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CARRERA PROFESIONAL:

DERECHO

CURSO:
DERECHO DE FAMILIA Y SUCESIONES

TEMA:
“HIJO ALIMENTISTA”

ALUMNA:
MARYORIE CYNTHIA YAGUA MEZA

DOCENTE:
NILDA LIDIA JUAREZ VALDIVIA

AREQUIPA – PERÚ
2019

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INDICE

PRESENTACIÓN ......................................................................................................................................... 4

HIJOS ALIMENTISTAS ............................................................................................................................. 6

1. GENERALIDADES ......................................................................................................................... 6

2. CONCEPTO ..................................................................................................................................... 7

3. LA IGUALDAD EN EL TRATAMIENTO DE LOS HIJOS ....................................................... 8

4. ACCIÓN ALIMENTARIA.............................................................................................................. 9

5. PROBANZA.................................................................................................................................... 11

TRATO CARNAL CON PERSONA DISTINTA DEL PRESUNTO .......................................... 12

IMPOSIBILIDAD DE ACCESO CARNAL CON EL .................................................................. 12

6. EXTINCIÓN ................................................................................................................................... 13

7. EFECTOS JURÍDICOS ................................................................................................................ 13

8. COMPETENCIA DEL PROCESO DE CESE DE ALIMENTOS DEL HIJO ALIMENTISTA


14

9. LA PRETENSIÓN DE ALIMENTOS DEL HIJO EXTRAMATRIMONIAL, CUYA


PATERNIDAD NO ESTÁ DETERMINADA, EN EL DERECHO COMPARADO ............................ 16

10. EL HIJO ALIMENTISTA, “CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA” ....................... 19

CASUÍSTICA .............................................................................................................................................. 21

JURISPRUDENCIA ................................................................................................................................... 24

1. SI EL OBLIGADO ACREDITA QUE NO ES EL PADRE BIOLÓGICO DEL HIJO


ALIMENTISTA ¿Puede dejar de brindarle alimentos? .......................................................................... 24

2. SI EN UN PROCESO DE HIJO ALIMENTISTA LA MADRE DEMANDANTE SE


DESISTE DE LA PRUEBA DE ADN ¿Se puede ordenar esta de oficio? .............................................. 26

3. EN LOS CASOS DE HIJO ALIMENTISTA ¿DEBEN ACREDITARSE RIGUROSAMENTE


LAS RELACIONES SEXUALES HABIDAS DURANTE LA ÉPOCA DE LA CONCEPCIÓN? ..... 29

4. HIJO ALIMENTISTA - ¿SE ENTIENDE RECONOCIDO UN HIJO AL ACEPTARSE QUE


SE EMBARAZÓ A LA MADRE? ............................................................................................................. 30

5. SI EL HIJO ALIMENTISTA CONTINÚA SATISFACTORIAMENTE ESTUDIOS


SUPERIORES. ¿Subsiste la obligación alimentaria? .............................................................................. 32

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA ................................................................................................ 34

MODELO DE ESCRITO DE DEMANDA DE ALIMENTOS ............................................................... 36

CONCLUSIONES ....................................................................................................................................... 39

2
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................................... 40

3
PRESENTACIÓN

El ordenamiento jurídico de un país no puede ignorar las relaciones personales, pero tampoco puede
gobernar en detalle todos los sucesos de la vida íntima y cotidiana del núcleo doméstico, por eso, sólo
establece normas generales sobre la materia.

El presente trabajo, ofrece una visión integral de la figura jurídica del “hijo alimentista” que se encuentra
regulado por el artículo 415º del Código Civil; tema de gran interés tanto para estudiantes como para
operadores del sistema jurídico, por cuanto el término “hijo alimentista” es confuso, equívoco, pues no
se trata legalmente de un hijo, ya que no ha habido reconocimiento ni declaración judicial de paternidad,
sino que se presume filiación pero sólo con efectos alimentarios, obligándose al varón que tuvo trato
sexual con su madre en la época de la concepción, a alimentar a este extramatrimonial puramente
alimentista.

Por lo tanto, la naturaleza del trabajo tiene la finalidad de aclarar la figura jurídica del “hijo alimentista”,
abarcando todo lo concerniente a este, incluyendo además diversas jurisprudencias que permitirán un
mejor entendimiento del tema, esperando que colme las expectativas de la responsable de la cátedra.

Arequipa, julio de 2019

4
El presente trabajo está dedicado

a mis padres, en agradecimiento a

su apoyo incondicional.

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HIJOS ALIMENTISTAS

1. GENERALIDADES

El actual tratamiento legislativo de la acción de reclamación de la paternidad extramatrimonial determina que esta procede
solo en los casos taxativamente contemplados en la ley, no obstante la vigente regulación de la causal de acreditación del
vínculo parental a que se refiere el inciso 6 del artículo 402 del Código Civil. Siendo que esta última causal se sustenta
en la actuación de la prueba del ADN u otras pruebas genéticas o científicas con igual o mayor grado de certeza, es posible
que ellas no se puedan actuar por diversas razones; Sobre este punto, se puede decir que “la previsión del legislador” es
siempre más pobre que la realidad, ya que existen numerosos casos marginados que no han sido acogidos por la ley y
menos pueden ser encajados en la misma, como el de la empleada del hogar vejada y embarazada por el patrón o por los
hijos de éste, la mujer que accedió al trato sexual bajo la falsa promesa de matrimonio, el de la enamorada embarazada y
abandonada por el presunto padre, las relaciones extramatrimoniales que mantiene el casado con su amante, etc.; Todos
estos casos, no encuentran una respuesta en la ley para la determinación de la filiación.

Sin embargo y siguiendo los sistemas legislativos que combinan los criterios prohibidos y permisivos para la investigación
de la paternidad extramatrimonial, para los casos indicados y, en general, para cualquier supuesto de hecho que no encaje
en la previsión legal del artículo 402 del Código Civil, se contempla una simple acción a efectos de alimentos, fundada en
la posibilidad de la paternidad; esto es, sobre la base de una presunción relativa de paternidad para solo los efectos
alimentarios. Vale decir, fuera de los supuestos excepcionales de investigación judicial de la paternidad, se permite al hijo
extramatrimonial reclamar una pensión de alimentos –que se regula de acuerdo con los criterios establecidos en el artículo
481 del Código Civil: considerando las necesidades de quien los pide y las posibilidades de quien debe darlos– al varón
que ha tenido relaciones sexuales con su madre, durante el periodo legal de la concepción; pensión que estará vigente
hasta la edad de 18 años cumplidos, pudiendo subsistir si llegado a su mayoría no puede proveer a su subsistencia por
incapacidad física o mental (artículo 415 del Código Civil). Se trata, entonces, de un hijo extramatrimonial cuya paternidad
no ha sido reconocida ni declarada judicialmente.

Al respecto, la Corte Suprema ha determinado el sentido del artículo 415 del Código Civil. Así:

“Consecuentemente, la correcta interpretación de la norma citada es que el pago de alimentos, en el caso de hijos
extramatrimoniales tiene como finalidad evitar que los hijos no reconocidos voluntariamente queden en estado de
indefensión al no poder satisfacer sus necesidades económicas, debiendo asumir tal responsabilidad el que ha
mantenido relaciones sexuales con la madre en la época de la concepción. En todo caso, la aplicación de la prueba
genética u otra de validez científica de igual o mayor grado de certeza deviene potestativa al demandado, cuando
se escolta la demanda con elementos probatorios que hagan presumir su paternidad y no necesariamente la certeza
de una relación sexual; determinación que no implica desconocer definitivamente el derecho que por otra vía
puede corresponderle a la actora en representación del alimentista”.

La denominación de "hijo alimentista" en opinión de Arias-Schreiber, es poco acertada. Refiere que se trata de un
término equívoco ya que parte del error de denominar “hijos” a quienes en realidad no lo son, por eso también Varsi
Rospigliosi y Miranda Canales estiman que se trata más bien de un acreedor alimenticio.

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Por estas razones se ha planteado la necesidad de crear la figura del "hijo alimentista", surgiendo sobre el particular
hasta tres planteamientos:

a) El conservador.- Sustenta que esta figura jurídica debe permanecer tal corno se halla regulado en el
Código Civil por su gran utilidad para los hijos no reconocidos ni declarados judicialmente.

b) El innovador o radical.- Que propone derogar todo el capítulo del epígrafe por considerarlo obsoleto
(opinión de la Sub Comisión de Familia).

c) El moderado.- sostiene que la figura debe conservarse hasta que llegue el momento que sea pertinente
suprimirlo, planteamiento que compartimos con Arias-Schreiber.

En efecto, este capítulo de los hijos alimentistas deberá desaparecer a futuro en la medida que se vayan aplicando
las pruebas del ADN u otras de validez científica y, desde luego, siempre que se abarate su costo.

En nuestro país las normas del Código Civil en esta materia se inspiran en los artículos 367, 381, 382 y 386 del Código
Civil de 1936. Luego, en el Código Civil actual en el artículo 415 y siguientes, el que ha sufrido una modificación
significativa por Ley N° 27048 de 06.01.99 que permite la aplicación de las pruebas genéticas u otra de validez
científica. A ello se suma otra modificatoria por virtud del artículo 5º de la Ley N° 28439 de 28.12.04, que agrega el
cese de la obligación alimentaría si se comprueba que no es el padre.

2. CONCEPTO

Algunos autores los llaman “hijos puramente alimentistas”. Son los hijos extramatrimoniales no reconocidos
voluntariamente por sus padres, ni declarados judicialmente, pero que pueden reclamar una pensión alimentaría que
disfrutarán hasta los dieciocho años, de quien tuvo relaciones sexuales con la madre durante la época de la
concepción.

Se trata, luego, de hijos legalmente sin padres, por consiguiente, no llevan sus apellidos, no tienen amparo de la
patria potestad, no poseen derechos sucesorios y, sin embargo, la ley no desconoce su derecho a sobrevivir, razón
por la cual les reconoce una pensión alimentaria por el estado de necesidad en que se hallan.

El notable tratadista Cornejo Chávez, expresa, que es el hijo extramatrimonial no reconocido ni declarado por su
padre, pero a quien debe pasar una pensión alimenticia hasta cierta edad el varón que hubiera mantenido relaciones
sexuales con la madre en la época de la concepción. Entonces, no es como su nombre pareciera sugerirlo de que
todo hijo tiene derecho a alimentos, pues entonces todos lo serían en tanto se hallen en estado de necesidad.

En este sentido, afirma Fernández Clérigo, que "por regla general todas las legislaciones, pese a errores y lagunas
que siempre se encuentran y de los que no pueden librarse las obras humanas por escrupulosas que sean, conceden
a los hijos extramatrimoniales, que no pueden ser reconocidos ni declarados, respecto de los padres, un derecho de
alimentos, cuando por la edad u otras circunstancias aquéllos los necesiten, y al sólo efecto de la concesión de esa
pensión alimenticia que la ley otorga".

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3. LA IGUALDAD EN EL TRATAMIENTO DE LOS HIJOS

El Código Civil de 1936 hacía una diferencia entre los hijos por su origen, así, eran considerados legítimos aquellos
nacidos durante el matrimonio o dentro de los 300 días siguientes a su disolución (artículo 299), e ilegítimos aquellos
nacidos fuera del matrimonio (artículo 348).

Posteriormente, nuestra Constitución Política de 1979 superó esta diferencia que se hacía entre los hijos, al establecer
en su artículo seis que todos los hijos tenían iguales derechos, prohibiéndose toda mención sobre el estado civil de
los padres y la naturaleza de la filiación de los hijos en los registros civiles y en cualquier documento de identidad.

En este mismo sentido se pronuncia nuestra actual Constitución


al señalar en su artículo seis tercer párrafo que todos los hijos
tienen iguales derechos y deberes, agregando que está prohibida
toda mención sobre el estado civil de los padres y sobre la
naturaleza de la filiación en los registros civiles y en cualquier
otro documento de identidad.

Este articulado no hace sino ir acorde con lo


establecido en las Declaraciones Internacionales sobre Derechos
Humanos suscritos por nuestro país que prohíben toda forma de
discriminación. Así, la Declaración Universal de los Derechos
Humanos en su artículo 2 inciso 1) señala que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en
dicha Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

De igual modo se pronuncia la Convención Americana sobre Derechos Humanos al disponer en su artículo 24 que
todas las personas son iguales ante la ley, en consecuencia, tienen derecho sin discriminación a igual protección de
la ley.

Sobre la conceptualización de la igualdad el Tribunal Constitucional en la Sentencia del 26 de marzo de 2003 recaída
en el Expediente Nº 261-2003-AA/TC ha señalado que la igualdad debe percibirse como un principio rector de la
organización y actuación del Estado y como un derecho fundamental de la persona, y es en este sentido que implica
“el reconocimiento de la existencia de una facultad o atribución conformante del patrimonio jurídico de una persona,
derivada de su naturaleza, que consiste en ser tratada igual que los demás en relación a hechos, situaciones o
acontecimientos coincidentes; por ende, como tal deviene en el derecho subjetivo de obtener un trato igual y de
evitar los privilegios y las desigualdades arbitrarias”.

Señala además el Tribunal Constitucional que dicho derecho instala a las personas situadas en idéntica condición en
un plano de equivalencia, por ello no se pueden establecer excepciones o privilegios que excluyan a una persona de
los derechos que se le conceden a otra en paridad sincrónica o por concurrencia de razones.

Por lo expuesto es que no deben existir en nuestra legislación normas discriminatorias, sino por el contrario normas
que permitan un igual tratamiento a las personas que se encuentren en igualdad de situaciones.

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En el caso que nos ocupa, si bien el Código Civil no se ha colocado en el supuesto del hijo alimentista que siga una
profesión u oficio con éxito y solo prescribe que aquel tiene derecho a los alimentos hasta los 18 años de edad, a
diferencia de los hijos reconocidos a quienes sí se les considera tal derecho.

Los alcances de la igualdad de los derechos se reflejan en:

El tercer párrafo del Art. 6º de la Constitución Política del Perú, referida al alcance igualitario de derechos entre
los hijos que tienen filiación establecida con sus padres (matrimonial o extramatrimonialmente), más no es de
aplicación dicho principio de igualdad a los denominados “hijos alimentistas”.

*CAS. Nº 870-06-Puno, Corte Suprema.

¿Cuál es la diferencia en el tratamiento legal entre un hijo con vínculo paterno-filial y un hijo alimentista?

Si bien, como ya se mencionó, el tercer párrafo del artículo seis de la Constitución Política del Estado señala que todos
los hijos tienen iguales deberes y derechos, tratándose de derecho de alimentos existe diferencia entre aquellos hijos
extramatrimoniales que tienen relación paterno filial de aquellos que no tienen filiación con el presunto padre, como
son los denominados hijos puramente alimentistas, con quienes solo mantienen una obligación pecuniaria.

Al respecto la Corte Suprema, menciona:

“Sostener una completa igualdad entre los hijos cuyo vínculo paternal se encuentra establecido, con los hijos cuya
paternidad no ha sido reconocida ni declarada judicialmente, significaría admitir que el obligado en este último
caso tiene la calidad de “padre” y que por tanto, además de alimentos, el alimentista también puede reclamar
herencia y otros derechos, lo que evidentemente no refleja la voluntad objetiva de la norma constitucional. En este
sentido, al hijo no reconocido ni declarado solo le corresponden alimentos hasta los dieciocho años de edad, salvo
que acredite incapacidad física o mental”.

(Cas. Nº 870-06-Puno. Lima, 04/10/2006).

4. ACCIÓN ALIMENTARIA

a) NOCIÓN Y FUNDAMENTO.- El artículo 415, modificado por el numeral 2° de la Ley N° 27048,


dispone que, fuera de los casos del artículo 402, el hijo extramatrimonial sólo puede reclamar del que
ha tenido relaciones sexuales con la madre durante la época de la concepción una pensión alimenticia
hasta la edad de los dieciocho años. La pensión continúa vigente si el hijo, llegado a la mayoría de
edad, no puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o mental. El demandado podrá solicitar
la aplicación de la prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza. Si
éstas dieran resultado negativo, quedará exento de lo dispuesto en este artículo.

La Ley N° 28439 agrega lo siguiente: "Asimismo, podrá accionar ante el mismo juzgado que conoció
del proceso de alimentos el cese de la obligación alimentaria si comprueba a través de una prueba
genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza que no es el padre". La
modificatoria llena un vacío, puesto que el deudor alimentario al probar que no es el padre no tenía

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derecho para exigir el cese de la obligación alimentaria, como ahora ya se le reconoce.

La acción alimentaria del hijo no reconocido ni declarado por su padre se funda en el derecho a la vida
que tiene todo ser humano por el hecho de serlo. En tal sentido, alguien habrá de proveer a la subsistencia
de ese hijo sin familia y privado del status jurídico familiar y, ese alguien, en opinión del autor
mencionado "no puede ser otro que aquél a quien, no con certeza y ni siquiera con vehemente
verosimilitud o probabilidad, mas sí con razonable posibilidad, puede reputarse como el progenitor.

b) CARÁCTERES DE LA ACCIÓN ALÍMENTARIA. - El artículo 415, sobre este particular, destaca


las notas distintivas siguientes:

Consagra una presunción de paternidad sólo para efectos alimentarios, que puede ser destruida por el
presunto padre.

Sólo acuerda al hijo un derecho frente al alegado padre y no frente a la madre, por tanto no puede hacerse
valer contra los ascendientes ni descendientes en la línea paterna.

Exige acreditar el hecho de la relación sexual entre, el demandado y la madre del actor en época
contemporánea a la concepción.

La sentencia que fija alimentos para el acreedor alimentista no constituye prueba de paternidad
extramatrimonial.

Permite la aplicación de pruebas genéticas u otras de validez científica para descartar la paternidad, lo
que constituye un gran avance.

Si estas pruebas dieran resultado negativo el presunto padre quedará exento de lo dispuesto en el
artículo 415 antes mencionado.

Asimismo, podrá accionar ante el juzgado que conoció del proceso de alimentos el cese de la obligación
alimentaría si comprueba a través de una prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor
grado de certeza que no es el padre.

c) TITULARES DE LA ACCIÓN.- La acción por mandato del artículo 417 corresponde al hijo
alimentista no reconocido ni declarado por su padre, por tanto, es una acción personal.

No obstante ello, esta acción puede ejercitarse por medio de un representante legal (madre) y se la dirige
contra el presunto padre o sus herederos. Los herederos, sin embargo, de conformidad con el artículo
480 del Código Civil no tienen la obligación de pagar al hijo más de lo que habría recibido como heredero
si hubiese sido reconocido o judicialmente declarado

Se advierte que los herederos sólo asumen la responsabilidad de cumplir con el pago de la pensión de alimentos, pero
no la obligación en sí misma. Esa responsabilidad gravitará sobre la herencia del causante sin alcanzar a los bienes
de los herederos y afectará la porción disponible hasta donde fuera necesario para cumplirla, con lo cual, se conserva
intacta la legítima de aquellos herederos forzosos. (728 del CC)

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Así, por ejemplo, si el causante tuviese cónyuge y 2 hijos reconocidos, para efectos de determinar la parte afectada de la
porción disponible se deberá considerar al hijo alimentista como un “heredero”. En este supuesto el causante tendría cuatro
herederos. Siendo así, de la porción disponible – considerada como un todo– solo se destinará para el cumplimiento de
esa obligación alimentaria un cuarto de la misma.

Apréciese que la responsabilidad de pago de la pensión de alimentos se cumplirá hasta agotar la parte afectada de la
porción disponible de la herencia o hasta que el alimentista alcance la mayoría de edad, lo que ocurra primero.

5. PROBANZA

a) PRUEBA DE LAS RELACIONES SEXUALES. -

La probanza de las relaciones sexuales no podrá obtenerse más que de una manera indirecta y de
acuerdo a las circunstancias de cada caso. La posibilidad de la directa acreditación consistirá en su
filmación o grabación; pero la carga probatoria se centrará en demostrar los indicios que en su conjunto
adquieran significación y conduzcan al Juez de Familia a la certeza de su comisión. Sin duda no bastará
la partida de nacimiento del hijo en la que aparezca mencionado el varón demandado corno padre del
titular de ese documento público.

“La probanza para los fines de la filiación debe ser contundente, lo que no debe ocurrir tratándose
de los alimentos para un hijo alimentista. La propia naturaleza de los hechos hace difícil acreditar
objetivamente las relaciones íntimas que hubiera mantenido la madre con la persona contra quien
se reclama los alimentos, razón por la cual se tiene que recurrir a indicios y a presunciones para
llegar a la conclusión determinante sobre las relaciones imputadas”

La admisión expresa o tácita de haber sostenido relaciones sexuales, de carácter habitual y notorio de la relación de
pareja, la seducción de la madre por promesa de matrimonio, por maniobras fraudulentas o abuso de autoridad, entre
otros, son algunos de los hechos que requieren ser probadas para demostrar la existencia de las relaciones sexuales,
por eso se dice que la obligación de prestar alimentos para el hijo alimentista no deriva de la certeza de la paternidad,
sino de la existencia de presuntas relaciones sexuales en la época de la concepción.

Debe destacarse que la mención del demandado en la partida de nacimiento del menor alimentista no constituye un
medio probatorio que acredite las relaciones sexuales. Así lo ha precisado la Corte Suprema:

“Que para la probanza de las relaciones sexuales no debe tenerse en cuenta la partida de
nacimiento de la menor alimentista, por más que aparezca en forma clara e inequívoca el
nombre del demandado como presunto padre de dicha menor, y a pesar de no haber solicitado
aquel la exclusión de su nombre, así la menor llevara sus apellidos durante años”.

Igualmente y en atención a la sanción prevista en el artículo 392 del Código Civil de tener por no puesta la mención
de quien no efectúa el reconocimiento, es irrelevante que en la partida de nacimiento se haya consignado como
presunto padre a otra persona distinta del demandado.

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Cabe mencionar también que, ante la negativa del demandado de someterse a algunas de las pruebas, luego de haber sido
debidamente notificado bajo apercibimiento, hasta por dos veces, el juez, después de evaluar dicha negativa, las pruebas
presentadas y su conducta procesal, resolverá declarando la paternidad o al hijo como alimentista; es decir, declara la
filiación o le otorga una petición alimenticia al llamado “alimentista

Los Códigos más recientes han descartado definitivamente el principio de la presunción de


paternidad para dar curso al empleo de las pruebas biológicas u otras de validez científica
con igual o mayor grado de certeza, que tienen hoy en día mayor contundencia en la
determinación de la paternidad no matrimonial. Nuestro Código con la modificatoria por Ley
N° 27048, se establece que el demandado podrá solicitar la aplicación de la prueba genética
u otras de validez científica con igual o mayor grado de certeza. Si éstas dieran resultado
negativo, quedará exento de lo dispuesto en este artículo. Así, el Código se pone a la altura
de los tiempos cuando admite estas pruebas.

b) PRUEBAS SOBRE LA CONDUCTA DE LA MADRE.- La presunción iuris tantum mencionada


podía ser destruida por el alegado padre si acreditaba que durante la época de la concepción la madre
tuvo:

CONDUCTA NOTORIAMENTE DESARREGLADA.- Esto es, si la madre tanto en


su vida pública como privada muestra conducta que se caracteriza por su entrega a la sensualidad
y los placeres mundanales en forma notoria que no condice con los dictados del honor y la
dignidad, la moral y las buenas costumbres. La ley no sólo exige conducta desarreglada, sino que
sea notoriamente desarreglada

TRATO CARNAL CON PERSONA DISTINTA DEL PRESUNTO

PADRE.- Vale decir, relaciones sexuales con varias personas, donde la habitualidad es una de
sus características fundamentales, por tanto, no puede -de manera inequívoca- imputarse la
paternidad a una sola persona.

IMPOSIBILIDAD DE ACCESO CARNAL CON EL

DEMANDADO.- La acción es improcedente si durante la misma época fue manifiestamente


imposible al demandado tener acceso carnal con la madre, sea porque estuvo privado de la
libertad, por encontrarse de viaje, enfermedad grave u otra causa semejante.

Conviene precisar que la conducta de la madre debe haber sido notoriamente desarreglada, que la misma haya
mantenido pluralidad de cópulas con personas distintas y que la imposibilidad del demandado para tener acceso
carnal con la madre sea manifiesta. Sólo en esos casos podía enervarse el derecho alimentario del hijo alimentista.
Sin embargo, la Ley N° 27048 ha derogado el artículo 416 del Código Civil, el que permitía al demandado
invocar la exceptio plurium concubentium, por el que se alegaba la conducta notoriamente desarreglada de la
madre o el trato carnal que ella haya mantenido con otras personas o la imposibilidad de que el demandado haya

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tenido trato sexual con la madre; empero, esta derogatoria no impedirá que los demandados en estos procesos
invoquen esos mismos hechos como medios de defensa de su parte, hechos que deberán ser apreciados por el
juez de acuerdo con el principio de la multiplicidad de las pruebas y la unidad del tema probandi.

6. EXTINCIÓN

El derecho alimentario del hijo extramatrimonial no reconocido ni declarado por su padre se extingue por las
siguientes causales:

a) Por llegar el alimentista a la edad de dieciocho años, salvo que el hijo no se encuentre en condiciones de
proveer a su subsistencia por incapacidad física o mental, en cuyo caso, la pensión alimenticia continuará
vigente mientras dure tal incapacidad.

b) Por muerte del obligado o alimentante, sin embargo, muerto éste, su herencia deberá seguir soportando la
carga de los alimentos por un monto no mayor a la herencia que hubiera recibido el hijo de haber sido
reconocido o declarado.

c) Por muerte del alimentista, en cuyo caso, sus herederos están obligados a pagar los gastos de los
funerales. (415, 486 y 728)

7. EFECTOS JURÍDICOS

La condición del hijo alimentista genera consecuencias jurídicas de trascendencia que es necesario señalar:

a) DERECHO A UNA PENSIÓN ALIMENTARIA.- Como se tiene


mencionado el acreedor alimentista puede reclamarlo hasta los 18
años de edad, sin embargo dicha pensión continua vigente si el hijo
referido no puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o
mental.

Al respecto la Corte Suprema señala:

La pensión alimenticia debe ser graduada según las particularidades del alimentante y de la alimentista;
esto es, que la menor no se encuentra en aptitud de atender por sí misma su subsistencia y que el
demandado es casado y tiene un hijo de corta edad

(Exp. Nº 452-98. Lima, 18/10/99).

“(...) Debe tenerse presente las necesidades de los alimentistas, y, en ese sentido la pensión alimenticia ha
de guardar la proporción debida (...)”

(Exp. Nº 3356-95-Lima, 26/03/97).

b) MPEDIMENTO PARA CONTRAER MATRIMONIO.- Precisamente el inciso primero del artículo


242º expresa que el fallo que condena al pago de alimentos en favor del hijo extramatrimonial no

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reconocido ni declarado judicialmente produce también el impedimento matrimonial. Sin duda, tiene su
fundamento en la necesidad de prevenir matrimonios incestuosos aun cuando parezca que el hijo no tuviera
progenitores, pero el hecho de que el presunto padre tuvo relaciones sexuales con la madre en la época de
la concepción, ya es un indicio para conjeturar que es hijo suyo.

c) LIMITACIÓN DE OBLIGACIÓN ALIMENTARIA ENTRE PADRE E HIJO ALIMENTISTA.-


Según el artículo 480º la obligación de alimentarse que tiene un padre y su hijo extramatrimonial no
reconocido ni declarado, conforme a lo dispuesto en el artículo 415º, no se extiende a los descendientes y
ascendientes de la línea paterna.

Por el contrario, ellos –los herederos– solo asumen la responsabilidad de


cumplir con el pago de la pensión de alimentos, pero no la obligación en sí
misma. Esa responsabilidad gravitará sobre la herencia del causante –sin
alcanzar a los bienes de los herederos– y afectará la porción disponible hasta
donde fuera necesario para cumplirla (artículo 728 del Código Civil); con lo
cual, se conserva intacta la legítima de aquellos herederos forzosos.

d) PENSIÓN ALIMENTICIA Y GRAVAMEN SOBRE LA PORCIÓN DISPONIBLE.- Según el


artículo 728º, si el testador estuviese obligado al pago de una pensión alimenticia conforme al artículo 415º,
la porción disponible quedará gravada hasta donde fuera necesario para cumplirla

8. COMPETENCIA DEL PROCESO DE CESE DE ALIMENTOS DEL HIJO


ALIMENTISTA

La contundencia de las pruebas biológicas, como la prueba de ADN, ha marcado el camino para que la verdad
biológica prime sobre la verdad formal que se sustenta en desfasadas presunciones. Prueba de ello lo constituyen
las modificaciones al libro de familia del Código Civil en los últimos años que han incluido a las pruebas biológicas
u otras de validez científica con igual o mayor grado de certeza, dejando de lado las presunciones.

En el tema de alimentos, la figura del hijo alimentista descansa sobre el hecho de que la madre haya tenido relaciones
sexuales con un hombre durante la época de la concepción para que sea indicativo de paternidad (ya que puede ser
cierto que sea el padre como que no). Es solo un indicativo, un hecho que se tiene por cierto, salvo que se acredite
que no es así. En efecto, la solicitud de la aplicación de las pruebas biocientíficas constituye un medio de defensa
para el sujeto demandado al pago de una pensión alimenticia por el referido supuesto.

Si se comprueba a través de una prueba genética y otra de validez científica que el demandado no es el padre, este
podrá demandar el cese de la obligación alimentaria ante el mismo juzgado que conoció el proceso de alimentos
(artículo 415. del. CC).

Según se desprende del artículo 415 del Código Civil, la solicitud de las pruebas biológicas puede ser ofrecida en
dos momentos:

Cuando por vez primera se demande la pensión alimenticia en mérito de la figura del hijo alimentista.
En caso el resultado de la prueba resulte negativo, se configura un supuesto de exoneración del pago

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de alimentos.

Cuando el ya obligado a prestar alimentos (en mérito a la figura del hijo alimentista) accione ante
el mismo juzgado que conoció el proceso de alimentos acreditando que no es el padre a través de
las pruebas biológicas. En este caso, si el resultado de las pruebas es negativo, se configura el cese
de la obligación alimentaria.

Es decir, mientras que en la primera parte se indica expresamente que el hijo extramatrimonial reclama una pensión
alimenticia del que ha tenido relaciones sexuales con la madre durante la época de la concepción, pero si aquel a
quien se dirige la acción logra desvirtuar ser el padre, quedará exento de tal obligación. Se entiende que ello ocurre
durante el proceso de alimentos, pero debido a que el indicado artículo materia de modificación tiene estrecha
relación con el artículo 402 del C.C. el que prescribe pruebas de rigor científico, que el presunto padre acceda a
realizarse en el proceso de filiación; y demuestre así que el no es el progenitor del reclamante.

Si bien es cierto que el artículo en mención se ubica dentro de la estructura del CC, su naturaleza es de derecho
procesal y de manera idéntica sucede con el artículo 402 al contener pautas que deben regir el proceso de reclamo
de pensión alimenticia y filiación extramatrimonial, respectivamente.

El aludido artículo 415 del CC se refiere al hijo alimentista y nuevamente, se desliza el proceso de filiación
extramatrimonial atribuida al demandado; mas en este caso lo que ocurre es que aquel ha logrado desvirtuar tal
premisa, y por ello de una manera muy lógica, se le libera de la obligación de continuar prestándolos.

Es decir, mientras que en la primera parte se indica expresamente que el hijo extramatrimonial reclama una pensión
alimenticia del que ha tenido relaciones sexuales con la madre durante la época de la concepción, pero si aquel a
quien se dirige la acción logra desvirtuar ser el padre, quedará exento de tal obligación. Se entiende que ello ocurre
durante el proceso de alimentos, pero debido a que el indicado artículo materia de modificación tiene estrecha relación
con el artículo 402 del C.C. el que prescribe pruebas de rigor científico, que el presunto padre acceda a realizarse en
el proceso de filiación; y demuestre así que el no es el progenitor del reclamante.

Así la modificatoria en cuestión nos lleva al terreno de un proceso de alimentos que ya finalizó con una sentencia
favorable al reclamante, y que se viene ejecutando, por cuanto indica que el obligado podrá recurrir al mismo juzgado
que conoció del proceso de alimentos y solicitar el cese de la obligación alimentaría.

Además, es dicho juzgado a quien nuestro legislador le enviste de competencia para conocer este nuevo proceso.
Cabría además la posibilidad de que aquel que ha demostrado no tener vínculo alguno con el solicitante de alimentos,
peticione la devolución de los pagos por concepto de pensión efectuados, como incidente del mismo proceso de cese de
la obligación alimenticia. La. Llamamos así por cuanto este supuesto no se enmarca de manera alguna en el de
exoneración o extinción, ya que descansa en diferentes supuestos fácticos

15
9. LA PRETENSIÓN DE ALIMENTOS DEL HIJO EXTRAMATRIMONIAL, CUYA
PATERNIDAD NO ESTÁ DETERMINADA, EN EL DERECHO COMPARADO

La orientación seguida por el Derecho comparado revela el cuidado que evidencian las legislaciones para llegar a
una solución que permita, por un lado, que la madre y su hijo no matrimonial obtengan los alimentos, y también lo
necesario en la época de la gestación, alumbramiento y puerperio, por la vía más sumaria posible y, por otra parte,
evite la injusticia de que se pague alimentos provisionales mientras se sustancie el juicio respectivo que puede
conducir, en ocasiones después de largo lapso, a la comprobación de que no existe título alguno para consumirlos.

Sobre esa materia conviene tener presente lo que sigue:

a) EL SISTEMA BELGA.- Es ilustrativo el procedimiento acogido por el legislador belga. Se sabe que
cuando en Bélgica regía el Code Napoleón, la investigación de la paternidad hallábase solo permitida en
casos que importan o un reconocimiento – posesión de estado– o la comisión de un delito que se vincula
a la época de la concepción –rapto, privación de libertad, secuestro, violación de la madre–.
Prácticamente, pues, la investigación de la paternidad extramatrimonial resultaba vedada. Pero, ya la
Ley del 6 de abril de 1908 había otorgado al hijo no matrimonial una acción por alimentos que no resulta
declaratoria de filiación, contra quien tuvo relaciones sexuales con la madre durante el periodo legal de
la concepción. Es decir, que el condenado a prestar los alimentos no es, jurídicamente, padre del niño
no matrimonial. La acción de este último era, entonces, meramente creditoria, pero no de filiación. La
prueba que se debe aportar es, además, calificada: se debe probar las relaciones sexuales, por un lado;
por el otro, que se verificarán durante el periodo legal de la concepción. Pero tales hechos deben surgir
sobre la base de medios de pruebas limitados: la confesión escrita del demandado, o el carácter
notorio y habitual de las relaciones, o el atentado al pudor sin violencia sobre una mujer menor de
dieciocho años, o la seducción calificada de la madre.

La causal significativa es la relativa a la prueba de las relaciones sexuales mediante la comprobación del
carácter habitual y notorio de ellas, lo cual puede acaecer por medio de testigos. Sin embargo, la
mencionada Ley belga otorgó al demandado dos excepciones perentorias: la exceptio plurium y la
inconducta notoria, a parte de los demás medios de defensa.

El sistema del legislador belga se explicaba porque se vedaba, prácticamente, toda investigación de
paternidad no matrimonial. Pero la Ley francesa Nº 72-3, del 3 de enero de 1972, dejó a un lado tal
sistema legal.

b) EL SISTEMA FRANCÉS.- No está de más señalar que a comienzos del segundo decenio del siglo
pasado, la ley francesa, del 16 de noviembre de 1912, al modificiar el artículo 340 del Code Napoleón,
que prohibía la investigación de la paternidad no matrimonial, salvo en el caso de rapto inculpado a la
época legal de la concepción, permitió esa indagación en ciertos supuestos: rapto y violación, referidos
a la época de la concepción, seducción, confesión escrita, concubinato notorio o posesión de estado.
Esa acción debía intentársela, so pena de caducidad, dentro de los dos años que seguían al
alumbramiento, o bien, a la cesación del concubinato notorio o de los hechos que originaron una especie
de posesión de estado, que se concretaba en el mantenimiento y educación del niño en calidad de padre.

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Contra tal acción el demandado podía oponer estas excepciones perentorias: el plurium concubentium,
la inconducta notoria, o la imposibilidad física (por ausencia o por el efecto de algún accidente.

Es lógico, entonces, que ante ese sistema la acción por alimentos sufría las consecuencias de él: solo
habiéndose declarado la filiación procedía la condena respectiva. Sin embargo, la jurisprudencia,
anterior a la ley de 1912, había atenuado el rigor de esas conclusiones en el caso de seducción dolosa
de la madre y de promesa de sustentar al hijo no matrimonial (“natural”) que resultare de prueba por
escrito o de posesión de estado.

La ley francesa del 15 de julio de 1955, no solo admitió la acción de alimentos de los hijos “adulterinos”,
sino que amplió el concepto de las hipótesis de la idea de sanción (v. gr., en lo referente a la seducción
dolosa) y lo atinente a la materia probatoria.

Empero, es la ley del año 1972 la que brinda al Derecho francés una fisonomía jurídica que se acerca a
la idea de igualdad jurídica de las filiaciones.

c) EL SISTEMA ITALIANO.- El Código Civil italiano, cuyo libro I regía desde el 1 de Julio de 1939,
había establecido la obligación de alimentos del padre hacia el hijo “natural” y los descendientes
“legítimos” de él, aparte de los estrictamente necesarios para el nieto “natural” (artículo 435, derogado
por la ley del 19 de mayo de 1975). Pero, en este caso, la filiación “natural” debía ser legalmente
reconocida o declarada, a cuyo efecto se aplicaban los principios regulatorios de la paternidad y de la
maternidad “natural” (antiguos artículos 267 a 277).

El nuevo Derecho de Familia establecido en la Ley italiana Nº 151 del 19 de mayo de 1975, no solo
admite el reconocimiento del hijo no matrimonial aun cuando quien lo reconoce ya se hallaba unido
en matrimonio con otra persona a la época de la concepción (artículo 250), sino que prevé supuestos
de reconocimiento del hijo concebido con el impedimento matrimonial de parentesco en grado
prohibido, mediando buena fe de quien efectúa el reconocimiento (artículo 251). La investigación de
paternidad y maternidad de los hijos no matrimoniales es admitida en los casos en que el
reconocimiento de esa filiación resulta procedente, correspondiendo todo género de pruebas (artículo
269). La acción para la declaración judicial de la paternidad o maternidad exige una previa
admisibilidad, que se la aprehende así: “si concurren específicas circunstancias tales de tornar
verosímil (giustificata) la pretensión accionable deducida”. El procedimiento, entonces, subsigue
conforme a las reglas establecidas en el artículo 274. La filiación “incestuosa” aún admite la
investigación judicial si existió rapto o violencia carnal en la época que corresponde a la concepción
(artículo 278). Como se comprende, el examen probatorio previo para la admisión de la acción de
filiación no matrimonial, implica establecer si existe aquella “verosimilitud de los hechos”.

d) EL SISTEMA ALEMÁN.- El sistema del Derecho alemán, según el Código Civil que regía el 1° de
Enero de 1990, partió de una presunción: se reputa padre del hijo “natural” al que haya cohabitado con
la madre en la época de la concepción, a menos de que haya cohabitado otro en la misma época
(exceptio plurium). Esa presunción que había establecido el artículo 1717, BGB, caía cuando la
cohabitación o las relaciones sexuales, según las circunstancias, no ha hecho evidentemente posible que
la madre haya concebido el hijo en virtud de tales relaciones. La exceptio plurium no resultaba alegable

17
por quien había reconocido en un documento público su paternidad después del nacimiento del hijo
(artículo 1718, BGB).

El plurium concubentium partía sobre la base de que solo la paternidad verdadera constituye el
fundamento de la acción de alimentos; de lo contrario –se ha dicho– veríase al representante del menor
elegir por padre, entre los amantes de su madre, al más rico o más solvente.

Dicho Código Civil alemán establecía que los alimentos podían ser demandados por la madre, antes del
nacimiento del hijo, para que se condenara provisionalmente al presunto padre a pagar lo necesario que
requiriesen los gastos de alumbramiento y lolos de manutención de la madre, durante las 6 semanas
posteriores al parto, así como la pensión alimentaria que se debiera suministrar al hijo durante los tres
primeros meses (artículos 1715 y 1716, BGB). La acción de la madre, para que procediera, debía tender
a acreditar, prima facie, la paternidad del demandado, probando el embarazo, la fecha probable del
alumbramiento, y la época de las relaciones con el presunto padre. El tribunal debía tener en cuenta la
presunción legal ya indicada (artículo 1717, BGB), pero al demandado le asistía el derecho de oponer
la exceptio plurium concubentium.

Como se observa, el referido Código Civil alemán, si bien protegió altamente al hijo no matrimonial a
los fines de que el padre lo sustentare dentro de los límites legales (artículo 1708, BGB), así como a la
madre no matrimonial, no descuidó, aun en el procedimiento sumario tendiente a conseguir una decisión
provisional, de reglar los medios de defensa perentorios que al demandado le asisten en esa misma vía
sumaria, que se tramitaba oralmente. El demandado tenía la facultad de requerir la absolución de
posiciones por parte de la madre del presunto hijo no matrimonial de aquel.

e) EL SISTEMA SUIZO.- También, el legislador suizo ha organizado minuciosamente el procedimiento


en la materia, sea exigiendo que la acción de reconocimiento del hijo no matrimonial –aun cuando
tienda a obtener solo alimentos– se intente después del año del nacimiento, pudiendo deducírsela con
anterioridad a este último (artículos 308 y 309 del Código Civil suizo), sea presumiendo esa paternidad
cuando se prueba la cohabitación en la época de la concepción (artículo 314, 1ª parte, Código Civil
suizo), sea haciendo caer esta presunción cuando de los hechos se deduzcan dudas serias sobre la
paternidad del demandado (artículo 314, 2ª parte, Código Civil suizo), sea ordenando rechazar la acción
cuando la madre vivía, a la época de la concepción, en la inconducta (artículo 315). Pero los gastos del
alumbramiento y de manutención (artículo 317), así como la pensión alimentaria para el hijo, solo se
ordena satisfacerlos si la demanda es declarada fundada (artículo 319).

Sin embargo, si la paternidad del demandado aparece prima facie establecida (parait établie), puede el
juez, si la madre hállase en necesidad, condenarlo, aun antes de la sentencia, a dar caución por los gastos
presumibles del alumbramiento y por los de la manutención del hijo durante tres meses (artículo 321).
Se concluye, pues, que media prudente conducta del legislador suizo, que pondera todos los intereses en
juego, lo cual, sin embargo, hoy queda superado por un sistema legal como el nuestro que autoriza toda
especie de pruebas, incluídas las pruebas biológicas.

18
En la legislación comparada el uso de esta figura es poco frecuente en latinoamerica, ya que sólo se la ha encontrado
con el nombre de action á fins de subsides, instituida en los artículos 342 y siguientes del Código Civil chileno, a
quienes se los llama "hijos ilegítimos no reconocidos solemnemente". Sin embargo, siguiendo los sistemas
legislativos que combinan los criterios prohibidos y permisivos para la investigación de la paternidad
extramatrimonial, se contempla una simple acción de alimentos fundada en la posibilidad de la paternidad. Esta
situación busca brindar protección al menor, al hijo extramatrimonial que corre el riesgo de caer en el más absoluto
desamparo.

10. EL HIJO ALIMENTISTA, “CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”

La figura del hijo alimentista regulada en el artículo 415 del Código Civil, cada vez va perdiendo vigencia, pues
con el avance de la ciencia y su exactitud, es impensable que ahora el hijo extramatrimonial pretenda solo una
pensión alimenticia, que es lo único que se logrará conseguir en mérito de la institución del hijo alimentista, ya que
el legislador consideró que “si bien es inhumano privar a un inocente de los alimentos, tampoco es justo que una
persona que puede no ser el padre, tenga que asumir el sostenimiento del hijo con la misma amplitud que si fuera
un hijo matrimonial o extramatrimonial reconocido o declarado.

Sin duda alguna la denominación de “hijo alimentista” es una expresión desafortunada que a muchos lleva a la
equivocación. Como ya sabemos el hijo alimentista es aquel menor, fruto de una relación extramatrimonial, de quien
no se ha podido determinar plenamente su paternidad por no encontrarse en alguno de los cinco primeros incisos
del artículo 402 del CC, por lo que solo se le otorga una pensión alimenticia por parte de quien mantuvo relaciones
sexuales con la madre de aquel al tiempo de la concepción; es solo, como diría Varsi Rospigliosi, un “acreedor
alimentario”, por lo que este mal llamado “hijo” no tiene “ningún otro derecho propio de la filiación legalmente
establecida”.

Como vemos, esta figura nace de la duda de no saber con certeza quién es el
padre de un menor, así está establecido en el artículo 415 del Código Civil;
posteriormente, al promulgarse la Ley N° 27048, esta figura se hizo presente
en el inciso 6 del artículo 402 del C.C. como una de las consecuencias de la
negativa del demandado a someterse a la prueba de ADN, ante lo cual la
doctrina respondió que “la salida legal de declarar al hijo como alimentista (…)
no es la más adecuada, pues teniendo las pruebas de ADN, esa figura no debiera
existir en nuestro ordenamiento civil ya que se presume la paternidad de aquel
que tuvo relaciones sexuales con la madre en la época de la concepción, y deja
la duda de saber si el demandado era padre o no del alimentista, obviando el
derecho de todo niño y niña a conocer su origen biológico”.
Opinión que comparto plenamente, pues ¿por qué otorgarle a un niño solo una apariencia de padre y a este un
acreedor alimentario, quien tal vez sea su hijo, cuando con la prueba de ADN tal duda se salvaría y se le pueda
otorgar a tal niño, mal llamado “hijo alimentista”, todos los derechos que tiene un auténtico hijo respecto de su padre
y no privarlo de estos?.

19
En efecto, si bien la figura del “hijo alimentista” resultaba adecuada hace poco más de dos décadas atrás, ahora no
lo es, debido a que no se le puede seguir privando a un niño del derecho a conocer su propio origen biológico, y por
ende, conocer a su auténtico padre, por el simple hecho de no encontrarse dentro de los indicios enumerados en los
cinco primeros incisos del artículo 402 del CC, siendo que ahora se puede establecer su verdadera filiación y
esclarecer toda incertidumbre a través de la experticia de ADN. Afortunadamente así lo ha entendido el legislador
al eliminar esta figura del inciso 6 del artículo 402 del CC con la promulgación de la Ley N° 28457, lo cual viene a
ser un gran avance.

Además, es preciso tener en cuenta que esta figura es propia de un sistema cerrado, pues al no poder encajar una
determinada situación dentro de los supuestos taxativos que este sistema establece, no queda más que declarar al
niño, cuya paternidad se quiere determinar, como hijo alimentista. Es decir, esto es algo así como el resultado de no
poder ubicarnos dentro de alguna de las presunciones, en otras palabras, esta figura es producto de aquellas .

Aquí pues tenemos a un extraño árbol (las presunciones), que como todos tiene una raíz (sistema cerrado) y que a
su vez produce dos tipos de frutos, unos dulces y otros amargos, los frutos dulces, que son los pocos, vienen a ser
una declaración judicial de paternidad extramatrimonial y los frutos amargos, que son los más, vienen a ser una
declaración de “hijo alimentista”. Siendo que el agricultor (el legislador) extrae de raíz tal árbol, pues no le gustan
los frutos amargos, y en su lugar coloca otro (la prueba de ADN) de fuerte raíz (sistema abierto) que solo produce
frutos dulces, esto es, la declaración judicial de paternidad extramatrimonial (con un 99.9999% de certeza del
vínculo filial entre el demandado y su hijo); ahora la pregunta es ¿puede el primer árbol seguir produciendo sus
frutos amargos luego de haber sido extraído de raíz?, evidentemente que no. Pues bien, con esta sencilla
comparación lo que queremos hacer notar es que no se puede mantener una figura exclusiva de un sistema cerrado,
cuando ahora nos encontramos en un sistema abierto, siendo, por ello, que esta figura está obligada a desaparecer;
de la misma opinión es Arias-Schreiber al precisar, comentando el artículo 415 del CC, que esta figura
“paulatinamente tenderá a quedar en desuso, por los continuos avances científicos que permitirán a la mayoría de
la población acceder a las pruebas de paternidad”, por fortuna el primer paso para ello ya se dio al borrar esta figura
del artículo 402 del CC y estamos seguros que dentro de poco desaparecerá por completo de nuestro Código Civil,
el tiempo y la ley se encargarán de darnos la razón.

En consecuencia, es claro que la figura podría no existir en la medida que, actualmente, el desarrollo científico
permite que las pruebas tengan mayor grado de certeza como es el caso del ADN, que casi indubitablemente
determina la filiación biológica. Sin embargo, es importante resaltar que debido a su considerable costo no es factible
que la mayoría de procesados lo sean sometidos a ella.

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CASUÍSTICA

“Un verano, María Chuzena conoció a Juan Tenorio, pasados unos meses y siendo enamorados, decidieron mantener
relaciones sexuales y aunque no lo esperaban María quedó embarazada. Después de hacerse las pruebas médicas
respectivas, ella muy contenta le contó a Juan Tenorio la alegre noticia sobre su gestación, él en lugar de saltar de felicidad,
puso en duda la honorabilidad de la madre de su hijo y la abandonó. Ante dicha situación, María Chuzena decidió tener
a su bebé ya que no iba a ser ni la primera ni la única madre soltera en Perú, por lo que trabajaba día y noche por él.
Pasaron tres años y María comenzó a sentirse enferma, por lo que decidió consultar con un médico quien le comunicó
que debido a un extraño virus, ella estaba impedida de seguir laborando como lo venía haciendo, por lo que decidió buscar
el apoyo económico de Juan Tenorio – padre de Paolo, su hijo- a pesar que sabía que él no lo conocía ni lo reconocía…”
La pregunta es: ¿Quien es Paolo para Juan? … conforme a nuestro ordenamiento legal, él es su hijo alimentista.

Pero ¿quién es un hijo alimentista?…Para responder esta interrogante, vamos a partir del análisis del artículo 415 del
Código Civil de 1984 – aún vigente- este dispositivo normativo establece:

“Fuera de los casos del Artículo 402º1, el hijo extramatrimonial sólo puede reclamar del que ha tenido relaciones sexuales
con la madre durante la época de la concepción una pensión alimenticia hasta la edad de dieciocho años. La pensión

continúa vigente si el hijo, llegado a la mayoría de edad, no puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o
mental. El demandado podrá solicitar la aplicación de la prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor
grado de certeza. Si éstas dieran resultado negativo, quedará exento de lo dispuesto en este Artículo. Asimismo, podrá

1
En mi opinión, los legisladores dificultan la lectura de un dispositivo legal cuando hacen remisión a otro dispositivo normativo, por

ello para que tengan ustedes una idea completa del tema que estamos analizando, me permito copiar el texto del artículo 402 del Código

Civil con la finalidad que puedan con mayor facilidad comprender la naturaleza jurídica del tema que nos convoca.

Artículo 402:; “La paternidad extramatrimonial puede ser judicialmente declarada: 1.- Cuando exista escrito indubitado del padre que

la admita. 2.- Cuando el hijo se halle, o se hubiese hallado hasta un año antes de la demanda, en la posesión constante del estado de

hijo extramatrimonial, comprobado por actos directos del padre o de su familia. 3.- Cuando el presunto padre hubiera vivido en

concubinato con la madre en la época de la concepción. Para este efecto se considera que hay concubinato cuando un varón y una

mujer, sin estar casados entre sí, hacen vida de tales. 4.- En los casos de violación, rapto o retención violenta de la mujer, cuando la

época del delito coincida con la de la concepción. 5.- En caso de seducción cumplida con promesa de matrimonio en época

contemporánea con la concepción, siempre que la promesa conste de manera indubitable. 6.- Cuando se acredite el vínculo parental

entre el presunto padre y el hijo a través de la prueba del ADN u otras pruebas genéticas o científicas con igual o mayor grado de

certeza. Lo dispuesto en el presente inciso no es aplicable respecto del hijo de la mujer casada cuyo marido no hubiese negado la

paternidad. El juez desestimará las presunciones de los incisos precedentes cuando se hubiera realizado una prueba genética u otra de

validez científica con igual o mayor grado de certeza”

21
accionar ante el mismo juzgado que conoció del proceso de alimentos el cese de la obligación alimentaria si comprueba
a través de una prueba genética u otra de validez científica con igual o mayor grado de certeza que no es el padre”

Por lo expuesto, podemos establecer que se considera como hijo alimentista a aquel que no ha sido reconocido
voluntariamente por su presunto padre biológico y cuya filiación tampoco ha sido declarada por un juez en un proceso,
ni reconocido por un documento de fecha indubitable o durante el desarrollo de una audiencia judicial 2

Cabe precisar que el demandado se encuentra en la potestad de pedir que se realice una prueba genética u otra de validez
científica que genere certeza, más ello es potestativo, facultativo o voluntario por parte del emplazado ya que la ley no lo
ha previsto como un medio probatorio de ineludible cumplimiento, en tanto, en los casos de los hijos alimentistas no es
punto controvertido del trámite judicial determinar la filiación.

Establece el dispositivo legal materia de comentario, que si las partes se someten a la prueba genética y éstas dieran
resultado negativo, quedará exento el presunto padre de pagar la pensión de alimentos, cabe acotar que al no estar en un
proceso de filiación hasta aquí llega la atribución del juez, por lo que si se tratara de un caso de quimerismo 3 esta no sería
la vía idónea para ello.

Una nota curiosa del supuesto legal, es que si bien podría existir una sentencia o un acuerdo conciliatorio sobre el
otorgamiento de una pensión de alimentos al presunto hijo, se reconoce el derecho del presunto padre a solicitar la
extinción de dicha obligación si posteriormente se realizan una prueba genética de ADN u otra prueba con la misma
validez científica, con la cual se acredite que no existe vinculo filial entre ellos. Bajo este supuesto surge una pregunta
fundamental: ¿Podrá aquel que fue el deudor alimentario solicitar que le devuelvan el dinero que aportó a favor del
acreedor alimentario? En mi opinión, no. En primer lugar el beneficio fue a favor de un niño, niña y/o adolescente que se
encontraba en estado de necesidad y que fue representado por su madre quien estaba segura de que el demandado era el
padre, por lo que tendría que darse una prueba contundente que no exista quimerismo, en segundo lugar la pensión
alimenticia ya habría sido consumida para cubrir necesidades inmediatas y en tercer lugar los alimentos para un niño,
niña y/o adolescente son parte fundamentos de sus derechos humanos por lo que en aras a la protección del interés superior
de éste no sería posible devolución alguna. Debo precisar que existen posturas con una visión obligacional y objetiva que

2
Es así, que tenemos el supuesto considerado en el Artículo 171 del Código de los Niños y Adolescentes.(…) “Si durante la audiencia
única el demandado aceptara la paternidad, el Juez tendrá por reconocido al hijo. A este efecto enviará a la Municipalidad que
corresponda, copia certificada de la pieza judicial respectiva, ordenando la inscripción del reconocimiento en la partida correspondiente,
sin perjuicio de la continuación del proceso…”
3 Y que hubiera pasado si esto mismo sucedía en un proceso de filiación? es en este momento donde nos hacemos una importante
pregunta: ¿qué pasa si el hijo es quimera? es decir ¿qué pasa si ese niño, niña o adolescente tiene un trastorno genético que origina que
su ADN no coincida con el de su presunto padre?, en estos casos la teoría mayoritaria postula que el quimerismo se constituye cuando
dos cigotos, tras la fecundación, se combinan formando uno solo que se desarrolla normalmente, por lo que el ser vivo resultante posee
dos tipos de células diferentes, cada una con distinta constitución genética, lo que lo diferencia de su padre y/o de su madre. ¿que
podría en estos casos hacer el juez, si la madre persiste que el demandado es el padre y que no ha tenido relaciones sexuales con ningún
otro hombre?

22
consideran que la devolución de lo indebidamente pagado si procede sosteniendo que además sería viable solicitar el
pago de intereses sin perjuicio de una indemnización.

23
JURISPRUDENCIA

1. SI EL OBLIGADO ACREDITA QUE NO ES EL PADRE BIOLÓGICO DEL HIJO


ALIMENTISTA ¿Puede dejar de brindarle alimentos?

Al haberse acreditado mediante una prueba de ADN que el


SI EL OBLIGADO ACREDITA QUE NO ES obligado a prestar alimentos no es el padre biológico del hijo
EL PADRE BIOLÓGICO DEL HIJO alimentista, resulta aplicable lo dispuesto en el artículo 415
ALIMENTISTA del Código Civil en lo concerniente a que aquel podrá
solicitar el cese de dicha obligación.
¿Puede dejar de brindarle alimentos?

CASACIÓN Nº 522-2005-Lambayeque (El Peruano, 1 de agosto de 2006)

CAS. N° 522-2005-LAMBAYEQUE

Exoneración de alimentos. Lima, veintiséis de enero de dos mil seis.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE
LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA, vista
la causa el día de la fecha, producida la votación correspondiente de acuerdo a ley, emite la presente sentencia:
MATERIA DEL RECURSO: Se trata, en el presente caso, del recurso de casación interpuesto por María
Zoila Huatay Herrera, a fojas doscientos setenta y seis, en contra de la resolución de vista de fojas doscientos
sesenta y siete, su fecha once de octubre de dos mil cuatro, la misma que confirma la sentencia de primera
instancia, de fojas doscientos treinta y ocho, su fecha veintiocho de octubre de dos mil tres, que declara fundada
la demanda; en los seguidos por Ricardo Isaac Padilla Arbulú contra María Zoila Huatay Herrera, sobre
exoneración de alimentos; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Mediante resolución de fojas trece, del
cuadernillo de casación, su fecha veintiuno de abril de dos mil cinco, esta Sala Suprema ha declarado procedente
el recurso por la causal prevista en el inciso uno, del artículo 386 del Código Procesal Civil, relativa a la
aplicación indebida de normas de derecho material, como son: A) artículo cuatrocientos ochenta y tres del
Código Civil, toda vez que, de acuerdo a lo argumentado por la recurrente, no se da ninguno de los tres
presupuestos para que se configure la exoneración de alimentos: el haber desaparecido en el alimentista el
estado de necesidad, el haber alcanzado el alimentista la mayoría de edad, o el haber muerto el alimentista o el
obligado; B) artículo cuatrocientos quince, in fine, del Código Civil, pues en autos se demanda una
exoneración y no un cese de la obligación alimentaria; por lo cual resultan inaplicables dichos dispositivos;
CONSIDERANDO: Primero.- Que, que como se ha reseñado, la recurrente denuncia que se ha aplicado
indebidamente: a) el artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código Civil, toda vez que no se da ninguno de
los tres presupuestos para que se configure la exoneración de alimentos, a saber: el haber desaparecido en el
alimentista el estado de necesidad, el haber alcanzado el alimentista la mayoría de edad, o el haber muerto el
alimentista o el obligado, por lo que la demanda debió declararse infundada en todos sus extremos; además
tampoco se ha considerado que, en el proceso de exclusión de nombre, la partida de nacimiento del menor

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alimentista aún mantiene el apellido del demandante; y, b) el artículo cuatrocientos quince, última parte del
Código Civil, pues en, en autos se demanda una exoneración de alimentos y no un cese de obligación
alimentaria, resultando inaplicable dicho dispositivo; Segundo.- Que, en cuanto a la alegación esgrimida en el
literal a), es preciso tener en consideración que si bien la pretensión del demandante se refería a que se ordene
el “cese de abuso de derecho alimentario dictado a favor del menor Álvaro Padilla Huatay”, no se encuentra
dentro de los supuestos descritos en el primer párrafo del artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código Civil,
lo que en el fondo pretendía el actor era que se libere, exonere o dispense de la pensión alimenticia, por no ser
el padre del hijo de la demandada; Tercero.- Que, asimismo, el inciso ocho del artículo ciento treinta y nueve
de nuestra Carta Magna señala que “son principios y derechos de la función jurisdiccional: 8. El principio de
no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley (...). De otro lado, el artículo III del Título
Preliminar del Código Procesal Civil precisa que el juez deberá atender a que la finalidad concreta el proceso
es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo
efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia (...); Cuarto.-
Que, estando a dichos preceptos, se advierte que las instancias de mérito, a efectos de poder dar solución a la
presente litis, han considerado, correctamente, conforme a sus facultades, que la pretensión del demandante
persigue la finalidad que señala el artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código procesal Civil, el cual es la
exoneración de seguir pasando la pensión alimenticia al menor hijo de la demandada. Además, la
fundamentación jurídica de la pretensión procesal puede ser errada o simplemente no estar fundamentada
adecuadamente en materia jurídica; es en dicho supuesto en que el juez debe aplicar el derecho que corresponda
a al controversia. Como bien señala la doctrina, es tarea fundamental del juez determinar la norma sustantiva
aplicable al caso o adecuada para resolver el conflicto.

Consecuentemente, no se advierte que las instancias de mérito hayan aplicado de manera indebida el artículo
cuatrocientos ochenta y tres del Código Procesal Civil, puesto que la misma sí resultaba pertinente para dirimir
la presente controversia; en tal sentido, este extremo del recurso debe ser desestimado por infundado; Quinto.-
Que, sin perjuicio de lo antes expuesto, es preciso señalar que en aplicación de lo dispuesto por el artículo
ciento noventa y ocho del Código Procesal Civil, el cual prescribe que las pruebas obtenidas válidamente en un
proceso tienen eficacia en otro, el demandante ha hecho uso de la prueba del ADN, actuada en el proceso de
exclusión de nombre, el cual tiene plena eficacia en el presente proceso; Sexto.- Que, con respecto al sustento
esgrimido en el literal b) expuesto en el considerando primero, es preciso señalar que dicha norma no resulta
impertinente al caso de autos. Si bien en el presente caso no discute el otorgamiento de una pensión alimenticia,
puesto que ello ya fue otorgado en el proceso pertinente, el sustento que sostiene el demandante para pretender
la exoneración de alimentos es el hecho de que en el procesó seguido por las mismas partes sobre exclusión de
nombre (expediente noventa y ocho-ciento cuarenta y cuatro) se acreditó mediante prueba de ADN que él no
era padre del niño Álvaro Padilla Huatay (fojas ciento cuarenta y tres del expediente). En tal sentido, al haberse
acreditado ello, resulta aplicable lo dispuesto en el artículo cuatrocientos quince, en lo concerniente a que el
demandado (demandante en el presente proceso) podrá solicitar la aplicación de la prueba genética u otra de
validez científica con igual o mayor grado de certeza. Si estas dieran resultado negativo, quedará exento de lo
dispuesto en este artículo. Asimismo, Max Arias Schereiber-Pezet señala que si el demandado demuestra por
medio de estas pruebas la imposibilidad de ser el padre, no se le podrá condenar alimento1; Sétimo.- Que, si
bien la Sala Superior al expedir la recurrida, ha señalado de manera errónea, que es de aplicación el último

25
párrafo del artículo cuatrocientos quince, referida al cese de la obligación alimentaria, esta Sala Suprema, en
aplicación del segundo párrafo del artículo trescientos noventa y siete del Código procesal Civil, concluye que
la parte resolutiva de la resolución impugnada se encuentra arreglada a ley y por ende, el presente recurso debe
ser desestimado. Por estas consideraciones, de conformidad con el artículo trescientos noventa y siete del
Código Procesal Civil y el Dictamen Fiscal Supremo, declararon INFUNDADO el recurso de casación
interpuesto a fojas doscientos setenta y seis por María Zoila Huayta Herrera; en consecuencia, NO CASARON
la sentencia de fojas doscientos sesenta y siete, su fecha once de octubre de dos mil cuatro; CONDENARON
a la recurrente al pago de una multa de dos unidades de referencia procesal; DISPUSIERON la publicación
de la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Ricardo Isaac
Padilla Arbulú contra María Zoila Huatay Herrera, sobre exoneración de alimentos; y los devolvieron.

SS. TICONA POSTIGO, CARRIÓN LUGO, FERREIRA VILDOZOLA, PALOMINO


GARCÍA, HERNÁNDEZ PÉREZ

2. SI EN UN PROCESO DE HIJO ALIMENTISTA LA MADRE DEMANDANTE SE


DESISTE DE LA PRUEBA DE ADN ¿Se puede ordenar esta de oficio?

Si se ventila en el proceso el derecho a los alimentos de un


menor, debe estimarse siempre el interés superior del niño,
establecido en el artículo IX del Título Preliminar del Código
SI EN UN PROCESO DE HIJO de los Niños y Adolescentes; para lo cual, pese a que la
ALIMENTISTA LA MADRE demandante desista de la prueba genética del ADN, se puede
DEMANDANTE SE DESISTE DE LA ordenar como medio probatorio de oficio la actuación de
PRUEBA DE ADN dicho medio de prueba u otro de validez científica, si se
consideraba que lo actuado no formaba convicción, conforme
¿Se puede ordenar esta de oficio? a la facultad prevista por el artículo 194 del Código Procesal
Civil.

CASACIÓN N° 2314-2004-Moquegua (El Peruano, 03 de julio de 2006)

CAS. N° 2314-2004-MOQUEGUA

Alimentos. Lima, cuatro de noviembre de dos mil cinco.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE
SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; vista la causa número dos mil trescientos catorce de dos
mil cuatro, en audiencia pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, con lo expuesto en el
dictamen fiscal emite la siguiente sentencia; MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación

26
interpuesto por Sabina Marina Tarqui Mercado mediante escrito de fojas ciento veintitrés, contra la sentencia de
vista emitida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Moquegua de fojas ciento trece, su fecha nueve
de julio de dos mil cuatro, que revoca la sentencia apelada de fojas setenta, del cinco de enero de dos mil cuatro;
y reformándola declara infundada la demanda de alimentos; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que,
concedido el recurso de casación a fojas ciento veintiocho, fue declarado procedente por resolución, obrante a
fojas diecisiete del cuadernillo formado en este Supremo Tribunal, del ocho de noviembre de dos mil cuatro, por,
la causal contemplada en el inciso tercero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, esto
es por la contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, sustentada en que los
magistrados habrían inaplicado los artículos cuatrocientos cincuenta y ocho; cuatrocientos sesenta y uno, inciso
segundo y doscientos setenta y seis del Código Procesal Civil; argumentando en el sentido que, no se ha reparado
en que el demandado tiene la condición de rebelde; no ha aportado ninguna prueba al proceso, y ni siquiera se ha
apersonado a la audiencia única, en donde debía responder una serie de preguntas, comportamiento que ha sido
evaluado por el a quo pero no así por el ad quem; es así que la Sala Superior yerra cuando afirma que no se ha
configurado el supuesto previsto en la norma invocada; CONSIDERANDO: Primero.- Que; existe
contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso cuando en el desarrollo del mismo
no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado actos de procedimiento, la
tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano jurisdiccional deja de motivar sus resoluciones o lo hace en
forma incoherente, en clara transgresión de la normatividad vigente y de los principios procesales Segundo.-
Que, conforme a lo establecido en el inciso tercero del artículo ciento veintidós del Código Procesal Civil, toda
resolución debe contener la mención sucesiva de los puntos sobre los que versa la resolución con lasa
consideraciones, en orden numérico correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión, y los
respectivos de derecho con la cita de la norma o normas aplicables en cada punto, según el mérito de lo actuado;
Tercero.- Que, la referida contravención denunciada constituye una causal abierta, que aunque no fuere invocada
de manera expresa, necesariamente importa la observancia de la norma precedentemente glosada; la que guarda
pertinencia con los principios consagrados en los incisos tercero y quinto del artículo ciento treinta y nueve de la
Constitución Política y el artículo primero del Título Preliminar del Código Procesal Civil, pues de lo contrario
se privaría de tutela y se sometería a la indefensión a los justiciables; Cuarto.- Que, el juez de la causa ha
amparado la demanda considerando acreditados sus fundamentos para lo cual ha estimado la declaración
testimonial prestada por María Magdalena Zapata Lucero, el estado de rebeldía del demandado y su conducta
procesal; Quinto.- Que, la Sala Superior ha revocado la apelada señalando que no se encuentra acreditada las
relaciones sexuales durante la época de la concepción del menor, para lo cual ha resaltado que la única prueba
ofrecida, para este fin, por la actora y actuada en la audiencia única, es la declaración testimonial de María
Magdalena Zapata Lucero; que, resulta limitada para probar el derecho alimentario del hijo extramatrimonial, en
razón que la mencionada testigo declara que no le consta haber visto relación amorosa y sexual entre las partes,
y que la preguntante le refirió haber quedado embarazada por haber tenido relaciones con el demandado; no
habiendo sido corroborado por otras pruebas para lograr la finalidad de los medios probatorios; que, la
declaración de rebeldía, como causa de hechos expuestos en la demanda, no surte efecto alguno cuando la
pretensión se sustenta en un derecho indisponible, como lo es el de alimentos, conforme lo establece el artículo
cuatrocientos sesenta y uno, inciso segundo, del Código Procesal Civil; y, que los indicios probatorios a que se
refiere el a quo, solo adquieren significación en su conjunto, cuando conducen al juez a la certeza en torno a un
hecho desconocido, relacionado con la controversia, pero referido a los medios probatorios sucedáneos, como lo

27
exige el artículo doscientos setenta y seis del Código Procesal Civil; Sexto.- Que, es presupuesto para que se
configure la existencia del hijo alimentista que se acredite las relaciones sexuales habidas con la madre durante
la época de concepción, conforme lo establece el artículo cuatrocientos quince del Código Civil; por tanto, las
pruebas actuadas en un proceso de esta naturaleza deben conducir al Juzgador a determinar el estado de
alimentista de quien lo solicita; sobre la base de las pruebas que esta parte presente para acreditar su derecho, e
incluso a las que presente la parte contraria para desestimar la existencia de las relaciones sexuales; así como, a
los sucedáneos de los medios probatorios; Sétimo.- Que, sin embargo la Sala Superior no ha tenido en cuenta
que en autos la actora ha dado su versión sobre los hechos en su escrito de demanda, la misma que no ha sido
contestada, habiéndose declarado rebelde al demandado; situación que debió ser analizada por la Sala a la luz de
lo que dispone el artículo cuatrocientos sesenta y uno del Código Procesal Civil, haciendo la salvedad que solo
es derecho indisponible para pedir los alimentos mas no para negarlos; a lo que se une la conducta procesal del
demandado al no acudir a la audiencia única para prestar su declaración de parte, en la que debía absolver las
preguntas del interrogatorio; aspectos probatorios que debieron ser analizados por la Sala Inferior, para no afectar
el derecho a la tutela jurisdiccional de la recurrente; más aún si se considera que en autos se ventila el derecho a
los alimentos de un menor por lo que, debe estimarse siempre el interés superior del niño, establecido, en el
artículo noveno del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes; para lo cual pese que la
demandante se desistió de la prueba genética del ADN (Ácido Desoxirribonucleico), la Sala Superior ha podido
ordenar como medio probatorio de oficio la actuación de dicho medio de prueba u otro de validez científica, si
consideraba que lo actuado no le formaba convicción, conforme a la facultad prevista por el artículo ciento
noventa y cuatro del Código Procesal Civil; Octavo.- Que, de otro lado, el inciso quinto del artículo ciento treinta
y nueve de la Constitución Política, establece como garantía constitucional la motivación escrita de las
resoluciones en todas las instancias, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho que
la sustentan, lo que se encuentra ratificado por el inciso tercero del artículo ciento veintidós del Código Procesal
Civil y artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial; asimismo, el inciso sexto del artículo cincuenta de la
aludida norma procesal, establece como deber de los jueces, fundamentar los autos y las sentencias bajo sanción
de nulidad; Noveno.- Que, siendo esto así y habida cuenta que se ha contravenido las normas procesales
contenidas en los artículos cuatrocientos cincuenta y ocho, cuatrocientos sesenta y uno, inciso segundo y
doscientos setenta y seis del Código Procesal Civil y al haberse vulnerado el artículo Constitucional ciento treinta
y nueve, inciso quinto, de conformidad con los artículos trescientos ochenta y seis, inciso tercero y trescientos
noventa y seis inciso segundo, acápite dos punto uno, concordado ton el artículo ciento setenta y uno del Código
Procesal Civil: Declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto, a fojas ciento veintitrés, por Sabina
Marina Tarqui Mercado; y, en consecuencia CASARON la sentencia recurrida de vista de fojas ciento trece, su
fecha nueve de julio de dos mil cuatro, la que declararon NULA; y, ORDENARON que la Sala de su procedencia
emita un nuevo fallo con arreglo a derecho; DISPUSIERON la publicación de la presente Resolución en el diario
oficial El Peruano; en los seguidos por Sabina Marina Tarqui Mercado con Javier Marquina Starke, sobre
alimentos; y los devolvieron.

SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN, TICONA POSTIGO, SANTOS PEÑA, MANSILLA NOVELLA,


PALOMINO GARCÍA.

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3. EN LOS CASOS DE HIJO ALIMENTISTA ¿DEBEN ACREDITARSE
RIGUROSAMENTE LAS RELACIONES SEXUALES HABIDAS DURANTE LA
ÉPOCA DE LA CONCEPCIÓN?

Exp. N° 864-98

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA

Demandante : Kelly Antonia Jara Torres

Demandado : Federico Antonio Jara Guzmán

Asunto : Alimentos

Fecha : 29 de setiembre de 1999

Tratándose de un hijo alimentista no es de rigor exigir pruebas contundentes que acrediten las
relaciones sexuales habidas durante la época de la concepción que por su naturaleza en muchos
casos son de difícil probanza, por lo que tiene que recurrirse a pruebas indirectas o presunciones,
en suma a los sucedáneos de los medios probatorios.

EXP. N° 864-98

Lima, veintinueve de setiembre de mil Noveciento

noventa y nueve.-

VISTOS; interviniendo como Vocal ponente el Señor Carrión Lugo; con la participación además de los señores
Ferreyros Paredes y Cabello Matamala; en la causa seguida por doña Paulina Malena Torres Álvarez con don
Federico Antonio Jara Guzmán sobre alimentos.
CONSIDERANDOS

Por sus fundamentos pertinentes y por la consideración siguiente:

1) El presente proceso se refiere a la reclamación de alimentos a favor de la menor Kelly Antonia Jara
Torres en su calidad de hija alimentista, dentro de la previsión contenida en el artículo cuatrocientos quince
del Código Civil, no se trata de un proceso de filiación.
2) Tratándose de una hija alimenticia no es de rigor exigir pruebas contundentes que acrediten las
relaciones sexuales habidas durante la época de la concepción que, por su naturaleza en muchos casos es
de difícil probanza, por lo tiene que recurirse a pruebas indirectas o presunciones, en suma a los sucedáneos
de los medios probatorios.

3) En el presente caso las indicaciones hechas por la actora en la audiencia única de fojas cincuenta y
seis sobre lunares que tiene el demandado en el cuerpo, indicaciones hechas a una pregunta que se le

29
formuló en la audiencia hacen presumir sobre las relaciones íntimas habidas entre las partes siendo
insuficientes para desvirtuar las anotadas afirmaciones el certificado médico de fojas noventa respecto a la
ubicación exacta de los lunares.
DECISIÓN:

a) CONFIRMARON la sentencia de fojas noventa y ocho, su fecha ocho de julio de mil novecientos noventa
y nueve que declara fundada en parte la demanda de fojas cuatro y siguientes y, en consecuencia, ORDENA
que el demandado don Federico Antonio Jara Guzmán acuda con una pensión alimenticia a la menor Kelly
Antonia Jara Torres en su calidad de hija extramatrimonial, pensión alimenticia que se fija en la suma de
doscientos nuevos soles mensuales; con lo demás que contiene y es materia de la apelación.

b) ORDENARON la devolución de los autos al Juzgado de origen para los fines consiguientes.

FERREYROS PAREDES
CARRION LUGO
CABELLO MATAMALA

4. HIJO ALIMENTISTA - ¿SE ENTIENDE RECONOCIDO UN HIJO AL ACEPTARSE


QUE SE EMBARAZÓ A LA MADRE?

Cas. Nº 2534-02 Puno

SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA REPÚBLICA

Demandante : Ana Lilia Quispe Porcela

Demandado : Hilario Quispe Charca

Asunto : Pensión alimenticia

Fecha : 27 de enero del 2003

No es suficiente reconocer haber embarazado a la madre del menor para que se entienda reconocido este último.
Es indispensable consignar la identidad del menor, pues sino lo único que se estaría reconociendo es la
existencia de relaciones sexuales entre ambas personas.

CAS. Nº 2534-02 - PUNO.

Pensión alimenticia. Lima, veintisiete de enero del dos mil tres.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA;
Vista la causa número dos mil quinientos treinta y cuatro - dos mil dos, en Audiencia Pública de la fecha, y
producida la votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata
del Recurso de Casación interpuesto por Hilario Quispe Charca, mediante escrito de fojas ochenta y ocho,
contra la sentencia de vista de fojas ochenta y uno-ochenta y dos, su fecha diez de julio del dos mil dos, expedida
por la Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Puno, que confirmando la sentencia de fojas cincuenta, de
fecha veinte de mayo del dos mil dos, en el extremo que falla declarando fundada la demanda sobre cobro de

30
pensión alimenticia; y revoca la misma en el extremo que dispone que el demandado acuda a su hija Ana Lilia
Quispe Porcela, con la pensión mensual y adelantada ascendente a la suma de doscientos nuevos soles de sus
ingresos mensuales; reformando este extremo, ordenaron al demandado Hilario Quispe Charca, acuda a la
demandante Ana Lilia Quispe Porcela, con la suma de ciento cincuenta nuevos soles, por concepto de alimentos
y por mensualidades adelantadas; FUNDAMENTOS DEL RECURSO; La Corte mediante resolución de
fecha seis de setiembre del dos mil dos, declaró procedente el recurso por la causal contenida en el inciso
primero del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, denunciando la interpretación errónea
de normas de derecho material, correspondiente al artículo cuatrocientos quince del Código Civil, porque
estando a la partida de nacimiento de la actora y los fundamentos de la demanda, la actora tiene la condición
de hijo alimentista, teniendo derecho a reclamar una pensión alimenticia solo hasta los dieciocho años y no
hasta la actualidad, en la que tiene veintiún años; tampoco prevé la citada norma se continúe asumiendo
obligación después de la mayoría de edad por razones de estar siguiendo una profesión u oficio exitosamente,
salvo por incapacidad física o mental que no es el caso; por lo que, considera no le asiste a la demandante el
derecho de percibir una pensión alimenticia; CONSIDERANDO: Primero.- Que, de la partida de nacimiento
de fojas dos, se aprecia que la actora no se encuentra reconocida como hija del demandado, en razón que este
último no figura como declarante; asimismo, del acta de conciliación y arreglo de fojas tres, su fecha treinta de
agosto de mil novecientos ochenta y uno, se aprecia que si bien, el demandado Hilario Quispe Charca acepta
haber embarazado a la madre de la accionante, en el mes de enero de dicho año, se compromete a la crianza del
bebe apenas nazca; sin embargo, en dicho documento no se consigna la identidad del menor, debido a que, se
encontraba aún en el vientre de su madre, por ello dicho instrumento solo prueba la existencia de relaciones
sexuales entre ambas personas; Segundo.- Que, estando a lo expuesto, se aprecia que no se encuentra acreditada
la relación de parentesco entre la accionante y el demandado, que permitiría la aplicación del artículo
cuatrocientos veinticuatro y cuatrocientos setenta y cuatro inciso segundo del Código Civil, en el sentido que
ambos no se deberían alimentos recíprocamente, y que este derecho alimentario subsistiera aun cuando el hijo
fuera mayor de dieciocho años; Tercero.- Que, por el contrario si resulta aplicable la figura del hijo alimentista,
regulado en el artículo cuatrocientos quince del glosado código; empero, el beneficio alimentario consagrado
en dicha norma, solo permanece hasta que el alimentista cumpla dieciocho años de edad, y solo subsiste si éste
no puede proveer a su subsistencia por incapacidad física o mental; situación que no se aprecia en el presente
proceso, en razón que de la partida de nacimiento de fojas dos se aprecia que la actora al momento de la
interposición de la demanda contaba con veinte años de edad, y además en autos no obra documento alguno
que adolezca de incapacidad física o mental; Cuarto.- Que, en consecuencia la demanda de fojas cinco adolece
del requisito de procedencia establecido en el artículo cuatrocientos veintisiete inciso tercero del Código
Procesal Civil; Por tales consideraciones y en aplicación de lo dispuesto en el artículo trescientos noventa y seis
inciso primero del acotado, declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Hilario Quispe
Charca, y en consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas ochenta y uno-ochenta y dos, su fecha diez de
julio del dos mil dos; y actuando en sede de instancia REVOCARON la sentencia apelada de fojas cincuenta,
su fecha veinte de mayo del dos mil dos, y reformándola declararon IMPROCEDENTE la demanda de fojas
cinco interpuesta por Ana Lilia Quispe Porcela; ORDENARON se publique la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano; en los seguidos con Hilarlo Quispe Charca, sobre pensión Alimenticia; y los devolvieron.

SS. ECHEVARRÍA ADRIANZÉN; MENDOZA RAMÍREZ; AGUAYO DEL ROSARIO; LAZARTE HUACO;
PACHAS ÁVALOS.

31
5. SI EL HIJO ALIMENTISTA CONTINÚA SATISFACTORIAMENTE
ESTUDIOS SUPERIORES. ¿Subsiste la obligación alimentaria?

La obligación de proveer alimentos subsiste en los hijos


SI EL HIJO ALIMENTISTA CONTINÚA varones o mujeres mayores de dieciocho años que continúen
SATISFACTORIAMENTE ESTUDIOS en forma exitosa una profesión u oficio acreditada de manera
SUPERIORES. fehaciente. La protección del beneficiado se prorroga en este
supuesto y alcanza también a los hijos alimentistas porque de
acuerdo con el artículo sexto de la Constitución Política del
¿Subsiste la obligación alimentaria? Perú, todos los hijos tienen iguales derechos.

CASACIÓN N° 2466-2003-APURÍMAC (El Peruano, 1 de agosto de 2005)

CAS. N° 2466-2003 - APURÍMAC.

Exoneración de Alimentos. Lima, veintidós de setiembre de dos mil cuatro.- LA SALA CIVIL TRANSITORIA
DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con los
acompañados; vista la causa en la audiencia pública en el día de la fecha y producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia: MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Noé
Vega Castro, contra la resolución de vista de fojas ochenta y uno, su fecha veintiuno de agosto de dos mil tres,
expedida por la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Apurímac, que confirmando la apelada de fojas sesenta
y uno, su fecha dieciséis de julio del mismo año, declara fundada la demanda y dispone la exoneración de alimentos;
con lo demás que contiene; FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Mediante resolución expedida por esta Suprema
Sala, de fecha siete de noviembre de dos mil tres, se declaró PROCEDENTE el presente recurso, por la causal
prevista en el inciso segundo del artículo trescientos ochenta y seis del Código Procesal Civil, referida a la
inaplicación del tercer párrafo del artículo cuatrocientos ochenta y tres del Código Civil, concordado con el artículo
cuatrocientos veinticuatro del mismo Código, que en forma expresa disponen que subsiste la obligación del proveer
al sostenimiento de los hijos e hijas mayores de dieciocho años que estén siguiendo con éxito una profesión u
oficio;
sin embargo, las instancias de mérito no han tenido en cuenta que el recurrente ha demostrado en forma amplia
respecto a la subsistencia del estado de necesidad alimentaria, así como que se encuentra estudiando en forma exitosa
una profesión u oficio; CONSIDERANDO: Primero: Que, el derecho alimentario es un derecho humano
fundamental de atención prioritaria, pues se encuentra estrechamente ligado a la subsistencia y desarrollo de la
persona, por ello goza de protección, no solo en la legislación nacional, sino en tratados internacionales; Segundo:
Que, las instancias de mérito, han reconocido que el demandado se encuentra cursando estudios, acreditado con

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documentos que obran en autos, sin embargo, han estimado procedente la exoneración de alimentos del hijo
alimentista, solicitada por Orestes Vega Morales, tema que es materia de cuestionamiento por el recurso de casación
que nos ocupa; Tercero: Que, el artículo cuatrocientos ochenta y tres tercer párrafo del Código Civil modificado por
la Ley número veintisiete mil seiscientos cuarenta y seis protege al alimentista cuando ha transcurrido la mayoría de
edad, si: “... está siguiendo una profesión u oficio exitosamente...”; artículo que resulta perfectamente aplicable a los
hijos alimentistas al ser coherente con el artículo sexto in fine de la Constitución Política del Estado, según el cual
todos los hijos tienen iguales derechos y deberes; Cuarto: Que, así establecidas las reglas, se puede determinar que
resulta plenamente aplicable al presente caso la norma bajo comentario, pues conforme han dilucidado las instancias
inferiores, el demandado ha acreditado en forma fehaciente que se encuentra siguiendo estudios de manera exitosa
conforme a las constancias de fojas veinte y veintidós y resultados académicos de fojas diecinueve; además, con los
documentos de fojas dieciséis a dieciocho ha probado realizar los pagos respectivos; más aún cuando en el presente
caso el actor ha venido prestando asistencia alimentaria al demandado durante dieciséis años, sin hacer uso de la
facultad de llevar a cabo las pruebas genéticas necesarias para descartar definitivamente la paternidad que todo este
tiempo se le ha atribuido; Quinto: Que, a mayor abundamiento resulta pertinente tener en cuenta que, si bien el
artículo cuatrocientos quince del Código Civil establece taxativamente que el hijo alimentista tiene derecho a una
pensión de alimentos hasta los dieciocho años; en similares términos se contemplan los alimentos para el hijo
reconocido, que en un principio se mantiene también hasta dicha edad como señala el artículo cuatrocientos ochenta
y tres en su segundo párrafo, según el cual la pensión que se pasa a los hijos menores de edad deja de regir cuando
se ha llegado a la mayoría de edad y como también resulta del artículo cuatrocientos setenta y dos del Código Civil;
lo que corrobora que la obligación de alimentos para el alimentista que sigue una profesión u oficio exitosamente es
un derecho contemplado también para los hijos alimentistas a que se refiere el artículo cuatrocientos quince
precitado; Sexto: Que, por estas consideraciones, resulta aplicable al presente caso, la última parte del artículo
cuatrocientos ochenta y tres del Código Sustantivo; y de conformidad con lo previsto en el acápite primero del
artículo trescientos noventa y seis del Código Procesal Civil; SENTENCIA: declararon: FUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Noé Vega Castro, a fojas ochenta y ocho; en consecuencia CASARON la resolución
superior de fojas ochenta y uno, de fecha veintiuno de agosto de dos mil tres; y actuando en sede de instancia:
REVOCARON la sentencia apelada de fojas sesenta y uno, su fecha dieciséis de julio de dos mil tres, que amparó
la demanda y dispone la exoneración de alimentos; REFORMÁNDOLA declararon INFUNDADA la demanda; en
la causa seguida por Orestes Vega Morales contra Noé Vega Castro, sobre exoneración de alimentos; MANDARON
se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo responsabilidad; y los devolvieron.

SS. ROMÁN SANTISTEBAN, TICONA POSTIGO, LAZARTE HUACO, RODRÍGUEZ


ESQUECHE, EGÚSQUIZA ROCA.

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INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

A lo largo del Desarrollo de la presente monografía, me han surgido dudas al respecto del tema, las cuales espero
poder dar respuesta a continuación.

1.- ¿La declaración de hijo alimentista genera un vínculo de filiación con el alimentante?

La declaración de hijo alimentista no genera vínculo paterno filial alguno, estableciéndose únicamente un derecho
alimentario a favor del probable hijo.
Para ello se requiere que la madre acredite haber mantenido relaciones sexuales durante la época de la concepción
con el presunto padre y este, que no haya aportado prueba alguna conforme al art. 403 del Código Civil.
¿Para la demanda de alimentos son necesarios los mismos requisitos que para la declaración de filiación?
Tratándose de una demanda de alimentos para una menor no reconocida, nacida de relaciones extramatrimoniales,
la exigencia de la ley no es la misma que la requerida para la declaración judicial de filiación. Son suficientes las
pruebas que conlleven al convencimiento sobre la existencia de relaciones sexuales en la época de la concepción.

2.- ¿Qué son los procesos de Alimentos?

Es el proceso judicial tendiente a obtener el pago de una pensión alimenticia a favor del alimentista (cónyuge, hijos,
padres, hermanos). También puede solicitarse el aumento, reducción, prorrateo, exoneración, extinción o cambio en
la forma de prestar la pensión alimenticia. (Acreditar estar al día con el pago de la pensión de alimentos).
Competencia:
1. Juzgado de Paz Letrado. Requisitos: 1. Demanda firmada por el demandante y abogado. En caso que no cuente
con abogado por no ser obligatorio, el Poder Judicial le proporcionará un formulario de demanda de alimentos.
2. Copia simple del DNI del demandante.
3. Partida de nacimiento del menor, de ser el caso. Cuando se trate de hijo alimentista (no reconocido) se deberá
acompañar adicionalmente, el nombre y dirección de testigos a fin de dar fe de la relación sentimental que
mantuvieron el demandante y el demandado durante el tiempo de concepción del alimentista, así como documentos
que acrediten la existencia de la relación sentimental de los padres.
4. Documentos que acrediten los gastos de manutención del menor de edad, de ser el caso (opcional).
5. El demandante se encuentra exonerado del pago de tasas judiciales y cédulas de notificación cuando la pensión a
solicitar no exceda 20 URP, de lo contrario cancelará el 50% del monto de dichas tasas.

3.- ¿Cuánto cuesta una prueba de ADN actualmente en el Perú?

El examen de ADN para determinar la paternidad cada vez se hace más común alrededor del mundo, como una
forma de esclarecer los lazos de consanguineidad entre padres e hijos. Y es que el material genético de cada uno,
lo heredamos de nuestros padres biológicos. Un análisis de laboratorio termina por confirmar o descartar ese
vínculo.
La denominada ley del “ADN Gratuito”, promulgada el año pasado por el Gobierno, busca que más madres logren

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el reconocimiento legal de sus hijos y la posibilidad de acceder a una pensión por alimentos. La norma señala que
la parte demandada asume el costo del examen.
¿A quiénes se les pide una muestra? Regularmente las pruebas se hacen con el presunto padre, la madre y el hijo, pero
también se pueden hacer solo entre padre e hijo o madre e hijo. ¿Cómo se toman las muestras? El ADN puede ser
extraído de una gota de sangre, cabello o saliva (hisopado bucal). ¿Son confiables? Según los laboratorios, la
confirmación de la relación biológica de un hombre y un niño es determinado con un 99.9% de seguridad. En la situación
contraria, el resultado ofrece 100 % de seguridad.

Precios. Los laboratorios clínicos son aquellos que se encargan de realizar las pruebas de paternidad y los costos varían
desde los 1000 soles, dependiendo de si se trata de una prueba privada o de una prueba por orden judicial (la toma de
muestras se hace en audiencia judicial). A continuación algunos ejemplos:

PRUEBA PRUEBA POR TOMA DE


LABORATORIO RESULTADOS
PRIVADA ORDEN JUDICIAL MUESTRAS
MULTILAB 1.190 1.390 En 9 días Hisopado bucal
De 8 a 20 días útiles (privada) y de 20
SUIZA LAB 1.000 1.450 Hisopado bucal
a 30 días útiles (judicial)
Hisopado bucal
(privado) /
BIOGENÓMICA 1.100 1.200 De 12 a 15 días
Hisopado bucal y
sangre (judicial)

Tabla 1 – fuente RRPP Noticias

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MODELO DE ESCRITO DE DEMANDA DE ALIMENTOS

Modelo de demanda de alimentos: para menores de edad:

Sec. :
Exp Nº :
Escrito Nº :
Sumilla : Interpongo Demanda de Alimentos.

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE PAZ LETRADO DE TURNO DE (CIUDAD)

(NOMBRE), identificada con DNI Nº xxxxxxxxxxxx, con domicilio real en (DIRECCIÓN), y


señalando domicilio procesal en (Dirección de la oficina del abogado/a), a Ud. expreso lo siguiente:

I.- PETITORIO:
Que, oportunamente acudo a vuestro despacho a efectos de interponer demanda de ALIMENTOS, la misma
que deberá ser declarada fundada en todos sus extremos en su oportunidad; pretensión que dirijo contra don:
(nombre del padre de los niños), quien domicilia en: (dirección del demandado), y con domicilio legal:
(dirección de su abogado), con la finalidad que se sirva abonar una pensión mensual equivalente al 60 % de
sus haberes totales mensuales, incluyendo gratificaciones y aguinaldos, a favor de mis menores hijos: (nombre
del niño – a) de (años) años de edad, y de (nombre de otro hijo si hubiera), de (años) años de edad, quienes en
la actualidad vienen cursando estudios primarios en el C.E: (nombre del centro educativo)

II.- FUNDAMENTOS DE HECHO:


Amparo mi demanda en los siguientes enunciados:

PRIMERO.- Los mencionados alimentistas han nacido como producto de la relación convivencial existente
entre la recurrente y el demandado por más de (cantidad de años), lo cual está acreditado fehacientemente, a
través de las partidas de nacimiento de nuestros hijos.

SEGUNDO.- Los menores alimentistas xxxxxxxxxxxxxxxx y xxxxxxxxxxxxxxxx se encuentran cursando


estudios primarios, conforme se acredita con la constancia de estudios emitida con fecha xxxxxxxxxxxxxxxx
por el Director del Centro Educativo xxxxxxxxxxxxxxxx, encontrándose con grandes limitaciones para
continuar concurriendo a su centro de estudios, por no contar con medios económicos necesarios para cubrir

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los gastos básicos de educación.

TERCERO.- Que, la educación de los menores alimentistas significa un gasto considerable de dinero durante
el mes. Dichos gastos se efectúan en la compra de útiles escolares, así como pasajes y viáticos entre otros. En
ese sentido cabe considerar que el gasto de los alimentistas como es lógico suponer se irá incrementando con
el transcurso del tiempo; tomando en cuenta asimismo que por razones de haberme abocado al cuidado de los
niños y por cuanto no cuento por el momento con un trabajo fijo, es que sólo intento cubrir dichos gastos de
manera muy limitada.

CUARTO.- Que, el demandado desde el momento de la separación de cuerpos, ha omitido cumplir con su
obligación de asistir económicamente a sus menores hijos. Sola como madre he venido sosteniendo de forma
muy limitada los gastos en educación, alimentación y vestido para mis menores hijos; llegando incluso a verse
afectada la salud e integridad física de los mismos por cuanto no acceden a una nutrición adecuada.

QUINTO.- Que el demandado se encuentra en condiciones de acudir a los alimentistas, puesto que en la
actualidad es trabajador nombrado de la empresa xxxxxxxxxxxxxxxx del distrito de xxxxxxxxxxxxxxxx,
conociéndose que percibe un ingreso mayor a xxxxxxxxxxxxxxxx nuevos soles, por lo que no existe razón o
excusa alguna para que no cumpla con su responsabilidad de asistir a sus menores hijos, reiterándole que soy
yo la única que viene haciendo los esfuerzos necesarios para afrontar dichas necesidades a pesar de mis
limitaciones económicas ya expresadas anteriormente.

III.-FUNDAMENTOS DE DERECHO:
Que, la presente demanda se encuentra amparada en los siguientes dispositivos legales:

1.- Artículos 472° al 474° del Código Civil.


2.- Artículos 97°, 98° , 99°, 100° y 106° del Código de Niños y Adolescentes.

IV.- VIA PROCEDIMENTAL:


Le corresponde el trámite del Proceso único.

V.- MEDIOS PROBATORIOS


1.- El mérito de las partidas de nacimiento de los alimentistas.
2.-El mérito de la constancia de estudios, otorgada por el Director de xxxxxxxxxxxxxxxxxx del distrito de
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
3.- El mérito del Certificado, otorgado por el Presidente del Comedor Popular xxxxxxxxxxxxxxxxxxx.(Esto
si los niños recibieran alimentación de algún Comedor Popular)

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VI.- ANEXOS ADJUNTOS:
1.A- Copia simple del DNI de la Demandante
2.B Copia Certificada de las partidas de nacimiento de los alimentistas 3.C-. Original de la Constancia de
Estudios de los Alimentistas
4.D.- Original de la Certificación del Comedor Popular

OTROSI DIGO: Que, solicito ASIGNACION DE PENSION ADELANTADA, a


fin de que su despacho ordene la retención del 60 % de los haberes del demandado a fin de que se atienda con
urgencia la necesidad de los alimentistas.

POR TANTO:

A UD. Señor Juez pido admitir nuestra demanda, y declararla fundada en su


oportunidad.

(ciudad), xxx fecha xxxxxxxxx año

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CONCLUSIONES

 A manera de conclusión, debemos sostener que la tendencia de muchos doctrinarios es que la figura del hijo
alimentista sea derogada del Código Civil, sosteniendo que en una sociedad donde la filiación puede ser
determinada a partir de pruebas científicas el tema del alimentista ya no tiene sentido. En nuestra opinión,
no debería derogarse el artículo 415 del Código Civil, en tanto la prueba genética aún no se encuentra
económicamente al alcance de todos los ciudadanos y las políticas de estado no se han preocupado hasta el
día de hoy de brindar una solución al respecto, por lo que teniendo en cuenta que hoy aún existen situaciones
que implican dicha situación, debemos de otorgarles a los peruanos opciones de cubrir necesidades
inmediatas sin demandar filiación, lo cual también permitiría al presunto hijo decidir si más adelante desea
o no mantener un vínculo filiatorio con ese presunto padre que no fue voluntariamente responsable de su
paternidad.

 Según se desprende del artículo 415 del Código Civil, la solicitud de las pruebas biológicas puede ser
ofrecida en dos momentos:

 Cuando por vez primera se demande la pensión alimenticia en mérito de la figura del hijo
alimentista. En caso el resultado de la prueba resulte negativo, se configura un supuesto de exoneración
del pago de alimentos.

 Cuando el ya obligado a prestar alimentos (en mérito a la figura del hijo alimentista) accione ante
el mismo juzgado que conoció el proceso de alimentos acreditando que no es el padre a través de las
pruebas biológicas. En este caso, si el resultado de las pruebas es negativo, se configura el cese de la
obligación alimentaria.

 La Ley N° 27048, esta figura se hizo presente en el inciso 6 del artículo 402 del C.C. como una de las
consecuencias de la negativa del demandado a someterse a la prueba de ADN, ante lo cual la doctrina
respondió que “la salida legal de declarar al hijo como alimentista.

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BIBLIOGRAFÍA

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