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GRAMÁTICA
LA ‘LENGUA ¿ASTELLANA ) ‘
í SEGUN AHORA SE HABLA.
(Algunos) piensan que hablar romance es hablar como
se habla en el vulgo, y no conocen que el bien hablar no
es comun, sino negocio de particular juicio, ansí en lo que
se Jice, como enla manera como se dice.
.
VALENCIA, IMPRENTA DE J. ¡‘num-m Im OBGA,
A ¡ÏSPALDAS mu. unan. -
GRAMÁTICA
LENGUA CASTELLANA
SEGUN AHORA SE HABLA,
ORDENADA
ron
VALENCIA,
EN LA LIBRERÍA DE MALLEN,
cum m: LA NAVE.
1847.
Serán repulados como contrahechos los ejemplares
que no tengan varias contraseñas particulares, ni lleven
la siguiente firma del autor, único propietario de esta
obra.
_:_¿_¿___u¿¡.¡_. x
Entre los libros con que la prensa enriquece diariamen
te á Ia república de las letras, se cuenta un crecido núme
m de Gramáticas de los principales idiomas europeos para
el uso de las personas que los hablan; aunque pocas á jui
río de los inteligentes están desempeñadas bajo un plan sen
cillo y metódico. No puede" gloriarse España de semejante
abundancia, pues si bien compite con las naciones mas ci
vilizadas en buenos historiadores y poetas, siendo superior
ácada una de ellas en escritores asceticos, y mas rica que
todas juntas en escelentes (‘I comedias; apenas puede pre
sentar unos cuantos filólogos que se hayan dedicado á se
ñalar el rumbo que conviene seguir, para evitar el desa|i—
iioé incorreccion del‘ habla comun , los errores de una gran
parte de los libros que andan impresos , y los casuales des
cuidos auu de los pocos que merecen ser propuestos por
modelos de lenguaje y de estilo.
El primero, que yo sepa, haber publicado una Grama'—
tica sobre la lengua castellana bajo el título y forma de
tal, lué el distinguido restaurador de las buenas letras, An
tonio de Lebrija. Yo quise echar la primera piedra, dice
dedicando la obra á la reina Doña Isabel , é hacer en nues
tra lengua lo quevZeno dato en la griega é Crátes en la
latina, los cuales, aunque fueron vencidos de los que
despues dellos escribieron, á lo ménos fue’ aquella su
' Puede verse ml opinion sobre nuestro teatro antiguo en la nota A al
fin de este volúmen. a
gloria . é será nuestra que fuimos los primeros int-ento
res de obra tan necesaria. Nadie puede en efecto disputar
le este timbre, ni el de haber aplicado‘ con acierto á la len
gua española el método que pocos años ántes habia adopta
do en sus Inlroduccíones para la enseñanza de la latina.
Pero la lengua castellana no había llegado entonces á tal
grado de perleccion , que debiera temerse mas bien su de
cadencia que esperarse su mejora, como aseguraba Lebri
ja; y cuando así no fuese, y tuviéramos que estudiar el
castellano de aquel siglo , nunca deberíamos hacerlo por
unos elementos de 6| hojas ‘en cuarto, diez y nueve de las
cuales se emplean integras eu tratar de la invencion de las
letras, de su oficio, órden y modo de pronunciarlas, y de
las figuras de diccion. La misma division de las partes de
la oracion eu diez , no obstante que incluye á la interjec
cion en el adverbio, hace confuso lo-que pudiera mirarse
como útil en la tentativa de este célebre gramático.
Siguióle Francisco de Tamara, de quien se imprimió en
Amberes el año de i550 una Suma y erudícíon de gra
mática en verso castellano. No sé de ella otra cosa sino lo .
que dice Don Juan de Iriarte en el prólogo de su Gramá
tica» latina, á saber, que consta de 55 hojas en octavo ,
que comprenden 468 estancias de verso de arte mayor,
unas compuestas de ocho versos y otras de diez, fuera de
tres décimas, formadas de dos quintillas cada una en me
tro de ocho sílabas; y que en ellas se trata de todas las par
tes de la gramática y sus atributos, y aun del Arte métri
ca. Fácil es conocer que hubiera servido de poco para mi
propósito poderla consultar, en razon del tiempo en que
salió á luz, de lo mui compeudiada que debe de ser, y por
la circunstancia de estar en verso , la cual si puede contri—
huir para que se fijen mejor en la memoria los preceptos ,
embaraza ‘siempre para darlos con esteusion y claridad.
Tampoco he visto la que el año de i558 publicó el Ii
--VIl
por chocar estas nuevas nociones con las que ha oido desde
su infamia y no le será fácil olvidar; ¿habrá adelantado
mucho para conocer el uso dc los tiempos, ni el empleo
oportuno de todas las partes del discurso, esto es, para ha
hlar bien y propiamente la lengua castellana? ¿Le facilitará
al menos el camino para conseguirlo, poseer los conoci
mientos de todos los ideólogos que han existido, y aun
mayores, si se quiere? ¿No habrá algunos de los que mira
¡nos como modelos de lenguaje, que jamas hayan saludado
la moderna metafísica? ¿Se conocía, cuando brillaron los
célebres escritores, sin cuyo estudio siempre quedaría man
c0 é imperfecto el que se hiciera de nuestra lengua? No
vacilaré en afirmar que la lectura de una’ página de Iriarte,
Clavijo, Moratín ó Jovellanos, ó la de un solo capítulo de
este ensayo mio, cuyas imperfecciones reconozco, servirán
infinitamente mas para saber en qué consiste la buena locu
cion castellana,,que la sublime doctrina contenida en los
muchos volúmenes de ideología y de gramática general, que
de un siglo acá se han publicado.
Tratemos siempre las artes y las ciencias de un modo que
las haga útiles al linaje humano, no tomando la puntería
sobrado alta, porque como dice el cómico latino,
id arbitror ¡
Apprimé in vila esse utile, ut ne quid nimis.
lo de marzo de 181.7.
DE
LA GRAMÁTICA
Y
su DIVISIQN.
ANALOGÍA.
íï.
CAPÍTULO 1.
Il LA! LETRAS Y SU PIONUNCIACIONw-DBL IILABRO Y LA LBCTUIÁ.
A a A a A.
B h B b Be.
C c C c Ce.
CH ch CH ch Che.
D d D d De.
E e E e E.
F f F f Efe.
G g ’ G g Ge.
H h H k Ache.
l i I i I vocal.
J j, J j Jota.
l. l L i Ele.
LL ll LL u Elle.
4 OBSERVACIONES SOBRE LAS LETRAS.
M m 1h‘ «m Eme.
N u n ' Ene.
Ñ a 1V e Eñe.
O o 0 o O.
P p P p Pe.
Q q () q Cu.
R r R r Erre.
S s S s Ese.
'l‘ t T t Te.
U u U u U vocal.
V v V v [j consonante.
X
Y xy X
Y a:y Equis.
I griega. i
Z z Z z: Zeta ó zeda.
CAPÍTULO 11.
DE LAS PARTES DE LA ORACION EN GENERAL , Y DEL NOMBRE EN PAR’
TICULAR. -- DE SUS NÚMEROS Y GÉNEROS. — DE LOS ADJETIVOS.
De los números.
Número es en el nombre la circunstancia de signifi
car las cosas ó sus calidades refiriéndose á un solo obje
to (en cuyo caso se llama singular), ó bien diciendo re
lacion á muchos, y entonces lo denominamos plural. -
Por carecer la lengua castellana, como casi todas las mo
demas; de los casos, desinencias ó terminaciones que te
nían las antiguas, está reducida á dos la declinacion de
sus nombres, la una para el singular, y la otra para el
12 NÚMEROS DE Los NOMBRES.
plural. Unicamente los pronombres tienen verdaderos ea
sos, segun luego veremos.— En el discurso de esta Gramá
tica llamaré casi siempre recto al caso que suele denomi
narse nominativo, objetivo al conocido con el nombre de
acusaliva, y oblicuos á los demas. '
Fórmase el plural añadiendo una s al singular, cuando
este termina por una vocal no aguda; ó bien toma la sílaba
es, si acaba el singular por consonante, ó por las vocales
a, i agudas, ó por algun diptongo que lleve tambien el acen
to agudo. Así decimos el libro, los libros; discreta, discre
tas; cruel, crueles; el tahalz’, los talialies; el ai, los oyes;
el convoi, los convoy/es. Los pocos nombres que tenemos
terminados por las vocales e, o y u con acento agudo aña
den solamente la s, como corsé, tupé; fricandó, rondá;
ambigú y ti-sú, que dicen en el plural corsés, tupés; fri
candós, rundós; ambigús y tisús.
Esceptúanse de esta regla general mamá, papá, sofá y
eslai , cuyos pluralcs son mamás , papás, sofás y estais.
lllaravedz’ tiene dos plurales, maraizcdises y muravedzs.
Por igual analogía formó Cerirántes los pluralcs cianiis y
zoltunis de cianii y zoltani, monedas de los argelinos, y
nosotros decimos bisturis y zaquisamís de bisturí y za
quizami. La palabra lord, tomada del inglés, dice loros y
no lordes, y de val sale valles y no vales. Algunos moder
nos han usado los pluralcs latinos fiámines, tesludines y
virágines; pero parece mas seguro decirflámenes, siguien
do la analogía de dictámenes, excimenes; testudos, segun
lo usó Saavedra Fajardo, y oiragos, si alguno se cree bas
tante autorizado para ir imroduciendo esta voz. Se confor
man positivamente con la declinacion latina los pluralcs de
los nombres acabados en el singular en cc, si suena esta le
tra como doble, pues reciben en su lugar una c en cl plu
ral, como óniw, sardónix que hacen únicos, sardónices.
—Deberia señalarse aquí como una escepcion, ortográfica
cuando ménos, que relojes, cruces, etc., sean los pluralcs
de relax, cruz, si escribiendo reloj y cruzas, no se desva
neciera toda especie de anomalía ó irregularidad.
Los nombres que concluyen por s y llevan el acento en
la penúltima ó en la antepentiltima, tienen el plural como
el singular: el éstasis, los éstasis; el mártes, los mártes.
Lo mismo debe decirse de los apellidos acabados en z,
Númsnos m: Los NOMBRES. 13
cuyo acento no va en la última : Gutiérrez, los Gutiérrez ,
Sánchez, los Sánchez,- pero si es cualquier otro nombre,
entra en la regla general : el alférez, los alférezes; Guz
man, los Guzmanes. Tambien los nombres compuestos,
cuyo segundo simple está en plural, terminan en este nú
mero de la misma manera que en el singular, como eló
los besamános, el ó los sacabótas, un ó unos azotacá
lles, un ó unos lameplátos. Debe pues mirarse como con
trario á la buena gramática el plural guardapieses que
muchos usan, y prefiero por igual analogía decir traspiés
y no traspieses, por mas que se halle así en Quevedo, Cer
vantes y otros.
Hai compuestos que forman su plural con los plnrales
de ambos simples, segun se advierte en casamata, gentil
hombre, mediacaña, ricohome ó ricohombrc, que dicen
casasmatas, gentiles/temores, mediascañas, ricoshomes
y ricoshombres; y algunos solo ponen en plural el primero
de los componentes, como hijodalgo, cualquiera, quien
quiera , cuyos plnrales son hijasdalgo, cualesquiera,
quienesquiera. Pero lo general es dejar invariable el prí
mero y tomar el plural del segundo de los dos nombres que
entran en composicion , segun se ve en aguachirles, bar
bae-unas, falsabragas, padrenuestros, vanaglorias; y de
seguro así se verifica en todos aquellos, en que recibe la
mas mínima variacíon cualquiera de los componentes, v. g.
calafrios, cuellilargos, dentivanos, gallipavos, leopar
dos, pelícorlos, rectángulos,- ó si alguno de ellos es un
verbo, como misacantanos, papahigos, pararayos.
carecen generalmente de número plural los nombres pro
pios de personas, Antonio, Irene; de las partes del mun
do, Europa, Asia,- de reinos, España, Inglaterra; de
provincias, Aragon. Estremadura; de ciudades, Cádiz,
Sevilla; de mares, Mediterráneo, Océano; de ríos, Man
zanares, Pisuerga; de virtudes mentales y corporales, ca
ridad, robustez; los de significacion abstracta, codicia,
destemplanza, pereza, pobreza. si bien esperanza se
halla en el plural en las frases, Alimentar-se de esperan
zas ,- Dar esperanzas; Ver frustrados sus esperanzas, Y
otras; algunos de los colectivos, infantería, plebe; los de
ciertos frutos, como arroz, canela, miel, trigo, vino,
aunque estos no dejan de usarse una que otra vez en el nu
1h NÚMEROS m: Los NOMBRES.
mero plural; como cuando decimos, Echar por esos trigo:
de Dios; Se cen unas cebadas mui lozanas este año;
Los azúcares escasean; Las mieles están caras, yilllari
tórnes dice en el Don Quijote : Que todo eso es cosa de
mieles,- los de profesiones, ebanisterza Jurisprudencia;
de metales, oro, plata; y algunos otros, como fama, Imm
bre, poderío, sangre, sed, etc. Sin faltar á este principio
gramatical ni á la medida del verso, hubiera podido decir
D. Leandro Moratín en el romance Mas vale callar,
1, No será de tanto monstruo
La cólera provocar‘! I
En razon de la szgrzgficacion
Son masculinos, l" Los nombres propios y apelativos de
los varones (v. g. Antonio, hombre); los que denotan sus
ocupaciones, profesiones, destinos ú oficios (alcoranísta,
anacorcta, atleta, cónsul, ebanista, maestrescuela, pa
pa; poeta, polichinela, profeta, sastre, trásfuga); ó sus
grados de parentesco (padre, suegro); los nombres que
significan la nacion, casta, órden religiosa ó secta á que
pertenece el individuo del sexo masculino de que se trata,
como carmelita, cisterciensc, escriba, iconoclasta, is
maclita, jesuita, parta,- y los que designan animales ma
chos, v. g. lcon, mono, ménos haca ó jaca, caballo pe
queño, que es femenino por su terminacion.
2° Son tambien masculinos los nombres de rios (Gua
diana, Turia), siendo femeninos tansolo Esgueva y Huer
va, que muchos hacen ya masculinos. Pertenecen igual
mente al género masculino los nombres que significan los
meses del año (enero, abril, setiembre); los de montes y
volcanes (Cáucaso, Etna), y los de vientos (levante, po
que, ta} y todo en ciertos casos, y en general todos los adjetivos que acom
pañan a otros nombres neutros, como , Esto es cierto; aquello es malo ,
según lo esplica Clemencln en las páginas 16 47 del tomo 5o y en la 266
del bn de su Comentario al Don Quijote. Slen o solo de notar que el géne
ro neutro nunca se aplica cn caslellano á palabras que representan indivi
dun: ócosas materiales, sino ideas morales ó abstractas; que es privati
vo del número singular, pues jamas hallamos en el plural ninguno de los
usos 6 terminaciones peculiares que le acabamos dé señalar.
ma LOS GÉNEROS. i‘!
cliente, sur), con la sola escepcion de brisa y tramontona,
que son femeninos.
3° Los propios y apelativos de las mujeres (Beatriz,
mujer), los que significan sus dignidades, ocupaciones y
oficios (emperatriz, cocinera), y sus grados de parentesco
lnuera, sobrina), son femeninos, como tambien los nom
bmde las hembras de los animales (leona, mona).
Se esceplúan de estas reglas los nombres epicenos, es
decir, los que comprenden ambos sexos bajo una misma
tenninacion , porque esta es la que respecto de ellos da á
conocer su género, segun lo haré ver despues. Así milano,
¡(INC son masculinos, y paloma. rata femeninos, bien se
lrahle del macho ó de la hembra de estos animales. Hai con
lodo algunos que bajo una sola terminacion son comunes,
esto es, masculinos ó femeninos, segun que se refieren
á un individuo de aquel ó de este sexo, v. g. ánade,
llama (un animal); y lo propio sucede con los que no de
signan una clase ó especie, sino alguna circunstancia ó ca
lidad aplicable á las personas de ambos sexos : tales son
camarísta, comparte, compatriota, compinche, cóm
plice, consorte, cultíparlista, dentista, homicida, he
reje, indígena, intérprete, mártir, sirviente, testigo,
virgen-Ciertos nombres plurales m_asculinos significan
complexamente á los hombres y las muïeres, como los con
dcs, los duques, los hermanos, los pfilres, los reyes, los
líos ele, con que solemos deuotar al conde y á la condesa,
al duque y á la duquesa, á los hijos é hijas de unos mis
mos padres, al padre y á la madre, al rei y á la reina, y
álos tíos de ambos sexos. Pero esto no tiene lugar en los
nombres apelativos de destinos ó empleos, como los alcal
dex, los juezes, los regidores, porque con cllos solo sig
nificamos á los sugetos que desempeñan estos oficios; y
nunca á sus mujeres, que son la alcaldesa, la mujer del
juez y la regidora respectivamente. '
l“ Los nombres propios de reinos, provincias, ciuda
des, villas etc., son femeninos, siempre que acaban en a;
pero los que tienen otra terminacion son generalmente mas
culinos: Salamanca quedó desierta; Toledo está sitiado ,3
Madrid estaba alborotado; Carabanchel es divertido. Sl
alguna vez se hallan usados como femeninos los nombres
de ciudades, villas etc., que no terminan en a, es por so
18 ns Los GÉNEROS.
brentenderse los nombres regina, provincia, ciudad etc.,
como sucede cuando se dice, Toledo fué combatida, Ma
drid abandonada , que es lo mismo que si dijéramos, La
ciudad de Toledo fué combatída, la villa de Madrid
fue’ abandonada.
.1 5° En ios nombres de ciencias, artes y profesiones se
sigue la misma regla, de ser masculinos los acabados en
o, y femeninos los demas : por eso pertenecen á la pri
mera clase derecho, dibujo, grabado, y á la segunda car
pintería, jurisprudencia. equitacion. .
6° Los nombresde las figuras de gramática, retórica y
poética son todos femeninos, v. g. la sítépsís, la sínécdo
que; ménos los acabados en o ó en on dc origen griego,
como et pleonasmo, ct potisíndeton. Si se encuentra al
guno de los en on usado como femenino, ó es latino, v. g.
la esclamacíon, la interrogacíon, ó se sobrentiende la
palabra figuriL-udnálisís é hípérbole son ambíguos ó
(ludosos, es decir, que se pueden usar en ambos géne
ros. Lo mismo puede entenderse de énfasis y epífonema,
que hacen "masculinos algunos respetables escritores. En
Vicra (Noticias de las islas de Canaria) hallo ademas á
hipótesis masculino en la pág. 55 del tomo I, y femenino
dos páginas mas adelante; y catástrofe es tambien mascu
lino en la pág. 77 del lomo ll. Á pesar de ser recomen
‘(lablo la autoridad de Viera, no me atrevería á usar nin
guna de estas dos vozos sino como femeninas. —Cl2'ma.z:
es en mi sentir del género masculino.
7° Los nombres de las letras del alfabeto son femeni
nos, por entenderse la palabra letra .‘ la a, la b etc,;
mientras los de las notas músicas son masculinos, por re
ferirse á la voz signo ó tono: el do, "el rc etc.
Hemos visto en las reglas 5*, 4', 5' y 6' de las prece
dentes, que muchas vezes no basta conocer la significacion
de las palabras, para determinar su género, sino que es
necesario recurrir á la terminacion, la cual señala el gé
nero del gran número de las que no están comprendidas
en las clasificaciones que anteceden. Pasemos pues á hablar
de la influencia que tiene la terminacion en el género de
los nombres.
m: Los GÉNEROS. 19
En razon de la termínacíon.
Regla única. Sonlcmeninos los acabados en a (') y en
(‘l Se esceplúan adema, agú, albacea, almozala (ant), babanca (anL),
bajd, camarada (en las acepciones en que ahora se emplea , día, ¿rea
(mL), guardacosla, guardauela, maná, mandria. papá, 30/‘ , lupaboca,
uiua; y ¡mas pocas vozes mas, que si bien son castellanus, no tiencn un
uso mui frecuente. lllclñndez hace tambien masculino á ulcorza en la oda
De lu nieve, que es la XLVll del tomo primero; pero pudiera ser yerro
de imprenta. Son igualmente masculinas casi todas las tomadas directa
mente del griego, que son muchas, como argonauta, clima, dexpnm,
dilema, dogma, idioma, monarca, xoflsma, etc. -- Albald (sc-gon Cle
mencin, pag. 2to del tomo 50 de su Comentario, es mucho tiempo hace
usado como masculino por nuestros escritores), nnatemn, centinela, cis
ma, crisma (este es mas de ordinario masculino), emblema, eplgramu,
capta (la persona que está en acecho por eticargo de otro), guía (el que
enseña el camino), hermafrodita, hlbrida, lengua (el intérprete), maula
(el que es artificioso ó petardista). nema, neuma y reuma tienen ambos
géneros. En igual categoría coloca la Academia á diadema en todas las
ediciones de su Diccionario; pero al presentdlo hacemos siempre feme
ninm-Ayuila r un pez de este nombre es masculino, y en todos sus
demas significa os femenino. — Es masculino alpurg/alillu, cuando apli
camos esta palabra al que tiene cierta mónitn para saberse manejar. -
Aroma cs masculino como nombre genérico de las gorilas, yerbas ctm. ne
despiden un olor I'ragrante. aunque algunos lo hacen femenino. Es in iu
putablemente de este enero cuando duwgna la fior del aromm-wtlalaya,
por el hombre ue esta atalayando,es masculino, y femenino en las demas
acepciones. —guando ayudar asociado á otras dicciones deqola empleos
(¡destinos de hombres, es masculino, retenicndo el género de su termi
nacion en todas las demas acepciones. — Bambnrria equivalíendo á bobo
es masculino. y cuando significa chirlpa en el juego del billar, femenino.
— Barba tiene este género, menos en su significa-Io del actor que hace el
papel de viejo. — Aunque centinela tiene los dos géneros en el Diccio
nario de la Academia, lo creo solamente masculino, si designa al soldado
que está de centinela. — Cólera, por la enfermedad que nos ha venido
del Asia,se nsa como masculino, por sobrentenderse morbo, y aun á vezes
¡e dice el cólera morbo. — Cometa, cuando significa un cuerpo celeste, es
masculino, y cuando la armazon de cañas y papel, 6 un juego de naipes,
lr-Inenino. — consuela es masculino donde equivale á apuntador de la
comedia : y femenino, donde es el añalejo, ó bien en lural, ciertas con
Ineinorarioncs del oficio divino. —Comra, en el sentido de lo contrario
á lo que alguno dice ó haee,es masculino, v. g. Defender el pro y el con
1ra; y femenino, ó á lo ménos ambiguo, cuando en el lenguaje familiar
equivale á contradiccion, obstáculo ó dificultad. v. g. La contra que eso
tiene, pues hai quien dice, El contra que exo tiene. Como tecla del ór
gano es femi-nlnm- Cor-bala, por el adorno que se pone al rededor del
cuello. sigue el género de su termlnacion; y cs masculino por el ministro
de capa y espada, y por cl que no sigue la carrera eclesiástica ni la de
lona. — Cura es masculino equivaliendo á párroco ó sacerdote. -Chirimla
es femenino,cnando significa un instrumento músico; y masculino, cuando
se refiere al que lo loca. — Fantasma es masculino cn todas sus acepcio
nes. menos la de espantajo. - Faramalla por enredo es femenino, y por
el enredador es masculino. - Gallina por corbarde me parece comun. y
no femenino. como lo pone la Academia. — Guarda es comun, si denota
l: persona que está encargada del cuidado de alguna cosa, y femenino
en todas las ¡lemas acepciones. — Es masculino guardia, si denota al
que lo es de S. DL, femenino, cuando espresa el cuerpo de ente ar
mada que defiende algun puestoó persona, 6 la misma custodia guardia
20 m: Los GÉNEROS.
d (l). Los que terminan de cualquier otro modo, son del
género masculino (2). ——Por esta misma regla son mascu
linos todos los nombres que solo tienen plural, si este no
De los acabados en i.
Son femeninos graciadei, grei . let, cspícanardl, paImacrl-Ití , y todos
los nombres derivados del griego, que tienen el acento cn la penúltima
6 anti-penúltima, como dicsi, diócesi. metrópoli, pardfraat.
22 ‘m: LOS GÉNEROS.
fasces, fauces, Itespérídcs, híades, ltipocrénides, llores,
preces , testimoniales , írébedes y calambres por velacio
nes. — ¡Modales y puches se usan indistintamente en uno
y otro géner0.—Pares es masculino, ménos cuando equi
vale á placenta.
De los acabados en j,
Los cuales se eseribian ántes con z, solo hai uno femenino, que es troj‘.
De los acabados en l.
Son femeninos algaznl, cal, capital (la metró li), cárcel, col cordal,
dacretal, híel, miel, pajarel, flaxlortll, piel, sa , señal y vocal (la letra).
-Canal es masculino, cuando significa los de navegacion, ó figuradamente
el medio-por donde se sabe, consigue ó indaga al una cosa, ó los conduc
tos por donde circulan la sangre otros humores el cuerpo: en las demas
acepciones es femenino. — Mora es del genero masculino designando un
árbol de este nombre; y del femenino, cuando significa la facultad que trala
delas buenas costumbres, 6 la conducta del que las tiene. —Sal es usado
como si fuera ambiguo, cuando va acompañado del adjetivo amnnluco y
no lleva artículo, v. g. Una buena dósix de sal amoniaco ó amonlaca;
pero con el artículo solo tengo por bien dicho, La sal amoniaco.
De los acabados en n.
Son femeninos los verbalesen on que se derivan de nombres ó verbos que
existen en nuestra lengna, ó están tomados de nombres latinos en io tambien
del género femenino. A esta clase pertenecen armazon (como voz de ear
pinteria, ó significando la aecion y efecto de armar). barbcchazon, bínazon,
cargazon, couazoruclavazon, oracion. palazompoblaaon, propension,
segazon y trabazon, que vienen de. armar, barbechar, binar. cargar, ca
var, clavar, orar,palo,pob'ar, propender, segarytrabanycomplexion,
condition, jurisdiccion, ocacion. poluciomreligion y razor}, ue no son
otra cosa que el complexío, (‘Ofldililfijltríslïcli’), occasio, po Iulio , re
l gio y ratio con terminaciones castellanas. Hai con todo unos cuantos ver
bales derivados de verbos castellanos, que son del género masculino ; pero
¡iótcse que es mui raro el ue acaba en ion (terminacion casi exclusiva
mente del género femenino , y que tienen de ordinario una fuerza aumen
tativa, como se advierte en aprelon, arañon, empujan. encontrar: , estru
jon, forcejnn, limpian, rexbalon, revenlon, salpícon, tras uilon y al
gun otro. Hai ademas estos pocos nombres terminados en n de género fe
menino : acion, arrmnazon, clin 6 crin, diaxen, heren, imágen. loma
zon , snrien, sazon y sien. — A nzárgen lo da por ambiguo Jovellanos en
los Iiudimentos de gramática castellana , y tambien la Academia en la oc
tava edicion de su Diccionario; pero esto necesita aclararse para evitar to
da equivocaeion. Este nombre es siempre femenino en plural, y no deja
de serlo en singular sino cuando significa el már en de un libro; y aun en.
lónces es masculino solamente respecto del articulo definido ue lo pre
cede, y no respecto de los adjetivos que se le juntan , pues ecimos AI
margen de’ volúmen, y, El lomo está escrito d media múrgen - Orden
en la significacion de la coloeacion, clase, serie 6 succsion de las cosas, ¿i
del sacramento de este nombre, es masculino; pero si denota el decreto 6
mandato de una autoridad, el estatuto de al un cuerpo ó el mismo cuer
0 , es femenino. Se dice por tanto ,‘ Dió entonces S M. la órden, para. ne
as Ordenes militares se colocasen segun el órden acostumbrado, de; _u
dose preceder de las religiosas, y mucho mas de una órden tan esclarecida
como la de santo Domingo. Con todo en la Vida de Hernan Pérez del País
m: Los GÉNEROS. 23
De los acabados m, s.
Sou femeninos aguarraa, colaplscís, lis, litio, macic, mica onoquilea,
yiolixpáslox, reamexcuna, los, Venus (cn todas sus acepciom-sl, y los nom
bres que llevan el acento en la penultima óantepcnullima, que son toma
dos casi todos de la lengua griega, v. g. bilis. monopdslos, parenesix,
lisis. Esceplúanse Apocallpsix, eslasix, Génesis, herpes (si no me equi
voco en creer que puede usarse en el singular), iris, paréntesis al un
otro, que son masculinos, y cútis y análisis, que son ambiguos. uc os
hacen tambien á énfasis del género masculino.
De los acabados en u.
Puede decirse que solo tribu es femenino, aunque Marina. ¡Inílandoá
nuestros antiguos escritores, lo ha empleado como masculino. Son tam
25 m: Los GÉNEROS.
trar en la regla general de los acabados en i. Pero si el se
gundo de los simples está en plural, los compuestos toman
el género masculino, segun es de ver en cortaplúmas, deo
grácías, escarbaoréjas, mondadiéntes, ortacártas, sa
cabótas y tragaléguas; y con mayor fun amenlo se da es
te género á las vozes que denotan empleos ú ocupaciones
peculiares de los hombres, v. g. guardacábras, guarda
jóyas, quitamánchas yxsacamuélaa, pues en este caso,
aun cuando el segundo simple esté en singular, debe ser
masculino el compuesto en razon de su significado ( Véase
la pág. 46), como en maestrescuela. Sin embargo guarda
vela y tapaboca son masculinos, y á sacafilásticas lo su
pone lemenino la Academia en su Diccionario, ¡al vez por
llevar embebida la idea de aguja. Cuando los nombres son
aplicables á uno y otro sexo, se hacen comunes, segun su
cede en un ó una azotacálles, un ó una desuellacáras.
— Esceplúase chotacábras, nombre de un pájaro, que es
femeninofi-Contrapeste es masculino, por estar compren
dido en’ la idea general de remedio. -lla|lo á descubrelá
lle: (anL) en el Diccionario de la Academia como del génea
ro lemenino.—Guardaman0, pasamano y trasmano son
masculinos para conformarse con el género comun de los
acabados en o, y lo mismo sucede con pasacalle que es del
género ordinario de los terminados en e, y no del peculiar
de calle.— Guardar-opa es femenino significando la oficina
destinada á custodiar la ropag-y masculino, si se aplica al
sugelo que cuida de dicha olicina, ó al armario donde se
guarda la ropa-Veo que Jovellanos usa varias vezes á t0r—
l
De los acabados en x.
Tampoco hal mas que uno femenino, que es sardánix. No tengo ¡ncon—
venielïle en dar el mismo género a áníz, por mas que la Academia lo hace
mascu mo.
De los acabados en z.
Son femeninos cerviz, cicatriz, codorniz, coz, cruz, rhoz, faz . folnz,
f0: (antlm), haz (la cara 6 la tropa ordenada , hoz, hoz, lombriz, luz, ma
rriz, nariz, nuez, paz, perdiz, pez(n': sigui cando pescado), pómez, ral:
aobrcpelliz, tez, vez, voz. y lodos los que denotan alguna pro Iedad 5
calidad, como allivez, doblez, niilrz, sencillez, vejez clc.;pero oblez en
el sentido de pliegue es masculino. Porlapaz c: ambiguo.
m: LOS Anilmvos. 25‘
napunta como masculino, aunque la Academia le señala el
género femenino. — Tragaluz y trasluz son masculinos
separándose del género de luz. —Tambieu lo son verde
esmeralda, verdemontaña y verdevejiga, por llevar em
bebida la idea de colon-La Academia da en el Diccionario
el género femenino á vislumbre ; pero lo usa como mas
culino en el articulo Crisoberilo.
Los aumenlativos y diminutivo: guardan el género del
nombre de su origen : gozquecillo y leouazo son masculi
nos por serlo gozque y leou. Entiéundese que no lo ha de
impedir su terminacion, pues esta hace que los acabados en
e, iu y on sean masculinos, ylos en a femeninos, no obstante
el género de los nombres de que se derivan, como lo vemos
en pipote, peluquin, callejon y cortezon, que vienen de
pipa, peluca, calle y corteza, y en destruida y maquila,
que salen de destral y de moco.
De los acfietívos.
Los adjetivos tienen en general una ó dos terminaciones.
Si acaban en o, ele ú oie, mudan la vocal última en a para
el género femenino : hombre bello, mujer bella ; regorde
te, regordeta; allote, altota. Si terminan por cualquier
otra letra, sea vocal ó consonante, no tienen mas de una ter
minacion, como persa, endeble. feroz, ruiu, sutil. Se es
ceptúan algunos adjetivos gentilicios ó nacionales, esto es,
que denotan la uaciou, provincia ó pueblo de que uno es
natural, pues muchos de estos, aunque acaban en conso
nante, forman la terminacion femenina añadiendo la a,
v. g. andaluz, andaluza,- español, española; genoves,
genovesa. Hacen lo propio algunos adjetivos en n, como
haragan, haragaua; preguntan, preguutona ; y los acaba
dos en or, v. g. malkeckor, mal/Lechera,- traidor, trai
dora; pero inferior, mayor, mejor, menor, peor, supe
rior y ulterior solo tienen una terminacion.
En los adjetivos de dos terminaciones sirve la primera
para juntarse con las neutras de los artículos ó adjetivos que
las tienen : Lo flaco de nuestra carne; explicado aquello
así,- eslo sentado.
Son mui pocos los adjetivos de tres terminaciones, pu
diéndose reducir en castellano á los siguientes :
2
26 m: LOS svmansuzs.
Sing. Alguno, nlgun ó alquien ( ra el masculino),
alguna (para el fcmeninory algo (para el neutro).
Aquel, aquella, aquello.
Ese. esa, eso. Para los tres géneros respectivamente.
Este, esta, esta.
Ninguno, ningun 6 nadie (para el masculino),
ninguna (para el femenino), y nada (para el neutro).
' Plnr. Algunos, algunas.
A¿‘gan esásïzq" ellas.
uellos sfigxecl-ïllénascuhno
. y femenino
. respecti.
Estos. estas. l '
Ningunou , ningunos.
De los numerales.
Entran en la clase de adjetivos los numerales cardina
les, los ordinales y los proporcionales.
Los cardinales, que toman su nombre de ser como el
fundamento ó quicio (llamado en latín cardo) de las demas
combinaciones numéricas, son: uno ó un, dos, tres, cua
tro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce,
Jrece, catorce, quince, diez y seis, diez y siete, diez y
ocho, diez y nueve, veinte, veinte y uno, veinte y dos,
ó veintiuno, veintidos elc., treinta, cuarenta, cincuen
' ta, sesenta, setenta, ochenta, noventa, ciento, doscien
tos, trec-ientos, cuatrocientos, quinientos, seiscientos,
setecientos, ochocientos, novecientos, mil. Son todos de
una sola terminacion , ménos uno. y los compuestos de
ciento, como doscientos, doscientas etc.
Los ordinales, ó que sirven para contar por órden, son
primero ó primo, segundo, tercero ó tercio, cuarto, guin
to, sesto, sétimo, octavo, nono ó noveno, décimo o de
COMPARATWOS Y SUPERLATIVOS. 27'
___<oco.—_.
CAPÍTULO II.
DE LOS COMPABATIVOS Y SUPERLATIVOS. — DE LOS AUMENTATIVOS l
DIMINUTIVOS. -- DE LOS DERIVADOS. - DE LOS COMPUESTOS.
aula, célula, cuucula. fecula (de {ez ó hez), menaula, molécula. “¿Tula
(anl.,, partícula, película ,- corpúaculc, glóbulo, opasculo, regalo.
aumaxunvos Y DIMINUTLVOS. '31
sale cordelcjo, de ánade anadeja, de pobre pobrete, de
mulo nzuleto, de aria arte/a, de santo santíco, de _m
caro picaríllo, de espada espadín, de mozo mozito, de
arroyo arroyuelo y de rodaja rodajuela.
Algunos nombres convierten las terminaciones ica, illa,
¡to y uelo, eu ecico, ect/lo, ecito, ezuelo, y otros omiten
la e y añaden solo cico, cillo, cito y zuelo. Establezcamos
las reglas mas frecuentes de estas variaciones.
Todos los monosílabos que terminan en consonante, tie
nen su diminutivo en ecico, ecillo," ecíto ó czuelo, como
floral-illa, luzecila, pezecíto, pezesuelo, reyezuelo, que
se forman de flor, luz, pez y rei. No me ocurre mas que
un disilabo, esto es, de dos sílabas, que haga lo mismo, y
es arbolccico, no mui usado. Son bastantes los acabados
en a ú 0 que las mudan en dichas terminaciones: tales son
buenecillo (de poco uso), cofiezuela, huevec-illo, mane
cita, obrecíl-la, pradecíllo, truenecíllo y otros.
Los nombres en e y los polisilabos, es decir, los que tie
nen mas de una sílaba, que acaban por las líquidas n ó r,
reciben las terminaciones cico, cillo, cita ó zuelox, segun
se ve en avecilla, cofrcci/lo, nubecilla, sastrecillo, sim
plecillo, víentrezue/o; autorzuelo, cantarcíco, capitan
cíllo, dolore-illa, ladronzuelo, mujercílla, pastorcillo.
No recuerdo mas escepciones que Juan , el cual dice Jua
nito, volcanejo que viene de volcan, todos los acabados
en m, v. g. jardín, rocín, serafin, cuyos diminutivos
son jardínito, rocinito y sera/mito, siguiendo la regla ge
neral, y señorita que se deriva de señor. Con todo ruin
cico, ruíncillo, rulncito vienen de ruin, y de jardín se
forman tambien jardincico, jardíncillo y jardíncito.
Varios diminutivos pierden, como en los aumentativos,
la i del diptongo le, si este forma la penúltima sílaba, v. g.
ceguecillo, ceguezuclo, dentecillo, netezuelo, padre
suela, serpezue/a, serrezuela, ternezuelo, vcntresuelo,
si bien son usados los diminutivos regulares cíeguecillo,
cíeguezuelo, dieníecillo, píedrezuela y sicrpesucla, al
modo que de bestia sale no solo bestíezuela, sino tambien
bcstezuela, irregulan-Indíp pierde la i de su última sí
laba, cuando pasa á diminutivo, diciendo indezuela
Otros mudan el diptongo ue en o, v. g. boyezuelo de buei,
cobanillo de cuébano, cornezuelo de cuerno, coslecilla
32 AUMENTATIVOS Y DIMINUTIVOS.
de cuesta, esportitta de cspuerta. fortezuelo de fuerte,
longuesuelo de luengo, osecillo de hueso, porquecilla de
puerco y portezuela de puerta,- pero tambien decimos
bueyecillo, huesecillo, puerquecilla, puerIezuelw-Cor
rcgüela ó correhuela es diminutivo de correa, como lo es
aldehuela de aldea, calleiuela de calle, canucela de ca
na, fehuela de fea, lampre/zuela de lamprea; Antoñuelo
de Antonio, demonuelo de demonio, judihuelo de judío,
navichuelo de navío, riachuelo de rio; calezico de cáliz
y costanilla de cuesta.-Piezecico, piezecillo, piezecílo
y piezezuelo, son los diminutivos de pié, bien que el P.
Granada (en la primera parte de la Introduccion del Sim
bolo de la fe, cap. 20) usó el regular piecillo. — Tamar
rizquito y tamarrusquito son dimiuutivos familiares de
tamaño (pequeño).
De los nombres propios son mui pocos los qu_e, como
Francisquito, se conforman con la regla general. —Hai
algunos en a ó as que toman las terminaciones ela ó élas,
v. g. Lucihuela, Maricuela y Marihuela, Mencigüela y
Matihuélas de Lucia, Maria, Mencía y Matías. Los en
os tienen el diminutivo en itos, v. g. Carlitos, Marquítos,
de Ccirlos, Marcos. Los demas suelen formarse de un mo
«lo irregular, v. g. Antoñito de Antonio, Manolo de Ma
nuel, Marica y Mariquita de María, y Perico de Pedro;
y en algunos desaparecen todos los vestigios de su raíz,
siendo mui difícil que nadie adivine, por ejemplo, que
Pepe es diminutivo de José,- Paco, Pacho, Face y Far
ruco de Francisco, Belica de Isabel, Catana ó Catanla
de Catalina, Concha de Concepcion, Cota y Maruja de
María etc. Aunque pudiera disputarse, si estos nombres
son diminutivos, ó bien los mismos José, Francisco, ¡sw
bel, Catalina, Concepcion, María, segun prefiere usar
los la conversacion familiar y confidencial. — [los diminu
tivos femeninos acaban por a en el singular y por as en el
plural, aun cuando se deriven de un nombre que termine
por otra letra que la a. De Irene formamos Irenita, y de
Dolores y Mercedes, Dolorcitas y Merceditas. Ménos si
el primitivo femenino es en o ú os, porque entonces con
servan estas terminaciones: Rosarito y Socorrito vienen
de Rosario y Socorro, así como Desamparaditos de De
samparádos.
m: Los DERlIVADOS. 33
De los derivados.
Los nombres, así los sustan-tivos como los adjetivos,
2.
3h DE LOS DERIVADOS.
‘ De los compueslos.
Los unos se forman de dos nombres, v. g. aguachi-rle,
barbilampiño , gallípavo, Muestrame, pelícorlo, punta
pié; otros de nombre y verbo, v. g. quilasol, perdonaví
das, sacabótas; otros de nombre y adverbio, v. g. biena
t-enturado, recíenvenido; otros de nombre y preposicion,
v. g. anteojo. concuñado; otros de dos verbos, como ga
napíerde; otros de dos verbos y un pronombre, como
Las terminaciones ante, aria, ente, ero, isla, y tambien la or, indican
generalmente el destino, secta profesion, ollcio ú ocupacion. Por ejemplo :
comediante, aobrestante; herlzolario, lapidario; eacribienle, intendente ;
aombrerero zapatero ,- calvlnisla, organisla, pleítiala; intontorcedor.
Aria es igualmente terminacion de algunos adjetivos que enotan aptitud,
propension ó cierta calidad, se un lo demuestran facilitario, perdulario,
visionario. En los sustantivos enota la persona á cuyo favor se hace algo,
como se ve en arrendatario, beneficiario, cemuario, reaíonariomonceiio
nario, conalgnatario, legatario,mandatario,renunciatarimusuario, usu
frucluario, aunque alguna vez significa lo opuesto, como en penxionario,
que es el que paga la pension, y no el que la recibe; ó bien el sitio donde
se guardan muchas cosas de la especie que los mismos manifiestan,ó aquello
que laa contiene. Por esto campanario , herbario , osario , relicarïo , au
rario ¡‘uieren decir el lugar donde están las campanas, las yerbas, los
uesos, as reliquias, las cosas sagradas; y antifonario, deuocionarimejem
plario, epíalolario, los libros que comprenden las antífonas, las devocio
nes, los ejemplos 6 las epistolas respectivamente. — De dichas terminacio
nes la ario se halla en algun geniillcio, v. g. baleario, canario, el natural
de las Islas baleares y el de Canarias, y en muchos la ero , segun lo prucu
han ceclavinero, habanero, taranconero y otros. Son rarísimos los pa
tronímicos de esta lerminacion, como icario. — Ero es tambien termina
cion de las palabras que significan localidad, como derrumbadero, desem
barcadero, granero, lavadero, matadero, picadero.
La terminacion asco (en los masculinos y arca en los femeninos) tiene
unas vezes fuerza diminutiva, como en pincarraaco (una especie de pino
pequeño y vardasca
iia gran e), neuaaca (vara delgadanaumcntativa
ó nevasco otras,
( temporal de mucha v. . peflasco
nieveg); (pc
y en algunos
casos sirve ara las vozes colectivas, segun se ve en elmismo ncvasca, y
ademas en ojaraxca, que es un conjunto de hojas. ‘
Con la terminacion attro denolamos inferioridad en sumo grado: ca
mauro, crilicastro, filosofasiro, oetaxtro no son otra cosa que una caiiia
pobre, un pésimo critico, un fil sofo des reciable, iin poeta áquien no
miran con ojos halagüeños las nueve ermanas. ambien sirve para los
grados de parentesco entre las personas que mas de ordinario se odian
gue se estiman , como liermanaslra, hermanaslro, liijasira, hijasiro, ma
rastra, padrastro.
Aza es terminaeion, como ya hemos dicho, de los nombres aumenlativos;
pero se halla tambien en algunos que significan cosas de inferior calidad,
segun lo demuestran sangraza ó aan uaza, vinaza, las vozes rovinciales
mclaza y oleaza, y aun madraza es a que por sobrado com aciente con
sus hijos los mima demasiado, y es de consiguiente mala ma re. Una idea
31511,) parecida de inferioridad, mezclada con asco, nos escitan aguaza y
a aza.
La azqo (que algunos escriben, segun la costumbre antigua, adgo ) está
destinadaá señalar los empleos, encargos, prerogativas, jurisdiccion, y a
vezes el parentesco de las personas representadas por los sustantivos de que
se derivan: v. g. albaceazgo, al uacilazqo, almtrantazgo, compadraz
go mayorazgo, patronazgo, vil azgo. _
¡la azo si nifica generalmente el golpe dado con arma instrumento u
otra cosa :. alazo, todazo, flcchazo, lallgazo, vai-azo. Ésta terminacion
y la on sirven , scgun poco há se ha esplicado, ara los aumentativos , y
sin embargo en lechazo, el coderillo tierno, y chon, el cochinillo que
mama, igualmente que en los vai-ios diminutivo: espresados en la nota de
la ág. 50, nos sugieren la idea de ucñez. _
s privativa la terminacion ble de os nombres que denotan la capalidad,
m; LOS Noiunnns coupunsros. 37
nombre y alguna de estas partículas componentes : a, ab,
abs, ad, ante, anti, circum ó círcun. cís, citra, co, com,
con, contra, de, des, di, dis, e, em, en, entre, equí, e:
¡bilidad , aptitud 6 mérito ara algo , cuales son aborrrclble, crelble ,
IabIe, mudable, tachable. ara igual ob'eto suele servir la terminacion
ero, como se advierte en casadero, crece ero, cobradero, cocedero, col
gudero, comedero, curandero, cumplidero , divldidero , hacedero, pere
cvdem . . . . . . .
Emo yeño significan en los adjetivos la calidad del sustantivo de su ori
gen , y muchas vezes en un grado especial : _así avarienio es el que está
mui poseído de la avaricia, cenicienta lo que tiene el color de ceniza, pol»
Turlelflü lo que se halla cubierto de polvo, sedicnlo el que tiene mucha
sed, agrazeño lo que participa de las calidades delagraz ¿contiene el que
sc distingue por su nariz parecida al pico del aguila , guijarreno _lo que
abunda en guijarros, lrigueflo lo que tiene el coloy del t}? o, pledigüerïlo ,
e] pesado (¿El pedí: kallllzgüeño, rmíeñp etcztaqpp qgei ¡a iápaonácéntel a
taga ó rie. . in em rgo amamos ca eri urie o “qu e _e g h ca cn
nn-a, ysudorienlo al que esta un poco sudado.— ai tambien miic os gen
tilicius en eño, v. g. ulcanmreflo, alcarreflo, estremeflo, madnleflo, ma
laqueño.
Otros gentilicios acaban en es, v. g. claves, aragones, frances, portu
giies; siendo pocos ltps derivados en es, que, como cortes y montones, no
Ierleneccn á dicha c ase. '
l Con las terminaciones este y cure se traducen las eslisj eatris latinas,
_
peculiares de los adjetivos que incluyen la idea ds] ¡sustantiva die puc paeig
su origen hcolilno campestre. celeste, lo que es e campo e cie o ,
WL:rtenece a e os. ez no solo sirve para los sustantivos
terminacion _ ,
abstractos, segun an
tes indique , sino tambien para los patronimicos. Es sabido que A vares ,
Dominguez, Fernández, L pez, Iyúflez , Pérez, RodrlgÁuez, Sánches etc.,
fueron los nombres dados al principio a los hijos delos lvaros, Domingos,
Fernandos, Lopes, Nunes, eros 6 Pgdros, Rodrigo! , Sanchos etc._ _
Ezno lleva consigo la idea de peqiienez , como lo prueban los dim_inuti7
vos mencionados en la nota de la pág. so, y rodezno, cilindro que viene a
ser una rueda pcquena. Clemepcin cree ( pag. lts d_el tomo 5° de su Co
mentariojqbue con alguna semejanza de esta terminacion llamamos chozno
¡l hi0 dc iznicto. V _ ,
La) circunstancia de estar hecha una cosa de otra, 6 bien de parecerse o '
pertenecer a ella, se expresa en muchos adjetivos con la terminacion mo,
v._ g. accríno,_alabast_rtno, ambarmo, cervino, Clgrtdiflfitefigïdíïlflo, alw
timo, cristalino, lferlmp. Püïídlcltlfl razpiybstilïzg recuen en e para os
entilieios v. g. a ca a no a can mo i _ . _
E La misma terminacion in'o , igualmeiíte que izco_y uzcp, manifiestan la
tendencia del cuerpo_a ser de este o del otro color ,. azi: mo, purpurmo ,
zlanquecmo, bltanquizctg, negruzco es lo que tira a azn , purpura. blanco
ne ro respec
Engicmo ivamen
terminan .
las vozes _
colectivas ,
gueespresan la peligpíipnodefitlodoi _
‘e¡yn-we”’ ‘mdd smo ' pm,“ a" “m0,Fit?‘q‘tïlïlïlïïütiïiá’
'
iediíd edanlis
ma ripiiseno
alza.
ristica de las personas ó cosas, como farisrleisnlro, lgcgnslruczgh ue e.
e" i- “'54” amarte“ e" “static “asesino
pe?“ “r e ca al cnglljïsesvleácrlíios una
‘ia la
alabra en ¡ama á sabcnmoris
primera
mn, de estas
la cual ressignifica
no solo c _ , la secta de os moros, sino
_ ,una multitu
1_ d d e
ellos.
lata se aplica casi siempre a, las (termitas 0H6198"?“
. .
Egïfngïfiffïgfi‘;
secta , como aparece en dentista , Jim-N“ r "WW." m“ - "" '
la tourism; y tambien a las quc tienen el habito 6 la costumbre de ha.
.
38 DE LOS NOMBRES COMPUESTOS.
ó er, estra, im, in, infra, inler, intro, o, ob, per, por,
pos, pre, préter, pro, re, retro, sa ó sa, se, semi, sesqui,
sin, so, sobre, son, sos, su, sub, súper, sus, tra, trans ó
tras, ultra, y vice ó vi, que es su abreviacion. De todas
0.:, para todos los casos, ménos el recto, y para los dos géneros.
CAPÍTULO v.
DEL VEBDO. - DE SUS DIODOS Y TIEMPOS.
CAPÍTULO v1.
DE LAS CONJUGÁCXONBI DE [.08 YBIBOS REGULARES.
VOZ ACTIVA.
Pnnmru CONJÏJGAGXOR. SncmmA comme. Tnncmu CONJUGACION.
lNFINITIVO. mrnuuvo. ‘INFINITIVO.
ABI-AR. CONCED-ER. COMBAT-XR.
Participio activo. Participio activo. Participio activo.
Am-ante ('). Concert-ente. Combat-teme.
Participio pasivo. Parlicipio pasivo. Participio pasivo.
Am-ado. Conced-ido. Combat-ido.
Gerundio. Gerundio. Gerundio.
Am-ando. Concert-tando. Combat-tando.
~
(‘j La mayor parte de los verbos carecen del participio activo, segun
diremos en la Smtáxis. o
U
58 CONJUGACIONES REGULARES.
Primera conjugacion. Segunda conjugacion. Tercera oonjugncion.
INDICATIVQ. nvnxcnlvo. xxmcrrrvo.
Presente. Presente. Presente.
S. Yo rim-o. S. Yo conced-o. S. Yo combat-o.
ú am-as. Tu concert-es. Tú combat-es.
l am-a. El conred-e. El combat-e.
P. Nosotros rim-amos. P.N0s. conced-emos. P. Nos. combat-mos.
Vos. ani-dis. Vos. conced-éis. Vos. combat-fs.
Ellos «zm-an. Ellos concert-en. Ellos combat—en.
Pretérito coexistente. Pret.’ coexistente. Pretérito coexistente.
S. Yo am-aba. S. Yo concert-ía. S. Yo combat-ía.
ú um-nbas. Tú ronced-ias. Tú combat-ias.
‘l am-aba. El conced-ia. El combat-ia.
P.l\'os. am-ábamos. P.Nos. concert-tamos. P. Nos. combat-tamos.
Vos. am-abais. Vos. conced-íais. Vos. combat-tau.
Ellos am-aban. Ellos conced-ian. Ellos combat-ion.
Pretérito absoluto. Pretérito absoluto. Pretérito absoluto.
S. Yo am-é. S. Yo conced-l. S. Yo combat-i.
ú am-asle. ú conced-iste. ú combat-late.
l am-á. l cometí-ió. l combat-ió.
P. Nos. am-ámos. P.Nos. conced-imos. P. Nos. eombal-tmos.
Vos. am-asteis. Vos. conced-isleís. Vos. combaI-isieís.
Ellos am—ar0n. Ellos conced-ieron. Ellos combat-ieron.
Futuro absoluto. Futuro absoluto. Futuro absoluto.
S. Yo am-nré. S. Yo conced-eré. S. Yo combat-irc‘.
Tú am-ards. Tú conced-erás. ú conzbat-irás.
El am-arú. Él conced-erá. ‘l combat-irá.
lñlïosotros am-are P. Nosolms conced P. Nosotros comba!
mos. eremos. iremos.
Vos. am-areis. Vos. concert-creía. Vos. combat-írdis.
Ellos am-arán. Ellos concedrerán. Ellos combat-irán.
Futuro condicional. Futuro condicional.‘ Futuro condicional.
S. Yo am-aria. S.Yo conced-eria. S. Yo combat-iría.
Tú am-arias. u concert-crías. ú combat-tríos.
El am-aria. l concert-cría. l combat-iría.
P. Nosotros am-arla P. Nosotros conced P. Nosotros combat
mos. ertamos. irtamos.
Vos. am-ariais. Vos. conced-eriaís. Vos. combat-iriais.
Ellos am-arian. Ellos conced-erian. Ellos combat-irían.
SUBIUNTXVO. SUBJUN T IVO. sunlnxrlvo.
Futuro. Fu tura. Futuro.
S. Yo am-e. S. Yo eonced-a. S. Yo combat-a.
Tú ani-es. Tú caused-as. Tú combat-as.
El am-e. El concert-a. El combat-a.
P.N0s. am-ernos. P. Nos. concert-amos. P. Nos. combat-amos.
Vos. ani-ets. Vos. conced-úis. Vos. combat-dis.
Ellos am-en. Ellos caused-an. Ellos combat-an.
Futuro condicional. Futuro condicional. Futuro condicional.
S. Yo am-are. S. Yo conced-íere. S. Yo combat-iere.
Tu am-ares. Tú conced-ieres. Tú combat-fans.
El am-are. El conced-iere. Él combaI-iere.
[Nosotros am-áre P. Nosotros conced P. Nosotros combat
mos. íeremos. iéremos.
Vos. am-areis. Vos. conced-iereis. Vos. combat-lewis.
Ellos am-aren. Ellos conced-ieren. Ellos combab-ieren.
CONJUGACIONES nnouranns. 59
Primera conjugaeion. Segunda conjugaeion. Tercera conjugacion.
Indel. absoluto. lndel‘. absoluto. lnder. absoluto.
S. Yo am-ara. S. Yo conced-íera. S. Yo combal-iera.
Tu am-aras. Tu crmced-ieras. Tu combat-fieras.
El am-ura. El conccd-iera. El combat-fiera.
P. nosotros am-ára- P. Nosotros conced- P. Nosotros combat
mos. íeramos. icramos.
Vos. am-arait. Vos. ronced-ierais. Vos. combat-ieraís.
Ellos am-arun. Ellos conced-iemn. Ellos combat-ieran.
lndel‘. condicional. Indel‘. condicional. lndel‘. condicional.
S. Yo am-ase. S. Yo conceri-iese. S. Yo combat-íese.
Tu am-asea. Tu conced-ieses. Tu combaI-ieses.
El (im-ase. El conced-íese. El combabiese.
Pmosotros am-áse- P. Nosotros conced- P. Nosotros combat
mos. iesemos. iesemos.
Vos. am-aseis. Vos. conced-iexeir. Vos. combal-ieseis.
Ellos ani-asen. Ellos conced-iesen. Ellos combal-zeren.
rmrnnurvo. IMPERATIVO. IMPERATIYO.
Futuro. Futuro. Futuro. _
S.Am-a tú. Sflonced-e tú. S. Combat-e tú.
¡{Am-dd vosotros. P. Concert-ed vosotros. P. Combat-Id vosotros.
VOZ PASIVA.
Esta voz no es otra cosa que el ausiliar ser, cuya conju
gacion se halla mas adelante_en la página 8-l , unido al par
ticipio pasivo del verbo, en esta forma:
(NFINITIVO.
. SER AMADO. ‘
Participio pasivo. a Gerundio.
Sido amado. Siendo amado.
INDICATXVO.
Presente.
Sing. Yo soi amado. Plur. Nosotros somos amados
ú eres amado. _V0s0tr0s sois amados.
les amado. Ellos son amados. etc.
vanco RECÍPROCO.
N r l n 1 r 1 v o.
J ACTARSE.
Participio pasivo. Gerundio.
Iactúdoee. Juclúndose.
l N n 1 c A r 1 v o.
Presente.
Sing. Yo me jacto ó jáctome yo.
Tú te jactas ó jáctmte tú.
El se jacta ójáclase el.
Plur. Nosotros nos jue/amos ójacldmnnos nosotros.
Vos. os jacláis ó jaclúixos vosotros. (Lo último es poco usado.)
Ellos se ¡‘aclan ójáclame ellos.
Á este tenor se conjugan los demas tiempos de indica
, tivo.
SUBJUNTIVO.
Futuro.
Sing. Yo mejacte 6 idcleme yo.
al’! tejacles ójacteste tú.
lsejncte ó jáclese e'l.
Plur. Nosotros nos jactemos ó jactémonos nosotrol.
Vosotros os jacteis ó jacteisos vosotros. (El segundo es poco
usado.)
Ellos se jacten ó jdctense ellos.
Futuro condicional.
Sing. Yo me jaclarc ó jactáreme yo.
Tu tejactares ójactáreste tu. etc., etc.
IMPEBATIVO.
Futuro.
Sing. Júctate tú. Plur. Jactáos vosotros.
CAPÍTULO VII.
mi ns CONJUGACIONES ni: LOS vniinos iniiiieuunus (').
(‘j No hablaré acluí de los verbos, que si bien ¿nadan alguna letra en su
eonjugacion es so o en razon de la ortografía para conservar el soni
que su última radical tiene en el infinitivd, porque estos no son en
idad irregulares. Muchos mudan efectivamente la e en qu ó en z, la
g _ gu enj, la i en y, y la qu cn c, sin que por eso sea anómala su
conjugacion. De provocar sale provoque; de vencer, venzo; de halagar,
halaygq- dc acliigir, ázfliáaí: de _creáerí_huir, raer, roer, eran/á, huy/hera.
raye o royen o- e e mqmr e mea- porque no pue e ese_ri irse
g rovocé: venco,
l ohalo
‘dd,e,u a t!’
i’, a, lleliri
l q‘ua [l,' si‘t’ la ultima ci
letra vencer
radical ha
ha
e conservar e a ni q e iene en os in ni ivos prouo « r -
lagar, afligir, delinquir; y ha de escribirse creyó, leyera, leyendo: ro
yendo, ‘porque pronuneiamos la i entre dos vocales comp una y, hacien
do que icra a la segunda, segun se dira en la Ortogratia.
\
comooactontzs IRREGULARES. 63
innuntvo.
ACERTAB f).
lmtcntvo. SUBJUNTIVO.
Presente. Futuro.
Slug. Yo ac-i-erto. Sing. Yo ac-i-rrle.
Tú ac-i-ertaa. lu ac-j-ertes.
El oc-i-crta. El ac-t-crte.
Plur. Ellos ac-i-ertan. Plur. Ellos ac-i-erten.
ACORDAR (').
INDICATIVO. SUBJUNTIVO.
Presente. Futuro.
Sing. Yo ac-ue-rdo. Sing. Yo ac-ue-rde.
u ac-ue-rdas. ‘u ac-ue-rdes.
l ac-ue-rda. l ae-ue-rde.
Plur. Ellos ac-ue-rdan. Plur. Ellos ac-ue-rden.
CONOCER.
N D i C A ‘r i v o
/ Presente.
Sing. Yo cono-z-co (2).
nur iiurivo.
TRADUCIR.
i N n i c A 'r i v 0.
Pretérito absoluto. Indefinido absoluto.
Sing. Yo traduje. Sing. Yo tradujera:
Tú tradujíste. Tu tradiqeras.
El tradujo. El iradnjera.
Plur. Nosotros iradujimos. Plur. Nosotros iradujeramoa.
Vosotros tradujiateis. Vosotros Iradujeraís.
Ellos lrazlujeron. Ellos rradujeran.
SUBJUNTIVO. Indefinido condicional.
Futuro condicional. Sing. YQ lradujexe.
Sing. Yo Iradujere. v Tu tradujeses.
‘ljú tradnjrres. El lradujese.
El tradujere. Plur. Nosotros lradnjesemos.
Plur. Nosotros tradujéremoa. Vosotros lradujexeis.
Vosotros lradujereis. Ellos tradiijesen.
Ellos lradujeren.
COLEGlR (').
Gerundio.
Col-i-giendo.
ADVERTIR (*).
Gerundio.
Adv-i-rliendo.
1 N n x c .\ 1‘ x v o.
Presente.
Slug. Yo adu-i-erto. El adu-i-erte. ¡
Tu adv-i-ertes. Plur. Ellos adv-i-ertcn.
I Pretérito absoluto.
Sing. El adv-i-rtió. Plur. Ellos adv-i-rlierbn.
su n J U N T 1 v 0.
Futuro. » Indefinido absoluto.
Sing. Yo advr-Ferla. Sing. Yo adv-i-rliera.
Tu adu-i-erlas. Tú adu-i-rlieras.
El rzdu-i-erta. El adu-i-rtiera.
Plur. Nosotros adv-i-rlamos. Plur. Nosotros adu-i-rlíflramns.
Vosotros adu-i-Háis. Vosotros advJ-rtierais.
Ellos adv-i-erlnrt. Ellos ndu-i-rtieran.
Futuro condicional. Indefinido condicional.
Sing. Yo adu-i-rtiere. Sing. Yo adv-i-rliese.
ú adu-i-rlieres. Tú adu-i-rtíexes.
l adu-i-rliere. \\ El adv-i-rliese.
Plur. Nosotros adu-i-rlieremos. Plur. Nosotros adv-i-rtiflsemos.
Vosotros aglwi-rtiereis. Vosotros adv-i-rlieseis.
Ellos adv-i-rl teren. Ellos adv-i-rtiesen.
x zu r n n A 1' 1 v o. 3
Futuro.
Sing. Adv-i-erlc tú.
s00}
CAPÍTULO VIII.
VERSOS QUE TIENEN UNA CONJUGACION PECULIAI (3).
ADQUIRIR.
INDICATIVO. SUBJUNTIVO.
Presente. Futuro.
Sing. Yo adquiere. Sing. Yo adquiera.
Tú adquieres. Tú adqttieras.
El adquiere. El adquiera.
PIII‘. Ellos adquieren. Plur. Ellos adquieran.
l n! r ¡nt A r 1 v o.
Futuro.
Sing. Adquiere tú.
_ (') La irre nlaridad de estos dos verbos parece nacida de la locuclon ‘ain
ltgua andar ube, estar hubtera, de que resultarla, con la SHPTÜSW“
ar. andhube, eathubiera, v variada solamente la ortografia, “"4"”? ‘3’
tuviera.
CONIUGACION m; Asllt, 0,43212 Y SABER. 71
ASlR
Presenta.
Sing. Yo asgo.
BUBJUNTIVO.
Futuro.
Sing. Yo asga. Plur. Nosotros asgamoa.
Tú asgat. Vosotros asgáis.
El asga. Ellos asgan.
CABER.
n: n 1 c A 1' 1 v o.
Presente
_ Sing. Yo quepa.
Pretérito absoluto Futuro absoluto.
Sing. Yo cupe. Sing. Yo cubre.
Tú supiste. Tu cabrás.
El cupo. El cabra.
Plur. Nosotros supimos. Plur. Nosotros cabrcmoc.
Vosotros cupislets. Vosotros sabréis.
Ellos cupieron. Ellos sabrán.
Futuro condicional.
Sing. Yo_ cabría.
Tu cabrias.
El cabría.
Plur. Nosotros cabríamos.—
Vosotros cabriais.
Ellos cubrían.
su n: un ‘r 1 v o _
Futura Indefinido absoluto.
Sing. Yo quepa. Sing. Yo cupipra.
u guapas. u maneras.
l quepa. l cupiera.
Plur. Nosotros qnepamos. Plur. Nosotros cupiéramol.
Vosotros rmepáis. Vosotros cupierais.
Ellos quepan. Ellos supieran.
Futuro condiclonaL indefinido condicional.
Sing. Yo cupiere. Sing. Yo cupiese.
Tu cupíeres. Tu cupieses.
El cupiere. El cupiese.
Plur. Nosotros cupiéremoa. Plur. Nosotros cupiesemos.
Vosotros cupiereis. Vosotros gupiescts.
Ellos cuoieren. Ellos cupzesen.
DAB.
Es irregular en las mismas personas que estar (véase la
pág. 70) ; pero sus terminaciones son diferentes, ménos en
la primera persona del presente de indicativo, que es yo
doi, como yo estoi.
INDXCATIYO. Vosotros disteís.
Pretérito absoluto. En“ “¡"0"
Sing. Yo di. SUBJUNTIVO.
E? ge’ Futuro condlcionll.
Plur. Nosotros dimos. Sing. Yo diere.
COXJUGACÍON m: 12,41: ‘y 05cm. 73
Tú dieres. Plur. Nosotros dierarnoc.
El dierc. Vosotros dieran.
Plur. Nosotros diéremos. Ellos dieran.
Vosotros diereis. Indefinido condlcionll.
Ellos dieren.
Sing, Yo diese.
Indefinido absoluto. Tú dieses.
El diese.
Sing.‘ Yo diera. Plur. Nosotros diesemoa.
Tú dieras. Vosotros dieseis.
El diera. Ellos diesen.
DECIR.
Participio pasivo.’
Dicho.
Gerundio. SUBJUNTIVO.
Diciendo. Futuro.
INDICATIVO. Sing. Yo diga.
Presente. Tú digas.
Vo digo. El diga.
Tú dices. Plur Nosotros digamos.
El dice. Vosotros digdis.
Plur. Ellos dicen. Ellos digan.
Pretérito absoluto. Futuro condicional.
Sing. Yo dije. Sing. Yo dijere.
Tú dijiste. Tú dijeres.
El dijo. El dijcre.
Plur. Nosotros dijimos. Plur. Nosotros dijeremoo.
Vosotros dijisteis. Vosotros dijereis.
Ellos dijeron. Ellos dijeran.
Futuro absoluto. Indefinido absoluto.
Sing. Yo diré. Sing. Yo dijera.
Tú dirás. Tú dijeras.
El dirá. El dijera.
Plur. Nosotros diremos. Plur. Nosotros dijéramos,
Vosotros direis. Vosotros dijeraís.
Ellos dirán. Ellos dijeran.
Futuro condicional. Indefinido condicional.
Sing Yo diría. Sing. Yo diiese.
Tú dirias. Tú dijeses.
El diría. El dijese.
Plur. Nosotros diríamos. Plur, Nosotros dijesemoa.
Vosotros diriats. Vosotros dijeseít.
Ellos dirían. Ellos dijesen.
¡unan Anvo,
Futuro.
Sing. Dt tú.
ESTAR.
Véase su oonjugacion en la pág. 70.
HABER.
Participio activo. Participio pasivo (t).
Habienle (regular). Halzido (regular).
Gerundio.
Habiendo (regular).
I n n I c A 1' I v o.
Presente. Futuro absoluto.
Sing. YO he- Sing Yo ¡tam
T ' has. '
Plur.
reina o).
Nosotros hemos (ó habe
i335???' _
'
(t) Como ausiliar, carece este verbo de los dos partieipios, que solo se
emplean en el significado de tener.
(2) H_ai_es la tercera persona de este tiempo, en el sentido dq celebrar
se, existir, verificarse o cosa semejante , en cuyo caso se usa siempre co
mo verbo impersonai.
76 CONJUGACION DE ¡una Y HACER.
El hubiese. Vosotros hubieseís.
Plur. Nosotros hubiésemos. Ellos Ilubiesen.
HPBRATIVO (',‘.
Futuro.
Sing. H! tú.
Plur. Iiabed vosotros. (Esta persona es regular )
HACER.
Parlicipio pasivo.
Hecho.
x N n l c A ‘r t v o.
Presente. Tú Itarás.
Sing. Yo hago. Él ¡“mi
P ¡é .¡ b l Plur. Nosotros ltaremot.
_ re n ° a 5° m0’ Vosotros haréls.
Slug. Yp hire. Ellos harán.
Eïgïásl“ Futuro condicional
Plur. Nosotros hicimos. smS- Y‘? "ml"
Vosotros hicisteis. 1:,“ ha?”
Ellos hicieron. l“ m“ “1- '
Plur. Nosotros haríamos.
Futuro absoluto. Vosotros haríals.
Sing. Yo haré. . Ellos harían.
‘a s UB .1 UN 1' I v o.
Futuro. Indefinido absoluto.
Sing- Yo haga. Sing. Yo hiciera.
Tu hagas. Tú hicieras.
El haga. Él hiciera.
Plur. Nosotros hagamos. Plur. Nosotros hicieramol.
Vosotros hagáis. Vosotros hicierais.
Ellos hagan. Ellos lticieran.
Futuro condicional. Indefinido condicional.
Sing. Yo hiciere. Sing. Yo hiciese.
Tu hícieres. Tu hícieses.
El hicíere. El ltíeiese.
Plur. Nosotros hiciéremos. Plur. Nosotros hícíesemot.
y
Vosotros hícíereis. Vosotros hícieseis.
ellos Iticteren. Ellos hiciesen.
u: e t; n A r t v o.
Futuro.
Sing. Haz tu.
JUGAR
noiua.
Véase su conjugacion en las págs. 74 y 75.’
om.
Véase caer en la pág. "2.
PODER .
Este verbo muda la o en u en unas personas, y en el
diplongo ue en otras, y pierde la e de la terminacion del
infinitivo en los futuros del indicativo, del modo siguiente:
Gerundio.
Pudiendo.
ixnicnivo. Futuro condicional.
Presente. Sing. Yo, podría.
Sing. Yo puedo. T" Podïw"
Tú p,¿¿d¿,_ El podria.
El ¡”mm . Plur. Nosotros podríamos.
Plur. Ellos pueden. gfi’°"°í¡1’.°d"“"'
Pretérito absoluto. Os po mm‘
Sing. Yo pude. SUBJUNTWO’
Tú pudiste. Fl-l"1¡‘°—
B11711110. Sing. Yo pueda.
Plur. Nosotros pitdimos. Tú piredas.
Vosotros pudistcis. El pueda.
Ellos pudieron. Plur Ellos puedan.
Futuro absoluto. Futuro condicional.
Sin 8 . Yo
Tú podré.
podrás- S’m5 . Y d‘ _
T3 Ziiaigïïc.
El Podrá. El pudiere.
Plur. Nosotros podremos. Plur. Nosotros pudíeremot.
Vosotros podréis. Vosotros pudiereíc.
¡“O5 Podrán. Ellos pitdieren.
CONJUGACION m: room, poonmsz Y roman, 79
Indefinido absoluto. Indefinido condicional.
Sing. Yo pudiera. Sing. Yo pudiese.
ú pizdíeras. Tú pudieses.
l pudiera. pudiese.
Plur. Nosotros pudiéramos. Plur. Nosotros pudiésemos.
Vosotros pudierais. Vosotros ndiesets.
Ellos pudieran. Ellos pu iesen.
QUERER.
Las irregularidades de este verbo y sus compuestos son
las que siguen:
iunicnivo. SUBJUIITIVO.
Presente. Futuro.
Sing. Yo quiero. Sing- Yo quiera.
¿ú quieres. Tú quieras.
I quiere. El quiera.
Plur. Ellos quieren. Plur. Ellos quieran.
Pretérito absoluto. Futuro condicional.
Sing. Yo quise. Sing. Yo quisiera.
Tú quisiste. Tu quisieras.
E_l quiso. El quisiera.
Plur. Nosotros quisimos. Plur. Nosotros quisieremoc.
Vosotros quisistcíc. Vosotros quisieran
Ellos quisieron. Ellos quisieran.
Futuro absoluto. Indefinido absoluto.
Sing. Yo querrá. Sing. Yo quisiera.
Eú querrás. Tu quisiera;
l querrá. El quisiera.
Plui: Nosotros quer-remos. Plur. Nosotros quisieramor.
Vosotros querreía. Vosotros umeratx.
¡ Ellos querrán. Ellos qui: eran.
Futuro condicional. Indefinido condicional.
Sing. Yo querría. Sing. Vo quísiese.
Tú qucrriaa. Tú qiiisieses.
El querría. El quisiese.
Plur. Nosotros qucrríamos. Plur. Nosotros quísiésemot.
Vosotros querriais. Vosotros quisieseis.
Ellos querrían. Ellos quisiesen.
IMPERATIVO.
Futuro.
Sing. Quiere tú.
SABER.
Se ha dicho cuál es la conjugacion de este verbo, al ha
blar de la de caber en la página 7-l .
SALIR.
Las anomalías de este verbo son las que ahora diremos.
INDICATIVO.
Presente.
Sing. Yo salu0.
CONJUGAGION DE SALIR Y SER. 81
Futuro absoluto. Plur. Nosotros saldrlamos.
Vosotros saldriais.
Sing. Yo
Tú saldre.
¿»a¡d,—¿¿_ Ellos saldrían.
1:}! saldrá. sonsnxnvo,
Plur. Nosotros saldremos. pum",
Vosotros saldrás. . '
Ellos saldrán. Sing» VP, W119i
_ Futuro condicionan sügás’
Sing. Yo saldría. Plur. Nosotros sal amos.
Iu saldrias. Vosotros sa gáís.
El saldría. Ellos salgan.
IMPERATIVO.
Futuro.
Sing. Sal tú.
IRDICATIVO. snnrtmflvo.
Presente. F'“"'°°
Sin g . Yoú tengo.
tienes. S¡“5' Y‘).“ ¡“WL
‘enga’
l tiene. l ¡”"9"
Plur. Ellos tienen. P1“- N°5°"°5 “’”9“'Ï'°'
Vosotros tengáis.
Pretérito absoluto. Ellos tengan.
s¡ng_ yo ¡,,¿,¿._ Futuro condicional.
Tú tuviste. Sing. Yo tuviere.
El tuvo. Tu tuvieras.
Plur. Nosotros tuvimos: El tuviere.
Vosotros titutstcís. Plur. Nosotros tuviéramos.
Ellos tuvieron. Vosotros tnvzereis
f Ellos tuuieren.
Futuro absoluto’ Indefinido absoluto.
Sing. Yo tendré.
'I,'ú lettdrát. Sing‘ v9. mvíflfh
El tendrá. I." "wlefa"
Plur. Nosotros tendremos. l?‘ ¡"mmm .
v osotros tendréis.
. Plur. Nosotros tuviéramos.
.
Ellos tendrán. Éflmlï“ l""“"'“¡"
os twteran.
F"“"‘° COHÜÍÜOH-ïï- Indefinido condicionaL
Sing. Yo tendría. Sing. Yo tuviese.
Tu tendrías. ú tuvteses.
‘ El tendría. l tuviese.
Plur. lïyosotros lenttiírtamos. Plur. Nosotros tuviesemos,
osotros ten riaís Vosotros tuuiesets.
Ellos tendrían. Ellos tuviesen.
1 in r E n A 1‘ 1 v o.
Futuro.
Sing. Ten tú.
TRAER
VALER.
Véase salir en las págs. 80 y 8-l.
VENIR.
Este verbo y sus compuestos observan las irregularida
des que se espresan aquí:
Parlicipio activo Plur. Nosotros vendrlpmoo
¡’intente ( antic. ). Vosotros vcndrtaía.
Gerundio. Ellos vendrían.
viniendo. somuunvo.
Futuro.
INDICATIVO.
Sing. Yo venga.
Presente. ú vengas.
Sing. Yo vengo. l venga.
Tu vienes. Plur. Nosotros ‘uengamott.
El vierte. Vosotros vengdis.
Plur. Ellos vienen. Ellos vengan.
Pretérito absoluto. Futuro condicional.
Sing. Yo vine. Sing. Yo vintere.
Tú viniste. Tú uinieres.
El vino. El viniere.
Plur. Nosotros vinimos. Plur. Nosotros uinieremoo.
Vosotros uinisleis. Vosotros viniereíc.
Ellos vinieron. Ellos vinieren.
(Algunos dicen venia-te, venimos, Indefinido absoluto.
veilíïlei?) Sing. Yo viniera.
Fntnro absoluto. "mfera"
. vlmera.
Sms‘ Y‘? "e"d'¿' Plur. Nosotros vinttramol.
T" "¿MÜÚS- Vosotros vinieruis.
Pl El “emïm- d Ellos vinieran.
ur. OIOITOS uen remos. . . .
Vowum ¿,e,¡dr¿¡¿_ ' Indefinido condicional.
Ellos vendrán. Sing. Yo vintese.
_ _ u vinreses.
Futuro condicional. ¡ ¡,¡,,¡¿3¿_
Sing. Yo vendría. Plur. Nosotros vinlésewnos.
Tú vendrsag, «Vosotros yimeceis.
El vendría. Ellos vintesert.
Ill p t: n A 1' IV o.
"Futuro
Sing. Ven tú;
8h VERBOS “¡PERSONALES Y DEFECTIVOS.
VEB.
Este verbo con sus compuestos toma una e antes de la
terminacion en las personas que espresamos aquí. Su com
puesto proveer recibe ademas otra e en el infinitivo, la
cual retiene tambien en los futuros de indicativo, en el
pretérito absoluto del mismo modo, y en los demas tiem
pos que de él se forman; convirtiendo en y la i del simple
ver en el pretérito absoluto de indicativo, y en el futuro
condicional y los indefinidos del subjuntivo, así, proveerá,
proveeria ,- prever/ó ,- proveyere ; proveyera; proveyese.
Participio pasivo.
Visto.
mnicltrivo. Ellos veían.
Presente. SUBJUNTIVO.
Sing. Yo veo. Futuro.
Pretérito coexistente. Sing. V}; vea.
s” ‘iii 22225.”
' ' El vea-s
ll Uefl .
íooooï
CAPÍTULO IX.
ÏRREGULARIDES DE LOS VERBOS, TANTO IMPRRSONALES COMO DEFEC
TIVOS, Y DE ALGUNOS PARTICIPIOS PASIVOS.
(págs. 65 y 66).
‘ No están usados en la primera persona del
Pacer. singular del presente de indicativo, ni en el fu
turo de subjuntivo; y si alguno de ellos puede
Raer. usarse, es sin duda el verbo roer. Este verbo es
irregular en el último tiempo, si ha de servir
Roer. nos de regla el refran , Cuando nace la escoba,
nace el asno ue la ro a.
Reporter. En el sentidg de replibar, se usa solamente en
el pretérito absoluto de indicativo: repuse, repusiste, le
repaso etc.
Salve. No tiene mas tiempo ni otra persona que esta, es
decir, la segunda del singular del imperativo del VGPbO
salveo en la lengua latina, y denota como cn ella, YO te
saludo, Dios le guarde etc.
PART. PAS. lRREG.—-VERBOS CON DOS PART. PAS. 87
{no}
CAPÍTULO x.
un us PAITÍCULAS mnscnmnnns, 13s nncm, nar. anvmmo, nl LA
rurosicxon, na LA comuneros Y nn LA INTERJBCCIOR.
Del adverbio.
Llámase de esta manera, porque se junta con cualquiera
palabra (ad verbum ), esto es, con cualquiera parte de la
oracion, ménos con las conjunciones é interjecciones, para
modificar su significado en virtud del que tiene el mismo
adverbio. En, Poco diestro,- hablaste bien,- ménos pron
tamente,- mas hácia el bosque, lo vemos en efecto junto
con un_ nombre, con un verbo, con otro adverbio y con una
preposicion. ' r
Conocer qué adverbios son de lugar, de tiempo, de can
tidad etc. etc., es mas propio del estudio de la lengua en
los autores y en los diccionarios, que de las nociones ge
nerales que deben darse en la gramática. En esta basta ob
servar, que los hai simples, como antes, no, nunca, st ,
y que otros son compuestos, v. g. demas, tambien. La ma
yor parte de los últimos se forma de los adjetivos, añadien
do mente á su terminacion femenina : de disc-reto, fuerte,
hábil salendiscretamente,jucrtemente, hábilmente. Sin
embargo liai que atenerse, para la admision de los adver
bios así formados, al uso, el cual admite á desgraciada
mente y santamente, y no lia querido aun dar entrada á
malltadadamenle y beatamentcu- Estos adverbios ni sig
nilican ni son otra cosa que la terminacion femenina de los
adjetivos, que concierto con el ablativo latino mente,- por lo
que piamente, prudentemenle no significan mas que con
mar. snvsnnro. 93
pia mente, con prudente mente, ó mas bien, de un modo
pio, de un modo prudente. En los derivados de los nume
rales ordinales ó de los adjetivos que espresan órden , lugar
ó tiempo, hallamos la idea de su origen. Por ejemplo : Tra
tamos primeramente, esto es, en primer lugar; He teni
do últimamente carta suya, es decir, en los últimos días,
ó por el último correo.
Otros son verdaderos nombres, ora sustantivos, ora ad
jetivos, que se emplean adverbialmente, como claro, jun
to, mal, presto, pronto, solo, tarde etc., los cuales no
pueden distinguirse mas que por su colocaeion y significa
do. Cuando digo, El paseo me ha probado mal; tarde
nos veremos, uso adverbialmente las vozes mal y tarde,
que son sustantivas en estas frases, El mal se le agrava,
la tarde está fresca,- y en esta otra, Mal ejemplo nos ha
dado, llena mal las funciones de adjetivo.
Hai por fin frases ó modos adverbiales, que se componen
de dos ó mas dicciones, así, á deshora, á duras penas, de
véras, mal de su grado, por acaso etc. -
Los adverbios tienen los mismos grados de comparacion
y con las idénticas irregularidades, que los ‘adjetivos que
con ellos dicen relacion. Recordando pues lo que sobre los
comparativos y superlativos se ha dicho en el capítulo lll,
es fácil conocer, que de velozmente se forman mas ó mé
nos velozmente, mui velozmente ó velozísimamente; de
afablemente, mas afablemente, mui afablcmente ó a/a
bilísimamente ; de sabiamente, mas sabiamente, min"
sabiamente ó sapientísimamente; de altamente, mas al
tamente ó superiormente, mui altamente ó altísima
mente (el superlativo supremamente es mui poco usado) ;
de bajamenle, mas bajamente ó inferiormente, mui ba
jamente, bajisimamente ó infimamente; de bien ó bue
namente, mas bien ó mejor, mui bien ii óptimamente; de
grandemente, mas grandemente ó mayormente, mui
grandemente ó grandísimamente. El superlativo máxi
mamente casi nunca se usa, y mas bien se halla el mismo
máxime latino, aunque" solo en la conversacion familiar,
como cuando doña Irene dice en el acto l, escena 1V, del Si
de las niñas de Moratín : No es maravilla que cuanto ha
ce y dice, sea una gracia, y máxime á los ojos de usted ,
que tanto se ha empeñado en favorecerla. De mal o ma
9h DEL Anvnnnto- DE LA PREPOSIClON.
tamente, mas mal ó peor, mui mal, malisimamente ó
pésimamente; de mucho, mas (nunca se dice mas mu
cho), muchísimo, y raras vezes mui mucho; y de poco,
menos (mas poco no está casi en uso), mui poco y po
quisimo, pero nunca mínimamente.
Si el uso ha introducido algun adverbio snperlativo en
isimamente, obsérvese que se deriva siempre de un nom
bre en isimo, segun se nota en muchos de los citados, y en
mil otros, v. g. pronto, mui pronto ó prontisimamenle.
En los demas bai que contentarse con el superlativo com
puesto del adverbio y la partícula mui, v. g. cerca, mm‘
cerca,- ltyos, mui lejos; porque no puede decirse cer nisi
mamente ni lejisimameitte. Usamos con todo de lejzsimos
como superlativo; pero solo en el lenguaje familiar.
Rara vez sacamos los adverbios de nombres aumentati
vos ó diminutivos, que en tal caso retendrian la fuerza de
su origen; y los pocos adverbios de aumento ó diminucion
que ha admitido el uso, vienen mas bien de otro adverbio
simple, que de un nombre, v. g. cerquita, lejitos y ligue’
los. De los aumentativos y diminutivos preferimos formar
frases adverbiales, cuales son, á lo valenton, á hurtadi
llas, de puntillas.
De la preposícíon.
Llamamos proposiciones unas pocas partículas de signi
ficado bastante vago, que espresan indispensablemente la
relacion entre dos partes del discurso, contribuyendo á fijar
el sentido en que se toma cada una de ellas, si son pala
bras de muchas acepciones; y se anteponen ó preponen
precisamente á la palabra que rigen, de donde les ha ve
nido el nombre de preposiciones. Dormir sobre un nego
cio, significa pensarlo maduramente, y, Dormir sobre las
tablas, quiere decir entregarse al sueño en un suelo dc ma
dera, ó sobre un tablado sin colchones ni jergon alguno.
Este ejemplo demuestra, que la preposicion sobre, á mas de
enlazar los nombres negocio y tablas con dormir, para que
resulte una oracion de lo que antes no la formaba (Dormir
las tablas), ó de lo que denotabauna cosa mui diversa
(Dormir un negocio), nos indica la acepcion en que to
mamos cada vez el verbo dormir. Nada ha podido hace!‘ 13
m: LA PREPOSICION. 95
preposicion respecto del nombre negocio, porque su signi
ficado admite poca variacion; pero ha contribuido á fijar el
de las tablas, que denota aquí una cosa mui diferente que
en la frase, Salir á las tablas, y en ninguna de las dos lo
mismo que en , Jugar á las tablas.
Pueden sacarse de lo dicho los caractéres de la preposi
cion y sus principales diferencias del adverbio, con el que
suelen eonfnndirla algunos. Primero : la preposicion une y
afecta dos partes de la oracion, mientras el adverbio puede
modificar solo una. Cuando digo, Has peleado valiente
mente, queda cabal la sentencia; pero si dijéramos , Has
peleado con, esta partícula exigiría que añadiésemos el su
geto con quien ha mediado la pelea, v. g. Has peleado con
los enemigos. Segundo : muchas de las proposiciones tio
nen una significacion bastante vaga , y nunca tan determi
nada como los adverbios, segun lo haré ver en la Sintáxis.
El tercer carácter de la mayor parte de las preposiciones
(por mas que los ideólogos y etimologistas las crean nom
bres anticuados , ó fragmentos de nombres), es el deberse
reputar ahora como vozes simples ó primitivas; lo que no
puede aplicarse á los adverbios, que son casi todos, ó deri
vados, ó compuestos, y algunos verdaderos nombres em
picados adverbialmente.
Ni obsta para que juzguemos la naturaleza de las prepo
siciones diferente de la que tienen los adverbios , que pue
dan resolverse estos por una preposicion y un nombre, v. g.
Pensar cuerdamente, esto es, con cordura; obrar con
certadamente, ó de concierto,- suceder casualmente, es
decir, por casualidad. Esto confirma cabalmente mi doc
trina ; porque si no puede dudarse, que supliendo estas pre
posiciones y nombres á los adverbios respectivos, modifican
como ellos á los verbos que acompañan, ménos duda cabe
en que enlazan por precision á los sustantivos con los ver
bos; oficio que nadie ha soñado jamas atribuir á los adver
bios. Lo único que de esto debe inferirse, es que apenas hai
adverbio que no pueda resolverse por una preposicion y
uno ó mas nombres, como, allí por en aquel lugar, abajo
por en la parte inferior, cuando por en el tiempo que,
indudablemente por sin duda etc.
Con estos antecedentes, me parece que solo deben C13
sificarse entre las preposiciones las siguientes partículas : á,
96 m; LA ruarosicioim-nn LA CONJUNCION.
acerca de, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, en
tre, háeia, hasta, para, por, segun, sin, so, sobre y
tras. Omilo á antes, cerca, despues y (letras, á pesar de
que las reputan como preposiciones casi todos los gramáti—
cos, porque despucs de unidas dichas partículas al verbo,
no se advierte que falte nada para el buen sentido de la ora
cion , v. g. Hemos observado antes,- Ha quedado cerca,
Te lo contaré despues; Detras viene. Verdad es que pa
recen preposicioncs en algunas frases, como en estas, He
mos observado antes de ahora,- Ha quedado cerca dela
ermita; Te lo contare’ despues de la cena; Viene detras
de nosotros ,- lo cual sucede tambien con infinitos otros ad
verbios , v. g. Ha obrado correspondientemente á su cla
se, ó separadamente de los suyos; Delante de testigos ,
Dentro de la casa; Ademas de los peones ,-Fuera del par
que,- Lejos de mí tal pensamiento. Esto solo prueba que
para juntar otra idea a la del adverbio , tenemos que agre
gar algo en ciertos casos; pero las preposicioues reclaman
siempre semejante complemento. No lo liai en , Habla ba
jo, porque bajo no es aquí preposicion , sino adverbio que
significa en voz baja. Dígase , El hijo menor está bajo, y
notaremos al momento la necesidad de añadir, la. autori
dad paterna , ó alguna circunstancia parecida.
De la c0njuncíon.
Las palabras que sirven para espresar la relacion que
hai entre las partes de la oracion ó entre los incisos del
discurso, sin modificar el significado de las dicciones ni
contribuir para fijarlo, llevan el nombre de conj-unciones ,
‘y el de frases conjuncionales las dos ó mas dicciones que
se emplean reunidas con el mismo objeto. “
Son copulativas las que espresan la simple reunion de
dos pensamientos , á cuya clase pertenecen y, é, tambien,
para afirmar; ni , tampoco, para negar; y que, para jun
tar los dos términos de una comparacion, ó los verbos de
terminantes con sus determinados.
Las disyuntiva; sirven para la separaciou ó alternativa
de los pensamientos, y por el segundo de estos oficios to
man el nombre de distributívas. 'l‘ales son ó , ú, ora, alzo—
ra, ya, bien, que, siquiera y sea que.
DE LA CONJUNCION.--DE LA INTERJBCCION. 97
De la ínterjcwciorz.
Se distinguen con el nombre de interjecciones ciertas
palabras ó frases mui cortas, con que espresamos rap1da
mente los movimientos ó afectos del ánimo. Como son de -
ordinario una manifestacion repentina de la pasion que nos
agita, pende mucho su significado del tono con que las pro
nunciamos, ó de la accion con que las acompañamos; y así
es que una misma voz sirve para espresar afectos mui di
versos. Con la ai nos alegramos unas vezes, otras nos en
tristecemos; en estas damos á entender mofa ó sorpresa, y
en aquellas nuestro horror y espanto. Con la he amenaza
mos, llamamos la atencion ó denotamos no haber entendi
do lo que se nos dice, segun los casos, variando la infiexion
de la voz ó el gesto. Con todo, muchas están destinadas á
manifestar este ó el otro afecto con arreglo á lo establecido
en la clasificacion que sigue.
Espresan admiracion, horror, dolor ó pesar estas, Ah,
5 .
98 m: LA INTERJECCION.
ai, áscuas, hola, oh, caramba, cáspita, cuerpo de Dios,
Dios mio, Jesus, mal pecado, i-álgame Dios.
Alegría, Ah, ai, ea, hola, ho, bravo, bueno, vaya,
viva.
Amenaza, enfado e indignacion, Ah, ai, he, oh, ya.
yaAymbaparte, Éiiyera, oxlgbguitaz soga, gaya. b
pro acion, ¡en , mui ien, ravo , ueno, ueno
bueno, grandemente, lindo, vaya.
Burla y escarnio, Ai, ha, haha, hi, hi hi, ta, ta. ta,
tale, ya, pues ya.
Desagrado por percibir un mal olor, Puf, peste.
DDeseo, Así, ojala, haga Dios, plegue a Dios, quiera
ios.
Sirven para animar, Ea, sus, ánimo, vamos, vaga.
Para contener, Hola, ta, tale, cuidado, guarda, guar
te, quienes contracciondc gutirdate, y vaya. _ _
¡’tira imponer silencio, ‘ÜÍNÍO, chiton, callar, silencio,
pun o en oca.
Para llamar la atencion, Ce, ea, ho, he, hola, to, afue
ra, agua va, cuidado, guarda, plaza. ' _
Para manilestar que se recuerda alguna cosa o que se vic
ne de repente en conocimiento de ella, Ta, tate.
Para entenderse con los animales : así para llamar a los
pollos y gallinas decimos Pi pi ó pio pio, á los gatos lili:
mis, a los perros Chus, chucho, tus tus, suzo, sirvien
do tambien algunas de estas vozes para irritarlos; para de
tener a las caballerías, X0 ó S0, y para hacerlas andar,
arre.
Sobre las intcrjecciones poco mas hai que añadir: rio su
cede lo mismo respecto de las otras partículas indeclina
bles, cuyos usos y significados espondré detenidamente en
la parte que sigue.
PARTE SEGUNDA.
SINTÁXIS.
Esplícase en la Sintaxis el uso, colocacion y variaciones
que tienen en el discurso las diversas, partes suyas que van
hasta aquí analizadas. Si me empeñase en señalar todas las
combinaciones que pueden darse á las palabras en la va
riada, rica y libre lengua española, quizá no bastaría un
volúmen diez vezes mayor que este, y al cabo no habría
azotado los tesoros de tan abundante minero. Me limitaré
por tanto zï 10s modismos ó maneras de hablar mas usuales,
dejando los otros al cuidado del maestro y á la constante
atencion del discípulo.
Siempre que tratamos de espresar un pensamiento ( lo
cual se llama en lenguaje gramálico formar una oracíon),
hallamos que las partes que lo componen, guardan todas
cierta dependencia mutua, es decir, que unas rigen á
otras, y que las declinables se corresponden ó concuerdan
en sus varias terminaciones. Examinemos pues ante todo lo
que es régimen Y concordancia, y hecho esto, recorrere
mos las partes de la oracion por el mismo órden que .ocu
pan en la Analogía, para señalar su sitio en el discurso y
las alteraciones que pueden sufrir en su estructura y signi
ficado, segun la manera con que están colocadas.
CAPÍTULO I.
DBL RÉGIMEN Y LA CONCORDLNCIA.
106 m: LA CONCORDANCIA.
Para que esto pueda hacerse, son necesarios dos requi
sitos: primero, que los nombres colectivos signifiquen mu
chedumbre de cosas ó personas indeterminadas, como gen
te, infinidad, multitud, pueblo, pues no diremos, El re
baño siguió su camino, g entraron en el redíl; ni, El
ejército, despues de haber peleado, se retiraron á la ciu
dad; porque rebaño y ejército comprenden una muche
dumbre de cosas determinadas, como lo son las ovejas y
los soldados. Segundo, que el nombre colectivo no vaya
pegado al adjetivo ó verbo, pues nadie dice, El pueblo
amotinados se agolparon; ni, La gente no saben leer. Es
plícase con esto por qué nos suena bien que diga Hurtado
de Mendoza, La gente gue sacó, fueron ochocientos in
fantes,- y parece un descuido de los muchos que hubiera
corregido este escritor, si hubiese limado su Historia de la
guerra dc Granada, el que haya puesto, La misma gente
salieron en publico. Tambien leemos, sin que nos choque
la desconcordancia , en el capít. 65 de la parte segunda del
Don Quijote, Infinita gente los estaba esperando, de
seosos de ver; y la notamos al instante en aquel lugar del
capít. 8 de la primera: La demas gente quisieron poner
los en pas, mas no pudo; por ir aquí juntos gente y pu
dieron, y venir despues el singular pudo.
Hai otros nombres, que sin ser colectivos se revisten del
carácter de tales, unidos á un nombre plural ó á dos sin
gulares por medio de la preposicion de, como, clase, es
pecie, género, parte, etc. Por esto decimos, Parte de los
enemigos picaron nuestra retaguardia ,- y en el Juicio de
la obra de Depradt por Villanueva hallamos: Cregendo
que pudieran perjudicarles esta especie de transacciones.
No deben con todo reputarse por colectivos para este pro
pósito, sino los nombres en que el ejemplo de los buenos
escritores autoriza semejantes silépsis, pues á pocos dejará
de disonar que diga Viera en el prólogo de su Historia de
Canarias, Exornado con notas que el fondo de
las mismas materias dieren naturalmente de si. —Del
mismo privilegio que los nombres colectivos goza el nume
ral uno, cuando es supuesto en las acciones recíprocas, v. g.
Se trasforman el uno en el otro; Se disputaron el uno al
otro el campo.
Otras vezes se toma por el contrario un nombre plural
m: LA conconnancra. 107
ppt su equivalente del singular. En estos versos de Me
lendez,
Empero mis amores,
donoaa sonriendo, etc.
csríïruio u.
DEL NOMBRE El GENERAL.
Del número. _
Todo lo que pertenece á la sintaxis del número de los
nombres, queda esplicado en el capítulo que precede, y
únicamente ocurre observar aquí, que si hablamos de una
cosa que se halla sola en los individuos , aunque el sustan
tivo que.los espresa , esté en plural , ’la cosa única subsiste
en el singular, v. g. Todos los animales tienen cabeza;
y no cabezas, porque entonces se entenderia que cada uno
de ellos tiene muchas cabezas. Diremos bien que tienen WI‘
nos, pies, etc. Cuando no puede haber lugar á equiïocü
cion, usamos el plural , como seria si dijésemos, SGÜW”
con las cabezas rotas.
mu. NOMBRE. 113
En el capítulo segundo de la parte primera se advirtió
(págs. H y l5), que algunos nombres que tienen ambos
números, se emplean en el plural con una signiflcacion pe
culiar y diversa de la que llevan en el singular. Aljiteres,
por ejemplo, denota lo que se asigna á una señora para sus
gastos particulares , ó la gratificacion que se da á las cria
das; baquetas, los palillos de tambor, ó cl castigo tan
usado en la milicia; caídos, los réditos devengados; con»
veniencias, las utilidades que se dejan á los sirvicntes fue
ra de su salario; corchos, los chapines; cortadores, los
primeros dientes entre los colmillos; corladuras, los des
perdicios de tela ó de papel; Cortes, la rcunion de los pro
curadores de un reino; espadas, uno de los palos de la ba
raja; manos, el trabajo manual; saludes, las espresiones
de cortesanía, etc. etc. Esto no quita que las mismas palabras
tengan tambien en plural el significado del singular, pues
no hai dificultad en que se diga, En este papel ¡mi un
millar de alfileres,- Fulano es hombre de muchas conve
niencias; Iban armados todos de espadas y broqurles.
De los nombres á que no pueden negarse los dos núme
ros, son algunos mas usados en el uno que en el otro, pues
si, segun vimos en la pág. 45, los hai que raras vezes se
encuentran en el plural, otros, como antepasados, dádí
vas, riquezas, tenazas, tijeras, treguas, ctc., es lo mas
frecuente usarlos en este número. Y para que se vea con
qué nimiedad ha de estudiarse la índole de cada lengua, la
nuestra permite que se diga, La sagrada Escritura ó las
sagradas Escrituras, y solo puede decirse, Las santa:
Escrituras,- de modo que el adjetivo que se añade al sus
tantivo, le hace variar de número.
Del género.
No tendríamos que hablar del género de los nombres, si
no hubiese adjetivos y artículos, cuyas diversas termina
ciones están destinadas á acomodarse esclusivamente á ca
da uno de los géneros.
Se dieron en el capítulo segundo de la parte primera las
reglas para conocerlos, ya por el significado, ya por las ter
minaciones de los nombres; á lo cual solo hai que añadir
ahora, que existen muchos con dos terminaciones y los dos
i l lo SINTÁXIS
géneros que á ellas corresponden. Tales son aguatocho,
aguatocha, árgano, árgana, barrena, barrena. bolso,
bolsa, caldero, caldera, capacho, capucha, carrasco, car
rasca, caserío, caseria, cagado, cayada, cencerro, cen
cerra, conventiculo, convenlicula, cribo, criba, cuarto,
cuarta, chocolatero, chocolatera, embrolla, embrolla, es
cardillo, escardilla, grito, grita, higo, higa, jaco, jaca,
lejio. lejia, leña, leña, madero, madera, mirlo, mirta,
pardilto, pardilla, resto y tambien restante, resta, re
zago, rezaga, saco, saca, tajuelo, tajuela, tercio, ter
cia, etc.; aunque algunos de estos no son absolutamente si
nonomos.
Tambien dijimos allí (pág. l8) que los nombres de las
letras del alfabeto son del género femenino, por sobrenten
derse la palabra letra. Este mismo género retienen, aun
cuando no las consideramos en calidad dc letras, sino de
preposiciones ó conjunciones; lo que no sucede siempre con
las otras partículas, por mas que terminen por a. Así es
que decimos, La á interpuesta entre los dos «verbos; y, El
para ó el siquiera interpuestos entre los dos verbos. Con
Inucba mas razon usamos del masculino, si la terminacion
de las partículas no es a, como, El porque es causal; aña
dido un mas en la cláusula; lo cual es un verdadero idio
tismo, pues todas las palabras á que podemos aludir en es
te caso, son del género femenino, á saber, preposicion,
conjuncion, interjcccion, partícula, ó las genéricas pa
labra, diccion, voz. Sin embargo si se hallase alguna de
estas últimas mui inmediata en el discurso, bien podría de
cirse, La por tiene en tal caso la fuerza de etc.; La ai
(lenota agui dolor. Pero respecto de las letras aisladas solo
puede usarse el género femenino, v. g. La y une ambas
dicciones; la o es la cuarta de las vocales.
Los nombres comunes, como que significan calidades
aplicables zi los dos sexos, pueden llevar en rigor el género
del sugeto á que se refieren: El ó la cámplice,*el ó la
consorte .- Así se lo dijo una sotaermitaño, leemos en el
capitulo 2.4 de la segunda parte del Quijote. No cabe por
tanto duda en que hablándose de un hombre, estará bien
dicho, Abochornado con la pregunta el virgen; y de una
mujer, La santa mártir; recuerda la testigo ,- pcro es tan
ta la fuerza de las terminaciones en los géneros, y tal el
l
mu. NOMBRE. 115
hábito que tenemos de aplicar casi esclusivamente el nom
bre virgen al sexo femenino, y los de homicida, mártir y
testigo al masculino, que el buen escritor evita las locucio
nes, en que choca al oido el género dado á los nombres
comunes. y
Respecto de los que en plural significan complexamen
te á los hombres y las mujeres, es indispensable usarlos
en dicho número, para que pueda precederlos el articulo
masculino, porque á nadie se le disimularia hoi que dije
se con Mariana (Hist. lib. XX, cap. 40 ) , Entregó al in
gles los rei y reina de Francia,- debiendo ser los reyes
de Francia.
Para dar rá conocer el sexo de los nombres epicenos, no
hai otro arbitrio sino agregarles la palabra macho ó hem
bra, pues el artículo ó adjetivo demostrativo que precede
al nombre, debe ser siempre el correspondiente al género
de este, aunque los adjetivos del resto de la oracion no di
suenen, si van acomodados al sexo del animal, v. g. Un
milano hembra estaba guardado ó guardada en un apo
sento; La perdiz macho canta, por mas que este’ encer
rado ó ‘encerrada en una jaula. Ahora no diríamos con
Granada (Introduc. parte V", trat. 2°, cap. 6 l, La escor
pion (sino El escomion) hembra pare once hijos.
Por las reglas generales de la concordancia los adjetivos
y artículos [nan de acomodarse al género del sustantivo con
que se juntan. Sin embargo á vezes se prefiere el género
que corresponde á la terminacion del sustantivo, sin hacer
caso del que este tiene, como : La guarda del camino es
taba inmediata. Otras es mas atendido el género del signi
ticado que el real del nombre, cometiéndose la silépsis de
que se trató anteriormente, v. g. Resuelto Su Illagestad á
ser obedecido.
Hai frases en que ba introducido el uso una desconcor
dencia manifiesta, como en á ojos cegarritas, a ojos vis
tas, á pié juntiílas y otras. '
Del nombre considerado como sustantivo
y adjetivo.
De ambos dimos una nocion general en la primera par
te, reservando el aclarar en esta la dificultad que pudiera
116 . SINTÁXIS
originarse de su misma definicion. Es cierto que, regular
mente hablando, todo lo que denota la calidad de una cosa
ó de un individuo, es adjetivo; y que, mirados bajo este
aspecto, lo parecen muchos sustantivos, como labrador,
carpintero, madre, matrona, que significan un hombre
ocupado en la labranza ó en la carpintería, y una mujer
.que tiene los honores de la maternidad, ó que ‘es respeta
ble por su edad y presencia. Pero como estas palabras van
generalmente solas en el discurso, lo cual constituye la esen
cia del nombre sustantivo, las contamos en esta clase, por
mas que digamos en alguna ocasion , Nos salió al encuen
tro un hombre labrador,- Era maestro carpintero ,- Es ya
mujer madre ó matrona. De los mismos adjetivos decimos
que se usan sustantivamente, cuando són empleados en la
acepcion en que suelen ir sin sustantivo. En , Es una obra
docta, se ve patente que docla es adjetivo; y sin embargo
en la frase, Los doctos escriben, decimos que se ha hecho
un sustantivo del adjetivo, por ser mas frecuente espre
sarse así, que no, Los hombres doctos escriben. Bajo cuya
idea, si no están mal colocados en la clase de su tantivos
los nombres de dos terminaciones en on y ona, porque la
mayor parte, inclusos picaron, soplan, calenton etc., se
usan de ordinario sustantivadamente; no puede decirse otro
tanto de los acabados en or y ora, los cuales se presentan
casi todos con los caracteres de adjetivos, como amenaza
dor, que lleva siempre el adminiculo de ademan ó algun
otro sustantivo. Lo mismo digo de ablandador, atormen
tador, destructor, y de otros muchos que podrían citarse.
Ni se opone á lo espuesto que se diga, Es un bufon , un
bribon ó un tumbon, pues por mui usuales que sean las
frases, No degeneremos de nuestros antepasados,- Con
viene seguir las máximas de los sabios; nadie llamará
sustantivos á antepasados y sabios. Estos, como todos los
otros adjetivos, van solos ó se usan sustantivadamente,
cuando lo que antecede y se sigue en el discurso, da bien
a entender el sustantivo que debe por precision acompa
ñarlos. Nadie dudará ciertamente que diciendo, Es un es
perto, un soltero, una lzabladora, una impertinente,
nos referimos en los dos primeros ejemplos á un hombre,
y en los otros á una mujer.
Suele darse por regla general á los principiantes, para
nar. NOMBRE. _ 117
que distingan fácilmente si el nombre es sustantivo ó adje
tivo, que le añadan las palabras cosa ó persona, y si re
pugna su union, es ciertamente un sustantivo. Ocurre, por
ejemplo, el nombre escelente, que cuadra bien con cosa ,
ó serio, que se junta con oportunidad a la voz persona en
su terminacion "correspondiente: luego tanto escelente como
serio son dos adjetivos. Dánsenos por el contrario los nom
bres costilla, palacio,- y como no los podemos amalgamar
con cosa ni persona, sacamos por consecuencia que son
sustantivos.
Los adjetivos pueden, generalmente hablando, antepo
nerse ó posponerse á los sustantivos: el brillo resplande
ciente, ó,,¿,el rexplandecienle brillo. No es con todo esta
regla tan general, que podamos prescindir de las siguientes
observaciones.
i = Suele preceder el adjetivo, cuando significa una ca
lidad propia ó esencial del objeto, v. g. Amargo adelfa,
duro hierro, dulce miel, blanca nieve, oficiosa abeja,
tardo buei, negro etiope. En efecto, si traspusiéranios el
adjetivo en algunos de estos ejemplos, diciendo, La adelja
amarga, la miel dulce, el etiope negro, denotariamos
que hai alguna especie de adella y de miel que tienen otro
gusto, y que no todos los etiopes son negros. Por el con
trario se posterga comunmente el adjetivo, si denota algu
na circunstancia accidental ó que no es de la esencia de la
cosa, como, Vino agrio, música instrumental, sonido
estrepitoso, banco estrecho, calle angosta, hombre ¡fla
co, marinero francos, medias azules, agua fría, hom
bre urbano. '
2* Va por lo regular delante el adjetivo, si lo arran
camos de su significacion recta, y lo usamos en una im
pmpia ó figurada. Por esto decimos, Fulano es un pobre
escritor; José es un buen hombre. Y sin salir del adjetivo
bueno, llamamos á un taimado, ylquizá á un pícaro, una
buena alhaja,- y cuando alguno nos engaña ó pega un pe
tardo. decimos que nos ha jugado una buena pieza. En
ninguno de los dos casos puede posponerse el adjetivo. por
que en una alhaja buena, una pieza buena, califica la
bondad de la alhaja y de la pieza. Por esto bueno se toma
por consolador, oportuno ó cosa semejante donde dice el
cautivo (parte primera del Quijote, capit. 40) , Tome mi
118 snvráxrs
buen dinero; y por mucho en aquel otro lugar dela se
gunda parte, cap. 20, Cuando las tales gracias caen so
bre guien tiene buen dinero. En el último sentido lo ha
llamos en la frase irónica, Buen dinero es ese, para deno
tar que es poco. (Sin embargo un hombre de bien nos me
rece la calificacion de ser un buen sugeto, y decimos, Dar
buena cuenta, y no, cuenta buena de su persona.) Por
el mismo motivo se usa decir negra honrilla, negras ca
ballerías, triste figura, y nunca al reves. El Caprichoso,
académico de la Argamasilla , en su soneto en loor de Roci
nante, dijo en este sentido la alta Mancha, esto es, la in
signe, la esclarecida, pues no quiso significar la Mancha
alta como contrapouiéndola á la baja. n
5' De donde proviene la gran diferencia de sentido que
nos dan ciertas frases, en razon de estar el adjetivo antes ó
despues del sustantivo, segun se notará en los ejemplos an
tecedentes, si sustituimos un escritor pobre, un hombre
bueno. En las locaciones, Es un hombre de rara habili
dad, de raras prendas, el adjetivo raro significa una cosa
mui diversa que en estas otras en que va pospucsto, Tiene
un genio raro, un estilo raro. Igual distincion se observa
en estas, Un gran caballo, y, un caballo grande; Varios
papeles, y, papeles varios,- Ese gue ha pasado, es mi
hijo, y, Ese gue ha pasado, es hijo mio; Tenia una
cierta esperanza de conseguirlo, y, Tenia una esperan
za cierta de conseguirlo. Unido el adjetivo cierto á otros
nombres, como fe, por ejemplo, no puede variar de signi
ficado; pero yo siempre lo pospondria en el de verdadero ó
indubitable, vy siento hallar cn el Elogio de Don Ventura
Rodriguez por Jovellanos, De las cuales no existe ga
monumento ni vestigio alguno de cierta fe. La misma
inexactitud se observa en la detinicion que da la Academia
de Indeterminado, cuando dice, Lo que no está contrai
do á cierta cosa, siendo constante que debiera decir, á co
sa cierta. — Hai adjetivos que tienen una colocacion inva
riable respecto de tal y tal nombre; así es que no ‘podemos
separarnos de decir, El Espíritu santo, la santa Biblia;
la Tierra santa, los santos lugares, los santos Padres;
y, el Padre santo, cuando designamos al papa, porque
cir el santo Padre, es adoptar malamentc una eonstruceion
del todo francesa. En esta oracion, Una sola mujerbasto
nm. NOMBRE. 119
para desarmarle, ¡cuán diverso es el significado del adje
tivo solo al de esta otra , Una mujer sola no pudo defen
derse de su violencia.’ En la primera decimos, que fue’
suficiente el valor, no ya de un hombre, sino el de una mu
jer, y el de una sola mujer, para desarmarle; y en la se
gunda queremos significar, que la mujer, por estar sola, no
pudo defenderse de su violencia.
1|.‘ .A Siempre que á un nombre apelativo, precedido del
articulo delinido, se le añade algun adjetivo para señalar á
un individuo de aquella especie, va el adjetivo despues del
sustantivo, como, La puerta nueva, la calle angosta; Se
postergan igualmente los adjetivos nacionales ó gentilicios,
v. g. Ckorisos estremeños, hierro dinamarques, paño
francos,‘ trigo manchego; y lo propio debe entenderse de
los participios pasivos, como, Hombre atrevido, niña des
cergonzada.
5' La colocacion del adjetivo pende muchas vezes de
lo que pide la cadencia ó música del período y de sus miem
bros; por cuya razon suele ir delante el sustantivo, si es
nronosilabo, y el adjetivo de tres sílabas por lo ménos,
aunque dcnole este una calidad esencial, como, Sol res
plandeciente que con tu luz dorada. Pero si acompaña á
los nombres el articulo delinido, ya puede proponerse el
adjetivo, especialmente si no escede de tres sílabas, v. g.
La dorada luz del sol.
6' Hai sin embargo adjetivos que no pueden dejar de
proceder al sustantivo, cuales son Ambos, cada, cuanto,
demas, mismo, mucho, otro y sus compuestos, poco, pro
pio (en el sentido de mismo), que y cual (en las oraciones
de interrogante y admiracion , ó cuando, sin precederlos
el artículo definido, se asocian con un nombre, y la locu
cion equivale al nombre con artículo , seguido del relativo
que), tanto, todo y los numerales cardinales, v. g. Ambos
capitanes, cada silla, cuanto temor, los demas jinetes,
el nzismo calor, mucho concurso, otro capitulo, aguelo
tro caballero, poca atencion, el propio motivo, ¿Qué
hora es? Por cuál puerta de las dos saldremos? Cantó
que’ sucesos habían causado su desventura, Digame Vd.
cuáles pecados ha cometido etc. (oraciones que significan
lo mismo que estas, Cantó los sucesos que habían etc.;
Digame Vd. los pecados que ha cometido), tanto ruido,
120 SlNTAXlS
diez ducados, todo escritor, y en el plural, añadido des
pues el artículo definido, todos los escritores, si bien cabe
decir en este número, los escritores todos.
7' 'l‘ambien van delante del sustantivo los adjetivos de
mostrativos ese, este, aquel y sus compuestos, v. g. Ese
taimado, aquese escaño , este guerrero, aquella quinta;
y solo con un rodeo impropio dicen algunos, El taimado
ese, la quinta aquella, etc.
8" Los adjetivos posesivos_ mio, tuyo, suyo van des»
pues del sustantivo, cuando precede á este algun artículo,
adjetivo ó adverbio, v. g. Un criado mio; el caballo tu
yo; Eran irreconciliables enemigos suyos; mui señor
mio. Ó bien cuando se hallan solos en la oracion, como,
¿De quién es ese caballo? —Tuyo. Esceptúase mio, siem
pre que se junta con la persona á la que dirigimos la pala
bra, pues entónces no hai artículo ántes del nombre, por
no llevarlo el vocativo, segun veremos en la pág.l59, y así
decimos, Hijo mio, oyentes mios. Nuestro y vuestro
pueden anteceder al sustantivo, v. g. Nuestro amor á la
patria, ó ir despues, colocando el artículo definido antes del
nombre: El amor nuestro á la patria.
9*‘ Pero siempre que usamos las terminaciones mi , tu
y su de los adjetivos mio, tuyo y suyo (véase la pág. 26),.
es indispensable que antecedan al nombre, sea sustantivo ó
adjetivo, v. g. Mi capa , tus ricas posesiones, sus gana
dos, sin ponerse ningun artículo ni adjetivo alguno demos
trativo, porque decir, Un mi criado; el su caballo; tan
nuestros favorecedores se mostraron, es un arcaísmo que
á nadie se disimularia ahora; y ménos decir con Cervantes,
Aquel gran su amigo, Ambrosio. —Mi, tu, su, nunca
pueden hallarse solos en la oracion, y en la regla octava
hemos visto que pueden estarlo mio, tuyo, suyo.
40' Alguno precede comunmente al sustantivo y al
verbo en las oraciones afirmativas, v. g. Alguna conside
racíon merecía,- y va detras de ambos precisamente en las
negativas: No guardó miramiento alguno, que es lo mis
mo que, No guardó miramiento ninguno. Infiérese de
aquí que este nombre toma la significacion negativa, cuan
do sigue al sustantivo, como se ve por la diferencia que ha!
entre, en algun tiempo, y, en tiempo alguno. Pero de
modo alguno eran personajes á propósito para una GPO‘
, ner. NOMBRE. 121
peya; De modo alguno impedirán que los actores sigan
el instinto de su corazon, son dos pasajes de las obras de
Martínez de la Rosa.
H ' Ninguno se pospone al verbo en las frases que lle
van la partícula no, y entonces puede hallarse antes ó des
pues del sustantivo : No hai ningun soldado, ó, No hai sol
dado ninguno. En las otras precede por necesidad tanto al
nombre como al verbo, v. g. Ninguna respuesta he tenido.
42' Los adjetivos mayor, mejor, menor y peor van
delante, si comparamos la cosa con todas las que existen
de su clase. Por esto decimos, Es la mayor maravilla de
la tierra,- es mi mejor amigo; es el menor animal de
lo: que conocemos; el peor hombre del mundo. Si nos re
ferimos ¡i los individuos de alguna ciudad, familia etc., se
colocan donde lo pide la eufonía: Es el mejor edificio de
esta calle, ó, Es el edificio mejor de esta calle ,- lVo has’
casa mayor que esta, o, No hai mayor casa que esta en
todo el barrio. Á no ser que el sustantivo esté precedido de
los adjetivos alguno, ninguno , otro, pues entónces es
preciso postergar á mayor, mejor, etc., v. g. No se des
cubre en esta calle otro edificio mejor,‘ No hai en todo el
barrio ninguna casa mayor que esta. Lo mismo debe ha
cerse con los adjetivos muuor y menor, cuando concretan
donos á una ciudad , familia etc., no se espresa el término
de la comparacion. Esta es la causa de que digamos, Voi á
la iglesia mayor; es su hijo mayor ó menor, pues node
bemos imitar el giro de Cervantes en la parte primera del
Quijote, capít. 42: Es mi mayor hermano... Mi menor
hermano está en el Pirú.
De las reglas que acabamos de sentar, se deduce, que
cuando mio, tuyo y suyo preceden al nombre, pierden la
última sílaba en el singular, y en el plural las mismas le
tras que en el singular: mi, tu, su; mis, tus, sus. Lo
propio se notará en su lugar de los numerales uno y ciento.
Hablemos ahora de los otros adjetivos que están sujetos á
igual apócope ( ódiminucion de sílaba ó letra finales), siem
pre que van delante del nombre é inmediatos á él. Tales
son alguno, bueno, malo, ninguno, postrero, primero,
tercero, pues se dice, Algun feliz acontecimiento, buen
soldado, mal poeta, ningnn refugio , primer galan, ter
cer párrafo, al tercer dia (no falta quien diga al tercero
6
122 SINTÁXKS.
día), postrer ataque. Delante de 10s femeninos varía el uso
respecto de primero. tercero y postrero, pues aunque se
dice, a primer vista ó á prinzera vista, solo está dicho
con propiedad, en la tercera hoja, y á la postrer hoja.
Para que alguna y ninguna puedan perder la a, es indis
pensable que el nombre que inmediatamente sigue, sea un
sustantivo que empieze tambien por a, y que esta letra lle
ve el acento de la palabra. Todas estas circunstancias reú
nen algun alma y ningun águila; y sin embargo aun di
cen muehos, alguna alma y ninguna águila._Serian pues
otras tantas desconcordancias, Ningun ágil corsa, algun
espada y níngun hora. — Grande pierde de ordinario
la sílaba de, si lo sigue un nombre que principio por con
sonante: gran cofre, gran castillo, gran fiesta; grande
amor, grande enemistad. Lo mismo sucede, si denota, no
calidad y estimacion, sino cantidad ó tamaño, v. g. Había
una gran águila en el escudo de armas; Hzhose gran
acopio de trigo. — Santo pierde en el singular el to de la
terminacion masculina, ya empieze por vocal, ya por con
sonante el nombre propio que sigue : san Antonio, san
Eleuterio, san Francisco, san Juan. Pero si es un nom
bre apelativo, aplieado á alguna invocacion particular, se
conserva entero el adjetivo santo, como , El santo Angel
Custodio. El uso quiere que guarde tambien sus dos sílabas
en santo Domingo, santo Tomas , santo Tomé y santo
Toribio, y que pierda la última, procediendo á otros nom
bres que principian igualmente por do y to, segun lo acre
ditan san Donato y san Torcuato. —-Para que los adjeti
vos que hemos mencionado , pierdanla vocal ó sílaba que
se ha dicho, es indispensable que se hallen inmediatos al
sustantivo, pues se mantienen íntegros, si se interpone
cualquiera diccion, segun es de ver en, Mio es el sombra
ro ; Tuya reputn la ventaja; El primero g sesto día,- Su
bueno g respetable amigo ,- Tan malo como solapado;
Fué grande la carestía,- Santo en sumo grado Elías. Sin
embargo si la diccion interpuesta sufre apócope, la tiene
igualmente la anterior, v. g. En el primer y tercer día;
mientras diríamos, En el primero g Sesto día. Esta es la cau
sa de que el correctísimo González Carvajal, en la pág. 8 dül
tratado Del intendente de ejército en campaña, diga -‘ T0
rlo el éxito pende del buen ó mal suceso de una guerra.
DEL NOMBRE. 123
Despues de haber esplicado la colocacion que tienen los
adjetivos , y las variaciones que sufren en razon de ella, nos
resta todavía señalar las particularidades de algunos. '
Dijimos en la pág. 26 que álguien era una de las termi
nacionegmasculinas de alguno, como nadie lo es de nin
guno. Alguien y nadie se refieren á las personas sin limi
tar su clase ó número, y toman el carácter de sustantivos,
porque jamas acompañan á ningun otro nombre. Es mui
corriente esta frase, Vino alguien á verme ?—Nadie ha
estado. Mas no se dice, Nadie de los escritores lo ha afir
mado, por referirnos ya á una clase de hombres en parti
cular. Á vezes se usa de alguno y ninguno en lugar de
alguien y nadie, v. g. Ha estado alguno á verme? Nin
guno ó Nadie tiene la franqueza de confesar su cobar
día ; pero nunca empleamos a alguien y nadie por alguno
y ninguno: Alguno de los concurrentes,- Ninguno de
cuantos pasaban, no pueden mudarse en, Alguien de
los concurrentes; Nadie de cuantos pasaban. Los ejem
plos que se hallen de nadie tomado en este sentido, deben
atribuirse á inadvertcncia ó poca correccion de los escri
tores. y
Los adjetivos cada y demas, notables por acomodarse
á todos los géneros y todos los números, lo son tambien
por su sintaxis. Cada tiene fuerza distributiva, segun se ve
en, Cada dos dias le visitaba; Cada uno ó Cada cual de
ellos tuvo su recompensa,- Tropezar á cada paso; Comer
se una albondiguilla de cada bocado. No puede juntarse
con sustantivos del plural ; pero s1’ con numerales cardina
les , aunque entonces los pasa al singular, v. g. Cadamil
soldados tenia un- capitan. No seria con todo una gran
falta decir tenian. Lo usamos en ciertos casos como un
equivalente de siempre: Se paseaba cada y cuando gue—
ria.— Demas viene á ser sinónimo de otro , y va en todas
ocasiones precedido del articulo definido, como se nota en ,
La demas gente,- Los demas se fueron; Lo demas pudo
escusarse. En las frases ,Ser ó Estar demas ó por demas,
que significan, Ser inútil ó Estar de sobre, parece llenar
las funciones de adverbio; y las de conjuncion continuativa,
cuando equivale á ademas, como en, Demas de esto.
Cual lleva delante de sí el articulo el, siempre que es re
lativo, y lo precede el sustantivo con nue guarda relacion z
12':- smrlxls.
Despertó a su criado, el cual todavía estaba durmiendo.
Pero omitimos el articulo en las oraciones elipticas, donde’
se halla el sustantivo pospuesto á cual. La breve sentencia,
No sabe cuál camino tomar, es, bien analizada, el com
pendio de esta otra : En tre los varios caminos que se le
presentan, no sabe el camino , el cual es el camino que
le conviene tomar. Carece tambien del artículo definido
en las frases de admiracion é interrogante, y en el signifi
cado de como ó segun, ó cuando se hace distributivo equi
valiendo á uno u otro, porque en todos estos casos deja de
ejercer las funciones de relativo. Ejemplos : Cuál es su
ignorancia! La cosecha, cual se presenta; Cuál canta,
cual llora, esto es, El uno canta, el otro ll0ra.—Son cor
rientes las dos terminaciones de cualquier ó cualquiera,
adjetivo que sale de cual. Usamos con preferencia de la
primera delante de los sustantivos, en particular si empie
zan por vocal, v.- g. Cualquier animal, cualquier cosa, y
tambien cualquieracosa; y de la segunda, si está callado
el sustantivo, ó se interpone alguna diccion : Cualquiera
conoce esta verdad,- Eso lo sabe cualquiera,- Cualquiera
que fuese el accidente. Su plural es cualesquier ó cuales
uiera, y el último parece preferible en todos los casos :
n cualesquiera circunstancias. Por de contado no debe
emplearse cualesquier, cuando no va inmediato al sustan
tivo, ó bien tiene que suplirse este, v. g. cualesquiera que
sean las circunstancias; Es menester aprovechar todos
los recursos, cualesquiera que fueren. Queda entendido
quees un grave error usar cualesquiera para el número sin—
guiar, ó cualquiera para el plural como lo hacen muchos.
Cuyo no es como los otros adjetivos de relacion, que
ooncierlan en género y número con la persona ó cosa á que
se refieren, pues en lugar de concordar con el sustantivo de
quien se afirma, niega ó duda quealgo le pertenece, busca
el género y número del sugeto ó cosa, cuyo propietario ó
principal designamos ó nos proponemos‘ averiguar. Esto
nace de su propia significacion , pues equivaliendo cuyo á
el del cual, claro es que su género debe ser el mismo que
tendría el artículo definido en semejante perífrasis. El
hombre, cuya capa robaron, quiere decir, El hombre, la
capa del cual robaron. Por esto prefieren algunos denomi
narlo posesivo, mas bien que relativo.
ner. NOMBRE. 125
Los adjetivos mio y tuyo suelen emitirse, y tambien el
articulo definido, delante de los nombres padre y madre,
cuando se trata de los padres de cualquiera de las personas
entre las que pasa un diálogo : Padre no ha venido,- Diga
Vd. a madre que deseo hablarlo.
El adjetivo que es indeclinable : El lobo que destrozó
nuestro ganado,- los pastores que sestean.
Este relativo lleva algunas vezes antepuesto el artículo
definido, el cual se ajusta á las reglas de la concordancia .
Ines, la que esta de primer dama; Maltrato de palabra á
mis hermanos, los que viéndose injuriados etc. Por refe
rirse siempre á la persona ó cosa que lo preceden, se distin
gue fácilmente de la conjuncion que, cuyo oficio es enlazar
los dos términos de una comparacion , ó el verbo determi
nante con su determinado, segun adelante se verá.
En lugar del relativo que suele usarse el adverbio donde,
tanto para las oraciones de estado ó permanencia, "como
para las de movimiento : La obra donde (cn que) manifies
ta mas su saber,- Un punto de grandeza, dice Jovellanos,
donde (á que) no había subido hasta entónces.
Quien es ahora quienes en plural, aunque algunos es
critores lo miran todavía como indeclinablc queriendo imi
tar á los antiguos : El autor de quien lo he aprendido;
Quien destaja, no baraja,- Los juezes á quienes apeló et
rea-Quien solo puede referirse á personas, y no a cosas,
debiendo mirarse como una especie de afectacion de arcaís
mo que Jovellanos haya dicho en el Elogio de las nobles
artes: Las sabias Academias, por quienes la lengua cas
tellana etc. ; y lo que pone ‘Muñoz en la pág. XXVII del pró
logo á la Historia del Nuevo-blando : Esto mucho mayor
la historia, á quien por instituto etc.—()uién ? como in
terrogativo solo puede referirse a las personas.
Este adjetivo, empleado sustantivamente, se reviste en
(riertas frases de una significacion distribntiva. Así lo usó
Navarrete en este pasaje de la vida de Cervantes : Quiénes
viajaban ó permanecían en Roma á pretender benefi
eios...; quiénes se encaminaban á recibir su educacion
en el colegio de Bolonia". ,- quiénes militaban en los
tercios que guarnecian aquellas plazas... ; quienes, 37'
guiendo la carrera etc. Solo en este sentido, ó en los casos
de pregunta, puede usarse en el plural, y tambien cuando
126 smráxxs.
es una preposicion la que separa este relativo ¿’cl nombre á
que se refiere : Las personas a’ quienes habla acudrdo:
Los autores de quienes lo ¡le copiado. Pero si callamos el
sustantivo, ó media entre este y el relativo cualquier parte
del discurso que no sea una preposicion, tengo por poco
acertado usar del quienes, y me parece preferible decir los
que ó las que, como en las frases semejantes á estas : Afir
man quienes (los que) presenciaron el suceso,- Hombres
tan valientes como quienes (los que) mas; Castlga á guíe
nes (los que) abusan de su bondad. Puede, y aun debe
usarse este plural, cuando se comete una elipsis, de modo
que el relativo quienes vale tanto como quiénes son, eran
0 serán los que. en cuyos casos lleva cierta énfasis esta pa
labra y por lo mismo se acentúa, v. g. Discurrían sobre
quiénes se ltabían distinguido. ’
Este relativo y cual entran en las frases de pregunta,
cuando queremos averiguar el estado, condicion etc. de dos
ó mas personas ó cosas : Quién de los dos ? Cuál de la:
cinco ? uso que no puede darse al relativo que, pues nada
significa en castellano, Qué de los dos?
Fórmase de quien el adjetivo qaienquiera , cuyo plural
es para mi quíenesquíera, no obstante que la Academia lo
da como indeclinable. Su terminacion quíenqzlíer ‘está an
ticuada.——Nunca lleva en la oracion unido inmediatamente
el sustantivo : Quienquiera que fuese su amigo; y esto es
lo único que ocurre observar acerca de su sintaxis.
De los numerales. »
Sobre los cardinales hai que notar, que cuando van dos,
los une alguna conjuncion , v. g. Dos y tres , seis ó siete.
treinta y dos, cuarenta y ocho; y si se encuentran mas de
dos, solo se pone la conjuncion y antes del último , colo
cándose todos por gradacion desde el mas alto : Cinco mil
ochocientos diez y seis. Entiéndese que no los enlaza la con
juncion y, cuando los cardinales no espresan un número,
sino alguna de las unidades que forman la base dela nume
racion. Dos mil, trece mil son dos millares, trece mllla
res. Probemos á agregar la conjuncion diciendo, D05 V ""1;
trece y will, y denotaremos, aunque impropiamente; m“
mas dos, mil y trece, cantidades mui diversas de afflen“
nar. NOMBRE. 127
Uno pierde la 0 siempre que está inmediato el nombre,
sustantivo ó adjetivo, con el que concuerda’ : Un negocio,
un difícil negocio. En la terminacion femenina no puede
snprimirse la a, siel nombre inmediato no es un’ sustanti
vo que principia por esta letra, y es ella la acentuada, v. g.
Tomó un arma en las manos; y tambien se dice de ordi
nario, una armaJPerode ningun modo puede decirse,
un hábil actriz, por ser adjetivo el nombre. que va junto
al numeral; ni, un hebra, porque empieza por e (la h pa»
ra nada se cuenta en la pronnnciacion) y no por a la pala
bra; ni, un almeja, por no ser la primera sílaba la que lle
va el acento. ’l‘ambien es indispensable-decir una a, ha
blando de la vocal de este nombre.
Aunque por perder el numeral uno la 0 cuando precede
al nombre, pudiera confundirse con el artículo masculino,
no es difícilcuya
oraciones, distinguirlos. Dicho numeral solo
esencia depende,ldigámoslo así,entra
de laenfuer
las
{con}
CAPÍTULO m.
m: Los ARTÍCULOS.
ní
Del indefinido.
Un una sirve para indicar algun individuo de cualquiera
clase, especie ó género sin partieularizarlo. Con la espre
sion de, Un perro le mordió, denota la especie a que el
animal pertenecía; mas no señalo qué perro fue: doi solo
la noticia vaga de que Uno de los individuos de la especie
perruna le mordió. Por cuyo giro se demuestra que el ar
tículo indefinido representa implícitamente al numeral una.
En algunos casos comunica una énfasis especial a la ira
se, pues al decir de alguno que Es un cobarde, no signi
ticamos que la cobardía es una de sus calidades, sino que
es la principal y casi característica. En igual sentido se di
ce. Es un borracho, un matan, un embustero, etc. Por
esto, cuando hai varios sustantivos de seguida que necesi
tan de cierta calificacion , se repite este artículo delante de
cado uno de ellos, v. g. Un gato, una zorra g un lobo
flor; los personajes que se introducen en la presente fá
u a. '
Lo hallamos tambien delante de los nombres propios, y
á vezes en lugar del artículo definido: Un Cisnéros no po
día dejar de ser respetado ,- Un hombre entregado d lo!
estudios se cuida poco de las diversiones; en cuyo últi
mo caso pudiera decirse, El hombre entregado etc.
El artículo una una, puesto en la oracion sin que 10
acompañe ningun sustantivo, equivale a un hombre Ó una
m; LOS ARTÍCULOS. 135"
mujer, á alpuno, nadie, ó bien á la oracion en ¡mperso
nal. Es difícil que uno se acostumbre á padecer ham
bre, quiere decir, Es difícil que un hombre, alguno ó
nadie se acostumbre á padecer hambre, y mejor, Es di
fícil acostumbrarse á padecer hambre-Otras vezes dice
relacion al sugeto que habla, y entonces vale tanto como
una persona de mi clase, de mi educacion etc., v. g. si
un rico dijese, No puede uno familiarizarsevcon la mi
seria. Y es digno de reparo, que cuando se usa el uno en
este sentido, cae bien aun en boca del sexo femenino, por
que entonces no se refiere rigurosamente á la persona que
habla, sino que se- establece en cierto modo una máxima
general, como lo seria si una señora dijese, No tomo otra
casa mayor, porque tiene uno que acomodarse á sus cir
cunstancias, ó lo que es lo mismo, porque tiene cada
uno que acomodarse a’, sus circunstancias. —El plural
unos unas, junto con los números cardinales, significa
cerca de, poco mas ó ménos, con corta diferencia, etc.,
segun lo demuestran estos ejemplos z El atalaya descubrió
unos mil enemigos; De Madrid a Zaragoza hai unas
cincuenta y cuatro leguas.
El articulo indefinido pierde la última vocal de sus dos
terminaciones del singular, del mismo modo que respecto
del numeral uno lo hemos esplicado en la pag. 427.
CAPÍTULO IV.
DBL PRONOMBRB.
' Pareccrá difícil en las lenguas que carecen de casos, como la espa
ñola, conocer cuál de los nombres sobre que recae entera ó arcialmenle
la accion del verbo, está en aeusativo, y cuál en dativo. in embargo
nada hai mas sencillo con solo volver la oracion por pasiva, pues el dati
vo subsiste siempre el mismo raso, mientras el acusalivo pasa a ser su
puesto ó nominativo en la voz pasiva. El maestro enseña ú lo: niños la
cartilla : si dudamos cuál es aquí el acusativo, dése á la frase el sentido
pasivo, y nos hará ver que es la cartilla, pues no podemos ménos de
decir, La cartilla es ensenada por el maestro ú los niños. Por igual
medio puede averiguarse, cuándo el verbo que lleva reduplicacion, es
activo, en cuyo caso permite la lnversion pasiva, como, Yo me culpa, yo
soi (rulpado por mt,- y cuando es neutro con inllex-¡on recíproca, porque
entónces no sufre el giro pasivo: en Yo me duermo, no es dable decir,
ïn soi dormido por mi.
Forma esccpcion de esta regla el caso, no mui frecuente, de que el ver
bo pida que este en dativo en la oracion activa lo que puede ocupar el
lugar de supuesto en la pasiva. Seria perfecto el sentido de, Tu carta fue
respondida 6 contestada por miel 20 de noviembre; y sin embargo es
constante que en, Respondí á tu carla el 2o de noviembre, se halla en_
dativo tu carta, porque de lo contrario no llevaría la preposicion á, as:
como no la vemos en, Escribí ó envíe una carta. Aquí responder es nen
lro, dar respuesta, al modo que corresponder vale decir _ó guardar cm‘
rupondencia; y por tanto no necesita de caso objetivo. (pag. 209.‘)
1'48 1 SIXTÁXXS.
‘les dejara libre el recurso a la justicia. Pero en el mo
mento que el gerundio ó el infinitivo llevan un determi
nante sin supuesto espreso, ya pueden darse al aüjo todas
las colocaciones posibles, segun se advierte en, Me estaba
levantando,- listclbame levantando; Estaba levantan
dume, Quiéresle, ó, Te quieres divertir; Quieres diver
tirte. Sin embargo no olvidemos, que este y todos los demas
preceptos de la gramática castellana están sujetos á la eu
fonia, la cual repugna las frases, Querémonos divertir,
queremos divertir; y aunque tolera la de Quiéreste diver
tir, basta que preceda en la oracion cualquiera palabra, la
partícula si, por ejemplo, para no consentir el giro, Si
quiéreste divertir ,- nos permite en algunos casos el Quié
rome pasear, y nunca el Deséome emiquecer. Nuestros
escritores clásicos la han consultado tan especial y unáni
memente, que apenas ocurre en ellos, sobre todo en el cor
recto Aleman, hallarse cl aüjo despues del gerundio, siendo
su determinante el verbo ir. Leemos á cada paso, Irála
publicando, iréle acompañando, lo iba componiendo,
vanlo víolenvtamlo, íbame cayendo, ¿’bala disponiendo;
pero poquísimas vezes, Ira pubtícdndota, in’ acompañan
dole, etc. etc.
5' Subido el primer modo de conjugar los verbos recí
procos que se puso en la página 64 , y lo que se ba estable
cido en las reglas que anteceden, solo nos resta decir algo
acerca de los verbos estar y ser, cuando toman redu-plica
cion. Ser nunca la tiene en el infinitivo, pues no decimos
serse, y si estarse. En los modos y personas en que el uso
la admite respecto de estos dos verbos, se coloca delante de
ellos el supuesto de la -|' y 2‘ persona y el pronombre re
flexivo . lo me soi pacífico; Tú te estabas a la mira; sin
¡que digamos nunca, Soíme yo pacifico, ni Estdbaste tu á
la mira. En la tercera persona disuena muchísimo ménos.
¿Estábase ella en acecho. — Los verbos que se conjugan
de la segunda manera , espuesta en las págs. 6l y 62, de“
bieran llamarse privativamente pronom males, por tener |11|
pronombre redundante. Por este motivo la colocacion de
sus aíijos presenta mayor dificultad que en los anteriores
La redundancia del pronombre-se halla tambien en frases
‘en que no tiene fuerza reflexiva el verbo, puesto que es (lts
tinta la persona agente de la paciente; pero como 165 S0“
DEL PRONOIIBRB. M9
aplicables los mismos cánones que á los verbos prouomina
les, respecto de la materia de que se trata, nada estoi-ha que
al presente los confundamos. En los verbos de esta clase van
juntos ó separados el pronombre puesto en caso oblicuo y
el alijo, v. g. A vosotros o: importa, ó bien, Os importa
á vosotros. En el infinitivo, gerundio é imperativo está pc
gado el alijo al verbo, siguiendo luego el supuesto de la ora—
cion y por fin el pronombre pleonástico : El reconvenirmc
yo a mi : Reconviniéndome yo a mí,- Reconvénle m‘ á ti.
L0 propio sucede en el subjuntivo, si se calla el verbo de
terminante : Reconvéngase él a’ sl cuanto quiera; Recon
véngame mi padre á mi en hora buena. Por el contrario,
si va espreso el antecedente, tiene ya el afijo que preceder
inmediatamente al verbo pronominal, y seguir despues el
pronombre redundante. El supuesto de la oracion puede
colocarse, bien al principio de ella, bien detras del verbo ó
del pronombre. Ejemplo : Bueno fuera que Juan me im
pulase á mi el delito, ó, que me impulase Juan a’ mi el
delito, ó, que me impulase á mi Juan el delito. La mane
ra última es mui violenta, y lo seria mas á proporcion que
sc alejase del verbo el supuesto; si dijéramos, por ejemplo,
Bueno fuera que me impulase á mi el delito Juan.
6' No colocamos los afijos despues del verbo, sino án
tes, cuando lo precede el supuesto, v. g. Los cazadores le
descubrieron; El juez te manda comparecer; Si ella le
buscase. Tocaria hoi en arcaísmo , Los cazadores descu
briéronle, seria sobre manera duro, Eljuez. mandale com—
parecer, y de ningun modo se disimularia, Si le ella bus
case, construccion que era corriente en cl siglo XIII, y así
hallamos muchas frases por el estilo de la siguiente de la
Partida sétima, tit. XVII, lei 2', Si el marido fuere tan
negligente que la él non quisiese acusar.
7‘ Siempre que alguno de los complementos de la ora
cion precede al verbo, hai que colocar despues de aquel su
afijo correspondiente, como, Esa puerta la he cerrado yo;
Su valor lo lestijica este hecho ,- A los sobresalientes les
está señalado el primer premio. Sin embargo si el dativo
estuviese regido de la preposicion para en vez de la a’, de
bería omitirse el afijo, y decir, Para los sobresaliente: es
tá señalado el primer premio.
8° El alijo o la reduplicacion se puede ir delante ó de
150 SINTÁXIS.
tras del verbo en todos los tiempos y modos , ménos en el
infinitivo, el gerundio y el subjuntivo, en los que constan
temente se pospone : Creerse, juzgándose, véanse; y en
los tiempos compuestos, en que va precisamente con el
verbo haber. Solo puede decirse, Se ha publicado tal li
bro, y á lo mas, ¡{ase publicado tal libro; pero de nin»
gun modo, Ha publícádose tal libro. Tampoco puede ir
uetras de una persona de verbo que termine por s, porque
junlándose dos, no se oye mas que una en esplícarasselo,
dejémosselo. El afijo os suena tambien duro despues de las
personas que acaban por s, y hoi no diríamos agravíáisos,
como Mira de Mescua en La Fénix de Salamanca.
Cuando la reduplicacion se va unida al pronombre per
sonal le ó les, debemos colegir que la oracion es pasiva:
Ya se les ha dic/w. Si la oracion fuese activa, el pronom
bre de cosa seria lo, y se el personal : Ya se (á ellos) lo Iza
dicho. En cuyo último caso se conoce claramente que no
es el giro pasivo, porque la reduplicacion se no lo espresa
mas que en las terceras personas, segun diré en la pág. 456,
y aquí empleamos la primera. —— El se, reduplicacion pa
siva, va siempre, como se ha dicho del afijo se en la re—
gía 5', ánles de los afijos con que se junta: Se nos ofrecie
ron dos hombres á la vista ; Aplicáseles la pena. Hablan
mail de consiguiente los que dicen , separándose de este
principio invariable, Me se cae la capa,- Tc se hace im
posible. Notare’ de paso, que si no disuenan la reduplica
cion se y el afijo colocados tras del verbo en las primeras
y terceras personas, Dióseme, klíósele, diósenos, dióseles;
Aplícascme, apl/casele, aplicasenos, aplícaseles; seme
jante giro es tan raro como duro en las segundas personas,
pues ni en lo escrito ni en la conversacion ocurre nunca,
Diosele, diáseos; Aplícasete, aplícaseos, sino, Se te dió,
se os dió ; Se te aplica, se os aplica.
9' Observaré por último , que si el afijo nos va detrás
del verbo, hace perder á este la s última : Avergonzamo
nos, ó, nos avergonzamos ; y la d final del imperativo des
aparece tambien delante del afljo os: Hacéos de pyficflïy Y
no, laacedos. Pero se retieneen el verbo Ir, que dice idos,
no
las ios.
primeras
—N0 personas
recuerdo del
haber
plural,
visto cuando
suprimida
las nunca
sigue 01la 312°
s
4000:...
CAPÍTULO v.
DEL V3510.
De las vozes.
Nuestro verbo solo tiene voz activa, segun lo insinué en
las páginas 50 y 60, careciendo de la pasiva de los latinos.
La suplimos sin embargo con el ausiliar ser y el participio
pasivo: Nosotros fuimos calumniados; El delincuente
fue ahorcado por el verdugo. En algunas oraciones tam
bien logramos espresarla con el verbo estar, hallarse etc. ,
y el mismo participio pasivo, porque, Las tropas estaban,
ó, se hallaban mandados por buenos oficiales, parece
diferenciarse mui poco de, Eran buenos los oficiales 97“
mandaban las tropas.
Se espresa igualmente la voz pasiva por medio de la re
duplicacion se en el infinitivo, el gerundio y las terceras
personas del indicativo y subjuntivo, como, Evitafldose el
DEL vnnno. ' 157
primer golpe, no debe temerse el segundo ,- Dióse la sen
tencia por el juez; Es probable se vendan bien. los ca
ballos,- ó lo que es lo mismo, Si es evitado el primer
goqm, no debe ser temido el segundo; Fue’ dada la
sen/envía por eljuez; Es probable sean bien rendídos
los caballos. Mas como el mismo monosílabo se (casos, ob
jelivo y oblicuo, del pronombre él) entra tambien en la cou
jugacionde los verbos recíprocos, conviene notar l-as dile
rencias que presentan las oraciones en uno y en otro senti
do. Primeramente, al se recíproco puede añadirse sin dili
cultad el sí mismo,- lo que no es dado respecto del se pasi
vo. La legíon se escudo con los broqueles, ó , se escudo
á sí misma con los broqueles , serian dos frases igualmen
te tolerables; miéntras nadie dice, Dívulgáse el rumor á si
mismo, ni, Se vendían a’. sz’ mismos los libros. En segundo
lugar, en las oraciones pasivas, aunque no aparezca la‘ per
sona que produce la accion del verbo , es fácil suplirla y no
disuena; lo que uo sucede en las recíprocas. Podemos en
tender que El fuego se apaga por el agua, por los bom
bcros ó por la ¡’alta de pábulo; que Se divulgó el rumor
por la gente; que La casa se quema por el fuego, por las
llamas etc.; que El palacio se edrfiea por los albañiles;
que Los libros se venden por los libreros; que El pañuelo
se ha perdido por el que lo llevaba; y no podemos agre
gar nada parecido á esto en la sentencia , La leg-ion se es
cudo con los broqueles, porque siendo ella la que escuda ,
no hai ya necesidad de buscar el sugeto que causa la aurion.
En tercer lugar, el supuesto, en las oraciones pasivas de
esta clase, va pospuesto regularmente al verbo, y en las
rellexivas lo precede de ordinario : Se ha movido una dis
puta,- Se dió la órdeu; y, El toro se adelantó hacía
la estacada; El hombre debe armarse de paciencia.
Por último, siempre que puede tener lugar en’ estas frases
el sentido reflexivo, se supone que es este el que ha queri
do dárseles, y no el pasivo. Así dudamos al pronto de la
mente del escritor, cuando Clemencin ha dicho (página
xxxu del prólogo á su Don Quijote): Se ríen las ocur
rencias del primero, en lugar de, Se ríe el lector de las
occurrencías etc., ó, Causan risa las occurreneias etc.
El mismo Clemencin notó ron razon . que no está bien lo
de, Consentia que se tratasen los andantes caballeros, y,
158 SINTÁXlS
Como cuentan que se trataban los antiguos caballeros,
que pone Cervantes en el capitulo tercero de la parte pri
mera y en el 55 de la segunda del Quijote; y dice que es
taría mejor, se tratase á los caballeros andantes, y, se
trataba á los antiguos caballeros. Por igual motivo al oir,
Los necios se alaban , nadie entiende que hai alguien que
los alabe, sino que ellos tienen entre otras la sandez de ala
barse. L0 cual es tan constante, que aun en las oraciones
en que el sentido retlexivo no es el mas frecuente, se supo
ne siempre, si no se esplica bien el pasivo añadiendo el
caso objetivo del pronombre él. Basta que digamos alguna
vez , Se enterró en una sima ,- se enterró en vida en un
claustro , para que sea difícil comprender, que se enterró
significa fue enterrado. Por esto me disuena que Quintana
en el epitome de la Vida de Don Juan Pablo Fornwr (to
mo lV de las Poesías selectos castellanos), haya dicho,
Falleció á los 44 años, y se enterró en santa Cruz, en
lugar de, se le enterró , y mejor, fue enterrado, Otro pa
saje parecido á este hai en la página H7 de la Vida de Pi
zarro, tambien dc Quintana z Mando en seguida que se
reservase á Tomalá y se entregasen los otros a’ los indios
tumbecinos; donde yo hubiera dicho, fuesen entregados
los otros. ‘Con lo cual quedaría la frase libre de la antibo
logia, que no escusarán cuantas autoridades puedan traerse
de nuestros antiguos escritores, poco dignos de que se les
imite en todo lo que concierne á la exactitud y precision
gramatical. Entiendo que por esta misma razon, siempre
que se habla de una persona que se ha quitado la vida, de
bemos usar del participio matado y no muerto, y que solo
puede emplearse este con el se recíproco para la significa
cion neutra de morir. Antonio se ha muerto, no puede
confundirse de este modo con , Antonio se ha matado. i
Algo parecido al sentido pasivo que damos á nuestro ver
bo por medio de la reduplicacion se, es el que tiene, cuan
do se halla en la tercera persona del plural, y rige un c650
objetivo, sin que aparezca ningun supuesto, aunque P119‘
da suplirse por la elipsis. Han divulgado este rumor; Y‘?
se’ ue le nombraron á Vd. intendente, es tanto 00m0 5!
dijeramos, Este rumor ha sido divulgado,‘ Ya sé Quefu‘
Vd. nombrado intendente. _
Las frases de este giro pasivo cuya esplicacion graïïmÉwal
mu. vnnno. 159
ofrece mayor dificultad, son aquellas cn que, á mas de no
aparecer quién produce la accion , la persona que la recibe,
se halla regidapm la a’ contra el principio sentado en la pá
gina 409, de que nunca lleva el nominativo preposicion al
guna; y ora sea aquella del número singular, ora del plu
ral, está siempre el verbo en el singular, de modo que la
oracion tiene todo el carácter de impeisonal. Muóstranlo así
los siguientes ejemplos: Se me busca a mi; Se nos pre
gunta á nosotros por el correo,- Se procesa a’ los crimi
nales. Estos nombres, no obstante que parecen supuestos,
pues realmente las frases significan, Yo soi buscado; Nos
otros ramos preguntados; Los criminales son procesa
dos , no pueden serlo gramatimlmente por la razon ya in»
dicada de que el nominativo nunca puede estar regido de
una preposicion. No cabe pues duda en que semejante cons
truccion encierra una silépsis, y que por espresar la idea co
mo la concebimos, no nos cuidamos de las reglas que pres
cribe la gramática. En virtud de ellas todos estos nombres
que parecen ser mminativos, se hallan bien en dativo, bien
en acusativo , y queremos decir: Se me busca , esto es, Se
hace pesquisa por la justicia etc. , para encontrarme á
mi; Se nos pregunta , es decir, Se nos hace la pregunta
por nuestro corresponsal encaminada á nosotros; Se pro
cesa. ó lo que es lo mismo, El proceso se sigue por el juez
con el objeto de castigar ¡í los criminales.
Confirmase esto por otra frase, tambien de pasiva, en
que ocurre un dativo de igual naturaleza. Al decir, Se me
ha olvidado la leccion, bien se ve que‘ la leccion es la ol
vidada, y que yo soi el que la he olvidado. De consiguiente
ese me significa respecto de mi’ ó relativamente á 1m’ la
leccion está olvidada.
Del indicativo.
El carácter de este modo es enunciar la significacion del
verbo sin depender de otro (pág. 50). En efecto, tres de
sus tiempos pueden espresar pensamientos aislados, v. g.
Tú paseos; ya se lo adveríí; pronto saldrá. El pretérito
coexistente reclama la simultaneidad (le otra accion, a la
que no está subordinado, así como no lo está el futuro
condicional al verbo que completa sus frases, pues por el
contrario este va determinado siempre por aquel.
En razon de esta independencia es el único modo por
que pueden espresarse las oraciones de admiracion, v las
preguntasfan, que no intervienen ni verbo antecedente, ni
condicion subsiguiente, como, ¿ Trae, traía, trajo, trae
rá ó traefiatzlgun recado? Ningun sentido preseutarian
estas otras, ¿Traen trayendo, traído, tméd, traiga, tra
jere, trajera ó trajese algun reeado? En las de iuterro—
gante, que pueden empezar, bien que con cierta violencia,
por el indefinido absoluto, es indispensable que siga una
168i SINTÁXIS
Del subjuntivo.
No sucede lo mismo con este modo : es de esencia suya
que todas (Ilaslfrasets de 8:1); tiempos oistén (lletermlinadals por
un ver JO e os o ros m os, con e que as en aza a guna
conjuncion; de donde ha tomado el nombre de subjuntivo:
Conviene que estudies; Vino para que le viesen. Así es
que no puede empezar la oracion por él, á no estar tras
puesto el verbo que lo rige, como, Que saliesen todos los
moriscos, fue’ mandado por pregon; donde el órden na
tural seria, Fue’ mandado por pregon que saliesen todos
los moriscos. Ó bien se sobrentienden el antecedente y la
partícula conjuntiva, como, Acudieran las tropas, si les
hubiese
indudable
llegado
ue acudieron
la órden,- etc.
en la Viniese
cual faltael aldinero,
principio,
que e
gustarle deq mi cuenta corría, esto es , Lo importante
Del íznperalíuo.
Su significado de mando, súplica, permiso ó consejo lo
distingue principalmente del indicativo, y le impide que
pueda hallarse en oraciones de admiracion ó interrogante,
que son peculiares de dicho modo. Tampoco puede tener
mas personas que las segundas de singular y plural, por
que con ellas únicamente hablamos, al encargar-les, pedirles
ó amonestarlas que practiquen alguna cosa: Mira bien c0"
8
170 SINTAXIS «
m0 obras,- Volvéd pronto. El tono rápido é imperioso de
su enunciacion hace que prineipiemos por el verbo y que
se pospongan los pronombres tú y vosotros , caso de espre
sarse: Páganze tú lo que me debes; Desecltád vosotros el
miedo. En el desaliño de la conversacion los anteponemos
alguna vez, como, Tú dejamelo gobernar.
Nuestro imperativo tiene la singularidad, respecto de la
lengua latina, la francesa y otras, de no poderse usar con
ninguna especie de negacion, pues al instante que la hai, ya
se hace indispensable acudir al subjuntivo. Decimos, wn;
"pero en la oracion ¡negativa solo espermitido decir, No ven
gas, que los franceses espresan por, [Ve venez pas. Este ver
so de Ovidio,
Htc tu fallaci nimiüm ne crede luccrnaz,
Primera.
Cuando junta al determinante con su determinado un re
lativo, hai cabida para tantas combinaciones en el discurso,
que no solo pueden requerir los verbos en cualquiera de
los modos, sino que tambien pueden estar ambos verbos en
el indicativo ó en el subjuntivo, aunque no en el infinitivo
ni en el imperativo. Sirvan de ejemplo los siguientes : Sa
bida es la cobardía de los enemigos que nos asaltan,
asaltaban, asaltaron, han asaltado, asaltarán. Pensaste
en la suerte que cabrá ó cabrio á estos desgraciados;
Tu serás quien me reemplaze; Escuchád vosotros, los
que estáis, eslabais, estuvisteis, habéis estado 6 esta
réis atribulados.
He dicho antes que nunca se hallan los dos verbos en in
nar. vanno. 191
‘finitivo ni en imperativo, por ser sabido que ninguna de
las terminaciones del primer modo puede aislada estar re
gida por un relativo, pues no da sentido alguno, Yo he vis
to á un hombre que venir, viniendo, ó, venido. ‘Tampoco
lo tendría esta locucion en el imperativo : Acude tu, que sé
mi amparo ,- al paso que nos lo daría este otro giro, Acude
tu que eres, eras, fuiste, serás, ó , serias mi amparo. _
En el indicativo y subjuntivo apenas hai variacion ue
no tenga cabida, porque el sentido que intentamos dar a la
frase en que se hallan dos verbos enlazados por un relati
vo, regido ó no de preposicion, pide unas vezes que am
bos estén en un mismo modo, otras que el antecedente va
ya al indicativo y el consiguiente al subjuntivo, y otras al
reves. Confírmanlo estos ejemplos: He admitido á un cria
do que me parece de buena índole ,- Hablen las gentes lo
que quieran; Busco bienes que no perezcan; Venga-n los
diputados que están elegidos. Y no solo hai esta variedad
relativamente á los modos, sino aun respecto de los tiem
pos, puesto que en unos casos tiene que ser el mismo, y
en otros diverso, así : Juan ‘fue el que vino; Yo he sido
quien lo ha visto ; Me lo ha asegurado Anselmo, que lo
pondrá por escrito en caso necesario,- Creante los po—
co avisados que no supieren tus manos. Hai sin embargo
c0 inaciones á que se resiste, generalmente hablando, la
eu " acion de nuestros juicios : tal es la de colocar los dos
verbos en el futuro absoluto de indicativo, pues huele á gi
ro Ïrances decir, No seré yo el primero que se atreverá; y
de ningun modo puede tolerarse, No habrá autor alguno
que sostendrá esa opinion. En las dos oraciones estaría el
verbo determinado en su propio lugar, si lo espresásemos
por el presente de subjuntivo, que se atrera; que sosten
-ga. El único caso en que pueden ir en el futuro absoluto de
indicativo, tanto el verbo que precede al relativo, como el
que lo sigue, es cuando se hallan determinados los dos por
un antecedente comun, que de seguro será de diverso tiem
po, como en esta oracion : ¡ Quién sabe cuántos serán los
males que habrán causado ya los enemigos en aquellas
fértiles provincias! Aquí el verdadero determinante de se
rán y de habrán es sabe, pues la frase equivale á, ¡Quien
sabe cuántos males habrán causado ya los enemigos en
aquellas fértiles provincias!
192 SlNTÁXlS
Para que haya relativo en la oracion, no se necesita que
aparezcan los subidos que, el cual ni quien, si se encuen
tran nombres, y aun adverbios, que hagan sus vezes, v. g.
La obra de Herrera será siempre leída de cuantos se de»
diquen á la cultura de los campos, ‘esto es, de todos los
que se dediquen á la cultura de los campos; Formá un
depósito, donde se reuniesen los dispersos, es decir, en
que se reuniesen los dispersos.
Segunda.
Se halla el verbo determinado en el infinitivo propiamen
te dicho, siempre que es uno mismo el supuesto suyo y el
del verbo antecedente, v. g. Queréis pasear; La noticia
puede traslucirse, porque vosotros es á un tiempo nomi
nativo de queréis y de pasear, así como noticia lo es de
puede y de traslucirse. Por donde los ausiliares haber de
ó que, tener que y deber llevan siempre en el infinitivo el
verbo determinado, porque el supuesto suyo y el del ante
cedente no pueden dejar de ser uno mismo : Ella hubo de
acudir,- Tengo que callar,- Eilos deben de andar mui
ocupados.
Esceptúanse de esta regla los antecedentes que manifies
tau una aseveracion firme y decidida de nuestra voluntad.
Así decimos, Quiero, ó, no pienso salir, y, Afirma, de
claro que saldre’, mejor que , Afirma, declaro salir. Con
todo el verbo protestar es susceptible de uno y otro giro :
Protesta salir, ó, que saldre’. Decir no puede ser antece
dente de un infinitivo, porque siempre que lo empleamos
para anunciar nuestras propias acciones, no es con el de
signio de referirlas, sino con el de manifestar nuestra reso
lucion de cjecutarlas : Digo que saldré. No es locucion to
lerable por ningun título, Digo salir.
En algunos verbos varía el significado del determinante,
segun que va el determinado al infinitivo ó al subjuntivo
Pienso mrgjorar de habitacion, es, Me propongo mejorar
de habitacion; y, Pienso que mejoro de habitacion, 85»
Me parece que gano de habiiacion. Sé tocar la flauta»
es decir, que tengo esta habilidad; mientras, Sé que '03”
la flauta, denota la certeza que tengo de estarla tocando
Á vezes antecede el determinante á alguna de estas Pre’
mar. vnnno. 193
posiciones, á, de, para, por, bien solas,‘ bien formando
parte de las frases conjuntivas a’ fin de, á causa de, con
condicion de etc., y por medio de ellas rige al verbo con
siguiente en el infinitivo, v. g. Decidióse el general á dar
la batalla,- Vé á poueanEstaba ya cansado de sufrir;
Se presentó para, ó, á fin de obsequiarle; Sc tapó la ca
ra por no verlo; Le nombró su heredero universal con
condicion de llevar su apellido.
Cuando el determinante es un impersonal ó el sustantivo
ser, y el determinado no lleva supuesto, va el segundo
verbo al infinitivo: Es útil cultivar las letras; Conviene
á los hombres dedicarse a’ las ciencias. Y no puede dejar
de ser así, porque el verdadero supuesto de la oracion es
aquí el mismo infinitivo que hace las vezes de nombre; ofi
cio quc no es dado á los otros modos. Dichas sentencias
equivalen á estas, El cultivo de las letras es útil,- El es
tadio de ‘las ciencias conviene á los hombres. Pero si
tiene supuesto el determinado, busca precisamente el sub
juntivo: Conviene que go estudie,- Es útil que los ¡com-u
bres se dediquen a’, las ciencias. Por esto debió decir Mar
tínez de la Rosa (tomo primero, pág. HM), Difícil es que
aventaja nadie á Lope de Vega en facilidad para versi
ficar; v no, Difícil es aventajar nadie á Lope de Vega
en facilidad para versijicar. Omitido el supuesto, estaría
perfectamente dicho, Difícil es aventajar á Lope de Vega
en facilidad parajversiyicar. — Los verbos de mando cm
plcan una y otra forma, pues va decimos, Les ordenó ata
car, ya, Les ordenó que alacasen. No obstante el verbo
decir, en el sentido de mandar, pide necesariamente el de
terminado en el subjuntivo: Dice que alaguen, dijo que
alacasen.
’ Tercera.
Seguro está
Que la piquen pulgas ni otro insecto vil.
CAPÍTULO v1.
DEL ADVERBIO Y LAS FRASES ADVERBIALBS.
40.4’ r ¿LLAÏ
11108.1 ,
Á mas de significar el tiempo presente, sirve como de
conjuncion discributiva, que se escribe tambien hora ú
ora. Así Jovellanos : Ahora se considere la atrozidad de
su naturaleza , ahora el número y carácter de las per
sonas á quienes se imputa , ahora la indistinto genera
lidad con que les fueron imputados etc. Y en otra parte:
Entonces, ora seamos provocados, ora llamados , ora
admitidos á él, compareceremos tan serenamente ante
nuestros juezes, como ante nuestros acusadores. En este
sentido se suple por las conjunciones bien ó ya, segun lue
go diremos.
» r
ALL! Y AQUI.
¿sí
En su acepcion general vale tanto como De ese ó de este
modo, y por ello se le emplea para afirmar, v. g. Asi opi
no ; Asi discurria yo,- Asi es lo cierto.
llai ocasiones en que significa tan, lo mismo, igual
mente, y suele estar correspondido por el adverbio como :
Así aplicable á las Juntas como á las Cortes, dice Jove
llanos.
Con el futuro ó indefinidos del subjuntivo significa de
seo, y es propiamente interjeccion : Así Dios me ayude!
Así se me nombrara.’ ¡Asi hubiese hecho la solicitud,
que no me hallara ahora sin la prebenda!
No pocas vezes es conjuncion causal, y suple á por esto;
de suerte que, v. g. Asi no satisfecho con su respuesta
etc.; y la misma fuerza tiene, Asi es que no satisfecho con
su respuesta.
Vale á vezes luego, v. g. Asa’ que se divulgó la noticia,
ó lo que es lo mismo, Luego que se divulgó la noticia.
Algunas lleva la fuerza de tanto ó de talmodo, v. g. Así
se defendía, que no pudieron rendirle. _
Repetido, denota mediocridad; pero pertenece este idio
tismo al estilo familiar esclusivamente : No era un actor
distinguido, sino asi así.
Se une con otros adverbios, v. g. Asi como, ó, bien as!
como (del modo que), así bien (tambien), etc.
22h SINTÁXIS
BIEN
COMO
ezvriïzvces
JAMAS Y NUNCI.
LUEGO
sus ,
YA
CAPÍTÚLO VII.
DE LA PREPOSICION.
[CERCA DE
¡NTE
BHD
CON
CONTRA
Y á su heymosa criatura
Ledo sonríe el Padre dela altura;
DESDI
en,
(i) Pero solo sc dice, sopa con ó de leche, y, Arroz con lee-lic.
(2) No siempre que en este caso y otros semejantes se emplea la pre
icion con, se incurre cn cl valencianismo dc confundirla con la en.
gïmbicn dicen los castellanos, Salió ri recibirla con coche, y, Fue d_ la
espedicion con una fragata,- pcro entónces se intenta dcnotar especial
mente el- modo de hacer la cosa, esto es, que fue en coche como sali a
recibirla, y que formó parte de la espcdicion embarcado cn una traga-Ñ
La; y no en otra especie de buque. Por eso parece mas oportuno _en seme
jantes casos interponer algo entre el verbo y el modo dc su accion, u_es
á no referirnos precisamente al modo, se diría, salió en Coche d rec: ¡r
la; Fue en una fragata á la espedicion.
m: LA PREPOSICION. 251
bajado mucho la noche pasada; No he dejado la capa
todo el invierno. Tambien significa el tiempo que se em
plea para hacer algo, v. g. En dos horas estaremos en Vi
ltarcayo; Escribio diez cartas en un cuarto de hora.
2° El modo : Le llevaban en volandas; Le vieron en
camisa,- Llegó en carnes ó en cueros.
5° El estado de la cosa : Frutos en leche; La sandía
estaba en su sazon; No han de cogerse las manzanas en
flor; Las uvas en agras son buenas para refrescar.
4° La causa : En vista de esto, o, en virtud de ór
den superior tomó la posta,- Fué condenada la obra en
odio de su autor,- Lo hizo en venganza del ultraje.
5° ' La prolesion ú ocupacion : Está mui adelantado en
Ia botánica; Se divierte en cazar; Se entretiene en pin
tar,- Trabaja en oro.
6° En denota á las vezes el lin. equivaliendo entónces á
la preposicion para: Le irritó en dario suyo; Fue la mu
danza en provecho de la ciudad,- Trataba con los ene
migos en perjuicio del Estado. Ni puede entenderse de
otro modo esta preposicion en aquel pasaje de Jovellanos :
Como en el fabricante no solo el dinero es dinero, si
no etc. ‘
7° Puesta entre un nombre repetido, denota un acto
continuo ó reiterado, v. g. De boda en boda; De claro en
claro; De hito en hito; De llano en llano; De rato en
rato.
8° Se dijo en la pág. l66, que cuando va delante del
gerundio, tiene el valor de luego que, así que ó cuando,
v. g. En sabiéndolo se pondrá mui contento.
9° Si el determinante del infinitivo es el verbo haber
acompaiíado de un supuesto, suele seguir á’ este la prepo
sicion en. Por ejemplo: No habia inconveniente en aguar
darla; Hubo dificultad en introducimos.
Hai varios verbos que la piden despues de si como su
construccion propia, tales son Cabalgar, comerciar, inci
dir, incurrir, insistir, invernar, invertir, meditar, mo
rar, nadar, pensar, permanecer, perseverar, posar, re
dundar, sumergir, surgir, tardar, traficar, vacilar,- y
los reflexivos Alucinarse, embarcarse, emplearse, esme
rarse, mezclarse , ocuparse, revolcarse , trasfigurarse,
etc. etc. Algunos nombrea, como, Diligente, exacto’, len
252 SÏNTÁXÍS
lo, parco, tardo, versado, clc. requieren igualmente la
preposicion de que estamos hablando.
Entra ademas en las frases En especial, en fin, en go
neral, en medio de, en razon de, en una palabra, y en
muchas otras.
ENTRE
Dias y noches
Entre el estudio y oracion reparten.
(Jovellanos)
11101.4.
HASTA.
Y lleva el desconsuelo
de que hasta pocos años
se hablara en jeri onza
que no entienda e diablo;
PARJ.
POR.
SECUN
SIN
_ La implacable muerte
Abrió sin tiempo su sepulcro odioso, \
Y derribóle en el, -
S0,
SOBRE
TRAS
CAPÍTULO VIII.
DB LAS CONJUNCIONES É INTERJBCCIONBS.
De la conjuncion.
Las conjunciones y, que son las de mas frecuente uso en
tre las copulutivas, y las únicas sobre que ocurre algo que
m: LAS CONJUNCIONES. 329
advertir, habiéndose Ya dicho en los capítulos quinto Y ses
to, al tratar de las frases negativas Y del adverbio no, todo
lo concerniente á la conjuncion m’.
En las series de muchos nombres ó verbos consecutivos
solo se pone la conjuncion y antes del último, como, Los
cuidados, los temores y los sobresaltos. Con todo se es
presa delante de cada palabra, cuando se les quiere dar mas
vigor Y energía, como donde dice Jovellanos : Y no temo
añadir, que si toda la Junta sevillana... Y los mismos
que la movieron a insurrecc-ion, Y sus satélites, Y sus
encisarios, Y sus dtarístas, Y sus t1'ompeter0s Y fautores
pudieran ser sinceros, etc. Por el contrario se suprime
absolutamente, cuando se quiere comunicar movimiento v
rapidez á la sentencia, como lo ejecutó el mismo autor en
este lugar: Pero la menor edad de Carlos II fué dema
siado agitada, triste, supersticiosa para etc. Por cuanto
en la Vida de Hernan Pérez del Pulgar se ha propuesto
su autor imitar el modo de decir vivo Y conciso de Hurtado
de Mendoza, calla mui de ordinario esta conjuncion , como
en los dos pasajes que siguen : La fortaleza de Salobreña,
escasa de presidio , demantenimiento, de agua,- Próxi
ma, segura, inminente contaba ya su pérdida.
Si dos adjetivos califican á un mismo sustantivo, van
unidos por la conjuncion y, no ménos que los números car
dinales (página 126) cuando ocurren dos juntos, v. g. La
poblacíon consta de cincuenta Y seis casas, cómodas Y
aseadas.
Se convierte la y en é, siempre que la sigue una voz
que principia por i ó hi, que para la pronunciacion es lo
mismo, v. g. La miseria é índigencia; padre é hijo. Jo
vellános es uno de los pocos escritores modernos que retie
nen la y en estos casos, faltando á la eufonía é imitando
á los antiguos, Y así es que dice, Grande Y importante;
nula Y ilegítima ,- constitucíonal Y indeleble-Nótese
que si se halla despues de esta conjuncion una voz que em
pieza por hie, se retiene la y, v. g. destroza y hiere,- por
que entónces no principia la diccion por una i vocal, sino
propiamente por la y consonante : hiere se pronunciaria lo
mismo, si se escribiese yere; Y por esto hai tantos que es
criben hielo, yelo, Y hierba, yerba indistintamente.
La conjuncion que hace en algunos casos las vezes de la
330 SINTÁXIS.
y, precediendo siempre en ellos á la negacion no, v. g.
Conmigo las ha de haber, que no con ese pobre viejo.
En otros es distributiva, como en el refran, Al descala
brado nunca le falta un trapo, que roto, que sano.
Cuando equivale á sino, v se líalla delante de dos nom
bres ó dos verbos enlazados por una partícula, va copula
tiva, va disyuntiva, precede solo al primero. Así no debe
disimularse á Quintana que hava dicho en la introducciou
á la Musa épica castellana : No puede producir otro efec
to que risa ó que fastidio. » .
No es raro callarla, si va delante de un verbo determ¡—
nado del modo subjuntivo : No quiso le alcanzarse; Debía
esperar venciese su partido,- en lugar de, [Vo quiso gue
(e alcanzase; Debía esperar que venciese su partido.
Es de notar que si vendo espresa la conjuncion que, pue
de el supuesto de la oraciou de subjuntivo anteceder ó se
guir al verbo, Debía esperar que su partido venciese, ó,
que veneiese su partido,- por el hecho de omitirla es va
necesaria la postergacion del nominativo, pues estaría mui
mal dicho, Debía esperar su partido venciese. Aun ha
llándose el determinado en el modo indicativo, omitió Na
varrete la partícula conjuntiva que en la pág. 55 de la Vi
da de Cervantes: Creyó por ellos (que) era uno de los
principales caballeros de España.
En cuanto a los varios significados de esta conjuncion, me
remito al Fundamento del vigor y elegancia de la lengua
castellana, por Garces, parte primera, cap. 46, art. 5,
añadiendo aquel tan gracioso de colocar esta partícula en
tre un nombre repetido, dando al segundo la fuerza de un
comparativo absoluto ó de un superlativo, precedidos de
la conjuncion y. Cuando el caballero del Bosque dijo á Don
Quijote (parte primera, cap. H ): Mis esperanzas muer
tas que muertas, y sus mandamientos y desdenes vivos
que vivos,- quiso dar á entender, que sus esperanzas es
taban muertas v mui muertas, v que sus mandamientos
y desdenes seguían vivos v mas vivos de cada día. En
cuvo sentido decimos, peor que peor, quedo que quedo.
Esta partícula es casi espletiva en muchas locuciones del
lenguaje familiar, aunque no deja de aumentar la fuerza de
la aseveraeion. Tales son : Eso sz’ que no lo haré go; Pa
ris, esa si que es gran poblacion; Y mucho que lo sé.
m: LAS CONJUNCIONES. 331
La mas usada de las partículas disyuntivas es la ó, la
cual se convierte en ú, si la sigue una voz que empieza por
o ú ho, v. g. Su ambicion ó su envidia; Por este ú otro
motivo; El dia ú hora. No milita igual razon cuando ter
mina por 0 la voz que precede a esta conjuncion, porque
‘como hacemos despues de aquella una lijera pausa, el oido
no pide la variacion que en el caso anterior, y decimos, El
caballo ó la yegua; Este globo ó la tierra; El primero ó
el último ,- pero en ciertas combinaciones en que es ménos
notable la pausa, ya no disuena que se sustituya la ú, v. g.
Con otro ú el mismo fin. — En todos los ejemplos susodi
chos es la ó simplemente disyuntiva; pero en algunas frases
ejerce el oficio de adversativa, v. g. Respondéd si á no; y
en otras el de esplicativa, como en, Los moriscos ó moros
convertidos.
Hace ademas de distributiva, como todas las de su clase
(pág. 96), en lo que la sustituyen en muchos casos los ad
verbios ahora ú 0ra, bien, ya, (págs. 222, 224 y 254 ) ,
y el verbo ser : Bien salga, bien se quede en casa,- Sea
que me lo avise, sea que lo olvide.
Á mas de las mnjunciones señaladas en la pág. 97, hacen
tambien ‘el oficio de adversativas las locuciones adverbiales,
A pesar de, con todo eso, no obstante que, por mas que,
si bien, sin embargo, etc. v. g. No lo concederia, aun
que se lo suplicasen; Compareeió finalmente, por mas
que lo rehusaba. A
Las partículas adversativas empiezan siempre cláusula ó
inciso, v. g. Aunque no pudo venir; Hace buen dia; pero
no deja de sentirse el frío. Sin embargo, no obstante y
con todo son las únicas que pueden ir despues de un nom
bre ó de un verbo; mas no me suenan tan bien pospuestás
á los nombres,‘ como á los verbos. Me parece por esto algo
mas análogo á la índole del castellano, Salió sin embargo
la sentencia á su favor, que , La sentencia sin embargo
salió á su favor. Empero, que va ya anticuándose, pue
de colocarse indiferentemente, aunque es lo mas ordinario
postergarla á los nombres y verbos: Empero no guiso ajus
tar las pazes: mejor : No quiso empero ajustar las pases.
Benigna _
Empero del señor la sama diestra
Acorrióme piadosa,
332 VSINTÁXIS
De las ínterjecczbnes.
Estas partículas, como que forman por sí una proposi
cion entera, porque incluye cada una todo un pensamien
to, se colocan donde las pide el discurso, sin que haya
otra cosa que advertir sobre su sintaxis, sino que la ai,
siendo esclamacion de dolor ó de amenaza, puede regir un
nombre por medio de la preposicion de, v. g. Ai de mi!
(que los antiguos decían tambien, Ai me! ), Ai de los peca
dores l Las otras lo mas que hacen, es poner despues de s1
33:1 nm. LENGUAJE
en el caso que llaman vocativo, á la persona con quien se
habla: Hola, muchachos,- Ea, camaradas,- Sítencto, se
ñores; Tate, amigo. Basta por tanto tener presente lo que
acerca de sus significados se dijo en la analogía.
CAPÍTULO 1x.
DEL LENGUAJE CASTELLANO ACTUAL.
CAPÍTULO x.
DE LOS AICAÍSMOS EN LOS IOMBIBS Y El LA COIJUGÁCXOI
DE LOS VERBOS.
ORTOGRAFIÁ.
B-V
C—Z
La c no puede confundirse con ninguna otra consonante,
puesta delante de las vocales a, 0, u : canto, cola, curso,
pero como delante de la e y la i tiene el mismo sonido que
la s, es necesario consultar los buenos Diccionarios y las
ediciones correctas, para saber cuál de estas dos letras tie
ne cabida en cada voz. Para mi propósito hasta observar,
que se conserva la letra del origen en las que lo tienen co—
nacido, v. g. Cena, César, zéfiro (aunque la Academia es
cribe cé/iro), zelo, Zenon; que conviene conservar la z en
todas las dicciones que la llevan en su raíz ó en el singular,
puesto que debe propenderse á que vaya quedando esta le
tra esclusivamente para su sonido, siendo por esto mas acer
tado escribir cruzas, pesas, rosear, arcabuzero, infeli
ze, felizídad, felízitar, hechizero. mozero, ya que vie
nen de cruz, pes, voz, arcabuz, infeliz, feliz, hechizo
y moza,- y que la c suple á la t latina que precede á dos
vocales, segun se nota en gracia , oracíon y tercero, que
hemos tomado de grafía, (¡ratio y tertius.
La e con una virgulilla bajo en esta forma (c) cspresaba
en las ediciones de cien años alras lo que la z ó la c antes
de e y de i, y tenia el nombre propio de zedílla : Cara
goga, esto es, Zaragoza.
G—.l
I—Y
K —W
Estas dos letras no pertenecen realmente al alfabeto es
pañol, pues solo se usan en algunas vozes estrañas, v. g.
ukase, wisk; ó para los nombres de algunos de los reyes
godos, que hubo en España, como Wamba, Witíza, Liwa;
v aun algunos escriben Vamba, Vitiza, Liuva.
M-—N
QU ‘
No se hallan juntas al presente estas dos letras mas que
onroenaria. 361
en las combinaciones que, qm’, en las cuales es líquida ó
no suena la u, como le sucede tambien en las combinacio
nes gue, guí. Ejemplos : quejoso, quirttar, guedqa, gui
ío. En las demas ha sustituido la c a la q, como en cuan
tïoso, cuota, que ántes se escríbian quantïoso, guata.
R
Esta consonante es suave (en cuyo caso le dan algunos el
nombre de ere}, cuando finaliza diccion, ó cuando está en
tre vocales, cuyas dos circunstancias reúne el verbo arar.
Tambien lo es, si se halla despues de alguna consonante
con la que forma sílaba, unida á la vocal siguiente, v. g.
brote, drama, franco, opreso.
Es por el contrario fuerte, como la rr ó r doble, ya cuan
do principia diccion, v. g. rico, roble; ya si se halla en
medio de la palabra y está precedida de una l, una n ó una
s, porque entónces estas letras finalizan la sílaba anterior y
la r principio la siguiente, v. g. alrota, Enrí ue, Israel,
ya finalmente siempre que la voz se compone e dos, 6 de
las partículas ab, contra, entre, ea: , ob, pre , pro, so
bre , sub y viceó m’ (que es su abreviacion , segun se dijo
on la página 47), y de otra diccion , si empieza la segunda
por r, como bancarola, cariredondo, martiroto, abrogar,
contrarestar, entrerenglonar, ezregente, obrepcion, pre
rogativa , prorateo, subrepcíon , subrayar, vicerector,
víreí. Pero si en la composicion de la palabra entra alguna
otra partícula, hai que duplicar la r donde se pronuncia
fuerte; por lo que escribimos derogar y derrabar, erogar
y erradicar. ,
Falta en la realidad un signo a la ortografía castellana
' para espresar los dos sonidos ó articulaciones de la r, mién
tras le sobrarian otros, si quisiéramos ajustar estrictamen
te la escritura á la pronunciacion.
X
Esta letra representaba en lo antiguo dos sonidos, á sa
ber, el de laj y-el doble de cs ó gs, de donde ha venido el
que pronuncíemos anejo ó anexo, ataüjía ó ataüzría, pa
ralaje ó paralaze, tras/iio ó tras/ima; que algunos llamen
16
362 oitïooakria;
circunfiexo al acento circunjlejo, y que el verbo relajar
haya perdido la última radical de su simple laxar. Mas al
presente se conserva solo en las dicciones en que suena do
ble, v. g. exacto, exasperar, exigir, exótico; y deben
pronunciar estas palabras de distinto modo que yo las le oi
do siempre, los que escriben esacto, esigir. Se convierte
ordinariamente la a: en s, para suavizar la pronunciacion,
si la sigue una consonante, como en esperimertlar, estran
jaro, sesto; aunque el uso no es todavía constante en este
punto, y todos escriben aun exdiputado, eaprior, etc.Ex—
sangría no puede dejar de escribirse así, á no pronunciarse
esangüe. —-—La h por de (tomado se reputa como si no exis
tiese en la palabra, y por tanto nadie escribe eshalar, es
híbir, sino exhalar, exhibir.
‘todavía conservan algunos la :1; al fin de las vozes con el
sonido de j , v. g. box, relax,- si bien parece preferible es
cribir boj, reloj, guardando la a: final para las dicciones,
en que esta letra, ó mas bien nexo, tiene su sonido doble,
como en fénix, fluw, Páluz. — Á carcasa lo pronuncian
y escriben unos con m, y otros con j.
Cualquiera que coteje las buenas ediciones que ahora sa
len á luz, con lo que se halla practicado en las de fines del
siglo último, y aun en muchas de los primeros años de es
te, advertirá que las mas notables variaciones son las si
guientes : l" Que empleamos la g ó la j en muchas vozes
quelugar
l en antesde
se dixo,
escribian con m,xicara.
zarabe, como dijo,
2' Quejarabe, jicara
no teniendo
ahora la a: mas sonido que el doble de cs , á lo ménos en
medio de las dicciones, es ya inútil lacapucha ó acento cir
cunllejo, que puesto sobre la vocal siguiente á la a: , deno
Iaba antes que no tenia el sonido gutural de laj; de modo
que si entónces era preciso escribir examinar, exigir,
exómar, basta en el sistema actual poner examinar , easi
gir, exornar. 5a Como la c suple al presente á la q, siempre
que suena la u que la sigue, y escribimos cuando, cuo
ciente, lo que nuestros padres quando, quociente, es ya
inútil el distintivo de los puntos diacríticos que colocaban
ellos sobre la u, si no se liquidaba y preoedia á la e, para
decir eloqüente, por ejemplo, en que no cabe ya equivo
eacion escribiendo elocuente. ¡la Ha desaparecido entera
mente la h despues de la c y la t en las palabras tomadas
onroenaría. ‘ 363
ldel griego, v. g. choro, mathemátícas, theología, y con
mucha mas razon, por lo que respecta á la sencillez, la
Lph, que espresamos con la f, ahorrándonos así dos letras
en filosofía. — La h se conserva sin sonar despues de la c
en algunos nombres estraños, como Abimelech, ete.
A estas novedades ha añadido la Academia, en las tres úl
timas ediciones de su Diccionario, la de sustituir la j á la
‘g en muchas palabras, con el designio de que vaya que
dando reservada la primera letra para todas las sílabas en
que ocurra esta pronunciacion gntural. En los preceptos
que anteceden, y en el sistema seguido en el presente libro,
he procurado ampliar algo esta máxima, y la otra que di—
mana del mismo principio de sencillez, de que la c desapa
rezca poco a poco de las vozes en que usurpa el sonido de
la z. Con todo, por temor de inovar sobradas cosas á la vez,
he respetado aun el origen de las palabras, no obstante que
basta dicha escepcion, para que esta parte de nuestra orto
grafía quede fuera del alcanze de un gran número de per
sonas bien educadas.-— La singularidad de escribir la i en
el fin de los diptongos, cuando no están en medio de dic
cion seguidos de una vocal, se halla autorizada por muchos
escritores antiguos y modernos ; y como no son frecuentes
los casos, no creo pueda encontrar obstáculos en la práctica.
Pasando ya á hablar del uso de las letras mayúsculas, con
viene saber, que se emplean solo al comenzar cláusula ó ci
ta; en los nombres propios de personas, regiones, ciudades,
villas, lugares, montes, mares, rios, fuentes, lagunas, y de
cualquier otro distrito ó terreno determinado (con tal que
no sean las partes en que dividen los geógrafos nuestro glo
bo, las cuales se escriben con letra pequeña, como, ¡nari
díano, lzorízonte,zona tórrida, polo único),- y en los
apellidos. En poesía principia por letra mayúscula cada una
de las estrofas en que está dividida la composicion, sean de’
cimas, octavas, cuartetos etc., y tambien todos los versos,
_a—:sv.—u-_.u u
si se halla en la estrofa alguno entero, es decir, de mas de
nueve sílabas. Sirva de ejemplo : El P. Isla en su Dia gran
de de Navarra celebró la serenidad de este D. Antonio de
Ozcáría con la décima que príncipía :
nn LA run-rümiou.
No es de ménos importancia que el saber las letras con
que se escriben las palabras’, y el modo de silabarlas, co
nocer las notas ó signos que se han adoptado, para que la
escritura esprese lo mejor que sea posible, las pausas é in
flexiones de la voz en el modo ordinario de hablar ó dc
leer. Los signos que para las pausas usamos, son la coma
ó inciso t, l, el punto y coma ó colon imperfecto (;) , los
dos puntos ó colon perfecto (:), el punto final ó redondo
t.) y el paréntesis t). Denotan la intlexion de la voz la in
terrogacion ó punto interrogante (17), la admíracion (l),
los puntos suspensivos t... .) y los acentos, de que hablaré
mas adelante por separado.
Usase de la coma despues de cada uno de los sustantivos
ó adjetivos, ó de los verbos de un mismo tiempo y perso
na, que van puestos en serie; pero no despues del penúlti
mo, si entre este y el siguiente se halla alguna conjuncion,
v. g. La guerra, la hambre, la peste y todos los males
onroonsría. 369
que mas afligen a la pobre humanidad, se aünaron con
tra los sitiados; pero ellos pcrsistíeron resueltos, firmes,
impávidos. En vano los convidó, persuadió , -insíó y
aun rogó el general enemigo á que cediesen al rigor de
su desgracia, mas bien que sufrir las calamidades de
un asalto. No sucede lo mismo, si entre los nombres ó
verbos se repite la conjuncion para comunicar mas fuerza á
la frase‘, pues en semejantes ocasiones debe ponerse la coma
aun delante de la partícula conjuntiva, cual se nota en la
siguiente estrofa del Mtro. González :
Y luego sobrevenga
El jugueton gatillo bullicioso,
Y primero medroso
_ i Y bufe,
Al verte,y se retire,
espeluzey horroriza
se conten o,
a,
Y alze el rabo esponjado,
Y el es inazo en arco suba al cielo,
Y con os pies apénas toque al suelo.
372 onroonaria.
se han arrimado á aquella plaza, y el mariscal don N.
Caraveo, que viene á mandar el que se llama cordon ,
no ha traído instrucciones por escrito; con que todo se
va en disputas entre los Ministros, las que ya han cos
tado la vida al intendente Amorin. Por esto suele hallar
se dicha distincion antes de las partículas adversativas, si.
contraponen un miembro á otro del período, bastando una
coma, si la contrariedad afecta solo dos partes aisladas de
la oracion. Adquirió, diríamos, gran reputacion en esta
breve, pero hononfica campaña. Sus émulos, envidiosos
de su adelanto, le calumniaron en presencia del prin
eipe; pero este hizo la debida justicia á su mérito.
Los dos puntos denotan ya ufia parada casi total, de modo
que la parte que resta de la cláusula, es ó bien un miem
bro esplicatorio del anterior, ó se halla contrapuesto á él,
callada la partícula adversativa, ó es una ilacion que se sa
ca, y aunque se omitiose, quedaría perfecto el periodo.
Basten para muestra estos dos del Tratado de la regalia
de Amortizacion de Campomanes : Mas adelante vere
mos, que segun nuestras leyes antiguas ningun labra
dor podia vender sus bienes esentos de pechar ni á fn
mo-muerto : leyes que nadie ha revocado , y la equidad
pide se renueven y mejoren , siendo tanto mas justo
ahora el remedio, cuanto el mal es ya estremado. El
Concordato remedio en parte el perjuicio de la esencíon
de tributos : el perjuicio de los vasallos está sin reme
diar todavía.
Todas -las vezes que anunciamos una cita con las frases,
Mariana se esplica así ,- Moráles lo comprueba por estas
palabras; Zurita lo describe en los términos siguientes,
Confírmalo Cascáles en este pasaje, ú otras semejantes,
preceden los dos puntos á las palabras del autor que se co
pian. Sin embargo yo no pongo mas que una coma, ‘cuando
por tomar diverso giro el período, se hace solo una lijera
pausa ántes del testo, segun se nota en los dos de Campo
mánes que he citado en la página precedente. ——Poco hace
apunté que se pone este mismo signo despues del vocalivo
con que suelen comenzarse las cartas, diciendo, Mai Se
ñor mio: Mi apreciable amigo: etc. ; pero esto se entien
de, si los tales vocativos forman parte de la primera línea,
porque si van sueltos en el medio como por cabezera (lo
ORTOGRAFÍA. _ 373
que se hace siempre que dirigimos nuestro escrito á persona
de alta jerarquía), entónces no se pone puntüacion algu
na, sino que va pelada la interpelacion de Señor, Mai Po
deroso Señor, Escelentisimo Señor, ó la que sea.
Cuando se completa el sentido de la cláusula tan cabal
mente, que no puede ya introducirse en ella nada de lo
que sigue, lo manifestamos con el punto final; el cual es in
terrogante, si la oracion lleva el tono de pregunta; y ad
miracion, si el de estrañ-eza, horror ó susto. Y conviene no
tar aquí que la entonacion del que pregunta, es mui diversa
de la del que se admira, pues el primero eleva progresiva
mente la voz ; miéntras en las oraciones de admiracion la es
forzamos al principio para irla declinando hasta el fin de la
frase. La ortografía castellana ba introducido oportunamen
te, que se ponga el signo inverso de la interrogacion ó de
la esclamacion antes de la palabra donde empiezan. De es
ta manera el lector conoce fácilmente, si la oracion es afir
mativa, ó si incluye duda ó admiracion, y el punto desde
el cual ha de darle la entonacion correspondiente. Hé aquí
la razon que tengo para omitir estos signos en las oraciones
mui cortas, en particular si los relativos qué, quién, cuál,
ó las interjecciones oh, ojalá etc., puestas, al principio, dan
á entender suficientemente el rumbo de la cláusula. ¿De
que servirian, por ejemplo, en el pasaje de González Car
vajal que dejo copiado en la pág. 364? Pero ¡cuánto no ayu
dan al lector aquellos signos en las cláusulas que se pare
_cen á esta de Muñoz en la Historia del Nuevo-Mundo.’
Y si la distancia era menor y ocupada toda del grande
Océano, ¿con cuánta mayor brevedad y comodidad se
haría el comercio de la India por la vía de occidente?
Estas notas ortograficas, tan sencillas como útiles, merecen
ser adoptadas por todas las naciones con preferencia á esa
multitud de interrogantes y esclamaciones, con que los es
tranjeros pretenden á cado paso penetrarnos de la intensi
dad del afecto ó pasion que los posee. Verdad es que tanto
los franceses como los ingleses usan, para casi todas sus
oraciones de interrogante ó admiracion, de una estructura
particular que las da á conocer; pero se llega al fin del pe
ríodo sin haberlo leído con la entonacion correspondiente,
en los casos, que no deja de haberlos, donde la construc-_
cion no se singulariza.
37A onrocnsrís.
Dije arriba que ciertos incidentes cortos de la oracion se
colocan entre comas; pero es indispensable incluirlos den
tro de un paréntesis, cuando son algo largos, á fin de que
estas aclaraciones ó noticias interpuestos no embarazen la
claridad del pasaje, como es fácil de notar en el siguiente
de Viera v Clavijo : Trató de formar una vigorosa espe—
dicion, no con los altaneros designios de conguistarla
(pues bien conocía que sus fuerzas eran mui cortas pa
ra atacar de poder a poder una nación de mas de diez
mil hombres de pelea en su propio pois), sino á fin de
hacer alguna tentativa g examinar mas á fondo los
puertos, las entradas y el estado actual de la tierra.Tam
bien conviene incluir dentro de paréntesis ciertas frases bre
ves, que embrollarian todo el sentido de la cláusula, si no
se las separase de ella en cierto modo por tal medio; de lo
cual ocurren ejemplos en esta página, en la siguiente y en
la 578.
Los puntos suspensivos se emplean, ya para señalar las
lagunas ó huecos de los pasajes que citamos, ya para de
notar la reticencia ó suspcnsion del discurso. Adviértense
ambos usos en el siguiente trozo de la Lei agraria : Pero
si otros pueblos conocieron la trashmnacion g protegie
ron las variadas, ninguno, que sepamos, conoció g pro
tegió una congregación de pastores , reunida bajo la au
toridad de un magistrado público para hacer la guer
ra al cultivo g á la ganadería estante, g arminarlos á
fuerza de gracias g escnciones; ninguno permitió el go
ze de unos privilegios, dudosos en su origen, abusivos
en su observancia, perniciosos en su objeto g destruc
tivos del derecho de propiedad;.... ( Aquí salto un largo
inciso, que no es necesario para mi designio, á fin de acor
tar la cita.) ninguno legitimó sus juntas, sancionó sus
leyes , autorizó su representación, m‘ la opuso á los de
fensores del público,- ningunom. ( Esta es oportuna reti
cencia del autor. ) Pero basta : la Sociedad ha descubier
to el mal : cali/icarle g reprimirle toca á V. A.
Enlran en la puntüacion otros signos, no para denotar
las pausas y entonacion que conviene hacer, sino para in—
dicar una modificacion en el sonido de alguna vocal, como
lo hace la diéresis, puntos diacriticos ó crema ("); ó bien
su elision, segun lo significa el apóstrofo (’). Otros sirven
onroensris. 3'75
solo para llamar la atencion hácia alguna circunstancia, co
mo el uion (—), las comillas ó virgulillas (a ), el aste
risco o estrellita (‘), los calderones H1), etc. etc.
La crema ó puntos diacríticos sirven ya solo para avisar
nos, si debe pronunciarse la u colocada entre la g y la e ó
la i, v. g. halagüeño, argiiir, pues no llevando aquellos
puntos, debería liquidarse la u, como en guedeja, agui
jar. Se usan ademas en las pocas vozes en que se disuelve
un diptongo, y ninguna de sus letras lleva el acento, lo cual
se verifica en balaiistrada, embaücador, pié (primera per
sona del singular del pretérito absoluto de piar), reünir,
vaciemos; y nos sirven tambien en el verso para conocer ,
si los poetas han lteelio dos sílabas de las vocales que for
maban ántes un diptongo, v. g. quieto, süaoe, union,
cuando han de leerse como si tuvieran tres sílabas. — En
general se pintan los puntos diacríticos sobre la vocal del
diptongo en que no suena el acento : así escribimos Diane,
glorioso, nítida.
El apástrofo estuvo mui en boga entre los antiguos, para
denotar que se habia elidido la última vocal (que era de
ordinario la a ó la e) de una diccion, por empezar tambien
con vocal la siguiente, como l’ alma, d’ el. Hoi no lo usa
mos, porque en semejantes casos, ó tomamos el artículo
masculino para la eufonía, v. g. el alma, ó juntamos las
vozes formando de dos una, diciendo del.
El oficio mas frecuente del guion es separar á los inter
locutores de un diálogo, y evitar por este medio la repeti
cion fastidiosa de Fulano dijo y Zutano respondió, á que
habríamos de apelar para la claridad. Véase esto evidenciado
en el siguiente pasaje de la Gimnástica del bello sexo, en
que su autor don J. J. de Mora ridiculiza el lenguaje afian
cesado de un mozalvete z La señora que no entendía una
palabra de esta jerigonsa, le preguntó, si gustaba de
cazar. — Tengo la vista demasiado baja. --Monta Vd.
a’ caballo P-No conozco ningun manejo. -—-¿Pues qué
se hace Vd. todo el d-ia de Dios?—1lle levanto á las do
ce, leo los billetes dulces, almuerzom-Chocolale? —Fi
done. Una angui/a á la tartara, etc. En otros casos indi
ca el guion que todo lo que sigue, pertenece á la materia
de que vamos tratando, aunque de un modo accesorio. Va
rios ejemplos prácticos ocurren en la presente gramatica ,
y
376 onroonaria.
señaladameute en las páginas 47, 48, 152, 155, 228, 556
y aquí mísm0.—N0s servimos del guion pequeño ó de una
rayita (-), para denotar al fin del renglou, que la palabra
está cortada, ó en el medio de él , que es compuesta , como
cuando se escribe barbi-lampiño, lesa-Cristo ; mas ahora
se omite casi siempre en estos casos, y se forma una sola de
las dos dicciones, v. g. barbilampino, Jesucristo.
Para distinguir los pasajes que se copian de cualquier es
crito ó conversacion, ora usamos de un carácter diverso
del que lleva el testo, es decir, de la cursiva, si este va de
redondo, ó al reves; ora notamos la cita con comillas mar
ginales"; ora nos comentamos con ponerlas al principio y al
fin de la misma. Sirva de ejemplo el siguiente de las Car
tas marruecos de Cadalso eu la octava : Porque no enten
dió el verdadero sentido de unas cuantas cláusulas que
leyó en una carta recibida por pascuas , sino que tomó
al pié de la letra aquello de, (( Celebraré que nos veamos
cuanto antes por acá, pues el particular conocimiento
que en la corte tenemos de sus apreciables circunstan
cias, largo mérito, servicio de sus antepasados y opti
tud para el desempeño de cualquier encargo, serian jus—
tos motivos de complacerle en las pretensiones que qui
siese entablar.» Los ejemplos en las obras didácticas, los
títulos de las que se citan, y las palabras á que se quiere
dar una particular fuerza, van siempre de caracter distinto
del que tiene el testo en que se hallan intercaladas; de lo
cual abundan las muestras en todas las páginas de este li—
bro. —En lo manuscrito señalamos con una raya por deba—
jo estos mismos pasajes ó palabras.
El asterisco es un signo tipográfico, que se emplea para
llamar la atencion hácia la palabra ó sentencia á que prece—
de, para lo que suele tambien servir la manecilla (WTF);
ó bien para remitir al lector á alguna cita ó esplicacion,
que se hace eu la margen ó al pié de la página, encabezada
con otro asterisco.
Los calderones se ponían antes como signatura de los
pliegos preliminares de una obra, es decir, de los pliegos
que contienen la portada, prólogo, dedicatoria, licencias.
tabla y demas que suelen proceder al cuerpo principal
del escrito. Los empleaban tambien no hace muchos años
para señalar los parágrafos; para lo cual se ha sustituido
onroonaris. 377
despues este otro signo ( 5 ), y aun ahora se prefiere no po
ner nada, bastando que se empieze renglon nuevo un poco
separado de la línea marginal, para formar aparte ó pár
rafo aparte. Esta distríbucion material contribuye mucho
al buen órden del escrito, pues por ella conocemos cuándo
el autor cambia de medio en los argumentos, ó bien si pa
sa á alguno de los puntos subalternos que el plan del capí
tulo requiere. Los ejemplos se hallan repetidos á cada paso
en cualquier libro.
DI LA ACENTUACION.
' Reflérene i este lugar la nota M de las que van puestas al fin.
382 onroonaria.
Los en biar, v. g. cambiar, enturbiar.
Los en ciar, como acariciar, anuncia-r, apreciar, arre
cíar, beneficiar, desperdiciar, diferenciar, cspaciar, ma
‘leyiciar, menospreciar, pronunciar, saciar, viciar. Ro
ciar y vaciar entran en la regla general, aunque muchos
pronuncian vacia y vacie.
Los en diar: compendiar, custodiar, estudiar, odiar.
Los en giar : contagiar, presagiar. a
Los en liar, v. g. ausiliar, conciliar, aunque no falta
quien pronuncie ausilio, concilie. Paliar, es escepcion de
los de esta clase, no ménos que aliarse, ampliar, liar y
desliar. _
Los en miar, como encomiar. Rumiar disuelve el dip
tongo.
Los en niar, v. g. calumniar.
Los en piar, v. g. columpiar, limpiar. El verbo espiar
en todas sus acepciones apoya el acento en la i.
De los en riar solo feriar, pues los otros, como cariarse,
contrariar, gloriar, inventariar, variar, separan la i de
la vocal siguiente; y lo mismo hacen los en driar, como
vidriar, y los en rriar, v. g. arriar, chirriar, descarriar.
De los en star, estasiar disuelve el diptongo,’ y ansiar y
llsiar no.
Los en tiar, como angustiar.
Los en ciar, v. g. abreviar, agraviar, aliviar.
Dichos verbos disuelven el diptongo en los presentes de
indicativo, y en los futuros de imperativo y subjuntivo:
así, Vacío, vacías, vacía, vaciamos, caciáis, vacian;
Vacía tu, vaciád vosotros; Vacíe, vacías, vacie, va
ciemos, vaciéis, vacien. En los demas tiempos y perso
nas estos mismos verbos contraen el diptongo como los otros
en iar, pues vació, por ejemplo, es de dos sílabas, y vacia
ba, vaciare’ de tres, lo mismo que ferió, feriaba, feria
né. En el infinitivo y el participio pasivo de algunos pare
ce que apoyamos nuestra pronunciacion en la i como en
ampliar, arriar y estasiado, mas que en otros, cuales
son paliar, rociar, rumiado.
Todos los verbos en nar separan la u de la a en los mis
mos tiempos en que los acabados en iar, disuelven el dip
tongo ia, como acentuado, actúa, arrúan, atenúas,
estenúe, insinüamos, gradüemos, calúen; lo cual no
onroenuis. 383
hacen los verbos en cuar y guar, segun lo prueban ade
cua, desagua y evacuo, personas del presente de adecuar,
desaguar y evacuar. Sin embargo colicúa viene de c0
llenar.
Si no tuvieran que leer nuestros libros sino los que lia—
blan lamiliarmente el castellano, y lo pronuncian bien, hu
biera sido mas sencillo decir, que no pintándosc el acento
en la í ó la u de estas vozes, se suponía en la sílaba ante
rior á dichas letras, cuando no forman diptongo con la vo—
ml que las sigue; y en ellas, cuando el diptongo se halla
disuelto. Mas tanto para los estranjeros, como para los na
cionales que no estén seguros del modo de pronunciar las
palabras, es preferible dar la regla en los términos que va
puesta.
H3 Las vozes en que no bai mas de dos vocales con
que pueda formarse diptongo, se supone que lo tienen di
suelto, si ninguna de ellas lleva acento; el cual se sobren
tiende entónces en la primera, cuando la diccion termina
por vocal, como en veo, mía, tía, ríe, tio, loa, los, pua,
duo; y en la segunda, si acaba por consonante, v. g. mm,
país, raíz, sanz. Por esta razon hai que espresarlo en díó,
fue’, y en los demas monosílabos que se pusieron en la re
gla sétima.
42' Aunque algunas dicciones no deberían acentüarse,
ateniéndonos á las reglas que anteceden, conviene que di
ferenciemos por medio del acento los varios significados
que tienen; y de este modo contribuye la ortografía á sim
plificar la inteligencia de lo que está escrito , que es su prin
cipal objeto. Por medio del acento diveisificamos á té, nom
bre de una planta, de te, caso oblicuo del pronombre tú.
Cuál, equivaliendo á de que’ manera, qué clase de, etc.;,
ó bien cuando eu las enumeraciones es sinónimo de el una
ó el otro, v. g. Cuál llega á pié, cuál á caballo,- cuan
to, siempre que significa qué número, hasta que’ punto,
en cuánto grado,- quién, en las preguntas, y significando
el uno ó el otro; y tál, por así, de esta suerte, van acen
tüados; y no lo están en las demas acepciones en que suelen
emplearse estos adjetivos. Acentüamos tambien el que, no
solo en las oraciones de interrogante, sino siempre que ha
de completarse la sentencia con algun sustantivo, al que se
refiere este relativo, como : No tener (nada) con que’ alí
38!» ORTOGBAFÍA.
mentarse; Quiso saber (el motivo) por que no habia veni
do,- No hai (razon) para qué aver-iguarlo. En semejantes
casos pronunciamos con una énfasis particular el que, y lo
mismo sucede cuando queremos dar á entender que vale tan
lo como qué cosa, qué manera, que’ especie de , cuál es
el ó la, cuán etc., es decir, siempre que lo separamos de
su ordinario significado de conjuncion ó de simple relativo ,
así: Deseaba oir qué (especie de) disculpa (esto es, cuál
era la disculpa que) dabaflrritado al ver que’ (cuan) atre
vido habia andado. Los pronombres mi, tú, el, notados con
el acento, no se confunden con los adjetivos posesivos mi ,
tu, y el articulo definido el. Al, preposicion unida al artí
culo, no se acentúa, y como adverbio que significa ademas
ú otra cosa, lleva acento. Entre, pára y sobre, personas
de los verbos entrar, parar ó parir y sobrar, llevan acen
to, y carecen de él las preposiciones entre, para y sobre.
Há, es decir, hace ó tiene, y he’, por yo tengo ó ten tú,
se distinguen por su acento de las personas del presente de
indicativo del mismo haber, cuando entran en la oracion
en calidad de ausiliares de los verbos : como de’ y sé, per
sonas de dar y saber ó ser, de la preposicion de y del pro
nombre ó reduplicacion se. Dá, imperativo de dar, no se
confunde así con da, presente de indicativo del mismo
verbo. Di y vé, imperativos de decir é ir, se diferencian
por igual medio del pretérito absoluto de dar y del pre
sente de indicativo y del imperativo de ver. Dónde va con
acento en las preguntas, y si equivale á que’ parte ó por
cuál parte. Se pinta tambien sobre el cómo, significando
de ue’ manera, y sobre el cuándo, en el sentido de en
que tiempo ó en qué caso. Más, adverbio de aumento ó
adicion, puede distinguirse así del mas, partícula adver
sativa, en los pocos casos en que pudieran confundirse,
como en este: Soi muerto, esclamó .- más no pudo decir.
Acentüamos finalmente á si , pronombre y partícula afirma
tiva, ó cuando suple á sino, á distincion del si condicio
nal, ó que sirve de contraposicion: y otro tanto hacemos
con las interjecciones sús y tús á fin de diferenciarlas del
plural de los posesivos su y tu.
Para familiarizarse con las reglas de puntiiar y acentiiar,
conviene consultar el oido , uo ménos que las ediciones he
chas con algún esmero, paracuya perfcccion contribuyen
ORTOGRAFÏA. 385
el cuidado de los autores y correctores, y el hábito y casi
instinto que contraen los buenos cajistas de atender á estas
pequeñezes, que se escapan fácilmente al que no está acos
tumbrado. Nadie tenga esta materia por indiferente, pues
no solo pende á las vezes de su buena ó mala puntüacion
ávgïgafiig _áÉíï -m—
el sentido de una cláusula, sino que las mismas vozes tie
nen un significado mui diverso, segun la sílaba en que se
nota y pronuncia el acento. Arteria es un conducto de
nuestra sangre, y arteria sagazidad ó astucia; cabrio es
voz de heráldica, y tambien un madero que sirve para la
construccion de las casas, y cabrio lo perteneciente á las
cabras; célebre significa insigne ó distinguido, celebre es
la tercera persona del singular del futuro de subjuntivo, y
celebre la primera del pretérito absoluto de indicativo. Igual
diferencia ocurre en intérprete, interprete é interprete.
Del mismo modo intimo y legitimo son nombres, intimo
y legitimo primeras personas del singular del presente de
indicativo, é intimo, legitimo, terceras del pretérito abso
luto; lacidon participio pasivo de lucir y lncirse, es el
que desempeña algo con lucímiento, á diferencia de lúci
do, que significa lo que despide loz ó es luciente; y otro
lïll tanto sucede respecto de otras muchas dicciones. °
.,
386 onroauría.
dola con la vocal que la precede, de esta manera, car-o,
dur-o (').
Tercera. La rr, como que es una sola letra, nunca de
bia partirse al fin de renglou, por la misma causa que no se
paramos la ch ni la ll; y ya que dividimos así á ta-cha,
cuba-llo, tambien debiéramos silabar a-rroz, ca-rro.
Cuarta." La acentüacion quedaría mucho mas simplifi
cada, no acentüando sino los monosílabos que lo requieren
para distinguirse de otros de diverso significado, ó por
constar solo de un diptongo y pronunciarse el acento en la
segunda de las dos vocales.
La primera de estas inovaciones pudiera hacerse algo
chocante á la vista de los lectores; pero apenas repararian
en las otras, aunque se guardasen con absoluta escrupulo
sidad. Sin embargo ninguna es tan urgente como aquella,
si se quiere que desaparezca la mas infundada de todas las
irregularidades de nuestra actual ortografía.
AzL-Altezas ó autores.
cam-agosto.
ant. ó critica-anticuado.
art. ó artic.—articu‘..,.
B.—beato.
B. L. M. ó B. l. m. ó b. i. 1ll.—‘b0SO ó besa la manoá
las manos.
B. L. P. ó B. l. p. ó b. l. p.—beso ó besa los piés.
C. M. B. ó C. m. b.— cuyas manos beso ó besa.
C. P. B. ó C. p. b.—cuyos piés beso o besa.
Bmo. P.-—Beatísimo Padre.
c. , cap. ó capits- capitulo.
col-column.
D. ó Dfl-Don á don.
Dll-Doña ó doña.
D.’ ó D.°'—- deudor ó doctor.
- DD.—doctores.
dic." — diciembre.
Paosonm.
DB LA CANTIDAD Y EL AGEITO.
Y el antiguo romance,
No es razon, dulce enemiga,
Sl acaso me quieres bien ,
' Copio esta letrilla segun se hallaba. en la primera edicion de las obras
y de Meléndez , porque no fueron siempre felizes las variaciones que híl0
el autor para la de 4820, segun lo apunta uinlana en las págs. 648 y 649
del 10m0 1V de las Pqeslas selectax cuate unas, refiriéndose a la compo
sicion que se cita aqu1._ Quisiera que esta censura no udiese a licarse con
Justicia á la última revision que hizo de sus comedias . Lean r0 Moratm,
cuando las publicó en París el año de 1825.
Y MÉTRICA. 1001
toda composicion cantable. Burgos lo ha empleado para la
traduccion de varias odas de Horacio : la 50 del libro pri
mero dice así :
Reina de Palo y Gnído, _ Las Gracias, desceñída
' deja á tu Chipre amada, la túnica, tus huellas
y ven do mi adorada sigan , y marchen de ellas
te llama con fervór; las Ninfas á la pár:
Do en tu honor encendido Y juventud ulida,
incienso arde oloróso : si Amor la int ama ardiente ,
contigo venga hermoso y Mercurio elocuente
el rapazuelo Amór. te sigan al altar.
pues en la estrofa,
En cuanto así la voz enternecida ,
No será mui largo este capítulo, por ser pocas las liber
tades que en todos tiempos se han tomado nuestros poetas,
y no permitirse á los actuales que salgan de los limites que
los antiguos se prescribieron en esta parte; con tal rigor, y
auu injusticia, si se quiere , que se les reprueba el uso de
algunas que se hallan autorizadas por aquellos. Pueden re
ducirse á las siguientes :
I‘ Los poetas cuentan siempre por una sílaba la vocal
en que acaba una diccion y la que da principio á la inme
diam. Llámase esto sínalefa; y no debe reputarse por licen
oia poética, porque aun en el habla comun pronunciamos
en semejantes casos las dos vocales como si formaran dip
tongo. Pero las separamos bien, cuando nos detenemos par
ticularmente en la primera por razon de su acento, ó por
pedirlo así el sentido que ha de darse á la sentencia. Tam
Y MÉTRICA. hi7
poco nos es dado emitir de una vez el sonido de ambas vo
cales, si la segunda diccion principiá por hie ó por hue,
ue pronunciamos como si estuviera escrito ye y güe, es
ecir , que sustituimos una consonante á la vocal escrita, y
lo propio sucede, siempre que se aspira la h, segun obser
vé en las págs. 558 y 559.
Apelan si los poetas á una de las libertades que les son *
permitidas, siempre que dejan de cometer la sinalefa, se
gun lo hizo Céspedes en su Poema de la pintura :
Deldo la India d la ciudad de Alcides.
y este de Meléndez,
No aunque halladas vllmente, que en mi ayuda.
y en aquel de Meléndez,
Sé que aun no cree: estinto;
En otras ocasiones
, > bien ‘l ue son raras
. ,9.uitan una .vocal
. 7
y hasta una sílaba compuesta, del principio de la diccion,
Meléndez ha dicho ,
Hierven hora en mi pechos
Por su nude: de trio»
Los mcnazantex gritos.
Mirame en faz pacible,
y en el H5 ,
Con curso retroqrado,
1026 rnosoma
en vez de ausilie y retrógrado; y Saavedra en el romance
XII de El Moro espásito,
Han visto en tan brevisimo periodo.
y en el 108,
En perpetua orfandad de esquina á (en) esquina;
Jovellanos en los tres pasajes siguientes : s
Y así consunto, en medio á (de) la carrera.
lY en (con) pios é inocentes ejercicios
Santificas tu ocio.
Y el alma henchida eh (de) celestial consuelo ;
y D. LeandroiMoratin en este 2
' Por decidme ó á decirme. Tengo mui presente que podrán citar
¡eme pasajes parecidos a este de los autores antiguos; pero ya he dicho
en otra ocasion, que debemos imitarlos en su buen lenguaje ordinario, y
no en lu lncorreceiones que conocidamente se les han escapado.
Y MÉTRICA. 529
Y encanta en su saber los corazones.
Vuela en planta lijera.—
Le hace: volar en corazon seguro.
Hebras de oro en que ornó naturaleza
Un tiempo en lira de marfil me oisle
Cantar ufano mi fugaz ventura.
' Para que pueda disimularse esta licencia, han de leerse los dos ver
sos de modo que formen solo uno, sin hacer la menor pausa al finalizar
el primero.
v MÉTRICA. ¡s33
Ojos garzos há la niña,
Quien gelos ’namorana;
yen Buscan,
Tratando allí las cosas _’namoradas;
y á Góngora en el Polzfemo ,
sudando néctar, lambicando olorel.
Y pocos han dejado de leer en las poesías del Mtro. Fr. Luis
de Leon, ’
Y mientras primera‘
Mente, se estan los otros abrasando.
__—po¡0—
NOTAS.
A.
(Pág. V del prólogo.)
Como se hace inconcebible á personas doclas y versadas en nuestra h
teratura que haya afirmado yo con pleno conocimiento, que España es
mas rica que todas la: naciones juntas en escelentes comedias; juzgo
necesario manifestar, que podrá ser esto una equivocacion mía, pero que
no lo he dicho por inadvertencia ó descuido. .
Mi opinion es que no tenemos que envidiar á los cstranyeros, y ménos
que a’ nadie á los franceses, en punto á muchas y buenas comedias, aun
que no lleguen á medía docena (por mucho que se estire la cuenta) las
que se han compuesto con reglas. En algunos centenares de las nuestras
bai hermoso lenguaje, bella versiticacíon, una copia exacta de nuestras
costumbres é ideas caballerescas, y la trama es sobre manera complicada;
de modo gue el espectador esta embelesado desde el principio hasta el lin ,
pues á ca a escena se atraviesa un incidente, que llama con mayor fuerza
su atencion y escíta su curiosidad , para ver de qué modovse desembaraza
cl autor de tantas dificultades como va amontonando. Esto hace que escu
chemos todavía con placer aquellas composiciones, aunque su locucion
toque a en anticuada; por mas que se falte á todas las reglas de la es
cuela ranccsa; a pesar e que hayan cesado los abusos que ridiculizan, y
las costumbres y preocupaciones aque aluden; y no obstante que pertene
ccn á una época que se art-re poco á la nuestra. Pero para mi es este un
privilegio tan eculíar c los verdaderos partos del ingenio, que si bien
estói
curso,persuadi
mientraso pueltllan
de ue nuestras comedias
ser entendidas, nofamosas
me cabeatraerán
duda cnunque
gran con
dentro
de cincuenta años no sc re rcsentará ninguna de las de Moratín, á pesar
de su regularidad, buen iálogo y castigado estilo; y que a lo mas se
echará una ue otra vez El café, que no es por cierto su mejor comedia.
Moratín lleg á estinguir gran parte de su ingenio por la nimía observan
cia de las reglas, las cuales, como una esponja que todo lo borra, al pur
gar de defectos sus dramas, los han destituido de las dotes que los hubie
ran perpetuado en el teatro. Se leerán sin duda y se estudiarán como
modelos de lenguaje correcto de otras infinitas bellezas, á la manera
que estudiamos la Celestina y a Lena, y el nombre de ¡narco aparecerá
siem rc al lado de los de Terencio y Mohere; pero sus comedias no darán
muc o provecho á los actores. Moratín debió pronosticarse este resultado,
puesto ue reconocía, al hablar de las tragedias de Morttiano, que « es
una ver ad sabída que pueden hallarse observados en un drama todos lo:
preceptos, sin que por eso deje de ser intolerable á vista del público; n
y al Burladnr de Sevilla de Tirso de Molina lo calificó de a comedia que
siempre repugnará la sana crítica, y siempre será celebrada del uehlo. n
El ingenio pues y otras dotes son las que sostienen las obras literarias
como lo esperimcntaníos en el Don Quijote, mas apreciado sin disputa a
presentehque cuando estaba en vigor la manía de los libros caballerescos
que Cervantes se pro uso rídículizar; y lo mismo sucede con nuestra!
comedias del siglo X ll , cuya celebridad todavía dura. Si las de Moratín
desaparecen dentro de algunos años de la escena, como yo lo creo, eu
h36 Noms.
otra cosa consistirá, y no en que el genero cómico solo sufra tu pintura
de los vicios y errores vigente: , segun él lo sienta en la advertencia á La
comedia nueva.
Los campeones de las insulsas unidades, que tanto nos citan á Aristóte
les y á Horacio, han olvidado que las dos naciones que mejor conocen los
clásicos griegos y latinos, la Alemania é Inglaterra, nunca han uerido dar
entrada a las comedias ajustadas á los decantados preceptos de arte; que
la Francia, donde Moliere, Racine y Corneille crearon una escuela nacio
nal, va desviándose hasta tal punto de las huellas de estos dramáticos, que
cl teatro francas, por escelencia, está casi siempre desierto, al paso que
los parisienses corren desalados á comedias que no son ya simyuadros
sue tos, pues sus actos no guardan la menor relacion entre si: y que
nuestro pueblo, por mas que le prcdiquen los prece listas, ha dado hasta
ahora en la man a, y lleva trazas de mantenerla, e ue le divierte un
drama, si hai en él flel pintura de las costumbres y comp icacion ingeniosa
de sucesos que mantenga en espectativa el ánimo del publico. Son ademas
poco consecuentes en no aplicar al teatro los mismos principios, por que
examinan y admiran la inmortal obra de Cervantes. La reputan, y con
fundamento, superior á cuanto ha dado á luz la imaginacion de todos los
escritores; la miran como parto de una inspiracion que se echa ménos en
las demas composiciones del mismo autor; confiesan que los hombres
instruidos, cuando leen el Telémaco, por e'emplo, no tienen por impo
sible hacer algo que se le arezca, mientras umillan sus cabezas delante
de aquella produccion su lime; y miran con desprecio á los criticastros
que osan notar en ella los descuidos en que incurrió Cervantes, ocupado
tansolo en ejecutar la portcntosa idea que llenaba su mente por entero :
¿por qué,pues no juzgar de nuestras comedias r las mismas reglas‘?
¿Quién advierte que Ruiz de Alarcon infringe en os Entpeños de un en
gaño las unidades dc lugar tiempo, por lo bien que (puarda la de ac
cion? ¿Qué importa que don ïfiego sane de su grave heri a en el intervalo
del primer acto al segundo, ue don Juan vaya de Madrid á Sevilla, y
vuelva de allí á la corte en e mismo tiempo, y que el breve que esta
caído el telon desde la jornada segunda á la tercera, de lugar á que se res
tablezea don Diego de la caída mortal que del balcon ha dado? El espec
tador no repara en ninguno de estos incidentes accesorios, atento esc usi
vamente á la bien urdida trama, de que resulta que á despecho de los
obstáculos que se van acumulando, da por fin don Diego la mano de espo
so a Teodora. Iguales observaciones pueden hacerse sobre La to uera
vizcaína de Perez de Montalvan, cu o primer acto es en Valla olid,
mientras los dos siguientes pasan en lt adrid. Como para responder con
un hecho á la escuela de los unitarios, compuso Rojas el drama Entre
bobo: anda el juego, en el que todo el interes de la accion está íntima
mente enlazado con la mudanza de lugar, que es distinto, no solo al fin de
cada acto , sino de una escena á otra , segun se advierte en las sestas del
primer acto y del tercero. Y á buen seguro que no obstante la inobser
vancia de las reglas, queda el espectador mucho mas satisfecho de cual
quier parte de aquella comedia, que de los dos primeros actos de La niña
en casa y la madre en la máscara, en los que nada hai que escite su
curiosidad, pues apénas se da un paso para complicar el enredo. Sin mo
verse casi de una pieza, hablan , ó mas bien disertan los que sucesivamen
te se presentan en» la escena, y el lector como el oyente saben desde las
primerashque doña Leoncia se arrepentirá de sus estravaganclas, que s:
descubriran las tram as y embustes de don Teodoro, y que dando doña
[nes la mano a don uis quedara premiada su virtud. 1.o propio nos su
cede con la mayor parte de las comedias del dia, que por esto atraen tan
poco á los espectadores, mientras se llena el teatro, cuando se echa cual
quiera de las antiguas, porque si bien están detarregladas y tienen dis
paroles, aquello: disparate: y aquel detarreglo son hijos del ingenio,
y no de Ia estupidez. Tienen defecto: enormes, es verdad,- pero entre
estos defectos se hallan cosas que tal vez suspenden y conmueven al
espectador en términos de hacerle olvidar ó, disculpar cuantos des
Nous. . ¡s37
aciertos han precedido. Com drense nuestros autores.... del día con los
antiguos, y Se verá que va en mas Catderon , Solis, Rojas, Morelo,
cuando deliran, que estotror cuando guierenjtabtar en razon.
No pretendo con estas reflexiones acrtminar a los que se conforman con
las reglas del arte, n'i quiero reducir toda laáioética dramática á los dos
axiomas, ln ue las obras de teatro solo pt en ingenio, y 2o que las re
glas observa as por los extranjeros no son admisibles en la escena es
pañola. Mis deseos quedaran satisfechos, si veo que algunos de nuestros
iteratos se hacen menos intolerantes; si llegan á convencerse de que el
enredo y complicacion de una comedia no escluyen la observancia de las
unidades segun lo patentizan La verdad sospechosa y algunas otras de
Ruiz de Alarcon; si van conociendo que las de lugar y tiempo no son tan
esenciales como la de accion; en una palabra, si empiezan a dudar de la
necesidad de atenerse á los cánones de los rece tistas, reconociendo que
en el drama como en la epopeya, puede so resa irse r caminos mui di
versos; que si fueron escritores eminentes Tasso y oliere, no se en
cuentran á cada esquina un Ariosto ni un Shakespeare: y que no debemos
avergonzarnos de colocar nuestro Don Quijote al lado del Telemaco
rances. .
En esta nota hablo del teatro español cual se hallaba diez y seis años
atras, absteniéndoine por ahora de calificar los ensayos de la escuela novi
sima. Diré si desde luego que con arreglo á los principios que anteeeden ,
Ba los que es use en la a vertencia a la Florinda y otras poesías sueltas de
. Angel de aavedra, mi desaprobacion solo ria recaer sobre los des
aciertos ó el mal desempeño en particular de a gunas de las comedias que
sc han publicado, y no sobre el rumbo que siguen sus autores. En mi sen
tir, todos los sistemas que son capazes de inventar los hombres dorados
de verdadero ingenio, pueden conducir al acierto. Cuando se escriba una
Poética fundada en esta máxima, tan liberal como cierta, entonces redun
dará en descrédito de una cbr? que se le aplique la censura, de que no
está ajustada á las reglas de arte.
(Pág. t‘ de la Gramática.)
En esta deflnicion señalo como fuente de todo lenguaje el uso que es c
neral entre las personas que por su di nidad , luzes ó educacion han e
bido esmerarse en cultivarlo, y no e. de uno ú otro escritor, por mui
distinguido y recomendable que sea. En lo cual sigo al gran maestro
Quinttliano, que dice en el capitulo 6o del libro l de sus Instituciones,
Consueludo certissima to uendi magtstra; utendumque ptane sei-mono
ut nummo, cui publica yfma est.... consuetudtnem sermonis voeabo
consensum eruduorum, sicut vivendi, eonsensum bonorum. Jamas ha
empleado cl vulgo las vozes auspicios, cireunsertbir, condensar, inenne,
inerte, obstruir, precoz, sclenlrion mil otras, que ocurren cntódos los
libros y forman parte del lenguaje ocio; y r mas que Cervantes haya
dicho trastulo r bufon, Siflílienza hirquital ar or m ar la voz al lle
gar á la puber ad , Lope de ega bufonizar, Véiiaz de uuevara encocha
dos, Tirso de Molina cochiqutzar y fregontmr, Don Antonio de Mendorza
coeherizarse, Pérez de Montalvan desalcobarse y desentuertar, y Casca
les angeticar y desnarctsar; no ha bastado la respetable autoridad de ta
les escritores, nl lo o ortuno y significativo de algunas de estas vozes,
‘para darles cabida en a lengua castellana, porque la generalidad de los
autores y de los sugetos cultos no ha tenido á bien rohiiar semejantes n0
vedades. convendría no obstante lntroducirlas, ajo a claslflcaclon do
vozes de capricho, en el Diccionario, si ha de mirarse como un reperto
rio completo del lenguaje de nuestros escritores clásicos-Por esta impe
riosa lei del uso se tendría ahora por galicismo imitar á nuestros antepasa
dos empleando á defender y reproche en ei sentido de prohibir y tacha,
h38 NOTAS.
al paso que las vozes flamantes corte ‘o, fraque, rango pueden usarse sin
temor de ofender á la pureza de la ocucton.
No faltará quien diga, que siendo la gramática el cuerpo de las re las
observadas or los doctos, no es tan desacertado llamarla el arte de a
blar y excri ir bien y correctamente, que es el modo mas comun de de
finirla. Pero entiendo que hai en esto una grave equivocacion, nacida de
faltar en todas las Gramáticas un capítulo que resuma las principales difeo
rencias entre nuestro lenguaje y el de los escritores que nos han precedi
do y miramos todavía como objeto de nuestro principal estudio. La len
yua vulgar, segun observa mui bien Aldrete (Del origen y principio de
a lengua castellana, libro ll, capítulo 6), naturalmente con’el tiempo
se emvejece ylmuda z en ciento o doscientos anos se trueca de mane
ra, que rnuc a: pala ras della no se entienden, como ri fueran voca
blas de lengua peregrina ó extranjera. Por mas que la de los Argcnsolas
pudiera aspirar con justicia al título de bueno y correcto hablar, como
muchas de sus palabras, y particularmente el giro de su frase, no son ya
de uso corriente, parecería ridículo que nos atemperásemos con rigor a
aquella , desconociendo las novedades que en el habla comun ha introdu
cido el tiempo. “
Cuando en la primera ediclon de esta Gramática defini la de la lengua
castellana en los términos en que entónces lo hice, no dejé de prever
cuánto chocaria á algunos que me separase de la definicion comunmenle
recibida. He visto despues con particular gusto que mis ideas habían coin
cidido con las dc un escritor tan insigne como Jovellanos, el cual dice en
los Rudlmentoa de gramática general, que ucde ser definida la gramá
tica el arte de hablar bien una lengua, á e cortjunto de reglas ue de
ben ser seguidas observadas para hablar bien una lengua. luego
añade : Esta: regina, establecidas por el uso y reunidas por la observa
cion, ¡iteron en parte derivadas de la natura eza, y en parte de combi
naciones arbitraríaa; y por e30 hai algunas que son comunes á toda:
la: lenguas del mundo, y otras que son propias y peculiares de cada
lengua articular. Al conjunto de reglas de la primera clasedaremo:
el nlom re de gramática general, y al de la segunda de gramatica par
ticu ar.
C.
(Pág. 55.)
Es tan general la costumbre entre nuestros gramáticos de colocar i
amaria como se unda terminacion de lo que llaman pretérito imperfecto
del subjuntivo, iclendo yo amara, amaria y amare, que no puedo dis
pensarme de producir los principales fundamentos que he tenido par:
ormar con ella este tiempo dc in icativo, dcnominándolo futuro condi
cional, atendida su naturaleza, y el haberme precedido cn darle este
nombre algunos de los estranjeros que han escrito Gramáticas españolas
en sus lenguas.
Es indudable que las terminaciones ra y se del subjuntivo fueron toma
das de los latinos, siendo amara su amarem y amase su amavissem, sín
copado; y que la terminacion ría ó cl futuro condicional, y el futuro
simple del indicativo traen su origen del infinitivo y el ausiliar haber.
Cantar/te, cantarhás etc., cantar había ó hia. cantar habías ó hia:
etc., decían nuestros mayores á lo que nosotros cantare, contarás, can
laria, cantarias. Aun al presente se resuelve bastante bien el futuro con
dicional por el había de y el infinitivo, pues me había de alegrar viene
á valer lo mismo que me alegraria. Y si cn esta oracion, Se ha dicho que
llega hoi, que ha llegado ahora mismo, que llego ayer, que llegará
nmitana, que había de llegar ronto, todos los determinados son del mo
do indicativo, ni permite otro a índole de nuestra lengua; no se descubro
por que á su equivalente llegaría lo hemos de creer tiempo del subjunti
NOTAS. 439
vo en la frase, Se ha dicho que llrqaria lpronto, la cual se diferencia po
co 0 nada de, Se ha dicho que había de tegar pronto.
Lo propio se advierte en las oraciones de interrogante, las cuales, pu
diendo empezar por cualquiera de los tiempos de indicativo. y nunca por
los de subjuntivo, por la razon señalada en las págs. 167 y 168, principian
á vezes por el futuro condicional. Voi á verle? iba d verle? iré ú verle?
‘mas a’ verle? mas no, Vaya á verle? fuera á verle? fueres á verle?
La lengua latina jamas emplea el subjuntivo para espresar este tiempo
que no le fue conocido, sino que acude al rodeo que lleva en sí el futuro
activo ¿‘pasivo del infinitivo : Pensaba que Vd. na se mofaria de mi es.
tando yo ausenten- Exístimaram te numquam ludibrio laesurum esse
me absentern, ó, me numquam absentem a te ludibrio lwdendum esse, ó
bien; pomo dice Ciceron, Existlmarant me nec absentem ludibrio ltz
sum r .
No nos deja ademas dudar de la íntima conexion de este tiempo con el
futuro de indicativo , y de la ninguna que ambos tienen con los indefini
dos de subjuntivo, el ver que siguen aquellos constantemente unas mismas
anomalías, al paso que los indefinidos se conforman con las del perfecto
absoluto de indicativo (págs. 59 y 60). Diré, diría,‘ dijo, dífiera, dijrsc;
donaire, dormíria; durmió, durmiera, durmiexe; haré, aria; hizo,
Iticiera, hiciese, y todos los demas verbos irregulares son una prueba
convincente de esta verdad.
D.
(Pág. 55.)
[ba yo inclinándome á dar al imperativo las cinco personas que le atri
buycn los ramaticos, por cuanto puede osponerse el supuesto del verbo
en llaga é , hagamos nosotros, hagan e los, de la misma manera que en
Ha: (ú, haced voxotros; lo cual parece propio de este modo. Pero re
flexionándolo detenidamente. bc visto que las personas agentes pueden ir
detras del vcrbo en todos sus tiempos, v. g. Hacemos nosotros, harán
ellos; y que hai dos razones concluyentes para no dar al imperativo mai
personas que las segundas delÜsingular y plural. E5 la rimera que no
tiene sino esas dos terminaciones diferentes de las otras de verbo; y la se
gunda, para mí inconteslable, se funda en que no sirve este modo para laI
oraciones de negacion, segun queda notado en la pág. 70; y mientras nun
ca oímos, No haz tú, no haced vosotros, es mui corriente decir, No haga
el, no hagamos nosotros, no hagan ellos.
E.
(Pág. 56.)
No es fácil adivinar la ventaja que puede sacarse de formar de los ver
bos que llevan la reduplicaoion se , y son unos mismos en la conjugacion y
en casi todos sus caracteres, las diversas clases de reflexiona y pronomi
nales fijos, variables, íntra-tranaitívos, inversívos y pasivos, en que
los divide Noboa- desde la página 65 hasta la ‘H de su Gramática. Para que
puedan llamarse pronominales sienta por grincipio (pág. 66) que ha de
ser pleonáatíco el pronombre se, y acaba e mencionar á arrepentir”?
cita como tales á portarse, ¡notarse en la pág. 68, y á atreverse en la H .
Creo ue no es en estos verbos redundante la reduplicacion, de ¡nodo que
hay‘: ibertad de espresarla ó suprimirla, pues nada significanan, Sl se
q lll
En se.
la pág. 66 nodpone mas ejemplos de los ronominales fijos que ama
ñarse, portarse, espojando así al primero ge su acepcion activa, que es
mui corriente.
M0 NOTAS.
F.
(Pág; 407.)
El verbo haber tiene tres signiflcaclones bien determinadas: primera,
la activa del habere latino, tener, que es la suya propia, aunque hoi está
snticuada ápágina 201) ; segunda, como ausiliar, en cuyo caso conserva de
algnn mo o su fuerza primitiva, pues, ¡le leído la Araucana, viene á
ser lo mismo que, ‘Tengo leída la Araucana; y tercera, la de verbo neu
tro de estado e uivaliendo á ser ó existir. En ninguno de los tres senti
dos se toma en as Iocuciones del género de esta, Hai ó hubo fiestas rea
les, es decir, Se celebran ó se celebraron fiestas reales; y como no
puede un nombre plural re ir una persona verbal del singular, nl cabe
que varíe un verbo de sigui cado so o cuando se usa en la tercera per—
sona de este número, es necesario esplicar de un modo mas conforme_
con nuestra sintaxis y con la historia, digámoslo así, del verbo haber,
las frases en que se emplea con el carácter de im ersonal.
En el Poema del Cid, escrito á fines del siglo . ll, que s el monu
mento mas antiguo que nos ha quedado de la lengua caste lana, se usa
siem re en la acepcion de tener, la cual conserva aun yendo de ausiliar;
por o que el partici io pasivo concuerda en género numero con la
persona paciente de a oracion. Son contados los casos uizá no llegan á
veinte) en que subsiste indeclinable el participio. El ver o ser desempe
ñaba en aquel tiempo las funciones de ausihar con mas frecuencia que
haber. Ambas circunstancias reúne el verso 466,
Todos son nidos (han salido), las puertas dejadas (dejado) han abiertas.
Tampoco usurpaba entonces haber tanto como ahora el lugar del verbo
ser, segun lo comprueba entre otros infinitos el verso i258,
Del haber como impersonal tal vez no se hallan mas ejemplos que los de
los versus 796, 1029, 1088, 42'25, i858 y 9180; pero algunos de estos lu
gïires todavía pueden esplicarse por la acepcion primaria de tener, como
e ross,
Lo que non fet-ie el (¡abuso pnr cuanto en el mundo ¡la (tiene).
Tambien principia á conjugar los verbos con el he, hia, etc. pospuestos
al infinitivo. Así se nota en la copla 8M de los Milagros:
Algunos años des ues se compusieron las Partidas, en las que continúa
el verbo haber con a signiflcacion casi invariable de tener, y cuando hace
el oficio de ausiliar, concuerda generalmente el participio pasivo con el
caso ob'etivo de la frase. Se repite muchísimo _ ha, pues solo en los prin
cipios e la lei 16, tít. XVII y en la 4' tít. X V de la Partida selima lo
hallamos cinco vezes, y dos de ellas con construccion singular, donde di
ce , Maldat conoscida fucen homes y ha casdndose dos vezes d sabien
daa, y, Ensandecen á las vegada: homes y ha; esto es, Hai hombres que
hacen maldad conocida, y, Hai hombres que ensandecen. Por el contra
río el ha
halla, la ¡leies5'detft.rarísima
XVI deocurrencia, siendo uno
la Partida primera de porque
: Pero los lugares
ha yenalgunos
que so
dello; que comienzan mas alna á ser enlendudos que otros.
Las poesías de Juan Ruíz, arcipreste de Hita, casi un siglo mas moder
nas que las Partidas, nos demuestran que el adverbio y lba mas de ordi
nario des ues, que antes de la tercera persona ha, y en solas dos coplas
seguidas las 1014 y i015) se repite cuatro vezes del último modo. St en
esto se denolaba ya el giro que se tomaría en lo sucesivo, no puede decir
se lo mismo respecto el uso general del verbo haber en calidad de ausi
liar, pues el arcipreste lo escasea mas que sus predecesores, y por tanto
lo em lea infinitamente menos que nosotros.
¡lee a esta reseña histórica de las vicisitudes del verbo haber, entrare
mos á conjelurar lo que ha podido dar margen á la especie de desconcer
darícla que ahora nos ofrecen ciertas oraciones. Era y un adverbio de lu
gar para nuestros mayores, que denolaba alli, como desde tiempo remoto
sucede en la lengua francesa. Se anleponia ó pos nia á los verbos, y par
ticularmente al haber en las terceras personas el singular del presente,
del ¡pretérito coexistente y del futuro condicional de indicativo, aunque
tam ¡en nos lo presentan despues de la primera persona Juan Lorenzo
Segura en su Poema de Alejandro á las coplas ¡s7 y 2462.
Del mal sabor que hay non vos lo puedo decirm
Desque eslo In] visto que en el tiempo mio;
y en las coplas ss , '19 y 25'10 del Poema de Alejandro, donde está se por
se, persona del verbo saber. En el principio siempre retendria el a su
significado de tiene llevando un supuesto del singular, y seria mui comun
decir. por ejemplo, El ret va d Bribíetca et há y Cortes, pues hallamos
un caso igual a este en la copla 902 del arcipreste de Hita :
G.
(Pág. M6.)
l].
(Pág. 152. )
La opinion de los que dicen siempre la las, tanto en el dativo como
en el acusatiyo del pronombre ella, se fun a,en que ni en griego , ni en
latln, ni en lengua ninguna, cuando un articulo, adjetivo ó pronombre
tiene tres terminaciones, puede ser femenina en un caso la ue fue mas
culina en otro. Luego teniendo tres nuestro pronombre e ella ello,-y
siendo le y les masculinas , es un absurdo, una incongruencia gramati
hacerlas tambien femeninas. Si se dice, El juez prendió ú un ¡itano , le
tomó declaraciony le condenó ú muerte, ¿no está pidiendo la analo
gía que se diga, Prendió á una jitana , la tomó declaracíon y la conde
nó á muerte? i, Por qué, le tomó declaracion y la condenó .’ Le es una
especie de contraccion de d el, y le: tambien lo es del anticuado á elle:
por a ellos; de consiguiente, si tratandose de una señora, se dijese,
cuando vea Vd. á doña Pepa, dele la enhorabuena, seria lo mismo que
decir , dé Vd. á él (doña Pepa) la enhorabuena; y si fuesen muchas, de
Vd. á eljos (doña Pepa y dona Juana) la enhorabuena. imperdonable so
lec'smo .
Á este cúmulo de argumentos, propios de la ideología, me bastaría con
tcstar, que mi Gramática enseña, no a filosofía, sino el buen uso presente
del lenguaje castellano; y si en lo antiguo se hallara siempre quien y cual
guiera en singular, y quienes y cualesquiera en plural, y fuesen ahora in
eclinables estos dos adjetivos, ast lo sentaria yo or principio sin cni
darme de la mayor 6 menor ven ‘a en practicar o contrario. Ño cono
ciendo autor alguno, antiguo 6 erno, de los que han empleado siste
máticamente la y las para el dativo, que no haya nacido en Madrid ó
vivido allí por mucho tiempo, me parece esto una escepcion del lenguaje
general y un modismolpeculgar de aquella provincia. De seguro _n0 se ha
lará muchas vezes en ovellanos, y puede ser que ninguna en Villanueva,
Marina, Carvajal ui Clemencin; solecismos que han cometido con cs
tudio y constancia tan recomeuda les escritores, no hai para qué afanarse
en evitarlos.
L0 poco que va espuesto, vindica suficientemente este cánon de mi Gra
mática, que es el mismo de la Academia; pero a’ fln de hacer ver que
tampoco es tan llano, como parece, el camino que siguen los otros, anali
zaré las razones que alegan en su apoyo, y apuntaré algunos de sus incon
venientes.
Sobre el argumento de que en todas las lenguas, cuando un nombre
tiene tres terminaciones, no uede ser femenina en un caso la que fué de
distinto genero en otro, no eja de haber algo que decir. Esta máxima es
cierta en griego y latin, si nos circunscribimos a un solo número; pero
no, si la estendemos á todos los del nombro, pues en ambas lenguas son
neutras en el plural terminaciones femeninas del singular, y el nomina
tivo, acusatjvo y yocativo del dual son homónimos de los mismos tres ca
sos neutros del numero plural. Sin salir del pronombre que nos ocupa en
esta nota, tiene en inglés tres terminaciones he, she, it en el recto e’
’ him, her, it para el caso objetivo; y sin embargo en el plural sirven
they y them para todos los géneros indistintamente. Pero mas bien que
recurrir a las lenguas antiguas m a la inglesa, convendría examinar lo que
sucede en la francesa é italiana, romanas igualmente ue la nuestra , y
ue han recibido, como ella, el pronombre il elle, eg i ella del ílle la
tino. Nuestros vecinos dicen, Je vena; lui ó leur donner une poire, para
los dativos respectivamente del singular y del lural de ambos éneros ,
mientras en el caso objetivo del si ular usan e para el mascu ¡no y la
para el femenino, mig. Je pensa le la voir. En el plural es les el caso
objetivo de ambos generos : Je vais les secourir. Los italianos, que solo
tienen dos terminaciones para el nominativo, segun queda dicho, pueden
emplear tres en el caso objetivo, pues si lo es para el masculino, y la
NOTAS. » M5
para el femenino, el neutro es l_o ó il, v. g. L0 so, il ao. En el singular
se diferencian su dativo y acusativo segun cl género; pero en el plural,
si bien emplean constantemente l: en el acusativo masculino y le en el fe
menino, loro cs su dativo unico’: Vuol píacgre loro significa Quiere com
plarerles (á ellos ó a ellas). Coligese de aqui que la ráctica inconcusa de
estas dos lenguas va acorde con la nuestra en el mo 0 que yo la establez
eo, y no segun la uieren reformar los laistas.
Si ¡de la analogia que diciéndosc, El juez prendió ú un jilano, le to
mo eclaracion y le condenó d muerte, se diga, prendió á una fitana,
la tomó declaracion y la condenó d muerte ; no lrn o por tan grande ab
surdo, que siendo en el plural, El juez prendió ú os gílanox, les tomó
declaracion y los condenó, digamos, rendió á dos gitanas, les tomó
devlaracion y las condenó; pues si all vale la identidad de las termina
ciones para el masculino, algo significará aquí su diversidad.
No me acuerdo de haber leído en nuestros antiguos á elles por á ellos,
aunque sí de haber visto ele, elle y elli por él. MilS sea de esto, lo que se
quiera, me parece que siendo los pronombres yn, tú, el los unicos uc
tienen en castellano declinacion pro iamente dicha, estando toma os
del latin, no seria impropio sacar e e llli y ¿es de il is; ni afirmar que
pues illLé illía sirven para todos los géneros en el dativo, al paso que hai
terminaciones diversas para cada género en los acusativos, lo mismo su
cede con el le les de la lengua española ; ly que respecto de este pro
nombre se vcri ica lo ropio ue respecto de me mi, le Ii, los cuales se
refieren igualmente á os nom res masculinos que á los femeninos.
Me atreveré por fin á presentar á los señores que siguen una opinion
diversa de la mia, ciertas locuciones, á tin de que vean si les ofrecen al:
gun embarazo con arre lo á su sistema. ¿ No les disuena que se diga, A
ella la arecíó, d ella a convino, á ella la estuvo bien, ú ellas las pa
reció, ellas las convino , ú ellas las estuvo bien ? ¿ Osarian decir, Acu
dierrm las tropas, si las Itubieae llegado la órden,- 6 bien , Asl que
supo que estaba alll la reina, se la resenló (se presentó á ella ó se le
presentó) para pedir sus órdenes? ui parecido al ultimo ejemplo e:
aquel pasaje del capítulo ts de la_ parte segunda del Hidal o manche
go : Y don Quijote se le ofreció (a doña Cristina) con asa: e discretas y
comedidas razones; el cual debería leerse, i’ don Quijote se la ofrecía}
con aaa: de discretas y comedidas razones, si hubiésemos de creer a
lips qtlile pretenden que la y las son los verdaderos dativos del pronom
re e a.
I.
(Pág. m.)
Señalaré ante todo los fundamentos de los que sostienen, que le debe
ser el único acusativo masculino del pronombre el, y espondré luego IOI
de sus adversarios. que usan siempre para dicho caso y género el lo; re
servando para el fin los que he tenido presentes al seguir el término me
dio que he adoptado.
Así como el artículo definido y los adjetivos demostrativos ese, este y
aquel tienen tres terminaciones, peculiar una del género masculino, otra
del femenino, y la tercera que nunca se junta con un sustantivo ( r no
haberlos neutros en castellano), sino con los adjetivos cuando que an in
determinados: 6 bien se refiere á una proposicton entera, ó á algun ob
jeto cuyo nombre no se espresa; del mismo modo el pronombre el ella
ello tiene en el nominativo estas tres terminaciones, y en el acusativo
otras tres, le la lo, acomodadas á aquellos mismos usos. Cada una de di
chas terminaciones es de su género, y no puede pasar á masculina en el
acusativo la que fue neutra en el nominativo. Si decimos pues, El, ese.
este ó aquel caballo es ¡nerviosa , y nunca, Ello, exo, esto, aquello ca
ballo, y si diríamos, hablando del mismo animal, El tiene gran brto; no
hi6 moras.
hai razon para que caballo varie de género en la oracion, Vol ú llevan
al picadero , y tal sucedería, si pusieramos llevarlo. Rcsultaria tambien
en ciertas frases un sentido tor e de emplear el lo como caso objetivo de
algunos verbos, v. g. cortar, ar, meter, pedir, sacar, tocar, por cuanto
el uso reputa el lo como un sustantivo que si nifica la parte sexual del
hombre de la mujer, y con el verbo hacer gcnota el mismo acto del
cóito. — sta opinion, (fue ha csplanado con proiijidad Gómez Hermosilla
en la parte primera e Arte de hablar en prosa y verso, líb. lll, cap. t,
art. 2, fue ya sostenida mas de doscientos años hace, aunque de un modo
algo confuso, por Rei de Artieda en la dedicatoria de sus Discursos, aptas
lolas y eplgramaa.
Los ioistas (nombre que se da á los del otro sistema) han creído que
se diferencian mejor los casos dativo y objetivo del pronombre el, usan
do le para el primero y lo para el segundo; acercándose mucho en esto
á lo que practican los italianos. Tienen ademas escelentes autoridades en
su favor; lo que sucede en el plural, donde ¡es sirve para ambos géne
ros en el ativo, mientras los las es indisputablemente el acusativo, ha
podido mui bien guiarlos ara el uso de los mismos casos en ei singular.
Por plausible: que sean as razones de los unos _v los otros, como me he
propuesto fundarrmi Gramática solo cn la autoridad del uso, no me era
permitido seguir a ninguno de ellos esclusivamente, por cuanto ningun
escritor de los que florecieron ántes de la ultima centuria,_ni de los bue
nos posteriores (si no se ha declarado partidario de una u otra escuela)
dt-‘a de emplear casi indistintamente el le y el lo para el acusativo mas
cu ino. sentada esta base , y conociendo que convendría fijar el uso de
cada terminacion , solo me restaba ¡nda ar, en que caso ropenden, sin
advertirlo, los autores correctos a decir ya. Despues de haïter hallado que
lu oficio mas general es referirse á las cosas que carecen de sexo, o á las
‘que lo tienen, pero pertenecen al reino vegetal, me he atrevido a aconse
jarlo como el medio mas fácil de fijar de algun modo la incertidumbre
"del uso. No me engolfaré ahora en comprobarlo con ejemplos de nuestros"
‘antiguos, contentándome con los de algunos escritores modernos de los
mas sobresalientes. Ni mencíonaré por esta vez ft González Carvajal, por
que los leíatax me le recusarian por andaluz, y porque sigue un sistema,
auïtque lo abandona inadvertidamente en varias ocasiones como en las si
¡u entes :
¡‘ero st en Dios confía
Y l: teme. — Salmo 3a .
Y en el combate fuerte
L: ausilia y ln libra de la muerte. Ibm.
Líhrar sabes del fuerte que l: oprime.
Salma 34
Marina tambien parece mui inclinado al lo; pero con algunos descui
dos, como de Carvajal lo hemos observado, pues en la pág. 400 del tomo
primero de la Vida de nuestro Señor Jesucristo leemos : No ermitla al
marido cohabitar con au mujer, y aun le aulorizaba para clatarla á
losjtiezes; en la 280, Lu respuesta de Jeans le comprometía; en la 160
del tomo segundo, Amonestale (a tu hermano), reprendele; g en la 497
del cuarto em lea ambas terminaciones: Y aprendiendolo (a imon) , le
compelieron llevar sobre al la cruz. No puedo sacar pruebas de este
autor para apagar mi sistema, por ser, comolte dicho, mui amigo del lo
para todo nom re masculino; pero las hallare en Villanueva y en Clemen
cín , los cuales han escrito sin seguir otro norte que la incertidumbre del
uso y de lo practicado por nuestros clásicos. El primero dice en su trata
do De la leccion de la sagrada Escritura en lengua: vulgares, página 5g,
La ignorancia del pueblo ganó al clero , y ¡e afrajo a su parado,- 9;
NOTAS. It's?
ginan, El mundo no tuvo tïtten lo criase; y en la los, nel monje
simetm leemos... que aspira a á tener un ejemplar e as cartas de Mm
Pablo... para enviarlo a un hermano sityo. Entiendese que en muchas
ocasiones se aparta de mi regla , como cuando dice en la pág. 75, Trillado
(el caminoz: por Cristo que le anduvo para que tras el le anditviésemos
ttosotros. lemencin en el prólogo de su comentario al Don Quijote, pág.
XXXV, Esforzaba... la necesidad rte comentar el Quijote para enten
derlo y leerlo con fruto; pá . XXXVlll, Figúrese el lector... ne le
acompaño en sit tarea; pág. X XIX, Una cárcel dió nacimiento a Qui
jote, y un retiro forzado... lo ha dado d su comentario; pag. Ll'll , Lean
Hebreo... vivía el año de M92, en que la espulsiott de los judíos... le
obligó etc. No hai necesidad de que salgamos del mismo prólogo, Jara ver
que Clemencin vacilaba tambien en esta parte pues en la pag. ixxvii
leemos, Mayans... lo posponia (el Quijote á los Trabajos... Ambos lite
rales, aunque antanlex y beneméritos del uijote , manifestaron que no
le entendían. Colígcse sí de estos lugares, que los buenos escritores. por
una especie de instinto y sin cuidarse particularmente de ello, se arriman
las mas vezes a mi doctrina.
Si de la autoridad pasamos á las razones, creo que no sea mui fundado
asegurar, que no puede decirse publicarlo hablando de un libro , porque
seria igual á publicar lo libro. Si algo valiese semeaiile raciocinio, habría
el mismo inconveniente para decir cortarlo y dar 0, siendo bien conoci
dos los sustantivos que han de suplirse. Tampoco me hace gran fuerza lo
de la obscenidad que arrojan estas y otras frases, puesto que el buen es
critor busca los rodeos necesarios para salvarlas, segun tendrán que prac
ticarlo los leistas en infinitas ocasiones respecto de los mismos verbos. Á
no variar cl giro de la oracion, no podrán ellos dejar de decir, Siendo
tttatilde Ia única que podía sacarle del a uro, el se lo pidió (que le sa
case con toda la eficazia que inspira e deseo de salvar ltt vida. De
igiia espediente tendrían que valerse en este pasaje del Palmerln de
Oliva, capítulo 55 : Como vieron que era hora de irse, coizvínnles (á Palr
merin y a su señora) hacerlo. En esta oracion, Proseguia el tiovício arre
batado en su discurso; pero el superior conociendo que valia mas cor
tárxelo ' g, se adolantaria mucho para el eufemismo, si sustítuyéramos cor
társclei Hai casos en que me disuena tanto el le, que no sé si habría
alguien que se atreviera á usarlo, v. g. cuando Clemencin en sus notas al
capítulo 15 de la parte rimcra del Quijote dice : Todavía llevan tambien
el sai/o de ciiern, que llevaba el arrlero, á quien te lo abrió don Quijote
de una citchillada. Mucho dudo que nadie dijese, á quien se le abrió don
Quijote de una cucliillada. Sea dicho esto solo con el fin de hacer ver que
las ventajas que se anuncian para que nos separemos del uso (si tanto nos
es dado en las lenguas vivas), son ménos ciertas dc lo que a primer vista
aparece. Por lo demas, si en algunas locuciones usamos indistintamente de
cualquier 6 cualquiera, por consentirlo el modo de hablar comun de las -
personas doclns, tampoco debe haber embarazo en emplear para un mis
mo caso le y lo, cuando el uso lo autoriza.
t Pág. 20s. )
Algunos sostienen que debe decirse , Los hombres parece olvidarse de
que han de mnrir. Mas yo creo ue el verbo parecer, aunque se presente
como impersonal en los casos e atlrmacjon dudosa. siempre tiene un
supuesto, con el que debe concordar en numero. La frase, Parece que lo:
ltmnbres se olvidan de que han de morir, equivale en realidad a esta, Que
los Immbres se olridan de que han de morir, es la com que parece. por
uc con arreglo á lo que espongo en las págs. 195 nos, todo el inciso, Que
os hombres se olvidan de que han de morir, es el verdadero supuesto de
parece; y por esto empleamos el singular, a la manera que no podriamos
b
M8 NOTAS.
ménos de recurrir al plural en la sentencia, los hombres parecen in
grata: para con su Hacedor, por ser aqui hombres el nominativo de la
oracion. ¿ Varía acaso el numero del supuesto ni el sl nificado del verbo
parecer, porque digamos, Los hombres parecen ser ngratos ara con
su llacedor? ¿Seria locucion lolerable, Nosotros parece olvi amos de
que hemos de morir? Pues si han de mudarse a uí el número v la per
sona de los verbos en razon del nosotros, al que an de acomodarse for
zosamente parecemos, olvidarnos Izemos; y si en la oracion, El hom
bre parece olvidarse de que ha e morir, los mismos verbos paz-ere,
olvidarse y ha se han trasladado al singular; ¿con que fundamento deja
remos subsistir en este número a’ parece, cuando cambiada la ersona
agente, sustituimos los hombres á el nombre ? Para mí tienen la fuerza
estos argumentos, que no me la harían en contrario uno ú otro asaje de
nuestros buenos escritores, si no los hallase casi unánimes. Des e que se
me ha promovido esta duda, no he encontrado lugar alguno de nuestros
autores de nota, antiguos ó modernos, que favorezca ó contraríe mi opi
mon.
Tampoco me ha ocurrido ninguno que apoye las locuciones, Hacen uno:
calores mui fuertes; ue malos días hacen! las cuales no merecen la
aprobacion de algunos inteligentes. Es cierto que pudiera su lirse aquí,
El tiempo 6 la estacíon hace unos calores mui fuertes, ó, ¡ace ¡nulos
dios. Pero conformándonos con la Academia, cuando da al verbo hacer
el significado de existir actualmente alguna cosa, como, hacer frío ,
hacer lodos ; debemos suponer que calores y días son los supuestos de la
sentencia, y que corresponden a uellas frases á, Existen ahora mui fuer
tes, calores; Qué ¡nulos son los flia’: presentes.’
A esar de la conviccion que me inspiran estas razones, debo manifes
tar rsncarnente los rezelos que tengo de equivocarme , por cuanto
sienten mui de diverso modo personas, cuyo voto es para un del mayor
peso.
K.
( Pag. 245. )
En España nunca ha denotado el de lo ilustre de ln alcurnia, sino pro
cedencia de familia ó lugar de nacimiento, especialmente en los segundos
apellidos. Los que inventaron los nombres de Guzman de Alfarache,
Juan de las Viñas, Pedro de Urdemálas y el cscudero lllárctu deflbre
gon, no tuvieron la mira de suponer nobles á estos ersonajes. Hallanse
en verdad muchos apellidos ilustres precedidos del e por cual uiera de
las causas indicadas, ó por mera costumbre, como, don Diego e Saave—
dra, don Juan de Guzman y otros mil : don Alonso de la Cerda, sabemos
por qué se apellidó así. Pero no es ménos cierto que entre las familias mas
antiguas y esclarecidas de España hai muchas ue no llevan semejante
partícula, como los duques de Osuna, de Árcos, os condes de Benavente
ygrandeza
Trastamara, los llaman
, que se. marqueses de Villena
don Pedro y Astor
Giron, a y otrosPonce,
don glflanuel de la on
rimera
R0
drigo Pimentel, don Juan Pacheco, don Luis Osorio, etc. etc. Hernan
Cortés, ni cuando era un hidalgo de escasos bienes, nl des ues cuando
fue’ gran señor, tuvo de en su apellido. Luis Qui'ada se llama a el a o de
don Juan de Austria, siendo sugeto de alto iuaje, yCervántes lamó
Alonso Quijano sin de á su ingenioso hidalgo. Otro testimonio mui califi
cado de que nunca se ha conocido entre nosotros semejante distincion , se
deduce de que el poc-ta que inventó el modelo de un gran caballero, ca
lavera y menospreciador de todas las leyes divinas y humanas, que ha ve
nido á ser un personaje de fama europea, le denominó simplemente don
Juan Tenorio. Iñigo Arista sin de llaman los historiadores al fundador
ilustre de la monarquía navarra. ¿z (gue (lijeran Arias Gonzalo, Diego 0r
dóñez, Jorge Manrique, Alfonso T llcz y otros maestros de las Ordenes
NOTAS. M9
militares, si entendiesen que la talla del de ponla en duda su calidad ‘t
He querido detenerme un poco en esto, a fin de que no se acredite un
uso (fue no ha existido , y se demuestre la fatuidad de los que presumen
ensa zarse por medio de tan ridicula inovaclon.
L.
(Pág. m. )
Siento no poder dar ahora con el pasaje de uno de los escritos publica—
dos en Londres por un literato español hácia los años 48'25 ó 4826, en que
dijo, si mal no me acuerdo, que nosotros no tenemos, como los ingleses,
verbos que muden de significado por la preposicion que los acompaña.
Sin dejar de confesar que ocurren mucho menos en nuestra lengua ue
en la inglesa, tengo por insostenible la asercion de aquel escritor, si ue
absoluta , como lo creo. Al refularja con la lista que va puesta desde la
página 547 hasta la 52! , debo observar lo Que dicha lista está mui dis
tante de poderse llamar completa. 20 Óue de intento no menciono signi
ficacion alguna que penda de tomarse el verbo en un sentido metafórico,
á cuya clase pertenecen abrirse con alguno por franquearae con el, ave
riguarse con uno por (¡venirse con el , dar tras uno por perseguirle,
creerse de alguno por [iarse de el, entenderse con una persona por estar
convenido con ella, estrellarse con uno por contradecirle, pagarse de
¡uta hermosura por quedar prendado de ella, ponerse con alguno por
compararse con el, venderse por amigo por fingirae tal, y otras muchas.
He evitado todavía mas comprender las signifleaciones que nacen de al
guna otra serte de la oracion añadida al verbo, y no de una preposicion,
como suce e con dar abajo por dejarse caer, dar de pie por tratar con
desprecio, decir bien por ser elocuente, dejar atraa por anticiparse ó
aventajar echar de ver r advertir, echar de meno: algo por notar la
falta de a guna cosa, ec ar por alto por menospreciar, echarse de recio
por apretar á instar, entrar bien alga por venir al cam, entrar de por
medio por conciliar, hablar alto ó recio por gritar, ir adelante por pro
seguir, irse por alto una cosa por no entenderla ó no advertírla, pasar
par alto por omitir, parar por encima por atropellar, ponerse mal con
alguno por disguxtarte con el, ser que fulano por estar en au lugar,
tener en mucho por estimar, tener ú alguno en poco ó poca cuenta con
alguna por menospreciarle, é infinitas mas, que son de la misma clase
que to fall down, lo fetch away, to find fault, to pass away, to prevail
auainsl, y las á ellas parecidas que espresan los grámatieos ingleses. 5
Que la riqueza de la lengua castellana hace menos necesario este recur
so. lo ue muchos de los verbos que aquellos gramáticos colocan en sus
largas _lstas, no varían de sentido , sino que rigen sencillamente alguna
preposicion , como se verifica respecto de los dos por que Cobbett prin
eipia la suya, I abide in this house; 1 abide with you; y semejantes conb
trucciones pertenecen á la idea general que he procurado dar sobre ca
da preposicion.
M.
(Pág. 5st.)
Por mas sencillas que arezcan las reglas que da la Academia acerca de
los nombres que llevan os vocales juntas al fin, no es fácil retenerlas en
la memoria”! ménos ohservarlas en la práctica. La de acenrílar laa vo
zes, reparan o siempre las dos vocales como que forman sílaba . es la
gue está sujeta á menos escepciones, la que se m’, tanto en la Irene y
lara (edicion de Parls), como en e Tratado e la regalla de España
por Campomanes, obras que publique en i850 ; y antes que yo la habia pro
11-50 NOTAS.
hijado Clemcneín en el Elogio de la Reina Católica doña Isabel. Este ha
hecho mas, pues ha contado siempre como dos vocales enteramente sepa
radas las de los diptongos que forman la sílaba enúltima de las vozes,
de modo que acentúa á amáina, reirm etc. Mas a paso que es cierto que
no choca á la vista este nuevo método de acentüar, no cabe duda en que
la sobrada repeticion de los acentos fatiga al quc escribe. Vale pues mas
seguir por ahora el sistema que propongo en esta Gramática, ya que no
son muchas las reglas, ni hai lugar por otro lado a escepciones ni a equi
vocacion alguna.
N.
( Pág. asa. )
Aunque la novedad de partir las palabras, haciendo gue la rque se
halla entre dos vocales, vaya junta con la primera, ha si 0 ya puesta en
práctica por varios escritores en los últimos tiempos, conviene indicar las
razones que la aconsejan , no obstante lo mucho (Ïue repugna a primera
vista, por la costumbre que tenemos de unir con a vocal siguiente toda
consonante puesta entre dos vocales.
I“ Es regla general en castellano, que no puede empezar sílaba por la
consonante ó consonantes que no empiezan diccion (pág. 365), y no seria
esto, si la r (ere) se hallase al principio de una sílaba, pues cuando co
mienza una palabra, siempre es erre, es decir, que se ronuncia fuerte.
‘ i‘ Nos ahorraríamos las escepciones ue hacemos a ora de que la r se
pronuncia erre despues de l, n, s, y en as vozes compuestas, pues basta
ría decir, que es gterte siempre que empieza sílaba,- or lo ue al pre
sente nos vemos o ligados á pronunciar de diverso mo o la sí aba r0 en
pe-ro ue en guarda-ropa y en pro-rogar.
3' i bien nos parece que pronunciamos corre-ra, co-ro. esta pronun
ciacion, y la necesidad que algunas personas inteligentes me han asegu
rado hai de hacerlo así en el canto, udieran ser laeticias, y nacidas de la
idea ue nos hemos formado desde a infancia por el hábito de ver divi
didas as sílabas de esta manera. Lo cierto cs que igual dificultad se en
cuentra respecto de pelearáv, peloariruy á buen seguro que cuando
nuestros mayores escribian pelear-has, peIear-hia, ni se pronunciaba ni
se cantaba juntando la r a las sílabas has é hia.
be Las sílabas ax, ia son terminaciones pegadas á la raiz pelear, como
lo es cito en lugar-eno y es en placer-rs : por lo mismo parece mas na
tural que se separen, segun lo practican los ingleses, que escriben cover
ed, number-ing, picker-est.
5 I Esta novedad y la de conservar las dos rr juntas, al empezar la sí—
laba, no es mui chocante, por las pocas vezes que ocurre en una misma
pagina, v así es ue apenas la nota el lector en la Irene y Clara, donde la
ensayé. No suce e lo mismo con el método de sustituir constantemente la
ja la g fuerte, y la z á la c ántes de e y de i, porque la variedad se ob
serva entónces a cada paso. —
O.
( Pág. 591. )
Los autores que he consultado sobre esta materia, son_ el Pinciano en la
Filoxofia (mligua epist. sestaysélima, Cascáles en la Tabla V" de las
Poeticns, Luzan Poética lib. 2o cap. 22, Masdeu Arte poelíra diálogo 50,
Maury en el prólogo del tomo l de la Espagne poetique, Gómez Hermo
silla en la parte ll, libro l, capítulo le y 27° del Arte de Itablar en prosa
y verso, lllurtínez de la Rosa cn las notas t" y 2* al canto lll de su Pnélira,
A. Tracia (Agustín Aicart) en la seccion ll, cap. 5, 51s I á 5 inclusive de los
Elementos de poética, que preceden al Diccionario de la rima, y Sicilia
nous. ¡s51
en el tomo segundo (edicion dc Madrid) de las Lecciones elementales de
ortologla y procedía, donde ha tratado ex-profeso esta punto, ilustran
dolo con observaciones curiosas y dignas de ser leídas. No es decir que yo
me conforme con su sistema, ues antes bien me parece que los conoci
mientos que manifiesta tener e la lengua griega, debieran haberle con
ducido á ulteriores investigaciones, las cuales le habrian dado por resul
tado principios mui diversos de los que sienta.
Los griegos llevaban en la demarcacion de las vocales mayor ventaja so
bre los latinos, que estos sobre la lengua italiana y castellana. Su pronun
ciacion detenida doble tiempo en la ela y la omega , mientras gustaban
una pausa sola en la ¡‘psilort y ómícron, les aseguraba la cantidad de
muchas sílabas, que fueron variables o dudosas entre los latinos , y hacia
su verso lleno _v numeroso. que es sin duda lo que denota aquel ore ro
tundo, que miraba Horacio como un privilegio de la Musa griega.
Lo poco que he dicho en las pags. 590:’: 595 de esta Gramatica, y lo
poquísimo que apunto en esta noia, hace ver bien claro el rumbo que
yo adoplaria si ¡ne propusiese dilucidar esta materia con la estension
que merece:
P.
( Pág. 40k. )
Los autores de Poéticas que (pasan por mas exactos, se ven obli ados á
distinguir la cesura prosódica e la ortográfica, de recitacion ó e sen
tido, para sostener un precepto, cuya utilidad no puede descubrirse, y
que se halla desmentido por la práctica de los poetas de mas fino oido,
(Ionliesan por lo mismo, que al recitar este verso de Samaniego,
habría que hacer la pausa por esta razon en la octava; pero los que no ad
miten cesura sino hasta la sétima, labaráu en la quinta, á fin de sostener
su principio. No cabe duda en que Sl la silaba sesLa es acentuada y final de
diccion a mismo tiempo, hai que hacer en ella la detencion, como en este
verso,
Sin fin amrillez, ¡in fin (mich/ax.
¿S2 NOTAS.
Pero aun aquí han tomado los prosodistas la causa por el efecto, cuando
establecen, que la seua ha de ser la acentuada, si cae la centra ries
pues de ella,- debiendo por el contrario haber dicho, que si nos para
mos en Ia sexta sílaba, es por reunirse en ella el acenlo dominante y
el fin de una diccion ; de modo que concurren la entonacion y cl sentido
rlamatical para hacer que marquemos con cierta detencion aquella si
a a.
No me ocuparé ahora en manifestar que la máxima establecida por Mar
tínez de la Rosa (pag. ¡'15 de su Poética), de que la sílaba sesla acentiiadu
no ha de pedir que se le una otra diccion para completar el sentido, se
halla contradicha a’ cada paso por los poetas mas dulces, por un Garcila
so, un Lope dc Vega y un Melendez; y que si fuese cierta, resullarian ver
sos defectuosos todos aquellos en que la sílaba sesta acentüada no es la
final de una diccion,
Heme detenido tanto en combatir estos errores, porque los veo adopt»
dos por prosodistas mui distinguidos, y rque todo el mundo los cree de
buena fe, como me había sucedido á mí asta ahora. Y los hubiera repeti
do en esta Gramática, si el Sr. Maury (sugeto que tiene dadas pruebas en
su Espagne poetique y en las composiciones con que ha enriquecido nues
lro Parnaso, del profundo estudio que ha hecho sobre la metrificacion) no
me hubiese hecho ver el poco fundamento con que se establecía la cesura
como lei constitutiva de nuestro endecasílabo, apoyado principalmente en
las razones que espone en una carta que me escribió, la cual no le pasará
al lector de ver trasladada cn este apéndice, por las escelentes nociones
que desenvuelve de la melrica.
Ealimado paisano yseflor mio : regrexado al campo, donde se vive
mas despacio que en esa Babilonia , voi d sentar sobre el papel alguna:
ideas acerca del asunto de nuestra: últimas conversaciones.
¿Qué entienden por cesura los que la ponen como elemento de nuealra
verso heroico? E; la cetura latina? Pero aquella tenia solamente rela
cion con la conxtruccion del le‘ nzctrico; consisliendo el corle que esta
voz implica, en que un fina de vocablo fuese principio de pié. — E: la
cesura frontera? Pero lo que esta hace, es cortar el verso en partes
siempre la: mismas.
Ninguna de estas dos operaciones es aplicable á una versificacion cue
no consta de pies métrico: ni de hemmiquios. —¿Ila.re querido hablar
meramente de una suspension ramatical en olro lugar que al fin del
verso? Ya eso lo principiaria comprender : será algo como,
Sed non uk placídis coéam immitia; non ut
Serpenles avibus geminemur, tigribns agni.——
Per gentes humílls nlravil pavor: ¡lle fligranli
Aut Atho. aut Rhodopen, aut. alta Ceraunia ¡elo
Dejicit.
Tales cortes y otros semejantes, que ¡vien se tve no son lo que los latino:
llamaron cesura, los solemos imitar :
6
El alemorimdo peregrino
4 8
Abandonundo la desierta playa.
En mi Espagne poélique, despues de sentar el principio, me pareció ha
cerlo como palpable con un xlmil de bulto, añadiendo: On peut se re
Eresemer ¡me Image malérielle de cette disposilion rhylhmique par del
aires hormonales, gue soutiendraienl en equilibre, soil un appui au
point du inlheu, soii cu; appuis á des dislances égales des exlrémnés.
.4 los principios pareció lIIl ve: suficiente tambien‘ un solo apoyo en
la cuarta, am curarse el poeta de lo que salia despues, como por ejem
P "s
4 7
Ablndonundo ¡a playa desierta;
¿áh Nous.
donde el acento de la octava ha pasado á la xctima: pero- los moder
nos repugnon a este modo. Y_en efecto con eso poco ¡nos que el se
guitdo punto t: sus ettaion dwtase de su cabmfterderta el equilibrio
mi barra herizonta . Noa compartamos pues con os dos modos que re
presenta et doble ejemplo primero :
6
El ntemorizado peregrino
4
Abandonando ln dcsiern playa.
Las 010.9 condiciones de que pende que sean verso estos dos renglones,
yan la: solas que el poeta tiene en el oido, cuando está componiendo.
A lo mas, en el verso que estriba en la cuarta y octava, añadirá el cui
dado de que el acento de la cuarta no sea pie de esdrújulo.
4 8
fluye la tórtola del nido amado,
Ahora bien, no todos los endecastiabos que encontrará Vd. por ahl,
se halturán tun reducidos d la acentüacion precisa como los dos uc he
dispuesto para el caso. Baxtaba á mi intento fuesen cnbaies y a ona
dos: tienen ademas la recomendable calidad de la fluidez,- pero les [al
tan otras que en muchas ocasiones se echariatt de ménos.
Le superflu, clmse trés-néeessaire,
seria algo mas grave y adecuado con un acento mas cn la segunda, como
I 4 6 8
El sacro Autor que cielo y tierra adoran.
6 8
Que de la soledad esta premiado.
Pero por mas que se halle sostenido con un ausiliar, en sílaba rítmica
tambien, tiene ménos carácter estotro,
l; 6
La soledad es todo su deseo.
Nace esta diferencia de que los accidentes de la primera parte del ver
Nous. ¡s55
ao iryluyen mucho ménos que los de la segunda. Así entre los antiguos.
sien o forzada la dia asicion de los últimos pies del hemúmetro y del,
segun/Io hemísliquio el pentúmetro, en los demas quedaba el poeta
con alguna libertad. _ _ _
Los acentos facultativos en sílaba zmpar dan corto auszlto al núme
r0, y cabe periudiquen á la armonía. Ahl va un verso con tantos auss
liares como el mas sostenido que acabamos de ver, y que mu: poco se
le parece :, _
x 3 6 9
Cielo y tierra ¡e adoran. Autor sacra.
Pueden como uiera los acentos impares surtir buenos efectos. E: par
ticularmente e notar la combinacion siïtitiente, en que ¡lucen un juego
mui gracioso con el cottstttutzvo de la si aba sexta :
3 - 6 7
La de oándidn fe, credula ninfa.
Es, porque pasada la ¿esta sin a oyo , como el oido está pidiendo el
de la otra sílaba rítmica que que a, le enfada una suapension que se le
atraviesa al llegar. De ahí ha disgustado el verso de Iriarte,
4 7 S
Las maravillas de aquel arte canto
IO
Cielo y tierra te adoran. Autor sacra,
4 5 S
Vuela, fugaz, timidacorzn, vuela.
Estobes colocar en medio del versa en aaonico que termina los de mas
am a:
craauiíwmdfl..
Timida cup, 1
- r
356 nous.
No dudo agradarla algo mas, dispuesto de este modo :
3 6
Vuela, vuela. fugaz, tímida corta.
Q.
(Pág. m.)
Parece inesplicablc á primera vista , cómo los valencianos ue no dis
tinguen la s de la z, caen ménos en este descuido que los an aluzes, los
cuales no hacen al cabo otra cosa que lrastrocar la pronunciacion. Tal ve:
deberá esto atribuirse á que la lenáua castellana tiene que ser a rendida
y mui estudiada por los escritores e tal cual nota del reino de alencia ,
mientras los andaluzes, que escriben con corta diferencia la lengua que
hablan, fácilmente equivocan estas consonantes, repulando la c 0 z, por
lo que realmente valen “Y descuidandose una que otra vez respecto de la
s, por su vicioso modo e pronuncinrla. Lo cierto en, que pudiendo ci
tarse mUChISÍIDOS ejemplos dc semejante inadvertencia sacados de los
poetas andaluzcs de todas épocas, no recuerdo haber visto otro en los
oetas valencianos de mediano mérito mas que el de las Rimas prorenza
e: que puso Gil Polo en su Diana enamorada, donde dice,
Mcdres y crezca:
en yerbas frenar.
\
Verdad es que ‘tambien leemos cl siguiente pareado en el acto l, escena
8', de la comedia Trampa adelante,
Y si i cobrar venís, snbéd la una,
Que ¡i volvéis ñ repetir la tran.
{u}
_ . _ Páginas.
.4, los princigales usos de esta’ prcp0s¡c¡0n...._. .. . . . . . . . 256-259
— Cuándo a de espresarse antes del acusauvo. 497-200
_ su va|or como parucula componente... .. 59 y .50
Ab 6 abs , partícula componente , su valor. .. .
Abecedario 6 alfabeto, su esplicacion......... .. 3 y A
Abolinverbo detective”... . . . . . . . . . .......... 85
Abreviaturas usuales en las im resiones y en lo manuscrito. . 586-38!
—- Las que solo se usan en 0 manuscrilo..................... 58s
Abrooar es verbo regular.................. . 65
Abrolver, su conjugacion . . . . . . . . . . .... 6|
Acá, diversos usos de este adverbio. . . 221-225
Acaecer, verbo impersonal..‘.........._ . .. 8A
Acento, qué es con relacion a la prosodla . . 394 . .5 y 55s
- Los poetas suelen mudarlo en algunas palabr s . .. . . ¡n25 y i026
Acenlüacion , sus re las generales para la lectura. . . . . . . . . . . . . . . . . . 7-9
— Reglas especia es para la ortografía. . . . . .. . . . 377-585J4b9 y 450
Acerca de. significado de esta preposicion. . . . . . 2x50
‘Acertar, SU conjugacion................
' ' es y si
Acontecer verbo unpersonal. . .. . . .
Acordar como se conjuga"... 64 y 65
Acasmnsu conjugacion...“ . . 6h
Ad, partícula,
Acrecentnr, su su fuerza en los compuestos
conjugacion
— Susoficios y su sinláxis.....................
— Pucdon cambiarlos ú omitirlos los poetas”
— Cuando se muda el femenino cn masculino. .
— No debe confundirse el definido con los pronombres P
Así,
Ascender,
varios su
usos
oonjugncion.................
de esta partícula.
Arir, su conjugacion . . . . . . . . . .
— Es verbo defectivo . .
Asonanciaquées cn la puesta................... ¡‘.18
- Libertades que resfleclo dc ella sc permiten á los poetas. A31 y 452
-— Cómo es que no la an adoptado los italianos" . 395-597
Atender,suconjugacionnu...”........ . .. 65
Alenmr en ué caso es verbo irregular... . . . .- .. ,. 65
Alcrrar, cuando es su conjugacion irregular“ .. . . . . . . . . . ..v -. 65
ínmcs. ¡».39
Aterrarae, significando arrimarae ú la tierra , es irregular .
Atextar, en que significado es irregular . . . . . .. . . . . . . . . . . . .
atravesar, su conjugaciom....................................... 65
Aumentativos. Véase Nombres aumentativoa.
Ausiliares. Véase Verbos auxiliares.
Aventar de que manera se conjuga. . . . . . . . . . .
B, no debe confundirse
Auergonzar, con la v en la pronunciacion" ..
su conjugacion...”............
(Jolegir,
Calar, sucuál es su ronjugacion.
conjugacionm.
Colgar, su conjugacion..................... 6A
(Iomzparticula, su_ fuerza cu los compuestos. M
Come irse, su Cottjllgncinn. . . . . .. . .. . . . . . . 6h
Comenzar, su conjugaciun. . . . . . .,. . . . . . . . 63
130m0 , diversos usos de esta particula. . . . 478,179, 22lao-tu
y 2-25
(loinparaciones, cuáles su sintaxis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Lomparattvos. Véase Nombres positivos , comparativos, etc.
competir, suconyugaciom.................................... M
complacer noeldetective.............,........................... 86
¡s60 ÍNDICE.
Pága.
Complemento directo é indirecto, á qué dan estos nombres los grama- “o
lic0s...... . . . . . .... ...... . . . . ..
Composiciones poéticas, la estructura de las cortas de mayur uso. 006-016
Can, usos generales de esta preposicion. . . 2M y 262
— Su valor en las vozes compuestas. . . '. - H
concebir, suc0njugaci0n............. . .. Gi
Comremir, su conjugacion. . .. . . 68
Concertar,suc0njugaci0n............ . 65
Concordancia qué es, y sus variedades. 100-009 y M5
lïoncordar de qué manera se conjuga. t. . . . . . . . . . 6k
Conducir en que sentido es verbo ímpersona .
conferir, su conjugacion....................
confesar, su conjugacion . . . . . .
conjugacion del verbo qué es . . . . . . . . .
lI
l lil l de los vlerbos regulares de la activa
—- en a aswa................
de los ver os recíprocas. .
de Ius neutros. . .
de los ausiliares. . . . . . . . .
de los ver-bug irregulares. .
de los defeclwos. . . . . . . . .. .
de los impersonales. . .-. . .1.
peculiar de algunos verbos. . . . . . . , .
Conjunciones, qué son , y su division
Su sintaxis“, .. ._. .
consolar, su conjugacion. . . . . . . . ..,¡ ..,,.. . . .. .
— Se guarda rigurosamente en. . la
Consonanciaqueesenlapot-sía. . . poesía española“ . .. . . . . 59! y 451
-- Casos en que ueden ne guardarla absoluta los poetas. . 595 y 145i
Consonar no es ver n irregular.......,¡........... . 55
constar cuando es yerbo impersonal.
Conxlremr , su conjugacion. . ...,....¡
Conlansu conju aoi0n.,......,
Comentar es ver regular . . . . . . . . . . . . . .
Contra, significado de esta preposicion; . . . . . ...
— Su fuerza en los compuestos . . . . . . . .,,. .
contradecir; de qué manera se conjuga. ........,....
Controverur, su conjugacion. . . . . . . . . . .
Convenir en que senlidq es verbo impersona
Convertir, su conjugacion . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coplas de arte mayor, su estructura. .
costar, su conjugacion” . . . . l.
Crema qué es, ypara lo que sirve................I......... . . . . .. 75
Cual en que’ ocasiones va precedido del artículo definido . 425 y le;
Cualquier y cualquiera cuando se usan . . . . . .. . , . . . . . . ' ... |
Cuanto , adverbio, en qué casos pierde la sílaba tn. . . . . . . ._ . . 450 y 25
Cuanto mas ó cuanto y mas, frase adverbial, su significado . . . . . . . 223
Cuarlelay cuartetoloqueson”........,........,......,.,. 407 y 408
Cuyo, sinláxis de este adjetivo, ,. . . . . . . . . I‘);
liar,suconjugacionnn................ ..,. . 72) ¡.4
De, los usos princi ales de esta preposicion. . . . . . . . . . . . . . . 219-259
— Su valor en as palabras compucslas. . . . . . ,. . . .,.. .. M y 62
— No es característica delos apellidos dc mmilias ilustres 235, us y us
Deber dequé significa............ . . . . . . 2'08
Decenmr , su conjugacion. . . , . . . es
Décima que es . . . . . . . . . .. M0 y All
Decir, su conjugacion... ............. 75
Doclinacion del nombren”... . . . . .. H y H
— Cómo se suple en castellano. . . . 109 y H0
Deleclivos. Véase Verbos defeclivos.
Defender, su conjugacion. . . . . .
ÍNDICE. A ¿Gt
Dcferir, su conjugaclon. . . . . . . .
Degollar cómo se conju a. .
Delinquir es verbo rcgu . . . . . . ¡‘,2 y es
Demas, sintáxis de este adjetivo. 423
Denodarse, su conjugacion. . . . . . . ._ ¡La
Deunatar, cuál es su conjugacion. . . . . 6x
Demar, su conjugacion . . . . 65
Derogar no es irregular. . . . 65
Dgrrengar cómo se conjuga. . 65
Derrclir, su conjugaclonn . 68
Derrocarcómoscc0njuga........... . . . . . . . . . . .. 6k
Dex, d! ó dis, partícula componente, su va u y n
Dexcender,sutconjugacionnn..................... _ 65
Descollar, cual es su conjugacion . s;
Descornar, su conjugaciom. . . . . . . 6;
Desde, usos de esta preposicion. m9
Desdccir, su conjugacion. . . . . . . . . . . . 75
Dcsflocar de qué manera sc conjugan 6a
Dexleir, su con'ugacion............... 66
Desmembrar c m0 se conjuga. 65
Desollar , su conjugacion. . . . . . . . 6.5
Dcspernar, su conjugacion . . . .. .. ........ 65
Dexpmar, cuál es su conjugacion... . .. . . .. . . . . . .. (s5
Despido, qué parte de la cancion se llama asu. . . . . . M6
Besplacer no es derectivo....... . .. . . .. . ... ... 35
Desplegar no es para algunos verbo irregular . . 53
Despues no es preposicion. . .. ... 95
Dexlerrar, su conjugacion . . 55
Deslronar es verbo regular. . . . .. . ... (55
Desuergonzarse , su conjugacion. c;
nelenlar no es verbo irregular. . . . . . . 65
Delras es adverbio y no preposicion. . .. . 96
Dezymr,suconjugacmn......».................................... 65
Di o dis. Véase Des.
Diéresisquées..."................... M8420
Dïferir , su conjugacion. . .v. .. . . 68
Digerir, cuáles su conjugacion. . . .. .. . . . . . . . . . 68
Diqnarse de. pocos lo dicen ahora. . . . m y 2|!)
Diluviur es verbo impersonal . . . . . ....... ..... 8k
Diminulivos. Véase Nombres aumenlaliuos y diminutivos.
Dipwngos, cuántos y cuáles son. . . ..... 7 y 56's
Discernir, su conjugacion . . . . . . . . . . . . . 68
Discordar cómo se conjuga. . . . . . . 61
Disolver, su cunjugacion............ 65
Distinguir no es verbo irregular. . 69
Diverlir, su conjugacion. . . . . . . . . . 68
D0ler_de qué manera se conjuga. . 61
Dormir, su conjugacion... . . . . . . .. . 7h
E, ex ó e: , parucula, su fuerza en campos: I n. . A2
Elggir, su conjugacion.............. . . . . . . . . . . . . . .. 66
Elipsis quées . . . . 107
Em, partícula componente, sus usos. . . A5
Embeslir, su conjuncion . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . 66
Emendnr 6 enmendar. cuál es su conjugacion. 65
Emprcer, su conjugacion. . 65
Empedrar, su conjugacion 63
Empezar cómo se conjuga . . 65
Emporcar, su conugacion . . . . . . . . 6A
En, USOS princlga es de esta preposicion“.................... ‘¿G252
- como particula componente. Véase Em.
502 \ imncn.
_ Púgs.
Entender, suconjugacion.............¿ _ 65
Enclíticos (Pronombres) gue son, y su sin ans. 456-153
Encomertdar
Encoctarse, ,susuconjugacnon...................
conjugacmn. . . . . . . . . ba
Encontrar de que manera se conjuga. Gt
Encorar, su comugaeion. . . . . . . . . . . 65
Encordar de que modo sc 00113153.. tu
Encovar , su_ conjugacion. . . . . . . . . .
Encuberltar. su conjugacion . . . . . . . . . es
Endecasilabo, observaciones sobre su acentuuci on... tot-tot y ias-ass
Bndechas, en qué se diferencian de los romances. . . . . . . . . . . . . . . . . A07
Engrelr.suconjugacion.............................. . 66
Engrocar cómo se conjuga. .. . . 64
Enhextar, su conjugacion. . . . . 65
Ensan rentar, su conjugac on. . . . . 65
Enter: er, cual es su conjugacion. 65
Bnterrar, su conjugacion. . . . . . . . 65
Entortar, su conjugacion. .... . . .. . . . . . . 61
Entre, significados de esta preposicion. . . . 252 y 255
-— Valor que tiene en los compuestos. ..... 02
— Reglas relativas á su sintaxis. . . . . . . . . . 328
Entrediclto, participio pasivo de entredectr. . . '71
Entronar no es irregular en su eonjugacion. . . 65
Epéntesisqué .... .025
Equi , particula, su fuerza en los compuestos. . A2
Equivaler, su conjugacionnn..."............ . . 81
Erguir. verbo defectivo é irregular. 85 y 86
— No es irregular de la sesta clase. ... 69
Erogar es regular en su coujugacion. . . . . . 65
Errar, su conjugacion............................................. 63
E? ó m. Véase E.
Escrtrchar, verbo impers0nal................... 81
tiscarmentarí, su conjugaeion. . . ...
Esclamacion Oraciones de), su sintaxis
Ese, pronom re, su significado. .
Estar, su conjugacion...................
- En que se diferencia del verbo ser. . .
— Su
Es ásmtáxis.......
vezes impersonal.
Estercar
Ertra , sucómo
fuerzaseen
conjuga...
las vozes . compuestas.
Estrambote , cuándo lo tienen los sonetos.
Estregar, su conjugacion. . . . . . . . . . . . . .
Estreñir, su conjugacion. .
Etimología,
Estribillo qué
primera parte de la gramatica, qué
. . . es.
. . .
Eufonia su
Follar, quéconjugacion.
forzar, su conjugacion. . . . . . . ...
Freqar de que manera se conjuga. . .
Freir, su conjunacion. . . . . . . . . . . . .
Futuro (Tiempo , su deflnieion. . . . . . .
lllll absoluto de indicativo, cuál es
— Suslntáxisuu...........
de subjuntivo, cuál es“
-— Su sintaxis. . . . .
de imperativo, cuál es
condicional
—— Su sintaxis.
de indicativo, cuál es. .
— Su sintáxis....................
inmcs. 1063
Págs.
Futuro condicional de subjuntivo,cuál es. . 52 y 53
— — — Su sintaxis. ..... . . . .. 479 y 480
Geminsu conjugacion... .. 66
Género de los nombres“ . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. 45-25 y 443-445
— neutro lo que significa ycuál es su carácter. . . . . . . .. 45 y 46
Gerundio,sude|inicion.......................... 50
- Su sintáxis......... . . . . 465467
— Hace muchas vezes el oficio de adverbio... . . . . . . .. 255
Gobernar, su conjugacion.......... . . . . . .... .... 63
Gramática de la lengua castellana su deflnicion. .. 4 , A57 y 1458
- SudÍvisi0n....... . . . . . .. . 4y2
Granygrttnde cuándo se usa . .. 422
Granizar, verbo impersonal... 85
llabensu conjugacion . . . . . . . . 75y76
— Cómo han de esplicarse las frases en que hace de imperso
nal........ . . . . 407 y 1100452
— Su sinláxis.............. ' 205-207
Hacer, su coujugacionun..................... . . . . . . . .. . . . . . 76
— [la de usarse en plural y no en singular en ciertas ‘locu
208 y us
Hácia, significado de esta preposicion 255
Hasta, usos de esta preposicion......... . . . . .. .253 y 25:1
Hasta de ahora y ¡insta de aquí son locu ones pr ales...... 525
Hasta no mas, significado de esta frase adverbial. . . . . . . . . . .
lieder, su conjugacion.............................
Helar, verbo impersonal é irregular. . . .
Hencltir, su conjugacion. . . . . . . . . . . . .
¡tender cómo se conjuga. 9.. . .
Bcñir, su conjugacion. . .. . . . . . . .
Herir de qué manera se conjuga
Herrar, su conjugacion... . . . . . . .
Hera/ir, cuál es su conjugacion
Híbridas (Palabras) cuáles son“
Bipérbaton
Hípermetríaqué
qué es en los versos. .. . .
Holqar, su
Hallar, su conjugacion..........................
conjugacion..........
Im ó in , partícula componente , sus significados. .
— No tiene
imperativo qué mas
modoquees dos
. . . . personas.
. 53, 470, 474 y A59
-—- Su sintaxis... . . . . . .. ..... 470
Importar cuándo es verbo impersonal .-- 85
lncensar, su conjugacion............. . 65
lncleflnidos (Tiempos) del subjuntivo c 52 Y 55
— Su sintaxis........................ 18049‘
Indicativo, deflnicion de este modo. . . . . . . . . . .
— Su s¡ntáxis............................
inferir, su conjugacion . . .
Infernar, su conjugacion.
Inílnitivo qué es . . . . . . . . .
— Su uso cn la oracion. . . . . ...
Infra, partícula componente, su valor.
ingerir, su conjugaclom.
lnquirir cómo se conjuga. . . . . . . . .
intentar, su conjugacion es regular . . . . . . . . . . .
Inter, partícula componente, su significado. . .
Inlerjecciones qué son , y sus significados ..
— Su sintáx¡s...............
interrogante (Oraciones de), su sintaxis. . . . . . . . . . . . .
Merendar, su conjugacion.......................................
Metros. Véase Versos. -
Mío. sinláxis de este posesivo. . . .
Modos del verbo Tue son y cuántos... . . .......... 50 y 54
— Su uso por o que toca á la sintaxis. 459-470
Monosílabo qué significa................ .
blolliznar
Moler, su ó molliznear es verbo impersonal. . . . . .
conjugacionn",
FIN.
.0
¿b
l‘
.—. .-—
TABLA.
Pdq.
Dela gramátlcaysu
ANALOGÍA.
Cari-r. l. De las letras y su pronunciacion. — Del silabeo y la lec
De tura.
las rtes de la oracion en general, y del nombre en
cu». ll. partlïililar. — De sus números y géneros. — De los ad—
De] etivos
los comparativos y superlativos.
. . . . . — De los aumentati— 40
Car. lll.
vos y diminutivos. — De los derivados. .— De los coni
uest0s......... 27
Cn. IV. De artículo y del pronoinbr k7
Cu». V. Del verbo. — De sus modos y tiempos. . . L9
CAP. Vl. De las conjugaciones de los verbos regulares. . . . . . . . 57
Car. Vll. De las conjugaciones de los verbos irregulares . . . . . . . . . 62
(In. VIH. Verbos que tienen una conjugaeion peculiar. . . . . . . . . . . 69
CAP. IX. Irregularidades de los verbos, tanto impersonales como
detectives, y de algunos participios pasivos .... . . . . : . . 85
CAP. X. De las partículas indeclinables, es decir, del adverbio ,
d_e la preposicion , de la conjuncion y de la interjcc
cion.................... un.................«..u.¡. 94
sm-rixis......................... 99
Cn. l. Del
Delrégimenyla
nombre en general........
concordancia........... . . . . . -. 400
Car. Il. 409
Del numero.............. 442
Delgénero....
Del .....
nombre considerado como sustantivo y adjetivo"... 443
445
Delosnumerales...... . . . . . . .... 426
De los comparativos y superlativos, y de las locuciones
de com aracion.................. 429
Car. Ill. De los ari culos. — Del indefinido” . . . . . . . . . 45.!
Del artículo definido“ .. 435
CAP. IV. Del pronombre.. . . . . . M5
Cn. V. Del verbo. . . 456
De las vozes. íbid.
De los modos. . 459
Del indicativo. . . 467
Del subjuntivo. . . 468
Del imperativo..................... 469
De los tiempos de indicativo. -- Del presente , y del pre
térito futuro absolutos" . . . . . ........... . . . . . . n... 470
Del ret rito coexislente.. . . . . . . . . . 472
Del turo condicional. . . . . . . . . . . . 475
Del futuro de sub'uiitiv0. .. . . . . . . . . . 475
Del futuro condicional de subjuntivo... . . . . . . .. . . . . . . .. 479
XL TABLA.
Del indefinido ahsolulo................................ IU)
Del indefinido condicional" . ISS
Del futuro de imperativo. . . . . . 18A
De los tiempos compuestosm...” 485
De los verbos determinante y determinado 489
De los verbos ser y estar. . . . 24 o
De los verbos haber y tenen. . . . . . . . . . . ...... . . . 205
De los verbos impersonales , de los neutros y lol rec:
procos. . . . . . . . . . . . . 207
De las frases para negar , preguntar y esclamar. ..
Car. VI. Del adverbio y las frases adverbiales . . . . . . . . . . . . .
CAP. Vil. De la preposicion. . . .
De la preposicion acerca
d.... de...
De la preposicion ante .
De la preposicion bajo.
De la preposicion com‘. .
De la preposicion contra. .
De la preposicion de. . . . . . . .
De la preposicion desde.
De la preposicion en. . . . . . . .
De la preposicion entre. .. ..
De la preposicion hanna...
Inicia" .
De la preposicion para.. . . . .
De la preposicion por. . . . .
De la preposicion segun.
De la preposicion sin.
De la preposicion so. . . .
De la preposicion sobre... '
De la reposicion 262
Lista e los nombres, verbos y adverbios, en que puede
gcurrir alguna duda respecto de la preposicion que pi
Sinláxis de las preposiciones” . . . . . . . .
Cn. VIII. De las conjuncnones é imerjeccíones“
CAP. IX. Dcl ieuguaje castellano acluaL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33A
Cu. X. De los arcausmos en los nombres y en la conjugacion de
l0sverh0s........... . . . . 3-59
OnTOGnAPiA........................ 351
Letras del a|rabelo que ueden ofrecer ¡[gunz dificultad. . . . . . . . . . . . 355
De la parlicion de las sí abas y la separaclon de las palabras. 565
Delapuntüacion . . . . . '. 3m:
Dehacenlüacion. . . . . . . . . 577
Reformas que convendria adoptar...................... . . . . . . . . .. s35
Listas de las abreviaturas mas usuales en las impresiones moderna: y
eu lo 586
nosonn.
Delacanlidad yol 590
Del consonaule , del nsonanle y del verso libre. . . . 595
De las distintas especies de verw................... .. 598
De las composiciones poéticas cortas de mayor uso. . . . . . . . A06
De las licencias N6
NOTAS.
A Mi opinion ¡obre nuestro lcalro antiguo" ..................... A35
TABLA. XLI
Razones
pronombre
por que
0110..
pretenden
.... unos que le debe ser el acusativo de H1
él, otros ue lo, y yo, que ha de seguirse un término medio. . N5
In Los verbos acer y parecer deben ir al plural en ciertas locucio
nes en que algunos los usan en el singular" . .. .... N7
En España nunca se ha mirado como un distintivo de la nobleza
de los apellidos el que los preceda la preposicion de. . . . . . . . . . N8
No es peculiar dc los ingleses. sino que sucede tambien en nues
tra lengua, que muchos verbos varían de significado en virtud
dela prcápostcion que se lesjunta..."...................... M9
Sobre los ¡versos sistemas de acentñar las palabras que termi
nanpordosvocales.............. . . . . . ..íbid.
Fundamentos que hai para unir la r que se halla entre dos voca
les, á la vocal que la precede............................... WI
Autores que he consultado sobre la cantidad y el acento de las sí
labas.............. . . . . íbid.
No debe admitirse ccsura alguna en nuestro endecasílabo, y ob
servaciones sobre su acentüacion..._........................ A5!
Por qué los poetas andaluzes confunden la c con la a mas que los
valencianos............................................... A56
iamcn
alfabético de las cosas mas notables de esta Gramática. . ..... . «cn A51
ala“