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SALA DE CASACIÓN CIVIL

Exp. 2016-000450
Magistrado Ponente: Y.D.B.F.
En el cuaderno de medidas, sustanciado en el juicio de cumplimiento de contrato, tramitado
ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, M. y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Nueva Esparta, por el ciudadano
E.H.L.C., representado judicialmente por el ciudadano abogado R.L.G.A., contra la
sociedad mercantil distinguida con la denominación H.D. INVERSIONES, C.A,
patrocinada judicialmente por la ciudadana abogada G.S.M.; el Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de
Nueva Esparta, dictó sentencia en fecha 14 de Abril de 2016, mediante la cual declaró lo
siguiente:
…PRIMERO: PARCIALMENTE CON LUGAR la apelación interpuesta por el abogado
R.G.A., en su carácter de apoderado judicial de la parte actora, ciudadano E.E.L.C., en
contra del fallo dictado en fecha 14.08.2014 por el Juzgado Primero de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil y Tránsito de esta Circunscripción Judicial.

SEGUNDO: SIN LUGAR la apelación interpuesta por la abogado GREISSY SAYONARA


MONTANER en su carácter de apoderada judicial de la parte demandada sociedad
mercantil H.D INVERSIONES, C.A. en contra del referido fallo.

TERCERO: SE MODIFICA el fallo apelado dictado en fecha 14.08.2014 (sic) por el


Juzgado Primero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Tránsito de esta
Circunscripción Judicial, en lo que concierne a los siguientes aspectos: en cuanto a la
medida de prohibición de enajenar y gravar decretada en fecha 13.11.2013 (sic) sobre la
oficina comercial identificada con el N° 5 que forma parte de la primera etapa del centro
comercial H.D. Center Centro Profesional, ubicado en la Av. S.B. con Av. S.M., parcela N°
04 de la Urbanización Jorge Coll, M.M. de este estado, se ratifica y por ende se mantiene
su vigencia, conforme al oficio N° 0396-2014063 de fecha 28.05.2014 (sic) emanado del
Registro Público del Municipio Maneiro; y se ordena constituir la hipoteca sobre el local
comercial distinguido con el N° 6, que forma parte del centro comercial HD Center Centro
Profesional, ubicado en la Avenida Simón Bolívar de la Urbanización J.C., parcela N° 4,
primera etapa; M.M. del estado Nueva Esparta, por parte de la empresa HD Center Centro
Profesional como su propietaria, cumpliéndose para ello las disposiciones estatutarias y
del Código de Comercio aplicables y una vez constituida la misma mediante documento
revestido de la formalidad registral conforme a lo establecido en los artículos 1.357 y
siguientes del Código Civil, se ordena suspender las medidas de prohibición de enajenar y
gravar decretadas en fechas 09.12.2013 (sic) y 15.04.2014, (sic) la primera sobre el 50%
de los derechos de propiedad del bien inmueble constituido por una parcela de terreno,
distinguida con el N° 2, que posee una superficie aproximada de 1.000 mts2, ubicado en la
segunda etapa de la Urbanización J.C., M.M. de este estado y la segunda sobre un lote de
terreno, con una superficie aproximada de 3.177,50 mts2, ubicado en la población de
Playa El Agua, Municipio Antolín del Campo de este estado.
CUARTO: Se condena en costas a la parte demandada de conformidad con lo establecido
en el artículo 281 del Código de Procedimiento Civil y en cuanto a la parte actora no se
condena en costas en virtud de no haber vencimiento total...

(Destacados de lo transcrito).
Contra la referida decisión de alzada, la parte demandante anunció recurso extraordinario
de casación, el cual fue admitido y oportunamente formalizado. No hubo impugnación.
Concluida la sustanciación del recurso extraordinario de casación y cumplidas las demás
formalidades de ley, pasa la Sala a dictar sentencia, bajo la ponencia del Magistrado que
con tal carácter la suscribe, en los términos siguientes:
RECURSO POR DEFECTO DE ACTIVIDAD
-I-
Con fundamento en el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, se
denuncia la infracción por la recurrida de los artículos 15, 93 y 206 del Código de
Procedimiento Civil y del artículo 49 ordinales 1°, 3° y 4° de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, señalando lo siguiente:
…Al amparo del ordinal 1° del artículo del artículo 313 del Código de Procedimiento civil,
denuncio la infracción por parte de la recurrida de los artículos 15, 93 y 206 del mismo
Código y el artículo 49, ordinales 1°, 3° y 4° de la Constitución, con base en las razones
siguientes:

En el presente juicio, la jueza que pronunció la recurrida, la Dra. J.S.D.C., conoció de esta
incidencia cautelar en primer y en segunda instancia. En efecto, la ciudadana jueza, antes
de haber sido nombrada J. Superior, lo era del Juzgado Segundo de Primera Instancia en
lo Civil, M., y Tránsito de la misma Circunscripción Judicial, en donde no solo conoció de
este asunto en grado de cognición, sino que en fecha 1° de abril de 2014, fue recusada en
esa causa, especialmente donde se sustanció el conocimiento cautelar.

Preciso es aclarar que la Dra. JIAN SALME DE CONTRERAS, no conoció en alzada de su


propia sentencia como jueza de Primera instancia, pero al tiempo de su nombramiento
como jueza del Juzgado Superior que pronunció la recurrida, y muy especialmente, al
tiempo en que en segunda instancia le dio entrada, tramitó y sustanció el incidente surgido
en el presente cuaderno de medidas en primera instancia, encontrándose impedida de
conocer del mismo, por haber sido recusada como consecuencia de una decisión proferida
por ella en primera instancia en el cuaderno separado de medidas.

Independientemente de que un juez recusado, no puede conocer, ni sustanciar, ni tramitar


nada en el proceso mientras no se decida su recusación; siendo el más elemental principio
de imparcialidad y transparencia, imponía que tan pronto la Dra. JIAM SALME DE
CONTRERAS recibió estos autos en segunda instancia, debía advertir a las partes
inmediatamente que estaba recusada en el caso concreto y separarse del mismo,
ordenando oficiar a la Rectoría de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta
como lo venía haciendo para que tramitaran en el presente asunto la designación de un
Juez Accidental de la misma jerarquía para que conociera de su inhibición y de la causa
cautelar #8649 sometida a doble grado de jurisdicción de conformidad con lo establecido
en el dispositivo 93 del Código Procesal Civil.

Pero ese no fue el caso, de la propia narrativa de la recurrida se aprecia que el presente
expediente se dio por recibido en el Juzgado Superior a cargo de la Dra. JIAM SALME DE
CONTRERAS, en fecha 3 de noviembre de 2014, no se inhibió conforme era su deber, y se
encargo de sustanciar ilegalmente los informes de la parte demandada presentados el 20
de noviembre de 2014, y demás peticiones, por cuanto se encontraba impedida de poderlo
hacer por estar recusada en ese asunto.

No obstante lo anterior, al obtener el conocimiento de esta representación de tal


subversión procesal, por diligencia del 4 de diciembre de 2014, solicité la reposición de la
causa por la circunstancia de estar recusada la funcionaria que asumió el conocimiento en
Alzada, entre otros aspectos, los cuales fueron silenciados en la recurrida por la Juez.

Después de un profundo letargo, en fecha 10 de febrero de 2016, la parte demandada


consigno una copia certificada de la decisión que resolvió la recusación propuesta por la
Dra. JIAM SALME DE CONTRERAS, la que en una especie de absolución de instancia, en
esa decisión de la Juez Accidental se limitó a considerar “inoficioso” decidir sobre esa
recusación toda vez que la Dra. JIAM SALME DE CONTRERAS, ya no era Jueza de
Primera Instancia, sin percatarse de lo trascendente que sería el proceso en curso su
decisión de mérito por ocupar en los actuales momentos esa funcionaria recusada en
primera instancia ahora el cargo de Juez Superior y con conocimiento en doble grado de
esa causa. Comentario al margen es que la Dra. JIAM SALME DE CONTRERAS, al ser
recusada, entre otras, lo fue con base en la causal 9° del artículo 82 del Código de
Procedimiento Civil, esto es por “…haber dado el recusado recomendación, o prestado su
patrocinio a favor alguno de los litigantes, sobre el pleito en que se le recusa…” y por
parcialidad, es por lo que al momento de valorar y decidir sobre el establecimiento de las
conductas imputadas en la recusación a la Dra. J.S.C., en nada tenían que ver con la
circunstancia de que dicha jueza haya cesado en sus funciones como jueza de primera
instancia. Por tanto, constituye un descomunal desaguisado la sentencia dictada por el
Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil y Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Estado Bolivariano de Nueva Esparta, el 12 de enero de 2016 que consideró
inoficioso entrar a conocer y resolver sobre el fondo de esa recusación.

Vale la pena destacar, que la decisión del 12 de enero de 2016 dictada por la Jueza
Accidental en su (sic) fue publicada fuera del lapso, por lo tanto le correspondía el deber
ineludible a la Juez de notificarme de esa decisión con la finalidad de ponerme a derecho,
lo cual fue omitido, y, no obstante, no estaba firme la decisión que decidió (sic)
“inoficiosa” la recusación por no haberse ordenado mi notificación al respecto, y aun así,
la Dra. J.S.D.C., se atrevió a dictar sentencia en esta causa sin que estuviere firme la
sentencia que hubiere desechado su recusación.

En el presente caso, es indudable que la Dra. J.S.D.C., al estar recusada cuando le dio
entrada a estos autos, durante toda su sustanciación e incluso para el momento en que
pronunció la recurrida al no estar firme la sentencia que declaró “inoficioso” resolver esa
recusación, no podía conocer del presente asunto por prohibírselo expresamente el
artículo 93 del Código de Procedimiento Civil, hasta tanto no quedare definitivamente
firme una sentencia que declarare sin lugar esa recusación; más aún, peor fue la
confección de una camisa de fuerza realizada en la presente causa, en tanto y en cuanto no
solamente se omitió mi notificación como recusante en una decisión proferida fuera del
lapso permitido, sino que nunca fueron remitidas las actas procesales que integran el
presente asunto a otro tribunal de la misma jerarquía para que no fuese paralizada la
causa y esperar si fuese el caso una decisión al respecto en sede cautelar.

Lo anterior deja claramente al descubierto, con todo respeto, que la Dra., JIAM SALME
DE CONTRERAS, no era jueza natural para conocer de la recurrida, pues sobre ella
estaba pendiente la decisión de una recusación propuesta en su contra, la que de paso, se
fundó en muy serias y comprometedoras causales al poner en tela de juicio la debida
imparcialidad al haberse alegado que habría patrocinado a la parte demandada. Es
parcialidad de la sentenciadora aún quedó más que comprometida en la forma ilegal como
sustanció éste asunto estando impedida por la ley de poder hacerlo.

Todo lo anteriormente delatado, demuestra la violación del artículo 93 del Código de


Procedimiento Civil, que objetivamente prohibía a la Dra. JIAM SALME DE
CONTRERAS, pronunciar la recurrida; y, dejó muy en claro que ella no era la jueza
natural para conocer de este asunto tramitado en sede cautelar precisamente donde ella
había sido recusada, lo que lógicamente se traduce que a la parte actora se le ha privado
su derecho constitucional al juez natural.

(…omissis…)

Pues bien, conforme al precedente jurisprudencial citado y todas las demás


consideraciones, siendo que la jueza que pronunció la recurrida estaba impedida de
conocer de este asunto por mandato del artículo 93 del Código de Procedimiento Civil, y
siendo que a su vez, amén de esa limitación legal hasta tanto no se decidiere y quedara
definitivamente firme una sentencia que declarare sin lugar esa recusación, la forma de
proceder de dicha jueza se encuentra evidentemente reñida con el modelo ideal de juez
imparcial que describe la constitución, queda más que evidenciada la violación de los
derechos constitucionales a la defensa, al debido proceso y al juez natural. Por tanto, la
recurrida se dictó en violación de lo dispuesto en el artículo 15, 93 y 206 del Código de
Procedimiento Civil, este último por cuanto no se ha mantenido la estabilidad del presente
proceso al haberse sustanciado todo un incidente de alzada radicalmente nulo por parte de
una jueza impedida de conocer del mismo.

Por otra parte, las violaciones antes señaladas constituyen igualmente quebrantamiento
del artículo 49, ordinales 1°, 3° y 4° de la Constitución, por ser estos los preceptos
generales que consagran los derechos constitucionales a la defensa, al debido proceso y al
juez natural.
En consecuencia, constatadas como sean estas violaciones por parte de la Sala, solicito se
declare con lugar la presente denuncia y la nulidad de todas las actuaciones que como
jueza de alzada realizó la Dra. JIAM SALME DE CONTRERAS dado los denunciados
impedimentos legales y constitucionales que tenía para actuar en este asunto

.
La Sala para decidir, observa:
De la denuncia antes transcrita se desprende que el formalizante le imputa a la
recurrida, la infracción de los artículos 15, 93 y 206 del Código de Procedimiento Civil y
del artículo 49 ordinales 1°, 3° y 4° de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, por el quebrantamiento de formas sustanciales del proceso e indefensión de la
parte demandante recusante, al considerar que la juez de alzada no podía conocer del caso
al estar recusada y en consecuencia no tenía capacidad subjetiva para conocer del
expediente y sustanciarlo, por efecto de la apelación que fuera remitida al superior, y por
ende que le fueron violados sus derechos constitucionales a la defensa, debido proceso y
juez natural.
Visto lo anteriormente expuesto, y dada la naturaleza de la denuncia por el
quebrantamiento de formas sustanciales del proceso e indefensión, que permite a esta Sala
de forma excepcional descender al estudio de las actas del expediente, esta Sala observa:
En fecha 5 de noviembre de 2014, se admitió el expediente en el Juzgado Superior en
lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de
Nueva Esparta, a cargo de la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras y fijó la
oportunidad para la presentación de informes.
En fecha 20 de noviembre de 2014, la apoderada judicial de la demandada consignó
escrito de informes.
En fecha 4 de diciembre de 2014, el ciudadano abogado R.L.G.A., actuando como
apoderado judicial del demandante, presentó escrito ante el Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Nueva
Esparta, mediante el cual solicitó se declare la nulidad de todos los actos posteriores a la
admisión de la causa en la alzada, en virtud de que en fecha 1° de abril de 2014, actuando
como apoderado judicial del ciudadano E.H.L.C., parte demandante, presentó recusación en
contra de la Juez del Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Nueva Esparta, ciudadana
abogada J.S. de Contreras, dado que dicha recusación no había sido resuelta y por cuanto
que, dicha ciudadana juez pasó a ser juez superior temporal, esta no podía conocer del caso.
En fecha 9 de diciembre de 2014, la juez recusada abogada J.S. de Contreras,
actuando ya como juez superior temporal, dictó sentencia interlocutoria en la cual
estableció, que se ordena gestionar lo conducente en el expediente a los fines de que sea
resuelta la incidencia de recusación y en consecuencia dependiendo de lo resuelto se
determine si debe seguir conociendo o no de la causa.
En fecha 9 de febrero de 2015, la juez recusada actuando como juez superior
temporal, acordó oficiar a la rectoría del estado, para que esta oficie nuevamente a la
comisión judicial de este Tribunal Supremo de Justicia, solicitando se designe un juez
accidental para que conozca de la causa.
En fecha 14 de abril de 2015, se abocó al conocimiento de la causa la juez temporal
abogada I.M.V., y ordenó la notificación de las partes.
En fecha 5 de junio de 2015, el demandante se dio por notificado.
En fecha 10 de febrero de 2016, la apoderada judicial de la demandada, mediante
diligencia consignó copia simple de decisión que declaró inoficioso resolver la recusación
planteada, dictada en fecha 12 de enero de 2016, por la juez superior accidental abogada
L.M.V..
En fecha 15 de febrero de 2016, la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras,
ordenó cómputo a los fines de verificar el vencimiento de los lapsos para decidir.
En fecha 15 de febrero de 2016, la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras,
se abocó al conocimiento de la causa, ordenó la reanudación de la misma, acordando sólo la
notificación de la demandante, para que se reinicie el lapso para dictar sentencia, dado que
la demandada se encuentra a derecho, por diligencia de fecha 10 de febrero de 2016.
En fecha 19 de febrero de 2016, la ciudadana alguacil del tribunal de alzada, consigna
boleta de notificación firmada por el apoderado del demandante.
En fecha 15 de marzo de 2016, la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras,
difirió el lapso para decidir por 30 días.
En fecha 18 de marzo de 2016, se recibió oficio emanado del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (C.I.C.P.C.), Sub Delegación de
Porlamar del estado Nueva Esparta, donde se requirió copia certificada de todo el
expediente.
En fecha 18 de marzo de 2016, la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras,
ordenó oficiar a la Dirección Administrativa Regional de la Dirección Ejecutiva de la
Magistratura, a los fines de que ordene lo conducente para elaborar las copias solicitadas.
En fecha 31 de marzo de 2016, la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras,
libró oficio dirigido al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas
(C.I.C.P.C.), Sub Delegación de Porlamar del estado Nueva Esparta, remitiéndole copia
certificada del expediente.
En fecha 5 de abril de 2016, la ciudadana Y. delV.O.G., alguacil del tribunal de
alzada, consigna oficio recibido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas (C.I.C.P.C.), Sub Delegación de Porlamar del estado Nueva Esparta.
En fecha 14 de Abril de 2016, el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Nueva Esparta, dictó
sentencia.
Ahora bien, de todo lo antes narrado esta S. observa, que la juez de alzada con su
modo de proceder, violentó el debido proceso y derecho a la defensa de la demandante,
dado que conoció de la causa estando recusada y por ende en tela de juicio su capacidad
subjetiva para conocer del caso, admitiendo el expediente y ordenando su sustanciación, y
posteriormente suspendió de forma ilegal el curso de la causa, hasta tanto se consignara en
actas del expediente las resultas de la recusación propuesta en su contra, sin percatarse por
olvido o por desconocimiento, que el artículo 93 del Código de Procedimiento Civil, señala
expresamente que: “Ni la recusación ni la inhibición detendrán el curso de la causa, cuyo
conocimiento pasará inmediatamente mientras se decide la incidencia, a otro Tribunal de la
misma categoría, si lo hubiere en la localidad, y en defecto de éste, a quien deba suplirlo
conforme a la Ley.”, así como, que el artículo 84 eiusdem, expresa que: “El funcionario
judicial que conozca que en su persona existe alguna causa de recusación, está obligado a
declararla, sin aguardar a que se le recuse…”, y por ende al haberse recibido el expediente
en la alzada, dicha juez superior estaba en la obligación de inhibirse de conocer el caso,
dado que la inhibición constituye un deber moral del juez en aplicación de la justicia de
forma imparcial y transparente, y en consecuencia debió pasarlo al conocimiento de un juez
accidental en el mismo tribunal superior, al no existir otro juez superior de la misma
categoría en la localidad, para que este conociera del recurso de apelación interpuesto, más
no admitir la causa, donde estaba recusada y no había sido resuelta dicha recusación y
posteriormente suspender mediante sentencia interlocutoria el curso del juicio, pues dicha
suspensión del proceso sin basamento legal, constituye un claro caso de denegación de
justicia, en violación de lo previsto en los artículos 93 antes citado, y 26 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, que preceptúa que: “Toda persona tiene derecho
de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus derechos e
intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con
prontitud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible,
imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y
expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.”
Así esta S., en sentencia N° RC-868, de fecha 7 de diciembre de 2016, expediente N° 2016-
456, caso: N.Y.B.G. contra D.E.M.F. y otros, bajo la ponencia del mismo Magistrado que
con tal carácter suscribe el presente fallo, en torno a la garantía constitucional del juez
natural y la obligación de inhibirse por parte del juez, en los casos que tenga conocimiento
que se encuentra imposibilitado de conocer del caso, como una garantía judicial del debido
proceso y derecho a la defensa, dispuso lo siguiente:
…Ahora bien, ante tales eventos procesales, la Sala observa que, la violación del debido
proceso, derecho a la defensa y garantía del juez natural, se vieron vulnerados en el
presente caso, cuando una vez interpuesta la demanda en el presente juicio, por ante el
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción
Judicial del estado M., a cargo para entonces del abogado G.P.V., en su condición de juez
del mencionado tribunal, el mismo procedió a sustanciar el expediente hasta la etapa de
las pruebas promovidas por los sujetos procesales intervinientes en el juicio; no obstante,
no es sino hasta el día 23 de julio de 2014, que el apoderado de la demandante le solicita
mediante diligencia al juzgador de primera instancia, que se inhibiera del conocimiento
del asunto, motivado a que la ciudadana Y.R. de Posada, es su cónyuge, siendo además la
apoderada judicial del ciudadano D.E.M.F., quien es co-demandado en el caso bajo
estudio, es decir casi ocho (8) meses después de admitida la demanda (10 de enero de
2016), es que el juez se inhibe de conocer del juicio, en fecha 29 de julio de 2014, pues este
no sabía que su esposa era la apoderada judicial de uno de los co-demandados en este
juicio, lo cual a todas luces comprometía la capacidad subjetiva del juez para conocer del
juicio, considerando esta S., que dicho juez debió inhibirse ipso facto del conocimiento del
asunto, pues no escapa del entendimiento de esta S., que es imposible que dicho juez no
supiera que uno de los co-demandados era cliente de su esposa, y en consecuencia el juez
no debía haber esperado que le solicitaran la inhibición, en conformidad con lo estatuido
en el artículo 84 del Código de Procedimiento Civil, al señalar que:

El funcionario judicial que conozca que en su persona existe alguna causa de recusación,
está obligado a declararla, sin aguardar a que se le recuse, a fin de que las partes, dentro
de los dos días siguientes, manifiesten su allanamiento o contradicción a que siga
actuando el impedido.

Si del expediente apareciera haber conocido el funcionario dicha causal, y que, no


obstante, hubiere retardado la declaración respectiva, dando lugar a actos que gravaren la
parte, este tendrá derecho a pedir al Superior, que le imponga una multa, la cual podrá
alcanzar hasta mil bolívares.

La declaración de que trata este artículo, se hará en un acta en la cual se expresan las
circunstancias de tiempo, lugar y demás del hecho o los hechos que sean motivo del
impedimento; además deberá expresar la parte contra quien obre el impedimento.

(Resaltado y subrayado de la Sala)


De lo que se desprende que, tal figura jurídica de la inhibición es obligatoria para todo
funcionario judicial cuando éste tenga conocimiento de un asunto y considere que en su
persona existe alguna causa de recusación, debe declararla sin aguardar a que se le recuse.
Al respecto, el tratadista A.R.-Romberg, en su obra titulada Tratado de Derecho Procesal
Civil, Tomo I, p. 409 conceptualizó la inhibición como el “…acto del juez de separarse
voluntariamente del conocimiento de una causa concreta, por encontrarse en una especial
posición o vinculación con las partes o con el objeto de ella, prevista en la ley como causa
de recusación…”.
Asimismo, el Dr. R.H. La Roche, en su obra titulada Código de Procedimiento Civil, Tomo
I, Pág. 292, ha estimado la inhibición como “…el acto en virtud del cual el juez, u otro
funcionario judicial, requiere separarse del conocimiento del asunto por estar vinculado, en
forma calificada por la ley, con las partes o con el objeto del proceso…”
En el mismo sentido, en torno a la figura de la inhibición, también cabe señalar, sentencia
de la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, N° 2917, de fecha 13 de
diciembre de 2004, expediente N° 2004-1327, caso: T.R.C.H., que dispuso lo siguiente:
…esta Sala debe reiterar que la figura de la inhibición es producto de una manifestación
volitiva del decisor, ya que sólo éste es capaz de conocer si, efectivamente, en su persona
existe algún motivo que pueda comprometer su imparcialidad. Así lo reconoce nuestra
legislación, que obliga al funcionario judicial a separarse de la causa, cuando encuentre
que en su persona existe una causal de recusación (artículos 84 del Código de
Procedimiento Civil…

). (Destacado de la Sala)
Por lo cual, esta S. considera que la inhibición constituye un deber moral del juez en
aplicación de la justicia de forma imparcial y transparente, más no una mera facultad, por
cuanto que el legislador procesal civil le impone al operador de justicia la obligación de
declararla, “sin aguardar a que se le recuse”, caracterizándola como un acto volitivo, por
cuanto sólo él es capaz de conocer sí, efectivamente, en su persona existe algún motivo que
pueda comprometer su imparcialidad garantizando la transparencia que debe guiar la
función jurisdiccional.
Siendo ello así, la Sala observa que, el juez G.P.V., retardó su declaración de inhibirse, toda
vez que aguardó a que el apoderado judicial de la demandante se lo solicitara y no es hasta
el día 28 de julio de 2014, que el funcionario judicial procedió a inhibirse, cuando adujo
que: “…tal como lo señala el abogado diligenciante mi cónyuge ciudadana abogada Y.R.
de Posada, le otorgaron Poder (sic) Especial (sic) Apud (sic) Acta (sic) conjuntamente con
dos abogados más, otorgado por el ciudadano D.E.M.F., tal como consta en copia
certificada del poder consignado, y aunque se evidencia a los autos que no ha actuado en el
expediente es por la (sic) que procedo a inhibirme…”; de lo que se obtiene, que el juez
admite para inhibirse que la ciudadana Y.R. de Posada, titular de la cédula de identidad N°
4.514.975, inscrita en el I.P.S.A. bajo el N° 16.142, es su cónyuge, pasados ya casi ocho (8)
meses después de estar conociendo del caso, lo que denota claramente una vulneración de
orden público, al incidir directamente en la violación del derecho a la defensa, al debido
proceso y al juez natural que debe tener el justiciable, como garantías fundamentales de una
sana y transparente administración de justicia, pues, resulta imposible para esta Sala creer y
entender, que el juez como profesional del derecho, no sabía que su esposa, también
profesional del derecho, era apoderada judicial de un ciudadano que tenía un juicio en su
tribunal, lo que patentiza palmariamente que dicho juez, en este asunto debió desprenderse
del conocimiento del mismo, sin haber esperado a que se lo solicitaran, en cumplimiento a
los dispuesto en los artículos 84 del Código de Procedimiento Civil, ya descrito, y artículos
12 y 15 eiusdem, que constituyen materia de orden público, y que señalan, que los jueces
tendrán por norte de sus actos la verdad, que procurarán conocer en los límites de su oficio,
que deben atenerse a lo alegado y probado en autos, sin poder sacar elementos de
convicción fuera de éstos, ni suplir excepciones o argumentos de hecho no alegados ni
probados, que los jueces garantizarán el derecho de defensa, y mantendrán a las partes en
los derechos y facultades comunes a ellas, sin preferencia ni desigualdades y en los
privativos de cada una, las mantendrán respectivamente, según lo acuerde la ley a la diversa
condición que tengan en el juicio, sin que puedan permitir ni permitirse ellos
extralimitaciones de ningún género.
En tal sentido, esta S. considera necesario hacer referencia a la garantía constitucional del
juez natural, destacándose sentencia de esta Sala N° 390 de fecha 15 de junio de 2005, caso
L.L.M. y otros contra H.C.B. y otra, en el expediente N° 05-052, que al respecto expresó lo
siguiente:
…Para fundamentar este criterio la Sala se permite transcribir una decisión proferida por
la Sala Constitucional de este Alto Tribunal, de fecha 24 de marzo de 2000, expediente N°
00-0056, sentencia Nº 144, en la acción de amparo constitucional intentada por la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador contra decisión judicial, y en la cual se
dijo:
‘…Los jueces a quienes la ley ha facultado para juzgar a las personas en los asuntos
correspondientes a las actividades que legalmente pueden conocer, son los jueces
naturales, de quienes se supone conocimientos particulares sobre las materias que juzgan,
siendo esta característica, la de la idoneidad del juez, la que exige el artículo 255 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…´

(…omissis…)

Como el ser juzgado por el juez natural es una garantía judicial, y un elemento para que
pueda existir el debido proceso, la abrogada Constitución de 1961 en su artículo 69, así
como la vigente en su artículo 49, consagran el derecho de las personas naturales o
jurídicas de ser juzgadas por dicho juez, quien además debe existir como órgano
jurisdiccional con anterioridad a los hechos litigiosos sin que pueda crearse un órgano
jurisdiccional para conocer únicamente dichos hechos después de ocurridos. El citado
artículo 49 de la vigente Constitución es claro al respecto: En su numeral 4, reza:

‘Artículo 49: El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y


administrativas y, en consecuencia:

(…omissis…)

4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal
efecto´.

(…omissis…)

Esta garantía judicial es una de las claves de la convivencia social y por ello confluyen en
ella la condición de derecho humano de jerarquía constitucional y de disposición de orden
público, entendido el orden público como un valor destinado a mantener la armonía
necesaria y básica para el desarrollo e integración de la sociedad. Dada su importancia,
no es concebible que sobre ella existan pactos válidos de las partes, ni que los Tribunales
al resolver conflictos atribuyan a jueces diversos al natural, el conocimiento de una causa.
El convenio expreso o tácito de las partes en ese sentido, al igual que la decisión judicial
que trastoque al juez natural, constituyen infracciones constitucionales de orden público…

. (Destacado de la Sala).
De la citada jurisprudencia se desprende, que el ser juzgado por un juez natural es una
garantía judicial y por tanto es un elemento esencial para que pueda concurrir el debido
proceso, y así poder garantizarse la correcta administración de justicia. (Cfr. Sentencia N°
RC-844, de fecha 9 de diciembre de 2014, expediente N° 14-496, caso: Banco Mercantil,
C.A. Banco Universal contra F.G., S.A.).
Por su parte, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 49,
ordinal 4º, contempla la garantía constitucional del juez natural, indicando expresamente lo
siguiente:
…El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia:

(…omissis…)

4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal
efecto…

.
En tal sentido la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº
144, del 24 de marzo de 2000, precisó en torno al juez natural lo siguiente:
…Como el ser juzgado por el juez natural es una garantía judicial, y un elemento para que
pueda existir el debido proceso, la abrogada Constitución de 1961 en su artículo 69, así
como la vigente en su artículo 49, consagran el derecho de las personas naturales o
jurídicas a ser juzgadas por dicho juez natural (…). La comentada garantía judicial, es
reconocida como un derecho humano por el artículo 8 de la Ley Aprobatoria de la
Convención Americana de Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica y por el
artículo 14 de la Ley Aprobatoria del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Esta garantía judicial es una de las claves de la convivencia social y por ello confluyen en
ella la condición de derecho humano de jerarquía constitucional y de disposición de orden
público, entendido el orden público como un valor destinado a mantener la armonía
necesaria y básica para el desarrollo e integración de la sociedad (…)

En la persona del juez natural, además de ser un juez predeterminado por la ley, como lo
señala el autor V.G.S. (Constitución y Proceso. Editorial Tecnos. Madrid 1988) y de la
exigencia de su constitución legítima, deben confluir varios requisitos para que pueda
considerarse tal. Dichos requisitos, básicamente, surgen de la garantía judicial que
ofrecen los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
y son los siguientes: (…) 5) ser un juez idóneo, como lo garantiza el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

. (Resaltado de esta Sala)


De igual forma, la Sala Constitucional de este Alto Tribunal en sentencia N° 520, de fecha
7 de junio de 2000, respecto a la garantía constitucional del juez natural, dejó sentado lo
siguiente:
…El derecho al juez natural consiste, básicamente, en la necesidad de que el proceso sea
decidido por el juez ordinario predeterminado en la ley. Esto es, aquél al que le
corresponde el conocimiento según las normas vigentes con anterioridad. Esto supone, en
primer lugar, que el órgano judicial haya sido creado previamente por la norma jurídica;
en segundo lugar, que ésta lo haya investido de autoridad con anterioridad al hecho
motivador de la actuación y proceso judicial; en tercer lugar, que su régimen orgánico y
procesal no permita calificarlo de órgano especial o excepcional para el caso; y, en cuarto
lugar, que la composición del órgano jurisdiccional sea determinado en la ley, siguiéndose
en cada caso concreto el procedimiento legalmente establecido para la designación de sus
miembros, vale decir, que el tribunal esté correctamente constituido. En síntesis, la
garantía del juez natural puede expresarse diciendo que es la garantía de que la causa sea
resuelta por el juez competente o por quien funcionalmente haga sus veces…

. (Subrayado de la Sala).
Acorde con lo antes expuesto, en fecha más reciente, la Sala Constitucional de este
Tribunal Supremo de Justicia, en su sentencia N° 842, de fecha 22 de junio de 2010,
expediente N° 2010-0153, caso: Sociedad Mercantil Promotora Club House C.A., en
revisión constitucional, respecto a la garantía fundamental del juez natural, determinó lo
siguiente:
…El derecho a ser juzgado por sus jueces naturales ha sido definido por esta S. en decisión
N° 520/2000, en los siguientes términos:

‘En síntesis, la garantía del juez natural puede expresarse diciendo que es la garantía de
que la causa sea resuelta por el juez competente o por quien funcionalmente haga sus
veces´.

Así las cosas, siendo que la competencia de un tribunal es materia de eminente orden
público, y puede ser estudiada en cualquier estado y grado de la causa, la decisión objeto
de la presente solicitud de revisión debe ser anulada y la causa deberá ser decidida
nuevamente por un Juzgado Superior con competencia Mercantil de la Circunscripción
Judicial del Estado Lara. En consecuencia, resulta forzoso para la Sala hacer uso de su
facultad discrecional contemplada en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución y
se declara ha lugar la presente revisión. Así finalmente se declara…

(Resaltado y subrayado de la Sala)


Ahora bien, para esta Sala se hace evidente, de conformidad con lo previsto en las normas
y jurisprudencia precedentemente citadas, que al dar cumplimiento al derecho
constitucional de ser juzgado por el juez natural, se garantiza que los juicios sean
tramitados por los jueces idóneos y especialistas en las áreas de su competencia, siendo
exigencias fundamentales y de obligatorio cumplimiento para todos los jueces de nuestra
Nación, tal y como lo estatuye el artículo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, todo ello para así resguardar la correcta administración de
justicia, de lo contrario si no se cumple con tal garantía fundamental y este derecho es
perturbado, se estaría violentando el orden público y por ende el debido proceso.
De manera que, al constatarse en la presente causa, la incorrecta actuación por parte del
abogado G.P.V., en su condición de Juez del Tribunal Segundo de Primera Instancia en lo
Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado M., al no proceder a inhibirse
del conocimiento del asunto y desprenderse del expediente, conociendo del caso por casi
(8) meses, sin aguardar a que se lo solicitaran, a sabiendas que mantenía vinculo conyugal
con una de las apoderadas judiciales de uno de los co-demandados, aunado al desorden
procesal evidenciado en la etapa probatoria, como ya se reseño en la narrativa de este
fallo, donde el juez incapacitado subjetivamente ordenó agregar las pruebas a los autos y
estas no fueron agregadas, y vista la desigualdad procesal en la sustanciación del juicio,
donde se le daba respuesta expedita a las solicitudes de la parte demandada, y no se le dio
el mismo trato a las solicitudes de la demandante, y con el fin de evitar, no sólo la
violación de la garantía del juez natural, sino adicionalmente la transgresión de los
principios de transparencia, igualdad, equilibrio, economía y celeridad procesal, así como
el debido proceso y el derecho a la defensa, se hace necesario en este caso, reponer la
causa al estado de nueva admisión de la demanda, con la nulidad de todo lo actuado con
posterioridad, para que un juez competente idóneo, imparcial y transparente conozca de la
causa, sin que se vea comprometida su capacidad subjetiva para conocer del caso y este
sea sustanciado conforme a la ley.

Cónsono con todo lo anteriormente expuesto, juzga la Sala, que la conducta del
sentenciador de instancia es violatoria de los artículos 84, 12 y 15 del Código de
Procedimiento Civil, así como de los artículos 26, 49 ordinal 4° y 257 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, que consagran el derecho inviolable a la
defensa, el principio del juez natural, y las garantías constitucionales a una tutela judicial
efectiva y a una justicia imparcial, idónea, transparente, responsable y equitativa, en la
cual el proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia,
toda vez que con la actuación del juez violentó la garantía fundamental del juez natural,
menoscabando así el derecho a la defensa de la parte demandante.

Lo anterior determina un típico caso de desigualdad procesal de las partes que evidencia
palmariamente la ruptura del equilibrio procesal y el orden público, violentando con ello
las normas antes referidas.

En consecuencia, de conformidad con la facultad prevista en el artículo 320 del Código de


Procedimiento Civil, la Sala casa de oficio el fallo recurrido, y repone la causa al estado
de nueva admisión de la demanda, con la nulidad de todo lo actuado con posterioridad,
para que un juez competente imparcial y transparente conozca de la causa, sin que se vea
comprometida su capacidad subjetiva para conocer del caso y este sea sustanciado
conforme a la ley, por haber generado la violación del orden público en indefensión de la
demandante recurrente en casación, al haberse vulnerado el principio fundamental
constitucional del juez natural, y ordena, vista la gravedad del caso, remitir copia
certificada del presente fallo a la Inspectoría General de Tribunales, así como al Colegio
de Abogados del estado Monagas, a los fines legales consiguientes. Así se decide…

.
Por lo cual, se hace procedente la denuncia de infracción de los artículos 15, 93 y 206 del
Código de Procedimiento Civil y del artículo 49 ordinales 1°, 3° y 4° de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, dado que la juez recusada, al conocer del caso y
admitirlo, sin haberse resuelto la recusación presentada en su contra y posteriormente
suspender el curso de la causa y decidirla, violó el debido proceso y derecho a la defensa de
la demandante recusante, y esto degeneró en un claro quebrantamiento de las formas
sustanciales del proceso, dado que las actuaciones practicadas, son nulas de nulidad
absoluta por la violación de la garantía a ser juzgado por un juez natural, imparcial e
independiente, al estar comprometida la capacidad subjetiva para conocer del caso por parte
de la juez superior temporal recusada.
Todo ello, aunado al hecho de que en fecha 12 de enero de 2016, la juez superior accidental
del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
estado Bolivariano de Nueva Esparta, abogada L.M.V., dictó sentencia en torno a la
recusación propuesta y declaró: “…INOFICIOSO resolver la recusación planteada…” y
ordenó remitir el expediente a la primera instancia, al entender que como la juez recusada
ya no es juez de primera instancia y fue nombrada juez superior temporal, no se hacía
necesario decidir al respecto, pues se cumplió con la finalidad de la recusación, que era a su
entender la separación del juez recusada del conocimiento del caso.
Sobre lo cual esta S. observa, que desde la limitada óptica que se pretende dar por resuelta
la recusación con la declaratoria de inoficioso, más que eso, se está dejando es en un claro
estado de indefensión a las partes, dado que la juez superior accidental, ya sea por descuido
o por desconocimiento, no se percató, que la juez recusada en la primera instancia, era la
misma que le tocaba conocer del caso en la alzada, al no existir otro tribunal superior en la
misma localidad, lo cual a juicio de esta S., también patentiza el estado de indefensión de la
demandante recusante, que nunca obtuvo una decisión de fondo en torno a la recusación
por él propuesta y quedó en un tipo de limbo jurídico en el cual no se resolvió sobre el
fondo, respecto de si la juez recusada había estado incursa en la causal de recusación
prevista y sancionada en el ordinal 9° del artículo 82 del Código de Procedimiento Civil,
referente a que el recusado haya dado recomendación o prestado su patrocinio a favor de
alguno de los litigantes.
Por lo cual, y en consideración a todo lo antes expresado, considera necesario esta S.
remitir copia certificada de esta sentencia a la Inspectoría General de Tribunales, a los fines
de que aperture la averiguación correspondiente, por la manera en que se quebrantaron las
formas sustanciales del proceso, en la tramitación y decisión de la apelación del cuaderno
de medidas y de la recusación, por parte de la juez superior temporal abogada J.S. de
Contreras, y la juez superior accidental abogada L.M.V., respectivamente, y repone la
presente causa al estado de que el expediente sea admitido y sustanciado nuevamente en la
alzada, por parte de un nuevo juez imparcial y transparente, garantizando la transparencia
que debe guiar la función jurisdiccional, y cumplida la sustanciación del mismo dicte
sentencia sobre las apelaciones interpuestas en este cuaderno separado de medidas. (Cfr.
Fallo de esta Sala N° RC-868, de fecha 7 de diciembre de 2016, expediente N° 2016-456,
caso: N.Y.B.G. contra D.E.M.F. y otros, bajo la ponencia del mismo Magistrado que con
tal carácter suscribe el presente fallo).-
Dado que se ha encontrado procedente una infracción de las descritas en el ordinal 1º del
artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, esta S. se abstiene de conocer y decidir las
restantes denuncias contenidas en el escrito de formalización del recurso extraordinario de
casación propuesto por el demandante, de conformidad con lo establecido en el artículo 320
eiusdem.
D E C I S I Ó N Por las precedentes consideraciones, este Tribunal Supremo de Justicia de
la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley, declara: CON LUGAR el recurso
extraordinario de casación, anunciado y formalizado por la parte demandante, contra la
sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la
Circunscripción Judicial del estado Bolivariano de Nueva Esparta, en fecha 14 de Abril de
2016.
En consecuencia, SE ANULA la sentencia recurrida, REPONE la presente causa al estado
de que el expediente sea admitido y sustanciado nuevamente en la alzada, por parte de un
nuevo juez imparcial y transparente, y se ORDENA al juez superior que corresponda, dicte
nueva decisión en acatamiento a lo ordenado en esta fallo.
Queda de esta manera CASADA la sentencia impugnada.
No hay condenatoria en las costas del recurso, dada la naturaleza del presente fallo.
P., regístrese y remítase este expediente al juzgado superior antes mencionado, todo de
conformidad con lo estatuido en los artículos 322 y 326 del Código de Procedimiento Civil.
REMÍTASE copia certificada del presente fallo a la Inspectoría General de Tribunales, en
cumplimiento a lo acordado en este fallo, a los fines de que aperture la averiguación
correspondiente, por la manera en que se quebrantó las formas sustanciales del proceso, en
la tramitación y decisión de la apelación del cuaderno de medidas y de la recusación, por
parte de la juez superior temporal abogada J.S. de Contreras y la juez superior accidental
abogada L.M.V..
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil, del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los treinta y un (31) días del mes de enero de dos mil
diecisiete. Años: 206º de la Independencia y 157º de la Federación.
Presidente de la Sala,
__________________________
GUILLERMO BLANCO VÁZQUEZ
Vicepresidente,
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
PODER JUDICIAL
Tribunal Tercero de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito
Laboral del estado Portuguesa sede Acarigua
Acarigua, 27 de marzo de 2014
203º y 155º
ASUNTO PRINCIPAL: PP21-L-2013-000605
IDENTIFICACION DE LAS PARTES
PARTE ACTORA: ESTALY W.M.C., titular de la cedula de identidad N° 10.639.921.
APODERADOS JUDICALES DE LA PARTE ACTORA: A.. J.J.R.M., R.R., R.B., J.R. y JULIO
GONZALEZ, inscritos en el Inpreabogado N° 116.324, 90.324, 101.587, 64.268 y 153.205, en
su orden.
PARTE DEMANDADA: INDUSTRIA QUIMICA DE PORTUGUESA, S.A. (INQUIPORT),
inscrita en el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil y M. de la Circunscripción
Judicial del estado Portuguesa, en fecha 29 de octubre de 1969, bajo el N° 163, del libro de
registro de comercio (hoy registro Mercantil Segundo de la Circunscripción Judicial del estado
Portuguesa), representada por el ciudadano R.G., titular de la cedula de identidad N°
6.931.004.
APODERADOS JUDICALES DE LA PARTE DEMANDADA: A.. N.A.O. y J.M., inscritos en el
Inpreabogado N° 25.730 y 46.710, respectivamente.
MOTIVO: PRESTACIONES SOCIALES Y OTROS CONCEPTOS.
SENTENCIA: INTERLOCUTORIA
RESUMEN
Surge esta Interlocutoria en virtud al escrito de fecha 14 de marzo de 2014, folios 169 y 180,
presentado por la abogada NERSA ADELA ORTIZ, en su condición de apoderada judicial de
la Demandada INDUSTRIA QUIMICA DE PORTUGUESA, S.A. (INQUIPORT), mediante el
cual solicita la reposición de la presente causa al estado de celebrarse la audiencia preliminar,
por considerar que debió ser notificada porque según su decir se perdió la estadía a derecho
de las partes.
Este juzgador estando dentro del lapso establecido, para emitir pronunciamiento sobre lo
solicitado por la referida abogada, observa:
1) Que la parte demandada fue notificada en fecha 01-07-2013, folios 27 y 28.
2) Que el Secretario del Tribunal deja constancia de la notificación practicada por el Alguacil
en fecha 22-07-2013, folio 30.
3) Que en fecha 02-08-2013, la abogada NERSA ADELA ORTIZ, en su condición de
apoderada judicial de la Demandada, estando dentro del término para la celebración de la
audiencia preliminar, presentó escrito solicitando al Juzgado Tercero de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Laboral del estado L., la declinatoria de la
competencia por el territorio, folios 32 al 36.
4) Que el mencionado Juzgado en fecha 06-08-2013, declinó su competencia en esta
jurisdicción folios 90 al 92.
5) Que en fecha 17-09-2013, la parte actora solicitó la regulación de la competencia folios 93
al 96; y, en fecha 21-10-2013 el Tribunal Superior Segundo del Circuito Laboral del estado L.,
declaró competente por el territorio a esta Jurisdicción folios 134 al 145.
6) Que en fecha 05-11-2013, el Tribunal declinante remitió la presente causa a la URDD de
este Circuito del trabajo de Acarigua, folio 150.
7) Que en fecha 28-11-2013, la URDD de este Circuito Judicial Laboral recibió el presente
expediente folio 151.
8) Que al ser distribuida la referida causa, fue recibida para su conocimiento por este Juzgado
Tercero de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, en fecha
29-11-2013, folio 153.
9) Que en virtud de estar las partes están a derecho y en razón al principio de celeridad
procesal este Juzgado dicta auto en fecha 02-12-2013, folio 154, fijando la audiencia
preliminar para el décimo día de despacho a las 09:00 a.m.
10) Que Llegado el décimo día y la hora para la celebración de la audiencia preliminar, es
decir, el día 18-12-2013 a las 09:00 a.m., la demandada no compareció, únicamente
compareció el demandante asistido por su apoderado judicial, y, en atención a la
incomparecencia de la Demandada, se presumió la admisión de los hechos y se dictó el
dispositivo oral, folio 155.
11) Que en relación a la admisión de los hechos por la incomparecencia de la Demandada a la
audiencia preliminar, este Tribunal en fecha 10-01-2014, sentenció al fondo de la demanda (F.
157 al 160).
12) Que por estar firme la sentencia, se dictó auto en fecha 20-01-2014, designando Experto
para realizar experticia complementaria del Fallo, folio 161.
13) Que Notificada y juramentada, la experto presentó experticia en fecha 07-03-2014, folio
166 al 168.
14) Que en fecha 14-03-2014, la abogada NERSA ADELA ORTIZ, solicita la reposición de la
causa. (folios 172 al 180).
15) Que en fecha 19-03-2014, se difirió el pronunciamiento por un lapso de cinco (5) días de
despacho folio 181.
16) Que en fecha 20-03-2014, la parte actora también presenta escrito, folio 183 y vto., donde
manifiesta, que la demandada reside en la Jurisdicción de este Tribunal, y que el accionante a
pesar de residir en la ciudad de Barquisimeto siempre estuvo pendiente del expediente.
Ahora bien, de lo observado se desprende los siguientes hechos:
A) Que después de hecha la certificación por el Secretario del Tribunal Tercero de Primera
Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo del estado L., la abogada
NERSA ADELA ORTIZ, actuó en el expediente solicitando la declinatoria de la competencia.
B) Que el referido Tribunal acordó la declinatoria solicitada por la apoderada judicial de la
demandada.
C) Que una vez declinada la competencia, la parte actora solicitó la regulación de la
competencia.
D) Que el Tribunal Superior del Trabajo del estado L. confirmó la declinatoria de competencia.
E) Que desde la remisión del expediente por el Tribunal declinante el día 05-11-2013 hasta el
recibo del mismo por la URDD de este Circuito el 28-11-2013 transcurrieron 23 días
calendarios.
F) Que desde el recibo del expediente por este tribunal el día 29-11-2013 hasta la fijación de
la audiencia preliminar el día 02-12-2013 transcurrieron 2 días de despacho.
G) Que a la audiencia preliminar solo compareció la parte actora.
De los hechos explanados se aprecia
1. Que la partes siempre han estado a derecho por cuanto ambas actuaron en el expediente
y el lapso de tiempo que tardó el expediente desde que egresó del Tribunal declinante
hasta ser recibido este Tribunal Declinado fue inferior o igual a 24 días calendarios, lo que
resulta cuestionable la perdida del control del mismo por parte de la demandada, por
cuanto no hubo contratiempo que impidiera su llegada o su distribución entre los
Tribunales que debían conocerlo.

2. Que fijado el día y hora para la celebración de la audiencia preliminar compareció a la


misma la parte actora, lo que indica que el accionante tuvo control del expediente, es
decir, que el actor pudo trasladarse hasta el archivo de este Tribunal y solicitar el
mencionado expediente, lo que le permitió saber a que Juzgado le correspondió conocer
la causa y además enterarse del día y la hora fijado para el acto, vale decir, que, se
aprecia que la parte demandante no tuvo inconveniente con el control del expediente, ni
por su traslado desde el Tribunal de Barquisimeto al Tribunal de Acarigua, ni tampoco por
la distribución de dicho asunto entre los Tres (3) Juzgados de Sustanciación de este
circuito laboral.

3. Que estamos en presencia de una causa donde se dictó sentencia, la cual se encuentra
definitivamente firme, al no ser objeto de apelación por ninguna de las partes.

4. Que la causa se encuentra en etapa de ejecución por cuanto ya se realizó experticia


complementaria del fallo.
De la reposición solicitada
La demandada en su escrito para solicitar la reposición inicialmente argumenta lo siguiente:
Omissis (…) “Esta Circunstancia de hecho hace que las partes dejen de estar a derecho, por
cuanto toda vez que el Expediente sale de la esfera de conocimiento del Juez de la
Circunscripción Judicial del Estado Lara y es remitido por correo a otro Estado y otro Circuito
Judicial donde existen tres jueces de la misma categoría, pierden las partes el control sobre el
mismo por encontrarse en transito, esto es (sic) son enviados por correo ordinario y se rompe
el orden procesal de los actos” (…) Omissis (fin de la cita, subrayado de la solicitante)
Este Juzgador no comparte el criterio de que las partes dejen de estar a derecho por el solo
hecho de que el Expediente salga del conocimiento del Juez laboral del Estado Lara y sea
remitido por correo a un J. laboral de otro Estado y que por tal remisión las partes pierdan el
control del mismo; por cuanto de ser así cada vez que un Tribunal Superior del Trabajo de
cualquiera de los Estados de Venezuela, remita un expediente a la Sala de Casación Social
del Tribunal Supremo de Justicia, tendría dicha Sala que notificar a las partes porque las
mismas dejaría de estar a derecho por una supuesta ruptura del orden procesal y por una
supuesta perdida de control de la causa. Es obvio que tal circunstancia no ocurre de esa
manera, por cuanto las partes deben mantener dominio del expediente y tienen la carga de
buscarlo a donde este sea remitido, aunado al hecho de que la presente causa jamás estuvo
paralizada ni por falta de actividad de las partes ni tampoco por el Tribunal.
En tal sentido la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia de fecha
07 de agosto de 2007, caso J.Á.B.V., señaló lo siguiente:
En criterio de esta Sala Constitucional para que se produzca la ruptura de la estadía a derecho de las
partes “…es necesario que ni las partes ni el tribunal actúen o puedan obrar en las oportunidades
señaladas por la ley para ello y es esa inactividad de los sujetos procesales, lo que rompe la estadía a
derecho de las partes, por lo que es necesario, para reiniciar el procedimiento, la notificación de las
partes, tal como lo contempla el artículo 14 del Código de Procedimiento Civil” (Vid. s. S.C. n.º 432/04;
resaltado añadido).. Como se observa es la falta de actuación de las partes en las oportunidades legales
correspondientes la que pudiese ocasionar la paralización de la causa, tal y como se produjo, de forma
evidente, en el caso de autos. “

De un análisis del criterio jurisprudencial anteriormente transcrito, y aplicando el mismo al caso de


marras, observa este juzgador que si bien están establecidos en la norma, los supuestos que se deben
cumplir para declarar la ruptura de la estadía de derecho de las partes, en este caso no se desprende
del expediente, que se haya incurrido en alguno de los mencionados supuestos, por cuanto, se desprende
de las actas del expediente, que se notificó a la demandada (folios 27 y 28), de lo cual, se dejó
constancia en el expediente en fecha 22-07-2013, (folio 31), en consecuencia, la parte accionada
estando dentro del termino para la celebración de la audiencia preliminar interviene solicitando la
declinatoria de la competencia (folio 32 al 37); también interviene la parte actora solicitando la
regulación de la competencia y por supuesto interviene el Tribunal Superior Laboral regulando la
competencia al confirmar la decisión del A quo.

N. que una vez confirmada la declinatoria, el Ad quem remite en fecha 30-10-2013 el expediente al
Tribunal declinante folio 158 y éste a su vez lo remite en fecha 05-11-2013, al Circuito del Trabajo de
Acarigua, folio 149 y 150, siendo recibido por este circuito laboral en fecha 28-11-2013, y al ser
distribuida la referida causa, es recibida para su conocimiento por este Juzgado Tercero de Primera
Instancia de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo, en fecha 29-11-2013, (folio 153).
Seguidamente este Juez dicta auto en fecha 02-12-2013 fijando la celebración de la audiencia
preliminar para el décimo de despacho, folio 154.

Es importante resaltar que solo transcurrieron 23 días calendarios desde que el expediente fue remitido
por el Declinante y recibido por este Circuito. Asimismo se nota que solo transcurrieron dos (2) días de
despacho desde que este Tribunal recibió el expediente hasta la fecha que dicto el auto fijando la
celebración de la audiencia preliminar.

Por lo anteriormente planteado, no considera este Juzgador que en el caso de marras, se haya perdido
la estadía a derecho de las partes o se haya fracturado el orden procesal. Así se establece.

En este caso la parte demandada argumenta a su favor, la sentencia de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia de fecha 14 de diciembre de 2006, distinguida con el Nro. 2.333 con
ponencia de la Magistrada Dra. L.E.M.L., todo lo cual a criterio de quien decide resulta acertado, por
cuanto esa sentencia consagra el principio de la notificación única establecida en el artículo 7 de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, aunado a ello, expresa que por regir en los juicios laborales el
principio de que las partes se encuentran a derecho, debe garantizar el derecho a la defensa y al debido
proceso de las partes, por lo cual expresa la sentencia que hay que analizar las circunstancias
concretas de cada caso a los fines de proveer lo conducente, sin embargo, establece la Sala que en ese
caso sub examine la causa primigenia se encontraba desde hacía más de cinco (5) meses paralizada,
por tanto establece que era necesaria la notificación vista la paralización del juicio.

En el caso de marras la causa jamás estuvo paralizada por cuando solo trascurrió un lapso de 23 días
calendarios desde que el Tribunal Declinante (05-11-2013) remitió el expediente, hasta su recibo el día
28-11-2013 por este Circuito laboral; tal remisión se debió a que la solicitante pidió y le fue concedida
la declinatoria de competencia. A hora bien siendo ella quien propició tal actividad debió estar
pendiente del envío del expediente, nótese que desde que este Juzgado recibió el expediente 29-11-2013
hasta la fecha en que se fijó la audiencia 02-12-2013 trascurrió solo dos (2) días hábiles de despacho;
es decir que jamás trascurrió un tiempo que hiciera presumir la paralización de la causa. Y así se
establece.
En otro orden de ideas y resaltando que en materia laboral debe prevalecer la realidad sobre las formas
o apariencias, resulta necesario a este Juez preguntarse ¿si la demandada alega que las partes no
estaban a derecho para la celebración de la audiencia preliminar, por que la parte actora si
compareció a la audiencia?; tal interrogante hace inferir a este Juzgador que la demandada a pesar de
estar a derecho se descuidó con un asunto donde sabía que había una demanda incoada en su contra y
debía actuar como un excelente pater familia. Y así se establece.

Otro argumento de la accionada para solicitar la reposición, es el siguiente, dice la demandada:


Omissis (…) “sin mediar abocamiento y sin ordenar la notificación de las partes. Por lo cual no tuvo mi
representada conocimiento de la reanudación de la causa” (…) Omissis (subrayado de la solicitante)

Tampoco comparte ese criterio este juzgador, por cuanto el abocamiento es una figura procesal que
permite a las partes tener la oportunidad de recusar al juez de la causa, sin en embargo en materia
laboral tal oportunidad de recusar se otorga a las partes en el lapso antes de la celebración de la
audiencia preliminar, no obstante en el caso de marras las partes tuvieron la oportunidad de recusar,
solo que la demandada a pesar de estar a derecho no asumió la obligación de revisar el expediente para
enterarse del acto procesal, obviando el principio de notificación única que rige la materia laboral. En
todo caso la jurisprudencia a dicho que quien alegue que el juez no se abocó o no le notificó del
abocamiento deberá manifestar que tenía motivos para recusarlo, fije que misma sentencia del 14 de
diciembre de 2006, distinguida con el Nro. 2.333, citada por la demandada textualmente expresa:

Omissis (…) Ahora bien, respecto al abocamiento de la nueva juez, debe advertirse que la quejosa no
demostró en autos que la referida juzgadora se encontraba incursa en alguna de las causales de
recusación contenidas en el artículo 31 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, (…) Omissis

Véase que en ninguna del escrito, la demandada expresa tener algún motivo para recusar a este
sentenciador. En tal sentido las reiteradas sentencias de las Sala Constitucional de nuestro máximo
Tribunal han expresado, que, para que la falta de abocamiento del Juez constituya violación de la
garantía constitucional del debido proceso y derecho de defensa es necesario que haya motivo para
recusarlo, Siendo ello así, es oportuno señalar el criterio sostenido por la Sala Constitucional, en
sentencia del 15 de marzo de 2000 (caso P.L.L., donde se indicó que:

"... el avocamiento (sic) de un nuevo Juez sea ordinario, accidental o especial, al conocimiento de una
causa ya iniciada, debe ser notificado a las partes, aunque no lo diga la ley expresamente, para
permitirle a éstas, en presencia de alguna de las causales taxativamente establecidas, ejercer la
recusación oportuna, y de proceder ésta, con la designación del nuevo juzgador, garantizar a las partes
su derecho a ser oídas por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido de acuerdo a
la ley, derecho éste comprendido en el concepto más amplio de derecho de defensa, a la tutela judicial
efectiva y al debido proceso.

Siendo ello así, la falta de notificación a las partes del avocamiento (sic) de un nuevo J. al conocimiento
de una causa en curso, podría constituir una violación de la garantía constitucional del derecho de
defensa; no obstante, considera esta S. que, para configurarse tal violación, es necesario que,
efectivamente, el nuevo J. se encuentre incurso en alguno de los supuestos contenidos en alguna de las
causales de recusación taxativamente establecidas, porque, de no ser así, el recurso ejercido resultaría
inútil y la situación procesal permanecería siendo la misma

.(subrayado del sentenciador)


En sintonía con ese criterio de la referida Sala Constitucional, en sentencia de fecha 23-10-
2002, caso de amparo constitucional interpuesto por MODULOS HABITACIONALES CA.,
contra omisión de notificación del abocamiento, textualmente expresó:
(…) Siendo así y en correspondencia con el criterio sostenido en el fallo antes parcialmente
transcrito, esta S. considera que, a pesar de que efectivamente se omitió la notificación de la
parte apelante del abocamiento al conocimiento de la causa de la J.E.S.D., sin embargo, sería
inútil la reposición del juicio al estado de que se notifique a la parte de dicho abocamiento,
pues, de nada valdría dejar transcurrir íntegramente el lapso establecido en el artículo 90 del
Código de Procedimiento Civil, para que ésta no hago uso de ese derecho, dado que no
demostró que estuviese inmersa en una causal de recusación.(…) (subrayado del Tribunal)
En razón a lo dicho por la Sala, es inútil reponer la causa por falta de notificación del
abocamiento, habida cuenta que la demandada INDUSTRIA QUIMICA DE PORTUGUESA,
S.A. (INQUIPORT) o su apoderada judicial no han manifestado tener motivos para recusar a
este Sentenciador de Primera Instancia. Y así se establece.
Este Juzgador luego de todas estas consideraciones, procede a pronunciarse sobre lo
solicitado en los siguientes términos:
De lo observado, evidenciado y considerado, se desprende que en el caso de marras estamos
en presencia de una causa donde existe una sentencia que ha alcanzado firmeza para la
respectiva ejecución, en virtud de que la parte perdidosa no ejerció recurso oportuno contra la
decisión definitiva. No obstante la parte accionada, a pesar de estar firme la sentencia, solicita
la reposición de la causa mediante escrito de fecha 14-03-2014, por considerar que había
perdido la estadía a derecho y según su criterio le debían notificar.
Ahora bien, en vista de que la sentencia dictada en fecha 10-01-2014, ha alcanzado firmeza
para su ejecución, es necesario establecer, si la solicitud de reposición hecha por la
demandada es un recurso idóneo para atacar sentencias ejecutorias o cualquier acto que
tenga fuerza de tal. En este caso es oportuno acotar que nuestro ordenamiento jurídico
adjetivo ha establecido, cuales son los recursos que deben utilizarse para atacar actos o
decisiones emanadas de los órganos J.. En razón de ello es forzoso decir, que el recurso
ordinario de apelación es el idóneo para atacar un acto o decisión en primera instancia que no
esté firme. De igual manera debemos establecer que el recurso extraordinario de invalidación
de sentencia, es el idóneo para atacar sentencias ejecutorias definitivamente firme o cualquier
acto que tenga fuerza de tal, según lo establecido en el Artículo 327 del Código de
Procedimiento Civil. Sin obviar que el amparo contra sentencia también puede ser un recurso
idóneo. Y así se establece.
En atención a las consideraciones anteriores, es notorio que la demandada no ha ejercido
recurso alguno contra la sentencia definitivamente firme, siendo en consecuencia forzoso para
quien juzga considerar improcedente la reposición solicitada. Y Así se decide.
DISPOSITIVA
Por las razones de hecho y de derecho antes expuestas, este Juzgado, Administrando Justicia
en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara:
improcedente la solicitud de reposición formulada por la abogada NERSA ADELA ORTIZ.
R., P. y Agréguese al Expediente.
El Juez, La Secretaria,
Abg. A.M.H.M., Abg. J.E.,
Sentencia, Firmada, Sellada y Publicada por el Juzgado Tercero de Primera Instancia de
Sustanciación, Mediación y Ejecución del Circuito Laboral del estado Portuguesa con sede en
Acarigua, M.P. del estado Portuguesa, a los 27 días del mes de marzo del año dos mil catorce
Años: 203º de la Independencia y 155º de la Federación. En igual fecha y siendo las 03:25
p.m., se registró, publicó y agregó el presente fallo a las actas del expediente, de lo cual se
deja constancia. De igual manera se ordenó su inserción en el Sistema Juris 2000, así como
su correspondiente publicación en el portal informativo http://portuguesa.tsj.gov.ve/.
La Secretaria,

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