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AGIOTAJE

El delito de agiotaje se encuentra consagrado en el Título X “Delitos contra el orden


económico social”, Capitulo primero “Del acaparamiento, la especulación y otras
infracciones”, de la Ley 599 de 2000, bajo los siguientes términos:

ART. 301. Agiotaje. El que realice maniobra fraudulenta con el fin de


procurar alteración en el precio de los artículos o producto oficialmente
considerados de primera necesidad, salarios, materias primas o
cualesquiera bienes muebles o inmuebles o servicios que sean objeto
de contratación incurrirá en prisión de dos (2) a ocho (8) años (hoy treinta
y dos (32) meses a ciento cuarenta y cuatro (144) meses) y multa de
cincuenta (50) a quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales
vigentes (sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) a setecientos
cincuenta (750))
La pena se aumentará hasta en la mitad, si como consecuencia de las
conductas anteriores se produjere alguno de los resultados previstos.
INC – Adicionado. L. 1474/2011, art. 20. Agiotaje de medicamentos y
dispositivos médicos. La pena será de cinco (5) a diez (10) años de
prisión y multa de cuarenta (40) a mil (1.000) salarios mínimos legales
mensuales vigentes, cuando se trate de medicamento o dispositivo
médico.

Sobre el particular se encuentra que tiene por finalidad la protección del orden
económico social, el cual puede ser cometido por cualquier persona, es decir, que
el sujeto activo es indeterminado y el sujeto pasivo es el Estado, al estar a cargo de
la dirección de la economía y del orden económico social, tal como lo dispone el
artículo 334 de la Constitución Política de Colombia1.

1
Constitución Política de Colombia. Artículo 334. <Artículo modificado por el artículo 1o. del Acto Legislativo 3 de 2011. “El
nuevo texto es el siguiente:> La dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá, por mandato
de la ley, en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo
de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para racionalizar la economía con el fin de conseguir en el plano nacional
y territorial, en un marco de sostenibilidad fiscal, el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución
equitativa de las oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano. Dicho marco de
sostenibilidad fiscal deberá fungir como instrumento para alcanzar de manera progresiva los objetivos del Estado Social de
Derecho. En cualquier caso, el gasto público social será prioritario.”
Respecto a la conducta, consiste en la realización de maniobras fraudulentas, las
cuales pueden materializarse empleando medios de comunicación masiva (radio,
prensa, televisión, internet, entre otros), por lo que el autor tiene la intención y la
finalidad de alterar los precios de los bienes reseñados en el delito (dolo
específico)2. Tal actuación debe ser idónea y de alcance general, es decir, las
maniobras dirigidas a la manipulación de los precios -ya sea para su disminución o
elevación- están dirigidas a afectar o poner en peligro efectivo el funcionamiento del
sistema, por tanto, no es posible que la conducta se produzca de manera aislada3.

Aunado a ello, se trata de un tipo penal en blanco por cuanto recae en los artículos
o productos oficialmente considerados como de primera necesidad, materias
primas, bienes muebles e inmuebles o servicios que sean objeto de contratación,
que sean objeto de contratación, siendo necesaria la remisión a las disposiciones
administrativas y a lo regulado por el Departamento Administrativo Nacional de
Estadística -DANE- y la Superintendencia de Industria y Comercio.

En ese orden de ideas, en lo que se refiere a los artículos o productos de primera


necesidad, se ha presentado la problemática de la definición de tales insumos, en
razón a que el Decreto 2153 de diciembre 30 de 1992 mediante el cual se restructuró
al Superintendencia de Industria y Comercio no contempló dentro de las funciones
de esa entidad la de establecer los artículos de primera necesidad, como si lo
contemplaba el Decreto No. 149 de enero 27 de 1976 en su artículo 6º numeral C,
en donde le encargó a esa Superintendencia determinar en los casos de duda los
artículos alimenticios de primera necesidad, por ello, se expidió la Resolución No.
0036 del 04 de enero de 1984 se establecieron como artículos de primera necesidad
los siguientes:

2
Hernández Quintero Hernando. Los delitos económicos en la actividad financiera (2018), p. 196 y 197.
3
Martínez Bujan Pérez, Carlos. Derecho Penal económico. Parte especial. (1999), p. 130-131, citado por Hernández
Quintero Hernando. Los delitos económicos en la actividad financiera (2018), p. 185.
“…entiéndase por artículos de primera necesidad: arroz, lenteja,
garbanzos, arveja, azúcar, panela, fríjoles, maíz, mantecas, grasas,
margarinas, aceites comestibles, cebada, trigo harinas, féculas,
chocolate, café molido, sal, patas alimenticias, papa, plátano, yuca,
legumbres, cebolla, tomate, zanahoria, frutas, leche y sus derivados,
carnes, pescados de mar y de río, pan, huevos, gaseosas, alimentos
concentrados para animales cuya carne sea destinada al consumo
humano; cuadernos escolares, dentífricos, betún, papel higiénico,
jabones, detergentes, limpiadores, pilas para la radio, fósforos,
materiales de construcción (puntillas, cemento, hierro, ladrillo, adobe,
arena); llantas; carbón mineral y vegetal, combustibles, abonos,
insecticidas, fungicidas, herbicidas y los que posteriormente las
autoridades competentes.”4

No obstante, y al haberse elevado varias solicitudes a la Superintendencia de


Industria y Comercio respecto a la regulación de ese tema, esa institución reafirmó
su posición en los artículos previamente citados, empero, tal como lo indicó el
doctor Hernando Hernández Quintero: “los artículos de primera necesidad varían
de acuerdo con la época y el lugar del país donde la conducta se presente, razón
por la cual es necesario mantener actualizada esa normatividad, situación que no
es posible en el momento por la pérdida del poder de certificación por parte de la
Superintendencia de Industria y Comercio.”5, en consecuencia, se vislumbra un
vacío en la parte administrativa que dificulta la configuración del delito objeto de
estudio, debido a que contempla “los artículos o productos oficialmente
considerados de primera necesidad.”6, pues, en la actualidad pueden considerarse
otros productos como de primera necesidad, pero al no ser reconocidos de manera
oficial, no podría hablarse de la materialización de la conducta punible de agiotaje.

4
Resolución No. 0036 del 04 de enero de 1984. Parágrafo del Artículo 1º.
5
Hernández Quintero Hernando. Los delitos económicos en la actividad financiera (2018), p. 191.
6
Ley 599 de 2000. Artículo 301.
De otra manera, el salario es la contraprestación económica que el trabajador
recibe por la prestación personal de su servicio al empleador, que fue definido por
la Ley 50 del 28 de diciembre de 1990 en su artículo 14: “Constituye salario no sólo
la remuneración ordinaria, fija o variable, sino todo lo que recibe el trabajador en
dinero o en especie como contraprestación directa del servicio, sea cualquiera la
forma o denominación que se adopte, como primas, sobresueldos, bonificaciones
habituales, valor del trabajo suplementario o de las horas extras, valor del trabajo
en días de descanso obligatorio, porcentajes sobre ventas y comisiones.”. Así
mismo, el artículo 15 de esa misma norma determinó los pagos que no hacen parte
del salario7.

Por su parte, el código civil refiere en sus artículos 655 y 656 el concepto de bien
mueble y bien inmueble, siendo el primero aquello que se pueda transportar de un
lugar a otro ya sea por el movimiento de ellos mismos, como en el caso de los
animales, o por la fuerza externa; entre tanto, los bienes inmuebles son las cosas
que no se pueden transportar, tales como las tierras y lo que se adhieren a ella,
como los edificios.

En lo atinente a los servicios, el Diccionario económico y financiero lo conceptualiza


como aquellas “prestaciones que contribuyen a la satisfacción de necesidades
individuales o colectivas por medios distintos a la transferencia de la propiedad de
un bien material” 8. Así mismo, el doctor Hernández Quintero señaló las categorías
de los servicios así:

7
Ley 50 del 28 de diciembre de 1990. Artículo 15: “No constituyen salario las sumas que ocasionalmente y por mera liberalidad
recibe el trabajador del empleador, como primas, bonificaciones o gratificaciones ocasionales, participación de utilidades,
excedentes de las empresas de economía solidaria y lo que recibe en dinero o en especie no para su beneficio, ni para
enriquecer su patrimonio, sino para desempeñar a cabalidad sus funciones, como gastos de representación, medios de
transporte, elementos de trabajo y otros semejantes. Tampoco las prestaciones sociales de que tratan los títulos VIII y IX, ni
los beneficios o auxilios habituales u ocasionales acordados convencional o contractualmente u otorgados en forma extralegal
por el empleador, cuando las partes hayan dispuesto expresamente que no constituyen salario en dinero o en especie, tales
como la alimentación, habitación o vestuario, las primas extralegales, de vacaciones, de servicios o de navidad.”
8
Y-Bernard J.C. Diccionario económico y financiero. (1981) p. 1125-1126, citado por Hernández Quintero Hernando. Los
delitos económicos en la actividad financiera (2018), p. 194.
“- Los servicios personales que bajo la forma de servicios domésticos son
los más antiguos, pero están a su vez diversificados (peluqueros).
- Los servicios intelectuales fundados en un trabajo que exige
preparación especial (actividades de estudios, intermediarios,
publicidad).
- Los servicios referentes a la salud pública, la educación o el ocio
(espectáculos).
- El alojamiento, al que pueden unirse las actividades hoteleras.
- Los medios de comunicación, infraestructuras y ejecución de
transportes, correos y telecomunicaciones).
- Los servicios financieros (el crédito y los demás servicios ofrecidos por
los bancos, los seguros).
- Los servicios generales que aseguran la protección de la colectividad y
el orden de las relaciones entre sus miembros (defensa nacional,
policía, justicia, administración general a escala nacional y local)
representan el núcleo de los servicios públicos denominados de esta
forma dado que es función de los poderes públicos su organización,
administración y la vigilancia de su funcionamiento.”9

Otro ingrediente normativo del tipo son los medicamentos y los dispositivos
médicos, los cuales han sido desarrollados por el Instituto Nacional de Vigilancia
de Medicamentos y Alimentos – INVIMA, entendiéndose el primero como “aquél
preparado farmacéutico obtenido a partir de principios activos, con o sin sustancias
auxiliares, presentado bajo forma farmacéutica que se utiliza para la prevención,
alivio, diagnóstico, tratamiento, curación o rehabilitación de la enfermedad. Los
envases, rótulos, etiquetas y empaques hacen parte integral del medicamento, por

9
Hernández Quintero Hernando. Los delitos económicos en la actividad financiera (2018), p. 195. Véase Y-Bernard J.C.
Diccionario económico y financiero. (1981) p. 1126.
cuanto éstos garantizan su calidad, estabilidad y uso adecuado”10; y el segundo
siendo “cualquier instrumento, aparato, máquina, software, equipo biomédico u otro
artículo similar o relacionado, utilizado sólo o en combinación, incluyendo sus
componentes, partes, accesorios y programas informáticos que intervengan en su
correcta aplicación, propuesta por el fabricante para su uso en:

- Diagnóstico, prevención, supervisión, tratamiento o alivio de una


enfermedad

- Diagnóstico, prevención, supervisión, tratamiento, alivio o


compensación de una lesión o de una deficiencia

- Investigación, sustitución, modificación o soporte de la estructura


anatómica o de un proceso fisiológico

- Diagnóstico del embarazo y control de la concepción

- Cuidado durante el embarazo, el nacimiento o después del mismo,


incluyendo el cuidado del recién nacido

- Productos para desinfección y/o esterilización de dispositivos


médicos.”11

Por último, el delito también aplica para las materias primas, que en igual
sentido a los conceptos anteriores han sido definidas por el INVIMA como “las
sustancias naturales o artificiales, elaboradas o no, empleadas por la industria
de alimentos para su utilización directa, fraccionamiento o conversión en
alimentos para consumo humano.”12

10
INVIMA. Glosario de términos. Disponible en https://www.invima.gov.co/servicios-de-informacion-al-ciudadano/glosario-
de-terminos.html
11
Ibidem.
12
Ibidem.
BIBLIOGRAFÍA

HERNÁNDEZ QUINTERO, Hernando. Los delitos económicos en la actividad


financiera. Octava edición. Bogotá: Editorial Ibáñez, 2018.

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