgustos y sinsabores.

18 España tuvo sus Biblias en romance en la época en que las tres religiones -cristiana, judía y
musulmana- se practicaban una al lado de la otra en la Península. Después de la expulsión de los judí-
os, esas Biblias quedaron prohibidas al pueblo español, porque se vio que algunos conversos se servían
de ellas para enseñar a sus hijos la ley de Moisés. Posteriormente, a raíz de la revolución luterana, co-
menzó la floración de las versiones en lengua vulgar en los países extranjeros. Frente a las distintas so-
luciones para defender la ortodoxia -nueva traducción para uso de la población fiel al catolicismo (co-
mo en Alemania), tolerancia sólo para las traducciones hechas por hombres piadosos y católicos (como
en Italia, Francia y los Países Bajos), supresión rigurosa de la versión anglicana (como en la Inglaterra
de María Tudor)-, España optó por la prohibición general de todas las traducciones vulgares de la Es-
critura (cf. M. Bataillon, Erasmo y España, p, 555). Después, el Concilio de Trento dictaminaría sobre
el tema para los católicos.
19 Al año de haber sido absuelto por el Santo Oficio, le mandaba en virtud de santa obediencia el
Provincial de Castilla, el P. Pedro Suárez, preparar la impresión de todas su lecturas y exposiciones,
procediendo a la publicación de la Triple Explanación del Cantar, en latín, que tenía muy trabajada.
Ya al frente de la 1- edición de esta obra (1580) se publicó el precepto, que han reproducido los bió-
grafos de fray Luis. F., Véase Méndez, «Vida de fray Luis de León», en Revista Agustiniana, III, p.
124, prueba j ; González Tejada, Vida de fray Luis de León, Madrid 1863, p. 61; Gregorio Mayans Sis-
ear, «Vida de fray Luis de León», en prólogo al t. 37 de la B.A.E., Madrid 1855, dice así: Quoniamque
scimus te plura et ad Sacrarum Litterarum explanationem, et ad Theologicas quaestiones pertinentia,
scripsisse, quae si edantur, sintpublice utilia futura; ideirco tenore praesentium, et nostra Officii auc-
toritate in virtute Spiritus Sancii, et in meritimi sanctae obedientiae, tibi praecipimus, ut quos habes
confectos in Canticum Canticorum Salomonis Commentarìos primum, deinde reliqua omnia, quae in
Sacras Lìtteras, et de Theologicis quaestionibus commentatus es, typis mandes. Datum Salmanticae,
Il de enero de 1578.
20 Pròlogo a la «Explanación», infra.

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INTRODUCCIÓN XI

Fray Luis estaba ocupado en su propia traducción del Cantar cuando


Arias Montano pasó por Salamanca en 1561, y estuvo unos días en el Cole-
gio Real, propiedad de la Orden de Santiago. Fray Luis le rogó le prestara su
Exposición del Cantar. Arias consintió a condición de que fray Luis lo tra-
dujera al latín, lo que prueba la estima en que le tenía como latinista. Fray
Luis lo prometió, si sus ocupaciones se lo permitían; de hecho, en 1571 to-
davía no había comenzado esta traducción. En efecto, Arias, pocas semanas
después, llegado a su monasterio de San Marcos de León, enviaba a su ami-
go un libro con el título Exposición sobre el Cantar de los Cantares de
Salomón. El manuscrito terminaba con dos líneas en hebreo, dos líneas y
media en griego, y una línea y media en árabe, que debían inquietar viva-
mente la perspicacia de los inquisidores21,
Es difícil determinar lo que fray Luis debe a Arias Montano en su propio
trabajo. Fray Luis, imitando a su amigo, anticipó un voto a la Virgen en su
Explanación, y la concluyó con una oda en acción de gracias. Al final de su
Exposición del Cantar de los Cantares incluyó unos versos del comentario
de Arias22.
Mayansy Sisear2^ anota sobre ambos: «el modo de escribir el maestro Le-
ón explicando las divinas letras es muy parecido al de Arias Montano, salvo
que el M. León suele ser algo más ceñido en sus explicaciones que aquél en
sus comentarios. Declara la propiedad de las palabras... No suele citar sino
textos sagrados, y estos mucho menos que Montano, a quien sigue en usar tal
cual vez de algún escogido testimonio de algún poeta clásico, y suele valerse
de la lengua española para explicar mejor algún modo de hablar. Todo con
estilo propio, breve, juicioso, claro y elegante».
Fray Luis dedicó 20 años a redactar este comentario. El 6 de marzo de-
ponía haber hecho un comento castellano de los Cantares de Salomón «ha-
brá diez o once años... el año pasado comencé a ponello en latín»24. Había,
21 Miguel Salva y Pedro Sáinz de Baranda, Colección de documentos inéditos para la Historia
de España, X, pp. 491-492( Audiencia del trece de nov. 1573).
22 «Amado, pasarás los frescos montes / más presto que el cabrito / de la cabra montes y que el
gamito». El impreso añade: «Son tres pies de la canción de la Esposa, con los que concluye Arias
Montano la paráfrasis que hizo de los Cantares» (Obras completas castellanas de Fray Luis de León,
prólogo y notas del P. Félix García, I, 4a ed., Madrid, BAC, 1957). Siempre citaremos por esta edición.
23 Ob. ciL, p. V.
24 Porceso de Fray Luis de León, B.A.E., t. 37, Madrid 1872, p. XXII.
XII INTRODUCCIÓN

pues, empezado la traducción latina en 1571. Hasta 1589 no apareció la


Triple Explanación.
Esta Explanación está dividida, como su nombre indica, en tres explica-
ciones: la primera, en que expone el sentido literal; la segunda, que trata del
místico, esto es, de los progresos del alma humana en el amor de Dios, hasta
llegar al divino desposorio; la tercera, del anagògico, esto es, de los progresos
del amor a Cristo de la Iglesia militante desde el principio hasta el fin del
mundo. Por una derivación lógica dentro de su sistema, fray Luis trata en
esta tercera de las tres cuestiones más debatidas de su tiempo: los naturales
del Nuevo Mundo, la conversión de los judíos y la reforma de la Iglesia.
Fray Luis gusta de la tripartición. La explanación del Cantar es triple,
como decimos. A su vez, cada parte está dividida en tres apartados. Así la
explicación literal se divide en tres partes: la primera comprende desde el
principio del libro hasta el cap. II, 8; la segunda desde aquí hasta el cap. V,
3; y la tercera desde este lugar hasta el final del libro.
La explicación mística se divide en tres estados, el de los principiantes, el
de los aprovechados y el de los perfectos, por donde pasan las almas que ca-
minan a la perfecta unión con Dios, Dentro de cada uno de los estados hay
cinco grados por donde el alma sube y crece en clamor: la vocación, el deseo,
la prueba, el ilapso y el rapto o éxtasis. Vocación o llamada indispensable de
Dios, deseo de unión con Dios, prueba a la constancia del alma, ilapso o
iluminación divina, rapto o sueño espiritual. Estos cinco grados se encuen-
tran y suceden por el mismo orden en cada uno de los tres estados referiólos,
más subidos y perfectos en el segundo que en el primero, y más en el tercero
que en el segundo; pero todos en cada uno de ellos.
La tercera explanación comprende tres partes que se corresponden con las
tres edades de la Iglesia sobre la tierra, la edad de la ley natural, la de la ley
escrita y la edad de la ley de gracia. En este sentido anagògico, fray Luis va
acomodando el texto del Cantar a las diferentes vicisitudes del desarrollo de
la Iglesia. En la primera parte del libro, alaba Dios las condiciones de su es-
posa y muestra los amores que le hizo entonces, todavía prisionera del faraón.
En la segunda parte declara la salida de su esposa de Egipto y la manera co-
mo la hace salir, su peregrinación por el desierto, los mimos de Dios hasta co-
INTRODUCCIÓN yvJ.ll

locarla en la tierra prometida. En la tercera parte, se describe la encarnación


de Dios, la propagación del Evangelio, la llegada de los gentiles, la conver-
sión final de los judíos, y se desea el día feliz en que celebrar el matrimonio.

* * * * * *

Nuestra traducción castellana de esta obra latina de fray Luis ha inten-


tado respetar la estructura sintáctica del latín utilizado por el maestro y
conservar un léxico culto que ya es propio de un castellano con personali-
dad. El resultado es un castellano muy parecido al de las obras en romance,
porquefrayLuis, cuando escribía latín, pensaba en castellano, y cuando es-
cribía en castellano no podía desechar ni su cultura latina ni su amor a la
lengua vernácula. Por lo demás, modernizamos la puntuación, la acentua-
ción y algunos signos ortográficos. La parte facsimilar de esta edición bilin-
güe es reproducción del ejemplar de 1589, que obra en poder de la Bibliote-
ca Universitaria de la Universidad de Granada.

J.-M. B. H.
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RlQUER, Martín de, fray Luis de León. Salmo 103, Madrid, 1946.
XVIII BIBLIOGRAFIA SELECTA

RODRÍGUEZ DIEZ, José, Atanatoíogia en fray Luis de León, Universidad de Salamanca,


Salamanca, 1984.
RODRÍGUEZ, Leandro, «La mística judía y Fray Luis de León», Eag 15, (1980), pp. 93-
116.
SAINZ RODRÍGUEZ, P., Introducción, a A. Guy, El pensamientofilosóficodefrayLuis de
León, Madrid, Riaíp, I960.
SAN PEDRO GARCÍA, J., «fray Luis de León intérprete de la Sagrada Escritura», CBib
7(1950), pp. 219-222.
-«Principios exegéticos del Mtro. Fr. Luis de León», Salm4, (1957), pp. 51-74.
SANTIAGO VELA, Gregorio de, «Ei "Libro de Job" del P. M. Fr. Luis de León», AHHA
12 (1919), pp. 132-147, 193-205.
SANTIAGO, Miguel de, «Algunas pinceladas del retrato de fray Luis de León», NEst 37
(1981), pp. 77-79.
TEJADA, José Luis, «La pasión por la libertad y la verdad en fray Luis de León», AUC
1, (1984), pp. 291-302.
THOMPSON, Colin P., «La huella del proceso de fray Luis de León en sus propias
obras», ACIH6, (1980), pp. 736-739.
— The Strife ofTongues, Fray Luis de León and the Golden Age ofSpain, CUP, Cam-
bridge, 1988.
TOLEDO, E.V., fray Luis de León: La poesía en la cárcel Univ. of Washington, 1983,
tesis en microfilm.
URRUTIBE HEÍTY, Amelia, «Las referencias personales de fray Luis de León en ia "Ex-
posición del Libro de Job", en Estudios de Crítica Literaria, Univ. Nacional de la
Plata, Buenos Aires, 1973, pp: 25-37.
VERA E ISLA, Fernando de la, «Fray Luis de León», en Traducción en verso del Salmo 4
de David... y noticia de varias versiones poéticas que de dicho Salmo se han hecho en
lengua castellana, Madrid, 1879, pp. 141-143.

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F. L y y s i i

LE Gì ONENSIS
A V G" V S T I N í l N I
THEOLOGIAE DOCTORIS,
-©* Diuinorum librorum primi apud
jSalmantkenfes interpreti*> ex-
planatiommin eofderru

—•• ' i ' i • • m

cío. ID. XXCJX.


SUMA DEL PRIVILEGIO
DADO POCO HA

P or privilegio de Felipe II, Rey de las


Españas, se garantizó a fray Luis de
León, agustino, por diez años, que
nadie imprima estas explanaciones ni
las importe a España impresas en otro
sitio sin consentimiento del mismo
Luis de León; se establece una pena de
diez mil monedas de cobre
a los que obraran
en contra.
SVMMA PRIVI LE GIL

H I L I P P I ILHifpa-
niarum Regis priuilegio,Fra
tri Luyfio LcgionenfiAugu-
ftiniano,cautum eft in decennium,
ne quis has explanaciones imprimar,
nevé inHiípaniamimportet alibi im
prefTas, iniuíTu ipfius Luyfij Legio-
neníis : conftitutajpoena in eos,
qui contra fecerint decem
millia nummorum
#reorum.

f 2
T A H A .
Y O Tuan Galío de Andrada, efcriuaaode eamara del Rey nueíttfli
Tenor, de los qcre refidé en fu confejo, doy fce'q auiédo íc viílo por
l os fcuores del vn Itbrojintltulado^ddiciones y Àpologia>ad Cacica Ca
ticorum. Compoeflo por el Maeftrafráy Luys de Leon , tañaron cada
pliego del dicho libro,a quatromarauedís, y dieron licencia para que
A efte precio fe pueda vender. Ymairdaron que eíia taíTa fe ponga al
principio del dicíio libro, y no fe pueda tender fin ella. Y para que de-
llo confte, di la prefente, que es fecha en Madrid,* diez y ícys dias del
Mes de Septiembre de mil y quinientos y ochenta y nueue años.
Iuan Gallo
de Andxadt.
3*

CANTAR DÉLOS CANTARES


TRIPLE EXPLANACIÓN

de fray Luis de León,


Agustino.

L a primera de la cuales contiene la


interpretación de las palabras.
La otra abarca el progreso en el amor
del alma amante de Dios.
La tercera comprende el curso y la ra-
zón del amor de la Iglesia militante,
desde el principio del mundo
hasta el final del siglo.

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FR.ATRIS LVYS1I
L E G I O N E N S I S
A V G V S T 1 N I A N I
IN C A N T I C V M
C A N T I C O R V M .

T R I P L E X E X P L A N A T I O .

Q Varum prima verborum inter-


pretationes continct . Altera
Dcumamantisanimse progreffus in
amore compleótitur.Tertìa compre
Jbendit Eccieíise militantis à mun-
di initio viquead fincmfieculi,
amoris curfiim atque
rationem*

T3 Ccn-
4*

CENSURA

L eí con sumo agrado la explanación de los Cantares de Salomón del


agustino Luis de León, doctísimo profesor de la Academia Salman-
tina, pues huele a la culta y refinada antigüedad no solo por las senten-
cias coherentes con cierto aptísimo encadenamiento, lo cual era muy
difícil en esta obra, sino también por la pureza del estilo y por la elegan-
cia. Por lo cual juzgo que debe ser editada y divulgada por las manos y
bocas de los hombres, por ser no solo ortodoxa sino también muy bien
hecha para mover a piedad y aumentar el verdadero culto de la religión.

Sebastián Pérez,
doctor teólogo.

OTRA CENSURA
A mi juicio, este tiempo no ha producido nada ni más santo ni más
elegante que estas explanaciones, a las que la apología hizo más
abundantes y más útiles, sin herir a nadie.
En Madrid, a 3 de las calendas de febrero de 15871.
Juan Grial.

1 Notemos la fecha; quiere decir que esta edición estaba lista para impresión o impresa ya en 1587.
C E N S V R A.
E Xplatlationem Canticorum. Solomonis Luyfij ILé-
gioncnas Auguftiniani Salmmticcnfìs Academia?
do&ifsimi profeiforislcgi fané libentifsimè,eft enim ciuf
modi vt magnopere, non ibium fententijsaptjfsimaqua
dam ferie, quod crat in hoc opere valde difficile cohasren
tibuSjfedetiam fermonis puritate,& elegantiaantiqutta»
tem ìltam cultam,&perpoiitam redoleat. Quamobrem
edendam cenfeo,perquemanus,$£orahominum perua
gati,cùm fitnon tantum orthodoxa,fcd ad pietatemper
mouendam, & veruna religionis cultum amplificanduofc
aptifsimè compofita.

Scbàitianus Perez
Vo ¿im Thcologus.

ALIA CENSVRA.
H IS explanatìònibus nihil meo iudiciò dedit hsec
a5tas,nequefan&ins,ncque elegantius, quas etiam
nemine latfo luculenriores)& vtiliores erteci t apologia.
Madnti.3,Calen.Februarjj.i5S7.

Ji4dnCrt4Ì.
5

JUAN GRIAL

A Imas felices, que ahora jugáis, suaves y exultantes


A los primeros ósculos del esposo, rociadas vuestras cabezas
Con el aroma del vino, y vosotras, conocedoras
De los lazos del lecho y no rudas en el amor santo;
Y oh vosotras, que estáis dotadas de tan gran poder divino
Que no dais descanso a la pasión ni sufrís preocupación alguna
Por la discordia, aunque el cielo entero se viniese abajo
Acompañando a la torrencial lluvia o todo el océano se derrumbe;
Y oh tú, que eres la más bella por tu preciosa cabeza
Ydeleitas más con tu color moreno,
Aunque él sea de púrpura, de un blanco resplandeciente,
Escogido entre muchos millares;
Vosotras, que quisisteis que vuestros fuegos, vuestros
Encantos y los goces del matrimonio afortunado
Fuesen de todos experimentados y quisisteis esparcir
Elfuego por toda la tierra entera, desde donde
Ese gran fuego partiese de nuevo hacia el cielo;
(Pues para el cielo y para los celestes es algo dulce
Que estas cosas sean arrebatadas de las altas orillas);
Entretejed guirnaldas variadas de fronda para mi Luis,
Que no me satisface el honor de una sola fronda.
Que nadie se niegue a colocar en su frente las selvas
De los griegos en el verdísimo Tempe2,
Ni el laurel, premio para los eximios romanos, ni el ramo de olivo

2 Valle delicioso de Tesalia, situado entre el Olimpo y el Ossa. El Poema adolece de graves defectos
sintácticos y lenguaje forzado a las exigencias del ritmo métrico. No es una buena poesía, ni siquiera mediana.

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IO A N N E S G R I A L

F Elicesanimi quanucveladofculaprima
Sponfi,ceutaèf&jlore meri capita
Luditis exuftim tenerne vosfedera leófi
Expert^fmBo non in amore rudes:
Et vòsotanta corrept&fiumme>nullavt
Paufkfitardoris¿umrúedifsidijy
Ommsfiimmifsisdefcendent imbribus ather
Omnisfiincumbat defupet Oceanus:
TudfO qua charo capitigulcherrima tota es
Ùjt&cfó ^^sfufcofortexolore places:
Quamuu'purpMreu$,quauis & caSdusille eli
Quamuts emtdtis millibw eximius:
Vos quoniamvelìrosignes^uesfrofqi. leporesì
Et fortunatigaudia coniugij
Nota effe¿£ lafts incendiafpargere tetris
Vnde folo rurfus plurimus ignis eat
Optaitis^fnperas namqf h&cauertier orai
Jd e do dulce eli,dulceq-j editibus)
NeBite (erta meo varia de fronde Luyfo9
t Vnius haudplaceat nam rnthi frodis honos*
Namneq\ Graiom Ñluas vìridifsim a "Tempe
Mee Laummmagmspremia Romulidis
f 4 Non
6*

Ni la hiedra, yflorezcaentre muchas colinas la perenne hierba.


Y así, como la poco ha cortada por el hierro reciente,
Reponga las alegres ramas con densa cabellera,
Ya sea encina, ya otro fértil árbol,
Como si hubiese evitado las manos violentas.
La palmera, que no sabe ceder al peso de sus ramas,
Exhiba gozosa sobre todas por doquier sus delgadas ramas.
Ella nos invitará a recordar la antigua Idumea,
Sus entrañas le arden en tierno amor,
Y conoce a su esposo, sus abrazos y besos y se pone triste cuando queda
Abandonada y sola en el vacío lecho conyugal.
Pero entretejeréis bien guirnaldas con hermosos sarmientos,
No desdiga la coronaflojade una docta cabeza,
Ni si no fuere humedecida con licor divino,
No estará suficientemente perfumada defloresy hojas.
El espíritu descansó, serpeante entre las buenas hierbas,
No una vez, resbaladizo en los elevados árboles;
Corrompió losfrutos,erró por las ramas opacas
Infectándolo todo en su sacrilego deslizamiento.
Y no falten bálsamos, incienso, nardos y canelos alrededor,
Y mirra, y humee el brasero con olor divino.
Non oleamvejyederavenegetpraponenfronti,
Adulta quoque è multuforeatherba iugis.
Sktamen <vt ¡erro qu&ftt modo tonfa recenti*
Et reparti l&ta bmchia den fa coma>
Siue ilex eafìt,fiue alterafertilis arios
Hacfiet immites abstinuiffe manus.
Ante omnes oneri nefcit qm cedere palma
Exeratargutm indique km comas*
Illa ettam antiqua memintffedocehit Idumes
lllieiiam tenero viñera amore calem
Coniugiumq^fuu^amptexus atcpue ofcula nmiu
Etmcsretvacuofola reliftatoro*
Sed bene texetisformofo polliceferta:
Non deceat do£tum laxa corona caput.
Nec nifidiurno h&rebit màdefaBa liquore*
Nonfatis eB halansfloribus&folijs.
Spiritus accuimt quoniam bonagramina fer*
pens*
Ncnfemehatque altis lubricus arbonbus:
Pomaquecorrupttjramifqueerrauit opacis
Allapfu inficiens omniafacrilego.
'Balfama nec defmt, thus, nardi ($ cinnama
circum,
*Myrrhaque9dimno ^fumet odore focus.
Omnia
T

Después que todas esas cosas fuesen ritualmente hechas,


Salga del casto lugar la turba profana.
Poneos en coro de a tres, cantad un cantar,
Si pueden los celos ponerse en cantar.
Perdonad cuanto la tutela del esposo vela por la esposa,
Perdonad el prorrumpir con voces no ecuánimes,
Ya cante algo aquélla, ya cuente a su esposo
Gustoso los sentidos de los antiguos profetas.
Ninguna es más digna de ir delante de nosotros cantando,
O más docta para conducir por siempre los coros.
Mas ante ti, que eres nuestro decoro, y que intentas seguir
En todas las dificultades estos estandartes y buena milicia,
Caigan todas las cosas ya, y nadie se oponga a la alabanza,
Y siempre sople más suave el amor del esposo.
Sople más suave el amor y, si algo detrae esta edad,
Con crecidas ganancias lo devuelva la posteridad.

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Omnia qUApoítquamfmrintiamrittperaBa^
Cejferit (f caíto turba profana loco,
Tumternis lucrate choris,tumàtcite carmen^
Carminefipofiitmergier inuidia.
^Farcite quamfponfi fernet tutelaforerà
Patate non ¿quis vocibus obfirepere^
Sen canat Ma aliqmd, fewvatumfenfa priom
ExpediatJponfi nonrenuenteJÍÍO.
Digmorhaudvlla efl>nobisve pr&ire canendo
Aut mage perpetuos ducere doBa choros.
At tibi quA nobìs decori es>perq\ omnia dura
^ertendisjigna bac^ bona capra fe qui,
Omnia iam cédateme qmfqualaudtbusobftet,
Inque dies fponfilenius affiet amor.
Lenipfs afftetoMÓr, quodfi h&c quìddetrahet
Atas.
Ingenti reddatfeenorepofteritas.

fS PHI-
8*

FELIPE RUIZ

Libro conocedor de los sentidos escondidos


De la oración elocuente, y al mismo tiempo grave fuente
Fecunda que cayendo broncínea
Desde la roca murmura un fugaz camino líquido;
Repartiendo gratos vasos a los cansados del estío.
Bajo qué antro húmedo sedente León
Por dos años ocupado dictó
Estos tan hermosos laureles, tan doctísimos cantos,
Que admirará la edad futura.
P H I L I P• P V S RVIZ.

Libelle fenfuum abdttorumconfcie


Orationis eloqumtis£$ grauis
Fecundus ìdemfons <v ti aerea cadens
De rupe liquidumperfirepitfugax iter.
Fefsis Per aftumgrata poetila diuidens
Quonamfab antro rofido (edens Leo>
Vtrumque tempusimpedttus laurea
Di&auit h&ctampulchrafam doBifsima
Ine ana qu& miretur &tasposterà.

SER. E-
o*

AL S E R E N Í S I M O
PRINCIPE ALBERTO
Archiduque de Austria
su reverenda eminentísima cardenal
Fray Luis de León Agustino
S.P.D.

orque cultivas los estudios de las letras y

P amas a los estudiosos de las mismas, y


ello lo llevas delante y quieres que todos
lo sepan, esperé, Alberto, decoro de
príncipes, que si dedicaba estos comentarios mí-
os a los Cantares de Salomón a tu alteza, lo que
ahora hago, ello no te sería ingrato. Y he llegado
a atreverme más, porque recordaba, cuando te
ofreciera el año pasado mi obsequio e incluso a
mí mismo todo, con cuál alegría de rostro y
acompañamiento de palabras me habías recibi-
do; y porque había conocido después por
Alfonso Coloma, ayuda de cámara tuyo, que tú
no te olvidas de mí, sino que miras aveces hacia
mi humildad desde esta tu cumbre y acostum-
bras mencionarme a veces en tus conversaciones.

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SERENISSIMO
PRINCIPI ALBERTO
Auitriae Àrchiduci S. R. E Cardinali,
ELuyfius Legionenfìs Augufti-
nianus, S.P.D*
*¡§¡¡£z¡st¡t& V O D , & literarumftudìa co-
y ^ ^ ^ ^ ^ l i s , &Cftudiofosliterarum dil¿-

^ ^ ^ ^ ^ ^ c t i s notum eñe vk>in Cpem ve*


ni,AibercePrinciptim decus5fihosmeos in
Cantica SolomonisCommentarios tuse ce!
fitudini,quod nane facio , dicafTem, id tibi
non ingratum futurum . Eoq; magis addu-
&us fum ,id vt faceré auderem^quòd memi-
neram fuperiore anno, cura obíequium tibi
meurn,at;q; adeò me ipfumuotumofferrem,
quali me & vultus Maritate, &¿ verború ca-
nútate excepifìes:quodq; ex Alphonfo Colo
ma cubiculario tuo poftea cognoueram5me
moriam mei non abieeifle te,ied è tuo irto fa
ftigio admeam humilitatem nonnunquam
defpicere,& intuís fcrmonibusmentionem
meiiolitum effe interdü faceré. Prasterharc
illud
Además vi que estos escritos convenían mucho a
tu persona. Para que tú, que naciste para obtener
alguna vez el mando de la Iglesia, como todos
pensamos, y fuiste elegido por Dios, comenzaras
ya ahora a amar a la Iglesia con estos escritos, en
los que vieras que ella ha sido amada con tanto
amor por Cristo, rey de todos los reyes, que no so-
lo es tenido como señor y se dice su padre, sino
también como amante y esposo, y que quisiera
fuera escrito de su persona lo que nadie en amor
pudo escribir más ardientemente. Pues el amor es
una virtud verdaderamente divina y la caridad es
difundida a todos los hombres. Tú conseguirás
fácilmente con la lectura de este libro la perfec-
ción absoluta de la tal virtud, puesto que por na-
turaleza pareces ser hecho para ella. El cual libro,
dedicado a ti y como protegido por el numen de
tu alteza, no solo se atreve ya a salir en público,
sino que espera y confía ser más
grato a todos que nunca
antes lo fue. Vale.
illud etiam viduhax fcripta optimèconucm
re tusepcrfonse.Vt,qui ad Ecclefi^impcriü,
vt omnes iudicamus,aliquando obtincndu
natusfis,,&£ à Deo ele&us , adattare iam
nunc Ecclefiamincipcrcs ex his fcriptis, in
quibus videres tatoipfàm amore a rege om-
nium regumChriftoefieadamatam , noti
folüjVtdofninuSjatqjpateriliiusdici, fed vt
amator€tiam>6c fponfns haberirvtq; ea, fua
ex peribnafcribivóiuèrit ¿ quibùs in amore
nihilfcribi pocuk ardentius • Eft enim vére
dmiaa virtus amor, charitalq; in homines
vniuerfoscffuia.Cuius tu virtutis^quoniam
ad eam natura fa£tus videris effe, perielio-
ném¿ &abfolutionéfacilè adfequére huius
le&ionelibri.Quj ubi dicatns^uasqjcelfitü-
dinis tanquam nu3niriete£tus,nonfolum in
publicum prodireiam audet, fed etiam ípe-
rat>àtque confidit gratiorem fe,quàm
vaquam antea fuiffet, cun&is
futurum. Vàie.
LE-
II*

AL LECTOR

orno en años pasados fuera rogado

C por cierto amigo mío, que no sabía


latín, a que trasladase a español el
Cantar de Salomón y añadiera escri-
tos en la misma lengua breves comentarios al
mismo, en los que yo llegaba sin dificultad al
verdadero y arcano conocimiento del Cantar, y
explicaba largamente el texto de las palabras y
la propiedad y la forma de las imágenes, en las
que ese libro abunda (pues me había pedido
aquél por quien lo hacía, que le enseñara no lo
que aquellos escritos contenían de escondido,
pues decía que lo había oído a muchos, y a ca-
da uno a su forma, sino cómo rectamente había
sido casi construido aquel orden de palabras, al
parecer, tan perturbado y envuelto). Y como así
lo hubiese hecho y se lo diese a leer a aquél por
cuyo ruego lo había hecho y éste a los pocos
meses me devolviese mi libro, sin quedarse nin-
gún ejemplar del mismo, acaeció que cierto

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LECTORI
V M fuperioribusannis rogatu cu
iufdam amici mei, qui Latine ne-
fciebat, Canticum Salomonis m
Hifpanum fermonem conuertif-
fem, addidnTemque eodem fer-
mone confcriptos breues in idem commenta-
rios^quibus veram,&: arcanameius Cantici in-
telligentiam leuiter attingebam :verborum ve
rò textum, de proprietates^atque iimilitudinu,
quibus is liber abundar> rationes latiùs expla-
nábame Nani petierat a me i s , euius caufa id
elaborabatur, le vt docerem , non quid arca-
ni feripta illa continerent, nani audiuiíTe id a
m u l t i s i à fingulis fuo modo dicebat,fed quo
modo reótè quafi conftruendus eiFet ille ver-
borum ordo, valdè , vt videtur, perturbatus,
& inuolutus. ) Itaque cum id confeciiTem , oc
ei 5 cuius rogatu confeceram legendum de-
dilTem, ifque paucis poft menfibus reddidiffet
mihi libami meum, nullo illius apud fé exem-
plo relidOjaccidit, vt quidam meus familiaris,
è meis
familiar mío, tomándolo de mi escritorio sin
saberlo yo, no solo lo copió para sí sino entre-
gó a otros para escribir a su vez el ejemplar co-
piado por él. De lo cual sucedió después que,
aprobándolo y buscándolo muchos hombres
de todas las clases, este libro en breve transcri-
to en muchos ejemplares y esparcido por la
mayor parte de España, llegara a manos de
muchos. Pero puesto que estaba santamente
prohibido por los jueces de la cosas de la fe,
que nadie leyera el libro de la Sagrada Escritu-
ra escrito en lengua vulgar, ciertos no muy
amadores míos pensaron que se les ofrecía en
él un motivo para incomodarme y lo tomaron
presto y ávidamente. Pero discernidas ya aque-
llas controversias, haciendo Dios de arbitro por
mí, y habiendo sido restituido al final, por be-
neficio del mismo Dios, tras muchos y grandes
trabajos, a mi prístina dignidad y a la íntegra
opinión; para que también en esto satisficiera a
los juicios de todos y para que nada quedara
que pudiese dar lugar a alguna sospecha, mu-
chos me animaron a que vertiera al latín aquel
libro y lo divulgara y editara. Y lo hice coaccio-
nado en cierto modo, no siguiendo tanto mi
opinión cuanto el parecer de los que me quie-
ren bien; juzgaba ciertamente que en este
nuestro tiempo la tarea de escribir, no solo para
los que editan tantos nuevos libros sino velan
è meis fcririijs,íhe infero cum accipiens5nó fo-
lum Ubi defcriberetjfed defcriptum a fé exem-
plum alìjs itemdefcribendum traderet.Exquo
factum poftea eft,vt multis omnium ordinum
hominibus curri librum probantibus ? atque pe
tentibus, breui is liber in plura exempla tranf-
fufus^&per maiorcm Hiipaniac partem fparfus,
in manus plurimorumperuenerkySed quoniá
a rerum fidei iudicibus tanitè erat interdiótú,
ne quis lacras Scripturae liber,vulgari fermone
confcriptus legeretur : quidam non nimium
amatores m-ei,caufam in eo fibi oblata ad mi-
ni incommodandum putarunt,eamque,&: fta-
tim, 5cauidé arripuerunt.Verùm illis iam con-
troueriijSjDeopro me difceptante,dijudicatis:
meque ipio poft multo s y oc magnos labores,
eiufdem Dei benefido^priitinae dignitari mear,
arque integras opinioni akquando tandem re-
ftituto : quo etiam in hoc omnium iudicijs fa-
tisfieret:vtque niliil relinqueretur^quod fufpi-
cioni locum dare poíTet alicuynulti me horta
ti funt, vt Latine vertere eum kbrum, ipfumq;
pcruulgarem atque cderem.Quod óefeci^coa-
¿tus quodammodo, nec tam meam fententia,
quam plurimorum qui mini bene voluntiudi-
cia fequutus : iudicabam ipfe certe tam multis
hac
y atienden a recoger los escritos buenos de
otros, no es muy útil para los demás y es de-
masiado peligrosa para los que escriben, Pero,
como había comenzado a decir, casi obligado
en verdad he hecho este libro latino y he aña-
dido al latín lo que faltaba al español, una ex-
plicación más abundante y entera del escondi-
do y verdadero sentido. El cual libro ahora
decidí editarlo por la opinión de mis amigos,
o mejor ya lo estoy imprimiendo. En el cual
no niego que me ha sucedido, lo que debe su-
cederie a todos los que llevados más por la ne-
cesidad que el deseo escriben algo, que no es-
tán de acuerdo con muchas cosas de las que
escriben. Estoy descontento conmigo en mu-
chas cosas. Pues al estar obligado y ser llamado
a otro lugar distinto del que desea, la mente va
a disgusto, y por ello parca y malignamente
sugiere sentencias y palabras. Pero aunque esté
descontento de mí mismo, sin embargo si a
algún bueno y piadoso agradara algo en este
libro y si ciertamente, lo cual deseo mucho,
alguno concibiera por él alguna llamita de
amor divino, ello será bastante para que juz-
gue que no en vano sino con gran utilidad fue
tomado por mí este trabajo de hacer este libro.

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hac noftra s t a t i o n folùm nouos libros ipfis
cdentibus,fed ad aliorum bene fcripta carpen-
da excubantibus, oc intentis, fcribendi munus
hoc tépore,necnimis vtile effe aiijs, & ijs ipfis
qui fcribunt effe valdè pcriculofum.Sed,vt di-
cere coeperam , re ipfa pene conftricfcus Latinu
cum librum feci, Latino^ addidi, qu¿e Hifpa-
no deerat,verae, & arcanae fententix perpetua,
oc copiofiorem explanationcm. Quem nunc
librum de amic'orum. meorum fententia edere
indimi, fiue potius iam edo. In quo non diffi-
teor mihi eUeniffe , quod euenire neceffe eft
omnibus, qui necefsitate potiùs addu£ti,quàm
volúntate aliquid fcribüt, fibi vt in mulcis co-
rum qua* fcribunt,difpliceant. Difpliceo enim
mihi in plerifque.Ná dum cogitur, oc aliò qua
quo cupit mens voeatur,inuita fequitur, & ob
id parce,atque maligne fuggerit ¿e fententias,
oc verba.Sed quamuis mihi ipfe difpliceam, ta-
men fi cui bono,atq. pio aliquidin hoclibello
placuerit : fiq; certe, quod vnum maxime cu-
pio, ex eoquis flammulam aliqua diurni amo-
ris concepcrit, id fatis erit, vt non fruftra, fed
vt cum maxima volitate arbicrer, fufeepeum
fuiffe à me > hunc iftius libri conficiendi la-
boren^
vo-
14*

V O T O

¡Cómoy cuánto está agitada la mente llena de Dios,


Ya su vez cómo arde Dios en amor,
Mientras interpreto luego el Cantar divino
Que cantó Salomón por divina inspiración!
Oh Virgen, toda amada por el Supremo Tonante,
De cuyo seno brotó el Amor mismo,
Dame sentidos rectos, dame palabras convenientes,
Dame poder encender en el pecho fuegos sagrados,
Sin duda para celebrar, cumpliendo un gran deber,
Virgen divina, tus alabanzas en el grato Cantar.
V O T V .Mi
Quo menspiena Deo^quanto^ ex&ftuatignc
¡nq^vicemquantofiagratamorecDeus,
Dum refirninterpresdìuinì carminis^olim
Nummisimpulfu quodceeinìt Solomon>
Supremo^) virgo,penìtus diletta tonanti^
ìpfé amore cuiusprofilukgremio,
Qa fe nfus reUosxda^uerba decenria:poJJè
*D4 fanéfosignes pectoreconcipere:
SciliàtfOt magnò petfun&mmuñere¡laudes
VSiua tuas grawcarmine concelebrem*
C A N T A R
DE LOS CANTARES
DE SALOMON

Salomón en este Cantar, que escribió inspirado por el Espíritu Santo, ex-
puso el mutuo amor entre Dios y los hombres, esto es, el amor de Cristo tanto
con toda la Iglesia como con cada uno de los fieles. Y lo expuso poniendo a
hablar abiertamente no a ellos mismos, a Cristo o a la Iglesia, sino introdu-
ciendo como en escena3 a dos cónyuges amantes entre sí que representaran la
persona de Cristo y de la Iglesia y expresaran con mutuo amor entre sí aquella
suma y celestial unión que hay entre Cristo y la Iglesia. Y así, todo el estilo de
este libro es figurado y alegórico4. No digo alegórico con aquella alegoría, que,
bajo la autoridad de San Pablo, ponen los teólogos cuando distinguen en las
Sagradas Letras el sentido alegórico del que llaman literal, sino la que, según
los retóricos, se hace por continuada metáfora. Pero consta que conviene que
lo que se dice de este modo figurada y alegóricamente, se tome todo de la na-
turaleza de la tal cosa de donde es trasladada la semejanza, esto es, de la cosa
que se usa abiertamente en lugar de la otra oculta. Pues se usa por esta causa,
para que, manifestándose a su modo, se vea la naturaleza latente de la otra co-
sa en cierta semejanza, como en espejo. Por lo cual es necesario que aquella co-
sa sea expresada rasamente, cual es, con aptas palabras y sentencias y sobre todo
con su apariencia o ciertamente se usaría sin razón. Ademas también consta
que los escritos de este género muestran abiertamente un sentido y sentencia y
lo presentan a la vista, y que contienen otro incluido dentro de sí. Y lo dividí

3 Fray Luis concibe el Cantar como un drama, y según este género acomodará el hablar de los per-
sonajes y resolverá algunos versículos dudosos. Algunos han llegado a hablar de las cualidades dramatúrgicas
de Fray Luis, basados en este dato.
4 Orígenes, Prólogo a los Cantares, Pselo, Prólogo a los Cantares, Jerónimo, libro I Contra Jov. Ber-
nardo, Homilía 8a a los Cantares, Lira el capítulo 4 o de los Cantares. Gregorio y Ricardo de san Víctor, Pre-
facio a los Cantares.

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C A NT I C V M
C A N TICO R VM
SALOMONIS.

A L O M O N I N H O C C A R-
minc,quod confcripfit di&antc Spiritu
fanàojmutuu intér Òeumf&: nomines
amore* expofuit,id eft ChrMH, tu erga Ec
clefia tota^tü erga iideleisfinguiosàmo-
r &Expofuitauté non ipfos, aut Chriftü,
aut Ecclefíá palaloqueteis induces,fed introduces taqua
infeena inter fe amantéis coniugès duos, qúiChriíti > &c
Ecclefise perfonam fuftiiièrent, &: mutua erga fé chanta- orìg. pQ~
teexpriméréntfumrnamiiláni,& c#leftèm coñiun&io- lo-™ can>
nem amoris,qua;eft inter Chriftum,&EccieiìamJtaq5 p » •]*<»-
tota huius libri oratio,figurataeft, &c allegorica. Allego- H'-m ^ ^
ricam dico,non ea allegoria, quam D.Paulo authqre, in- t # a¡uerr
ducunt Theológi, cuna in iàcris literis, à literae, quem vo- imt, ^ètm
cant,fenfu,áüegoricum feñfüm diftingüunt: fed quam nar. hom.
tradunt rhetores efiki ex perpetua metaphora. Con- $•'» can.
ftat autem oportere, vt quód ifto modo figurate, & alle- L)ran *%n
goricè dicitur7idornileducátür ex eius rei natura, è qua C'^CA^U
fimilitudotransferturjid eft,ex care, qua? palámadhíbe- ¿, E¿"
tur, alteráis rei occulta? toco. Ñam obeamcau&m ad- m% ¿eSm
hibetur,vtin eius ratio ne manifèfta,alterius reilatensna viti . pa-
tura fimilitudirièquada,tanquam in fpeculo, còfpiciatur. fattone i%
Quare neceiTeeft,vt ea rés enucleate, qualis ipfa eft, aptis cantica
é¿ verbis ySc fenténtijs, èc omnino iuìs coloribus expri-
matur : aùt certe fine íaüfa adhiberetur. Péinde etiam
conftatjid gemís fcripta aliiid fenius, át.qüc ièntentiae pà-
làm òikatàrevac prac fé ferre^àlitìd cotìneré intia fé inciu-
A fum.
2 CANTAR DE LOS CA NT A RES

todo en sonido (pues no se me ocurre otra palabra más acomodada para nom-
brar eso, lo que sea, que los tales escritos parezcan significar enseguida una vez
oídos; aunque sé que los antiguos escritores de la Iglesias lo nombraron histo-
ria o inteligencia histórica, llamémosle sonidos de palabras). Y así lo dividí en
sonido y sentencia, para que el sonido sea lo exterior que se presenta a los ojos
del sentido, y la sentencia latente y la inteligencia oculta aquella a la que el so-
nido exterior se refiere, la cual se dice y es inteligencia literal. Por último, es
también manifiesto que, aunque la verdadera sentencia de estos escritos no sea
la que muestran los mismos escritos y a la cual hemos llamado sonido, sino
más bien la que ocultan e incluyen dentro de sí, sin embargo ha de ser busca-
do e interpretado qué y cuál sea eso interior latente por lo que aparenta y se
ve. De todo lo cual se hace, que aquel que interpreta estos escritos, para satis-
facer su trabajo, primero debe exponer aquellos sentidos exteriores, después
explicar y sacar de ellos los verdaderos sentidos interiores. No vaya a ser que si
ignorada o no expuesta la naturaleza de las cosas, de donde se toma la seme-
janza, se llegara luego a la explicación de lo interior, y sea inevitable que como
perdido el guía yerre lejos de la verdad y caiga en algunas cosas absurdas y en-
contradas entre sí, como vemos sucedió a muchos intérpretes de estas letras en
nuestro tiempo y en tiempo de nuestros antepasados.

En la interpretación de este librito hemos seguido ciertamente esta manera.


Y así en cada capítulo de este libro hemos hablado separadamente de ambas
cosas; y en construyendo un grado hemos pasado al otro y hemos comparado
uno con otro. Lo hemos comparado, digo, comparando cosa con cosa, pero no
comparando cada una de las palabras o todas por grados, de las que se decía
en la alegoría, con la inteligencia interior. Pues ello ni es necesario hacerse, ni
siempre puede ser hecho con verdad. Muchas cosas se ponen en este género
para servir más a la alegoría instituida, que para trasladar de allí algo a aquello
de lo que se trata6. Si no viera que lo cual ha sido notado por doctos e inteli-

5 Orígenes, Homilía Ia a los Cantares. Hoy se admiren dos sentidos: el literal histórico, en el que las
palabras expresan las cosas, y el típico, en el que las cosas mismas contenidas en las palabras representan y
expresan a su vez otras cosas (supone y se apoya en el literal). Esta es la doctrina de santo Tomás.
6 Idea destacada para contradecir a los que veían escenas deshonestas en este Cantar.
t 1' N C A P VT
fum.Diuidìque ea omnia in fonum (nqnenim mihtoo
curritin praefcntià commodiusaliud verbum,quo Homi-
nem id,quicquid eft, quodiftiufmodi fcriptaftatim pri-
mo audita lignificare videntur : quanquarn fcioprifcos
Orjgt. ho- £ccief1£C fcriptores hiftoriam id,aut hiftoricam intellige-
m
'um tiamnominaíTe,fedvocetur nobis verborumfonus )Ita-
un h
que diuidiin fonum,&:fententia,vt fonus ut cxteriorMte,
quioculis obijciturfenfus :fententiaveròlatens, Oc oc*
eulta intelligentia ea,ad quam exterior fonus trans fertur,
qua; eadem dicitur,& eft literalis intelligentia. Poftremò
illud edam eft manifeftum, quanquarn horum fcripto-
rumvera fententia non fitilla,quamipfa Cripta oftentat,
quamquenominauimus fonum/edeapotius, quam in-
tra fé occultante includunt^tamen quid,&qualeilt id
interius,quodlatet,exeo,quod pater, atque conipicitut,
qu#rendum eífe,S¿ interpretandum.Qujbus ex omnibus
efficitur,eum,quiifthax (cripta interpretaiur, iì quidem
fuo muneri fatisfa&urus eft: primùm exteriores il los fen-
iùsexponere deberé : deinde ex eis interiores, &: veros
eruere,atque explicare.Nc,n ignorata, aut inexpofìta eius
rei natura, vnde iìmilitudo ducitur,ad interiora explicada
ftatimacceíterÍt,quafiami{To duccaberretlongè àvero,
incidatque in abfurda,& fecum pugnantia quaedam: qué-
admodum nonnullis harumlitcrarum interpretibus acci
diffe videmus,& noiìra,&: noftrorum auorum astate. Hac
certe nos in hoc libello interpretando rationem fequuti
fumus.Itaque fingulis in capitibus eius libri feparatim de
vtroque diximus: &: ex vno ad aliud gradum cóftruximus
nobis,& alterum compatauimus cum altero. Compara-
uimus,inquanvta vt res reb us conferrem,non autem,vt
aut ungula verba,aut minutatim cunda, qua; in allegoria
dicebantur, referrem ad interiorem intelligentiam . Id
cnim ñeque neceflarium faftu eft, nec vero ferrjpcr fieri
poteft.
3 CA NTAR DÉLOS CANTARES

gentes hombres, no solo lo probaría con la gran autoridad de san Jerónimo7,


sino también lo haría evidente sacando muchos ejemplos tanto de las Sagra-
das Letras, cuanto de los escritos de otros autores. Ciertamente ello se hace
más de una vez en este poema. El cual Cantar, al llamarlo los hebreos Cantar
de Cantares, quieren que se entienda que aventaja a los demás cantares.

CAPITULO PRIMERO

1. Béseme de besos de su boca; porque buenos (son) tus amores más que el vino.
2. Al olor de tus ungüentos buenos: (Que es) ungüento derramado tu nombre; por
eso las doncellas te amaron.
3. Llévame en pos de ti: corremos. Metióme el rey en sus retretes: regocijarnos he-
mos y alegrarnos hemos en ti; membrársenos han tus amores más que el vino.
Las dulzuras te aman.
4. Morena yo, pero amable, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como
las cortinas de Salomón.
5. No miréis que soy algo morena, que miróme el sol: los hijos de mi madre por-
fiaron contra mí: pusiéronme (por) guarda de viñas: la mi viña no me guardé.
6. Enséñame, ¡oh Amado de mi alma!, dónde apacientas, dónde sesteas al medio-
día: porque seré como descarriada entre los ganados de tus compañeros.
7. Si no te lo sabes, ¡oh hermosa entre las mujeres1., salte (y sigue) por las pisadas
del ganado, y apacentarás tus cabritos junto a las cabanas de los pastores.
8. A la yegua mía en el carro de Faraón te comparé, amiga mía.
9. Lindas (están) tus mejillas en los cerquillos, tu cuello en los collares.
10. Tortolicas de oro te haremos esmaltadas de plata.
11. Cuando estaba el rey en su reposo, el mi nardo dio su olor.
12. Manojuelo de mirra el mi Amado a mí; morará entre mis pechos.
13. Racimo de Copher mi amado a mí, de las viñas de Engaddi.
14. !Ay, cuan hermosa, Amiga mía (eres tú), cuan hermosa! Tus ojos de paloma.
15. ¡Ay, cuan hermoso, Amigo mío (eres tú), y cuan gracioso! Nuestro lecho (está)
florido.
16. Las vigas de nuestra casa son de cedro, y el techo de ciprés*.

7 Sobre Ezequías, cap. 29.


8 La traducción castellana del texto del Cantar la tomamos de la que hizo el propio fray Luis para
Exposición del Cantar de los Cantares. Hay que recordar que el texto latino puesto por fray Luis al frente de
la explicación de cada capítulo está tomado directamente de la Vulgata, aunque después al explicarlo lo co-
rrija según el original hebreo; por eso hemos creído innecesario traducir el texto de la Vulgata.

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T R I M V Ai. 5
potei!:. Haud cnim parum multa in h o c genere ponütur,
magis vt inititutze allegoria; feruiatur,quàm vt inde trasfe
raturaliquid adid,de quo agitur. Q u o d nifi viderern d o ;
&is,&: intelligenribus hominibus notum eife, n o n folum
magna D . Hieronymi authoritateprobarem, fed etfam Hier. in
peripicuum facerem mulris produ&is exemplis:cùm ex Ewch.c*
áacris UteriSjtum ex aliorum authorumfcriptis. Id certe *9'
in hoc carmine non femelfit. Q u p d carme cum Hebraù
Canticum canticorum vocant,id intelligi voiunt, prscila
re ipfum cseteris canticis.
c Ji p. h
Sculetur meo/culoorisfm: quia meliorafunt"ìber4
tua^moifragranúalfnguenns optimts. Oleum effu-
jum nomen tuum : ideo adolefcentuU dtlexerunt te»
Trahème3pofltecUrretnus JhtroduxitmeRex m cel-
iavafitta: exukdbìmus^ l&tabimur in te memores yberum tuoril
fuperMnum : rèàtì diligunt te.Nìgrafum, fed formofafìlU Hie-
rufalem%ftcHttabemacuUCed*Y>ftcut pelles Saìomoms.Nol'tteme
confiderarejquiafufcttfitm; quia decoloratiti me Sol, Filij matris
meA pugnauerunt contra me>pofuermtme cuiìodem in binéis :>¿
ueammeam non cufiodim.Indica mihiquem dihgtt anima me&j
*vbi pafcas^bi cubestn merìdie, ne^agamncipiampojì gregesfo*
dalmm tuorum. Si t?n»ras te, o pulchemma tntermMÌtres>e9Y$
dere,;& ah pojtl>ejTÌgi4 gregum tuorwn, & pafee hoedos tttos
tuxtatabernacuUpaflornm. Bquttatut meo m cumbws Pharao-
nisafimilamtelamica mea.Vukhr&funtgen&tu& yfìcutturtttrtsi
collum twmjícutmomlia.Murcnulas áureasfacienttts tibi¡\ermi
culatasargento.Vum efjet Rex m acmbknfvto, nardus mea dedtt
odorem fmnt.Fafaculusmyrrhjt ddefónómeu* wihi imer'ybera
-mea comQrabitur.BotrmeypnddeÓlmmeus mihjn luneis Bngad
•dhBcce tu pidchraes^dmicameaiecce tupulchraestoculituicolti
baru.Bcee ttt pulcher esìddecl;eniiì& decwttsXeSiulm noflerflo-
ridpítítigna dómorúpofírariícedrinaJaquearianoflraCyprefsma,
A 2- PRIMA
PRIMERA EXPLANACIÓN

Primero hablaré del sentido exterior, después buscaré el interior y verdade-


ro. Así pues, como dije, aquí aparecen dos pastores, hombre y mujer, amantes
entre sí y solícitos uno con otro; por la cual solicitud, tristeza y ansia mal afec-
tada la mujer se finge laguidecer y así decir: Béseme de besos de su boca. Esto es,
las compañeras le traían vinos y ungüentos, para que con su olor o bebida
atrajera su ánima fugitiva; rechazando ella lo cual dice: Béseme de besos de su
boca.Como si así dijera: "Retirad esto de aquí y lleváoslo, pues nada hacen es-
tas cosas para librarme de la pasión. Languidezco por ansia de mi esposo, y no
puedo librarme de la enfermedad sino con su vista. Venga aquél pronto, y me
dé algo de sus besos; ello me será suficiente para recuperar la salud; y fuera de
ello, nada será bastante". Y así: Béseme de besos de su boca. En hebreo Minesi-
coth, esto es, de sus besos o por sus besos, esto es, con uno y otro beso y tam-
bién con algunos besos. Pues, dice, no pido muchos miles de besos; con uno o
dos besos suyos recuperaré la ya casi perdida vida. Pero toda esta oración está
tomada no solo de afecto y sentido de los amantes, sino también de la natura
misma de las cosas9. Los ánimos de los amantes no están tanto consigo mis-
mos, cuanto con aquellos a los que aman; y cuanto más lejos están de ellos,
tanto se apartan más de sí y de sus cuerpos, y menos les comunican su fuerza,
de lo cual sus flacos cuerpos adelgazan y palidecen y languidecen perdiendo
las fuerzas del ánimo. Porque la cual languidez de cuerpo se origina de la au-
sencia y alejamiento, por así decir, de todo el ánimo, por eso los cuerpos de-
sean atraer a sí a su ánimo por un tácito sentido de la naturaleza y por ten-
dencia propia. Mas éste está con aquél al que ama y habita junto a él. Así
pues, ansian por inclinación misma de la naturaleza ver a los amigos y abrazarse

9 Destacada cualidad en este poema es la de la imitación perfecta de la naturaleza.


IN CA P V T
PRIMA E X P L A N A T IO.
R I V S de exteriore fententia dicam, poftc-
riùs interiorem,&veram perfequar. lgirur,vt
djxi, hicinducunturinipeciem paftores.duo,
vir,&fosmina,&inter fe amantes, & inuicem
afe diftra&i: qua ex diftra&ione,moerore, atque defi-
deriomaièafferàfcemina,languerefingitur, itaque di-
cere: Ofculetur me ofculo orts fui, Videlicer, fociaj vina ilU„
atque vnguenta adferebant,quò eorü vel odore, vel hau-
ftufugientemanimam reuocaret-.quanllarefpuens diciti
qfculetur me ofculo oris /íw.Quaíi itadiceret: Amouete ifta
hinc$atque auferte,nihil enim ad me morbo iiberandum
ifta faciunt.Deíiderio viri mei languèo : nec,nifi eo viCó*
morbo liberaripoflTum.Adfitiilemodòjmihiqì ofculorü
fuorüaUquid impertíame mihi adfanitaté recuperan-
dafatis erit : nec,praeter ic^quidquam erit fatis.Itaque.o/^
cuUtur meofculo omfui.Hcbxutè jTflp*#30 Mineficoth, id
eft de,velex ofcuJis,hoc eft v»o,aut alteró ofculo, atque
adeò nonnuilis ofcuMs * Nó enim,inquit, multa milüa o£
culorumdepofcoi vel vno aut altero Üliusofculo iá pe-
né amiífam vitam recuperabo . Du&a eft autem haec
omnis orationonfoIumexafFe¿fcu,fenfuque amantium,
fed etiarn ex natura ipíarerum.Nam amatium animi no
tamJfecúipfi^quicumij^quos amat^verfantur : quoque
longíus ab Ülisabfunr, eò magis àfe, & àfuis corporibus
difceduntt minufqne vim fuam iiUsimpertiunturjex quo
corppra ipfa màcie attenuà^ur,pallentque,àc viríbus ani-
mi dejftituta languent.Qui languor corporis quoniam ex
abfeníi^ aberratipne,vt ita dicam, animi totus oritut,
ideò cojrporaipfa naturatacito fenfu,fuQqs nutuieuoca-
leadfeanimufit fuu cupiuntls autem cum eo,quèamat,
verfatur,& apud Ulum habitat. Auent igitur eodem natu
X»indttàuamicQsvidere,ardcque còpledi,6c id animi
, fui,
5 CANTAR DÉLOS CANTARES

apretadamente y beber cuanto puedan lo poco de ánimo que hay dentro de


aquellos y trasladarlo a sí. Lo cual puesto que uniendo los besos y robando el
ánima parece se puede hacer mucho, por ello pasa que en el amor hay tanto
deseo o placer de besarse. Y así la esposa languidece de amor; de cuyo langui-
decimiento toda la medicina está en el beso. Así pues, solo pide rectamente es-
to, diciendo: Bésame de besos de su boca. Y desprecia rectamente o al menos
finge despreciar los demás consuelos, vinos, flores, ungüentos, ofrecidos a ella
por los suyos. Por lo cual también añade: Porque buenos son tus pechos mas que
el vino, o como otros: tus amores, porque la palabra hebrea es dudosa entre am-
bas cosas10, aunque también los mismos pechos se ponen por amores traslada-
damente en las Sagradas Letras. Y lo que se sigue: Al olor de tus ungüentos bue-
nos11. No solo, dice, aventajan al vino, sino son más excelentes que los
ungüentos. Ni el vino alegra tanto el ánimo de cualquiera o el olor de los un-
güentos lo recrea, como yo me restablezco y fortalezco con las caricias y con el
mismo amor de mi esposo. Pero lo que el antiguo intérprete puso: Al olor de
tus ungüentos buenos, otros vierten con un sentido no del todo distinto del he-
breo: Los olores de los ungüentos. Está dicho precisamente y con cierto significa-
do de admiración, lo que así convenientemente: la fragancia de los ungüentos.
Pero falta explicar ¿qué consiga hablando? Como si diga: Tus amores son cier-
tamente más ventajosos que el vino más generoso. ¿Qué conviene decir del
olor, que despiden los ungüentos de los que está untado? Pues: ungüento derra-
mado tu nombre. Tan bien, dice, hueles que no solo eres dicho y nombrado
oloroso, sino el mismo ungüento y el mismo buen olor. Conocida es la figura
de hablar, cuando para declarar la excelencia de alguno en algún género, le
atribuimos el nombre de la misma cosa en la que se dice destaca12. Como
Cristo Señor no llamó a Simón, príncipe de los Apóstoles y futuro funda-
mento de la Iglesia, pétreo o nacido de la piedra sino con la palabra hebrea
Cephas13, esto es, roca misma y piedra. Pero lo que en este lugar los hebreos

10 «Cristo, Esposo fiel de su Iglesia, y ella, esposa querida y amada suya, por razón deste ayunta-
miento que entre ellos se celebra cuando reciben los fieles dignamente en la hostia su carne, son una carne y
un cuerpo entre sí. Bien y brevemente, Teodoreto sobre el principio de los Cantares y sobre aquellas pala-
bras dellos: Béseme de besos de tu boca, en este propósito dice de esta manera: No es razón que ninguno se of-
fenda de esta palabra de beso; pues es verdad que al tiempo que se dize la missa y al mismo tiempo que se comul-
ga en ella, tocamos al cuerpo de nuestro Esposa, y le besamos y le abracamos, y como con Esposo, assi nos
ayuntamos con él». (Fray Luis de León, De los nombres de los nombres de Cristo, «Esposo». F. de Onís, Madrid,
Espasa-Calpe, 1966, II, pp. 220-21). En una nota a este pasaje el anónimo colector del voi. 37 de la B.A.E.
llama la atención sobre los defectos del estilo de fray Luis, que son —dice— falta de unidad, cabalgamiento de
las ideas, escasez de soltura y energía.
11 Proverbios, 7-
12 La figura se llama antonomasia.
13 Mt. 16,18, y no 17, 18, como trae el P. Félix García por error en la Obras. También se encuentra
en Jn. 1, 42. Véase lo que dice fray Luis en el prólogo al libro tercero de los Nombres de Cristo.

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P R J MV M. 5
fui, quod intra illos eft,haurircquoquo modo pofsint,&
ad fé trans terre, Quod quoniam iungendis ofeulis, ani-
maque legenda videtur maxime pofieefrici,ex eo fit, vt
inamore tanta fitofculandi,velcupiditas, velvoluptas.
Languet itaque iponfa ex amoreicuius languoris medici-
na omnis in deofculatione fita eft. Re&è igitur id vnum
flagitat,dicens: Ofculgtur me ofculo ortsfut.Kc&cque catterà
fomenta vina,flores, vnguentaà fuis ílbi oblataafperna-
tur,aut certe alpernarifingitur.Quareetiam adicciv.Qutit
melioraltintlìberatuayinOyZutjVtalij;^fmorestui: quoniam
verbum Hebraicumad vtrunque eft anceps : quanquam
&ipfavberapro amonbus in facris literis tranfiatè pomi
tur.Erquod feqmtm.Fragranturtrigiientts pptirms,ì$Qi\ fo Prou.y*
lum,inquit,vinopraeitant,fed vnguentisexceilurtt, Nec
adeo cuiufquamanimum autvinuexhiiarat,aut vnguen
torum odor obledtat, arque ipfa viri mei amore, atque
b£anditijsrenaor,atque confimi or. Sed quodvetusin-
terpres pqfuit:Fr<i^rf«fM>«^«i,»r« optimi*. Ali) ex Hebreo
non admodum diuerfo fenfu vertunt : odcri^nguenterum,,
Eft enimpraeciíe didum, 6¿ cum admirationis fignifìca-
t ione quadam,quod itacommodè : Porro fragratxtiam
vnguentorum Deeftautem,Quis dicendo aiTequatur,vt
empiiceli Veiì dicatzAmoresquidem tuivino quantums
generofoprseítantiores funt. Nam.de odore,, quem vn-
guenta,quibusesdelibaiusjípirant, quid attinet dicere*
Nam:Oleum ejfxjxm. nomen tuum. Tarn bene, inquit,, oles»
vt non odoratusmodò.fed vnguentum ipfum., ipfeque
bonus odor dicarejatqinominére.Notaeft figura loqué-
dì,cum ad aheuius in aliquogenere praeílantiam declara
danylli nomen tribuimu^eius ipfiusrei, inqua excellere
dicìtur.Sicut Chriftus Dominus Simonem, Apoftolora
principem,&: Ecdciìaefirmamentum futurum, nonaut
üxeum,aut depetranatum,fedCepham Hebraica voce jfatM%
A i appei-
6 CANTAR DE LOS CANTARES

llaman óleo, los latinos lo llaman ungüentos. Pues son de flores o yerbas expri-
midas con la mano y obtenidas con fuego o manando naturalmente o hechos
olores líquidos de cualquier otro modo. Y lo que se añade: derramado. Y re-
partido en vasos despide mucho olor y gran fragancia, de manera que el espo-
so no solo se diga el mismo olor, sino amplia fragancia y olor que llega a todas
partes. Pues los ungüentos cuando se derraman del frasco donde estaban ence-
rrados, entonces emiten mucho olor de sí.

Sigue: Por eso las doncellas te amaron. Amplifica lo que había dicho de olor
del esposo. Pues por eso sucede, dice, que recojas el amor de todas las mujeres
adolescentes, siendo para todas querida y agradable. La cual oración está ex-
presada según la misma costumbre de la vida. Pues todas las mujeres y, sobre
todo, doncellas son por natura deseosas de los tales olores y elegancias14. Y, co-
mo me parece ciertamente a mí, Salomón obra con pudor y decoro, cuando
atribuye estas palabras a la esposa, a saber: Por eso las doncellas te amaron. Pues
con esto replica a aquellas cosas y se purgan tácitamente, callando los juicios
de los otros. Pues veía que podía suceder, que se le acusase de invitar de mane-
ra petulante a su marido a besos y abrazos más de lo que convenía al pudor. La
objeción, pues, de los oyentes a sus pensamientos, aunque en realidad falsa,
sin embargo tiene visos de probabilidad, y disculpa por todas maneras a la
mujer buena de una acusación no despreciable. Pues a esto pertenece también
el que llamara antes al esposo óleo derramado, diciendo: Oleo derramado tu
nombre. Para que cuanto mayor fuerza de bien viéramos en el esposo, por eso
nos admiráramos menos de que ella se olvidara casi de sí por amor. Y ahora
trata lo mismo cuando dice: Por eso las doncellas te amaron. ¿Quién no conce-
derá a la que había experimentado las costumbres suavísimas de su esposo que
le ame muy derramadamente, cuando le vea ser amado a porfía por todas las
doncellas a las que ahora algún olor suyo haya llegado? Llévame en pos de ti,
correremos^. También esto vale para amplificar el amor, como todo lo anterior.

14 Fray Luis esparce en estos comentarios muchos detalles costumbristas, que indican destacada ob-
servación psicológica.
15 La Vulgata y los Setenta puntúan así: Llévame: en pos de ti corremos.
6 IN C A P V T
appellauit, id eft,íaxü ipfum,atqi petra.Quòd autc,okuf
hoc loco Hebrsi vocant,id Latini vnguenia nominanr.
Ea autem funt èfloribus,herbifve,autmanu cxprefsi, aut
igne eLÌciti?aut fuafpontefluenteSfautalio qnouìsmodo
confe&i liquidi odo res.Quod vero additur:£j^/«w,Epita
(in habet odoris longè,latèque fragiàti$,vt fpófus no mo
dò dicatur ipfeodor,fedlatè fragrasi ad omneis parteis
permeans odor.Nam vnguéta,cu reclufo eo,in quo funt,
vafcuio,erTunduntur,tum maxime ex fé odo rem emittùt.
ScquitmJdeoadolejctntuUdUexerunr te.Amplificar, quod
de odore fponfidixcrat.Nameò fit,ìnquit,vt omniüado
lefcentularum feeminarum amorem coiligas : omnibus
charus,& iucundusfis.Quaeoratio ex media vita; cofue-
tudine expreíTa eft.Nam omnes foeminae,&: maxime puel
lie,huiufmodiodorum,atquemundiciarum funt natura
cupidiores. Atque,vt mibi quidem yidetur, Salomon pu
dori,atquc decori feruit,cùm Spóf£tribuitiftaverba;ni*
mìixxmjdeoadolefcentuUdtiextrunt re.Nam hisilla occur-
ritjtacitis alio rum iudicijs,feq; tacite purgat.Videbatem
fieri pofíe,fibi vt crimini daretiir,quòd virü iìium ad ofeu
ÌQLfic amplexus,prseter id,quod pudicam decebat, petulan
tiùs inuitaiTet.Id ergo auditom cogitarlo nib us fibi obie-
¿feum,& quáuis re falfum,tameninipecié fatis probabile,
& àprobafceminahaudquaquà conténendum crimen
omniratione diiuit.Nam&huc pertinet,quòd Spòlum
nominauit fuprà, oleú erTufum,dicés:ü/^w effufam nome
ttiü.vt quòmaiorébonivimin fponfo videremus,eò mi
n* miraremuripfam pvx amore pene fui obliuifei. Et nüc
idi agitjCÙm dicit.ideo adolcfcenuMilexewt te. Qu|s enim
JIÒ concedatillkquaeviri fui fuauifcimos crat experta mo
res,ipfum vteffuiifsimè diligat:cùm videat eundè certa-
tim diligiàpuellisomnibus,ad quasmodò odoriliiusali
«juis perueniifeti/frita m7f oft te ctímmusJu hoc ad amore
7 CANTAR DÉLOS CANTARES

Lo primero, muestra con estas palabras que languidece tanto de amor, que no
puede tenerse en sus pies. Después, demuestra que está tan herida por el mis-
mo amor, y tan encendida y tan inflamada por el deseo de su esposo, que,
aunque con cuerpo lánguido y débil, le seguirá aunque corra. Esta languidez
de cuerpo y en un cuerpo lánguido este ardiente deseo de seguir al esposo son
efectos del amor y son ilustres argumentos del amor eximio de alguien.

Metióme el rey en sus retretes: regocijarnos hemos y alegrarnos hemos en ti;


membrársenos han tus amores más que el vino. Las dulzuras te aman. Recuerda
que ha sido hecha poseedora de aquél por el que ardía en deseo. No porque en
realidad hubiese sido hecha dueña, sino porque la imagen de la cosa deseada,
que se le ofrecía a su ánima, hacía que tuviese por presentes los bienes desea-
dos y futuros; esto es, según afecto y costumbre de los amantes. Metióme, dice,
esto es, me meterá, según la propiedad de la lengua hebrea16, en la cual mu-
chas veces se pone el pretérito por futuro para significar los sucesos que se pre-
dicen como ciertos, o los fines que se desea no sean frustrados. El rey. Olvidán-
dose de la persona que representa, llama a aquél rey también por la costumbre
de hablar de los hebreos, los cuales usan en el amor de tales apelativos, mi her-
mano, mi rey17. En sus retretes. Esto es, en sus habitaciones íntimas, a saber, en
lugar apto para dedicarse al amor18, de donde es lo que se sigue. Regocijarnos
hemos y alegrarnos hemos en ti. Por las cuales palabras se significa cierto tipo de
alegría suma, nacida de la reunión y coloquio mutuo <le los amantes, la cual
no es pasajera y leve, sino estable y permanente y dejando el recuerdo de sí im-
preso en el ánima. Y por eso añade: Membrársenos han tus pechos, esto es, tus
amores más que el vino. Y, dice, dulcísima memoria se adherirá siempre a mi
pecho del gozo y la alegría, que recibiré de tu encuentro y que me será más
suave y más agradable que toda la suavidad. Lo que nadie admirará de los que

16 Observación lingüística, que repetirá con frecuencia junto con otras peculiaridades del hebreo.
17 Este fragmento ha sido tomado después por el P. Scio para anotar su traducción bíblica.
18 En la Exposición fray Luis había interpretado «retretes» por secretos del amado. Ahora ha mejora-
do y completado la interpretación.

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T R I M V M. ?
amplificandum valer, ficuti fuperiora omnia*. Naprimu
his verbis docente amore ita languere,vt fuis ipfa pedibus
confifterenequcat.Deindedemòftrat,f]c fé abeodé amo-
re affici,ilcque inccndi,atque infiammar! viri fai defidc-
nOjVtquamuislanguidOj&imbecillocorporejipfuiiivel
currentemfequuturaikXanguorquippèiftecorporisJ6£
in languido corporeardensiíludítudium iponfum infc-
quédi,& abamore effe&a funt?6¿ funi ipfa eximij cuiufda
amoris illufòria argumenta.Introduxit me Rex in celLmafua:
sxuitñhiwm^S1 Utítbimnr in te,mcmoìesyberum tuommfupcr V¿
nwire&èAUguntte.CQmmcmovatfe compotcm eñe fa»
¿tam ekis ipiiuSjCuks deiìderio ardebat. w>n quod re ip-
fa copos eríecka fuerit:ièdquòd rei defiderat£ imago, qu 9;
iUius animo obuerfabatur,efíkiebat,vt futura, & optata
bona pro prefentibus haberetjex defiderátium,videlicet^
more,atque àf£c&ulytroduxit}iaqmt,id eft,introducet,ex
proprierate fermonis Hebraiciàn quo fèpè preterita pro
futuris ponuntur ad iìgnifìcandum eorum r vel qua:
prardicuntur eertos euentus, vel qua; defiderantur,non
fruftrandos fmeis./fcxPerfone/, quarn agk oblila ^re-
gemillum vocat ex Hebrasorumitem loquendi coniue-
tudine,qul in amore huiutmodiappellationibus vtütur,
mi frater,mi rex, in celiarlafitajideft,in intimas edeis:aptú,
fcilicet,ad amorivacandumlocunuexquoexiítit, quod
{cqmtiir;Exultab¡masi& Uubìmisrin fi. Quibus verbis fìgni
rlcatur laetiti^ genus quoddàeximium,è mutuo amariura
colloquio^ congrerfu exortu:non illud quidé eaducunx
&leue:fed ftabiìe,&: manens,fuique memoriam in ani-
mo imprefiam relinques Et idcircò zddiditiMemores'ìbc
rutuoru.iàeít,amorü twomfupe, "Vwttm. Atq? eiu5,inquit,
gaudij,atq;l£titie,quà è tuo eógreíTu gceprurafiì: que-
qj omnifuauitat efijanior,¿kiucúdiorfutura mihieÍTjdul
cifsima memoria lieiebkpe&oiimeo femg Ld qcf nema
A4 mixabi*
8 CA NTAR DE LOS CA NT ARES

te conocen con propiedad. Nadie, digo, de aquellos que conocen tu suavidad


de costumbres y tu excelente virtud. Pues te aman los rectos, o, como se dice en
hebreo, las rectitudes te amaría. Te rodean todas las gracias, todas las bellezas;
en ti solo brilla todo lo que de deseable por la fortuna o excelente por la in-
dustria o destacado por naturaleza puede haber en el hombre, toda alabanza,
todo decoro, toda egregia y divina índole; y no solo ahora brillan, sino siem-
pre brillaron. Pues se dice en tiempo pasado te amaron. Como si así diga: esta
virtud tuya no es advenediza o reciente, sino innata y arraigada desde la niñez.
Si bien este versículo, aunque fue expresado muy bien por Jerónimo del he-
breo al latín, se puede verter de otro modo no inconvenientemente, ya que las
palabras hebreas en este lugar son ambiguas para varias sentencias, a saber: re-
cordaremos o, mejor, traeremos a la memoria. Pues ello suena propiamente
Nazchira. Así pues, traeremos a la memoria, y usando aquí la distinción: Tus
amores antes que el vino, esto es, son más deseables que el vino, porque los rec-
tos o las rectitudes te aman. De forma que toda esta oración conste de tres artí-
culos20, en el primero de los cuales (pues los dos restantes tiene sentencia clara)
y así en el primero de estos se contiene algo muy familiar a ellos, aunque pues-
to breve y precisamente (como son casi todas las cosas que dicen los amantes).
Pues los que se aman entre sí, cuantas veces sucede que se vean a intervalos,
después que se dicen lo que se suele decir al principio del encuentro, presto
añaden y exponen uno a otro lo triste o lo alegre acaecido a ellos mientras esta-
ban distanciados entre sí. Y así porque había dicho que esperaba con esperanza
cierta ver alguna vez al esposo, presto añade lo que sigue por naturaleza a estos
encuentros de los amantes, el recuerdo del mutuo sentimiento de ánimo. Y así

19 Fray Luis omite un comentario que hizo en la Exposición sobre la palabra dulzuras derivada de la
hebrea amesarim que unida a iaiim (vino) lo califica de bueno. Pero Jerónimo traduce las derechas, los jus-
tos; porque todo lo que es bueno y dulce te abraza; estás cercado de dulzuras y eres perfecto en todas tus co-
sas (Obras, I, 83). Nácar y Colunga traducen: «con razón eres amado».
20 Se refiere a cortes en el párrafo; en la Exposición lo explica y puntúa después de «membrarémonos»
para que queden tras partes.
8 í N C A P VT
mirabitureorum,quibustupropiùse$cognitus. Ncmo,
inquam,corum,quìbus tua fuauitasmorum,tuaqucpraE-
ftans vktus nota iit.Te,enim rt£Hddigunt, aut queir* ad-
modumin Hebraeo àiàxxxr^e6ittudmei ¿/7/£»*>;f.TegratÌe,
te omnes kpòres circunftant:quidquid aut à fortuna op-
tabile,auc ab induftria praeftans,aut à natura excellens in-
effe in nomine poteft,omnislaus, omncdecus, egregia
omnis,&; diuina índoles in te vno elucétmec d u c e m m o
dò,fed eluxerunt femper.Nam preteriti téporis voce dici
tur,D//¿xmf Jim<quafi ita dÌcat:N6 aduentitia hsec tua eit,
aut rccens,Ìcdà puero inolita,& innata virtus. Quáquam
hic verikuius, ctiì optimè ille quidem à Hieronymo ex
HebraeoinLatinum fermoné expreflus eft,tamen poteft,
quoniamHebraica hocloco adplures fententias funt ani
bjgua^alio modo non incornino de ver ti:ifto,fciliccr, Me
morabímuníeu potius,inmemoriam reuocabimus. Id
enimpropriè fonat HTD13 Nazchira» Igitur in memoria
reuocabimus: & diíün&ione hic adhibita. Amores tui
príEvinOjhoceft, vino funt magis optabiles ; quia redi,
feure&itudinesjdiliguntte. Ita vttotaifta oratio tribus
atticuiis conftetjin quorum primo (nam duo reiiqui per-
ipicuamhabentfententiam) itaq; in iiorum primo quà-
uis breuiter &c praecifè poilto(qualia funt fere omnia,que;
amantes dicunt)quiddam continetur, valdeiilis familia-
re.Namquiinteríeamant,quotiesídeuenit,vt ex inter*
ualio fé afpician.t,pofr illa,quaj in primo congreflu dici fo
lcntjprotinusáibijciuntjatque exponunt vterque alteri,
qu^ipfis dumà fc mutuò di(tracì:iaberant,vel triftia,vel
lasta euenerüt.ítaq; quoniam pofuerat idì quod certa fpe
perceperatfuturújfuíí vtfponfumaliquádo videret,fubi;
cir protinus,qu;e hos amantiu cogreiTus natura fequitur,
comemoratione illa mutui, erga fé animi, atquefenfus.
Ideoq; dixit,Cómentabimur,ilue inmemoria xeuocabi-
mus,
9 CANTAR DÉLOS CANTARES

dijo: Comentaremos o traeremos a la memoria, qué molestias hemos soporta-


do alejados uno del otro, cuáles fueran las penas de nuestros ánimos y cuánto
hemos sufrido, tanto por el deseo como por el miedo.

Sigue: Morena yo, pero amable, bijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar,
como las cortinas de Salomón21, Ahora añadamos esto a lo que se dijo de esta
mujer, bajo cuya fingida persona22 se trata una cosa verdadera: que se dice que
ella tenía un rostro muy generoso, pero de color moreno, como suelen ser casi
todas las mujeres que viven en el campo; así pues, porque se reconocía tal, pa-
ra que nadie pensara que ella en el amor de que se jactaba de su esposo para
con ella, fuera engañada con esperanza crédula y vana, y no sería creíble que
alguien amara tan ardientemente a una mujer con aquel color; y para que en
esta su jactancia y confianza no moviera a alguien a risa, por eso saliendo al
paso a estos juicios de otro para sí, muestra justificándose de su color que el
decoro egregio de la forma y la madurez de las demás partes de su cuerpo de-
ben ser compensados con la culpa del color; y que acostumbraba a hacer lo
que en las tiendas de los árabes, a los que las Sagradas Letras llaman Cedar, de
Cedar hijo de Ismael, fundador de su gente; los cuales árabes23 usan mucho de
tiendas, porque cambian a menudo domicilios y sedes y siempre andan vagan-
do. Dice, pues, sucederle lo que a las tiendas de los Nómadas24, y que es tal
cuales son las tiendas que suelen usar los reyes en los campamentos; de cuyas
tiendas la parte que se expone a la lluvia y al sol es casi de cuero, para que pue-
da soportar mejor y más fácilmente las injurias del cielo; pero en el interior ca-
da una pintada con obra babilónica o adornada con mucho oro y muchas ge-
mas sobrecoge los ojos de los que la miran por el esplendor o por el aspecto, y
como nadie la desprecie sanamente por su aspecto exterior, así dice que ella no
está pendiente de su esposo por un color y que él más se alegra por la restante
belleza de todo el cuerpo que se detrae por la negrura. En lo cual Salomón ex-
presó admirablemente el ingenio de las mujeres, que si hay en ellas algo que
pueda ofender los ojos de los amados, solícitamente lo ocultan o, si no pueden

21 Nácar y Colunga traen «pabellones».


22 Palabra que recuerda el sentido dramático de este Cantar.
23 En la Exposición aparece «alárabes».
24 Debiera decir «Númidas», como en la Exposición, p. 84.

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P R I M V M. 9
mus,quas fciiicct,moleftias inuicé diftra&i pertulerimus,
quiaeftus animorü noítrorüfuerint,quantoq; laboraueri
aiuSjtúderideriOjtumetu.Sequit, Ntgr¿ fumjedformo/afi
luz Hiertt(alemyfìcut tabemacula Cedar : ficut pellet Salomoms*
ijLd castera,quaj dehac foeminà,cuius fub fi&a perfonave-
?a rcs agiturdi&a ibnt,iìludnuncadijciamus:facie iliaci
quidé perlibcrali fUiífe dici,c£terü fubnigro colore, qua-
tes fere effe iblentomne^quamiri vita degunt foeminx:
igitur quia fé tale agnofcebat,nequis forte putaret, fé in
co quod defponfi fui ergaipfam amore iaclabat, credula
ipe,atq; inani decipi,nec vero credibile effe, vt eo colore
fqemina quifquata arden ter amaret : vtq; ne fui ia&atio-
ne,atq; fiducia ifta,rifum cuipiam moueret:propterea his
aliorum de le ìudicijs occupatione occurrens, & colore
fuü purgas docet,cüea colorís culpa egregiü forma; de-
cus,c^terarumq; fui corporis partiti venuftate cópeniàri
debcre:iibiq; vfu venireidem,quod tabernaculis Arabu,
quos faciliterà; Cedar appellante Cedar Iímaelis filio,
eius gontis authore : qui Árabes quia fubinde domicilia,
atq;iedesmutanr,v;iganturq; femper,tétorijs plurimum
vtuntur.Ergo libi accidereait quod Nomadu tabernacu
lis:taìemq5 fé efle qualia ea tentoriafunt,quibus in caftris
reges vti folét;quorü quide tétoriorü ea pars qua? imbri,
atq; foli exponitur coriacea fere eft,quo coeli iniurias per
ferre meiius,atq$ faalius pofsitrat interior altera opere Ba
byloaícQ pi¿ta,tümulto auro diítin&a, multifq; gémis,
cotuentiü cculosperftringit,&:ipiedore,&: fpecie:atque
quemadmodünemo íaniiseaex exteriore ípecie deipi-
ciat,fie fc a i iìuQlponfQ ex vno colore, nequaquapédi,
magifq, ipfuin rdiquacatius corporis pulchritudine alli
ci,qua detcrred nigrore.Qua in re Salomo mire exprefsit
foeminarü inge?üü9qu£ fi quid in ipiis eit, quod amatóru
ocuios poisit oifenderCjid foiicitè occultàt,aut fi occulta
A 5 rene
10 CANTAR DE LOS CANTARES

ocultarlo con cuidado, lo defienden con preocupación, lo cual mismo es más


evidente por lo que sigue2^ No me miréis que soy morena, que miróme el sol; los
hijos de mi madre porfiaron contra mí; pusiéronme (por) guarda de viñas; la mi
viña no guardé. Podía parecer que había defendido bastante su color en la ora-
ción anterior, y que había compensado la restante elegancia de forma con esta
falta insignificante, y que había obviado bastante las sospechas de los demás
con el recuerdo de su hermosura y con aquella exposición. Pero lo que es bas-
tante para los demás, para ella no lo es; para que aparezca bastante que la in-
quietaba. Y así insiste en lo mismo y, tratando de lavar esta casi mancha de su
cuerpo, afirma que cuanto mal hay en ella no es innato y de tal modo que no
pueda borrar, sino que mientras se ocupa de guardar la tierra en el campo y re-
cibe el sol a rostro desnudo, dice que lo ha contraído; y añade que se había de-
dicado a tal género de vida, no tanto por su gusto cuanto por injuria de los su-
yos, en lo cual muy bien fue guardado por Salomón el decoro de la persona.
Pues la que lleva vida rústica ninguna cosa más verosímil o más apta a su per-
sona podía pretextar para estar morena, que el decirse quemada por el sol26.
Enséñame, ¡oh Amado de mi alma!, dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;
porque andaré como descarriada entre los rebaños de tus compañeros. Vuelve el in-
terrumpido amor entretanto defendía el color, y vuelve más intenso por el in-
tervalo, como acaece. Pues la esposa impaciente ya por la dilación y tardanza
no puede contenerse por más tiempo en casa y esperar el esposo que tarda, de-
cidió buscarlo mejor ella misma. En lo cual se declara la fuerza del amor, cuyo
ardor es tal que no espera a preguntar o rogar de otro, sino más bien él corra y
se ofrezca por propia iniciativa espontáneo y no invocado a los amigos. Por lo
cual la esposa, aunque el esposo no había hecho por verla a ella llamándole
lánguida y blandamente, ni había dado ninguna respuesta, sin embargo no por
ello desiste airada de amar o se queja de la injuria que le hace o remite algo en
su prístino amor, más aun por esto se enciende más fuertemente en amor, y

25 En la Exposición fray Luis habla de las bodas de Salomón con la hija del Faraón, morena, como
dice el salmo 44: «la hermosura de la hija del rey está en lo encondido de dentro», porque era de rostro
moreno.
26 Aquí fray Luis omite dos párrafos de la Exposición; uno de ellos es de sentido espiritual, pero el
otro tampoco aparece en la edición de Salamanca.
io I N CJ PVT
re nequeuntftudiofè,&accurate defendunt,quod ìpfu m
planiusfitex eo quodfequitur, Mite me €mfidem'c>qui*
fHfcAfumiqutftéicolorawtmefolfílt} matris me&fii£n4ucruntc&
trame,ftùfuemntmecujiodem in"Í/ineÍY.yir¡eAm tneam ton cufio
¿wí.Nam defendiífe fatis colorem fuum fuperiori oratío-
nc videriporeratj&cumhacleuinota reiiquam formas
ekgantiamcompenfafle/atifque aüorum fuípidonibus
occurriffepukhritudinisfua? còmemoratione, 6¿expoíl
tioneiiìa.$edquodali)$fauseft,Ìpfìnò eft fatis:fatis vt ap
pareatquidàllamniordeatkaq; vrgetidem, &hanc fui
colorís quafi nsactriü eiuere ftudensafirmat^id quidqui'd
eft maIt,non innatum maltim eífe,3¿ eiufmodi,quod dele
xineqtieat:fcddumruriin cuftodiendo agto oceupatur,
& fokmnuda facieexcipit,id comraxiue dicit; additqs ca
li vita; gen«ri,non tam fponte fuá vacane fc,quam íniuria
fuorumán quo preclare à Salomone feruatum efì pedo-
na; decoEum.Nihii enim,qux rufticam vira ageret,cur ni-
gra eíTet,eaufaripoterat aut verofimilius,aut fuaepetfone;
raagis aptum,quani fi fé fole peruftam diceret. Inéatmihì
quemdiligit• aMmámea^btpafcas^btmbes in meridie* ne "Cagati-
incifmmpoilgregesfòdalkm tuoMm.&cdit tantifper d u m c o
lorem defendit intermifíus amor,atq$ exinterualio,vt fir,
redit intentior.Nam diiationis iam^tq? mora; impatìens
íponfa continere fé ipfam domi diutiusnequit,&: moran
tem fponfum expe&are:ipfapotiù$ illuni quserercftatuit.
In quoamori$visdeclaratur,cuius eítis ardor, vt quaeri
fé autrogariab alio minime poftuiet,fed oeeurratipfe pò
tius,fuaq; fponte fe amicisofferat iniuüus, &inuocatus.
Quare íponfa quanuis fibij & languenti, 6¿ perblandè ip-
fum vocafiti}neq5 fui videndieopiam fpofus fecerat,neqi
icfponfum vliù reddiderat,non tamen ob id, aut irata ab
amando defiftit,aut fibi faáam intoiam quentur,.aut de
penino ftioamofealiquid remittit » imo hoc acrius ad
araaa-
11 CANTAR DÉLOS CANTARES

así, recibiéndolo todo en buena parte y no pensando que le convenía como a


mujer ser encontrada por el esposo antes que encontrar ella al esposo, solo an-
sia conocer en qué lugares esté él, pues dice que hay peligro, si cayera por error
en las majadas de otros pastores por ignorancia de lugares, que pareciera haber
mirado poco cautamente por su pudor. Aunque esta oración de la esposa se
puede tomar de diversas formas: de una manera, como si ella quisiera justifi-
carse ante el esposo de su tardanza, porque hasta ahora no le haya seguido, di-
ciendo que no lo ha hecho por su culpa, sino por ignorar los lugares en que es-
taba, como si diga: Ojalá tu me hubieses anunciado o yo por mí misma
supiese dónde estás; ya hace tiempo que estaría contigo. Por lo cual el que has-
ta ahora me esté en casa y no te siga y te encuentre, no debes imputarlo a la
desidia sino a la ignorancia, pues temo que al desconocer el lugar en que estás,
vaya a buscarte y pierda inútilmente el tiempo, y mueva a risa a los demás pas-
tores, compañeros tuyos, que encuentre quizá por error del camino. De otro
modo, que apruebo más, el que esta oración salga de un ánima no soportando
tan largas tardanzas, y contenga no tanto alguna justificación de la desidia
(pues de ésta ni siquiera hay apariencia en la tal y no podía haber alguna en
una mujer tan amante del esposo), como el voto y deseo de encontrarle, don-
de estuviese su esposo, y por ello mismo de conocer en qué sitio estaba. Y no
se admire nadie o lo crea absurdo que porque se finge estar ausente, por eso lo
busque la esposa, pues los que aman con cierto amor dulce y ciegos en el error
por el amor muchas veces atienden poco a qué pida la naturaleza de las cosas.
Y así, parecen ver a los que aman e incluso hablarles presentes; y los buscan au-
sentes y ni preguntados donde estén lo pueden decir, sin embargo lo desean sa-
ber mucho; y a los que están ausentes y de los que están separados por grandes

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T RI MVM. ii
amandfi accenditunitaq; omnia accipiens in bona parte,
nec vero iliud faltem fecüreputans decere fe,vtpote fee-
minà,conuenirià viro potius,quàm virumipiàm conue
nire,tatumcognofcereauet,quibusiilein locis verfetur:
nam periculü effe aie,filocorum ignoratione in aliorum
paftorum caulas errore fortafl e inciderit, ne pudori fuo
videatur parú caute confuluiffe. Quanquam haec iponfse
orario varie accipi potefbvno modo quafiea purgare fé
apud fponfum velit,de ceífatione fuá, quod iüum hade*
nusfequuta nonfueritmon id culpa fua fa&um dicens,
fed ignoratione locorü,in quibus Ule verfabatunquaíiita
dÍcat.Vtinam,auttuidmihirenuntiaífes,aut per me ipfa
fciffem,quibus in locis verfarere iamdiueft,quod vnàte
cum eifem.Quare quòd me ha&enus domi còtineo, nec
te fequor, atq^ conuenio non defìdiae deputare debes,fed
ignorationi:timeo enim,nefiignara lo ci in quo cs,te qug
fitumeam,&tempusmaniterconteram,&rimmmoue5
CiEteris paftoribus fodalibus tuis, in quos errore vise for*
taffeincidam.Alteromodo,quem magis probo, vt ha?c
oratio ab animo tam longas moras no ferente profkifea
tur, contineatq;nontampurgationem defidise aliquam
(huius cni m ne color quidé in rali,tàq; ardenter virü ama
tefceminahscrerevliuspoterat)quam votu,&:defideriu
eòveniendi,quo fuuseffet vir:8¿vbiterrarüageret,obid
ipfun^cognofcédLNec vero quis miretur, aut abfurdum
putet,ab eo qui abeffe fingitur, ià fponfam qusefifle: narri
qui amat dulci quodsLtex amore àu&o errore ce, ci quid
leru natura feratfiepè pamattendunt. Itaq$ quosdiligüt
videre,eos &; prasfentes alloqui (ibi vidétur: ia eofdéque;-
runtabfenres,nec vbigetiiiiìnt rogati poiftmtdicere,fci-
re tamé* valde cupiüt.íáillos qui abfunt,& à quib9 magnis
locoru fpatijs diuifi funt percórantur,&: rogant, mukaqj
huiuaiiodi,Scd¿cü^fauutrequideabfiKda, amori tu
* conue-
12 CANTAR DÉLOS CANTARES

distancias preguntan y ruegan y dicen muchas cosas de este tipo, y hacen cosas
absurdas en realidad pero convenientes y aptas al amor, de la cual costumbre
parece que toda esta oración ha sido tomada: ella suspira por el esposo ausen-
te, la misma habla al presente y pide que le responda a su pregunta quien ve
que no puede oír su voz, y le muestre los pastos en que está, para que sin error
y sin alguna sospecha de pudor llegue al mismo. De donde se sigue. Porque
andaré como descarriada entre los hatos de tus compañeros. Y ello es que, mien-
tras te busco desconocedora de los lugares, no me aleje por diversos sitios y,
buscándote de uno en otro, rodee con deshonor y vergüenza todas las majadas
de tus compañeros. Y lo que el intérprete latino vierte "andar descarriada" en
hebreo es Hotiaa27, una palabra ambigua, con la cual los hebreos significan an-
dar descarriada o arrebozada, por lo cual otros vierten, no sea cubierta y rode-
ada del manto en las majadas de tus compañeros. Y cuando dicen cubierta,
quieren entender meretriz, por el vestido con que leemos las meretrices acos-
tumbraban usar en aquel tiempo; pues las que vulgarizaban su cuerpo, rodea-
das del manto y envuelta la cabeza, aguardaban en las encrucijadas o en otros
lugares por el estilo, adonde con frecuencia iban los varones, la llegada de los
mismos, como se dice que hizo Thamar28, la cual por tal costumbre hizo creer
a Judá, su suegro, que era ramera. Así, pues, de este o de aquel modo, la espo-
sa teme un apartamiento o la vergüenza o ciertamente ambas cosas. Y hasta
aquí ella, pues lo que sigue es del esposo, que llamado se fìnge ya estar presen-
te y decir así:

Si no te lo sabes, ¡Oh hermosa entre las mujeres!, salte y sigue las pisadas delga-
nado, y apacentarás tus cabritos junto a las cabanas de los pastores. De lo que en
último lugar había sido preguntado el esposo, respondiendo primero a ello
muestra a la esposa una manera facilísima de encontrarle: que lleve ella misma
a los pastos a los cabritos, que había abandonado recluidos en casa destetatos,
como suelen hacer los pastores, (es necesario que finjamos). Aquellos por na-
turaleza conocen los rastros de las madres y siguiéndolos se juntan con ellas,

27 La Exposición trae hoteiah.


28 Gen. 38, 14-15.
i2 IN QATVT
conucnìcntiajarqucaptajquoexmorehaEComnisoratio
du&a vidctur,eadem abfentem tufpirat virum, eadem al-
loquiturpr^fentem,&; à quo vo ces fuas audiri non poflc
videt,ab eo petit vt iìbi roganti reipondeat/equedoceat
eapafcua,in quibusverfatur,quòfineaberratione,iìneq;
pudorisaliquaia&uracelerrimè adipfum veniat. Vndc
fequitur. Negaran mcipiampoft rreges fodítíium tmvum. Id
autemeít,nedum locorum ignara te requiro,aberre per
diuerfaloca,atqueaiiu ex alio de te roga ns, omnes foda-
lium tuorum caulas circumeam cum dedecore, & pro-
bro.Iamquod Lati nusinterp res vertìtvagari,&; in He-
broso eft iTl£»y Hotiaaanceps verbueft,quo & vagari 7 6c
pallio tegiHebrxifignificam;quarealij vertunt, ne firn
cooperta, & pallio ami&aapudgregessíbdaliü tuorum.
Coopertamautemcùm dicun^meretricemintettigi vo-
l u n t a cultUjquomeretrices eo tempore vti folitaslegt-
musmamquae corpus vulgabant fuum$alliaami£ae, 5C
capite inuoiutOjin biuijs,aut aliis td genu&iocis,quo com
Gene.t$, meabant frequentes virirendentes virorum ad fé aditusi
praftoiabantur.quodThamar fecifíe dicimr,quae tali cui
tu fcortum mentitaludie íbcerafuo impofuit.Igiturüue
hoc > iìueiilamodo,timet iponfa^utaberrarionem, aut
probrum,aut certevtrumqut%& probrum, &: aberratio-
nem. Atqucb^¿tenus illa:nam quse fcquútur fponíi funr,
quirogatus iam adeíie ñngitu^atque ita dicere. Sì ignoras
tCyòp llenérrima tnter mmieretj,e£rMere%&ahìpoft yeilìgtàgre*
gumtKorw/n&pai'cehoedQStHùs tnxtA tAoirmc:ih ffxfìor;tm.DQ
quopaftremoloco rogat*rueratfpófus ad id primo loco
refpòdés traditfpófefacilìima ratìoné fui muenièdkea au
teeft,vthcedos,quoslade depulibs domi incjufos reliquif
ièjVti paítores faceréfolent^fingamus neceflfe eft,ipfa du-
¿tetinpafcua.Etenìm illinatuneindu&u veftigia matrS
^aoicét^aq»iè^uèccsfeadiUascóferc^id eit,adea loca
per-
13 CANTAR DE LOS CANTARES

esto es, llegarán a los lugares en los que el mismo esposo apacienta el restante
ganado. Si no te lo sabes, el te está de sobra según la propiedad de la lengua he-
brea, y no tiene fuerza de acusar sino mejor de nombrar. En español se diría
aptamente: Si no te lo sábese No le reprocha a la esposa de que lo desconozca
ni le da la manera por la que lo conozca. Pues la misma serie de cosas recorda-
das antes muestra abundantemente cuan lejos esté de esta sentencia. En este
lugar el esposo, como estuviese en el hato, decía solo que ello lo ignoraba la es-
posa, no dudaba de quién o cuál fuese ella, por eso pues le responde» diciendo:
Si no te lo sabes, salte y sigue las pisadas del ganado. Esto es, si ignoras en qué lu-
gar esté, sal tras las huellas de tu ganado. Aunque también podría examinarse
de otro modo: Si lo ignoras, sal para que se alegre toda la tierra, y en Cicerón,
brota, y el Poeta: estallan por doquier los relámpagos. Y la palabra hebrea Ha-
quab es en este lugar las postrera parte del pie que está más cerca al calcañar e
impresa en el polvo deja huella. Sal tras las huellas de los cabritos, que aquí di-
ce, es observar las huellas de los mismos y casi seguirlas. Y apacentarás tus ca-
britos junto a las cabanas de los pastores. Pues dice, si los sigues llegarás a donde
por instinto y amor de las madres los lleva, y allí los apacentarás donde yo apa-
ciento todo el resto de mi ganado, esto es, junto a mí lo que únicamente dese-
as, llegarás sin pérdida, y añade: A la yegua mía en el carro de Faraón te com-
paré, amiga mía. Deleitado el esposo con la visión deseada y primera de la
esposa y encendido en amor, se fìnge aptamente romper en estas palabras : A
la caballería. A la letra: A la yegua mía. Destacan los caballos entre todos
los animales por la apta figura y composición de los miembros y de todo el
cuerpo; tienen cierta elegancia y generosidad y ello tanto por la blanda flexibili-
dad de las patas, como por la altivez de la cerviz y la vivacidad de los ojos, como

29 Frase castellana incluida por fray Luis en el texto latino, que también había sido subrayada en la
Exposición, j que recuerda el verso de san Juan Quien yo bien me sabía, según F. García Lorca.

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¥ RI MVM. i;
peruenient,in quibüs ipfe fponfus pafcit reliquum grege.
Sìigùortste, illud, te,abundatexproprietate fermonis He-
braicì > ncc vim accufandihabet, fednominandi magis»
Hifpanè aptè diceretur,Si no telo fabes:Non enìm ipon-
famìlle arguit,quod fé ipfa ignoret, necilli rationem tra-
dit qua feipfaagnofcat. Nam id quàm ab huius loci fen-
tentiafitalìenum, feries ipfa rerum fuperius memorata-
rum abundé docet. Quo tantum loco fponfus cum gre-
ge eifetjfe id ignorare fponfa dicebatjnon qua?, aut qualis
ip£a eÜfet addubitabat.adidigitureirefpondirydiccns. Si
imeras tt tgre4eret &abipo¡lyefttgia¿rrcjrum tuorum. là eit, fi
tuquibus in iocis ipfe verfer ignoras, egrederepoft vefti-
gia gregum tuorum. Quanquam Oc pofsit fortaùe hoc
ifto modo difpunghfi ignoras, te ò pukhernmainter mu
lieres egredere, vtfit,te egredere,vt alibi gaudetiètellus,
Se apud Cìceronem,fe emergit,&: Poéta.Dìuerfìfe crum
puntradij.PorròHebraicum^paHaquabjhocioco pla-
tas extrema pars eft eaquae calcáneo próxima % impreíTaqj
pulueri vcftigiutn efficit.Egredi vero ppft veftigiahcedo»
rum,quod hic dicitjillorum eil veiligialegere,ac ipfospo
né fequi. Etpafces hoedosmostuxta tAbermculafatiarum* N a
inquit, eos tufifequaris eo perueni'es, quo ipfos naturas
indudusi &: matrumamorperducet, ibique eospafces>
vbi ego reliquü orane peeus paito, id eft, ad me, id quod
vnum optas,fineerrore peruenks, oc zddit..EquitatMme9
m currìbitsph&aanis4f$imiUmte,amtc4me<t. Ipfo primo fp5*
fa%ac defi.derato afpe&u delecì:atus fponfus, &, amore in-
cenfus in ha;c verba erupiffeaptè fingimr, Ecfuiwuì meo.
Ad verbunu&pe we¿e. Praeftant equi Ínter omnjaanirná-
tiaapta membrorum,¡k, totius corporis compofitione*
atquefigura,ineftque illis ejegans quiddam, atque gene-
rofum, idquc cum molli itexu crurum,tum elatione cer-
uicis,ocuiorumque alacritatc»tum (pititu ipfo, atque hia
nim
14 CANTAR DÉLOS CANTARES

por el mismo espíritu y relincho que dan; las cuales mismas cosas son más vis-
tosas en la yeguas que en los caballos. Y vale esta imagen sacada de las yeguas
para declarar lo liberal e ingenuo y elegante que lucía en el cuerpo y rostro de
la esposa. Y no es nuevo o absurdo el asemejar a una yegua a la mujer elegante,
sobre todo joven y desconocedora de varón, pues es conocido30 aquello del lí-
rico:
La cual como yegua de tres años en los anchos
campos juega alegremente y teme ser tocada.

En el carro de Faraón. Esto es, significando a la propia gente por los carros
de Egipto según la conocida apelación de los reyes de ese pueblo. Nombra en
especial a los carros egipcios, porque los carros egipcios eran muy estimados
por aquella época a causa de su egregio artifìcio; por ello eran criados en Egip-
to caballos hermosísimos para arrastrar carros. Pues, como consta por el libro
de los Reyes31, Salomón abundaba tanto en tales caballos como en carros. Pero
se aparta de la persona del pastor que representa al recordar caballos y carros;
se aparta sí, pero para decirlo por una sola vez, lo que más veces se debe adver-
tir en este cantar. Se debe saber que el que en este cantar hace las veces de es-
poso, aunque sale muchas veces hablando como pastor, sin embargo a veces
habla sin fingir papel32: pues ser llevado por un carro y por yeguas de tiro, es
más bien costumbre real que pastoril. Y no solo Salomón al escribir tuvo este
procedimiento, todos los escritores, incluso los más buenos y que se tienen
por elegantes, hacen lo mismo en la alegoría, y la varían y la distinguen de esta
manera bien para evitar la saciedad que trae el uso continuo de las palabras
usadas trasladadamente o para infundir luz a la oración e interpretarse a sí
mismos33. El cual tipo de alegoría Fabio34 lo llama híbrido y dice que es muy fre-
cuente. Y así dice de él: en el cual género la imagen viene de las palabras rebus-
cadas y la inteligencia de las propias. Así él, como comenzara de esta manera:
Todavía no puede con la cabeza levantada soportar
el yugo, todavía no puede igualar los deberes del compañero,

30 Es cierto, los beduinos del desierto toman la camella como término de comparación para describir
la hermosura de la novia.
31 III Reyes, 10, 26. En la Exposición cita 3 Rey. 4, 26; 2 Par. 9,25. Todas las citas son exactas.
32 Observación atinada de fray Luis, para completar su idea de alegoría, como metáfora continuada.
33 Toda esta prueba estilística no aparece en la Exposición, lo que prueba la altura y calidad de este
comentario.
34 Se refiere a Marco Fabio Quintiliano.
i4 IN CJPVT
nitu pr$ Te ferunt:qu$ eadcm ih equabus, quàm in equis
fpeciofiorafunt.Valet ergo hex ab equabus duda fimili-
tudo ad declarandü liberale iliud,& ingenuü, & elegans,
quod elucebat in fponfefade,atq; corpore. Nec vero id
nouum,aut abfurdum eft elegantem fbeminam adolefce
tem prefertim,&: viri expertem equ? afsimilari. ; nomai
namqueeftillud Lyrici,
Qnzyclut latis equa wma camfts
Luditexttltìmmctmtque tangi.
In curribus pharaonìs. là eft,aduedis ex AEgypto ex rcgum
eius gentls nota appellatione ipfam gente iìgnificans.No
minat autem currus AEgyptios potiisimum,quia AEgy-
pnj currus ea tempeitate propter eorum egregium arrifi-
ciurnin predo habebantur.ad hecalebanturin AEgypto
ad vehendos currus equi pulcherrimi.Nam vt conftat ex
$Mk Reg. ]ib.Regum,Salomonijs,cum equis,tum curribus abúda-
frfp,!fl. bat.Sedreceditapaftorisperfona,quáinducir,cü equos,
&: currus cómemorat.receditfanè,fedrt, quod %>ius in
hoc carmine animaduerti debet,id nuc femel dicatur.Sci
ridebet,quunhoc carmine partes viriagit &fiplurimu
fubpaftorisperfonainducaturloquens,tamenipfum in*
terdumperfonadetradainduci;nam curru,equifq; iugali
bus inuchi,regij potius,quam paftoralis morís cii.Nee ve
rò vnus Salomon hanc in fcribendo rationem tenuit,om
nes po.tius ieriptores quicunq; probati,atq; elegantes ha
bétur,idé faciunt in allego ria, eaqj variàt,atq$ diftinguüt
ilio modo,vel vt fatietatioccurrát, qua perpetuus verbo
ru tranflatè pofitorum vfus afferret, vel vt orario ni lume
inferantifeq^ipfiinterpretetur.Qupd allegoria genus co
iniftu.Fabius vocatacfrequetHsimu effe dick,Itaq$ de co
ait.Qup in genere & fpeciesex accerfìiisverbisvemt?&:in
teliedus ex proprijs. Sic ille cum exorfus fuiifetita,
Nondum fd>.a£ía ferreiugtím~Valet
ccr~
15 CA NTAR DE LOS CA NTARES

Y hubiese añadido:
Tu ánimo está junto a los campos
lozanos de tu ternera,
ahora solazándose del duro estío
en las aguas, agora en el fresco saucedal
gozosa de jugar con los terneros.
Después fuera de la figura:
Ya la audaz
Lálage busca al marido con la frente.
Y Virgilio llorando la muerte del dictador Julio en el papel de Dafnis, co-
mo hubiese conservado el decoro de la persona casi en todas las cosas, sin em-
bargo en aquello:
Enseñó Dafnis a uncir al carro los armenios tigres,
Dafnis a conducir tirsos en honor de Baco^5.
Apartóse del decoro; propia y literalmente puso lo que hizo César de quien
trataba. Pues éste se dice llevó a Roma las cosas sagradas del padre Baco desde
Armenia. Lo mismo cuando observa las guerrillas y costumbres de las abejas,
tomada la imagen del arte de la guerra y de la batalla de los romanos y de los
campamentos, casi en versos alternos insiste ora en la metáfora ora habla con
propiedad: figuradamente aquello:
Ya las mismas
aquel belicoso cantor de bronce ronco increpa
y su voz se oye imitando los rotos sonidos de las trompetas.
Literalmente lo que sigue:
Trépidas entre si se reúnen y baten sus alas.
De nuevo figuradamente:
Y cerca del rey y junto al mismo pretorio densas se mezclan.
Después con propiedad:
Corren al alto éter,
hácese un ruido, en un gran pelotón se mezclan y se apiñan06.
Sin metáfora aquello:
Y ni se apartan lejos de la celdas al caerse la escama,
o creen al cielo al llegar los vientos.

35 Cfr. Virgilio, Egloga V.


36 Cfr. Virgilio, Geórgica IV.

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PKIMVM, if
ÀddidifTetque
Ctrcalvrenteìs ejìanimus tu¿
campos iuttenc£3nuncfluuijsgrattem
folanùs &üum,ntmcinvdo
fodere cumYimlisfaliclu
Pr&geflientis.
Poftea citra figurarci, —iamproferita
Fronte petet Lalage maritum.
EtVirgilius Iulijdi&atorisneccmin Daphnidis pcrfona
dcplorans,cum petfonae decorum feruaflet fere in omni-
bus, in ilio tarneii.
Vaphnis &, armenias currufubmngere tigres
Inflituit,Vdphms thyrfos ìnducere Baccho.
Recefsitàdecoro:proprièenim,&literatè poiìiit, quòd
à Caefare,quo de agebat,fa&ü eft.Is enim facra Liberi pa-
tris è Armenia Roma tranftulhTe dicitur.Idemvbiapu
praelia,atquemores,du£r.aàre militari, &Romanorum
acie,atque caftris tranflatione perfequiturjalternis propè
verfìbus nuncin metaphora infitti t,nunc proprie loqui-
tur,tranflatèiiiud —namque morantes*
Martius il le ¿ritrattacanorintrepat &^ox
•Audìturfraclosfonitus imitata tqbarum,
Literatè, quodfequitur.
--trepidxinterfe coeuntpennifq¡ corufeant.
Rurfus tranflatè.
Et circa regem¡4tqueiffa adj?r¿torta denfe mìfecntur
Proprie porrò -^concurmur tthere malta
Fitfomtus magmm mìfl& glomerantur in orbem
SineMetaphora illud
Nec y ero à. si abulispluuia impendente recedunt
Zongms,4Ht credunt calo aducntanttbus Euris*
Redit ad inftitutarn aHegoriaxn
16 CA NTAR DE LOS CANTARES

Vuelve a la metafora comenzada:


Pero seguras toman agua cerca de las murallas de la ciudad
y se atreven a excursiones breves.

Pero para omitir a éstos, cuantas veces los escritores sagrados, lo que ad-
vierte verdaderamente aquel gran Crisostomo37, usan alegorías, y las usan con
mucha frecuencia pues no hay tropo en las Sagradas Letras más frecuente que
la alegoría, las interpretan o las distinguen con notas propias de las cosas de
que tratan en verdad, y de tal manera las templan que el prudente lector fácil-
mente alcance cuál sea la sentencia de ellas. Ellos interpretan, como Isaías en
la alegoría de la viña38. Después de hacerla, empleando todas las artes y bri-
llanteces de ingenio en breve interpretación, la declaró inmediatamente di-
ciendo: La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y el varón Judá su
descendencia. Y el propio Ezequiel39 de manera semejante lo que de la doble
águila y de la viña plantada por una de ellas emitiendo sarmientos hacia la otra
envolvió en admirables alegorías, lo reveló y descubrió enseguida con estas pa-
labras: No sabéis qué significan estas cosas. He aquí que vendrá el rey de Babilonia
a Jerusalén. Y lo que sigue. También distinguen a veces las alegorías con notas
propias de la cosas de que tratan, para que no quede lugar alguno de duda o de
mala interpretación, y de las tales alegorías hay muchos ejemplos, pero es so-
bremanera noble el que trae Ezequiel40, cuando describiendo el ánimo del pue-
blo israelita ingrato contra Dios y las impías costumbres, pone a cierta mujer
ingrata e infiel contra el que la había alimentado desde la infancia, y adulta la
había tomado por mujer, y además le había dado muchos y grandes beneficios.
Pues como, convenientemente al papel tomado, dijese alegóricamente: En el
día de tu nacimiento no fue cortado tu ombligo, y no fuiste lavada con agua, ni
frotada con sal; y poco después: y pasando cerca de ti te vi sucia en tu sangre, y te
dije como estuvieses en tu sangre; te dije, digo, vive en tu sangre. Y añade fuera de
alegoría: Y te hice crecer como la hierba del campo, Y volviendo de nuevo a la

37 Al cap. IV. de Isaías.


38 Isaías, 5.
39 Ezequiel, 17, 12.
40 Ib. 16 passim.
i6 IN CAPVT
Sedcircum tut&fub ni&nibmltrbis aquanttfr
Exiurfitfc¡ttebreuestent4nt'~
Scd,vt hos omittà, facri profe&ò feriptores, id quod ma-
chryfoOko, gnus illeChryfoftomu$verèanimaduertit,quoties alle-
ìn.c.CuEfa* gorias adhibent, adhibent autem illasfaepifsimè,nullus
^nim tropus in fa cris literìs eft allegoria crebrior, eas aut
interpretanturipiì^aut ita diftinguut proprijs notis earü
rerum, de quibus vere agunt, itaque temperant, vt facile
prudens le¿tor,quas fitcarum fententiaafTequatur.Qupd
Vt doccam, exempia nonnullaproferam. Interpretantur
Era-tm ipil, vt Efaias in illa vinexallegoria. Nam cam poftquam
perfecitjOmnibus artis,& ingenij coioribus adhibitabre-
ui interpretarione,è veftigio ipfam declarauitdicens3 Vi-
nea Domini domus Ifraél eft, & vir luda germen eius. Et
E&ech. 17 Bzechiel vates fimiliter quod de gemina aquiia,dequevi-
nea ab aitera illarum confita, verfüs alteram autem far-
menta emittente,miris alkgorijsinuoiuit,referauit,&;
aperukniox his verbis.Nefcitisquidiftafigniiìcent.Ecce
veniet Rex Babilonia?inHist&faiem, & quse fequuntur.
Diftinguüt edam eas allegotìas intridimi proprijs notis
rerum, de quibus vere agunt, nequísautdúbitandi, aut
in eptè interpretandi locus relinquatur,earuinque allego-
riarum plura funt ex empia, fedUlud eft in primis nobile,
Euckié, quodeftapudEzechielem^quolocopopuliIftaéìiticiin-
grataimaduerius Deum animum, 8c impios mores vates
de&ribens,foeminam quandaminducit,in eum qui fé ab
infàmia aluerat, & adnteam vkorem duxerat, & praeterea
affecerat multis,acmagnis benefìci js ingratam,& infide-
lem. Nam cum accoramodatè adperfonamindu&am,
allegoriceque dixuTet Jn die ortus tui non eft prascifus
vmbilicus tuus,& aqua non eslotajnequcfaleiàlita,Se
paulò infra, Ettran&ens perté \iéi te cócuicafa in fangui
ne tuo, &: dixi tibí cu cues iìiianguine tuo,dixi iáquá?tibi
17 CANTAR D É L O S CANTARES

alegoría: Te hiciste grande, dice, y llegaste a la flor de la juventud; te crecieron los


pechos y te salió elpelo, pero estabas desnuda. Después aquello: Y te vestí de varios
colores. Después como olvidándose del papel femenino, añade: ¿Legaste al rei-
no y tu nombre llegó a las gentes. De nuevo alegóricamente: Y confiando en tu
hermosura fornicaste y expusiste tus desnudeces a todo el que pasaba. De nuevo
propiamente: De mi oro y mi plata que te di te hiciste simulacros de hombre. Y
así mezcla hasta el final su oración de ambos géneros, del figurado y del pro-
pio. Así mismo en los Proverbios Salomón41» en lo que había dicho figurada-
mente: Bebe agua de tu cisterna y los raudales de tu pozo, y tenias para ti solo, que
otros no sean partícipes, y sea tu manantial bendito. Propia y literalmente añade
aquello, con lo cual entendiéramos fácilmente lo que se había significado
oculta y discretamente en aquellos tropos. Y así dice: Alégrate con la mujer de
tu adolescencia, cierva carísima y graciosa gacela, sus pechos te sacien en todo tiem-
po, y alégrate jugosamente en su amor. Pero acábense ya los ejemplos y volvamos
a donde nos apartamos. Lindas están tus mejillas en los cerquilbs; tu cuello en los
collares. Continúa alabando la forma de la esposa, que destaca no solo por su
bien natural, sino también hecha más recomendada por el arreglo, lo cual es
argumento de forma elegante. Las mujeres que destacan por la forma, no arre-
gladas gustan y arregladas brillan, de manera contraria a lo que sucede a las sin
gracia y deformes42. Aunque en este lugar la semejanza de las letras hebreas mo-
tivan una interpretación distìnta, unos vertiéndolos así, lindas son tus mejillas
como de tórtola, otros como en tórtolas, pero de cualquier manera que sea lo
cierto es que significan ciertas partes del mundo femenino y adornos femeni-
nos de cierto género con los nombres de tórtolas y collares, y no es fácil expli-
car qué o cuáles sean. Pues algunos quieren que la palabra hebrea Thor43, que el

41 Prov, 5, 15-19. Fray Luis omite palabras del texto bíblico sin anotarlo,
42 La edición de Salamanca añade un fragmento sobre otra idea. Las mujeres sin arreos son más her-
mosas. La edición del P. Merino no dice nada de esto, pero el P. Scio sí lo dice, quizá siguiendo la edición
de Salamanca que usó.
43 Thorim trae la Exposición, como dirá después.

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PRIMVM. i?
in fanguine tuo viue.Cttra allegoriam adiccit.Et multipli
catarri quaíi germen agri dedi te,Ó¿ multiplicata es.Et ita-
tkn ad allegoria rediens.Gradis,inquit,erYefta cs,&:perue
aù&iad mundü muìiebremivbera tuaintumueru^&pi-
iustuus germinauit,&: eras nuda.Tü illa.Ft veftiui te dif-
coloiibus.Deindevelutoblitusperfonie: foeminese addi-
dit.Profecifti in r e g n u ^ egreifum èft nome tuùm in geu
tes.Rurfusallegoricè.Ethabens fiducia inpulchritudirie
tua fornicata es,& expofuifti fornicado nes mas omni tra
feurui.Iterupropriè.De auro meo,6¿ argento meo quod
dedi tabi fediti tibi imagines mafculas.Sicq; adextremu
\í% ex vtroqj genere figurato,& proprio oratioñem fuá
semperat. ítem in prouerbíjs Sálomon,ad illaqua? figu-
rate dixerat:Bibe aqua de cifternà tua,& fluenta putei tui,
$>L habeto eas folus,ne firit alieni participes tui, &: ilt ve-
fiatuabenedicl:a:proprieJ&: literato addidit id, ex quo fa-
¿ile. intelligeremus,quid illis tropis occulte, & verecudè
íignifiqatü eíFet.Itaqj ait.Lserare cu muliere adolefcentiae
tu£,cerua <;harifsima,& gratifsimus hinnulus,vbera illius
inebriet te omni tepore,6¿ in amore illius delectare iugjU
ter.Sed exemplorü modus ia iìt,eoq; reuertamur vnde di
grefsi üim9.?Hkhr&funtgen& wxficittHrturisxcllu tv» (¡cut
?wo»;/?4.Petfeueratin laudadofpònfaeformanofolünata
rali»5¿ fuo bono praeftante,fed ctiá cultu ipfo cómendabi
lioré redditá,quod ipfum elegátis formai argumentü eft.
Na qua; forma exceliüt fceaunxySc incult e;placet, & cui-
t£nitér,quod cótta accidkincócinnis,&: deformib'.Qua
quamhoclocoD 6¿3He%raicorü elementorü íimiiitu-
do caufam vari£ interpretationis attulit, aiijs it à transfer
rentibuSjpuichrae funtgene tue;ficutturturis,alijs in tur-
turìbuSjfed vtrouis modo fé habeat iita res, illudcertuni
eft,mundi mufiebrispartes quafdam,& certi generis foc-
. minea ornamenta ais noxninibusturturum,5¿ moniliu
B fi$%
18 CANTAR DE LOS CANTARES

intérprete antiguo traduce tórtola, sean cadenas muy delgadas de oro, otros pe-
queñas joyas insertadas varías en un hilo, otros pequeñas figuras de tórtolas he-
chas de oro o de plata con gracia. Recuerdo haber visto figuras muy antiguas
de mujeres, en cuyas cabezas había un tocado hecho a la costumbre griega, pe-
ro del filo del tocado en la parte del filo que toca las sienes tenían muchos hilos
que llegaban hasta las mejillas. El cual género de adorno no es solo muy anti-
guo, sino que deduzco fue usado antiguamente por las mujeres sirias y palesti-
nas porque los árabes, que en nuestro tiempo poseen el Africa, usan mucho de
esos hilos o cintas no solo en los capotes que hacen de lana y seda para librarse
de la lluvia, sino también en los turbantes de lino largos con los que rodean la
cabeza con muchas vueltas. Y es muy verosímil que estos tocados con los hilos
colgando en las orillas, acostumbrados a ser hechos de Uno no retorcido, las lle-
varan las mujeres más ricas y más nobles, o que en vez de ello usaranfinasca-
denillas de oro o también de menudas perlas insertas en el hilo en varias hile-
ras, a cuyo extremo se añadían las figurillas doradas y muy pequeñas de
tórtolas, y ese adorno se ha llamado por los hebreos Thorim muchos en núme-
ro. Cuando escribía estas cosas, aprendí de cierto árabe44, cuyo servicio usaba,
lo mismo que yo he descrito del adorno de la cabeza femenina conjeturándolo
de antiguas figurillas, o al menos es muy semejante al que ahora está en uso en-
tre las mujeres árabes, y es llamado por ellas en su lengua natal Húmal hazem.
Que hay una cinta de lino de ocho dedos de largo y tres de ancho pintada, y
por una punta lleva varias hileras de insertos con hilo o de circuidlos dorados o
de menudas perlas o de ambas cosas mezcladas, y que las mujeres árabes sue-
len superponer esa cinta a los demás cosas con que adornan la cabeza, y atarla
con un ceñido nudo, de arte que la fila de perlas que cuelgan de la cinta llegue
casi a las cejas y rodee la frente y las sienes. Y estas cosas sobre las tórtolas. Los

44 Parece ser que este árabe era compañero de prisión de fray Luis. Toda esta explicación no aparece
en la Exposición. Todo indica que nuestro autor escribió parte de este comentario en la cárcel, donde no
pudo tener manuscritos de su Explanación; una salvedad, el tiempo pasado de los verbos.
x8 TN C A P V T
figntficari,qu£ aute illa,aut qualia fint explicare no eft faci
k:Ná quidá Hebraícü TifiThor,quod vctus inter pres tur
tur vertit,catcnulas ex auro gtenues effe v oJíít quidá per-
cxiguas gcmas,pluresvnofiloinfcrtas,quidá figilla petexì
gua turturuex auro,argéto vefcitèfa&a.Memoriatcneo
íignafocminarü perátiqua vidiffe mc,quoru capiti inerat
mitra catterà adGrecü moré efficT:a,niii quod à mitre mar
gineyabea parte marginis,quaetcporaattingit fila perpl»
ra ducebatur,qu£ad genasvfq» pertinebát.Qupd ornarne
ti gcnus ño folu eft peratiquü,fed Palsefthinis id atqj Syris
foeminisolim ruiffevfitatü ex eo cÓijcio¿quod Arabesqui
noftra tepeftate Africa obtinét.plurimu vtutur i;s,ílue ñ-
lis,fiuelicijs,no folü Ìnpenulis,quas è lana,&: ferie o cófi-
ciütadimbresarc£dos,fed etia in tyaris lineisi praslon-
gis,quas multipliciflexucapiti circüdat.V erofimile aute
eít tiftha:c mitrae marginibusfilapendentia,è lino intorto
vulgofierifolita,dkiores verò,&: nobiliores focminas au
rea illa geftaue,aut $ illis vfas fuifie tcnuib9 ex auro catenu
Hs,aut margaritaruite tcnuiü,&:filoinfertarfi plurib9 ordì
tùbus,quoru ad extrema addita efient iìgilla turturum au
rea,Se perexigua,idq$ ornametum vocariHebraùs Dmn
Thorim multitudinis numero,Ha:c cü kribeba didici à
quodà Arabe,cuius vtebar opera idé quod ego coie&ura
ex antiquisfignisdefcripfì foeminei capitis ornamentai;
aut certe ila valdè fìmile,nunc in vfu elle Arabib* foemi-
nÌs,vocariqi ab illis patria lingua Humal hazé.Eife autem
vitta linea acu pida longà o d o digitos,latà tres:eiu$ ab al
tero margine duci plures ordinesfiloinfertorum, aut or-
biculoru aureorum, aut margaritaiu tenuiu, aut mixtim
vtrorumqjieà vitta ca*teris,quibu5 capita ornant,Árabes
foeminas fuperaddereiòkre,religareqiar£to nodo,itavt
margaritarü ordines illi,qui è vitta pédét ad cilia fere per
tineat,&;irótiatqiteporib9inuolitèt. Atq>hxcdc turtu-
ribus.
19 CANTAR DÉLOS CANTARES

collares, que vierte el intérprete latino, se dicen en hebreo Haruzim, nombre


como algunos quieren sacado de Haraz con el cambio de una letra, se dice son
delgadísimas bolas de cedro perforadas trabajadas al torno y juntas en hilera,
que las mujeres usan por collares, éstas se hacen ahora con fragmentos muy
menudos de coral o de ébano o de perlas. Así, pues, este adorno del cuello se
llama en este lugar cedros, en número plural; con figura semejante también se
llama en español el mismo ornamento: Los corales, ¿os azavaches ^. hay también
otros que quieren deducir de la palabra Haraz este nombre que significa adelga-
zar, y dicen que suena Haruzim atenuada o disminuida, y que aquellos orna-
mentos se llaman atenuados por la delgadez y pequenez de las partes de que
constan. Sigue: Tortolicas de oro 46 te haremos esmaltadas de plata. Lo que antes
tórtolas, ahora vierte tortolicas, pues en hebreo lee por ambas partes Thorim.
De donde se entiende, con el testimonio mismo de Jerónimo, que las tórtolas
son un adorno mujeril, tortolicas de oro. Puesto que, como veo, dice, estos ador-
nos son decoro para tus mejillas y rostro, procuraré hacértelas ya de oro y plata,
para que las uses con gusto y te adornes más. Y esto el esposo. Al cual la esposa:
Cuando estaba el rey en su reposo, el mi nardo dio su olor. Casi con versos alternos
se responden uno a otro y pugnan entre sí en amor, y lo hacen razonablemente,
pues es torpe en el amor ser vencidos. Por tanto regala al esposo con nardo o,
mejor, le promete que le regalará por las tórtolas doradas que recibiría de él co-
mo regalo. Y como es propio de los hombres dar oro a la amiga para que se
adorne, así es de las mujeres llenar de ungüentos a sus amantes y mostrarse ha-
cendosas y amantes con ellos en este especial tipo de menester. Así, pues, Salo-
món dio aptamente a ambas personas lo que era muy propio de cada una. En su
reposo. En hebreo Mesab, que suena a orbe o circunferencia. Y lo aceptaré aquí
por triclinio, llamado así por los hebreos, porque los antiguos comían acos-
tados, apoyados con el codo en los lechos y puestos en círculo. El mi nardo 47.

45 Texto castellano incluido por fray Luis en la explicación latina.


46 Nácar y Colunga traducen pendientes, el P. Scio cadenillas.
47 Fray Luis no se refiere al nardo, planta de las liliáceas, sino al nardo, confección aromática que se
preparaba con extracto de raíces del nardo índico, traído por los portugueses.

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T RI MV M. 19
rib^Moniiia porrò quf Latinus interpres vertit,&Hebrai
cen^nDHaruzimdicúturnomejVtquidávolütpermuta
tione vnislitera; à HK Haraz deducKi,è cedro torno ela-
borati minutiisimi globuli pforati,& filo iun&i,quibus g
torquib9 vtütur foerniriaí,efíe dicütur,ij nuc,vel è corallo,
hebenove,vel è gagatisminutifsimis fragmétis fiut.Id igìt
colli ornamentü,hocloco cedri multitudinis numero ap
p ellat;fimiÜfigura,atq; inHiípano fermoneidéipíum or
namentü vocitatur.Los corales,Los azauaches.Sunt etia
nónulli,quiid nomea verbo n n Haraz quod attenuare fi-
gniricat deduci voiút,íbnareq; dicüt Haruzim attenuata,
aut minuta, vocari vero ea ornameta attenuata ,ppter ex*
guitaté,&: tenuitate earupartiüexquibscó.ftant. Sequii
MurenuU$4ure4$f<tctGmm tibip>ermicuUtas 4rg<gto.Qvip à fupe
riüs turtures hic murenulas verritina in Hebraeo vtrobiq;
Ontn Thorimlegit.Ex quo intelligitur, vel ipfo Hierony
mo terte,turtures muliebre ornamenti! -c^Murenulasau
rf4.í.QiTpnÍS,vtvideo>inquitJgenistuis, arque ori decus
addunt ifta ornameta:ia ea tibi ex auro atque argéto facié
da curabo,quo eis,&;iibétiùs vtare,5¿ ornere magis.Atqj
h x c ipòfiis.Cui fyòfa.Duejjet Rex in accubìtufm3nardu$ me*
dedit odoremfttum Altcmis prope verfibus libi inuicem ref
pódent,& amore certatinter féàdq; iure raciut.Eft enim
turpe in amore vinci.Ergo remunerar fpófum nardo, vei
fotiuspromittitferemuneratura, pro turturibus aureis,
quas ab eo dono acceptura erat. Atqui vt virorü eft auiu
darcamic^quo fe ornet,ficfceminarü,vnguetisimbuerc
amatores iuos,offIcioiàfq;,&: amates erga ipfos ieoftédc
re;hoc precipue ofricij genere. Aptè igìtur Salomó vrriqi
^fonse dedit,quod vtriufq; erat maxime propria Jnaccubi
f^/iio.Hebraìcè 2DQ Mefab quodorbé,autcircuitü fonar.
Acripitur autéhicprotriclinio^cabHebreis appellato:
jPpterca^uod antiqui cubátes,a¿thons cubito innixijatq;
20 CA NTAR DE LOS CANTARES

Sobre el nardo Plinio y Dioscórides48: la raíz de éste da olor, de la que se


hacía antes un ungüento de suavísimo olor, que recuerda Galeno, del cual un-
güento también aquél:
La pequeña caja de ónix con nardo alejará el olor del vino.
Los griegos llaman a este ungüento nardo49. Pero los hebreos llaman con el
mismo nombre Nered50 al propio arbusto; el mi nardo: lo nombra suya por-
que ella con su ungüento, como con el más suave y oloroso de todos, se delei-
ta. Dio su olor: la señaló por las consecuencias, pues es lo mismo que si dijera:
en ti, mi rey, lo derramaré cuando te reclines. Caja de nardo; entonces mi nar-
do dará su olor, esto es, se difundirá, pues los ungüentos cuando se derraman
entonces sobre todo emiten de sí la fuerza de su olor. Pero ¿por qué en el con-
vite y no mejor en el lecho? Porque sigue la costumbre de su pueblo. Los he-
breos tenían costumbre de rociar con perfumes a los que invitaban, antes de
recostarse o en el mismo asiento, y lo hacían sobre todo cuando invitaban a un
magistrado o alguien superior, Y así en Juan5í María se dice que derramó en la
cabeza del Señor Jesús sentado en el triclinio un bote de nardo preciosísimo. Y
Cristo mismo en Lucas, 753, no sin tácita reprensión de Simón, que lo había
invitado y había omitido ese menester por soberbia o por negligencia, recordó
esta costumbre diciendo: "No rociaste mi cabeza con ungüento: y ésta ha ro-
ciado mis pies con ungüento". Pero añade Manojuelo de mirra el mi amado a
mí, morará entre mis pechos. Los anteriores eran indicios de ánimo agradecido,
y éstos declaran un ánimo tiernamente amante. No solo, dice53, te rociaré con
mis ungüentos, lo que los que no aman a veces hacen por oficio y por deseo de
ser gratificados y por costumbre patria más que llevados por algún amor, sino
que cuanto las mujeres aman la rosa y cuan querido y grato les es arreglar las
corolas y los manojos de las flores, que lleven a las narices y escondan en su
seno, tanto yo a ti te llevo delante de los ojos y te escondo dentro de mi pe-
cho con amor muy verdadero. Pues ni tú eres menos hermoso que la rosa, ni yo

48 En la Exposición los cita: Dios. 1, 6; Plinio, Hist. Nat., 12.


49 En la Exposición trac «nardina»,
50 El P. Merino trae «nordi», pero la edición de Salamanca «nerel».
51 Jn. 12,3-
52 En la Expùsición cita a Mateo, 26; ambas citas son exactas,
53 Fray Luis ha evitado casi siempre en este comentario el estilo directo que abundó en la Exposición;
sin embargo, aquí encontramos un ejemplo de estilo directo; quizá en la Exposición estos parlamentos sean
innecesarios.
»9 I N QJTVT
inorbempofíti,cibumcapíebaru. Maritarne*. De nardo
Plinius,&: Diofcorides:Huius radix odore prasítat, è qua
vnguentum fuauifsimi odoris olim conficiebatur, cuius
Gaknus meminit,de quo vnguento ctiam ilic.
Na i di paruu $ onjx elictet ca ¿:¡m.
IdvnguétumGrexi v¿§/& vocant.Hcbreiauteeodé,quo
frutice ipfum nomine appellar Ti 5 Nered, Mardtts mea: fuá
nominar proptereaepeo vngüento,ipfa,vtomniü íbauií-
ÍImo,&:odoratiísimo maxime deíedaretur.Dí-í//fo£/.« e fui*.
a cófequentibus ré notauit:perinde igirur cft,ac ñ diceret
in te,mirex,cum difeubueris effundà Nardi pyxidem : da-
bit tune Nardus mea odore fuum,id eft erTundetunná vn
guéta cu crTunduntur tune maxime cmittunt ex fe fe odo
ris vim.Sedcurin cÓuiuio,&nò in cubículo potiusfquia
feruitfu^getiscófuetudini.Etenim Hebras in more erat
quos ad conuiuiüvocabatantequádifcumberetur,velin
ipfo accubitu,vnguetis perfundere, maxime auté id facie-
bat,cüautmagiftratu,autíuperiorcalÍqueinuitabatJtaq;
Uan. 1i. apud Ioanne,Maria in caput Dñi Iefuin triclinio fedétis
nardi p retío fifsimivafculüinfudiííe dicitur.EtChriftus ip
fe apud Lucam in y.nófinetacita reprehéñonc Simonis
qui ipfum inuitauerat,& idofñcÍí^.velfaÜu,veínegligen-
tia practermiferat,huius morís meminit dicens. Oleo ca-
put méü non vnxiftirhec áuté vnguéto vrixit pedes meos*
Sea a d d k . Fdfcicuím mjrrrhx dtUfttt s meus mihi mter \ber¿t
mea commerabitur • Próxima fuperiora grati animi indicia
eràt,h^cauté tenere amantem animü declarar. Nó iolír,
inquit,vnguendsteperñindammeis,quodquinóamant
officio interdü,& gratifkandi iludió, & patrio more ma
gisquàm chántate alíquaindu&i faciunt : fed quantum
r mam fceminae rofam,quamque illis charü,S¿ gratum eft
è flonbus coro Has ííbi,6¿ fafciculos concínnare,quos ad
(lares admoueant,&fuo ílnurecondantitam ipfa te,&:
prae
21 CANTAR DE LOS CANTARES

quiero abrir el seno a la rosa más que a ti mi pecho. Y toda esta oración está
tomada de la común costumbre de las mujeres jóvenes, a las que es muy grato
el uso de las flores y las rosas. Y el manojuelo de mirra, que se dice, se ha de
entender preparado y hecho con pétalos y flores de mirra. Pues la mirra es un
árbol de tronco bajo nacido sobre todo en Arabia y Siria, cuyas flores y hojas
son de olor suave54. Sigue: Racimo de Copher mi amado a mí, de las viñas de
Engaddi Con el mismo sentido que lo anterior se dice esto, por más que la
misma geminación de semejanzas y repetición de la misma sentencia sirve pa-
ra declarar más la fuerza del amor, Pero es incierto qué sea Copher por lo que
el intérprete antiguo puso Cipro, qué sean las viñas de Engaddi, porque con la
antigüedad junto con las cosas mismas también se ha perdido el conocimiento
de muchos nombres. Y así, unos vierten una cosa y otros otra. El antiguo in-
térprete traduce Cipro. Y con el nombre de Cipro entiende el árbol que re-
cuerda Josefo, no la isla de Chipre, como algunos piensan; otros piensan que
es Carura; otros cierto linaje de palma. En la cual disensión es muy verosímil
la sentencia de los que quieren que Copher sea dicho por los hebreos ese árbol
de donde se saca el bálsamo, que es a manera de vid. Y ello es más creíble por
lo que se añade: De las viñas de Engaddi. Pues Engaddi es una ciudad junto al
mar muerto, como se escribe en el libro de los jueces55, en el cual lugar abun-
dan las vides que dan bálsamo, como dice Josefo en el cap, 26 del libro IV de
la cautividad judaica. A esto el esposo inmediatamente responde: !Oh cuan
hermosa eres, Amiga mía, oh cuan hermosa! En la contienda no solo se encien-
de el deseo de alabar, sino también el mismo amor se hace más crecido, y cuan-
tas más cosas se dicen entre sí estos cónyuges, tanto ansian decirse más. Y no se
satisfacen y, mirándose mutuamente al rostro, se le presenta siempre a cada

54 El P. Scio comenta: la mirrha es un árbol pequeño y espinoso, que se cría en la Arabia, en Egipto
y en la Judea, y que tiene la corteza roja (por tanto, no se puede hablar de pétalos). Haciendo incisiones en
elía, destila unas lágrimas o gotas olorosas, de que, espesadas y endurecidas, se pueden hacer Frasquitos y lle-
vados en el pecho para olor.
55 Aparece en Josué, 15, 62, no en Jueces

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P È IMV JM ni
prae oculis gero,&; intra metan pe&us¡veriísimo amore
recondo.Nam neq; tuminus pmcheres quarafa, ncque
€go patere rofai fin2potius,quamtibipe&us, meü volo.
Duàaeftautem omnishax orario ex communi mòre
adoiefeentuiarii foeminarü,quibus plurimus eft^atq; per
gratus rofarum,atque florum vfus.Myrrhs&porròfafcicu
lus , qui diejtur, is è myrihx floribus atque folijs. con-
feduSj&concinnatuseft.inteMigendus . EurenuUmyr-
rha humiliftipitearbor in Arabia,& Syriamaximè proue:
nien%cuiu&flores,atque folia fuaui odore iunt. Sequi tur,,

rafenfu^cfiàhaiedicütur^nifi quodipiafimìiitudinum.gé.
mimtio,& eiufdem fenteti& repetitio. adamoris. vihima
gis declarandàpertinet.Quid aute Copher iit,pro quo ve
tus interpres Cyprum potuit, quid vineae.Engaddi,incer-
tum fané, quando, vetuftatecumrebus ipfis, multo rum
etiamnominum cogniti© obliterataeft.ítaque aEj aliud..
Vetus interpres, CyprumvertÌt.Cypri autem nomine ar-
bore meam intelligìt,. cuius.meminit. loiephus nonCy-^
pruminfuiam7yt quidam arbitrantur:alij;Caphuram effe
putant :. alij, genus palmo; quoddam.,. Qua in diifenfio-
ne valdè eft veroúmilis. illorum fentenria, qui Copher
Hebrxis dici volunt id arbuftum,. è quo elìcitur baìfa-
mum .., quodeft vitifinuìe. Idquefit credibiliü&exeo,
quod additur./»"Vi/í«í £^<«/rf/.NamEngaddivrbs eft ad
mare mortuum,; vt inlibro Iud. fcribitur, quo in loco
vites quae ferunt baliamum maxime prouenire; lofe*
phus eá author«capitu-2.7 Jibrì.4-JudaicíE captiüitatis.Ad
haec iponfus è veftigio refpondet. Sccetuptdehm es amica
mea: tue tu ^«/ckmvCótentione noufolùm laudandi ftu-
dium accenditur,fedamor etiam ipfeaucHor efSeitur:
& quo plurahi camuges inter Ìè diCunt,eò plura dicere
auent.Neque fibHpfifatkfacium mutuoque inaipeétii
B i dcM
22 CANTAR DE LOS CANTARES

uno de ellos una figura más grata dei otro, y se admiran entre sí más cuanto
más se ven; de la cual admiración son estas cosas: ¡Oh cuan hermosa eres. Ami-
ga mía, oh cuan hermosa! No solo dice adornada hermosamente, como antes
decía, sino tú misma eres hermosa por ti y de manera natural. Y declara por
qué así le parece, diciendo: Tus ojos de paloma. Se acuerda lo primero de los
ojos, porque en ellos tenía principalmente la mirada de sus ojos dirigida y ten-
sa, y de las luces de ellos transportaba a sí dulce luz. Además, porque esta par-
te del cuerpo tiene gran importancia para la belleza en ambas partes, por eso
recuerda los ojos, o solo ellos o en primer lugar. Siendo los ojos torpes ningún
rostro por honesto agrada, pero hermosos y brillando ellos pueden mejorar
gratamente la forma. Y las palomas que recuerda no se han de tomar españolas
o italianas, que destacan poco ciertamente por la hermosura de los ojos, sino
que es tomada esta semejanza de las palomas que cría Siria o Palestina, cuyos
ojos se dice son hermosísimos tanto por la forma como por el brillo. Y la espo-
sa enseguida a él: !Ay, cuan hermoso, Amado mío, eres tú y cuan gracioso! "Le, reve-
la sus palabras, no ciertamente sin corolario, pues añade, y gracioso. La belleza
consiste en una forma apta de los miembros del cuerpo junto con cierta suavi-
dad del color, Y color y la belleza y la dulzura (pues todas estas cosas son signi-
ficadas con la palabra hebrea Nahim) no solo se ve en la forma de las partes, si-
no también en el movimiento y en la palabra y en el aspecto, cuidado, hábito
y, finalmente, en toda acción, y ello rectamente llámase armonía. Y son armo-
niosos y aptos y graciosos los que destacan en ello; por el contrario, los que ca-
recen de esto son no armoniosos, ineptos, insulsos. Y así como la belleza que
resulta de la apta forma de los miembros, si no está formada en esta armonía,
es totalmente insulsa; así cuando esta sal viene sobre ella, sucede que nada pue-
de ser hecho más sazonado que ella. Así, pues, el esposo destaca por ambas ala-
banzas, esto es, es perfecto y totalmente hermoso, y ello parece así a la esposa.
Lo que más declara lo que sigue: el nuestro lechoflorida,las vigas de nuestra casa
z2 T-mQuwvr
defixtvtriq; ab altero gratiorfertiper adiados f¡*ec¡6$y&
mt:miranttirq»e fé iauice magis,quamagi$ in fe ipil iiin
tuetunqua ex admiratioíieiftafunt. Eccttufwtekrus amica
mta^ccetufulchtAMo folùm inquir?pulchtè ornata, vma
te dicebà/ed tu ipfa p e c t e ^ tuafpòjatcpukhra.Et quare
fibiitaYideatui: declàrat àiccs&cutì tMcdxmfartmtMzmì-
mmedomin pamis,quiainilospraecipuèaciéip(e osai
loi?tmfnorüdke£a,&: inceatartìiìabebatr&ex illorum
luminibusdolceadfetransfercbat iumeru Adharcquia
ha?ccorporis pars magna n*offtét«m habet ad pukhiitui
dinéia vtfaquepartem5idcirco có^emotatocülos^el
foiùm^ei primñíEtemm;t urpito oCulispulìa quaui$ topi
nefta facies placet, pukhriautl,^ grate tòicantes ipfiper.
fé commedare forniam poifunt.CoIiimba:auté,quarym
meminitjfton Hi^anx,aut Itala? accipiédae fa»r,qua;par&
certe ocuì©rupukhntudLnepr£ftam,*fed quas-% riamai;
lalefthim alit colübas^ab i¡$feiilitiidoiftadtìcitm^|war^
eíTe dkútur formoftfsinii ocaii cuín fígy radium fplèdosc/

Suaiìii verba rcfignat^necfinecorollario quide,addidit


mimySe decorus, Pukhritudoin membrorum corporis
aptafiguracu quada coiorisfuauitate cófiftmdècor ver cv
¿veruiftas,&: dulcedo ( na ortìnia ifta, Hebraico TO>Kañ
hàm figmfícántur)nairi patrìuiìgura?modo+fed immotili
etiarft;&; fermone,in4> habitUjCultu^afpe&u^c omni de*
mq> acìiorie cernitur,kiquc recle coucinnitas appeliatur: ;
cociamq;>&:aptír&: ¿IfijqiieopraíílIfccGtra qui careni»
incòcinnijmeptyarulfi.&tque vt pulchritudo ea¿quie:exí
membrorum apra figuraciilk»njfi haG cécirmitate cotir
diatur^inaìlfa piarte ütúm cum ad eam iiic lai accefs*k¿efiL
citur emfmod^uihü/vt eafierifQfiit<oditias,?ra!ftat jgir.
tur vtraque bude fponfus9id eft perfe&è^ cumulai è p ui
diec eft^idque iraipoGf?5 videtnr;^uod.^ia§i^declaraos
qua?
23 CANTAR DE LOS CANTARES

de cedro, nuestro techo de ciprés. No solo, dice, tú eres hermoso, sino también
nuestro lecho y toda nuestra casa toman prestado de tí la hermosura; y porque
son tuyas, me parece que todas florecen y son de oro; lo cual se tomó de la cos-
tumbre de hablar de los amantes, como todo lo demás. Aunque también en lo
que la esposa en este lugar habla del lecho y sus amenidad, representa el papel,
como se ve. Pues como la naturaleza engendró al varón para el ejercicio foren-
se y exterior, así entregó a la mujer la preocupación de los negocios domésti-
cos56; le dio un varón que muchas veces permaneciera a la intemperie, y que
soportara calores y fríos, anduviera caminos, soportara luchas tanto por asun-
tos privados como públicos. Y preparó la obra de la mujer para la diligencia
doméstica. Y así, entre otras cosas quiso que perteneciera a su preocupación el
tener la casa limpia y libre de suciedades, que los abacos estuvieran adornados,
los trklinios limpios, todo muy brillante y en primer lugar los lechos tendidos
muy hermosamente. Pues este cuidado induce a los varones a que quieran es-
tar y permanecer con gusto en casa. Aquella, de quien se habla en los Prover-
bios, 7, con la ostentación de su cuidado, invita al varón a morar juntamente
consigo. Y hasta ahora hemos perseguido el sonido de las palabras que dijimos,
y como si el asunto se desarrollara en escena dimos sus palabras a cada persona,
o mejor interpretamos que fueron dadas por Salomón; pero ya empecemos a
decir, con cuanta inteligencia y palabra nos conceda Dios, qué de escondido y
divino esté oculto bajo esas personas e imágenes de amores corporales. Pues es
cosa grande y muy por cima de las fuerzas del hombre y de tal modo que ape-
nas pueda entenderse, sino por los que la aprendieron de Dios, no tanto por la
palabra de algún doctor cuanto por la misma cosa y experiencia de suave amor,
en el número de los cuales confieso y me duelo de que yo no estoy5?, Pero el

56 Fragmento que no aparece en la Exposición, sacado ele La perfecta casada, porque quizá entonces la
escribiera, de hecho fue publicada en 1583.
57 Inciso personal de fray Luis que abre muchas perspectivas sobre su vida mística. Santa Teresa y
san Juan empiezan sus escritos con parecidas ideas: los tres son obligados a escribir, los tres piden protec-
ción divina, los tres se somanten ai parecer de la Iglesia (cfr. San Juan, Vida y obras completas, P. Crisógono
de Jesús, Madrid, BAC, 1955, 5a edición, p. 704).

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'"iP'IR-/ MV M %s
q*i£ fequuntur. Bt le&alusnaftm flánius,tigt¿ dvmwúmnv-
éirarum cedrwa7 Uque¿rid'noflrs cyprcfsinat. Nonfolum in-
q-prit tu pulcher es,fedAetìulus etiamiioíter,noítraque do
mus tota,à te pulchritudinern mutuati tur: Su oh id ipfum
quia tua font, florcre mini omnia videntur , atque aurea
eife:quod ex amantium loquendi confuetudine du&um
eit, vt caetera omnìa.Quamquam etiam in eo quod dele-
£fculo,6£de eius amoenitace fermo nem hòc loco fpon-
fainfer^perfonaejVtvideturjferuit.Namv't virum natura
genuit adexercitationém forenfem, &c extraneam : ijra
malica domefticanegotia curada tradidinviroerh dedte
vt fub dio faepe maneret,vtq; calores,atq;frigora patere-
tur, iniret itinera,fubiret certamina pro re tü priuàta,tum
publica ; Muiicrisautem operam ad domenica diligenti!
comparauit.Itaque inter estera ad eius curara pertinere
voluit, domusvt mundaelièr, ac fordibus vacans, vt
abaci ornati ^mclinia'culta, omnia praenitentia , in
primis autem l e d i ftrati perpulchrè . N a m is cui*
tus viros inducir y ad id , vt domi libentiùs maner
re, atque elle veline. Illa certe, cuius menriofìt in pro*
uerbijs , eius oftentatione cukus virum ad fecum vnà
co^umorandum innitat . Àtque na&enas- verborum,
quem diximus fonum perfequuti fumas ,,'&. quafi in Prouer* f*
feena resageretur, fuas cuique perfonae voces dedb-
mus , iìuè potiùs à Salomone datas fumus inter*
pretati : iam fub ijs perfonis, é¿ corporeorura amo-
rum imaginibus , quid arcani, aediuini lateat ag-
gredianemr dicere pro eo quantum nobis Deus intelli-
gemtee, ac fernxmis conceííerit. Eft enim magna res,
& piane fupra. horainis vires, Oc denique eiufmodi,vt
viíípofsitíntdltgi, niíi ab i^srqui eam non tam do&oris
alkuius vocequamijjià re,&:fuauiamorisexperimenro
à Deo didieerunt, de quorü numero nò eñe me,p¿fateoiv
B 4 &«U>-
24 CANTAR D E LO S CANTARES

Dios que nos indujo a esta voluntad o necesidad de escribir, ayudará, según es-
pero, a los que escriben para que enseñemos lo que tanto a él, a quien solo de-
seamos ser gratos, cuanto a la Santa Romana Iglesia, a la que deseamos gusten
todas nuestreas cosas, sean aceptadas como útiles. Y así bajo el auspicio de
Dios comencemos.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

Veo que casi todos aprueban, que estos amores fingidos en estos personajes
declaran los amores del ánima justa y la imagen expresa de la vida espiritual,
digo, el amor de Dios con los suyos y a su vez las encendidas y animadas afi-
ciones de estos para con Dios; qué placeres se originan de una vida piadosa-
mente vivida, cuan dulces sean los coloquios de los buenos con Dios, cuan fa-
miliares los encuentros y todo lo demás por el estilo que pertenece a este tipo
de vida. Pero no todos están de acuerdo en si se explica aquí solo la manera in-
dividual de cada bueno o de todos los buenos en común, esto es, si en este
cantar se declara el amor de Dios para cada bueno en particular, o más bien
con toda la reunión y conjunto de los buenos, que con palabra griega se dice
Iglesia, aunque a mi parecer no hay causa de disensión: cuando ambas cosas
sean no solo verdaderas sino necesarias. Pues la razón del todo siempre viene
de las partes, y en la naturaleza misma cual es la descripción del universo tal
también la razón de cada una de sus partes, aunque en la proporción de cada
parte1. Por lo cual confesamos que en estos personajes hay una imagen no solo
de la Iglesia, sino también de cualquier hombre piadoso y fiel, se puede referir
aptamente este divino cantar a ambos tipos. Lo cual veo agradó a antiguos y
nobles escritores, cuyos vestigios sigo con gusto. Pero del mismo modo que
apruebo a éstos, así de ningún modo puedo aprobar a los que, al querer seguir
al mismo tiempo ambos tipos de interpretación y sentencia, no alcanzan nin-
guno de ellos, sino confunden y mezclan todo, y quieren que unas partes de

1 Razón de tipo filosófico perfectamente válida.


t+ IN CJÍ ?fT
& ciò Leo acá qui n&s urbane fcribeiidi, íluc volunta.*
tem, iiue ncceüitatem iaduxit Deus,is,vti fpcro,ÍCEÍben-^
tesadiuuabit,cavtdoceamus,qua^cum ipiircui vai gea-
tum faceré cupimus accepta,tum ùxi&x Romana: cede
iìat,cut omnia Boftra probari volumuSjilnt vtiiia.Deo igi
tur aufpiccücordiarnur.
ALTE R A ÍXPLAKATIO,

yC%2&& Onftare video fere inter omnes, in his perfo-


£ ¿SgsSbnis effidosanimiiuftiamores, dàexpreiram
& 5 O § B im aginemvit¡fcfpirituaUs declarar^ amorem
^ w w * imquam Dei erga fuos,ipforum item erga Dei
pronar& incenfa ftudia:qux ex pie adita vita oriantur vo?
iuptates:quallnt dulcìaviroru bonorú cuDeo colloquia,
qua familiares c6greiTus,aliaqj ite omnia,qua:cunq; pcrri
nent ad hac vitxrationem . ¿edvtrum h k fingulof ü tan
tundan còmuniter omnium bonorú ratio explic etur, id
eit,vtrum,in hoc carmine declaretur araorBei erga (iti*
gulosbonos,anpotiusergaipfumccetG,&: eonuentu bo
noruniyquac Gracco vocabulo ecciefia dieitur, ineonon
omnes cófentiunt,quanquammea quidemfententia cut
diffentiant cau&nulia efocii vtrunque no folum verü fit,
Ìcàneceife fit eifcNam &: ratio totius femperexpartt*
bus exiirtt:&: in natura ipfaqualiseft defenptio vniueril,
tairs eil ratio iingularu eius partium, proportione tamen
cuiufquepartis.Quarefateamurinhis periònis non ecelc
üx modo,fed cuiuiìibetetiàpij,acfidelishominb imagi^
ne ineiTe,&:poiTe hoc. diuinü carme aptè referri ad vtrum
quegenusJdquodprifcis,&: nobilibusIcriptoribus pla-
cuifk video,quorü veftigijslibétcr incito.. Scà quemad*
moda has probo,ita illos probare nullo modo poíTum,
qui vtrumque interpretationis,&: fententiae genus dum
£mul fequi volunt,neutrum aüequuiamrj fed confundú t»
atque
25 CANTAR DE LOS CANTARES

este cantar se refieran con propiedad a la Iglesia, interpretan otras como de los
hombres en particular, cuando por el contrario deberían insistir solo en un ti-
po de interpretación o seguir íntegramente ambos hasta el final sin interrum-
pir el hilo. Pues no puedo aducir ni pensar que una parte de este cantar cuadra
a la Iglesia sólo, que la otra parte conviene con propiedad a cada justo en par-
ticular, sino pienso que todo él se puede acomodar en verdad tanto a los parti-
culares como a todos en conjunto, y lo creo hecho por Dios, que como expre-
sara la imagen de su amor con nosotros en un personaje fingido y lo formase
con sentencias y palabras de cosas corpóreas conocidas por nosotros y lo ofre-
ciese a nuestra vista, viéndonos en él pensáramos tanto en la Iglesia, esto es, en
todos los buenos en comunidad, como propiamente en cada uno de ellos. Así,
pues, permanezca esto que no debe moverse, que en este cantar no solo se tra-
ta de ambos tipos, sino que todo él se refiere tanto a cada uno en particular
cuanto a todos en comunidad, y que yerran los que sin causa hacen particio-
nes en lo que es unitario e ininterrumpido. No tengo intención de escribir
ahora de ambos géneros. Me sería demasiado largo y muy molesto, cuando lle-
go a estos escritos, no como otros, por gusto o por voluntad, sino empujado
por cierta necesidad2. Así, pues, no trataré de ambas cosas sino seguiré solo lo
que se refiere a los particulares. Y lo seguiré de arte que demuestre que el
hombre amante de Dios es conducido y llevado a través de cada uno de los
grados de amor hasta el sumo amor; y los progresos que él hace en el amor y
el orden en que los hace, explicarlos en este librito por el mismo orden y ca-
mino y texto admirable de sentencias y cosas. Pues el que a muchos pareciera
que no están suficientemente trabadas entre sí las partes de este cantar, ni uni-
das por un determinado orden y vínculo, sino que consta todo él de diversos

2 Fray Luis publica este comentario en virtud de santa obediencia y por consejo de los amigos. Aquí
se niega a hacer el sentido anagògico, pero después lo hará en la tercera edición de este comentario.

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¥ R J iMs V*/M ti
atque mifcent ynimfàwmì&tfithwm pmes quafdam
ad Ecclefram proprie p&tiffi&fi^Mtl&I^&atn alias 4c
ílnguüs pijs hominibus interpretansur, ciim contra de-
bejrent,auttantuiinin:a;lterutro genere interpretationis
infiitere,aut vtrunqj exequiad,e* ere^um \fque integre,
&; nonintermpto ftio.Nec ertirti^dueipoiruniyYt exiitU
mcrn^partem vnam €cpmini&httta3Ì9 vmm ecclefil quaT
drare:partern aliám fingüÜs iuft i$ jpjropriè conuenire: icd
tQtumUittdcumfinguUs,tumvfliue*ÍI$ vere accomnaor
daripoííearbìtroridqjfà&nmàDeocredo, vi cüinvna
fì&aperfona fui erga nos amorisimaginem cxprefsiiTer,
camq; notis nobis rerumx9rpQrearum,&;verbis& fen?
tentijSvform^fe^iecMctq>ocuÌi5 eontuendà noftris:in
cànos intuentes^oü de Eceteila,id eft, de omnibus bonis
cómuniter,rtimdeiìngwlis^bonisproprie cogitaremus.
ManeatigitnrhoCjquodmoneriinondebet, in hoc car*
rn:ine,nòn folu <de vtroq; genereagt/ed totum ipfum, cu
ad finguloSjtttm ad y nigerios communker pertìnere : il-
io % errare,qui in eoyquod vnumatq; continens eit,parti
tiones fine caufa faciunt.Mihi porrò non eft in animo de
vtroque genereicribere in praefentia.Elfet enìm nimis io
gQ,mihiq; id permoleitun^qui ad has fcriptiones,non vt
ali¡,animi,aut obiedationiscaníajfcd neceisitate quadam
compulfus acceisi.Non igituriagàm de vtroq;, fedidexe-
quartantum,quodadnngnlos!pertánet^tqj ita excquar,
vt demonftremDeiimaet^nxhominéper fingulos amo
ris gradus ad fummum v% euehi, atq? perduci : & quos
progreflusiUeiiaamo?efarck,íSíí quo ordine facit,eos, eo*
dem ordine^ via}rniroq5^ recai^^ fementiarum tex-»
min hoc libeilaexplicarLÍíamquodnonnnilis vifum cft
noncohxrere iàtis intér fe partes haius carrninis, nec
Certo aliquo ordine,atquc vinculo iungi, [cu ex diaerfìs
tanquani cenxonibni conitare.totum, vtpotè confla*
B $ tum
26 CANTAR DE LOS CAÑIZARES

trozos, como fue constatado por muchas sentencias amatorias que explicaban
los grandes misterios del amor divino, pero de ningún modo coherentes entre
sí por determinada cópula, ello yo lo juzgo falso y más lo juzgo cuanto consi-
dero más con atención cada cosa que aquí se dice. Lo primero, se dicen los ini-
cios y como la cuna del amor divino; después, los progresos e incrementos; al
final, se llega a hablar del supremo grado de amor. Y existe en todo el cantar y
en sus sentencias el orden que hay entre las cosas mismas. Pues no hay nada
que suceda a los que corren en esta especie de estadio de amor, o en las cárce-
les3, o cerca de las cárceles, o en las misma pista, o cuando se llegó a la meta,
que no se ponga aquí en su lugar. Y ello para demostrarlo así aporto muchas y
grandes causas, las cuales si ya las quisiese explicar todas, habría de recorrer e
interpretar casi todas las palabras de este cantar aquí al comienzo al iniciar la
interpretación, y haría el comentario exacto en el mismo vestíbulo del comen-
tario, lo cual sería muy absurdo. Por lo cual todo será explicado más conve-
nientemente en su lugar; ahora solo una cosa. Como en el ascenso del ánima
al amor de Dios haya tres grados, del último de los cuales cada uno puede lle-
gar al superior a través del mediano, y lleguen muchos; los cuales grados dis-
tinguieron ya antes y designaron con nombres propios santos varones y exper-
tos en estos amores4; pues al que está en el lugar ínfimo llamaron principiante;
cuando el mismo llega a los superiores, dijeron que tenía el grado de los apro-
vechados; y cuando llegó al supremo, lo colocaron en el grado de los perfectos
llamándole ya perfecto. Así, pues, siendo esto así, digo que todo este cantar
fue acomodado por Salomón según esta tripartita división de vida y grados;
y afirmo que aquellos tres grados, aun callando los nombres de ellos, sin em-
bargo en realidad y fuerza han sido puestos por él en este cantar. Los afectos
y palabras del que comienza a amar a Dios son descritos desde el cap. I hasta

3 Punto de salida en las carreras de un estadio.


4 Sin duda se refiere a san Juan de la Cruz, cuyo Cántico se publicó en copias manuscritas en 1584,
%6 rjsfcu'PVT
tumè piaribus amsf óáj$ feátéfítijs magna diuiniamorís
myftcria e x ^ l k a i u t b ^ ^ i f ^ l l o séitocópulatuinterfé
cohaerétibiis,id ego faTai ut puto jatq$ eo magìs puto quo
magis attento animo fingtììajquà^hkdicmuur, coniide-
roilnitia profG^^toanquSiiicunabBládiijini amoris pri
ma di£untttnp*<>gteíftt$deinde?S¿ increméta : p^áüemo
ad mpremü amoris gradi dicènd© peraenkur. Et qui otM
do rem ínter ipfas <*ft,fderrí carminis totiusjeiufque fent ìi
tiarum exiftit.Nec eft aliquid eòrn,quae in hoc amoris ta-
quam ftadio currentibus acciéuht,mi in carceribus, vei
propè carcererei in ìpfo fpatio,vel cum ad metas eft per
uentum,quod nonhìciuo quodqi loco pdnátür.ídq;Vt
ita cenfeam multis>8£magnis;r^ufi£addueo^qua$ omneà
iì iam explicare veliemjCarminiihèiu^piOpè verba om-
nia hicinipib initio^ittrerprecatíomsirítroitü> percur-
renda mihi effent, & interpretanda : : confe€ifíen% iuflíí
commentaríunvin ipfocosnaaétationis- ^eftìbnìo^quod
cflctperabiurdtioi. Q«are fuisqu&%Uocis commodiùs
ejcpiicabunmrriilud vnummodo .rGum inlìoc animi ad
Deüamaris arcéfufíattfcsgradus,è quorum infimo per
mediumadiupremumperuenire quìfquepoteftj&iverò
multi perueniunt:quos gradua vMlan&éy&r horum amo *
rum periti,&: diftiBxenmt fMm;&z notaà'etutpropriis no
minibus .Nam qui in inumo gfcadu efíct^eú incipiente ap*
peilarunt:cu idem ad vif eriora profeck,profickntiu gra-
dimi tenere dixerunttvbi áütatmd fup^emum euafit,iam
perfe&um- ipibm nomi^antestper^¿^orum in grada col-
locaront, Igitur cum haecitafíatv dico ad nane triperti-
tam vita^atque graduuiaa diuifio^n^hocomne carmen
à ^ódomoiie accommo^datuM cíhiéc illas tres gradus,
quamiásiiominibu^eoruírstaciti^, rè tamen ipía atque
vipofitos-efieabeoin hoc carmine aíSrifroíDeum ama
t e ifìeipicntis alfccì; us»atque vo ees defcrjbtaur, à cafMi
27 CANTAR DE LOS CANTARES

la parte aquella del Cap, II: La voz de mi amado. De este lugar hasta el cap. V
donde se repiten aquí las mismas palabras, a saber: La voz de mi amado, todo
se declara en razón del amor del aprovechado. Y el resto del cantar hasta el fi-
nal es totalmente propio de los perfectos en el amor. Y así en estos tres luga-
res es triple el recuerdo de la hermosura de la esposa; y es celebrada tres veces
con alabanzas. Primero, con parquedad y solo por el esposo; después, con
más riqueza tanto por el esposo como por otros muchos; por último, efusiva
y copiosamente tanto por el esposo como por todos. De lo cual se entiende
qué grados de amor se describan aquí y qué diferencia hay entre ellos; se en-
seña cómo del primero se llegue al mediano, y de éste al supremo; y que la
demostración de esta cosa es el verdadero argumento de este libro; y a él se
refiere como a fin todo su texto y sentencias. Mirando nosotros principal-
mente al cualfin,dirigiremos hacia él con cuidado nuestra interpretación y
primero diremos los comienzos del amor de los que están en el primer e ínfi-
mo grado de amor, leyendo las palabras y casi los vestigios del Espíritu Santo,
cuyo inicio es éste: Béseme de besos de su boca. En la subida del alma a Dios,
como dijimos, hay tres grados, y cada uno de éstos contiene en sí varias y di-
versas partes. Es común a todos empezar por la llamada de Dios, pues si Dios
no nos llama olvidados del camino o lánguidos y sentados en el camino no
nos excita a recorrer el camino señalado y nos ayuda, ni podríamos desde el
principio empezar el camino de la justicia ni empezado proseguirlo después.
Así, pues, es necesario que seamos llamados por Dios los que todavía perma-
necemos en el pecado, para repeler de nosotros el nocivo torpor, y los que
tenemos avanzado algo en el bien para que arribemos a cosas superiores y
mejores. Los que han sido llamados y no taparon sus oídos a aquella voz,
luego comienzan a amar a Dios y gustan estar sólo con él. Y Dios primero
prueba este amor de ellos y ansia de él poniendo alguna cosa molesta y difícil.

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yfquejad capitisi, partem illamiVòx-dile&imeLÀb co lo
co ad illu capitis quinti, vb i eadé verba, ícilicet: Vox dile-
&i mei,repetunturrproficientis in amore tota ratio decia
r^ttiri^eiLqua'vemcarminis adfinem vfque \ perfe&oru¿
i&'ámoré, propria piane ilint Jtaque his tribus iniocis,tri*
»a:Et palchrkudinis fponfaì commémoratio:èaque laudi
biisceIebratU3:tenPxÉiiròparcms,id4- afolo fpófo : dein*
de vbèriùs,eurriabiponfo,tu anonnullis alijs : poftrema
crrufifsimei8¿-copiQfirsi.me,8¿ ab fponfo,&; ab omnibusj
£xquo ante Uigi tur hic amoris quofdà gradasdefcrrbi,&:
qiuiámtcrik ínter ipfoá ponr.tum quomodòàprimoad
mediü,abeo_q> ad&UKfnuipcrtteniatuEìfilocerirhuiufqs rei
demonrlratiOíne^yerüiiuius libri argumentumeffe: eoq£
tan qui infinen*ceferri, ó mnemiUrns^Gsationem,. atque
fcntentias.Quern J*QS fínemp£8cipüeántuentes in eum¿
ooftramintcürpreim^ne^^axjaitó d}ngemus : aciprimfr
dicarausexordia a m o a m ^ r t o I &infimof
ama ndi gi;adu;eon üftúx& Spiritmfár$á verba, &: tanqua
veítigiakgentcSjqiioiJHrn ¿fíitiumhofc dk&fcvletuY meofr
cdo om /«¿.Inanimi ad DemuarccnrL^YJcdbíinuís^funtgr*
dus tres: horum,autem ílnguii plurcs » atqryarias res iafe
continent,GÓniune eft.Qmnibus,vcà v ocasione Dei ini-
rjum mmantuiá nitl Deus nos,aut via; obiüos vocet ,^uü
languentesin vía at^uereüdeaces, ad inítituíum iter per-
agendum eíícitetjatq; adiuuet : neq; de principio iuílitise
iter aggredijneque id ingreGün eo progredì poftea pofsi
i»us,lgitiitrvoceniur àDeo neceíTe eíyjuequiinpecca-
ù$iieiìdjeniiii5adbuCjVt?nQXÌumtoiporé à nobis repella -
mus, firn qutin bono aliquó^iamprogreflus h&bemus,vt
a4 vlteritírav^araélioracontendanlus^ Porrò qui vocari
funt}ne,q; ad eamvoeemauresobtueaiierunt ibas amare;
Denftatimjaciplút,ác eíTe.cu eovnáqúaírut. Deus vero/
l\une. eorúaíii^em^ d g f i d ^ i n ílíj ^primùnxobicaa,
28 CANTAR DE LOS CANTARES

Son muchos los que oyen la llamada y captados por el primer gusto de la dul-
zura celestial se encienden engañados en deseo y amor a Dios. Pero si sucede
que tengan algún trabajo por causa de la piedad o que soporten algo molesto,
se alejan del amor comenzado cambiando de parecer y son de los que Cristo5:
Los que están sobre piedra, éstos son los que reciben con gozo la palabra de Dios y
sucumben en tiempo de tentación. Así, pues, a los que Dios llama y de quienes
ve que es querido y amado, a ésos primero prueba, después una vez tentados y
probados los ama con favor, y obsequiando el deseo y la honesta y probable
voluntad de ellos, derrámase con gozo en sus ánimas, y él con el ilapso los ins-
truye con blandas palabras interiores y saludables, y los llena de cierto gozo y
placer enorme. Y con este ilapso y adoctrinamiento la mente humana se hace
mayor, y elevada así sobre su naturaleza, huye del cuerpo y es arrebatada toda
a Dios. Así, pues, con tales cosas, con la vocación de Dios, con el deseo del
ánima amante, con su prueba, con el ilapso interior y la palabra dulce y ama-
toria, y finalmente con el rapto o, como se dice con más significación con la
palabra griega, efcraciL, consta y se hace toda la forma de cada uno de los gra-
dos, que hemos dicho. Digo de cada uno de ellos, que nadie piense que de ellos
algunos son propios de los que están en el primer grado, otros pertenezcan a los
que han aprovechado o ya son perfectos. Pues todos caen en cada uno de los
grados, pero están con más fuerza y brillo en ios más superiores, sin embargo
todos se encuentran en cada uno, lo cual se ve claramente en este cantar. Co-
mo todo él esté dividido en tres partes, de las cuales cada una contiene la ex-
plicación de cada uno de los grados, todas estas cosas que dijimos, con las
cuales se abarca la manera de cada grado, se describe en cada parte cubierta
admirablemente en las voces y velos de las cosas corporales, y tres veces todas las

5 Lucas, 8, 13. Fray Luis omite palabras del texto latino.


1.8 IN CJPVT
aliqua remokfta, acdifficili probat. Etenim multi funt¿
qui vocati audiunt,&; cadeitis diilcedinis primo guftu ca-
pti,atqueinefcati amore erga Deumacdefiderio accen-
duntux. Sumusenim natura omnes voìuptatÌs:appetétes,
atq; auidi Atijdemifi accidat, vtobpietatis caufàm j iiflb-
cuitdus fttillis labor aiiquis,aut quidquammoiefti perfe^
lendü mutata Volúntate,ab initittìto amore difce dunt,
Zttfrt* funtq;deiiloruninumerQ,dequibusChriñus. Quifuper
petram,ij funt qui cum gaudio fufeipiunt verbum Dei,&
in tempore tehtatiónls, re;eedütlgitur quos vocat Deus*
Se à quibuifòdiligi>atx^amarividet, eos: primo probar,
deindepertentatos^atqi prabatosiauóre eompie£titur:
sorumq; defiderio,«q^honeibe; $¿ probabili volun tati
o b fequenSjillabit UT iueundè in ip forum animo s rìp fo q u e
iliap fugeostú erudir Ìni^rioribasfermt>nib us blandis, oc
ialutai!rb*is:tumìngaitì? quodam gaiidk>r arq* voluptate
p^rrundit.Hiocau^miUapuijfiteruditioñe humana més
maiorefficirtmkaqi iupraruituiàciara iuàad corpus den
c i f r a d B e t ó i totarapitur,Totigìtur rebus, nimirü vo-
cauone Deijaraátis animi defiderio,eius probatÌone}illa-
f>fuinteriori>amatoriGJÓ¿ dulci fermone, ac tandè raptu,
fiuCjVt Grasce verbo iìgnificantms dicitux wnw eorum
finguIorum,quosdìximus, graduum tota ratio conftar,
atqj perficitur.Sihgulorum dico,ne quis putet ex ijs quac-
da eiTe propria eorü quiin primo gradu confiitunt: qui-
dam ad eos qui prorecerunt,aut iam perfe&i funt pettine
ie.Vmuerià nSque in iinguJos^radus cadunt,exprefsiora
illa quidem^ iUutóora/untiiialtioribusiomma ramen
in llngulis inueniuntur^qttod ipfum in hoc carmine non
obfcurèperfpidtur.NamcUomneid diuifum fit in par-
tes tres^quaìu (ingoiai iìnguloru graduum continent ex-
j>Hcationè*omnia ifta qua; diximus r è quibus vniu feuiuf-
<iuegradù4 fatlocpfieturjittfingttUspartibü&rerú corpo
rearùra
29 CANTAR DE LOS CANTARES

mismas cosas aunque con diversas palabras y amplificadas con más brillante
sentencia en una parte que en otra y exageradas más; sin embargo las mismas
cosas se repiten tres veces en este libro y nada fuera de ello se añade o recuerda.
Sigamos pues este hilo, más cierto que el cual o más fiel nada podremos usar
para recorrer las sinuosidades de este cantar cuasi laberinto y los sinuosos reco-
dos sin error, y apoyados en ello pongamos pie en estas mansiones, en cuyo
vestíbulo y primer umbral6 se nos presenta la imagen del ánima poco ha vuel-
ta al amor de Dios, y deseándole y afligiéndose por su deseo, y así diciendo:
Béseme de besos de su boca 7. Omitiendo el recuerdo de la vocación de Dios, y
su exposición, Salomón comenzó esta primera parte por el deseo del ánima
amante, lo cual hízo con razón y justicia. Pues la primera llamada con que el
hombre es llamado de la impiedad, no se hace al amante sino al enemigo y
hostil, ni somos llamados porque hicimos antes algo que fuese grato y acepta-
ble a Dios, sino por ei contrario más bien por que somos llamados y porque
recibida la luz celestial comenzamos a ver cuan caídos y versados estamos en
lugar peligroso, nosotros mismos reflexionamos y apartamos el pie de la im-
piedad, como fue escrito8: No como si nosotros hayamos amado a Dios, sino por-
que él nos amó primero, y de nuevo: Porque Dios nos amó primero. Así, pues, por-
que los que son llamados a la primera justicia todavía no son justos o aman a
Dios, sino que son llamados a ello para que dejen de ser injustos y comiencen a
amar verdaderamente y de corazón, por tanto no conviene que en un cantar,
que es todo amatorio y que fue hecho y preparado para explicar los mutuos
sentidos de Dios y del hombre amantes entre sí, se recordase lo que se refiere
propiamente a los que son enemigos de Dios 9 . Si ello hubiese sido hecho por

6 Estas palabras recuerdan la terminología usada por santa Teresa para escribir Las Moradas.
7 Fray Luis ha resumido en Amado todo lo que en ei Cantar se dice sobre las frases amorosas de los
amadores de Cristo y que él ya comentó aquí (cfr. Onís, III, 145-148).
8 I Jn, 4, 10 y 19.
9 También san Juan olvida la purgación de los pecados; se limita a considerar las imperfecciones na-
cidas de los pecados, sobre los que hay que purificarse.

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FRI MV M.\ %9
rearum vòabus,&: velammibas mire se&a dcfcribumur,
terque cadem omnia quamuis pluribus verbisjiluiìriori-
bufqtie fententijs io - v na quàm -in alia parte amplificata,^
exaggcrata magi$:tamen cadcm ipfa ter in hoc libro repe-
tunmr,neque prseterea quicquam allud addimr,aut com-
memorarne. Sequamur igitur hocfilum , quo nullo neq*
magis certo,neque magis ñdo vti poterimus ad huius cac
minis tanquam labyrinthi ambages, èc fmuofosfiexus.fi-
ne etrore obeundos, eoq;fifípedem in hasc ady ta infera-
mustquorum in veiribulo^c primo limine imago nobis
occurrit animse recenter-.ad Deum amandmn conuerfar»
ìpfumque defiderantis,ac fé ex deiiderio afEi£tamis, itaqj
áicQnús,Ofcitletiírme ofculo m$/«/.Praìtermifra vocationis
Deicommemoratione,& expofltione, nane primam par
tem Solomon exorfuseftjà deiiderio aroàtis anim^quod
meritò^ac iure fecit.Nam illa vocatìo prima qua reuoea.
tur ab impictatc homo,non ad amantemfìr,fedadInimi-
cum>atq5hoftem>neque quia nos aliquìd prius fecimus,
quodgratum Deo,S¿ acceptabüe efìet,idcirco vocamur,
fed contra potius quia vocamur, quiaque cadetti haufto
lumtne videreincipimusquàm pnecipirii&: periculofo in
loco vcrfcmur,nos coliigimus ipfì, pcdcmq; ab impìeta-
te reuoeamus,fìcut fcriptumeft.Nonquafi nos dilexcri-
mus Deum,ícdquoniamipfe prior dilexit nos, &: rurfus:
Quoniam Deus prior dilexit nos. Quia igitur qui adpri*
- mam inftitiam vocantur^nondum ipil iufti íunt7 autJDcu
amant,fed ad id potius vocantur^vuniufti eífe defínant:
Deumque amare veré 8c ex animo inclpiant: ideo non
decuit, vrin eo carmine,quod totum amatorio eít^quod-
: que ad mutuos Dei, atque hominis ínter-(è amamium
fenfus explkandoseomparatum^ft, arque confi&u eius
rei métiofieret,%uae ad eos propriepertinet,qui Deo ini-
mici funt.Id enim fi factum à Solomonc fuuTet, inducen-
dus
30 CANTAR DE LOS CANTARES

Salomón, también había de poner y fingir con palabras el hombre, cuantos así
se llaman, de ánímo apartado de Dios y dirigido y fijo en la tierra, Y este libro
abarcaría no tanto el epitalamio del alma casada con Dios, cuanto la reconci-
liación del amor herido y violado10. Por lo cual aquella primera vocación de
Dios no debía deducirse de aquí en absoluto, sino de los otros libros escritos
por Salomón y que precedieron en orden a este cantar. Los cuales libros todos,
me refiero a los de los Proverbios y Eclesiastés, versan en especial sobre esta ma-
nera de llamada y doctrina, y tratan sobre todo de apartar, unas veces con con-
sejos, otras con amenazas y miedos, a los hombres de la vida pecaminosa a la
honesta. Y en el mismo comienzo del libro de los Proverbios11, o poco después
del comienzo, aparece la divina sabiduría recorriendo todos los lugares de la
ciudad y mirando desde un lugar elevado y clamando con voz fuerte, y así di-
ciendo; Escuchad simples la astucia y advertidlo ignorantes. A esto enviando sier-
vas que les digan con sus palabras: El que es simple, venga acá; al que no tiene
sentido, hablo. Venid, comed mi pan y bebed mi vino, que he mezclado; dejaos de
simplezas y viviréis, y andad por la senda de la inteligencia. Pues los que obede-
cieron a estas palabras y exhortaciones, y los que se volvieron del camino del
error iniciado apartando sus pies hacia la casa de la sabiduría, y se hicieron
amadores de su hermosura; ésos instruidos ya bastante por los preceptos y
consejos, apartan de sí aquellos libros y se confían para que Salomón los lleve
con este cantar por el Itabirio y el Líbano y por los mirtos del Carmelo hasta
Jerusalén, esto es, por todos los grados del amor a la misma cumbre del amor.
Y así como este cantar sigue aquellos libros, así lo que fue hecho ya en aquellos
libros no lo repite aquí Salomón sino esto supuesto se acerca a lo que quedaba
por hacer y toma al hombre ya bastante enseñado por sus escritos anteriores y

10 Para fray Luís los principiantes ya han abandonado el pecado hace tiempo y están dentro de un ca-
mino purifkador.
11 Prov. 8, 5.
3o IN C A PV T
dus etiam ab eodem eífet,ac verbisfingcndushomo, qua
les funt qui vocantur,animo àDco auerfo , & in terram
pronOjarqiiedefíxo.Cótineretquehiciibernontamani'
mx Deo nuptx€pithalaraium,quani la:íl,&; violati amo-
ris recondiiationem.Quarc illa Dei prima vocatio,om-
ninò hic inferenda non fuk,fed ex alijs, qui à Solomone
confcripti funt,librÌs,quiquehoccarmen ordine prxcc-
dunt fomenda.Qui profe&ò libri toti,Prouerbiorum, &c
Eceleílafta; libros dico^nhacvocationis ratione, atquc
do ¿Irina multimi verfanturridque maxime agunt,vt par-
tim momtis,partim mini^arque terroribus nomines à ria
- gitiofa vita reuooent ad honeftam. Itaque in ipfo libri Pro
uerbìoruiiì initio, autpaulòpoli initium diuina induci-
tur fapiencia,omnÌa vrbis loca obiens:atque è loco edito
iiìtenta,& exaudí bili voce clamitans,itaq; dicens. Intelli-
giteparuuliaftutiamJ&: iniìpiétesanimaduertitcAd hsec
anciliàs mittens,qua: fuis verbis illis dicant.Si quis eft par
frou*$l uuluSjVeniat ad me:&: infipientibus locuta eft. Venite, co
inedite pancmmeum,&; bibite vinum, quod mifcui vo-
bis^elinquiteinfantiam, &: viuite, & ambulate per vias
prudentise.His igirur vocibus,&; hortatibus quiparuerüt,
qui4- ab erroris itincre,quod inftitueranr,pedes retrahen
tes fuos in domicilium fapientias fé cótulerunt>& pulchri
tudinis illmsamatoresfa&ifuntxosprxceptis iam, atq ;
monitis fatis inftru&os ab fé dimittuntilli libri : tradunt-
que Salomoni per Itabirium,atque Libanü,perq,- Carme
li myrteta ad lerofolymam vfque, id eft, per amoris gra-
úu$ omnes ad culmen ipfum amoris hoc carmine perda
cendos. Atque quemadmodum hoc carmen libros il-
los fequiturrira quodiliis inlibris perfe&umiam eft, hìc
haud repetit Solomon,fed co pofito ad ea, qua; fibi per-
iìcienda reftabant progreditur : aifuaikque hominem
iam è fuperioribus fuis fcriptis iàtis cdoduni, 5¿ ad
"~ Deum
31 CANTAR DÉLOS CANTARES

vuelto a Dios, esto es, al hombre llamado ya por Dios y hecho de pecador jus-
to; y comienza a explicar cuál será en adelante la forma de vida del tal hombre
o cuáles los caminos del amor, no como hablando de otro, sino poniendo a
hablar bajo un personaje fingido al que fue llamado y, porque presto sigue la
llamada, aspirando y anhelando a Dios, del cual ya había recibido algún gusto
en la misma llamada. Cuando digo vocación, quiero que se entienda que es la
que se hace en el interior del ánimo; la cual se realiza toda por infusión de la
luz divina y por el sentido del placer celestial. Pues Dios a los que llama, los
llama porque emite su luz en sus mentes y hace, como está escrito, que la luz
resplandezca en las tinieblas; y porque les da algún gusto de sí, con el cual se
hace que comience a serles dulce y deseable lo que antes no admitían no solo
en el paladar, sino ni siquiera de vista. Pero oigamos qué dice ya el alma ali-
mentada con esta gota de dulzura y placer: Béseme de besos de su boca11. Dice,
he condenado mis aficiones anteriores; confieso que he amado en vano y sin
causa todo lo que antes de ahora he amado; digo que he juzgado engañada por
el error lo que he juzgado como suave o dulce en la vida; he perdido todo el
sentido de los primeros amores con el gusto de los verdaderos bienes y sobre
todo de tu dulcísimo amor; ya los abomino, los detesto con hastío. Cuanto
dista la sombra de la verdad o, mejor, cuanta diferencia hay entre lo dulce y lo
amargo, tanto tus bienes atestiguan contra aquellos bienes13. Aquéllos, seme-
jantes al vino, traen ciertos gozos vanos y esperanzas falaces y alegría vana, y
vuelven ebrios y dementes a los que se dan a ellos, aquellos bienes caducos
son torpes, miserables, pero tus pechos y tus amores suavísimos; tus promesas y

12 Crisòstomo, Homilía de la tórtola.


13 En Soliloquio, cap. I, libro atribuido a san Agustín.

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TRIMVM. ji
Dcum c«nuerfum, id eft, iam vocatum à Dco homi-
nem ,& ex peccatore iuilum efte&um: eiufquehomi-
nis, qua: deinceps vitae ratio futura fit, quivc amoris
curfus aggreditur explicare : non quail de altero lo*
quens , fed eum ipfum qui vocatus eft fub fì&a pcr-
ibna inducens loquentem, &, quod vocationem fta-
tim fequitur, afpìrantem, &c anhelantem ad Dcum,
cuius iam aliquem guftum in ipià vocatione perec*
perat. Vocationern cum dico , eam , qua? intcrius
ia animo fit , intelligi volo : quse tota diuini lumi-
nis inftmone , & caeleftis voluptatis fenfu perficitur.
Etenim Deus quos vocat , eò vocat, quòd illorunt
mentibus immittit lumen fuum , facitque ficut feri*
ptum eft , lucem iplendefcere in tenebris ; quodque
prxbet illis aliquem fui guftum, quo guftu efficitur,
vt incipiat illis effe dulce, 5¿ optabilc : quod antea
non ad palatum modo , Ccà ne ad aipecìum quidam
admittebant. Scà iam ifto dulcedinis, & voluptatis
iìlicio inefeata anima , quid dicat, audiamus . Ofcule*
tur me ofctdo orìs fui. Preterita, inquit, mea ftudiacon- cbrjf.bi.
demnaui:quidquid ante hoc tempus dilexi, fruftra me deturture.
illud, &cfinecaufa dilexiiTe profeifa fum : quod iudicaui
fuaue aliquid iti vita, aut dulce effe , errore deceptam iu.^% m
me ìudicauifle dixi : verorum honorum , tuique h v *
primis dulcifsimi amoris guftu priorum amorumom-
nem fenfum amiiì: faftidio illos iam , abominor, de-
teftor . Quantum à verìtate vmbra diftat, aut potiùs
quantum intereft inter dulce 6¿ amarum , tantum tua
bona illis bonis anteftant. Illa vino fimilia, inanem
laetitiam modo, & fpes fallaces, &: gaudia vana qua>
dam afferunt : eofquc qui ipiìs indulgent demen-
tes , & ebrios reddunt : illa caduca funt turpia:
mifera ; at vbera tua, amorefquetui fuamfsimi: pro-
•;•••-•-" sniffo
32 CANTAR DE LOS CANTARES

todo lo de ti son buenas, verdaderas, eternas, gloriosas, llenas de alegría, llenas


de honestísimo placer. Estos solo pido y solo los creo bienes. Porque en cierta
medida he participado de ellos y porque he sido arrebatada de la vida torpe y
meretricia por ti, y por tu gran precio comencé a ser tenida por tu esposa, de-
seo ya muy ardientemente y solo suspiro esto, ser introducida en tu tálamo.
Pues los que hasta ahora he recibido de ti, no tanto llenaron mi deseo cuanto
incitaron y aumentaron el ansia14. Cuanto más bebo de tí, más sed tengo de ti.
Confirma, pues, lo que has obrado en mí, amplía tu benefìcio y don, que te
pueda abrazar presente en tu presencia, que me sea lícito recoger de tu boca
aquel santísimo espíritu que ya en parte he recibido, por cuya comunión vivo
y suspiro o cuyo primer gusto me fue tan dulce, que por su dulzura el mismo
vino, que se dice alegra mucho el corazón del hombre, esto es, todos los mis-
mos deseos de los mortales y todo lo terreno y falso que los hombres tienen
por suave y dulce, me comience ya a ser despreciable y hediondo. Pues no sin
causa Salomón al mismo comienzo del sermón habla tanto del vino, de los pe-
chos, de los besos y de los amores, esto es, de las cosas con que se significa el
placer y la dulzura. Pues ello es propio de los principiantes de que ahora trata,
para que al comienzo mismo de su conversión a Dios se derritan todos en pla-
cer, como los que se deleitan con cierto tipo muy notable de dulzura y sensible
y perteneciente al mismo tiempo no solo al ánima. Pues coman de Dios esa
como comida y tomándola se alimenten hasta que la tierna fuerza de ellos y
casi la infantil virtud poco a poco se haga adolescente y fortalecida con mayo-
res fuerzas sea capaz de un alimento más sólido. Pues esta comida es la más
conveniente y aptísima de todas. Pues los hombres entregados a placeres
corporales, acostumbrados a ellos mucho y largamente, no podrían fácilmente

14 De los deleites de los principiantes habla san Juan en su Noche oscura (Obras, 620-21),
;t IN CAPVT
miiTa tua,&: ea quae ex te funt bona, vera, ¡eterna, glorio-
iajplcnaìiEtitì^plenahoneftilsimai.voluptatis. Haec foia
appeto^folaque bona efie duco.Horuniquoníam quadá
cxparre,compos erje&aftim, quoniamqiieexrurpi vita*
éc meretrìciaabs te erepta, magnoque abs te eo,dem in
pretto habita.fpan fa tua efiecoepi, iamin thaiamum tuü
introfern ardentifsimè cupio,idqùe vnum fufpirp. Nam
quse ha&enus abs te accepi,ea non tam cupiditatem mea
expleuerunt, quàm indtarunt .&; auxerunt deflderium.
Quo cnim plura extchaurlo,eoadtemagisiìtio.Confìr
ma igitur quod in rae operams es:tuum beneficium,atq;
munus amplifkaipofsim te praeièstcm prasfcnsamplefti;
fas miai fit dató tuo ex ote legere £an&ifsimum illum fpi
xitum,cuKìs iam nonnullam pattern accepi, cuius com-
munione viuo &: fpiro,cuius veìprirnus guftus tam dul-
cís mihifuit,vtprseeiu$ dulcedine veHpfumvinü,quod
hominis cor letificate maxime dicitur, hoc eft, vniuerfa
ipfa mortalium itudia,& quìdquid terjreni,ac falfi nomi-
nes pro fuaui3ac dulci habent,iòrdere mihi, oc putereia
inripiat.Porrò nonfinecaufa Solomon inipfo fermonis*
esordio tam mukus eft in virù7vberum,ofculorum,amo*
rum,id eñVerum,qiábus voluptas5&dulcedo fìgnificatur
commemoratione.Namcftictineiptentium, de quibus
nunc agitur,proprium,vt in ipfo fuse ad Deum conueriio
nis initio^oliiquefcant voluptate toti, vt potè qui affi eia
turdulcedìnis quodam genere maxime confpicuojatquc
lenfibilt Se ad corpus ipfum non fohìm ad animum perti^
«ente.EtenimeatanquamcfcacapiuJituràDeo,captiq;
aluntureo vfquequoad teucraillorum vis, &¿ quafi in-
fans virtusfeniìm adelefcens,ac vinhus auétamaioribus
foiidioris cibi reddatur capax.Eft eakn iitispaftusisom
niumconuenientifsimus,¿¿aptiísin*ias. Nam nomines
corporcis voluptatàbus dediti., «cüqucdiu, acmultum
aíTue-
33 CANTAR DÉLOS CANTARES

despegarse de ellos y despreciar el amor de ellos y a ellos mismos, si no se les


presenta al sentido otros mejores que aquél, pero no ajeno al placer del cuer-
po. Y por esta causa en las Sagradas Letras Dios invita a la justicia a los peca-
dores mostrándoles mucho placer y dulzura, como se puede ver en muchos lu-
gares: Gustad y ved que el Señor es suave15. Mi yugo es suave y mi carga leve10.
Cuan grande es la multitud de tu dulzura, que escondiste para los que te temen11.
Y sobre todo aquello: En el torrente de tu placer les dará a beber^. De lo cual
también sucede que el amor de estos con Dios sea imperfecto y poco puro.
Pues tiene junto ese amor con el que cada uno se ama desmesuradamente a sí
y a sus cosas, el cual amor no solo es impuro sino semilla y cabeza de todos los
vicios e impurezas. Y así, porque en el cultivo de la virtud y amor a Dios, los
que son de este grado y orden, siguen con avidez y buscan si no principalmen-
te por lo menos mucho no solo la alegría del ánima y el gozo, esto es, lo que
les es grato y dulce; así para mostrarlo o, mejor, para significarlo calladamente,
Salomón usó de tales exordios: Béseme de besos de su boca; porque buenos son tus
amores más que el vino. Al olor de tus ungüentos buenos, ungüento derramado tu
nombre. En lo cual ¿qué oyes sino placer o lo que produce placer? Se piden be-
sos, se recuerdan pechos, se predican amores, se hace mención de ungüentos y
vinos, y no parece sino que la esposa desea recibir placer de Dios, y por ello
mismo unirse con él19. Pero veamos lo que se sigue: Al olor de tus ungüentos
buenos. Atribuye a Dios olor y fragancia y de ungüentos, para significar que es
dulce no sólo al gusto sino también al olfato, esto es, que no sólo suele otorgar
con dulzura los deseos de los piadosos, sino también influir en sus mentes con
placer. Pues no solo cuando es amado deleita al ánima, sino también cuando

15 Salmo 33.
16 Mat. 11.
17 Salmo 30.
18 Salmo 35.
19 Es el signo de la imperfección de su amor. Pero es necesario para aficionar al alma a la virtud y qui-
tarle el sabor de las cosas terrenas.

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àiìlcti haudfàcilepoflentexacre,earuni amorcm, ipia&
que concemncre^nífialt^rius tneliorís illius quidem, fed
non alíense a corpore voluptatis fenfu deiiìùrentur, Ob
eàmqae caufam iti iacris Ikeris Dem volupsatis pp.tifsi*
muni,& dulcedinis oikntation^cccat0rasad intóiam
ifcukat:vt eft videremultis in locis;Guarate4£ridete quo
niam iuauiscfì: Dorninus Jugum meúíuaue eft > & onus
meumkue.C^mmagnaeiimultimdoduIcedims tua^ ff*l>&
quamabfcondííUiiaientibuste.Etiiludmaxime. Torré ^ff'lÌA
tevoluptatistuai pi>èabisèós*Ex quo«tiam.€fíicituE> vt MIX
iiorumerga Deum a: monmpeEfe&us T &farumpurus
fkfiabet cium adiunüum cum arnorem quo feqmfque,
fuafqueres diiigit immodicè : qui non folum impurus
amor eft,fed impuritatis atque v;itiorum omnium femi-
narium?atque caputltaque qüoniam in yirtute colenda,
Deoque amlda^qui iftius gmduSjatqne ordínis guateo;*»
,poris iliam dalcedincm,nc«j iòlàm animi ietìtiam^r^ue
iucundi<tatet»,id euvquod libi &nt#m&tqws, dulce eft/fí
ininusf raxipuèjtn valdè cupide fequuntur,atq$ expétut:
idcifcoid vt doceret,autpotiùs vt tacite flgnificaret Solo
motajibns exordijs vfusdk^tidetur meQJcdoomfm, qui*

fìtfym mms tu»,J n quo,quidaudis fmtet ivoluptatem}aut


. qux efiìciuntvoluptate?pfculapei&ur^omejnorantur
y ber%pra*dicatur aüiores,vnguentorü metió, atque vini
fìt-nec nifi voiuptaté ex Deo capere ipòfa,&;ob id ipfum
cum ilio coniungi velie vMetur.Sed videamus quod fe-
. quitur/Fr^r^^í/4V»|;«^»0^fíww/Tribuitodorem Deo>
Se vnguentomm fragrantiam,quo fignificet non íbtóm
guftatu dulcem ipíum effejicdetiainolfa&u » hòc eft,
nonlolum piorumhoneánum 4efideriaduicedineafiìce
re folere, ièdad eomndem etiam mentes inluere cunt
Toluptatcìfen enim folum cum amatur dele&at aiìirnp^
34 CANTAR DÉLOS CANTARES

es entendido la llena de placer, pues nos da olorosas significaciones y visiones


de su divinidad fluyendo de toda la naturaleza. Pues el olor, así como en las
cosas en las que está propiamente, así trasladado a lo divino no significa la na-
turaleza misma de Dios, son los brillantes signos de su natura expresados en
las naturalezas de las cosas e insertos en las Sagradas Letras. Pero aunque la na-
turaleza de Dios no sea olor, sin embargo con este olor se atestigua que Dios
no está lejos de nosotros. Y lo que aquí se significa con el nombre de olor co-
mo indicios de Dios que llega o está presente, eso en los libros de los Reyes20 se
declara bajo los nombres de vientos y tempestad y fuego, cuando se escribe
que Dios fue visto por el profeta Elias en eí monte Oreb, cada uno de cuyos
nombres tiene propias y ocultas significaciones de las cuales en otra ocasión
quizá hablaremos.

Ungüento derramado tu nombre. Muy rectamente Dios es llamado ungüen-


to derramado, para que se entienda el poder y la fuerza de su naturaleza que se
derrama por todas las cosas. Pues si, como ahora decía, el nombre de olor en
Dios no significa tanto la naturaleza de Dios cuanto las significaciones de su
naturaleza y los indicios que nos avisan de él y nos testifican que no está lejos
de nosotros, se concluye que Dios, que ha impreso en toda naturaleza tantos
signos de sí, sea llamado con verdad no solo olor sino el olor mismo y tam-
bién olor difundido. Pues no podemos poner pie sino en algún rastro de él,
miremos lo que miremos, a cualquier parte que nos volvamos a porfía con-
fluyen de todas partes y se presentan a nuestros ojos diversas y múltiples imá-
genes de la divinidad, que nos conmueven y encienden en amor de Dios, a
no ser que seamos totalmente estúpidos21: Los cielos declaran la gloria de Dios,
y el firmamento anuncia las obras de sus manos: un día habla palabra a otro
día, y una noche muestra sabiduría a otra noche. Y no solamente en aquellas
partes brillantes y eternas de la naturaleza, el cielo digo y las brillantes esferas
de las estrellas, luce la esclarecida imagen de la divinidad, sino también en las
naturalezas que se tienen en la tierra por despreciables y más débiles que todas

20 3 Reyes, 19.
21 Salmo 18, 2-3. Punto clave en la mística luisìana: ver a Dios en las criaturas, como principio de es-
piritualización; punto que también recoge san Juan {Obras, 718).
U IN QWPVr
fed cria cuintcliigituryoluptateipfum *rrkit,dü vidcli<ct
ex omni naturafluétesfux diuinitatis ipecies,atq; ilgnifi
cationes nobis odorandas obijcit.Qdor nàq; ,vt in ijs re-
bus,quibus proprièineft,ficad diurna tmnflatus^noana-
turam ipfam Dei fignificanfed iiiuftria cius natura: %na#
fiuemnamrisxemmexprefla,fiueextàriain facris litcris*
Attamen quàuis Dei natura odor nò ík» tame ifto odo-
re teftatur Deus fé no proculabefle à nobis Qux.antehic
odoris nomine iìgnificatur indi eia aduentátis,aut preTen
#.K^.rp tisDei,eainlibris Regü,ventorum,&:procella;,'atqueig-
nis nominibus declaratur,cu Deus fcribitur vifus in mori
te Oreb ab Helia propheta,quorum nomina fingukfuas
hábent,& arcanas ílgnificationes,de quibus alias fonane
dicemus.G/f» effufum nome f»a.Rcctifsimè Deus oleù effu
fum nominatur,quointdligaturei* natura?feper omnia
difFundétispoteftaSjatqsvis.EtenimiìjVt modo diceba,
odoris nomen in Deo,no tam natura X>ci ilgnjficat, qua
eius naturas ílgnificationes>& indicia nos illius admonc-
tia,$¿ nonlongè ànobis abeííe ipfum teítantiajCÓfequé*
cft Deurn,qui tot iìgna fui in omni natura imprefieri^ve
rifsimè non odoratum modo,fed odorem ipfum, acque
adco erlfufumodorem appellarÌ.Non enim pofiumus pe
dem ponere,niíi ìnaliquo illius vcitigk^quidquid intuea
mur,quocunque conuertamus nos , ccrtatim ex omni
parte conrluunt,&in oculos noftrosincurrunt varice, ac
multiplices diuinitatis fpecies:quae nos commouent, 3£
nififìmuspianeftupidiaccendunt amore Dei fìcut ieri*
ff*U 18. ptu eft.Cceli enarrant gloriam Dei,& opera manuu ciu*
annuntiatfirmamentúiDiesdiei erucìat verbum, &c no*
nodi indicat ícientiam.Nec (blu in iliuftribus iliis,&: eter
nis natura? partibus cxlum dico,&ftellarumlucentes gip
bos clara ípecies diuinitatis elucet,ftd etia inijs naturis
qu«üifima:oniJiium,atqüe delpediísimaí habentur, in
-::"""~'^: "" "~ terra,
35 CANTAR DE LOS CANTARES

y en las que se contienen y se alimentan en la tierra, aparecen y existen grandes


vestigios de la bondad de Dios.

Sigue: Por eso las doncellas te amaron 22. La palabra hebrea Halma significa
doncella nubil y desconocedora de varón, y se toma este nombre de ocultar,
pues Halam es ocultar para los hebreos. Así, pues, Halma significa doncella,
si seguimos là realidad; si seguimos la etimología, lo que está escondido y
oculto de arte que no sea patente a los usos de los hombres pero ni siquiera a
los ojos. Así, pues, de estas significaciones, a saber, de lo que el mismo nom-
bre significa y de la misma notación del nombre (después quizá en momento
más oportuno hablaremos de que se suelen tomar de ambas cosas traslados de
semejanza en las Sagradas Letras, y de que este género de metáfora es muy
propio de estas letras). Así, pues, según estas dos maneras creo que con este
nombre se declaran los dos géneros de mentes piadosas más sagaces para oler
a Dios, por las señales y vestigios que dijimos. Pues de la misma manera que
no todos los cuerpos tienen el mismo sentido, sino diverso según la constitu-
ción del cuerpo o según la diversa manera de vivir; unos tienen el sentido del
olfato obtuso y embotado, otros sagaz y perspicaz, así son diversas las clases de
mentes y ánimos, y con las mismas cosas unos alcanzan poco, otros mucho.
Así, pues, son sagaces y destacados en esta facultad de sentir y percibir el divi-
no olor esparcido por todas las regiones del cielo y de la tierra: lo primero, las
mentes de aquéllos que, puras al modo de doncellas nubiles e íntegras y per-
maneciendo estables en el bien de la justicia tomado al principio, no contraje-
ron ninguna mancha mayor por el cotidiano contacto con los hombres; des-
pués, los que de entre ellos se libraron alfinde los vicios por los que estaban
oprimidos en algún tiempo, y no solo se entregaron a la buena virtud, sino
también se refugiaron en el puerto del descanso muy separado de la frecuencia

22 Crisòstomo, Homilía XIVsobre Marcos.

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P R I M V M. jf
terra, oc in ijs qua: terra continentur&:aluntur,magna
bonitaris Dei veftigia apparenr, & exiftunt, Sequitur.
Ideo aàalejcenruh ¿thxtimnttt.. Vox Hebrea T\ùh$ Halma c «7r **•
pueüam ìnnuptam, & viri expertemfignificat:duciturau M *' l **
tem ¿dnomen ab occultando.Nam o5tf Halam Hebrseis '
occultare eft. Significai igitur almafirem fequamur ado-
kfcentitlam : fi etymon,quoditaeft abditum, atqué re»
condimni, vt non modo hominum vfibus rfed ne oculis
quidem pateat.Ex ijs igitur %nificationibus,nimirum ex
co quod nomea ipfum ilgnificat,&: exnominis notarlo-
ne ipfa:(iumexvtroque fimiiitudinum tranflationes in
facris literis duci folere,idque metaphorac gemís maxime
propnumefteearumliterarum, poftea fortafle oppor>
tuno magis loco dicemus. ) Igituriuxra has duas radones
arbitror hoc nomine declaran duo piarum menrium gc
nera fagacifsima omnium ad Deum odorandum , ex
ijs qux diximus fìgnis,atque veftigijs . Nam quemad-
modum non omniacorporaaìjuè fenfu valent, feci
pro corporis conftitutione diuerfa, aut pro victus ra-
tione varia,alij obtufo funrTatque hebeti fenfu ad elfa-
cicndum , alijfagaci,atqueacri, ilementiumyatqueani-
morum varia: funt, Ìperies:eifiemque è rebus , ali) pa-
rum> ali jpermultumafìiciunturSunt igitur in hac diui-
niodoris peromnes coeli,atq; terratu tra&us iparfi perei
j>iedi,atqj fentièdi faculta te,atq* muñere maxime prasfta
tes,atq; ¿gaces:primo eorü mentes,qui puellarü innup*
tarü modo puri,& integri,^ in femelfufeepto iuftitia; bo
noftabiles permanentes nullammaioremlabem ex quo
tidiano hominü conui&u contraxerütideinde illorñ qui
vitia,quibus aliquo tepore oppreisi tenebantur, exuerüt
tandem aliquando : & non modo ad bonam rrugcm fc
receperunt, fed in porrfi quietislongèab horninam fre
quentia fèavotum etiam fe ecmtulcrüt vitas genusfequ ert
'""." C z tes
36 CANTAR DE LOS CANTARES

de los hombres, siguiendo un género de vida escondido y apartado y libre del


tumulto y de las interpelaciones de los hombres. Las ánimas de ambos, tanto
de los que son semejantes a las doncellas en integridad, cuanto de los que si-
guen aquel apartado género de vida, destacan en la adoración, esto es, en pre-
sentir todas las significaciones de Dios aun las dadas muy tenuemente. Pues
para ello les ayuda esa pureza de ánima, en que brillan, y aquella como limpie-
za de mente apenas manchada por casi ninguna suciedad. Y éstos huyendo a
los hombres consiguen casi lo mismo, la tranquilidad de deseos y preocupa-
ciones y el gran descanso para su ánima de las aficiones humanas. Pues como
los espejos ante los cuerpos, cuanto se hacen más ligeros y nítidos por natura-
leza o por habilidad, tanto dan unas imágenes de cuerpos más completas y
exactas; así sus ánimas, conservada la inocencia de la vida o conseguida la
tranquilidad de la mente con el retiro, por ser las más puras de todas, perciben
fácilmente estas como voces de la naturaleza que predica y da testimonio de
Dios23. Y del mismo modo que ellos apenas se apartan alguna vez del estado
natural y recto del alma, y no pervierten su naturaleza y la depravan con el pe-
cado o con alguna maldad más grave, así lo que es natural conviene mucho
con su mente y sentidos, y se insinúa muy fácilmente en sus ánimos y se en-
tiende muy rápidamente por ellos. Y nada es tan natural como el que, las cosas
que fueron hechas por Dios, atestigüen que el mismo Dios es su hacedor. Así,
pues, estas voces y como testimonios de la naturaleza, las cuales levemente to-
can o ciertamente pasan de largo los oídos ocupados o mejor obturados de los
hombres inmersos en vicios, estos solos que hemos dicho las oyen con gran fa-
cilidad y son inducidos mucho para alabar y amar a Dios por la exhortación
de estas voces; y de la contemplación del universo reciben ese sentido, que es

23 Fray Luis da a entender que la visión de la naturaleza no es externa y superficial, sino que el alma
ve el mundo reflejado en su propio espíritu. No necesita el alma salir fuera.
*

tes abditum,&í áb hominum t um tütii;& interp eli cierne


busliberum &:íecretüm . Horum Vtròramqué ariim¡¿
tàtniUorum. qui iritegritateadolefcentulis funt íimiles,
quamillóruiñ^quiíeereaim illudvita;|;enusfequuntur4
in odorandOyid aurem eft,in Dei %nincatÍQBes¿ornnes¿
quamuis tenuiísime datas^prafeatiendo maxime vigent*
Etcnimidvt pofsin^illis preftat ea animi puritasqùa,
nitentnllaque tanquammundities mentis vix nulia pro-
pe forde maculatx.Hi vero idem ferèconfequuntur, fu-
giendis vthominibus,humamfque ftudijs magnani íibi
animo requiem , &cararum arque cupiditatum tran*
quiüitatemcomparet.Namíicut corporibus obie&a fpe
cula,quo vel à natura, vei ab arteleuiora,&:nitidiora effe
£tafunt, co corporum iliacas imagines abfoiutiores, &
inagís confpicuas redduntríic quorum animi,vel conferí
uatainnocentia vitXjVel comparata ex feeefíu mentis tra
quillitátie,quam puriísimi funi omnium^ciliimè has na*
turaDeumtefUntissuquc prsedicantis tanquam voces
p ercipiunt.Et qúemadmódum ipfi a naturali^ redo ani
miftatu,vixvnquamdifcedütmec fuam, naturam pexuer-
tunt,atquc deprauant peccato,aut iniquitate grauiore aü
qua:ík qüidquid naturale cft maxime cumillorümmeái-
te,atque feníibus congruitifeque ad illorumanimos per-
meile iníinuat,expeditirsimeq^ab eis intelHgítur.Nihil au
tem tám naturale eft,quam vt qux a Deo condita funt,
ipfumDeü teftentur coditorem eflfe fuum.Has igitur vo
ces?&:tanquanueftimonianatura;,qua?eórü hominum,
quivitijsimmerguritur,occupatas,fiue potius obtúralas
aurcSjVeí leuitarperftringuntivel certe praeteruolant,ij f©
li quos d¿ximus¿c maxima facilitateíaudiunt,& e^rú hox
^tatu vocìi ad Deum amandum,atquelàudandum maxi-
me inducuntur:&: ex vhiueríiínípc&ioneeüíénfuni per
cipÍLinc,quí omniumfuauiísimiis eMenfuSy rraximeque
" " ~'~ " natu-
37 CANTAR DE LOS CANTARES

el más natural y suavísimo de todos. Pues para ellos fluyen verdaderamente


candidos días, para ellos los soles brillan mejor24.
Sigue: Llévame en pos de ti, corremos. La palabra llevar en el uso de los lati-
nos tienen un significado relacionado con cierta violencia. Pues llevar significa
propiamente dar movimiento a otro, no queriendo ser conducido ni obede-
ciendo al conductor; de donde viene aquello:
Los hados llevan al que quiere, arrastran25 al que no quiere.
Por lo demás, la misma cosa parece pedir que no nos apartemos en este lu-
gar de esta interpretación exquisita y sutil de la palabra; y más porque la pala-
bra hebreo Masac, por la cual el intérprete latino puso llevar, en las Sagradas
Letras significa más movimiento motivado por el amor del que quiere, que ex-
presado por fuerza del que no quiere, lo que muy bien indican aquellas: Con
las cadenas de Adán los atraje, en ataduras de caridad**. También aquello de Je-
remías: Por eso te atraje piadoso11'. Para significar un movimiento hecho a los
que no quieren y lo rechazan, los hebreos usan más bien las palabras Gadafy
Sahad, y como en el movimiento violento haya dos, uno el que es movido por
otros haciéndole fuerza y empujado se mueve, otro el que empuja e impele la
fuerza externa al otro que se resiste a disgusto y rechazándola, los latinos signi-
ficaron bien ambas cosas con la sola palabra trahere; y separado el primero del
segundo, esto es, el movimiento dado e incitado por una fuerza externa, la cual
es aceptada a disgusto por el que es movido por ella, los hebreos lo significan
con propiedad con la palabra Masac, los latinos no la expresaron quizá con una
sola palabra. Expuesto esto, fácilmente se entiende qué desee la esposa que le
conceda y otorgue el esposo. Arde ciertamente en deseo de alcanzarle, pero le
fallan las fuerzas; y así, desea y pide no ser inducida para que quiera seguir, si-
no que tenga fuerzas para poder seguirle. Pues aunque no solo lo que es hones-
to en las aprensiones posteriores y siguientes, sino también en la primera apren-
sión con ayuda de Dios sean instituidas y acabadas por nosotros; ni solo para
hacer algo muy bien, sino también para pensar honestamente y también para
los primeros e interiores movimientos del ánima, pertinentes a la salud y a la

24 Esta idea recuerda a la música callada de san Juan, que es inteligencia sosegada y quieta, sin ruido
de voces, en que se goza la suavidad de la música y la quietud del silencio (Obras, 745).
25 En el texto latino se comenta el significado del verbo trabere. Fray Luis en In Canticum Moysis ex-
positio comenta también este pasaje {Opera, I, 26).
26 Oseas, 11,4.
27 Jeremías, 3 1 , 3 . Las citas de fray Luis son inexactas en cuanto a la materialidad de las palabras, no
en el significado.

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T R I M V M. j7
naturalis.Ijs namque vere candidi dics fluunt,ijs foles me
liùs nitcnt.Sequitur.T^e me pon te curremus.Txzhcndi ver
bum Latinorú vili lignifica tioné habet cu quadá violétia
coniunctá.Nátrahere proprie fignificatmotúalteriinij-
cere,neq; duci fé voléti,ne% ductori paréti;vnde eit illud.
Fata yolentem di4CUnt>nolentem trahunt.
Gceteràm vi ab hac verbi exquiiita,&: fubtili interpretano
ne noiinihilhoc loco difcedamus,res ipfa poftulare vide
tur:atque eò magisquod verbum Hebraicum l^PMa-
fac,pro quo Latinus interpres p ofuit trahere in facrislite
ris motummagis amore à volente elicitum fignificat,
quarh vi expreifcrm à nolente,quod illa fané indicant. In
vinculis Adamtraham eos,in funibus charitatisjtem le n/* ,, •
remiasillud:Idcirco attraxite miferansJSÍamad%nifica n , I t
dü motum inuitis?&: repugnantibus inie&umHebrei ver
bis*|*T*<jadap,&;3nD Sahab,potius vtuntur, Oc quidem
cüin motu violeto duo fint?aiterü, qui mouetur vi ab al-
tero (ibi addita7&: imprefla moueri,altem inuito UH Se re
pugnanti externa illavim addi,&rimmitti,Latiniidvtrüqs
vno traliendi verbo fatis%urficarui:priùs autem illud à
pofteriorifecretum7id eli motuminditum,&; incitatüab ,
externa facuitate,quam facultatcm is qui cietur,non inui
tè fufeipiat Hebraei *]u¡Q Mafac verbo proprie iìgnifieant,
Latini vno fortaife verbo non exprefierint. His expofitis
facilèìntelligiturjquid íponfa dari ílbi abfpÓío,ó¿ conce-
di velitArdet illa quidem fludio ipfum infequendi,fed ea
vires deficiunt:itaque non induci vt velit fequi, fed vires
ílbi fuffici vt pofsitjid vero cupit,atque.orat.Nam quam-
uis nonfolùm quaEin pofteris,&: corrfequentibus,fcd etia
quae prima fufeeptio ne ho nella funtjDeiindu&ujà nobis,
¿C inftituantur,6¿ perficiantur;: nec folum ad preclare ali-
quid agendum, fed ad honeft è etiam cogitandum ,atque
adeò ad primos, £¿ interiores animi motus , ad cxle-
C 3 ftem
38 CANTAR DE LOS CANTARES

felicidad celeste, Dios nos dará fuerzas abundantes, como fue escrito: El cual
nos dará el querer y el hacer según su beneplàcito^; sin embargo, así como no to-
dos se comportan de la misma manera en cuanto a piedad, ni todos hacen los
mismos progresos en la virtud, así no todos buscan lo mismo. Los que perma-
necen hundidos en el cieno de los pecados y la carne, éstos pidan no solo que
el óbito y la defunción del recto oficio, sino también que la misma voluntad
oficiosa de afrontar los peligros y obrar rectamente le sea dada por Dios, no
solo para que sean salvos, sino también para que quieran ser sabios alguna vez
y de corazón, porque en ambas cosas están mal, en obrar rectamente y en la
honesta voluntad de obrar rectamente (cuando digo obra recta y honesta vo-
luntad, entiendo la que merece para la vida feliz); así, pues, los que son tales
pídanla si pueden, pues Dios ha de concederles el que puedan pedirla con afi-
ción y ardor. Mas los cuales, librados del yugo del pecado, aman ya a Dios con
afición, pero, aunque aman, este su amor es impedido por diversas y frecuen-
tes preocupaciones y dificultades de arte que, lo que tiene bien aprendido en
el ánimo, que están para Dios, apenas pueden conseguirlo y alcanzarlo en rea-
lidad esforzándose con remos y velas2?. En el cual género se han de poner los
que hemos llamado principiantes, y cuyas palabras y sentidos se contienen y se
explican en este capítulo (pues por la costumbre y vida anterior permanecen
muchos impedimentos en su carne y sentidos para avanzar en el amor, muchos
enemigos interiores y feroces, que obstaculizan y devastan los muchos como
caminos de las acciones honestas, y los vínculos estrechísimos de los parientes y
amigos puestos por los domésticos que, aunque sin querer y deseando rom-
per con todo ello, sin embargo los enredan de diversas maneras y los retienen
enredados). Así, pues, los tales son prontos de espíritu pero débiles de carne,
y dicen con Pablo, quiero querer pero no acabo de hacer; no quieren tanto ser

28 Filipenses, 2, 13.
29 Metáfora latina adoptada por fray Luis y usada también en la oda a Santiago: «torna buscando a
Cristo a remo y vela» {Obras, II, 786).
$8 / N C'A P VT
ftem falutem modo,&fcelicitatcm pertinentes,vires no
bis Deus,& copias fuppeditet,ficut fcriptu m cft. Qui dat
AàWtLu nobis,& velie ¿¿perficere'pro fua bonavoluntate:tamen
quemadmodü no omnes fé habét code erga pietaté mo
do,neq; eofdcin virtute progreiiiisfaciut omnesfieno
petut omnes eadé.Qui in peccatorú>tq; carnis cceno de
fixi hserétjij pctant nò folüvt redi offici j obitusatquedc
fundio/edetiávt ipfaredè obeudi,redeq; agédiofficioià
volutas íibi deturàDeo,nÓfoluvtfaluirnit,iedetiamvt
fefaluos aiiquando tandem verè,&: ex animo velintiquo
niam in vtioque infirmi funt,& in reciefado,6¿ in redé
faciédi honefta volutate(redè fadum, honeftamque vo-
luntatemcumdicoeamintclligo in quamcritüeít bea-
tas vitx)itaque quihuiufmodi funt ea petant fi poífunt: na
idipfum vtpetere ftudÌofè,&ardenter pofsint eftillis à
Deo tribuendum. Qui vero a peccati iugo liberati Deum
iam ftudiofè amantjfedquamuisamamvs eorumamor
varijSj&crebriscuriSj&difficultatibusimpeditur, ita ve
quod animo fatis comprehenfum habent, ad Deum fi-
bi eiTe, &: velis,&; remis còtendendum re ipfa prarftare,at *
que exequi vix pofsint.In quo genere ponendi funtij,
quos incipientes vocamus,6¿ quorum voces,atque fen-
fus hoc capite contineri, atque explican iam diximus
(multa enim ex priore confuetudine, atque vita ad pro-
grediendum in amore impedimenta in eorum carne, at-
que fenfibus remanent: multi interiores, atque immites
hoftes,quihoncftarumadionum tanquam itinera obfi-
dent&infcftant plurima,eaque ardilsima à cognatis, ab
amicis à domeft ìcis inieda vincula,quse illos quamuis in-
uitos,& ea omnia abrumperecupientes,varijs tamen mo
dis implicatos,& irretitos detinent. ) Igitur qui tales funt
fpirituprompti, carne autem infirmi: quique cumPau*
lo dicuntjvelle adiacetmihi,perficere autem non inue-
niof
39 CANTAR DE LOS CANTARES

llevados a amar a Dios, puesto que al cual ya lo siguen con encendido amor
por la facultad recibida del mismo Dios de amarle, cuanto oran y piden con
todos los votos que Dice disuelva aquellos impedimentos con los cuales su ca-
rrera hacia Dios se retardaba, aquellos apretados lazos, y les dé fuerzas a ellos
lánguidos y todavía poco firmes, y la voz de éstos es ésta: Llévame.

Y lo que añade: en pos de ti corremos. Ello vale, lo primero, para declarar el


ingenio de la caridad cristiana, que las fuerzas abundantes que desea se le den
las emplea para incrementar el amor con Dios y para todo lo que mira a su
mayor provecho. Pues el que ama a Dios no ansia aventajar en dotes de cuerpo
o ánimo, sino en las que se haga más intruido para prestar mejor servicio al
amor. Además, hay en esto cierta imagen y descripción del oficio cristiano, ha-
biendo enseñado Dios tantos años antes a través de su profeta la perfección de
la vida evangélica. No solo desea seguir a Dios, sino seguirle con alegre carrera.
Y sigue a Dios el que camina por sus preceptos como sobre huellas, por las que
se llega a Dios; y siguen en la carrera los que viviendo a su manera según los
santísimos consejos de Cristo y renunciando a las riquezas y honores y despre-
ciando los placeres, alejan de sí no tanto los premios de esta vida terrena cuan-
to los impedimentos de una carrera honesta, en lo cual consiste la perfección
absoluta de la religión cristiana.

Se sigue: Metióme el rey en sus retretes. Aquí somos enseñados cuál y cuánta
sea la fe de los que ya aman a Dios. Pues ellos así como están en caridad de ar-
te que digan ser deseosos de estar siempre junto a Dios: Béseme de besos de su
boca, así están en la fe de forma que afirmen: Metióme el rey en sus retretes. Ello
significa que tienen una fe tan firme en la verdad y bondad de Dios que, ni ro-
tos por la adversidades, ni cansados por la tardanza de los tiempos, ni conmo-
vidos por las voces de los impíos los cuales se mofan mucho y muchas veces
de la esperanza y aficiones de los buenos nunca pierden el ánimo y no dudan

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P È ! M V M. &
nio,nonta volunt induci fevt Deüamét,quippequéií
áb eodemipfoDeo amandi facúltate accepravero amo
re,& chántate profequuntur,quàm oranr,& omnibus vo
tis expetunt,vt illa,quibus ipforum ad Deum curfus retar
dabatuiympedimenta?ilia arda vincula Deus ipfe diiTol
uat, virefquc iuggerat ipfis lacguentibus^ parum adhuc
firmis,horumquepropria voxirta cik.Trahe me.Quodau~
ten* additur.iWJ? te curremMs.ldpámum valet ad Chriftia-
nai charitatis ingenium declara*idum,q.u#,quas libi dari
optar vires7atquecopias,eas inillos vfuscòferr,qiupro-.
priè«ad amorem erga Deum aledum,&; inmaius prouehé
duna ipecìantNon enim quiDeü amar praeftare auet vi-
liscojrporisautandrai dotibus,nifiquibusfiat inftru&ior
ad amori nauandum meliorem operam. Deindeineil in
hoc Chriftiani officij imago quidam , atquedefcriptio,
Deo ante tot annos per fuum vatem Euangelici initituti
pecfcdionedocete.Èteriim no folli íequiDeüjfedcótéro
curíuipfum fequideílíLerat,AtquifequiturJDeüquiDei
prseceptis tanquà veftigijs,quibus ad Deü peruenitur,iniì
flit: curfu ante fequunturjquiadfan&iisimaCuriati coni!
lia mores fuos Infìltuentesopibusfe,&; honoxibus ab-
dicantes,voluptat£fqueípern¿tes abijciuntàfehuiustcr
ren« vitae non xamprsemia , quam honefìi curfus im-
pedimenta, in quo Chriftianae religionis abfoluta per-
i e l i o coafifUt. Sequitur . Inmduxitme Mex in celiarla
faa • Bic docemur qua? iìt eorum qui Deaim iam
aman?ty&: quanta erga ipfum fides, llii enim quemadmo-
dum a charitate habent 9 vt vnà cum Deo femper e£
fé c\\$iewtcs dicàM.Q[culeturme ofculo orìsfeti,ita àfidevt
QfáTmcntjIntr&dHxtt me liexm celLrìafuà,là autem eft tam
firma illos fide de veritate,&; bonitate Dei concepirle, vt
aeque aduerfis rebus fra&ùneque temporü diuturnitate
jÈfs^neqiimpioru corninoti vocibusijs, quibus,6c muí-
-C 4 tum
40 CANTAR DE LOS CANTARES

de que llegarán a los deseados y ya recibidos en esperanza abrazos de Dios y


que recibirán de él grandes bienes y placeres. Pues si Dios se demora a veces no
por eso olvida para siempre a los suyos, y si, llamado, presto no nos es próspe-
ro y saludable, por eso se ha de pensar que nos ha despreciado o no oído30. Ni
por cierto aquellos de fe fuerte y ardiente en Dios desisten de pedir, porque lo
llamaron muchas veces y derramaron muchas veces sus preces delante de él y
todavía no obtuvieron ningún fruto de sus preces y lágrimas, antes con la mis-
ma tardanza se encienden más y se apartan tanto de perder la esperanza o des-
moralizarse que, como el fuego con los soplos del viento encendido poco a po-
co desarrolla al final grandes globos de llamas, así la fe de aquéllos aumentada
poco a poco por las mismas dificultades y por la misma tardanza de Dios, y
creciendo hasta tal modo toque las ánimas de estos que muchas veces tengan
por alcanzado el bien que esperan, y alegres con la esperanza no de forma dis-
tinta a la realidad no duden en decir: Metióme el rey en sus retretes, y añadan lo
que sigue: Los rectos te aman, como así diciendo: Eres amado y querido por-
que, aunque a veces tardes, sin embargo nunca frustras los deseos de los tuyos;
más aún, a decir verdad, no tardas sino que cuando pareces más olvidado de
nosotros, entonces miras por ayudarnos y auxiliarnos, cuando es más oportu-
no y apto el tiempo, y, si menos rápido de lo que nosotros deseamos, siempre
te presentas propicio y saludable, cuando conviene que nosotros lo deseemos.
Y si buscamos en los santos algún ejemplo de esta fe aumentada por el esfuerzo
en las adversidades, aquél de David es muy ilustrador. Pues como él se hubiese
apartado de la promesa hecha por Dios de que le ayudaría a mandar en todos
los judíos, de arte que fugitivo huyendo la ira del rey poderoso y enemigo y

30 Esta actitud del justo puede ser aplicable a fray Luis en el trance de su cárcel. Fray Luis parece ha-
blar en primera persona.
ép-INCjPV'T
tum,6£fotpèin honorum iludía, arque fpes cauillantur
animum vnquam defpondeant : nec vero dubitent quin
adoptatos, &fpe"perceptos peruenturiiìnt complexus
De^magnafque exeOj&vtilitateSj&voluptates percep-
mri.Non enim fi cun&aturinterdum Deus^ddrco perpe
tuo fuos negligittneque fi vocatus non ftatim fauftus, &C
;
àlutaris nobis adeft,ideò cenfendus eft cótempiìfle nos,
«ut non exaudiiTc.Neque illiprofe&ò quorum erga Deü
iades acris,& ardens eit,quia illu faepè vocaru-nt, fsepeque
íuas preces fuderunt coram illo,precum autem & lachry
marum fuarum nullum adhuc frudum retulerunr > idcir-
co defiftuntà precando,ipfapotiàs dilationeaccendun-
turmagiSjtantumque abfuntab eo,vt aut fpem abrjciant
aut animo cócidant,vt ficut ignis vètorum flabris paula-
tim accenfus,ad extremum fiammarum ingentes globos
voluitjílc illorü fides ipfís difncultatibus^atq; ipfa Dei ta-
quam cundatione íeníim auda,atque crefcens in eum ta
dem modum ipforum ánimos affíciat, vtfxpè id quod
íperat,bonüpro adepto habeant:fpeque quàm re non fe
cus Ixti dicere non dubitét-Jntroduxit me Rexin cellariafua.
Idque adiungant quod fequitur. Re6it iilignm te. quafi ita
dicétes.Idcircoamaris?atque diligeris,quiatametfi dirfe
ras intcrdum,nunquá tamen fruftraris vota tuorumàmò,
verum fi dicimus,ne difters quidem,fed cum maxime no
ftri oblitus videris,tunc ad benefaciédum obferuas, &: ad
opíruladum nobis,quod maxime opportunum ík, atque
aptum tempus,acfiminus citò quamipfi cupimus,atnü
quarti non eo tempore , quonoscupereoportetpropi-
tius,S¿ falutaris ades.Qupd il huius fidei rerum aduerfarü
contentione audse exemplü aliquod in fan&is viris quae
rimuSjillud certe Dauidicum perilluftreeft.Is enim cum
tantum abeflet ab eo quod illi pollicitus fuerat Deus tutu
rum , vtludxorum populis imperaret, vtregís inimi-
cifsi-
41 CANTAR DÉLOS CANTARES

careciendo de la misma tierra natal estuviera en peligro de vida todos los días,
no solo de los demás bienes, y fuera según confesión propia muy desgraciado y
afligido, no desfalleció, tuvo fe en Dios de forma que en el mismo tiempo en
que se veía y se predecía muy oprimido por la multitud y grandeza de los ma-
les, no dudara de que se le prometía el reino y de llamar vanos y engañosos a
los que negaban pudiese mejorarse su fortuna y así, escribió de su fuga y espe-
ranza: Creí, por esto hablé, mas yo he sido sumamente abatido, yo dije en mi ena-
jenamiento, todo hombre es mentiroso*1. Cuando dice que, abandonando la pa-
tria, les parecía a otros que se les cerraba toda entrada a mejor fortuna y que
perdía toda buena esperanza de forma que decían estaba acabado, dije, todo
hombre es mentiroso: ellos ciertamente pueden mentir y mienten en verdad,
pero tus promesas permanecerán ratificadas y firmes. Metióme el rey en sus re-
tretes. Pero preguntará alguien ¿cuáles son estos retretes^ a los que el Señor in-
troducirá a las mentes piadosas? Aquí, aunque no es necesario que convengan
todas las partes semejantes entre sí, sin embargo diremos rectamente que con
retretes se significan las cosas en las que Dios se exhibe en visión y contempla-
ción, por alguna razón más ilustre. Y omitiendo el templo celestial, que es el
propio domicilio de Dios, pues es lo más íntimamente secreto, en el cual los
introducidos no ven cierta imagen de Dios, sino a Dios mismo cual es; pero
omitiendo esto, porque a ello nadie tiene entrada en esta vida, hay tres res-
tantes retretes y tres santuarios donde, mientras aquí se vive, suelen ser intro-
ducidos por Dios los principiantes para tomar gozo de él. Digo principian-
tes, pues los que ya son más robustos y perfectos, depuesto a veces todo el
sentido del cuerpo, recorren con la mente ciertos lugares más altos y más llenos
de la luz inteligible y celestial. Así, pues, los menores suelen estar dentro y ser

31 Salmo 115.. 10-11.


32 San Juan emplea también la palabra retrete para indicar lugar escondido donde habita el amado
{Obras, 708).

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VRIMVM. 4t
cifsími,& potentUsiitiürammetuensprofugus, arqUpfo
natali io lo carens,de vita quotidie, no modo de fortunis
caeteris periclitaretur,erTetqj vel ma ipfius confefsione vai
dèmifer^atq; xrumnofus,vfq; eo non defeeit,vfq; eo fide
inDeumviguit,vt ilio ipfotempore quo fé maxime op*
preflum malorum multitudine, atquemagnitudine vide
bat^&pracdicabatjnon dubitaret,& regnum fibi pollice-
ri, 6c eos vanos atq,* mendaces appellare, qui ipfms fortu •
naminmeliusvertipofìenegarent-itaq; fcribere de hac
fua,<3¿ fuga,&: fpe, Credidipropter quod loquutus fum,
ego auté humiliatus funi nimis, egodixiin exceifu meo,
omnis homomendax.Cuminquit,patriamfuga linqués
aditimi mihiadmelioremfortunam intercluí]£Te,3¿ om-
ncmbonàm fpem abieciiTe ira videbar alijs,atlum vt de
me iam efie dicerentjdixijOmnis homo mendax : mentiri
ilti quidem certe poffunt,8¿ vero mentiuntur, tua autem
promhTa rata,&:firmamancbuntjntrodttxknje Rex in ce/-
_ Una fua. Sedquamam funtiftaceliarlaquaeratalìquis}ad
quaepias mentes Dominus introduciti H k quanquam
noneit neceife vt fimilium inter fé omnes parres conue-
niant,tamenre&è dicemus, ijs cellarijs cas iìgnificari res,
inqinbusexhibetfevifendum,6¿contempiandumDeus,
aliqua illuftrioriratione.Atq; vtprxtereamcarleftc tem-
plum,quod eftDeiproprium domicilium,id cnimeft ma
' ximèinterius penetratela quo, qui introducnntur non
imaginem aliqua Dei, fed ipfum quaiis eft, Deü afpiciüt,
fed vt hoc pranereanijquoniam ad id ne mini patet aditus
in hac vita,tria reliqua cellaria funt,triaque penetralia, in
qua: duna hìc viuitur,introduci à Deo incipientes folent,
ad gaudia ex ipfo capienda .Incipientes inquam,nam qui
robuftioresiamacperfedioresfunt, interdumcorporis
omnifenfudepofito,mente obeunt, altiora quidam &;
cadeitis^ac inteliigibilis lucis magis piena loca. Igitur mi-
C 5 norcs
42 CANTAR DE LOS CANTARES

introducidos con gozo por el mismo Dios, primero, en la contemplación de


las cosas de la naturaleza, después, en el conocimiento de sí mismo, por últi-
mo, en la meditación de lo que la disciplina y letras cristianas contienen33. En
el primer género se contemplan las fuerzas de los elementos, la sucesión de los
tiempos y el nacimiento y crecimiento de los animales, y las imágenes de las
estrellas y sobre todo del cielo, y los movimientos medidos y constantes34; el
otro consta del conocimiento del cuerpo y del ánima, de todas sus partes y del
oficio y función de cada una de ellas, y también del conocimiento del sumo
bien; al tercero y último pertenece no la manera que la ley de Dios por natura-
leza está sembrada e innata en la mente de los hombres, sino más bien el estu-
dio y conocimiento, que se da en las Sagradas Letras, de ella y de las cosas he-
chas por Dios a causa de los hombres, cuya historia se contiene en las mismas
letras35. En estas habitaciones y como santuarios de la casa de Dios (digo en los
santuarios, pues, aunque muchas de estas cosas aparezcan presentadas a nues-
tros ojos y sentidos en el primer umbral de este domicilio de que tratamos y
en su mismo vestíbulo, sin embargo son en realidad tan escondidas y tan difí-
ciles de entender como sean entendidas por los piadosos, que sea necesario
que Dios nos lleve y conduzca, para poder recoger algún fruto de su contem-
plación). Y así, en tales habitaciones es increíble decir cuántos y cuan grandes
placeres reciben los piadosos, cómo gozan, cómo entablan conversaciones con
Dios, cómo son instruidos por él mismo, cómo finalmente descansan en su
dulce y feliz abrazo. De lo cual sólo David es testigo asaz abundante, a quien el
espíritu celeste llevó por los lugares más íntimos del divino domicilio. Pues es-
cribió los salmos 21 y 103 acerca del cíelo contemplado y de la forma del
mundo y de la variedad y maravilla de las cosas de la naturaleza. Abarcó la ex-
celencia de la humana naturaleza en un cantar ciertamente breve pero lleno de

33 Interesa mucho esta clasificación de fray Luis para conocer al autor personalmente y conocer la al-
tura de su idea y experiencia místicas. Fray Luís ha recorrido y es discípulo aventajado en estas tres fases ini-
ciales de espiritualización. Según muchos Padres, con san Jerónimo, por cámara del rey se entiende el senti-
do ínimo y espiritual de las Sagradas Escrituras de ambos Testamentos, a donde introdujo Dios a la esposa;
con la diferencia, que por Moisés introdujo a la Iglesia como en los atrios del tabernáculo, pero por Jesu-
cristo la entró en el Sancta sanctorum, según dice el P. Scio.
34 Repasemos !a oda À Felipe Ruiz, para ver la misma ansia de ver y contemplar toda la creación. Allí
también se habla de los elementos {terremotos, aire, mareas, estaciones, lluvias, tormentas), el movimiento
de las estrellas, sol, cielo, noche serena (Obras, II, 763-65). Y lo que dice fray Luis znjob: «Todo aqueste
discurso es una relación por menudo de las obras naturales que hbo Dios, que el hombre no entiende, co-
menzando de las más altas y viniendo a las bajas, y de las generales a las más particulares y propias, arguyen-
do siempre secretamente que quien no sabe esto que trata y se viene cada días a los ojos, menos entenderá
los consejos que tiene cerrados Dios en su pecho» {Ibid., II, 619).
35 La vida y obra de fray Luis dan testimonio de este conocimiento bíblico. El agustino defiende la
importancia y autoridad de la Biblia en la dedicatoria de Los Nombres de Cristo (cfr. Onís, 1,4-15).
4* IN CA PVT
no res ver fari folent intcriùs,&iuciiridècum Deo ab ip-
fo intromifsi:primùrn4d rerum natura? infpe&ione, deht
de ad cognitionem fui ipforum:pottremò ad earum rem
contemplai ionem,qua$Chriir.iana difciplina>ac literas co
tinent.In primo genere elementorum vires*, temporum
vices,ortufquc,atqi akus animantium,caeliquc in primis
atque fydenimipec̣S,atque motus continentur rati, at-
^uecoaftantes:alterumconftatexcorporis, atq; animi,
6¿corumpartiumomnium,6¿£arum íingularum muñe
TÌS &C officij,tufii<etiam ¡ex fumami boni cognkione:ad ter
duna atque poitremum pertinent legis Dei,non eius mo
•do quiE natura indita, atque innata eft hominum menti-
bus,fed illius potiùs;qua; facrislitcris traditur, &:rerum à
Deo hominunl caufageítaram, quarumhiftoria eifdem
in litcris contineíur,infpecÍ:ioíie)5¿ intelkgétia.His nam«
que in adytis,=6¿tanquampenctralibus dotrmis Dei(pene-
tralibus inquam,nam etfiharum rer*im nonnulla; oculis,
Oc feniìbus fu bietta; noftxis^in primo limine huius,de quo
agimusdomicilij, inque ipfoeius veftibuio eiTevidean-
iair,tamcnr^.ipiaita<abditjeíunt,kaquefun£ diffícües ad
intelligendum,quomodo quidem àpijs kommibus intel
ligunxur,vt opus lira Deo intromittinos^atq, duci, quo
fru&um aliqueaji ^x earum infpe&ione capiamus. ) His
dtaq,- in cubilibusincredibiledi¿tu eft pij homines, quor,
&c quantas voluptates percipianr,vt.gaudeant,vt fermo-
nes familiares cu Deo conferant,vt erudiaisturab eodem
ipfo,vt deniq; in eius dulci fceliciq¿ cóplexu acquiefeàt.
Quainre vel vnus Dauid,qucmca&lcftisipirita*s per om-
nia diurni domicili) quamuis interiora locapcrduxit, tc-
itis cit fatis locuples¿iam4e ipedabili cadi, rmxruüq,- ípe-
cie,reninaqi natura? Oc ^^arJetatey&admirabilitate, vigefi-
anumprimum,Á:.centefimum textium Pfaknos fcripiìt.
Humana? \^ròjuatura;pra;itantiainbreui^uidem illo/ed
jnagnk
.43 CANTAR DE LOS CANTARES

grandes sentidos: es el salmo 8. Y de lo último se acordó muchas veces tanto,


que casi ninguna otra cosa canten sus escritos todos, sino la recomendación y
la alabanza del estudio y meditación en la ley de Dios. Y hay cierta diferencia
de estos santuarios entre sí. Pues unos son más interiores y divinos que otros,
porque se nos hacen más patentes en cuanto cada uno de nosotros avanza más
en la virtud, aunque todos ellos son lugares propios de los que están en el pri-
mer grado de amor; no porque otros más vigorosos nunca sean introducidos
allí, sino porque los más débiles, dado que todavía se apartaron poco del co-
mercio del cuerpo, necesitan ser movidos e impelidos por esta imagen de cosas
sensibles. Y por esta causa creo que las habitaciones son muchas. Porque los
principiantes, por ser rudos y débiles, si no se instruyen con múltiples doctri-
nas y si no se les presenta una variada erudición, apenas pueden ser llevados a
amar a Dios como es justo. Pues los perfectos tienen un santuario más alto y
más interior que éstos, como dije antes. Y así, esto se explica en el mismo can-
tar después del cap. II, donde se habla de la oración y la persona de los que
avanzan en el amor; la esposa no es introducida en un santuario, sino en una
celda y ésta de bodega.
De donde colegimos que los aprovechados y perfectos, porque las fuerzas de
sus ánimos mucho más que los anteriores se unen y orientan al amor de Dios, ne-
cesitan menos de muchas cosas que provoquen al amor. Además, que ellos disfru-
tan de un género más dulce y unitario de contemplación de Dios que los prime-
ros. ¿Qué? ¿Acaso finjo yo estas cosas o, más bien, se deducen y salen de los
ejemplos que nos dan las Sagradas Letras? Cuanto tiempo los judíos recorrieron
los desiertos de Arabia, porque la cercana memoria de la vida y costumbres egipcias
permaneciendo en sus ánimos hacía que con frecuencia miraran hacia Egipto, y

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T R 1 M V Ai. 4j
magnis fenfibus pleno carmine eft compietus : is autem
cft Pfaimus o&auus.Poftremi porrò ita fiepè memintt,
vt fere nihil aliud concrepent illius fcripta omnia, quàm
fhidij,&: meditationis in lege Dei laudem, &: commen-
dationem. Atqui eft quidam horum penetraìium ínter
ipfa dilìinctio.Namfu-ntaliaalijs interiora, atquediuina.
magiSjtumproeOjquanmm quifque noftrum in virtute
profecimus^agisnobispatentjquanquam funt omnia
illaeorum, qui in primo amoris gradu confifìunt pro-
pria loca: non quod alij vegetiores nunquam eo intro-
ducantur,fed quod imbecilliores, propterca quod pam
adhuc à commercio corporis recenerunt,neccflchabent
commoueri,atque pelli hac rerum fenfibilium imagine.
Atque ob eádem caufam arbitror celiarla nominarimui*
titudinis numero .Nirnirùm quia incipientes, vtqui fint
rudes^infirmijnifímültiplicidodrinainftruanturjnifí-
que varia eruditioexhibeaturillis,vix poiTunt induci ad
Deum,vti sequum eft,diligendum. Nam illi pcrfe&i vnu
habent,vt antea dixi,idq¡ altius & multo iftis interius pe-
netrale. Itaq; hoc ipfo in carmine inferiùs cap.2.quo loco
in amore proficientiumperfonai&; oratio explicatur.fpó
fanoniaminceiiariaintrornittitur, fed in vnam cellam,
eamq;vinariam.Exquo inteliigimus illos, proficientes,
fciiicet,atq; perfe&os,quippe quorum animi vires multo
magis quàm fuperiorum vniuntur,atqy cóTpiram in amo-
rem Dei,minus muitisegererebus,quibus prouocentur
adamandum:tüeofdemfrui contemplationis Dei quo-
da magis dulci,magifqi vno generej>quàm priores. Quid?
numà me ifta finguntu^an potiùs ex ijs exemplis,qua: no
bisfuppeditantfacra: litera pctuntur,atque ducuntur?Iu
daùquandiu per deferta Arabia; loca perrexerunt, quo-
niam AEgyptice vitx,atq; morumrefidensin illorum ani
mis recens memoria efìiciebat, vt crebro reipe&arent
44 CANTAR DE LOS CANTARES

porque en el amor a Dios eran muy rudos y novicios, ¿por cuántos y tan varia-
dos modos fueron inducidos a rendir culto a Dios de corazón y a amarle?
¿qué multíplice preocupación tuvo Dios de ellos? ¿Cuántos caminos les abrió
para que pudiesen como entrar en el amor? Lo primero, los pasó incólumes
sin naves por el mar Rojo y sumergió en el mismo mar a las ingentes tropas de
egipcios que los perseguían. Después, precediendo sus grandes campamentos
en el desierto con fuego en la noche, a veces con humo y nube, y desorienta-
dos, les sirvió de guía. Los alimentó durante cuarenta años con comida celes-
tial y suavísima; y lo que parece superar la fe, en todo ese tiempo no permitió
que se consumieran sus vestidos y su edad. Además de esto, en un lugar aridí-
simo y muy estéril e incluso de una roca sacó gran fuerza de agua, para que la
usaran. Por último, él mismo hizo que el monte Sinai temblara y que la cum-
bre del monte pareciera arder con fuegos; y que el mismo Dios fue oído abier-
tamente por todos hablar dando leyes justísimas. Y después que aquéllos fue-
ron llevados a la tierra prometida a ellos y hechos más observantes del deber,
Dios todas las formas de su providencia con aquel pueblo como reunió y
contrajo en un solo lugar, al cual quiso que convergieran desde toda la pro-
vincia todos, ya quisieran sacrificar ya consultarle en las cosas dudosas. Y
cuando se compara el estado de aquel pueblo con el nuestro, esto es, con la
ley evangélica, se han de considerar ellos niños y débiles, como escribe Pa-
blo36, mientras nosotros hombres de edad firme en lo que se refiere al conoci-
miento y amor de Dios, ¿con cuántas más pocas ceremonias que ellos somos
invitados a la piedad o con cuántas menos leyes somos enseñados o con cuán-
tos menos ritos somos educados? Y nosotros ¿con cuánto más simple y veraz
y más único amor nos dedicaremos a Dios y nos apegaremos a él, cuando
arrastrados a la perfecta virtud fuéremos recibidos en aquella ciudad, de la
que Juan escribe37, edificada con oro y joyas y feliz por todas partes, pero tan

36 Gálatas, 4, 3-4.
37 Apoc, 21, 22.
44 J N C J PV T
ad AEgyptum:quoniamque inamando Deum erant pi a
néYudes,atque tyrones,quot &: quam varijs modis indù
&i funt ad id,vt colere Deum ex animo, atque amare vel
lent?qnamillis Deusexhibuir eurammiüriplicem ? quot
patefecit aditus,quibus tanquam intrate in amorem po£
fent?J^imùm per mare rubrum iìneratìbus,incolumes il
los mnfuexitjAEgypriorumq; ingentes copias, quseip-
fosìnfequebantur eodemfummerfit mari.Deindc no&ix
flamma,interàìurumo,ac nube,eontm caftraprascedens
vafta <eremo,atq; inula pro duce illis fuitJìofdemper con
tlnuos quadragintaannos cadetti ahiit, atq; fuauifsìmo ci
bo:&quodfidem fuperarevldetur,totoeo tempore ve-
ftes eoxum viu,autvetuftate confumi non eftpaiTus: Ad
haec aridiisimo,ac maxime iterili lo co , atq; adeò*è rupe
magnani aquae vim,qua íllívterentur,elicuit. Eodemque
poftremòpertinuir,quod mons Sina tremeré, quodque
«xontls cacumen Ígnitas ardere vifum eft: quodque ipfe
Deus pala vulgo eri: auditus loqui,leges aequiisimas feres.
Atpofteaquam ijdemilliinterramipfis promiifam funt
inducía^-offici) ofaferuantiores effecti, Deusomnes ra-
tiones prouidéuae fax erga illum populum,veluti coegit,
atq; contraxit in vnumloci^quemin locum è totapro-
uincia conuenire omnes voluit,quicumq; velfacrificare
ipii vellentjVel in dubijs rebnsipfum confuìereJam quan
do iliiuspopuliitatus cum nofìro;id eít, cuniEuangelicá
Cab*.4* ^ e S e collatus,paeri iili,&: imbecilles,vt Paulus fcribit, nos
firma serate viri, quod ad cognofcendum, &amandum
Deumattinetcenfendifumus,quantòpaucioribus nos,
qqáilliadpietatéjVelcaeremonijsprouocamur, vellegi-
bus erudimur7velritibus inftituimurínoíqj ipfiqulto firn
pIiciore}ac veriore,a.cmagisvnomodo amori Dei vaca
bimus,eiq;adhairebimus,cnadperfeda virtuté euefti, in
JJWÌ.21, ca ciuitatem receptifuerimas, qua fcribit Ioannes ? auro
illam
45 CANTAR DE LOS CANTARES

vacía de toda forma variada y activa de culto a Dios, que ni siquiera había
templo en ella, puesto que el mismo Señor era su templo? De donde se entien-
de que los hombres perfectos necesitan menos de muchas cosas para excitarse
y moverse al amor, y que estas múltiples habitaciones son propias de los im-
perfectos para animarse al amor de Dios. Pero, si preguntas de cuál modo sea
afectado el ánimo del justo o qué le pase, cuando fue admitido por vez prime-
ra a estos cubículos, lo oirás luego de la misma esposa.
«

Regocijarnos hemos, dice, y alegrarnos hemos en ti; membrársenos han tus


amores más que el vino. Las dulzuras te aman. Lo primero, salta, esto es, es lle-
vada en gozo no sin conmoción del cuerpo y con cierta alegría de los sentidos,
lo cual es propio del que se regocija, que parezca conmoverse y saltar con el
cuerpo. Y ello se nota más por la palabra que se une a la voz hebrea. Pues Guil
no se hace sin gesto del cuerpo y también con sonido alegre de la voz y aplau-
so, con el cual género canta el Profeta38: Mi corazón y mi carne se regocijaron en
el Dios vivo. Y así, lo primero, exulta. Pues ya las dulces lágrimas fluyen por la
cara, ya salen desde lo profundo del pecho ardientes suspiros, ya se oyen pia-
dosas quejas, ya finalmente parece encenderse y quemarse el hombre todo; co-
pado por el mismo numen no cabe en sí la mente. Y así exulta, después goza,
esto es, avanzando poco a poco Dios e insinuando profundamente su fuerza
en el ánimo del hombre y acercándose todas las fuerzas de él, finalmente aque-
llas facultades inferiores y corpóreas, que ya se conmovieron ante la presencia
insólita del numen, callan respetuosas y se calman en justicia, y la misma men-
te unida con su bien y penetrada por él con una gran luz bebe de él con tran-
quilidad el sumo e imperecedero goce, y después de la conmoción, como fue
escrito^, vino un ligero y blando susurro, y dice entre tanto ella llena de aquel

38 Salmo 83, 3.
39 I Reyes, 19.

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Miàrn^uLdem&gemmy €X2aiSicatánH.omí^# : ex par?
t-eèeatifsimamifc4Ìta vacuarrkab amm&psZQÜL, &C. varia
colendi Deum rauone»vtne templumquidem inea %
quaniám ìpfe Dorninus tempium üiiu&eífcEx quointel-,
%iturper£eltos nomines minusmuitìs egererebu£¿qui-s
bus rebufad amandiimexcitenmr>&; moueantur, acmul
tipILeiaiftacubicuiaad inimuandum fé, in amo*em Dei
imperfe&orum effe propria. Sed quo proprie affidatile
modo ho minia iufti anknus,quidve ilii accidat,vbi ad ift-
hasceubiculafcmel eftadmiffus, fi roges: ex ipfafppnft
ftatim audie^K^^ltó^ifijinqiiit^^^^/^m/?? tt3ymwp~
re$yb&?MM tum-am fupeyyìnumyre£itdiligHnt te; Primule nini
cxultat,hoeeft,errertur gaudio> non fine eommotion-e
corporis,acfeniuum gemente quadam lamtia,quod pro
prium exuitantis effe videatur corpore eommoüeri, atq*
exilireJdqs fit notius exeo verbo^qtfodhaiCi^Qciin He-
braico fubijckur Va Guil emmiioaifiae:geàucorp,om^
atqtieetiam. ìaeto vocis fono,atqueplaufu fit^quodege:- .
T aU
* nere canit Propheta:Gormeura,&:caro mea exultaue- ( *$'
mnt in Deum vtuum.Iraqi exukat primü* Erenim tu, dui
» ceslachrymsB perora fluuotrtü ducuatur eximo pectore
ardentía fufpiria^um piai querei^ai^diuntux^titrri $eniq;
arderefibividetur homo m tus,atque abituare : .aorreptus
,rvidelicetah ipfo numine,feq$ haucL capii ìpià^mehs. ífaq?
exulta^deinde gaudet,id ati'tem eftvDeo paulatup progr£
dicnte/tiamqi vimiahominis animiinipeniuisinfinuari
tejOmiiefqueillius vires libi fubijciente,ìtaedem. inftrio-
•res.iilx^8£: corporea facuitates „ qua&íeí dndum ad ¿nfou-
tam numinis praefentiatn eommotourìt; vsnpcabundie
4ìlefeurìtr& quietem iutìà&agunt: mens veroipfa coniua-
'cla.cum Tuo bono,5£ magna ab codemluce pqrfufa hau-
.rkcxipfoj ciim.rfaii^uiiiMatcftvmmum, 6£ defascatum
'gaudiuiu:^a<iíldommotÍQíié^ Axfcripíumeír^iuccedic 3<Re£tì2*
íibilus
46 CANTAR DE LOS CANTARES

gozo feliz: Señor, bueno es estarnos aquí. Pero puesto que la forma de esta vida
no permite esto, por incumbírle la preocupación y la misión de proteger el
cuerpo, cuyas voces la interpelan y la apartan como del abrazo de Dios y la
arrastran, cuando sucede que ponga la mirada de sus ojos en estas cosas huma-
nas y otorgue alguna parte de sus pensamientos al cuerpo, sin embargo obser-
va lo que sigue.

Membrársenos han tus amores más que el vino. Trae el dulce recuerdo* de la
vida poco ha felizmente pasada con Dios, y dudando y mirando muchas cosas
adversas y con frecuencia volviéndose al litoral, se entrega al oleaje de las preo-
cupaciones, pero se entrega de arte que, haga algo o actúe con otro, tenga ante
la vista propuesta la imagen de belleza y orden que contempló en Dios, para
tomar algún ejemplo de aquel ejemplar para sus actos, en cuanto la misma co-
sa lo permite, y solo haga siempre una cosa: expresar e imitar en toda su actua-
ción el bien que vio y que amó. Finalmente, ha de ser probado el que sigue es-
tos interiores coloquios con Dios y se dedica a ellos no tanto en que se deleite
en ellos, cuanto que tome de ahí ejemplos con los que regir su vida o la de
otros, porque de este como ocio de la contemplación feliz vuelve más prepara-
do e instruido para realizar los deberes de la vida, y ello es lo que sigue: Los rec-
tos te aman. Esto es, porque te aman y hablan contigo y te son familiares, los
rectos son orientados a realizar el bien que han contemplado en ti y el recuer-
do del mismo que trajeron consigo.

Sigue: Morena yo, pero amable, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar,
como las cortinas de Salomón. Muy fácilmente se ve también aquí lo que ya he-
mos dicho muchas veces, que en este capítulo se ponen las palabras y proceder
de los principiantes. Pues los que son tales, lo primero, retienen mucho de la
anterior vida viciosa, a la que el reciente color de piedad traído a ellos en cierto
46 TN CJTVT
fibilus aura; tcmiis : díeitquc 3¿ ipfa interdum fbelicullo
gaudio ebria : Domine bonum eft nos hìceífe. Sed quo-*
niam vitae huìus ratio id no patitur,corporis videlicet, cu
ius tuiédiraunùs^tq,-curaipiìincübir,vocibus ipfarn in-
tcr^dlStibiiSj&àDei tanquam complexu diuellentibus,
àc diftraheatibusvid vbifit,vt a ciem oculorum fuoru ad
kaéc humana referat,&; cogitationum fuarum pattern aii-
quam corpori imperriaturàllud tarnen obferuat quod fé-
qui tur. Memores:liBtruttn»itmf uf erìmum. Defert enim fe-
curn dulcem memoria vitae fceliciter modo a&ae cüDeo,
ac hn;(ltás,muitaquc aduerfa reuertens, crebroq; ad litus
refpiciensftu&ibuscurarum commirtit fe illa qui de, fed
ka cÒmitrk,vr,fiue fecum agat altquid,iìue cum alio con
trahar, pfopofíta ante oculos habeat eius pukhritudinis»
&: ordinis,que in Deo confpexit effigie, quo ex eo exem-
plari^qào adres ipfa patitur, exemplum aliquod ad aitio-
nes mas transferat:idque vnum ièmper agat,bonum vt'd-
lud, quod vidit, quodque adamauit in omni fua a&ione
cxprimat,atqueimitetur. Namque is dcmum probandus
cft, qui h#c interiora cum Deo colloquia fequiturjeit
qué vacafc, non tam vtoblecretfe íe, quam vt exempla
indelumat;,quibus, vel fuam, vel aliorum vitam regat,
quique ex hoc beatse contempiationis tanquam otio, ad
vitas obeunda muñera redit parador, & inftru&ior: &c
id eft quod fequitur.itaíjí* ddtgum te.id e(t,ex eo quod dilU
¿gunt te,ac tecumcolloquuntur, famüiariterque verfan-
tur,re&ietìieiunrur,&quodbonuintc cótemplati funr,
& cui USE memoria rctulerunt fecunvd ad a&iones dedu-
4unt,$CG[ukuT.tágrafumJfed.formdf*filiaHterufalem,ficut ta
hernactéla Ctdar,fict4t pettes SoUmonis* Quod faepè iam dixi-
jnuSjincipiérium voces,& ingenia hoc capite poni,id, vel
ex hocloco,faciÌlimè perlpicitur.Ná qui funt huiufmodi,
primuni multa retùxct de anteaba vìtioft vira,quibus re-
ceñí
47 CANTAR DÉLOS CANTARES

modo oscurece y debilita; permanece todavía en ellos la propensión al mal,


muchas cicatrices de heridas, algunas úlceras ciertamente sanadas pero no del
todo o no vacías de pus, y lo que es mayor, aquel viejo y casero enemigo más
dominado que extinguido. Y así, se rebela a veces y provoca incendios. Con lo
cual sucede que sean hermosos y morenos, hermosos por la vida nueva, more-
nos por las reliquias de la vieja que llevan en sí; por lo cual dicen con razón:
Morena yo, pero amable, hijas de Jerusalén. Esto es, aunque morena por las reli-
quias de la anterior vida viciosa y mala, que todavía no deseché del todo40, sin
embargo amable por el amor de Dios que fue difundido en mi corazón y por
la comunión de su gracia, por la cual me acerco muy cerca a la semejanza de
la divina hermosura. La cual frase nació en concordancia de la frase anterior.
La naturaleza engendró del deseo tanto el temor como la esperanza. Pues los
que tienen gran deseo, la naturaleza les hace que primero lo examinen con la
mente y teman que todo lo que consigan fuera de lo que desean, puedan ser-
les impedimento; después, que se les opongan otras cosas que producen espe-
ranza y con su oposición acaben con el miedo y se animen a esperar bien; y
del mismo deseo tanto se contraen por el miedo, como se levantan con la es-
peranza. Así, pues, porque antes el hombre salió bajo el papel e imagen de
esposa, dirigido a amar a Dios y ardiendo en deseos de alcanzarlo y prome-
tiéndose con él todo lo grato y alegre; por eso ahora apta y convenientemen-
te sale temiendo y atenuando lo que piensa puede obstar a su persuasión y
deseo. Pues mientras anhelaba a Dios, se acuerda de los pecados pasados y
de su malicia. Con lo cual conmovido, cediendo ante el miedo y casi movido

40 Orígenes, Homilía I al Cantar.

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P\R I'MVM. 4.7
cens indu&us pietatis color in illis quodàmmodo òbfcu^
ratur, & inficiturrpropeniìones, ftilicct, in malura,niui~
tas plurimas vulnerum cicatrices : nonnulla itemvlcera,
adfanitatcmulaquidempropèperduc\a,fcd non piane ià
nata.aut omnino puris vacua, Oc quod maxim ü eft, rema
net adhuc in ci$,vctus ilie,&: domdfticus hoftis r domitus
potiùsfquasn cxtin&us.kaque rcbcilat interdurn,& ilice-
dia mifcet.Quibus rebusfitvt,& formoil, & nigri fint fot
mofi propter iiouam vita, nigri propter veterts reliquias,
quas in fc habétiquarc ifti meritò dicàtMt£rafetm,fedform9
fafiUaHterufalem.là eft,quamuis nigra ob proximè a&se vi ,
tiofa:,&:prauaívitae reliquias, quasnondúprorfus abieci: . j " f*
fòr mofa tamen,prQpter charkatem Dei, qua: cordi meo f át¿
diffufa eft : propterque ilüus gratia? communionem qua
proximè accedo f ad diuinae pulchritudinis fimilitudi*
nem, Quae orario ex fuperiorioratione confentancèor-
ta cft.Etenim defiderio, & fpes, Se timor natura agnatus
eft. Nam,qui in magno defiderio funt,ijs natura o ccrírrit,
primum vt mentepertra&ent,vtquemetuant omnia illa,
qua; fibi quo minus id quod cupiunt aflequantur,impedi
mento efiè pofluntrdeinde, vt ijs opponant alia ípem effi-
cientiajeorumqjoppofiuonejmetùmextenuentjacbenc
iperarefibiiubeant: eodemque cacdciìderio,&cotraha*
tur metu,& enguntur 3pe.C^aigituriiiperiùs,in hac ipp
fae,& pcrfonà,8£ imagine ¿ndu&useft homo, ád Deurá
amandum proximè conuerfus, & cius poriundidefidcv
rio ardens, &c fibi de ìlio omnia faufta, &.lana pronu|-
tens : ideò aptè, 8c conuénieiitcr none idem indu&tuiv
qua: lux pcríuaíloni, atquc cupiditati putabaxitur Òli-
¿are, ea, &. metuens ¿&c extenuans.Namdum anheiabat
ad Deum,(ubi;t ìllius animum prastcrifòru pcccatorum,
corumque feeditatis recoedatio : ex quo graui pcrcul-
fus metuiibafeen^, acloco pròpè motus> de fpel gradu
penò
48 CANTAR DE LOS CANTARES

de lugar casi descendió del grado de esperanza, pero la esperanza excitada y


fortalecida de nuevo por el mismo deseo renace, por la cual se persuade en
verdad de que no es tan deforme por la reliquias del pecado que en él perma-
necieron, como hermoso por el esplendor de la gracia y de los dones de Dios,
pues tiene en sí esos dones; ningún justo está totalmente cierto de tenerlos,
pero los sospecha tener, llevado a pensar así por muchas y grandes conjetu-
ras41, y se atreve a decir: Morena soy, pero amable. Y aunque morena, mucho
más amable; ni tan despreciable por la negrura, como llena de favor y amor
por el decoro y bondad. Pues este recuerdo del crimen cometido y de la herida
y de la suciedad, esto es, de la mala propensión dejada por el pecado angustia
y crucifica el ánimo de cualquier justo, aunque esté ya sano y fuerte con la re-
cuperación de la gracia divina, porque todo pecado es ajeno a la índole y natu-
raleza del ánima. Por lo cual duele mucho, cuando se recuerda, haberse aparta-
do alguna vez de él y haber depravado su natura, y se admira mucho que uno
haya podido alguna vez ser cogido por el amor de estas cosas, que ya aborrece
y desdeña tanto. Y así, busca la causa de tanto mal; en la cual búsqueda, cono-
ciendo que todo aquel mal viene del cuerpo y de los sentidos del cuerpo, con
quien es tan afín y tan unido en pacto natural, se queja de su violencia e injus-
ticia, y culpa de sus hechos malos a los mismos sentidos, que fueron autores y
persuasores de aquella culpa. Y ¿de dónde estas quejas y origen del crimen? No
miréis, dice que soy algo morena, que miróme el sol: los hijos de mi madre porfia-
ron contra mí: pusiéronme (por) guarda de viñas; la mi viña no me guardé. En la
cual oración se muestra de donde se originan los pecados con tan apta similitud
y traslado de palabras, que nada creo puede ser dicho con más conveniencia.

Para entender mejor esto, recordemos algunas pocas cosas sobre las partes
del ánima y de su mutuo orden entre sí.

41 Idea dogmática digna de tenerse en cuenta en un hombre que ha dado la impresión de reformista.
4» IN €há,Bnr
pteñe^cie^üscftiíed ^xork ur mtfii&ab eodeaí ipífb ideila
«ferio excitata, Í5crob¿rata fpes,, >quaíibi vere perfuadet,
nontámfeex peccati rdiqutfs,quaein iplb reniaíiferunt^
4efórrnem ei&^uámcx gratia;,&: dóno rum Beiáptódo
íeformofumiEqiádemsadona iníehabeat:nani vtrum
habcítt^de, eo nenioiuftüs planex5crüus^ft ^fufpicatur ta-^
nie&> felTabérqmuitiS? amagáis ^oniciStaisí .aceita opi*
tìandam indu£tu$,audètque dicere. Migra fitfhyfedformofa*
Et ^üámuis higra,multòmagisformofa: nec tam ob ni-
gredinem delpickuda^qiiàmob decorem,atqtie puichri-
tudinemam®r(?,iatqueFauÓEeprofequèda. Venirtienim*
deró ifth¿eCceki^ admiíijij&ivlceris atque foeditatis,. id
èftjmaiatprapenfiònis exrpeccato Telicì:ae/comm
tio^aiiufuis ia^a:mmum,quaniuis recuperata diuinagra
tía ianumiamí6£; vaicíit«m,angiítamen ipfum,atque cm
ciar rqteod^mtiepecca&síii ab animi naturaiatque indo-
lefit attenuai; iQuaptopter difcefsifíe ipfütn à feaiiquan-
4o,ikamqueiaamram deprauaüe,vbi meminit, nimisdo-
Jek;nimi%icthiranir, fepotuùTe eorum amore acquan-
do cápMpae iam tanropere aüerfetür,& horreat. Itaq,- ta-
ti mali caufana inquirir: qua in inquifìtione cognofcens
omneillud malum:exift«r^à«arpores5£ à fenfibus corpo
ris,quibus cumafSnkateipfe eft,&;fcedexe naturai con»
iunàus,a^coEW vioi^tiai;^rque iniulHfiacotiqusritur:
6 £ p r a ì i è i & ^ ^ m m ^ i ^ ^ m ì m e o s ípíosfenfusaquicui
páe fuaíbíes iili&authoresfueruntjderiuat. Vbiautem
ifta qaerimojiiaj&^criminis^deriuatio iNoliteáüquit, me
fijonfidenm^uia-fufe*fam¿^&dccoÍ<watuimefoli;flij matrts
medifugnámruntm^tw^dfiterunt memfiodemw láhets?»i*
yuammeumnon^uflùdiiit. i ¿Qua in o ratio n e,peccata vnde
oriantutdemonftrjiiir,itaapta iimilitudinc, atque tranc-
ia tiorte verbo rum, iiihil vt^utemcommodiùs potiaMe
4Ìid.Id quÒJJiagis pcrfpidatur^paucaquidam de.animic
~~~ partibus
49 CANTAR D E LOS CANTARES

El ánima humana tiene tres partes o fuerzas o facultades, como queramos lla-
marlas42. La una, que se dedica a la alimentación y cuidado del cuerpo y que
por eso dícese vegetal; nos hace comunes no solo con los animales sino tam-
bién con las plantas. La otra llamada sensitiva, que percibe los sabores y colo-
res y diversas formas de los cuerpos, nos es también común con los animales.
La tercera es la razón y la mente, partícipe de razón e inteligencia, única culti-
vadora y amadora de la verdad, por ser propia de los hombres, así es más ele-
vada y excelente que todas las demás. Cada una de ellas tiene un bien propio
atribuido por la naturaleza y una parte dada en común y como en paterna he-
redad, apta y conveniente a cada una según su manera de ser. Pues a aquella
primera parte vegetal e ínfima se le dio un bien útil que la perfeccionase; ansí
llamamos a los bienes que sirven para defender y alimentar la vida, lo cual di-
jimos es la misión propia de esta parte. La que le sigue, la parte sensitiva, es
movida por el sentido de la dulzura y es ávida de placer, y así le cayó en suerte
el bien deleitable entre los bienes paternos y haciendas, en el cual se jacte y do-
mine. Pero la mente y la razón, por ser lo más alto de todo, así es toda y ali-
mentada por un altísimo bien, el bien inteligible, el cual orientado a la con-
templación es la verdad, trasladado a la conducta de los actos se llama
honesto; el cual no es sino la acción moderada según lo prescrito por la verdad;
cuyo esplendor es tanto y tan llena la imagen de su dignidad que nada es más
hermoso y admirable que ella. Y se ha de considerar también que estas partes
del ánimo, estos bienes y haciendas, como hemos llamado, que se recibieron de
la naturaleza, no se recibieron vacías de instrumento sino más bien dotadas y
adornadas de todo lo necesario para obrar. Y ese instrumento es múltiple en

42 Esta doctrina está expuesta más detenidamente por fray Luis en su Panegírico. Una vez más se de-
muestra que en esta Explanación fray Luis recoge muchas de sus ideas de escritos anteriores. En el Panegíri-
co fray Luis nos presenta al hombre a la manera de un mundo compendiado que imita al natural en la uni-
versalidad y en la disposición de las cosas, o a semejanza de una república o estado, donde la razón de poder
y obediencia, y las de orden y paz dependen de las mismas condiciones que en el gobierno de los pueblos.
Sentido un poco acomodaticio, pues lo frecuente en fray Luis es tener a Cristo por sol (Obras, I, 707).

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<P Rí M VM. 49
^us,dcqae illarum inter ipfas mutuo ordine altiùs re
pcùmus. Animi humani tres íunt,íiue partes eas,iìue vi-
res,facultatesve nominan veJimus, Vna qua; vacat corpo
riakndo,atq; curando,qua;q¿idcirco vegetabilis dicitur:
communis nobis non cum anímátibus modo ,fedetiam
cum ftirpibus. Akera quas corporum varias ípecks } colo-
refque,atq$ faporespereipit,fentiens appelíata,animanú-
bus nobifeum etiam communis. Tertia rationis, intelli-
gentiseqj particeps,verivna cultrixjatqueamatrix,vtho-
minum propria,itapraeftantior, arque excelkntior cáete-
ris omnib usinas eft ratio,atq, mens.Eitporrò earumvní
cuique íuum à naturaattributum bonum,6¿ ranquam de
paterna,^ communi hxredítate pars vnkuíque data fuá,
apta videlicet cuiq;,atque conuenkns,pro ratione cuiu£
que.Nam illi vegetabili parti primae,atq5 infima; ¿ibonum
y'tile datum eft, quod excokret : íic enim appellamus ea
bona^uac ad vitam,ó¿ akndam, &: defendendam valenti
quod effe diximushuiuspartismunusproprium. Altera,
qua; huic íticcedit,pars fentiens, dukedinis fenili moue-
tur,yoluptatifqj eftauidadtaque bonum delegabile ex pa
ternis boriis,&; tanquam prasdijs,vnum praedium eft forti
ta,in quo fe ia¿tet,atqj dominetur. Mes vero,atque ratio,
vt eft omnium altifsima, ita capiturjatqj-alitur altifsimo
bono,idàutem eft bonum intelligibile,quod contempla
tioni propoíltum veritaseft,ad regendasadionestraníla
tum appéílaturhoneftuni:quodnihil aliudeft,quam ad
veritatis praeferiptum moderataaciio: cuius tantus eft
fpkndor bonijtamq; plena dignitatis fpecks^iñhil vt ea
/k,neque pukhríuSjneq,- admirabilius. Atqui coníideran
dum&illud eft Hasanimi partes,hax bona,&r, vtieaap-
peUauimus,praedia,qua:à naturaacceperunt,non accepif
, feinftrumento vacua,fedmftru&apotiùs,¿¿ornataom-
nibus ijs rebus7quae ad opus fackndum necefíárix funt,
50 CANTAR DE LOS CANTARES

las partes, pero doble en el género. Pues un género sirve para quitar lo que es
pernicioso, otro para adquirir y tomar lo que es bueno y útil. Pues hay dos
movimientos del ánimo insertos por naturaleza en él, uno se basa en la fuga,
otro en el acceso; con los cuales cada una de aquellas partes, que dijimos,
cuanto terreno les ha sido dado a cada uno, elige y coge lo que es conveniente
o arranca y desecha lo que es dañino y enemigo. Pero aunque hayan sido da-
dos en común estos movimientos a todas las partes del ánima, sin embargo no
destacan igualmente en todos, sino en una parte son más ardientes, en otra
más oscuros. Y así, unos se llaman con unos nombres, otros con otros. Pues en
la vegetal se llaman contracción y dilatación, en la sensible odio y deseo; en la
mente y razón, voluntad y su contraria, que carece de nombre en latín, pero
digámosla ahora por causa de claridad, involuntad. Las primeras son más dé-
biles y más oscuras que las demás, las posteriores son estables y tranquilas; en
mitad de ambas, el odio y el deseo tan pronto como se metieron en los senti-
dos y el cuerpo ígneos y duros por naturaleza, los conmovieron y perturbaron
e inflamaron de tal manera que el mismo fuego parezca helar ante ellos. Y a es-
ta división y descripción de las partes hase de añadir también que todas ellas,
que sin embargo fueron dadas cada una a cada uno de los géneros, sólo al
hombre fueron atribuidas por naturaleza y unidas con cierto lazo estrecho y
natural y ligadas entre sí por los vínculos amables del amor; y para que nunca
surgiera tumulto y riñas entre las mismas, fue decretado por una ley dada por
la misma naturaleza que las partes menores e inferiores, la vegetal y la sensible,
por carecer de razón y albedrío y por haber nacido sobre todo por servir, obede-
cieran a la mente y a la razón, y que la razón misma no solo ejerciera sobre ellas
un dominio, sino tomara la preocupación y patrocinio de ellas. Porque aquellas
jo IN CAPVT
Effe autemidmftrumctum,partibus quidcm multiple*,
fed genere duplex.Eiusenim vnumgenus ijs, qusenoxia
flint, euellendisièruireralterumvalere ad ea afeifeenda
& capienda,quae bonafunt,& vtilia. Effe enim duos ani-
mi motusipfi a natura infitos , quorum alter fuga alter
acceffu conftat : quibus vnaquajq,- earum pamum y quas
diximus, exeo agri quantü cuiq; datum eft,aut legit atq;
demetitea,quaciibiconuenìétiafunt,aut quas funr noxia
i n i m i c a reucllit,atq; ab ijeit. Sed quàuis fint omnibus
anima: partibusiftimotuscómunitcr dati, tamé eos non
acque in omnibus eminere,fed vna in parte ardétiores e£
fe,obfcuriores in alia.Itaq, alias alijs nominibus appcllari.
Ka in vegetabili,dicuntur cotra&io, &: dilatatio,in fentie
te odiu,atq;cupiditas:in mete,atq ; ratione voluntas, &:
quaì huic contraria eít,nomÍneq; Latino caret, fed dica-
tur ea tanien nobis modo docendi caufa:inuoIuntas.Ho
rum priores hebetioresreliquiseíTe^ magis obfeuros,
poílerioresftabiles,&:tranquillos : inter vtrofq,- interie-
¿los &¿ medios odium nimirfi, atq; cupiditas acres natu-
ra,atq; Ígneos vbifenici corpori, atqjfeníibus incubue-
runt,eos commouere,atCk perturbare, itaq; infiammare,
vt vel ipfe ignis pr# illis frigere putandus fit. Atq; huic di-
uifoni,defcriptioniq;partium,illudctiam eft adiungen-
dumieasomneSjquarum tamen Angula: íingulis generi*
bus data: funt,vni homini à natura ruiíTe attributas,&. na-
turali quodam,5¿ ardo foedere inter fefeamabilibuscha
ritatísvinculiscoUigatas,atq;conítridas:atq; ne quidttt
multus,atq; rixae inter ipfas vnquam exoriretur, lege ab
eadem natura lata,fancitum fuifle,vt minores íllae, &¿ infe
riores,vegetabilem,atq- feníllé dico,quippe quse rationis,
atcj; arbitrij expertes ipfae & ad feruiendü omnino nata;
funt,rationi,atq; menti parerent:ratio autemipía non do
minatüxnodo in illas exerceret,fed patrocinium etíam ea
* : -—-• xum,&;
51 CANTAR DE LOS CANTARES

son ciegas e irreflexivas y se dejan' llevar con ímpetu hacia su bien, que sin em-
bargo ellas ni se pueden procurar, ni si ya lo tienen pueden administrar como
conviene, ni saben disfrutarlos conforme a medida; por eso la naturaleza quiso
que estuviesen bajo la tutela de la mente que les proporcione, lo primero,
abundancia de bienes naturales; les prescriba después la manera que han de
observar en el disfrute, para que disfruten de sus bienes de arte que ni tengan
demasiada abundancia o se dañen por su carestía, ni incomoden algo al géne-
ro y sociedad de los hombres en cuyo bien se contiene el suyo propio. Y quiso
además que en esta dirección y casi administración y tutela de la razón hubie-
se gran fuerza de honestidad, y que surgiera la mayor lumbre de dignidad de
que la mente misma tome un solo bien, y no parezca tomar tantos trabajos sin
algún premio y regalo. Y hubo cierto tiempo en que el hombre observaba estas
leyes de la naturaleza, cuando los sentidos y los afectos que hay en ellos oían el
dictado de la razón, a cualquier parte que los condujese la razón; y la misma
razón, permaneciendo como en cierta vigilia del cuerpo, los regía con manda-
tos justísimos y los resguardaba de toda fuerza enemiga y externa. De donde
también se produjo que, estando todas las partes del ánima con la misma aspi-
ración y consenso entre sí, como no existiese tumulto en el hombre, ninguna
sedición intestina, sino que orientadas todas sus fuerzas hacia una cosa siem-
pre, el hombre estuviese presente ante sí y todo él, fácilmente obtuviera el
mando sobre todas las restantes cosas. Pues todas las cosas se sometían con su-
ma facilidad y voluntad a él como justísimo Señor, porque en sí mismo mos-
traba un claro ejemplo de todo orden y justo gobierno, al mismo tiempo que
el conjunto de la justicia, de la templanza, de la piedad y de todas las demás
virtudes se apoderó de la tierra. Pero el mal demonio, muy enemigo de nuestro

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*P R 1 M V M. p
rum,& procurationcm fufciperet.Namquoniam illge e*
cx,Ó£inconfblt3efunt,& ímpetu femturin fuabona,quae
tamenipfa neq; pararefibipoíTun^ncq,-fiiam parta flint,
adminiftrare ea vti decet,aut illis fruì intra modum fciüt:
ideò natura voluit,vt in mentis tutela efíent, qua: primii
eisfurneiat copias naturaliü bonorú, deinde praelcribat
modum,qué in fruendo feruatur^ fmt,vt fciiket,eatenùs
fuisfruanturbonis,quatenus,nec Ubi ipfis nimia copia,
inopiavedamnu afFerant:neque hominii focietati,atque
generi, cuius in bono íiiu ipfarumbonum contine tur, ali-
quid mcómodent.Voluitque pr#terea,vtinea re&ione
rationi6,&:quaiì tutela; adminiftratione maxima hone-
fìatis vis ineiìet,vtque ex eo accenderetur maximum dig-
lùtatis lumen,quo vno bono mens ipfa capii ur, ne labo-
res fufcepiíTe tantos illa,íine vilo pra>mio,fineque merce
úc vila videretur. Ac fuit tempus quoddam,cùm has natu
TX leges homo obfemabat,cü,& fenfus, &¿ qui in eís exi-
ítunt affe&us rationi diftoaudiétes crant,quocumqueii
los ratio duxifíet:5¿ ratio ipfa veluti in vigilia quadá cor-
poris manens,&: siqiiifsimis imperijs recebar illud,& ab
omni externa1&; inimicavi tutumreddebat. Ex quo ctia
faéfoim cít,vt omnibus animaepartibusinterfeconípiran
tibus,&; confentientibus,cum nulli tumultus efíent in ho
jnine,nullainteftina feditio,fed omnibus in vnumcolle-
¿tis fuis viribus,3¿ totus,&: femper fibiprafens adefietha
rno,racilèinreliquavniuerfaimperium obtineret. Cun-
da eninüüitanquamiuftifsimoDomino,quiq; in fe ip-
fo oftendebattotius ordinis^arqjiuftaegubernationis cía
rum exemplum vitro fubijciebanturfumana, 6¿ facilita*
te,&: voIuntate,quo etiam tempore iuftií(iac, temperan-
tix,pietatis, ac reliquarum omnium virtiitum choras,
térras obtinuit.Verùm maiusdaemonnoftkí inimicifsi-
xuus generi, eaox feüdcatem hominibus inuiden?,
p A f aflús
52 CA NTAR DE LOS CA N TARES

género, envidiando la felicidad de los hombres, no soportó que nos fuese per-
petua o incluso duradera. Y porque veía que el hombre no podía ser vencido
por él, mientras permaneciera de acuerdo consigo mismo y apto en todas sus
partes y armonioso, intentó primero excitar sediciones y turbas en el reino de
la mente y la razón, separar aquella conjunción y compenetración y el mutuo
consenso de las partes. Y así, armado de fraude y con aspecto de serpiente,
vestido así porque se insinuaba furtivamente con trampa y astucia, acercándo-
se al hombre le indujo a comer de aquellos dañinos y prohibidos alimentos e
inyectó su virus en aquellos alimentos y ocultamente les metió fuego y los
quemó. De la comida del cual alimento y de la inhalación del fuego y veneno,
estas partes ínfimas del hombre fueron enseguida devoradas por las llamas y
vehementemente encendidas, rotas todas las leyes del pudor y la modestia,
obraron con liberalidad y escindieron aquel pacto sagrado y turbias y tétricas,
comportándose con fiereza y belicosidad y rebelándose contra la razón, co-
menzaron a correr precipitadamente y turbar todas las cosas y finalmente ocu-
paron el mando del ánimo por tiranía. La razón primero resistiendo dura-
mente, después cedió vencida por la increíble inoportunidad y encendidos
deseos de aquéllas; y depuesta la imagen y culto real, siguió a aquéllas de mo-
do servil, y en adelante por la misma condescendencia y costumbre de servir,
apartándose más y más cada día de su natural hermosura, evolucionó cambia-
da en deforme y torpe hábito cayendo a las mayores miserias desde un estado
felicísimo. Y esta fue la primera caída de nuestro mal, este fue el principio
del pecado humano comenzado al principio ciertamente por aquel primer
hombre, pero después derivado a toda su posteridad por la propagación y
ley de nacer. Pues al mismo tiempo que la carne y la sangre que tomamos de
él al nacer, también contraemos no solo una mancha en el ánimo, sino tam-
bién un cuerpo infectado por el contacto de aquel veneno, y unos sentidos
5t I N CJ PFT
pafifus noneft,ca vtfiobis»autperpctua,aut edam diutur-
na efíet^tquoniamvidebat hominem afe iliperairi non
pofTe,quandiufecum ille conrentiens,omiiib¿fque è fui»
partibus aptus,&:eonrìnnus permanerei, coniun&ionc
illam&confpirationem, & mutuimi confeníu» paitiu
dirimere,^ inmenti$,atqj rationis regno feditiories atq/
turbas conckare,in primis eonatus cft.Itaq; fraude acma-
tus,&íerpentis ipeciem,obidipfumquia afta >atq¿ dolo
rurtim obrepebat,indutus, hominem% aggrcffus, illuni
Ìnduxit,noxijs,vt illis, &; ijiterdidis cibisvefceretur,eif*
que cibis ipfe fuum virus immifcuit,facefqueoccultèfub
iecit^tqjignem infpirauit.Quo ex cibi efu^vcncniqucjat-
"queìgnisafflatu,hae partes , qua: infima; funt in hominc
Üammisftatímcorrepta;,acvehementer accenfae ruptis
omnibus pudoris,atque modeítiae iegibus efferre fé fe,at-
que liberiùs agere,fcedufque illud fan£tum difcinde^tur
bid«que,&: tetra? ferum quiddam, atque belluìnum prae
referentes,&: contra rationem rebellantcs,ruerc pracipi-
tes,ac turbare omnia cceperunt,ac tandem animi impe-
rlimi per tyrannidemoccuparunt.Nam ratio acriter pri-
mo repugnans,tandem illammacceniiscupiditatibus,&:
incredibili importuniate vicia concefsk:ac depofito re-
gali cultu, & fpecie, obfequuta illis eft feruilem in aio*
dum,ipfoque deinceps ex obfequio, atque feruicndi vfu,
à naturali fuapulchritudine quotidie difeedens magis,ma
gifq; in deformem,6c turpem habitum demutata, à fceli-
cifsimo £Utu,ad fummas miferias eft deuoluta.Atq,- ha;c
prima noftri mali labes fuitjhxc humani peccati primor-
cha: àprimo quidem ilio homine initioprodita,fedpo-
ftea propagati©ne,6¿ nafeendi lege in omnem eius po-
fteritatem deriuaia, Simul enim cumcarne,atque fan-
guine, quamab ilio nafeendo ducimus, etiam contra-
himus, non folùm labem in animo, fed etiam vèneni
:
"" iUius
53 CA NTAR DE LOS CANTARES

inclinados al mal, esto es, ciertos fomentos e incitamientos del pecado metidos
e inyectados en nuestra naturaleza por el soplo de la serpiente; los cuales a ve-
ces ciertamente están ocultos y latentes, pero encontrando causa y oportuni-
dad se muestran y vomitan llamas por la boca; inflamados con los cuales y sa-
cados de sí nuestros sentidos y finalmente precipitados encuentran una razón
conveniente consigo para toda desvergüenza y crimen. Lo cual ciertamente ha
sido expuesto por nosotros sin adornos y con muchas palabras, para que si al-
guno hay que ignora estas letras o las cree rudas, comience luego a admirar y
adorar no solo su fuerza divina en la sentencia, sino también la razón elegante
y apta en el hablar. Pues lo que nosotros con tan largo párrafo apenas hemos
explicado, el Espíritu Santo con pocas palabras y en figura abarcó perfecta-
mente en este lugar. Pues bajo el papel de un hombre trasladado del pecado a
la justicia, dice: No miréis que soy algo morena, o que haya sido antes o ahora
también lo sea por los restos de la vida pasada: Que me decoloró el sol, o como
está en hebreo: Que miróme el sol. Pues el sol en este lugar43 es aquella fuerza
ígnea de la mala concupiscencia sembrada en nuestros sentidos y transmitida a
nosotros por la cabeza del género humano en un largo orden de sucesión, con
cuyos ardientes deseos casi por cierta quemazón del sol se quema y se vuelve
morena la mente del hombre. Y porque ello le sucede no por su propia pro-
pensión, pues por naturaleza busca la honestidad y justicia, sino por injuria y
ataque de otros, para mostrarlo presto añade: Los hijos de mi madre porfiaron
contra mí. Los cuales hijos son sin duda los mismos sentidos del cuerpo y aque-
llas partes del ánima, que dijimos, que en la creación misma de la naturaleza
fueron generadas juntamente con la razón y atribuidas a ella para regirlas, pero
engañadas por la astucia del demonio se rebelaron después. Pues nacidas del
mismo padre y desarrolladas al mismo tiempo, luchan contra la razón o, como
dícese en hebreo, se inflaman y encienden con el fuego que recibieron de la

43 Sentido un poco acomodaticio, pues lo frecuente en fray Luis es tener a Cristo por sol (Obras, I,
707).

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PRIMVM. 11
Ulitis contagíeme infe&um corpus, & ad malúm pronos
fenfus,id eft,fomenta quaedam,&: incendia peccatí,ex íer
pentis afflatu noftrx naturas inie&a& inuniífa:quc, latent
illa quidem interdun^atqueoccultanturjfedtempus atq;
caufam na&afepxodunt^flammaíqj ore vomunt:quibus
iníiammatijatque efferati fenfus noftri, actandem pra:cl-
pites afti,fccumvnàratiònem in confenfumtrahunt, ad
omnededecus,atque flagitium. Qua? ideircò à nobis enu
cieatiu$,& pluribusTerbis funt expoftta, vt íj, fi qui íunt,
qui has literas vel ignorant,vel rudes putar^admírari poft
hac incipiant,atqj adorareipfarunijnon folùm in fejiten-
tijs diuínam vim,ícd eüamin eloquendoaptifsimam,&;
elegantifsimamxationern.Nam q u i n o s ralonga orario •
ne vix explicauimus,ea paucis verbis,ijfqj tranflatusSpiri-
tus fan&us hoc in ioco perfe&ifsimè complexus eu\
Nam inperfona hominis à peccato,ad luftitiam tranfa i
inquit:JSÌòhte me.confederare quoifitfcasvcl fuerim antea vei
nunc etiam fem,ób leMquías^ciHcerjpmeritar vita:, QUÌA
decolorami w foLaut úcátinHebrseo eli: T Qttja afpexit me
foi Nani Sol hoc in loco^lt-vis illa ignea malae concupii
cernia: noítrds fenfibus indita,6¿ à capite humani generis
in nos longo ordine fuccefsionis transtuiàjCuiusardentif
funis cupiditaribus,quaíi Solis aeíbu quodáaduritur,nigra
que efficitur hominis.mens.Etquonianí id illi nó fuá pro
penfioneaccidlt,eli*enim honeítatis., atq,- iuftitise appe-
tens natura fua^íed aiiorü iníuria,atq; impídfujid vt doce-
ret ftatim fubiecit, Filtjmams me<&pugnattewnt centra me»
Qui auté funt áítifilijiaud dubiè co rpo*is fenfus ipil, ik
líeq; partesanirni;quasdiximus eodemnaturae fatu cu ra-
tione fuifíegenexata%& eidemtributas,quas regeret, fed
dasmonisaftuinfraudemlmpulfas, poftearebellaíTe. 2Sla
illae ab code parente ortae^vnà fimuìcdu&#, aduerfum
satioxieBí pugnát,aut vt in Hebroso dicitur,excade&tí t¿&
J9i incea-
54 CANTAR DE LOS CANTARES

serpiente; y ello lo hacen hasta ponerla por guarda en las viñas, esto es, en
aquellos bienes de los que ellas perciben algún fruto de alegría y gozo, hacien-
do que la razón sirva su deseo malo. Pues ésta es la fuerza de esta guarda que
llama, que la mente sirva al cuerpo y se dedique toda al servicio de los senti-
dos; y que lo que es dulce y útil para los brutos y las partes ínfimas del alma,
ello solo busque, haga y amplifique. De la cual custodia se sigue que la mente
pierda su dignidad y honestidad, y, mientras cultiva los campos de otro, per-
mita que su campo crezca asilvestrado en espinos y zarzas. Y así, añade con
elegancia y verdad: La mi viña no me guardé. A saber, lo honesto, cuya posesión
y fruto pierde mientras sirve a los sentidos. Lo cual llama su viña no porque no
pertenezca a la preocupación de la mente conservar los bienes de las otras par-
tes, sino porque este bien así fue atribuido a ella con propiedad. De donde rec-
tamente se duplica el pronombre en hebreo, lo que en latín verterías convenien-
temente, mi una y otra vez viña; no guardé, dice, la que es mi propia viña44.

Sigue: Enséñame, ¡oh Amado de mi alma!, dónde apacientas, dónde sesteas al


mediodía. Crece con el mismo trato de las cosas divinas el amor del ánima con
Dios, y poco a poco ella se hace mejor, lo cual se ha de observar con diligencia
por los que hacen este camino del amor, que nunca se sienten, pues cuando
descansan son arrastrados para atrás; sino que dirijan siempre su camino se-
gún este ejemplo de la esposa, ciertamente fingido pero sin embargo conclui-
do en todos sus detalles. Pues la que poco antes quería ser llevada e incluso
arrastrada, más amante ya y más valiente, casi arrebata el mismo camino, y
dice que solo es impedida por cierto temor de estima de los hombres, el cual
empero depone y rechaza poco después. Sin embargo ahora es impedida por
él, porque, aunque avanza, no avanza tanto que llegue a aquel que rechaza todo

44 El manuscrito del P. Scio trae: «mía, remía, no guardé».


54 I N CA PVT
incendunturjigne/cUicetjeOjqucm ex ferpentecancepé'
runt:idq>eo vfq; faciunt,quoadcuftodem iilamponunt
in vineis^oG eft,in cis bonis,quibus exbonis ipfae fru&ti
aliqueml£titi2e,atqi iucunditatis percipiunt, efficientes
Tt ipfarura cupiditati ratio miniftret. Haec enim vis eft hu-
ías cuftodia;,quam vocat,feruire mentem corpori,totaq;
vacare reruirÍofenfuum:&:quaeiiiisbrutis,d¿iníimis ani-
ma? partibus dulcia,S¿ vtiiia funt?ca fola quxrere,confice
re,&: amplificare.Qua ex cuftodia id fequitur^vt mes aroit
tathoneftatem?&;dignitatemfuam:&: dumaliorumfun-
dos colit,fuum ipfius fundumfentibus,5¿ virgultis iìluef-
, cerepatiatur.Itaq;elegafitifsimè S¿ verifsimè additur.Fi-
neam nteam non cufiodiui.Ulud nimirumhoneftum , cuius
poiTefsioné, atq; fru&um amiilt, dumindulgetfenfibus.
Quodideòvocatvineam fuam,nonquòd meri aliarum,
pattium bona ad mentis curamnonpertineat : fedquod
hociitilIiproprieattributumbonLim.Vnde re&èin He-
breo pronomen geminatur hoc modo *mií>38 / i^ttro*D
quodLatinè non incommodè vertas,Vineam femel,atq.
iterummeam:eaminquam, qtisepropriè vinea mea cfb,
non cuftodiui.Sequitur.ludica mihtquem¿digit ammtmea,
libipafeas^bt cubes m merìdie,Crefcit ipfa tra&atione rerum
diuinairumanimac erga Deuamor.fequeipfa melior fen-
Ììmefficitur,quòdijs,qui hoc amoris iteragunt,diligen-
teuobfcruafídumílt, vt nunquam refideant : nameum
quiefeunt retro referuntur: £cd vrcurfum fuum ad hoc
fponfas exemplü,fi&um illudquidé\fed tamen omnibus
numerisabfoUitüfemperdirigant.Nam quae pauìò ante
ducifejatqyadeòtrahivolebat, iaariìantior)&; valentior
erTe£ta,ipfumiterpropè ampit:tantumimpediri fé dicit
hominum exiftimationis timore qiiodam,qué tamen ip
fum deponet:atqj abij ciet paulò poft.Nunc tamen impe-
diturilÌo?quia quamuisprofecit,tamennoneo vfq,- pro-
feci^
55 CANTAR DE LOS CANTARES

temor. Enséñame, dice, ¡oh Amado de mi alma! ¿Quéi ¿Son pocas las cosas que
señalan y dan testimonio de Dios, para que él haya de ser rogado que se haga
ver y se manifieste, para hacernos más ciertos de sí? Ciertamente toda natura-
leza atestigua que Dios existe, pero no sabemos en qué lugares conduzca los
rebaños o dónde sestee al mediodía. Pues con estas figuras se significan aque-
llos bienes de los que consta el alimento de los buenos en esta vida, y el des-
canso y recostamiento en la futura; los cuales bienes son de un orden más ele-
vado como para que podamos llegar o subir a ellos bajo la guía jde la
naturaleza; y por tanto es necesario que el mismo Dios nos enseñe y nos lleve
allí, y él se nos muestre a sí y a estos sus bienes celestes y divinos de un orden
superior, infundiendo una luz mayor, y nos los proponga a conocimiento. Por
lo cual, porque siempre necesitaremos de este maestro y guía en esta cosa, por
eso siempre hemos de pedirle, que indique a nuestra mente en qué lugares
conduzca y apaciente sus ovejas.

Sigue: Porque seré como descarriada entre los ganados de tus compañeros.
Aunque tema la debilidad e imperfección en el amor, sin embargo, mientras el
ánimo se siente afectado, se preocupa con justicia de que, mientras persigue la
piedad y las demás virtudes, no caiga en los vicios vecinos y semejantes a las
virtudes por error del camino, que por la piedad no siga a la hipocresía, por la
religión a la superstición, por la severidad a la crueldad. Pues estas y otras se-
mejantes manchas del ánimo por una falsa apariencia de honestidad aparecen
engañosamente como virtudes veladas, y quieren ser tenidas por tales, y con-
ducen también ellas grandes ganados de hombres perdidos45.

Se sigue: Si no te lo sabes, loh hermosa entre las mujeres!46 Dios se hace pre-
sente al que suplica, el cual por eso aquí y a esta última petición se dice haber
respondido mucho, para que se entienda que, de todas las cosas que Salomón
en la persona de la esposa expresó hasta ahora dichas y hechas por los amadores
de Dios, nada es tan grato a Dios como el que la esposa abandonando la casa
y la ciudad quisiera emigrar al campo para verle y disfrutarle. Pues Dios suele

45 San Juan coloca la prueba de los principiantes en el sentimiento de que han perdido el camino
(Obras, 634).
46 Esta respuesta, como observó san Agustín, va mezclada de reprensión y de dulzura. Esta pregunta
de la esposa indica su ignorancia de Cristo, que vive en ella misma; si se empeña en salirse de sí, que se vaya
a la división y a donde no hay pastor ni rebaño.

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TRIMVM ss
fecit,vtpcrucniret ad eara charitatem,qua?Omnern pellit
timorem./»í/íCít,inquit, miht c¡uem diliga anima mea * Quid?
partíame multa funt^quae Deum indicent, atq; teftemur,
vtipferogandus fk,fevtiinÌucèprodat, atq,- manifeitet,
fui vt nos certiores faciatiTeftaturquidé certe omnis na-
tura Deü eife,fed quibus in oris pecus du£ret,aut vbiioco
rü meridietur,nefcirnus.Na his tráílationibus ea fignifica
turbona,qmbus bonorum hominumpaítusin hac vita
con£tat,in futura vero requies,&: aecubitus : quai altioris
ordinis bona funr,quá vt ad ea natura duce afcendere,aut
peruenirepoísimus.Et ideò nccefleeítjipíevt nos doceat
Deus,atq; eo deducat,feqj nobis ipfe acfua irla altioris
ordinis bona cadeftia, atq; diuina, maiore illato lumine
oítendat,&: cognofcédaproponar.Quarequia femperip
ib dcr&ore, atque duce in hacreindigemus^dcircòfcm
per orandus nobis lite eft,mcnti vtnòftraeindice^quibus
in iocis oues mas du&et & pafcat.Sequkur.iVfl •agm inci*
pam pojì greges fodalmm tmrum. Qua muis infirmitatis in
amore,&imperfedionisiIt,quod timet,tamen dum fic
affc&us animus cfiyure fibi cauet,ne dum pietatem,ac ce;
teras virtutes perfequitur,errore viasin vicina, ac fimilia
virturibus Titiaincidat ne pro pietate,hypocriJjn,pro re-
4igionc,fuperítitionem,pxofeuerÍtate,crudelitatemíc¿te
tur.Kam e#,atque ijs iìmiles animi labes, faifa honefta-
tis fpecieconuelatas virtutesmentiuntur, ac fe pro lilis
haberivolunt, du&antque &¿ipCx magnos perditorum
hominumgreges.Sequitur.57 ignorai te, 0 puteherrima m-
termulteres. Adeft precanti Deus, qui propterca hicpo-
tifsimum, ai que huic petitioni vltimae reípondiíTe dici-
tur, vt ex eo intelligatur , ex omnibus, qua? Solomon
in fponfie perfona à Dei amatoribus dici, atque agi
ha&enùs. cxprefsit , nihil ¿eque gratum Deo effe,
quàm quod domo , atque vrbe relida demigrarc in
D 4 agrum
56 CANTAR DE LOS CANTARES

pedir de los suyos primero, que se substraigan de las preocupaciones terrenas,


y se entreguen al descanso y a cierta libertad para que por el ocio se entreguen
solo a él47, de la cual cosa en aquel mismo Abrahán, que se tiene por el primer
padre de los piadosos de la nación, mostró el ejemplo. Pues Dios le dijo48: Sal
de tu tierra y de tu parentela, y haré de ti grandes gentes. Así, pues, porque Dios
con mucho agrado oyó esta voz de la esposa, por eso luego el esposo es sacado
por Salomón respondiendo y consintiendo con los votos de la esposa; esto es,
Dios aparece en el esposo exhibiéndose como presente y muy insinuado en el
ánima amante y respondiendo a todos sus ruegos, los cuales pertenecen a la
parte, que dijimos constaba de ilapso y doctrina49. ¿Qué responde o enseña?
Salte (y sigue) por las pisadas del ganado, y apacentarás tus cabritos junto a las ca-
banas de los pastores, Pero ¿qué pastores son estos, pregunto, o cuáles sus caba-
nas, junto a las que la esposa apacentará sus cabritos? Aquí, si interpretamos la
cosa por la naturaleza de las cabanas, se habrá de entender que se significan al-
gunas partes de la naturaleza carentes de sentido y razón, de cuya visión y con-
templación sin embargo el hombre es conducido a conocer y a amar a Dios,
cual es el cielo y los fuegos de los astros, y la descripción, adorno yfigurade
todo el mundo 50 . Pues que estas cosas son propuestas por Dios a los más ru-
dos, para que de su visión tomen alimento saludable, es testigo el vate real
cuando dice51: Los cielos dicen la gloria de Dios, y el firmamento cuenta las obras
de sus manos. Pero si queremos asegurarnos nosotros mismos y hacemos lo que
deben hacer mucho los intérpretes de estas letras y escritos, comparar estas co-
sas aptamente con las superiores, y compaginar esta inteligencia espiritual con
la explicación de las cosas corporales, de arte que parezca derivarse y deducir-
se mucho de aquélla, hay que decir abiertamente que en esas cabanas y pas-
tores se significa el conjunto de todos los buenos y piadosos, y se declaran los

47 Idea coincidente con las de Subida del Monte Carmelo, en que exige al alma que deje los bienes na-
turales {Obras, 588).
48 Gen. 12, 1-2.
49 Figura retórica llamada «hendíadís», por «doctrina del ilapso».
50 Esta idea fue expresada ya por fray Luis en su Exposición {Obras, I, 68).
51 Salmo 18, 2.
5<? IN .CAP vr
agrumvellejfponfaprofeíTaeft^ius videndi,atq; fruendi
caufa.Nam ià Deus à fuis in primis p etere folet, v t fé terre
niscurisfubducant,feq>vindiccntin quiete, &: libértate
aliquáni quo ipil vniper otium vacent.Cuius rei in ilio ip
fo Abrahamo,qui nationis piorum primus habetur pares,
•<«. „. cxemplum proditum eftJU enimjdixit Deus. Egredere de
terra tua,& de cognatione tua,& raciam te in getem ma^
gnam.Igitur quia nane iponfasvocem libentifsimè Deus
audiuit,ìdeo ftatim à Solomone fponfus inducitur refpo
dens,&iponfxvotisannuens:hoceít,infponfoDeus in-
ducitur exhibens ít prasfentem atqj omníno fé infinuas
amanàanimae,&: ad iiiius rogata omnia refpondens: quae
iam ad eam partem pertinent,quam diximus ex iilapfu, de
do&rina conftare.Quid autem refpondet,aut docetfHgn?
derey & ahi' pojì~\eftìgt4gregum tUQYunh&fxtfce hoedostuoswx
tataberndculapaflQrnm.Scà qui paftores ifti qua£Íb,aut qua;
eorum tábernacula,iuxta qua? hoedos fuos fponfa pafeet.
Hic il extabernaculoruni natura reminterpreteinur, ne-
ccíTeeü: intelligamusTignifìcari quafdam naturai partes,
fenili &; ratione carentes : quarum tamen ex infpeàipne,
&;contemplatione inducitur homo adeognofeendum,
oc amandum Deum: quale caeium eft, oc. aftrorum ignes,
èc mundi totius fpccieSjOrnatus^tque deferiptio. Nam
ifthsec proponiàÌDeo rudio db us,vt ex eorum infpe&io-
nc fdiutarem paftum capiant, tettiseli regius vates , cum
yku Ì 8- inquitjCceli cnarrant gloriam Dei,Ó¿ opera manuum eius
annumiat firmamentum. Sin autem nobis ipfi conftare
voiumùSjidque agÌmus,quodharum Uterarutn,atque feri
plorimi interpretes agere omninodebent,vtha:ccum fu
petioribusaptè cohasreant, vtque h#c fpiritualis intelli-
gencia cum iila corporaiium rerumexplicatione conferì-
tiat,&: ex illa duda omnino,& deriuata videat ur,dicendu
plana eft,in his tabexnaculis arque paftoribus conuentus
bono-
57 CA NTAR DE LOS CA NT ARES

varones que no solo cultivan la piedad, sino que invitan con la palabra y la vi-
da a otros a su culto, los cuales viven juntamente con nosotros en esta vida, se-
parados de aquella feliz reunión y grey a la que el verdadero pastor Jesús ali-
menta con el pasto del eterno placer en lugares felices. A éstos añade también
los que antes fueron promotores y dirigentes de estas reuniones y grupos, los
cuales, aunque murieron, sin embargo la imagen de su vida y virtud está vi-
gente y vive, cuyos rastros han de seguir los principiantes, porque como ense-
ñan los santos doctores en los mismos comienzos y principios de la vida espiri-
tual, cuando el alma es tosca e inexperta en la virtud y fácil a las caídas,
conviene más vivir junto con otros hombres del mismo propósito e intención,
que llevar una vida solitaria. Pues el género de vida solitario y auténticamente
monástico es apto solo para los que tiene oprimidos y bastante dominados ya
sus deseos. Y así, aquél es de perfectos; pero los imperfectos y principiantes de-
ben ejercitarse en la virtud en la reunión y grey de los buenos, y no hacerse pa-
ra ellos un nuevo camino, sino andar el viejo pisado por el andar y las huellas
de otros. De lo cual son advertidos aquí no sin razón. Los principiantes más
que nadie suelen amar mucho la soledad, y quieren luego dedicarse a la con-
templación de Dios, y ser arrebatados e inflamados por el mismo fuego de
amor. Por lo cual los tales piensen que esto se lo dice Dios, que escojan prime-
ro las huellas de sus compañeros, vayan a las cabanas de los pastores, déjense
regir por hombres religiosos, vivan en común con los buenos, tengan quienes
enseñen el camino a ellos ignorantes, quienes los exciten de la languidez, los
impulsen en la tardanza, los detengan si corren demasiado, avisen a los desca-
rriados y usen de la guía, consejo, de los ojos de otros hasta que calmados los
deseos y recogidas mayores fuerzas en el ánima puedan regirse a sí mismos y
dominar rectamente en sí; cuando hicieren esto, entonces busquen las felices

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P RI M V M. S7
bono rum acpiorum hominum %nificari,eofq$ viros de
clarari,quinòn modo tp fi pietatem colunt,fed voce, atq,«
vitaaliqsad eiufdemcultuminuitant,qui vnà nobifeum
inhac vitaveriàntur,diuiu' videlicet ab ilio bcatiori ccetu,
atquegrege,quemveruspaftorIefus, beatis inìocìsrefi-
cit fempiterna? paila voluptatis .Bis adde etià cos,quì ho
jum conuentuum ,atq; coetuumauthores olim,&; inni*
tutores fuerunt,qui quamuis vita fun&i funt,vitx tamen
ip forum atq; virtutis imago viget,ac viuit. quorù funt in-
cipientibus fequendaveftigia.quia vt fandidodorestra
durit?in ipiìs vita; ipiritualis initijs,atque primordÌjs,dum
animus in virtute rudis eft,& inexperiens, & ad iapfiones
¿àcilts,magis expedir vna cü alijs eiufdem voti,atq; propo
^ìti hominibus viuere,qua foütariá vitam degere.Nà foli
tarium illud,&:verè monafticu viuédi genus aptü cft fola
illis,qui fuas cupiditates fatis ia edomitasa&. cópreífas ha-
bentitaque perfe&orumillud eft,imperfe£ti verò,& inci
pientes in conuentu,atque grege bonorum fe fé ad virtù
rem exercere débét,nec ipil libi nouamviam munire, fed
inire veterem,atq; aliorü veitigijs,atqj itineribus tritam.
Qua de re hìcnon finccaufaadmonétur.Nam ìncipietes
vni ex omnibus folitudines amare maxime folent: ftatim
que contemplationi Dei vacare volunt ,& charitatis vno
igne complique fuccendi. Quarc qui huiufmodi funt,
hascfibiàDeodiciputent,legát vtprius gregum fuorum
veitigiaitabernacula paftorum adeàtireligioiis hominib*
fé regendos permittantrcómuniter cumbonisviris vitam
degàt:habeant qui fe ignaros viam doceant:qui languen-
tcs exciten morantes impellant:praefeftinantes cohìbeat:
reuocét aberrantes}vtantutquealioEum oculis,còfilio,re
&ione,vfq; eo quo ad cupiditatibus fedatis,&: maioribus
in animo colledis viribus,ipfi übipraeefíe & in fé domina
ri recto po/sinud cum erfecerint?tnnc fecreta tutò,& bea
D $ tas
58 CANTAR DÉLOS CANTARES

soledades y los apartados con seguridad, a las cuales soledades son invitados
estos inferiores, cuando han llegado ya al grado de los perfectos y aprovecha-
dos; pero ahora, cuando son principiantes, son mandados vivir en las cabanas
de los pastores y obedecer a otros; y por eso sigue: A la yegua mía en el carro de
Faraón te comparé, amiga mía. Estos hasta ahora son probados por Dios, no en
si viven indómitos y agrestes al modo de las fieras, sino en si quisieron someter
sus cuellos al yugo, aceptar el freno en la boca y uncirse al carro y ser atormen-
tados y ser golpeados por los látigos y ser llevados. Pues con estas cosas se pre-
para y alimenta aquella gran y muy necesaria virtud de la humildad cristiana,
la cual es como el fundamento y la base de las demás virtudes.

Sigue: Lindas (están) tus mejillas en los cerquillos. Al ilapso interior con el
que Dios en cierto modo se hace presente en el ánima siguen, como dijimos,
dos cosas, la erudición y el placer; o, mejor, el ilapso tiene una doble fuerza,
una que instruye, otra que da placer; y Dios opera ambas en el hombre según
la medida de amor con que es amado por éste y según el grado de amor que
obtiene éste ai que se infunde. Y ciertamente lo que se refería a la doctrina de
aquellos, cuyo personaje ahora se trata, ha sido explicado antes; lo que sigue
ahora contiene la otra parte, que mira a las causas del placer. Mas se produce
gran placer del dulce y amatorio coloquio entre Dios y el ánima. Ahora,
pues, Salomón expone los coloquios de la sola manera que pudo exponer co-
sa tan grande, poniéndolos en alabanza mutua y reprendiéndose entre sí
muy suavemente, y diciendo lo que suelen decir los que metidos en el seno
de la cosa amada se funden en gran placer. Y primero Dios: Lindas (están)
tus mejillas en los cerquillos, tu cuello en los collares. Ahora lo alaba todo con
poquedad, después, cuando el ánima haya llegado a un grado más alto de amor,
lo alabará con más riqueza. La verdadera hermosura del ánima es el amor a
58 ì N CA P V T
tas illas folitudines petant,ad qúas folitudines inferías \y
dem inuitantur,cunifcilicet7ad proficientiü iam,aut pec-
fe&orum gradumperuenerunnnuncautem quando in-
cipientes funt,ad paftorum tabemacula commorari iu-
bétur,aUjfq; parere:ideoq} fcquitur. Equitanti meo in curri-
bas^ruraoms afnmilauì te amica wmi.Nam ifti eatenùs pro-
baturDeo,nÓ fi terarum modo agreftes,&: indomiti vita.
degant,fedfiiugo fua colla fubdi, frasnum ore accipere,
ac currui iungi,habenifq; torqueri,atque circumagi vo-
luerint Jiisnamque rebus paratur arque alitur Chriftiane:
humilitatis maxima il^maximeq,- neceftaria virtus,c[u:e
tanquam fundamentum,atque folum eft virtum reliqua
xum.$cc{mtüi:.PtrÍckr£ftmtgen# tu<&ftcutturtun$, Interiore
illapfum quo Deus efficitur quodamodo prsefens anime,
duo llcut fupràdiximus,fequuntur,eruditio>&: voluptas:
velpotiùs ipfius illapfus duplex eft vis,vna erudiens,altera
voiuptatis efficiens,Vtrumq5 porrò in homineoperatur
Deùs,proportioncamoris,quoabipfodiligitur , &,pro
eogradu,quem in amando obtinetis, cui fe fe infundir.
Et quidequodartinebat addo&rinàeorum,quorunuc
perfona agitur,proximè expìicatum eftmunc quod fequi
r.ur,alteram partem eontinet,qu£Eadefficiétiavolùptatis
fpe&ar. Voluptas auté maxime efficitur ex Dei,atque ani
masintcr ipfos dulcite amatorio colloquioJEa ergo mìe
colloquia Soiomon exponitj quo vno modo res tanta ex
poni potuit,ipfos7inducens mutuò íe laudantes, &¿ quam
blandifsimè comp citantes fe,eaque dicentes,quas dici nò
iolen^nifi ab i js, qui in rei amatse finu intuii voluptate ni -
mia coliiqucfcunt.Ac primo Deus. Pulchr£fa-»t gena tuxfi
CMtwtunsfáU'.-m mumjicuijnontlia.'La.uda.t nüc parciùs ora
nia,eadem poftea cü ad altiorè amoris graduili anima per
ucneriv/beriùs laudatnrus.Vera anima: pulchritudo,cha
rìras in Dettai cit.Eacniin vna in csdcftis natura; nabi-
. tum
59 CA NTAR DÉLOS CANTARES
Dios, pues solo con ella mudados a la manera de la naturaleza celeste nos ha-
cemos semejantes a Dios. Y el amor es débil y exiguo en el principiante, por
que ahora comienza a crecer y es rodeado por los deseos de la carne como por
inciertas espinas, de la cual queda todavía en el cuerpo mucha fuerza. Además,
aunque el amor dé menos luz en el principiante, sin embargo hay en él y bri-
llan otras virtudes, que se tienen por cuidadoras de los ánimos y por eso son
llamadas KadapTLKai , esto es, purgatorias^, porque se usan para purgar las
ánimas; cuya misión es arrancar cuanto queda del cuerpo y de la vida pasada,
que pueda dañar o entorpecer al amor, y, como al campo, así escardar al ánimo
para que pueda fructificar mejor y pueda el amor echar raíces más profundas
en ella. Las cuales virtudes ciertamente ilustran y honran nuestros ánimos, pe-
ro no como si en ellas estuviese la fuerza misma de la hermosura y la suma per-
fección, sino como útiles conseguidos y usados exteriormente para adquirir la
hermosura53. Así, pues, quienes tienen este grado de amor prueban mucho su
habilidad en estas virtudes purgatorias, y se hacen también ellos vistosos y
conspicuos por estas virtudes y dignos de honor y alabanza. Lo cual aquí se sig-
nifica con estos requiebros de palabras, con los cuales se dice que la esposa es
hermosa, no tanto por la apta compostura de los miembros o por la suavidad del
color, según las cuales es la misma hermosura, cuanto por las cosas adquiridas y
añadidas de fuera. Lindas (están) tus mejillas en los cerquillos. Esto es, aunque to-
davía vales poco en el amor y te inflamas poco con mi amor, en el cual está la
única gran hermosura de ánima, y, aunque todavía haya mucho en ti de terreno
y de amadora de ti, sin embargo lo que has trabajado para extinguir los deseos
malos, estas vigilias, estos ayunos, aquellos lutos duros, y aquellos ríos larguí-
simos de lágrimas, te dan y otorgan mucha verdadera hermosura y decoro es-
piritual. Pero ¿en qué se relacionan los collares con lágrimas, o cuál puede ser la

52 Para san Juan estas virtudes cardinales y morales son el fruto del dolor {Ib. 641).
53 Para fray Luis la penitencia no es unfin,sino un medio de santidad.

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«P R I MV' M fj>
tum demutati efficimur Deoíimiíes .Eftautc cha ritas in
incipiente imbecilla &; exigua,quippe qua: adolefcere tue
incipiat,& cupiditàtibus carnis,quarum adhuc magna vis
eft in còrpore tanquam quibufdamfpinisobfideatur.Cg
terùm quamuis charitas minus proferat lumen fuum in
incipiente:tarnen extantin illoatque enitent alia: virtù-
teSjiilsenimirùmjquieanimorum cultrices habentur, &
ideò ««dtfgT^, id eft purgatorias appellaturrquonia purga
dis animis adhibentur : quarum munus eft quidquidex
corpore,&ex anteada vitaexiftit, quodnocere,autob-
ftarc charitati pofsit^d reuellere^&tanquá agru iìcanimui
farrirc,quo radices altiùs agere in eo charitas&melius fru
ticarivalcatQiT£ virtutes,üluftrár ill£ quide&cohoneftat
ánimos noíhos,fed nò quafiin eis ipfapuichritudinis vis,
oc fumma abfoluriofit,fedquail ornamenta accerfita, 8c
cxteriùs adhibita pulchritudinis concilladas caufa. Igitur
qui hüc gradum amoris tenenr,in i/s purgatorias virtuti^
buSjfuam induftriam potifsimumprobannfiuntque&ip
iìob hafcevirtute$fpe&abiies,atque confpicui, laudeq,,
& honoredigni.Qupdipmmhìc fignificatur ijs verbo-
rum inuolucris,quibus fponfa pulchra effe dicitur, non.
tam propter membromm aptàm compofltionem 5 aut
propter coioris iuauitatemxx quibus ipfum puichm eft:
quam propter afcita,& extrinfecùs adiun&a ornamenta.
~}?ulchr&ftintgen£ tHxficut turturislàmtcm cft,licet adhuc
paru charitate valeas^parumque amore mei incalefcas,in
quo vno fumma animi pulchritudo cofiftit,Hcetque plu-
rimumterreni, actuiamantis infit inte adhuc , tamen
ifti abs te fufeepti labores cupiditatum extinguenda-
rumeaufa, vigilia:iítx?iftaíeiunia,iliiiudus acerbi puli-
que lachrymarum riuilargtfsLmi multu veraepulchritudi
nis,atque fpiritualis decoris tibiaddunt?atqj conciliant.
Sed quid monilibus cumlachrymis,autquic huius rranf-
iationis
60 CANTAR DE LOS CANTARES

razón de esta figura? Aquí conviene recurrir a las mismas palabras hebreas, por
las cuales el intérprete puso cerquillos y collares, y veamos de dónde nacen y
de qué significado de palabras se deducen. Así pues, un nombre, Thor, se de-
duce de disponer y ordenar algo, el otro de adelgazar y hacer grácil; y quién
hay que no vea que ambos encuadran muy bien con la virtud de la templanza,
cuyo oficio es calmar a la carne que exulta en el lujo y contener los deseos que
se muestran turbios, y reducirlos a determinado orden54. Y la templanza sirve
para hacer lo que recordábamos, los ayunos, las vigilias, los rezos, las lágrimas,
las cuales cosas en parte ella engendra y produce de sí, en parte lo toma presta-
do de otras virtudes y lo convierte en utilidad propia. Y no solo probamos es-
to por la nota de las palabras hebreas, sino mucho más también por la signifi-
cación de los mismos, esto es, por las cosas que significan. El gemido y las
quejas de las tórtolas son nobles, y santos y probados escritores afirman que
con esas quejas en las antiguas letras se solían significar los lamentos del ánima
que detestaba los vicios y se dolía de la vida pasada; y los collares, que puestos
alrededor del cuello lo ciñen y rodean estrechamente, se pueden referir apta-
mente para declarar aquel tipo severo y austero de vida que, ceñida por las le-
yes de continencia y casi apartada de todo inmódico y superfluo deseo, cons-
triñe el ánima y la rodea alrededor.

Mas lo que sigue: Tortolicas de oro te haremos esmaltadas en plata, con ello
Dios, lo primero, advierte a este amante suyo, que persevere en las obras de
penitencia y templanza, y que adquiera mayores adornos cada día de este
género de virtudes. Después, le promete que estos trabajos le serán dulces y

54 En la mística luisiana, la templanza y la penitencia son los ejercicios distintivos de este primer es-
tado.
6o IN QATVT
latipnis ratio poteft effe? Hìc ad ipfa Hebraica nomina,
pro quibus intcrpres,&: turtures,&: monììia pofuit recur-
ramus oportet:caquc vade nata íint,8¿ à qua lignificano
ne vetborum dedada videanius. Igitur akerum nomen,
id eft,*n n Thor,ab eo, *quod eft difponere,&; in ordinem
redìgere dudrar,aiterumabeo quod eft attenuare^ gra
cilem reddere;vtrumqueautemquiscít, qui non videat
aptifsimè cadere in vnam temperanti^ vututeniicuius of
üeij eftcarnemiuxucxultantem attenuare^ cupiditates
íc tufbidè efferentescompefeere, & intra certuni ordì-
iiem eogereJTemperantia porrò ad idefficiendü iilis vti*
tur,qU2e cammemorabamus ieiunijs,vigilijs,precibus?la
«chrymis, qua;partim ipfa ex feparit, atqueproducit,par-
tlm ab aiìjs virtutibus precariofimiit,&.infiiosvfus con*
ucrtìt. Nccverò ìdibiùm^x Hebraìcorum nominum
notatìonepròbamns > fedmultò ctìam magisexeorun*
<iem fignìficatìone , ìdeft, exìjs rebus, quas ,ad res Ü~
gnificamias affumuntur. Nani turturum gemitus, at-
aque querelai nobiles funt : ijs autem quereiis in arcanis
lìteris animte yitia deteftantis , ac praiteritam vi-
tam dolentis lamenta ilgniflcari falere , fandi &:pro-
sati fcriptòres tradunt : moniiia vero , quaj collo cir-
cumìeda ipfuni arde conftringunt atque clrcundanr,
liaud ineptèrefcrrl poilùntad declarandumfeucrum il-
l u d a aufterum virai genus , quod continentise legibus
coercita^ quafrclrcimircrìptaomni immodìca &c fuper
ilua cupiditatejanimumcorulringit,accircuni circa con-
cluda. Qupd autem Fequìtur^ MmemiUs^ture^s fac$emus
ubi "ìtrmicvUtasargiemo.IneoDeusprimum hunc fuum
^matorem admonet,vt perfèueret in eifdem poenitentia?
$Ltemperanti^operibus,vtqueilbi exeo virturum gene
*einaioraadiuiigatqu.otidìeorriamcnta JL> einde ilii polli
«ct«ic^duri^vtiftiiaboic$^4ul<^^#uduoiìij3JS
61 CANTAR DE LOS CANTARES

fructuosos, esto es, más preciosos que el oro y la plata. Con la esperanza de la
cual promesa levantado y lleno de gozo ante la presencia de Dios, responde in-
mediatamente: Cuando estaba el rey en su reposo, el mi nardo dio su olor. O sea,
para que nadie le pudiese argüir su ingratitud, promete que devolverá el bene-
fìcio a Dios según su parte, esto es, que hará con el buen olor de su buen ejem-
plo que Dios sea celebrado y alabado por todos los hombres. Pero, pregunto,
¿con el olor de qué cosa? Del nardo, dice, pues el nardo tiene el símbolo de la
penitencia nacida del amor y unida con el amor. De lo cual se puede entender
cómo estén entre sí relacionadas todas estas cosas. Porque había mandado Dios
que perseverara en la tarea comenzada de la penitencia y la templanza, y por-
que había prometido que daría grandes premios en razón de lo que se trabajase
en estas virtudes, por éso este hombre justo, de quien se trata, responde apta-
mente que él lo rociará con su nardo olorosísimo, esto es, que él perseverará
tanto en los trabajos comenzados de la penitencia y la templanza, hasta que no
solo se haga bueno sino también parezca serlo a los otros; hasta que, digo, no
solo él adquiera para sí y forme en sí las virtudes y las abarque y las abrace den-
tro de sí, sino también hasta que el abundante y suavísimo olor del buen ejem-
plo saliendo de ellas y llegando a los demás los mueva y excite a alabar a Dios.
Pero ¿por qué principalmente estas virtudes purgatorias se llaman olorosas? o
¿por qué especialmente les es atribuido el nombre de olor? Porque, como estén
expuestas a los ojos de los hombres más que las restantes, los hombres las pre-
sienten más y todos las admiran más. Lo que alguien juzga más difícil de hacer,
eso admira más. Pero nada juzga más difícil que llevar una vida sin placer siem-
pre en trabajo y lucha de ánima; por lo cual todos sirven a sus deseos. Y así, si
ven a alguien que desprecia los placeres, que usa de vestido y alimento pobre,

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<P R I MV M. ¿t
ílnt,auro Videiicet,atquc argento pretioiTorcs.Cuius fpc
promifsi ef^&usiue,gaudioq¿perfafusdepiáífenua Dei,
e veftigio lefpQndQtMumejJetrexmacckbituftiOtnardfisme*
dedit odoremfu»m,Vi(icìÌQCtync quis ipium ingradtudinis
arguerepofíetjpromíttit pro virili Tua parte vicem Dea
reUturum:hoc eft ? effe&umm boni exempli odore bo-
nomia cü&is hominibus iaudetur,atqi celebret ur Deus»
Sed cuius quxfb reiodore ì Nardi,inquit. Habet auterti
Nardusfymbolu pcenitétiaa ex charitateprofezie, &cu
charitatc coiun&x.Ex quo intelligipoteft quam inter fé
conientianc iila omnia.Nam quia iuiferat Deus^ vt in in-
ftitutopaenitentiaì&temperantix officio perfeueraret,
quiaque idem promiíerat,fe pro eo quantüin eis virtud
bus eUborarTct magna premia rep e n fu rum, ideo apre
hic quo de agitar iiirtus homo refpondet,fe nardo fua,e4-
que5doratifsimaperfuíurumipfum,ideftre tandiu per-
fcueraturum in coeptis poenitentÌ2e,ac temperanti^, operai
bus,quoad non modo ipfé bonus efficiatur,fed etiaalijs
videatur talis efleiquoadjinquamjnpn iolùm ipfe eas fibi
conciliet,& in fé efìkiat virtutes,eafque comprehenda^
atque comple&atur intra fé fcfed edam eo vfque quOad
multus & fuauifsimus boni exempli ex eis odor exiens,&:
ad alios perueniens eos moueat, atque cxcitet ad laudes
Dei.Sedcurprsecipuè purgatorias iàse virtutes odorata
dicuntur. ? curveodorisnomen potifsimum attribuitur
illisiQuia hominum oculis magis quam reliquie cxpofitae
cumiinr,maximèeas homines prsefentiunt, maximeque
omnes admiratur.Qupd enim &£tu difHcülimü effe iudi-
cat, id quifque admiratur maximè.Nihil autem difficilius
exiftimatur,quamexpertem yoluptatis vitam ìnlabore,,
&: contentione animi femper ducere i propterea quod
fuis cupiditatibus vulgo omnes inferuiunt.Itaque fique
Yoluptates aij?emantern,cultu tenui,atque vichi ytétem»
62 CA NTARDELOS CA NT ARES

que se dedica a trabajos santos, y lo ven facilísimamente, lo creen del mejor y


de cierto divino tipo de hombre, y alaban a Dios por ello, la cual alabanza es
muy grata a Dios. Así, pues, en este lugar el justo promete que él con el buen
olor de las obras de penitencia moverá a todos los mortales a la alabanza de
Dios, y que remunerará a Dios con el placer de las alabanzas y como con el re-
galo, y que no desistirá nunca de su afán diario de producir y dar frutos de pe-
nitencia útiles para sí, gratos para Dios, predicables y saludables para todos los
hombres; y por eso añade: Manojuelo de mirra el mi Amado a mí, morará entre
mis pechos, y lo que luego sigue en el mismo sentido: racimo de Copher 55 mi
Amado a mí, de las viñas de Engaddi El Copher, esto es, como antes dijimos, el
opobálsamo puesto en los cuerpos impide que se corrompan, lo cual también
hace la mirra, y por eso ambos son aptamente trasladados para significar las
virtudes de la penitencia y la templanza que se oponen a los módicos deseos y
no les permiten corromper el ánimo. De las cuales virtudes como con manojos
y ramos florales de mirra y cófer este justo llena sus senos, para mostrar que esas
virtudes las tiene en su corazón y les resultan gratas aunque amargas.

¡Ay, cuan hermosa. Amiga mía (eres tú), cuan hermosa! Tus ojos de paloma.
El ánimo se hace poco a poco mejor y más hermoso por la conversación te-
nida por Dios y por el mismo acto de amar, y su apariencia comienza ya a
ser grata a Dios por sí misma, no solo por los adornos postizos. ¡Ay, cuan
hermosa, Amiga mía, eres tul Llámala hermosa y amiga, y porque es amiga
por eso la llama hermosa, y hermosa todavía no del todo a causa de ciertos
turbios movimientos, que todavía no ha reprimido, pero que por lo que
atañe a los ojos, tus ojos, dice, de paloma. Lo que en el cuerpo los ojos, esto
es en el ánimo aquella fuerza que se mueve hacia el ultimo y final de los
bienes con amor y apetito, y la cual es llamada por nuestros teólogos "in-
tención" con palabra apta. Pues como los ojos son guía en el movimiento,

55 «Copher» es un género de arbusto, algo parecido en la hoja al olivo, de flor blanca y olorosa, de
fruto en racimo y muy aromático. De él habla Plinio. Algunos comentaristas creen que es lo que en español
se llama «juncia de olor» o «avellanada», como dice Scio. Cantera traduce «racimo de flor de Chipre», y di-
ce que la «flor de Chipre» es la «Lawsonia inermis» de Linneo.
€¿ I N C A P VT
fan&ifq, Iaboribus vacante vidé"t,videt autc facilitine, ex
meliore atq ; diuino quodam genere hominü íllü putant,
Deumqueobeamrem laudant, quaeDeo eft gratiísima
lausjgitur hoc loco homo iufíus polücetut ,fe pceniten-
tiac operum odore bono cun&os mortales ad Dei laudes
excitaturuiìi,eaque Iaudnm voluptate,&: tanquam dono
Deumremuneraturumecab eo ftudiq edendi quotidíe,
ac proferendi íibi vtiles,Deo gratos,cuctishominibus fa
lutares,&prxdicabiiespcenitentia; fruéhis vnquam deíl
turumúdeoque adijeit.Fafcicuíus myrrhue dileblns meus mihi
ínter ~)ber¿ meacommorabirur.&C quod in eandem fententia
ftatim fequitur. Botrm cy¡>n éUÉtm meus mihunyinets Bngui
¿í,Nam Cyprum,id eít,vr fupra diximus,opobalfamü cor
ponbusillitumcorrumpieaprohibet , quoditemmyr-
xfra fachydeoque vtrüquc aptè transfert ad fignificandas
pcenitentiíc,atque temperantiíevirtutes,qua;immctdicis
cupÍditat¡busobflftunt,eifqueanimüm corrumpi non fi-
jmnt.Qüarum virtutum tanquam fafeiculis è myrrhce 8¿
Cyprifloribusconcinnatis fmusfuos hiciuftus refercir»
quo oftendat cordi íibi illas vi-rtutes eífe,&: quamuis ama
ras,gratas cas habere. Ecce tupulchra es amica me¿feccetjpt*l
€Ìmt>& üculi mi colum(?arnm.iix. fermone inftituto cü Deo,
èqueipfo amandi a¿tu,animusipfcpulchrior , acmelior
fenfim efíkituniamqj illius ípeciesipíaperfe,nonfoium
ob adiun&a ornaméta piacere Deo incipit, Ecce tufuichra
es amie* w?<«.PulchramJ&: amicam vocat, & ea re pülchra,
quia amica eít:pulchramautemnondumexomni parte,
propter túrbidosquofdam motus,quos nondum com-
preísit,fed quod ad oculos attinet Ocuh tm jkrquit,™/!*»!-
iarum.Qupd in corpore oculi,id in animo ea vis eft, qux
invltimuin,&extremumboñorüm appetitu , &¿ amore
fertur.quípque à noftris Theologis non proriiis inepto
verbointemio appellatur. Narnficutoculi íuatin m o -
. tu
63 CANTAR DÉLOS CANTARES

sin los cuales apenas podemos andar sin caer, así nosotros dirigidos en toda la
vida y llevados por la voluntad delfinúltimo y término de los bienes. Pues ni
podemos comenzar una obra, ni una vez comenzada acabarla bien de ninguna
manera, sin que esa fuerza nos conduzca y rija. Por lo cual ella sola es toda o la
principal causa del camino recto o del último error. Pues si una vez dirigida al
verdadero bien lo viera siempre y contemplara, sin duda dirigiendo el curso de
la vida en este vasto y proceloso mar del siglo hacia la ciertísima cinosura lle-
varía al hombre al puerto de la felicidad; pero si, en vez del verdadero bien,
abrazara el falso pervirtiendo la naturaleza del hombre y los deberes conve-
nientes de la naturaleza, lo precipitaría en la ruina. Mas el verdadero bien del
hombre es Dios. Así, pues los que toman a éste por fin y ponen todas sus sen-
timientos y aficiones en el culto y amor de él solo, éstos, aunque a veces sean
impedidos por los afectos, de que todavía no se han desnudado, para poder
hacer y conseguir perfectamente en toda su actuación aquel honesto camino,
que desean y que es el único y directo para los que se dirigen a Dios; sin em-
bargo valen mucho por su misma voluntad los ánimos dirigidos eficazmente y
empeñados en Dios como en el verdadero y supremo fin, y el mismo Dios
ayudándoles para ello. Pues por ellas son buenos y justos, y serán llamados hi-
jos de Dios y partícipes de la misma naturaleza de Dios. No porque tengan en
sus ánimos algo deforme y que deba cortarse, sino porque la fuerza de esta par-
te, cuando por la gracia resultó grata a Dios, es tal que contenga en sí misma la
absoluta perfección por la virtud y eficiencia de todas las demás partes, como
fue escrito: Si tu ojo es lúcido> todo tu cuerpo será lúcido 56. Por lo cual el ánimo,
que es de esta manera, es llamado muy hermoso pero solo en cuanto a la vista

56 Mt. 6, 22.

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P RI M V M. 6i
tu duccs, quibusfineingredi, fine orfenfionc vix pofc
fumus , 4tafinis virimi, extremique honorum volunta-*
teducimur, atque dirigimur in omni vita. Nani ñe-
que inítituere à principio aliquod opus,neque ferrici initl
tutum,idritè exequi vilo modo poifumus , nifi ea nos
vis S¿ ìnducat, &c regat Ex quo ea vna velredi curfus, vel
poftremi erroris, automnis, aut certe precipua caufa
cenfetur. Namfiad id quod vere bonum eft, femel ap-
pulfa in illud intuebitur, &c ípedabit femp er, haud dubiè
vita; curfum in hoc faxuli vafto , 6c proceliofo mari, ad
certifsimam Cynofuram dirigens hominem in portum
felicitata inducet: fin autempro vero bono falfumbo-
num complexa fuerit, naturam hominis, §£ naturae con-
fentanea officia pcruertens, iUumpr32cipitabitin interì-
turn. Verumautem hominis bonum Deus eli. Hunc
igitur quifibiprofineconilituunt, Se in eius vnius amo-
rem , atque cultura omnes fuas cogitationes atque ilu-
día referunt, ij quamuis interdum impediantur affe-
dibus ,quosnondurnexuerunt, quo minusin omni fua
adione efiìcere,atque confeqiuperfe&èpofsintillud ha
neftum quodcupiunt,quodquccontendentibus adDeu
vnicum, atqiie diredum iter eft rtamcnmultum valent
ea ipfa volúntate animi in Deumtanquam inverum &:
fupremum finem , eodem ìpfos adidadiuuante Deo,
intenta &diredaefficaciter.Nam ab illa habent, vt Se
boni 5¿ iuftiviri fint : &: vtDei filij, &eius ipfius Dei
natura participes noniinentur. Non quod nihil defor-
me, nihilque quod refecari debeat inülorum infit ani-
mis, fed quod huius partis vbi illa bene erga Deu per gra-
tiam affeda eil,ea visfit,vtvirtù te,atq; efficientia reliqua
rum omnium partium perfedionem &; abfolutionem
in féipfa comineat,ficut feriptum eít:Sioculus tuusluri-
dus eftjtomm corpus tuumlucidumerìt.Quare qui ani-
""'-"-- "•—' ~~ rnu$
64 CANTAR DÉLOS CANTARES

y mirada de los ojos, esto es, por la dirección de su intención a la luz divina, en
unión de la gracia y de la misma luz divina, recuerda los ígneos y brillantes
ojos de las palomas. Tus ojos, dice, de paloma. A lo cual ella: lAy, cuan hermoso
Amigo mío, (eres tú), y cuan gracioso! Y ciertamente sin ninguna excepción.
Sigue: Nuestro lecho (está) florido, las vigas de nuestra casa son de cedro, y el
techo de ciprés. De diversas formas se expone esto; con el nombre de lecho,
unos entienden las privadas aficiones, otros la forma de vida propia para cada
uno de los tipos de los hombres, otros el deseo y el ansia de descansar en lo
que cada uno ha alcanzado. Nosotros exponemos todas estas sentencias, por-
que en cada una de ellas hay algo de verdad57. Los que entienden en el lecho
las privadas aficiones, hacia las que cada uno por naturaleza e inducción del
ánima es llevado, así dicen58. Todos, sobre todo los que no han avanzado mu-
cho en la virtud, desean agradar a Dios en lo que también para ellos es grato,
ni tanto quieren seguir a Dios, cuanto traerlo a sí y desear llamarlo, y dicen en
justicia: !Ay, cuan hermoso, Amigo mío, (eres tú), y cuan gracioso! Nuestro lecho
(está) florido. Las vigas de nuestra casa son de cedro, y el techo de ciprés. Con las
cuales palabras confiesan hallarse tan afectados por el amor de la divina her-
mosura y desear tanto la unión con Dios, que lo invitan si bien calladamente a
su lecho y a sus delicias, y se esfuercen por traerlo a lo que les es grato y dulce,
esto es, deseen y ansien probar a Dios su trabajo en las obras y menesteres he-
chos, que realizan con placer. Otra sentencia e interpretación es significar meta-
fóricamente con los nombres de lecho y cama la forma de cualquier vida. Pues
todos los hombres, para conseguir algo que desean mucho, llevan una forma y
manera de vida conducente y apta para lo que quieren, y a ello se dedican con

57 Detalle que descubre algo de la personalidad de fray Luis. No se aferra a un parecer desechando los
otros, sino acepta lo bueno de cada uno,
58 Contra ellos arguye san Bernardo en el Sermón 46 al Cantar.
*4 IN CA P V T
mas ifto modo affe&us eft,appellatur fané pulcher,fed ca
teñus quatenus obtutu,atque intenta o culo rum , id cft,
intentìonisipiìus<tire&ione indiuinum lumen, ipiìufq;
diuìni luminis atquegratìae commimionc,ignea &c mica
tia lumina columbarum refert.Oc «/*iw,inquit, columbaru.
Cui illa.Ecce tu pulcher esdtleclcmi&* decorttsJLt quidem fi-
n e exceptiòne vlla. Sequitur. Et ieclmus nojìerfloridas > <& ti
jrna domorum noflrarum cedrina, laquearía cyùrtfsìna . Varie
hocíexporíitu^lcdulinóminejalijsprmata cuiufque ftu-
dia,alijs vitas infthutumjVnicuique homLnumgeneri pro
priurñ,ali)s quiefcendi in eo quod quis adeptus eft,deiì
derium& cupiditatemintelligentibus . Nosomneshas
fententias,quoniaminilngulisillarumaliquid veri ineft,
exponemus.Qui priuata ftudia ad qua; quifque natura &¿
induclàaneanimifertur^nlediilointelligunt itadicunt.
MotarpCit "Cupexe omnes,pra:fertim eos qui in virtute haud multü
Bernard. profeeerunt,Deo gratum faceré ijs in rebus,qu£eipfisite
inCanjer g r a t x f u nt:nec tamDeumfequivelle,quam ipfum ad fé
4no àc
' * traheré,acdeuocarecupere,eofqueproprièdicerc,Fcrf,
'tu pulchcr e$ dilette tm,& decoru$}& leùialus noiìerfloridu$)&
tigna domorum nofìrarum cedrina , laquearía noflra cyprefsina.
Quibus verbisita farentur feaffìci diuinaepulchritudinis
amore,itaqueconiuiVgicumDeovelie, vttamen tacite
ad lectulü fuum ,&: ad delicias fuas ipfurn inuitent,pertra-
herequeconentur ipfum ad eaquanpfis dulcia &; grata
funt:hoc eít cupiant,atquedeiìderent probare Deofuü
laboremineis operibus, muneribufque obeundis , qua;
ipfi muñera atque opera obeuntcumvoluptate. Altera
Tentenna & interpretado eft,leduli atque domus nomi
nibuSjtràflatè figniiìcari vitse cuiufq, inftitutum. Etenim
vniuerfi homines,qaoidairequantur,quodfummè expe
tunt,certum aÌiquod,&; ad id,quod qujerunt 7 aptum atq$
conduccm yitsciníÜtutum, atqueratioiiem, fequuntur,
eique
65 CA NTAR DE LOS CANTARES

empeño y se echan sobre ello como en lecho. Los que aman las riquezas las au-
mentan con el negocio; los que andan alrededor de los honores, trabajan por
conseguir la gracia de los príncipes y del pueblo; a los que agrada la vida de
placeres, éstos buscan el ocio cómodo y se dedican a la forma de conseguir
más fácilmente el amor de las mujeres. Mas los que están cogidos por el deseo
de pasar una vida celestial con Dios, eligen un género de vida duro, monásti-
co, sin placer, lleno de trabajo, en el que hay muy poco de gusto y mucho de
trabajo y tribulaciones. En la cual vida y en la negación y fuga de todas las co-
sas que son agradables, cuando encuentran a Dios, no solo consiguen que
Dios se les aparezca cual es, todo hermoso y digno de amor; y no solo consi-
guen sacar muchos placeres del encuentro con Dios, sino también consegui-
rán que todas aquellas cosas malas que soportaron para encontrarle, me refiero
a los trabajos, vigilias, ayunos, les sean dulces y alegres y amplias y deseables, y
por eso dicen: ¡Ay, cuan hermoso, Amigo mío, (eres tú), y cuan gracioso! Nuestro le-
cho (está) florido. Esto es, no solo eres hermoso y gracioso, sino también esta for-
ma de vida tomada para encontrarte, digo, este lecho en el que estamos y que
nos pareció algo estrecho y apenas soportable, es ya más suave y más grato que
la misma rosa. Y no hay duda no solo de que éstos así sientan, sino de que así
sea en realidad. Lo cual experimentaron mucho que es verdad aquellos a los que
alguna vez acaecieron adversidades. Pues éstos, aunque moderadamente (lo cual
es justo que lo hagan) soportan estos males y alaban a Dios con ánimo quieto y
confían solo en él, sienten en medio de sus males la grandeza de la suavidad y
consolación de Dios que siempre asiste a los oprimidos por la injuria, de mane-
ra que no solo soporten los daños de la fortuna con ánimo fuerte y constante,
sino los tengan por bienes y por cosas deseables, digan de verdad y corazón:
Nuestro lecho (está) florido, las vigas de nuestra casa son de cedro, y techo de ciprés.

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«P R I M V M, tfjv
ciquevacànt maxime atque incumbunttanquam le&u*
Io.Qui diuirias amant,rem augent mercatura: qui hono-
res ambiuntjinpopuliaut principimi grada coìligenda la
borantiquosyoluptariaiuuatvita, ij molle ocium perfe-
quuntur,ijfq; artibus vacant}quibus fosminarumamor fa
ciìlimèconciliatur.Atquicaeleilis vitascumDeo degen.
dx cupiditate tencntur,vita? genus eligunt,durum,mona
fticum,voluptatisexpers, laboris plenum, in quo mini-
mumiucanditatisiìt i laborisyerò,&: asrumnarum pluri-
mum.Quain vita oc omnium quae in vita iucunda funt
negatione,atqí fuga,Deum CRminueneruntynon iblùm
id aííequunrurjVt Deus illisqualis erborami ex parte pul-
cher,&: amore dignus appareat:neqs folum id affequun-
tur, vt ex Deo inuento rummas voluptates pcrcipiant;fed
etiam^vt illa ipfa qua; inueniendi eius caufafubicrunt ma
Ia,labores dicoiilos, y igilias, ìeiunia, dulcia illis 6¿ iucun-
da,& ampla,&: optabiliaíint)aíTequuntur,&; obeamré
dicant. Bcce^u pukher es}& decoras> ícSlulus nojìer fíoridm.
Id eft,non iblùm tupnlclier Se decorus es,fedhxc etiain
viuendi ratio tui inueniendi grati a fufeepta, ie&ulus, in-
quam .hic,in quofedemus,qui4' noòis peranguftus quo
clamac vix ferendus eil vifus,iam velrofa ipfa mollior eir,
atq,- gratior.Nec dubium eft,non modo quin itafentiant
iiti,fed quin re ita il t.Quod illi maxime experiuntur verui
efíe,quibus res aduerfsealiquandoeuenerunt. ljenim,fi
tamen(quod illos faceré iuitum efì)moderatè ipfa mala
ferunt,ac Deum asquo animolaudantjeiq,- vni fidunt, ea
in medijs malis ex Deo,quiiniuria opprefsisiemper ad-
erisco nfolationi3,ac fuaiiitatis fentiunt magnitudinems
vt iatn non modo confanti $c forti animo fortuna;
damna perferant, fèd vt pro bonis ea , Se optabi-
libus rebus habeant, ex animoque , ac vere dicant.
MiUnumnoiìerflmdmeiìJ<&\tigmidomorum noürarttm ce*
"" *" E driné}
66 CANTAR DE LOS CANTARES

La tercera y última razón es la que entiende e interpreta por lecho y casa de ce-
dro la quietud en el bien que ya uno ha conseguido. La cual razón me gusta
mucho por traer una sentencia y una interpretación muy congruente y con-
certada con la oración anterior. Pues a la consecución de un bien deseado si-
gue por naturaleza el deseo de descansar en él. Y la esposa se dice haber conse-
guido ya lo único que deseaba, ver al esposo y hablarle. Así, pues, ¿qué queda
sino que, lo que ya consiguió, no quiera le sea arrebatado y desee que sea per-
petuo y propio para sí? Así, pues, este deseo suyo y ansia consecuente con la
naturaleza, lo explica aquí Salomón, cuando la pone hablando y alabando su
casa y el lecho común, que son lugares de quietud y ocio. Mientras los alaba,
significa tácitamente que ella ama ya la quietud y aspira a ella con todas sus
fuerzas. Y está puesto tanto en todos los que soportaron trabajos para conse-
guir algo, que no quieren cesar una vez que lo han conseguido, como es muy
propio de los que, estando rodeados de muchos y ardientes deseos, por el do-
lor de la penitencia como por hierro, se abrieron un camino a Dios a través de
la mitad del ejército de los enemigos, esto es, el de los principiantes de quienes
ahora tratamos. Ellos, cuanto más por inexperiencia les acaecen más duros ofi-
cios de penitencia y más dulces coloquios de Dios, por eso desean más darse
descanso a sí y alguna tranquilidad de trabajos; y por eso con más dificultad
son aportados del dulcísimo bien ya degustado, y son llamados a los trabajos
comenzados de penitencia. De lo cual San Pedro dio ejemplo en sí. Pues así
como él aterrado por aquella luz inesperada y celestial, y por la figura muy res-
plandeciente de Cristo llena de la divina majestad, no sabiendo qué decir, de-
cía: Es bueno estarnos aqufà; así a éstos, ebrios del amor divino en los primeros
encuentros con Dios y, como si fuese ya algo conquistado, pensando solo en la

59 Mt. 17, 4.
66 IN CJPVT
dhitájaquearid nofìr4 rj>/* f/}/WTertiaac poftrciwaratio eli
ea,qua? ex le&ulo ac cedrina domo,quietem in eo bono,
quod quis adeptus iam eft,intelligit, arque interpreta tur.
Qua; mihi ratio ob id maxime probatur,quod arfert fente
tìam,&: interpretationem valdè cum iuperiori oratione
congruentem & confentaneam. Nam confequutionem
optati boni natura fequitur defiderium in eo qiüefcen-
di. Atquí íponfa,quod vnum optabat videre íponíum,ao
que ailoquijid iam aifequuta dicitunquid igitur reftat,ni-
ilvt quod aifequutaiam eft,eripifibinolit, vtqueperpe-
tuumfibiidjatqiproprium effe cupiat?Hanc igitur iJlius
cupiditatem &£ natura confequens defiderium,hoc loco
explicat Solomon,cum ipiàm inducit domum fuam & le
¿tulum communem,quai quietisatqjocij funt loca,lau-
dantem &c prasdicantem.Namdum laudat,tacite iìgnifì-
cat quietem fé amare iam,&; ad eam votis omnibus afpi-
rare.Etfanè cum omnibus qui labores fubierunt, alicu-
ius adipifeendi cauía,iníitum eft,id poftquá adepti funt,
Vtceifare nonnolint,tumide£t maxime proprium eom
quimultiSj&ardentibus cupiditatibus circunfefsi,pceni-
tentixlabore,tanquam ferro,per medías hoftium acies,
viam ilbi ad Deum aperuerunt,id eit,incipientium,d<
quibus nuncagimus, Nam illiquo propter infolentiam,
5¿ Dei colloquia dulcioraipfis,&;poenitentia; officia ma
gÌsafperaaccidunt,eòmagisoptant vacationemfibi, ac
requiem aliquam laborum darijeoquc argrius à iam de-
guftato bono dulcifsimo diuelluntur,&: ad inftitutos pcc
MAtth.t?* nitentiaelabores reuocantur.Cuius rei exemplumD. Pe-
trus prodidit in fe fé. Nam quemadmodum illc cseleiH,
nec opinata luce, Chriftique late fplendentis piena diui-
nx maieftatis fpecieperftri&us,nefciens quid diceret,aie-
bat,Bonum cft nos híceífe; ile iílis ad primos Dei con-
greifus amore diuino ebrij$,a,c quafi debellatum ia efict,
de fola
67 CANTAR DE LOS CANTARES

paz, no se les ocurre pensar que queda todavía en su cuerpo mucho del viejo
hombre, enemigo para ellos, en cuya conquista es necesario que trabajen. Por
lo cual se les dice poco después, esto es, en el siguiente capítulo con razón:
Cual la azucena entre las espinas, así mi Amiga entre las hijas. Cuando llegue-
mos al lugar, diremos cuál sea el valor de esta oración.

TERCERA EXPLANACIÓN

Lo que al principio de este libro me negué a hacer, cuando lo imprimí por


vez primera, que este cantar, que ha sido escrito de cada uno de los hombres
justos y pertenece en común a todos, lo explicara en ambos sentidos, porque
decía era muy trabajoso y lo juzgara muy laborioso1, ello, editado dos veces el
libro, lo hago ahora al editarlo por tercera vez, persuadido por algunos amigos
míos. Pues me decían muchas veces que yo no parecía haber explicado este
cantar con suficiente integridad, ni había mostrado la forma de interpretarlo
sobre la Iglesia; que me correspondía añadir también esta explicación a las que
publiqué, para que a este comentario pequeño, escrito con cuidado a su pare-
cer, que se refería al entendimiento del principal sentido de este cantar, no le
falte esto en manera alguna. A los cuales no puedo desobedecer, porque me
parecían hablar con justicia o, sobre todo, porque eran amigos, cuyos juicios
yo estimo mucho y a cuyas voluntades con gusto doy agrado. Y así, en su
agrado, comienzo ahora a escribir lo que antes había negado hacer. Y porque
quieren que explique con más amplitud lo que piense del argumento del can-
tar, porque algunos no lo ven claro en lo que toqué de pasada al principio2,
vamos a disertar de esto primero no solo ampliamente sino también con más

1 Fray Luis ya había dicho en el prólogo a la Exposición: «En estos cantares... explica el Espíritu San-
to el entrañable amor que siempre tuvo a la Iglesia... En este sentido espiritual no tengo que tocar, que de
él hay escritos grandes libros por personas santísimas y muy doctas... Así que en esta parte no hay que de-
cir, o porque está ya dicho, o porque es negocio prolijo y de gran espacio» (Obras, I, 72). Pero ahora fray
Luis se refiere a una segunda negativa, al comienzo de la Explanación anterior.
2 Dijo entonces que Salomón expone en este Cantar el amor entre Dios y los hombres, o sea, de
Cristo con su Iglesia y con cada uno de los fieles, bajo la figura de dos pastores amantes. En la Exposición:
«todo este libro es una égloga pastoril, en que dos enamorados, Esposo y Esposa, a manera de pastores, se
hablan y se responden a veces» {Obras, I, 78).

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P R I MV M. 6?
de fola pace cogitantibusJinmentem,nonvenit,vt cogi-
tent,reftarcadhucinfuo co*rj©r£ multa, ex vetcri homi-
ne,inimica ipiis in quibus debellandis, necefife eft vt ela-
bórente Quare illis paulo^poft,,ideft;capkefequenti me-
ritò dicitur, Sicut Xilwm imerfpwas ,fic amica mea ínter filias.
Cuiusorationis,quae£fews dicemus^cumad idlociper-
uenerimus.

T B K . T l A\ E i r t A N A T I Oi

Vod initioánius libri,quandaprirriumin lu-


cem emi&ipfum, me fa£faum negaui, vt car-
men hoc r quod ££de iingulis iutfis homini-
bus fcriptumfeft,&c ad vniuerfos communiter
pertinet ,vtroque modo explanarem, quòd operofum
eifè diceremJ&5mihifuturum permoleftum putarem,id
libro bis edito,ipfumcdituÈus tertiò nuncfacio,fuafu in-
du&us quomndarr^ainicòmmmeorum. Dicebát enim,
iUiniihijidquefacpèJmcnon iàtis integre hoc explanafTe
Carmen videri r ni qua ratione de Ecclefia interpretari-
dumeffet, do cercai: efle meumad eas explanationes,
quas edidi ,hanc ctiam explanationem adhingcre, ne
commentariolo ifti accurate, vt (ibi videbatùr ¿icripto,
quoxiadhuius carminis prascipuae fententiàe: intelligen-
tiam pertincret,id piane deeíTet, Quibus non por ui non
parere, vel quia mihi vifi funtaequ&dicere, velomnino
quia erant amici, quorum, ego &; iudìciaplurimi fado, Se
voluntatibus libentifiime obfequor.. Itaquc'iliis obfe-
quutus, id aggredior nunc fcriberé, de quo fcripmrum
me ohm negaueram. Et quoniam, qurede huius carmi-
nis argumento fentiam,eaameiatius explanan ijdemvo
luht,quodadillaquaeruperhocininitioperftrinxi,quidá
nimis cascutíunt,agcdehocprimu'm,nó folumktius,ied
* '• ' * E a etiam
68 CANTAR DE LOS CANTARES

abundante sabiduría, para que todos lo entiendan. Sobre esto hay varias sen-
tencias, de las cuales trataremos una por una con orden. Unos dicen que Salo-
món, inducido solo por su voluntad y juicio, comenzó a escribir este cantar
para abarcar con él sus amores. Y además de los herejes, muchos doctores he-
breos mantienen esta sentencia. Otros también dicen que estas cosas fueron
escritas por Salomón sobre sus amores, pero dicen que las escribió por incita-
ción de Dios, para que constara en los libros sagrados el recuerdo de sus amo-
res, como de las demás cosas que sucedieron a Salomón. Los primeros dicen
que en este libro no se contienen cosas divinas, ni dicen ser divina la causa por
la que se escribió este libro; y así, juzgan que no deben ser tenido por sagrado,
ni por el autor ni por el argumento. Los segundos juzgan que es sagrado en lo
que se refiere al autor, bajo cuyo impulso principal y voluntad fue escrito, pe-
ro dicen que por lo que respecta a su argumento nada hay místico o espiritual
en él. Como el libro llamado de Ester se tiene por sagrado, aunque al parecer
no contenga más que la historia de las cosas acaecidas a Ester, cómo casara con
Asuero, cómo vengara a los judíos de la ruina. Y éstos ciertamente están me-
nos errados que los primeros, pero ninguno de ellos son atendibles en modo
alguno. Aquéllos, porque sacan este libro del canon de las Santas Escrituras,
contra el parecer de la Iglesia; éstos, porque incluyen un libro que no conside-
ran honesto. Y, así3, recordó Teodoreto el parecer de éstos y los reprobó con jus-
ticia. Pues se debe reprobar, lo primero, porque todos los escritores de la Iglesia
admiten que el texto de este libro es místico, ya que en él se dice una cosa, se
entiende otra; además porque los libros que se han de tener como sagrados,
solo deben contener lo que es celestial y espiritual, o puede referirse con faci-
lidad a ello4. Pues como Pablo escribe: toda escritura inspirada por Dios es útil

3 En el prólogo al Cantar.
4 II Tim. 3,16-17.
4% IN QA'PVT
ctiam pínguiore Mincrua,id vt omnes intelligan^duTerá-
mus. Varias dehocfententiae funt, de quibusfinguiisor-
dine. Quidam enira Solomonem fuá rantum indu&um
volunrate^tq; indicio ad hoc ícribendura accefsifíb car-
men dicaíir,vtco amores comple&ercturfuos, Eamquc
feíiíentiampracterhaíreticos, tenent noanulli doctores
Hebraci. Alij fi¿ipíifatenturhaccá Solomone de amoti-
bus feribi fuis, fed dicnat feribi Deo iüum excitante ad
ha:ciplafcribenda,vt eorumamorumtíicutialíarum re-
rum que;Solomoiiiacciderunr,memoriaexfaret in facrU
libris. Priores neediuinas res hoclibro contineri vomnt»
nec id efíe dtuinum dicunt, CUÍUJ» indù ¿tu confcripfus eft
híciibcrut aq?eum non efíe habendum pro facro ceníexit,
ñeque ab authorc,neque ab argumento. Pofteriorcs vero
facium iijum effe fatencur, quod ad authorem attinet^
cuMjsprúecipucimpuifu,atqiducl:uconfcriptus entramen
quod ad eius argumentnm fpe£tat>nihii iueo,aut fpiritua
le,aut myfticum eúc aiunt.Vt Eftherliber, qui inferibítur^
habetur facer, etiamfi,vt videtur, nihil practer earum re-
rum hjftociamcontineatquaeEftheri acciderunt,vt Af-
filerò nupferi^vtludaíorum geutem ab interim vindica-*
rit.Atq; hi quidemieuitis peccaní,quamprimi,fed neutri
funt vilo modo ferendL lili quòdà Canone fan&aram
ícripturaru contra EccleíÍae iudiciü,hunc übrum eíjciunt:
hiqaòdlibrum,quemfruginonputant, eiinícrunt. Ho-
tfxoà. i* runiitaqj fentenria;Theodoretusmcntionemfecit,eam
proi Can. que iure improbauit.Nam improban deberé liquet, pri*
mò,quiaomnesEccleiìaercriptores, huius libri or ario ne
niyfticamcite cocedút, vtpotè in qua aliud dicatur,almd
intcllig^tur,deindc quia libri qui facri habendi funr,ca tw
_ tùm conteneré debent qua: caeleitia,& fpirituaìia funt,aitt
uTtm. 3. ^ ca& r c s £-aci^ rc f err j poííum.Ná, vt Paulus fcrìbit .Om-
nis icripturadiuiiaitusinipirata vdliscii: addocendumjad
arguen*
69 CANTAR D É L O S CANTARES

para enseñar, para argüir, para corregir, para enseñar en la justicia, para que el
nombre de Dios sea perfecto, instruido en toda obra buena, Y esta es la causa por
la que no todas las cosas que sucedieron a los antiguos padres se recuerdan en
las Sagradas Escrituras, sino que unas se refieren con cuidado, otras se cubren
con silencio. Pues no todas aquellas cosas significaban algo celestial futuro, o
podían referirse en modo alguno al género espiritual. De donde resulta clara-
mente que este libro, si no contiene otra cosa que los meros amores de Salo-
món, ni siquiera fue escrito por Dios y, así, no puede ser sagrado de,ninguna
manera, ni por el autor ni por el argumento. Y de ello se colige también que
hay poca diferencia entre estas sentencias, y ambas están casi en el mismo
error. Hay otros que dicen también que Salomón trata en este cantar de sus
amores, como es evidente, pero dicen que lo trata para bosquejar los amores
divinos, recordando los suyos. Y, así, juzgan que toma de sí tipos e imágenes
para significar cuánto ame Dios al género humano. Por lo cual, así como la
persona de Salomón se refiere a la persona de Cristo, y el mando de Salomón
fue la imagen del mando de Cristo y muchas de las cosas que sucedieron a Sa-
lomón le sucedieron a él, y para que Cristo fuera expresado y significado como
con esos tipos; así piensa que debe ser dicho que la imagen de los cónyuges de
Salomón y de la hija de Faraón fue la de la unión de Cristo con la Iglesia, y de
manera semejante las conversaciones amorosas que tuvo con ella o de ella,
son las imágenes del amor con que Cristo ama a la Iglesia. La cual sentencia,
aunque antes haya sido aprobada por los hebreos y ahora se apruebe por mu-
chos de entre los nuestros no poco, sin embargo me suele parecer menos pro-
bable, porque no dice quizá mucho de Dios tejer la historia de las cosas que
dos cónyuges hicieron amorosamente, aunque en tales cónyuges esté la ima-
gen de Cristo y la Iglesia. Por lo cual hubo otra sentencia de que estas cosas se
decían figuradamente por Salomón de Judea, en la que mandaba; y hablara

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P R l MVM* 69
arguendum ad corrigendi! m, aderudiendum in iuftitia,
vtperfe&us iìt homo Dei,adomne opus bonum inftru-
¿tus.Ethoceilcaufaequare non omnia qua; prifcis patri-
bus acciderunt in iàcri$cómemoranturfcriptis,fed curri
dele&uqu sedam referuntur, quasdam illentio obtegun-
tur.Nonehimilla omniaaut cadette aliquid poft futurü
pra?fìgnabant,aut adfpiritualegcnus aliquo modo refer-
ri poterai. Ex quo piane efiìcitur^vt hicliber,iì nihil aliud
contineat praster meros Salomonis amoreSjnefcriptus
quide à Deo iit,traqj iacer nullo modo iìt,ncq> ab autho-
re,neq; ab argumento. Et ex co rurfus colligitur parum
inter has fent étias dìrTerre &c vtramq; in errore prope eo-
dem verfari.Sunt alij,qui Salomonem in hoc carmine de
fuis amoribus,vt apparet,agere&;ipildicunt,ledaddunt
agereeo finejVtfuisamoribusrecenfendis^dumbret di-
uinosamores.Itaqjiilumfumereexfetypos &: imagines
arbitran tur, quibus quantum Deus hominum amet gè-
< nus fignificet.Quòd,quemadmodumSaiomonis perfo*
na Chriftiperfonamretuíirj&SalomonisimperiüíChri*
iti imperi| imago fuir,& pleraque eorum quae Salomoni
acciderunt,eo acciderunt,vt eis quali typis iìgnificaretur,
&:expnmereturChriftus,eodemmodo exiftiment debe
re dici Salomonis)&; filix Pharaonis coniugium ìmagi-
nemfuiííe coniun&ionis Chrifti cum ecclefia, aciìmili-
ter amatorios ferrnones,quos cumilla,autdeilla habuir,
imagines extitiíTechariratis eius qua Chriftus eccleilam
compieditur.Quas fententia etíl olim Hebraús probata
fuerit,&; mine haudparuminultisènoitrisprobetur,ta-
meneomihiminus probanda videri folet, quòd Deum
nonfatis fortafíedeccat, earum rerum hiftoriam rexerc
qua? duo coniuges amatorie fecerunt:etiamfì in ijs conia
gibus imago inut Chrifti,&; ecclefise. Quare aliorum Cexi^
lentia fuit,haec à Salomone dicifiguratede Iudaeajui qua
E a J^P^t
70 CANTAR DE LOS CANTARES

con la provincia en este libro corno con una mujer a la que amara. Y así, la
describa como si fuese mujer y le atribuya miembros femeninos, y los nom-
bres de los miembros del cuerpo femenino, y le sirva de motivo para llamar
a su cabeza Carmelo, que es el monte más alto de su provincia, y llame su
nariz a la fortaleza aquella, que había en el Líbano, hacia Damasco, y por sus
ojos recuerde las piscinas de Hesbón, y coloque el principal decoro de su
forma en Jerusalén y Tirso, ciudades nobilísimas y regias de su provincia. Así
piensa cierto escritor joven5, el cual, si cree que se trata de esto de forma que
este libro nada contenga sino la descripción e historia de su provincia, está
en el mismo error que los anteriores; pero si piensa, como creo debe ser cre-
ído y juzgado, que se trata históricamente de Judea y místicamente de la
Iglesia, ciertamente yerra menos, pero sin embargo se engaña en acomodar
todo el cantar a la provincia, lo cual dista mucho de la verdad, a causa de los
pocos nombres de partes de su provincia insertos en este cantar. Pues hay
muchas cosas en este librito, que no pueden acomodarse a esta sentencia,
aunque se pudiera fingir. Otros, acercándose a lo que está más próximo a la
verdad, a los cuales recuerda también Teodoreto, piensan que Salomón ha-
bla aquí sobre la república de los judíos bajo la persona de mujer, y tiene es-
tas conversaciones con ella como con doncella. Pero la verdadera sentencia
sin duda es que en este libro no se refiere la historia de ninguna conversa-
ción amatoria tenida en realidad por Salomón con su mujer o con alguna
otra mujer, sino que su sentido histórico es místico y gira todo él en la ex-
presión de cuanto la Iglesia y Cristo se amen entre sí, a los cuales Salomón
introduce bajo las personas de cónyuges amantes entre sí y revelándose sus
calores con suavísimas palabras. Y ciertamente casi todos los antiguos afir-
man que pone a Cristo y a la Iglesia y que los saca no desnudos, esto es, no
7» Í N CJ PF r
tmpcritabat ípfe:5¿ cu ea prouincia ipfum in hoc libro lo
qui tanquamcum vnaaliquafaemina,quam amaret. ira-
que vt fi cifet faentina ira ipfam defcribere)&: membra foe
minea ipfitribuerej&membrorüfcerninei corporis no-
mina^eiq; tei argumento eífefquod Carmelü,eius prouin
ciscaitifsimus mons quieít, caput nominet, arcern vero
e^qua; in Libano verfus Damafcá erar, appellct nafum,
prooculis autéhabeatHefebonis pifeinas, forma: porrò
eìus pr^cìpuum decus in Hierufalem, &Thyrfa collocer,
eius prouincÌ2eregijs,&; nobilifsimìs vrbibus. Sicnouus
quidam fcriptor exiitimat. Qui ü credit de hoc ita agi, vt
me líber premer eius p rouincix hiftoriam ac defcriptionS
nihilaliud cominearan eodem errore quo illi fuperiores
verfatur,fin autem arbitrarur,vti illud arbitrarijatq; crede
re exiltimo>hiftortcè agi de iuda^myfticèvero de eccle-
fia^iinus ille quide errat,fed tamenin co decipitur,quod
propterpauca nomina partium eius prouincise huic car-
mini inferta,totum ei prouincia; carmen accommodar,
quodà verolongifsimè abeft. Namfunt permuita in hoc
iibello,quaeadeam fententiam detorqueri non poífunt,
etiam ilfingendilicentia detur. Alij ergo ad ià quod veru
eft propiùs accedentes, quos 3¿Theodoretus cómemo-
rar,rempubiicá IudsEorum hìcà Salomone fub perfona
fremine induci,&: cü ea ipfum tanquam cu puella hos fer
mones cóferreceiifent.Sed vera ímedubio fentétiacir,
nuilius amatorij fermonis re ipfàà Salomone habiti, aut
cu vxorefua, aut cu aliqua alia foeminahiftoria referri in
hoc MbrOjfedmftorkum eius fenfum eundem myftfcum
efle,eumq; totum verfari in exprìmendo^uantum eccle
iìa,atque Chriftus anient Inter fe,quos Salomon inducit
fumpta perfona coniugum ínter fé amaritmm,& fuos
calores biándifsímis verbis conferenti um. Et quid E Chri
&&,& ccckfiainducijVeteresferè omnes aifirmant:indu-
7 ciautet»
71 CANTAR DE LOS CANTARES

como son sin figura y parábola, descubierto el rostro de sus ánimas, mostran-
do los sentimientos con palabras propias, sino más bien personificados y pro-
tegidos con aquellas personas que dijimos; lo primero, es evidente del mismo
texto del libro, en el cual ni Cristo se llama Cristo, ni la Iglesia Iglesia, sino
que como con una mujer hermosa, así habla Cristo con ella. Además, ello mis-
mo consta por el testimonio de casi todos los antiguos. Teodoreto en el Prólo-
go no sólo lo afirma, sino confirma con muchos ejemplos la forma de escribir,
en la que se dice una cosa y se entiende otra, asegurando que era muy apto pa-
ra las Sagradas Letras. Dionisio en la Carta a Tito llama al texto de este libro
típico y simbólico, y afirma que se contienen cosas escondidas bajo la aparien-
cia de lo que se ve, y dice también que esta forma de escribir es apta para co-
municar las cosas divinas, y que por ello usada por los escritores sagrados. Ata-
nasio en la Sinopsis así dice: "Todo este libro hasta el final fue escrito
místicamente con alegoría enigmática, pues el sentido de sus máximas no es
manifiesto sino escondido en lo secreto". Gregorio Niseno: "Y en estas cosas,
dice, lo que se pinta son los preparativos nupciales, y lo que se entiende la
unión del ánima humana con la divinidad".

Lo mismo afirma Orígenes en las Homilías 1 y 2, que se publican bajo su


nombre. También Bernardo en la Homilía 1 a los Cánticos, dice: "Cantó los sa-
cramentos del eterno matrimonio y la gracia del amor sagrado, y al mismo
tiempo expresó el deseo de su ánima santa, y compuso con hablar alegre, espí-
ritu exultante el cantar del epitalamio, pero sin embargo de forma figurada,
pues ocultaba también él como Moisés su rostro, resplandeciente quizás no
menos en esta parte". Y en la Homilía 74: "Y andando santa y simplemente en
la exposición del coloquio místico, tomemos la costumbre de la Sagrada Escri-
tura, la cual con nuestras palabras habla sabiduría escondida en el misterio, y

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P R I M VM 71
ci autcm non nudos ipfos,id eft,nò quales ipfi font aper-
to ore fui animi fenfa proprijs efferentes verbisiiìne iìgu
ra,& paraboia,fed perfonatospotius,&;ijs tectosperfo-
ms^quasdiximuSjprimuperfpküüeftex ìpfaoratione li-
bran quo necChriftus fe Chriftü nominar ,nec ecciefia
ccciefia/ed vt cü foemìna vna fpeciofà,fk cü illa loquitux
Chriftus.Deindeidéconftatteftimonio veterú fere om-
niCLTheodoretus in proÌogo,id non folu affirmat, fed &c
confirmat muitis exerhplis eàfcribendi ratio nem, in qua
aliud dicitura aliud fignifkatur facras valde decere lite-
ras afleren$,DionyfiusinepiftoiaadTitü,huiuslÍbri ora-
tionem typicam,&: iymboììcam vocat,&; fub eorum quae
videnrur fpecie arcana quaeda contineri confirmat : eaq;
fcribendi rationem etià dicitrebus diuinis rradendis effe
aptam?&; ob cam caufam ab fcriptoribus viitatam facris.
Àthanafius in fynopfideitainquit.Totus hic liber adfinew
vfq; myfticè cü allegoria ¿enigmatica confcriptus eft, fen *s
fus enim dogmatum illius non eft manifeftus, fed in arca **
no abfconditus.Gregorius Nifenus, Atque in his,inquit,to
quod depingitur apparatus eft nuptialis, quod autem in- *
telligitur animi humani cum diuinirate còiun&io. Idem »
affirmat Orígenes in ijs homiüjs,qua; fub illius circumfe-
runtur nomine in prima OC fecunda*.EtianxBernardus ho
milia prima in Cantica, inquit* Sacri amoris gratiam &; *
eterni connubij cecinit facramenta,fimulq; exprefsitfan- *
£tse deiìderium anima?, Ocepithalamij carmen exukans *
in ipiritu, iucurido compofuit eloquio, fed figurato ta-*
men.nirnirùm velabar,& ipfeinftarMoyfis faciem fuam, **
non minus forfitan in hac parte fuigenrem. JEt homi- w
lia feptuagcílma quarta, Nos autem in expoiìtione »
myftici eloqui) caute &: fimplicitcr ambulantes , gera- •»
mus morem ízcxx fcriptura;, quse noftris verbis fa - »
pientiam in myftaio, abfconditam ioquitur3 &; Deum »
E 4 nobis
72 CANTAR DE LOS CANTARES

nos introduce a Dios con conocidas imágenes de cosas sensibles". Gregorio


Romano en el Prólogo a los Cánticos: "Con cosas, dice, conocidas para noso-
tros, por las cuales se hacen las alegorías, se hacen las sentencias divinas, y, al
conocer las palabras externas, llegamos a la inteligencia interior. Por eso en el
libro titulado Cantar de Cantares se ponen palabras de amor casi corporal, pa-
ra que el ánima despertada por su cuerpo con palabras de cosas corrientes se
recaliente, y se excite al amor que está arriba por las palabras del amor infe-
rior". Lo mismo casi con las mismas palabras afirma Ricardo de San Víctor so-
bre el capítulo 1 de este libro, y Beda en el mismo lugar así dice: "El Cantar de
los Cantares en el que el sapientísimo Salomón describió los misterios de Cris-
to y de la Iglesia, esto es, del rey eterno y su ciudad bajo la figura del esposo y
la esposa".

Y así, no debemos dudar, al menos nadie con juicio duda, de que no solo
sea verdad esto, sino también perspicuo y evidente. Pero sin dudar de ello mí-
nimamente, tiene algo controvertido por la opinión de muchos, y dudoso que
no conviene dejar sin explicar. Pues aunque conste que Cristo y la Iglesia ha-
blan bajo las personas de dos cónyuges, sin embargo puede preguntarse, si es-
tos cónyuges, bajo cuyas personas hablan Cristo y la Iglesia, hablan como sue-
len hablarse entre sí los que se aman, esto es, si Salomón hace hablar a las
personas que saca y les atribuye acciones que acostumbran o hacen por natura-
leza, o, más bien, sin tener en cuenta la manera de ninguna de las personas que
saca externamente, sino solo, fijándose en lo que se oculta bajo aquellas perso-
nas, las haga hablar como dos cónyuges amantes entre sí nunca se hablaron,
pero ni siquiera podrían hacerlo sin alejarse de toda la naturaleza de las cosas y
de la recta costumbre de hablar. Pues así pareció que se debe decir a muchos
varones buenos ciertamente, pero poco considerados e inteligentes. Y los argu-
mentos, con los que se puede confirmar su sentencia, son éstos más o menos.
7t .IN C J P VT
•» nobisinfinuatnotisrerufeníibiliuílmiütudinibus. Gre-
»• gorius Romanus prologo in Canea Rebus,inquit, nobis
»* notis per quas allegoria; coficiüturfententia; diurna cori
#* dunfur,5¿ düeognofeimus exteriora verba., peruemmus
« adinteriorem inteiiigentiam.Hinc eft quod in libro, qui
n CanticüCanticorü cófcriptus cftfamoris quafi corporei
« verba ponütur,vt à corpore Tuo anima per fermones con
» fuettidinis fue; refiicata recakicat)&: per verba amoris,qui
«infraeft excitetur ad amorem quifupraeitldemeifdem,
* fere verbis afrlrmat Richardus de S,Victorein prirrm hu«
* ius libri caput.&, Beda in code loco ile inquit,Cantica Ca
„ ticorumin quibus fapientifsimus Salomó myfteria Chri
„ fti^eccicílíeideftregis^terHi^ciuitatiseiusfub figura
„ iponfi,& íponfse defcripiìt.Itaq,- de hoc, quin non folum
' veruni íitjfedetiamperípicuum&euidens nullo modo
dubitare debemus,dubirat certe nemo fanus.Sed vt mini
me deeodubitemuSjtamenineftineoquiddam nonnul
loxumopinione controuerfum,é¿dubium quod inexpli
catum relmqiierenon oportet. Nam crii conftet Chriftü
& ecckfiam fub perfonis duorum coniugar» loqui, nini
lommustamcri quadri pò teihvtrum ifticoniuges, quorii
fub perfonis Chriftus ¿e ecclefia loquuntur,ita ìoquatur,
quomodo qui inter fé amant loqui íblent, id eft. Vtrum
Salo mon i js perfonis qnas inducir, eos fermones det, Se
eas adionesattnbiiat,quas iiHs,velrnos dat,vel natura:an
potius nullam habens perfonarum quas externé inducit
rationé,fedin idfolüintuens quodillis o ccuitatur per fo-
ndita eas loqueatcs £aciat,fìcut duo coniuges qui inter
feamarentioquuri nunquamfum,fedne loqui quidé pof
fent,niiì ab omninaturarerú &; redo loquendi more ab-
horreient.Naita potius dicendu eife vifum nonnullis eflr,
bonis illis quidem vids,fed parum certe confideràtis OC
inteiiigentibus. Et argumenta quibus eorum conflrmari
ien-
73 CANTAR D E LOS CANTARES

1. Primero, está lejos de la costumbre del sentido común, que las mujeres
inciten a los hombres a amar; más bien los hombres solicitan a las mujeres. Pe-
ro en este cantar en su comienzo aparece la esposa pidiendo besos del esposo.
Así, pues, la letra de este cantar no se acomoda a las personas, sino a las cosas
que ocultan las personas.
2. Después, en el capítulo III de este libro la esposa aparece saliendo de ca-
sa en la noche deambulando por la ciudad y preguntando a algunos que en-
cuentra por su esposo, lo cual dista mucho de lo que es costumbre en la mujer.
3. Además, en el capítulo VIII, se dice que los pechos de la esposa son co-
mo torre: Yo soy muro y mis pechos como torres, pero esto va no solo contra la
costumbre sino contra la misma naturaleza.
4. Además, en el capítulo IV, el cuello se llama semejante a la torre de Da-
vid, que fue edificada con baluartes, y los pechos se dicen semejantes a dos
cabritos de cabra, y los cabellos como rebaño de cabras que miran del monte
Galaad, con lo cual, como es patente, se contradice la costumbre y la natura-
leza.
5. De nuevo en el capítulo IV se compara con la muy noble ciudad de Je-
rusalén y se dice formidable como escuadrón ordenado de ejércitos, pero nin-
gún amante ha alabado a su amiga de esta manera.
6. También en el capítulo VII se escribe que la nariz de la esposa es larga
como torre que está en el Líbano, y la cabeza como el gran monte Carmelo, y
los ojos como estanques de Hesbón, nada más ajeno de lo que los amantes ha-
blan.
7. Además en el capítulo VIII aparece un muchacho 6 deseando que fuese
lactante su esposo. ¿Quién, dice, te me dará como hermano mío, que mamases los
pechos de mi madre? ¿Qué mujer deseó esto alguna vez?
8. Pero apremian más duramente; si así hablaran éstos, dicen, como suelen
hacerlo los que se aman entre sí, sería lógico que Dios para expresar los amores
celestiales tomara semejanzas de los amores corporales y lascivos, y los presen-
tara a nuestra vista, para que en su imagen contempláramos los amores celes-
tes. Mas esto no puede ser dicho ni sustentado. Lo primero, porque los amores

6 Fray Luis dice puellus, pero debe entenderse puella-«rnuckacha».

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P R I MV M. 7j
fesntentiapoisit hsec fere funt.Primò.Abhórret à comuc- !•
tudine communis fenfus, vt fceminae viros ad amandum
prouocent viripotius folicitant fceminas.at in hoc Canti
co initio ciuSjinduciturrponfaíponüpetensoícula. Igi-
tur huius carminis oratio nonferuitperfonìs, led rebus,
quas occultantjperfon^.Deindc. in capite tertio huius li- ^
bri fponfa inducitur no&u egreiFa domo, & per vrbem
curfitans,&; obuios quofque rogans de viro fuo qua: mul
tu abfunt ab eo quod feeeninis eft in more. Ad hsec in ca-
pite o&auo vbera fponfat inftar turris dicuntur efle. Ego, HI.
inquitfummurus,&: vbera mea ücut turris, at hoc cuna-
turaipfa non foiùm cum more pugnar. Practercà in capi* UH.
te quarto.Collum turri Dauidis,qu3e a;dificata eft cu pro-
pugnáculo ,ilmile nominatur. &c vbera inftar duorühin*
nulorum capra; effe dicuntur. ài capilli ficut caprarügrc-
ges,quai afeendunt de monte Galaa^quibus, vti conftat,
& mos,& natura repugnat.Rurfus in capite fexto confer- V
tur cum Hierufalem vrbemaxime nobili, &:diciturfor-
midabilis vt caftrorum acies ordinata.nemo autem ama-
tor amicamfuamlaudauitifto modo.ítem in capite fepti VI.
mo.Nafus iponfse ilcut turris effelongus fcribitur,qure
eft in Libano:&: caput ficut Carmelus mons permagnus,
&: ocuiiquaiesfuntpifcinx in Hesbon, quibus nihil alie-
ni us dici potuit ab eoquodamatoresloquuntur.Tüpr^- VIL
terea in capite o d a n o , optans inducitur puellus vt ia&ès
effet vir fuus.Qius3iiiquit,det te fratrem meum fugentem
vbera matris mea;. Qua; autem idvnquamoptauitfcemi
na?fed & acriàs vrgent. nani inquiunt, fi ita loquerentur Vili,
hi ficut qui interfeamantioquifoknt, confequens eflet
vt Deus ad expdmendoscxleftes amores ducerci fimili-
tudines è corporeis,6¿Íafciuis amoribus:eofquenobis
contuédosuYoijceret,quò ineom imagineamores con-
templaremux caeleftes. At hoc dici acque ferri nópoteft.
E 5 Pri-
74 CANTAR DE LOS CANTARES

corporales no son aptos para la semejanza, pues los amores divinos distan mu-
cho de los humanos. Después7, porque, aunque lo fuesen, sin embargo no di-
ría bien de Dios que tomara imágenes de aquellos amores para declarar los su-
yos. Por último, porque, aunque fuera conveniente, sin embargo fingiría con
gran peligro de los espectadores. Pues la imagen del amor lascivo y corporal
descrita con detalles, aunque presentada a nuestra vista para entender los amo-
res de otros, encendería luego el fuego de los malos deseos. Y como Gregorio
Nacianceno en su Discurso I contra Juliano prudentemente escribió "¿Qué
prudencia es conducir hacia la ciudad a través del cieno, o llegar al litoral a
través de las rocas y los escollos?". Insisten además.

9. Dionisio, tratando del texto de este cantar, escribe que le parecen prodi-
giosas las cosas que en él se dicen. Pues, dice, las cosas que aparecen extrínse-
camente están llenas de un increíble e imaginario monstruo 8 . Pero nada de
monstruoso habría en ellas, si todo se dijera según la costumbre de los aman-
tes o según la naturaleza del amor.

10. Finalmente así dicen, que los Padres a los que leen estos Cánticos acon-
sejan que inhiban el ánima de las cosas aparentes y los exhortan a que vuelvan
toda la mente al pensamiento de cosas celestiales y más sublimes; así, pues, no
es declarado el amor divino en este libro tomando imagen del amor corporal.
Si se declarase sería necesario totalmente volver los ojos a la imagen. Pues lo
que se ha de conocer por la imagen, no puede ser conocido sin conocer antes
la imagen. Es muy cierto que los Padres aconsejan esto. Dionisio en la epístola
antes citada: "No pensemos que las cosas que aparecen en tales escritos son
fingidas y escritas a causa de ellas mismas"9. Gregorio Niseno en el lugar antes

7 Nuestro autor suele argumentar en tres partes.


8 Fray Luis añade el texto original griego de la cita.
9 Nuestro autor añade la cita griega sin traducirla con exactitud, pues en ella leemos: «no pensemos
que las apariencias de los escritos han sido escritas a causa de ellas mismas».
74 IN Q A P VT
Primùmquia corporei amores non funt apri adornili-
tudincm,plurirnum cnimdiuiniamòresab humanisdi-
£ant amorìbus. Deinde quia etiicflcnt,tamenminime
Deum deceret eorum amorumíuorum declaradorum
caufa imaginem fingere. Poftremò, quia etiì décerer, ve-
rumtamen fingeretur cum máximo fpe&atorum peri-
culo. Nam corporei aclafciuiamoris fpecies lucute nter
deferipta, Se quamuis alterius amores inteliigendi caufà,
ocuIis,vt eorum aciem in eam intendamus, obie&a, igne
malarum cupiditatum ftatim accendit : Et,vt Nazianze-
nus Gregorius oratione prima contra Iulianum pruden-
ter fcripfìt.Quae prudencia eli per ccenumadvrbé duce-
re,aur perfaxa,&: fcopulos ad littus contendere ì Inftant
IX. praererca. Dionyilus de huius carminis oratione agcns
fcribit videri monftra quse in eodicuntur. Naminquìr,

Tí%«T¿*ff> id eft, qux enim extrinfecus apparent piena funt


incredibilis & cómentitij monfcri. At nihil monftriin ijs
profe&ò cfíetjOmnia fi dicercntur ex eo quod aut aman-
tium mos, aut amoris naturafert. Denique iìc aiunt, Pa-
tres eos > qui hace Cantica legunt, monent ne ijs ani-
mura adhÌDeant,quxprcefeferunt,red vt adfublimiora
& cseleitia cogitanda totam mentem conuertant,illos
hortantur : igitur non declaratur diuinus in hoc libro
amor, ex amore corporeo iìmiiitudine du&a. Nam il
declararetur necefsè omnino eííet oculos ad imaginem
vertere.Quod enim ex imagine cognofeendum eft,id co
gnofei nequitjimago nifi cognofcatur.Patres porrò id ad
monerecítverifsimü. DionyíIusinEpiftola fupra citata.

srx<¿<r9«;, ideít, ne exiítimemus ea quae apparent ineiu£


modi feriptionibus fida eífe, &confcriptaipibrummet
caufa. Gregorius Nifenus úi loco fupra citato, «W^ &
n*¡f*
75 CA NTAR DE LOS CANTARES

citado: "corno en el arte de pintar, aunque cierta materia de él sean los colores
con los que forma la imagen del ánima o del ser que imita, sin embargo el que
ve la imagen expresada por los colores, no se fija en los colores dados a la tabla,
sino mira solo la forma que el artífice expresó con los colores; así es conve-
niente que también en esta pintura no nos fijemos en los colores de las pala-
bras de que consta, sino, como en la imagen del rey sucede, contemplar en es-
tas palabras lo que los limpios pensamientos modelan"10. Gregorio Romano
de forma semejante: "Y esto ha de ser visto hábilmente por nosotros, para que
al oír las palabras del amor exterior no permanezcamos en el sentido externo,
y el artificio que se pone para subir, no nos oprima para que no subamos".

Se pudieron apoyar en estas razones, y ciertamente en alguna de ellas se


apoyan los que niegan que las imágenes en este libro sean fingidas y sacadas
del amor corporal. Las cuales razones diligentemente buscadas, yo las recogí
todas para que, al responder a cada una de ellas, no les quede en adelante nin-
gún motivo de contradicción o crítica. Para hacerlo más ampliamente, recurri-
ré a otras cosas más profundas comenzando por aquí. En la Sagrada Escritura,
lo cual debe constar a todos, unas cosas se ponen llana y simplemente con las
propias palabras y sentencias, otras figurada y alegóricamente. Pues como el
gran Dionisio en la epístola antes citada enseña, hay una doble tradición teo-
lógica, una abierta y clara y fácil de entender, otra mística y oculta, que él lla-
ma mistérica y simbólica. La tradición alegórica y mística tiene

10 Fray Luis añade la cita griega y después la traduce al latín.

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T R I M V M. ?!
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ryW/ttfo^ideft^rinpingenüiartificioietüfliatcriesquse- »
dam eiusij colores fint,quibus eius animantis quodimi- *
tatur imaginem abfoiuit, tamen quicoloribus expref- »•
fam intuetur imaginem , non hseret aipe&u colori- «
bus tabula; illiris, fcd formam intuetur tantum,quam »•
expreiìit eoloiibus artifex ; iic decet & in hac pi&ura •
non defigere oculos inverborum,èquibus veluti con- u
ftat^coloribuSjfed vt in imagine regis fit,in his verbis id »
contemplari,quodmundae cogitationes effìngunt. Gre- »
gorius Romanas fimiliter. Hoc autem nobis fólerter »
intuendutn eft, ne cum verba exterioris amoris au- »
dùnus ad externa fentienda remaneamus : & machina »
quaepòniturvtleuet, ipfa magis opprimat ne leuemur. *
Atquehisrationibusnitipoterunt: &: certe earum non- „
nullisnituturij,qui imagines ex amore corporeo in hoc J
libro duci, ac finginegant. Quas ego rationes diligenter
perquifitas, ideircò collegi ornnes, vt cum ad eas figlila-
timrefponderò,nullusillisdeinccps relinquatur,aut ob-
loquendi, aut caiumniandi locus. Qupd vt pienius fa-
ciam,qu£dam aitius repetam hineducto principio In fa-
era Scriptura quod Ínter omnes confiare debet, q u i -
dam ponuntur piane, &; lìmpliciter proprijs elata ver*
bis, acque fentenriis , quaedam figurate , &s allegorico.
Nam vt magnus Dionyfius in ilipra citata docet Epi-
ftola,duplex eft Theologica traditio, vna aperta, te
perfpicua , ¿e cognita facilis, altera myilica , &c oc-
culta qux eadein ilii 7«j«tfr«*i vocatur,& w^JuwkMy-
fticas
76 CANTAR DE LOS CANTARES

un doble modo, comò también la alegórica es doble, uno de cosas, otro de pa-
labras. Pues la alegoría de las cosas es en la que las cosas que en verdad existie-
ron se ponen para declarar y significar otras cosas futuras semejantes a las pri-
meras. Del cual modo fueron escritos muchos hechos de los antiguos padres y
puestos en las Sagradas Letras, para significar con ellos otros semejantes a
aquéllos, pero mejores y mayores, que sucederían después. Como es lo que se
dice que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava, otro de la Ubre11, pues con
éstos, como Pablo enseñó, se significó que había dos testamentos, uno de es-
clavitud, otro de libertad. Y el tal género de alegoría es propio de las Santas
Letras12, pues es desconocido y no usado por los demás escritores. Pero la ale-
goría de las palabras, que es llamada "inversión" por Fabio13, es aquella en la
que se muestra una cosa con las palabras, otra con el sentido, y se hace casi
siempre en metáfora continuada. Pues la metáfora fue puesta en una o dos pa-
labras figuradas, pero la alegoría consta de muchas palabras figuradas, de lo
cual Cicerón en el Orador así dice14. Lo que brota de este género no está en
una sola palabra figurada, sino se teje con muchas continuadas, de arte que se
diga una cosa y se haya de entender otra, como, por ejemplo, si alguien dijera
que la república romana fluctúa agitada por las guerras civiles, es una metáfo-
ra. Pues la palabra "fluctuar" ha sido trasladada a la república de la nave de la
que en propiedad se afirma. Y si lo restante que acontece propiamente en la
nave estando el mar agitado y con oleaje se pasa a la república, hay la alegoría
que usó Flaco en la oda 14 del lib. 1 de las Odas, diciendo así:

¿Las nuevas olas te llevarán de nuevo al mar,


oh nave? Ay, ay, ¿qué haces? Queda

11 Gal. 3.
12 Libro 8, cap. 6.
13 Se refiere a Quintiliano.
14 Libro III.
76 IN CA P V T
lticce porrò, 6c allegorica traditionis duplex modus
eft, ilcuti&: ipià duplex eft allegoria, vna rerum, ver-
borum altera. Rerum enim allegoria eaeife dicitur
in qua res , qua; vere extiterunt, ponuntur, vt ijs alice
poftea futura; res, illis prioribus iìmiles dcclarentur,
& fignificentur. Quo modo veterum patrum pleraque
fa&a fcripta iunt, &; facris mandata literis, vt ijs alia
illis quidem iìmilia , meliora tamen > atque maiora
poftea fignificarentur futura. Quale eft quod Abra*
ham dúos filios tuliiTe dicitur, vnum de ancilla, alte-
rum de libera, nam ijs, vt Paulus aperuit,fignificatum
eft futura duo teftamenta, feruitutìs vnum, libertaria
alterum.Idque allegoria; genus proprium eft fanctarum
literarum. Nam reiiquis fcriptoribus eft inufitatum &c
incognitum. Allegoria autem verborum, quae à Fabio
inuerfio appellatur, eft ca ? in qua aliud verbis , aliud
fenfu oftenditur ; &: iìt plerumque è perpetua meta-
phora. Nammetaphorain vno,aut altero verbo tran A
lato pofìta eft, allegoria vero pluribus verbis tranflatè
pofitis conftat. de qua Cicero in Oratore fic dicit.
Nam iliud quod ex hoc genere profiuit, non eft in
vno verbo tranilato, fed è pluribus continuatis con-
nectitur, vt aliud dicatur , &; aliud inteliigendum ilt.
vt exempli grada, fi Rempublicam Romanam bellìs
agitatam ciuilibus fluctuare quis dixerit, metaphora
eft. Verbum enim fluátuandi ànaui de qua proprie di-
citur , ad Rempubücam traniìatum eft : At li reiiqua
qua; irato, &c vndofo mari nani proprie conungunr,
idem ad Rempublicam transferat allegoria exiftet ea,qua
Placcus vfus eft libri primi Carminum Ode decima quar-
t a l e dicens,
O nauis refercnt in mitre te noni

Porcumi
*-•• u t
77 CA NTAR D É L O S CANTARES

y no te alejes del puerto. ¿No ves cómo


tu lado es desnudo de remos
y quebrantado el mástil que el Africo violentó
y las antenas gimen, y sin maromas
apenas contrastar tu carena
podría el imperioso
mar?

En el cual puso muy sabiamente la nave por la república, la embestida y el


papel de las olas por las guerras civiles, el puerto por la paz y la concordia de
los ciudadanos. Y este género de alegoría, aunque sea común a todos los es-
critos, sin embargo es muy familiar a las Sagradas Letras. Pues aquellas usan
mucho de este género de figuras, y no evitan en él la oscuridad, que aconseja
Cicerón se evite, sino que la aumentan en cierta manera y así las sagradas ale-
gorías se acercan a veces casi a los enigmas. En este género ciertamente está
toda la letra de este cantar. Pues es una continuada alegoría de palabras, en la
que el esposo es puesto por Cristo, la esposa por la Iglesia, y por las partes y
fuerzas de la Iglesia se nombran miembros del cuerpo femenino, la cabeza,
los ojos, los pechos. Pero además se ha de advertir y se debe observar, como
fue observado por los que tratan hábilmente este género de alegoría, que en él
todas las cosas que se dicen convengan con una cosa semejante, esto es, con
la cosa usada para significar otra. La misma razón de la alegoría enseña que
esto ha de ser observado mucho en primer lugar15. La alegoría, como dice
Cicerón, se hace cuando tomada una cosa semejante, las palabras propias de
la misma se transfieren después a otra cosa. Después, se colige de aquello por
lo que es usado. Pues en la alegoría se busca que una cosa, cuya descripción
nos es más conocida, sea explicada más o quede con mayor deleite otra que
es semejante a ella pero menos conocida para nosotros, porque la semejanza
entre cosas diversas agrada a todos por naturaleza. Por lo cual, si la alegoría fue

15 De Oratore, lib. III.

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TRIMFM. 77
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Nttdttm remigto Utus
Etmaiusccler.:f<tuàu$^4fric9
*4ntermdic[}gtm4ntpcfmtfunfam
Vix durare ùtrin*
PofsintimpcwfliS

la quo nauim pro Republica,flu£tuum iadationes arque


viccs pro ciuilibus bellis,portum pro pacc,& ciuium eoa
cordia vcnuftifsimè pofuir. Arque hoc allegoria; genus,
ctficommunentfcriptisomnibus,tamen facriseft val4c
familiare literis.Plurimum cium ilke hocfigura:genere
vtuntur:necin eoobfcuritatemvitant,quarn vkandam
Cicero precipiti fedìllampotiùs arfe&ant quodammo-
do, itaque faerae allegoria: ad «nigmata interdü proprius
accedunr. In hoc certe genere tota huius carminis oratio
vcrfatur.Eft cnim perpetua quidam verborum allegoria,
inquafponfusproChriftoponitur, fponfa pro Ecclefìa,
p ro Ecciefiac autem partibus,atque viribus foeminei cor-
poris membra nominantur, caput, oculi,vbera. Sed eft
praeterea aduertendum,inhoc allegoria; gcnere^d &fer-
uari deberi,& ab ijstqui ipfum feitè tra&ant perpetuò Ter-
uatumefTe, vt omnia qua: dicuntur conueniant cumre
fimili,id cft,cum ca re qua: aiterius fignificandss caufa ad-
hibetur. Nam hoc feruandum effe primo ipfa omnino
docct allegorìa ratio. Allegoria cnim,vtait Cicero,effici Lth^de
turcumfumptarciìmiii, verba cius rei propria deinceps Oratore.
inaliamrem transferuntur. Deinde colligitur ex co fine
cuius gratia adhibeturJEtenim id in allegoria quacritur,
vt vnare,qua: nobisnotior cil deicribcnda, alia qua: cft
illifimilis,fedminus nota nobis aut magis explicerur,aut
certe maioricum delc&ationetradatur: quod fimilitudo
interres diuerfas peripecia natura ornnes deleftet.Quarc
ü hu-
78 CANTAR DE LOS CANTARES

escogida para demostrar con deleite con una cosa semejante otra (distinta), es
necesario que la cosa semejante sea puesta por nosotros así como es, como,
por ejemplo, si bajo la imagen de una nave se ha de significar algún asunto pú-
blico, habrá que decir lo que puede ser dicho con propiedad sobre la nave y lo
que va con ella, como vemos que hizo Horacio, Pues porque, oh nave, dijo,
añadió vientos y oleajes y puerto y remos y lo demás que pertenece a la nave-
gación. Pues de otra forma la alegoría no ilustrará lo que es oscuro, aportando
una cosa semejante, sino oscurecerá más bien y resultará semejante a un
monstruo, como:

Si quisiera un pintor unir una cerviz equina


a una cabeza humana, y adaptarle variedad de plumas
y miembros tomados de acá y de allá, por manera que lo que comenzó
en mujer hermosa acabara feamente en monstruoso pez16.

Y, como son los sueños del enfermo, que ni el pie ni la cabeza se conciertan
en una sola forma, así lo que salga de ello será absurdo y ridículo. Como si, por
ejemplo, alguien quisiera describir con la alegoría del cedro las dotes de ánima
y de cuerpo de algún hombre, y, sacando y nombrando al cedro, lo adornara
con velas y remos, después le diera popa y proa, y añadiera las demás cosas
propias de la nave, sin duda todos se reirían de él justamente como absurdo e
ignorante del escrito recto. Por último, consta esto mismo con ejemplo de to-
dos los escritores, y no diré ningún ejemplo de escritores profanos porque son
obvios; solo nombraré a los sagrados. Isaías en la alegoría de la viña, significan-
do las formas de la república de los judíos, dice lo que conviene a la naturaleza
y forma de la viña, dice: Tenía mi amado una viña en un fértil recuesto y la cavó,
la decantó 17 y la plantó de vides selectas, y edificó en medio de ella una torre, e
hizo en ella un lagar, esperando que le daría uvas, pero le dio agrazones. ¿Cuán-
tas

16 Horacio, Arte Poética, comienzo.


17 Isaías, 5, i-2.
78 IN CJPVT
fi iiuius rei caufaailegoria éxcogitat&eiE^t cu dele&atio-
ne vm re Cimili aliam demonftret,neceiìeeft vt res fimilis
qualis ipfa eft,talis inducatur ànobis^vtexefìapli grada, fi
fùb imagine nauis r.e&aliqua publicaiignificanda fit,ea di-
cenda erunt quae de nauipropri^ dici/poflunt> quaeque illi
conueniuntyvtHoratiuntfeciífe videmus. Narri quia, ò
nauis dixit,vexosVddiditt& flùdus,& portum &: remiges,
& reliquaquiad rsmiiauticarn pertinent. Aliter enim al-
légoria non iUuftrabitidquodobfcurum euyilatione rei
fimilisvfedohfcurabit potius,eritquequod ficefficictur.
moníkjffiíhríCjVt
J^manoca¡?mceruicemftftorec¡Mn4m
lu)j^evefìyelit,&'\'aria$ mducere plumas
Vndiq} coltatts membm^r turpker atrum
Definasin fifeemmulierformofufuperm;
Etqualia.segri fomnia.funt, vtnec pes, nec caput vnl
reddatur format, tale quod ex eo exiftct erit abfurdum^
arque, riidicülum. Vt ili, exemplicaufa,, quis vellet Ce-
drialtegoria viri alicuius còfpons, arque animi dotes
deímbere> éc. Cedrum inducens ac.nominans-, velisi
atque remis ornaret ipiam, timi eipuppimVac proram-
daret, ac caccerà fubiungeret v nauis qua; flintjeumfine:
dubio vtj abfurdum-, ac redi fermonis ignarum iure
omnes riderent. Poftremò idem conftat exempio feri-
ptorum omnium : ac de protanis fcriptoribus quod
obuia cxempla fint, nullum proferam, facros tantum no-
minabo,.Elaias allegoria vineze Reipublicae Iuda»orum
radones figniricans,ea dicit quaenatura;, Sonore vinea;
conueniunc, air. Vinea fa&a'èft: dileclò meo in cornu
Sfai, 5. „filio,ole.í, &:fepiuit eam, &: lapides -elegir ex illa, & plan*
tauit eam eleílam^ asidificauit tiirrim in medio eius, &;
torculàt extruxit in ea, &c expe&auk, vt faceret vuas, &¿
fecit labrufcas..Quid horum vinca; non conueniti ferit
m
79 CANTAR DE LOS CANTARES

de estas cosas no se refieren a la viña? Planta en el recuesto fértil, esto es, en


una colina sembrada de olivos, esto es, en un lugar muy apto para las viñas,
como decía aquél:

Baco ama las colinas.

Purifica el lugar para que las piedras no entorpezcan el fruto, lo cual perte-
nece al cultivo de las viñas. La rodea de un cercado, con el cual suelen fortale-
cerlas para seguridad de la viña. Construye en ella una torre y un lagar, esto es,
lugares oportunos para hacer y recoger la vendimia. Y lo que añade al final: Y
esperó que le daría uvas, pero le dio agrazones, con ello también obedece a la ale-
goría comenzada. Pues las vides cuando valen y se desarrollan dan uvas; cuan-
do degeneran y se asilvestran, dan agrazones. Ezequiel, en el cap. XXXI, con
alegoría del cedro, describiendo el poder y la fuerza del rey Asur, no dice nada
que no convenga propia y literalmente al cedro18: He aquí, dice, que Asur era
un cedro del Líbano de bello ramaje, frondoso y de sublime estatura, que mecía su
copa entre las nubes. En el Líbano, dice, pues las cumbres del monte Líbano es-
taban sembradas de cedros, y el cedro del Líbano aventajaba a todos los de-
más. Añade: Las aguas le hicieron crecer, el abismo le encumbró e hizo correr ríos
en torno al lugar en que estaba plantado. Pues también esto pertenece a la natu-
raleza de los árboles, pues las zonas regadas se desarrollan más. Por lo cual aña-
de: Por eso se encumbró sobre todos los árboles del campo, y se multiplicaron sus ra-
mas, y su fronda se extendió por la abundancia de las aguas, y porque suelen
anidar las avecillas en el árbol desplegado y lleno de hojas, también añade: Y
como extendiese su sombra anidaban en sus ramas todas las aves del cielo, y parían
bajo su copa todas las bestias del campo, y lo demás que sigue. El mismo bajo la
alegoría de la nave describe a Tiro y observa con exactitud estas leyes de la ale-
goría. Dice: Te construyeron con abetos de Sanir. Pues para la construcción de
naves el abeto es muy apto, de lo cual aquello del Poeta19:

Y el abeto verá los sucesos marinos.

18 Ezequiel, 3 1 , 3 .
19 Fray Luis llama «poeta» a Virgilio, y «lírico» a Horacio.

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T R IM V M T9
in comu filio okUd eit, in colle oliuetis confito, hoc ct%
toco vinctis maxime apto,vt enim ilie,
Bacchusamat colie$-
Purgat locum ne frucürl cationi lapides ofHciat : là quod
ad vitium culturam pertiner. Vallar fepimento,quo vi-
nca; tutandi caufa muniri folent Extruitìneaturrim,at-
que torcular, ideft, loca vindemias facienda?, &recon-
denda? opportuna. Dcniquequod vltimo addir. Et ex-
pe&auit vt facerct vuas, èc fecit labmfcas, in eo etìam in-
ftitutx allegoria feruit. Nam vites cum valent ac vi*
gent vuas ferun^cum degenerant, atqj fúuefcunt, ferunt
labiufeas Ezecliiel in tricefimo primo Cedri allegoria re-
gís AlTur vires 5¿potentiádefcribés?nihüit£dkit,quod
Cedro no proprie &:literatèconueniat. Ecce,inquitAf- ^^Sh
fur Cedrus in Libano pulcher r a m i s i fròdibus nemoro
fus, 3£ excelfus altitudine, & ínter condéfas fròdes eie uà- *
tu eft cacume eius.In Libano, inquit, nà* Libani mòtis ca-
cumina Cedris coiìta erant,& lìbanotica Cedrus exteris "
praeftabat omnibus. Addit, Aqua; enutrierüt illú, abyfíus
exaltauk üiü*í&;fluminaeius manabant in ckcuìturadica >
eius.Ha oc hoc ad natura arboru pertinet na qua? irrìgua;
funt,proueniut faelidùs.Quarefubijcit.Proptereà eft eie **
uataaltitudo eius fuper omnia Ugna regionis,& multipli- **
cata funt arbufta eius, &: eleuati funt rami eius pra» aquis *
m u l t i s i quonia in patula, & fròdibus piena arbore, aui- "
culxniduiariíoíét,eíiaadiecit,Cüqjextédiñet vmbram w
fua in ramìs eius fecerüt nidos omnia volatilia ceji,&; iub "
frondibus eius genuerut omnes beitias faltuum, & estera <*
qua; fequunturjdem nauis allegoria Tyrum deferibit, $c
iftas allegoria: legescxa&ifsimè feruat.Ait.Àbietibusde tx,u
Sanir extruxerunt te. Etenim nauibus sedificandis abies
eft aptifsima. ex quo illud Poeta;.
.-&abìes cafmyifura marims*
""" ' " " '" Addit
80 CANTAR DE LOS CA NT A RES

Añade: Trajeron cedro del Líbano para hacerse un mástil. Pues es muy alarga-
do el cedro que crece en el Líbano. Continúa: Encinas de Basàn desbastaron pa-
ra sus remos. Aptamente según la naturaleza estas cosas. Los remos deben ha-
cerse de materia más dura, como es la encina, para que impulsada por ella la
nave corte las olas. Y tus bancos remeros se hicieron de ébano índico; y el lugar de
mando, de las islas de Italia; lino variado fue tejido para ti de Egipto en forma de
velo para que fuese puesto en el mástil; jacinto y púrpura de las islas Elisa fueron
tu cubierta. Los habitantes de Sidón y Arvad fueron tus remeros20, pero no hay
ningún ejemplo más ilustre de esta observación que digo, que aquél que pone
el mismo profeta21. Pues para demostrar con cuánto amor había amado Dios
a la república de los judíos y qué mal agradecimiento le había devuelto, pone
a una doncella, a la que como los suyos hubiesen abandonado, otro la cuidó y
la hizo mujer casadera y finalmente casó con ella, cuya fidelidad la misma
doncella rompió después vulgarizando el cuerpo; y así, con esta alegoría des-
cribe los hechos impíos de la sinagoga, pero tan artificiosamente que no deja
de tomarlo todo de la naturaleza y costumbre de la cosa semejante que toma22:
A tu nacimiento, dice, el día que naciste, nadie te cortó el ombligo, no fuiste la-
vada en el agua, no fuiste fotada con salni fajada; nadie hubo que pusiera en ti
sus ojos para hacerte algo de esto, compadecido de ti, sino que con horror fuiste ti-
rada al campo. Las cuales cosas ciertamente suceden a los niños que sus pa-
dres desechan y exponen. Y continúa: Pasando cerca de ti, te vi sucia en tu san-
gre, y te dije estando tú en tu sangre: vive, y te hiciste grande. Con lo cual significa

20 Ez. 27, 5-6. Fray Luis, no pone la procedencia de la cita, dando la impresión de continuidad con
la anterior.
21 Ez. 16, 4.
22 Ibidem.
8o / N C A P VT
Aéáit. Cedrumde Libano tulerunt,vtfaccrentfibima-
lum.Nam eft maxime proceraCedrus,quae prouenitin
Libano. Pergit. QujrrcusdeBafandoIauerunt ín remos
tuos.Aptè fcilicet adipfarumnaturam rerum, Mam remi
è materia durio ri qualis quercus eft fieri debent, quod ijs
« propuiranauisfiuàusfecerJìtttanftratuafecerunt fibiè
»» ehore Indico j6¿praítoriola<leinfulisItaliaí;Byflus varia
» deAEgypto tcxta eftxibi in velüvt poneretur in malo:
i» hyancinthus &£ purpura de infu lis EÍifa,fa£i:a íuntoperi-
» métum tuü. Habitatores Sidonij &c Aradij fuerunt remi*
»> ges tui,fed nullum eft huiüs,quam dico,obíeruationis ilT
luftrius exempium co, quod in.capite decimo fextopq-
nit idempropheta. Namdemonftraturus quanto amo-
re Deus profequurus fuciit íudíeorum Rempublicam
quamqueipía vicifsim makmipíigratiam retulerit pud-
lam inducir infantcm, quarn cum fui expofuifíentalius
quídam foiut,&: víque ad nubilem auatem eduxit,ac tan-
dem duxit vxorcm.cui ipía puella coniugi j fidem vulgato
corpore poílea fregit : naque huius allegoria, Synagoga:
defcribit facta impía, ita tamen artificiofè vt-mhil non du
c
Eu. i6. ^t è rei ílmilís quam fumix natura atque more.Quando
» nata,inquit,es,indieortüstui non eftpr^cüTus vmbilicus
» tuus. &¿ aqua nò es Iota, neqs Tale ¿alita, nec inuoluta pan-
»> nis ; non p-epercitiuper teocuius vt faceret tibi vnum de
» his mifertus tui, fed proie&a es fuperfaciem terrae. Quae
certèomnia ijs infantibus accid unt, quos íui parétes abi)
» ciunt,atqueexponunt.Etpeigit. Tranílensautemperte,
» vidi te conculcan in ianguineíuo,&:dixitibicumeílesin
» fanguine tuo;viuc,8¿ grandis efFeclaes.Qupílgnifícatfe,
pro eo quodaccidere foler cum abic&amiliam infantcm
d¿ omniope deftitutam vidiíTet, pietatecommotum nu-
triendam fufeepifie, nutriuiíTeque tam diu,quoad perue-
jút ad astatcm nubiiem.quainaetate,quiafoeniina;pube-
. feunt,
81 CA NTAR DE LOS CA NT ARES

que él, corno suele suceder al ver a una criatura tirada y privada de toda espe-
ranza, conmovido por la piedad la tomó para alimentarla y la alimentó hasta
que llegó a edad casadera, en la cual edad, porque la mujeres se desarrollan y
comienzan a hincharse sus pechos, y aman la elegancia y desean juntarse con
hombres, para imitarlo también, añade: Y llegaste a la flor de la juventud, y te
crecieron los pechos y te salió el pelo, y era tu tiempo el tiempo del amor, me ligué a
ti con juramento y hice alianza contigo, y fuiste para mí20. Y así, se casó con ella.
Y porque los que se casan quieren a las mujeres adornadas y ricas, y por ello les
dan oro y vestidos para su adorno, por eso para continuar la alegoría, también
lo expresó añadiendo: Y te lavé con agua, y te ungí con óleo, y te vestí de recama-
do, y te calcé con jacinto, y te ceñí con lino, y te vestí de seda, y te atavié con ador-
no, y puse pulseras en tus brazos, y collar en tu cuello, y anillo en tus narices, y
zarcillos en tus orejas, y espléndida diadema en tu cabeza. Y teniendo confianza
en tu hermosura fornicaste en tu nombre, y ofreciste tu desnudez a todo el que pa-
saba. Pues violada la fe se vuelve a las costumbres de ramera. Pues las rameras,
como era costumbre de las gentes de su tiempo, residían en un tugurio o ca-
bana construida fuera de la ciudad y junto a los caminos. Por lo cual añade: Y
tomando tus vestidos te edificaste un lupanar, y te hiciste un prostíbulo en todas
las plazas, edificaste el signo de tu prostitución en todo comienzo de camino e hi-
ciste abominable tu decoro, y dividiste tus pies entre todo lo que pasaba. Todo lo
cual ciertamente se deduce de lo que sucede a los que hacen negocio con el
cuerpo. Finalmente, el mismo Cristo, en las parábolas que usa, observa lo mis-
mo de modo que lo diga todo muy acomodado a las personas y cosas de que
constan las parábolas. Pues aquellas parábolas se han de referir a este género de
alegoría, del cual tratamos. Aparece en la parábola de la viña, de las diez vírge-
nes, del convite y los invitados, de la semilla arrojada en tierra. En fin, en
todas las parábolas. Por lo cual quede fijo esto en la alegoría de las palabras, que

23 La cita está tomada omitiendo palabras por economía, sin indicarlo en el texto

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<P RI M V M. 81
fcunt,& tumereincipiunt cisvbera,& mundicias amant»
¿¿congrcdicumvirisappetunt,. idvcctiam imitaretur,
aducir. Etpeiuetitftiadmunduntraulicbrem,vbcra tua »
jntumuerunt, &pilus tuusgermiiiauit, & ecce rempds »
tuum tempus amantium ¡ & iurauirábi, èc ingreíTusfum
pa&um tecum)&£icì;aesrnihk Itaqueeam matrimonio ^
copuiauitfibi.Ec quoniamqui vxoresducunt, eascom-
ptas, & lautas volnnt : autumqueobeam rem acque ve*
ftes,qui fc ornent HMs triburmt, kieircò vt allegoria: ferut
retjd ctiamexprefsir fubijciem.Etiauiteaqua^Sd vnxi te „
oleo,&: veftiui eedifcoloribus,3£caLceauÌte hyacimho, „
&cinxi tebyíro^&induitcfabtüibu^^iSiorriauiteotna- n
mento • & dcdiacmillas in manibus tttís,&¿o«qpcm- ck „
ca collutti tuuaL»& dedi inaurern fuper os mur%& circu „
los in auribus tuis % oc coronam decoris in capitetuo. Et „
habensfiduciaminpukhritudine tuafornkataesinno- „
mine tuo,& expofuiftiíprnicationem tuam omni tranf n
euntuNamfideviolata ad artes nierctricias fé conuertit.
Meretrices autem, vt mosetat iliius astatis hominum,
tugurtolo, aut tabeinacuJoconftmdo extra vrbem, oc
iuxta vias reiìdebant.Quareaddit Etfumens de veftimen »,
tis tuis aidìrkaiìi tibi lupanar, & fediti tibi proftibulum „
in cundís platsts^adomne caput viaìa?dìrlcaftifjgnum ,»
proftitutionis tuae,&; abominabiiem feci iti decorem tufi, „
fi¿diuififti pedes tuos omni traníeunri,Qua: cene vniuer „
fa exeoducunturquodijs accidie > qusecorpore quavílü
faciunt.DenìqueGbyriftus ipfcin ijs parabotis quìbus vri-
'tur,idem omninò Í£ruat,v,taáeas-fiuepcríbnas, fiue res»
quibus parabola; conMtjOmniaácconiodatifiiirriedicat.
Nam illa: parabola? ad hoc allcgorise,de quo animus ? gè*
nus funt referendar,id pater in-parabola de. vincaie dece
virgtnibus,de conuiuio oc. imiitatfe, de ornine in terram
ia&o.Denique in parabolis omnibus, Quarehoc mancar
* F fixum
82 CANTAR DE LOS CANTARES

las palabras que son propias de la cosa semejante, siempre son dichas de la co-
sa semejante que se toma, y que de ella se traslada a otra. En tal convenci-
miento, diré con orden en diversos capítulos, y el primero es éste, mi pensa-
miento sobre la cuestión propuesta.

I. Las personas puestas en este cantar y bajo las cuales hablan Cristo y la
Iglesia hablan como conviene que hablen, esto es, como suelen hablar los que
se aman entre sí. Pues, primero, este cantar, como antes fue demostrado; se
basa todo en una alegoría, al recordar bajo la persona del hombre y la mujer
los amores de Cristo y la Iglesia. Pero en este género de alegoría, exigiéndolo y
pidiéndolo la forma sin cuya razón fue hecha, y apoyándolo la costumbre con-
tinuada de las Sagradas Letras, lo que se dice se acomoda a las personas, que
aparecen externamente. Así, pues, lo que se dice aquí, debe sacarse todo de la
persona puesta, esto es, de la naturaleza y manera de la persona amatoria. Ade-
más, aquí se recuerdan besos, se narran suspiros, se refieren sospechas, se expo-
nen los deseos de los amantes que desean estar juntos, se escriben alabanzas
con las que mutuamente se celebran, se recitan invitaciones, caricias, quejas; y
en ello se consume casi todo el discurso de este cantar. Y todas estas cosas pue-
den ser sacada del amor corporal y sin duda son como las que suceden a los
que se aman mutuamente. Así, pues, aunque afirmaremos que en este libro
hay algo, que se aparta de la costumbre habida de los amantes, sin embargo
por eso no se ha de tomar una decisión sobre este cantar, cuando conste que
su mayor parte conviene aptamente con la naturaleza y costumbre. Pues siem-
pre toda cosa es llamada por lo que contiene en mayor medida y se extiende
más largamente. Y ciertamente los que opinan lo contrario, lo opinan porque
uno o dos lugares de este cantar, bastante según su parecer, discrepa de lo que
suele ser costumbre, y de una mínima parte juzgan toda la cosa, lo cual es
muy injusta concepción. Pues si quieren concederse el que lo que toman por
A
Si. / N £ P V T
fixumin vcrboTum allegoria,^ verba^qua; reiilmilis prò
pria funt,de re limili quse fumieur femper dici, & ex ea ad
aliamtraDsferri.Qnibusiìcconilitutis, quid ipfedepro-
politaqaxftione fentiam » ordine dicamper qusedam,
diftin&a capitaTquorum primum hoc eft.
Peribnxin hoc Carmine mdu¿tse,&;ÍLib quib* loquunt
Ecclefia,atq; Chriflus;fkIoquütu« vti ipfas perfonas io-
quidecetjidef^fkut quiinteríeamát,loquifoÍet a Náprir
mò hoccarme,vtruprademÓ£lratñ eOvtotü cóftat allego
m,dü íub per fona viri aciceminx Chriiìi,atque Eccleiìs
amores commemorar. Sed in hoc allegori#gencre,ratk>
neehis id exigéte,& fine cui9 caufain(Titurucit,poftulate:
S¿c5raetudinef4crarúhterarururTragáteperpetua,quid-
quid dicitur,ijsgfonis accomodarur,quae externé induca
t ur. I gicur &c q> hic dicitur,id omne duci debet,ex indu£tx
gfonaCiideft ex gfonoe amatori» rationeatqj natura.Prjì-
rereájhiccómcmoráturofculajenarraturfuípiriajreferüt
íufpiciones:defideriaamantiü inuicé cógredi cupientiu
cxponümrjaudes fcribütu^quib* fe mutuò celebrát,inui
tationeSjbiáditia;, querimoniac recitàtunà;ineohuí*car
minis orario fere totacófumitur.Atquihaec e corporeo
amore omnia ducipofsut,ac fine dubio taha funtjqualia,
qua;ijs,qui mutuò amát, eucniut. Igit etiì darem^in hoc
libello ineJüfe aliquid,quod a more, &c còfuetudine aman
tium recederetjtamcexeoftatuendunò eflet de iíto car-
mine: quado conftat eiuspìeraq* aptifsimè cóuenirc cu
natura atq; more.Semper enim ex eo quod máximas par
tes cÒrÌnctJatifsimèq>funditur,totares appellata quide
qui cotra Tentiut,id fentiut quia vnus,aut alterhur 9 carmi
nis locus,nónihil vtipfis videtur,difcrcpar,ab ep quod fie
ri more ibìet,& è minima parte de tota re iudicar, quo ni-
hil fingi poecft inìuftius.Na il id Ììbi cócedi volur, vt quod
ex vno loco,paucisvclbds argumentumducunt,id vaii-
duni
83 CA NTAR D E LOS CA NT ARES

argumento de uno o de pocos lugares, ello sea válido y firme, ¿por qué no con-
ceden que son argumentos más válidos y más dignos los que nosotros sacamos
de la totalidad del asunto? Y si para el argumento es que estas cosas no cuadran
al amor corporal, porque una mínima parte de ellas no cuadra, se puede res-
ponder aptamente al argumento que la mayor parte responde aptamente.

Consta que bajo la imagen de dos amantes se expresa en este cantar el amor
de Cristo con la Iglesia; consta que la Iglesia aparece bajo la persona de una
mujer amante; consta que a esa persona femenina se le atribuyen miembros del
cuerpo femenino, ojos, mejillas, pechos, muslos. Así, pues, ¿no será verosímil
atribuir a los miembros que le convienen lo referente al aspecto y composición
de los mismos? Que, como trae la condición y naturaleza de la Iglesia como la
persona de una mujer, y como los miembros del cuerpo femenino hacen alu-
sión a las partes de la Iglesia, semejantes a aquellos, del mismo modo la figura
y confirmación de los miembros declare la excelencia y perfección de aquellas
partes de la Iglesia, de que aquellos miembros son imagen. Y si al nombrar los
miembros del cuerpo, Dios lo refiere todo a la naturaleza del cuerpo femenino,
nombrando los miembros que por naturaleza están en el cuerpo femenino,
¿por qué en su descripción y alabanza se apartará de la naturaleza y de la forma
del recto discurso? Y si atribuye a la Iglesia pechos, para conservar el decoro y
la imagen de la persona que propuso, ¿por qué añade tales pechos, cuales ni la
costumbre permite ni la naturaleza de las cosas soporta? Enfin,lo que ya mu-
chas veces digo, Dios en las personas de los amantes actúa para declarar los
amores de Cristo y la Iglesia. Pues si no actuara, no pondría a personas aman-
tes, hombre y mujer, sino tomaría otras cosas semejantes. Así, pues, si actúa
por estas personas y las saca así, se sigue que las tales son sacadas por él, como
suelen ser los que se aman entre sí. Pues de otra manera sería muy absurdo, que
sacara a personas amantes para significar sus amores bajo la imagen de ellas, y
al mismo tiempo las fingiera y formara, no como la imagen que presentan dos
que se aman, sino como dos monstruos que se alejan mucho de toda naturaleza.

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FRI MVM. i\
dum íit,6¿ ftrmum,cur non concedát potiora illa^fíc, Se
validioraargumentíbqqas nos ex rotare ducii»usÌEt il ar-
guméto eft ina non quadrareki corporeü amòreaa, quia
pars eùru minima nò quadrar, fit argumetq apre refpon-
dere,quia pars maxima aptè refpondet. Conftat Tubimi
gineduorü amantiü Chriftiamorem cüEcclefiain hoe
carmine exprimi; conftat E cele fia mb perfona amatricis
fcemina? inducixóítat ei per Cop% fceminee/oeminei cor-
porismcbratribuijOculoSjgemSjVbera/oemorarQuíigí^
íit veroíimiie eis mébris nò ca tribuí, quíe ipfa decét q? ad
ipíbrü cópoGtione>&; fpecieattinetívt fientpronafoemi-
na?,*conditionéEcclcíi£e,&; natura refert;S¿ñcutfoeminei
corporis membra, partes Ecclefísereferunr, eis membris
perfimiies,eodé modo eorüdemmébroru figura, &¿ con-
íirmat¿o,earúpartiúEcclefix,quaruipfamébra imagines
funt, excellcntiá,&abiblutionS deckret. Etfimmébris
corporis nominádis cunda Deus ad fceminei referí natu
ya. corporis, eafcilicet nominas qua? natura corporifos-
mineo mebra infunticur in eifde defcribédis,atq; Iau dan-
dis à natura, Sfarceli fermonisrationerecedetíÉtfi Ec-
elcfias tribuit vbera,vt perfong qua induxit,decorü 6¿ ima
gínéferuet,eura£ñngateiufmodi vbera, qualia nee mos
patitur.nec natura reTñeffepermÍttir?Deniq5,quodfaepe
jadico,Dcusijs amantiü períonis idagir,vt Chriíii,&: Ec-
clefia: amores declaret.Ná ni id ageret,nó amatorias viri,
& fremi nx per foñas induceret/edíumeret alias res fimi-
lesjgitur ftper aasperfonas id agit,eoq> eas inducit.fequi
tur tales induci ab ipfo,quaies qui inter fe amar, eíTe íblét,
Aiiter enira res abfurdifsima effíceretür, vt idé amatorias
perfonas indueeret ad fuos in earum imaginern fignifican
dos amores;idem iiias ita forrmret acfingerer,n© vt duo-
rum qui inter feamarent fpeciem psx feferrent, íed vt
duo naonÜraplañe efíent ab omni natura abhorrentia,
E ^ Deus
84 CANTAR DE LOS CANTARES

IL Dios en este cantar declara su amor con ia Iglesia bajo la alegoría de los
amores humanos, para que por lo que no es conocido, conozcamos más fácil-
mente el camino desconocido por nosotros del amor divino.

Esto, lo primero, se sigue de lo inmediatamente anterior. Pues si Dios atri-


buyó a estas personas acciones, como las que mostramos, y les da las palabras
que convienen a su naturaleza y costumbre, aunque estas personas son aman-
tes, como consta, con las cosas que ciertamente suceden a los amantes, esto es,
con lo que es propio del amor corporal, Dios describe los amores celestiales.
Además, esto mismo se confirma con este argumento. Dios se propuso hablar
alegóricamente en este cantar de los divinos amores de Cristo, y toma para ello
una cosa semejante, y no pudo tomar ninguna más semejante o más conocida
para nosotros, que las personas de los que se aman verdadera y ardientemente
entre sí. Así, pues, la figura del amor humano aquí ha sido tomada para decla-
rar el amor divino. Más. Si algo obstara, sería ciertamente que no convenía a
Dios que, para explicar sus amores, buscara semejanzas en los nuestros. Pero
ello mínimamente desacuerda. Si es decoroso a Dios ser amante como el hom-
bre y poner también en escena a la Iglesia como mujer amante, como aparece
en este cantar, y si no teme ser llamado esposo y llamarla a ella esposa, ¿por
qué temará hablar a la forma de la persona asumida, esto es, hacer el papel que
tomó y, como se dice, servir a la escena? Si la persona es decorosa, los acciden-
tes propios de la persona no pueden ser indecorosos. Pero pregunto, ¿se escri-
ben propia o figuradamente los amores divinos, que se escriben en este libro?
Consta que no propiamente, luego figuradamente. Pero las palabras figuradas
significan propiamente las cosas que son semejantes, esto es, aquellas de las
que se toma la semejanza, y las palabras de este cantar significan con propie-
dad los amores corporales; así, pues, de estos amores se toma la semejanza pa-
ra significar los divinos. ¿Qué? ¿Acaso los hebreos no apartaban a los jóvenes de
la lectura de este libro, y no admitían a su audición más que a los mayores de
84 IN CA T V T
Deus in hoc «armine amore futura erga EcclcfiS allégoria
amorüíhuirunorüdeclaratj^ex i js^use Jiobis. nota funty
diuini amoris nobis ignotam vimfaciiiu* perfpiciamtis.
Hoc prirmim fequiturè proxime fuperiorì. Namfi
hìs perfonis eas Deus adiones,vtisdocuiaius,tribiiit,6£ ea
verba dat,quseipfis more, naturàque conueniunt;ctfí ha&
pcricm# amatori* fùnt,vti conila!,ijscciteluse amanti*
bùsactidut^ooéi^ijs^ue corporei amoris pi oprìa funr,
caberles deicribit amores Deus ^Prsetereà idem ipfum i irò
argumento cohfidtur.Própofitumeft DeodiuinosChri
ili amoresihoc carmine aìlegoricè dicere A m i t ergo ad
idaliam remfimìlem:at nuilam potuit remfumere,aut fi>
miliorem.aut notiore nobiS,quameomm,qui inter fé 've
rifsimè&ardenufsii^amarent periònas. ìguur amoris
hümaniípeciesliicfümpra eft ad diuinñ decìaiandu" amo-
ré.AdKa;e,5i quid obílaret,id.certe f iTct, dedecere Deü,
vtádfUos explicandos amores petat íimiíirudines àno-
fbrts amoiibus. AiIdminimèipium dedecct.Nam fi Dco
índecorum noneítferaoquam homi&em amantem,&:
Ecclefiamitemtanquatnamatncem fomiinamin feena
inferre,vtíeinhoccacmineiafert: fique fe fponfiuti dici,
& iHam nominan fponiàmrio timer,cur rcforimdet pro
rationea£ìmipta:peribna; ioquaihoceíl, agerc perfonam
quám f u m i t i vt xltcitur fcenatferuireiNàii perfona non
dcdecetya£eidentia perfon^propdaindecoraeiìe nò pof-
funt.Se.dqu£ro,diuiniamores qui in hocfcùbutur libro,
vrrùmfctibantiirpropriè,an trariflatèfComlar non pro*
pnè,rranfl&tè ighur.Attranflata vcrbaica proprie iìgn fi-
ca^ qu3^u^iiiiafunt,ideit,è quibus fiosilitudo tràsfenur,
&huius Cantici veiba corpóreos amores proprie %rii-
ficartr,igiturab hisairioribusducitnrfifnüitudo ad figtu-
ficandos diuuios. Quid? nonneHebxanaìbhuius libri le-
ccone iuüenesarcent^Kc vilum nifi quadragenario ma*
io rem
85 CA NTAR DÉLOS CANTARES

cuarenta años? ¿Acaso también nuestros Gregorio Romano y Niseno no acon-


sejan que en su lectura se aparte uno del sentido que tienen las palabras, y di-
rija la mente a cosas más sublimes? ¿Por qué esto, pregunto? ¿si no es porque la
imagen del amor corporal es tomada para declarar el amor divino? ¿Si no es
porque en este libro nada se dice que no se saque de lo que sucede en los amo-
res humanos? ¿SÍ no es porque dice llanamente lo que vemos pasa y se dice en
el amor de los cuerpos? En fin, eso mismo afirman los antiguos padres. Dioni-
sio, en la epístola antes citada, dice así de este cantar: "y aquellos amores cor-
porales y rameros en abundancia de los Cantares". Gregorio Niseno en la ora-
ción segunda: "para demostración de esta doctrina construye cierta imagen de
las cosas que son más placenteras y suaves en la vida, imagen y suntuosidad
nupcial". Y de nuevo en la oración tercera: "y por esa causa, lo que en las cosas
que se hacen con placer, es muy vehemente, me refiero al afecto del amor, ello
en la exposición de su doctrina lo puso alegóricamente, para que de ello apren-
diéramos que convenía, que el ánima dirigida hacia la hermosura no alcanzada
de la divina naturaleza, la ame tanto cuanto el cuerpo suele amar lo que le es
conocido y afín, y traslade lo que es perjudicial para la pasión a lo que está libre

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PRIMVM. 8$
Íoremadcumaudiendütnadmittunt? nonne etiam no-
ftri Romanus OC Niiènus Gregorij le&oresmonent,vt
cumlegunt,abeo quod verba prse feferunt fenfumauo-
cent,6¿ mente ad fublimiora conuertant.?cur quaefo hoc?
nifi quia amoris corporei imago fumitur ad diuinum de-
clarandum amorem ? nifi quia nihii in hoc libro dici-
tur, quod non ex eo ducatur, quod accidit in humanis
amoribus? nifi quia ea piane dicit,qü# in amore corporu
dici acfierividemus.Deniqi idé ipfum veteres patres affir f
mat. Dionyilus in fupra citata Epiftola,de hoc Càtico ita.
^"¡W^a? A<T£ixT<àv 7rcc<rv'\4V$ ^ ¿ traipimxs TtcKvTrcSeiCKTì i d e f t s ò £
illas Canticorum corpóreas, 6c meretricias affe&iones
multíplices . Gregorius Nifcnus in oratione fecunda.
tino va riva 7«V tiara "J®? fii°v *l<PiWìiiS Tt¡v ^¿cv Joy¿tar w ^ovTQV K « -
*]ain&vììv ríxfwpáftiycs$ v </"e «xeop yay,wi ns t'erri ifttxcrxívvi i d e d , '*
imaginem quandam eorum quse in vna fuauia, &c volu- "
ptuaria funt,adhuius do&rinse demonftrationem moli- *"
tur. imago autem illa nuptialis eft apparatus. Et rurfus u
i n o r a t i o n e t e t ú z , ^ TCVTCVx<x$,vl0 <r<poc/lfoùrctlov~l®v
K<*G' n<?ovw "
avícyovfiívoy9\íya <f*t ~¡o ìpcùTixoy 7ra$o$ 3 T>JS TCSV J*oy{tarM v. ¡pnyt}' **
<rtcùS cdviyfíccjtíKpuís 7TQCíffri](TcÍ¡c, ¡va <fta ^ovrs ¿¿a$a>¿ttv ori %gn r»v «
*kvxw nocino oTtùaffircv rí¡s vetas cpvvías xitM.cs tyarivílcvtrav~lo- »
crevroy toav imvovsccroy t^i 1° Wf** T}iv o^tAW "np°$l° crvyyfcftS H&I n
BfiOfvKov ftírívtyxovcrxy eì$ àn^ay ^a 7T¿)-o$, i d c f t , ó ¿ e a d e c a u
fa quod in ijs , qua: cum voluptate fìunt, eft vehemen-
tifsÌmum,afTe&ionem amoris dico, id expoíkioni do-
ctrina: fuaeprartulitallegoricè,vt ex eodifeeremusopor-
tere,vtanima in dhúna: natura: inacceftàm intenta pul-
chrirudinem,eam tantum amet,quantum corpus erga id
quod affiae ipil &; cognatum eft, affici folet:transferatq;
quod pafsioniobnoxium eft, adid quodpafsioniseftex-
p e r s . E t p a u l ò Infra, rlyàp avytvotro'Jovrcv 7rapaJi<>ltiiTipoviìi"l0
dvjc Tramai rt¡v cpv<nv~l®v <VW xffcS^arav xctQap<rioV){Pta?¡ó>v vc¿ulo¿tt-

F j ideft,
86 CANTAR DE LOS CANTARES

de pasión". Y poco después: "¿qué pudo hacerse contra la opinión más que ha-
cer que la naturaleza se purifique de sus pasiones con las mismas palabras con
las que enseña y educa la apatía, las cuales parecen echar fuera afectos y per-
turbaciones?"24. Orígenes en su. primera homilía: "Este libro teniendo forma de
epitalamio es escrito a manera de drama. Drama es cuando son introducidas
ciertas personas que hablan, y unas a veces entran, otras salen o vuelven y así
se desarrolla todo con cambios de personas. Así, pues, ésta es la forma de todo
el libro, y según ésta, en lo que podamos, será adaptada por nosotros Ja expo-
sición histórica, y la inteligencia espiritual, como señalamos en el prefacio, la
pondremos de la Iglesia a Cristo bajo el título de esposo y esposa". Y añade:
"Es introducida, pues, ahora a manera de historia cierta esposa, que tomó de
un esposo nobilísimo unos regalos muy dignísimos a título de dote y de es-
ponsales, pero que se retardaba mucho tiempo, que ella amaba con ansiado
amor, y que sufría permaneciendo en su casa". El escritor antiquísimo Pselo,
alguno de cuyos fragmentos recogió Teodoreto en su libro, dice que el Cantar
de los Cantares, de forma elegante y bajo la figura e imagen de nupcias, relata
la perfección del ánima humana. Dice bajo la figura e imagen de nupcias, pe-
ro las nupcias pertenecen a los amores corporales y de ellos consta. Gregorio
Romano: "Por esto es, dice, que en este libro se ponen palabras de amor casi
corporal, para que el ánima, reanimada por el cuerpo con los discursos de su
costumbre, se caliente de nuevo y, por las palabras del amor inferior, sea exci-
tada al amor superior. Se nombran en este libro besos, se nombran pechos, se
nombran mejillas, se nombran muslos, con las cuales palabras no se ha de
burlar la Sagrada Escritura, sino considerar más la misericordia de Dios que,
al nombrar los miembros del cuerpo, nos llama así al amor, y que, para elevar
nuestro corazón a la búsqueda del amor sagrado, desciende hasta las palabras
de nuestro amor. Pero de donde se humilla al hablar, de ahí se con el

24 Se añade el texto griego a las tres citas anteriores de Gregorio Nìseno.


%6 IN £ A P Vf
* ideft, Quid caini magis p ráster opinione fieri potimi qui:
* efficcre,vtàfuÌspafsionibus natura fé,eisipfis mundaret,
» dumijsverbi$,quxaffe&us,&perturbationesebuiÌire vi
» dcntur,docet, ¿ inftituit apathiam. Orígenes prima Ho-
* milia. Libellus hic epkhalami) habens fpecient in mo-
» dum drammatis confcribitur. Dramma autem eft>vbi
w certae pcrfonas introducuntur, quaeloquuntur, &c aliai m-
m tcrdum fuperucniunt, alias recedunt, aut accedunt, & fic
•i totum in mutationibas agitur perfonarum.H^c igitur eft
» torius libelli fpecies, Oc fecunda hanc pro viribus hiftori-
» caà nobis aptabiturcxpofitio,ipirituatis autem inteilige-
» tia,ilcut in praefatione iignauimus de Ecclcfia ad Chriftü
« fub fponfi,3¿fponfa: titulo.Et fubdit. Introducine ergo
„ nuncperhiítorix ipeciem iponfa q u i d a m , qua: fufcepit
* quidam fponfalioru &dotis titulo dignifsima muñera,
M ab iponfonobiHfsimOjfed plurimo tempore moramfa-
„ cíente iponiò,foIicitari cani desiderio amoris fui,&: con-
„ fici iacentemdomiru^PiellusfcriptorperantiqLiuSjCU-
n ius libri fragmenta quaedamin fuum librumTheodore-
u tusretulit. Camicum, inquitjCanticorum, quod elegan-
m ter admodum,&: fub fpecie,ac figura quadam-nuptia-
v rumtradìt humana; animaeperfe&ionem. Sub figura in-
n quir,&: ipecie nuptiarum.at nuptias ad corpóreos amores
pertínent,eifque conftant. Grcgorius Romanus,Hinc
eft,ait,quod in hoc libello amoris quali corporei verba
ponutur,vt à corpore anima per ferrnones confuetudinis
iuae refricata recalefcat, & per verba amoris, qui infra eft,
excitetur ad amore qui fupra eft.Nominàtur enim in hoc
libello ofcula, nominàturvbcra, nominatur gena?, nomi-
naturfcemora, in quibus verbis no irrideda eft facra Seri-
w
ptura,fedampliusDeÌmifericordiaconfidcrada, qui du
' mebra corporis nominai,fíenos ad amore vocat : quiqj,
" vt cor nofimm ad irmeftigationem facri amoris accen-
dere^
87 CANTAR DE LOS CANTARES

entendimiento, porque de los discursos de este amor aprendemos con qué vir-
tud seamos excitados en el amor de la divinidad". Bernardo^: "Si la cuestión
es de esposos carnales y de sus amores, como parece haber cantado la aparien-
cia literal"; y:26 "Nosotros en la exposición del coloquio místico andando cau-
ta y simplemente tomemos las costumbre de la Escritura, la cual habla con
nuestras palabras la sabiduría escondida en el misterio, modela a Dios con
nuestros afectos y lo insinúa con semejanzas conocidas de cosas sensibles"; y:27
"Esta letra degustada sabe a carne, pero lo que en ella está encubierto es del. Es-
píritu Santo".
Lo mismo afirma la Glosa que es llamada ordinaria. Lo mismo Nicolás de
Lira, lo mismo otros seiscientos.

III. Dios en este cantar, aunque declara bajo la alegoría del amor corporal
su amor a la Iglesia, sin embargo no la toma del amor lascivo , sino del hones-
to y púdico, cual es el de los cónyuges.
Y así, digo que Dios, aunque tome semejanzas del amor corpóreo para ex-
presar su amor y aunque use de las palabras que suelen usar los que se aman
entre sí y aunque traslade a su amor lo que pasa en el nuestro, sin embargo
nunca toma semejanza en este libro de alguna cosa lasciva y torpe, de las que
muchas veces suceden en el amor impúdico; en ninguna ocasión usa una pa-
labra que significa algo torpe, en ninguna parte refiere algo de amor que esté
unido con la torpeza y la lascivia, sino que de lo que sucede en el amor sólo
toma aquello con lo que se signifique aquel amor grande y ardiente pero pú-
dico. También esto se deduce de que decir cosas impúdicas o poner en el dis-
curso algo de ellas, aunque se ponga para significar otra cosa, sin embargo pa-
rece ser ajeno no sólo de lo que conviene a la Sagrada Escritura sino también

25 Homilía 75 a los Cantares.


26 Homilía 74.
27 Homilía 73.

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P R I MV M. 87
dcr£t,vfquc ad amoris noftri verba deícendit. Sed vnde „
féloquendohumiìiat,inde fe intelle£tu exaltat,quia ex fer „
monibus huius amoris difrimus, qua virtute in diuinita- „
jis amore ferueamus.Bernardus in Cantica, Side carnali- Bcrná.ho
bus íponíIs,&eorum amoribus quseftio eli, iìcutliteralis mtl. 75./»
fuperficies praelufiife videtur.Et Homilía L x x 1111. Nos in Canaca.
expoiìtione rnyftici eloqui) cautè,&: iìmplicìter ambulan n
tes geramus morem Scnptur¿e,quai norlris verbis fapien
tlam in myfterio abfconditam loqukur,noftris affe&ibus )3
Deumfigurar,S¿ inímuat notis rerum fenfibilium iìmili-
tudinibus Jìt in Hornilla L XX I I I. HXC litera guftata car- 3
nemíapit,fedenimquodineate&üeí1:dc Spirita fan£k>
eft.Idem GioíTa affirmat,quae ordinaria voeatur, ídem Ni
colaus LyranuSjidem ali) fexcenti.
Deus in hoc carmine, ctíl amoris corporei allegorìa IH.
fuumergaEccleíiamamoremdeclarar,tamen eam non
duckabamorclafciuo,fed abhonefto &: pudico,qualis
coniugumcít
Dico itaqueDeum,quamuis ex amore corporeo limili
tudines ducatadfuum exprimendum amo rem: quamuif-
que vtatur ijs verbis,quibus,qui inter fe amanr, vti íblent,
quamuifque ca,quae in noftro amore accidunt, transferat
adfuum:nufquam tamen ipfum in hoc libro íimilitudinc
ducere ab aliqualafdua,& turpi re,earum quaein impudi-
co amorefaspè accidunt:nufquam verbo > turpealiquid
quod íignifi cet,vti,nufquam amoris aliquid referre,quod
fit cum turpitudine,& iafciuia cohitindum/ed ex ijs,qua2
in amore contingunt,ea tantum fumere,quibus ingens il-
le quidé,ardenfque,fed tamenpudicus iìgnificetur amor.
Hoc vel exeoliquet,quia impudica dicere , aut eorum
aliquid inoratione poneré, etíl akerius rei iìgnificandae
caufa ponatur,tamenalienum videtureiTejnonfoltimab
co quod facram Scripturam decet,federiam ab co quod
F4 viri
88 CANTAR DE LOS CANTARES

de lo que los varones modestos y graves hacen en sus escritos. Por lo cual Gre-
gorio Nacianceno muy rectamente escribió en el lugar antes citado: "A mi pa-
recer, no conviene que sean deshonestos las figuras externas y las mismas de-
mostraciones de las cosas divinas, e indignas en la significación de las cosas, y
enfintales que los mismos hombres digan de antemano que las soportarán di-
fícilmente, sino tengan la máxima hermosura o al menos disten de la suma
torpeza, de manera que esto ciertamente28 deleite a los más eruditos, y aquello
quebrante poco los ánimos del vulgo".

IV. Los tales escritos alegóricos tienen un doble sentido, uno externo que
lo llevan las palabras; otro interior y escondido, al que se dirige toda la inten-
ción del escritor, los cuales sentidos difieren en el nombre y en la realidad.
Confirmo cada una de estas cosas. Primero, se sigue de lo que hemos dicho
el que tales escritos tengan dos sentidos. Pues si el discurso de este cantar refie-
re las conversaciones de los amantes, para que en su imagen se conozca la ra-
zón y la forma de los amores divinos, es necesario que exteriormente suene
una cosa, que signifique otra interiormente. Para entender mejor lo cual, se
debe advertir que las palabras que significan varias cosas, no por una razón
que sea común a las cosas, esto es, que las significan, a las cuales los griegos lla-
man homónimos, difieren de las palabras que se ponen figuradamente, por-
que las cosas que significan, las significan todas al mismo tiempo y con pro-
piedad; y por esa causa cuantas veces se ponen en la oración para declarar una
cosa de las que significan, la oración que consta de las tales palabras sólo tiene
una sentencia. Porque, aunque conste de palabras que significan varias cosas,
sin embargo consta de ellas en cuanto se refieren sólo a una de ellas, esto es, en

28 Fray Luís añade la cita griega.


7*8 rN e A P v r
Gre? M* viri modelli & granes in fuis fcriptis faciunt.Qüa de re
%Ì4n%em Naz ; àzenusGrego.m fupra citato loco recti&imè fcnbiù
• JLSI yecpydsycvr tfiet yí ^oiíéi^íf^eicayftniAí r a í tt</let%ei$3iyu ras 'e/t-

¿vfy&xffot "Kíyovfitvcus-atpi avrai (Pv<?xt¡x¿vciiV'¿¿fo.x h7.0 wxKkKrtot


sráíTíúS *Xe'v> # ¿«j 7* ttiffx****9- iVet ì " ¿*fcV TCVS
. fe<p<r*tpws tv<ppcu*
wTfi ft pò ffa¿7TleTlwtrthaovccs.ìdeft.Rerum diuinarum mea
cene tentennarne demonítratioiaes quidem ipfàs exter-
nafque fpecies inhoneltas elle eonuenÌt,rebufque ilgn¿ü>
candis indignas ,acdeniquc tales ,.v-thomines quoque
ipíieasdeíeprasdrcari pemioleilè laturiíintj verùmaut
maxi mam puichrimdinem habere,aut certe àlumma tur
pitudine abefie,vt hoc quidem eruditìores obie&e pillad
autem vuigi animo* minimelabefactet-
IV« Huiulmodifcripra allegorica duplicem fenfum habenty
vnum in promptu,quem verba prae fé ferunt:alterum i o
teriorem,ó¿ reconditum , adquem omnìs intentio feri-
bentis dirigitur^qui fenfus, òù re,&: nomine dirTerunu
Confirmo iinguia.Primùmhuiufmodifcriptadtios ha*
bere leafus^ex i}s,quae diximus,fequimr. Nà fihuius ora*
tio catminis amannum fermones rcfert,vtin eom ima-
gine ratio cognofcatiir).&: forma diuinorum amortun,,
necelíeeft,vt exteriùs vnumfonet,ÌnteriùsaIterum Ugni
ficer.Qupdvt darmscognofcatur,aducitidebet, eavo-
cabula,,quai plurcs lignificane resnoobvnam rationem
aliquam,quaílk rebus commttris, ideft , quateafignifi-
can^quasGraxi vocantHomonyma ., differreabiys vo-
cabulis^ qua: tranflatèponuntur , ineo quod res ,quas
iìgnificant, ügmñcant proprie, & ex a;quo omnes:¿¿ ob
càcauijmquotjesponutarinorationeadvnumaltquod
€orum,quae iignincmt ¿ecLarandum , qua; ex huiufmo-
di verbis orario conftat, vnam tantum feiitenùam ha-
bet. Q^ia etíi è veibis plurafignificanribus conftet, ta-
laencQüítatexiilis quatenùsreferunturad vnum corum
taa-
89 CANTAR DÉLOS CANTARES

cuanto significan sólo lo que el que habla quiso explicar con palabras al com-
prenderlo, con lo cual, porque ninguna relación tienen las demás cosas que
son significadas con las mismas palabras, sucede que no por eso se juzguen
puestas en la oración, porque aquello fue puesto. Y así, se hace una oración
simple de una sola sentencia y significado de palabras que significan varias
cosas. Mas las palabras, que fueron puestas figuradamente, así significan va-
rias cosas en cuanto que signifiquen una de ellas en uno y otra en otro. En
uno tiene domicilio propio, de donde se trasladan y como que emigran,a lo
ajeno. Y así, significan una cosa propia y justamente, las demás figuradamen-
te, esto es, mediante solo aquello. De lo cual se deduce necesariamente que la
oración, que consta de estas palabras, tenga diversas sentencias; pues tiene,
por lo menos, doble sentido, uno el que significan las palabras como propias,
otro el que refieren por ser trasladadas. Ser trasladada una palabra es signifi-
car otra cosa que lo es semejante con la semejanza de algo que significa pro-
piamente. Por lo cual no puede ponerse en la oración, sin que sea puesto por
ambos. Y así, nos presenta a nuestra contemplación ambas cosas al mismo
tiempo, una abierta, otra ocultamente, una delante de los ojos para que la ve-
amos, otra en el ánima para que la contemplemos calladamente. Como por
ejemplo, si digo que mi ánimo fluctúa, ofrezco a los sentidos de los que oyen
la imagen del mar incesante y agitado por las olas, y al mismo tiempo declaro
que mi ánimo es agitado de manera semejante, y ello con una sola palabra.
Pues hay ciertamente una callada semejanza en toda alegoría y metáfora.
Quien se dice fluctuar, dice llanamente que es agitado por las preocupaciones
así como el mar por las olas. En lo cual, como se ve, pone a la vista dos cosas
al mismo tiempo, el mar y el ánimo, las olas y las preocupaciones, una de las
cuales es imagen de la otra. Que estos dos sentidos de la palabra y las dos sen-
tencias de las palabras puestas figuradamente difieren mucho entre sí, se de-
duce de que aquel sentido exterior que tienen las palabras en propiedad, no es

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¥ R T MV M. %9
tantaro,id eft>quatenus,idvnum ngnificàt>quod is qui
loquit tu animo comprehenfum vcrbis explicare voiuir,
ciiqtio.quiacognarionènullàhabetrcs c^terasquae eiidé
iìgnificantur verbi* fk, vt nò idarco ha:c polita in oratio-
ne cenieantur,quiaiilud poíitü eftJtaque èverbis plura
ñgniiicánbiiSíVniusíignificátiatqjfentemix vna & fmi-
plex oratio concitar Atque; tcaflatè pofita funt vocabuia
ita fignifìcat piur^vt corü vnù in altero^: ex altero%aifì
centNà in vno propriü habet dom iciliü è quo trarisfem-
tur,& tanqua dcmigràt in alienü. ltaq> vnù proprie &¿ pro
atimèjCaiteratrafìarè^deil^intereedeteilLo vno lignificai
EquoefficiturneceüariOyVtqua; exhis vocabulis oratio
conftat,ea fententiam rnukiplicem habeat:habetenim,\'t
minimum fenfum dupiicemjVnum quem veiba^x eo
quod proprie fignificaarrpraareferunt,alteruniqiiemin-
nuunt,ex eo ad quod transfcruntur.Nam transferri ver>
bum id^diìcctjCltjfimiiitudmeeius quod proprie fìgnifi-
eat,aliud lignificare quod eft ùmile iiíi.Quareponiín ora-
tìone non poteft qain pro vtroq,- ponatur.Itaq; vtrumq;
nobis fimul obijeitcontuendum:a¡terum aperte, akem
te&e,akerú propeoculis,id vt videamus,aiterúanimovt
taciti contemplemur.VtexcmpIigratiajfi dico animo flu
&uare me, irrequieti maris, ac Autobus agitati fpeciem,
eorum qui audiunt fcùfibus ofTero^ae vnà declaro meuni
fimiliter agitarianimü,idque vnico verboJneitenirn cec
tè m ornai allegoria,&metaphora tacitailmilitudo qux
dam Qoi enim ie flu&uare dicit,bocpiane dicit, vt mare
fluctibüs^cieagitaricuasJnquOjVttconíla^daas ílmul
res mare,arque animum, fluttus^atqj curas,quarü vna al*
terius imago eftjincórpeCÌiumadducit.Iftos porrò vnius
verbi duos fenfus,ac tranilat è pofitarum vocum duas fen
tentiasmulturninter te differre, ex eo perfpicitur, quod
externas iliefenfus,queni vocabuia prop riè faciunt, non
90 CANTAR DE LOS CA NT A RES

el sentido propio; el que habla no se dirige propiamente a él, pues el discurso


alegórico no se hace para declarar las cosas que propiamente significa. Y así,
no es el sentido propio, sino es, como yo suelo llamarlo, cierto sonido de pala-
bras o, como lo llama Bernardo, la superficie literal o el tono y corteza de la le-
tra; hay quien lo llama inteligencia histórica, como hizo Orígenes, aunque co-
mo no es el sentido propio, así no podrá ser dicho sentido histórico o literal.
Mas otro es el verdadero sentido interior del discurso, pues a él se refiere pro-
piamente el que habla y para declararlo y explicarlo formula la oración, y por
ello debe llamarle sentido histórico, porque es el propio y principal propósito
del que habla o escribe. Es llamado sentido histórico el que el hablante o escri-
tor se propone explicar propiamente con palabras propias o figuradas. Y así,
será sentido histórico éste que digo, y al que para explicarlo se transfieren las
palabras, porque es el propósito del escritor; y el mismo también será llamado
místico, porque es interior y figurado, esto es, expresado con imágenes y figu-
ras tanto de palabras como de cosas; y puede ser dicho también espiritual por
las cosas de que trata, las cuales si pertenecen al culto divino del ánimo y a la
institución celeste, se hable de ellas lo que sea, el discurso será llamado espiri-
tual. Como es interior el sentido de este cantar, que es al mismo tiempo histó-
rico, por ser propósito del escritor, y místico, por estar expresado con figuras
interiores de palabras y cosas, y espiritual, porque se refiere a la enseñanza del
ánima en doctrina celeste.

La perfecta explicación de este cantar y de escritos semejantes debe tener


dos cosas: una aclaración de las cosas que presentan las palabras en propiedad
y una abundante explicación de las cosas a las que se refieren interiormente,
jo I Ñ C A Y, V T
eft proprie fenfus, noncnimin eumis,quidicit, proprie
animumintenditfuum,nam allegorica orado, non earíi
rerum declarandarum gratia confickur,quasproprie ílg-
nificat.Itaque non cft proprie fenfus,fcd cft, y t ego iííu m
nominare foleo,fonus quidam verbo rum>aut, vt Bernar-
dusewm appellat^iteralisfuperficies^utlitera; tenor, 8c
cortex,- eftqui intcliigentiam hiftoricam cum vocitet, vt
Orígenes fecir, quanquam ílcuti fenfus proprie non eft,
fichiftoricusauriitcraiisfenfusdiccndusnon erir. At al-
ter interior yerus orationis fenfus eft, na adeum qui di-
cit proprie refert fe,&ciusdeclarandiatq; expli candi cau-
fa fuá orationem iuftituit,& ob id hiftoricus cft die end us
ienfus,quia diccnti,aut feribenti eft propoíitus proprie &c
.praecipuè.Namisdiciturhiftoricus effe fenfus,quemqui
dicir,autfcribít, explicare ílbiproprie proponit verbi$,íi-
ue proprijs,fiue tranílatis.Itaq; is quem dico, Oc ad quem
explicandurn vocabula transferuntur hiftoricus fenfus
erir,quia eft fcriptoripropou*tus:atque idem rurfus dice-
tur myfticus quia cft interior,&:figuratus,id eft,figuris,&:
imaginibusjcumverborutrijtum rerum exprefíusrdicique
etiam fpiritualis poísitob cas circa quas verfabitur res,
quas fiad animi diuinum cuitum,&inftitutionem perti-
neb unt casleftem, quascumq; de eís oratio habebitur ípi-
.ritualis dicetur. Qualis eft interior huius carminis fenfus,
qui vnà,& hiftoricus e.ft,quiafcriptoripropofitusJ6¿ my-
fticus quia ínterioribus rerum & verborumfigurjsexpref
fus, &c fpirituaiis?quia pertinct ad erudiendum cadefti do-
ctrina animum.
Abfoluta huius Carminis,5¿íimiliumfcriptorum ex*
pianatio* duabus confiare debet rebus : de nonnulla eno-
datione corum,qug verba proprie pras fe fcrunt,& eorum
ad quae interius transferuntur explicatione luculenta,
id eft,propoíltione imaginis,6¿expofitione eorujoi qua?
91 CANTAR DE LO S CA NT ARES

esto es, presentación de la imagen y la exposición de lo que se significa en la


imagen.

Este capítulo se deduce del inmediatamente anterior. Pues si este cantar


consta de sonido y de sentido, esto es, si presenta sus palabras oídas una cosa a
los sentidos, y significan otra interiormente; y si se pasa de uno a otro y en
uno late el otro, se sigue que no puede ser explicado con rigor sin explicar am-
bos. Además, para explicar el cual se usa la semejanza de otra cosa; no puede
ser entendido bastante de donde procede la semejanza, sin entender antes la
naturaleza. Así como no puede ser conocido por nosotros lo que se ha de co-
nocer por la imagen o de la imagen, mientras ésta diste de nuestros ojos. Mas,
como dijimos, en toda alegoría hay una tácita semejanza; así, pues, los escritos
alegóricos se han de explicar de ambas maneras. Además, que ello debe hacer-
se lo enseñan con su ejemplo los que interpretaron este cantar, unos ciertamen-
te con más abundancia que otros, pero ninguno de ellos dejó de trabajar algo
en ambos tipos de explicación. Orígenes, en muchos lugares de las homilías
que antes cité, antes de aclarar la inteligencia interior, se dedica a la explicación
de la sentencia externa; lo hace al principio de la primera homilía, y en la mis-
ma en aquello: Mejores son tus pechos que el vino, y en aquello: Ungüento derra-
mado tu nombre. Y en la Homilía II, al principio, en aquello: Morena soy pero
amable. Y en aquello: Indícame. Y aquello: A la yegua mía. Y en aquello: Hijos
de mi madre. Y en aquello: Indícame. Y aquello: A la yegua mía. Y en aquello:
Lindas están tus mejillas. Y en aquello: Racimo de Copher. Y en la Homilía III:
Las vigas de nuestras casas. Y en aquello Como el manzano. Y en aquello: Voz de
mi amado, en el cual lugar sigue muy ampliamente aesta explicación del senti-
do externo, que digo.Y en la Homilía IV, en aquello: Tomadnos las raposas pe-
queñas. El mismo Bernardo muchas veces, tanto en otros sitios, como en la Ho-
milía XLIIIj en la Homilía XLVI, en aquellas palabras: Nuestro lechoflorido;y
en la Homilía XLVII, en aquellas palabras: Yo rosa del campo; y en la Homilía
XLIX, en aquello: Metióme el rey. Y la Homilía LI en aquello: Forzadme con
vasos de vino. Y la Homilía Lllen aquello: Conjúraos, hijas de Jerusalén. Y en la

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P R I M V Ai. 9i
fignificantur in imagine.
Hoc caput è proximè fuperiori deducitur.Nam fi Car
mcn hoc ¿e fono conflati fenlü, id cft,fi vnum fenfibus
obijciunt eius audita verba, &c alterum interius iìgnifì-
cantrilq; è vnoad alterugradusfit&invno latetaìteru,
fequitur non pone ritè explanan nifi vtrumq; enodetur»
Deindc ad quod explanandum,alterius adhibetur íimiii*
tudo rei,id intelligi fatis nequit,eius vnde iimilitudo duci
tur narura non ante intelle&a. Sicuri ncc cognofei a no-
bis poteít,quodperimaginemaut ex imagine cognofeen
dum eli quandiu a noftris oculis imago abeft At, vt dixi-
mus,inomni allegoria fimilitudoineittacita, igitur feri-
ptaallegoricavtroq,- modo funt explananda. Prsctercà
id neri debere Tuo exemplo docent,qui hocCarmen inter
preta;i funt,alius quidem alio copioñus,tamen eorum ne
ino eft,qui non altquidin vtroq,- explanationis genere eia
borct.Origenes in eishomilijs, quasiupracitaui, pluri-
bus inlods.antequaminteriorem intelligentiam in luce
profei-at,inexptanarione externas ièntentiasveriàtur, id
facitinitio primaz homiliae:&; in eadem in ilio , Meliora
funt vbera tua vino.&: in ilio. Vnguentum exinanitum no
mentuum.Et homiliafecunda,in principio,iniUo.Fufca
fum3¿ fòrmofa,Sc in illo.Filij matris me^.Et in illo.Indica
rnihi.Etin illo.Equitatui meo.Etin ilio. Pulchrae funt gè
nx tua? .Et in ilio. Botrus Cypri. Et homilía tcrtia in ilio.
Tigna domorü noftrarü.Etin illo.Sicutarbormalus. Et
in ilio, Vox diledi mei.Qup loco latifsimèhanc,quS dico,
externi fenfus explanationemexequitur.Et homilía quar
ta in ilio.Capite nobis vulpes paruulas.Idem iàfpè Bernar
dus cum alibijtum in homilía quadragefima tcrtia.& ho-
mi. 45.in illa verbaXe&ulus nofterfloridus,&hom.47 in
illa.Ego flos campi S¿ homiüa.49. in illa. Introduxìt me
re*.Et hom.qutnquag.priina in illa. Eukite me flonV.Et
homilia
92 CANTAR D É L O S CANTARES

Homilía LVJtn aquello: Helo acechando tras nuestra pared. Y la Homilía LXen
aquello: La higuera brota sus higos. Y la Homilía LXI en aquello: Paloma mía,
en las quiebras de la piedra, en el cual lugar, declarando este sentido histórico,
recuerda ciertas cosas muy amatorias y, explicadas, añade: "Este juego literal,
¿cómo le llamaré sino juego? Pues ¿qué tiene de serio esta sucesión de letras?
NÍ siquiera es digno de oír lo que suena fuera, si el espíritu interiormente no
ayuda a la flaqueza de nuestra inteligencia". Y la Homilía LXIVen aquello: To-
madnos las raposas pequeñas. Y la Homilía LXIII en aquello: Tórnate, jé seme-
jante, Y Nicolás de Lira de manera semejante en muchos lugares, pero sobre
todo en el capítulo IV en aquello: Qué hermosa eres, y en el capítulo V en
aquello: Mi amado, blanco y colorado, y al principio del capítulo II. Y los nue-
vos escritores ciertamente en seiscientos lugares.

Pero lo que digo, que conviene una explicación de este sentido externo,
con ello quiero entender que la moderación se ha de usar en este género, y
usarla sobriamente, solo cuando lo pida la necesidad de la cosa. Lo primero,
no hay que buscar en el amor corporal otras cosas fuera de lo que las palabras
entendidas con propiedad significan. Después, éstas no se han de explicar muy
exactamente ni animar con todos los colores posibles, sino en lo que respecta a
lo que son transferidas. Por último, solo ha de tratarse en este tipo de explica-
ción, que la imagen no destaque y aparezca demasiado, sino que aparezca y se
vea sólo la imagen que es formada para la demostración de otra cosa. Y así co-
mo el que deseara enseñar a otro cada una de las figuras de diversos animales,
cuyas imágenes tuviera pintadas en una tabla, primero sacaría la tabla y quita-
ría el trapo, para que pudiese ser visto lo que había en ella, después explicaría
con discurso y extensas palabras las naturalezas de cada uno de los animales apa-
recidos en aquellas imágenes; así el que interpreta y expone este libro, primero
debe quitar el velo, con el cual esta imagen exterior se oculta en muchos luga-
res, lo cual se relaciona con el primer género de explicación; después explicar
9t IN CJPVT
homiUaquihquagefima fecunda in illa, Adiurovos filias
Sion.Ethomilia quinquagefima fexta Ìnula. Enfpe&at
per parietemnoftrum. Et homüia fexagefima in illa. Fi-
cus protulit gròfíbsfu os.Et homilía fexagefima prima in
illa. Columba mea in foraminibus petrae, quo in loco
hunchiftoricum declarans fenfum, qua:dam valde ama-
w toria commemorat,atqueijspofitisfubijcit. Hic litera-
Mìislufus,quidnidixerim lufumi quidenim fcrium habet
„ híec literae feries > nec auditu quidem dignum, quodforis
„ fonat,finon intus adiuuet fpiritus infirmitatemintellige-
L
tiae noftrsc.Et homilía fexagefima quarta inula. Capite
nobisvulpesparuulas.Ethomilia feptuagefima tertia in
illo.Reuertercfimiliseito.Et Nicolaus Lyranusfimiliter
pluribusinlocis,fed praccipuèin capite quarto in illud.
Qua pulchra es, & capite quinto,in illud. DilecTrus meus
candidus,&: rubicundus, ¿capitefecundo in principio.
Et noui quidam fcriptores fexcentis in locis. Quod au-
temdico.NonnuUaenodationehuius externi fenfus vti
oportere, eo intelligi volo moderationem adhibendam
efíe in hoc genere,&: eo parcè vtendum, nec nifi quando
reinecefsitaspoitulat.Priirmmenimnon funt alia è cor
poreo amore afcifcendapra:terea,qux verba proprie in-
telicelafìgnificant.Deindeea ipfa non funt nimis exa&è
exprimenda nec omnibus quibus poifunt coloribus ani-
manda, fedquatenùs adid ad quodtransferunturcon-
duciti Poftremò id folìim in hoc explanationis gene-
re agéndum eit, non vt nimiumextet, oc emineat,fed
vt appareat,& confpiciatur tantum imago ea , quse ad
alterius rei demonftrationem efringitur . Et quemad-
modum qui variorum naturas animalium, quorum in
tabella imagines expreflas haberet , alicui demon-
lirare fingulas cuperet, is primo tabellam produceret
velumque amoueret, vt conípici, quodineratpoiTer,
¿einde
93 CANTAR DE LOS CANTARES

con muchas palabras la naturaleza de la cosa latente y que se sobreentiende en


la imagen propuesta, lo cual se relaciona con el segundo género de explica-
ción. Nosotros al menos seguiremos este tipo de interpretación en esta obra,
como prometimos a su comienzo.

Pero queda ya, que respondamos a lo que objetamos, lo cual fácilmente re-
futaremos, si advertimos primero que este cantar, que fue escrito hace más de
dos mil años, fue escrito en una lengua peregrina para unos hombres, cuyas
costumbres y juicios eran muy diversos de los nuestros; muchas veces sucede
que lo que en una lengua sirve para una gente, es reprobable para otra e inclu-
so para la misma cambiadas las circunstancias, tanto en las palabras en particu-
lar como en la mutua unión de las palabras; y que es muy verdad que los anti-
quísimos escritores como Homero, Hesíodo, Orfeo y los demás que
florecieron en tiempos heroicos, amaron más lo grande y fuerte que lo delicado
y suave en las semejanzas y metáforas-y otros adornos parecidos de la palabra.

I. Y así, debemos responder a lo que se objetó primero, que se aleja de la


costumbre el que las mujeres provoquen a los varones al amor, como está en es-
te libro, que ello, si es algo, está más bien contra los que objetan estas cosas.
Pues se aparta sin duda de la naturaleza y costumbre de los amores espirituales,
que alguien sea provocado primero a amar a Dios, porque no puede dudarse
que todo el principio de amar y de obrar rectamente viene de él. Y en el amor
humano, aunque con más frecuencia los hombres empiezan el juego, sin em-
bargo también los mujeres no pocas veces, ejemplos de lo cual se escriben en
Isaías VII y Génesis XXXIX. Por lo cual en esto, a decir verdad, ni se apartó

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T R IMV M. 9Ì
Scinde in eisimaginibuselucentes iìngulorum amman-
tium naturasiatius verbis^&orationc explanar et: eocktn
pa&o,qui hücAnterpretatur.&^exponit Jibrii,primü dtbet
Vclüamoüeíe,quqia;ee3LterÍ0i¡nónullis iniocis occulta-
türimagoyquoílacipn'cxplanationisgcnusfpcdatdcinde
explicare piuribus^erbis emsiiatüiárei quaefubefì,&fub
indicaturmpropofitaimagineyquod peri inetad cxpkna-
tionis gca*polierius Bác cercèiiosanhoc .epe re,ikutipoÌ
lieitteius inicio íumü's/equimúrlnter|3retandi laxioncm.
Sedreftatiam,vtadearefpódeamus, quxobkdmu?,
qua; facile refelìemus fipmis anim-um adii erteiimus, hoc
carmen,quod ante bis mille annos fenprum eft,in peregri
na lingua feriptum eíFeJjs homi nibusqu otti m, & ni^oic?,
& indicia, ànoftris motibus 5¿ludicijs valde diuerfaeràt:
& faepè vfu venirevt qua: in fermonc vni probanturgen-
ti, eadem alteri, arque adeòcidem ipil mutatistempo-
ribus improbentur : tum in verbis fingulis, tum in com-
piendone mutua verborum:illudque omnino vcnjinef-
fe antiquifsimos icriptores, qualis Homerus, Hefiodus,
Orpheufque 8¿ rdiqui,quítieroicisfk>ru€iunt tempori-
bus *fuere,in ílnii!itü4Íinibus,&:trar3ÍlationibuS;^¿:eii.fnio
dì alijs exornatiotiébus orationis, magis adamauriTe gran-
dia & forila qua dclicaf a,atquc moLia, Itaquc ad id quod
©bte&um primoeu^abhorrereàconfuetudinc vt formi-
nas virosadamandamprouoccntjficùt rìr in hoc libro, re
fpondetedebemus, td,fi quid eft,conrra illosceuèpotius
•fui- quiifta obiíCiüíit.Namabhorret Une dubioànatura,
&: confu et udì ae ipi ri i uatium am o r u m , v t qu i s D* u m
priorad anundumproaocet, quiadubitari non poten
quin ab iplo omne a man di, ac redi agendi principium
ducatur in amore vero humano, etíl frequentius viri,ta-
mcn ctiam fceminacnonpmim fa:pèpra?ludunt ^ eidos EJat- 7*
f
rciéxempla fcabuntur E:ai«cfeptÌnio, & Geae&-triccC- *3
94 CANTAR DE LOS CA N TARES

de nuestra costumbre, ni se puso un ejemplo contra la naturaleza de la gracia.


Se sobreentiende que Dios invitò primero a la esposa a su amor. Y así, el que
ella de repente comenzara así: Béseme de besos de su boca, en ello no tanto co-
menzó a hablar, cuanto responde a aquello con lo que fue invitado por otro y
había sido solicitada antes, como después se dirá en su lugar.

II. Y es ciertamente inane lo que de manera semejante se piensa que desdi-


ce, el decir que la mujer anduvo de noche para buscar a su marido; primero,
porque no desdice, pues también en Tíbulo se dice otro tanto que se atrevió
no sé qué mujer; después, porque, aunque se apartara de lo que hacen las mu-
jeres, sin embargo no se aparta de lo que suelen hacer probados escritores,
pues ellos, cuando ponen a uno perturbado y conmovido vehementemente,
dicen que ése no hizo las cosas que él hizo o que suelen ser hechas por otros,
sino lo que la misma cosa y fuerza de la perturbación le persuadía a hacer; así
Virgilio hace decir a Galo, por ponerlo muy aptamente en que enfermaba por
amor, no lo que él hizo ciertamente, sino lo que la enfermedad de amor le ani-
maba a hacer:
Fuentes frías aquí, aquí, Licoris, prados blandos;
aquí un bosque; aquí contigo la vida traspasada.
Ahora el insano amor del duro Marte me tiene bajo armas
y entre hierros y enfrente de enemigos enconados23'.

Por último, que toda aquella oración no puede ser interpretada por ningún
engaño de sus palabras; no que la esposa diga lo que haya hecho, sino qué ha-
ya pensado hacer por impulso de su amor consigo y con su ánimo. Estas son
las palabras de la esposa: En el mi lecho en las noches busqué al que ama mi al-
ma; busquéle y no le hallé. Levantarme he agora, y cercaré por la ciudad, por los
barrios y por los lugares anchos, buscaré al que ama mi alma. Lo cual ciertamen-
te es más del que piensa qué sea necesario hacer, que del que narra lo que hizo.

III. Además, no debe objetarse lo que se dice de los pechos semejantes a


una torre.

29 Virgilio, Egloga 10.


5H I N £ J P V T
•ino nono Qua re in hoc,vcrü freír, dicendo nccreeefínm
cft ànoftra confuetudinc, riec inducfcu aiiquod exemplu
contra naturarci gratix» Subimelligitur enim Deus ad fui
amorem fponfam inuitauifìe priusJtaque quodiUaexab
rupto fic incipit ¡Qfculetur me úfenlo onsfui^wto n o tamipfa
aliquidd̀ereinftituit,quaijsrefpondet,quibus muitata
ab altero,&: follìcitata prkts fueras, vti potca fuo loco di-
cctur.Quod ante iìmiliter abiiorrerepuratur,foeminá nò
6t\i concurfalTe dicibili viriquaerendi caufa,id inane profe
&o eiiprimum quia non abhorret.Nam&: apudTibüllíi
taÌealiquidaufadicirurnefcioqua*foemina. Deinde quìa
vt abhorreretsb eo quod fcemine faciút r tamé abeo quod
probati feriptores faceré foìent non abhorret, il li naq; cu
alique vehemérius comom,ac pertutbatü inducüt, ea dir
cfufecifFeipfujnò qu£,autipfefecit,auT ficrifoleátab alijs>
íed quae res i pía, &¿ pertur bario nìs vis il li fuá debat vt face
ret:fic Virgiüus Gailüjpro eo quantü ex amore infaníebat
aptifsíme inducitjea dicent e faceré fe,quae fecitipfe quid 9
núqua/ed vt faceret a morís hortabatur argritudo ipfttm,
Hkgelidifontei)wmoUi'(i¡>rat¿LycoYÍ
1
Hic nemusxhk iffjotecum con fumerei" ¡eim.
¡Sluncmfnnmamor dunmeMank marrnh
Tela Ínter media, & aíimfos detinet hoítes,
Poílremo quia tota illa orado nulla verborumipfius fra ir
de ira porefí mterprecarLnonvtfponfadicat quid ipfare
fecerir, íed quid amore fuadente fecurn, &cum animo
fuo vtrumfaceretagicauerir.Hsec enim fponfa? íunt ver-
ba. In le&ulo meoperno&em qu^fiuiquemdiligitanr»
ina m e i , quaefiui, ¿¿non inueni, furgam t8¿ cireuibo
ciuitatem per vicos, &¿ plateas qua^ram quem diligi*
anima mea. Qux cerré magisfunt deliberantis quid fa-
d o opus eíftt, quamquod fecerit enarrantis.NccübeíTe
príEtcreadebet,(|uoddevberibus turrifimilibus dicitur r
Non
95 CANTAR DE LOS CA NT A RES

Pues no se dicen simplemente semejantes a una torre, sino, si la esposa fuera


un muro, sus pechos le serían como las torres en el muro. Yo, dice, soy un mu-
ro y mis pechos como torres, esto es, si yo fuese un muro, mis pechos serían co-
mo torres. Pues como destacan las torres en la muralla, así los pechos en el pe-
cho femenino; y en proporción como las torres en el muro, así responden los
pechos en el cuerpo.

IV. Y lo que también objetan del cuello, que se dice semejante a una torre;
de los pechos que se relacionan con los cabritos; de los cabellos semejantes a
rebaños de cabras de Galaad, lo objetan porque entienden muy inadecuada y
depravadamente aquellas cosas. Pues si se dice que el cuello es semejante a una
torre, no debe ser entendido que se dice que es tan largo como una torre alta,
pues en él se trae solo la rectitud, no la altura de la torre. Y así, también nues-
tros poetas lo comparan muchas veces a la torre de marfil, y de manera seme-
jante los cabritos, semejantes a los cuales se dice son los pechos, no se han de
entender como auténticos cabritos, sino más bien sus cabecitas, en los cuales
es apta la semejanza de los pechos. Por lo cual también en los Proverbios el
nombre de cabritos es tomado para significar pechos, donde se dice: Cierva ca-
rísima y gratísimo cabrito, embriáguente sus pechos en todo tiempo™. No menos
torpemente caen en los rebaños de cabras, pues Salomón no se refiere a ellas
sino a sus pelos, para mostrar que la hermosísima esposa está dotada de un pe-
lo negro. Pues los orientales alaban los cabellos negros.

V. Lo de la ciudad de Tirso y de Jerusalén dista tanto de ser ajeno o buscado


de lejos, que no pudiera ser dicho nada más apto para lo que se trataba. Pues pre-
gunto ¿de qué manera expresaría mejor el esposo su gran admiración, que hacía
de la hermosura de la esposa, que comparándola con ciudades hermosísimas?
Pues como el aspecto de aquellas ciudades era hermosísimo, así su esposa le pare-
cía ser hermosísima fuera de costumbre. En lo cual siempre se ha de entender que
las semejanzas no se toman de la grandeza, sino de la variedad y aspecto hermoso.

30 Prov. 5,19; fray Luis dice 7, por error.

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<P RI M V M. 55
Non enim ílmplicker turriumilia dicuntur,fedii mumsr
íponfaíit,vbera eiusipíieíTe vt in muro flint turres . Ego
inquit?murus>S¿ vbera mea ücutturris^deftjílrnurus ip-
fafum,vberameapro turrìbuserunt. Nam vt in muro
turres eminent,(ìc in pectore foenaineovberaextant: &c
proportione vtin muro turres , ficin corpore mamma;
refpondent. Quod autem rurfus obijciunt de collo, I I I I .
quod dicitur turri fimile: de mammisquas hinnulos re-
fermitidecapillisfimilibuscapreisGaiaad^ eo obijciunt
<juod illa prauifsimè Ò£ ineptifsimè intelligunt. Non
enim il collum turrí ílmií e eiTe dicitur ini cilici debet,
tam longumideile dici, quam eli aita turris ; recìitudo
cnim turris in eofolùm non altitudo confenur. Itaque
i n o l t r i Poeta; faspè turri eburneaùd comparane 8¿ñ-
militerhinnuli,quibus iìmiliadicuntur eiTevbera, non
ipii hinnuii inteiiigendi funt, fedeorumpotiùs capita*
ia,inquibus fimilitudo mammarum ineft noninepta.Ex
quo &inProuerbijshinnulorumnomenad vberafìgni
ficanda transfertur, qua dicitur.Cernachariísima1& gra- P>o». $u
tifsimushinnulus vbera illius inebrientteomni tcmpo-
re.Necnunusfoedè iabunturin capreis : non enimipíit,
fedearü pilos Solomonconfert,quo doccatfpecioiifsi*
máíponíampra;ditam effecoma.ideít,nigra.Nam orieii
talibus captili nigriprobantur.LUud porrò devrbe Thirfa
deq,- Hierufalem tantum abcft,vtalienum aut à longe pe~ y
tlrü ílr, vt ad id de quo agebatur nihii aptiùs dici potucrit.
Naquo quseCopadom.eliusfpóiùs exprimerct magnitu-
dine admirationìs eius qua puichritudo fponfa; faciebat,
quamvrbcsornatifsimas còferendo ì ílcutcnim illarum
ipecies vrbium pulchcrrima erat,fic ilii fuá iponfa videba
tur effe praeter víitatü morem pulchcrrima. In quo k m -
perintcÌiigendumeit,nonà magnitudine, feda varieta-
le pulchraque fpecie iimilitudines.ducL. Atque idem
96 CANTAR DE LOS CANTARES

Y lo mismo puede ser dicho del escuadrón ordenado e instruido, pues nada
puede ser más digno de admirar. Aunque en esto, me parece, no significó tan-
to que le pareciera hermosa su esposa, como declaró cuanto temía vehemente-
mente, que su ánimo se alejara de sí; el cual para significar tal temor hizo men-
ción muy convenientemente de un escuadrón ordenado.

VI. Y es semejante a esto lo que objetan de la nariz parecida a una torre,


pues los que objetan estas cosas se quedan siempre en el mismo fango y per-
manecen en semejante error. No fue comparada la longitud, sino la rectitud y
aspecto, para significar que la nariz no era pulposa ni desigual por las hincha-
zones. Además, la palabra nariz en estas letras suele trasladarse para significar
el aspecto de toda la cara y el cuerpo, y el aspecto de ánimo elevado y genero-
so, con el cual muy rectamente se compara aquella torre que, situada en el Lí-
bano frente a Damasco, adornaba Palestina e infundía temor a los sirios ene-
migos de los judíos. Y sobre el monte Carmelo se debe hablar de manera
semejante, que no se trata de él por ser un monte, sino por ser hermoso y ame-
no, pues se tenía por el más hermoso de todos los que había en Judea, porque
no era selvoso, como los otros de su región, sino hermosamente sembrado de
viñas y olivas. De donde Isaías31: la alegría y la exultación sale del Carmelo. Y en
otra parte32: Decoro del Carmelo y del Sarón. Pero también puede ser dicho que
no se pone esta palabra en vez de monte, sino se significa que es de escarlata o
purpúreo, pues Carmelo significa escarlata. Y así, la cabeza de la esposa es di-
cha escarlata, porque estuviera cubierta por un velo escarlata o al menos por-
que llevase el pelo teñido con un color purpúreo. También este color de los ca-
bellos gusta en Oriente. Por lo cual incluso en nuestro tiempo las mujeres
árabes para ponerse ese color, meten los cabellos en agua con raíz de alheña.

VIL A lo otro que se dice, que la esposa desea fuera de costumbre, que su
esposo fuera un niño, no tengo que decir a éstos más que el que me parecen

31 Is. 16, 10.


32 Is. 35, 2.
5Ȓ IN CJPVT
dicipoteft de acicordinata,&inftxuda»mMlcnim cafpe
^abilius eìlepotcft.QiianqaaìiiiÌ0Ìi0c^ rnihi vt videtur,
nontarníignificauitquam ílbjptilchrafua videreturípo
fa,quàm dedarauikqiiàm eius à\ fe alienareanimiim, ye-
hementer meiueret, quem ad tignificandum ütnorem,
VI. aciei inftrucbe conuenientifeimè meniionemfecit.Nec
cñlvuic difsìmile,quo<idenafo timi íioiiií obiJciunr,?in eo
dcninamq; femperluro h#rent,quiifr£obijeiuntJaeiníl
milierrore ver&mar . Non cnirrüongitudo collata eft,
fedre&itudoa£que fpecies, quofignifkaretur necpoly-
pofumcüenaílimjnec mberibu¿ inacquale. Practerquanx
quodnaíi vocabuiumin his literis transferri folet ad ro-
tius axis atque corporís habirum^ ad animi elati, acge-
neroli íigniacandamípeciem.cum qua re&ifsimè fpecie
turasea coftfet'tur,quae fita in Libano conrraDam aícum,
òL PalseíUnam ornabat,&:timorcm Syrisincutiebatho-
ftibus ludico rum. De Carmelo autem monte ílmüiter di
cideber,nonagide eo quantuseíTetis mon^fed qua cíTec
pulcher &: amcenus, habebatur enim pulcherrimus o.m -
niü qui in ludaea eràt,quòd no efTefcfyluoíüSjVt eius regio
/... ¿iisalij,kdvinetisatqueoliuetispulchrè confimi. Vndè
Eíaia5.Auferetur Í2erítia,&: exultado de Carmelo » Et.ali-
*fá# bi DqcorCarmelij&Saron . Sed &c dicieriamillud po-
teftnon poniidvacabulum eo in loco pro monte, fed.
fignificare quode&caccineñjautpurpureum .Nam Car-
mel coccincum fignificat.Itaquc coccincum dici fponfas
caput, vciqnòd coccíneo integeretur velo, vei certe
quòd purpureo colote tinclam comamgeílaret. Nam&;
iscapülQxum.colorin:0riente.proba.turjex quo8c noftra
tempéñate A rabesfoemin as eius colorís inducendicali-
VIL. fa iiguftri radice ex aqua capillos inficiunt. Adalmd de co
quod defiderare fponfa prseter confuetudinem dicitur,
fuu$ vtvirpu<Huse0jctinfans,quidifti3dicai3a nonhabeb
vfquc
97 CANTAR DE LOS CA NT ARES

carecer de sentido común. No digo que existen en hebreo palabras, de las cua-
les éstos se abstienen religiosamente para cubrirse de su ignorancia, y así no di-
go que existe en hebreo lo que pudiese llevar a éstos al camino del sentido rec-
to: ¿Quién te me dará como hermano que mamases los pechos de mi madre? Vero
digo y afirmo que no es la sentencia de las cosas contenidas en los códices lati-
nos y griegos la que éstos piensan, con tal que el que las lea tenga algo de jui-
cio. ¿Qué, pregunto, desea la esposa? ¿Qué dice? ¿Que su esposo era niño o
mejor, que como tal le fuera lícito tratarlo muy amigable y apretadamente y en
la presencia de todos? Esto desea ciertamente ella en amor subido o finge dese-
arlo con elegancia, para significar que ha llegado al sumo grado de amor, en el
cual los que están desean llevar a Dios siempre en su seno y casi en sus brazos,
sin reprensión de nadie y ante la mirada de todos.

VIII. Pero dicen que desdice de los escritos divinos usar semejanzas sacadas
del amor lascivo; confieso que desdice, pero niego que las saquen del amor las-
civo sino del honesto y honrado. Y dicen que estos amores, aunque honrados,
no son aptos para declarar el amor divino porque distan mucho de él. Distan
en la excelencia, pero son semejantes en otras muchas cosas. Pues ambos bus-
can la hermosura, ambos nacen de un conocimiento anterior, ambos nacen de
una comunión y semejanza que existe entre los que se aman, ambos hacen que
se unan profundamente, ambos trasladan al amante a lo que ama. Ambos tie-
nen la preocupación de agradar y el miedo de desagradar, en ambos hay una
sospecha de voluntad inmutable, en ambos hay quejas, en ambos caricias. Y
así, uno se compara perfectamente con el otro e imita el amor, y en cada uno
de ellos está incluida la imagen del otro, sin que pueda haber otra más expresa.
Pero porque aquella imagen es perfecta, no es apta para expresar cosas divinas,

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P RI M VM. 97
vfquc co mihi communi carerc fenili vidcntur. Non di*^
co in Hebraùs haberi, à quibus iftiliteris, quo iùae infcU
tÌ£epraetexantreligioiìfsÌmèabfìinent,itaq,non dico ha,-
beriinHebrax^quòdiftosinviamre&i fenfus poiTet in-
dacere.Quis detficutfratrete mini ficut fugentem vbc
ra matris meae,fed hórum ipforum qua? Gracci contìnet,
¿¿Latini co dices, il modo ciquilegitiudicij aliquidha-,
beat, non eam.eflTd, quam ifti putantfententiamdico,
&; affirmo. Quid quaifo optat iponfa ? Quid ait ? Vtrùm
vt puellus eífet fuus vir, anpotius vt (Ibi eo vti tanquam
pueilo liceret amicifsime,¿ coniun&i&imè &: in omnia
conipe&u? hoc certe illa amore elata deíiderar, vei deli-
derare venuftèfingitur7quoad fumraum amoris perue*
nule gradum iìgnificetur^n quo qui funt in iìnu Tuo fem
per ¿¿quali in vlnisDeum gettare cupiunt,id reprehen*
dente nemìne,ó£ videntibus vniuerfis. Seddicunt dede-
cere diuina fcripta,ducT:is è lafciuo amore ilmilitudinibus
vti,dedecerefateor,fed vti nego èlafciuo,fedèprobo,<5£
honefto. At ne'ifti amores aiunt,quam.uis probi, ad diui-
num decìarandum apri funt, quia plurimum ab ilio di-
ñant. Diftantprxftantià, fedplurimis alijs in rebus funt
iìmiks.Vterq; enim amorpulchriappetitus eft. Vterque
€x antecedenti cognitioneoritur,vterqjnafciturex com
munione aìiqua OCfimilitudinequx in ijs exiftit, qui
amant inter fCjVterq,- id agit vt eos penitus cóiungat, vter
que am3ntem,in idquodamat transfert vtriq; adiuntta
eft curaplacendi, & metus diiplicendi, vtrique ineft im-
mutata; volumatis fuipicio, invtroquequerela;funt, in
vtroq ; blandicia;Jtaqi alteralterum valde refert,& imita-
turamorem, & in alterutro eorum alterius ineft imago
ca,qua nulla cxprefsior effe poteft. At vt ea imago perfe-
tta iìt,eo exprimendis rebus diuinis apta nonéft, quia
eft periculofamoábu:s.EíFet peikulofa nifi è probo du
G cere*
98 CA NTAR DÉLOS CANTARES

porque es peligrosa para las costumbres. Sería peligrosa, si no se tomara de un


amor honrado, si no se tuviera cuidado que los hombres dados a los deseos de
la carne se abstuvieran de la lectura de este libro, si no se mandase que no se
detuviesen en la contemplación de su imagen. Y como se suele mandar y pre-
caver en el culto de las imágenes, que el que quiera rectamente honrarlas se di-
rija a la imagen con movimiento e intención de ánimo y a lo que se refiere en
la imagen, así también está instruido y afectado el ánimo de los cuales, cuando
leen estas cosas y cuando contemplan la imagen de estos amores, de una mira-
da de la mente miran la imagen y lo que en ella resalta.

IX. Pero Dionisio se nos presenta diciendo que en este cantar se ponen
monstruos. Pero los que objetan, lo cual sea dicho con benevolencia de ellos,
no entienden bastante a Dionisio. Pues aquél dijo ciertamente que en tales
escritos le parecía que había monstruos, pero no pone monstruo porque sus
palabras no respondan aptamente a la alegoría comenzada, como éstos necia-
mente piensan, sino porque con su significación propia atribuyan y pongan
en Dios lo que se aparta mucho de la naturaleza divina. Que ello lo dice Dio-
nisio se puede deducir de los ejemplos que aduce. Pues es monstruoso para
Dionisio atribuir un útero a Dios, como se lo atribuye la Sagrada Escritura en
lo que dice: Desde el útero antes de la estrella matutina te engendré; es mons-
truoso darle ojos, pechos, muslos; es monstruoso ponerlo en este cantar con
figura pastoril, lo que también nosotros confesamos. Pero una vez admitido
este monstruo, lo demás que se sigue se ordena muy aptamente a tal mons-
truo. Pues si la Sagrada Escritura dio a Dios útero y con ello hizo un mons-
truo, al apartarse de la naturaleza, sin embargo no se apartó de la naturaleza
de las cosas en atribuirle luego al útero la fuerza de engendrar. Y así, no pro-
dujo un monstruo, sino habló aptamente según el tipo de habla. Pues es pro-
pio del útero engendrar, no tener la facultad y ciencia de discernir o contar,
lo cual si se lo atribuyera la Escritura entonces en verdad haría un monstruo.
>? JN' CAPfT
Cérctur amorc,niiI caucrctur^ vt homtnes carnis cupidi-
tàtibus dediti,ab huius libri ledionc abftincrent,niiì prx
cipCfcturncinea contempi anda imagine gradas figa-
tur.Etvtiñeolendisimaginibusfoletcaueri, arque pra;-
cipijVt eas redé qui velit colere vna animi in tendone, at-
que motu in imaginera feratur,& in id quod refertur ima
gine,íicquorum bene inftitutuseft atqs affedus animus^
ij,cumhxc k¿fmt,cu naque iftorum amorum imaginem
ubi in confpedu proponunt # vno tanquam mentis afpè-
du,& imaginem, 3¿ quòd íit ea elucet afpieiunt.Sed ob-
ijeitur Dionyfius nobis qui monftra feribiin hoc carmi-
ned.icat. Sed qui obijeiunt, quod cum bona eorum ve-
nia didum fit, Dionyíiumnon fatis intclligunt. Dicic
enim Ule quidem in huiufmodi feríptis monftra qua:dam
ineíTe videri, fed tàmen non in eo monftrum ponit,quod
coram verba inftitwtae ailegorie^ion apté rcfpondcant,vt
íftiftultiísimeputant ? fedineoquod eorum propria ílg-
nificatiQneDco tribuantJ&: affigant,quod plurimum ab-
horretá natura diuinald namq$ Dionyfiúm dicere perf-
picuum ene poteftexijs qua* adducit exéplis. Mònftrum
enim eft Dionyfío vterum Dco tribuere, vt illi eum tri-
buit facraScriptura,qugdicit Exvteroantchiciferumge
nuí tc,monftrum dare oculos,vbera,faemora, monftrutí*
paftorali figuraipíum in hoc Carmine inducere,quod &c
nosfatemurípfi Athoc femel admiílbmoñftroeimon-
ftro rcliqua qux ÍÍibijciunmr,aptifsime feruiunt. Etenim
íi vterü Deo fa era Scriptura dedit, &: in eo monftrum fe
cir.quiaá natura reccfsit,tamen in eo quod vtero genera-
di vim ftatím attribuit à natura non recefsit rerum. Ita*
que monftrum non edidit, fed pro eo quod inftituerat ái_
cere aptèloquuta eft.Eft enim vterigenerare,non autem
numerandi autdiíferendi fciemiam & racultatcm tene-
re,qua: íi jiiifcriptura tribueret,tum veré monftrum effi-
ccret.
99 CANTAR DÉLOS CANTARES

X. Lo último que objetan se vuelve contra los mismos que objetan, pues si
lo contenido en este cantar no se sacara de la costumbre y de la vida misma de
los amantes, no habría motivo para que los Padres no advirtieran, que nos pre-
caviéramos de prestar mucha atención a las cosas que presentan las palabras
del Cantar. Pero cuando aconsejan que no prestemos atención, no mandan
que de ningún modo las veamos. (Se han de ver en tanto en cuanto conducen
alfinreferido). Pero aconsejan que no permanezcamos o nos demoremos en
ellas, ni pensemos tanto en ellas, como si por ellas mismas y no por otra cosa
hubieran sido escritas y guardadas para nosotros. De lo que escribieron se ve
que dicen esto. Dionisio: "No pensamos, dice, que lo que aparece en tales es-
critos fue fingido a causa de sí mismo". Niseno no niega que se hayan de ver
las apariencias de que consta la imagen, pues ¿quién podría verla sin ver las
apariencias? Pero manda que no insistas en ver las apariencias. Gregorio Ro-
mano: "Se ha de ver, dice, de manera que cuando oímos las palabras del amor
exterior, no permanezcamos en el sentir externo". Manda que no permanezca-
mos, esto es, que no insistamos en ellos, sino pensemos que fueron escritos pa-
ra la contemplación y explicación de cosas mejores y más sublimes.

De todo lo cual es probado que este cantar ha sido escrito en forma alegó-
rica, con la alegoría llamada de las palabras; y que con ella contiene lo que
conviene a las personas y a las cosas de que trata la alegoría; y que las personas
de dos cónyuges amantes entre sí son personajes; y que con sus amores hones-
tos y honrados se declaran los amores de Cristo y la Iglesia; y que no se pue-
den rectamente entender los amores de este cantar, si no se conoce primero la
imagen que los indica y expresa; y que por ello se han de explicar ambas cosas,
la primera en razón de la siguiente y en cuanto conduce a su inteligencia. Pero
cuando se está de acuerdo en todas estas cosas, quizá alguno quiera saber ¿de

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TRI M V M. 99
ccrct. Vitimum quod obijciunt, contra eos ipfos vaici;
qui obijcmnt,nifiemmqu#inhoc continentur Carmi-
ne è media aman tium confuetudine &: vita duccrentur,
caufa non eíTet3quare paires nos admonerent,caueremus
animum adhibereijs rebus, quas verba Carminisprsefe-
ferunt.Sedcummouentnc adhibcamus animum , non
praccipiunt ne in eas vilo pado infpiciamus. (Nam infpi-
cienda; eatenus funr,quatenus ad là ad quod referuntur
condueunt.)$ed admonent neinfiftamus ^utimmore-
mur in eismeue eas ile mente verfemus,ac fi propter fé ip
fa; 6c non alteráis reicaufàfcriptae effent,&:nobis tradita?.
Nani hoc illos dicere ex ijs,quae fcripferunt, perfpicitur.
DionyilusjNeexiftimemus, inquit,<aquseapparent, in **
eiuimodi fcriptionibus ficta efleip forum met caufaiNife »
nusnon negatinfpiciendos eíTecolores, quibus imago
conftatjqui enim ea pofíet eonfpici non vifis coloribus? -.
ièdpraicipit ne coloribus fpe&andis inhsereas. Gregorius
Romanus.Intuendum,inquit,eft, necum verba exterio- *
m amòris audimus ad externa fentieda remaneamus. Ne »
remaneamus prsecipit,id eft, ne haereamus inipils, fed me "
liorum,ac magis fublimium rerum explicandarum,& co- .
templandarum caufa fcripta effe putemus. E quibus om-
nibus confiar^ hoc Catmenallegotkèfcriptumeire,ea
allegoria, qux nominatur verborum, & ea continere,
qua? ijs perfonis , atque rebus quibus allegoria tracta-
turconueniunt:&: eas perfonas duorum coniugum inter
feamantiumperfonas eife.&earum amoribus honeftis
&probisdeclararì amores Chrifti^ eccìefiacmec eos et ,
hoc Carmine re&è intelligi pofie,mfi ea prius,qu5 illos re
fert,atq,. exprimit cognofeatur imago : &c ob id vtrumq;
cxplicandit eflej&prius habita ratione pofteriorjs,& qua
tenus adidintelligendu códucit.Scd quàdo de his omni-
bus conítat,fortaífe quisfeire velit cuiusordinis, atq^ co-,
Q L ditionis
100 CANTAR DÉLOS CANTARES

qué orden y condición son estos cónyuges que aparecen? ¿Si tienen un papel
regio o más bien privado? Y si privado, ¿si urbano o pastoril y rústico? Pues a
juicio de muchos doctores y de otros no medianamente doctos, no agrada que
sean pastores, por lo de la esposa al esposo: Metióme el rey en sus retretes, y de
nuevo: Cuando estaba el rey en su reposo, y el esposo de sí: A la yegua mía en el
carro del Faraón; y el que el esposo nunca se llame Salomón, Respondo, que
los personajes pastoriles son tomados aquí en alegoría, pues se deduce del ha-
bla de las mismas personas, de las conversaciones que tienen, de las semejanzas
que usan tomadas todas del campo. Pues todos los diálogos de este cantar se
basan en coloquios de pastores; muchas veces hablan de ganados, de fuentes,
de nacimientos, de pastos; respiran amores, lo cual es propio del cantar bucó-
lico; por último, ellos mismos se llaman pastores, para que no quede ningún
lugar a duda; aquello: Enséñame dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía,
porque seré como descarriada entre los ganados de tus compañeros. Aquél: Si no te
lo sabes, ¡oh hermosa entre las mujeres!, salte (y sigue) por las pisadas del ganado, y
apacentarás tus cabritos junto a las cabanas de los pastores, Pero ¿por qué, pre-
guntará alguno, se tomó mejor el personaje pastoril? Lo primero, fue tomado
porque es apto para expresar la fuerza del amor, tanto porque los pastores
aman puramente, cuanto porque su género de vida es muy apto para dedicar-
se al amor; por lo cual el cantar bucólico en toda lengua siempre se tuvo por
muy apto y agradable para referir amores. Después, porque con ninguna cosa
mejor se significarían los que se ocultan bajo estas personas, la Iglesia y Cris-
to. Cristo goza en llamarse pastor: Yo soy el buen pastor^5. Y en el salmo: El Se-
ñor es mi pastor. Y Pablo: Suscitó a Jesús, gran pastor. Pues de tres maneras se
significa figuradamente en las Sagradas Letras la unión de Cristo con la Iglesia.

33 Jn. 10, 11.


34 Título del salmo 23, no deí 21, como trae fray Luis,
35 Hebreos 13. la cita es adsensum.
loo IN CA PVT
ditionislíti contuges fìnt,quiinducuntur? vtrum régiam
perfonamgerant,anpotius priuatam*&:fipriuatam vira
vrbanam>anpaftoraiem&; rufticam.Nam quibufdam Tuo
mdiciodo&ifsimis,aliorum ne mediocrii erquidem do-
&is paftores induci non placet,quod fponfa de fponfo. In
tróduxkmercxincubiculumfuum,&rurfus,dum cfler
xcx in accubitu fuo.&: iponfus de fe.Equitatui meo in cur
ribus Pharaonis.Qopdque iponfus non femel Salomon
nominetur. Refpondeo,paftoralesperfonashìc adalie-
godam aflumi.Id enim ex oratione ipfarum iiquet perfo
7
narum/è fermonibus quibus vtuntur,è fimilitudinibus
quas adhibent quas omnes è re ruftica fumunt. Diuerbia
• enim huius Carmini* omnia colloquijs paftorum con-
ftànt:degregibus,defontibus, dehortis, depafeuis faepè
loquuntur,amoresipirant,quodipfumeft bucolici Car-
minisproprium:denlquefe ipú\nullusvt dubitádi locus
ilt retiquus,paftores nomìnantjilla" Indica mihivbi paf-
casvbi cubes in meridie, ne vagan incipiampoft greges <
íbdalium tuorum.ìlle. Si ignoras te ò pulcherrima feemi-
narum egredere poft veftigia gregum tuorum : &. pafees
hcedos tuos circa tabernacula paftorum. Scd cur,quxrat
aKquis^otifsimum aftumpta eitpaftoralis perfona ì Pri-
mumfumptaeft, quia apta eft ad exprimendam amoris
vim,tum quod paftores purè amant, tumquod eorum
vitas gemiseli valdeaptum ad vacandum amori:ex quo
Bucolicum Carmen in omni lingua ad refercndos amo-
res aptifsimum & dulcifsimum femperhabitum eír.Dein :
dequiáquihisoccultá^urperfoniseceleíia atq; Chriftus
nulla re alia ílgnificarenrur melius.Nam Chriftus fé pafto
han. 19* rem nominad gaudet Ego fum paftor bonus. Et in Pfai-
Pirfi.2i. mo.Dñs paftormeus.Et Paulus, Sufcitauit magnü pafto
e pi
*" rem I¡efum.Ctímenimtribus moráis Chriftieum-eccleíla-
coráuadio figufat^ifvía^rk ügniíicetur Ut cris, Parabola
agrico-
101 CANTAR DE LOS CANTARES

La parábola del agricultor y del huerto36: Yo soy la verdadera vid, y mi padre es


el agricultor. La parábola del pastor y del rebaño: Yo soy el buen pastor, y conoz-
co mis ovejas, y las mías me conocen. Parábola de dos cónyuges y pastores, como
se hace en este cantar, pero esto último aventaja a lo demás, pues el papel de
pastor es muy apto por la causa que dijimos, y la forma conyugal muy conve-
niente, porque el amor de los cónyuges es el más dulce de todos, por lo cual su
imagen es trasladada a Cristo por los sagrados escritores, como se ve en Pa-
blo37, en Isaías38, en Ezequiel, en Oseas, Y el que este pastor se llame a .veces
rey39, se ha de decir que ello pertenece a las exquisiteces amatorias de las pala-
bras40. Pues así hablan entre sí muchas veces los que se aman mutuamente, de
cualquier clase que sean, y así se reprenden mutua y blandamente. Pero tam-
bién es lícito a veces que los que salen personificados, se quiten alguna vez la
persona, y así puede decirse que Cristo en este lugar se desviste de ella, y se
nombra a sí Salomón, esto es, pacífico y rey, como en verdad es. Y si alguien
desea vivamente saber además a qué género de escrito pertenece este cantar,
sepa que pertenece al género dramático41, y es aquel en que el escritor del can-
tar no aparece, sino sólo las personas aparecidas realizan toda la acción, como
sucede en la comedia y tragedia. Y como en la tragedia se saca un coro, así en
esta obra se sacan y hablan compañeros del esposo y amigas de la esposa, y re-
alizan el papel del coro y dicen fingir, como en el teatro. Pero no todos están
de acuerdo en si la escena, esto es, el lugar y tiempo de la ficción de estas cosas
y de su exposición es múltiple. A unos les parece el lugar múltiple y la acción
no de un día, con los cuales concuerdo en el tiempo pero no en cuanto al lu-
gar, pues todas las cosas fingen ser realizadas en Jerusalén o cerca de Jerusalén,
esto es, en sus suburbios.

Tras esta exposición, empecemos ya la interpretación misma del cantar


de Cristo y de la Iglesia, sobre la cual los intérpretes se dividen en varias sen-
tencias. Pues unos, y casi todos hebreos, (lo interpretan) sobre la Iglesia que

36 Jn. 15, 1.
37 E£ 5,
38 Is. 62.
39 Ez. 16.
40 Oseas, 1 y 2.
41 Esta concepción, apuntada en Orígenes, es defendida por fray Luis por primera vez en la exégesis
de este libro.

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<P R 1 M V M. xoi
agricolí^&hortiEgoíum vitis vera, & pater meijs agrt- f^??.io#
cola cft. Parabola paftoris & gregis . Ego fumpaitor bo-
nus j & cognofco oucs meas, & cognofcont me mcae. Pa
laboladuorumconiugum&eorumpaftorum, vtfit in
hoc Carmine,hic vlrimus prseftat caiteris . Nam paftoris
perfònaaptifsimaeii propter caufas quasdiximus,&coa
iugalis ratio vaide conueniens,quodconìugum amor ik
omnium dulciiìimus,ex quo eius imago à iacris (cripto- gp})*
ribusad Chriftum farpè transfertur , vt in Paulo videre £ ^ ¿ 2
cit,in EfatajinEzechielejinOfca.Qapdautcispaftor rex ^ge ¿
interdumnomineturjiddicendum eftpert*nere ad verbo ^ , ^
jum amatorias btandkìas . Sic cairn qui inuicemamant
cuiufcumq;iiÌiordinisiìn! interfefsepeloquuntunfeque
ile mutuò 6c blande compellant. Sed oc exucreperfonam
interdum liceujs^uiinducunturperfonati: ¿taque cani
cxuiflfedici poteft Chriftus hocioco:feqj 3¿ Solomonèy
ideft,pacif*cuíii>&; regemyvti re veracft,nominaiTc.Qnpd
fi quis praeterea feiceaueat, ad quod fcriptìgenus hoc
Carme pertineat isfciat,ad drarrtmaticttpertinere genus:
Ìd4* effe in quo Carminis fcriptor nihikinferfatur ipfe,fe<$
folaj perfonacquai inducuntur totani rem gerunt, vt in co
meedia rir,ar^ue tsagcedia.Ei iicutintragoedia indurita*
chorus, iic in hoc opere fponiì Codales, & íponfa; íbeiss
induclatque fari,& ehorip3rtesagere,&; taquam irtthea-
tro fìngi dicere Sed vtrum feena^d eft > locus atq,ue tem-
pus quando ifta finguntuíagiaíqy didíltmukiplex,dee0
non idem probaturomnibus.Quibufdam Videtur & lo-
cusmultiplex& adiononvnius dki,quibus de tempore
aííentior.fed de loco non poflfurn.Omnia enìm Hieroro-
lymisEngúruraghautpropeHierofolymas^iioceftjinea
rumfuburbiis,Qüibiis cxpoiìtì^fumiani aggrediamur
interpretati Carmen de Ghriíto & Eccle£arde qua qui i<i
iiuerpretamucm valias fetuenrias diukknuir Na ali^arq^
* G ,£s ijterè
102 CA NTAR D E LOS CA NT A RES

vivió bajo las leyes de Moisés. Otros, y éstos nuestros, sobre la Iglesia del Evan-
gelio; otros de ambas. A los cuales yo no sólo me sumo, sino añado algo más a
su sentencia. Pues ciertamente, mientras considero todas las partes de este can-
tar y comparo unas con otras, me parece ver resplandecer en él dos imágenes de
dos grandes cosas42. Una del amor con que la Iglesia ama a Dios desde el co-
mienzo del mundo hasta el final, y lo amará. Otra del amor que Dios mostró en
todo tiempo, y le mostrará a la Iglesia43. Por lo cual juzgo que en este cantar se
reflejan las formas de los hombres fieles y de todos los buenos que alguna vez
fueron o serán, lo cual pertenece a su amor con Cristo y al grado de virtud que
tuvieron, esto es, aseguro que en este libro es explicado de qué manera Cristo se
comporte con su Iglesia, desde que comenzó a existir en la tierra por primera
vez y se la prometió a sí, hasta que elevada al cielo la tome por mujer. Y así pien-
so y lo tengo por seguro que toda la historia de la Iglesia militante, en lo que
atañe al mutuo amor entre ella y Cristo, se contiene y se explica en estos escri-
tos. Para verlo sin error y sin confusión conviene advertir, que la edad y dura-
ción de la Iglesia se ha de dividir en tres tiempos; uno de la naturaleza, otro de
la ley, un tercero del Evangelio y de la gracia. El primero abarca desde la caída
de Adán hasta la promulgación de la ley. El segundo llega desde Moisés hasta
Cristo. El tercero desde Cristo hasta el fin del mundo. En el primer tiempo los
adoradores de Dios que había (pues la reunión de aquellos hombres se dice Igle-
sia) no tuvieron ninguna ley escrita por Dios. En el segundo, los que vivieron,
obedecieron a las leyes de Dios promulgados por Moisés. Los que pertenecen al
tercero, trasladados desde las sombras de la leyes a la luz y gracia del Evangelio,

42 Aquí comienza fray Luis la exposición de su doctrina eclesiológica.


43 Nácar y Colunga concuerdan en general con las interpretaciones de fray Luis: «Por su carácter
desconcertante, este libro ha tenido los más diversos comentarios. La exégesis naturalista ve en estos diálo-
gos un mero desahogo amoroso de dos personas que quieren unirse en matrimonio. Los amores tendrían
en ciertos momentos manifestaciones lascivas, mientras que en otros serían manifestaciones idealistas
amorosas. En la tradición exegética cristiana privó la interpretación típica. La interpretación alegórica ve
en las diversas vicisitudes de los diálogos alusiones a hechos concretos de la historia de Israel, amado de
Yahvé. Más verosímil parece la interpretación parabólica: se trata de los amores de Yahvé e Israel en un
sentido general, sin aludir a medios concretos, históricos en los detalles. Esta panorámica se continuará en
la historia en el «Israel de Dios», que es la Iglesia fundada por el Mesías. Las relaciones entre Yahvé e Isra-
el bajo el símil de un matrimonio son corrientes en la literatura profética a partir de Oseas. El hagiógrado,
pues, recogió esta tradición simbólica -particularmente explicitada en Jeremías y Ezequiel- y le dio una
expresión idílica insuperable. En esta dramatización solo debe tenerse en cuenta la acción de conjunto. Las
expresiones han de enterderse dentro del módulo de la poesía pura amorosa en el mejor sentido de la pala-
bra. Supuesto este sentido fundamental —amores de Yahvé con Israel como pueblo elegido, con una voca-
ción mesiánica-, pueden darse otros sentidos acomodaticios, como ha hecho la tradición espiritualista
cristiana, que ha visto en la trama la relación amorosa de Dios con las almas santas» {Sagrada Biblia, BAC,
Madrid, 1973, 32 a edición, p. 906).
*

KM. IN CA PVT
ijfere HebrasideEccleiiaeaqua:fub Mofis legibus vixjt.
Ali* , ijqtienoftrideEcclefiaEuangdij,, alijdevtraque.
Quibus ego tiojiaccedQ;falum,fed aliquid addo amplius
ad eoiuiiiifèmentiam.Nam iprofe&o dumx>mnes huius
Carminis partes confiderò^ curaadhibitaalias cü alijs
confero, JiiUM^ideor videre elucentem in eo duarum
maximarum xeriiiii duas imagines. Vnaamoris eius,quo
eccleíiaab éxorHio.víqj adfinem,muaidiDeü.amat,ama
turaq; eft,AlxeraTn<eius charitatis, quamOe«speromne
id tépus exhibuit,cilq; exhibiturusEcdeüavQuare ludico
omniü qui.vncfuafuetút futurivefunt honorum,ac fide
lium hommum ratiòne$,quod pertinet ad pietatcmepru
erga Chriftum, Oc ad^gradum qucm in virtute renuerunt,
tradì in hoc Cannine^ hoc eft , cenfeo in hoc libro
explican,quo|ìado fethiiilus ergaiìiarriEeckiìam gè-
rat,ab eo tempròre,quancío üíainíerrisprimüeífeccepir,
&¿ eam fibi deTpónfauif ipfe>, ad id vfq; tempus., quando
eandem in eieìiim fubiaramaccipiet vxoEèinitaqi totani
Ecclefìaì militaatis hiftoriam,quodad miitutim inter ip^
fam atq; Chriftttmamorerri attmet,his contili eri.&: expli
cari fcriptis exifiàmo aepro certo!habèoiQi|pd-vt ilne er
rore &c confufianeicernatìjrattiniaduertéré^ortet, Ec-
clefiae*tatematquedurátiónelii;intriaeíre tempora di-
uidcndam:vnum.naturx,aiteràmJegisvtertiumEuange-
li) atquegratia;;Primumab Adarriipemniiite^fp^jV^;
adlarionemlegis.Altemm àMofcvfqi ad.Chrrttumper*
ueniife.Tcrtium àChrifto vfquead finemikculi. In pri-
mo tempore Dei cultores qui erant (eorum cirÉm homi-
num conuentus EcclefiadiciEur,) ^nullárh habuifle di-
uinitus fcriptam legem.. In alterò., ^qui vixerunt,legi-
bus à Deo per Mofem latispiÉiifFe . Ad tcrtium qui
percinent, à ¡egum ^mbrisj, ad Suangelij lumen, at-
. que
103 CA NTAR DE LOS CANTARES

forman la Iglesia que abunda en gracias. Los primeros fueron más imperfectos
que los segundos, los segundos más que los últimos. Así, pues, en el primer
tiempo de estos tres, que fue como el tiempo de la infancia, Dios trató a la
Iglesia como si fuese niña recién nacida y tierna. En el segundo como si fuese
jovencita algo crecida. En el tercero, como a la que ya había llegado la edad
casadera. Pues así como el varón a quien la niña es prometida para que des-
pués madura la tome por mujer, éste por la edad de la niña modera la forma
de su amor con ella y, cuando es niña, se muestra blando, cuando es jovencita
más amante, ya madura es abrazada con gran amor por el esposo; así Dios a la
Iglesia, la cual en sacándola a la luz se la prometió, avanzando el tiempo, esto
es, al final del siglo hará matrimonio con ella, la ha seguido con amor variado
y ha seguido el curso de su vida con incrementos de su amor hacia ella. Como
ella avanzaba en edad, así él siempre añadía algo al amor o, al menos, a la os-
tentación del amor. Así, pues, en este libro aparece admirablemente descrita la
imagen del progreso y de toda esta manera. De donde también el mismo li-
bro, como antes dijimos, se divide en tres partes; en su primera se contiene la
manera de la Iglesia constituida en la ley natural, en la segunda se declara su
legítimo estado, la tercera pertenece toda al tiempo de la gracia. Y así, las tres
edades de la Iglesia se explican con las tres partes del libro. Pero se explican no
de arte que se diga todo lo que pertenece a la Iglesia de cualquier modo, sino
que se recuerda sólo lo que atañe a la condición de esposa, esto es, al mutuo
amor de Cristo con ella y de ella con Cristo; pues se declara cuál y cuánta haya
sido la excelencia de la Iglesia en cada edad y en su virtud, y la beneficencia de

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P K 1 M V Ai~ toj
quc ad gratiam tranflatos gratijs redundantem confi*
cere Ecclefíam. Primos imperfe&iores fuiÜe fecun-
dis : fecundos poftremis . Igitur in ho rum trium pri-
mo tempore quod tanquam infanti^ tempus fuit, ile
Ecclefiam Deushabuit, acfieíTetpuella modo nata ac-
que tenera . In fecundo ac fi-eifet iuuencula aliquan-
to grandiufcula, In tertio , vteam,quaeiam adnubì-
ìem attatemperuencrat.Namquemadmodum cuipuel-
la infantala deipondetur vt eam poitea maturam viro,
vxorem ducat, is ex aitate puellx amoris fui erga ip-
fam rationem moderatur, &: cum infantala fé blan-
dum oftendit, cum cadem iuuencula amantiorem,
virò iam maturam eximio amore comple&itur : fic
Deus Ecclefiam, quara vt primum in lucem eduxit
deiponiàuit fibi, maturo tempore , id eftjin fine fatcu-
l i , matrimonium initurus cum illa, vatio amore pro-
fequutus eft : & fua: charitatis erga illam incremen-
tis, ipfius fequutus eft curfum astatis. Vtenim iJia seta-
te pro cedebat, fic ipfefemper aliquid addebat,ad amo-
rem , vcl certe ad oftenfionem amoris,. Huius igitur
totius rarionis, atque progreifus imago, in hoc libra
mirificè deferipta extat. Vnde & ipfe liber vt fupra
diximus, in tres pattes diuiditur: in quarum prima Eccle-
fise in natucali iege conftitutsc ratio continetur, in fe-
cunda legitimas eius flatus declaratur, tertia tota per-
tinet ad tempora gratiac. Explicantur itaque tribus li-
bri partibus , tres vrtates Ecciefiie . Explicantur autem
non ita, vt omnia, qua: quouis modo pertinenr ad Ec-
clefiam dicantur, fed vt ea tantum commemorentur,
quae ad iponfas rationéattinent,ideft,ad Chrifli ergaip-
fam & ipfius erga Chriftü mutuum amorem.Na declara-
tur quaiis,&: quantafuerit fingulis setatibus Ecclefiae 6c
G 4 eius
104 CANTAR DE L OS CANTARES

Dios para con ella. Y puesto que toda la excelencia de la Iglesia consiste en dar
culto a Dios, y Dios es honrado por el amor y la fe, esto es, por la recta per-
suasión de sí y el amor; la beneficencia de Dios con ella está y destaca sobre to-
do, en que la protege en los peligros y la consuela en la adversidad; por eso to-
do el discurso de este libro versa en demostrar con qué virtudes haya
destacado la Iglesia en ambas cosas, esto es, en el conocimiento del bien verda-
dero y en su estudio en todo tiempo, y con qué protección fue guardada por
Dios y con qué consuelos imbuida y animada. Pues siempre enseña que ella
ciertamente destacó en ambas cosas, pero no siempre destacó por igual, sino
que a medida que avanzaba en edad, así avanzaba más en ambas. Y así, como
estas hayan sido cada una de las partes de este libro, las cuales declaran Ja edad
de la Iglesia a la que se refiere, de arte que lo que se ve en cada una de las par-
tes que dice la esposa o que es dicho por la esposa, contenga queja o invitación
o alabanza o ruego, signifique de qué modo la Iglesia haya amado a Cristo o
haya sido defendida y cuidada por Cristo. Todas las partes de este libro contie-
nen esto al mismo tiempo, esto mismo lo explica cada parte con maravilloso
orden y unión entre ellas, y además no recuerdan nada que no pueda ser refe-
rido fácilmente a él. Lo cual quedará claro con la explicación, por lo que oiga-
mos ya a la misma esposa: Béseme de besos de su boccfi^. En la primera parte de
este cántico como dijimos, se describe la forma de la Iglesia, que floreció en la
ley de la naturaleza, y aquella Iglesia era débil y tierna, como recién nacida.
Por lo cual Salomón, para pintarla saca aquí a una niña, en la simplicidad y can-
dor de su edad, pidiendo abiertamente los besos de su esposo. Pues el ingenio
infantil es abierto y simple e impotente con los primeros deseos, y ella pide no

44 Toda esta doctrina estaba ya en «Esposo» (cfr, Onís, II, 252-266).


io4 IN CJPVT
eius in virtutepracftántia, & Dei erga ipfam beneficen-
tia.Etquoniam omnis eccleflas prceftantia, in colendo
Deumconfiftit/ColiturautemDeus charitate, atq,- fide
id eft,re&a deipfo perfuafione OC amore : beneñccntia
autemDei erga illam in hoc maximè.cxtat atq$ eminet,
quod eamtueturinpericulis,&:confolaturin rebus ad-
ueríis : idcirco huius libri tota orario verfatur in eo , vt
demonftret,quibus fuerit ecclefiain vtroque hoc eft, in
veri cognitione,& in ftudioboni in omni fua aitate eul-
ta virtutibus:quibufqueadeoS¿praífidijs munita fuerit,
èc confolationibus fubleuata & imbuta. Docet enim
fempcr quidem ipfam in vtroque praeftitifleiat non aiquc
praeftitifle femper,fed pro eo quod inastate progredieba
tur,fic invtroqjprofechTe magis.Itaq; qualiaiftafuerint
fingulae huius libri partes,quaeq$ procaecciefiae aitate ad
quam fpe&at declarant, adeò vtquod in earum partium
lìnguliSjVel fponfam dicere, vei de fponfa dici confpi-
citur, mie querimoniam, ilue inuitationem, fiue lau-
dem,iìue precationem contineat, idomne quali eccle-
fìa modOjVel Chriftumadamauerit , velàChrinocul-
ta, &: defenfa fuerit fignificet. Haic firnul omnes huius
libri partes continent, haec eadem imgulas explicanr,
ordine inter ipfas, atque nexu mirifico : nec praetereà
aliquid quod non eo facile referri pofsit commemo-
rant. Quod «explanationefiet planum, quare iam fpon-
fam ipfam audiamus^O/ctf/ffw me ofculo oris /«¿.Prima hu-
ius cantici partenti diximus,ratio eiusecclefiajjquaefìo^
ruitin natura legcdcfcribitur,eratautem illa eccleík,ve
poterecens nata,irnbecilla,atq; tenera. Quare Salomon,
eanivt adumbret,puellam hìc inducit,pioaetatÌsfimpli-
citate &: cadore fui fponfi ofcula aperte petente. Nà puei
lare ingeniu apertum eft,& fìmplex &: cu primis defiderij
impotens. Petit autera nonipià vitro íponfumprouocás
" """ kd
105 CANTAR DÉLOS CANTARES

provocando al esposo, sino inducida otra vez por él a amar y encendida en el


deseo del amor degustado una vez. Pues lo que sigue muestra que percibió an-
tes algún gusto de amor: Porque buenos (son) tus amores más que el vino. Pues
no diría esto, si no conociera y hubiera experimentado ya cuan dulces sean los
pechos del esposo. Todo lo cual concierta admirablemente con la cosa a la que
se refiere. Pues Dios se mostró a los primeros hombres antes de que pecaran, y
después de pecar les prometió que de su semilla nacería Cristo, y ello con
aquellas palabras que se contienen en el Génesis45: Pondré enemistades entre ti y
la mujer, entre tu descendencia y la suya, tú acecharás su calcañar, y ésta te aplas-
tará la cabeza. De lo cual resultaba que la esperanza y el pensamiento de su
promesa, metido en las ánimas de los hombres de aquel tiempo, y el recuerdo
de la felicidad poco ha perdida, que vigía en ellos, encendiera en ellos un gran
deseo de ver al hombre, que los libraría de la miseria y los metería en el cielo,
esto es, de ver al Verbo divino unido con la carne humana, de cuyo deseo son
índices estas palabras: Béseme de besos de su boca. Pues la felicidad poco ha ex-
perimentada que habían perdido, hacía en aquellos hombres más dura la
mordida de los males, y por ello deseaban más ardientemente ser restituidos al
estado que habían perdido. Y así, lo que se les había prometido, que renacerí-
an por Cristo, no soportando que esto se difiriera más, como hubiesen habla-
do antes consigo y con su ánimo muchas cosas, que les sugería en parte el
dolor de la felicidad perdida, en parte la esperanza y el deseo de conseguirla de
nuevo, fingen estallar en estas voces: Béseme de besos de su boca, esto es, danos
lo que nos has prometido, comienza ya a aparecer hombre entre los hombres.
Obro con audacia, lo confieso, pero tus promesas hicieron que me atreviera.
Cuando eres tan amante de mí, que quieres vestir la carne por mí, enciendes
de manera admirable mi amor contigo, no continuaste tu amor dentro del

45 Gen. 3, 15; no. 2, como trae fray Luis.

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P RI Mr Ai. 105
fcd alias ab eoadamandum indu£ta,&: fenici deguftati
amoris cupidineincenfa.Namamorisguftumaliquem,
antea percepífíe docet, quod fequitur. Quia mehorafune
'iberatuonino. Nec enim irta dixiffet, nifiiam cognofceret
atq ; expertaeflet,quadulciavberaíponñeflent.Qu^oni
nia cum ipfa ad quam re£eruntur,remirè conueniüt. Ete-
nim Deus primus hominibus ) & antequam pcccarent,
patefecit,&;poitquam peccarunt,pollicitus eftfuturum,
vt ex ipforum nafeeretur Chriftus(emine, idque illis ver-
bis quascontinenturinGenefi. Inimicitias ponaminter Getter*
te 6¿ mulierem, Ínter Cernen tuum Oc femen illius> tu infì-
diaberis calcáneo cuis,& ipfum conterei caput tuum. Ex
quo fiebat, vt eius promifsi cogitano & ipes, in illius asta*
tis ho minú incluía animiSj&fceiicitatispauiò antèamiÌTg
memorise,qua; vigebat in ipiìs,magnumineis accenderei
dcìiiderium eius videndi hominis, quiipròs liberaturus à
miferia,&: in caclum introdu£turus erat,id eft,verbi diuini
cum humana carne copulati videndi, cuius defrderij indi
ees funt iftx voces. OJculetur me ofcuíoorisfuLÍü&m modo
experta fcelicitas,à qua deciderant,acriorem efficiebat in
illis hominibus malorü morfum, oc ob eanicaufam fe.rc->
ftitui in cum gradumjquemamiferantjardentius opta-
bant. Itaque quod fibipromiííum fuerat forc, vtper Chri
ftuftì reftituerent,id illiiongius diiferrinonferentes,cum
fecum,&: cü animo fuo,collocuti priùs multa cflent, qua?
partim amina; foelicitatis dolor,partim eiufdem iterum
confequendae ípes, S¿ deílderium ipfis fuggerebat,inhas
prorupifle voces fmguntur. Ofculetur me ofutlo orisfuhid¿
cft,pr£Efta quodnobis espollicitusñnter nomines homo
apparere iam incipe. Audader ago,c5fiteor,fed promiffa
tua vt auderem,fecerunt: Cum tam mei amans es, vt mei
caufa carnem induere vdis,meum erga te amorem miris
modis incendis. Non continuati ipfe intra pc&us amore
G 5 tuum
106 CA NTAR D E LOS CA NT ARES

pecho, sino atestiguaste cuánto me amabas con promesas muy bondadosas, no


puedo retener por más tiempo metido en el ánima el deseo de ti, por el que
me atormento. Rompe todas las tardanzas, esto es, Béseme de besos de tu boca,
esto es, acerca tu rostro a mi rostro, esto es, para interpretarlo una vez más, há-
gase carne tu Verbo, lo que Juan dijo simplemente46. Y así, la primera Iglesia,
encendida por el gran deseo de ver a Cristo, que encendía en ella tanto la
grandeza de la cosa prometida, como la dureza del dolor de la felicidad perdi-
da, pide con estas palabras la madurez de su encarnación, que significa apta y
figuradamente con la palabra "beso". Como en el beso la cara se aproxima a la
cara así en la encarnación el Verbo de Dios se une con la carne47. Y no sólo pi-
de la madurez de la encarnación, sino, según creo con certeza, también pide
que aquel don más rico del Espíritu Santo le sea infundido, para borrar no só-
lo la culpa del pecado, sino también el placer y los deseos malos, abolirlos y
extinguirlos propiamente en gran parte, en lo cual está la perfección de su san-
tidad. Ese don, apenas visto antes en la tierra o quizás ni siquiera eso, fue en-
tregado a los fieles en gran abundancia tras el nacimiento y ascensión de Cris-
to a los cielos. De él, como pienso, se escribe48: No había sido dado el Espíritu,
porque Cristo todavía no había sido glorificado. Por lo cual los que piden este
don quieren también al mismo tiempo que el Verbo de Dios se haga carne,
porque el Verbo hecho carne, esto es, Cristo pidió este mismo don al Padre,
para que lo infundiera copiosamente en los ánimos de los suyos. Y el efecto
propio y la función de Cristo no sólo es purificar a los suyos de los pecados, sí-
no vestirlos también de la virtud, la cual trae una santidad eximia juntamente
con la ruina y casi muerte del hombre viejo. Y así como es propio de Cristo
otorgar este don a los hombres, así los deseos de todos los hombres, que quie-
ren ya ser salvos e incólumes, se refieren a la consecución definitiva de tal bien,
porque en él está el fin y la perfección espiritual de toda la vida. En estas cir-
cunstancias, la Iglesia al comienzo dice recta y ordenadamente aspirar a esta

46 Jn. 1.
47 Fray Luis dice esta misma idea en «Faces de Dios»: «Y este fue el aparecimiento segundo, cuando
nasció de nuestra carne y conversó con nosotros, y viviendo y muriendo nuestro bien» (Onís, I, 84).
48 Jn. 9. No se encuentra tal cita en el lugar indicado por fray Luis, sino en el capítulo 14 adsensum.
iotf ÍÑ Q'AT'VT
tuum, fcd quantum amares me teftatus es promhsis h£
gifsimis,nó queo ipià defidcriu t'ui,quo diicrucior^nclu-
fum animo diuti* tenere.Rupèomncsmoras,ideft,0/ci#-
lare me ofcttlo orts t«¿hoc eft,ori meo os tuü admoue,id eft-
v.t f^piùs interpreter,fiat caro verbü tuu,quodIoànes firn
pheiter dixit.Itaq; prima Eccleila, Chrifti vidédi máximo
incenià defiderio,quod incèdebat in ipfa,tù promiflfo rei
magnitudo, tü de amina foeiicitate doioris acerbitas, pe-
tit his verbis maturítateincarnationis eius, qua ofculi vo
cabulo,figura tè & aptèfigmficat.Nam fku t in ofculo os
admouetur ori,fic in incarnatione verbü Dei coniúgitur
cú carne. N ec foKi maturitaté petit incarnationis,fedvt
ipfe quide arbitror,illud etia Spiritus fan&i vberius donü
infundí libi poftulat, quo nò tantü peccati deletur culpa,
fed etià mala libido, cupiditatefq,-ex ea prauaynagna ex
parte abolétur acpropèextinguutur,in quo ipfìus ià&ita
tis abfolutio confito. Nam id donü vix antea in terris vi-
fum,aut fortafsè ne vix quidem antea vifum in tcrris,poft
Chriílü natii &: fublatum in cglü, larga manufidelibuseft
col1atuhominibus.De eo enim,vt exiftimo,fcribÌtur.Nó
' erat Spi ritus datus, quia Chriftus nondum erat glorifica-
tus. Quare id donü quipetunt, fimul etiam volüt verbü
Dei vt carofiat,quiaverbum caro facì:um,id eft,Chriftus,
id impetrami a Patrc donum ipiitm,vt copioiè in ánimos
fuorum effunderet. Eft enim Chrifti propria erTe&io atq;
fun£tio,fuos non mudare folùm à peccatis,ícd etia ea in-
duere virtute,qu# cu veteris hominis ruínala: propè in-
teritu,eximià quanda aiFerat fan&itate. Atq; quemadmo
dñproprium Chrifti eft,idvt donü hominibus tribuat,iìc
omnia vota hominü, qui modo fatuos fe & incólumes
efle cupiunt,eo funt refercnda, id vt bonu aliquando con
fequantur;quod in eo totius vitx ipiritualis abfolutio,at-
que ñnis üt conftitutus. Qux cum itafehabeant,rcdè
atque
107 CA NTAR D E LOS CA NT ARES

comunión de espíritu, y pedir el bien que los que lo consiguen viven una vida
celeste en la tierra, el cual don significó muy aptamente con el nombre de "be-
sos". Pues en el beso hay cierta comunión de espíritu, y los que se besan mu-
tuamente, traslada cada uno su ánima al otro. Pues ese don pide la Iglesia, en
el cual ve puesta toda la esperanza de su salvación y libertad, y el cual desea so-
bremanera por esa causa. Así, pues, pide al mismo tiempo la encarnación del
Verbo, que se expresa muy aptamente en la unión del rostro con el rostro, y la
comunión del Espíritu Santo, la cual es significada en la comunión de ánima,
que se da en la unión de besos. Pero añade la causa de que lo suplique tan de-
seosamente, diciendo: Porque buenos (son) tus amores más que el vino, esto es,
porque sabía cuan dulce fuese Dios y cuan digno de ser amado, como poco
antes había aprendido puesta de prueba en el paraíso; y lo conocía ya más cla-
ramente por la comparación con los bienes terrenos, de los que había percibi-
do algún sentido, luego de ser arrojada del paraíso. Llama figuradamente vino
a estos bienes terrenos porque nos hacen ebrios y nos ablandan con placer va-
cío. Y así, le angustia el recuperar el antiguo trato de amistad con Dios y, por-
que entiende que esto no puede serle restituido sino por Cristo, pide que Dios
le bese, esto es, desea muy ardientemente que nazca el Verbo hombre y el san-
tificador de los hombres. Mas Icuán cuidadosamente Salomón se atuvo a la
alegoría y a la sentencia en este lugar hablando de pechos4?! Pues a la doncella,
cual es la que aparece, le va bien acordarse de los pechos, y muy aptamente
significa con el nombre de pechos a la providencia de Dios para con los hom-
bres colocados en el paraíso. Pues así como los niños chupan los pechos y se
alimentan con ellos, así los hombres recién nacidos son alimentados y educa-
dos con la preocupación y providencia de Dios.

Pero continúa: Al olor de tus ungüentos buenos. Había dicho que deseaba
la llegada de la encarnación y la comunión del divino Espíritu, porque había
experimentado en el paraíso cuan suave fuera estar siempre con Dios, y aho-
ra trae otra causa para desear la misma llegada: y es que había recibido algún

49 Fray Luis no recoge aquí la interpretación de algunos Padres que toman «pechos» por los testa-
mentos, que ambos respiran el celestial amor del Esposo Cristo, como prometido al mundo en el Viejo, y
como dado en el Nuevo. Pueden también denotar que la palabra de Dios en ambos forma como dos ma-
nantiales, de donde corren las aguas saludables, que resurgen hasta la vida eterna, más gustosa sin compara-
ción, que lo que desea la carne, y cuantos placeres nos puede suministrar el siglo (nota del P. Scio).

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T Ri MV M. ic 7
atquc ordioelxcleifìain fui initio ad hanc fpiritus CQmu'
nioné aípira&e dicitür¿idq; bonü expetere, quod qui con-
fequuntur viufiaeleftemin rerris viuunr ,quod donüval-
de quìdéaptèorculorumfigiiificauitnGrniiie.Nain oicu
lo fpiritus cOmüdioquasdácft.QuiJcnim fe mutuò deof
culàtur, anitial vtcrqueinaiterútraasfetuncldergo illa
Ecciefia donü flagitat, in quo omn¿ lux iibertatis atquc
falutis fpem fita eífe videt,quodq; i)b eà caufam fummo-
perè defidctat. Plagi cai igitur vna =£mul,, te iric&riationè*
verbi,qux in coniun&ione oris cum ore apti&irrie expri-
mimr,&commnnionèSpiritus fan£ti, qua: comunione
anima^quae coniüdis exiftitofeulis %mficMur,Scd&;cur
id ta ftudiofé efflagitet caufam fiibij ciudiecs i^iahkliora
fuatybera tuayinolà eit,quia,vt paulò ante íhparadifo con
fìituta experimento didicerat, feiebat quám eífet dulcis
Deus,&; qua amari dignus:idq,- ap'ertiùs ía cognolcebat,
ex coliationead terrena bona,quorü aliqu*5 ienfumper*
ceperat è paracUfopòftqua eìcita fuit.Quae terrena cucia
bonatranflatè^vinu nominat,quodebrios nos reddar, oc
inani voluptate ckouilceant jltaq? necefsitudinis cu Deo
pritlinü vfum fibi¥eftrtuipercupit:6¿ quoniam id nifi per
Chriftüfibinó eífe ieftituendü iatdligitjòfculafibi darià
Deo pctitjideftjVérbü homineA Homiriüfandificatore .
nafci,ardetifsimè^|)tat.Atquaat:curaiè,8<alkgon£e, &c
fentéuasfexuiu&S&omóiioc íniocóVberú voeabulum
inferés.N&puelíaquális eÜ eaquaeinducitur, vberü me-
minifle decet, &¿ Dei erga no mines in paradifoconftitu--
tosprouidentia, aptifsimèvberumtlgnifìcatur nomine,
Nam vt pueri vbera fugunt, eoquealuntur: iìciUa cu-
ratione&prouidentia Dei, homines modo nati,alti &
cdu&i funt. Sed pergit , Fragranti* \nguentt$ optimi* . Di-
xerat.mamritatcm incarnationis,5¿ communioné diui-
ni ipiritus optare fé , eo quod, quafá ìfuaue eífet verfari
femper
108 CA NTAR DÉLOS CANTARES

rumor de la excelencia del futuro Mesías, el cual rumor superaba con gran dis-
tancia a todas las buenas esperanzas. Pues Dios le había significado, que un
futuro Mesías, no sólo la libraría del pecado, sino también la llevaría a la me-
jor felicidad tiempo ha perdida. Así, pues, llama figuradamente fragancia de
olor a la promesa y fama difundida del Mesías, (pues la fama es comparada
por Salomón con las cosas olorosas también en otro lugar, donde dice50; Mejor
es el buen nombre, esto es, la fama que los ungüentos preciosos). Y dice que ella
aventaja a los mejores ungüentos, esto es, que supera todas las esperanzas y
opiniones de los otros bienes, aunque sean grandes. Con razón la Iglesia se
acuerda del olor del esposo, porque en aquel tiempo Cristo sólo era conocido
por un tenue rumor, esto es, por oscuras promesas y casi de nombre. Y la mis-
ma esposa declara lo que decimos que el nombre de olor es trasladado para
significar el buen rumor de Cristo esparcido entre las gentes, cuando añade:
Ungüento derramado tu nombre, por eso las doncellas te amaron. Pues aquí es
interpretado el olor que había nombrado antes. Y toda esta oración puede ser
distinguida así: Tu olor o, a la letra del hebreo, por tu olor, que aventaja a los
mejores ungüentos; y antes de terminar la frase, la corta; Ungüento derrama-
do tu nombre; y luego vuelve a lo anterior y añade: Las doncellas te amaron,
para que el sentido sea: por tu olor, con el que vences a las cosas más olorosas,
las doncellas te seguirán con sumo amor. Y si alguien, dice, me pregunta cuál
sea este tu olor, respondo: ungüento derramado tu nombre, esto es, ungüento
ampliamente oloroso, que digo, es la fama de tu nombre, y el cual también ha
de ser llamado nombre, a saber, Mesías, esto es, Cristo, o sea, rociado con un-
güento y ungido. Y estas doncellas, que se dicen amar al esposo inducidas por

50 Eclesiastés, 7>2.
io8 IN £ A P V r
fempcr cum Deo,in paradifo experta fuifFetmunc auto»
aliam adférc caufam,quare eandem iilam maturitaté de-
fidereneaque cft,quia ícilicet rumore no nulla acceperat
de prseftiitiafuturi Mefsiae,qui rumor omnes bonas fpcs,
longo interuallo fuperabat.Na ilgnificauerat illi Deus fu-
turumMefiiam,nó folùm,qui ipfam àpeccato liberaret,
fed quietiamreuocaret adfoelicitatemlongè amiiTa pò-
tiorem.Eam igitur promifsionesn & de Mefsia fparfam
famamjtranilarèfragraatiam odoris vocat (Fama enirrt
cum odorai is rebus àc alibi à Solomonc conferme, qua di
Ecck.j. cit,Melius eli nomen bonum,id eft , fama qua vnguenta
prctiofa}.Et eam optimis prseftare dieit vnguentis,id erìy
aliorum quaniuismagnorumbonorum, opiniones om-
nes acque ipes fuperare.Iure autemUla Ecclefìa meminte
odorisfponfi,quiailio tempore Chrifìus, tenui rumore
quod3,id eiìiobfcurispromiisis,5£ quafide nomine tan>
tum cognofceba.tur.Quod aut-e dkimus fragrátice nome
ad bonum rumorem de Chriito in vulgus fparfum (igniti
candum trans ferri,ipià declarar fponfa^cum addir > Oleum
efflìfumnomentuum,tdeoadolefctntuUàtkxeruntte. Nanihic
interpretatur quam fuperiùs fragrantiam nominalTer.
Itaquetota iftaorario ile poteft diftingui.Fragraiifia tua,
fiue ex Hebraico ad verbum.Ob fragtantiam tuam, quse
praeftat optimis vngucntis.Etansequam orationem ab-
íolua.t.interferir.Nam oleum efTufum nomcn tuum. Ac
moxredir ad áfcperiora atque fubijcit . Adoiefcentulaj
dilexerunt te. Senile vt fiuOb fragramiam tuam ,qua
íes odorarifsimas vincis, fummo te adokfcemute amo
reprofequñxur.Qupd ft quiSjinquirmerogetjquaílittua;
Ma fragrmua,re%ondeo,Oleum eíFuíüm nomentuum*
id cftyoleum late fragrare , quod dico, fama nominis tui
euypfumque etiam quo nominandus es nomcn ,Mef-
£as fciiiC£t,hoc eli, Chriftus^id ei^oko purrufus, atquc
vn&a&
109 CA NTAR DE LOS CA NT A RES

el olor que él despide de sí, significan a la Iglesia, como parece a muchos. Pues
como Cristo es llamado al mismo tiempo sacerdote y hostia, pastor y oveja, la
Iglesia, que es su forma múltiple, tiene nombre múltiple. Y viene bien que la
Iglesia de esta edad sea llamada doncella, para explicar así su edad débil, esto
es, para entender su rudeza e imperfección en el conocimiento de Dos. Pero
hay otros que quieren significar con el nombre de éstas a las gentes ajenas a la
Iglesia, pero que alguna vez vendrán a ella, de las cuales gentes, conmovidas
por la suavidad del olor de Cristo, esto es, incitadas por la fama y celebridad
de su nombre, veían que aquella Iglesia surgiría para amarle alguna vez. Y lo
que sigue: Llévame en pos de ti, corremos, es más coherente con la primera in-
terpretación. Pues al pedir ser llevada, significa claramente que por ese tiempo
era más débil en el amor. Después, recogidas mayores fuerzas de amor, hecha
más fuerte, no permanece hasta que el esposo la lleve, sino que ella misma lo
busca por todos los rastros. Llévame, dice; unos toman esto como dicho no
tanto con la significación de desear, cuanto en el sentido de predecir lo que
vendrá, de este modo: Como veo, dice, y como yo misma colijo de tus prome-
sas, cuando suceda que me lleves, esto es, que me levantes alguna vez a mí
arrojada ahora de un altísimo estado de felicidad y tirada miserablemente por
tierra, y me unas altamente contigo naciendo tú de mí mismo, en pos de ti co-
rremos, esto es, te seguiremos en agradabilísima carrera. Lo cual sucede en
tiempo del Evangelio; la Iglesia lo predijo con estas palabras, previendo enton-
ces el ardor y el deseo de los hombres del tal tiempo para con Cristo. Y no so-
lo previo el deseo de seguirle, sino también la innumerable multitud de los
seguidores, y por eso cambió el número del verbo. Pues, como dijese primero
en singular, llévame, después puso, corremos. Para mostrar que innumerables

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JP X I MV M. 109
vn^us. ÀdolefcentuAue porràiftai,quaedkutìtur amare
iponfum odore quem ex fe iik fpirat inductavpfamiigni
¿caneEcelefiam,vtnonnuÌlisvidetur. Sicut enimChri-
ftus, idem &c facerdos fchoftia : paita r,atqueouisvo ca-
mpire Eccleila quod cius ratio muhipiqxfit,céfeturmpi-
tiplici nomine. Congruitautem,vt huius gratis Eccleila
adoleicentulanominetur, vt eius iic explieetur infirma
xtas, id eft, vt intelligatur eius in cognoicédo Deum im-
perfectio atque ruditas.Sedalij funr,quiharum nomine,
gentes fignificatas voiunt ab ecclefia alienas/ed aliquan-
Uo in Ecclefiam venturas.à quibus gentibus Chrifti odo-
ris fuauitate pcrmods,ideft,incitatiseiusnominis cele-
britatc atque fama, ipfum amandum aliquando effe illa
oriens Eccleila videbat. Sed quodfequhur.Trahe me ¡>ojl
te^currem^s^m^ps cu priori interpretati one coheret.Nam
in eo quod petit trahifé, fatis Ììgntficatrfepetidtemporis
infirmiorè efle in amando.Ead^m enjm pofteà,charitatis
maioribus collecìis viribus,valetior efíe&a no. manet du
fé fponfus trahat, fed ipfàiiLum omnibus veftigijs perqui-
rit,Tr*fa»íí,mquit, Quidam hoc, nontà in optandi ligni-
ficato, qua in pra;dicendi quod futurum efletfenfu di&fi
accipiut,hoc modo: Vt video,inquit, & vt ipià colligo ex
tuis promifsis, futurü eft, vt me trahas,id eft, futuru eftjVt
me n une decaidísimo fcelicitatis gradu deturbatam,& ad
humum mifcrèalliiam, aliquando ipfeerigas, &¿ tecum
ex me ipfc natus fummè coniungas> quod cuna accidente
pojl reem-remus. id eft>tt fequemur contentifsimo curfu.
Quod Ocaccidit temporeEuangelij :cuius temporis ho-
minimi erga Ghrìftum ftudium &: ardorem hxc iam rum
Ecclefía prasnideris , iftis verbis praedixit, Nec ftudiunt
foiùm pra-oidk infequendi-, fed etiani fcquentitsm ìnnu*
mcrabiiem multitudinem,ideoque verbi mutauit mime
rum.Cum omm fri mmn fìng&laridkiffet rTrabeme} pò*
110 CANTAR DE LOS CANTARES

hombres seguirían a Cristo nacido en la tierra, como se escribe en Juan?1: Y si


yo fuera exaltado de la tierra, lo atraeré todo a mí mismo... Y si el grano de trigo
cayendo en tierra muriere, traerá mucho fruto. Torna a su amor, muerto y llama-
do de la muerte y recibido en el cielo, a todas las naciones del orbe. Pero tam-
bién se debe decir, que la llegada de los hombres a Cristo es por el Evangelio,
no sin causa llamado con la palabra "carrera". Pues los que seguían a Cristo
antes de que hubiese aparecido en la tierra, lenta y en cierto modo perezosa-
mente le seguían, impedidos por los impedimentos de las cosas terrenas; pero
después que le vieron los hombres y resonó en sus oídos su voz52: Quien quiera
seguir tras de mí niegúese a sí mismo, tome su cruz y me siga. Y aquéllas en pri-
mer lugar: Venid a mí todos los que trabajáis y estáis agobiados, y yo os aliviaré;
después que llegaron, digo, estas palabras a los oídos de los hombres, innume-
rables comenzaron a seguirle con gran alegría, desnudos y libres de todos los
pesos terrenales dejados, como se hace en la carrera53.

Pero continúa: Metióme el rey en su retretes: regocijarnos hemos y alegrarnos


hemos en ti; membrársenos han tus amores más que el vino. Las dulzuras te aman.
Algunos quieren que estas cosas sean dichas por las doncellas, pero juzgan me-
jor los que las refieren a la esposa. A su vez otros las toman, como si se supliera
una condición, y se haya de entender de esta manera: aunque me meta el rey
en sus retretes, sin embargo regocijarnos hemos y alegrarnos hemos en ti. Co-
mo si diga: Prefiero ser amado por ti que por un rey, y ello lo considero más.
Pero más simplemente se entiende sin condición alguna. Metióme el rey: el
verbo puede ser tomado como está o entendido por futuro. De la primera
manera se significa la felicidad de la vida pasada en el paraíso, y por tanto es
como si la Iglesia dijese: "Yo que agora deseo ser traída por el esposo, entonces
fui introducida por él en la alcoba, esto es, admitida a sus mayores placeres. Mas

51 Jn. 12, Cita aglomerada de varios lugares del capítulo,


52 Mt. 16, 24.
53 Vemos muy bien explicada esta carrera de los hombres hacía el Deseado en «Amado» (cfr. Onís,
III, 112-116).
no IN QAWr
ftca intulÌt,C«rrmfif5. Quo doceret,innumerabiles futu-
ros nomines, quinatum interris Chtiftum fequcrentur,
IQMU 12* £j c u t a-pU(j ioanném fcribitur. Et ego fi exaitatus fuero à
terra omnia uaham admeipfum.Etilgranum frumenti
cadens in terra mortuum fuerit,muitum rru&um afFeret
Conuertit enim ad amorem fui, mortuus, &: à morte ex-
citatus, oc incaeìum receptas omnesorbis natiónes. Sed
6c illud non dici non debet,acceííumhominum adChri
Üum per Euangclium, non fine caufa curius vocabulum
nominatum.Namqui Chriitnm fcquebantur,anteqnam
ipfc apparuiííet in terra, lente, ¿¿quodammodo pigre fé*
quebantur ipfum, praigtauati tcrrenatum impedimen-
tis rerum : at poftquam viderunt eum nomines, oc in eo-
Mattb.iC rum auribus vox ilia eius infonuit,Qui vult venire poft
me abneget fernet ipfum, toliat crucem fuam &fequa-
turme. iUaquc in primis. Venite ad me omnesquilabo-
ratis & oneratieilis, &: ego reficiam vos, hascinquam
poftquam ad aures homiriumperuenerunt, voces,innu-
meri ipfum omnibus terrenis abie&is ponderibus expe-
diti Se n«di,vt incurfu fìtrmaximà feilinatione fèqui cce-
perunt. Sed pergit. Jntroáaxit meRex in cellari*[uayexultabi-
mus, ¿r Utdbimur in te.Memoresl>berumtuomnj fuperYwHm
reBiditigwtte. Hcc'cx perfona adolefcentularum quidam
dici volunt,fed meluisiudicant,qui ad fponfam ea re-
ferunt, Rúrfus eaaliquifkaccip'íunt, quafi fubfit cóndi-
tio fupplenda, Oc fubintelligenda ino modo. Etiam il in-
troducat mcRcxmcubiculafua,tamenexultabirnus,dc
lanabimur in te. Quail dicat. Malo diligi abs te, quam à
Rege, idque pluris fació. Sed fimpliciùs intelligaturfine
aliqua conditionc, Introduxtt me Rex/idv cxbum, Y zi p o -
teft accipi vt eft,vei intelligipoíitum pro futuro, priori
modo íignifkatus; anteadas in paradifo vita: foelicitas,
cftquc perinde » ac fi Ecclefia dixiifet, Ego ipftqua: trahi
ab
Ili CANTAR DE LOS CANTARES

!oh miserable mudanza de la vida!, ¡cuan presto perdí ese bien! Pero aunque lo
haya perdido, lo recuperaré de nuevo: Regocijarnos hemos y alegrarnos hemos en
ti, esto es, seré restituida a mi primera felicidad, y cuando ello suceda, mem-
brársenos han tus amores más que el vino, esto es, no se me escapará del ánimo
el recuerdo de su placer; sino quedará siempre fijo en él y no será borrado con
el sentido de ningún otro placer, los rectos te aman, esto es, pues es recto que
todos te amen con amor ardentísimo". Pero si por enálage de tiempo se dijo
metió en vez de meterá, la Iglesia se promete lo que desea, por la naturaleza
del deseo vehemente, pues lo que deseamos ansiosamente, nos persuadimos
fácilmente de que lo conseguiremos. Pero había deseado la esposa ser llevada
por el esposo, esto es, aquella naciente Iglesia consciente de su debilidad había
mostrado con aquellas voces su deseo de ver a Cristo. Por lo cual ahora conve-
nientemente se dice esperar lo que había deseado, esto es, prometerse de que
Cristo alguna vez la meterá en sus retretes y no la engañó su esperanza. Fue in-
troducida, pues, por él después de que creció primero en la ley, después en la
gracia del Evangelio, y finalmente ha de ser introducida en la vida inmortal,
donde están los retretes del esposo repletos de los bienes, con los que solamen-
te se vive bien y felizmente. Los que son metidos a los tales retretes así gozan y
se alegran, que no quieran acordarse más de ningún otro bien; por nada consi-
deran los demás bienes; todas las otras cosas les son putrefactas y despreciables.

Sigue: Morena yo, pero amable, hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar,
como las cortinas de Salomón. En hebreo, morena y amable, "y" por "pero", co-
mo todos los intérpretes consienten en este lugar. Mas mitiga la inverosimili-
tud54 con dos semejanzas, esto es, hace probable la novedad de la sentencia
con dos cosas traídas y recordadas, las cuales son deformes en el exterior y muy

54 La palabra griega significa «inverosímil, increíble, no presentable».

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<P R 1MV M. in
ab iponfo, nunc cupio, olim introdu&a áb ipfo fui in cu-
bkulum,id eft,adfummas fui admifìa votuptatcs. At ó vi
txcommucationemrnifcram,vtbreuiid amili bonum.
Verum vt amiferim, tamen itcrura recuperatura fun%
Nani exultahimus e£* Utabimurm teyid eft,futurü eft, Vt mese
priftinic feeiicitatireftituar, id autem cum acciderit, Me*
mores trìmus 'ìbcrum tuorum fupcryimm, id cft, non mihi ex
animo effluet cius voluptatis memoria, fed hajrcbit ia
ipfo fixa femper,nec vllius aiterius voluptatis fenfu dele-
bitur.Afam reali dtiìgunt te, id eft,nam rc&um cft, v t omnes
te ardétiísimo amore diligant. Sin autem tempòris enat*
lage,pro introducet,di&um eli introduxit,fibi pollicetur
Ecclefiaquodoptat, cxdefiderij vehemètis natura. Nam
qua; cupide optamus, ea nos cófequuturos fore facile no
bis periuademus. Optarat autem fponfa trahi ab iponfo,
id euyila oriens Ecclefia fiur infirmitatis confeia, iliis vo-
xibus fuum Chrifti videndi deliderium oftenderat. Qua-
•re nunc confentaneè iperarc dicitur, quod optarat, id eft,
fibi promitterc, forò vt ipfam aliquando <Chriftus in fua
cellaria introducat,ncceamfuat'efeliit fpes. Introducía
enim ab ilio futi poitquamadoleuit, primo ad legé, dein-
de ad gratiam Euàgelijreftque demum ad vitam introdu-
cenda immortalem,qu£ funt fppnfi cellaria,ijs referta b o
nis^quibus folis bene beatèque viuitur.In quibus cellarijs
qui introducuntur ita gaudet, & cxultant, v t nullius aite-
rius boni ampliùs meminifle vclint > pro nihilo reliqua
bona ducantjVniucrfa alia puteant ipíls ac fordeát,fequi-
tur. Nt%ra fum fed formofafiii£Hieruftlcm ftcut ubemaculá
Cedtr petit fellesSalomoms. Hebraicè. Nigra Ò£ formofa, &,
pro i^cd , vti omnes interpretes hoc in loco confen-
tiunt, A t 7 ^ <™&«VCT7\<Xduabusfimilitudinibusmitigar,id
cft,nouitat e fentéti^ reddit probabile duabus addudis,&:
comemoratis rebus,qux extrinfecus deformia iut,intcri3
autem
112 CANTAR DÉLOS CANTARES

ricas en el interior. Morena yo, pero amable: la Iglesia había dicho que esperaba,
que Cristo la introdujera a sus bienes, esto es, la restituyera al mejor estado
perdido, pero al decir esto le sobrevino el miedo nacido de la consideración de
su estado presente; pues ¿a quién convencería de que los hombres, que poco
ha fueron expulsados del paraíso por la mayor culpa de ellos y arrojados a las
mayores miserias, no solo saldrían de las miserias, sino también llegarían a la
vida feliz, esto es, rebosarían en todos los bienes? Así, pues, sale al paso de este
temor y se afirma contra él, así diciendo: Morena yo, pero amable, esto es, aun-
que morena de aspecto, esto es, desnuda de los mayores bienes y sometida a
las mayores miserias, nadie desespere de mí porque fui hermosa y lo seré otra
vez, y no solo esto sino también ahora soy amable interiormente. Pues hay al-
go en mí, que agrada a Dios, regalado a mí por el mismo Dios. Y siempre en la
Iglesia floreció la fe y la caridad, pero la Iglesia del tal tiempo se confiesa mo-
rena, porque estas virtudes eran más oscuras y menos acabadas y menos per-
fectas en aquel tiempo.

Y continúa: No miréis que soy algo morena, que miróme el sol: los hijos de mi
madre porfiaron contra mí; pusiéronme (por) guarda de viñas: la mi viña no guar-
dé. En hebreo a la letra: No me despreciéis por ser morena, porque miróme el sol,
los hijos de mi madre porfiaron sobre mí; pusiéronme (por) guarda de viñas; la
mía, digo, no guardé. Con lo cual esta persona fingida de la esposa, y aquella
naciente Iglesia hablando bajo aquella persona, mientras defiende su color, se
confirma más y más figuradamente para bien esperar. Pues dice: "Aunque,
como dije, soy morena, no soy sin embargo deforme; una cosa aparece en mí,
otra se oculta, lo que sucede también en otras cosas, por lo cual nadie me juzgue
por la parte exterior del cutis, ni me desprecie porque esté en cosas desgraciadas
y miserables, pues estoy llena de esperanzas. Añade que esta miserable aparien-
cia de mi condición no la tengo por naturaleza, pues no soy desgraciada por
ITI I N p A P VT
autem valdè rpQciof&.NìgmfumfidformDfa, dixeratilla Ec-
clefia fé iperare futurum, vteam Glitiflus ad fua bona inr
troduceret, hoc eft, in ftatum refiatueretamifío meliorc,
ièd ei ifta dicenti metusfuboituseft^ ex prasfcntis fui fla-
tus confiderationeprofe&us. namcui perfuadereturfu-
turum,vthomines,qui modo maxima ipforum culpa ex*
pulii è paradifo eifent, & in máximas miferias proic&i, è
ijs miferijs non iòlùm emergerent, fed etià ad vitam bea-
tamperuenirent jideft,omnibusbonis circiimfluerent.
Idi igitur timori òccurrit,fequcaduerfus ipfum confír-
matele dicens, Migra fumfed formofa, id eft, ctiì,in ipeciern
nigra fim^ioc eft, nudatafirnmaximis bonis, &: maximis
miferijs fubie&a,tamen ob id de me deiperet nemo,nam
& formofa fui,&: item futura fum formoià,nec idfolùm,
fcd&c nunc fum intcriùs formofa. Nam eft aliquid in me,
quodDeo placeat,abipfomihidonatumDeo. Sempcr
enim in Ecclefia fides atque charitas viguit, fed quia ea
obfcuriora,illo tempore &: minus abfoiuta,minus perfe-
tta erant, ideò eius temporis Ecclefia fe nigram eífe fate-
tur. Sed pcrgit^Nolitemeconfiderare cjuUfufca fum> quiadeco'
¡orami me Sohfilümarris me&pttgnáuerunt contra me^pofuerunt
mecuíÍodeminlfmeís¡)ine4m meamnon CHÍiodm.HcbmÍQC ad
verbum. Ne defpkìaus^uode^ffibnìgra^quta afpexit me Solfi-
iij matrismedi irati funt inme^fùerunt mecuflodem in)>tneis>ì«
neam me<tm,me<tminqu>tm non cufloditn. Quibus,hasc iponfas
inducl;a perfona, 3c illa oriens Eccitila lùb ea perfona lo-
quens, dum fuum colorem defencìit, fé figurate ad bene
iperandum magis atque magis confirmat.Nam inquit.Et
ii vt dixi,nigra fim,non fum tamen deformis,aliud in me
apparer,aliud latet,quod item alijs in rebus accidit, quare
nemo de me de fumnia cute iudicet, neq$ ob id quis me
defpiciat, qüod in rebus verfer serumnoíls Se miferis. Na
Ipe valdè locupks fum,Àdde qupd hec mea? conditionis
mifera
113 CANTAR DE LOS CANTARES

naturaleza de arte que no pueda librarme de la misera, sino que llegué a la in-
dignidad de esta suerte de vida por fraude"; y expone el engaño, pues dice:
Los hijos de mi madre. Pues así llama a los ángeles apóstatas, porque fueron
creados y engendrados por el mismo Dios Padre al mismo tiempo los hom-
bres y los ángeles. Aquellos, pues, dice, lucharon o airáronse contra mí. Esto
es, llenos de odio y envidia contra mí, maquinaron su engaño contra mí, y al
final me vencieron, me arrojaron vencida del paraíso, arrojada y expulsada
me pusieron a la guarda de las viñas, esto es, me llevaron al sol y al polvo de
esta vida fatigosa y miserable. La mi viña no me guardé, porque perdí aquella
vida feliz, muy semejante a la celeste, que llevaba en el paraíso. Y añade: Ensé-
ñame, ¡oh Amada de mi alma!, dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; por-
que seré como descarriada entre los ganados de tus compañeros. Y había dicho la
Iglesia que por engaño de sus hermanos había caído en el pecado, y por ello
arrojada del paraíso y hecha guarda y cultivadora de las cosas terrenales, había
contraído la negrura por la misma condición penosa de la vida; y había nom-
brado con nombres trasladados de calor y sol la tal miseria de su vida. Así,
pues, porque se veía tostar por el sol meridiano, esto es, picar y quemar con
los mayores males, tornada de nuevo a su esposo pídele que le enseñe en qué
lugares sestea al mediodía, en cuya sombra evite los mayores calores, donde
lleve una vida lejos de los lugares de la misera y del trabajo, esto es, pide con
ardentísimos votos que le infunda mayor luz y le enseñe el camino, por don-
de llegue a él sin error, persuadida de que cuando llegue a él librada de todo
el ardor de los males, ya no pasará más calor, esto es, para interpretarlo de
nuevo, pide que le enseñe cuándo alcanzará lo que, recibido el espíritu de Cris-
to, alguna vez se hará en ella, que refrescado el placer de los malos deseos lleve
una vida felicísima juntamente con el esposo bajo la sombra del Espíritu Santo.

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P RI M V M. « j
mifera fpecies,n6 mihi natura ineft:non enim natura mi-
ièra fum, ita vt exuere miferiam no polsini, fed fraude ad
hanc vita; atque fortis indignitatcm deucni, &c fraude ex-
ponit.Naminqutr,F*7^m4fr/$^¿.SÍcem'm Angelos apo-
ftatas vocat, quodab eode PatreDeo vna nomines, An-
gelique fatifineatque genitillli ergo inquit, Vugnauerunt,
aut iratiìfimt contra me, Id eft:, odio in me atq; inuidia infla-
mad, fraudis mae machinas mihi admouerunt, meq; tan-
dem fuperarunt,fupcratamèparadifo prxcipitamnt,pra;-
€ipitatam& expulfam vinearum cuftodias addixerunt,id
eft, in Solem & inpuluetem eduxerunt mehuius acrum-
nofx vita? atque mueras. Meamporro^imamnoncuiìoimu
Quiabeatamiliamamifi vitam3quam inparadifo duceba
eselefti fimillimam. Et addit, Indica mihi (¡uem ddigtt anima
mea^bifafcas^vbi cubes m mcriiie% nrtagarc tnciftam poft¿reges
fedalium tmrum,ì3zm dixerat Eccleiìafratrum fuorü frau-
de fein peccatum indu&am, &c ób id de paradifo deturba
tam, &cuftodcm atque cultricem rerum terrenarum ef-
fe&am,exipfavitas conditionc arrumnofa contraxiife ni-
groremsearnquemiferià vita;£uae,Solis aique seftus nomi
narat tranfiatis nominibus. igitur quiafcmeridiano So-
le torreri,hoceft,maximi$ vrgéri, aeperurimaUs videbat,
ad fuum ìtcrum fponfum conuerfa,ab ipfo petit/e vt do-
ceat quibus in iocis ipfe meridietur, qui fub vmbra me-
dios £Ítusdeciiaet,vbi locorümíferice atque laborísex-
perté vitam ducat, id eft, petit, ardentifsimis votts, vt fibi
maius mfundatlumé,feque via doceat,q;uaadipfùm fine
errore peruenia^perfuafafuturumjVteum adipíum per-
uenerir, omni maloruardore liberata, km non amplias
«ftuetjhoc eft, vtkcrumintjerpretcrypetit vt fedoeeat
«|uàdo id afíequetur , q»od Chtiái accepto fprrif» in ipiè
áliquando eflciendum erat,vt refrigerata malamm- cup?-
drcacum Mbidktó vna c& íponfo'&b vinbrá iàn$r Spirkuà
H vitam
114 CANTAR DE LOS CANTARES

Enfinpor la grandeza del deseo se entiende la grandeza del mal de que desea
librarse, esto es, porque desea tan ardientemente colocarse en la sombra, se co-
lige cuánto se quemarían los hombres de su tiempo con el calor del placer
malo. Pues ciertamente, como se deduce de las Sagradas Letras, antes de que
las aguas inundaran las tierras esta fuerza del mal vigió mucho55. Y así, porque
todas las cosas ardían en placeres, con la inundación de las aguas se apagó tan
gran incendio. Pues porque estaban tan malamente en aquel calor, del que só-
lo Cristo podía sacarle con su espíritu, y ella lo sabía, mientras le pregunta el
lugar donde sestea al mediodía, rectamente significa que deseaba vivir ya en la
sombra del espíritu; porque no sabe cuándo o cómo lo conseguirá, por eso pi-
de al esposo que se lo enseñe muy claramente. Y así dice: Enséñame, !oh Ama-
do de mi alma!, dónde apacientas, o, al menos, dónde me apacentarás, dónde
me harás acostar al mediodía, esto es, en qué tiempo o de qué manera harás
que yo, colocada bajo la sombra de tu espíritu, pase la vida libre de los ardores
y molestias de los malos deseos. Puesto que todo el origen del mal viene de las
perturbaciones del ánimo, por eso fue opinión de todos los filósofos, que la vi-
da feliz se basaba en la moderada dedicación a los afectos56. Porque no podía
vivirse honestamente sin la moderación de los afectos ni felizmente sin afectos
honestos. Y así, ningún tiempo hubo en el que no existiera alguien, que no se
confesara doctor en la adquisición y consecución de la santidad y moderación.
Pues a estos se referían todas las disciplinas de los filósofos; a estos miraban las
instituciones de todas las religiones. Pero la Iglesia divinamente enseñada sa-
bía que serían muchos los que prometieran lo que nadie fuera de Cristo po-
día dar, por lo cual pide solo esto, y desea saber el camino, temiendo que por
error llegue a caer en alguno de los que se creen dar lo mismo, y engañada
viole la fe debida por ella a su esposo con la costumbre de las cosas malas. Y
mientras recuerda esto, declara mucho que Cristo es amado ya por ella más de lo

55 Fray Luis se deja llevar muchas veces de cabalas sobre los fenómenos atmosféricos, manifestando
su inclinación a la astrologia.
56 Rasgo estoicista moderado de fray Luis, que admiraba ía «dorada medianía» de los romanos.
vitam faelicifsimam degat.Ex defideríj porrò magnitudi-,;
oc, malia quo liberati dellderat magnitudo intelligitur,
id eft, ex co quod fé in vmbracollocari, tana ardenter cu-
pit,coìIÌgitur, quato torre renturillius etatis nomines ma
iae libidinis seftu, Nà certe, vt ex facris colligitur literis,aiv
tequá aqux térras inundarét ha?c mali vis maxime viguit,
Itaq;,quia cunda ìibidinibus ardebant,aquarum inunda-
tione tantum inceridium reftindurneft» Ergoquoniam
grauiisimè ilio vexabaturscitu,quearcerevnusChriftus
fuo fpiritu poterat,idque ipfa feiebat, dum ipfum de loco
vbi meridietur rogat, tede ílgnificat fé iam cupere in vm
bra fpintus viuere : quod quonià nefeit quando, aut quo
modo aiTequutura ilt,id fpofum orar, vt fé plamfsimè do
ceat.Itaq; ait.Indicamihi ó anime mi vbipafcas,vel certe
vbi pafees me, vbi accubarc facies in meri die, ideft, quo
tempore, aut quibus modis effedurus ils, vt ipfa fub tui
ípirítus collocata vmbra, àmaiarum cupiditatum moie-
ftijs 6¿ ardoribus liberam tranfìgam vitam. Nam quonia
omnis origo mali,ab animi perturbationibus ducitur, id-
circo omnium Phiiofophorum opinio fuit,in affeduum
vacadone aut moderati o ne conftitutam ciìebeatamvi*
tam. Quia ncquefinehonefto,beatè,neque fine modera-
tone aifeduum honeftè poterai vitti. Itaque nulla actas,
fiutili qua notvaliquis extiterit , qui fé huius fanditatìs,
ac moderationis efìkiendas de comparando dodorern
profkeretur . Huc enim omnes Phiiofophorum refe- ;
rebantur difcipHnaej huc omnium religionum inftituta.
fpe&abant. SedEcclefiadiuinitus edoda fciebat,qui id
pollicerétur effe plurimos,qui pr^fìare poifet preter Chri
ftum effe neminem, quare ilium vmim rogar, ac via feire
cupit verità, ne errore eius in aliquem eorum qui fé eade
ttadere profitentur incidens decipiatur, deceptaque fide
ÜÍQ íjponfo ab ipfa debitam more malarum violet.Hax
autem
115 CANTAR DE LOS CANTARES

ordinario, esto es, declara que cuanto había avanzado en edad, tanto había ga-
nado en amor. Pues al comienzo de su nacimiento lo amaba tanto, que per-
maneciendo en casa besaría al esposo si se presentaba. Después, avanzando en
el amor, deseaba ir a donde él estaba, si por lo menos era llevada por él. Y aho-
ra, aumentado más el amor, desea caminar para encontrarle, pero es detenida
por la ignorancia del camino recto, esto es, reflexiona un poco y se demora,
declarando cuan exigua fuera la luz con la que entonces era iluminada por
Dios. Y sigue: Si no te lo sabes, ¡oh hermosa entre las mujeres!, salte (y sigue) por
las pisadas del ganado,, y apacentarás tus cabritos junto a las cabanas de los pasto-
res. Y alfinel esposo deseado responde. Y ¿qué responde? Que si desea su en-
cuentro, siga las pisadas del ganado. En lo cual Dios enseña a la Iglesia que ar-
día en deseos de verle, no ciertamente a sí, pues todavía no había llegado el
tiempo maduro de mostrar la tal cosa, ni siquiera alguna imagen suya bastan-
te expresa, pues se la dio después cuando vivió en la ley, (Aquellos ritos legíti-
mos de sacrificios y ceremonias muy santamente transmitidas por Moisés ex-
presaron ritualmente a Cristo). Pero mostró ciertas señales de sí, ciertamente
oscuras pero mínimamente engañosas. Pues si se la busca, la poseerán en el
debido culto a Cristo, esto es, en la fe y el amor. Manda que siga las pisadas de
sus ganados. Y la fuerza de su mandato es doble. Pues manda primero, que
persevere en el deseo y se dirija a donde la lleva este su deseo de ver a Cristo.
Pues es ciertamente conocido que en los cabritos está el símbolo del deseo, y
que por ello su nombre se puede rectamente trasladar para significar el ansia
del deseo. También los pechos, esto es, los amores y deseos de la esposa se di-
cen ser semejantes a los cabritos de las cabras; y los Poetas llaman a los cabritos
"petones", de pedir, como Servio anota en aquello: Y los cabritos petones. Des-
pués, exhorta a que siga a sus mayores, esto es, a los que tenían en ella el lugar

57 Estas palabras del Esposo son ciertamente de amenaza, porque !a Iglesia católica no puede separar-
se de Cristo, ni ir en pos de falsos pastores, que sean maestros dei error: solo puede esto verificarse y se ha
verificado muchas veces en las iglesias particulares... Que conozcan la grande dicha que gozan todos aque-
llos, que tienen la suerte de estar en su unidad, y que hagan el mayor aprecio de esta felicidad, contando por
el mayor de todos los males la separación del único rebaño, de quien es Cristo la cabeza visible (nota de P.
Scio),

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autem dum commérnorat/atis dedarat,ChrÌftum à £c Co
lito ampliùs iá amari, hoc cft declarar, quantü «tate pro-
cefsífíetjtantüprofecifíe in amore. Namortusfuimitio
hactenus amabat, vt domi ipfàreiidens ofcuìatura ipon-
fum eífet, Í1 adeifet. Mox in amoreproficiens, co venire,
quo ipfe eífet cupiebat,ii modo traherct ab ipfo, Nücau- •
te amore magis au&o via inire ipfa vult illius conueniedi
caufa,fed re&è vix ignoratione detinetur, id eír, cu&atur
quodámodo OC moras interponit, qua id efíet exiguü In-
ni e,quo ex Deo tue illuftrabatur declarans. Sed fequitur»
Si ignoras te}o jwkhemm* mter muhere$,egredere,& ahit ofi"Ve *
¡It^^egH^pafcehwdostms'm'ctatAberrfdCHlapaiìoru. Tan-
de enim íponfus exoratus relpodet, Reípddetautequid*
vt il fe conuentü cupit gregú veftigialegar. In quo Deus
iili Eccieiìa: quae ìptìus vidédi deiìderio flagrabat oftédk*
no quide fe, nondü enim eius reioftendédae matura tem
pusaduenerar,necetiàfuialiquà ÙLÙS exprefiam imagine,
na eá iili pofteà dedit quado vixit in Jege, ( Ritus enim iili
facrificiorü legitimi, ¿ à Mofe tradita? fan&ifsimie caere-
moniae, Chriftü rirè expreíferüt. ) Sed oftendit fui quaeda
indicia,obfcura illa quidé,fed minime rame fallacia.Nam
ea il fequatur,ipfam indebito ergaChriftü officio cótine-
bunt, id eft, in nàc ÒL amore. Nà praecipit, vt fuorü gregü
veftigia fequatur.Eft aure eius pr^cepti vis doplex.Primu
enim pr«cipit,vt in deiìderado perfeueret, coque tendat
quo iìià ifta fua Chrifti vidédi cupiditas ducit.Nam in hoc
dis cupiditaris ineífe fymboiü, eorüq ; ob id nome ad deli
derij cupiditaré ilgnificanda transferri re&è poiTe,norum
certe eft, Nam Oc infra vbera, hoc eft, amores &: cupi*
ditates fponfae > hinnuiis capraru iìmiiia eifedicunt ur : 6C
Poetas hoedos petukos vocant, ab appetendo % vt Ser-
uius in ilio notar, - Hxéqut petulci. Deinde hortatur cani
vt maiores fequatur fuos»id eft, eos qui in ipfa principerà*
H 2 locura
116 CA NTAR DÉLOS CANTARES

principal, a los que la razón de la venida de Cristo era algo más conocida que
a los demás. Y así, en la fe y esperanza de estas cosas, si desea estar alguna vez
junto a él, le manda que repose y que dirija sus cabritos hacia allí, esto es, sa-
tisfaga sus deseos.

Y continúa: A la yegua mía en el carro de Faraón te comparé, amiga mía.


Desde este lugar hasta la primera parte del capítulo siguiente disputan los es-
posos entre sí en alabanzas, y se alaban uno a otro casi en versos alternos. Y es-
to se refiere a la enseñanza de los adornos de virtud que tenga la Iglesia. Pues
de lo que ella dice al esposo, se conoce qué conocimiento tuviera de Dios y de
las cosas divinas, y cuánto haya destacado en aquel género de virtud que se de-
sarrolla en el conocimiento. Pero en lo que ella es alabada por el esposo, se en-
tiende qué agrade a Cristo en las costumbres de ella, o cuál y cuánta haya sido
su virtud en el género moral. Así, pues, dice: A la yegua mía en el carro de Fa-
raón te comparé, amiga mía. Y el esposo compara a la Iglesia a una yegua ele-
gante y apta para llevar carros, con lo cual muestra haber en ella algo fiero y
animal, como suele hablar Pablo, pero no algo indómito sino sometido al yu-
go de la razón. La fuerza sensitiva del ánima que nos es común con los brutos
vigía más en aquel tiempo, porque a aquellos hombres más parcamente era
conferido este espíritu celeste con el cual aquélla es curada, pero aunque vigía,
sin embargo en los justos era conducida por la razón. Y así, los alaba por la
obediencia de los mandatos divinos, y además añade: Lindas (están) tus mejillas
en los cerquillos, tu cuello en los collares, para alabarlos por el culto externo que
daban a Dios. Pues no dice simplemente que sus mejillas eran lindas, sino lin-
das en los cerquillos, esto es, por la añadidura y tocado exterior de adornos. En
las mejillas está la sede del pudor, pero en el cuello suele significarse la sumisión
o la altivez de ánima, la altivez levantado, la sumisión inclinado. Pues el espo-
so prueba el pudor y la sumisión a Dios de aquella edad de la Iglesia, lo cual se
ntf J N C A P V' T i

locura oM&ebant, quibus Chtifti venturi ratio aiiquato


nottpr era* quam cactcris. Itaquc in corura ñdc 6¿ fpc, fi
wa4 cum ipCo aliquando effe cupit,vt acquiefcat ei prasci-
ptt, vtque inibi agnos fuos pafcat, id eft, ibis deflderijs fa-
ciaf íatis. Sed pergit: Equttatui mcoincurrtbus phjraonis afst~
tnHani te amica mea. Ex hoc loco vfque ad primam capitis,
quod fequitur,partcm,certantlaudibus fponiiintcrfe,
¿C alternispropè veriibusalteralrerumiaudat.Id autem
pertinet ad docendum,qua; virtutis ornameta illa habuc
rit Ecclciìa. Nam ex ijsqua: illainfponfumconferì,co-
gnofcitur qualem ipfa de Deo rebufque diuinis cognitio
nem habuerit,quantumquepra:ftiterit ineovirtiitisge-
nere quod in cognofeedo verfatur. In eo autem quod ab
fponfo ipía Iaudatur intelligitur, quid in illiusmotibus
Chrifto placuerit, quseve cius oc quita fuerit inmorali gc
nere virtus Jgitur ait,B<pV¿f «1W0 incumbas Pharaoms tfst-
tniUm te amica mea. Confort cnim iüam Ecclefiam fpon-
fus, equse eleganti, & ad currus agendos apta?, in quo do-
cet ¿nefíc inula aliquid ferinum & animale, yt Paulus lo- :
qui folet,non tamé id indomitum, fed iugo rationis fub-
diturn.Nà vis animas fentiens qua; nobis cum brutis com
munis eft,iila etate, eo magis vigebat, quo parcius iliis ho
minibùs}is q&o iljaiànatur cekftis conferebaturfpiritus,
fed qu^mUib vigebat,tamen in viris iuftis rat ione duceba-
tur; Itaque eoslaudatabobedientia mandatorum diui-
nprum; Et prseterea addir* pMrtfMtgewtittficut turtu.-
rtsr&; cfilkm twm ftcurmsmltii. Eofdem Vtlaudctà cultu
^xterno^uem Deo exhibebat.Non cnim illorum genas
pukbra§ ejTefimplieitet4iCÌt,fed pulchras in tunurib*, id
qftob afeiàtia & extnnfec9 adulta ornamécaJln genis au
t&pudoris;&<ie$ eft,in Colio aure ammi,aut fubmifsioyautJ
cjatip^ iigniikariiCplet, ,elatio, erecìo/ubmi&io code in-
flexp. Prpbait ergo iponfus pudoism,M. fubmifsiQiiem*
erga
117 CANTAR DÉLOS CANTARES

refiere al culto de la religión; y lo prueba por los adornos añadidos externa-


mente, con lo cual enseña que aquel culto fue principalmente de esplendor ex-
terno; pues los hombres de aquel tiempo daban culto a Dios más magnífica-
mente con ritos externos, que perfectamente con la verdad interior del
espíritu. Aunque en la Iglesia siempre existió el culto interior de Dios, del cual
si se priva a la ceremonia externa no se ha de aprobar, sin embargo el perfecto
culto interior de Dios es propio de la Iglesia evangélica, esto es, de la Iglesia
que vige tras el nacimiento de Cristo, como atestigua él mismo en Juan5.8, don-
de dice: Viene la hora, y agora es, en que los verdaderos adoradores adorarán el
Padre en espíritu y verdad.

Sigue: Tortolicas de oro te haremos esmaltadas en plata. Porque Dios la alabó


de que le daba culto con mucho cuidado en sacrificios y ceremonias externas,
que le gustaban porque adornaban las mejillas y el cuello de la Iglesia, esto es,
porque le mostraban la sumisión y piedad de su ánima hacia él; y porque, co-
mo en el cuello la voz sale como intérprete del ánimo, así en aquellos ritos y
cultos anunciaba la venida del Mesías; y como cada uno se conoce por las me-
jillas y la cara, así en aquellas ceremonias brillaba la imagen de Cristo, con la
cual se reconocía como venidero. Así, pues, porque alabó a la Iglesia por sacri-
ficios, que ciertamente en aquel tiempo le convenía mucho, por eso ahora le
promete darle por este género otros adornos mejores, a saber, [objetos] de oro
con puntas de plata, esto es, con plata mezclada en lugares, esto es, le prome-
te que, como en otro tiempo por el ministerio e interpretación de Moisés, le
entregará otro tipo de sacrificios y de culto más exacto y cercano a la verdad
para que vaya más adornada y se haga más apta para recibir cultos verdaderos
en su tiempo. Con lo cual concierta lo que sigue: Cuando estaba el rey en su re-
poso, el mi nardo dio su olor. La Iglesia, alegre con la esperanza de su promesa, le

58 Jn. 4, 23- Fray Luis nunca consigna el versículo de la cita, que hemos añadido nosotros.

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T RI Al' V Ai. ii?
erga Deum illius setatis Eecleíla^qux res ad rcligionis cui
tum fpe&ant, Probar auÉemeaspropteraddita externé
ornamenta.yqtjo>fcilicèt,doceat eum cultur», fpkndore
externo fuifte praeeipuum . Illius cnim astaiis nomine*
Dcuracolcbant,magi5 extcrnis ritibus magnificò, quam
fpintusinterioriverkateperfec^è. Nar» quamuis in Ec*
ctefia tempes interior Dei cultus £uerdr,ojuofi¿externade -
&tuàmr caeremonia non adniodum probanda eft,tamen
interior Deicukus perfe&us proprrus eir Ecckfìie Euan*
gelfcae,ideft r Ecckíiíe quaa viger poft Chriftum natum*
vttcftamripfcapudloaHnem,quadkit:Venir hora , & haih^
filine eftin qua verladoratorcs adorabunt Patrem in fpi-
litu & ventate. Sequitur:iW«r*«H/tfi aurats fmemttsttbtyer-
mtcuUtas argentoX^xm. laudáuif iüam Deus, quod Te quam
^ccuratiisknècokret,cxternis facrifieijs &, easremonijs,
qnse ideò probaretur illi, quiaEcclefiae collum , S¿ genas
Qrnabantjid eft,quia eius animi erga fé iubmifsionem, &c
pktatenr oftedebant ; quiaque iicut collo vox interpres
animi funditur, ile ìltis ritibus ai que cultibtis venturum
nunciabat Mefrià:d£ fìcttt genis atq^fack quìfque digno*
íckurjficin illis caeremonijs Chrifti imago>elucebar eav
qua-agnofcebarur venturus. Quiaigitur ob ea facrifìcia
Eccleiiam laudauir, quse certe ilio temporevaldèipfànx
decebant,ide© nunc eidem ptomittitfe aiiquando-datu?
nim» ex hoc genere alia melior a ornamenta, aurea, icilr>
ccr,cum,pun&is argcneeis>id;eft,argento mixto locis fuis,-
hoc cft promittit futurum,vc aliquandoMofé interprete
afrque miniftro,aliam cultus atque faeriñciorum rationa
ipfitradàt exadiorem^ac ventati-proprioremjqüamagis
ornata incedatipfa,&; ad veros fuo tempore recipiendos
cultusitataptior.Quibus confentaneafuntquac fequun-
tutfiittà ejjet Rex in ¿ccubitu fuo nardus mea dedit odorem
^«««Haeius gromiísiipeEcclcíIa exhiiarata¿ci hoc-verfo
* H» 3 grate
118 CANTAR DÉLOS CANTARES

responde gratamente con este verso y dice que entonces intentará rociarle con
su nardo olorosísimo. Con la cual ambigüedad de palabras significa, lo prime-
ro, que le agradaba lo prometido. Después, a su vez ella promete que, cuando
llegue ese tiempo, le dará culto con más cuidado y afición. Pues eso es rociar-
le con su nardo en el lecho o el triclinio, esto es, cuando se hacen los sacrifi-
cios. Pues el sacrificio es un banquete, como dice Filón59 y como se escribe en
los libros del Levitici y del Deuteronomio, en el cual juntamente con Dios
banqueteaban los sacrificado res y los que ofrecían sacrificios. Y así* cierta par-
te del sacrificio se daba a Dios61 y se encendía sobre el altar, otra parte se cedía
al sacerdote oferente; del resto se alimentaban los que lo ofrecían. Así, pues, en
este banquete dice la Iglesia que su nardo dará su olor, porque en todo sacrifi-
cio según el rito de Moisés se usaba incienso y dos veces cada día, de noche y
por la mañana, se quemaba tomillo hecho con incienso y otros aromas muy
destacados, como se dice en el Éxodo61. Pero también con el nardo se suelen
significar las buenas obras, las que pasan por los ojos de los hombres, y con su
ejemplo encienden a otros en la virtud, y casi con el buen olor que despiden
de sí y esparcen ampliamente adormecen a todos, con el cual sentido promete
la Iglesia que añadirá a aquellos sacrificios, cuando de ellos haya recibido la
forma y el rito, la piedad de ánimo y las brillantes pruebas de buenas obras, sin
las cuales este culto externo de Dios es imperfecto, como el profeta Isaías es-
cribe6^. Y porque recuerda su oloroso nardo, como advirtiendo cuan oloroso
estará con él el esposo, se recuerda de él y así añade: Manojuelo de mirra el mi
Amado a mí; morará entre mis pechos: racimo de Copher mi Amado a mí, de la
viñas de Engaddi. Como si diga, lo rociaré ciertamente, como he prometido,
con mi nardo predilecto, cuando me recueste a comer, aunque él no lo necesi-
ta mucho. Pues es de por sí oloroso; despide de sí admirables olores tanto, que

59 En Sobre ios sacrificios.


60 Lev. 8 y 17.
61 Deut. 12.
62 Éxodo, 3.
63 Isaías, 1.
TI8 TN Q A P VT
grate refpgndet , acdieit (ibi in animo effe co tempore
ipfum perfundefeodorarifsima nardo fua,. Qua ambage
Verborumpnmum%nifica?,fibigratumeiìe quod pro-
ni ittitur. Deinde vicifsim ipfa pollicetur cum id templas
aduenerir, fe eos eultus exhibituramillj magna accuratio
ne,& iludió. Idenimeft nardo fuaipfuniperfunderein
Vhilo de a c c u bitu,autin triclinio,id eft,cumfacrificiaflent, Nam
facrif. &crifìcium epulum quoddam c'ft,vt Philo docet, &: vtin
Zen 8 & Leuiticiarque Deuteronomi^ librisfcribitu^in quo vnà
' ' cum Dco epulabantur,& facrifici, OC qui iacrificia offere-
Jkut \i k a n t ' l t a c l u e hoftia: quaedam pars Deo dabatur?eaque in
cendebaturfuper altare, quidameedebat facerdotiim-
molanti,reliqua hoftia vefcebantur quieam offerebant.
InhocigiturcóuiuioEcckiiadicit, nardum fuamdatu-
ram odorem fuum,quiain omni facrificio ritu Mofaico
adhibebamrthu$7&bisfingulisdiebus nocìu,atque ma-
ne adoiebatur thymiama &: thure confe&um,& alijs aro-
E>:od.$t matib* pra5Ítant¿ísimis,vtiinExododicitur.Sed&nardo
lignificati folent bona opera,ea,quai in oculos incurrunt
hominum,fuique esemplo alios ad vìrtutem accendunt^
&: quafi odore bono,quem ex iefpirant lateque fpargüt,
obiedant vniucrfos,quofenfu pollicetur Eccleiìa, fé ad
eafacrifici^eorum quando rationem,atqueritum acce-
perir,addnurampietatem animi, &bonorum operumil-
, , luftriadocumenta , finequibus ifte Dei externus eultus
£
MI; imperfe&us eft j vtiEfaias vates fcribit. Et quoniam de
odorata nardo fua mentionem fecit, co tanquam ad-
mónita quam efíetodoratus fponfus>deeo mentionem
inferrJtaq,- fubiungit. Fafciculus mynh&àìkEim mm$ mihi7
interi bera mea commorabkur, Botrus Cyfn dilefftts meus mi*
hiiyTvme'isBngaiM . Qnafidicatperfundam ego quidem^
quodpollicita fum, diìe&um meum nardo, quando as-
cubabkpranfurusjis licèteo mmimè indigeat, Efrcnim
ipfe
119 CANTAR DÉLOS CANTARES

ni las flores de mirra ni el cófer puedan compararse con él en la excelencia del


olor. Y así, esta Iglesia de que tratamos alaba con este verso a Cristo por el
olor, que de sí despide, demostrando ella abiertamente en forma de alabanza
cuánto destaque en tal género. Cuando trató de sí misma no se atribuía el olor
a sí, sino a su nardo; pero de Cristo dice que está oloroso como mirra y opo-
bálsamo, esto es, muestra que ella, si huele algo, se hace por el nardo, esto es,
se hace por don y obra de otro; pero que Cristo es de por sí oloroso, más aún
es la fuente de su buen olor, que se difunde por todas las cosas, como fue es-
crito: De su plenitud todos hemos recibido 64. Diciendo lo cual, con las mismas
cosas con las que explica la fuerza del olor que Cristo despide, vaticina por
método antiguo el nombre y el oficio y la función de Cristo. Pues el ungüen-
to, con el cual según el rito de la ley mosaica eran ungidos los futuros reyes y
sacerdotes, constaba sobre todo de mirra y ungüento, al que se añadía algo de
canela y de caña y de dafne, como se escribe en el Éxodo. Y así, mirra significa
figuradamente el ungüento. El cófer, aunque se ignora lo que es, sin embargo
se conoce que viene de Caphar y esto para los hebreos es expiar, y por ello Có-
fer puede significar expiación o calma o alejamiento del pecado. Por lo cual, el
que la Iglesia llame a Cristo manojuelo de mirra, significa con exactitud que
Cristo untado con aquel santo ungüento, no sólo es ungido sino también con-
tiene recogido en sí, como se recoge la mirra en manojuelo, todo lo que se re-
fiere a este género de unción, lo que David decía en el salmo65: Te ungió Dios
tu Dios con el óleo de la alegría sobre tus compañeros. Y porque por la unción uno
se dice ungido, y el que en latín es dicho ungido, en griego es llamado Cristo,
por eso llamándole manojuelo de mirra predice que será llamado Cristo; y no
solamente predice esto, sino también significa que la abundancia de mirra,

64 Jn. 1, 16.
65 Salmo 44, 8.

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P R I MV M. U9
ìpiè per fé odoratifsimus:miros ex fc afflai odores, vfque
co vt nequemyrrhae flores,nequecyperus praiftàtia odo-
ris conferendi cum eo iìnt. Itaquehajc, qua de agimüs,
Ecclciìa hocverfu iaudat Chrifturn ab odore ,quem illc
ex fé fpirat,ipfa,laudis ratione aperte demonftrans quan-
tum in eo generepradileu Namde feillacumageret non
tribuebat odorem fibi, fed nardo fuse 5 de Chriilo au-
rem air, ipfum inftar myrrhaí acque ©pobaifamiodora-
tum e (Te, id eft, docet fé¿1 quid olear nardo id cffíci,id eft,
cfñcí alterius ope atque dono : Ghriftum autem per fé
odoratumette, imo efifefontemeius boni odoris , qui
per omnia ditTundimr, Ììcujt fcriptum eft. De cuius pie- foan j
nitudinc oranes acccpimus. Qua? dicens^ijs ipfis rebus
quibus explicar vim odoris , quem Chriftus fpirat, va-
ticinatur arcana ratione, &nomen r &omcium, &c mu*
Jius Chrifti. Namidvnguentum ,quo ìegts Mofaicas ri-
tu vngebantur reges & facerdotes futuri, myrrha pò-
tifsimum ex oieoconftabat,.cui adijciebatur cinnamo-
mi~&c calami,& cafia?nonnihilr vr in Éxodo fcribitur.
Itaque myrrha id oleu figurate lignificar. Cophcrporrò,
vt quid fiUgnoretur,tamencognoicitur ducià Caphar,
idque Hebrasis effe expiare, oc ob id Copher expiament ü
iìgnificareporTe^aut placamerum, aut amotione peccati,
Quarequod Chriitumfafeiculum myrrha: Eedefia vo-
cat, fatisindicarfore,vtChiiftusiliofancìooleodelibu-
tuSjnonmodo ipfe vngatur,ièd èc contineatcongeftüin
fe, vt in faiciculo myrrha colligitur,quidquid ad hoc per-
tincar vn&ionis genus,dequoDauidinPfaI.dicebar.Vn Ì*/*/*44*
xit te Deus Deus tuus oleo lactki£ pra? partícipíbus tuis.Ec
quonia,ab vnétione vndus quis dicitur,vnüus auté Lati-
né qui dicitur Grxcè nominatur Chriftus,ideò eü &ícica
lü myrrha: nominas pradicit Ghriftum nominando : ncc
hoc foiü pre.dicitjfed cria íignificat futurú vt illa myrrha*,
H* ideftv
120 CANTAR DE LOS CANTARES

esto es, de óleo santísimo, que hay en Cristo, de tal manera llegará a cada uno
de los miembros vivos de su cuerpo místico, que con ella se llenará y en ellos
permanecerá y residirá. Pues añade: Morará entre mis pechos. Porque dentro de
su pecho está la sede de la vida, esto es, en aquellas partes de la Iglesia, que vi-
ven y vigen más, esa unción es guardada. Elocuentemente y según su condi-
ción dijo muy aptamente: Morará o, como se dice en hebreo, residirá, perma-
necerá, colocará la casa, de manera que ni salga fuera de la casa, por así decirlo,
ni se muestre en público. Pues el óleo de la gracia celestial, con el que estaban
ungidos los hombres de aquel tiempo, en su ánima superior y más íntima par-
te permanecía incluido como en el corazón, y estaba escondido, desde el cual
lugar daba leyes de vida a la parte inferior y regía sus movimientos y apetitos,
sin embargo no se difundía en ella o desarrollaba en ella su fuerza, santificán-
dola o destruyendo todos sus malos movimientos. Pero en los que la gracia
del Nuevo Testamento exulta y reina, en estos la unción del espíritu evangéli-
co se difunde en ambas partes del ánima, desde la cabeza, como se dice en el
salmo66, llega hasta la orla del vestido, no solo estableciendo una medida para
los deseos de la carne y sus perturbaciones, sino casi arrancándolas de las al-
mas, de manera que queden pocas y se levanten débil y lánguidamente contra
la razón. Y lo que la Iglesia añadió sobre el racimo de chipre o de cófer, con
ello mostró que sería Cristo, como Juan escribe67, propiciación por nuestros
pecados, y no solo por los nuestros sino también por los de todo el mundo. Y
éste muy convenientemente no fue dicho solo cófer, sino racimo de cófer,
porque no hay expiación de un solo género de pecado, sino de todos los géne-
ros de pecados, y porque los expía no de una sola forma sino de diversas y
múltiples, con doctrina, con ejemplo, con la muerte, con la sangre, con la in-
tervención, con la preocupación, con la asiduidad, con todos los oficios. Pues el

66 Salmo 132.
61 IJn.2.
izo IN QATVT
id eftjOlei fanétiisimi copia qua? in Chxifto eft ,.ad myitici
fin corporis ungula viua membrana deriaetur, vt ea im-
buat,&:ia£isJaacreatatquercíidcat.Nam addir: Inter\éerd
meorcommoràiititr, Quia intra pe&us ipíius vbifcdcs vitas
cft,idXíftjia eis Ecdeíia?|>aEtib us qua; maxime viu unt^t^
vigere ea vn&io leconditur.Diiertè ante & pro fua, con-
dLtione quam aptifsimè àxuXtCommQwbèM, aut vi Hebrai
¿è dicitur phn id eft,rcfidebit,moTam4u£ef, domicilium
c©Uocabk,ita v<,neque domo, vt itadicam,£>edem effe-
rat, ncque fé in publicum det jÈflam oleum .cscsleftis gfratias
iüiusanatis nomines quo vngebantur, in animi ipforum
fuperioriac magis intima parte tanquamán^c^ardeinjcija-
iìim h^rebatatque latcbatj.èquolocojlegcsviucndida'
Jaat inferiori parti, eiufqueappexit iones atque motus EC-
gebat, non taisen fé difFundebat inipfa , aut vini expli-
¿cabat ineafuam•, ip&m fm&ificans,, aut ornnes cius pra-
dos motuíeüde^s, Àt ¿nquibus npwi tefUmenti grada
.exultat, &; regnar, in ijsfpiritus Euangclici vn&to in vtra-
PMi3t;4úeanimi patte dirTunditur^ i.capite, vt in Pfalmodi-
" citur, vfque ad aram > deriuat^rveftimcntia non foiùra
carhis cupiditatibus ,eiufque pertutbationibus jjaQjdjim
ftatuens,fed eas fere euellens ex animis : ita vt & xarò ex-
tcnt,& debilitar aelanguidèfe contea xationem ejjerant.
QuodautemEcclefiaadiunxk de botro Cypri, aut Co-
7 phewn co docjjiit fare,v£ Chriius eflet, vt loánes fcribit,
propitiatiopropeicatisnolIriSj&nonfolùmmoilris^ed
ctiamtótius mundi. Atqueis quoniam non vnius gene*
fis peccati expiame$tum eft/edpeccatoxum omnium gè
nerurn^quonìamque ea non vna ratione expiat , ¡fed varia
atque muitiplici do^rina,íexemploímorte,fanguine^in
teruentu, cura,afsiduitate^ifi£ijs omnibus ,idcò conue-
nientifsimè no& Copher modo, fedfc^botrusCopher di
&a$ eft. Botcu$emimpiurimis vuatum grarùs iomponi-
iu*.
121 CA NTARDELOS CA NT ARES

racimo se compone de muchos granos de uvas. Y no sin causa se añadió: De


las viñas de Engaddì. Pues este pueblo, que se dice en el libro de Jueces que es-
tá en la tribu de judá junto al mar Muerto, y su campo no distaba mucho de
Jerusalén, en la cual ciudad este racimo de cófer, esto es, racimo de expiación y
de sacrificio, pendió desde la cruz tan alto y sublime que desde allí podía verse
el campo engadditano.

Sigue: ¡Ay, cuan hermosa, amiga mía (eres tú), cuan hermosa! Tus ojos de palo-
ma. Esto del esposo, esto es, de Cristo, con lo cual habiendo sido alabado por
la Iglesia la alaba a su vez, y como ella por el progreso de la edad crecía más en
el conocimiento y amor de Cristo, así el esposo Cristo cuantas veces la alaba
por entero, siempre añade algo a la alabanza. Antes recordaba sus mejillas y
cuello por los collares, con los que se adornaba, esto es, por el culto advenedizo
y externo; ahora afirma que es hermosa por sí, y ello no sólo una sino otra vez
lo dice, para confirmar que es verdad. Y principalmente recuerda sus ojos, lo
cual es muy concertado con las cosas que poco ha precedieron. Pues en ellas la
Iglesia declaró que destacaba en la facultad de ver, como el que en tan gran me-
dida antes había previsto el nombre y la misión de Cristo venidero. Con las
cuales cosas también muestra que no poco ha avanzado ya en el conocimiento
y amor suyo; en el conocimiento porque vio que sería como manojuelo de mi-
rra; en el amor, porque confesó que quería colocarlo y esconderlo entre sus pe-
chos, esto es, en lugar íntimo de su corazón, en la sede propia del amor. Y así,
porque la Iglesia mostraba ese documento de progreso en el amor y conoci-
miento de Dios, por eso Cristo ahora le atribuye la hermosura y celebra sus
ojos, que los tiene dice semejantes a los de palomas; le atribuye la hermosura
por amor, pues es la mayor hermosura del ánima puesta en caridad; los ojos se-
mejantes a los de paloma, por la fuerza de la fe, con la cual prevé casi toda la for-
ma de Cristo venidero. Y estas cosas ciertamente me parecen pertenecer a aquel
tiempo de la Iglesia, en que vivió Abrahán y sus hijos, muy grandes varones y

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T R I MV' M. IÌI
tur* i^cctñCmcczviCz^ádimm^fnymeaBn^ddt, Is cnka
Yicus,qui èrTeprope mare mortuum in tribu ludáis libro
ludicum dicitur,eiufquc vici ager,nonionge àHicroibly
mis abcrat,qua in vrbcàic botrus Copher, id cñ, piacuH
atq,- expiationis b otras dccrucepqpendkita zko&L obli-
mi ioco^o yt è loco defpicipofíct Engadditarius ager. Se
quitur, Eccf tujwlchra es(tmtcamedy¿cce:tnf>ulchra7ociAítmco~
lumbarnm. Haec fponfi,id eft 9 Chrifti funt., qtàbus abEc-
clcíialaudatus ipfam viciisimlaudat,atq;vtcapro astatss
f)rogrefíu magis in amore Chrifti te -cognitáonc crefee-
battile ipofus Chriftus eam quoties de integro laudar^ ali-
quid iemper ad laude addit. S upra illius cómédarat genas
atquecollaànaomLibus,quibusornabatur, ideft, acuita
aduentitio Se externo : nunc per fepuichrani elTe affírmat
ipfam,idq; nò fenaclmodo ièd itemm dicit,quo verü effe
magis còrirmet. Precipue auteoculos cómendat ipiìus,
<mod eft vaide confentaneá i;s quae proiimèpiaecerTerut.
Namillis Eeclefìadeclarauit facúltate videndi polle-re fc:
vepote quae tanto antea &¿ nomen &: officiü venturi Chrt
fti prscuiderit. Quihus ctiam oftenditfeiamnonparura
prófccùTé in cognitione &c amore eius, in sogninone
quod vidit ipfum myrrhae rafeieuiu foredn amore, quod
collocare cara atquerccoñdere ínter vbera fua velie pro-
feta crtyd eft,ia intimo cordis fui loco,fede fcilace^amo-
xis proprÌa.Ita(^quodfui in amore Dei &c eius cognitione
progreJTusid docurtíe&tüEccleíiaoftenderatJdco Chri-
ftus nunc 2>c pulchxkudinem attribuitipfi,& eius celebrai
©culos,quos hábere .columbinis iimiles ditìt : pulchritu-
diaem attribuii ptopter amorem, eft enim animi maxi-
ma pulchritudoin charitate conftituta ; ocíalos colum-
binis fitnilcs, propter vimfidei,qua fere totam ratiouem
venturi praeuidit Chrifti. Atqjhec certe ad illammihi vide
tur Ecciefiac a;tatempertirier«,quae Abrahamum eiufque
H 5 tulit
122 CA NTAR DÉLOS CANTARES

dotados de gran conocimiento de las cosas divinas, y sobre todo de Cristo ve-
nidero, y tan amantes de Dios, que encendidos por el deseo de encontrarle y
vivir libremente con él, habiendo abandonado el suelo natal, y llevando vida
pastoril lejos de su patria, le siguieron en vida como al único jefe, como aque-
llos a quienes fue escrito: Salte y sigue por las pisadas del ganado, y apacentarás
tus cabritos junto a las cabanas de los pastores. Pues Dios mandó a Abrahán eso,
donde se escribe68: Sal de tu tierra y de tu parentela, y te pondré ante una gran
gente. Al cual también promete el Mesías futuro más abierta y claramente que
a los que le precedieron, como en el mismo libro se dice dos veces: Mira el cie-
lo y cuenta las estrellas si puedes; así de numerosa será tu descendencia^. Y Multi-
plicaré grandemente tu descendencia como las estrellas del cielo, y como las arenas
de las orillas del mar; y se adueñará tu descendencia de las puertas de sus enemigos,
y en tu posteridad serán benditas todas las naciones de la tierra^. Con las cuales
promesas se dice que tuvo fe, y que la tal fe la fue reputada en justicia, de ma-
nera que rectamente convenga que la Iglesia de su tiempo nombrada dos veces
en este lugar sea hermosa, porque dos veces fue probada y explorada la obe-
diencia y fe de Abrahán, esto es, de la parte principal de su Iglesia: una vez,
cuando consagra por mandato de Dios al único hijo; otra, cuando quiso sacri-
ficar en el altar y ofrecer a Dios, por mandato de Dios mismo, a su hijo queri-
dísimo, esperanza de su posteridad. Y rectamente también conviene que aho-
ra primero sean alabados los ojos de su Iglesia, y dichos de paloma, para
significar la virtud de la fe unida con la sencillez de ánimo, en la que destacó
Abrahán, y en la que bebió como con los ojos y vio con el ánimo lo que toda-
vía no veía. Y sigue: lAy, cuan hermoso, amigo mío (eres tú), y cuan gracioso!
Nuestro lecho (está)florido,las vigas de nuestra casa son de cedro, y el techo de ciprés.
Como en el cantar amibeo, la esposa, porque el esposo la llenó de alabanzas, le

68 Gen. 12, 1-2.


69 Gen. 15, 5.
70 Gen. 22, 17-18.
in / N C A P V' T
tulit filios magnos fané viros &: rerum diuinarum ac pra-
cìpuèChrifti venturi maioricognìtionepraeditos , t u m
ita amantes Dei,vt eius inueniendi 6c cum eo libere com-
niorandicupiditatemceniì,natalireii£to foloS¿ longe i
fua patria vitampaftoritiamducentes,vnumipfumin vi-
ta ducem fequuti rucrint,vti ij quibus efiet di&um. Egre*
dtre&ahi pojlytjligUgrcgumttionim,&pafcehoedos tuos tux*-
ta taberíiacuU pÁJiorn, Id enim prajeepit Abraham o Deus
Gene. 12. quafcribitur.Egredere dcterratua&decogoatione tua,
èc faciam te in gcntem magnam. Cui etiam de Mefsia fu-
turo apertius ¿¿aflfeucrantius quamijs qui fé prajceíTerüt
promiiìt » vtin èodem libro bis dicitur, in capite decimo
Gene.ii. quinto, Siìfpicccsclum enumerafteiiasiì poteSj& dixit
ci.» Ile ent femen tuum. Et in capite vigeiìmo fecundo*
<?*##* 22. Muitiplicabo femen tuumfìcutftellas cadi, S¿ iìcut are-
nami qua; cft in littore maris , pofsidebit femen tuü por-
tas inimicomm fuorum fic benedicenturinfeminetuo
omnesgentesterra^Quibus ipfepromifsis fidem habui£
fe dicitur,&; eamitti fide reputatane fuiife ad iuftitiam,v£
tene eonueniat eius ajtatis Ecciefiam hoc loco bis nomi-
nata ctTe pulchram, quia bis Àbrahami, hoc eft pra;cipu£
eius Ecclefías partis3fides &: obedieiatia explorataatq,- pio
bata fuit. Semel cum natale folum Dei iufíu deferuif. Ite-
rum cum maceare adaramDeÒq; offerreipfo eodem pra;
cipknteDcofpcmpófteritatisiuaefilium {ibi charifsimu
voluir^Recleque etiam cooueniat vteius Ecclefisenune
imprimís praediceritúr oculi,& columbinidicantur, quo
iìgnificetur (idei cum animi fimplicitate coiúun&a; VÌE-
t u s , Abrahamusquapraeftitit,6¿qua, ea, qua? nondum
videbat, ipe tanquam o culis haufn,animoque eonfpexir,
Sed fequitur. Eccetupulcheres ¿¿lettemi& decorus, teclulm
noslevflorìdiés¡tigna ¿smorti nojlrarumcedritiajaquearia noflr*
cyprefswtt.yi in amiboeo carmine,íponfa, quod ip&m lau-
dibua
123 CANTAR DÉLOS CANTARES

alaba a su vez y le revela sus palabras. Pues la Iglesia, ensalzada por la predica-
ción de Dios, conociendo honradamente su hermosura, le responde con justi-
cia y verdad que todo ello lo tiene de Dios. !Ay, cuan hermoso, amigo mío (eres
tú), y cuan gracioso! Como si así diga: "y tú eres más hermoso, amigo mío, por
quien tengo el que sea hermosa. Y así, eres hermoso, en lo que a ti se refiere y
perfecto en toda parte, gracioso en lo que respecta a nosotros, esto es, suave y
benéfico, y difundiendo en otros el esplendor de tu hermosura, y haciéndolos
hermosos por ti". De lo cual rectamente se sigue lo que añade: Nuestro lecho
(está)floridoo, como se dice en hebreo, de primavera tomando la metáfora de
los árboles cuando echan flores y hojas al principio de la primavera. Pues dice:
"Porque eres suave y benéfico, y dador de tus bienes, por eso nuestro lecho flo-
rece". Pues el lecho figuradamente se traslada para significar las partes más se-
lectas y mansas de la Iglesia. En las cuales partes Cristo con agrado descansa
como en lecho. Y se dice en este lugar muy aptamente que el lecho está de pri-
mavera y florece, porque se entiende que estas cosas son dichas por la Iglesia
habiendo ya avanzado más en edad y puesta en Egipto, cuando Jacob emigró
allí juntamente con los hijos y nietos llevado por la carestía de la cosecha. Pues
en aquel lugar comenzó la Iglesia a germinar mucho,aumentando en breve
tiempo en increíble número de fieles, como se escribe en el Éxodo71. Y lo mis-
mo significan también las palabras que siguen: Las vigas de nuestra casa son de
cedro, y el techo de ciprés. Pues con esos velos de la palabra indica aquella Iglesia
que tenía ya varias casas, esto es, que tenía familias, esto es, que era frecuenta-
da por gran número de hombres. Era cabeza rectora de estas casas y familias
como vigas y techos; y eran de cedro y ciprés, porque eran grandes en virtud,
incorruptos en las buenas costumbres, olorosos por los mejores ejemplos de he-
chos buenos, a manera de cedro y ciprés, los cuales árboles son distinguidos y

71 Éxodo,1.

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<P R I M V M. iij
dibus affecit iponfus^pium vicìfsimlaudat,fuaq; ci ver-
bareílgnat.NamEcclefia Deiprawlicatione commenda-
ta probe cognofeens quidquid ineapulchrifìtjid á Deo
totumhabcrefeiureilíiSdverereípóderjÉcírerw^/í/?^^;-
UEle w/e2^^Gm,Quafiitadieat,quin tu porius dile&e mi
pulcher cs, per quem ipfahabeovt puìchra firn, Itaquc
pulcher es, quodadreattitiet, &omni ex parte peric-
i a s , decorus vero quod ad nosípe&at, id eít,íuauí$,&;
beneficus $¿ in alios mas puìchritudinis fplendorem dif-
fundens, eofqueextepulchrosefficie-ns.Ex quor^ótè fé
quittirjquodadiungit, Et leciuhs nofterflondus,aut vt in
Hebrajo dicitur,vernans, metaphoraduda ab arboribus
cum primo vere foliaatque floresedunt. Nam inquir.
Qnpniam fuauisipfe&: beneficus, &tuorum bonorum
effuibr cs,ideo nofter vernar le&ulus. Nam le&ulus ñ*
garatead fele&iores &¿ manfuetioresEcclefix partes li-
gniti candas trasfertur. Inquibuspartibus tanquam in le-
citilo quiefeit übenter Chriftus. Dicitur porrò hoc loco
fatisaptèle&ulus vernare aeflorere, quiahaec tntelligun
tur dici ab Ecclefia ia vlterius astate progreiTa,&: in Acgy-
jpto conditura, quando Iacobusvna cumfilijs &nepo-
tibus eò commigrauit annona; coa&us caritate . Nam
ilio in loco germinare Ecclefia mulrum ccepit incredibi•
H hominnm fidelium numero brcui tempore au&a,vt
inExod.fcribitur. Quodipfumeaetiam lignificarti qua; Bxodj,
fequuntur. Et tigna domcrjm noftrarum cedrina 0* Uque&~
net cyprejswit . Nam hisinuolucris verborum Ecclcik
illaiubindicatfe iam plurcs domos, id cfr,familias habe
rc,hoc eft,hominum magna copia frequentari. Harum
domoru acfamiliam tanqua tigna &¿ laquearía earü capi-
ta atq,-rectores erantrerantq; i jdem cedrini &cuprefsini:
quodeflent virtutemagnhbonis moribusincorrupti,op
tixnis benefadorum exemplis odorati ,inftar cedri atque
cupreisi
124 CANTAR DÉLOS CANTARES

destacan por el olor y no sienten la corrupción. Y lo que decimos de aquellos


príncipes, ello convenientemente podemos trasladar a todos los que en la Igle-
sia en algún tiempo tuvieron o tienen lugar principal. Pues ciertamente los
príncipes son vigas y techos, con los cuales resplandece y se contiene la casa de
Dios y son, esto es, deben ser vigas de cedro, si quieren cumplir con su deber.
Pues el cedro es un árbol procer y ligero, de olor grato, que no conoce la co-
rrupción, con cuyo aceite se aleja la sarna de los que se untan. Y así, también
aquellos deben ser, primero, de ánimo alto y elevado en todas aquellas virtudes
que reseña Pablo escribiendo a Timoteo72. Y como en la historia de los Reyes
se escribe que Saúl73, cuando fue llamado al reino, se colocó en medio del pue-
blo, y como estuviera más alto vio a todo el pueblo desde una altura, así los pre-
lados de la Iglesia estarán más altos que los demás en la virtud. Además, serán
ligeros, esto es, no ásperos y graves al mandar, ni como escribe Pedro74 domi-
nando en el clero; pues es de reyes, no de ministros de la Iglesia, lo que Cristo
enseña por cuanto dice7?: Los reyes de las gentes se enseñorean de ellas, mas vosotros
no ansí. Y así, él para mostrar con su ejemplo la forma de mandar, fue dicho
por Isaías76 llevar su mandato sobre sus hombros, para que el prelado de la Igle-
sia lleve las cargas de los otros, y no sea carga para los demás. De lo cual Pablo,
como dijese a Timoteo77 reprende, vitupera, exhorta, para que no parezca dar
riendas a la dureza, luego añade: con toda paciencia y doctrina. Además, sean
olorosos, esto es, destaquen por el olor del buen ejemplo. Pues a ellos propia-
mente pertenece lo de Cristo78: Ansí luzca vuestra luz delante de los hombres, que
vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro padre, que está en los cielos.
Y así, debe haber en ellos la efigie de todas las virtudes, y una efigie hermosa
y expuesta a los ojos de todos. Por lo cual el sacerdote antiguo se adornaba d

72 I Tim. 3.
73 I Reyes, 10.
74 I Pedro, 5.
75 Lucas, 5.
76 Isaías, 9
77 II Tim. 4, 2; fray Luis cita, por error, I Tim. 4.
78 Mt. 5, 16.
i*4 IN\ C J<P V T
cuprcfsiigu^arborcs & procera: iunt, & odore p rae ftañt^
¿¿cariem-non fentiunt.EtquoddeiUis principibus dici-
mus , ìdcommodèad vniueribsquíin Ecelefiavilo vn~
qjuam^ tempore principemauÈtenueri*nc,aut tenent loc&
tràsferre poííumus.Ná i) prore&oprincipes tigna funt^at*
que trabes quibus Dcrfulcitur ite eontinetur domus,fun£ "
q^uejhoceftjefTedcbentiuo fi muneri fatisfacere volutit,.'
tigna cedrina.Nam cedrus procera & leuis arbor ett,odo
ris grati,corrumpi nefeia^uius quiiiniuntur oleo , a fca-
bieíimt alieni.Itaqí&illieíTedebent, primum alto, ani-
m o ^ ijs omnibus virtutibus exaggerato:qpas Fatilus ad
Tonaci, Timotheumfcribensrecenfer. Etquoinodoin hiftoria
u.Reg i«. Regum de Saul quando afeitus eft ad r.egnum,fcribituc
fìetiiTe ipfumin medio populi,8¿fuperaffe vi&mefTe vni
ueífum populum ab humero 5ù. furíumrfíc Eeclefi» pras*
lari virtute rdiquos fuperabunt. Deindeleues<runt., kt-
iiFffi-,3», cftynon:truces,&graues in imperando, neque vt Petrus
fcribi^dominantes in clero,Namid regum eft,non Ec-
ÍHC.Z2» cleilaeminifkorumquodChrifhis docct, qua dicit.Re*
ges gentium dominan tur eorum, vos autem non iìc. Ita-»
queipfe, vtexemplo fuoformam imperandrexhibeier^
Bfalp* knperium fuum ab Efaia di&useft portare fupra hume->
ros fuos >;vt pradatus Ecclefìasitliorumipfe portet onera,,
TjdTtm. non autemalijstit oneri* Ex quo PaulusTimotheocum¿
2k dixiíré^arguc^obfecrajinercpajne laxarte habenas acerbi-
tati videretur,ftatim adiccity cum omnipatientia^ &¿ do-
ttrina PrajtereàrintodoratiiÌd€rt,odoEeboniexcpliprgr
JUatttfc ftantes *. Namad illos proprie.pertinet illud Chrifti. Sic
luceat lux veftra;coram hominibus,vt videant opera ve-
ítrabQna,5¿: glorificent patrem vcftrum quiin caelis eùH.
Itaqueeffigics in ipfis extare debet omnium virtutum?c£
figiefqueconfpicua*, &in oculoscun&orum incurrensv.
Quadc caufa\xtus fic.ornabamrfaccrdos, vtquod bo-
nurrt
125 CANTAR DÉLOS CANTARES

arte, que lo que es bueno en la vida lo refiera todo en su ornato. Además, con-
viene que no sienta la corrupción, y que no conozca la putrefacción, esto es,
que no sirva a ningún afecto, que no se conduzca al mandar por la envidia ni
por el odio79, ni por el deseo ni por el amor; sino tal sea, cuales se decían ser
los que propuso jetró a Moisés, su yerno, y aconsejó que pusiera al frente de la
república, varones sabios y temerosos de Dios, en los que esté la verdad y que
odien la avaricia80. Pues carecer de avaricia es no ser consumidos por la caries;
ninguna caries come peor el ánimo que la tal. Por último, con aquel óleo un-
jan a los suyos para alejarlos lejos de toda sarna y herrumbre, esto es, los libe-
ren de las enfermedades del ánimo con el óleo sacado de sí, esto es, no por
obra de mercenarios, sino por la propia preocupación, vigilancia, dirección,
las cuales cosas se llaman óleo porque deben estar templadas con mansedum-
bre y suavidad. Pues también aquel árbol felicísimo plantado en mitad de la
ciudad celeste junto al río de agua viva, que salía del trono de Dios, como está
en el Apocalipsis, se dice dio doce frutos, uno por cada mes del año, y tan salu-
dables81, que incluso las hojas con las que se cubrían, eran saludables a todos,
para que se entendiera que era deber de los prelados de la Iglesia, de los que
aquel árbol encarna la imagen, que den hojas de sí medicinales, esto es, que
pertenece al mismo oficio no sólo el curar ellos los males de los suyos, sino el
curarlos de forma suave, y como usando la verde hoja del verdeante árbol, lo
más suave que hay82. Y esto hasta aquí83.

CAPITULO II

1. Yo rosa del campo y azucena de los valles.


2. Cual la azucena entre las espinas, así mi Amiga entre las hijas.
3. Cual el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los hijos; en su som-
bra deseé; sentéme, y su fruta dulce a mi garganta.
4. Metióme en la cámara del vino, la bandera suya en mí (es) amor.
5. Forzadme con vasos de vino; cercadme de manzanas, que enferma estoy de amor.
6. La izquierda suya debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.

79 Sab. 9.
80 Sab. 9.
81 Apoc. 2 2 , 2 .
82 Fray Luis adapta esta idea a Cristo en «Jesús» (cfr. Onís, III, 195).
83 Este fragmento sobre los prelados es una síntesis del sermón Vos estis (el prelado es luz, sal, ciu-
dad), con lo que se confirma que este sermón es de fray Luis.

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S E CV N DVM. ii$
num iti vira eft,id totü Cno ornata rcferret. Ad ha:c opor-
tet vt cariemnon fentiat,vtq; corruptionis ut expers, id
cftvcnuilisaiFcdibusfcruiatynoniiuoreynonodio, non s*W*
cupiditate non amore,in imperando ducatur.Sed, vt qua
les illidicuntur. efle, quos propofuit k t h r o Mofi genero
füo,6¿ vt Reipublica: praeficeret monuit,viri fapientes Se
timentes Deum,in quibus iit veritas,&; qui oderint auari
tiam,talis ip fé fit.Nam carie non exedi,idfcUicet,cft, care EXOÌ.IS*
reauarìtia,qua nulla caries animum pcius exedit. Poltre -
mo eooleoperungantfuos vtabomnieos fcabie & ru-
bigine pròcul arceantjhoceibliberent eosà morbis ani-
mi oleo ex fé nato,id eft,non mcrcenariorum opera, fed
ipforummetcuraMgilantia,re&ione,qu£Ìdeo oleum no
minantur,quiaeiTe debentlenkate&manfuetudine tem
perataomnia.Nam&iliafoeiicifsima arbos fata in cade-
itis vrbis medio iuxta numen aqua: viux quod prpeede-
bat de fèlla Dei,vt eft in ApocaÌypiì,tulùTe dicitur duqde-
cim,fingulos fingulisanni menfibusfru&us eofq* faluta- A$oe'v
resv% co, Vt6¿ folia quibus integebantur falutariacun-.
cliseíTent,quointelligeretur, muncris Écclefisepradato-
rum,quorum illa arborimaginemfuitinet iìne dubio ef-
fe ,.vt ex fe folia medicinamfacientia proferant,hoc eft,
pcrtinere adipforummunus^nonfolumvt fuorum ma-
lis medeaatur ipfi,fedvtmedeantur leni ratione, & fair-'
quamadhibitoarboris vk^nti& folio viridi, quonihíleíl
lenius. Sed hxc ha&entas.

Cué p rr szcvNDVA$.
G O fiavcampi&blttim conu4tiiitem.skHt UUum ìntw
'fpmas-Jhamt$*meainferJUtésSteat maJas intw Itg-

Uutyu.tm-&fH&mi0Mm fidi, & fiuéttos em fala*


gttmimoJntradmiP me tn celiammo#^
rttatem*
126 CANTAR DE LOS CANTARES
7. Conjuróos, hijas de Jerusalén, por las cabras, o por las ciervas montesas, si despertare-
des y si velar hiciéredes el Amor hasta que quiera.
8. Voz de mi Amado (se oye). Helo, viene atravancando por los montes, saltando por los
collados.
9. Semejante es mi Amado a la cabra montes, o ciervecito. Helo (ya está), tras nuestra
pared, ecechando por las ventanas, mirando por los resquicios.
10. Hablado ha mi Amado, y díjome: Levántate, Amiga mía y galana mía, y vente.
11. Ya ves; pasó el invierno, pasó la lluvia y fuese.
12. Descubre flores la tierra; el tiempo del podar es venido; oída es voz de tórtola en nues-
tro campo.
13. La higuera brota sus higos, y las viñas de pequeñas uvas dan olor. Por ende, levántate,
Amiga mía, hermosa mía, y vente.
14. Paloma mía, en las quiebras de la piedra, en las vueltas del caracol, descúbreme tu
vista, hazme oír la tu voz; que la tu voz dulce y la tu vista bella.
15. Tomadnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la nuestra viña está en
flor.
16. El Amado mío es mío, y yo soy suya (del que) apacienta entre los lirios.
17. Hasta que sople el día y las sombras huyan; tórnate, sé semejante, Amado mío, a la
cabra, o al corzo sobre los montes de Bather.

PRIMERA EXPLANACIÓN

Sigue lo que determinó exponer, la porfía de amor y alabanzas entre estos


cónyuges 1 . Yo rosa del campo y azucena de los valles. Es ambiguo de quién de
ellos sea esta frase, pues puede tomarse de ambas personas, a no ser lo que la
misma naturaleza de las cosas parece pedir, que la atribuyamos a la esposa.
Pues conviene a las mujeres el alabarse más que a los varones. Por lo cual, a mi
parecer, estas palabras han de unirse con las inmediatamente anteriores, y han
de entenderse dichas todas juntas en un solo parlamento, de arte que después
del lecho florido y después de la casa de vigas de cedro, con las cuales ella invita

1 Esta misma idea aparece en la Exposición de forma más extensa (Obras,!, 98)
né IN CJPVT
ritatem. Tulclte me ftoribmfìipate me malis^ia amore Ungtteol
Lana eim fub capite meo)&dexteraillwsampiexabiturmt.*4d.
tarólos finHierufalempercapreaftcerwfque camporumnefufr
mtetisjfíecjueeaigtlarefactatis dilettam quonf^ tpf<ù>elit. Vox di"
le&imehecce ijfe l'efittJaliemmmoTiubHs^ranJIhenscoUes, SU
mìhsefi dileèìus memcapre& htnmtloquecerttor#m,en tpfejìat
foft parietemnoflrumrejpiaensfierfenejìr^projpìciejis per can
celios. En dtleélus ntem loqaitur mihiferge,propera amita mea,
fot mofa meafè^enìJamemmhyems tranfijtjmberabtjt&re-.
ceftt. Floresapparueruntinterra noflrajcpMputatiomsadueniti
"Vox turrms audita eü in terra noftra, JFÌCUÌprotuln groffos fuos»
l'inesflcrentes dedcrnnt odot'em>jurge,propei'aamica meajpeciof*
me¿,&l>eM\Colitmba mea mforamimbus petrs, in cauerna ma-
cert£ ofende mihi faciemtaam, fonet^ox tua in ¿¡tribus meis,
yox-eriimtu% dulcisfòfaciestuadccoraXapitenobìsìulpespar-
uulas c¡tt£demolmntur yineas,namymea noiìra flormttBUecìus
meas m'hìffi ego Mi quipafcitur mter lilia.Donec afpiret dtes 3 ^T
mclmenturìmbr^reuerterefìmtlts eíiojtltéle mi capre&hìn-
mlo(¡} eetuorumfupermontes EetheL

PRIMA EXPLANAÍIO.

Xequitur,quod exponere inftituit amoris inter


iftos coniuges,atquelaudum c e r t a m e n . ^jZoi
camph& Itlmmconualtium. Ambiguum eft vtrius
illorum hax oratiofit,iumcxvtriufq-periona
accipipoteit,nifiquod ipfa rerum natura pòftulare vide-
tñr,vteamfporifaitribuamüs\ Nam fé laudare foeminas
imgis quam viros decer. Quaremeaquidem fentemia,
hàsc eiim proxime praeterlÉis adne&cnda funt, -&c cunda
vnópfólaru dici inteiligenda,vt póft k d u l i nores1&: poft
dorríüs laquearía cedrina,qttibusiliafpóíumad vnafécü
permaneridum inUitat,adi)cíat nane íponfa fe etiam eífe
127 CANTAR DE L OS CANTARES

al esposo a permanecer junto a sí, la esposa añada ahora que es también más
hermosa que la rosa, y diga luego y sin interrupción: Nuestro lecho está florido, y
las vigas de nuestra casa son de cedro, el techo de ciprés, y yo la rosa del campo, pa-
ra con la amenidad del lecho, con la magnificencia de la casa, con su propia
hermosura y belleza excite y anime al esposo a amarle. Yo rosa del campo. Lo que
el intérprete traduce flor, en hebreo es habatzeleth y dicen que es una especie de
rosa de color negro, pero de apariencia bella y olor suave; lo cual conviene mu-
cho a la esposa, que también fue dicha antes morena y hermosa.

Se sigue: Y lirio de los valles. Esto ciertamente dice la esposa, pero no de sí,
como me parece, sino más bien de su esposo. Lo cual añadiendo un pronom-
bre lo digas más claramente: Yo rosa del campo y tú lirio de los valles. Por lirio en
hebreo es Susanot2, y estas flores son de seis hojas3, y abunda en los valles, pues
en los valles más alegremente nacen todas estas cosas por la mayor abundancia
de humedad 4 . Cual la azucena entre las espinas, así mi Amiga entre las hijas. Es-
to ya se dice por la persona del esposo, porque la alaba de nuevo comenzando
por lo que fue último en la frase de la esposa, y lo que él mismo se dijo, pare-
cerse al lirio de los valles, muestra que ello conviene muy aptamente a la espo-
sa; y no solo que sea semejante al lirio, sino al lirio entre las espinas; y retor-
ciendo hacía la esposa las alabanzas atribuidas a sí, las aumenta y amplifica,
pues las rosas que nacen junto a las espinas parecen por eso más hermosas y
deleitan más a los ojos, cuanto más horrible es el aspecto de las espinas que la
rodean, pues con aquel horror se destaca el brillo de las rosas. Y así dice: "Lo
que me asemejas al lirio, esposa, ello ampliamente cuadra en ti, porque por el
vigor de la edad y por el aspecto de los lirios muestras que, cuanto la rosa dista
de las espinas, tanto tú por la forma precedes a las demás mujeres, y, como los
lirios parecen más hermosos puestos junto a las espinas, así las demás mujeres

2 La Exposición trac sosanah,


3 Aquí fray Luís se aparta de ia traducción de la Vulgata.
4 Algunos manuscritos de la Exposición añaden aquí un párrafo que concuerda con esto: «De más
que siendo entrambas rústicas flores, cuadra bien ía una con la otra, que la una es rosa del campo, y la otra
lirio de los valles, donde ía naturaleza sola es hortelana, que por estar en lugar más húmedo, está más fresco
y de mejor parecer».

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S E CV N PVM. ij-7
puIchrioremrofa,dicatqi continenti &nufquam interra
pto ipiritu. Lec~tulus noüerflondus efty& tigna domorum nofira
rupi cedrinajaquearta cyprif$maì&cgi>fÌùsc4mpt.YtyÌCÌ^Ù.\uì
amcenitate,& domus magnincentia,&fua ipiìus pukhri-
tudine &c venuftate ad fé amandum fponfum prouocet,
&:allieiat.Egofloscampì.Quod flos interpres vertir, id in
Hebrseo eft FiSHan Habaceleth.idporrò tradunt genus
effe rofae colore nigro quidem,fed ípecie venuita>&: odo
ie fuaui: quod valdèquadrat iponf», qnxitem nigra Se
formofafuperiusdi&aeft.Sequitur. Et liiìumccnuailittm*
Hsec fponfa quidé dicit,non tamen de fé vt mihi videtu^
feddefponfopotiusfuo. Quod pronomine addito pla-
nius dicas.Ego flos c a m p i i tu uiiumconuallium.( ProTi
liOjin Hebrseo eft rwitt* Sufanot,ij vero flint flores fenis
folÌjs.Conualliumverò epitafimhabetmarnin conualli-
bus i^tiushaecomniaproueniunt propter humons ma-
iorem copia. Sìcutlilmmtnter fornai, fic amica mea ínter fitas.
Hasciam ex perfona íponíl dicuntur, qui ab eo quod pò
ftremumin orationcfponfasfui^initium faciens,eam ite
rum laudat,&: quod lilio conualliüni iimilis ipfe didus
eft, docet id fponfa^ aptiisime conuenire:néc id folùm
vt lilio iltnilis iltjfed vt inter ipinas lilio: & iìbi attributas
laudes in fpófam retorquens auget eas,&; ampUficat.Na
qua? iuxtaípinas nafcuntur róí^eopulcbrioresvidetur,
coque magis obleftant oeuiosVquo fpinarú,quibusiobíí
détur,horridi©r eft fpecies:na hórroreiiio illuftratur ro-
farünitor. Itaqj dicit. Quodmelilio fponfaadfimilas, id
in teplanèquadrat^quippè qu£,& «etatis virore 6¿ ipecie,
liliü omnino cefers,vi quatü rofa abffpinJU diftatjtátüipfa
forma precedas relrquás faerntaas atqs VÌ iuta fpinarü iux
tapoíitarüappofituyidétur pukhriora,fic reliquefeemi
nxteciicópoiitffifornigdecustuüilluftriusxeddüjt. Cui.
128 CANTAR DÉLOS CANTARES

puestas junto a ti hacen más ilustre el decoro de tu forma". Al cual la esposa de


nuevo: Cual el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los hijos.
Cuanto, dice, el manzano5 por la amenidad de las hojas y por la hermosa pre-
sencia de las manzanas supera a la encina o al ilice, árboles ásperos y silvestres,
tanto mi esposo vence a los demás por la elegancia de la forma. Y ciertamente
mucha amenidad tiene el manzano abundante así en hojas como en fruta,
pues las hojas, además de que tienen una figura muy elegante, están dotadas
de un verde muy agradable; y nada puede haber más hermoso de aspecto que
las manzanas enrojecidas con un poco de blanco y dorado. De lo cual se en-
tiende que la esposa hace una mayor alabanza del esposo y lo alaba con más
abundancia, de la que le fuere atribuida; pues los lirios, semejantes a los cuales
fue dicha ella, no dan ningún fruto; pero el manzano destaca por ambas cosas,
por las manzanas y por la hermosura. Y porque muchas veces sucedió, que el
manzano, a los que lo ven en la amenidad de la sombra, por sus frutos ponga
deseos de acercarse más y de sentarse bajo él, y allí estarse mientras remite el
calor, y tomar frutos de él; por eso la esposa, insistiendo en la semejanza inicia-
da y avanzando más, recuerda que ella fue inducida a la misma voluntad y de-
seo de acercarse más a su esposo, y tomar frutos de él, en viéndolo, y así lo hi-
zo. En su sombra, dice, en la que deseaba sentarme y tomar descanso, sentéme,
esto es, obtuve lo que deseaba, alcancé lo que deseaba. Y su fruta dulce a mi
garganta. Esto es, llegué a poseer mi deseo, conseguí la abundancia suma que
deseaba que él me diera. Y deseaba no solo hablarle, sino besarle y abrazarle.
Así, pues, significa con un honesto traslado de palabras que ello fue hecho por
él. Pues conmovida por el aspecto deseado de su esposo y por su palabra y cari-
cias muy inflamadas, se ha de entender que a mitad de las palabras irrumpió
en su abrazo; se ha de entender, digo, no porque lo hiciera, sino porque finge

5 El P. Scio recuerda que el manzano y su fruto eran el símbolo y el jeroglífico del amor entre los an-
tiguos.
it8 I N C A PV T
fpófa mTfvLS.Stcutmalüs inter hgnafyluarnnhficdileSius mettt
ínter ^7/oí.Qnantum, inquit,maius & amoenitatefolioru,
&: pulchra pomorum ípccie,autiücem, aut quercum fu-
pcrat,rigidas & incultas arborcs, tantum meus fponfus
ekgantia forma; vincitreliquos.Etcertè multum amce-
nitatis habet malus arbor cumfolijs , tum pomis abun-
dans.Nàfoliapraeterqua quod figura habét valdècocin-
ná,viridi inficiutur vaidè amceno:pomis vero ex albo, au
rcoq,* modicerubentibusnihilad aípe&ü pulchrius fieri
poteii.Ex quo intelligitur maiorelaudé, qua qua: Ubi tri-
buta fuerat,fponfam in fponfum contuliíle,vberiufq; iliü
laudane: na lilÍa,quorü fimilis di&a ipfa eft,nullos ex fé fru
£us edunt:malus vero vtroqueexcellit,&pomis3&fpe-
cie.Quoniam porrò vfufsepè venk,vt malus arbor,ijs qui
ipfani i ntucnturamoe aitate vmbra;7pomifquefuisdeiidc
rium inij ciat accedendipropius7& defidendi fub ipfa,in-
ìbique dum fé xftus reniittit commorandi, pomaque
ex ea carpendi:ideò in capta ilmilitudine perfiftens, ac
longius fponfa progreifa comrnemorat7fe in eandem vo
luntatem, atque cupiditatemindu&am fuifíepropius ac-
cedendi ad fponfum fuum,eum vt vidit porrne^ ex co car
pendi,idque itafecifíe.ÍK¿'Vw¿r4>inquit,/7//»í,in qua deiì-
derabam defidere,fcilicet,& quietem capere, Sedi, id eli,
quod optabamobtinui,perfeciquodcupiebam. Etfiu-
cìusctmdulcisgutttmmeo. Hoceil voti meicompos eiFe-
&a,quam fummam optabam mihi dari illius copiam,con>
fequuta fum. Atqui optarat non folùm aìloquì, Ccd & de*
ofcularj, &: ample&i. Id igitur factum ab fé eife honeita
verborum tranflatione iìgnificat.Nam viri fui optato af-
pec"tucommota,atque eiufdem fermone, atque blandi-
tijs penitùs inflammata,mediaintcr verba in complexus
illius irruiiTe intelligendaeft:iritelligenda?inquam eft,ncV
quia fccerit, £\:d quiafeciife fingitur, &: ad eam ratio nem
ora-
129 CANTAR DE LOS CANTARES

hacerlo y acomoda su oración hacia esa manera. Y así, pegándose a su esposo


y teniendo estrechamente su cuello, se entiende que le dio besos apasionados
y, entre los mismos abrazos y besos, dijera aquellas cosas con palabras entre-
cortadas. Pues como diremos después en su lugar, estas mismas cosas suceden
en el encuentro del alma con Dios, la imagen de cuyo encuentro se expresa
aquí.

Pero prosigue: Metióme en la cámara del vino. Antes se dijo que el nombre
y la cosa de vino se suele trasladar para significar placer. Así que la cámara del
vino significa el sumo y exagerado placer o, mejor, el cúmulo y reunión de to-
dos los placeres; y en ella se dice que el esposo introdujo a la esposa, porque
testificó con las mayores pruebas que pudo su amor hacia ella, por lo cual aña-
de: Y la bandera suya en mí (es) amor3. Pues por eso la introdujo en la cámara
del vino, esto es, en el domicilio del gozo y del placer, porque ordenó el amor,
esto es, la abrazó con el mayor y más excelente y conspicuo amor. Pues la pala-
bra ordenar, se ha de tomar en este lugar así como se usa en la vida militar,
cuando decimos ordenar el ejército y las filas de soldados, como se entiende de
la voz hebrea en cuyo lugar se pone. Dagal significa propiamente alzar el es-
tandarte, y figuradamente destacar o ser insigne en alguna cosa, como en la
batalla destaca el portaestandarte7. Así, pues, cuando se dice que el esposo or-
denó su amor hacia la esposa, se dice sin duda que no dejó nada sin hacer para
el sumo amor, que mostró grandes y muy ilustres pruebas de amor y que co-
mo sostuvo el estandarte del amor, el cual siguiendo intrépidamente ella, co-
mo hacen los soldados valientes, con facilidad pudo ser llevada e introducida
donde quiso. Pues el amor, como no acecha contra nadie, así no cree que pue-
da ser engañado por otro: La caridad nada teme, todo lo espera8.

Sigue: Forzadme con flores'3, cercadme de manzanas, que enferma estoy de


amor. La debilidad y enfermedad de nuestro ánimo es tal, que seamos dañados

6 La Vulgata trae literalmente: «ordenó en mí la caridad», haciendo que amase al prójimo por Dios
y se negase a sí mismo en todo por Dios; otros traducen de la Vulgata: «Puso en orden contra mí la cari-
dad», hablando como de un ejército ordenado de los beneficios de Dios puesto delante de ella. Pero el ori-
ginal hebreo trae, como fray Luis, «y su bandera sobre mí amor»: el esposo levanta la bandera para que le si-
ga la esposa.
7 Nácar y Colunga traducen: «la bandera que alzó contra mí es amor» coincidiendo con esta apre-
ciación de fray Luis.
8 I Cor. 13, 7. La cita es inexacta o solo concuerda con el sentido; la Vulgata dice: omnia credit,
omnia sperai.
9 Fray Luis comentará después «vasos de vino» en vez de «flores», como dice la Vulgata, y en la Ex-
posición dice «vasos de vidrio» traído de la palabra hebrea asisoth {Obras, I, 102), que deben entenderse lle-
nos de vino. Nácar y Colunga traen «con pasas».

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SECVNDVM. il ?
©ratio eius accommodatur.itaque adh#rens viro (uoir
collúque ipfius arde tenens,cupita legiííe ofcula intelii^i.
tur: ¿ ipfos inter ampi ex us, atqueofcula¿nterruptis vo*
cibusiiia dkifíe.Nam vt Cao poftca diccmus loco,cadem =.
ifta accidirat in congreiluanimae cum Dco,cuius cógref-
fus imago hic exprimitur.Sed pergit. Introduxtt inemcella
"ìinarUmMìm nomen, atque rem ad voluptatem fignifica*
dam transfàriifolerc,iupermsdicl:um:€Ìi:. Celia igiturvi-
natia,iummamquandam $cexaggeratam voluptaté, vel
potius cumulum atque conuenm voiuptacum omnium
íignificat:íneam porrò fpon&m introduxifíedicitur ípo
íus,quiafuü erga illam amore, quibus potuit maximis do-
cumentas teftiflcatus cft,quarcfìibdit,ETùvdindMtin me cha
rítate,Eoscnim introduxit illa in cellam vinarianMd eft, in
gaudi; atque voluptatis dòmicilium,quiaordinauÌtchari
tatemad eft,maxima ipfamìmaximeque excdieni^atquc
conípicuachántate complexiis^efìi Nanax>rdmaadìver-
t>um,vtin re militari vfurpaturtunrordihareacies, cum--
que ordines militumdkimus,iichocloco accipiendum:
cft: vt£x Hebraca voce,cuius ¿oco ponitur,intelligitur.Na
%*J Dagal proprie flgnifìcat vexiilum erigere granfiate
vero eminere,aut mfignem eflcin JX aliqua,yt inacie fig-
nifer enunci.Igitiirfuam erga iponfam charitatem ordi-
íiafíe íponfus,eumadÍcitur4d nimirü didtur? nihilad fura
mum amoremfecíífeubi £eliqui:magna &L maxime lilu*
ftria amoris documenta oftendifíe;&tanquam faftuìiiFè
amoris iignum quoddam?quod Illafignum,vt ftrenui mi
lites faciuntjintrepide fequuta facile paíTa ed quocunqufi
volukduci fe,atqueintromitti. Namchariras quemad-
me düipfa nemini infidtas facilita ftruifibi abalijs, haud
¿quaquameredit.Criarkas nitiil timet,omnía iperar„SequÌ
tur* Fútateme fiovibuSyftìpate me.mdbs, quia amore Ungueali. Cw&y <
Bacft animi noftriimbccilHtasr¿¿Infirmkas, vt pereque
I gaudio^
130 CA NTAR DÉLOS CANTARES

igualmente por el gozo y por la enfermedad. Y así, no son muchos más a los
que ataca la enfermedad, que a los que extingue la alegría inmoderada y derra-
mada, que se ve mucho el amor; porque en el amor, como es el más ardiente
de todos en el deseo, así es derramado y muy inmoderado en el gozo. Por lo
cual los que aman ardientemente, decaen con frecuencia de ánimo y casi fene-
cen, vencidos ya por el fuerte deseo, ya por la alegría presentada de súbito, y
no fuertes para esperar, ni valientes para alegrarse, sino débiles igualmente pa-
ra ambas cosas, y más las mujeres que los varones, cuyos ánimos son más débi-
les y por ello aman con más impotencia. Del cual afecto proviene esta frase.
Pues por la grandeza del gozo que recibió con el abrazo del esposo, fue vencida
la esposa, y la demasiada alegría acabaron con las fuerzas del cuerpo. Y así, de-
bilitada y caída entre las manos del esposo, o mejor al derrumbarse, pide de sus
compañeras que le ayuden en su debilidad con lo que puedan, o al menos fín-
gese pedirlo, no diciendo simplemente que decae en el ánimo, sino hablando
lo que suelen hablar aquellos a quienes el ánimo flaquea, que es mucho más
hermoso. Y ciertamente, para decir en este lugar, lo que casi en cada lugar de
este cantar puede ser dicho con justicia, es increíble y más quizá de lo que se
puede explicar con algún ingenio, la excelencia de estas letras, como la poesía
no sea otra cosa que una pintura hablada, y todo su estudio verse en la imita-
ción de la naturaleza10, a lo que algunos poetas nuestros, que escribieron cosas
amatorias, ciertamente poco atentos, cuando pensaban que hablaban muy bien,
se apartaron mucho del oficio del buen poeta. Pero como comencé a decir, co-
mo la poesía imite la naturaleza, y la enseñe en cierto modo a hablar, y ninguna
otra cosa traiga al argumento propuesto fuera de aptas y decentes palabras; y
como en esto sólo el poeta deba trabajar mucho, en que las cosas que están en

10 Fray Luís define aquí su concepto de la poesía y su poesía misma. Aboga por el realismo y la natu-
ralidad en la expresión.
í5c IN C ATVT
gaudio i atque altitudine laedamur. Itaquc haud muí*
to plurcs funt ,quossegritudo conficir, quam quos eíru-
fa oc immoderata lattina extinguir, quod in amore maxi*
me eeraitur ipropterea quod amor, vt in defiderando
eft omnium ardentifsimus* ita kigaudcndo eft effufus,
de immoderatus maxime. Qujtmobrem qui ardenter
amant crebro animo deficiunt»Sc propè exanimantur»
nunc acri desiderio, aune íubita obie&a laetitia vidLnc-
que ad fperandum fortes,ncque ad laetandum valentes»
£&á ad vcrumquexquè irabecille$,&; magis qua viri,fee-
minse, quarum animi imbecilliorcs funt, & ob id impoté
tiùs amaat. Ex quo affeéhi ducltur hxc oratio.Nam mag
mtudine gaudij quod ex cópkxn fponfi hauiìt,¥i&a fpoa
fa ci:: & nimiae laetitia: virescotporisconceiferunt.Itaq;
examimata, & ínter fponü* manus collapfa, vel dum colla
bìtur potius (Ibi defkient^quibufeumque rebus pofsint,
vt opéferantjàiuiscomkibus petit,aut cettepetijfíe fin-
gitur•: non quidem fé animo deficere ¿implicito; dicens»
fedealoquensqua;, quos animus deficit, loqui foìcnt»
quodeft multo vcnuftius^Acprofedo, vt hoc loco dici,
quodfinguMsptopè huius carminis locisiurc didpoteft,
ìnctedibiiisea, &: maiorfortaCc, quam qua: vilo ingenio
explicad pofsit, &: harum Ìkerarumpra*ftantia,S£ rerum
naturai inteàp fas confenfio. Nam,vtdchacum literam
prajftantia primo dicamjCumpoefisnihU aliudfìt,quàm
pi clura loqueas, rotumque ciusftudiuin imitanda natu-
ra verfetur.id quod quidam no Ètri pò etar> qui amatoria
fcrip.ferunt,parum certe attendentes cu fépntarent opti-
me dicere,ab optimi poete/officiolongifsimèreceiferut.
Verùm vt coepi dicere^ cum poefìs naturam imitetur, ea
que quodammodo loquidoceat, acnihilalindad obla»
tum argumentü afferai prseterapta èc accenda verbaxà
que in eo vno poeta maxnnèelaborare debea^vt quasin-
iunt
131 CA NTAR DE LOS CA NTARES

el asunto propuesto o las que les son semejantes según la naturaleza del asun-
to, esas cosas expresadas como con los colores de las sentencias y palabras, y
descritas de tal manera las presente a la mirada de los ojos, que no parezcan
tanto decir como hacer; que lo que se dijo de Ennio, que si algo fue dicho y
escrito por él de manera elegante, eso mismo quisieran decir las musas, que
ellas no habrían usado otras palabras de las que Ennio usó, lo mismo haré yo y
así desarrolle su argumento y de tal manera diga todas las cosas, como la mis-
ma naturaleza hablaría, si pudiera hacerlo; y así, como toda la gloria de la ala-
banza y de la prestancia poética esté solo en esto, afirmo que en este argumen-
to de amores y en esta exposición del mutuo amor entre dos amantes,
Salomón tanto y tan mucho superó a los demás poetas de todas las lenguas y
gentes, y a todos los oradores, que si se compara lo que aquéllos escribieron
con sus escritos, se concluirá que en las letras de aquéllos hay una sombra muy
débil de amor, y que en estos escritos de Salomón se contiene una imagen só-
lida y expresa, y muy viva y viviente y activa. Pues ninguna de las cosas, que
suceden en el amor, fue omitida por Salomón o no fue dicha como puede ser
dicha óptima y destacadamente. Pues los deseos y suspiros que son primeros
en el amor, los recordó en primer lugar; a ellos añadió coloquios mutuos de los
presentes, y lindezas de palabras, que por naturaleza suceden al deseo; a estas
cosas siguen abrazos de cuerpo y comunión de alma y espíritu, de las cuales co-
sas nace y viene un increíble placer, y en la explicación honesta de la cual cosa
otros suelen afanarse con vehemencia; y así, o callados pasan por alto todo aquel
lugar, o sin decoro de pudor hacen un perjuicio; y Salomón tan aptamente la ex-
puso con palabras figuradas y tomando semejanza del manzano, que, aunque
pusiera la cosa misma cuasi ante los ojos, no ofendería los oídos honestos y ver-
gonzosos. Y finalmente para que en nada se desviase del argumento comenzado,

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SECVNWM. rji
funt inr e propoÌìta,auùquf proillius rei natura ineffc ipil.
par eit, ea fententiarum, arque verborumtanquam colo
ribus expreiTa, atquedefcripta ita exhibeat oculis eonfpi*
cienda,vt nontam dici,quam agivideantur: vtquod de
Ennio di&um* eft, fi qua ab eo dida preclare, & Cripti
font, eadem dicere mufas veUent,eas non alijs verbis,qua<
quibus Ennius vfus eft,vfuras fuiiTe>idem efficiatipfe^
foumque argumentum itaperficiat, eoque cunda elo-
quatur modo, quomodo natura ipfa eloquutura efíer5
cifiioqui liceret: cum itaque omnis poèt ics* prxftantiav
atqueiaudis gloria in hoc vnofit: affirmoinhoe amoru
argumento,& in hac duoruminterfe amantium>mutw
amoris expofitione, Solomonem reliquos omniü lia-
guamm,atq$genthim poetas^ oratores omnes,tam lo>
gèjtamqi multum fuperaíTe: VE Ü quse illi fcripferunt cum
cius feriptis conferamur, ftatuendúíit, in illorum Uteri*
amoris quidem ineffe vmbram quandapcrtenue ;. foli-
damautemj^exprefíam, arque ade© viuamj&fpirantér
atquc agentem imagine eontineriin his Solomonis feri-
ptis. Nini! enim eorum, quae inamore acciduntà Solo-
monejvekil pretermirTum>vel non ita ḍtum,quomo-
do dici optimè, 6¿ fignifkantiisimè p©tcft.Nam quse pri
ma in amore funt defìderia,atqueiùfpiria,eorum primo
loco mentionem fecit: i}s adiecit colloquia prefentium
mutua > vetborumque blandii tas, qux natura defiderk*
fucceduntihascfequunturcorporü complexus.,& animae
atque fpiritus communio > quibus ex rebus incredibili»
voluptas exoritur, fe exiftit: & qua in re honeftè expli-
canda alij vehementer laborare folent : itaque ve! ta-
citi totum cum locum praetcreunt > vel practef deco-
rem pudoris ia&uram faciunt,eam Solomon ita aptè ex*
pofuit vetbis tranllatis, &: mali arboris fimilitudine in-
duda, vt quamuis rem ipfam oculis propè fubiécerir¿
Í2 honc^
132 CANTAR DE LOS CA N TARES

porque a veces sucede que, derritiéndose por el ingente placer y difundido en


alegría el ánimo de los amantes, abandone el cuerpo y, puesto que ello no aca-
ece tantas veces a los varones como a las mujeres, cuyo ingenio es más débil;
por eso lleva a la esposa al extremo de alegría, como sucumbiendo por la carga
y cayendo acabadas todas las fuerzas tanto del cuerpo como del ánimo, Y to-
das estas cosas no las recuerda él como hechas, sino las expone como si se rea-
lizaran, poniendo a las mismas personas hablando y haciendo estas cosas, para
que la oración tuviera más fuerza y suavidad. Y para la exposición de éstas no
usa palabras o algunas sentencias trabajadas con ingenio o escogidas por él; si-
no encadena con ritmos dulcísimos las palabras tomadas de la costumbre y vi-
da media de los hombres, de arte que no tanto pueda parecer que canta un po-
ema, cuanto excita el mismo amor y todos los afectos de amor, y todas las
cosas que suceden en el amor, y les da el movimiento y la voz, y manda a los
introducidos a la escena, que cada uno haga su papel, y diga lo que según la
naturaleza de cada uno es apto y conveniente; que por esto mismo consta mu-
cho que estos escritos fueron hechos por una facultad y fuerza mayor, que lo
es la humana facultad11. Y esto de la excelencia de estas letras. Y por lo que
se refiere al consenso de las cosas de la naturaleza, ¿ quién no se admira de
que las cosas estén trabadas con estrechas ataduras de semejanzas muy dis-
tantes en género y naturaleza; y consuenen tanto entre sí las cosas que pare-
cen disentir mucho, las humanas y las divinas, las corporales y las sin cuer-
po, que para expresar los amores celestiales y todos sus movimientos, no se
busquen y se saquen imágenes y semejanzas más expresas y propias de nin-
guna cosa,

11 Nácar y Colunga definen con estas palabras, que dan la razón a fray Luis y a otros escritores, la es-
tructura literaria del libro.
S)L l N C J PV T
honefhs tamen, & verecundas aures nih.il offenderir,
Ac demum nequainre decffet fufeepto argumento,quia
interdum contingit, vt ingenti voluptate liquefcens,&
in lamtiamerTufus amatorum animus corpus deftituar,
quoniamque id non tam isepè virisjquamiòsminisac-
cidit, quorum eft ingcnium imbecillius : ideo fponfam
inducitad extremum laetitiae veluti oneri iuccumben-
tem,ac omnibus cumcorporis,tum animi viribus di£
folutis coliabentenu Atque hax iUe omnia non com-
memorai vt fa&a, Ced quo plus, & virium haberet,6c
fuauitatis orario , qaafi agerentur exp.onit, perforias
ipfas agentes ea, atque loquentes indicens. Nec vero
ad eorum'expofirionem adhibet à fe-excogitaras ali-
quas, & ingenióle eláboratas , aut fententias, aut ver-
ba.: fed è media hominum vita, atque confuetudine
fumptas voces numeris dulciísimis alligat: vtnon tam
carmen panxifìe videri pofsit,quamamoxem ipfum,a£
fe&ufque amoris omnes, & qua; in amore accidunt vni-
uerià excitafie, :&: niotum iliis , ac vacem dedifle, in
c^aamqueiintrodudÌsdnaperaflfe,iuam vt quifquepcr-
fpnam ageret , caque diceret ,>quas £>ro natura cu-
iufque apta cuique, &: conuenieatia eflent : vt vel hoc
ipfo Ìàtis co nftct prodita haec fcripta fuiife àmaiorc fa-
cúltate , atque vi, quàm eft humana facultas. Atque haec
de praeftantia harum literarum. Qupd vero ad rerum
natura; confeniìonem attinet, quis non miretur, tam
ar&is Ììmìlitudinum vinculis res genere, & natura plu-
rimum diftantes eife colligatas : tamque confona*
reiater fé ea, qua; maxime difíentire videntur , hu-
mana ¿ciiicet, atque diulna , corporea & expertia
corparis , vt vad cseleítes amores ,5& eorum motus
omnes exprimendos, nuliis ex rebus propriores, àt-
que exprefsiprcs fimiiitudines , de imagines pctantur,
atque
133 CANTAR DE LOS CANTARES

sino de los amores humanos? Pues aunque aquel apetito de hermosura, que
hay en ambos amores, sea más ardiente en uno que en otro, sin embargo se-
gún la forma de cada uno en ambos amores hay los mismos comienzos, o to-
man incremento de las mismas cosas o de semejantes, semejantes y casi idénti-
cos movimientos hay en ambos; por último, los progresos y perfecciones de
ambos y los fines son muy parecidos. Y así como el aspecto de lo hermoso, que
se ve en el cuerpo y por el que en general el amor se excita, se toma y participa
de la hermosura incorpórea e inteligible, y es como una sombra de 4o hermo-
so, la que el mismo como cuerpo de lo verdaderamente hermoso arroja a la
tierra, así el amor terreno y corporal imita al celestial y divino, y avanza por las
mismas huellas que aquél. Y así ni sólo porque nos es conocida la forma y na-
turaleza de este amor terreno y humano, Salomón o más bien Dios a través de
Salomón quiso usarla para meter en nuestros ánimos una noción de su amor,
sino porque hay en él una imagen de su amor, sin que pueda existir una más
expresa o mejor que ella, por ello la usó. Y esta causa tuvo, para que hiciera en
este libro una imagen del amor humano tan exquisita y tan íntimamente dota-
da de todas sus partes, a saber, porque veía que nada había en aquel amor sino
liviandades, lo cual no podía apta y convenientemente ser trasladado a los
amores divinos. Consecuentemente a esto, por trabajar más en la confección
de esta como imagen y por poner más cuidado en retocarla usando todas las
artes y colores del ingenio, se hiciera con ello más abierta y notoria la fuerza y
la naturaleza del amor divino, para cuya exhibición y lustre todas estas cosas
eran elaboradas.

Pero puesto que hablaremos en otro lugar sobre esto o, mejor, puesto que
habremos de hablar esparcidamente en toda la obra de ello, pasemos ahora

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SE cv NDVM: 153
àtq; ducantur,quam ex humanis amoribus? Nam quanv
uis appctitus ille pulchri,qui eli in vtroque amore,arden-
tiorin vno ílt,quamin alÌo:tamen pro ratione vtiiu-ique,
eadem in vtroque amore èxordiafunt,abeifdem,autàfI
milìbus rebus incrementa fufcipiunt: fimiles ae fere ij.de
motus,&: affe&us exiftuntin vtroque: progrefsiones de-*
nique vtriufque abfolutiotìefque,& fines funtprorfus pa
res. A tque vt pulchri ea fpecieSjqua; in corporibus cerni-
tur,& qua vulgo notus amor excitatur,ab intelligibili, oc
incorporea pulchtitudineducitur,&: participatuneftquc
tanquamvmbra qusedam pulchri, quamipium veri pul-
chri veiuti corpus in térras iacit,íic corporeus ipfe, & ter-,
renus amor diurnum^ casleftem amorem imitatur,&; ijf
dem,quibu5 ilie veftigijs ingreditur. Itaquenon folum,
quia huius amoris terreni,icilicet,atque humani natura,
atq,-ratio nota nobiseft, Solomon,aut potiusper Solo-
monemDeus eo voluit vii, ad iniìnuandum in ánimos,
noítros aliquam notionem amoris fuirfed quiaineft jn il-
io fui amoris imago ea, qua nulla efle poteft, aut expref-
fior,aut melior,idcÌrco eo vfus eft.Id4*habuit caufa% qua
re tam exquifitè,tamq; omnibus fuis partibus integre co :
ftantem humani amoris effigiem in hoc libro perfecerit;
nimirum,quia videbatnihilin ilio amore prseter lafciua*
cíTc,quod no aptè^tq,- commodè poiTet ad diuinos ama
res transferri.Ex quo eratcónfequens,vtquoplusin hac
veiuti imagine perficienda claboratum eflet3&; quo plus
in ea pcrpolienda curx poiitum,adhibitis omnibus,&: ar-
r i s a ingenij coloribusieo apertiòrefrìceretur,acnotior
diuini amoris vis,atq}- natura,cuius in lücem proferendo
&illuftranda; cauià omnia ifta elaborabantur. Sed. de
hoc,qnòniani. áliá's diccmus,vel potiùs, quoniamtota
operefparfimdicèndum eftynuric plura dicerefuperfe*>
dea.rn.us, & eo reuertamur vndedigrefsiftimus. Animo,
I 1 inquitj»
134 CANTAR DE LOS CANTARES

de decir más cosas y volvamos a donde salimos. "Desfallezco, dice, en el áni-


mo, ni puedo soportar la alegría; acercaos más, dad flores, esparcid vino, lla-
mad al espíritu fugitivo con cualquier cosa que pueda ser llamado, con flores,
con vino, con frutos". Y tornada al mismo esposo: "con tu izquierda, dice, sos-
tén mi cabeza lánguida, abraza con la derecha el cuerpo caduco, y sosténme
que me caigo". Pues suelen decirse tales cosas en el delirio del ánimo, y las di-
ce aquí la esposa enferma o al menos las finge decir. Y cuando las dice, no solo
entendemos que está enferma sino cuasi la vemos enferma, desmayada,, implo-
rando ayuda, y su cabeza inclinada, y las mejillas tímidamente pálidas. Y sigue
desde la persona del esposo: Conjuróos, hijas de Jerusalén, por las cabras, o por
las ciervas montesas, si despertáredes y si velar hiciéredes el Amor hasta que quiera.
Al delirio del ánimo sucede el sueño, porque la naturaleza lo hace para que se
reponga el lánguido cuerpo con el descanso. Así, pues, como si del delirio ca-
yera la esposa en el sueño, el esposo finge colocarla blandamente en lecho, y
vuelto a las compañeras de la esposa, las conjura, para que se mantengan tran-
quilas hasta que ella coja el sueño. Y las conjura y lo jura por las cabras y las
ciervas montesas, porque tanto la esposa, como las doncellas compañeras de la
esposa aparecen dadas a una vida rústica, y aficionadas a la caza según la cos-
tumbre de aquella gente; de las vírgenes tirias, vecinas a las palestinas, está lo
del poeta:

Las vírgenes tirias acostumbran a manejar el carcaj.

Y puesto que la común manera del habla y el uso lo pide de arte que dese-
emos cosas prósperas en las mismas cosas a que son aficionados aquéllos de
quienes queremos obtener algo; así solemos decir al dedicado a la milicia,
"ojalá te abrace como vencedor"; al aficionado a la función pública, "ojalá te
vea cónsul"; y el poeta lírico así deseaba vientos favorables y estrella benigna
de Pólux para la nave, en que Virgilio era llevado a Grecia, para que lo trajera
incólume a Atenas:
t)4 / N CÀ PVT
jnquit,<ieftituot,neclsBtitisevimferrc fuftineo: acccditc
propius, flores date, vina ípargite, fugientem ípiritum
quibufcumque poteft reuocari rebus,floribus,vino^o-
mis reuocate.Et ad ipfum fponium conuerfa. Fulci, in-
quit,tuaÌ3eua,languÌdum mcum cap ut,vinci dcxtraocci-
<ìuumcòrpus,mcq;ruentcm retine.Huiufmodi namquc
dici in animi deliquio ibìcnt,dicitquc eahiciponfa defi-
ciens,aut certe fingitur dicere.Atque eacum dicit, non
foiùmillamdcfcciiTe intelligirnus, fed deficicntem, col-
lab entem,opem implorantcm ipfam, eiufque iam decli-
ue caput, & fufrufas pallore genas pene videmus. Sed fe-
qtiitur ex {Tponü^ctíonz.^diuroyosjilUSíonpercapre4s>cer
uofque camporum^nc [ufatetis^neque emgiUre faciatis dileSiam,
¿onte ipftyeltr. Animi deliquio fomnus fuccedit, natura
videlicct,ìdagente,quoipfa quiete languidum reáciatur
corpus. Igitur quafi ex deliquio in fomnum fponià in-
cidifíet^camfponíusmolliterin le&ulo collocaiTe fingi-
ttìr.conuerfufqucad íponfaífocias cas adiurafíe,qui etera,
vt ipiàe agerent tantiíper,dum illa fomnum capit.Adiurat
autem illas atq; obteftatur per capreas # ceruofq, campo-
rum,proptereaquod eum ípofa ipfa,tum fponfa: comités
virgines inducuntur vita: ruíticae deditae,& venationis ftu
diofeexilliusgentis more: ctenimdcTyrijs virginibus,
quac Palsefthinisvicmacfunt,extatillud Poetse,
VirgmibusTyrusmoieji^efìarepharetrum.
Et quoniam ita communis ratio ièrmonis, atquc vii»,
fcrt.vt à quibus aiiquid obtinere volumus, eis profpcra
imprecemur in eisipfis rebus ,quarum iludió tencntur,
itaque ad militiae deditum agentcs,ita te vi&orem com^
pic&ar,ad raagiftratus ftudiofurn,ita te confulem con^
Ipiciam diccre foiemus, & Poeta Lyricus naui qua ia
CrsBciam traijcicbat Virgilius, quo ipfum mcolumern
Atbcr
135 CANTAR DE LOS CANTARES

Así a ti la poderosa deidad de Chipre,


así los lúcidos astros hermanos de Elena,
y elpadre de los vientos te conduzca,
encerrados los otros excepto el Yapiga,
oh nave, que a ti confiado
me debes a Virgilio11.

Así, pues, porque la costumbre y manera de nuestra conversación ib pide


así, por eso recuerda las ciervas y las cabras, a que estaban aficionados en su ca-
za, y el esposo conjura a las compañeras de la esposa, por cuanto desean coger
cabras al cazar, a las que matan asaeteándolas con golpes certeros, que respeten
de romper el descanso muy plácido de la esposa acostada y entregada al sueño.
Y esto hasta aquí. Pues lo que sigue, como nacido de otro principio, contiene
un nuevo argumento de amor13: Voz de mi Amado se oye. Helo, viene atravan-
cando por los collados, saltando por los montesu. Es dudoso de si aquí aparece la
esposa vigilante y exponiendo las cosas que le sucedieron al vigilar, o mejor
durmiendo y afectada por las visiones de sueños hablando esto entre sueños,
diciendo ahora ciertamente lo que le parecía ver por el descanso o lo que veía y
como lo veía por el descanso. A muchos agrada, lo que también a mí no me
desagrada, que aquí se pone el comienzo de un nuevo argumento, y que apare-
ce la esposa recordando la vuelta a sí del esposo. Pues después de que se entre-
gó al descanso, el esposo fìnge apartarse de ella y marcharse al campo, para
volver poco después. Y los mismos añaden que no conviene buscar en estas
conversaciones amorosas, qué exija la naturaleza de las cosas, sino qué pida
el uso y la manera de los amantes. Pues no pudo ver al esposo volviendo a
ella metida en casa y subir en su caminar las crestas de los montes, pero pudo

12 Horacio, íib. I, Oda 3.


13 Bossuet pone fin al primer día de las bodas, de los siete en que divide toda la acción de este libro,
y comienzo del segundo, suponiendo que habiéndose cantado a los esposos un epitalamio, cuando se retira-
ron a dormir, acudieron las doncellas por la mañana, para cantar otro, antes que ía esposa se levantase, se-
gún la costumbre de la época; y ai comenzar, les advierte el esposo que no despierten a la esposa. Nácar y
Colunga dividen ei Cantar en siete poemas que desarrollan paralelamente el mismo tema, si bien bajo di-
versos símbolos y situaciones, según la distribución convencional de los siete días que duraban las fiestas
nupciales en Oriente con esta distribución: 1) Diálogo de los dos esposos (1, 5-2, 7) 2). Monólogo de la es-
posa (2, 8-3,5), 3} Monólogo del esposo (4, 1-5, 1). 4) Monólogo de la esposa (5, 2-6, 3). 5) Monólogo del
esposo (6,4-12). 6) Diálogo del coro y de ios dos esposos (7, 1-14), 7) Diálogo de ios dos esposos (8, 1-7) .
También ellos marcan aquí el comienzo del canto segundo (cfr. op, cit. p. 806).
14 Este versículo no está comentado en ia Exposición, sin duda por sus dificultades y dudas.

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SE CV N DVM: IJ$
Àthcnis rcddcrct,Poliucisbenigaum fydus,ac fecundos
ventos fìcprecabatur,
SictedhapotensCyprt*
Sicfrenes Helens lucidafiderà,
Ventammo regat pater
QbJìrHéìisalijs pr&terlaftgé
Nams}qu£tibìcredimm
Debes Viridium—
Quia igitur ita confuetudp, atquc ratio noftri fcrmonis
fert , idcirco ceruorum,atque caprarum r quarum illsc
venationi iludebant mentionem infert,obtettaturq5 ipo
fus fponfas comites,pro eo quantum cupiunt,dum venan
tur capreas iìbi dari, quas certisi&ibus iaculando con-
ficiant, vti parcant cubantis fponfa;, & fortino indúl-
genos placidifsimam quietem rumpere.Atque hajcha-
¿tcnus.Nam qua; fequunturtanquam ex alio nataprin-
cipio,noua argumenta arnoriscontinent.K>x¿f/«^/ mei*
ecce tfle yenitfaltens in montibus tranfiliens colles • Dubium
eftjVtrùm hic inducatur iponfa vigilans, Oc ea quse iibi
vigilanti euenerunt exponens, an dormiens potiùs,&
fomniorum vifis afFc&a inter dormiendum idloqucns,
quod per quietem Ubi videbatur videre,aut quod per
quietem vídiíTer, quomódoque vidùTet, id certe nunc
dicens. Nonnullis placet, quoditem mihi non diipli-
cet, noui argumenti hìc exordium poni, íponíamque
induci commemorantcm fponfi ad ipfam reditum,
Nam poftquam illa quieti fc dedit, difceisiffe ab ipia
fponfus fingitur,&;inagrum fé contulifle , pauJò poft
reuerfurus . Adduntque ìjdem non oportere , in ijs
amatodjsfeimonibus quairere quid rerum naturapoitu
let, fed quid amantiumvfusatq ; ratio ferat. Erenimil-
iamdomiindiifanrreuertentemiponfum, & montium
136 CANTAR DB LOS CANTARES

presentársele en el ánimo la imagen del que corre y vuelve a ella que lo ansia-
ba y que pensaba la vuelta de su esposo, como sucede, para que el suceso caye-
ra aptamente en el pensamiento, y para que él volviera, en cuya vuelta pensaba
la esposa, y a quien ya con el ánimo mandaba aproximarse. Pues muchas veces
sucede que ciertas imágenes se nos presenten como anunciadoras de la vuelta
pronta y venidera de los que amamos y de los que estamos alejados, las cuales
de repente se nos ofrecen sin por otra parte pensar en la vuelta de nuestros
amigos o sin tenerlo por cierto e investigado, y súbito nos encienden en deseo
y nos meten ansiedad de pensar o de tratar de ellos; finalmente, hacen que por
cuanto deseamos, así en el ánimo veamos como con los ojos a ellos puestos en
camino, o caminando, avanzando, acercándose y atravesando el umbral mis-
mo de la casa. Lo cual si sucede por casualidad o por algún consenso arcano de
las cosas de la naturaleza es incierto, pero que suceda no se ha de dudar. Así,
pues, si seguimos esta manera, las primeras palabras: Voz de mi Amado se oye.
Helo, viene atravancando por los collados, saltando por los montes, deberán con-
tener las cosas que la misma esposa se finge desear sobre la vuelta del esposo. Y
las siguientes y que las siguen a continuación, a saber: Helo; ya está tras nuestra
pared, explicarán qué sucediera en verdad o, al menos, lo que se finge haber
sucedido. Para entender mejor lo cual saquémosla a hablar y a decir así: "No
sé qué de bien me presagia mi ánimo, si me engaño o si oigo la voz de mi es-
poso. Ciertamente me parece oírle y verle volver en rápida carrera. ¡Oh nunca
engañado ánimo de amante!, helo ahí presente, y no me engañé en el pensa-
miento; viene y atraviesa ya el umbral mismo de la casa y me saluda desde la
puerta; pero ¿a dónde desapareció o a dónde se fue? Ves cómo se oculta en el
quicio, cómo aparece de nuevo y de nuevo se oculta, cómo mete la cabeza por
i}¿ INC A PFT
iüga turfoTuperatem videre,haudquaquampotuiíTe:fed
deíiderantiilli, 6¿ de viri fui rcditu, cogitanti, redeuntis
iliius,& prafeftinantis fpeciem vtfit, ad animimi occur-
rifTe:accidiífe autem,vt ad cogitationemaptè euentus ca
derer,vtquc ílle rédiret,cuiusderedituíponfa cogitabat,
quemqueiamaduentare animo prarcipiebat.Nam cueni
re faepèyvt eorum qúos amamus,&: à quibus abfumus pro
xìmos,&: inflantes reditus,fpecies quídam v eluti nuntix
prsecurrant, qux nobis deamicorum noftrorum reditu
nihilalioqui,aut cogitantibus,aut certi, exploratique ha-
bentibusde repente feoíFerunt, 6¿fubito defíderio nos
accendunt,cupiditafemque nobis inijciunt,& cogitandi
deillis,& agendijdenique effidunr,vt pro eo ac cupimus,
iam fe in viam dantes ilÍos,iam iter facientes,maturantes,
aduentantes4imenqueipfum fuperantes domus, fie ani-
m o quafiocuhsvideamus.Quod vtrum cafu fiat, an re-
rum naturx arcanaconfeníione aliqua incertum fané ef-
fe,quinautemfiat noneífedubitandum. Hancigitur ra-
tionem ílfequamurprioraitía^^x^//^/ mei,ecce tile ye-
mtfahens in montibustranfiliens cQlles,q\ix de aduentu ípó-
/Ifuiipfaíibifponfa deílderando fingit continere debe-
bunt. Pofteriora vero,Ó¿ qua; proximè illa fequuntur, ni-
'mirum. Ecceipfeftatpofiparietemnoflruw. quid acciderit
re ipfa, vel certe id quodfingitur accidhTe explicabunt.
Quod quo planius intelligatur ipfam loquentcm indu-
'camus, itaque dicentem . Nefcio quid certe bonimeus
mlhipra:fagk animus,vtrumfallor,an fponfi mei vocem
ego audiokértèaudiremihi videor,ipfumque concitato
curfu redeuntem videre At ò nunquam amantis animus
fullax^nadeftipfe, nec opinione faifa fum: adeft certe,
iamq,-ipíum limen domus fuperat,mcq, è ianua falutat:
fedquòilledifparuÌt,quòveabijt?vtfeocculuit poflibus,
vt xurfus* apparet, riirüjfque occulitur, vides vt caput
intu-
137 CANTAR D E LO S CANTARES

la ventana, cómo reluce hermoso". A otros, cuya sentencia nosotros seguimos


con gusto, porque une aptamente lo presente con lo anterior y se acomoda
mucho a lo que suele suceder en realidad, parece y así dicen que, como el sue-
ño suele seguir por naturaleza al delirio de ánimo, así los insomnios nacen con
el sueño, sobre todo en aquellos cuyos ánimos están agobiados por preocupa-
ciones más graves, como son todos los amantes. Por lo cual la esposa, que has-
ta ahora fue dicha dormir, ahora finge convenientemente, mientras duerme,
oír y ver las cosas que cuando vigilaba, removía en el ánimo y las que deseaba
y ansiaba. Y así, afirman que durmiendo ella trataba y hablaba consigo todas
estas cosas, o al menos ahora recuerda las cosas que hacía y veía en el descanso;
y qué hermosamente cuadra, que la que aparecía antes angustiada, porque ca-
recía de su esposo, se finja después viendo en el descanso tales imágenes de su
esposo que llega y vuelve, cuales suelen ser fingidas por el que sueña y desea,
no cuales suceden en realidad. Y dicen que el mismo Salomón se empeñó tan-
to, y dirigió el ánimo a la imitación de la naturaleza y de las costumbres, que
porque los que duermen no ven lo mismo que vieron al estar despiertos, sino
cosas semejantes o afines a ella, o unidas de alguna manera, por eso las pala-
bras que al comienzo de este cantar había puesto en boca de la esposa vigilan-
te y deseosa con gran deseo, ahora cuando duerme y está afectada por las vi-
siones de los sueños a causa del deseo, no ciertamente le atribuye las mismas
cosas, pero le pone tales que puedan parecer derivadas y deducidas de ella. Lo
cual por eso me parece puede ser dicho con más verosimilitud, porque luego
en el capítulo siguiente se dice que la esposa buscó a su esposo por la noche en
el lecho y no lo encontró; de donde se deduce que ella está ahora sumida y en-
tregada a ensueños. Además, la misma manera de toda la oración, y la varie-
dad e inconstancia de los dichos presenta el aspecto y la imagen del ensueño.

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S ECV N D V M. ij7
intulit feneftrat, vt emicuit pulcher. Alijs videtur, quorü
nos fententiàlibentiusfequimurrproptereàquod preterì
tis prsefentia aptè conne&it, &; ad ea qug ir. re euenire fo-
iét,fefe valdè accomodar : itaq; ali; dieta, queadmodum
animi deiiquiü natura foninus fequitur,ita fomno infortì
nía agnata eíTe,inijs maxime, quorum animi grauioribus
curis folitcitantur, quales fune amantes omnes, Quarc
fponfam quxha&enus dormire di&aeft., nunc confen-
taneè fingi,dumdormit,audire ea,atqueyiderc,qu£ cum
vigilàbat, verfabat in animo, quoque optabat, atque cu-
piebat.Itaque omnia ifta dormiétem ipfam fecum egiiìc,
acloquutam fuifleaffirmant, aut certe qux per quietem
egiíTerjatquevidiñct ea nunccommemorari;pulchrèquc
quadrare,vt qua; fuperiùs inducebatur,fe ipfa exerucians,
quod fuo fponfo carebat, eapoiteafingaturper quietem
hauriens fponfi fui redeuntis ,•& aduentantis imagines
eiufmodijquales fingi à defiderante,&: fomniante fole nt,
non quales re ipfa contingunt. Solomonemqueipiuni
adeò incubuiffe dicunt, animumque intendiiìe in morti,
atque natura imitationem,vt quoniam dormientibus,
non eadem,qua; vigilantes obierunt,occurrunt videnda,
{ed fimìlia illis, aut affinia, aut aliqua ex parte coniun&a,
ideircò verba, qu# vigilanti fponfa^& magno defiderio
flagranti carminis huius ìnitioipfedediflet: eidem dor-
mienti nunc, Se ex desiderio fomniorum vifis affecte, nò
cadem quidem ilia tribueret,fed eiufmodi daret,vt ex illis
videri pofsint deriuata, atque dedu&a. Quje eo verifimi-
lius dici mihi videntur,quia mox capite fequenti,inle£tu
lo per noctem fponfùm fuum quajfiuiue^ectamen inue
nìàe illuni fponla dicùunex quo apparct, Ulani cubatem
nunc, 6¿indLÜgenteminfQmnijsinduci. Addequodipia
totius orationis ratiOjipfaque varietas, 6¿ meonftantiadi
dorura ípeciem, atque iuiaginem infqmnij prae feferr.
I j . Quod
138 CANTAR DE L OS CANTARES

Pues lo que pasa en las visiones de ensueños, que reuniéndose y confundién-


dose unas con otras las imágenes de muchas cosas, no se observa ninguna for-
ma de naturaleza ni de orden ni de lugares ni de tiempos, sino las pasadas se
juntan con las presentes, y las muy distantes entre sí se colocan en un solo lu-
gar, la tal imagen está expresada perfectísimamente en esta oración. Pues es
de ver en ella a la esposa recluida ciertamente bajo el techo de su casa y reco-
rriendo caminos y bosques, viendo al esposo y buscándole, al mismo tiempo
diciendo que está en el campo y en la casa junto a sí, con gran y casi admira-
ble rapidez reuniendo en un mismo sitio ventanas, campos, bosques, verjas,
colínas; de arte que cuanta suele ser la variedad de visiones, tanto sea la de es-
ta oración y sentencias. Pero oigamos ya lo que dice: Voz del Amado, De re-
pente y precisamente cual de duermientes o de súbito afectados por el gozo
suele ser el discurso: helo, viene atravancando por los collados, saltando por los
montes. Semejante es mi Amado a la cabra montes o ciervecito, esto es, el ánimo
libre del cuerpo ve al mismo tiempo lo distante y lo próximo. Helo, ya está
tras nuestra pared. ¡Cómo se apresuran los amantes en decir y fingir las cosas
que desean con ansiedad! ¡Cuántos y cuan grandes espacios de campos y
montes y en cuan poco tiempo recorren! Helo, ya está tras la pared, acechando
tras las ventanas, mirando por los resquicios. El que no se diga directamente
que el esposo ha entrado junto a la esposa, sino mirase por las rendijas, ello
ha sido expresado maravillosamente según la costumbre e ingenio de los
amantes. Los amantes se presentan a vccts a las amigas con la cabeza cubierta,
para que mostrándose sin esperarlo luego les den mayor alegría; a veces se les
manifiestan con desagrado y, aunque quieren ser vistos, simulan no querer y
jueguen uno con otro, y se ponen a prueba muchas veces, y con estos juegos
tantean cada uno el amor del otro para consigo; en fin, hacen al amor más
sazonado, por así decir, y más dulce con esta como sal, de donde es aquello:
i38 / NQAvvr •
Qupd etìim in fomnióru viilsfitjVtmultaru rcru imagini
bus multis viia coeuntib*, atqj cófuiìs, nec temporanee
loGorújiiee ordinis,aut nature, vlla ratio feruetur,fed pra>
fentibus preterita coniungátur,&pIurimúinter fé loco
diftátia conferátur in vnülocü:eius inhac orationc perfc
difsimè exprefíaimago ejcrat. Eft enim videre in ea fpon-
ñ m te&o quidé fu£ domus Ìnciufam,agros tanien, Sene*
mora peragrantem;ia vidente fponfum fuum, iam ipfum
quaerétem, eodéq,- mometotéporis,& in agro illü, &; fe*
cu vnà domi effe elicente: magnaqj,&: propè mirabili cele
iitate,feneftras,agros,nemora,cácellos,colles in vnü con
ferentem:vt quanta viforum effe foler, tanta fit orationis
huius, atque fententiarum varietas. Sed iam quid dicat,
audiamùs.Kox dileSit.Ex abrupto atq? prjecifè,qualis dor-
miètium, aut fubito gaudio affe&orum fermo effe fokt.
Eceeiftelienirfitliens m montibtts tranftlicns colle$tfim:lis ejì ade
¿tusmeus capvc&hmmloque cermrum.feilieet corpore folu-
tus animus diitantia £què,atquc próxima videt.fi» ipfejìat
poflparierem noilrum. Vt maturant amantes ad ea quorum
cupiditatetenentur dicenda, atque fingenda. Quo t enim
& quanta camporum, atquemontiumipatia, quantulo
temporislpatioconfecit?fi» ipfefìat poft parietem noflrum
tefyictenspcrfeneflrasprofptciens per cattcellos, Qupd non re-
da ad iponfarn ingreiTus fponfus,fed perrimasproipe-
¿tane dicitur, id ex amantium confuetudine, atque inge-
nio mirificè expreiTum eft.Namamatoresintcrdum ob-
uoluto capite ad árnicas adeunt, quo nec opinato poftea
le ttft endentes ipfas maiori laetitia afrlciant : interdü vero
aegrè feiliis oftcndunt,&: quanquàvideri volunt, nolieil-
nrnlar,Iudófq; fibiipiis mutuò defepraebétjpertcntantq;
fsepè &C explorar ijs lufìbus vterque alterius amore erga fé
mutuüiipfumdeniqjamoremconditioréjVtitadicamj&í:
dukiorem hoc tanquam faie reddunt,ex quo eil iiiud.
139 CANTAR DE LOS CAN TARES

Y desea ser visto antes.


Mirando por los resquicios. Propia y simplemente traduce lo que ha sido
puesto figurada y elegantemente en hebreo, pues ziz^ propiamente se dice de
la rosa y las flores, cuando brotan de los capullos16. De donde por semejanza se
traslada al esposo metiendo la cabeza por la ventana. Pues como las flores
cuando primero brotan nos parecen más alegres y vivas, que cuando desarro-
llaron el círculo de las hojas, y no aparecen entonces totalmente, sino solo
muestran las puntas de las cabecillas, así el esposo, más hermoso que toda flor
y que toda rosa, pareció a la esposa meter la cabeza por la ventana y abrir su
rostro rosado. Hablado ha mi Amado. Y la esposa parece oír estas cosas: Leván-
tate, galana mía, Amiga mía, y vente. Puesto que por mucho tiempo él está en
el campo, allí la llama, esto es, la invita a vivir junto a él. Aunque, lo que mu-
chas veces advierto, los hechos o dichos que aquí se dicen, ni Salomón en per-
sona con otro ni los pastores cónyuges trataron entre sí o los dijeron alguna
vez, sino son traídas las cosas de la vida ordinaria y atribuidas a las personas
que convenía mucho las hicieran y dijeran, para significar los mutuos amores
de Cristo y la Iglesia. Levántate, galana mía. La exhorta a que se dirija sin tar-
danza alguna a los campos y tierras, pues esos lugares suelen, ser más saludables
para los que enferman y mucho más gratos para los amantes; y para persuadir-
la más fácilmente, primero la llama muy delicadamente, después exagera la
amenidad del campo con la nueva llegada de la primavera. Levántate, dice, pa-
ra que entiendas que estaba acostada. Ya ves; pasó el invierno, pasó la lluvia y
fuese. A saber, ni el frío ni el soplo de los vientos puede dañar a un cuerpo en-
fermo. Descubre flores la tierra: descripción de la primavera por los detalles o
accidentes; la tierra reverdece, luego es primavera, como en aquello:

Ya a los compañeros de la primavera, que templan el mar,


empujan las ánimas tracias en Lintea.

El tiempo del podar es venido. Otros del hebreo, tiempo del cantar, y ambas

15 El P. Merino trae metziz, como derivado de tzitz, pero la edición de Salamanca ziz, como aquí.
16 Matización lingüística que refleja el gran conocimiento que tenía fray Luis del hebreo.

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SE CVNDVM, tì9
-'EtfeCttpttaniie'yidtrL
PrQtyicIcnspcrcancelhs.Èropuè&fimplichcrvmìt, quod
in Hebraeo pofìtu efttranflatè,& elegantcr.Nam y*2C ziz,
proprie derofa,&: rloribus dicitur,cù èfolliculis erupuat»
Vnde per fìmilitudine transfertur ad fponfum proferen-
te caput per feneftram. Nam vt flores cu primo crumput
laetioreSj&nitidiores nobis vidétur, quamcüfoHorü or-
be cxplicaucrüt:nec apparent tue tori, fedeapituiorü acu
mina tantum oftendunt fi e omni flore, omniq; rofa pui-
chrior fponfus caput fcneftrse intuluTe, &: rofeum os apc-
ruifle fponfae vifus eft. Bndde£l»sme»s loqwturmihi. Et h«c
tudire Ubi íponfavidetur. Surgetpropera amie* mea >fpecwf&
mea, &^em. Qupniam pturimü ipfc ruri verfàtur code ip-
fam vocat, hoc eft, ad vnà fecum commorandü inuitat.
Quanquam quod fxpè admonco, qua? hic dicuntur fa&a
dictave,ea neq; Solomo n ipfe cu alio, nequepaftores vllt
coniuges inter fc egemt, aut dixerut ynqua : fed è quoti-
diana vita fumpta,pfonifq;ijsattributa,quas maxime de-
ceret ea faceré, ac diccre, ad Chrifti, &c Éccieilse mutuos
amores fignificandos funt cunda relata,SuYge,properaam~
carnea. Hortaturvtilnccun&atione aliquaagros, &ru-
rapctat: nam ealoca&languentibus falubriora eífe fa-
l e n a Ínter fe amantibus multo gratiora ; &: quo faciliùs
lili perfuadcat ptimò biandifsimè appellat illam, deirrdc
nouo veris aduentururisamoenitatemcxaggeraT.£#rg<r,
inquit, vt decubuifíe illam inteliigas. Iam emm hycms tran-
fijtjmberubijt & recept.ìHe fcìlicct, aut frigus,aut noxios
agro corpori ventorum flatus caufari poiFet, Flore&appa-
ruerunt in tena noñtt. Defcriptio veris a conìun£tÌs, íiuc
accidentibus, vernat teüus,ergo ver eft,vt in ilio.
Iatnìerìs comités qtt£ mare t:mperánt
Impellunt animò LmtheaThraas.
Ttmpas pumionis aduernt. ExHebrxeo alij, tempus cantica
ni?,
140 CANTAR DE L OS CANTARES

cosas se significa con la palabra hebrea y sucede en primavera. Pues al llegar la


primavera se podan las vides y canturrean los viñadores, mientras hacen el tra-
bajo; aunque el canto está muy unido con la primavera, pues con la nueva lle-
gada del sol encendida la sangre llena el corazón de los animales y les da insó-
lita alegría, de donde se sigue el deseo de cantar tanto en los hombres cuanto
en las aves, de donde en la descripción de la primavera:

Los pastores de las pingües ovejas producen


en la tierna grama cantares de flauta.

Oída es voz de tórtola en nuestro campo. Pues al llegar el invierno las tórtolas
salen de Palestina y buscan regiones más cálidas, pero vuelven al comienzo de
la primavera. La higuera brota sus higos. Los higos que no están maduros o los
que no llegan fácilmente a la madurez, son llamados recios. Las viñas florecien-
tes dan olor. En hebreo: y las vides de pequeñas uvas dan olor. Pues cuando
aparecen los brotes de uvas de las primeras flores en granos muy diminutos
emiten un olor muy suave. Así, pues, cuando todas las cosas verdean, levánta-
te, dice, galana mía, Amiga mía, y vente. Esto es al campo, que es lo más ame-
no que hay en este tiempo del año.

Pero continúa: Paloma mía, en las quiebras de la piedra, en los escondrijos


del paredón1'1', descúbreme tu vista, hazme oír la tu voz. Explica ya apta y tími-
damente la causa por la que la llama, tomando semejanza de las palomas, que
se aman entre sí sobre todas las aves. De las palomas digo no domesticadas,
sino fieras, que anidan en las rocas y vagan por los campos, para que todas las
cosas consuenen más entre sí. Pues la llamaba al mismo género rústico de vi-
da, y así dice: "El que te llame ya al campo, a donde no solo yo, sino tu salud
y el mismo aire y la amenidad de los lugares te llama, y la misma tierra cubier-
ta de flores y las viñas vestidas ya de pámpanos y ampliamente olorosas te invi-
tan; y así te llamo para que, cuanto las palomas que habitan las rocas y los
campos, se entregan a su amor, tanto nosotros libres de toda preocupación nos

17 Diversas son las versiones de esta frase: fray Luis dijo antes «en las vueltas del caracol», ahora dice
«en los escondrijos del paredón»; el P. Scio traduce «en la concavidad de la aibarrada», y siguiendo el he-
breo: «en lo escondido de la escalera»; el sentido en realidad es el mismo.
i4ó IN C A P VT
niSjVtrumquc autem &. verbo Hebraeo fignificatur, & ve
re fit. Nani vere appetente, &c p.ùtaijjur vites, &: vinitores
dum opus faciunt cantiilant : quanquam cantas omninò .
cmn vere maxime coniungitunNouo enim folis accefiu
au&us fanguis coranimantinm c o m p i e r ^ ketitia infoli»
ta afficit,ex quo canendi cupido fequitur,tam in homin¡i-
bus, quarti in volucribus, vnde in veris deferiptione ilic
Ducunt m tenero granirnepmguium
Paéloresmtum carmina pftula.
Vox titrturis audtta eftm terra nofira. Na hyeme ineunte tur-
tures è Pakefthìnadifcedut, ÒL calidiores regiones petütt
veris autem initio reuertuntur.ficus pr&tttlit^rojjos JUOÌ . Fi-
cus immatura: qua: funt % aut qua: non facile ad maturira-
tempemeniunt,grof$iappeUantur,eafqueHebra:i ¿3 no
minant. Vine&flòrentesdederunt odorem.Hcbrucè^ Se vites
minuta vua dederunt odorem. Nani cumà flore primo-
apparent vuarüm botri granis minutifsimis odorem ex
fé emlttuntperquam fuauem. Igitur quando omnia ver-
nante Surgt) inquit, propera amica mea7fpec?ofa mea &l>eni. In
agrum fcilicet,quo iftoquidem anni tempore nini-lene-
poteft amcenius.Sedpergit. Columba mea inf oraminibus fé-
ir&t in camma màceri^ oftende mhifactem wamjonet^ox tua
tnaiinbusmeh. Iam cuius rei caufà ipiàm vocet aptè, & ve-
recundo explicat fimilitudine du&aàeolumbis,quieex
omnibus volucribus maxime in terfeamant.Acolum-
bis inquamnoncicuribuSjfed feris quaun rupibus nidu-
lantur , vaganturque pe r agros, quo magis omnia ínter ic
confonarent. Nani ad idem vitas genus ruiticum>videii-
cet,vocabat ipfanv.itaque dicit. Q¿ipd autem te in agrum
v o c o , q u o n o n ego modo,fedvaletudotuate,aériique
ipfa, èc locorum amoenitas vocat, tellufque ipfa floribus
vernanSjVinesequepampinis vetóse iam, 6¿ late fragran-
te^ inuitant^itaque quodtcvoco ? ideò voco,vt quantum
coluro-
141 CANTAR DE LOS CANTA RES

entreguemos aí nuestro. Ven, pues, al campo y vive junto a mí, como la palo-
ma que, siguiendo a la compañera y posando junto a ella y mezclando besos y
arrullos dulces y mutuos, pasa el tiempo en amor"18. Asiente y en cierta mane-
ra le enseña la forma como quiere ser amado por ella. Pues así como las palo-
mas son muy amantes entre sí, así son muy fieles y por ello mismo muy celo-
sas de forma admirable; lo que se ve mucho en los machos19, pues volviendo
de lejos, en cuanto ven a las compañeras, luego tocados no sé por qué mala
sospecha se conmueven gravemente, y así presto se les hincha el pecho«y arru-
llando ronca y airadamente y golpeando la tierra con la cola con continuos
golpes, para que conozcas fácilmente su ánimo airado e impotente, las rodean
y a veces las hieren duramente con el mismo pico, castigando las ofensas de la
dañada vergüenza y violada fe, como sospechan, mientras estaban ausentes.
Aquellas toleran todo lo cual con admirable mansedumbre, pues ni se sustraen
a la mirada de aquéllos, ni se apartan lejos, ni, aunque gravemente golpeadas,
los hieren ellas a su vez, sino soportan hasta que vencida la ferocidad de los
machos con la propia paciencia, le tornan a su vez el ánimo aplacado y manso,
y olvidados de la sospecha y de las iras, por entero traban amistad y juntan los
picos, y los besos con admirable amor20. Todas las cuales cosas referidas a lo es-
piritual y divino tienen grandes significados, como diremos después en su lu-
gar; ahora sea bastante haber visto cuan aptamente la naturaleza y la forma de
ser de las palomas se traslade para significar el amor.

Sigue: Tomadnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la nuestra vi-
ña está en flor. No está bastante claro cuál de los dos dice esto; ciertamente si
estas palabras son de la esposa, como yo al menos pienso, aunque puede pare-
cer a alguno que son poco coherentes con las anteriores, sin embargo en verdad

18 El P. Asensio alaba en esce punto del comentario a fray Luis, psicólogo, poeta y costumbrista.
19 Puno, lib. X, cap. XXXIV.
20 Esta costumbre también está reflejada en el Cántico espiritualde san Juan {Obras, II, 152).

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SECVNDVM. 141
columbas, quse rupes» Se rura colunt,amori vacant fuo,
tantum nos ab omni cura vacuiindulgeamus noftro, Irt
agrumitaquevenil&: mecum vna viuito ad cxemplnm
columbse,quie foeiam fequuta, eiqueafsidens,ac mùtua,
atque dulcia murmura^&ofcula mifeens, in amore seta-
tem degit. Innuit porrò, atque quodammodo tacite üiá
docct rationé eaVqua fé amari ab ipfa vult. Mam coiübx
vt fune maxime Inter fé amanteSjita &dei obfemates funt
maxime,6¿: ob iéipfum fufpiciofx funt mirü in modum:
quodpotifsimuminmaribus cernirur. Perts§pèenimre- Vhn-lth*
ucrfi,vt comparesafpiciunt^ftanm nefeio quamalaiu- lc^.34*
fpicione ta&i grauiter commouentur,: itaque tumet ilEts
ftatim pe&us,& raucum quiddam, atque ira? plenum fre-
mcnteSjCaudaque humum i&ibus crebris ferientes, vt &;
iratum animum,& fui impotentem facile agnofcas,ÌUa$
©beunt circumcirca, acroftroipfo interdum acriterfe-
iiunt, ixf«pudicitiaíipíidumaberant, & violata: fidei,
ipfi vt fufpicanturpcenas repetentes ab innoxijs; Qua: il-
la? omnia mira manfuetudine tolerant, Nam ne que ab
iiiorum afpe&u fe fiibtrahuntmeque kmgius abfeedunt:
ncque quamuis grauiterpercuffsereferiunt ipfa? iiios ahV
quando,fed co vfque perferunt, quo ad ipfarum patien*
tiarhariumferocia vi&a,animumitemilii induunt pia-
catum & mitem, & irarum ac fufpicioms obliti, de inte-
gro amicitiam incuntjroftraq,. iungunt^atque ofcula mi
rabiii charitatc. Quse omnia ad ípirituaiia?&diuina rciata
magnosfignificatushabent,vt fuop^oftea dicemus lo co:
nunc fatisfit vidifle, quanvaptè columbarum natura, at-
que ratio ad amoris transferatur fignificatÌonem.:Sequi-
tüv.Cápt e noht$yulj>es¡>artítil¿s ymÀmoìtunturìtinetts, nam >i-
nea nQflmflorMt.ìSòn fatis conftat vterifta dicati &: quide
fi fponfae funt hsec verba,vt eñe ego certe puto, quanquá
videripoísic aiicuiparü iliacohsererecumfuperioribus,
taimen
142 CANTAR D E LO S CANTARES

están muy de acuerdo y salen de ellas, si atentamente se considera la cosa en la


forma en que está. Es familiar a las mujeres cuando ven que son muy amadas
por sus esposos, hacer y quejarse de lo triste que alguna vez les sucede, o lo pe-
ligroso que les sucederá, muchas veces sin argumento idóneo para obrar y casi
intempestivamente. Pues del amor mismo y de la probada voluntad y amor de
sus esposos para sí, llegan a tales quejas y testifican en cierto modo con esas
quejas cuánto amen tiernamente a sus esposos y cuánto crean ser amadas y
queridas por ellos, y cómo piensen y confíen que les ayudarán en el futuro.

Así, pues, al esposo que llama e invita y atestigua su amor con palabras
muy tiernas siguiendo la esposa y saliendo al campo, se dice que nada respon-
dió a las caricias del esposo, sino lo que dijo muy aptamente según el ingenio
de las mujeres: Tomadnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la
nuestra viña está en flor. Pues de ello se entiende que ya está en el campo. Y es
propio de la Sagrada Escritura significar los hechos que anteceden por los que
siguen21. Vio las viñas florecientes, luego estaba en el campo. En el cual, por-
que había una viña de él, en cuanto la vio y advirtió que floreciente y con sar-
mientos corría peligro por las raposas destruidoras de viñas, olvidando lo de-
más rectamente finge pedir a su esposo solo esto, que se esforzara en cogerlas.
Tomadnos, dice, las raposas pequeñas. Suficientemente se deduce del hecho de
Sansón y del libro de los Jueces que la región de Judea abundaba en raposas;
todos saben que éstas suelen traer la ruina a los viñedos, y sobre todo cuando
son pequeñas; pues una vez crecidas, buscan presas mayores, y por eso nom-
bró a las raposas pequeñas, y quiso que fueran cogidas antes de que las viñas
comenzaran a florecer. Pues después de que las vides han brotado hojas y sar-
mientos, son cogidas más difícilmente, porque se ocultan con las hojas y sar-
mientos22.

21 Observación lingüística, que también aparece en Job (Obras, II, 152).


21 La Exposición admite otra interpretación: el esposo se dirige a sus compañeros y les encarga que
maten a las raposas pequeñas.
i4t / N QJTVT
tamen vere multum cohxrent,&ex illisducunturrres
ipfafiqucmadmodum fé habct, attente cófìderetur. Eft
enim familiare foeminis quo tempore ié à fuis viris maxi-
me amari vident, de co quod ipíis vel trine aliquado a o
cidit, vel periculofum mfuturumimminetagece, atque
queri nullo faepè agendi idoneo argumento ipíis oblato,
¿e piane intenipeftiuè. Nani ab amore ipfo, oc ab experta
erga fé virorum fu o rum volúntate, atque chámate ad
querelashukifmodiinducuntur, &: ijs illas querelis quo-
dammodo teftifkantur,&: quàm ipiae viros fuos tene-
re diligant,& qua fé ab eis diligi, atq; amari credát,vtque
arbitrentur,atq;confidat,pra?fldioiUos futuros fibiUgi-
tur iponfo vocanti^ &c inuitanti, &: bladiisimis verbk tc-
ílificantiamorcmíumrvobícquutafponfaJ& in agrum
egrefla nitrii ad blanditias fponíl refpondiüe dici tur ,fcd
prseteridexfceminarü ingenio nimis aptè dixifle* Capite
nobis ytdpes paYüuláSyC¡u£UmQÍwntMfVweas7nAm'iintAMoÍir4
$»•«#• Narri ex co inteliigitur iam effe in agro. Eft enim
facrxScriptuia:,quaeantecedunt lignificare fa&a effe ex
ijs quasfequuntur. Vineas florentes vidit, ergo in agro
vcriabatur. In quo quoniam vinca quaedam? illius erat,
cam vtvidit,&eifiorenti,acpalimtes agentiavulpibus
vinearum vaftatricibus periculuin immincre animad-
«ertit, re&èfingiturpraetermifsis ali>s id vnum Grafie vi-
mmfiium^darctoperam eas vteaperet. Capkct inquirío-
ste yttlfcspaxmUs.ladxam regionem abundare vulpibus
ex libro ludicum, & Samfonisià&o fati&liquet:iHas au-
tem vinetis peftemaf¥erre folere,omnibus eft notum,id-
que maxime cum paruxfuntmam poftquam adoleuc-
funt,maiores prsedasagüt,ideoqueparuas vuipes nomi-
Bauit,eafque antequam vineaeftorercincipcrent capi vo-
iuit : Nam poftquam vites folia, atque palmites protuk-
mnijdiificjiiiis capiuntur,proptereaquod ijs fblijs,atqj
143 CANTAR DE LOS CANTARES

Pero continúa: El Amado mío es mío, y yo soy suya (del que) apacienta entre
las azucenas. Estas cosas se entienden sucedidas en tiempo de primavera y bajo
la aurora. Pues en llegando la aurora, cuando el campo verdeante es muy agra-
dable, el esposo exhortaba a la esposa a levantarse del lecho y dirigirse al cam-
po. Y cuando se dice que la exhortó, se entiende que la sacó consigo al campo,
a donde él se dirigía con el ganado. En el cual lugar ella demorándose algo, pa-
ra evitar lo calores (pues no podía soportar el calor del sol con el cuerpo enfer-
mo), antes de que el día comenzara a calentarse, se fìnge querer volver a casa y,
mientras vuelve a pedir al esposo que, puesto que a causa del pasto no puede
volver a casa antes de la noche, al menos le conceda que luego que comenzara
a atardecer, se apresurara a casa sin ninguna tardanza; el Amado, dice, mío es
mío, y yo soy suya (del que) apacienta entre las azucenas. Hasta que sople el día y
las sombras huyan; tórnate, sé semejante a la cabra y al corzo, y lo que sigue. El
Amado mío es mío, y yo soy suya. Estas palabras tienen la significación de llamar,
como si diga: "¡Oh Amado mío y amante de mí, que apacientas entre azuce-
nas!". Y dice apacentar entre azucenas, no porque las azucenas sean pastos, si-
no porque las mujeres amantes tienen en la cara una rosa, azucenas, perlas, es-
tatuillas y cosas semejantes. Hasta que sople el día y las sombras huyan, esto se,
hasta la tarde, pues juzgo que con estas palabras significa el tiempo vespertino
y atardecido, no matutino, como algunos pensaron. Pues cayendo el sol blan-
das brisas comienzan a soplar mucho, de donde aquél:

Soplan los vientos en la noche, y la luna


resplandeciente no oculta al camino.

Y así, los vientos soplan al caer el sol, y las sombras que se hacen al oponer-
se los cuerpos y que, cuando estaba el sol a mitad de cielo, en cierta manera se
mantenían, parecen avanzar y moverse lejos e incluso correr.

Y el sol cayendo duplica las crecientes sombras.

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S E C V N D V M. 14,
patmitibus fé fé occultane Sed pcrgit.Dìleéìtts mem miht%
& tgo iltiqutfKtfcttw tfìter UH*. Hsec, & verno tempore, &
fub auroran* agi inteliiguntur. Nam aurora appetente
cuna ager vernans amoenifsimus eft fponfam hortaba-
tur iponfus,vt le&ofurgeret,ac feinagrum conferret.
Cùm ameni hortatus e ile illam dicitur eduxiiFe earn vna
fecumin agrum intelligitur,quo ipfecumgregepergc-
bat. Quo in loco illa aliquantulum commorata, poftea
vitandi calores caufa{nam aegro corpore calorem Solis
ferrenon poffet) antequam dtcs xftuaret,domumreuer-
ti veliefingitur,&dum reuertìtur orare ipon finn, vt qua-
do ipft paftus caufa domum redire ante no&em nò licct,
id faltem ubi det, vtftatimatq; adaciperafcere cceperit,
domum propcret nulla mora interpolita..Dffa$«5,inquit,
meus mihit& egoilli3qm pafoturinttr Mia ¿onteaffriret àies,
{p inclìnenttr ymbrx, reuertere, fim'iììs eiìo C4f>rc& hinnuh*
que ceruorunufc quaefequütur. Vilettksmeu$miht,&ego iliu
Vocàndi ilgnificationem ifta habent, ac Ci dicat, heus di-
lette rm,meque ipièdiligenSjquipafcisinteriiiia. Pafce-
re aute inter iilia dicic,non quod lilia ílnt pafcua,fed quia
amantes foemina: fempcr in ore habent rofam,tilia,genv
mas,ebur,atque iis aliafìmiìh.Donecafyiret dies 0* mclìntn*
titrymèr&.ld eft,vfqueadvefperum diei.Nam pomeiidia
num,&: vefpertinum tempus, his fignificatü yerbis arbi-
tror, nonmatutinum,vtquidáputauerunt Nloccidéte
Sole,lenes aura; plurimum fpirare incipiunt.vnde ille*
+¿jj>irant tur* m noffemjnecíandtda cwfum
Lun4neg4t*
Itaquc aurx ipirant cadente Sole, & vmbras qux corpo-'
rum obie&ufiunt, quoque dum medium carlitencbat
Sol,ftabant quodammodo, produci longiùs & moueri,
atquc adeò feftinarc videntur.
MtSoio tkmts dectdem duplica ymtr*s9
Vnde
144 CANTAR DE LOS CANTARES

De donde lo que el Intérprete latino traduce, se inclinen, en hebreo se dice


Nasu, esto es, huyan. Y se dice que las sombras huyen, al morir el sol, esto es»
apresurarse, según la propiedad de la lengua hebrea, donde se pone huir por
apresurarse y por moverse más rápidamente, cual es aquello que en este mismo
cantar se dice después: Huye, oh amado mío, esto es, apresúrate; lo que tam-
bién los intérpretes griegos expresaron bien, porque vertieron este lugar de es-
ta manera " y huyen las sombras". Aunque también en latín "fuga" más de
una vez es usada por "rápida carrera y avance", de donde aquél:
La nona es mejor en la huida.

Y en otro lugar:
Aquél vuela, barriendo al mismo tiempo en la fuga los campos y los mares10.

Así, pues, con estas palabras significa la tarde por las circunstancias, y el
asunto mismo y la forma del lenguaje pedía significar ese tiempo, y no el ma-
tutino; el asunto mismo, pues en la noche se vuelve a casa del pasto, de donde
aquél:
Ida casa, cabras saciadas, id, viene la tarde14.

La forma del lenguaje establecido, pues convenía que no quisiera ser deja-
da sola de noche la mujer amante y enferma de amor y acostada, cual aquí se
finge la esposa2?. Así, pues, ruega a su esposo que, puesto que permanece en el
campo a causa del ganado y las tierras, por lo menos le conceda a ella amante
y enferma, que no pernocte en el campo. Y así dice: Tórnate, sé semejante a la
cabra o al corzo sobre los montes de Bather26. Esto es, le pide que tan pronto el
sol comenzare a dirigirse al ocaso, apresure él la vuelta y coja el camino y lo
haga con gran rapidez, como se apresuran los corzos, y también suelen adelan-
tar a los vientos en la fuga, sobre los montes que llama de Bather, esto es, de la
división o de la escisión, o porque las regiones limitan con los montes, o, como
si diga, sobre las escisiones de los montes, esto es, como los corzos hacen, cuan-
do se apresuran a meterse en las escisuras de los montes, en las que tienen sus

23 Virgilio, Geórgicas, 1 y 3. Algunos tnss, traen otra cita, pero del mismo lugar: «Como también di-
jo el poeta, significando la misma razón de tiempo: Y las sombras mayores caen de los altos mares».
24 No vienen estas explicaciones culturizames en la Exposición.
25 El P. Scio acepta esta interpretación de fray Luis.
26 Según Adricomio, estos montes de Bather estaban en la tribu de Benjamín. Calmet cree que son
los de Bethoron, no lejos de Jerusalén. Bossuet pone aquí fin al segundo día de las bodas.
144 TN C A P V T
Vnde quod Lati aus ¿nterpres vertir, incline! ur : Hcbrai-
ce "JX53 b3afu,diátur,ideft,fugiant Dicunturíautcm fiíge-
le vmbra:,occidente Sole,id eit maturare, exproprietate
fer«K>nis Hebraici, in quo fugercproinaairare ponitur,
proque ocyùs moueri: quale eftiUud quod hocipfo in
cadmine poitea dicitur..Fugeodik&e mi, id eft,matura:
quod etiamGraedfatisexpreíTerunt interprete$;quippc
qui hunc locum ifto modo conuertunt wtj K¿r»WiK «< ÉTKÍ«I.
Quanquam Scin barino /ermo ne fuga non femei vfurpa
tur pro matura profedioneatque curiti,Ex quo ilic.

JEt alibi..
Ule yolatfìmul ama fugafimul Aquora^errms.
Significaturigiturijs verbis,vefpertinum tempusà cofi-
áundis, idque tempus, $£ non matutinum ògnificari,
ÒL res jpía, &. inftitutiifermonis ratio pofcebatircs ipfa,
Mam fub no&em à paftü domum reditunEx quo Ule.
- Ite domum [at ur<&\enkllejp&u$ ite captile*.
Ratio inflittiti fermonis; Nam amantem foeminam de
ex amoreaegrarr^atque decumbentem, qualis hicfponfa
tÌìhgitur,fe no Sta rclinqui iòlam decebat vi noilet.Rogat
igitur yirum iuum, vt ,quoniamcei fa mili&ris,atqu e pe-
cuaoac caufaiti agro remanet, illud iàlrem fibi & amanti
c o n c e d a t i 3cgrae,rurì ne perno&et.I taque ait. Reuertere^
fimi lis tftocaprx hmmaoc^feraorum fùpertMctes BathtrAà, eft,
ipfum orar, vtfimui iatq$ Sol ad oceafum vergciexoepe-
rit, reditü ipfe matutet, iterqs arripiac, arreptu mque con
iìciat fummaccicritate?-quomodo hintiuli feitinanr, at%
*tiàm ptaenertere ventosfüga íblénr,íuper mefates, quos
. Bather^dcftjdiuifioois^uticifíur^ vocatrvelqtiod r^gio
nes motibus diftermiriatìtur : vel quaiì dicat,fuper fciiTu-
ras montium^deftjVthmnuiifaciunt, quando fé in moa
ikuakill UMS , in quibus áiaíxabct cubilia referreprope»
sansu
145 CANTAR DE LOS CANTARES

cubiles. Y expuestas ya las palabras de este capítulo, busquemos sus verdaderos


sentidos.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

Yo rosa del campo y azucena de los valles. Estas cosas, como dijimos, se refie-
ren al final del capítulo anterior y se han de unir a él 7 tomarse como dichas
por la esposa, la cual contenta con el estado de amor al que llegó, quiere per-
manecer en él. Pues los principiantes, como dijimos, mientras más se hacen
partícipes sin mérito y esperanza propia de la bondad y placer divinos, en tan-
to más rápidamente quieren establecer un estado para su deseo, pues se per-
suaden de que fácilmente han llegado al sumo placer. Así, porque su lecho flo-
rece ya y porque su casa construida con material selecto brilla, esto es, porque
a su parecer, secada la raíz del pecado, la piedad comenzó a germinar en ellos y
a dar flores, esto es, para interpretarlo otra vez, porque se ven colocados en
una vida que no solo es honesta y placentera a Dios, sino agradable y alegre
también para ellos, desean y piden que la tal alegría les sea perpetua. Y nuestro
lecho, dice, (está)florido,y los vigas de nuestra casa son de cedro, y el techo de ci-
prés, y yo rosa del campo. Como no haya nada, porque no quieras permanecer
conmigo para siempre, hazme estable y propio este gozo que recibo de tu colo-
quio y encuentro27. Rosa del campo. Otros, rosa de saturación o riqueza, lo cual
en español se diría aptamente: flor de buen año28. Lo cual se dice verdadera y
rectamente, porque los justos, el que sean justos y honrados y gratos a Dios, no
lo tienen de sí, sino principalmente de la indulgencia del cielo, esto es, de lo
que en plenitud todos hemos recibido; y son además flores de riqueza, esto es,
flores producidas por la abundancia de bienes riquísimos, que hay en Cristo. Y
¿qué responde Cristo a éste? Cual la azucena entre las espinas, así mi Amiga en-
tre las hijas. Así le alaba, que Dios al mismo tiempo avisa al principiante,
que demasiado pronto busca el descanso y la ausencia de los trabajos honestos,

27 Para fray Luis éste es un escolio corriente entre los principiantes, recordando las palabras de san
Pedro: bonum est nos hk esse.
28 Frase castellana incluida así en el texto latino.

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S E C V N D V M. i4y
rant Sedexpofuis iam huius capitis vocibus, ver©*earu
fcnfus cxquìramus.
A- t T E R Al E X W II . AVK: A-T I O.
G Ofloscampi&liltt4m*cQnuallfum.Hxc, vt dixi-
mus, ad fuperioris capìtis>finem- referuntur,
eique ad iungenda font, $c ab fp onfa diciacci-
pienda,qu2E vidclicetjContenta.eo amoris gra-
duiad^qucm^cruenit^maticrcin eo veliti. Nam incipien-
tcSjVíiídixiirais; quo magis practcr eorumipcmatqj me-
riiumiparticipc&íüntxiFedi bonitatis, atqueivoluptatis
diuinxicò citìùs fuaecupiditati modum ftatuere volunt:
nam-f£:adìfummupcrucniffe facile iìbiperfuadent.Ergo
quiàié&ulus illòrumiam florct, & quiaeorumdem do-
mus eletta è materia cóftru&a nitet, hoc eftyquia vt ipilr
videtur, arefa£ta«dice peccati > pietas in ipfis germinale
ccepitiflorefqueproferrejidefti vt iterüinterpreterrquia
fé coliocatos videntimea^ita* quarnon;íoiúm'lionefta
ScDco placens,ied grata etiamfìbi eft, &iucunda,iuctui
ditas vtca^erpetuaiibifitjcupiunt atque optan tiEt lettu-
inquit > noflhr.flor'dùsy& tigna domorum no iìruvurn cedri*
Mi & laquearía cyprejtma.Et egofloscampi. V t nihiifit^quate
non perpetuòrnanere mecum vdis, mihiqueifeabile Se -
propriuiuierlicercgaudium hoc, quod è tuo coliaq$áo>
ádcongreflupercipio. ños campi, Alij flosfaturitatis>aut:
vbertatis, quod Hifpanè aptèdiceretur. Fior de bue año.
Qüpd ideò verèjac re&e dicitur,quia iufti,vt iufti,& pro-
bi acDeo grati flnt, nonàfeipii habent,fedpraecipuè à
caeliindulgentia,hoc eft,ab eo, cuius deplènitudine ora»
nes accepimus,runtqueproptereafí©res^vberratis, id cft,.
ab illa vberrimorum honorum copìa^quadn Chriito eft,
prodù&i flores. At quid huic. Chriftus refpondet ? siemy
lilium jnterfy'mas y ficamica meaìntetfilias* Ita laudat, vt Í1-
mul admoneat incipicatem Deus, nimium citòipfum
K qüicí-
146 CANTAR DE LOS CANTARES

que le quedan por soportar muchas cosas antes de llegar a donde cree falsa-
mente que ya ha llegado; que es hermoso y justo, sì se compara con las espi-
nas, esto es, con los hombres que se lastiman con los aguijones de los deseos; y
que todavía no ha llegado hasta el punto de poder contarse o compararse con
los varones perfectos; que está todavía en el último grado de los buenos, y no
ha subido al grado de los que no se tienen ya por hermosos en comparación de
los malos, sino aventajan a todas las doncellas y concubinas, esto es, a los prin-
cipiantes y aprovechados en la virtud; y que sería torpe y pernicioso para él
querer cesar, antes de llegar a aquel estado, Al cual la esposa en la persona de
los principiantes; Cual el manzano entre los árboles silvestres. Alabanza digna de
Cristo y bien atribuida a él, pero veamos lo que sigue. A la sombra del que deseé,
sentéme. Declara el placer que recibe de la gracia divina, aunque la razón y el
nombre de sombra tan muchas veces se traslada en las Sagradas Letras para sig-
nificar la gracia de Dios, que nos parezca se esconde en él algo escondido y dig-
no de conocimiento. Y ciertamente en la sombra, porque tiene alguna relación
con la gracia y favor de Dios, de donde el nombre de sombra puede trasladarse
para significar la gracia, sólo hay una cosa, el que sirve para significar, pues las
restantes cosas que tiene, levedad, fugacidad, vacío de luz, no tiene afín o rela-
ción con lo que se habla. Y ¿acaso está oculto en nosotros algún incendio, o al-
gún fuego concebido? o ¿hay alguna fuerza en el culto de la ley de Dios y en su
gracia, y en el poder de refrescar y de alejar el calor? Hay ciertamente ambas
cosas, ya incluido en nuestros sentidos un gran incendio desde aquel primer
soplo nocivo de la serpiente, ya en su gracia divina la suma facultad de apagar-
lo con tal que no le estorbemos, sino más bien permitamos que desarrolle sus
i4¿ I N QA P V T
quicrcm appetire, & ab honeftis íabonbus vacatlonem:
multa ci reftarc perferenda, antequara tò perutniat,quò
fé iam. perueniife falíb putar. Eatenùs ìpfutn elle pulchru,
&iuítum,íicum fpink,id<eft,cum ijs hominibus compa-
rjerur,quijcupiditatum. aculéis cruentanturnondum au*
temeò peruenifle, vt perfc&is viris connumeran pofsít;
aut conferri. Nani reiìdere adhuc iilum in ina"mo bono*
rum ordine, nec ad eum aicenduTe graduai, in quo qui
iunt,non iamexeomparatione rrulorum pu'chri haben
tur,fed amatis pueiiis omnibus,concubinifque, ¿d eft, in-
cipisaiibus.&prorlcicnribus in vinate viris anteferun-
tur:turpc vero ¿ili, &perniciolum eííc cenare velle,antc-
quam ad eum grada perueniat. Cui in perfonaincipien-
tium CpoafiMcurmalusinteirlignafyluarum. Chrifto digna>
6c vere illi tributa laus : fcà videamus quod fequimr. Sub
ymbra iliìus quem ¿efideraueram fíat. Declarar voluptatem
eam,quaniex diuinoiüapfu percepir. Quanquam vm-
bra: ratio, atque nomea ram fepè transferrur io facris Vi*
teris ad Dei gratiamfàgnificandam, vt nobis videatur ar*
canurri aliquid, & cognitione dignum latére in e©. Et
quidem in vmbra,quòd cum gratia,^:£auore Dei habeat
communionc aliqua,€x quo vmbrar nomen adgratiani
fígnificandampofsit transferri,vnumferè rffc, quod ad ar
cendos aeftus valetinamjqua: ìiìi infunt c#tej:a,ieuitas,fu*
gacitas, lueis vacuitas, cum co de quo loquimur, nìjijl af-
fine aut cognatina habent.Scd num aliquod in nobis in-
ccndium,aliquifve ignis conceptus latet? aut in Legi-s Dei
cuitu,eiuique gratia,Ó¿ fauore rcfriger5di,&i seftus arcen»
di ineft aliqua vis ? Eit certe vtrumque,&; in noftris fenfi-
bus exilio primo, & noxio ferpentis afflatu magnum in-
elufum ifieendium, 6¿in diurna gratiaeius reitkiguendi
facultas uimm3,modo illi ne obfiftamus nos,fed permit-
tamus potiàs vtin nobis expiicet viresfa&Mtfrufaseitts
Halas
147 CANTAR DÉLOS CANTARES

fuerzas en nosotros. Y su fruta dulce a mi garganta, esto es, conveniente, pues


cuando descansa el ánima bajo la sombra de la gracia de Dios, apagado el ar-
dor de los malos deseos o ciertamente refrigerada en gran parte, entonces ple-
namente percibe cuan gran magnitud de dulzura hay en el amor de Dios, de
donde también se sigue: Metióme en la cámara del vino; la bandera suya en mí
(es) amor. Pues estas cosas pertenecen ya al éxtasis, Y como su género sea do-
ble, uno dotado del ilapso de la luz divina, en el cual la mente, rociada de luz
celeste y ocupada en los pensamientos de cosas sublimes y grandes, no puede
dirigir su mirada hacia estas cosas externas y sensibles; otro que se hace y se da
en la abundancia del placer recibido de Dios; digo que a este segundo género
pertenecen las cosas que aquí se dicen29, lo que bastante aparece de lo que se
añade: la bandera suya en mí (es) amor, Y sin interrupción: Rodeadme con vasos
de vino; cercadme de manzanas, que enferma estoy de amor. Pues del ilapso, esto
es, de las conversaciones suaves y muy dulces, que tuvo el ánima con Dios, au-
mentando el amor insensiblemente y poco a poco ardió profundamente y, co-
mo en un incendio, debilitó todas las fuerzas del ánima y se convirtió todo en
Dios; de lo cual se hizo que ya no quiera preocuparse más del cuerpo, sino de-
see dedicarse solo al amor y abrazar muy estrechamente solo a Dios y pegárse-
le mucho, de donde sigue: La izquierda suya debajo de mi cabeza, y su derecha
me abrazará. Las cuales palabras son sin duda de quien disfruta de los abrazos
divinos, y descansa en el seno de Dios, y no solo ama a Dios, sino también de-
lira de placer en el mismo amor30. Y así, Dios, mirando la quietud de esta áni-
ma amante luego añade: Conjuróos, bijas de ferusalén, por las cabras, o por las
ciervas montesas, si despartdredesy si velar hiciéredes a la amada hasta que quiera.
Los que perturban e interrumpen la quietud del ánimo dedicado a Dios, y el
ocio santo y fructífero en bienes, dando molestias o causando ofensas y pecado, y

29 Al señalar el éxtasis como fenómeno del primer estado, fray Luis coincide con la doctrina de santa
Teresa y san Juan. Ninguno de ellos reservó el éxtasis para ei estado de los perfectos, como han hecho algu-
nos autores franceses, queriendo resucitar una antigua doctrina anulada por la experiencia y enseñanzas de
santa Teresa {Moradas, VII, cap. 3, p. 638) y san Juan {Noche oseara, p. 404),
30 Fray Luis ha hablado en «Esposo» sobre este abrazo de Dios al alma (cfr. Onís, II, 235).

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S E CV N DV M. 147
^ic/V^/fwriiwfo.Confentaneòjfcilicetjnainvbiideuenit,
vt fub grada: Dei vmbraanima,quiefcat,snalarucncupi-
ditatum ardore reftin&o, aut cene magna ex parte re-
frigerato, tum piene percipit quanta dukedinis magni-
tudo iniit in amore Dei,ex quo etiam fequitur. íntroduxit
me inceiUrnimmam^ ordinamim mechariiatem.ìuzm naie
iam ad ecftailm pertinenti. Sed cùm eius duplex genus
fit,vnum diuinilummisillaticne confi ans, in quo luce
casieftiperfufa mens & magnarum quarundam, &c fubli-
mium rerum cognitionibus occupata, aciem fuam ad
externahasc & feniibiiia referrc nopoteftrakerum quod
efncitur^atqueexiftit abundantiacx Dco perceptor vo-
lupta tis, dico ad hoc pofterius genus T qua: hìc dicuntur,
pertinere:quodfatisapparetex eo,qaodadditur. Stordir
nauttm mecharitatem. Et continéter. Fulcìteme maitSjftipate
me fcrtlms^qma amore langtteo.Nz ex illapfu,hoc e£l,ex ijs fer
monibusblandis,& pricdulcibus, quos cu De© anima ha
buitjfeniìm atque paulatina au&us amor penitus exarilr,
& tanquam incendio quodam corripuitomnes animivi
ies,&; in Deum conuertit ìpiusi tot un*: ex quo £a£fcü efi^
vtnon iam amplias corpus curare velle^fed vacare vni
amori ctìpcretjVnumque Deum ar£ti£imè comple&i,
cique onaninò adhasrere:vnde fequitur. L&m eiusfui? capir
U meo 3 <¡£Tdextera Uhm amplexabitur me, Quse proculdubi©
diuinis ampkxibus fruenti*, inque Dei linu quiefecntisj
lice modo amantis Deum/cd etiam in ipfo amore volu-
ptate coiiiquefcentis, verba font» Itaque iftius amatricis
animae quieti profpiciens Deus continuò fubinngii. •da-
tura V J flU Hierufalem per capreas cermUue camporttm , ne
fufcrtrtis,nequeewj4ldref4ciátt$dilctt4m%dúnectpfa yelk. Qui
vacantis Deo animi quietem , & &n&um illud & flu-
ttuo furn bonorum ocium intespcUant, atque pertui-
ban^vei moleftijs inferendis^ veloifeuiìoni?, atque pee-
K % cali
148 CANTAR DE LOS CAN TA RES

los que arrojan en medio de las turbaciones de esta vida a los hombres santos
sacados de las delicias del paraíso, y como por la fuerza arrancan del abrazo di-
vino, hombres impíos y enemigos de la virtud; no de manera contraria hacen a
como se dice hizo la cabeza de ellos contra los primeros padres del género hu-
mano, Y así como hacen de manera semejante, así deben horrorizarse y tener
un semejante final Pues Dios detesta y odia pésimamente a los hombres que
son de ánimo tan malo y corrompido, que no solo pongan medida al pecado»
sino que quieran que todos les sean semejantes en el pecar; y que a cuantos ve-
an seguir el camino de la vida honesta, se esfuercen con mucho empeño en
traerlos y agregarlos a su compañía, o si no lo lograsen, piensan que han de ser
tenidos por sus enemigos. Pues hacia tales hombres o, mejor, pestes de hom-
bres fueron dirigidas aquellas palabras ciertamente muy severas de Cristo, por
más manso que fuera31: El que escandalizare a uno de estos pequeños, que creen
en mí> le conviene que se cuelgue a su cuello una piedra de molino de asno, y se
hunda en elfondo del man Y semejante es la sentencia de este conjuro; Conju-
róos, hijas de Jerusalén, por las cabras, o por las ciervas montesas. Pues con estas
palabras sin duda exhorta y amonesta Dios a todos los hombres, a que cuanto
le son queridas a cada uno su vida y fortuna, tanto se abstengan de tan terrible
crimen; y no se atrevan a impedir las aficiones de los buenos a la virtud, o a
debilitarlas, o molesten de cualquier modo a los buenos; más bien los sigan y
establezcan su vida y costumbres a ejemplo de ellos. Y de este modo y con estas
palabras se describe el éxtasis de los principiantes, al cual, cuando llegaren, han
de pensar que han llegado a su más alto estado. Y así, las cosas que siguen per-
tenecen ya al segundo grado, esto es, al de los aprovechados, y son éstas32: Voz
de mi Amado (se oye). Mientras dormidos ios sentidos del cuerpo el ánima del
justo se dedica solo a Dios, parece ser llamada a un género de amor y de virtud

31 Mt, 18,6.
32 Aquí comienza el estado de gracia, como especifica fray Luis en «Hijo de Dios» extensamente (cíe,
Onís, III, 92-104).
i48 IN CA P V T
cari cauils arrerendis,quique è ddicijs-paradiiipertra&o*
fan&os nomines in medias huiusvitasturbas conijciunr,
&tanquam per vimdiuclluntà diurno complexuimpij,
& virtù tis ho (Ics nomines : ncmfecus ipii faciunt, quam
*caput ipforum fec^cdegkur,.aduíe*íus primos humani
generis parcntes. iEt^quemadmodumiimilireríáciüt, ita
íimiiem cxitumímetuere.atquejhotrere debcncNam de-
teftaturDcuis^ac pefsimè odkiectó hconincs,,qui eò vfquc
praao^&ácoíf upto animoifumvvt nonlòlùm p eccandi
nullum modum ipfifacianviedytonmes in peccando
fimìlesfibieife veMnt: qui^;, quafeunq/honeftx vitse fé-
&am fequentesviderint,ad fuujregem pertrahere iilos
oc aggregare CummoftudÌoxQnantur;autfiid minusállis
fuccdTecit proinimicis,fibieoshabédos ducüt,Etenim
in eitffmodijiominesviìuepotiùshominumjpeftes^illa
Chrifti quamuismtifsimijhaud dubiè feuerifsima verna
JW4ff.l8^ atenta f unt> tQui fcandalizauerit vnum ex p.ufillis qui in
imccEedu^expedit ei vt fuipendatur mola afinaría ad coi
ùumàmj&: demergatur in profundü. iìademqj eft huius
.adiurationis fententia. vddmyoìosjìlUjiierufdlepercapreits
¿eruQfqttecampomm.lüZ his verbisíme4ubioíiorxafcur,atqi
monet Deus homines vniuerfos^uaxumfija cuiq,- vita,
atq ; fortuna charas funt, tarttü vrabij-teieant à taimmani
facinorcmevèbonpru liudi^yiriutólmpedire, aut debi
litare.aud^ant jaut.quOJÙSimadobonis molefUas cxhi-
beant : -ipil .potius tillos íícquantur, ad eorumque exem-
plumjmoresfuoSjatqueyitaminftituant.Atquehocmo
d o , atquehis verbis ecftafisánopientium^efcriMtur, ad
quam ipíi^cumperucncrüt adrummum eius gcadus per*
uenifle putundi ifunt.Itaque qua; fequuntux iam ad fe-
<cundumf, id.eft, <ad proácienfium :graáum fpe&ant:
ca autem funt hasc» VoxàiUftìmeu DumcorporisièniI*
¿bus confopitis vni P e o vacat iuili animus adaitius vir-
; • " ~ " " """ itUtÌ$j>
149 CANTAR DE LOS CANTARES

más alta, y ciertamente es llamada, puesto que no esconde ia confianza en sí y


el talento dado para aumentar la cosa escondido en tierra, sino lo entregó a los
banqueros en la mesa. Y así, porque completó ordenadamente los primeros
trayectos de la carrera comenzada, dice que le pareció que provocaba en Dios
ayuda para llevar lo que le quedaba con semejante diligencia. Dios siempre
provee más a los que emplean ordenadamente los dones que han recibido de
él. Desea en su inmensa bondad, al menos en lo que a él respecta, llevar a to-
dos a lo más alto. Y así como el sol, sin distinción alguna de persona o de pue-
blo, difunde por todas partes los rayos de su luz y no priva de su luz a ninguno
de los mortales, más aun se ofrece a sí y da con tal de que no se impida, y tan-
to cada uno toma de su luz, cuanto poder otorga a aquél de darse e introducir-
se; así la munificencia y largueza de Dios, manando de aquella fuente inagota-
ble de bondad divina y llegando a todas las partes del mundo, libremente se
nos mete y ofrece, y no se propone ninguna medida a la beneficencia, sino en
cuanto nosotros le cerramos la puerta y le arrebatamos el lugar con la maldad
de costumbres o al menos con la debilidad y angustia de ánimo, Y lo arrebata-
mos, cuando los bienes que hemos recibido de él, permitimos que permanez-
can estériles e infructuosos en nosotros, o muy mal establecidos los tornamos
a usos malos. Que él tiene muy grande y justísima causa de quejarse de nues-
tra ceguera, porque como sea por naturaleza benéfico e infinitamente deseo-
so de hacer el bien, con nuestra estupidez o con la aversión de ánimo y como
con la obstrución hacemos que apenas pueda tenerse en pie en nosotros el
regalo de su beneficencia, lo cual le es tan molesto, como le es grato y queri-
do hacer el bien. Pues ciertamente cualquiera de los que se oponen a la lar-
gueza de Dios y no permiten que ella entre en sí, éstos, lo que está en ellos de
Dios, quitan la naturaleza divina, de la que es propio en mucho la beneficencia

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SECVNDVM. 149
tütis,atque amoris genus vocari ubi videtur, & certe vo-
catur, vtpotè qui creditnmfibi &¿ ad rem augendam da*-
tum talentum,humickfofmnnon abfconderir,fed ad
menfam nümularijs dederir.Itaque, quia proposti fìadij
prima ipatiaritèconfecit,ad ea/quxreftabát fimiiigna?
uitatc obeüda fe excitan à Deo^yifumfibieire dicit.Na
Deus femper eosmmaiusprouehÌt,qui,qu3eabipfoacT
cipinnt, dona, ritè collocant. Cupit enim pro íua im-
menfa bonitate,quod quidem ad fé attinet, ad fummum
omnes euehere. Atquequemadmodurn Sol,fineperfor
narum, aut gentis aliquo>difcrimine,lucis fuse radios vn-
diquaque diíFundit, neque fuum lumen vili mortalium
inuidet, imo vitro offerì ipiefe atque infert,modo ci
non obfiftatur,tantumqueex eius lamine quifquehau-
rit, quantam jlli prsebetfacultatem infcrendi fe fé, atque
introeundi:iicexinexhaufto diuinx bpniratis fonte ma-
nans, &: ad omnes mundi partes pertinens munificenza,
atque largì tas Dei vitro fé orfert nobis,atque ingerit, nui
lumque ubi conftituitbenefaciendimodum, nifi quate-
nuseinos velmomm prauitate,,vet certe imbecillitate¿
& anguftia animi aditum interdudimus^locurnque adi-
mirnus. Adimimus autem, cùm, qua;ab ipfo accepimus
$)ona,aut infra&uo&ea, $Lfteriliamanerc in nobis pati-
mur, aut pefsimè collocata in prauos vfus conuertimu?.
Quam ille habet maximam,atque iuftifsimam caufam
de ripftraciccitatequérendi, quodeum natura ipfe Se be
neficus fìt,&benefaciendi infinite capidus, noiiravel Co
cordia,vclai*erfione animici tanquamobitru&ione effi.
cimuSjVix vt extare in nobis pofàt beneficenti^ fax rnu-
nus. Qupdillitam moieftum£Íl, quàmipfum benefice-
te grat urneft,atque charuaiy Nani profedo quicunque
largitati Dei obiìftunt, camque ingredi ad feipfos non il-
nüt^quod in ipfis eft, ex Peo^cuiiis^it maxime propria
K j muniti-
150 CANTAR DE L OS CANTARES

y la largueza. Por lo cual con razón los odia y desdeña Dios yfinalmentelos
abandona desnudos y despojados, quitándoles los beneficios y regalos que an-
tes les había dado. Y los que tornan por su estupidez inútiles los bienes recibi-
dos de Dios, o los vuelven en su ruina, bastante declaran con eso mismo que
son indignos de ser ayudados más. Y así, Dios odia a éstos, y por el contrario
ama y diariamente aumenta con mayores beneficios a los que diariamente ve
aumentar con diligencia la cosa celestial y los talentos que les ha confiado; de
donde se sigue esto: Voz de mi Amado (se oye). Pues, como dije, Dios con estas
palabras significa que ha llamado al principiante a un estado superior de gra-
cia, porque ha usado rectamente de ella, y que lo, ha llamado al estado de los
aprovechados en el amor. Pues Dios no ha permitido, que pasara ningún tiem-
po vacío sin su beneficio, o que pasara un tiempo, en el cual, el que rectamen-
te cumplió en su oficio para con él y el que cumplió su oficio ordenadamente
según lo que se le dio de virtud, permaneciera por más tiempo en aquel mis-
mo estado que tenía, y no ascendiera más bien a un estado superior, y recibie-
ra el premio de una mayor gracia a la obra cumplida egregiamente por él. Pues
porque busca hacerle el bien y nos desea el bien de corazón, en viendo que po-
día beneficiar más a este hombre, luego le hace el bien; y tomó ocasión de ha-
cerle el bien, luego que le fue ofrecida. De donde aptamente el mismo Dios y
según la manera de la metáfora establecida, aparece muy elegantemente con
alegría y atravesando colinas y montes en rápida carrera.

Y sigue: Helo, viene atravancando por los montes, saltando por los collados. Se-
mejante es mi Amado a la cabra montes, o ciervecito. Lo cual mismo significa el
ardiente deseo de Dios de hacernos el bien, y por cualquier parte que se le dé
la posibilidad de meter sus beneficios en nuestros ánimos, y lo que sigue tam-
bién lo significa: Helo (ya está), tras nuestra pared, acechando por las ventanas,
mirando por los resquicios. Pues el ánimo del hombre, cuyo estado y virtud tra-
tamos, todavía no ha quedado tan puro de toda mancha de deseos, que pueda
i so IN £ A P V T
mutiificetia,atqj largitas diuina natura tollutQiiareilIoi
odit meritò Deus^atq; aueriatur,5c tilde nudos^at qjfpo-
liaros relinquÌt,,eaauferédo ab cis bcnefida^atquedona,
qua: priùs in iites cotulerat. NI qui bona quse à Deo acce
perüt.perfuam focordiá,vel inutilia reddüt,vel in fuápet
nicie conuertu^fatiseoipfo docét, fe efle indignos, qui-
bus ampliùs benefiat. Itaqj hos odit Deusicótrà-améeos
amatjatq, quotidieampliotibusbenefiqjs auget,quos re
cailefté quotidie,5£.taléta íibi ab*ìpfo eredita, diligetcrau
gere videi : vnde eft hQC.tfòx dileèìimet Nam,vt dixi t his
Deus fignificatur incipiente ¥ocaflfe ad alidore gradü gra
ti^quia grada rc&è y fus eft. VocaiTeautem adproficien
tium in amo re graáum. Nec enim pafìfus Deus eft, vt vllu
.Cibi à benefackado vacuü tempus prseteriret : aut vt fpa-
tium aliquod intercederct, quo in fpatio qui fun&us re-
d é eftet Tuo erga ipfum officio, quique pro co quod fibi
datum effet virtutis, munus fuù ritè obiuiflbt,in eoipfo
grad^quempreinebatjdiuiiùsanatieretjaciiopotiàsad
altiorem gradua afeenderet : atq; operae afe egregie na-
nata^maioris gratin premium acciperet.Qupniam entra
ipfum benefacece amat : nobifque bene, & ex animo cu-
pir,vt primum vidit ampliùs bene ficjjiiftihominipoiTc^
ftatimiilibenefecit:& occaiioncmbenefaciédi arripuit,
vtpmmumipiLoblataeft, ExquoaptèipfeDeus, &cpro
inftitut-ae metaphora? ratione profeclò eleganter ìndiici-
tur feftinás,&: cócitato curfu mótes &: colles traniìiieris.
Sequitur enim. Ecce iflelrenit fahens inmortià>H$t& tronfi-
liens calles. Sìmiilìs (fi dìleSlus meus caprese Unnuloque ccruontiff.
Quod idem Dei ardensuudtumnobis benefacicndi, èc
quacüq; facultas datur fua beneficia ad ánimos noftros
infmuandi, &. ea quae&qutair ílgniñcant. En ipfe fiatfofi
pAnercm ndìvum rcSpicicmferfencíhés, fYpfi>ìcìensf>eY€ancd-
ks Nàimius.dequo agimusgradus atqj vktutishominis
animas
151 CANTAR DE LOS CANTARES

ver íntegramente los esplendores de Dios33; sino así como los espejos sucios y
marcados por diversas manchas, dan claras imágenes presentadas por la parte
en que están limpios y bastante pulidos y puros, y por donde están manchados
oscurecen y debilitan; así vemos que sucede en este estado de que hablamos,
porque el ánima no se ha limpiado todavía a sí y en todas sus partes del miedo,
del dolor, del gozo, del deseo y los demás afectos. Pues el rostro de Dios, cuan-
do llega a esta ánima y comienza a acércasele, no brilla en toda ella, sino en
parte aparece, en parte se oculta34; y en la parte en que el ánima se ha hecho
hábil para ver, así le parece verlo: estando tras la pared y mirando por las ven-
tanas y acechando por los resquicios. Esto es, el ánimo de este que digo que
sube a los aprovechados hasta donde le es lícito y hasta donde permite su con-
dición, porque todavía no es apto para que pueda todo ser ilustrado por Dios,
ve a Dios mostrándole y dándole los dones de su gracia. Y pregunto ¿qué le da
o muestra de nuevo? Oigamos a la misma esposa: Hablado ha, dice, mi Ama-
do, y díjome: Levántate, Amiga mia y galana mía, y vente. Ya ves; pasó el invier-
no, pasó la lluvia y fuese. Descubrefloresla tierra; el tiempo del podar es venido;
oída es voz de tórtola en nuestro campo. La higuera brota sus higos, y las viñas de
pequeñas uvas dan olor. Por ende, levántate, Amiga mía, hermosa mía y vente. Le
otorga el que se levante y se aligere, esto es, que no permanezca y yazca por
más tiempo en el orden inferior de tos principiantes, sino que suba al estado,
en el que están los aprovechados, esto es, los que se apresuran a lo que está más
alto, y de lo que se dicen vecinos y afines. Para significar el cual estado muy
aptamente toma semejanzas de la primavera. Pues así como en llegando la pri-
mavera se limpia el aire sereno, así cuando se llega a aquel estado, en gran par-
te reprimida la concupiscencia y liviandad de animaos, por cuyo hálito las nu-
bes de los deseos y las negras tempestades aparecen en nosotros, comienzan
primero a clarear el cielo y en cierta manera a serenarse las ánimas de los buenos.
Entonces aquella celeste y divina semilla, que por beneficio de Cristo se sembró

33 Fray Luis acepta que la purificación no es completa en eí primer estado, sino que se realiza a lo lar-
go de los otros estados.
34 Para san Juan es también importante este retrato dibujado en el alma: los ojos deseados, que tengo
en mis entrañas dibujados (Obras, 733). Para H. Hatzfeld la imagen del espejo le viene a san Juan de Rai-
mundo Lulio (cfr. Estudios literarios sobre mística española-, Credos, Madrid 1976, pág, 61). En el mismo
Luiio encontramos la revelación progresiva del Amado, de la que fray Luis habla aquí.
35 San Juan lo dice en dos admirables versos;
«salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada » {Obras, 643).

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SECV N DV M. 151
animus nodüita abomnicupiditatú forde purus eñ red^
dims,viderevtfpledores Dei integre poüit. Scd quéad-
nasodü macuiis varie notata, èù infeda fpecuia, qua parte
fiú,¿nitentí&: fatis ìeuiaatq, pura funt, imagines obie&as
ciarèreddut:quaveròmaculofajObfcurac 6c obtundüt>
kéin ifto de quoloquimu^gradu, quod anima nondum
í¡bi,omnibufq; pariibus fui metü5dolorc?gaadÍü}€upidí*
fate,C£eterofq$ afFe&us abfterfit euenire conipieitur.Spa
cies namq$ Dci,cü ipfeiftam anima conuenif^ac propio*
illt effe incipi^noh tota In ipfaenitee,ièd partim apparet,
partim.occuitatur:6¿ pro eo ad quod vidédú anima habi
lis effe da eftjitañbi videturipfum^idercííamftanté poffc
parÌeté:iaperièneitrasrefpicienté;iaprofpicienteperca
cellos, Hoc eft,.animus huius que dico ad proliciètes a£-
cedere quoadlicet ?,&:quoad patitur ratio ipfìus, qui né*
4um aptus eft ad id r yt iliuftrari ex Beo totus pofsit^Dei*
¥idetgratin fuaidonafibitribuenté atqpoftendente, At
^uid qusefo tribuir illi,aut oftédit de nouo ? ipfamaudia*
m u s ípófam. ^ i n q u i t , dtieffcm meus loqmtkv mìbt, [urge pro*
fera amicameay formofa mea &yenì. laentm byemstraji)t,im-
btrabìjtj& recepuFíoresappayueiutrn terra noÜra^ tepus pí¡t&+
jionis aduemt.Vox twams ¿udita efi-m tena nojíva. Ficus fvotu*
Ligraffo sfuos^ineú floretes dedetutodorem. Surgepropera amica
meá.Jpeciofa mea ^>íwi.Tribuitergoilli vtiíurgat &prc*pe
i.et,hoceft,V£ no arnpiiùs in inferioriincipieiü ordine ¿a*
ceat &:cómoretur : ícá vt ad cu gradü afcèdat, in quo qui
funt proficièteSj id aure eft, properantes ad id quod fum*
mu eft, ci q? vicini &¿ affi nes dicutur.Què vtgradú fignifi*
eetjaptifsimàà verno téporefimálitudincs -ducit.Náíicut:
vere ineunte in ferenuaer purgature ad ülügradum cü
pemenimr, animi libidine, atqueconcupifcentiajcuius
cxhalitu cupiditatum^nubiia innobisft& foeda: tempe-
ñates cxiftuntj magna expane co mpreiìa, caelum primo
K" 4. nitefee-
152 CANTAR DÉLOS CANTARES

en los principiantes, sacando su fuerza y poniéndola en la luz y germinando


con más riqueza, produce alegrísimas flores de virtudes y buenas obras. En-
tonces pensando las ánimas de los justos en el invierno pasado y en los males
anteriores en comparación con el estado presente, brota en ellos el gozo y del
gozo surge el deseo de cantar las alabanzas de Dios36. Entonces con mayor afi-
ción que antes corta y arroja todo lo que pueda impedir a la virtud, o estorbar-
le de alguna manera para que dé sus retoños. Entonces, con aquella savia, que
los sarmientos traen y reciben de Cristo, verdadera vid, no solo viven ellos, si-
no también como con el verdor y las flores, así con acciones de gran ejemplo
deleitan a los ojos de los que los miran. Entonces, temiendo aquella vieja mal-
dición de Cristo, luego da higos gruesos. Entonces, tocados por un sentido
insólito y antes de ahora no bien experimentado de paz, se sienten los justos
peregrinar en esta tierra37, y comienzan a arder en deseo de la patria celestial, y
con frecuencia suspiran por ella, y suena en sus corazones la voz de tórtola del
Espíritu Santo con gemidos inenarrables; pero veamos lo que sigue: Paloma
mía, en las quiebras de la piedra, en las vueltas del caracol^. No la nombra ya
semejante a la paloma, en lo que se refiere al aspecto, sino simplemente la lla-
ma paloma, para que entendamos que esta ánima ha llegado al estado amato-
rio y al número de los mejores. Y ciertamente con el mísmo nombre de palo-
ma muestra bastante a qué estado de vida y a qué grado de amor la llame,
como si diga: "Ya la misma cosa y el tiempo pide de ti que des mayores prue-
bas de tu amor para conmigo, para que del mismo modo que con la llegada
de la primavera soplando los céfiros, la tierra que temía al invierno comienza
a reverdecer; así tú, para quien yo soy ya más cercano, recibiendo calor de mi
espíritu, comiences a dar frutos más ricos, para que a las virtudes purgatorias
ásperas y horribles, que todavía tienes, añadas otras más brillantes, con las que

36 Esta idea aparece en «Pastor» (cfh Onfs, I 130-31).


37 Cfr. «Pastor», ib,, 133-35-
38 Crisòstomo, Homilía de la tórtola.
t$i I N CA P V T
nitefcere,&: animi bonorum ferenari quodammodo in*
cipiunt.Tunc caüefteilíudacdiuinum femé,quod Chri*
fti beneficio fatumeil-tnincipicntibus exeres (uam vim,
atquein lucem eamprofcrenSyVberiufq? germinare, vir-
tutum fundit, atqj bojaorum qperum laniísimos flores.
Tunchyemis tranfaftai, & malorum qua; euaferunt, co-
gitati© iuftorum fubkns ararnos, praefentàsiftatus com-
paratione, gaudi&iriiìlis excitat, & ex gaucHorDei laudes
cariédi voluta&exoritar. Tue maiori ftudio quàm antea,
quicquidtfirturi obftare, aut impedimento Mi erte, vilo
modopoteft,quò minus fua edat germana-amputatur^
abiicitur. Tune eofucco,quèàCbrrftovera:vke, trahüt
atqi ducür palmkes, no folùm ipfi viuüt, fedetia tanqua
virore,&floribus*ficrebusoptimi exepl^oculos intuen
tium ableilant. Tune vetus ülud'Chrifti ímaledi&ü mc-
tuenSjficusgroiTosfeduIò profert.Tüc inlblito &ante id
tépus, non fatis experto pacisífenfu afFedi^fe peregrinan
in hácterra iufti¿feníiunt,;ardereque incipiunt defiderio
xseleftispatriseifuFpirantque ad illaiti crebro, fonatque in
Chryfofl. ipforum cordibusturturca Spiritùs fan&i voxgemitibus
homtldc incnarrabiUbus : fed videamus quod fequitur. Colùbamé4
turture* infwamnibm petr¿& in caverna maceria, Nonia m colu m-
bsejquodattinetadoculos^ìmiléjfedcolumba fìmpìici-
teripfam norrwnat, vt inteliigamus ad;meliorü nume-
rum arque graduiti amatricem nane ammam pcruenif-
fe. Et certe ip io colabas nomine?fatisx>ftendir, quem ad
vita; ftatum^quemque ad antoris gcadum ipfam vocer,
perinde ac fi dicat: lam resipfaabs te, tempufq; poftulat,
vtamoris ergametuimaiora documetacxhibeas,vt que
admodü verisaduétu.flamibuszephyriSjqua: hyeme hòr
rebat, tellus v^caare incipit: ile tuc,ui ego iam fum fa6tü$
proximior^meo ex ipiritu calore concipiès,vberiorcs fru
cì:us edere incipiaSyVt ad illas purgatorias hoiridLores,&
153 CANTAR DE L OS CANTARES

el ánimo humano se ilustre más y que pertenecen propiamente al estado al


que te llamo, de arte que así como el cielo se aclara en primavera, así tu mente
se serene y abrillante con estas luces, y en adelante no solo seas para mí seme-
jante a una paloma, en lo que se refiere al aspecto, sino seas toda paloma.
Cuando dice lo cual, es admirable cuántas y cuan grandes cosas encierra con
esta sola apelación y voz de paloma. Lo primero, declara que ama a los hom-
bres que se asemejan a las palomas, esto es, a los que no dicen una cosa con la
boca y ocultan otra en el pecho, sino en todo semejantes a sí brillan con la so-
la sencillez. Pues lo que es semejante a cada uno, en ello se deleita mucho, y es
Dios por su naturaleza uno y simple sobremanera, y semejante a sí en toda
parte y siempre él mismo. Después, declara la causa por la que desea ser en-
contrado por los suyos en el campo más que en la ciudad, a saber, porque es
un consorte impaciente; por lo cual los llama palomas, para que entiendan
que como las palomas no se juntan en promiscuidad, sino que una se junta
con uno para siempre, así ellos (si en verdad desean establecer con él aquel ver-
dadero pacto de amor) dejadas las ciudades, esto es, despreciadas todas las pre-
ocupaciones de las cosas terrenas, deben alejar de sí todos los otros amores, y
erradicarlos. Por último, significa que alguna vez acaecerá, que habiendo pro-
bado su constancia en el amor, permita que ellos sean vejados y oprimidos por
adversidades; cuando sucediere lo cual, del mismo modo que la paloma sopor-
ta mansa y pacientemente las injurias y celos de su cónyuge, sepan y entiendan
que igualmente han de soportar con ánimo paciente los injustos golpes y, una
vez que los hayan soportado un poco, confíen que se han de acabar y esperen
que cuando con paciencia, volviéndose Dios finalmente a la clemencia, salgan
superiores y más felices y contentos de lo que estaban al principio; pero pregun-
to, ¿por qué añade: Descúbreme tu vista, hazme oír la tu voz, que la tu voz dulce

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S E CV N DVM. MI
afperiorcs virtutcs,quasprotuliftiadhuc,addas alias nici-
diores,quibus animus iramanus illuftratur magis, quaeqj
proprie pcrtinent adhuncgradum,adqucmtcvocovvt
iicut vere caelum nitefcit, ik tuamens his ferenetur oc il-
luftretur luminibus,mihique ipkpoftthac, non íolum ils
eolumbxfimilis,quod ad oculos attinet ,ied ils tota co-
lumba. Quod cum dicit, mirum eft<jiw>t, & qaantas res
hac vna columbi voce,& appcilatioífec conciudat.Nam
piimùm docce charos haberc eos homin«s>qui ipil coHi-
bis fimiles funr,ideu\eosquinoaìiudorepromunt;»aliud
pe&ore occuitaiic^ed fui vbique iìmiles lòia firnplicita-
te poilcnr. Qupd erirm cuiqüefimileeft, eo deie&atur
maximè,eftautemDeus natura fua maxime vnus atque
fimplcx,acomrà.ex parte (ibiílmilis/emperqíidem.Dein
dedeclaratcaufampropterquamin agro potiùs, quam
in vrbe fé àfuisconueniri velit,quia,fcilicet,eft confortis
impaticns: quare columbas appellai eos, quo intelligant
ücut columbas non promifeuè coeunt,fed vna hairet vni
perpetuò,fieipfos {ù tamen verumillud amoris feedus
4nàre cumipfo cupiunt )4efems yfbìbusjìd^eil,, omnibus
terrènarumreturn curis fpretis ,omnes alios amores re-
pellere á fe, & eradicare debere. Poftrcmò fignificat fu-
tura m aliquando, vt ilio rum in aman do co nfta miam ex -
ploraturus,permittatripfos aduerfis rebus premi,atque
vexari : quod cuoi euenerk, quémadmodum columba
coniugis fui fufpiciones,atque iniurias patienter, & man
fuetè fert, fciant,atque in celli gankfibi seque patienti ani-
mo tpfis inuftaflagellaeffe toleranda, caque vbi paululu
pertulennt,conrldanteírefinienda/fpercritqucfuturum,
Vt patienter agendo, conuerfo tandem ad cicmentiam
Dco,fupenoces,&: multò quam a principio fueruntlaetio
res &: foeìiciores euadant:iedcurobfecroadditur?0/&rt
èe mihifaciem uatm^unet^oxtuam amibas mei$squ¿4 eìo^mum
K 5 tuum
154 CANTAR DÉLOS CANTARES

y la tu vista amable? Porque ciertamente había preferido: Paloma miai en las


quiebras de la piedra, en las vueltas del caracol. Pues entonces se ve plenamente
cuan grande sea la hermosura de la justicia; entonces la voz dulce de los bue-
nos llega a los oídos de Dios, cuando aplacados y oprimidos los deseos, como
las palomas en los lugares desiertos y anidando en la roca ardua, viven tranqui-
lamente en amor, así ellos pegándose solo a Dios, en él tienen puestas todos
sus pensamientos y esperanzas.

Sigue: Tomadnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la nuestra


viña está en cierne^. Lo que Pablo manda diciendo: Con temor y temblor ope-
rar vuestra salvación®. La fuerza de este mandato en este lugar, según pienso,
es explicada por el Espíritu Santo. Pues con esta imagen del conocido amor
humano el Espíritu Santo no tanto explica qué hagan a veces los justos (pues
ellos caen a veces vencidos por la fragilidad de la misma naturaleza, y a veces
se derrumban, y no siempre permiten a la caridad misma, que hay en ellos,
que manifieste sus fuerzas con el orden y el camino, con que es apta para ma-
nifestarse) y así no tanto explica el Espíritu Santo, qué hagan ellos a veces
cuanto les enseña qué han de hacer; y no declara de qué modo se aman, sino
cuál sea la misma fuerza del amor celeste, si no la obstaculizamos, Y aquello en
primer lugar suele agradar a Dios, que aquellos, en cuyas ánimas puso sus do-
nes, sintiendo humilde y sumisamente de sí mismos, no abusen de ellos con
soberbia, sino que eviten con suma solicitud todas las causas de ofensas y de
pecado; y mientras más dones les da, tanta mayor modestia y cuidado requiere
de ellos. Pues al mismo tiempo que los dones de la gracia les infunde siempre el
sentido de la humildad cristiana. Y a la humildad, que se basa en la considera-
ción de la propia debilidad, sigue el miedo de la ira divina y de la ofensa y de la
caída de la gracia de Dios, Así, pues, cuando Dios aumenta sus dones en noso-
tros, al mismo tiempo nos da humildes pensamientos y nos advierte de nuestra

39 Crisòstomo al Salmo 96.


40 Pselo y tres Padres al Cantar. Filp. 2, 12.
154 IX CJPVT
tMum)dtítce}&faciestuadscemamu;«Quiaprofetò pxxccf-
ieratV Columhamèa in foramhibttspetrajn cauern4 maceri*..
Etenimtum iuftitiispuichritudò quanta ih piene peripi
citur,tum.ad Deianres grata accedit bonor um vox,cum
fcdaris,atque comprcfsis cupiditatibus, vccolübae defei>
tis in iocis, arduaque in rupenidulantes, franquiilitec in
amore viuunt, ilcilli vni Deo adhserentes,in ipfo eolio-
catas habent omnes fuas cogitationes &rfpes. Sequltur*
€hryfo$7t Capite nobis^nlpesfáttmUstquxdemoliunturyirnits:namlmt*
In pkìm. ^^^wf*QoodPauluspraeccpitdic€ns:G-umtimore k
^ & tremore falutem veftram operamini. Eius prxeeptt
vis n o c
Pfellus j loce» vt opinor, ab Spirita ian&oxxplicamr..N£
a
& tres tot ^ notibumani amoris imagine Spiritus fan&us, non*
tres mea t a m explkatquid ipiliuñiinterdumiaciant(naniillina-
t¡ca^ tutx ìpisus fragilirare interdum vinài ddkkmt,atque pro*
~*d Bhì- ^bumur interdum,ipiìqae eharitati,-quae in illis cft-, non
UP.Z* fènaper permktunt,vt vires fuas in ipils proferatseo ordi-
ne,acque via, qtiibus proferre apta eft)itaque non tamex
piicat Spiritusfandus^uidilliintcrdúfaciant, qua .quid
iìiisfitfaciendu doceturc&quo ipfì ament modo^fed quac
ipfa ñt cxkítís amoris vis, ci-nifi obmterimus,declarar.
Atquiiiiud in primis foIetpÌàcereDeo,vtij quorü in ani-
misftia collocami donaíubmiííede féip fi, &;humiiker
fentientes eis non abtitantur ad fuperbià, ièd omnes pec-
caíi,atque offendo nucaufas fumaia folJicitudinevitent:
¿¿quo plura donacófertinillos,eòmaioré* modeftiant,
& cautioné réquirit ab ijfd«m.Nam fimui cu ipfis gratia:
donis fenfum? Chriitiane humiiitatis femperinfiindit.Hu
militatem porrò,qu;E propria; infirmiratis coniideratio-
ne cóitat/equitur decidendi à gratia Dei, & oifenfìonis,
atque ine diuinse metus.Deus igitur càm dona&ain no-
bisaugct/imul fubijck nobis cogitationes humiles , ad-
monctque nos inármkatis noftrae3ex quo cadendi ah eo
ñau*
155 CANTAR DÉLOS CANTARES

debilidad, de donde se deriva el miedo de caer de aquel estado, y del miedo la soli-
citud y cuidado. Por tanto porque la gracia de la vocación, con la que no son llama-
dos ciertamente los impíos a la justicia, sino los ya justos y probados en la pie-
dad a un género de justicia más alto, la cual es un don grande y deseable de
Dios, fue explicada en la oración inmediatamente anterior; por eso ahora co-
mienza a decir qué efecto tendrá en nosotros o qué ocasionará, si seguimos su
impulso. Y es propio de ella, como dijimos, en primer lugar someter la mente
a Dios y advertir al hombre de la propia debilidad, y hacerlo Gauto y vigilante
en el amor. Así, pues, para mostrarnos esa circunspección, ese cuidado y mie-
do en la esposa, y del miedo el deseo de implorar ayuda, en siendo llamada
por el esposo, Salomón así la saca respondiendo: Tomadnos las raposas peque-
ñas, destruidoras de viñas, que la nuestra viña está en cierne. Pues esta frase cier-
tamente no es del esposo que se muestra en amor con ella, sino del que le ama y
confía tanto en él, que consciente mucho de su debilidad, a veces tema y tema
solícitamente de sí y de sus bienes. Y pregunto ¿qué temió? La devastación y rui-
na de su viña, esto es, la pérdida del bien más querido para sí de todos.

Pero ¿de quiénes temió? De las raposas pequeñas. Y ¿cuáles son estas rapo-
sas o qué fuerza está sometida a esta palabra? Pongamos atención, suplico, que
lo que muchas veces advierto ya, claramente veamos cuánto sea el entrelazado
de este cantar, y cómo todas las cosas de él se refieran aptamente a estos grados
de amor que distinguimos. El inexorable enemigo del género humano, aunque
nunca desiste de atacarnos, sin embargo no siempre nos ataca del mismo mo-
do. Pues cuantas veces avanza poco con guerra declarada y abiertamente lleva-
da y confesada lucha, lo hace con artimañas y engaños y lo intenta con diversas
razones, intentando diversas formas de engaño y mala acción según el asunto.
Y ataca abiertamente a los que, como antes tuviese cercados por las ataduras

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SECVNDVM. 155
ftatu mstus oriiur,& ex metu foUicitudo atq* cautio, Er-
go quoniá vocationisgratiacapuanoquidéimpij ad iu-
ftuià/cdiufti iam Se in pietatejprabati ad akius iuftitiaege
nusvocàtur, qus Oc ìpfa Dei donü eitmagn Cinque apta
fole,explicara eft proximè fuperìore oratione , ideircò
nüc aggreditur dicerc,quem effe&uni in nobis illa habitu
rafif,quid^eefFedura^ius ü impulfum fequamur.Eft au-
tem dus,vt diximus,inprimis fubdjcercmenté Deof ad-
monereq; hominem propria infirmi-tatis, reddereque ia
amare vigilantem &; cautü.Eam i raque drcunfpc&ioiié,
eam cautionem,atquemetum?&: ex metu opis imploran
dx ftudium,nosvtin fponfadoceret,iìmul atq;ab fpon-
fo*vocataeír)íicilláSolomonrcfpondentéinduxir,Crf/'irff

r#/r.Narri hseeprofe&ò o ratio non fé erferentis de fponfi.


erga ipfam amore eft,.fed ita ipfum amantis, atque ei fide
tis,vt úxx infkmitatis fatis fìbi confeia interdum timear,
ac iìbi fuifque bonis follia tè metuat. Quid autem qua>
fo memitívaítationcni $¿ direptionévineíeiua?, hoceir,
boni fibiomnium charifsimiamifsionem. Seda quibus
metuit?àparuis vulpibus. Quae porrò vulpcs iüsefunt,aut
qua? hnic voci vis fubie&a eftíAduerramus aninìum,oi>
fecro,vt quod faspè iam admoneo, quantus huius carmi-
nis textusfir,quamqueillius omnia in hos, quos diüinxi-
Bius,amo»ris gradns aptèconferantur, liquidò perfpicia-
ttius.HümanigenerisinexorabiIishoíiis,quáuis nos op-
pugnare nunquá de&ftit,tame non femper nos oppugnai
code modo.Nani quotks aperto marte, &palàm indi-
d o &: profeflfo bello parùm profidr,arte atque doiis agir,
idquc varijsrationibusientatvproreipfa dolofe age-ndi
atque falicndi fubìens diuerfas formas. Impugnar au-
tem aperte illos, quos cumpriùspecotoru vincuüscon
ftri&os, ílbique obeam canfam in femitutemaddi&os
tcnuif*
156 CA NTARDELOS CA N TARES

de los pecados, y por esa causa unidos a él en esclavitud, tos ve después quitar-
se los vínculos del pecado, y querer librarse; pues intenta retenerlos con gran
fuerza. Y así, les ataca luego en el mismo comienzo de su conversión, y les ha-
ce la guerra, y agita antorchas con las imágenes relucientes de ios pasados pla-
ceres. Crispando la punta de sus ánimos, los llama abiertamente a los no tan
desiertos crímenes anteriores, y les insta duro y molesto de todas las maneras.
Pero cuando acaece que aquéllos, superada esta primera lucha, avanzan en el
cultivo y afición de la virtud y le acostumbran de arte, que el aspecto, sucio y
tétrico del pecado se les aparezca cual es, de tal manera que lo desprecien y le
tengan más horror que a la misma muerte; entonces aquél, no ya abierta y cla-
ramente, sino insidiosamente y a través de ciertas galerías llega a la batalla. Y
así, no les persuade ya a que pequen, ni a que vuelvan a la vida ignominiosa
que abandonaron, sino les presenta ciertas cosas pequeñas y diminutas y cu-
biertas a veces bajo la apariencia de lo honesto, y que con dificultad pueden
ser conocidas cuales son, y pueden ser admitidas muy fácilmente, de manera
que cuando refiriéndolas como poco a ambas partes, las admitan en su ánimo
y voluntad, remita la intensidad de su afición poco a poco, y cediendo muchas
veces en las cosas pequeñas queden habilitados para superarlas alguna vez. Y
así como Satanás, cuando plantea guerra abierta a los hombres, a causa de la
afición al crimen y la sed de sangre humana es llamado león, como escribió
Pedro41: porque el adversario vuestro el diablo, como león rugiente, da vueltas bus-
cando a quien devorar; así cuando se torna hacia artes insidiosas de daño y lle-
nas de engaño, se llama con justicia por la misma cosa y afición de engañar ra-
posa, y raposa pequeña, no porque dañe poco (pues arruina las viñas ya
florecientes y prometiendo frutos ricos, y nos arrebata de las manos el espera-
do y caso conseguido bien de la perfecta virtud), sino porque bajo el aspecto de

41 I Pedro, 5, 8.
i5<S IN CJPVT
tenukTer, exuere peccali vincula ipfos poftea, & fc in li*
bcrtatem vindicarcvcile videi : hos enimfumma vi reti-
ñere nititur Jtaqueaccurrit ftatim in ipfo conuerfionis
illorum principáojinanufque illis inijcit, & relucfcantibus
faces admouet^& pmeritarum vomptatü obie&is ima*
ginibu$,aciemì animi iliorumperftringens^d non ira pii*
demdeferta fkgitiaeos aperte vocat,omnÌque radon©
illis iaaüatacerbus 3 atque moleftui.Verùm vbi euenit vt
iilifoderatohoepriore certamine in virtùtis ítudio,atq$
cultup^roficiant, eique ita aifuefcant, vt peccati tetra, Se
fo^dafpecieSjipfiSjqualis entità appareat,vtque eam afper
jzentur, &horreantmotreipfa peius; tune Ule, noniam
palam &, aperte, fed iníIdÍoíe,& per cuniculos quofdarm
ad certame aggreditur. Itaque illis pori iam fuadet vt pec
cent, ncque vtredeantadflagitiofarn,quam derelique-
runt vitam^fedparua quaedam,&: minuta,^ honeftiipe-
cieinterdumte&a, quseque &c difficulter dignofei quali&
ilnt, §£ facillimè admittipofsint,ipfIs obijcit, vt vbi ea
tanquam parurn in vtramque partem-referentia ad ani-
mum.fuum ìlli, &: ad voluntatem admiierint eorum;
ftudij intentio paulàtim remittatur, paruifque in rebus
fajpiùs cedendo, hábiles efñciantur, adid vt aliquandq
tandem fupecentur. Atque quemadmodum ipfe Sa*
thanascum apertura bellum hominibus infertpropter
l,Ptí«¿c.. caediS'ftodíuni^& languinis humani íitim appellatur leo,
ficut fcriptumà Petto cft > quia adueriàriusvefter diabo-
lus, tanquam leo rugiens circuir ,.quasrens quem deuo?
ret : ficcu ad alias nocendi artes iníÍdiofas,& plenas frau-
dis fé conuertit ex ipfare & faltendiftudio vulpes iure di-
citur,€aquc paruayulpes,non quia parum noceat(demo
iitur enim vincasfloretesiam, &; vbercs fru&uspromk-
tcntesy&fperatum, &propè adeptum perfedxvirtutis
&Qnum aobiseripkè|nanibus)fedquiarcdi ipecie de«.
cifjiens,
157 CANTAR DÉLOS CANTARES

rectitud engañando e induciendo a pecados leves y apenas dignos de tal nom-


bre a los buenos pero no precavidos, los precipita finalmente en la ruina. Y co-
mo la raposa trae la peste y la ruina a la vid con el vicio de robar las hojas y de
arrancar los sarmientos, los cuales referidos a lo demás que hay en la vid son
mínimos (pues ni pueden las uvas criarse, ni madurar la vid desnuda de hojas,
y la misma vid, puesto que queda abierta mordida la corteza por el desgarro de
las raposas a las injurias del cielo, pierde toda aquella fuerza con que vive y tie-
ne vigor), así él mientras obra con astucia desnuda a los buenos de las cosas,
que suelen ser como hojas en la producción de la virtud, y mientras implica a
los imprudentes con pecados más leves, se abre un camino para inferir daños
mayores, e imita a las raposas tanto en el arte falaz y engañoso de atacar, cuan-
to en la misma forma de provocar males graves de los pequeños mates42. Los
justos piden en la persona de la esposa que Dios coja a las cuales raposas, esto
es, que las aleje, cuyas viñas ya florecieron, y los cuales se ven haber avanzado
ya tanto, que no solo huyan las acciones malas y las juzguen tales como son,
de aspecto tétrico y horrible, sino que empiecen a dar las flores de las obras ex-
celentes con gran esperanza de rica cosecha. Y lo piden advertidos de su fragi-
lidad por la misma gracia de la vocación, e inducidos a pedirlo; y piden esto lo
primero de todo, porque enseñándoselo el mismo don de la gracia, entienden
que en aquel grado de amor, al que son llamados, y que ya comienzan a pose-
er, han de temer mucho a estas raposas, a estos engaños encubiertos bajo la
forma de bien, a estas caídas más frecuentes en las cosas más leves, a este enga-
ñoso ángel de la luz y que encubre la peste bajo apariencia amiga, tétrico y ma-
lo, y cuanto más oculto tanto más dañoso enemigo. Y puesto que Dios repele el
mal de esta doble manera, la una, quitando la facultad a esta raposa de acercar-
se al hombre y tentarlo con engaño e impulsarlo al mal, lo que es coger y vencer
a las raposas, esto es, tenerlas cercadas con severísimos mandatos, para que no

42 San Juan interpreta también «raposa» como «demonio» y comenta este verso de forma parecida
(Obras, 748).

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SECVNDVM. M7
cipiens,& in peccataícuia, acvixeo nomine digna, bo-
nos, fed noahenc cautos viros indueens eos in exitium,
tandemptascipitat. Et ficut vulpes carpendis vitium fo-
lijs,palmhikitf<$tte decerpendis, qua; ipfaadvcaìtera, qua;
lune in viterelataiminima funt,eo peftem tónteritum vi
tiarrcrt(nam ñeque educarivuxpoíTunt,nequeíma£ure-
feere vitefelijs.nudata, ipiàque tandem vitis,qu%ipèxjtia;
cortice morfii vulpium fciifodniurijs ca:li pateat, smumz
eam omnem vim^ua viget ,atque viuk) fi e iiie dinnáfti*
agens bonos nudat ijs rebus quae virtuti educanda; pro^fb
lijs effe folentj.dumque jpfosimprudétes leuioribus pec-
catis implicar, viamfibiímnnit ad inferendum maiora da-
na,vulpefque imitatutytum arte aggrediendi fallaci atqj
fubdolavtumrationeipfa^aniis ànaàlismalagrauia efn%
ciendi. Quas -vuljpes vt capiat,iiOjc«eítvyt|>rocül arceat
Deus, illiin,perfonafpon!fa;iuftipetunt,quomm iam vi-
neae fìorueruntjquique iam eò feprofecinc vident, vt no
fotùmprauas a&iQn£sfugiarrt,5&qualcsfuntvtales easxf-
fe iudicent, tetro,&&o trinili afpeáu,fed vt excellentium
operum flores magna Vberioris prouentusipeedere inci
piant.iPemntautem.àb ipfa vo,cationisgratia,fiiaeFragili-
tatis admo.nitij&ad.petendum induc"ti:pctuntque id om
nium piamùm,quoniam eodem gratia&dono ipfos docé-
te,intelliguntin eo ampris graduad quemyocantnr, 5c
querntenereìamincipiunt,fibimaxime metuendas.eife
iftasvulpesíhasvidelicetyfubfpecieboni latétes fraudes,,
hos inleuiaribusTrebuscrebiiotes lajjfuSjhunc Angelum
lucis mentitum56¿ amica ípeciepeílemíCeiatem ,\t^trum>
& infeftum^quo occukíoremfeo^nocentioreiri :hoitc.
Et quoniam mala hoc duplici ratioiieD^us r-epsliit^ vna\
facultatem adimendo vulpi buie .adeundi ad ^hominem,
. & fraudulenter ipfum pertetandi,&: ad malum illiciendi,
iguodeft vulpes capcre,atqj vincirc}idertfegerifsimis £m-
158 CANTAR DE LOS CANTARES

dañen ni tramen algo; la otra, infiriendo luz y fuerza a los ánimos de los bue-
nos, con las cuales puedan entender que se acecha contra su vida, y repeler al in-
sidioso detectando los engaños. Siendo esto asíjos justos piden a Dios princi-
palmente y sobre todo» que prenda a estas raposas y las ate con lazos. Es
deseable vivir en el amor de Dios sin peligros o luchas. Pero sí sucede (como es
necesario que suceda) que se haya de luchar contra ellas, ruegan con gran fuerza
a Dios, que antes de que les falte este día de tranquilidad y de alegría de que dis-
frutan, tan pronto como la fuerza más grave de los vientos comience a soplar, y
como las sombras de los males a aumentarse, eso es, que en comenzando la lu-
cha y trabazón de la batalla, antes de que titubeen algo, les ayude y salve.

Pues esta fuerza tiene lo que sigue: El Amado mío es mío> y yo soy suya, (del
que ) apacienta entre azucenas. Hasta que sople el día y las sombras huyan; tórna-
te, sé semejante, Amado mío, a la cabra o al corzo sobre los montes de Bather. Esto
es, "Amado mío, que te apacientas entre azucenas hasta la tarde, acabado el
día y llegando la noche tórnate presto, como tornan las cabras y los corzos del
pasto a casa". Pues ciertamente es la voz del mismo humilde conocimiento de
sí, y del mismo temor de caer en el pecado, al que son requeridos los buenos,
aquella voz con que blandamente y con derecho del mutuo amor piden a Dios
amigablemente, que inclinado ya el día al ocaso, y cayendo las tinieblas de los
peligros y las tentaciones, les auxilie sin ninguna tardanza. Sé semejante, dice, a
la cabra, y al corzo. Lo cual sin metáfora decía David propia y literalmente "Se-
ñor, corre a socorrerme"; y de nuevo: "Señor, date prisa en sacarme". Y lo cual
es dicho por la esposa no solo para incitar a Dios, y para que se apresure en
ayudarle, sino también para advertirnos, de que en el mismo comienzo del
mal pensamiento, en comenzando el placer malo a entrar en el ánimo, a la
primera aparición del enemigo, más aún, a los primeros rumores y sospecha de
IJ8 I N CJ PVT
perijs ne quid moliátur,aut noceat conitritìas tencre:ai-
tera inferedaanimis bonorüiumé,atque robur, quibus
& inildias fuse vitsefieriintelugerepofsint,&dete&is do-
}is infidiatote repellere, Hace igitur cü ica íint * iufti tamea
illud praecipuè,atq; maxime à Dco petüt,vulpes has vt ea
piat,& vinculis coerceat.Eft enimoptabiie certaminu,ae
periculoruexperté in amore Dei vita degere. Deinde fi
eueniat(quéadmodü euenire necefíe eft) vt pugnandum
iliisiìtjid íummopereoratDeüjVtanteqiiáillis occidatis
tetitiae,^ tranquillitatis dies quo fiufitur, vt primü ipira-
re grauior aliqua ventoru vis,&; malora tanqua vmbre^ au
geri cceperint,id eft,vt ftatim,in ipfo pugna? initio,&: cer-
taminis conflidu,antequa titubato quidquafìt,praefto*l-
lis}& iàlutaris adíit.Hanc enim vini habet quod fcquiiur.
Vileflus meas nahifó eg&illt.quipafcitur ínter lilì^donec afpttet
dies & mclmentur^mbr^reuertere dilette mi7fmilis eflo caprtó
hmnuhcjiCeruorumfaper montes Betheltldeft.Dìlc&c m i qui
pafeis inter lilla ad vfque vefperumdiei, finito die, ad*
uentanteque no&e fefHnatò reuertere, quomodo ca-
prese atque hinnuliàpaftudomumproperant. Eftenim
abeadem illahumili cognitionefui, ab eodemque ilio
in peccatum decidendo timore, quo boni ibllicitantur
profeda vox, qua blande àDeo,& pro iure mutuas cha-
xitatis amiccpoftu!ant,vt inclinatoiam adoccaiuindie,
$c irruentibuspericulorum, tentationumque tenebris li-
bi auxiiietur nulla morainterpofita»S/»i//¿íJinquit,r/?o ca-
frcxJbinmloifHeceiworum Qupd finemetaphora proprie &
iiteratè Dauid dicebat: Domine ad adiuuandum me fefti
lia, &rurfus: Domine accelera vteruas me.Quodqueno
ibi uni caufaincitandiDeum, Oc vtauxiliumferre matu-
tet efíkiendtr ab fponià dicitur, fed etiam quo nos ad-
monear,vt in ipibftatimprause cogitationis kikio, vt pri
mú malalibido iubire animi ccepit^ad primos hortisaípc
159 CA NTAR DE LOS CA N TA RES

guerra, antes de que por negligencia se origine en nosotros algún tumulto de


turbas, elevemos los ojos al cielo, y dirijamos profundamente nuestro corazón
a Dios, y repitiéndole aquello con lágrimas: Tórnate, Amado mío, sé semejante
a la cabra, y al corzo, le encomendemos muy ardientemente nuestra salvación
y le pidamos que se dé prisa y corra para librarnos no solo del mal, sino tam-
bién de la sospecha del mal.

TERCERA EXPLANACIÓN

Yo rosa del campo y azucena de los valles. Estas palabras, como dijimos antes,
dependen de las anteriores y deben unirse con ellas; como si la esposa diga: "y
eres tan hermoso, esposo mío, que por ti florece el lecho y la casa se adorna con
obras agregias, y yo soy rosa del campo, pues tú eres azucena de los valles".
Con las cuales palabras relata todos sus bienes recibidos del esposo, y por ello
mismo le invita a permanecer junto a sí, para que proteja y agrande su benefi-
cio. Pues así como el que edificó magníficamente una casa por su cuenta y, edi-
ficada, la adornó con todas las cosas, habita en ella con gusto; así Dios habita
con muchísimo gusto en aquellos que edifica y adorna, y así como lo supiera la
Iglesia, le describe todos los adornos que recibió de él y pone bajo su mirada las
flores del lechoja magnificencia de su casa, su hermosura para demostrarle
más su amor: Yo rosa del campo y azucena de los valles. En hebreo a la letra: "Yo
rosa saronita", esto es, que nace en la llanura del campo saronita; la llanura sa-
ronita llega desde Cesarea hasta Joppe, como escribe Jerónimo, pero lo que
traducimos rosa, y en hebreo, como dijimos antes, es Habazeleth, si es azuce-
na o rosa disienten los doctores hebreos; pero nadie duda de que sea flor de color

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SECVNDFM. 159
ftus, imo vero ad primos rumores, atqae fuípicioues
bei]i,anrequam ob negligentiam turbarum in nobis, ar-
que Í umultus aliquid o ria tur, att ollamus ad cxlum ocu*
los,&: ad Deum cor noftrum penitus conuertamus, iiiud
que cum lachrymis iterantes. Retterteyc dilette miyfimiUs efl§
caprc&JñnnHbcjMceruorum.falutemilli noftram ardentiisi*
me commend amus,& vt acceleret,atque feftinet nos t vt
iiberet nona malo folùm,fed etiamà fuipicionc mali ab
ipibpeumus.
TE'UTU EXHANATIO.
GOfloscampt&tilmmcomMliium. Hace Vtfupra;
díximusáfuperioribus pendent, &cum Ülis
coniungi4ebent:quaíl íponfa dica*. Et tu vfq;
eò pulcher es fponfe mi,vt à te àc le&ulus flo-
rcat,&: domus egregijs ornetur openbus,& ipfa firn, flos
caoipi,etenim tu cs liiium c6uallium.Q¿¿bus verbis om-
nia fua bona fponfo accepta refertJ5c eüdem eo ipib ad
iècum vaa manendum inuitat, quo fuumipie beneficia
tucatur& amplificct. Nam iìcut qui domum aliquam
fuo £iimptu magnifieè aedificauit, & asdirlcatam ornauit
rebus omnibus, libenter in ea moratur,iìc Deus in ijs
quos ipfe edificatiatqueornat,libétiisimè habitat,itaq;
id Ecclefia cum iciret,omniaqua:ab eo acccpk eidem or
namentacxp.licat,fubafpe&umque ponit le&uli flores,
domus magnificentiam, fuamipfius pulchritudinem,ea
Vt ratio ne, magis fé iiìius in amorem infimi et, Ego inquit
flo$ camf>!,& hltumcQnuaìitHm, Hebraicè adverbum. Ego
rofa faronitis, ideuyquas proucnuyin planine agri faronis*
fàronia autem planitics a Ciefarea ad Loppem vfque per-
tinet,vt fcribit Hietonynms,fed quod vérrimas rofam,&
Hebraicè,vt fupradiximus,cft Habazxleth, quàuis de eo,
vuumMütmsoíkütf Hebra^prum doctores difTcmiant,
tamen
160 CANTAR DÉLOS CANTARES

moreno. Lo cual lo dice la misma palabra, que se deriva de lo negro y de la


sombra. Y de todas las yerbas solo la circea, según Dioscórides, da flor negra,
con la cual confundieron a la catanance algunos, que escribieron sobre flori-
cultura. Se dice que la catanance vale mucho para filtros amorosos, por lo cual
deduzco que Habazeleth es circea o catance, o por lo menos flor de circea o de
catanance, al cual color negro, muy eficaz para producir amor43, con justicia se
dice la esposa semejante, la cual fue llamada antes morena y amable.

Sigue: Cual la azucena entre las espinas, así mi Amiga entre las hijas. Esto el
esposo; con lo cual no solo prueba lo que la misma esposa se atribuía, cuando
se llamaba rosa, sino también lo aumenta y amplifica, diciendo que es tan ver-
dad que es rosa, que todas las demás mujeres comparadas con ella parezcan es-
pinas. Y no interpretan esto malamente los que refieren todas estas cosas a la
Iglesia: y con estas tres cosas, rosa del campo, azucena de los valles, azucena
plantada entre espinas, se significan los tres órdenes de fieles, en que se divide
toda la Iglesia; el orden que llama de los principiantes, y el de los aprovecha-
dos, y el de los perfectos. Así como rosa del campo se llama la Iglesia a causa
de los principiantes, cuya vida es más laxa; azucena de los valles a causa de los
aprovechados, cuyo numero como es menor, así es más angosto el lugar; azu-
cena entre las espinas a causa de los perfectos, comparados con los cuales los
demás son espinas44. Pero la Iglesia, de que tratamos, colocada en Egipto, pue-
de ser dicha propiamente azucena entre espinas por una triple causa; la una,
porque vivía en medio de una nación mala pues los egipcios eran los más su-
persticiosos de todos los mortales45; la otra, porque era lastimado por ellos, es-
to es, de su trato recogía algo de superstición; la tercera, porque aquellos la
oprimían con durísima esclavitud como se escribe en el Éxodo.

Se sigue: Cual el manzano entre los árboles silvestres, así mi Amado entre los
hijos. Alaba a su vez la esposa al esposo, y lo alaba de forma más rica de lo que

43 Estas cosas sobre los filtros fueron dichas por la opinión del vulgo, por la costumbre de aquel
tiempo y por la ignorancia del valor de las plantas (nota de los editores de Opera).
AA Fray Luis dice esto mismo en «Camino» (cfr. Onís, I, 111).
45 Heródoto dice exactamente que los egipcios eran «los más religiosos de los mortales»; quizá fray
Luis lo modifica por la vecindad de la religión con la superstición.
i6o I N CJ PPT
tamen quin colorenigro flos Tir,de eo dubitai nemò.
Quod &L vocabulum ipium^uod àmgrorc, &:vmbra du
citurpre/efert. Porrò ex omnibus hcrbisvna Gircea apud
Diofcoridem nigrum educir floracum qua nonnulli qui
de re herbaria fcripferunt^Catánancem confundunr, Ca-
tanancem autem ad amatoria phiitramultum valere di*
ciuir,ex quo conie&uramfacio Habazeleth^Circeam ef-
fe > Gatanancemvè, aut certe Gircea^ Catanancisvè fio-
nanr, cui nigto, & ad conciliandumamorem valdeeffica
ci; iurefimilis fponf&didtur quatfupradifia cft nigra effe
&formofa. Sequi t\xxyficut hhum mter ff>was,fteamicame4w
ffr^//¿¿,Ha2CÍponíus» Quibùs non modo probar, quod
iplàfibi trihuebatfponfa cumfé floremnominabat/fed
etiam id auget, 6¿ amplificai, dicens^ vfqueeòverum ef-
fe eam effe rofarrij vt reliquie omnes feeminaj collata; cu
ipfa videanturipinse.Nec maiehocinterpretátur^qui h£c
omniaad Ecclefiam referunt^ his tribus rebuscóle ca
pigliò conualliü,lilio interipinasconfito,tres Eccieiìse ri
deiiü ordines,in quos totadiuidkur^figrüficatos effe di-
cunnincipientiü ordine quemvocant>&: proficientiü,3¿
perfedorü.Ita vt flos,campi Ecclefiaproptcr incipientes
dicatur,quorú eft:vitalaxior:lilium eouatliupropter pro*
fidente^quorum vt eft minor numerüs^ita eñ magìs aa-
guítu$ío.cus:liliuminter fpinas propter perfe&os,cü qui-
hus collati reliquifunt ípina% Sed 8¿ illa dequaagimus Ec
cleílain AEgyptoconititutaproprie;liMunrr inter fpinas
dici pofsitob triplicécaufam*Vnaquiaviuebat in medio
nationis prauac.erant enim fuperftitioiliAEgypti)fupra
omnes.moitales. Altera quia cruentabatur ab, ipfisj hoc
cffjdeeor u confortióali quidibp érft ttio nis trahebatjTer
tia qqiaipfàm illi opprimebarìt,ièruitute duriisima ,vt in
Exod/cribitur.Sequitur^cafmdfoi^
&HSjneumterfitiosMìxd&t viciisim ipófum ipfa &. v&eriùs
quam
161 CANTAR DE LOS CANTARES

lo había hecho el esposo. En lo cual es lícito ver cómo poco a poco la Iglesia
avanza en el conocimiento de Cristo. Pues poco antes lo había asemejado a un
manojito de mirra, esto es, semejante a un árbol ciertamente oloroso pero po-
co fructífero; y ahora lo compara con el manzano que produce manzanas y ta-
les manzanas, que no solo dan olor suave, sino también deleitan con su gusto,
y, persistiendo en la metáfora del manzano, añade: en su sombra deseé; sentéme,
y su fruta dulce a mi garganta. Porque es agradable en verano sentarse bajo la
sombra del manzano y coger su fruta y alimentarse de ella, por eso la. Iglesia,
fatigada por el calor de las adversidades, pues como dije la oprimían duramen-
te los egipcios, dice desear descansar bajo la sombra de Cristo, esto es, desear
con vehemencia ser defendida del calor de los males con el auxilio y protec-
ción de Cristo. Pues la Iglesia siempre supo poner toda la fortaleza en los ma-
les solo en Cristo. Y lo que dice, que se sentó a su sombra y comió su fruta y le
pareció muy agradable, con ello explica toda la razón de su deseo o narra la co-
sa como fue hecha. Así aquel deseo, sentéme, y su fruta dulce a mi garganta, ha
de tenerse como si dijera, "deseé sentarme y alimentarme de su fruta, la cual sé
que es muy agradable de comer", esto es, "deseé que me librara de los males,
que me oprimían mucho, y me reconfortara con el fruto de su consolación".

Pues consta ciertamente que ella deseó y pidió esto con vehemencia, y así su
clamor llegó hasta el cielo, como se dice en el Éxodo46; pero si recuerda la cosa
como fue hecha, se ha de decir que con esta traslación de palabras la esposa
quiere significar aquel género de consolación y protección divinas, con el que
Dios en aquel tiempo consoló y protegió a la Iglesia. Como es cierto que en to-
do tiempo de la Iglesia Dios fue adorado por ella con amor, tanto debe ser cierto

46 Ex. 1, 2, 7.

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S E CV NT> V M. \6i
qua ab ipfo laudatafuerat laudat ipfum.In quo videre li-
cer, vt paulatim illa Ecclefia in cognitione Chrifti profi-
cìat.Nam paulo ante fafciculo myrrhae fimilem dixerar,
hoc eft j fimilem arboreo dorata quidem>fed minime pò
mifere:nuncautem confercipfumcum maloarbor^quC;
oc poma gignit,£¿ cius generis pom3,,quze non folum Tua
uem odorem fpirét,fedethm guftata4clcdenr,6¿inme-
taphora mali períiftens, fubi ungir. &ub~\mhrái\lms3 quern dt
fìdeYanerafedii&ffttSlttseMs dulcísgutturtmeo^^. quia fuaue
eftin aeftu fub vmbra mali federe, S¿ eius poma carpere,
eifque vefcijideò illa Ecckíia aducrfaxú rerumaeftu labo-
raos, namvt dixLillam AEgyptij grauiteropprtmebaf,di
cit fèoptaife quiefcerefub vmbra Chiiftijhocefl^ab ilio
maiorum seftu fe Ghrifti auxilio, Oc protezionej.defen*
di vHiementer optaífe. Nam o rune prsfìdium in malis
in vno Ghrifto conrìitutum efleàd Ecdefiaefemperno-
tum fuit.Qupdautem dicit,fub iliius vmbra fediiTe fé,
&'eius Comediffe poma,, caque ipil fu a Lilísima vifa efíe,
In eo, aut defìderi) fui omnemxationem explieat,aut ré
proutgeítáíüit narrar. Si dciìderiurn i\\wà >fedi&frtitlu$
eius dùlàsgutturimeogto eòhabendum eíHacíidicerer,d$
iìderaui federe Se eius pomis vefci,qu£ efu feiofciTedulcif
fimaihocei^cócupiuijme vt amalis,quibüs valdeprerne
bar,liberare£ ille,ac mefaae confolationisfru&urefice
ret: Nani id certe conftat defideratumabilla eífe& fla*
gitatum vehementer. ítaque clamor eius vfque ad cav
him pèrtinuit, vt in Exodo4icitur : fin autem rem vt eftcgxo
gefta commemorar, dicendum eít,hac verborum t ran£
latioric lignificare fponfam veile id diuinaeprprecìionis,
atque coniolationis gcnus,qu<> iilam protexit^atque con
fólartís eli:Eecleiìamillo.temporcDeus.Namquam cer
tum eft inomni ¿etate Eccìefia; Dcum ab ipià fuifìe cul-
limi ciurliate atquc fide, tamccrmmeiTe debety Gbri-
I* ftum
162 CANTAR DÉLOS CANTARES

que Cristo en todo tiempo de la Iglesia y en toda calamidad suya la ayudó y


no solo la levantó en la adversidad, sino también la sustentó con el pasto de la
dulzura celestial, no siempre del mismo modo, sino unas veces menos, otras
más, según pedía la edad de la Iglesia. Y así, ella siempre acude a Cristo, junto
al que sabe tiene refugio preparado y seguro; y él a su vez la admite y recibe
siempre tan benigna y suavemente, que, olvidada de sus males, descanse en su
seno e indulgencia. Del cual refugio y consolación son testigos estas palabras:
deseé, sentéme, cogí frutas dulcísimas; después lo que sigue%

Pues sigue: Metióme en la cámara del vino; la bandera suya en mí (es) amor.
Rodeadme con vasos de vino; cercadme de manzanas, que enferma estoy de amor.
La izquierda suya debajo de mi cabeza, y su derecha me abrazará. Conjuróos, hi-
jas de Jerusalén, por las cabras, o por las ciervas montesas, si despertáredesy si velar
hiciéredes a la Amada hasta que quiera. Pues con estas figuras de palabras no
declara sino que ella, en lo que deseaba y necesitaba, no solo fue defendida por
Dios, sino también tratada amante e indulgentemente. Pues según la manera
del personaje tomado, como si fuese una doncella, así se fìnge la Iglesia, cuan-
do fue admitida al coloquio por aquel a quien amaba, que conocía con certísi-
mas pruebas cuanto fuera amada por él, y que por esto se llenó de tan gran go-
zo, que no podía tenerse en el ánimo, y así, como cayera entre las manos del
esposo, la sostuvo para que no cayera, y la rodeó con su brazo, y la afianzó en
su seno para que allí descansara. Pues Dios ayudó a la Iglesia enferma y casi
abatida, y no permitió que fuese oprimida totalmente por el peso de los males,
sino la sustentó, y mostró a Moisés desde la zarza cuáles fueran sus preocupa-
ciones por ella, y después se lo notificó por Moisés; a través del cual también
mandó con severidad a los egipcios que no le molestaran en forma alguna, o im-
pidieran o perturbaran la determinación de su marcha a lugares de tranquilidad.
i6u I N CA PPT
ftum in omniEcdeiìx tempore, & in Girmi eius calami-
tate auxilium luiìilcipiì, camque in rebus aducrlìs noti
fubkuaife foÍum,íedctiam caeleftis dulcedinis paftufu-
ftcntaÜTe,iK>nquidemeodemfemper modo,fedalias par
ciùs,aiiis vberiùs.pro co quàcuin Ècclefiaietaspofcebat.
lraque adChriiiumconfugitÌpià femper,apudquemíc
habere fcit,tutum,atquc paratum perfugium, ipleque ir 3
cam admittitfemper arque recìpir,ita benignè,arque bia-
de, vt malorumobiita iuorum, in [pilas Cmu> arquetadul-
gentia quiefeat.Cuius confugij arque confolattonis te-
¡tes iunt illse voces,Deíidtraui,fedlipoma dulcibima car
píl ,tum eaí qua; icquunrur.Nam {cquìtuTjntrodttxtt me in
cetlamywariam>ordfnduit m me churitatem: fútateme fiortbw^
¿tifate me malusata amore Ungveo L&u* eiusfnb capite meoy #7*
dexter* eius amplexabiturme. uidiuro'ìosfiiizHterufultmper
capreas ccraojque cumporumne)tifantis ñeque ewgiLtre facta*
tu dilettavi, doncctj>fayelit.ì$ìm his verbotum figuris ni-
hii aliud dedarat, quam fe prò eo quod optabat, & indi-
gebatjixo íolunx deteniàm àDeo fuuTe , fed etiam induU
geater,& amanrerhabitam Nampro indudas perfonac
racione,quail fi eilet puella quaedanvta le fingit Ecclefia,
Cum ad colloquium ab eo qué deamabat t admifla effet,
certiisimis co gnouiucdocu mentis, quantum amaretta:
abip fordc ex co tanto fuiflfeperfilfam gaudio, vt prse eo
animi Gii compos noneflet, ¿taque ínter fponfi marmi
cum iabereturtfuftentafíecamilium necorrucret, &am<
plexu ànxifre,acfulfiiTe finu, quiète vtibi agetet. Adfìitt
enim Deus ¿Iti Eccleiiae laboranti, &c propè nienti, nec e j
penitus opprimi malorum pondere iìuit, fed furtentauit
ipiàm, &: quam eius res cura; ipíi eífent è rubo Mofen do-*
cuit,<3¿ per Mofen eam pofteaccrtìorem fecinperquem
ctiam AEgyptijs feuerè praecepit ei molefti vilomodo ne
£ifau,aitf eius profc&ionisad qtàetis loca conílliü impc
dirciK,
163 CANTAR DE LOS CANTARES

Oponiéndose y alborotándose los cuales, esto es, impidiéndolo y no que-


riendo aceptar los mandatos divinos, él auxilió a su Iglesia tan presente, que
casi fuera visto y oído por ella, de lo cual es lo que sigue: Voz de mi Amado (se
oye). Helo, viene atravancando por los montes, saltando por los collados. Semejan-
te es mi Amado a la cabra montes, o ciervecito. Helo (ya está), tras nuestra pared,
acechando por las ventanas, mirando por los resquicios. Pues desde este lugar trá-
tase de la segunda edad de la Iglesia, que dijimos se extiende desde los tiempos
de Moisés a los de Cristo, en la cual edad la Iglesia finge haber pasado los años
de niñez, y tomar la persona de la adolescente o de la adulta y dotada de forma
elegante, y así decir; Voz de mi Amado (se oye).

Pues colocada en males muy graves, y quejándose muchas veces de ello y


pidiendo a Dios con ansia que la socorra, Dios alfinoyó a la Iglesia, y vino a
traerle fuerza y ayuda, de lo cual se dice en el Éxodo47: He visto la aflición de mi
pueblo en Egipto, y escuchado he su clamor a causa de sus capataces, y conociendo
su dolor he bajado para librarlo de las manos de los egipcios, y llevarlos de aquella
tierra a otra fértil y anchurosa. Así, pues, significando con esta venida de Cristo
que la Iglesia ha de ser llevada a sí desde Egipto, dice: Voz de mi Amado (se
oye). Helo, viene atravancando por los montes, saltando por los collados. Pues la
voz del amado que llega la oyó la Iglesia, cuando Moisés, la parte principal de
su Iglesia, oyó que le hablaba desde la zarza, diciéndole lo que poco ha diji-
mos, y cuando el mismo Moisés haciendo de legado de Dios habló por la per-
sona de Dios con el restante pueblo de esta manera48: El Señor Dios de vuestros
padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob se me ha aparecido y me ha enco-
mendado que os diga: os he visitado y he visto lo que os hace Egipto, y he dicho: Yo
os sacaré de la opresión de Egipto, a la tierra de los cananeos. El cual anuncio,
porque le cayó gratísimo y en cierta manera contra su esperanza, para declarar el

47 Ex. 3, 7-8.
48 Ex. 3, 16-17. Fray Luis omite palabra en la cita sin advertirlo.

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SECVNDVM. 1*5
dirent,autperturbarent.Quibus obtìrcpeubus &tumul
tuantibus,ideft,repugnantibu5,&: diuinisimperijs nollcn
tibus acquiefcere}ipfe fuaiEcclefiaí auxilio venir, ita prae-
fens,vtpropè videretur atque audiretux ab ipfa,ex quo
furit quacítquütur. Vox diletti mei>ecce ifteyemtfaliens inmo-
ìibus7& tranftltenscollcsfimilis ejì dilecìus mtus capre.* h'mmí*
loque ceruorum, E» ìpfejìatpoft parùtem mjìvum^efptciensper
fi»cftra$>proJfiaen$per cancel'/taNamex h o c loco, de fecun?
da aerare Eccleiias qua a Mofe vfque ad ChrifH tépora ex>-
tendi diximus,agitur, qua instate puellares excefsifiè a&
nosEcdefiafingitur, Sd-adolefcentulse perfoná gerereia
adulta£,& eleganti forma pr^dkae.Itaqiaedkerer"ì ox diletlì
me^lfì malis cnim grauilsimi&conftituta, &: faepiùs de eo
còquerentem ac fibi fuccurrià Deo anxiè petentem, ali»
quando tandem Deus iüam Ecclefiam exaudiuit, &c ope
ipfiatqueauxiliulatumsvenit,dequokiEx©dodicitur,
Vidiaíflídionempopulimeim AEgypto,&: clamoreo* gxod.£
ciusaudiui,propterduririam eorum qui praefuntoperi*
bu$, & feiens dolo rem eius defeendi, vr liberare eum de
manibus AEgyptioru,5£ educam de terra illa-in terrà bo-
Mm.&fpaciofam.HuncigiturDeiaduennim ad fé edu*
cendam ex AEgypco Ecekflafiguratefignìficans dicit,
Vox diletti mei, ecceifle^ernt/^tltensm motibxssrtnfdìens calles,
Vocem enim aduetantis diledi haufit iila Eccicfia quan
doMofe&eiusEcdefiaEparspLascipua^eum è rubo fé allo
quenté audiuit,eaq>dicentè fibi.quae modo retulimìiss&
quando ipfe Mofes Dei agensìegatum, cuna reliquo pò•
pulo ex perfona Deiloquutuseftifto modo , Dominus
Deus patrüveftrorum apparuit mini,Deus Abrahà, Deus „ ^
Ifaac,òù Deus lacob,dicens:vifìtans viiìtaui vos, & vidi
omnia quas accidemnt vobis in AEgypto, &. dixivt eduz-
ca vos de afm&ione, AEgypti,m terra Cananad.Qui nü
cius quotila grauisimu$ itti accidit &: quodamod© ptfter
U omnem
164 CANTAR DE LO S CANTARES

gozo venido sin esperarlo, así fìnge hablar: Voz de mi Amado (se oye); Helo, vie-
ne atravancando por los montes, saltando por los collados. Pues esta frase parece
ser de quien deseando alguna cosa y presentada a sí contra esperanza, exclama
de gozo: Helo49. Y lo que añade: viene atravancando por los montes, saltando por
los collados, se añade no solo para significar que Dios descendía a Egipto desde
la región del cielo, como parecía a los hombres, para librar a su pueblo, lo cual
hizo y atestiguó haber hecho, diciendo en el Éxodo 5°; He bajado para librarle
de las manos de los egipcios; sino también para que se entienda k gran celeridad
usada por él en ello, por la presencia de su divinidad y por la grandeza y efica-
cia de su auxilio. Pues después que decretó sacar a su Iglesia de Egipto, no se
retardó, sino, aunque eran muchas las cosas que se le oponían y obstaculiza-
ban, a llevar su voluntad al final deseado, sin embargo en breve superó todas
las cosas, y pasó por alto y aniquilándolas. Pues domó el duro corazón del fa-
raón con portentos, llevó a los egipcios contra su voluntad no solo a que per-
mitieran dejar ir a los judíos, sino también a que fueran promotores y persua-
sores de la salida. Pues todas aquellas cosas, con las que era retardada la salida
de los judíos de Egipto, y que les cerraban el camino y se oponían a todas sus
salidas, se significan con los nombres de montes y collados. Pues los lugares
inclinados y rocosos y montunos impiden el camino; los llanos lo hacen fácil y
expedito. Los cuales obstáculos e impedimentos del camino, Dios los venció
con el deseo de ayudar, y lo hizo con suma rapidez, instándose a sí mismo y
acumulando unos prodigios con otros, y cubriendo los viejos con los nuevos,
no permitiendo en fin respirar a los egipcios los empujó hasta tanto, que
permitieran la salida de la Iglesia. Para mostrar lo cual, a saber, que Dios había

49 Nuestro autor no aplica esta frase al Mesías, porque no le convenía dentro de su discurso, pero en
el fondo lo acepta. Esta frase es ía de Juan Bautista, el precursor. Los antiguos profetas decían: vendrá, pero
Juan, como señalándole con el dedo, dice: Ved que viene, vedle aquí presente (Lue. 3, 5).
50 Ex. 3, 17.
t¿4 IN CATVT
omncm fuam fpem, id vtgaudium ei ex opinato obie&á
deciararetur,fìc Íoquutafingitur,^ox diletti mei, ecce ine
yenit Jítltens m montiùns^ranfiliens colles* Nam ha;c orado
cius videtur eñe qui optataaliqua rc,fibipráeter ípem ob-
ie&a,prae gaudio cxclzmat ¿Ecce iftfyemt .Qgpd autemad
ditur, faiteas in montibHs,tranfiltens rolles, CQ additur ¿noa
íblum vt %nifketur, è caekfti regio ne,;ho mini bus yt yi-
debatur,D£umIn AEgyptum-delcendilTe ad liberándutn
popufeimfunm, quod&focit,,&: fe feciíTe teftatus eft, in
MxoLi. Exodo-íÜcensu Defcendi yt liberarem eiündemanibus
AEgyptiorum,fedetiam vt intdligatuc,magnam ab ipfo
celeritaté adhibitam in eo eñe, &¿ numinis fui ptaífenria,
& auxilijcñlcacitate,acmagnitudine.Nam ex eopoftquà
decreuitfuam ex AEgypto Eccleílam educere,nuliá mo-
ra m intcrpQfuit,fedq uauis multa efTent,quíe fe oppone-
bant e^aiqueobftabantjquominus fuá ad optatü exitum
volúntate petduceEe^tamébteuifupcrauitomniajóc có-
culcans ca atqj protcrcns.tráfíJitiit.Ña cor Pharaonis du^
rüportéíis edomuit: AEgypüosrepugnantes eoadegir,
Iudaeos y tnó folü abireperrnitterét,fed1etiá" vt eis abeúdi
authotes.&; fuafores eífent Jila enim omnia, quib* ludgo
rü ex AEgyptoxetatdabatiirexitus,qu^qfiteunterclude
baf illis.,& ad omneseiusaditusfe opponcbat^motiújatq;
coüiüfignificaturnommib'.Cliuoía enjmJ&. faxofajmQ-
tuofaqjío£aUerimpedmt:planaexpedim^6ícilereddür,
Quae tame ohfíacula,&: itineris impedimétaDeus iludió
benefaciédi petuicit, idq/fuinmacderitateperfccit^íibi
inftásipre,6¿ día alijspro4igiaaccumulans,&jionis yete
raobrucns,A.Egyptios deniqjxefpirarenó íin ensacó .y íqj
quoad 01oscópulit,yt Eccle%poteftaté.abeúa^^erét.
Quod vt doceat feiflinaije DeüXcilicet, ¿¿.íuma^dhibui^
fe ceieritate/aliédí^ trafili edi,nQminibus;fponfa yfa eft,
& quo nuil9 relínqueretur dabitádilocus,adiecit.f fmilis
165 CA NTARDELOS CANTARES

corrido y usado de suma celeridad, la esposa usó las palabras de atravesar y sal-
tar; y para que no quedara lugar a dudas, añadió: Semejante es mi Amado a la
cabra montes, o ciervecito, los cuales aventajan a los animales por la velocidad
de sus patas, Y lo que añadió: Helo (ya está) tras nuestra pared, acechando por las
ventanas, mirando por los resquicios, que suele ser propio del que ya desea ser
visto por otros ya quiere que los mismos piensen que se quiere ocultar, y del
que por juego hace mucho para ser visto o se substrae velozmente de la mira-
da; en ello la Iglesia declara ciertos como cambios y vicisitudes del auxilio divi-
namente ofrecido a sí para salir de Egipto, con los cuales era tocada de forma
que fluctuara en cierto modo entre el miedo y la esperanza, y fuera agitada con
movimientos alternos de tristeza y de alegría, y le pareciera ver presente el au-
xilio de Dios, o vueltas las cosas al contrario creyera haber desaparecido y pen-
sara haber sido engañada con vana esperanza, y cuasi se abatiera. Cuando pri-
mero Moisés expuso a los hebreos los mandatos de Dios, les pareció nacer una
luz de buena esperanza; pero después, cuando el faraón indignado mandó a
Moisés, que no se diera paja a las obras de los hebreos, esto es, que se les im-
pusiera una carga más pesada, desapareció de los ojos de los hebreos aquella
luz infundida de libertad, y juzgaron que habían caído en una esclavitud más
pesada, y así acercándose a Moisés le dijeron?1: Que vea el Señor y juzgue, pues
vosotros habéis sido causa de que elfaraón no pueda vernos, y habéis puesto la espa-
da en sus manos para que nos mate. De nuevo, cuando el mismo Moisés otra
vez les llevó aquellos mismos mandatos divinos52, y para persuadirles los con-
firmó con diversas razones, de nuevo en cierta manera se les apareció Dios, y se
exhibió para ser visto; pero cuando los hebreos los refutaron por la angustia de
su corazón, como se escribe, y por el durísimo trabajo53, se les ocultó y como
voló de su vista. Lo mismo habrá que ver en aquellas plagas, con que Dios azo-
tó a los egipcios, para doblegar su ánimo a tratar bien a su pueblo. Pues ellos,
cuando los oprimía el mal y la plaga, hacían muestras a los hebreos de que se
fueran; y así, los hebreos entonces tenían esperanza de libertad, pero mitigado

51 Ex. 5,21.
52 Ib. 6.
53 Ib. 6.

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S E CV' NT> V M. t6y
*P dìle&mmeuscapre* /./^¿/^tffcmwiiw.Q^a: per mena-
te pcdum ammalia praiftát,Qupdautcmadiunxit. 6«ipfe
{ìatpojìpanctem najìrum rejptnensperferseiìrus, profpiaens per
eanceilos.Qnpd eius cfíe folet qui,&. fe ab alijs videri cupit
&c vt fe occultaile velie ijdem arbitrentur ftudet : quiquc
periufum nuncvidendLÍiücopiamfacit,nüce còfpe&u
fevelociter fubtrahit,in«eGEcclefia declarar, auxilij (ibi
cliuinitus oblati ad excedendam ex AEgypto , quafdaa*
tanquam mutationes atqae vices,quibus cfficiebatur vt
intermetu,&: fpem quodaxnmodo flu&uarer, & aiternis
meeroris atque lanicia? motibusagitaremrnàquefibi vi*
dereturprajfens Dei auxilia cernere,iam verfisin contri
riü rebus difpáruifíbcrederct,acfevana fpeludiputarer,
animumque prope deiponderet, Nam quando primum
Mofes màdata Dei expoíuk Hebrajisyiuxquaedambooat
fpei ipiìsHoriri vifa eft, at mox vbi Pharao Moy fi indigna
tus praeecgit,vt Hebrseorü operis paleie n é darétur,ideft,
Vt grauius ipiìs imponereturonus, difparuit è Hebríeorü
oculisilialibertansillataluXjfe^illiin gramoré incidiiTe
feruitutéfuataxbitrati,itaqjieadeuntesad Moyfen dixe- Bxod.fr,
runt ehVideat Dominus& iudicet quonià fcetere feciftis
©dorénoíkum£oráPharaone.&feruiseiusd£pra>buifUs
.dsgladiúvtocciderétnos.Rurfus quando idé Mpfesite Exodi, 6*
r.ü ad eos pertulit Mia eadé diuina madata,& quo i!li& pej^
íuadereteavarijsrationibuscófirmauit,iteruquodám.o-
ào apparuit Deus ülis,ac fe vidédü exhibuit,at cum ea re-
fiitarunt Hebra:ipropteranguitiàcordis,vticribitur, §c
©pus durifsimüjide illis occulraius eft,&: tanquá euolauk- Exodi.6.
èipforuconfpedu.ldéquelicebitcernereinijspl3gisqui
bus AEgyptios Deusaiáciebat,coruiVt ánimos ad bene
agendücumfuo populo flecteret. Namillijcjuádocúquc
eos malü atque plaga premebat,Hebrseisv&3birent copia
kckbátátaque Hcbrautuncin fpem libértate vemcbSíy,
L.y ati¿-
166 CANTAR DÉLOS CANTARES

el mal cambiaban de sentencia y oprimían más duramente a los hebreos.


Aquel día de esperanza nacida y de alegría, luego era quitado y desvanecido.
Pero alternándose el gozo y la tristeza, la desesperación y la esperanza, al final
cayó la tristeza y la desesperación, y nació la alegría y la libertad, y dejando
Dios de jugar, vino a su vista en una nube, en fuego, en niebla, de forma al fin
clarísima dando muestras de su tutela y presencia.

Por lo cual rectamente se añade: Hablado ha mi Amado, y díjome: Levánta-


te, Amiga mía y galana mía, y vente. Ya ves; pasó el invierno, pasó la lluvia y fue-
se. Descubre flores la tierra; el tiempo delpodar es venido; oída es voz de tórtola en
nuestro campo. La higuera brota sus higos, y las viñas de pequeñas uvas dan olor.
Por ende, levántate, Amiga mía, hermosa mía, y vente. Pues llegando ya el tiem-
po de la marcha de Egipto y estando inminente el día, en el que había deter-
minado Dios librar a la Iglesia de la esclavitud, habiendo sido matados en una
noche todos los hijos primogénitos de los egipcios54, le mandó por Moisés que
inmolada la Pascua, según el nuevo rito de sacrificio y tomando plata y oro y
vestido que hubiese sido prestado a ruegos por los egipcios, recogidos los vasos,
estuviesen todos preparados para comenzar el camino, pues los egipcios los
obligarían a detener el camino55. Para significar el cual mandato de Dios, y la
voz alentadora y excitante y llena de alegría para comenzar el camino, Salo-
món, acomodándose a la persona que hace, le dio muy aptamente estas pala-
bras: Hablado ha mi Amado, y díjome: Levántate, Amiga mía y galana mía, y
vente. Levántate, dice, porque yacía oprimida por dura esclavitud. Pues los que
están en tristeza y son urgidos por angustias se dicen en las Sagradas Letras ya-
cer, tomando la forma de hablar de la forma de los que están tristes. Pues los
tristes caminan encorvados o se arrojan totalmente a tierra. Apresúrate, porque
con prisa salió instándola los egipcios y no permitiéndola detenerse, para sig-
nificar lo cual los hebreos inmolaron la Pascua de prisa, ceñidos y apoyados en

54 Ex. 11.
55 Nácar y Colunga también aplican estas frases con el mismo sentido de fray Luis.
i66 INCA PVT
at ij de maio mitigato fenternia mutabár,ac Hebrseos gra
uiùs opprimebant.Ergo isetitiae ilia, &. fpei fuborta dics,
ftarìm extenuabatur & euaaefcebat. Scdakernà^ibus gau
dio,atq;moerore»defperatione 6c fpc,ad extremu moerot
atq; deíperatio concefsit,obunuitq4attkia, & libertase
Deus ludos faceré definesjn conípedü illoxa venit in na
be,inigae,in nebute^deniq; in omni re apertissima figna
edens fuse tutellas,ac praefentiac. Quare re<àe ikbiungit ut.
Uileàltts meus loquitur miìÀJuir?e^YO^erà umica mea,caluh4 meé
formofi tnea,^pyeniyUm enimhyems trunfytjmber ahijt, &rc-
cefótfìores afflarneritt in terra noJìray tempus putattoms aiuemtr
"Voaf twturis anòedefi in terra noéìratficusprotnhtgroffosfHos^i
nc&flQrentes dedermt odore, farge amica meafpeciofa mea <£*"Vf -
ni. Nam isarrùnéte iara profc&ionis ex AEgypto tepore
caque i aitante die,qua,cóftituerat Deus AEgyptiortì na-
ni naiaioribusfilij$,cun&isvaa nodeinterfedis á feruitu*
IT
• - te Ecciefiá exiraer£,ilii mandauit per Moyfen vt nouo fi-
crlfkandi titu Phaiè immoIatOjà: argenti fadi, auri que,
ac veftisquod efíet mutuo ab AEgyptijs rogato, vaiìs coi
kdásad iterineundü vniueiiì parati efíent,fuüixü enim
eos vt AEgyptij,arripereiter cogerent ,Quod vimadatü
Dci,&: \2zt1ux plena,& aditer agenda excitantem adhor-
ta ntemque voccm Solomoa iìgnificare^pedbn&quaai
mducit,decoro feruicns baxei aptiisimededitverba. E»
àileStm meu$lo(¡uitHtmihiyfurgB, propera amica mea^coìumhé
rneaj formo-n mea, & T>eni. Surge¿nqudt,Quiadura ferui-
tute:Opp£ciraiacebat,Nam qui in moetorefuiU conflitti
ti,&: rebus anguftis vrgcnturjacer^in faers dicütur lite
rjs,ex eorura,qui moeré^habimloqucíidij-atioiic duda.
Mcereiitcs eiüm,autincuruiinceduM,aut feotnninoin
terraru abijciunt, tropera. Quia feftinanter egreffa cft
AEgyptijsipÌàmwgentibus^necmorari iinentibiis, cu-
iusmfi]pii£caflda5.caufa&: Hebaei fefiinantcr immola*
rurit
167 CA NTAR DE LOS CA NTARES

el báculo y como saliendo de camino. Ya ves; pasó el invierno, pasó la lluvia y


fuese. Llama figuradamente invierno a la esclavitud que tenía en Egipto, por-
que en invierno todas las cosas están rígidas, se agitan por violentísimos golpes
de viento, las humedecen las lluvias sucias. Y persistiendo en la metáfora, sig-
nifica la libertad de la esclavitud con la descripción y apelativos de la primave-
ra, porque así como la libertad sucede a la esclavitud, así llegando la primavera
el aire y toda la faz de la tierra se alegra por el horror y rigor del invierno. Y
puesto que el tiempo de su libertad llegaba, en invierno, esto es^acabada la es-
clavitud, por eso dice que las flores comienzan a aparecer y germinar, esto es,
que llega la primavera de la libertad, lo cual describió por los detalles elegantí-
simos y consiguientes, como antes mostramos, para que entendamos que la li-
bertad, a la que aquí es llamada la Iglesia, es perfecta en todo punto. Y así, en
la cláusula, volviendo al principio de la oración, añade: Levántate, Amiga mía y
galana mía, y vente, esto es, cuando ya todas las cosas prometen un cambio a
mejor, no dudes, ea, levántate y abandonando Egipto sal al campo, y comien-
za a disfrutar del cielo libre. Y puesto que había de caminar por desiertos de
vastísima soledad a los lugares que la llevaba Dios, para que, antes de penetrar
en los lugares deseados, desechara poco a poco las costumbres que por el trato
con los egipcios había contraído, y en el desierto separada del contacto de to-
da gente y dependiendo solo de Dios, conociendo las mayores pruebas de la
benignidad y del amor divino para sí, aprendiera a amarlo de corazón y solo
confiara en él; por eso para significar aquellos lugares y cosa, añadió aptamen-
te: Paloma mía, en las quiebras de la piedra, en las vueltas del caracol, descúbreme
tu vista, hazme oír la tu voz; que la tu voz dulce y la tu vista amable. Pues para
mostrar que quería llevar a la Iglesia a lugares desiertos y vacíos de hombres,
toma semejanza no de las palomas domésticas y mansas, sino de las salvajes y
de las que anidan entre las rocas y quiebras de la piedra, desde las cuales quie-
bras le pide a ella con insistencia que se le muestre para verla y hablarle, las cua-
les palomas parecen más hermosas cuando incuban en su nido; y así, con esta

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S E C V N DV M. 167
tút pafcha,fuccin&i,8¿ baculisinnixi, & tanqua ad iter in
tenti, iAmenim lyemitrtnfiyyimberabijt&MceJsittfetmm'
te qua in ÀEgyptofcruiebatfiguratehyernem- nominat,
quod hy eme cunda rigéan^ventoru violentifsimis nati-
lusagitentur,pluuiafacdata madeant. Et inmetaphora
perfukns.iibcrtatcm à feruitute veris appeilatiombus at*
que deferiptione i1gnifìcat,quod ticut feruituti iuccedit,
libertas, iìc ineunte vere ex horroreatque rigore hyemis,
acris,atque terrae,tota cxhiiaraturipecies.Et quonià cius
Ubertatis tepusinftabatjhyeme^dcuVferuitute finita,idco
£ores germinare,& apparere in cip ere dicit, hoc eft libe$-
tatis aduérare ver.quod deferibk ckgatifsimòà eoiüdis,
& cÓfequentibuSjVtifupra do.cuimu5,-vtint«nigamus eá
ibextaté¿ad quam hicEccleiìavocafur, fuiÌTeperfe&a ex
; mniparteitaquein claufula ad orationis rediés caputa
. xbmptsfurge amica meafieaofa meat&lem, ideft, quado ia
mniamutationé inmeli*promittüt,cü&ari noli,age,fur
e,ac AEgypto deferta in agrücxÍ,íiberoq; cxlo fmiincir
e.Et quonià per deferta eremi vaftifsirnae loca iter ià&u
_ i crat,qu£ ad loca illà adduceba& Beus,vt antequà ad aui
tas penctrarcr fedes dedifeer et paulatina eos mores}quos
cxcéfuetudine,qu9eifuitcú AEgyptijs còtraxit:& in ere
mo ab omniü getiü cofortijs feparata & ex Deo tota pe-
dcs,& diuini infe amoris,atq;benignitatis maxima doca
meta cognofcés,eu ex animo diligere difeerct^iq; vni ñ-
derctjideoadeaiìgnificSdalocajarqirejaptèfubiuxitjCei^
ha m*<ùnfwÀminibm'Pettine4aerna macm£o¿iedemihi faci*
t**>f<m£f)?ox ma in AuribusmàspQX tnìm tua ¿vicis^facies tua
accara,ì$À quo oftédat fé ad deferta,^; hominib* vacua lo
GaEcdefià"velie perducere,fimilitudina,ducit no à dòme
ftkìsfi¿cicurib? coiubis,fed àferis, atqj ijs qua inter faxa*
& in petrarü cauernis mdulatu^quib'è cauernis fé vt vi-
«lèda Si alloqaièdà ipil prebeat obnixè ab illa petit, q? co-
L 4 lumbs
168 CANTAR DÉLOS CANTARES

lia. Pues la llama a los lugares en los que están las palomas salvajes, esto es, a
los lugares desiertos y sin cultivar; y exige aquello por lo cual la llevaba al de-
sierto, que imite a las palomas, esto es, que le ame con amor ardentísimo, pues
las palomas son amantes, y que, como ellas colocadas en su nido mezclan arru-
llos y besos dulces con sus machos, así ella caminando a los lugares desiertos,
libre de las demás preocupaciones y vuelta solo a él con toda la mente, con él
trate todos sus consejos y palabras.
*

Se sigue: Tomadnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la nues-


tra viña está en cierne. Con la alegoría de la primavera entrante y del invierno
acabado en las palabras inmediatamente anteriores, Dios le anunciaba a la
iglesia que en breve, acabada la esclavitud egipcia, conseguiría la plena liber-
tad, lo cual responde a lo que Moisés, como antes dijimos, se dice en el Éxo-
do trajo a los hebreos por mandato de Dios56, que Dios quería que estuvieran
preparados para la marcha, pues el día catorce de ese mes antes de mediano-
che57, matados con muerte dura y rápida en un momento los primogénitos
de los egipcios, aterrados los demás egipcios por tan gran mal, les permitirían
no solamente salir de su tierra, sino también les rogarían que salieran. Y es ra-
zonable, que oídas estas cosas aquella Iglesia levantada a la mayor esperanza
de libertad desease con gran deseo la llegada de aquella noche y la muerte de
los egipcios cometida en ella, en la cual muerte estaba sembrada su libertad, y
no solo lo desease, sino, como en el deseo se suelen temer todas las cosas que
puedan impedir de alguna manera, temió que Dios cambiara de sentencia o
la difiriera para otro tiempo, incluso oró que permaneciera en la sentencia y
apresurara la muerte de los egipcios, fuente futura de su libertad. Así, pues,

56 Ex. 12.
57 Sobre esta fecha y las dificultades que presenta, ftay Luis ha escrito un opúsculo titulado De utrius-
que agni, typici atque veri, immolationis legitimo tempore.
J¿*8 1N C A TV T
iumbc, cum innído fuo cubant pulchriores videantur^ta
quehacíÍEnilitudineíimul&locumnotat ad que ípfam
vocat,6c declaratqtÈidabipfaexigau Vocat cium, ad ea
loca in quibus columba; ferse verfantur, ìdeft, ad deferta
&. inculta Locatexigit autcm, ìd cuius ciucienti grana in
defertuis lo cum cducebat ipfam, vtimitetur columbas,
id cft,-vt fc ardétifsimo amore amec, funt enim amat rices
còiub^vt^quoraodo illac in nidocoilocat£ fuccu. cópa
ribus eolúbis dulcia & ofcula Se murmura mifcent:codc
ipfa modò,ad deferta illa loca profecía a cseteris expedita
curis,& in fe vnum tota mente conuerfa, cu ipfo cóferai
omnia fuá confiliajomnefque fermones.Sequitur, Capite
noksyulptsùarnaUscjH£ dernotiunturYmeaSy nam \\nté hoìlr*
fioruhj Proximè fuperioribus verbis exa&se hyemis oc ve
ris,appctentis allegoria illi Deus denunciabat Ecclefias
fore vtbreui AEgyptiacaferuitute fínica pienam confe-
quereturlibertatem,quod ijs rcipondctjquje, vtifupradi
ximuSjMofes ad Hebreos Dei iuííu detulitìe fertur in Exo
Mxod. u . do^Deum velie vt parati ad profedionemeifent, nam fo-
re vt decima quarta eiusmenfis die no&e conaibia pri-
taogeaitis AÉgyptiorum filijs hors momento fubita &
acerba nere delctis, tanto maloreliqui AEgyptij perter
ritiJpibs non foluna excederé è fuis locis patercntur, ftd
*tiá" orarent vt excederét. Atqui confentaneü rationi cri,
iiis audiris illa Ecclefià in maxima libertatis fpem creda
ilÌiusnoctisaduentum& AÉgyptiorum inea edendam
•caedem, qua in caede eorum erat libertas fita, fummis
^optaífe votis, ncc optaife modo,fed, vt in defiderio ore*
ma qua; obftarealiquomodopoflunt,timeri folent, va-
ritam,ne Deus aut fententia mutare^autin aliud tempus
differrecetià oraife ipfum,vtin fententia mañereóte AE-
gyptiorücaídé maturare^ fuaelibcrtatis fonte fufura.Id
igitur eius defideriü y t declarar et SalomÓthíecloquété in
durit
169 CANTAR DE LOS CANTARES

para declarar Salomon su deseo, pone a la misma hablando estas cosas: To-
madnos las raposas pequeñas, destruidoras de viñas, que la nuestra viña está en
cierne, esto es, porque nuestra viña está en cierne, esto es, porque nuestra li-
bertad comenzó va a germinar, a la cual pueden dañar y obstaculizar las rapo-
sas pequeñas, esto es, los hijos de los egipcios, puesto que parece depender de
la muerte de ellos, como dijo el oráculo, tomádnoslas, esto es, permanezca,
ruego, ratificado y firme lo que se nos prometió de la futura matanza de aqué-
llos, y ello muy presto llegue a éxito. Y el día sexto o séptimo antes fueron
anunciadas a la Iglesia que estas cosas iban a suceder, en el cual tiempo es creí-
ble que ella se calentó con el deseo de ver la hora y que con el deseo todo le pa-
recía lento, y por tanto siempre tensa en el deseo de rogar a Dios, con frecuen-
cia le pidió que se apresurase y rompiera todas las tardanzas. Por eso para
demostrarlo, finge hablar también esto que sigue: El Amado mío es mío, y yo soy
suya, (del que) apacienta entre azucenas. Hasta que sople el día y las sombras hu-
yan; tórnate, sé semejante, Amado mío, a la cabra, o al corzo sobre los montes de
Bather. Con las cuales palabras ya llama a Dios, ya le pide en justicia de la mu-
tua amistad y amor entre ambos, que apresure la vuelta, esto es, que venga en el
día preestablecido por él; y así dice: " Amado mío y amador mío (pues así le lla-
ma con justicia, porque entonces mostraba Dios en realidad cuanto la amaba, y
ella reconocida por tanto amor de Dios para sí, no podía no amarle), dice,
pues, Amado mío y amante mío, que apacientas entre azucenas, esto es, que te
encuentras en lugares muy amenos, hasta que sople el día y las sombras huyan;
tórnate, esto es, vuelve a librarnos como has prometido, que cuanto antes co-
mience a llegar aquella noche preestablecida para nuestra libertad y la matan-
za de los egipcios". Pues anima a Dios a que vuelva, cuando venga la noche,
porque desde que le prometió librarla, hasta que llegó el día de la salvación y
libertad prometida, Dios pudo parecer alejarse de ella. Y le anima a que se
asemeje a la cabra y al corzo, esto es, que no anteponga nada a su salvación, que

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SECVNDVM. 169
ducít ipfam. Capite ncbis}>uìf*s pamu!*-, qux demolimtur T/*
ntxsjnaml/wea noftrajloruit¿d cequia vinca noftra fìoruit,
hoc eft,quia noftra iam germinare libertas ccepir,cui ob-
ftare atquc nocere paruuiae vulpes pofìuutjhoc eft, AEgy
f>ciorum fltij , quonìam è ipforumilla videtur pendere*
Cflcde,vt oraeulumretulit, capiteillas nobu, hoc eft,raaa-
rteat quxfo ratum,ac ñrmum quod de ili o rum futura cas-
de nobis pro miífum eft:idque quam citifsimè ad exìtum
perducatur.Et quia haec futura effe iili Eccleiia:,denuncia
ta-funt fexto,aut feptimo, antequam agerentur die, quo
in tempore par eft aeftuafle ipfam eius hora? videndae dei]
4erio,& prae deiiderio omnia Cibi lenta vifa eiTe,ac p rabi-
de ftudio precandi'Deum fempcr intenta,crebroipfum
©rafie, vt maturaret, vt moras omnes rumperet. Ideò ad
id demonftradum, OC hxc loquura fingitur qua: fequtm-
tur. Dtlcóius nteus mihi, & ego tilt, tjni pajatnr mter luta donec
,*Jfmt dies ìtST Ìnclmenturymbrx,reutrttre ,fimilis eft o cafres
ihmnuloqut ceruorum fupcr monte* Btther. Quibus verbis&
Deum vocat, &; ab eo pro iure mutux inter ipfos amici-
li x,& eharitatis petit,vt reditum maturetjid eft,vt pratili-
tuta ab ipfo die veniat, itaque air, DUede mi, meque ip fc
diligcns. ( Sic enim ipfum iure vocat, quia tune de Deus
ipfareoftendebat quantum ipiàm amarci, &: ipfatanta
É>ei erga fé charitatc perfpe&a,noapoterat non redama-
r e ipfum)ergo,Ìnquit,dilecì:e mi,mcque ipfe diligens, qui
pafeisin lilijs, hoc cft, qui in ameenusimis verfaris locis^
dentcafpivet die$} ip tnclmenF»r^mbr£yreueriere7 id eft, redi,
nos liberaturus vt pollicitus es, vtprimura rila noxnc*
ftraelibertati, & AEgyptiorumpr*ftitutacaedi, appetcrc
cceperit:Nam, hortatur Deum vt redeat, ea noxcu ad-
ii enerit,quia ex quo illam liberare promifir, quoad adue-
mt faiutis ac libertatispromiíTa%dies abeffeabilla Deus
Vederi potuit. Hottatur auté ipfum vt fiat íimilis caprex
L $ hinnu-
170 CANTAR DE L OS CANTARES

no se tarde en su auxilio, sino presto, en breve, con agilidad, con la mayor ra-
pidez haga lo que prometió, lo cual sucedió. Pues seiscientos mil hombres fue-
ra de las mujeres y siervos, multitud innumerable, en el espacio de dieciocho
horas (pues tantas horas pasaron a lo más, desde medianoche del día catorce
del primer mes58, cuando los egipcios comenzaron a ser matados, hasta la ho-
ra nona del día siguiente5?, cuando los hebreos comenzaron el camino), así,
pues, tantos miles de hombres en tan breve tiempo por nuevo milagro reuni-
dos, hecho el grupo, salieron de Rameses, para que Dios se mostrase en ellos
sacados de Egipto, atento, diligente, pronto, veloz, a manera de cabra y corzos.

CAPITULO III

1. Enel mi lecho en las noches busqué al que ama mi alma; busquéley no le hallé.
2. Levantarme he ahora, y cercaré por la ciudad, por los barrios y por los lugares
anchos, buscaré al que ama mi alma; busquéle, y no le hallé.
3. Encontráronme las rondas que guardan la ciudad. (Pregúnteles): ¿Visteis, por
ventura, al que ama mi alma?
4. A poco que me aparté de ellas (anduve) hasta hallar al Amado de mi alma.
Asile, y no le dejaré hasta que le meta en casa de la mi madre, y en la cáma-
ra de la que me parió.
5. Ruégoos, hijas dejerusalén, por las cabras y por los ciervos del campo, que no
despertéis ni velar hagáis al Amor hasta que quiera.
6. ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, de oloroso perfu-
me de mirra e incienso, y todos los polvos olorosos del maestro de los olores?
7. Veis, el lecho del mismo Salomón; sesenta valientes están en su cerco de los más
valientes de Israel.
8. Todos ellos tienen espadas; guerreadores sabios, la espada de cada uno sobre su
muslo por el temor de las noches.
9. Litera hizo para sí Salomón de los árboles del Libano.
10. Las columnas de ella hizo de plata, el su techo de oro, el recodadero de púrpu-
ra y, por el entremedio, amor por las hijas de Jerusalén.

58 Ex. 12.
59 Num. 33.
i7o IN £A F V' T
hinnuloque ceruorum,id cft,vt aihil anteponat ibarfahi-
ti,vt nihil ipfurn ab auxiliando retardct/ed cit^breuijfa-
eilejCeleritatcniaximajquod promifit,conficiat, quod &:
eucnit Nam fexccnta hominum miiiia pranerfccminas,
arque feruos, quorum crat innumerabiiis multkudo,m-
tra decerne ©do horarumfpatium ( totcnim horadad
ájnimü interccflerunt, àmedianode decimiquartidiei
Bxod. 12*, menfis primi, quando AEgyptij interfki ccepti funt i ad
Num, 53- boram nonam infequénris dici, quando fé Hebradin via
dederunt ) tot igitur miiiia hominü intra tam breue Ecm-
pus nouo miracukyn vnum coacìa,agmine fado, è Ra-
mefíes pro feda funt, vt fé Deus in eis ex AEg)Tpto edu-
cendisfedulum,diligentem/eftinantem,veloccirì,c€iu0
luna arque hinnulorum inüar,pi*íiiterit.
€ +d ¿V I I.A
N ìeófulo meoperncttem qu*fiui>quem ¿digit anima
mea^ti&ftui illuni ¡& non inueni.$wgam0' cinutb*
ciwtatem per ìicos & plateas, <¡u<eram quem diliga
anima ntea^ud (iuullttntj (3 non inuenu ìmenerunt
me^igdcstfui cuéloMunt GMtatetn, num quem àiììgtt anm<C\idt-
flisYPattlulum cumfertranfjjemeoSi inuemfuetti ¿digitanima
meaftnm enm^n dimittam 3 àoneeintroducam ilkm in domain
piatrismea & inciibktdttmgemtricisme£,^dtuvc\os£h&Hit
rtifìltm percaprea$> cerno/cHecamporum^nefufcitetis^eque eui-
gt at#fitct..tis diletta m don ce iffaìclit, QUA eft ifta qu¿t afeendk
per defeYtttm.fcu&ìrfftlafumifX aromatibas mynh£j& tbmh^
&mVMíier(ipuluer¡s pigmentari} ? En letludum Soìomomsfexa^m
tafortes ambimi exfortifimts 1(rdelOmneitenentes¿dadios,&
ad bella doclifsimOmtiJcuiufque enfisjuperfuemur fuum ¡propte?
timor es nofàuirnos. Fercuhmfjscitftbt RexSokmon delignis libé
m.Columnas emsfu it argénteas 7reclin4torium aurenm9afeen*
jumpurpurMW¡tnedta chántate cfmürauttpYQpterpl iasfíierih*
l*lcm.
171 CANTAR D É L O S CANTARES

11. Salid y ved, hijas de Sión, al rey Salomón con la corona con que le coronó la
su madre en el día de su desposorio, y en el día del regocijo de su corazón.

PRIMERA EXPLANACIÓN

Habiendo acabado el sueño y despierta la esposa1, creyendo que el esposo


yacía junto a ella (pues como había sido rogado, finge haber vuelto a casa
con el rebaño del pastoreo), se dice que lo buscó y, al no encontrarlo, saltó
del lecho, y saliendo de casa se fue por todos los lugares de la ciudad buscan-
dolo. En lo cual no ha de ser entendido lo que Salomón recuerda que se hizo
en realidad, sino que pida ser hecho la naturaleza del asunto de que trata, (y)
ha de aseverarse que lo expuso apta y convenientemente al mismo asunto. Lo
cual hacen también los poetas muchas veces, que, según la forma del argu-
mento iniciado, recuerdan qué deba hacerse, aunque ello ni fue hecho ni
quizás pueda hacerse, pero lo recuerdan como hecho. Y si creen que ello no
puede convenir a su persona, fingen y toman otras personas para las cosas
que dicen en el argumento, y las modelan convenientemente. Así, pues, en
este lugar Salomón, porque veía que, si ponía a hablar a una mujer principal
y de ilustre nacimiento, debía quitar de este cantar y omitir muchas de las
cosas, con las que se expresa sobre todo la fuerza del amor, o apartarse lejos
del decoro. Pues ¿a quién le gustaría que se dijera que una mujer real a des-
horas en la noche, por impulsos del amor, sin guarda y sin acompañantes cir-
culase por la ciudad? Y así, porque entendió que el decoro debía ser despre-
ciado por él o debía omitir buena parte de este cantar, por eso tomó a una
persona de la clase media, y tomó a una mujer sacada del campo, con lo cual
conservando el decoro expresara en ella toda la fuerza del amor. Y ¿qué dice és-
ta? En el mi lecho en las noches busqué al que ama mi alma; busquéley no le hallé.

1 Nácar y Colunga colocan aquí el comienzo del canto tercero y de otra escena hasta Conjuróos, hi-
jas de Jerusalén...

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T E RT IV M. 171
falem* HLgxeéwinifilìx Sion, & rìdete regem Solomonem indi*-
dematcquo corónamtillum mattrfti^ in die defyùnfctiorJi illimt
& in die Utiùx. cordis s'ws.

PRIMA E X P L A N A T t O .

Oluta fonino fponfa*, atque cxperre&a t fpon-


fum qùicum fé iacerecrcdcbat^nam vti roga-
tus fueratctim pecore è paúu domutn reuer-
fus fingìtur) quaeíituííe,acque co non inueli-
to è le£to exihuiíTe, dorrioquc ^egrefTa, yrbis loca om-
nia illana quacritando abulie dicitur. In quo non quid
rcip& geftum fitjCommemorafTeìntdlìgenduseftSo-
loraon, fed quid rei de qua agitar, natura fieri poftu-
lct accommodatè adipfamrcm,atque aptè expofuiiFe
cenfendus. " Qupd idem Oc poetas faepè faciunt, yt pro
fufeepti argumenti ratione, quidfieridebeat, tametíi id
neque fa&um iìt^iec fierifortafsè pofsir,tarhen comaic-
morent tanquafa&um.Quod fi fujeperiòna: idarbitran-
jrur conuenire non pofie,aiias finguat Scánducunt petfo-
tias ad ea qua: ex argumento dicüt, atque confingunt ac-
comnaodatas.Sicigiturhocinloco Solomo, quia vide-
batfíprimariam,¿illuftriloco natam feeminam indù-
xiífet loquentem,fibi aut recidenda effe exhoc Carmine,
atqueomittenda plura corum,quibusamoris vismaxir
me exprimkur,atat longè à decoro recededurn. Namcui
probaretur regiam fcerainamimempeíta no&e, hortáte
amore,fiiiecu{lode,fmeque€omitibus per vrbemeir-
cumeurfiflediciì Itaquequiaintellexit, aut decoram à
ie negligi, aut bonasia haius carrqinispattern ominide-
ben, ideircò perfotwm fumpfit de medio, rurique edu-
carti foeminaminduxk., quo decore feruato exptimeret
in ea onuìè amoris vim.Quid vero hsecJ in k&ttlo meopar
notìa
172 CANTAR DE L OS CANTARES

Las mujeres amantes ciertamente siempre, pero sobre todo de noche so-
portan con dificultad que sus maridos estén ausentes, y los requieren, en parte
incitadas por el mismo amor, cuya fuerza en la noche se enciende más callan-
do las otras preocupaciones; en parte por celo y temor: por celo, porque sospe-
chan malamente que otras mujeres son preferidas a ellas, y son despreciadas
por sus maridos; por temor, porque creen que ellos se encuentran en algún pe-
ligro, pues la noche es oportuna para hacer daño. Así, pues, la esposa excitada
por estos como aguijones de amor y sospecha, no pudo dominarse en perma-
necer en casa hasta que amaneciera, sino salió luego y, ni aterrada por las tinie-
blas, ni temiendo los accidentes nocturnos, ni tomando alguna preocupación
de sí, y siguiendo al amor como única guía, buscó a su esposo. Levantarme he
y buscaré. En vez de los pretéritos me levanté y busqué, según la propiedad de
la lengua hebrea. Pues sigue: Busquéle y no le hallé. Y lo que añade: Encontrá-
ronme las guardas que custodian la ciudad, lo sacó de la costumbre cotidiana.
Pues los que yerran de noche, se encuentran muchas veces con los centinelas y
guardas de la ciudad. ¿Visteis, por ventura, al que ama mi alma? Pues era muy
verosímil que lo hubiesen visto los que vigilan todos los rincones de la ciudad.
Y ¡con qué arte lo hizo Salomón! Lo primero, no se avergüenza ella de confesar
su amor, porque, lo que es propio de los amantes, no dudaba que a todos pa-
reciera predicable y honesta aquella cosa igual que a ella misma. Después, les
ruega a ellos ajenos e ignorantes de una cosa como conocida para todos, lleva-
da por el error acostumbrado de los amantes que piensan que los otros juzgan
según su propio sentido, que nadie puede desconocer qué deseen o amen
ellos, y así ella. A la cual los guardas, porque se les preguntaba por un hombre
desconocido para ellos, se dice que nada respondieron2. Sin embargo la misma,

2 En la Exposición fray Luis añade una idea sobre la imposibilidad de amar en los mundanos, y de
manifestar a Cristo; ideas muy bien quitadas, porque no venía a cuento.
•17*. IN QATVr
nades cjuj:futycj:iem dilige anima mtAi<\u*fiui$f non'tnutnt,
^oeminae amantes fempcr illaiquiàem,fed precipue no*
Ctu viros fuos abeiTe xgrè feiunt, cofquerequkunt, inci*
tat«partim ab ipfo amore jCuius visno&urno tempore
fileni ibus alijs curis magisaccenditur xpartim à fufpieio-
ne ,,&. timore : fufpicione, quod fibialias praeferri feemi-
nas, feque negligi à viris fuis male fuípicantur; timore
quod verenrur, eos in aliquaverfaripGricuio.Eft emm
injurias infercndse opportunum nodumum tempus. His
igirur amojri^atque fuipkiontstanquam ttimulis fponfa
excita, imperare fibinoepotuit, vt quoad luceret, domi
maneret : fedexihuit ftatim, & neque tcnebris deterrita,
neque no&urnos cafusmetuens, ncque fui rationem vi-
iam habens y vnumque amorem ducem fequuta virum
{uü.pciucfti^uitr$wgam&c¡tt£r<trn. Propraueritis furre-
xir¿¿ quasiìui ex proprietate Hebraici fermonis. Nam fé-
Qunur.Qurfut&nontmteY)L Qnpd autem additur. Inuene-
tmt meyigtte$xqMctiftodimtctHitattm Ex quotidiano more
du&iim eft. Nani qui no&u oberrant in excubirores arq*.
cuftodes vrbis isepè incidunt. Nummm^tduiìsquem diitgtt*
Amma mea ,?Nam veroiìmile erat vidiiTe,qui omnes vrbi*
ángulos fcrutarentur Ssd quàm hoc ex arte à Solomone:
confì&umcft Primùmnon illampudet fateriamorem'
fuum^.quia^quodeftpTo^rium amantiurn,nondubita-
bacquin omnibus xquèatqueipfi,ea res honefta,6¿prse»
dicabiikvideretur. Deinde quafiderecunétisnotaillos
quamuis ignotos,& alienos rogar,.Confucio, feilieet,
amantium errore d u d a , qui ex ino ipforum fenfualios
áiíUmantes arbitramur,nemincm latérepoíTe,quid ipil
cupiant,atque ament.atque ha>cjlia. Cui cuftodes, quip-
¡jèquide homine ipfisignotorogarentur,nihilrefpon-
«UiTe die untur.Ipfatamen, qiiod amantem decuir, pesfe-
uerauit in quaerendo. Itaque àcnftodibus digrefla, iliuJiv
tandem:
173 CANTAR DE LOS CANTARES

lo cual convenía al amante, perseveró en la búsqueda. Y así, apartándose de las


guardas, lo encontró al fin y encontrado lo tomó y trayendolo a casa lo metió
en la cámara, temiendo que de nuevo la abandonara. Pero ¡cuan bellamente y
con qué elegantes palabras y ritmos sigue ésta!: Encontráronme, dice, las guar-
das que guardan la ciudad. ¿Visteis, por ventura, al que ama mi alma? A poco que
me aparté de ellas (anduve) hasta hallar al Amado de mi alma. Asile, y no le deja-
ré hasta que le meta en casa de la mi madre, y en la cámara de la que me engen-
dró. Pues así suelen hablar las doncellas.

Se sigue: Conjuróos, hijas dejerusalén, por las cabras y por los ciervos del cam-
po, que no despertéis ni velar hagáis al Amor hasta que quiera. Estas cosas las di-
ce por prolepsis. Pues fue primero el que algunos hombres se admiraran de
ella, que volvía a casa con su marido. Y así sobre ello después, pero ahora lo
anticipa y dice: Conjuróos, hijas de Jerusalén. Aunque en la versión latina es cla-
ro que esto lo dice el esposo, sin embargo por el texto hebreo puede entender-
se dicho por cualquiera de los dos. Pues por la misma cosa, o el esposo, que es-
taba en vela hasta alta hora de la noche, entrando en la cámara, luego se fìnge
cogido por el sueño, o ciertamente la esposa, que estaba agotada por la fatiga
de buscarlo, tras haberle encontrado y abrazado, cae en sueño. Era verosímil
que hubiese ocurrido una de estas dos cosas. Mas es propósito de Salomón,
como antes dijimos, no omitir nada de las cosas que suelen suceder en reali-
dad, sino seguirlo todo de arte, que esta imagen de dos amantes se vea conclui-
da en todos sus detalles; por lo cual cuanto ella fuese más acabada y refiriéndo-
se más de cerca a su ejemplo, tanto más fácilmente aprendamos las maneras del
amor divino resplandecientes en ella, para declarar las cuales han sido prepara-
das todas estas cosas. Por lo mismo nosotros, lo cual antes dijimos, pero se ha
de repetir muchas veces a causa de algunos tardos, no tememos decir y publi-
car todos los sentidos de este habitual amor, de los cuales ahora en este cantar
se ve que hay algún vestigio, investigando con curiosidad cada cosa, según el
propósito y juicio de Salomón, acomodando nuestro juicio e interpretación al

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TER T IV M. I7J
tandem inuentr, inuentumque apprehendk, &domum
dedu&unt cubiculo incluik, verità aeiterum fedefere-
"rct.At quambdle,quamque£kgantibusT& verhis, & nu
méris iftàpctfeqmmttinutrtfritnt meiitiq\iktyi^iles^ui.cufl9
dutntcimuumyn%m tunfìndiflis ¿quem dìligitJtmmt mtaìpati-
lulumcnpertmnfifjcm eo$9iwicniqtte dthgttamma meatt£nmeu9
nec dimittamyáoncc introducavi illam indomum mams me&j &
wcHbictélumgenhrkismtde&iQCiiim adolefcentes feeminaj
loqui folèr,lèquitur. ^dhmyoipli^Hierúftkmpsrcsprcíi^
cerH^qmcam^orum ntfttfatcrhtnequctu&ilarcfaciaris SU6ÍÍ
donecipfaytltt. Haecpcrprolepfim. Nam prius fuit, quod
ipfam cum viro fuo doxnum red c*intem , quidam nomi-
nes admiran fun t. Ita que de *omox:nuncautem,hoc
zmicipztficdicit.*4dturol>os fili*Hicrufalem* Quanquam
in Latina veríiontperípicuum fìthaccab fponfo dici, ca-
rnea ex Hebraico textu ab vtrouis dici, poííunt intelligi.
Etenimrx ipía re, vel ijponjfus ipfc, qui ad multarti nodi e
yigilaifet, cubicuium ìngreffusibmno ftatiincorreptus
fingitur^vd certe ipfa fponfa^ùai illum quseritando fefe
labore coiuriuerai,cum pqftqúam adepta^atque compie
xa eft,in fomnum iacldit. Nam alterutmrn :horum acci-
díííe erat verofimüe.JEitautempropoíimmSolomoni,
vt ante diximusnihÜeorum^quaein xeacodcrefolent,
psaetermittercifedita exequi vriiuerfa,vt haceduorum
ínter fé amantium imago, omnibus fuis numeiis abfoìu-
ta cernatur: quoquanto^aiuerit abfolutiorjSifuum es-
emplar propcius icrercns,-tanto -amoris diuiniiationes
in ea eiucentes faciinìs difeamus ,^quatum ratkmitm de-
piarandarum caufa omnia ifta funt comparata. Quarn
eandcmob cauiàmnos, quodante diximus, fedpropter
tardos quofdam fepiùseftiepctcnduirijnon veremur cu
liofiaiulngulàinqukentcs^omneshuius vulgati amoris
£cttfus,quorum modo in hoc carmiae aliquodcxtare ve-
ÍHgiuia
174 CANTAR DE LOS CA N TARES

mismo. Del cual juicio y afición de imitar la naturaleza nacieron las cosas que
siguen: ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo, de oloroso
perfume de mirra e incienso, y todos los polvos olorosos del maestro de los olores5?
Era verosímil que volviera a casa del campo juntamente con su marido, (pues
se colige abiertamente de este lugar, que finge haberlo encontrado en el cam-
po). Y así, era verosímil que ella hubiese encontrado a algunos hombres que
no le conocían, que se admiraron de su hermosura, o lo dijeran consigo mis-
mos o preguntando a otros: ¿Quién es esta que sube del desierto?'Esto es, del
campo y de la tierra, pues el campo es llamado muchas veces por los hebreos
desierto4. Como vara de humo, o como otros del hebreo, como columna de hu-
mo, lo cual se refiere a declarar no tanto la altura del cuerpo, como la fragan-
cia del olor. Y así, le dicen que es más olorosa que el incienso y la mirra. Y lo
que dicen vara o columna, lo dicen porque el incienso y la mirra y otros pol-
vos olorosos por el estilo que son quemados al fuego, juntamente con el humo
que sale de ellos, dan olor.

Y el humo por naturaleza subiendo de abajo arriba, presenta un aspecto de


columna. Pero la esposa los aleja de su contemplación y alabanzas, y los lleva
más bien a celebrar y contemplar la excelencia de su marido. Y así, dice: Veis,
el lecho del mismo Salomón. Pues no se ha de dudar que estas palabras son de
la esposa, con las cuales ella eleva hasta el cielo las riquezas, el culto, la her-
mosura de su marido, al que ya no le personifica, sino denota con su propio
nombre, llamándole Salomón y recordando aquellas cosas que consta por los
libros de los Reyes que tuvo Salomón. De lo cual se entiende que la persona
de Salomón está en este cantar, no porque Salomón haya escrito estas cosas
propiamente de sí o de su esposa, ni porque se propusiera de alguna manera

3 Nácar y Colunga traen «qué es aquello» en ven de «quién es esta».


4 El P. Scio recoge todos estos detalles de fray Luís y los incorpora a su comentario, consignando la
procedencia.
174 IN CJ P V T
ftigium conipiciatur dicere, oc in lucerti profcrre , ad
SoloHionis iudkiumatque propoíiiurnjnoílrum ipil iu-
dkium,atqueinterpretationemaceommodátcs.Exquo
codem iudicio &, natura imitationis ftudio nata font,
qua* fequumu r. Qud efi ¡ü¿t quz afcendtt de deferto, fk ui\ìrgH-
lafumi ex ayomatibus tnyrrh¿>& ihmis.& \mu&ftful'umspig'
mertArìj. Namverofimile erat, quse vriacum viro fuo ruV
re domum reuerrejetur (NamruriiixucniiTc illum fingi,
ex hoc loco aperte colligitur. }Itaque veroiìmile erat, ea
obuios habuiífe aliquos fibiignotos nomines, qui eius
admiratipuichritudinem, vel fecumipfì, vel alios rogare
do d icerent. £¿¿e ejl i fía qu£ ajcendit de deferto i ld e ft, rur/e
atque agro: nam rus Hebrxisfsepèdefertum appellatili*.
StcutYirgHUfumu A ut vt ex Hebrseo ali;,Gcut columna fil-
mi, quod non tam ad corpo risproceittateméeclaraiì-
dam pertinet, quamadfragrantiam odoris. ltaqae odo*
ratiorem eam effe praedicant thure,atque myrrha, Qnod
Stìtem virgulam,aut columnam dicunt,ideò dicunt quia
thus,atque my rrha,&; id genus ali) odorati pulueres cura
igne fuppofitacrematur, vna cum fumo qui ex ipfis exirr
odarememittunt. Fu mus parrò-natura furfum, atque è
regione afeendens coltura ípeciem prac fe fert. Sed fpon-
íahosreuocatab tpfìus contemplatione,atque Iaudibus,
& ad viri fui prxítantiam contemplandam, &; cekbran-
dam potiùs cormertit. Itaque dicit. Enleóìu'.um Sclomoms,
Nam hace verbafpanfcc eiìe,dubit3ndumnon cumquibus
illa verbisincaelumfertc*pes cultum,pulchritudinem vi-
ti fui, quemnon kmperfonatum induck, fediùo illum,
èc proprie nominc^otar,Solomonem ipfum appellane,
eaquecommemorans,quse Solomofìem habuiflecon-
ftat èiibris RegumvExquoiatehigiturSolomonis per-
ionam verían in hoc carmine, non quod defe, aut vxo-
*e Tua proprie haec ièripferit Solomon % neque qu©d fuos
amores
175 CANTAR DE LOS CANTARES

exponer sus amores si bien ilustres, pues se escribe que la amó mucho; sino
porque bajo su persona y nombre, en la cual persona y nombre sabía por ilu-
minación divina que desempeñaba la persona y nombre de Cristo, quisiera
usarlas para iluminar con estas imágenes al amor inmenso de aquél para con
los hombres. Así, pues, dice: Veis, el lecho del mismo Salomón; sesenta valientes
están en su cerco de los más valientes de Israel Como si la esposa, vuelta hacia los
que la admiraban, les dijera: "vosotros obráis injustamente o al menos inconsi-
deradamente, porque mirándome y admirándome solo a mí, pareeéis casi olvi-
dados de mi marido que vuelve conmigo y es mucho más excelente que yo, a
contemplarlo su mismo aspecto externo habría debido dirigiros. Y así, prime-
ro recuerda muchas cosas de la majestad de su lecho, después de la obra admi-
rable y exquisita del trono real, por último tanto de la magnificencia de ador-
no cuanto de la prestancia de forma del mismo rey. Y consta incluso por las
palabras de Cristo?, que Salomón acostumbró a vestir muy exquistia y hermo-
samente. Veis, el lecho del mismo Salomón; sesenta valientes están en su cerco de
los más valientes de Israel. Todos ellos tienen espadas; guerreadores sabios, la espada
de cada uno sobre su muslo por el temor de las noches6. Sin embargo no se ha de
omitir en este lugar la propiedad del lenguaje hebreo, aunque ciertamente im-
porte poco para la exposición ruda en la que ahora estamos, haberlo notado;
pero no poco se refiere a la verdadera sentencia, de la que hablaremos después.
Pues lo que el antiguo intérprete rectamente vertió: Todos ellos tienen espadas,
si lo interpretamos letra por letra, en hebreo es, todos cogidos o aprehendidos
con espadas, puestos los verbos en pasiva por activa a causa de la enálage; des-
pués diremos en su lugar cuánta fuerza tenga esto.

Se sigue: Litera hizo 7 para sí Salomón de los árboles del Líbano. Jerónimo
entiende que se puso litera en vez de cierto tipo de lecho, portátil y llevadero,

5 Mt. 7. No se encuentra en ral sitio.


6 La espada, pendiente del cinturón, cae sobre el muslo, para poder desenvainarla y manejarla fácil-
mente.
7 El P. Merino pone «litera», aunque el manuscrito trae «obra» porque fray Luis en los NC usa esta
palabra traduciendo este verso. Como vemos, aquí fray Luis dice fercuíum «litera». Por lo general, es raro
que sirva esta Explanación para cuestiones de lecturas; aquí sí.

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T E RT IV M. 175
amores quamiusiliuftres, nam eximianllamadamaüUre
fcribitur, aliquo modo ftuduerit exponere , fèd quod
fu a per fona, arque nomine quainpcxfona, S¿ nomine
diuiaitùs cdodus feiebat, fulhnen perfonari% & nomea
Chnfti t vti voluerir ad i.lius erga nomines iminenfum
amorem, hisirruginibusaiumbrandum: igitnrinquir.
Bn lt£kwMm So oMotìis fcxa¿m*a fmes ambtunt exfomjùmh
JfracL Qvjñ ad illos qui Ce admirabantur fponfa con-
nería cucareis, iniuftèvos, aut certe inconfideratè faci*
tis, quod Rae vnam intuenres , 3¿ admirantes viri mei
mecurn vna reuertenris, de multò me praiítantioiis pe*
ne ooliti videmini, quem tamen ad^contempiandurn,
vcl ipfc externus iìlius culms vos connettere debuiifet.
Itaqucde ledali eìus maieftate primam : deinde de regii
foli; exquifito, &admirabiliopere:poftremò deipilus
regis,càm ornatus magniti centia, tùm forma; praeftantla
multa commemorar. Conftat potrò velex Chrifti ver-
bis apud Matthaeüin feptimo,Solomonéin exquiiitifsi- Matt.jl
ilio Se- puleherrimo vellitu vfum fuiife. E» Uftdum So*
iotnomsfcxaPÌKtafortes ambtunt ex foriibm ìfracl^mnes te-
ncntes^àìumi&nàbcU&dQSitfitmiyìnwfiu ufque enps fuper
fjsmttr fiM.n proj>ter timores notturno^ Non eft tamen hoc
loco Hebraici fermonis prsetcrmittenda proprietas,
quam adnotaffe, rame! £ ad nane rudem, in qua nunc
iniiftimus,expofirionem parumcerte perrineati- tamen'
ad veram fententiam de qua mox difturi fumus, non
parum contuletit. Etenim quod vcms interpres re&è
vertit Omncs tenentes gladios, il verbum interptetemur
è verbo, in Hebrxo eft, omnes capti ime apprehenfi
gladijs^enallage verbi paísiui pro a&iuo:quod quam vim
habeat, fuo poftea ioco dicemus fequitur Fercuhm ft*
cttfibi Rex Solomonde Ugnìs libarti, FerculumHieronymus
pro letica; quodam genere pofuuTe intelhgendus cft,à
gtftah-
176 CANTAR DE LOS CANTARES

porque en él eran llevados los hombres y mujeres ilustres. Pues el hebreo Api-
rion se dice ser un lecho gestatorio8, aunque sobre él no hay suficiente acuerdo
entre todos9. Así, pues, la litera, sea una silla gestatoria o un trono real que se
dice fue hecho de árboles del Líbano, debe entenderse que estaba hecho de ce-
dro, el cual es llamado árbol del Líbano, porque el cedro del Líbano era muy
noble, Las columnas de ella hizo de plata, el su techo de oro. En hebreo Raphida,
lo que otros vierten "empedrado" y con ello significan un pavimento como de
litera. Pero ciertamente Raphida proviene de apoyar y dar. fuerza; por lo cual se
vierte más rectamente "reclinatorio" que "pavimento", fuera de que la misma
manera de la arquitectura no permite mucho que el.pavimento sea de oro. Y
pienso que aquí se dice reclinatorio a los laterales y dorso de aquella silla, que
estaba dentro de la litera, los cuales son más eminentes que el resto de la silla,
y en los cuales, los que están sentados, reclinando el cuerpo y apoyados en el
codo muchas veces se recuestan. En español el recodadero y respaldar1®, de don-
de rectamente se sigue: el recodadero de púrpura. Pues recodadero en este lugar
es aquella parte de la silla, en la cual se sienta uno dobladas las rodillas; así di-
cho por Jerónimo, porque el que se sienta como que sube a ella11. Que lo cual
es así fácilmente se entiende de la palabra hebrea, en cuyo lugar se pone, pues
mercab sacado de sentarse o cabalgar propiamente significa efoTrmof, esto es,
silla de caballo12. Por el entremedio, amor por las hijas de Jerusalén, amor es el
mismo Salomón sentado en la silla. Pues así le llama figuradamente y en cos-
tumbre amatoria, y dice que es amado por las hijas de Jerusalén, esto es, por
las mujeres solimitanas, porque en realidad fuera amado o al menos porque
fuera digno de ser amado, y así le parecía. Sin embargo otros vertieron apta-
mente casi según la misma sentencia: "y él subiendo tiene la mitad" o "corí-
sumido en amor por las hijas de Jerusalén". Pues el hebreo Razuph es ambiguo

8 El P. Asensio acepta esta interpretación de fray Luis como la más acertada,


9 La palabra ferculum significa ditera, coche, carroza, silla de manos, peana o andas», como son en
las que llevan las imágenes de los santos en las procesiones, o lo que sirve para llevar o ir de una parte a otra.
Eso significa el hebreo appirion o tálamo; bien que por no hallarse en otro lugar de los libros sagrados, le
han aplicado otras interpretaciones, que no son tan oportunas, para significar el misterio que aquí se trata
(nota del P. Scio).
10 Texto castellano incluido en la explicación latina,
11 La idea de subir viene dada por la palabra latina ascensus, que está por recodadero.
12 Nácar y Colunga; «(obra) dilecta de las hijas de Jerusalén».
i7í I N CJ P V T
gettando, fcilicet,& ferendo,qnòdeo illuftiiorcs viri, at*
quefoeminasgeüarentur. NarnHebraicum^inSK Api-
rion,le&ulusgefíatorius eíTe dici tur, quanquà de co non
íátis ínter omnes conuenit. Ergo íiue ferculum fella ge-
íbtoria fisime regalh ihronus quod è lignis ììòanifuifiè
dicitur, intelHgidebet coníUtiíie è cedro, que appeliatur
lignum libani, eo quod Libanotica cedrus maxime eflet
nobilis. Columnas fecít argénteas^eciinttQìiumùwéum. He-
braice vxv&i Raphida,quodalijítratunivertunt,eoquG
ílgnifícant ie&ica; velmipauimentum. Sed certe HT61
Raphida à fulciendo &¿ roborando ducitur : ex quo re*
dìùs recÍinatorÍum,quam pauinientum vertitur:praeter-
quam quodipfa archite&urae ratio pauimentum, vt atf-
reum íu,nOnfatiscertepermittit. Redinatorium porrò
hic dici puto eius iella;, qua: intra le&ìcam erat, latera ar-
que dorfum, quas teliqua fede eminentiora funt, &: qui-
bus qui fedent^reciinato faspècorpore, cu bitoque innixi
incumbutit HiípaneíRecodadero, y refpaldar : vnde're-
€tc fequitur.trafctnjum pw^ttreitm. Nam afcèTus hoc loco
cft ea fella? pars, in qua flexis poplitibus fedetupfic dicta à
Hieronymo quod in eam qui fedet,veíuti afcedat. Quod
ita eñe facile inteíligitur ex Hebraico, cüiuslocópoñi-
tur, verbo: nam :D"JO mercabjabiníiderejautinequita*
re du&üm proprie íigriificat wnnmr ideft,equifcliarm
Medium autem chámate coníiramt fropter filias Hteiufalem^
charitas autemeft ipfeSolomoniafella fedes. Sicenim
illurh appellar figurate &c amatorio more, ipfumq; ama-
ri dicitàfiliabus Hkrtiíalem,ideft,aSoÍ3rmítaníifami-
tiis, vel quod re ipfa amarctur, vel certe quod amari di*
gnus €Ífet, fibique ita víderctúr. Quòd tàmeri alij fere in
tandem íententiam aonincptevcrt¿rünt,& medium tc-
rtct ipfe accenfu&,£eu combuítusamoreobniias Hierú-
ádem. EñcnimHebraicum rnjtt Razuph ad v tram que
fenten»
177 CANTAR D E LO S CA NT ARES

para ambas sentencias, aunque ellas significan que las mujeres son amadas por
Salomón13. Jerónimo entendió que él es amado por las mujeres. Y es creíble
que ambas cosas fuesen verdad, en el verdadero y señor Salomón son verdad
ambas cosas, de lo cual se hablará en su lugar. Pero puesto que recordó a Salo-
món sentado en su adornado trono real, prosigue más en lo mismo dirigiendo
su palabra a las mujeres de Jerusalén, y diciendo: Salid y ved, hijas de Sión, al
rey Salomón con la corona con que le coronó la su madre14 en el día de su desposo-
rio, y en el día del regocijo de su corazón. Con el nombre de corona o de diade-
ma según la costumbre de hablar de los hebreos suele significarse el apto y ele-
gante cuidado de todo el cuerpo15. Y ello, en el día del desposorio, fue sacado
de la vida común. Pues en el día en que uno se casa se adorna con más cuida-
do; y estuvo en la costumbre de los antiguos el que los esposos se casen coro-
nados. De donde aquello:

Y éste con corona candidamente


suntuosamente vestido 16.

Pero ¿por qué dice que ha sido adornado por la madre? ¿Acaso porque por
el arte y el trabajo de su madre, esto es, de Bersabé, antes de que muriera Da-
vid, lo declaró sucesor del reino, dejados a un lado sus demás hermanos, aun-
que mayores17? O ¿más bien porque esto, como también todas las cosas ante-
riores, conviene con la costumbre de los hombres? Pues el día de la boda todo
lo que se refiere al adorno de los cónyuges, suele ser procurado por sus ma-
dres. Yo al menos lo creo así, pero sé que muchos, de quienes no puedo disen-
tir porque los amo y estimo mucho, quieren que todo lo que sigue, desde
Veis, el lecho del mismo Salomón, sea dicho no por la esposa, sino de la esposa
por aquellas espectadores que, poco ha admirándose de la fragancia de su
olor, dijeron: ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo? Pues
afirman que, estupefactos con el milagro de su hermosura y apenas dueños de sí,

13 El Diccionario de la Lengua define «recodadero» como «mueble o sitio acomodado para recodarse».
14 Acostubraban antiguamente ios esposos llevar una corona sobre la cabeza (Is, 61, 10), puesta por
sus madres.
15 Prov. 1, 4-9. En la Exposición dice que «corona» significa también «reino y mando», por ser ésta
insignia de los reyes.
16 Plauto en Casina.
17 En la Exposición trae la cita: 3 Reyes, 1.

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T E RT I V M. 177
fententia ambiguum;quaquam ij amari a Solomone foe*
minas lignificanti: Hieronymus ipfum amari àfceminis
intellexit. Credibile autem eft vtrumque verum fuiííe, in
vero certe S¿ wf «£$Solomone verum vtrumque eft: de
quo tamenfuo loco dicetur. Sed quoniam mentionem
intulit Solomonisin folio ornatu regio fcdentisjidlatiùs
exequituradHierofolymitanas foeminas fuam orationé
conuerrenSjatque inquiens. Eg*edimintpine Sionj&yìdetc
Regem Solomonem cum corona>qua coronamiillum mater/m in
die dcffonfattomstlliuSs &\rtàie \&t\ù& covati ehs* Diademati*
aut corona; nòmine Hcbnxorum loquendi coníüetudi-
ne omnis corporis cultus elegans, atque aptusfignificarirranttrA»-
folet.Illud autem, in die dcfponiatk>nis,ex communi vi-
ta duftum eft, Namquo die quis vxorem ducifccultiùs
ornatur : Oc fponfos coronatos inixc nuptias,,in more
prifcórum fuit.Ex quo illud.
• Htc autem cum coron&candtdc rkut. m
Lautfoeflitus— ^T*
Sta cut a matre orna tus dicitur f An- quia matris, ideiti
Berfabeas opera &:raduftria,.Dauid antequam more-
retur, regni fuccelTorèdeclarauitipfum,cseteriseius fra*
tribus,quamuis natnmaiòribus pratfermifsisivel petiùs
quia hocficuti Se fuperiora omnia accommodàtum eft
adhominummorem? Nam nuptiarü die qualunque ad
coniugum ornai um attinent,abeorum matribus curari
folent. Ego quidem certe ficfentioj nonnullòs rame effe
fcio,àquìbusípfe, quod eos & amem, 6¿ plurimi faciam
diflentire. no poifumjqui ab ilio. En leàluium Solomomsyqnq
fequütu* vniuerià?no ab iponfa, fed de fponfa dici volür,
ab ijs fpeftatoribus, qui modo eius demirati odoris fra-
grantia dixerút. Quz efiiíla qu£ afeeditde deferto•pattlfirguìa
fumi Ipfosenimaffirmantpulchritudiniseius miraculo
obftupcfados, ac vix animi copotes, quidquid aut ipfo*
M min
178 CANTAR DÉLOS CANTARES

pusieron en ella todo lo que puede ser considerado hermoso a juicio del vulgo
o al de ellos mismos; y que la nombraron lecho y litera de Salomón, en lo que
se refiere al aspecto, y así dijeron: Veis, el lecho del mismo Salomón. Esto es, ésta
es el lecho, lo más hermoso que puede haber; ésta rasamente disputa con aquél
en hermosura. Pues no le conceden tanta dignidad y trabajo de guarda noctur-
na a aquél, cuanto a ésta que cubrió el decoro en todo, en los ojos, en las meji-
llas, en la boca y todo el cuerpo. Y la litera que se hizo Salomón para ser con-
templado con insigne artificio, puesto que en la cual, aunque adornada con
oro y piedras preciosas, el arte pugna con la abundancia, ¿acaso no pueda
compararse con la hermosura de esta mujer? Pero esto hasta aquí. Ahora de
nuevo comencemos desde el principio, o mejor tejamos la exposición de la
verdadera sentencia, interrumpida en el capítulo inmediatamente anterior.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

En el mi lecho en las noches. Lo que con aquellas palabras: Hijo, al acercarte


al servicio, prepara tu alma para la tentación L8, se denuncia que ios que quie-
ren vivir piadosamente, sustrayéndoseles a veces Dios y no impidiendo el ac-
ceso y el ataque de los malos, para probar el amor de ellos para con él, serán
agitados muchas veces por la tempestad y como por las olas de las adversida-
des; para ello todos se deben preparar, no solo los que comienzan a dar culto a
Dios, sino también los que avanzaron en su amor o son ya plenamente perfec-
tos. Pues no tanto la sombra acompaña al cuerpo puesto en la luz, cuanto las
adversidades persiguen a los que le siguen con piedad. Y en cuanto alguien se
conozca regalado con mayores dones de Dios, tanto más debe pensar que se
le viene y acerca una mayor y más difícil lucha que enfrentar. Por tanto, por-
que este varón justo que describimos o, mejor, el que descrito figuradamente

18 Eclesiástico, 2, 1.
í78 TN Q A.PV T
rommet, aut vuigüudiciopufchrumhabebarur in eam-
CÓferre:le¿tumque atquc ferculum Solomonis,quod ad
ípccicrn attiaet, nominare ipfamátaque diccre, EnttBuiu
Soídmónislá eft.Haecilie ie&ulus, quo nihil pulchrius ceri
{¡etur:ha?c piane cura ilio de pulchritudinecertet. Nec
cnim illi tantum dignìratisaddunt copia, opufque, &ex-
cubíxno&urnavquamiíhm vndiq; quàoculos,quàge-
aas>quà os atque corpus toturn conueftiuk decornerai
lum porrò quod Cibi Solomo fecit iniìgni artificio vifèn
dum,vtpotè in quo, quamuis auroatque gemmisdiftin-
ci^ars certet cum copia, num cónferri queat cum huius
pulchritudinefcemin^Sedhascha&enus. Nuncrurfusà
capire ordiamur, iìue potiùs contexamus vera: fententias
expofitionemproximèfuperiorc capite interruptam.
fi X P L A N A T I O .
TV leóIulomeoperncBem. Quod iliisverbis, fili
£ccU,z, ^ J j ^ ^ accedens ad feruitium Deiprseparaanimum
tuum ad tentationenyjs qui pie viuere volüt
denumiatur fore, vt Deo £e feinterdum fub-
trahéte, oc malorum ad-ipfos accclfuni & incurfum, quo
eorum erga fé amo rem probet, non impediente, rerum
aduecfarumtempeilatc, &tanquamfluftibus fepè agi-
tentunadid fé comparare omnesdebcnt,non folùm i;,
qui incipkmt Deum cole/e, fed eria illi, qui in cius amo*
re,aut profecerunt, aut iam piene perfecH funt. No enim
tam comitatur vmbracorpus in lucepoíltum, quam ad-
ueríi cafus fcquuntur eos,qui Ipil pietatem fequuntur.Et
quo quis in maioribus Dei dònis afifectù fé effe cognofeit
co cogitaredebet,inftareatq; impendere fibimaius ali-
qtiod èc dfficilius certamen^quod obeat.Ergo quoniam
virhic iuftus,que deferibimus, vcl potiùs qui à Solomo-
nefiguratedeferiptus iliuitratur, & in lumme colloca tur
ànobis r vtagnofcifacilè,atq$ conuenirià cunáis pofsitt
ergo
179 CA NTAR DE LOS CA JV TARES

por Salomón es ilustrado y colocado por nosotros a la luz, para que pueda ser
conocido y concertado por todos; por tanto, puesto que este varón justo dejó
los comienzos del amor y, colocado en un estado mejor y más perfecto, fue do-
tado por Dios de mayores beneficios de la gracia, por eso ya, lo que sigue, que
demuestre no ser indigno de tales beneficios combatiendo y actuando denona-
damente, aparece colocado en la batalla de la tribulación y como penando ba-
jo las armas. En el mi lecho, dice, en las noches busqué al que ama mi alma. Pues
se entiende que está colocado en la adversidad lo primero porque está en la
noche. Pues en el antiguo y figurado lenguaje de las Santas Letras, los tiempos
duros y penosos se significan con ios nombres de noche y tinieblas19. Después,
porque busca a Dios ausente. Pues aunque Dios siempre está en toda natura-
leza y siempre está presente en los suyos dé igual manera, sin embargo por
una propia y peculiar manera de providencia, ellos creen ver a Dios como
alerta a su salvación cuando está bien con ellos; así, vueltas las cosas al contra-
rio, creen que se aleja de sí y alejando su ánimo de ellos, creen que no quiere
guardarlos más o al menos cuasi lo creen, así lo dicen y se quejan20, cual es
aquello de David: ¿Hasta cuándo, Señor, me olvidarás para siempre, hasta cuán-
do apartarás tu rostro de mí?21 Por lo cual no hay duda de que se diga está en
males éste del que se dice que colocado en la noche busca a Dios ausente. Fue-
ra de que la misma cosa y la razón de vida de los buenos pedía que, el que hu-
biese sido llamado y elevado por Dios a un estado más alto de amor y el que
siguiendo esa llamada, dotado con mayores bienes de gracia, recogiese en su
ánimo más fuerzas y fortaleza, luego fuera sacado a batallas y se juzgara de su
paciencia en superar los males, y de su valor en superar la tribulación. Más
aún, si atendemos a las cosas que antecedieron a este capítulo, veremos claramen-
te que este varón justo esbozado bajo esta persona de amante, le llegaría el peli-
gro de las pruebas, esto es, de tolerar trabajos y adversidades, que ya antes había

19 De esta palabra ha sacado título san Juan para su libro Noche Oscura, que él mismo define (cfr.
Obras, 649).
20 Fray Luis parece hablar aquí por propia experiencia.
21 Salmo 12, 1.

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r E RT IV M. t79
ergo quoniam lue viriuftusincunabula illaamoris defe-
xuit, ¿e in meliore &C pcrfe&iori ftatu locatus, ampìiori-
busgratiaebeneficijs arie ¿tus àDeoeft,ideòià quo d fé-
quitar, vt ftrcnuè agendo atque certando fé ijs beneficijs
eue nonindignumdemonftret, induciturintribulatic-
nisacieconftitutus,&tanquamfubarmislaborans. inie-
¿?#¿o,in q u i t a r noBem (putput^tiem àtligit anima mea. Na in
aduerfìs effe intelligitur primùm ex e© quòdin no&e
eíl.Ná figurato fanáarum literarum,& arcano fermone*
aipera & aerumnofa tenapora,nodis Stenebrarvi lignina
cantar nominibus. Deinde quòd Deum abfentcm qua>
rit, Naiuquamuis Deus in ornai natura femper fìt, fuifqj
Ììiniliter femper adfir, propria & peculiari prouidendi ra-
tione,tamen ilìi quemadmodumeum ipiis bene eíl,Deü
velutiexcubantem infuamipforumfalatem videre £ìbi
videntur, iìe rebus in contrarium conuerfìs, auerfum rp-
fum à fé exiftimant, &c abalienato ab ipfis animo, cuño-
diré ipfos amphàs noile arbitrantur, aut certe quafi arbi-
trentur,ita praedicantatqueqaemtui : qualeeftilkidDa-
uidiSjVfqueqito Domine obliuifceris me in finem, vf Tfalm^z
quequo auertis faciem tuam à meJQuare non eft cur du-
bitemus, quin in maiis dicatur eíTe is de quo dkitur r ip*
fum in no&e conftitutum requirere^bfentemDeum,
Pranerquam quod ípfa res & bonorum vitas ratio po£
cebat,vt qui vocatus effet,atque fublatus à Deo ad altio-
rem amorìsgradumjquiq; ei vocationi obtéperans, ma-
kwibus gratise boni* affedus plus viriü, atque roboris in
animo collegiffet, ftatim educcreturinadem, & deeius
in iuperanda tribulationefireni*kate?&;in ma lis patieiv
tia agerctur. Imo íi adea qua? hoc caput antecefferuni
attendimus ,. haud obicurè videbimus hunc fub iíla
amatisperfonaadumbratum iuftü virumiñimincrcfibi
fíobationum^idcí^UboEum tolcrandorum, & aducría^-
M 2, ium
180 CANTAR DE LOS CANTARES

previsto y que tan pronto como se vio llamado por Dios, esto es, ser engrande-
cido con los mayores bienes, comenzó a temérselo, y se preparó para las cosas
tristes y duras que después vendrían.

Pues ciertamente esto se trataba con aquellas palabras: Tomadnos las raposas
pequeñas, destruidoras de viñas. Y también con aquellas: Hasta que sople el día y
las sombras huyan; tórnate. Amado mío. Pues el que temiera las insidias de las
raposas, esto es, de los enemigos invisibles, como dijimos, y el cjue rogara a
Dios, que acelerara la vuelta al acercarse las tinieblas era porque de los nuevos
y mayores regalos de la gracia, con los que se sentía regalado, Conjeturaba que
se acercaba ya y le era inminente algún peligro de tribulación; y en proporción
con la gracia recibida de nuevo, veía que le llegarían mayores batallas; y cuan-
to más le era infundida la luz de la gracia, tanto más claramente veía que se
acercaba ya la noche de los males envuelta en tristísimas tinieblas, la cual dese-
aba pasar juntamente con Dios. Y así, los males que entonces se dijo temía,
ahora se dice que cae en ellos, cuando yaciente en el lecho aparece rodeado de
tinieblas y buscando la ayuda de Dios entre las tinieblas. Y no hay que recusar-
le, que tuviera la suerte común de todos los santos, y se mostrara a Dios y pro-
bara con la tolerancia de las adversidades. Por lo demás, aunque ello sea co-
mún a todos los santos, sin embargo se ha de saber que interesa mucho la
manera y lugar como uno es probado. Pues los principiantes, porque tienen en
sí cierto amor de virtud, pero no un hábito y uso firme de ella, son empujados
con blandura, para que en el mismo comienzo del crecimiento, cuando toda-
vía no echaron raíces bastantes profundas, tratados con aspereza caigan por el
peso mismo de los males; y así, los males presentados hieren a éstos como con
la mano, pero a aquellos que tiene el estado de los aprovechados los atacan con
más dureza, y combaten con todas las fuerzas y en batalla formal contra los
perfectos. Lo cual nadie piense que ha sido fingido por mí; en este cantar y en
i8o IN CA P V T
rum rerum difcrimen iam antea preludine, atque vt pri-
mùm vocari fé à Deo,hoc eitaugeri maioribus bonis vi-
di* iibi metuere ccepiiTe,atquead mox fequutura acerba,
atque triftiafecomparafle. Namprofedò hoc illis ver-
bis agebatur,d/?/ftf nobis^ulpes pantufas qu* demol'tiwtnr "V>
neas, Jtemqueillis. Donec ttpìrtt dies & mcl'mentHrmymbr£,
reverteréMeóiemt. Namquodvulpiüboceft, vtdiximus,
inuifìbiimtnhoitiuminildias aietueret,quodquc Deum
prccarctur, vt aducntantibiis tenebrisreditum matura-
rct, ex co «rat, quia ex nouis de maioribus gratia; donis,
quibusfeaffedurncifc fentiebat,coniedüra colligcbat
imminere(ibiiam^inftaretribulationis periculum ali-
quod : & pro portionefibide nouo collata; gratiae maio-
ra (ibi prselia futura videbat:&: quo maius illigratie; lume
infundebatur, eò clatiùs cernebat aduentantem iam tri-
ítifsimis tenebris inuoiutam malorum nodem, quam
ducere vna cum Deo cupiebat. I taque quae metuiife tue
didus eítmala,inijs nuncincidiífediciturjCum inledu-
loiacens,&: tenebris circunfufusinducitur,¿£ intcr te-
nebras Dei opem requirens. Nec vero recufandum illi
fuit, quincommunem fandis omnibus fortem fubirer,
fequeoftentaretDeo, atqueprobarettolerantia aduer-
forum.CgEerùmquamuisid iit cummutje omnibus fan-
diSjtamenfcLendumjeftplurimüínterciTequo quis pro-
betur modo atq; Loco.lncipietes enim, vtpotè qui amo-
rem quidem virtutis aliquem in fe fehabean^firmum
tamen illius vfum, atque habiuun non habeant,lcuius
impelluntur,neinipfo adolcfcendi inìtio, cumnondum
Ìàtis alte radicesejgerunt^afperiùsaccepti pondere ipfo
malorum obruantnnitaque hos malaipfafufpèfa veluti
manu feriunt:in eos vero qui proficientium ordinem
tenent,acriùs incurfant :aduerfus perfe&os porrò iufto
prailio, & omnibus copijs decertant, Qupd ipfum ne
qais
181 CA NTAR DÉLOS CANTARES

esta exposición de los amores divinos ciertamente es expresado de forma figu-


rada como todas las demás cosas, pero con mucho cuidado y diligencia. Pues
para que se entienda que en cada uno de los estados de la vida espiritual, que
dijimos eran tres, los buenos soportan las tempestades de las tribulaciones, por
eso tres veces aparece la esposa entristecida y quejándose22, porque estaba au-
sente su esposo; primero al comienzo del cantar, otra vez en este lugar, por ter-
cera vez en el capítulo V. Y que ello siempre suceda, cuantas veces con mayor
gracia regalados por Dios aquellos son llamados a un estado más alto de virtud
y caridad, así es claro en este cantar, que no necesita explicación. Pues cuando
por primera vez la esposa comenzó a amar, luego se decía angustiada, esto es,
en el mismo comienzo de este libro; y la misma, cuando llegó al segundo gra-
do de amor, esto es, en este lugar de que tratamos, de nuevo aparece doliente;
y otra vez después cuando se hizo más perfecta en amar, se aflige muy grave-
mente.

Pues después ella: La voz de mi querido llama: Ábreme, hermana mía, esposa
mía; con las cuales palabras se describe la llamada y ascenso al más alto grado
de amor, a continuación sigue: Abrí el pestillo de mi puerta, pero élse había ido y
se había pasado; busquéle y no le hallé; llámele y no me respondió; y de nuevo
aquello: Halláronme los guardas que rondan la ciudad; hiriéronme y tomaron mi
manto23. Por lo demás, es también admirable cuan apta y elegantemente se sig-
nifica en este cantar, que no de la misma manera son vejados todos, sino que
tienen luchas dispares, más ligeras las de los principiantes en amar, más graves
las de los aprovechados y perfectos en el amor. Pues a su comienzo la esposa de-
cía dolerse de que su esposo la hubiese dejado sola, y hasta ahora se duele de
que permaneciendo ella en casa y testificando con palabras el deseo de su áni-
ma, nada padeciera de modesto fuera de esto. Pero aquí, cuando ya hace el pa-
pel de mayor y más perfecta, incluso saliendo de casa, se dice recorrer toda la

22 Cfr. Onís, III, 184-85.


23 Cfr. Cap. V de este Cantar.

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T E RT ì' V M. \%\
ijuisfingià me putet in hoc cannine, & in hac diuinorü
amorum expofitione,figuratequidem vt cantera omnia,
fed tamen accurati&imè & diligentifsimè exprimitur,
Nam quo inteliigatur per fingulos fpiritualis vita; gra~
dus,quos effe tres diximus, bonos fubire tribulationum
proccllas,idcircòterinduciturmcercns, fe que ex e rucias
iponfa,eo quod effet abfens vir fuus: femel,initio carmi-
niSjiterum hoc loco, tertiò infra capite quinto. Idporrò
fcmperaccidere,quotiefcunque maiorigratia donati à
Deo ilii ad altiorcm virtutis &c charitatis gradum^ocan-
tur,ita perfpicuumeft in hoc carmine, vt expofitione no
egcatNam cum primum amare fponfa coepit»ftatiman-
gi di&a eibhoc eft in ipfo exordio huius libri : eademquc
vt ad fecundum amoris gradò peruenit, hoc eft, ifto quo
deagimusloco, iterumdolensinducitur : & rurfusinfra
pofteaquamperfeftiorinamandoeffe&aeit, foliicitatur
grauifsimè.Nampoft illa, Vox dile&i mei, aperimihifo-
ror mea,fponfamea,quibus ad altiisimum amoris gradii
vocatio & afeenfus defcribitur,contìnuò fequitur,Pefu-
lum hoftn mei aperui,at ille declinauerat,atque tranfiue-
rat, qusefiui illum, Se non inueni : vocaui, &: non refpon-
dit mihi : itemque illud, Inuenerunt me cuftodes quicu-
ítoditant ciuitatem,percufíerunt me, & tulerunt pallium
meum. Cxterùm noneadem ratione vnmerfos vexarij
fed efíeeorü diípariacertamina leuiora amare incipien-
tium, profìcientium ùvamore, &¿ perfecloruni grauiora,
mirum etiam eft,quamaptè in hoc carmine,& quam eie
ganterfignificctur.ln principio enim eius dolerediceba
turfponía,quod fé folam reliquiflet fuus vir, & hacìxnus
dolere, vt domiipià manens, ¿¿ animi fui defidcrium ver
bis teftificanSjnihil preterea molcfti pateretur. Ar hic vbi
iam maior acque perfe&iorperfona agitur, etiam domo
egreffa, totam vrbem obijlìe, magnumque in inquirédo
M 3 ilium
182 CANTAR DÉLOS CANTARES

ciudad y soportar gran trabajo en su búsqueda, y soportará el más grande tra-


bajo en mucho, cuando sostenga la imagen perfecta del amante. Pues llevada
por la mayor ansiedad de ánimo y fuera de la ciudad de noche, como cayese
en las guardas de la ciudad, despojada y habiendo recibido bastantes golpes,
escapó de ellos malamente castigada; de lo cual hablaremos, cuando se llegue a
ese lugar. Y si alguien me pregunta la causa, de que en el mismo principio de
una vida honesta y en el comienzo de cualquier grado de esta vida, o al menos
poco después del comienzo, los justos sean entregados al tormento y a la veja-
ción de los males de las tribulaciones; a éste yo respondo, aunque entiendo
que a veces acaece de otra manera, y que las tribulaciones y luchas de los bue-
nos se trasladan a otro tiempo, pero porque es más frecuente que luego sean
probados, respondo que ello sucede, porque todas estas llamadas y subidas a
cada uno de los estados de amor abundan en gran abundancia de dulzura ce-
lestial. Pues Dios trata con blandura en cierta manera a los que llama a sí, y los
deleita con grandes delicias espirituales. Y así, como estos principios de vida
santa y de todas su partes estén llenos de placer, y como cubiertos de miel, si
además todo lo que sigue viene plácido y tranquilo a los justos según la sen-
tencia del ánima, sería peligroso que llevados al amor de Dios por el excesivo y
perpetuo placer, e incluso midiendo todo el quehacer de la virtud por el placer
y la utilidad, no seguirían tanto en el amor mismo cuanto los placeres venidos
de él, y se amarían más a sí que a Dios; de lo cual también se deduciría que
aquel impulso de Dios de inflamar a los hombres en su amor, no solo caería en
la nada, sino haría lo contrario de lo que Dios se había propuesto24. Pues como
Dios, al infundir el placer y dulzura celestial, obre de manera que nos invite a
amarle delicadamente, si nos acostumbrara para siempre al placer y a la dul-
zura, con lo mismo que nos alienta a amarle, nos rechazaría y haría alejarnos
de lo que busca, del amor verdadero y delicado, y en el cual Dios solamente es

24 Punto teológico vital en el cristianismo y en la mística ele fray Luis. Dios en la creación busca su
propia gloria.
tu IN £ A P v r
ilium diciturlaborcmftUcepifTe, atque eum multo ma*
ximu:n,poftea cum pcrfe&è amantis imaginem mftinet.
Namprcetexvrbisloca no£tu,& imxiou anxietate ani*
mi obira,ia cuftodes vrbis cum ìnciduTet, fpoiiata,$c
plagis aliquoc acceptis, male abipfí$¿nui&ata difcefsit;
ijcquo cum ad id loci pementufuerir,dicemus. Quodfi
quis à me quaerat cauGm, quare inipiò hoaeíhe vitas de-
gendae, Se in cuiufque eius vita; gradus principio^ut^er-
tè pdulò poft prindpium vidimi!, maiis tribulationmn
vexandi,atque torquendi tradantur. Huic ego ,quarauis
inteüígam,interdum aiitcr euenire,eafque bonorum tri-
bulationes, eaque certaminainaliud tempns differii: ta*
taen quia faspiùsvfuyenitvtftatim probentur,refpo.n-
deo,id proptereafieri,quiavocaciones iftac omnes, Oc ad
Ciigulos amoris gradus a£cenfus,magna dulcedinis cacle-
(lis cojHaredüdant.Kablanditur quodámodo Deusillis
quos ad fé vocat, eofq; illeclat deiicijs fpiritualibus ma*
gnis. Itaque cum iftavitaeiàndsc,&: eius omnium par*
tium principia piena voluptatis, &: tanquam circunlita
melle ñaxfi praetcrea qua; fequütur,reliqua ex animi feti*
tentia iuftts placidaySC tranquilla eue^irent,periculum
eifet, ne nimia & perpetua volupìatc deceptiamorem
Dei,atque ad'cò ornile virtutis officium voluptate,atquc
vtiiitate meticnteSjia amando, non tam amorem ipiiim,
quàm qua: ex ilio funt commodafequerentur, fe que ipíi
potiùs amarene, quam Deumxx quo eriam fieret, vt illc
Dei in hominibus iuoamore inflammandis conatus, no
Ìblùm in nihilum recideret,fed vt contrarium eius, quod
Deo propoítfum£Íi,efficeret, Nam cum Deus in itifun-
denda cxlefti voluptate ,atquc dulccdine idagat, vt nos
adfcingciiuèamanduminuitet,eius li voluptatis atque
dulcedinis vfum jnobis perpetuimi daret, eo ipfo quo
sios ad fc amaadum aiUcit/epelleretj&ciraxc facerct, ab
co
183 CANTAR DE LOS CANTARES

amado por causa de sí mismo. El cual error y caída admitida al principio, y


después elevado y envejecido el ánimo por la llegada de cosas favorables y ale-
gres, destruiría sin duda toda la razón de una honesta y feliz vida. Por lo cual
convino que desde el primer momento fuera arrancado este error o, mejor,
que se le atacara antes de germinar o no pudiese echar raíces; y ello se hace
cuando los justos son arrancados de aquel celestial pero embebedor placer del
cuerpo, y cuando se les pone en trabajos y asperezas; con lo cual finalmente
aprendan la verdadera forma de amar a Dios, y no busquen otra .cosa de Dios
fuera de Dios. Y así como las semillas arrojadas y puestas en los surcos, si lue-
go llegan la clemencia del cielo y de la tierra y reciben brisas generadoras, he-
chas yerbas llegan temerariamente a mies; pero si los vientos aquilones sopla-
ran siempre y la noche les cayese encima, dan raíces hacia abajo, con las cuales
sostenidas y robustecidas producen mieses ricas en el tiempo oportuno; así
nuestro ánimo, después de recibir por primera vez las semillas de la gracia di-
vina dentro de sí, si no es oprimido por la mole de cosas ingratas y molestas, se
alegrará con vana alegría, y salido todo fuera de sí, será quizá una sensación de
piedad, pero carecerá de virtud y amará sólo lo que es bueno y placentero, y se
amará a sí mismo en vez de a Dios, la cosa más inconstante que existe o puede
ser dicha.

Por lo cual es necesario, que la adversidad siga a lo agradable, y que lo alegre


se atempere con lo triste, para que alternándose las situaciones, como con pesos
iguales a cada lado el ánimo equilibrado y no inclinándose a ninguna parte de
los vicios, siempre se mantengan en el deber. Y cuando ello sucediere, que el
justo esté en adversidad, ¿con qué ánimo diremos que estará o de qué armas
usará? ¿a quién acudirá? ¿cuyo auxilio implorará? ¿cuya fuerza llamará contra

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T.E R.T'IVM. igj
co quern requirit, amore^vero fcilicet, & ingenuo, & in
quo Deus rpiius fommeaufa diligitur. Qui error arque
iapftis primo admifíus, ac laítarum deinceps, ac fecunda*
rum rerum fucceffu altus & inueteratus ki anime om>
nern fine dub-io honeftíe acbeata; vitas rationem euerte*
ret, Quare oportuit,vt primo quoque tempore euellerci-
tur is error,vel potius vt obuiam ketur Ult anteqnam
germinare,aut omninò poífet radices agere : id autem
cfíiciturcumiuíll abftrahuntur,ab illa quamuis cileni,
tamen corpus quoque imbuente voluptatc, cumque in
laboribus Se in rebus afperis continentur ; quo fic taiv
dem diligendo Deum. vesam ratkmem addifeant, nee
quidquam aliud ex Deo praeter Deum quieràt. Et quem-
admodum fulcis mandata,atque commiffa ièrnina,fì ex*
li clememia ftatim atque terraa mandata funt,&: genitali*
bus autis excipiantur in herbam erTufa, non temere ad
frugem perueniunt :finautem Aquilonares venti folum
durarint, mxquefuptàceeiderit< deorfum radices agunf,
quibus firmata, ac roborataopportuno tempore vberes
fruges gignunt :ficnofter animus poftquldiuinap grati ce
feminaintra fé femelaccepit,nifi moletìarfi rerum, S¿ in*
gratarummole eomprimarur,lastitia exukabitinani, ae
extra iè totus effufus,fpeciefortafsis aliquampietatis pra?
fé feret,virtutis tamen eius expers cútr¿¿ Cibi benèaevo*
lupe effe id vnü amabit, fequepr© Deo diliger, quo nihil
poteft,aut dici, auteffeperuerfius. Quarenecefíe eít,vt
fecundis aduerfa fucccdant,&:triítibuslsera temperen-
tufc, quo eorualternis vicibus, quali v.trinque a>qnis pon*
deribus libratus animus?neutianiqae in vitiorum par-
teen inclinans femper contineaturinoftíío. Atcumíd
euenerit, vt in rebus aiperis verfeturvir iuílus, quo ani-
ino iìlumfutura, aut quibus armis vfurumdicemus^ad
^ufini.confugietkuiusimplarabicauxiliülcuius fibà ad-
H 4 uocabit
184 CANTAR DE LOS CANTARES

las huestes infernales y atacadoras de las tinieblas? Para los buenos y justos
(pues los criminales y malos cuando caen en males dignos de tal vida, ellos ve-
an la forma de actuar o cómo luchar contra los males, pero si al contrario se
esfuerzan alguna vez contra ellos y no permiten, preparados con todos los bie-
nes del ánimo, soportar maliciosamente y ser maleados por los males, y se de-
jan destruir por los males y la desesperación), así, pues, para los buenos y jus-
tos ciertamente Dios es su único auxilio y refugio en todo mal y calamidad de
cosas25. Pues en comenzando a irrumpir la noche de la tribulación, luego vuel-
ven su ánimo a Dios y piensan en él con todo su corazón, y más aún de lo que
antes acostumbraban a hacer, se ocupan en amarle; y están de tal ánimo con
él, que después de exponerle todo su asunto, y de haber colocado sus esperan-
zas solo en él, confesaron delante de él mismo y añadieron que entendían y
conocían, que ni les sucedían aquellas cosas sin su permiso, ni podían cam-
biarse las mismas a mejor sin su mandato, y finalmente le rogaron que quisiera
ya dejar de airarse y los tratara con más mansedumbre26, y afirmaron en primer
lugar que querían y deseaban sobre todo, que él tuviera una manera muy po-
derosa de su voluntad y gloria; después, casi habiendo delegado la preocupa-
ción toda de sus cosas, descansen con el permiso de Dios en la sola meditación
de la ley y promesas divinas, desprecien lo humano, busquen el cielo con la
mente, y se arrojen y escondan como en el seno y abrazo de Dios y, escondidos
y ocultos allí ardiendo en gran amor, no sientan ninguna mordida de los males
o al menos las soporten con blandura. Y si, lo que a veces Dios suele hacer,
no solo permita que sean vejados y molestados por los males, sino que él mismo

25 Lo dice fray Luis maravillosamente en Job (Obras, II 609).


26 Estamos acostumbrados a un fray Luis amante de la noche estrellada; aquí aparece la noche de las
tinieblas y de la prueba,cuando se desatan los humores melancólicos (Obras, II, 159) y el silencio desocupa
los sentidos.
184 I N QA<PVT
uocabit opem aduerfus infernas, in feque infurgcntes
acies tenebrarumíBonis S¿ ¡uítis viris certe. ( Nam fcele-
rati atque improbi cum in mala tali vita digna incidunr,
ipfividerintquidfib¿faciendumíit,autquomodo con-
tra mala nitédum, íi tamen HÜ nituntur vnquam contra,
ac non potius ab omnibus animi bonis flagitiofe impa-
rati ferri fe atque agi à maiis ñnunt, feque aegritudinibus
& deíperationi conficiendos permittunt.) Bonis igitut
atq; ìuftis viri*, certe vnus Deus pro auxilio, proque per-
fugio, in omni eotum calamitate, atque malo eft. Nam,
Víprimum noxtribuiationiscccpitirruere,ftatimfuum
animum ad Deum conuertunt, &¿ toto pectore illum co
gìunt,acplusaiiquanto,quam antea faceré erant foli*
ti,o ccupantur in eo aman do i eoq-ie funr erga ípfum ani-
mo , vt poftquam omnem íuara caufam ei expofuerunt,
poftquamque fpes fuas in eo vno collocane, profcfsi co-
rani eodeniipfofunt,illudqueaddiderunt,intelligc re fe
atque ,cognofcere,nec fine íiiius perrmífu illa accidifíe,
necfineciufdem iuíTu muran ea in melms poífe, ac de ñi-
que ipfum,mitiítsvt fecumagere,S¿ ira fe i iam defincre
vciit^deprecati fcint, illudqiiein primis affirmarunt, fe id
vnum maxime veUc^tquecuperc, fuac vt illevolunta-
tisatqae.gloriaepotifíiimam rationem habear,detnceps
quafi abiegita à fe omni rerum fuarum cura, Deoque
permiflam vnalegis, ac promiiTòrum Dei meditatione
ac'quiefcant,humana deípiciant^cselum mente petant:
feque veluti in fiaum atque complexum Dei conijcúnr,
atque abfcondant,inibique abfconfi atque delitefcen-
tes^&magnoamoreflagrantesymalorfimorfus,aut om-
ninò non fenrtant,aut certe le uifsimè p,erferant*Quod fi,
quod nonnunquamfaceré Deus folet, nontfolùm mole-
ftari ipfos ámalisvatquevexari fina t,fedipfe:fetquafiab-
alienato ab Ílüsaiiimofubtrahat,&: inftuercamplìùsin
eorum
185 CANTAR DE LOS CA N TARES

se substraiga como alejado de su ánimo de ellos, y no influya más con suavi-


dad y agrado en sus mentes, como solía, y los deje en mitad de la noche de la
tribulación sin consuelo2?, o así les parezca que son abandonados y arrojados
por Dios y despreciados, si ello sucediere, ciertamente pierden muy poco la es-
peranza o apartan su amor de Dios, sino que, lo que la esposa se escribe hizo
en este lugar, lo hacen más, buscan en el lecho, investigan en la casa, por las
calles de la ciudad, por las plazas y por todas las encrucijadas, siguen y dan
vueltas a todos los rastros, preguntan a los encontradizos, finalmente no dejan
nada sin hacer hasta conseguir su deseo, encontrar lo que buscan, esto es, por
ningún mal, por ninguna cosa molesta y dura son apartados de amar a Dios y
de esperar bien de él. Si son atacados por un mal interior y doméstico, buscan
solo a Dios, si se les ataca públicamente, perseveran en la misma afición de
buscar a Dios. Si una calamidad se añade a otra y unos males se desprenden de
otros, y si días lacrimosos y tristes siguen a luctuosas noches, ya sea breve el
mal con que son oprimidos, y metido dentro de las paredes domésticas, ya
más bien abierto y anchamente patente y perseverante por mucho tiempo,
aunque abrumados por todos los golpes de la fortuna, aturdidos para todo lo
demás, solo admiten en su sentido y ánimo aquel dolor que les es muy duro, el
que ya no aparezca aquella visión grata y amable de Dios, que antes lucía en
sus ánimos. Y así, se excitan y escrutan todas las tinieblas de su ánimo, y exa-
minan con mucha severidad todos sus hechos y dichos, y recorren todos los ca-
minos, con los que puede uno llegar a Dios, instan, ruegan, suplican, derraman
lágrimas, incluso se lamentan a veces dando grandes clamores y aquellas pala-
bras davídicas: Ilumina tu rostro: ¿Por qué apartas tu rostro de mí? No te apartes
con ira de tu siervo, repitiéndolas muchas veces perseveran hasta que, vuelto
Dios a piedad y clemencia, se les devuelve aquel interrumpido fruto de agrada-
bilísimo trato de Dios, y se les restituye. Del cual fruto, restituido y vuelto a ellos,

27 Esta idea recuerda la «noche oscura» de san Juan de la Cniz(Obras, 651).

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TE RTJVM. 185
corum mentes fuauiter &¿ mcundè vt foiebat, nolit,
cofquè in media trìbulationisno&efoiatiodeftitutos re
iinquat,autitaipiìs videaturreìmq«ifeàDeoi& abijci,&
pro deipeòUs habcri,id il eueniat,mmimè illi quidem>aut
ipem abijciunt»aut amorem fuum à Deo dimouent, icd
quodfponfa hoc loco fecifíe icribitur, idpocitis ipfifa-
ciunt,querunt in Ìc&ulo>domi perquirunt,per vrbis viast
perfora, perqué compita omnia, omnibus veftigtjs fc-
qiiunturiCircuncurfantjObutQsrogant,!^^! denique no
faciunt,quoad voti fuicompotcs erTe&ijid quodquosrüt,
inueniant : hoc eit, nullis malis, nuihs rebus molcftÌs4c
acerbis deterrentur ab amando Deum,beneque de jpfo
ípcrando.SidomeíUcQ atque inteftino maloinfcítamu^
vnum Deum requirunt. SipublicèinMlos infurgitur,in
codem Dei quaerendi iludió perfeuerant.Si calamitati ad
ditur calamitasj& alia ex ahjs mala nexa fequuntur, fique
kjituofds no&es excipiunt mcefti &c lachrymofi dies,imc
matum quo opprimunturbreuefit,& intra domefticos
parieres inclufutr^Gue apert um patiùs,lateque patens, Se
¿n longum temp.us perfeuerans^omnibus quarnuis fortu
nx teiis confoisi, ad estera ftupidi, vnum iílum dolorcm
ad fenfum adrnittunr,&: ad aniraumiuum.quemacerbif
fimum eapiunt, ex co quad fpecies illa amabilis & grata
Dei,quxinipforum animo elucebat antea^iamnufquam
appareat Jtaque excitar fe fé, & animi fuiomnes latebras
icrutantur, di claque fuá & fa ¿ta omnia feuerifsimè exa»
miuant, omnefque vias iniìftunr,quibus ad Deum perue
«ire quis poteft,inftant)pr.ecantur)fuppÌkancJ fletus fun-
dunt,[amentanturetiaminterdum)clamores,edentesma
ximos,illaque Dauidica:iilumina vultum tuuni.Gmaucr
tisfaciem tuamàmCvNedeclines in iraàferuo tuo, fa;-
piùs iterantes perfeuerant,*r{que eo.dum cóuerfo ad pie-
tacein 6¿ CíememümDeo,intermiffus Ule iucundif ima?
M 5 con-
186 CANTAR DÉLOS CANTARES

íben mayor placer aún que antes. Y así, encendidos por un nuevo y vehemen-
te amor, irrumpen en los brazos de Dios, y lo cogen muy estrechamente, y lo
esconden cuan íntimamente pueden dentro de su pecho, y no pueden ser
arrancados de él de manera alguna, y esto es lo que sigue: Asile, y no le dejaré.
Y cuando lo consiguen, no tienen en tanto sus trabajos y penalidades, y fácil y
verdaderamente se persuaden, cuando Dios les muestra ya aquella luz deseada
de su rostro, que en breve les nacerá el tranquilo y sereno día, disipadas pro-
fundamente las tinieblas de los males.

Sigue: ¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo? Aunque la
verdadera virtud no quiera parecer o ser celebrada por los hombres, sin embar-
go para que no pueda ocultarse a aquellos que más la desean, se muestra por
su mismo esplendor y grandeza de hermosura. Y así, incluso no queriendo se
presentan a los ojos de los hombres, y los conmueve de tal manera, que los que
no tienen ninguna parte de virtud, no pueden no admirarla. Pero interesa qué
grado de virtud sea. Pues la virtud incipiente, que se oscurece con muchas co-
mo nieblas, que están en el cuerpo acostumbrado malamente, y su luz se ate-
núa, no fácilmente descubre su esplendor. Mas la misma, en fortaleciéndose
un poco, emite rayos de su luz, y cuanto más se fortalece, tanto más brilla an-
chamente. Y así, cuando se trataba en este cantar de la virtud y amor de los
principiantes, toda la conversación estuvo entre las personas del esposo y la es-
posa, y toda aquella como acción de amor, desarrollada por ellos dentro de las
paredes domésticas, careció de dos personas, de un espectador y de un aplau-
didor. Pero ahora cuando ya se describe la virtud de los aprovechados, cuyo
esplendor no puede ser ocultado, además de las personas de éstos, aparecen
otros que, mientras admiran la hermosura de la esposa, nos enseñan que los
itf I N C JT V T
confuetudinis Dei eisredditur,& reftituiturfrucìus Quo
ex fru&u ipfis reftimto atqu e reddito , maiorenvetiam,
quam antea yoiuptaté capiunfclraque nouo quoda& ve
hementiori amore accenfiirmut in cóplcxus Dei, illum-
quear&etenentj&quápoíiunc intime intra fuüpe&us
rccondunr,. nec ab eo diuelli poíTunt vilo modo, & hoc
eli, quodfequitur.. Tenui' tllum,nequt dimhtamjà porrò vbi
aíTequuti funt labores & asrumnas fuas, no tanti faciunt»
íacilequefíbi&vereperfuadent, quando iam Deus op-
tatimi illud vultus fui lumen ipiìs oftendit breui futu-
rum, vt malorum fuorum tenebris penitùs difcuilis
tranquillus ipíls ©riatur,&; ferenus dies. Sequitur. Qu&
efl ÌÌÌAJ qua dfcmdit ficut Virgula fumi) Quamuis vera vir-
tus fe ab hominibus videri , aut celebrati non vclit:ta-i
men ne fimaxime cupiat, latéreeospofsii,abipfo fuo
ipiendore& pulchritudinis magnitudine prodkà. itaque
vel noiens in oculos hominum incurrir, eofque ita com-
mouer,vtquÌnulìamipilpartem vimitis habent : tamen
non pofsintillam non admirarLSed intereH, quis gtadus
virtutis iìt.Namincipiens virtus q> plurimis, qua* èprauè
aíTuerocorporecxiímnr,tanquánebuiis,eiusobfcuratur¿
&.inficitur.lumen,haud facile fuüfplendorem foris pro»
fcrt.Ateadévbialiauantulumadolcuitradicrseiiiittitlu-i
cis fua^quoque magis adoìeuikeo magìs late eniicat. Ita-
que in hoc carmine cumdeincipiemumvirtute & amo-
re agebaturintra íponfiv íponfaequepetfonas cmnis fer*
mo conftititjOmnifque illa amoris tanquà adio intra do
mcfìicos'parietes abhis perada duobus fpe&atore ca-
ruir,&; applaufore.Àt nunceum iam deferibitur proficie
tium virtus,cuius fplendoroccultari nequit:praiter ifto-
mm perfonaSjindiicumurali),quidum pulchritudinem
fponfaeadmirantur,nos doceantiüftos viroSjCum tovf-
que profeccrunt inamore Dci,y t in fecundo amantium
ordir
187 CANTAR DE LOS CANTARES

justos, cuando llegaron a tanto de amor a Dios que sean contados en el segun-
do orden de los amantes, comenzaron a servir de admiración a los hombres.
Los cuales hombres ciertamente, cuando ven a un justo tal que se dirige al cul-
men de la virtud en el estado pleno, primero se detienen y lo ven con más cui-
dado como examinándolo y habiéndolo reconocido, recuerdan que él no se
había dedicado así a la tal vida, y con las mismas aficiones con que ellos mis-
mos son retenidos, y que sirvió a semejantes deseos; y así, conmovidos por la
novedad de la cosa, preguntan de qué género de hombres sea aquél, que tan
presto haya sido demudado en un hombre nuevo, y diverso del que era antes,
cuándo o de qué modo abandonando los lugares horribles y incultos, en cuyo
estudio se detenía, haya subido rodeado de tan gran enjambre de virtudes a las
lúcidas y sublimes regiones de la vida celestial. En el cual género también su-
cedió muchísimas veces que los hombres dirijan más el ánimo en la considera-
ción y examen de estas cosas, cuantas veces ello sucedió, a ver al hombre cala-
mitoso y oprimido por grave fortuna, de cuya salvación ya habían
desesperado, y librado de todo mal y restituido de repente a su prístina digni-
dad, contra la esperanza de ellos. Pues ese cambio tan súbito de fortuna a me-
jor, conmoviendo sus ánimos y mentes con acritud, hizo que comiencen a co-
nocer y a entender que Dios se preocupa de las cosas de tal hombre, y que
piensen que un mayor bien se esconde en él, del que ellos nunca sospecharon;
el cual bien, mientras tratan estas cosas, les comienza ya poco a poco a apare-
cer y brillar desde el ánimo del otro de arte, que parezcan verlo. Y así, respetan
ya y veneran al que antes despreciaban, y no solo callados consigo sino tam-
bién hablando con otros expresan la admiración de su ánimo, y así dicen:
¿Quién es éste que sube del desierto como columna de humo? ¿Quién es éste, digo28,
que vago y errante y correteando poco ha la ciudad, tan súbito se ha vuelto alegre

28 Podemos ver aquí un auténtico autorretrato de fray Luis.

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TERTIVM 187
drdtnenumerentur,admirationÌhominibus effe in cipe-
te. Qui quidé nomines cu eiufmodiiaftumaltqucm con-
tendente ad virtutis culmen pieno gradii cQnfpiciut,coi*
fiftuatprimQ,atqueipfum veiuti nofeitantes diligentius
inípiciSt^eoq; agnito recordarux vitaeeidé,eifdemq; qui-
bus ipiltenentur lludijs illu nonitapridem vacaíTe,cupí-
ditatibufquefimuibu$ièxuijiTe;iraqucrei nouitate corno
ti per contantur,quo ex genere hommum,hc»m<> ille Cit9
qui tam fubitò in nouü,&ab eo, qui erat antea diuerfum
hominem fit demutatus,quando>quovemodo ea,in qui
bus ftudio dctinebarur,inculta,3£ hórrida locareünqués
ad casleftis vitas lucidas, 6¿ fubiimes regiones tanto virtu-
tü agmine circüfeptus confeenderit. In quo genere illud
etiá faspiísime euenit,vt ad hsec coíideranda, 8c fecum re-
putan da hominesanimü magÍsaduertant,quotic$id ac-
cidit, vt calamitofamaliquem, 0¿graui fortuna oppre£
fum hominem,cuius de faluteiam deípcrauerantjpraerec
ipforurn fpem,ab omnilibcratummalo,acfuaepriítina:
dignitari nec opinato rcftttutum videant.lUaenim fox-
tunann melius commutatio tam fubita, acriàs iüorñ me
tes,atque ánimos commouens efficit,vt mtenigcre}5¿ co
gnofcereincipiant,eiushomimsrescu(raeI>eocíre,mamr
queomninobonumauquodlatereineo,quá quod ipil
vnquaní fu ípicati funt arbitrentunquod iamillis bori um,
dum iftapectra&ant^aiüatim ex alterius animo emkare
& apparerc itaincipit,íibi vt videanmr illud videre. Itaq;
quena antea defpicicbant,iam eum fuípiciuftt s atque ve-
nerantu^necfolùm taciti fecum,fedcuai alijs etiá* loque
tes animi fuiadmirationem expromunt. Itaque dicunt,
Quìstft.¿fletta afeendit iedefmofwtit^ìrgulifitmilQms eft in
quanahic qui vagus* atque errans , perqué vrbem mo*
do curíltans , tam fubitò Icetus &; beatus cft redditus *
<2ui tot mala quibus opprimebatur, euafirì Qui ab ininù-
188 CANTAR DÉLOS CANTARES

y feliz? ¿Que evadió tantos males, que le oprimían? ¿Que rodeado de enemi-
gos, entregado impíamente por los suyos, superó a todos por la firmeza de áni-
mo? ¿Que se deshizo de los tantos lazos de calumnias, con que le tenían cons-
treñido? ¿A quien no acabó la suciedad de la cárcel, no fregó la duración del
mal, no hundió el odio unido con el mayor poder de hacer daño? ¿Que reci-
biendo tantos dardos a cuerpo desnudo, los rechazó soportando y obrando
modestamente, y se mantuvo en esto, hasta que Dios aniquilando todos los
intentos y los consejos todos de sus enemigos, hizo que la audacia cediera a la
paciencia, y la maldad a la inocencia? Y traban muchas conversaciones seme-
jantes a éstas. Y esta fue la causa que tuvo Salomón, para hacer ver al mismo
tiempo que bajo esta imagen de la esposa que busca a su esposo y lo encuentra
alfincon gran trabajo, las tribulaciones de los buenos, y de las tribulaciones
las no esperadas liberaciones, luego pusiera a las turbas que admiraban y re-
consideraban; porque aquella liberación de los buenos vista de pronto llena de
admiración los ánimos de los hombres. Pues Salomón hizo también con gran
juicio aquello, que, porque esta virtud de los aprovechados, de la cual se trata,
por no ser virtud perfecta, como con cierto olor de buen ejemplo se mete en
los hombres, y no exhibe una apariencia perfecta y acabada de lo honesto a la
admiración de aquéllos, por eso módicamente aquí o, mejor, dentro de una
medida es alabada la esposa, y encomiada de arte, que no se dijera sobresalir
por el aspecto, sino por el mejor olor.

Y las palabras que siguen: Conjuróos, hijas de Jerusalén, por las cabras y por
los ciervos del campo, si despertáredes y velar hiciéredes a la amada hasta que quie-
ra, por cualquiera que se tomen dichas, han de ser interpretadas de la misma
forma. Pues significan aquella quietud de ánimo y aquella feliz dulzura de ale-
gría, con la cual suele seguir a los justos ya probados en trabajos; del cual jura-
mento, puesto que hablamos en otra ocasión, aquí dejaremos de decir muchas
cosas. Y las palabras que desde este lugar hasta el final de capítulo quedan, las
»88 1 N C J PV T
cis citcunuentus, à luis impiè proditus animi firmitate cu
£tos fu perauitKQui cotillos qtiibuscóftriftus tencbatur,
laqu^os calumniarumexuiriQuem non careeris paedor
confecit: non diututnitas mali rregit:non cum fumma fa
culrate nocendi coniun&um odium peflTundedit ? qui
tottelanudocorporecíiícipiens fuftinendo illa,&: mode
ftcagendbrcpuiit, inqueco ipfoperftitit,vfquc eòquo
adDeus inimicorum cius omnes conauis, vniuerfaque
coníllia,in nihüum redigens,en°ecir5y t patientiai audacia,
&í;innocenriíe improbitas ccderet?Hifquemulra fimilia
niutuis fermombus conferunt. EthoccaufsenabuitSo-
ìomQn,quare Gmul atque fub ifta íponfa: fuum viru quac-
rentis > oc magno tandem laboreinuenientis imagine:bo
norum virorumtribulat'tone$,&;è tribulationÌbus,nec
opinatas liberaciones iniìnuauitrcontinuòinduxerit ad-
mìrantes,&: percun&antes turbas:quod illa liberado ho-
norum ítatim vifa ánimos hominum admiratione com-
pleta Aquoeodem Soiomone iilud etiam magno iudi-
cio factum eft,vt quoniam ifta,qua de agitar, virtus profi
cientum,v Epotè qua; perfecta virtus noneít,quaíiodo
re quodam boni exempli fé ad nomines infinuar,necillis
adhuc contuendam exhibet hónefti aliquam abfolutam
atque perfeétam fpeciem, ideircò modicè hicautintra
modum,potiùsiponfalaudaretur,commcndareturque
catenàs, non vt forma eccellere, fed vt óptimo p imitare
odore diceretur. Qux autem fequuntur, ^àìuro^os fili*
Himifdem per cApreaSjceruQjquecdmpQmm^nejufcitetis^ncque
tuigilarefaàatts dacci ambone <c ipf&\àìt^ ab vtrouis difta ac-
cipiamur,fimiliterinterpretanda funt. Significant «nini
illam animi qiiietem,tllamque latitisi beatam dulcedifte,
qua? iuftosiam perfun&oslaboribus >fèqui folet : qua de
obteÜatione,quoniam alias diximus^hicplura dicere fu-
perfedebimus. Porrò qua: ab hoc loco, yfque.ad finem
capi-
189 CA NTAR DÉLOS CANTARES

cuales también son dichas por la esposa o, como agrada a muchos, por los que
aparecen de cerca alabando y admirando a la esposa; pues también a mí esto o
aquello me parecen probables, y así, estas cosas contienen la ilustre predicación
y explanación de su providencia, con la cual gobierna propiamente las cosas y
vida de los suyos. Pues aunque todas las cosas se atemperen con los mandatos
divinos, sin embargo hay un peculiar, si así es lícito hablar, género de preocu-
pación más atenta y vigilante que las demás, con el cual Dios sigue a los que le
aman; al cual género pertenecen aquellas palabras29: Guárdame, SeñorK como a la
pupila del ojo, y 30 El que os toca, toca la pupila de mi ojo, y aquello de David31:
Los ojos del Señor sobre los justos, y sus orejas a los ruegos de ellos; por último aque-
llo de Cristo32: No temáis; todos los cabellos de vuestra cabeza están contados; y en
primer lugar, esto de que tratamos: Veis, el lecho del mismo Salomón; sesenta 33
valientes están en su cerco de los más valientes de Israel. Pues si en las palabras de
ellos todavía está la persona, los que poco ha admirando a la esposa dijeron:
¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo? muy conveniente-
mente se une: Veis, el lecho del mismo Salomón. Y recatadamente de aquellas pa-
labras se siguen éstas, esto es, de la admiración de la salvación que fue devuel-
ta a los justos de manera impensada, se sigue recta y ordenadamente el
recuerdo de la providencia de Dios para con los mismos. Pues cuantas veces
nosotros vemos u oímos de otros, que algún varón sobre todo bueno y hones-
to, librado de la cárcel, de la ignominia, de las manos de los enemigos, de la
enfermedad, del cautiverio, de muchas cosas semejantes sin esperarlo los hom-
bres, luego nos ocurre reverenciar y admirar la providencia de Dios34. Y así,
juzgamos que todas las cosas son regidas por el mandato divino, y pensamos
magníficamente de toda su dirección, como fue escrito por David35: Se alegra-
rá eljusto cuando viere la venganza, sus manos lavará en la sangre del pecador. Y
dirá el hombre, si de cierto hay fruto para el justo, de cierto hay Dios que los juz-
ga sobre la tierra. Pero si estas palabras son de la esposa, lo que con más verdad

29 Salmo 16. No se encuentra esta cita en tal salmo.


30 Zacarías, 2, 8.
3L Salmo 33, 16.
32 Mt. 10, 30.
33 El texto dice setenta;, en la explanación anterior y en el texto inicial del capítulo dice sesenta.
34 Fray Luis habla aquí por propia experiencia.
35 Salmo 57, 11-12.

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TERTIVM. 189
capirisrcftantjquse itemipfa^eiabíponfadicuntur, ve!
vtnonnullisplacer}ab ijs quipro urne indudi font lauda
tcst5¿ admirantesfpQnfamrnam & mini modo hoc,mo*
do iiludpt obabilius videtur : ha:c itaque continent itíu-
ftremprícdkarioacm^expoíitionem elus ptouidétíae,
quaDeusres atquc vitatniuorumproprie gubernat. Na
quamuis diuinis re&ionibus omnia temperentur,tamen
cft quoddam peculiare^ li ita ioqui licer, relíquis vigila-
tius oc attentius cura genusquo Deus eos qui fé amant
profequitu^qiaodadgenus^ilapertinc^CuftodimeDo pf^ ^
mine vt pupi llana o culi, &, Qui vos tangit, tangir pupila ¿¿¿H\
lam oculi mei.IUudquc DauidiSjOculiDomini fuperin- p(J
ftos,&:aures cius inpreces eorum.Tum Chriili illud, No Mm lo
lite timere, omnes capilli capitis veftri numerati funt. Et
in primis ho e, de quo agimus. 8n UBdum Solomonìs feptu4~
gmu fortes ambiunt exfortibus 7/r4tf/.Namfiin i js verbis il lo
rum adhuc pcriòna verfamr,qui modo fpon&m admira-
ti dixerunt:£Í5« til ina qua afeendtt de àeferto^ftcutl/irguiafu -
w/?Vaidè confentaneèfubiungimr>£»/*#«/»>« Solomonìs*
Re&èque exillis ida fequuntur, ideft, ex falutis, quaeiu-
ftis nec opinato reddita eft admiratione,prouidenti£ Dei
erga eoidem commemorati© redè, Sbordine fequitux,
Nam qnoííefcumquejautvidemusipíijautab alijs audi-
mus jaliquem p c^iertim bonum, & modeftum virum a
care erc,ab igno mi nia,ab inimicorum manti, à morbo, à
captiuitate, á fimüibus permultis^praster opinionem no-
mina iiberatumfitatìm nobis occurritreuereri, &c admi-
ran prouidentiam Deì.Itaque iudicamus diuino nutu cu
da regì,S£ de omni illius redione magnificè fentimus, it-
cut fcriptu a Dauide eftXsetabitur iuftus cu viderit vindi- p/4/, ^
dam,manas íuáslaüabit infanguinepcccatoris. Et dicit
homojfi ytiquesft frudusiufto,vtique eft Deus iudicans
eos in ierra. Sin'ameni iponfaslfta funt veibajd quod ver
rius
190 CANTAR DÉLOS CANTARES

pienso, y ella responde con estas palabras a los que le preguntan y la admi-
ran36, ciertamente dice que, lo que hacen los buenos y justos, lo deben hacer
todos en verdad, cuando son librados de los males y tribulaciones. Pues los
que reconocen que han sido salvados por Dios, solo a él refieren como recibi-
da su liberación e incolumidad, y alaban su caridad para con los hombres y,
traten consigo mismo o con otros, solo tengan esto en la boca, solo prediquen
esto siempre y, lo que tienen, levantan a todos los hombres a la consideración
de esta caridad y providencia de Dios con los suyos, e invitan y dicen; Veis, el
lecho del mismo Salomón; sesenta valientes están en su cerco de los más valientes de
Israel. Todos ellos tienen espadas; guerreadores sabios, la espada de cada uno sobre
su muslo por el temor de las noches. Veis, digo con qué voz llaman al oyente mis-
mo de lo que antes trataba, y lo llevan a la consideración de una nueva y gran
cosa, y no dicen solo: "No hay causa por qué nos felicitéis de la salvación recu-
perada contra esperanza, o por qué os admiréis de un cambio tan rápido de
fortuna, como si penséis que por ello se deba atribuir a nosotros algo de espe-
ranza o de predicación37. Veis, el lecho del mismo Salomón. Mirad más bien, di-
go, estas maneras de divina providencia y custodia, y considerad con cuántas y
con cuan firmes ayudas Dios rodea a los que confían en él". Pues aquí el lecho
de Salomón que se dice, significa a los buenos y justos. Pues aquéllos así como
otras veces con otros nombres, porque son aptos por la virtud, son llamados
diversa y figuradamente en las Sagradas Letras, y se dicen templo y sede y ca-
rro de Dios; así aquí son llamados lecho de Salomón, esto es, de Cristo, por-
que Cristo como que sufre en los pecadores, según fue escrito38: Me hiciste servir
en tus pecados; me diste trabajo en tus iniquidades; pero en los justos blanda-
mente descansa, pues la divina munificencia en ellos se incluye dentro de espa-
cios angostos, y en cierto modo es coartada, y Dios parece tratar poco con ellos,

36 Teodoreto a los Cánticos,


37 Parecida doctrina está expuesta en «Amado» (cfr. Onís, III, 120-125).
38 Isaías, 43, 24.
i?o IN CJ PVT
7l>eodcre riusexiftimOj&defeipfamterrogantibus, &: admiranti-
tus me AÜ busjhifceverbisrefpodetjid profedo dicit,quod boni &
tK4m íuíli virifaciutitjfacere certe omnes debent,cü à malis, &
tribulatìonibus liberantur.Nam agnofeentes à Dco fé ef-
fe feruatos,eivniiiberationé& incalumitatem fuam ac-
ceptam referunr, eiufque erga nomines chámate laadar,
& iiue fecum agànt,fme cum aii/s verfentur,id vn ü in ore
habentjid perpetuò predicantequod inipfis eft,0£nnes
homines adhuiuscharitatisDei,& ergafuos prouiden-
tise confiderarìonem erigunt,& inuitaniidkuntqueJì» le
ftulum Sülomoms feptuagmta fortes ambiunt exfirtibtts Ifrael
emnestenfresgUdtvSj&adbelladofiifsmi^nwfcHt^
ftiper famar ¡HHpropter tìmores noéìurnosJLn inquamjCjua v a
ceauditoremipfum ab eo,de quo antea agebatur, reuo-
cant,&:ad nouas alicuius,atquemagna;rei coniideratio-
nemtraducunt,tantumque no dicunt.Caufa non eil cur
nobis de recuperata prseter ipe falute gratule mini, curve
admiremini fortuna commutationé tam fubiram, quait
nobis ob eam rem aliquid laudis,aut praedicationis ttìbui
deberi,aibitrcmini.£»/*£?#/»?» Solamonis Adhasinquam
potiùs diuinat prouidentiae,atque cuftodia rationes refpi
cite,illudquc coni!dcrate,quot, & quam firmis pra:rìdij3
Deus eos qui ipfí fíduntjCircundet.Ñanile&uíushic So-
íomonis qui dicitur,ipfos bonos, atqueiuftQsílgniticau
liiienimquemadmodurn alias alijs nominibu&,pro eo,
ad quodex virrute funt aptiin facris literis varie & figura-
te appcüantur:íemplumque)&; fedes?& Deicurrus dicun
tunfichicSolomoniSjideitjGhrifti le£tulus nominatur:
propterea quòd Chriftus in peccatorlbus veluti laboree,
Mía 47 ^ c u t Scriptum eft.Scruire mefeciftiinpeccatis tuis,prat-
"* buifrimini labore in iniqtutaubus tuis:in kiftk vero mol-
lirer qukfcacEtenim diuina munificentia in iliis intra an
£uiU fpatiaconduduur , &;^uodammodo coartratur,
paicie-
191 CANTAR DÉLOS CANTARES

impedido por culpa de ellos mismos, como se puede ver en aquel siervo. Y en
éstos, como el que yace en lecho difunde y estira su cuerpo, así Dios desarrolla
anchamente las riquezas de su bondad y largueza, porque, como se escribió: Al
que tiene se le dará, y abundará39. Pues tal es la naturaleza y manera de los do-
nes de Dios, que unas cosas nazcan siempre de otras, y las nuevas sucedan a las
antiguas, y las menores se acumulen a las mayores, y siempre con los benefi-
cios divinos recibidos, si usamos de ellos como es decente, se hace un grado
para recibir mejores beneficios40. Lo cual incluso se entiende que es verdad de
aquello que Pablo escribió elegantemente41: Pues a los que predestinó, también
llamólos; a los que llamó, también los justificó; a los que justificó también glorifi-
cólos. Pues Dios, en lo que a él se refiere, no interrumpe la voluntad de hacer-
nos el bien, sino, como por naturaleza sea inclinado a toda liberalidad y muni-
ficencia, toma cualquier motivo de hacer el bien que se le ofrece, y goza y
exulta en la misma obra de hacer el bien y obrar con liberalidad, y descansa ex-
tendido como en lecho. De donde también el hebreo mitha, con lo que se sig-
nifica lecho, proviene de extender y dilatar. Mas no es temerario que los jus-
tos, precisamente en este lugar, en el que se trata de la recuperación de su
salvación, sean llamados mitha. Pues ciertamente cuantas veces ellos se en-
cuentran en estrecheces, tantas Dios podía parecer de manera semejante que
contraía su mano, y en cierta manera se metía en un lugar estrecho; porque
por la liberalidad con que solía usar a los suyos, entonces demasiado estrecha-
mente e incluso parcamente pareció tratar. Nosotros al menos, cuando vemos
a los buenos llenos de fatigas, afligidos y tirados, mientras sus enemigos flore-
cen y son felices; aunque no menos bien, de lo que es justo, sintamos de
Dios, sin embargo le damos una sede menos ancha y menos espaciosa y am-
plia en nuestro ánimos y pensamientos; en verdad la opinión que tenemos de su

39 Mt. 25, 29.


40 Idéntica cualidad atribuye san Juan a la actuación divina {Obras, 792),
41 Rom. 8, 30.

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TERTIVM. t9t
parceque Deus cumiilis videturagcre, eorum ipforum
culpaprohibirus, vt vidcreeftin illofcruo,dequoapud
Matthasum in vigeiìmoquinto.Inhis auté ficut qui iacee
inle&o corpus fuü effundit arque diftendk, ita Deus bo-
nitatìs,atq; largitatis ùix diuitias late explicat:quia vtferi
ptum e£tHabentidabitur,&abundabitJEaemmeftnatu M4tttt
ra»atque ratio donorum DeLvtalia exaiijs femper nalcá-
runac veteribus noua fuccedaat,& minora maioribus cu
mulentur,femp erque benéficas diuinis accipiendis, ijs Q
quemadmodumdecct,vtamur,adpotiora beneficia acci
pieadafitgradus Quod vel ex ilio verum effe intelligitur,
quodPaulus eleganterfcrípfit.Namquospracdeftinauit, ^QfJJ g
hos & vocatùt,quosvocauit,hos &iuftificauit,quos miti
ficauit, Uos Oc glorificauit. Deus enitn quo ad feattinet,
voluntatem nobisbenefaciendinonintermittit/ed cum
naturapronus fu ad omnem libcralitate aique munifico
tiam,quamcunque (ibi oblatam benefaciendi caufam ar~
npit.ipíoqucbenefaciendi, &liberalíteragedi opere gau
dct,& exultat,& tanquamin ledo fufus quicfcitJVnde OC
Hebraicum ntOO tnitha, quo le&usfignificatur,ab exten
dendo & dilatando deduckur. At non temere efiquod
iuftijhocpotirsimo loco^inquode ipforum recuperata
faìute agitur, mitha nominantur.Nam profe&ò quandìu
illi in anguítis verfabantur rebus, tandiu Deusfimilitervi
deri poterat contraxiífe manum fuam, feque ipfum in ar-
&um locum quodammodo incluiifle: quia pro ea qua er
ga£uos vtifolet liberalitatcnimìs reftriaè tune, ac nimis
ctiam parcè vifus eft agere. Nos certe cum bonos viros
Krumnisplenos,afflicì:os& abie&os videmus,fÌorétibus
interim & feelieiter agentibus inimicisillorum : tametíl
non minus bene, quampar eft de Deo fentiamus,tamen
minuslatam, minufquc iaxam, Oc aropiamièdem inno-
firis animis, &: cogitationibus ipiie>hibemus,ea cer-
te opi-
192 CANTAR DÉLOS CANTARES

bondad y munificencia se hace en nosotros más reducida y como contraída.


Mas cuando Dios los devuelve a la luz y a la libertad, y ello lo vemos nosotros
mismos, todas las cosas suceden al contrario. Pues, lo primero, una muy ale-
gre como luz de divina bondad y justicia nos nace; después, un ingente gozo
nace por ello en nosotros mismos; por último, infundidos e imbuidos del tal
gozo, desatamos las lenguas, que antes la tristeza tenía constreñidas de turba-
do estupor, en alabanza de Dios, quien ya nos parece tan óptimo y grande,
como es, y efusivamente bueno y liberal. Y esto sobre el lecho. Por último, los
setenta, que se dice estaban acostados junto al lecho, aunque propiamente
significa aquel género de providencia, que llamamos singular y privado, y que
es admirablemente variado y múltiple, sin embargo en verdad se refiere tam-
bién a los órdenes de prelados y sacerdotes de la Iglesia, con cuyos ministerios
Dios gobierna nuestra vida y costumbres42. Los cuales prelados primeramente
se dicen tan fuertes, porque no sólo deben llevar el trabajo de conducir y apa-
centar las ovejas del Señor, sino porque también ellos incluso audazmente de-
ben atacar a los lobos malignos para las ovejas de Cristo, y oponerse a ellos
por la grey de Dios, y atemorizarlos no solo en realidad, sino también en el
aspecto y hábito de ánimo. Pues aquella fuerza está metida en la palabra he-
brea Guiborin, por la cual el intérprete latino puso fuertes. Pues son Guiborin
los robustos y poderosos y potentes tanto en las fuerzas del cuerpo como del
ánimo, y los nacidos para hacer la guerra. Y así conviene que sean fuertes.
Pues oficio tan grande y tan múltiple y tan lleno de solicitud y peligro, cual es
el de los obispos y ministros de la palabra de Dios, no puede ser administrado
de ninguna manera rectamente y ejercido por los que ceden a sus deseos y
sucumben, y les sirven como adictas propiedades; y no aventajan a los de-
más tanto en preclaros honores, cuanto en avaricia y maldad anteceden a todos.

42 Esta aplicación a los prelados es parecida en su tono y temática al Discurso de Dueñas; incluso po-
dría sobrentenderse aquí otro discurso o, más bien, un trozo de claro tono oratorio. Allí se desmenuzaba un
versículo en tres conceptos: ser fieles, ser prudentes, estar constituidos por Dios; aquí otro versículo da pie a
tres conceptos: ser fuertes, los más fuertes, con las espadas de la palabra y conocimiento de Dios.
ifì. INC AT V T
tè opinio,qu5 habemus de bonitate &c munificentiaeius,
exilior in no&is efficitur,& veluti contrahitur. At cü cof-
dé luci atque libertad Deus reftituit^dque videmus ipii,
cantra omnia eueniunrJSfamprimum isetifsima quseda,
tanquamJuxdiuinaíbQnit2tis,atqtieiuílíti^nobi&oritur:
deinde ingens exeoin eifdem nobis gaudium nafcitur:
poftremQeopcrfuiijatqueimbuti gaudiolinguas,quas
anteidtempusmoerorftuporemixto^Óllndastenebatj
laxamus in laudes Dei,qui iarn nobis^t eft, ita optimus,
atque maxìinus,& cffufifsimè bonus,atq; liberalis efìe vi
detur.Àtqj haec de le&ulo. Porrò feptuaginta Üli, qui iux-
ta ie&ñexcubare dicütur,tametfi proprie illud prouidcn
tiaegenus fignificanr,quod nominauimus (Iugulare & pri
uatü,quodque mirabüiter eft variü, ac multiplex, tamen
vere etiam referunt Eccleiìae pradatorum, arque facerdo-
tü eos Qrdmes,quorü minifterijs Deus vitam, atque mo-
íes noftros gubernat,Qui primo pradatiideafortesdiaV
tur,quia non folü dominicas oues pafcendi^atque ducìa-
éi laborem perferre,fed quia vitro ipíi,&auda¿er in infc
ftos Chriftiouilibus luposmcutfaredebent>eifijuefe op-
ponere progregeDci, neque reipfafolùm, fedaipe&u
etiam, atque animi habitu timore illis incutere. Narri ea
vis fubie&aetl voci Hebreas nn^Jl Guiborim pro qua fòr
tcs Latinuspofuitinterpres.Sunt enimGuiborim robu-
fii,&potentes^ cùm corporis^tum animivkibus polle
tes,belloq;gerendo nati homines Jtaque fortes fint opor
tet. Nec enim tan tum,&:tammultiplex,tam que folli citu
dinis,ac perkuliplenum munus,quale eft Epifeoporum,
&: verbi I>eirniniftrOrumadminiftrarivilo modo re&è,
atque obiti queatab ijs,qui ipft cupidità ti bus fùiscedunr,
atque fuccnmbuiit,, cifque vttaddicta mancipia feruiiit:
ncque tamcscteros anteccctunr honoris inilgnijS, quàm
auaritia?atque nequitiaprfilane omnibus, Igitur primo
193 CANTAR DÉLOS CANTARES

Así, pues, lo primero sean fuertes. Después, lo que no se añade temeraria-


mente, de los más valientes de Israel. Pues los que sobrellevan los mayores tra-
bajos de ambición, y frecuentan las casas de los reyes, y se atreven a todo, y lo
toleran hasta conseguir lo que desean, esto es, se ponen al frente de los asuntos
públicos de la Iglesia, éstos son ciertamente fuertes; pues de otra manera
¿quiénes serían idóneos para aguantar tanta carga? Pero no serían de los más
valientes de Israel. Pueden soportar todas las cosas dignas e indignas, pueden
abrirse camino a través de cuñas de los que rodean obstaculizando las cosas,
con su trabajo y asentimiento como con hierro; pueden dirigirse, incluso por
mitad del fuego, hacia donde los llama el deseo perverso del honor; mas per-
manecer en batalla contra los vicios con la virtud, permanecer, digo, o por lo
menos aguantar el aspecto de los enemigos, o hacer la función del soldado ba-
gagero, o querer contarse de lleno entre los soldados, no pueden en verdad y
son más blandos que las mujeres. Pueden soportar algo mientras consiguen
para sí alguna grey en la que se jacten y dominen, mas en cuanto la consiguie-
ron, no pueden apacentarla con alimento saludable y celestial. Y esta no es la
fortaleza de Israel, la cual, mientras apacienta y conduce los rebaños de su sue-
gro, se dice pasó muchas noches insomnes, y toleró los mayores fríos y calores.

No es, digo, la fortaleza de Israel, la cual, aunque por odios fraternos care-
ciera de padres y de casa paterna, no cesó por las dificultades de las cosas, y
amó la perfección de la feliz contemplación y recta acción en las personas de
Lía y Raquel, y las cultivó; por último no se dejó vencer ni siquiera por el án-
gel. Pues el recuerdo hecho de Israel significa que los prelados de la Iglesia de-
ben aventajar con este género de fortaleza. Pero como no pueda estar en bata-
lla o luchar con el enemigo alguien inerme, aunque sobresalga en fuerzas de
cuerpo o de ánimo, así estos prefectos de la Iglesia deben pensar, que no es su-
ficiente para sí, el que quizá estén preparados con la mano y con el ánimo para
luchar, sin que además tengan aquellas armas, que hay que usar en este género
de guerra.

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TE RTI V M. 19}
fìntfortes.Deinde quodnon temere additur ex fortibus
Ifiael. Nam qui ambitionis labores máximos fubeunt,&;
regum domos frequeníantj& nihii non audent, atque to
l-crant,quoad confequantur quod cupiunt, id eft, rebué
Bcctefisepublicis praeíiciantur,íuntiü¿quidem fortes:ali-
ter enim tanto toilendo oneri qui effent idonei ? fed non
ex fombus IfraeLPoiTunt Uli omnia digna,indignaqi per*
ferreTpoíTunt perobrcanteS' eadem ambientium cuneos,
via iìbi labore, 6¿affentationequaíI ferro aperire:poiTunt
eo tédere,vel per mediosignics?quo ipfos peruerfa hono-
ris cupido vocatrat à virtute aduerfus vitia ài acie coniì-
ftere,conlìfteredko, velprimunr hoitium afpeétum fu-
ftinere,aut fi minus miüris calonis falté munus obíre, au t
omninòmilkibusfenumerari velie, piane non poffunt,
funtqj feeminis mollioreSvPofíunt quiduis perpeti?dunta
xar,dum fibicomparant alique gregem i'rr quo fé ia&ent,
atque dominétur,at vbicompararunt pafeereeum falu-
tari atque cadeiHpaftu no poflunt. Arqui ha:c nò eft for •
titudo ifraei qui dum focerj fui greges pafcitJ& du&at,in
fomnes plures no&es duxiífe diciturjfrigoraq, arq; atftus
máximos toleraífé.No eft inquam fortitudo lfraèlis, qui
tametil ob fraternaodia,&:parentibus>& patria domo ca
rcretinuliis ramen rerum diffìcuìratìbus cefsit: quiquein
LÌ2e,atque Rachelis perfonis reda; a&ÍonÍ5,aíque, bea ta?
conteplationisiabfolutionemadamauít,&; i oluit: qui d-c
nique^ne angelo quidem in lucia concefsir.Narn hoc for
titudinis genere praelatos Eccleil Èeprarft are debere,lfrae-
lis faófca commemorai io ilgmficat. Verùm quemadmo*
dum verfariinacicaut cum hoiìeconfligeiealiquis ]ner
inisnon pofsit, tametil & co rp o ri s & a mmi ex cella t viri—
bus.ílciítieccíeíiseprxfediexiítimare debenr,non iìbi fa
t'ts eife,quod funt manu fortaíle prompti,&: parato ad di-
rnij^ndamanamo ,:niiipraeterea>armahabeantea}qui-
N.. bus,
194 CANTAR DÉLOS CANTARES

Pero eso añade; todos ellos tienen espada, Y espadas es, según el secreto len-
guaje de estas letras, la palabra de Dios y su conocimiento, juntamente con
una legítima facultad de enseñar, como consta por el Apocalipsis 43, donde se
escribe que en la boca de Cristo había una espada aguda por ambas partes.
Como se diga que estaba en la boca o salía de ella, bastante se declara que con
la espada se significa la palabra y doctrina de Cristo con la cual espada cierta-
mente, esto es, con el conocimiento y ciencia de las cosas y leyes divinas, los
ministros de la Iglesia serán armados, con tal que sean y deseen lo que quieren
ser, verdaderos doctores, rectores del pueblo cristiano, maestros de la vida, lu-
ces de la Iglesia. Pues lo que no pocos piensan y enseñan para hacer el oficio
de obispo, que no es necesario el conocimiento de la palabra de Dios, esto es,
de las Santas Letras y Teología, rectamente juzgan, puesto que con las mismas
artes, con que es preparada por ellos, se ha de administrar este oficio; pues lo
consiguieron con las peores artes de la ambición; pero si la razón de la ley y
voluntad de Dios ha de ser tenida, y si ha de juzgarse por la naturaleza del mis-
mo oficio, están sin duda en gran error. Y si ellos por ceguera de su ánimo no
pueden penetrar en la inteligencia de aquella ley, y para entender su fuerza la
lucha embotó las mentes de ellos, al menos miren los ejemplos de aquella vie-
ja Iglesia, que floreció antes felícísimamente por mil años. Pues ¿por ventura
no nos sacarán a alguno de entre tan gran número de obispos y doctores santí-
simos, cuya sabiduría no haya sido insigne en esta cosa que tratamos? A no ser
que juzguen quizá ver más de lo que han visto aquellos divinos varones, o a
no ser que enseñados por largo uso encontraron que se podía mantener en el
deber, se podía sin este arte hacer también bueno al pueblo de Dios. Yo en ver-
dad así pienso, que las antiguas costumbres de la república cristiana comenza-
ron a deteriorarse sobre todo desde que hombres imperitos en las leyes y letras

43 Apoc. 1,16.
i94 r N c J<P v r
bus in hoc genere belli vtedum eft. Nani idcircò fubijd-
tur. QmnesAccìnBigUdijs. Eft autem gladius iuxca harum
Mrerarumarcanumfermonemverbum Dei, fcientiaque
eius, cum legitima docendi facúltate coniunda : vt
conftatexillo Apocalypfis : vbiin Chiifti ore gladius
* inefle vtraqueparte acutusfcribitur . Nam cum in ore
cifejautexeoegredidickurjraris dee! ara tur gladio (igni-
ficari verbura, atque dodrinamChrifti. Quo certe gla-
dio, id eft, rerum » atque legum diuinarum cognkione,
atque feientia Ecclefia; miniftri armabuntur, fi modo
id futuri funt, quod fé effe volunt, atque cupiunt pò-
puii Chriftiani redores, dodorcs veri, magiari vitaioli-
mina Ecclefìae,Nam quod nonnulli arbitrantur , 8c*do~
cent ad Epiicopimunusgerendum, verbi Dei, hoceft,
fandaram literarum , oc Theologiae cognitionem nc-
ceiTariam non effe, fiquidt-meifdemartibus^ quibusab
illis comparatur, id munus adminiftrandum eft f redè
arbitrantur : compararunt cnim illud ambitionìs pef-
fimis artibus; Sin autem legis> atque voluntatis Deira
tK> habenda citjilquc ex ìpfius muneris natura iudiciü eft
facicndum in maxime ptofedò errore verfantur Quod
iiilii propter animi fuicajcitatem ad hutus legis intelli*
gentiam penetrare non pofliint, & ad eius vini intelli-
gendam eorummentis acics hebefcit,veterìs illius Ec-
defiae, qua; ante milleannos foeliciÌìimèfloruit,faitim
exempia refpiciant. Ecquemenimè tanto fandifsimo-
rumEpifcoporum, Se dodorum numero nobisprofe-
rantjcuius nonmerit infignis inhacre , de qua agimus
feientia ? nifi forte plus videre fé, quàm viderint diuiniil-
U viri arbitrantur ? aut nifi longo vfu edodi inuenerunt
continerì in officio, fineiftaarte populosDei,&^bos ef
fici poife?Ego fané ficexiftimo,ChrittÌana?reipublic^ an
tiquos mores,exeo pptifsimutepore in detcri^iabi ccepif

195 CANTAR DÉLOS CANTARES

divinas ocuparon las cátedras de la Iglesia. Pues juntamente con ellos la avari-
cia, el lujo y el fasto, la crueldad y la inhumanidad, y otras innumerables peste
llevadas contra las costumbres cristianas, oprimieron a la Iglesia y así la tienen
oprimida, que no quede casi regreso de salvación44; y que parezca acaecer, lo
que no poco muchos piadosos y santos hombres no sin causa y argumento te-
men, que, como a los pueblos de oriente, en los que antiguamente vigía la dis-
ciplina cristiana, permitió Dios ofendido por los pecados de ellos que fueran
envueltos en las tinieblas del error; así también, irritado por nuestras culpas,
nos abandone y se busque y provea otros pueblos humildes e idóneos para re-
cibir la simiente de la gracia y para dar fruto, a los cuales juntamente con la fe
de su hijo Jesucristo traslade el reino celestial quitado a nosotros, y los caris-
mas del Espíritu Santo. Pues ya hace más de mil años que Agustín temió tam-
bién esto mismo; más aún no tanto lo temió, como lo previo, y así lo escribió,
Pues es necesario que la Iglesia exista, mientras haya hombres, pero como esto
sea necesario, sin embargo no lo es que permanezca para siempre en algún
pueblo o nación elegida y atribuida propiamente a sí. Mas para volver al dis-
curso comenzado, caemos en estos temores y malas esperanzas, y en estas rui-
nas del pueblo cristiano, comenzando por los que, desconocedores y rudos en
las letras divinas, no temieron poner las manos en la dirección de la Iglesia.
Pues el temor de Dios es con el que todo mal deseo es constreñido, para que
no se derrame, y retenido, como freno. Y ¿quién puede temer a Dios quitado
de enmedio el conocimiento y la sabiduría de su ley? Es necesario que sea qui-
tado de enmedio y totalmente extinguido» si los que debiesen tenerlo sobre to-
do y darlo a los demás, por estos mismos es despreciado y menospreciado en
mucho. ¿Por qué los privados aman esas letras y disciplinas, que no solo ven a
los profesores de ellas despreciados y tenidos en nada, y a veces también vejados

44 La observación es sin duda pesimista, pero indicativa dei ambiente de la época, de sus lacras; y per-
sonalista, porque está en la raíz de ios maíes que sufrió el docto fray Luis.

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TE RTI V M. ,<?$
fe , cutndiuinarumliterarü,atq5leguimpcritihomines
cathedras Ecclefise occuparunt. Vnà cnim cuiliisauari-
tia.vnà luxus,a*tquefaitus, vnàcrudelitas,&immanitas,
aliasq; innúmeras peítes,in Chriftianos moresinuect^Ec
cleíiáoppreírcruntjOppreíTamqueita tener, vt regrelTus
ad falutemnullus fere ñt reliquusjfuturumque videatur,
quod non parü multi pij,¿¿ fan&i bomines,non fine cai*
fa,atqueargumento verentur, vtquemadmodú orienti»
jpopulos,apud quos olim Chriftiana difcipltna vigebat,te
iiebriserrorisinuoluijülorüorTenfus peccatisDeus per-
mifitificetiamnoSjnoitrisirritatus culpisabijciat, flbiq$
quaerar,atque prouideat aìios populos humiles, &: ad fe-
nientem gratileaccipiendam,&: ad ñuftum proferencu
idoneos,ad quos firn ui cum fide Iefu Chrifti fiiij fui tranf
ferat ànobis ablatum cadette regnum, & Spiritus fan&i
charifmata Nam &¿ hoc ipfum , iam ante mille annos ti-
muit Auguftinus: imo non tam timuit, quàm prasuidít
futurum.itaqjiiteris prodidit .EtenimEccIcfìa quandiu
nomines erunt.tandiUjVtíletneceñeeít, fedvthocne-
ceífe fitjtamennon eftneceífe,vtinaliquodeleclo3&:íI-
bipropriè attributo populo,am natiotic perpetuò pernia
neat Sed vt ad inftitutü redeamusfermone,inhos timó-
res,maiafq; fpcs,& in has populì Chtiftiani ruinas incidi.
mus ruédi initio fa&oab ijs,qui diuinarum literarü igna-
ri,atque rudes non funt veliti manü adm ouere guberna-
cuio Ecclefie.Eft enim quo omnisimproba còftringitur.,
ne fé effundat}&; coèrcetur cupiditas,veluti fre_ nu,timor.
Dei.TimeriautemDeus.quipotefteiuskgUcognitione
atque fcientia de medio fublata ? Nam de medio ipiàm
toìii,atque omninò extinguí neceiìe eft,ii qui maxime il
lamtenere,atquealijstraderedebuiiTent,ab ijs contem-
Hitur, ocncgiigitur maxime . Cur cnim prinatieaslite-
ras > & difciplinas amen^quas videant ab ijs, à quibus-
N * coli
196 CANTAR DE LOS CANTARES

con juegos chocarreros? Mas hablaremos quizá alguna vez en su propio 7 justo
volumen del perverso error de éstos, y los anonadaremos con infinita copia de
razones y de testimonios. Aunque ellos no deberían ser vencidos tanto por la
razón, pues es una cosa muy clara y rasamente tal, que parezca que no sea líci-
to dudar de ella, como deberían ser atados con cadenas, a no ser porque nos
son más felices en esta parte. Pero contra éstos en otra ocasión. Pues tan gran
cosa no se concluye convenientemente dentro de las estrecheces de este peque-
ño comentario. Ahora permanezca lo que nos permiten narrar estas palabras
puestas por Dios, que a quienes Dios colocó como guardas de su Iglesia, ésos
no solo destacan por el eximio género de fortaleza, sino también deben estar
armados con la espada de la palabra de Dios: todos ellos, dice, tienen espadas,
Mas lo que arriba advertimos, que aquí en hebreo hay una enáloge de verbo, y
que se pone en pasiva cuando debiera ponerse en activa, la misma cosa lo pe-
día; que ello no es difícil exponerlo, si alguno preguntara de qué manera se ha-
ce, conocidas las cosas que dijimos. Pues si estos varones fuertes son los minis-
tros de la Iglesia, y si la palabra de Dios y la potestad de administrarla es la
espada, razonablemente se dice que ellos no tienen la espada, sino más bien
son tenidos por la misma; pues exígelo y lo pide el oficio de aquéllos, no que
vuelvan la potestad que tienen hacia sus usos, sino que más bien ellos la sirvan
y permitan ser conducidos por ella, y dirijan y refieran todas sus preocupacio-
nes y pensamientos a la salud de los que presiden.

Se sigue: Litera hizo pam sí Salomón de los árboles del Líbano, Las columnas
de ella hizo de plata, el su techo de oro, el recodadero de púrpura y, por el entre-
medio, amor por las hijas de Jerusalén. De nuevo con otra alegoría es declara-
do y expuesto el mismo género peculiar de providencia divina con los suyos,
del que tratamos; a no ser que el anterior contenga la parte que trata de la
defensa y protección, éste mire a la parte que concilia bienes y utilidades para los
x96 IN CJPVT
coli debént, non folùmipfas delpici, fed ¡edam pro feiìo-
res earum negligi,6¿ pro nihilo.haberi,&intcrdum etiam
fcurrilibus iocis vexari?Sed deiftorü peruerfo errorcpro
prio,& iufto voluminealiquandofortaiTedicemus, eof-
que infinita &rationum,& teftimoniorum copia obrue
mus.Quarnquamilli non tam ratione reuincendi eííent,
eít enim res perípicua,& plañe.eiuímodbvt nefas eíTe vi-
deatur eavocarein dubium.quàm catenis vin.c¡endi,niíl
quod nobis in hac parte íunt foeliciores . Stá aduer-
íiis hos aliàs.Nec enim tanta res com mode concludatur
intra commentarioli huius anguftiaí.Nanc iliud manear,
quod nobis dant hosc verba Dei enarrariinfíituta , quos
Deus Eccleíiaj faxcuftodes prseficit,eos non folùmforti
tudinis eximio generepra;itsre,fedetià gladio verbiDei
armatos eífe debere; Omnesì inquit>tenente$ gladi'am, Sed
quodfupràadmonuimus hìc iiiHebraeo verbi enallage
efíl%poñique paGiuum,vbi a&iuum poni debere, resipfa
pofcebat,id fi qua ratione fiat,quis roger,cognins ijs,quae
diximus,non eítdifíicileexponere.Namíi viri iftifortes
font Ecdeíise mini£ri,fique verbum Dei, 8¿ eius admira-
ítrandipoteíhseft gladiuSjúireflonipíitenere gladium,
fed teneri podùs ab ipfodicunturádjnamque exigit,atq;
pofhüatiliorum offitiurnjnonvtinfjosyfus conuert§t
poteftacem,quamhabent,fed vtipG podùs femiantei,ac
feabea ducipermi«:axit,ornnefque fuas,&: curas, & co-
gitationesadeorum^quibuspriBÌuntfalutemiiirigaut^t-
quereferant,Sequitur.Ferjculumfecitfib} Rex Salomon òè ¡t-
gnisltbani. Columnas eius fecit argénteas,reclmatorium aureu^f
cefum¡>urj?ureÚmedUchar:t4tccoílrauitfroprerf&
Alia iterú allegoria, ide,quo de agimus prouidédae diui-
n£ erga fuos peculiare gcnusdeclaratur,&:exponitunniíi
quod fuperio^eamparté continet,qua?in 4efendedo,6£
tuedo verfatur;hasc ad caparte que- vtilitaiesipíls,&bona
con-
197 CANTAR DÉLOS CANTARES

mismos. Allí es declarada la razón de auxiliar, aquí la fuerza de ayudar y la lar-


gueza. Y así como allí eran significados los justos con el nombre de lecho, así
en este lugar son significados con los nombres de litera y angarillas, Y así como
por aquella causa fueron llamados lecho, porque Dios derrama y dilata en
ellos las razones de su providencia, cuando, librándolos de la opresión de los
males, los restituye a la luz y dignidad; así cuando a los mismos hace grandes e
ilustres con sus dones, parece usar de ellos como de litera y angarillas, con que
él se goza en ser llevado. Pues aunque ellos siempre llevan a Dios enda mente y
en el cuerpo, sin embargo cuando hacen una acción insigne o son regalados
por Dios con un regalo ilustre, por esta cosa la virtud de ellos es conocida por
el pueblo, entonces así llevan abiertamente al mismo Dios, que pueda ser ado-
rado y casi visto por todos. Por lo cual todos aquellos nombres, oro, plata,
púrpura, árbol, de los cuales se dice está hecha la litera, significan las razones
de beneficencia, que Dios usa muchas y grandes con los suyos; o más bien
aquellos mismos bienes y géneros de bienes, que Dios suele dar a los suyos,
cuando les regala. Pues tiene cada uno de aquellos nombres significaciones
propias y escondidas. Pues con el oro es lícito significar a la caridad por aque-
llo del Apocalipsis^; Te persuado a que me compres oro acrisolado. Y la plata sig-
nifica observancia e inteligencia de la ley y preceptos divinos, según aquello46;
Las palabras del Señor plata ensayada alfuego, Y la púrpura, de la cual se hace
en gran parte el vestido del sumo sacerdote, se refiere al culto de Dios y a la
virtud de la religión. Por último, la altura del cedro se traslada aptamente para
declarar la exaltación de los virtudes heroicas y la altura del ánimo que despre-
cia todo lo terreno. Y no ha de omitirse que se dice que no solo presta esta li-
tera en copia, sino también en arte, para que se entienda que Dios no solo es
largo en dar, sino también admirable en la misma manera de dar. Pues con las
fuerzas que los hombres piensan ser llevados a la ruina, con ellas, disponiéndolo

45 Apoc. 3, 18.
46 Salmo 2, dice fray Luis; pero es salmo 11, 7.

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T_£RTIVM: 157
coíiciiiat,fpe¿ht. Ibi auxilian di ratio, hic benefaciédi vis,
atqjlargitas declaratur,Ita%uequéadmodüibiÍe,¿tuh nor
mine iufti fignificabaniur,ik iftoloco iigniftcàtur fercu?
•li#atque le&icae nomimbui«Àtque ficut o b ea caufam le-
ùus dicuntur,¿qmaeftuiiditAtq$ diktat iivìllis Deus, fuap
prouidentiarrationesícüeosab oppressione malorü libe
rans,luci atque dignitari rcfiìtuit ; fie cu eofdé fuis donis,
magnos,&:illuáres effick,eis pro le&ica atqíferculo,quo
ipfefe ciCGungeftarigauéet,ytivid€tttr*Nain quamuisilli
femper Deum geftent mmente,& incorpore^amen qua
do vei ipiì eduntinfigpealiquod facinus,yel aDeoiüuüri
quopiam donoafíiciuntur,co tuque ob eam remvirtus
populo innotefcitjtunc ipfuml>euni ita palam circunfe-
runt,vtàcun&is ptopècerni,^adoiaiipoilir. Quocirca
yniuetfailJanoiniííavautum,aigentum, purpura, ccdrus,
quibus,ex.rebu$cóftareferculum dicitur,eas rationcs be-
nefaciendifigmficant,quibus Deus,ergaiuos plurimis at
quemaximis ytitunvéipouùsiliaipfa bona, bonorüque
gcnera^uas Deus tribuete foletfuis, eum üüs benefadr.
Nam habent ungula illa nomina fuas,&: arcanas ugnifica
tiones.Nám auro chariratérignificariliquet,ex ilio Apo- t
calypfis.Suadeo.tibi emere à.me aurum igni; uni. Argcn- •••*t?ÙC**±
tu vero Iegis,acpraíceptOEum>diuinorurn inteiL'géiià, &¿
obferuantiam fignificatjuxtailludjEloquiaDomini at* Pfa!m.;j.
gentum igne examinatü. Purpura autemè qua fummi fa-
cerdotis veitisjnagna exparteconficituradculrum Dei,
& ad religioni&virtutéiefertur.Xedri porrò al tiendo ad
virtutumherokarum exaggerationem>& ad animi cucia
terrena^efpicientis celfitudinem declarandaaptè tranf-•
fertur.Nec vero illud eft omittendunyion copia folùm,
fed a rteetia predare hoc fercuhl dici ,quò intelÌig«~turnÓ
folumlargum inbcnefaciendo,fédinÌpia rationebenefa
ciendi admirabUem eñc-Deum.£tenim quibus maxime
N $ vijs
198 CANTAR DÉLOS CANTARES

Dios próvidamente, se camina muchas veces a la salvación y gloría de ellos; de


la cual cosa en José y en David hay iíustrísimos ejemplos; pues el uno, sopor-
tando los últimos males, la cautividad, la esclavitud, la prolongada cárcel, lle-
gó a una dignidad semejante a la regia; y el otro, huyendo de la patria y sopor-
tando el destierro, consiguió dominar en los de su misma tribu. Y así, Dios
todo lo convierte en bien para los que ama, y se da a ellos, que es el mayor
bien, como fue escrito47: Y vendremos a él, y moraremos en él Y ello se significa
en este lugar, cuando dice: por el entremedio, amor. Pues.Dios mismo es cari-
dad, lo que Juan escribió48. El cual Dios sentado en estas literas, esto es, sobre
los justos y amándolos, e ilustrándolos con los rayos de su luz, así los volvió
claros, que todas las cosas, la plata, el oro, la púrpura, los cedros, aquel, digo,
eximio coro de divinas virtudes, porque Dios lo preside, sea muy hermoso y
admirable y digno de estima y de aprecio49.

De donde muy rectamente se sigue: Salid y ved, hijas de Sion, al rey Salo-
món con la corona con que le coronó la su madre en el día de su desposorio;, y en el
día del regocijo de su corazón. Pues el mismo recuerdo de los beneficios de Dios
le trajo a la memoria aquel sumo y más grande beneficio, y el que ciertamente
es cabeza de todos los demás beneficios, porque en él brilló mucho la excelen-
cia de la providencia divina para con ios hombres, cuando quiso hacerse hom-
bre por los hombres. Como fuera arrebatada la esposa en admiración por la
consideración de tai cosa, y no pudiese contenerla dentro del ánimo, dice co-
mo exclamando: Salid y ved, hijas de Sión, al rey Salomón con la corona con que
le coronó la su madre. Como si así diga; "¿Qué importa hablar de la grandeza
de la providencia de Dios para con nosotros, o recordar todos los beneficios de
él dados a nosotros, uno a uno? ¿Por qué referir las guardas nocturnas o las
custodias del cubículo real o el egregio artificio de la litera? ¿A qué probar con

47 Ja. 14,23-
48 I Jn. 4., 8 {citado por fray Luis en «Pastor»).
49 Cfr. Onís, II, 186-87.
198 IN C A<$ V T
vijs nomines cxiftimat fe adinte*itui»duci,ijs fapè', De©
id ipfum prouidè dffponente?adfaiutem illoru M ad glò*
riamccmt^nditurrquade re inIofepho,S¿inDaüide cxè*
pia iMuftri6ima cxtaat : aítárcnim^poftfcma perfercndiá
mala cap4iiutate,féraitut€m , careerè dimani &addignifc
tate regifparéperueaitraltceauté^patriaájgknda, & exi*
iio perfereftdo aCequutus eft Vtin<:antrìbulibu«domi-
narcturfüis.ítàqueDeus ijs quos arnat omnia in bonum
^eràt» feq$ tpiìs phe&etjquodeft maxima bonü,fícut Ceni*
ptü eft, Et adititi vMkmus^^aafione apud illa fack¿
' mas. Idq; hoc loco figaificatur,€a 4icitur,^£/À* cfawttm
cojbaintiZhukzs cairn De9 ip íeeft-»- quod IoSnesfcripiìt:
Qui Deus in his ferctiíisjid eftjiuft^ húmmibus fcdést eof
que amàs,ac lucís fuse radijs illuíhás,ita mddit cSfpkuos»
v t omnia illa, argenta si, autu, purpura , cedri, iilè kiqul
díumaram vktutú ehorus eximius , exeo quodDeusiili
pratfidetpulcherpDtifsimuj&ípedabiMSjpretioqi & seni
matione iitdignias.Vaderf^ifiS'imè^equitur. Bgredimimfi
lÌ£$tm1&j>vdetc RegemyeflrüS4~omom€Mmdkdemare9 qmcé*
tm& ttit eüwdt-erfìia in diedefponfanonisjuds^in die UtitU <cnrì
<fo e/WNam beneficiom Dei eomemo ratio ipfa^eimttte
moria reduxk,fummü illud.& maximum beneficìum^ 88
quod certe capar eft reliquom beneficiorá omnia : vtpo
tè in quo diiMnseprouidentì^erga homìnes excelllkiama
xirnèenituitj cu hom©ipfeemciproho«aimbu$ voluir^
<£útus ex céüderatione rei ÉpóTacum rapereturin admi^
Jrati0&é,&: eam animo mdufam<ofitinetc 06 poCet y ve*
luti exciamans dick.E^redimìmfilidi Stùn&Tndete Regem^e^
itruSdumonem cìtdiademare9qHO coronctHthll%mdter f'uà. Quafi
Ita dicat.Qujd attinet per £ìnguÌa,prouidéde;Dei erga nos
magnitüdínem dìcere, aut illius vriìueria nobis collata
beneficia commemorare? Cur aut excubias nocturnas,
aut regrj cuáodes cubktíii, aut k&icse ceíeratn artiá-
emm
199 CANTAR DÉLOS CANTARES

conjeturas o argumentos, que somos amados por él, cuando vea y pueda mos-
trar a todos al Hijo de Dios, hijo único y también él sumo y Dios igual al Pa-
dre, habiéndolo querido el mismo Padre, que se ha hecho hombre a causa
nuestra, y hombre de condición ínfima? Salid, pues, y ved al rey Salomón con la
corona con que le coronó la su madre, y dejad de admirar el que descanse en los
hombres como en un lecho, el que vea por la salvación y custodia de ellos de
tantos modos, el que se goce en ser llevado en las ánimas y en los cuerpos e
mismos, el que los defienda con defensas, el que se adorne con oro, plata, púr-
pura, marfil, esto es, con la prestancia de las mayores virtudes; cuando él, Se-
ñor de todas las cosas, él, digo, Señor, para que nosotros no sirviéramos más a
la muerte, se dignó vestir la carne y servir en ella a nuestra esclavitud; y el que
antiguamente aparecía severo, sea dicho Salomón y lo sea, esto es, sea autor
único de la verdadera paz, y el que antes de todos los tiempos nacía sólo del
padre, tenga ya madre mortal, de cuyo vientre salga también él adornado de
culto mortal, y se goce y alegre de ello tanto, que parezca en cierto modo jac-
tarse y dar ostentación con ello; piense que ninguna púrpura, ninguna corona
es más augusta para él."

Y así se sigue: con la corona con que le coronó la su madre en el día de su des-
posorio, y en el día del regocijo de su corazón. Y en verdad con el nombre de des-
posorio la esposa declara abiertamente y sin ningún ambage de palabras el sa-
cramento de la carne asumida por Dios. Pues como las Sagradas Letras hablan,
cuando Dios se hizo hombre, hizo un pacto conyugal con el hombre, nunca
interrumpible. Por eso el tiempo de cuyo pacto y toma de la carne humana,
que el Verbo determinó para sí antes de todo tiempo, es llamado día de su ale-
gría, porque, si se ha de hablar así,- aquel día brilló el más alegre de todos pa-
ra Dios, cuando vestido de la carne humana y salido a luz desde el hombre,

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WJB RTJ W M. is9
cium egregium h Q&i&conietìuris argumcntifve p r o
bau,ab co nos diligi ycum videam, oitenderequc cun^
&ís.poísim DeifiH»nx,.&:fvnÌgeiiitumfilium> &,fum-
mum>etiam ipfuni^ &¿ patrisequalem Deum, pacreipfo
volente effe fa&um noftri caufa Hominem ,& infima
conditionehominem ì Bgredtmml7ipx.\xt3 & Ridete He*
gem Sdomonem cum ditdcm4ttf/¡w*CG?<m.aijttwm:m4terfu4¿
ac definite mátadv, quòd in homiftibus vquafi in ieita
quiefeat > <ju©4 coroni cufíodise, atque Saluti tot modis
proípkiat, quòd fé in ipforttm, &,animis, & torpori-
bus circungeftari gaudeat^ quòd prajfidijs defendat iljos,.
quòd auro, argento, purpura^ jebore^idcft ? maximarunv
pracffcanria vktutum exornet: cum ipfe omnium Krurnv
Bominus, Dominus inquam ipfeynejios amplías mor-
ti fecairémusrcarnemindueredignatus fk¿,¿£ineaferi
ttittttcm noitram fernire :•-;& qui ohm fèuerùsn eftr habi*
tus > iam&iit,&: dicafcur Solomo nyhaceft author \yii-
cus vera; pacis & qui ante omniatemporà, ex folo pa^
tre nafeebatur, ma treni iam mortalem habeat,è cuius
Vtero, mortali &ùpfecultu ornatusprodeat ,eoqueita*
gaudeat, atqueixietur, vtoilentare in eo fé, atque ia&a^
lequodammodo vrdeatur: nullam certe ilio regiampur
puranx auguftiorem eùe putet, nullum diadema, ItaquCr
iequitlir» In diademate, ¿jUQXoronautt tííummattrfuamd^
dejponfmkmsfafi, & matelattiti* cwdiseius. Et ceree de-?
iponiàrionis nomine aperte, Se citta vJIas verborum
ambages affumptai à Deo camis facramer¡tum ipon-?
Ìà declarat : Nam , iicut literas, facrae loquuntuc, cían
Deus homo fa&useft ,.inijts. coniugalexum nomine
fedus , nullo tempore dirimendura. Cuius feedens in*
cu ri di, .&; humana; fufcipiendac carnis tempus , quod
verbuni fini ante omoe tempus coaitituit, txc-itixip-
fius propterea diciturdies, quia Jì ita loquendum. eft
£i 4 Beo
200 CANTAR DE LOS CANTARES

fue visto hombre por todos los hombres. Pues ¿qué hizo Dios alguna vez que
sea semejante en alguna razón a esta obra, o pueda ser comparado con ella de
alguna manera? ciertamente todas las otras cosas, cualesquiera que Dios obró,
las obró para hacer aquesta cosa y llevarla a finado. Además, el que en cada
una de las otras obras lucen virtudes aisladas de Dios, en ésta así aparecen to-
das, que con ninguna cosa más o igualmente sean ilustradas; y si verdadera-
mente el salmista regio escribió51: El Señor se alegrará en todas sus obras, ¿con
qué gozo o con qué alegría se dirá afectado en la tal obra suya, en la cual supe-
ra con tanto intervalo a todas las demás, aunque se reúnan en una? Pues si se
busca algún documento, en éste aparece el resumen de la sabiduría divina: si
de bondad, no hay ejemplo más ilustre que este ejemplo; si de justicia, si de
equidad, de consejo, de grandeza, de munificencia y de todas las demás virtu-
des se busca la luz, esta obra se llena de tales luces, que ninguna mente huma-
na, sin ser robustecida por la fuerza celestial, pueda ver tan grandes esplendores.
Y si estos consejos nuestros nos suelen agradar mucho, con los cuales nada pa-
rezcamos hacer o más bien hacer algo, ello sobre todo hacemos, lo que nos pro-
pusimos hacer, y llevamos nuestros proyectos al éxito feliz y deseado, mientras
nosotros estamos ociosos al parecer; muy alegremente en verdad sucede a Dios
haber hecho tantas cosas, cuantas la mente y el pensamiento de ningún ánimo
perciba, en la cosa más vil de todas y más despreciable, a juicio de los sabios del
mundo, esto es, en la carne y cruz de Cristo. De lo cual Pablo escribió muy
bien52: Porque la locura de Dios es más sabia que los hombres, y la flaqueza de
Dios más poderosa que los hombres. Y así, Dios llama por esta causa según la
propiedad del lenguaje hebreo al mismo Cristo su brazo y fuerza de su salvación,

50 Según fray Luis, la causa determinante de la encarnación no fue el pecado, sino el deseo de comu-
nicación perfecta de Dios al mundo (cfr, NC, I, 66-67; De Incarnatione tractatus, q. III, 2, 34 ss. Commen-
tarla in III pattern D. Thomae> art. Ili, 2, 254). Esta idea no es original de fray Luis. Defendida por Escoto
y Alejandro de Alés, la sostenían en el s. XVI Ambrosio Catarino en su De eximia praedestinatione Chrístí, y
Jacobo Naclaudio en sus Commentarla in Epistolam ad Ephesios, I, según citas del mismo fray Luis.
51 Salmo 103,31.
52 I Cor, 1.
too IN^C^PVW
T>co omnium lo^írsiinüs is di^iUuxir,cum humanr catv
rie vcftitus,5¿ex homiftein lucemortu^abiio minibus^
fus cft homo Etetíim quid Déus vn§uam fede, quod aut
huic operifimile,aii<mafatÍonc fit, aufccofemcü ilio ali*-
quo modopofsít* Aliacertè omnia quaseunqj Deus opc
ratus eftjhmusjreiefficiendae^adexitu^riiucertda; cat*
fa opecatus e&Adde, quodinffingutìs.alij s cpej&bus, ün-%
gula: Íuceot^iríUGe&©eiviii¿hocita appacent yatuería?, vt
ñutía r^a«tm3gis|aufrae$uèilM^
Pf¿l ios. &*us ^^^^ip^s^^aÍDíiru* Dpimnus ín<omnii>íisíopf
• * rifeusíais:quo gaudio, guaveia?t¿t¿aafíid cebadas cft; id
eo opere iuo,qaodreliqua;ipiìusqpera;, veía* «omnia in
vnü conferatu^tancoinLeruaUo fkperaeíNam fi docu m§
t ü al iquod q uaeáttir.diuina; %nccia:'ináoc íuaiíiiaappa¿
iet.fi bOniía4:is}flutiá:ho€^^
i potétiae,fi mftkixfi «quicáti$,coí¡iij;magiaiiaaíüniívmu
íiiñc2aú&, cxtemrúqueoiíaiíiiim^iXtú'tü harnea írcquiri-
turi, ijs compkitur hoc opus tumimbus, nuIla vt humana
mens^iíl vi roboretur cadetti, videre iplcndores- tantos
pofút. Acfinobisjea noftra confina piacere maxime io*
lcnt, quíbafeunaaut nihilagere, aut aliad prorfus agerc
videa ñau r^id pottt^ámñ efrkinsus, quo ¿fanobi;rpropoíui*
muse65cere,ad cxit.umquefcelicA&: optar u m ^ i i r a in*
ftituta perducimus^píi interim vt apparerò noli clamisi*
mu profetò Deo accidittantas fecúTeres^quatas >nullíus
animi mens,& coguafiopercípiat, re, vt a mundi fapieti-
bus iu.dicaturso.mtiiuín vilifsima, &¿ contempti^ima, id
eftcatne,atque cruceChnüxQua de re,vcriGàmè Paulus
i CcripíIt:Quod ftultú e£tvDei íapi,étiuscft,quam ha mines,
1.4 or.i q U od in^raiü eft,€ortius<eftiiominibus*Itaq; D¿* ob ifta
c
*^* caufaiii,Cháftüipmmbta^
proprieta tequadam Hebraici fermo nisvocat, id^eft ma*
gnum, atqúe cdmiumÍuum:roburraut<;erteíOitiu$ fuae
magni-
201 CANTAR DE L OS CANTARES

esto es, su gran y eximia fuerza o al menos ejemplo esclarecido y casi único de
toda su grandeza y prestancia. ¿Qué? Cuando tan antes anunció que ello suce-
dería, cuando tantas veces y con tanta seguridad lo predijo, cuando para decla-
rarlo empleó tantas figuras de palabras y de imágenes, ¿por ventura no declaró
bastante que él se alegraba vehementemente con ello? ¿Y qué importa buscar
lo mucho, cuando haya un testimonio claro de la misma palabra divina sobre
esta cosa? Pues en los Proverbios, donde este mismo Hijo de Dios aparece re-
cordando sus obras y hechos, como expusiera la mayor parte de todas las cosas
que en la fundación del mundo obró juntamente con el Padre, al final así di-
jo53: Y mis delicias están con los hijos de los hombres, no diciendo que todas las
demás cosas que hizo le eran en cierta manera trabajosas, y esto solo, el que
naciera y muriera hombre por los hombres, le fuera gozo y placer. Y estas cosas
fueron dichas por la esposa en la persona de los justos, que como ya hubieran
avanzado algo en el amor de Dios, y fuesen vejados y tentados por el ataque de
las adversidades, liberados después, dan gracias a Dios por su liberación. Mas
las que después siguen, son palabras de Dios metido ya en cierto modo en lo
secreto y presente en las almas de aquellos justos, y pertenece a aquel lenguaje
amatorio, que dijimos, del que después hablaremos en su lugar.

TERCERA EXPLANACIÓN

En el mi lecho en las noches busqué al que ama mi alma; busquéle y no le ha-


llé. Levantarme he ahora, y cercaré por la ciudad, por los barrios y por los lugares
anchos, buscaré al que ama mi alma; busquéle, y no le hallé. Encontráronme las
rondas que guardan la ciudad. (Pregúnteles): ¿Visteis, por ventura, al que ama mi
alma? A poco que me aparté de ellas (anduve) hasta hallar al Amado de mi alma.

53 Prov. 8,31.

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T E RT ÍK-M. «i
fl&agmtudinis, arque prxílantiavdarifsimum, &: propè
v-nicum exempium. Qmd? cùtnlautoantèidiùturu de-
nunciarne, cum cotíes, 6¿ taata affetteràtlotieprícdixif, cu
tocad id dedarandumadhibuitv5£ verborum &: imagi-
numfiguTas,nónnefatis declarauitfde eoipfum übivehe
mentec placete > Sed quid attinetpluracGnquircre, cura
extet ipfius diuiai verbi,hac4ejíe,perrpácüiim teftitno-
niumíbíáin Pxotterbijs,quo loco hicipfè Ddüiius inda-
oitur,fiia.opera atquc fa¿ta commxrraarajas,cutrr^xpo-
fuifTet pietaque eorum f quscin mundiconditroneiìmul
Cümpatreoperatuseft,adexrremum íkintulit. Et deli- Prauerfò*
cias mesBciTecum filijs hominum. tantum nondicens,
reliqua omnia qua:cumquefeck,iìbi quodammodo la-
bori fuiííe,aocautem vnum,qiiod pro hominibus ho-
mo,& natus 6¿ mortuns eft,gaudio,atque voluptad. At-
que haec ab %onía in perfonaeoxumiuftorüdidafunr,
qui cùm aliquantulumiam-profexrífeiii m amore D^i,6c
rerum aduerfarumiliationetentati,atque vexati eilent,
po£leàliberati,gcatias aguiKDeo db fuamiiberarionejn.
At qua demeeps fequuntur, verba funtDeiillapiìiam ar-
cano quodammodo, atque prasfends ineoxumdem iu-
ftomm animis, pertinetqiiead amatorios illps fermo-
nes,quos diximuìjde quibuspoílca £uo loco dìcemus.

T E K, T I A BJMAUino,

N lettalo meo per noti: ts^Udtfiuis queni ¿digit anirm


mc4sc^£fiutulum&nonìnueni J&wrgtm0 cip mia
twttatem Per ytcos & pUteas^xram c^uem.dilmt
anima met^ysümúltomy&mnwMtnu Imenerífit
tne^i^tics^u cvüodtitntcmitíttem^num^Hem diügtt anmtam€4
yidifluí fraul'dHmcumpertranfiJJemeos, inttemquem dtltgitAni*
ma m ea.Si quac rrmlier, quod hsc feciíTe fcemina fingimi,
N s idre
202 CANTAR DE LOS CANTARES

Si alguna mujer hiciese, lo que esta mujer se fìnge haber hecho, que muy en-
trada la noche, saliendo de casa sin acompañante, buscara ansiosamente a su
esposo por todos los rincones de la ciudad, todos dirían que estaba deshecha y
enferma por el gran ardor de las preocupaciones, por amor, por miedo, por
deseo, por solicitud, por desesperación, todo confluyendo en su ánimo. Por lo
cual su persona referida a la Iglesia no significa otra cosa, sino que la Iglesia,
puesta en algún grave peligro y rodeada de males por todas partes, ha de poner
todo su empeño en buscar e implorar la ayuda de Dios, y la preocupación y la
solicitud de ánimo54. Y si alguien me pregunta que sí lo que sucedió a la Igle-
sia, salida de Egipto y puesta ya en libertad sin esclavitud, haya sido tan grave
mal, podrá aprender esto de los testimonios de cosas hechas por la Iglesia55.
Pues cuando los hijos de Israel, habiendo salido de Egipto, se asentaron en
cuatro campamentos en Piajirot a la orilla del mar Rojo, el faraón rey de Egip-
to, doliéndose de que les había permitido salir, reunidos rápidamente muchos
miles de hombres armados, siguiéndolos, acampó no lejos de ellos. Lo cual
perturbó con vehemencia los ánimos de los hebreos, después de conocerlo a
través de los exploradores, por lo cual cundió la confusión en los campamen-
tos de ellos. Pues ni se atrevían inermes a luchar contra los armados, ni apare-
cía lugar alguno para la huida, porque montes altísimos ceñían sus lados por
ambas partes, y delante estaba el mar. Y así, faltos de consejo y casi desanima-
dos por el miedo, y quejándose gravemente de Moisés, como si los hubiese lle-
vado a un lugar muy inicuo, pasaron la noche ansiosa y solícita56, hasta que
bajo la aurora vieron abierto y extendido un camino en el mar, en parte dese-
cadas las aguas, en parte alejadas. En tan gravísimo e inminente peligro, pa-
ra huir del cual no había camino, este concurso y reunión molestísima de los
mayores males, esto es, de temor, de temblor, de ansiedad, de quejas, de so-
licitud y de lágrimas, con lo que sus ánimos fueron diversamente torturados,

54 Tiene que acomodar la interpretación anagogica al hilo del Cantar. Aquí se suele ver a la iglesia
que busca a Cristo en la sinagoga, en la que hasta entonces había acostumbrado reposar, allí le buscó inten-
tando sacar aquella nación incrédula de las tinieblas de la ignorancia a la luz y conocimiento de la verdad;
pero no hallando bien dispuesto aquel pueblo, se ve en la precisión de salir fuera a buscarle. Fray Luis expo-
ne después estas ideas.
55 Ex. 14.
56 Figura estilística, con sabor virgiliano.
id reipfatedilèt,vt no&eintempefta^ domoílhc comité
egreífa,peromnes vrbis ángulos iuü virü anxiè perquire-
ret,ipfam nenio nò diceret, amore, metu,deíiderio, folli-
cimdine,defperatione, vnàineius anima confluentibus^
magno curarü aeftu laborare atqueconfid Quarehuius
perfona ad Eccleíiam. tranílata nihü aliad lignificat rqu&
Ecclefiasin grauiaiiquo periculo conftituta*, Se vndique
maüs circumuallata^euram animi j&follidtudinem? ÒC
in Dei ope quaerenda ÒC implorada, fummum abipfa ad-
ibir mnftudi uní. Quodautem id tam graucmalum rué*
Tit, Ecclefíae quod accidit iam, vt.fingimus,ex AEgypto
protetta?, S¿ aferuitute in libertatena iam vindícala?, íi
quis me roget » is ex manumétis rerum ab illa Eccleiìa ge
Bsodd^t ftarüjid difcerepoteiit Nana>vtinExodofoibitur,currj
fiüj Ifraei profecii ex AEgypto quartis caftris in Phiaphi-?
roth confediflent adorarn rubrimaris, rex AEgypti Pha*
i#o,quòd eos abite permiíiíTetjdolens, multi s millibus ar
matorum horninum raptim colleÜi&,ipíbs infequutus,
n^n procul ab illis caftra poíuit Qua; res Hcbraeorumve?
hementer pertuíbauit ánimos, eius poftquam per expío*
ratores cercioresfa&i funt, ex quo trepidará coeptum cñ
in eorum caílris.Narn ñeque ar mis certarejinermes con-
tra armatos audebant.Tneqùc,vllus,fuga; patebat locus*
quòd montes akifeimi eorum vttinquecingerent latera,
ante vero obie&um obftaret mare.itaqtre cáfilij inopes,
ac metu penéexanimati,acde Mofe quafifeprodidifíer,
certe in iniquifsirn um adduxiífet iocum grauifsimè con-
quemjronieitamnociemjatqueanxiáperegeruntjquoad
fub aurora apertam in mari, arquefiratam víderüt viam,
aquis pattini exfi ccatis, partiría dimotis. Hunc igirurin
gra uiísimo arque imminente peri culo, cuius effugiendi
nulla patebat viajtimoriSjtrepidaiionis.anxictatiSjrollict-
tadinkquereiarum^ lachrymaruayd eft, maximorura
malorum
203 CANTAR DE LOS CANTARES

es significado muy elegantemente por esta frase de la esposa, en el mi lecho, es-


to es, en mis cosas alegres, en medio de la tranquilidad de la libertad, cuando
pensaba haberme librado de grave esclavitud, en las noches, esto es, en aquella
noche que siguió a aquel día, cuando los egipcios pusieron sus campamentos
junto a los míos, busqué al que ama mi alma, esto es, caí en gran peligro de vi-
da. Pues demuestra la cosa por sus consecuencias. Pues es consecuente que
busquen el auxilio de Dios los que están colocados en peligro. Busquéley no le
hallé, porque no puede encontrar razón alguna de eludir el peligro. Levantar-
me he ahora, y cercaré por la ciudad, por los barrios y por los lugares anchos, bus-
caré al que ama mi alma, porque, como el mal creciera en horas, lo examiné
todo, llevé mi mente por todas las cosas, lo intenté todo con lo que creía poder
desembarazarme de él, y sin embargo nada me sucedió a gusto; encontráronme
las guardas que custodian la ciudad, esto es, caí en Moisés y Aarón y en los res-
tantes príncipes de mi pueblo, y no tanto caí, cuanto más los encontré llena de
dolor y temor, y así pregunté: ¿Visteis, por ventura, al que ama mi alma? ¿Por
ventura hay alguna razón de procurarse la salvación? ¿Por ventura hay alguna
esperanza de incolumidad? De lo cual así se escribe: El faraón se acercaba; los
hijos de Israel, alzando los ojos, vieron a los egipcios marchar contra ellos, y llenos
de terror clamaron al Señor y dijeron a Moisés, es que no había quizá sepulcros
en Egipto, que nos habéis traído al desierto a morir57; mas añade: A poco que me
aparté de ellas (anduve) hasta hallar al Amado de mi alma. Porque poco des-
pués de este discurso tenido con Moisés casi sintió que Dios le ayudaba. Pues
el fuego, que se había colocado delante de sus campamentos, para que de no-
che luciera para ellos, trasladándose a la parte posterior de los campamentos y
permaneciendo entre ambos campamentos, impidió el acceso a los egipcios;
entonces naciendo el Aquilón y soplando con vehemencia durante toda la
noche, desnudó de aguas la parte de suelo que inundaba el mar, y secó aquella

57 Ex. 14, 10.

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TERTIVM. i0J
malo rum concurfum atque conuentum molcftifeimn,
quo illorum animi varie excruciati fun uhajc fponfse ora-
n o pereiegater fignificat ,,inquit enini, In ìeóìttlo meorìxQC
eft, inlsetis meis rebus, in media Ubertatis quiete, quàda
grauem feruAtutem exuiife arbitrabar yfer noèhm, id eft,
eano&e, quaì diem eum ìnfequutaeft, quando mea iux-
ta caítrafua AEgyptij caárapafuerunt^«je/7w/^^»»<//'¿ff
anima mea>id eft,inilimmum vitiac difcrimen incidi. Nam
rema canfequentibus demóftrat. Con fequens enim eft*
Vt Deirequirantauxiiium, qui funtconfhtutì kipericu-
ti$+Q¡t&fiuiito<ltte9úr non'mueni Quiapexicuiieuadendi ra~
tionem nullam inire pomi .Sur^im^rcircuiboaukatemftf
~\kos &f>late4siqu&y4mqH$mdi'tgtt anima muquía cum ma*
lum. in horas crefcerct, omnia circunfpexi, mentcm per
omnia circuntuli, omnia tenta ui, quibus me ab eo extrt-
carepoiTccredebam,nectamenmihi aliquid exfenten-
fia fuccefsit, inuenerunt mcVigtles qui cuttodìuntcuutatentÀà
cft,in Moyfen & Aaronem incidi, inquereliquos mei
populi principes,nec tàm incidi, quàm ¿pia vitro doìoris,
ac timoris piena conueni illoSjatqueka togau^numquem
diligit anima meaìtidi&isì num eftahquaratio expediendas
íálutisínualiqua incolumitatis fpe*?Qua«de re ile in Éxo-
do fcribitur. Cumqjappropinquafíet Pharao,filij Iliaci Ex°&i4»
íeuantes oculos viderunt AEgyptios poñVfe,& timue-
runt vai.de, £¿ clamaueruntad Dominum, &: dixerunt ad
Moyfen, forlan non eran* fepukra in AEgy pto, ideò tu-
Iifllnos , vt oioreremur infoMtudine :fedaddit ^adulum
campevtranjijkm eosyinuer/t quem dilìgit anima mea* Quia pau-
lo poft hunc cum Moyfe fermonem habitum,Deum fibi
auxilio venule propè fenfít. Nam isignis,qui ante eius
crat caftra conftitutus, eis vt no£tu praeluceret, fe ad ex-
tremara parteen caftrorum transferens, &: inter vtraque
conñílens caftra A E ^ p t i o s acceífu piohibuit > rum c©<
oitus
204 CANTAR DÉLOS CANTARES

parte blanda y húmeda por el agua, para que los hebreos caminaran con píe
firme y no engañoso. Y así, inmediatamente después de lo que pusimos, escri-
be: El ángel del Señor58, que marchaba delante de las huestes de Israel, se puso de-
trás de ellas; la columna de nube que iba delante de ellos se puso detrás, entre el
campo de los egipcios y el de Israel; y se hizo tenebrosa y sombría toda la noche, y
las dos huestes no se acercaron una a otra durante toda la noche. Moisés tendió su
mano sobre el mar e hizo soplar el Señor sobre el mar toda la noche un fortísimo
viento solano, que le secó, y se dividieron las aguas, y los hijos de Israel entraron.
De esta manera, porque evitó el peligro y consiguió la deseada salvación, por
eso dice que encontró al amado a quien tan deseosa y ansiosamente buscaba,
esto es, la esposa aquí recuerda en la persona de aquella Iglesia, que experi-
mentó el auxilio presente de Dios, y además añade: Asile, y no le dejaré hasta
que le meta en casa de la mi madre, y en la cámara de la que me parió.

Con las cuales palabras figuradamente significa con cuánta alegría haya si-
do infundida ella, cuando por tan gran beneficio de Dios se vio sacada del me-
dio de las fauces de la muerte y devuelta a la vida, y con qué grande y con cuan
grato recuerdo siempre de tal manera recordara aquella cosa. Y aquel bien que
nos acaece en el temor de último mal y por alguna no esperada razón admi-
rable, éste no solo suele ser más agradable, sino se adhiere más en el ánimo, y
así lo tenemos cogido con todo el corazón y no soportamos que salga y se nos
escape del ánimo. Y la grandeza de tan gran beneficio excitó y encendió en
aquella Iglesia el sumo amor de Dios, a quien vio casi presente y luchando
delante de sí. Habiéndole abrazado con eximia caridad, nunca después, como
aquí se dice, se apartó de él totalmente, esto es, nunca se vio después desierta
y totalmente desnuda del auxilio y ayuda de él. Pues como tener al esposo es

58 Ex. 14, 19-22.


104 J N '£ A P V T
ortus Aquile totaque vehementer fpirans no&e, Soli
ciiis, mare quod;obmefaat, pattemnudauit aquis, eamqj
partemexaquamollem atque madentem deiìccauit, eo
vt: Hehrad iter, faceroat firmo &: non fallente veftigio.
Sic cairn proxime peít illaquse pofuimus, fcribitur, toì*
Zxod> i4i ienfque £e angelus Domini, qui piaxedebat caftralfraél,
abijtpóft cosmèe curri eopariter columna nubis, priora di
mktenspofttergum,ftetit inter caitraAEgyptiorum &s
caftra lfrael>&: eratnubes ten ebrofàJ&iHumimns nafte,
ita vt ad fé inuicem t o t o n o d i s temporeaccedère no va
le.rent,cumque exrendiiìet Moyfes manum fuper mare^
abftuSit ilìudDominus fiante vento vehementi, Se vren*
te tota no&e oc vertitin iìccum?diuifaque eft aqua,& in-
grefbi funt filij Ifrael. Hacigiturrationequiapericulum
euailt,&;optatam falutemadeptaeftydeòinuentumafe
efle dile£tum dichvquemtam cupide atque anxiè qua?*
rebat,id eñ,íponía hìc ex perfona iliius Ecciefiar camme-
morat^expertamfeeiTepra&fensauxilium Dei,ac prseter*
ea addit >
. tenui eum/iec¿tmìttam^ dance introducam eum in do*
mummamsme&>&mcnbwulumgenttricts me&> Qtubusver-
bis figurate lignificar, quanta perfufa latina ipfafuerit,
cumDeitanto.beneficiOjfeèmedijs lethi faucibusere-
ptamac virai reititutamvidit,quantaque eam rem, 8c
qua grata rccordationefìtprofe.quutura femper, Quod
eiiim nobis bonum,ex poitremi mali timore, nec opina •
tò mirabiiiaiiqua ratione accidit, id nò foiùm lauius effe
folet, fedhasretin animo magis,itaque roto idpe&ore
complexi tenemus, necelabinobis exanimo,atque ef-
fluerepatimur. Etveròiliius ranri.benefici>magnitudo
fummum excitauitin ìllaEccleila, atque accendit amo-
rem Dei, quem pcnàpjrsefentem acpro fedepugnantem
afpexit. Ergo,eximiaipfunvcharitatecomplexa,nunqua.
jKXÌleà, vthic dkitur,pcnitùsa fé dimifit,id efl3nunquam
fé.
205 CANTAR DE LOS CANTARES

usar de su auxilio, así retenerlo será nunca verse privado o destituido total-
mente de la ayuda de él. Pues aunque muchas veces aquel pueblo, peregrino
en el desierto, con sus malos hechos provocó la indignación y justa venganza
de Dios para sí, sin embargo nunca apartó el ánimo de Dios de sí, sin que qui-
tada la causa Dios le quisiese y le hiciese bien. Pues él, como en un salmo se
escribe59, fue propicio con los pecados de ellos, y no los perdió y abundó en quitar
su ira, y no encendió toda su indignación. Y así, poco después en el Sinai casi fue
visto por ellos, al menos fue oído hablar abiertamente, y desde^ entonces en
adelante Dios siempre animó al pueblo, y lo levantó decaído y le otorgó diver-
sos e innumerables beneficios durante cuarenta continuos años, y no solo du-
rante cuarenta sino hasta introducirlo en la tierra deseada, y los colocó en la
posesión de ella, habiendo expulsado y acabado a pueblos ferocísimos, que an-
tes la poseían; nunca se apartó de su lado, por lo cual dice: hasta que le meta en
casa de la mi madre, y en la cámara de la que me parió. Y según la costumbre
poética, por anástrofe en vez de "hasta que le meta"60, desde allí a la casa de la
mi madre, y a la cámara de la que me parió. Porque hasta entonces aquel pue-
blo gozó de un auxilio muy presente de Dios. Pero hay no pocos que tomen
esto en esta sentencia, que afirmen que la sinagoga es definida con estas pala-
bras, por cuanto tiempo había de permanecer en la verdadera fe y culto de
Cristo y de Dios, y así dijera que no se apartaría de él, hasta meterle en casa de
la su madre, esto es, hasta encerrarle dentro de los claustros del vientre feme-
nino y materno, conducido a la carne humana. Pues tan pronto como Dios
hecho hombre, salió a luz pública, ese pueblo se apartó de él públicamente; y
así, perdió por ello el reino y la gloria de la religión. Mas estas cosas, aunque

59 Salmo 78, 9. La cita es adsensum, como de memoria; el salmo solo dice: propìtìus estopeccatis nos-
tris propter nomen tuum.
60 Existe un cambio de I a a 3 a persona en el verbo. Lo poético, a juicio de fray Luis, es usar la I a
cuando debería usar la 3 a .

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TERTIV. M. ioy
fcdeinceps eiusope,atque prandio omninò nudartiac
defertam vidit. Vt cnim tenere fponfam, auxilio eius yti
cftj ile retiñere erit,eiufdem ope nunquam piane orbare
aut dettimi. Nam etfi faepiùs illepopulusquandiu inde-
fertis locisperegrinatusefr, fuisprauèfa&is indignatio-
nem Dei in fé, ac iuftam vinone commouit, tamen nun-
quam Dei animumà fé ita alienauit, quin ei oblara caufa
Deus bene &c vellet,& faceret.llle enim vt in Pfalmo
quodam fcribitur, propitiusfiaitpeccatis corum, ÒL non V.(dm*y%
perdidit eos,&abundauit,in auertendo iram fuam,&
non accendi: omnemindignationemfuam. I taque pau-
Ic?poftiiiSinàpropèvifusabipfis eft,certe palàm audi-,f
tus loqm,ex eoque deinceps tempore eum populü Deus
femper fouit, & ruentem fubleuauit, vanjfque afTecit, èc
innumerabüibus benefieijs per annos continuos qua-?
draginta,nec per quadragintaiblùm, fedquoad illuni in
optatam intrpduxit terram, & in eius poíTeísionem indù
xitrferocifsimis, qui eam antea obtinebant, gentibus ex*
puliìs,atque deletis,ab illius tanquam laterenunquam •
difceistt,quare mquitydonec introducavi eum In dornurn matris
&€£,& inCHbkulumgenttricisme&.'SLtpoetico more,inuer-
fè pro donec introducar abeoindomum matris meae,
OC in cubiculum genitricis mese. Quìa ad id vfque tempo
ris iilepopulus praeientifsimo Dei auxilio vfus eft, Sunt
porrò nonnulli qui hocin eam accipiunt fententiam, vt
affirment Synagogamijsdefinid verbis,quanto tempo-
re in vera fide atque cultu Carditi, atqj Dei erat perman-
fura, itaque dicere, fé nondifeefluram ab ilio, donec in-
troducar ipfum in domum matris fuas,id eft,donec clau-
datintraclauftrafoemineiacmaternivterij'carneindutu
humana. Nam vt primùm Deus homo fa&us., in iucem
publicamprodijtjispopulus abipfo defecitpublicè : ita7
que ob id &; legnum amifit, &: religionis gloriam. Sed
ha:c
206 CANTAR DE LOS CANTARES

verdaderas, sin embargo, a mi parecer, son ajenas de lo que se propuso Salo-


món decir en este cantar. Pues se propuso contar las alabanzas de la Iglesia, no
las deshonras, esto es, celebrar las virtudes de los buenos, de los que sobre todo
la Iglesia consta, y no recordar los malos hechos de los malvados y criminales
hombres, que en ella están.

Pues este cantar es nupcial, esto es, cantar laudatorio y lleno de alegría, y lo
que se sigue: Ruégoos, hijas de ferusalén, por las cabras y por los ciervos del campo,
que no despertéis ni velar hagáis a la amada hasta que quiera, aunque como se
traslada del hebreo sea ambiguo por cuál de los dos sea dicho, sin embargo de
cualquier manera que se tome, tiene la misma sentencia. Pues mientras el es-
poso o la esposa suplica a sus acompañantes, que no despierten al otro del sue-
ño sin querer, ciertamente significan que sucederá, lo que acaece en realidad,
que en aquel tan largo y duradero camino nunca aquella Iglesia comenzara el
camino sin el mandato de solo Dios. Pues los israelitas no continuaban el ca-
mino comenzado o movían del lugar el arca de Dios, hasta que aquella nube,
con la que se cubría el tabernáculo de Dios, se elevaba hacia arriba. Y la seguí-
an precediendo y señalando los recodos del camino, y no terminaban de cami-
nar, hasta que la veían abajarse. Y así, nadie les obligaba a caminar, sino se le-
vantaban por el deseo de solo Dios, y siguiendo la guía, como fue escrito61: El
día en que fue alzado el tabernáculo, la nube cubrió el tabernáculo, y desde la
tarde hasta la mañana hubo sobre el tabernáculo como un fuego. Así sucedía cons-
tantemente: de día lo cubría la nube, y de noche la nube parecía de fuego. Cuan-
do la nube se alzaba del tabernáculo, partían los hijos de Israel; y en el lugar en
que se paraba la nube, allí acampaban los hijos de Israel. A la orden del Señor
partían los hijos de Israel, y ala orden del Señor sentaban su campo; cuanto tiem-
po estaba la nube sobre el tabernáculo, estábanse quietos. Cuando la nube se detenía

61 Núm. 9. 15-19.
xo6 I N QJ P V T
hiec quauis vera iint,tame,vt mihi videtur, funt aliena ab
co quod Solomoni propofitü eft in hoc carmine dicere.
Ka propoíitü illi eft laudes Eccieiìa?, no probra recéfere,
id eí^virtutes celebrare bonorü virorü,quibus precipue
Ecclefia còitat,nò amé flagitioforü & fceleratoru homi-
nu,qui in ea cótinécur,malefacìacómernorare. Eft emm
nuptialecarmehoCjid eftjláudatoriü carmé,& letitiseple
nü:quodautéfequitur»^/ roles pli^H'erufule per capreas>
cerwì/cuecamporumyneexctteti$}nequeeuìplarefitaatìsdileóla,
donec isfayetit. Quamuis quomodo ex Hebreo vertitur
ambiguum iìt,vt diximus,ab vtro dicaturjtamen id vtro*
uis accipiatur modo,eandé fementianihabet. Nàdum
ilue fpòfus,ilue fponfa comités obteftatur fuos, ne alter-
utrumàfomnoinuitumexcitent,idprofecì:ò euemuru
Íjgniñcant,quodaccidit ipfare,vt in ilio tam longo, diu-
turno que itinere nunquam illa Ecclefia^ifi Dcivnius
iuiìu,iniretiter.Nop enim Lfraélitseinftitutum cominua-
bant iter, aut arcani Dei rocomouebant, quoad ntibes
ea,qua Dei operiebatur tabernaculum, fé in altum fililo!
lebat.Eamnamque praecedente,atqu,e via; flexus demon
ftrantem il!i infequebantur, ncque fequendi faciebant:
fxnem,quoadurqu.eeam confedifíe videbant. Iraque il-
los nemo cogebat iter faceré, fed fe excitabant ipil vnius
Ñurn.9* Dei nutum,atque ducarum fequentes,í]cutícriptum eft.
Die qua erectum eft Dei tabernaculum,operuit íilud nu-
bes, àvefpereautemibpenenroriurn erat quali fpecies
ignis vfq; mane, ile fiebat iugiter, per die operiebat illud
nubes, &:per no&é quali ipecies ignis,cuq; ablata eííet mi
be.squ^tabernacuiüprotegebatjtücprofjcifcebaturfilij
Iiraéi,& in loco vbi ítetiflet nubes, ibi caitrametabantur,
ad imperiü Domini proficifrebamur,& ad imperiüeius
figebàt fabernaculücun&is diebus,quibusítabatnubes
íuper tabernáculo", manebat eodé in loco* &• íieucnúTef
207 CANTAR D É L O S CANTARES

muchos días sobre el tabernáculo, aguardaban los hijos de Israel la orden del Señor
y no se movían. Puesto que así sucedió, que nadie se atreviera a mover de lugar
el arca de Dios o a comenzar el camino, hasta que moviéndose la misma nube
daba la señal de marcha; por eso para expresar aquella tranquilidad no inte-
rrumpida por nadie del arca del testamento y de Dios como descansando y re-
costado en ella, muy convenientemente Salomón fingió este juramento de la
persona tomada conservando el decoro; Ruégooos, hijas dejerusalén, por las ca-
bras y por los ciervos del campo, que no despertéis ni velar hagáis a la amada hasta
que quiera. Y lo que sigue a este juramento bastante declara que nosotros diga-
mos en la interpretación de estas cosas, no lo que soñamos, sino lo que saca-
mos de ella misma.

Pues se sigue: ¿Qtiién es esta que sube del desierto como columna de humo, de
oloroso perfume de mirra e incienso, y todos los polvos olorosos del maestro de los
olores? Por el desierto, dice Salomón, que lo que había ocultado en anteriores
alegorías, ello al fin descubra y se muestre hablar literaria y elegantemente de
aquel pueblo, que caminaba por los desiertos de Arabia; del cual pueblo pone
ahora algunos preguntando, imitando el lenguaje y las voces de ellos, para sig-
nificar que aquella Iglesia arrancó gran admiración entre las gentes, a las que la
noticia había llegado, llevada una innumerable multitud de hombres desde
Egipto bajo la guía de Moisés, encontrarse en el desierto, defendiéndole Dios
no solo de sus enemigos, sino también por admirable manera dándole gran
copia de todas aquellas cosas, que eran necesarias para el alimento y el cuida-
do. Pues no hay duda de que en los oídos de todos los pueblos y gentes resona-
ron la fama y las voces de las cosas hechas por Dios con aquel pueblo que mo-
raba en el desierto. Ni pudo ser sino que, habiendo oído estas cosas, ellos
llevados a estupor, hablaran mucho consigo o con los otros privada y públicamen-
te de aquella cosa, cuyas voces por mimesis ahora la esposa refiere, cuando dice:

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TERTIVM. zo7
Vt multo tepore maneret fuperillud,crat filij Ifraclìn CK-
cubijs Domini, àc no proricifcebanturquotquotcliebus
fuiífet nubes fuper tabernacuíü. Ergo quoniáita accidit,
vt ncmo audcret, aut arci Dei loco moucrc, aut ipfc iter
ingredi,quoad vfque ipfa fignum proficifcendt dabat di-
mota nube:idcircòvteamarcseteftamcnti > &: Dei inea
tanquarequiefeentisatq^ cubantisà nemine interpellata
quiete exprimeret,indu£taeperforis decoro Ternato con
uenientifsimè Solomon iftá adiurationem effinxit, *Ad~
¡uro yosfiliz Hterufalemper capr€4$>ccr¡4ofqtte camparum^ne ex-
ciutis,ncc euìgdarefitaatis éleSlamfonectpfit yeltr, Qupd au~
tem huic fuccedit adiurationi fatis demonfìrat nos in ha
rum interpretado ne rerum dteere, non qua? fomniamus
ipiìjfedquaeexipfareducimus.Nam fequitur, Q^^esìijla
quxafcendirper defeytumficutYiY^uUfumiy ex aronratibus m>r«
fìiat&thurìsi&T/niuerfipuluerispigmentarij? Per defettu in-
quitSolomon,vtquárem fuperioribus occultarit alle-
gorijs,camtandealiquandoaperiat,acdifertè literateq;
doccat fe de eo loqui populo, qui per Arabia? deferta lo*
caiter faciebat, de quo nunc populo qusrentes indùcit
quofdá,eorü voces atq;fermonéimitatus,quoílgniftcet
illaEccleíla magna fuiadmiratione eismouiífegétibus,
ad quas tama detulerat, innumerabile hominü mufritudi
ne duce Mofe AEgypto profecía in defet tis vetfari locís,
Deo ipíano modo ab hoftibus defédéte fuis,fed etiá mi-
rabili ratióe fummaipfifuppeditate copia eorü omníu,
qua? ad vicKtatq* cuitü neceíTaria erát.Ná dubiü non eít,
quinomniücircumcircapopulotü aegétium aures cir*
cumfonauerint fama atq ; vocibusreru áDeogefíarum
cü ilio popu!o,qui in defertis moraban tur locis. Nec fieri
potuit,quin ijs auditis reb'illi in ftuporé addu&i, & fecü,
de cü alijs,priuatim &: publicè de ca re plurimü loquercn
tur,quorüper Mimifia vocesNunc fpofatefert, cü dicit,
208 CANTAR D É L O S CANTARES

¿Quién es esta que sube del desierto como columna de humo? Como si así dijera,
gentes vecinas admirándome así hablan entre sí: ¿Quién es esta que sube, esto
es, peregrina, o casi propiamente sube? Pues la situación de Palestina es más
alta que la de Egipto, y así verdaderamente suben hasta allí los que vienen de
Egipto.

Por tanto preguntaban, quién era esta que subía por el desierto, esto es, por
la vastísimas soledades de Arabia, como columna de humo, de olorosóperfume de
mirra e incienso, y todos los polvos olorosos del maestro de los olores. Pues me decí-
an, dice, semejante a aquel humo, que emiten de sí los aromas puestos bajo las
brasas, para mostrar la fuerza del olor, esto es, de la fama y de mi nombre que
llega a todos los lugares, como si dijeran: "¿quiénes son éstos, de tan buen olor
que despiden de sí, que no hay aroma más oloroso que ellos? ¿Quiénes anun-
cian tantos documentos de amor de Dios para con ellos, de los cuales antes
nunca se oyó?". A los cuales la misma responde: Veis, el lecho del mismo Salo-
món; sesenta valientes están en su cerco de los más valientes de Israel, Todos ellos
tienen espadas; guerreadores sabios, la espada de cada uno sobre su muslo por el te-
mor de la noche, A los cuales da la causa por la que le suceda tanto bien en el
desierto, y por la que en medio de la carestía abunde en copia de cosas; como
si diga: "si a vosotros mis cosas os llenan de admiración y estupefacción, y si
queréis conocer la causa de esta mi felicidad: Veis, el lecho del mismo Salomón;
sesenta valientes están en su cerco de los más valientes de Israel; ved al que viene
conmigo, a quien tengo dentro de mis campamentos, esto es, al arca y propi-
ciatorio dorado de Dios, apoyado en querubines dorados, en que descansa
junto a mí y mora Dios; pues éste me da todas estas felicidades". Pues el pro-
piciatorio que sendos querubines dorados formaban con sus alas, y del que
Dios daba certísimas respuestas, nombra figurada y aptamente lecho de Salo-
món; lecho, porque descansaba en él; de Salomón porque el nombre y la per-
sona de Salomón en aquestas letras se traslada para significar a Cristo62. Mas

62 Salmo 44, salmo 72, II Reyes 23.


zo3 IN c¿ P vr
Qu& ejìlslaqHx, afe enei: per defeitumfìcutTtùijwIa fumi?, quafi
$€dicerer,drcumiucin algentes raeadmiratas ita percon
taban tur inter fe; Q*& ejì ittagens qtt£ ají en dn, id eír,p ere-
grinatur, aut certe proprie afeendu ì Nam loci fitu Pala:-
ithinaaldoreilAEgyptoitaquetòquiexAEgyptoper-
guai vere afcendunt:ergoqua:rebant,quai eííet iilagcnsj
qua* afeendebat per defertum, id eft, per Arabias vani (si-
mas folitudineSjjfíírwf virgula fumi ex aromatlbus mjnhje, &
thurk,ÚF "ìmtusrfi pttluens pigmentari}. Nam me ílmüem,iri-
quit,dicebant£umo ei,quem ex fé aromata prunis fubie-
¿is emittuntj quo vim odoris, id eír, fámaeatque nomi-
nismeiadomnia pertinentis locadocerent, pro eoac ñ
dicercnt, Qui nam ifti, tantum boni odoris qui ex fé fpi-
ranrinullum vt aromaodoratius iilis iit ? qui, de quibus,
nullis ancea audita fasculis, tot erga ipfos amoris Dei do-
cumenta nuncianturiQuibus ipfa refpondct. En kEintum
Salomonìsjexagwtafortes ambimt ex fortifòmis ìfraei}omnei te-
nentes^Udios, CÍPtidhelíadofátfsim&mujcuiufquè enfifuperfoe-
piHr jHum^proptet ttmwes nocturnos. Quibus caufam reddit,
guarefibi tantum boni iuppetat in deferto?, quaneque in
inedia inopia, copiareruabundetrquail dicar, il vos meas
res admirationeobftupefaciuratiíÍqueifliüs mese iodici-
.taris cognofeere caufam cupitis,£» ieSiulum Salomonisfexa
gimafortes ambiuní exfortifimis lfraek intuemini illum.qui
v.erfatur mecum,qucmhabeointraambitum caílrorum
meorum^deftjarcam Dei 5¿ propiciatoria m aureü, Che
rubinisitemaureisinnixum,in quo quiefeit apud me $c
commoratur Deus : namis mihí omnes iftas fcelícitates
protundit. Propitiatorium enimquod geminiChertbi
m aurei* fuis confickbantalis ,.& ex quo Deus certiísima
ieiponfadàbat,Ie^:ulumSolomonis figurate & aptèrro
minat, le&ulñ¿quod in eo quiefcerétrSoJomoríiSi qutíd
Soiomonis nomenatqjiepeifona in his literis.adìèhti-
209 CA NTAR DÉLOS CANTARES

este propiciatorio estaba dentro del velo, que era la parte interior del taberná-
culo; y al mismo tabernáculo, colocado en medio del campamento, lo rodea-
ban las tiendas de los israelitas por en frente y por la espalda y por ambos la-
dos, esto es, rodeábanlo las doce familias de los hebreos en riendas fijas, de arte
que las familias de tres en tres se asentaran sobre cada una de sus partes, que
eran cuatro en relación con las regiones del mundo.

Y por eso añade: sesenta valientes están en su cerco de la más valientes de Isra-
el. Porque, como fue dicho, había seiscientos mil guerreros en aquella Iglesia,
esto es, sesenta mil sin contar a los niños y mujeres, y así dice para mayor ex-
planación: todos ellos tienen espadas; guerreadores sabios, la espada de cada uno
sobre su muslo por el temor de las noches. Mas porque recordó el propiciatorio,
en el que Dios estaba sentado, también el tabernáculo, en el que el propiciato-
rio era tenido, y que Moisés por mandato de Dios fabricó y erigió en el desier-
to, pintó convenientemente la estructura y forma de manera figurada como lo
demás, y bajo la imagen de una litera de exquisito artificio, de la que había so-
lido usar Salomón.

Pues añade: Litera hizo para sí Salomón de los árboles del Líbano. Las colum-
nas de ella hizo de plata, el su techo de oro, el recodadero de púrpura y, por el en-
tremedio, amor por las hijas de Jerusalén. Pues se dice haberlo hecho Salomón,
porque por mandato de Dios Moisés se preocupó de que se hiciera, como se
escribe en el Éxodo 63. Y es llamado justamente litera, porque en cierto modo
era llevado y portado Dios en ella. Pues era tan compacto, que fácilmente po-
día ser deshecho, y los sacerdotes lo deshacían tantas cuantas veces se había de
caminar, y el arca de él la llevaban los mismos sacerdotes en sus hombros, y las
partes restantes de él las portaban los levitas. Y era de oro, de plata, de cedro y
púrpura, esto es, de las mismas cosas que la esposa nombró aquí. Y lo que se
dice en la descripción de esta litera: extendiólo por medio de la caridad, otros

63 Ex. 25 y 26.

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T E R T I V M. 109
ftum Ìlgnificandum transfermr: vi in Mümo.44. &: in Vfal.^l
Pfalm. 72. &.2. Regiim,inpenultImo capite.Id autl pro- P/4/.72.
pitiatorium eratintra velnmvquae interior pars taverna- 2. RegPc
culi erat: tabemaciakjrn:poKàiprum in medio caftrorú; nult,
locatnaff à frante &; i tergo , & ab. vtraquc latercringe-
bant irEaelitarumientoria^d^fkjCingebarit Hèbrx&ium
familÌ£d&odecim iìxis tento rijs, ita vt teraa&familia? fin-
gulas eius partesvqaa? ad rtíündi relatar plagaseranrqua-
tuor,obfìderen t Et ideò adcÜdit Sexagwta amh'mnt cfortU
bus lfraeb Quia vt dicinm eft,fe^entanomimisr*bellata-
xum milHa in ea erant Ecclefia, id cft, myriadès fexaginta
praster pu£ros,& feeminas, itaque ait maioris explanatio-
llis gxatizJDmnes tene tesgladios ¿r ad bellapromptifimipuniuf*
t uhfque eafisfuper foemur/uttm propttr ttmores noéíurnosi S ed '•<
quoniam popitMtarijin qua cubabat,Deus métionem
fecitJdeò td>ernacnli,ittvquoidpropkiatorium contine
batuijquodque MpyfesiuiTu Deiiadeferta fabricauit &
erexit conlèntaneè irru&uram, & formar» depingit figu
rate v tese tera¿& fùb imagine cuiufdam le&ira exquifìti
artifieijiqua vtifolitus crat Solomon^Namaddit. Ferculu.
fechfìkJtex Salomon ¿tlignis ttham, columnas emsfeát argén-
teasjreciìmtwhmaurtjwttffcenfumfurpureuw media chantare
coniìrauitzìXzmid Salomon fecifíe dicitur,quiaDeüufíu¡
Moyíes faciendumcuxauitiVtán Éxodo feábitur; Nomi- Exod. zf.
naturque mtz£èrcoiùm,quonda«o quodammodo gefta- & ztf,
batur ¿£círcnmfeffiebatuf Dees; Ita enim compa&ü erat,
vt facüediílblut pofíetritaqi diíTolüebát illud facerdotes,
iter quoriesiacicnd urne rat, eiufq* arca humeris íiusipíi '
facerdotesportabant, partes autemiilius reliquas porta-
bant Levita;.Conftabat autemid ex auro,argento,cedro,
atque purpura, hoc cft, ex cifdem r e b u s c a s híc fponfa
nominauit. Quod autem in hums fèrculi deferiptione di
ÙtuijrtcéM chántate CQ»fltéHÍtM ei Hebteaeo verbum pro
O verbo
210 CANTAR DE LOS CANTARES

vierten del hebreo a la letra: recamado por el entremedio, en amor de las hijas de
Jerusalén> o, sentado en el entremedio, quemado por las hijas dejerusalén> o que-
mazón de las hijas dejerusalén, y ello muy aptamente para la cosa de que trata-
mos; porque en la parte interior del tal tabernáculo estaba el arca y el propicia-
torio, en el que se sentaba Dios, a quien quemaban los hijos de Israel, y quien
ardía en amor para con ellos.

Con lo cual rectamente cuadra lo que se sigue: Salid y ved, hijas de Sion, al
rey Salomón con la corona con que le coronó la su madre en el día de su desposorio,
y en el día del regocijo de su corazón. Pues levantada de gozo aquella Iglesia, por-
que tenía a Dios casi abiertamente colocado en su campamento y protegién-
dolo y ayudándolo de todas las maneras, desea que todos los mortales lo vean.
Y así, invita a todos a este espectáculo, señalándolo como con el dedo coloca-
do en tabernáculo, que las nubes, como arriba se dijo, ceñían a modo de coro-
na. Dice pues: salid y ved. Puesto que cada uno regresando de su tabernáculo y
colocándose frente a la puerta de la tienda, Moisés dirigía los ojos y las manos
al tabernáculo de Dios rodeado por una nube, cuantas veces entraba en él, co-
mo fue escrito64: Cuando Moisés se dirigía a la tienda, se levantaba iodo el pue-
blo, estándose todos a la puerta de sus tiendas, y seguían con sus ojos a Moisés, has-
ta que éste entraba en la tienda. Ved al rey Salomón, esto es, la palabra de Dios,
con la corona. Pues así llama a todo aquel ornato del tabernáculo y de los vasos
de él, con que le coronó la su madre, esto es, fue entonces llamada justamente
madre de él el ornato que preparó para su culto aquella reunión de hebreos,
porque después, en tiempo venidero, lo generaría de sí vestido con carne huma-
na65. Pero, pregunto, ¿cuándo lo adornó y cuidó su madre? En el día, esto es, de
su desposorio, y en el día del regocijo de su corazón, esto es, cuando hizo un pacto

64 Ex. 33, 8.
65 San Juan interpreta este verso de esta forma: las vírgenes, los doctores o los mártires forman la co-
rona de la Iglesia (cfr. Obras, 784).
no I. N d A P V T
verbo alij vertujü^ Medium interius cor il r^tu^n amere fifia*
rum Hicrufdemr vcl m n^edicmteticrifedens, * cm^uflus ch hitas
Hlerujalem ,vel combuíliofili*mmHitrufalpn, idqiie iatis
aptè ad ipfarn remate qua agunusrquia in interiori cius ta
bernacuii parte ¿nerata.rea,&propitiatorium,in quorc-
iìdebac Deu$,quem ardejbact filij IfraéJ, &c qui amorisei>
ga ipfps igne flagraban Cujn quo re£tè quadrat quod
fequitur. Egfedimini& VtdttejilUs Sion regemSalomonemm
diademate quo cotonauit illum water fuá in die dejrfronfatìows il-
Uus, &in die UtitU cordi$ ei#s, Nam gaudio data illa E cele-
fiaob id ipfum,quòdDeunapropèpalamiafuiscaftri$
verfantem,feque omnibus modis fbueiltern de prote-
ge ntem habeba^id vt cun&i mortales videant,vehemen
ter defiderat. Itaque vniueribs ad id inuitat ipedaculum,
ipfum tanquam digito demonítrans refidentem in taber
naculo,quod nubes , vt fupràiiiftum eft, ùicoronse mo-
dum cingebat. Ait ergo. Egredimim&Mdete* Qupniam à
iuo quifque egrelTus tabernáculo 2f ad tenrorij hoftium
itans,inDei tabernacuhim nube ckcunfufum, ocuios
atque manus tendebat,Moyfcs quoties in illudintroi^
Bxoi'H* bat, ilcut fcriptum eít, CüegrederemrMoyfes ad taber*
naculum furgebatvniuerfapkbs. &ftabatvnu£quifquc
in hoilio papilionis fuijafpiciehantque tergum Moyfi do
necingrederetur tentorium , £f *Wff¿ regem SaÌQmomm%
ideft Ddvctbum»indiademate. Sicenimvocattoturnii*
lum ornatura tabermeuii vaforunique cius9qttocDrcnauit
iìlum materfua¿d eü, quem ornatum ad eius omninò ciil-
tumeomparauit ille Hebrseorum conuenms, iure tune
mater ipfius nominatus, quia poft/uturo tépore,Ìpfum
ex fe fe humana veftitum carneeratgeniturus.Sedhunc
qua: io quando parauit illi fuamater ornatum atque cui-
tum. Indie}inquity dejponfmomseìus9& ttiáie l&tkjje a>rdt$
emsyiàeít,quando foedus curnilla fecit Ecckfiam&tua
vtrinque
211 CANTAR DÉLOS CANTARES

con aquella Iglesia, dándose y aceptándose mutua fidelidad, el cual día para
Dios, que tiene un corazón benefactor, fue muy alegre.

CAPITULO IV

1. !Ay, qué hermosa te eres, Amiga mía; ay, qué hermosa! Tus ojos de paloma en-
tre tus cabellos; tu cabello, como un rebaño de cabras que miran del monte
Galaad.
2. Tus dientes como hato de ovejas trasquiladas que vienen de bañarse, las cuales
todas con sus crías, que no hay machorra entre ellas.
3. Como un hilo de carmesí tus labios, y el tu paladar polido; como el casco de
granada tus sienes entre tus copetes.
4. Como torre de David el tu cuello, fundada en los collados; mil escudos que
cuelgan de ella, todos ellos escudos de poderosos.
5. Tus dos pechos como dos cabritos mellizos, que pacen entre violetas.
6. Hasta que sople el día y las sombras huyan, voyme al monte de la mirra y al
collado del incienso.
7'. Toda tú hermosa, Amiga mía, y falta no hay en ti.
8. Conmigo del Líbano, esposa, conmigo del Líbano te vendrás; otearás desde la
cumbre de Amana, de la cumbre de Senir y de Hermán, de las cuevas de los
leones y los montes de las onzas1.
9. Robaste mi corazón, hermana mía, esposa; robaste mí corazón con uno de los
tus ojos, con un sartal de tu cuello.
10. ¡Cuan lindos son tus amores, hermana mía, esposa; cuan buenos son tus amo-
res! Más que el vino; y el olor de tus olores sobre todas las cosas olorosas.
11. Panal destilan tus labios, esposa; miel y leche está en tu lengua, y el olor de tus
arreos, como el olor del Líbano.
12. Huerto cercado, hermana mía, esposa; huerto cercado, fuente sellada.
13. Tus plantas (son) como jardín de granados con fruta de dulzuras; juncia de
olor y nardo.
14. Nardo y azafrán, canela y cinamomo, con los demás árboles del incienso; mi-
rra, áloe, con todos los principales olores.
15. Fuente de huertos, pozos de aguas vivas que manan del monte Líbano.
16. !Sus!, vuela, cierzo y ven tú ábrego y orea el mi huerto; espárzanse sus olores.

1 «Leopardos», traen Nácar y Colunga.

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QJT ARIVM. zìi
vtrinque data 8c accenta fide,qui ipiì Deo,cui beneficien
tta cordi eft/uit lsedisimus dies.

Vam puìchra e$ amica me^quam puìchra-e$* OcuB


tui columbarum abfqueeo quod ìntrìnfecmlatet,Ca-
villitui fiati gregei caprarnm qn& afcendertm de
monte Galaadl&tntes tui fwutgreges tùnfarttm,qti#
gfcenderunt de lattacro, omnesgemelli*fattbw, & fberiih non ejl
ínter eas* Sìcutyttta coccínea* kbiatm& eloqui umtuum dulce*
SÌcutfragmen mdipumci, ¡tagenx tm abfque t& quodmnn\ecm
¡atet.SicuttumsDamdcoBumtmnhqm edificata eiì cumpropH
gnaiuìis7mìlleclypeÌpendent€X ea>omnis armaturaferttum. Duo
"ibera tua fkut dm hinnuh capre & gemelli qui pafcmmrin Itlìjs*
Vonecaffmtdies & mclmtnmrl>mbr£, yadam admontem myr~
th^&adcollem tlmrìs, tosapulebraes amica mea, & maculai
nmejtin te. Veni de iibamo $w fa mea&eni de IWano^vem^ cortr*
naberis de capite bimanayiel^er ticeSantr^Herman } de cubili*
bus ìeonttmr&monttbuspardorum. Vulnerasti cor meum forar
meajponfayxlneyaftF cor meum m lino oculorum tuorum, c£* f»
imo crine colli tui» Qtfampukhr^fum mamma f «¿eforor mearon
fd.pukhriora fnntybera tuonino, &odor^nguentorum tuerum
fuper omnia aramata,Fim$ dtnfllans Ubia ti4ajponfaì mei & lat
fublingua tua, & odoryeilimentorumtuùrum^fkutodor thurjs.
Hùrt&scomUfm foroymea¡ponfabortas conthfus.fonspgnatm,,
Emisiones tuaparadifus ntakrumpumcorum* cumpomornmfrU'
étibtis C}fncumnardo.Nardus^ cr^cus,fñitla¿P€mnamenm
cum ymaerfis Ugni* ltbani,myrrba & aloè> cmn onwtbusr primis
yngutntìs. FmsmYtomm,phUtísa^uarumymentium9qu& fiuttnt
tmpetu de libano. Sarge .^uila^ytni *¿tnsler9perfla hortum
meum^ pieni aromara Uhm ^eniat étUHm mem m hortum
fmm^tcomedatfrHèìumpomoi'Umfuomm*
0 z in-
212 CANTAR DÉLOS CANTARES

PRIMERA EXPLANACIÓN

Lo que los amantes muchas veces hacen, cuando quieren regalar a las mu-
jeres, que avanzada la noche o al clarear el día, delante de las puertas de las ca-
sas de ellas recitan algo amatorio con la lira, que contenga queja o ruegos o al
menos alabanzas de las que aman, esto en este lugar Salomón, o al menos algo
parecido a lo que es, parece haber traído y puesto en su cantar. Pues saca al es-
poso vuelto a casa cantando y celebrando con admirables alabanzas la hermo-
sura de su esposa. Y está hecha toda esa alabanza usando mucho de semejan-
zas, pues en la alabanza de cada una de las partes de aquélla emplea una
semejanza, y las busca en gran parte en el campo. Las cuales semejanzas algu-
no juzgue quizás que se alejan demasiado no solo de nuestra costumbre, sino
también del sentido común de todos los hombres, y del probado uso de hablar
de los buenos escritores, e incluso de aquellas mismas cosas que se aducen pa-
ra declarar y alabar éstas. Lo cual quizá sucede porque así nos parezca ello,
porque estos escritos son muy antiguos, y fueron escritos por aquél y para
aquéllos, cuya lengua y costumbres y hábitos de vida diferían admirablemente
de las costumbres y vida de todas las demás gentes y naciones. Pues cada gente
tiene su propia y vernácula costumbre y propiedad de hablar; por lo cual acae-
ce muchas veces, que las cosas que unos tienen por óptimas y muy elegantes, a
otros parezcan absurdas e ineptas2. Por lo cual toda esta novedad de habla o de
metáforas, no buscadas de tan lejos, como dureza que quizá ofenda los oídos
cultivados y polidos, no tanto está en la realidad, como yo pienso al menos
cuanto en la diferencia de nuestras costumbres y juicios con las de aquéllos, a

2 Nácar y Colunga comentan: «Las comparaciones, por mucho que desdigan de nuestro tempera-
mento literario, se acomodan muy bien al de los hijos de Oriente», coincidiendo con fray Luis.
na, I N CJ P V T
PRIMA ,E:X;PÍ A N A T I O.
Vod amatorcs íxpe faciunt, dü gratifican fos«
minis .v.olunt,v t vel intcmpefta no&e, vel appe
tente Jucc^anrc ipfarum sedúunfores amato-
riamaliquid ad lyramrecinant ,<quod vel que-
rimoniam;velpreces,¿veLcertelaudes eatü^pas amanr,
coni incat: i4hocloco5oiomon,aut tale^fíquid certe,
quale iüudc%*etulifí*ev&in fuum^arnucntraiaíluliíre vi-
detur.Nam inducit fporífum domum reucrfìim cantu
pci{onmtcm;r£¿ fponfae fuá: puldirimdinemirriiris lau-
dibus celcbrant«m¿Conftat autem omni&iíialausiimili-
tudinum adhibidonc podfsimùm : namiin ílngulis par-
tibus ülius íaudandis fingülasümilitudinesadhibet, eaf-
qucfij:e:ruñica maxima ex partefietit.,QuasquidemKÍimi
litudinesfortafsission Jiemoiüdicet, nimiumábhsorre-
re, noniòlùm à noiìra confuecudine, fedi communi
etiamomnium hominumíbiíu 9$c à probato boneseum
fcriptflfcrumloquendi vfu,atque adeò ab ijs ipiìsjrebus,
quarum xteciarandarum, arque laudandarum saufa^ad-
ducuniur^íQuod ^fcffitan exeo cuerút/id^t nobisita
videat ur ,7 quia ,& hasc feripta.a0tiquifsima funt # & ab
eOjadjcofquefcriptajquoriun^iingua^&iiiorcSj^con-
fuetuífines vita;,à réliquarum«omnium gentium atque
nationum monbus,,.atqu£ vita mirabiliter diíFerebant.
Eftaucemvnkuique genti fuus &vcrnaculus in loquen-
do mos ¿atque prqpiLetas : quo faepè ütyyt alijs abfurda
5£ ineptawiáeaatiir,<mx alij pro optimisj&^egáufsimis
habent.Quare omnis htcc,¿praiÍQnísrnQ«itas,í¿ traníla
tioaam, tama tange pcritamim, «quaíl.durítieSj^qiwe poli-
tas fortaíse&<^ka«auj:esfOn1en4aí,'noiaiamfin:ípfa re, vt
ego quidem arbitror, euvquam indifsimiiitudmeímorü,
atque tudiciorum noftrorum, ab illorum, quibus haec
prodira primó funt moribus,& iudicijs. Rescnim ipfas
reda;
213 CANTAR DÉLOS CANTARES
quienes estas cosas fueron contadas primero. Pues las mismas cosas son rectas
y muy aptas entre sí; examinémoslas no solo, como algunos hacen, temeraria-
mente y como por la epidermis, sino empleando exacta y cuidadosamente el
juicio. A ello pues nos dediquemos.

!Ay, qué hermosa te eres, amiga mía; ay, qué hermosa! Tus ojos de paloma. Pro-
posición general, que después confirma por separado. Y adorna la proposición
con admiración y repetición, para excitar mayor atención. Y arranca la confir-
mación de los ojos, que dice ser semejantes a los ojos de las palomas, alabán-
dolos por el color y esplendor, como ya antes dijimos.

Pero atendamos a lo que se sigue: Demás de lo que está encubierto3. Esto en


hebreo se dice con una sola palabra zama^, lo que también Jerónimo pudo
verter en una sola latina, pero porque creía que con ella se significaba algo tor-
pe, prefirió usar de rodeo, y verter así: Demás de lo que está encubierto. O sea,
ocultando una cosa torpe con un rodeo honesto de palabras. Y el mismo pare-
cer tuvo Simmaco, quien también interpretó en griego las Sagradas Letras.
Pues vertió éKTÒS" rr¡S' <JLCürrrjaea)S', esto es, demás de silencio o de tu taci-
turnidad. Pero qué sea eso tan torpe y obsceno, que pareció oportuno a Jeró-
nimo ocultarlo, no quiero que el lector lo oiga de mí, sino mejor del mismo
Jerónimo, cuyos comentarios a cierta parte de Isaías para declarar esta misma
palabra ahora referiré, y lo haré no solo para que nadie piense que finjo, sino
porque me impide cierto pudor el decir con mis palabras, lo que aquél consi-
guió decir libremente con unos bienes divinos de santidad y de doctrinas. YLstc a
la letra así: "Donde habernos interpretado, desnuda tu torpeza, por lo que los Se-
tenta trasladaron ánoKaXv i¡J€TO KàXvjia, esto es, revela lo cubierto, Aquila
puso la misma palabra hebrea zama, Simmaco ITJV ó GLa)Tnr}<Jiv aov, lo que
nosotros podemos expresar por taciturnidad, que deba ser callado por vergüenza.

3 Cfr, respuesta de Fray Luis de León estando preso en la cárcel (Obras I, 211 ss.; Opera, V, 324 ss).
4 El P. Merino (1804) trae tzamathec, pero la edic. de Salamanca (1798) zama.
5 Jerónimo, lib. III del Comentario a Isaías, cap. 47-2.

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Qjr JRTVAÍ. xij
ledasfam.&iní^rfeíatisaptsB, modo non, vt quidam fa-
ciunt f envere, ¿«quede ài mmavelutrcute, fed exa&è 62
iudicia adhibtto accutatè eas examinemus. In idigitur
i QCü mb amus+QiMmpulíhrá estmka mca^ti* m pulchra, oc « /*
fíi columbítrum. GctieEaiispropoíTtio,quammoxperím*
gulas partes conérmat. Exornar autemipfam propoiìtio
nemadmirarioiie &£ rep£tifionequòinaiorem attenuo»
tieni excitet. Poriàconfirmatiojiem orditur ab ocuìis,
quos columbamm ocuUs íimile&eífe dicit.à colore eos
& fpiédoreiaudans, vt iáantedlximus. Sed ad id arrenda
mus quod ícquitdrJP*jeíft-i.'í qmdmtwtfccm lata. Hoc in
Hebraico vno dicitur verbo, HOS cama, quod ité Hiero
nymus vno Latino potuit ieddeie^ fed quia ilio turpe
quiddumfignificarLcredcbat.maluitcircuí done vti: ita-
q :e vereereT it¿ter idqutìdìntrihfecu, Ltet.Honeito^erbo*
rumambiru videiicer, remturpem occultai». lde«ique
conllii) fuítSyJiinvicho, qiñ6¿ ipfe Grasce interpretatus
eftfacm litera*, Nani ven k tnrcsrntffnmn<n»tyià eft ,pra>
ter iìicmium,aiu raciruroitatem tuam Quid autemillud
fit tamtu pe & obfccenum, id vt Hìeron) mo-vifuni fit
edari òportere^olo Le&orexmeaudiat,íed exipfò Hie
ronymo'potiiis, cuius commétarioruminEtaiani quan-
danì pattern- ad veibum ad hoc ipfum declarandunr,
nuòcr'eferam:ìd4uefaciam,nortiolùm ne quii id a me
íi ñ §i a rbitxù u-c* ÍL4 e t iam quia pud o r e qu odàm od o i m-
pediofjéa dicere meis verbi», quaulle diuiitis qutbufdam
fan&itatis &; dótonas-bonis aiTequutus jeft,Ubcrè v t pofr
fetdícere.U igiruí adveíburnTic. Ineovbmosiníerpre- **!er¿ "
tatifumus,denudafurpitudsnemtuam.proquoSeptua- '3 (Gm
girrra;tranftulerum mzcit<t\vAíT9mw^^ id e&$reu.cla«ò|Kri- mt ®Ja*'
mcntum,^AqmlVtpiùmvérbumH^bjeaica-poruJt^riClC; tH 47*
$ymmathus rnv gwxtmv tri* quod nos >exp rimere poilu-
mm tadtunutateni.tuam, quodtacerldebcat pr&vere-
*- Q i '• 'cundía,.
214 CANTAR DÉLOS CANTARES

Y lo que leemos en el Cantar de los Cantares, donde es descrita la hermosura de


ia esposa lo expone finalmente: sin tu taciturnidad, no queriendo traducir ia
palabra los que la interpretan, lo que en la Sagrada Escritura sonaría torpeza".
Y poco más abajo:"Disputan los estoicos con mucha argumentación que, por
el mal uso de los hombres, las cosas torpes son honestas en las palabras, como
parricidio, adulterio y las demás semejantes a estas, y a su vez las en realidad
honestas parecen torpes en los nombres, como procrear hijos, digerir
ción con ruido de vientre,, descargar el vientre de excrementos, relajar la vejiga
con efusión de orina, finalmente no poder hacer nosotros, como decimos, ru-
deza de lo rudo, así vrroKOpíUíKOv de lo pesado. Luego camatheca> lo que
Aquila puso, como dijimos, se llaman las partes púdicas de la mujer; cuya eti-
mología suena para ellos, tu deseo, para indicar el insaciable placer de Babilo»
•> i r
AXlct *

De estas cosas pienso se deduce qué signifique para Jerónimo en esta lugar
el hebreo zama, y por qué simple y abiertamente no quiera trasladarlo, para
respetar los oídos púdicos de los latinos. Aunque si la cosa fuera como pare-
ció ser a Jerónimo, ciertamente no veo por qué lo que juzgara que había po-
dido ser dicho abierta y honestamente por el Espíritu Santo, pensara que en
latín no podía ser dicho con honestidad. Mas ¿quién cree que esta palabra tie-
ne tai significación, o, si la tiene, haya sido puesta con ella por el Espíritu
Santo en este lugar? ¿Por ventura lo que pareció a Jerónimo y a Simmaco que
no podía ser dicho honestamente en latín sin rodeo, es creíble que en hebreo
el Espíritu Santo lo había podido torpe y abiertamente? ¿Por ventura Simma-
co y Jerónimo fueron más precavidos y pudorosos que el Espíritu Santo? ¿O
ios romanos más dignos que los hebreos, quienes tenían el honor de Dios, de
que ninguna palabra torpe se dijera entre ellos? Por último, pregunto, ¿en qué
convienen los ojos con la vergüenza de la mujer, que recordados los ojos, lue-
go traiga la memoria de ella? Ciertamente el esposo describía señaladamente la
ti4 IN QAWT
cuiiüia Quod quidè* & in (Jarico Caotkocu JegimtiSjVbi
fponí* puìchiiiudo dcicribitur}ad cxtremum infcrt: abk
que cacicuraitatc tua,noÌetibus qui interpretatiiunt ira&
fcrrc iiome^quod lalacra fcriptura iaruiec turpitiidine.
Et paulo intra. Diiputant Stoici multa re rurpia,praua ho
minuni còfaex.udinc,v.ejbis hoiieitadie, vi parrkidiumt
adulte titim>& caeteraijs fimilia,rurlufque re honeftano*
miaibusvideri Èftrpia,--vt liberas procreare,infiationcin
us u ti ìs crepi r u digererc¿aluc um jeleuare ftercoxe,veíká
yrinjac effulìone hxare.denique nò poflfe nos, vt dici mus,
¿ruta ruruiam,iic«VÌW^ÌWVàmema facere.Ergoc&ma*
theca, quo«i Aquila poíuit,v.t di ximus, verenda luuliecis
appi liantuncums etymologiaapud eos fonat^ílnés tuus,
vttiiiexplebiiem Babyionisindicet voluptatejn.ExhispU
to iiq a e rehuid hoc loco Hebrakum ncx ^ama Hiero-
»yrno.iìgnificet,j&:quaredd fimpiiciter &: aperterran£
feirenoluerit:quòvidelicer pudicis Latinorum aunbus
parcerer.Q^anquani il quid em .res itale habet,quemad*
cuodum Bieronymo habere vifa eft, profedo nò video*
guare quodiudicauerit Hebraicè,.ab Spirim fendo aper-
se èc honefièdicipotuiue, Latine proferrihoneftè non
-poJQfecenfuerit. At,quis credat,autid verbum .eárfo fígni*
nsationem hah£re,aut vifeabeat.inea politum hoc Loco
cfìeab Spiritu fando?Atvqnod.Hieronymo,atque Sym-
macho vifura fui*, (me circuitione, honeilè Lannè dici
i3onpoffe?ìd credibile eft Hebraico, Spiritum fandütur»
piter& apertepoíuiíTeíVtrum Symmachus,j5¿ Hierony
mus pudentioresi&: cautiores fuerunt Spiritu fan&oí vcl
Romani,.quàm Hebra;imagis.digni,quibus id honoris
habererjar àDeo,nuUum \t verbum turp« apud eosdi-
¿erecur ? Iajn,.quid-qu$íb conueniatocuiis, cum puden-
do muliebri, vt oculorum fada commemorali o , cius
ítaam memo^iamafferreti Pulcbritu dine m quid e C£ ríe
ípOMÍX
215 CANTAR DÉLOS CANTARES

hermosura de la esposa, y comenzando por la cabeza, en llegando apenas a los


ojos, habiendo dejado tantas cosas en medio, cuya hermosura era eximia y
muy encomiable, ¿bajó de súbito a las partes vergonzosas? Mas esto no es bajar
paso a paso, sino más bien correr o precipitarse de un salto en el cieno desde
un alto lugar. Cuando a su vez más abajo comenzando por los pies, sube ala-
bando los muslos y el ombligo, y de allí al pecho y hasta la cabeza, sobrepasa
en silencio aquella parte; y aquí, como hablara de los ojos, ¿no pudo serle ro-
gado que callara sobre los partes vergonzosas? Aunque, pregunto, ¿quién algu-
na vez al alabar la forma de alguno, contó y puso entre lo bello, lo que la mis-
ma naturaleza apartó de los ojos de todos como sombrío y deforme? O ¿cómo
se ha de creer que el Espíritu Santo en un libro escrito por él quisiese sacar a la
luz y a la mirada, lo que usando la mayor diligencia ocultó tanto en el cuerpo?
Mas permito juzgar a los doctos y prudentes de toda esta sentencia de Simma-
co y de Jerónimo; yo no interpongo mi juicio. Solo digo que el hebreo zama se
suele tomar por aquella parte de los cabellos, que cae por la trente y las sienes;
los cuales cabellos, cuando faltan los naturales, las mujeres suelen llevar posti-
zos6. Aquestos cabellos, pues, como es lícito entender de los antiguos signos,
las doncellas no recogían en nudo como a los demás, sino permitían caer libre-
mente ante los ojos, y usaban de ellos como de velo. Y ciertamente ocultos y
brillando los ojos bajo aquellos cabellos, no sé de qué manera por el vagar y
moverse de los cabellos mejorados suelen aparecer más hermosos. Por lo cual,
para callar por ahora de lo que pareció a San Jerónimo, interpretemos apta-
mente la misma versión vulgata por la significación de la palabra hebrea.

Pues lo que se escribe: Demás de lo que está encubierto, así entendemos


que es alabada la esposa en cuanto a los ojos, no solo por su brillo, por el cual se

6 Fray Luís en la Exposición ctice que en castellano se llaman lados o lazas, como trae un manuscrito.

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fpò&fae ílgülaí ir» defcribebat fponfus, oc a capite exor-
fus, cum vk ad oculos pemeniifet, tot rebus quarum eft
eximia, & maxime commendabiiis puìchritudo in ni e-
dìoreli&is, iiatim ad pudenda defcendki At hoc no gsa-
dibus defeendere eli, fed rucre potiùs,auf fé de fublimi io
c&faltupraecipiremkt coenumdare. Quandoiterumkj-
fjààpedibusindpiens,adfoeaiora& vmbiiicum,& inde
ad<pedus, d¿ ad caput vfque laudando con feerici t, filen-
tioeampartempmeruehkur&hic, cimi de ©culis dice
ret, impetrare afe nonpotuk,vtde pudendjsreficeretf
Quamquam, qnis vnqtiam obfecro, cum ali€uiü£ lauda*
iètformam,in puichfitudinis parte numcrauif>&: pofuif*
q.tsod natura ipià, vt ternani atque deforme ab oculis ©ni
niumreaiouitfautquo modocredendus eiì: Spirkusfaa
basiti a fé confcripro libello ?maipecìum atque in lue*
proferire voluiife , quod maxima adhibka dilig^eiatià, tam
occuluit in corpore? Sed de tota iña,íiue Simmachi fen»
fernia,fiucHierom/mii docìis &: prudentibus viris rudi*
care permitió,meum egoiudicium noniaterporio, II*
Jud tantum dico-Bebraicum Ì102C cama r pro ea capii-
lorum parte fotereaecipi, quxfronti*,.atque tcmpoii-
busimminet: quos capillos ¿Geminai, quibus natiuide*
funt, fuppoiìtkios geftare folent, Hos igitur capillo»*
quod ex antiqui* fignis inteJligere licer, adoiefeentes
foeminx.non conftrlngebant nodo vti reliquos., fedii-
bere dependere finébant ante ocutcs,illiiqueprev€.lo
vtebantur. Er certe fub ijs capiiiis oculi latentes atque
micantes > nefcio quo paào ipfo capüiemm-errore-,
atque raotu commendati puichriorcs apparere foleiit.
Quare,vt de e©, quod Dino Hiero nyniovifum eftin*
tetim (ileamus, verilonemcerte ipfain vulgatam,ex ifta
verbi Hebraici ilgnificationeaptè poftimus interpre-
tara Nani quod fcribitur, Ptvrer ¡i quod mmnfecus htet*
Q 4. ile*
216 CANTAR DE LOS CANTARES

dicen semejantes a los ojos de las palomas, sino también porque está encubier-
to, esto es, porque puestos bajo los cabellos que volaban la frente de ella7, co-
mo por insidias, lo que suele decirse en lenguaje amatorio, atacaban a los. in-
cautos y los herían. Pues en verdad por el mismo movimiento y temblor de los
cabellos que vagan encima se hace que las luces de los ojos parezcan vibrar, y
arrojar de sí rayos de luz, como dardos8. Tu cabello como un rebaño de cabras
que se levantan del monte Galaad. De los ojos, en los que el decoro de la forma
femenina se admira sobre todo, pasa a alabar los cabellos, que también suelen
servir de gran adorno a las mujeres. Tu cabello, dice, como un rebaño de cabras.
Pero ¿qué relación hay entre los cabellos y una manada de cabras? O ¿de qué
modo estas cosas pueden relacionarse entre sí, a no ser por absurdo, sobre to-
do al tratarse de la alabanza de los cabellos? Pues si fueran vituperados habría
quizás motivo de que no sin razón se dijeran semejantes a manadas de cabras.
Y al menos a no pocos así parece, que estas cosas referidas al cuerpo son muy
absurdas. Por lo cual quieren que Salomón en este lugar y también en todas
aquellas semejanzas, con que es alabada la hermosura de la esposa, no tuvo
ninguna razón de los miembros del cuerpo que nombra, sino refirió todas las
cosas a los sentidos internos y latentes de este cantar, y a aquellas fuerzas del
ánima, que significan estos miembros. Mas si sacó apta y elegantemente todas
las otras cosas, que se contienen en este cantar, de la misma costumbre de vida
y de los hábitos de los amadores, como mostramos una por una, ¿por qué so-
bre todo aquí se ha de pensar que se apartó de su proceder? Y si la mayor parte
de este capítulo se dice que así ha sido aptamente referida al cuerpo, que nada
pueda ser dicho más aptamente por otro, ¿quién puede creer que esta sola ima-
gen no cuadre con el cuerpo? Por lo cual así como no dudo de que la razón del
ánimo

7 San Juan, siguiendo sin duda a fray Luis, habla en sus versos de que en mi cuello volar consideraste,
idea que no está en el absque eo quod intrinsecus latet de la Vulgata. San Juan debió leer este comentario.
8 Nácar y Colunga admiten esta versión y traen: a través de tu velo, dando razón histórica a fray Luis.
ti* IN CJ P V T
fíe inreiligimusjcommendari fponfxoculos,npn folurri
à mtore,propter quem columbarum oculi? pr asdicantut
fimiìes,fed edam ab.eo,quod intrinfecus littt, id eft, ex
eo quod poilti fub i|s capillis>qui illius fronti muoliia*
bant,tanquam exiniidi/s, quod in amatorio fcrmone di-
ci fok.tjincautos adoriebantur,eofquc vulneraba*. Nani
profettò motuipfo & tremoxefupra oberrantium capii
lorum efficitur, lumina vtoculorum vibrare videantur,
oc lucís radios ex iefe,tanquam teiaquajdamiacere.Crf/íi/i'
li tHifìct'tpi^caparumrfiixafcenderuKt de monte Galaadl Ab
oculis in quibusfcemineae forma; decorpraecipuèipe&a*
tur,ad capillos, quiipiì magno ornamento foemirùs-efìe-
folent r commcndádos accedit. Cópìlli, inquit, tmpeutgrex
capturum. Sed quid capillis cum capramm grege conue»
nit?aut quomodo hxcinter fé con-ferri,nifz abfurdifsimè
pò ífunt: maxime vbi de laude capillorumagiturfNam il
vituperarentur fortafsis ratio efiet, quare non immeritò
caprarumgregibus iìmiles diceientnr. Et certe nonnut-
Jis ita videtux,iftaiìad corpus referantur^omninò eife
perabfurda. Quare volunt Splomonem hoc loco, arque
adeòijs^mnibusfimilkudinibus^quibusfponfacpulchri
tudo coirtmendatut, nullam habuiiìe rationem eorum
corporis Juembrorum,qu2e nominatjfed ad interno?, èc
latentes ihuiuscarmmis fenfuSy&ad eas animg vires,quas
hsec membra íigniñcant,omniarcíuliífe. At il vniuerfa
alia quaiCijrrwjueàoccarmine^ontinentur, è media vita;
confuetudine>&:.amatoxum ¿moirbus apiifsimè ilte,6i
ekgajidftimèjduxit, vi figillatim oitendimns,cur hic pò-
tirsinium;ab.iníl¿t.utofux>difcefsiííeputandiiscíl:f Et fi
pleraquchuiuscapitisad corf^isieiata ita dicuturaptè,
nihil vt à quoquam aptiùs dici pofsit, qui poteft credi
hanc viiaxn fimüiíitdincrn no=n quadrare cum corporea
.Quare íicuí nondiá)ito,qiiinanimiptíecipue^¿cius par-
217 CANTAR DE LOS CANTARES

y de las partes de él fuera tenida por Salomón en el uso de estas semejanzas, o


haya de serio por nosotros en la interpretación de las mismas; así, lo que al ini-
cio de esta interpretación dije, afirmo que es totalmente verdadero y retenible,
que aquí se describen amores corporales para declarar amores espirituales, y
que todas las razones de ellos se explican en cada una de las partes de este li-
bro, y así estas cosas son dichas figuradamente sobre el amor divino, que pue-
dan todas ser llevadas a este amor corporal, del cual sentido advertimos al
principio. Pues si la cosa fuera de otra manera, ninguna causa "habría por la
que, para declarar los amores espirituales, el Espíritu Santo trasladara en este
cantar semejanzas del amor visible. Pues si con nombres que significan cuer-
pos y amores corporales se dijeran las cosas que no pueden concordar con
aquellos amores, caerían en verdad tinieblas sobre nuestras mentes, y no se lle-
garía a la luz, con que suelen ser ilustradas las cosas que están ocultas y alejadas
de nuestros sentidos, con el uso de cosas conocidas y percibidas a diario por
nosotros. Esta semejanza, pues, no es dura ni absurda o buscada de lejos, sino
muy elegante y muy apta para declarar aquello de que se trata, con tal que se
use ordenadamente. Y lo primero, se sirve egregiamente al decoro al tomar es-
ta semejanza del campo. Después, el que se dicen los cabellos semejantes a las
cabras, debe entenderse, no a las cabras mismas, sino semejantes a los pelos de
ellas.

Pues falta algo en aquella oración; se diría plenamente; Tus cabellos como
pelos de rebaño de cabras. Por último, se ha de considerar que los cabellos de las
mujeres suelen ser alabados por la copia y por el brillo y por el color. Y por lo
que al color respecta, debe ser sabido también, que así como en las regiones
occidentales gusta el color amarillo, así en las orientales el negro o el mezclado
de púrpura y rojo, el cual color suelen sacar con medicamentos y con él dar a
ios cabellos las mujeres árabes, que en este nuestro tiempo habitan la parte de
la Bética hispana, que se baña en el mar Mediterráneo. Digo, pues, que estas

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Qjr A R TV M. xi 7
fìum ratio,& habita à Soloraone fit in ijs fimilitudkubus
ádhibendis,8¿ íit habendaá nobis in ejfdem interpretan-
dis:ílc quod initio huius interpretado nis di»,verum om
nino illud?8c retinendum effe comendo,caufa declaran-
dorumamom ipirituaiiuto hìedefcribijCorporeos amo-
res,eorumque omnes radones iniìngulis huius libri par
tibus explican, atqueitademam.deamore diurno tranf
la-tè ifta dicijVt pofsint omnia in corporeum iftum amo
rem litefatèconfer^quofenfuprincipio admonuimus.
Kam fi fealiter haberet res^nullacaufa eiTet^quare amorü
ípiritualiumdeclaradorum cauf^Spirìtus fancìus in hoc
Carmine fimiUtudines è vifibiii amore transferret. Nam
il nominibus quac corpora, &¿ corpóreos amores fignifi-
cant,ea qua; ijs aoioribus congruere nonpoflìint dicere-
tur,tenebra? profettò noftris mentibus offunderentur:
non auteminduccretur idlume^quoquae occulta funr,
Oc remota a noítrisfenfibus iituilrari iòlent :> rerum no-
bis notarum, & quotidiano vfu percepì arum adhihitio-
ne.EíligiturhaecnmiÍitüdo,neque dura, neque abfutda,
aut àlongè petita/edelegans cum p r i m i s ^ ad id^de quo
agitur3dcclarandum valdè apta, modo ritèexpendatur.
Acprimumquod hsec fimilitudoè re runica fumitur,
decoro egregieferuitur.Deinde quod capiili capreis dica
tur (ì miles, in telligi debet,noncapreis ipfìs/ed earum pi-
lisiìmiles dicuNam deefr orationiilli aiiquki:pknè enim
díc£tcturX4plUtuificutpÍtgr?¿ñs caprárum, Poliremo ce n
iìderandum eftfceminatumcapiiioSjà copia, &à nitore,
&à colore commcndarifolere.Et quod ad coloxcm atti
net,id quoque iciri debcr,quemadmodum inocciduis re
gionibus flauuá pròèatur colorita inorientalibus niger,
aut expurpurco 9 rubroque miitus,quem^oloremmedi-
camencis iblent iaduccre,eoquecapillosinfìcereArabes
iilajfüeminaíjqiiaenoíirahac temperate eam Bethica! Hi
O 5 fpania;
218 CANTAR DE LOS CANTARES

tres cosas, con que se hace el encomio y toda la alabanza de los cabellos, se de-
clara maravillosamente con esta semejanza de las cabras. Pues según la natura-
leza del suelo las cabras de Galaad son muy negras o medio pelirrojas. Por la
bondad y copia de los pastos, (pues todo aquel monte y todos los campos de
alrededor, que por tradición era posesión de la tribu de Rubén y de Gad y de
media tribu de Manases, eran muy ricas9), así, pues, por la naturaleza del sue-
lo se ha de entender que aquellas cabras eran negras por bondad de los pastos
pingües, y por eso mismo no de cabellos descuidados, como sucede a las ma-
nadas debilitadas en la aridez, sino muy brillantes. Y no solo le brillaban sus
cabellos, porque eran pingües, sino porque aquel monte abundaba en árboles
resinosos10; que es muy razonable que las cabras, que pacían las crestas de
aquel monte, por el contacto de la árboles untadas de resina, en la cual hay
una fuerza de pulir el cutis, salgan más nítidas y elegantes que los rebaños de
otras regiones. Lo cual también de la palabra hebrea Galas, que en este lugar se
pone por la latina ascender, podemos entender. Pues ello no solo significa as-
cender, lo que el intérprete latino vertió, sino también peinar o polir. Y así, se-
rá lícito trasladar también: Tu cabello como manada de cabras, que se peinan en
el monte Galaad. Y se dicen peinarse porque la resina les arrancaba los pelos
viejos y caedizos de ellas, aderezaba los nuevos y firmes y los ordenaba decen-
temente, por lo cual sucedía que, como si hubiesen sido peinados y bien cui-
dados, brillaran mucho; que nada puede quizá compararse más semejante-
mente con los cabellos hermosos de las mujeres.

Ni es menos apto lo que se sigue: Tus dientes como hato de ovejas trasquiladas
que vienen de bañarse, todas ellas con sus crías, que no hay machorra entre ellasn.
En los dientes se admira, lo primero, que sean candidos, después, que sean
iguales de arte que ni sobresalga ni se eleve uno más que otro; además, que es-

9 Nura., 32,33.
10 Jer., 7,22; Ezq., 10,10; Amos, 1,13. Estas citas están sacadas de la Exposición.
11 Aquí la Explanación sigue la edición de Salamanca en la versión de este versículo; el P. Merino
trae: «todas paren de dos en dos, y ninguna entre ellas hay vacía» {Obras, I, 129).
ti8 JN CJPFT
fpm'mftmtmlñcolunt, quac interráneo mari aMuiiu"£
t>iCQ igiiur ina td^quibus capilioru m omnis Jaus, & ed
meruiatio perádtur,haccapramm fírmlitudlne mirifkè
deciarari Ñam pro foli natura capre» Galaaditicsc. pluri-
rnum.aut nigrar furiant fhbruffa;. ObpafcuQrum autem
bonitat é & copia (ria torus Ule más, &; omnes circumia
.ceníes camp^qulRuberutiSj&Gadkis, &; mediai tribuí
Manatíes poísidcndi.íiint tradkì,vt exNunierorum libro
liquet ^erant maximèpafcuL) Igitur ex foli natura nigrar
ob pafcuomm boniratem pingues illas capreas inrelligen
df íiint fuiíTe,a¿ ob id ipfum non fqualleiiubus, vtin ma
eie attenuatis fit gregibus/ed prenitentibulmíijJStec io
lùm quìa pingues eranr,earü nitebani pili:fed¥ efinoikar
boribus abundabat ilie mons,quodex Iere.&: Zachar. &:
Amos vatibus coníh^confentaneü profetò cfì capreas,
qux inga eius monrìs palcebanr,cx conta ¿tu atbocü ina
¿las reiìna^n qua cutis poiieda? vis quidam ineuntektio
rcs&; compiiores aìiarum, regionurn gregibus euaiìfe
Qupdvei ex Hebraico verbo uhi Gaìas quodhoe loco
pro Latino afcendereporùturjpofiHrnus intelìigcre.Na
idnon folùm afeen dexe, quodLatinus vertit interpres,
ied etiam pecìere.aut polire iìgnincat.ìtaquc licebit etià*
vertere. Cadili tutficuTgvex caprarìiqudepe&m fejem moteGa
ìaad Dicuntti r autem fé Te pe¿£ere,ideo quia veteres &: de
ctduosearum pilos reiluaeuellebatinouos&rìrmos pò
libata in.dcccjitem ordinemTcdigebat,ex quo efíkieba
tur^vt tanquam iì eíicnt pegu Oc bene culti pramiteresnni
hil vt rbrtafsè cumformoiis feeminarum capiliis, confer
ri pofñt ilmilius... Nec eft minusaptumquod fequitur.
J}entes tmtanqmmgYexunfarum^tm afeenderunr deUmera*
mnnefgeraeUìsfwttbuSt&fìmlis non efl mek. In detibushejC
ipectantur:primiim vt candidi fìnt,deiadcv vt fmt ssqua^
ics, ita vt ncque prominente ñeque cxtet aliusaliouìa-
219 CANTAR DÉLOS CANTARES

ten bien juntos en la parte en que se insertan en las encías, para que no haya
agujero o hendidura; las cuales cosas no sé si con una sola semejanza pueden
ser significadas todas, por lo menos con ésta así son explicadas todas que se
presenten a la vista casi ante los ojos. Pues como las ovejas avanzan a una en
rebaño, así unen los cuerpos entre sí, que a los que miran de lejos parezca ser
uno solo el cuerpo de todas ellas12, y todo él blanco; pues se ha de entender
que Salomón habla en este lugar de un rebaño blanco. Y así, todo blanco e
igual, cuales son los dientes hermosos. Mas cuan considerado lo que añade: to-
das ellas con sus crías que no hay machorra entre ellas. Pues solo aparece único el
cuerpo de todas las ovejas que caminan a una, desde arriba, pues desde abajo
distan unas de otras, puesto que son tan gráciles las patas de ellas y obesos los
cuerpos, que se unan y adhieran mucho con los cuerpos, como se dividen por
las patas y los pies. Además, cuando acaece que las ovejas están criando y lle-
van junto a sí a sus crías, también por abajo parece ser uno el cuerpo de todas
ellas. Pues las ovejillas, pegadas a las madres y colocadas entre las patas de ellas,
e insertas a ellas por ambos lados, llenan todo el espacio que parecía quedar
vacío.

Se sigue: Como un hilo de carmesí tus labios, y el tu hablar polido. Adorna


ambas cosas con alabanzas suyas y propias, pues a los labios atribuye rubor, en
el que consiste la hermosura de los labios, de donde algunos llaman corales a
los labios; dulzura atribuye al hablar. Hablar en este lugar se entiende, según la
palabra hebrea medabar en cuyo lugar se pone, no tanto el adorno de las sen-
tencias o de lo que se dice, cuanto se significa el hábito de la dicción y pro-
nunciación, que se basa principalmente en la moderación de tono y de voz y
de espíritu, y en cierto gesto de la boca. Por lo cual al pronunciar unos se dicen
agrestes y bastos, otros muy suaves, otros al contrario cantarines y graciosos; la
cual armonía se llama aquí dulzura. Como cacho de granada tus sienes^. La voz

12 La edición de Salamanca y la mayoría de los manuscritos omiten lo que sigue hasta el verso si-
guiente, añadiendo un párrafo con distinta idea; aquí la Explanación se ciñe literalmente al manuscrito del
P, Merino. Lo que prueba el valor de la edición del P. Merino, la abundancia de manuscritos y que fray
Luis sólo usa uno.
13 En Opera, V, 315, dice: «ítem la Vulgata trae en el capítulo VI de los Cánticos: como corteza de gra-
nada, ansí tus mejillas, cuando debiera verter: como cacho de graitada, pues la voz hebrea felaj no significa
corteza; y el mismo libro en el capítulo IV, la Vulgata traslada la misma palabra cachó, y la razón de seme-
janza, de que allí usa el Espíritu Santo, pide que leamos cacho; pues compara las mejillas de la esposa enro-
jecidas módica y decentemente, y mezcladas de candor y rubor, las compara con el casco de granada, cuyos
granos cuando se apiñan blancos y colorados, ansí aparecen módica y decentemente rojos». La Vulgata cle-
mentina, aprobada en 1592, ya trae fragmen en vez de cortex, siguiendo la opinión de Cano y fray Luis, pe-
ro un censor anónimo dice: «corteza y cacho» se dicen con la misma palabra hebrea.

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^VJRTVM. ti»
%teyad h^e "vi une benèiun&i4£ qua parte gingiuis inierit
tur,vtnsquid:hie^authiulcuiiJ iÌT:qusc vtiumvnaaiiqua
imiiiiiudinc íigniñcari cunda pofsínt,haud:fcio ,hac ccr
tè,ica explicátur omnia, vt propèoculis videnda iubiicià
t a r . Nicmnplures oues gregatimvnàeunt,ita inter fc
corpoxaiungun^vt. proculafpicientibusTvnum omnsu"
earum corpus ette appareat,idque album totum:nam d-c
albo pecore, hoc loco Selomon loqui imdligcndus
cft. Itaque album per omnia OC equale * qualcs fune fax-
paoli dente*. A tquam coniìderatè quodaddidi'* Omnet
gemtitsfanbm&JhcriÌì s noneiìineìsjSiàm plunumouiun*
vna eütiií,taBtú ¿iipernè vmìapparet eñe corpu^ná infec
& è in u ice à fe diñar. Quoniá-ciñ-earü crura funt gracili 3,
corpora auteobefa, vr maxime corporibus cdiungatm:
Oc h^reàr,ì§crunbus,atq;pedibus diuidútur.Caiterü vbi
accidit,vr oucs fiat foetae,&: feetus fuos vna fecum ducàr,
ctiam interne vnuni omnium earum corpus videtur ci»
ÌèHamagaicuiimatribus hxrcntes,&cinteripfarum cru
tainie&i,&eisvtrinque inferii, totumádípatij cóplent,
quod vacuum reliare videbatur . Sequitur. Skut^ttt^
coccínealabm tu&& eloquiumtuum dulce* Vtruaique fuis Se
proprijs laudibus ornatrlabijs naraq; ruborem,i« quo la-
biorum pulchritudoconiìuk:ex quo abalijsiabü coral
una dicuntur : .eloquio dulcedinem tribuir. Eloquium
porrò hoc loco, id quod ex Hebraico veibo medabar,
cuius Iocqppnitur,intelÌigitur, nontamfententùfuni,
aut eoruni quae dicunmrornatus s quam diclionis ,atquc
pronutitìationis quidam fignificaturhabitus : quitono-
rum prxcipuè,Yocifque& ipiritus modera rione, atque
©ris quodam geftuconftar.Ex quo in pronunciando alij
agreóes,atquc vani dicuntur,, atif iBÍuaue^alij contra co
cin»i,atq;lepidi,qua: cócinnitas hicdulccdo nominata
SkutfragwemalipMmc!gen¿ti4#* Hebraica vox npi Eaqua
pro
220 CANTAR DE LOS CANTARES

hebrea Raquea por la que el intérprete latino puso mejillas, propiamente signi-
fica sienes, llamada así por los hebreos por la delgadez de cutis y de la carne de
ellas. Pues Raqua viene de aquella palabra que significa adelgazar para los he-
breos- Mas sean mejillas o sienes, consta que rectamente es comparada con
una granada o cacho de granada. Pues en las sienes el candor del cutis se di-
funde con rubor moderado, y en las mejillas hay un encarnado mezclado de
blanco, o, si no lo hay, hacen las mujeres que parezca haberlo untándose color
púrpura oscuro; al cual es semejante ese color que aparece en los granos de la
granada.

Se sigue: demás de lo que está encubierto. En hebreo, como antes, zama, lo


cual fue trasladado por Jerónimo por la misma razón y consejo no palabra por
palabra, sino con rodeo, A ello, como arriba expusimos, se debe aquí también
entender sienes o mejillas bajo los cabellos, que erraban sobre las mismas ocul-
tos pareciendo más hermosos y vistosos. Y si zama es lo que pareció ser a Jeró-
nimo, ¿quién puede creer que en un santísimo cantar fuera repetida e inculca-
da tantas veces por el Espíritu Santo palabra tan torpe? O ¿cómo convenía
unir las partes vergonzosas de la mujer con las sienes y mejillas? Como torre de
David el tu cuello, fundada en los collados; mil escudos cuelgan de ella, todos escu-
dos de poderosos. La hermosura del cuerpo está no solo en la apta figura de los
miembros tanto por sí como en la conveniencia de todos entre sí y en la pro-
porción, sino en cierta justa grandeza y altura de todo el cuerpo, de la cual al-
tura ahora se trata.

Y así se dice: Como torre de David el tu cuello. Llama cuello figuradamente


y en realidad a todo el cuerpo, o al menos al hábito de todo cuerpo elegante y
erguido lo significa con el apelativo y nombre de cuello. Pues según la propie-
dad hebraica, muchas veces se pone cuello en la significación de altura; como
también en español llamamos descollados14 a los que son de cuerpo alto y pro-
cer. Y lo compara a la torre de David sobre todo porque su edificio por la egre-

14 Palabra subrayada en la Exposición, e introducida en la Explanación.


no IN CAFV4-
proquaXatinus. interpresj^naspoiM^piopriè tempora
íigniñcacjíic ah Hebrseis.appellatafjropter teu aitate m cii
trs,atque carnis cacuna.Namnpn&aqua ab co deducitur
^erbp,q5Hebre:isattemiate fignincat.Sed fìuegena; finti
fiwc tempora, confitar re&è conferricum malo punico^
aut aiali punici fragmento Nam in temporibus euris can
dot modico mboj:emiFunditur,& in genis candore m k
fius ruborineft, aut fi minus meft»purpui:iflb iiliro , vt
ineiTe videatur fpeminseefficiunr:.cuUimiliü eítia color;
qui apparetinmalipunicigraniSé.Seqnitur^ ^mter idquod
mirmjewsjatet Hebraicè.vtÌiipenu&*jriD2it7,, quod eade
raiione,&íeod ; cniconíilio : non vei bum pro verbo , fed
circuitioneàHieronymo ver um eft Atid,quomodo ili
Piaexpofuimus,intelligietiamhicdebet,temporaautge
nasfub ijs capillis^ui lupraipfas inerrabant latentes pul-
chrioresy&foimofiores vide rLQivod .fi:£ama.-i deft, que d
efìe Hieronymoelt vifumvqui credi poteítú, in fan&ifsi*
mo. carminerà verbum turpe toties ab Spiritu (anelo in*
calcari arque tq?etifaut qui conuenkbat, vt mulieris pu
denda,cum temporibus atque genisconiungerer ? Saut
tunis Danta cui >um mam qu& tjì¡edificata eum prùpupnACuliS)
mule tìjppet, ^tnàtnttxta^mnis armatura fmium Corporis
puIchrk.u4o nonibiùm«ìcwbrorum^cùm lingulotum
perfe.apta rTgura,tunv inter fé omnium conuenientia&:
P top o rtio ne conftat v fed mftaquadam magnitudine ac
¡piaceri tate torms corporis,quade proccritate nune agi
titr.kaqtjediàtur.$fc^^^
minai,figura tè, 5c aptè cotpiis totum^aut certe e orp oris -
totmS' eleganm^tquectí &ihabitum ^ rolli nomine Òù
ap pellatiaoe.%nificafcl<á.Hcibraica propcietate, collimi
fa:pèìniptoceiataiis fjgìiificatioiiepòiiiiurrquemadmo*'
dunv &in Hifyanofermone, descollados, vocamuseo^
qui aliOj& procero funi corpore.Confert autem Baui-
aisr-'
221 CANTAR DE LOS CANTARES

già fábrica de él en aquel tiempo era célebre y muy admirado, como obra que
había sido construida por un rey opulento y muy magnífico, Y por cierto na-
die será tan absurdo e inepto, que piense se han de medir estas cosas a palmo, o
crea que su cuello es dicho semejante a una torre por la grandeza, sino entende-
rá que se afirma por la proporción, no menos admirable que haya sido aquella
torre; que cuanto aquella torre destacaba sobre las demás» tanto esta mujer de
elegante y alta forma de cuerpo se diga aventajar a las restantes. Mas lo que se
añade: En los collados, ello en hebreo es Lethalpiiod15, palabra ambigua y de di-
versa significación. Y así, unos vertieron de una manera y otros de otra.

Se sigue: Mil escudos cuelgan de ella, a saber, o esculpidos en ella o añadidos


o colgados. Pues de cualquier modo es entendido rectamente, aunque parecen
más colgados que añadidos16. Todos escudos de valientes. Lo cual sin embargo
debe entenderse dicho por eKftamv y excurso poético, y no ser necesario que
se corresponda con algo en la alegoría.

Se sigue: Tus dos pechos, como dos cabritos mellizos, que están paciendo entre
las azucenas. Nada pudo traerse más semejante ni dicho más apto para el pas-
tor. Pues hay en los cabritos algo festivo y alegre, y que impulsa a los que los
miran, a acercarse más y apretarlos con las manos, las cuales cosas de manera
semejante están en las tetas de las mujeres17. Y propiamente la semejanza se to-
ma de las cabezas de los cabritos, en los cuales hay cierta imagen de las mamas.
Pues la misma cabeza por el tamaño y figura es a modo de tetas, y las boqui-
tas enrojecidas módicamente de encarnado y pálido imitan las puntas de las
mamas. Hasta que sople el dia y las sombras huyan, voyme al monte de la mirra
y al collado del incienso. Interrumpe la alabanza comenzada para dar más va-
cantar. Así, pues, como se acuerde el esposo al cantar de alguna obra
necesaria y rústica, cuyo recuerdo había perdido en la afición de cantar y alabar

15 La Exposición dice talpiotb, donde explica su significado más largamente que aquí.
16 Puede aludirse aquí también a ia costumbre antigua de consagrar a Dios los despojos, tomados a
los enemigos y colgados en las torres y en otros lugares elevados; y así esta torre se veía adornada de todo gé-
nero de armas y despojos de enemigos,
17 Es verdaderamente deliciosa y sutil, corno de poeta, la interpretación que fray Luis da a este y
otros pasajes de este capítulo difícil del Cantar, y justifica la aparente carnalidad de las expresiones con la
delicadeza y gracia de su contenido y de la lengua hebrea (nota del P. García).

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Qjf A RTV M. in
dis turrim potiisimum, eo quòdiilius icdificium ob egre
giù cius opus ea tempeftate,fpe£tabile admodum, & ce «
icbreeflet, vtpotèeiusoperis , quo dàRege opulento
&magninccntifsimocÒifru&ummiuet.Nec vero quif-
quamtam abfurdus,& ineptus (ìt, vt palmo ifla metien-
da putet,aut collum huius exiñimet,turri acquaie magni-
tudine dickfedpropoctione, rionminusipfum fpe&abi-
lc,qua illa fucrit uirris,imelligat affirmarirvt quaíá illa tur
ris praeftabat exteris , tantü haec foemina habim corpo ris
ekgatLatqjjpceroardiquas dicatur fuperaíTe. At <q<ì addì-
tutXn f>roj>ug#4cultsM ìnHcbx$o eñTiVShnh Let&alpiiod
afìceps & varisefígmficationisverbü.Itaquealij alirer ver
tüt.Sequitur. Mtlltdypeipendent ex «/cilicet, velinfculpti
in ea,vel additi, velappenfi.Vtrouisenim modo re&èin-
telligaturjquanquamappeniì videturmagis, qua additi.
Qmnùarmaturafomum.QuQdtamcnperwfc&v ,&excur
fiimpoeticum di&ü intelligidebet/necneceife eífe,vt ei
aliquidin allegoria reipÓdeat.Sequitur. Wbtt** naficut duo
hinmdLcapre*,(¡uij>afcunturm Wy j.Nihil cofera ^milius pò
tuit,nU34Laptiùs à paftore dici.Ineftnamquelncapreolis,
feftiuum ^»id4am.atquel*tum,&: quod alucíateos, qui
fe intuentur aüpropius^ccedenáum , & manibusipfos
contrc&andum^quatfimiliter infunt inpapilìisfemina*
runuProprie aiitemílraiíitudo dudturà capitibus hin-
nulo rum „ in quibusmammatum quaedam imago inefh
^Jam caputipfum ^magnitudine ,& figura irifìar vberum
eíl:oícuÍaautem ex tubro & pallido modicè fubruben-
tia mammamm capitula imitantur.Do»ecrf//»w'if èes &m-
clinmtwftmihr&?\i*iam admontemmyrrh^ &adcolkm thmiu
Interrumpataa^tutamiaudationem^quo magis variuin
efficiat ipfum caraaaaiJgituT quafiimer cancndum reco*
detur Ìpoiiùxst^^kialicuius^neceirarijoperis, cuius,
iludió ipío canendi,sttque íponfamiaudandimemoriam
ami-
222 CANTAR DE LOS CA LV TARES

a la esposa, así Salomon lo saca de subito cortando la conversación comenza-


da, y diciendo: hasta que sople el día y las sombras huyan, voyme al monte de la
mirra. Como si a sí mismo calladamente se arguya y reprenda, que por amor
haya casi despreciado su casa, cual es aquello del poeta:

¡Oh Coridon, Coridon, qué demencia te tomó!


Medio cortada te queda en el olmo lafrondosavid,
sin que tú con mejor acuerdo te vuelvas a tejer con mimbres
y torcible junco alguna cosa que el uso ha menester18.

Hasta que sople el día y las sombras huyan. La perífrasis es de la tarde por los
detalles, como antes dije. Voyme, esto es, que haré mejor lo me incumbe hacer.
Al monte de la mirra y al collado del incienso, o sea, donde finge haber tenido el
campo pequeño, al que estaba unido el huerto, del cual más abajo en capítulo
IV. Mas añade: Toda tú hermosa, Amiga mía, y falta no hay en ti. De nuevo de-
jada y tirada la preocupación de la casa, vuelve a la alabanza comenzada. Así,
pues, los ánimos de los amantes suelen variar muchas veces, y dividirse en mu-
chas y diversas partes, cuya imagen expuesta aquí por Salomón, está descrita
con el mayor artificio19. Mientras se dedicaba al amor y otorgaba alabanzas a
su esposa, le mordió la preocupación, invadiéndole el ánimo, de la casa y la fa-
milia; y al que se preparaba a partir, llama el amor otra vez y casi agarra con la
mano, y le obliga a decir: toda tú hermosa, Amiga mía. Como sí así diga: "Mas
la casa no es tan importante, que por ello haya de abandonarte y dejarte, tú
que, cuanta eres, eres toda hermosa".
Pero puesto que de nuevo el estudio y la preocupación de la casa le venía y
le urgía, añade: Conmigo del Líbano, esposa, conmigo del Líbano te vendrás, ote-
arás desde la cumbre de Amana, de la cumbre de Seniry de Hermán20, de las cue-
vas de los leones y los montes de las onzas. Y le ruega que le acompañe en su ida,
y para persuadirle más fácilmente le promete llevarla a los montes, que se tie-
nen más amenísimos y dignísimos de conocer de todos los que había en Judea.

18 Virgilio, Bucólicas, egloga 2,


19 Salto lírico, natural en este género de poesía; comentario acertado de fray Luis que aprobará el P.
Asensio en el suyo.
20 Amana parece que es Amano, monte que separa Siria de Cilicia; el Hermón y el Senir eran cum-
bres de un mismo monte, que estaba al otro lado del Jordán, entre el país de Manassés y la Arabia desierta.
No falta quien dice que el esposo no habla de verdaderos montes, sino de algunos collados que tenía en sus
campos, a quienes había puesto los nombres de montes conocidos; y que por eso menciona también las cue-
vas de las fieras, que son muy comunes en ellos (nota del P. Scio).
tu 'IN CA PFT
amife*at:itaSülomoninducit ipiùm Cubito abrampente
fermoné imììtut u tr^dkentemque. Doñee afptret-dtes &mcli
nertttwymkitá^&Jarnadmontem my,rrh<z.Velati fe ipfe tacite
arguat, atque reprehendat^quodprx amore rem fuam fa
miliarem pene neglexerkjqiiale eft illud Poetas.
OCorydon Coyyd'.^qux te dementi* ceph.
Sementate tibtfiwáofa\'itt$in y Imo ejh
Qijjn tu aliqtudfdtem poíms^quorum indiget^jm
VimìmbH^mohique> patas¿et-exere hinco*
Voncc éfyket dtes^PiriC^nenttír'Vmbr^cú^hrzCis eft tepo••
mvefpcrtmiàcQniuna:Is,vtantèdtxi,Fif^w.Ideft, quia
potiu$idago?qaod mihi facete incnmbiu^dmúmem myr
rh,ey&adcQlbm thmkVbi^fcìlicèt, agellum habtiiííe fingi"
tur: cui comun&us erat hortuSjde quo infra capite facto.
Sed adáitJotdpuL hra es amica mea , & macula non ejìin te*.
llurius rei domenica: cura depofita & abkéta ad iaftitu*
tamlaudatione reditSkcnÌm amatorumanimi variate
f&pè foiem,&: in plure$,atquediiierfas partes diuidiyquo
rum hìc imago à Solomone poaitu^fummo artificio de
fcrípta.Dü vacabat amorLfuxque íponiadaudibusindul
gebat rei domefticas^ famiUaris ipfius animü fubiens cut
ja momorditàam ab ir e parantem^moriterumillum re-
no cat,&; pene manu-repEchcadit^dkereque eogir. Tora
putehra es amicarne* Quaiììtadicat.Atres domenica noi*
efttantijVteamobremreiinquenda tu mihifis, Sédefe-
lenda^quje quanta es^otapuichra esf Sed quoniamrm*-
fus-ftudKim,& cura rei domeftk£erecurfabat,,& pc-rurge
bafcipilìm.adkcLt, Vini de Libano, ^ent'coronabem decapite
^émamtjl¿ Vertice Smir& Mermo^decubiùbm ìeonam^de
fHontibi^fmdomr»tKogztcmmifùimfo vteuntem comi
temr l & quo facEiùs illip^rfuaderet,poliketuripfaai du-
cere in cos monresquìomnium,quun ludamerat, an&oe
*Ù&imi habebátar,&; cognita digp&imi.Vem delibane^**
223 CANTAR DE LOS CANTARES

Conmigo del Líbano, conmigo, esto es, "ven conmigo para ver por el camino el
Líbano". Y Líbano no ha de ser entendido el monte de Fenicia, del cual fue-
ron traídos abetos y cedros para construir el templo de Dios por mandato de
Salomón, sino otro en Judea, que también es llamado a veces por los reyes de
los judíos bosque de Líbano21, sembrado de muchos y raros árboles, y llamado
Líbano por cierta semejanza que tenía con aquel de Fenicia. Otearás, en he-
breo significa también rodear y despreciar (de donde el intérprete latino vertió
coronar). De las cuevas de los leones y de los pardos. Es una aposición. Pues co-
mo consta suficiente por las Sagradas Letras, la región de Judea abundaba en
leones, cuyos cubiles estaban en estos montes. Robaste mi corazón, hermana
mía, esposa; robaste mi corazón con uno de los tus ojos, con un sartal de tu cue-
llo12. "Pues, dice, ven conmigo, por que de ninguna manera puedo ser arran-
cado de ti, no solo enervado en amor por tus luces, sino también por tus her-
mosísimas crines o, como es en hebreo, vencido y obligado por tus sartales"23.
Con uno, dice, de los tus ojos y con un sartal de tu cuello. Como si tácitamente
argumente y diga: "Pues si con una sola mirada me substrajiste y si solo un
sartal tuyo me ata, con tantas dotes de tu cuerpo y ánimo, ¿cómo piensas que
me hieres y incendias en amor?". Con lo cual también le persuade a que le si-
ga, a saber, que no parezca haber respondido poco gratamente a tan gran amor
del esposo para con ella. Mas las cosas que siguen me parecen dichas, como si
ya el esposo la hubiese persuadido a marchar al campo y llevársela consigo, y
marchando juntas las caras recogiera un dulce espíritu de la boca dulce de
aquélla, y el gozo que recibía de aquella cosa intentara explicar con las palabras
precisas que pudiera: ¡Cuan lindos son tus amores, hermana mía, esposa; cuan
buenos son tus amores! Más que el vino; y el olor de tus olores sobre todas las cosas
olorosas. Panal destilan tus labios; miel y leche está en tu lengua, y el olor de tus
arreos como el olor del incienso. Cosa ni más elegante ni más dulce se pudo decir24.

21 3 Reyes, 7,2; 10,17,21.


22 Aquí recuerda sin duda la costumbre oriental de llevar las mujeres la cabeza cubierta con un velo,
dejando solamente descubierto un ojo y un resquicio para ver y no tropezar (nota del P. Scio).
23 Se ha omitido, como en la edic. de Salamanca y manuscritos, un fragmento sobre rasgos del amor
que se encuentra en la Exposición.
24 Omite aquí fray Luis las explicaciones de estos versículos para no repetirse y abreviar el comentario.

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fi/.Id eft,VenÌ mccum exùirLere viíUraLibanum.Libanas
autcm non Phasniciae moas Uittüigendus.eit is, ex quo
abiegne,ac cedrinas trabes, ad coaftruendum iempium
Dei Solomonis iuíTu funi comportata : ièd alias inlu*
d^a,quie£iamrakusLibaniiaterdünomiaatur à ladano 3, /fcf^
rum regibus9muitis &peregrinis arboribus conili us , &
propterfimiiitudinemaliquam,qu§ilIi erat ami ilioPh^
nì eie;, Liban* appeliatus^CoriWaèfm.Hebraicè^n^n quod
circundare,^ ex quo coronare Latin us vertitinterpres)
atque etiam defpìcerefignificat*De cubthbus leonum^par
dorum. Appofitio eft.Nam quod ex facris Jiteris fatis con-
ftatyludaee. regio leonihasabundabat, quorum luftra ìn
his montibus ^tznt.VulneYaÜicor meumforormm^Qnfa^ul
ftrrajìi cor meum iny%o afpcclu ocutorum tuwumj&r ini/no crine
collif#/.Nam,inquÌt,ipfa venirnecum, quoniamipfedi-
uelli à te nullo modo pofliim,non folum Imninibus tufo
amore faucius,fed etiam pulcherrimis ruis crinibus, aur>
vtinHcbrseoerljtorquibus tuisdeuindusjatque conftrt
¿tus.K«o,inquif, octtìo&ìwo crine collimi, Veluti fi tacite
arguiti enterur ac dicat. Namfivel vno tuo afpe&u me
míhifubripuirti, fique vel vnus crinistuus m à i eftpro
vinculo,totcorporis tui, atquc animi dotibus, quo mo.
do affici me,atque incendi in amore putas ? Quo etiam
magisillifuadet/c vtièquatur, ne,fcilkèt, videaturpa*
rum grate reiponduTe tanto amori iponfi erga ipiàm.
Atquaefeqtiuntur,quafiiiíiiamperfuafifíetíponrus, vt
in agrum pergeret,camq- ipfe fecum ducerete inter eun
dum coniun&is ofculis^cxduki ilìius ore dulcem fpirku
legeret,& quod ca de re gaudium percipiebar,quibus ver
bis maxime pofíet,expiaiiarc geíHret,ita mihi vidétur di-
ci. Qu¿mfmlchr¿efuntma?n£ tmforor me4fpojaypulchriorafunt
ybera tua^ino&od'or'ìngtittQruniorttfitper omnia aromata. Fan9
dìjidhm Ubia tútfpQnfa > mei & Uc/ub kngua tua r& edor 1 e-
Jìimau
224 CA NTAR DE LOS CA NT A RES

Ni es menos elegante o dulce lo que se sigue: Huerto cercado, hermana mía,


esposa; huerto cercado, fuente sellada. En la cual la alaba no ya por partes, sino
enteramente, y para alabarla usa dos semejanzas, una sacada enteramente de la
fuente sellada, otra del huerto ameno. Las cuales semejanzas, lo primero, las
propone ambas con pocas palabras; después, las sigue cada una con tal elegan-
cia y abundancia de palabras, que Salomón no parezca haberse dejado lugar
para mejorarlo. Y así, describe un huerto amenísimo, plantado de muchos ár-
boles, sobre todo cultivado y custodiado con sumo cuidado, en el .que nada
hay vacío, nada estéril, sino con árboles selectos y destacados tanto por el her-
mosísimo aspecto cuanto por el fruto y las frutas, totalmente lleno; los cuales
árboles cuenta por su nombre, con admirable ejemplo de discurso, de arte que
con este huerto de Salomón comparados aquellos huertos de Alcinoo, de los
que habla Homero, parezcan desarreglados y descuidados. Y con esta semejan-
za Salomón trata de significar de manera semejante en esta mujer, que no solo
no hay algo deforme, sino que, en lo que se refiere a hermosura, ni siquiera
mediocre o vulgar, sino que todas sus partes son aptas, hermosas, decentes,
gratísimas y hermosísimas; que toda está hecha de gracias, que respira amor
por todos lados. Huerto cercado, esto es, fortalecido por un muro o por un
guarda, y por ello mismo protegido del ataque y estancia de las bestias. Tus
plantas, esto es, todas las cosas que nacen de ti, todos los árboles que produ-
ces. Jardín de granados, pues las granadas fructifican y abundan mucho en Pa-
lestina. Juncia de olor y nardo. No hay constancia entre los escritores de yerbas,
qué sea la juncia, mas no veo que sea cierto, como antes dije, que el hebreo
cophercn este lugar sea Cipro. Y nardo: varias se dicen ser las especies de este, de
las cuales una, que escribe Dioscórides25, nace mucho en Siria y Palestina. Ca-

25 Dioscórides, De Mat. Medie, libro primero, c,6. En España en algunas partes se llama azumbar; es
lo que hoy llamamos espinardo, de raíz aromática.
x*4 I N C JT V T
fitmentwtm tuorum^ficutoaor thuns* Qupneque elegantius
quicquan^nequc molliusdici^otuit « Nequeminus cft,
SLM elegans,aut molle quodfequitur.Hòmfconckjusfwcr
mea fponfajhoitusccnclufmforísfignatus . Inquo,nofua per
partcsjfedviiiuejtfèjilam laudata ad eamkudanda duas
adhibetíimiiitudiaes, à fonteLÌntegro.viiam> alteram ab
amceno horto petkani;» Qoas fimifítudkies^primòpau-
cis ambas proponiti deinde iìnguias exequirar ea verbo-
iunfceiegantia,atqiLe.copÌa,vt ne ubi Solomon ad fupcra
dumlocuni: \ddeamr rtìquiÌTcItaque hortum deferibit
amoeaifsimum.arboribus cófitumiiiulnSjtum praeterea
funimadiiigét¿acuftoditü:8ecultüi in qtio nihilfitvacas
ftlhilfteriie/ed fdLe&is arberibus &; cu fpeck poi cfaerrima, tu
fm&uatqucpomis pr-xftantibusomni ex parte plenum:
quas arboresnominatim receniet,mira orationk gratia,
ita vt ad huneSolomonis hortEm: iiliAidnoi Morti, de
quib^HomeruSjCoilàtijincuitiiac Ìbtdìdi videltur. Porrò
hac iìmilitudìficid agitSoiomon^Vfe%niie«tfímtiiterin
hac foemina,nihiiiiij@ modo^eforme effe^fèd tqñ"ad pul*
chritudinenvattinet,ne; mediocre quidem^ aut bulgare,
fed illi* omnes-partes aptas,yenuftasidecetes^grariíiima$í
3£iormoílísiraas eíTe:totam ex gratii&c6J(lareramoresex
fe fpirarc vndiqi; Jiartus conchtjtts.ld eíi;&:muro>& cuño
de nMnitus,&„obid%fttmabincuríufi¿p©puiáEione be
fíiarum tutus. gmifpmestwldcñ,omm*<$ix ex teprofi-
ciícutimr,vniuer£k arbores quas ftofcts»?amàfus maíoru
pumeorum. Nam maía punica Paiejtinse foglicifsimèpro-
ueníunt»&:plurimriiiintU>/víwmmmsdoJDc Gypro inter
herbarum feript ores,quidfit,fatisconftat, arvtrum He-
braicum ^$3 CopkeE&ociocoifitGypeHiSiidvytantèdi
xí,non íatis conñsa&viúmXii$nm*r.do\ Mmwfhites efic
dicuntur fpecies?quarum vnam in Syria^ P^eJÜma ma-
xime proueiikc íciibit Diofcoiidc$,/*#«¿* &*€tmámom£
He*
225 CANTAR DE LOS CANTARES

nela y cinamomo: en hebreo Quinamon quane, no explican suficientemente


qué sea ello; es verosímil que se signifiquen con estos nombres dos especies de
casia, de las cuales una es más ventajosa que otra. Mirra, a saber, aquel árbol
del que se saca la mirra26. Aloe, en hebreo Haloth27, y así, los que interpretaron
áloe por el sonido de la palabra, me parece que hicieron una conjetura. Pero el
áloe no se enumera entre los árboles, sino entre las plantas; y es una planta ba-
ja de un solo tronco y una sola raíz con hojas gruesas. Y así, otros vierten sán-
dalo, un árbol de destacada apariencia y olor, y más apto para los vergeles que
el áloe. Con todos los principales olores2*, esto es, con los árboles de los que se
hacen aromas. Fuente sellada. Vuelve a la semejanza propuesta más arriba, y
describe una fuente, la mejor, pura, íntegra, Intacta, además tan abundante en
agua, que sola baste para muchos huertos. Sellada, esto es, cerrada, de donde
se entiende corriente. Pozo de aguas vivas. Llama aguas vivas a las jugosas y pe-
rennes, que no faltan ni en primavera ni en verano. Que manan del monte Lí-
bano. Alude con ello a Or y Dan, dos fuentes que, brotando con gran copia de
agua del Líbano, forman el Jordán29. ¡Sus!, vuela cierzo, y ven tú, ábrego, y orea
el mi huerto, espárzanse sus olores. Concluye toda la alabanza con una elegantí-
sima apostrofe a los vientos ábrego y cierzo30, de los cuales a uno echa fuera pa-
ra que no sople. !Sus!, dice, esto es, vete, sal cierzo. Pues es un viento muy frío y
por ello muy temible para ios huertos y árboles. Ven, esto es, sopla ábrego, en
hebreo Theman, esto.es, mediodía, desde la cual región del cielo los ábregos,
esto es, las brisas templadas y muy fructíferas respiran. Y orea el mi huerto; es-
párzanse sus olores. Pues por el innato calor de todas las naturalezas, excitado y
en cierta manera encendido por los vientos australes, que son tibios, las plantas

26 «Como díce Plinio, es de cinco codos en aito y algo espinoso, semejante a las hojas de la oliva»
{Obras, I, 140).
27 En la Exposición trae ahaloth.
28 El P, Asensio remite a fray Luis para el estudio hecho aquí de los términos españoles.
29 Josefo, Guerra de Judea, libro tercero, capítulo 18.
30 Jerónimo en Exequias, capítulo 40 y en Abdías, capítulo 3.

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Qjr J RT V M. %%\
Hebratcè fì3p 1Q3p,Qu,inani6 quanejid^uid fit,n6 fatis
lili cxplicaiit.Vcrifimíl€tñcftyCafí2eípeciesduas,qiia-
iunavna eft altera pr2eftantior,%nifìcari ijs nominibus,
Mynhi, Arbo^fcilicètieajCx qua elicitur myrrha^/ee.He
braicèjmSn Halorhjlraq^cxfoiio vocis,qui aloe inter-
pretati funtjvidentur mihi conie&uram feciffe: Aloe ve-
ro non arboribus adrmmeraturjfedplantis^ftque ea hu-
Hiilis piata,vno caudice, vnaq; radice folijs crafsìoribus.
Itaqueali)fandaiumvercunt,quod certe huic loco aptè
conueniat propterea quod/andalus ut arbor, &; ipecie,
&¿ odore prxftans, &: pomari ¡s aptior,quani aloe. Cam om
mbuspnmi^ngmmis.ìu eft > arboribus,è quibus aroma-
la conficiunim.JFonsftjmatay„Redit sd fuperius propoí}-
tam iìmilkudinem/ontemque defcribirjquaìis optimum
effepoteftjpurum^integrunvntatìum, deinde itaabun-
dàremaqutsfontemjVtvnus pltrtibus frertis fuppcditer„
S^mtHS^dc&^hixíuSyCK quoàntclligirurliquidus. Vutms
aqHdrum'^iuentiumiVÀ\icnm& nominai: aquas iuges ac pere
nes^nec vere nec e^ftiuo tempore deficietes. Qji&fltamrmA
gno ímpetu de Libano* Aliufitin caad or,&rdan dúos fonres
qui è Libano magna aquaram copi*. fcatutrenteSj lor*
cknemefriciunt ,vt Ic&phus docetiir decimo o&auo
capite libri;>de bella Induco Mrge^kìk%c; yeni^úuLer,
&perfì* bortummeurtt,&fìiientar()maf(ti!}iu .Totani huda
tionem coneluditclegatifsimaapoftfophead Auílrú>6¿: ^^rü m
Aquiìonè.vétos,quoru hüc abigit ne ípircr^Üíi vt veniar, &<*cl:* c<
Ìdeft i vtrpiret,hortaruLSurge ì iiiquìt,ideft i abi > diicedc^ f -^' m
AquilOiNa eft frigidifsimus vérus,&ob id horti$,&aíbo *^f¿«.^>
ribusmetuedus.Ven^hoceftifpiraAufterjKebraicèlfn
Theman,id eft mendies,àqnacauli regione Auftri, \d eft,
temperata? Scmaximè genitales fpirant ama;.Et^rjlahor-
tum meum^fiaentaromntz dlks Nam innato naruris om«
nibus calore auftralibus auris» qua;òùipfx tepida; fUr¡t
P ex*
226 CANTAR DE LOS CANTARES

y los árboles olorosos emiten la fuerza de su olor, y los mismos vientos disper-
san anchamente el tal olor. Y es costumbre, cuando cae la conversación sobre
aquél cuya vida y salud nos es querida, o al menos cuantas veces nos acorda-
mos de los bienes y alabanzas de algún amigo nuestro, que al final le deseemos
y auguremos que el tal bien le sea propio y perpetuo. De lo cual se ve cuan no
solo elegante, sino también acomodadamente a la común costumbre aquí el
pastor de Salomón con estefinconcluyera su alabanza. Pues cuando aleja el
cierzo y llama el ábrego, muy bien ruega a su esposa y le desea todas las cosas
faustas y felices. Describía su hermosura con la alegoría del huerto. Por lo cual
insistiendo en la misma alegoría, puesto que con el cierzo los árboles se ponen
rígidos, y soplando el ábrego germinan y verdecen, y dan hojas y flores, por
eso manda o mejor ruega mandando (pues aquel mandato tiene una fuerza de
deseo y gran significación de un gran deseo), y así, pide que aquel huerto in-
mune de todo aire nocivo, siempre sea favorecido por la indulgencia del cielo
y del aire, esto es, pide que al cuerpo o al ánimo de su esposa nunca cosa noci-
va y pestilente le aplique su fuerza, y desea que todas las cosas sucedan de tal
modo, cuales conviene mucho que sucedan, para promover a mayor su bien
innato y natural, a saber, todas las cosas faustas y agradables. Y lo que suele
mandarse por los escritores de arte, que en la imprecación pongamos las cosas
que convengan con la naturaleza u oficio de aquél para quien rogamos bien o
mal, y lo que el mismo David muy sabiamente observó en aquel lúgubre can-
tar que tocó en la muerte de Saúl y Jonatás, a los cuales luchando y puestos en
fuga31 los enemigos palestinos habían matado en el monte Gelboé, Oh montes,
diciendo, de Gelboé, ni rocío ni agua caiga sobre vosotros. Pues con el rocío y las
lluvias regada la tierra se adorna con yerbas y flores, mas con sequedad aridece

31 2 Reyes, 1,21.
%Í6 I N CA T V T
cxcitato,&quodamodoacccnfo planta, atquearborcs
odoratse,vim odoris emittunt ex fe fe,eumque odore au
ra? ipfa; late difpergunt.Eft autem hoc in more poíltü, cu
deeOjCuius nobis vita,atq, falus chara cft, incidit fermo:
aut certe quoties còmemoramus ipfiaiicüius nóbisami
ci hominis bona,atque laudes ad extremu beneillipreca
ri^optareque, idvtbonü propriúill^atqiieperpetuüfit.
Ex quo perípiciturJqu.am,nonfolüeleganter, Ccd etia ad
communemconfuetudmemaccomodatèhic Solomo*
nispaño^hacrlnefuam laudationemconcluferit. Nam
cu Aquilonemabigit,&: Auítrü vocatrprofe&òbene prc
caturfponfsefua^eique omniafauíta,átquefoeiicia exop
tat. Dcfcribebatenimipfmspulchritudinemhorti alle-
goria. Quare in eadern allegorìa perfifíes,quoniaAquilo
nefiatealbores adurütur,fpirateauté Auftrogerminant
atqj viietjfoliaqj Oc ñores fundut,idcircò imperar, vel pò
tiùs imperado pcecatur(ineílnaqj in ilio imperio opí adi
quidam vis,& magni cuiufdá defidcrij ilgnificatio per*
maxima)itaqueoptat,vtab omninoxioflaru iìle hortus
immunis,cadi atque aeris indulgentia fempecfoueatur,
ideft;orat,vt ad íponfaí£u^,vei corpus, velanimum nul-
la vnquam res noxia,»atque peftilens vim fuá applicet,de-
fideratquejVt omnia ip il eiufmodieueniant,qualia maxi-
me cuenireconuenir,adinmáius promouendum inna-
tum iiliusl& naturale bonum3fauiìa fcilicè-fcatq; iucunda
omnia,Et quodabartisfcriptoribuspraecipifoler, vtin
imprecationeponamus ca,qua? cu natura,aut officio ei%
cuibene,autfecusprecamur,conucniant;quodqopfeDa
uid fcicntifsimè obferuauit in ilio lugubri carmine,quod
panxit de ca;de Saulìs & Ionaths,quos dimicantes,&: in
»*i?^.T. fugam cóuerfos Palcellhini hoftes in Gelboe monte ceci
derant,Montes,dicens Gelboe,necros, necpluuia cadat
fupervosNá rore,atque imbribus irrigata terra herbisot
natur,
227 CANTAR DE LOS CANTARES

y se torna mustia; ello mismo también en este lugar hizo Salomón. Cuando
pide aires suaves para este huerto de que tratamos, ciertamente le desea aque-
llos bienes, con que los árboles y todas las plantas suelen beneficiarse por am-
bas partes32. Pero ya de nuevo comencemos desde el principio.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

lAy, qué hermosa te eres, Amiga mía! Estas- cosas, como dije, pertenecen al
ilapso y coloquios interiores, y están todas llenas de misterios. En lo cual pri-
mero se puede admirar no digo la largueza y clemencia de Dios para con no-
sotros, sino la facilidad y la suavidad y, casi diga, la familiaridad. Pues no tuvo
bastante, que repuso a los justos en el lugar de los hijos, y que rebajándose a la
total igualdad, los tuvo por socios; sino también, lo cual es género único de
amor entre los hombres, y muy estrecho en la unión de los ánimos, y muy ve-
hemente en el ardor y en la costumbre de la vida, y también el más dulce en
placer de los hombres con las mujeres, y de las esposas con sus esposos, del tal
amor el nombre o la imagen lo trasladara a sí mismo y para declarar su amor
para con nosotros, y se llamara esposo de nuestros ánimos. Y no solo quiso ser
llamado, sino que en realidad así es, tanto que toda aquella unión de cónyuges
entre sí aun la más estrecha, y el amor de ánimos y cuerpos conseguido por
tantos valores de la naturaleza, y aquel nexo tan estrechamente unido, apenas
pueda relacionarse y ser comparado con este amor de Dios, que como muchas
veces en otras partes en las Sagradas Letras, tanto ciertamente en este lugar es
declarado maravillosamente. Pues ¿quién, pregunto, alguna vez tan perdida-
mente amó a una mujer, o como la amara muy vehementemente, la siguió con
tan exquisitas y tan blandas alabanzas y palabras, que significan el calor del
amor, como son las que Dios quiso que en este capítulo se digan por una per-
sona ciertamente fingida, pero entendidas como dichas por éfaì ¿Quién se es-

32 García Lorca reconoce en esta vivificación de la naturaleza una coincidencia con el Cántico de san
Juan {De Fray Luis a San Juan. La escondida senda, Madrid, Castalia, 1972):
«Oh bosques y espesuras
...decid si por vosotros ha pasado...
oh cristalina fuente...»
33 Parecidas palabras se encuentran en «Esposo» (cfr. Onís, II, 240).

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'QVA RTF M. n7
n a t u r a fìoribus,iìccitate vero aret atque moeret: idéip
funi eüam hoc loco Solomo fecit Nani cùmuli de quo
aguTius?horto molles auras precatur?ea certe ilii bona op
tat,quibusarbofes,S¿fatavmüerfa in vtramque parrem
folcnt maxime affici Sed iam iterum a capite ordiamur.
ALTERA EXFLAMATIO.
Vampalchra e$ amica mca*H$c,vt dixi^ad illapfus,
&coIJpquia interiora pemnent,fumque om
nia myfterijs pknaJti quo primoadmirariii
cèr Dei erga nos,nó dico largirate, atque eie-
nietmam, fed racilitatem ? Ó¿foauítatcm, Se propèdi-
cani,fami!iaritatem , Nonenimfatìshabuif, quòdho-
mines iuítosfilíorum loco rcpofuit, quodque adomné*
iedeijcicns aequalitatem, pro focijs üios habet,ñiñ cria,
quòd vnum apud nomines amoris genus eli ,&: in con-
iun&ione animorum arclifsimum, &¿ in ardore ve-
hcmentifsimum)&; in confuemdine vita3,atque adeò'in
voluptatedulcifsimum virorurn ergafcemlnas, fponfa-
xumqueerga fponfos iuos,eius amoris &: comen, &c
imaginem adíe ipfum, & ad fuam erga nos declaran-
dam charitatemtransferretjíponfumquefe nominarci
animorum noftrorum, Nec vero nominari tantum vo-
luit, fed re ipiaiia effe , adeo, vtomnisilla quamuisar-
difsimaconiugumínter ìpfos coniunótio , illeque ani-
morum &c corpomm, tot natura: commendationibtif
conciliaiusamor, illequenexustam arde conftri&us,
cumifto amore Deiconferri,á¿ cóparari vixpofsi^quod
curo alibi fa?pè in facris lìteris, tum certe hoc in loco
mkifkè decìaratur • Nam quis obfecro vnquam vnus
homo aliquam feeminam , vel tam perdite adamauit,
vei eum adamaret vchementifsimè^profequutus eft tara
cxquííltis iaudibus, tamque moilibus ySc amoris £ftura
figoMcantibus verbis , ea vtfunt ? quas à fida quidem
P a per fona
228 CANTAR DE LOS CANTARES

forzó en testificar su amor o se insinuó en el ánimo de otro de tantas maneras


y con tantas caricias alguna vez? ¿Cuál llama de amor fue semejante a ésta?
¿Qué incendio tan grande? Y si nosotros pudiéramos hacer algo por nosotros
mismos que fuera honesto de sí y grato a Dios, quizás sería menos de admirar
que nosotros seamos amados por él con tanta fuerza; pero ahora como lo que
tenga dignidad digna de gloria, no lo puede hacer el hombre por sí, y como
todo aquel esplendor de honestidad, que luce en los santos, nazca 7 crezca por
el mismo Dios, y como Dios nos ame y nos juzgue dignos de premio y alaban-
za por aquellos bienes sobre todo, que recibimos de él, ¿quién podrá admirar
con suficiencia la ingenuidad, por así decir, y la grandeza del divino amor con
nosotros?

Y así, ardiendo en amor y como impotente de ánimo dice: ¡Ay, qué hermo-
sa te eres, Amiga mía; ay, qué hermosa!, cuando sin embargo ni sea hermosa
porque así nació, ni porque lo consiguió ella con sus fuerzas, sino porque pa-
ra ser hermosa, obtuvo el don del mismo Dios, que se enciende y se toma con
esta hermosura. Y si estas cosas, envueltas en imágenes y palabras de cosas
corporales y ocultas con tantas maneras, cuando se oyen o se dicen, deleitan
tanto los ánimos, ¿con qué placer y gozo de ánimo se cree que son afectados
ellos, cuando Dios les dice abierta y literalmente, sin estrépito de palabras y
alejado de todo encubrimiento, palabras celestiales y blandas, metidas en estas
envolturas? Y sí los que poco ha avanzaron en el amor de Dios, a los que aho-
ra estas palabras son dirigidas, son adornados con tantas alabanzas por él y re-
ciben placeres que palabra humana no explicará34, ¿en qué torrente de placer
deben creerse inmersos los perfectos y muy santos? Cuando ciertamente Dios
alaba tan profusamente la mediocridad de la virtud y cuando sigue con tantos
encomios a los hombres que tratan de mejorar, pero todavía no han consegui-

34 San Juan explica con detalle en qué consisten estos coloquios interiores {Obras, 352 ss).
ii8 I N CJ PVT
periona in hoc capite dicùfed afe di&aintelligi Deus vù
luit>Quis vel tejftiñcati^morefuü, veladalterius animu
ifìfinuarcfe,totmodisvnquam,totqucblanditi>s eftco-
natus?Ecquahuicfimilis fuitamoris üamma ì Ecquod
tantum incendiüíQupd fi ipfiper nos efficere poflemus
alìquid,quod ipfum per fe.hojieííum,ac Deogratu,& ac-
ceptabUe eÌTei^inusfortalfèmirandurn elTer, nosab eo
tàntopere diligi : nunc autem cum quod dignitatem
gloria dignam habeat , nihil per le efficere liomo
pofsiticumqucomnislllehoneítatisípiendor , qui hu
cet in fandtis viris,at> eo¿de ipfo Deo,& oriatur , &incre-
menra fufcipiat:cumq; Deus nos & diligati laude, atq$
premio dignos putet,potifsÌirmm ob eaipfabonaqu^ab
ilio accepimus,quis ingenuitate,vr iradicam,& magnitu
dinemdiuim innos amoris adtnirarifatis pofsit ?Itaque
amoreardens,& animi veluti impotens.Quam pulchra est
mqmtjtmicamearfiiampéchra+cum tamen ncque pulchra
Ut, quia ita tiara ejft, neque quia ibis ipia yiribus adepta
eft,vteffet pükhrayCedquiaid vteíTet, muñere obtinuit
eiusipfius Dei, qui iftapulchritudinecapirne, &incen-
ditur. Quòd fiifta^rerumcorporearum, &c verbis,& ima-
ginibus inuoiuta,totque velata modis,cum veLaudiutur,
vel leguntur > tam ánimos oble£tant , qua ilii anioni
voluptate, atque gaudio credendi funt anici, quibus
cum Deushis velaminibus inclufòs,biando$ &. czeleftes
fermo nes.aperte, & literateóme verborum ftrepitUjOm-
niqueremoto velamine confertiEt fi i j , qui aliquaiitulü
modo profecerunt in amore Dei, adquos iftinunedi-
riguntur fermoncs , tot ornantur ab ipfo laudibus,
eafque xrapiunt voluptates, quashumamjsiermonon
expltcet,quo torrente voluptatis credi debent immergi
perfe&i,&eximiè fanfti vici?Ipfecerte Deuscü virtutis
medio critaté,tam profufè lauda^cumqi nomines ad me
229 CANTAR DÉLOS CANTARES

do lo más alto, bastante en mucho declara que lo que sobre todo con su ayuda
es hecho por nosotros bien y honestamente, es muy grato para él. \Ay, qué her-
mosa te eres, dice, Amiga mía; ay, qué hermosa! Tus ojos de paloma demás de lo
que está encubierto.

Ya antes dijimos qué significaban los ojos y las palomas; por lo cual veamos
lo que sigue; Tu cabello, como un rebaño de cabras que miran del monte Galaad.
Veo que todos están de acuerdo, en que con el nombre de cabellos en esta es-
condida manera de hablar de las Santas Letras se significan los pensamientos
del ánimo y de la mente, y la razón cuadra. Pues como los cabellos nacen de la
cabeza, así de la mente, que es como cabeza del ánimo, salen los pensamientos
en gran número y movilidad, para que también en esto parezcan semejantes a
los cabellos. Por lo cual esto tengamos. Así, pues, como en los cabellos se mira
el cuidado, orden y brillo, así los pensamientos confusos e inciertos son vitu-
perados; y por el contrario, los ilustres y no sin juicio y según lo prescrito por
la razón los permitidos estar en el ánimo gustan y se alaban. Los cuales pensa-
mientos buenos e ilustres no tanto gustan por sí, Cuanto también por esto,
(pues hay una gran fuerza de ellos en ambas partes y no sin causa se escribió^:
Los pensamientos necios separan de Dios; y aquello del sabio: Apártese de los pen-
samientos que son sin sabiduría); pero no tanto gustan por sí y son dignos de
alabanza y estima los pensamientos buenos, cuanto porque indican la salud
buena de ánimo. Pues como el campo mal cultivado o totalmente dejado sin
cultivo produce cizaña y espinas, y el cultivado produce mieses ricas; así el áni-
mo del hombre que no tiene culto celestial, inconstante y vago y a disgusto
consigo mismo, de manera que lo que primero se le presenta, luego admite al
pensamiento sin discernimiento, y recibe cualesquier semillas de pensamien-
tos malos y sembrados por cualquiera; así de él brotan y da pensamientos muy

35 Sab, 1. 3,5.

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Koracontendentes^ondütamen fumma confcquutos,
totcncomijs profequituniàtisprofe&ò declarát,quid-
quid ànobis ipfopotifsimü adiuuàte ,benè,&honcite
¿ t , gratifsimft effe ipCuQuapulchrayinqmt, es amica me^qua
püfehra,oculi tm columbítrum>pr<£ter tdquodtntrmJecHsiater.Ì>c
òculis quid fignificent, deque columbis, iam antea dìxi*
musiquarequodfequitur vidcamus. Comx capitis tuifteut
grex caprarum^qm afeenderunt de monte Galaad. V i d e o c o n -
fiare Ínter omnes, capillorum nomine in ifta arcana fan-
ítaruxrüiterarum ioquendi ratione fignífkari animi arqj
mentis cogitationcs?nec ratio non quadrauNam vtà ca
pite capilli oriuntufefiea mente, quas animi velini caput
eft,prodeunt cogitationes,magno& numero, & mobili
tate,vt etiamñn hoc capillorum fimiles videantur.Quare
hocteneamus.Igitur vt in capillis ipeclatur>cùltus,ordo>
atque nitori! e cogitatianes confufaì&: incerta? vituperi
tuncontra autem illuftrcs,& non nifi iudicio, & ex ratio-
nis praeferipto in animo verfaripermifiie probantur, atq;
laudantur.Qua; tamé* ipfa? cogitationes bona?, &. iiluitres
non tam per fc probantu^quàquam & hoc quoque y (eft
cnim magna earum vis in vtramque parte,nec fine caufa
eftfcripmnijCogitationes fluita; fepatantàDeo .Iiludq, Sapx.
Sapientis, Auferet fe á cogitationibus qua; funt fine intel
le&u) (ed nò tá per fé probàtur,&: laudc,atque aeftimatio
ne digne funt cogitationes bon^qua quiaindicant bona
animivaietudinena.Nam ficutmale cultus,aut omninò
cultura deftitutus ager,lolium & fpinas profert,cultus ve
rò vberes fruges gigniufk hominisanimus cui deeft cul-
tura cseleftis, incóftans,&: vagus,&: fecum ipfe difìentiés,
vt quxqj primo res illi obijcitur^eam fratini fine deleóhi,
adcogitatione admittitjrecipitqiquaccumqj&àquibuf-
cüquc ferütur malarü cogitationü fèminaritaqj ex eo va
jiiüimas &abíurdiísimas cogitationes germinar, atque
P 3 profert
230 CANTAR DÉLOS CANTARES

absurdos y muy vanos, cuya turba muchas veces le abruma, como se escribió36:
Los pensamientos de los mortales tímidos e inseguros: pues el cuerpo corruptible
agrava el alma, y la morada terrestre oprime la mente pensativa. Y por el contra-
rio, el que cultiva los bienes de la caridad y gracia divina, como nada torpe ad-
mite al deseo, así ni soporta que algo absurdo o leve entre a la fuerza del pen-
samiento, y cuanto sus pensamientos son ya rectos y sus amores santos, tanto
son honestos e ilustres sus pensamientos, y uno siempre nace de otro. Pues de
aquellas cosas con que uno es atraído en estudio, ésa él somete a muchos pen-
samientos, y trata en el ánimo. Por lo cual muy rectamente de los ojos luego
pasó a alabar los cabellos, esto es, de la recta voluntad para con Dios y, como
ya antes nombramos, de la intención a la luz y honestidad de los buenos pen-
samientos.

Y no carece de causa o razón que al inicio de este cantar, cuando por pri-
mera vez mencionó Salomón los ojos, dejó de hablar de los cabellos; mas aquí
alaba y encomia a ambos. Pues lo que muchas veces se dijo ya y, como veo, se
ha de repetir más veces, allí fingía a los principiantes, aquí habla a los aprove-
chados. Y así, por naturaleza se ha conseguido lo que, los que pusieron en pe-
ligro algo de sí en amar a Dios, ciertamente confiesan , y así se ha conseguido
por naturaleza, que los que son principiantes, cuantas veces quieran tratar en
el interior consigo mismos, sean vejados por una turba de vanísimos pensa-
mientos, que brotando de todas las partes del ánima y de todos los sentidos
del hombre, y metidos en la mente, ocultan ya su mirada y obscurecen su luz,
y les atacan molestamente, hasta sacarla de sus honestos y preclaros pensa-
mientos iniciales. Por lo que con razón toda la alabanza de los principiantes
está dentro de los ojos, esto es, dentro de su estudio y voluntad hacia Dios;
aunque la tiene recta y colocada fija en Dios, sin embargo todavía son atacados
por muchos y vanos pensamientos, que mínimamente acaece a los aprovecha-

36 Sab. 9, 14-15.
ijo 1' N CA T V T
Sdp.p. profcrt,quarutn turba faepè obruitur^ìcut ícriptü et% Co
gttationesmortaÜü timidas& incertc;:corpus enim quod
corrumpítur,aggrauat animam,& terreni inhabiratio de
primtt fenfum multa cogirantem. Contra autè* qui ¿i\xh
nis gradala: charkatis excolitur bonis,vrad-cupiditatém
nihiiadmittit turpe,ita nec ad cogitandi vim abfurdü ali
quid,aut leue introire patitur: quantumqj dus , & ftudia
reda,&: amores fandi funt#iàtu eiufdé" cogUationes funt
honeftae,&: illufl:res,àltcruquc fcrnper naicitur ex altero.
Ná quorü .quis Audio tenetur,ea plurima cogitatíonibus
ipfeílbi fubijcit,3£ in animo veriat. Quapropter redimir
me ab oculis,cótinuò ad capillos laudandos accefsk,hoc
eft,à reda erga Deum voluntate^vt iam antea nomina
uìmu$,ìntentioneadbonarum cogitationu lumen, atq;
honelìaté.Ncc vero rationcaut caufa caret, qudd inirio
huius carminis, quo loco primiysientionc oculomintu
JitSoIomonyde capiüís dicere intermiík;híc vero vtrofq;
iaudar,atque commendai Na quod faipiusdidum iaeir,
oc vtvideo,fajpmseftfepetendü,iÍlic incipietes fingebat,
hkprofirieresalloquitur Eftauté ita natura cóparaturn
id^quod qui periculum fui aliquodin Deo amando fé*
cerunt profedò fatentur, eft itaque natura compara-
tum , vt incipientes qui funt,quoties agere fecum ipil
i&tcrius voiunt, turba vexentur vanifsimarum cogita-
rionutn , qu# ab omnibus anima; partibus, omnibufc
que hominis fenfibus excitarse, &: in mentem ingref-
fae,illíus &. aciem obtundunt,& lumen obfcurant,fe-
que moiette ingerunt,vfque eò quoad ab iniiitutis cogi-
tatíonibus fuis honeftis,& pr^clarisiliáabducút.QupciE
ca meritò omnisincipientiumlaus, intra oculos coniti-
tit,idauiéeit,mtraipforuítu«diü,&: volúntate in Deum:
quá tametíl reda illi,& in Deo collocata &fixahabér.ta-
me adhucinfeíláturmulüs & vanis cogitano nibus quod
pro*
231 CANTAR DÉLOS CANTARES

dos, cuya mente tienen mayores fuerzas y fortaleza para mandar sobre las de-
más partes del ánima. Pues como el sol habiendo comenzado a nacer, levanta-
das las nieblas de los lugares húmedos y bajos, y llevadas a lo alto y difundién-
dose anchamente obstaculizan al sol, para que pueda transmitirnos los rayos
de su luz, y avanzando más el curso del mismo y alcanzando la mitad del cie-
lo y emitiendo los dardos de su luz como desde un lugar superior, las nieblas
primero se asientan, después desaparecen completamente, y nos dejan puro y
no taimado el aspecto de la luz; así por cierto se ha de juzgar desaquella luz ce-
lestial de la gracia y como del sol, cuando comenzó a nacer en nosotros. Pues
por el uso de mal hacer y mal pensar arraigado por una larga costumbre nos
suceda que, lo que de tal manera ha sido adquirido, no pueda innovarse en la
vida sin algún gran movimiento de cosas, o lo que el mismo enemigo del gé-
nero humano mostrándose duramente arrebató para sí al hombre, esto es, ser'
trasladado del reino de las tinieblas a la admirable luz de Dios, en el mismo
inicio y comienzo de la vida honesta, cuando es la virtud especialmente débil,
ponga estos escuadrones de malos pensamientos para movernos del lugar; y
así, nos sucede esto o aquello o ambas cosas a la vez, o todas mejor estén en la
causa; ciertamente casi todos experimentamos que así se hace y así nos acaece,
que a la naciente luz de la gracia se opongan estos pensamientos llenos de
error y tinieblas; y se rindan ante la misma ya corroborada y engrandecida y
trasmitiendo su luz a todos los escondrijos del ánimo; del cual bien, los que son
aprovechados, ya comienzan a ser partícipes. Por lo cual ahora alaba los cabellos
de éstos, aunque ni siquiera atribuye a estos plena alabanza en ello, sino la reser-
va para atribuirla después a los perfectos en su lugar. Quienes son perfectos des-
tacan mucho tanto en las otras cosas, como en esto de pensar bien y santamen-
te oficio y virtud. Así, pues, después los alabará grandemente, cuando trate de

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próficie«tibus,quorum videlicèt mcnsad iinp€fandiiin
eastcris anima? parübus,maiorcs vires atque robur colìe-
git^minimè accidit.Nam quem-admodum Sole oriti itici
piente,ab infimis,atque humidis locis nebulc excitate,&
in altum eue&a;, ac late fé diffundentes ipiì Soli obftanfr
quo minus radios lucis fax ad nos pofsit tranfmittere:
codemautem curfu vlteriùs progreffo , ac cadi mediü ca
peifente,&: quafi de fuperiori loco locis fuae tela emù ten
tc,nebul2e confìdunt primòjdeindc planè.euahefcunt,ac
pu rum nobis , Se intaminatum luminis aipe&um relin-
quunt: fic profe&ò de cadetti ilio grada; luminc, &tan«
quam Sole cum oriri nobis ccepir^udieandum eft.Nani,
fìue ob male agcndi,malèque cogitandi vfum,longa con
fuetudineinoHtumid nobis eueniat,imequod kafir e5-
paratum,vt nihil no uà ri in vita poftit,iìne magno aliquo
rerum motu7fìue quòd ipfe km mani generis hoftisaegrè
feilieèc terés hominéiÌbieripi,hocerì,àTCgnotenebrare
transferrijin admirabik iurn e n Deun ipfo initio, Si ho*
nefta? vita; ingrefiTu.quadomaximeimbecillis eftvirtus,
agmina ifta malarum cogitationuizbad nos loco mouen
dos fubijciat:ítaque ime hoc,fiueiilud,íÍue vtrumque ll-
mul y auc vniuerfa potìus in caafafìnt > ita fere fic:
neri certe, nobiiquc ile accadere emnes prope expc-
limur, vt nafeenti grana; luci opponant fé cogitatio-
nes ifta; errorìs , atque tenebra rum piena? : eidem
autem iamcorroborata?¿¿amplificata?, &c ad cmnes
receííus animi lumen fuum tranfmittenti concedami
cuius iam boni qui proficientes íiint , participes eí&
incipíuní. Quare iüorum nunc capiüos laudat, quam-
quam nehis quidem in hoc plenana l&udem tftbuií, ícá
camreferuat perfeelis pofleàfuoiocotribuendam. Qui
quidem perfc&i iìcut in alíjs rebus,íic edam in hoc bene,
atqucüft&c cogiundi,íiue ofücíOjluic virtute, multum
P 4 excel*
232 CANTAR DE LOS CANTARES

ellos; mas a éstos ahora los alaba tanto, que aparte el tumulto y confusión y las
tinieblas de los errores de los pensamientos de ellos, esto es, que las cosas que
se dice hay en los cabellos que son semejantes a las cabras de Galaad, el ornato
y el brillo o las cosas semejantes a ellos, en lo que permite la naturaleza de la
cosa, diga que hay orden y luz en los pensamientos de éstos. Cuyo orden se ve
en que tan pronto como alguna cosa sacudió los sentidos de ellos, no la admi-
ten luego en su ánimo y pensamiento, sino dirigen la mirada de su mente, pri-
mero, a ver cuál sea la cosa, y como vigilan ante las puertas de -su corazón con
cuidado severo y vigilante, que nadie indigno de la santidad y pureza del lugar
se meta dentro de ella. Como se escribió37: Los pensamientos de los justos el jui-
cio. Y así, ni admiten pensamientos de malas cosas, ni permiten que les entren
incluso las cosas que nunca existirán o ni siquiera pueden existir; ni se deleitan
con la vanidad con que algunos se deleitan mucho, de fingir sueños vacíos en
su ánimo y pensamiento, porque como se escribió38: El Espíritu Santo huirá de
lo fingido, y saldrá de los pensamientos que son sin inteligencia. Y así, estas cosas
pertenecen al orden, mas el esplendor de los pensamientos consiste en que se-
an ellos espléndidos, esto es, que se hagan sobre cosas espléndidas e ilustres,
esto es, celestiales o pertenecientes a la vida celestial. Lo que con frecuencia
hacen y casi consiguen ya los aprovechados, pues tratan mucho con Dios en el
ánimo, y meditan las cosas que pueden proferir fuera y ser puestas con hones-
tidad en la luz; lo contrario acaece a los destemplados y malos hombres.

Pues los pensamientos de éstos son tales, que no solo no se atrevan a publi-
carlos, sino que muchas veces parezcan ser, como son, horribles y tétricos a los
mismos para quienes sirven de placer; se sigue: Tus dientes como hato de ovejas

37 Prov. 12,5. Nácar y Colunga traducen; «los designios del justo son rectos».
38 Sab. 1,5.
if> / N CJ.P VT
cxcelJunt . Illosigkurpofteàcum deillisaget , cumu>
late Iaudabit:hos vere nuncha&cnusiaudat,vt tumulili
& confufionem, & errorum tcnebras ab ipiòmm cogita^
tionib5 remoueat,ideit, vtqu« capillis qui iìmilesfintca
preis Gaiaad ineíTedicunturíOrnatusatqucnitorjeaaut
ijs flmilia^quoad rei natura patitur,bona,in iftorum cogi
tationibus iueife dicat prdinem atque lucem . E quibus
ordo ipeftatur in eo quod non,vt qu a:quc res iílorü fen
fus perueiiit,eam ftatirn ad anirnum fuum,& cogitano^
nemadmitmnt, fedintenduntaciem mentis fua:,priusvt
videant quaüs ea res íit,& veluti excubant ante fores cor
dis fuiacri cura,atque vigilane quis fé in tro illa loci puri
tate,& fan&itate indignus infinuet, Sicut fcriptumeft.
Tronti. CogitationesiuftorumiudiciumJtaquenecmalarumre
rum cogitationesadmirrunt,ncque earum etiam rerum,
qua^autnunquamerunt,aurnecffequidernpoíTunt, ad
feintroircpatiuntunnec obleftant fé ca, qua plurimum
quidam dele&antur vanitate, animo fibi& cogitationc
inanhsima fomniafingendi,quiavt fcriptumeft,Spiritu$
fan&useffugietfi&új&auferetfe àcogitationibus,quas
funtfmcintelle¿tu.itaqueh«cadordinempertinet,fplé-
dorautem cogitationum coniìftitineo^vtlplendida; i-p
fa; fint;id c%vt de rebus fplendidis S¿ illuftribus , hoc eft
ca;íeíiibus,autadvitamc3steílé pcrtinentibus fufcipiaa-
tur.Idquodfediiiò agunt^ferèq; iam afíequuntur profi-
cienresipiurimum enim animo cu Deo verfantur, eaque
mente pertra&ant:quae pro ferri roras,&: in luce conftitui
honeftifsimè poifunt:contra atque accidit intemperanti
bus ,&c prauishominibus. Horumenim cogitationes
ciufmodi fune ,vt non folùm ipil eas inpublicü proferre
non audeat, ièd vt ipfifmct,quibus voluptad funt,quales
iint^fgpcvjdeàtureirehorribilesatq; tetre, fequié.Decimi
ficurgrex tanfawqM ájccdmtde Luacro&mnesjtemeilts fatili9
233 CANTAR DE LOS CANTARES

trasquiladas que viene de bañarse, todas ellas con sus crías, que no hay machorra
entre ellas. Lo que en la semejanza anterior sucede, que todos los intérpretes
sagrados de estas letras concurran en la misma sentencia; aquí acaece al con-
trario, que cada uno siga sus propias sentencias y diversas de las demás. Las
cuales yo no enumeraré una a una, para no ser más largo de lo justo; solo diré
lo que se me hace más probable tras pensarlo y estudiarlo, y lo explicaré con
cuanta luz y brevedad pueda. Y si a alguno esta explicación nuestra pareciera
tomada demasiado arriba, y si dijera que usamos de muchos rodeos, con tal
que nos conceda lo que todo bueno 7 justo concederá sin duda, haber llegado
apenas a donde tendemos, con éste yo no discutiré, que tal es la majestad y os-
curidad de estas letras, que el estudio que se pensase emplear usado inmódica-
mente en otras cosas, empleado en estas letras debe quizá ser alabado, por lo
menos no puede ser reprehendido de ninguna manera. Así pues, la palabra
dientes, cuando se traslada en las Sagradas Letras para significar obras de la na-
turaleza y cosas rústicas, encuentro que suele significar valles y lugares humil-
des y llanos, y aquellos campos que son idóneos para producir mieses. Pues el
primero que vertió estas letras al caldeo, o, mejor, las interpretó con paráfrasis,
cuya autoridad es grave para todos, aquello que se escribe como dicho por Ja-
cob de Judas, su hijo, y de su posteridad39: Más hermosos son sus ojos que el vino,
y los dientes más candidos que la leche, así lo interpreta a la letra: "Sus montes
serán más encarnados en sus vinos, destilarán sus colinas vino, blanquearán
sus campos en mies y rebaños". Así, pues, los ojos significan figuradamente
colinas sembradas de vides, y los dientes campos amarillentos en mieses. In-
cluso las colinas y valles en el lenguaje secreto de las Sagradas Letras también se
trasladan para significar otra cosa. Pues las colinas significan a los príncipes, y
los valles a los hombres no nobles y flacos, como en aquello del salmo40: Reciban

39 Gen. 49,12.
40 Salmo 71,3.

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QJJRTVM. ij);
&fierìlis non ejìin eh Quod in fuperiore fimilitudine eue-
nit, vt omnes facri harumlitcrarutn interpretes ,in caa-
dcm fententiam concurrerent:híc contra accidit, vt fin-
gulifuas,&ab alijs diueriasfententias fequerentur. Quas
cgpfingulasenumerare.nolo, ne iuftofirnlogionid dica
tantùm,quod mihi cogitanti, &:ftudiumadhibenti, ma?
ximè probabile occurrit :idque quanta poterò luce,&
breuitate explicabo.Qupdficui he/c noftra explicatio vi?
fa fuerit nimium altèpctita, nofque quis dixerit multis
ambagibus vfos, vix eò peruenhTe quo tendini us,cu hoc
ego non multum contendermi, dummodo id concedat
nobis, quod omnis bonus, atque xquus certe concedei,
eam cfle iftarum literarum &: maieftatem,^ obfcu tirare,
vt quodftudiumin alijs adhibitumrebus immodicèad-
hiberi putaretur , id in hisadhibitumliteris laudarifor-
tafsè debeat, reprehendí certe nullo modo pofsit. Igitur
dentium vocabulu m, cum ad opera natura:, & ad res ru-
sticasfigniflcandasen literis facris transfertur, inucnio fi-
gnificare folere valles &; loca humilia, atque plana, ama-
quc,ea,qua; fegetibus ferendìs funt idonea.Nam qui iftas
liceras Chaldaicè primus vertit, aut potiùs paraphrafi in-
terpretatus cft,cuiuseftapudomncs grauis authoritas,il-
lud, quod in Genefi, à Iacobo de ludafiliofuo, eiufque Cene, 49
pofteritatc di&um fcribitur, Pulchriores funt oculi eius
vino,&: dentes ia&e candidiorcs,iìcad verbum interpre-
tatur. Montes eius rubicundiores erunt in vineis fuis, di-
ftillabunt colies eius vinum,dealbabuntur campi eius fru
mento, &c gregibus. O culi igitur colies vitibus confitos,
dentes autem arua fegetibusflauefeentiatranfiatefigni-
fìcant. Porrò colies ipfl,atque valles, in arcano facrarum
literarum fermone ctiamtransferuntur,adaliquid aliud
fignificandum Etenim colies principes, viros, vaìles vero
homines ignobiles, &¿ tenues figniflc3ntryun üjp pfat
P 5 mi?
234 CANTAR D É L O S CANTARES

los montes paz para el pueblo, y los collados justicia, Y en aquello de Isaías41/ To-
do collado será humillado, y se llenará todo valle. Pero además se ha de saber que
en el hombre, que no sin causa fue llamado mundo pequeño, hay cierta apa-
riencia de república. Pues destaca en su ánimo algo principal y excelso, nacido
para mandar y regir, que es la razón y la mente, semejantemente hay en él algo
humilde y bajo, y necesitado de la dirección de otro, y muy nacido para servir,
que es la facultad de airarse y desear. De las cuales cosas se hace que, si en la
naturaleza los valles son significados por el apelativo de dientes, y si los valles
en la vida civil y pública son tomados por no nobles, sea consecuente que las
partes innobles y bajas de toda la república o de cada hombre en particular,
que es también una pequeña república, sean llamadas dientes en este escondi-
do lenguaje de las Sagradas Letras, esto es, que los hombres oscuros en la repú-
blica sean llamados dientes, y que las partes ínfimas en el hombre e inclinadas
a airarse y desear junto a la tierra, también lo sean. ¿Qué? Lo que la misma
razón y naturaleza de las cosas, de las que aquí setrata, pide que en los dientes
creamos se significan trasladadamente estas fuerzas inferiores del ánima. Pues
lo primero, en la virtud y casi su cabeza, para que la mente, que es la parte
más alta del hombre, se afecte rectamente con Dios, la cual afección es direc-
ción o, como comenzamos a decir, intención recta de la mente hacia el últi-
mo fin de los bienes. Lo segundo, para que la levedad en el pensar, esto es, la
facilidad para admitir al pensamiento todo lo que se ofrezca a pensar más, se
aparte del ánimo y se use juicio y selección en el pensar, y se observe modera-
ción y santidad; lo tercero, que, orientada la mente de esta forma, aquellas
partes del ánimo que están bajo tutela de la mente, y le están sometidas, de
las que provienen las iras y los deseos, y todos lo movimientos del ánimo se-
mejantes a ella, e incluso los mismos sentidos del cuerpo, con cuyos nuncios es-
tas partes se dilatan o contraen, se mantengan dentro de la medida prescrita por

41 Isaías 40,4.
*J4 'IN QAT.VT.
Vfalm.71 mi, Afíument montes paccm populo, oc colles iuftitiam*
Et in EfaiaMllo,GmniS Collis humiliabitur,&: omnis val-
lis impiebitur, Sedeitprancreafcienduni in nomine qui
ipfe non fine caufa, minor-müdus di&us eft, effe quanda
reipublicat effigiem.Na eminet in iiliusanimo principale
quidda,& excelfum ad imperando, oc regendum natum,
quodeft ratio atqucmens:fimilàerineft in eodé humUe
aìiud oc demiffum, Se alterius re&ionìs egenu, & omni-
nò naru ad feruiendum.quae cft irafeèdi,atque concupii
cendi facultas. Quibus ex rebus effickur,fiin natura den-
tium appellatione valles fignificantur, S¿fivalles in re ci-
tati &c publica,pro ignobilibus accipiütur, vt confequens
ílt partes ignobìles atque ínfimas, fiue reipubliese t otiti?,
fiue vriiufcuìufquehominis,qui oc ipiè rcfpublica quasda
paruaeft,iftoarcanofacrarumliterarumfermone detes
vocarijboceir, vocari dentes in república o bfeuros no-
mines, in nomine vero Ínfimas, &: adhumum pronas
iraíceñdi,atquec©neupiíced¿partes. Qtudíquod ipfa re-
rum,de quibus híc agkur ratio, atq, naturapoftulat, vt in
dentibus has inferiores vires anima; tranílate fignificari
credamus.Nam primü in vktute, 8¿ quafi ÜHus caput eft,
Vt mens,quac altifiimapars hominís eft, recle erga Deum
afficiatur, qua? affe&io eft dire&io, fiue vt dicere ccepi-
muSjintentio méris reda erga finemvltimü5bonorumq;
extremun*. Secundum, vt cogitádiÍeuitas,id eft,ad cogi-
tationem admtttendi quidquid fe fe eogitandu vitro ob-
tuleritj facilitas abanimoremoueattir,adhibeaturquein
cogitando iudiciü arque deie&us,moderatioqj feruetur,
ac fanftitas. Tcrtiú, vt meste ad iftum modüaife&a par-
tes ànimi eas, quac in métts tutela funt, eique fubfunt, ex
quibus kxòc Cüpiditates, omnefqiijsfimiles animi mo-
tus exiftüt,atque adeò ipil corporis fenf»s,quorü nuntijs
ifta; partes, veid¿latantur,vei conti ahütur, contineant fe
intra
235 CANTAR DE LOS CANTARES

la razón, y se acostumbren a obedecerla fácil y gustosamente. Siendo estas co-


sas así, y como se dijo de la rectitud de la mente cuál deba ser en los aprove-
chados, pues se dijo tenían los ojos semejantes a los ojos de las palomas, y de la
santidad de los pensamientos de manera semejante, cuando se alabaron sus ca-
bellos; el mismo orden de las cosas pedía que se hablara luego de la modera-
ción de las partes inferiores del ánima. Así, pues, esas partes que trata y estos
dientes de la esposa, que se dicen semejantes a los de ovejas trasquiladas, signi-
fican sin duda estas partes en las que, lo que se alaba en los dientes hermosos,
debe lucir lo mismo y ciertamente luce, a saber, la igualdad y limpieza. Pues
los justos y buenos así las tienen moderadas con el estudio y cultivo de las vir-
tudes, y como exactas según la regla de la razón, que como en el hato de ovejas
trasquiladas y en los dientes que describimos más arriba, hay mucha igualdad,
así en ellos nada no sea igual, ni eminente o disentiente. Pues como los peca-
dores y malvados son distraídos a diversas partes por innumerables y muchas
veces contrarios deseos entre sí, de arte que nada sea más malo o más desigual
que ellos; así por el contrario en los buenos y estudiosos, en lo que se refiere a
la virtud, nada se ve malo, nada torcido, nada que quede bajo o sobresalga.
Pues no son contraídos por el miedo, o ensanchados por la alegría, o ceden an-
te el dolor, o se distraen por el deseo; sino intentando llevar la razón a lo que
es siempre uno y mismo, y semejante a sí, sometidas las partes a sí y sus per-
turbaciones es moderada equilibradamente. Y así, corta y retira de estas partes
lo que es demasiado e insolente, y así las reduce a la mediocridad e igualdad,
para que como aquel hato de ovejas trasquiladas, semejante a sí por todas par-
tes, así éstas concuerden consigo en toda parte, y luzca en ellas aquel mismo
decoro nacido de la templanza y moderación, que en los dientes, como descri-
bimos, reluce por la igualdad, semejantes al hato de ovejas.

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QJT ART V M. IJJ
intra modani árationeprícrcriptum,dque parete aiìucó
cant focile^libeter. Hxc¿giturcum itafint,cumque de
re&itudinc menris,quaiis ea in proficiétibusefle debeat,
fit di&um, nam columbarum oculis fimiks oculos ha-
bere di&i ùintydc de cogitationum fantìitate íimiliter,cu
funteorum capilii laudati; ipfe rerum ordo pofccbat, vt
deinferiorum animai partium moderatione ftatim dice-
rctur. D e ijs ergo partibus agitur j dentefque ifti iponfar,
qui toniàrum gregibus íimiles dicutur,procuÌdubiò has
ílgnificant partes, in quibus quod in formofìs dentibus
commedatur,elucere idem deber, ac certe elicer, a:qua-
bilitas nimiri^atque munditics.Nam iufti & boni vinata
eas ftudio,atque cultu virtutü moderaras habét, 3L quail
ad rationis amufsim exa&as, vt ilcut in toniàrum grege
ac détibus ijs, quos fuperiùs dcfcripiìmus, fumma «qua-
litas incft,íic in illis mhil inacquale fit,nihil emincns,aut à
fedùTemicns. Namiìcutpeccatores,& flagitiofi homi»
nes innumerìs, Se iaepè intcr iè contrarijs cupiditatibus,
in varias pajttes diftrahuntur, ita vt nihil illispraulm firt
aut in^quaiemagìsific contra in bonisatqueftudiofis vi-
ri* quatenus à virtuteeft, nihil prauum, nihil diftortum,
nihil quod aut fubiìdeat, aut emineat conipicitur. Non
enimvei metu contrahuntur, vel efferunturteetuia, vel
dolore concidunt, vel diftrahuntur cupiditare : fed ad id
quod vnum femper, atque idem,fibiquefimileeft ratio
peruenire contcndens,partibusfíbifubie&is, earumque
perturbationibus aequabiliter moderatur. Itaquerefecat
atque recidìt ab iftis-partibus,nimium quod enmarque in-
fo lens,& ita illas ad mediocriratem $c aequalitàtem redu-
c i r ^ ficut toniàrum illegrex,fibivndiqueeft fimilìs : fic
ifta; (ibi ex omni parte confentiant, cluceatque in eis
ex temperatane, moderationeque ortú, idem illud de-
cus, quod in dentibus, quaie$ defcripfimus, ouium gregi
fimiii*
236 CA NTAR DE LOS CA NTARES

Y lo que se sigue: Como un hilo de carmesí tus labios, y el tu hablar p o lido, ya


se puede interpretar esto propiamente de arte que no entendamos que es ala-
bada otra cosa en ello que la dulzura y prudencia de la conversación y palabra
de los justos. Pues su conversación no solo es moderada y mansa, sino muy
dulce y, cual desea Pablo que sea, condimentada con sal42. Y !cuán oportuna y
en su lugar lo recordó! La conversación es la imagen del ánimo. Por lo cual ha-
biendo alabado la hermosura y cuidado del ánimo y sus partes, justamente ala-
ba el adorno del lenguaje, que fluye del ánimo y lo refiere todo; y expuesta la
honestidad interior, comienza a exponer el culto exterior el cual si bien es cier-
to y no simulado y engañoso, se deriva y efluye del mismo cuidado interior. Y
así, alaba los coloquios de los buenos, en los que luce de manera admirable la
excelencia y hermosura de sus ánimos.

Y lo que se sigue: Como cacho de granada sus sienes demás de lo que está ocul-
to, ello pertenece a la alabanza de la parte exterior de este adorno de que trata,
que se ve en el movimiento y en el caminar y el aspecto de los ojos y de todo el
cuerpo. Pues en la mejillas está la sede del pudor, y como el pudor nacido de
una innata ingenuidad de ánimo se infunde en las mejillas y les da un grato
rubor, así la apariencia interior honesta y excelente del ánimo modela decente-
mente al mismo cuerpo y todos sus movimientos y actos. De donde bastante
aparece, cuan gravemente yerren los que no tienen ninguna razón del cuidado
y este adorno externo, o piensan que ha de ser tenido por otros. Pues aunque
pueda a veces acaecer que, quien está vacío de toda virtud de ánimo y de todo
adorno interior, externamente aparente cuidados y afectos honestos; sin em-
bargo nunca sucede en verdad que, quien tenga un ánimo cuidado con verda-
deras virtudes, su aspecto exterior sea descuidado o no armónico, esto es, in-
decoroso y alejado de lo prescrito por la razón.

42 Colosenses, 4.
ijí 1N QA P V T
fímiiibus ex paritate reluce t.Qupd autem kquitnulabU
'tnafcuOttt* coccínea^ eloquium tuum dulce, íam id proprie
interpretan licer, vtnihil aiiudineo quamorationis, at-
que fernionis iuftorum prudentiam, atque dulcedinem
laudari intelligamus. Eft enim illorum Termo,non fo-
lum mitis 3¿ moderatus , ícá omninò duicifsimus, &;
C#íoJ?.4, qualis vt íit Pauius optat, faleconditus. Quam autem
opportune, quam que in loco fermonis mentionem in-
tuiit Eft enim animi imago fermo ipfe/Qüare animi èc
cius partium pukhritudine,atquecuku laudato,iurefer-
monis qui ab animo fluir, ipfumque omninò refert, or-
natura iaudat : &: expofita interiori honeftate ad externü
cultum,quifiquidemv"eruseft,& non fìmulatus atquc
falia^ex interiori ipfo cuitu effluit,atque deriuatui, expo
nendum aggreditur. Laudai itaque bonorum colloquia,
in quibus animi ipforum pulchritudo atque praeftantia,
mirumin modum eluccr.Quod aute fequitur. Stcutfrdg*
men mali puma gena tuà^ablque co quod tntrtnfecus latct* ld
pertinet ad ext erni huius ornatus, de quo iam agir> eam
partemlaudandamquaùnmotuccrnitur,inceffuque,&:
oculorum atquc totius corporis habku.Nam in genis fe-
des pudoris eft,&: iìcut pudor ab innata animi ingenuità-
teortus genis infunditur,eafquegratoquodam iuborc
afficit : fic animi interior fpecies honeih, atque prcJans,
Corpus ipfum,corporifque adus, atque motus omnes
deccnter effingir.Ex quo fatis apparet,quam grauiter ilil
èrrent,qui huius externi ornatus,at que cultus nullam ra-
ción cm^aut ipfifiabent,aut ab aiijseffehabendamdu-
cunt, Nam tametfi accidere imerdumpofsit, vt qui orn-
ivi òrnatu interiorijomnique animi virtutefit vacuus, ex-
terne fatis honeftè affedus Oc cultus appareat:tamépro-
fe&ò nunquam eueniat, vt qui veris virtutibus animum
culttun habeat,eius fit exterior fpecies inculta, aut incon
ciana,
237 CANTAR DE LOS CANTARES

Mas vayamos al resto: Como torre de David el tu cuello, fundada en los colla-
dos; mil escudos que cuelgan della, todos ellos escudos de poderosos. Una parte de
la religión para con Dios es la que consiste en rogarle, esto es, que le da culto
con alabanzas y oración. La cual es llamada por nosotros oración, poco cono-
cida de los filósofos, mas por nosotros cultivada en primer lugar y virtud tan
apreciada, que pensemos sea no solo la mayor defensa de la vida espiritual y
honesta, sino también que está puesto en ella el descanso y el consuelo. Pues
aquellos, puesto que en la doctrina que se contenía en los libros y cartas de
ellos, pensaron que tenía suficiente auxilio para vivir bien y felizmente, los
cuales permitieron que aquella doctrina se cultivara e instituyera; por eso nada
de lo que en verdad pertenecía a la consecución o incremento de la virtud, juz-
garon que debía ser querido por Dios, o creyeron que podía ser dado por
Dios; sino en el trabajo y diligencia de cada uno determinaron que todo ello
estaba puesto. Y así, no solo el cultivo de esta virtud andaba por los suelos en-
tre ellos, sino también la razón y nombre fue casi desconocido. Nosotros en
cambio no solo porque somos conscientes de la debilidad humana, sino tam-
bién porque somos unidos con el mismo Dios por divino benefìcio de Cristo,
por estrechísimo vínculo de necesidad y caridad; y porque por el Espíritu San-
to, que fue infundido en nuestras mentes, y por el don de su gracia hemos sido
hechos consortes de la divina naturaleza, nos llegamos audazmente a Dios, co-
mo a padre indulgente y muy bueno. Y en ello no nos engañó o escapó la espe-
ranza. Pues él nos recibe con mucha clemencia, y oye nuestros deseos y voces, y
nos responde de nuevo, y da a los que lo piden las cosas que conoció serían úti-
les para los que lo piden, el cual conoce y sabe todas las cosas futuras. Así,
pues, por estas causas la virtud de la perfecta oración es propia de la nación de los

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Qjr A RTV M. i¡7
einna, hoc cft, indecora, & à rationis prxfcripto abhor-
rens.Sed pergamusadreliqua/Co/i^ tmmftcutturñsVá*
ttidcumpropugnaculìs, mille dyfei pendent exta^mnis armatu-
rafort'wm. Religioms erga Deumvnaparseftea, qua; in
precandoipfumverfauir, iden^quasorationetpiumatqj
laudibus colit.Qose a noftris oratio vocatur, philofophis
parum nota,à nobis vero in primis cuka,atque eo in pren-
do virtus habita, vt maximum honeftae, atque ípiritualá
vine non folum prxfidium, Ìèd etiam iòlatium, oc oblc-
¿tamentum pofitumin ea efièputemus, Nam illi quonia
iaeado&rina»qua:ipforum literis atquelibris contine-
batur, fàtis magnum auxìlium ad bene beateq; viuendu,
eos haberepurauerunt,qui cafe dodrina inftitui, atquc
excoli iluiifentndcircò nihilquodquidem advirtutem»
aut comparandam, aut alendam pertineret, vela Deo
petendum eflfearbitrati funr, vel dan à Deo porle ere-
diderunr, fed in cuiufque induftria atque gnau irate»
id totum poíltum eífe cenfuemnt, Itaque huius virtù-
iis apud illos non folùm cultus iacuit, fed etiam ratio
atque nomen fere ignotum fuit. Nos contra,non fo-
lùm quia humanas infirmitatis nobis ipiì confeij fumus,
fed edam quia Chrifti diuino beneficio ar&ifsimo ne-»
cefsitudinis, &; charitatis vínculo cum ipfo Deo con-
iungimunquiaqueperSpiritumiàn&u quinoitrìs men-
tibus infufus cft, perqué illius gratile donum diuinae nata
xx confortes effìcimur, ad Deum auda&eradimus,tan-
quam ad parentem indulgentem atque optimum. Nec
vero meo noftrafallit nos, aut eludit ípes, Nam ciernen-
tifsimè excepitillenoSjVocefque, & votanofìraadfuas
aures admittít,nobifque vicifsim rcípondet,eaque peten
tibus donar, quaecumqueijs qui petunt,vtiiia futura eífe
cognomi ipfe, cui omnia in futurum nota funt èc mani-
feíla. Eítigiturobhafcecaufasperfedáeoratioriis virtus
Chn-
238 CANTAR DE LOS CANTARES

cristianos, y solo conocida por nosotros, y usada con suma no solo utilidad si-
no también placer. La cual virtud en verdad es tan importante para vivir pia-
dosa y santamente, que cuanto alguien se aficiona más a esta virtud de la ora-
ción, tanto debe estimar su excelencia y prestancia.' Pues no hay luz de virtud
ni bien celestial y divino, que esta virtud de la oración no lo contenga o no lo
obtenga de Dios y traiga a nosotros mismos43. Por lo cual como cada uno es
santísimo, así destaca sobre todo en el estudio y asiduidad de la oración. De es-
ta trata ahora Salomón y la nombra figuradamente cuello, porque en la ima-
gen que forma del bueno, obtiene por muchas causas el oficio y las veces del
cuello. Lo primero, con el cuello es llevada el ánima con que respiramos, y es
trasportado el alimento con que nos alimentamos, y se forman las voces y las
palabras; y de manera semejante con la oración hacemos patentes a Dios nues-
tros deseos interiores, y conseguimos aquellos bienes de gracia y el espíritu di-
vino de él, con los que especialmente se alimenta nuestro ánimo. Después, co-
mo en el cuello se une y se vincula el resto del cuerpo a la cabeza, así con la
oración se une nuestra mente con Cristo, cabeza de la santa Iglesia, Además,
como los nervios, en los que se contiene sobre todo el movimiento y la firmeza
de todo el cuerpo, tomando el principio de la cabeza, se difunden por el cuello
a todas las partes del cuerpo; así casi toda la fuerza de las virtudes se nos deriva
de la cabeza, Cristo, pidiéndolo e interpretándolo la oración. Además, del há-
bito del cuello, solemos juzgar el hábito y las fuerzas del resto del cuerpo; pues
quienes tienen un cuello obeso y musculoso decimos que abundan en fuerzas,
y al contrario que son enfermos y débiles, los que lo tienen tenue y grácil; ello
también aptamente es trasladado a la naturaleza de la oración. Pues tienen
mucho vigor las fuerzas espirituales del ánimo y resisten casi invictos contra
todos los ataques de los malos, los que son muy estudiosos de la oración; al
contrario, los remisos y negligentes en su estudio, por estar destituidos de fuerzas

43 Uno de los fundamentos de la mística luisíana está en la oración.


*j* i N cJ P v T
Chriftianorum nationìs propria.nobifque folis cognita,,
èc cum ftimma non folàm vtilitatc, f ed etiam voiuptate
vfurpata Qua: profetò virtus tao tu momenti habei ad
piè^rqifanitè viuendu,viprocoatqj qùis huic orano*-
BÍ virtutiq? iìudct Jta de cius cxcellentia, atq$ praeftantia
debeatflatuLNulUìcnim vii tu tis lumen eft,millum cf Ic-
fte,atque diuí nü bonom,quodiitaorandi virtus,aut non
còntìneatipfa^utnócbiineatàDeOjSiadnosiprosad*
ducat Quare vt qui% iàn&ifsimus eft?ka maxime àudio*
èc aiìiduitatc oiatìonis exccllit.De hactgttu-rnu&cagit
Solomoo^camq? figurate coUünominat,quomain hac
boni viri imagine, quamformat,ceili ip&vicè ¿¿ofñcia.
obtmctmulrisdeeaufis. Namprinuim coìto, 6£diicitur
animaea.quafpiramiìSj&traijciturcibusiSjquoalìmur,
&verbaatqne voces firn duo tur :&£fimiliterorationc pa«
tefacimus Deo interiora votanoftta,&:díüiniim abeo
ipiritmn,cacjuc gratin bonaducímus, quìbus maxime ali
turnofkr animus. Deindequemadmodum collo iungi-
tor,atque ne&itur capiti corpus reiiquian^fìcoratione
coniuDgitur mens noiìracu Chiifto Ecckiìa; fan&ieca-
pite. Ad haec iicut nerui, quibus totius corporis firmitas*
motufqirepotifsimfi continetnr,! capite principium du~
centcs?per coliumin omnes partes cotporis diirundnn-
tonüc vktutumrobnrpiopèomoe à Chrifto capite in
nos denuatur oratione poftulatrice f atque interprete.
Praetereà quod ex habiru colli de reìiqui corporis viri-
bus , èc habif udine indicare folemus ; na quibus obeibra
€&,&. torofum collum,eos viribus polìeredicimus, con*
traatitem inürmos eíTe^ínibeajies, quibus eft ié tenne
atque gracíle^id ctiamaptè transferaturadorationis na-
mram. Yaknt enim plurimàm ipirittiaiibus ariimiviri»
bus> S¿ contra omnes malomm iacutfus propè inuitìi
jpcifiüunt » qui oratianis ifaidioiìfèimi funt; co tra remifsi
239 CANTAR DÉLOS CANTARES

de gracia, fácilmente ceden ante los males y permiten ser vencidos y tienen un
ánimo dañado por diversas enfermedades, Por último, como la altura y ele-
gancia de cuerpo se hace con la justa proporción del cuello, así lo alto y excel-
so que se ve en los ánimos de los buenos, viene sobre todo por la asiduidad de
hablar con Dios y orarle. Y si tanta fuerza para la vida honesta hay en la ora-
ción, Salomón, expuestas la dignidad y dotes de la vida honesta de los justos,
rectamente explica y expone ahora con qué artes se hace y se consigue sobre
todo aquella vida.

¿Y cuál es esta predicación y alabanza? Como torre de David el tu cuello, fun-


dada en los collados; mil escudos que cuelgan de ella, todos ellos escudos de podero-
sos. Atribuye a la oración las cosas que suelen atribuirse a un cuello recto y ho-
nesto. Y usó tanto de esta voz de oración, cuanto de otras voces que usan los
escritores de la Iglesia en la significación de las cosas que ignoraron los viejos
latinos; y si no quisiera usar de una voz, siempre habría de usar de muchas vo-
ces. Así, pues, es perfecta aquella oración, primero, que no se inclina hasta la
tierra, sino a semejanza de la recta cerviz siempre tiende y se erige a lo sublime
y eterno. Después, la que esté sobre los hombros, esto es, deje de lado y tras-
cienda sobre todas las cosas terrenas, hasta hacer creer el ánimo en la virtud y
llegar a la medida de la grandeza de Cristo. Por último, la que sea torre de Da-
vid fundada en los collados, adornado por los escudos de mil varones podero-
sos, esto es, la que nos sirva de torre y defensa contra los ataques de todos los
males. Y no carece de razón y causa el que fuera usada sobre todo a semejanza
la torre de David. Pues David edificó esta torre en Jerusalén, en el monte Sión
de aquella ciudad, y en colina defendida por naturaleza y por el ejército, luego
que los jebúseos fueron vencidos primero y expulsados de la ciudad; lo que de-
clara relación con nuestro asunto, cuanto los malos deseos dominan en el áni-

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QJT A R TV M. i3S>
In eius ftudioatque negligentes, vrporè qui vìribusgra-
tis deftituantur, facile ceduntmalis, fequè vin ci peonie-
tunt,animumquegerunt varijsmorbìsobnoxiurn. Po-
itremò ficutprQceritas?&elegantia co rporis iufta colli
magnitudine efikitur ; ile alrum iììud^ excelfinn, quod
in honorum animis cemitur, ex colloquendt cum Deo,
6c orandiipfum afsiduitate exiftit maxime Quod fi tanta
vis ad honeftam vitam in orationeeft, re&è Solomon
expofitis honefta? ìuftorum vita: digmrate?atque doti-
bus , quibus ea vita potifsimum paratur, 6¿ efficitur aiti-
bus,eas artes nunc predicar, &: exponit.Qux autemeit
íftapraídicatÍo,atquelaus? Collnm mumfìcut turrìs Dadi
mmgrQpumaculi$ymüleclypei¡>endentex ea omtiìs armatura fot
tìum* Tribuir oratiom cadem qua? redo , oc nonefto
collo tribui folent, Vtor autem cumifta orationis vo-
ce , tàm aiiis vocibus quibus Eccicfia? fcriptores in ugni-
ficandis rebus, quas veteres Latini ignorarant j vtuntur:
ne fìvnavoce nolim,pluribus mihi vocibus femper Qt
vtendum. Igitur ea oratio habeatur perfecta, primùm
qua; non infle&atur ad humurn, fed ¿nftar re&a; ceruìcis
ad fublimia, 3¿ eterna femper erlgatur, &: intendatur.
Deinde qua; extet fupra humeros, id cft, tranfiliat, arque
tranfeendat terrena omnia,quovfque animum virtute
adolefcere,&: pemenirefaciat, ad menfuram magnitudi-
iùs Chrifti. Poliremo qua: fit tucris Dauid cum propu-
gnaculis mille fortium virorum clypeis ornata,id eft,
qua? Ut nobispro turril &: propugnáculo aduerfus om-
nium malorum hicurfus. Nec vero iliud caufa^aut ratio-
nc vacat,quod Dauidis turris potifsimum eft adhibita ad
ílmilitudinem. Ham iftam turrim Dauid Hierofoly-
mis aedificauit, in Sionis eius vrbis Milito, Si manu, atquc
natura munito colie, Iebufasis tamenprius deui&is,at-
que vrbepuiiìs ; quod ad remnáfiram relatum declarar,
quandiu
240 CANTAR DE LOS CANTARES

mo, tanto no hay lugar para esta virtud. Por lo tanto, los que no solo ocupados
sino también adictos a los estudios terrenos, poco estudiosos de la buenas cos-
tumbres y la justicia, sin embargo dicen dedicarse y estudiar esta virtud, y por
eso se quieren contar entre los buenos, ciertamente se persuaden tanto de que
son algo, que luego dedican horas a la oración y a la contemplación de las co-
sas divinas, pero quizá consiguen la sombra inane de esta virtud; mas no la
verdadera virtud, y se engañan mucho 44 . Pues los jebuseos han de ser arrojados
de la ciudad, esto es, primero se han de echar del ánimo los malos deseos,

Y se sigue: Tus dos pechos como dos cabritos mellizos, que pacen entre azuce-
nas. Estas ya pertenecen a la alabanza de aquellas virtudes, que se refieren a
otro, digo la caridad y la misericordia y la beneficencia con los hombres; las
cuales en número de multitud se llaman pechos, porque se dividen en un do-
ble género de oficios, de los cuales uno pertenece al cuerpo, otro al ánimo. Y
nada es tan natural, como el que el bueno quiera también beneficiar a otros, y
beneficie en realidad. Pues como las cosas naturales, cuando llegaron a una
edad, que es la perfección de su género hasta lo que permite la razón de las
mismas, luego engendran otra de sí, o al menos desea engendrar lo que les sea
semejante, y que pueda ser partícipe del bien que tiene en sí; así el ánimo des-
tacado en virtud desea expresar su efigie en otros45. Y como a las doncellas,
cuando llegan a la edad nubil, comienzan a hinchársele los pechos; así a los
que tiene ya una virtud adulta comienza a hinchárseles el pecho en deseos de
ayudar a otros. Por lo cual el Espíritu Santo en este lugar les atribuye pechos, y
estos semejantes a cabritos, esto es, pechos hermosos y formados por toda par-
te. Pues no podía ser de ninguna manera, que la virtud de este grado y perfec-
ción permaneciera estéril46.

44 Idea también muy de santa Teresa,


45 Otros autores interpretan los dos pechos por el amor a Dios y el amor al prójimo.
46 Idea repetida en Las Moradas de santa Teresa. La caridad es difusiva de sí misma, «sirve a la neces-
sidad del próximo, por más enemigo que le sea, pero que no consiste en su vicio ni le halaga por defuera, y
le aborrece en el alma, ni le es tacaña e infiel» (Onís, III, 136).
i4° IN £~A P v r
quandìu maiae cupiditates in animo dominantur, tandiu
huic vktuti non effe io cuoi. Qua re quiterrenis ftudijs
nonfolùm occupati,fedctìam addi&iiuftitise, arque bo*
norummorum parum itudiofj,huk tamen vktuti nude-
r e i vacare fé dicunt, ac fc ideò bonis numerari volunt»
certeipíiribiiraperruadcntalíquídfeeíle,quodñatisho
ristemporis aìiquidorationij&diuinarum rerum con-
tempiationi imp erriunt, vmbràiliiqnidcm inanem hu-
ius virtutisfortafòèaiTequanturàpfamautemveram vir-
tutem non affequuntur/eque ipfi valdè decipiunt. Iebu-
uà namque exvrbe,id eli,ex animo inalai cupiditates
prius funt expeliendo Sequitur porrò. Duolrbera tuafcut
dm hinnuit capre* gtmellitqut pa/amtur m liiijs. Haeciam ad
eas vktutes iaudandas fpe&ant, quas ad alterum referun-
tur,chaik arem dico in homines,& mifericordiam?atque
benefkientianu qux ideò mukitudinis numero vbera
appellàntur, qutadupiici officiorum genere diuiduntur,
^ttoruaiiudadcorpus»adanimumaliudpertineat Nihii porrò
eli tam naturale »quam vi quibonus ipfe eft,,alijs etiam
prodefle velk,$¿ re ipfa proni:. Namquemadmodumea,
qua: natura conftant, cum ad cara, seratem adoìeuerunt,
vt ad fui generis quo adìpfarum ratio patitur,petrrdio-
nem perueniant, irarim aìiudex fe fé gignunr,aut certe
auentgrgnerevquodíibiílmileílt^uodque eius boni»
quod in fe.ipfahabentjpàrticeps pofsit effe;iìcvktute
pra^ftans: animus effigiem fui in aìijs exprimere fhidet.
Et ficut adolcfcenfcibus foeminiSjybiad nubikm setatem
peruenerunr, tumere incipiunt vbera;ík tílis, quorü iam
eftadulta vitrus^pedus tumere incipit, itudijs alios iuuá-
di, Quare lilis hoc loca vbera. tribuí t,Spiikm iàn&us,
caque hinnulis caprarumilmiliajhoc,< ft, pukhra,&, onv
ni ex parte foimofavber.v Fieri enimnullomodo pote-
r v i huiuimodi gì adus^arqueperredionis vki us ilerilis
perma-
241 CANTAR D É L O S CANTARES

Mas añade: Voyme al monte de la mirra y al collado del incienso, hasta que so-
ple el día y las sombras huyan. Los que conocieron y experimentaron cómo sean
estos coloquios interiores de Dios con los hombres queridos para sí, así lo
cuentan4?. Que muchas veces les parezca venir aquella luz, como desaparecer
súbito a mitad de conversación de sus ánimos, con la cual están infundidos
por Dios, y de nuevo pasado breve tiempo otra vez aparecerse y encenderse
más que antes la luz en ellos; lo cual ciertamente no sé decir por qué suceda,
mas no dudo en afirmar que cuantas veces sea, se haga por gran causa. Así,
pues, estas palabras se han de referir, como pienso, a estas vicisitudes de Dios,
que viene y se va, con las cuales las conversaciones interiores comenzadas se
interrumpen en medio del curso de la oración, y con las cuales se ocultan y de
nuevo comienzan a aparecer los rayos de la luz divina48. Y así, para significarlo
aparece el esposo primero interrumpiendo la frase comenzada, y diciendo:
Voyme al monte de la mirra, Después, volviendo a la misma y añadiendo: toda
tú hermosa, Amiga mía, y lo que después sigue. A no ser que quizás agrade a al-
guno, lo que a mí no medesagrada, que con estas palabras no se significa cier-
tamente alguna salida de Dios o interrupción de la conversación comenzada,
sino que se enseña y amonesta a los justos, que avancen más y más en las vir-
tudes que poco ha fueron enumeradas y celebradas, y que no desistan de avan-
zar hasta llegar a la cumbre del monte, en la cual cumbre elevada y de difícil
subida, la virtud se dice tener su domicilio; esto es, hasta que se hagan partíci-
pes de la perfecta y absoluta virtud. Pues ciertamente, aunque diga el esposo
que quiere alejarse, sin embargo no dice que quiere alejarse de la esposa; más
aún cuando la alaba de nuevo por el aspecto, la llama hermosa y de todo pun-
to hermosa, bastante indica que no puede apartarse de ella. Y así, lo que dice:
voyme, tiene la fuerza de avisarla y animarla a la marcha, no la significación de

47 Fray Luis trata de no numerarse entre estos justos, pero se contradice al hablar de una cosa de la
que poco se podría decir sin experiencia.
48 «El Ayuntamiento del alma con Cristo en la oración tiene condición de relámpago; digo que luze
y se passa en breve» (Ib., 83).

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<iy ART v M: X±X:
permaneret.Sedaddit .Kdítawddwww/ffwj myrrh£,&adcQl*
lem th ¡irisJonecaffriretdies^inclmentuY~)>wbv£.Qui noue-
runt atque experti funt, querrmdmodun&ifta Dei cu ho-
minibus fibi charisinteEÍoj:a colloquiale habeant,ita tra
dunt.Sa2pèaccidere,vt m medio fermone difparercitìbi-
t ò , ex ipforSanimis illis videatur ea lux, qua ex Peo per-
fundebantur,&: rurfusbreui mora mterpofita iterum ap«
parere, maiufqj quàm anteà lumen in ipfis accendi:quod
quidem quare fiat dicere non hàbeo, quin autem quo-
tiesfit maxima caufa fiat ,affirnìare non dubito. Adhàs
igitutvkes euntis& redeuntis Dei,quibus inftitutiin-
teriores fermones in medio orationis curai abrumfunv
tur, quibufque occultantur, &; rurfus apparere incipiunt
diuinai lucis radi], haec verbareferenda funt, vt exiftimo.
I taque ad ho e fìgnnicand UJTE indù clt ur fpon fu s oratio-
nem inftitutam primo intermittens r ac diecn& ^adamad
montemmyrrh£.Dcmàt ad eandem redrens-, atquc fubiun
gens. I t o pulcbmes amica, mea. Et qu&deinceps fequun*
"tur. Nifi alicui fòriafsèplaceat, id quod mihlnonjdifpli»
cet, his verbis, non quídenvfig nifi cari De^ali^uem dif-
ceirum,autinfiututifermonis intermiísionem: ied doce-
riiuilos, atqueadmoneri, yt in ijSj quaz modo funt enu-
merata; oc celebrate;,virtutibus magisac magis proficiat:
vtque non priùsaprofictendodefififant, quàmadmon-
tis cacumen*, quo in cacumiheedito, feilieèt ,& difficili;
ad afcenáendíMulocOjVÍrtusdomiciiium haberc dicitur,
perueniant, id eft,còpotes fiantperfecta:$¿ abfolutae vir~
tutis.Nam certe tametfi feabire veliefponfus dicat,tamé
difcedereabfponfa velie non dicittìmò cum eam è vefti-
gio iterum Ìaudat,&: pukhram^atqueomntex parre pul-
chramappellat/atisindicat, diuellifeabea nòpoflc. Ita-
que quod dicit. Vadam. Admonendi ilhus & excitandi
ad progrediendum vim habet,non,auc deferendivaùt
CL " tetta* •
242 CANTAR DE L OS CANTARES

dejarla o abandonarla; y es lo mismo como si así diga: "Voyme yo, y tú me se-


guirás; o voyme yo, porque te acompañaré a ti que vas y te diríjes a la cumbre
con pleno estado"; que lo cual es así lo indican abiertamente las palabras que
siguen: conmigo del Líbano, conmigo vendrás. Más arriba fue expuesto ya cómo
en las cuales el esposo anime a la esposa a seguirle. Mas ¿a dónde dice el espo-
so que irá junto con su santa ánima? Al monte de la mirra y al collado del in-
cienso. Hay dos géneros de máximas virtudes, uno se dice que purga al ánimo,
otro que ilumina; de donde por los escritores detestas cosas, unas virtudes se
llamaron purgatorias, otras iluminatorias. Pues más arriba mostramos bastante
que en la mirra se significan los oficios de la penitencia. Y el incienso significa
al culto de la religión para con Dios, como se deduce de aquello del salmo49:
Sea mi oración como incienso en tu presencia. Y en el Apocalipsis $°: Teniendo ca-
da uno su cítara dorada llena de perfumes, que son las oraciones de los santos. Mas
¿por ventura se había alejado la esposa de estos lugares? No se había alejado, si-
no, lo que faltaba al que tiende al culmen de la perfección, y no había cumplí-
do todo el tiempo de su vida, es amonestada a tener lo que lefaltaba e insistir
hasta el final en lo que había comenzado. Mas, ve, diría. Más aun iré gustosísi-
mamente, porque él viene juntamente con nosotros en toda buena obra. Más
aún no va solo, sino va delante de nosotros al ir, y hace que podamos y quera-
mos ir. Pues de él nace todo principio de bien hacer y de avanzar y perseverar
en el bien.

Pero ¿con qué fruto, dirá alguien, perseverará en tales estudios? A saber, con
aquél que se sigue: Toda tú hermosa, Amiga mía, y falta no hay en ti. Pues llega-
rá a la suma y perfecta virtud y felicidad perseverando; lo cual significan tam-
bién las que siguen: Conmigo del Líbano, Esposa, conmigo del Líbano te vendrás;
otearás desde la cumbre de Amana, de la cumbre de Seniry de Hermán, de las cuevas

49 Salmo 140,2.
50 Apo. 5,8.
p
i4v IN C¿ V\ *
relinquendi iìgnificatìonem : perkideque eft, acfiita di*
car. Vadanaipfe : tuque me euntem feqttere : vel vadam
ìpfefquoniam te euntem & pieno gradii ad culmen con-
tcndentem comitabor, quod itaefleillaaperte indicane
qua:(e.qpummS'emde LÍ$?MO¿VSM In quibus quemadmo-
dum ipon&m adinfeqitendum ipònfus hortetur^am fa-
periùs expolitum eft. Sed quo fé Lturum vnà cum fan&a
anima dicit Cponüisf^dmcmém m^nh^^adcoìlem thurts*
Ea autem funt duo genera maximarumvirtutum, quo-
rum alterum purgare animum dickur, illuminare alteru;
ex quo ab iftarum rem fcriptoribus alia: purgatoria: funt
didae,aiia;iliuminatrkes virtutes. Nam inmyrrhapoeni-
tentia: ílgaificari oiBcia/upenùs fatis oftendimus, Thtts
vero religionis cultura erga Deuni lignificar, vr liquerex
P/if.T^o ilio Pialmi, Fiatoratiomea tanquam incenfum in coti-
^AfMa» $. fpe&u tuo/Et in Apocatyp.fi,Habèntes iìnguliphiaiasáu-
reas plenas odoramentorum,qu^ funi orationes fan&o-
rum. Scdabcratneabiftislocisfponfa?non illaquidem
ab¿rat,fed quod ad perfe&ionis culmen tendenti aliquid
ipfi deerat, mec toium fuae vita: tempus expleuerat, id vt
adderei quod£bi deerat,¡&: vt ineo quodipfa^cceperat
ad extremum vfqueperfìfteret admonetur. At vade di*
ceree. Imo vadam aptifsimè : quoniam vnàipiè nobifcu
in omni bono opere vadit.Imò non vadit foìùm,fed euri
tes praecurrit nos : cfrkitquevtire ipfì poisimus, atque
velimus.Etenim ab ipfo ducitur, oc bene agcndi, & in bo
noproficieridi,perfeuerandique omne principium. Sed
quo frm ¿ìndica aliquis, in ijsftudijsperfeucrabit ì nimi-
rumeo quifequitur. Tota fukhrd.es amica mea, & macula
mn efl in te Peruenict cmna adfummam ,& perfe&arn
viriurem, atque fóclicitatemperfèucrando :quod etiam
quffi fcqliuntur fìgrtificant. Veni ¿e Libano ^emy corma*
berts decapite bimana , & Samrydc >erttce IÌ€rmon9demonti-
243 CANTAR DÉLOS CANTARES

de los leones y los montes de las onzas. Pues si seguimos con perseverancia la voz
y la guía de Dios, sin duda llegaremos a las cumbres de los montes más altos, a
saber, el Líbano, el Amana, el Senir y el Hermón; con las cuales cumbres las
virtudes eximias y heroicas se significan en las Sagradas Escrituras. Mas !cuán
aptamente dijo junto a la cosa misma de que ahora trataba: otearás, o, como
las palabras hebreas también pueden trasladarse, despreciarás! Pues cuando al-
guno llegue a aquella cumbre de virtud, ¿qué le queda ya sino ser coronado?
Como de sí mismo hablando Pablo escribió51: He combatido una buena bata-
lla, terminé la carrera, por lo demás me queda la corona de la justicia, que me da-
rá el Señor en aquel día, justo juez. Además, el que está en esta altura, si alguna
vez me mirara a estas cosas terrenas inferiores, ¿quién podrá no despreciarlas?
Las despreciará ciertamente y las juzgará viles y humildes, como son, y las to-
mará como dignas de menosprecio y de todo desprecio52.

Se sigue: Robaste mi corazón, hermana mía, esposa, robaste mi corazón con


uno de los tus ojos, con un sartal de tu cuello. No atribuye una nueva alabanza,
sino amplifica las atribuidas, mientras dice que Dios le otorga aquellos bienes
del ánimo, con que son adornados los justos, y le incendia a amar. Y así, re-
cuerda otra vez las mismas cosas, ojos, cabellos, lengua, para entender que el
bueno avanza poco a poco en lo que Dios habla interiormente con él, y se ha-
ce mejor, y no solo adquiere nuevas dotes de gracia, sino torna más amplias e
ilustres las que tenía antes. Y así son estas cosas.

Y lo que sigue contiene nueva alabanza: Huerto cercado, hermana mía, espo-
sa; fuente sellada. Tus plantas (son) como jardín de granados con fruta de dulzu-
ras; juncia de olor y nardo. Nardo y azafrán, canela y cinamomo, con los demás
árboles del Líbano; mirra y áloe con todos los principales olores. Pues estos retoños
son los oficios honestos, que pululan de la virtud interior53. Pues explicadas y

51 IITim.4,7-8.
52 Cfr., «Camino» (Onís, I, 112). Fragmento este comparable con la oda Descamo después de la tem-
pestad {Obras, II, 111 S).
53 Pselo al Cantar.

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Qjr A RT V M. 14 j
bus leonitm & p*¥dww + Nam fi vocem arque du&um
Dei perfeueranter fèqu:amur,fine dubio,perueniemus
ad Libani, ad Amana, ad Sanir, & ad Herman, alti£
fimorum, fcilicct, monttum cacumina : quibus cacumi*
nibus cximiae &, heroica; virrutes infacris iiterls figEtiñV
cafKur. At quam aptè ad rem ipfam,de quañuacagc-
bat, coronaberis, fiue quemadmadurn Hebrsea etiam
vercipoífunt, defpicies dìxit. Nani cum quis ad illudi
Virtutii faftigium peruenit, quid iili nifi vt coronetur
iam reftat? Sicut defeipfoloquensPaulusfcripílt:Bo^ zadTi-
num certamen certaui,curfumconfummaui,dereliquo moth.4
repofitaeft mihi coronaiuftitiae, quam reddet mihi Do
niinus in illa die,iuftusiudex. Ad hajc,quiinifto fatti-
gio verfatur,ii quando ad ha:cterrena.&: inferiora defpe>
xerit, qui poterit illa non defpicere ì Defpkiet illa certe,
6¿ vilia atque humilia,vt funt,efíe iudicabit: contesa
ptuque, atque omni defpe&ione digna ducer, Sequiuuv
Vulnerajìicor m>unifyonfa mcar ¿n")>rto ¿¡pettu Qculorumtua*
rumt& m^n aerine colli tui. Non attribuir nouam aliqtiam
laudem, fedattributasamplificat:dum ijs animi boois,
quibus iufti ornati lunt,afñciieDeusdicit,&:ad aman-
dumaccendi. Itaqueeadcmiterum commemorar,ocu»
los»capillos,linguam,quo intelligatur, virum bonum
ineoipfo quod Deus cum illoimeriùsloquitur,iènimv
p roncete, feque ip io m elio rem efficùnecfoiùmnóùas-
gratiae dotes acquifere rfedea$ ipfas, quas antea habtbat
ampliares &: illuftnores reddere. Atque haec ita fé ha-
berte. Porrò quod fcquitur, nouam cqnriner laudem.
H>rtus concttifuSi/pofi mea^fonsfìmatus, emiponeitux^para^
difus malorum pumeorum cum pomoruwfi uElibM>cjpiaim nar>
do, nardos & ero tts yfijìuta^ cmnawomum, cumlimuerfi> li-
trn\i l ihtntjnyhh* ¿7* aloe cumomn\bus primi slngite?;m., Haec
^aimg?inù„Qa»hoiicila ipfa officia funr^qua: exintcrio?
244 CANTAR DÉLOS CANTARES

alabadas cada una de las partes de las virtudes, esto uno quedaba, que expusie-
ra los frutos de ellas, que se ven en la acción y oficio, cuáles sean ellos y cuan
excelentes. Así, pues, lo expone, como el resto, tomando semejanza alegórica-
mente del huerto, en que no solo ninguna parte está sin cultivar, pero ni si-
quiera plantado de un tipo vulgar o mediocre de árboles; que todo abunda en
árboles peregrinos y aromáticos, que no solo pueda deleitar los ojos de los es-
pectadores, sino también traiga grandes utilidades a la vida de los hombres.
Tales, pues, son los justos; no están torpes por el ocio, no «permiten que el ta-
lento confiado a su fidelidad esté inerte, no cavan en la tierra y envuelven en
sudario los dones dados a ellos de la divina gracia; sino ponen preclaramente en
acción el instrumento de obrar, que recibieron de Dios, y dan los mayores fru-
tos de buenas obras. Además de que la misma virtud de ellos los anima a obrar
así, ello saben también que es requerido y esperado de ellos. Y así, se dedican a
esto, y los mismos días y noches les instan y en ningún tiempo interrumpen el
estudio de producir buenos frutos unos de otros; de lo cual sucede, que nada
haya más fructífero o más cuidado que sus ánimos. Mas si estos retoños de bue-
nas obras no son gratos a Dios, ni dignos de predicación o premio, como cier-
tos insensatos?** enseñaron en este nuestro tiempo, ¿por qué Dios los alaba tan
exquisitamente en este lugar? ¿Por ventura ha de pensarse que los despreció y
los tuvo en nada quien dice que son semejantes al paraíso? ¿Quien los señala
con nombres trasladados de cinamomo y canela y juncia y mirra e incienso, y
significando gran fuerza de bien? Mas ¿acaso, pregunto, dicen que nada es he-
cho por el justo, que sea verdaderamente honesto, o si se hace, nada le vale pa-
ra la gloria y el premio? Ambas cosas ciertamente insensatas e impías de mane-
ra semejante, cualquiera de las dos que elijan, con este solo testimonio pudieron
ser derrotados totalmente. Pues cuando el Espíritu Santo alaba estos retoños

54 Se refiere a los protestantes.


X44 'i 2ST. Q A F v <r
Pfell. in ri virtute pullulane Nam cxplicatis arque Iaudatis virtù-
Cántu tum fingulispaitibus^liocvnum reftabat, vt cxponeret
iliarum f r u t e c í a ina&*one.&: officio cernuntur, qua-
les ipíi eíTent<$uamque ptasftantes. Id igitur exponit, ve
csetcrajalíegoricerimilitudiricduílajab co horto, in quo
non modo nulla ¿pars inculta Cué4kd ne vulgatiquidern,
aut jHcdiociá acbojrum genere cojifita:^ui,totus peregri-
nis &aH>maticis abundet arborihus, vtno folùm intuea
tium oculos obledare pofsit, fedeli ambita; hominum
magnas vtìlitates afferre.Tales quippèiuiti fun^non tor-
pent ocia;non iaertem eflefinunr¿íu3efideicommiflnm
talentami non.defodtunt humi»autdnuoluunt fudario
gratis; 4iuinas ubi dona coilata :£cd preclare operandi
inftrnmentum, quod»acceperuntÌ Deoad acciones dc-
ducunt,fm&uCque,edunt bonomm operom máximos.
Nam ptanerquam quod iiios ipfa eoruminterior vtrtus,
ad itaagendum Ibllicitamd edam à£eexpiad arque re-
quirifcìunt. Itaque in id incumbun^fibiqueiipii die.% at-
que no&es inaant,nuUoquciép.oreitudium.intermittut
bonos fru&us alioscx alì>s edendkextquo:e6ìcitur, vt ni-
hil iìt eorum animis,vetfru&uoiÌus,veì cultìus.Sed fi ifta
bonorüoperü germina}necgrata Deo funt,nccpra£dica-
tionc, autpremio digna, vt infamquidSnoftrahactem-
peftat£ docuerunr,cutea Densia exquMkè laudar hoc lo
coh\n cotitempfifleílla^piranibiloliábuiíre putandus
cft isAquiea<efledicit paraáiib Umilia? Qui -Cinnamomi,-
&F¿tibeí&. Operi, oc Mycihae, atqsThuris tranílaus, &
magciamemioni iìgriÉcantibus infignit nominibu^
Sta vtrumquaifodicimt,vd nihuabhomine iuftoeffì-
ci, quod vere honeftum ilr.t vel vt efrkiatur , nihii ilti
adgloriam oc ad pramiium valere? Infanum vtrumque
quidem,ac iimiliterimpium,fed vrrumuis eiigant,vei
hoc vno teñimonio reuinciplanèpotexmit. ^ameum
òpiiitus
245 CANTAR DE LOS CANTARES

de justicia con tanta fuerza, muy abiertamente enseña ambas cosas, que ellas
pueden ser producidas por los justos, y que son honestas y le resultan muy
gratas.' Pues ¿quién podía hacer, que las cosas, que producidas por siembra ce-
lestial y regadas por lluvia celestial germinaran, serían menos honestas? Y las
cosas que se hacen por el hombre, siendo Dios autor y coadjutor principal
¿quién puede entender que sean despreciadas y olvidadas por Dios? ¿Qué hizo
Dios alguna vez que no le gustase? Como se escribió: Y vio Dios todas las cosas,
que había hecho, y eran muy buenas^. Y si esto es verdadero en la naturaleza» en
verdad será muy verdadero en los bienes de la gracia. Mas la debilidad y la in-
clinación al mal del ingenio humano oscurece la luz de las buenas obras. Mas
la debilidad vale esto, no que nunca el hombre pueda obrar honestamente, si-
no que siempre en toda la vida no pueda obrar recta y perfectamente; no hace
que se manche con todas las manchas de los pecados, sino que se manche con
algunas aunque sea justo; no hace que todas las obras de los justos sean malas,
sino que lo sean algunas. Y como es cierto que nadie en esta vida está inmune
de todo pecado, así es muy cierto que muchos retoños de buenas obras son
producidos por los justos, libres de defecto y de toda mancha de pecado. Mas
se detrae a los méritos de Cristo lo que se atribuye a nuestras obras, Más aún
nosotros conocemos y engrandecemos la verdadera alabanza de los méritos de
Cristo; vosotros que queréis ser dichos y teneros por ilustradores de aquél, la
aminoráis y oscurecéis. No somos tales, que atribuyamos algo de mérito a los
hechos rectos de cualquier hombre, aunque justo, si no es en Cristo y por
Cristo. Más aún decimos que nadie es responsable de lo honesto, que se ve en
la acción, acabado en todos sus números y perfecto, si él antes no es santificado
por Dios, por méritos de Cristo, en la justicia del ánimo, o no fuere instruido
e incitado a obrar bien por los grandes auxilios de la gracia. Y así vosotross6,
que así alabáis el mérito de Cristo, que nada queráis mane de él a nosotros, que

55 Gen., 1,31.
56 Ya en h exposición se había extendido fray Luis en esta consideración contra la herejía protestante.

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$J>'J RT V M. MS
Spieitus fandus hxc iuftitiae tantopere laudat germina»
fatis aperte vtrumque quidem docet, & àiuftis viris edi
ca poJre,$¿ honefta illa enc,fibique pcrgrata accidere. Nà
qurpotsratfieri,vt quae casieftifatu edita, caeleftiquc im-
bri irrigara germinarent, minus honefta efient ? Et qux
Deo in primis authovc, Òr, adiutore ab homine fiunt, qui
poteft intelligi defpici a Deo,atque negligi ì Quid vnq.ua.
Deus fecit quód non idem probaret ì Sicut fcriptu ra-é^
Et vidit Deus cunda, quaifeceratj&erantvaldè bona* <?*»*. i*
Qupdiìhocin natura verumcft,Ìngratiae bonisprofe-
d ò erit verifsimum. Athumani ingeni j imbecilli tas, Se
ad malum pro mtas,bonorumoperumipfum lumen ob-
fcurat. Ateaimbecillitasidvalet,nonvt nunquam ho^
ncftè agere homo pofsit, fed vt femper in^omni vita non
pofsit redè &c perfedè operari, non eü&ck, vt omnibus-
pcccatomm maculis inficiatur,fed V4 nonnullis quamnis*
iuftus maculetur,nón efficit vt omnia iuftorum opera
praua Ìlnt,fed vtfin'taliqua.'Atque vt verum eft, neminé
ab omini peccato immunem inhac vitaefic, ita cft certe:
verifiimum, multa èiuftis edibonorumoperum germi-
na,ab omni peccati labe atquedefedu libera. Atdetrahi-
tur Chrifti meritis quidquid arrogatur noftris operibus.
Imo nos Chrifti meritoria: veram laude, & agnofeimus,
& amplificamus,vos qui illuft rato res iliius,^ dkr, SC hV
beri vultis, minuitis eam & obfcuratis.Etenim non ij fu*
mus,qui cuiufquà hominis,quauis iufti,redifsimè fadis
quidquam tribuamus meriti,nifiinChrifto^&propter
Ghriftum. Quinilludipfumhoneftum,quodin adione
cernitur, abfolutum omnibus íuis numeris,atquepcrfcr
&um praftitiife heminem dicimus? nifi priùs ipfe a Deo
oh Chrifti meritum,^animiiuftitiaiàndificatus,& ma-
gnis gratìas auxilijs ad beneagendtim incisa tus ruüTet^ 8£
inftrudus. Itaque vas >qui Chrifti ita laudatis meritum,
0^3 TOí
246 CANTAR DE LOS CA N TARES

en verdad nos santifique y haga buenos; sino hacéis toda la cosa por una vana
opinión y una imputación fingida de vanísimos pensamientos; ved una y otra
vez si atribuís y arrogáis alabanza o ruina, amplitud o debilidad a los méritos
de Cristo.

Nosotros ciertamente le atribuimos no solo mayor alabanza que vosotros


sino la mayor que puede ser atribuida. Pues decimos y predicamos que los
méritos de Cristo, como sean de sí muy grandes e infinitos, son tan eficaces
para justificar a los hombres, que no solo los concilien con Dios y hagan ser
tenidos amigos de enemigos, que eran antes, lo que vosotros decís, sino tam-
bién que cuales los que son gratos a Dios conviene que sean, tales los tornen
santos, a saber, dotados de una mente pura y limpia, y no solo adornados de
pureza y limpieza de mente, sino también de hábito celestial y divino de áni-
mo. Y afirmamos que, de lo que hay en Cristo de justicia y de toda excelencia
inmensa propia, se deriva a los ánimos de los justos gran fuerza, con la que,
primero, se modelan y forman a semejanza y figura de Cristo; después, acome-
ten acciones convenientes y dignas de aquella figura y semejanza. Y así, aquella
forma excelente de justicia celestial, modelada al ejemplo de la justicia de Cris-
to y sacada de ella, primero está impresa en el ánimo del justo, después aparece
y brilla en las acciones. Mientras más insistimos en tales acciones buenas, tanto
más Cristo mismo nos comunica las abundancias de sus méritos, y nos hace
más semejantes a sí; de donde de nuevo se sigue que obremos el bien con más
prontitud y celeridad y también con más perfección; así se hace que lo hones-
to, que está en nuestro ánimo por Cristo, en la acción haga un honesto seme-
jante, y el honesto de la acción, aumentado y amplificado, incremente a su vez
la honestidad del ánimo, de donde nació; y todo ello, lo más excelente y mayor
%46 i N cjwvr
VtmhÜ ex co ad nosraanar.evelitis, qtiod nos rè ipfaffèrt-i
evincer, ac bonos reddat, Ced opinione quadam inani yòC
vanìiìimis cogitationibus fi&aimpuutione» ré tota cosi
ficitis,vtrùm Chtifti mentis iaudem, an labe: amplitud**
flcm, an imbecillitatem tribuaris, & arrogaik etiam, ar-
que etiatn videte. Nos certe non modo qaam vos maio-
xem,fed qnaatajtribui poteft maxima,tantam illi iaudem
mbuimus.Dicimus enim, Òù praedicam us Chrifìi merita*
vetrai ipfa per fe amplísima Ss infinita effe, tum itae$e c&
ficacia ad nomines iiiños efficiendos ¿eos vt non iolùnv
Beo reconcilient, 6¿ exiaimicis qui antea era-ac, amicos
habèriefrlciant, quod vos dicitis, (ed etiam vt quaks qui
Deochari futuri funt effe decetstaies eos reddat, fan&os»
fciUcèt,«mentequc pura, acmundaprxditos: ncciblùm
mundìtia <$c puntate mentk, fea catóH edam ,atq&e;
diurno animi habìtu ornatos. Affrrmamufquc illad^ejr
€a, q.uann ipfo Chrillo^ü; iuftitie, atque omnis-pneftán--
tiae iíiimenfa copia, ad iuftorum ánimos deriuari ma--
.gnam vimiquaprimnm adChrifti effigiemìpn & fimili-
tudinem effinguntur,atque formantur : deinde aéilla ef-
figie ac iìmilitudine ¿fignas, 3£ confentaneas a£biones
impeUnntur. Itaque illa esdeíMs iuftitia? exceìlèns formai
ad Chrifti iuftùiae exemplum efE&a^ ex illa de4u£ta»;
primumin animo iufti exiftitimprefíaypoítea in a&ioraV
bus appatet,atque ertitet, < ^ b u s in a&ionibus boms
quo magis inüílimus,^ magis-Ctóftusipfe meritomm
fuorum copias nobis coaimunicat, nofque fimMiorcs
ubi effícit ; ex quo mrfus fcquitur, vt promptius ipfi atq$
alacriùs ^atjquc etiam perfe&iùs beneoperemunitafit vt
koneftum qnod àChriuSoin animo noftro.èft, in u&ìo*
ne íimiíe honeftum eficiat, ipfumquie a&ionis tone*
ftutn au&um» $c amplificatum ,animi,a quaottum
fcibuk, hoaeàatem iteruinaugeatiidqne tomai* qua
ne
247 CANTAR DÉLOS CANTARES

que se puede pensar en este género de justicia, haga en nosotros la sangre de


Cristo. Así, que si llevadas diligentemente por la razón, y reunidas todas en
una sola, quisiéramos juzgar sobre la cosa, como es, debamos decir lo que de-
cimos y afirmamos con voz libre, que fuera de Cristo o lo que salió y nació de
Cristo, nada hay en el género de los hombres, ni siquiera en el de los ángeles,
que sea grato y aceptable a Dios; y que con tal nombre en especial somos en-
comendados a Dios, con tal de que nos hagamos semejantes al mismo Cristo
en aquel bien de la justicia, que participamos y tenemos de Cristo, y que se di-
funde en nuestro ánimo, y se ve y desarrolla en las acciones. Pues aquella ima-
gen clara de Cristo en nosotros, hecha con la participación del bien, que hay
en Cristo y de él se deriva a nosotros, nos concilia la benevolencia y el amor
divino como se escribió57: A quienes conoció de antemano, a ésos predestinó a ser
conformes a la imagen de su hip. Así, pues, vosotros herejes, detraéis a la virtud
y gloria de los méritos de Cristo; nosotros le seguimos con la divina alabanza y
predicación. Vosotros les atribuís una fuerza inerte y, por así decirlo, ociosa;
nosotros llena de energía y eficacia. Vosotros decís que el bien de la justicia es-
tá solo en Cristo; nosotros lo introducimos en los ánimos de los buenos, y nos
esforzamos en derivarlos de las ánimas de los mismos a las acciones de ellos.
Vosotros queréis que los sarmientos estén pegados a la vid, pero que no cojan
ningún jugo de la vid que hay en ellos, o que den algunos frutos que sean dig-
nos de estima y valor; nosotros con gusto asentimos a Cristo que dice58: Yo soy
la vid y vosotros los sarmientos, quien permaneciere en mí, éste dará mucho fruto,
Vosotros confesáis que Cristo es la fuente de todos los bienes, pero fuente que
retiene dentro de sí sus aguas?9; nosotros, que de esa fuente, que también con-
fesamos ser mayor que el océano inextinguible, se derivan los largos ríos de
todos los bienes, y afirmamos que llegan a cada uno de los justos; decimos que

57 Rom. 8,29.
58 Jn. 15,1.
59 Pselo al Cantar.

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Qjr A &r V M. 147
tic cogitati quidem* aliqtiid-potfcitiit toc iuftitia? gene*
jfe prajftantàw , àut maius innos ChrirH fanguis efít-
ciàt. Ita i vt fi tmonc diligente* fubdu&a, cùn&ifquc
in vnam fummam coilatis, de re ipfa, prout eft-, ìudi^
care vclimus*, dicere dcbeamus, quod &c dkimu$, &
libera voce afìirmamus, praetcr Chriftum,, aut quod ex
Chrifto ortum, atque natum ilt, nihil in kominum ge-
nere , fed ne in Angelorum quidem eífe, quod Deo
giatum fit, è£ acceptum 1 eoque nomine potifsimum
Peo ños còmmemlari, quatenusiuftiuíeeo bono, quod
ex Chrifto trahimus , &c participamas, quodque &; in
animo noftro dirTunditur, ÒL in a&iónibus explicatur
ac cernitur,fimiiesefficimuripii Chrifto.lllaenimChri-
ili in nos imago confpicua, p&rticipatione eius. boni
quod in Chrifto eft, &C ab eo-iri nos deriuat ur effe&a, di-
uinum amorem nobi& &: bcneuolentiam conciiiat:ficut
fcxiptum eft. Qnos prsefeiufc &¿ prasdeftinauit confor- KomaX
mes^eriimaginiálij fui. Igitut vos hajretici Chriftime^
ritorum gloria^ virtutidetrahitis:nos debita iUumJau-
de e¿ predicanone profequimur. Vos inertem quan-
dam,¿ vt ita dicam,ocioiàm vim illis tribuitis:nos ener-
gia?, 6¿ effícacitatis pienam. Vos in foio Chrifto hagrere
dicicis iuftitix bonurn : nos ad animps bonorum idin-
troducimus, & ab animis ipforum ad aciones eorum-
dèm dériuari contédimus.Vòsinhaerere vultis in vitepal
mites^nullum tamé à vite fuccunijqui quidem in ipfis fit,
iiíostrahere,aut vllos fru&us edere^nipretio & xtjinia-
tione fint dígni : noslibenter aíientimur Chrifto dicen ti.
Ego fu'na viris>&: vos paímites,qui maferit in me, hic fcrt.IoM.15*
fru&um mukum. Vos quidem fontem omnium bono-
rum Chriftum efie fatemini, fed fontem qui intra fe fe
contineat aquas fuas : nos ex eo fonte, quena ítem in- Vfelfas
exhauftum oc Oceano maiorem efíe fatemur, largos mCanti*.
Q^ 4* bono-
248 CANTAR D E LO S CA N TARES

de tales ríos se hacen fuentes particulares en cada uno de los justos, a los que
llegan, semejantes en proporción de aquella misma fuente, de la que salieron,
y abundante en aguas celestiales, como el mismo Cristo afirma60: Quien cree en
mí, hardse en él fuente de agua que brota para la vida, eterna. Y Salomón en este
mismo lugar: Fuente sellada, pozo de aguas vivas que manan con gran ímpetu del
Líbano. Pues ciertamente diciendo que estas fuentes abundan en aguas vivas y
fluyen con gran ímpetu, declara bastante que en tales ríos, que manan de estas
fuentes, esto es, en las buenas obras de los justos hay una fuerza vital, esto es,
que obra la vida celestial.
Pues lo que al final añade: ¡Sus!, vuela, cierzo, y ven tú, ábrego, y orea el mi
huerto; espárzanse sus olores, lo añade porque desea, lo que todos los buenos de-
bemos desear, que Dios libere a sus fieles de estas vuestras envenenadas doctri-
nas; y a vosotros mismos o que quite de en medio, o al menos os haga olvidar
estos dogmas pestíferos, con los que, como se queman las plantas con los cier-
zos, así se vuelve rígida toda rapidez de obrar bien y santamente, se extingue
todo el estudio de lo honesto, caen todos los nervios de la industria.

TERCERA EXPLANACIÓN

¡Ay, qué hermosa te eres, Amiga mía; ay qué hermosa! Tus ojos de paloma, de-
más de lo que está encubierto. Expuestas en el capítulo anterior, en la persona de
la Iglesia, las cosas que Dios hizo benigna y amantemente con ella en Egipto y
en el mar; y recordadas las otras cosas, que se referían a la fábrica del taberná-
culo y a declarar la presencia del poder de Dios; en este capítulo, para que se
entienda cuan grata era la Iglesia a Dios, y cuan gustosa y aceptable le era to-
talmente la forma y razón de su república, el esposo, esto es, Cristo el Verbo

60 Jn.,4,14.
H8 IN £ A P vr
honorum omnium riuos dcriuati, Se ad ílngülos iuitos
peruenke affitmamus :<quibus£ riuis c£Scidicimus*yt m
llnguiis iuíüsjad qtios dcciiiantur, exiftant fingulifontes,
eáus ípfms fontis , i quo orcum habuerunt ,pr0p.oxtioQC
CQnfiaailes,, ^c jcaüeftibus ¿exuberantes aquis* ficut ipfc
IQ4».+. GMftus ailkmat : .Qui¿fediim me 4 üet in e© íoas aquí»
falientis in vitam aetemam Et Solomon hoc ipiò in lo-
c o . Fwjfignatttiiputeui aquarum ^tuenttum, qtt¿ flmmt magne
impttu de Z>^a.Namincocertè,qiiod hos fbntcsaquis
yúientibus abundare & fluereinagnD impeti dkk,iàtis
docce in ijs riuis, qui ab his fontibus liianantjiioccft, in
bonis iuftoium operibus yitalem iaefiè yina,id autem
eft, efficientem cseleftis vitas. Nani quod ad extremum
adiungit. Surge -4qmloy &\€M *4uíleyy &j>erfla.hormm meM»
&fluentawmdtA illius. ¡deircò adiungit, quia defiáetat, id
.quad pmnesbom denderaredcbeiiius, v* adules fuos li-
òeretDeus i veftrisiftis ven£nati$4o&rinis : vofq; ipiòs,
autdetaaedio rollar, anicerte dedocearifU dqgmata ps-
itifera quibus quemadmodum ventis Aquiionaribus
¿ata aduruntur,fic omnis bene, & iànftè operandi alacri-
tà* aduritur, omnc hoaefti itudium exringuitui, omnes
induilrixncruiinciduntuf.
T £ R TI A E X P t A K i T i í ,
Kampulchra es,amicame4,qMmfutchra es^cuUtm
colmnbarum^bf^uc eorqmi mtrinficcm Utcf,Exp#«
¿ras fuperkwi capite ex periòna Eccleiì®, ifs
qu^Deu54?cnignè,& atìianter cum illa feck
in AEgypto, &: in mari : commemomtifqne alijs r£-
<bus4 qua; ad tabernaculi iàbrkani , & Dei numiñis
prsefentiam declarandam pettinebant, in hoc capite,
quo ¿ntelliga tur, quàmea Ecclesìa Beo grata ciTet, quàV
que eius ieipttbliciB ratio atq¡U£ forma ¿pfi eíTet eje, i>m-
249 CA NTAR DE LOS CA JV TARES

de Dios aparece alabando cada uno de los miembros de su Iglesia, conservan-


do el decoro de la persona bajo quien habla. Pues como suelen celebrar los
amantes las alabanzas de los que aman, y celebran muchísimo lo que se refiere
a la elegancia del cuerpo y a la hermosura del rostro de ella, así Dios hablando
de la Iglesia, como de mujer dotada de forma elegante, recuerda con alabanza
cada uno de las partes de su rostro y cuerpo, y así dice: ¡Ay, qué hermosa te eres,
Amiga mía; ay qué hermosa! Estas cosas, como a mí me parecen, se refieren
propiamente al tiempo en que al final de los cuarenta años, que pasaron los
hebreos en los desiertos de Arabia, habiendo muerto casi todos los que eran
atraídos por el estudio de las costumbres egipcias, toda la Iglesia estaba forma-
da por hombres, que habían sido educados desde niños en el temor de Dios y
su culto. Pues aunque no haya tiempo, en que la piedad de la Iglesia para con
Dios no pueda ser alabada (pues ni la Iglesia existe o persiste sin destacar én fe
y amor para con Dios), sin embargo lo hay cuando esas virtudesflorecenmás
en ella, y no solo florecen más, sino también se difunden ampliamente y lle-
gan a muchos hombres.• Y así, entonces puede ser y debe ser celebrada con bo-
ca más llena. Y no hay duda, que aquella reunión de hebreos cuanto más lejos
se retiraba de las tierras de Egipto y menos distaba de llegar a la tierra prome-
tida, tanto más era aumentada en número de buenos, habiendo muerto poco a
poco los pecadores, y florecía la excelencia de aquéllos de todo género de virtu-
des. Así, pues, por eso ¡Ay, qué hermosa te eres, Amiga mía; ay, qué hermosa! De
uno y mismo verbo geminado existen varios usos en las Sagradas Letras, y en el
lenguaje de los hebreos. A veces la geminación aumenta el número, como61:
Congregaron montones montones de ranas, esto es, muchos montones. A veces
denota la desigualdad y discrepancia en lo que debía ser uno y simple, como62:

61 Ex, 8, 14. La Vulgata dice: Congregaverunt eas in inmensos aggeres.


62 Deut. 25,13. La Vulgata dice: Non habebìs in sáculo diversa.pondera, rnaius et mìnus. Quizás el tex-
to hebreo diga lo de fray Luis.

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QJJ A RT V' M. i49
ni parte probata, &c accepta,Jponius,id eft, Vetbum
Dei Chriftus indncitur,eiu« Ecclefix membra ungula lau
dans^perfo ne^ub qua loquitur decoro fcruato . Nam vt
amatares celebrare-laudes foknt earum,quas amant ; te
quod ad oiis illarum pulchritudinera,& corporis attinet
<legarrtiam,id potifsimuiti ceiebrant: ile Deus de illa Ec-
<leüa,táquá dcvna foemina elegati forma pr^dka loqu és,
firigtrfafieius oris^atqi corporis partes cuiaude còmemo-
¡iat,itaq; inquif.{¿gapalchra esAmica mea^uaptilcka es Bge,
^rt mihi videntur,ad illa proprie tempora fpe&ant,quan-
dofubfinem quadraginta annorum , quibus Hebrxiin
Arabi» folkudinibus veriati iiint, vita fundís fere vni-
•uerfiSjqui AEgyptiacoru mom Audio tenebantur^tota il
laEccle Ha &x ijscóftabat hominibus^qui àpueris in tim o
ce Dei,&eiuscultueraíi£ educatLNametiimillumtcm-
f usfit^inquo Eccleiìae erga Deum pietas laudari nò pof-
fit,(nec enim Ecclefia iit,aut conilrl:ar,fliii £dc erga Dea
èc amore praeftet) taraé eft quando eg vittutes in ipfa ma
gisefrIorefcunt,nec efflorefcuatmagis modo, fed etiam
latiusperuagantur, & ad plures àominespcrtinent.Itaq;
*uac pleno magis orecelebraridebet&poteít.Eídubiú
fionefl:,quá iüe Hebrseoium comientus^quò &loiìgìu&
ab AEgypto terraium fpatijsrecedebat,& minusaberat
.ab eOiVt ad promiiTas adirct icdcs, co magis & numero
bonorum virorü,peccatoribus paulatim decedentibus,
augcremr;&: eorum in omni genere virtutumpraeftantia
üorereulgitur de eo.Qua fulchra esanücame^cjítampulchra
es. Vflius&eiufdem verbi geminata varkis vfuselrinfa-
cris Utetis,&:inXermone Hebrxomm . Auget imerduni
geminado nuftaerum,vt in Exodo. Congrega uerunr ora- Sxettt. 8.
narum aggeres aggeres,id eftjplutimos aggeres» Interdü
notar in£qtiahtatem,& diferepantiam in eo quod vnum
JIC firaplex effe debebat,vtinDeutei:oflo? Ñon erìtin Deut, 25,
Q^ 5 faccuio
250 CANTAR DE LOS CANTARES

No habrá en el saco piedra y piedra, esto es, un peso distinto de otro, sino una y
misma medida para todos; y& : En el corazón y corazón hablaron, esto es, cuan-
do lo que ocultan en el pecho, deberían sacarlo en la conversación, pero profi-
rieron una cosa, otra ocultaron en el pecho. Muchas veces amplifica la cosa y
tiene fuerza de superlativo, o a veces en una cosa, de lo que se significa con un
nombre, denota distintas razones, como en la presente; pues cuando el esposo
dice a su esposa: ¡Ay, qué hermosa te eres, Amiga mía; ay, qué hermosa!, o signifi-
ca que le parecía hermosa sobre toda medida, o al menos muestra con doble
razón que le parecía hermosa; pues dos cosas en aquella Iglesia y reunión de
hombres se podían entonces aprobar y admirar; lo uno, la piedad interior de
ellos para con Dios, a la que poco a poco los había llevado y hacía avanzar un
sumo y casi familiar y doméstico uso y trato, que tuvieron con Dios. Lo otro,
la externa forma de su república, que pertenecía a la descripción del campa-
mento y a la forma de hacer el camino, a la jurisdicción, a la disciplina civil, al
rito de lo sagrado. El aspecto de estas cosas era muy hermoso y muy digno de
contemplación. Y así, Balan64, cuando desde la cumbre del monte Fogor viese
los campamentos de los israelitas puestos en la llanura baja, enaltecido de espí-
ritu prorrumpió en estas palabras: Cuan hermosos tus tabernáculos, Jacob, y tus
tiendas, Israel, como valles llenos de bosques y como huertos a lo largo de un río,
como tabernáculos que plantó el Señor, como cedro que está junto a las aguas. No
cosas desemejantes a las cuales las que dice el esposo: ¡Ay, qué hermosa te eres,
Amiga mía; ay, qué hermosa! Pero lo que dijo en conjunto, para mostrar más
que era cierto, luego lo explica por partes.

Pues añade: Tus ojos de paloma demás de lo que está encubierto; tu cabello, co-
mo un rebaño de cabras que miran del monte Galaad. Tus dientes como hato de
ovejas trasquiladas que vienen de bañarse, todas ellas con sus crías, que no hay ma-

dò Salmo, 11,3-
64 Núm. 24, 5-6.
ila IN CABVT
. iacculo lapis &: lapis,ideir,aliud ab alio diuerfumpodu^
,ir
«r * £cdvna,&:eadem.ergaomnes menfura. &c in Pfalmo r m
¿orde 6c corde ioquiui funt,id efì^cum quodpe&ore ce*
lant, oratione depromere deberent , contraaliud ore
protulerunt,aliud pe&ore occultarunt,. Saepe rem am-
plificar, &; vira fuperlationis habet/, tùminterdtim in-
vila re eius qnod nomine figniácamrdiftin&as rationes
notat, vt in praefentia, nani cuni iponfus dicit fponilr
íiiae.Quampulchra esamìcatne^quampulchra^es.A utligni-
fica t videri libi pulchram iuprà omnem modum , SUE
certe docct gemina ratione libi pulchram videa: duo
enim in illa Ecclefìa oc hominum conuentu fpccluri
tune maxime, atque probari poterant. Vnuminterior
eorumergaJJeum pietas,inquam ipfospaulatimìndu-
xeratacque proficere fecerat,fummus quidam, & propè
familiaris,&domtfticus vius, acnecefsitudo, quaeiliis
CIMI Deo fuit. Alterum externa eius reipublicse formai
quod ad deferiptionem caftrorum pertinebat, 6¿aditet
faciendirationem, ad iurifdicìionem, ad ciuilemdifdpli
nam,ad facrorum ritus. Quartina rerum imprimís fpedta
.T biliserat arq; pulcherrimaipecies* Itaque Balaan,vtiri
" Nunieri&dicitur,cunvè vertice mentis Phegor Ifraélita
rum vidiflet caftrapolita in fubkcìa plarmie,elatLis fpiri
tu in hrec verba prorupit. Quam pulchra tabernacula
tua Iacoby£¿ tentada tua ifrae^vt valles nemorofe,& vt
hortiirriguiiuxtafluuios,vt tabernacula qua? fmt Domi
nus,quaiì cedri propè aquas.Quìbus non fant difsimilia
qa$fyÒÌixsfQi:ampulchraes-amteamea¡yuamputchraes. Scd
quod vniuerfe dixit, id quo magis efíeverumoftende-
rctjper partes ftatimexplicauir, Nani fubijcit ¡Oculitui
cùiundfaYUyprxterU^quodmtrmfecii&Utet^capìlhxuì^
atfrarumqjxafewdertmtdemonteGalaad > dentts tniftcutgre'
pes tonjatum^ti^ afeendermt de loMácro^msgemelli* fmtwut
- ~ &
251 CANTAR D É L O S CANTARES

chorra entre ellas. Como un hilo de carmesí tus labios, y el tu hablar pálido; como
el cacho de granada tus sienes demás de lo que está encubierto. Como torre de Da-
vid el tu cuello, fundada en los collados; mil escudos que cuelgan de ella, todos ellos
escudos de poderosos. Tus dos pechos como dos cabritos mellizos, que pacen entre
violetas. No es necesario comparar todas estas semejanzas y cosas con las otras
cosas de la Iglesia, o a trozos acoplar mano con mano (por así decir), y ojo con
ojo.

Digo que no es necesario®, que puesto que aquí se nombran cabellos, ojos,
mejillas, pechos, narices, y los restantes miembros del cuerpo, por eso demos-
tremos que en aquella Iglesia y república existió algo que exactamente les co-
rrespondiera, y que en la república existiese lo que en el cuerpo se llaman .ca-
bellos, ojos y mejillas, pero se ha de decir que con esta imagen y descripción
de mujer hermosa, se significa que todas las partes de aquella Iglesia, a la que
se renere, son perfectas ,y acabadas, como se finge ser perfecta totalmente
aquella imagen; y el tal género de interpretación es especialmente grave y por
ello muy conveniente a estos escritos, según mí parecer. Y si quisiéramos ex-
planar estas mismas cosas con aquel más escrupuloso modo de interpretación,
que en la comparación coloca cosas con cosas y palabras con palabras, el cual
género, confieso, muchos siguieron, convendrá decir que el esposo en este lu-
gar, como se presentase ante sus ojos la imagen de la Iglesia66 estando en la
tienda, colocados los campamentos, o preparada para caminar y caminando
dispuestos por orden los órdenes, deleitado con al admirable vista de la tal co-
sa, alabara los miembros como de una mujer hermosa, así alaba cada una de sus
partes; para entender a qué cosa y a qué nombre se refiere, primero se ha de ad-
vertir que aquella Iglesia al colocar los campamentos, el tiempo que pasó en el de-

65 En el cap, VII sí explicará el sentido de cada uno de los miembros del cuerpo de la Iglesia.
66 Este pasaje íntegro aparece transcrito en «Esposo» (Onís, 259-62),

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4. r A I T ' V Ai. 2.p
&JìcrÌlis non eft ínter eas. sicut \kra coccínea UbU tutr&
eioquium tunm dulce , ficat frtgwen mah puma, ita gena,
tua abfque co quod mtrtnfecus Utet, ficut turris Daud ed-
ium tHum , qu£ edificata eft cum propugnáculo . Mille ci?*
feì penderli exea omnk armatur* fomitm , duo "\bera tua fi-
cut duo hmnuU capre £ gemelli qui pafeuntur in ttlijs. Q u a s
omnes flmilitudines atque res , non necefíe eft cura
totidem alijs Ecclefia? confcrre rebus, aut minutatim
manus ( vt ita dicam ) aptaremanibus , atque oculos
©culis. Non inquam eft neceflc, vt quoniamhic capu-
lí, oculi, gena; , vbcra , nares > &. teli qua membra
corporis nominantur , ideò demonftremus in iliaEc*
clefíaac república fuiíTealiquíd quod figüíatim iilisref-
ponderet , quodque in república eñet^ quod in cor*
pore dicuntur|efle, capilli, oculi atque gena; ,fed diceu-
àum ¿ft , jftaformofajfoemina? imagine, deferiptionc?
que iìgnificari iliius Eoclefise, adquam earefertur, om-
nes partes perfectas atque ab fotutas eíTe^tica ornai ex
patte perfe&a effe imagofingitur: idque interpretado
nisgenus cum primis grauc eft, & ob id bis fcriptis ma-
ximè,mea quidem fententia,conucniens.Qupd ühxc ea
demfcrupulofiori ilio interpretationis modo explanare
Vclimus, quiíncomparationeres rebus Oc verba ver-
bis annumerar, quod gcnus,fatcor, multifequuntur, di-
cere oportebit fponfum in hoc loco, ei cum verfare-
tur ante oculos illius imago Ecclefias, vel in tentori;s
refìdentis , locatis caftris, vel ad iter agendum ac-
c i n t o , iterque ipfum facicntis ordinibus ritè dìfpo-
iitis,cius rei mira ipecic dele&atum quali vnius pul-
chrae feeminas laudaret membra, ita eius iingulas
partes laudaíTe : quod vt intelMgatur quàm ad rem
quodque transferatur nomcn , aducrrendum priùs
tft , ülam Eccíeíkm in poncndis caftris , qu anditi
in
252 CANTAR DÉLOS CANTARES

sierto de Arabia, siempre tuvo esta costumbre67. En la parte oriental del cam-
pamento, esto es, al frente del campamento ponían las tiendas tres tribus, las
de Judá, Isacar y Zabulón; en el lado meridional de ellos medían un lugar para
poner las tiendas otras tres, las de Rubén, Simeón y Gad; al cierzo y septen-
trión se colocaban Dan y Aser y Neftalí; y en el ocaso estaban las de Efraím y
Benjamín y Manases; y en mitad del campamento se erigía el tabernáculo de
Dios, no lejos de él lo ceñían alrededor las tiendas de los Levitas. Y cuantas ve-
ces levantados los campamentos aquella Iglesia decretaba ponerse en camino,
procedía con este orden. Iba delante la columna de la nube, de noche a mane-
ra de fuego brillante, y señalando a donde debía dirigirse68, seguían a ella en
escuadrón cuadrado las tribus de Judá y Esacar y Zabulón, a éstas seguían las
de Rubén y Simeón y Gad, tras los cuales los sacerdotes y levitas llevaban divi-
didos entre sí el arca de Dios y las partes del tabernáculo y todos los vasos, a
espaldas de los cuales venían los de Efraím y los que pertenecían al orden de
ellos, y los Danitas juntamente con los socios de su tribu cerraban el último
escuadrón. Luego este espectáculo, bebiéndolo el esposo con el ánimo como
con los ojos, y declarando con la alegoría del cuerpo femenino y hermoso
cuan gratas le eran todas las partes de su Iglesia, significa en los ojos la nube de
fuego, mostrando la cual el camino delante, ellos tomaban el camino, y por eso
le sirve de ojos. Las tribus de Judá y de las dos tribus que juntas acampaban en
la misma región que ella, siguiendo la nube extendidos los signos, se asemejan
a los cabellos; a los rubenitas y sus compañeros, abundantes en muchos gana-
dos, compáralos a los dientes, que se relacionan con hatos de ovejas paridas, y
dice que son a manera de habla y labios; a los levitas y sacerdotes, que seguían
el batallón de los rubenitas, porque por boca de ellos Dios hablara con aquella
Iglesia, dice que son semejantes al hilo de carmesí, porque en su sagrado orna-
to brillara mucho el carmesí y la púrpura; a éstos seguían los numerosos escua-

67 En «Esposo» cita Núm. 2, 1-34.


68 E «Esposo», cita Núm. 10, 11-27.
iji 7N CJ PVT
in ArabieTolitudine verfata eft,hune iempertenuifTe mo
rem.ln Orientali caftrorúparte,idelt,in frote caftrorü te
tòria fìgebanr ternas tribus ludas, Ifachar,& Zebuión:ad
eorundcm meridianalem plagamlocum tentorijspone
dis merabanru^tern^ali^RubeiijSimcójGaadj Gir cium;
&: SeprétrionesDan,&:After &L Nephtalim obfidebant:>
inoccafu vero Ephra*frrerat>&: Beniamin,&Manaflc:me
dio autcH* caftrorum ipatio,tabernacuiurn Dei erigeba-
turùd nonlógo fpatio diremptaab ipfo,Lcuitarü tètormi
circumcirca cingebat,Porr=ò^quotiesfublatis cauris itine*
tìife dareìlla Ecclefiadecreuerar^hoe ordine procedebatv
Praribat nubis columna,nodiiinitar ignis lucens^ qua.
tendédum eflfet demonftranSjeam agnune quadrato fe-
quebantur ludq ¿dlfacharisv&Zebulonis trrbus,hisRui
benit2E,& Sinieoni) &Gadita? fuccedebàt,poft quos arca
DeiS¿ tabérnacuiipartes,ac vafa omnia interfeiepartiti,
deferebant Sacerdotes &JLeuit¿£,quibus à tergo inítabát
Ephrainit3e,&; quiad eorü ordinempertinebant, Danitas;
vero vnácü focijs fibltribubus extremü elaud ebani ag-
mé.Ergo id, animo quaíl oculis fponfus hauriens, ipecta*
culum,6¿ quàm fibi eiusEcciefiae partes omnes grata; ef-
fentjcorporis fceminei,6¿: fpecioáallegoriadeclarans?in
©culis igneafn (ìgtiificat nubem,qua grarmonftrante via.
illicarpebant irer,qua?que ideo illiserat pro oculis. ludas
tnbus,&: duarumtribuumquacin eadem regione,qua il-'
la,caftrametabantur cohortes-,fignisfpanfis nubem fé*
quentes capUlis afsimiiat, Rubenitas 6¿ eorum focios
multis pecoribus abundantes de^tibus comparai ijs,qui
otùum feetarum greges referant ,Jabiorumacloquell£e
inftar elFe dicit,Leuìtas£àcerdotefqueRubenitaru qui fa
quebantur agrnen,quod eorum ore Beus cuna illa Eccie
iiajoqueretur, eofque vitta?coccínea? ílmiies cífedicir,.
quòd in eorum facro.Qrnatucocus& purpura praenite*
rety
253 CANTAR DE LOS CANTARES

drones de los efraimitas, que llama mejillas, comparándolos a un cacho de gra-


nada, en que los diversos y múltiples órdenes de grano aparecen hermosamen-
te colocados y apiñados. Y acababa todo aquel escuadrón en los danitas, como
la cabeza acaba en el cuello; por lo cual los llama cuello, porque destacaban en
virtud de ánimo y fuerza de cuerpo, o estaban muy bien dotados de armas.

Dice que ese cuello es semejante a la torre de David fundada en los colla-
dos, de donde colgaban mil escudos, y todos ellos escudos de poderosos. Y al
final eximiamente alaba a Moisés y a Aarón, diciendo que son dos como pe-
chos dados a aquel pueblo, que lo alimentaran siempre de alimento celestial y
saludable, tras lo cual al final aptamente añade: Hasta que sople el día y las som-
bras huyan, voyme al monte de la mirra y al collado del incienso. Pues alab.a la
descripción y hermosa presencia de su Iglesia, y en el campamento ya en cami-
no alfinconvenientemente la exhorta a que llegue a donde tiende, esto es, a
que llegue a los lugares prometidos de Palestina, y la exhorta ahora tácitamen-
te, después la exhortará más abiertamente. Pues no dice, "ve al monte de la
mirra", sino "voyme", esto es, no directa sino oblicuamente le persuade este
camino. Pues era consecuente, que ella le acompañara al caminar, porque los
amantes apenas pueden separarse; así lo que debemos hacer nosotros mismos,
eso por una no desconocida costumbre de la Escritura Dios dice muchas veces
que lo hace; y así, diciendo que quiere irse, le promueve a que vaya a donde se
dirigía; y mientras le persuade esto, o como persuadiéndole, así habla, y en ello
significa que ya viene el momento de su entrada a Palestina, acabándose el ca-
minar de un camino larguísimo. Voyme, dice, esto es, voyme y tu me seguirás
al monte de la mirra y al collado del incienso, pues así con una paráfrasis y figura-
damente llama a Palestina monte y collado, por que es montañosa en gran par-
te y productora de mirra e incienso, o porque produjese aromas, pues producía
opobálsamo y juncia, como arriba demostramos, o al menos porque en aquellos

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QJU A RtV M. %H
rcr,his fuccedcbantEphrainitarü numeroiaagmina qug
genas nominat,maÌo granatifragmenrum referentes: in
quo varij ae multíplices granorum ordinespukfcirè col-
locati & conftipati Yifunrar.Deiinebatautem id agmen
totú in Danitas vt caput in collum definif^quare collum
ipiòs nominat,& quòd virtute animi,& corporis robore
praeílarcnt,armiíque egregie inftru&i eíTent. Id collum íi
mileeíTedicitturri Dauidis aedifica tas cu propugnacuiis,
è qua millependerent dypeijOmniiq,- fortium armatura,
Adextrcmumque Mofen ¿¿Aaron cximièlaudatjduo il
li populo dataqaiaiì vbera eos eíTe4icens,^u^ i^fam ferri
per falutarijaccaeleftipailualerentjpoft qua; tandem aptè
fabiüQt Vonec 4Jpwet dùs^ér indw
tem mjirvhxy&ad collemthuris* Hameius EecleiIa^iìuMn
vCaftriSjfiuèin itinerepulchra ipe.ciei&; deferiptionc lauda
tatafidem cófentaneèhortaturipfamjeò vt accedat,quò
tendir>ideft,vt Pa4e;ítmaeñbi promiíTalocaadeat,liQrta-
turautem ipfam nuncstacitè,pofteaapertiùshortamru^
Non enim inqutr, vade ad xnontem myrrhe^fed ipfe vad a
dicit}ideftJicmdrre£è> fed oblique eifuaderitkméiítá,
Nam confequens;erat,'fc vt eumeni illa coxniuretur,quia
qui iriter fé amant egre diuelli à ièpoifunutùm «qua: face-
ré debcmusipu\eafcripturae non ignoto more Deus fa-
cere faepè didtur,itaque fé velie Ire dicessi author eft, vt
cat quo profeda^ftjhocauicm^liianlàaikt illi, aut quafl
fuadeat,italoquitur,in eo certefignificat iam viaclongi£
firn5 errorefinitoyingreifuseius inPalaeftinam adefle te-
pus.i^^Mjinquit^d^ftjVadam'ipfejtuque me euntem fe-
quéris,^¿í mmiem myitrìn&>&a.acQ\Um i&»w,u*ccnim peri
phrafi quadam, figuratique Pal^ftinam nominai món-
teme: coüem, quòd montuofa maxima esparte fir, fe-
ràcem autem my rrha?, &. thuris, vel quòd aromata fer-
net ¡gignebatenim òpobalfamum, atqj cypèru, vti fupra
moa*
254 CA NTAR DE LOS CA N TARES

mero había de ser colocado el tabernáculo de Dios, después construido un


templo de obra magnifícente, y en ellos quemado tomillo a Dios todos los dí-
as, el cual, como dijimos, estaba formado sobre todo de mirra y incienso.

Mas lo que añade: hasta que sople el día y las sombras huyan, en que dice que
él permanecerá hasta la tarde en aquellos lugares, en ello muestra que allí la
Iglesia permanecerá largo tiempo o permanecerá hasta el tiempo de la venida
de Cristo, el cual es el último tiempo del mundo, y por ello en las Sagradas Le-
tras no poco es llamado muchas veces el postrero.

Y se sigue: toda tú hermosa, Amiga mía, y falta no hay en ti. Y da la causa de


la anterior sentencia, como si diga, "por eso estaré largo tiempo contigo en el
monte de la mirra y en el collado del incienso", esto es, en los lugares de la re-
gión de Palestina, adorado por ti y a mi vez adorándote, porque Toda tú her-
mosa, Amiga mía, y falta no hay en ti, esto es, porque todas las partes de tu re-
pública están expuestas hermosamente. Y en verdad aquella Iglesia, cuando
Dios la exhortaba para que llegara a Palestina por la guerra, destacaba mucho
en toda virtud. Pues los que con leve y infiel ánimo para con Dios hasta ahora
estuvieron en ella, éstos ya habían sido quitados de enmedio todos, y los hijos
que llegaron en su lugar, éstos porque fuesen ignorantes de las costumbres de
los egipcios, o porque hubiesen bebido el culto de Dios desde los tiernos años,
le tributaban religioso culto y así era toda hermosa. En lo cual también se ve
cuánto la Iglesia de su tiempo haya superado en amor y conocimiento de Dios
a aquella Iglesia anterior, que floreció antes de Moisés. Pues cuando la alababa
el esposo, le miraba los ojos hermosos, antes que nada, pues así decía: !Ay qué
hermosa te eres, Amiga mía, tus ojos de paloma!'Mas alaba la hermosura de ésta
en lo que se refiere a los ojos, y en lo que mira a las mejillas, y a los cabellos, y
a los dientes, y a los pechos y cuello.

Pero añade: Conmigo del Líbano, esposa, conmigo del Líbano te vendrás; ote-
arás desde la cumbre de Amana, de la cumbre de Seniry de Hermán, de las cuevas
xj4 / N CJ PVT
martftrauifttus,vcl certe quòd ijs m ibonrìbus primo ta-
bernácüium Dei figendum erat, deinde, tempiurh ma-
gaificenrifsmvo opere conftruendum,&:in his rhymiama
Dcofingulisdiebus adolendumjquod^t diximusjmyr-
rhapòtiisimum,atquethurecpnftabar. Sed quodaddit..
Vosee afptret àitsffi in cimentar ymbr&, in quo dick íe vfqtac
ad vcfperum dieimoraturumini|s lorió :in eodocer 3 in-
ibì Eccicfiam?veldiutìfsimè permanfufam,vel permaniti
lam duntaxat vfqueadÀduentus ¡Chriftitempus, quod
viciniuni mudiaetatis tempus eli, 6c ob id in facris liieris,
non pammfxpènoiufsimum nominato, àeqtiiturauré,
T ota jtukìraes amica meaffi macula no efl in ie.Reddk enim
caufam Ìuperioris fementia^qiiaiidicat^deò diutifsimè
vnà tecuni ero in monte myrrhx,& in colle thuris^denV
in Paladina: regionislocis cultus àte, &teipfevidfsini
coles; Qojta. Totapulchraelamica mea}&macula non eii in tey
id eil?quia onmes reipublicaitua:partespuichrcfuntcá
Üitntg Et certe illa Eccieíiaquando Deus ipfam horraba
tur, bello vt Palae£Unamaggredcremr,multumm omni
virtuteprseftabat, Namquiieuiin Deum atque i&fkleli
animo haetenus in ipla fuerant,ij ia de medio fublari ona
neserát: ¿¿quiineoxufucceiTemntlocum ipforumnìi;,
i}9&i quòd AEgyptiorum morum ignari eíTentí&; quòd à
reneris annis cuitum Dei ha^ibiüen vpíum religiofe co
lebant, itaque pulchra erat iotain quo edam perlpici-
tur quantum eius aetatis Ecc'eilaillamprioremjquxantc
Mofis tempora fìoruit,m cognizione ¿ amor< Dei Eccle
íiamíuperárit.NameacuiB laudabat tponfuSjOculos ilii
fuichros dabatjpre.ierea militile enim^iicebat. Ecce MptiL
cura cs amica mea3ocfííí tm cdumlarnm. At iftius pukhritudi
uem laudar^ quod ad ocuios pertinet,&quod ad gexias,
èempittos^Sc dentes,&; vberàatqs collurn ipeétat.òcd a4
òùtytmàe uhanu^onjf^m^yenicc^mòmiM tagU£«dWiir
255 CANTAR DE LOS CANTARES

de los leones y los montes de las onzas. Con las cuales palabras ya la invita abier-
tamente a entrar en Palestina, como si así diga: "Porque eres toda hermosa,
por eso quiero residir contigo en el monte de la mirra y el collado del incien-
so", esto es, en los lugares de la región de Palestina. Por tanto "ea, apresura tu
paso, entra en Palestina", a la que avpedioKiKCúS' significa toda por una parte,
nombrando los montes Líbano y Aman y Sanir y Hermón. Pues de estos
montes Palestina casi se ciñe desde la salida del sol y el septentrión, por donde
ios hebreos habiendo entrado en ella e irrumpiendo y esparciéndose ancha-
mente la oprimieron en dominación. Y ansí, mientras las exhorta a que venga,
a que sea coronada desde el Líbano y los demás montes, ello significa que
quiere y desea que venga a ver aquellos montes y contemplar los campos todos
yacentes desde la cumbre de los montes. Pues por, serás coronada, del hebreo a
la letra, como antes se dijo, puede verterse otearás. Y cuando significa que de-
sea eso, ciertamente le manda de forma figurada, a que entre en aquellos luga-
res y los gane por las armas, y habiendo expulsado a los anteriores poseedores,
domine en ellos; lo que hizo.

Y se sigue: Robaste mi corazón, hermana mía, esposa; robaste mi corazón con


uno de los tus ojos, con un sartal de tu cuello. Todavía persevera en la alabanza.
Pues cuanto más afirma que se enciende en amor por su hermosura, tanto más
la alaba, Y dice que él se enciende tanto, que incluso un solo aspecto suyo y un
sartal de su cuello le arrebate la mente. Las cuales se refieren ya para significar
el momento, en que, habiendo atravesado el río Jordán, los hebreos invadie-
ron las tierras de los cananeos, en el cual tiempo, dados muchos signos, Dios
mostró cuánto amara a aquella reunión e Iglesia de los hebreos. Luego como
los beneficios, que uno da a otro, indican bastante cuánto lo ame; así al revés,
cuando Dios apareció en este lugar amando mucho a aquella Iglesia, y predi-
cando y jactándose de su amor para con ella, ciertamente significa que en
aquel tiempo hizo obras estupendas por su Iglesia y para hacerle bien; y así,
para mostrar que él ahora quería superar los antiguos beneficios con nuevos
beneficios a la esposa, y añadir más hechos inauditos y conmemorables que los

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'JgJÜ Af RTV M. M5
n&fitTytniceSamr& Hamonede•cuHUbttsleonum &nt&núbus
f>ardorum.Quibu& verbisiaipfim apertemuitat ad Pdlasfti
na ineundanijquafiètadicat. Quia tota pulchra es, ideò
tecü in monte myrrhas., & colle thurisjidcíljn Pallina:
xegionis loéis volo refidere. Quareage,greífum matura,
ingredere Palaííiiría, qua cw^oxixw * aparte tota íignificat
motes nominans,Libanü,&: Amana, ¿¿Sanir^'Hermò.
Mam ais montibus Paladina fere cingituÍ5£ Septentrio ab cruji
Bibus,à quibus partibus Hebraiin cá ingrersi,atque irme
t£s,btcqueerFufijipfam domi natii oppreíferunt .Iraq; dü
fcortatur iüá vt veríia^vt de Libano èc de caeteris mótib*
coronetur,idfígnirÍcatfevelie,atq>cupere, vtveniat eos
vifura m ó t e s e de eorü vertice momia omnes íubiacen'
tes capos contéplatura,Napro,coronaberis, ex Hebreo
ad verbñ, vt ante-di&ü cft, circüípicics vertí poteft. Id au-
re fe cúperc cu íigniflcatjcerte ipil figurate pra:cipit,ea vt1
adeat loca,eaq; armis obtineat,&priítmis expuiíis poíTef
foribns in eis dominetur.Qupd6¿fecit.Sequitur porrò*
VidnffÀftì cw meumjoror metfponfafVulneMÜi cormeu in W
octdorum tuartíy & imftw crine csttituh Adhuc perfencrat in
làudadoNamquòmagisfeilliuspulchritudinein amo- j
re incedi affirmat,cò magis laudai ipfam* Ait auté fe eo-
uíqi incendi,vtvel vnus eius aípeci:u$,vnu{q$ illiusctinis,
ipil mentem eripiat- Quae ia ad idtépus iignificandü ípe-
¿át,cum tranfrauTo lordane fluuio in Cananasorü fines
Hebrsei inuaferüf,quo tempore multis edítis íignis Deus
docuit quatü Hebreorü illü cóuentü.atq; Eccleíla dilige
ret.Ergo vt beneficia qua; quis in aliuconfcrt.,quàÌptum
amet, iàtis indicatile retro,cü De 9 hoc loco inducir exi-
miè ilíáEccleílá amas,&; fuü erga ipfa amore ia&as ac pr£
dicas,«ertè ilgnifica^eo tepore ei*Ecclefie;caufa?&: vtilli"
bencfaceretjftupSdaipiu edidiffeopcra,itaq$ vt doceat fyó
f* fé aite nouisbeneficijsveteravcllefuperare beneficia,^:
prio-
256 CANTAR DE LOS CANTARES

anteriores hechos, atestigua cuan tierna e impotentemente ia ame. Pues aque-


llos beneficios y obras se contienen en el amor, y manan de él como de fuente
estos ríos; mas atestigua bastante claro que arde en amor por la persona que re-
aliza, mientras afirma que él se sacia incluso con una mirada de ella, pues si
una sola mirada los puede, pregunto, ¿qué harán todas sus miradas y donaires?

Se sigue: ¡Cuan lindos son tus pechos, hermana mía, esposa; son más hermosos
tus pechos que el vino, y el olor de tus olores sobre todas las cosas aromáticas. Por
mamas y pechos en hebreo se leen amores; y así, se dicen éstas con el mismo
sentido que las anteriores, para mostrar con cuánto amor Dios perseguía a la
Iglesia en aquel tiempo, esto es, para mostrar cuántos y cuan ilustres signos de
amor le diera. Pues dio ciertamente muchos y muy estupendos, mas aquí ha
de ser advertido de paso el provecho de la Iglesia. Pues el esposo le atribuye,
ahora las mismas cosas que antes ella atribuía ai esposo. Había dicho de él que
sus amores eran mejores que el vino; oye ahora a su vez casi lo mismo de él.
Le había dado fragancia de olor, le da ahora el esposo que venza en olor a los
aromas más olorosos; con las cuales palabras muestra que la acercaba ya más a
sí con toda alabanza de virtud, esto es, que había sido elevada a un grado más
alto de virtud. Pues todo el progreso de la Iglesia se puso en que fuera seme-
jante a Cristo, a quien ella tanto más se acercaba, cuanto más se asemejara. Y
las que siguen hasta el final del capítulo se refieren al bosquejo del tiempo de
la Iglesia, que pasó desde que los hebreos sometieron en guerra a Palestina,
hasta la venida de Cristo. En el cual tiempo aquella Iglesia de palabra y sobre
todo con ejemplo de vida comenzó a enseñar a otros pueblos el culto de ver-
dadero Dios. Y como el árbol plantado en un apto y rico suelo, dio frutos ri-
quísimos de virtudes. Pues en aquel tiempo del mundo solo en aquel pueblo
M* IN CA PVT
prioribusfacinoribus inaudita &,coimrj£iafr€>randa ma-
gis facinora addere ,v quámipfámteaeíey Sdimpotenter
aroet^tefkatutl&amo^e enimilla.b€neíkia>atq$ operato
tùieatajv&exco. tanquamibnteiíli riiaulí;manant,teíti-
Ecatur autem£e am ©te ardere pro perfona * quam gerir,
£àtis aperte,darri affirmat, fe vel vno illius laudan afpe-
&u, itamii yeLVnusafpe&usidpoteft, omneseius aípe-
&us,8¿ lepo res, quidohfecro effident?Sequitur. Quam pul
cfoíafunt mamm& tu^fotor mcafpon^f^ulcbricYa funt "ibera tua
Inno > & údorynguentoYtim tmmmfuper omnia aromara . P r o
siammis,&; vberibus,úxHebi£eoleguntur amores, Itaqf
dicurrtur teceoxiem quo fuperiora fenfu,ad docendum.
quanto-amore Deus iilotempore eam profequetetut
Ecdefíam,id.eít,ad docendum,quot & quá illuílria amor
risilgnaàneam edere t. Edìdit enim certe plurima, ca-
que maximeftupenda,fed 6¿ obiter hic aduertendus eít
Eccíeíiasprofe&us. Nam qüse duoXupra íponfo ipfa rri-
buebatr, eademipíl nunc tribuir fponíus.Dixeratde ilio,
meliores eius amores virtoacíre7auditnuncvicifsim abil-
lo fere.eadem,Dederatillifragratiam o;doris,dat ei nunc
^Qjifus,vtod<3revincat.odoratifsimaaromara, quibus
verbis.oítendit^amicamiO.mni yirtutis laude fe proprius
r.eferre)ideft,rublatamelfead aluorem virtutis gradum.,
Omnisenim EccleíiaeprogrcíTus ineopofiruseft,.vt fiar
fimilisChrifto,adquemula, quantomagis íimilitudine
accefierit, tanto magis proficier.Quse vero fequunrur vf*
quead fiacm capitis,ad id tempusEccleíla?adumbrandu
pertinaití<lVit>d;effluxitab eo poftquam Hebrad Palaefti-
namfodlò fubegemii^y fqueadAdusnftimCforifti. Quo
in*empojeiilaEcdeíia¿&:, voce,&: potifsimum vita; exc-
piodoecte alios populos coepitveri cuItúDciJEt tanqua
arbor fata aptofolo, atq; yberi,edidit.vberrimos virtutü,
taftus.Na illamundi astateiii ilio tantü populo veri P e i
cui?
257 CANTAR DÉLOS CANTARES

vigía el culto y la religión del verdadero Dios, y así florecía con la verdadera re-
ligión y iluminaba a otros con la verdadera doctrina. Luego para significar su
doctrina el esposo alaba los labios de la esposa, y para declarar la variedad y ex-
celencia de las virtudes, la declara semejante a un huerto ameno y a una fuen-
te sellada; pero sobre los labios primero así: Panal destilan tus labios, esposa;
miel y leche está en tu lengua, y el olor de tus arreos como el olor del incienso. En
hebreo panal destilan tus labios, miel y leche bajo tu lengua, esto es, lo que tú
enseñas a otros y con lo que eres enseñada por Dios, a saber, las Sagradas Es-
crituras confiadas por Dios solo a ti y casi nacidas de ti, porque todos los escri-
tores de ellas nacieron de ti, y así toda tu doctrina y disciplina está imbuida en
leche y miel. En la miel hay dulzura, en la leche el alimento de los niños, y
ambas cosas se trasladan aptamente para significar la razón de la verdadera
doctrina, con la cual se alimenta el ánimo humano y se llena de castísimo pla-
cer, de donde 69 se dice de su dulzura: Y más dulce que la miel y el panaLY so-
bre la fuerza de alimentar y nutrir: La ley del Señor sin mancilla que convierte
las almas: el testimonio del Señor fiel, que da sabiduría a los pequeñuelos.

Y lo que añade: Y el olor de tus arreos como el olor del incienso, pertenece al
olor de la fama y buen ejemplo, que la Iglesia comenzó a esparcir de sí, tras
asentarse en aquellos lugares. Pues muchos, en parte conocida la verdad de la
doctrina de los hebreos, en parte vista la razón religiosa de la vida de ellos, re-
cibían la religión pura y el culto del verdadero Dios, los cuales eran también
llamados prosélitos, porque llegaban al judaismo del paganismo desierto. Y
declara la semejanza tomada del huerto y la fuente, cuánta fuere la fama de
santidad de su Iglesia y qué frutos diera en todo género de virtudes plantada
en Palestina, y en cuanto fue restituida al suelo propio y natal.

Pues se sigue: Huerto cercado, hermana mía, esposa; huerto cercado, fuente se-
llada. Pues como el huerto está plantado de muchos y variados árboles, de los

69 Salmo 18, 11,8.

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QV ARTT M. 157
cultus,& religio vìgebat,itaq; & fiorebat vera religione-
!pfe,8¿aìijs verardodrinse lume praiferebat. Bios ergo vr
doctrinara fponfus-iìgnificctjiabia laudai fponfa:, vi ante
virtutum prxftannam &c varieratem declaret,iìmilem eá
prsedicat horto amosno & fonti intado,fed de labijs pri*
iìc, Fattus dtfti lkn$úab¡4 tMffonfa,melJ&lac fub Unguazm^ &
odor 'ìefttmeMQmmficutodor thuriuln Hebra;o,fauum íHlláfc
labia tua,mel &: lac iuMingua-tuaiideftJ& quanpfa alios
dqces^& quìbusàOeodocerisipía-íacr3e,fciiket fcriptu
r x àDeo tibí vnr concredka: &; exaepropè nat£eJqut>nià'
earum omnesftriptoresextirerunrexre, itaqtte omnis
dodrioaOc difoiplina tua melleatqueiade imbuía eft.ln
snelle duicedoine&ìink&eparuulorum cibus, vtrüque
aurem apre transfertur ad verse dòdrina: rationé flgnifì-.
candam)qua,& alitar.humanus animus ,&; caítiísima va
luptatepeifunditaf^exquo ih Pfalmo deeius dulcedine- ?M. ^
dicitur^&dulcfora fuper mei Si fauum.D.e vi autem alèn-
di,atqiie nutriendi, lex Domini immaculata eonuerttns
animas.teftimoniurn Dominifideìeiàpicnrìam praeftaas
paruuiis.Qqpdauternadditarodor^ekìmemor^m tmrum
fcutodcrtht*mtiápcitmctzá.bonvcxQmphaefamae odo*
rem^uenrex^fc'ilia Eceleilàicoepit ipargere,p©ftquamin
illis confedítlpcis.Nám* plùrimi;, partii» Hebrseoru do*
¿trinai ventate cognitá;partÍm eorundenr reügioía vira;
rationcperfpeda ¿cultum veri-Dei;fi¿ puram religionem
Ìufcipiebat, qui&profelytidiGebahtur.obidqiioddefer
ro paganifmo accedebant ad : Iudàifmnm.Quata^autem
fueriteius Eccleiìce fanditatis opimo & quosedidérititi
omni virtutum genere frudus in Paladina fatai &velutr
fuo^ac natali foio reftituta vbi futtjhórtijatque fontis in-
dudaíimiiifudo declarar, Nam íequkur, HortuscorcltiÍHS
fqrormeafponfa^ortus coctufusjònsfigriatus, Nam vthortus
mtiitisác vari)^conienturarboi:ibus,quarum vnaqoarq;
R pio
258 CANTAR DE LOS CANTARES

que cada uno según su naturaleza produce ricos frutos, y como la fuente sella-
da abunda en aguas, así la Iglesia dio diversos frutos de virtudes,y abundó en
copia de aguas, esto es, en dones del Espíritu Santo, pues los dones arriba en-
señamos que se significaban con el nombre de aguas; y puesto que ni en el
huerto a no ser rodeado de muros, pueden ser cuidados ordenadamente los ár-
boles que se plantan, ni las fuentes serían corrientes sin cerrarse con un obstá-
culo; por eso tomó a semejanza no un huerto o fuente cualquiera, sino el
huerto cercado y la fuente sellada, esto es, cerrada con mucha diligencia; y pa-
ra explicar más el provecho de las virtudes que significa con estas semejanzas,
prosiguió más largamente cada una de las semejanzas, y sobre el huerto prime-
ro así: Tus plantas (son) como jardín de granados con fiuta de dulzuras; juncia de
olor y nardo. Nardo y azafián, canela y cinamomo, con los demás árboles del Lí-
bano; mirra y áloe con todos los principales olores. Pues describe un huerto ame-
nísimo plantado de muchos árboles, los cuales significan trasladadamente los"
géneros de virtudes, en que floreció la Iglesia tanto en las mujeres como en los
hombres, los cuales sin duda en aquella tierra residiendo, dio muchos dotados
de diversas virtudes, no solo buenos para sí, sino también muy útiles a todos
los hombres; para indicarlo puso del género de árboles que dan olor todos los
árboles que nombró, esto es, que se esparcen anchamente, lo que deleite y
agrade a todos. Y éstas sobre el huerto. Y sobre la fuente, fuente de huertos, po-
zos de aptas vivas que manan del monte Líbano con gran ímpetu.

Pues como la Iglesia fue semejante a un huerto a causa de los diversos reto-
ños de virtudes que prod ujo, así también fuente corriente y exhuberante de
aguas se dice fue por los abundantes dones de gracia, que Dios llevó a ella, con
los cuales dones regados y alimentados aquellos árboles germinaron con mu-
cho fruto, pero añade: ¡Sus! Vuela, cierzo, y ven tú, ábrego y orea el mi huerto; es-
párzanse sus olores. Por levántate, vigila, del hebreo a la letra. Y por vigila in-
terpretamos, aléjate, pues por los antecedentes suelen los hebreos significar los
158 JNCJTVT
pro fuá naturafru&us vberesgignit,&, íicutfons ¿nta&us
aquis exuberat,fic illa Ecclefia varios virtutü fru¿his mlir,
copáaq; aquarüjideítjSpiratus fan&i donorü redüdauir,ea
cüim dona aquarü fignificari nomine fupra docuimus,&:
quoniancq¿ in horto nifi muris cin¿lo,quxferüturarbo
xes rite educari poífuiat,neq; fontes fint liquidi nullo obi-
43c claufi:ideo ad fimilitudiné adduxi^nó hortü,aut fonte
vtcumque,fed hortu cócluíum,6¿ fonrem fignatü, id eft,
diligentifsimè cIaufum:£¿quo magis explicaret earü vir-
tutí^quas his íimilitudinibus ÍÍgnificat,prouentum, ipfas
íingulas ílmiiitu diñes latius exequutus eft,&: de hortp pti
H1.Ò CiCyEmifsiones ttt£pdradifus malerumptímcorumcumpomo-
rum fritóltbus9cyf,ri cum nardo,nardt4S & cròcnSjfìftuld & anna
momum,cum~ymuerft$ hgnis Ltban^myrrha & abe cum omnibus
prlmisynguentis.'DQCcxibk enina hortum amoenifsimü muí
tis cóTitum arbonb&s-Qtuearbores ea virtutü genera tráf
late figniñcant ^quibusilla floruk Ecclefia,tá in foeminis,
quamin*viris,,quos fine dubio in illa tercareíldes tulitplu
ritnos precitos varijs virtutibus,nec folü fibi bonos,fed&:
cunótis hominibusvtilifsimos ,quodvt indicaretomnes
fere quasnoniinauitarbores^exeopofuitgenere arborü,
qua: odore fpiranr¿deft,qux exfelate fpargüt,quod alios
dele&et,6¿ iuuet*Atq^ hasc dehorto.Defonte aute, Fons
hortorum pnteus aquaruml?iuenti¡4rfti£ fluutmajwoímpetu de Li~
bano^zm ficut üiaEccleílafuit {¡milis horto propter va-
ria virtutum qua? produxit germina ? fie &. fons üqiúdus
aquiíque exuberans fuiífe dicitur propter copiofadona
gratia^qua: Deus in Mlamcontulit,quibusdonis illa: arbo
res irrigata; a tq¿ altae foelicifs ime ge rminanuit, fed addit.
Surge ~<4q •álQ&^iem *dufler,perfU hortum nieHj&fluent aroma
taiítms. Pro furge ex Hebraeo verbü de verbo cuigila. Eui •
gihautéinterpretamur,abi,naeKantecedétibuscofcqu<é
tiaHebraú fignificare iolè%8£ abituri euigilant,ac fe è fora
no
259 CANTAR DE L OS CANTARES

consecuentes, y los que van a partir vigiian y se despiertan del sueño. Mas el
cierzo daña a los árboles, las brisas australes son fructíferas. Luego a esta su
Iglesia Dios desea lo favorable, es apartado lo adverso y nocivo, esto es, mien-
tras se muestra como el que desea y pide, significa que se preocupa de que
aquella república no sea dañada70. Pero también quizás no faltarán a quienes
parezca que con cierzo son significados los caldeos, y con ábrego los romanos,
aquellos porque sean septentrionales de Palestina, éstos porque casi fueron
puestos por los palestinos como plaga del cielo, ciertamente Tito invadiría a
los hebreos, desde Alejandría, que es austral para Judea, llegando con la legión
decimoquinta, y uniendo sus tropas a las de su padre Vespasiano acabó con los
judíos71; luego dirán quizá que en este mandato hay una predicción, como
suele haber en los escritos de los profetas, en los que algunas palabras impera-
tivas se dice son proféticas, porque mientras mandan hacer algo, o al menos
hablan como si mandaran, lo denuncian como futuro. Luego dirán que con
estas palabras se predice72 que los caldeos y romanos73 desde su región del cie-
lo, como vientos luchadores (pues consta que los ímpetus bélicos y las gentes
guerreras se significan en estas letras con los nombres de vientos y tempesta-
des) irrumpiendo en este huerto larga y anchamente esparcirán por todas las
regiones de la tierra el buen olor de la religión y de la virtud que lleve. Pues los
judíos primero cautivos de los caldeos, después de los romanos, llevados y dis-
persados por el orbe, dieron ejemplo de piedad verdadera y culto del verdade-
ro Dios a los hombres implicados en religiones impuras de ídolos, junto a los
que vivían, y así a no pocos muchos de ellos libraron de aquella mortífera su-
perstición; en verdad con su trato las gentes fueron poco a poco llevadas y ha-
bilitadas para recibir después en su momento la cultura del Evangelio.

70 Clarísimo calco ciceroniano en la expresión latina usada por fray Luis: ne quid detrimenti ea respu-
blica capiat,
71 Josefo, libro II de la Guerra judía, cap. 5,
72 David, 12.
73 Zacarías, 2.

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g^V J RT V M. 159
no fufciiant. Aquilo veròarboribus nocer,auriK auftrales
genitales font.Ergo ifti (ux Ecclefiae Deus fecunda optat,
aduerfà,ac nocentia dcprecatur,id eitjdum fé , quaiì qui
optatjacdcprecatufjinducitjíignificatfibi curas erTe,vtne
quid ctetrinrrenti ea refpublica capiate Sed &: fòrtaiFe non
deerunt quibus videatur Aquilone Ckaldseos fignifica-
tos eiFc,Auftro vero Romanos, ilii quod Pal^ftina; Sepie
trionales fìnt,hiquod feread eam cadiplagam Paiaeftìnis
fìntpofiti, certe Titus in Hebreos inuafurus, è Akxari-
dria,que auftralis íud££ eñScü quinta decima legione pro
fe£tus3fuafq^copias cu Vefpafiani patris copijs coniungés
feinludaeorü fines infudit,Iofephus vtfcribit y ergodkcnt lìkns dt
fortaiTe,in hocimperiopre-di&ionem inefíe, vt ineÜein heUudc.
vatum fcriptis folet,in quibus qusedam imperatiua verba 5.
dicütur efíe prophctica,quod dum aliquid fieri iubét, aut
certe ita loquuntur quafi iubeanr,id ruturum denuntient.
Ergo dicent his verbispraedicLfore vt Chaldadatque Ro t>4tui2Ì
mania fuac^li regione quiquetanquam quidam pugna- Zacha.
ces venti, (nam ventorumacprocellarum nominibus bel
licoiàsgentes*& bellicos in his lkeiis fignificari Ímpetus
coafiatjinhunc hortumirruenteslongelatequeper ora
nes terrarumoras,eius quam ferret virtutis ac religionis
bonum odorem ipargerent. Nam Iudaci primum à Chai
daùs,deindeàRomanis captiuiabdu&ii&per orbemdif
perfi,hominibu$idoloramimpurÌs religionibus implici-
tis apud quos ver&bantur , veri Dei cultus/veraeque pie-
tatis cxempladederunt,itaque eorumnonparummuitofr
ab illa fuperftitione mortifera liberauerunt: certe
ipforum com mercio gentes indu&se paula-
tim funt,&: habiliom effe&ae ad acci-
piendam pofteafuo tempore
culturam Euangelij..

& ¿ CA-
v. - _ ..J
260 CANTAR DÉLOS CANTARES

CAPITULO V

1. Venga el mi Amado a su huerto, y coma la fruta de sus manzanas delicadas.


2. Vine a mi huerto, hermana mía, esposa; cogí mi mirra y mis olores: comí mi
panal con la miel mía; bebí mi vino y la mi leche: comed, compañeros, bebed
y embriagadvos, amigos.
3. Yo duermo, y mi corazón vela. La voz de mi querido llama: Ábreme, herma-
na mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está-
llena de rocío, y mi cabello de las gotas de la noche.
A. Desnúdeme mi vestidura; ¿cómo me la vestiré? Lavé mis pies, ¿cómo los en-
suciaré?
5. Mi Amado metió la mano por el resquicio de las puertas, y mis entrañas se es-
tremecieron en mí.
6. Levánteme a abrir a mi Amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos
mirra que corre, sobre los goznes del aldaba.
7. Yo abrí a mi Amado, y mi Amado se había ido, y se había pasado, y mi alma se
me salió en el hablar de él Busquéle, y no le hallé; llámele, y no me respondió.
8. Halláronme las guardas que rondan la ciudad; hiriéronme; tomáronme mi-
manto, que sobre mí tenía, las guardas de los muros.
9. Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, que si halláredes a mi querido, me le hagáis
saber, que enferma soy de amor.
10. ¿Qué tiene el tu Amado más que otro amado, oh hermosa entre las mujeres?
¿Qué tiene el tu Amado sobre otro amado, porque así nos conjuraste?
11. El mi Amado, blanco y colorado; trae bandera entre los millares.
12. Su cabeza, como oro de Tibar; sus cabellos, crespos, negros como cuervo.
13. Sus ojos, como los de la paloma junto a los arroyos de las aguas, bañadas en
leche junto a la llenura.
14. Sus mejillas, como eras de plantas olorosas de los olores de confección. Sus la-
bios, violetas que estilan mirra que corre.
15. Sus manos, rollos de oro llenos de Tarsis; su vientre, blanco de Ebur diente
cercado de zafiros.
16. Sus piernas, columnas de mármol, fundadas sobre basa de oro fino. El su sem-
blante, como el del Líbano, erguido como los cedros.
17. Su paladar, dulzuras; y todo él, deseos. Tal es el mi Amado, y tal es el mi que-
rido, hijas de ferusalém
18. ¿Dónde se fue el tu Amado, hermosa entre las mujeres? ¿Dónde se volvió el tu
querido, y buscarle hemos contigo?
lío IN C AT V T
CAPVT V.
JLniat ddettus meus in hortum/uum^t comedatfru^
ciumpomorttmfttorum* VemmhQntHmmeumforor
mea fpofifa^mefju'tmyrrhamimeamcum aromattbus
meis^comedifanum cum melle mtojnbfpimm meum
cum U6ìe meo , comedtte amici, &fabÌteì&'mebriammtcha-
tifsimi Ego dormio& cQKmeuml/igiUtyoxddeBkmeipulfanùs.
viveri mihì favor mea^micamea^columbamea^immaculata mea,
mia caput meúplenÚejlron&xMCinnimetguttis noóímjpoitd
m me tunica mea,quomodoinduar illa) Latti pedes meosfquomodo
tnaumabo dlos}Ddettus meus miftt mamm fuam perforarne»^
Centermcnsintvemmtadtaclumeius. Surrexi^tapenremdile-
tto meo,m*ms,me& ttdldHermtmyrrha,&digiumeipieni myr-
rhaprobatifsima. Pefjulumhofiìj mei'jtferuì ddatto. meo7at die de-
címauerat,atque tranfierat^amma mea liquefatta eü >f loqmtus
cfiiqHtfim&nQn mueniillumOtocaui, & nonrefpondìt mihi.In-
ueneruntme cuslodes quicirctimeuntcimtate.pevcujjerunt mej&
yulneraHerHntmejulermtftalhum meu.mihkcuiìodes murorum.
^édimjpyos ñlUHierufalefiinueneritisddeclummeum'Vt renü
tieñs esquía amorelangueo, Quéisefládeclustuw ex ddetto ò
pHlcherrimamHlierHiQif^^flJHeclíiS tms ex diletto, qui* fie
adiuraftinosfDilecltts meus cadidusj&rubicundu^elettuUx mil
libus. Caput eius auru optimú,cem& eiusficut elam palmar ujuigra
quaficoruus . OculieíHsficutcoliibicfuperritiulosaquaru^itaU'
ñcfuntl^^Ú^réfidentwxtajluentdplenfsktia.Gtnxiüíusficut
4reoU.dromdmconfít¿apigmjentarijsJabia eius Idia diftdlanti*
wyrrhìprìmam.ManusdUtàtornatiiesyaure£,plemhjacmthisf
Center eiusebmmeusdiflinttusfapphyrisXruraüUuscolündtmdr
moreXiqmfundatxfHnt fuper bajes áureas/pedes etusM Libam\
elettm^tCedr't.Gutturdllfusfuamfsimum & totus deftderabdisy
tahsejí ddettus metésr& ipfe efi amicus meusfiiU fíterufalem.
Quo abut dilettm tnus hpukhemma multeru^quo declmauit dtic~
Mus tHusfé*quaremmeumtecum.
261 CANTAR DE LOS CANTARES

PRIMERA EXPLANACIÓN

Venga el mi Amado a su huerto. Hace acopio de sí e invita al esposo, y


confiesa que quiere regalarle y someterse en lo que entiende que él desea, y da
esta gracia y concesión de sí a él a cambio de las alabanzas, que le afectaron. Y
así dice: "Tú me dijiste que era semejante a un huerto hermosamente planta-
do; mas ese huerto, cual es, tuyo es y está abierto a tu utilidad y usos. Y así,
ven y toma el fruto de la alegría de él según tu arbitrio". A la cual el esposo
contesta que vendrá y, para significar que le será de gran placer, dice figurada-
mente e insistiendo en la misma metáfora que hará en el huerto lo que en día
de fiesta suelen muchas veces hacer los que se reúnen en los huertos a comer y
por alguna otra causa1. Ven, dice, esto es, iré a mi huerto, cogí mi mirra. Pues
suelen los agricultores en los huertos primero hacer algo de trabajo rústico,
después entregarse al yino y a las comidas.
De donde añade: Comí mi panal con la miel mía, bebí el mi vino y la mi le-
che. Pues los pastores y agricultores usan mucho de estos manjares. Comed,
compañeros, bebed y embriagadvos, amigos. Es imitación del lenguaje de los in-
vitados apostando y mutuamente brindándose entre sí. Aunque hay una elip-
sis en esta oración, pues se diría plena e íntegramente: "y no solo iré yo, sino
también llevaré conmigo a varios compañeros, y los haré partícipes conmigo
de la comida y de su gozo; y les diré, comed, compañeros, y embriagadvos,
amigos"2. Yo duermo y mi corazón velai. Pone ya nuevos argumentos de amor
desde otro origen. Pues como si ya el esposo se apartase y se dirigiese a donde
decía ir, así ahora se fìnge la esposa, como hubiese velado hasta avanzada la
noche esperándole, ya casi desesperando, haber vuelto y dormido, y des-
pués despertada, decirle qué le había sucedido acostada y dormida, mien-
tras él vuelve de nuevo4. Yo, dice, duermo, esto es, mientras le espero ausente hasta

1 Aquí termina Bossuec el tercer día de bodas, mientras Nácar y Colunga establecen el final del can-
to cuarto y comienzo del quinto.
2 En la Exposición habla fray Luis de la división de tiempos o la diversidad de días en que se desa-
rrolla este drama, que tiene unidad de lugar (Jerusalén), pero no de tiempo, porque, según Bossuet, trans-
curre en siete días. Fray Luis dice: «Hase de entender aquí que, dicho esto, se fue el esposo, y vino ia tarde y
se pasó aquel día, y vino otro» {Obras, II, 146).
3 Se entiende que concluido el banquete se me el esposo, y vino ía tarde, y pasó aquel día, y amaneció
otro; la esposa cuenta lo que en aquella noche le había acontecido con su esposo, que la vino a ver, y llamó a
su puerta. San Ambrosio dice que embriagada la esposa de los divinos misterios, y como adormecida con el
vino celestial del banquete de su esposo, da gritos en medio del transporte en que se halla, diciendo: «Yo
duermo». Otros lo exponen como que cuenta a sus compañeras un sueño que había tenido (nota del P, Scio).
4 El P. Asensio califica esta interpretación de profunda y psicológica.

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QV I NTV M. %6i
H I M A EXPLANATIO,

Sniat dik6íusmem in honnm fuum. Sui copiam


facit,inuitatque fponfum ipfa.,&: gratifican il
Jife velie,atque fubmittiin eo quod ipfum cu
pere intelligir, profìtetur: hancque illi gratia,
èc concefsionem fui rependitpro laudibus, quibus affe-
r à eft ab ipfo Jtaque dicit.Tu me efíeíimilem dixifti hor
to pulchrè confito:atis hortus,qualis eft,tuus eft,tuifque
V-fibus &:v tintati patet.Itaque vem,&fru&umJa;titiie ex
co tuo arbitrata carpe.Cui fponfus Te venturum refpon-
det,6¿ quo iìgnificetiìbiid magna? voluptad futurum, fi-
gurate, & in eademperfiftensmetapriorajea in horro ef-
fe&urum íe effe dicit^quas fefto die ab ijs, qui ad epulas,
quiqj genijinduigedicaufainhortos conueniunt,fìerifas
pè iblét.f/é#/)inquit, ìden^emam tn haytum meÙ}mejjiit myr-
rWjweííw.Namíbientagricola:in hortis primù aliquid
rutticioperisfacere:deindevÌno,atqueepulis indulgere»
Vnde addidit.Comeàifauumeum melle meaj>ibt\ìnumcumU
¿iemeoSis enim cibis paftores& agricola; plurimum vm
tur. Cornéate amici>bifare& hebnamwt ckarifssnùAmirano
eft fermonis mero certanriü conuiuarnnv, & mutuo (ibi
propinantium. Quanquam in eft ellypils quidam in ora
tionehaCjpleuè enim Oc integre, dicerctuc: nec foiuipfe
veniamjfcd fociosetiam.pluresmecüducarr^eoíque6C-
cibi,&:. ciufdemmecum gaudij participes efiiciam : dica-
que illis}comedite.amici?&mebriamini charifsimi. Ego*
dormìo^ cotrneunCvigiUt là ab alio principio nona amo -
ris inftìtuit argumenta. NI quafì iam difcefsiiTet fponius,
atquceoiecontuliiTet, quofeiturumdicebat, flemme
fingiturfponfa, cum ad multa m no ¿temvigilaifet expe-
dando iliumjiampropèdefperans reditum, &:cubitum
iuiíTej&poítea expeirefequidiibi &.cubanti,&; dormie
262 CANTAR DE L OS CANTARES

noche avanzada, me venció el sueño; mas aunque dormía, mi corazón vigila-


ba, solícito por la preocupación y la pesadumbre de la ausencia de mi esposo.
Y simula, volviendo él y empujando a la puerta, que las puertas trepidaron:
me desperté del sueño, y le oí que decía: Ábreme, hermana mía, compañera
mía, paloma mía, perfecta mía. Porque era verosímil que la esposa, porque su
esposo la hubiese engañado y dejado sola de noche, estuviera airada; por eso
llegando el esposo procura con estas dulcísimas palabras aplacar su ánimo y
suavizar la indignación; con las cuales tanto le ruega que abra la puerta, como
emplea ardides y como cuerdas de blandísima oración, para poder penetrar en
su ánimo airado, y suavizarla.

Pues esta fuerza tienen estas blandas apelaciones, "hermana mía", "paloma
mía", y de manera semejante lo que se sigue: Porque mi cabeza está llena de ro-
cío, y mi cabello de las gotas de la noche. Pues los amantes disienten entre sí por
una causa más leve, después vuelven muy fácilmente a la reconciliación mutua
y se aplacan uno a otro, cuando acaece a uno de ellos algo adverso o molesto.
Pues el amor de la amada, aumentado a un modo mayor al ver el detrimento y
la incomodidad, olvida todo recuerdo de riña. Y estas cosas el esposo; al cual la
esposa dice haber respondido muy según el genio de las mujeres: Lavé mis pies,
¿cómo los ensuciaré? Desnúdeme mi vestidura, ¿cómo me la vestiré? Pues es propio
de las mujeres cuando se les ruega, dar excusas ineptas y fingir que no quieren
lo que desean muy ardientemente. Desnúdeme, dice, mi vestidura. Y tiempo ha
así ardías en deseo de ver a tu esposo, oh esposa, que parecías seguirle por nie-
ves y por mitad de fuegos5.

Pero, como dije, se conserva y expresa la costumbre fememda. Lavé mis


pies. Pues las mujeres suelen acostarse lavadas. ¿Cómo los ensuciaré? ¡Cuánta

5 Esta es la voz de fray Luis, el comentarista, que se ha metido en escena sin resistir.
xrfj. INCATVT
ti acddcrit}ilie diim iterum redit^ctulifle» ££o,inquir, ¿or-
mala eftjdum abfentem illum ad multam no&ernxxpc*
6co -m£-oppr<5&it<ibi!&nus. Atquamuis dormicbà,corvÌ
giiabat meu,cura vùklicèt,&; aegiirudÚK. de viri mei ab-
ijada foüiciturn.Narn fimuiarqueiil© rodéate, & ünua.
impellente crcpile re furcsjcxcitata fornivo ¿um,eúq;dice
tem audiui. ^perimib'ioyoymedsatnicamea^coìumaamea^m
mac*iat4>mc4. Qmavcrofìmileerat fponfam,quodfédc-
kiiMec fpófus fuus,& no&u iòlam reliquiíTet,iratam effe*
idcircò adaeniens fponfus^Iacare iltius ammontai que
lenire indignacioae conaturmallifsimJs iílis vcibis:qui-
bus fimulvtianuáaperiar¿pfamxogatvfimitl machinas,
& quaíi tormera quaedam adhibe^bildiísirnse orationis,
quo ad iiiius fubiratum animum penetrare poísitJpfam-
que, lenire Hancenim vimhabentappellationesiftaí bla-
dae>fbror mea,coÍumba mea,íimilicerque quod fequitur,
Q^iacáputmeumplenum eft roreffi cincinni wetguttis nú£ltum
Nani qui kiter le amam^&xjb aliquamleuiorem cauíam
difsident Ínter fe,tü facillimè in gratiarn mutuò redeüt,
fibique inuicem placanrur, cum aducríi aut moleili aü>
quid alt e ci co rum accidit Amor enim rei amata; incom-
modOjatqucdetri mento perfpe¿k> maiorem inmodura
accenfusjomnemdifsidij memoriáobliterat.Atque hasc
fpoiifus:cui fpóTa refpondiííe fertur piane ex ingenio foc
mxa^m.Ltm pedes meos^quotnodúinquinabodlo^exu! me tank*
mea^cfuomododnditaralia} Eit narri que proprium faerninara
<um rogantur, inepta qu^dam^aufiñca ci r & caie nollc
fingcre,qu3c maxime ¿>¿ ardenti isirn è cupiunr,£x«/ meym-
.quìt^tuntCéi mea* ktqui dudum cui viri videndi deílderio,
ita ò fponia flagrabasjvtper niues ipfum, perqué medios
ignes fequutura vidererc.Sed,vtdixi ,foemií>eus feruarur
Se exprirnitur mos.Lattipedes meas.ì$zm foernin£ lauta: cu
<biium ite ío\znuQupmod$ m^uindbo ülos ^Quallta^moliitie$f
Quanta
263 CA NTAR DE LOS CANTARES

blandura! ¡Cuánta expresión de costumbre femenina! !Y cuánta significación


de la indignación concebida por la tardanza del esposo! !Y cómo también in-
geniosa y según la costumbre de los amantes se venga aptamente la esposa de
su indignación! Pues lo que dice: Desnúdeme mi vestidura, lavé mis pies, es lo
mismo que si dijera: "y deberías pernoctar fuera de casa más que volver a ella
tan tarde; tú te gozas con la noche en las cosas y lugares que te agradan, y per-
mites que yazca en casa sola y casi viuda; mas yo a mi vez, no quise pasar las
noches insomnes, esperándote en vano, ni ahora quiero por tu causa ponerme
el vestido quitado o levantándome del lecho manchar los pies lavados"6.

Pero veamos lo que se sigue: Mi Amado metió su mano por el agujero, y a su


tacto7 se conmovieron mis entrañas. Pues mientras ella duda, el esposo impa-
ciente por la tardanza, metiendo la mano por donde estaba abierto entre las
puertas de la entrada, se finge haber querido ir a mover el aldaba interior;
cuando lo advierte ella, quitado todo motivo de duda, saltando del lecho y
muy perturbada porque sentía ser acusada por el mismo amor y ser refutada
de la anterior duda8, se dice que abrió las puertas. Mi Amado metió su mano
por el agujero, a saber, por el agujero por donde se mete la llave; pues eso signi-
fica el hebreo Hahur, con lo cual se ha de entender que se dice que el esposo
metió los dedos para abrir la puerta9. Pues es creíble, y por este mismo lugar
también se puede entender bastante, que los hebreos para cerrar las puertas so-
lían usar del tipo de cerradura, que los árabes ismaelitas usaban entre nosotros.
El cual era de esta manera. De la parte interior de la puerta se ponía un aldaba
de madera, a su vez metida en una madera cóncava, y por arriba dentado a
manera de sierra; entrando en sus dientes la llave de hierro al meterse desde la
parte exterior de la puerta, lo echaba a derecha o a izquierda, según pedía el
uso, hasta que o para cerrar lo metiera a su vez en un anilla de madera, que estaba

6 En todos estos detalles muestra fray Luis su profunda psicología. En la Exposición se quedaba en el
tono de niñería de la mujer, aquí adopta una postura más violenta, celosa, vengativa. De cualquier forma,
así también reacciona el corazón humano y esto sirve para enriquecer el comentario.
7 El P, Scio traduce: «a su toque», pero reconoce y aprueba la versión de fray Luis: «en mí», por ser
la del original hebreo.
8 Fray Luis ha usado en latín una hendíadis, con los sustantivos «cunctatione et causificatione».
9 Fray Luis explica aquí con más detención que en la Exposición un pasaje que se puede prestar a
confusión.

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QJJINTVM. j¿3
Quanta fceminci morís exprefsio? Quantaque lignifica-
tío indignationis propterfponíl moram concept£e>Quá
que ctiam vrbanè, &examatorum confuetudine aptè
fua fpófaindignationem vkifcituiSNam quodaÍÉjEx#*
tnetmtcA meajaut pedesmeosTeundt eft,acfidiceret.Atqiìi
pernodare extra domumpouùs,quàm tam feroreuerii
domumdebuifíes:tuteobkdas nodu,quibus tibi corri
modum eft,rebus&locis,acme defertam,ac pene vidua
dòmiiaeere finis;aftegovicifsim, necinfomnesnodes
ducere volunte fruflraexpcdans,nccnúcautpofjtam ve
fle funiere,aut ledo fargens, lautos inquinare pedes tui
caufa volo. Sed vidcam9 quod fequkur.Di/e ftus mms mtfit
ntann ¡uà per fammene ad taciti ews cornata fmf\ije er% me¿t*
Kamdumillacundaturjipòfusmorarimpaticns immi£
fa manu>qua parebar interiores aditus,nngHur pefiulum
interius adküamoaere voluifíe:quod ilìavtanimaduer-
tit í omnicüdationc& eauílficatione depofitaexilicns le
d o , ac vehementer pertuibata,quod ab amoreipfo accii
iàrife, 6c redarguì de fuperiorecuridatione fentìebat,
fores aperuiíTedÍcitur,JD//et5?ííí»2eííí mtfitmanum Jucmper
/ord?we7i.SiIicèt?perid foramen, quo clauisimmittuur:r>a
idfignificatHebraicumnnnHahurjquointelligenduna
€Íi,digi.os immififle iponfum dici,quò ianuam a^ eriret.
Nam credibile eft, idque velexiioclooofatis potei! ii>
tdligi;Hebraso$inoccludédis foribus vtifoiitos fuiiTe eo
fera? genere, quo Árabes Ifmaelitaeapudnosvtebantur.
Quod erat huiufmodi. Ab interiori ianuse parte pe0u-
lum inditum erat foribus ligneum, cauca ítem lignea
inclufum^uperncque efentatum ferra? inftar: in hos den*
tes ab exteriori ianu«eparte immiiìa clauis ferrea inci-
dens , trudebat ipmm , tum dextrorium ,-„ tum fini-
fírotfumprout vfuspofcebatj quoad ve!occlufura mie
jeretillud annulo itemligneo>quLaiteii è foribus i-nera*,
K 4 vel
264 CA NTAR DÉLOS CANTARES

en la otra hoja, o para abrirla lo sacara y retrajera. Los que estaban dentro de
casa ese cerrojo sin ninguna llave, sino movido fácilmente solo con la mano
metían en el anillo o lo retraían de él; pero los de fuera usaban mucho de la lla-
ve, pero a veces también ellos, donde había de meterse la llave, metidos los de-
dos (pues tenía un agujero amplio en proporción de la misma llave, que tam-
bién era larga y gruesa) abrían la puerta, y cuando lo hacían, esto es, cuando
abrían las puertas con la mano sin llave, en la lengua patria de ellos, llamaban
Talhor, del hebreo Hahur, voz no muy distinta; pues abrir la puerta con la llave
lo dicen de otra manera, a saber, Japhtarw, Así, pues, en este agujero se dice
que el esposo metió la mano, y habiendo metido allí la mano, mis entrañas, di-
ce la esposa, se estremecieron en mí, como si diga: "Tan pronto como le vi esfor-
zarse en quitar con la mano el aldaba de la puerta, mi vientre, esto es, mis en-
trañas se estremecieron, esto es, se conmovieron en mí", Y cuando nombra
vientre y entrañas significa los movimientos del ánimo según la costumbre he-
brea de hablar, que están en las visceras, como el amor y la misericordia. La cual
costumbre de hablar no es desconocida a otras lenguas, pues también los grie-
gos dicen cnrÁaxviS'CO'daí por compadecerse. Y aquél escribió estómago gra-
ve dei Pelida, por ira implacable. Así, pues, la esposa al mismo tiempo con
amor y pudor y misericordia, en viendo al esposo que se apresuraba, sobrecogi-
da comenzó a abrasarse en todo el pecho. A su tacto, o como se lee en hebreo,
sobre él, esto es, a causa de él se estremeció mi vientre, esto es, me estremecí
porque había querido que él cansado y humedecido por la lluvia estuviera ante
la puerta, mientras rehuso sacar el pie del lecho. Y cuan vehemente fuera la tur-
bación de la esposa, se entiende por la palabra hebrea Hamu por la que el in-
térprete latino puso, se conmovieron. Pues eso significa propiamente resonar, y
se dice literalmente del mar airado y tempestuoso; y ello lo trajo a sí la esposa, pa-
* ra significar con qué olas de amor y pudor había sido agitada. Pero es verosímil

10 Algunos opinan que se trata de una cerradura de madera, en casa de pobres, consistente en un pa-
io que moviéndose de un lado a otro cierra o abre ia puerta. Otros entienden que metió la mano por una es-
pecie de ventanilla, que había en la puerta o en la misma cerradura, para tantear si podía levantar el pestillo.
xÍ4 I N C JÍT V T
vel reelufura.eximeret,atque retraheret;QuÍ intra domü
crant^idípeflulumnulia.clauejfedfolajnanu tradii facile,
autiníerebant annulo,aut retrahebatab co: qui extrave
xò,clauc quidépiurimum vtebantur,tamé interdu &c Ìp«
fi,eodem quo clauis immittéda erat ,immifsis digitis ( na
eratid ampiumforamen proportionc ipfmsdauis, qua&
item erat oblongaratquexraiTa)ianuam recludebant, id-
que cum faciebátyideft,cum manu cifra clauem fores ape
nebankpatriaiUottz lingua Talhor vocabant,ab Hebrajo
Hahur,non muLtum difsimili vocemam qlaue ianuam re
eludere aliter illis/cilicèt)Iaphtarinorrtinatur.Hoc igitur
foramine immififíe manum ipófus dicitur,eoque immit
tente manumrVenter,mqmtfyòùymeusconnemMt.Ac fi di
car. ipfumvt vidimami retrahere conatem hoftij pefíulü,
veater meus,idefí,vifccra mea contremuerunt, hoc eir,
commota inmcfunt.Ventrem autem, & vifeera cum
nomínameos animi motus,Hebraico loquendi more fì-
gniricat, quorü in vifceribusfedesfunt,vramore &: mife
ricordilQui loq&édi mos haudeft alijs linguis ignotus:
na &, Grseciff^oy^trík/pro mifereri dicüt .Et ilie. Graue
Pelidac fto.machu,pro implacabili ira pofuit, Igituripon
fa amorefimulSe pudore, atque mifericordia, vtprsefeili
nantem vidit fp onfum.correpta?toto pe&ore situare cce
pit.lAúuSlumtim. vel vtin Hebraso lcgitur.Super eü, id
eft,eius gratia atque caufa còtremuit venter meus: id eft:
contremui quodillüfeíTum atq¿imbri madidil ilare an-
te fores yoluuTem,dum pede ipfa extra lechan efferre re-
cufo Qua autem vehemenseapemirbatio fucrit ipó%
ex verbo Hebrxo ìGH Hamu intclligitur, pro quo Lati-
nus interpres pofuit commota funt. Nam id intjemere
proprie lignificar, & de mari irato, &: proceilofo litcra-
tè dicitur:idqj ad fé fponfa tráftulit, quofignificaretqui-
bus ipfaflu&ibusamoris atque pudoris astiata fuiifet.Na
vero
265 CANTAR DÉLOS CANTARES

que el amor dentro de ella levantará movimientos horribles, y la hiciese en


cierta manera resonar con grave sonido, porque por molicie y desidia suya ha-
bía permitido que su marido permaneciera en la noche a la intemperie.

Se sigue: Levánteme a abrir a mi Amado, y mis manos gotearon mirra, y mis


dedos mirra que corre. Por las consecuencias declara lo que antecede. Las ma-
nos de la esposa gotearon mirra; así, pues, había traído consigo un vaso lleno
de mirra, para untar y deleitar al esposo que llegaba, y lo hacía no solo según
la costumbre de su gente, sino también según la costumbre de las mujeres
amantes; pues suelen ellas imbuir y rociar a sus amantes con los olores de tal
líquido. Mas llevó un vaso lleno de mirra, para recibir y rociar a su esposo que
entraba; pero al apresurarse y no estar suficiente firme por el amor y el pudor,
habiéndose roto el vaso y derramada la mirra por las manos, tanto ella impreg-
nóse y a sus dedos, como al cerrojo de la puerta donde dirigía las manos.

De donde se sigue: El aldaba de mi puerta, a saber, llené de mirra no solo


las manos. Pues consta del hebreo que así ha de ser distinguida la oración, en
la que se escribe a la letra: mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corre
sobre los goznes del aldaba. Y se dice que la mirra que corre, o porque derrama-
da, como se dijo, había llegado también al aldaba, o, lo que apruebo más, y lo
que siguió Jerónimo, porque era la mejor y más probada. Pues la palabra Ho-
ber, dicho de una moneda, significa para los hebreos moneda probada.

Se sigue: Yo abrí al mi Amado, y el mi Amado se había ido, y se había pasado.


Igual que: Mi alma se me salió, en el su hablar. Al mismo tiempo, dice, me cogió
el amor y el dolor; la voz y los ruegos del esposo encendió el amor; su fuga y
partida excitó el dolor. Lo cual, cuanto más lo veía que había sucedido por mi
culpa, tanto más grave y vehementemente fui conmovida. Así, pues, empujada

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QjriNTVM. isj
vcroíímile eft amoretti, intra ipfam motus horribiles
commouiiTe, ipfamque quodammodo incufaíTe graui
fremitu : quod propter molìitudinem, &c defidiam iùam
permifiifet virum fuum no&u fub dio rnanere. Sequi-
tur.Surrexi'>f apertrem dileBo meo}manus me&Jlit laueymtmyr
thitm ,&dlgkimei pieni wyrrhaprobatifsima* Ex confequen-
tibus, id quod antecefsit, deciaratManus fponfzeftillauc
runt myrrham : igitur myrthae plenum vafculum fecum
tulcrat,quò venientem ípcníum perfunderet,atque oble
darct : idque fecerat non folùm iuxta moremgentis fuse,
fedetiamiuxtaamantiumfoeminarum confuetudinem:
folent enim illse huiufmodi liquidisodoribusimbuere,
atque perfunderc amatores fuos, At tulit myrrha: plenü
vafculum,eovtfuumfponfum exciperet introeuntem,
atque perfunderet :feddumfeitinat,neque fatis fibiprse
amore, atque pudore conftat, vafe effra&o, myrrhaque
per manus effufa, cum ipfa fe digitofque fuos,tum pefíu-
lum oítij cui manus admouebat, infecit. Vnde fequitur.
Yejfulum oítij ma, fcjlicèt myrrha imbuì, non folùm ma-
nus. Nam orationem fie efíediftinguendamexHebraeo
confiaran quo ad verbum ktìbityiiManHsme&flillauermt
mynhami& digiti méìmyrrham trafemtem fufer manubriapef*
fuli. Dicitur aute myrrha tranilens, vel quod effufa, quo-
modo di&um eft,ad perTulum quoque peruenerit, vel,
quod magis probo, quodque eli: fequutus Hiero nymus,
quod óptima atque probadísima eflet, Nà verbum "Utf
Hober,de moneta di&um,Hebrads probatam monetam,
íignifícat.Sequítur.^mtfdiletto meo,at Ule deàlmauerat, at-
que tranficrat.V&t videlicèt pari, unirne mea liquefatta ejì^t
dilettus loqumus e/?.Simul,inquit,me,&: amor corripuit,&:
dolonamorem acccndit vox, atque preces fponfi : dolo-
rem excitauìt eiufdem diícefíUs &; fuga, Quod quo magis
meaculpaaccidiife videbamjeògrauiùsjVehementiùfq;
R 5 com-
266 CA NTAR DE LOS CANTARES

por el amor y el dolor a salir de casa: busquéle y no le hallé, llámele y no me res-


pondió. Dice que lo llamó, no solo que lo buscó, que lo llamó con voz dirigida
y oíble, para que oculto en las tinieblas no se ocultase. Pero como en vano lo
llamase, y largo y mucho lo buscase, dice que cayó en las guardas de la ciudad,
de quienes fue malamente herida. Halláronme, dice, las guardas que rondan la
ciudad; hiriéronme; tomáronme mi manto, que sobre mí tenía, las guardas de los
muros.

Las cuales cosas no se escriben porque fueron hechas, sino porque suelen
hacerse a veces por mujeres amantes a impulsos del amor, por eso apta y her-
mosamente se fingen haberse hecho; y de manera semejante lo que se sigue: Yo
os conjuro, hijas de Jerusalén, fue escrito por Salomón guardando el decoro:
Pues era verosímil que con aquellos clamores, que se dice dio la esposa, lla-
mando a su esposo o llorando la injuria que le hicieron las guardas, se levanta-
ron muchos y corrieron a preguntar qué clamara, qué quisiera o qué buscara la
mujer por la ciudad a altas horas de la noche; en lo cual también es verosímil
que hubiese algunas dueñas apiadadas mucho para con la doncella; así, pues,
volviéndose la esposa a ellas, para que no quedara manca e imperfecta en al-
guna parte esta acción de su cantar, así dice Salomón que dijo: Conjuróos, hijas
de Jerusalén, que si halláredes a mi Amado, me le hagáis saber, que enferma soy de
amor. Y la esposa omitió decir cómo excitada por su clamor aquellas mujeres
salieron a su encuentro, y le preguntaron qué buscaba; y lo omite decir a sa-
biendas y con arte, porque la exacta exposición punto por punto de las cosas
que en algún asunto acaecen, deja el ánimo libre de preocupaciones y turba-
ciones. Pues los que se agitan por amor o por odio, cuando quieren explicar el
sentido de su ánimo, ni dicen todas las cosas, ni conservan un orden al hablar,
ate risr £ A' P V T
commota fum. Dolore igitur,atque amore domo egre*
di cùm$u\i%yQu£fiuiihum)& non imeni¡Vocauty& non reffron
dtt w¿/?¿. VocauifTeipfum dicit,nonfolùm quíefijífejvoca*
uiífe vero intenta/cilicèt^ esaudibili voce, ne forte te-
nebris occultatus ipfarrt latèret. Sed eumfruftravocaf-
fer,diuque & multum quaeíilTer^hi cuftodes vrbis,i qui-
bus male mul&ata eft,dicitur incidíífe. Imeneruntme, In-
qmtjVfgìbs qui citflodimtcMÌt<item>percHJjerunt me, &l>ulne~
rauerunt me¿Tutèrmi paliìum meum rmhì cuftodes muvorum,
Qux non ideò quia getta funr, fcribuntur, fed quia-amo-
re íuadentefieriinterdum à feemims amatibus ibkntjid^
circo aptè & venuftè &&a effe finguntur : íimüiterqac-
quodfeqintiii.^idwrfi'yojfilUHieruJalem.varare unes a So-
lomoae efk feriptum. Nam verofimile crat maximis eia-
moribus ijs,quos fponià edidifífe diQtur, velviiumiuum
vocans, veliniariamiibi à cuftodibus iilatarn deplorans,
exciratos mulcos accurrìiTe: quantum, quid clamaret,
quid iìbi veliet, quidve intempefta no&e feemina per vr-
bem quasreret, in quibusaliquot feerninas fui fíe, miferi*
cordia erga iuucnem foeminam precipue commotass
Ítem eilvex©£mile.Ad eas igitu^ne quaparte fu i h^c car
minis a&io manea,atque imperfettaeífetjiponfa con-
uerfa, ile feri bit ur à Solomoneloquuta.^wü"yw^/¿e
HierujÁernfiínuenmns diletìumD/tmntìetts ei^uta amore Un-
¿neo. Omií]trastera dicere, fponfa, quemadmodum fuo
clamore excitatajiltee feemin^fibi obuiam veniflent.^ip-
famque ragaiTcnt, quid q,uaereset^atque confultò id, &c
ex arte dicere omifìt:propterea quod illa perfingulaspar
tes eorum,quae in re aliq^a accidunt^exa&aexpoiìtio ani
inunrrequiritjàcuris&perturbationibus liberum.Qui
enim vel amore, vel odio agirantur, cu explicare fenfum
fui animi volunt», ncque cun£fca dicunt, neque ordinem
¿ridicendo feruant ^fed adidvnuoi dicendum & expo-
nendum.
267 CANTAR DE LOS CANTARES

sino se apresuran a exponer y decir solo lo que más les atormenta11. Conjuróos,
dice, hijas dejerusalén, que si halláredes. Y acaecieron a la esposa otras muchas
cosas dignas de recuerdo y relato, o al menos finge que le acaecieron, pues po-
día quejarse mucho de que el esposo la engañó habiéndola llamado, de que
también tuvo necesidad de buscarle de noche, en horribles tinieblas, sin acom-
pañante y sin guía; tenía justa causa de queja; podía en verdad recordar y la-
mentarse que cayó en las guardas de la ciudad, que fue herida por ellos, que
salió despojada; parecería sobre todo que debía ser dicho *y muy dolido por
una mujer sobre todo púdica que vencida por el dolor despertó a la vencidad y
clamando hizo testigos de su amor a hombres desconocidos; mas o nada de es-
tas cosas recordó ella, o quiere que sea dicho al esposo con sus palabras por las
mujeres de Jerusalén, sino una solo, que languidece de amor12. La grandeza de
amor que tenía le lavaba y quitaba todo recuerdo de los demás males de cora-
zón. Además veía mucho la esposa que el esposo con nada más podía ser traí-
do a perdonarla, lo que sobre todo ella deseaba, que si conociera u oyera que
ella languidecía de amor. Y así lo manda ante todo, que anuncien a su esposo,
lo que sabía sería muy poderoso para aplacar a su esposo y encenderlo en amor.
Mas ícuán bellamente anda errante por amor, y con cuánto juicio Salomón ex-
presó toda la fuerza de un gran amor en esta persona de amante! Pues manda a
las mujeres, que ni la conocían a ella ni a su esposo, para certificar a su esposo
de su amor y languidez, antes de mostrarles quién sea ella, o por qué causa ca-
mine de noche por la ciudad, o por qué daba tan grandes clamores y lamentos;
lo que ciega de amor creía que no era menos conocida a ellas, de lo que eran pa-
ra sí. Aquéllas admiradas o compadecidas del error de aquésta, juntamente se
dice que le respondieron: ¿Qué tiene el tu Amado más que otro amado, porque

11 Exacta observación psicológica.


12 F. García Lo rea, op. cit. recuerda ia semejanza estilística entre este trozo y las estrofas del Cántico:
«Salí tras ti clamando, 7 eras ido,..
Pastores, los que fuéredes
allá por las majadas al otero,
si por ventura víéredes... »

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ticncfum fe(bnaut,quod ìllos maxime cruciai Jfdiura¿Qr
quif>?.>^/-«tfierufalemfimutnerms Atqui íponíx multa
alia vd acddcrantvvel certe acddiflc finguntur rclatu atr
que commemo rati©ne digna. Nam quod ipfam fponfus
cuocatam eiufit,queri pr<jfe&òpoterat,quod ircm-ca
fenecéis i tatem fibiattuiir?ipíum nodu,ihorreníibus te-
«ebris/tne comite,& fine duce qujerendijquerde: iuftarn
cauramhabebat:quòdincidttinvrbiscuftodcs,quòdpIa
p s a b ipfís affeda eft, quòd difpoliata -difcelsitcomme-
morare verè>ac lamentan poteranquòd denìque doiorc
vida vicinià" excitauit,&: ignotos íibi nomines, fui amo*
ris teftesfedtclamando, feeminas praefertim pudica? do*
fendum maxhxìè,&; in primis videreturdiccndum-: arai*
hilhorum antipfa memtnit,autiuis-verbisXponibdici, à
Hierofolymitanis feeminis vuJtrfedilludvnum dunta^
xat ,1e ex amare langucre. Amo ris quippè qui ipfi inerat
magnitudo ? omnem ilti ex animo carterorum maiorum
memoriam oblÌterabar,atqueeIuebat. Ad hasc piane vi-
d e b a t i ó nfa, nulla re magisíponfiímindud poiTe,ipfi vt
ignofeeret, id quodvatìm iiia maxime optabat, quam€
Ìciretjaudiretve^ipfam-ex amore languere itaqueid man
datpotrfsimum, vt viro mo reruinaont,quodad placan-
do mfibivirura fuum, Se in amoreaccendendum poten-
tifsimum effe ickbat.Atquàbdlèerrat examore?quàto-
que iudicio ipfe Solomon omnem vim fammi amo ris
expiT&itinhacamantisperfona, Nani foeminis^qusene-
queipfamnoüent, ñequeíponfum ipfiusTmandar, vt de
¡faoamore,atquelangoreàitrm virumfadàt certiorem,
ancequam cas doceat, vd quxipíafít,YeIqu& decaufa
no£fcu per vrbem curiker, curve tantos alamores, atque
eìulatus cieat : quodamoie caxanon -mi-nus-canota effe
alijs y quam fibi eiTent, credebat.Cuius illa; errorem vd
dcittìratac, vei .-mifeiata?, eomieex ci refponéùTe fcrunmr.
268 CANTAR DE LOS CANTARES

ansí nos conjuraste? Nosotros» dicen» no sabemos quién sea este tu amado tan
amado por ti, pero porque nos conjuraste, deseamos dar gusto a tu voluntad, y
buscarle, y queremos llevarle tus mandatos, ea, danos detalles con los que pue-
da ser reconocido por nosotros. ¿Qué tiene el tu Amado de otro amado o, como
se escribe en hebreo, más que otro amado?f esto es, qué tiene de insigne o en
qué anteceda este tu amado a otros jóvenes, que también son dignos de amor
y caridad, porque así nos conjuraste. Pues, dicen, ni podemos despreciar tus
ruegos, conjurándonos tú tan fijamente, ni tenemos como podamos secundar
tu voluntad, desconocedoras de este tu esposo, al que nos envías con ruegos. A
las cuales responde la esposa de esta manera: El mi Amado blanco10 y colorado;
elegido entre los millares. Primero en general, después describe por parte la her-
mosura del esposo. Elegido entre los millares, esto es, insigne y excelente entre
miles o también entre diez mil, como está en hebreo. Y se pone un número*
cierto por lo incierto, para dar sensación que destaca entre todos. Y rectamen-
te el intérprete vulgar vertió el hebreo Dagul como elegido14, pues Dagul es
propiamente abanderado^, pero se traslada a las cosas que destacan en su gé-
nero. Por lo cual la esposa dice que él es un abanderado, esto es, que por la
dignidad del rostro y el hábito de todo el cuerpo supera a todos los demás jó-
venes; y al decirlo, tácitamente en cierto modo reprende a estas mujeres, que
de cosa clara y conocida de todos por su excelencia, le preguntaran como de
algo dudoso y ambiguo. Su cabeza el mejor oro16. Lo que es hermoso y hecho
artísticamente, suele llamarse oro o hecho de oro en toda lengua, no solo en
la hebrea. De donde también se dice el amor y el río de elocuencia dorado.
Así, pues, cabeza dorada vale por hermosa y formada armónicamente; y ello se

13 «Fresco» dicen Nácar y Colunga.


14 Aprueba la traducción de san Jerónimo, pero la perfila profundizando en su significado.
15 En la Exposición dice «alférez».
16 Antes tradujo «como oro de Tíbar», río de Arabia.
%6% IN eA p y ?
Qual'ts eft dìlcftus tms ex dtle&o^uiajtcadíuraíij nos}. Nos,in-
quiunt, quis nam iìt dile&us ilte tuus tantoperè à te ada*
matus nefcimus:fed quoniam adiuratas abs tc,tuae volun
tati obfequi cupi mus, illum que quserere^adataque tua
perferre ad ipfum volumus, agè, notas expone, quibus à
nobis ilte poisit. dignofei. Quaiìs eflditeÓiastumex dtleÉhi
vel,vtmHebracofcribitur. £t& i//7f(5?oiideft,quodhabet
intfigne, quove anteftat dile&us ifte tuus alijs ìuuenibus,
qui &c ipfì amore,atque charitateXunt digni. Qujafcadtu»
ntftinos. Naminquiunt,neque negligere poflumustuas.
precesse tam obnixè obiettante nos : ñeque habemus
qui tuse voluntad obfecundare poísimus, tui iftius viri,,
ad quem nos cum mandatis mittis,ignarse Quibus fpon.
fàifto modo rcí$ondcu,Dile£íus.meHS.C(tndidtiSj&Yubicun~
dus ekSÌHs extmllibus. Primum in genere, deinde per par-
tes íponíi pulchritudo deferibitur. Ele&m ex miìiìbus. Id.
cft infignis, atque exceilens ínter mille^aut etiam decem
mille viros,vt eft in Hebraeo, Eoniturautem numerus cer
tus pro incerto,vt ni fenfusyjpfüm eminereínter omnes*
Re&èporrò vulgatus interprcs Hebraicum, Dagul, ver*
titelecius, Eft enim Dagul proprie fignifer, fed transfer-
tur ad ea Q.mnia,qua2 in fuo genere eminent.Quare iìgni-
ferum cum eife fponfa dicit, hoc eft, oris dignitàt e, &. to-
tius corporis habitu reliquos omnes fuperantem iuue-
ncs:idque cum dicit,tacitè quodammodoìftas feeminas
reprehendìt,quodde re petfjpicua, &. piopter fui excellen
tiam.cunftis nota^uafìdere dubia:¿¿ambiguaipfam ro
garant. Caputiemsamum optimi m* Formo/um, 6c adfabrè.
facì:umJquidquid eft,id in omni lingua non folum in He-
brjea aureum, aut ex auro fadtum dicifolet. Vnde Ó£ Ve-
nus Aft^Sc'eloquentix.flum aureum dicitur. Caput
igipur aureum,idvaIctjquodformofum,concinnèque
C9mpa£tum;eftqueid adfiguramcapáis referendú, non
ad
269 CANTAR DÉLOS CANTARES

ha de referir a la figura de la cabeza, no al color de los cabellos. Pues no se dice


el esposo haber tenido cabellos rubios, sino más bien negros.

Y así se sigue: Sus cabellos como puntas de palmeras v negros como cuervo.
Thalal significa para los hebreos erguirse, de donde túmulo se dice Thal, co-
mo si digas erguido, y Thaltbalin significa que son crespos cuando se traslada
a los cabellos, porque las puntas de ellos se tuercen y miran hacia arriba y en
cierto modo se erigen. En español esa palabra no ineptamente se vertería en
este lugar: los enriscados18. Luego empuntados, como puso el intérprete latino,
ciertamente no quieren que sea nombre de sustancia, sino participio, y que se
diga en latín pelos empuntados, como se dice en hebreo Thalthalim, esto es,
retorcidos y erigidos hacia arriba, esto es, crespos. Y de palmas, que se añade,
dicen que no se encuentra en el ejemplar hebreo ni griego, y que es probable
que fuera añadido por ignorancia de alguno 19 . Mas yo tengo por cierto que no
fue añadido, sino expresado desde el griego por el intérprete, aunque no se en-
cuentre en los códices griegos, que ahora tenemos. Pues de palmas consta que
leyó el griego Teodoreto y muy antiguo escritor. Pues no solo lo cita, sino tam-
bién interpreta en estt lugar del comentario que sean elevaciones de palmas. Y
así los Setenta, o cualquier otro que fuera el intérprete griego en este libro, sin
duda creyeron que con la voz hebrea Thalthalim se significa elevada, y añadie-
ron de palmas, para explicación; porque eXari) para los griegos no sólo es un
género de abeto, en lo que se equivocó un noble escritor, sino también, como
consta de Marcelo, la corteza exterior de la palma y también significa el ger-
men reciente de las palmas, y las envolturas y hojas del germen y de su nuevo
fruto. Creo que aquí se dice que los cabellos del esposo son semejantes en color
a tales cortezas y envolturas. Pues son muy negras aquellas cortezas, y por eso

17 Según el P. Scio, las palabras elataepalmarum de la Vulgata no se leen en el hebreo. Para explicar
lo de la Vulgata, unos entienden aquellos ramos más tiernos, y que en grande abundancia brotan en las co-
pas de las palmas; otros, aquellas vainas en que están envueltos los dátiles antes de llegar a sazón, de color
negro, y que cuelgan hacia abajo. Hay que traducir esta frase así: «tus cabellos crespos, negros como el cuer-
vo», justo como ha traducido fray Luis. Es sorprendente que el P. Scio acepte y consigne todas las correc-
ciones, comentarios y sentidos de fray Luis, tomados tanto de la Exposición como de la Explanación.
18 Texto castellano incrustado en el latino, también subrayado en la Exposición donde trae enrizados,
y en «Fazes» como enriscados.
19 Observación atinada, que pasado el tiempo serviría para iniciar una revisión de la Vulgata.

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adcapiliorum coloretn. Necenim flauos habuiíTe capil-
los fponfus didtur,fednigrospotiùs.ltaquefequitur. Co-
mie, capiris e'ms(lem ü&tx, palmarum > wgr£ quajì cortius. V?n
Thaial,Hebra2Ìs.erigerefigniflcat;ex.quo *?n Thai, tumu
lus dicitur, quafì dicas eredus, & D O T Thalthalim, ad
capillos cum trajisfertur, criípos eosefle lignifica t : pro-
prcreaquod eorum extrema íürfum verfus torquentur,
èc fpcdant,& quadarnmodo erìguntur. Hiipanè ià ver-
bum non ineptè hoc loco verteretur: los erírifeados. Er-
go elatasquod pofuitLatinuèintcrpreSjquidam nonno-
uien fubftanti2e,fed parricipíumefíevolunt,comafque
ciaras Latine dici, quo modo D^nSn Thalthalim He-
braicè dicunturjd eftXurihm verfus intortas, &; ere das,
hoc ef^crifpas.Palmaittrn vero quod additur, aiunt neqj
inHebraeo, ñeque m a r a c o exemplari inueniri,&: eiTe
probabile additum fuifle alicuius ¿nfeitia Sed ego pro
certo habeo non elle additumsfed de'Gr^co ab interpre-
te expreiTum; quanquam in ijs codicibus Giraseis, quos
nunc habemus, non xeperiatur. Nani palmarum legiflc
Theodoretum conftat Graecitm, & perantiquum ieri-
ftorem Non enim folùm id citat,iededam, qua? fìnt da-
tai palmarum commétari; in hunc locum interpretatur.
Itaq;Septuaginta,autquifqüÍsaliusiuithuius libri Grae-
cus intefpres, haud dubiè crcüderunt Hebraica voce
D^nSn Thalthalim, elatasfignlficari,addideruntque ex-
pìicationis gratia-palmarum.Quoniam tx«r» Graecis no
folùm genusquoddamabietis,inquofaluis fuit nobilis
quidam fcriptor,fed etiam,vt ex Marcello conftat,palma5
fummum corticem,atqueadeò palmarum germen re-
cens, ciufque noui firudus, aegerminis folliculos, atque
inuolucra fignificat. Quibus corticibus & inuolucris,cre
do hic capillos (poní! colore iìmiles dici.Sunt enim iub-
¿aigri illi cortices, èc ideircò íubiügitur, Niorz quafi<oruus^
270 CANTAR DE LOS CANTARES

añade: negros corno cuervos. Los cabellos negros agradan a los palestinos, y no
parecía lo contrarío a los antiguos romanos, como se deduce de aquello:

Admirable por negros ojos y cabello negro.

Se sigue: Sus ojos, como los de la paloma1^ junto a los arroyos de las aguas, ba-
ñadas en leche junto a la llenura. Ya dijimos que las palomas palestinas destacan.
sobre las nuestras por la forma y por el esplendor y por el brillo casi ígneo de
los ojos.

Pero lo que añade: bañadas en leche y descansan sobre los arroyos de las aguas,
amplifica la alabanza atribuida, como si así diga: "Sus ojos son semejantes a los
ojos de las palomas, no los de cualquiera, sino los de las que los tienen muy
hermosos". Pues bañadas en leche, que dice, es perífrasis del color blanco;
consta que las palomas blancas destacan sobre las demás en decoro y en pre-
sencia. De donde también21: Paloma de plata, esto es, candida, se pone por
hermosísima paloma. Y esta hermosura de ellas y fulgor de los ojos brilla y
aparece más, tras lavarse en el río. Y así, los que las compran, para probar si en
verdad son palomas de Palestina lavan con agua sus ojos para que el brillo de
los ojos de ellas así excitado y aumentado brille más; pero lo que el intérprete
latino vertió: ríos caudalosos22, y en hebreo es Meleoph, que a la letra suena ple-
nitud, puede'también convenientemente ser tomado por cubil y casa de las
palomas. Pues el que llene perfectamente sus casas y lugares que el arte o la na-
turaleza le atribuye, ello los hebreos suelen llamar Meleotk Dice, pues, si se-
guimos esta razón, la esposa que los ojos del esposo son semejantes a los de las
palomas, de las palomas, digo, que son candidas, esto es, de las palomas más
hermosas de todas; y porque por los lugares en que está, se ve más el esplendor
y decoro de los ojos de las palomas que residen junto al agua o incuban en su

20 Fray Luis no se ha detenido en esta palabra. Afirma el P, Scio que columbae no es genitivo, como
aquí acepta fray Luis, sino nominativo plural «como palomas», atendiendo aí hebreo y ai rreptarepaL de
los Setenta. Nos extraña este lapsus de fray Luis.
21 Salmo 67, 14.
22 Ejemplo de atenuación en la expresión de fray Luis, En ía Exposición había afirmado que la tra-
ducción de este punto por san Jerónimo era innecesaria porque «es repetir sin mucha necesidad lo mismo
que acaba de decir»,« junto a las corrientes de aguas»; y ahora aquí simplemente desdeña, sin decirlo, ía ver-
sión de Jerónimo y toma otra.
i7o iN e4 p v r
Nigri capiili Palarftinis probantur,nequeprifds&©mar
Bis fecus videbatur,vtUquet ex ilio,
Speiìandum nigrts ocutÌ5ynigrocjue capillo.
Scquitui.OculieMsficutcolumb£fuperr!m¡lo$aquar¡imyqu£fa
¿lefunt lot^gt refident iuxtafluentaplexipma iam diximtu
Paladinas columbas praeftare noftris, 3£iìgura, & fplen-
dore,& fulgore quodam igneo oculorum. Sed quod ad-
dic. Qu& laóìefum lot&i&Ycfident[uperrittuìos aquarumam-
plificatrattributamlaudem, quafi ita dicat. Oculi eins il-
miles funt oculis eolumbaium,non quarumeunque, fed
earum, qua?pukherrimos habent oculos Nanila&eìo-
tse.quod dkit,periphraíls eft colorís albi : conftatameni
eoiübas albas,& decore, & fpeck praeftare ca:teris. Vndc
&c in Pfalmo faxagefimofeptimo. Columba argetea, hoc
eft, candida, pro pukherrima columba ponimr. Hace
porrò earum pulchritudo, oc fulgor oculorum enitet, OC
apparet magis,cum fé in fìuminc lauerunt.Itaque qui eas
emunt,probaruri vtrùm Palaiftinae columba? verèiìnt,
aqua eluunr eaxum.ocuÌos>quodilkipfarum oculorum*
nitor, ile excitatus, atque au&us magis eiFulgeat: fed
quod Latinus imciprcs.PleKtfsimspueKta vertit, &¿ in He-
breo eft rm1?» Mcleoth,quodad verbum plcnitudìnem
fonat,poteft etiam non incommodè pro ipfarum colum
barumfede, atque cubili accipi. Nani quod fuasfedes^
fuaque loca ea,quse ipil,veiars attribuicvel natura,perfe-
clèimpletjid Hebrxivocare foknt ÌIKSO. Dkitigitur,
hanc racionem fi fequamur, fponfa, iponfi oculos, iimi-
les columbarum oculis efie : earum inquam columbaru,
quae candida? iinr,hoc eft, omnium pukherrimarumco»
lumbar um : & ; quoniamprolocis in quibus funt,earum,
oculorum decus, atque fplendor magis perfpkitur, earü
columbamm,qux, velpropter aquam rciìdent, vel in ni-
do, fuo cubani, Nani co in loco columbas pukhriores*
vidciL
271 CANTAR DE LOS CANTARES

nido. Pues también se colige que se suelan ver más hermosas las palomas en un
lugar, por lo que más arriba el esposo pedía de esta su paloma, que le diera el
gusto de verla en las resquebrajaduras de la piedra y en las cuevas de adobes,
esto es, en su escondrijo y cubil.

Se sigue: Sus mejillas, como eras de aromas plantadas por los perfumeros. Ala-
ba las mejillas por el color mezcla de púrpura y bianqo, como se ve en las eras
de aroma, donde hay diversas flores, unas púrpuras, otras blancas. Plantadas
por los perfumeros, en hebreo se dice Migdaloth, en cuya interpretación ni sí-
quiera hay acuerdo suficiente entre los mismos hebreos. Pues unos interpretan
flores de las que se hacen olores, otros torrecillas de pigmentos recogidas en el
jardín en las mismas vasijas, como fue costumbre de los antiguos; otros vasos
guarnecidos, a saber, natercias y cofres, en los que se contienen pigmentos;
otros círculos de pigmentos. Y llaman círculos de pigmentos, según pienso, a
la vasijas llanas, pequeñas y redondas llenas de púrpura, de las cuales se trae
apta semejanza para alabar las mejillas hermosamente encarnadas del esposo.
Continúa: Sus labios, violetas que destilan mirra primera. Hay un tipo de viole-
ta purpúreo, según cuenta Dioscórides23, del cual ha de entenderse que habla
Salomón; y que dice que ios labios del esposo son purpúreos, como lo son mu-
cho los lirios, y que emiten olor de sí los mismos, cual el olor de la mirra más
apreciada. Y se dice que los labios emiten buen olor en aquellos, cuya ánima,
que se muestra en la cara, es olorosa. Lo cual se pone muy bien en alabanza,
porque nada puede ser más tétrico o torpe que aquellos a quienes el ánima hie-
de. Pues nadie juicioso los admitirá al coloquio y al abrazo; a aquellos por con-
tra, cuyo buen olor sale de la boca, todos invitados por ese buen olor se sienten
alegres y gratos, como muy bien templados de cuerpo y de ánimo. Pues en ver-

23 De Mot. Med, Übro I o , cap, 4 (citado en ía Exposición),

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Qf I NT V M. 171
videri folere, vd ex ilio colligtrur, quod iuperiùs fponfus
ab ifta fuá columbapetebat,vt fui videndi copiam ipil
faceret, in foraminibus petta:, 2¿ in cauernis maceria;, id
eftjin iede fua,atque cubili. Sequitur. GenxtüiHs fcut-areo*
ì&Arom<ttum confìrtàp'tgmentarijs. Comoicndat genas à co
lorc ex purpureo ¿ a l b o mixto qualis vifìtunnareolis
arornatum,vt>i flores varij íunt,alij purpurei,candidi ali}.
Confìtte 4 pigmentartjs. In Hebraso dicitur mVlJlO Migda-
loth,in quo interpretando ncHebreh quideminteripfos
fatis conuenit. Nam quidam flores,è quibus aromata
conficiuntur, quidam turriculaspigmentorü, opere, ici-
licet, topiario concinnatas in ipiìs areolis, vt mos veteru
fuk, quidam turrita vafcula)natercia>fcilicet, oc py xides,
quibus pigmenta continentur, quidam circuios pigmen-
torumjinterprctantur.CirculosautempigmentorumjVt
fuipicor,appeilaíir,fi¿tiles catinos5pamos,& orbiculatos
purpuriúb imbutos , è quipus non inepta iìmilitudo
traheretur ad fponii pulchrèrubentes genas faudandas.
Pergit. Labi* tihus lììmm àtfttlLntU myryhamprimam, E il gè-
nus lilij quoddam purpureum,vt Dioicorides tradit,quo
degenere Solomon intelligendus eftIoqui:idque dicerc
iponiì labia purpurea efle,iìcuti qua; maxime purpurea
funtliliajeademqtieexreodorememitterejqualiseftmyr
rhai probatifsimasodor. Emittereautemdicuntur labia
odorem bonum in ijs, quorum anima ea,qua2oredu-
citur odorata cit. Qupd meritò in laude ponitur,pro-
pterea quod ijs, quibus anima foetet, nihil tetrius , ac
turpius fieri pofsit Hos enim nemo fanus vel ad col-
loquiamoci ad complexum admiferit:illos contra,quo-
rum €xore bonus ipirat odor, ipfo bono odore omnes
inuitati, gratos, atque iucundos habent, vtpotè oprimè,
& animo , & corporetemperatos . Nam profe&òex
vttiui'que partis bona tempcratìonc ¿Ila fuauitas odoris
exiÜir.
272 CANTAR DE LOS CANTARES

dad la suavidad de olor brota de la buena templanza de ambas partes. Pues yo,
para hablar lo que experimento, así pienso, que aquellos cuya ánima hiede han
de ser alejados no solo del coloquio sino también de la amistad y trato de los
buenos. Pues cuanto puedo recordar atrás, a nadie vi hasta ahora, que exhale
un olor tétrico por la boca, a quien después no conociera dañado por gravísi-
mas enfermedades de ánimo, y sobre todo por aquellas que son de negras bilis,
de envidia, de engaño, de perfidia, de voracidad y muchas semejantes.

Pero de los labios desciende a las manos: Sus manos, rollos de oro llenos de
jacintos. Manos, dice, y dedos dorados tiene mi esposo, y labrados casi a torno,
esto es, muy hermosísimos, llenos de jacintos; en hebreo, llenos de Tarsis; y es
Tarsis una piedra preciosa así llamada por la región en que nace, de color roji-
zo24. Y así, en este lugar se traslada aptamente para significar la punta de los
dedos, esto es, las uñas. Pues porque los dedos se dijeron dorados, rectamente
se dicen las uñas semejantes a piedras engastadas en oro. Su vientre, blanco de
¿bur> cercado de zafiros. Con la palabra vientre comprende el pecho y el cuerpo
restante, y lo llama ebúrneo por la blancura y brillo. Sus piernas, columnas de
mármol, fundadas sobre basa de oro fino. Comenzando por la cabeza llega hasta
el extremo, y no para ahí, sino añade algo que pertenece a la declaración de su
hermosura total: El su semblante, dice, como el del Líbano. El semblante, esto
es, el aspecto de todo el cuerpo y su presencia y altura, como el Líbano. No
aporta altura sino amenidad y hermosura, que produce la variedad de las co-
sas. Erguido como los cedros. Los hebreos llaman erguidas a las cosas que son al-
tas; así de Saúl, hijo de Quis, primer rey de los israelitas, porque superaba a to-
dos en altura de cuerpo, se escribe^ que era elevado y bueno, esto es, alto y
hermoso. Pues lo que los griegos llaman con dos palabras KCLÁOV K'ayadov
ello los hebreos con una, Tob, esto es, bueno, esto es, hermoso. Pero también
en latín bueno a veces se toma por hermoso, como aparece de aquello:

24 En la Exposición fray Luis anota que esto lo dice «un hebreo antiguo llamado Abenezra»; este Abe-
nezra y David Quimchi son dos rabinos que anotaron la biblia de Vatablo; recordemos que fray Luis fue ta-
chado de partidista de los rabinos; quizá con razón ahora omita este dato.
25 I Reyes, 9, 2.
z7t I N C J P. V. T
exiiìit Ego caini,vt quodexpertus futn loquar,fìcindi-
co:oon colloquio folùm,fcdajiiicitiaetiani,oc confue-
tudme bonorumareendos eíTe eos,quibus anima feetet.
Nani quantum recordarirenòpoflum,,ncmine,vidiha-
den us, tetrum odorcra ore exbaìantem, quem non po-
fìea grauifsimis animi morbis obnoxiiimcognouerim,
arque ijs potiísimü morbis, qui ex atra.biiì:iimt inuiden-
tiai,fraudis, perfidi^:voracita.tiSì firniliburquepeimultis.
Seda labijs defeendit adimatius* Manustliiustornátilesau-
rex'pUx&hjaciKtki: Manus^inqpitjfponfusmeus,atquedi-
gnos habet áureos,&quafi torno elaboraros,hoc en\
Jogè pulcherrimos, F/e».ifc>#<t/»f.';?i,Hebraicèplenas That
fii.EftautemTharfispretioruslapis^rcgioneinquagi-
gnitur, iicappellatus colorefubrubeo, Iraquehoc loco
aa extrema digiionuir^ideñV, ad vngues fignificandos
aptètràsferturi Namqpcniam digiti aurei di&i funere-
ite vngues gemmis auro incluiìs ilmilcs elìe dictintur.
V.er.ter eius eburntu$diehn6lu$J4p¡hyYÍs.¥£,tús vocabulopc
£Uis,ac reliquum corpus comprehendir : idque eburneü
dicibob candore, atque miotemXrur4tllius£Qlt¡mn¿ mar-
morene, c¡ue furidar<£¡unt[uper bufes áureas. Axapite incipiens,
peruenit ad extremum : nec tamen infiftitin eo,fed addit
aJiquid5quodadilìiuspulchritudinem>vniuerfè declaran
dam pertineat. ^ffeftus, inquit, eiu$~\t hibanus* Afpe&us,
id eft,totìus corporis habitus,vuìtufq$ ipfe,&;proceritas,
vtLibanus.Nonairitudinemconferr, fed amoenitatem,
& quamvarietas rerumefñcit,pulchritudinem. Bleéhs
quaficedrus, Elecìa Hebrati, procera qua? .flint, vocant. Sic
de Sanie fiiio.GisprimoIfraèlitarum Rege, quod corpo-
ZjkHe?. ris procediate fuperaret omnes,in librisRegum fcribi-
I*cc*. tur> ruifleeiedumi &; bonü, id eft, procerum, & pulchru.
Nam quod Greci duabus vocibus x«x^ *' ayahv id vna He
hxxiXob,i<Ì eft bonum,hoc eft pulchrum appellanti Sed ¿
273 CANTAR D É L O S CANTARES

A quien bueno hace la barba.


Y se sigue: Su garganta, muy suave, y todo él deseable, o como en hebreo sig-
nificativamente: su garganta, dulzuras; y todo él, deseos. "¿Quién, dice, puede
expresar la dulzura y educación de su lenguaje? Pues cada una de sus palabras
son untadas de miel, redundan en dulzura y gracia. Pero ¿por qué examina ca-
da una de las palabras que apenas pueden enumerarse de palabras, mucho me-
nos contarse con alabanza? Pues, para decirlo con una palabra, todo es desea-
ble, todo lleno de gracias y hermosura; con el gesto, con el movimiento, con
las palabras, los ojos, el rostro y en fin toda parte de sí se gana los amores y
ánimos de todos. Tales el mi Amado, y tal es el mi querido, hijas dejerusalén; no
penséis que yo fui engañada al amarle, o vosotras sufriréis mucho al buscarle y
conocerle". Y ellas a su vez, le preguntan, diciendo: ¿dónde se fue el tu Amado,
la más hermosa de las mujeres? ¿Dónde se volvió el tu querido, y buscarle hemos
contigo? Y con este fin termina este capítulo. Y nosotros debemos vernos ya
atrás, y proseguir más largamente la explanación comenzada de la sentencia
interior.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

Venga el mi Amado a su huerto, y coma la fruta de sus manzanas. Las pala-


bras que en el capítulo anterior fueron dichas por la persona del esposo a la
esposa, pertenecían a la parte que contiene los coloquios interiores, que diji-
mos, a la cual también se refiere esto que ahora sigue; salvo que allí Dios ha-
blaba y alababa en el ánima santa y amante suya los regalos, esto es, la santidad

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QV INTVM. %n
& latine bonum pro pulchro no nunquaro accipitur » VE
apparenti ilio.
Quem bonumfactt barba,
Sequitur vtto.Gutturfllmsfuamfsimum^ tom dtjìdtrabtUs,
Vel vt in Hebra;o,fignificItcr.Gtfftuttltim dulcedmes,& ta-
tusdefderta, Naquis porrò, inquit,illiüs fermonis dulcedi
fié»&vrbanitaté pofsit exprimereHingula quippè eius ver
ba melle funt lita,duìcedine &: lepore redundanc. Scà
quid lingulaperièquor, quae dicendo quidem vix nume-
rari poíFunt, multò minus recenferi laudando?Etenim,vt
vno verbo dicam,totus eft dcfiderabtlis,ex gratijs totus»
&c venuftate conflatus:geftu,motu, verbis, oculis, vultu,
atque omm denique parte íui,omniü ílbi ánimos & amo
res concÍliat.T4/ií eñ dtleélus mtm&ipfs efl árnicas meusj¡li&
Htemfalem: Ne videlicèt, aut me in amando ipfumdcce-
ptam fuuTe,aut vos in éodem quxrendo,atquedÍfmofce-
do muítu laboris fubituras effe arbitréminillla; vero itc-
rum ip fam rogant,dicentes ¿J»o abijt dileBus tuus òpukhmi
ina muUerumiquodtcUnaultdiítñm ttms» &<[mremmtumte~
c»?Atquchacfini terminano* hoc caput. Sed nospedem
iam retro rcferre,& inítitutam interioris fentcntise expiar
nationèmprofequiiongiùsdebemus.

ALTERA EX P LA N A T 1 0 *

Mnìat diUñus mtm in hortum fmm&comtáatfrH-


ñumfúmommfuortím, Quaeíupcriori capite ex
perfonafponíi, ad fponfam deipfa funtdi&a,
ad cam partem pcrtinèbant,qu^ colloquia illa
interiora» quasi diximus, conrinet, ad quametiamfpe¿tat
hoc,quod nunc feqíiitur : nifi quod ibi Deus loquebatur,
laudabatque in animaíanéta,&; amante fuá muñera^ hoc
cft,cam,quam ipfe iftcá erTéccrát, caelefté puichritudinè,
S Sciane
274 CANTAR DÉLOS CANTARES

y hermosura celestial, que había hecho en ella; pero aquí la misma ánima del
justo, afectada con tantas alabanzas de él, le responde gratamente. Y ¿qué le
responde? Algo breve, si consideras las meras palabras; pero si miras la fuerza y
sentencia de las palabras, da una respuesta que puede ser tenida por muy larga
y copiosa, esto es, una respuesta llena de humildad, llena de propio conoci-
miento, llena de gratitud, una respuesta, digo, grata y muy aceptable a Dios.
Venga, dice, el mi Amado a su huerto, y coma la fruta de sus manzanas. Pri-
mero no se muestra vanamente, ni se ufana, ni dice haber recibido alguna de
las cosas que veía serle atribuidas en la prédica y alabanza de Dios; sino, cono-
ciéndose a sí misma y entendiendo de donde venían aquellos sus bienes tan
alabados, confiesa ingenuamente que aquéllas son regalo de Dios y que están
solo por don de él mismo. Venga, dice, el mi Amado a su huerto. Pues se con-
fiesa, la que había sido llamada huerto por los retoños de buenas obras, se con-
fiesa digo huerto de su esposo. Y lo confiesa no solo porque sea poseída por él,
aunque esto también (pues aunque Dios domine en todas las cosas, sin embar-
go es Señor propiamente de los buenos y justos), pero no tanto porque es po-
seída por él, sino mucho más también porque de él mismo tiene, que sea
huerto ameno y fructuoso y digno de estima y aprecio. Pues él al principio
plantó el huerto, él cuidó con suma diligencia lo plantado, él lo cultivó, lo
guardó él, de él mismo enfinrecibió la fuerza y la facultad de dar fruto, como
está escrito26: Sois agricultura de Dios, y ni el que planta, ni el que riega, sino el
que da incremento Dios, Y así, lo primero muestra su sumisión y modestia.
Después, también confiesa y testifica que ella no quiere esos bienes; los que tie-
ne de Dios, quiere que se tornen a sus usos o al uso de otro cualquiera, o que
algún fruto de alabanza se derive de ellos para sí. Pues ella luego otorga a Dios
y desea agradarle a él solo con estos bienes, y serle grato. Esto es, pues, lo que

26 I Cor, 3, 7.
i74 -i-i* t'jpy.'% .
èc fan&itatem rhkverò ipfaiuíH anima tot laudibus ab
àpio affo&a, et grate refpondet. Refpondet autemqiiid?
brcue quiddam,íl' verba ipfa coniidères : at iì vini verbo-
rum, fentcntiamqucfpeáes,quod pro benelongOjbcnc-
que copiólo habed pofstt;reddit rcfpÓfum,hoc eri, refpó
ium plenum humilitatisfplenutn cognitionisiui,plenum
gratitudinisvDeoinqua«iin primis acccptabiìe, &; gratti
refponfum VenÌ4f,it*quit,<//fc¿?»5 meus in hortumfuum0* co-
medatfruftus fùmorumfuorum. Primara nonfeinamteref-
&rt,neque ubi arrogai, aut acceptum refert aìiquid coru.
qua? iibicribui Deo laudatore,& predicatore videbar.fed
fe ipfam agnofcens,& à quo illa Tua tantopcrè laudata bo-
• naducerentuivmtellígcns,Deidono pò ti fsi munì confia-
re ea, & ob id ipfms efíe muñera ingenue fatetur»Fe»/W, in
qmt+dt&ttus me u sin Iw turn fuum. Nam (er$\\ix propter bo-
norum operum germina h.ortus eft dida, iè inquam fpon
fìfuihortameiTefatetur. Fateturquenoobid foluquod
poisideatur ab Mio, quanquam id quodque ( nam tamctfi
Deus inomnibus-dominetur, tamenbonorum atqueiu-
ftorum proprie Dominas eft)fed non tantum quia pofsi*
d^tur afe ilio, (cà multoxtiam magis, quia ab eodeiaa ipfo
habet, vtfitamcenus, &fruófcuoíus, 6¿pretio atqaeaííti*
matione dignus hortus,Ipfe enim de principio eum hor-
tum confeuitiipre^onfitumrummaadhibitadiligetia cu-
rauit : ipfe coluit,cuftodiuit ipfe, ab eodem ipfo denique
frucìusferendi vim,& facultatem accepit :ficutfcriptum
¿ ad Ce-fcft.Deiagricultura eftis:Et alibi.Neque qui piantar,neq;
swtA. qui rigatjfed qui incretnenturn dat Deus. Primum kaque
©ftenditfuamrubmifsionemjatque modeftiam. Dcinde
efciam teitatur,acpr2e£efert, noliefeeàbona quaeà Deo
habet,veiin fuos^velmalterius cuiufquam vfus concer-
terei vei aliquem Iaudis frudumiex eis deriuare ad fe fé.
Jjíain Deo xllarítatim xeílgnát, eique vni iftis bonis pia-
cere,
275 CANTAR DÉLOS CANTARES

ahora la esposa dice, cuando invita al esposo y le anima a ver aquel huerto que
había plantado y cultivado, para que se deleite en él y se alimente de sus fru-
tos. Las cuales cosas del ánimo que reconoce que todo lo ha recibido de Dios y
lo refiere a él mismo, de quien lo había recibido, modestia y sumisión, son sin
duda muy gratas a Dios.

Lo cual asaz indican los palabras que siguen: Vine a mi huerto, esposa mía,
cogí mi mirra con mis olores. Con las cuales Dios en la persona del esposo de-
muestra que le había agradado el haber sido invitado al huerto, y que así hizo
lo que se le pedía. Pues Dios cuanto más se le somete la mente humana, tanto
más íntimamente se mete en ella y se le acerca más. Y así viene a su huerto, es-
to es, viene a aquél, con el que ya antes hablaba y estaba; y por eso de nuevo
dice que viene, porque con el mismo coloquio de Dios el hombre hecho más
erudito y perfecto en la misma virtud, hizo que su ánimo fuese un habitáculo
más digno de Dios2?. Y viniendo ¿qué? Escoge para sí solo el fruto, de la gloria
y la alabanza; y a los demás no solo no disminuye, sino aumenta también y
amplifica en gran arribada de bienes. Sobre la alabanza, que se eligió, es aque-
llo: Cogí mi mirra con mis aromas. Pues en el aroma y la mirra se entiende la
fuerza del buen olor; y el buen olor en las Sagradas Letras se traslada para sig-
nificar la alabanza de gloria; digo la alabanza, que suele ser atribuida por los
hombres a Dios, cuando ven algo justa y excelentemente hecho por los santos,
como se deduce de aquello28: Somos el buen olor de Cristo, que escribió Pablo.
Pues Dios se goza en ser predicado por nosotros, a quien solo se debe toda pre-
dicación y gloria, y solo este oficio de alabanza pide para sí de nosotros por los
innumerables beneficios, que otorga al género de los mortales. Y de todas las
cosas que podemos hacer no hay nada fuera de la alabanza, cuyo fruto propia-

V Cf. Onís, II, 235.


28 II Cor. 2,15.

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Qjr TNT V M. zjj
cere, & gratü faceré cupit.Hoc cnim eft,quod nunc fpon
fa-dicir v cum íponítitn ad eum ipfum hortum, quem
ipfe co nfeuerat, atque coluerat, viiendum inukat, eum-
que hortatur, ie vt in eo oble&et, oc cius pomis vefca-
tur. Quae animi,cunda fé àD-eo aecepùTe agnofcentis,
oc in euadem iplunija qu^acceperarreferentis, mode-
lla atque fubmifsio, Deo fine dubioefìgrari^^^
fatis indicant quae fequuntur.. Veni m hortum metim ìponfa
pica , menni mjrrham meam cum momatibus meìs, Qmbus
Deus in perfona fponfi demoniìrat fibi , quod ad hor-
tum inuiratus fuerk placuiife , itaqnc quod rogábame
fccifle. Ete.nim?Deus quo magts ipil fe fubmittit huma-
na niens^. ce magis intime feineam iniinuat, propios
que illi fit. Venit itaque in hortum fuum ^hoceftv ve*
nic ad eum:, quocum iamantea crai, atque loquebatur;
atcjueidcircòde nouo venire dicitur,quiaipfo Dei col-
loquio homo magis eruditas , Se in vimue ipfa perfe-
£ior effeclus fecit, ve Deo dignius habitaculum iuus
ciTet animusv Veniens porrò quid ¿Laudis atque gloria?
frudumfibi vnHegit : cae-teros vero non modo non mi-
nuit, fedetiam magna bonorum accezione auget, &:
ampiificat. De laudequamfibi legìt, illudeit. Mejjuimjr*
rbam mectm cum arotnatihus meis. N a m in arómate atque
myrrha, boni odoris vis-inteliigitur : bonus autem odor
in iàcris literis ad gloria; laudem fignificandam tranf-
fertur : ad laudeminquameam , qua; Deo tribuiabho-
minibus foiet, cumaliquid vident iuftè aepraeclarè fie-
ri à fancìis viris , vt liquert ex ilio, Bonus odor Chriili 2 . ad Co*
fbmus , quod Paulus fcripfit. Gaudet enim fé ,pra:di~ r'm^2t
cari a nobis Deus, cui vni omnis predicano, atque
gloria debetur , &c pro innumeris bcncrìcijs , quibus
mortalium genus afficit , hoc vmim fibi à nobis ex-
petit laudis officium . N e c v e r ò e x omnibus, qua;
S z faceré
276 CANTAR DE LOS CANTARES

mente pertenezca a Dios. Pues cuando le seguimos con fe o con esperanza o


con caridad, cuando hacemos obras justas, ciertamente somos gratos a Dios,
pero nos beneficiamos mucho; y la alabanza y la gloria, que se debe a los he-
chos buenos de los justos, tan propiamente compete a Dios, que ninguna par-
te de ella sufra le sea detraída o arrancada. Y esto era por lo que en la ley vieja
y en el rito, que ya cayó en desuso de sacrificar ganado a Dios en todos los sa-
crificios, que eran muchos y perfectos por el rito diverso y sagrado, Dios decía
que era afectado y era tomado con un olor de suavidad, a saber, calladamente
y del modo con que permitían las sombras de aquella ley, acatando y signifi-
cando en nuestras buenas obras lo que es útil, ello nos lo concedió no a dis-
gusto; y se reservó para sí solo lo que era digno de alabanza y predicación, co-
mo también el mismo Cristo en verdad y según la luz que traía al mundo dijo
más abiertamente29: Así luzca vuestra luz delante de los hombres, que glorifiquen
a vuestro padre, que está en los cielos. Casi diciendo que quería que aquella luz y
oficios nos fueran útiles, mas gloriosos solo para él.Y así, Dios recogió para sí
el fruto de alabanza de esté huerto, y lo que sigue declara que agranda y am-
plifica con su venida el resto de sus frutos y los restantes bienes de virtudes;
que en el ánima del justo fructifican: Comí mi panal con la miel mía; bebí mi
vino y la mi leche; comed, compañeros, bebed y embriagadvos, amigos. Pues el
esposo no las recoge del huerto, sino mejor las trajo y llevó al huerto. Y así,
unió cosas suavísimas, esto es, leche, miel y vino, y añadió además para to-
mar placer la invitación y exhortación vehemente, para que atendiéramos
que estos bienes, con que Dios regala a los hombres de este grado, de que tra-
tamos, esto es, a los que avanzan en la virtud son muy dulces y suaves dones, y
llenos de un eximio género de placer, tales enfin,que ya casi lleguen a la per-

29 Mt. 5, 16.
%76 I N QA<PVT
facerc poííumus, quidquam eft pracrcr laudcm,cuius pro»
priefru&usad Deumpertineat.Nam cum ipfum aut ñdc,
a ut fpe,autcharitareprofequimur, cumincumbimuskt-
ftis operibus,Dco quidem gratificamuripfì, fcd cornato-
damus nobis potifsimum:laus vero & gloria ea,qug iufto
rum bencfa&is dcbctur, ita proprie Deo compctit,vt nul
lam ex ca partemfibidctrahi,aut decerpi pariatur. Atquc
hocillud erat, quareinvetcri lege &iniiloritu, qui iam
obfolcuit,Dcopecudes facrificádi,in omnibus facrifieijs,
quac 5c muítacrant,& vario atquc facro ritu perfetta,vno
odore fuauitatis fc capi,atquc affici Deus diccbat:tc&è fei
licèt,&: eo modo,quo vmbrae illius legis iinebant, innués,
atque ilgnificans in noftris benefa&is vtile quod cftfid no
bis haud grauatèconcedere;quod autèlaude,atqucpra>
dìcationc dignum,id referuare (ibi vni :fìcut& ipfe Chri-
ñus verè,& pro ea luce,quam mundo inferebat.dixit apcr
JMáttk.y tiàs.Sic luceatlux veftra coram hominibus,vt giorificcnt
patrem vcftrum,qui in caclis eft. Tantum non diccns, no-
bis eam iucem,eaque officia vtüia effe vellc:gloriofa aut e
vni iibi.Laudis itaque frucìu fibi Deus collegit è ifto hor-
ro Quòd autem reliquos eius frudus,virtutumquebona
reliqua, qua; in anima iufti fru&ificant,fuoipfc aduentu
ampliora &: maiora reddat, declarat quod fcquitur.Cow?-
dtfitnum cum metle meojbibhtnum cum laHe meofcomedite *mU
ci, bène& inebriamiwchartfstmù Illa cnim fponfus non cr
hortolegitjfedrahortumpotiùs ipfe &importauit,& in
rulit.ltaquclac,mcl,atque vinum,hoc cn\resfuauifsimas
coniunxìr, addiditque pracrercaad voluptatem carpen-
dam inuitationem, &: adhortationem vchementem,
quo inrelligcremus bona ifta, quibus Deus nomines
huius, de quo agimus, gradus, id eft, eos, qui in virtu-
te proficiunt, accumular, dulcifsima ene &c fuauifsima
bona, Oc fximio quodam genere voluptatis referta;
talia
277 CANTAR DE LOS CANTARES

fección del tercer y ultimo estado. Y así, al mismo tiempo que el ánimo de los
justos es afectado con estos bienes, embriagado por la grandeza de la alegría y
dulzura, olvidándose de las demás cosas y casi sordo a las interpelaciones del
cuerpo, duerme al cuerpo y a los sentidos, y comienza a velar para Dios y para
los bienes divinos.

Y así dice: Yo duermo y mi corazón vela. Las cuales palabras pertenecen ya al


éxtasis, en el cual se completa toda la razón de este segundo estado. En el cual
éxtasis y rapto, si quisiera explicar qué sienta el ánimo del justo, o de qué mo-
do se afecte, con cuánta copia de luz sea ilustrado, de qué placeres goce, lo ha-
ría inepta e incluso impíamente; explíquenlo los que lo recibieron, si acaso co-
sa tan grande puede ser explicada por algún hombre; hasta ahora consta que
nadie lo ha explicado30. Y así, cuando ellos son preguntados de lo que sintie-
ron en este rapto, no tienen nada más cierto que decir, sino que vieron cosas
arcanas que no es licito hablar al hombre^. Y ciertamente Dios mismo, aunque
invita a todos los mortales a estos encuentros suyos interiores y llenos de placer
celestial; sin embargo exige muy severamente de los que se hicieron partícipes
de ellos, que los cubran y oculten con silencio. Y esta fue la causa, porque en
sus letras, cuantas veces aparece la mención de alguna de estas cosas, use de su-
ma parquedad de palabras, anote la cosa con una o dos palabras, y con palabra
de tal significación, que fácilmente se entienda que bajo la palabra hay algo ar-
cano e inefable y que no puede ser dicho aun con muchas palabras. Pues en el
Apocalipsis^2 llama maná escondido y piedra blanca al inscrito con nuevo nom-
bre, que nadie conoce sino el que lo recibe; pero en este lugar, que estaba más cer-
ca, si acaso puede ser uno el lugar de esta doctrina, cuando haya puesto copio-
sa y sintéticamente cuales sean las demás cosas, que pertenezcan a este amor y
caridad, con suma elegancia y riqueza de palabras, y las haya presentado ante

30 Fray Luis confiesa no haber tenido experiencias místicas, de lo que dudamos aunque aceptemos
sus palabras. También san Juan afirma que no se puede hablar de estas cosasi 7 en otra parte, como fray
Luis, deja a otros que lo expliquen mejor {Obras, 703. 736, 755)-
31 II Cor. 12.
32 Apoc. 2, 17.

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Qjr INTVM. i77
Italia denique,vt iam propèadtcrtijatquevltimigradus
perfedionem accedant.ltaque-iìmul arqpciuftorum ani
rnus iftis bonisafficìtur^prailiemiscìatqiiGdulcedinisnia
gnirudine ebrius efTe&us,casreraramcerumoblitus,&
quafi ad corporea&interfrellationies fopicus, torpori atqj
fenfibus dormit,èù Deo acbonis diuànis vigilare incipit.
Itaquedicit ::Egedormw,&cormetimyigìlar.Q^ iam ad ec-
ifofin percincnt, in qua huius fecundi gradus tota ratio
compieturc Qua in ecftafiatque raptu, quid fentiat iufti
animusrquovè modo affici atur,quanta luminis copia il-
luftretur, quibiis perfruatur v oìuptatibus, inep tè, atquc
adeò impièfaeeremjCxplicarefivelkm ; ipfi explicèt7qui
perceperunt/i modo tanta res explican poteft ab vilo ho
minejillud-conftàthadenu^explicairencmincm.liaque
ilii cùm deeo^quodin hocrapmfenferunt, rogantürí ni*
hil certiùs habent dicere^uamarcana fcvidifl^que non*
licct homini:loqm:quemadm©d¿im PauLùs fcripiit, Et, 2 ™ Co*
certeipfé Deusvquamuis ad ift'os fuos interiores^ cade- **WM¿«-
ili voluptate plenos congreífus cunchos mortaiesínui-
tet:tamen ab ijs, qui iìlorum coropores fáíti funr, eos vt
filentio tegant atque occultet,feuerifsimè exigí t. Et hoc
caufae habuit, quare fuis in literis, quories alicuius iftotü
incidir mentio, íummaparcitate verborum vtatur : rem
notet vno, aut altero verbo,atque eiufmodi iìgnifnario-
nis verbOjVtfacileintelligamrrquòd verbo fuDeft arca-
numeíféaliquid, &¿ ineffabile, &c quod verbis, quamais^
multisnonpofsitdici.NáinApocàlypfì,Mannaabtcon- *4¿occt%-
ditüm vocat 5 &; in eodem, Cakulunvcandidum appellat
infcriptumnouo nomine, quod nemo-nouit, niíi qui ac-
cìpit: hoc vero in loco, qui proprius erar, fi modo vims
cfíe poteft: locus huius do&iinae, cum carrera, qux ad
amorem iftum &. charitatem pertineant,copÍoíe &¿ enu-
cleate qualiaíint,fumma verborum vbertate delega n-
¡> 3 tía
278 CANTAR DE LOS CA N TARES

los ojos para su vista, cuantas veces llegó a esto, casi enumedeció y tocó el
asunto con tal brevedad, que pareciera le faltaran palabras; que cayó en un
sueño o que falleció en el ánimo, se quedó sin habla bastante tiempo. Por lo
cual nosotros procuremos experimentar con todo estudio cuál sea este bien, y
sobrepasemos de exponer con palabras de qué modo sea. Y así, habiendo so-
brepasado este lugar en silencio, dirijamos el camino a seguir a lo que resta. La
voz de mi querido llama: ábreme, hermana mía. Desde este lugar se describe la
manera de los perfectos, esto es, de aquellos que están en* el supremo estado de
amor. Pues el que tenía el estado segundo y según la razón de su grado aprove-
chó bastante en virtud, ése con esta voz del esposo es llamado a la perfecta ca-
ridad.

Pues, como antes dije, en todo estado tiene el primer lugar la llamada33.
Ábreme, dice, hermana mía, paloma mía, hermosa mía, perfecta mía. Pero no ha
de olvidarse qué diferencia hay entre esta llamada y la anterior34. Pues más
arriba el justo es llamado a que salga al campo abandonando la casa y la ciu-
dad, y aquí es rogado que meta dentro de la casa de su pecho al mismo Dios.
Pues para que nadie deba pensar que ello fue hecho temerariamente por Salo-
món, o para variar la frase, sino fue expresado y escrito teniendo razón de las
mismas cosas, y considerada diligentemente la naturaleza de ellas. Pues debe
saberse, que quienes aman a Dios, para avanzar en la piedad y amor tal, y lle-
gar a la perfecta caridad, suelen ser impedidos y retardados por dos géneros de
cosas. Lo primero, suele obstaculizarles la preocupación y administración de las
cosas terrenas, con que unos son implicados y detenidos en ganar bienes fami-
liares, otros en regir un magistrado, otros en llevar otras cosas. Pues como estas
cosas no extingan la luz de la caridad, como no la extinguen al menos en los

33 Crisostomo, Homilía 13 a san Mateo.


34 Estamos en el primer grado de este estado: ía vocación o llamada de Dios.
17.8 IN Q A P VT
tia pofuerit, &: oculis confpicienda fubiccerit, ad hoc
quoties^petuenit, propèobmutcfcit : remquc eafere*
uítaee .perftringit, verba vt illi dccffc videantur : i« forn-
ii um inciduTe, aut animo dcfeciiTe, dicerc, id fatis habet.
Quamobrem nos, quale iftud bonumfit,experki omni
ftudio curemus : verbis vero cuiufmodiilt, fuperfedea-
mus expanere.Huncitaquc locum iìlentio prasteruedi,
adid,quod reliquumeft,iter conficicndum pergamus*
Vox dileftt mei ¡wlfantis, aperì mthìforor mea. Ab h o c l o c a
perfedorum,id cft,corara, qui in fupremo gradu amoris
funerario defcribitur. Nam qui fccundum gradum tcne^
bat, àc pro gradns fui rationc fatis in viruteprofecit, is .
hac fpo&ilvoce ad pcrfedam charitatena. ^ocatur, Narn^
vt ante dixi, in omni gradu primum locum tenet voca-
Chvyfojì* tivo, ^píyi, inq uit, mthiforar mea ¡columba mea,formofa mea,
horm .13. petfift4 me((í ¿ e( ¿ n o n cfl. pfjerermittendum, quid ínter
mMatt. jfj-am vocatdonem,&fuperiorcm vocationem interfir.
Nam fuperiùs,vtdomoatquevtberelitta inagrumexi*
iet,iuftus vocabatur¡ h k veri) rogatur, vt intra dormirà
pedoris fui Deum ipfum admittat. Nec ^enim quis pú-
late debet id temere fadum àSolomone eifc : aut va-
riando orationis caufa : fed habita ratione ipfarum
rerum , earumque natura diligenter perípe&a j ex-
preflfum & fcriptum. Nam fciri deber,qui Deum amafKt,
quo minus in co amore &c pietatc proficiant,&: ad porfe-
dam charitatem perueniant, duobus rerum generibiis
impediri,atquererardari falere. Primùm obftare illis iò-
Ict terrenarü rem adminiftratio atqj cura,qua ali; re fami
liaci procuranda., alijmagiítratu gerendo, ali; rebus alijs
obeundis impiicantur,atque detineatur.Nam vt ííla cha
ntatis lumen nonextinguant, vtnon.extinguut certe in
ijs, qui Dei amoretti cundis rebus prseponunt, tamécur-
fum quodámodo charitatis retardan!, eamque crefcere,
atquc
279 CANTAR DE LOS CANTARES

que prefieren el amor de Dios a todas las cosas, sin embargo retardan en cierto
modo el curso de la caridad y no permiten que crezca y sea aumentada fácil-
mente. Pues implican a nuestros ánimos con los pecados y preocupaciones,
con los que si no es borrada la caridad, al menos se ofusca su luz y su ardor re-
mite. Después, se opone a este incremento de la caridad y perfección el hom-
bre, que se llama, viejo, y el mal placer de concupiscencia inserto en nosotros
por naturaleza; el cual, aunque sea oprimido por la caridad en los hombres
justos, sin embargo permanece en ellos y mueve guerra muchas veces contra la
caridad. Y así, luchan entre sí, y la concupiscencia resiste a la caridad, y a ella
alfinla caridad, si permitimos ser conducidos por ella, obrando con afición
borra y extingue insensiblemente y poco a poco; cuando hace lo cual, enton-
ces ella es llamada y es con derecho perfecta. Cuando digo extingue, no digo
que pueda por estudio de alguien borrar en esta vida todas las fuerzas del mal
placer y deseos completa y totalmente. Pues si alguna vez le sucede a alguien,
no se ha de dudar de que aconteció a la Madre de Dios, pero si a algún otro su-
cede, sucede con gran privilegio de la gracia y munificencia divina. No lo en-
tiendo, pues, ni digo también que la caridad no es perfecta, sino en estar vacía
casi de todo deseo; sino solo siento que los perfectos en la caridad así tienen
aplacados y oprimidos y metidos los deseos dentro de lo prescrito por la ley di-
vina, que apenas se atreven a moverse y obrar contra la caridad. Así, pues, el
que ha llegado al culmen de la perfección primero, debe librarse de la preocu-
pación de hacer cosas públicas o privadas; después, debe estar libre de todo
turbio y adverso movimiento contra la razón, hasta donde puede ser. Pues así
decía Cristo3?: Si quieres ser perfecto, ve y vende todo lo que tienes, que es tener el
ánimo vacío de toda preocupación pública y privada, y sigúeme, lo cual se refie-
re a la abolición y extinción de los deseos. Pues seguir a Cristo es tomar cada
uno su cruz y a sí mismo, esto es, negar sus deseos, como él dice en otro lugar36:
El que quiera venir, niegúese a sí mismo y tome su cruz. Pero se ha de observar

35 Mt. 19, 21. Fray Luis pone por error Mt. 10.
36 Mt. 16, 24.

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"Qy 1NTVM. x79
atipie augeri, non facile finunt. Implicant cnim noftros
ánimos ijs peccatis, atque curis, quibus fì minus deletur
charitas,iliius tamcn &. lumen ofíufcatur, &; ardor remit
titur. Deinde obeft itti charitatis incremento, atque per-
fezioni vetus^quidkkur,homo,concupifeemieiq^
la* libido nobis natura infería; qua: licèt opprimaturab
jpfa chántate in ho minibus iuitis,raanet in illistamen*
fcellumque faepè contra charitatem mouet. Itaq^ pugnàt
Ínter fé &,&: chatitati coneupifcctia refìftk,eamque cha*
ritas tande,fi abipfa nos ducipermutirnus¿£tudi©fe agen
do feniìm atque paulatim dclet 6L extinguít : quod cura
eifecit, tü ipfa dicitura oc eft ¿tire perfetta.Extinguir cùnei
dico,nó id inteliigo, poifeaiicuius ftudio in hac vita om-
nes malas libidini*; vires, &; cupiditates penitùs, &¿ omni-
iiò deieri, id enimficui vnquá contigit, nam quin corni-
gera Dei genitrici dubitando non eft,fed fi cui alii con-
tigit,magnopriuikgio contigit gratia? 6¿mumficentkí
diuinae Nonìgìturid intelligomcqueetiam iudico chari
tatem non effe perfecì;am>niftin co, qui omni cupiditate
prorius iit vacuus : fcd id tantum fendo perfectos in cha*
sitate ìta fedatas, atque compreiTas}& intra praefcriptum
diuinas legis inclufas cupiditates habete ¡$ vt mou ere fé,
vix audeant,&: contra charitatem efFerre: Igkur quia4
perfe&ìonis culmé eft perucntarus ,primùm iib erari de-
|>ct a cura rei, vel publica:, vel priuatae gerendac : dein-
de dcbet omni tutbido,Óc rationi adueifomotu,quoad
fieri poteftjVacare.Sic enim Chriftus diccbai: Si vis per.- M****IO*
fe&us eífc, vade , &£ vende omnia, quae habes, quod
eft, ab omni publica Òcp rinata cura vacuum habereani-
jnum:&; fequere m£ ; quod ad cupiditatum extincìio*
nenx, & aboiitionem fpc&at.. Nam feeui^Chriftum,
cftjCruccm quifque fuam tolleie, fcquc ipfum, id cft, cu-
piditates fuas abnega re, v t ip fé alibi dicit, Quivult venire Mátt,\€,
S 4 pok
280 CANTAR DE LOS CANTARES

entre estas dos cosas un orden. Pues primero, debe divorciarse de las preocu-
paciones seculares; después, los malos deseos han de ser arrancados del ánimo.
Los que hacen lo primero, comienzan a aprovechar en la virtud. Y así, los que
tuvieron ordenadamente el estado de los principiantes, son llamados a que
abandonada la ciudad se dirijan al campo, esto es, que se divorcien de las cosas
de esta vida perecedera y se vindiquen a una libertad, esto es, que suban a un
grado superior, y dejen de ser principiantes, y se cuenten entre los aprovecha-
dos; y así, salen al campo y abandonan las preocupaciones de la vida humana.

Pero en el segundo hay una mayor perfección, más aún, si hay que decir la
verdad, consiste la culminación de la misma perfección; de donde quien co-
mienza a ser perfecto, debe entender que ya en gran parte no solo ha vencido
sus deseos, sino también casi los ha extinguido. Y puesto que de la supresión
de ellos arranca todo principio de tratar muy familiar y amigablemente con
Dios, de quien perfectamente floreció al fin la perfecta caridad; por eso, quien
ya sube al estado de los perfectos, es suplicado que quiera subir a Dios que de-
sea entrar en él, esto es, que desea tratar con él ya familiar y muy amigable-
mente, esto es, que trabaje para que expulsados los deseos Dios pueda entrar
perfectamente a su ánimo, y descansar en él mucho, esto es, que sea ya perfec-
to, cuando bastante aprovechó en el segundo estado de los buenos. Pues lo que
es el inicio del grado superior, ello entendemos es lo más alto del grado que le
antecede. Pues el que se dice principiante, cuando obligó a su ánimo a renun-
ciar al siglo, llegó al sumo grado de sí y comenzó a empujar el estado de los
aprovechados; del cual estado ciertamente el sumo efecto es la opresión de los
deseos, en consiguiendo alguien lo cual, llegó al estado de los perfectos aban-
donando este segundo estado. Así, la huida del siglo es lo más alto del primer
estado y el inicio del segundo; del igual manera el deseo vencido es al mismo
iSo I N C'A P V T
poft mc,abncget femctipfum,5¿ tollar cruccm fuárruScd
cft inter ifta duo quidam ordo feruandus. Nam primurrt
curis faeculadbus nütium rcmitti debctjdeindemaliecu-
piditates ex animo funteuellendas. Primumquifaciunt
in virtutc:protficcreincipiunt.ltaque,'qui gradum inci-
picntium ritè tenuerunt ad id vocanturs vt vf be relida ru
rapetant,id eft, vt vita; huiusmtenturse rebus numium
remittantjfeque vmdicent in aìiquam libertatem,hoc
eft,vt ad fupcrioremgradum afeen da t,3¿ incipientes eífc
deíinant,proficientibufquc annumexentur : iraq; exeunt
in agrum,S¿ humana vite; curas abijcíunt.In fecundo ve-
ro maior perfedio quaedamlltasft : imo veram íl eft di-
,cendumJpñus:perfe,c~tionis abfolutío confiftinvnde qui
perfedus effe incipit, intelligi debet magna iam ex parte
Xuas cupiditates non viciífe modo?Ced etiam propjè extia
;xiíTe. Et quoniam ex earurn deprefdoneducituromne
principium cum Deo veré amicc;6¿famiJiarirer agendina
quo profeda,cha ritas ,tum demum>perfedè efflorefcit:
idcircè>qni iam.ad peífedorum gradum afcendit, toga-
tur, vtDeointroire ad ipfum cupienti, ideft, familiarker
iam,6¿ omninò amicò agere.cum iplb volenti aperire ve
lit ,Koc eft, vt in eo elaboret >,vt edomi tis cupiditatibus
Deus intrate pertedè ,ad ápíius animum , &, in eo re-
quiefcejre.omrunò pafsir,id eít¿vt perfedus iam acquan-
do fatisiaiecundo bíonorumgradu profecit. Nam quod
fuperioris gradus initium eft , id antecederías gradus
fummunxcíTe intelUgimus.'Nam incipiens qui dicirur,cu
animum induxit renuntiaref^cuLo ad íummum fui gra-
dus peruenit, premerequeincipit proficiitium gradum;
CÜÍLIS quidem gradus fumma eiFedioeftiCupiditatüde-
prefsio,squod vt prirnurriíqmsaírequutus eft, fecüdo ifto
gradu reíido ad perfedorum gradum.euadit Ita fuga fae-
iCuli &; fummü primi gradus eft,& initium fecundi : íimi-
litejc
281 CANTAR DE LOS CANTARES

tiempo comienzo del tercero y final del segundo37. De donde sucede que los
que son llamados al grado de los aprovechados, sean llamados a lo que en ese
grado tiene el primer lugar, que lo que ya tengan consigo en el ánimo, acaben
por fin y arrojen de sí el estudio de obras y honores, con que son constreñidos;
y de manera semejante, los que son llamados al tercer y último estado, sean
llamados a la perfecta represión de los deseos de la carne. Los cuales, puesto
que habían sido explorados y divinamente patentizados a Salomón, por eso él
expuso cuan aptamente podía significarlo según la persona to'mada la anterior
llamada, con que los que han de aprovechar en el amor son invitados al des-
precio de las cosas de esta vida, sacando al esposo animando a la esposa a que
habiendo abandonado el patrimonio juntamente con él morara en el campo.
Pero aquí cuando se trataba de una llamada más profunda, con la que no ,se
busca ya que alguien abandone el siglo, sino que de tal manera reprima la car-
ne exultante y los afectos de la carne, que en lo que permite la naturaleza de la
cosas apenas vivan más; no hace pedir al esposo, que la esposa abandone la ca-
sa, esto es, que se libre y acabe con su cuerpo, que en el arcano lenguaje de las
Santas Letras es llamado muchas veces casa, sino que extenuados los afectos de
la carne con la asidua meditación de las virtudes, nada deje de lo que pueda
impedir a Dios, que quiere entrar en el ánimo y morar en él. Ábreme, dice,
hermana mía, paloma mía, hermosa mía, perfecta mía, porque mi cabeza, está lle-
na de rocío, y mi cabello de las gotas de la noche. A lo cual ella: Desnúdeme mi
vestidura, ¿cómo me la vestirei Lavé mis pies, ¿cómo los ensuciaré':'Lo que no de-
be tomarse así38 como si el justo no quisiera abrir su pecho a Dios que desea
entrar, esto es, quiere ser mejor y más aceptable y grato a Dios, sino expresa
cuál sea el sentido del cuerpo y de la carne. Pues si no existiese todavía algo
en su cuerpo contrario y no bastante cediendo con ánimo justo a los mandatos
y mociones de la gracia de Dios, no sería llamado en verdad, esto es, Dios no

37 En «Rey de Dios» aparecen estas ideas (Onís, II, 118-19).


38 Agustín, Tratado 55 sobre Juan.

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gJV I NT V M. I8Í
ìiter deui&a cupiditas terrij exordium eadem cft,& fecurt
difupreraum.Exquo cfficitur,vt qui ad proficientiügra
dum vocantur,ad id vocen&ir, quod in eo gradu prima
obcinetlocum, idautem cft, vtquodiam animoíecum
agitanc,tandem perfidant>abíjciantqueab feopum & ho
norum,quibus conftridi tenentur ftudium : ¿¿ fimiiitcr
qui vocanturadtertmm &fupEemumgtadum,ad pcrfc
fte comprimenda carnis deíldsria vocentur. Qua; quo-
niam explorara e r a n t e diuinitus patefa&a Soiomonijd
circo ipfcfuperiorem illam vocationem, quaquiprofe-
¿hiri in amóte funt,inuitantur ad rerum hubus mix con-
temptum^quàm apce-pro pedona indù¿U fignrficari po-
terar,ilc eam expo fuit;iponfum inducens ad id,vt patrio
lare relido fecum vnain agro moraretur iponfam horta-
tem.Hìc vero vbidc altiore vocationeagebatut, qua no
iam vt faeculum qui? defera ^quaeriturifed vtcamem exui
tantem,carnifque affedus ita coerceat, vt quoad natura
reipatitur,vixamplius extentinon ìdpeterefponfum fa-
cit,vt domumiponfarelinquat,id eft,vt corpus fuü3quod
arcano fan ¿barn militcrarum fermonedomusfaepè voca
tur,exuat,atque c6tìciat:fèd vt extenuatis afsidua medita
tione virtummcarnisaffe&ibus,quodobftare Deopof-
Ììtanimum intrate, & in eo-manñonem faceré Toìenti,
nihil relin<\uztur.^perhinquitJororweasoluba meuJoYmo*
famca,perfe¿Í47ne^<im4 caput meumpientiefl rore,& ancmni
nteiguttisnoBiüCui illa . Spoliaui metumct men^ucmoáo in-
duar illa?lauipedes meo$squomodotnqumabodlostQuod n ò ita
accipidebet,quaiivir iuftusnolitDeo intrare volentipe-^CT' *
&us fuum patefaccre,hoc eft,melior ipfe fieri,& Deo ac- m ™r,n*
ccptior,& gratior.Ìèd quis fit corporis atque carnis fen- trcti:iò6*
fus exprimitur. Nifienimeifetaliquidadhuc in corpore
¿mius repugnans,nequefatis «quo animo ccdens iinpe-
.rijs,atquemotionibus grada? Dei, non profeeìò vocare-
S < tur,
282 CANTAR DÉLOS CANTARES

trataría con él para acabar el bien que comenzó y domar así su cuerpo, que na-
da venga de él que impida al ánimo a amarle con perfecta caridad. Así, pues,
muestra que algo le impide al que va a entrar, lo que quiere que se le abra. Pe-
ro de esta duda de la esposa y de sus palabras llenas de blandura se colige por
qué impida o por qué obstruya la entrada: Desnúdeme mi vestidura, ¿cómo me
la vestiré? Lavé mis pies, ¿cómo los ensuciaré?

•t

Pero añade: Mi Amado metió la mano por el agujero, y mis entrañas se estre-
mecieron. Tras las palabras y exhortaciones Dios usa el impulso y la fuerza de
una gracia más eficaz; él, digo, mete su mano, esto es, no levemente como an-
tes, sino con vehemencia y dureza infundiendo gran copia de luz celestial con-
mueve todo el ánimo, esto es, llama con eficacia. Y no se ofendió de ver que
todavía en él hay algo contumaz y repugnante, y que no permite ser goberna-
do bastante por él; pues ello según la naturaleza de nuestro cuerpo y carne ve-
ía ser necesario que así sucediera; sino más bien puesto que entendió que ello
no podía ser vencido plenamente y totalmente subyugado por el hombre, aun
estudioso, sin su auxilio, le ayudó. Y así, metió su mano por el agujero y con
ella conmovió todo el ánimo del hombre, esto es, hizo que la fuerza superior
del ánimo ayudada por él e incrementada con mayores fuerzas, reprimiera y
asentara sus partes inferiores y todos los turbios movimientos de ella. Mi Ama-
do, dice. Pues porque es nuestro amado, esto es, porque nos ama gratis y por
propia iniciativa, nos regala con estos bienes y regalos. Por el agujero, porque
por cualquier parte que queda abierta una entrada para Dios a nuestro ánimo,
por ella se mete. Pues no pasa por alto ninguna ocasión de hacernos el bien, lo
cual es signo clarísimo de su suma benevolencia para con nosotros. Y mis entra-
ñas se estremecieron. O, como se traslada del hebreo a la letra, hicieron estrépito en
mí mis visceras por él. ¿Con qué movimientos pensamos que el ánima del justo
tSí. IN C.jfP V T
t ur ,ideft,non cum co agcret Deus,vt bonum id, quod in
£tituit,perfìccrer>& edomarct ita fuum corpus, vt nihilex
co efTet,quod animum impediret,quo minus ipfum pcrfc
&a chántate diligeret:Quod igimr aperiri iìbi vult,aiiqui4
ingreffuro obftatc dcmonftrat.Quid autem obftet, quid
ve aditum obitruat,ex hac cun&auojie fponise, & c x m s
eius vocibus moilkia plcnis coìiigitur. Spoliam me tunica
tneafluomodo indoorillaìlaui pedes meos^mmodow^mnaboillùsi
Sed zddit.Dìleétus meus mtjìt manu fuá per forame > & conine*
muerutììfceramea. Poi!vocesatq; adhortatione&Deüsef
ficacioris gratiae vim atqj impulíum adhibetimanü inqua
ipfemittitfuam,hoc eiì,nonIeuiter,vtpfiùs,fedvehcmé
tiùs,atque acnùs magna cadeftis lucis copia infundens,to
rum animum permouet,id eft,efficaciter.vocat.Nec vero
©ffenfus fuit,quòd in eo adhuc ineiTe vidit quiddam con
tumax& repugnans,nccfe fatis ab ipfo regi permittensùd
cnim pro noíki corporis atque carnis naturaci ita eueni-
ret,neceíTarium cfíevidebat:fed potras quoaiam id pie-
ne vinci,6¿ íiib iugum penitùs muti ab nomine, quamuis^
iìudiofo fine fuoipfms auxilio haudquaquam pofle intel
kxitjidauxiiiumexhibuit. Iraq> mittit manum fuam per
foramen,eaque commouettotum hominis animü,kleír,
effìcit vr animi vis fuperior abipib adiuta,&maioribus vi
ribus aucìa inferio-reseiufdcm partes,&;earum omnes tur
bidosmotus tedetòc comprimat DileéìttsÀnqv^mcus.Hù.
obeácaufam^uiadile&usnofteteíLhocamemeftjquia
nos gratis &. Tua fponte ¿pfe diligit.iiUs afficit nosbonis
arque muneribus, . pexforamen. Quiaquacumqucpatet
Deo adttu* adáammumnourum,iÜacfeinfmuat.Nullam
enim nobis benefacicndioccafionempr^termitti^quod
ipfum luinme erga nos fuse bencuolètiic clarifsimú fígrm
cii.atconrremtteruMYtfcer4mea.AuX, vtexHcbraeo ad ver-
bum vertitur ,• FremiinmeMderunt iuper me yifctra me* fitper
ìilunu.
283 CANTAR DE LOS CANTARES

sea afectada, con cuánto temor golpeada, qué gemidos de amor mezclado con
dolor dio la impotente, cuando Dios todo se metió en ella y se difundió total-
mente en ella?39 Mas cuan gráficamente (pues no puedo apartarme del tratado
e interpretación de este lugar, tan abundantes en placer celestial y tan llena de
divinos sentidos me parecen cada una de sus palabras40), cuan gráficamente,
pues, Salomón pintó ambas cosas, el ingenio y la debilidad de nuestra natura-
leza, y la potencia y eficacia del amor y gracia de Dios. Pues nosotros aunque
muy versados en el estudio de la virtud, sin embargo tratamos duramente a
Dios; mas Dios no se puso medida ofinalguno de amarnos ni de curarnos
aunque dudosos e ingratos. Nosotros tomando cualquier cosa levísima por
gran impedimento, nos excusamos de dudar y de no ir a donde somos llama-
dos, y nos entretenemos día tras día, causificando inepta o mejor impíamente.
Pues ¿qué más leve o más frío se podía oponer a él, que me desnudé de mí 'tú-
nica? Mas Dios luego coge cualquier causa que se le presenta de hacernos el
bien, y se mete en nuestro ánimo por todos ios resquicios aun delgadísimos.
Nosotros por nosotros somos torpes con la desidia y apenas podemos sacar del
lecho los miembros débiles y enfermos; mas cuando Dios nos trae su fuerza y
mano a nosotros enfermos, escupe todo el torpor de nosotros. Y así, nos levan-
tamos con increíble celeridad, nos apresuramos, ardemos, y precisamente lo
que en nosotros dudaba antes y nos deprimía a tierra, con la misma fuerza del
amor y la gracia, no solo dominado, sino también encendido y arrebatado por
las llamas, arrancó su viejo sentido y vistió el nuevo y celestial; finalmente casi
es urgado de toda aquella innata vejez suya, como consta de lo que se sigue:
Levánteme a abrir a mi Amado, y mis manos goteraron mirra, y mis dedos llenos

39 San Juan trae la misma interpretación de este pasaje (Obras, 770),


40 Inciso que reveía los sentimientos de fray Luis.

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uhm . Quibusenim motibus affici putamus iufti ani-
marci, quanto tremore concuti : quos ex amore dolo-
re mixto impotentem fremitus edere, vbi in iliam Deus
totusincubuit, icquepcnitùs infudit inillam? Atquàm
graphicè(necenim poifurn ab huiusloci interpretado-
ne,6c tra&atione diuelli, tammihicius verba fingula, te
cselefti dulcedine illita, &diuinis<feniibus videntur pie-
na ) quàm igiturgraphicè Solomon vtrumque depinxir,
¿¿naturai noftrseingeniumteinfirmitatem,&:amorisar-
que -grada? Dei efficacitatem, arquetóte ntiam . Nos
enim quamms rnulmm invirtutisftudioverfati, tamen
segrè obtemperamus Deo : Deus vero neque diligendi
nos, nequenobis quamuiscun&atoribus&ingratisme
dendi vlIumfibi,autfinem,autmodumxonftituit. Nos
kuifsimas quafque res pro magnisimpedimcntjs ducen
tes,nobis &eunc\andi,&: eg quo voca.iiinr.non eundi cau
iàs prseteximuSjdiemqueexdieducimus, inepta, velpo-
dùs impiè caufificando. Nam quid autleuius, aut frigi-
dius opponi poterat ilio , ípoliaui me tunica mea ? at
Deus quaecumque (Ibi caufa datur nobis benefaciendi,
eàcótinuò aoipitrperq; omnes quauistenuiísimas rimas
íefe intraagit adnoftrum animum.Nospcrnosdeiidia
torpemus, a;graq; te infirma mébra ledo leuare vixpof-
fumustat vbiDeus nobis egris manum atque vim fuam ad
mouet,omnem torporem à nobis excutit Itaque incredi-
bili celeritate exurgimus,feftinamus,ardemus, idqueip-
fiim quod in nobis cun&abatur ante , &ad hunutnos
deprimebat,eademgratÌ2e&:amorisvi, nonfolàmedo*
mitum , fedetiam flammis correptum&incenium/en-
fum fuum veterem exuit: nouum vero atque caeleilem
induit : denique ab omni illa libi innata vetuftate pro-
pè purgatur: vt ex eo confiar <quod fequitur, Smrexì "V*
tpenrem àiUSto m eo, manm meA ai¡\ül¿utrwnx myrthum, &*
dì e hi
284 CA NTARDELOS CA N TARES

de mirra muy agradable, pues en esto tanto es declarado un gran ardor de cari-
dad, cuanto es significada figuradamente aquella plena mortificación por así
decirlo, de los deseos de la carne, de la que ya tan muchas cosas decimos. Pues
la mirra, como antes dijimos, tiene el símbolo de esta mortificación, la cual
ahora derramada por la mano y por todos los dedos, se dice que llenó los mis-
mos goznes del aldaba, ello es, a las cosas un tanto leves, que impedían perfec-
tamente a Dios que quería entrar, les llevó casi la muerte y la ruina; la cual es
propio y peculiar efecto de esta llamada de que tratamos. Yo abrí a mi Amado,
y mi Amado se había ido, y se había pasado. ¿Como pudo ser que Dios no qui-
siese entrar en aquella alma, que le abriera las puertas de su corazón? ¿Por ven-
tura ella sin el mismo Dios pudo hacerlo? ¿O sin tenerlo a él metido profun-
damente dentro de su alma, y sin que fuera agitada por él, no digo que ardiese
en tan gran amor para con él, sino ni siquiera se hubiese movido de su lugar?

Sin duda, y así, ambas cosas son ciertas, que Dios se encuentra en el ánima
de éste, y que la misma alma no conociese la entrada y venida de Dios, y por
eso lo buscara fuera de sí, a quien tenía consigo y metido en su seno e infun-
diéndole ardientísimos fuegos para amarlo perfectamente. Lo cual sucedió por-
*que como Dios suela entrar en nuestros ánimos de dos maneras, una inspiran-
do rectos estudios y ayudando a conseguirlos con obra; otra dándonos placer
celestial, y como aquel primer modo de entrar sea oculto a nosotros mismos, y
el segundo más abierto y manifiesto (pues porque en él el hombre sin hacer na-
da es llenado de placer celestial, por eso le parece ver a Dios y tenerlo presente,
y abrazarlo), por eso muchas veces sucede que, quien tiene a Dios ayudándole
dentro de sí y proporcionándole fuerzas para obrar honestamente, porque
no se siente afectado con el tal placer, piensa que se aleja de él y se queja de
haberle abandonado. Pero no siempre, si Dios estando en nosotros nos ayuda,
¿8* INCA PVT
digiti mei pieni myrrha probar ;f'Ama, Nam in hoc, cummag
nus quidam chantatis declararía ardor,iùm vero tranfìa
tè figniikatur illa,de quaiam tam multa dicimus, carnis
cupiditatum,vt itadicamjpleiraimortiiicatio Huiusnana-
que mortificationis/ymbolü haber, vt ante diximuSjmyr-
rha^uasnuncper nianusperquexligitos omnes£ÍFufa,ip-
fa manubri&peiTuliìmbuiiTè dicituràd autem eft^ leuiori*
bus iliiSjquaiDeo obitabant perfe&èlntroire volér^mor-
tem propè & inrernü attuiilTe : quaeefthuìus^de qua a gi-
mas, vocationispropria^&peculiaris eífeftiot^/ww due-
fio meo7attlUAèclìnauerat at^ tranfuerat.QupmQào potuit
neri, vt Deus in.eamanimam mirare no litrqua? fui peci: o
lisforesüiiaperiatían ìd agcreillàiìne ipfo Dco potuit?
aut nifi ipfum intra fé fehabercrinmium penitùs menti
fue\niilque agitareturabipfo,n5 dico tanto crgaiilü amo
re fi agrafia ,(ed ne fé quidem* vnquam fuo loco commof
fetihaud dubièiiunquam.Itaque vtrumque verum eft,$£
Ìnhuius*nimaDeumiam verfari,& Dei Aduentum at-
queingrefíüm tpfamanimam latére,& idcircò extra fé eu
quaerere,quemliaberet fecum&¿'m íinufuo induíum,&C
fubdentemiìbiad perfe&è ipfum amandum ardentifsi-
mas,face&Quod idcircò euenit,quia cumjduobus modis
E>,éusintrare foleat in ánimos noftros>viioinfpirádo ilu-
día rec-ta,&: ad ea opere exequendàadiuuando:altero cae
léftivoluptatcnosafficiendoicumquepriòràile intrandi
modus oceultus nobifmetipfis iìt, poiferior vero aper-
tior,atqucmanìfeftior::(namjquiain eo homonihilìpfe
agens ca?lefrì,voiuptate perfunditur^ideòvidere fibi Dea
videtur^-praefentenique.tenere,- atqueampledL) idcircò
fae^èaccidhiVtquihabetDeumintraieadiuuantem , OC
vires fibi fufficientem ad honeftè operandum^quia fé afri
ci ab eo voluptate non fenthvabeiYe ipfum abs le putet,fc
quc defcruiiTc queramr.Namnonfi Deus innobis exiftès
nos¿
285 CA NTAR DE LOS CA N TARES

también nos llenará de placer, pues estas dos cosas no están unidas, que una se
siga de la otra; por contra más bien sucede muchísimas veces, que a quien
Dios se le presenta ayudando, éste no solo sufra por la falta de este placer ce-
lestial, sino también se retuerza con los mayores dolores del alma y cuerpo. Lo
cual Dios entonces sobre todo permite ser, cuando, lo que recuerdo haber di-
cho antes, nos da un nuevo y más sólido beneficio y cuando nos excita con la
dádiva y con la fuerza de una gracia mayor, para más ricamente merecer de él
y amarle más. Pues entonces se suele sustraer de nuestra mirada „y ya no más
dulce y agradablemente se derrama en nosotros; más aún algo adverso nos me-
te o permite que otros lo infundan, como si quisiera probar nuestra virtud e
industria de este modo. Así, pues, al justo así llevado a combate no ciertamen-
te destituyó de su oculta y latente ayuda, sino también lo desnuda a veces y pri-
va de aquel su familiar encuentro y aquel claro y eximio sentido de su dulzura,
el cual sentido si estuviera, no habría ningún sentido de los males y adversida-
des.

¿Y qué hará éste o a dónde se dirigirá viéndose retirado al mismo tiempo


de la amistad y casi del abrazo de Dios, y mirando los dardos dirigidos contra
él de sus enemigos? ¿Qué? Buscará con diligencia al que piensa está ausente, y
aunque nunca aparezca y aunque nada se le aparezca de él ni de fuerza ni de
luz, sin embargo buscará y no acabará nunca de buscarlo hasta encontrarlo; al
fin hará lo que se sigue: Mi alma se me salió en el hablar de él; busquéle y no le
hallé; llámele, y no me respondió. Halláronme las guardas que rondan la ciudad;
hiriéronme; tomáronme mi manto, que sobre mí tenía, las guardas de los muros. Yo
os conjuro, hijas de jerusalén, que si halláredes a mi querido, se lo hagáis saber, que
soy enferma de amor. Pues habiendo expuesto la llamada del que había estado
con alabanza en el segundo orden, y expuesto también su subida al estado su-

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aos adiutut,nos edam femper voluptatc perfundit: nec
ifta duo funt ita coniun¿h,vt altcrum fequamr ex altero,
contra potiùs contingìt faepiisimè»vt cuieft prxfcns Deus
auxilium ferendo, is non modo huius celeftis voluptatis
inopia iaborctjfed maximis etiam animi torqueatur, cor-
porifque doloribus • Quod Deus tune potifsimum fieri
permittit,cum,quod ante memlni me dixiife, nouum ali*
quod &: folito maius nobis contulit benefichim, cumq;
nos maiorisgrati*coilatìone , atqueviad vberiusdefe
metendum/eque magis amandum excitauit. Tune enim
fubtrahere fé à noftro cofpe&u folet, neque iam amplius
dulcitcr & iucundè in nos illabitur: quinimò aduerfi ali-
quid, vel nobis immittitipie, vei ab alijs inferri permittit,
quaiivirtutemnoiìramifto modo &induftriam probare
velitJgiturvirumiuftum fic in certamen produ&umnò
quidem fuaiilam opc latenti, & occulta deftituir, fed ta-
men nudat ipfum interdum atquc otbat fuo ilio familiari
congrcífu,8c confpicuo ilio atque eximio dulccdinis fuse
fenfu,qui fenfus ñ adeflet»nullus eflet malorum & aduer-
forum fenfus.Is vero quid aget, aut quo fe vertet ilmul à
confortk>& tanquam complexu Dei fc diftra&um vidès,
fimul intenta in fé hoftium fuo ru tela confpiciens.?quid.?
ipfum eundem,quem abeife putabat, diiigentiisimè qua:*
ret:& quamuisnufquamcompareat,quamuifque, nihil
nequcopis,neq;lucisiìbiefTulgeat ab ipfo,queret tamé,
ncque quxrèdi-nifi co inuenrofine-mvllum faciet r.cleniq;
idaget,quodfequitur. %Antma mea liquefatta eü ìirdtleóìus
loquutus ett7 qu&fMillum>& nonmuem } yocaui, &nonref-
pondtt mihhinuenerunt me atjìodes qui circumeunt ctwtatem,
pcrcujjcrunt me > & "vulnerauetunt me , tuierunt pallium
mtum cujìodes murorum . sàturo "Vos fili* Hterufalem ,fiin-
uenerim Mc£ìummeum?vt nuntkfis etquia amere tangueo.'Na.m
expofita vocatione eius,qui in fecundo ordine cum lau-
286 CA NTAR DE LOS CA NTARES

perior de amor (pues se dijo que obedeció a la llamada, y abrió las puertas del
ánimo a Dios que tocaba) ya expone la prueba de este nuevo amor y la gran-
deza del deseo, que de él nace. La prueba porque Dios se apartó de él y evitó
su encuentro, en poniéndole en mejor estado, Y el deseo, y ciertamente dema-
siado encendido, porque aunque muchas y graves dificultades se le hubiesen
presentado, sin embargo no pudo ser alejado por ninguna de ellas de seguir.

Pues lo que dice: Mi alma se me salió en el hablar de él, desvanecerse oída


solo la voz es indicio de un grande amor; y lo que añade: Busquéle, y no le ha-
llé; llámele, y no me respondió. Halláronme las guardas que rondan la ciudad; hi-
riéronme; tomáronme mi manto que sobre mí tenía, las guardas de los muros. Yo
os conjuro, hijas de Jerusalén, que si halláredes a mi querido, se lo hagáis saber,
que soy enferma de amor, nada pudo decir con más significación para declarar
la fuerza del sumo deseo. Pero para que se vea más que es verdadero lo dicho al
inicio, después muchas veces repetido por nosotros, que por grados en este li-
bro se sube el amor, ea, comparemos esta exposición puesta figuradamente de
deseo y prueba con las significaciones anteriores de las mismas cosas; pues ve-
mos con los ojos que creciendo el amor también han crecido estas cosas; y por
la razón de un estado mayor, de que se trataba, la esposa fue llevada tan encen-
dida con más duros deseos, cuanto vejada con males graves. Lo que se refiere a
la explicación del deseo, se dice que aquella deseó mucho o más bien apareció
deseando y pidiendo ser besada por el esposo en el mismo inicio de este cantar;
pero porque entonces se trataba del amor de un principiante y novicio, en pa-
labras dejó ese deseo y no exhibió documento alguno de él en realidad; mas
después cuando comenzó a realizar el personaje del aprovechado, dejadas la ca-
sa y el lecho, se dijo que la esposa fue a buscar al esposo, y en este lugar, donde
se describe la manera de los perfectos en el amor, no se omite nada de las cosas,
ÍU INC AT> V T
de vería tus eflet , ciufqueetiamexpoilto infupcriorem
anvorifrgradumafceníu ( Namvocationi paruifie di&us
@ft,& fores animi Dco puIfantiaperuifíe)probationen07
ui huius amoris,&. deíldcrij,quad ex eo eitúi£,magnítudi
nem iamexporut.Probatianem in eo,quòd deolinauitab
ilio Deus, ciufque cogreííum vitauitj iìmul atque ipfum
inmeiioregraduconftituiijDefiderium verò& quidem
nimis incenfumineo quod quamuis multg & graues dif
ììcultates eiobicdaiciTent^nuiiatamen earum ab inquire
do potuit cieterreri.Nam quod dicitur, mínima mea liquefa
£Uefìn>t àilecius locjxurus eiì, voce tantum audita Jiqucfce-
rc^iiagnieftarnonsindiciurniquodaatcmaddit.ft^^-tyi-
ti\& non ìnuerir7V0Citui,& non reffondit ntihi.huenet unt me CH
flQdes{juicitctime!<mtci>,ir(itimJpercufjcrtiritmc7& "Vulnerane*
runt me cuftodes marorum^diuro^osfUìx, Hierufalem3 fimue*
tterìùs dìleSìum'yt nuntutìsei qua amore Lnjrneo^mhil ad iutn-
mi deiìderij vim declaiandaiiidiceíe íignificátius potuir.
Sedquomagisperfpiciatiir v«rumefíe> quodinitio di-
ftum/xpiùs deinceps ànobis repetitum eft, gradibusin
hoc libro ad amorem afcendi,agè,conferamus hanc dei!
derij & probarionis traniìatèpoiitam expofitionemeum
earunde rem íuperioribus fìgnificationibus : nanioculis
intuebimur crefeente ipfo amore ctiam ifta creuifíe; 3¿
pro raticnc maioris gradus,de quoagebatur i fponfamh>
du&am fuiiìe, tumacrioribusdeilderijsaccenfam, turn
vexatamalisgrauk>ribus. Namquodattinetaddeiìderij
expìicationem,didaeftiliaquidem deilderare,autpotiùs
eft indu£ta deíldetans,6¿ ab fponib ofeuiari fé flagitans in
ipfo carminis huius initio: fed quia de incipiends amore
tue,«Sede tyrone agebatür;iiitra*verba cóítkit id dciìde
rium.nec vllum reipfa fuidocumentumexhibuit: at paq-
uea vb'i agí coepta eílprofkiemis perfona,ie¿to,atque do
mo reli&is, quccíkum fponfum iuiííe íponfa di&a eft:
hoc
287 CANTAR DE LOS CANTARES

con que se significa el mayor y más ardiente deseo. Pues se dice que fué a bus-
carle y recorrió todos los lugares de la ciudad buscándole, lo llamó, dio gran-
des clamores, se encontró algunos hombres dañinos, que no cesó de buscarle a
pesar de ser herida con muchas heridas por ellos, que preguntó a otros, que se
abajó finalmente a toda razón, que no dejó nada por intentar. Y como en este
estado se expresa más el deseo del ánima santa, así también hay en este estado
una mayor significación de prueba; más leve en el segundo, puesto que en él
no se hace mención ni de heridas ni de contumelias; y muy leve en el primero,
esto es, en el exordio del amor, pues allí la esposa se dice que no sufrió ningún
trabajo en la búsqueda del esposo, sino que se atormentó de que estaba ausen-
te. Y así, aquella ausencia y tormento le sirvieron de prueba. De manera que
según esta cosa, para significar en especial la cual se traslada la acción de esta
persona, toda esta oración se tomó y se acomodó a lo que sucede a los amado-
res de Dios.

Pues los principiantes (pues son poco idóneos para soportar trabajos más
graves) son heridos como por una mano levantada; los aprovechados, por ser
más robustos, soportan y acometen mayores combates; y mucho mayores y
más difíciles los consumados y perfectos41, de cuyas personas en verdad ahora
se habla: Halláronme las guardas que rondan la ciduad; hiriéronme; tomáronme
mi manto, que sobre mí tenía, las guardas de los muros. Y maravilloso parezca a
alguien, que la esposa siempre caiga en las guardas de la ciudad, y que no sólo
no sea ayudada por ella, sino también injuriada. ¿Por ventura es creíble que,
los que presiden las reuniones de los fieles y los que presiden las iglesias de
Dios, pues de ellos se confían como guardas de muros y de la ciudad de la Igle-
sia, no solo no prestaran ayuda, sino muchas veces lleven detrimento y calami-
dad a los buenos y amadores de Dios? Y la misma serie de cosas unidas unas

4l San Juan hace la misma gradación en las pruebas a través de los diversos grados [Obras, 631).

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£J? IN TP Ai. i%j
hoc vero loca, vbi perfedorumin amoreiratío deferi-
bitdt, mhil eftpratermiiTum eorum, quibus maximum
&, ardentifsimum defiderium fignificatur. Nana & qua?-
fitum iuifle dicitura cunda vrbis loca quserendo luáraf-
fc, vocaíFe, clamores máximos cdidiíTe, infeftos quon-
dam fibi homines obuíoshabuiíle, quamuismuítis pla-
gisab ijs affe&a quaerere non ceflaííc, orafíealios, ad
dmnetndenique rationemfe deiecin^nihilintentaKim
reliquiífe. Atque quemadmodum in hoc gradii maiusfan
dasanim^delidenum exprimiturritaetiam probationis
ineft inhocgcadumaiorfignifìcatio: leuiorin fecundo,
vtpotè inquonequeplagarum, ncque contumeliarum
fu mentio:leuif>ima autem inprimo,hoceit,in ipfoamo
ris exordio: nultumenimibiiaboremíponíumqucercn-
difponfafubijile dicitur/ed féquòdilleabfens eiìet, cru-
ciafle.ltaqueiìla ab fentia atque cruciatuspro probatione
Ìllifuerunt.VtomnÌ43Ò exipfa re,ad quamprecipue (igni
¡ficandam huius perfonsea&io transfertur,omnisifta ora-
tio duda íit,&: ad id accomodata, quòd Dei amatoribus
«cciditJSfam ¿ncipientcs(funtenimadgrauiores labores
ferendos minime idonei} fufpenfa vekui marna feri un-
turjprouediores, vtpotè qui fint robuftio-res , maiora
fubeunt, atque adeunt certamina: multo autem maxi-
ma , de difficillima confummati de perfecti , quorum
profedò ex perfona nunc dicitur. Inuenerntit me cufto-
des qui cìrcumemt etmatem , fpol'uuerunt me y ìulnerdW'
runt m; cuftodesmurorum. Mirum porrò alicui videatur,
fempcr fpoñfam in cuftodes vrbis incutrere , & ab
eis non-modo non adiuuari,fcd edam iniurijs affici, An
cft-credibiLe, qui fidelium conuentibus praefunt, qui-
que prsefident Eeclefijs D e i , nam ijs vrbis Eccle-
fiae ,atquemurorum cuftodiaconcreditur, eos non mo
do praeiìdium nullum afierre » fed detrimcntum edam
288 CA NTAR DÉLOS CANTARES

con otras y mutuamente consecuentes, y el orden de toda la oración y cantar,


y la misma razón de las palabras nos lleva a creer que esto es verdadero. Y cier-
tamente como nada hay más saludable al género humano que aquellos obis-
pos, que ejercen ordenadamente su oficio; así ciertamente para todos los
hombres en común, pero en especial al mejor y más santo son perniciosos y
ruinosos los que vuelven el poder, que recibieron de presidir el pueblo de
Dios, para su comodidad e interés42, esto es, los que hacen papel de malos pas-
tores, a los que propiamente abarca la sentencia de este lugar. Pues ellos son
los que con pésimo ejemplo de vida, sometidos a ellos los hombres, son causa
de los mayores vicios; los que manchan la pureza de la religión con opiniones
y sentencias concordantes con la tal vida; los que huelen mal a ingenuidad de
piedad cristiana, puesto que sea muy enemiga de las costumbres y mañas frau-
dulentas de ellos; y no solo huelen, sino quitado o buscado cualquier color lo
arrebatan para la muerte y la ignominia. Y como en la república, que es opri-
mida por la tiranía, no hay lugar para la virtud o para algunas excelencias, por-
que ios tiranos temen para sí todo lo que de cualquier modo se piensa aventa-
je o destaque; así éstos en legítima potestad y con gran esplendor de nombre
guardando pechos de tirano y con aquellas cosas, que recibieron para la salud
de los hombres, la potestad, la jurisdicción, las fuerzas y abundancias usando
para pernicie y ruina de los hombres, lo que hay en ellos de decoro de virtud y
de perfecta cristiandad, lo extinguen en comenzando a aparecer y destacar. Lo
cual podría probar con muchos ejemplos, de los que nuestro tiempo nos su-
pedita no mínima abundancia. Pero los omitiré, porque no pueden ser re-
cordados sin ofensa de algunos. Por lo cual si hay alguno que quiera construir-

42 Ideas y sentimientos que aparecen con profusión en el Discurso de Dueñas y en el Vos estis.
i88 I N QA P V T
& calamitatali bonis, & Dei amatoribus viris faepè im-
portare? Atqui feries ipfa rerum aiiarum ex alijs nexarum,
mutuoquefe confequenti*Hn,actotiusorationisatq¡ car
minisordo,verborumqueratioipfaeònosducit,hoc vt
credamuseife veruna. Et certe quemadmodum nihileft
humano generi falutarius ijsEpifcopis qui munus fuum ri
^eobeunt:ita cuneáis quidem hominibus communiter,
¿ed precipue óptimo, ¿ fan&ifsimo cuiqj perniciofì funt,
& exitialcs, qui poteftatem quam acceperuntprajfiden-
di populo Dei in iìia commoda,& vfus conuertunt, hoc
eft, qui malos paftoresagunt, quoshuiuslociièntcntia
proprie compleftitur . Étenim ijfunt,qui pefsimo vi-
ta; cxemp'o, hominibus libi fubditis , vitiorum funt
caula maximorum : quiconfentaneis ei vitae fententijs
atque opiniónibus rdigionis puritatem inficiunt : qui
Chriftianaìpictatisingenuitatem, vtpotè qua: jpforum
fraudulentis a rfibus ¿inftitutis maxime inimica fit,peisi
me oderunt.nec oderunt modo,fed quocumque autob-
lato,aut quafito colore adignominiam eam, ¿ a d morte
rapiunt. A.rque quemadmodum in ea repubìica,quae tyra
ni'ieopprimitur,nuÌluseft virtuti,aut vili excellentise io-
cus,propterea quod tyraniab omni eo fibi metuüt quod
quouis modo pra?ftare,aut eminere putatunfic ifti leghi
mapoteftatc,¿magnonominisfplendoretyrannorüpe
&uscelantes,ijfquerebus,quas ad&lutemhominum ac-
ceperuntjpoteftatejiurifdiàionejOpibnSjatque copijs in
hominumpernicicm,atquecxitiumvtentes, quod inip-
fis eftperfecìne Chriftianitatis, atque vktutis extinguunt
decus,vtprimum eminere,atque apparcre ccepir. Quod
probare poflem multis cxemplis,quorum nobis non mi-
nimam copiamnoftra setas íuppeditat* Sedeaomittam
qaoniam commemoratifinealiquorum ofFenfione non
f oflluit. Quarefiquiseit,quifibihuius rcifidé magis aftrui
yelir,,
289 CANTAR DE L OS CA NTARES

se para si una mayor fe de esta cosa, dirija la intención de su ánimo a las cosas
que pasaron en siglos anteriores. Encontrará sin duda que el pueblo de Dios
no tuvo ningún enemigo, que le dañara lo mismo que éstos dañan, y siempre
encontrará que toda excelencia de virtud ha caído y ha naufragado mucho en
estos escollos. Pues los santos, los sagrados profetas antiguamente en el pueblo
de los judíos, fueron desterrados o fueron acabados a hierro, por consejo y
obra de éstos casi todos perecieron. Pues ninguna fuerza externa los arrebató,
sino los mató la inhumanidad de los guardas de la misma tribu y fe, y género
de los hombres, a saber, los sacerdotes y pontífices, esto es, guardas de la mis-
ma religión y piedad. Y en nuestro pueblo, aunque penetrado por la luz evan-
gélica e ilustrado con muy perfectos mandatos y ejemplos de caridad, ¿cuántos
santos, cuántos doctos, cuántos obispos lumbreras de la Iglesia, por aquellos
que querían ser también jefes de la misma religión y doctrina, esto es, por
otros igualmente pontífices y obispos, teniendo el aspecto de piedad, como di-
ce Pablo43, renegando de la misma cosa, o por calumnia o por fuerza declara-
da, o removidos del siglo o exiliados o fueron matados con dura e ignominio-
sa muerte? Ciertamente el mismo Cristo no solo mostró en sí con clarísimo
ejemplo, sino también lo testificó con palabras, que el mejor y más religioso
está muy amenazado de ruina por los ímprobos pontífices y guardas de la re-
ligión y de la Iglesia44. Pues dice de la vieja sinagoga45: Jerusalén, que matas a
los Profetas, y apedreas a los que son enviados a ti. Y predice que en su Iglesia
habrá siervos que, porque le vean retardarse y persuadirse por otra causa, de
que él no vendrá, golpearán a sus siervos y siervas, esto es, que habrá dispen-
sadores de su religión y doctrina y ministros infieles y malos, que vejen a los
siervos del común señor, esto es, a los miembros muy destacados y muy que-
ridos para Dios del cuerpo místico, los opriman con calumnias, los persigan a
hierro y a fuego, Y estas cosas hacen ellos; y los siervos de Dios, perfectos y jus-

43 II Tim. 3.
44 Lue. 13.
45 Mt. 23, 37.

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g^yiNiVM. 2.89
vetít,is arie animi Ìuiadea;qusefuperioribu$fa:cuììs iunt
gefta,conuertat.lnuenietprofedò,quifìbi£quènoceré'r,
atqueiítÍnocuemnr,popuÍú Deinuiloshoftes habuiflc:
femperqueomnemvirtutis praeftatiaminhos potifiìirm
fcopu]osincurriire,naufragiumquefeciflcreperiet. Qui
cnim virifandi, qui facriprophet£,oliminludaíorüpo-
pulo,autinexilium adi funt,aut ferro peréptifuerunt,ho
rum opera atq; confilio fere omnes perierunt.Noaenim
illos externa vis vlla rapuir,fed contnbuliu, atq¿ eiufdè fi-
dci,atq;generishominüjfacerdotíi.fcilicer,& Pontificia,
hoceftjìpfiusreiigìonisjatq-jpietatis cuftodú immanitas
occidit.Noftro amé In populo^uáuis Euágelica luce per
fufo,& perfediísimispríeceptis, atq; exemplis charitatis
erudito,quot virifan&i,quot dodi,quotEpiícopi Eccle-
ÌÌ3elumina,abijsquife iìmilitereiufdé religionis,atqido
drina» Antiftitcs habcri volebant, id eft, ab aiijs fimiliter
Potificibus,&Epifcopis fpeciem,vtinquit Paulus, pietà- 2 , i r i -
tis habentibus, ipfamremabnegantibus, aut percalum- w or,j.
niam,aut per apertam vim,velÌoco moti,vel in exiUu adi,
vel acerbaaiFedi fuerunt&; ignominiofa morie? Certe
Chriftus ipfe non folùm in fé clarifsimo exemplo docuir,
fed etiam verbis teftatus eft>optimo &c religiofifsimo cui-
queabimprobis Pontificibusj&religionis, arque Eccle-
fiarum «uftodibus maximum cxitiüimminere.Nade v/e> LHC% T3;
terifynagoga dicit:Hierufalé qiiaeoccidis ProphetaSj&: la MmtAA*
pidas eos>quimittütur ad teinEcciefià porrò mafuturos
feruos prsedicit,qui quod vtderent ipfum morafaceré, 6¿
ob eam caufam Cibi perfuaderent, eumnon eife venturi],
ipilus &ruos&; ancillas percuiTuri eiTenr,id eft,fuuiros reli
gionis fuse, atq; dodrinse difpenfatores,atque miniftros
infideles &prauos,,qui communis domini feruos » hoc
cft,my ilici corpo ris.maximèDep chara, &pr2cftantifsi-
mamembra^ vexarentjCaiumiiijsopprimcrcnr, ferro atq$
T fiara?
290 CANTAR D É L O S CANTARES

tos ¿qué harán ante esto? Yo os conjuro, dice, hijas de Jerusalén, que si halláredes
a mi querido, se lo hagáis saber, que soy enferma de amor46, a saber, todos aque-
llos males que le infunden los guardas malos de la Iglesia lo desprecian y los
menosprecian, porque creen que ellos les valen para el bien y para una mayor
unión con Dios o porque no los cuentan entre los males salvo la culpa; y como
si ni siquiera les tocasen, y como si ningún dolor de ellos llegue a su cuerpo o
a su ánimo, no solo no se quejan, pero ni siquiera recuerdan que han sido he-
ridos; solo exigen, lo único que les preocupa, a saber, que se hagan cada día
más familiar y amigo a Dios, y que todos perseveren en el camino, en el que
puedan meterle a sí y a su ánimo4?.

Y así, abandonan a aquellos crueles enemigos, que debían ser animadores,


y se vuelven a los privados y les dicen: Yo os conjuro, hijas de Jerusalén. Pues
siempre no sé de qué manera el vulgo simple y humilde, por tener el ánimo
vacío de ambición y avaricia, se presenta a los santos oyente y ecuánime, y
siempre aquella luz de verdadera piedad, en cualquiera que comience a brillar,
luego sobrecoge los ojos de los privados y humildes, y los atrae a sí. A éstos
pues: Yo os conjuro, hijas de Jerusalén. Pues quieren los perfectos ser ayudados
por ellos, cuando parecen ser abandonados por Dios en los males de las tribu-
laciones, porque no solo los abandonan, sino también les atacan los que debe-
rían patrocinar su salvación, guardas y prelados de las iglesias, o al menos por-
que, como más arriba dije, por la abundancia de amor de Dios son llevados a
no querer dejar algo, aunque mínimo, de las cosas que piensan puede valerles
para encontrar y merecer más de Dios.

Se sigue: ¿Qué tiene el tu Amado más que otro amado, oh hermosa entre las
mujeres? ¿Qué tiene el tu Amado, porque así nos conjuraste?Estas cosas respon-

46 Agustín, Soliloquios, cap. 1.


47 Ataque que puede esconder los sentimientos y la situación de nuestro autor.
i9° IN CJ P V T
fìammisperfequerentur . Atque hsec illifaciuntjferuí au
tem Dd,perfe&i,&; iufti viri quid ^dhxd^d'turoiì>osJm'
quii, ftix Hhrufakm, fi wuenerith ddetìutn^Vtntmtietìs tlli,
.ÀugUjìu ijtua amarciau^ueo^iddictt omnia illa (ibi ab improbisEc
mfoltloij, cieíixcuílodibusil.ktamala,veiqLnanihiIpra£tcrculpam
c¿¡>.[. in ìruiis nimieranr,vel quia iìbiilla adbonum, Se ad maio
rem cumDeocomun&iQnem valere credunr, contem-
nunt,atque defpidunt : & quaíi fé ne attingane quidam,
quali que nuiius ex eis dolor ad iuum,velaninmm,vcl cor
pusperueniat,non mOdoquaeftuni rmllum edunt, fed ne
JLEÍGS quidem fe eñe commemoranti tantum àlluci vrgér,
quod vnuin ipfos foìiidtat,nimiru,vtDeum quotidie Libi
magisamicü,&;familiare effkiat?vtque omnes infiftant
vias^iubusintromittereipfumadfe^adanimumfuum
paÌsiat.ItaqueiUos rdinquuntcrudeleshoftes, fautores
qui elle debebant,ieque ad priuatos conuertunt, eifque
.dieunt. ^éàturo>osfiltreHìerufalem.,Semper enim nefeio
,quomodofimplex&.humilevulgus,quippè quod ambi'
tione & a uà ritia vacuimi animum habeat, xquumfeat-
que audiensfan&ishominibusexhibet/cmperque lume
iìlud veta; pietatis,in quocumque ducereincipiat,ftatim
perftringit.oculos primtorum&: humilium hominum;
eofquc rapir ad fé fé. Ad hos igitur. ¿édiuro ^osfilt^, Hierufit
fcw.Namabijs feadinuariperfe&i viri volunt,cumin ma
listribulationumàDeoderelinquividcntur , vcl quòd
eos non folum deferunt,fed edam malis afficiunt,qui eo-
r.um -falutis patrociniumfufciperedebcremEccleiiarum
ciiílojdeSjatque p radati: vel certe quòd, queimadmodum
fuperius dixi , amoris Deiabundantiainducunturadid,
vt pmermitterenolintaÜquid,quamuis minimum, eo-
ium,qua: ad iiaueniendum ac magi-s denti eren dtxm Deurn
vaierc ponepxitant.Sequi-tur.Qudh.efldileéìustuustxdue*
Bd òpulchfrnma mnlterum\QMiìi$ eJÍdde£fastMfs.9<¡uiafi.cadii4*
291 CANTAR DE LOS CA NT A RES

den los piadosos y simples conjurados, porque aunque no pueden en realidad


ayudar, sin embargo suelen arder en deseo de ayudar. A los cuales los perfec-
tos, para que pueda ser de gran utilidad para ambos, dicen qué figura de cuer-
po tiene el esposo, esto es, les enseñan la verdadera doctrina para encontrar y
alcanzar a Cristo; la cual no digo que solo los perfectos la conozcan, sino digo
que ellos mejor que nadie la pueden enseñar. Y así, nunca la esposa en este
cantar se escribe antes de este lugar que hubiera usurpado el oficio de ense-
ñar48.

Pero oigamos qué sienten los perfectos de Cristo o cuál les parezca: El mi
Amado blanco y colorado. Los antiguos escritores interpretan estas palabras de
Cristo como hombre; cuya sentencia apruebo mucho, aunque sé que hay no
pocos, que defienden que deben entenderse éstas de la misma naturaleza de
Dios; pero sigamos a los antiguos, cuya sentencia casi siempre es preferible.
Estas, pues, cuadran así a Cristo, que de cualquier parte que le mires, le con-
vienen aptamente49. Pues si solo de la figura del cuerpo y la composición de
los miembros, y del mismo aspecto de la cara y belleza trate el discurso, consta
que aquél fue el más bello y hermoso de todos los hombres nacidos, atesti-
guándolo y diciéndolo el mismo David, que tanto antes de que naciera, previo
que nacería y vio con los ojos infundido de luz divina su aspecto: Vistoso en
hermosura más que los hijos de los hombres: la gracia derramóse en tus labios, por
eso bendíjote Dios para siempre w. Pero si consideramos las dotes interiores del
ánimo de Cristo, y las constumbres santísimas y las riquezas de divinidad in-
cluidas en él, y según ellas acomodamos estos nombres de miembros del cuer-
po y estas semejanzas que usa Salomón en este lugar, tanto la razón toda cudra-
rá muy bien, como la misma interpretación no solo tendrá más gravedad sino
también, en el abrir los arcanos sentidos y comparar las semejanzas de cosas dife-

48 Nueva etapa en la mística luisíana, el alma puede ya enseñar lo aprendido.


49 Descubrimos aquí una buena dosis del cristo centrismo luisiano. Toda esta interpretación mística
del retrato del amado ha sido recogida en «Faces de Dios», (Obras, I, 836).
50 Salmo, 44, 3.

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reninosi H«c pijatquefimpliceshorninesadiurati refpo
denr, quiaxtfireiuuaremtnùs pofsint,tìudiorameniu-
uandiardere foient. Qmbus perfe&i,quòd magno vfui
vtrifqueeflc pofsjt , qualìt figura corporis fponfusdi-
eunt,hoceitinueniendi, atqueafl^quendiChriituni ve-
rana do&rinam iilis tcadunt: quam non dico perfeclos (o
los nofle,ièd d k o omnium verifsimèillos polle tradere.
Itaque nufquamfponfain hoc carmine docendi munus
viurpauiileaatèhunclocum fcribiturvSed quid perfecti
de Cliriilo fentiant, qualifque iliisefle videasucsaudia-
ni \is.DilettasmeusCAndtdu$&rubicundas m- Prifci fc/iptores
harede Chrifto, qua homo eft intctpretantur: quorum
ego fententiam maxime probo: quanquam fciononnul
ioseiTe,qui deipfa natura Deiifta intelligi debere con-
tendant:.fedfequamuraiitiquos7quommferè femper eft
praiferenda fententia . Igitur hasc in Chritlum ita> qua-
drarci, vtquacumqueipiunifpedes, eraptèeonuenianr.
Namfide figura corporis folùm, & membrorum com-
poíitioiie,& externo ipfo oris habku, ìeporeque fermo
nis agatur, conftat ilium omnium, qui vnquam nati
iiint hominum, fpecioílfsimums¿ pulcherrimumfuif-
fé , Dauide ipfo , qui tanto antequam nafcerctur,ip-
fiim nafeiturum pramidit, eiufque fpecierrt diurna lu^
ce perfufus oeulis haufit, tettante arque dicentc:5pe
ciofus forma prx filijs hominum : dirTufa eft gratia in
ìabijs tuis , propterea benedicit te Deus iri xternum*
Sia autem interiores animi Chrifti dotes, morefquc ian
&ifsmìos,&: inclufas in ipf© diuinitaris diuitiasconfide-
remus,& ad ea^membrorum corporisifta nomina,iilaf-
que,quashoc loco adhibctSolomonfimüitudines acce*
modemus 7 cùm ratio tota optimèquadrabit, tùm vero
interprctat io ip fa nonfolùmpius grauitatis habebir, fed
«tiarn arcanis fenflbusapericndis, conferendifque rerum
T- 2 dif«
292 CANTAR DÉLOS CANTARES

rentes, dará mayor placer. Así, pues, dice: blanco y colorado. La coalición y
vínculo de la divina y humana naturaleza de Cristo en una persona, aquí la
significa el color mezclado de blanco y colorado. Pues en la blancura de Dios
que se entiende la naturaleza del Verbo, lo declara lo que se sigue: La blancura
es de luz eterna^. Y también aquello: Dios es luz, y en él no hay tinieblas51; y el
colorado es nota propia de la naturaleza del hombre, de donde el primer padre
del género humano fue llamado con la palabra hebrea Adán, lo que en latín
significa rojo o de zarza.

Y lo que se sigue: Elegido entre millares, o a la letra, abanderado entre milla-


res, ello puede ser tomado como dicho de ambas maneras, figurada o propia-
mente; figuradamente, porque aventaja a todos; propiamente, porque nos lle-
va a la inmortalidad, no solo enseñándolo, sino yendo él delante como
abanderado.

Se sigue: Su cabeza, el mejor oro. La antigua significación de oro es diversa


en las Sagradas Letras. Pues a veces en el oro se significa la naturaleza divina.
Al menos todos los escritores probados confiesan que aquel tabernáculo, cons-
truido por mandato y descripción de Dios por el legislador Moisés, fue hecho
a semejanza de universo. Y en él aquella arca sagrada, rodeada de querubines y
oculta en su parte inferior, contenía la imagen de la naturaleza divina, que de
manera semejante se rodea de coros de ángeles en la latísima región. Y aquella
arca se cubría de oro purísimo, de donde se entiende, que el vocablo oro se
suele trasladar en las Sagradas Letras para significar la divinidad. El mismo
muchas veces significa la virtud mayor de todas, la caridad, como se deduce
de aquello53, donde a un tibio, esto es, a un vacío de caridad se dice: Te per-
suado a que me compres oro purificado. Y puede ser tomado en este lugar el vo-
cablo de ambas maneras. Pues si el oro es divinidad, verdaderamente, se dice
que Cristo tiene cabeza del mejor oro, puesto que como Pablo dice elocuente-
mente54: La cabeza de Cristo, Dios. Pero si -en el oro queremos entender la vir-
tud de la caridad, sin duda la caridad de Cristo es cabeza de sus demás virtudes,

51 Sab. 7,26.
52 IJn. 1,5.
53 Apoc. 3, 18.
54 I Cor. 11,3.
i?». / N e ¿ ? v r
difsimilium iitnilitudinibus maiorem parict voktptat&
lgitur,inquit,C<?»£//¿«i(¿r>»ycíí»í/ít5,Diuinae humanacque
naturas in vnamChriftiperfonam coitionem atquecom
ptex um,hic ex albo èc rubro miftus color lignificar. Nani
in cadore Dei verbi naturam inteiligijdeciarat illud,quod
Stf'7- in libro Sapientia;dicitur.Candoreiilucis alterna?. Item-
i,[oan.\, q Ue illud:Deus lux eO:^ tenebra? in co non fune vii? 5 ru-
. bor autem propria notaeft natura; homìnis,ex quo huma
ni gèneris primus parens Hebraico verbo di&uscft Ada,
quodLatinerubens ? autrubeus lignificar. Quod autem
fequitiic.Blefíttsex miììibws. Aut verbumè verbo,FÍXÍ/Í/-
ftrtnmìliibxs.ld vtroquemodOjVeltranflatè dicium acci-
pipoteit,vel proprie : tranilatè,quiaexceliitomnes:pro-
priè,quiaad immortalitatem nos ducit , nonfolumda*
ccndo,fed pra:eundo ipfe tanquam fignifer.Sequitur.Gi-
tut eius aurum optimum. Arcana auri lignificano varia eft
infacrisliteris. Nani interdum in auro diuina lignifica-
tur natura. Cerrètabernaculum tilud iufili 6¿ deferíptio-
nc Deià Mofeiegiilatore conftcu&umad vniuerfifimi-
litudinem effe&um fuífíe, omnes p.robati fcriptores fa-
tentur. Atqui in ilio arca illa facra Cherubinis circunv
fepta, & in eius inrerioripartelatens, imaginem contine-
bat naturas diuinae, qua? fimiliterinaitifsimacadi regio-
nechoiis cingitur Angelorum . Ea autem arca puriiU-
mo contegebaturauro : ex quo intelligitur auri vocabu-
lum, ad diuimtatem iìgnificandam infacrisliteris fole-
re transferri, IdemXaspè charitatem omnium maximam
*4poc4$. vjxtutemilgnìficatjquod liquetex Apocalypfis ilio, vbi
tepido cuidam, ¿deft, vacuocharitaris dicitur: Suadeo
tibiemereàmeaurumignittun. Poteft autem hoc loco
idvocabulum vtrouismodoaccipi. Nani fi aurum dì-
uinitascftjVerè dicitur Chriftus ex auro óptimo haberc
ÌXW.IU .capu^quoriiamviPaulusdifertèait:Caput QuittiDeus,
Sin
293 CANTAR DE LOS CANTARES

ello es, obtiene el principado entre todas; lo cual mismo Pablo significa muy
claramente, cuando dice: la caridad de Cristo que supera todo sentidos?. Pues
aunque todas las virtudes de Cristo en particular sean sumamente perfectas en
su género, sin embargo no sé de qué modo entre todas ellas destaca y sobresa-
le la caridad. No ciertamente así que oscurezca los demás bienes de Cristo o
no los haga aparecer, sino así que use de las demás virtudes como ministros, y
convierta los esplendores u oficios de ellas para su divinidad y uso. Pues ¿qué
hizo Cristo alguna vez o soportó pacientemente empujado por otros, que no
lo refiriera a la beneficencia y caridad del género humano? ¿Por ventura tiene
él tan suyo y tan eximio bien del que no nos haga partícipes, en cuanto lo per-
mite la cosa? Aunque en este lugar está latente en las palabras hebreas un signi-
ficado escondido, que no debe omitirse.

Pues lo que la edición latina: Su cabeza el mejor oro, el texto hebreo, su ca-
beza chetem paz, esto es, oro elegido y lo selecto del oro. Pues tienen los he-
breos tres nombres con que significan oro: Zaab, con que se significa oro pro-
miscuamente, sea puro o sea mezclado de plata o bronce; Paz, con que, sea
nombre del lugar donde se produce el oro selecto, o sea el nombre del oro se-
lecto y defecado, ciertamente se significa el oro que empleando fuego sale pu-
ro de toda mancha y de mezcla de otra cosa; Chetem es el mismo oro puro e
incorrupto, pero puro por bondad natural e índole propia. Con los dos últimos
de estos tres nombres, pues, la cabeza de Cristo se significa ser de oro por dos
causas: la una, porque con ellos solos se significaba el oro que es purísimo, para
que nadie pensara por casualidad que en la cabeza de Cristo había algo imper-
fecto o impuro, esto es, en su gracia y caridad, que es como cabeza de las demás
virtudes; la otra, para que constara que Cristo tiene una gracia doble, una de

55 Cfr. Fil. 4.

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gjrjNTVM. 15» j
.Sin autem in auro charitatem virtureintelligi volumus,
haud dubiè Charitas Chrifti caput eft reüquarü illius vir
tutum,idsft,principatum obtinet inter©mnes:quod fatis
aperte idem fignificatPaulus,cumìdicit:Cha ritas Chrifti
quaefuperat omnéfenfum - Nanxtarnetiìomnes Chrifti Yhilíp,^
virtutes iingulaìin Tuo genere fui»mèperfe£tae fint,tamé
nefcio quomodo ínter eas omnes extat charitas, atqj emi
net.Nò quide itavt canera-Crmfti bona obíeuret illa, aut
no apparetefaciattfed ita vtreiiquis virtutibus vtatur pro
mi«iítris,earum^iefpiendoreí:,6¿ muñera in fuam ipílus
dignitate,atque vfurrxcauertat Etenirn quid Chriftus vn-
quam autipfefecit,aut a&alijs iliatunipatiéter tulh\quod
non ad bencficenriam ,,& ad charitatem generis humaríi
retulerit?Ecquodtamfuumillehabet,S¿ tameximiü bo-
num>cuius nosjquoadresipfapatitur,non participes ef-
ficiaiiQuanquàhaciocoìatetin verbis Hebraicis arcana;
íigníficauoniírquiddaii^quod prsetermitti non debet.Ná
quod Latina túiúoXaput em$ aummaptimií Hebraicusrex
tusjcaputeiuscheté paz,ídeft,aurü íele£tü,Scaurü feíectü.
HabétenimHebr2eitrianornina,quibusaum figniñcant
Zaab,quo promifcuèaurti íigmficatur, ííue fyncerü itlud
fit,ílue argéto,autaere niiftoÍnfyncerü.Paz,quOi fine no-
me loci fitjvbi eleciü aurü gignitur, íiue ele&i,& defalcati
auri norñen,cxite ílgnificatur id auríLquod adhibito igne
ab o inni lorde* &:akerius rei miftione eft redditum pu-
rum . Chetem autem o¿ ipfum purum 8¿ fyncenfsi-
mum aurum eft,fuatamen (ponte , &¿ naturali bonirate
purum . Ex ijs ígítur tribus nominibus , dUobus po-
fterioribus Chrifti caput ex auro effe fignificatur ob
duas caufasívnajquodiis folisaurum , quod eiíetpurHú-
mum , íignificabaiurvnequisforre puraret, imperfeciii
aliquidjaut iníynceri in capite Chriftifuiííejd eft, inetus»
graua&charuate,quíe eft quaíi C3put vir tutu m reüqua-
T i íüm
294 CANTAR DÉLOS CANTARES

la cabeza, otra de la persona; o al menos para significar que la candad de Cris-


to era purísima y perfectísima, pero no para que ella, lo que no podía hacerse,
se purificara más, sino para que Cristo fuese nuestro ejemplo, de como debía
se amado puramente Dios, fue empleado por Dios el fuego de los dolores y
tribulaciones, y ciertamente de las mayores tribulaciones. Por lo cual Pablo es-
cribió56: Y aunque era hijo de Dios, aprendió por sus padecimientos la obedicencia,
y por ser consumado, vino a ser para todos los que lo obedecen causa de salud eterna;
y poco antes: Pues no tenemos un Pontífice, que no pueda compadecerse de nuestras
flaquezas, antes fue tentado en todo a semejanza nuestra, fuera del pecado.

Pero continúa: Sus cabellos, crespos, negros como cuervo. Si la cabeza de


Cristo es Dios, los cabellos de esta cabeza, esto es, los consejos y pensamientos
de Dios, en verdad se dicen ser puntas de palmas y negros como cuervo; pues
distan mucho de nuestros pensamientos y son muy oscuros y difíciles de exa-
minar. De ellos ciertamente Isaías escribe así'?: Como se elevan los cielos de la
tierra, así se elevan mis caminos de vuestros caminos, y mis pensamientos de vues-
tros pensamientos. Y Pablo exclamando según su costumbre dice con más ve-
hemencia58: Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y ciencia de Dios,
cuan incomprensibles son sus pensamientos, e irrastreables sus caminos. Pero si la
caridad, que hay en Cristo, es nombrada aquí su cabeza, los cabellos que de sí
germina esta caridad, esto es, las obras santas salidas de la caridad de Cristo
son ciertamente puntas de palmas y negras como cuervo, esto es, la más her-
mosa y preciosa por toda razón en su género. Pues ¿qué puede ser dicho o fin-
gido más perfectamente que aquellas cosas que Cristo hizo por amor de los
hombres y por la salvación de los hombres? Muchas cosas se pueden aquí re-
cordar y decir aun retórica y copiosamente, aunque ninguna oración vale para

56 /Mr., 5, 8-9; 4-15.


57 h., 55, 9.
58 Rom.,11,00.
*5>4 I N C A F VT
ru. Altcfá,quo conftaretChriíiü habcrc gemírmm|jfatia7
Cipiris vna,perfonxaIterá;Vel certe quo iìgnificaretur, vt
.Chrifti chatita$;pimfsima& perfediftima fuerit;tamc no
quo illa,quod fieri nópoterat,purior efflceretur, fedquò
nobis pro exempl© Chriftus eíTct,quam efíet purè aman*
4Ìiis Deu$,adhibittim illi à Deo fiiuTe dolorum,,& tribula-
tionu-mignem,& quidem maximarum tribulationiuQua
Beh, J. de re Paulus fcribit.Et quidem curri tfìtt filius Dei, didi-
citexijs,qu3c pairus.cft,obedientiam,& coníhmmatus &
ñus eir,omnibtisGbteniperanrÌbusribicau;faralutis *ter
nse:& pauLò ante Non enim kabemus Ponrificé, qui non
pofsit compati iafkmitaribus noftris, tétatum per omnia
pro ílmilitudine abfquepcccato.Sedpergit. Com&em eU
t£j>¿lmítrÚ%nigr£ quafi coruus. Si caput Chrifti D e u s eft huì?
capitis comae,id.eit)confìliaatquecogitationcs Dei, iure
eiataí palmamm,8¿ nigrae quafi coruus eflfe diointunplu-
iimHmenimdiftantà cogitationibus noftris,funtquc ad
perueitigandum valdè obicurae&: diffìciies. De iliiscerto
Zfitì.tf* itaEfaiasfcribit: Sicutexaltanturcasiiàterra^iìcexaitataB
funt viacmesà yiis vcftris,& cogitationes mexà cogita-
Hm.ii. ti^nibusveftris. Et Paulus Tuo more vehementiùs cxcla-
mans:G akkudojmquit,diukiarum fapienria:^ feientiac
Pei,quàm incompreheniìbiies funt cogitationes eius, Se
imperueftigabiles via; cìus. Sin autem charatas qua? eft in
ChriftOjCaput eius hic noininatur>co.ma;,quas ex fé feìfta
germinai charitas,id eft, opera fondai Ornilicharitate
p.rofecì:a,eÌatae certe palmarüíunt,&: nigrae quafi coruujf,
Ì£teft,omni ratione ki iuogenerepulcherrima&: fpecio-
ÍJÜima.Etenim quidautdicipotcu\autfingiperfe&ius ¿js
rebus^quas Chriftjjsamoreluiminum &:profalutehomi
num fecítímuitahicpoITunt quamuis tetborkjèoc copio
iè commemoranti que dici,quamuisad digne cÒmcmo
ridum oratio nuUa iuppeut :ied quid oratíoae opuscil,
quan*
295 CANTAR DE LOS CA N TARES

recordarlas dignamente; pero qué falta hay de oración, cuando los mismos he-
chos dan un testimonio más cierto que las palabras.

Se sigue: Sus ojos, como los de la paloma junto a los arroyos de las aguas, baña-
das en leche junto a la llenura. En la paloma se declara aquello manso y apaci-
ble, que Cristo predica de sí mismo, diciendo59: Aprended de mí que soy manso y
humilde de corazón. En el ardor de las palomas y en la fuerza ígnea, que echan
por los ojos, se significa también la ardiente fuerza de su amor dirigici y orien-
tada siempre a nuestra salvación. A no ser que con estos ojos de palomas que-
ramos significar los dones del Espíritu Santo difundidos copiosamente en Cris-
to, y que viven y descansan en él, como escribe Isaías60: Y descansará sobre él el
espíritu de temor del Señor, el espíritu de sabiduría, el espíritu de fortaleza. Pues
con el nombre de ojos estos dones también son significados en61: Sobre una pie-
dra siete ojos, según la sentencia de san Jerónimo y de los antiguos padres.

Y lo que se añade: que descansan junto a los ríos abundantes, se añade por-
que como fue escrito: el Padre dio el espíritu a Cristo, no según medida, sino
ríos llenos o mejor un océano de aguas dirigió a él. Cuando digo de aguas,
quiero que se entienda Espíritu Santo, del cual hay este nombre en las Sagra-
das Letras, como aquéllas claramente indican: Quien cree en el Hijo, de su vien-
tre manarán ríos de agua viva; y esto decía, como el mismo Juan interpreta62
del Espíritu Santo, que habrían de recibir los creyentes en él.

Sigue: Sus mejillas, como eras de plantas olorosas de los olores de confección. En
las mejillas suelen aparecer los indicios de pudor y de bondad y de modestia y
de ánimo muy ingenuo y bien educado. Luego por mejillas rectamente enten-
demos que se significa la modestia, la mansedumbre, la bondad de ánimo, la
ingenuidad y las demás virtudes, con que como el rostro de Cristo era modela-
do y coloreado, y que estando en él admirables y claras le hacían amable y ve-
nerable ante todos. El cual concurso ciertamente de tantas y tan grandes vir-
tudes de Cristo con razón se dice ser semejante a las eras plantadas de olores

59 Mt. 11,29.
60 Is. 11,2.
61 Zac. 3.
62 Jn. 7.

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QJJ I NT V M, t95
quando ipfa fa&a certius tefhmonium perhibet, qua ver -
Ldft funtiate &rtfdem kxtáflucnt4phmfmm4Xn columba.
4eciararurmirciiìud& manfuetum,quòaipfcde icprae*
dicat.ChriftuSydicéscDiickc à me quia mitis fum>& numi Mmhiù
Ih corde, in earu columba rfraráorc>&vi illa ignea, qua ia
ciuntexoculis^rdensifGmciufdem amorisvism noftrS
faiutedirecìa fempep,&; intentafignificaturNifi his coiü
barutn oculis maiumus fìgnificari Spiritusiàn&Ldonain
Chriftum cogiofifsimè effufa,& in co commoranti%aiq$
quieicentiaJueut'£iàias fcribit*Et requkícet fbper lliü ípí g/¿; , f
liíustimofisDominijrpintusfiípicnííaíjfpiritus fortitudi y
nis.Nam oculorum nomine ifta dona^tiam in ilio Zach. ZtchA*
tertio. Superiapidem vnum fept loculi, %nifkantur de
P.Hierony^mi&pnícorü patrü fententia, Quod autéad*
àixm.Qit&Yefìàentimctafluenteplemfsima ideò.additur,q-uia
fkut fcriptum?eft.Non ad mentará pateriargitus eft fpki =
tum Chritoifedplenainiprum fiuminaifiuèpotius Ocea
«um deriuauitaquarum.Aquaiü cùm dico,Spiritimi fan
dum inteiligi volo, cuius hoceft in fa cris ìiteris nome»
vt illa aperte teftantur, Qtii credit in filium, áe ventre ü
liusflueirnilumina aqux viuae: hoc áutem dicebat, vt
ipfcioannesinterpretaturjdeSpMtufando ^quem acce Ioan,p
pturieflent credentes ineum. Sequitur , Gm& eìm firn*
areola aromatumconfita*À pigmentari)** In genis Se pudo»
fis&.probitati$,& modcftia?,& omnineanimi ingenui»
£&bene edudiindicia apparere folenr. Ergo per genas re**
{fcè intciligimus fignificari; modeftiam , manfoerudi*
nem , animi probkatem , ifìgenuitatem , cajterafque
virtutes, quibus Chrifti quafi fecies fingebatur, $¿ co-
lorabatur:quà;que extantes in ilio fpe&abiieSjatque con-
fpicua; ipfum amabikm, oc veneranda apud cundos red
debartt, Qui certe concurfus tot Chrifti &c tantarü. vk-
T 4 mmm
296 CANTAR DE LOS CANTARES

de confección, porque, como allí muchas flores y de diversos colores se reúnen


en un aspecto de hermosura, así aquí la multitud y diversidad de las diversas
virtudes hacen un concierto maravilloso, y maravillosamente concuerdan en-
tre sí tanto, que de todas aparezca un aspecto de dignidad muy hermoso63. Pe-
ro de las mejillas a los labios.

Pues se sigue: Sus labios, violetas que destilan mirra que corre. De que sea es-
to verdadero, podemos interpretarlo incluso por el testimonio de los enemigos
del mismo Cristo, Pues una vez unos, enviados a prenderle, como le oyesen
hablar y, cogidos y dulcificados por su divina elocuencia, cambiasen la senten-
cia de cogerle, por qué no le habían prendido, preguntados por aquellos que
los habían enviado, dijeron64: Nunca hombre habló asi Y Pedro en otro sitio: A
dónde iremos, tienes palabras de vida eterna65; y David, como si se propusiera
explanar este lugar, así dice: La gracia se ha difundido en tus labios, por eso Dios
te bendijo para siempre^. Sus manos, redondeadas, doradas, llenas de jacintos;
que los hebreos suelen poner por manos lo que se hace a mano y algo muy
egregio y hecho insigne, es bastante notorio para los que conocieron las Sagra-
das letras, para que haya de ser confirmado con muchos ejemplos. Así, pues,
son las manos de Cristo, esto es, todas sus obras muy perfectas, pues con estas
palabras se designa la hermosura, cuanta mayor puede haber en las manos.

Después continúa: Su vientre blanco de ébur cercado de zafiros; Meghaim no


sólo significa vientre para los hebreos, sino también pecho e incluso toda la
parte del cuerpo, que va del cuello al pubis, y también las visceras interiores de
esa parte; y en lenguaje escondido y figurado se traslada para significar cora-
zón, no ciertamente en cuanto una viscera vital, pues ello significa propiamen-
te, sino en cuanto se entiende ser principio de sentido animal y receptáculo y

63 Ideas y términos muy queridos para nuestro autor son ios de concierto, concordancia, unidad cr-
ia diversidad para hacer resaltar la hermosura de una cosa.
64 Jn. 7, 46.
65 Jn. 6, 69.
66 Salmo 44, 3.
1*6 IN. QA P V T
tutum meritòfimilisefledicitur arcolis coniltis à pigmc
tarijsipropterea quod^uemadmodum ibi multi &c vario
iumeokorum ñores in vnampuìchriipeciemconfpiràt,
fíe .àie multitudó illa 6¿ diuerfitas variarum virtutum mi-
.rificü quemetam concentum conficiunt,itáq$ mirabititer
còcordant intcr fe,vt ex omnibus vna extet dignitatis fpc-
ciespulcherrima.Sedàgenis adlabia.Namfequkur. là*
htdiiiiusjtcut Uha difttfUhtia myrrhampnmam. Ho e qu emad-
xnodum verumfit,velipfius Chrifti inimicorum teftimo
nio poíTumus interprerari. Nam aliquando quidam mifs i
ad eomprehendeñdum illum,cum concionante ni audif-
.fenry& eius diuinadoquentiacaptijatque déìiniti fenten-
tlam capiendiápfum mutafíentjCurnon cóprchcndiíTent
Utn.j¿ cumjáb ijs,à quibus mifsi fuerant^ogati dixcrüt. Niinqua
Io¿n.6. flc¡oquutusefthomo.Et Petrus alibi!Quo ibimuSjVerfea
P/4/,44. vitgaetern^habcs:EtDauid,quafifieipropoíitüefíethüc
explanare locum, fie dicit.Diffufa eft gratia in labijs tuis>
propterea benedixit re Deus in &tcmum.Manus eius torna
•tiles4firè&plèn&1&a&nthìs*ì>Aztimiprx>eoquod manufit,6¿
omnirtò pro egregio, &¿ iníignialiquo fatto ab Hebrau$
poni (olere notius eft ijs,qui lacras literas norunt,quàm
vt pUiribus exemplis ílt confirmadum Sunt igitur manus
Chriftijid eftyvniuerfa illius operafumme pcrfe&a. Nam
iftis verbis eapulchritudo dèfignatur7quanta manibus po
t cít ineífe maxima.Pergitvlterius. Vemerews cbürneus$»
ftinóíus Japphyris Mcghzim nò ventrem modo, fed pectus
ctiam, atqueadeòomnemeamcorporis partem,quaeà
collo ad pubem vfque pertinet, atque edam ipfius par-
tís vifcerainteriora Hebraùsfignificat:figuratoautem S>c
arcano fermonead cor fignificandum transfertur, non
quidem quatenus vifeus vitale quoddam cft,nam eate-
nus proprie idíignificat, fed quatenus animalis fenfus
principiuti^&oniniurn cupidkatü rcceptaculü, & fedes
297 CANTAR DE LOS CANTARES

sede de todos los deseos. Así: Job67: He ahí mi vientre como lleno de mosto; f>s: Y
tu ley en medio de mi vientre; f®: Mi ánima y mi vientre; y70 Se humilló en tierra
nuestro vientre; y71 : Investigaste todo lo secreto del vientre; y71: Mi vientre por Mo-
ak Y que ese nombre figuradamente en este lugar debe ser tomado, fuera de la
misma razón de la sentencia y de los demás palabras puestas trasladadamente,
de las que se forma el texto de aqueste libro, lo pide el uso perpetuo; lo decla-
ra también el epíteto, que se añade en hebreo. Pues lo que nosotros decimos
de ébur, en hebreo a la letra: Su vientre blanco de ébur, y blanco para los he-
breos no solo significa blancura sino también pensamiento y agitación de
mente, en la que luce alguna luz de verdad. Y así, puede verterse: Su vientre
inteligente como el ébur; de donde se entiende que el vientre nombrado aquí
no está falto de sentido y pensamiento. ¿Cuál es, pues, el corazón de Cristo?
¿Cuáles sus sentidos? ¿De qué modo los afectos de Cristo? Blanco, dice, de
ébur, esto es, inteligente, cercado de zafiros, esto es, corazón no sólo ajeno a
todo ciego y turbulento movimiento, ni sometiendo tanto a sí y a sus deseos a
la razón, sino así obrando todo según el mandato de la razón, que sí no va ella
delante, ni pudiese sentir ni desear algo. Pues los movimientos súbitos de los
diversos deseos que suelen estar en nosotros y antes de que la razón vea que se
haga, se enardecen, de ellos ninguno hubo en Cristo, sino todos tomados se-
gún la voluntad y juicio, y por esa causa blancos todos, esto es, partícipes de la
luz celestial y de la razón, y por ello mismo honestos y predicables, y muy
comparables a los zafiros.

Se sigue: Sus piernas, columnas de mármol, fundadas sobre basa de oro fino.
La fortaleza de Cristo es declarada con estas palabras. La fortaleza, digo, no so-
lo por la que él es fuerte, y por la que destroza las fuerzas del diablo, sino tam-
bién la que él hace en nosotros, que nos unimos a él en fe y caridad. Pues de

67 Job 32, 19.


68 Salmo 21.
69 Salmo 30, 10.
70 Salmo 43, 25.
71 Prov. 20, 27.
72 Is. 16, 11.

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QJJ I N T V M. i97
eíTc intelligitur. 6icIob,32.En venter meusquafimufto /oí. ; ¿
pienus»OCPfaL zi. Erlex tùain medio ventris mei, &. 30. ?fa!m.zi
Anima mea &: venter meas.&. 43. Humiliatus e fi in terra Vfalm^o
fenternofter.& ProuaoJnueftigaftioninia fecreta ven- l>fai.^,
uiS'&-Efai.]6. Ventee meus ad Mo ab. Porrò id -aomen fi- pr0l :o.
guratè hoc loco debereacdpi,pra5rerquam qüodipíafen B[a*i6.
tentiae ratio, estero rumque verborum tranciate pò G to^
rum, ex quibus huiuslibri textus confiritur y perpetuas
víus poftuiat: declarat etiarn cpitheton, quod in Hebreo
additur. Nam quod nos ebumeum inHebraeoadverbü:
Venter eiuscandidum ebur: cádidur%autem Hebraùs eft
Wntttt)>quò non foiùm candorfìgnificatur7fed etiam co-
gitatio, atque agitatio ea mentis,in qua veri aiiquod lume
elucer. Itaque vertipoteft. Venter eius ìntelligens ebur:
ex quo intelligitur, qui venter hicnominatur, eum cogi-
tationis atque fenfus non.eiTe expertem. Quale igitur cor
Chrifti eft? qui fenfus eius i affé ¿tus Chrifti cuiufmodi»
Ebur, inquit,candidum,hoc eÍTjintelligens diftin&um fap
phyris, id efì^cor ab omnic£eco,&: turbulento motu non
foIùmalienum,nec tantum rationi fé & fuas cupiditates
fubiiciensjfeditaexrationisprsefcripto cunda agens, vt
nifi illa pra;eunte,neque cupere aliquid, ncque dolere pof
fet. Nam qui in nobis extare folent, 6¿antequa ratio quid
agaturdiípiciatexardefeere, cupiditatum variarum mo«
tus fubirieorum in Chrifto nullus fui t,fed volúntate atq;
iudicìofufceptiomneSj&obeandemcaufamcàdidiom-
nes, iti eft, rationis ac casleftis lucis participes,Ó¿ ob id ip-
fum nonetti arque prasdicabiles, ¿C omninò fapphyris
comparando Sequitur* Crura emscolumn<£ marmorea,qHde
fondata funt fuper Iwfes áureas, Chrifti fortitudo declara-
turhis verbis. Fottitudo inquam,non folùmea^quaipfe
fortiseft, quaque diaboli vires confregit, fedea etiam,
quamipfeefficitinnobis,quifidccum ilio, & chántate
T 5 con
298 CANTAR DE LOS CANTARES

él tomamos todos la fortaleza, y porque él dispersa a veces los escuadrones da-


ñinos y enemigos nuestros, por eso nosotros, si alguna vez caemos en los mis-
mos, destrozados y debilitados por él los escuadrones, salimos superiores, a no
ser que nos enfrentemos nosotros mismos y por nuestra cuenta permitamos
ser vencidos. Y así, Cristo no esta sola cosa nos exhorta mucho a obrar intrépi-
damente, diciendo así73: Pero no temáis, yo be vencido al mundo. Pues en verdad
quien está vencido, no podrá dañar más, sobre todo a los que se cuentan junto
con el vencedor, y por consiguiente venciendo aquél también ellos vencen.

Y estas cosas fueron dichas respectivamente de cada una de las partes; y las
que luego siguen de toda la grandeza de Cristo: El su semblante, como el del Lí-
bano, erguido como los cedros. Los vocablos de cedro y monte se trasladan en las
Sagradas Letras para significar las cosas que destacan en insigne grandeza. Y
así, los que destacan entre otros y los que obtienen el sumo y principal lugar
en los pueblos, son llamados tanto cedros como montes. Pues el cedro es un
árbol altísimo, y nada hay más elevado en la tierra que los montes. Y cuando
tanto los cedros como los montes se refieren a uno, y las cuales cosas cada una
de por sí significan excelente grandeza, unidas se atribuyen a una cosa clara-
mente se declara por singular y eximia razón que ella destaca y es grande sobre
toda medida. Así, pues, para que aprendiéramos lo que la cosa es, que nada
hay ni en la tierra ni en el cielo más sublime que Cristo y que él todo está he-
cho de excelencias, el Espíritu Santo unió en este lugar cedros y montes. En lo
cual ni le faltó causa y razón, porque eligió de entre los montes en especial al
Líbano, del que sacara semejanzas. Pues además de que ese monte, por la altu-
ra y por la grandeza y por altura y abundancia de árboles que da y por la bon-
dad de materia de ellos y por la oportunidad de las muchas cosas también pro-
vechosas para usos de la vida, aventaja a todos los montes, no solo de Siria, sino
casi de toda Asia, el que pueda ser trasladado a Cristo tiene propio y principal

73 Jn. 16, 33.


*9% IN CATVT
coniungimur. Nam ab ilio for titudinem ipil ducimu%&
quia ìilc inimica nobis & infetta aliquando fuditagmi-
na, ideò nos il quando incidimus in eadem fra&a, videli-
cècia,ab ipfo&. debilitata agmina fupexiores euadimuj$
nifi nos prodamusipfi, ac noítra nos fponte vinci iìna-
mus. ItaqueCnriitus hac vnarepotiísimumnos adhorta
Iteti,16. tur adintrepide agendum,ík dicens, Verunuamen noli*
te tinaere,ego vici mundum. Nam profetò qui vi£tus
eft,nocere amphusnonpoterit,ijs pt£cfertim,qnivnum
©fíe cum vi&ore cenfentur: acpr©indeìIio vincérc,& ipfi
vicerunt. Atque hqgc de iìngulis partibus figillatim iunt
di&a:de vniuerfa autem ChriO i magnitudine, -quae. fratina
íequütur. Spec'tes eiusltt LibaMtele£iusyt Crt&vjCedriarq; mÒ
tis vocabula in facris litcris trásferuntur ad ea íigniñcáda,
quae iniìgni magnitudine praeftant. Iraque qui eminent in
ter alios,quiquefummum, acprincipem locum in popu
Usobtin.cnt,tumCedri,tummontes vocantur. Eit enim
Ccdrusaltiisimaarbor, montibus autem in tenis clatius
nihil efr.Cum autem 6¿ Cedri,&;.mantei in vnum confo
cruritur,& qu#fmgulaperfemagnirudinem excclleiuem
fignificant, coniun&aiìmul vnkeiirribimnmr,apertè de*
claraturiìngulari 5¿ eximia ratione ipfam cxcelkre,efíe*
que magnamiupraomnemmodum.Quoigiturdocere*
mur id^quod res eí^Chritlo nihil effe, ncque in terra,. no-
que in cxlo fubiimius, ipfumque ex excelienrij:» confiare
tocum,Cedros in hocìoco^arque métes Spirirus iàn&us
coniunxit.in quo nequeillud quidam caufa atqueiatio?
ne vacauitTquod ex montibus Libanura pacsecipuè elegir*
ex quo iìmiiitudinem ducerei. Nam p£&terquam quòd is
inons, &aititudine,&: magnitudine, & arborü, quas edu-
cit,proceritate &c copia^earumque materiae b©nitate¿piu-
rimarumque item rerum ad vita? vfus accommodatarum
apportuoitatc» omne$,non iòlùna Syrix, fed Aiìse icrèto
ÙUS:
299 CANTAR DE LOS CANTARES

el que dio toda la materia, que fue necesaria para el edifìcio del tiempo cons-
truido por Salomón en Jerusalén. Pues había en aquel tiempo una efigie espi-
ritual y celestial, que Cristo comenzó a fundar y funda siempre desde que co-
menzaron al principio a existir los hombres y que nunca mientras existan los
hombres dejará de fundar y construir, el cual es el único verdadero y gratísimo
templo para Dios. Y como el Líbano solo proporcionó todos los árboles, que
fueron necesarios para la edificación del templo, así toda la estructura de este
verdadero y eterno templo viene de Cristo hombre. Pues él nutre, él produce,
él sostiene, él finalmente acaba lo que hay, que se ha de plantar en este edifi-
cio, como Pablo, aunque insistiendo en un género distinto y diverso de trasla-
ción y semejanza, ricamente escribió74: Por quien todo el cuerpo, trabado y uni-
do por todos los ligamentos que lo unen y nutren según la operación de cada
miembro, va obrando mesuradamente su crecimiento en orden a su conformación
en la caridad. Por último finalmente para que la esposa no omitiera algo, que
perteneciera a la alabanza de Cristo, comprendiendo en una palabra diversas
cosas añadió: Su paladar suavísimo y todo él deseable, o, como significativa-
mente se lee en hebreo: todo él, deseos. Tal es el mi Amado, y tal es el mi querido,
hijas de Jerusalén. Las cuales hijas de Jerusalén, esto es, los hombres bien afec-
tos para con Dios, pero simples e ignorantes, cuando ilustrados por esta ora-
ción de los perfectos, aprovecharon mucho en el conocimiento de las cosas di-
vinas y de Cristo, con el mismo estudio con que son encendidos en la
búsqueda y encuentro de Cristo; también, lo que acaece mucho en el amor de
Dios, que el amor se apodere de uno en otro, y como por un contagio serpee
fácil y anchamente, se inflaman y son arrebatados por el fuego del amor, con
que ardían los perfectos, luego que los vieron ardientes y abrasados.

74 ££4,16.

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tlus mentes prexeditjquod transferí i ad Chriftum pofcit,
idproprium acprsecipuum habct»quòdfuppeditauitom,
ncmcam matcriam, qua; ad templia Solomone Hieroie
lymis conftru^i^Edificium nccefíaciafuir.Nam incrst da
ilio tempio efngfcs templi fpiritualis atque caclcftí^quod
Chriftusy ex quoprimum homines^fle coepcruntjcondc
re coepit¿ conditque femper,nunquamque quandiu crüt
homincs ascondendo &: conftruendo defiftet,quod vnü
eft vcrum, & DcogratiGimum tempIunuEt quemadmo
duna vaus Libanus fuffecit omnes arbores, qua; tempio
sedificando neceiTariae fuerunt : ile huitis ven &¿ auerni
templi omnis ftrucìura ducifeur a Chrifto nomine. Illc
cnim ah%üte producitele fuftinet,ille deniqueperfioitid,
quidquid eft,quodifti edificio inferédü eihfìcut Paukis,ta
mctfi aliudte diuerfum tranflationis &c (knilitudkus ge-
mís inflítens,lucuáenter fcripfit.Ex quo-totani corpus co- fyhtfc
pa&um Se connexam peromnem iunc^uram fubmini-
ftrationis fecundum operationéin meflfu-ram vniufeuiaf
que membri,augmentum corporis fack in sedificatione
fui in charìtate.Poftrcmò tandem ne quid íponía praeter-
tnitteret,quod tpertineret ad Chrafti laudem, vno verbo
plura comprehendens adiecit.C?»f t ur citt$fu4tafsimumì(<r tú
tus dtjiderabiUs.Vd vt llgnificanter in Hebraeoiegitur.Tof ut
defderiay talis cjlddeéius mcus^talts ejìamormetts fìli& Hit-
rufalem Quaglia: Hicitifalem^d ebbene erga Dcum affe
&i,fitnp tices ítamen & idiota: bomines^ cum ifta perfe&o
iumhomimimorationeilUiftratijin Chrifti, at-qtie in re-
rum dìuinarum cognitionenonnihilprofecifibn^ftudio
codem , quo ilii Chriftum quaerendi acque inuenien-
di accenduatur : & , quod in amore Dei maxime ac-
cidit, vt alium ex alio amor corripiat, & quafi con-
tagione quadanìlatiisimc&; facììlimè fèrpat, iniam^a-
&iriíti,atqüc corripiuntut ab-eo amorìs igne,quo arde-
bant
300 CANTAR DE LOS CANTARES

Lo cual declaran, las cosas que siguen: ¿Dónde se fue el tu Amado, oh hi más
hermosa entre las mujeres? Dinoslo y le buscaremos. Pues promete su obra, no ya
que se exhiban oficiosos para con los amantes y ardiendo en el estudio de en-
contrar a Dios, sino también porque ya también ellos comenzaron a ser ama-
dores de Dios, habiendo oído la grandeza de su hermosura; y arden en deseo
de verle, si no tanto como ellos, al menos no de muy distinta manera. Pero ex-
planadas estas cosas así verdaderamente y en gran parte según la sentencias de
los antiguos padres ¿qué impide, cuando casi todas las sentencias de estas le-
tras, son fecundas en muchos sentidos, que saque en medio la inteligencia,
que ahora se me ocurre y que está latente en esta efigie de Cristo descrita por
Salomón? Lo cual, aunque de lo que poco ha dijimos, no sea poco diverso, sin
embargo no es falso de por sí, o repugnante a la anterior. Y no es distinta a lo
que Daniel75 como vemos, interpretó por ruego del rey de los babilonios. Pues
como él aquella estatua o estatuas de semejante figura, que el rey vio en sueño,
dijo las razones que significaban y mostraban reyes tanto caldeos como des-
pués los que gozaron del imperio del orbe; de manera semejante yo ahora
pienso que esta imagen de Cristo, o en la descripción de la imagen de Cristo,
no solo es declarado cuál sea él, sino también es significado y como pintado el
reino suyo, que ahora tiene en la tierra, y que comenzando desde el momento
de su muerte, extenderá después por todas las edades del siglo hasta elfindel
mundo, esto es, el reino de la Iglesia militante, que se dice. Pues el inicio de
esta Iglesia y reino y como cabeza, y el primer tiempo de la santa Iglesia, que
desde el tiempo de los apóstoles y los que enseguida sucedieron a los Apósto-
les, los doctores, hasta el tiempo de Constantino, rey de los romanos, llegó,
fue el mejor oro, que aquí se dice76.

Entonces, pues, lo que es lícito saber de la antigua historia, la caridad pri-


mero y las virtudes que acompañan a la caridad vigieron, y entonces verdade-

75 En «Monte», ha citado a Dan. 2, 34-35.


76 Esta explicación ptopiamente pertenece a la 3 a explanación. F. Luis la puso en la 2 a edición y la
conserva en la 3 a edición.
joo IN CJ PFT
barn perfecY^mox vt illos ardentesyatque aeftuantcs vidc-
runt, Qupdqua;requunturrdeclasant,DíC»o¿íí,^.oabytdi.
leclui twtspjudchemm* muli,evtm>&qtt oremus i/i#?».Pollice*
turemm fuam operam,noniamvt officiofos fé erga ama
tes, d¿ iludió inueniendiBeumflagrantesv iros exhibeàt,
fedobid etiam,quíaiam 6¿ipriamatores Deieius pulenti
tudinis magnitudineaudka^eíiecoepetuqt ; ardent que ü-
iu videndideiideaovfi minus-tanto atqueilh, certe nómul
túd¿.{¡simili.Sedfrisiloècverè,^:de prifcorum patrúfen*
lentia, majcioiaiejt parte cxplanatis,quid vetat,quádo onv
aes fere Ularumltterarum lentenria;Tmulus fcecunde^ funt
féniìbusjdimelligentiai, quod mine mini fuccurrir,quo4
quein hac Chrifti effigie à àoiomonc defcripta latet ,ir*
nxediitnvproferre. Qnpd tametfi ab eo quod modo dixi-
mu ,nonparum diuerüimfit,nontamenaut falfumpet
fé eli, a-ut ilìi priori repugnas E il autem idci,quod Daniel
B ibyioniorum Regi* rogatu interprctatus eli, non difsi-
mile. Ná ficut i lieftatuaea,autftatusefimili fpcdrOjquod
per quietem Rex vidk,Regu cùm Chaldasorù, tum deìn-
ceps eorum, qui orbis imperio potiti funt rationes dixit
iìgniricad,iitqtieportendi:fimilUer ego nuncarbitrorin
hac Chrifti imagine,aut Chrifti imaginisdefcriptione,no
folùm quaiis ipfe fit declarari/ed etiam iigmficari,ac velu
ti depingi.regnu ilhusid,quod.in tetris nunc habet,quod-
que ab illius mortis temporeduces exordium, per omnes
deinceps iaculi aetates, ad vfque mundi finem ptotèditur,
id eíl,EccIefiae.militantis}qu5dicimr,regnü.Etenim huius
Ecckfeatque regni initiurn,6¿ velutìcaputi primumque
iilud; Eccleiiic fandae tempus^quodab Apoftolorum, &
qui Apoftoiis proximè fucceiTerunt do&orum serate, v£
qnead Contamini Romanorü Regis tempuspertinuit,
anrumjquodhicdicitur, optimü fuit.Tunc enim,id quod
fckcex hiitoria»veteri iicèt,charitas in primis, & qu se cha-
iitatem
301 CANTAR DE LOS CANTARES

ramente florecieron aquellos fecundos siglos de paz y justicia tanto tiempo an-
tes anunciados y prometidos por los sagrados profetas y con tan gran peso de
palabras.

Y como la naturaleza puso los ojos y casi todos los demás sentidos en la ca-
ra; así toda la luz de la sagrada inteligencia, con que dirigimos la vida hasta es-
te tiempo, cualesquiera que somos dignos del nombre cristiano, brilló en aquel
tiempo de la Iglesia. Entonces los dones del Espíritu Santo, de los que el ánima
usa casi ante los ojos y los sentidos y que ahora se dan ocultamente y a pocos,
se conferían por todas partes y abiertamente. De la cual riqueza y copia de bie-
nes divinos, como cabellos de su cabeza dignos de una cabeza áurea, hubo tan
gran abundancia de buenos, tan copiosa cosecha de santos, tantos mártires,
tantas vírgenes, que llevaban una vida celestial en la tierra, quitado casi todo
sentido de la carne, que en verdad fueron semejantes a puntas de palmas. Pues
colocados en la tierra con vida y aspecto humilde, no contados entre los demás
hombres, con la cabeza tocaban el cielo, o, si queremos hablar verdad, estaban
sobre el cielo con la altura de ánimo y mente. Y los tiempos que siguieron des-
de Constantino al pontífice romano Gregorio, excelente en doctrina y en san-
tidad, en los que, establecida y devuelta la paz externa de la Iglesia, debió flore-
cer más y brillar la caridad cristiana; y el oro de la primera Iglesia, que brilló
tanto, de resplandecer más, no sé de qué manera comenzando la cosa a ir a pe-
or, y remitiendo poco a poco e insensiblemente todos los estudios de verdade-
ra piedad, fueron tiempos no ya dorados, como los anteriores ciertamente, si-
no de marfil. Pues como el marfil tiene ciertamente un brillo admirable, y la
misma rareza le da precio, sin embargo no es tal, que con el oro pueda com-
pararse en precio y en excelencia de naturaleza; así aquel siglo en comparación
con el primero fue más malo, y sobre todo más porque tuvo menos candad,

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JQJU I N T V Ai. 301
ritatem comitantur,vÌrtutes viguerunt:tuncque vere flor
ruerunt illa pacisatquciuftitiíEfoecundafsccula.ranto an-
tead facris vatibus, tanroque verborum pondere denun-
tiata atque promhTa. Atque quemadmodü in capire ocu-
los natura,ac rcliquqs ferèo-mnes fenfuseoítituif:íicorn-
nisfacrauntelligentiaì lumen, quo ad hoc yfque tempus
quicunque Chriftiano fumus digni nomine, vitam dirigi
mussilo JEcclefiae tempore emicuit.Tunc illa Spiritus fan
dà dona,quibus quali pro oculis atque fenfìbus anima vtì
tur,qu£que nunc &c occulte dantur & pauciSjpaisim &c pa
làm conferebantur.Qua ex vbertatcatque copia diuino-
rum bonorum,tatiquam ex aureo capite digna; eius capi-
tìs coma;,tantus excitit bonorum vixorum prouétus, tam
copiofafcgesfandorum,tot martyres,tot virgines, qua?
omniferèicnfucarnisdepolitocseleftem interrii vitara
degebant,verè vtfuexint fimiles elatispalmarum.In tenas
cnim pofiti vita atque habitu humili,& à cateas homká-
bus nullo in numero habiti, vertice caslum contkigebàt,
aut>ü veruniioqui vx>lurnus, catturi fupràerantanimi at-
que mentis celiltudine.Porrò qua? ex hoc Confanti ni te-
pore ad<jregorium Romanum Pontificem virum&: do
¿trinaj&fincHtateexcellcntèrequutafunttepora^nqui-
busexternaEccleu*a:reddita&;riabilitapace, flotere ma-,
gis 5¿ nitereChriftiana chantas debuitudqueprim^EccIe
üx aurum,quod tantopere fulfit,magis fplendefcere, ne-
feio quo modo rebus in deieriusabire incipieruibus, re-
rnittéribufque fe paulatim S¿ fenfim, omnibus verx pietà
tisftudijs^noniamaurea, vt fiiperiora-certe, fedexcbore
faerunt.Namqueniadmodumeburhabetquidemfpeda
b iiem nitorem, pretiu mque in eo ip ía ra ritas facit, 1 amen
ipfum noneít emímodi,vtcum auro, vel predo conferri
queat,vel naturseprasftantia : íicilludfaeculumin compa-
ratione adprimumjdeteriusfuir,&ea potiísimutn ratix>-
nede-
302 CANTAR DE LOS CANTARES

en que se contiene especialmente la vida cristiana; pero sin embargo fue muy
dichoso y feliz, si lo consideras en sí mismo. Pues retuvo mucho de la primera
pureza y piedad de vida, y aunque en gran parte fue de marfil, sin embargo el
marfil se veía cercado en aptos lugares por oro y por piedras muy preciosas, a
saber, zafiros y jacintos. Pues tuvo aquel tiempo pontífices muy santos que co-
mo dedos dorados fueron en aquel cuerpo; tuvo a los que ahora si tienen por
grandes lumbreras de la Iglesia, doctores por la sabiduría y por la santidad; en
aquel tiempo sobre todo se comenzó a frecuentar el género de vida monástico.

Y así, floreció aquel siglo en reuniones casi innumerables de santísimos


monjes, los cuales sin duda fueron los zafiros, con que es distinguido el techo
y el vientre de esta imagen. Y como el vientre y el pecho, en el que se cuentan
los hombros y brazos, comparados con la cabeza, le superan en grandeza, así es
este tiempo segundo de la Iglesia el nombre cristiano, que antes de ese tiempo,
teniendo todas las cosas los adoradores de ídolos, era recluido en angostísimos
límites, siendo emperador Constantino, habiendo abrazado entonces nuestra
religión y devuelta la paz a los fieles, destruidos los templos de los ídolos, y
constituido el estado de la república cristiana, así anchamente se propagó, que
no solo se extendiera en cuanto abarcaba el imperio romano, sino llegara tam-
bién a las naciones fieras y bárbaras, y a las últimas tierras de la tierra, casi se
apoderara, finalmente, de todo el orbe. Mas al vientre de ébur lo sostuvieron
piernas y tibias marmóreas, esto es77, a aquel segundo tiempo sucedió un ter-
cero y peor tiempo de la Iglesia, que comenzando en Gregorio o poco después
de su muerte, dura todavía, y durará casi hasta los últimos tiempos del mun-
do, pues acabará en elfindel mundo. En el cual tercer tiempo, lo que sin grave

77 Ideas que recuerdan los comentarios de Honorio de Autún en el Speculum Ecclesiae.


SOL I N' C A PV T
¡ne detei'iiis>qu6d chari?atJS;>q,ua Chriftiana maxime con-
tineturv.it a ¿aiuìus kabuif,fed tarné futt,per fé ipfum ü £pc
&es íaris bcatum,acíbeiix.Mnirumenim deprima illapu-
lirate vita:<S¿ pietate retinuit, Oc quamuis maxima CJÍ par-
te ebumcumfuititamen id ebur aptis in iocis, .& auro, ÒC
pretioüf$imi$geninii$,fappkiri¿? nimirum atqne hyaein*
this vifebatiu di&adum*Habuit enim illa cías Pontiáces
&n&ifsimos,quitanquam digitiaureiinilio corpose íiie-
ru&rhabuit eos qui nunc habentur Eccíeíia? lumina maxi
m}S¿ ù$ncm\a,6c fancÜtatedo&ores : mona fticum vitas
genus ilh maxime aitate cceptum eli frequenraríj.iaquc
Üoruit ilkid inculimi monachoruní fanctifsiraorum pro
pe innumerisgregibus, qui profeelò monachi fapphiri
ii!ifuerunt,quibus huiusimaginis venterarquepecíus dir
ftingiütur, Arque quemadaiodumveateratque pe&us,
inqtiobunkeri6c brachi a.- aumeranturadeaputrelata^p-
fum magnitudine ÍLperant:. fie in Lita Eccleílíc xtate fe-
cunda Ckr.iilianum nomea, quodante id tempus obti-
nentibus cunda idolorumcultoribus^anguftiíiimis con-
cludebaitir finibus-, Contamino Imperatore,-tune n o
ílram religíonem ampiexo, &í pace ñdeiibus reddi£a,tem-
piisi.-1olorumeueríis,conftitutoque ftatu Chriíiiancsrei
publica?, ka'atépropagatum eít,vt noníblum. quacum?
quepaiebat Romanumimperiumfeextcnderet,fed.adfe
ras eciam &' Barbaras natlones, 6c ad vlrimas terrarü oras
peruKlcrctjtotumdcniqueorbemfereobiineret.Át vea
rreiiieburneumjCrura^atquetibiíEexceperüt marmorea?,
id eftjiili stati fecunda? tertiaEcclefKe, S¿ipfa deteriorale
cekit setas: quauncipiens in Gregorio,aut paulo pofteius
obitum durar adhuc, durabitqueferè vfque ad extrema
mundi tempora:narafub mundi finem eíl d a t u r a . Qua
in aitate tertia,idquodfine graui animi dolore comme-
morare aonpoiìuniusjnoafolùmniniis inaiótum Oc an-
guitunx
303 CANTAR DE LOS CANTARES

dolor de ánimo no podemos recordar, no solo la república cristiana quedó re-


ducida a un lugar muy angosto y ceñido, alejadas no solo tantas provincias si-
no también naciones del gremio y fe de la Iglesia; sino también, cuanto el
mármol es inferior al oro incluso mucho más, en lo que se refiere a la pureza y
sinceridad de piedad, es tan degenerado de lo que floreció en los tiempos an-
teriores de la Iglesia. Retenemos al menos la blancura y cierta firmeza de la fe,
pero, cual la del mármol, fría y lapídea. Pues apenas se ve en nosotros algún
vestigio, no digo de aquella hermana y primera caridad, que ya, si no total-
mente, pues no se puede, pero en gran parte decayó, sino ni siquiera de la an-
tigua y vieja costumbre. Pues perdidas las cosas más sobresalientes, y en las
que se contenían las mayores partes de nuestra religión, en vez de las cosas usa-
mos de los nombres de las cosas, y abrazamos algunas sombras de las virtudes,
a las que no permitimos estén en algún lugar de nuestros ánimos; y las luces de
lo honesto que destruimos de la vida, y que extinguimos completamente, para
que nadie piense que odiamos la luz o que aborrecemos lo que hemos aprendi-
do, cuando queremos ser nombrados cristianos, la conservamos solo hasta
cierta imagen. Y así, en su lugar nos ponemos ciertos espectros (pues no sé qué
otro nombre, que sea todo fingido y simulado, y conseguido para engañar a
los sentidos de los hombres). Y así, nos atribuimos ciertas larvas dotadas por
fuera de una imagen muy augusta, pero por dentro vacías de vida y verdad, en
lugar de las virtudes mortecinas; y con tales larvas vestidos y cubiertos, nos en-
tregamos después a solo la ambición, la avaricia, la lujuria. Mas ¿a qué avari-
cia? ¿A qué lujuria? ¡Cuan torpe, cuan abundante, cuan incluso desconocida e
inaudita de los que ignoraron el nombre y la fe de Cristo! A esto también se
suma, el que nuestra misma fe y religión ahora es enseñada y propagada de tan
diverso modo a como era enseñada antes, que bastante aparezca que aquellos
antiguos fueron en verdad dorados, y nosotros marmóreos, y lo que cuentan
las fábulas de Deucalión y Pirro, nacidos de piedras. Pues el Evangelio que an-

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<Zjr i NT v M. jo3
gtiftum locum redada eftChriftianarefpubìica:tot non
folumprouincijs,fedetiarn nationibus auu.lfis.ab Ecck-
fia;gremio,atquefide:fed etiam quantum marmo r auro
cedit:autetiarn multò amplíes quod ad pietatis fynccrita
tcmtatquc.pupitatcmattinet,tantumdcgci»eratum eli ab
eo,quod fuperioribus Ecclefix temporibus fioruit. Can-
dorem mòdo Ocfirmitatemquanda fidd-rctincrrms, fed,
quaiis eftmarmoris,frigida atquelapidea. Vix cnim vllii,
nò dico germana? iilius,^ prima? charitatis,quie i'am, fi no
omninò,neceraim pote^at maxima ex pac le exokLiit,fed
ne prifei quiidena,&; antiqui moris cernitoli-in n-obis vefti-
giù.Nam rebus prxclarifsimis & quibus maxima? noftra;
rcligionis partas continebaíitur,amifsis, pro rebus rerum
nominibusvrimur, &: amplexamur vrwòras quafdam ca-
iumvirturum,qufbusin animisnoftrisnuiium locum ef-
fe permítrimus.&quíeprofiigatíimus è vita, quoque pla-
nèextinxitmusaioneftilumina, neodiiTenos lucemquìs
putet,aut abeoqtioddicimur,cumChrÌftiani nominan
volumuSjabhorrerejeajípecie quadatenus feruamus. Ita-
que in eorum locum nobis fubftituinuisipeéìra qusedam
(nam quidaliud nomine nefcio,qüod:fi6tumtotum & íl-
mulatum eft,& adiílude^dü feniìbiis taominü cornoara-
tum.)Itaque iaruas quafdam foris peraugufta fpecic pìsqdi
tas,iat«s ver© vita Se ventate vacuas in demo rtnarum vk,
tutum locum nobis afòiicimus:ijfqueinduti,at-que conte
dilaruis vnideinceps ambitioni,auaritia?, lux-uria;totos
nos damus. Atquali auaritiseíqaaliqueluxünaííquam tur
pi,quàmprofufse,quàmetiam apud eos, qui nomen,at-
que fidemChriítiignorarüt incognita; S¿ inaudite,? Huc
etiam accedit, quod ipfamet noftra ádes atque religio'
tam diuerfo ab eo,quo olim tradebatur, nunc tradirur &:
p ropaga tur modo, fatis vt appareat prifeos ilios nomi-
nes vere fahTe áureos, nosautemmarmóreos, &¿ quod
dcDeiu
304 CANTAR DE LOS CANTARES

tiguamente era predicado y propagado por hombres no solo inermes, sino


también maravillosamente desposeídos de toda humana defensa; y no sola-
mente no obrando violentamente, pero ni siquiera astuta y sagazmente; por
contra con inaudita simplicidad de ánimo y blandura; ése nosotros mismos lo
hemos visto en nuestro tiempo (no ciertamente por culpa o consejo de los
príncipes, sino por avaricia y rapacidad de los privados) ser inculcado y entre-
gado por hombres ceñidos de hierro, deseosos más de robar oro que de infun-
dir la verdadera religión en los ánimos de otros, produciéndose infinito estra-
go de hombres, y exterminados no solo tantos pueblos, sino también
naciones. Que el que esto considere exactamente, según fue hecho, deba sobre
todo juzgar que aquella parábola del Evangelio78, en la que porque no quisie-
ron venir los que habían sido invitados al banquete, otros se dice que fueron
traídos a la fuerza y metidos en la sala, fue referida por Cristo sobre todo a es-
te tiempo y a esta manera de predicar el Evangelio.

Pero bien es que el mármol y que este lapídeo rigor caiga finalmente en el
oro, y bases doradas sostengan las columnas marmóreas. Pues seguirá el cuarto
tiempo de la Iglesia, y aquel último tiempo tanto de la Iglesia como del mun-
do mismo, en el que vueltos los estudios de ios hombres al culto de la virtud, y
reformadas a mejor las costumbres de ellos, impartiendo Dios muy copiosa y
admirablemente a los fieles los dones de su espíritu, aquella primera y vieja ca-
ridad y justicia, acompañada por el coro de las demás virtudes, volverá al anti-
guo y en verdad ancestral suelo de la Iglesia, como de regreso a la patria. Pues
nadie puede dudar que ello será y sucederá en el último tiempo de la Iglesia,
quien al menos quiera juzgar debidamente y considerar los momentos de la
razón o la autoridad de los santos padres o al menos las profecías de los sagra-
dos profetas y apóstoles. Pues primero consta que en este tiempo la república
de la Iglesia estará en el mayor peligro e incertidumbre, y es justo que Dios le

78 Lue. 14.
jo 4 IN CA p
V T
deDeucalione^Pyrrhaferüt fabulae,dcfaxiseííe natos.
Nana quod olirà per homìnes non folum inermes, feà ab
«>mai etiam humano prandio mirabiiitenmparatos: nec
foiü non violenter,fed ne vafrèquidem, &c aftutè aliquid
agentes: contra auté inaudita animi iimplicitate,lenita£e-
quepraeditospraedicabatur, &propagabatur Euagelium.
Idnoftra state nos ipil vidimus ( non quidé principú cui-
pa>aut còfiiiOjfed priuatorü rapaeitate,& auaritia)incuica
rijatque tradi per homìnes ferro fuccin&os^uri magis ra-
piendi,qua vera?religionis in aliorü ánimosinferendo cu
pidosriaánira edita ftrage hominumjtotifque non modo
popiiììSjfedgentièusetiamadinternecionem deietis. Vt
^tn<rem iftam quemadnaoxium gefta eft,ritè confiderei iti
Zuv*i4* dicare omninò debcat parabolani ilLam Euangelij, in qua
quod qui inukati ad conuiuium cirant, venire noluiifcnr,
ali) per vim adducili&: in triclinium intronatisi dicuntur,
in hatcpotifsimuin tempo ra,&: in hanc Euangelij praedi-
candirationemirdataàChriiiofuùTe.Sedbeneeft quod
marmor,quodque i&elapideus rigprinaurum raderai de-
iinetj&bafèsaurear columnas macmoreas fufifulcient.Se
queturenim quarta actas Ecclefia%eaque cùm Ecdeijae,tü
mundi ipíiusactas vkima>inquaftudijshominum ad vir-
tutiscukuraconuerris,&Lmx>ribus eorum reformatis in
mdius, De© precìpue copiofè &¿mirabiüterfpiritus fui
dona fidelibus impertiente,prima illa Sevetus chantas;
atque iaftitiajOmnium virtutumxhoro comitata in anti-
quum,&; vereauitum Ecclefice fokim;tanquam poftlimi-
nio rcuertctur.Namquin id ita futurum\ ai que euenrurü
üt vkimo;£cckfíxtepo re, dubitare nemo potefi,quimo
«do., attt rationis momentajautfan&orum patrum antho-
xitateSjaut certe facrornm vaticinia Prophetarü,& Apo-
&olommrìtè expenderé^ cofiderare volucrit.Nampri-
smcé&at co tempore rem Eccieílae pufrlicam in íbmmü;
venta-
305 CA NTAR DE LOS CA NTARES

dará según la grandeza del peligro e incertídumbre el auxilio de la gracia y de


los bienes celestiales, con los que podrá permanecer firme. Pues la invadirán
tanto otros muchos enemigos externos, como el más duro y poderoso enemi-
go de todos los que alguna vez padeció la Iglesia, el Anticristo la atacará y se
encaminará contra ella; sin embargo la Iglesia vencerá todas sus fuerzas y ma-
quinaciones, y continuará invicta hasta el final. Mas ¿Con qué armas, pregun-
to, debe ser creída que ella vencerá y superará en armas, sino con las mismas
con que al principio superó el poder y los odios de los emperadores romanos
que levantaban contra ella las espadas, e incluso de todos los reyes del orbe?
Con una fe inquebrantable en Dios, con una caridad ardientísima hacia él,
con suma pureza de vida y costumbres, y sobre todo con grandes copias de do-
nes espirituales y celestiales, y con la ayuda y enfincon las mismas armas con
que Pablo dotado se creía que arrojaría toda la altivez del mundo levantada
contra él, y en verdad arrojó. Y así, de tales armas escribió??1: Las armas de nues-
tra milicia no son carnales, sino poderosas por Dios para derribar fortalezas; des-
truyen sofismas y toda altanería que se levante contra la ciencia de Dios y doblegan
todo pensamiento a la obediencia de Cristo, prontos,a vengar toda desobediencia.

Después, en el mismo tiempo de la Iglesia, la nación de los judíos, versada


tantos siglos en la perfidia y el error, reconociendo al Señor Jesús como verda-
dero Mesías, se recibirá en el gremio de la Iglesia, como se predijo que sería en
las letras del nuevo y del viejo Testamento. Y pide la misma razón, que a éstos,
convertidos a la fe de Dios con tanto estudio y con tanta multitud y número,
que formen ellos la mayor parte del cuerpo eclesiástico, el Señor Jesús les dé
regalos de riquezas espirituales y los trate con tal liberalidad, cual es justo, tan-
to a su natural bondad hacia sus suplicantes, como sobre todo a aquel suyo y

79 II Cor. 10,4-6.

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QJJ I NT V M. jo*
venturam perieuluriuatque difcrimen, &: par eft pro peri-
eulkatque diferiminis magnitudine auxiliuilli gratinateci
bonorü ca:leitium,quibus ilarefirmapofsit,à Deo affiliti
rumjnuadenteniminillà;càm ali} multi hoftes externi,
tum ornnium,quos vnquamperpeifaEcelefìaefl:, fseuifsi-
mus &potentifsimus hoiHsAntkhriituS'impugnabit,at-
queadeò grafíabiturinipfam: vincettaméEcclefia huius
omnes vires,èc machinationes,;8£a$extremum inui&a
pcrfiftet.Sed quibus, quaefo , credi debetipfam vi&uram,
ac fuperaturam armis,nifi eifdem iilis, q'uibus in exordio
fui Romanorum Imperatorum inipíam inüirg^atium
gladios,atque adeò omnium orbis Rcgum odia ,& pocé-
tiam fuperauit? incoacuíía in Deüfide,ineundem charita
te ardentiísima, vitas atque morum fumma puntate, im-
primifque doiiorum fpiritualium atque cseleftium mag-
ras eopijs,atquefubfidijiS,acdeniqueillis eifdearmis,qui-
bus Paulus inftru&us omnem in ipfu'rh altitudktcm mun
diinfurgentéjledeiedururrtcredebatj^verò reipfa deie-
cit.Itaque de ijs axmis ícripík». Arma;ntiMamoftra;ynon
<arnaliafunt,fedpotentiaDea addeitru&ionemmunk
tiorium, coniilia deftruèntes, oc omnerh altitudinem ex*
tollércmfeaduerfus feientiam Dei,& in captiuitatem re-
digentes omnemvinxelleeìuminobrequiumChrifti, &in
promptu habemes vlcifci omnem inobedientiam.JDein-
' de eodemEccleiìx tempore ludseorum natio tótiam fae-
culis in perfidiai errore verfáta, Dominara leiumveru
Mefsiam agnofcens?fe in Ecclefìsegreniium recipiet, que
admodum & noui Si veteris Teitarrrenti literis prxdidtu.
eftfore.Poftulat auremipfa ratio,vthos tanto .ftudio-,tari-
taque multitudine)& numero ad fidem Deiconuerfos^vt
maximam ipfì Ecelefiaftici corporis partem conficianr,
Dominus leilis ijs fpiritualium diuitiarum muncribus a£
áciat, eaque Uberalitate profequatur,quae decet, cùm na-
V tiuam.
306 CANTAR DE LOS CANTARES

antiguo amor para con aquel pueblo. Pues alegre por la salvación y la vuelta a
la buena mente del pueblo, que hasta tanto amó antiguamente, que se dignara
nacer de él, y contarse entre los judíos, y de allí llevar la luz de la esperanza y la
salvación a los demás pueblos y gentes, no pondrá medida alguna a su largue-
za, sino difundirá todas las riquezas y copias del tesoro celestial en la Iglesia.

Pues si cuando primero se la unió y casi se desposó con aquel pueblo pues-
to en libertad de la tiranía de los egipcios, tan liberal y tan munificente fue
Dios con él, cuanto conocemos por los escritos mosaicos, ¿cuál para con él,
con qué ánimo, cuan aplacable y misericordioso pensamos será, cuando des-
pués de tan largo alejamiento comience a volver a la gracia con él, y sobre todo
en el mismo tálamo e instante de las nupcias y tiempo inminente? ¿Por ventu-
ra no le apacentará en los bienes celestiales, con el ternero separado y reserva-
do para ese tiempo, esto es, lo cebará con eximios carismas? Los cebará en ver-
dad, y a esa opinión me inducen no alguna leve conjetura, sino los testimonios
clarísimos de los profetas. Pues Zacarías mirando hacia ese último tiempo de
la Iglesia, y en ese tiempo a los judíos convertidos a la fe de la Iglesia, en la
persona de Dios dijo claramente80: Y derramaré sobre la casa de David, y sobre
los moradores dejerusalén un espíritu de gracia y de oración, y mirarán hacia mi a
quien traspasaron. Pues que este vaticinio de Zacarías se refiere a las postrime-
rías del mundo y al tiempo de la conversión de los judíos, san Agustín81, gran
luz de la Iglesia, lo atestigua y se colige no oscuramente en Juan en el Apoca-
lipsis82. Pues tratando de aquel tiempo aludiendo a estas palabras de Zacarías
escribió: Y he aquí que viene con nubes, y lo verán todos los ojos, y cuantos le
traspasaron; y se lamentarán, etc. Pero ¿qué dice Zacarías? Derramaré, dice, el
espíritu de la gracia y de oración sobre la casa de David. Y Joel83, que predijo
la abundancia de dones del Espíritu Santo de la primera Iglesia, ¿cómo habló

80 Zac. 12, 10.


81 De civitate Dei, iib. 20, c. 30.
82 Apoc. 1, 7.
83 Joel, 2, 28.
306 IN C A P VT
tiuam ipílus bonitatem erga fuos iupplices,tum precipue
fuunviiíum&antiquumergaeumpopuiúamorem. Ete-
nimiamisdefalute,&:adbonamrnenternreduu eius po-
puli,quem eo vfque olim dilexit,eo vt ex populo nafaip-
fè,& inrer ludios numerari,&: lumen fpei,atque falutis in
decxtcris profcrrepopulis atque gentibus dignatusfit,
nullumíüaelargitatimodúftaruet:fedomncs cxleftisthe
fauricopias^tquediuitíasinEcclefiam eíFundet. Namíi
cü íibí primü adiunxit,&: quafi defponfauit ab AEgyptio-
rumtyrannideinübertatem vindicarum huncpopulum,
ram liberahs in iüú Deus,& tam munificus ruit,quantü ex
Mofaicis ícriptis cognofeimus, quaié erga eundem quo
animo,quàm placabili,quam mifericordi ipfum futurum
putamus,quando poft tam longü difsidium in gratiam cü
Ìlio redire caeperit:maximè ipfo thalami, atque nuptiarü
inftante,atque imminente tempore? An non pafcetüium
casleflibus bonis,fepofkoque &c ad id temporis referuato
vitulojioceftjcximijs charifmatibus faginabit? Saginabic
profe¿io,inqtieeamopinionemmenonleuisconie£tura
aliqua,fed vatum teftimonia clarifsima inducunt. Zacha-
rias enim in id Eccleíias vltimum tempus,&i in Iudseos eo
tempore ad Ecclefia: fidem conuerfos refpiciens,ex perfo
Z4ch.n. na Dei apertifsimèdixit.Eteffundam fuper domü Dauid^
& fuper habitatores Hierufalem fpiritum gratiae &c precü,
&: afpicient ad me,quem confixcrunt.Nam hoc Zachariae
vaticinium ad poñremailla mundi, &cóuerfionislud£0
^Augujií. r u m fp e &a r etempora, S¿D. AuguílinusmagnumEccle-
J/6, 20 Je f]X i u m e n teftatur,&: ex Ioannein Apocalypíinon obfeu
Quita* e. rè colligitur. Namdciíioagens tempore adhaje Zacha-
3-- xix verba alludens fcripík.Ecce ením venit cum nubibús,
*AfQca.\t &videbunt eum omnes oculi,&quieumpupugerunt,
oc plangcnt,& esetera. Sed quid aitZacharias?EfFundám,
inquit, ípinrum gratase & precum fuper domum Pauid.
loci
307 CANTAR DE LOS CANTARES

también? Y derramaré, dice, mi espíritu sobre toda carne. De manera que en dos
tiempos diversos casi lo mismo y con las mismas palabras y género de oración
vemos escrito por dos profetas, sin que dudemos de que en ambos tiempos ha-
ya sido la Iglesia de forma semejante feliz y copiosa en los bienes de la gracia.

Y Isaías tanto en otros lugares, como sobre todo en el último capítulo dijo
muchas cosas pertenecientes, a esta copia de bienes celestiales, que decimos ha-
brá en la Iglesia al fin del mundo. La cual copia, velada bajo nombres de bie-
nes corporales y de cosas ciertamente, la describió él para entenderla grande y
suma espiritualmente. Pues de aquel estado y último tiempo de la Iglesia que
él trataba se puede colegir incluso de que toda la exposición y predicción se
termina y se encierra en la predicción del fin del mundo y recuerdo del último
juicio. Pero nada hay niás claro que la conclusión de Pablo, si se considera
muy atentamente qué fuerza tenga. Pues escribiendo a los Romanos, así dice84:
Y si su caída es la riqueza del mundo, y su menoscabo la riqueza de los gentiles:
¿cuánto, más lo será su plenitud? Y más abajo: Porque si su reprobación es reconci-
liación del mundo, ¿qué será su reintegración sino una resurrección de entre los
muertos?, Argumenta pues, a minori, según aparece. Pues si los judíos no reco-
nociendo a Cristo en gran parte, ni teniendo fe en él,y despojándolo por eso
de la regia dignidad y de la gloria y verdad de la religión, Dios se hizo una Igle-
sia de entre las gentes, y la llenó de los mayores bienes, para traer al sentimien-
to de la misma fe a los judíos encendidos también por esta razón, por la envi-
dia y el estudio de la emulación, como el mismo Pablo escribió eri la misma
epístola: Digo, dice, ¿acaso lo rechazaron para caer? No, sino su ofensa y ruina
es salvación para las gentes, para provocarlos a emulación. Si, pues, lo que Pablo

84 Rom. 11, 12; 15

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^jr I N T V M. ^07
loelvcrò qui primae Ecclefiae Spiritus ian&i donorum J w / 2 t
abundàatiam praedixitjquomodo Oc ipfe ioquutus cftrEt
efTundam, inquit, de fpiritu meo fiiperomneiri cameni.
Vt qui de duobus diuer4istemporibus,eademferèà^tto-
bus vatibu^atqj eìfdetti& verbis,6¿ oratioriis genere fcri-
bi videriiùs3quin vtróque in tèmpore fiiniiiteríoelixá¿co
jjHÒiairrbònis g r a t i n dubitemus.
Efaiasporrò cumalijsinlocis,tum maxime vltimo capi- _ * . ' .
te multa pradicit pertinetia adhanccaeleftiübonorüco* ' * *
piam,quam dicimus futuram in Ecclelìa fub mundi fine,
'Quàch'ifle copiam rerum quidem &bonorum corporeo
rum nòttìihibus adumbratàm, ied tamen fpirituaiker in*
telligeñdam maximam * atque fummam defcribir. Nam
de ilio Ecciefiae"ftac.ii, atque vkima astate Ìpfumagere,vel
ex eo liquere poteft}quod expofirio illa omnjs7atque pra;
dicalo mundi finis prsdi&ìone, &:commemoratione viti
mi iudicij terminatur, & clauditur.Sed nihiì eft ap erti tis,
quam illaPauliconeluílojíiquisquam vim habeat,fatis
attente cofideret. Ad Brómanos cnim fcribens,iìc inquit:
Quod il delidum ìllorum diuitiaefunt mundi, S¿dìmìnu- Rom4.iú
ti o eorum diuitia; gefìtium : quanto magis plenitudo eo-
rum:& infra. Si enirri amifsiò eorum recOriciiiatio eíl nía
di,quà? aü%nptip nifi vita ex mortuisrargumétatufenirn
àminòri/Vtàp^arèt.Namil ludseis mà^nà^ ex parte non
ágnoícentibus Chriiftim » ñeque fidém iììi habentibus,
íeque ot> id ,&: regia dÌgnitate, Se religipnis ventate, at-
que glpria ipoUantibus, Deus ex genùbps fibi Ecckikm
confecit, camque maximisiocupletauit bonis, quo vel
ifta ratione inuidentia, atque semulationis ftudio accen-
fos lúdaos in eiufdem fidei aiTcnfurninduceret,vtidem
Paulus in eadem epiilola fcribit. Dico, inquit, nun-
quid impegerunt vt caderent? Abfit. Sed illorum o fren-
fio,^ nana falus eft gentibus, vt ad ajmulationem il-
V2 los
308 CANTAR DE LOS CANTARES

y Agustín interpretándolo argumentan, que Dios para atraer a los judíos a la


verdadera fe de Cristo con el ejemplo de las gentes, abrazando a las gentes en
amor, quiso que fueran salvas, y no solo salvas sino crecidas y llenas de los do-
nes admirables y celestiales; entonces los judíos reconocido y alejados de su
error, volviéndose a Cristo y amándole únicamente a él, es en verdad conse-
cuente a la razón, que Dios difunda sus fuerzas celestiales con gran largueza en
la Iglesia.

Y si, cuando fueron alejados aquellos de Dios y tenidos por enemigos Dios
hizo bien a la Iglesia de las gentes, que quisiesen ser partícipes de los mismos
bienes, y así entrar a la Iglesia; como ya hubiesen entrado en ella y la llenaran
en buena parte y comenzaran a ser gratos y queridos para Dios, en verdad la
Iglesia volverá a las mismas riquezas espirituales, en que antiguamente abun-
daba, y resurgirá a aquel su prístino decoro, y vivirá y brillará, y resplandecerá
anchamente en ella la luz más brillante de todas las virtudes, que ya casi pen-
saba extinguida, la caridad; y serán semejantes los últimos a los primeros, la
cabeza a los pies, o, como David cantó muy elegantemente, el nacimiento y el
ocaso de la Iglesia ínfundidos de gran copia de placer y alegría celestial serán
parecidos y semejantes entre sí. Pues aquél en el salmo 64, en el que vaticina
brevemente sobre el reino de Cristo y el nacimiento e incremento del tal rei-
no, y de toda su felicidad, como convenía a un poeta divino, figuradamente y
tomando semejanzas de las obras de la naturaleza y de las cosas rústicas, entre
otras cosas, lo que refiere a la razón propuesta, así dejó escrito^: Haces exultar
las salidas de la mañana y de la tarde. Pues lo que en la vicisitudes de los días
y de las noches pasa saliendo el sol y muriendo, de arte que esos dos tiempos
del día sean muy alegres y gratos, cuando el día comienza cayendo las tinie-
blas y volviendo a su color a las cosas, o cuando cayendo el sol y remitiendo
del calor del mismo mediodía y soplando suavemente las brisas, se alegra el

85 Salmo 64, 9.
5o8 IN QJ P V T
los prouocarcnuSiigitur ,quod Paulus& illum cnarrans
Augult.argumentantur, Deus vtgemiü cxcmplo ad vera
Chriftifìdem ludios pcr.t!raheret,gentesipfas amore cò-
5plexus,faiuas ilLas effe vo'luit,ncc;Ìàluasino.do,fcd caslcfti-
bus,ac mirabiUbus donis iocupleratas,a£que au£Us : ipfis
tune íudxis etroreiuo agmtOjarquc.depofitoad Chriftu
conucrilsjipfumque vnicè amantihus cófentaneum pro-
fedo ratio:ni eft,Deum cseieftes&ias in Eecieüá opes, ma-
xima largitate eflfufurum. Et fi <:um abie&iilli à Deo fue-
xñtySc pro inimicis habí tj?£cclefi£ gentiu èenefecit Deus,
iUi vt participes effeciapejxnr eomndehencficiorü, 6¿ fic
inE,cc!efiamíntt;aceíir:cüinveam intromifsi iam fuerint,
cam que ipíi bona ex parte copleuerkit, Deoque^íTe cce-
perint gra£i>atque charijprofe&o Ecckuaad eafdem fpiri
tuales,Qpcs)quibus olim abuedabat^edfoir,&ad prifrintt
Üiudfuum decus re£urget,váuetque atqucehicefeit, latèqj
fpLendehitin illa 7 quod iamprope extin&u-m putabatur,
omnium viitutum lucidiisiimurn lumcn^chaxiras^erunrq;
fimiliavltimaprimisjcaputisedibusjautiìcut Dauid ele-
gantifsimè cccinit:Or*usit&: Occafus Ecclefiae maxima cej
ieflis lamtia^atquc volaptatisperfuiìcopia,paresInter fé,
atq; fimiles.erunt Etenimiilein Piàlmo fexagefMiìoquar-
to,in quo Pfal mode Chri£lii;egno>emfq, regni ottu, arq;
incremétiSjdeqjomniciusfceìicitatejVt Poeta diuinü de-
cebatjbieuiter vatidnatur&iiguratc.,&: à rebus arufticis,
naturseqs operibus fimilitudinibusduftisintcr alia., quod
f ad prop.oiixà racioné pertineat, fic fcriptu reliquk. Exitus
*' 4* jnatutini, 8¿ ^ efpercdclccì;ibis.Quodeniminvicifsitudi
nibus dierumAC noCtiu,oriente Sole,atque4ecedente co
tingi^vtea duo tépora dici tata maximè,atqucgcata iìnr,
vcl cu diesdece4ciìtibus;tenebdsappcterer&: rebus fuus
coLoi incipit reddi,velcum occidente :SoÌe,<8£ ilio pome-
ridiani tcinporis,aefturemif tente fe,& aurisìeniter Jpiran
tibus
309 CAN TA R E> EL OS CAN T,A R E S

mismo rostro del cíeloy- del -aire de nuevo; de manera semejante en este, reino
de Cristo, de que tratamos, el amanecer y-el-ocaso, dice que los;inicios|y los fi-
nales serán igualmente alegres y: felices. Alegraste,, dice, el último tiempo; de la
Iglesia militante que muere, a saber, con aquel tipp de alegría y placer,que te
conviene sobre todo, y con el que conviene dotar e imbuir especialmente a los
hombres, alegrastè'còn el divino y celestial como los inicios y primeros naci-
mientos de la misma Iglesia. Pero ya sigamos lo propuesto.

TO^ÉRAE ,

Venga, el mi. Amado a su huerto, y coma la fruta de yus manzanas delicadas.


Puesto que él esposo'había dicho" que aquella vieja Iglesia era semejante a un
huerto, y la hacía ;semej ante a un huerto que estuviese plantado de frutales y
olorosos árboles, tornándolo la Iglesia e insistiendo en la metáfora, anima al
esposo, esto es, alVerbo deDips àvenira eomerja él, esto es, le .ruega que se
meta profundamente, en su ánimo y habite err su corazón y quiera ¿permanecer,
teniendo por gratos los reto ños muy excelentes de todas^ las virtudes, que plan-
tó él mismo; o le ruega al menos, que cuando le ofrezca,sacrificio, quiera acer-
cársele más propicio e interesarse por los; cultos y sus asambleassagradas. JEn lo
cual la Iglesia relata lo recibido que tiene, de, Dios, pues confiesa que es un
huerto dé Dios y admite que los frutos qué dà son frutos de Dios, y al mismo
tiempo le ofrece todas las mismas cosas á aquel de quien las recibe,' y se some-
te totalmente a Dios, íb que sobre todo suele Dios exigir dé los suyos. Pues en
esta sumisión de ániihb y cbmb lallá-marí los1 escritores eclesiásticos,1 resigna-
ción se eonstituyó.el fuñdárnentb de lá perfección espiritual, pites cuánto más
se somete a ©ios el ánimo ;det hombre; tanto rhás en élriíétiendoDios su fuer-
za, lo adorna y lof llena desús bienes, lo que indican las palabras; que: siguen.

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tibuSjipfa itérum catii atque aeris exhilaratur fpecies:fimi
liter in hoc Chriftijdè quo agimus,regno, Grtus & Occa-
fus,initia atquefinesperajqùè feos^tqùe faelices dicit ef
fe futuros. Exhilarafti,iñquit, òccidèntis Ecclefise milita**-
tis vltimum tempus, eo fcilicèt, Isetitiic, atque voluptatis
genere, quod te maxime decer, & quo ipfos affici homic
nes,atque imbuì maxime conucnit,cielefti atque chumo,
quoraodo eiufdem Ecckfixinitia,atque primos ortus
cxhilaraÉL Sed lam propofitum exequamur»

TERTIÀ EXPLANATIO,

BnUt ¿de Bus meks in hortum fu um& comedàtfrH-


Siampomorum fuorum Quóniam fponfùs veteré
illám Ecclefìam hòrto fimilem effe dixerat, at-
que ei hortofimilem fecerat^qui eílet cófitus
pomiferis,&: odòratis arboribus,id arripiensEccleiia}&in
inetaphora iniiftenSjfponfum^d cfl, Dei verbü hortatur,
co vi veniat pranfurus,id eft^orat illunvytad animum ip-
fìus penitùs iniìnuet fe,habitareq> in ipfius corde, ac rao-
ram ducere velit, gratahabensea, qua?in ipfáidem feuit
vittutum omnium prseftantiisima germina, velprecatur
ipfum certe, vt quando ipil facrifieat, àdeffe propitius iì-
bi velit, &: religiòils fuis coetibus,atque cultibus intereife.
In quo Ecclefia Deo accepta refert, qua? habet : fatetur
;ènim fehortum effe Dei,& frucì:us,quos fert, Deifru&us
èffe concedit,&fimulcadem omnia ei,à quo ipiàaccepit,
offerì, feque piane Deo fubijck,id quod potifsimùm exa-
gere à fuis Deusfolet.Naminhacfubmifsione animi >&c
vtillamEccIefiaftici fcriptores vocant,refignatiome ipirì-
tualisperfe&ionis fimdamentum conftitutum eft, quo
crìim magis fc Deo fubmittit hominis animus, eò magis
in ipfo fuam vim Deus infinuans, eum fuis bonis ornar,
V 3 atque
310 CANTAR DE LOS CANTARES

Pues dice: Vine a mi huerto, hermana mía, esposa; cogí mi mirra con mis olo-
res; comí mi panal con la miel mía; bebí mi vino y la mi leche: comed, compañe-
ros, bebed y embriagadvos, amigos. Con las cuales palabras el esposo invitado
por la esposa, significa que quiere asentir a sus deseos, y porque ella se había
sometido, él demuestra que se Ka metido en ella, y así como la Iglesia en la an-
terior oración testificaba su sumisión a Dios, así Dios con estas palabras atesti-
gua figuradamente como lo demás, e insistiendo en la comenzada alegoría,
cuan grata le fuera aquella sumisión. Pues como en día festivo suelen los hom-
bres dedicarse a comidas en los huertos, así Dios responde que vendrá al huer-
to, a donde es invitado, juntamente con los compañeros, y comerá con ellos
para significar mayor fuerza de alegría; y así, cuenta una a una las comidas, y
como si ya estuviese comiendo, invita a los compañeros a comer y beber jun-
tamente. Con lo cual significa, cuan grato le resultara el culto, que le daba la
Iglesia, aunque los sacrificios de aquel modo le fueran aceptables en aquel
tiempo, y cómo en ellos como interviniera y como los honrara la presencia de
su poder. Pues, como consta de las Sagradas Letras, Dios muchas veces, cuan-
do la vieja Iglesia de los judíos le ofrecía sacrificios, enviando fuego celestial los
tomaba, y con niebla también celestial de repente llenaba el tabernáculo y
templo, lo que se tenía por signo muy cierto de la presencia divina. Y cierta-
mente en todos aquellos sacrificios Dios comía en cierta manera con los que lo
inmolaban. Pues, como dijimos antes, en el sacrificio había una imagen de
banquete. Pues de la víctima, que era matada, una parte era quemada para
Dios, otra matada para el sacerdote, de la tercera se alimentaban los que ofre-
cían el sacrificio86.

Por lo cual con razón dice, vine a mi huerto, esto es, en los conventos y reu-
niones de la religión instituidos por ti muchas veces me metí, intervine en tus
días festivos. Cogí mi mirra con mis olores, esto es, bebí los tomillos de olor sua-

86 Toda esta historia de la Iglesia preevangélica está contada también por fray Luis en «Brazo de
Dios» (cfr. Onís, II, 57-66).
jio IN C ATV T
acqueiocupieta^quodindicantjquse fcquuntur.Nam in*
qu irt Veni in hwtxm meam forar mea Zponfa, mejjm myvrh* me£
cam 4YQma;ib¡4$ mets^comedtfáuitm curri melle mto^htbiywucum
Utfameo . camedut ¿mict&bibite><& melm&mìm chdnfsìmL
Quibus verbi s fpotffus Lnuitatus ab fponla,iìgnificat fe U-
IÌUS voris annuere velle,&: quia ília fe ipil fubmiferat ? ipfc
jfein earn tnfinualle demonítrat,S¿: iìcut Ecclesìa fuperiori
orationefuam erga Deum uibmifsionem teitirìcabatur,
ile Deus hìs verbis,quàm grata ubi ea fubmifsio fuerit,tc*
itamr figurate vt cg tera,¿c in inftitiira allegoria periìftcns*
Nani iìcutfeftodie in hortisepulis vacare folent homi-
neSjücDeusfe venturum inhortum, quo inuitatur,rc-
fpondet v a i cum focijs,&: quo maìoretn vim ketitiae fig-
níácet, epuiaturum cumillis, ìtaque epuìas nomina-
tini recenfe^&quailiani cpularetur,focios ad vnà epu-
landum , & porandum inuitat: Quo lignificar, quàm gra*
tus jpíl accideru is cultus > quemeiilla exhibebat Eccit-
ila rquamque iiiiusmodi facrifkiaaccepta ipil ilio tem-
pora faerint, & quoi$odo illisquodammodointcrfuc-
m » eaque veluti honeitauerit fui numinis praefentia.
Haiti, ¥t ex facris conftat literis , faepiusDeus , cum illi
famficia orYetebat vetus ludaeorum Ecclefia igne caeli-
tus immolo eavab£umebat » nebulaque item cadetti Cu-
bito oppkbat tabernaculum , atque templum, quoddi-
uina; pr&Ceniiajiignum certifsimumhabebatur. Et cer-
te in omnibus illisficnfícijs,cóuiuiú quodámodo ¡nibat
Deus cu ijs, qui cairn ni olabant,Nà,vt fuprà diximus in fa-
criiicio co uiuii quo? iá imago inerat.Nàm hoftiai, qua? cas
debauir,vna pars adoiebarurDeo,aÌterac*edebat fa cerdo
tatema vefcebantur,qui hpftiam affercbant,Quare meri-
t ò inquìt^erJmlwrtummettmtidtÙ.9m conuentus,atquecoe
tus religionis caufaabs te inftitutos me f^pe inünuauúdie
bus tuis feftis 'wtctfuitMcjjMmynham metm cum arommhus
mets$
311 CANTAR DE LOS CANTARES

vísimo, que están en esos aromas: comí mi pan con la miel mía; bebí mi vino y
la mi leche, esto es, recibí con gusto las partes de las víctimas ofrecidas a mí y
quemadas sobre el altar; en vuestros sacrificios también yo comí juntamente,
ansí diciendo: Comed, compañeros, bebed y embriagadvos. Y hasta ahora fue
descrito el tiempo de la Iglesia que pasó bajo la ley;.y las cosas que desde este
lugar hasta el final del libro se siguen, se refieren al tiempo de la Iglesia, que
ahora es y que le será ultimo en esta vida, del que la Iglesia aparece así hablan-
do87: Yo duermo, y mi corazón vela: la voz de mi querido llama: ábreme, hermana
mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está llena de rocío, y
mi cabello de las gotas de la noche. Pues con estas palabras se describe ya la con-
dición de la Iglesia en el tiempo, en que Cristo nació en la carne, y figurada-
mente se describe la razón de Cristo naciendo en la carne e invitando al con-
junto de los judíos a su culto y amor. Yo duermo, dice, y mi corazón vela. O
refiere ambas cosas a sí, o una a sí, la otra a Cristo. "Aunque yo, dice, dormía
afectada en cierta manera por el tedio en la tardanza de su llegada; mas Cristo
vigilaba mi corazón, que sería fiel a su promesa; o, aunque yo parecía dormir en
algunas partes mías, algunas de las cuales vueltas a las preocupaciones terrenas
se preocupaban menos de las celestiales, sin embargo con el corazón, esto es,
con las otras partes mías más excelentes vigilaba, excitada por el deseo de la lle-
gada de Cristo, y fija y dirigida hacia él; o, al menos, yo, como los que dormi-
tan o duermen, apenas reconocía las cosas que tenía ante mis ojos, pues estaba
ante mis ojos Cristo nacido de mí y vistiendo mi carne, y no le reconocía; mas
él vigilaba con preocupación y estudio de mi salvación. Y así, no solo se me
mostró a la vista en mi carne, sino también atestiguando con blandísimas pala-
bras que él había venido, pidió entrar en mi casa"; y expone las palabras, con que

87 Aquí comienza la tercera edad de ia Iglesia.

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QJ"I NT VM. jii
meUyìd eft,thy miamata,quae ijs aromatibus conftant, odo
ris fuauifsimi hauii: Comedi famtm cum melle meo, bìbi \mttm
cum laclemeojd eft,partes hoftiarum tnihioblatas7& fuper
altare incefas gratas habuiàn facrificijs veftris & ipfecpu-
latus vna vobiicum fum, idque itafamiliaritcr,vos vt ad
cópotandum &: vnà capiendü cibü prouocare,ík dicens.
Comedite^ bìì?ite3& tnebrkmmi char'tfsimt. Atquc ha&enus
Ecclefia?actas illa defcripta eft,quà egìt fublege : quae aute
ex hoc loco vfque adlibrifiné fequüturadeá Ecclefie^ seta
tefpedantjquamnuncagitjquaiqj vltimaiìli futura eftia
hac v ita,de qua re Ecclefìa ile loques inducìtur.Eg& dormii,
& cúx meum yijñlat^ox dilefòt meipulfantis^pertmihiforormeO}
amica mea^columba meajmmaculara mea , quia caput meum fle-
numefìtore, & c¡nc¡MÍmeigutthno¿tmm.l$2ímhi$VQibi$
òc Ecciefìac eòditio}quo tempore Chriftusin carne natus
cft,&: Chriftiin carne nafcentis,&: ad fui amore atqj cultu
Iudcoru conuentus inukantis,, ratio figurate deferibitur
Ego{mqmt)dùrmio}&c9rmeih>igìhtt7 Àut vtruque ad fe,aut
altera ad fcalteru ad Chriftu refert, Etii ego,inquit, doE-
miebà moraaduentus eius quodamodo tsedip affeda, at
Chriftus cor vigilabat meü promifsi Cuifidepreitaturus:
vel,etfi ego in nónuitis meis partibus dormire videbar, q>
nonulli ex meis ad terrenas couerfi curas minus curairent
cadeitia,tame corde,id eft,alijs meis partibus preftantiort
bus vigilaba,defiderio aduetus Chrifti excitata, & in euni
intenta atqj defixat vel certe egoquafìÌj,qui dormitante
autdormiunt, quse ante ©culos habebam meos, ea vix
agnafcebam : verfabatur enim mini ante oculos Chriflus
ex me natus , oc carnem rneatrt indutus, ipfum tamen
non agnofcebam ; at Mie cura vigilabat Se àudio faiutis
meas, ¡taque non folum fe mihi iricarne meavifendum
oftendit,fed & blandifsimis vocibus fé aduenhlè teitatus,
vt fc in mea intromitterem domum orauit:6¿ exponit vo
Y 4 ees^
312 CA NTAR DE LOS CA Ai TARES

Cristo la invito, después de nacer entre nosotros, diciendo así: La voz de mi


querido: Ábreme, hermana mía, compañera mía, paloma mía, perfecta mía; por-
que mi cabeza está llena de rocío, y mi cabello de las gotas de la noche. La cual es
la oración de Cristo con que animó a la Iglesia de los judíos a admitirle o, al
menos, con la que describe figuradamente eí deseo e intento de Cristo de me-
terse en las ánimas de los judíos así, que también de ella se colija que él ya apa-
rezca nacido entre los hombres y vestido con la carne humana. Lo cual se pue-
de ver, lo primero, de que nunca antes de este lugar en este libro se dan
miembros de cuerpo humano a Cristo; después, porque antes rogaba él a la
Iglesia que, dejada la casa, le siguiera al campo, puesto que todavía no vivía
entre los hombres, pero ahora, como ya fuese hombre, pide ser introducido en
la casa; por último, porque Cristo aparece por primera vez lastimado por el
frío y húmedo por la lluvia, esto es, afectado por las cosas molestas, pues desde
que vistió el cuerpo humano, comenzó a soportar las fatigas de esta vida.

Dice, pues: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, Abre porque
venía a ella, para significar que no le quedaba fácil la entrada, esto es, para en-
señarle que sería duramente recibido por los suyos88. Hermana mía, amiga
mía, paloma mía. Estas blanduras de palabras, primero, son indicios de un
ánimo tiernamente amable e ilustres testimonios del que desea meterse en el
ánimo del que ama; después, tienen gran fuerza para persuadir, pues la misma
repetición de ellas lo atestigua, el que dice estas cosas no solo desea conciliarse
la voluntad de otro, sino también hácelo de todas las maneras, intenta todas
las entradas, lo procura todo hasta conseguirlo. Por lo cual de estas cosas tras-
ládalas a Cristo, primero se entiende cuánta fuera la gracia, cuál la dulzura,
qué gracia de palabras y sentencias de su misma doctrina y lenguaje, con que
intentó traer a su fe a la Iglesia de los judíos, y así escribe por esta causa: Y se
extrañaban todos con las palabras de gracia, que procedían de su boca. Lo que

88 Aquí comienza una larga explicación prolongada por los caps. 6 y 8 sobre la acritud negativa del
pueblo judío que fray Luis, como anotamos antes, comentó en «Brazo de Dios», y también en «Camino» re-
pite brevemente (cfr. Onís, I, 120-21).
$ix. í N QAVVT
ces^quìbus Ch.riíhis,poítquaapud nosnatus cft,irmttauk
ipiàm.tìc dictns+Voxdileóli mei)apertmiht[orormc<t,*micAme*
mlumba meaìtmmaculatamea>cjé4capxtmcumplenurn ejì rore,
& cincinni meigutm noclium. Quae cft oratio Chriíü ea,qua,
Iudeorum Ecclcilam ad fé admittendum hortatus eft:au£
eerrèjqua Chriftideíídcrium atqueconaius fe inilnuandl
inanimis ludajorumik figurate defcribitur, vt etiam ex
eacolligaturipfumiam induci natuminter homincs , §£.
humana carne veítitum.Qupd perfpici poteft primum ex
co quod nufquam ante hunclocum Chriilo in hoc libro
humani corporis dantur membra : deinde quia antea Ec-
cleilarogabatipfe, vtreli&adpmofeinagru fequeretur*
vtpote qui nondum verfaretur inrer hornines: nunc aut é,
vt qui homo iam cfikt,fe domum inrromitti poftulat,Po
ibernò quia hieprimum fugore oiFenfus^ piuma ma-
dens,ideit,rebus arfedus molefìis Chriftus inducitur, ex
quoenim humanum corpusinduir,vit£ehuius asrumnas
perferre coepit. Ait igum^pmwì.iJMormeajamtcamea^o*
lamba mea, ^4ftri, Q¿ua ad illam veniebat, vt fignificaret,
non patere Ìpfifacilemaditum,ideit,vtdocererfore vt à
fuis aegrè reciperctur,&»w mea^mtea mea%columb* mea7 Hae
verborum blanditia?,primò animi tenere amantis indicia
funt,&: in eius,qnem amat,animum ie infornare: cupietis,
illuftria teftimonia,-deinde magnani vim habentadper*
fuadendum>ipfaenimcorum repetidoleítatur,qui.hax
dicit,nonfoÌùm cupercalteriusvoluntatem conciliare fi-
bi>fed &:idomnibus modis agere>omncs tentare aditus:
omnia,quoidaflequatur,conari. Quareexhis ad Chri-
ilum traniìatis primo intelligitur ipiius dottrina atquc
fermoais eius, quo pertrahere ad fui fìdemludseoru Ec*
clefiam conatus e^quantagratiafiíeri^quaí dulce4o,quÌ
verborü,atquefententiarü iepoSjitaqueobiftam cauiàm
&ùbù.ur;Et ftupcbaat omnes iafeiraonibus gratin, qui
procc-
313 CANTAR DE LOS CANTARES

atestiguan las mismas palabras que decía, nada más blando que las cuales pue-
de pensarse. Pues llamaba a todos al descanso, a la libertad de los deseos y pre-
ocupaciones, que atormentan el ánimo, a la mutua caridad, y colocaba la su-
ma de toda su doctrina en que fuésemos benéficos unos con otros. De donde
ciertamente son aquellas palabras: Venida mí todos los que trabajáis y estáis can-
sados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros, y encontraréis el descanso pa-
ra vuestras almas, pues mi yugo es suave y mi carga leve. Y de nuevo: Aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón, y en otra parte: Este es mi mandato, que
os améis mutuamente. Además, de estas mismas palabras se entiende con cuán-
to estudio de la salvación de los suyos se encendiera el mismo Cristo y cuánto
deseara concillarse las voluntades dé todos, cuando con tantas y tan blandas
palabras procuraba penetrar en los ánimos de ellos, lo que cumplió en reali-
dad, pues ¿qué no hizo o intentó para ganarse los ánimos de los judíos? Pues
con la palabra, con el ejemplo, con la beneficencia, con los milagros, animan-
do, rogando, amonestando duramente, a veces con amenazas, a veces con rue-
gos, no pocas veces con reproche más severo, por sí, por otros, empleando to-
dos los recursos intentó romper los claustros del corazón de los judíos,
finalmente, derramando su vida misma se afanó por nuestra salvación.

Y lo que se sigue: Porque mi cabeza está llena de rocío, y mi cabello de las go-
tas de la noche, se refiere a lo mismo. Pues en ello Cristo pone la causa más efi-
caz con que persuada a la Iglesia, cuánto la ame y cuánto desee ser amado por
ella, y que nada omita de las cosas que de cualquier modo miren a conciliar
ese amor. Pues dice que llega lleno de rocío y húmedo por la lluvia nocturna, a
saber, significando figuradamente con ello, que él habiendo tomado nuestra
carne ha caído en las tinieblas de la vida humana, y es afectado por los males a
que esta vida es sometida. La cual sola cosa comprende y contiene todas las co-
sas, que nos encienden a amar a Dios y nos ilustran a la virtud. Cuando Cris-
to, hecho hombre por los hombres, soportó las miserias de la vida humana

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proccdcbatdcote eiusid quodeaipfa,que dicebat,tefta
tur,quibus nihil excogitan poteft blàdius Vocabat enim
ad requiem omnes,adlibertatem ab ijs cupiditatibus at-
quecuns,quacanimum excruciat,admutuam charitate,
totiufquefusdo&rinae fummà in eo,vt mutuò Ínter nos
benefici eííem9,coítkuebat.Exquo certe illa funt. Venite
ad me omnes,qui laboratis,& onerati eftis, 6¿ ego renda
vos. Tolli te iugurn meü fuper vos,&; inuenietis requiem
animabus veftris, Iugum enim meum fuaue eft , & onus
meu leue.Et rurfus.Difcire a me,quia miris fum, & humU
lis corde,&: alibi,Hoc eft prxceptum meum^t diiigatis in
uicem.Deinde exeifdem intelligiturverbis, quanto ipfe
Chriftus fiiorum falutisftudioincenderei ur, quantumqj
cuperet omnium voluntates conciliare fiblquado tot ac
tam blandís verbis ad eorum ánimos penetrare conaba-
tur,quod &. re ipfa prseftitit^quid enim non fecit, autmo*
litus eft,quo libi ánimos Iuda^orumadiungeret? Nani &s
voce,& exemplo,&beneficentÌa»& miraculis, hortado,
rogado,acriùs admonédo,interdum minis,interdu preci
bus,nonnunqua obiurgatione feueriori, per fé, per alios
omnes machinas adhibedoperrúpere Iudasorum cordis
clauftra tetauir,denique vita ipfa profundendanoftrae iìu
duit faluti.Quodauteíequiiur.fíwrf caput meum plenum ejl
tote & capiih meigHtmnoclmm, eodem ipecìrat. Nani in co
Chriftus caufamefficacifsimamarTcrt, quòilli Eccleiìas
p erfuadcat,quàm amet ipfam,&: quàm fé ab ipfa amari cu
piat,vtque,nihii eorum pra:termittat, qusequouis modo
ad eü amore conciliandum pertineant. Dicit enim fé ro-
replenum,acpiuuia nocturna madidum aduenire,eo fei-
licèttranflatèiignifìcans, fé carne fufeepta noftrainhu-
mane; vita? tenebra? incidifre,cifque malis afTe&um fé ef-
fe.quibus haec vita fubijcitur.Qujc vna res vniuerfa ea co•
ple&ituratque coniineí»qua¿ nos &ad Dcum amandum
V 5 accen-
314 CANTAR DÉLOS CANTARES

y males muy duros, no hay por qué los hombres permitan ser rogados en vano
por él en alguna cosa, pues lo vio Pablo que se sigue de ello, y así, escribiendo
a Tito, argumenta85: Se ha manifestado la gracia salutífera de Dios a todos los
hombres, enseñándolos a negar la impiedad y los deseos del mundo, para que viva-
mos sobria, justa y piadosamente en este siglo90. Y como colige lo mismo, que
Dios nos lo ha dado todo, porque entregó a la muerte por nosotros a su hijo
hecho hombre; así a su vez nosotros colegimos,que nada hay que no debamos
a Dios, incluso solo por este nombre, porque quiso nacer hombre y soportar
los males humanos por nosotros, esto es, ser humedecido por el rocío y empa-
pado por las gotas de la noche.

Mas se sigue: Desnúdeme mi vestidura, ¿cómo me la vestiré? Lavé mis pies,


¿cómo los ensuciaré? Con la cual duda y causificación de la esposa es sobreen-
tendido su pereza en obedecer, y cierta languidez de ánimo y amor, y decai-
miento. Las cuales declaran que Cristo fue admitido duramente por aquel
pueblo, en el que entonces estaba la Iglesia, pues muchos de él no sólo lo des-
preciaron, sino también persiguieron ingratamente. Y como el esposo en este
lugar, ardiente por el amor de la esposa e inflamado por el deseo de encontrar-
la, se dice entregarse de noche al camino, y que ni impedido por las tinieblas, ni
obstaculizado por la lluvia que caía, y como a él por este oficio la esposa devol-
viendo mala gracia a su amor que atestiguaba con tanta fuerza, pues para verle
no quería soportar el trabajo que hay en ponerse de nuevo el vestido, que cierta-
mente es muy leve; así entonces por nuestra carne tomada y por la vida fatigosa a
causa nuestra llevada trabajosísimamente por Cristo, los judíos no quisieron de-
jar los estudios de placer y ambición, que obstruían la entrada a él en el corazón
de ellos, y, llamados por él e invitados a los banquetes suntuosísimos del Evan-

89 Tit. 2,11-13.
90 Rom. 8,
3 i4 I H C'A P r r
acccndunt& ad virtutem erudkmt. Nam quando Chri-
ftus pro hominibus homo fadus humanas vitse miferias,
Òcacerbifsima maia pcrtulit,ti5 eft cui homines ab co vlk
in re fcfruftra rogati iinant, idenim ex eo fequiPaulus
Tìwm.i. vidit5itaq; adTitú fcribens argumetatur.Apparuit beni-
gnitas,& humanitasSaluatoris noftri Dei omnibus homi
M@m g nibuserudies no^vtabneg&es^mpietate&ffcularia de
iideria iuftè,& pie viuamus in ho e fseculo.Et vt idem eoi
Icgit.Deíí nobis omnia donaiTejquia fiiium fuum homi-
nem fadum pro nobis in mortemdedit, Ile retro n©S
coiligemus, nihil efiequod nos nondebeamus Deo> vel
eo folum nomine ? quòd fé hominem nafei voluit,& hu-
mana mala pati pro nobisjidautem eft,rore madefìerì,8£
guttlsno&ium perfundí.Sedièqukur. Sfàìaémttunica
mea,qMmodo induaritUi-LaHípedes mto$ y (¡uomodo inqmnabo si-
los r Quafponfa? cun&atione, & cauMcationeillms iti
obediendo fegnkies, OC quidam animi, atque amoris
languo-r, atqué remifsio íübindicaíur . Quse declarant
segrè a-dmiíTum ftiiiTe Chriftum ab eo populo, in quo
tune continebaturEccicfia, multi enhn ex ilio ipfum no
iolumfpreue mnt, fede tiamingrate perfequutifunf. At-
que quemadmodum fponfusmhoc loco amore fpon-
ix, ardens,&:ipflus cóuenienda; eupidttate inflamatus,no
£ u feitineri dediiTe dicitur,neque tenebris impeditus.ne
que imbre,quimebat ? prohibitus T vtque eipro irlo offV
ciò , fuum, quodtantopere teftabatafjamoremjfpon-
fa maiamreddensgratiam 3 ipiìus videndi caufa id labo-
ris, qui inveite pò fita iterumfumendafuftinetur, ieuif-
fìmus ceri è qui eft/ubircnoiebat/ic tune pro carne no-
íka íufcepta,proq; vitaagrumnofa noftri cauíalaboriofif
iimè à Chnito accludaci itudia voluptatis èù ambifionis,
que; aditü ílíi ad ipforu corda obitruebà^nolucrunt defe-
icrc^vocatiq» ab illo?& ad cpulas EuageHj lautiisimas inui
tati^.
315 CANTAR DE LOS CA JV TARES

gelio, pusieron causas muy ineptas de tardarse y no venir, y, como se lee en


Lucas91, uno dijo: He comprado un campo y tengo que salir a verlo, te ruego me
des por excusado; y otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a
probarlas, ruégote me des por excusado; y otro dijo: He tomado mujer y no puedo
ir; lo que también Juan claramente atestigua diciendo92: Sin .embargo, aun mu-
chos de los jefes creyeron en él, pero por causa de los fariseos no le confesaban, te-
miendo ser excluidos de la sinagoga, porque amaban más la gloria de los hombres
que la gloria de Dios. Y así, esta duda de la esposa Índica el ánimo de aquella
parte de la Iglesia alejado de la doctrina y la oración de Cristo, y claramente
muestra lo que sucedió, que el pueblo oiría a disgusto la voz de Cristo.

Pero se sigue: Mi Amado metió su mano por el agujero, y mi vientre se estre-


meció a su tacto. Porque alejándose los judíos y cerrando sus oídos a la voz de
Cristo y no queriendo levantarse del lecho de sus deseos, en que yacían en-
vueltos en las tinieblas del error; sin embargo Cristo, llamado amado justa-
mente por ellos, insistió en llamar. Y así, como aquí el esposo finge, dudando
la esposa, por donde se mete la llave de la puerta, metidos los dedos quiso qui-
tar el aldaba de la puerta; así él con fuerza peculiar se entró en los corazones de
algunos, y así los conmovió, que ninguna cosa los pudiera retardar de abrir, es-
to es, de amar y creer.

Por lo cual añade: Y mi vientre estremecióse a su tacto, o, como se dice en he-


breo: Y mis entrañas temblaron a su tacto. Pues la Iglesia llama entrañas a sus
partes principales y a aquellas en que está sobre todo la vida, esto es, a aquellos
hombres que, cuando Dios abrió sus corazones, se mostraron oyentes a Cristo
que llamaba, como fueron los Apóstoles y los otros discípulos de Cristo, de los
que primero se formó la Iglesia evangélica. Pues como el mar proceloso agitado

91 Lue. 14, 18-20.


92 Jn. 12, 42-43.

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Q^V I N<IV M. 315
rati morandiacque non vcnicndi, caufas ineptifsimas ne
xii€rút:3¿»vtapiídLucáícribitur,aliüs di xir,villa e m i o n e LUCÀ^Ì
celie habeo exireJ&: vidercillanvogotehabe mee*cuia-
tum:&: alter dixitiuga boum eroi quinque,& eo proba-
re ülavrogo tehabemeexcufatum , & alias dixit:vxorem
4uxi,ideò non poflum venire;quod & Ioannes aperte te-
ftatuxík dicens, Vernntanien &; ex princípibus multi ere Ìo<tn,u*
didcruntineun^fed propterPharifa;osnon confiteban-
tuXtVt èfynagoga non eijcercntundilexerunt enirn gloria
hammum magi5,,qua3i gloriam Dei, Itaque h#c fponfa:
'cundariOjrnaximxiliius EeckíiíE partís aueriumàdo&ri
na,& orationeChriitì anima indicat,c]areq; oftendit idf
quod euenitvfore vr ille popuins Chrifti voce grauatè ad
fuas auresadmttterer.Sedfequitur. BtkSìusmeus mifit nt4-
mmftíitmperfoyamen^&yenter meas intremuitad taftum eìns*
Quia auerrenribus iè Iudaeis, &: aures fuas voci Chri-
ili occludentibus, nequefe leuare volentibus decupi-
tlitatum iuarumkcto, in quo tcnebris erroris inuohi-
ti iacebant, Chriftus tamen, iure ob id dileirus vocatus,
perftitit in vocando, kaque, vt hic iponfus fingimr cun-
eante fponfa, qua iann^clauisimmittitur, mifsis. digi-
tis petfulum oftij amouere voiuiíTc: Ììcipfe peculiari vi
in corda aliquorum inoibuit, ipfoique ita perniouit,
nulla vt res iiios ab aperiendo » id eft , ab amando OC
credendo retardare potucrit . Quare addit . Etlfenter
meus intremiut ad laftum eim f aut ve in Hebtaso dicitur:
<?* "\>i(cera m¡a itifrcmuerunt ad ttétum ctus . Nam vi (ce-
ra fua Ecclefìa vocat prsecìpuas partes fuas, oc eas,
qnibus precipue vita conftfiit, hoc eft , nomines
c o s , q u i , cum corum Deus corda aperuiiTetvvocanti
Chdfto le audientes prabuerunt ,qua!cs fuerunt Apo-
fion>& ali» Cririftidifcipulijè quibus Euangelica Eccle-
fìa prirnò confluir. Nam (¡cut mare procelloium ventis
agita-
316 CANTAR DE LOS CANTARES

por los vientos resuena y hierve en oías, y no se contiene a sí mismo; así ellos
conmovidos por el viento del Espíritu Santo, metiéndose el mismo Cristo en
sus ánimos y originando en ellos admirables movimientos, comenzaron a ar-
der en la fe y amor de Cristo, hasta que, dejadas todas las otras cosas, pusieran
todo su estudio solo en buscar y seguir a Cristo; de cuyas personas son las pa-
labras que siguen: Levánteme a abrir a mi Amado, y mis manos gotearon mirra,
y mis dedos llenos de mirra muy suave. Pues éstos, en resonando sus oídos con
las voces de Cristo, y sus manos metidas por el agujero, esto es, su fuerza ocul-
ta golpeando sus ánimos, se levantaron, esto es, despreciados los bienes en que
como en lecho descansaban, solo amaron a Cristo. Y así, se levantaron a abrir
la puerta al Amado, esto es, no solo a introducirle a sí,a quien ya tenían en el
ánimo dándoles llamas de amor y fe, sino para meterle en las mentes de todos,
y para hacer patente a Cristo a los corazones de todos, removidos los claustros
de la infidelidad.

Por lo que añade: mis manos gotearon mirra, y mis dedos llenos de mirra muy
suave. Con lo cual se significa que, tomado un vaso lleno de mirra, la esposa se
acercó a la puerta a introducir al esposo, y untar de mirra al que entraba. Pero
mientras se apresura, rompió el vaso y llenó de mirra el aldaba de la puerta ha-
cia el que dirigía la mano; en lo que se refiere a la inteligencia interior, de que
tratamos, con aquel derrame de mirra muy suave, con que se llenaron las ma-
nos de los que abrían las puertas a Cristo, primero se demuestra que los que,
llevados por la exhortación de los Apóstoles, se levantaron a abrir a Cristo que
quería entrar a ellos, en el mismo comienzo de su entrada, esto es, de su con-
versión a él fueron cogidos por un grave dolor, porque Cristo había sido antes
despreciado y matado por ellos. Pues la mirra en estas letras significa la du-
reza de la penitencia. Lo cual también sucedió, pues en los Hechos, de aque-
llos que el primer discurso de Pedro trajo a la fe de Cristo, que fueron tres mil,
JI¿ 7" N C A<P V T
agitatum ¿nfremit,&: fludibus fernet, acfeípmm non 'cas»
pir. Sic ilü Spiritus fandi flatu cómotijpfo Chrifto in eo-
rumanimis inílnuantefe,&:miros ineis trio tus dentear*
dere coeperüt in fide & amoreChrifti,vfqj eò,yt omnibus
alíjs abiedis rebus,in vno qu^rendo,&: fequédo Chrifto,
omnes íuu ftudiumpofuerint : quorum ex perfona funr,
qua; {cqnnmmìSurrex^taperiremdileBomeoymanu$ mexftil
iítuerunt myrrham ffi digiti ma pièni myrrha prohanfsima 3 Ka
hi ftatim atque eorü 3uresChrifti vocibus circunfonárüt,
6c manus eius imtiúífa per foramen, id eft?eius vis occuí
ta ipforum ánimos perculit,furrexerüt?ideft5negledi$ ijs¿
in quibus quaíl in ledulo quiefcebantjbonis, vnum ada*
maueruntChriftumjítaqucíbrrcxerunt, vtapenrentia-
nuam diledOjideftjVt non folumipfum adfeiñtromitte^
rentj quem iam in animis habebant flammas amoris átq^
íídei íubijcientemipfis/edvtin omnium mentes cunde
infinuarétjVtq^ cúdorü corda cJauftris infidelitads remo
t is patere Chrifto facer et. Qupd aute additur. Manus me&
ftUlaneruntmyrrham -3 & digiti mei pieni myrrhá prob(túfsim4.
Quo ílgnificatur fumpto vafeulo myrrhae pleno accefsif-
fe íponfam adforesmtromiífuramfponfum, &;myrrha
introcütem perfufuram. Sed du-m feftinat vafeulum con
fregine , 6¿ oftijpeíTulumcuimanumadmouerat, myr-
rhá imbuiífe, quantum ad interiorerr^de qua.agimu's, in-
teiligentiampertinet,eamyrrh^probatifsimae efTuílone,
qua manus eorü quiChriflo fores aperiebát,imbut£ mnf,
primo demonftratur qui Apoftoiorum hortatuindudi,
erexerunt íevt intrate ad ipfos volenti Chrifto aperirenr,
eos in ipfo intromifsionis eius,id eft,conuerfionis eorurn
ad ipfum initiojgraui dolore correptos e£fe,quòd fpretus
antea ab eis Chriftus,atqueocciffusfuiíFet. Myrrhaenim
in his literis poenitentiae acerbitatem fignifkat. Quod ÒC
cuenit i Nam in adis de ijs, quos prima Petri concio ad
ChriíU
317 CANTAR D É L O S CANTARES

se escribe de esta manera93: Al oírle, se sintieron compungidos de corazón y dije-


ron a Pedro y a los demás Apóstoles: ¿qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les con-
testó: arrepentios y bautizaos en nombre de Jesucristo; y en el Apocalipsis también
se escribe94: Y llorarán sobre él todas las tribus de la tierra, y mirarán a quien
crucificaron. Después, se declara que los que se convirtieron a la fe e incluso a
la virtud de los Apóstoles con las voces de Cristo y de los Apóstoles, echaron
de sí admirable olor a manera de mirra, y lo propagaron muy anchamente en-
tre todos los hombres que admiraban su santidad, como se recuerda en los He-
chos^. Puesto que ellos eran las cabezas más elevadas de la religión y los prime-
ros retoños de la Iglesia evangélica, de los que se había de propagar y difundir
la Iglesia por todo el orbe, por eso convino no solo que brillaran por una egre-
gia santidad, sino también que tuviesen fama de la mayor santidad ante todos;
lo cual también con otro tipo de traslación significó Cristo cuando los llamó
luz, diciendo así: Vosotros sois la luz del mundo'36. Y Pablo allí mismo donde es-
cribió: Somos el buen olor de Cristo en todo lugar.

Se sigue: Yo abrí el aldaba de mi puerta a mi Amado, y mi Amado se había


ido y se había pasado. Se había pasado, porque, cuando los judíos por persua-
sión de los Apóstoles comenzaron a convertirse a la fe de Cristo y formar la
Iglesia evangélica, ya Cristo recibido en el cielo no estaba entre los hombres.
O por lo menos porque esta palabra de abrir, aquella Iglesia de Cristo, esto es,
los Apóstoles y los discípulos no la refieren tanto a sí, cuanto a los otros judíos,
en cuyos ánimos deseaban meter a Cristo. Y así, para significar que ellos en
gran parte habían trabajado inútilmente, porque no pudieron con ningún
consejo llevarles a que abrieran la entrada a Cristo, dicen ciertamente que se
levantaron y pusieron mano a la puerta, finalmente abrieron las hojas, esto es,
pusieron mucho trabajo y estudio en que los corazones de los judíos se abrie-

93 He. 2, 37-38.
94 Apoc. 1, 7.
95 He. 5.
96 Mt. 5.

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¿Tp I NT V M. JI7
Chriftifideadduxir,qui ter mille numero fuerút,ícribitur
ÌQ hüc modurmHis audkis compun&i funt corde,& dixc ^ 2*
runtad Petrunx,& adreliquos Apoftolos:quidfaciemus
viti fratresíquíbus Petrus: Poenitentiam agite:&. baptize
tur vnufquifqj vefburnin nomine Ieiu Cbrifti^in Apò-
caìyp.etiamfcràbitnr,EtplagentfupeTeumc>mncs tribus ^QC*Ì*
terrae,&: videbunr in quem confixemnt. Deinde declara-
tur eorum,qui Chrifti &: Apoftolorum vocibusad ¿Idem
conuerfìfunt,atquc adeò Apoftolorumipforum virtute
odorem inftar myrrhac ex fe ípiraíTe mirabÜenv, cuniquc
latifsimè propagale cun&is hominibus eorum admkan-
tibusfanditatemjVtcommemoraturinaéèis.Nam quo- »d&o.<¡*
niamiliierant fumma rchgionis capita £¿£cclcfia; Euan
gelicse prima germina,è quibuspropagandacrat Eccleiìa
& pertotum orbem diffundenda., ideircò oportudt, non
folùm vt egregia fan&itatepollerent ipil, fed edam vt in
fanftitatis maxima opinione ciTent apud omncsjquod &c
alio tranfìationis genere Chriftusugnifkauit,eos cum no
minauitiucem,£cdicens:Voseftis lux mundi. Et Paulus Mmh^
eodem,quàfcnbit,B<Mms odor Chrifti fumas Incannilo
CoSc(\mt\xtt^ejjsdumiiÌììjmtiapeYiitMefti} m£ü»attik ditti
ttausrat df^*i r>*#/7«"4f.TranfIeratnimirum, quia quando
ludaei Apoftolorum fuafu conuerti ad fidem Chrifti eoe
peruntj&EuangelkamEccleiiamcófìcerejiam Chriftus
in cselum receptus apud nomines eiTe defierat. Vclcetre
quia apericndi iftud verbfi?Ecclella illa Chri&iyidctr, Apo
ftoli acque Difcipulwion tàm referüt adfe, quàm ad altos
Iudasosjin quorum ánimos introducere Chriftum cupie-
bant. Itaquequofìgmficarentfein iilis maxima ex parte
lufiffe operam, quòd nullis fuis monitis, vt Chrifto aditu.
patefacerent,addueipotuerunt, furrexiiìefe quidemdi-
cunt,&: manumianuseadmouíirejapcruiñefores deniq;,
,hoc cítmultum operae,&ftudijpofuíífe in eo * vt corda
la-
318 CANTAR DE LOS CANTARES

ran a Cristo; mas que Cristo por la perversión de gran parte de su ánimo y la
obstinación despreciado, se fue a otro lugar. Lo cual también significan aque-
llas voces de Pablo: Os convenía primero hablar el Verbo de Dios, pero puesto que
lo rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí que nos volvemos a los
gentiles. Cristo verdaderamente se va de los que dejan a los. pregoneros del
Evangelio, excluyéndolos por su propia perfidia, pero aunque muchos de los
judíos no quisieron aceptar ia doctrina cristiana, y por ello Cristo se fue, y ve-
ía que la Iglesia se apartaría de ellos, entonces no desistió de buscar a Cristo en
ellos, esto es, no desistió una y muchas veces encendida en el amor de Cristo,
no solo en Jerusalén, sino también por todas las ciudades de Judea, ni solo en
judea, sino en todos los lugares, en que andaban dispersos los judíos, de lla-
marlos al amor y culto de Cristo, como se escribe en diversos lugares en los
Hechos de los Apóstoles, y lo significan las palabras que siguen: mi alma se me sa-
lió en el hablar de él. Busquéle, y no le hallé; llámele, y no me respondió. Pues el
amor de Cristo, metido en los corazones de aquellos fieles después de que le
oyeron hablar y creyeron en él, no permitía que se estuviesen quietos, y les ur-
gía la caridad de Dios, como Pablo escribe de sí, de arte que repulsados mu-
chas veces y frustrados muchísimas veces en su esperanza sin embargo prosi-
guieran en la búsqueda de Cristo en los corazones de los judíos. Mas, porque
perdieron el trabajo al final, no teniendo los judíos fe en Cristo en gran parte,
la Iglesia añade para significarlo: Busquéle, y no le hallé; llámele, y no me respon-
dió. Porque, como fuese buscado por sus discípulos, no se encontró estar en-
tre los judíos, y llamado por ellos no dio ninguna respuesta, esto es, sin dar se-
ñal mostró que no vivía en las ánimas de los judíos; más aún que estaba muy
lejos de ellos, lo mostró con clarísimas pruebas.

No sólo no lo abrazaron en amor97, sino también lo persiguieron con odio


durísimo, y no solo no lo admitieron en su corazón, sino también expulsaron
con ardor su fe de sus ánimos y obstruyeron con mucho estudio todos los
caminos, por los que podía llegar a ellos, no solo hechos enemigos de Cris-

97 Un ejemplo de hipérbaton latino: eum amore complexì illum non sunt.


? i8 I N c A P v r
Iudxoru Chrifto paterét:at Chriftü maxima partís ipforü
perucrfione animi &obihnationenegle&u,aliòdedinaf
fe.Qupd &c Ule; Pauli voces iìgmficai%Vobis oportebat pri
mñloquiverbüDe^fed qmrepellitis illud,&indignosvos
iudicatis «terna: virae,eccccóuertimuradgètes.Na quos
Euageüj praecones,eoruperfidia exclufip rasiere ut, ab ijs
vere Chrift'deciinatjfed quauis plurimi ludaeorüChriftia
naiaiTentiridodìrinasnoluerut^obidabiiiTeChriftu, &:
abillisdircefsiíreEcclcíiavidebat>n6tñipfadeftiritqufre
re Chriftüiniilìs?id e^non deftith iterumac fxpiùs amo
re Ciiriíh incenfa,nonfoltim Hiero folymis, fed etiamper
omnes vrbes Iudxe>nec in iud^arantùm,fed omnibus in
Ìocis,in quibus eranc difperfi ludad, ipfos ad Chriíli cultu
&:amorévocare > vtinÀ6tis Apoftolorum varijs inlocis
icribitur,idqj fignifican^quse fequuntur> ^énimn rnea tique
faflaeftyt locfUHttts eílflu&¡hi&non inumiillum^vocAui &no
refpondit wi/j/.NamChriftiamorcordibus illorum fideliü
indufuSjeum poftquàm loquentem audierunt, eique af-
fenfi funtjipfos conquiefcere non finebat,perurgebatque
ipfos Dei chariras,vt de fé Paulus fcribit^viq; eò vt faspiùs
repuliìjipeque frustrati Tua fxpifsimè,tame pergerétChri-
ftùinludxorumcordibus quxrere. Atquiaadextremu
luferüt operájiudaeis maxima ex parte Chrifto fide nò ha-
bentibus,id vt iìgnificetu^Eccleiia fnbiugit. g^yia*, & nt
tnuemiilu^ocaui & no rejpvdtt mihi.Qma quxfitus cu eifet à
difcipaliseiusnoncftinnetus incile inludaus,&: vocatus
abeifde refpófumnulhlreddidit,ideft,nullo edito iìgno
mòftrauit fé in eorülud^orú animis habitare: imo potiùs
ÌÒgifsimèabeiFeabipnXapertifsimis documètis oftedit.
N o folü erh amore cóplexi illü nò funt,fed& acerbifsimo
profeq^uuti funt odio,nec folü ad corda fua nò admiferfit
illüjfcd & fludiofè a fuis animis fide illius rcpulcrut,viafq;
oés fummo ftudio adhibíto obftruxerut, quib5 accedere
adip-
319 CA JV TA R D E L O S CA JV TA RES

to, sino también de todos los que lo anunciaban, esto es, los que deseaban me-
terlo en sus mentes, resultando muy malignos, por, lo cual añade la esposa: Me
hallaron las guardas que rondan la ciudad; hiriéronme; tomáronme mi manto>
que sobre mí tenía, las guardas de los muros./Pues las guardas de la ciudad son
los sacerdotes y príncipes de los judíos a quien estaba confiada la preocupa-
ción de la república. Pues ellos infirieron males gravísimos a la Iglesia de Cris-
to, esto es, a todos los que deseaban meter a Cristo en sus mentes, precisamen-
te porque buscaban a Cristo en otros. Pues la esposa no dice que fue golpeada
por las guardas por otra còsa, sino porque buscaba deseosamente a su esposo.

Y cuánto aquesto concierte con aquella cosa y cuánto sea dicho y expresado
de ella se ve en el libro de los Hechos de los Apóstoles, donde así se dice98: Mien-
tras ellos hablaban aipueblo, sobreviniéronlos sacerdotes y el oficial del templo y los
saduceos; molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban la resurrección de los
muertos cumplida en jesús, y les echaron mano y los metieron en prisión, y lo que
sigue: y después99 se recuerdan las heridas que recibieron, de manera que ver-
daderamente la esposa.diga, mientras busca a Gristo,; esto es, anuncia a Cristo a
los judíos para encontrarle en sus corazones, que cayó en las guardas de los
muros, esto es^ en. gravísimos enemigos de Cristo, que intentaron todo para
apartarla de la búsqueda. Y a los que llama guardas de la ciudad, a los; mismos
los llama guardas de los muros, esto es, dos veces los, nombra, paraensenar que
los odios durísimos de dos pueblos se levantaron contra Cristo, primero de los
judíos, después de los: gentiles. Pues ambos de diversos modos y por largo
tiempo vejaron a la Iglesia. Y no es sin causa, que recuerda las heridas recibi-
das, y diga que el manto le ha sido quitado, para significar en uno los tormen-
tos del cuerpo, en otro la confiscación y dilapidación de bienes ó, al menos,
uno se refiere a sus enemigos declarados, otro a los ocultos, esto es, a los herejes
y ese tipo de hombres pecaminosos y malvados, que desean desnudarla de la
caridad y Fe^ que son los vestidos de los buenos, como los llaman estas letras, y

98 He. 4, 1-3.
99 He. 8, 9 y 12.

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v
$JV í NT V M. 319
acKpfos poteranno tátüChnfto inimici facti,fed &ijs qui
illü annuciaMt,hoc cft?qüiin ipforü m^tib^illu ìniinuare
Cíípiebat,rcddití infeftiísinii,qü
mecuftodesfiMciifCum
rutmejulerüt'paUmineucuJlodesmurovu^^ì^ciinodcs ciui-,
'""taris facerdotes fan^&Iudaeorüprincipes^quibus còmif
fa reipublicse erat cura^Na ij Eccieílá ChriftÌ,ideit,cos om
ncs, qui iti atioru mètibus introdüeere cüpiébat Chriftp,
mális gráuiísimis aífécerüt,oi) idipiíi,quia Chriftu in alijs
qüarcbát.Nec cnim fpófa alia pb caiifam ¿ibi à cuitodib*
plagasfLiifleillatas dicit, nifi, quia cupide fuum fponfuni
quícrebar;quantíi aupe hoc cógruat cu ipfa,re,quanq; ex
jlladiftüfii;,<S¿expreírum A&.Apoftolieoíüperfpi ^ # 0 , ¿
citaran cuius capite,4.fìc dicitur.Loquéubusillis ad po-
pulú fuperuenerát facerdotes & magiftratus tépli >&;$adu
caei,doletes qádocerétpopulü. & annüciarent in Iefu rè-
ibrre£ioriée*mortuis,&im^ \A^t ?
íueríitiñcuítódia^quaí feqüütur:& in capite: %à:&.x%. _ '"J¿^ *
piágaéquib9 àfFecéru tip foscòmémóraturjVèrè VíTpofa di
catdu CfrriiWquairitjidè^ChrM ludáis anriúciat,eü yt
ineòrucòrdib5iri^ muroru.iÌngrauiiH
^òsCKriftiÌtìctìi& ;
redo niniìnp triÒIÌrì U4nr.Q^sautécuftpdes ciuitatisyo
«ra^eplicìe rnuroru cuftodesnominatjhoceftjbi^noji^inat
ipibs,quo doceat duorü populoru ac gétium acerbifsim a
odiaChriftu excitarle aduerfum fe^primòlud^oru deinde
gétiüjNa vtriqs Oc varijs modis &: iógo tepore Ecclefia ve
xarut.Necverò fine cauía eft,qd6¿plagasfibiillaias memo
rat,8£ablatu pallia effe dicir,vtin altero corporis cruciai9,
in altero publicatioñe&direptioné bonorü fignificet,aut
certe alterü ad apertos fuos hoftes refert, alterü ad occui
tos inimicos^ideíl^d ha:reticos,&: id genus homines fla-
gitiofos de prauos, qui ipfam. charitate atque fide, qua;
fune
320 CA NTAR DE LO S CA N TARES

ciertamente desnudan a muchos de sus miembros. Y lo que dice que ambos ti-
pos de enemigos suyos estaban en la guarda de la ciudad, es dicho porque su
voz y su estudio de buscar a Cristo en los corazones de los otros, que es muy
grato y aceptable para los hombres privados en gran parte, fue muy ingrato y
envidioso para los sacerdotes de los judíos y los emperadores de los romanos.

Pero ellos pudieron sacar sus odios y su dureza contra la Iglesia, pero no
pudieron en forma alguna arrancarle o imponerle silencio, pues cuanto más la
oprimían tanto más altamente vociferaba, esto es, tanto más claramente anun-
ciaba a Cristo; y lo expresan maravillosamente las palabras que siguen: Yo os
conjuro, hijas de Jerusalén, que si halláredes a mi querido, me le hagáis saber que
soy enferma de amor. Pues la esposa golpeada y despojada del manto, ni se que-
jaba con las guardas de la injuria recibida, ni les rogaba que le devolvieran el
vestido quitado, ni se lamentaba de su caso ante otro, sino dirigiéndose hacia
las mujeres, que salieron a su encuentro cuando gritaba, solo les pide que ha-
gan saber al esposo de su amor, si alguna vez por casualidad lo encontraran
porque en verdad aquella Iglesia evangélica, esto es, aquellos varones de la
Iglesia, que con tanta constancia de ánimo ante la agresión y amenaza de todas
las cosas, y produciéndoles los príncipes del mundo durísimos males llevaron
las señales vencedoras de Cristo a todo el mundo, esto es, le anunciaron a to-
dos los hombres, aunque muy gravemente vejados, aunque perseguidos a hie-
rro y fuego, sin embargo ni se armaron contra sus enemigos, ni se vengaron al-
guna vez de ellos, ni siquiera, para repeler la fuerza e injuria de ellos, reunieron
algunas tropas o rogaron la ayuda de otros, sino ante todas sus agresiones, ata-
ques, insultos, muertes y tormentos dirigidos por ellos opusieron solo aquello:
jio 7 iST CJPVT
funi honorum hominum ve Aumenta,, vtca&iíteliteras
aominant,nudareftudent, 6c certe nudant em& permul-
ta membra. Quod porrò vttumqueboftiüfuorüjgjenus
vrbis cuftodise praifuifíc dicitur r eò dicit quòd fisa vox,
fuumque que^endiChriftum k*atiòmai cordìbus ftudiu,
quo d priuatis ho.minibusmaxima ex parte probatum efr,
¿¿acceptü^rincipibus viris vtriufqj populi, faeerdotibus
Iudxorum& i^omanarum imperatoribus, potifsimum
fuit ingratum, &: inuitum.Sed. iiii fua odia ¿amquc fae-
uiriamin EccleGamexpromere potucrunt : at vocem
ei eripere,ajit fiientium ipii imponere nuH¡o modo po-
tuerunt >, qiiò magis enim ipfam opprimebatit, eò cla-
tiùs Hk vociferabatur, id eft, eò clariùs Ghriftum an-
mmciabat : idque mirifico exprimunt, quae. fcquuntur,
^diuro yosfilix Hierufalem,fì mueneritis dtle&um^t renun~
cietiseì, quìa amóre tangueo, Plagis cnim fponfa atTecta OC
pallio fpoliata,neque cum cuftodibus cxpoftulat de ac-
cepta iniuria, ncque co&orat vtablatamveftemtibireiti
tuant, ncque apud quemqjaamaiiumfujum cafum lamen
tatur-,. feci ad cas conucrfa íoemkias quas ubi clamanti
obuiam venerunt,id vnum cas orat vt diamore ftio fpon
ihm certiorertLfaciant,in cum il quando forte fortuna
incidcrinr, quiaprofe&òEcelefia illaEuangelica, ideft,
illiEcclcfiseviri,quitanta^animi conftantiarepugnanti'
bus &:cun£fca minitarttibus ,&;acerbifsimamalainferé-
tibus mundi principibus vidrkia. figna; Ghrifti tori orbi
intulcruntjid.eftjipium annunciarunt vniuerils homini-
bus, quamuis grauiisimè vexati, quamuis ferro atquc
igne appetiti, tamé ncque fe contra boíles armarüt fuos,
ñeque eos vnquamvUiíunt,nequefaltem, vteorumàfe
vim $£ íniuriam repelkrét, copias aliquas colÍegerüt,aut
aliorum opem rogarunt, fed ad omncs illorum aggrefsia
OfiSjimprcisiones^nfultuSjad intentas ab iilis neccs atque
CXUr
321 CA N TARDE LOS CA NT ARES

"soy cristiano, confieso a Cristo, quitarás la vida, nunca me quitarás esta voz,
esta fe; puedo perderlo todo, mas a que desista de buscar, amar,anunciar a
Cristo, no puedo ser obligado aunque me persigas con todos los males, sólo
esto y esto siempre oirás de mí100". Yo os conjuro, hijas de jerusalén, que si hálla-
meles a mi querido,, me le hagáis saber que soy enferma de amor. A lo cual aqué-
llas: ¿Qué'tiene eltuAmado< más que'otroamado,,'óh, la más hermosa de las muje-
res? ¿Qué tiene él tu Amado sobre otros porque así nos conjuraste?Pues porque en
las palabras inmediatamente anteriores dé la esposa se mostró su estudio en la
búsqueda de Cristo, ésto es, en el anuncio a todos los hombres, del cuál estu-
dio ninguna adversidad podía remover^ por eso consecuentemente con esta
frase de las compañeras de la esposa se muestra que su estudio no fue comple-
tamente inane o inútil;: Pues aparecen unas mujeres de Jerusalén preguntándo-
le por su. Amado, en .cuyas personas se significan Jos judíos y gentiles, cuales-
quiera que conmovidos por las voces de los pregoneros de Cristo se les
adhirieron y desearon vehementemente ser enseñados.por ellos con exactitud
en la disciplina cristiana, en cuyos corazones entrando la fe echó profundas ra-
íces. Y así, ellos vueltos a los doctores del Evangelio, los llaman primero los
más hermosos101, pues también de los mismos escribe Isaías: ¡Cuan hermosos
sobre los montes los pies de los que evangelizan la paz, de los que evangelizan los
bienes!, pues a aquéllos, cuyos corazones,comenzó Dios a abrir para creer en
Cristo riada les jparece más hermoso que la doctrina y palabra que hay sobre él;
y los mismos aman Con amor ardientísinlo a los que infundieron aquella luz
en sus mentes. De donde vienen aquellas palabras, que Pablo a los Calatas, y
Lucas enlos Hechos escriben, aquél¡ sobre los Calatas102: Pues yo mismo testifico
que, de haberos sido posible, los ojos mismos os hubierais arrancado para 'dármelos.
Este sobre los Efesios: Y se levantó un gran llanto de todos, que, echándose al cue-
llo de Pablq, le besaban^. Después les ruegan que les enseñen cuál sea ese ama-
do, esto es, quieren que con más exactitud les exponga toda la norma y doctri-
na de Cristo. ..., ,

100 Este proceso expansivo de la Iglesia lo relata fray Luís en «Brazo de Dios» (cfr. Onís, II, 77-83).
101 Is. 52.
102 Gal. 4, 15.
103 He. 20, 37.

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Qjr I NT VM. • .3ii
cruciatus illud oppofuerunt vnam.Chriftianus ium,Chri
ilumprofireoEiviram eripks»hanc vocem?hanc fidenü•
quam eripiesiomnia-amittere poifuin,vr autem àChrìfto
annuncìattdo7iamado>q;uairendo dcílítámiinduci no pof•
ium,licèt me appetas malis omnibus, tamen hoc vnu,6¿
h o c femper a me màÌ£S.*sàdìur<PvosflÌ£ nieru¡<dem£ imene
ñus dtleóÍHm msum^tnuncietis et quìa amore langueo, cui illas.
Qualts efldtìeébts tuus ex àileSfo^pulchémmafo^mmur^ìQua'-
.1 is ejì dtle£tn$ mus ex dilefloyqmafic adiurailinos > Quia enim
proximè fuperioribus fponiìe verbis iliius in qaaerendo
CbriftOjidcftjCtóis bominibus annüciado íludiú, à quo
ftudtonullis rebus aduerfis remoueripotuit, oftéTum eft,
ideò confentaneè hac ipófas: comitum oratione oftendi
tur eius illud ftudium non inane omnino>aut inutile fuif-
fe.Inducuntui enim Hkrofolymitanai quidam fceminx
de diletto ípfius rogantes ipfañ^quamm ínperíbna itti fi-
gnificanturIüdasi atqùe GehtiIe5,quictinqueChriiti pras
conuhi commoti vocibus cisadnarferüntJS¿ Te ab eis dif-
ciplinam Chrittianamesta¿3ie docéri vehemeter optarur,
in quoru fciucèt cordibusingreffa fides alte radices egit.
Itaque ij adDo&ares Euangelij conueriì,eos primumpul
chcrrimos nominata MamÓ¿ Efaias de eifdé ícribit. Qna
pulchri fuper montes pedes euangelizantium pace, €uà«
gelizantium bona,ijs enim, quorum Deus aperire corda
incipit ad credendum inChnftum,docMna&; fermonc,
quse de eoeft,nihilvideturcifcpulchrius:atque ijdemar
dentirsimaatmorc eos colunr,quiid lumen mcntibus ip-
forum inferunt.Ex quo illa iunt,quse Paulus ad Galatas,&:
Lucas ina&is fcribunt,ille de Galatis.Teftimonium per- *¿dGM»
hibeovobisfifieripoflet,oculos veítroseruinetis,, &: de- 4.
diífetísmihi : Hic de Ephcfijs . Magnusautem fietus fa-
¿fcus cftomnium,& procumbenteslupercoilum Pauli of ^^0.20,
culabantur eum .Deinde rogant eos vi le doceant,quaUs
' X. fit.
322 CA NTAR DÉLOS CANTARES

A cuyos deseos la esposa complaciendo en la persona de aquéllos, así res-


ponde: El mi Amado, blanco y colorado; elegido entre miles. Describe la elegancia
del cuerpo de su esposo, pintando a un joven muy hermoso y precioso en to-
das las maneras, que ponga ante los ojos la excelencia y su prestancia de todas
las acciones y de la vida de Cristo bajo la imagen de aquél. Y así, primero lo di-
ce totalmente, después sigue por cada una de sus partes. En lo cual debe adver-
tirse primero cuánto en el conocimiento de las cosas divinas haya ya avanzado
esta Iglesia evangélica y cuánto ella se haya superado en esta cosa, habida cuen-
ta de los otros tiempos que le precedieron. Pues la esposa antes de este lugar,
alababa al esposo más módicamente, o dentro de una medida decía algo de su
buen olor; tocaba la dulzura de sus amores, relataba de paso la prestancia de su
forma, recordaba la rapidez en la carrera, pero nunca describió con exactitud
toda la composición de los miembros y de su cuerpo fuera de aquí, porque an-
tes de llegar a esta edad, no conocía bien a Dios. Pues a estos tiempos del Evan-
gelio propiamente se refieren las palabras de Isaías: Y se llenará toda la tierra de
la sabiduría del Señor. Y las de Jeremías104: Y serán todos dóciles a Dios, y me co-
nocerán todos desde el más pequeño hasta el mayor. Pues Dios en el tiempo que
visitó carne humana, primero fue visto por los hombres; después, se ha de con-
siderar diligentemente que la esposa, esto es, que la reunión de los Apóstoles y
predicadores de Cristo habiendo sido preguntada sobre toda la norma y dis-
ciplina cristiana, para explicarla perfectamente, puso en medio la forma e
imagen descrita gráficamente de solo Cristo. Pues ni las mujeres de Jerusalén,
esto es,los que deseaban ser adscritos al número de los fieles, fuera del esposo,

104 Is. 11,9.


jtt I N € J<P V T
ut diledus ifie, id eft, volunt vt exa&iùs ipils exponant
to tana, ratio n o n Se dodrinam Chrifti . Quorum voris
fponfa ineorumperfonaobfequens ? itarefpondet. Dtle-
éìus meus cundiius (9* mbicundus^leSim ex milLìkus, Defcribit
enim fponfi fui corporis clegantiam . Venuftifsinmm
qucndain , &. omnibus modis ipeciofifsimum depin-
gens iuuenemjVteius fub imagine Cbriíti,vicae arque om
nium adionum eius praftantiam &: excellentiam ante
©culos ponat. Itaqueidprimùmvniuerfèdicit, deinde
per fingulas partes exequitur.In quo aduerti primo debet
quantum in cognitionc rerum diuinarum iam ha;c Euan
geiica Eccìefia profecerit,quantumque ipfa iein kac re fu
perárir,aliarumeius, quse pra?ceüerunt aetamm ratione
habita.Nam fpoiifaantehunc iocum ,modicèaut intra
modum potiùs fponfum iaudabat, de iilius odore bono
nonaihil dicebatjattingebat dulcedinemamorum eius,
forma? ip fi usprsftantiamobiter perilringebat:comme-
morabat pernidtatcmincurfu: ateius corporis, atque
membrorum totam compofitionem nufquam , prae-
terquam hìc , cxadèdcfcripfit,quiaantequamad iftam
«tatem perucniret,minusipfa Dcum cognofccbat^Nam
ad hsec EuangelLj tempora proprie illa Efaiae pertinente
Et replebitur omnis terra feientia Domini .lllaque le-
remile. Etcmnt omnes docibiles P e i , &c cognofeent
me omnes à minimo vfque ad maximum . NamDeus
co in tempore humana veüitus carne,primò vifus eíl ab
hominibus. Deinde eft 6¿ hoc diligenter cófiderandum,
fponlamyideír,conuenturn Apoftolorum&Chriíti prx
dicatorü rogatü de omni Chriftiana ratione atq, difcipli
na,eam vt perfedè explicarct, vnius Chrifti graphics de-
icripiam imaginem atque formam in medium protu-
lìfìe, Namneque Hierofolymkanas feeminas, id eft* ij»
qui fé numero fideiium adferibi cupiebant t praetcr
323 CANTAR DÉLOS CANTARES

no desean saber nada; ni la Iglesia, esto es, los doctores evangélicos les enseñan
otra cosa que a Cristo, para que se entienda que la disciplina cristiana se basa
toda en mostrar, ilustrar, explicar solo a Cristo, meterlo en nuestros pechos, y
que ello solo lo hace y busca con el Evangelio, de arte que quien tiene fe en él,
va a Cristo, esto es, así rasamente lo refiere, que se haga casi uno con él, que
viva más en él que en sí. Y así Pablo, proponiendo la suma de toda su doctri-
na, decía105: Predicamos a Cristo, y éste crucificado. Y en otro lugar106: Nada pen-
sé saber ante vosotros sino a Cristo, y a éste crucificado. Y de nuevo escribiendo a
los Romanos107: El fin de la ley es Cristo, y a los Gálatas108: Mijitos, a quienes de
nuevo engendro, hasta formar a Cristo en vosotros.

La esposa, pues, para llevar a los oyentes a su conocimiento, dice así: El mi


Amado, blanco y colorado; elegido entre miles. En lo cual, comenzando a hablar
del color, puesto que en el cuerpo viene de su temperatura, así trasladado a la
razón de Cristo, significa que de la unión de las dos naturalezas, de que estaba
templado, resulta aquel concierto de lo humano y lo divino, que los griegos
llaman con apropiado vocablo QeavSpiKÓv, y así comenzando por él recorre
todas las partes de su vida, el nacimiento, la niñez, el comienzo de la enseñan-
za hecho desde el bautismo, el mismo tipo de doctrina, los sermones celestia-
les, las obras admirables, la muerte, la cruz, la sepultura, la vuelta a la vida, la
subida al fin al cielo, las cuales cosas contienen la disciplina cristiana, como
también Pablo insinúa donde dice109: Os doy a conocer, hermanos, el Evangelio
que os he predicado, y añade: a la verdad os he transmitido, primero, lo que yo
mismo he referido, que Cristo murió por nuestros pecados, según las escrituras, y
que fue sepultado, y que resucitó al tercer día según las escrituras, y que se apareció
a Cefas, y luego a los doce.

Pues de su nacimiento es lo que dice: Su cabeza, el mejor oro. Como de la


cabeza toma todo el inicio del movimiento, así desde el nacimiento de la vida,

105 I Cor. 1.
106 I Cor. 2.
107 Rom. 10.
108 Gal. 6. Todas estas citas no son literales.
109 I Cor. 15,1-5.

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gJJÌNTVM. Hi
íportfum quidquam difcere auent: ncque Ecclefia, id
cft, EuangeíiciDo&oresipfosaliquid aliud prseter Chri
itum, docent, quo intelligatur Chriítianamdifciplinam
in vno Chnfto tradendo,illuftrando,expüeando, noítris
petloribu* iníerendo 7 totam verfari,idque vnum Euangc
lio efEci atque quseri,vt qui ei fidem habet,in Chriftü cua
dat, ideít, ita piane ipfu m referat, vt effe ¿tus vnum pene
€urn ipfo,in eo magis(quàmin fe viuat. Itaque Paulus to
tius fnx.áoStnnx fummamproponenSjdicebat. Predica i , O n r ,
mus Chriftum,&; hunc crucifixum.Et alibi. Níhil arbitra-j. Cor. i.
Uisfum apudvosfrircprarterChriitum, 6£hunecrucifi-
x«m Et rurfus ad Romanas fetibens, finis legis eft-Chri- nomano,
ftus.EradGaiatas .Filtoli, quos iterum parturio,donec G*/. Vf,
fbroietur Chnítus in vobis . Eiusigiturin cognitionem
auditores vt fponfa inducat,fic áiciu üileóítís meas candidas
&* rnbkntidf4s,elechs ex mtlti1 us. In quo à colore exorfadi-
cere, qui vt in corpore è temperaturaipfius exiftit, fie ad
Chrifti rarionem tranílatum id in eo íignificat, quodè
complexu duarum naturarum, è quibus temperatus eft,
refuitat, rumirum illü concentum humani atque diuini,
Gixciquod apto vocabulo h*vfyxcV nominant 3 itaque
abeo exorfa vitas eius omnes partes exeqtiitur,natiui-
t3tcm,puerítiam ,docendiá baptifmofa&um initiú^do
¿trinai genusipfam, iermonescaslefteSjadmiràdaopera»
mortéjCrucéjíepuiturájinvitáreditu ,deniqueafcenfum
in c«lü,quac res Chriftianácótinentdifcipliná, vti&:Pau
lusiníimut,qua dicit Notüautevobisfació fratrcsEuS- J Q ^ J ^
geIium,quod pradicaui,& fubiungit; tradidí enim vobis
Ímprimis,qf &: accepi, quoniá Chriítusmortuusefl: pro
peccatis noftris fecundó fcripturas,& quia fepultus eft, &
quia refurrexittertia die fecüdum fcripturas,Ó¿ quia vi fus
eftCephe,&poft hocJvndecim.Nade natiuitate eius eft,
quod aitt Caput, eius. aurttm optimum, Nam vt à capite
X z omne
324 CA NTAR DE LOS CA NTARES

que ciertamente fue en Cristo a manera de oro, porque en el día en que nació
entre los hombres, desde ese día fluyeron siglos dorados para los hombres.

Y lo que añade: Sus cabellos como puntas de palmas, negros como cuervo, per-
tenece a la significación de su juventud y niñez pasada bajo sus padres, pues
estas cosas sucedieron al nacimiento, como también los cabellos manan de la
cabeza y son semejantes a puntas de palma, por ser realizados bajo la patria
potestad. Los tiernos retoños de palma alargada son de Hesichio, y son negros
como cuervo, porque pasados en la caridad carecieron de la luz de la historia.
Mas los ojos, esto es, aquella parte de su vida que pasó en los ojos de todos,
cuando se mostró al público, y comenzó a presentar a todos la luz de su santi-
dad y doctrina: como los de la paloma junto a los arroyos de las aguas, bañadas en
leche, y que están junto a las llenuras. O porque de la paloma y del río Jordán
nació ella, o al menos porque en aquella parte de la vida de Cristo, que conte-
nía en sí los dones del Espíritu Santo, cuyos símbolos son el agua y la paloma,
ella los mostró a la luz y a la vista.

Y las cosas que añade la esposa sabre las mejillas, diciendo: Sus mejillas, co-
mo eras de plantas olorosas de los olores de confección, y sobre los labios, cuando
dice: Sus labios, violetas que destilan mirra primera, significa tanto la manera y
género de su doctrina, como el modo de tratar de Cristo con los hombres en
aquella parte de la vida. Pues el hábito de un ánimo vergonzoso se ve en las
mejillas, por lo cual las mejillas en Cristo denotan trasladadamente su hábito
externo, que se refiere al trato, a los encuentros, al modo en toda acción, mo-
vimiento y gesto. Y se dicen ser como eras de plantas olorosas, en que se ven
diversas flores, blancas, purpúreas, amarillentas, reuniéndose aptamente en
una imagen de hermosura, para que se entienda que todas aquellas cosas en
Cristo, templadas muy convenientemente por lo humilde y grave, fueron muy
hermosas. Por lo cual Isaías escribió: No dará voces, ni su voz sonará en las pla-
zas, no romperà la caña cascada ni apagará la mecha que se extingue. No será ace-
p
}i 4 Í'.N" c ¿ r T
omneinitiu motus ducitur,tìc vitseànatiuitate, qnáe cer-
te in Chrifto inflar auri fuit, quia qua die natus cft inter
ho mines , ex co diehominibus aurea fluxerunt faecula.
Qupdautetn &àdit*Com£capttis eius ftcut elax& palmaru, ni-
gr& qMficoraus. Adeiusfubparentibusaclam pucritiam,
atqueiuuentutem fignificandampertinet,ifta enim natì-
uitari fucceiTerunt,ficuti & comse à capitefluunt,&: elatis
palnwum funt fimilia,quia a&afubpatria potcitate . Nà
ciarse tenera palmas germinafunt ex Hefychio , &funt
nigrae quali coruus , quia in obfcuro tranfacta luce hi-
ilorix caruerunt. Àt oculi, ideft , eius vitae ea pars,
quam in ocuiis egit omnium, quando fé in pubiicum de-
d i t e do&rin£e,fan&iratifqüe fuse lumen vniuerfìs pre/er
re ccepit.iícítf columba fufer riuulos¿quorum9 qv&laclt funt
lo?<g,&reftdentmxtafluentaplemfsima* Velquia à columba,
& àlordaneeamorfus eftfluuio,ycl certe quia illa parte
vitse Chriftus, qu« infecontinebatSpiritusfan&idona,
quorumcolumba,&aqua funt fymbo!a>eainafpe&um
atquein lucemprotulit. Illa ameni qua: de genis fponfa
fubijcit, dicens.¿?f«<f illiusftcutareoU ¿romatum confici api-
gmentarìji.Et quxàc iabijs,cumdicit,/^¿4 cÌHslilta7dìttilla
ti4 myrrhamprimamyOhrifti'm ea parte vitae confuetudinis
cühominibus modü,tum eìufdé do&rinse genus OC ratio
nem fignifkant.Nam animi pudentis habitus in genis per
fpicitur , quare gena; in Chrifto eius externum tranf-
latè notant riabituai, quod ad confuetudmes, quod ad
congreiìus, quod ad modum in omni adione motu,ge-
iluque pertinet. Et dicuntur effe fìcut arcolai aroma-
ium,in quibusyanjvifunturflores,aÌbi, pürpureijiutei,
in vnarn pulenti fpeciem aptè conipirantes, quo intelli-
gatur ea omnia in Chrifto ex humili&: grani deeentifsi-
mè temperata prorfus fuiiTe venuftiisima . Qua de re
ifti 24, £f a i a s fcribit,Non clamauit,nonaudietur vox eius foris,
cala*
325 CANTAR DE LOS CANTARES

do ni revoltoso110. Y así, las mejillas significan el modo de la costumbre de


Cristo, y los labios declaran el tipo de doctrina, porque se dicen ser semejantes
a las violetas y destilar mirra primera; pues el amargor de la mirra se suele tras-
ladar en estas letras a la verdad, que es mucho más amarga que todas; y las vio-
letas rojas, pues son, como dijimos arriba, un tipo purpúreo de violetas, signi-
fican que cada una de las palabras de Cristo fueron untadas de amor
ardientísimo; y ambas cosas declaran que, así él conservó la manera en ambas
cosas, que ni diciendo cosas severas se apartara de la dulzura de la humanidad,
ni mientras complace al amor y a la bondad, remitiera algo de la severidad de
la verdad.

Pero estas cosas sobre la doctrina; y sobre sus obras, esto es, sobre la gran-
deza de las cosas admirablemente hechas por él, lo que sigue: Sus manos, rollos
de oro llenos de jacintos, o como algunos vertieron del hebreo, sus manos, rollos
de oro llenos de Tarsis. Como si diga, que sus manos fueron adornadas por ani-
llos dorados, en cuya vuelta había sido incluida una piedrecita preciosa tarsis.
Para significar las obras que Cristo hizo, en las que pasó por alto las leyes de la
naturaleza, que fueron admirables sobre toda medida. Pero nada fue más ad-
mirable, nada más fecundo para los secretos sacramentos que su muerte y se-
pultura, las cuales sin embargo parecieron ser las más bajas que acaecieron a
Cristo, de arte que también parezca el vientre ser la parte del cuerpo humano
más despreciable.

Y así sobre ellos añadió rectamente: Su vientre, blanco de ébur, cercado de


zafiros. Su vientre, esto es, su sepultura y cruz llamadas así por algo débil como
el vientre, según dijimos, o al menos porque, como en el vientre se contienen
casi todas las cosas vitales y como en él se almacenan los alimentos de todo gé-
nero, así en la sepultura y cruz de Cristo fuimos todos incluidos y como alma-
cenados. Pues juntamente con él fuimos elevados a la cruz, y después fuimos
enviados a la tierra, y metidos en sepultura, para que, por lo que le sucedió en

110 /f., 42, 2-4.

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¿TV- I NTF M. 3!$
calarmi m quaiTatum non conteret, linü fumigans nò ex-
tinguet,in ventate educetiudici&nóerit triftis,neqi tur-
buiétus.Itaq; gen^cófuetudinis Chrifti modüfigñificat:
iabiaporrò do&rinaedeclaratgenus ineo,quòd& lilijs fi
niilia eífe,8¿ftillaredicutur myrrham primam:nam myr-
zheus amarar ad veritatem qua; nimis qua amara multis
cft,transferri inhi&literis foletililia autemrubentia,nà" eft,
vt fupra diximusjliliorum genus quodda purpareu,iignifi
cantChrifti lìngula verbalitafuifle amoreardentifsimo.
Vtrunqs autédeclarat,ita ipfum in vtroq,-feruaífemodu,
vt ncque féuera dicendo ab humamtatis comitate difeef
ferit,nequedum amoii,camitati4- ieruit,,dc veritatis fe-
ueritatequid^uaremiferit-Sedde do&rina fixedeope*
rum autem eius,¿d eit,de rerum abipfo mirabilirerpatra-
tarummagnÌtudine,idquodfequitur, Mamts e'ms tornati»
les 4ure<tjplen<£ hyaànthts}aut vt ex Hebreo quidàverterunr,
ttíanus eim orbes aurei in attorum plenitudine tharfis • Quafi di-
cas ornátas manus eius eifè annuii $aurcis,quorum in pai
Ja tharfis preriofus lapillus ciTetin.clufus,.Quafignificetur
quaeChriftus fecit opera^in-quibus narure^ieges pretergref
«fus eftjfupra omnemmodum fuiíTe admiranda ,Scd nihil
admirabÜiu$,nihilarcanis facramétis fcecüdius eius mor-
te ac fepultura£uit,,qua; tamen eorum,qux Chriíto acci-
iderunt abie&ifsima efle vifa funt^yt & vemer coritemptif
iìmahumani co-rporis videtur eíTe pars.Itaq; dehis re&è
fubiungit Vii er eiusebume f4S¿iftinttHsf4j?phiri$,Vet€rcÍus9
ídeftjfepuhura eius atq,crux, Ce nominaiae,vclquodia-
firmu quiddam vt ventenvti diximus, vei certe ,,quòd vt
in ventre vitaiia fere omnia continentur, vtq? in eocon
gerutur omnis generis cibi, fic in Chrifti fepuitura atquc
cruceconcluíij&tanquamcongeítifüimus omnes, Vnà
cnim cu ilio &c in crucé fublati,&: terra: poftea madati fui
mus, fepulturaqs affe£tiavt ex eo,quod ipfi vtroq; in tem-
X 3 pore;
326 CANTAR DE LOS CANTARES

ambos tiempos, nosotros que en él estábamos metidos, lo que había digno de


morir en nosotros y de enviar a la tierra, se extinguiera y sepultara todo, y, qui-
tado ello de en medio y extinguido, volviera al ánimo su brillo de piedra pre-
ciosa y de ébur, esto es, nuestro ánimo brillara y resplandeciera más con las
piedras preciosas y el ébur. Y si la muerte y sepultura de Cristo es tal, pregun-
to ¿cuál la vuelta a la vida? Y si la debilidad es de tanta dignidad, ¿cuánta será
la virtud de la fortaleza? Sus piernas, dice, columnas de mármol, fundadas sobre
basa de oro fino. Pues en las piernas hay un símbolo y ejemplo de la resurrec-
ción de Cristo de la muerte, pues con ellas se levantó Cristo de la muerte, y se
puso firme el que antes había caído. Y como lo que es marmóreo no puede do-
blarse, así con ella mostró que ni podía ser vencido por la muerte ni por el in-
fierno, sino vencidos ambos enemigos,y además derrotados y puestos bajo yu-
go todos los otros enemigos, brilló vencedor rodeado de los resplandores, que
nunca habría de perder, a manera como el brillo del oro es indefectible. De lo
cual se dice que aquellas piernas estaban apoyadas en pedestal dorado.

Y además se añade: El su semblante, como el del Líbano, erguido como los ce-
dros. Pues apareció tal, cuando abandonando la tierra subió al cielo a sentarse
a la derecha del Padre. Esta subida, pues, y asentamiento es la altura de Cristo,
con que ciertamente destaca entre todo como el cedro o el Líbano, en su géne-
ro cada uno, superan a los demás en altura. Su paladar, finalmente, muy suave,
esto es, el espíritu con que sopló a los suyos, cuando lo envió desde el cielo, y
que es llamado paladar, porque da a nuestra boca palabras dignas de Dios y
porque respira, como respira el alma que es llevada por el paladar; este espíri-
tu, pues, llevado por el paladar de Cristo y derramado en los Apóstoles, es
muy suave; o, como se dice en hebreo, su paladar, dulzuras, porque es dulce
no de una sola manera, sino tiene dulzuras innumerables, de donde es lo que
se añade: y todo él, deseos. A saber, todo Cristo, cuando su nacimiento, su vida,
su muerte, su resurrección de la muerte, la subida al cielo, el envío del Espíri-
tu Santo desde el cielo, en fin todo lo que hizo o pasó por nuestra causa, nos re-
j2.á .IN CA PVT
pore accidie, nos?qui in ilio ineramus arYe&i,qiiod mo-
ri dignu in-aobis era¡tr8¿ terra; màdandu ià ex unguentar
atqjfepelirctur totú^eoq; extingo ac Tubiate de medio,
fuus animo redderetuc nitorgè'nieusatq$eburne*,ideft,
nofter animus enitefeeret ,atqyfplédefcerer gemis magis
atqs ebore. Quodfioccaius Chtifìuc fepukura taiis,qua-
lis qu£ Co ad vita reditusiEt il ea dignitatc cft infìrmitas foc
titudiais quàta erit virici Crurainquit eins marmorea fuper hs
fes ¿ureas Ña in crurib9 exfurre&ionis Cliriuià morte exe
piumatqj fymboluineír,ca enim erexitfe ab occafu Chri
ítu$,S¿ftetitfìrmus, qui antea ceciderat* Et vt marmorea
quod eftjfledi ncquit,fic illa docuit Ce neq> morte,neque
inferno vinci potuuTe,fed vtroqs fupcratohoftej&prxtc
rea deui&is,ac fub iugú miisis alijs omnibus inimicis cmi
cuitvi&or ijs jfpfedorib.us cÌrcumfufus,quos amifíurus nu
quam e0et,auri vt nitorindeüciés efìVEx quo ca crura ba
fi aureafulta effe dicumr.Et praet£rcaadditur,.£/><?aw etus Vr
idìjntfs^leéìmytQedrùTaliscmm apparuit,quàdo térras
reliaquès incelimi afcédiradpatris co afe (Tu rus dexte-
r5.Isnamq$ afceniùs atquc cófeflus proícritasChriftieír,
qua certe ínter omnes eminet, vtiCedrus, Libauusvcm
fuo quifque genere reliquos altitudinefuperanc, Güttur
denique eiusfuauifsimum,¡deft,fpirÍtqsis,quofuos affla
uit,ipiiim quando de caslo mìfit, quique ideò guttur no-
miaatur,qii D¿o digna verbaoù noftro íiippedítet qjiod
4;ípketur,vtanima fpiraturc3,qusBguttureducii:is ergo
pitture Chrifti duci9, S¿ in Apollólos effufus fpiritus fu a
uifsimus eilj aut vt dicitur in Hebreo id,eius palata dul-
Ccdines,quoni.ànonyno dulcis eft modo ,fed in numeras
faabet duicedincs^ex quo id eft,quod fubijeitur^ tatas de
fìderMtSj. Totus feiucèt Chriftus ipfe.quando ipfa eius na
tiuitas.,ipfa vitajmorsipfajá morte exíurrecliOjin cejuafce
fii^ ,5pkitus fan&i de cado rnifsio,.deniq$ quidquid noftri
caufa
327 CANTAR DE LOS CANTARES

sultó muy útil y deseable. Tal es, dice la esposa, el mi Amado, y tal es el mi que-
rido, hijas de Jerusalén. A la que ellas preguntan por entero diciendo: ¿Dónde se
fué el tu Amado, la más hermosa de las mujeres? ¿Dónde se volvió el tu querido, y
buscarle hemos contigo? En. lo cual, mientras estas mujeres prometen su trabajo
a la esposa y atestiguan que buscarán al esposo juntamente con ella, claramen-
te significan que, conocidas por su parlamento y cogidas por el amor de su es-
poso, de cuya hermosura habían oído, desean encontrarle, esto es, a la Iglesia,
esto es, a los Apóstoles y discípulos que hablan a las gentes sobre Cristo, de
quienes estas mujeres representando el personaje, afirmando que habían co-
menzado a amar a Cristo, y juntamente con los Apóstoles se habían entregado
a la afición de encontrarle, esto es, a la afición de merecerle e imitarle y meter-
le en sí mismo, por eso dicen: y buscarle hemos contigo, Y no dicen simplemen-
te le buscaremos, sino le buscaremos contigo, para que conste que Cristo no
puede ser rectamente buscado o encontrado sin la Iglesia como acompañante
o como guía. Y lo que estas gentes piden a la Iglesia, que les enseñe a dónde se
volvió Cristo, ello de tres maneras podemos interpretarlo, cada una de las cua-
les explicaremos más ampliamente. Primero, preguntan, cuando dicen esto,
qué parezca que les falta para la perfecta doctrina. Pues son dos las partes de la
doctrina evangélica; una, que ilustra la mente; otra, que modela y afirma las
costumbres del ánimo, y puesto que de la primera se dijo bastante en las cosas
que inmediatamente antes fueron dichas sobre la prestancia de hermosura y la
forma del esposo, quedaba que se dijera algo de la segunda. Ello, pues, es pre-
guntado a la esposa; pues preguntar a dónde había ido el esposo, es preguntar
en qué lugares estuviera gratamente, qué costumbres de ánimo amara. Pues
que Cristo está en los que ama, es cierto por haberlo dicho él111: Y vendremos a
él y moraremos a él. Y así, esto ruegan a la Iglesia las gentes convertidas poco ha
a Cristo, a las que en la persona de la esposa la Iglesia responderá en el capítu-
lo siguiente.

111 Jn. 14.23.

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taufa egit ,paiìus veeftvttlifsimumatqueopratifsiarum
nobis accidie: rW/ijitaque fponfa aiOf// dáecfasmetiSt&tp
Jeejiamor meusfilU Hicruf¿lem.Quam ilice de integro rogai
dicetttes Qgoabijf dueftas tum opuíchemmamHÍtcvHmtyttodt
cim#Mt dthetus tHUs0*qn£remHS eum tecumllti quo duna fuà
©peiam fpofae iftarfceniinaipollicenturJ& fé vnà cuoi ilk
fpófum quaefìturas teftàtur,apertè iìgnificant,feillius oxa
tione cómotas,& fponiì ipfms,de cuiuspulchritudine au
dieramjamrorecorreptas^lliusinucniendi&ipfascupidi»
tatcteneri^dcftjfigniñcátjEcdeíiaíjideftjApoftoÜSjacDir
ripulì*de Chrifto concionatibus gentes,quarum iñ<¿ foe
minse perfonam gerüt afì'cnfas amare eoepiífe Ch»ftum»
&: vnicum Apoítolis incubuifíe in?fhidium inueniedrip-
fiusjìdeft^n fludium pio merendi i Ilü,6¿ imitandi ,.& ad fe
ipfos introducendi,ideoquc dicunt. Bt yutremus tmn ft~
€nm . Nec vero quarremus dicüt fimplíciter, fcdtecurn,
qu«remus,quo có-ftet G l m t e m rede quasri, inuenirive,
nifi Ecdefia & comtte,&:duce non poíTe.Qupd auté iftas
gétesEceleíIarogant,vtfe doceat,quòChriltas diíceflb-
rirTid tribus interpretan modis pofSimus, quos fingulos
latios explkabimus.PrimuSjrequirüt^cühoc dicüt, quod
ad perfedá dodrina videbatur deefíe fibí.NaEuangeiicaí
doddnas partes funt duae, vna,qu;e mentéíliuftratjakera,
quse mores animi fingit S¿ firmat,& quoniá dé ptitita fa -
tis didumeft in ijs, quse proximèfupra de ípófi forma &;
pukhrimdims pratftantia didafunt,reHquum erar, vt ali-
qtiid'cfóceretus de fecunda*; Id ergo fponfa rogaiur Nam
quáerere qu© abierit fponfusr eñ quíercre quibus in locis
grate verfctur,quo$ animi mores amet.Ná ChrUium ver-
íariin ijs,q-uos diUgitícertum'eft,ipfo dicente. Et ad cu ve
niemus}8¿ manílonem apud eurn faciemus. Itaqj de hoc
Ecclefiani rogaatad Chriñum modo conuerfae genres,
^uibus ¿npexfona fpofae capite fcquetiEccleik rcfpódcr,.
X * €AF,
328 CANTAR DE LOS CANTARES

CAPITULO VI

1. El mi Amado descendió al su huerto, a las eras de los aromates, a apacentar


entre los huertos y coger las flores.
1. Yo al mi Amado, y el mi Amado a mí, que apasta entre las azucenas.
3. Hermosa eres, Amiga mia, como Thirsá, bella como Jerusalén, terrible como
los escuadrones, sus banderas tendidas.
4. Vuelve los ojos tuyos, que me hacen fuerza; el tu cabello como las manadas de
cabras, que separescen en el Gilgad.
5. Tus dientes como hatajo de ovejas, que suben del lavadero, las cuales todas pa-
ren de dos en dos, y no hay estéril en ellas.
6. Tus sienes como un casco de granada entre tus copetes.
7. Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin cuento.
8. Una es la mi paloma, la mi perfecta, única es a su madre; ella escogida es a la
que la parió. Viéronla las hijas, y llamáronla bienaventurada, y las reinas y
concubinas la loaron.
9. ¿Quién es esta que se descubre como el alba, hermosa como la luna, escogida
como el sol, terrible como los escuadrones?
10. Al huerto del nogal descendi por ver los frutos de los valles, y ver si está en
ciernes la vid, y ver siflorescen los granados.
11. No sé; mi alma me puso como carros de aminadab.
12. Torna, torna, Sulamita; torna y verte hemos.

PRIMERA EXPLANACIÓN

El mi Amado descendió al su huerto. ¿Por qué por la ciudad lo buscaba tan


solícitamente, si conocía la esposa que el esposo había bajado a los huertos?
Luego estas palabras no se han de tomar así, como si lo conociese antes la es-
posa, sino como agora primero habiendo oído la voz del esposo, o visto alguna
otra señal de él, lo conozca y, cogida por la tal señal o voz o gozo inesperado,
prorrumpa en estas palabras: El mi Amado descendió al su huerto, a las eras de
los aromates, a apacentar entre los huertos y coger flores. Con las cuales palabras
ciertamente ella se alegra en cierta manera de haber encontrado al esposo, o al
menos se acusa ligeramente de la tardanza y estupor, que no se le ocurriera
3*8 / N C AT V T
C A PV T VL

¡leèlusmeus defcenditinhortum ftittmàd areoìam


aromatttm ,yt ibipafeatur in hortist&ldiacolligat,
Egodikclomeo , (pàileBus meusmihi qui pafatur
mterhha ¥#khrats Amica mea,ftamsér decoraft-
cut tììerufalem , tembilis >f cafirorumaciesardmata. fuerte
cculos tuos ame^ quia ipfi meauoUre fecerunt, Captilitmftcut
grex caprammrfuteapparutrmt de Gakad^Dentes tui ficutgre-
ges QnMmflujzdfctndeYmtdelamcra7omn€sgemellisfmibus 3 0*
jìmlts non eft tneis+Sicut cortex mah punici 3 ficgenx ttt& abfque
occultistùis., Sexagintafetnt Regino,,&oèlcgmta toncubin&>&
ddolefcentularum noneftnumeras tynaefl columba mea,perfe-
eia meandri* eft mam fu^eleHa genitrici (HA : yidermt eamfi-
U^&beatifúmampr&dicattermtllegim, e$r concubina^ Lu~
dauerunt eam. Qu^eeftijla qu<s progredii ur qua fi aurora confur-
genSyptikhrayt Lun^elec^a^t Solate mbilis >t cajìrorumacies or-
dinata* DefeendimhortumfiHeumytyiderem poma connalUumy
&infpiceremftjkrMJjetyinea7&germwafjent malapunica. Nef
chi^anima meaconturbauitmepropter quadrigas ^4mmadab,Re-
vertere renerterejunamttii^reuertereireuertere^t intutamu r te,

P R I M A I X P L A N A * I O.

lleótusmeus defcenànmhortumfmm. Cur per vr*


bem tamfoliicitè quserebat ipfum , ii defeen-
diife fponfüm inhòrtos iponfa cognouerat?
Ergo haec non ita accipienda font, quaiì id
ante nouifìct^onfa/cd quaftnuncprimurn,vel audita
fponfi voce,velvifoaliquo ciusaliofigno cognofeat, U
ex eo Tigno, vocevé fan dionee opinato correptainha:c
verba prorumpat. Ddettusmeus defeendit in hmtum fuum
329 CA NTAR DÉLOS CANTARES

pensar en el huerto, habiendo buscado al esposo por seiscientos lugares; y así,


dice: "pero ¡oh tonta y ciega de mí, que nunca se me ocurrió pensar en el
huerto! He aquí que está en el huerto, como percibo con señales muy ciertas".

Y dice, descendió, porque el lugar y como escena de este drama1 se pone en


Jerusalén, que, colocada en un lugar elevado del monte, tenía en las raíces del
monte huertos y frutales muy amenos. Así, pues, como lo vio subiendo y acer-
cándose, lo que en una cosa buscada deseosamente y encontrada sin esperanza
suele suceder muchas veces, impotente por el gozo del ánimo exclama: Yo al
mi Amado, y el mi Amado a mí, que pace entre las azucenas. A la cual él, desde
que entiende que ya ha vuelto, así responde: Hermosa eres, Amiga mía, suave y
bella como Jerusalén, terrible como los escuadrones, sus banderas tendidas. Suave
en hebreo no parece ser adjetivo, sino el nombre propio de una ciudad, a no
ser que el intérprete latino prefirió dar la notación de la palabra hebrea, más
que retener la misma palabra2, y ella es Thirsá3, que tomado de la suavidad era
el nombre de una ciudad regia y noble en la suerte de Efraím, en la que, antes
de que se edificase Samaría, tenían su asiento los reyes del pueblo israelita. Y
era llamada por los hebreos Tirsá, que vuelto en latín suena "suave", porque
por la riqueza del campo, y por la amenidad del lugar, y por el cuidado y
magnificencia de los edificios, era muy apta para vivir alegre y suavemente. Y
Jerusalén, ciudad también regia de los reyes de Judá, fue la más hermosa y no-
ble de todas las ciudades, no solo de Siria, sino también de casi toda Asia. Así,
pues, el esposo, que más arriba así copiosa y diligentemente loó a la esposa, pa-
recería que no había dejado ningún lugar de loarla ni más rico que los demás
ni incluso que sí mismo, ahora comienza a superarse, y con mayores alabanzas,

1 Fray Luis concibe este cantar como un drama, con personajes.


2 Fray Luis interpreta el texto hebreo, relegando la versión de la Vulgata, que da una interpretación
buena pero no la mejor. Aquí se comprueba que esta Explanación coincide con el ms. del P. Merino, pues
no dice lo que trae la edic. de Salamanca y otros mss. sobre Jerónimo y los Setenta.
3 Tirsá fue la capital de Israel desde Joroboam I a Omrí.

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S E X r V M. 119
ad areoUm arotrutum , "Vi tbìpAfcsttur mhorm .#* ¡ìiùceUigat.
Quibus quidem verbisiibi ipfaquodammodo gratulatur
de eo,quòdfuumviru^nu«aerit:vel certe íubaccufat feip
farri ttrditati$,&rtttporis,qu©diibiper fexecnta loca vi-
rum quxreinide hoxto cogitatcnon fuc<miiiTet : itaque
dicit. S ed ò me ftuká & cxca,quà oanqua fubierit cogita
tio dehortcwHéin horro iUc,quéadmodumcertifsimis fi-
gnis perdpio vctfatur.Didtautc,P^^tf ,quialocns oc
tanquanuncW huías dramatis conftituitur Hierofoiy-
mis, qua; in edito mentis loco iìta eius montisad radices
hortos nabebat,&c pomariaamoenifsima. Igitur vt illuni
afeendentem Se appropinquantem aipexit,quod in re cu-
pide qu«íita,&pr*tecípeminu€nta fieri faepèiblet, prse
gaudio animi impos «xckmat. Ego Me£t*mto&dtlc£iu$
meus nubi qutpufctturinttrìitia. Cui ille, ex quo iam icdij fíe
intdBgitur^uxcCponácUPuíchraes amica meajuauts& dece
Ya^fHKrrfaUmjcmbdisJìt cajìrorumacìes ordm4t¿.Suz\iis in
Hebreo non adiectiuum nomen efíe videtur/edvtbis no
menpropnum,niii4uod JLatinus interpres notationem
verbi Hebraidreddcre mamit,quam ipfum verburn reti-
neraidautemeftnsWiThirfa, quodà fuauitate du&um
vrbis nomencrat regia;, atque nobilisin forte Ephraim,
in quaantequam co deretur Samaria Ifraélitici populi Re
ges refidebSt.Appdlabaturautem Hebrads Thirfa, quod
Latine rcdditü fonat fuauis : propterca quod & agri vbcr-
tatc,& loci amocnitate,¿¿ edificio rum magnifkentia, at-
que cultuapta nimis erat ad vitam iucundè 7 & fuauiter
traducédam.Hierufaiem porrò^ipfa Regum iuda vrbs
regia fuitpukherrima,&nobüif$imaomnium,non fola
Syria: vrbium,fed edam Afoe propè totiusjgitur fponfus
qui uipcrius ita copiofè &. accurate laudauit fponiàn^nul
lum vt neque ca;teris, nequeadeò ipil Ubi vberius ipfam
laudahdi locum yideretur rdiquiiìe,fe3pfe nuncaggredi-
X5 tur
330 CANTAR DE L OS CANTARES

a las que veía nada podía ser añadido, ahora mayor cúmulo de alabanzas toda-
vía se prepara a añadir. Pues no toma como antes semejanzas del campo y la
agricultura, o habla de las cabras o los cabritos o las granadas, sino trae a seme-
janza las ciudades y a las ciudades más nobles y hermosas de todas. Pues la
grandeza de la hermosura de la esposa era tal, tal la majestad del rostro y de to-
do el cuerpo, o al menos le parecía ser tal y tan augusta su imagen, ya era ob-
servada por los ojos, ya entraba en el ánimo por los ojos, que pensaba no po-
dría ser declarado cuanta fuese, sino con la semejanza de las cosas que no solo
eran hermosas, sino también amplias y dotadas de mucha variedad de cosas, y
que tuvieran una apariencia muy augusta, cuales son las ciudades regias, ya ad-
mirables por la grandeza y variedad tanto de los muros, de los pórticos, de los
templos, torres y demás edificios, cuanto por el número de ciudadanos y la
muchedumbre de todo tipo de pueblo, y insignes por la abundancia de las de-
más cosas, que se requieren al cuidado de la'vida.

Del cual género es también lo que se sigue: Espantable como ejército, sus
banderas tendidas4. En lo cual no tanto loa a la esposa por la hermosura, aun-
que también ello, pues es la cosa más hermosa de todas, y muy digna de ser
mirada un escuadrón ordenado de soldados, cuanto también la alaba por
aquella fuerza, que había en la esposa, o al menos el esposo sentía que tenía, de
domar con amor los ánimos de los hombres, si bien agrestes y fieros y ajenos
de la humanidad. Pues así colocados los soldados bajo los estandartes, y dis-
puestos los órdenes de ellos, brillando el escuadrón por el esplandor de las ar-
mas y los estandartes militares, es muy hermoso de ver, y muy poderoso de
vencer. Y así, aquél apenas soportando más la fuerza de la esposa, que no solo
le encendía, sino también le arrebataba el ánimo, y para hablar a lo antiguo, le
expectoraba la mente, justamente añade lo que sigue: Vuelve los ojos tuyos, que
me hacen fuerza. Pues qué otra cosa puede decir después de tan exageradas ala-
banzas, que sea más consecuente, que el que, levantada la mano hacia arriba y

4 La traducción de fray Luis se ciñe al hebreo, porque la versión latina dice: «Como escuadrones or-
denados de campamentos».
Ho / N C A<PVT
tur ruperarc,& fuperioribus laudibus, quibus videbat ni-
hii addi pone,magnum etiam mine áddereparat landum
cumulum. Non eninivt antea ex agro atqueruftica re iì-
milirudines ducìt,aut capreas ian^beedofve, aùt mais pu-
nica íoquitnr,fedvrbes,&eas omnium pulcherrimas &
iiobilìfsimas vrbesadfimiliiudinem confort, Etcnim ea
crai fponfaepuchrirudinismagnitudo/ea orisatquccor-
porato tms maieftais,aut certe ea videbatur ipil effe, tam>
que illius augufta imago ci,5¿ obuerfabatur ob ocukfs; 6£
per oculos in anirnum introibat,vt ca quanta eíSetnó-pof
fe declaran putaret,niíi fìmilkudine easum reruni,qu^ né
folum pulchrse,fed ampian etiam^ multa rerum varietà*
tepraedìtxeffent, quseq,- auguftifsima fpecieni toaberenr,
quales funi vtbes regia^&cùm murorutn,porricu noterà
pÍortMn>turrku»,reÜquo*umque aedificiorum magnitudi
ne,& varìmtefpe&abMes^tùmciuium numero, Oc popu-
livniueríiffequentia, casterarumque abundantia r«run>,
qua^ad v i ^ citum ípeciam^níigncsi Ex quo edam gene
re eft ilkid, quod {cqmtur.Témbhts'\t cajborum -ocies ordina-
ta* Inquonontamáputchritudine fponfamiaudatjquar*
quam &cid quoque, cftenim omniumpukherrimares,
maximeque afpici digna militum acies inüm&a , quára
ctiar»laudat ab ea vi,qua;fpon& fpfí írrcratjautcerte inef
fe íenrkbat fponfus ipfehominum ánimos, quamuisa-
greíies, 5¿ fetos, &¿ ab humariitatc aìknos amore doman-
di;Sic enim militibus fub ílgnis collo caris, ordinibufquc
corumdi^oíltis, armorum fplcfielore, & íignis militara
busa€ies-ef£ulgens,&adaipe&umcft pulchcrrima, &: ad
vicio riam potenti fs ima- ítaque iilcí^onfarvim, quac non
folùm ípfum incemkbatjíed etiamanimumeripiebat jp>
íi,atquevt prifcèloquar,mentemcxpe&orabat? amplini
vixferévure quod feq\muf,iddidh.~>4uertc6CulQstuQsi<iu¿4
ffi me molarefecerunt,Qnid cnimaiiudpoít taíaexaggeraf-
331 CA NTAR DÉLOS CANTARES

dirigida hacia la esposa, y con el rostro apartados los ojos levemente de ella, le
dijera que apartara un poco los ojos de él, mientras se concentraba, mientras
respiraba, pues se ha encendido con sus luces, quemado, y finalmente arreba-
tado y casi puesto fuera de sí. Lo cual aunque lo pide, nada hay que quiera se
haga menos, sino le pide que elegantemente le enseñe con esta razón que nada
hay que su esposa no pueda obtener de él y que él está todo en su poder. Y así,
agrandó y exageró la hermosura de los ojos de la esposa, mucho más que si hu-
biese dicho que eran más brillantes que las estrellas. Mas huir volando, que el
intérprete latino puso siguiendo a los griegos5, en hebreo es Harhibeni, que a
la letra puede verterse, "me hicieron superar". Luego esto pareció al viejo in-
térprete ser volar, porque los que vuelan, se levantan hacia arriba, otros quisie-
ron que ello fuese ensoberbecerse, pues los soberbios también ellos están le-
vantados, y se yerguen sobre los demás, y así trasladaron: "Vuelve los tus ojos,
porque ellos me hicieron ensoberbecer"; y vertieron, al menos a mi parecer,
todos rectamente según la sentencia del escritor6, pero nada obstaba a que
también se trasladara a la letra. Pues "hicieron sobrepujarme", que a la letra se
dice en hebreo, es una inversión poética por "me sobrepujaron"7.

Se sigue: Tus cabellos como manadas de cabras, que aparecieron desde Galaad;
tus dientes como hatajo de ovejas, que suben del lavadero, las cuales todas con crías
gemelas, y no hay estéril en ellas. Las cuales palabras, puesto que ya las interpre-
tamos más arriba, veamos lo que sigue8. Sesenta son las reinas, y ochenta las con-
cubinas, y las doncellas sin cuento. Una es la mi paloma, la mi perfecta, única es a
su madre: ella escogida es a la que la parió. Con las cuales palabras ya no tanto
ensalza su hermosura y belleza, a saber, bastante alabada antes con sus propias
alabanzas, como declara la grandeza de su amor con ella, mostrando de entre

5 Cfr. «Respuesta de fray Luis estando preso en la cárcel» {Obras, I, 217).


6 Fray Luis suaviza aquí el juicio dado en la Exposición, donde afirma que no tradujeron lo que ha-
llaron en la palabra hebrea, sino lo que cada uno pareció entender.
7 Nácar y Colunga dándole razón a fray Luis por encima de san Jerónimo traducen: «que me fasci-
nan».
8 Ha omitido aquí y en las restantes explicaciones de este capítulo el ver. 6: Tus sienes como un casco
de granada entre tus copetes, aunque ya ha aparecido antes en otro capítulo.

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SEXTVM. jji
tas laudes dicere poffet,magis confentaneum quod cfler,
quam vt manuin altum fublata^aque verfus fponfam op
pofita,vultuquc & oculis leuiter auerfis ab e^eidcrn dice
retjVtaucrtcret ab ipfooculos tantiipendum fé colligit,
dum refpirat : incendi cnim fc iliius luminibus^peiur^rap*
denique,& extra fepropè coniUtui.Qnod qu^muts petar,
tameu nihil eft quod minus fieri velit, fed petit e o , vt ifta
rarionc elegante* docear, nihii effe quod ab ipfo obtine-
re fponfa Aia non pofsit,feque totum in iliius effe potetti-
te. Itaque amplincauát;& exaggerauit fponfse oculorurn
puÌchritudinèm,multo magis qua GiUuftrioresfìeilis eos
effe dìxiffef. At auolare,quod Graecos fecutus pofuit Lati-
nusinterpres, inHcbraeoeft^iTin Harhibeni quod ver
bum cverbo,fupcrarc me feccrunt,verti poteft Ergo hoc
veteri interpreti yifum eft volare eife, quia qui volane, fc
in altum Aiftollunt,alìj fuperbire ideffe voluerunt:nà qui
fuperbijijdem ctiamelatifunt,fequc fupra caeteroseáe-
xunt,&ita verterunt. Auerteoculos tuos,quia ipil me fu-
perbire feceruntiverteruntquc mea quidemfententia re»
&è omnes ad fcriptoris fentetiam, fed nihil obftabat quo
minus verbum etia verbo redderetur, Nam fuperarc me
feccrunr7qnod ad verbum dicicur in Hebraeo, poetica in*
uerfio e£t, pro,me fuperarunt: Sequitur. Caftllt tuiftcutgrtx
capraruntyCjH^apparHerHntdeGaíaad, Dentes tmftcutgregesQmu9
qu£rfeenderuntde íatmtcYoyomnesgemeü't$ feetibw &flerdìsnon
efl in eh. QHÌE quoniam iam interpretatifuperiùs fumus,
quod fequitur videamus. Sexaginta funt Yc%\n&, & oclo-
ginta concubina , c2T adolcfcentularum ncn efl numerus : lina
*ft columba mea > perfetta mea^na efl mam ftt£, eltclagc
nimcifa£.- Quibus iam verbis non tam pulchritudi-
ncra iliius oc venuftatem commendai, fuis, videli-
c è t , & proprijs laudibus fati* fuperius laudatam ? quàm
declarat magrntudiner» erga iliam ampris fui, dor
ccns
332 CANTAR DÉLOS CANTARES

todas sus mujeres, que tiene muchas, tanto florecientes por la edad como des-
tacadas en dignidad, que esta es la única, a la que él ama con amor eximio y
principal. Pero ¿de dónde estos pastores, tantas mujeres y concubinas? Consta
que Salomón tuvo muchas mujeres, incluso más de las que aquí se cuentan.
Pues tuvo setecientas mujeres principales y trescientas concubinas, las cuales
también eran mujeres legítimas, pero de nota inferior, y mujeres casi de segun-
da clase, porque eran dadas en potestad a los maridos sin ceremonias y rito so-
lemne y porque la mayor parte eran siervas o nacidas de otro lugar humilde,
cuyos hijos no eran escritos como herederos por el padre, como leemos en el
Génesis sobre los hijos de Cetura, tercera mujer de Abrahán10. Así, pues, Salo-
món en este lugar trata de sí bajo la persona de pastor, y representa en sí la
persona de Cristo de quien fue tipo, o al menos estas cosas se han de tomar
como dichas por este pastor, por comparación a las que tenía el rey Salomón,
de arte que no digan que él tiene tantas mujeres, sino que como Salomón diga
que las tiene, y afirma que estaba dividido diversamente en un amor dividido
en tantas partes, que él descansaba en el amor y abrazo de una; que aquél era
amado por muchas mujeres, que él quería ser amado solo por una, a la que
por esa causa, que le sea única, llama paloma; que muchas para aquél le serví-
an de placer, que una sola le servía en vez de muchas; lo que de hermoso y
bueno se vea dividido en todas aquellas, ello todo le parecía estar reunido y
conjuntado en la suya solo, y que por eso la llama la su perfecta; finalmente
que ella recibe más de él, que las reinas y concubinas todas de Salomón; que él
es más feliz con una, que Salomón con tan muchas mujeres.

Se sigue: Viéronla las hijas, y llamáronla bienaventurada, y las reinas y concu-


binas la loaron. Llama ahora hijas a las doncellas que nombró más arriba, y pa-
ra los hebreos hijas llamadas sin más son tomadas por vírgenes. Así, pues,
agranda, cuando refiere esto, el esposo vehementemente las alabanzas de la es-

9 3 Reyes, 11.
10 Gen. 25,6.
33i / N QJTVT
ccnsexomnibufrfuis vxotibus,quas plurimashaìbc^cum
fìorentcs aetate^um dignìtate pradtáteSjVnamiftam effe,
quam ip fé amet amore exiniio,atque prsecipuo^Sed vnd^
iàipaftoriitQtvxoresatqiieconcubinseìConfìat Solomo
nem;píurimasfvxorc^habuiffe,etiampíurcs quam híc nu*
Recisa, merantiir.Nam habuit vxores principes feptiiagentas, tre
13. eentas verc*cancubinas,quae & ìpfae vxores legítima; eiat
fed infertoiis notala: quafifecundse clafsis>v.xorcs<, quòd
fine caeremonijs & ritu folemni in poteflàtém viris dabi
tur,quodqueplurirnùm,aut ferua? erant;aut alioqnihumi
liloconata^ex quo earüfiiijàpatre non frribebanrur hae-
€cnM$+ redeSjficut de filijs Ceturae tertise Abraham vxorisin Ge-
nefilegimus. Igitur vel Solomos hocloco íubperfoná
paftoris de fé ipfe agit,& ia fé Chrifti perfonam, cuius illc
ty pus ruit,repra5fentat:~vcì eertè haci pafíore ifto dici ac*
cipiendafunt,pc£Còntentionemad ea,quaehabebat Rcx
Solomon,itavt notìdicat fé tot vxores haberc, fkd cü eas
habeatSoíomon.dicatí&: affirmet illum amoiein tot par
tes diuifò varie. diftrahi,fe in vnius amore,&.amplexu ac-
qui efcereàlhjm áplurimis feeminis amarice nifi a fuá vxo
te,quam eam ob caufarrbquòd vnica ipfi ilt, columbam
nominai, nollc diligi:multas illtvoiuptati effe, Cibivnam
effe pro multis:quidquidpulchriacboiiiin vrúnerfis illis
diuifum confpiciatur,id totum collàtumdhvnum, atque
coniun&um iniiia ineffeilbi videri,ìdeòqueipfamappel-
Ìarefuamperfe£tam:denique plurisàfeillamfieri-, quam
quantiüantregina? illae,&xoncubinai omnes à. Solomo-
nc:feque:magis bcatnm effe vna^uàm ilt.bcatus-Solomd
tam mulris vxoribus.Sequitur.i^¿m/fffe*mfilì<e}& hemfsì
mam frtfdicaueMntregìnx9&cmc*bm&9.0*Ikudatfevunt ?am*
Quas fuperliisàddlefcentulas nominami,,cas nune filias
vocat:filÌ3E autem Hebra?is ahfolatè di£t£pro virgunculis
accipiuntur. Amplificar igitur cü iíla refere íj>onfu&vchc*
men-
333 CANTAR DE LOS CA NT ARES

posa. Pues sì es alabada por las doncellas, si por las concubinas y reinas, esto
es, por las émulas, es claro que supera con la prestancia de su hermosura y vir-
tud toda la envidia. Pero pregunto, ¿qué dicen estas hijas y cómo la alaban11?
¿Quién es esta, dicen,que se descubre como el alba, hermosa como la luna, escogida
como el sol, terrible como los escuadrones, sus banderas tendidas? La cual es sin
duda la más rica y la mayor alabanza que se puede hacer. Pues las cosas que en
toda la naturaleza de las cosas son más hermosas, el alba, la luna, el sol, los es-
cuadrones ordenados de soldados, las refieren a una sola cosa; y para que la
frase tuviera más arte y belleza, la hacen crecer como por ciertos grados12, pues
a través de cada una de las palabras, la palabra que sigue añade algo de incre-
mento. Pues el aspecto del alba es hermoso, y es más hermoso el de la luna,
pero el del sol es el más hermoso, y nada puede ser más hermoso o más admi-
rable que un escuadrón ordenado. Y lo que dicen como el alba que se descu-
bre, no se ha de tomar como si la esposa se diga subir de un lugar inferior, sino
cual el alba aparece cuando sube, esto es, cuando surge al llegar el día. Pues co-
mo los latinos usan en el alba de la palabra buscar^, cuando ella surge, así los
hebreos subir, como consta por aquello: Déjame, que ya sube elalbal¿í. Así, pues,
cual es ella cuando se levanta, tal la esposa les parece, al menos lo afirman y pre-
dican; lo cual por el texto hebreo aparece más llano, donde por la palabra "su-
be" se le "mira" o "aparece". Al huerto del nogal descendí por ver los frutos de los
valles, y versi está en cierne la vid, y ver siflorescenlos granados. Estas son también
palabras del esposo, no de la esposa, como algunos pensaron, con las cuales él,
para remover toda sospecha de amor herido o aminorado, y si alguna ofensa ha-
bía en el ánimo de la esposa, que la quitara o borrara toda, dice la causa proba-
ble de su salida: que se fue para preocuparse de la hacienda, que no podía
dejar sin detrimento o diferir para otro tiempo. Y dice "como te quiera tanto,

11 Aquí comienza el canto sexto, según Nácar y Colunga.


12 En la Exposición fray Luis llama a esta figura «encarecimiento acrecentado».
13 Según el diccionario latino, se usaba en el modismo appetebat dies «se acercaba el día» por alba.
14 Gen. 33.

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S E XT V M. n3
inentct laudes fpon faj.Nam fi ab adolefcentulis, il à còcu
b i n i s i reginis,id eft,ab ajmulisipfalaudatur,perfpicuü eft
pulchritudinis fua;,atquc virturispraeftantia omncm inui
diam fuperaflc.Sed quid iftaefilias,qu#fo,dicunt, quomo-
do que iuapradicant ?£«*?/? ijìa,'mqm\xnt7fcut aursra con-
furgenstfulchraìt Lanft7elec~la>t Sai, terrihtlisyt cajìrorum acies
ord'mata.Qu^ eft profe&ò vbcrriraa,& qua nulla maior fin
gipoteftlaus.Namquajrcsinomnirerü natura pulcherri
ma? funt, Aurora,Luna,Sol)milimm acies infinida, cas in
vnum conferunt:& quo plus artis atque venuftatis habc-
reroratio,qua(ìperquordagradusipiàmcrcfcerefaciunt:
per iìnguia enìm verba, quod fequitur verbü incrementi
aliquid addit.Nam vt aurore^ fpecies pulchra iìt,pulchrior
certe Lun£ eft,Solis vero lógè pulcherrimaracie porrò in
ftm&a nihil fieripoteft,autfpeciofius, aut admirabilius.
Qupdaute dicunt,ficut aurora confurgens,nò cft ita acci
piendum,quafi ipfa fponfa afeedere ab inferiori aliquo lo
co dkatur,fed qualis aurora apparet cu afcendit,id eft, cü
appetente die furgit.Nam vt Latini appetendi verbo in au
rora vtuntur,cum éa oritur,fic Hebrasi afcendendi,vt con
ftat ex iHo:Dimitte mc,quia ià" aícendit auroraJgitur qua- (
lis ca eft cum confurgit, talem iplìs Ìponiàm videri, id ni-
mirum pr^dicant & affirmant:quod ex Hebraico textu fit
pianius,vbi pro afeendit nap^a verbum legitur3id efi\afpi
cit aut apparet.Vefcendi in hortum nucum,~) fiiderempoma con
MÜwni,& m^piceremfj^rmjjetl'inea^ferminajlenr mu apu
nica. Hsecetiam íponfi verba funt,non,vt aüquiputarunr,
fpon%quibus ilie,quo omnem kefi,aut imminuti amoris
à fe remoueret fufpicionem,6¿ fi quid oiFenfionis in ipon
fa: animo inerat,id vt eximerct, atque deleret totü, aífert
fuidifeeflus probabilem caufam:nimirum difceísiííe rei
familiaris curando gratia,quod pretermini fine detrime-
to,5£Ìn aiiudtempusdirTerrinon poterat, Atqueinquir,
cum
334 CA NTAR D E LOS CA N TARES

cuanto más puede alguno, en cuyo argumento pueden ser para ti las cosas que
he predicado poco ha de ti, no debes excitarte contra mí, porque cuando antes
te amé y desperté, dejé a la que ya quería abrirme las hojas, pues mientras tar-
dabas, me vino la preocupación de nuestra hacienda. Y así bajé al huerto del
nogal (llamado así por el nogal plantado en él), bajé, pues, al huerto, para ver
los frutos de los valles y ver si estaban en cierne las viñas, y si ya habían floreci-
do los granados". Al cual ella luego y según la usanza de las mujeres responde
muy aptamente: No sé: mi alma me conturbó por los carros de aminadab, o, co-
mo los intérpretes griegos trasladaron del hebreo, me puso como carros de
aminadab. Pues, dice, "no sé qué te vino a la mente, para que quisieras apar-
tarte de mí, o a donde te fuiste; solo sé una cosa, mientras te busco demente y
perdida de amor, he recorrido todos los lugares de ciudad en carrera y con tal
velocidad, que no son más veloces los carros de Aminadab". Mí alma, esto es,
el deseo de encontrarte, pues ánima muchas veces se pone en estas letras por
afición. Y Aminadab significa en latín, mi pueblo príncipe. Y así, no es nom-
bre propio de algún hombre, sino más bien dos nombres hebreos, significando
los príncipes en el pueblo. De donde carros de aminadab se han de tomar por
carros, que usaban los principales1 >. Pues el uso de los carros estaba prohibido
al pueblo de los judíos por la misma ley y ciertamente por la penuria y coste
de los caballos. Así, pues, estas cosas, como hubiesen sido dichas por éstos an-
tes y después, y parecieran salir ya de la escena y mirada de las mujeres, que
vinieron al encuentro de la esposa vociferante, ellas, salida ya la luz del día y
dispersadas las tinieblas (pues bajo la llegada del día se han de entender suce-
didas las anteriores cosas) y así, ida la noche, más atentamente deseando con-
templar a la esposa en la luz, le piden que no se sustraiga de la mirada de ellas,
ni se aleje tan presto: Torna, torna, sulamita; torna y verte hemos. La llaman su-

15 Fray Luis ha puesto en su Exposición aminadab con minúscula, y en ambos comentarios insiste en
que no es nombre propio de persona, sino dos nombres que significan «mi pueblo príncipe». La edic. de Sa-
lamanca pone siempre este nombre con mayúscula; lo mismo hacen los editores de Opera. El P. Scio y las
versiones modernas de la Biblia usan también la mayúscula; aunque el P. Scio reconozca que es apelativo
común, bien traducido por fray Luis, y Nácar y Colunga solucionen la oscuridad dando la versión «de mi
noble pueblo» en vez de esa palabra.
m i ix e J F v r
eum te tanti faciam,quantum quis plurimi poteft,cuki$fci
bi,qu2e de te praedicaui modòjargumento eíTepoíTuntjfac
ceníere mihi nondebes,quodteciimeuocaífem priusar
queexcitafTem/oresmihüarn apcrire volente mreliqui:
cani dùm moraris,mihÌ fuccurit rei noftre^ familiaris cura.
Itaque defeendi in hortum nucum ( à nuce arbore, in eo
confita/icdi&um) defeendi itaque in hortum ,vt videre
poma.conualiium3&: infpkerem ilfloruiíTetvinea, <S¿ fi ia
gerrninarTent mala punka. Cui ilía ftaum,&:ad morem foc
mínariim refpondet aptifsime:A7e/nííí,<íw/w4 meacoturbamt
meprop¡er quadngxs ^Amìnadcth Aur, vt ex Hcbra:o Graect ia
terpretes trznixiiiemmfòtTe ¿¿t *pti$aaptv«éa$¿d eft?pofuit
mecurrus Aminadab.Nam, inquit, quid tibí kimentera,
venerìtjVt àmediicedexeveìlesjautquòconceireris^ne-
icio:iiìud vnum.fciOjdtim te amore perdita arque amens
requirOjOmnia vrbislocacurriculo,eaque velocitate obi
uiiTe»vt nò fintvelociorescurrus Amìnadab. Anima mea
ideft,deíidenum.tui inueniendi, nam animaprodeiìde-
úo fajpè inhisliteris ponitur.Aminadab autenr, populus
meus princeps, Latine iìgmficat.ltaqj noneft virialicuius
groprium nomen,fed duo potiùs Hebrrea nomina, opti-
mates quifuntin populo iìgnificatia Exquocurrus Ami
nadaba currus, quibus principes vtebantur viri funt acci*
piendi. Nam curruum vfus interdiòtus crac vulgo ludacis^
vel ipfalege,vel certe equorum ipforum cantate, atque
penuria. Hsecigitur vitro, citroque abhis di&a cumef-
fenr, difeeflurique iam à feena & confpecìu earum feemi-
narum,quai vociferanti fponfae venerunt obuiam,videréV
turjlla; dieiorraiamluce, tenebrifquediicufsds (nam fub
aduentum dieifuperiora intelligenda funt agi) itaque no
¿te depalfa attentiùs fponfam in ìumine contemplan cu-
pienteSjipfam o r m , ne fé fubftrahat ab iìhrum confpe-
¿tu, neve abeat tam citò Me vertereAn^mnt/eue nere Sana
335 CANTAR DE LOS CANTARES

lamita, esto es, ciudadana de Jerusalén, pues Jerusalén antiguamente fue lla-
mada Salem6. A esto, qué respondiera la esposa, lo diremos en el capítulo si-
guiente, pero antes explicaremos los verdaderos sentidos de este capítulo.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

El mi Amado descendió al su huerto. Que dentro de sí y de su pecho, que


era llamado más arriba huerto, Cristo se encuentre con tantas ganas buscado
fuera por sí, por alguna señal el alma fiel lo presiente. Y así, expuesto ya el ar-
diente y constante amor a Dios, y expuesta ya la prueba de amor, Salomón
desde este lugar comienza a explicar los ilapsos de Dios y las conversaciones
amorosas llenas de placer celestial, que suceden a la prueba18. Y no está despro-
vista de causa y misterio, el que entonces por primera vez se diga que Cristo le
aparece, y la luz de alegría celestial surge en el ánimo, cuando primero por ello
comenzó a tratar con otros, e imbuir a los rudos e ignorantes con las discipli-
nas celestiales. Pues esto suele Dios exigir de aquellos cuyas personas aquí tra-
ta, esto es, de los perfectos en la caridad y piedad de Dios, que soporten este
trabajo de instruir a otros en los santos consejos, al cual trabajo ciertamente
son estos los más aptos e idóneos de todos. Pero cuantas veces acaece que estos
lo hagan a disgusto (pues con ánimo desigual llevan muchas veces ser arranca-
dos del abrazo de Dios, y ser trasladados a las turbas llenas de molestia desde
aquel ocio santo), cuantas veces, pues, lo rehusan hacer o, al menos, lo hacen
dudosa y pesadamente, Dios se sustrae de la mirada de ellos; y los despoja de la
tranquilidad y quietud de ánimo, que con tanta fuerza amaron; permitiendo
que sean combatidos por las olas de las preocupaciones y las adversidades, has-
ta que enseñados por la experiencia entiendan que Dios quiere y pide de ellos,

16 La Exposición trae Gen. 14, 18.


17 Fray Luis ha trasladado el ver, 13 al cap. siguiente, como aparece en la Vulgata y en la edic. de Sa-
lamanca, pero no como hizo en su Exposición. Es una corrección sobre sus ideas anteriores. El P. Scio reco-
noce que esta frase está unida al v. 13 del cap. 6. ¿Demuestra esto que fray Luis usó el ms. de la edic. de Sa-
lamanca para esta Explanación?
18 Nuevo paso dentro del tercer estado, el de los perfectos.

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SEXrV M. jj/
mitìs*re uerterejtt ititueamur t e, Sunantitem illam vocant, id
ei^Hierofoiymitanamciuemrnam Hierufaiè ohm di&a
eft Salem. Ad ha^quidfponfareiponderit, capite fequcn
ti dicenaus,fi tamenpriùs explanauerimus veros huius ca-
pias fenfus.

ALTERA EXPLANATIO.

IU&HS meus defeenàt in hortumfmm. Intra fé, pc-


ctufquc fuum,quiàortus fuperiùs appella batur
tantoperè à fé fons qttgfìtum Ghriftú verfari,ex
aiiquo iigno anima fidelis pra2fentit.Itaq>expo~
fito eius erga Deü ardenti,c5ftantique amore, &c amoris
probationeiamexpofita,ab hoc loco SolomonilIapfusH
k>s Dei?& amatorios illos plenos caslefti voluptate fermo
fies,qui probationi fucccdunt,incipit explicare. Nec vero
caufa,aut myfteriovacar,quodtuneprimüapparereilli
Chriftus,&: lattiti» caeleftis in animo exoriri lume dicitur,
cü primü de eo apud alios agere,& rudes atqj ignaros cc£
pit imbuere caeleftibus difciplinis.Hoe cnim ab ijs, quorfi
hic perfonaagitur,id eft,à viris in chántate Dd, & pictatc
perfecì:is,exigere folet Deus,vt hunc fan&is monitis alios
kiftituendi fubeatlaboré,quem certe ad labore omnium
maxime ifti apri oc idonei funt*Verum quotiesaccidit > vt
grauatèidiftifaciant (nam iniquo animo faepè feruntdi-
uelli fé a coplexu Dei,&: abocio ilio fancto ad turbas mo-
leftia: plenas traduci)quotics igítur id recufant faceré, aut
certe faciuntcudanter,arqigrauatè, fubtrahit fé ab ipfo-
rti cófpc&u Deus,iüofq; fpoliat ea ipfa,quá tantoperè ada
maucrunt animi traquillitate, atquc quiete; curarü ipfosf
atque rerum adueríarüflucìribusia&ari permittens, quo-
ad experimentis edo&i inteiligant velie Deum, petere*
que ab ipfls, aUorum vt negotia fuo otio anteponant:
vtquc
336 CANTAR DE LOS CANTARES

que antepongan los negocios de otros a sus ocios, y que hagan partícipes de su
luz, que llevan metida en el ánimo a los demás pueblos, y que los hagan partí-
cipes de la vida feliz que hay en ellos. Y si, cambiada la sentencia, llevaron el
ánimo a anteponer la salud de los otros a su descanso, Dios les restituyó su
presencia y les infundió tal alegría en el cumplimiento del honesto quehacer,
que lo que pensaban le sería detrimento y nocivo para la tranquilidad de vida,
experimentan que les es fructuoso y muy eficiente de paz y alegría20.

Cuando sucede lo cual, no puede decirse cuánto y cuan grande sea el gozo
de aquellos, encontrado lo que amaban y de lo que se dolían ser despojados
vehementemente, en lo mismo en que se pensaba no existía; el cual gozo signi-
fican las palabras que siguen: Yo al mi Amado, y el mi Amado a mí, que apa-
cienta entre las azucenas. Pues estas cosas indican y demuestran al ánimo pre-
sentándosele un bien grande contra esperanza así oprimido por una súbita
alegría, que no solo no pueden hablar, pero apenas ni exclamar. Pues esta ora-
ción es del que exclama y se admira al mismo tiempo y desea con alegría, y tal
cual suele ser la de los que se admiran y alegran, con palabras breves, pero fe-
cundas en fuerza y sentencia.

Pues cuando dicen: Yo al mi Amado, el mi Amado a mí, dicen llanamente


esto, lo primero que el esposo deseado con tanta fuerza por sí ha venido ya al
final; después, que el que haya venido es gran indicio del amor de él para con
ellos; además, que también por eso mismo debe ser amado por sí; finalmente,
que son felices y contentos. Estas cosas, pues, aquéllos. Y Dios volviendo a la
interrumpida suavidad de su trato y conversación tanto más familiarmente
trata con ellos, cuanto ellos, superados ya los estados inferiores, se hicieron
mayores y mejores, como aparece de estas palabras que siguen: Hermosa eres,
Amiga mía, suave y bella como Jerusalén, terrible como los escuadrones, sus bande-
ras tendidas. Pues estas cosas no pueden ser atribuidas sino a los perfectos, y
solo a ellos se atribuye verdadera y muy aptamente. Pues también Cristo, en el
evangelio de san Mateo, los llama semejantes a una ciudad colocada en lugar

19 Figura literaria por similitud de sonido.


20 Ya antes expuesto esta idea (Onís, II, 119).
H6 IN CA P V T
vtqueparticipescfficìanteiusluminis,quodinanimom-
clufum gcrunt,rcltquos populos,S¿ quodinipfìs eft, bea-
ta? vita: eos compotesfaciant. Quod il mutata fententia
allora falurem iuaianteferre quieti induxetunt animu,re-
ftituit illisDeus fuampraifentià,eaqueinipfo honeftimu
neris obituillosperfunditlajtitia^t quod detrimétofum
iìbi futurum ad vitanranquillitaì parque noxiü putabant,
fru&uofumfibieíTeidexperiantur,acpacis? iucunditatif'
que maxime efficiens. Quod vbiaccidit, dici non potefr?
quantum eorü fit,& quàm eximium gaudium ì eo, quod
amabant,&: quo fé fpoliatos eife vehementer dolebant,
in co ipfo:m quo minime inefle putabatur inuento:quod
gaudium qua? fequuntut íignificant.jDí/c¿? u$ meus ntìht, &
egailti qukpafàtur Inter íilia.,Indicant cnim ifta, atq,< demon*
fìrartt anímum magno ilbi aliquo praeterfpem oblato bo
no fubita ita oppreífum lactina , non modo vt no eloqui»
fed vix vt fibilicuerit,exclamarc. Nam exclamantis fimul
atqueadmirantis,lxtitiaq> prxgeítientis iftaoratioeiljea-
demquc qualis admirantiújatqueí^tantmmefíc foÌet,ver
bisbreuis,viauteirtatquefentendjsfcecunda, Nam cum
dic\mt.Dtteéìmm£Hsmihi&egQilb, hoc piane dicunt, pri-
mum tantaperè à fé defidcratum fponfum tadem aliqua-
do vcniifc-.demde quòd venerit,magnum iliius erga ipfos
amoris indi cium efíe:ad hiec,vei obìd ipfum afe redama-
ri debere:denique fe beatoSjatquefcelicesefíe.Haícigitm:
ilü.Deus autemad interruptam confuetudinisfija?,atque
fermonis fuauitatem-rediensttantòxu«> illis agit fa muía-
rms,quantàiiliinferioribus iam fuperatis gradibus fe ipfis
cfte&ifunt maiores atque mdiores r vt ex tus quae fequun-
tur,apparet. PHU hm ts Amica, meeffi fu<tut$y& decora (¡cut Hìe
rnfdJemjemhtlìs^t casìronumacies ordmAta+Hxc enim tribuí
non poífunt nifi peife£tis7eìfquefolis vcrifsimè& aptifsi-
iftè tribuuntur. Nam &c ChriftusiaMatthseiEuangclio,
illos
537 CANTAR DÉLOS CANTARES

elevado. Y sin duda aquella perfección y aquella copia de bienes, que hay en la
virtud consumada y perfecta en todos sus números, con ninguna semejanza es
declarada más convenientemente que con esta. Pues no ha de pensarse que los
que son perfectos están dotados de un bien privado o de un bien de un solo ti-
po, sino tanto de diverso y múltiple tipo de bienes, cuanto públicamente útil y
saludable a todos los hombres. Pues si los sabios extranjeros quisieron que tal
fuerza hubiese en la sabiduría, que describían, que ciertamente distaba mucho
de la verdadera, que a no ser el que fuese sabio, juzgaran que nadie de los
hombres era digno de tal apelación; y que los que fuesen sabios afirmaran que
ellos eran libres e ingenuos y reyes y conocedores de todas las cosas y artes y
peritos, con cuanta más verdad diremos nosotros que todos los bienes al mis-
mo tiempo y que tanto la salud pública como la privada de muchos estaba en
el que estuviese cultivado perfectamente en la virtud cristiana. Y así, Cristo Se-
ñor, no solo autor único de todas las virtudes verdaderas y de los bienes, sino
verdadero estimador y ponderador, cuando declara la naturaleza y fuerza de la
virtud de los perfectos, no usa de otros nombres, sino de los de aquellas cosas,
cuyo uso es muy patente y común. Pues primero los llama luz, y ¿qué no digo
más dulce que la luz, sino más útil y necesario., no solo para los hombres, sino
para todas las cosas sin excepción, puede ser en absoluto? Después, los llama
sal, en el que hay en cierta manera una vida y, por así decir, la inmortalidad de
todos los cuerpos y la común defensa contra la putrefacción y corrupción. Por
último21, lo que se refiere a este lugar, dice que son semejantes a una fortaleza
y a una ciudad, porque como en la fortaleza se contienen todo tipo de artes y
artificios, y hay en ella muchas casas para habitar y firmes defensas para recha-
zar a los enemigos, finalmente gran copia de las cosas que son necesarias para
los usos de la vida22; así la grandeza de la perfecta virtud contiene en sí bienes

21 Argumentación tripartita, peculiar en fray Luis,


22 En este fragmento sintetiza su sermón Vos estis sal terme, lo que viene a confirmar su autoría sobre
tal sermón. Allí habla de que los justos son luz, sal y ciudad fortificada; y en esta misma Explanación ya ha
sintetizado otra vez antes el mismo sermón.

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S E X r V M. 357
illos ciuitàti in edito locofitaeiìmiles efle diciWEtprocui-
dubiò iliaperfcdio , illaquebonorum copia ?q'u ase (liti
Confummata, 6¿ omnibus fuis numeris perfe&a virtute,
nulla commodiùs quàmiilaiimilkudincdeclaretur Nò
enim putandum eft per£ecì:i; qui mnt, eospriuatoaliquo,
aut vniusgenerispraeditoseffe bonorfedcùm muldplici
$¿ vario, timi publicècun&ishohiinibus falutari, atque
vtili, Etenim il externi fapLcntes eam vim inefíe voluetüt
inea , quamipfi deferibebant, fapietia?, qua? certe àvera
multum aberar,vt nifi qui Tapiens efíet, neminem homi-
nis appellatione dìgnum arbitrarentur,fapiétes vero qui
efíenr,eofdem efíeafíererent,& Jiberos^ ingenuos,& re
ges, & omnium rerum atque artium gnaros, atque peri-
tos, quàtò veriùs nos dicemus, vniuerfa fimul bona}mul
torumque,eùm publicam, tùm priuatam falutem inefle
ineo, quiChriilianapeEfedè.ritexcultus virtute. Itaque
Chriftus Domimis omniumsveramm virtutum}atqybo-
norum non foiùmauthor vnicus,fed animato r &; ponde
rator verus^cum perfe^bmm virt«tis vim ,atqiie natu-
ram declararon aUjs-vtitur,quam nominibus earum re
rum, quaru m«ft latifsimè patens ,aí que vtilifsimus vfus.
Primum enim eoslucem nominar,, luce autem quid non
dico dulcius/ed magis vtile ac neceffarium, non homini-
bus foÌàm,ied'cun Risiine exceptíonerebus,eíTe omninò
potcft?Dèindè falem appellaUn quo quodammodo vita
quiedam,&: vtita dÌcam,immortalÌtas omnium corporü
ineft,6¿ communeaduerfus tabé,corruptionemque pra;*
fidium. Poftremò,qu òdad Kunc lo cum fpe&at, vrbi illos
& ciuitatidicit iimiles eüe.Qüia.quemadmodum in vrbe
artis omnegenus,&artificiacominentur, funtquein ea,
& domus ad inhabitandum multa; ; &ad repellendos bo-
ílesfirmapraeiìdia,tùm maxima eorum copia ; qua; ad vi-
ta? vfus neceiTaria iunt : ile pcrfe&a; virtutis magnitu*
Y do.
338 CA NTAR D E LOS CA NT A RES

múltiples, y tiene innumerables artes con que pueda aprovechar a todos en co-
mún. Para que lo cual se haga más llano pongámonos ante los ojos a uno de
los que fueron excelentes y perfectos en esta virtud cristiana. Y sea ése el após-
tol Pablo, quien por cierta necesidad obligado a hablar algo de sí, así habla de
sí23: En mi atención y solicitud cotidiana de todas las iglesias ¿quién desfallece que
no desfallezca yo? ¿Quién es escandalizado y yo no me irrito? Y en otras partes re-
cuerda que él es gentil con los gentiles, y se ha hecho judío con los judíos, y se
ha adaptado a los ingenios y costumbres de cada uno, para aprovechar a todos
y ha mutado su naturaleza. El mismo engendraba de nuevo a los Gálatas,
amonestaba a los Corintios con consejos, enseñaba a los Romanos, ilustraba
en fin a todas las naciones y pueblos, incluso a todas las de la tierra, como un
sol dando vuelta, con los rayos brillantísimos de la verdad. Mas ¿De cuáles y
de cuántos bienes celestiales abundaba él? ¿de qué alegría y placer de Dios era
infundido? Llevamos, dice, un tesoro en vasos de barro14; y en otra parte: Sé que
un hombre en Cristo, ya en el cuerpo, ya fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe, fue
arrebatado hasta el tercer cielo; y sé que el tal hombre, si en el cuerpo o si fuera del
cuerpo no lo sé, Dios lo sabe, que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefa-
bles, que no es lícito al hombre hablar^. De las que se entiende cuan aptamente
es comparado el justo y perfecto con las ciudades regias de los judíos Tirsá y
Jerusalén. Y si no solo seguimos las cosas, de las que son estos nombres, sino
también las notaciones de estos nombres (pues de estos nombres uno es toma-
do de la suavidad, otro de la paz o de la contemplación de la paz), si pues se-
guimos esto, se hablará muy en verdad sobre los perfectos. Y que son semejan-
tes a Tirsá y Jerusalén, esto es, que solo ellos poseen y contienen dentro de sí
toda la fuerza de la paz y la suavidad. Pues para hablar de la suavidad (con el
nombre de suavidad entiendo los placeres celestiales del ánimo, y las alegrías

23 II Cor. 11.
24 Ib. 4, 7.
25 Ib. 12, 2-4.
3j8 / N QA P V T
do multiplicia in fc bona continet.inriumera fq¿ artes, ha
bet^quibusprodefíe incommuni cundís poiìir.Quod vt
planius fiat nobis proponamus ante oculos vnu-ai alique
eorum,quiin hacChriu4anavirtuteperfedi&, exccllen*
tes fuerüt, iltquc is Apoftolus Paulus,qui neceíiirate qua
dam,vtdefediccreta!iquando coadusita predicai de fé
M,Cmi% fe. Inilantia mea &: follicìtudo quotidiana omnium Eocle
fìarun^quis m&rmatur?&: ego noninfumoHquisfcandaU
za'ti^Sc ego non vroriEtaltbigentibusgenrikm (e,& Iu
d¿eis Ludaeum fadum,&: ad fingulomm ingenia acquetilo
res,quo lucrifaceret vnìuerfosjfuam naturam verfaife, Se
accomodane commemorat. Idem Galatas aerum pan 11-
riebat : Corinthios monitis caftigabat:docebar Roma-
nos cundas denique nationcs ac populos, imo vero rer-
ratum eunda,ceu Sol quidam fé circumagen$,radijs veri
tatis fplendidifsimis iiluftrabat, At quibusipfe, quantifqj
P abundabat cacleftibus bonis?Q^ali ex Deolxtitia, atquc
'° '** voluptatepeffundebatui?Portamus,inquit,thefaurumia
2. or.iz, v a ^ s .¿¿yijijus^aiib^ Scio hominem in Chrifto, fiuè in
corporc,fiuè extra corpus nefeio, Deus feit, raptum huiuf
modivfquead tcmurnc3eiurn,&: feio huiufmodi homi-
nem ,fíueincorpore, due extra corpus nefeio. Deus feit,
quoniam raptus eft in paradifum,&; audiuit arcana ver-
ba, qua; non licet nomini loqui. Ex quibus intelligitur,
quàmaptè conferaturiuftus,á¿perfedus vircum Thirfa
¿e Hierufalem regijs ludaeorum vrbibus.Quòd fi non io- '
lùm ipfas res quarum ifta funt nomina, Ccà nominum cria
ipforum notaciones fequarciur (fiorume nininominum,
vnum àfuauitateduckur,alierum àpace,autpaciscon-
templatione) hoc igitur fi ièquamur,vcnuirnède per-
fedis virisdicetur Thirfa? & Hierufalem eos eíTcílmiles,
ideft. pofsidere eosfolos, èù intra fé fé contincre pacis,
ai que fuauitatisomnem vini. Nam vide fuauitatedkam
(fuaui-
339 CANTAR DE L OS CANTARES

cuantas pueden ser mayores en esta vida) y así, para hablar primero de la sua-
vidad, ¿cuál puede ser tan grande el placer del cuerpo y de los sentidos, cuál la
alegría de las riquezas, qué gozo por los hombres y celebridad de los hombres,
que pueda ser comparado con el goce de este hombre, quien hecho semejante
a Cristo en la imitación de las costumbres y la caridad, y llevando en sí la ima-
gen de él y a Dios, con el cual no solo media una amistad de amor, sino cuan-
ta unión de naturalezas ni siquiera puede ser entendida, y teniéndolo como
defensa de su salvación y causa de placer, además junto con una suma facultad
y deseo de hacer el bien a otros, como un Dios mortal se tiene feliz, saludable
para los demás en la tierra? Y en cuanto a la paz, ¿de cuál disfrutan los tales,
que nunca pueden decir cuánta sea ella? Pues primero, lo que es fundamento y
cabeza de toda vida tranquila, justificados por Cristo, como Pablo escribe26:
Tienen paz con Dios, el cual como a aquel, contra el que está airado, agita con
los mayores terrores; así con los que está aplacado y amigo aplica la suma y
dulcísima paz del ánimo. Después, mandan en sí mismos y en sus deseos, y los
rigen y someten a la razón así, que no solo con gusto fácilmente acepten los
mandatos de la razón, en verdad apenas se atrevan a moverse sin su mandato.

Por último, con los demás hombres ansí se llevan amigable y plácidamente,
que aprovechen a muchos, a nadie dañen, y en lo que está de su parte, conser-
ven la paz perpetua con todos; cuando no pueda acaecer, que los que están va-
cíos de todo mal deseo, lleguen a lucha con otros de honor o de riquezas o de
placeres; de las cuales luchas se originan todas las sediciones y discordias. La
cual paz en verdad es tal y tan grande, que me parezcan incluso por este nom-
bre que los judíos son ciegos y dignos de compadecer, que cuando tuvieron

26 Rom. 5,1.

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S E X T V M. w
(fuauitatis naque nomine c#ieftes animi voiuptates atq;
laetitias,quàtas maxima: in hac vita eñe pofíbnt t in telligo)
itaq^vt de fuauirate prìus dicá;quae poteft efle corporis,at
que fenfuü voluptad tanta, quas ex diuitijs lxtitia,qnod ex
hominu ceiebritate>& honoribus gaudiü, conferri quod
poGit cu eius hominis gaudio, qui cha ritate, morüq;imi-
tatione Chrifto ilmilis efFedus^ eius in fe fe portas ima-
giné,Deumque,cü quo^onfolüamoris ncccfsitudo Ín-
ter ceditüÜ,íedquáta,necintenigi quidepoteftnaturarü
coniunftio,S¿falutis luaeprcefìdé, & voluptatis eríe&oré
habens,cü fumma praeuerea,^ facukateT&: volúntate alijs
beaefaciendijtanquámortalis quida Deus fibi fcetix, exte
ris íalutaris in tenis ver fatui? Pace vero , quafruütur iftiui1
modi,quis vnquaqueat dicere,ea quáta íi¡?Nam primum»
quod cotius vitas tranquilla caput,atque funda mentüeftj
iuftifkati per Ghríílü^vt Paulus feribit: Pacem ad Deü ha Romt '¿
benf.qui íicut eum,cuiiratus eft ,maximis terroribus exa-
gitatjita quibuseftpacatus&amicusindit animi pacem
fummam atque dulcifsimam.Demdè fibi ipfi^fuifque cu-
pidiratibusimperam\eafq.,- ha regunt,& rationi fubijeiüt,
vt cupide rió íblum facile rationis imperata capeífant, ccr
tè eius iniuííu commouere fe vix audcant Poliremo cum
catrerishxjminibus itafegerunt amicè atque placide, vt
plurimis ptoíimyíoceant nemini,& quod in ipíis tfi^cum
omnibus perpetuara paceconferuent;cüacciderenopof
fit,vt quiipfi omni mala cupiditatt fint vacui, cum alijs in
contentionem venian^aut honoris, aut diuitiarum, a ut
voluptatum,quibusexcontentionibus oriuntur fedido*
nes 6c difeordia? omnes, Quae profetò pax talis, ai? tanta-
€Íi,mihi vt ve.l hoc nomine videátur effe maxime caeci &
miferandiludse^quicum exvatumoraculishabercnt;fu-
turum Mcfsiam, quiasternam pacem íhbilíret, in ani-
cium inducere potuerunt, vt crederent eain fibi pro-
Y a* mitti
340 CANTAR DE LOS CANTARES

por los oráculos de los profetas que vendría un Mesías, que establecería paz
eterna, pudieron meterlo en el ánimo, que creyeran que les era prometida la
paz que se contiene en el cese de las guerras externas, y en la copia de los bie-
nes de la tierra, y en el uso libre de ellos. La cual paz, puesto que todavía no
han visto o experimentado en sí, no piensan que él ha llegado, y así esperan
vanísimamente que venga27. Y no atienden ni miran miserables a ese tipo de
paz, de que tratamos, que es el único de veras verdadero y destacado tipo de
paz, consistente en la moderación de los deseos y en la adquisición de la justi-
cia celestial. Cuya increíble e inaudita antes de este tiempo fuerza para los
hombres el Señor Jesús nos trajo; él ciertamente verdadero Dios, pero trayen-
do linaje humano del pueblo de los judíos y de la estirpe de David, rey de
ellos, la trajo y la llevó contra la fuente placentera de todos los malos deseos,
infundiendo una fuerza celeste en nuestros ánimos, cuando primero derrotó a
satanás, promotor de males y sediciones. De donde siguió aquella salud y jus-
ticia de ánimo, que disputando y charlando en las esquinas los estoicos con sus
astutas conclusiones apenas expresaron con palabras, y en realidad ninguno
aseguró antes de entonces28, y después se dieron innumerables ejemplos de ella
en todo sexo y edad, muchos ciertamente y muy muchos en aquellos primeros
y felices tiempos de la Iglesia, cuando la fe y religión de Cristo se difundía por
todas las naciones del orbe; pero ahora, aunque son pocas, porque la república
de Cristo se ha reducido demasiado a lo estrecho a causa de nuestros delitos,
sin embargo no faltan en absoluto, no podrán faltar en la Iglesia y pueblo de
Dios algunos en los que vija y reine Dios, esto es, algunos en cuyos ánimos es-
té esta eficacia de la sangre de Cristo. Los cuales ni se debilitan por el miedo, ni
se consumen por la enfermedad, ni se inflaman por el placer, ni son llevados
por el deseo en alegría vana; los cuales ni abajan el ánimo en la adversidad, ni
se exaltan vanamente en la alegría y progreso; los cuales, enfin,en ambas for-
tunas y estado gozándose solo en Dios, conservan la constancia y tranquilidad
de ánimo, en que consiste la paz29, que es la única verdadera, y la única digna
paz en las promesas y predicciones de Dios, que de ella se hacen en las Sagradas
Letras. Pues en verdad muy humildemente y demasiado mal me parecen pen-

27 Sobre este punto disputa largamente fray Luis en todo el «Brazo de Dios».
28 Los estoicos expresaron con palabras una virtud que queda baja junto a la cristiana (cfr. Onís, II,
119).
29 Esta definición de paz se empareja con la de san Agustín "orden sosegada" o "Un tener sosiego y
firmeza en lo que pide el buen orden", y es casi su traducción (De civ. Dei, XIX, 13). Después dirá que con-
siste en "(a moderación de los deseos y la tranquilidad del ánimo".
i4¿ IH QATVT
mitri pacem,qua£externorum bcllorum ceífationecon-
tinecur Sctcrrsebonorum copia ,xorumquevfu libero.
Quampacem,quoniam nondum'videruntjaut experti in
fe func,veniíTe illum non putant^itaque venturoni vanifsi
me fperant.Neque attendunt mifcri,neque refpiciunt ad
hoc,quo deagimuSjpacis genus^quod vnum maxime ve-
mm arque praeftans pacis genus eír,in cupiditatum mode
ratione 8¿ iuftitiajcaeleftis adeptione coníiítens.Cuius in-
credibilem 3¿ ante id tempus hominibus vim inauditam
Dominas lefus nobisattulit:verusilIequidemDeus, fed
ex Iud^orum gente,8£ eorum Regís Dauidisftirpehomo
genus ducens,eamque attulit&induxitaduérfus omnia
malanacupiditatü fontem libidine, in animis noftris vim
infundens ecelefte, cum prius incentoré malorumatque
fediüanumfathanádebellaíFet.Exquo e.afequutaert ani
miíalusatqueiuftitia,quamdifputando &; inanguìis gar-
riendo Stoici argutis íiiis coclufionibus verbis vix exprcf
ferunt,re vero;nuilipr^rtitecüt.anteillud tepusrex eo auté
tepore deincepsinnumerabilia eius exépla in omni fexu,
atque íetate funt vifa:plura illa quidéV&: longè plurima pri
mis illis & fcelicibus Ecclefix tépotibus,quando ipfa Chri
íüfides,atquereligio per omnes orbis nationes diffunde-
baturmunc vero etíi íint multò pauciora,proptereaq? ni*
misin anguila propter noftra deli&ajrefpublica Chriítia-
nareiiigitur,nótameomninòdefunt,necverò deeffe vn
qua poterunt in Ecdeíia-, & populo Dei aliqui, in quibus
vigeat,atq,- regnetDeus,id eft,auqui,in quorü animis hsec
CRriftifangüinisefricacitas extet. Qui ñeque metudebi-
litentur neq,- as.gtltadine<cdíiciantur,neque libidine infla-
métur,neqj voluptate .efEerantur inani lattina: qui ñeque
a,duerfís demittant animum rebus, ñeque inaniterfeeri-
gant laetis atque fecundis : qui denique in vtraque fortu-
na aflata in ynoDeogaudentes, coníhntiam animi,á£
tran-
341 CANTAR DE LOS CANTARES

sar ellos sobre la sabiduría y potestad de Dios, si piensan, o mejor, porque


piensan, que él tantos siglos antes con tanta aseveración de predicciones y exa-
geración, tan muchas veces, con tan muchas palabras les ha prometido en vez
de un grande y destacado y digno bien de sí, que, quitado el miedo de los ene-
migos, pasaran una alegre y tranquila vida, libre de guerra y en gran copia y
afluencia de mieses; esto es, que les ha prometido ese bien de paz, que primero
es terreno y por tanto caduco; después, de tal modo que los mismos hombres
muchas veces, dejadas las armas de la guerra por la saciedad, lo establezcan y
constituyan para sí; por último, tal que con él, no solo se hagan los hombres
deseosos de la honestidad y buenos, en lo que está colocada la humana felici-
dad, sino más bien se corrompan con él y con la afluencia de las cosas, que si-
guen a la paz, y se pierdan en los mayores vicios, de arte que a quienes las ad-
versidades y durezas hacían industriosos, a ésos la paz y la abundancia
aprovechando la ocasión disuelvan en el lujo, a saber, entregándose y derra-
mándose en todos los malos deseos. Lo cual ciertamente los judíos pudieron
aprender incluso de sí mismos, si no fuesen tan ciegos. ¿Cuándo abundaron en
esta su paz y en la copia de los bienes externos, y no se contaminaron con todo
crimen tétrico y enorme? Cuando por el contrario las adversidades y asperezas
les enseñaron e hicieron deseosos de la piedad. Mas ¿qué harán? Pues literal-
mente las Sagradas Letras prometen la riqueza de los campos y el final de las
guerras. Lo prometen, pero ¿quién es tan necio, que no vea que bajo las pala-
bras hay otro tipo más destacado de paz y de bienes? Pero si ve algo y si considera
qué sea digno de Dios o cuál sea la manera o naturaleza de la humana felicidad,
pregunto ¿qué pertenece a la vida feliz, que alguien yaciendo bajo la higuera y

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S E XT V M. 341
tranquillitatem conferuent,in quo pax confiftit ea,que &c
fola vera,6£ fola ijs promifsionibus acpre;dÌ&ionibu$ Dei
qiiae de illa in facris habetuf literis,digna pax eft. Nam pro
fedo nimiùm mmihumUiter,nimiumque male de Dei fa
piemia oc poteftateilli fentire videntur,fi exiftimant, vel
potiùs,quia exiftimanr,ipfum tot ante fasculis tantaprsedi
&ionum aífeueratione,¿¿; exaggeratione, tamfa;pè, tam
mukìs verbis pro magno atquc pracftabüi, ac fe effc&ore
digno bono ilüsfuiífepollicitum futurum,vtfLiblato me
tu ho ititi m,beliis vacuam,& in magna frugumeopia atc#
afíiuetia la;ta traducerent atque quieta vità:id eft, pollici-
tü fuiife illisyid pacis bonum,quodprimü terrenusn eft,ac
proptereacaducuSeinde eiuimodi,vtipfI fibi nomines
faepè fatietatcbelloru armisdepoíltis, idftabiliant,atquc
conftkuantrpoftremò talchi eo nonfòlùm nonxmcian-
tur homines lioneftafis ftudiofiatq>probi, in quo fita eft
humanafoeliciras,fed faspiùs eo, amuentiaquererum ea,
qua? pace fequitur3carrumpantur,&; maximisvitijs inficia
tur,adeò,vtquGS res aduerfWatque dureinduftrios efficie
bant,eos pax atque copia luxu diifoluar per oecafionem,
videlicètjefferentibus fe fe,atqueerfundentibus prauis cu
piditaribus vniuerás. Quod certe Iudaù, vel ex fe ipil po-
tuuTent difccre,nifi eftent nimis caeci. Quando cnim pace
iftafua, &bonorum extcrnorumcopiaabundarunt, &
non fé omni tetro, &imma»i flagitiocòtaminauerunt?
cùmcontra res aduerfx atqueafpeia? erudirent ipfoso &c
pietatis ftudiofos efEcerent. At quid faciédLiteratè enim
iacrslitera; vbertatemagrorumj ¿¿beliorumfinempro-
mittunt. Promittunt fané,fedquiseft tamcaecus,quieis
vocibuspacis, acque bonorumprasftantius genus aliud
fubeífenonvidetí íltamen aÜquidvidet, fique conilde-
iatjVelquiddignum Deofit,vcl'quaeiìtfcelicitatishuma
n« ratio atque natura^Nam quid ©bfecro, ad beatam,vi-
Y$ tana
342 CANTAR DE L OS CANTARES

su viña, y recogiendo bayas juntamente con sus amigos, libre de miedo y gue-
rra pase un día alegre y contento30? Lo cual, puesto que tantas veces casi con
palabras escrito por Dios los judíos leen en las Sagradas Letras, refutándolo
con sus propias palabras y mientras ello no les fuera representado, tanto juz-
gan que ni Dios cumplió su fidelidad, ni creen que ha venido el Mesías; cree-
rán tan pronto como borrados los enemigos del nombre judío, el campo de la
región de Palestina se les vuelva fértil y rico, como antiguamente; y se creerán
felices en la abundancia y descanso de las guerras externas, aunque surjan en el
ánimo guerras intestinas, y aunque la ira domine y el placer provoque incen-
dios, aterre el miedo, la avaricia deprede, todo el escuadrón en fin de deseos
impuros se meta en el ánimo con estandartes malignos, y no le deje ninguna
parte de vida apacible y tranquila; ¿qué cosa más absurda que ésta se pueda de-
cir o pensar? Luego aquella paz se ha de repudiar totalmente y alejar de las
promesas de Dios, en la que los malvados, los que son poderosos pueden ser
los más desgraciados de todos, y se ha de traer aquella que san Pablo llama ver-
daderamente paz de Dios31, que supera todo sentido, porque ni podamos en-
tender sin la enseñanza de Dios cuan grande sea, ni podamos ser partícipes de
ella, si no nos fuera dada por él, y que además es tan firme y tan estable paz,
que ninguna fuerza nos la puede arrebatar, si no nos traicionamos a nosotros
mismos. Y así, no sin causa quien en este lugar se dice ser semejante a la ciu-
dad de Jerusalén, éste se llama feliz poseedor de la verdadera paz y tranquili-
dad, el mismo terrible como un escuadrón ordenado de campamentos, para
que se entienda que no hay fuerza hostil tan grande, ningún ataque tan grande
y violencia de la fortuna, ningún mal enfin,que le pueda dañar de alguna ma-
nera o arrebatar el concierto y consenso de las partes de su ánimo. Lo cual
aquellas palabras de Pablo bastante declaran32: ¿Quién nos separará de la caridad de

30 Ejemplo de período ciceroniano.


31 Fil, 4.
32 Rom. 8, 35-39.
Hi. / N C A<PVT
tam pertìncar y quod fubficuquis, atqae vite fua iacen¿i
baccafquelegens,vnàcum amicis fuisexpers belli., atquc
metus l^tum ducat,atque iuciindurn diemíQuod quoniá
toridemfcrè verbisfoiipturnàDeo Iudasi iri facris htcris
legunt,tanquam obfignatis tabelíis cuta co agunt,5¿<pá-
dìu id iilis reprefentatumnon mefit,tandiuneque De«tn
iliamfidemexoluifie arbitrantarjnequevenifls: Mefstaai
credunticredimriyideLicètmox atquedeletis íudetMomí
lùshoftibus, fuusillis Paladina: regionisager fertiiis,vt
,oiim,atquevber reddatur:feqj ea copia,&:ab externisbel-
Üsquíete beatos putatiu^quamiüsmtefti na beila iùrgant
i¿iaaimo,quamuifq¡3£iradomtnetur,&¿ncedia niiíceat
libido,metus territet,auaritia praedas agat,ornne4enique
impuramm cupiditatuagmenfe infeftisiignis in animü
inferat:nuUamquc ilU vitaspacatae atq; tranquillai partem,
xelmquat:quo quid abiurdius dici,aut cogitari pò teftfEr-
go illa omninòrcpudianda, capromi ísionibus Dei reij-
.cieada pax eit,qua qui potiuntur fìagitioiìyid eir,omnium
mi ferrimi effe pojOfunt:Ìlia vero afciicenda, quam vere D*
Philip,^ Pauiusappeiiat paceDevqua;Qmnemexfupera¡t fenfum:
quod ncque quanta fit Anteiiigere, nifi Deo docente pò fsi
mu$,neq; compotes eius effe valeatnus,miiab eodem no
fcis donata ílt:quodquepraítcfeaíit tam ürnia,tamq5 fta-
bilis paxTca vt nobis eiipere,aifì prodamus jpiì nos,pofsit
nulla vis.ítaque nonfinecaufa^quihocin loco vrbi Hie-
ro folymoruxn ilcnilis effe dicitur^iite tra-nquillitatis atque
ver* pacis bcatuspoffefíbr, idem tcrribilis nominatur,fi-
cut caftrorum acics ordinata: qno inteliigatur,:nuilueffc
hoílile cabli r tantum.nullum tátum meurfum,atque vio*
lentiamfoitfuna^nullum deniquc malum,ei quod nocete
aliquo modo pofsit, aut eius animi partium cófenfum Se
confpiratìonem dirimere. Quod illa Pauli iàtis declara»r,
RQM4&, Qujs nos íeparabk à chántate DeiíCertus fijm,quo.diìe*
que
343 CANTAR DE LOS CANTARES

Dios? Cierto que soy, que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principa-
dos, ni los poderíos, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni al-
guna otra criatura podrá separarnos de la caridad de Dios, que hay en Cristo Jesús
Señor nuestro,etc, pues lo único que es muy contrario y enemigo de la paz, que
todos vulgarmente llamamos paz, guerra y enemigos, ello a esta verdadera paz,
de que tratamos, que consiste en la moderación de los deseos y en la tranquili-
dad de ánimo, no solo no es contrario, ni no la extingue, sino también a veces
la aumenta y confirma. Pues como quieran dañar mucho a los buenos los que
les hacen la guerra, ¿qué dañan, pregunto? o ¿qué les arrebatan? Creo que las
riquezas. Mas ellas o arrojan ellos, o las tienen por grave peso, y así, se gozan
en ser aliviados de ello. Mas los honores. A los cuales ciertamente estiman tan-
to, cuanto alguno piense que lo estiman los magistrados, que imitando tales
honores establecen por juego entre sí los niños. Pero quitarán los placeres. Mas
contra ellos hacen guerra despiadada. Mas la libertad. Pero ¿de qué modo, pre-
gunto, pueden hacerlo, cuando no pueden arrebatarles la virtud del ánimo?
Mas le arrancarán la vida. Mas esto es ya beneficio, a saber, enviarlos libres de
peligro y de toda molestia de lucha a donde desean ellos llegar mucho. De
donde se entiende que estos hombres protegidos como por las armas de Vulca-
no, no pueden ser dañados y vencidos por enemigos externos, y que son más
firmes que un escuadrón ordenado, que aquí se diceva.

Sigue: Vuelve los ojos tuyos, que me hacen fuerza. Debe advertirse que los
perfectos no destacan en otras virtudes de ánimo, que los aprovechados, sino
que tienen las mismas virtudes más perfectas y acabadas que los aprovechados
tienen comenzadas o al menos poco perfectas. Por esta causa en este lugar Sa-
lomón loa las mismas cosas y casi con las mismas palabras, que loó más arriba,
cuando trataba de la caridad de los aprovechados. Allí primero loaba los ojos,

33 Fragmento que se halla repetido en k Exposición del Salmo 26 {Opera, I, 133).

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SMXTVM. HJ
que mors,ncque vita, nequc Angeli, neque Principar us¿
ncque poteftates, neque prsefentia, neque futura, neqn«
altitudo, neque profunditas > ncque aliquaalia creatura
poterit nos fepatare à charitaie Dei?qu*e eft in Chrifto le-
•fxx Domino noftro,S¿c. Etenim quod vnurn maxime con
trarium efl,6¿ inimieum ù paei?quam omnes vulgo-voca'
niuspaccm,bellum, atquehoftesàd huic verse,de qua-
agimus, paci, quae in animi tranquiilitate, & cupidìtà-
tum moderatione coniìftit, non folùm contrarium non
cft,necmedò eam non extinguit, fcd auget edam in-
terdum atque confirmar. N a m , vt maxime nocere cu*
piant boms viris ij, quibellum ipils kífcrun^quid qusefo
noceant ?quid ve illis eripiantiQpcs erado. At eas, vel abij
ciuntipfi ? velpro granionere habent : itaquefé leuari e©
gaudebunt Akhonores.Quos xili certe tanti faeiut, quali
quis faciendos eos magiítratus putct, qu os illis honoribus
fimiles pueriínter fe feper iufuminftituunt» Sed eripient
voiuptates. At eas aduerfum inespiabile illi beila gerunt.
Atlibertatem.Scdquonamidyquai^modopoisjntjqua
do eripere illis animi virtutem non pofluntí At eripient vi
tam.At hoc iambeneficium eftjabomnijfciiicèti dimica-
tionis moleftia, & periati© liberatoseòillostráfmittere,
quo peruenireipfl maxime cupiunt.Ex quo intclligitur
iftoshomincstanquamvulcanijsarmiste&os- 3 abexter-
nishoitibus fuperarU^diquenòpoiTeiefiGque, quodhk'
dicitur, inftrudaackfírmiores. Sequitur. *A;<trte ocutos
titos, (¡aia ipfimeattokrefeeerunt, Anìmaducrìi debeí perfe-
ctos non aiijs pallete animi virtutibus,quàm proficien-
tes, fcdeafdenvipfas virtutes¿quas proficientes, aut in-
choatas, autcertè.parùm perfe&as habent,perfediores
Oc abfolutiores habe.re.Qnam ob cauiàm hoclocoSo^
lo ai o n eadem.,at queij idem R-rè verbis laudar, quse fa-
geriàs, cum deproficiemium charitate agebatur, iaar
Y 4 dauitt
344 CANTAR DE LOS CANTARES

aquí en ellos principió la alabanza. Y decía entonces que eran semejantes a pa-
lomas; ahora, para que entendamos a ellos, esto es, que la intención de la vo-
luntad hacia que ellos significan en los perfectos es perfecta sobremanera, no
empleó algo semejante, sino usó la figura de oración, que tuviera la mayor
fuerza de todas para amplificar aquello, de que se trata, y exagerarlo.

Pues cuando dice: Vuelve los ojos tuyos, dice rasamente que le parecían tan
hermosos, y tan afectado estaba por ellos, que no pueda soportar la mirada y
fuerza de ellos, mucho menos alabar la hermosura. Y como diga que no la
puede loar, la loa mucho, como antes dijimos. Y a esta perfección de-los ojos,
esto es, a la intención del ánima hacia Dios se armonizan las demás virtudes
que fluyen y manan de ella, y ésas son: Tus cabellos como manada de cabras, que
aparecieron desde Galaad. Tus dientes como hatajo de ovejas, que suben del lava-
dero, las cuales todas con crías gemelas, y no hay estéril en ellas.

Las cuales virtudes, aunque sean loadas aquí con las mismas palabras, que
más arriba lo fueron, sin embargo en la proporción de su caridad, de la que to-
dos toman comienzo y origen, aquí, esto es, en el varón perfecto, cuya caridad
es en mucho muy perfecta, enseña que son mayores y más perfectas bastante34,
lo que sigue: Sesenta son las reinas. Pues como la esposa se dice superar y prece-
der a estas dueñas, que tenían el mismo cónyuge común que ella3?, así debe
entenderse que los perfectos, en las virtudes que tienen en común con los de-
más amadores de Dios, o aprovechados o principiantes, destacan por propia
manera así, que lo que en otros es exiguo o mediocre, todo ello en ellos sea
perfecto.

De la cual perfección de virtudes y prestancia toda del género de alabanzas


sucede con razón que se diga de ellos tanto esto: Una es la mi paloma, tanto lo
que sigue inmediatamente: Viéronla las hijas de Sion, y llamáronla bienaven-
turada: las reinas y concubinas la loaron. Pues los perfectos son ya superiores a

34 Agustín, lib. 83, c. 55.


35 Jerónimo, lib. 2 Contra Jovino.
J44 /WfiífFr
dauk.Ibi primùm laudabat oculos:híc ab eífdem laudan*
diprincipiumducit. Sed coíübarum fimilescfTediccbat
tunc^nunc vt intelügamus eos5hoc eft,quailli lignificane
volun£ads,rcilicèt,intentioneminDeum,in virisperfe-
¿Hsy fupt à quam dici poteu%eíTe perfe&am, non adhibuít
&iiquidfimik, fed ea orationis figura vfus cít,qu3e ex om-
nibus maximam vim ad amplificandumid,quo de agituí,
&e5caggerándumhaberet, Namcum dicít. fuerte ocul&s
tuos^toc planò dicit,fibi illos itapulchros videri, itaque fe
ab ipíis affici, vt eorum non pofsit fuítinere aciem arque
vim,nedum laudare puichritudinemtEam autè cum lau-
dan poífe negat,laudat,vtante diximus, maxime. Atque
toic perfezioni -ocularúm , id eft,intentioni anima: in
I>eum canícntiuntjquse ex ea fluunt,atque manant virtù
tes reliquac;eaí autem ùxntXépilihmficutgrex caprarutn^udt
ttppayaeruntde Gaietad. Dentes tut ficut grex ouium qu£ afe ende
¿runtdelauacrQ¿omitesgemelasfoetibtts, &fterd¡snones!in eis.
Quje virtù tes etfi laudantur híe eifdem verbis, quibus fií-
•periùs funt laudataytamenpropottioneeiuscharitatis,à
-qtiaomnesortum S¿ originem ducunt,hic,id eít,in perfe
cío virOjCuius multòperfe&ifsima chantas eft >maiores
+Attgufli. &:perfe&iores cas eíTe,fatis docet,quod kqmtm.Sexagin-
hby,S$. w/««fi2^/»^.Namquemadmodumfponfapríecedere 6¿
qutftt.q. íuperare dicitur iílas fceminas,quibus erat cum ipfa idem
55. còiux communis:íkinteliigidebet, vitos perfectos in ijs
Hierjib. vittutibus,quas cum cseterisamatoribusDeí,vel profiere
9. aduer- tibus , velincipientibus comuneshabent, fuo 8>cproprio
fas [Quiñi, eminere modo,ita,vt quod ín alijs, vel exiguum, vel me-
diocre erfyd omne iniiíis perfe&um fit.Qua ex perfeciio-
iie vjrtutumj&: omnis generis laudum praeítantiaid effici
tur,merito vtdeillisdicatur,tumhoc y KtfíY4^ colubdine*,
tùmid quod pvQximèfQquitm.fàdemrc4mfih£Sìonì& bea-
tijsimàm prtdicáuerunt Regiri*}&> concubw*,& Undatterunt
345 CANTAR DÉLOS CANTARES

toda envidia. Y así, todos los loan. Y ciertamente aunque a quienes deleita pe-
car, no quieren soportar al que tienen esplendor de virtud en algo, y se esfuer-
zan por oscurecerlo con cualquier cosa y palabra, sin embargo las reinas y con-
cubinas y doncellas que tienen un mismo y común marido, esto es, todos los
que son obligados por un semejante estudio de virtud, lo contemplan en ver-
dad y los siguen con las mayores alabanzas que pueden. Pues los que son bue-
nos y religiosos, y se aman entre sí, y toman por suyos los bienes de los demás,
y se alegran con las alabanzas de otros como con las suyas, puesto que carecen
de envidia y del placer de detraer la obra de otro, como se escribió: La caridad
no es envidiosa, no piensa mal, no busca lo suyo%>, Y los religiosos, que digo, los
entiendo los que son tales en realidad, no los que solo son llamados tales, pues
nada hay ni más envidioso ni más enemigo de los buenos y trabajadores que
ellos. Mas los buenos ¿qué piensan, qué, sobre los destacados y perfectos?
¿Quién es ésta, dicen,que se descubre como el alba, hermosa como la luna, escogi-
da como el sol, terrible como escuadrones, sus banderas tendidas? Para que aparez-
ca suficiente cuan copiosa y efusivamente hablan ellos de corazón; y los nom-
bres de alba y de luna y de sol recogidos en uno significan llanamente a los
perfectos, que por todos los estados de alabanza y virtud han llegado al sumo
estado. Pues en el alba están los comienzos y como rudimentos de la luz; la lu-
na se crece con los incrementos de la luz, y el sol en su género es el más perfec-
to de todos.

Se sigue: Al huerto del nogal descendí por ver los frutos de los valles. Hasta
ahora Dios influía en el ánima santa con el placer, y es este ilapso expuesto por
Salomón en la oración inmediatamente anterior, que apta y convenientemen-
te pudo ser expuesto con palabras. Pues en razón de la dignidad apenas es in-
terpretado con algunas palabras. Pero si de él se ha de decir algo, se ha de decir
de esta manera en verdad, como dijo Salomón. Pues los que ven a Dios apare-
cer como un amante, alabando a su amiga con un cantar muy blando y dulce,

36 I Cor. 13, 4.

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S E XI V M. j4i
*4w.Nam perfetti omni iam inuidia funt fuperiores. Itaqj
illos cundilaudant.Et certe tametfi illi,quos peccare de-
le£tar,vinutis fplédorem in aliquo fé efferente fé tre non
queat,ipfumq; quibufeuq; poiTunt,6i rebg,&veibisobfcu
rare nkanturjtamen rcgin2e,&: concubina, & adolefccn-
tulae,quibus idem eü,& communis vir,id eft, omnes illi,
qui iìmili etia ipfì virtutis iludió tenentur,fufpiciunt pro-
f e t ò ipfurn, ¿quibuspoffuntmaximislaudibus profe-
quuntur.Nam probi qui funt atque religiofi, &interfe
amant,&: aliorum bona pro fuis ducunt, &. ízetantur alio-
rum laúd ib usa: que acfnis : vtpotèqui oc inuidentìa ca-
r é a m e libidine detrahendiaìterius induftria:.ficut fcrip-
tum efl: Charkasnon a;mulatur ) nonagitperperam,non r.Cor. 4*
quaeritqusefuafunt.Religiofos veiò^quosdico^osintei
ligo , qui re tales funt , non qui folùm nominan*
tur tales : illis enim nihil eft , neque inuidentius , nc-
que bonis&: induftrijs virisinimicius. At probi de prae-
ftantibus 6¿ perfedis vitis,quidíQiud?í^e^/V?i<,inquiüt,
'Velutiauroraconfítrgem^Hlchraytluna^eledal'tSoljrem
fdflrorum acìesordinata.Quìm copiofè, atque adeò erfufè,
fatis vt appareat ipfos ex animo loqui.Aurora; porrò ,&;
Lunas,&; Solis in vnumcolle&a nomina piane fignificant
viros pcrfe&os per omnes laudis,atque virtutis gradus ad
fummum euafilTe.Namin aurora iucis iniria funt, S¿ tan-
quamrudimenta,Lunaluminis incrementis augetur: Sol
autem in co genere omniumperte&ifsimus eft.Sequìtur.
Ve[cendiinhùrtHmnncum^'t~\>ideìem poma conualhum- Hadle»
nus Deus in animarnfancìam influebat cum voluptate:
cftque ifte illapfus proximè fuperiore oratione a Solomo
neexpoiìtus,quàm aptèatquecommodè verbis t xponi
potuit,nam pro dignitate vix vllis explicctur verbis.Atta
men fi deeoaiiquid eft dkendum,ifto profe&òmodo di
cendum eíLquo dixit Solomon . Nam quiDeum tan-
Y 5 quam
346 CANTAR DÉLOS CANTARES

¿por ventura no les parecerá verle como infundido en el gremio37 de su santa


ánima, y otorgándole infinitos placeres y alegrías de sí? Y así, con estas pala-
bras se significó el placer, que el ánima santa recibe de Dios. Y en estas pala-
bras que siguen, cierta doctrina y erudición de él se contiene, que es la segun-
da parte de este ilapso divino, que dijimos más arriba se basa en una erudición
y efecto del placer. Mas ¿qué será enseñado? Al huerto, dice, del nogal descendí
por ver los frutos de los valles, y ver siflorescenlos granados, esto es, me fui de ti,
y durante un tiempo me sustraje y te negué el dulce fruto de mi amor, no a
causa del ánimo sino de investigar si las viñas y granados habían germinado.
Esto es, para comprobar tu paciencia y humildad y caridad en las asperezas y
dificultades, y hacerte notar de esta manera, cuáles y cuántos frutos hayan dado
en ti aquellas virtudes, cuánto hubieses aprovechado o qué te faltaba en tu ca-
mino hacia la cumbre. De donde entendemos que nadie en esta vida mortal,
aunque ya haya aprovechado mucho en la virtud, ya haya combatido duramen-
te contra los vicios, ya haya guerreado muchas guerras, ya vea que se ha repor-
tado las mayores victorias, debe pensar, que puede pasar el resto del tiempo
ocioso como libre ya de las guerras. Pues aquí en verdad se desciíbe un altísimo
estado de virtud, en el que sin embargo el que estaba colocado de súbito despo-
jado del favor de Dios y oprimido con la noche de los males, se dice que ha to-
lerado muchas cosas graves y duras. Y que también todos deben siempre pensar
sobre sí, aunque sean piadosos y perfectos, y prepararse para la como perpetua
milicia de esta vida, y los inciertos resultados casi de la batalla. Pues Dios quiso
que la condición de nuestra vida fuese ésta, que no nos prefijó un término de
aprovechar en la virtud, pero ni dejó algún tiempo inmune y vacío del peligro y
temor de desfallecer y caer, para que con estos estímulos del temor y la precau-
ción incitados y puestos más atentos, armonizadas todas las fuerzas del ánimo a
una, más fuertemente lo amáramos38. Del cual temor y preocupación se escri-
bió en el salmo 2,1; Servid al Señor con temor, y alegraros en él con temblor. Y

37 En el interior.
38 Con esto fray Luis defiende que nadie liega en esta vida a la perfección absoluta, como también di-
ce Santa Teresa en la Morada séptima, 2, 9,
34* I N QA PV T
quam amatorem aliqueniinéucivident mollifsimo<&
dulcifsimo carmine laiidantemamicamfuam, nòne yide
icfibi videntur iìlumiVeìutiinfufuminfandxanimaigEe
Biiun^eiq; proibenti infinitas ex fe fé voluptates,atq; lxti
tias?Ltaque iftis verbisvoluptas,quam ex Deo fànda perei
pit anima,iìgnificata efLHis antiqua? fequutur, dodrina
quseda eiufdé^ cruditio c6tinetur,quse:eft altera pars hu
iusdiuiniiliapfu?, quei»fupràdiximuscxvoluptatiseffe*
dione,&: eruditione collare»At quid doczmtìDefcendijn
quitjinhortumicu^tyiderepomaconualliMy^fflorm^
fumea, hoc eft,difccfsiab$ te, & ad quoddam tempus me
fubtraxij ubique denegaui dulcem iüü frudu amoris mei,
no animi caufa,fcdexpÌorandigratia,vtm vineae, malaq;
punica germinaifent.Hocautem eft, quo rebus afperis &;
difficiíibus patientiam t u a m ^ humilitatem, charitemdì
pertentarem, notumque iOarationetibifacerem,quos
ili* virtutes in te,& quàtos frudus edidiíTen^quantüpro
feciflesipfa^uidyetibiadfummum contédenti deeflet*
ExquQvmteliigiaius neminéin hae mortali vita,quamuis
6¿mulrü invirtute profeciffe,&; ftrenuè adueríus vitia ccr
tauìiTe^ plurima bella bellaffer& vìdorias máximas re-
porraíle fe videa^exiíliniaredeberejpoírefetanquambei
lis perfunftumjOCiofam degere ¡eta-temreiiquam.Nahíe
profedòaitifsimus virtutisgradusdefcribituninquo ta-
menquiecat conítitutusfubitofpoiiatusfauoreDei, 6¿
n o d e malorú oppreííus^tokrafíe dícitur multa grauia,at-
q> afpera Quod ite de fe omnes,quáuis pij atqj perfedi co
girarefemperdebér,& adhuiusvitstanquaperpetuá mi
iitiá,S¿:quali belli dubios e.uetus fecéparare.Voluit enim
Deushac vira? noílrse condiíioné elicvi, neq^proficiedi
in virrutenobis vlluspía;fixuscífetterminus,neq5 vero à
gericulo,atq; metu deficiendi, atqs cadeditépus aliquod
knmune,atqjvacuü daret; quòhis timorisjat^cautionis
ftimu?
347 CANTAR DÉLOS CANTARES

estas son las cosas, que en este lugar enseña Dios al ánima santa, o más bien
que significa es enseñado por él. La cual erudición y doctrina de veras es tan
apta para todos los hombres, como conveniente sobre todo para aquellos que
en aqueste lugar Salomón se propuso describir, los perfectos y los aprovecha-
dos en mucho en el estudio de la virtud. Estos si no son engañados por esa fal-
sa persuación de seguridad, a la cual el mismo duradero estudio, que pusieron
en la virtud no sin gran resultado, los predispone y los torna como aptos, muy
difícilmente pueden moverse del lugar o ser echados del grado que poseyeron.

Estas cosas, pues, Dios, a quien los justos y santos responden: No sé, mi-al-
ma se puso como carros de Aminadab. Con las cuales palabras confiesan y reco-
nocen, que a manera de carros de animadab hicieron su carrera con gran rapi-
dez, esto es, que a ejemplo de los hombres principales de su pueblo, a saber,
de los mejores y más santos dirigieron el curso de su vida, y así se dirigieron
siempre a lo sumo, que ninguna cosa contraria atacándoles pudiera volverlos
atrás o retardar en absoluto, que ello no lo tuvieron de sí o lo consiguieron
con alguna fuerza suya (pues esta es la fuerza que está colocada bajo la palabra
no sé), sino que todo ello ha manado del estudio y deseo de agradar a Dios,
que Dios mismo había encendido en los ánimos de ellos39. Y así, el conoci-
miento humilde y verdadero de sí que tuvieron estos perfectos cuando eran
oprimidos por los males, también ahora los retiene liberados de los males. El
cual conocimiento ciertamente es así grato y agradable a Dios, que parezca
contener casi toda la virtud. Pero puesto que no puede ser, que la virtud ter-
minada y perfecta de tal modo manando fuera y presentándose a los ojos de
los hombres primero los llene de admiración, después los encienda en amor,

39 San Juan difiere aquí en la interpretación por considerar aminadab como nombre propio y por in-
terpretarlo como el demonio.

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S E X T V M. 347
ftimulis incitati, attentiorefqj erfe&ijOmnibus animi in
vnu colle&is viribus,acriusipfuai amaremus Quo de ti-
more,atq;cautionefcriptúin pfakno efivSeruite Domi- ^ftt.z,
so in timore,&:exáltate ei cü tremore. Atq» h£C funt,qug
iftoin loco fancìaanima docet Dcus^el potiùs qu^ab. fé
doce-tifignificat.Qua;fanèeruditioatqjdodrina cúom
ntb*&oaiinib*apta eít,tü,in primis ijs conueftir,quoUioc
{ocoSolomd defcribere inftituit,perfe&is nimirü^invir
tutis ftadio magnos progrcíTushabétibus viris.Nam&im
fìifta fecuritatisialfaperfuafionc decipiantur}ad quam fa
mcnperluafionen^diutumumipfutn ftudiü,quod invir-
tute nofinemagno fuccefìupofucrutripfos quùdammo-
do aptos,ac pronos reddit,diffieUlimè loco moueri po£
funttaut de eo gradu dei j cinque tenuerut. Ha; e igitu r D e",
-cui iuftLatqv fan ¿ti refpódent.tfcfcim,amiti* meapofuit me
fwut currns ^minadakQnibus verbis fatétur, &; agnofcút,
-quòdinftarcurruu Aminadab curfum fuá magnaceleri-
tate cófecerüt,idaut¿eft,quodadcxéplü,hjominü fuipo
pulì principum+viioru/ciiicèt,optinioxQ,&: fanftifsimo
cu vitae fuasfiurfum dkexeximt,ad fummüque ita corende
jcut femper^ipfos vtitulla res adueria incidésjaut retro vex
terCjam omninò retardare potueric,id nò àfehabuhTe^aut
fuis vliis viribus eileaflequuto^haec enimvis fubie&a cft
illi vocinefcim) fedidomneab eo iludió &,defiderioDeo
j*lacédi,quod in ipforü animis ide accédiífet Dcus,maiiaf
fc.Itaq; quam agnition¿ fuih umile, atque veram viri ifti
pericoli,tune cu malis oppriaiebantur5habuerüt,eandem
etiam nunc retinent liberati à malis ^ Quae certe agnitio
ka Deo grata &c probata eft, omnem vt fere virtutem
confínete videatiir . Sed quonhm fieri non poteft,
quia huiufmodi abfoluta, atque perfecta virtus foras
emanans f Se in hominum aculos ¡ncurrens , eos
ffcrimùm admiratione afficiat ^ deinde amore accca-
dat,
348 CANTAR DE LOS CANTARES

por ùltimo los lleve a desear y aficionarse a darle las mayores alabanzas, para
expresarlo Salomón finge que la esposa, queriendo ya salir de la escena, es lla-
mada por el coro de las dueñas con estas palabras: Torna, torna, sulamita, y
verte hemos. Y la pone vuelta hacia ellas, preguntando de esta manera y respon-
diendo: ¿Qué miráis en la sulamita, como en los coros de los ejércitos? has cuales
palabras ya pertenecen al capítulo que sigue inmediatamente, de las que ha-
blaremos cuando hayamos llegado a este lugar.

TERCERA EXPLANACIÓN

El mi Amado descendió al su huerto, a las eras de los aromates, a apacentar


entre los huertos y coger lasflores.Como si diga, las costumbres que Cristo ama,
de cuyos amores es cogido, con quienes trata con gusto, deben ser tales, cual
es ameno el huerto, sembrado hermosamente de yerbas aromáticas,en el que
no solo hay lo que agrade, sino también lo que ayude y sea comestible. Pues a
las costumbres del hombre cristiano pertenecen primero las virtudes morales,
en cuyo culto nuestro ánimo a semejanza de huerto parece ser verdeante y
muy bien cultivado; de donde en otros sitios en las Sagradas Letras, el ánimo
del hombre estudioso es comparado tanto a un árbol verdeante, como a un
huerto regado y ameno40; después, es necesario que lleguen las virtudes sobre-
naturales, así dichas porque sean de género celestial y se refieran más de cer-
ca a Dios. Y así, lo deleitan más que las anteriores por el divino olor, que
echan de sí. De donde también son llamadas trasladadamemte eras de aro-
mas. Todas estas virtudes deben referirse tanto a la caridad de Dios y del pró-
jimo, a la beneficencia, a la piedad, a la benignidad para honor de Dios y utilidad

40 Salmo 1; Eclesiástico 42; Is 58; Ger. 31; Ez. 36; Joel 2.


J4 8 I N QA P V T
dar,poliremo inducat adid^tfummisipfam effcrrclau-
dibus ftudea^atquecupian^quòid exprimeret SoJomÒ
fponfam fingit à (cena iam difeedere volentem à choro
feeminarum reuocatam his vzxbis.Jlcuertere>reverterefuna
ynìùs, ytwtiteamurte.E&mqiicad ipfascouerfam^quaeren
temiftomodo,atquerefpondentem inducit. QuidYdtbis
infnnamite nifichoros cajhoramì Quaeià verba adcap.quod
pro ximèfequlmr/pecì:ant:de quibus eü ad id loci perué-
Turanóbisfueritjdicemus.

T E R ¥ 1 A E X P L A N A T I Òe

lle£ius meas defeendit inhortum fuumad areoìam


aromútum > "Vf pafeatuv ìnhoms * & lilticolligitt.
Quaiìdicat moreSjquos Chriftusamar,quora
amore capkur, & cum quibus grate verfatur,
tales eife debent,qualis eft ameenus hortus, herbis aroma
ticis pulchrè coniìtus,in quo non folùm eft quod oblc&e
tur,fed etiam quod iuuct & pafeuum fir.Nam ad Chriftia
ni hominis morespcrtinent primùm morales virtutes,
quarum cultu animus nofter inftat borei videtur elle vire
tis,&; egregie cukijex quo alibi in facris literis, tum arbori
vuentiítum horro irriguo,&; ameeno compararur homi--
KÌS ftudioiiarùmtìs,vt Pià-Li.Ecel^fiar^z.irai.iS.Ieremix
3i.EzechieL36.lodis.2.demde fupernaturaies vittutes,vt;
accedane neceiTc eftjficdiÉfoejquòd iìnt ex genere cadetti,
&: in Deum proprius fpe&ent. icaque illuni magis quarrv
fuperiores obledát ob diuinumodorenvquem ex le firn-
dune. Vnde &: areolas aromatù tranflatè nominantur.Has
autemomnes virtutes ad charitatem Dei &proximire-
ferri dcbent,adbcnefitentiam,ad pietatem,ad benignità*
tem,in Dei honorem^proximivtilitatemintentamjil-
eui ícriptom eft:ñnkprasCepti eft charitas de cenfeientia*
pura*
349 CA NTAR DE LOS CANTARES

del prójimo, como se escribió: el fin del mandato es la caridad pura de con-
ciencia y de corazón bueno; para declarar este fin y meta de la costumbre e
institución cristiana añadió: a apacentar entre los huertos y coger lasflores.Pues
en el pasto se significa la beneficencia y en las azucenas, cuyo candor es muy
grande, se entiende el ánimo ingenuo en hacer bien no afeado por ningún de-
seo y como mancha de su conveniencia, nada en absoluto refiriéndolo a sí. Y
esto sea el primer modo de interpretar este lugar41. Otro, las compañeras que
actúan de gentes, preguntan a la esposa, esto es, a los que les anunciaban a
Cristo, a dónde se había ido Cristo o en qué lugares estuviera, esto es, las gen-
tes admiradas de que Cristo hubiese abandonado a los judíos, a quienes había
sido prometido y de cuya estirpe tomaba linaje, con razón pregunta a qué na-
ción se había ido, si había emigrado a otros pueblos, esto es, preguntan si, pos-
puestos los judíos, había elegido algún otro pueblo peculiar para sí, en el que
dominara. A los cuales la esposa responde que se había ido a su huerto, esto es,
a aquellos que preguntaban estas cosas, esto es, a los habitantes de todo el orbe,
a los cuales expulsada la esposa por los judíos, esto es, la Iglesia de los Apósto-
les y discípulos, era enviada; como se escribió42: Predicad el evangelio a toda
criatura: como si así diga: "Bajó mi Amado a su huerto, puesto que queréis sa-
berlo, esto es, a vosotros mismos que preguntáis estas cosas, esto es, a todos los
hombres sin excepción". Pues nos envió a Cristo para enseñarnos. Descendió,
digo, al su huerto, porque en su ánimo está en hacer un huerto plantado con
innumerables virtudes del campo estéril y sin cultivar, que erais antes. Descen-
dió a su huerto, esto es, descendió para haceros huerto, como fue predicho por
Isaías43: Se alegrará el desierto y la sin caminos, y saltará de gozo la soledad, y flore-
cerá como azucena, germinando germinará, y exultará alegre y alabada. La gloria
del Líbano le fue dada, el decoro del Carmelo y del Sarón; verán la gloria del Se-
ñor y el decoro de nuestro Dios. Pues excluido de los suyos, a su vez huye y los

41 Comenzado en la tercera explanación del cap. anterior.


42 Marc, 16.
43 Is. 35, 1-2.

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SEJTFM: J49
pura&corde bono, huncergo finem &Chriftianimo-
rís &¿ inftitutionisícopumvtdeclarare^adiccit, vtpafca-
tur-in h9rns,& Mia co///g4r,Naminpaftu beneficcntiailgni-
ficatur,inliiijsautem quorumeftcandor eximius,ingc-
nuus in bencfacicndointciligitur animus nulla fui còme
di cupiditate,&; tanquà labe infufcatuSjnihii piane ad fé re
ferés. Atque is üt primus hùc locum interpretadi modus.
Alterjiociae,quse gentiu peribnam geriint}lponíam,id eft,
cos^uiipiìsChriftumannunciabant, interrogant,quò
Chriftus abi;Üer,quibusve verfaretur in locis: Id eftjgen-
tes miratse Chriftum deferuifte IudasoSjpromiiTus quibus
fuerat, oc è quorum ftirpe ducebat gemas, merito rogant,
quònam gentiumabierit,nùrnad alios demigraueritpo
pulos,hoc eft,rogant, vtrùm pofthabitis ludáis aliquam
aliarci gentem fibijpeculiarem,in qua dominaretur, elege
rit? Quibus fponfa rcfpondet demigrafTeiìlum adhortü
fuum;ideft,adeosipJTos,quiifta rogabant,hoc eft,ad vni-
ucrílorbis íncolas , adquosexclufaàludseisfponfa, id
autem eft > Apoftoloxum Oc Difcipulorum Ecclefia mit
tcbatur:vtfcrij?tum eft Marci vltimo Predicate Euange1 j^arty¡t¡
liumomnicreattrrae: quafìfkdicat. Defcenditdile&us
meus,(ìquidcm idfcirecupitis,ad hortum fuum,id eft,ad
vos ipfoSjquiiftaquacritiSjhoceft^neexceptioxiead vni-
ucrfos homines.Na ad vos docendosutnifk nos Chriftus.
Defcendit, inquam, ad hortüfuum, quia in animo illi eft
ex iterili,&.incultoagro,quianteaeratis5hortum efficere
virtutibus innumeris coniìtum,Defcedir ad hortü fuum,
ideftjdefcenditjVOsvt hortum efficiat, vtiprasdi&um eft
ab E(àia,quà dicit Lsetabitur deferta & inuia, 8¿ exultabit Efa.l V*
iblitudo,&: florebit quafi lilium, germinans germinabir,
&c exultabit laetabunda & laudans. Gloria Libani data eft
ei,decor Carmeli &Saró,ipfi vídebunt gloriarci Dñió¿ de
core Dei noftri Nácxclufus à ftiis, eos ipfe vicifsim fugit
ac
350 CANTAR DE LOS CANTARES

abandona, y por un pueblo que lo repudia, admite a su amistad a todos los


pueblos, a todas las gentes que habitan la tierra, cuan grande es. Y así, emigra
a vosotros para adornaros por el ministerio y la voz nuestra con todo vigor de
gracia, para apacentar en vosotros y recoger flores, esto es, para recoger frutos
de vosotros de vida contemplativa y activa.

Y lo que en el texto sigue: Yo al mi Amado, y el mi Amado a mí, que apa-


cienta entre las azucenas, puede ser entendido dicho o por la esposa que pre-
gunta y que hace el personaje de los Apóstoles y discípulos de Cristo en este
lugar, esto es, por la Iglesia de los judíos, o por aquellas dueñas que se unían
compañeras de aquella esposa, que se refieren a la Iglesia de los gentiles; si es
tomado de la primera manera, con ello significa por la Iglesia de los judíos el
reino que de Dios es trasladado juntamente con la fe de Cristo a las gentes, de
arte que no estén totalmente desiertos los judíos, pues de ellos Dios eligió los
primeros fundamentos de la Iglesia evangélica, los Apóstoles y los discípulos y
casi todos aquellos que llevaron la luz del Evangelio a todo el orbe con ejem-
plo de vida y con palabra; de lo cual también Isaías escribió44: Si fuera el núme-
ro de los hijos de Israel como arena de mar, las reliquias se salvarán. Y Pablo escri-
biendo a los Romanos 4 ' dice: Digo, ¿acaso Dios rechazó a su pueblo? No. Pues
también yo soy israelita. Dios no rechazó a su plebe, a la que conoció de antemano,
¿por ventura no sabéis en la Iglesia qué diga la Escritura? Y interpuestas pocas
palabras, de nuevo: Ansí, pues, también en este tiempo las reliquias según la elec-
ción de la gracia fueron salvas.

Estas palabras, pues, habla así la Iglesia de los judíos: Yo al mi Amado, y el


mi Amado a mí, que apacienta entre las azucenas. Como si así diga, "aunque,
oh gentes, mi amado, como dije más arriba, haya ido a vosotros para haceros
su huerto, esto es, para cuidaros con todo el cuidado celestial, sin embargo no
quiero que sea entendido por vosotros que mi pueblo ha sido abandonado to-
talmente por él. Pues en mí, esto es, en todos aquellos a cualesquiera eligió de

44 Is. 10,22.
45 Rom. 9. La eira no es literal, sino adsemum.
}$o I N C JT V T
ac deferita pro vno,quem repudiai populo, omnes pò-
pulos,omnes,qui tcrram,quàm late patet, incolunt gen-
tes^ad fuamamicitkmadfcifck Itaquead vos demigrai,
vt noftri minifterio atque voccomni virore gtatiae vos
ornee, vtpafeaturin vobis,&liIiacolligat3idefìjVtacì;uG>-
íx.occontemplarnos vitx fru&us evobís metat. Quod
autem in textu fequitur,^*?dileèìomeo , ér dtlecius meus
mitihyttipafatur ínterlikatid poteft intelligidictum , vel à
fponía,qua; rogatur,quaeque hoc loco períonam Apodo
iorum6£ D¿fcipulorumChriftiruvílinet,ideft,ab Ecckíia
è ludaúSjVelab íjs f<£rmnis,quxfe illHpeníae comités ad-
iungebaK^qux: Ecclciìamè gentibusreferunr, ü primo
accipiatur modo,eo ilia è ludáis Ecdefia lignificai regnü
Dei, vnà cum Chrifti fide fie ad gentes efle tran ila tu mi, vt
non plañe lint deferti luda£i,exhis enim Deus prima ele-
git mndamentaEcclefi#Euangclic3e Apollólos SdDifci
pulos,Ò£ fere omnes iUos,q;ui voce Oc vitas exemplo Euan
. gelij lumen totiorbiintuleruntjde quoctiam Eíaias íerip
^4í,to, (¡ t §t f ueí [ c numerus filiorum Iíraél tanquam arena ma-
ris.reliquias falnae erunt.Et Paulus ad Romanos feribens.
lom.p. Dicoinquit,nuniquidDeusrepulir populum fuumíabílr.
Nam 6¿ ego líraéUita fum , non repulir Deu? plebem
fuam , quampraefciuir,anncfcitis inEccleíia , quiddi-
cat feriptura i &: paucis intcrpofitisjrurfus;ñcergo &¿
in hoc tempore reliquias fecundum ele&ionem --gradas
falúas fa&aefunr* Hascergoex ludads Eeckfia fie loqur-
tur. Ega diUcio meo? & éileéìnómeusmihi, quipafcitttrinteY
Ult4. Qnafi itadicat, crii ò gentes dilectus meus, vú fu-
pra dixi, ad vos acceííerir, vos vt fuum horrum effice-
renhoceít, vosvr coleretomni cultura esdefti,tamen
nieumpopulumabipfoomninòdefertum eíTe id nolo à
vobisintelìigi, Naminme,id eft,inijsomnibus , quof-
cunque elegie ex ilio popuio,maniíemf$íme docuìt, qui-
tùm.
351 CANTAR DE LOS CANTARES

aquel pueblo, enseñó manifiestamente cuánto ame a aquel pueblo; y yo para


mí amado, esto es, y yo soy de mi amado (el dativo por el genitivo en signifi-
cación de posesión según la costumbre hebrea), y el mi amado a mí, esto es, y
es mi amado (por el mismo hebraísmo), esto es, me ama, me tiene totalmente,
así lo poseo que nunca esté dirigido hacia otra". Ciertamente fuera.de los des-
cendientes de Abrahán, Cristo ni amó ni admitió a su gracia a otros hombres,
pues a los que admitió los hizo pertenecer primero a la familia de Abrahán e
los insertó en su estirpe por la fe, de lo que Pablo escribe a los Romanos: Los
que son hijos de la promesa, son estimados en la semilla. Y dice a los Galatas46: Y
si vosotros sois de Cristo, luego sois descendencia de Abrahán, herederos según la
promesa. Y enseña lo mismo con la semejanza del olivo, en el que los ramos
son injertados arrancados del acebuche. Pero si de otra manera, según la per-
sona de los acompañantes, que se referían a la Iglesia de las gentes, se tomen
dichas estas cosas, tendrán una sentencia muy acorde con las anteriores.

Pues con éstas la Iglesia se congratula de lo que era anunciado, de que Cris-
to quería venir a ella, para fundar su huerto en ella, pues es natural que, anun-
ciada alguna cosa alegre, nos aplaudamos y prediquemos y besemos nuestra
fortuna, y lo indican estas palabras: Yo al mi Amado, y el mi Amado a mí. Con
las cuales casi dice esto: "oh feliz de mí, puesto que se anunció, que soy toda
del amado, y que él todo será mío, y me hará de incultivada huerto ameno y
fructífero". El tercer modo de interpretación es tal: buscaba la esposa a Cristo
y, mientras lo buscaba, cayó en las guardas de la ciudad, de quienes recibió
muchas heridas, no aterrada por ellas continuaba buscándolo, y no tanto bus-
cándolo, sino alabándolo y celebrándolo ante todos los que encontraba. Con
las cuales palabras alegóricamente se significaba tanto el deseo anuentísimo de
anunciar el Evangelio de aquella primera Iglesia, cuanto el ánimo invicto en

46 Gn.. 3, 29.

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SEXTVM. ?ji
tum cum populum amet ; & ego dilc&o meo, id eft, Se
ego futn iiilcàimei, (datiuus progcnkiuoin ügniñeatio
nepoíTblsionis Hebraico more ) ¿¿diledus meus mihi,
ideit,& dilectas eft meus, (eodemHebraiímo )hoceñ\
me atmt,ad incoronino attinetjillumitapokideo, vt ad
aliam nüquam fu diuerfurus Nam certeprajter pofteros
AbrahxnulloshominesChriitusnequedi]igit,ncquead
gratiam fuam admitti-r, quosenim admiítiteosadf¿mi-
UamÀbrah3&piiuspernnerefacit,eiu(que ftirpi per fide
inièrit T dequo Paulus ad Romanos feribit. C¿ñ filij funt
protniisioms^ftimantur infemine. Et ad Calatas dicir.
Si autem vos Chrifti, ergo ftme Abrahamcftis fccundum G
promiísionemheredes. Idemquedocetoliuxilla ílmili-
tudine,in quam rami ex oleaftro excifsiinferuntur,Sinau
tem altero modo ex perfona comitum,quae gentium refe
cebantEcclefiam, ifta dicta tile accipiantur,fententiam
CQittinebuntvaldèfupcrioribusconfcntaneam.Namhis
ubica £ccleiìagratulaturdeeo,quod annficiabatur,Chri
fìum adipfam demigrare vcHe,fuum vt hortum conili-
tucret in ea, naturale cnimeO;, vtlgraaliqua nunciatarc
tiobis applaudamus ipfi, fortunamquepra:dicemu$ Se of-
culemurnoftrarnjdque indicar irta; voces, tgo dilc&omeo
&dìiettu$meiis mihùQnibus hoc fere dici^ò me foeiicem,
fiquidem vt mihi renunciatum eft , &egodile&i tota
íum , &ipfetotus meus futuruseft, meque ex inculta
amocnumS£ pafeuum hortum effedurus . Tertius in-
terpretandi modus taiiseft. QuserebatfponfaChriftü, 8¿
dum quaerebat, in vrbis cuftodes incidir , à quibus pia-
gis arreda multis fuit , ijs illa non deterrita perita-
bat inquaerendo, necin quprendo tantum, fed inlau-
dando accelebrando co apud omnes, quosobuiosha-
bebat. Qmbus rebus allego ricèfignificabatur iìliusprio-
tis Ecdeiìa5,tùrn in annunciando Euangclio ftudíum ar-
den-
352 CANTAR DE LOS CANTARES

tolerar los más graves males a causa de su anuncio. Mas era digno de admira-
ción, que hombres dotados de tanta piedad para con Dios, cuanta tenían
aquellos de que constaba la primera Iglesia, que así eran despreciados por
Dios, al parecer, que a ellos por su placer todos los castigaran con la cárcel, el
destierro y la muerte, ello al menos en aquel tiempo de la Iglesia evangélica
muchos lo admiraron muchas veces consigo y con los otros. Luego Salomón,
para expresar aquella admiración, pone a las compañeras de la esposa así ha-
blando y rogando: ¿A dónde se fué el tu Amado, la más hermosa entre las mujeres?
¿Dónde se volvió el tu querido, y buscarle hemos contigo? Que es como si dijeran,
"tú eres en verdad hermosa, destacas, lo que no podemos negar, por la insigne
honestidad de costumbres, por la insigne virtud, amas a Cristo cuánto uno
puede amar muy ardiente y verazmente, pero, lo que no podemos dejar de ad-
mirar, pareces ser olvidada claramente por él; las guardas de la ciudad, esto es,
todos los magistrados del orbe atacándote sobre medida, te castigan en todo
tiempo, en todas las partes del orbe, y te llevan a suplicio, pareces entregada al
placer de ellos; estás expuesta al ridículo de todos, de arte que no solo parezca
Dios olvidarte, sino casi tenerte aborrecida. ¿A dónde, pues, se fue tu amado?
¿Qué causa tiene de olvidarte y dejarte en tan grandes males?". A esta pregunta
divinamente enseñada responde en verdad: El mi Amado descendió al su huerto,
a las eras de los aromates, a apacentar entre los huertos y coger las flores. Explican-
do en ello la causa de que Dios en aquel tiempo a toda la Iglesia y en otros
tiempos haya permitido que sean vejados por los malos algunos miembros
muy selectos de la Iglesia. Pues ciertamente lo permite para que las virtudes,
que sembró en ella, oprimidas por las adversidades como por el hielo, echando
raíces en el ánimo hacia abajo y germinando con más riqueza den pruebas ilus-
tres de sí. Pues como sean muchas las causas, por las que Dios permite que los
piadosos estén en males, aquella en especial es muy poderosa que se refiere al
aumento y ilustración de la virtud de ellos. Pues la virtud, como escribe Pablo,
3Si I N C J PVT
dentiisimum:tum in tolerandis eius annunciationìs cau-
fa grauifsimis malisinui&us animus. At erat admiratio
na dignum,homines tanta erga Deumpietatepraiditos,
quanta i'j erant,è quibus prima illa conítabatEcclcíia, ita
a Deo^tvidebatur^negle&os efle^osvtomnes pro Tua
libidine, carcere,exilio,ac morte mul&arestjid certe ilio
EccIefixEuangdicae tempore multi fecum, & curri alijs
f^pe admira ti funt Solomon ergo?eam admirationem vt
exprimeret,fodasfpòfe,ficloquentes ac rogàtes inducir.
Quo abijt ddeSlus tut>$ QjtnlchcrrmtmulwttmlQuòabìjtàileBus
ta»s7& (¡uxremus eumtecurnìQuod eft per in de ac il diceret,
es tu quidem certe pulchernma,praiftas,quod negare no
potTumuSjiafigni morumhoneftate,iniìgni virtute, Chri
ílü amas,quantü quis amare ardentifsimè &:verifsimè pò
teft,tamé quodnon mirarinopoifumuSjVideris ab co pia
uè negligile ufi o des vrbÌs,ideft,omnes orbismagiftratus ti
bi fupra modum i n f e n s e ad pcená omnibus horis, om-
nibus orbis partibus>&: ad fuppliciumrapiüi^illorü libidi
ni videris permiflaicundorü Ludibrio es expoíka, ita vt
non folü te Deus negligere videatur,fed pené exofam ha
bere.Quò ergo abij t iftc dileft* tuus ? Quje illi caufa eft tui
ncg!igendi,ac in tantis malis deferendi?Huic quseftioniip
fa diuinitus edo&a veré reípódet. Defcendtt dileólus meas
m hortum fuum adareolam arom<trumiytpafcaturin^ortts:f&t li-
lia colliganCzufam in eo explicans,quare Deus & ilio tem
pore vniuerfamEcelefiár& alijs téporibus le&ifsima que-
que Ecclefì^membravcxarià malis permirerit. Id enim
cerrépermiíit, vtvirtutes,quasin eafeuit,. rebus adueríis
tanquam gelu compreíTa%deormmin animo radices age
íes, &¿ vberius germinantes ¿lluftria fui docurneta ederét
>íam cíxm multa? caufàe funt,propter quas Deusnomine*
píos vejfaà in malis permittatjtùm illa eft potifsima,quaí
¿deoxumaugendam virtutem .& üiuftrandam rc&rtur»
Virtus,
353 CANTAR DE LOS CANTARES

se forma en la debilidad47. Y corno dice en otro lugar: La tribulación opera la


paciencia, la paciencia la esperanza, y la esperanza no confunde^, "Luego, dice
la Iglesia, si alguno de vosotros se admira, porque el esposo me deja en tan
grandes males y porque permite que yo sea vejada y herida por las guardas de
la ciudad; y si alguno inquiere de mí la causa de la tal cosa, sepa que el esposo
no se aparta de mí, sino me consuela mucho en ello; no se apartó de mí, sino
más bien vino a mí, descendió a su huerto; pues lo que interpretabais aleja-
miento, es más bien llegada; lo que atribuís a odio, debéis asignarlo al amor;
quitó el auxilio externo para meter más su fuerza en el interior del ánimo; to-
do esto, pues, lo hace para cultivar mi ánimo y sembrar los retoños de las ma-
yores virtudes. Se apacienta con mi paciencia; con este ataque de los malos
vuelve clara a todos mi piedad para con él; con el olor de su bien llena a todos
los hombres, de arte que ningún aroma sea más oloroso que él; y no solo eso,
hace que mi caridad para con él quede más notoria, pero también que sea más
ardiente y mayor; no solo que otros vean cuánto le ame, sino también que le
ame más ardientemente. Pues como el fuego agitado por el viento se hace ma-
yor, así mi amor a él con esta tempestad de los malos se hace más fuerte".

Por lo cual dice: Yo al mi Amado, y el mi Amado a mí. Como si diga: "Aun-


que todos me odien, me sean malignos, me hieran, sin embargo no podrán
moverme de la búsqueda de mi esposo, y no solo no me moverán, pero ni si-
quiera retardarán, más bien añadirán estímulos muy eficaces; no solo no me
alejarán de tan preclaro estudio, sino encenderán más mi estudio para con él;
no solo no me arrebatarán este amor, pero ni siquiera disminuirán su manifes-
tación; al menos dejarán mi boca, para testificar con voz clara y libre, diciendo:
Yo al mi Amado, y el mi Amado a mi. Las cuales voces tienen la significación de

47 I Cor. cap. (no consigna el número).


48 Rom. 5, 4.

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S E X T V M. j5j
Virtus emm,vt Paulusrcrib'it,ininfirniitatepcrficitur.Et i.ad'Cor.
vtalibidicit. Tabulano parientiam operatnr, patientia e.
fpeni,fpesautemnonconfundimr. Ergo, inqukEccie- Rom.^t
lìa, fiquis veftrummiratur^curmc iponfus tantis defe-
rat in maìis,curque me a euftodibus vrbis vexari atque
fauciaripermittat Etilquis eius rei a me caufarn requi-
ntas, feiat, nonàmefponfumdifcedere, fedipfum mihi
in eovaldèconfulerc, nonàmeilleabijt,fed inme,hor-
tum fuüm potiùs defecndit , idenim, quodvosdifce£
fum intcrprctaminijacccíTuspotiuseít, quododioadferi
bitis,amoriafsignare debetis:externum auxilium fubtra-
hit,vtinteriusadanimü vini fuam magisinfinuetrtoturn
enim hoc meianimi colendi, S£maximarum virtutum
germinibus conferendicanfafa^it. Pàfcitur mea patien
tia : iftaimpugnatione malora m m t a m erga fé pietàtem
conipicuamomnibus reddit: odo*eilliusbono cun&os
nomines rcplet, nullum vt aroma iiio ut odoratius: nec
idfolùm,mea vtcrgaillum charitasnotiorreddatur, ef-
fìcir, fed ctiam vt exiftat ardentior & maioc non folùm,
vt alij videant,quantùm ipfum amem,fed etiam vi arden
tiùsamemipfum.Nàm vrignis ventis agitatusfìtmaior,
ile amor in iilum meus hac procella malorunvauctiór ef-
ficitur.Quare inquit. Bgediíeélo meo & ddècim memmihì.
Quafidicat.Licetmeomnesodìoproreq^antur > infeítt
mihi fint,ptagas imponant^tamen ab~inq$riiltione fpcnfi
¿neiremouere me non poterunr,nec modo non remoue
bunt } fednecretardabunt quidem,caicaria potiùs effica-
cifsima addent : nonfoiùm me non deterrebunt à tam
preclaro fludio,fed ftudium meum erga ipfum niagisac
cefidentj non folùm amoreni iftum mihi non eripienr,
fed neprofefsionem iquidemeiusimminuent * ora po-
tiùs laxabunt mea,vt clara & libera voce teftificer,di-
cens. Ego ¿àeno meo , & dtiectm meas mdú. Qnae voces
354 CANTAR DE LOS CANTARES

aquella pública e ingenua confesión, que los varones eclesiásticos en tiempo de


la persecución preguntados por los jueces sobre las causas, y atormentados por
diversos tipos encarnizados de tormentos, se confesaban ser cristianos y los
mayores amadores de Cristo.

La cual profesión puesto que era muy grata al mismo Cristo, para signifi-
carla y entenderla, justamente el esposo luego aparece celebrando con sumas
alabanzas a la esposa y así diciendo: Hermosa eres, Amiga mía, suave y bella co-
mo Jerusalén, terrible como los escuadrones, sus banderas tendidas*®. Pues le atri-
buye la hermosura a causa del maravilloso adorno de muchas y máximas virtu-
des, que tuvo la Iglesia; la suavidad a causa de la copia dada a la Iglesia de los
dones del Espíritu Santo, por el que abundaba en toda dulzura. Dice además
que es semejante a jerusalén, ciudad santa, porque como en ella Dios era ado-
rado en santísimas ceremonias, y se le sacrificaba todos los días, así ella cada
día se ofrecía a sus enemigos a la muerte por Cristo, y se inmolaba sobre el ara
con el fuego de la caridad ofreciendo a Dios un holocausto de sí. Y porque Je-
rusalén se interpreta como visión de paz, era ciertamente aquella Iglesia Jeru-
salén, porque rugiendo y haciendo tumulto todas las gentes contra ella, en
medio de los mayores males, disfrutaba de la altísima paz de Dios, por la fuer-
za del Espíritu Santo, oprimidas y casi quitadas de sí todas las preocupaciones
y angustias que podían perturbar su ánimo. Dice enfinque es terrible, como
formidable es un escuadrón ordenado, porque no solo se mostró invicta con-
tra sus enemigos, sino tolerándolos y obrando con paciencia, con máximo es-
tupor del orbe venció alfin,y los redujo a la nada.

Pero continua: Vuelve los ojos tuyos, que me hacen fuerza. La loa totalmente
en el versículo anterior, y ahora la alaba en cada una de sus partes comenzando
por los ojos. Pues aunque antes el esposo contó las alabanzas de la Iglesia, sin
embargo convino celebrar ahora de nuevo sus alabanzas, porque no es la mis-
ma la alabanza de la Iglesia evangélica, y de la que cultivó las normas mosaicas.

49 Coincide con la interpretación de Nácar y Colunga.


jj4 IN t A Vv r
fignifkationem habent illius publica?, & ingenua? eon-
fe£>ionis,qua viri Eccletìaitici tempore perfecutionis aiti
dicibus caufarum r o g a t i l a carnificibiisvarjjs tormeto-
rügeneribus tortile profitebaturCliuítisnos cffe,&Chri
ili máximosamatores.Qua;quoniam protegió ipíiChi i
ño gratifsima erat,idvr iìgnifìcaretur&:intelligeretur,iu
re fponfus ftadm inducitur fummis laudibus fponfani ce-
lebra ns,atque ita dicen$.Ptt/W/>víf¿tfWc4??:£¿/¿^^^^ &deco
raficut Hterufalemjerribìltsjìckt cafìrorum ccìes ordinata. N a
tribuir lili pulchritadinemproptermtiltarum ac maxima
rum viriinumjquas illa habuitEcclefia, ornatummirifì*
cum:(uauitarcm autempropter Spirirus fancti donorum,
illi Ecckiise coilararn copiam,ex quo tota dulcedine redu.
dabaf.Dieit pratereà eam eiTe fimiìcm Hierufalem , vibi
fan&£c,quòdiìcut in iiia Deus fan&ifsimis coir batur egre
monijSjeiquequotidiefaciifìcabaturjficipianngulis dic-
bus fernet in morte pro Chrifìo oiFerebat ìnimicis fuis}ib
qj ipfam fuper ara charitatìs igne immolabatDeoexfc
oifcrensholocauftumJìtquiaHierufalem villo pacis in-
tcrpretatur,erat certe iliaEcclefia Hierufalcm,quia freme
tibusaduerfus ipfam &. tumultuantibus vniueriìs genti-
bus,in medio malorum maximorum altifsima.ex Deo pa
cefruebaturjVifandi Spiritus, omnibus qua: permi bare
ìpiìus animum poterant,2ngoribus atque curis copreisis
ac fere ex ipfafubiatis.Dicit deniq,- eà effe tembiìé,vt for-
mtdabilis e il ordinata acies^quia no iòlum fcinuicìàprae-
ftitif aduerfus inimicos fuos /ed eos ipfa tolerando &c pa
ticnter agendo cum máximo orbis ftupore tandem vicir,
& ad nihilum redegit.Sedpergit.^fíerffoca/cjftfc^^ iffí
me auohtrefecevunt. Laudauk ipfam vniuerfè fuperiori ver*
ficulo, nuncautemfingulas eius partes laudar abocuiis
initio faéto.Etil enirn fuprifponfus laudes Ecclefia; recen
fuiyamcndecuitjVtems laudes nunc iterarci celebrarci-,
quia
355 CA NTAR DE LOS CA NT A RES

Y así, para que lo entendiéramos, el esposo de nuevo alaba a la esposa, y con


más riqueza que antes, según la misma Iglesia se superó en la virtud. Primero
decía que era hermosa, ahora además suave y bella, y semejante a la ciudad
más floreciente y santísima, y totalmente igual a un escuadrón ordenado de
soldados, en el cual, como decía, ya se significa su eximia santidad y fortaleza
invicta de ánimo, ya se declara la egregia piedad para con Dios, y ello tan exa-
gerada y ampliamente, que no pueda atribuírsele alabanza o mayor o más rica.
Lo que hiza totalmente, hace lo mismo cuando alaba los ojos. Pues esta ala-
banza de los ojos está más ampliada que la anterior.

Pues arriba recta y claramente: Tus ojos de paloma. Aquí oblicuamente y


con cierta manera amatoria, mientras se aleja de mirar, mientras afirma que no
puede soportar la fuerza de los ojos de la esposa, explica más la hermosura de
ellos, y enseña lo que en realidad vemos que le ha sucedido a la Iglesia evangé-
lica, la cual, después que la luz del Evangelio le fue llevada, increíblemente
aprovechó en el conocimiento de las cosas divinas, y no solo conoció a Dios
más claro que antes, sino también lo adoró mucho más veraz y puramente,
pues estas cosas son dos como luces de la Iglesia, el conocimiento y el culto de
Dios. Y cuan gratas ahora sean éstas a Dios, el esposo bajo su persona lo mues-
tra figuradamente, cuando dice: que me hacen fuerza. Pues es como si diga:
"Porque esos tus ojos me arrebatan a sí, porque me vencieron o porque me so-
brepujaron", como se dice en hebreo. Pues estas dos lumbreras, la vivacidad de
la fe y la voluntad adicta a Dios uno, pueden obtener y sacar de Dios todas las
cosas, hasta tanto que por su eximia piedad para con nosotros afirme que es
superado y vencido según la costumbre humana. De esta manera Jacob preva-
leció sobre Dios en la lucha50, y Moisés se dice que venció con preces el ánimo
de Dios encendido en ira contra los hebreos51, y que se tornó de la ira a la in-
dulgencia. Pero en la oración baja de los ojos a los cabellos y a los dientes y a

50 Gen. 32.
51 Ex. 32.

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SE'XTVM. 35?
quìa non cfteademlausEcclefix£uangeücx)S¿ eius,qui&
Mofayca coiuit inftituta. Itaque, id vt inteliigeretur, itcru
fponfamlaudatrponfus,& vbcriùsquàpriùsjprouripfafc
Ecclefiain virtutcfupcrauit.Prius puIchíSipfam?eíTe dice
ba^nücpra^ercafuaué^ d e c o r a ^ florentifsimse acfan-
¿fcifsima; vrbi fimiicmJ& militum aciei inftru&ie omninò
parem,in quo,vt dicebam,&: illius eximia fignificmirfan
ctitas, &: animi mutiti fortitudo, & egregia erga Deutn
pietas dcclaratur,idque ita exaggeratèatque ampie, nulla
vtipfi tribuí potueritlaus aut maior,aut vberior.Quod an
tcm vniucrfè fecit,idem facit eius cumlaudat o culos. Eft
cnim ifta oculorü magis3quàm fuperior amplificata laus,
Nà* fuprà rcdcatq; piane. Oculitmcoiumharu.Hìc oblique
& amatoria quadam rationc,dú fe auernt à contu enete^
quod fponfae oculorum vim afiìrmet non polle ferre,eo-
rum pulchritudinem magis explicat,idq; docet, quod re
ipfavidemusaccidifífeEccleíIxEuágelic^qu^eipoílquS
Euangelij lumen illatum eft, incredibiiiterin cognìtione
rerum diuinarùm protecit,&. non folùm clariùs quam an
teaDeumcognouit,fed etiamulto verius ac magispusè
coiuit ipfum;ha;c enim funt d uà tanqua lumina Eccleile,
DeicognitíOjatqjcultus.QuaautéeaDcogratanúcfint,
J^ofusinperronaipñusfigurateoíleditjCÜdieit. Quia ij>(ì
me anotarefecerumÑam eft perinde ac fi dicat.Quia me ifti
tui oculi rapíüt ad fé fe,aut quia me fuperárüt, aut prreua-
luerút mihi, vt diciturinHebr^oJEtenim ifta duo lumina
ñdei viuacitas?S¿vni Deo addi da volutas omniaáDeo ex
torquere atq;obtinere pofTunt,vfq>eÒATtprofuaÌnnos
eximiapietate humano more fuperari fé ab eisaffirmetac
vinci.incuius reitypolacob inludaprieualuitDeoj&Mo Gentyi.
fes Dcianimüin Hebreos iracundia fuccenfum precibus Exod, 32*
-viciííe dicitur, &: ab ira ad indulgentiam ftexiífe. Scd
ab oculis ad capiìios , &; dentes ,"& genas oratione
Z z dcC-
356 CA NTAR D E LOS CA NT ARES

las mejillas, alabándolos con las mismas palabras, de que había usado arriba en
el inicio del capítulo IV.

Pues dice: Tus cabellos como manadas de cabras, que aparecieron desde Gala-
ad. Tus dientes como hatajo de ovejas que suben del lavadero, todas con crías ge-
melas, y no hay estéril en ellas. Tus sienes como casco de granada entre tus copetes.
Para mostrar que ambas Iglesias, la vieja y la nueva, tienen casi las mismas do-
tes, la misma fe, gracia, promesas, doctrinas, por eso les atribuyó los mismos
miembros, y loa los atributos casi de la misma manera, para declarar que estos
mismos adornos de ánimo y dones celestiales eran comunes a ambas Iglesias,
mayores y más ilustres en la Iglesia evangélica, por eso luego la compara con la
vieja sinagoga, y la antepone a la sinagoga.

Pues dice: Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin
cuento. Una es la mi paloma, la mi perfecta: única es a su madre, escogida es a la
que la parió. Con estas palabras, pues, a las cuales reinas y concubinas y donce-
llas que llama, y a las cuales, aunque destacadas en muchas cosas por la forma
y por la dignidad, el esposo antepone su paloma, significa la vieja Iglesia, que
en verdad va muy detrás de la evangélica en todo género de celestial hermosu-
ra. Y significa con estas reinas y concubinas a la sinagoga: primero, por la mul-
titud de ella, no porque la abundancia de hombres sea en ella mayor (pues re-
cluida a un rincón de la tierra, ¿qué pudo en alguna manera ser comparada
con la Iglesia evangélica, la cual cuan grande es el orbe, tanto se extiende an-
chamente?); sino el que tuvo muchos ritos de sacrificios y diversa manera de
hablar a Dios, cuando la Iglesia evangélica se contenga en un único sacrifi-
cio; después, porque aunque el nombre de Salomón se calle en este lugar, sin
embargo se entiende que está bajo la persona de él. Pues el esposo para más
loar a su esposa, la compara con las mujeres de Salomón, que tuvo muchas52,

52 2 Reyes, 11.
%\6 I N CA P V T
defeendit, eifdem ea laudans verbis, quibus fupràìnirio
capitisquarti fuerat vfus.Nam inquit. Captili tmficutgrex
« caprartim qux afeenderunt dcmonteGaioad: dentes ttitficutgre-
es tonfdrmn 3 qux 4¡cendemnt delauacrOyOmnesgemellisfoett-
f tt^gr flcrilis non eft Inter easy ftcut "lina cocuma Ubia tua,
C$r* eloqutum ttittm dulce : ficut cortex*malt punicifìcgen& tu&
d!ffte occultistms. Vx cnii^.do.cea;t vtram.qiic EcciclìanijVc
terem atqtie nouam eafderaierè dotes habcre,eandem ri
dem, gratiam, proniifsiones,doctrinam,ideircò cadem
vrrique membra attribuir, & attributa eodem propè mo
dolaudatytveròdeclarethaìcipfa animi ornamentado
naque cadeñia vtrique Ecclefise communia,maiora in Ec
cleíiaEuangelica eííejttiagiíque Üluftria, ideò eam ftatìm
conferteum veteri fynagoga ,&lynagoga5 anteponir.
inatti dicit.Sexaénrafnnt regm¿r& ottogmta concubina , &
fidokefcentularum nonefinumerm. Vhaefl columbamea, perfe-
Ma mea^naeéì jnamju£} eleèlagenitrici /W.His enim ,quas
reginas, & concubinas, £c adolelcenuiIasvocat,$:qui-
bus,quamuispluribus 5¿ .forma,& dignitatc prseftantibus,
fpQnfusameponitcolumbamfuam , veterem iìgnificac
Ecclefiam,qu# vere multumEuangelicaecedit in omm
genere cselcftis ipulchritudinis .Sigriificatauternhis regi-
nis cócubinifq; fytaagoga,priniò ob earü multitudine,no
quòd hominü frequ¿tia in ea maior(nà in vno terrarü co
clufa anguio^m potuit cü Ecciefia Euagelica,quae qua la
tè orbÌspatet,talatèlpfadÌrYunditur,vMomodo cóferrif)
Sed quòd?niultipUces faedriciorü ritusSi varia Dei colé
di ratioaé habuit, cú Eccitila Euàgelica unico fit cótenta
facrificio.Deinde quia et0 nomen Solomonis hoc in lo-
co reticeatur, tamen iliius pexfona fubelTe intelìigitur.
Nainfponfus, quòmagis fuam ìaudet fpanfam, eam
confm cujn yxorìbus Solomonis, quas ;habuitpluri~
yReg a. mas, vtiniibris Regum icribitur, id feilieet idicens: fc
magis
357 CANTAR DE LOS CANTARES

diciendo: que él es más feliz con la suya una, que Salomón lo fuera con tan
muchas mujeres. Y en las mujeres y concubinas de Salomón se contiene la
imagen de la sinagoga que justamente se casó con el reino de Salomón. Y así,
en nuestra esposa la Iglesia aventaja a aquella, la prestancia de cuya Iglesia no
solo fue conocida al esposo, sino atestiguada ante todas las. gentes, de la cual
también Isaías predijo53; Y su descendencia será conocida en los pueblos, y su pos-
teridad en medio de las gentes; todos los que los vieren, conocerán que son la proge-
nie a quien bendijo el Señor.

De donde con razón se añade: Viéronla las hijas, y llamáronla bienaventura-


da, las reinas y concubinas la loaron. Pues no hubo género de hombres, para
quien la prestancia de la Iglesia evangélica no sirviera de admiración, que no la
haya predicado, y que no quiera ser contado en su pueblo, como consta del
Apocalipsis^, donde se escribe: Y vi de toda nación, tribu, pueblo y lengua, que
estaba delante del trono, y del cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en
sus manos. Y no solo los hombres que siguieron la venida de Cristo, admirados
de la hermosura de la Iglesia evangélica le dieron su asenso, sino también los
santos y fieles que precedieron al nacimiento de Cristo, viendo en su rostro fu-
turo, ardieron en su amor y la predicaron muy feliz. Lo que indican aquellas
palabras: Abrdhán se alegró de ver mi día; violo y se alegró. Y también aquellas:
Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis. Y aquello de Pedro^: De la cual sal-
vación buscaron e investigaron los profetas, que profetizaron sobre la gracia a voso-
tros destinada, a quienes fue revelado, que os anunciaban las cosas que agora son
anunciadas a vosotros por los que os evangelizan, movidos por el Espíritu Santo
enviado del cielo y que los mismos ángeles desean mirar. Pero también lo indican
más claramente las que siguen: ¿Quién es ésta que se descubre como el alba, her-
mosa como la luna, escogida como el sol, terrible como escuadrones, sus bande-
ras tendidas? Estas cosas dicen las dueñas que aparecen admirando a la esposa,

53 Is. 61,9.
54 Apoc. 7, 9.
55 I Pedro, 1, 10-12. Cita sintetizada por fray Luis.

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S E X T V M. J57
magis vna fuabeatü cfíe,qua íkbeatus Solomon tá mul-
tis vxoribus.In vxoribus autcm & còcubinisSolomonis,
fynagoga^que^ ipii Solomoni regni iuremipta fuitjimago
cÓtinetur.Itaq;infpofanoftra Ecclefiailli antefertur,cu«
ius Eccleftxpraeftantianò modo ipfifponfo nota fuit,fed
apudomnes tettata getes;de qua etià Efaiìpra&dixit.Et fcic Ef*u6u
tur in gètibus femé corü,3¿ germe eorñin medio populo
rü;omnes, qui viderint eosicogrrófcét iUos,quiaiftifunt
femcn,cui benedixit Dominus. Vndre meritò additur, Vu
derunt eamfili*7& bíati[simnmfráidíC4Utruni regin&,& cmcM
n£ laudancnmtt4m,Nm\mi\lu fuit hominü genus,cui Eua
gclica?pra;ftantiaEccleílxadmirationÍ nonfucrit, quod
ilo ipfamprxdicaueritjquodquc no in eius populo fe nu
merari voiuerit,ytconftat ex Apocalypu^quafcribitur.Et "*P0C< 7-
vidi ex omnibus*gétibus 5c tribubuSj&populiSjSc ìinguis
itàtcs ante thronu,&:-in cófpe&u agni,ami&i ftoiis ai bis,
spalma? in manibus corum.Nec foiú,qui Chrifti Aduen
tum fequuti funtnomines EcclefiasEuangelice^ukhrku
dine admirati eiaftcnfum praebaeratìfed &;qui Chrifti na
tiaitatem praeceiTemnt fan&itòi &iìdèlès,in eius poft fu
tura; ípeciem intuentes,exarferunt amoreipiius^eamque
beatifsimam praedicauerunt. Quo dilla indicanr. Abraha
cxultauit vtvideret diem meum:vidit>& gauifuseft. Ite--
queiilarBeati ocu!i,qui vident,quacvos videtis Illudqj Pc i.Pmv ù
tri.De sua falute exquifierunt,&Xcrutati • funt Pfophetae,
qui de futura in vobis gratia prophetauerunt,quibus reue
larumeft, quòd vobis •minciabant>xa qua? nane nun-
ciata funt vobis per eos, quiieuangelizauerunt vobis
Spiíitu fan&o mhTo»de caíto, in quem defidetant An-
geli proípicererícd & idapcrtiíts indicàt,qu2e fequuntur.
Qut ri? iíiaiqu£ffrogreMrur^4fia^r(ni4¡conjiírgens ¿pulcbrá ">*
Zuñ4yeíe£t4')it Sol, rerribiüs^tcaftrorttm¿des ordinata i Nam
hxc foeminx illas dicunt , qux admirantes fponfam
Z j in-
358 CANTAR DÉLOS CANTARES

pues Salomón imita la frase de aquellas, y de la admiración metida en sus áni-


mos son índices estas palabras: ¿Quién es esta que se descubre como el alba? Pues
las cosas que son más hermosas y espléndidas de todas, ésas las traen el alba, la
luna y el sol. El alba ciertamente después de las tinieblas de la noche comen-
zando por pequeños inicios, en breve tiempo llena de luz todo el orbe, y no se
torna atrás o remite su luz, sino cuanto más avanza, más ilustre aparece. Y la
luna ilustra la noche, el sol el día, así también nuestra Iglesia en brevísimo
tiempo, expulsada la ciega noche de la ignorancia, llena todo el orbe con su
luz; y comienza con pocas cosas, y luce de noche y de día, puesto que ni se
rompe con las adversidades, ni se deja llevar por los éxitos, sino en ambos
tiempos continúa invicta. Por lo cual también se dice ser terrible, como escua-
drón ordenado de campamentos, a lo que alude aquello del Apocalipsis sobre
una mujer cubierta de sol56 y pisando la luna con los pies, que sin duda trae la
imagen de esta Iglesia.

Pero sigue: Al huerto del nogal descendí por ver los frutos de los valles, y ver si
está en cierne la vid, y ver siflorescen los granados. Estas palabras las atribuíamos
más arriba al esposo, para excusarse con ellas ante la esposa de su marcha, co-
mo se la atribuyen algunos comentaristas hebreos; pero también pueden ser
atribuidas a la esposa, que a las compañeras preguntando inmediatamente an-
tes así: ¿Quién es esta que se descubre como el alba?, así responde: Al huerto del no-
gal descendí por ver losfrutosde los valles. Pues se fìnge la esposa por el deseo de
ver al esposo, a quien presentía estar presente, conmovida a acelerar el paso, y
por el mismo movimiento trepidando las luces, iluminar los ojos de las com-
pañeras con su esplendor, y que ellas decían por esa causa, ¿quién es esta que
se descubre como la aurora, esto es, que se apresura echando rayos de luz de sí,
y a modo de alba ilustrando todas las cosas alrededor? Por lo cual les respon-
de: "Bajé al huerto del nogal", y da la causa de por qué se apresura, y al mismo

56 Apoc. 12.
358 I'M CJ P V T
inducuntur, earum emm orationem Solomon imita-
turjadmirationisautéin ipfirumüiclufíc animis indice*
funi: voceS iíta: QHÜCEÍIÜ^(JU<Z progredii nr quctfi auroracon~
/*^<í/>í?Q3enini omnium rerum puícherrima «5c fpledi
diGima funereaañ%unt,auroramXunani ScSolem,Au-
rora certèpoft noftis renebras,àparuis inkijs principium
ducenSybrcui tempore totum orbem íucereplet ^nec re-
tro vertiturtau t remrtrát lumenfiium$íedquo magis pro-
c e d i d o üluírrior cuadit.Luna vero noélem iihiítrat r die
iSoLítc edam noílra Ecckíia breuifsimo tempore ignora
%ix catea depuha no&eiumine fuototum orbem per-fu^-
dií;eademàparuisprincipiurnduxit,&:iucctno&e arque
die?quoniam nequeaduerGsfrangirur,nequefecundis ef
fetmr rebus^fed m vtroquepcríiftit inuiíca tempore.Qua
resüaní tercibilis eíTe dicitur> vt caíkorü ordinata acies;
*¿pdc.n, ad quod iilud Apoealypíis almdit demoliere ami&a~íbie>
&pedíbus íunam premenre,quajJiukisEcdefia; (inedia
bío irriaginem retuiit. SedXc^nimt.Defcendlmhortum rm~
cum,"Viyderempama connalhu& j&fpicerem (¡nomi 1ertine aj
&germimfjtnt mala panica. Haíc fupratribuebamus fpon-
fó^js vt fe apud íponfam defuo difceíTupurgaret, quo-
modoüíiea-tribuuntquidamexpianaiores Hebrsei : feé
&¿ tribuípofluntiponfECjqiixfoo^sproximè fuperiùs ita*
rogantibus. Qüzejliftú ¡ (¡mprogrediturqüafiaurom tonfar^ >
genSfílz.refpondeat Defcendünbortummcum¡\rt ~\idGremp6^
ma^onudliam. Fingitur enim íponfa íponíl videndiltudioy
que adeíTe priefenciebat^commota accelerare gradiamo,
tu.auteinipfo trepidantibusluminibus fdiiplendore CQ*
ciarñ oculos perftnngcre,eafque ob eam-caufam dicerey
quíeeílifta quaj.progcedimr quaíIauroraconfurges?hoc
eftjqua:fcítinat,iijcis radios íaeiens exfe^iníjkar aurora:
omnia circumcirca ìlìuftrans ì Quare eh refpondere,Dcf
cendi4n hoxt£tinnucusn,& caufaoi i a c o xedde^quan
xe
359 CANTAR DE LOS CANTARES

tiempo declara a donde se apresura: Descendí, dice, a ver, esto es, desciendo
para ver, usado el pretérito por el presente según la costumbre de la Sagrada
Escritura, para en esta alegoría en la persona de la esposa declarar la Iglesia que
se apresura, esto es, que avanza siempre más en el camino del Evangelio, por-
que desea difundirse por todas las gentes y por todos los países .de la tierra.
Pues a ella avanzando con paso animoso, y siempre llevando más allá el anun-
cio muy alegre del Evangelio, y nunca remitiendo algo en su deseo por los ata-
ques de otro, y brillando como brilla la luna y el sol, todos admiraban y pre-
guntaban callados para sí la causa de su apresuramiento, esto es, de aquel tan
grande y tan feliz avance, y tenía, para apresurarse, una causa principal y gran-
de, el que se le había pedido que alfindel mundo, puesto que era su último
tiempo, que dentro de ese espacio anunciara el Evangelio a toda creatura, esto
es, que sembrara con la semilla celestial todos los lugares de la tierra.

Por lo cual dice: Desciendo al huerto del nogal para ver los frutos de los valles,
y ver si está en cierne la vid, y ver siflorescen los granados. Como si así diga: "SÍ
admiráis mi carrera sin obstáculos, y si buscáis su causa, sabed que me apresu-
ro por esto, porque desciendo al huerto del nogal, esto es, porque tengo pro-
pósito de descender, esto es, de recorrer todo el orbe de la tierra". El cual huer-
to por oculta razón llama del nogal, lo que por una razón alfabética es nueve57,
y este número, puesto que es muy imperfecto, porque le falta la unidad para la
perfección, aptamente refería el orbe de las tierras entregado entonces al culto
de los ídolos, y por ello carente del conocimiento del uno y verdadero Dios.
"Así, pues, deseo recorrer, - dice - todo el orbe de las tierras, para ver, esto es,

57 Ag. íib. 2 de las Cuestiones evangélicas, c. 40. Fray Luis se basa en palabras hebreas para expresar es-
te juego de palabras: nogal=mieve. Ejemplo de platonismo.

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S EXTT M. J59
re fsftinèù, & vnà quo feftiner declarare , Dejcerd'f,
inqulr,^rYiderem, ideftdefcendo , vt videam, praiteri-
Jtapro praefentibusvfitato moras íacrse fcripturas r v t in
Jhac allegoria in perfona fponfas illa Ecclefia declaret
fé feftinare, hoc eft , vlterìus fernper incurfu Euangeli)
procederemo quòd ftuderet (e dirfundere per omnes
gentes , &c per omnes terrarum oras . Nam ipiàrn
pieno progredièntem gradu , 6¿ Euaogelij lastifsimum
ttuncium viteriùs femper proferentem, nec de fuo ftu*
.dio ob alio rum impugnai iones quidquamvnquamre-
mittentem, emicantemque, vtLuna emicatatqueSolj
cundí admirabantur&; eius fcftinarionis, hoc eft, illius
tanti &tamfqeìids progreftìis taciti fecum caufam quas?
tebant, eratautemillijVt üc feftinaret, eacaufa preci-
pua atque maxima ? quod demandatum ipfi erat fub mu
di finem, quippe illius astate poftrema, vt intra id fpathl
Euangelium annunciaret omni creaturavd eft, vteun-
fta terrarum loca caeicfti fatu conferecer. Quare aie Vef*
fendo ad kortum nucimyyt~\ideiim poma co9wllwmr& infpU
aam }fi jìoretYwe$7& figermìnàìit-mdla punica-. Quaiiita dir
€at:fi meumadmiramini nullbobicibusimpeditumcur
iùm, fique eius caufam inquiritis , kiatis ob id feftinare
m e . QÓia defcendo ad hortum nucum, id eft, Quia pro t
pofitumhabeo defeendere, hoc eft, peragrare orbem ter
rarum totum. Quemarcana rationeideò hòrtum m$¿ .
id eft, nucis vocat, quod x\X& alphabetka ratk>ne,ea qua?
tfanK nominaturjlkeriscammutatiseft ^Wl, idcft,no «¿t*g-fi&
uem,is autem numerus,vt qui valdè imperfetos iit,quòd fltonum
ei ad perfectienem ìpfa vnitas dtiìt , api è terrarum Evangeli
teferebat orbem idoìorum cuitui tune, deditum , &s ^AYÜ ufo,
ob id vnius ac veri Dei cognitione carentem .. Per- 2 ^.40»
agrate igitur, inquit^iotum terrarum. orbem cupio» vt
vìdeam, hocefl* vt cutem pofma conualliurn , hoc eft^
Z 4 vt
360 CANTAR DE LOS CANTARES

para cuidar los frutos de los valles, esto es, para sembrarlo con árboles fructífe-
ros; para poner vides en él, para vestirlo del árbol de la granada, para cultivar-
lo, para hacerlo fructífero de infructuoso y estéril, y para hacer que vijan las
plantaciones que planté en él, empleando todo cultivo, para que den un fruto
cuanto más rico; deseo, digo, recorrer todo el orbe y , arrojada en. todas partes
la semilla celestial, ver si los hombres quieren germinar para la vida, esto es,
dar frutos dignos de vida eterna".

Pues aquella variedad de nombres y palabras, valles, frutales, vides y árbol


de granados, claramente significan las diversas regiones de la tierra, los diver-
sos ingenios de las gentes y de los pueblos, las otras culturas empleadas en
otras partes; con las cuales palabras son concordantes las que siguen, a saber:
No sé, mi alma me puso como carros de aminadab, pues en ello significa, que no
tanto es llevada por su juicio, cuanto es movida por deseo e impulso divino y
latente auxilio, para que su mente sea movida interiormente, e incitada a la ca-
rrera del Evangelio. "Desciendo - dice - al huerto del nogal, esto es, quiero re-
correr todas las tierras, y porque el tiempo urge, veo que me debo apresurar,
pero como me aparten de esta carrera tan muchas cosas, sin embargo no sé, mi
alma se conturbó, esto es, no sé que hacer, que no puedo desistir de ello; pues
me arde el ánimo, mi mente arde en deseo de recorrer este espacio y cumplir
con el cometido, no soy capaz de imponerme descanso, mi ánimo me contur-
ba, esto es, la afición de mi ánimo me arrebata". A causa de los carros de amina-
dab o, como del hebreo suele verterse a la letra: me pone carros de aminadab,
y ello es, me pone a manera de cuadriga muy incitada a la carrera, esto es, ha-
ce que en un momento desee ir al orbe con tanta rapidez, cuanta suele ser las
de las cuadrigas, de que usan los principales. O al menos, lo que creo más, hay
en esto una elipsis de la voz "entre".
F v T
j¿o I N QA
vtipmmfcrampomifcris arboribus:vt Viñeta inco pan-
gam , vt malo granatis vcftiam , vt colam ipfum , vt
fru&uofum rcddam ex infrutiuoíb ÒC iterili, vtque, qux
in eofeui, plantaría ,Qmni cultura adhibíta cfficiam, vt
vigeanc , vt fm&um quàm vberrimum ferant, ftudeo
inquam , peragrare orbem totum, &c*leítivbiqueia-
¿to femine vidcre,vtrum nomines ad vitam germinare
veiint,hoceft,a;teiaacvií¿E dignos iru&us proferre . li-
la enim nomimim tatquer.emmvarictas,conuallcs,po-
maria, viaeta , ma lo que granata, varias terrarum oras,
diucrfagentium &c popuiorum ingeniarías alibi cul-
turas adhibitas aperte íignificat : quibus confentanea
íunt, quae fequuntur : nimirum. Nefámi anima mea con-
turbami me propter quadrigas ~dminadab* Significai enim fe
inco,nontamfuoiudicioduci,quàm diuinonutuatque
impuliti moueri¿ncc id fnarum virtum opus elfe ,fed di-
urni atque latentis auxilij, quoíuaintcriuspcrmouctut
mens>¿ ad curfum Euangeiijincitatur Defcendo,inquir,
ad hojtum nucumjd efl,omnesiterras peragrare volo,&:
quiatempus vrgevfeftinandummihi effe vidco,fed cum
me abiftocuríutam multareuocent,tamen,¿v>/cj«/,<M/m4
mea conrurbauit me7id eft,tamciiefcio qui fiat, vt defifterc
ab co no pofsim; ardet enim mihi aniavus,m és mea ifti us
decurrédifpatij,atqj obeundi mu&crisftudioflagrat,quic
• té mini imperare non valeo,meanimus conturbai meus,
ideft,mci animidefideriurn me arripit, ?ropter quadriga*
*4m'madab. Aut, vtxxHebraeo , verbumde verb© ver-
ri folet.Ponit me quadrigas Aminadab,id autem eft, in-
flar quadriga; ad ¿ixrfum inátat¿fsimaeponit,hoceft,effi-
cit, vt momento tempotis obirc orbem cupiam , tan-
ta celeritate, quanta efle folet earum quadrigarum, qui-
bus principes vtuntur viri . Ve! certe, quod magis pu*
to , ineflin hoc cliypíis quxdam huius voculse, inter.
Ita-
361 CANTAR DÉLOS CANTARES

Y así puede verterse: mi alma me puso entre carros de aminadab, esto es, del
pueblo principal, lo que es dicho por la Iglesia en un sentido arcano y muy
cierto, para significar que mientras anuncia a Cristo a los judíos, esto es, mien-
tras busca a Cristo en ellos, y no lo encuentra, de manera inconsciente ha sido
llevada al pueblo principal, esto es, ha llegado al pueblo romano, que domina-
ba en todo el orbe. En el cual pueblo, como consta, la Iglesia evangélica puso
su sede y domicilio.

Y así dice: Al huerto del nogal descendí por ver los frutos de los valles, esto es,
descendí al pueblo de los judíos, a quien con razón llama también huerto,
porque fue cultivado con gran preocupación de Dios y sembrado de diversos
bienes como árboles, de donde también en otros lugares muchas veces en estas
letras es llamado viña y huerto58, y lo llama huerto del nogal59, porque siempre
tenía algo de amargo60, puesto que fue muchas veces ingrato contra Dios y re-
belde. Así, pues, descendió al huerto, porque los Apóstoles y los discípulos de
Cristo, de que constaba aquella Iglesia, fueron enviados primero para enseñar
a aquel pueblo y llamarlo a la fe de Cristo, y así, descendieron a él, le anuncia-
ron a Cristo, lo animaron a tener fe en él, enfin,hicieron muchas cosas con él
para ver los frutos de los valles, y versi estaba en cierne la vid, y siflorescían los gra-
nados, esto es, para conocer en realidad si florecía para la fe de Cristo, cuyas se-
millas había recibido por la ley; pero al bajar a los judíos y verlos esparcidos
por todo el orbe, para anunciarles el Evangelio (pues los Apóstoles, como cons-
ta por el libro que contiene los Hechos de los Apóstoles, a cualquier ciudad que
entraban, en la que ya hubiese sinagoga de judíos, primero iban a los judíos, y
les anunciaban el Evangelio; cuando eran rechazados por los cuales, se torna-
ban a las gentes), y así, mientras anuncian a Cristo a los judíos, comenzaron a
mezclarse con el pueblo principal, esto es, con el romano. Lo cual, puesto que

58 Salmo 45; Eclesiástico 24; Is. 51 y 61; jeremías 31.


59 Ez. 36.
60 Joel, 2.

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SE XT V M. JÌI
Itaque vcrti poteft,*^f»/f».* mea pofuit-meinttr^uAÌvi^^Amt
»it¿4í?,ideft,populiprincipis, id quodab Eccleíla arcano
& vcrifsimo fenfu diritur,eo vt iìgnificet fe dumludseis
Chriftumannunciatvhoceft,duminipíis Chnftum in-
quirit,necinucnit, irifcientem quodammodo adpopulu
cíTe dclatam principem,;ideft,ad Romanum peruenifíc
popuIum,qui in toto dominabatur orbc.Quo in populo,
vtconftat,Ecdeíiaeuangelica fedemfuam 0¿ domicilia
conílituit.Icaque àicityDefcendtt»hotnmmtum^tyiderem
foma comdliumt id cíl, defcendi ad populüm ludasorum,
qaem meritò &c hortttm vocat^quòd magna Dei cura cuí
tuseíTet,&:vanjs bonis tanquam arboribus confítus, ex
quo,& alibi faepein his&teris vinea &. hortusnominatur,
vt apudEfaiam,Hieccmiam,Ezechielem, A: aiios facros pfa{,A^m
feriptores, &c nucum hortum .appellai cumT><quod amari Ecclepaf,
aliquid fcmper.habucrit,qi2ate0U$ ingratus aduerfus Dcü 2A..
fi£rebellisipíifaepiusfuit.AdeumigiturdeiceriditJiortü, Efat<x &
quiaapofto^^ifcipuliChriftijequibusillaEcckfíacÓ- $ t /
ítabat,ad cumpopülum docendumjy6¿:adChriítii5dem /jíer?rU
vocandimiprimummiísiCunt^taqu«4eícendecuntad Ü- spechi 6
lum, Chriftumeiannunciaruntjadiidem ilühábendam lotl.z?
ipfum cohortati íunt: jnulta denique cum ipfo egerunt,
"Vf ytdertntpoma conuallium^ipgermnujjetlfme^ & fiflorutf*
Jent maU punteará eft,vt reipfa,cogno£cerent,vtrú ad Chri
ftifidem,cniusfeminaperlegern acceperat, cffloreíccret,
fed dum ad Iudseos defcendun^eofque toto orbe íparfos
quíerunt,eis vtannuncienteuangdium,(Nam apoftoli,
vti ex eo libro conftat,qui a&aapoítolorum cótinet,qul-
cumqueingrediebartrurvrbcmüiqua modo Iudarorum
Synágoga eíTet,primumadibant Iudaios,eifquc annuncia
bant euangelium,á quibus repulirvbi erant j fe conuerte-
bantad gentes.) itaque dum ludáis annunciant Chriñurn,
principi populo, hoc eft, Romano mifeeri ccepti funt.
Z $ Quod
362 CANTAR DÉLOS CANTARES

en cierta manera les sucedió sin pensarlo ni esperarlo, pues al principio de la


Iglesia evangélica se dudó vehementemente por muchos, si las gentes habían
de ser admitidas a la Iglesia y en qué manera se habían de admitir, como se co-
lige de los Hechos de los Apóstoles, de donde fueron aquellas palabras^1: Y los fie-
les se extrañaron por la circuncisión, porque también entre las naciones derramóse
la gracia del Espíritu Santo, y de nuevo: Discutían contra Pedro, los que eran fie-
les por la circuncisión, diciendo: ¿por qué llegaste a hombres que tienen prepucio?
A los cuales como Pedro les diese la razón de su hecho, exponiendo las cosas que el
Espíritu Santo le había enseñado sintiendo con aquellos, Lucas añade: Oídas
aquestas cosas, callaron y glorificaron a Dios diciendo: luego también a las gentes
Dios dio la penitencia para la vida; y lo que Pablo escribe a los Efesios62: En el
misterio de Cristo, que no es desconocido para las otras generaciones hijas de los
hombres, como agora fue revelado a los santos Apóstoles y profetas en el espíritu,
que las gentes son coherederos y miembros todos de un mismo cuerpo, y copartícipes
de las promesas en Cristo Jesús. Y así, puesto que esto sin pensarlo les sucedió,
para significarlo, la esposa dice que no lo sabe como haya sido puesta entre los
carros del pueblo principal. Y que haya llegado a ellas, dice que debe ser atri-
buido a su ánima, pues así llama al espíritu de Cristo, porque nuestra mente es
agitada por él, como el cuerpo lo es por el ánima. Con la doctrina y guía, pues,
de tal espíritu la Iglesia se fue a las gentes, que había en el imperio romano; co-
mo si asi diga, que no fue por su juicio y arbitrio, el que se mezcló con las gen-
tes, sino el impulso de la voluntad y de Dios, que ciertamente la puso entre los
carros del pueblo principal, esto es, del romano, porque no solo quiso aquel
pueblo ser instruido por ella, sino también quiso que la Iglesia, colocada y
asentada en la suma sede de tal pueblo, tuviera lugar principal entre todas. Y
ello significan los carros de aminadab, entre los que dice la esposa que ha sido
puesta. La cual cosa abarca todo aquel tiempo, que va de la entrada de Pedro

61 He. 10, 45; 11 passim.


62 Ef. 3, 5-6.
:j«* I N C ATV T
Quod quoniam quodammodo illis aceidit pret eropinid
ne ¿^cxpeftationéipforum.Nam principio Eccleiìas euá-
gehc# vehementerà multis dubitatüfuit, vtrùm gentes
admittenda; in Eccleiiam eflent, &: quatenus admittcn-
'^AFÍOYH. <ke,vtex AdisApoítolorü colligitur ex quotilafuerunL
i I ^ i o ^.Ecobftupuerunt exCircunciiionefideles , quia&innar
tiones grada.Spiritus fancticffufa eit. Et rurfus , difcef
ptabantaduerfus Petrum, qui crant ex circuncifionefi-
dekSjdicenteSjQuareintroiftiad virosprarputium habea
tesfquibus cum Petrus rationem fui fadi reddidiflet ex?
ponens ea,quae ipfumeadem CUBI ili isfentiétem fandus
docmiTct fpiritus, Lucas fubiungit. His auditis tacuerunr,
ài glorificauerunt Dcum dicentes. Ergo & gcntibus po&-
nitentiarndedìt Dcusadvitam,Et quodFauiusadEphe-
fyhefa* flos fcnbit.Iri myiterio Chriftirquodaiijs generationibus
non eft agnitü fiiìjs hominü^ücutí nunc reuclatum eit.fan
dis Apoftolis, Oc prophetis in fpiritu ,geñtcs eifecohsemv
ács, &; cocorporales & comparticipes promiísioniseius
in Ghiiito lefu. I taque quonià hoepraeter opinione iiiis
euenitjd vt fponfa fignificarer,nefciuiire fedicit,quomo*
doinrerpopuliprincfcp is quadrigas cóftitutailt. Quo dati
rem ad eas -deuenerit,id dicit deberi tribuí anima? fuse, ÍI§
enim Chrifti nominar fpiritü, q? eo agitetur noftra mensy
£cut corpus anknaagìtur.Eius náq/piritus dodrina g¿ in
dudu Eccleiìa fead getcs <ròtuUt^quaeJRomano cotinebáí
tur imperio ? quafi dicat, no iudicij'S¿. arbitri] fui id fuiifc,
qnòdiegentibus mifeuit, fed voluntatisatque impuifus
Deijqui certeillampofuit Inter quadrigas RomanijideÍTj
principis populi,quianoníblú erudiriiUumpopulum ab
¿pia voiuif, (ed ahm fecit^vt Ecckila in eius populi fu ra-
ma fede collocata ai qiK conftìtut3,prmcipé inter omnes
locum teneret.Mqueiil^figmficant Aminadabi quadri*
g^jinter quas fponià poni dickur.Quas res tomiliud teai^
pus.
363 CANTAR DÉLOS CANTARES

y de los otros discípulos de Cristo a la ciudad de Roma hasta los tiempos de


Constantino el grande, cuando habiendo abrazado los emperadores romanos a
Cristo, y destruidos los templos de los ídolos, comenzó a ser apreciado y hon-
rado el nombre cristiano; en el cual tiempo también la Iglesia, engrosada con
los principales y llegando a ella gran multitud de hombres, admirablemente
aumentada llegó a gran esplendor y dignidad, e indiscriminadamente por ello
la admiraron todas las gentes. Cuya admiración, para expresarla Salomón, po-
ne a unas dueñas admirando a la esposa, y cortejeándola con exquisitas ala-
banzas.

Pues sigue: Torna, torna, sulamita, torna y verte hemos. Pues piden a la espo-
sa que ella queriendo por el decoro de la persona sustraerse de la mirada de
ellas, no se sustraiga o, al menos, que espere mientras la contemplan con más
atención. A la cual, cuando llaman sulamita, esto es, de Jerusalén, ciertamente
significan lo futuro que Isaías predijo escribiendo así63: Porque de Sión salió la
ley, y la palabra del Señor de Jerusalén. Pues en tal lugar la ley evangélica co-
menzó a ser predicada y divulgada, y de él se difundió al orbe, y los primeros
que la divulgaron, fueron judíos de linaje. Y así, instituida primero por los ju-
díos, y desarrollada a partir de los judíos, uniéndose después las gentes, en un
tiempo de trescientos años creció la Iglesia por maravilla. Acabados los cuales
años, finge que es alabada por las compañeras, cuando antes de ese tiempo so-
lo el esposo aparece loándola y nadie más, para que se entienda que antes de
ese tiempo a causa de los edictos de los emperadores contra los cristianos, y a
causa de las torpes notas metidas falsamente en ella por los enemigos del nom-
bre cristiano, a solo Dios, a quien era conocida, agradaba su inocencia. Por lo
demás, que entre los hombres del pueblo había sufrido mucho por la opinión
falsa, que indican los escritores apologéticos de los doctos de tal tiempo, pero
después, hecha patente con ilustres pruebas su integridad y piedad, como los

63 Is. 2,3-

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S E X T V M, }6$
puscomple¿titur,quodabingreÜu Petri&:aliorudi!cip4i
lorü Chriftì in vrbe Roma fluxit,vfque ad Coita nt-ini ma-
gni tempora,quando BLomanísimpcratoábus Chriftum
amplexìs , 6¿idolorüeiuerfis ternpiis Ìn.pretio 6¿ honorc
cfíe ccepitChriílianumnomen,quo etiam temporeEc-
cleiìa Komanis fibiadiun&ispnncipibus,^; plurimaho-
minum miütitudineadipfam confluente, mire au&a in
maximum iplendorem ac dignitatem venir,ipfamqueex
eoindifcriminatiin omnes admirarx funr gentes. Qua-
rtini admirationem, Soiomon vr exprimeret, foeminas
indircitfpQnfam adrmrante$,&: exquifitis íaudibus ipfana
jurofequentes, Nam-fequitur. Reuerterer Reuertere. Surta*
inìti$.y Rcucrtere ^t imueamur te,Orant enim iponfam,fe
pro perfonae decoro fubrrahere ab ipfarum confpe&ii
voientem .ne fé fubtrahat* aut certe, vt confiitar,,dùtn
accuratiùs ipfam contemplantur. Quarn curri funami-
tem , idciì Hierofoiyrnitanam nominant, id certe lig-
nificane , quod fuiunim Efàias prsedixit ita fcribens.
Qupniam de Sion exibit k x , & verbum Domini de sfai,ù
Hieriifalem. Eo enim in loco lex Euangelica tradi at-
que euulgari ccepta eft , & ex eo in orbem erTundi, &c
qui eam primi euulgárunt, ludsei genere fuerunt* Ita-
qne abludaiis inilituta primo , Se deIudxisco3lira',ad-
iuacìììs pofiea gentibus intra fpa'tium trecentorum an-
liorunimirecreuit Ecclefia. Qjuibus exadtisannislauda-
ri à ibeijs fìngitur,cùm ante id tempus vnus eam íponfus
índucatur laudans,& prxtcrea nemo, quo ih tei liga tur a n
re id tempus prop ter imperatorum aduerfus Clirifrianos
edi&a &propter turpesnotas Ipiì falfo inultas à Chriilia-
ninominishoftibusvniDeò,cuinotaerat,fuainnocentÌÌ
probaÌTe.Casterum vulgo apud nomines multü laboraííe
fallacie opinione, vtdo&orá ei'etatíshominu feripta apo
lo^eticamdicaíitjpoíVea vero ipíiuspietate & integrítax«
iíki-
364 CANTAR DÉLOS CANTARES
reyes le rindieran culto cambiando la sentencia, y todo el pueblo la aprobara,
levantó gran admiración en todos los hombres. La persona de cuyos hombres
realizando estas dueñas piden de ella, que les deje tiempo de verla y loarla con
más diligencia. A quienes ella asintiendo, permite ser contemplada por ellos y
loada tranquilamente, y así responde: ¿Qué veis, etc., de las cuales diremos,
cuando interpretemos el capítulo séptimo.

CAPITULO VII

¿Qué miráis en la Solimitana, como coros de escuadrones?


1. Cuan lindos, son tus pasos en el tu calzado, hija del príncipe! Los cercos de tus muslos
como ajorcas, obra de mano de oficial.
2. Tu ombligo como taza de luna, que no está vacía; tu vientre, un montón de trigo cer-
cado de violetas.
3. Los dos pechos tuyos, como dos cabritos mellizos de una cabra.
4. El tu cuello como torre de marfil; tus ojos como estanques de Hesebón junto a la puerta
de Bathrabbim; tu nariz como la torre del Líbano, que mira frontero de Damasco.
5. La cabeza tuya de sobre ti como el Carmelo, y la madeja de tu cabeza como la púrpura.
El rey atado en las regueras.
6. ¡Cuánto te alindaste, cuánto te enmelaste, Amada, en los deleites!
7. Esta tu disposición semejante es a la palma, y tus pechos a los racimos de la vid. Dije:
Yo subiré a la palma y asiré sus racimos; y serán tus pechos como los racimos de la vid y
el aliento de tu boca como el olor de las manzanas.
8. Y el tu olor como vino bueno, que va mi Amado a las derechas, que hace hablar labios
de dormientes.
9. Yo soy de mi Amado, y su deseo a mí.
10. Ven, Amado mío, salgamos al campo, moremos en las granjas.
11. Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si florece la vid, si se descubre la menuda
uva, si brotaron los granados. Allí te daré mis amores.
Yl. Las mandragoras si dan olor; que todos los dulcesfrutos,así los nuevos como los viejos,
Amado mío, los guardé en mis puertas para ti.

PRIMERA EXPLANACIÓN

¿Qué verás en la solimitana, como coros de escuadrones? Wzy una enálage de


número en: verás. Pues la esposa ruega a aquellas dueñas, que hacen las partes
}<?4 IN CJ PVT
ìiluftribus documentis patefacìa, eam cùm reges mutata
iententia colerent,& vulgo cun&iprobarent, magna ad*
mirationem mouifíe hominibus vniuerfìs. Quorum h o -
minumperfonam iftsefoeminas gerentes ab itiapctuntjp
iìs vt copiamfaciat fuLdiligentiusvidendaeatque laudan-
do. Quibus ìpfa annuens, fé per ocium contemplan ab
eis^tquelaudari flnu 3 atqueita tefp6det>Qmd'\tdebitis.&c+
de quibus dicemus ,cum cap 7. intcrpretabimur.
C A P* V T . V I I.
VI D Videbts infunamite>ntfi choros csflrorumì Quam
' pnkkrìfunpgreffitstuim caceamenm filia principisi
• iu nSiur&ffcmw umtuorum ftcut m onitia9qu£ fa brica~
'tafuntmanu4ttifìCÌs,VmUHcns tuuscrater tornatììts,
ntmqu4mindigenspoculis>yentertuusfwutuceru»strtticiy4llatus
ltltj$*Duo~\berafuajicut duo hinnuligemelli capredtXollum tuum
ftcut turrts eburnea^qculi tui'ftcut pifeint in Hefbon, epi&ftmi m
porta flit multìtudinis. Nafustuus ftcuttttms libam7cjutre/pt-
eh cotta Damafcum, Caputtuum ficut Carmelus7com$ capiti* tui
ftcutpurpura Revis tunela canalibUs.Quampulchra esjfyquam de
cora charifsimam delie tys Statura tua afsimtlata eftpalmt, &~\be
ra tua -.botris Dtxi7afcertdam inpalmam,&: apprehendamfruélus
etus7& erunt ybera tuaftcut bottinine&;&. odor oris tui ftcut ma -
forum. GuttHYtuumfcutlfmum optimum , dtgnum dilecto me*
ad potandum , labijfque (*f dèntibus tllius ad rurmnandum. Ego
dilecto meo,($* ad me cemerfto eìus Vemdtleèle mijegrediamur m
agrum^commoremurinytllìs.Manefttrgamusadyìseas^ideamus
ftfìoruitymeajiflomfruSiuspartunnntfiflomerunt mala puni-
ca thì ¿ab 0 tibt\bera mea,Mandragora dederunt odorem inportis
aofirt ¡omniapoma nona &yetera dilette mifemam tibt.
PRIMA EX P L A N A T T O .
Vidyidebis mfmamtte^mft choros caftrorumí Numeri

Q cnaiiagc eft in iilo.Videbis. Nam illas feeminas fpó


faro-
365 CA NTAR DE LOS CA NTARES

del coro en este drama, y a cuyo mandato se paró la que ya se iba: ¿qué verás
en la solimitana, esto es, qué veréis? Y así todos los ejemplares griegos y hebre-
os. ¿Qué veréis, pues, esto es, qué hay en mí que sea digno de ser mirado, qué
aspecto os deleita tanto, con el que queráis alimentar vuestros ojos y deleitaros
a vosotras mismas? (o ¿cuál tan grande deseo os toma de mirarme?,.pues aqué-
llas le rogaron que no se fuera para mirarla), sino coros de escuadrones o, como
se dice en hebreo, como coros de escuadrones.

Pues volviéndose ella a las dueñas que la llamaban, para que mejor la obser-
varan, divididas ellas en dos partes1, y correspondiéndose de cada lado, se ha de
entender que rodearon por ambos lados a la esposa. Como fuesen, pues, mu-
chas y divididas en dos filas, daban la impresión de escuadrón. Y como dijese
estas cosas la esposa, el coro de las dueñas, para mostrar que no sin causa fue el
que quisieran contemplarla y verla con más diligencia, elevan al cielo con ala-
banzas la hermosura de su forma y de todo el cuerpo, y así casi dicen: "¿Pre-
guntas por qué deseamos verte con más cuidado? Tú, que cuanta eres, estás
dotada de toda hermosura, pues para comenzar por las cosas más pequeñas,
¡cuan hermosos son tus mismos pies! ¡cuan bellos tus pasos! ¡Cuan lindos son tus
pasos en el tu calzado, hija del principe!''Es alabada la brevedad estrecha del pie,
no solo el pie, sino también el paso, y es alabado el movimiento de todo el
cuerpo al caminar, que ciertamente se enumera con razón entre las partes de la
hermosura, porque en ello brilla cierta índole y aspecto de ánimo ingenuo y bien
nacido. De donde consecuentemente la llamaron hija de príncipe o, para dar

1 Nácar y Colunga traducen: danzando a doble coro, siguiendo la tesis de fray Luis.

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SETTI MVM. jí5
fa rogat,quaepartes chori agunt in hoc dram'ate,& quarü
rogatu iamabátuca^onftitit.Quid vixtebis in Sunamke¿id
eft,videbitísitaque&Gra5ca>&: Heb*a;a exemplaria om-
nia. Quid igitur videbitis, id eft, quiáinine eft tipici dìg*
num,quodjconfpe&um vos itadek&et? quid^cuius aípe-
d u oculos vefìrospafcere, voiquemet obiettare vclitis?
aut,quse vostanta cupido tenetdnipiciendimeüNam illse
infpiciendajipíius caufajV^n^ábtretjipfatiííro^aEunt. N\fi
choros caftrQrum,Aiit,vtmHsbsxodìcimr9ftcut choros tttfìro
rum.ìXam redettme&ia,&ad&mmas,que; ipfam vocabat
conuerfa^uò mehus ipfam inípicerejit¿bifa!>Íá diuifae illas
& altrinfecùs fibi rcípondentes,vtr.üqueíponfx latusicin-
xiiTe funt intelligendx. Plurcs igitur cu efTent,& in duos or
dines diuifae aciei fpcciem prxfeferebant. Atquehaec fpo-
facumdixifíet,fceminaru chorus, quo o (tendetene no li-
ne caufafuiife,quòdiilam diìigentius infpicere 8¿ conté-
plari volucruntjfoxmse eius,atque totius corporispulchri
tudinéjlaudibus in ca;Iumfernnr9ac ita fere dicunr.Gurte
curiofius inipicerc cupiamus,ti>gasf quse quantaes,ex pul
chritudine tota conítás.Nam vt à minimis ordiamur, ipiì
pedes tui quapuchrifuntiquàm venufti inceffus? Qua, in-
q\xmnt1PHlchrtfuntgre]Jtt$.tmm cdccAme ntis püaprinctph. Pe-
dis aftri&abreuimcommendatur,necpes modo, fed in*
ceflusipfe,& totius corporis in incedendo morus lauda-
tur, qui certe inpulchrìtudinispartibus meritò numere-
tur,quodingenui,ac bene nati animi in eo Índoles qu^dá,
5£fpecies eluceat.Vnde confemaneè nonuaauerunt illa
fìliamprincipis ,aut, vt Hebiaicaj vocis notationem red-
damus,liberalis atque profufi,-hoCieA,liberalemipfam,&:
generofam effe dixerunt, magnoque & alto animo prxdi
tam,iuxtaproprietatem Hebraici fermonis^quoqua quis
reeximiè praedituseft, eius rei dicituteffeffius, idque di-
xerunt ob eam caufam, quia abipfá animi exceliì indole
omni&
366 CANTAR DE LOS CANTARES

la notación de la voz hebrea, de liberal y magnànimo, esto es, dijeron que era
liberal y generosa, y dotada de un grande y profundo ánimo, según la propie-
dad del lenguaje hebreo, por la cual cuanto más alguno está dotado de una co-
sa, se dice que es hijo de la tal cosa, y lo dijeron porque toda la belleza en ca-
minar se hace y viene de la misma índole de un ánimo excelso. Y así, dicen
primero: "cuan armoniosos tus pies y de cuan apto calzado usas para el pie; y
en el mismo paso cuánta gracia, qué belleza, qué índole reluciente de ánimo
en ella, que nos parezcas no salida de padres oscuros y traída del campo, sino
nacida de sangre regia y educada regiamente en todas las cosas".

Y continúan: Los cercos de tus muslos como ajorcan, obra de mano de oficial.
Por cercos en hebreo hay Hamuq2, y significa el círculo o redondel, de donde
la vértebra del coxis es llamada por los hebreos Hamuq, y quiso Jerónino en-
tender que esa vértebra es significada por él con el nombre de cerco. Y por una
parte se significa todo el fémur. Y así, el cerco o vértebra de tu fémur o, al me-
nos , tus muslos como ajorcas, que son fabricadas por mano de oficial. Así,
pues, es alabado el fémur, porque ni es pequeño ni delgado, sino denso y mó-
dicamente grueso, y así redondo, que si lo rodean haciendo un círculo exacto,
lo llenarás hasta la uña, de donde rectamente los intérpretes griegos vertieron
en este lugar "armonías de tus miembros", pues armonía rectamente se dice en
todo lo que ha sido hecho con módulo y artísticamente. Tu ombligo como taza
de luna, nunca vacía de bebidas. Torneable que dijo Jerónimo, quiso exacta-
mente entender redondo, pues en hebreo está Sahar, que es redondo, de don-
de también la luna, cuando llenó su círculo es llamada por los hebreos Sihara.
Y así otros vertieron, tu ombligo como taza de luna, esto es, a manera de luna
llena es redondo tu ombligo. Vasos que aquí se dicen, no con los que se bebe,
sino lo mismo que se toma y bebe, esto es, han de entenderse las mismas bebi-
das, como en aquello:

Y mezcló bebidas Aquileas con uvas recogidas.

Las cuales los hebreos llaman Mazeg, y Mazeg se hace con vino mezclado y
disuelto en agua. Y se dice, pues, el vientre semejante a una crátera redonda y

2 La Exposición trae hamuk.


j¿6 / N C JT v r
omnis illa in inceíTu veñudas fingiturJ&: cxiflif .'Dictrnt ira
que.Primùtn quàm concinni pedes tui.quamqüe ad pe-
dcm apto vteris calceorin incefllt porrò ipío quanta gra-
tia, qua: vcnuíh^quac animi in ea elucens Índoles, non vt
obfcuris parentibus edítajruriqucedu&ajfed^vt regio or-
ta fanguine,regieque inftituta nobis omnibus videaris.Et
j>ctg\MUftm£íurüfoemmttm taüvumficut monili^cjuxfabricara
Jnnt manti amficìs. Pro iun&urís Hebraicè cft p í e n Ha-
muq ; id autemcirculum, aut orbem íigniftcat, ex quo
coxx vertebra hamuqabHebrcís appellatur,camque ver
tebram Hieronymusiun&urce nomine afe tìgnifkatam-
intelligi voluít. Significaturautema parte totumipfum
fcemur. Icaquciun&uraaut vertebra faemoris tui,aut cer-
te fcemoratuaranquammoniliaj qua; fabricara funt ma-
na artificis.Igiturlaudatur fcemur, quòdneque exile íit,
ncque gracJlc,feddenfurrirmodicè4ueobefum:ita quero
tundum, vtficirculum exadtè fa&um ipfi circundes,eum.
ad vnguem rcpleturumíit^exquoreáe Graxiínterpre*
tes, hoc loco verterunt ¿v&poì x ^ pepíav Qov, nam pVV<*
redé diciturin omnieo,quod modulate atqueadfabrè fa
¿tum eír. Vmbihcustuus cráter romarilis non 'máigerispocnüs.
Tornatiiis quod dixit Hieronymus,exa&eJ-©i;uiidus rntcl
ligivoluit:naminHebrscoeft "ino Sahar, quodeitrotun
dum,exquo etiam Lunacumfuumorbe copleuitinrpo
SiharaabHebra:is appella tur. Itaqueali; vertunt, vrnbili-
custuus cráter Luna; ,id eft, ad inftar piena; Lunserorun-
dus eft vmbilicus tuus. Pocula veròjiic qua; dicuntur, nò
quibuspotatur,fedidipfum quodpotatur &: bibitur, ¿d
cil,potionesipfa;intcliigenda;funr,vtinilio,
Pocutaquetnuentts *4tht\éa mifeutt >»«•
Quas HebridUO Mazeg appellar. Mazegaute vinoaqua
dilato atquemifto concitar» Didturitaqucvétei ílmílis
era-
367 CANTAR DE LOS CANTARES

llena de vino; puesto que en lo que atañe a la hermosura, estas cosas se suelen
mirar en el vientre, la redondez y la hinchazón módica y llena de jugo; lo mis-
mo que empleando otra semejanza todavía explican más: Tu vientre, dicen, un
montón de trigo cercado de violetas. Pues en un montón, llenándolo todo los
granos de trigo y derramándose igualmente en redondel por todas partes alre-
dedor, nada hay que esté abierto o bajo o desigual totalmente. Pero del vientre
sube a los pechos.

Y así dice: Los dos pechos tuyos como dos cabritos mellizos de una cabra. Ya so-
bre esto más arriba. El tu cuello como torre de marfil. Y esto mismo es de por sí
bastante claro, pues es loado la blancura y brillo del cuello, y su justa longitud
y derechura. Tus ojos como estanques de Hesebón, junto a la puerta de la hija de
muchedumbre. Hesebón es una ciudad tras el Jordán en la suerte de Rubén, en
la que antiguamente estuvo la casa regia de Seón, rey de los amorreos^, llena de
estanques y aguas, como se deduce del libro de Josué. Hija de muchedumbre,
en hebreo BarrabimA, es el nombre propio de la puerta hacia donde se dice
que estaban estos estanques, que se llamaba así porque junto a ella había una
plaza muy amplia y capaz de mucha gente5. Y así, el coro mismo se llamaba
Barrabim, esto es, coro grande y muy amplio, que estaba cercano a la puerta
de la ciudad, de donde caída la patria era llamada puerta Barribim, esto es,
puerta de la hija de la multitud. Pero ¿qué hay en el estanque que pueda ser
trasladado para significar ojos hermosos? Primero, la amplitud. Pues los ojos
grandes también se tienen por hermosos, como se suele decir en español rasga-
do6, de donde Homero llama a Juno "ojo de buey" por la grandeza, creo, justa
y hermosa de los ojos. Después, la serenidad, de donde viene la luz y el esplen-
dor. Por último, el descanso y como la estabilidad, que tanto está llena de de-
coro y gravedad en los ojos, cuanto ciertamente es índice de un ánimo cons-
tante y simple. Pues aquellos cuyos párpados y ojos se mueven con frecuencia
con gran rapidez o son tímidos o muy sagaces y engañosos.

3 En la Exposición cita Núm. 21.


4 En la Exposición dice Bathmbbin.
5 La edic. de Salamanca añade al ms. del P. Merino y capaz de mucha gente, justo como esta Expla-
nación. Es una prueba a favor de aquélla, pero no en contra de la de Merino.
6 Palabra española introducida por fray Luis en el texto.

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S E P T I M V M. i67
crateri rotundo,acvinipleno:quomamquod ad pulchri-
tudinemattinct,in ventre hajcfpc&arifolentjrotunduas,
modicùfque ac (ucci pienus tumor: quod idem alia adhi-
bita fimiiitudine adhuccxplicant magis.Vrnter tms , in*
quiunt,//'cutacemas triticicmóiashiijs.lri aceruo cnimgra-
nis tritici can&acompìentibus,atqueomniex parte circü
quaqaefeajquabiliterinorbem effundentibus, nihilaut
hiat,autfubfidet>automninò inacquale eft.Sedàvetre ad
vberaafccnduot .Itaque àicunuBn^C, beva tua (¡cut duo h'innn
li gemelli e dpre&Aà. de hoc fuprà> Qollum tuumficut tums ebur
wej.Et hoc ip fum per fe íatis eft perípicuum: candor cnim
coili,atquenìtor,eiufqueiuftaìongitudo&: re&itudocò
mendatur. Oculi ttt't fu utpifeint in Hcfbon, qué/unt in porta fi-
fa mítlútuiinis Hesbon vrbs eft cis Iordanem in forte Ru-
benitide,in qua oiim Seonis Regis Amorrharorum regia
fuitjftagniSjaquifqucabundanSjVtcy Iofuc libro liquetjFi
[umulmudmh. Hebraicè Barrabim, nomen eft proprium
cius portas,ad quam pifeinac iftse fuiíTe dicuntur^qua; iìcap
pellabatur,quòd hutaillam forum effet pcramplum, ¿
multorumhominücapax.ltaqiic forum ipfum Bambini
appellabaturiidcftjgrandej&peramplumforumjCuiforo
vicina qua;eratvrbis porta,exeo patrio cafu porta Barra-
bim^deftjportafilias multitudinisdicebatur.Sed quid eft
inpifcina,quodadpulchros oculos iìgnìficandos pofsit
transferri?Primuampiitudo.Na magnioculi, &vtHifpa-
ñc dici folct,rafgados,pulchri habcntur:ex quo Homerus
Iunonem ^«W*appellai ob magnitudinem,crcdo, ocu-
lorum iuftam atque deccnte.Deinde ferenitas,ex quo exi
ftitlumen &fplendor. Poliremo quics &; tanqua ftabili-
tas,quaecu ipia in ocuüs grauitatiseft, & decoris piena:
tum certe conftantis animi,atque ilmplicis eftindicium.
Nam. quorum crebro palpebra;, atquc oculi magna ce-
krùate- mouentur, aut timidi funt, aut omnùiò va*
fri
368 CANTAR DE LOS CANTARES

Tu nariz corno la torre del Líbano, que mira frontero de Damasco. Aph para
los hebreos significa nariz propia y literalmente, y nariz se pone trasladada-
mente a veces por irritación, a veces por la gravedad de rostro que sale del há-
bito de ánimo grande y elevado, puesto que de aquellas cosas la naturaleza pu-
so en las narices claras señales7. Pues a los airados se le hinchan y dilatan las
narices, y los que son animosos o ios que conciben en el ánimo algo grande y
arduo, suelen meter y echar mucho aire por las narices, de donde aquél entre
otras señales de caballo generoso:

Ya si lejos en alguna parte ¿as armas sonaron,


no sabe estarse quieto, sacude las orejas y tiembla las articulaciones,
y apretando elfuego recogido lo echa por las narices.

E Isaías8: Retiraos, pues, del hombre cuyo aliento está en las narices, esto es,
del hombre de gran espíritu, que se suele decir según la costumbre del latín,
esto es, de grande y excelso ánimo. Y así, exponiéndose a sí, añade: Puesto que
él es excelso. Y tai aspecto de forma es muy hermoso y admirable, en la que una
apta figura de las partes y del decoro del rostro es compensado con una severi-
dad y majestad. Pues todos los que ven un temperamento hecho de hermoso y
grave, así lo aman, como también respetan y admiran. Pues excita en los áni-
mos de los que lo ven muy gran amor de sí, pero sin embargo un amor hones-
to, no compañero de la levedad o lascivia. Pienso, pues, que en este lugar con
el vocablo nariz, se significa, según la propiedad del linguaje hebreo, aquello
severo y alto que lucía en el rostro de esta esposa, que declara ser a semejanza
de torre. Pues como ella en el monte del Líbano, esto es, en los límites de ju-
dea frente a Damasco, ciudad enemiga de los judíos, colocada sobre torres,
servía de adorno y defensa a los mismos judíos, pero de terror y miedo para los
enemigos sirios y damascenos, así aquella divina gracia unida al rostro hermoso y

7 Fray Luis ha precisado su idea. En la Explanación traducía nariz toda la cara; ahora dice nariz o
irritación.
8 Is. 2, 22. La idea del profeta es todo lo contrario: retiraos del hombre, cuya vida es un soplo.
j<58 1N C A P V T
friaiquciaÜaces. Nafas tuus petit turrisLibam^qm Ycfrìcitco-
nct.Da¿mA¡aim,tf|KAph. Hcbrxis proprie & literato nafum
iìgnifìcat. Nafus porrò trarfUtè interdum pro excande-
ícentia ponitur,inrerdum.pro grauirate oris ea,qu£ orirùr
ex habitu animi celfi atque magni: quoniam earumreru
clara Tigna in naribus natura impreÌsit.Nam iratis nares tu
sncnt,atque dilatantur,&: qui animofì ipfi funt,aut qui ma
gnumaliqüidjitqne arduú concipiunt animo^multù ipiri
tus naribus ì ratiere folcnt,atquereddere : ex quo ille intes
alia generofi equi Tigna,
Tumpqttstjonum proctilórmst (ledere^
S-ure loconefat>mtcatm<riht4$ì& treni ìtetrtus,
CoiLc£f.umqu€ fremens'ydititfub naribus ignemm
gfÁffA EtEfaias.Qiuiefci te ergo ab nomine, cuius fpiritus in nari
bus eius,ìd eft,ab nomine magni fpiritus,quod Ladri fer-
monis confuetudins dici folet, hoc eft, animo magno &c
cxcelfo.ltaque féipfeexponens addir. Quoniam cxcelfus
eft ipfe. Atquieaformaifpecies^naximè putchra£ft,atque
admtrabilis, in qua partium.apta.figura arque decor oris
quadam fcucritatt& maieftat?e temperatur.Nam illud ex
pulchro arque grauitemperamentum quicunque vider,
ita amant,.vx vereantur eíkm,atqueadmirentur.Excítat
enimin contuentium artimis magnani omninòamorem.
fui, iedhoneilumtameninonleuitatiii,autlafciuÌ3ecomi
temamorem.Ajrblrroritaquerioe loco,Nafi vocabulo».
pro Hebraicifermonis proprietate fignifícari, feuerum
iliu4 atque altura, quod in huius- fponfk elucebat ore:
quod-turrisiìmilitudo adàibka, ita efíc decJarat. Nam li-
cut illa in faìtu Libanijid efí., in Indf ae flnibus coatra Da-
mafeum infeftam Ludaùsvrhexnjlocata turris, lüdxis ipfis
prseildio^¿.ornamento era^hoftibus vero Syris & Dama
feenis formidini atque terrori tue illa pulchro ac formo-
ÌtiìimoipoiìfaionadiunttadiuinagrauitaSjulaqvanimiin
369 CANTAR DE LOS CA N TARES

muy bello de la esposa, y aquella altura reluciente en la misma cara del animo,
tanto amplificaba su hermosura, cuanto la tornaban segura de la petulancia e
injuria de los hombres de cuyos ánimos evitaba todo pensamiento no solo de
ataque o de atreverse a algo torpe o insolente, sino también de desear y espe-
rar. La cabeza tuya como el Carmelo^. La cabeza, esto es, el casco de la cabeza.
Pues en hebreo así: la tu cabeza de sobre ti. El monte Carmelo en Judea fue
dignificado con los domicilios de los profetas Elias y Eliseo. Dicen, pues, que
ella se eleva y sobresale sobre las demás dueñas, como el monte Carmelo supe-
ra a los montes vecinos y de alrededor.

Pero lo que sigue tiene explicaciones más difíciles: Los cabellos de tu cabeza
como la púrpura del rey atada en los canales10. Pues, para explicarlo, primero,
lo que pienso que antes he dicho, debe saberse que en Siria y Palestina y en
toda la región de oriente el cabello negro o rojizo, que no se aparta del color
purpúreo, es alabado; después, se ha de advertir que las palabras hebreas han
sido compuestas en este lugar de tal modo, que puedan ser vertidas tanto de
este modo, en que fueron trasladadas por Jerónimo, como de aquel al que la
vertieron los intérpretes griegos, los cabellos de tu cabeza como púrpura, el
rey atado en los canales. Y ambas versiones tienen casi la misma sentencia, sal-
vo que esta última se acerca más al lenguaje amatorio, por lo cual interprete-
mos ambas. En la primera, pues, son loados los cabellos por el color, a saber,
por el que se tenía como más hermoso entre los hebreos. Pues dicen que los
cabellos de la esposa les parecen tal, como suelen aparecen las lanas pintadas
de púrpura y múrex, y añaden, cuales lanas regias llenas de púrpura, y juntas
en canales, para que se entienda que son comparados los cabellos de la esposa
con púrpura muy valiosa, y no ajada por el uso sino de tintura reciente. Mas
en la versión posterior de los intérpretes griegos, que dice: el rey atado en los ca-
nales, vale para amplificar la hermosura de los cabellos. Pues dicen que son tan

9 El Carmelo es un monte de Palestina en la tribu de Isachar, muy elevado, agradable y fecundo en


viñas y frutos.
10 cfr. «Respuesta de Fr. Luis estando preso en la cárcel» {Obras, I, 211).

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S E <PT Ì.MVM. Ì69
ipfa facie ceifìtudo elücens- v tùm ipfìus pul chritudiné am-
plificabatjtàmeanaemtutamreddcbarà petulancia &: in
íuriahominunri,quorum ex animis eximebat omnem,nó
folùm conandi,au*audédi turpe aiiquid, autinfolcns, fed
etiam cupiendi)3¿ fperandi cogiraiionem.C^f tmtm'ficut
Carmelus, Caput ,ideft, vértex capitis. Nam Hebraicèfic.
Caput tuum £jfiod(uprà te f^Carmelus mons in Iudsea,Helie;
6¿ Elifei vatum domicilijs nobilitatus.Dicunt igiturexta-
ie ì p i a m ^ eminere iupra cxteras fceminas,iìcut Carme-
lus mons vicinos, &¿ circiimiacentes fuperat montes.Sed
quodfequitur,difiìcÌÌÌores explicatus haber. Com£caph¡s
twftcutpurpura.-RegísiftnftacanMus. Huius nanque explica
di caufa, píimum, quod puto me ante dixifle, fciri dcbet
inSyria ¿ P a l a d i n a , & toro ilio Orientis tradu nigram
comam,aut fubrubeam»qu^ ad purpureum colorem non
nihilaccedatjCommendariideinde adüertendum Hebrai
ca hoc loco ea efieratione conítru&a,verti vt pofsint, cu
hoc modo>quoàHkronymòfunrcóuerfa,tùm ilio, quo
Graeci interpretes illa v e r t e r u n t , ^ ^?J«w v.i^c¿Km (Vif.W
-oofyvfCL $cc(rihív$Jlt$ítiívc$ h TT*f>*tJ($<>f¿«i$Úd Cftj COm& Capitis
tui iì cut púpura, Bj-ex ligatus in canalibus.Eil aute vtriufqj
Vériìonis propè eadem fententia,niiì quod hasc pofterior
ad amatorium fermonem propiùs accedit quare ihterpre
temur ytramque.Igitur in priori laudantur capili! a colo-
te ,eo fcilicèr,qui apudHebraeos pulcherrimus habeba-
tur.Nàm dicunt videri íibi fponfse capillos tales^quales la-
na: murice-atqu.e purpura tintoapparere folenn&addüt
ad epithaii'm,qualeslanasregia?purpura imbut^,& canali
busiunftar, quo intelligatur, cum pretioíífsima purpura,
&¿ ea non vfu detrita ,fed à tintura recenti compárari
fponfa? capillos, At jnpofteriorLGr#corü interpretu ver
fiòne,quod dici tur. Rexligatus itvcanàlibus,valet ad capii
Jorum^ulchrituáineampUficandam. Nam dicüt eosviq,-
Aa adcò
370 CANTAR DE LOS CA NT ARES

hermosos hasta tanto que el mismo rey, esto es, el esposo se enciende en amor
con ellos así, que les sean como ataduras11, o mismo el mejor amor usa de ellos
como ataduras para vencerlo y atarlo. Los tus cabellos como púrpura, esto es, se-
gún el parecer y costumbre de aquella gente, muy hermosos. El rey atado en
los canales, esto es, enlazado e impedido por el amor de los cabellos; a los cua-
les llama trasladadamente canales, trayendo semejanza del agua que, cuando
discurre por los canales, se dice que se crespa; como los cabellos largos de las
mujeres y derramados por los hombros de ellas se crespan y se dice que onde-
an por los hombros, con palabra trasladada de las aguas12. ¡Cuan hermosa eres,
y cuan amable, Amada, en los deleites! Con un apto epifonema13 pasan a las pa-
labras siguientes.

Y sigue: Esta tu disposición semejante es a la palma, y tus pechos a los racimos,


a saber, de las uvas que daba la vid, que estaba unida a la palma y, serpeando
por ella, mezclaba los ramos de la palma con sus sarmientos. Pues también por
este lugar consta que en Palestina las vides se solían plantar junto a las palme-
ras, como en Italia junto a los olmos. Y dicen que el cuerpo elegante y bella-
mente alto de la esposa es semejante a la palmera, que tiene a su vez insigne al-
tura y elevación; y los pechos que estaban en el pecho y sobresalían a los
racimos de uvas, que salían de la palmera de aquella vid, que estaba mezclada
con ella. Pero lo que añade fue expresado según la costumbre y afecto de la na-
turaleza común: Dije: Yo subiré a la palma, y asiré sus racimos, y seránI4 tus pe-
chos como los racimos de la vid; y el aliento de tu boca como el olor de los manza-
nos; pues es natural, que el aspecto de hermosura brillando hacia cualquiera
atraiga hacia sí a los que miran, y brillando en la mujer también los enciende
en deseo de conquistarla. Dije, esto es, la fuerza de tu eximia hermosura admi-
tida al ánimo por los ojos y encendiéndolo, le dicta estas palabras llenas de afi-
ción muy ardiente: Subiré a la palma y asiré sus racimos1^.

Sigue: El tu paladar como vino bueno, digno de que mi Amado lo beba, y de


rumiarlo por sus labios y dientes. En este lugar el intérprete latino tornó el texto

11 El P, Scio se limita a recoger rodo lo que dice fray Luis sobre este punto, dándole la razón.
12 Ha omitido aquí una explicación de la Exposición : atado en los canales, como tinas de tinajeras en
las que atadas están tiñéndose por segunda vez.
13 Define esta figura en la Exposición, como clausula sentenciosa que remata todo lo dicho.
14 «Esto es, y son (pone tiempo futuro por el presente), dice fray Luis en la Exposición-».
15 Dice en la Exposición: son palabras que cada una de las dueñas dicen por sí, en que muestran por gala-
na manera la codicia y ambición que tienen por gozarla...
j7o l H QA ? v r
adcò pul claros eíT^vtllexipfCjideftjfponfus cisin amore
itaaccedatui^vtiìntiUi pro vincuiis:vel potiuseispro via
culis ad iÜüillaqueandumjatquevindciidüipfe amor vta
tur.C^/¿/r^//íc»f^r/>«r^)hoceft,prQgcntisiH!usmoreT&:
iudicío^ulcherdmi.iíex hiatus in canale,.s.id cft, illaquca-
tus,&; irretirne amore ipforum capillorum:quos trauflatè
canales vocat,du&a ilmilitudine ab aqna,que cu per cana
les decurxitjCrifpari dìcitunquéadmodum caprili faernina
ru m oblongi,6¿ p cr humeros eacum eíFufi crifpantur, vn-
dareque&ipfidicumuthumens^verboab aquts tranfla*
to. {¿"¿in p'dkh/.i es & qu.ìmdewa chanfsìmj indeiicüs.AptO
cpiphonemate tranfitutri advlterìora faciunr. Sequimc
cnim.Srarm'dtuaafsmÍ4raeJ}palmx}&yberarudb¡)tris. Vua-
rum;fciiicèt,quas ferree ea vitis,qua: palma; adiucca, Se per
earnferpens,palma? ramos farmentisimplicabatfuis. N3,
vel ex hoc loco conftat in Palxftina vites iuxta palmas fe-
ri folitas^iìcut iuxta vimos in Italia.Venuftìfsimè auté pro
cerum,atqucelegansfponfa: corpus palma; arbori, cuius
ítem eíl infìgms altitudOjSí proceritas,íimile eíTedicunt:
vbera aute in pc&ore extantia S¿ prominentía botris vua-
rum i;s,qui eminebant è palma ab ea vitCjqua; implicaba-
tur cumipfa.Sedquodadduntjd è eommunis natura; af-
fedu,atque moreexpreíiurnefLD/A/, afcendammpalmam,
& apprehendxmfruEÍAS e¡usy& enmtybera tuxficut botriyinea,
&odor oris tmficHtmtlorHm, Nam naturale eft,vt pulchri
fpectes in quocunque enirens ad fe aluciar intuetesunfee
minaautemelucensetiamfüipotiundideílderio ipfosae
cendat D/x7,id eíl, eximias tuse pulchrirudinis vis per oca-
iosadanimumadmiíTa,eumqucincendens,haícihidicl:at
deílderi; ardentiísimipleoa vzsba.^jcendaminptlmam^
apprehendamfnicluseimt fequitur Guttur tuum ftcHtVtnum op-
tmtumfognum dilecio meo ad potdndujabijfque & denúbusditas
Adrurmmtndum, Hocin lo co Latinas interpres Hebraicum
textum
371 CA NTAR DE LOS CA NT A RES

hebreo con una paráfrasis, pues a la letra así vertería: El tu paladar como vino
bueno, que va mi Amado a las derechas, que hace hablar labios de durmientes16.
La cual es una descripción del vino bueno y generoso por los detalles y conse-
cuencias. Donde aquello, al Amado, que se dice, no significa una persona de-
terminada, sino como con el vocablo "alguno" los latinos solían decir, y los es-
pañoles con la voz "hulano"17, así en este lugar la conversación no se dirige a
uno determinado. Pero lo que va a las derechas o, como en hebreo, Lemesarim,
dicho del vino, significa un vino de buena nota, como sea tal lo que puede be-
berse rectamente o, al menos, porque mientras se bebe por su bondad y suavi-
dad, sin tropiezo, por así decir, llevado directamente por la boca a la garganta,
de allí es llevado al cuerpo, lo que es propio de un vino añejo y generoso. Pues
se bebe muy fácilmente con placer, puesto que carece de toda severidad, y
consumido, solo entonces muestra su fuerza y a sí. Pues en cuanto a causa de
la vejez consta de partes más delgadas, tanto más rápidamente subido a lo alto,
somete a su poder todos los sentidos de la cabeza. Los hebreos, pues, lo llaman
que va directamente, como los españoles de un vino de tal género dicen: "que
se cuela sin sentir™ ", como de aquello bastante aparece, donde se dice19: No mi-
res al vino cuando enrojece y brilla en el cristal, pues entra blandamente, esto es, va
a las derechas (pues así se lee en hebreo) y al final morderá, como culebra, y co-
mo basilisco difundirá el veneno. A saber, mostrando una cosa muy distinta de
lo que prometía al inicio. Pues al inicio aparecía manso y suave, nada hostil,
pero después de que se metió en el pecho, invadiendo la cabeza y la mente,
¿qué turbaciones no moverá? Pues para omitir aquellas guerras mayores guerre-
adas sobre el vino, ciertamendte casi arrebata el uso de la palabra. Vuelve, pues,
temblona a la lengua, disminuye los sonidos de las palabras al hablar, defrauda
a las palabras en letras y sílabas, y turba el orden y estructura recta de las mismas.

16 El P. Scio se limita a recoger todo lo que dice fray Luis.


17 El P. Merino trae fulano, pero la edic. de Salamanca hulano; el detalle es mínimo y no hay que sa-
car grandes consecuencias.
18 Texto español incluido por fray Luis en esta Explanación.
19 Prov. 23, 31.

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S E P r l MV AI, 371
textu paraphrafi reddidk: mmad verbntnile verteresur.
Guttuv tuiunfic Htltinum ìllud bon-umìquod*\udtt ad ¿ile firn?) meü,
dtreélèjoquens labi)s dormientis.Qxvg. eft vini optimiacgene
r>ofidefcriptioexconiuncr.is Oc confequentibus . In qua
il[\jLd7add¡l€6ÍHir,,quod dicìtur,nullam certamperfonam
iìgnifìcatjfedquornodo Latini vocabulOjquiivvtifajpè fo
lene, oc Hifpani voce, Huta no ,fie iftoloco ad ne mi ne tri
vnum fermo certo dirigitur.Sed,Qtwdy^dctdirecrè^uuc ve
in Hebrxo on^oSjLemefanni, de vino di£tum, óptimas
nota: fìgnifleat vmiim7quafi tale ílc,rede quod bibi poftir,
vel certe quia dumbibixurpropter fai bonitatemjlenira-
temqiie inoifcnfo, vt ita dicam, pede directèper os ad
fauces delapfurn.jinde in corpus traíjckur: quodeil vetu-
iti aegenerofi vini proprium.ld eniin cum voluprate ¿a-
ciihmèbibitur,vtpotè quodomniaufterkatecarcat:hau
ftum porrò tum demum fe,vimque fuá prodit. Nam quo
propter vetuftarem è tenuioribus conilatpartibus, eò ci-
tiùs in fublime elatun^omncs capiris feufus in fuam redi-
git poteftateni. l i igitur Hebrxt vadere direte appellane
quomodo Hifpani devino eius generis dicunt :Que fé cu e
la fin ientir,vt ex ilio fatis hquetvvbi dicitur,Ne aipicias vi- Prott. 23.
num cum rubefcrt,.6¿ cunafplendetin vitro: ingreditur »
enim blande,ideft vadkdke&è (ficenimHebraicolegi »
tur OJTxfiJQj S¿innouif¿imomordcbit,vEcoiuber,& ficut »
regulusvencnumdiiFundet.Nimimmlongèaliumfequà ?J
quod initiopolliccbatu^oftendens.Eteniniinitiomiiis, „
aclenis niliii hoíhle pra: fé ferebat : at poileaquam inpe-
dus admigum eft r in caput, atque in mentem inuadens,
quas turbas non mouetr Nam vt maiora illaomittani
bella debellata fbper mero , fermonis certe vfum pro-
pè eripit. Linguam namque haefitantem reddk : vo-
cum in loquendo fonos immutar : verba literis,ac fyl-
iabis fraudat ; eorumque fhu&uram & ordinerà re-
Aaz ¿tum
372 CANTAR DE LOS CANTARES

Por lo cual se añade: hablando con los labios del dormiente, esto es, como los
dormientes; y éstos que llegado el tiempo de coger el sueño, están pesados por
él son los que suelen decir: Yo soy de mi Amado, y su deseo a mí20. Digna res-
puesta de una mujer amante. Pues dice, "no sé cuál sea o cuan hermosa sea, no
me preocupa mucho si tal os parezca cual me decís ser; solo sé uria cosa, que
de cualquier modo que sea soy toda de mi querido; que él es amado por mí;
que yo a mi vez soy amado por él; que deseo ser grato y agradar sólo a él; que
sólo tengo un deseo: que no exageréis vuestras palabras y juicios sobre mí, y
vuestras alabanzas totalmente sobre mí21. Y así, como sintiendo repugnancia
hacía ellas y tornada al marido' "ven -dice- Amado mío, salgamos al campo, mo-
remos en las granjas, a saber, para que librándonos de estas turbas y molestias
de los hombres, y disfrutando de la amenidad del campo, nos entreguemos li-
bremente a nuestro amor". De mañana -dice- levantémonos a las viñas, veamos
si floreció la vid, si las flores engendran elfruto, si brotaron los granados; allí te da-
ré mis pechos. Las mandragoras dieron su olor22, y lo que sigue. Levantémonos de
mañana a las viñas , pues a la aurora nada hay más ameno que el campo. Vea-
mos o por futuro, como es en hebreo, veremos si florece la vid, si las flores en-
gendran elfruto. Digo las flores de la vid, esto es, veremos si las vides dan flores
o comienzan ya las flores a dar frutos. Pues en hebreo así: si floreció la vid, si
apareció la menuda uva, si brotaron los granados.

Sigue: Allí te daré mis pechos. " Y no solo, dice, pienses que te invito por la
amenidad del campo, allí te me daré mucho". Las mandragoras dieron su olor.
Se ha de repetir la palabra anterior por común, a saber, y veremos si las man-
dragoras dieron su olor. Pues las mandragoras destacan por el olor, como dice
Plinio.

Finalmente añade: en nuestras puertas todos los frutos nuevos y viejos, los
guardé para ti. "Y junto a otras, dice, oportunidades o placeres de esta vida
campera, a la que te llamo, se añadirá también, que abundarás en gran copia de los

20 Aquí acaba Bossuet el quinto día.


21 Estas sentencias son el resumen de la teoría sobre el amor y sus clases expuestas en la Exposición
(cfr. ib. 188-90). Allí expone fray Luis tres clases de amor entre dos personas: el falso de los dos, el engaño-
so de uno, el auténtico y total de ambos.
22 Se creía mandragoras tenían un poder especial para la fecundidad, pues Raquel las pide a su her-
mana Lía (Gen. 30, 14).
37¿ IN Q'A .P V T
&um perturbai. Q^areadditur.Zo^ewi Ubijsdormímtis, id
eft,qual¿ter dormiaites,hi,autem íunt quiinftante fomrii
capienditemporeíomnograuantur,loq:uÍfolent.£^íJíií/7e.
¿io meo& ddmeconutf(ÌQeiit$.Dip\\im amantefcemina re-
íponfum.Nam dicityqualis ipfa,aur quampuichraíim nc-
lcio r neque vero vtrfi ralis vobis videar, quale me efíe dici
tis,valdè laboroùllud vnü fdo,cuiufuifmodi firn,tota viri
mei eiTeià meillü amarúab ipfa me vicifsim diligi : ílli vni
gratificarirne>&:placerecuperc:id folùmin votismihi ef-
iè: veftros vero de me fermones atque indicia,&: omninc?
laudes déme veftras non tanti facere.Itaque ilias velini fa
ilidiens,^ ad virum conucrfa.Vemyinquhjdileóle mt^-edta
muYinagrum^Qmoremurirrviílis.q^o nos feiucèt^abliis tur-
b i s i hominümoíeírljsfubducejites, agriq,- ameenitate
fruétes,amori noiiro libere ixldülgeamus./Wíí»f}inquit/«>,
gamus adyineas ¿Viàeammftfloruit^ineayftfloresfrncíus pttrtu-
t'mnt,fi fiorugrunt mala puntea^xbt ¿abo ttbrì>bera mea. Mandrapo
Y£ dfderuntodoremfíium.&cquxCcqüütur» Manefurptmusad
'Mneas.ìXk fub aurora nihileft agro 3Lmccnk\s,y¡deamHs. Aut
perfuturum,vt inHebrxoeltjVidebimus, Sifloreat ~\'ìneafi
floresfruóìuspartur'mnt.Tlorcs inquarti vineaeád eit, videbi-
miis vtrum vites flores emittant,aut ipil earum flores frii
¿tusìam edereincipiát:Nam in Hcbrxoñc}Siftoruif)>we4,
fiap^aruitnom^ua^fifloruerunt maUpunica. SQquitutjbidftbo
tibMcramea.Etneiòlum,inquìt.,inuitari teagriameeni-
tateá me pures, fummam ibi mei copiam tibi faciam.
Mandragora dederuntodorcmfuum, Reperédum à communi
fuperiùs verbumjnimiriinij&videbimus il mandragora;
dederuni odoremiuum. Prasftant enim odore mandra-
gora^vt Plinius tradir. Denique addit.I» portis noflris om-
nia poma nona ty^etera dilette mi femani ubi, Et ad alias, in-
quit, vel opportunità tes ,^cl voluptates huius vitse ru-
fticajjad quam tevocoàlludAccedetetiam^quòdabun-
dabis
373 CANTAR DE LOS CANTARES

mejores frutos para alimentarte. Pues los escogeré para ti, más aún tengo en
casa escogidos y puestos frutos, y bayas de árboles de todo tipo, de que tú pue-
des usar y alimentarte". Y con este fin se concluye este capítulo, a cuyo princi-
pio tornémonos ya.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

Cuan lindos son tus pasos en el calzado, hija de principe. Se dijo ya más arri-
ba por qué en esta parte del cantar, en la que se trata de perfectos, aparezcan
nuevas personas además del esposo; ahora se ha de decir y buscar cuáles sean
las causas, porque esta alabanza, comenzada por la alabanza de los pies con di-
verso y muy contrario orden de la anterior alabanza, termine en las alabanzas
de la cabeza. Ni falta causa de ello, según pienso. Lo que ya más arriba diji-
mos, en esta alabanza figuradamente, como las demás cosas se significa lo que
que en verdad vemos suceder a los destacados en la virtud, como son los que
son llamados perfectos. A ellos admiran y alaban todos los mortales, cuyos
ánimos no están totalmente abatidos o en contra de los oficios de las virtudes;
lo cual no sucede igual a los que en cierto moddo están entregados al estudio
de la virtud, o que ya hicieron en ello algunos progresos. Los hombres, en fin,
ven los hechos rectos de los otros hombres, pero no ven el hábito divino y rec-
to de ánimo, y las virtudes que están en él, de las que los mismos hechos rectos
nacen y manan, sino de las cosas que ven sacan conjetura. De donde acaece,
que cuando quieren alabarlos, alaban primero lo que primero se les presenta a
la vista, y lo demás que les da causa de conocimiento y alabanza. En un princi-
pio conmovidos por esa honradez de obras exteriores, comenzaron a admirar a

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S E P T I MV M. J7}
dabis maxima óptimo rum* fraduum ad vefcendum coT
piaXegam enimipfatibi,imàveròie&a,acdomi habeo
repoiìta poma,atque baccas arborum omnis generis^ui-
bus tu vti,atque vefci pofsis, Atque hacfinihoc caput co*
ciudi tur, cuius iam ad principium reuertamur.

ALTERA EXPLANATIO.

Vanipulcìmffmrgreffttstti w C4lcc4mcntisftlt4f>rw~
cì/^Quarein hac carminio partc,in qua deper-
fe&is agitur, prxtsr ipófum nouae perfonae in-
ducantur,qu2E fpófam laudent j, iam fuperiùs di
&um cft:nuncvcrÒ4Ìlud eft dicendum,atquc quaerédum,
quidnam caufaefit, curifta iaudatio , diucrfo atque adeò
contrario a fuperiorelaudatione ordine à pedibus laudan
dis exorfa, in capiiis laudibus terminetur. Ncc cnim id
caufa, vt arbitror,vacat.Etenim,quod iam fuprà diximus,
in hac laudàtione figuratè,vt cantera omnia, fignificatur
id, quod re ipfaaccidere videmus viris -vinate prajilanti-
bus, quales funt/qui perfedmominantur.lllos enim mor
tales vniuerfij quorummodòanimusnonomuinòpto-
fìigatus ílt,aut virxum ofìicijs infcnfus,admiranmr,6clau-
dant:quod non asquè contingit ijs,qui virtutis ftudio quo
quo modo dediti funt,aut qui progreflus iam aliquos in
co feccrunt. Homines porrò aliorum hominum re&è
fada vident, animi autem redimi arque diuinumhabi
tum^ututcfquejquseiininfunt^exquibusipfa redè rada
oriuntur,&: manant, non vident,fed ex ijs qua? vident con
kdura colligunt.Ex quofit>vtcumlaudare eavoiunt, id
primum laudibus profequanturrquod illis primo vìden-
dumoccurrit, quodque c3etera1S£cognofcendi,&; iau-
dandi caufarn ipfisattulir.Namprincipio iftaoperü exte-
riomm honeftate commoti,cos,àquibus ea-edebantur,
Aa 3 admi-
374 CANTAR DÉLOS CANTARES

aquellos, que mostraban tales cosas, y a examinar los ánimos de ellos. Así,
pues, lo que los latinos llaman oficio, con el cual nombre se comprende todo
lo que se hace por mandato y guía de la virtud pública o privadamente recto y
honesto, ello las Sagradas Letras figuradamente llaman pies, no solo porque
estos hechos rectos tienen menos de dignidad y de luz que aquellos interiores
adornos del ánimo, de que nacen, sino porque la virtud se asienta en éstos, y
con ellos como pasos avanza en este estado de la vida mortal. La sociedad de
los hombres entre sí y todos los comercios humanos se contienen en estos ofi-
cios. Y que estos oficios son llamados pies en lenguaje antiguo, casi todos los
escritores lo muestran en aquello de Cristo: El que está limpio, no necesita sino
lavarse los pies23. Luego aquellos hombres que beben con los ojos la imagen
honesta ellos, dicen que estos pies son hermosos, tanto porque son honestos
estos oficios y por ello dignos de dignidad, como porque son útiles pública o
privadamente, y por esa causa graciosos ante todos y, por así decir, populares;
y sobre todo los que son dictados por la caridad y piedad cristiana, los cuales
recomendados admirablemente por la apariencia de humildad y modestia, se
ponen casi todos en hacer bien y servir a los otros, más grato que lo cual nada
puede ser en verdad para los pueblos.

Mas cuan rectamente con esta alabanza del oficio cristiano se une lo que
sigue: hija de principe. Si no fuese varón perfecto y santo hijo de príncipe, es-
to es, si no estuviese dotado de ánimo generoso y magnánimo y digno de
príncipe, carecería de la dignidad de oficios, que dijimos. ¿Qué, pues, si estos
pies son para nosotros, lo que veo que puede ser rectamente, la humildad y la
dulzura y la mansedumbre, que son virtudes propias de la disciplina cristiana,
y las cuales los perfectos en tal disciplina llevan delante de sí en el rostro y en
el caminar y en todo el hábito de la cara, más amable que las cuales virtudes
ciertamente nada puede haber? ¿Acaso menos aptamente convendrá con es-
tas virtudes lo que sigue, hija de príncipe? is/íás aún, muy aptamente. La virtud

23 Jn. 13, 10. Dice exactamente: El que se ha bañado no necesita bañarse, está todo limpio.
j74 r N £ J P V T
admirad co2pcrut,5¿ in ilio rü ánimos in troiai cere. Qupd
i^tur.Latini officia appellant, quo nomine quidquid e*
virtutis indudiijatqj prasrcriptOjVcipubikè, vel priuatirù
redé 6¿ honeftè fitjCÒprchenditur:id facrxliterse figurate
pedes. vocantmon folia quia niinus dignitatis atque lumi-
nis habent ifta redè fada,quàm illa animi interiora orna*
mentala quibus oriuntur:fed quia iftis virtus infittir, eifq,«
tanquamgrefiibus inhocmortaiis virai ira dio progredì-
tur.Nara focictas hominum ínter ipfos, comercia que hu-
mana omniaiìis continenrur ofñcíjs.Vocariauté ifta oíS
cía pedesin arcano fcrmone,omaes fere ferip cores docet
IQ¿>IA6, ¿Q{[[o,GàriftiiQuiiorus eft, noiadigetnifi vtlauetpedes.
Hos,;ergo'pedes ij, qui corani honeítam fpeciem ocuíls
haununfchomiiies3pnlciiros£Jre dicunt:tum quòdhone-
fta íunt iftaoíiicia,á¿ ob id dignitatis plena ,tü quòd funr¿
vel publicó, velpduatim v-tilia, Se obeam caufam apud
omnes gratiofa, S¿ vi ita dicam,popuIaria: precipue àure
ca,quajácharir.ate,&: ápictateChriftiana duomtur, quas
modeftia; 6¿humilitatisfpecicmirabiíiter commendata
in beneraciendo,atque in inferuiendo alijs ponuntur fere
omnia* quo quodpopuHsfirgrariusptofedò efrici nihÜ
poteítAtqtaam rectè cuniiílalaudeGhr-iítiani officij id;
quodfequitur,mngirur, Filiaprmcíp&Nificnim virperfe*
¿tus &fandus fìliusprincipis efìet?ideft, nifi generofo,
& munífico, ac digno principe animo cífet prasditus, ea;
quamdiximusjofñciorum dignitatecareret. Qidd vero
fi hi pedes nobis fiat, id quod video redé cíTepoíTe, hu-
miíitas ea,atquelenitas,acínanfuetudo,qu3t:funr proprie;
ChriftÍana:dííciplinsBVÍrtutes,6¿:quasperfedi in ea difei-
plina, &: vuku,.&:inceífu,&omniorishabií:uprac fe fe-
rune,quibus certe virtutibus nihil amabilius eíle poterr,
num minus aptè cum his virtutibus cohaerebit, quod fc-
quiíur?fiLia princ¿pi$?Ímovcroüptiísimc,Ciiriftiana cnira
vktus
375 CANTAR DE LOS CANTARES

cristiana será descrita por sus colores, si los pies de los cuales, esto es, si la hu-
mildad y mansedumbre de los cuales son alabadas, estos serán predicados hijos
de príncipes, a saber, dotados de ánimo excelso y exagerado. Como nada hay
más humilde y más manso que el hombre cristiano, así nada hay más alto y
sublime que él. Lo que adoramos y creemos en la persona de Cristo, que dos
naturalezas se unen de modo inefable, la una sublime, la otra humilde, lo mis-
mo en cierta manera se puede ver en aquellos que son semejantes a Cristo, su
cabeza, por la imitación de las costumbres y por la virtud. Son al mismo tiem-
po humildes y excelsos, tanto por el nacimiento como por las costumbres; son
en verdad excelsos por el nacimiento, porque refieren el origen y principio de
su nacimiento al mismo Dios, por el cual nacen a nueva vida, y porque tienen
en sí las semillas muy excelentes de su origen; pero humildes y abyectos, por-
que por lo que atañe a los antiguos padres traen origen de basuras muy man-
chadas. Enfin,son humildes por las costumbres y por la condición de vida a
causa de su modestia y el asiduo pensamiento y conocimiento de su fragilidad.
Y así, sienten de sí muy modestamente, nada se arrogan, nada se atribuyen, ce-
den ante todos y se someten incluso a los enemigos, y no hay oficio alguno tan
abyecto y vil, que o lo crean indigno de sí, o no lleven con gusto a causa de la
salud de otros, y no pocas veces en verdad y de corazón desean ser olvidados y
despreciados y tenidos en nada por los demás. Mas a su vez nada hay mayor y
más sublime que ellos mismos. Ni sirven a los deleites, ni ceden a los dolores,
ni permiten ser vencidos por algún deseo malo, ni temen amenazas de hom-
bres ni dardos de adversa fortuna, y a las cosas que sirven los demás mortales,
sobre todas ellas mandan aquéllos, y son de ánimo tan alto, que en su altura
juzguen indigno ceder algo a su deseo y pensamiento, sino a las cosas celestia-
les y divinas. Y así, siempre piensan y sienten muy ardientemente sobre la
inmortalidad, las riquezas eternas, la vida divina, la unión y convivencia casi

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S.E P T 1 MV M. j7y
Vktus fuiscolGribusdefcribetur., fi quorum pedes, hoc
e£fc,quorum;taumilitas &: manfuetudo laudantur, ijdépraj
dicabuntur principum fiiij,exceìfo,fcilicèiJ&: exaggerato
animo praeduL Nam vt nihil eft Chriiiiano homine numi
lius,atque manfuetius,iranihileftcodemaitius, atque fu*'
bümius.Etenim quodin Cbriftiperfonaadoramus,6¿ ere
dimus ineffabili modo coniungi d&as naturas, fublimcm
Vnam^humilemakerarn, idem quodammodo videre 1W
cet inijs.qui Chrifto fu©- capiti, virtueetk. morumimita*
tione funt iìmiles.Suat emm iimuì &: humiles Ó¿ exceliv
tum natiuirate, ttinxmoribus, -Natiuirate quidem excelii
iunt,quoniam ad Deu-m ipftim ortus fui eius> quo in no-
uam vÌtamnafcunturJprmcipiumT&: originerei referunr,
quqdque eius originisinfehabent prccitàtifsima femina:
humilesautem &; abiedi,quo.niam quod attinetad paré-
tes veteres ab Ìnquinatifsimisibrdibus£enus dueüt.Mo-
ribusporrò^& condicione vite propteríuana modeftiam,
&.fragihtatis fu#afsiduamcogitationem•-& cognitioné
funthumiíes Ita.q,-modeftifsunè de fe fentiüt,nih}l fìbi ar*
rogatjtribuüt ñbi nihil,cedum omnibus, feq; fubmittunt
etìainimicis,neq; eftaiiquod tamabíe¿tú,atque vile mu>
nuSjquodvelfeindignumputétjveialiorumfalutis catìfa
Iibenternonfubeanr,ilìudquenonparufaipè vere, &c ex
animo optant contempi fé•à_Gxtcm,&ù.ipemiì&. pro nihir
lohaberi.At cifderuriiis mhileft tmius, atque fublimius.
Namncque feruiuntvoluptatibus, ncquecedunt dolori-
bus, neque fé vinci-fi-aunt abaliquacupiditate praua,nc-
que hominum minas3neque aduerfae fortuna tela extime
ieunt,&: qui bus rebus feruiunt mortales canteri-, ijs ilii orn
nibus imperane: tamque alto funt animo., vtiuaprx-
ftantia indignum exiítiment,impertiré aliquid defidexij.
iùiatque cogitationis, nifi rebus cadeftibus atque djui-
ais » Itaquc immortalìtatem ,, setentas, diuitias , diufe-
Aa 4 nam
376 CANTAR DE LOS CANTARES

familiar con Dios. ¿Qué son aquellas cosas, si alguno las recuerda como méri-
to? Yo no puedo, impedido por estas angustias de comentarios, explicarlas co-
piosamente y en síntesis. Así, pues, ¡cómo sean aquellas de ánimo excelso, por-
que desean servir a todos los hombres, sin referir nada a sí fuera de la
conciencia de haber obrado rectamente! ¿Que se pongan a disposición de sus
enemigos más contrarios no a disgusto? ¿Que así sean de ánimo liberal y pro-
penso a obrar bien, que no solo derramen sus fuerzas y facultades, sino tam-
bién la vida por la salud de los otros? De lo cual se concluye que esto es propio
de la virtud cristiana, que, repudiadas y alejadas de sí la soberbia y arrogancia,
en los cuales vicios todas las vidas e instituciones de los filósofos se apoyaba,
conseguidas y acercadas la modestia y la mansedumbre y la humildad de áni-
mo, unas cosas muy diversas y que no se pensaban poder juntar en uno, la su-
ma elevación de ánimo con la increíble humildad. Por lo cual muy convenien-
temente en esta imagen de eximia virtud y honradez, con la hermosura de los
pies, esto es, con la virtud de la humildad fue juntada por Salomón la digni-
dad de la sangre regia y la brillantez ilustre de género.

A las cuales cosas son muy conformes las cosas que siguen: alabados los ofi-
cios rectos son alabadas las cuatro virtudes sumas, de las que vienen todos los
oficios, y lo primero se dice de la fortaleza: Los cercos de tus muslos como ajorcas,
obra de mano de oficial. Se entiende que la fortaleza de los muslos y de las tibias
es declarada por los nombres, porque a su vez hacia atrás el mismo nombre de
fortaleza se usa trasladadamente para significar los muslos, como en aquello24: Y
vacilarán los varones fortísimos, en lo cual los muslos por metáfora todos admi-
ten que son dichos los varones muy fuertes o de fortaleza. La fortaleza cristiana
es la única verdadera y perfecta fortaleza, puesto que la cual en propiedad no
huye lucha alguna o teme peligro. Y así, es comparada aptamente con el círcu-
lo, cuya figura es perfecta o ciertamente acomodado al muslo en forma de círculo.

24 No aparece en Eclesiástico, último, como afirma fray Luis.


37* '/ N QATVT
namvitam, congreffum Seconui&um penèfamiliarern
cum Dco ilii,^>femp€rcogitanr,^ardétifsimèaiFc6tanr.
Qujd iiia, ea fi quis„pro dignitatecommemoíednam mi-
ni his commentario rum anguftijssexclufo copiofè iila,&
enucleate explanarenonilicèt. Qnàrn igiturilla funtani-
mi excelii, quòd derun&is homìnibus,nihii indepraetcì
re&è fa&i confeientiam adfej:efercntes, benemereri flu-
dent? Qüadiñfeftifsimis fuis;hoítíbus non grauatè corre-
mo dant?Qupd ita funt animo liberali ,&: adbenefacien*
dum propenfo, vt non opes ÍS¿ facultates fuas modo , fed
viram etiam pro aliorum falute profundant? Ex quo con-
cìuditur hoc elle proprium Ghriftiana; virtutìs,vt repudia
tis <S¿ à fé remotis fuperbia& arrogamiajqnibus vitijs om
nis Philofophorum vita&mftitutiò inficiebatur : modc-
ftiaverò S¿manfujetudine:, &huaxilitate animi afcitisfi¿
adiunctàs,dtuerftfsimas res JU qua: in vnum coire polle no
putabantur,fummamanimi celiìtudiaemcum incredibi-
li humiliiareconfociet. Quare conuenientifsimè in hac
eximí? virttttis^atquc pEobitatisimagine,cumpedu«i pul
chritudine,hoc eítjháimiiiíatis virtute, regijfanguinis di*
gnitas, & illuftris generis claritudo a Solornonc cohiun-
ctaeft. Quibus etiam confentaneafunt,qua; fequuntur.
Nam rccìis officijslaudatis quatuorfumm? virtutcs,à qui
bus ducuntur omnia ofácialaudantur}ac primo de forti-
tudine dicitm Junéìttrxfamìnttm tuorum pcutmonili47(fU*f4
lineata ftmt manu ¿w/ìaVNam fòrtitudinem/ocmorumjat
que tibiará declaran nominibus ex eo intelügitúr, quòd
retro vicifsim ipfumibrütudinis nomen ad foemora ilg-
^¡th nirlcanjdatranflatè vfurpatur : vt in ilio. Et nutabunt viri
forrifsimi,kt quo foemora per metaphoram viros fortifsi-
mos^utfortitudi nis dici omnesconfentiunt. Eft aurem
Ghriftiana fortitudo, fola vera, Oc perfe&a fortitudo : vt
potè qua;propietatcnullum,aut certamen fugiat,aut pe-
ricu-
377 CANTAR DE LOS CANTARES

La templanza después es significada en el vientre y en el ombligo, de lo


cual se dice: Tu ombligo como crátera redonda nunca vacía de vinos, y también:
Tu vientre, un montón de trigo cercado de violetas. Como en el montón de trigo,
por la causa dicha más arriba, nada se ve con angulosidades, nada con sinuosi-
dades, nada saliente, nada entrante, así con temperancia conserva la modera-
ción y el equilibrio y la mediocridad de todas las cosas en toda la vida. A estas
suceden los pechos, de los que: los dos pechos tuyos como dos cabritos melli-
zos de una cabra. Las cuales cosas miran a aquellas virtudes que son referidas a
otro. De allí se sube al cuello y a los ojos. De aquél: El tu cuello como torre de
marfil. De aquestos: Tus ojos como estanques de hesebón, junto a la puerta de la
hija de la multitud. Con las cuales cosas son designadas las virtudes que diji-
mos arriba, a no ser que por la misma razón de semejanza hayan de entender-
se que son más acabadas y perfectas en este orden y grado de hombres, que en
el anterior. De estas se llega a la nariz, en la que está el símbolo de la gravedad
y prudencia. La cual prudencia, como la torre del Líbano, que mirafronterode
Damasco, así, ella destando altamente ve ancha y largamente todas las cosas.
Lo último y supremo es la cabeza, a saber, la caridad cristiana25, que así preside
y sobresale sobre las demás virtudes que no solo las rija y conduzca al camino
único por el que puede llegarse a Dios, sino así acabe y perfeccione a cada una
de ellas en su género, que ninguna de ellas, si le falta esta perfección de la cari-
dad, ha de ser tenida por verdadera virtud. Así, pues, con razón ella, como se
dice ser el Carmelo, supera a todas las cosas, a saber, todos los lugares de alre-
dedor con largo intervalo.

De esta virtud los buenos pensamientos que brotan son los cabellos, que se
dicen ser como la púrpura del rey. Hay en ellos el mismo ardor de caridad, de
donde tomaron principio. Y así, son ígneos y no como los cabellos que fueron
descritos más arriba, que dijimos tenían brillo y orden recto, sino como los que

25 Cfr. Onís, II, 19=85-86, ya citado antes.

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S E <P T / M V <¡M- 377 "
riculurn xeformidetJtaque aptè compateur circulo, cu
ius eft figura perfe&a,aut certe fcemoùad circuii oibcm
accomuiodato. Temperantia deinde in vcntre^atquc vm
bilico ligniti catur^quo de àÌQituuVnMicm cmts water rema
ttlìs »*« mdtgenspQCtths Itemquc. Venter tttus^t ateruus tritici
, Paliaras liliji Jvfam vt in tritici acemopropter caufam lupe
ritts di&am,nihil incifum angulis,mhil anfra&ibus,nihil
cmincns , nihil lacunofum conípiekur , fie tempe-
ransmodcrationem, &: aequabiiitaf em, <& omnium re-
rum mediocritatemin omnivira confcruat. His fucce-
dunt vbera;dc quibus.F btret tuajtcutduohinnutt^emelli co-
frcée, Quac ad eas vìrtutes fpecì:ant,qua; ad altcnim referti
tur.Indeafceniusadcollum,& adoculos fìc DciiìcCollì*
tHumficutturris eburnea.De his. Ocntittiìftcut ftfcinxin Hej-
bañ,(¡tidtfH/jtmportafiltdímíiltttHdints. Qtubus ea;,quas fuprà
diximus,deiìgnantur virtutcs,mfl quod,vel ex ipfaiìmili-
tudinum ratione abfoiutiores & perfe&iorcs inhocor-
dine atque gradu hominum,quàm in fuperiore intellige-
dx funtefíe.Abhisadiiafumpcruenitur, in quograuua-
tis,atquc prudenti* ineft fy mbolum * Quseprudentia,Si-
cutturrts LibamflH&Yejptcit cantra Damafcum^tnipù alte emi
nens omnialoiigè^atèquefpcculatur. Vltimum atque
fupremum cítcaput,Cháritas Chriftiana, vidclicèt, quae
ita praceftjatq,- fupereminet reliquis virtutibus,vt cas non
folü regat,& in via,qua vnaad Deü pcrueniri poteít,indu
cat:fedita perficiat,& vnamquamqueearum infuogene
reabfoluat,vtipfarum nulla,ei il defit.charitatis iftapcr-
fc&io,pro vera virtù te iìt habenda . Meritò igiturea, vt
CarmeluseiTe dicitur,omnÌa, feiliect, loca circumpofira
longo interuallo fuperans . Ab hac virtute cogitationes
bonsequse oriútur,capilli ij fun*,qui effe áicm\iiSicut pur
puraRegis.Nam ineftiniliisjipfeidem charitatis ardor,vn
deinitiumduxerunt Itaque ignea? fiini,ncqucqualcs ca-
A a 5 pilli,
378 CANTAR DE LOS CANTARES

ahora son alabados, semejantes a la mejor púrpura, esto es, ardientes y llame-
antes. Los que son perfectos se ocupan siempre en amar y pensar en Dios, y
pesada y molestamente y solo constreñidos por la misma necesidad conceden
alguna parte de sus pensamientos a las cosas terrenas. Meditan en la tierra la
vida celestial, que ciertamente está en la continente y perpetua contemplación
y amor de Dios, y es esta meditación de esta vida celestial cosa largamente gra-
ta a Dios.

Y por eso se añade: rey atado en los canales (Prov. 8). Se interesa y se mezcla,
como el Espíritu Santo atestigua, en pensamientos eruditos, y devuelve amor
al que le ama, y piensa continentemente sobre él mismo, y se une con él en es-
trechísimo lazo de caridad, y casi se mezcla, como se escribió (I Cor. 6): El que
se adhiere a Dios, hácese un espíritu con él, en lo cual consiste el sumo acabado
de la virtud y piedad.

Por lo cual se sigue: ¡cuánto te alindaste, cuánto te enmelaste, Amada, en los


deleites! Porque es amada, por ello sobre medida se dice ser linda y melosa, y
abundante en deleites, esto es, en toda dulzura y placer celestial. En fin, tantos
bienes juntos al mismo tiempo, y tantas y tan preclaras virtudes confluyendo
en uno hacen al hábito del ánimo muy alto, heroico y casi divino, del cual se
dice metafóricamente: esta tu disposición semejante es a la palma.

Y lo que se sigue: y tus pechos a los racimos de la vid. Se dice, pues, porque
entre todas estas virtudes, que fueron recordadas, aquellas destacan sobre todo
las que se refieren a otro, cual es la justicia, la caridad, la liberalidad, y si hay
algunas otras de este género.

Cuando éstas parecen estar en alguien, nos invitan a amarlo, y así entien-
den que deseemos estar muy juntos con él; de lo cual es aquello que se sigue:
Dije: Subiré a la palma, y asiré sus racimos; y serán tus pechos como los racimos de
la vid, y añaden: y el aliento de tu boca como el olor de los manzanos. El tu pala-
dar como vino bueno, que va mi Amado a las derechas, que hace hablar labios
$78 IN C A TV T
pilli/qui fuperiùsdefcriptifuntjquosnitor ein modo•> &
Fedumordinemhabuifle diximus:fed quaies;qui modo
kudantur,fimiles optimi purpura?,id eit^dentcs àtque
fìagtantes.Nam qui perfetti funt in Deo amando,cogka^
doq, femper occupantu^ grèque S¿ mokHè, & non niii
ab ipfa necefsitate conftriiìicogkarionum fuarü partem
aliquaterrenis rebus impertiuntur.Na medir àtur in terris
càUeftem vitam/quae certe conrinenti,atque perpetua co
tcmplatione,atq; charitate Deiconitat:eftque eahuius,
caeleftisvuK meditado res Deolongègratifsima. Ideòqi-
additar,/??* Ug-tusin canaubus. Intereft cnirn, mifeetq, fé
fmt.%. fcqruemàdmodani Spiritus ian&us tefktur>er,uditis cogi
tanonibus,redamàtque emáiquifé amar, acdeipfo èon*
tinentercogitata arctifsimo charitatis vinculo cumilio.
l ar
-» -6* conítringitur,acpenemJfcctur:fícut fcriptum eft.Qui ad?
h^etet Deo,vnus fpiritus fir cum eo,in quofumma abfolu,
tio virtutis ocpietatis confiílit.Quare íequitur.^ííwpuU
ehmes^&quam decora cbarifstma. in delie^.Qnja enim charif
funaeit,idcircò.fupramodum,&pulchra efledicitur, &s
decora,&: dclicijsyhoc eit,omnicxlefr.idulcedine&: vo-
luptate redundans.Tot porrò Ìimuliun&abQna5totque
&tam preclaras in vnurn confluentes victutes animi na-
bitumefnciuntquàmaLtifMmum heroicum& propèdi-
uinü^quo demetaphorice.dicitur.5fJí»Mí^ííafsimtlata efì,
falmx.Quoú aurem fequitur r ér ibera ma-botri* .Ideò dici--
tur,quia interomnesiitasvirtutes, qua» commemoratse
funtjilla maxime eminent,qua3adaltcrumreferürur,qua
lis eli iuftitiajdiariras, libcralitas., &; ü qua;alia? huius ge-
neris flint .. Nam has,cùm-alicui ineffe videntur,inuìtant
nos ad amandum ipium,itaqu.e incenduntjVt coniur&if
fimi cum ilio eííe cupiamus : cxquo-.eft iìlud, quod fe-
quitui\DìxtJafceniamihpalm^m,^.apfreh^Kdamfrué''ius Ì/W,
¿rmmt 'ìUrd.ttmJìaitbmtJtrtcf. Sta addunt..^*Uot oru
379 CANTAR D E LO S CANTARES

de dormientes. Lo cual dicen porque los sermones de los buenos que tienen so-
bre Dios, cuando muestran los preceptos de la salud y cuando castigan las in-
famias y pecados de los hombres con la oración, y cuando aconsejan y cuando
consuelan y cuando recuerdan los hechos y hazañas de los santos, son muy
dulces sobre todo lo que pueda decirse, como se escribió: el bueno, saca cosas
buenas del buen tesoro de su corazón. (Le. 6, 45).

Así alabados los justos26, responden así: Yo soy de mi Amado, y su deseo a


mP, Las alabanzas que ven serles atribuidas por los hombres, o no conocen o
ciertamente así sienten, si algo en ellas hay digno de alabanza y celebración,
ello piensan dado a ellos sin ningún merito propio, que todo es ajeno, porque
piensan que han cometido crimen e infamia inexpiable, si algo se arrogan. Y
así, descubren sus oficios plena y íntegramente a Dios, y así casi lo dicen: "Lo
que vivimos, lo que respiramos, lo que tenemos de vida, lo que no admitimos
como postreros crímenes, lo que deseamos ser buenos, o lo que empleamos de
estudio y de esfuerzo en esa cosa, lo que sienten bien y preclaramente de noso-
tros los hombres, todo ello reconocemos que es principalmente del poder divi-
no, y confesamos que nada de alabanza o merced se debe atribuir a nosotros
por ello, en lo que está de nuestra parte. Pero nos preocupamos sobre todo y
nos precavemos de no ser encontrados de haber respondido alguna vez poco
gratamente a tanta indulgencia y amor de Dios para nosotros. Por lo cual pro-
fesamos y decimos que, el que tanto nos ha amado sin mérito alguno nuestro,
y el que nos ha regalado con tantos bienes y beneficios, ése cuan máxima y ar-
dientemente alguien puede ser amado, sea amado tanto y querido por noso-
tros. Que nosotros ciertamente queremos y deseamos y ponemos el máximo
estudio en que Dios sea amado muy ardientemente por nosotros". Y así, dicen
estas cosas y tan profundamente se asienta en sus ánimos la humildad, que las

26 Cfr. Onís, «Fazes de Dios», I, 104.


27 Es la tercera vez que dice esta frase (cfr. cap. II, 16, 2). En estos tres lugares, como observa San
Ambrosio De Isaac, c. 8, se representan tres estados diferentes de la esposa: en el I o su formación, en el 2 o
los progresos hechos, y el 3 o su perfección.

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SE P TI AÍV Ai. i79
ittificut a<kr mdoru>*Guttnr tttumficut "Vmu'¡optimumrdìgnum d*,
leèiomso ad potmdiim7& Ubijs ac denttbm tllius adrumina-ndu^
Qupdideòdicunt, quia fermones honorum virorum,
quos de Deo habent,íiue cum praxcpta falutis edunt, fi-
uc cüflagitia¿¿peccata hominü oratione caftigant,iiuc
efi monét,iiuè cu cófolantur,fiuè cu faftafan&ortiatQue
res geftas cómemorar,funr fupràqua dicipoteftdulcifsi^
tei. Navtfcriptüeít.Bonus homo profertbona debono £**•$.
tnefauro cordis fui. Sic laudati unii ita refpondent. B*k
dilecto meo &<td meconuerpo fWí.Etenim laudes , quas libi
ab hominibus tribuí vident, velnonagnofcunt, vel cer-
te ita fentiunt, fi quidinipiìs fitlaude& celebrationedi
gnum,id nullo fuo merito collatum ipils effe, totumaìie
numeffe,de quo íibi,fi quicquam atrogent,fcelus fé &fa
cinusinexpiabile commiffuros putant Itaquc refignant
Deo piene, atque integre fuá muñera, itaquc fere di-
6unt. Quòd viuimus, quòd ipiramus, quòd vigemus:
quòd non poftrema fcelera admirtimus, quòd effe bo-
ni cupimus, aut quòd omninòaliquem in ea recona-
t u m , &: ftudium adhibemus ,quòd bene de nobisno-
mines oc prxclarè fentiunt, ¿d totumagnofrimus diui-
ni muneris precipue effe,nobifqucob id , q u i a no-
biseft?nihil, aurJaudis, aut mercedistribui deberHate-
m u t . Iliud vero vnum curamus maxime atque caue-
mus, ne tanta; Dei erga nos indulgentiae, atque cha-
ricati aiiquando parum. grate refpondiOfe reperia-
mur . Quare profitemur.ac dicimus , qui nos tan-
tum amauerit nullo merito nofho , quique nos tot
b o n h , ac benefieijs affecerit , ipfum quàm maxime
atque ardentiisimè amari quis poreftytàm à nobis
amari, atque diligi . Velie nos.certèid atque cupe -
re , in coque ftudium adhibere maximum , Deus vt
à nobis ardentiuimèametur. Itaquehsecdicunt; tarnque
380 CA NTARDELOS CANTARES

alabanzas del mundo y la buena estima entre los hombres y los honores popu-
lares, los cuales aunque un tanto modestos por naturaleza y por virtud, no si-
guen demasiado ansiosamente, sin embargo los reciben con agrado dados y
atribuidos a sí de forma espontánea por los hombres; pero los que son más
ambiciosos, con amor y estudio casi insano, y con las maneras y razones que
pueden y buscan, odien aquellos honores, y los huyan como a la mayor peste
de la virtud, y se piensen heridos y que se acecha contra su virtud, cuando así
son alabados u honrados, de donde son las cosas que siguen: Ven, Amado mío;
vamonos al campo, moremos en las granjas. Mas alejados y seguros de estas ace-
chanzas y peligros de la lengua aduladora y de la gloria inane levantémonos de
mañana a las viñas; veamos si floreció la vid, si las flores engendran elfruto,si
brotaron los granados. Será mucho más ventajoso y agradable para alimentar y
aumentar las virtudes dedicarse al ocio, y muy de mañana, esto es, con suma
diligencia y vigilancia dar obra a aqueste estudio, que dar oídos a las vanas vo-
ces de los hombres y ser cogidos por sus alabanzas. Allí te daré mis pechos. En
lo cual solo todo el estudio de los buenos y todo el pensamiento de los mismos
es consumido, con tal que puedan alguna vez conseguir y rematar, que en toda
su mente y ánima y cuerpo reine y domine Cristo. Y por eso en nuestras puer-
tas, ¿\ctn,todos losfrutosnuevos y viejos, Amado mío, guárdelos para ti, como así
diciendo: "Lo que hay en nosotros sembrado por ti antes con la naturaleza, y
después dado y añadido por nuestra industria y trabajo dando tú en especial
las fuerzas y ayuda, y esto nuevo y aquello antiguo y viejo como lo reconoce-
mos tener de ti, así te lo devolvemos y queremos servirte de ánimo y de cuerpo
y con todos los oficios sin interrupción o interpelación alguna". Así, pues,vlos
} 8a IN C J PVT
penitùsiniilorumanirnishumilitas infedir,vt mundi lau
des,&adnomines bonamexiitimationem, populareis
honores,quos qui paulò velnatura,vel virtute modeftio
res funt,nonnimis cupide infcquuntur^oblatos tamcn Ci-
bi Ocfponteabhominibusattributos, non ingratefufci*
piur;quiaiitcmambitioiÌoresfunt, infano propèiludió
§¿ amore,& quibuícunque pofíunt &c modis, 8crationi-
busqu2erunt,cosiÍli honores odiohabeant, &tanquam
maximam virtutis peftem fugiantJsediq; fe putent,& infi-
diasfuae virtud ficri,ctimÍtavcIÍaudantur,veihonore af
fieiuntunex quo funt,quae fequuntur VenìdtU&cmi 3 tgrt-
áUmurmagrum^commortmuunyàiìs.Ab his,icilicèt, inanis
gloria; ocadulatricis linguadníldijsacpericulis remoti at
que tuli,Manefurramus adyineas^ideamusftfloruttY/neafìflo
rtsfruftuspanttriunt^ftfloruerunt mal* punica.Erit enim mui
tò pracflantius, atque iucundius virtutibus alendis atque
augendis per otium vacare,ac fummo manead en\diligc
tia,atque vigilatia fummaoperam iíU ftudío ñauare, qua
vanis hominum vocibus aures praebere,eorumque laudi
bus capi;ibiàubofj¿/V&;»M.»»ftiJn<quo vno, videlicèt,omnc
honorum ftudiutriì omnifque ipforum cogitano, confu*
mitufjfi quomodo aíTequi id vnquampofsint atque per
lìcere, y.t .in tota fua& m e n t e s anima oc corporercgnet
& domineturChriirus.Erideò mpartís,inquiüt^oüris
ommapomamuat&y etera diiéctemtferuauittbi Quail ita di-
eentes.Qujdquid innobis eft r fiue abs te olim cum natii*
rafatum, fiueinduftrianoftra &;. labore poftea, te preci-
pue vires atque opemfuggerente, additum&: adie&um,
fìue hocnouum } fiueantíquü illud&ivetus quemadmo
dú agnofeimus habereabs te^tareddimustibuferuireq;
tibiipíi volumus &^animo,&:coìpore, &offkijs omni-
bus fineintermifsione^autintefpellatione aliqua . Hax
igiturpcrícdiíentiunt i & quo ad nomini in hac vitadafü
381 CANTAR D E L OS CANTARES

perfectos sienten estas cosas y, en cuanto es dado al hombre en esta vida, sien-
ten muy rectamente, y otras cosas además, de las que se dirá en el capítulo si-
guiente.

TERCERA EXPLANACIÓN

¿Qué miráis en la solimitana, sino coros de escuadrones? En hebreo, como co-


ros de escuadrones, y así, según la diversidad de la lectura se puede diversamen-
te exponer e interpretar. Si de un primer modo dice: ¿qué miráis en mí, o que-
réis examinar con cuidado? Ciertamente coros de escuadrones, esto es, la
infinita multitud de los hombres confluyendo a mi fe. O ciertamente nada
blando miraréis en mí, sino coros de escuadrones, esto es, todos las cosas mi-
litares y llenas de trabajo y sudor, no aptas para las aulas regias, en las que do-
minan los placeres, sino dignas de los hombres, a quienes se propuso subir al
cielo por el arduo camino de la virtud. La vida del cristiano es una milicia.
Que este tenga sus delicias y que ellas sean las mejores de todas, porque son
de mejor género, sin embargo no parece tenerlas. Lo que aparece, es algo lle-
no de trabajo. Muestra lo que es laborioso a los que desean examinarlo, esto
es, seguirlo y agregarse a su numero, para significar que los que quieren ser
cristianos, a esos se propuso que debían no querer el ocio, sino los durísimos
trabajos de la difícil milicia. Pero si seguimos las palabras hebreas, ellas o las
damos como dichas por la esposa, o por los compañeros de la esposa; si lo pri-
mero, dice: ¿qué me veis a manera de escuadrón dividido en dos partes? Si lo
segundo, dicen: ¿qué pides que contemplemos en ti? Indudablemente como
coros de escuadrones, ello es, que contemplamos tomando semejanza de los
campamentos militares,pues abundas en copia de hombres muy fuertes por la
fe, y estás defendida y rodeada así de todo género de defensas divinas, como
de los que combaten por la religión, los cuales cada uno conserva su orden, y

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S E T T I M V M. 381
cftredifsimèefficiunt , aliaqueprasterea , de quibus ca-
pite fequenti dicetur.

T E R T I A E X P L A N A T I O .

Vid'\idelnsmfummite,ntftchoros cetslrorumìln He
braío aatcm,yrc«r choro*cajirorum Jtzqncpro di-
uerfitatelecìionis varie id exponi atque inter-
pretan poteít. Sì primo modo , quid inquiría
meadmiraminijaut diligentiusitífpícere vulris?Certè elio
roscattrorum,ideír,infinitam miütitudincm hominum
con uentem ad meam fìdem.Vei certe nihil in me molle
afpicietis, fed caftrorum choros, id eft, militada omnia
de laboris ac fudoris piena?non aulis regum,in quibus de-
litix dominanturapta , fed ijshominibus digna quibus
propoiltumeftin esdum afecndere perarduum virrutis
iter. Nam Chriftiani hominis vita militia quidam eli.
Vt cnim is fuas habeat delicias &c eas omnium óptimas,
quìa ex me] io ri fUnt genere, tamen habere non apparet.
Quod enim apparet,laboris plenum ed. Orientai autem
id quod laboriofum eft fé cupientibusintrofpicere,id cft,
fequi,& ad eius numerum aggregarÌ,quo fignificet?qui fé
Chriftianoseífe volunt, ijspropoíItumeíTe debere non
molle ocium,fed miliúxperdifficiiis durifsimos labores.
Sui autem Hebra;a fequamur, ea vel dici ab fpófa damus*
velàfocus fpóf#:ü* primú,quidmeinquit,infpicitisinftsr
aciei in duas partes diuifae. Sin aítcrum,quid in te,inquiür,
cotemplemur rogasihauddubièiicut choros caftrorurn,
ideffjContempiamurteíimilitudinemgerentemcum ca-
uris militantibuSjUam & copia abundas fcmifsimom ho-
minumpro fide 6c religione certantium , quorum quif-
que íLmmordinem femar, &quaíivallo5c foíla,íkocn~
nigenere diainorumprasíidiorum circumfepta es atque
munita
382 CANTAR D E LOS CANTARES

corno con un valle y foso. Y así, tomando principio de aquí, la alaban por par-
tes, comenzando la alabanza por los pies.

Sigue: ¡Cuan lindos son tus pasos en el tu calzado, hija del príncipe! \J¿. alá-
banla por orden contrario como el esposo la alabó arriba, él de la cabeza al pe-
cho, éstas de los pies a la cabeza; alaba en diferente orden porque el esposo ve
lo interior, que es lo valioso, y los hombres las cosas que se presentan a sus
ojos. Y ciertamente las gentes, de quienes estas dueñas hacen el papel, tenían
ante los ojos en aquella edad de la Iglesia a aquéllos, por quienes era enseñado
el Evangelio, y que traíanles doctrina celestial. Y así, primero alaban a ellos, y
los alaban cuando ensalzan los pasos y pies de la Iglesia, pues con tales voca-
blos suelen significarse figuradamente la celeridad en anunciar el Evangelio, y
por ello los mismos pregoneros del Evangelio, como se puede ver en Isaías28 y
en Pablo29: Añade que los que eran ínfimos ajuicio del mundo, esos fueron teni-
dos en la Iglesia evangélica, como escribióse: "Dios eligió los débiles del mundo pa-
ra confundir a los fuertes", y "te alabo, padre, porque escondiste aquestas cosas a
los prudentes y sabios, y las revelaste a los pequeños''30. ínfimos son los pies en el
cuerpo; por lo cual celebran al principio con alabanzas estos pies y pasos, por-
que nada hay más sublime que ellos en la Iglesia. Además, como los vates sa-
grados predijeron, la doctrina evangélica fue dada lo primero a hombres os-
curos y humildes, para después someter al yugo de la fe las obras de los que
eran sabios y esclarecidos. Así Isaías en la persona de Cristo31: Envióme a
evangelizar a los pobres. Y el mismo Cristo32: Los ciegos ven, los cojos andan, los
pobres son evangelizados, ello es, el Evangelio es anunciado a los pobres, por lo
cual porque aquella doctrina llevada primero a hombres humildes y oscuros de-
sarrolló sus fuerzas en ellos, por eso las gentes comienzan a alabar a la Iglesia por

28 Is. 52, 7.
29 Ef. 6, 15; Rom. 10,15
30 Mt. 10,25.
31 Is. 61,1.
32 Mt. 11,5.
jSi. J N C A <P V T
munita. Itaquc hinc ducenics principìum illam per
partes hudmt orfse laudationem A pedibus . Nam ie-
quitur . Quàm pulchn j.nt ¿refjns VM in ctlceamentis fìlt4~
prìncipi*. Laudani auté illam contrario ordine quàm fyo
fus fuprà laudauit ipfam, ìllc à capire ad pe&us vfquc,
ha; à pedibus vfque ad caput: euius diueríi in laudan-
do ordinis ea poteft elle caufa, quia fponfus interio*
la refpicit, qua? potiisimafunt : nomines vero ea qua:
in-oculosipíbíum incurrunt. £t certe gentes,quartini
ittapfgsminx perfonam gerunt , ea Ecclefìa; aerate ia
oculis eos habebant ,à quibus Euangclium doceban-
lur, qui que do et rinarri e a? le ile m ad ipfts defe rebatir»
Itaque illos primo laudani , laudani autem quando
grefliis Ecciefiae acpedes commendant > namijs voca-
bulis celerirasin annunciando Euangelio,8¿ ex eoEuan-
geli) prascones ipil figurate iignificari folcnt, vt vide-
2
v^-T re licer in Efaia, & in Paula: Acide qui infimi mundi
•we.G» indicio erant, eos in Eccleiìa Euangelica hábitos e fíe
•>•> primos, ficut ícnptumeft. Infirma mundi elegitDeus,
» Vffortiaqu^qaeconfundat:5¿,Confiteortibi parer,quia
» abfcódiftihiec àprudétibus,&:fapiètibus,&; reueìaftì ea
paruulis. Infimi autem funt pedes in corpore:quare hos
pedes atque greflus laudibus principio celebrant, quia
ijs nihil ed fubiiniius in Ecclefìa . Prsetereà , vt facri
vares foce prxdixerunt , Euangelica do&rina primo.
tradita fuit hominibus obfcuris 6c humilibus , vt co-
rum poftea opera ,. quifapientes &. clari erant, mitre-
9J renrur fub i-ugum fidei. Sic EGias in perfona Chrifìi
9 . cuangdizare paup-cribus miih m e . Et ipfe Chriftus
w apud Matthaeun ::a:ci vident, chudiambulant, paupe-
res euangelizaniur,id cit,paupcribus annunciaturEuan
gelium , quare quia ea do&rina adhumiles & obfcu-
XQS homines primùm delata in eis vires fuas explicuit,
ideò
383 CANTAR DB LOS CANTARES

los pies, esto es, por aquellos hombres, a quienes se mostró primero, y en cu-
yos ánimos habitó la sabiduría celeste de la palabra, grandes varones en reali-
dad, pero oscuros e ínfimos en opinión de los hombres. Alaban, pues, el paso
y caminar de la Iglesia y la llaman hija de príncipe, esto es, sembrada por Dios
o al menos dotada de generoso y profundo pecho, y lo que es más .admirable,
la coligen o dicen que existe por el caminar. Porque la mayor altura espiritual
viene de la humildad cristiana, y porque en ninguna cosa la grandeza de la vir-
tud de la Iglesia fue más perfecta que en su paso y caminar, esto es, en aquellos
hombres que salieron de ella para anunciar el Evangelio, esto es, en los Após-
toles y varones apostólicos, de los que consta fue increíble la altura y fuerza de
ánimo en profesar la doctrina de Cristo. Pero de los pies ascienden a los mus-
los.

Añaden: Los cercos de tus muslos como ajorcas, obra de mano de oficial, esto
es, tus muslos son exactamente perfectos, como si hubieran sido hechos de oro
por un artífice muy perito, o al menos fueron unidos muy aptamente con la
cadera y la tibia. Y cuando dicen que los muslos están ligados con el resto del
cuerpo, alaban el nexo y copulación de todas sus partes entre sí, esto es, figura-
damente predican el orden de la Iglesia y el concierto y la conjunción de las
partes del cuerpo místico entre sí, lo más admirable y más artístico que puede
pensarse. Por lo cual Pablo escribió: Del cual todo el cuerpo suministrado y cons-
truido por los nexos y junturas crece en aumento de Dios00.

Y continúan: Tu ombligo como crátera redonda, nunca vacía de vinos; tu vien-


tre, un montón de trigo cercado de violetas. Estas dos cosas son redondas y tienen
cierta hinchazón, de donde rectamente se trasladan para declarar la forma del

33 Fray Luis no consigna la procedencia de la cita.

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SEPTIMVM. 383
ideò initium iaudandi Eccleilamgentes faciont á pedi-
bus j ideft, abijs hominibus >quibus feprimum often-
dit, &¿ in quorum animis domiciliumpofuit cadeftis ver
bifapienria,magnis illisquidemvìris re ipfa,fed opinio-
ne hominum obfcuris arqueinfìmis.Laudaritergogref
fum &; incciTum Ecclefix, &c cam filiam principis no-
miaant, ideft , fatam à Deo, vel certe prceditamgene-
rofo& alto pectore, idque, quod valdemirum eft, exin-
ceiìu coIligunt,aut exiftere dicunt.Qnia exChriSianahii
militate ipiritualis maxima exiftitaldtudo. Et quia nul-
la in re Ecclefia; virtutis magnitudo magis peripecia
fuir, quàm in eiufdem inceflii atque greííu , hoc eft, in
eis hominibus, qui ex ipfa in orbemdecurreruntad an*
nunciandum Euangelium , id efìyn Apoftoiis & Apo-
itoJicis viris, quorum vtconitat, incredibilis fuir in pro
fe renda do&rina Chiifti animi cciiìuido atque robur.
Scd à pedìbus ad feemora afeendunt. Nani addunr.
\HnEluY&famìnum ìuorum ftcut momita 7 qua fabricara funt
man» artificis, id autem eft, feemora tua funt exaótè
perfe&a, ac fi ex auro fa&a eiTent ab artifìce peritifsi-
mo > aut certeaptifsimè cornimela funt cum coxa at-
que tibia . Sed cum feemora coha:rere cum reliquo
corpore dicunt,eius omnium partium inter fenexum
$c copulationem laudani, hoceft, figurate pra;dicant
ordinem Eccleiìa; ¡k. corporis myftici partìum iurer fc
conccntuoi de coniun&ionem , qua nec admirabilius,
nec artificiollus excogitan quidquampoteft . Qua de re
Paukis fcribir, ex quo totum corpus pernexus&: coniun
¿iiones fubminiftratum &: conftru&um creicit in au- «"c0
gmcntum Dei . Szà pergunt . Vmbdkus tuus cráter
tomatìlis ntmqmtm ina:gens pocuìis > Center tuas fruì acer-»>
uu$ trinci ì/alLtus tdijs : Ha: duac res oc rotunda;
funt, de tumorem quondam habent,ex quo ad ventris
formara.
384 CANTAR DE LOS CANTARES

vientre, que es redondeado y está hinchado. En la Iglesia son a manera de


vientre, como quiren muchos, los fieles vulgares, porque como el vientre supe-
ra en magnitud a cada una de las partes del cuerpo, así éstos en número ven-
cen a los restantes órdenes de la Iglesia. Y este vientre se hincha por la multi-
tud, y es como un montón de trigo porque consta de muchas y pequeñas
partes, y no necesita de bebidas, porque también sobre éstos se rocía la gracia
del Espíritu Santo. Pero también con estos nombres piensan que se significan
las asambleas eclesiásticas y las reuniones públicas, porque como todos los ali-
mentos se reúnen en el vientre, así en estas asambleas se reúnen todos los órde-
nes de la Iglesia, y esas asambleas dicen ser como montones de trigo y que no
necesitan de bebidas, porque tienen suma copia de alimento espiritual, y se la
dan a los otros34.

Se sigue: Los dos pechos tuyos, como dos cabritos mellizos de una cabra. No
consta para todos qué se llame en la Iglesia pechos; los unos el rey y el pontífi-
ce, porque con la dirección de los dos aliméntase la Iglesia; otros los dos testa-
mentos, que supeditan largamente el alimento del ánimo; otros, las dos mane-
ras de las leyes, las escritas y las tradicionales sin escrito; hay quienes nombran
a los dos prínicpes de los Apóstoles, Pedro y Pablo, principales alimentadores y
preceptores de la Iglesia; ni falta quienes los refieran a la doctrina y a los sacra-
mentos, porque destas cosas se nutren los ánimos de los fieles; y se dice que
son rectamente ambos parejos, como mellizos de cabra, por la paridad y con-
cierto y semejanza entre sí.

Sigue: El tu cuello como torre de marfil Todos consienten que los doctores y
pastores de la Iglesia son nombrados trasladadamente cuello, tanto porque
unen el cuerpo con la cabeza, esto es, la Iglesia con Cristo, cuanto porque co-
mo desde el cuello se extienden los nervios a todas las partes del cuerpo, así
por su ministerio la fuerza espiritual de ánimo deriva de Cristo a la Iglesia; de
donde dícese figuradamente en el salmo35: Reciban los montes paz para el pue-
blo, y los collados justicia; cuanto porque como por el cuello el ánima es llevada

34 El P. Scio interpreta el vientre como el conducto por el que la Iglesia da a sus hijos el alimento ne-
cesario. El P. Scio no suele seguir la interpretación anagogica de fray Luis, o más bien la toma como una en-
tre tantas, a diferencia de la servidumbre con que le sigue en los conocimientos de la lengua hebrea.
35 Salmo 71, 3.
}84 IN. CJPVT
forraam declarandam rc&ètransferuntuivqui &: orbicu-
latuseft,S¿tumer.Suntaurem iaEecíeíIa ventirisinitar,vt
plerique vofunt,vulgo fideles,quòd,vtmagnitudine ven
ter fu perat fin gulas partes corporis , ile numero itti rrìi-
iquos Ecclefìa: ordinesvtncunt. lsaurem venter tumet
ob mulcitudmem)&; eft ficut aceruus tritici, quia conilat
èpartibusmultis 5¿ m i n u t i s i nonindigetpoculis, quia
&; has irrora*gratia Spiritus fancU Sed&; his-nominibus
ccetus Ecdcfiafticos &c públicos conuerrtus fìgnificatos
putant,quòd iìcut in ventre omnes congerunturcibi,fìc
ad hoc ccetus omnes Eccìefise ordines conueniunt,eof-
que ccetus effe dicunt inftar acerui tritici, de pocufis non
egere, quòd alimonia; ipkitualis&; ipfìhabeant , &;alijs
fuppeditét fymmà copia m;Ccqukur.Duo~)>bera taafìcnt duo
hinnJi^emelìuapye^.Qvìxnom'mctm'm Ecclefìa vbera,de
eo nonconftatinteroinne$,alijRegé &Pontificé,quòd
corum duorum re&ione alatur Ecclefìa > álijduo teiìa-
menta, qua; cibum animi largè fuppedirant, alij *duas
radones legum, aliarum fcnptaium,aliarùm ime fcfipto
traditarum , funt qui dúos Apoftolorum principes Pe-
trum& Paulum precipuos.Ecclefìa*altores &intHtuto-
res . Necdeiùnt, qui ad dodrrinam ¿¿Sacramenta ea
transferamvquòd ijs rebus fideliumanùm enurriantùr,ea
autem paria vniuerià re&è dicuntur-«fíe *fìcut gemelli
caprea:, propter paritatem &¿ inter feconccntum ac ñ-
militudinem . Sequitur. Collum tuum [icutturm eburnea.
Doctores atque Paítores. Ecclefia^collum* tranflatè no-
minan omnes confentiunc, tùmquòdconiungant ca-
put cum corpo re, id eft, Ecclefìam currLChrifto, tùm
quòd^fieur collo neruiad omnes corporis partes perti-
»ent,ilccorum mmiñerío animi fpirituale roburàChri
ilo ad Ecdefìam deriuetur. Exqu© in Pfalmo figurate;
$f*hh Accipiant, dicitur, montespacem populo,&, calles íu«
fìitiam
385 CANTAR DE LOS CANTARES

y el alimento transmitido, así por éstos el resto de los fieles toman el espíritu
celeste y reciben el alimento espiritual. Los mismos se dicen ser como torre de
marfil, como torre por la firmeza, de la cual sobre todo deben estar dotados
para soportar los trabajos que están unidos con su oficio, los cuales ciertamen-
te son grandes; como marfil, por la blancura, esto es, la pureza no manchada o
contaminada por ningún vicio de la vida y costumbres36.

Se sigue: tus ojos como estanques en Hesebón junto a la puerta de la hija de la


multitud. Los ojos son los profetas y los que destacan en la Iglesia por el don
de la inteligencia, los cuales ven ancha y largamente las cosas futuras.

Enfin,lo que sigue: tu nariz como la torre del Líbano, que mirafronterode
Damasco, se refiere para declarar los hombres de la Iglesia, que huelen sagaz-
mente las ocultas acechanzas de los herejes y sus artes engañosas, y que las
descubren, y publican, y que brillan por el don,con el que se pueden investi-
gar los ánimos interiores y los sentidos de cada uno, y conocer sin error cuáles
sean.

Y lo que añaden: La cabeza tuya como el Carmelo y los cabellos de tu cabeza


como la púrpura del rey atada en los canales. Porque de una forma fue vertido
por el intérprete latino del hebreo, de otra forma por los griegos, puede expo-
nerse lo mismo de diversas formas. Los griegos, como dijimos arriba, trasla-
daron aqueste verso así: La tu cabeza como el Carmelo, los cabellos de tu cabeza
como la púrpura, el rey atado en canales. Luego la latina así: La tu cabeza, esto
es, Cristo37, que es cabeza del cuerpo de la Iglesia, como el Carmelo, monte al
parecer altísimo, frondosísimo y muy agradable, y así rectamente se traslada
a Cristo, el cual obtiene el grado más alto, y contiene en sí y produce de sí
infinita copia de bienes, de donde también en otros lugares muchas veces es
llamado monte. Los cabellos de esta cabeza son los mártires38, muy unidos
con él, porque le imitan más de cerca39; éstos se dicen muy purpúreos, porque

36 Esta explicación ya estaba en la Exposición, y fray Luis ahora la ha colocado en su sitio.


37 Ef. 1,22.
38 Daniel, 2.
39 Is. 2.

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S £ <P T I MVM. J8J
ftitiam: tum quòd qucmadmodum collo , & anima du-
citurT& cibus tranfmittitur, eodem modo per hos reli-
qui fideles,& caeleftem fpiritum hauriant, &¿ cibum
fpiritualem capiant . Ijdem dicunturefTe ikut turris
eburnea, vt turris, propter firmitatem, qua praecipuè
prediti effe debent ad eos labores fuftinendos quicum
fuo muñere coniun&i funt, qui certe fune maximi:
vt ebur , propter candorem , hoc eft , vìtae atque mo-
rum puritatem nullis infufeatam auc contaminaram vi-
tijs» Sequitur . Oculi rat ¡¡cut ptjàn* in Hssbony ,qu£ fant
in portt filì& mulntudims. Oculi funt Proprietà, &c qui
in Eccleiia dono intelligentiae prasftant, qui longè la^
tèque futura profpiciunt. Porrò quod fequitur . Nafas
tuus ftcutturris Libantìqux,refpictt contra Damafcum.là ad eos
Eccleíias homines declarandos ipe£tat,qui fagaciter oc-
cultas híereticorum.iníidias ,ac dolólas eorum artes
odorantu^quiq,- easdetegunr,&:inlucemproferunt,qui
que pollent dono eo,quo interiores animicuiufque Ten
fus exploran poíTunr,6¿ quales fìntane errore cognofei.
Q u o d autem addunt . Caput tuum ftcut Carmclus y e£*
coma capitis tui ficut purpura regís tunela canahbus . Pro
co atque aliter a Latino , aliter à Gracis in^terpretibus
de Hebraeo conuerfum eft, varié &, ipfum exponi po-
teft . Nam Grxci, vt fuprà diximus, ita huac verfum
tranftulerunt , Caputtmm 1tf Carmelus, com* capitis tui
>f purpura , rex Itg<tti4s in canaltbus . . E r g o Latina fie,
Caput tuum,id eft>Chriftus,ad Epheílos primo,qui eft ca Ephcfj,
put corporisEccleíi^ílcutCarmeluSjmons videlicetakif »
íimus,feracifsimus oc amoenifsimuSjitaque re&è transfer
turad Chriftum,quid¿ altiísimum gradum obtinet, te
in fe ipfe continct atque producit ex fe infinitam bo-
norum copiam , ex quo & alibi faspè mons nomina-
tur,. Huius capitis comíe.martyresfunt, cum illoma- D*».a.
Bb ximè
386 CANTAR DE LOS CANTARES

enrojecen con su sangre, la cual derramaron junto con la vida por Cristo. Y es-
tán unidos en canales, porque las penas y suplicios los constriñen. Por canales
se significa el agua que corre por los canales, y el nombre de agua en estas le-
tras se traslada para significar cosas adversas y difíciles de tolerar. Así, pues, la
latina así, pero la griega de este modo: La tu cabeza, Cristo, como el Carmelo,
porque sobresale a todos, y sus cabellos, los mártires, como púrpura, porque ar-
den en caridad. El rey ligado en canales, esto es, el mismo Cristo, que es cabeza
y rey nuestro, fue muy insigne por la tolerancia de las adversidades, se alegró
mucho por las penas y las toleró con afición, y quiso que fueran toleradas pa-
cientemente por los suyos, y que el estudio de ellos para sí se probara mucho
con solo este oficio. Y así, es muy alto y muy tolerante de los males, y unió la
suma fuerza de las cosas tristísimas y muy duras que padeció con la suma co-
pia de los mayores bienes que contiene en sí. Por lo cual se dice justamente ha-
ber sido ligado por canales.

Y añaden: ¡Cuánto te alindaste, cuánto te enmelaste, Amada, en los deleites!


Esta tu disposición semejante es a la palma, y tus pechos a los racimos de la vid.
Las gente de la Iglesia evangélica en aquel primer tiempo de su edad admiran-
do la grandeza, que crecía con la impugnación de los adversarios y aumentaba
cada día más, mientras más la devastaban los emperadores romanos a hierro y
fuego, dicen justamente que es semejante a la palma que, oprimida por el pe-
so, se erige para mostrar no sólo su tolerancia en la adversidad, sino el máximo
incremento por la adversidad. Y como esta palma, de que se saca semejanza,
estaba agarrada, como parece, una vid llena de racimos de uva, que colgando
325 1' N Q J P V T
ximè coniun&i, vtpore, qui ipíum propius imitan-
tur , ij dicuntur eife esimie purpurei, quod fanguinc
fuo purpurant , quem pro Chriíto vnà cum vita pio-
fuderunt . Et funt iun¿ti canalibus , quòd peen» eos
atquc fupplicia. conftrinxerunt. Nam canaiibus aqüa
figmrkatur, ca , qua: per canales decurrit. Aquas por-
io noraen iu his hteris ad rcs aduerfas oc toleratu dif-
fkiles íignificandas,transfertur . Latina igitur ile, Gra>
ca autem ifto modo . Caput tmm Chriftus,>f Carmtlasy
quia omnibus fupereminet, & coms ems7 martyres^lf
purpura , quia flagrane chántate , Rex iigatas in cmalh
bits, id eft , ipfe idem Chriftus, qui &¿ caput & Rex
nofter eit^aduerlbrum tolerantia maxime ioilgnis fiiir,
pcenis precipue laetatus eft , eas enim &: ipfe ftudio-
fò tólerauit , & à fuis patienter toleran voluit, Se eo«
rum ftudium erga fé hoc vno maxime officio probari,
Itaque &c altifsimus eft , de maiorum toìerantiGimus
fuit, & cum fumma bonorum maxtmorum quae in te
continet copia,fummam item vim rerum triftifsima-
rum &: acerbifsimatum, quas eft paflus , coniunxit.
Qoare canaiibus ltgatus fuifte iure dicitur . Addunt
porrò. Qmm pulchra es, & quam decora charifsima m de-
lie tjs : ftatnratua afsimiUta ed palina, & libera tua botris*
Gentes enim Eccleiì^ Euangelicx ilio primo eius cera-
ris tempore rmgnitudinem admirarse, quee aduerfario-
xura impugnarione crefcebat, & augebatur quotidic
magis, quo magis eam ferro atque igne Romani Im-
peradores vaftabant, ipfarn iure palma: arbori , qua?
pondere deprefía fe erigi£,fimüem effe dicunt, eius vt
oitenderent non folàm in aduerfis tolerantiam : , fed
ex aduerils incrementum maximum . Atque , vt pai-
mie irti, è qua firnilitudo ducitur , implicata erat, vt
fingitur, vitis piena vuarum botris, qui è palma peti»
tkiues
387 CANTAR DE LOS CANTARES

de la palma referían los pechos de la esposa; así a aquella Iglesia, porque era a
manera de palma que, oprimida por males gravísimos, apoyada en la fuerza de
ánimo, crecía en la fe y amor de Cristo, el mismo Cristo, que se dice ser verda-
dera vid, se agarraba estrechamente y la ayudaba rodeándola por varios sitios.
De la cual cosa surgiendo diversos racimos, muy llenos de un vino de celeste
suavidad, como si fueran nacidos de la palma, pendían de ella, esto es, estaban
y se adherían a la misma Iglesia, para que disfrutara de ellos; y le eran como
pechos, de los que mamando soportaba sus males no solo tolerante, sino tam-
bién alegre y deseosamente.

Se sigue: Dije: Yo subiré a la palma, y asiré sus racimos; y serán tus pechos co-
mo los racimos de la vid y el aliento de tu boca como el olor de los manzanos. Y el
tu paladar como vino bueno, que va mi Amado a las derechas, que hace hablar la-
bios de dormientes. Las cuales cosas también se fingen ser dichas por las dueñas
compañeras de la esposa, y con ellas explicar con cuánto deseo estaban de dis-
frutarla. Con éstas el Espíritu Santo declara no solo en cuánta admiración la
Iglesia haya traído a los hombres en aquel tiempo que dijimos, sino también
con cuánto estudio todos contendieran por agregarse a ella y por hacerse partí-
cipes de sus bienes, esto es, declara las venidas hechas a la Iglesia desde todas
las partes del orbe. De lo cual hay ilustres vaticinios de los profetas. Isaías po-
ne a las gentes presurosas de ingresar en la Iglesia, y animándose mutuamente
a ello, cuando dice40: Y sucederá a lo postrero de los tiempos que el monte de la ca-
sa del Señor será consolidado por cabeza de los montes, y será ensalzado sobre los
collados, y se apresurarán a él todas las gentes, y vendrán muchos pueblos, y dirán:
"Venid, subamos al monte del Señor, y a la casa del Dios de Jacob, y enseñarános
sus caminos y andaremos en sus sendas". Y de nuevo41 andarán las gentes en tu

40 Is. 2, 2-3.
41 Ib. 60, 3-4.

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S E P T I AfV M. j87
dentcs fponfae vbera referebant, fie i IH Ecclefìae , eò
quòd iaítar palmas erat , quòd gxauifsimis oppreiTa.
manganimi robore connixa in fide &¿ amore Orniti
crefcebat,ipfe Chriftus, vitis vera qui eflcdicirur,ardè
irnpltcabatur, eamque varie circumambiens. fouebat#
Qua ex te vari) exorti botri , cadeftis cuiufdam fua*
uùatis vino pienissimi, quafi fi eflent è palma nati ,de-
pendeòant ex ipfa , hoc eft, inerant atquc bxrebant
ip-fi Ecckfiie , eisvtfrueretur : erantque ipiì veiuti vbe-
ra ', qua; fugens ina nula ferebat}non foiùm tolerantes,
fed etiam kerè arque cupide . Sequuur.D/x/, afeendam
in palmxm , & ¿pprchendam fuiìuseim , & crmit^bera
tHit flcut bottinine A , ¿7* odur oris tùficui waLrum, &gi,t-
tur itt-Hmfi'cut "\invm optimum , d;gnum diletto meo+dd pottn-
'dumjabijfqtie&demibtts iltiHS ady¡ím¡rt4/tduin . Qujeetiarn
à puellis fponfie comitìbus fingumur dici, eifque ex*
phcarei quanto eius potiunda; defìderio tenerentur,
Nam his Spirimi fancius declarar, non fo-lùm ìnquan*
tam fui admirationem Ecclesìa homines adduxerit ilio-,
quoddbimus tempore, fed eriam quanto ftudioom-
nesfe ili i aggregare, 8¿ eius bonorum participes fieri eoa
tenderior,idcft , declarar, concurfus ex omnibus orbis
partibus fados ad Ecclefiam. Qua de re extant,vatuiillu»
ftres vaticinaiiones.Eiaiasgenrts Ecckfià ingredifeftina
tes,feq; mutuò ad id cohortàtes inducit,quà dicit. Et erit Bfà*i.
innoui^imii diebus praeparatusmosdomus Domi ni in ,>
vertice morìtÌul&: eleuabitur fuperomnes eol!es,& rìuèr „
adeumomnesgetes& ibuntpopuli multt,&;dicet .Ve „
nke,afcec!amusad motéDñi ) 5¿addomüDeiíacob J & „
doceb^t nos vías fu3s,5¿ambulabimus in ••íemiüseius.Er „
rurfus . E t ambulabunt gentes in iumine tuo , S¿ Reges £/rfí,¿o.
in fplendòre ortus tui. Leua in circuirli oculos tuos, „
èù vide , omnes ini congregati funt , venerimi • tibK „
Bb i &
388 CA NTAR DE LO S CA NT ARES

luz, y los reyes a la claridad de tu aurora; levanta tus ojos en derredor y mira, todos
estos congregáronse, vinieron a ti; y muchas cosas semejantes en otros lugares.

Sigue: Yo soy de mi Amado, y su deseo a mí. Estas la esposa, con las cuales
muestra, como fuese alabada por los suyos, que es llevada muy poco por tales
alabanzas. Vuelta a su esposo, descansa en su amor y solo de él se agrada y casi
así dice: "Si sea tal, cual me decís ser, no lo sé, ni me preocupo de ello; solo sé
que nosotros nos amamos mutuamente, y que las cosas que hay en mí dignas
de alabanza y predicación, si las hay, las tengo porque soy amada por él". Sin
duda toda aquella copia de grandes bienes, en que la Iglesia evangélica fue di-
cha abundar entonces, manaba de la conversión a ella de Dios, esto es, del
amor y el favor. Y así la Iglesia con estas palabras demuestra la fuente de su fe-
licidad y al mismo tiempo, a mi parecer, predice que viene el tiempo, en que
suavizada la rabia de sus enemigos y quitados los perseguidores, y convertidos
a Cristo los principales romanos disfrute de la paz y tranquilidad con gran glo-
ria del nombre cristiano. Dice: "os creo estas cosas de corazón, mas no faltarán
a quienes por contra parezca despreciable, porque muchos me atacan y asedian
por todas partes. Pero como varíen los juicios de los hombres sobre mí, sin
embargo tengo bastante con ser de mi Amado, esto es, con estar en su tutela; y
así, alguna vez se convertirá y me hará cual os parezco, para que tal parezca a
todos". Entre tanto, mientras estas cosas se hacen, porque quisiera declinar la
mirada de los hombres, esto es, deseará la iglesia huir las turbas de los que con-
tradicen, y dedicarse ociosamente a sus amores apartándose de los arbitros, pa-
ra explicar tal deseo, añade lo que se sigue: Ven, Amado mío, salgamos al campo,
moremos en las granjas. Levantémonos de mañana a las viñas; veamos siflorecióla
vid, si lasfloresengendran el fruto, si brotaron los granados. Allí te daré mis pe-
chos. Las mandragoras dieron olor en nuestras puertas; todos los frutos nuevos y
viejos, Amado mío, guárdelos para ti. Bajo la imagen de la esposa, que huyendo
el público llama a su esposo a lugares secretos y amenos del campo, y para per-
}88 I N QATVr
-6£ pcrmulta umilia alijs in locis v Sequitur . Ego ele-
fio meoy& ad me conuerfio ehs . Hsec iponfa quibus à
fias laudara cum eíTetoftcndit, fe ijs laudibus minime
efferri. Nam ad iponfum conuerfa fuum in eius amq^
re acquiefeit, ac de eo vno libi placet, ac fere ita di-
cit. Vtrum talis firn, qualem me effe dicitis , nefeio,
ncc deeomultumlaboro,hoc vnum fcio,nos internos
amare mutuò , S¿ qua; pFasdicatione ac laude digna in
me funt, fi qux funt , ex eo quòd ab ilio amer, ha-
bere me . Nam fine dubio omnis ilìa copia maximo-
rum honorum , quibus Ecclefia Euangelica modo di-
cT:aelt abundare ,ex ifta Dei ad ipfamconuerfionejideit,
amore de fauore manabat, IraqueEcclefìa his verbis
fontem iua; feeiicitatis demonftrat, ac fimul, mini vt
videtur ,pra;dicit inftare tempus, quando inimicorum
fu o rum íedata rabie, èc perfequutoribus fublatis , &c
Romanis principibus ad Chriftum conuerfis, pace 8c
tranquilli tate cum magna Ghriftiani nominis fruatur
gloria. Nam dicit, credo vos ifta ex animo, at non
deerut,quLbuscontra,quòdmemuhioppugnant,accir*
cumobfident, defpicabilis videar . Sed vt varient ho-
minum de me iudicia , tamen fatis ipfahabeo, quòd
ego dilecìi mei fum , id eli, fumin eius tutela: itaque
fé aliquando conuertet,ac me qualis vobis videor, ta-
lis vt eun&is appaream , efikiet , Interim tamen dùm
ifta perficiuntur, quòd confpe&um hominum declinare
vellet,ideft, cuperetEcclefia turbas contradicentium cf
tugerc, 6c remoto ab arbitris loco iuis amoribusper
ocium vacare , id defideruim vt explicet ,qu£efequun-
turfubiungit. VcnidiUStemi^grcdUmurin agrum^commore-
tnur myilüstmanefurgamí4sadymeas, yiàcammftflormt'^ineafi
flores fruflmparturiùtfifiorueru? mala pumc^ibì dabo rtbi ibera
tneatMadragor* dederunt odoremfuüwportts noflrts omnia porfié
mua
389 CA NTAR DE LOS CA NT A RES

suadirle más, le pone ante los ojos las delicias de la vida rustica, aparece aquí la
Iglesia evangélica deseosa de huir las ciudades, invitando a Cristo a los lugares
desiertos, lo cual en verdad le sucedió desde la muerte de Cristo hasta casi el
año doscientos, cuando, como el número de los fieles creciera mucho en ella,
muchos de los emperadores que habían sido enemigos del nombre cristiano,
dejando los edictos y las espadas, abandonando las ciudades y despreciados los
bienes de la tierra, se escondieron en lugares desérticos, instituyendo y fre-
cuentando la vida monástica. Desde aquel tiempo sobre todo comenzó a fre-
cuentarse en la Iglesia el género de vida celeste de los monjes.

Así, pues, por la persona de ellos ahora se dice: Ven, Amado mío, salgamos al
campo. Estos, abrazando solo a Cristo y no teniendo razón de las demás cosas,
marchándose a lugares desérticos, escondiéndose en las cuevas y cavernas de la
tierra, apartaron todas las cosas humanas no más de los ojos cuanto del ánimo,
y no solo dejaron el estudio de los bienes de la tierra, sino sobre todo vigilaron
en el estudio de la piedad celeste, porque a ello los excitaba continuamente el
gran amor de Cristo.

Por lo cual añaden: Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si floreció


la vid, si las flores engendran elfruto. Uniendo el día con la noche en oración, y
siempre vigilantes por los ayunos y meditaciones de las cosas divinas, toda su
preocupación estaba tanto en sembrar semillas celestiales en el campo de su
corazón, cuanto en ver si germinaban ya las semillas que con tanto cuidado
habían sembrado. Esto es, deseaban conocer, si habían aprovechado algo en
sus estudios y costumbres muy rectas. Por lo cual aquellos lugares devastados y
sin cultivar del desierto se convirtieron por esta semilla celestial en cultivados
e ilustres. Por lo cual alguna vez Jerónimo: ¡Oh desierto, que florece flores para

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SETTI M'VM. j-89
non*&yetera ¿tienemiferttauitìbMaLm fub imagine fpon-
faj,qu&publicumfugiensyadfecreta&: amoena agri loca
virum fuum vocat , & quo magis illi fuadcar vita; m-
fticae delicias ipil ante oculos ponit , inducitur hic
Euangelica Eccleila vrbesmgiendi cupida,ad deferta,
cremi loca Chriftum; inuitans. Quoti profe&aipiì ac-
ciditàmortc Chrifti annc^ferèducentifsìrrro quando cu
fidelium numeras in eapermultum augeretur, eorum
plurimi imperatorum qui Chriftiano nomini infeniì
erant, edi&a acque gladios declinantes, vrbibus reli-
étis ac terra; bonis fpretis, fé in defertis abdiderunt io-
cis , monaftieam inftkuentes; Se frequentantes vitam.
Nam ex ilio precipue tempore, monaeborum caeleite vi
uendi genu, frequentati cceptum eft in Ecclefia.Eorum
igiturexperfona nunc dicitur. Vernatitele miegredtamxr
w ¿grum * Nam ij vnum Chriftum complexi ac miliatn
ca;teratum rerum rationem habentes, ad deferta, prore-
d i loca in fpelimcis 6¿ in terre; cauernis abdentes fé fe,no
magis ab o culis qüamab anima remouerunt humana
omnia, necfolum ftudiumbonorum terrxabiecerunr,
fed precipue in ftudio cseleftis pietatis vigilarunt, quód
cosad idChrifti amor maximus iugiterexcitaretAiuare
adduaT.MdnefurgamusadyMed'^ideamusfi fior Hit ìine^fifio
vesfruEim¡?<munum.Diem enim cum noite in oratione
iungentes ieiunijfque,&: rerum diuinarum meditationi-
bus femperintenrijOmnis eorum cura verfabatuntü in fe
redo csdeitibus femioibuscordis fuiagro,tüin videdo,
vtrumritègerminarentquai tanta cura feuiiTentjfemina.
Hoc eft auebant cognoicere,vtrùm irt re£tifsimis ftudijs
&:initirutis fuisquidquam proficerent. Ex quo vaila il-
la &: inculta eremi loca Ìftoc£eleftÌfatureddirafuntcul
ta &üluítria.Qua de re aIiquandoHieronyrmis,ò defer-
turn Chrifti floribus vernans. Et ccrre no incomode re-
Bb '3 feratur
390 CANTAR DE LOS CANTARES

Cristo! Y ciertamente no de forma inapropiada se refiere a estos tiempos de la


Iglesia aquel vaticinio de Isaías en que dice42: Se alegrará el desierto y la sin ca-
minos, y exultará la soledad, yflorecerácomo un narciso;floreceráy exultará y da-
rá cantos de triunfo, le será dada la gloria del Líbano, la magnificencia del Car-
melo y del Sarón; ellos verán la gloria del Señor y la magnificencia de nuestro
Dios.

Y esto es lo que figuradamente se añade: Allí te daré mis pechos o, como


otros del hebreo, mis amores. Porque libres de las preocupaciones, y purifica-
dos de las suciedades y manchas de los deseos, y fijos solo en la contemplación
de Dios, pasaban toda la vida en su amor. Y lo que dicen al final: en nuestras
puertas todos los frutos nuevos y viejos, Amado mío, guárdelos para ti, con ello sig-
nifican que tenían la virtud, que es propia de los hombres de tal género, esto
es, de los perfectos monjes, a la que los nuestros llaman resignación y abnega-
ción de sí, para hacer que nos desvistamos de nosotros mismos, y pongamos
todas nuestras cosas en poder de Dios, y no demos entrada al ánimo a ningu-
na cosa fuera de Dios.

CAPITULO VIII

1. ¿Quién te me dará, como hermano mío, que mamases los pechos de mi ma-
dre? Hallartehía fuera; besartehía, y también no me despreciarían,
2. Meteríate en casa de mi madre; enseñaríasme; haríate beber del vino adobado
y del mosto de las granadas nuestras.
3. Su izquierda debajo de mi cabeza, y su diestra me abrazará.
4. Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, ¿por qué despertaréis, por qué desasogaréis al
Amada hasta que quiera?
5. ¿Quién es esta que sube del desierto recostada en su Amado? Debajo del man-
zano te desperté; allí te parió la tu madre; allí estuvo de parto la que te parió.
6. Ponme como sello sobre til corazón, como sello sobre tu brazo, porque el amor
es fuerte como la muerte, duros como el infierno los celos, las sus brasas son
brasas delfuego de Dios.

42 Is. 34,1-2.
jpo I N CJ PVT
£/*Mj. feraturadiftaEcdcilse téporailIaEfaia; vaticinatio qua di
í cit.Laírabimr deferta, &inuia,&¿exükabitfblitudoJ&: fio
rebitíicutliiiü'germinasgermiaabitj&exuírabít la^abü
da¡3claudas,g!ona Líbaui dataeít eÌ,decorCarmdi&Sa
roiiápíividerunt gloriam Domini &, decoran Dei no-
ir àNam&: hoc eft^uòd figurate fubij citar r Ibi info ubi
yhcrx meafiütyVt ex H e b r e o aiij amoresmeQs.Qmz curis va>
cut,5¿a cupiditatummacuiisarque lòrdibuspuo^dcfi
xl in vnacontemplationeDci,kì amore eius totam vitara
4ucebant.Qupd aulemadextremuminferunt. Inponkno
¿Insomma porna nona & I/etera dtleéh mileruamuhiAn. e o fi-
guineani, iliam virtnteminefle ilbi,quaeeius generis ho
minum, id eft, perfe&orum atque rnonachorum cíl pro
pria>quam noftri abnegadoncrn fui èc reilgnationemvo
caat,quòd ea efficiat ur,vt exuamus ipil nofmet,&: m l>ci
poteftateorunianoftra ponamus, aulliquereiad anima
acceáitrn demus praeterquam Dco,

CAPVT Vili.
ìVI S mìhidet tefrutrem meumfugentemlfhefami*
luis me&¡vtmuenìam te faris,&deofcuíert & tamme
nemo defpicute^4pprehendam te , (pducam in do*
mum matmmesjbìmedocebi$t& dabotihipoculmn
txVtnQ condtto^&mufimn mdorum gramtorummeorum.L&M
tius fub capite mes, <£* dextera ilhus amplexabttur me» *¿dtn-
royostìlÌ£Hieruja!emf nefufcketi$s necfue emgilare facìatis dile-
¿$am, dtnec ip{a\elit* Qtt£ eft iftay que afeendtt de deferto deheijs
affiuens>mmxa fuper diìe6iumì fub arbore mdofu¡cttaui tejbi cor
rupia eft maten;naytbi'yioUta eftgenìtrix tua.póncme'ytjtgna*.
culum fuper cor t*um , "Vf ¡tgnaculum fuper brachmm tuum9
ama fortis ed >f mors dileSìio , dura ftcut mfernm ¿emula -
tìo , Umpades e'ms ficut Umfades ¡gnu atque ftammammd
391 CANTAR DB L OS CA N TARES

7. Muchas aguas no pueden matar el amor, ni los ríos lo pueden anegar. Si diere
el hombre todos los haberes de su casa por el amor, despreciando los despreciará,
8. Hermana es a nos pequeñas, y pechos no tiene ella; ¿qué haremos a nuestra
hermana cuando se hablare de ella?
9. Si hay pared, edificarle hemos un palacio de plata; si puerta, fortalecerémosla
para ella con tabla de cedro.
10. Yo soy muro y mis pechos son torres; entonces fui en sus ojos como aquella que
halla paz.
11. Tuvo una viña Salomón en Baal-Hamón; entregó la viña a las guardas; y que
cada cual traiga por elfruto mil monedas de plata.
\2. La viña mía, que es mía, delante de mí; mil para ti, Salomón, y doscientos
para los que guardan su fruto.
13. Estando tú en el huerto y los compañeros escuchando, haz que yo oiga tu voz.
14. Huye, Amado mío, y sé semejante a la cabra montesay a los ciervecicos de los
montes de los olores.

PRIMERA EXPLANACIÓN

Aunque estas palabras se separan por notas de capítulos, la oración no es


tomada de un nuevo capítulo, sino que está unida y contiene la oración ante-
rior. Da aquí la esposa la causa por que desee tanto permanecer solo con el es-
poso, lo que en el capítulo inmediatamente anterior había dicho querer y de-
sear. Dice que ya ha llegado a tal grandeza de amor, que de ningún modo
puede soportar algún tiempo vacío de amor a él, y pasar el tiempo sin sus
abrazos. Por lo cual con la libertad que las niñas llevan abiertamente a sus her-
manos pequeños y recien nacidos en los brazos, y los abrazan y los besan con
la copia y facultad que les atribuye la misma hermandad y la edad pueril de sus
hermanos; así dice que está en casa a gusto, y que en sus puertas se le adhiere a
su costado, y siempre recoge dulces besos de su boca, no solo no reprendien-
do a todos los que lo vieren, o pensándolo como torpe, sino queriéndolo más

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O C TA V V M. 3?i
iAcmt Multa non potuettmt extínguate chawtatem , ñeque
fiamma obraent Mam: fi'decUritbomwmncm fubflántkm damm
fu&pYO dilezione, qnafimhildefpicieteam. Sorwnojìra paruuU
tü7& libeYA non habet quid JaciemmfaoYÌ mür& In ¿tequando
élloquertdaeifìSimurtfs eil3&dtfìcemusfuper cum pYopugnacuhi
àrper>te<t:fì oiìtum e(l7c&ptng<tmusìllud takHUsCeérmìs.figornu-'
rus,&yheY4 tneaftcutturrts}ex quo/úéiafumcoYameoquajlpa
cem Yepertens.Vineafwt pacifico in ea qu& babttpopulos : tntdtdtt
tÁmcuflodibus^raj^eitpYofmclu eim milleaYgetcosMnetmea
coram me ett^mile tuipactjìceì& ducenti ijs qui cuflodmntfvii-
¿imeius,Q^ehíbttasinhorttsAmiciaufculur.tficme 4udtre V
eemtuam.iuge ¿iieEhe m^&afsimildYccapreáJimmtloqíieceYua
mm/upcY montes AYom&tum*

i F
* R I M A E % P % A N & T I©C

Vanquamhasccapitum notìs feparantur i t a -


meli non á nouo capite orario ducitur, fed eft
cum fuperiore orario ne comunera atenué con?
rincns.Rcddit enim hìc iponiacau&a^prop-
terquam ruri permanere vnà cumfponfo tantoperè cu
piat,quod proximè fuperiori capire dixerat fé velie atque
capere. Namdicitfead cani amoiis magnitudinem iam
perueniiTcjpati vt nullo modo pofsit fibi vllum amore,&;
complexibus vacuum practerire tempus, Quare qua líber
tatepuellaífratres fuos germanos &c infanres humcris pa
lam circumgeftanc , &:amplexu atque ©(culo fouenr,
quam itlis copiam atque facultatem tribuir ipfa gex-
manitas, fratrumque ipforutn puerilis setasátemílbi in
votis elle aitdorni , forifque illiusfemperhierere iateri,
femperqueexipílusore dulcía afculaiegere cun&is,qui
id viderintjrionfoitimrionreprehendenribuSj aut turpe
B b 4. dueen*
392 CA NTAR D E LO S CA NT ARES

y aprobándolo. Mas puesto que ni el pudor lo padece, ni la costumbre permi-


te que se haga a luz pública en la ciudad, y puesto que la misma sociedad de
los hombres a diario trae muchas causas, que suelen ser impedimentos para los
amantes, a que se amen de continuo y sin interpelación; por eso confiesa que
desea la libertad de la vida rústica y del campo, y por tal causa ha llamado a su
esposo al campo: ¿Quién te me dará a ti, dice, hermano mío, mamando los pe-
chos de mi madre? Que te halle fuera y te bese, y ya nadie me desprecie. Y lo dice
no tanto preguntando a alguien, cuanto deseándolo. El hebreo suele usar esta
forma de hablar sobre todo en modo optativo1. ¿Y qué desea? Usar de él como
hermano pequeño y muchachito. ¿Y por qué causa? Para que ningún pudor de
honradez o el respeto de los juicios de los hombres le impida besarlo. Mas ¿por
qué soporta molestamente que se le prohiba e impida? Porque ya ha subido
por grados al sumo amor, y porque es infinito lo que ama, desea dedicarse so-
lo al amor. Pero ¿por qué aquí especialmente recuerda estas cosas? Porque
quiere dar la causa de que, lo que luego dijo más arriba, deseaba huir las reu-
niones de los hombres y las ciudades, a saber, porque le arrebataban este uso
perpetuo y fruto del amor. ¿Quién te me dará a ti, hermano mío, mamando los
pechos de mi madre'1:'Esto es, que lo que atañe a la libertad de dedicarse a los be-
sos y al amor, pueda usar de ti como de niño y hermano mío, y que como se
trata con aquellos; te halle fuera y te hese, esto es, que aunque te encuentre fuera,
en mitad de la calle y en la misma luz pública, me sea libre correr a tus abrazos
y besarte. Y ya nadie me desprecie. Nadie, digo, me lo vierta en vicio y deshonra,
y continuando con la metáfora comenzada añada: Asiré de ti, y te llevaré a la ca-
sa de mi madre. Así las niñas a los hermanos pequeños, si alguna vez los encuen-
tran en el camino, alegres y festivas los abrazan estrechamente y los besan, y los
llevan a casa. Y todavía perseverando en la metáfora: allí me enseñarás. Porque

1 Fray Luis lo confirma en la Exposición con citas de Jeremías: ¡.Quién dará agua a mí cabeza? (9,1),
y David: ¿Quién me dará alas como a paloma, y volaré? (Salmo 59, 7)
l%$ IN C A P VT
ducentibus/edfauentibuspotius,8£approbantibus. A t
idquoniam neqiic pudor patitur, ncquemospermittit
lucepalaminvrbc fieri, quoniamqueipfa hominumfo-
cietas multas quotidic afFert caufas,quae amantibus, quo
minuscondnenter,nnequeinterpellatione fé ameni, fo-
lenreiTeimpedimcnto:fateturidcircòruris aevita; míti-
cas libertatis iludió teneri fc & eam ob caufam ìn rus vo~
caflfe virum fuum Qais mihite det^nqmujratrem meumfugen
temlrbetamams me^t inuenUmtefmsffi dcofctdepy& ictm
nemo mecomemnat.làq\ic dicit,nó tam interrogans aJium,
quam exoptans.Nam Hebraicos fermo hoc potifsimum
loquendimodoin optando vtifolet.Optatautem quid?
Vtiiilovt fratreminimo,atquepufione. Cuiusverò cau
fa? Nulius vtfc pudor, authoncftatis,& ho minu miti di -
ciorum refpe&usàdeofculando prohibeat At prohibe*
ri fé atqueimpedirijCurmoieftè fert 3 Quia gradibus iam
adfummü amore afcédit,& quia infinitü eftquodamat,
vni amori vacare ftudet.Sed cur hìc potifsimu ifta come
morat?Quia reddere caufam vult,quare,quodítatim fu-
periùs dixìtjCuperet hominum coetus,atquevrbes fuge-
re,quòd fibi/cilicètjhuncamorisperpetuu vfum,atque
fruàu criperent. Quts mìh te detfratremmeum fugentem~\be-
r4mmisme£Ìldwite eft,vt quodattinet adamon, atq; of
culis yacandi Iibertatem,te perindè vti pofsim^ tanquam
puero>acmihiipii fratre germano, 3£ vt quomodo cum
illisàgiturjnuemamteforis&deofculer.ld eft,vt quamuis te
forisinueniam, in media via atqueinipfa publica luce li-
berummihi fit intuosamplexusruere,tcquc deofcularì.
EtiAmnemomfidefticìctt. Nemo inquam mini id probro, ac
vitio vertat, & mmetaphora eqeptaperfiftens adiungit.
*/é[>prthenddtn te&ìntYoÌMAm temdomymgemmcismeá. Sic
cnim pueros forores puelle^íi quado eos in via repcriunt,
laetae & fettina? arftè còpie ftuntur,atque duTuauiantur, in
393 CANTAR DE L OS CANTARES

cuando llevan las hermanas a los hermanos pequeños a casa, pregántanles qué
hicieron o donde fueron; a lo cual ellos, ni siquiera preguntados, como son ni-
ños charlatanes y dispuestos a hablar, responden balbuciendo, y mezclan y
confunden todas las cosas con gracia admirable, y se precipitan en hablar. Ca-
da una de cuyas palabras aquellas reciben con risa y besos; entonces les dan
fruta y miel y alimentos muy dulces aptos para su edad2.

De donde se sigue: y darete bebida del vino adobado, y el mosto de mis grana-
0
dos . Creo entiende una bebida melosa hecha de vino, que era muy deliciosa.
Así, pues, como aquella dijera y deseara estas cosas, las cuales sin embargo de
ningún modo o al menos difícilmente veía que podían ser, tanto por la gran-
deza del deseo como por el conocimiento de la dificultad de la cosa deseada e
incluso por la debilidad del sexo femenino, se dice que desfalleció vencida por
el ánimo y cayendo ya, para implorar ayuda, dijo: Su izquierda debajo de mi
cabeza, y su diestra me abrazará. Estas palabras son del que implora ayuda,
aunque dichas con voz de tiempo futuro. Así, pues, pidiendo que le sostuviera
con la mano y el abrazo porque caía, desfalleció. Y el esposo fìnge haber colo-
cado blandamente en el lecho a la caída y oprimida por el sueño delirante, y
haber mandado hacer silencio, lo que de su oración que sigue se entiende:
Conjuróos, dice, hijas de Jerusalén, que no despertéis, ni hagáis recordar a la
Amada hasta que ella quiera4. Sobre la cual conjuración ya parece dicho más
arriba, lo que bastante pueda ser. Así, pues, como estas cosas hubiesen sido he-
chas y ya saliesen de la escena, de nuevo vuelven a ella, o al menos son puestas
por Salomón como si volvieran los que habían de hacer el acto postrero deste
cantar. Aparecen, pues, volviendo del campo y subiendo, y abrazándose mucho
entre sí. Digo subiendo, porque, como antes dijimos, la escena de este drama se
pone en Jerusalén, ciudad puesta en lugar destacado y sublime. A la primera

2 En la Exposición expone aquí algunas características del amor que traslada con más amplitud a esta
Explanación, segunda parte de este capítulo.
3 Se alude a la costumbre hebrea, en la boda, de que los esposos beban juntos de la misma copa un
vino mezclado con perfumes y aromas (notas del P. Scio).
4 Aquí acaba el sexto día, según Bossuet, y el canto o poema sexto, según Nácar y Colunga. En otros
cortes no han coincidido. Coinciden en el 1 y 2; varía en eí 3, 4 y 5; coinciden en el 6 y 7. Este canto co-
mienza como el 6; el coro se dirige a la esposa, sigue un diálogo entre los esposos; entran los hermanos de la
esposa y acaban los esposos.

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OCTAVVM. j5>j
domumque deducunr.Etinmeraphora adhucperfeue-
xzns.lbi me docebh.Qma cum deducüt ibrores pucllsepuc
ros fratres germanos domum,quid egerint, quoveabie-
rintjipfos rogat:adquae iili, ne rogati quidem,vt funt pue
ri garruli,^ adloquendumprompti^balbntientesreipon
dent: ac mira gratia cunda mifcent, arque confundunt,
iìbiqueipfiin loquendoinftant Quorum illx fingala ver
ba,&rifu}&;ofculocxcipiunt:tum illis pemmatadantjat-
quemellina, oc iili aerati aptos eiufmodi praedulces cibo?.
Vnde fequitur.fi* dabo ribipoculum €%\ìno condito, & mttflum
malorumgranatQrum wforwiw.Poculumexvino condito me
licratü credo intelligit, cuiusvfuscratindelicijs. Ha^eigi
tur illa cum diceret,atqueoptaret, qusetamen nuJlomo-
do,aut certe difficile fieripoíTe videbat?tum deilderij ma-
gnitudine,tum defiderarserei difficuitatis cognitione, ar-
que adeo fceminei fexus imbeciliitate animo vida defedi
fé diritur,tamquedefìciésopis implorando caufa dixiife.
Lòtta etusfub capitemeo7&dexteraillius ttmplex abitar we,Nam
implorantis opem ifta verba funt,quamuis futuri tempo-
xis voceprolata ( Petensigitur J fevteoliabentemmanu&
amplexu fulciret, exanimata corruit.Ipfamporrò colla-
pfam,& ex deliquio fomno oppreflàm iponfus, quod ex
oratione eius,qu#fequitur,intelligitur,molliterin leghi-
lo collo caffè fingitur?&; filentium fieriimperaiìe. sàturo,
inquit,lw #/¿eHtcrnfalem&efufcitetìs^ neque euigilarc facutts
dtleBarn ¡aonecipfayelit. Qua de adiurationeiamfuperiùs,
quod fatis effe pofsitjdi&umvidetur.Hajcigitur cum ge-
tta eifent, iamqueaicenadifcefsuTent, rurfus eodem re-
deunr,aut certe à Solomone quafi redierint, inducuntur
poftremumhuiuscarminisa&umpera&uri. Inducuntur
vero è agroredeuntes,atqueafcendentes 7 mutuoque in-
1
ter fé complexi. Afcendentes autem dico, quia vt ante di-
ximus, huiusdramatisfcenaponitur Hierofolymisvrbe
Bb 5 loco
394 CA NTAR DE LOS CA JV TARES

vista, pues, de estos que vuelven y entran a escena, conmovido el coro de las
dueñas y admirando el que entraran a escena muy familiarmente abrazados
entre sí, prorrumpió en estas palabras; ¿Quién es esta que sube del desierto, recos-
tada en su Amado 5i Y ciertamente esto poco ha la esposa deseaba que todos los
hombres le permitieran, y llevaba mal y dolidamente el que no se lo permitie-
ran, hasta el punto que se dijo que desfalleció de ánimo, porque la costumbre
pública impedía su deseo. Así, pues, lo cual es causa de que ahora, despreciado
el temor y no teniendo razón alguna de la estima de los hombres y de la cos-
tumbre pública, recostada en su Amado, se atreva a presentarse en público, ¿y
lo arrebatará para sí como por su derecho, lo que nadie le concedería nunca?
Esto es así hecho por la naturaleza, que cuando algunos, presentado algo duro
y luctuoso, desanimados y oprimidos por la grandeza de la tristeza, incluso se
volvieron a la locura, ésos después vuelta la luz a la mente y recuperada la sa-
lud, extinguido y perdido casi todo el sentido de las mismas cosas, por cuyos
primeros ataques fueron tan gravemente heridos, no las temen ni retroceden
ante ellas. Como si alguien, por ejemplo, en honor y estima herido por una
grave ofensa recibida, furioso por esa causa está afectado por el dolor; el mis-
mo restituido después a la cordura, el mismo mal, que le parecía antes tan gra-
ve e intolerable, no solo lo soporta levísimamente, sino también lo tiene en
nada. Pues la atrocidad misma del mal y la grandeza del dolor, entrando en el
ánimo y oprimiéndolo, después quita todo sentido y facultad de entristecerse
y dolerse de ello.

Lo mismo acaece al cuerpo. Lesionados la vista o el oído o por demasiada


luz o por desmesurado sonido, esto es, ofendidas las mismas cosas, en que está
puesto el propio y natural bien de ellos, cuando excedieron la medida, así mu-
chas veces somos afectados, que taponada o extinguida la fuerza de sentir, con
los ojos y las orejas abiertas e íntegras, ni oigamos ni veamos. Lo cual viéndolo

5 En la Exposición pretende que esta frase sea un paréntesis o sentencia entretejida entre los hablas de
los dos, como de personas que ven volverse a la esposa del campo a la ciudad, muy abrazada con su esposo.
P V T
394 / N C.J
loco edito,atque fublimi pofìta.Horu ergo redeuntiu, hi
fcenamq; introeuntiü primo afpe&u fceminarü chorus
commotus, &quòdperfamiliariterinuicem amplexita
fcenana mtroirent,admirans in hace verba prorupit. Qw&
efi t&a qt$4 afeendit de defino innixa fuper dilettami Et certe
hocfirn"per om-acs homines licere íponfa paulò ante op-
tabat:non licereaute3a:grè Sedolenter fcrebat, vfque e©,
vt animo defecifle di&a ù t, quod ilio deiìderio publicas
mos obíraret.Quid igiíur cau% efi5quare nüc fpreto tima
re, &: hominü exiftimationis,ac publicí morís nulla ratio
nehabitajinnixaruperdiledújinpublicü prodire audeat:
idq; veluti Tuo iure vfurpet iìbi,quod eì nemo vnqua qui-
dem concederet?Eft hoc ita natura cóparatum, vt qui ali-
quando acetba,ac lu£tuofa aliquare obieda^meeroris ma
gnitudineopprefsivel exanimati concidemiif,vei in infa*
nià verfi funt,ijdem poftea luce menti reddita, recuperata
que faiute/eniü pene omni earum ipfarum rerum 3 quarti
primoineurfutamgrauirerlasíi funt, cxtincT:o&: amiíFo*
casnonamplitrsreformident,acvereantur,Vtiìquis,exe-
pheaufa, inhonore àc exiftimarione,graui aliqua acce-
pta ignominia latfus, ob eam cauiàm infanus ex dolore c£
fe&us Ut: idem poftea fanitati reftitutus idemilíudma-
lum,quod tam ¿Ili graue, atque intoierabile antea vide-
batur, non modo leuifsimè iam fere, fed etiam pro ni-
hilo ducit. Etcnim atrochas ipfamaü, magnitudoque
doloris in animumirruens^ipfumque opprimens,deia-
ceps dokndiexeo.atquemeerendì omnem facúltateme
arque feníum eximir^ Quod idem corpori accidit. Vi-
fu enim audituve, aut nimia luce, aut immodico fono
GbrutiSjhoc eiì^ijsipiis rebus , in quibus proprium eñ
eorum,&; naturale bonum poiìtum, cuna modum eif-
ceiferunt orTenfis,ira fa?pè affidaiur, vt viièntiendi oblia
|iefddajamextinda,ocuiis,auribufque apertis ¿¿inte-
gra
395 CANTAR DE L O S CA N TARES

Salomón (nada hay puesto en este cantar, que no haya sido traído y expresado
por la misma naturaleza de las cosas), y así viéndolo y observándolo, puesto
que primero había puesto a la esposa doliéndose gravemente de que fuera im-
pedida por el miedo de la estima de los hombres y disfrutar abierta y en todas
partes de su esposo, y puesto que por el dolor había caído en delirio de ánimo,
la pone después del delirio, recuperadas las fuerzas, echándose abiertamente
sobre su hombre, y abrazándole, y de nada preocupándose menos que de los
ojos y juicios de los hombres.

Del cual desprecio de la estima y juicios de los hombres es por lo que al co-
ro de las dueñas admirando la novedad de la cosa, y dícíéndole las anteriores:
¿Quién es esta que sube del desierto, recostada en su Amado?, nada responde, sino
vuelta a su esposo: Debajo del manzano, dice, te desperté; allí fue corrompida tu
madre; allí fue violada tu engendradora, o, como con no diferente sentencia le-
emos vertido del hebreo al latín a la letra: allí te parió la tu madre; allí estuvo de
parto la que te parió. Con las cuales palabras esto en verdad dice, que se acor-
daba ahora el día en que como por casualidad ella errando por el campo, lo
viese a él por primera vez yaciendo bajo el manzano, y quizá fuese vista por él,
comenzó a ser amada por él. Bajo el cual manzano, dice, tu madre, como es
fama, había sido sorprendida antes y lesionada gravemente, o al menos te ha-
bía parido bajo este árbol, como se decía. Y dice estas cosas la esposa o al me-
nos es fingido por Salomón que lo dijo, según el ingenio y costumbre de los
amantes, muy aptamente y convenientemente. Los amantes tienen ante los
ojos siempre como la historia propuesta de todas las acciones y dichos que en
el amor alguna vez les sucedió, y de ninguna cosa piensan más o hablan con
más gusto, como de sus placeres pasados, y no permiten recordándolos con
frecuencia que efluyan de sí o resbalen del ánimo, y no solo cada uno consigo,

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O C T AVV M. iss
gris,ncqueaudiamus ípí^neque videamus. Q^odintués
Solomon(nihUcnimabeopoíituni eftinhoc Carmine,
quodnon ab ipfa natura rerum du&umfìterit Oc expref-
íura) itaqueidintuens,arqueobíeruans, quoniam ípoa
fampriniò induxerat grauiter dolentem, quod nomini
cxiüámationis nietu impediretur,&: palatn, 6¿ pafsim fpo
fatuo frai:quoniamque ex dolore in animi deliqui u inci>
deratieandcm poíl deliquium viribus recuperatis inducit
paiam incumbentem viro fuo,ipfumque complexam, ac
nihilfiainus quamhominumocuiosautiudich curante.
Ex quo ctiam hominum exiftimationis t Oc iudiciorunt
contemptu eft, quod foeminarum choro reinouitatem
admirantìjillaque fuperiora diccntuQvtefl ijlaquéofcendlt
innixajufer ddeólumhuhìi ipfa refpondit, ¿ed ad fuum viril
CÓuerfa. Sub arbore Ànq\iittm<tl<3 exctt¿uiít¿bicorruptatjl mater
tu*tib'r»ioUtaeftgenimxtu4 Aut,quomodo hauddifsimili
fententia ex Hebra;o ad verbum in JLatinü conuerfutn le-
gtmus. ibiReperii te mater tutytbìfeperit quagenuk re, Quibus
verbis hoc profe&òdicit meminuTe fé nunc illius dici,
quo die primum inillumfubrnalo iaccntemipfarurier-
tanscarucumincidiuer,vifaquenec opinato abipfoeiTet,
amari ab eo coepra eft. Qua fub maJo,inquit,mater tua,vt
fama eft,compreiìa olim fuerat,&; grauida effe&a: vel cer-
te edideratte illaiub ifta arbore, quemadmodum fereba
tur, Dkit porròh«ciponfa,aut certe dixiflefìngiturà So
lomone proamamium ingenio, atqucconfuetudine ap-
tifsìmè& conuenientifsimè* Namquiamant, omnium
corum, qua? in amoreiliisvnquamcontigerunt,acìio-
num, fcilicetjOmniumfuarum,& di&orumtanquam hi-
ftoriam propofitam femper ante oculos habent ; nulla-
que dere,autcogìtantfxpius , aut libentiùs loquuntur,
quam de fuis prsereritis voluptatibus , cafque effluere,
aut iibjl e* animo eiabi, faepiùsmemorando non finunr,
ncque
396 CANTAR DÉLOS CANTARES

sino ambos los refieren entre sí, y hablan mucho de ellos, sin guardar muchas
veces el orden de cosas o tiempos; sino ante una cosa surgida o ante aquello a
lo que les lleva el placer de su ánimo, en presentándoles primero y en siéndoles
muy dulce de recordar, así lo refieren claramente. Y muchas veces acaece que,
como llegaren al final o al menos a un estado de sus amores miserable o feliz,
se gocen en recordar los principios de su amor, de que arrancando llegaron a
ese grado de felicidad o miserias. Así, aquel pastor virgiliano alfinengañado
por el amor indigno de Niso, entre otras cosas6:

Pequeña y con tu madre (y yo por guía),


te vi en nuestro huerto coger frutas mojadas de rocío;
ya1 entonces yo tenía doce años;
ya desde el suelo alcanzaba las ramas frágiles.
Cuando te vi, ¡cómo me perdí!
¡Cómo en pos de sí me llevó preso un falso engaño!

Así en este lugar aptamente, como todo, Salomón pone ahora a la esposa,
que ya había conseguido que su esposo le amara con sumo amor, recordando
los primeros inicios de su amor y diciendo así: Debajo del manzano te desperté,
allí te parió la tu madre. Como ella consigo y con su ánimo pensara cuanto
fuera amada por su esposo, el mismo pensamiento de la grandeza de la cosa
conseguida, por cierto curso de la naturaleza, la revocó en su ánimo y su men-
te para pensar aquellas cosas de que éstas manaron; y las mismas hicieron que
todos aquellos momentos o lugares, que le trajeron la causa de amar o que de
algún modo le ayudaran en el amor, prosiguiera con grato recuerdo y oración8.
Debajo del manzano te desperté, rectamente también según el decoro. Los pas-
tores muchas veces hacen alianzas amorosas en las selvas, y allí las pastoras pa-
ren principalmente sus hijos.

Se sigue: Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque
clamor es fuerte como la muerte, duros como el infierno los celos, las sus brasas son

6 Bucólicas, égloga 8.
7 En casi todas las ediciones actuales de Virgilio se lee ya por apenas, como dice fray Luis.
8 Fray Luis resume un largo parlamento sobre el amor expuesto en la Exposición (cfr. Obras, I, 200-
201).
i96 I N C JT V r
ncque folùm fingali fecurrbfed vterqueintet fé ifta corife
runtjdcque his mutua colìoquuntur,nullo faepè, aut rem
aut temporum feruato ordine:fed pro re nata,aut pro eo,
quod illorum animi libido fert, vt quidque illis primum
fé offert,vtque eft illis quidque ad commemorandum dui
cifsimum,ita piane referunt.Saepèqueillud euenit^t cum
ad exkum>aut certe ad aliquemamotum fuorum itatum,
velmiferum, vclfoelìceniperuenemnt, commemorare
gaudeant principia amoiis miea,àquibusexoril adeum
foeUcitatiSjaLumiferiarumgradupemenerint.SicìlleVir-
gilianus paftor tandem indigno Nifae deceptus amorejin-
teralia..
Sepibus tn noñrisparuam te rofcìda mala7
VHX eao^efter efam ¿Vidi.cum marre ,egenten%,
Vix fragües poteram a terra cor; tingere ramos
•Alter ab undécimoiam tune me cefierat annusy
Vtì>id0t perijfvtmemahs abftuttt errcr-.
Sic hoc loco apcè,vt caetera Soìomon,fponfam?quse con-
fequutatamfuerat, ipfamvtfuus vir fummo amore dili-
geret,nuncinducit commemorante prima exórdiaamo-
ris fui.Itaque dicentem Sub arbore malofufcitauìte^tbi corru-
pta eftmatertua* Nam cumipfafecum,6¿cumanimo fuo
quatum amaretur à viro fuo cogiuret?ipfarei adeptas ma
gnitudinis cogitatio^naturse quodam curfu 7 retro mente
illius &anirminireuacauit, adeafci!icet,.cogkanda, ex
quibus ifta manarunt: eademqae effecit, vt omnia illa, vel
tempora, vel loca,quaeipfr, vel caufam attulerunr aman*
diavclquouis modo fuffragatafuntki amore grata, 6¿ re-
cordatione &orationcproiequeretur. Sub arbore mala fu-
fatauìte.Kcd'C i d & n $ rà TT^UCV Namfcedera amotum pa
ftoresfaepèferiunt infyluis,ibidemquepailores foeminae
foetusfuospluricnumedunt Sequitur, ^onemt^tftgnacu»
lumfuper cor tuhm^'tjijmaculumfxfer brachium tuum^úafortn
ejfyt
397 CANTAR DE LOS CANTARES

brasas del fuego de Dios. Muchas aguas no pueden matar el amor, ni los ríos lo
pueden anegar. Si diere el hombre todos los haberes de su casa por el amor, como si
no los despreciásemos estas palabras el esposo aconseja a la esposa que se mues-
tra con gozo y alegría, que no cometa alguna vez algo indigno de su amor hacia
ella. Como toda ofensa en el amor sea muy molesta para los que se aman, son
molestas especialmente las cosas que pasan después de que uno a otro hicieron
copia de sí. Por lo cual el esposo prescribe a la esposa las leyes de amor sobre
todo en este lugar y tiempo, cuando, como consta de las cosas anteriores, su
amor mutuo había llegado a lo sumo. Ponme, dice, como sello sobre tu corazón.

"Si, dice, mi amor para ti por eso debe serte querido y grato, cuida que no
manches la fidelidad con mancha alguna, con la cual me estás unido, o dismi-
nuyas el amor con que hasta ahora me has seguido. Quiero que siempre estés
ante mis ojos; exijo que pienses solo en mí; así como alguno pone el anillo tes-
tíficador en los dedos, los cuales cada uno ve en sí muy fácilmente y con fre-
cuencia, así deseo que yo sea propuesto para ti. Pues te amo con el amor más
ardiente de todos". Como nada es más vehemente que el tal amor, así nada es
más irritable ante cualquier mínima ofensa, e irritado engendra sospechas muy
graves, más duro que el cual mal nada hay,, que incluso el mismo infierno y la
misma muerte haya de ser despreciada ante ellos. No así los carbones encendi-
dos queman el cuerpo,como acaban el ánimo de ella con preocupación y
tristeza. Acaban el ánimo, mas encienden el mismo amor. Y acaece esto admi-
rable sobremanera, que la sospecha unida al amor, la cual es la mayor ruina de

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O CTAV V M. J97
e/?/Ví mors dile£i'to1& ftcsttinfernus ¿mulatto. Lápades eius la/a*
designkiátjuejiammarit,4c¡u&r/tuir<£ nonptfucrüt extínguete cb¿
rn*tem>nec fíumina obruent illamiftdederkhQmoomnemjubsìa-
tiamdomusJH£ pro diUHiune,<]U4fimhiláe{piciet eam. His ver-
bis fponfus gaudio fe atque ketitia erTerentem,fponfam
monet,ne quid fuo ergaipíam amore indignum aliquan-
do committar,Nam cum omnis offenfa in amore permo
letta eftì/s qui inter fe amant,t umilia: moleftifsinia: qux
intercedunt,poíteaquamvterque alteri fui copiam fece*
runt. Quare amandi leges fponfus prseferibit íponfa:, hoc
potifsimum loco atquerempore,quando,vt ex fuperiori-
bus conftat,ipforum mutuus amorad íummum peruene-
ratPonewf,inquit,>fftgnaculumfupercoytuum. Sienim, air,
meus erga te amor,pro eo ac deber charus tibi, atque gra-
tas eft>caueto,ne labe aliqua fiderai, qua mihi es ob(trida
cemmacules,autamorem imminuasjquome hadenus
esprofequüta.VoiOvrmefempergeftesin oeulis : vtdc
me vno cogites,exigo:quoque modo quis annulum ílgna
torium inferir digiti.s,quos quifquein fe,&facillimè,& fg
pifsimè videt^eodem modo, me tibi effe propoíkum cu-
pio. Etcnim, amo te ardentísima chancare quam pluri-
mum. Amore vero eiufmod^vt nihil eft vehemetius, ita
nihileftadquamuismínimas ofFenfíones magis irritabi-
le. Irritatus porrò gignitfufpidonesgrauifsimas, quo nul
lurn eftmalum dirius,ipfeadeò vtinfernus,ipfaque mors
pra; eis flocciraciéda íit.Non enim igniti carbones fie cor
pus vrunt,atqueillas animum ^egritudine, atque cura con-
ficiunt. Sedconficiunt animum :amorem autemipfum
accendunr.Acciditquehocperadmirabile, vt amori fu-
ípicioadditaea,qu*emaximapeftisamoris euypfum non
modo non extinguat, fedetiam fu pra modum accendac
& augeat, tantumque &: talem efíiciat, vt neííñumina
vniuerfa jipfumqueineum infundas mare ardorem eius
extin-
398 CANTAR DE LOS CANTARES

amor, no solo no lo extingue, sino también sobremedida lo encienda y au-


mente, y lo haga tal y tan grande, que ni si todos los ríos y el mismo mar lleves
contra él, extinga su ardor o puedas reclamar tu libertad incluso con peligro de
todas tus fortunas. Así, pues, el esposo como hubiese traído estas leyes a la es-
posa, aquella mientras calla indica aprobarlas o agradarle el que le sean im-
puestas; y callando habla casi de esta manera: "Esta será mi preocupación,
pues entiendo que en ello están todas mis esperanzas y todas mis fortunas.
Mas tú a tu vez cuida de mi hermana, cuya debilidad y soledad me preocupa".
"Como verás, no está hecha ya bastante en la forma ni en la composición de
los miembros del cuerpo; y así, es necesario que hagamos algo de consejo y ra-
zón, para colocarla en matrimonio".

Hermana es, dice, a nos pequeña, y pechos no tiene ella; ¿qué haremos a nuestra
hermana cuando se hablare de ella? Esto es, "mi hermana es de cuerpo exiguo y
pequeño, y lo que se tiene como deforme en la mujer, de pecho y ubres aplas-
tadas; por lo cual conviene que veamos qué ha de hacerse cuando así haya de
hablarse; o como se dice en hebreo, cuando de ella se hable mucho y muchas
veces, esto es, cuando se trate de colocarla". Entonces los padres de ambos cón-
yuges tratan entre sí muchas cosas, y van muchos de uno a otro de aquí para
allá para tratar de estas cosas. Y trae Salomón esta habla, imitando en este lugar
la costumbre común de la vida. Pues suelen las nuevas casadas, después que se
casaron con sus hombres por sentencia de su ánimo, al segundo o tercer día de
las nupcias, cuando todavía dura la alegría y celebridad de las nupcias (pues en-
tonces muy fácilmente, como vemos que se usa, vienen los padres para entre-
gar a los restantes hijos, si tienen algunos, al casado), y así, en los mismos días
alegres de las nupcias suelen las nuevas casadas, si tienen algunas hermanas me-
nores de edad, incluso oyéndolo ellas mismas, tener algunas conversaciones de
su colocación y futuro matrimonio; o porque contentas ya con su suerte, les
preocupa la de sus hermanas, o al menos considerando, lo que muchas veces
pasa, que las hermanas menores están molestas por la preocupación y la in-
certidumbre. Pues este género es muy molesto en aquella cosa principalmente.
jS>8 IN CJ F v r
cxtinguas.aut te in líbetñteni vindicare vale3s,vel pericu-
lo omnium fortunarumtuarum Hasigitur Iponfux leges
cum fponfa; íuljüet?illa dumtacet probare eas, 5¿libi ini*
poni piacere indicar :& rcticés iftopropè modo loquitnr.
Hoc mihi curai erhyntelligo enim in eo omncs fpcs, ora-
nefque fortunas meas veifari.At tu vicifsim foro rem mea
curaro,cuius me imbcciliita?,ac íolitudo folJickat. Nam,.
vtvidesmequeformafatis,nequecompoíitione mébro-
rum corporisptseitauitaque aliquid confili; atquc latió-
las ineamus necefíeeft, quoillamin matrimonium collo
ccmüsJororjinqui^nüjii a paratila efì^ybera non habe iQuid
fitte iemuss foyoñ noftr & m die quando allo quencUejì. ìd eri, foror
eftmihiexiguo S^perpufiilo corporea quod deforme in
fc£ininahabetur,depreffope&ore&:vbenbus:quarepro-
tùdeamus oporcer;quid faclo opus Cu in die quando allo-
quenda eihvel vr in Hebreo dicitur quando de ea multu,
¿¿fajpèioquendumeihidautem eíl cum de i!la collocar*
daagerur.Tunc enim vtriufqueconiugis parentes multa
in ter fé agunt,&: ab v tro que ad alterum mulri vitro, curo
que commeantjijfdem de rebus a ¿turi. Intulit autem Sa-
lomon hunefermonem, hoc loco imitatus communern
vitsemorem. Solent enim nouainupta:, potìeaquamex
animiipfarum fententia viris nupferunt, altero ,autter-
tio a nupnjs die,dum calet adhuc laetitia , &c nuptiaruro
celebriras: tune enim facilimiè, qucmadmodumvfu ve-
nire videmus, inducuntur parentes ad nupruitradendos
reliquos , il quos habent, fìlios : ita que in ipfis nuptia-
rum feftis diebus foknt nousenupta;,ii quash¿b?ntíb-
rores natu minoreí-,vcl ipfis audientibiis;fcrmone<>3quof
dam iaccre de earum collocarione &; futuro matrimo-
nio: vei quia fuaiam forte contenta;, fororum eas cura
folltckat.vei certe ratar,id quod faepè euenit.ipfas natu mi
notes Còrores inuidentia 6¿ cura moideri. Eít enim id gè
nus
399 CANTAR DÉLOS CANTARES

Y así, afectadas por una tácita incertidumbre de su felicidad, opinan que


deseen para sí también una fortuna semejante. Por lo cual, para quitarles de su
ánimo la tal preocupación y molestia, sus hermanas mayores tienen tales con-
versaciones, que dije, y hablan cosas semejantes: Hermana es a nos pequeña, y
pechos no tiene ella; ¿qué haremos a nuestra hermana cuando se hablare de ella?

Se sigue: Si hay pared, edificarle hemos un palacio de plata; si puerta, fortale-


cerémoslapara ella con tabla de cedro. Lo cual o dijo la misma esposa, o el espo-
so respondió a la esposa que preguntaba; y esta es la sentencia de la respuesta,
que estos vicios del cuerpo se corrigen con el arte, y lo que se le dio menos por
naturaleza, ellos suplan con un género exquisito de vestido y adornos. Del
mismo modo que si alguno, rehaciendo los muros viejos de la ciudad, les aña-
de torres y almenas engañadas con oro o adornadas con alguna pintura egre-
gia, o si alguien viste las hojas de la puerta con tablas de cedro. Y puesto que la
esposa hablando estas cosas advierte que sus cosas son hermosuras muy reco-
mendadas, que no necesitaba adornarse con adornos traídos de fuera, y que
agradó a su hombre sin usar ningún exquisito cuidado, en cierta manera se
alegra de ello y añade: Yo soy muro y mis pechos son torres; entonces fui en sus ojos
como aquella que halla paz. Con las cuales significa: que por muro y por torres
de plata, esto es, en lugar de adornos exquisitos y advenedizos estuvo su her-
mosura, o al menos que tan grande fue el amor de su hombre para ella o el im-
pulso del ánimo, que las que le eran menos buenas, sin embargo pareciesen es-
tar en ella por el amor.

Pero después de hablar de la colocación de su hermana, añade ya una cosa


que pertenece a su propiedad familiar: Tuvo una viña, dice, Salomón en la que
tiene pueblos; entregó la viña a los guardas, que cada cual traiga por el fruto mil
monedas de plata. La viña mía delante de mí está; mil para ti, Salomón, y dos-
cientos para las que guardan su futo. Suelen las recién casadas (está esto, como

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• Ò'CT-jf V V M. }9j
nus inhacpraecipuè re maxime inuidum.kaquc affici ta-
cita inuidentiaquadam ob foeiicitatemipfarum, iibiquc
iìmiiemaliquam fortunam optare opinan tur. Qua re quo
illis ex animo huiufmodicuram atque mokftiam eximáf,
natu maiorcs forores, eos, quosdixifermones,iaciunt,ac
fìmiiia [o qüiintm,Sor ornoflra paruula efl, &^bera nonkabet,
quidfademas far ori no$7r& in die quando alioquenda efl. Sequi-
\tot.Simnrm eñ^diñcemHsfupereum propugnacula argentea : fi
sflium eflyComfingamus illud tabtths Cedrims,Quod vtifponfa
ipfa dixitjVel fponfus roganti fpófa; reipondit:eius aure re
íponíi haec fenrétia eft,vt corporis i ita vitia, arte corriga t,
¿ quod ilii minus à natura tributo euypil fupplcant, veni
tus^atqueornamento™ exquiiitoaliquo genere. Quem-
admodum fi quis vetuftos vrbis muros refides, eis turres
atque pinnas addat auro illuias,aut egregia aliqua pintura
ornatas,autii quisianuajforeíiveíKactabuÜs cedrims Et
quoniamhajcioquensfponfaanimaduenit, libi Tua pul-
chrkudinefatiscómendataíjOpusnonfuiíre aüunde afei-
tis ornamentis ornad, placuiffeque ipfam viro fuo nullo
adhibito exquifitocultu, de eo (ibi ipiaquodamodo gra-
t u l a t i l e fubijcit.S^o mwm&'ìbera meaftcut turns^ex qno
faSiafam coraeo^quaflpacem reperisrts, Quibus lignificar, Pro
muro,&: pro turribusargenteis,hoc eft,pto aduentitijs&;
cxquiGtis ornametis fuam fibi pulcbritudinem fuifíe : aut
ceree tantum fuiiTeviri fuiergaipfamamorem,Panimi
indudionem,*vt quxiìbi minus inerambona,ìneiTeta-
men viderentuc jlli prseamore. Sed de fororis fuse collo-
catione pòfteaquamdixitjiamquiddam adiungit, quod
ad rem fuam familiarem pertìneat. Vwea, inquìt ¡f ut pa~
ajjc&wea quzhab et pópalos : tradidit eam cuflodtbus ,"l'ir ¿ffvt
profruHu ems mille argénteos. Vmea me4 coram me tft1mil*
le ubipacip<;et& ducenti tjs quicuflodittutfrucium eitn. Nani
fblem nouse nupta:, { e£t enim hoc ? vt cantera omnia
400 CANTAR DÉLOS CANTARES

todo lo demás, sacado y expresado de la costumbre media de la vida), y así, las


recién casadas suelen, sobre todo aquellas para quienes la propiedad familiar es
muy estrecha, y es más estrecha casi a todos los que se casaron, antes de acep-
tar la herencia paterna luego suelen tratar de sus facultades con sus hombres,
para mostrarles su preocupación, cómo las pueden amplificar, de qué modo se
atendrían al vestido y alimento, y de qué manera establecerán la vida según su
hacienda. De donde la esposa ahora dice, aunque sea menos rica nuestra pro-
piedad, sin embargo no es así estrecha, que no pueda atender a nuestros gas-
tos. Si a Salomón la vida que tiene, no lejos de la nuestra en el mismo viñedo,
dale mil monedas de oro cada año, y además otras doscientas a las guardas a
quienes la confió, sin duda es justo que nosotros recibamos réditos más ricos
de nuestra viña, que será cultivada por nosotros y que fructifica toda para no-
sotros solo. Y esta es la rasa sentencia de estas palabras; sin embargo hay en es-
tas palabras algo de oscuridad.

Y así convienen que las ilustremos: El pacífico tuvo una viña, esto es, Salo-
món en la que tiene pueblos, en hebreo Baal-Hamón, que a la letra significa do-
minio o posesión de pueblos. Pero parece ser el nombre de un viñedo, llamado
así porque las viñas de los más y de la mayor parte del pueblo estaban en él.
Entregó la viña a las guardas, esto es, la colocó a colonos y viñadores. Uno trae
por el fruto mil monedas de plata, ello es, cada uno, con frase hebraica, y así ca-
da colono da a Salomón mil monedas de plata cada año. Mas la viña mía, que
es mía, delante de mí; mil para ti, Salomón, y doscientos para los que guardan su
fruto. Argumenta a minori, y puestos los principios de la conclusión calla lo
que se sigue de ellas. Y añade una elipsis y una inversión del lenguaje recto. Es-
tará íntegra la oración y la conclusión de esta manera: "De los réditos de tu vi-
ña mil monedas te dan, Salomón, y doscientas a los que guardan su fruto, pero
mi viña está delante de mí, esto es, es custodiada y cultivada con mi industria
4oo IN CA P V T
ex media vita: confuetudine du&um 8¿ expreflum. ) Ita*
que noua:nuptaifolent,praefertim conquibus res familia-
risa ngufta eft,ed autemanguftior fere omnibus i js, qui
antequam parernam hsreditarem adirent,nupferunt : er-
go iìix (latini curri viris luis, vtfuam illis curam probent,
folentageredefacultatibusfuis, quo illas modo amplifi-
care poisint,quem in ctiltu-,atque vi&u iint adhibituri ma
dum.qu^querationeprofuocenfuvitaminftitururi.Vn.
de fponfa nuncjetfijinqu.it> nobis minus lauta res familia^
ris ertameli non cít ita anguír,a,quin fuppeditare noftris
iiimptibuspofsit.Nani, fi Solomoni vinca ea,quàhabet,
no p rocui à noftra vinea in sode vineto, reddit millenos
áureos io ílngulos annos, &praetei:ea aiios ducenosijs,
quorum euftodi#iííamcommiík:profe&o par eft, nos è
noílravinea,quasipfaánobis colitur,qusque nobis folis
totafructificar vberioresreddituspercepturos. Atqj hasc
eft plana horum fententia verborum : ineiltamenin ipfis
verbis obfcuritatis nonnihii Itaqueea illuftrcniusnece£
fé eliVine&fttìtpacifico.Ideft,Solomoni. in eaqtt£haber pojw*
/oi»Hcbraicè"ji£jrn\J3l BaalHamon,quodad verbum do-
minium,autpoireisionempopulorumiìgnificat.Vidctur
autem eifenomen vineti, ex eo ficdi&i,quodplurimoru,
ac maxime partís populi vinese in eo eííent.fttíEÍ/í//r eacuita
dib-Ast\à eft,locauit colonis &c\ñmtoúbi\$^iraffertpYofruclu
W'ííwíi/e^ewr^íjidcftjquifquejHebraica phraíi,ítaque co
Ioni ímguli mille argetcos quotanis Solomoni peniìtant,
At/W/SM mea coramme eiljfnàletìbipacìficc & ducenti ijs^tticH
íiodiíírirfruclus eixs. Argumcntaturì minorile pofitis con
cìuilonispnncipijsreticetjquodexipfisfequitur.Additqs
ellipiin, acredi fermonisinuerfionem.Conftabitautcm
integre,6¿ orano,&, concludo ifto modo. Exredditibus
vinca; tuse mille nummitibicedunt,Solomon J & ducenti
ijs,qui cuftodiuntfmftumciuSjVineaaute^mea corani
me
401 CANTAR DE LOS CANTARES

y trabajo, y nada de su fruto recibe el cultivador o el guarda. Luego mayores


provechos sacaremos de ella nosotros de los que saca Salomón de la suya".
Omite decir lo que era conocido para aquél con el que hablaba, y era necesario
para hacer la conclusión, que su viña ni por el número ni por el género era
menos imperfecta que la viña de Salomón. Como ella dijese las cuales cosas, y
como dichas éstas pareciera que toda esta acción acababa, en vez de saludos y
aplausos, Salomón añade una cláusula coherente con las anteriores. Pone al es-
poso animando a su esposa, a que cante algo, que le sea placentero, y muerda e
irrite a los rivales y pretendientes, sí había alguno, a los que el amor entre sí
ofendiere.

Y exhorta con estas palabras: Oh tú, que estás en los huertos compañeros9 es-
cuchando, haz que yo oiga tu voz. Y llama a los amigos de la misma institución
sus socios, a saber, los restantes pastores, de entre los cuales tenía algunos ému-
los de sus amores. Así, pues, dice, puesto que ellos te escuchan, haz que yo oiga
tu voz, esto es, oyéndolo ellos, haz que yo te oiga cantar algo, que testifique
nuestro mutuo amor. A lo cual ella accediendo inmediatamente dice: Huye,
Amado mío, y sé semejante a la cabra montesa, y a los ciervecicos de los montes de
los olores10. Huye, esto es, date prisa, según la propiedad de la lengua de los he-
breos, entre los cuales es aceptado que unas palabras sean puestas por otras,
cuando significan cosas o acciones afines o unidas, o una de las cuales suele se-
guirse de la otra. Así, dicen "consolarse" por "sufrir", puesto que se consuela a
los que sufren, como en aquello de Isaías15: Yo me consuelo de mis enemigos. Así,
"mentir" por "someterse al vencedor", puesto que los que así se someten,
adulando mienten en muchas cosas, cual es aquello del salmo12: Te mentirán
tus enemigos. Y también aquello13: Hijos ajenos me mintieron. Así también
"huir" por "darse prisa", puesto que, los que huyen, se apresuran mucho. Lue-
go desea, y lo atestigua que lo desea con el canto, que cuando sucediera que él

9 Como trae también la edición de Salamanca, y no como trae el ms. del P. Merino: estando tú en los
huertos, y los compañeros escuchando (Obras, I, 208).
10 En la Exposición pone aquí unos versos de Arias Montano:
«Amado, pasarás los frescos montes
más presto que el cabrito
de la cabra montes y que el gamito».
11 Is. 1,24.
12 Salmo 65, 3.
13 Salmo 17, 46.

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O C T A V V M. 401
me cft. Id eíl,mea ind uftria arque opera cuftoditur, & co-
litur.nihilque ex cius frudu, aut cultor, aut cuftos decer-
pir. ígirur maiores nos ex ea percipiemusprouentus, quá
percipk ex fuá Solomo.Praítecmittit auté-dicere id,quod
ti^quicüloqucbaturjeratnotüjaíeratadconciullcnem
cfficiendamneceífarium, fuam viheam,ñeque numero,
ñeque genere vitium cedere Solomonis vinese.Qnas cum
illa dixiiTet, cúqj his didis videretur omnis ifta a&io con-
c l u d i l o valete 5¿ plaudite,Solomon cíaufula addidit fu-
pedoribus conrentaneam.Namfacitfponrum hortatem
íponfam fuá,vtrednataliquid,quod&; ipfivoluptati fit,
¿¿ riuales atque procos eos,fi qui erant, quos ipforum Ín-
ter fe mutuus amor offenderei ,mordeat,atque perurar.
Hortarur aucem his verbis.T# (ju&esin hortts umici au¡cultats
^cwe<í«¿/V£ioce»ííí/4w.Vocatautcmarnicosciufdem in- y ,
ftitutifociosfuoSjpaftoreSjfcilicèr^eliquo^jè quibus non ^yy
nullos habebat ce mulos amorum fuorum. Igitur, inquir,
quoniamilliteaufcultant. f.ac meauáireyocerntuam. Hoc '
eftjülis audientíbuSjfac vtegoteaüdiam canente aliquid,
quod mutuum amorem noftrum teítetur.Cuiiliaobcem
perans èveftigio.^^inquit^i/^f mifìmilis efto cafre^hn
nulóquecemorum fufermontesaromatum. Fuge,ideít fettina,
exproprietatefermoni$Hebra;orum,apudquos recepta
cftjVtaiiavetbaproalijsponanturjCumresfígnificantjaut
adiones afììnes aut coniundas,aut quarurn vna ex alia íe-
qui folet.Sic confolati dicüc pro dolere: quoniami>s qui
dolent s confolatioadhibeturvtinEfaÍ2e ilio Ego confo- £fa't.ct r
labor de hoftibus meis, Sic mentiri pro fubij cere fe vseto-
n:quoniam quife ita fubiiciunt adulantes mulia mcnuun
tur. Quale eft illudPfaimi: Mentientur tibi inimici tui. V:¿i.K-rí
ltemqueiÍlud;Fiij alieni mentiti funt mini Sicetiam fu- P¡*•-.7 o
gere,profeninare:quoriia,qui'fugiunr,feiìinant'nìaximè,
Ergo optat,Ídqj fe optare cantuteítatur,vt quado do tiro
Ce ipíaoi
402 CANTAR DE LO S CANTARES

se alejase de casa, el esposo apresure la vuelta, y con cuanta rapidez los cierve-
cicos huyen, tanta utilice él en volver, esto es, la mayor que pueda. Mientras
desea lo cual, atestigua bastante que es amado por él de arte que ni quiera se-
pararse de él ni un momento. No pudo acaecer a su esposo algo más grato, ni
más duro y molesto para los pastores rivales que el cual testimonio y profesión
de su amor. Pero de nuevo desde el principio comencemos a exponer este mis-
mo capítulo.

SEGUNDA EXPLANACIÓN

¿Quién te me dará, como hermano mío, que mamases los pechos de mi madre?
Hallartehía fuera; besartehía, y también no me despreciarían. En este lugar dese-
an los perfectos en la persona de la esposa, o al menos mientras se dicen dese-
ar, son avisados de que deben los hombres estar dotados deseosamente de
aquella perfección de amor, o mejor, para decir de una vez lo que es la cosa,
con esta oración indicadora del deseo, explícase qué hagan ellos o de qué mo-
do se conduzcan en el amor. Y así, desean para sí que ya puedan por todos los
hombres en todo tiempo y lugar amar a Dios abiertamente, esto es, no solo ca-
lladamente consigo tratar de Dios, sino profesarse delante de todos como sus
amadores, y solo buscar siempre las cosas con que este su amor se hace más
ilustre y manifiesto, ya aprueben los hombres aquellas cosas, ya, lo que mu-
chas veces acaece, se rian e interpreten de diversas formas. Pues muchas son las
sentencias contra las santísimas y muy ecuánimes leyes de Dios llevadas contra
la vida de los hombres y corroboradas con la mala costumbre de vivir, a las que
los buenos odian, pero los perfectos en el amor de Dios y los destacados en la
virtud abierta olvidan y desprecian. La misma grandeza de la caridad con que
arden, llevándolos hacia arriba, los hace superiores no solo de su cuerpo y de
sus deseos, sino también de los juicios y conversaciones del pueblo, y la misma
4<M. I N C A <P V T
ipfumabeffecontigerit,maturet reditü iponfus : &: quan-
ta celeritate hinnuli fugamarrìpiunt, tanta inredeundo
Vtaturipfe,ideft,quantapoteft maxima. Qua? dum oprar,
fatis tettar ur a fé ita ipfum amari,vt ne ad pun&um tempo
risveìit diuelii ab eo.Qua atteftatione &c profefsione amo
ris fui,neque iponfo ipfiquidquam gratiusaccìderepo-
tuit, neque paftoribus riualibus dirius atque moleftius.
Sed rurfusà principio hoc ipfum caput exponcre ordia-
mur,
A L T E R A E X P L A N A T I O .

VIS mihi tede: fràtremmeum fugemelbera matrìs


me^tinuentam tefon$7& deofculery& tamnemo me
contemnaLDcñáctant hoclocoinperfona ipó-
f$ perfecì:i,veì certe dü deíiderare dicütur,quid
illa amoris perfeccione prediti homines defiderare de-
beat,admonètur,aut potiùs,vtid quod res eft, femel dica-
mas, ina defiderij indicatrice oracione, quidilli effkianr,
quo ve modo fé in amoregerant, explicatur Itaqs defìde-
rane ubi vt iam per omneshomines liceat omni tempore,
atque loco pala amare Deü:hoc eft, non folùm tacite fe-
cum de Deo agere , fed apud omnes fé illius amatores efìe
profiteri, eaque fola femper molili, quibus hicfuusamor
teilatior 8c il lufhior cfñciatunílue iliahomines probent
fiue quod faepè coringkvrrideantjVarièq; interpretentur.
Etenim plurime funt aduerfus Dei fan£tifsimas?&: xquifst
mas teges inducía; in vita nomini & praua viuendi cófue*
tudine corroborata? fentétia^quas boniodio proiequun-
tur;perfecti vero in amore Dei 6c virtute prasítátes viri pa-
larti negiigunt,atquedeípíciuntípfaenirniílos magnitu-
do charicaxis,qua feruent,in fublimeerFerens,fuperiores
ipfos fack,non folùm corporis fui,eiufquc cupidiratü, fcà
ciiampopuliiudiciorumatqj icrmonumj eadcmquetri-
buit
403 CANTAR DE LOS CANTAR ES

les atribuye justa licencia debida a ellos y a la excelente virtud de hacer y decir
siempre todas las cosas según su arbitrio. Y así, lo que aquí figuradamente se
describe, hasta donde soporta la naturaleza de las cosas, ellos lo hacen e imi-
tan; viven con Cristo como con un hermano pequeño ante los ojos de todos
muy dulce y unidamente, y no se preocupan qué juzguen de sí los otros; más
aun, con constancia y libertad en amar y con la misma verdad consiguen al fin
que, los que antes denigraban los amores de ellos, ya se desagraden a sí y los
admiren a ellos, y conviertan sus bocas impías de la detracción y la injuria a la
alabanza y celebración, y dicen y predican que ellos son semejantes a Dios, en
lo cual en verdad mínimamente se equivocan. Así se ha de juzgar, que los que
hayan llegado hasta esta grandeza de amor y los que la hayan conseguido,
honrando a Dios en espíritu y verdad, no teniendo razón alguna o de las cosas
humanas o de los juicios de los hombres, privada o públicamente se ocupen en
el amor de Dios, sean como hermanos pequeños de Cristo, y por tanto, sean
tenidos y predicados hijos de Dios, como elocuentemente Pablo atestigua de
este género escribiendo a los Romanos14: Los que obran por espíritu de Dios, es-
tos son hijos de Dios. En verdad, aunque no haya cosa que pueda arrancar y re-
mover a los tales hombres de la asidua caridadd y meditación de Dios, y aun-
que incluso en mitad de las ciudades y en medio de las reuniones de los
hombres busquen descanso y lugar vacío para dedicarse a Dios, puesto que
ellos mismos tienen consigo una profunda quietud y soledad de todas las cosas
que pueden perturbar el ánimo, sin embargo a veces se les da la facultad de evi-
tar y huir las reuniones de los hombres, de los cuales ellos están ausentes siempre
en el ánimo, y les resulta muy grato, y abrazan ansiosamente la facultad ofrecida
a ellos de amar a Dios, no solo no interrumpiendo el amor, sino ni siquiera es-
torbado. Y así, lo que está en ellos, huyen las ciudades, aman las soledades y
pasan la vida en dulcísimo amor en lugares desiertos y apartados del contacto

14 La Exposición trae Rom. 8, 14.

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O CTJVV M. 40J
buit ipfís iuftam,8¿ cxceilenti virtuti licentiam debit§,cü-
£taíemper fuo arbitrami agcndi,6¿ dieèdi. Itaque quod
hic figurate defcribitur, quoad rerum natura patitur,ipiì
faciunt atque imitantuncum Chrifto, tanquam curri fra-
tre germano in oculis omnium dulcifsimè oc coniundif-
iìmè viu unt,neque quid de fé ali) iudicent,curant; imo co
fìàtia.6c liberiate in amando, ipíaquc rande ventate afte-
quuntur,vt qui Üíorü amoribus antea obtre&abant> iarfi
ipfìilbi diipliceant,iLlofque admiretar : ora% &a impia à
detrahendo&obloquendoad laudando &, celebrádum
conuettant,dicantq;,&'pr2edicent)inoseire Deo fimiles
in quo minime certe fallütur.Sic enim cenfendum cinqui
ad hanc magnitudinèperuenerunt arnoris, quique id iaoi
affequuti flint, vt fpiritu oc ventate Deum colentes, nulla
aut rerum humanarum, aut hominum iudickné ratìonc
habitat&spriuatim,&publicèin Dei amore occupentur,
cos fratres Chriftigermanos efle,acproindè Deifiìiosprg
dicari &haberi , vtdifertè Paulus teftatur de hoc ge-
nere ad Romanos fcribens » Qui fpiritu Dei aguntur, hi
filij Dei funt.Verum enim verò.quamuis nullaresfrt?qua?
iftiufmodi nomines artere,aiitftibmouere queat ab afsi~
dua charitate>&:meditatione Dei:quamuifque vel in me*
dijs vrbibusjmedijfq; hominü cectibus otiü fibi ad vacan
dumDeOjSd locum vacuum coniìituant,vt potè, qui ipiì
fecumcircumferantaltamquandamquietem/ae omnia
earumrerum,qux perturbare animum pofsint folitudi-
nem:tamen quandocumqueiliis facultas datur, vitandi
atque fngiendi ccetus hominum,à quibus ipfi femper ant
ino abfunüd ülis gratifsimum accidit: racuitatemque eà
amandi Deum, amore non foham noninterrupto, fed
ne interpellato quidem , fibi oblatam cupidifsimèarrt-
pleduntur, Itaque quod in ipiìs eft , vrbes fugiunt,
foiitudines amant, defertìfque te ab homiaum eon-
Cc z gtef-
404 CANTAR DE LOS CANTARES

de los hombres, según parece a algunos solos, mas, como la cosa es en sí, rode-
ados de grandes greyes de cosas celestiales y divinas. Por lo cual cuando están
solos ofrecen íntimamente a Dios un holocausto de sí, y se entregan al amor
sobre el ara, para encenderse profunda y totalmente.

Pero cuando están en las ciudades y entre los hombres, en verdad le ofrecen
el mismo sacrifìcio; pero mientras temen que les sea estorbado por los hom-
bres, que en cierto modo le sea impedimento para ofrecer íntegra y perfecta-
mente a Dios un holocausto, excitados y conmovidos por el mismo deseo de
unirse siempre a Dios, que está contenido en sus ánimos, hablan y repiten es-
tas cosas con frecuencia: ¿Quién te me dará, como hermano mío> que mamases
los pechos de mi madre? Hallartehía fueraX la naturaleza de Dios abrazando por
dentro y por fuera todo el mundo, no solo le ayuda y lo contiene, y rige y tem-
pera tanto todas las partes como cada una de las partes de él, sino está en cada
una de ellas y emite de ella y vibra como rayos unas imágenes claras y ilustres
de su divinidad15. Pero aunque Dios esté y brille en toda la naturaleza, sin em-
bargo puesto que ella no es tan grande de ninguna manera, que pueda conte-
nerle cuan grande es, o expresar toda la perfección y bien de Dios en un bien
suyo, por eso, los que de la contemplación de las cosas de la natura suben a la
contemplación y amor de Dios, no solo tienen un conocimiento de Dios im-
perfecto y muy distante de lo que la cosa es, sino también, porque están en co-
sas creadas y visibles y se detienen en ver y escrutarlas, a veces corren el peligro
de adherirse así en el amor de ellas, como en un muérdago. Por lo cual los per-
fectos, que ya exploraron y recorrieron todos estos caminos que llevan al co-
nocimiento y amor de Dios, no pueden pedir de sí o mejor del amor que do-
mina y reina en sus ánimos ardientemente para con Dios, ninguna otra cosa

15 Maravillosa imagen de la divinidad en el universo.


4o4 IN C JPVT
greirurcmotislocis,vtaJijs quideni vidcnturibli, at vt fc
habetipfar£s^magnts.diuinarum &caüeíliü rerum gre-
gibusftipati,a?tatem-inamore dukifsimo degunt. Quarc
cum foli funt holocauitum ex le Deointegre ofTerunt,tra
dunrq^ieeharitatifuperaràtotos penitùs inflámandos.
Cumautein vrbibus & inter nomines veríantur, idé qui-
dem ilii íacrificiü perficiunt:feddü timentne quidiìbi ab
hominibusobijciatirr,quodipíismodoaliquoíir impedi
mento^quominus integre $¿ perfe&è id holocauítü Deo
ofFerantyexckatiatqueconimoriabeoipfo defidcrio in-
hiercndi fempcr Deo^quod inip forum animis continéter
verfatur,iitafaepius loquunturatqueiterant.Qutsdet temi-
hifrarremmettm fugentemyberd matrìs me&yt wuematn teforist
Atqui Dei natura mrus,extraqueomnemmundum com
plexa nonmodo fouet ipfuxn,atque continet,S¿ cum vni-
uerfas,tum fingulas iüius partes regir,atque temperai: (ed
ineftin eaxum vnaquaque Se emittit ex ea,atque vibrar, ta
quam radioSjClaras quafdam & illuftres fu£ ditiinitatis fpe
cies*Sed quamuis infìt,atque elaceat Deusin vmueriì na-
tura:tamenquoniam cannilo modo tanta eft, vi contine*
teipfum quantus eftpofsit, aut vilo Tuo bono Dei omne
perfe&ionem, atque bonura exprímele.: ideircò, qui ex
rerum natura; infpe&ione gradii Ubi ad afcendédü ad Dei
contemplationem 6¿ amorem conftituunt, non folùrn
cognitionem de Deo habét imperfe&am¿ Oc ab eo quod
res eft , muitum diftaiitem , fed etiam quod in rebus
creatis & vifibiubus infiftiint,.& in eis pericnitandis &
infpiciendis morantur , •pericuium interdum adeunt
inhicrendi tanquam in vifcOjikin amore earundem.
Quam ob caufarm viri perièli. qui omnes iilas perue-
niendi ad cognitionem, &; charitatem Dei cxploraue-
runt iam > &c obierunt vias impetrare a fe,vel ab eo amore
potiùs, qui ardentifsimus erga Deum in ipforum ani-
mis
405 CANTAR D E LOS CA NTARES

sino alcanzar esta imagen de Dios, que confluye a sus ojos del adorno del
mundo y a sus ánimos de la doctrina de la fe, suficientes para conocerlo. Pero
mientras más avanzaron en el amor, y mientras son más perfectos, lo desean
más, ¿desean, dije? Arden16 mejor por el deseo y se atormentan así que no des-
canse sin conseguir la cosa, el ver al mismo Dios por sí. Y ello es lo que en este
cantar se dice fuera, esto es, no como incluido en la universidad de las cosas,
sino fuera del ámbito del mundo, y dominando y presidiendo todas las cosas
sobre todos los orbes etéreos, con la cara desnuda17 y, como escribió Pablo,
desvelada, verle y transformarse en la misma imagen. Lo cual en verdad acon-
tece a ellos cuando han emigrado de esta vida, que tiene todas las cosas comu-
nes con la muerte y la miseria, y han vivido la vida inmortal y feliz en las purí-
simas regiones del cielo18.
Cuando sucediere lo cual, también acaecerá lo que sigue: y ya nadie me
despreciará. De aquella vida futura feliz es lo que Pablo escribió a los Colo-
senses19: Cuando apareciere Cristo, nuestra vida, también vosotros apareceréis
con él en la gloria. A estos tiempos de vida mortal pertenecen lo que él mis-
mo escribiendo a los Romanos dijo20, que todas las cosas estaban sujetas a la
vanidad. Y cuando nombra la vanidad, según la propiedad hebraica, entien-
de corrupción, inseguridad y distintas vicisitudes de fortuna, y casos amar-
gos y luctuosos de la vida. Las cuales cosas tanto son comunes con todos los
que somos agitados en este mar, cuanto no sé con qué mayor ímpetu y más
dañino ataque se van contra los buenos, de arte que, lo que atañe al fruto,
que se percibe de los bienes terrenos, para ellos casi siempre fueran los más des-

16 Incluso se da coincidencia de palabras en «Amado»: «Por manera que es tan grande este amor, que
desarrayga de nosotros qulquiera otra affición y queda él señor universal de nuestra alma, y como es fuego
ardientíssimo, consume todo lo que se opone, y assi destierra del coracon los otros amores de las criaturas, y
haze él su oficio por ellos, y ías ama a todas mucho más y mejor que las amavan sus propios amores» (Onís,
III, 139).
17 2 Cor. 3, 18.
18 Trozo auténticamente místico. Estas ideas, iniciadas en la Exposición (Obras, I, 195-6), vienen
aquí completadas, perfeccionadas; indican una maduración en el pensamiento y en la vida íntima de fray
Luis, trasladada a este comentario.
San Juan de la Cruz comenta esto mismo al ritmo de su lira:
«En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada» (Obras, 669-70).
19 Col. 3, 4.
20 Rom. 8, 20. ad sensum.

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O CT AV V M. 405
mis. dominatur ac regnat, non pofíumvvt hacimagine
Dei,quasadipfor.umoculos ex mundi ornatu, &adeorü>
ílem ánimos exfìdeido&rinaxonfluit, ad cognofeédum
contenti, nihilaliudpraeterearequirant. Sedquomagis
profeceruntinamore,quoq; funtmagisperfe£ti,eo auéí
jnagiSjauentdüi.^ftuantpoíiLis deíIderioatq ; afflic~tltur,
¿ta,vtnMire adepta no conquicfcantjVÍdere ipfumper fe
Deú.Idautemcír } quod in hoc carmine dicitur/ow, hoc
eft?nonin rerum vniuetiìtate voluti inclufum r fed extra
huncmüdiambitüjfupraquexthereos omnes orbes do^
minante ineücl:is,6¿:pra!Qdetérebus,nudafacie,6¿;vtPau z.Cor, 3,
iusfcripiìt^rcuelatajipfum videre:6¿in eandem imaginé
transiórmari.Quod profeclò contìnget iilis cumab-hae
vita,qua; cum morteatque miferia omnia haber com*
munia, demigrarint, &¿ mpuriíUmis cadi regionibus vita
"vixerint immortalenvtque beatam. Quod cum euene-
rit,illud etiaeueniet,quod iequitur.Et %<tm nemo me coment*
«ff.Nam de illa beata futura vita eft,quodPauius ad Co Colojj. 3.
JoiTenfesfcripfit: CumChriftus apparuerit, vita nofira,
$C vosapparebitis cumipiò in gloria Ad hiecveiò morta
lis vitae tempora pertiner, quod idem ad Romanos fcri*-
benSjOmniajdixit, fubie&a effe vanitati. Vanitatem aute ™w*8'
cum nominai Hebraicaproprietate,corruptionnri, inft%
bilitaté,vicefque fortuna alternas,- &-vitae cafus acerbos,
.& lu&uofos intelHgit.Quae cum omnibus qui in hoc falo
iadamur,communia funt:tumnefcio quomodo malore
impetu,ac magis infeftoagmine in bonos in-uadunt: ita
Vt,quodadeumfru6tumattinet,quièterrenÌs bonispei>
dpitur,illi fere femper omnium mifèrrimi,& dcfpicatiisi-
niifuermt,quemadmodupro certo Paulus fcripíit.Nam **
'fi in hac vita tantum in Chriftofperantesiumu$,m'fera
¡biliores fumus omnibus hominibus.Et alio in joco ipfum
tanquam agmen maloium infeftum bonis •puoducens,
Ce 3 atque
406 CA NT AR DE LOS CA NT ARES

graciados y despreciados de todos, como por cierto Pablo escribió21: Si en esta


vida solo estamos esperando en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hom-
bres. Y en otro lugar, sacando y explicando el mismo como escuadrón de ma-
los enemigos de los buenos, dice22: Los santos sufrieron burlas y golpes, incluso
también cadenas y cárceles; fueron apedreados, buscados, tentados; murieron al fi-
lo de la espada, anduvieron errantes cubiertos de pieles de oveja y de cabra, necesi-
tados, atribulados, maltratados, para los cuales no era digno el mundo. Y así, en
esta vida los buenos fueron despreciados con miles de modos, mas nadie los
despreciará, más aún, todos admirarán y los predicarán felices, cuando alcan-
zando la inmortalidad y brillando con luz esclarecida, y en unión de amor y
del mismo espíritu con Cristo, cabeza de ellos por ser cabeza de los buenos, sin
perder nunca tiempo, reunidos y juntos, castigados con pena eterna todos los
impíos y enemigos de los buenos, en alegría divina, en infinita copia de bienes
celestiales, en claridad, pasarán el tiempo más feliz en el reino en tiempos sem-
piternos. Muy oportunamente fueron recordadas estas cosas por Salomón preci-
samente en este lugar. Aunque deseemos todos cambiar esta vida mortal por la
inmortal, sin embargo son los perfectos los que propiamente dicen con Pablo23:
deseando morir y estar con Cristo. Y en verdad, llevado el hombre por todos los
grados del amor divino hasta el mayor, ¿qué quedaba sino decir que deseaba
aquello, para conseguir lo cual había sufrido tantos trabajos desde el principio?
Esto es, que deseara hallarse fuera, esto es, fuera de la custodia de su cuerpo y los
lugares tenebrosos de la tierra ver a Dios, en lo cual solo está colocado el premio
de la piedad y la vida feliz24. Ello ciertamente deseaba Pablo, como estuviese
perfecto completamente en el amor, al llegar al final de su carrera, diciendo25:
He combatido un buen combate, he acabado la carrera, por lo demás ya me está
preparada la corona de la justicia, que me otorgará aquel día eljusto juez. Y pues-
to que ya no quedaba otro grado al que llegar o al que subir; muy rectamente
Salomón, para completar la explicación deste último grado, añadió las cosas

21 I Co. 15, 19..


22 Hebr. 11,36-38.
23 FU. 1, 23.
24 Vemos estos deseos expresados mejor en poesía que en prosa; recordemos la oda A Felipe Ruiz.
25 2 Tim. 4, 7-8.
4o¿ /.' N £ A P Y T
atquc explicans. San&ijinquit, ludibri a 5¿ verbera exper-
Hebr.tu tijiafupcf &: vincula,¿5¿ carceres lapidan íunt,fettüunt,
tentati funr, in occifíonc giadij mortui funi : circiúerunt
in meiotis, in pellibus csprinis egentes > angulìiati, aifìi-
&Í, quibus dignus non erat mundus. traque m hac vita
boni mille modis conremptui habentur, at contemnet
illosncmo,imò potiùs omncs admirabuntur, &beatos
prasdicabunr cum immortalare adepti claras-luce ruíge
tes^&quodcaputbonorüeítcum Chriflo ipiorü capite,
«morís atquc eiufdcm ípiritus foedei e¥nuilo vnquam tem
porc dirimendo,coliigari,atque coniun&i, omnibus im~
pijs, atquebonoruminimicis fempitema pcena arfe&is
in Isetitia diuina^in infinita caeleftium bonorum copta> iti
ciarkudine,in regno foeliciísimum xnum ducent tempo-
ribus fempiternis,Opportunè amèiftacòmemórata íunt
àSolomone hocpotifsimumioco Nam rametíi vitahác
mortaìem cum immortalitatc commutare omnes eupia
mus:tamen perfe&i viri font, qui proprie cum Paulo ài'
Pí»%I. cunt:DeiìderÌumbabens diíToiuiJ&:efifecum Chriílo. Et
certe per omnes amoris dmini gradus ad fummum cuc-
cio nomini quid rcftabataUud^ii^vtid defiderare fé dice
ret,cuiiis vnius cófequendi cauiàtantos à principio fuice-
pifict labores?Hoceft,vt optaretiòns,id eit, extra corpo-
ris huius cuftodiam,:&: terra; tenebro fa loca inuentam vi-
dereDeum,inquovno pietatis premium collocatüeír,
&c beata vita. Id cairn certe Paulus,vtpotè, qui perfectui
piane in amore eifet, cuna ad metam perueniiretfui cur-
2 ¿¿Ti* üis,op;tabat:Bonum,dicens ) certamen certaui, curfum
mo>4* coriifumi»aui,xie reliquo rcpofna eli: mini corona miri-
ti #., quam reddet mihi in ilia die iuftus iudex.Er quonìam
iam vlterior gradus, quem adderet,quove afeenderet nul
lus reliquus erat : rediisimè Solomon, vt huius vltirai
gradus «plicationem compierei, quasadecftafimpcrti*
nebant,
407 CANTAR DE LOS CANTARES

que pertenecían al éxtasis, diciendo: Su izquierda debajo de mi cabeza, y su dies-


tra me abrazará, y las que siguen: Yo os conjuro, hijas de Jerusalén, ¿por qué des-
pertaréis, por qué desasogaréis al Amado hasta que quiera? Cuánta fuerza tengan
las cuales, aunque ya lo dijimos más arriba, sin embargo es necesario que lo di-
gamos ahora, que con menos cuidado que antes, y con menos palabras y súpli-
cas se preocupa de la tranquilidad y el sueño de la esposa que descansa en el
amor, y que ello se hace, no porque sea un mal menos grave retraer a los per-
fectos que a los principiantes o aprovechados de su santísimo ocio de contem-
plación y de sus dulcísimos estudios, sino porque ha de ser temido y precavido
menos, que puedan los perfectos ser retraídos y llamados con algunas interpe-
laciones, puesto que están dotados de virtud mayor y más firme que los de-
más. Las que en adelante siguen hasta el final del capítulo no contienen algún
grado nuevo de amor, que ya no hay ninguno, sino contienen la terminación
de este tercer grado, que es explicado, y por así decirlo cierto pulimento. Ex-
plican algunos propios e íntimos sentidos y leyes propias de este género de
amar de los perfectos, en llegando al sumo amor.

Y primero de la persona de ellos así se dice: Debajo del manzano te desperté;


allí te parió la tu madre; allí estuvo de parto la que te parió. Pablo admirando y
predicando el amor de Dios con el género humano, lo amplifica sobre todo
con aquella razón, que Dios permanecerá benéfico y bondadoso con los que
le contradicen en estudios y costumbres. Así escribe a los Romanos36: Destaca
Dios en su amor, porque, como fuésemos enemigos, fuimos reconciliados con Dios
por la muerte de su hijo. Y en verdad es esta tanto alabanza propia del divino
amor hacia nosotros, cuanto así grande y amplia, que no pueda pensarse si-
quiera alguna mayor que ella. Si, lo que Cristo dijo27: Nadie tiene mayor amor
que éste, que el que ponga alguno su ánima por sus amigos, quien, lo que él mis-
mo hizo, soportó la muerte por enemigos malignos28 e incluso por aquellos

26 Rom. 5, 8.
27 Jn. 15, 13.
28 Figura retórica llamada hendíadis.

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O CT AVV M. ¿p7
flcbatttjadiecitidicenSjXjMiii eiusfub capite meo, (pdextert'd*
tiítsamptexébiturmtJít qua; Ccqviviñt nr.^diuriñ'Oífilis H'tern
fdentine[ufatctis ñeque emgilarefaaatis dile&am, doñee ipfa "Vr-
itt. QuaequamvimhabeantjCtíI fupenùs di£tumànobis
cftjtamen iilud neceffe eft vt dícamus modo,minus accu-
rate híc quam fuperius,minufque multis verbis atque ob
teftationibuscaueriquiefecntis in amore fponfae traquii-
litati,atq;fomno,idquc rieri,noquodminus graue malü
ÍÍtperfeaosjquáincípiétes,auc proficientes à dulcifsimis
fuisíludijs,&:fandifsímo ilio contéplationis ocla retía*
here:fed quod minus omninò metuédü íir, atque femni-
dandüjVt auoearijatq? retrahi vliis interpeilationibus paf
íintperfe^i,vtpotè, qui fintprasditimaiore, &; firmiore
virtutequacaeteri.Quje vero deincepsfequñtur,vfquead
capitisfíné,noncontinentaliquemgradü amoris nouü,
qui nullus iam erar, fed eiuídetertij gFadus qui explicaba*
tur,abfolurionem continenty&,.vt ira dicam, quandam ex
pohtioncrcuNarn explican* perfedorü cumad fummiim
amoris peFuenitintproprios quofdam atque íntimos fin
íus,legeíqueamandi huius generis proprias.Acprimü ex
ilio rum peribna fie dicitu r. ¿ ub ¿> bore malofufcitatu f ?, ibi cor
rtípt4eJ¡marertua,tbtVioUtaeJigemtrixtu4t Paulus charitaté
Dei erga genus humanum admirans,ac predicas, ea maxi
merationeilláamplificatjqttodaduerfuscoSjquiDeo &¿
ftudijs&: motibus aduerfabantur,Deus extiterit benefit
cus,atque largus. Ita enim ad Romanos feribit. Conv *¿» Xò~
raendat Deuscharitatem fuam, quod cum inimici eííe ****$••
mus, reconcilian fumus Deo permortem filij eius:Et
quidem eft haec diuinaj charitatis erga nos,cum propria
laus, tuna vero ita magna atque ampia , vt ea maior
lié cogitari quidem vlla pofíit. Nam íl , quod Chú-fo**\i$*--
fìùs dhit , Maiorcm hac düe&ronem nemo habetj
quam vt aninum fuam ponat quis pro amicis ibis.
Ce 4 qui,
408 CANTAR DE L OS CANTARES

que tramaron consejo para eliminarlo, añadiendo al odio viejo un crimen nue-
vo y enorme, y lo llevaron a la ruina, éste ha de ser tenido por vencedor del
mismo amor y por introductor en la vida de un ejemplo de amor inaudito an-
tes de ahora. Y si alguien quiere ponderar cada momento de este hecho, en-
contrará en verdad tan muchos testimonios de amor de Dios en él, que la luz
del amor divino no se nos muestre más por lo que vale para dar fe y mostrarse
sobre todo de que murió por sus enemigos, cuanto porque desde el principio
le dio motivo para querer y decretar morir por ellos. Para omitir muchas cosas
que hay en este asunto, y aunque pueden ser dichas y exageradas copiosa y re-
tóricamente, de cuánto amor aquello fue señal, de cuan grande amor, cuan
manifiesto, cuánto ofreciéndose y soportando cohibirse ante ningún ningún
dardo de injuria, el que en aquel mismo tiempo, en que debió estar muy aira-
do con los hombres, porque, siguiendo los consejos y los falaces avisos del de-
monio, se alejasen de él, y así en el mismo tiempo que aquel crimen ardía, y el
mayor crimen casi de todos, y que no solo dañaría con el ejemplo sino con el
contagio y la mancha a toda la posteridad de los hombres, tanto valió ante
Dios su bondad y este amor con que seguía a los hombres, que, para librarlos
de la muerte, en la cual se habían precipitado, él mismo haya querido hacerse
hombre y nacer de aquellos, a los que merecidamente odiaba, y tenerlos por
padres y mayores, y enfinlavar las penas que aquellos habían merecido en vez
de todos; y lo había prometido hacer a aquellos mismos que habían pecado, y
en el mismo tiempo en que los argüía del crimen y del pecado de ellos mismos,
y volviéndose a la serpiente dijo29: Enemistades pondré entre ti y la mujer, entre su
generación y la tuya, tú acecharás su calcañar, y ella aplastará tu cabeza. Este es
Cristo, a saber, la semilla feliz que nacería de aquella primera mujer príncipe

29 Gen. 3, 15 y León Papa, Sermón 2o De Nativìtate; la cita viene completa en Obras. I, 504.
4o8 I N' C A T V T
qui,quod ipfe fecitjproinimicisatquehofhbuSjatqfadeò
proijs,qui ad vetusodium,nouum&; immane addentès
flagitium^terimendiiilis coniiliuminierusnt, ó¿ adexi-
tum perdiuerunt, mortemoppetijt, is vel ipfamcharita-
rem viciife*nouurnque,&: ante id tempusinauditum amo
ris excmpluminduxiiTe in vitamputandas eft,ílne dubio.
Quod fi quis veüt huius fa&imomenta ungula pondera-
re , tam multa profe&ò in co inueniet teftimonia amoris
Dei,vt charitatis dtuin^ lumen no magis oftédatur nobis,
ex eo quod plurima ad oftendendü, fidemqì faciendà va-
ler,quod pro ininíicis mortuus etT,quà ex eo quod à prin-
cipio ìpfi caufamaìtuht,vt proillis mori vellet, arq; decer
neret. Nam vt multa prasteteà quar hac in Te iniiint?&; qua
uis.copio íe}5¿rheto ricèdici ^exaggeraripoiTunt, quan-
ti iliud amoris fignufuitiquàmagnij qua teftari , quamfe
efFerentis^neque vllisiniusiarü obicibus cohiben le parie
tis,quodeoipfo tempore quo maxsmè iratusetíedebuit
hominibus, quod,da?monis fili acia mónita &; confìtta fe-
quutiabipfodefecifTent: ipíoitaque tempore,quoUlud
icelus flagrabar, fcelufquepropè omnium maximum, &
quod non exemplo folùm/ed contagione atque labe vni
uerfa:hominum pofteritati eratnocirunì, tantum valuit
apudDeüfuabonhas,ifqj amor quo homnesprofeque-»
batur,vtquO£0$liberaretàmorte,ìnquam ipli fepra?cipi
tes dedcrant,hom : ne m fefieri,S£ ab ijs ipiis, qnos meritò
aueríabaturnaíci,eofqae parentesi maíore;> habcre,ac
denique quasiili meriti eràtpcenas,pro omnibus luerejp
feac íubire voLueritádque fe fa£turü polliciius tiierit,iliis
Ipiìs qui peccauerant, eocjvipfo tepore, quoillos íccíeris
fl
G ne, 3. ipíbrü,atq; peccati arguebat. Et ad ferpenrecóuerfus^ni
1 eo Pap> rmeitiasinqui^ponàinter te,& muliu-é,femétuüv& íeme
fermo, 2. illius,tu infidiabcris calcáneo illius,J&c ipium cóteretca-
i/e Natiti, pul tuü.Ipfum autem ChnEuseft,beatum,vidcJicè& ft me
àpnma
409 CANTAR DE LOS CANTARES

del pecado, por una larga serie de generaciones, muchos siglos después.
¡Cuántos están en ella y con cuánta admiración e incluso digna de estupor! Lo
primero, que Dios se preocupó de la salud de aquellos que se habían alejado
de él; después, de aquellos que se habían alejado no impulsados por fuerza
mayor, sino llevados por una suma levedad y cierta increíble ingratitud; ade-
más, de aquellos que habiéndole abandonado a él, esto es, al fundador y ama-
dor y benefactor de ellos mismos, siguieron las partes del demonio, con quien
no estaban obligados por ningún beneficio. Además, el que él estuviese en esta
preocupación, en ese mismo tiempo en que era muy reciente la ingratitud e
impiedad de los hombres para con él. Después, que las cosas que amantemen-
te había decretado hacer benignamente a los hombres, luego las prometió a los
que convenía que estuvieran descargados y tenía muy cargados ciertamente
por culpa del pecado. Por último, lo que supera todas las cosas, como pudiese
salvarlos de diversas maneras, que no creyó que pudiera satisfacer a su amor
para con ellos, si no se mezclaba él mismo en la salud de ellos y administraba
toda ia cosa por sí, haciéndose hombre y soportando los trabajos de la condi-
ción humana para que ellos vivieran bien y felizmente, fuera él a una muerte
amarga e ignominiosa. Y de la misma manera que por aquel primer delito, con
que fue viciada e infectada como la raíz del género humano, lo que después se
peca, deriva y traése privada o públicamente, y todas nuestras tristezas y dolo-
res redundan de aquella fuente; así también en aquel mismo tiempo fueron
echados los fundamentos de nuestra salud y de la liberación del pecado y so-
bre todo de la beatitud y felicidad humana. Aquella promesa de Dios de algo
futuro, que, cuando descendiera de mujer, aplastaría la cabeza de la serpiente,
esto es, la impotente dominación de aquella muchos siglos después trajo a la
tierra a un Dios vestido con miembros humanos, esto es, nos dio a Cristo, su-
mo y único vengador de nuestra libertad y autor para nosotros de la vida di-
vina y muy dichosa. Para que el que contemple la prestancia de las virtudes de

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O C TA V V M. 409
à primaiüafceminaprecari principejiongagenerationü
ferie,multa poílíeculanafciturum. lnquoquotfum,.&;
quam multa admirationc,atque adeo ftupore digna? Pri
mum íufeepifíe Deumcuramfalutis eotum, quia fede-
feciiTent. Deinde , eorum qui defedile nt nulla maio ri vi
compuuì,fediemtatequadam iumma,& certe ingratitu,
dine incredibili indu&i. Prseterea, eorum qui fé-, hoceft,
- conditore ipforum>&: a m a t o r e ^ benefadore relicto de;
monis,-cui nullo erant obftridi beneficio partes eíTcm fe
quuci.Adhsecinaibuiiìe illummcamciiram,ipfGmette
pore,quo hominum aduerfus ipíum maximerecens erat
ingratitudo ¿¿impktas. Deinde, qua? amanterergaho-
mines,o¿ benigne faceré decreuerar5cis ipíls quos exofos
habereoportebar,6¿ certe peccati merko habebat maxi-
me exofos ftanmfuiiTepoilicitum.Poliremo, quod om-
nia fuperar,cum varijs eos poífet feruare modis, fuse erga
illos charitati fatisfìeri poife non credi di iTe^iiì ipfe fé eo
rum (aiuti immìfceret:remqueeam omnem admininra
retper ie,facl:ufque ipfe homo , &humanaeconditionis
fubienslabores,quo iilibenèbeatèqueviuerentmortern
ipfeaeerbam»&:ignominiofamobiret. Atquequemad-
modumabilio primo dilecto, quohumanigeneristan-
quam radixvitiataeíT,&:infecta, quidquidpoíteapecca*
tui^velpriuatimvel publicèderiuatur 6¿ducitur,omnt:f
que no tiri ex ilio fonte redundantmcerores,atquedolo
res:ik iàlutisitem noítr2e,&: á peccato liberationis, bcati-
tatifque omninò,é£ fceJidtatis human^eodem ilio te ni-
pote u & i funt fundamenca.Illaenimpromifjio Dei de
futuroaliquo,quiamuiieregenuscum ducerec,ferpentis
caput,iden\irnporentem iìlius dominarionem conriinge
rec,Deum mu'ta poít fécula in térras adduxit,indir ü hu-
cnanis membri$,id eli , Chriftumnobisdedir funimam,
atquevmcum,& libertaos n o r t e vmdicem,&; dìuinarvi
Ce j ta:
410 CANTAR DE LOS CANTARES

los hombres queridos para Dios y de los santos, y las egregias y divinas dotes
de ánimo de los mismos, y todo lo que se hace como edificio de piedras vivas,
de oro y de gemas, admirable por el artificio y por toda la egregia obra, éste
encontrará, si busca estas cosas en sus fuentes, que aquella altitud y exagera-
ción de todos los bienes, que la humana naturaleza se eleva hasta la unión de
la divinidad, y lo que después por causa de los hombres ha sido hecho por
Dios apoyados en aquellas cosas como en raíces, las cuales fueron prometidas y
establecidas por Dios en aquel funesto y al mismo tiempo feliz día para el géne-
ro humano, en que aquel árbol prohibido fue violado, y encuentre que aquel
mismo árbol fue el testigo tanto de nuestra suma impiedad para con Dios,
cuanto de su increíble clemencia para nosotros; y juzgará que es muy cierto lo
que Pablo escribió en la misma causa, pero mirando a diversos tiempos, a saber,
que había abundado la gracia en demasía, donde abundó el delito^0. ¿Quién al-
guna vez no digo que esperaba que suceda ello, sino ni siquiera lo finja pensan-
do o se atreva a llevarlo a su ánimo, o quién creería haciendo fraudes y aleján-
dose ingratamente de Dios, que el hombre habría de provocar tanta
benevolencia de Dios para con éi, e incitaría tan gran incendio de amor en el
pecho divino? ¿Y quién, considerando y pensando estas cosas consigo, no arde
también él en amor y es arrebatado por las llamas de la caridad hacia Dios? Es
justo en verdad que todos nosotros seamos arrebatados por tal fuego y ardamos.
Pero aunque pertenezca a todos tratar y meditar estas cosas consigo, sin embar-
go solo aquellos lo hacen, como conviene hacerlo, los que unidos con Dios en
estrecho vínculo de amor son amonestados y excitados por los divinos dones en
que abundan, para pensar e inquerir con qué industria suya o con qué mérito
suyo hayan llegado al grado de amistad y amor con Dios en que están. Luego
ven, puesto que sus mentes, infundidas de luz celeste, de continuo ven lo que es

30 Rom. 5, 20.
4 to -JNCJPVT
tx nobis atedie beatifsimae authorcm.Vt qui contemple-
tur landorum oc Deocharorum hominum virtutù pras
ftantìam,&: animi ipforumdofesegregias,atquediuinas,
illude^ quodexhistanquamviuisiapidibus,aureum atqf
gemeuii^&omni egregio o p e r e n artificio vifendücó-
ficirar sediriciiun¿s ilifta rcuocet,ad fuos fonte^inueniat,
ìMain omnium bonoru aìtitudinem & exaggerationem>
quavfque ad diuiniratis confortmm extoHitur humana
natura,& quidquid poftea à Deo hominum caufa cfì pcr-
fedumtanquam radici bus nitiillis rebus,qu£e promifias
à Deo & ftaoiiit£e funt ilio funefto Si code iodici huma^
no generi die,quo interdi d a illa arbor eft violatalan4«-
que ipfam arborem teftemfuiifereperiatjtum noftrce er-
ga Deum iummae impietaiiMum ipiìus erga nos demen-
tisi incredibiiisaudicaturufqneiìt efíe verifsimura, quod
Pauius in eadem quidemfcripfitcaufa,fedad diuerfa tem
porafpedan$,nimirum,fuperabundaiùfle grada, vbide-
Rom.^. XiCtvL abundauit.Quis enim id vnquam n&dico fperare fu-
turum,fed omninà cogitando fìbi fingere, aut in anima
íuüinducereauderer,quifve crederei fraudibusconcipic
dis,6¿a Deo fe ingrandirne alienando, prouocarurü fuif
fé hominem tantam Dei erga fc beneuolentià, tantumqi
amoris incendiumin dìuino pectore excitaturum? Quif.
queiftaconfideran5,fecumquereputans?.DÓ & ipfe amo-
rea tdet,&dwuatìs aduerfas Deum ftam mis c o m p i t a
AEquum certe eít nos omnescor-ripieo igne atque arde
re. Sed quamuis ad omnes retradare ifta fecum^ medita
riperriacat:{amenid,quomodoquidemfieridecet,i]iifo
Ü ráciübqui ardo charitatis vinculo cu Deo ccniundiab
ijsdiuinisdonis,quibusabundant,admonenturatqueex-
ckantu^vt cogiten* &¿ inquirant,quafuainduílna,quove
merito fuo ad eum>m quo funi, necefsitudiniscum Deo
&, amoris gradum.pemensrint.Statim enim vidcn^vi p©

411 CANTAR DÉLOS CANTARES

verdadero, y así ven luego los vasos de misericordia, que Pablo escribió con la
propiedad hebraica, que él era, esto es, vasos conteniendo grandes abundan-
cias de amor y misericordia divina31; y viéndolo mientras consideran los bene-
ficios divinos en sí unos de otros, y recuerdan cuanto más lejos pueden, lleva-
dos por la misma serie de cosas conexas entre sí, llegan a la misma cabeza, de
donde este amor derramado de Dios comenzó a manifestarse, esto es, pensan-
do caen en lo que Dios quiso para sí fuese el comienzo de declarar y testificar
su amor con los hombres concebido ya desde toda la eternidad. Cuando llega-
ron a lo cual, entienden lo que debió sobre todo alejar a Dios de ellos, io pri-
mero el crimen del hombre que fue crimen común para todos nosotros, que
estábamos contenidos en él, dio la causa a Dios o mejor Dios tomó para sí y
arrebató de él la causa de amar al género humano con mucha más efusión de
lo que había establecido hacer de un principio; y lo que valía por su naturaleza
aptamente para la separación y enemistad inexpiables, encendido Dios en
gran deseo de salvar a los hombres, no solo nos unió a él con lazos más estre-
chos de amistad, sino por un cambio y comunión de bienes hizo comunes
nuestros males con él, y sus bienes con nosotros32.

Por la consideración de las cuales cosas y consejos del sumo Dios son afec-
tados por gran admiración, e índices de su admiración son estas palabras: De-
bajo del manzano te desperté; allí fue corrompida tu madre; allí fue violada tu
engendradora, o allí te parió la tu madre; allí estuvo de parto la que te parió.
"Pues, dicen, cuando comparamos tus ingentes méritos para con nosotros con
nuestra indignidad, y cuando volvemos los ojos para vernos a nosotros mis-
mos, a quienes has seguido con tantos beneficios y tan gran liberalidad, dese-
amos conocer qué hayas perseguido en amar al hombre. Y así, avanzando en esa

31 Rom. 9 , 2 3 .
32 El P, Scio resume estas ideas de fray Luis y dice que su exposición es «excelente», y en verdad lo es.

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O CT A V V M. 411
te quorum meas cxieíii perrii fa lamine, vermm quodcft
co n í i LI a ò d t fpiciat, i t a q u e v i d ét ít it: m v 4 í a rru í cri cor di£, R0m
quodPaulu>Hcb?aicarcnpfirproprieíatc,recíre,idcli:,ma
grus diuini aíiioris,atque mifeticordiasopes conancntia
vaia: dque viáttes ^ m beneficia in fe diuina alia ex alijs
con(Iderant,rei roque memoriam refcrunt quam Iongit&i
me poÜ.unt,ip fa rerum ínter fe nexarüierk dcdu&iadip-
íumcaput,vndeifte Deieffufusamorprofene fe in luc£
cxpit,pcrüeniuiit:hoc£tt,cogitandoinciduntinid,quod
D¿u;> ubi voluic efíe principium decla-randi, atque tcftifi-
candi fuum in nomines ex tota aeternitate iam con-
ceptual amoretti. Quo cuperueflerunt,intelligijnr,quod
abaiienare Deum abipüs maxime debuit, primum ho-
minis fceluSjquod fuit omnibus nobis, qui in ilio conti-
nebamur/celus coxnmune, idDeocaufamattulifíe, íeu
potius fumpüfTe íibi ex eo Deü atque arripuifíe caufam
humanum genus multò effuiìus,quam aprimo faceré fia
tuiffet amandi: Oc quod ad difsidiü oc inexpiabiles inimici
lias fuapte natura valebat,Deo feruandorum hominum
ftudiomagnoperèincenfo nófouimar&ioribus necefsi
tudinuvinculiscumeocon¿üxiírenos,fedpermutationc
quadam&fcommunionebonorum facta , noílra iiobis
cum ilio mala,ipílusitcrruiobifcum cum ipfo bona com
munia feciflfe. Quarum ex confukrauone rerum Oc con
filiorum fummi Dei maxima admiratione affkiütur,eiuf
queadmirationis Índices íunt voces iftae. Sub arbore wa¡$
sxcnamteyibiyíoUt¿t cft mttertua9thcorrupta eftnu* genette,
fiue . ibi peperete waterW4,tbìedtdtttetuagcmtvix. Namin-
quiunteum tua erga nos ingentia merita cum indigni-
tate noftraconfcrìmus:cumqueadnosipfos contuèdos,
quostotbenefieijs & tanta liberalitate profequeris con-
uertimusocuios : quid inhomineamando fcquutnsfue
rb^ucmuscognoicercjtaquein eam inquiihioaem inr
412 CANTAR DE LOS CANTARES

investigación, viendo todas las cosas que están en los hombres o fueron hechas
por ellos, dirigimos al fin la punta de nuestra mente al primer nacimiento de
nuestro género, en el cual nacimiento y principio vemos claramente que fuiste
llevado solo por tu bondad a amarnos y hacernos el bien, incluso que, como
en nosotros nada hubiese que pudiese provocar el amor, por contra hubiese
muchas cosas que valían para incitar al odio y encender la indignación, porque
comenzamos a pecar y alejarnos de ti, ello lo quisiste para ti como comienzo
para derramar en nosotros todas las fuerzas del amor; y el mismo árbol que vio
nuestra impiedad para contigo, fuera testigo de tu gran y suma promesa de
nuestra salud. Allí te despertamos, allí pusimos en luz tu amor para nosotros,
allí hicimos que este tu amor saliera y testificara cuan grande era. Allí pecando
te dimos ocasión, a que, para redimir al hombre, decidieras hacerte hombre; y
porque nosotros nos precipitamos en sumas miserias, tú quisieras abajarte a
nuestra humildad; y porque huíamos de ti, para cogernos, pensaras vestir
nuestro cuerpo y nacer entre los hombres de los hombres allí fue violada tu
madre, allí también te parió tu madre; fue corrompida a persuasión de la ser-
piente, te parió con tu regalo y beneficio. Allí, en fin, Eva, madre de todos los
vivos, cuando prometiste que querías ser contado entre la posteridad y semilla
de ella, en cierto modo parió; y entonces puedes parecer haber nacido, cuando
desde aquel tiempo la virtud de tu nacimiento comenzó a ser saludable a los
hombres. Para el que había de nacer en la fe del cual, ya entonces surgía tanta
luz de buena esperanza, que podía considerarse nacido tanto por la certidum-
bre de la promesa, como por la eficacia del beneficio. Así, pues, allí te parió tu
madre y, al parirte, al mismo timepo salió a luz toda nuestra esperanza, toda la
salud, toda la felicidad. Y pecando tanto hemos conseguido de ti por la exce-
lencia de tu bondad, cuanto obrando preclaramente todos los hombres nunca
podamos merecer por toda la vida".
4i». I N C JTV T
gteisi,quaecunque velhominibusinfunr,,veIab eifdege*
ñafunt intuétes,aciemTandem mentisnourxicferimus,
ad primum no [tri generis ortum,quoìn ortu,atque prin-
cipio dare videmus vtnos amares,nobifquebenefacercs
indu&umfuiiìe te àiòlàboniratetu*.adeò,vt cum in no-
bis nirùieiTetj amore quod prouocarepoíTetjineucnt au^
te ni contra qua m plurima, qua adincitandumodium,&;
accendendam in&ignationévalerent,quodpeccádi nos¿
&abs te defkiédiprincipiü fecimus7id tu tìbi initium effa
voiuens,adomnesamorisopesin nos effundendas, ,S£
quai arbor impietatem erga te noftram vidit,eadem teftis
fuerit maximi tui atq; fummi de noftra falute promifsi.lbi
enim cxdtauimuste: ibituaminnos charitateminluc©
produximus:ibi vt Te eiferret ifte tuus amor,&: vt quantus
eifetteftaretur,effecimus.Ibi peccando occaíionem de?
dimus tibí,vt quo hominemredimeres,ipfe homo fieri de
cerneres: Se quia nos pracipitauimus in fummas miferias
vtipfevelies te ad noftram humilitatemdeijccre:&; quia
tefugiebamuSjVt quo nos apprehenderesj in animum ip*-
feinduceres noftrü corpus induere / & intèrno mines ex
ho minibus nafci:ibi corrupta eft mater tua, ibi etiàm pe^
perit te mater tuaieorrupta eítferpentisíuafu,peperit te
tuo do.no,atque beneficio, ibi enim profetò cun&orum
viuentiurrunater Eua>cum te in eius Temine atque potici
ritatc numerariveiie pollicitus eSjquo.dammodo peperit:
tuncque videri potes natusfuhTe,quando ex eo tempore
virtus natiuitatis tu^ coepiteflehominibus falutaris,ì>fam
in cuiusnafciturifide,iam tune tantum bonsefpei lumen
exoriebatur,is certe natusiam tune cenfeatur, &certitu-
dinepronufsi,<5¿ efficacirate benefaciendi.Ibiigitur pepe
ritte mater tua,cumque te peperit,iìmul edita in luce eft
omnis noftra fpeSjOmnisfaluSjOmnis foelicitas. Tantum*
que peccando ptoptei excellentiam tusebonitatis confe
quuti.
413 CANTAR DÉLOS CANTARES

Y estas cosas recuerdan los justos, unidos ya en máxima caridad con Dios,
recordando los primeros indicios de este su amor, y admirando al mismo
tiempo la benignidad de Dios; a los cuales responde Dios de este modo: Pon-
ine como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque el amor es fuerte
como la muerte, duros como el infierno los celos, las sus brasas son brasas delfuego
de Dios. Muchas aguas no pudieron matar el amor, ni los ríos lo pueden anegar. Si
diere el hombre todos los haberes de su casa por el amor, despreciando los desprecia-
rá. Con las cuales palabras los amonesta Dios a que, cuanto se sientan más lle-
nos de los mayores bienes por él, y cuanto más abiertamente vean, tratando él
benigna y clementemente con ellos, que han sido llevados no solo de la suma
carestía33, sino también de la indignidad y la vileza a un lugar alto y claro y a
las ingentes riquezas; tanto mayor preocupación y solicitud empleen, para no
admitir nunca en la voluntad o en el pensamiento del ánimo lo que no sea
digno de tal grado de dignidad y claridad34. Pero así como comportándose pia-
dosa y amantemente con él, consiguieron tan gran lugar de gracia ante él, que
los tuviera por amigos íntimos; así sepan y entiendan que ellos no pueden es-
tar en tal estado y retener tal lugar por largo tiempo, si no es amando continua
y ardientemente. Ni porque usaron hasta ahora muy dulce y familiarmente de
él tan amigo y cuasi socio, por eso piensen que en adelante deba serles lícito
tratarle más indolentemente, ni pensar que, si en adelante pecaren y delin-
quieran, les será abierta luego una entrada al perdón de facilísima manera.
Cuanto con mayor amor y beneficio los sigue, tanto más religiosa y solícita-
mente quiere ser honrado por ellos, y puesto que los admitió a su íntima fami-
liaridad, por eso más atentamente se fijará en cada uno de los hechos y dichos
de ellos. Antes, si se pecaba algo, podía achacarse o a la fragilidad humana o a la
ignorancia; pero ya los que fueron infundidos de tan gran luz, y los que fueron

33 Agustín, Epístola 29.


34 Con esto fray Luís afirma la posibilidad del pecado en el estado de perfección. Su misticismo es re-
alista y recio.

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O CTJ V V M. 4tj
quüttabs te fumus,quantü preclare agédo vniucríi homi
ncs per omné vitápromercri nunquam pofTemus. Atqj
haeciufti maxima iam cumDeo charitate coniun£ti>re-
colcntes prima initia huius amoris fuí,& íimul Dei admi
xantes bcnignitatem cómemorantrquibus a Deo reípon-
deturhoc modo.Poneme'vt jìgnaculìlfupcrcortmii& ytftjwn
culam fmer brachitimtuíim^mafortiseíi^t morsáiUffioffifi-
cutìnfsrntès ¿mulatto. Lampades eius^ìhmpadesignìsatquefla-
nt4rum.^cjU£ multtnonpotuerunt extinguere chántatemeequ
flumma obmentilUm, fidedent homo omnem¡ubQ^nttam do-
masjutpro dileffionetfuafimhilumdejpicieteiirn. Quibus ver-
bis admonetillos Deus,vt quanto £è maioribus bonis ab
ipfo affici inteiligunt,quantoque apertius vident, ipfo cu
illis clemenrer,atque benigne agente,à fumma nò íoíum
inopia,fedecianiindignitare&:vilitatead clarum <&a-ltü
locum,ad ingentefquediiiidas feefieperdu&ositatoma
io rem foÍücitudinemJ&: curam adhibeant,vt ne quidvn
quamadmittantveladvolüratem,veladanÍmi cogitado
nem,quod non eo digniraris,atqtieclaritatis gradu digna
íit.Sedqueaiadmodumpiefeerga ipfum&amanter ge-
rendo, tantum apud ipfum gratis iocum cófequutí funr,
eos vt pro intimis amicis haberet.fíc fciant > & intelligant
in eo fe ftatu confiftere, eumque diutiuslocú retiñere no
poífe,niíicontinenter &: ardenter amádo.Neq,. vero quia
ipfo tam amico &c pene focio, dulcifàimè &¿ fa mi lia ri (si-
mé ha&enus vii funtyidcircò flbi deinceps remifúus age
re,iicitü putare eífe deberes neve exiftimareipfis, fi quid
deinceps peccauerinrjatquedeliquerint.ad veniam aditü
ítatim facillima radonepatere. Quoenim illosmaiore
amore 8c beneficijs profequitur^eo religiofius, ac ma gis
foiiicitèab ipfis coli fe velie: &: quoniaillos ad intima fuá
familiaritatemadmifitjideò ipfum attentius inquifiturü
infingulaipforumfaétaatq; di&a. Antea fi quid peccaba-
tur
414 CANTAR DÉLOS CANTARES

fortalecidos para obrar bien por tantos clones de gracia y de caridad, a ésos ape-
nas queda algún lugar para pretextar ignorancia y debilidad. Mientras más por
propia iniciativa en adelante y mientras menos hayan de pecar o por impulso
del deseo o por consejo de cualquier otra cosa, con tanto mayor peligro peca-
rán. Antes, así como en la familia grande las mujeres industriosas y trabajado-
ras suelen ser gratas al señor de la familia, así ellos han obtenido un lugar de
gracia y amor ante sí, los tienen ya por cónyuges, y en verdad con ceremonias
legítimas y unidos por una alianza muy cierta, y atado el cónyuge consigo. Por
lo cual los amonesta que vean que, cual deba ser el amor de la esposa para con
su esposo, tales deben ser ellos con él; en verdad les exhibirá el mismo ánimo y
amor marital. Como ningún amor es más ardiente que este, así ninguno es
más irritable. Que velen siempre los esposos por la guarda de las esposas; que
no las amen como algo distinto de sí, sino como a ellos mismos; de lo cual se
hace que, cuanto más las aman, tanto reciban mayor dolor e indignación de lo
que se hace por ellas contra la fidelidad del cónyuge; y a ello suceden el celo y
el pudor, de arte que ni puedan ser aplacados por las preces ni por la recom-
pensa. Que el fuego es extinguido echándole agua, pero que el ánimo ardiente
e irritado en ira y amor de ellos ni echando los mismos ríos puede ser mitiga-
do; que la muerte y el infierno pueden ser casi conseguido por ellos con más
facilidad, cosas que parecen ser las más duras y más inexorables. Y en verdad la
cosa está así, pecan con gran peligro los que carecen casi de todas las causas de
pecar, cuales son los perfectos y los constituidos en el más alto grado de amor.

A quienes Dios dio muchas cosas, exige de ellos muchas; y mientras mayo-
res beneficios les confirió, tanto más molestamente soporta ser olvidados de
ellos, y apenas permite que le sea pedido que les perdone. Contra este género
de hombres propiamente, a mi parecer, va Pablo, cuando escribe a los Hebreos
4i4 /-¡N" C A TV T:
tubici àut humana? fragiikat^aut ignoratiom potuifTe co*
cediua vero qui tata luce perfuG firn, quiq¿ tot gratiae, &c
charitatis donis fintaci bene agendum muniti, ijs adki-
fcientianx atqueimbecillitatem caufandam VÌK vllam \Q>
cum relinqui.Quòmagis ilia fpótedeinceps quoque mi?
nus,aut cupiditaiisimpulfuTautalterius cuiufquáhortatU
peccaturi funt,eò peccaturos maiori periculo- Antea que
admodum in ampia familia induftriae&, officiofae pueila:
grata; effe íolét familia d o m i n o l e iiios grattasi amoiis
locum quendam apud fe obtinuiffe,iá eos pro coniuge ha
bere76¿quidelegitimisc^remonijss&: vcrifsimo foedere
iüci:aJ&; copulata fecü coniuge.Quare admonereillos vt
videant,qualisamorvxoris eñe debeat erga íuumvirum,
tales eos erga tp furti effe debere: ceri è ipfurn animum ma
riialemeis,&: amorem exhibiturum. Quo amore,vt nul-
iuseft ardendoramorjkanulluseftirritabilis magis. Ex-
cubare enim fempcr viros in vxorum curtediarmneqj vt
alia à fc illas,fed vteafdemfecü diligere: ex quo effici, vt
quo magis ipfasamant,eò mator&de eo,quod ab cisfit co
tra coniugi) fidenijdolorem Sr, indignationé concipiant;
coque fuccendütur zelo & furore, vtn eque precibus pia
caripofsint,nec preticlgnem infufa aqua extingui:ilìoru
vero amore,atq, iraatihiantem&ardentcmanimum ne
ipíls fíuminibus infufis poííe rmtigarkque duo maxime f§
uamaximèq$inexorabilia effe videtur,mortem, 3¿ infera
nü pene exorari faciìius illis poffe.Et profetò res ita fé ha
bet,maxìmo periculo abijspeccaÈur»quipeccandi caufis
fere omnibus carent, quales funt viri perfecì:!, 6¿ ìnaltifs*
mo charítatís gradu cofriniti.N à quibus multa dcdit De9»
ab ijs plurima exigit:& quo maioramillas beneficia con
tulit 7 eòaegriusfert fé negligi ab illis, vixque exorati fc
iinit, vt illis ignofcat . Nam in hoc genus hominum
proprie t vt mini videtur, Paulus inuehitui, cum ad
" He-r -à
415 CANTAR DE LOS CANTARES

con gran severidad de palabras y de sentencias35: Es imposible que los que fue-
ron iluminados una vez, gustaron también el don celestial y fueron hechos partíci-
pes del Espíritu Santo, pistaron nada menos que la buena palabra de Dios y las
virtudes del siglo venidero y cayeron, sean renovados otra vez a penitencia. Lo
cual, aunque no sea "imposible", como los Dialécticos usan de esta palabra,
sin embargo es "arduo y difícil", como hablan las Sagradas Letras36. Los que
impulsados por ninguna fuerza mayor y obcecados por ningún deseo más ve-
hemente o inducidos al fraude, se meten por su cuenta en la hoya del pecado,
cuando de lo contrario estarían fortalecidos con grandes defensas de la gracia
contra todos los hostiles insultos e insidias, conciben un crimen casi inexpia-
ble. Apenas son dignos de que se les dé la gracia que piden, o al menos porque
siempre hubo en la clemencia de Dios un gran refugio preparado para los que
se alejan de la impiedad y quieren volver a la justicia, de cualquier condición
u orden que sean ellos; son ciertamente éstos, de quienes digo, apenas dignos
de que a los cuales esto mismo, que comiencen a desagradarles sus malos he-
chos y que quieran dejar la vida y arrepentirse de los hechos malos propios,
Dios meta en el ánimo y en la voluntad. Mas lo que la salud de éstos una vez
que es perdida por algún pecado, sea tan difícil de recuperar, no acontece tan-
to por el ingenio de Dios (Dios por naturaleza propia es manso y propicio, y
siempre dispuesto a ayudar), y así, no acontece tanto por el ingenio de Dios,
cuanto por la naturaleza y razón del mismo delito y delincuencia. Todas las
tales caídas son letales y mortíferas; por lo cual, los que pecan estas cosas, ale-
jaron de sí con una perversa obstinación de ánimo y voluntad todas las defen-
sas casi de la salud y de la buena salud, de las cuales estaban rodeados, y todos
los dones de Dios, que tenían en sí, los cuales para contener a los ánimos en el
deber suelen tener gran fuerza, y pecando como que la superaron y vencieron.

35 Hebr. 6, 4-Ó.
36 Fray Luis establece la diferencia entre las palabras usadas por los dialécticos, y las usadas por la Es-
critura, pero la modalidad de estos últimos no aparece en el diccionario.

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OCtAV V M. 4» 5
Hebreos magnafeuerkate, &: verborum ,* &fententia- ^dBtht
rumfcribit. Imponibile cíteos qui fernet funt illumina 5.
t i , guftauetunt edam donum e^leite & participes fadì
funt Spiritus fandi, guftauerunt nihilominus bonum
Deiverbum, virtutefque fasculi v e n t u r i ^ prolapfi funt
rurfus renouari ad pcenitentiam. Qupd quamuis non fit
*iha*M quomodo eo verbo Dialedici vcuntur, eftta-
mea quomodo facras loquuntur litera; aAvvarov ? id e£r,
arduurn Oc perdifñcile , Nani quinuila maiorivi com-
puliì nuliaque vehemention cupiditateobcatcatijautin
frauderò induétifuafponte fé in peccadfoueani üenait-
tunt, cumauoquieiFent magnis granai prsefìdijs aduer-
fus omneshoüüesinfidias&iníultus muniti fcelus con-
cipiunt prope inexpiabile. Vixenim digni funt,quibus de
tur venia petentibus:aut certe quoniammagnù femper
fuitin ciemetia Dei paratQ perfugiü ijs,qui fé ab impiet are
reuocàr,&:adiuftitiam regredì voJür,cuiufuis ¿Ili fmt vei
códuionis,vclordinis,funt certe ifti,dequib* ioquox vix
digni,quib9 hoc ipfum,vt diipiicerc ipfis fua male fada in
cipiant,&: vt deferere eam vita &: prauè afe fadoru poeni
terevelint,Deusínanimum,atquein volütaté immittat;
Atquòd iftorumfalusvbifcmel peccato aiiquo amitti*
tur, tam fit recuperatu dÌfficilis,non tam ex Dei ingenio,
(eft enimplacabilis & propitiabilis natura fua Deus,6£
ad benefaciendum femper intcntus,)itaque non tam ex
Deiingenio contingi^quam ex ipílus,6¿ deludi, ñ¿ de*
ìinquentisratione atque natura Sunt enimomnes huìuf
modi lapfus lethaics atque mortireri;proptereaquodqui
ifta peccant, peruerfa animi atque voluntatis obftioa-
tione quadam omnia fere falutis &c bona? valetudinis,
quibus erant circunfepti prafidia , omniaque illa do-
na Dei,qu3sin fé habebant, quorum ad ánimos in officio
còtinèdosmaximaviseifefoie^repukrutàfeSc p e c c a i
do
416 CA NTAR DÉLOS CA Ai TARES

Y así, con un hecho hicieron en adelante que pudiesen serles menos de ayuda y
que tuvieran menos fuerzas para sanarse; al menos sienten y experimentan des-
pués que se mueven menos eficazmente al bien, y que se retraen menos del pe-
cado. No porque con ella perdieran su fuerza, o que menos que antes, lo que
en ellos está, puedan erigir y convertir el ánimo del hombre a Dios, sino que su
misma mente oprimida por la grandeza del crimen, del cual casi ningún cosa
externa le dio motivo, incluso con su misma obstinación lo parió; se haya he-
cho insensible del crimen, digo, no nacido de otra parte sino de su mismo áni-
mo, y originado y acabado en los íntimos sentidos de él, y perdiera casi todo el
sentido de lo recto y de lo honesto. Así como los que por toda la vida siempre
gozaron de salud íntegra y fuerte, porque estuvieran dotados de un cuerpo
bien constituido y sano, en cuanto les sucede que sean cogidos por una enfer-
medad, enferman muy peligrosamente, de arte que apenas puedan ser sanados
por algún medicamento; por lo cual la que rompió y tiró tan firmes fuerzas, sin
duda fue una inmensa fuerza de mal; por lo cual la virtud de la naturaleza ce-
diendo ante la grandeza del mal y sucumbiendo, ni puede apoyarse contra al-
go, ni coger un arma para alejar la enfermedad de la industria de los médicos
que se le ofrecen, y así al final es oprimida y se extingue; así al menos se ha de
sentir, que la iniquidad que expulsó del ánimo la caridad adulta y perfecta y
dominadora de los deseos abatidos y casi destruidos anchamente en el ánimo,
y rodeada por un coro de las mayores virtudes, e hizo un camino para los peca-
dos, la tal iniquidad echó raíces así firmes en el ánimo y profundas, que apenas
pueda ser arrancada. Y esta fue la causa de que Salomón, precisamente en este
lugar, cuando trataba del amor y persona de los perfectos, hiciera esta adverten-
cia. Pues ellos deben procurar mucho no decaer de la caridad37, ni permitir ser
heridos por el pecado, pues cualquier herida que reciban, les será casi incurable.

37 Cfr. «Amado», (Onís, III, 135).


4t<í IN QÀVVT
doveiutimperaruin,atquevicerüt.lt3queíiio fado effe*
cerunt deinceps,vt íibi illa admmento rninuseflepoiTent,
minufque viriumad ipfosianandoshaberent : cecie mi*
nus feillis efìicacitet ad boaummouerj,minufqueà pec
caroretrahiipílpoíleaf¿ntiüt ? atq5 experiürur, Nóquod
illa vim fuamamifciint, aut quod minusqua antea,quod
inipfis eft erigere, &:; conuertereadDeum animum ho*
minis poiàint/edquod ipfaillomm més oppreíía magni-
tudine feeieris, cuius ipiì nulla-propè externa res cau*
ümatrulir.ipfa potiùsfibi iuaobftmationepeperit:fcefe
ris,inquam,non aliunde nati,fed ab ipfomer anim©,& ab
inrimis illius feniìbus orti,atque profecti ob*D«puerit,&
redijatquehoneftifenfum propè ornnem amiicrir.Nam
iijcut qui firma Se integra valetudine femper pertotam vi
tamvli funr,quodpr£E;.ditieifentbene conftituto, atque
valete corpore,vbild illis euenit,vt.aliqua morbo corri-
pianturpericuiofìfsimè ^grotát,vix vtvllis medicametis
poGintad famtatereftitui: proptereaquodíquauamfir-
mas vires fregit,atquedeiecit,eaprofé&òimmenfa qua>
dam mali, vis fuinquare naturai virtus magnitudini mali
cedens, arque fuccumbens,necipiaxontra ahquid niti,
nec oblataipíiab induftrià medicorum ad morbum pro-
pulfandumarma poteitarripere,itaque tandem opprimi
tur &: extinguitur:ile certe fentiendum cft, qux iniquitas
adultam&cperfeótam^cupiditatibus profligatis7&pe-
ne deletis inanimo late dominantem,maximarumq; cho
ro virtutum circunfeptam charitatem è animo expulitjp
fumque pecca tis peruiumfecit, eaminiquitatem radices
cgiifein animo ita firmaSjatqueahas,cuelli vix vt poisir.
Bt hoc caufiehabuitSolomon,quarehocpra3CÌpuè loco.
cüdeperfecÍoríí virorüperfona 6¿ amoreagebatur, hac
admonitione vreretur.Etenim illis maxime prouìdendii
«ft^ne à charitate decidàr, ne à peccato vulnerari fé lì nar,
quam-
417 CA N T A R D E L O S CA NT ARES

Se sigue: Hermana es a nos pequeña, y pechos no tiene; ¿qué haremos a nuestra


hermana cuando se hablare de ella38? Para entender más fácilmente qué en esta
imagen e imitación de los divinos amores tan cuidadosamente descrita quiera
Salomón, que como en su último acto ponga a la esposa solícita en colocar a
su hermana menor, pongámonos ante los ojos las vidas de aquellos que, cual la
esposa es descrita en este lugar, tales fueron también ellos perfectos en el amor
y caridad de Dios, de los cuales las Sagradas Letras nos dan muchos ejemplos;
y veamos quién de ellos haya habido, a quien llevado a tan alta cumbre de
amor y felicidad, se le haya presentado algo que lo llenara de preocupación y
solicitud. Este, si fuera encontrado, nos dará camino y razón de interpretación
en este lugar, el cual sin duda contiene las cosas con que suelen los perfectos
preocuparse en el ánimo. Pero ¿con quién empezaremos primero que con Pa-
blo? ¿En quién mejor encontraremos un ejemplo de perfecto amor hacia Dios?
¿Qué se escribió de él, que pertenezca a la ilustración e interpretación de este
lugar39? ¿Qué? ¿El cuidado mío cotidiano y la solicitud de todas las iglesias,
quién enferma y yo no enfermo? ¿Quién se escandaliza y yo no me Írrito? Y
sobre los Gálatas a los mismos40: Hijitos, por quienes sufro de parto, hasta que
Cristo se forme en vosotros. Y sobre sus compatriotas a los Romanos41: Digo la
verdad en Cristo, no miento, porque mi tristeza es grande y continuo el dolor de
mi corazón. Deseaba yo ser anatema de Cristo por mis hermanos, que son mis pa-
rientes según la carne, los israelitas. Luego lo que trae preocupación y solicitud
a los perfectos, nada es sino el que ven que aquéllos decaen de la gracia de
Dios, o en ella poco valen la salud y el incremento42; y es propio de ellos, que

38 Basilio. Exp. a los cantares.


39 2 Cor. 11, adsensum.
40 Gal. 4, 19, no cap. 9 como dice fray Luis.
41 Rom. 9, 1-3, sintetizado.
42 Recurso literario a la hendíadis.

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O CT AVV M. 417
qüamcuque enim piagarti acccpcrint, ea illis plaga prop è
ini medica bilis futura eft, Scqmtut.Scrornotfru párvula e&y
& \bera nonhabet7quidf4Cí€mí4s)ororinoíir£ in die quandoallo-
qucndaeftt Quid in hac imagine, &amorumdiuinorum Bafìthn
imitatione tamaccuratè dcCcriptafibi Solomo velit^qui^»^»
ineius poftremo tanquam a¿hi ¿ponfam ipfe inducar,de
forore fua minore collocanda follicitam,quo faciliùs in-
telligamus,eorum nobís vitas proponamus ante oculos,
qui qualis hoc loco ipòfa effe defcribiturytates & ipil fue
rum perfe&i in amore & chántate Der¿ quorum nobisfa
erse literaíplurímaexempíafuppcditant : videamufq; ec*
qu s illorumfucrit^curadtamaltumamorÌ5&:foelicitatis
culmen eue&o,obie&umfitaliquid}quod ipfum affecerit
. foliicitudine atque cura.Nam is il inuentus fuerit.» nobis
dabit viam Se rationem interpretationis in hoc loco, qui
fine dubio ea continet, quibas animo follicitari peifedi
Yblent.Sed quemprius inipiciamus.quamPaulumíaut in
quo potiùs perfedti- erga Deum amoris éxcmplum qua>
ramu.s?Quid veròferiptumde ilio eli, quod adhüclocü
interpretandumO¿ iUuftrandumperrincaL^Qmdtinftàtia z*Cor.iu
mea quotidiana^: foííkitudo omniü ecclefiarum,quis in
^rmatur,& ego noninfirmor?quisfcandaiizatur,¿k;ego ^
non vror?Etde Galath^dipfos^Fiiioli quos iterum parta ^4«*f .4»
rio donec formeturChrifftis in vobis Et de fuiscontribu
libus ad Roman^Veritatemdica inChrifto, non rnétior
quoniam tnftitià mihi magna eft,& continuum dolor cor xonutp.
di meo Optabamenim egenpfeanathema cife aChriño
pro fratnbus meis^qui funtcognati meiièctmdum carne,
qui fune Ifra^litscErgo quod perfedis c u r a m i ibllicitu
dinem arTerat, ni(jil eft pranereorü^quos vel a gratia P e i
decidifle,velin eaparumvaicrcvidentfilutem v atque in*-
cremrnrum:idque eil illorum propTÌum,vt has minores
natu focares fuas infirmas & perpufiUasid eft, infiramos
Dà aut
418 CANTAR DE LOS CANTARES

estas sus hermanas menores débiles y pequeñas, esto es, los hombres imperfec-
tos y débiles, a quienes aman con el amor con que aman a Dios, quieran y de-
seen que sean gratos a Dios, y que obtengan el mismo grado de amor y gracia
ante él que ellos obtienen o incluso mayor, y empleen en ello no solo sus vo-
tos, sino la industria y el trabajo, no rehusando o apartando ningún trabajo,
con tal de proveer a la utilidad y salud de ellos. Lo primero, los incita a este es-
tudio y los estimula el amor de Dios que hay en ellos. Pues no pueden sopor-
tar pacientemente, que al que ven que se deben todos los amores de todos, él
no sea amado a porfía por todos. Después, llegan al mismo por misericordia
con aquellos que por su cuenta se apartan del amor divino y rompen la amis-
tad más útil y más santa de todas, la de Dios. La cual misericordia con los pró-
jimos proviene del amor con que aman a Dios, de donde nace toda benigni-
dad y amor al prójimo. Y así, se preocupan de su salud lo mismo que de la
salud de los otros, y a ellos esta sola preocupación preocupa. Y no son de aquel
número de hombres, a los que las cosas agradables hace olvidar de las suyas, si-
no la misma grandeza y felicidad de la gracia de ellos los induce a pensar y
obrar sobre la salud de los otros.

Así, pues, dice: Hermana es a nos pequeña, y pechos no tiene ella; ¿qué hare-
mos a nuestra hermana cuando se hablare de ella? A los cuales preguntando se
responde, o mejor ellos mismos se responden: Si hay pared, edificarle hemos un
palacio de plata; si puerta, fortalecerémosla para ella con tablas de cedro. Afirman-
do y diciendo por cierto que con su sabiduría y con la moderación, con que
administra apta y acomodadamente todas las cosas según sus naturalezas, es así
digno siempre y así ha sido tanto dispuesto con todos los hombres, cuanto con
cada uno de ellos, que mientras permitan que él sea implorado y los guíe, y
con tal de que quieran ser salvos, les será propicio y nunca les dejará, hasta que
4i8 IN C ATVT
aut imperfetos homines,quos illa , qua Dcum amant,
charitate amplcduntuc , velint atque cupiant charos
Deo effe , oc eundem obtinere apud iilum gratin &:
amoris gradum quem ipil obtineant , autetià am-
pliorem , adhibeantque ad ¿d non iblùm vota Tua ip-
fyfed induftnam afque operam , nullum recufantes,
auc deprecantes laborem , dummodo eotum falu-
ti èc vtiiitati proipiciatur . Nam primùm eos incitat
adhociludiunijatqueiìimulatamor Dei,quiinip(?seu\
Nec enim ferrcpatienterpofìunt, cui o mnesdeberi vid et
omaium amores, cum non ab omnibus certatim ama*
ri.Deindeacccndunturadidem mifericordia erga eos ip-
fos qui Tenia fponteab amore diuino remouent, & ian-
&i£>iaiamomnium,&vtiliilimarn Deianiicitiam difein
dant . Qu# ipià in próximos mifericordía à chantare,
qua Dcum amant^xiititjàquaomnis inproximum beni-
gnkas,atqj amorexoritur.ltaquealiorumiaJutem sequ'è
atque fuam curarlo íq; haec vria cura lòilicitat. Nec enlm
font deillorum homiuurn nurnero,quos fecüdae res obli*
mici íuorumfaciuiirjpfapouiis eorumgtatias magnitu-
do atque foeìicitasad cogitandum &c agendum de aliorü
iàiuteillosinducit, Dicuntigitur. SororKoflra^trmU eii^
&>bera nonh<tbt{:^wi¿fademusforoYÍnojir£ ìndie quando alio
quenda e&ìQmbm quserentibus reípondetur: vcl potiùs ip
iìflbirefpondent.tfi murus eéì^dtfcemusjuper eumpropugna
caía argentea: fiojììumeft t comfingtmtísiílud rahulis Cedrini**
Id nimirum afirmantes atquedicentes Deum, quod fa¿
piemia eius,&; moderatione ea,qua vnkierfas res, apre de
accommodat e ad earum naturas adminiftrat dignum eri
ita effe feniper,itaqjfuiffe,tüinvniuerfos, tu iniingulos
animata nomines, vtdumodoexorariipiìie&; duci per-
mtttant ? ac tantü fé effe faluosno nolin-t propitius ììlis fu-
tuzas fìr,nec vnqua dcfiturus,quoad cosano íaluos tantu,
fed
419 CANTAR DE LO S CA NTARES

los haga no solo salvos sino también florecientes y felices. Y así, exhíbanle un
campo y un suelo que no sea repugnante a Dios que desea construir sobre él
un edificio celeste, que al menos pondrá los fundamentos más firmes de la fe,
y que puestos ellos levantará las moles de los edificios, esto es, de las obras
buenas y de la caridad, más ilustres que los cuales nada puede ser hecho. Si hay
pared, dice edificarle hemos un palacio de plata; si puerta, fortalecerémosla con ta-
blas de cedro. Dos son como los principios y fundamentos y como los goznes,
en los que está el instituto y razón de la vida cristiana. El uno, es que demos
entrada a la gracia de Dios que quiere meterse en nuestros corazones; el otro,
que la retengamos firmemente una vez admitida e ingresada, aunque nos lla-
men a otro sitio las seducciones del siglo y de la carne; el uno está puesto en
comenzar rectamente, el otro en perseverar constante y firmemente; por que
demos entrada a la gracia, somos llamados figuradamente puerta; por que per-
severemos constantes en la gracia contra todos los insultos de los demonios,
somos llamados pared. Luego porque de la hermana menor, esto es, de los im-
perfectos y pecadores se buscaba qué se había de hacerles, con que pudieran
casarse con Dios, esto es, obtener un excelente grado de gracia ante Dios, se
responde muy conveniente y verazmente, que le den trabajo para que sean
puerta y pared; puerta por donde la gracia de Dios entre a ellos; pared con que
repeler al enemigo invasor. SÍ ello fueren y si se mostraren fuertes contra las in-
pugnaciones del pecado y fáciles a la gracia, esto es, sí instituyeran rectamente
su vida, y perseveraran en sus rectas instituciones, dados a diario por Dios ma-
yores regalos de gracia, y obsequiados por él con mayores adornos de virtudes
y bienes celestiales, se convertirán en hombres grandes e ilustres y muy queri-
dos para Dios. De donde se sigue; Yo soy muro, y mis pechos torres; entonces fui
en sus ojos como aquella que tiene paz.

Y se sigue: Tuvo una viña Salomón en Baal-Hamón; entegró la viña a las


guardas, y que cada cual traía por elfruto mil monedas de plata, mil para ti, Sa-
lomón, y doscientas para los que guardan su fruto. Que el nombre de viña en este

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O C<fJ V V M. 419
fed floretes,eriam arque fcelices efficiat.Itaqueareà üiiat
que foLü exhibeátquod Deo cadette edificiüfupcrftrue-
revoÍéti,nó fitrepugnáSj>Ípfuni certe iacturüfideifunda-
meta firmifsimajCifq^iadis cas a^dificiorüádeít r chanta *
tisS¿bonorúoperümoies excitar Ufü,quib9nihii fieri pof
íitillüftrius.Símurm)'mquitìeflìt(iìjìc.ibfraiis(trter eum propu-
gnítcida arreniea.fioshumejíco<mgemtts úÍH¿tAh;ilis Qeárints,
Duo finn tanquá principia &:rimdarne'ra)& verò ráquaru
cardineSjin quibus vita? ChrifÜanae ratio & inílitutü ver-
fatur. V ñus eft,vt gratin Dei ¿n noílra corda intrare voleri
ti aditum praebeamustaíterjVt adrniíTam eam &: ingreíTam
firmiter retincamus, quamuis nos aliò vocét feculi atque
carnis illecebrx: alterpofitus eft in re&è incipiendo,alter
t inperfeuerandoconítanter& firmkenquòd gratis adi-
tum pra&emusianua figurate dicimur: quod peEÍeuera-
musingratiaconftantes, contra omnes infultus dasmo-
num dicimur murus. Ergo quiade fororenatu minore,
ideíhdeimperfe&is a¿ peccatoribus homimbus quajreba
tur quid illisfaciendumeflet, quo nubere DeopolTent,
hoc eft,obtinereexcellentem alique gradurugratins apud
Deum,conucnientifiimè 6¿ verifsimè refpondeturj dent
illi operam, vt ianua atque murus lint : ianuaqua ad ipfos
gratia Dei intret, murus quo inuadentemhoftem rcpel
lant. Id enimfifuerint, fique oí gradee fáciles, & aduerfus
peccati impugnationes fe fortes praeftiterint: hoc eít, fi
&re&èinftituerint vitam fuam, &: in fuisreclisinftitutis
perfeuerauerinr,addkis quotidie à Deomaioribus gratiae
donis, maioribufqitn ipfos cxleftium honorum atque
virtutum ornamentis ab eodem collatis, eos in vi-
tos magnos de illuftres , 6c Deo charifsimos euafuros.
Vnde fequitur. Ego murus r&yb€r¿ meafiemfurris, ex quo
faclafum comeo cjuafi pace ìwbes.Seqiiitur porrò. Vínea. fuitfw
tifico tttt¿,<ftí¿h4betgoj>ulo$\tr4didit e¿cuJ}odth9¿i>ir affettato fra
Dai ti*
420 CANTAR DÉLOS CANTARES

cantar es trasladado para significar aquellas cosas, de las que cada uno está
obligado en estudio principal, y en las cuales trabaja mucho para percibir de
ellas algún fruto de placer y alegría, recuerdo que ya más arriba ha hablado. Y
unos son cogidos por unas cosas y otros por otras. Algunos, cuya multitud es
muy grande, ignorantes de su naturaleza y condición propia, como si consta-
ran solo de cuerpo, las cosas que son útiles y agradables al cuerpo, las tienen
como bienes, y se ocupan por tanto en el almacenamiento de riquezas y en el
disfrute de placeres o en el estudio de la ambición. Ciertos otros mejor erudi-
tos y enseñados por el mismo Dios, vista la inanidad de todas estas cosas, hon-
ran su parte principal, esto es, la mente y el ánimo, y se adornan con las virtu-
des de todo género, que es el mejor cuidado de los santos. Y para omitir hablar
de las demás cosas, con que se hace que la forma de vida de estos sea mucho
más ventajosa que las formas de todos los demás, pues son innumerables, tan
solo diré ahora lo que ciertamente nadie negará. Que este género de vida de
los buenos aventaja a las demás razones de vivir, porque es todo apto en sí y no
depende del arbitrio de la fortuna o de alguna otra cosa, cuando por el contra-
rio en las demás formas de vida, cualesquiera que por error ciegos buscan los
hombres, así dominen las caídas y la fortuna, que aunque los buenos tuvieran
alguna parte, de lo cual ciertamente se alejan mucho (nada puede hacerse ni
más leve ni más inane que aquellos, ¿más inane, dije? Más aún más lleno de
muy verdaderos males. La vida agradable y copiosa que parecen prometer no
la prestan, de arte que nunca en otro sitio ni experimentemos mayor abun-
dancia de males, ni mordidas más duras de los dolores). Pero para que aquellas
formas tuvieran en sí algo de bueno, cuando algunos ánimos están dotados de
tal estupor, que perdido el sentido de los verdaderos males no sean afectados
por ningún dolor de los males, en los que abunda la vida de los ambiciosos y de
los libertinos; pero que sean aquellas cosas bienes, aquello ciertamente incluso
4td IN QA P VT
Hu ems nulle árpenteos.VineAmeácoram rneeJl\milletuìp4Òpce
&ducenti ijs quicuftodiunt fru£ium ems. Vinex nomen hoc
in Carmine transferri adtìgnificanaascas res,quarum pra;
cìpuo ftudio quifquc tenetur3&inquibns maxime elabo
rat,quo percipiatexeisfru&um aliquem voiuptatis atqj
ia!titiai,hmfupc£Ìùsmeminimedixiire.Porrò ali) àlijs re-
bus capiuntur.Nam quidam,quorü eft maxima multim-
dojfuas ipforum naturar Oc códitionis ignari,quaG ex cor-
po re conftarent folo, quae corpori vtilia & iucunda funt,
eahabentinbonis:occupanturqueproindèvelin coacer
uàdisopibus,veiin voluptatibuscóparandis,velinambi
tionis ftudioXJmdamalijmenùs eruditi àDeoipfo atq;
edoctiinanitateiitarum omnium rerum peripe&a parte
fui principem,id eft,mentematque anirmi cohmt: virtuti
bufq; omnis generis qui eft antmorum culms optimus,
ipfum exornat.Atqj vt omktamus dicere csetera quib9ef
ficitur,vthoru inftítutüvita?, aliorüommüiníUtutisfic
multo praeftantiuSjfuntemmìnnumerabilia, iliudvnum
quod quidem nemo neget,nuc dica. Hoc genus vita; bo»
noru co pra$arc casteris viuedi rationibus, quod ex fe fé
aptutotumeft^neq,. exfortunje,aut cuiufquam alteriuspe
det arbitrioicum contra in reüquis vitas inftitutis, qua? cu-
que errore caeci appetunt nomines, itadominenmrca-
fus,atque fortuna,vt quáuis boni vliam partem haberent,
à quo quidem pLurìmum abfunt^nihil enim efnapoteft
vclleuiusilHs,vclmagisinane3inane magisdixi?imò ma-
gis pienu verifsimis malis.Nà quam polliceri vidétur co
piofam & iucundam viram adeò nonpra;ftant, vtnuP
quam alibi neque malorum copiam maiorem , neque
dolorum acriores morfus experiamur. ) Sed vt illa in-
ftituta in fé haberent aliquid boni , quando quidam
eo funt ftupore animi praediti, vt verorum amiifo fen-
fu malorum nullo afikiantur dolore cxmalis,quibus am-
bi tio-
421 CANTAR DÉLOS CANTARES

los mismos que las aman admiten que son bienes fugaces y resbaladizos y tan
de tal modo que nadie de ellos, que los hubiera conseguido una vez, los tenga
en su poder y mano cuantas veces quiera y cuanto quiera tenerlos; de donde se
hace, que los que vean que se les puede arrebatar a cada hora, se tuerzan por el
miedo eterno de perderlos, y sean muy miserables en la suma copia de ellos. Y
si ello menos lo sienten, y se quieren enumerar entre los felices porque se vean
florecer en bienes externos, o se piensan que son los únicos felices y dichosos,
en verdad los santos con mucha más verdad se congratulan a sí mismos del bien
que alcanzaron, y amarán y estimarán más la forma y condición de su vida.

Y así, concluirán que si aquellos, cuyo bien está todo sometido a la temeri-
dad de la fortuna fuera de ellos mismos, parecen percibir de ello grandes fru-
tos de alegría, y se quieren tener por felices; los que, lo que nosotros hace-
mos43, dependen todos de sí, por seguir y poseer aquellos bienes, de los que
nadie nunca les arrancará sin su consentimiento, ni impidan que tomen de
ellos cuanto quieren, esos tendrán motivos de alegrarse y de gozar siempre
mucho más verdaderos que los anteriores, y verdaderamente son felices y ri-
cos. Pues la viña, dicen (así interpreto esta alegoría, y juzgo que ello es dicho
por Salomón sobre todo en este lugar, después de exponer la perfección y tér-
mino de la vida santa, para mostrar más su superioridad por comparación a
otros géneros). Luego dicen: Tuvo una viña Salomón en Baal-Hamón. Lo dicho
de uno debe entenderse que pertenece a todos los que siguen estos bienes exter-
nos, que por eso se dicen populares, porque son grandes bienes en la opinión
del vulgo y del pueblo, o porque están expuestos al pueblo, esto es, al botín y
saqueo de muchos. Así, pues, ellos tienen esta su viña en un viñedo común al
pueblo, esto es, en poder de otros mejor que en el suyo propio; para declarar

43 Sin quererlo el autor se encuentra entre tales justos.

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O C T A V V M. 4i t
bitio forum atqrafotorum vita redundat:fed vr bona illa
íint,ülud certe,vcl ipil iili qui ea amant cócedent fluxa cf-
fe,atque fugada bo na, S¿ piane cíufmodi, vrnemo eorü,
quiipfa ftmclfuerit adcptushabeatinfuapotcftate,atq;
manu,caquandiu veli^quàtumqj-velit habei-e,px quo efñ
ci,vt qui videateripi fibrilla in horas fingulas poíTe, metu
amittenditorqueanturfemMterno : fìntquc in fumma
illorum copia miferrimi,Quod íi idilliniinus lentiunt,fe
quequod execráis bonis florece videant,foelicibus annu-
merari voluntrautfe foios fqdices atque beatos efle du*
cütifanch profecìo viri multò> verius ipfi Ubicele co,quod
adepti funt,bono gratulabuntiir:inftitutüque&:códitio
nem vita; faauiiagisamabunt^acplurisducent.ItaqsCol-
ligét,fiilh\,quofum omnebonum fortuna;temeritati fub
ie&umextraipfoseít, fru&us lastitix magnos videntur
íibi ex eo perciperqfeq; pro beatis volütgerere,quiquod
nos facimusatoti ex fe pendent, vt potè qui ea fe&entur,
atque pofsideantbona,à.quibusnemocos vnquam inui
tos diuellat,neqj veròimpediat quin haunát ex eis quátü
Volüt,eos veriores multò quá fuperioxes,& lsetadi,&: per
petuò gaudédicaufas habere,v^rèq; ipfosbeatoSjatqj di^
uites eñe Na vinea^inquirunc (fie enini iftá allegoria ínter
pretor,atqiieidàSolomonediciarbitrorhocmaximèlo
c o , poftqua fan &ae vi i x perfecìio n e m & ab fol u tic n è ex
pofuiuquo ex colíatione ad alia genera magis eius prnefta
tiá* doccrct.)Ergoinqaiunttyir¡e4fa£kaeflpacificóme* c¡u£
habefpopulas Quod de vno dicl:um,ad vniuerios debetin-
telligi pertinere quiiíhfetianturexterna bona, qua;ideò
dicunturpopuìaria,vei quod fintmagna bona,opinione
vulgi arqj popul^vel quod populijaoc en^multorum pras
da; S¿ direptioni fint expofita.ILii igitur habent hanc fuam
vineaminvincto populo communi,hoceft, inaüorüpo
tius»quamin iuaip forum potevate; cui us magis declaran
Dà s *di
422 CA NTAR DÉLOS CANTARES

más la causa de lo cual, luego añade: entrególe a las guardas. No pueden aque-
llos bienes ser cultivados sin auxilio de muchos, esto es, conseguidos y reteni-
dos.

De donde está lo que sigue: cada cual trae por elfruto mil monedas de plata.
Esto es, trae poco por la esperanza y el provecho deseado. ¿Quién hará que lo
que puede a diario escaparse de las manos, y lo que es fugaz y engañoso, traiga
sólido descanso? Pero estas cosas los ambiciosos libertinos, y ¿qué los santos y
justos? ¿Qué? Mt viña, dice, está delante de mí. Tiene consigo y dentro de sí sus
bienes, libres de todo ataque y injuria de la fortuna, y por ello bienes muy ven-
tajosos. Mas gozan los demás de sus bienes y los tienen por fructuosos; pero
esto declara más cuánto y cuan grande sea el bien de los justos y perfectos. Y
por eso por la persona de ellos se añade: mil para ti, Salomón, y doscientas para
los que guardan su fruto. Dicen, si, porque todo es de derecho ajeno y del que
vosotros, oh avaros y libertinos, de ningún modo sois dueños, pasáis la vida
alegre y felizmente; lo cual no tanto decimos por la misma verdad, que voso-
tros sentís algo de bueno y agradable, cuanto lo afirmamos por vuestro error y
falsa opinión; pero si así os parece, que estos vuestros bienes son alegres y agra-
dables y hacen la vida feliz, ¿qué diremos nosotros tener, cuando todo el bien
nuestro esté puesto fuera del riesgo de la fortuna? ¿Qué nosotros, hacia quie-
nes ninguna casualidad se dirige, ninguna fuerza externa nos puede empujar?
¿Quienes a nuestro arbitrio conseguimos cuantas riquezas queremos para no-
sotros? ¿Para quienes está prefijado el modo de felicidad según nuestra volun-
tad? ¿Para quienes, en fin, nuestra viña y este campo, del cual sacamos el fruto
del descanso y de la vida feliz, está ante nuestros ojos, es cuidado por nosotros,
fructifica solo para nosotros, ninguna preocupación y miedo de perderlo nos
separa de él? Habiendo dicho estas cosas y como hubiese llegado Salomón al
final del varón justo que comenzó a exponer, ya sigue en lo único que resta-
ba todavía, que el hombre llevado hasta esa cumbre de caridad, deseando estar
411. I N £ 4P V ?
di caufa ftatim additar.2?-adiériilam cufiodibus^ Ncc cnini
fine umico rum auxilio excoli,ideft> comparan ac rctineri
illa bona pofiunr.Ex quo exiftit quod fequitur. Vir ¿ffert
pro fhìch site mdle argenteorAà etì: affert pamaa pro ípe $¿
optato prouentu-Nam qui fiat, vt quodèmanibasquo-
tidie elabi poteft,quodquefaüaxatque fugax ilt, folidam
quietemafferatí Sed h&cambitioíi&afoti;: quid vero
ianvti,atque iufti ? Quid ì Vineay inquit, mea corani me efl,
Kabent enim fccum , 6¿ intra ¿e-bona fuá 3 ab ornni
incutili .&, ìniuriè fortuna: Ubera, oc ob id fru&uoiìisirna
bona. Atgaudent casieri Íiiisbonls,&:profru6tuoíisea
habent: Athocmagis dcclarat^quantum,&cquam ina-
gnum Ut iuiìorum & perfectorum nominimi bonum:
ideòque gex illorum perfonaadditur. A*iitl€<tuifacìjìce&
ducenti ij$quwufÌQdiHntfruólum ¿¿/¿í.Naminqukint fi, ex co
quodaiiemiuris tQtumell,&cuius vos,ò auari,S¿afoti,
nullo modoeilis domini,iucundèvitam,atquebearè4:ra
fìgitis:quod non tam ex ventate ipfáudicimus, vos iucun
di aliquid atque boni Cernite quam ex .errore veftro&
faifa .opinione afñxEiamus : fed fi ita videtur vobis, Ise-
tabiria ¿ila veffcrabona efle, & iucunda ,&;beatac vkacef-
ticientia:quid nos dicemus quorum omne bonum po£-
tum extra fortuna: aleam, fitumeftinnobisipfis ? Quid
nos,ad qtios nuilus cafusafpkat : nulla externa vis poteft
fé appellexe* Qui atbkratu noftro, diukias nobis quantas
volumus , comparamos? Quibus pro volúntate no (tra
foelicitatismodus,priefìgkur? Quibus deniqu e vineano-
fira/undufque isjex quo quietis 6c beatae vita; ùuQtix de-
metimuSjCoram ocuMs eftjà nobis colkur?nobis folisfru
cìifkat, n&ilcxeoamkkendimetus, atque cura decer-
|)itf Quaecum eiTentdi&a>peruentumqueà Solo-mone
eíTetadeamquamexponereinílituk iufti vkiabfolutio-
nenj t ¿ani exequitur, quod vnum reifcabat adirne, vt
ad
423 CA NTARDELOS CA N TARES

siempre ya junto a Dios, le pida a Dios la redención de su cuerpo, esto es, la


revelación de los hijos de Dios, como hablan las Sagradas Letras. La cual sin
duda acaecerá a todos los buenos y justos, cuando Cristo, nuestra vida, apare-
ciere, y con su venida extinga la mortalidad, y se muestre al mundo cual es, ro-
deado de gloria y de majestad. Así, pues, porque restaba que pidieran y supli-
caran la madurez de la conversión a mejor de todos y de esta venida de Cristo,
en la persona del esposo se les manda no solo que lo deseen, sino que se atesti-
güen deseosos de ella con el canto, esto es, con abierta e ingenua voz; dice: Es-
tando tú en los huertos, los compañeros escuchando, haz que yo oiga tu voz. Y
manda no que el hombre perfecto por mandato de alguien o por órdenes ne-
cesite esto, sino es descrito así porque la caridad de Dios, que está difundida
en su corazón, y Cristo que vive en su ánimo, le enciende en este deseo de su
venida; por eso es necesario casi del mandato. Juan en el Apocalipsis atestigua
que el Espíritu Santo enciende é incita a ello, cuando dice44: El espíritu y la es-
posa dicen, ven, y quien esto lea diga, ven, ven, Señor Jesús. Y ellos acceden gus-
tosamente a estos deseos y mandatos45.

Y así, en la persona de ellos luego se añade: Huye, Amado mío, sé semejante


a la cabra, y al ciervecko de los montes de los olores. Que el cual canto, según mi
sentir, nada hay más agradable de oír para Cristo. Le anima a que apresure su
vuelta, para hacer las nupcias con la Iglesia, que desposó para sí con su sangre
y con santísimas ceremonias. De lo cual presto se dirá más profusamente.

TERCERA EXPLANACIÓN

¿Quién te dará, como hermano mío, que mamases los pechos de mi madre? Ha-
llartehía fuera, y besartehía, y también no me despreciarían. Meteríate en casa de
mi madre; enseñaríasme; haríate beber del vino adobado y del mosto de las grana-
das nuestras. La suma unión de amor y no oculta sino abierta y atestiguada ante

44 Apoc. 22, 17.


45 El libro concluye como el Apocalipsis (22, 20).

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O C T A V V M. 4tj
ad id cha ri taris faftigium eue&ushomojvnaiam cüDeo
femper effe cupiés,redemprioncmc.orpons fui à Deo pe-
teret,hoc erVeuelationemjytfaerseioquuflturlitera:, fi-
liotiim Dei.Que^profe&òbonis onmibus,atque iuftis co
tinget,cum Chriftus vita noftra apparuerit,fuoque aduen
tumortahtatem extinxerit feque quaüseft mundo oílen
'derit,circunfu£Lim gloria 5¿ maieñatej-digitiirquia reíia
bat,vt huius Chíifti aducntus,& omnium inmdius reñí^
tutionis maturitatem oraren^aepeterem^ex perfona fpo
lì ííiis prsecipitur non íolum id vt cupiantjfcd vt eius fe cu
pidos cantiijid eír,aperta & ingenua voce teílétu^úiquit.
Qu& nabitas in hortis amici aufeultant te7fac rueaudtre'vocem tua.
Príeeipiturautemno quodperfefìushonioalicuius hor
tatú aut imperijs in ho cindigeat.-fed quia charitasDei qug.
diíFufa eft in iìlius corde, &; qui in eius animo viuit Cari-
itus,hoc fui aduemus defiderio illii accendhydcircò qua-
li impeti© opus finita deferibirur. Nam accendi atque in-
citaci ad idab Spiritufan&o^eftaturIoàncsin Apocalyp- >, ~ » '
iLcum dicit.Spiritus &; fponfa dicunt,veni, & qui hoc ie-
gitdicat, veni,.v-eni Domine Ieiu.His porrò ilii hortatibus
atq; iufsh cupide obfequuntur. Itaqj exipfommperfona
•&&ú(n{¡xbditmíFugedüe¿}em>(iin'ilt$eftocaj>re£, himuloque
ceruorumfiipèrmontetaromatum Q u o cantumeoquidéfen
fu nihiiChxifto eil auditu iucundius.Hortatur enim illum
vtmaturet fuum reditum , iiuptiasinkurus cumEccle-
iia?quam (ibi fanguinc fuo,6¿ fan£tifsimis eseremonijs def
ponfauk.Qua de re íratim fufìus dicetur.
T E R T I A E X P L A N A T I O*

VI S mihidet tefratrem mettmfiigentemybera ma*


'tmme&fw tnusnìam te forìs& deofculer, <& iamne*
mo me defficUt, ^pprehendam tet& dìsc<tm te in do-
mnmmm*i$ffl-e£3mmc4Qcehi$>& dubo ubi poculum
Dd 4 ex
424 CA JVTAR DÉLOS CANTARES

todos, y46 lo que es más, aprobada por todos se significa con estas figuras de
palabras y de cosas, como arriba dijimos. Aquí la esposa desea tal unión y uso
de familiaridad conocido a todos y no reprendido por nadie, y en ello significa
el voto de la Iglesia evangélica, que deseó vejada mucho y largamente por los
que la perseguían, librada de las persecuciones de aquéllos, que le fuera lícito
profesar abiertamente a Cristo, y llevarle como en los brazos con aprobación
de todos. Como dijimos en el final del capítulo inmediatamente anterior, la
Iglesia evangélica oprimida por los tiranos se refugiaba en lugares desiertos y
llamaba allí a su esposo; con lo cual se significó lo que le sucedió en los prime-
ros tiempos, cuando muchos fieles por medio de la persecución, abandonadas
las ciudades, evitaban la presencia y la vista de los hombres. Y así como con
aquellas palabras se significaba esta fuga de los fieles, así con esta oración se
significan las cosas que acaecieron en la Iglesia después de aquellos tiempos; a
aquellas tempestades de persecución siguió la tranquilidad, y los príncipes ro-
manos favorecieron después a la Iglesia de la que habían sido enemigos, de
donde se siguió lo que aquí pide la esposa se le conceda, que a la luz pública
con la aprobación de todos confiese en adelante la Iglesia la fe en Cristo. Esta
significación de su deseo es la declaración de lo que en realidad acaeció, y
mientras se finge desear lo que desea, predice que lo conseguirá.

Lo cual indican las palabras que siguen: Su izquierda debajo de mi cabeza, y


su diestra me abrazará. Con aquestas se describe la forma y razón del abrazo.
Pero el abrazo de común acuerdo es símbolo de la unión de los que se aman
entre sí, y de la paz devuelta y restablecida por ello. Por lo cual cuando la es-
posa dice que se había apoyado en el abrazo del esposo, sin duda significa que
había obtenido y conseguido de él lo que deseaba; deseaba que a nadie le fuera
molesto, el que honrara a Cristo ante los ojos de todos, esto es, deseaba darse

46 Cfr. Onís, II, 265.


4i4 ì N C A P VT
ex "Vino condiro}& mitjÍHmntafarumj^ítnatorum.SvímTrizqVig
damamoris conùm&io, eaquetiaivoeculta y fed aperta
e¿ tettata apudamne$,& quod potiísimúeft,ab omnibus
approbata hi$iiignificatur,vt fuprà diximus,verborum zt
que rerumfiguris.Talem enimconiuncì-ionemj&con-
fuetudinìs viüm cun&is notum,&àriemine reprehéfum
hic fponfa deiìderac,in eoq; ilgnirlcat votumEuangelkas
Eccieílíequoabijs,quiipikmperfequebantur, diuatquc
multrivexatajOpraui^ílbiabeorüperfequutionibuslibe-
rata:,v t licetei palàm profireri Chriítü 6¿ velati in vlnis gc
ilare ipfum approbantibus vniuerfis.Nam,vtinfinedixi-
mus capitis proximè fupetioriSjEccLefia Euangelicaop-
preflaà tyramiisin deferta fefe conferebatloca, oc co fuu
iponfum vocabat,quoiìgnificatum eítid,quodápíiacci-
dit iilis primis temporibus,quando perfcquutionis metu
multi fideles vrbibus reli&is afpe&um hominum preferì
tiamque vitabant.Itaq; iìcut iìlis verbis naje fideliü fuga
iìgmficabatair,iìcoratione iilaea fignificantur, qua: poft
illa tempoia in£cde€aaccLderüt:illas enim-pexfequutio
numprocellas tranquilinas fequuta eft^quiEcclefíe ini
micierant, Romani principes eipoílca obfequutifunt,
ex quo id requutumeft, quod híc concedi ÍÍbií|>onfapo-
ítulat , vtin publicaluce cum omnium approbationc
Chrifti iìdem deinceps Ecclefiapro-fiteretur. Ha;cenim
dellderij fui fjgnificatio eáus, quod re ipfa acciditjdecla-
ratio eft, & dùm optare fingitur id, quod optat alfe*
quutura pnEcücirur . Quod indkant, qua: fequuntur,
L*tt4 etits fub cupix*meo, & dextera illius amflexabit«r me»
Nam his amplexus ratio atque forma defcribkur,
amplexus autem confenfus mutui, & corum qui ín-
ter fe amant, coniuncìionis, 6c obid pacis reddita: ac
reuitutas fymbolum eft . Quare cùm fe íponíl am-
plexu fultam iponfa dicit , proculdubiò lignificar.
obli*.
425 CANTAR DÉLOS CANTARES

con el consentimiento de todos, para profesarle con voz clara. Se dice, pues,
haberlo conseguido, y para que ello conste más, añade: Yo os conjuro, hijas de
Jerusalén, ¿por qué despetaréis, por qué desasosegaréis a la Amada hasta que quie-
ra?Vela Cristo por la tranquilidad y quietud de su Iglesia, y mientras el esposo
conjura y suplica a los acompañantes de la esposa que no interrumpan su sue-
ño, ello significa ciertamente que Cristo movido a misericordia por las preces
de la Iglesia, manda a todos que no le molesten más, esto es, pongan fin a sus
persecuciones y males. Y quitados estos, la Iglesia luego subió a la más excelsa
sede de dignidad y honor, y apareció a todos admirable.

Por lo cual con razón se añada: Quién es esta que sube del desierto, abundan-
do en placeres, recostada en su Amado? Todas las gentes y sobre todo los judíos
admiran con esta oración la grandeza y gloria, a la que ha llegado la Iglesia,
después de ser liberada por sus enemigos. La que hasta ese tiempo era vejada
gravemente por muchos, y ante muchos tenía mala fama, porque pareciera
cultivar religiones supersticiosas y impías, ésa, después que por los edictos de
los emperadores los ídolos fueron quitados, cuál fuera se notó públicamente, y
entonces su ilustrísima imagen de santidad comenzó a aparecer ante todos y
brilló anchamente el esplendor del orden eclesiástico; entonces las letras sagra-
das, entonces los estudios de la divina escritura, entonces los santos doctores
de gran ingenio y sabiduría mostraron por todas partes su luz. Y así, la Iglesia
entonces atrajo los ojos de todos a su admiración, de cuya admiración son tes-
tigos estas voces: ¿Quién es esta que sube del desierto, abundando en placeres, re-
costada en su Amado? Se dice subir del desierto, porque había salido sobre todo
de entre las gentes; a la gente muchas veces significa Isaías con el vocablo de
"desierto", como en aquello47: Tornaré el desierto en estanque, y la tierra seca en

Al Is. 41,18-20.

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OCT AV V' M. 4tj
obtinuifíe abülo featqueimpetraiTe,quod optabatropta-
bat autem nemo vtfibi moleftus eíiet,quodChriítum in
omnium oculiscolereud eúV>ptabatomnium concenti
dari íibi, vt clara voce profiterecur ipfum-Id ergo aiTcquu
ta dicitur, Oc quo id magis conftet fubiügit • sàturo "vosfi-
li& Hierufaiem^nefufcitetìsyncque euijnUrefaàatts diiefiam, do-
»fc^/<>i//f.Cauctcnim Chriftus fuasEcclcfìaj tranquillità
ti Se quieti^ dùmCponfus adiuratatque obteftaturfpon
Cx comiíes,ncüÍiusíbmnum interturbent, id certe fignifi
cat Chriitum precibusEcclefìai ad mifericordiamáexum
cundísprarcipere^neílüampRus moleítifmt,id eft,finc
imponete eiusperfequuiionibus arquemaüs. ijs aufem
fublatis iacelGfsimà fedem dignitatis & honoris Ecck fia
ítatim aícendit,viíaque eftomnibus admirabiiis.Quare iu
readditur. Quaefttña, quxafandit de dejerto^delicijs afjiutns
innixafuper dileóiítm'f Omncs enim gentes, & precipue lu-
caci magnitudinem atque gloriam,ad quam Ecclefia per-
uenit,pofteaquamab inimicis fuis liberata eft,hac orario -
ne admirantur Nam quarad id vfquc tempusa permulris
grauíter vexabatur,&: apud plurimos íiniftrafama labora
bat,quòd religionis videretur colere fuperíticiofas 6¿ im-
piaSjCajpoftquam edi&is imperatori! idolaíublatafunr,
qualis efíet,publice innotuityeiusenim tune fàncìiratis il*
luftrifsimafpecies omnibus ccepit apparerei Eccleílaíli
ci ordinis lare emicuitfpIendor:tunc litera? facrauunc di-
urna iludía do carina;, tune Do&ores fandi magno inge-
nio atquefapientia viri omni eK parte fuum oílen derunt
lumen Itaqueomniumoculos Éccleíia tune in fuiadmi-
raaonemconuertit.cuiusadrmrationis teües funt voces
iftar.QUJS eíi ij}ayqm ufcendnde deferto deiteijs¿ffluens inr, ixafti
per dile¿íumVuiú.t\\t autem afeédere de defèrto,quoniam
degentibus potifsimum erat colletta: Nam gentes defer-
ti vocabulofaspè lignificai Efaias, vt in ilio , Ponam cíe- Ef&.\
Dd % fertum
426 CA NTAR DE LOS CA NTARES

corrientes de aguas: yo plantaré en el desierto cedros y acacias y mirtos y olivos: yo


pondré en la estepa apreses, olmos y alerces juntamente, para que todos vean y
comprendan, y todos consideren y entiendan, que es la mano del Señor la que ha
hecho esto, y el santo de Israel el que lo ha creado. Abundando en placeres, o del
hebreo apoyándose en el Amado y haciendo delicias con él, para significar, no co-
mo antes a escondidas y en lugares ocultos ella estaba con Cristo, sino abierta-
mente en el canto del templo disfrutaba con él, y lo profesaba cantándole y su-
plicándole con voces muy esclarecidas. Y así, estas cosas se dicen o de toda la
Iglesia emergiendo ya de los males y habiendo alcanzado la serenidad y tran-
quilidad después de las duras tempestades, o de la parte de ella, que floreció en
aquel tiempo en ios monjes y eremitas, la cual subía del desierto, porque en el
desierto, que había llenado con gran multitud, se había subido al culmen de la
piedad y al supremo grado de la virtud cristiana, y abundaba en delicias, a cau-
sa de la inmensa copia de consuelo celestial en que abundaba, y recostábase en
el Amado, porque ni siquiera un momento permitía ser arrancada de él, y por-
que de él manaba toda la dulzura celestial, de que disfrutaba.

Aunque en toda la edad de la Iglesia, siempre hubo en ella hombres espiri-


tuales y destacados en la alabanza de la contemplación, sin embargo aquella
edad que decimos dio muy muchos y muy destacados. Se sigue: Debajo del
manzano te despertaré; allí fue corrompida tu madre; allí fue violada tu engen-
dradora, o, como está en hebreo: allí te parió la tu madre, allí estuvo de parto la
que te parió. Lo cual tomado de la vida pastoril, Salomón admirablemente lo
trasladó a aquello de que trataba, para mostrar que Cristo en el mismo lugar
en que brotó, comenzó a amar a la Iglesia de las gentes, o al menos de lo que le
sucedió en su lugar natal tomó causa para transferir su amor de los judíos a
las gentes; la cual cosa conviene mucho con las que precedieron anteriormen-
te. Antes aparecieron las compañeras de la esposa admirando en la persona de
4i6 IN QJ P v r
„ fertuminiragrtaaquarü,6¿terraminukmincxitùs aqua-
,, rum:daboin íolitudinexn Cedr.um,&: ipinam, & myxtJau,
i7 òù lignum oliuzEjponam in deferto abietem,vlmum)&; bu
„ xurn fímuljVtvideant,&: fdant,&recogitent r S¿mtelligát
,, pariter,quia man lis domini fccithocJ&; fa&tislfraèlcrea
„ uit itiud. Dedctjs affluensfiueex Hebreco, adhjtrefcem dìteéìa,
9J 6^^^w^ae«jcí¿?w///o.Qj¿oÍJgniñcaretur,n0Vtanrea ftir
tini &iníocis abdiris illam cum Chriiìo verfari fed pa-
lamin tempiis cantu cumipfo deliciaría elariisimis voci-
bus canendo atqueprecando ipfümprofiteri.í raque hsec
dicunrur velde tota Ecdeila iam è malis emergente, oc
poiì fa;uastempeftatestranquillitatcmacfereniraté ada-
p t a r e ! de parte illiuseaquadnmonachis & eremitis ilio
temporeftoruityqn&jdedefertGafccrideba^qmaindefertis lo
cis,quai maxima replcueratmultitudinefe ad culmen pie
tads,&: ad íupremum chriñian^ virt utis erigebat gradum,
&afflueb4tdelic¡j¡s¿ptoptcx confolationis cseleiHs,quaabü
dabat,imméfam copiami'tnmfebaturfnper dtie&nmy Quia
ne ad rnomentumtemporispatiebatur diuelli fé ab eoj
& quiaexipfo omnisillamanabat cadeiiisjqua fruebatur
dulcedo.Narri licet in omn Lanate £cc3eiìai,nonnulii in ea
fiierint homines ipiritualcs}& contempjationis laude pras
Ìtantes,tam.en longè plurimos acpreüamifsimos illa tulit
aitaSjquam'dicimuSjfequitur^èrfr^oremrf/o/ì^/VrfWfeji/ii
corruptacft mater.majbiìnolataeñjramtrix-tua&m, vi inHe-
brxOylbt peperitremdter tuajbiemxa efl te tuagenitrìx, Quod
à vita paftoritia du&um Solomo mirabiliter ad id,dc quo
agebatur^tranílulitjeo vt doceret Chriftum in eode, quo
edituseñIoco 7 initiumfeciíreainandiEccleíiá geni ÌLI: vei
certe ex eo,quod ipilacciditin natali lo co fuo, fumpfuTé
eaufam, funm vt amoremà fudaeis ad gentes transferret,
quasresmultumcoh^ret cumijs, qua? proximè prajeef-
¿mnt,NarnprQximèiridu&£ funt fp o nix comités in.Iu-
d&orunv
427 CA NTAR DÉLOS CANTARES

los judíos a la esposa que subía del desierto, y abundaba en delicias, esto es, se-
gún dijimos, admirando la Iglesia evangélica constituida sobre todo de gentes,
después de que la paz le fuera restituida, la multitud de hombres, el esplendor
de virtudes, la afluencia de dones celestiales; esto sin duda movió la máxima
admiración entre todos, pero sobre todo a los judíos, porque acaeció sin nin-
guna opción y esperanza de ellos, que las gentes fueran llamadas a la comunión
de gracia celeste, y que llamadas concurrieran de todo pueblo con tan gran
consenso de ánimos, o hicieran tantos progresos en la verdadera piedad y en
toda excelencia, que alfinsus reuniones tuvieran la supremacía. Y así, al inicio
de la Iglesia leemos en los Hechos que algunos decían con admiración: ¿Luego
también a las gentes dio Dios penitencia para la vida? Y Pablo escribiendo a los
Efesios49 dice que es un misterio escondido que las gentes sean coherederos y miem-
bros de un mismo cuerpo y copartícipes de la promesa de Dios en Cristo Jesús. Pues-
to que la naturaleza así lo tiene, que luego queramos conocer las causas de
aquellas cosas que admiramos, pues de su desconocimiento viene la admira-
ción; cada uno desea saber lo que ignora; por eso Salomón consecuentemente
añade la causa de cosa tan admirable, y para poner a la Iglesia la trae tratando y
hablando con Cristo aquellas cosas que contienen la causa de tal cosa, esto es,
con las que satisfaga a la duda de las dueñas, que aparecieron admirándola.

Cuando dice que bajo el manzano, bajo el que había sido violada la madre
del esposo, había sido comenzada a ser amada por él, figuradamente significa
que del árbol de la cruz de Cristo, bajo el cual su madre, la república de los ju-
díos, se violó y contaminó muy vergonzosamente, porque impía e ingratamen-
te lo llevó hasta ella, se había tomado la causa, para que él trasladara su amor so-
bre todo a las gentes, y que no era de admirar que ellos fueran protegidos por el

48 He. 11,18.
49 Ef. 3, 6.

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OCTAVVM. 417
dacorum perfona admirantes fponfana è deferto afcci&r
denteai, &: delieijs affluentem , hoc eít,vti diximus ad-
mirantes Eccleíia; Euangeiicas è gentìbus potifsimum
conilantis t ci poftquam reftituta pax eit , hominum
mukitudinem,virtutum fplendorem , carlciUum do*
norum afñuentlam; id enim fine dubio omnibus , fed
precipue Iudasis admiranonem maximam mouit,quia
accidit ornninò praster opinionem &: fpem ipforum,
vt gentes ad communioaem casleilis vocarcntur gra-
tin , Se vt vo catas concurrerent ex omni populo ran-
to animornm confenfu , tantofque Se in vera picrate,
Se in omni exceilentia progrefius facerenc > vt eoruni
tandem conuentus rerum potirerur, Jtaque initioEc-
clefìse cutn admiratione disine quoidam in Aclis le- sAEioru
gimus. Ergo Se gcntibus peewitentiam Deus dedit ad (<Ii
vitami Se Paulus ad Epheiios fcribens : myfterium ab- 9iEt>he, 3,
feonditum eíTe dicit gentes eíTe cohseredes Se concor-
poraìes Se comparticipes promifsionis Dei in Chrifto
Iefu. Quoniam autem natura ita comparatum eft, vt
eorum, qua; miramur caufas cognofeere ftatìm veli-
ni us , natn ex earum ignorarione cxi&it: admiratio: auet
autem quifque idfeire, quod ignorar,ideircò Solomon
confentaneè eius rei tàm admirandas caufam fubijcit,&:
vt fubijciat Eccleiìam inducir ea agentematque loquen
tem cum ChriitOjqua: eius rei caufam còtmear,idcileni-
bus percontationi earumfeeminarù, qua; mirantes indu-
ltas £unt,fìat íkis.Namcü dieit,in arbore maIo,iùbquavio
lata mater ipófi fueratjamari ab ipfo cceptà f uiiT^figuratè
ílgnifícat,ab arborecrucis Chriñi,fub qua mater ipiius re-
fpubiicalud^orñfeviolauit &fcedifsimè contaminami
quia impie Se ingrate ipfuni in e a egit, caufam eífe ducìa,
vtipfeíuú amore ad gércs precipue trasferret,& mirü no
eíTe eos Chriíti íinu atque complexa foueri, Se caslcftibus
redun-
428 CANTAR DE LOS CANTARES

seno y el abrazo de Cristo, y que abundaran en delicias celestiales, los que le


abrazaron con amor, en oyendo hablar de él, mientras que no solo fuera ex-
cluido de los suyos, de aquellos a quienes había estado prometido y de quie-
nes descendía, sino también fuera afectado por una cruel y malvada muerte.
Que la salud de las gentes hubiese nacido de la impiedad de los judíos y la in-
gratitud hacia Cristo, lo atestiguan las Sagradas Letras, como consta de la pa-
rábola de Cristo de la viña y de los viñadores, a quienes había sido entregada.
Luego que la oyeron los fariseos, cono fueran interrogados por Cristo, qué les
parecía la maldad de los viñadores y de qué suplicio los considerarían dignos,
ellos mismos imprudentes se condenaron y dijeronso; Perderá malamente a los
malos, y entregará su viña a otros agricultores. Aprobando su sentencia Cristo
añadió: Luego dígoos que el reino de Dios será quitado de vosotros y dado a una
gente que entregue su fruto; y a ello se refiere también lo que tenían en la boca
los Apóstoles, cuantas veces no admitían los judíos en sus oídos la oración de
aquéllos cerca de Cristo51: Primero convino que el reino de Dios fuera predicado
a vosotros, pero porque os visteis indignos, he ahí que nos volvemos a las gentes.
En fin, como Pablo52 escribiendo a los Romanos afirma, en el delito de ellos,
esto es, de los judíos está la salvación para las gentes. Y debajo: No quiero que
vosotros, hermanos, ignoréis este misterio, para que no seáis sabios para vosotros
mismos, porque la ceguera sobrevino a una parte de Israel, hasta que entrara la
plenitud de las naciones. La ceguera de Israel consistió sobre todo, en que, a
quien deseaban con todos los votos, en quien colocaron la esperanza de su
salvación, a ése presentándose no le reconocieron, sino tenido por enemigo lo
crucificaron. Así, pues, de aquel árbol en el cual se corrompió una vez la en-
gendradora de Cristo, la república de los judíos, nació que la plenitud de las
gentes entrara en la Iglesia, esto es, que las gentes recostadas en Cristo y dota-
das por él con los mayores beneficios, abundaran en todas las delicias; y lo
significa la esposa cuando dice: Debajo del manzano te desperté, esto es, del ár-
bol de la cruz tomaste causa para amarme tanto cuanto éstos se admiran; allí fue

50 Mat. 21,41.
51 He. 15.
52 Rom. 11, 11 y 25.
4«.8 / :N e J P v T
redundare dclicijs, qui ipfum,vt primùm de eo audierür,
atnore comp lex i fu nt,cum à fuis ij s, quibus fuerat p ro mif~
ius,&: a quibus ducebat genus^nonexclufus moáo/ed &
aífedus fueritprabrofa&crudeifcmorte. Naragentium
Eumeni ex impiotate Iudaeornnfccrga Chriftum S¿ ingrati
tudìn.e eñe oríam/acr» teftantur literas, vti canítat ex illa
vinca: èc vinitorum, quibus locata fuera t Chrifti parabo-
la* Nam eam rnox vt audierunt Pharifaei, cumrogarentuc
a Chnfto,quid ipiis de vinitorum improbitatevideretur,
&quoihcuercnt eos dignos efíe fupphciofeipfiimpru-
Mttt. il. ¿entes damnaruntJatquedketunt^N4alosmalèperdct>&:
» vulcani fuatr»lacabitaiijsagricoìis.Quorum fentenriam
J? Chriftusprobans fubiecìt:ldeò dico vobis quia auferetur
Ì> à vobis regnimi Dei oc dabiturgenti facientifru&us eius,
» eoque fpcdatiìludetiam,quodinorchabebantApodo-
»> li T quotieseoriimdeChriftoorationcmad aaresfuasnó
"Jí£hor'tí» admiítebát Iudan.yobisprimùm oportuitpriedicarireg-
IJ. » nuni Dei, ted quia indignos vos erTeciílis, ecce conuerti-
„ muradgentes.Der.tque^vt PaulusadRom.fcribensafnc
Jlúm.ii,,, ; mattilorumJideft?iud3EOrum delido falus eft gcntibus,
„ Et infrà,Noio vos ignorare fratres my fteriumhoc,vt non
„ fìtis vobis ipüsfapientes,quiacaicitasex parte comigit in
,3 Ifraél,donecp3enitudogentium intraret. Caecitas autem
„ ifraelis in co maxime evritit, quòdquem omnibus opta-
„ bant vo-tis, inquem fpenTÍalutis collocauerunt fua;,eum
prxfentem non agnouerunt, fed pro-ho ite habituniin
cruccm egerút Igitur exea arbore,in qua fernet corrupit
genitrix Chriflì ludíeorum Reípubiica,nacum eft,vt pieni
tudo gcndutn intra retln Eccieiìam^id eft, vt gentes Chri-
ilo irmixa?, &ab ipfo maximis-beiiefieiis arreda?delieijs
omnibus circufluerent,idquefignificat fponiacumdicit,
Sub arbore malo excitad te^id ed y ex arbore crucis caufany
fumpfiilivt me tantum amares, quantum ifti admirantur^
429 CANTAR DE LOS CANTARES

corrompida tu madre, esto es, porque allí, a saber, en aquel árbol, esto es, en
aquel hecho impío y cruel la república de los judíos que te engendró fue co-
rrompida y violada. Por eso se hizo indigna de tu benevolencia y gracia, de
donde justamente la abandonaste, me abriste una entrada para entrar a tu
amor. Y para decirlo en una palabra, porque el pueblo de los judíos fue co-
rrompido en aquel árbol, por eso te desperté para amarme, y de la misma
fuente manó mi dignidad y se derivó la ruina y calamidad de aquel pueblo.

Se sigue: ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo, porque
el amor es fuerte como la muerte, duros como el infierno los celos, las sus brasas son
brasas del fuego de Dios. Muchas aguas no pueden matar el amor, ni los ríos lo
pueden anegar. Si diere el hombre todos los haberes de su casa por el amor, despre-
ciando los despreciará. Esto algunos atribuyen a la esposa, para quienes trata
con el esposo que persevere en su amor. Pero más rectamente juzgan los que
piensan que es dicho por el esposo. C o n estas palabras Cristo anima a la Igle-
sia evangélica, liberada ya del ataque de sus enemigos y constituida en la suma
claridad y gloria ante los ojos de todos, para que nunca remita su estudio de
honrarlo y amarlo, y para que se conduzca así en el amor, que evite todas las
ofensas por mínimas que sean; que él, en pecando algo en ello, lo llevaría con
más severidad por cuanto la adornó con más riqueza. Pero le anima a esta dili-
gencia de amor muy convenientemente en este lugar. Porque antes se habló de
aquella edad de la Iglesia, cuando casi todas las gentes la vejaban, y hablando se
había llegado al tiempo, cuando cambiadas las sentencias y convertidos los áni-
mos a la paz, no sólo quitaron los odios inveterados contra ella, sino también la
obsequiaron con eximio culto y benevolencia; por eso la misma consecuencia
de las cosas pedía, que se hablara algo de lo que se siguió después de aquellos

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O CT A V V M. 419
i!?t corrupta eftm4rertmtid eft\quia ibi in illa fcilicer arbore,
hoc efi\in ilio fa&o impío & crudeli refpublica ludasorü,
quse re genuir,corrupta & violata efLNam eo indigna ef-
fe&a efttuabeneuolentia a t i g r a d a , ex quoiuñeillade-
feruiítlac mihiaditumpatefecifti, vtintrarem ad amore
tuum. Et vt vno yerbo dicam, quia populus Iudaeorum
corruptusfuitinilìaarbore,idckcò ego füfcitauitead me
amandum:&: ex codem fonte & mea manauit digní tas,6¿
illius populicafus atquecalamitas deriuataeft. Sequitur.
Ponemel/t ftgriÁcdumfHper cor tuum y irtfignáculum fxperbrd-
chiutn tuum, qitiafortis eílyt mors diteófio, dura eü ytinfernas
¿malario: lampada ignis lampaáes etus atejueflammarkm : rf¡p¿e
multa non porueruntextmgiterecharitatem, necflumina ohruent
Mam. Sidsderlthomoomnem{ubflantiam¿omus}H<x, pro diUElio-
nequaft nihddefpiclet eam. Hoc quidam trìbuunt fponía?,
quibus agit cumfponfo, vt in fe amando perfeuerer.Sed
re&ius iudicantquiabfponíodici arbitrantur. Nam his
verbis Eccleílam Euangelicamabimpugnatione hoftiü
fuorumiam l i b e r a t a m i in fummaclaritate atque glo-
ria in oculis omnium conítitutamhortatur Chriftus, vt
ftudium colendi atque amandi nunquam remittat : vt*
que fe ita in amore gerat,vt vitetomnes quamuis mini-
mas offenfiones: fe enim,vbi quid in eo peccatum fuerir,
eò laturum grauiùs,quò ipfam amat ardendus : & eò ani-
maduerfurum feuerius,quo ea ornauir cumularías. Hor-
tatur autem eam adhanc amandi diligentiam conuenie-
tiisimèinhocioco. Namquoniamiuprà deea Ecclefla;
di&um erat astate, quando eam omnes ptopè gentes
vexabant, &: dicendo ad id peruentum fucrat tempus,
cum mutatis fententijs, oc animis ad pácem conuerfís
odia illa inueterataaduerfus ipfam non íblumdepcílie-
runt, fed etiam eximio illam culm atque beneuoientía
proíequutae íiint :idcircò ipfa rerum coníequentia pofee
bar.»
430 CANTAR DE LOS CANTARES

tiempos, esto es, que se dijera algo del reino de la Iglesia liberada de las perse-
cuciones, y del principado civil que, comenzando en Constantino, emperador
de los romanos, llegó hasta nuestra edad no disminuido, para seguir adelante
cuanto Cristo concediera. Nada pudo decirse que fuese más apto para esta
edad tranquila de la Iglesia y floreciente en el poder civil, que avisarla, para
que, engreída por el feliz resultado de sus cosas y olvidada de sí, no remitiera
los prístinos estudios de su piedad para con Cristo, y, mostrándose soberbia,
permitiera ser vencida por el lujo, por la avaricia, por la dejadez, por vicios se-
mejantes. Lo cual así está hecho por la naturaleza de los hombres, que las cosas
adversas los mantengan en oficio, las favorables y hechas a voluntad los hagan
inanes y los disuelvan en el lujo.

Así, pues, con esto Cristo la amonesta una y otra vez con gravísimas pala-
bras, diciendo así: Ponme como sello sobre tu corazón. Como si siga: "porque
has sido liberada de la esclavitud y de la opresión de los tiranos al reino y a la
mayor claridad de nombre; porque por mi preocupación se hizo, que nadie
quede que se atreva a serte molesto, no por eso debes pensar que te es lícito
tratarme más olvidadizamente. Mientras más vacía estás de otras preocupacio-
nes por mi beneficio, tanto más diligente y estudiosamente te entregarás a mi
amor y culto. Lo primero, porque lo debes ya que has sido dotada por mí con
mayores beneficios; después, porque tienes necesidad, pues te encuentras en
mayor peligro que antes, si no te previenes. No debes pensar que no hay nadie
que aceche a tu virtud, si los enemigos externos han sido quitados. Esta tran-
quilidad de que disfrutas, esta gloria de nombre en que abundas, este reino que
obtienes fácilmente, si no te previenes, te arrojarán del estado de piedad per-
fecta". Por lo cual aviso, proclamo, denuncio antes: Ponme como sello sobre tu
corazón, como sello sobre tu brazo. Digo, "llévame fijo en el pecho, nunca apar-
tes los ojos, piensa solo en lo que pertenece a mi honra y mayor merecimiento.
4jí> I N C J<P V T
bat,vtdeeo,quodpoñ ifla temporafequutum eft,dicc-
retur aliquid,id cft,vt diceretur aliquid deEcctefiaj à per-
fequutionibus liberata regno,&;priacípatu ciuili,qui prin
cipa-rus in Conftantino Romanorum Imperatore inci-
piens vfque ad noftram #taténon parùmimminutus per*
uenit vltcrius procefFurus, quantum Chnítus canceífe-
rir.Nihilautem dicere potuir, magis quod aptQ eíTet hute
EcclefiíB astati tranquilla^ in ciuiii poteítace floretis,qua
vtadmoneret iila,ne rerum fuarum fcelid elara íuccelíb¿
fuiqueoblitapriíiinafu^ergaChriílumpictatisñudiare'*
mkteret¿acfe fuperbè efferens vinci permkteretà ÌUXIÌJ
ab auariria,à deiìdia?àfimilibus vitijs. Quòd ita natura
hominum comparatimi fitjVt eosresaduerfa: in officio
contineant, fecunda? &; ad voluntaren! ñuentes inani-
tereríerant,ac luxudiffoluant.Hoc igituripfamChriftus
grauifsimis verbis iterùm atque iterùm monetile dicens^
Tonemeyr'fignaculum/uprÀcor faww, Quail dicat. Quòd à
feruitute, ¿¿ opprefsione tyrannorum in regnum vindi-
cata fis,&: in maximam nominis claritatcm : quòd mea
curafaótum fit,vt,quitibimolefhis eiTeaudeat, nemo
iìtreliquus:nonideòputaredebes,remiiHùs agerc licitü
effe tibí. Qnò magis ab alijs curis vacua cs meo benefit
ciò , eò diligentiùs atque ftudioilùs meo amori atque
cuhui vacabis. Primùrn quia debes , q u ò d maioribusà
me fis affe&a beneficijSjdeindè quianeceífehabes: ve#-
faris enim nifi prouideris in maiori, quàm antea peri*,
culo. Non cium fi hoiles externi fubiati funt, exiftima-
re debes, qui tuse virruti infidietur,efreneminem,H2ec
tranquiiiitas, qua fruerìs > ha?c nominis gloria qua cir-
cumfluis, hoc regnum quodobtines facile te, nificaue-
ris , deftatu perfeclse pietatis deijcienr. Quare moneo,
edico, ante denuncio, Pone me^t fignacuimn fuprà cor
'twm9ytfìgn4culitmfu$tr brachìami ##2»,Mea inquam^in
pe&ore
431 CANTAR DE LOS CANTARES

Cuida de que no cambies mi beneficencia en licencia; cuida de no pensar, que,


porque te amo efusivamente, por eso te son lícitas por mí todas las cosas; antes
al contrario, porque te amo, quiero que sean observadas por ti con más dili-
gencia. Es amor celoso, y ningún aspecto es más impotente que los celos; es
fuerte como la muerte, duro como el infierno, más ardiente que el fuego, sus
brasas son brasas de fuego y llamas. Por lo cual mando que cual te mostraste
en tus momentos tempestuosos, tal te muestres en los favorables fuerte, inven-
cible, muy amante de mí".

Esto es lo que se añade: Muchas aguas no pudieron matar el amor; ni los ríos
lo pueden anegar. El nombre de aguas en estas letras se traslada para significar
las mayores calamidades. Y lo que se añade: Si diere el hombre todos los haberes
de su casa por amor, despreciando los despreciará, para que el sentido sea, mu-
chas aguas, esto es, cosas adversas soportaste, no pudieron extinguir tu caridad
para conmigo o destruir la piedad. Luego si el hombre diere todos los haberes de
su casa, esto es, si le fueran dadas ayudas y copias, cuantas mayores pueden dar-
se, despreciando las despreciará, esto es, debes despreciarlas y no darles impor-
tancia, que pienses que por ellas algo deba disminuir de mi antiguo amor; no
pudieron los males extinguirlo, ¿por qué lo extinguirán o disminuirán las cosas
venidas a deseo? Avisa, pues, con esta oración Cristo que la Iglesia, floreciente
por la dominación externa, no permita caer de la felicidad, y así amonesta que
calladamente indique que algo de siniestro sospecha y predica de ella. Los que
avisan tales cosas, son inducidos a avisar porque están en las sospechas de ellas
y los angustia con temor; el que previene, teme, pero el temor nace del pen-
samiento de un mal venidero; y así, hay bajo este aviso una predicción de
languidez y decaimiento de todo género de virtudes en la Iglesia, después que

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o e r AVV M. 4M
pe&ore rkumgere,nunquamremoue aboculis, quòd
adrne colendum & ampliùs demerendum peitìnet, ià
vnum cogita. Cauene meam beneficentiam in licen-
tiam vertas ; cane putes, quia te diligo .-effìgie, ideò
omnia tibi per me licere, contrà potiùs quia te amo,
obferuari abs te diiigentius volo * Eft enim zelotypus
amor, zeiotypia porrò nullus eft impotemior affe&us,
fortis eftvt mors, durus vtinfernus, igne ardentior,lam
padeseius lampades ignis atqj flammarum, Quare iu-
bco , qualem te in turbidisexmbuifti rebus tuij», taicui.
in fecundis te exhibeas fortem,inuicìam, mei amantif*
fimarn. Nam hoc eft, quod fubijcitur. *4cpz muits non
pQtucritnt extingaere ch¿r¡t¿tem, neqtteflum'maobruent tilatn,
Aquarum enim nomen in his literis ad máximas caìa-
mitatesilgnificandas transfertur,&;quod additur,/?^-
derit hoìpa amnem jubflanttam domas fn&pro dikftions tan-
quám nihilumdefpkict c¿tmy vt fenfusUt j aqua; multas, ià
eft, res aduerfa;, quas pertuhfti, non potuerunt tuam
erga me aot charitatem extinguere, aut obruere pietà-
tem-, Ergo,fi dederit homo omnem ftibfiantidm dontusfttx, id
eft, íi opestibi darse fìnt &:copia?> quanta; máximas da-
ri ipo^unt$tanquammhiium defpìcicteam,hoc eft, defpice-
re eas debes ac non tanti faceré, vt ob eas aliquid de pri-
llino amore meo minuendum pntes: mala non potue-
runt extingaere , cut extinguant > aut minuant res ad
votum fluentes ? monet ergo hacoratìone Chriftus ex^
terna dominatone florentem Ecckiìam , ne fé decipì
, à foelicitate patiatur, atque ita monet, vt tacite indi-
cctfe aliquid finifhi fufpicari atque augurati deilia.Nam
qui talia monent, ab co, quod in eorum fufpickmibtfá
verfaturj& eos rimore angít, inducunturvt moneant,
qui enim cauet, timet:timorautem ex opinione oritur
mali impèdetis; fubeft itaque in hacadmonitione futura?
in
432 CANTAR D E LO S CANTARES

consiguió el principado terreno, y la tal muy verdadera ciertamente, lo que


probó el tiempo. No puede decirse cuanto haya decaído de aquella prestancia
de antigua caridad. Lo cual también Cristo lo predijo diciendo53: Y puesto que
abundó la iniquidad, se helará la caridad de muchos; y Pablo más abiertamente
diciendo54: El Espíritu predice manifiestamente que en los últimos tiempos algu-
nos se apartarán de la fe, atendiendo a los espíritus del error; y en otro lugar55: Y
sabed esto, que en los últimos tiempos vendrán momentos peligrosos, y los hombres
se harán amantes de sí, deseosos, enardecidos, soberbios. Y Pedro de manera se-
mejante56: Primero sabiendo esto, que en los últimos días los ilusos caerán en la de-
cepción andando según las propias concupiscencias. Y así, esta oración contiene
un manifiesto aviso y una tácita predicción, y abarca todo el tiempo de la Igle-
sia, que corre desde el emperador Constantino a estos tiempos.

Y lo que se sigue: Hermana es a nos pequeña, y pechos no tiene ella; ¿qué ha-
remos a nuestra hermana cuando se hablare de ella? En lo que la esposa trata de
la colocación de su hermana ya nubil, pero poco elegante, o consigo misma o
al menos con su esposo, en ello se dicen las cosas que pertenecen a las que
ahora son hechas en la Iglesia. Bajo la persona de esta hermana pequeña y po-
co destacada en la forma, de cuya colocación la esposa se dice que está preocu-
pada se significa la conversión poco ha hecha a la fe de Cristo del orbe encon-
trado por las navegaciones de los españoles, y de sus islas. Pues algunos
doctores hebreos lo vieron del mismo modo que lo transmitieron, que cierta-
mente es significado aquesto con estas figuras. Escriben que estas cosas son di-
chas de las gentes que se han de traer alfinde más allá de los ríos de Etiopía al
Señor, cuya mención grande hacen los profetas Isaías y Sofonías57. La cual gente es

53 Mt. 24, 12.


54 I Tim. 4, 1.
55 II Tim. 3,1.
56 II, Pet. 3, 3.
57 ís. 19;Sof. 3.
4*¿ IN C J P VT
iti Ecclefia ex co poftquam priacipatum lerrcnum adepta
tñ, in omnigenere virtutum remifsioniis atquelaguorís
prcedi&í o,.caque certe, quoítettefitusprobauir, nirnis ve~
ra; Dici cni ai non poteft quantum, üt rcmiífumdeiUaan
tiqux charitarispíadiamia, Qupd& Chtritospredixit fu-'-
Mattia. turüdicens.EtquoniamabunáabidniquÍras,refrigefcet
iM ítm. iiiultorum chariias;6¿ Paulus-apertms^pirkusjinquiens,
4. „ manifeilèprgedici^quòdinnouiisimis temporibus dííce-
;3 dcntqtüten àfideattendentesipiritibus erroris: á¿alio
2M l'irn, in loco.Hocautcm feito^quòdin nouifsimistemporibus
3- .., inllabunt tempora periculofai&: erunthomines fe ipfos
i.Pff # Í,? amames^cupid^elati/uperbUEt Petrus íimiliter. Hocpri
,,. mura fckntes,quòdvenicntm nouifsimis dkbus in dece
„ ptioné iüufores ìuxtàpraprias coneupifeentias ambulan-
„ tes. Itaquehaíc oratto&: manifcftamadmonitionem co-
tkiet,& tacitam pracdidiarLcmj&LíotumiliudEccieíiacté
pus compieiiirur^quod a Coftaanino Imperatore ad haec
vfque tempora efñuxh.Quodautem fequítur,Sóror najlra
pam * ia efl&ybera n on habet. Qutdfaciemu$fQronnoflr¿ in die
quando álloq^enda ejììlxi quo fponfa de fororis fux ìam nubi
liSjfedparùmelegantis collocationeaut fecumipfa agit,'
aut cnm fponfo certe fuo in eo earfícuntur,quíradilla per
tinent qu£ nuncperagunfur in Ecckfìa.,Nam fub perfo-
na huiusforori&natumirtoris, &:parùm forma praeftan-
tisvcuius, decolloctfionefponfafollicitari dìcitur, mul-
ti figmficantarrpopuli atque gentes longè à noftro or-
be remora: ad Chriftumadducendaenoua quadamEuan
gelij tradcndL radane ; ho e eu^fignificatur Hüpanoruav
nauigationibus-reperú orbis , eiufque incolar-ü ad Chri
ni fidem nuper .&&». conueriìo. Id enim. certe his iìg-
nificari figuris Hebraei quidam Do clores viderunt quo^
dammodo ac tradiderunt. Scribunt enim hsec dici de
gente vltra flumina AEthiopi^e ad Dominum tandem
addu*
433 CANTAR DE LOS CANTARES

ciertamente esta misma que decimos. Se preguntan, pues, entre el esposo y la


esposa cuándo llamarán a estas gentes a las nupcias espirituales, exponen qué
habrán de hacer ellas y por qué las busquen.

Porque, dice, pequeña es, y pechos no tiene, esto es, porque es débil y carece
de los pechos de la recta institución y doctrina. La debilidad de ingenio y la
maldad de costumbres y los defectos de la recta institución parecen obstar mu-
cho a la recepción del Evangelio; pues ello, como lo sembrado en buena tierra
da fruto muy rico, así lo confiado a una tierra inepta y llena de sentidos apro-
vecha mal. Y sanamente esta gente tenía todos estos males, y así daba menos
ricos frutos que antes dieron las gentes, a quienes al principio de la Iglesia se
anunció el Evangelio. Nuestra hermana, dice; llama a aquella gente su herma-
na, porque la había de llamar a la sociedad del mismo cuerpo y a la comunión
del género celestial. Pequeña es, a saber, en la agudeza de la mente para prever
qué pide el derecho, y en las fuerzas del ánimo para obedecer lo que manda la
recta razón, cuales consta que somos todos los habitantes de esta nueva ciu-
dad. Y no tiene pechos, esto es, carece de doctrina con que pueda alimentarse. A
causa de su debilidad de mente no conocían, imbuidos de instituciones y leyes
dieras, el mismo derecho de la naturaleza en muchas cosas. ¿Qué haremos a
nuestra hermana cuando se hablare de ella?TL$to es, ¿qué haremos cuando haya
de ser llamada a las nupcias celestiales del cordero? ¿Cómo la persuadiremos?
¿De qué manera llevaremos su ánimo rudo e inepto en tantas maneras para
contemplar la luz de la verdad, a que quiera asentir al Evangelio? Esta cuestión
y pregunta indica la dificultad que hay en la cosa de que se trata. Tuvo la con-
versión de los indios a Cristo gran dificultad por varias causas: lo primero, por-
que se ignoraba incluso si existían; después, porque no podían los doctores del

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O C7J VV M. 43j
adducenxk-,emus magnamcntio fitabEf¿ia &: Sophonia $oj>h. 3.
prophetis. Qua:certe g£s hsecipfajquà dicimus,eít,Quae- Efai.i?.
rum ergo fponfus S¿fponfainterfe quando ad fpiritua-
ksnuptiashanegentem vocabunt,quidipíis faciendum
fir, &; cur quasrant exponunt. Quia.•» inquit, J*#rmlacfly
^*^bera non h*bet, id eft, quia imbevila eft,S&re&£e-in-
fíimtionis atquedo&rina; carct vberibus.Nam ingenij
imbécillitas,6¿ morum prauitas, & r e f e iníÜtutionis de-
fe&us multum obftare videntur euangelio fufeipiendo,
id enim,íicuti inbona fatum tetra fru&um edir vberri-
murn,fie inepta; eommifl'umacfentibusplen32 male pro*
ueniu Et £ànè ifta gens ijs omnibus malis laborabat,ita-
que minusvberes fru J dustulit,quaiaoitmtukruntgen-
tes , quibus principio Ecdeílaíannuntiatumeft euange-
lium. Sóror ì inquit y noftra, eanvgentem foro rem fuam no
minat, quod ipfam vocatura erat ad eiufdem corporis
£ocÍetaremvS¿ ad cseleftis generis communíonem. Car-
nula efl. Mentís fcilicet acumine adperuidendum quid
ius poftulat, Òù animi vinbus ad id obeundum , recia
quod ratio, pr&cipk, quales eíTeomnes huiu-s noui or-
bis Íncolas conñzt. Ktl>bera non habet^ácñ', do&nni ca*
ree, quaalipofsit, Nam-propfer mentis Ipíorum ímbe-
cilhtatem ipfum ius naturas mukis- in rebus non acrco-
fcebant ferinis imbuti inflitutis ac legibus -Qrtd facit*
fnnsforon nojìr& in die quando alìopuenda-eftì id eft, quando
vocanda eri ad caìleftes agni nupt»as quid agemus?quo*
modoilli perfuadebimus? quaratione illiusanimumm-
dern; & totrnodis ad veri lumen contempSandum ine-
ptum inducemus adìd9vt euangelio aflentiri vchtì-Hxc
enim quaeftio atque inquilino difìkuitarem ineiìè in ea
re, de qua quamrur, indicat. Habuit autem Indo;um
ád Chriftum conuerfio diffìcultatem maximam plurres
<ob caufas,primùm quiavtrùm omninòeíTet ignoraba-
Ee tur,
434 CANTAR DE LOS CANTARES

Evangelio llegarse hasta ellos sin gran dificultad, y peligro; por último, porque
ellos son de ingenio pequeño y de ánimo leve y muy malamente formado. Así,
pues, para indicar estas dificultades la Iglesia evangélica pregunta qué consejo
tomar, cuándo llamará a esta gente al comienzo de las nupcias con Cristo. A la
cual cuestión la misma esposa se responde o, como quieren algunos, el esposo
responde, diciendo así: Si hay pared, edificarle hemos un palacio de plata; si
puertas, fortalecerémosla con tablas de cedro. Las defensas de plata añadidas al
muro lo adornan, y de manera semejante las hojas de las puertas revestidas de
tablas de cedro son más hermosas, y en ambas cosas usados y añadidos ador-
nos exteriores con arte, no solo aumentan el decoro innato, sino también lo
que por naturaleza faltaba o era malo, velan y lo ocultan. Así, pues, dice Cris-
to que, cuando llegare el tiempo de la conversión de las gentes, de quienes se
trata, lo que en ellas falta o es malo se ha de corregir con el arte, o al menos di-
ce que todas las dificultades surgidas, en parte por la condición y costumbres
de las mismas gentes, en parte por la lejanía de las regiones que habitan, han
de ser vencidas por él con particular razón y providencia, y declara cómo se
hará ello con dos diversas matáforas, que si ordenadamente explicamos, nos
declararán los ingenios de las gentes y toda la razón de su conversión a Cristo.

Lo primero, de esas gentes unas son fieras e incultas y muy pertinaces en lo


que una vez les agradó o les pareció, a las cuales rectamente llama muro, a causa
de la dureza indomable por cosa alguna del ánimo y de las costumbres de ellas.
Pero otras son tan fáciles por naturaleza, que sin dificultad las llevas a donde
quieras, y son ellas abiertas y simples y de ingenio candido al principio y manso,
y así las asimila a la puerta; sin embargo emplea muy convenientemente a la na-
turaleza de ambas o al menos confiesa que empleará las cosas que más le con-
vengan, para que las defensas adecenten el muro y las puertas de cedro adornen
la entrada. Después, estas gentes así recibieron nuestra religión, que a causa de la
434 / N C A P VT
tur, deindè quia non nifi dtfficiilimè èc pedculonYsimè
ad eos adiri ab Euangdij Do&oribuspoterat: poitremò
quia ipiiparuo ingenio funt& ieui animo ac prauifsimè
inftimto* Eas igitur difficuitates vt íubindicet Ecdefia
Evangelica, quid confili) capìat quxrit,quando eam gen-
tern vocabic adineundascum Cnriiìo nuptias. Cui qua:-
iiioni aucipfafponiafibiyautjVtnonnulU voìunt, fpon-
fus reípondetjira dicens, 5/ murus eji éidifiemusjupertumpro
pugnACuLt argentea '.fi oftiìimcompingamits Uiud tubuliscedrmis.
Muro addita propugnacela argentea ipfum ornarit, Se
fìmiliter fores tabulis eedrims coraicftitx pulchriorcs
fuat>&: in vcroque externa ornamenta arte adrùbita èc ad
iuncta, non folùm innatum decus augent, Ccd &c quod
natura a ut deerat,aut pi-auum erat 3 celát S¿ occultant«Ait
ìgiuurCunaus, cùnei earumgentium, de quibus qmeri-
tur,conuerfioais rempusaduenerit,quod in-eis autde-
ca, aut prauum e il, arte corrigendum eÜCjant certe dici t
otnnesillas diíücultatesortas,partim ab ipfarumgétium
conditione atque moribus, partimi longinquitate regia
n um.quas incoiun^peculiari ratione ac prouidétia à fé ef-
feüiperandas3idque quomodoiìt fadurus declarat, dua-
bus diuetfis metaphoris,quas il ritè expendamus, earum
gentium ingeniadcdarabuntnobis,&: totani earundem
ad Chriftumconueriionisrationem.Nam primo earum
gentium alia;funtfera2omnino&(: inculta;, & i n e o q u ò d
fenici ipfis placuit vifurnve eu\nimiü perti naces, quas re-
d é appellat^murus,propteranimi ipfarü ac morum duri-
t k m nullis rebus domabile. Alia; vero font vfq;eò natura
faciks,eas vt nullo negotio ducas quocunqj velis, funtq ;
aperta esedem <S¿ Íimplíces6¿ ingenio irnpdmiscadido ac
mitbbasitaq? afsimilat oftio,vtrifq^ameconfentaneè ad
ipfarü natura eaadhibetaut certeproñtetur fe adhibiturü
efíe,quaj maxime ìpils conueniant, vt murum propugna-
cu la
435 CANTAR DÉLOS CANTARES

debilidad de ingenio y de naturaleza de ellas no aprovecharon mucho en los


institutos de piedad, pues hasta ahora no dieron los documentos de santidad,
que dio la primera iglesia; nada en ellas vemos eximio o raro en este género, y
así, atestiguan que son cristianos más en el culto externo y en los ritos que en
la perfección y piedad interior del ánimo. Lo que también se declaró con estas
semejanzas: las defensas añadidas al muro y las hojas sobrepuestas a la puerta
son adornos externos y advenedizos. Por último, en la conversación de estas
gentes a Cristo se empleó una fuerza, pues no se les anunció el Evangelio, co-
mo antes era anunciado por hombres inermes, sino armados, o al menos aque-
llos a quienes defendían hombres armados les entregaron la doctrina de la pie-
dad, de la cual cosa también hay una significación y predicción en aquellas
metáforas, pues ni las defensas pueden ser añadidas al muro ni las hojas de ce-
dro hacerse sin hierro y fuerza58. Y porque toda la fuerza de la tal se distanció
largamente de aquella primera Iglesia Evangélica formada de entre las gentes,
puesto que por propia iniciativa y suma ligereza de ánimo siguió a Cristo, ello
la esposa considerándolo en el ánimo, la esposa que ahora hace la persona de
su iglesia, pues lo recordó al hacerse mención de la hermana, se alegra de lo
que creyó placentero a Cristo por propia iniciativa, y dice: Yo soy muro, y mis
pechos son torres; entonces fui en sus ojos como aquella que halla paz. Como si di-
ga, cuando encontré la paz en tus ojos, esto es, cuando dejada la impiedad vol-
ví a la paz contigo, yo misma fui muro, esto es, para dejar la impiedad y querer
honrarte con fe y amor, ninguna fuerza me llegó, yo misma por propia iniciati-
va llegué a tu fe. Y mis pechos fueron como torre, esto es, los pechos de las virtu-
des que me adornaron estaban en mi cuerpo, no eran traídos y añadidos solo
externamente, pues no era adornada de culto externo solo, sino mucho más

58 Visión completa del problema: las dificultades evangelizadoras contra la opinión de Las Casas, y la
improcedencia conquistadora apoyando la opinión de Las Casas.

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O £ T A y V M. 435
Cala d e c e n t e oftium ianua? cedrinas ornant. Deindè h#
gentes ita religione fufeeperun t noftram, vt prop ter ipfa-
rum naturas atque ingenijimbeciliitarem in pietatis iníU-
tutis nonmuitñprofecerinr,nóenimhaci:cnusea fan&i-
tatis ediderunt documenta,qua: prima olim Eccleíia edi-
dir, nihüinülis in hoc genere rarum aut eximium con-
fpícimus, itaque magis externo culta atque ritibuSjquàssi
interiori animi pktate ac petfe&íone Te ChriíUanos e£
fe teftantur. Qupditem declacatum eft fumlitudinibus
iftls : mmpropugnacula muro addita, 8¿ o ilio fores ad-
pofitíeyexterna funt &: afeititia ornamenta. Poítcemo in
iftacum gentium ad Chriftum eonuesíione vis q.usedani
eftadhibita:non enim euangehum iílis annuntiatumeuv
Vt olim annñtiabatut per inermes homines, fed armati,
.aut certe ij, quibus armati nomines prandio erant 3 pie-
tatis dodrinam ipíls tradiderunt, ctiius etiam rei q u i -
dam figni&catio atque prxái&ioinijsmetaphorAsineíl,
nam ñeque muro addipropugnaeuÍapofíunt,neque ce-
drai a? fores confici fine fcHO-atqíVÍ.Et quia eiufmodí ora
nis vislogè abfuit aprima Mia è getibus colleda Ecclefia
Euagelica,vt potè qua fuá fpóte aefumma alacritate ani-
mi Chriftumeft fequuta,id fponfa?quae ciusEcclefizenüc
perfonam gerit,in animo verfans y nam id ei in memoíia
reduxit faáta fororís mencio, (ibi de c o , quo i fponte fuá
inCbriftumcredidk,placcns fibi gratulaturac dicir. Ego
nturus » &ybcya mea pe»: turris > ex quo fatta jum coram ea
qutfi pjcem repeñens. Qua& dtcat, quando in oculís tuis
paeem reperi, ideft , quando deferta impietate tccrwn
inpacem redij, egoipfamurus fui,hoceft, vt impiera-
tem defererem,¿ te fide6¿ amori colerevcliem , nui-
la mihi vis illata íuit> ipfa ego mea fponte in ruam fi-
dem concefsLEr"ybtra mttfu&untpetit turrisjd e^quae me
ornarunt virtutü vbrra corpori meo incrant, nó externé
Ee 2 tantum
436 CANTAR DE LOS CANTARES

destacaba en bienes interiores de ánimo, los cuales me hacían rica; ni solo apta
a mí misma, sino también muy útil a otros muchos. Y con estas se significó la
presente edad de la Iglesia. Las que después siguen pertenecen ya para signifi-
car su último tiempo, que está inminente al parecer. Lo que consta bastante de
las predicciones de los profetas y los escritos de Pablo y la tradición eclesiásti-
ca, que anunciado el Evangelio a todo el orbe, y metidas todas las gentes en la
Iglesia, en el último tiempo del mundo y de la iglesia los judíos se han de con-
vertir a la fe de Cristo, y convertidos ellos el mundo se acabará. Así Lucas es-
cribes?: Y seré despreciado por las gentes, hasta que se cumplan los tiempos de las
naciones.

Así, pues, sobre ello son las que siguen: Tuvo una viña Salomón en Baal-
Hamón; entregó la viña a las guardas, y que cada cual traía por el fruto mil mo-
nedas de plata. La viña mía, que es mía, delante de mí; mil para ti, Salomón, y
doscientos para los que guardan su fruto. Con la alegoría de la viña según la cos-
tumbre de las Escrituras60 describe la república de los judíos; y compara su an-
terior estado, que se refiere a la perfección de todas las virtudes y de la religión,
con su futura condición en las mismas cosas; dice que, convertidos los judíos a
Cristo al final del mundo, la Iglesia y convento de ellos dará frutos más ricos
de virtudes que antes daba, pero lo dice abierta y precisamente. Para significar
estos dos estados de la república de los judíos, hace mención de dos viñas, de
una plantada por Salomón y entregada a los viñadores, de otra plantada y cul-
tivada por sí, y antepone esta última a la primera, declarando en ello que los
judíos, además de que antes estuvieron bajo la tutela de Dios, de nuevo esta-
rán bajo ella. Y que no solo estarán, sino lo harán en mejor condición. A quie-
nes Dios en el tiempo antiguo, antes de que naciera Cristo, honraba por sus
ministros, a esos nacido Cristo cuando los introduzca en la Iglesia por el mis-
mo Cristo, los honrará cuidadosamente, y como se dijo antes, los dotará de
grandes bienes de ánimo61.

59 Lue. 21,24.
60 Is. 5.
61 No podemos menos de notar la insistencia de fray Luis sobre el punto de los judíos; recordemos
que en este comentario latino dirigido a doctos nada más, el autor se podía permitir cíenos lujos.
43* / N QATVr
tantum addita &adiü¿ta erant, noncnyos externo tanta
ornabar cultu >fed multò magis interiodbui .animi pras-
ftabamboni«,quiemebona Mberem reddebant : nec fi»*
lùm mibüpíi aptam,fed Ocraultisalijs vaíde vrilem. A t ^
his^rcefenì» EccLdw astas lignificata eft, Qux aurem mox
fequuntur ad vlttmum eiufdem tcmpus,qüod¿vt.apparef,
iam imminctfìgnificandum peninent. Nam quodjè vat-ñ
pra;di¿tioíiib.usJ&: Pauli feciptis, S¿ EccJefiaítica tradirio-
nc -fatis conftat euangelio toro orbiannuhciato^omnibuf
que gentib us in Eccieiìam intromiÍMS pò iberno Eccleíl^
ac mundi tempore ladaei ad fide ChoÜi conuertédifunt,
inique conueriìs müdus finiendusita emmXAicasícribít.
X«G 2. w £L conculcabituràgentibuSjdonecimpieantur téporana
*> íionum.De eoigíturruntjqasefequuntur.vmc^if/rfa^cjí
in ea^u^liabiet [topttlosytr4.didií edcuáioébus'.y/yaffert pro fruMu
éixs mille árcenteos Vinto, men coram me e]}}m'tìle tilnj}acific<>&
ducerai his,c¡McuftQÍiumfritftum£M$i$2im vinee^ allegoria t e
Bfti.fr -publicara Iudarorü cóíueto feripturaminore.defcnbit:&:
cius ñatü praitecitü, quod ad religionis ac virtutü omnia
perfeccioné attinetjCoíifert cu eiufdé eifde in rebus co di-
t o n e fu tura, dici t enijaa couerfisífubinudiánjéadChriftü
ludxis eorfi Eccleiìaatq;cÓu€tu yberiores^qua antea ede
bat,editurú virtutü fru&us/ed dicitinualutè& prarciffè.
Na vt aos Iudseoru Reipublkas duos ftatus fignificet dna
rú vkiearü mentioné facit,alterius à Soiomonc cófitae &:
"vinitoribus tradita^alterius à fe c o n t a i cuitae,hanc4$ pò
ftetiorépriori anteponkjin co declaras Iudseos pt£ter id,
quod oìim fub tutela Dei fuerunt, it£rü Cub eade futuros,
Necfuturosfolùm,fedmdioriconditionefuturòst(^K)S
enim Deus antiquo temporej antequam nafeeretur Chri
àm, per miniftros colebat fuos, eos Chrifto nato quan-
do ia Ecclefìa introducet per ipfu Chriftü acculate coler,
&,qnomodo fupradicliimeft,n3agnis animibofusditabit.
437 CANTAR DE LOS CANTARES

Dice luego: Tuvo una viña Salomón, como si diga, el pacífico, esto es, Salo-
món tuvo una viña, la república de los judíos, que presidió antes Salomón, el
cual representó la figura y la persona de Cristo, esto es, la república que toda-
vía no nacido Cristo sino oculto bajo los tipos y figuras sirvió, y la que no
fructificó sólidamente para sí, sino para sí en parte, en parte para otros. Por-
que la ley vieja de aquellos, que se honraban a sí mismos, no liberaba profun-
damente los ánimos del deseo de las cosas terrenas y caducas; les proponía y
les prometía esas mismas cosas terrenas en premio de la piedad conservada y
cultivada.

Así, pues, ella: La viña mía, que está delante de mí, esto es, la república que
fue mía, otra vez estará delante de mí, otra vez se someterá a mi poder; y ello
será justo, porque es mía, esto es, por razón peculiar unida a mí. De ella yo
nací, y de ella recibí los doctores que me enseñaron para la fe, por ellos fui
propagada a esta anchura, y llegué a la celebridad de nombre; así, pues, mía
porque lo es con tantos nombres como engendradora, como maestra, como
iniciada en las mismas cosas sagradas, porque yo misma la haya honrado an-
tes ocultamente, cuya fe yo ahora profeso abiertamente; así, pues, porque es
mía, estará delante de mí, esto es, alfin,se unirá conmigo, y alfinestará en
gracia conmigo, a saber, con su nacida, y serán convertidos, como predijo
Malaquías62, los corazones de los padres a los hijos y al mismo que yo honro,
también ella honrará, a Cristo Jesús, y lo honrará con mayor fruto que antes.
La admitiré a todos mis bienes, la recibiré en mis senos, y la ayudaré; no sólo
entonces la llevaré en los ojos, sino también ahora la llevó clavada en el cora-
zón, porque me arde en verdad el deseo de su salud. Estas palabras: delante de
mí está, son índices del gran deseo y voto de uno, y así puesto que la Iglesia
evangélica no sólo predice a ellos la conversión futura de los judíos a la fe, si-
no también demuestra cuánto deseo tenga de ello, por eso para significar que
su vaticinio será verdadero y su voto no inane, el esposo tácitamente le asiente y

62 Malac. 4, 6.

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O CTA VV M. 437
AitctgG^wafuttpaafco.Quafi dicat,vinea,qu;e fuh paci-
fico, hoc eft, Soiomoniludxorumrefpublica, cui ohm
Soiomon praefiiit,quitypum gefsit &perfonam Chri-
fti, id eft, refpubUca,quzeChriftonondum inlucemedi-
to,fed fub typis &: figurislatéti feruiüit, quaequenó foiide
ipil frudificauitjfed ipil partim, partim alijs. Quialex vc-
tus corutn,quiíe cokbant,animos àterrenarum 6¿ cadu-
carum cupiditatc rerum non pcnitus liberabat:propone-
hat enim illis atque poüicebatur cas ipfas terrenas res
pro prasmio pietatis feruatae atque eulrar-Ea igitur,>mf4
meayfA& me* ceretm me eft, id eft, ea reípublica,mea qua? fuir,
jterurn coram me erit, keruní mese íubijcietur poteftati;
idque iurefict, quia mea , hoc eft mecum peculiari ra-
tionc coniunda„]Shmex illa ego oughiemduxi,&: ex
ca Dodores ,qni mead ftdem erudieruntjaccepi, ex il-
lis propagata adhaaicamplitudinem, & nominis clarita,-
tem perueni: mea igkur quia efttàm muíris nominibus
vt genitrix, vt magiftra, vteifdem initiata facris , quòd
eundemipfaolimtede coluerit, cui us ego nunc fidem
aperte profiteor, quia igitur mea eft coram me erit ,"id
*^ft, mecum tandem coniungetur,&: mecum fuafciacet
gnata tandem ingratiamredibit,& conuertentur, vtprg
didumeftà Malachia,corda patrum infiíios,& cunden^ „ MaUc.
quem ipía colo, oc illacoletChriftum Iefum , coíerqueMnnu
cum maionfrudu qtiamolim. Nameanvad omnia mea
admktam bona, inñnu meo rccipiam,& foueboipfam,
necfolum tune inocuiis geram, fcdSc nunc cordi infi-
larti geroillam, quodardet profedo^mihideííderio falu
tis ipíuis.^am haxverba,Qor<tmmeeftrmagni cuiufdam
deílderij atque voti funi índices,itaque quoniam cis Ec-
clefìa Euangeiica non íblupiaídicit ludaeorü futura ad fi-
de conuerfioné^íed etia dcmonftrat quatoeius teneatur
deíideriOjideo quo íigrufkctur idieius &c vaticiniü ratum
Ee 3 £¿yo*
438 CANTAR DE LOS CANTARES

así dice: Estando tú en el huertoy los compañeros te escuchan, haz que yo oiga tu
voz. Lo que la Iglesia había deseado y predicho de la futura conversión de la
república de los judíos a Cristo, ello porque no podía ser llevado al final, si el
mismo Cristo no la llamara, por eso aparece el esposo llamándola con estas
palabras, e invitándola a la confesión de la verdadera fe, esto es, aprobando y
ratificando que se hará lo que la esposa había discutido sobre su conversión.
Que habitas en los huertos. Increpa a los judíos, a los que aptamente nombra
con este rodeo de palabras para hacerles recordar sus pecados. La primera en-
trada a la conversión fue puesta en la detestación de la vida pasada, y nadie
puede detestar aquello que no recuerda. Y tráeles a la memoria la vida pasada,
cuando recuerda los huertos en los que se dice haber habitado. La primera ca-
ída del mal entre los judíos comenzó por la idolatría, porque los judíos eran
muy inclinados al vicio, como se colige de los libros de los Jueces y de los Reyes,
y este culto de los ídolos, el que se unían los judíos, se significa en los huertos.

Y así, este nombre muchas veces es tomado en estas letras hacia esta parte
y significación. Isaías63: Serán confundidos por los ídolos a quienes sacrificaron; y
os avergonzaréis sobre los huertos que habíais elegido; y en otro lugar64: El pueblo
que me provoca a ira, ante mi rostro siempre los que inmolan en los huertos. Y de
nuevo65: Los que eran santificados y se creían limpios, en los huertos detrás de la
puerta por dentro serán consumidos a una, dice el Señor. Y así, Cristo que había
de convertir a los judíos a su fe y culto, los llama por aquello en que ofendieron

63 Is. 1, 29.
64 Is. 65, 3.
65 Is. 66, 17-
4Jg IN' CAP VT
òc votum non inane futurum fpanfus ci tacite atitt»ìé,
atqueita dicit. ggdhtbttai-whonts¡.amiciaufcuùant ff, fac
me au(lwc>oGcm tuttm. Qupd enim Bcdefia de futura ki-
d^orum reipublicaiad Chriftum conuerfíone6¿ opeacat
& prsedixcrat, id quia ad exictim perduci nan potetaijCa
niíi ipfcChriftusvocapetjideoinduciturípoñíushisvei*-
bis vocans ipfam &: ad vergfidei confefeiojiem inuitans,
hoc eft;apprabaos & ratiuñ fore decetnens,quod de«us
cóucrfloac ra&iocinabatur Cponù^Q^^ìrasi» hortìs.Cò-
peiÌ3t eaiaa «ludios, quos hac ckeuitione verborum
aptenoniíína^qaoeosmíminiíTefaciatpeccatorum Tuo
ruaa. Mana pritiiusadconucrfionemadituspofitus eftin
4oteibtionevit2Eai>:eada;,dcteftariporròid,ci3ÌQS no*
iìiemkik,nemopofut. Reuocat auremiliis in memoria
antea&am vkairijquando kortoSjin quibus habkaifedici
tar, memoran Nani prima mali labes apud Ludaros ab
idóiatriatnkium accepit, quòd ad vttiuni valde proni lu-
dxi crani,ve è libris Judicum atque Rcgum coiiigkut,ido
lorumautem iscukas,cuifcaddÌccbantIuda:i.,inhortis
%nificatur,itaqueidnomenmeampartematquefign4-
EfttÌA, „ ficationeaiinhis kteris í^peaccijHtut Xfaia&Xonfundea*'
„ tur abidoltSjquibus-facfifica-ueruik^crubefcetis fuper
Ef&u 6%n hortos, quos -eiegeratis: & alio in loco, Populus, quiad
„ iraeundiam prouocat m e , ante faciera meam fempcr
Efai66„ qui immolantin hortts. Et ruríus, Qmfan&ificabarvtac
>t .&c mundos feputabant,inhortis poft ianuam intrinfe-
H cus firnui confumentur, dicit Dominus, Itaquc Chri-
•itus ad fui fidem atque cukum conuerfurus Iudaros ii-
ios de co, in quo vkiofkìimè orTenderunt nominar, vt
memìni0e ìpCos eorum quarpraiaè geflerunt, faciat quòd
forum memoria neceífaria efíet ad agendam poeniten-
tìatn, poenitefltia porrò eos ad falutemcrat Ìntromiflii-
ra : tuna vtquifeitaíiominari vidiíTent fte ab id memi-
nifíent
439 CANTAR DE LOS CANTARES

muy viciosamente, para hacerles recordar de las cosas malas que hicieron, por-
que su memoria era necesaria para hacer penitencia, y la penitencia los había
de llevar a la salvación, para que los que veían que así eran nombrados, y por
ello recordasen su vida pasada, vieran claramente que traídos del error eran ad-
mitidos a la congregación de la Iglesia, para que fueran partícipes de los bienes
celestiales, que ello no era debido a sus martirios, sino dado liberal y benigna-
mente por Dios a ellos. Llama, pues, Cristo a los judíos. Mas ¿qué pide a ellos?
¿Qué? Haz que yo oiga tu voz. Pide que le sigan en el culto de la fe y del amor,
pues la confesión de la boca sigue a la fe del corazón; así, pues, de lo que es
después y consecuente declara lo que antecede. Así, pues, pide que cante algo
con que atestiguar su amor para él, esto es, pide ambas cosas, que profese la
verdadera religión con la boca y el corazón, y cuando lo pide, les da las fuerzas
para hacerlo, esto es, pide eficazmente. Luego este pueblo mostrándose oyente
a Cristo, sigue sus mandatos; y así, aparece llamando a Cristo: huye, Amado
mío, y sé semejante a la cabra montesay los ciervecicos de los montes de los olores.
Con estas palabras ya se confiesa arder en amor de Cristo, ya le anima a que
apresure su vuelta. Y así, este pueblo hace lo que le habían pedido, que atesti-
güe su amor con el canto; significa con ello que ya quiere obedecer a Cristo Je-
sús, y lo que pone especialmente en canto, que huya, esto es, que apresure su
vuelta, en ello muestra que, en siendo él convertido a Cristo y admitido a la
Iglesia, estará a punto elfinde todo el orbe, y nada restará sino la última veni-
da de Cristo. Por lo cual deséalo, para significar que llega mientras lo desea; y
ciertamente para demostrar que verdaderamente y de ánimo ama a Cristo. Los
que le aman, también aman su venida, la cual será gloriosa para ellos, esto es,
desean sumamente la llegada de tal día.

Pero puesto que antes Cristo había dicho: Los compañeros te escuchan, es
necesario que veamos a qué compañeros nombra, que observen el canto de es-
te pueblo, y cuyos oídos Cristo quiera que resuenen con estos cantos. No se
han de considerar verdaderos amigos, aunque los nombra amigos, sino amigos

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OCT' AV V AL w
áiífent antea&a» vitae fuaeT liquido perfpiccrcnt, quòd
ab errore reuooti adEeclefias ceetus admitiré ntur,cí&-
le&ium bonorum vt participes efíent id non ipforum de-
beri mentis fòd à Deo benigne ipfis6c hberalitcr dari, Vo-
«at ergo Iudaeos Chxiftus.At quid petit abipfis* Qukfc/vrc
mc.atidìreyoctm tiuan.Vcüttvt le fidei & an*ewis cultu profis
cj.uaniur,nam cordis fidem orisconfefsi©fequkui,ex eo
jgitur q,uod pofterius eft ac confequens id dcelara^qfuod
antecedit. Petit igitur, vt recinat aiiquid quo iu»m er-
ga fe amorcmteftetur ,id eft, petit vttumcjiie, VE ore at-
que corde veram profir catur religionemrjdq¡iíe etim pe-
tit, vires ipiì ad ea provianda» fugge ri t , ideft, efñcaciter
petit. Narri ftatim is populus feChrvfto audicntemprx-
bens iuifa etus exequitur > baqi*e Chriíium fic vocans
iñduQimZifHgedileftfTttt^&afsimtUrecafrcx hinnuloque cer-
Horumfapermontesoromatum. Nam bis verbis Oc fé Chri-
üi amore ardere confitetur, Oc hortatur rcditumfuum
vt matureu Itaque quod rogatus is populus, vt amo*
rem fuùm cantu teftetur, id facit,co lignifica!* fé Chri-
fto lefu iam obedire velie quod autem i&psrtikkrmra
in cantii; ponit, vt fugiat,iàeft r vt redi tuga iuum ma*
ttìret, in eodocet vbiipie ad Chriftum conuerfus &; in-
tra Ecdefíam admiiìu&fuerk tetius orbis inítare fmern
nihHque ahud reftarepracterpoLtremum aduentum Ghri
ili. Quare id optar > vt dùm optar inítare fignifkeK
& certe vt iè vere 6¿ ex animo Chriftum amare de>
monfljet. Namqui eum diligunt, etianveius diügunt
aduetü,qni ipíls eft futurus glorio fus,hoc efr^eius diei-ma
turitatc funame defideranr.Sed quemábante Chriítus^dixí
rat, untici tttifeultdnt teyneceifecit videamus, quofráami*
eos nominet^quihuinspopuli cát üobftruér,S¿ quota ati
íes Chriftus veikcircñíonariiítis cantibus. No enim etiì
amkosiiios nominai veri amici-cenfendi funt rkà veris
E e 4, amicis
440 CANTAR DE LOS CANTARES

mezclados por fraude y hasta bajo la imagen con los verdaderos amigos, en re-
alidad enemigos acerbos, puesto que observan todos sus movimientos para
dañarle, cuales ciertamente son los rectores de aquel pueblo, que como falsa-
mente se simulen amigos de Dios, y quieran parecer aficionarse a su gloria,
sin embargo con sumo estudio se preocupan de que no se meta en sus ánimos
la verdadera fe de Cristo. Estos, pues, aunque escuchen, esto es, aunque vigi-
len por remover al pueblo de los judíos del verdadero culto de Dios, sin em-
bargo para que por ninguna parte y falacia de ellos obstaculizado sea impedi-
do por la verdadera fe, esto ahora fijamente pide el esposo de su pueblo, y le
ruega que no precie tanto los insidiosos fraudes de ellos, que contenga por
ello o reprima la voz testigo de su amor. Ni tanto es avisado este pueblo, a que
desprecie a estos enemigos suyos simulados, sino también todos somos adver-
tidos, a que no permitamos ser llevados por los consejos de ellos, o engañados
por sus artes, o vencidos por su ataque, los que se simulan amigos de Dios y se
mezclan con los verdaderos amigos de Dios, cuales son muchos de aquellos
que se agregan al número de los cristianos; de donde en hebreo no tanto son
nombrados amigos, cuanto compañeros, o si se trasladase a la letra adjuntos y
agregados. Bajo el nombre cristiano, y entre aquellos que quieren ser llamados
y tenidos por cultivadores de la verdadera piedad, laten y se ocultan muchos
así mal animados a la piedad, que porque la echaron de sí, no contentos con
ello, también intentan eliminarla de los ánimos de los otros, y lo que en ellos
está, en ningún lugar lo dejan estar. A cuantos ven que adornan su ánimo con
buenas y antiguas costumbres y se encomiendan a Cristo, a ésos atacan con
ánimo obstinado; a veces ciertamente con abierta fuerza y otras con engaño y
aquellas artes, de las cuales suele haber gran fuerza para atacar y dañar oculta-
mente.

Con el cual ataque se proponen, lo primero, traerlos a la secta semejan-


te a su vida; y si no lo pueden, después lo procuran infiriendo calumnias y
44o IN QAVVT
amicis per fraudem immixti &: ipccietenusamicare ipÙL-
hoftes acerbi,vt pote qui eius orancs nutus ad cinocendu
obferuentiquaks certe funtilliusre&o res popuü, qui cu
fc Dei amicos eifefaifòfimuknt^eiusglonarftuderc vi
deri veiint,fummo ramen ftudio curamene qua fé ad áni-
mos fuorumChriüi vera ñáes infinuet. Hi ergo etfi au*
fcultent, ià eft, eííl muigiknr, vt iuda:orum populum à ve
io Dei cuku remoueár,tamen vt nulla eorum arte a e falla
eia prohibirus impediatiirà verafideid nunc enixè fpo-n»
fusabipfopopuiopeti^rogarquevtnontantjfaciat ìnCi*
óìvùs iiiorü fraudes,vtamoris fui tette voce ob id conti-
ncat,3urrepriniaí.Nectátüispopulusadiiionetur,hosvt
negiigatfucaio$amicosfuo$\ífedetiá* vniuerfè admone-
maromiiesjeorücienosaujcóílíijsducijautartibusdecip^
aut impugnarione vinciiinamus,qui fc amicos D ei firmi
lant, ac veris Dei amicis immifeent, quales multi eorum
funt, qui ad Chriftianomm aggregantur numerum: vqde
in Hcbrseo non ram amici nominantur, quam fodalcs,
aut iiverbumpro verbo reddiíuradiuncb, arque aggre»
giti. Nata fub Cbriftiano nomine jinterque eos ¿qui di-
ci fé &: haben volunt verse pietatis cukores, multi la**
tent,atquc occukaxitur ergapicratem ita male animata
vr quodipfara à fe profligaran*, eo non contcnti,ctiam
ex aliorum animis eliminare iUam pergant, & quodia
ipfis eft, nullo cam loco confiftere finant. Nam quof-
cumque videnrid agere, yt bonis & antiquis moribus
fuum. animum ornent,feque Chritto commendenr, eos
contra obftinato animo pugciantúntcrdiim quidem aper
ta vijpíurinuLni autem.do.lo,atque: ¿js artibus,quarü ad in>
fìdiandum&: occulte nocendum maxima íblet cife vis.
Qua in impugnatlone fibi proppnunt, primum , vt ad
fimilcm fua; viras fe&ana , iilos inducant ; fin id non
poíTunt, illud deinde calumnijs&mokiUjs inferendo
conan-
441 CANTAR DÉLOS CANTARES

molestias, para hacerles la vida amarga y detraer a otros muy aterrados por el
temor de males semejantes de los estudios excelsos, el más duro y más luctuo-
so mal de los que existen. Difícilmente pueden por la común religión preca-
verse de los que son tales, con la cual religión se meten en nuestra familiaridad
y dañan mucho, porque, para hacerlo más impunemente y arruinarle más fá-
cilmente los bienes, visten el color y la imagen de los bienes para ellos y, fingi-
do el nombre de la piedad, se arman de las armas de la religión contra la pie-
dad y la religión. Y cuanto uno es más bueno e ingenuo, así cae más en los
odios de éstos, y está expuesto a las injurias de ellos. Pero no hay tanta fuerza,
que pueda retraer de la fe y de la caridad para con Dios al ánimo perfecto, si él
mismo no se abandona a sí. Como todas las defensas humanas caigan y como
parezcan haber vencido aquellos, que juzgan haber puesto su felicidad en solo
la caída y calamidad de los buenos, sin embargo ellos no pueden ser vencidos.
Pues tienen donde refugiarse en toda amargura e indignidad de fortuna, la de-
fensa invicta de la esperanza en Dios y en su juicio. Fijos y fortalecidos en la
cual defensa no se preocupan ya de que otros malvados y injuriosos existan
contra ellos, de que los castiguen con calamidad o diseminen entre el vulgo
opiniones falsas acerca de ellos, persuadidos de que vendrá tiempo en que, de-
puesto este vestido de mortalidad con que ahora el esplendor de sus ánimos se
oculta y cubre, cambiados en mejor por aquel que vendrá a reformar, como es-
cribe Pablo66, el cuerpo de nuestra humildad transfigurado al cuerpo de su cla-
ridad, esto es, afectados con vida inmortal por Cristo Jesús, común vida de los
buenos, que entonces aparecerá, y rodeados de luz celestial, observándolo to-
dos los hombres de todas las edades, siendo el mismo Cristo juez y testigo y
pregonero, no solo serán restituidos a aquel grado de honor, de donde fueron
arrojados por injuria, sino también serán celebrados con divinas alabanzas por
la eternidad, y se dirá también de ellos67: Estos son los que vinieron de gran tri-
bulación, y lavaron sus vestidos en la sangre del cordero. Y así, invitados alfinal

66 FU. 3.
67 Apoc. 7, 14.

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o e r A' v v M. 441
conantur,vr>&; iilis vitam acerbam efficiant^&alios íimi
lium malorum timore pertcrrefa&os abíterreant áptae-
claris ftudijs ,qu© nuilum ocrec<eft aut dirius, aut lutauo*
fius malura. Nam <S¿ caueri qui tales funt, difficiliimè pof-
funt proprer communcm religionem, qua fe in noftram
íatniliarkatem infírmanos*: nocentgtauifsimè,quia, quo
id impuniusfaciant, boniíqueperniciem faciüus creent,
bonorum ipfí fpeciem, at que coloram induuiu, Se pietà-
tis cmentito nomine,, rdigionifquearmis, armantur ad-
Hcrfus pietatem,atque reiígioncm.Atque vt quiíqiie op-
fimus,ac maxime ingenuas eftdta maxime in iítorum in-
cumt odia,eorumqueeít iniuri|s expofítus.Sed nulla tat|
taviseft, qua; fide erga Dcum&:charitatcineundemir>>
fum perfe&um animum, ipfe ni deílt fibi, loco mouere
pofsit.Ná,vt humana omnia prasfidiadeficiant, vrq; vicif
fe fíbi videanturij,qui in vno cafu 5¿ calamitate bonorú
fuamfoelicitatcmpofítam eíTearbitranturtamcn iitì vin
einequeunt.Habent cnímquo confugiantinomniacer
bitate & indigniate fortun#,fp¡eun Deo eiufquciudicio
inui&umprajfídium.Qnp fifí arque corroboran prandio
0onadmo4ümcurant,quam ali;fceleratiin ipfos&iniu
jpij cxiílant:quam ipfos aut calamitate afíkiant,autfalíás
de ipíls opiniones invulgusdiiTeminenr, perfuafí futuru
tempus,quandó depofíta hac mortalitatis veüe, qua nüc
ipfomm animifplendoroccultatur & tegitur, immutati
ipíiinmeliusabeoquireformaturuseftjVtPauIusfcribi^ ..
Corpus humilitatis noftra: transfiguratumeorpori ciati- P'^JM-
tatis fuá:; hoc eft, à communi bonorum vita Chrifto le-
fu,qui tune apparebit immortali vita affcdi,5¿ luce circü>
fufí caeieítijCun&is fpe&antibus omnium setatum homi-
nibus,ipfo eodem Ghriílo & iudice, & tefte,&: praecone,
nonmodoreftkucnturineumhonorisgradunjyVndedc
icdiperjniuriamfucrunt>feddiuimsetiamcelebrabütur
£c 5 laudi-
442 CANTAR DÉLOS CANTARES

consorcio del reino por él mismo y asumidos juntamente con él, reinarán en
gloria y felicidad eterna. Por lo cual anhelan este tiempo, suspiran por este día,
son llevados en deseos y en todos los votos a esta venida de Cristo para juzgar
al orbe, y suena perpetuamente en sus corazones esta voz salida al mismo tiem-
po de la fe en Dios y de la caridad, que está en ellos para el mismo Dios: Huye,
Amado mío, y sé semejante a la cabra montesa y a los ciervecicos de los montes de
los olores. La cual voz en verdad lleva a ellos mucho a suavizar la dureza, y como
los llena de la mejor esperanza, así aflige con ingente tristeza a los amigos si-
mulados, a los que los sagrados escritores con apta voz griega llaman pseudo-
profetas y pseudocristianos; pero para Cristo así le resulta grata, que casi no ha-
ya nada de oír, que llegue más agradablemente a sus oídos de parte nuestra.

Los que le pedimos que, usando gran celeridad, venga a juzgar al orbe, le
pedimos claramente que, mostrando al orbe la grandeza de su potestad que
ahora parece yacer a muchos, y levantándose en la opinión de muchos caído,
borre completamente el imperio del pecado y de la muerte; y que, lo que a dia-
rio pedimos, cuando derramamos aquellas preces a Dios Padre, cuyas palabras
nos dio el mismo Cristo, venga ya alfinsu reino, y someta a su mandato todas
las cosas, sin dejar nada que se atreva a rebelarse o atacar o a mostrarse impía-
mente, en la diseminación de los errores de la vida y en el apartamiento de los
mortales de su verdadero culto; y pedimos además, que pongafina las quejas
de muchos sobre su providencia, que las cosas rectas las ponga en luz y alaban-
za, y las malas y criminales las signe con eterna vergüenza; enfin,que las fuerzas
y las copias rotas ya en su primera venida y arrancadas al diablo, habiéndosele
iaudibus ad atternltateiit,diceturque de U4is ctiam.Hi
fimi, qui veñemrvtex raagna- trjbulaùo.ne , 3£ laue-
iunt ftolas tuas in fanguine agni . Iraque tandem; ad
confortium regni inuitaci ab eodem atque aflunipti
fimul cumipio in fempiterna gloria, & feeiicitate re-
gnabunt, Ornare ad hoc tempus arvhelant i huac diera
fiifpiranc : in home Chrifti ad orbem iedicsmdum
aduentun* , votis omnibus &: defiderijs feruntur : fo-
nai que perpetuò irtill or i*m cordibusiìmul afidein Dei),
àcacharkate.quae inipils ergaeundem Deumeft,elicita
ifta vox Fuge dilecle mipmiltsejh c&pre&Jhinmtlwfi ce* uor&mfy
per montes aromar um.Q^x profe&ò vox „ vt iüis plurimum.
conducir adaegritudinemknienda!myvtqueipfos ípe óp-
tima repletara fucatos tilos amicos, quos facti fcripiares
Gra;ca,&: apr&vocepfeudoprophetasjpfeudoque Ghri*
ftianos appeltat,ingentimceroreafficit: Guitto veíoip
fi ira grara accidir,nihilvt fere ut, quodauditu iücuadius
ànobis ad idiius auresperueniac. Nam qui ab ipfo perir
musjfumma vtadhìbitaceieritate veniatorbé iudicatu-
rus,ídfane perimHS,vtmagnkudiaem poteftatis.fua%quq
iaccre nunc miiltis vrdemr orbi oíhendcns, 5¿ xn fublime
efferens fe multorum opinioneiaeencem, peccati atque
monis imperium omninò deleat: vrqus, quod quotidie
©ramtts,cum preces illas ad Deum patreoaiundimas,qua
Himnobtíverba ipfe Chriftus pr^suit, eiusisegnü iatande
aduenut:ditioniqjfuaE£ibijciat vniuerfa, miílodeinceps
dcrcUcìojqui repugnare autrebelíare audeat,amfe imgiè
corra fzrre,erroribus ¿n viíam di fie minad is,&; á vero ipfi?
cultu.morralibusaueirldii.* petámufq; pr^terea, vt mul-
torurrrdcipiius prouiüéna quereli* finem )mponar,v£re-
üaqu£efunrinliice?&: in laude con£Htuat7praua flagiti©?
faquenotec fempiremaignorniniatvtdcíHqj fracias iam
pnori fuo aiucntu Se. accifas diab olí. vkes,&copiai, acce
dendi
443 CANTAR DÉLOS CANTARES

quitado todo poder de acercarse más al hombre y llevado él y metido en los


fuegos eternos, derrubándolas totalmente, otorgue penas a los impíos, pre-
mios a los piadosos. Todas las cuales cosas ciertamente serán gloriosas para él,
muy alegres para los justos, pero tristes y duras para los impíos. De donde su-
cede, que esta oración del espíritu y de la esposa a Cristo, pidiéndole que apre-
sure su venida, por lo que es así le afecte. Es grato a Cristo ser pedido y como
amonestado de su oficio, que ilustre más su gloria; pero los buenos, esperando
que llegue el que, habiendo conseguido al fin la vida inmortal y gloriosa, sean
librados por fin con sumo gusto de todo mal y molestia, descansan muy sua-
vemente en el asiduo pensamiento y mención de tal día; mas los impíos y tira-
nos ¿en qué pensarán, sino en que con ánimo muy enemigo oigan la voz que
les denuncie tanto la abolición de su dominación muy injusta, cuanto las cala-
midades más penosas? Por lo cual se ha de exhortar a todos, a que trabajen por
ser tales, que reciban esta voz no solo con oídos ecuánimes, sino también la to-
men con gusto y deseosamente; y que con el canto grato a Cristo de este can-
tar celeste, para ellos alegre, para los impíos luctuoso y triste resuenen sin inte-
rrupción, esto es, que todos amen la venida de Cristo, Y si siempre debió
hacerse otras veces, en este tiempo sobre todo y en este mísero estado de la re-
pública cristiana68 se debe hacer sobre todo por nosotros, cuando vemos que,
eliminada la piedad y borradas la disciplina y toda la antigua costumbre, tan-
tos montones de vicios y de males, que siempre acompañan a los vicios, no so-
lo han invadido la Iglesia, sino que han puesto su domicilio en ella, y se han
asentado y casi se han metido y difundido por toda ella, y han entrado en
nuestras costumbres, así profundamente, que desesperada toda ayuda huma-
na, casi no nos queda otra esperanza de salud y cambio en mejor fuera de aque-
lla, que está puesta en la llegada de Cristo, con la ilustración de cuya venida la
impiedad ha de ser extinguida. Por Dios inmortal, ¿qué mal falta, que si estuvie-
se presente, pudiese hacer nuestros tiempos más miserables y calamitosos? Un

68 Este párrafo y estos términos recuerdan el Discurso de Dueñas.

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O CT AVV M. 44|
áendi amplrasad hominem omnipoteftate iiliíirblata,ip
foqjaddi&o &: inciufoignibusfempitcrnispcnkus euct
tetiSjimpijs poenas,pijspr^miapcrfoÍuat.Qua; certe om-
nia gloriofa ipil futuraítintjiiartisfetiísimajimpijs vero
triftia, &c acerba Ex quo fit,vt hc^cfpiruus atq$ ípófse Chri
ftá ,vt aduentü fuum maturethortátis o:atio,pro eo qua
lisquiCq; eft,ita ipfum affkiat.Chnílo namq; ipil orari fe,
&Taoquamadmonerteiusofricij fui,quodipfius maxime
cri iHuftratumgloria,pergratü,omnino eft:boni vero ípc
ratcs fore,vt immortale atq? gloriofam vita aiiquádo ade
pti,ab ornai rande malo atq; moleflialiberentut Ubencií"-
ilmè,ac fuauifsimè in eius tèporisatque dieiafsidua & co
gítatione, 8¿ mentionc acquiefcunt:impij autem S¿ tyran
ní,quo nifi iniquiísimo animo vocemea audiant,qu£ ip
íls cum iniuftifsima: fuai dominationis abolitione.tum lu
éiuoíifsimas calamitate^ denuniiatfCinam ob rem horta
di funt omnes,talcs vt eCc laborent,qui hanc vocé nó fo-
lü aequis aurrbus accipiát,íed etiam cupide illam ipil &¿ li-
benter vfurpet: quiq¿hums cseleílis carminis cátuChrifto
gratp,ipfis lseto,impi)s luctuofo atque trifti fine intermif-
fione perfonentrhoe cuyvt Chrifti aduentum omnesdili-
gant.Qupd fi femper alias id fieridebuit, hoc certe tepo-
r e ^ hoc mifero ftatu Chriítiana; reipublicae maxime fa-
Ciendum no bis crfcquàdo videmus pietate eliminata ,*3£
omni antiquo more oc difciplina dcletis, tot vkiorum &:
qux vitia ìeraper comitantur,malorum agm?na in Eccle-
íiam,nonmodomuaíuTe,fed domiciiiumìn eapofuifìe,
confcdirTeque,ac penitus inflnuaífe fe, & infudiiíc per ci
vniuerfam,3¿in mores abijfíenoftros ita penitus,vt om-
ni humana defpcrata opc , falutis &mutatioais in aie-
Iius,ferè nulla nobis. rcliqua fit fpes praeter cam, qua; po-
lirà cftìn Chrifti ai3ucntu,cuius iliuftranohc^duétusim
pietas eri cxtmguenda.Nam per Deum imr/ionalè, quid
mali
444 CANTAR DE LO S CANTARES

enemigo externo y muy potente y muy malo devasta los reinos cristianos; no-
sotros nos enfrentamos entre nosotros mismos con riñas intestinales; la disen-
sión nacida de la doctrina de la religión, primero traída de comienzos peque-
ños, así creció poco a poco, que separando innumerables pueblos y naciones
del cuerpo de la Iglesia, los ha llevado a errores perniciosos e impíos69. Y lo que
todavía permanece en la Iglesia sincero y libre del error de la doctrina y ate-
niéndose a la verdadera fe, lo cual cuan exiguo sea no podemos recordarlo sin
grave dolor de ánimo; así está contaminado y corrompido con todo género de
pecados, sufre enfermedades de ánimo tan mortales, tan inmedicinables, que
nada parezcamos ser menos que lo que nos decimos y somos llamados, cristia-
nos.

Por lo cual instemos todos, y cuanto cada uno valga más en gracia ante
Cristo, tanto más inste y porfíe más vehementemente con ruegos y lágrimas,
que no quiera mantener metido en el cielo más la luz de su rostro, con la cual
se horrorizan todas las miradas infernales; que salga ya finalmente de las tie-
rras, a las que oprime la noche densa de los errores y de los crímenes; en fin,
que esté presente a la Iglesia tan amada por él que se derrumba, y ello no tan-
to por nosotros, aunque ello también, cuanto pidámoslo por su gloria. Pues
aunque es deseable, que, salvos e incólumes nosotros, Cristo socorra las cosas
perdidas de la Iglesia, y mire por su gloria, cuya opinión sufre gravemente por
nuestra culpa ante muchas gentes; sin embargo si ello no puede hacerse, y si es
necesario que con nuestra ruina y la colisión de los reinos entre sí y con la rui-
na del imperio se haga un camino para Cristo que llega, sirva para su gloria,
establezca él lo que quiera a su arbitrio sobre nosotros. Pero él nada establece-
rá sino lo que es bueno y ecuánime. Y así, soportemos, si es necesario, todas
las amarguras, y lavemos las penas debidas a nuestros crímenes, con tal de que
nada exista que retarde su venida, o que haga que más tarde amanezca aquel día

69 Se refiere a la reforma protestante.


444 IN CJPVT
mali abeít, quod il adeífet, noftra tempora mifcriora cffi-
ccrcÓ£ calamkònorapoiTer?externus hofhs,iique poten
tiCsknus, S¿ mfeftifsimus Chriftiana regna deuaftat :nos
in¡ter noscollidinMir ¿nteftinìs diGidijs: de reiigioni&do-
^ i n a o r t a dÍÜenüo?aparuis primum du^inkijs ? ita ere-
uit paulatim, vtinnumerabiiespopulos,, atque naciones
abEccleÍLE corpare diuidens, in errores induxerit perni-
riofos & impíos. Qnpdpori ò fyncerumiadhuc, oc ab er-
rare do&rinx hberumacfrdei:veras retinens,manet in Ec
deiìa, quod; quamtìt perexiguü fine graui animi dolore
mer&orare no pòifumusdta eft cÒtaminaru omni pecca
tori* genere atqs corruptum:Ìjs animi morbis laborar, ta
exitialibus,tá immedicabihbus^ihü vt effe minus videa
mur,quá quod dicimurJ& nominamur Chriftiani.Quare
inftemus omnes,& quo quifq; apud Chriftumagis valet
gratiajeòinftet magis^vehemétiufque cótendatprecibus,
arqj Iachry,mis,vtlumè vulrus fubqdinfernaeomnes hor
rét acies^amplius caelo ihclufumcotinerenó velit:vtoria
turiam tandemtcrris7quasfceIcrum;^àtqueerrorum nox
denfa opprimiti VE adiit deniquc tantoperèa fé adamatae
Ecclcfias ruentijidcjAie non tam noftri grada,, quanquam
M quoque,quam ipfius gloria: caufa precemur. Nam etil
pptabile iir,vt faluis nobis arque incolumibus Ecclefiae re
bus perditis Chriftus fubueniax /useque ipfc confulat glo
lias-, cuius grauirer opimo apud piurimas gentes noftra
culpa laborauid tamen ñ neri nequit,iìque neceffe eft,vt
noàro.intcritu&: regnocum inter fé: collifione , oc ini*
perii ruina.adücnienti Chrìfto via mtmiatur., fuae glo-
riai feruiat ipfejdenobis fuo arbitratu,quod volet ftatuat.
SratuetauremíilCjniílquodbonumaiqueaEquumfitjni
hil.Itaque fub eamus/iitaneceiTe eft, omnes acerbitates
aos,debitafqu:e noftris fiagitiis pcenasluamus, dummo-
djo,nìhUiitquodilliusaduentumretardet, aut quodefE-
ciat,,
445 CANTAR DÉLOS CANTARES

alegre y deseoso para los buenos, en el que Cristo mostrándose a todos los
mortales desde un lugar ilustre y esclarecido del cielo, y juzgando con suma
rectitud, vindicará el esplendor de su nombre oscurecido por la maldad y te-
meridad de los impíos, y se asignará su honor; a quien propiamente se debe
toda gloria y alabanza por los siglos infinitos. Amén. Así, pues, desde el co-
mienzo de la misma Iglesia, esto es, desde el inicio del mundo, llevada hasta el
final del siglo por todas sus edades, y explicada la razón en este cantar se con-
cluye con este fin.

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O C T A V V M. 441
xriat, feítus vtlactus lile & optatusbonis.diesoriarur, in
quo Chriítus de iliuftri oc ciato cadi loco cim&is morta-
libus fe oftendens , iufque xe&itudine iumma dicens^
ítiumnomenimpiorum temeritate,& prauitate obfeura
tum,vindi£amt in íplcndorcm , aiíeretque íibi honorem
fuum : cuipeopriè omnis debemr £Íoria,atquelaus
per infinita íascula, Amen, Ecxlcfiae igicur ab ip-
fius exordio^id eft,à mundi initio,pcr o raines
eius epates v&juc ad faeculi finem duáfca
&c in hoc carmine explicara ratio
iiacfini concludimi;.

A D
446 CANTAR D E LO S CANTARES

POEMA PROMETIDO
A MARIA MADRE DE DIOS^

Tu amparo, oh Virgen pura,


lleva mi nave al puerto deseado,
aun con fatiga dura,
mientras Proteo airado
sus huestes contra mí hubo lanzado.

En pos van de tu huella


la justicia, eí pudor, la verdad nuda,
la candidez más beila,
la entereza tozuda
que en la buena conciencia no se muda.

A mí y a mis collazos,
ya hundidos de la mar al torbellino,
de luz a los regazos
nos vuelves, y en camino
nos pones de otro espacio más benigno.

Y la lira febea
suena del cantor sacro, que ennoblece
la cumbre jesubea,
con canto que enardece
e, impaciente de luz, el alma acrece.

¡Retrocede, hombre impío!:


ya se nos abre el cielo más interno,
ya escucho el canto pío
que, con el pulso alterno,
trenzan los sacros coros al Eterno.

70 Versión libre de F. Maldonado de Guevara.


AD DEI GENI-
TRICEM MARIÁM CARMEN
EX VOTO.

E femante ratem maxima J>irginnm.


lam portum mcofamisjam teneoftcèt
Iacl¿itus¿raHÍter>dumfita frotbeus
iti nos [ujcitai agmina*
Te fas ¿e que pudor\nudaq\ie neritas
Et reEÌiftttdium& ¡implícitas potens.
Et frangi ihdocUisinens bene confida.
QmiunHo [equitar pede.
His tu mefocijs ¿equoris improbi
Merfum 7>orticibus lucts ad aure&
Vfuram reuocas-0* melioribus
JLótum cmflituis locis.
Et dmias facilis^qua facer Idida
Mulcebat [ebufi culmina barbitox
S)um fiamma impatiens pec~iomfancia
bandii cannine nobili*
tDonatum £¡r Budijs l>ìlibuseripis7
Illatumque polo lucts ad intima
jidmittispauidum tempta&mmum <6r ntm
Infpiras mihicarmmis.
jíbfctde impietasjam penetralia
Qelijacra patentjam Vtdeor pios
ExaudiréJònosyaima cantnt'mm
dltermptàe¿audia.
Et
447 CANTAR D E LO S CANTARES

Y al esposo sus cantos


alzan doncellas entre sones nuevos,
tornan los coros santos
de escogidos y mancebos,
y "esposa" y "madre" claman los renuevos.

DONCELLAS: ¿Qué escucho? ¿Dó las yerbas


buscas, mi bien? ¡Oh!, dime: ¿cuál umbría
te ampara en las acerbas
horas del mediodía,
por no andar yo los montes erradía?

MANCEBOS: ¡Oh tú!, más que el sol pura,


abre el postigo que callado siento,
que cierra noche oscura
y en furia azota el viento,
y mi cabeza anega un mar violento.

DONCELLAS: A la selva avezadas,


decid, mozas arqueras, a mi Amado,
que aguije sus andadas,
que ya de ansia abrasado
tengo y de amor el pecho vulnerado.

MANCEBOS: Del Hermión zagalillas


-¡así mi regatón logre el empeño
de apernar las cabrillas!-,
no turbéis de ella el sueño,
en sus altos silencios, ni su ensueño.

DONCELLAS: Como el cedro sin rima


con ardua aguja a los demás supera
del Líbano en ía cima,
en la tropa mocera
mi amado su cerviz alza altanera.

MANCEBOS: Como la rosa leda


enrojece con boca ya entreabierta
de espinas en la rueda,
así es tu gloria cierta
sobre las de Sión con lumbre alerta.

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EtJanBos thala>msjnnc bona l?irginum
Spotifum turbafonant•Jhinc nitìduscborus
Leciorum iuuenum9dulciamatrÌs$0*
Sponfanomina concrepant*
AndiniQUA teneos die bone pa/cua
Quo dileñe cubes dnm terit igmus
Sol edì medium,ne 1?aga montibus
Incerto pede deferar.
0 reeludeforesfydere pulchrkr
Virgolo cur renuis/iam irruit atra nox
Et Retiti nfonant^thereaque aqua
(Perfufus madeo caput.
Qtu faltas colitis ^callida tendere
'ISieruos turba3meo diche Virgines
{Dtleclo^t properet^nam ¿Jluo,amore<jue
Situofaucia tangueo.
0 Nyntphje Hermonides (te capreas mona
Sitcertajt? celeri cufpìde figere
5)ilecJ<£ placidum parate rumpere
Somnum9atque altaJìlentia.
Vtfyluas reliquas¡ardua Vertice
Trdcellit Libani culmìnibus facris
Qdrusific iuuenes Inter amor meus
Formofum caput extulit.
Adnatas nitet l>t purpureo rofa
Sp'masìnter hians ore^Syonias
Sic forma egregio lamine 1>irgines
0 coniux meapreterís*
448 CANTAR DE LOS CANTARES
DONCELLAS: ¿Será, acaso, mi amigo?,
¿su noble voz?; ¿o engaño es de mi anhelo?
¿Tal vez tras el postigo
se agita su señuelo?,
¿o entre las rejas brilla el áureo pelo?
MANCEBOS: ¿Te vas? Ya el tiempo frío
por las auras más tibias expulsado,
cesa, y del cielo el río;
multicolor el prado
en los valles de flores se ha esmaltado.
Las tórtolas su duelo
ya hacen oír, y el calaboz ya suena
en el alto majuelo,
y el higo su miel buena
ya da con dulce brote que enajena.
¡Oh, surge!, más querida,
más que los ojos por do el alma sueña
aguija la partida;
sal, paloma zahareña,
de entre las hendiduras de la peña.
Muestra tu faz; se abra,
Esposa, a mi sentir tu voz sonante,
que es dulce tu palabra;
ni hay nada más brillante,
ni nada más feliz que tu semblante.
DONCELLAS: No de otro modo, Amado,
que el cervatillo teme en la partida,
si el bosque tiembla airado,
y la ubre oye perdida,
no de otro modo ven, mi amor y vida.
Todo esto un coro canta,
y otro responde, y el amor les llena
la líquida garganta;
vibra el aura serena,
y el cielo todo, al aplaudir, consuena.
44*
P% dure ai ntcnpüa^ocemegoamíiUtemí
jfn fallorpotms^quin Tiocat abditus
Ob'teHisfpribustquin caput aureum
Inter retícula emicat.
Ime, Qui cejjàsyabtjt pnlfa tepmùbus
¿furis frigida hyemsjam pluuUgrauet
Tarn ceffant^arièftoribusenitet
Tellus multicoloribus.
Tarn canta querulo carmina turtures
nuditi cantre¿siam crepuit iugfa
Falx in 1?itiferis)& fuaprotulit
Ficus dulcía germina..
Qlfiirgtiflpropera^charioromihi
Ipfìs luta oculisyfarge columbuld-
hxefusparies^elcaua/axe^
Cui dant grata cubilia*
OJlende òfaciem^ox tua perfonet
jfuresfponfa meas^tamnequedùkius
Qukquamejl eloquio^mc magefutgidnm
dutpulchrum facie eñ tua.
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Qttantumque hinmlem dumpauet omnifo
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INDICE DE NOMBRES Y CONCEPTOS

Abejas, costumbres, 15. Amor de Dios, 1.


Alberto, príncipe, VIII, IX. Amor de la esposa, VI; dolor de la
Alegoría, 1,3,14, 16,75,78. separación, 4; efectos, 7.

Alfonso Coloma, VIII. Amor de la Iglesia, 24.

Alma, partes, 49. Amor del esposo, IV.

Adversidades en el amor a Dios, Antiguas, costumbres, 19, 20.


178-180. Antonomasia, 5.
Ambiciones, 380. Aprovechados, pensamientos, 232,
América, descubrimiento, 432; con- abandono de cosas, 281; segun-
versión de indios, dificultades, do grado, 150; visión de Dios,
433; improcedencia conquista- 151; pruebas, 287.
dora, 435. Árabes, costumbres, 9; cierto árabe
Amigo, cierto, IX. servidor de fray Luís, 18.
Amantes,manifestaciones: Atardecer, descripción, 144.
8,9,10,12,21, 130, 135; juegos: Aurora, características, 143, 333.
136, 138, 142.
Amor, virtud, IX, XIII; grados, 26;
Caballos, 13.
gozo y enfermedad, 130; teorí-
as, 372; vicisitudes, 395; leyes, Cabellos, 217, 223, 229, 269, 369.
397. Cabras, costumbres, 12,218, 221.
Amor lascivo, 87, 97; imita al celes- Cantar de los Cantares: sentidos,
tial, 133. 2;68,69,82,90,94-98; drama,
Amor a Dios, 21, 156; llamada de 86,101,261; lugar y tiempo,
Dios, 27, 31,32, 33, 39,278; 329, 365; personajes, 100; be-
prueba, 28; ilapso, 28; erudi- lleza poética, 131, 132; decoro,
ción, 28; éxtasis, 28, 147. 171.
450 INDICE DE NOMBRES...

Caridad, virtud, 240, 378; en los Demonio, artes, 155; incita al peca-
perfectos, 402; meditación de do, 156.
Dios, 403.
Carros egipcios, 14.
Engaddi, 21.
Celda del amor, 43.
Esposa, huerto del esposo, 274.
Conocimiento de la doctrina cris-
tiana, 42; de sí mismo, 42, Esposo, alaba a la esposa, 215.
158.
Evangelio: expansión, 382; propa-
Costumbres antiguas, 263. gación, 304; entre las gentes,
Cristianos, sometidos a pruebas, 308; edad evangélica, 311.
352, 354; pseudoprofetas, 440,
Éxtasis, experiencia del alma, 277.
442.
Ezequiel, 16.
Cristo: agua y paloma, 324; vence a
la muerte, 326; va a las gentes,
350; hombre, 105, 106, 199;
Familiar de fray Luis, X.
Mesías, 108; olor, 119; lecho,
208; luz y fuerza del justo, 246. Felipe II, II.
Cristocentrismo, 291-300; el alma Felipe Ruiz, VII.
enseña lo aprendido, 291.
Flores del desierto, 127, 160.
Crisostomo, 16.
Fray Luis: penas de prisión, XI; ex-
Cuerpo, armonía, 22. periencias místicas, 23, 241,
culto de las imágenes, 98. 277; autorretrato, 188; senti-
mientos, 290; entre los justos,
David, adversidad, 40, 42. 421; escritos, III; razones de es-
cribir, XI, 25, 67.
Dios: en el universo, 404; historia
de la salvación del hombre, Gracia, receptación y aceptación,
409; su magnificencia, 149, 419.
191; trato con el alma, 149,
hombre, microcosmos, 234.
285; ama al alma, 153, 275;
imbuye virtudes en el alma, Homonimia, 88.
154; ayuda al alma, 158; poder
Huerto, sus delicias, 226.
de su gracia, 183; busca su glo-
ria en la creación, 182; provi- Humildad, simbolizada en los pies,
dencia con los justos, 189, 197. 374, 375; virtud cristiana, 58.
INDICE DE NOMBRES... 451

Iglesia: mosaica, ritos, 250, 310; Mal, origen, 51, 52.


miembros, 251; travesía del de- Mandragoras, 372.
sierto, 252; amada por Dios,
255; colocada en Egipto, 160; Mansedumbre, 376.
consolada por Dios, 161, 163; Manzano, características, 128,161.
sacada de Egipto, 164; la pri- Meretriz, 12, 81.
mitiva, 118; entra en Cristo,
111 ; la mosaica, 113, 115, 117, metáfora, 1, 76, 89.
121; evangélica, 355; admirada moderación, base de la vida feliz,
por todos, 357; llega a Roma, 114.
361; reflejada en el Cantar, IX Moisés, enviado de dios, 162; rito
102; últimos tiempos, 304; de la Pascua, 166.
proceso expansivo, 321 ; cuerpo
Mujeres: costumbres, 17, 18, 21
místico, 383; paz de Constanti-
23, 73, 93, 172, 262, 392; bo-
no, 424; primeros santos, 426;
das, 177; cantos, 212; cabellos,
cuerpo místico,m 120; sus
215; casaderas, 398, 400; ras-
príncipes y rectores, 124; malos
gos psicológicos, 263, 266.
tiempos actuales, 443; su amor
a dios, 80-83; edades, 102.
Ilapso, 227, coloquidos interiores, Naturaleza, reflejo de Dios, 34, 36,
228. 42, 55, 56.
Noche, en Egipto, 168; del alma,
Jerónimo, timorato, 213.
179, 184.
Juan Grial, III, IV.
Judíos: amados de Dios, 44, 204;
Oración, fundamentos de la místi-
costumbres, 84, 176; sacados
ca, 237.
de Egipto, 165; perseguidos,
202; rechazan a Cristo, 428; Ovejas, costumbres, 219; semejan
conversión final, 305, 436; his- dientes, 236.
toria anterior, 438; rechazan a
Cristo, 361; intento de Cristo
Palomas, símbolo,. 22; costumbres,
por atraerlos, 312-320; porta- 141,270.
ban el arca, 209, 393; se acerca-
ban a Dios, 249. Paz, virtud de los perfectos, 339,
340-342.
Justo, sirve de admiración, 187;
quietud de ánimo la tribula- Pecado, alejamiento, 38, 47.
ción, 188. Penitencia, purgación, 242,
452 INDICE DE NOMBRES...

Perfección difícil de alcanzar, 346. Salomón, autor del Cantar, 1; sus


Perfectos: preocupaciones, 417; amores, 70; sus mujeres, 332.
aman la soledad, 404; ansian a Sebastián Pérez, censor, III.
Dios, 405; ejemplo para otros, Sol, curso, 231.
406; pueden pecar, 413; virtu-
des morales y sobrenaturales, Soledad, 57.
348; conversaciones amorosas, Sombra, símbolo de la gracia, 146.
335; luz, sal y ciudad fortifica- Sueños, características, 138.
da, 337.
Tarde, descripción, 222.
Prelados, de la Iglesia, 384; virtu-
des, 124; trato con los subdi- Tradición mística, 75.
tos, 125; cualidades, 192-195; Tempe, IV.
Cristo es ejemplo, 189. Templanza, 377, ascetismo, 60.
Primavera, manifestaciones, 140; es Thamar, 12.
libertad, 167.
Principiantes, éxtasis, 148.
Ungüentos, 6, 20, 34, 174, 224,
Protestantes, desviación, 244; la
271; arbustos aromáticos, 225.
causa del mal, 245.
Protestantismo, error de ahora,
444. Vida monástica, razón, 389.
Vides y palmeras, 370, 371.
Raposas, arte, 157. Vino, significados, 129.
Virgen, fuente de amor, XIII; de-
chado de perfección, 279.
Sagrada Escritura, en lengua vulgar,
XI. Virtudes cristianas, 378, 419.
INDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN VII

BIBLIOGRAFIA SELECTA XV

DEDICATORIA 9*

AL LECTOR 11*

CANTAR DE LOS CANTARES DE SALOMON 1

CAPITULO 1 3
Primera explanación 4
Segunda explanacicon 24
Tercera explanacicon 67
CAPITULO II 125
Primera explanación 126
Segunda explanación 145
Tercera explanación 195
CAPITULO III 170
Primera explanación 171
Segunda explanación 178
Tercera explanación 201
CAPITULO I V . 211
Primera explanación 212
Segunda explanación 227
Tercera explanación 248
CAPITULO V 260
Primera explanación 261
Segunda explanación 273
Tercera explanación 309
454 INDICE GENERAL

CAPITULO VI 328
Primera explanación 328
Segunda explanación 335
Tercera explanación 348

CAPITULO VII 364


Primera explanación 364
Segunda explanación 373
Tercera explanación 381

CAPITULO VIII 390


Primera explanación 391
Segunda explanación 402
Tercera explanación 423

ÍNDICE DE NOMBRES Y CONCEPTOS * 449

INDICE GENERAL 453

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