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El PENSAMIENTO

V 1 S U A L
R. A R t')l H E 1 M
P A 1DO S ~ S T ET 1C A
1 .. .

7
Paidós Es1édca /7 Rudolf Arnhcim
EL PENSAMIENTO VlSUAL

l. L lknevolo
la ciudad .1' el arqu/t('C/IJ
2 S. Kr.~e~uer
De Callgarl tt fllt/(-r Histortu pslwlógtell del cill(' lllemáu
3. R.M. Rllke
CarttlS sobre Cl!zotwe
.f R. Banh:un
T(!()rla y dtsetio ~~t la primera t'ra d~ lo mdquuza
5. A Barre y A. Flocon
La pers¡wctit·tl cun'ilíneo Del t~paeiu t·tsua/ a la tmt1Rf!11 CQilstnlidtl
6. R. Arnhom
El CllrP como art~
- R Arnh<:tm ~Ediciones Paidós
E/ ~IJStlmlriJIO IUUQ/ Barcelona · Buc:no' Air~ · \lé:cíco
Tiru)o orlput VWUJ/ 11Jift.tjng INDICE
PUbliodO en l"'!!b pot Unlvcrsuy of C>llfoml> Prcss, Batclcy y Loo Mt<lcs. 1969
T~ de RubtnloWcn
llcYiiiOa y arnraiJ'!3C"íía btbltosritict de: Fr:rn.n hrdl~ y Juan Cario& Sabara

Cublcm • - Esl«n:W

Prmcio. ll

4• f'dJC16n CIISI«ItlnL Utt'fW"'iillfrtlrvrsitarlll M /JIIf"'ff$ Atl'l'$. 19/IS


1. MANIFESTACIONES TEMPRANAS
1• «<id611" biiCIOI'In ~. ,.,.,nw._..w '"~ 1986 La p<Jtepci6o ezduida del ptnumiento 15
Desconfianza hacia los senti<loc 18
Platón, el de las dos menteS . 20
Aristóteles: ascenso y descenso 22

2. LA INTEUGENClA DE LA PERCEPCION VISUAL (1) . 27

La ptrccpción como cosnición 27


Pe=pci6n circunscrita . 28
Esploraci6n de lo remoto 30
Los sentidos vtrlan . 31
La visión es selectiva . . 33
• La fijación ncular resuelve p10blernas . 37
• El disa:mimicnto en la p10fundic1Ad 39
Las formas fOn eonceptos 40
La ptrccpd6n Ueva tiempo . 42
Cómo leen las mk¡uinas la forma . 44
O de m• edición. Cómo se eomplcoa lo ineomplcto . 46
Edldoncs~lbttia,S.A.
!otub.no Cubf. 92, 08021 O.ra:lo<u

Vena cxdWv2 en IOdoo loo paba de habb hlsp2rtJ 3. LA INTELIGENOA DE LA PERCEPCION VISUAL (ll) .51
cx«peo en b RtpU.bUc::a Atfrntu'a.

ISB."' S..7W9-)77•9
OcpóliiD lqpl 6-. 609il986
Susuao:ión del ootllttto . n
La brillantez y la forma oomo tales .53
Impreso c::a Huropcsa. Tres actitudes . 56
llcár<do.L~-
7
"""""" Cft ü¡>orb • Pnnt<d .........
lAs pelabl'liS tponwt 1 petaptOI . 244 PREFACIO
Copici6o intuitin y cogrúc:ión intelectual • . . 246
La función de l2s pWbl'liS ro:spcao de l2s ~ • 251
lAs itdgencs de los esltbones l6gicos . 25}
Sob"'voloroción del lengu•je . 254
El dccto clel cadtte.r lineo! . 258
Con~ptos verboles o.rrus co~ptos pittóñcos . 263

14. ARTE Y PENSAMIENTO • 267

El pensamiento en los díbujos in&ntiles 267 Este libro es UD intento, • partir de anteriores estudios sobre d arre, de
Elaboroción de problernti penonales . 213 llepr • un~ tnú ab.l com¡mnsióo de b percepción visual como aoividad
Openciooes CXI@DOSCÍOVIS • • • • • 276 cognitivo; """ in=sióo, si se: puede decir uf, clel pi'OO'IO histórico que con-
lAs confisuncioncs obsmoctaS en d ane vi$usl . 280 dujo en b 6losnff• clel sis)o xvrn desde l2 .UsthtsiJ 1 la o:stitica, desde b a·
perienm SCIISOti.J en gcncnl • w anes en parñculu.
Mis experienrus anteriores me hablan ensci\Jdo que la 1ctividod orñsria
15. MODELOS PARA LA TEORIA . 287 ea una follDll de raJOnamiento en la que percibir y penhr son actos que se
encuentran indivisiblemente entremezclados. Me vi oboado • afinnu que unt
Formu <OSJDOlógicu , • • 287 penont que pinta, escribe, compone o dmza, pienu con •us sentidoi Esta
• C6mo se: hace visible lo no visual • 292 unióo ele peKq>ci6o y pensamiento resultó no ser algo mcst.mente eopedfic:o
Los limites de los mocldos • 294 de l2s anes. El examen ele lo que se ..be de la ~pción y, eopecialmente,
• Figuro y fondo y tnú .n• . 296 ele b visión, me hizo od>'trrir que los normles mearu~.- por los cuaJe.
• El inlinito y la esfero • 299 los sentidos comprenden d medio son casi id6!úcos a l2s operaciones que
• La dílal*:ióo de la imqinaci6n 302 deocríbe b psimlog!a del peruar. E inYúSamtS>te, abuncbban l2s pruebas de
que d pensamiento verdadenmcnte productivo, en cualquier~ ele bs ámls
ele la cognición, tiene lugar e.n d reino de la irnagincrla. Esta •imilimd entre
16. LA VI SIONEN LA EDUCACION. 307 d papd que k: C2be a la mente en las anes y d que le cabe en los OtrOS cJo.
minios sugiere la posibilidad de colocarse en una nueva pe"pectiva respecto
¿De qu~ sirve d ane? . 307 de b queja, de tan antigua dota, sobre d aislamiento y d ab.ndono a que
Los cu•dros como proposiciones . 309 se: condcmn l2s artes en lt sodedod y b edueaci6o. Quiús d verdadero pro-
~ normativos y ane . 311 blema ero mh fundamental: la escisión en¡re sensación y pensamientO, que
Mindo y compremión . • • 314 fue causa ele tanta enfermedad empolm:cedora en d hombre moderno.
C6mo insttvyen l2s ilustrociooes • 317 No hablo modo ele aborclu UD problema un vasto sin embarcarse, de·
• Problemu de ouxilio visu•l • 320 iando ele lado tod• precaución, en numerosas ramu de la psicologia y la filo.
• Concentroción en la función • 325 .oU., w anes y l2s cicnciu. Era necesaria una pospecriva gcncnl, wu..con-
• Ro:sponsobilichd total 327 frontllci6n aploradon, que exigla idealmente competencia profesion.J en tOo
dos estos campos clel conocimiento. Pero b espero clel ideal signifiabo d
Notn 329 abondono de b urgente tarea. Emprender!. significaba Uevarla a abo de ma-
Bibllo&rl/1• . . 341 1
llen iDCOmpleta. No podla tenrt esperanzas de examinar todo d material
lnJict Jt nombres 355 pertinente, ni siquiera de estar seguro ele que descubrirla las pruebas mis
1nJi« •1111l1Jico 359 revdodoras en ninguno ele los dominios considcsados por sc:pantdo. Afonu-

10 l 11
por la eccióo y el manipuleo antes que por la contemplación, que es, do-
oadammtc, como el prob!CSM veniA cauóvíndome oocuramcnte desde bada
po& de todo, un fenómeno muy poco frecuente.
..na. d<!cadas, tcnla • esta altura t<Umuloda gran cantir:bd de ru~s a En los caphulos que tratan sobre la pskologla general de la pcroepcióo,
pan ir de Lu cuales era posible empezar. Con algo de la suerte del ptinc:i- sólo me refiero b~vcmcnte a los hechos que se exponen ron más deteni-
piante, podiA esperar un planteamiento bastant< acabado de mi punto de miento en Aru y ~rt:tpci6n vuu6/ Unos cu•ntos ensayos anteriores, mmi-
vislA- dos recientemente en H«~• un11 psicologi11 Jtl ttTU, sirvicroo en cimo modo
• Es ~ropio de ~mcjame empresa hallar conexiones doodc muchos aprecian de fundamento a la presente obra, en especial los que tnttan sob~ la obstnK·
di!~. .Entre los que cultivan los sentidos --espcci.almcnte entre los ción p<KCPtuol, el lenguaje abstraCio, los sfmbolos de intm1Cci6o y El mito
artJJt3s- no son pocos los que llegaron a ~nfiar del ruooamiemo como
Jd corrltro qut b.t•.
si se ~tara de un ~go o, on d mcjor de los casos, un fotliSt<ro, y los Uno oubvcnción proccdcnoc del Arts and Humanióes Ptognun of thc
que~ d pcnsamtento t...Sriro se compbcen en pensar que sus operacio- Unitcd Statcs O!fict of Education para llevar a cabo un estudio de b influcn.
nes ~ snuan ~ allí de los sentidos. Por tanto, ambos grupos considtnn la cia de los f..,orcs visuales en la formaci6n del concepto, me pcnnitió ~­
~ ~ senudo y nwSn ron dcsconlianza. No puedo roincidir con la opi. zar la io\"CStigación bibliog¡S6ca sob~ cuya base surPS el presente estudio.
ni6n ~ !" cu.al Lu artes deben mantetlCrK apattadas en un recinto ,.. A una colega psicólop. b cloc1ora Atice 8. Shcldon, de la Gcor~ W:ubington
~· ~:·dos de sus propios fines, l<yes y pr.,..dimientos. Estoy conven- Univcrsity, lc estoy mú agndccido de lo que nadie tcodrla que csttrlo • un
odo mas ~ de que el arte no puede existir en lugar alguno a no ser que amigo y colega La cloc1ora Sheldon examinó cado una de mis muchos y •
sea una proptc.bd de todo lo pcr«ptiblc, Debo umbién rcsignumc a que menudo largas orario.,.,., romprob6 algunos hechos, mcjor6 la cstruCIUB y ló-
m~ experim~~w ~ sientan inaSmodos ante la idea de quo el peno gica y le dio inimos ol autor con su fe cn d logro ddinióvo de lo que ema-
samtcnto producuvo ogno~ los lln<as dovisoriJts entre lo est~óco y lo cicntl- naba de sus esfuenoJ. Puede qu< si d lector troptcza, sea porque oo fue
fico. Pero esto sed un oupuesto de lo que sigue.
aceptada su su~~··
Si afinno uno que el pensamiento productivo en la filosofú o la cicncio Como dijc, desearla que las afirmado.,.,. t...Srlaos de este libro csruvicnm
~nsiste en la elabora~~". do imí~nes. puede que p3rezca que se adhi= m:ls plcnarncnte documentadas. Lamento mís todavla que d libro qucde en
ongenuaiiK'nte • los pnmiii\"OS albores del razonamiento humano t"l12Jldo las un plano tan teóriro. Si su tesis cs s61ida , tiene ronscruencias tangibles, par·
¿
tcorlas se derivaban de lt forma sensorl•l de lo quc se pcrcibfa ima¡inaba. ticulannente para la cducación anlstica y cienti6ca. Pero la exposición más
P <ro au~ue pucdc habcr una diferencia de principio entre CS2S tempranas completa de estas aplictcioneo prácticas hubiera signi6cado extender la fin:l.
exploractones de lt naturalcu y las tknicas dc proces:omicnto de datos de lidad del libro mois aU4 de toda proporción. Sólo puedo decir que d ruido
c_uestro tiempo, quizú cSio dlfc~ncia no seo penincntc respecto de las cru- dd aula y el laborotorio y el olor del estudio, apenas pcroepoibles en estas
oales opcracoones mcntales dcl dC$Cllbrimitnto y la invención. p4ginos, no son ojenos al esplritu del autor ni ol tema que intenta rratllr.
. Al otro lado de la linea divisorio, la •firmación dc que cl •n• es un
tnstrumcno? dd razoiiJimicnto, diffcilmcnte ronvenoenl o quienes lo utiliccn
romo medio para aportarse del orden racional y dd encommiento de los Harvard University
problemas. Por lo tonto dir.!, desde el punto de partida, que oste libro se cen- Carpcnter Center for tbe Visual Arts
tra en l~s upcctos verdademmcnte c~tivos de lo mente y apenas tiene nada Cambridge, Massachusetts
q_uc ~ear ~~ ot_ros _usos o quo se dostinan los insorumcntos del ane )' b
ocncta, lcgttllll.l e tnCVUablemcnte, en talleres, estudios o Ltboratorios.
Es necesario considerar el pensamiento pemoptual en genetal. No ob$.
!llllte, ?"'be limitado en este libro al sentido de ¡, vista, que es el órgano
m:ls eficaz de l• cognición humona y d que mcjor ronouo. Eximcncs m:1s
romplctos ddxnln trahlr lu potenciolid.dcs y debilidades específicas de las
otrU moclalodadcs sauorialcs y la Intima rooperación entre todos los senti-
dos. Un tratamiento semcjantt del terno, mú cahol mostrará mmbién
qu<! amplia m<dida los ~ humanos y loo animales ~ploran y comprc:s..:
1J
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J. MANlFESTAClONES TEMPRANAS

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El 111zoruuniento, dice Scbopet~hauer, es de naruraleza femenino: sólo pu,.
de dar dospués de haber recibido. Sin información sobre lo que sucede en el
tiempo y el espocio, el oe~bro no pu<de acruar. Sin embargo, oi los rdlejos
puramenre sensoriales de lu cosas y los omotecimimtos dd mundo aterior
ocuparan la mente m su estado bruto, b inlormoci6n ck poeo ,..Jdm. El
interminable especulculo de detalles siempre renovados nos estimuLuú, mas
no nos suminisrrnr!a información alguJa. Nodo que podamos aprender sobre
algo individual tiene utilidad a no aer que hallemos generalidad en lo par·
ticular.
Es elaro que m ese aso la mente, pan mlrentane con d mundo, tiene
que Uenar dos funciones. Debe ~er informad6o y debe luqo procesarla
Las dos funciones 1e mcumtflln netamente separados m teo~pero, ¿lo

I
mln también en la prK:ticn? ¿Dividen la secuencia del proceso en dominios
mutuamente acluymtes romo lo hiiO<ll las funciones del leñador, en 1IJerl'ao
dor y eupin:tcro, o las dd gus:ano de secb, m tejedor y sastre? Una división
del trabajo rm juiciosa permitirla la fácil comprensi6o de las ~~<tividades de
la mente. O asl lo parece al mmos.
En realidad, romo tendri ocasión de mosuar, la colaboración entre la
pereepci6n y el pensamiento en la cognición ~ultarla incomprensible si tal
divüi6o <Xistiaa. Mostraré que sólo porque la paupá6n c:apta tipos de co-
sas, esto es, eoncq>tos, puede el mat.n.I oooceptual utiliune para d pensa-
miento; e, inversomeote. que a no aer que el caudal sensorial penmneza p.,.
:sence, Ja mente no tiene con qu6 pensar.

No obstante, nos erobaran una lilosofla popular que insiste en esa divi·
sión. No es que nadie niegue la necesidad del material sensorial en bruto.
loJ filósofos sensualistas nos I'C<!Ordaroo ooo lucida que nada hay en d inte-
kcto que no haya estado antes en los sentidos. Sin embargo, incluso dios
tonsideraron a recolección de datOdl percqnuales como un tnabajo oo espc- nión de todo d mundo, aon las que verdaderamente interesan. Cuando llega
tializado, indapeosable pero inferior. Lo tarta de c:rctr rooceptos, liCUtlluUr lo época en que la compctencío paro l"'lrar un puesto en La universidad se agu·
taoocimi=to, rc!.cionar, separar e inferir se reservaba p$ra las •!!Ús al~aP diza, pocas aon las escuelas de enscnanz.a medí• que insistan en reservarles •
luociones cognoscitivas de la mente. que tólo podlan dcstmpcñar su labor las ortes d tiempo necesario para quco su prW:tka resulte fructífera en alguna
lbondmw>do toda panicularidad perceptible. A partir de los filósofos _. ) medida. Mc:nos aún son las instituciones en que d interés por las artes. se
dievales, como Duos Scoto, los racionalistas de los siglos xvu y xvm dcri- jusñbque conscientemente advirtiendo que contribuyen de manera indapen-
a
won noción de c¡uc los mensajes de los sentidos eran confusos e indis- sable al desarrollo de un ser humano dotado de rwín e imaginación. Este
tintos y que, para clarifiarlos, era ~ t. intervención clcl nrzonamiento. oscurecimiento educativo se prolonJ!ll en lo enscñmza superior, en b que se
Aleundcr Baumguten, quien Ir dio a la nueva disciplina de la esttlica su considcn al estudiante de artco empeñado en una carrera sepacada e inferior
oombrc afinmndo que la pcrccpc:i6o, como el ruonamiento, podio alanzar intclccrualmcrne, aunque sc alienta • aalquier lll#jor• que ~uro sus csm·
un estado de pcrlcccióo, siguió no obotante, lo que no deja de ser inSnico, la dios en algún dominio aead6nico que gou de ma)'Or rcpuución a quco •se
tndición según la aal la pcrccpción se considcn el inferior entre los dos I"C'CfC<: saludablemente. en d taller de arte durante algunti de sus horas Ji.

poderes cognitivos por carecer supuestamente de la d4tiDci6n, que sólo ~ bres. Las artes destinadas al bachdor•• y al .,.,,~· no a>mpmxlcn si-
,;m., de la superior facultad del ra20111J11iento. quiera la ejercitación C'CIUVI de ojos y manos corno componente ICCOUOcido
Esta conttpci6n no se limitaba a la trona de la psicologfa. Recibb apoyo de la educación superior.
y apljeación en la tradicional exclu>ión de las bellas anes de las Artes Ubcrs- t.s anes se descuidan porquco se basan en lo pcr<:qlCÍÓn, y lo percep-
lcs. t.s Artes Ubcrales, as! ll•madas porque eran las únicas dign.os de la ción se clesdcm porque, según se supone, no incluye al pensamiento. De bc-
onividad de un hombre libre, tcnlan por objeto el lenguaje y la matcmá- cbo, los educadores y Jo. administradores no pueden justificar concederles a
ñcu. Las artes de las palabras eran cspcdfiammte la granúüca, la dial«rica las anes una posición de impononcía en el CJ~mC.Ju,, a no ser que com-
y h retórica; la arium'tiea, la grometrla , la asttonomla y la música, se basa- prendan que son IOdl mú poderosos mcdiOdl para fortalecer el componente
ban en la matem,tica. La pintura y la escultura se contaban corre las anes pcrccprual sin el rual d pensamiento produrth·o es imposible en aalquier
~nieas, que requerían uabajo y artesanla. La alta estima en que se tenia campo de actividad. El descuido del arte es tólo el sfmoma mú tsngible de lo
ls música y el desdén por las bellas artes provenlan, por supuesto, de Platón, difundida inacción de los sentidOdl con todo dominio del csrudio a,.,&mico.
quien en su R.rpúbl•c• habla recomendado lo música para la educación de los Lo que mú se necesita no es elt~tiea o manuales csotúicos de educación
bérocs porque bada que los seres humanOdl participaran del orden matemá- arústica, sino uno argumentación mú convín«:nte en favor del pensamiento
tico y la armonía del cosmOdl, situados mú all4 del alcance de los sentidos; visual en general. Una vez quco comprendamos en tcorla la perturbadora esci-
mientras que las artes, y en pardcular la pinlura, se trataban con precaución sión que entorpece el adiestramiento del poder de niZ()JlllDlÍcnto, podrlamos
porque iotensifiaban la dependencia del hombre respecto de las im4genes tratar de curarla en la prilctica.
ilusorias. Los historiadores pueden decirnos cómo se originó esta curiosa datin-
Floy cst4 presente todavla entre nosotrOS lo nociva d4criminación entre ción y cómo perautió • ""''h de las ~Jl!OCas. En d aspecto hcbrro de nues~r~
percepción y pensamiento. Hallaremos ejemplos de dio en la 6losofla y la rradici6n, la binaria de una prolongada host.ilidod contri hts imágenes gra·
psicologla. Todo nue11ro sistema educativo sigue besado en d estudio de bodas comienu con la dcstru«ión de un• picu escult6rica, la del becerro
las palabras y los núm<:ros. En los jardines de infancia, es cieno, nucsuos de oro que Moi~ hizo arder, reducir 1 polvo y esparcir por las aguas para
niños aprenden viendo y manipulando formas hermosas e in"""tan las su- que los hijOdl de Israel lo bebieran. Seguir todo el episodio en este libro sig-
yas propias en papel o atdllo pensando a travh de la percepción. Pero ya nificaría reescribir la mayor parte de la historia de la filosofía europea. Me
en el primer grado de lo escuela primaria los sentidos comienzan a perder limi~ a unos pocos cjcmpiOdl de cómo el problema se rdlejó en los escritos
status edueacion.d. Cada ,u mú, las artes se considerm un adiestramiento de algunos pcnsodorca griegos.
en anesanlas agradables, un entretenimiento y una d4tcnsi6n mental. Al sub.
rayar mú cnUticamente las disciplinas dominantes el estudio de las pala-
bras y los números, su parcntCIC'O con las ones queda mú oscurecido y las
anes se reducen a un complemento deseable; cada vez pueden susmasc me-
nos horas semanales del estudio consagrado a las motcriu que, según la opi-

16 L7
Daconfianu hacia los untidos vao~6~, llllle decir: a los sentidos humanos quo prorun~ban la inforrnaci6o.
Qu12a lo que los OJOS tran•mitían no era cierto. Después do todo, PIUlllénides
En las primenas etapas de daborori6n intd..:tual, la mente humana tien· el 616sofo de El<a, h•bfa insistido en que no habla ambio ni movimiento .,;
de a CIODSiderar los fenómenos psicolcSgkos como cosas o amotecimientos fí. d mu~ aunque t~ ••ieran lo eonrrario. EstO signi6rwba que: la cxpetienci.l
sic:os. De esra fol1"03, las primeros pensldores loaoliuron la evisicln de la que: sensonal tta una ilus10n engañosa. Pannl!nídes aigfa una definida di.srinci6n
hablo, oo en la mente, sino en d mundo aterior. Los pitagóócos crdan que enuc la pen:cpci6n y d razocwniento, pues ora al razorutmiento al que habla
habla una dif<rencia de principio entr< el reino de los cielos y lt oxiJtoncia que recurru pam la corrección de los sentidos y el ostoblooimiento de la
oobre la Ti<rra. El curso de lu ostrellas ua perm•ne.n te y predecibl• on la v<tdad:
recurrencU ~ujeta a leyes- de lo Mismo. Cuorpos do follll8 simple rota·
btn a lo largo de senderos ~triumento p<rfectos. Era un mundo gob<t- Po~uc nanea ~ probani que las CXliiS quo no son - • : pero aparta tu
nodo por razones numérias básicas. Sin ombargo, d mundo sublunu, en d ~ento de me modo ele inquisici6n y no dejes quo la COJtumbn:, na-
que habitan los mortaks, .ra d dc:sordenodo ..aonario de «mbios imprede- cicla M nudaJou <XpetkioOa, obli&ue a IU ojo sin rumbo, a tU ofdo pJmo
cibles. ¿Era la pui'<'U de las formu y la eonfi•bilidad de los ocontecimíen- de """.Y •. m Jengu., a squir es"' amino; por d conmrio, que ru naón
tos observados en :mrooomfa y matemJtícas lo quo hizo que los pitag6ri<os· te p<rm11a ¡azgar L. prueba que )'O ho pronunci:tdo.
eoncibi<tan UIU\ dlrotomln entre el mundo celeste y d mundo terrenn:? ¿Es-
taban todav!a influidos por 1m eon«pci6n, universal en d pensamionto pri· Podlan h.uarso hlcil~nte ejemplos de cómo la petccpci6n podla conducir
mirivo. según t. cual los acontecimientos de la naturtlou y la existencia hu· a erro~. U~a var¡¡ ."'mC:Stda m el agua panda quebrada: un objetO porccia
mana soo gobernados por ClUSU indl\-idmles más quo por leyes gmuales? pequono vtsto a di.sraDC1a; lu persoms alectadu de ictericia velan omarilt.s
P<ro los filósofOt griep dd siglo VI DO <tOO primitivos y en su uuoDOtDla las cosas. Dem6criro hobla ensemdo quo, como la miel les sabia armrgo a
era evidente el concepto de ordm sujeto a leyes. los unos Y dulce a 1~ otros, DO habá <OS:Js tales como lo omargo y lo dulce
Tampoco puede decir"' que el mundo de los S<ntidos .., presmte ine· do ~r si .Las setlSlloones de calor y fr!o o de color existían s61o por con-
vitabl=entc romo un espectáculo de desorden e irracionalidad. Por ejem· veno6n, mtmtras que en realidad no hablo mú quo átOmos y vodo. Lo poco
plo, los pensadores clúnas de la escuela laOisra y del yzn·J""l> aproximaca· que J>?'!f• confuuse en •los ie:ntidos les sirvió a los sofistl$ pon apoyar su
metue en t. mi.una q,o.. y quizás en una etapa cultunll similar, vdan d csccpoasmo ~· pero si"i6 cicrwnente al mismo uompo para estable.
mundo de los sentidos totalmente imptcgnado por d juego mutuo de las c:cr t. C'OI1C"epci6n .de un mu~ flsíco sin di\·isi6n, unido por t. ky y el orden
fuc:ms c6smicas, que: n:gl:an las emcUas y las estaciones tanto como d me- nottm~les. la vanedad cacSua del mundo terrestre podla ahora atril>uir$e a
nor acontecimionto t<trestre. La ronducta errad• podfa producir diJcordia y una lectura subjeti\'3Jnmte omdo.
lucha. pero d niño ntldA muy CC:I'Cll del Tao, y tru los tanteos humanos so Sin .lu.go~ • dudas, la ch•iliuci6n occidental ha obtonido gran pro,•ecbo
haU.b• subyacente la ley del Todo. 1\$1, Arlhur Waley eseribe en su libro sobre de lo disu~~tón entre el ~~n~ objetivamento existente y lo percepción que
d T110 Te Kíns: de t'1 so uene. Es una dttttnoón que es1:1bleci6 la diferencia entre lo ffsico
)' lo mental. Era. d comienzo de la psicol~o. Tal como acab6 por ser practi·
El carTetctv, d arpincrro, d arquero o d nacbdor eles upd'tlll su actívi- cada, la p>IC'Ologu nos pr<vtoo contra 1liU identificaci6n iooc:ente del mundo
dad no por la acumul.tci6o ele h«hos que conciernan a su arte, ni tampo<O que percibimos con d mundo tal como •realmonte• es; pero Jo hizo hacien-
por e.l uso cncrFúco de aus músculos o sentidorl exteriores. sino por la uti- do pdtgrar nuestra confiada fomilioridod con la realidad sobre la que erigi-
lizac:ión dcJ parentcsoo fundamental quo, por detris de bs distinciones y di· mos nucttra exi¡tencla . Los primeros grandes psicólogos del Oo:idmte des.
vcrsi<bdcs opan:nu:s. uno su propia Mat.U. Primordial c:on la Materia Pri· pués de todo, fueron los sofiStas, '
mordía! del mtdio on d que: uwbajan . Los peruadores ariCJlOS eran lo bastante sutiles como para 00 condenar
""'Pkmmte la aperi~ smsorial; di.sñnguioron en ..mbio el uso pruden.
Sin embargo, ni siquiera en Occidcnu: prevalcci6 la división del mundo te de dt. de su uso tmprudente. El criterio part eval= la petccpción, se
flsico en dos r.inos cualitllrlllllmc:nte dif«ent.es- Pinalmc:nte, la diferencia vi- supuso, provcnl~ de la nz6n. Hetklico hAblo advertido que los •almas bárba-
sible entre el orden calculable do los cielos y la infinita variedad de 115 for· ~· no pueden mterprctar correctamente los sentidos: cMalos testigos oon los
tn.11 y los acontecimientos terrestres "' atribuyó a los instrumentos de obser· o¡os Y los oldos para los hombres, si no tienen ~stos almas quo comprendan su

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lenguaje-. As!, b escisi6o supenda m b cona:pciáo del mundo lúíco se intrO- clero realúad y se simtcn deslumbrados por dios, como si se c:nc:xmnaran
duce aho.. m b de t. mente. Asl como d runo dd orden y b verdad N1m anre una luz intensa. Gradualmente se amsmmbran a mfrenrarlos y a<q>-
or.do mü allá dd dominio de b vjda m la Tiera, iguA!menre estaba ahora rarlos.
más allá del rrino de los sentidos en lo gmgraffia dd mundo interior. La per· Cuando Platón cuento esra batOria de iniciación no es" hablando mera-
cepción sensorial y d mzonamienro quedaban csr:ableddos como antagonistas, mente en seotido figurado. La capraci6n de la realidad mediante la visión
mutuamente nettSit~~dos, pero dire~ntes entre si en principio. dirttto se reconoce concretamente en la doctrina de la reminiscencia. En
Sin embargo, de ninguna manera ignoraron los filósofos gtiegos el pro- d Mtn6n, Sócrates dernuema que erada busca y tndo aprcndi:taje no son sino
blemt que esto distinción creaba. No esraban dispuestos o exahar dosmárica· recuerdo•. El alma, como que es inmorul y nació mucha> veces
mente la razón al precio de devaluar los sentidos. Dcm6criro parett ser el que
cúrcoró el dilema DÚs direcumenre. Distingujó la eosnióón •oocura• de Y bobi«>do ,·isto todas t.s eosas que existen, ya ses en este mundo o ca d
loo sentidos de la cosnióón •d.,.• o gGuina dd nmnamienro, pero him mundo inferior, a- a>nOci.auenm de todas ellas, y no hay pot qué asom-
que los senridos se dirigjc:rsn despcnh.. mente • t. raz6o del modo sigujente: lnrx de qoe sea capa de C\'Oar d uxuado de wdo lo que sabe l<l<lta de
cMcnre desdichado, tú, que obtienes de nosouos todas rus prueba, ¿preten- la virwd y otaa1 de wdo; porque como roda la naturalczo .. afín y d oJma
des dcrtibarnos? Nuestro derrumbe seri tu c::údD. ~ todas t.s c:ooas, no hay cli&ulmd en que obrenp o, cotDD los hom-
bres cficcn, •prenda, rodo el raro • panit de un único r<CUerdo...

Pl•t6n, el Je /tu Jos mentes Plarón no está hablando aqul de lo que llama habrtualmente 4Sabcr a
parúr de la cxperienciu. Habla de cla conremplntión de la verdad. estO es
• 1 • •
En los diilosos de Plarón, una ambisu• actitud se f!XPtna en dos per1- «e1 1er m1smo que e concierne al verdadero conocimiento: Ja esencia ~
peaivu düemnes que mcxisren ine6modammte. 1)., acuerdo con una de lora, informe, intangible, sólo visible a la mente, d píloro del almao. Esta es
dW, se captan w entidades emblc:s de b existencia ob~riva mediante lo t. _pul'i&oda percepción de los ob~tOS puriliados, pero pereepción de cual-
que llamarlamos opeacioncs 16gicu. El hombre sabio examina y rcbciona qwcr DWiet1L. En d F..U.., SócrateS se rdicre sigrufiau\'amcore a la Degll<'-
fomw (itlas) omp!WDcnte ospercidas de cosas diversas y diSCierne intuiti- ra, a Lo cpttdida dd o¡o de la mente. cuando adYJerte oontra d pe!isro de
vatnet~te el arictu senáioo que timen en común. Un> \"C =nidos estos con6ar m los sentidos. Se trato de remmcior a una especie de percepción
fnrmu, lu distiosut también cnrrc •i mediante b definición de la naturaleza para salvu ot:ra.
particulAr de Cllda una de ellas. Observamos que, de acuerdo con Pbtón, este Diffcilmcnte se lograri profundizar la rompmuíón de la posición de Pl.o.
prooedimiento exige also mú que la mero habílidad de manipular con<:q>- tón si se intmta eliminar la «COotradieción• entre sus dos enfoques. El lec-
ros. E.l cor~cter común no se descubre por inducóóo, esto es, por una bús- r~r moderno _puede. mode"'r su incomodidad suponiendo que el dilerru1 pro-
queda mecónica de los elemcnros compartidos por todas los especies y lo subsi· vrme de la .düercncto entre la perspectiva de Plarón mismo y la de Sócrates,
guiente intevación de estos elementos en una nueva rotalidad. l-Us bien, su protasorusta; o que w convjeciones de Plarón se modifiaaron en el curso
para descubrirlo, se debe discernir Lo totalidad de eu forma gomrica en cada de su vida; o que hablaba de la visión directa no en senrido Uteral sino me•
iJe• perticular, como se descub~ una 6sura en Wlll ima¡;en poco clara. Ade- tafórico. Semcjaot~ intentao de adaptar al 616sofo griqo a las puk.. :tlter-
mü, eslll operación se rdicre a las formas gcomcas sobmente, no • los ca- nauvu dd pensomoento rnodcmo sólo pueden oscurecer nuestra comprcosión
sos particula= que perciben los sentidos. Sisue co píe el probiCmt de cómo de esta rompleja figura: un bombee imprcsioo.do por los primeros ar.isbos
se con«en esw fonnss, puesro que la experiencia sensorial puede mg;o· del poder de w o~ncs lógicas e invadido por la sospecha oontra los
ñamos senudos, pero, al ausmo uernpo, =no todavla a la experiencia primordial
El intento de Plarón de llegar a gencralicbdes estables a tra•b de opera· de OOIIOCU a tnrvb de t. visión.
clones lógicas del pcosamienro es completodo )', quizll, oonr..dicbo por su . No es n~o para nuestros objcth'OS decidir basra qu~ punto la esci-
profunda cn:cncia en In sabidur!o de la visión directa. Tenemos aqul, pues, SIÓn de la VISlÓn del mundo de Platón sigue. siendo piragóricn esto es onro-
un segundo enfoque que se expresa en el mito de la cavemo subrerr<lnca. Los lógica, y lwra qué punro era ya psicológia a la manera de P;orÁgoras' d so-
pri<ioocros, primero limitados a la visión de sombras puajoras, son cUbero· fista. ¿Sostcúa Platón que los objeros individuales a=sibles 1 los sentidos
dos y uados de su CJ'tOD Se les biK'C rootemplar los objeros de la verda- 100 en sr cimpeáectoS•, esto es, inconnanu:s., pasajuos y. por tanto, re:sporr
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uhles di: la inferioridad di: los iJn4eoes captadas por los sentidos? ¿O creía da inmediata. Procura las geoeralizaciooes vaciadas que han becbo posible la
que la estsbiltdad di: los arquetipos objetivm>ente exist<ei<S llep basta esos ciencia modcma. Estas gcneralizacionc se limirao a lo que todos las instan-
~ridacles particulares di: las que los sentidos obti= w informoción y que ciu de una familia de casos ti<s>e21 en común e ignoran toda Oll'll cosa. Son
la dl:plorable &:formación de la rcalKiad OCIII"I'e sólo m d procao de la pa· pr;:cisamente lo ronrcario de los g6~rros platóni<os, que se vuel\-eo mis ple-
cepci6n? Sea cual fuere la rupuuu. lo que imporu es que la &:smn6anza nos Y mis ricos CU&Dto mis alto se sitúan en la jenrqula de las oideas•.
hacia la percepción ordinati2 singulariu profundamente la filo>ofla di: Pta. Sin embargo, no ver en Aristóreb nacla mis que al progmi1or de la abs-
tón Llegó incluso a excluir las imágenes sensoriales enteramente di: lo jen.r· ti"'Cri~ cientffiat IIIOdemo scrú sw:namentt engañoso. Su curioso ejemplo de
qulo que ve desdl: las mis emplios gcneralidlcks hl>ta las penicularidades la n:unoda durante la batAlla es suficientemente significativo. Describe la in-
tsngibles. Pera ~1. el árbol de las diferenciaciones 16gias terminabe en el ni· ducción como la restauración de una •formación original,., ato es, como un
ve! di: lu especies. Las imigencs ..,..,,i.Jes eran opecos ..:!lejos fuera dd modo de obtmcr ICCCSO a una entidad prtexist~nt<, con la que los C1!0S par·
sistema de realidad. Paro obtener provecho de lo que los sentidos ofrecen, ticulares .•~ relacionan como las partes con un todo. Es cierto que Arutóreles
uno tenlo que seguir el eje.m plo de los matemáticos, quienes hocen uso de las f~e el pramero en reconocer que lo sustoncia no esu! sino en Jos objrtos indi-
fonnu visibles y razonan sob..: elles aunque ono piensan en cUas, sino en vtduales. De: este modo sentó los bases d~ nuestro conocimiento según el cual
los idees a lu que se asernej=•· La wrdadeno visión se deseribe en un pi· ?ad.a exiSie mis aU4 de las existencias individuales. Sin embargo, los casos
saje en el que se lo menciono como una ilusrndón de e6mo el alma debla tndJViduales de modo alguno quedaban abandonados o su porricular c:anícter
comportarse poro con el Supremo Bien: único, qu~ sólo el pensamiento gcnerali:ador podla redimir. lnmcdiatamcn·
te después de deseribir el pmcedimiento de inducei6o, Aristóteles esaibc: la
notable deelaraci6n:
Y el alma es como el ojo: cuando ~ en algo en que la Ya"Ciad y el
ter resplat>dccm, el alma percibe y a>mpreade y ad ..dlanrr de intc:lip-

s6lo tJCDe opini6o, 1 mela ...:iWm, SU$tentando


lucao oua, y per«r oo tmer mtdigmcia aJ&une
u..
cia; pero cuando se vuc1... bacía el acpú>culo del devalir 1 • doadc:ncia.
opini6o prüDcm y
Cuaodo un particular de uno serie ld8icamente andiocriminablc se det<cu
en d alma .., hacr presente el uni.asal má báko: porque a""''"" d ~
de. la partpd6u de los >e:Dñdoo oc caura en lo particular, .., cootcnido a
wuversal, es el ~. por ejemplo, 1 no un ~ llamado Callias.

Aru/6/tlts: -saomo y Jtsaomo En otru palabras, no bay cosa tal <.'DtnO la pu«pci6n dd objeto particu'-
lar ~n el ~entido moderno. cl.a perttpeión como facultad.., dice Aristóteles
En d pen.amiento de Aristóteles se advierte uno actitud igualmeo<e e:? ocn .paree, •es dd ·w"' y no meramente de "este •lgo"•, esto es, perci-
compleja respecto de la experiencia sensorial. Por una parte, él es el que btmos Jaempre en los parriculores, d-sts de cosas, cualidades generales antes
introduce la noción de inducción co el sentido moderno: el conocimiento ob- que el earkter de único. Por ranro, aunque en denu condiciones los acon·
tenido a partir de la rocopilación de casos individuales. Hay animoles, dice, tccimientos sólo pueden comprenderse cuando su repetido experiencia Ueva a
que pueden recordar lo que sus sentidos ban percibido y, entre esos anima· la gencraliución por inducción, hay también casos en que un atto de la vi·
les, hay algunas especies dowlas cid •poder de sistematizar• las experiencias sión basta para finalizar nuestra invcstigaci6n, pues hemos «obtenido Jo uní-
sensoriales cuondo éstas se repitm con frecuencia. Esra sistematizaci.6 n, dice, venal a ~tir ~la visión•. Vemos la nwSn de lo que intenramos compren-
opera como se detiene una retirada en el curso de una baraUa: primc:ro hace der •al miSmo ucmpo en c:ad.. insraocia, e intuimos que ckbe ser 1${ en tD-
alto un homb..:, y luegp otro, basta que la formación original ha quedado du las iruraoci.u•. E.sra es la sabidurla del lliJiu"ul~ in rt, como habría de
..:sraurada A tra\-és de la inducción. pues, qu~ •p~ a tra\·és de una enu- conocerse posteriormente, d universal dado en el objeto penicular mismo,
meroción de todos los c:uos•. Uegtmos a la concepción de los mis altoo tfo UIUI sabidwú que rux:srn propia teoriucicSn 1~ por rcoobrar en su inte·
ncros por mcd•o de la abstnaión. La abstraecicSn dimina los atributos mis ró por la W~snrn<IMM, es decir,la pu«pción directa de las escocias.
particula..:s de loo c:uos más csperi6ros y, de ose modo, llega a los conceptos A Aristótele. se le arribuye ron justicia haberle imp<ICIIO a la mente oc-
superiores, que oon de contenido más pobre, pero de extensión mis VtStL cidenlll la necesidad de la invesrigación emplriea. Pero esta cxigcncio .e
Esto resuha butante femillar y lllOderno, Introduce la noción de absrracci6n comp~ corra:tasncnre sólo si :oc ret;t•rda al mi.s mo tiempo que Aris16tr-
en d sentido de que implia una creciente distancia a pa"ir de la cxpcrien- les peretba6 este enfoque •asttnden<e• unieamcnte como um cea~ de la uuea,

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que debí• rompletaue en forma simétrica mediante d tOnfoque opuesto cd<$- despu~ de todo una relación entre prototipo e Ílrulgen, aun cuaodo la ima·
crndcnte•. Lo abstra«i6n debe rompleume ron la definición, que es la de- gen se considerara imperfecta. Hnsta cierto punto, esta relación fue reempla.
té111ÚDJICÍÓn de un roncrpto que se obtiene deduciÍvamcnte a partir del g~· zada por la mnexión gen~tico que Ariscótelcs postuló enrre univcrs.tles y par.
nero supeñor y sr idcnrilia ron prccisi6n 1 tra\-és de su o:nilxno distintivo tkulares, conexión que no neg6 la función de imagen de la aparieoc:ia sen·
(Jilf~mr/14). De becbo, cuando AriSl6reks Mblobe clel pensar, .., merla al sorial, pero la hi2o ménos adus.iva. El hijo es d producto clel padre, no me-
<ilogismo, esto es, al arre de munciar una onaci6n .obre un CI50 particular • ramente su efigie.
rnc<ÜJintt la ronsulto ron una generalidod más amplia. T amhi~n en este caso Aristóteles no sólo estableció el univcrs.tl romo la mndici6n indispensa.
se trato de una deducción. Es significurivo que en el siglo XIX se acus•ro al ble de la existencia de la cosa individual y el arácter mismo dd objero pet·
silogismo de ser una mutologla, pues presenta romo nuevo ronocimiento lo ceptible; al ltocerlo, rechazó y evitó la elección arbitraria de otributos que
que csrab• ya contenido en la premisa mayor. Esta acusación presuponla que puede servir de base de una generalización cuaodo la inducción se entiende
la g<:naa!icbd de b p~ mi)'Or se habla obtenido por inducción, esto es, en su sentido estricto y mecánico. En rigor, cualquier atributo común, peni.
la diligente recopilaci6a de rados los casos individuales entre las qu.: se eor>- nenre o no, podria ucilizarse mn este propósilo si la g<:Mralizaci6a dependie-
rtba d de la premisa menor. Podemos c:onñar en que l• agud• mente de ra simplemente de laJ semejanzas que alguien hubiera descubierto y singul•
Aristóteles hubiera detcctodo ella mism• semejante folr:a. Si lo dificultad no rizado. En cambio, para Aristótdes la gencnlidod en el caso ponicular en un
se le plant<6, es probablemente porque para ~1 el universal (o lo que tiene hecho objetlvamcnte determinado. Las cualidades que un objeto comparrla
uno n:uuroleu tal que se predica de múltiples sujetos•) no necesariamente mn otros de su especie no ron.stitufan una semejanza incidental, sino la cscn·
•~ JeriWIÑ de esos muchos sujetos por IeCOpiboci6n. Por e~mplo, utilizando cía misma clel objeto. Lo general en un individuo en la forma que le impri·
al midiro para ilustrar su argumc:ataci6n. Arisrótdes mema que si cposcycn mla su género. Por tanto, esta ~ralidad no se ddinla por lo que d indl-
b reoria sin la ~ y reconociera el univcrs.tl, pero no conociera lo ''tduo rompartia con orros, sino por lo que en 6 •inter<:Sabot•. • La doble sig·
indh·idual incluido en él, a menudo no logror!a la cun•. Con todo el debido nifiCllción de la p;¡labn cmou:r:i.. estf significativamente presente en el pen-
respeto por lo inducción, d univenal ero • lo que es sietnpre y en todo lu· samiento de Aristóteles: lo marerÍJI es lo que interesa. O, para usar: otro t~t·
81"' y el t~rmino c6lh'holou (cat61iro), que Aristórdes usó, se busa en un• mino al que con frecuencia recuuen los traductores., •susuancia• es lo qu~ e•
roa que significa ctodo• y no mnnor:aba de modo alguno suma de panicu· •lo sus1ancia de. una cos.a, su eseoc:ia. Ser. pues, oo se def'inla .-romo 5e nos
lares. enserüo a hacerlo- como una propiecbd de, simplement~. todo lo dotado de
Esro era todo\ia enteramente platónico, elaro esd; pero Añst6tdcs fue sustancialjdod m•terial. Un objeto exisda sólo en b medida de su esencia,
más alU que Platón, pues exigió una relación más acriw entre lu iÜM y pues ~~ ser clel objeto no era sino lo que habla sido impreso m el amorfo
las cosu sensibles, enrre los universoles y los paniculares. De acuerdo ron macerial en bruto por su género d•dor de forma. Las propiedodes accidcn·
la veni6n platónica de esta reloción, las entidades inmutables y la apariencia toles del objeto no eran sino impur<ZIIS, la c:ontribución inevitable del m•·
sensible habían c:oe~isr.ido de modo más bien estdtioo. Aristóteles sostuvo que rerial en bruto. Al eDCllmane, b formo perdió algo de 1u pureza; pero las
paro que surGiera cualquier objeto ee=J>rible, un uruversal tmia que imp~ impurez.as resulr:antes no penenettn al ser dd objeto. No cinteresabao•.
siomr el medio o la materú que m si era informe e ioerte, sal\·o por •o ape· Esta noble c:oncepci6n no nos es utilizable en su formulación merallsi·
teocia de ser rmpresionoda. A este proceso g<:Mrativo por el cual la forma ca Pero la .xpericncia y b roll\•ieci6n fundomcntales que cxpr= son su·
posible adquirla existencia I'Clll, lo llamó Añstórelcs mtdequiJt, palabra qu.: mamentc petrincntes. Aristóteles afirma que un objeto nos es real o crn\-és
implicabo lo aparición de un estado de perf«:ción. Fue un pensamiento que de su naturaleza verdadcn )' duradera, no a trav~ de sus propiedades aeci·
le otorgó nueva vitalidod al srnrus ontológiro de los universales. Se ronvir· dentales y rnmbiahles. Su carácter univennl es directamente perceptible de
tieron en creadores. El mundo de los objetos sustanciales en generado romo por si romo su esmcia, ames que indirtttamenre rempilado a trovés de la
un escultor impooc focma a la materia ioerte, y bs rosas pereeptiblcs coo- búsqueda de los elementos comunes en los varios espe<lmenes de W\0 espe.
renlan a los universales no sólo por b intuiciOO dd observador, sino que los cie o g6>ero. Y cuando ha de bacene una generalizaci6n percepmsl, sólo
inrorpoaben de h«bo por caun de b nobleza de su origen. puede hacuse modianre d remoocimienco de la esencia mmún de los espcd·
Esto no sigoifica qu.: Aristótdes les ~'Oiviera simplemmte • los senti· mmcs. Los accidentes mmparridos no pueden setVir de base a un ginero.
dos una dignidad que Plotón les había quitado. Lo •coexistencio csrdtica• de
las idcu tn<eendentales y la apariends sensible de la doctrina de Platón era

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Aunque los filósofos griegos concibieron la dicoromb doe l""""pci6n y tll· 2. LA INTELIGENCIA DE LA PERCEPCION VISUAL (1)
zooamicnro, oo pu~ dccirar: que oplia.rsn esta noción con lA rigidez que
la doctrina adquirió en los siglos recientes dd pensamiento occidoental. Los
griep aprcndimm a desconfior de los sentidos, pero nunca olvidaron que lA
visi6o dúttta es la fuente primen y última de Ll ubidwia. Rdimron las téc·
oicas de I"':ZZnamienro, pero ra.mbién creyeron que, en palabras de Aristóteles,
• d alma jamú picnsla sin una imagen•.

~ que d útulo de este capitulo parcza contener una contnd:'Ccióo


evidente. ¿Cómo pu<de haber intdí~ en la pc~a:pci6o? ¿No es la inte-
Ugcncia algo que coocieme al pensamiento? ¿Y DO comienza d pcn'"micnto
donde termiru~ la obra de los sentidos? Pr«i'"mcote csros supuestos se c;ucs.
tionañn en lo que sigue. Por mi pane 105t<n¡;o que el eoojuntO de lu ope·
raciones cognoscitivas Uam.odas pcnsamicnro DO son un privilegin de los pro.
a:sos mentales siruados por encima y mis aiJj de la pc~a:pc:i6n, sino ÍDI!"'·
dientes esenciales de la pera:pción misma. Me tdiero a operaciones tales como
la exploración activa, lo sdeeción, la aptación de lo esencial, Ll simplific:a·
ci6o, la abstrocci6n, d an41isis y Ll slntesis, d c:ompleramienro, la rorreeci6n,
la companci6n, la solución de problemas, como también la eombin&ci6o, Ll
separación y lo puesta en contexto. Esru opet'11clones oo son la pre.rrogativa
de ninguna de las funciones men111les; son d modo en d cual 111n10 la mente
dd hombre como lo del animal trotan d material eognhivo en cualquier ni·
vel. No exiJte diferenda básica en este respecto entre lo que sucede cuando
una persona contempla dirtctomente el mundo y cuando se sienta con los ojos
cerrados y •piensa•.
Por •cognitivo• quiero signiúcor todas las operaciones mentales implico·
das en la recepei6o, almoeenaje y procesamionro de la inform•ción: I""""P'
ción sensorial, memorio, pensomiento, aprendíuje. Esta utilización dd t~·
mino entro en c:on!licto con oqudla a la que muchos psicólogos esr.U. hsbi·
ruados y que excluye de la cognición la activi~ de los órganos de los sen-
tidos. Rdlcja lo distinción que estoy uoumdo de díminsr; por lliDto, debo
extender la signifar:i6n de los ttrminos •cognoscitivo• y ceognición., de

[ modo que abarquen la percepción. O. m•nero semejante, DO veo cómo dinrinar


la palabro •pensar• de lo que OáiCa: en la percepcl6o. No parea: existir nü>-
gúo proceso del pensar que, al menos en principio, DO opere en la pc~a:pci6n.
La pera:pci6n visual es pensamiento visual.
1 Existen buenas ni20DC:S pan la escisi6o entte visi6o y pcnsamienro. En

26 Z7
f
rial perttprual. Y, sin embargo, puede que insiJrieran m que el pensar, que
boone6cio de un met6dico moddo teonco, es Dlltuntl que "" dlstínaa dtn~­ procesa el resultado de 1' pa~pción, en al mismo no es pereeptual. Puede
mcue entre la información que un bom~ o UD lllimal rcdbe a tnvés de que dijeran que el pensar amsiste en openciones imd<auales camadas en
sus ojos y el trwtamiento a que se somete esa informoción. El mundo arroja material cog~~itivo. Este DUterial se •-uelve no peouprual desde el momento
su rdlejo sobre la mente, y es<e rdle;o sÍr\~ de material en bru<o que debe en que el pensar uaosform6 los perecptos en bruto en conttptos_ Se su¡>t>M
ser cuminedo, probodo, rcorg>nizrulo y alma<:enaclo. Se tiene la tentoción de que la abstracc:i6o de estOS conceptos de algún modo los despoja complcu-
decir que el organismo otmga UM capocidAd pasiva de recepción junro con mente, los libera de sus arttetrásticas visuales y, ul, los wdve ~
UD poder actl\'0 sepuodo de elaboración. para las operaciones intelectuales. Se concede que petttpci6o y pensamiento,
Tal perspectiva parett recibir el apoyo de los hecho> dcnentalcs. Al exa- auoq~e K los .. tudie por sepUlldo con el propósito de lograr una mis ficil
minar el ojo ~tirpado de un homhre o UD animal, "" puede ver en la retina comprensión teórica, interactúan en la prklica: los pensamientos influyen co
una imagt'n pequen., pero completa y 6el, del mundo hocio el que el ojo se lo que vemos, y viceversa. Pero ¿es realmente evidente que tal intcraeci6n
\'Uelve. ESta imogen resulta no ser el equivalente flsico de lo que la percep- puede tener lugar eoue dos medios supuestamente tan diversos entre sí?
ción aporto a lo cognición. Se salx que la imagen mental del mundo ""terior Una referencia a un problema que expondremos pronto con moyor dctB·
difiere grandemente de la proyeeción sobre lo retina. Por tanto, parett natU- Uc puede ilunmr esto_ La visión que una persoM tiene del ramoño de un
ral atribuir estas diferencias a las elaboraciones que tienen lugar después de objeto, corrientemente no corresponde al tamaño relativo de la proyeeción
que el sentido de la viJta ha cumplido con su tai"C1l. de ese objeto sobre b retina; así pues, por cicmplo, un automóvil diStaDtc:
Sin cmhargo, aun en u ~perimcia visual elancntal exiJte una diferen- cuyo proyeeci6o óptica sobre la retirua es mis pequclUt que la de un bmón
cia entre la rcccpc:i6o pasiva y la perocpcióo activa . Al abrir los ojos., me que esti junto al observador, potrett tener el tamaño normal de los automó-
~= rodado por un mundo dado: el ciclo con sus nubes, las aguas viles. Esto puede caplicarse diciendo, como lo hiJo Helmholtz eo d siglo nx.
móviles del lago, las dunas modeladtS por d viento, la ventan•. mi estudio, que la ;,.gen errada es com:gida por uo juicio inconsciente besado en bccl>os
mí escritorio, mi CU<'rpo. Todo esto se asemeja a la pt'O)-..xióo retiniano en conocidos por el observador_ Toda la difermcia estriba en que tal teoda
un aspecto, esto es, en cuanto me es dado. Existe de por si sin que )'<> boya intente sugerir que el pereepto obtenido a parrir de la ptoyeoó6o reúnianA
becbo nada notable parw proclucirlo_ Pero, ¿es esta advenencia cid mundo es tan deformado como la pmyeeción misrDII y que este engañoso llllltcml
todo lo que hay en la peteepcióo? ¿Es indu.o su escoda? J:k ningún modo. pereeptual en bruto K intcrpreu de modo más adecuado a los hecbos por
Ese mundo dado .. sólo d esttru~rio en el que tiene lugar d aspecto más medio de inferencias obtenidas a parrir del conocimiento del obsezvador; o,
calliCicrlstico de la perocpción_ A u-.vés de ese mundo vaga la mir.tda, dirigi· por el contrario, que b misma situación perttptual dada contenga aspectos
da por la atención, ocnttando el foco de visión más aguda 01'11 sobre este que le asignan a la imagen del automóvil un tamoño relativo diferen<e del que
lugar, ora 10bre aquel otro, siguieodo el vuelo de una gaviota disume, en· tiene en la proyeeción retiniana_ En este t\Jtimo caso d hecho cognoscitivo se
minando un 'rbol paru explorar su focma_ Por pereepeión visuol se eotlende lleva o cabo dentro de la pereepeión misma; en el primero K emprende des-
en reslidad esto ejecución eminentemente añ1va. Puede referirse a una parte pués de que la percepción ha emitido un mensaje bmante deficiente.
pequen. del mundo virual o al eotero marco visual del espacio, eo el que se La difereocia que aqul se pbntea no es fkilmcnte dar!lieable en pala-
sitúan todos los objetos prontameme visualizables. El mundo que emerge de bras porque •percepción• •ignilica rosas diferentes parw diferentes personas_
esta exploración pereeptual no es inmedlstammte dado. Algunos de sus as- p...., algunos el término tiene una signilieación muy estrecha y describe s61o
pectos K erigen veloces, otiOS lentos, y rodos ellos estfn sometidos a cons- lo que los sentidos tttiben en el momento en que el medio ""'erior los es-
tante confirmación, reopreciari6n, camhio, completamiento, correeción y pro- timula. E.m definición es excesivamente estreeha para las liruilidades de este
fuodizadón de entendimiento_ libro, pues ~cluye las imágenes presentes cuando una per10Dl1 con los ojos
ccmtdos o desaten.., piensa en lo que es o poclrla ""'· Otros amplím d t&-
míno para iocluir en il toda cJ.se de conocimiento obtenible sobre algún al>
jeto del mundo exterior. Por ejcroplo, la cacofónica frase •peteepción de per-
oonas• 1f'"SOft ~rr:q1wn J puede entenderse en el scuido que ahorque to>
{ Dilicre el enfoque aqul presenudo de lo que la mayor pane de la gente dos los procesos complejos por los cuales una pedOna llega a conoeer a otra,
do por sentado? Pocos negadan, o..., K sentitlan sorprendidos al saber, que vale decir, no sólo lo que ve, oye, bucle:, eto!tera, sino tambi6J lo que logn
las operaciones cognitivas enumet:adas hace uo momento K aplican al mate-
29
28 .1
averiguar sobre los pcinc:ipios, los hábitos, las pos<siones y las acciones de !. distancia ¡¡radualmcntc creciente ele los intereambios, esto es, del cquilibtio
pcrsooa por medio ele las infuenclas que le permiten los pruebas cirrunstan- cnue la asimilaci6n 6c ~idadcs cada ..,. mis ~- para d logro 6c """
cialcs. Pu.de que algunos de estos modos de obtener conocimiento oo se acd6n penincnte y una acomodacióa 6c CWl acd6n a esas múidadcs.
considuetl operaciones que tienen lu¡ar en el reino de lo perccprual, pero
se los incorpol'll a ~ de contraboando. Una persoru que utilice el tkrnioo No resulta rcbuscv!o re!.cionar la habilidad para percibir a ttavó de
m su oW amplia ottpci6n puodc afirmar que, por supuesto, incluye el pen- las distancias con lo que l!.mamos la amplitUd de visión de una pcrsoo• in~
samiento en la percepcl6n, pero ele - modo oscurece el entero problmu ligente.
dd pensamiento visual para si y para loa dcmú. Los sentidos que captan a !. distando DO sólo proamm o.n 111Dplio IDlll·
Como un detalle oW ele mi estrategia general, din! que en el siguiente gen a lo que se coi>Ott, tambi6> alejan al p«cipientc dd impactO dim:tn del
análisis ele los p.r oasos C08JIOSCitivos oo hay diferencia, en principio, si tic- econtccimiento explorado. Poder ir mú all' dd efecto inm.diato de lo que
neo lugar consciente o inconsciauemm~, \'Oiuntuia o tutomáricamnue, me- actú.t sob~ d p«cipimte y de IUS propias acciones lo capt.cita para examinar
diante los a:nuos cerd>ntlcs superiores o mcdianrc meros rdkjas. Pueden ser el componamiento de las cosas exiltcntes con moyoc objetividad. ~ permite
ICÓOoc:S dcsc<>o W.nv!as por una crialW'I ponicu!.r o inh<ttntes a !. csttueru- intcruarse por lo que es, mis bien que por lo qut' se le hace o lo que él esti
ra de un ÓI'Jl"'O y, como W.., un octo de evolución biológica mi$ que un indi- hacimdo. La visión, en particular, como scllll6 Hans Joms, es el prototipo
lliduo m pe.nicu!.r. Me interesan ac¡ol las cape.cidadcs que DO son el pro- y quizás el origen de b Uori•. en el sentido de mirada desapegada, comcm.
ducto tan!lo de b rdinada mente humana, sino un rasgo CODStanre del or- placi6o.
guismo en su intento ele obtener infonnación sobre el mundo exterior e in-
terior, presente m los bajas comienzos de !. vida animal y ele oinguna m.-
ucra dependiente de b conciencia o de la presencia de cerd>ro sic¡uien.
Júblar de cintcligencl.. respecto de las respuestas biológicu el«ncDta·
les es, no cabe dwh, arriesgado, especialmente cu•ndo no se ofrece uinguna La condUt'la inteligente en una %Olla sensorial panicular dtpcndc de cuán
d<firución precisa de la inteligenclL Aun así, es posible admitir, por ejCfDo inteligible~ sean los datos en - medio. Es nec:esario pero no suficienrc que
plo, la afirmación que la utilizodón de inlorrnación sob~ el medio procura los datos o(r=an una rica variedad de cualidades. Puede decirse que todos
una condut'la más inteligente que la Ín$CD$ibilidad total. En 6te, el mis sim- los sentidos lo hacen, pero si estas cualidades no pu.dcn organizarse en sis-
ple ele los sentidos, el tropismo innato por el cual un insecto busa o evita b temas definidos de fonnJ, procuran escasa ventaja a la inteligencia. Aunque
luz, tiene algo m común con la persona que observa vigilante los aconteci- los sentidos dd ol!ato y el gusto, por ejemplo, son rkos en matices, toda esta
mientos del mundo que lo rodean. El estado vigi!.me de una mente humana abundancia -<ti menos poro la mmte humana- sólo product un orden muy
at'liva es la últlma manilestoción de la lucha por la supervivencia que hizo a primitivo. Por tonto, puede uno reRalarse con olores y gustos, pero difícil-
los organismos prlmid•os sensibles a los cambios dd medio. menee pu.de pensarse en ellos. En el caso de la vi•ta y d oldo, las formas,
los colores, los movimientos y los sonidos son susceptibles de organizarse CQn
suma precisión y complejidad en el .. pacio y el tiempo. Estos dos sentidos
&plonci6n J~ lo rtmoto son, por tanto, los modios {l<tr e"cdltnce para el ejercicio de la inteligencia.
La vistA recibe la ayudo del ttt'IO y el sentido muscular, pero el solo tat'IO no
Por tanto, pu.dc decirse que la respuesta sensorial como tal es inteligen- pu.dc competir con b visión, sobre todo porque no es un sentido que capte
te. Rasgos mis panicubrcs distinguen la intdigencio ele los varios sentidos. a distaoc:ia. Como que depende del contacto inmcdiuo, debe explorar las for-
Uno de ellos es lo capacidad de obtener información sobre lo que 1101c<e • mas millmctro a millmcrro y paso a paso; tiene que CODSttuir laboriosamen-
• cierta distaoc:ia. El oldo, a vista y el olfato se cuentan entre los sentidos sen- te alguna noci6n de - cspe.cio total de ues dimensiones que el ojo cotn-
sibles a distaoc:ia ]can Pia¡¡et ha dicho que prende de una sola vez: y debe renunciar para siempre o esos múlriples cam-
bios de tamaño y aspecto y a esas conuiones de sobreposiciones y persp«-
d CDtero dcaanoUo 6c IJ 11<1ivM!ad IDCIItal, 6ev!c la puecpci6u y el ti•-as que tanto enriquecen el mundo de l• visi6n y que sólo son accesibles
~10 basta .. ~rcscntttci6o 1 lJ memora, como wnbilft las mis eknda porque las i~Mgcnes visuales captan objetos disantes por medio de !. pro-
opcrocion<s 6cJ _..,¡COlO yd pcnutnlGitO fonnal, CS ttm función 6c la yccci6n óptica.

31
En d universo de los sonidos 1udibles, se le puede dar a ada tono un
llJ8ar y función ddinidos con respecto a vañas dimensiones dd sinema total.
La música, por tanto, es uno de los resulrtdos m'• potentes de la inteligen- Para intcrprotor el funcionomiemo de los sentidos de manera adecuad•,
cia humaN. Pero aunque en la música ~ da un pensamiento dd mú alto ni· es necesario tener m cuentll que no ourgieron como instrumentos de la cog-
vel, se trata de peosamiento sobre - y dentro de- d universo musical. Sólo nición por la cognición misma, •ino que cvolucio=on como auxiliascs biol.S.
indirccumente puede refeñ~ al mundo fúico de l• existencia huma111, y gicos para la oupervivcncia. Desde su origen apuntaron 1 esos rasgos dd
no sin lo casi obligodo 1yuda de los otros sentidos. La causa de esto consiste medio que scñJioban lo diferencia ente la facilitación y el imptdimemo de
en que lo infonmción audible sobre d mundo es sumamente limirtdo. De un lo vido, y se concrrnraron m dios. Esto signi6a qut lo pcttq>d6o tiene
poljaro apelliS nos do mú que su canto. Se limita a los ruidos emitidos por fines y es selectiva. Indiqué ya que la visión se experimenta como uno ocupo-
lu cosas. Enrre dios se cuentan los sonidos del lenguaje, pero éstos oclqui.. ción sulll3mentc activa. P<lf'O cilltf uno formuloción que o(red en otro lugar:
ren su significación sólo por rdercocüa a OtroS datos sensoriales. As! pues, lo
música de por sí consiste escasamente en pensar sobre el mundo. La gi'IID AJ mirllr un objeto_, muamos de •lclntttJo. Con un dedo invisible, reco-
virtud de la visión consiJ<e no sólo en que se trata de un medio 1hamente rremos el espacio que nos rodea, nos dirigimos • los lugares diJtantcs dondA:
sofisticado, sino en qut su universo ofrece un• información inlgotabltmenre se encuentran la c:osu, tu tocamos. las a.imos, cumin.amot sw: superficies,
ria sobre los objttos y los ICODtccimientos dd mundo cxteriat. Por tanto, lo .seguimos aus bordes~ exploramos su tatutL &u; es una tarea cmim!ntr-
visión es e.l mtdio primordial del penwniento. mcntc ICÚ\'1 lmprcsiooaclos por esta cxpcricnciro, loo primeros ¡>aJ$><Ior<s
descñbi<ron el proceso ffsico de 11 visi6n de acucnlo CDO ello. Par ejemplo,
lo facilid..!cs qut procurad~ de lo vista no sólo lt son occuiblcs
Plltón, m el Tu•«>, liÚima qut' el fu<go suñl que mli<n11 el cuerpo lnmwlo
a 1• mentt; son indispensoblts para su funcionamiento. Si lo pereepción no fiuye a Cfi\'Ú de los ojos en una suave 1 ~ cmñcnre de 1= De este
fuera ilino uru1 paiiÍVI rectpción de información, sería dt tsperar qut la mmte modo se tiende un puen« tangible entre el obsen-ador y la cosa observada.
no se alttl'llftl por qutdar un tiempo sin el aporte de tal alimento y que, en y por ese puente los imput.os de lo luz que em;uw1 cld objeto llegan • los
verdad, podrla beodiciarse con tal reposo. No obStante, los experimentos u.. ojos y, desde alll, al alma.
vados a abo sobrt lo supresión de esdmulo sensoñ.J demosuarob que oo
es ul. Cu.mdo los seotidos visual, 1uditivo, láctil y c:ioestésiro "' rtd~ a Esta C~>t~ttpción derivaba de lo cxperiencüa cspontán«. Pero al hacerse
una tstimulación poco CSUU<'lurado -sólo uno luz difuso para los ojos y un "'·idente que el rcgiJrro óptiro m el ojo es en gron tnccb.do un proceso pasivo,
zumbido CDOSWite para los o!dos-, d enrtro Eunciolwnicnm mental de lo por exrmsión .., supuso que lo mismo era aplioab!e al entero pro<e$0 pili~
persona se altca. La adaptabilidad sociol, la sermidod y la opacidad dt llsico de lo \'ÍSión. Este cambio de perspcctiv• fue lento ) vacilante. Alrcckdor
pensar quedan profundomente perjudicados. Durante los monótonas horas del 500 d.C.. el filósofo roml!JIO Bc>ecio escribió; •porque la visra es comÚll
de la expericncüa, el sujeto, que st d=ubrc inapu de pensar, rttmplau la para todos los mortales, pero si resulta de imá¡;encs que llcgan al ojo o de
estimulación exterior de los sentidos por las reminisccncüas y la evocación rayos envindos •1 objeto de visión le cs dudoso 1li sabio, aunque d vulgo
de imigmts, que pronto se vuelven insistentes e incontrolables, indepen- ignore In existencia de tstll duda•. Y mil años más tarde, Leonardo da Vinci
dientes de la voluntad de lo persono, como si fueran algo venido del exterior. escn'bió UDI refutación coorra
Estas imigmts purdcn con\'ttlirst en verdodcras alucinaciones (ul, se com-
probó que en los hospitalts mentales los pacientes alucinan con mú fr.. ... esos lllltc:IÑticos que :olinnan que el ojo no tiene poder cspiriruol algu-
euencüa en los ambicotts vlldos q~ o&tten escasa cstimubcióo). Tan rules no qut lo txuenda • distancio de si mismo, pues, si asl fucrt, no scrú sin
son csw visiones, que dtspu6 dd expeñmento algunos sujetOS admiten que una gran disminución en d uso del poder de La visi6n, y qut auoquc el ojo
ruvicn el t1maño del cuerpo de la Tirm. se consumirla nca:Añamcote. al
1 pntir de: ese momenro están más dispuestos a creer en lll$ apariciones
contempLar Ju esud.Ju:; p::~r csua ru6n sostir:nen qur: el ojo recibe, pero no
sobrenaturales. EStos dC$Cspcrados intentos de lo mente por reemplazar la covi1 nido de sf.
estimul•ci6n ausente indican que, lejos de ser una mera facilidod para lo re·
eepción, l• actividad de los sentidos ts uno condición indispensable para el Las prutbas de lo contrario abundoban:
funcionamiento de lo mentt en general. La continua reapucsu al medio cons-
tituye lo base para el funciarwnimto del sistcatl ocn•ioso. .. los campes'- \"m cli.ariamonte almo 11 sapi<sltc llamodo llmú """"
hlcüa si <1011 N 6¡. mlnoda, como el im.m 11 hierro, al ruiJC6or, que roo pll·

)2 )3
l5idao cmto se aprcsw:a al <na>cnuo ele la muene ... sc dice que d naam el penwlor o d dentlfxo tieoc: que consickrar ¡qa~tes que están m4s oiU
1 lo omila iDalbon ..,. m..... - la UIÍDidL de los ~ ....biben un ambio obsavable. En el dominio flsieo, eomo tam-
bién en el psio61ogo o el oocial, los aspectos eonst•ntes de una siruaci6n son
Para no mencionar a w doncdlas, quienes, •según sc dice, ti~ en los que IÚS C.cilmente se descuidan y los ~ se comprenden ron mayor
sus ojos el poder de amoer hada si el amor de los hombres•. di6cultad. Las caracteristícas de la percepción no s6lo eontñbuyen a la sabi·
La selectividad activa consriluye un rasgo básico ck la visión, romo lo durla, también la restringen.
ea wnbim de todo otro inter& intdigenoe; y la preferencia nús elemental Los ojos se mueven ckmro de sus órbioas y •u exploración selectiva se
que se advierte es la que deapiertan los cambios del medio. El organismo, a ompli6ca medianoe los movimientos de la cabeza y, en verdad, de todo el
euyq necesidades sc ajusta la visión, naturalmente se interesa m4s por los cuerpo del observador. Incluso los p~ de rqisoro que se producen den-
cambios que por la in!DO\'ilidad. Cuando algo aparece o ckuparece, se traS- tro del globo ocular son altam02ue selectivos. Por ejállplo, desde los pri·
lada de. un lugar a otro, c:ambia de forma, rammo, rolar o brillo, la penona meros años dd siglo pasado hubo buenas ruanes para suponer~ la retina,
o el ~tWJ~al ~ observa puede hallar altcnda su propia c:oodici6o: un cne- al dar informaciones de color al eerebro, no registro cada uno de los infi.
mi¡o que se ~ una oportunidad que se escapa, una e:aigencia con la rutas tintes mediante una especie paniculv de mensaje, sino ~ se limito
que debe: cumplirse, una sdíJal que hay ~ obedetn. El 6rpno visual m4s a uoos pocos colores fundamentales o gamas de mlor, o partir de los cuales
primitivo, la 6bn nerviosa sensible a la luz de una almeja o una lapa, limj. se ckñvoo todos los demú. Esoa suposición, con6nnada hoy experimental y
tari su información a los cambios ck brillantez y, por tanoo permidnl que onatómicameore, significa paro 0010tras que la fotoqulmica del ojo procede
el animal se redre a su roneha uan pronto como una 10mbra inoerrumpa mediante una especie de absuocci6n similar por la cual, o nivel de la percep-
la luz soln. La contemplad6n de las partes inmóviles del medio se aproxima cl6n consciente, v~ los colores como variaciones y combinaciones de unos
oús a un lujo, útil a lo sumo para localizar el sitio de posiblot fururos cambios pocos rolares primarios. A trav& de esta ingenioso •lmpUfiCllción, la vúión
o examinu el contexto en el que tieoc:n lugar los acontecimientos. Ueva o cabo, oon unos cuontos dpos de transmisores, una tarea que, de otro
El aombio .... ausente en w eosas inm6viles, pan también eo w que modo, rcqucriJ:Ja un número de ellos ton elevado, que su monqo teSU!tada
repiten la misma aa:i6n una y otra vez o pasevaan eo dla OD<Utanlemeote. imposible. Podtla decirse que, induso 6siológia.meote, la vúi6o le impone
Los poieólogos ~ estudian la atisfocci6n y la adapUici6n sc:iWan que los al material que regútra uo orden <"O<JCq><Dal.
animales, aun los muy primitivos, dejon de re.a:ionar cuando un mismo esti- Puede que lo que se sabe del color resulte también rilido en el caso de
mulo los alcanu una y otra vez. Los f.ctores comwues de uo escemrio la forma. Esú comenundo 1 ptrCI<U corno si la verñginosa rapida con ~
vuual, por ejemplo, el color particular de La luz solar siempre presente, se los animales y los seres humanos reaccionan ante el movimienoo, por pequeño
desvanecenln de la c.onciencia, de igual forma que lo harin un ruido o un que sea y alejado del centro de aoeoción que est~. fuero posibiUtoda por un
olor eonsuante. Cuando se obliga a una persona a mirar 6jamen1e una 6guu ouajo que dútingue el movimiento de la inmovilidad ineluso a nivel de la
dada, aproYttbar' cualquier oponunidad de cnmbio variMdola: puede que retina. Es..bamos acosoumbrados o creer que los recepoores de la reúna no
rcorpnjce el agrupamiento de sus partes o que una figura reversible se mude tenlon eoooc:imiento alguno de tal distinción. Todo lo que supuestamente
de una penpecrivo a otra. Un eolor que se mira 6jamenoe tiende a cmpa· podlan hacer ero regimor vesúgios de eolor e inoensidad luminosa, de modo
lickcerse, y si se observa de continuo una con6gunoci6n sin que entren m que el cerebro ero el ~debla inferir lo presencia de movimiento medianoe
juego los pequciios movimientos de ajuste siempre pr=oes, al abo de un• rompuUici6n de los cambios que oeuttlan en múltiples puntos minúsculos.
uo breve tiempo la con6gunoci6n ckupareceri. Estas re.cciones ante lo Se sabe ohon que la reúna del ojo de la rana posee por lo menos cuouo
monotocúa abarcan desde la defena ooasciente hasta la faoigo puramente tipos de receptores, cada uno de los cuales responde o -u.na clase eapecial de
6siol6sica de los impulsos generada en el eerebro por una situación estática. esúmulo y DO es afectOclo por todos los ckmts. Entre ellos se cuentan los
~~ti~u~eo una lo~ elemental de deap=io inoeligeooe por la ooenci6o •detectOres de insu:cos•. que rucciooan inmediata y cxdu.siva.me:nre a:ote
tndoserom10odo. Advemr y aoender es todo lo que imporoo. El aburrimiento pequefiu criaruras móviles que ofr=, oawralmente, uo especial inter&
se recbua. paro los ranas. Otros rotponden s6lo al movimiento ck ~ encuentro eon-
. Aunqu~ esto. atención selectivo resulua 6til desde el punoo de vista prác· bord~ o al comienzo o fon de una iluminación. Para que se cumplan estas
toco, wnbu!o uene sus desvenooju. H.oe dificil cobrar conciencia de los t021tttones, grande. grupos de r<=poores deben cooperar romo un equipo,
focoores onnstanoes que operan en lo vida. Erta debilidad .. manifiesta cuando pues sólo de eso manero pueden aptorsc lu formq o los movimientos de
eúmulos ck ocdoo simultánea. Esto signilica que incluso a nivel de la retina de su forma y uenen que disñnguirse lo bastante de rodo Jo que sea común-
no hay rqúuo IIl<ániro de elemeocos. El uúculo que da rucnu el! um mente viiible en el medio circondanre.
La pe¡cepcioo de estos animales debe adeeuar.e a sus n:spuesus ala-
in•-escis:ICión ck Let<vin, M.DJn~U, M«:ullocb y Pius, Wb.zt t!N Frot's E¡e
meare selectivas. Es proboble que sus aampos .-isu1le sean jenírquicos más
Tdls t!N Frot's Brain, coodu¡-e: que homogb>cos, en el sentido de que denos rasgo~ perceptuales .., desl*all
por ClUSI de las neceidades con que se rdacionan. El animal no podña
Si b chscinóón ti- rocb•ill hoy algún si¡;niliaoclo. las operociooel ubeo <'<'Sponder ante ellos si no fueran perceptualmcnte distinguibles Este .,. un
mu<bo mú a pu ccpó6n que • sc=xi6n. Es ckcir. que d lcn¡uaje que más ejemplo cemprano de abstraedón, en el sentido de que el animal se adecua a
oc od«ua a su dacripción co d de las absu"llcdoncs oomplcju de lo imogcn un tipo o eotegorla de sefulles esenci.Jes -por ejemplo, todos los casos en
vi:sual. que un• manch• roja se desarrolla en el lugar juste>-, peto es lo espcde
la que <'<'aliza la absrraa:i6n y no el individuo. La abscr•cción es innam.
Sin embargo, es clerco que éste, como todo pnrcelamiento, acelera el
proeeamiento del material, pero lllmhién limiw las operodones de Jo que
permanece ·~uible depués del porcdamienro. Cuando una raoa defellece L4 /iiltt611 ocuúu res11tl~t probltmu
de hamb"' en p<'<'sc:ncia de moscas muerus e inmóviles que Ir servírlan per:fec-
!llmenre ck alimenro, nos recuerda la ceg""ra de un hombre euya cmente En la medida en que tales mecanismos son incorporados por La bermcia,
condícionada. le impide taponder ance oportunidades imprevistas. Esas son se aplican r!gjdamente a La especie romo rotalidod. A mvclcs biológia!Dl"'te
las ni~ de la oronomb. IMs elevados, el individuo controla coda vez con mayor frecuencia la elec-
Esu inherente selecth-idad es útil no sólo porque evita el desperdicio del doo de Jos csúmulos y las reacciones anre dios. Los movunientos del ojo que
esfuerzo, sino acleaW porque, al restringir la decci6n, hace que las reacciones conrribu)-en a selcecionar los objetivos de la visítln ¡., s.itúan entte el -~
resulten IMs veloces y seguras. Por tanto, en criaturas relati\-ammte sim- rruui<tno y la rcspueshl ,...Junr.aria. Deben dirigir loa o;o. de manera tal, que
ples, que tienen necesidades et3ble y habitan en medios i¡¡ualmcrue .,.,._ Lr zona del campo ,;suaJ por aaminn quede dencro del estrecho IIWJ!"'I
bies,w fUftciooe viLtles de sabsi.s<enru, proercxi6n y defens• timden a en el que la visi6n es más agod¡o. La agudeza disminuye 110 de prisa que una
limitarse • racdonea nonnalind., que se adapwn 1 semle 6ju. Los ew- desviación de diez grados dd eje de 6j:lci6n, donde la o¡¡ud<Za es m':ri!Dll,
diosos de la conducta animal, en espeáol Konrad Lorenz y N. Tinbergen, ban queda redudda ya a una quinta parte. o..do que la sensibilidad de La l'dina
decrico sorprendenres ejemplos de componamiencos tan altllmente seleetivos. cs un restringida, el ojo puede, y debe, singulañur algún punro particular
Puesro que los animales no pueden dcdmos qu~ ven, oo pockmos estar que oe vuelve aislado, dominante y centraL Esto •i~nifica la consideradón
seguros MSIO qu~ punro la selección ciene lugar en su percepd6n mis!Dll o, de una cos• por •·cz y la distinción del obje<ivo primordial de sus inmedia-
más bien, en sus respuestas ante lo que paciben. De c:ualquitr manera, no ciones. Un objeto puede ser motivo de ntenci6n porque se destaca del resto
se puede reaoc:ionar ame un estimulo, a no ser que ésce sea distinguido por del mundo visunl y/o porque repende • las necesidade del propio obser-
lJ percepción. Lo más probable es que .,.,.. dininción no sea una euesrión de vador. En los primeros niveles orgánicos, el estimulo exige la =cción.
categorfas espedlic:amente dispuestas de los rCCleptores de la retina, como los Cuando una lu" intenso penetra el aunpo visual, d nino se vuelve hacia dla
que perm.i ten que la rana re2Ccione ante los ins«tos en movimieruoJ sino como si Jo dirigicu un poder conuolador exterior, dd mismo modo que una
una rntti6n 5elcctiva del sistema nervioso ante rasgos parcieulares dd ampo plant~ VI bocia la luz o un garo hada d menor movimiento de su ámbito.
•isual cranamilidos por los ojos. Lu I<'SpUestas a etas señales, o cdesen- Este es el pro<otipo de respues11 oognitivo incondicionalmente dado al ob-
cadenantcs•, cor<'<'Spooden a w especie de manen innalll. El pico amarillo jeto de atenci6n El estimulo es d que rige la respuesta an<es que la iniru-
de cima epeác de gaviota ha desn:rolbdo una mancha roja en el extren>o rivo del ob.crv.dor.
de la mandlbula inferior. Es ea mancha roja lo que hace que el polluelo tC6mo se lleva 1 cabo est:l fijación ocular? Un occo de lijacióa puede
recién ineubodo piqu., el pico de sus padres. Cuando la mancha etá ausente, dcsc:ribirse como un movimiento que va dede un etlltlo de tensión a un
el polluelo no pica: cuando el poUudo no pica, los podres no oErccen ali- estado en que t. tensión queda reducida. El estimulo penerra en el campo
mento. Las seiiolcs de tstl clase ckben cumplir dos requisitos esenciales: vau•l dede •u periferia y, por I<IOtO, al propio cenero del cunpo opone un
deben ser cloramenre definibles por la purczo de su color y la simplicidad centro nue•o )' cxtraiio . .Este conflicto entre el mundo accrior que se en-

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ttomete y d orden del mundo interior, au una tensión que se ditniOll observador, es carocter!stico de la psirologla de la atención. Al escribir sobre
aw>do un movimiento del globo ocular hoce que los dos =tros coincidan, la atención, William James sugiere lo contrario cuando afuma que, sin interés
adaptmdo uf d orden interior al CJ<terior. El detaUe pertineote dd orden selectivo, la experi<nda serú un complero c.os. Pero las situaciones verdade.
exterior se coloca ahora centralmente en d interior. mmcnte caóticas o de alguna otra forma carent<:s de esrructun DO son tipims
Tenemos aqu! un ejemplo elemento! de un nuevo y difemne aspecto de y, cuando prevalcecn, hocen eui imposible que el intcr<!s selectivo se propon-
La conducta cognitivo, o sa¡,.,r, lo ruolucíón de problemas. Toda r=lucióo ga una roer.. Cuanclo el campo es ho~neo. como <n la oscuridad total, o
de probleaw requiere una r=trucrurwcióo de uno siru.ci6n problemática cuando oadl puede ,....., wvo ullll pouu repetitiva, de una superficie coadri-
dada. En J. 6jaci6o ocular, J. reeatruct11111CÍ6n necesuio es de las más sim- culoda por ejemplo, la mir.da voga sin rumbo, tratando de imponer alguna
ples; no es sino un cambio dd =uo de orienttción, que DO requiere run. forro~ a lo que no Lt tiene. Este tipo de sitUición no es c:anoaeristia de los
8UDi m>rganizaó6o de lo configuración perttptual misma. proc:esos cognitivos.
Prooto dm ejemplos de r=lucí6n de problc:rnas mediante reemuctlJrl· He mosuado que en Lt cognición existe ¡, n«:esidad y la oponunidad de
cioocs mucho mú complrju. Pero incluso este ejemplo sencillo demuestra se.kcciooar uno meta i.ocluso a nivel de la retim.. o.do que ¡, visión agoda
por qué DO~ su~ que l1 solución de problemas..,. d nivel cog. se limir. a un 'ra esrrec!u, <n d man:o rotal del campo dado debe selec-
DOsriti\'0 en d que tiene lupr d encuentro entre perttpción y penumiento. cionarse un objeti,'O. Esta limitxión, lejos de representar tm1 dcsv<ntaja,
Tal distinción, bas.d. en un eriterio preciso, le serú I8J'Idtble al teórico. Es. protege a J. mente de anegarse en mú infonnación de !1 que puede, o nece-
taña uno rcnllclo de decir que J. perttpci6n es J. ""J>lorwción dirttto de lo sita, manejar ., un tiempo dacio. FIICilita ¡, príctica inteligeou: de ,.,....,.
que es¡j presente en d exterior. El penumi<nto, por d contrario, comienza mrse en algún tema interesante y preacindir de lo que queda Iuen del foc:o
con. I. wc:x, difuct~tr en principio, de modi6car un orden dJdo con el pro- de ateocióo.
p6sno de hocer que se 1juste • lu c:xigcnc:iu de I. solucí6n de un problema
dacio. Kablcr ddine de <:ste modo J. conducta inteligente, pero no parece
inclinado a reconocer ejemplos de di• <n los meeanisrnos demcn11les de la El tlis«rnímz<nlo m la profunditl•d
perttpci6n. Afirma que no lublarnos de cooduaa inteligente cwnclo los
ser<:s humanos o los animales logran su objetivo mediante una ruta directa La selectividad se aplico tambi~n en lo dimensión de profundidad. Uni·
derivada oarumlmentr de su propia orgonizlción perttptual. Pero tmdemos camente una estreeha banda permaneee enfoc:oda en cualquier momento. Si
• lubJ.r de «inteligend.. cuando, por haber bloquc:xdo las drrunstandas d lo perspectiva de primer plano es ncu, d fondo resulta borroso, y viceversa.
camino obvio, el ser humano o el animal hoce un rodeo para salir al encuen- Las lentes eristalinas de los ojos contribuyen • esta selectividad, y la cogni·
tro de la situación. El meoonlsmo de la fijación, por supuesto, surge natu- ción visual se beneficia de ella de la misma manera en que una fotogtaffa o
ralmente de la organiuci6n del ser humano o el onimal. Y, sin embargo, el una pintura puede guiar la atención del observador, oiruando en nltido foco
trasloclo del centro de v!Jión al centro de inter<!s me partce que incluye, a un ciertos porc·d as limitadas de profundidad. La IICOmodación de las lenteS del
nivd dementa!, lo mismo espede de rtcstructu1'11Ción que reveJ. en los ejem- ojo constituye un aspecto elemental de la otención selectiva. Otorga rigor VÍ·
plo. de Kohkr que puede llegarse a la mera deseada por un desvfo. En am- sual a la concentrución de un observoclor sobr" lo que sucede a una distaocia
bos cosos, las conexiones <:strueturales de la pauta pcrceprual dada cambiuon panicular.
de moclo tal que se logró la solución del problema. La dimensión de profundidad, odem~s, comribuye a faaores cognos-
El simple ejemplo de la fijación ocular sirve también pon ilusrrar otro citivos de llllturaleu total.mcnte diversa. Hace variable el tamaño de los ob.
aspecto de mú general pertinencia. Muestra que la atención del observador jetos, y, por tinto, odaptable a las necesidadea dd observador. Esto sucede
intenta hallar su objetivo en un campo perccptual que tiene su ord<n propio. porque d objeto de la perttpción no penetra corporalmente <n el ojo, aun-
El esúmulo de la IU% que penetra <n el campo de visión dd niño, otorgo a ese que esto es lo que se ere!. en etapas tcmpnanu de Lt tcorú de la visión. ])e..
campo una csltuCiura ddinidl y objetiva. El campo ti<ne un centro respecro mócrito, por ejemplo, sos1enla que en la pcrttpci6n, una especie de calco
al cual d foc:o de J. atención del niño se encuentra e:xc6nricam<nte orientado. de la supcdioX c:xtuior del ob;.,to penetrabo en d ojo • ~ de la
~ta ditacpancio produce la tensión ante 11 cual d niño reacciona 6jaoclo ¡, aperrura de la pupila; esto, a su vez, planteaba d problema de e6mo un
mlcada sobre ¡, estructura de ¡, si!Uid6n c:xtuior. Este juego r<dproc:o <ntre objeto de grandes dimensiones podb <OCOflCI1C lo basunte como pus lkva.r
11 estruc~ura del campo dacio y liS c:xigcnc:iu de las n«:esidades e intereses del a c:obo acto semejante. Sabcmoo ahora que lo que d ojo recibe no es nn1
}8
39
pane clel objeto mismo, siDO an equivalente ele 8. El tamaño ele b imagen observador las compora con la teOOto<lo, &ioo que rcolmente ,.., redondez en
proyeeuda depende "ele b dim.ncia a que se encuentra el objeto Usico clel cUas. Lt pem:pción consiste en imponer al mstcrial estimulante pauones ele
ojo. Por tanto, mediante la elección de la distancia apropiada. el obserndor forma relativamente simpk, que llamo c:ooa:ptos visuales o c:ategorb$ visua-
pu<de hacer la ilnogco WJ grande o pcquciia como su propósito lo requiera. les Lt umplicidad de estos cooc:rptos visual.,. es relativa, pues una confi.
Para que resulte cómocbmente ,.;s¡¡,)e, la pozrión pertinente dd C1lllpo vi- ~uración estimulan« compleja corucmplada por una visión rc6nada puede
sual debe ser lo bastante grande como p.ua que sus detalles sean su6ciente- producir una forma banante intrincada. que es lo mú simple posible dadas
mente diSttmíbles, y lo bmmne pequeña como para que encaje en el campo. las circunstancias. lo que interesa es que sólo se puede decir que un objero
Aclemis. el tamaño dd óre2 crítia determina wnbi~n qu~ proporción ele lo contemplado por alguien es realmente percibido en la medida en que se lo
que la circunda estanl c:ontenida en el campo visual al mismo tiempo. Cuamo adecue a alguna forma organizada. Adem:is, hay generalmente un cieno
menor es el irea, tanto mayor será la proporción del medio circundante que srado de ruido visual que ocompaiia y modifico lo forma percibida mediante
•p•nttnl, esto es, tonto mJis se mostracl el objeto en su contexto. Inversa- detalles y matices más o menos vago•, pero esto contribuye poro • la com·
mente, con c:l acrecentamiento dd tllmaño del objeto su contexto se trasladanl preMi6n visual.
fuera del alcance ele la vista. La elección apropiada depende de la naturaleza No es mi intención sugerir que la mente y, por ende, d cerebro contenga
de la tomo cognoscitiva. ¿Cuántos detalles son pertinentes? ¿Qu~ dis=cia se un juego ele formns preestablecidas ll1111Smitido hcreditariamcnte en espera
requiere para lograr que se dcs111quen Jos rasgos estructural.,. m:is amplios del material estimulante. Se sabe que aisten respuestas innataS a ciertas for-
que, ele otro modo, que<brían ocultos por l• abuncLmcia ele cle...Ues? ¿Qué ma>, colores o movimientos, l"'r ejemplo los Uamadoo docncadenantes visu•·
parte del contexto es peninmte patll b comprensión del asunto que se en- les, que regulan (!flUl pone dd c:oroportamicnto animal irutintivo. Pero estos
mina? Tambíd> en este aso la conecta selección al nivel perceptual elem<n- mecanismos, m:is que cxpliar b pcrcepci6n de la forma. la presuponen. Antes
ul a parte tmponante y rdlcjo ele la cstratc¡¡ia cogooacitiva m.ú amplia. fu. ele que se pueda reaccionar ante la mandu roja en la mandibula ele la g:¡-
Uu d marco apropiado ele un problema equivale ct>i a hallar su solución. viota, es nettsario eap=la. lo mismo vale poro los •arquetipos• de jung,
Esta estratq¡ia dd pensamiento pu<de verse penurbeda clesde ws cimimtos supuest.ameo« ajusados o cicrus formas ~mt!tric:as Es cieno que los des-
mismos ruando se escoge incon·erwncrue el marco visual ele la siruaríón que cubrimientos tnenciomdos arriba sobre d sentido ele la mta de la ranJ im·
debe contemplarse. En la prícñca esto signi6ca, por ejCmplo, que la ayuda pliean que induso a nivel ele la retina existe cierta orp'1iuci6n en unidades
visual que ofrett un• ilusmción o una imagen televisada puede resnlw mh amplias. Si el menor excitante ele la esúmulación no es un punto sino
gravemente dañado simplemente porque d tamaño y el morco de los objetos un objeto, como un inscao que se arrasrra o un borde móvil, todo un am·
exhibidos "'an inadecuados. Dado que el razonamiento sobre un objeto co- plio panel de receptores debe cooperar en la identificación dd estimulo y mo-
mienzo ron el modo en el cual el objero se percibe, un perccpto inadecuado vilizar todas las 6bras nerviosas singulares que resulten penincnres. Un pun-
puede alterar todo el subsiguiente curso de los pensamientos to no puede ofrecer inforcnoción sobre un objeto exten¡o. En otras p.labras,
aun en el ojo, mucho antes ele que los Impulsos lleguen al cerebro, p~

j lAJ form•s son conapttu


luber respuestas a la fomlll más que un mero rcsiStro de dementos. Pero
las respuestas a la forma DO implian necesariamente que se la perciba de
manera consciente; y aun en los vertebrados superiores es probable que me·
En la percepción de bo forma reside d inicio de La formación de concep- eanismD> acmejatnes sean demasiado rlgidos como PQrl que lleguen a ams-
tos. \líentras b im•gco óptia p~..-ctada sobn: la retín• constituye un ~ Utull al~ más que una especie de obrcviación taquigráfia dd rcgimo <m·
gimo merinia~Mnte completo ele su contraparte flsíca. el percepto visuo.l "'riaL Paro dar cuenta ele b complejidad y llexibüidad ele b percepción ele
r concspondiente DO lo es. Lt pcrcepcián ele b forma es la captación ele los la forma. parcrc preferible suponer que los operaciones derish-u se cumplen
• rasgos esuucruraks que se cn<uentnlll en el material estimulan«, o que se mediante prottSOS ele ampo clesarrollados en el cetd>ro, que, ol nribirlo, or-
Jmponm a él. Sólo rara vez coincide ene mstcrial cxaetamente con las formas ganizan d material atimulsnte ele ocuenlo con la configuración más simple
que odquicre en la pcrcrpción. La luna Uena es co verdad redonda, ele acurt· compaúble con él
do con lo que lo mejor ele nuestra capacidad \-irual nos permite ju.gar. Pero Lis pautas ele forma pero"bidas ele este modo tienen dos propiedades que
la ma¡-or panc ele las cosas que VmJOS redondas no incorporan la redondez las capacitan para desempeñar el papel de conceptos visuales: poseen gene·
literal~Mntc, sino que son mcms aproxim.acioocs. :-lo obstante, no sólo d ralidad y son fócilmentc idcnri&:ables. Hablando con rigor, ningún pert'q>to

40 41
se rc6cre nunca a um forma úruca e iodiviclual, sino mb bien a la clase « dad inicial dcbi<ba una falta de CXJ>"rlmcia similar coa la cual pueda com-
pour. en a que d perttptO consiste. l'ue<k que baya un solo objeto que se poranc d presente estímulo? ¿O oc trata dd ane de captar la estructura de
adecue a= paum o puede haberlos iooumClllblcs. lncluso la imagen de uoa
pcrsona determinada es una J>""pectiva de una pauta particular de caracte·
una configuración visual cuyo perfeccionamiento IICVII tiempo? lA adquisi-
ción pcrceprual en el último sentido fue d tema de los estudios lkvados a
rútlca.s que rouespoo«n a esa clase de pcr:sona. Por unto, no existe dife. Cllbo por algunos psicólogos alemanes sobre lo que llamaron Aktu4/gm~u.
renda en principio entre concepto y percepto, lo que coincide pcrfecumente Uno de sus métodos ronsistió en reconstruir d huidiro y 1 menudo excesiva-
con la función biológica de la pcn:epción. Para que rm~he útil, la percep- mente veloz proreso, mostrando una configuración de manera insuficiente,
ción debe instruir sobre las clases de las cosas, de otro modo los organismos por ejemplo, durante una frteci6o de segundo, de modo que los observado-
no podrfan saar provocbo de la experiencia. res ..Sto gradualmente llegaban a una compleu eaptaci6n a travl!s de expo-
Sí una pouta pcroeprual es de organizoción simple y dilicu claramcne de siciones repetidas. En tales condiciones, la percepción tiende • iniciarse con
w medio, time, por lo mismo, podes posibjlidades de ser fkilmentt reco- una totalidad difusa e indiferenciado, que progresi\'1111CDte va modifiándose
nocida. Tambi61 en estt caso los deseno ,;...n•mes bioJ68ims pueden senir y elaborándose. Pm~ mostror qué poco se oscmqan estos procesos a un re-
de ilu.stnción. Tienden a ser colores, fonms o movimientos simples y dife=- simo mecánico de estímulos, troducin! la mnclusi6o de uno de estos investi-
ci.odos, que se desanoU.n en la evolucí6n como signos sobre cuya nebl iden- gadores, Goufricd Hausmann:
ridad pueden edifiarsc w respuestas instintivas de los animales. La idmtifi-
eación, pues, presupone uno pouta identificable. No se pue« reconocer algo La situación expcrimetnal tnuJSmÍti6 • los oi>s<f,'!ldor<S la claro convic-
como coooeido, esperado u objeto de reottión a no ser que se lo di=imíne ción de que Jo que llamamos popularmente COBDÍtiÓn perccptual no puede
describirse como una simple, inol<'<liolll y pura copuodón especular. Por el
por su carkter netamente definido.
conmuio, x ori¡in1 en un proc:eso de soces:ivm aaos de formnci6n c:om-
Estoy describiendo la perctpci6n de la (orma como la capLKión de ras- plejos, muruamcnte entrcbmdos, sel«th-os, abmayen1<1 e incluso erca6orcs.
gos estructurales gc:n6icos. Este enfoque deriva de la psicologla de la Ges- El curso seguido por tal ptOCaO puc:dc ser or¡inicam<nte CX>DSeCUeDte o
talt. Existen OtnJS ttarias, en esp<áal la coocepc:i6n tndícional sqún la coal intrinado, ambi¡¡uo o tonuooo. Algww ,,...., la faowla deja attú los datos
el sentido de la vista registre mecánieamerne los dementos de la estimula· dados. pero CU1lldo el prnt'<SO . . deAaolla O!Pnieamcntc, 1\'lllU a ttaVá
c:i6n, que se agrupan luego adecuadamente para constituir formas sobre la el< uoa seeuenda dt W.. y cualidades que dtnvan las unas el< las o:ns,
base de la experiencia posada del percipicntt. No es necesario ..,¡,..,..
a expli- pero, al mismo tiempo, espeáfias y orgll•izadn dtnuo dt o!, boáa la meta
car aqul por qué esta reorla es inadecuada, pero um de $US consecuencias ~ exigida por 11 .. reo.
sulhl pertinente. Si la tcorla esruviera m lo cieno, la percepción de la formt
seria muy inferior desde d punto de visu rosnoscitivo. Se Umiblria al acopio De modo semejante, en la primera dcclaraci6n de lo psicolo¡¡la de lo Ges·
automitlco del mur:rial que se fuero presentando. Por otro parte, si d enfo- talt, Voo Ehrenfcls insiJte en el «csfucrw• que exige lograr la roofi¡¡utaci6n
que que estoy proponiendo es corteeto, la pcroepeión de la fo.r ma opera al de unn Gestah. Los psicólogos de Lo Gesta.l t, aunque señalon que la capacidltd
elevado nivel cosnoscitivo de la formación de conceptos. de ver formas no es d mero resultado de uru1 repetida exposición a los es-
• tfmulos, no tienen rozón alguna pora afirm.ar que una Gestolt se muesrna ron
apoorwncjdqd automjrica.
Lr t-c'pci61f ikP• ti~•po Lo que es cieno de la forma, n.le tambim para el rolar. Mencion<! antes
que, fWológicunente, las muchas longirudes de onda que correspo•>deo a los
Gl'lUI pone del debate reciente sobre la perccpci6n de la fonna le baria diferentes tintes son captadas por unos poros tipos de receptor, cada nno de
a uno creer que lo que mú atañe a w aplicaci6n es si tiene lugar c:sponú- l!stos sensible • un color o gama de rolores • putir de los cuales, por com-
ncarneote, sin preportci6n, o si es posibilitada por un proceso de apn:ndiuje binad6n, se obtienen los matices particulares. En d terreno psicológico, Lo
gradual. En realidad, d problema no radica en estO en absoluto, pues time visión del color oc: basQ en unos pocos rasgos puros y elementales, de ningún
poca imporrtncia ¡>3<1 la naturalezo del proeeso cosnitivo que oqul describi- modo nccesoria o simplemente rc!Qcionados roo los tipos de receptor 6siol6-
mos si ocurre de prisa o lentamente. La mayor par« de los acontecimientos 8ÍCOS. As! como w formas percibidas son elaboraciones mfs o menos comple-
orgúicos amviesa una fase de aprcodiuje y maduraci6n biológica. Lo que jas de formas simples, igualmente las pautas de color se pcn:iben como elabo-
imporn es de qué especie de aprcodiujc se ttata. ¿Se trata de una ineapaci· raciones de las dementolcs y puros CUAlidades de amarillo, rojo, azul De va

4l
que no se someten a un ejemplo individWII, sino que son comunes a un ..,. rn1s se vea romplecomence. En muchos asas semejantes, la vili6o, m lugar
plio conjun•o de instancias posibles. Tales rasgos esuucturales pueden rd~­ rontentarse ron la sección visible, rompleta d objeto. Una caja, orulra I
rirse a ancterútic:as gtnorales, por ejmtplo la simetrla o la asimetrla de una cialmence por una mncrta, se ve como un rubo oompleto cubieno pare
conligu...Oón, que distinguinln leuu como la A, la A o la W, de la B. la mente. Esto signifa que la organizllci6o visual no se limita al macerial
G o la R, o en la figura de una peuoru o un animal, la Olnl &onllll del pedil. reetamcnt< dado, sino que inrorpora extemiones inviJibles como panes
Cuando la rarea no exigo máJ que u112 identiJicación por un medio cmJ. nuinas de lo viJible. De modo similar, los objetos se perciben a mmudo
quiera, una m*¡uina o un organismo, ciegos para d vmbdoro eariaer del dimauíonalmente complotas aunque sólo esté presente una pone &ontal
objeto, pueden Uevarla a Olbo. Podemos identificar a uru persona simple. su supez6cie. Lo que aqul sucede no es que d obsmrador complete el b
mm1o por el anillo que usa o por su nomb~. Lu raw parecm identificar mento que ,-e realmente por un conocimiento no visual. No, una oUa c:i
algunu pouus al da<ubrir sencilLamente cierto rinaSn en un lugu panicu- dría u t:~ romo algo completo y perfectamente redondeado; un cilindro
lar. Una m-'quina de cocejo ~ desliur una ¡,.,ooidura a m~vl:s de una for- completo ti~ un aspecto cotalmemc distinto. También en este aso las po1
ma nq¡ra • identificarla de ese modo a rra''és de una S«UenC:ia de lonjas de di- invisibles del objeto complementan las vwbles poro producir una forms a
~te loogitud, sin ach-ertir de manaw alguna quo la pauta figura la silueta m pleta. La distinócSn ent"' forma completa y forma incomplcu, como taml:
perfil de una Cllbeu humana. Una persona con losión =ebllll :úoctad.a de el deeto de redondeo pertinente, tienen lupr m la pesc:<:pá6n misma.
llgnosia puede identificar un rmángulo contando d número de sus ángulos.
Sin embargo, en la ma)-or pane de las careas es n«<SUio rompronder la es-
truCtura visual general del objeto que debe manejarse, y la Olptacióo dd Ol·
róccu visual del objeto es esencial para los fines del cimúfiro o el artista.
En principio, d u:conocimienco de la p:~uta puede aplicarse a las formas
más complojos y enravagonces, pero, ruanto mú simple es la pauta, más
senciUa ~Ita la tarea. Los idcognmas chinos constituyen una unprcsa mú
ardua qu~ d alfabeco latino. En la prXria, no obstarue, las figura que de-
ben louse tienden a ser simples. Lu cifras y las leeros, por ejemplo, evolu-
clon•ron bmórkamence romo ~oleado de b búsqueda de ronjunros de for.
nw lo bastonee simples como poro ser crazadas, percibidas y recordacbs bíciJ.
mente, pero 110 doromente diversas ent"' sf romo .., posible. La naturaleza
adapta esta necesidad de formas simples de dos maneras. Surgen en la eva-
lución romo señales destinadas a organismos provistos del sentido de lo viJu.
R
Dd todo independiencemence de la viSio, In •endencia a la reducción de la
ccnsi6n en d mundo fúico producinl los formas más simples de que puede
dispone...., en las circunscancias vigences y, de ese modo, incidemalmente ..,
asilte a la viJi6n. Aun as!, la mayor paree de las formas y las rombiDJ!ci~nes Figura 1
de formas que la nacunleza p...,..nta ante la visea son mucho mis complics-
dns que las letroo, los númuos u ocros signos inventados por la visión humana El hecho cognoscitivo comprendido en un proceso semejante consiste
para st misma.
d ~hlo.a del csnleter abal de una forma que se hace pr=te Y en
reioterpreraci6n, en cambio, como p:~rre de una totalidad oás ampllio Y est
ruralment< mú adecuado. No es dilicil evoar ejemplos de proc:cdimiet
scmejances en la solución de problemu O.,núficos y m el ra:zooomic
cotidiano.
Una de las complicaciones que rurgen en rondiciones nanmales es la su- En d fenómeno de la transpattncia se da un ejemplo portiatlarm<
perposici6n, por larual un objeto impide que ocro que se cnc:uennw por de. sorpttndence de sagiiZ reesuucruración mediante la toralización que se da

46
que DO se someten a un ejemplo individuo!, sino que soa comunes a un aro. rnls se vea completamente. En muchos ctJOS semejantes, La visión, en lugar de
plio conjunto ck instonciu posiblco. Talco nugos cstructUH!es pueden rcfe. cooteotor&C con la &e«ión visible, completa d objcro. Una caja, oculta par·
rirse • carwcterl11ias gtnClllcs, por ejemplo Ll simctrfa o La ~de una cialmente por una maceta, se ve romo un cubo comploto c:ubicno p:ucial-
configunoci6o, que disún¡uinln letras como la A, la R o Ll W, ck La B, la menr<. Esto signi6ca que la orgonización visual no .., limita al material di-
G o Lo R, o en la figura de una pcnona o un lllimal, Lo cara &oaml del pcdil. recwncote dtdo, sino que incorpora extensiones invisibles como pones ~
Cuando b tarea no exige más que una idcnti6ad6o por un medio cual- nuinu de lo visible. De modo similAr, los objetos se pcrcibcn • mc:oudo ttt·
quiera, una máquina o un organiJmo, ciegos para d verdadero carictcr ckl dimcnsionalmente completos aunque sólo esté pncscnte una ponr frontal de
objeto, pueden Ucvarb a cabo. Pockmoa identificar a una pcnom simp~ su supcr6de. Lo que aqul succck DO es que d observtdor complete d ~­
mente por d lllillo que uso o por su nombrr. Las r.uu parecen idmti6cu mento que ve ncalmente por un eonocimiento no visuti. No, una olla ciJin.
algunas pauw al dacubrir scncilltmaue cierto rincón m un lugar puticu- drica u •.,. como algo onmpleto y petfcaorncnto mlondcodo; un ólindm in-
l•r. Una máquina ck cotejo pueck deslizar una hendidura a tm·és ck una for. completo ticoc un upeeto tor.lmento distinto. T tmblén en este caso w parteS
ma nq¡ra e idcnri6carb ck e&e modo • través de una scrucncia ck lonju de di· invisibles cid objc10 complcmcntsn w visibles pul producir om forma com-
Cercote longirud, sin odvcrur ck manct1 alguna que La pauto figura la siloeu en pleta. t.. distinci6n entre forma completa y forma incomplctl, como también
perfil ck una c:abcu humana. Una persona con lesl6n <ttebral afccuc!a de d electo de redondeo pertinente, tienen lugar m La paocpción misma.•
•gnosia pucck icknri6car un r<c1ángulo cnntondo d número de sus ángulos.
Sin anbugo, en La mayor parte de lu r.rus es De<aiario comprender la es-
tructura viJual gcnc:rol ckl objeto que debt manejarse, y la captación dd ca-
níctcr viJual del obj~o es esencial pota los fines dd ciemífico o d arrisUI.
En principio, d recouocimiento de lo pauto pucck opliarsc a las foi1II.1s
más. complejas y CJttravogantes, pero, cuanto más simple es La paur., mis
sencilla resulto La tarro, Los idcogramos chinos constituyen una empresa mis
arduo que d alrabcto búno. En la pnlctiat, no obstante, w 6guras que de-
ben leerte: tienden • ser simples. Los cifras y las letn1s, por ejemplo, evolu-
cionaron históricamente como rcruhodo de la búsqucdo de ronjumos de {oc.
mas lo hast11nte simples como para ser traudos, percibidas y recordadas fácil-
mente, pero tan cloramcnte diversos entre si romo SCI posible. lo naturaleza
adapta esto necesidad de formas simples de dos maneras. Surgen en la evo.
lución romo señales dcstinodu • organismos provistos dd ..,mido de la vista.
R
Del todo independientemente de la visto, La tendencia a lo reducción de la
tensión en el mundo llsiro producinl lu formas más timples de que puede
dispone..., en las circumtandas vigentes y, de ese modo, iuddcnll!Jmente se
uiJte 1 la visión. Aun asl, la mayor pone do las formas y las combinaci~nes Figura 1
de formas que la naturaleza presento onte la vi11a son mucho más complica-
das que las letras, los números u otros signos inventodos por La visión bum:uu El hecho cognoscitivo comprendido en un proceso semejante consiste en
P""' si misma. d rechuo del canlcter cabo! de una forma que 2 hace pncscnte y en su
rcinterprctaci6n, en cambio, onmo parte de una totalidad más amplia y csuuc·
turalmcnt< mú odccuada. No es dificil e-voar ejemplos ck procedimimtos
scmejontes en La solución de problemas cicnd6cos y en el rt2QIWIÚento
cotidiano.
Una de w complicaciones que surscn en condiciones naturales es La su-
En d fcn6mcno de la transparencia se da un ejemplo partirolumcnte
pcrposici6o, por la cual un objeto impide que otro que .., encucnrra por de- IOrprcndcote de sagaz reestructuración mediante La totoliz:aci6n que se da en.

46 47
la percepción. Supóngue una pauta qu• coJUiS<e en tres fol"'llll.S, Wlll roja, Mis claramente que ninguno de los o<ros usos del ojo, la lucho con una
UJU azul y, enu-e ambas, una púrpuro (Fig. 1). Sí las forous son r:tles que obra de arte visual r-evela culn <>eriw es la torea de construcción de fotmas
se obtiene una pauta genenl mis simple cuando se vc:n dos form35 que se
SUJ>ClPOnen muruameme -un óvalo y un euadrodo- que cuando se ven rres
que se CO<l0<1C! con nombres simples como cvu• o cmirar.. r.. "xpertencÍI
de bUSCDr, bastante desvalidamcnte, una imagen dada, y h.llar luego la el..
ad)"lcenres, se presc:nra d siguíenre problema en la sifWICÍÓn pereeptwal. ve de lo que parcela al principio ..Slo uno IICUmulacióo de formas, es corriente
L. disrribuci6n <k los colores sugiere un orden basado en tres unidades sepa- en la buena aprcdoción de la obra de arte. Tal experiencia es d m:ís pw:o .,
rodas y contiguas. El arkrer de las formas sugiere dos unidades super- intenso ejemplo de esa cxploroción ectiva de la forma y d orden visual que
puestas. ¿Cómo puede solucionlll'SC utisf~~ctoríameore este ronJiicto inm"' tiene lugar cada vez que alguien mira algo.
KCO? Si el color <k la unicbd C'tntral puede ocomoclarse de manen toZDDable,
esto es, como IDC2clJo aproximada de los orros dos colores, b scnsaci6n unium
de púrpun se escindiri c:n sus dos colores compnnenres, el rojo y el ami.
Se veri como dos colores, el uno derris del otro: un deer.o de ~.
M<dánre la smaJ.ción y lo uriliución de la relación partkular entre los rres
colores, a ubo!r, P = A + R. la menre I"CCSUUClun d color crnrnl uniw:io
de modo tal que se ve una superposición de dos color-es donde, de orro modo,
se vc:rfa un solo color. EstA in~c:niosa solución adaplll el orden de los colores
al orden de las formas. En esre aso. la solucióo pereeprual del probl.,.,.
tiende a presenrarsc con suma inmediatez, y no puede h.ber dada de que el
r-ordcnamiemo inrdi¡¡cnte de una orpnización insatishlaoria del estímulo
se produce en el propio Kto de percepción y no en alguna c:laboncióo KCUO·
datía dd producto pcrr-eprual.
En condiciones narurales, la visión tiene que enfrentarse con más de uno
o dos objetos a la vez. Lo m's frecucnre es que el ampo visual esré arest4do
Y no se SOIIlt.'to a una organincíón inregnda del conjunto. En una situación
vi111l dpica, una persona se ronecmra en algunas zonas o detJilles escogidos
o en algunos rasgos generales, mientras que la estrucrurn del ruto 1'1!$\llto
esbozada Y borroso. De: esre modo, la percepción de la formo opera parcialmente.
Donde pued• observarse cómo la visión utiliza ol máximo su podor de
organización es en las obras de arre, pnr ejemplo en la pintura. Cuando un
artisr~ escoge un lugar dado p•ra ejccuror alguno de sus paiujes, no sólo
sclca:1ona y rt'Ordena lo que tn(Uenrra en la natural<za, sino que debe reor-
ganizar rodo d marerial visible p¡trn que se adecue • un orden que él descu.
bre, •.nventa y purifiCl! Y as! como la invención y elaboración de tal imagen
constrtuye un prolongado y a menudo farigoso proceso dd mismo modo la
percepción de una obra de arte no se logra súbitamen'rc. Lo m:ís frecuente
es que d observador eomie""' desde alguno seccióo, mue de oricniJltSC res-
pecto del esqueleto principal de la obra. busque los attntos, intcnre un msrco
de re{uencía a modo de exploración para ver si se adecua al conrcnido
total. etdrera Cuaodo la cxploradón tiene érito. se advierte que la obra
reposa eómod•memc en una esrructura afín, que ilumina la sii!JÜ[Jclción de
b obn paro d oboerv..Ior.

~8
49
3. LA INTELIGENCIA DE LA PERCEPCION VISUAL {U)

Trat~ ~ moma: ~ la pocepci6.1 visual no es un rqisao p2Sivo dd


matuia.l estimulante, sino un interés acU\-o ~ b mente. El sentido ~ b
vim opera~ manero selectiva. La pottpó6u ~la forma eonsiste en b apli·
aocicSo de las au~rús de la fonruo, ~ pu~ llam~ concep105 visuoles
por su simplicidad y gmc:ralidod. La pocepción implica la resoluóón de
problcmss. Expondn! a continuad6n una opcradóa perttprual algo mís sutil.
El tamaño de la proyca:ióa sobre b rcrina vub, como lo obscn.! anterior·
mente, de acumlo con b dUtancia a que se cncuenmt el estimulo fWoo del
observador. Por tanto, en lo que al objeto de por si concierne, la climcnsi6n
~ la dUtancia dUtoniona lo información. Por ejemplo, un objeto que en
realidad conserva su tamaño puede ser rransmitido al ojo como si su tamaño
se alteroro con el movimiento. Lo mismo vale para b forma. La proyección
sobre la retina de un objeto varia de ocuerdo con su ubicación relativa res.
pceto al observador. Existen otros modificaciones perccprualcs scmejaotCS.
La bnUant~ y <1 color de un objeto dependen en parte de la brillantez y
<1 color de la fuente que lo ilumina y de la ubieadón espacial dd objeto
tdaúva a la fueme luminosa y •l observador.

Sus/r4cci61t J~/ t:onUit/0

La mente se ropa oquf, a un nivel demento!, con un primer caso del


problema cognoscitivo gt'neral que se plontea porque todo m este muodo se
preseol3 en un contoto y es modulado por ese conra10. Cuando la imogt'o
de un objeto cambia, el observador debe saber si el cambio es un producto
del objeto mismo, o del conroto, o de ambos; de otro modo, no entenderla
ni el objeto ni sus inmedilociones. Aunque los dos se muescron inuínscel·
mente unidos, puede intcntanc scpanuloa, cspccialmcnte obserwodo el mismo
objetO en diferentes contotos y la inBucncia del mismo contaw sobre dife-
rentes objctOI.
El objetO en observeción debe, pues,~ de su contexro. Esto puc·

51
de hacerse de dos manen.s fundamen111lmente dife~ntcs. Puede que el obset· desde la distancio que ofrc« una imagen de t.amaño conveniente, ni dema.
, ..dor claec: eliminar el contexto pano obtener el objeto tal como es y tal siado grande, ni demasiado pequeña.
como se comporta por sf mismo, como si exiStiera en completo aislsmiono. El tamaño percibido se relaciona, más bien, coo la distancia percibida.
Este puede pa= el único modo posible de llevar • abo una absrracción. Independientemente de lo grande o pequeña que sea la proyección fúica sobre
Sin embargo, el obSCNador puede tambibl ~ el eu~ del objetO coosi· Jo n:tina, un objeto se percibirá ~lativamcnre ~ cuando se lo ve lejos
denoodo todos los cambios por los que 61< atraviesa y los que induce por co c:l csp«io visual, y pequeño, cuondo se lo ve oettt. Sin embargo, cuando
su ubiaoc:i6n y función dentro del contextO. En este Cl$0, la abstniCción, uno examina los objetos en sus inmediaciones no tiene conciencia de <Star
aunque si~ al objeto, no ~uncia a los efectos del centeno, sino que e¡ccutaodo tal ad<CU!Ici6n del tamaño proyectado a la distancia y. por tanto,
drpendc de ellos para obtener una parte indispensable de la infor1Má6n. los procaoo que establcttn la llamada constanru de t.amaño deben infe.
Los dos procedimientos sirven a distintos lincs, pero para ambos es ne<e· rirsc. Helmholtz sosten la que d efecto Cl'1l resultado de lo qoc lbm6 un
w:ío disrinsuir entre objeto y contextO. •JUÍCIO inaioscicnte». El perccpto primario, suponla, conticnc tndas las distor·
La opinión seneraJmentc acq>tocla en b psicologla de la percepción es •iones de la proyccci6n, pero interviene c:l juicio y las corrige. La teOria b2
que la mente apunta a la absuacci6n -y la logra- en la primera de esw sido atacocla co t~ frentes. En primer lugar, Helmhola suponla que estas
dos significaciones. P~tende eliminar todas las infiumcias del contexto y coua:ciona K basan principa}mmt~ m d conocimierno previammre adqui-
lo logra. A pesar de todas las variaciones que se dan en la ~rina y las influen- rido por c:l observador, que ~te impone luqo a la situae:i6o pcro:ptuaL
cias del medio, la imagen mental del objeto es consunte, :al menoS de modo Esta suposición me pare« iiiSOStcnible, pero oo es ncttSirio disruórla aqul.
aproñmado: el objeto mantiene sus propios -y únicos- tamaño, forma, En segundo lugar, se le criticó a Helmholtz que postulara la existencia de
briUanro: y color. Pare« hobcr un amplio acuerdo sob~ esto, tunque exis- perccptos •primarios•, que jamás nadie cxpeómcotó. &re argumento perdió
ten algunas coou011crsias sob~ el modo en que el hecho se prndUC'C. No obs. su fuerza, pues llegarnos a ad'·ertir cuántas son las pcrccpciones que ocu.ttto
tante, esta penpcc1.iva es muy =trlngida y unilotcral. por debajo del nivel de la conciencia. El tipo de ~suo y corrección rea<:·
Debe admitinc: que cs de la mayor importancia prktia que las cosas ti\IOS, que son neccarios pan enderezar las distorsiones sobre la ~. se
comrantes se vean como constantes y que los ambios sólo se lcs 11mbuyan incluye perfectamente en la capacidad del sistema nervioso y se asemeja más
CWIIIdo ellas mismas cambian. Esto cs evidentcrncntc cieno en el 0150 del bic:n a muchos otros me01nismos que mantienen c:l organismo en funciono·
tamaño de los objetos. Dado que lo orientoción biológica ~icre un mundo miento sin inteJV~nci6n conscienre.
estable en el cual los objetos p~rven su identidad, d orsanismo .., bcne· En tercer lugor, oJ hecho de que Helmholtz ~era a un e juicio•
6cia grandemente logrando abstraer un tamaño verdadero o constonte • partir pareció objetable. ¿Era permisible suponer que los más altos procesos mcn·
de la desconcertante variedad de los tamaños proyectados. Sin cmbargo, bay tales se indulan en la percepción elemental? En ~dod, Helmholtz no tenia
m:ls de una mane111 de satisfacer esta necesidad. intención de intelectualizar la percepción. c~r. en cambio, muy en la linea
La mayor parte de los anilisis psicológicos comenzaron • partir de la de lo que trato de demostrar aqul, que la clase de proceso que se observa
noción de lo que, rambi~n yo, acabo de llamar clo dcsconcertante variedod en el pensamiento lógico ocum tambibl a nivel pcrceprual. cEo realidad,
de los tamaños proyectados•. Pero 6te es un enfoque fragmentarlo. De acuer· me parece que sólo hay una diferencia superficial entre los • conclusiones"
do con 8, todo objeto frsico opa"""' en el mundo visual como una multipJíci. del lógico y esas conc:lusioncs inductivas cuyos ~lrados ~noccrnos en
dod de ~genes sepandas estáticas, todas de diferente tamaño. Si se supone las concepciones que obtenemos a partir del mundo exterior a tnam de las
que la perocpci6n comienza con este cúmulo de parócubridades, ¿cómo se abs- sensaciones.•
tae a partir de ~1 c:l •tamaño constante•? ¿Quid Ll mente ~ todas bs
proyecciones cstadbticamente y se decide por c:l tamaño medio? Indudable-
mente no, pues en ese Cl$0 un cuaderno de papel de cam se vufu aproxi- L. bnll1111tn. y 111 /ortttll como uJu
madamente del mismo tamaño que un edilicio, dado que el promedio de las
proy.'IXioncs de ambas cl~..,. de objetos ocupan J. mism:t cantidad de espacio La asombrosa complejidad de los procesos cognitivos que deben desarro-
llonc para que sea posible la percepción adecuoda, es muy digna de tenerse
en el campo visu:al. O. hecho, todos los objetos corwcrgcrfan hacia un ta.tmño
en cuenta. Las propiedades de utu1 pone cuolquiCl'11 del OUDpo risual deben
promedio, pues, como mcnci~ antcriormcn«, uno tnta de mirarlo todo
''USC en relación conStante con las propiedades correspondientes dc:l campo

52
como towidad. La bril.lantez percibida de un trOZO de papd' por ejemplo, En Ll proyecci6n sobn: la ~. pues, la imagen de un objeto deri•••
deriva dd lugar que ocupo en la esa!• de brilwuez, que ob.rca desde el ranro de las contribuciones dd objeto Usico eomo de las dd contcao del
valor mú brillmte visible en d ampo hura d mú oscuro. Lo que se recibe objeto, de las cuales d observador CXIDSrituye um parte imporranre. Los dos
no es un valor ab.oluro, sino un wlor "'laúvo. ~bo rq>etir oqu1 lo que eomponeotes, unidos ea la imagen, pueden separarse en la percqx:ióo porque
dije .t analizar la perttpeión de ls forma: oo ~parece imporllllre en qué me- -y en J. medida en que-- el axuexto, como el objeto, son antes towidodes
dul.t puede llevarse a abo espootáneamenre y en las etopas iniciales de la orpniz:adas que meros conglomeados. Sólo porque los valores de brillantez
•!do•. sobre la base de mcanismos innaros, esro ac:t.ividad compleja de orga- o color de un ronrexro dado se petciben corno una escala orpnizada, puede
nmocrón. Muy probeblemente, llew tiempo aprender a ve.r las cosas en reJa. asign6rseles en eUa un lugar al brillo o al color de un objero; y Jo mismo
ción r«fptOCII. Lo que int<IeSa es que d pJOeesO co¡¡noscitivo que produce resulta v'lido en el aso de los gradientes espaciales. ~ modo semqonre,
las llamadas constancias penenece a un orden superior de inrdigmcio., puesto sólo porque un obje.t o tiene una fonna atptoble de por sf, puede esa formo
que debe evaluar cualquier entidad panicular en rdodón con un contexto distinguirse de las defotmllcionc:o que un sisrtma de perspectiva igualmente
intrineado, y que el proceso .., ejecuta como parte integrante de la ~1>­ bien organizado le impone. Cuanto menos cluamenre organizados están el
ción que esrJ teniendo lugar. contexto y el objeto de por si, menos claramente pueden sepatat$C desde
El logro es bastante especllClllar cuando uno gamo dado de brillantez el punto de vista perccprual. En otras palabras, la percepción sólo puede
se adecua al eampo row y detc:rmina la oparicióa de un objeta cualquier~, abotrner objetos de su comcxto porque apta la forma corno esltllCIUn orga-
sea cual fuere el lugar dd ampo en que se ubique. Sin embargo, muy 8 nizado y DO la "'Si.stn como un mosaico de dementoo.
me:n~do, esro gama vario a lo largo de um pendiente eapaci.t, de modo que Dije antes que existen dos DliMI'IJ de describir el resultado de una
el mumo monto de htt rdkj..a se pacibe como un objero relativamente abstf'llt'ción perccpcu.t. Basta aqul, tnt~ de las llamados constanc:W como
brillAnte en un rine6a oscuro del campo, y como relativamente oscuro en SÍ la perccpcióa despojnll .f objeto de las •COI'UaiDÍnllciooes» l. las que esrJ
un rincón iluminado. Este tipo de sitWICióa es produe1o de una ilnminac:ión sometido por sus inmediaciones, y lo moJtn! aislado. ~ ac:uado coo ttl
irregular, por ejemplo, lo que se da en un cuano brillantemenre iluminado desaipei6n, el objeto quecla ~ucido a sus invariantes, el rootaiO y sus
por una ventlnl o um Umpara simada en un ext"'mo, que se welve mis deaos se pierden de vino, y mnstoncio signi6ea in•·ari.obilidad de apariencio.
oscuro a medida que creer la distancia desde la fuente luminosa. Podrla de- La gran variedad de valores de forma, tomaño, brillantez y color y derrús que
cirse que lo ~ón tiene que vénelas en este aso con una relatividad txhibe la imagen de la proyección sob"' la "'tint, parecerla reemp'-rse por
de sq¡undo grado. aJ&o helodo e inmutable.
Tambil!n el tamaño percibido depende del lugar que ocupo en una esalo, Toda teoda, sin duda, debe admitir que originalmente el organismo re-
en este easo, una ese.to de disrancio. Cuanto m's alejado se ve el objeto, más cibe una eabal información sobre los variaciones rontextuales del estimulo,
cuen111 su tamaño. Al mismo tiempo, el mo= del gn1dien1e de distoncia romo pues lo que no se recibe no puede ser procesado; pero de acuerdo con los
totalidad detenninará d valor de amaño de ado ubicación. Este ma= no textos de psicolo(da, esta riat información es denegada " ignornda por la
roincide nr:cesariomente con el mareo objetivo y Hsico; se ho demostrado, por t:xpericnci• consciente t.a.nto como sea posible, pues se riene interés en conr.ar
ejemplo, que los observadores jmgan el tamoño romo si d horizonte se con un mundo estAble pobLulo por objetos estables. Sugiero que w estabilidod
enrontnra sólo a una distaneia que va desde los veinte a los cien menos. es eomparlble con uno aperiencit perccpru.t mucho más rica que la que
Pero que el resultado sea cor:recto o no lo sea no afcct~ a la inteligencia dd contempla lo rlgida •consrancia•. Por el momento uúlizan! d amaño romo
~t~o perccptual Obsérvese aqul ambién que as! como la distaneia determina ejemplo d• lo que ambi<n result• W!ido en el aso de los ouos aspeetas de
el '":!M&>, el tamaño determina la disrancia. La distancia en profundidad la perttpeión.
DO nene eqwv.tenre en la proyección bidimensional de la imagen "'tinian2.. En primer lugar, la variedad de tamaño d• loa objeros no es una colee·
l.t ima~ regisrn solamenre un gradien~ de tamallos en disminucióo, y cióa sin ley algum de panicularidades cli\-etsas, esporciclas al ozar por el
el amano es uno~ los factores que detenniruao la pet<epei6o de la profun. espacio y el tiempo. Por el coottaóo, mientras objeto y observador se tDS-
di~. La observiCióo por medios iodlrectos consr:iruye un ingenioso recmso, IJI<Ian en el espacio, la proyección sob"' la rerlna modi6ea su wnaño de ma-
uuliz:ado tamba~n rnú eonscientemeote para medir Jo intcttsíble a rravb de nera gradu.t y perfecumente organiz:acla, y lo continuiclad de este proceso
alguna variable co~dttiva, por ejemplo en fls!ea, cu.tndo la wnperor:ura preserva la identidad del objeto a pesar de los cambios de wnaño. James
se made por la lool!ltud de una columna de mercurio. } . Gibson subroyó decidicbmente este hecho, y William H. rrrelsoo, siguiendo

S5
a Kofflto, sWaló que en la experiencia concma cla continuid!id es la regla, tnmente difertntc:s. Parece luber tres actitudes. Un tipo de observador pc:rcibe
y la constancia, como tradicion~nte se invesrig6, ro¡>l'e$e1lt.a IIICt1lJD«nte Jo contribución dd cont.,to como un atributo dd objeto mismo. Ve:, mis
un aso, eoco¡¡ido p;1ra el estudio, de la contínuidad más grnt'f2lmen~ expe- o menos, lo que registra una clmar. fotogrilica, ya sea porque mira de
rimentada-. En otras palabras, los hechos físicos primordiales, de los cuales manero restringida y poco inteligente un blaneo particular o porque hace
p<Ute d sentido de b vista, no son un descoocerunte eonjunto de muestras un esfueno deliberado por ignorar el contex1o y conc=uarse en c:J efc:ao
al 112ar, sino pnxnos de cambio sumamente eoherenu:s. M.ú aún, las varia- local. Un ejemplo es el adiestramiento ~ para b pintura ~ta.
ciones de tamiDo de cada obFtO no sólo están orpni2ad.as en sf mismas, Requiere que d c:srudí•ntc: aprenda a practicar b credua:i6n», esro es, a
sino que ademú se rdacionan de modo orcleMdo CIOO orras v.uiaciones simi- ver un nlor de color dado como se: vma a través de un atisbackro estrecho,
lares que: se prodoo:n al mismo tiempo en d ampo. Por ejemplo, cuando el o el ranuño y la forma de: un objeto como si esruvien proyecudo sobre un
observodor se trulod.o por d mc:dio ambiente, d tamaño proyc:crado de: todo plano bidimension:ol. Las di6cuhodc:s con que: se: topa un adiesttatrtic:ruo de
lo que: lo eonsrituyc: cambia de ocuerclo eon d movimiento. El esa:mrio c:n este típo muestran lo poco natural que es ver fuera de: cont=o. Sin em-
su coojunto a-t• sometido 1 una modifXxión de numño •rni6ada ~' cobeto:u~ bargo, si se: logra, tal aeútud reducúva muestra que c:l objeto am!:ña de
La idenridad, puea, no úeoc: que: deducirse de: un eonjunto de apariencias carictc:r cuando d contexto eambia. Los impresionistas trall!l'OO de: ~
esparcidas al ozar. Por d eonuario, puede establecerse d carictc:r permanaue pbzar d color local por el color nacido del contexto, de: modo que d mismo
de un obitto cuando -y porque:- el esernario se lWia ocupado por P· objeto, por ejemplo la eatc:dral de Reims, o&c:d.a un aspecto muy diferente
dientes pem:ptuales ordenadoo <011 Jo. que d objeto c:oocuerda. Ahora bien, se¡;ún fuer. la dirección, la intensidad y el color de la luz sobe. En cic:rus
es perfc:ctammte cierto que en bs condiciones de: la vida corrienrc:, las condiciones, tal reducción a la aparieocia puede di6cultor la ideruiliaoción.
mocliliaocionc:s contatuales dd objeto perrnaoec:m en gran mc:dida ignorad!is: Permhasc:me utilizar un ejemplo de un campo cognosciúvo completa~DC>tc:
su tamaño, forma y color 100 constantes. Esta dpica &Ira de: eonciencia, diferente: una persona que observa a un indi\-iduo en varias situaciones so-
sin anbargo, DO debe eonsiderarse un rasgo universal inherente a la naru- ciales puede no ser capou de captar su carácter por caiJS3 del conúnuo cambio
raltu de: la percepción. Según creo, ea en c:ambio un auo especial de DDI de: su cooducta. No puede abstraer d •color loc:al• de: la persorut de: las
regb de cosrudón mú amplia, de acuerdo con la cual la genc:raüdad del in8uencias que sobre ella se ejem:n.
cooceprn no se diferc:ocia m.ú de lo nc:«Sario, esto es, los concrptos rc:sulran Esta incapocidad o indisponíbilidad para ver el c:arócter del objero 1"'<-
ron gc:n6icos como su oplicaci6n lo permite. Percibir un objeto como inmu· ricular como el producto de dos contribuciones separadas, debe disúnguirse
cable es abstn1edo al m.ú alto nivd de generalidad, y ese nivel es opropiado de otras dos actitudes, que reconocen ambas la sc:p;1mción. Una de ellas, ya
para todas esas muchas Jituaeionea en las que la visión se utiliza con el propó- mencionada, intenta eliminor la inOuencia dd context.o pam obtener d objeto
sito d e manejar objetos rtsicamente. En el mundo flsico, !liS modilicociones con- local en su estodo puro e inalterado. El objeto resultante es constante, salvo
'""tuales observddu en la pem:pei6n no existen o no in1erc:san. Pero una per- por los cambios que inicie por s( mismo. El obsc:rvodor percibe la ubicaó6n
$000 a la cuol la conciencia de las diferenciu de tamaño le es n=rla -un esp;rcüd, la iluminación, eta!tera, del obj<to y utiliza esta informaci6n pam
pintor, por ejemplo- obandonaró de buen grado d nivd de máxima gc:nc:ra- sustraer d efecto dd contexto, del carócter dd objero eomo tal. Est• es la
Udod y proeederf al refmamiento neec:sario de la perec:pción. actitud •pnlcúca• de In vida cotidiano. Lo única razón que úene d omn de
casa para interesarse por la lu% verde que aviva una exhibición de verdums
es que necesita uber que liU lechugas y los repollos •como tales» lucro mú
Tr~s aclttuán bien dc:seoloridos. Tambi61 el óentl6co im~nr~ estoblecc:r la naturaleza que
eada fenómeno tiene por s( miJmo para distinguirlo ~~~ cada caso parúcular
Los deseubrimic:ntos experimenrales sobre las cconstancias• no bao sido de las eondiciones que lo rodean.
tao netos como el tnltamiento psicolcSsieo usual del tema lo exigida El re- O~rvese, por cierto, qu< en estos casos ninguna verjbación pnlctiea
sultado promedio ¡»ro un crecido número de: observadores indica un pr1o puede ropresentar la abstraeci6n dd objeto cen cuanto tal•. Nmgún objc:-
de: constancu bastante clc:vodo; pero tu moccionc:s individuales vuían pn- 10 puede c:ahibir su color loa! sin que alguna ~~ luminosa, que time su
demc:nte, desde: una totUtancia completa o mú que compltta, basta casi nin· color propio, lo ilumine:. Flsicamenre, el peso de un objeto en cumm tal
guna eonstancia en absoluto. Ademú, ru•ndo se: le pide: a una permna que: nunca c:aiJte ain la presencia de alguna condición pvítacional. Sólo en d
camb~ su octitud rc:spc:ao de: lo que '"'· rimde a producir rc:sultados eomplc:- mundo de 6ccióo hecho por el hombre, conoebido de DWJc:ra ral qoe b
56 51
inrencci6o qutd. elinúruoch -por ejemplo, b ilustndOO de un übto de: texto, definición, la clui6...C6n, el aprendizaje y b utilización del aprendizaje. Cada
una fórmula, un texto descriptivo-, puede d cimú&:o mc.tnr las fuerzas \'CZ que uno .., tope coo el objeto, &te partte el mismo. Sin embargo, w que
<J1R <n1I1WI del medio ambieme como si esnl\>ieran separwlas de las <J1R son no deja de ser itónicn, esta Ktirud eminentemente polctic:a priva a la persoiUI
i.obcrentes al objeto. Y <n b pinrura de un niño, los frboles puecl<n ser de del apoyo de: la experiencia rangible, pues el tamaño, la formo y el color
un verde espl6>dido indc:pmdimtemmte de: la influencia del mi •maóllo que cverdadcros• de lo <J1R percibe nunca reciben el estricto •poyo de lo <J1R
brilla m algún otro lugar de: b pintura. La visión de la constancia oonsu- sus ojos le muestran. Adc:más, la rigidez de tal constancia puede vol= ciego
m:oda que era la a~ de intera<rión es anctcrútic:a de cienos estilos al observador pera las revebcinnes que le ofrco: un cootexto particular e
artlttieos, tempranos algunos, otros recientes, que se inten:sao por d objeto impedirle reaccionar de modo adecuado ante la oauión particular. Urua forma
invarioble en cuanto ral. Es OlntC'!.e rístia wnbién del enfoque absolutista de muy romún de comportamiento falto de: inteligencia consiste precisamente
la ciencio. Lo interaeción se ~=ta como el encuentro de entidades sepa- en el uso errado de la constancia, esto es, en lo sup<»ición de que lo que
rados e inalteradas. fue cieno antes, debe seguir siéndolo esto v~.
Pero hoy otra manera de r«nnocer la distinción entre contexto y objeto,
que no tiende a La eliminación de la infiuencia del medio cimtnchnte sobre
el objeto. Por el contrario, este•= enfoque aprttia y goza plenamente los Conurvaci6n Jd ronterto
infinitos y a menudo profundos y deseoncenantes cambios que padece d
objeto al trUlodarse de situación a situación. En la percepción, el mejor La clase de concepto que crea la tercera actitud es la que mú se adecua
ojemplo se da en la Ktirud estb:ic:a. La apariencia cambiante de un paisaje al pensamiento productivo. Tal concepto no suprime lu diferencias entre
o un ediñcio por la roofuna, la urrde, boja la luz elk1rica, durante las dife- laa varias especies sobre las <J1R preside como gb1cro, sino que laa mantiene
rentes es11cionc:s o en situaciones clim2tic:as distintiS olrece dos ventajas. preseotes en UIUI comprensión <J1R todo lo aborea. Completam«'nte .¡>Ute de
Presenta una extraordinaria ñque:u visual y pone a pruebo b naruralez.a del la ~ riquca que tal concq>cÍÓO le ororga a la vida, asegura ademís al
objeto mediante su c:xposicióo a coodiciones variables. Utu1 persona que se artista, como tombib> al cimtifico, un COOtiCtO continuo cnn las msnifesra-
percibe como b figura dominante <n su hogar, rodeoda por los muebles que ciOMS coocretas de los feoómenos por los <J1R ombo& se interesan. Un perci-
preside su líguro, ofrece un aspecto de la humant especie muy difcrauc dd plen.'~ y pensodor CU)~ concepros se limiten a b eb"' prrnsta por La lógiao
de las pequeñas aioturas que se agiran en los confines de b c:aUe de uno tradtaoaal, oorr., el nesgo de IICIUU en un mundo de construcciones .... ,..
gran ciudad. En una pelfcub cinmutognllia puede verse un automóvil o un liudu. r-
conjunto de personas que atraviesan un diluvio de luces ctmbiantes, ilumi- Sin duda, seria imposible mantener una gran vari<dad de manifesta·
nodas brillontemcnte durante un momento, y sumidos m la oscuridad al dones bajo un iinicn rubro, a oo ser que fueran mantenidos juntas mediante
momento siguiente. El esclarecimiento que se adquiere mediante tan variada algun• especie de orden. Debe recordarse aqul que en el caso de b percep-
up<»idón vo mils allsl de la estl!tica. MI como las montaños de lo Lurua sólo ción, como dije antes, las varias aparirncias de un objelo no constituyen una
pueden verse cuando la !U% solar las ilumina de lado y arroja sombl'lls, de cdesconcerunte variedad,., sino que se presentan en secuencios continuas.
igual modo el cientlfico se mantiene ronnantemente atento o las nuevas Se presentan como rransformaciones graduales y no como urua mulátud de
situaciones no porque cxisra mbito en la rttaka:i6n de chtos en cuanto tales, in11anciu diferentes esparcidos sin ton ni soo.
sino porque &too pueden mrelar infnrmaciones novedosas. .T ~nemas aqul un buen modc:Jo de la especie de: orden que organiza la
¿Qu~ distingue esta ICIÍtud de: b descrito en primer tttmino? 0, aruerdo vantd.d de: manifestaciones posibles m conceptos tfpicos de todn campo
ron el primer enfoque, los efectos del medio orultan b ident.i dad del objero del pens.ltiÚento producti\'0. Pars utilizar un ejemplo de b litmorura: el
en uno alqre earrtt11 de rransformociones; según el ten:ero, d objeto revela A_nt~ de ~ ethibe la conducta contradictoria de un guwero
su identid.d m una multitud de apariencias. El "'-"-.dar del tercer tipo disciplilUICio y un rendido amante. Sin embargo, las oont.radiccionco existen
ach-ieMe, ron no menor certeza <J1R d del squndo, la permaDCDCÍa dd objeto, ICSlo m la super6cir en tanto cnntexro y cobjeto• no .., seprran. Sbakes-
su idenridod inviolad., pero su enfoque crea conceptos muy difermtes de los P:"""' omee la presencia cnntinua de una figura CU)-a identidad no dofu,
que considera la J6sia tradicional Un roncepto del que todo se ha suitraldo, stno que mela, wt1 serueocia ordc:IUido de circunstancias. Mientl'l$ Antonio
salvo lo que se mantiene invariable, nos deja con urua noción intacta de ele- ~ mueve a rrav& de las fuerzo que encaman C&ar y Cleopatra, sus reac-
vado generalidad. Un concepto semejante es Jumarnente útil, pues úcilita la aones van =dándole gradualmente, de manera que el momento de su muer-

59
te es rambi~ el momento de su romplcta n!veladón. No obstmte, en ningún piedades romunes • partir de un conjunto de casos p:articuhtres. Tampoco el
mo.mento vemos a Antonio •en tua:nto tal•. cverdadero• t.ltDAiio o la everdl<kru brilhntez o color de un objeto percibido
Como dije antes, el impresionismo ofr«'<' en pintura un ejemplo exm:mo se da nUOOl en ninguna de sus apariciones concretas. La per"'pción apunta a
de ab:mdono de la roostaocia. Muestra el eolor loeal y b bóllanu:z Jooal una noción difer~te de abstracción, a una operación cognitiva mucbo mis
modulados por la influencia ele los fl<'lOres de rolor y brillanta que domimn rdioada. La pettq>ci6o ele b forma ea d espacio tridimensional ilustl'tl esto ele
en la situación. Sin embargo, esto no si¡;oi.6ca que el pinror odopte b actitud, modo más asombwoo todavri"' -
onres mcoc:ionada, ele i¡;ooru el eontato )' obligar • la mente a limñar cada Mienrras no se alto« sino b distmcia • que se eDC\Ialtl'tl un objero de un
fragmento a su ,..Jor ele rolor aislado. Un pintor no podrla lograr UD2 ima- observador, el cambio sólo afecu al tamaño del objeto: se rec!ucr o c:r<tt, pero,
gen significativa mediante la odopción del proc<dimiento meánioo ele b por lo demás, perm.-.: el mismo. No sucede lo mismo anaoclo cambia el
fotografía en rolor. Los impresionistaS, es. cierto, renlan que liber= del ángulo clesdc el que se percibe el objeto. En ese caso, b fotm2 es afecm<b
e:ftao coostancia ele b visión eprktica•, pero no para reproducir d color por muuformociones que son generalmente más complejas que las tenidas en
ele coda fragmento roo fidelidad m<dnica. Por el eontrario, esta libertad le cuenta por b ¡¡cometrla euclidiana, • sobtr, la trasbci6o, r. rotoción o la re-
permitió a un pintor eomo Channe prcsnuar lo ieleoúdacl de una monuña lkxicSn m el espacio. El cambio ele ángulo nos introduce m lo geometríl p.....
o un árbol tomo una modulación ele valores ele eolor, sujeu a kyes aunque yectiva. Afecta el tamaño ele los ángulos del objeto y las l't2011t$ de longitud;
rica en posibilidades, que era el rault.do ele la int<ro<rión mue el objero y altera todas los proporciones. La cleformoción que resulta es bastmre incensa
su mundo. Tal presentación está tan lejos ele i¡;oorar el efecto del contato, cuando el objeto es bidimensional, como un cuadro plano eolgodo en la p:ued.
romo lo está ele eliminarlo en favor ele una imagen uniforme y quizás este- Es mucbo peor cttando w proyc:cciones cambiantes ele UD objero tridimen-
reotipada. sional, por ejemplo, un cubo, c:xhibeo un número \'Uiable ele caras laterales.
La diftmlcia a b que me estoy rdiriendo es ilustrada por el bistorUdor El cuadro plano sobre la pared preserva al tDC>OS su cuaclrilateralidad como
ele arte Kun B•dt, que amfronta el naturalismo de los impn!sionisw con in\'Uiable a tra\'o!s de lu uansformlciont$ proyectivas. En el caso del rubo,
el realismo ele los simbolisw, tales eomo Gauguin o Maurice Denis: un objeto tridimensional de ucbo ángulos se representa sobre la n!tina romo UD
objeto bidimensional ele cuatro o ..,is ángulos. A pesar de esta rmnsforma-
Los simbolistu derivaron su represen!lci6n del mundo de los objdos cióo, .., percibe un sólido de forma eonsumtc en muebas de sus proycccioDes
individuales; la consll\lyeron en tomo a figurH &ingulares, la a>mpusicron individuales y tambi~n cuando el eubo gira m el espacio o cuando d obser-
de cosas, en lotln m . Su intend6n era la propio de los realis!IS, ses eull fuere ''ador se mueve a su alrededor. He oqul, pues, un ejemplo, todavm más radial
el significado que le atribu.)"'ran a los objetos. Los impresionísw proce-
de una obsuacci6n en la cttal los componentes abstraldos no están eontenidos
dieron a partir de impresiones del conjunto, 1 partir de conexiones entre
las cosa, eo las que tales cous h.oblon crecldo y que h.obl1111 ereado por en los objetos particulares de los que se han obtenido. Ninguna proyección
su natural aec.imiento... De :acuerdo con m conccpcl6n dd mundo y Ja del cubo ts el cubo o lo rontiene como prne de sus propiedades. ( Las pro-
inleDción de su arte, que tcnfa por consigna la revelación de esa concepción, yet'Ciones del cubo preservan al menos la rectitud de sus lodos como elemento
los impresionlstu eran na1uralistu (empleando la p:dabra n:1111ra c:n su invariable; en sólidos menos simples, incluso la forma de los lados se altera.)
sentido original de noscr: nacer, nc=idtd de Uepr • ser. cna:r). Esto sig- Es dificil imaginar a primero vim cómo es posible la abstracción en tales
nifico que h.ob!o de hecho uno profunda difer<ndo enrrc la• dos rendeodas condiciones. Pero la di6cultad disminuye ruando se recuerda que tombit!n en
IUÚ$ticu. Pero no h.oy diferencio de rongo o \'alor cnm: las dos a>nct'J>' este caso las varias proyc:cciones del sólido no se dispersan al azar en el es-
ciones de la rellidad. Son dos aspe<101 igullmente buenos de lo mismo. pacio y el tiempo, sino que aparecen como secuencias legales de cambio gra-
Porque, según la concepción del hombn!, esta rcolidad del mundo existe dual. Gurwitseb sosruvo que la «atmonfa y lo concordancia.• de los vuios as-
como conexión, pero también como ~n. porque las dos puedeo
pectos que se dan en la secuencio baston para dar cuenta de la constancia de
pcnsone y n!presentOI1C! sólo en mutua relación.
forma percibida. Menciona el principio de la Gestalt de la ebuena continua·
ción•, según el cual los elementos se fusionan en un todo unificado. Va más
alli todavla y avenrura b importante observación de que UD aspecto puóculu
ele un objeto rooó.ene rtflfJOIS, esto es, refcrmcias, que opun12n más allá del
La absuacri6n perceptual puede diferir de la que se dcoaibe en la lógica aspecto dado hacia otros aspectos ad)'acmtes y subsiguienteS. Esto equivale
ttadicional de \'alÍas maneras. Es caraeterlstico que no se rnte ele extrter p1:0o • alirmar que el carkter incompleto constituye una c:a.racterlstic inherente a

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todo aspecto o opuirocia porticular de un objeto, afirmación que, de becho
Puede hacci'R cuando ciertos ospectos de las particularidades se perciben
resulto válicb en el caso de olsunot ospcctos, pero no en el de oaos. Un ~
como desvimciones ~deformaciones- de una esuucron subyacente que es
cuanos de perfil opuma ciertamente a lo continuación de la fonm mú allá
visible en ellos. En la percq>dóo del espacio, no tocb proyección satisfa« de
de $U$ bonles visibles, pero un perúl compkto o una cara frontal lo hiCCil mu-
por sf esta condición. El cuadrodo que se ve cuando el plmo perpendicular a
cbo ~· Cienos estilos ~tóricos se opoyan mucbo m mruoit para ~ lo mirada <S poroldo a una de los caru clcl cubo, oo se pcrcjbe como defm-
"':de relieve lo rodoodc:z conunuacb; ~. por ejemplo, la observación de moción clcl cubo; no contiene mrr101s Pero cuando tal paspcctiva se iotcgta
Mig~ Angd KgÚn la cual una 6guro debe ser siempre serpcnóna, esto es,
en una seaJcncia de otros pcnpecúvu, adquiri" el coricter de una deforma-
retorcida en espiral. Pero otrOS esrilos, espccialmcnte los arcai= imi= en
ción por su rcloci6n con $U$ \'CCÍOAJ en lo seaJCncio. Dd mismo modo, lo con-
componer la figuro 1 partir de pcnpcctivu indepcndien!CS ad. ;,.. de dlas
ducta de una persono en una siruación particular puede oo •parecer de pot
compkta en sf misma: ~ ": ~ruro existe una difercncüo similar, por eján- si corno uno deformación de una estruCtUra subyoccnte mis simple; atmbih>
~· entre el rnunl qppao, limitado 1 pcnpecrivu de perfil y frontales, y los
en este caso el contexto de otras siruaciooes puede ser ,.......ño para ~
g¡ros de UD TantorettO.
surja el canktc:r de lo particular.
Siu cmbergo, tales rclercncias a la pcnpcaiva .., UmilllD o ha= mú diná-
Este tipo de obstroecióa, por supuesto, oonsti~ una ocrividad rognos-
mica la aparkoáo de UD objeto dado mediante la tendencia a una conrimDción
ciriva de sumo complejidad. Requiere una ~te ~. ol perdbir una cosa, no
más allá de lo pcnpcctjvo clad.t. Prom~ una secuencia de ISpcctOS cohe-
se limite al ospccto que recibe en un momento dado, sino que sea capu de
rente, pero no bastan pan obtener o partir de <Sta secuencia la forma trid;.
ver lo momentáneo como parte integnnte de un rodo mú amplio, que se
mcnsiooal inva.ublc: clcl objeto flsico. Loa upoctOS que .., siguen entre s{ en
dcsarroUo en una secuencio. Williom H<>tp~rtb observó que •según el modo
~ .seaJcncia se fusi.OIWI de modo tal que oparcccn romo los eswlos de una corriente de percibir un objeto opaco, es posible que la parte de su supcrlicie
wua rosa ~ pcr$1ste, pero el pcrccpto no maoriene necesariamente su fonm
que enfrento al ojo seo la única que ocupe o lo mente, y la opuesta, mú aún,
invariable:, ru tam"?"' riene por q~ corresponder 1 la forma del objero físico. todas las ouas, oo ocupan de modo alsuoo el pensamiento en el mismo ~
~ puede advcrttrse en los cxpcti~tos llevodos a cabo por Wallach y mento; y el mmor movimjento que bogamos paro to:conocxr cualqwet oao
? Coondl sobre el Uamodo efecto de profundidad cinético. La forma de UD OO. ospccto del objeto, oonfunde nuestro primero idea por no baber conexión cn-
¡e1o roUIDte proyCCUida sobre una J"llltalla se percibe en oiSUnot cuos •co-
uc las dos ideas que nos hubiera proeurado naru~te el conocimiento
~tamcnte» como la imagen de un objeto rigido en movirruento. Pero, por
completo de la totalkla.d, si la hubiénmos considerodo ontes•. En realidad,
c¡emplo, cuando se hiiCC rotar un bloque rcctansular en tomo a un eje para·
esta desventaja no se descubre tanto en e.l .modo corriente» como en pint·c>-
Ido a UD conjunto de sus lados, los sujetos ven sobre t. pantalt. un• Jisura rcs que se han adjesuado poro restringir su atcneión a lo que sus ojos veo
mcun, plana y rcet.angular que se expande y se rontroe periódicamente. En
dcode un punto de vista particular. Pero aunque el hccbo de advenir que una
este caso la secucneta legal de los ospectos pr<Serva la identidad del pcreepto cosa tiene muchos aspectos y percibir cada aspecto parcial como una apañción
el cual. no obstante, sufre tronsformaciones proteicos. No existe constlUl&
de lo totalidad es muy corriente, no debe uno ignoror cuAnta int.Ugencia im-
porque no se preserva la forma del objeto llsico proyectado.
plica: una intelisrocio a menudo no igualada a niveles más altos del funcio-
Cuando los varios aspectos de un objeto pueden verR como desviocio-
namiento mental.
ncs ~ deformaciones-:- de una forma mú simple, sí se obtiene como rcsuJ. La penístencia de t. formo, como la clcl tamaño, el color ct~era. puede
percibirse en cuolquiera de los dos modos descritos más a~ba. El tablero
tado La oonstancia de la forma. Los vorias proyecciones bidimensionales de
un cubo se ven como un cubo porque ese sóljdo tridimensional es La fonna
~ una mesa se percibe como un rectángulo, pero una pcnona común no
más simple, ~ttka y rectangular a que tocbs ellas pueden rclcrirsc. El ~ concirocia de las desviaciones de la perspectivo que uúlin la abstnoc·
efcao resulta aun mú conyjnecnte por lo seaJencia de tiempo ~ exhibe
oón. La causa de esto es que lo generalidad iniciAl de un concepto vúual se
una variación groduol de lo forma invariable suby!ICCnte. Roblar' de t. varia-
diferenciari sólo eo la medida en que lo 6nalídad del observador lo CDJL En
ció~ de lo invariable no implic:a en eSie caso paradoja aJsum. La forma so-
la prictic:o de la vida coticljaoa resulta úril ver la mesa como entidad inde-
mcrida a la deformacióo se mantiene invarjab~te pcrccprible ounque su pcndic:nte y usar los aspectos de la pcnpcaivt de la imagen sólo como In-
deformación puede voriar.
dices de La siruoción relativa del objeto rupccto o! observodor. Esa pdc:tic:o
¿Cómo es, pues, posibk Ucvor 1 cabo 11111 al.tnOción sin .,..._ los de- k rdleja en las etapas tempranas del ane, que reproducen la f0001 objerivo
mentas man·-· Kl6lticameote conterúdc. en todos los casos paniculares} 'Y pcrmaoc:ote de loo objelot W1 6elmente como el medio lo permite; un cubo
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pucd<: dibujane como un cuadnldo o con los lados oblicuos, pero panldos, ficativas. lA desviación de la simeuft en la forma de uo 4rbol puede no verse
de la persp«tivo isomitrica. Una percepción más rica observ• y goza de la simplemente como imperf<:eción llZltrosa, 5ino como un ef<:<:to inteligible del
becbiume y c:sclareeedona vuiedad de la forma proy<:<:tiVIIDXIIte a.mbW!te. medio ambiente del úbol. El impedimento d~ la simetrla se lee viswlmemc
El ronttpto visual.de un cubo abamo la multiplicidad de sus apuiencW, los romo la obra de una extraña fuerza invasora, y Lt <:vidente coo!oanidad a ley
esconos, las deaviaciones, las simetrfas y osimetrlas, los oculwnianos pucia. de Lt imposición facilita 5u se¡»ntci6n de la igualmente kgal simettlit, que
les y las ra-daciones, d canlcter plano de algunos aspeaos y los pronnn. se percibe como lo forma potencial ca la que tiende• la forma dd árbol De
ciados volúmenes. T ambi6> esta compleja experimcia se rdleja en d ane, modo semejante, una persona depravocla puede parecer inbnmana. Para com·
ya sea m las represmttciones búieammte fieles de los deaos de la pasp«- prender a tal persona se requiere, ante todo, habilidad pan veda no como un
ÓVI o en l:u mis libres interpretaciones de la form:1 de mesas, sillas o edilicios monsuuo ajeno a noaotros, sino como una distorsión de la naruro.leza humana.
de la pintura cubista. En este easo, d retrato dd objeto sir.-e pan describir La abstracción impllcita m d acto de detecttr a la naturaleza bumana. bajo
aspeaos tales de la experirocia humana como las voriaciones de atricter que este disfraz se ve Eacilitadl, y la comprensión se oa'edmta, CUllodo la distor-
m-ela d contexto, los encantos del momento fupz o las obligadas distor- sión se ve posiúVIIDXIIte romo d efecto de interferencias definibles, tales
siona. como las fuerzas sociales de privación y humillación. Tampoco en asos ta-
les abstn~c:r si¡ni{tc:a simplemente det<Ctar y aisLtr la entidod in,..wble, .la
c.natuntleza human~», en d esp&;men depnvado. Todos los aspeaos de esa na-
lA Jistom6n ~xig~ l• •bstr«ei6n turaleza -emor, piedad, esperanza, devoci6n- pueden estat pen-ertidos, y
puede que, por tanto, no sea posible sendllamente desent:ntfuulos. En lagar
Otru dos observaciones pueden contn"buit a ilustrar algunas caracteris- de dio, la conducta de la persona debe llegar a ser perceptible como distor-
ticas de Lt abstnteei6n de manera mis general. En primer lugar, las distor- sión de la norma llamada ccondueta bumana nonnal•. Y llU11poco m este
siones piO)=ivu no sólo pmmtcn d descubrimiento dd prototipo que les easo la percepción de la distorsión es estórica. l..a exigencia de recriliatción,
es inhuente, sino que lo txtgtn de modo oeúvo. La proyca:i6n no produc<: esto es, de hacer algo ac<:rat de la situación, eomtituye un componente in-
una den•iación est4tica, sino una distorsión din4mica que se percibe como trlnscco de la apariencia misma de la diStorsión.
allÚrulcla por una tensión dirigida hada la forma mis simple de Lt cual cons-
tituye una desviadón. l..a proyca:ión se presenta como algo cfuera de forma•.
Más generalmente, esto significa que una abstracción no se obñeoe simple- P~rma11tncia y ctJmbio
mente • partir de un objeto quiú recalcitrante, sioo que ese encuentra• m
el objeto, que exige lo abstracción. Un pamlclogramo en forma de diamante Espero h•ber logrado mostrar que distinguir un objeto de las aflicciones
se percibe como un rcct~ngulo inclinodo. Abstraer a pa"ir de ~ d r<:etángulo de rus aparienciu constituye una hozaño cognoscitiva digna de inspirar asom-
significa satisfacer los rcqu<rimientos del objeto, que deseo ser enderezado; bro. Y, sin ~mborgo, los ejemplos que di son sólo del tipo más simple. Cuanto
sin embargo, dejar d r<:et4ngulo bajo su prccoría pretión puede satisfacer una mis compleja la form• del objeto, tonto mis dificil es la tarta perceptual de
necesidud de tensión, di11orsión y drumotismo. diludclarlo, y lo mismo resulta vflido cuando las influencias de los factores
En segundo lugar, los os¡>« tos distorsionantes no sólo se perciben nega· ambientales son menos simples que las de •qudlos o los que me he referido.
tiv•meote como una impureza que entorp<:e~ la vercladero fanna dd objeto Es oeces•rio mencionar por lo menos una complicación S\lmomemc poderosa.
invariable, sino que se ven tambi~n po¡itivamenrc como el efecto de um ron· Los objetos de la perttpdón no se muesrron n<:eesariarneote rígidos: se mue-
didón que anubla la verdadera forma del objeto. El efecto se comprende ,.~, se inclinan, se rt.tuerttn, se exponckn, st: encogen, ~ iluminan o am.
como un:t consecuencia lógica de la posición dd objeto en despacio respecto butn de color. De este modo, la tarea de b percepción se acreciento en más
al observador. lA distOrsión que produe« la perspectiva en d cubo se pc:rá- de una monena. En primer lugar, es a menudo necesuio vct los atmbios flsi-
be romo un.1 desviación o convergencia geom<!tricamente simple de su forma cos dd obj<,to como desviaciones a partir de una forma normaúva, por ejem-
invariable, y el carácter de estas mocliftcaciones impuesms, que es conforme a plo, cuanclo los vuios movimientos de la mano hu~ y sus m6viles dedos
lq•, " - posible que la mente disúng:a entre lo que pertmca: • la fumta del se comprenden pereeptualmente como voriadones de ese órgano de foana
obj<,to ptr u y lo que se debe • la distorsión proyecriva. De igual modo, estrdladl que los ojos conoeen corno la mano. Puede ser igualmente necesa-
las distorsiones inbrmnes a un obj<,to flsico se perciben a veces como signi· rio ver un obj<,to como un ocontecimiento o proceso coherente, por ejemplo.

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cuando se obsav• el crecimi<mo de una pl.anto en una pdkob ciDrntOtog:á· ~- d.X)S Y DOS• COMO CONJUNTO
Jica de movimiento acclerodo o cuando una burbuja crctt y explota.
Naturalmente, estos cambios objetivos e inulnsecos de llliDllDo, fomu,
etdtero, complican enormemente la tarea de distinguirlos visualmente de Jos
ambios que son el multado de la situación del observador u otrOS efttlOS
del roniCXtO. Aunque en lo vidl rotidiiUll se llcvon • abo con lliDtl &cilidad,
w abotncciones pcrccptuales necuariu paro el desempeiio de tstiS tareas re-
• vdan una asombrosa compkjidld cuando se analiun !US romponmtes.
los tnbojos de lo visi6o crean la noci6n de un mundo c:o el que ¡>erma-
DCOCia y cam!Mo octúan como antogoniJias eternos. Los ambios son percibi-
dos romo meros occidentes de una identidld ruby~~ttnte que pcnisre; pero la
pucepcióa 11mbib> m.~lo la OONtaneio como el asp<CtO torpe del cambio. Ver un objeto en el espocio <igniJica verlo en contexto. El capitulo p~
Winddbaod dice c:o ro introdueci6n al análisis del pcn!IDÚmto griego: cl..a cedente señaló lo rompkjidod de la tarea que se nc.., a abo ad:J •-ez que el
obsav:oci6o de que lu cosas de lo cxpaiencio se convienen las unas en las sentido de lo vista establece el tamoi\o, lo forma, lo ubicaci6o, el color, la
orras fue lo que alent6 lu prii'Ddti COD!iderociones 6los66ca... La ~ brillantez y el movimiento de un objeto. Ver el objno signiJica distinguir sus
ci6o visual dio o los 616so(os en pos de la permanencia la prueba del u;l, propias propicdldes de lu que le imponen el medio y el obsel"\.,dor.
..,.IIOcia del mundo por debojo de la variohilidod de lu cosas materWes,
cque padece los cambios y es el origen desde el que surgen todas las cosas
porriculon:s y el lugar al que vuelven luego•. la pocepci6n, iguo!mmt., ofrr-
ci6 la prueba visible de que todos las ansas se encuentnll ea un flujo de COO!·
ronte modi6aci6n. No se bubiero llq¡ado • niogum de esw concepciones si Más generalmente, ver significa ver en relacl6n, y lu reJliCio¡xs que de
los senúdos no fueran lo su6dentemente inteligentes como para obt~ lo hc-cbo se encuentran en los pcrccptos no son simples. Esto puede resultar
dl1nKicrn de lo cambiante y pc:rciblr lo inmóvil como uno fase de la movi- sorprendente, pues los mecanismos de relación descritos por la trotia psiro-
lidld. 16gko son a menudo muy elementales. Rccu.!rdense las viejas leyes de la 1\50-
ciación: las diversas piezas se ronccttn cuando •parecen ron &.a!cncia jun·
tos, o cuando se aS<:mejun entre si. Estas ley~• suponen que las relaciones
conectan elemento por elemento, y que estos elementos no sufren cambio al
vincularse encre sf.
Nado tan convenientemente simple ocurre en la especie de ejemplos que
be dado. Se moslr6 que In ap•riclón de cualquier elemento en el campo vi-
suaJ dcpcndla del lugar que ocupab• en la estrucrum tOUII y de lo función
que en eUa desempeñaba, y que n• influencio la modilicab• de manera funda-
mental. Si un elememo visual es extra(do de su comerto, se ronvierre en un
objeto diferente. Situaciones i¡tuolmente complejas se presentan en otras
llrus de la per<rpcl6n siempre que •dos y dos• se colocan juntos, esto es,
ruando un conjunto de elementos es concebido como una ron6gunaci6n uni-
c•ri•.
t~ qui formo componen un objeto visual los elementos que proporciODI
lo proyceción sobre lo retint? ¿C6mo se compone uno imagen o partir de rus
componentes? lA tDIIs sencilla entre los rq¡lu que gobietDJD esw relxi<>
nes es lo de semejanza, qU< efecti\'lmcme ronlirmo una de 135 mti viejas afit.
maciooa de la tcorú de la asocixi6o : lu COSJs que .., asemc:jan entre si se

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vinculan m la vuión. Mu~ objetos par=n homope•menre colot:(l!dos
porque múltiples atimulocioncs puntuales y vecinos se funden en una totsli·
dad C\Lillldo su brillantez y su color son lo sulicienremente p3recidos. Veti!O$,
por ejemplo, un cielo parej~~~KDte azul. La homogeneidad es d produc:to más
simple de b rdtción perceptual. También es cieno que cuando un conjunto
de dctslles se ,.e aobre un fondo lo sulicienremenrc diferenciado y lo sulieien-
temenrc alejado de otro conjunto semejante, se verá como unidad. La semejanza
de ubiaci6n provee d vinculo. Pero estss conexiones, SUJIWD([lte prúnirj.
vas, s6lo oetúan cuando d aislamiento o la durancia bs protege de factores
esrrocrunles mú poderosos. Emre bs conSiebcioncs del cido nocrumo, aJ&ww
son poco mú que un conjunto de punroc, uno p:ucdo de texrura cbispe2nte,
de caricter tottidental y dillciles de identiliar. Su unidAd depende sólo del
espocio vado que bs rodea. Otras oc mantienen unidas mucbo mejor y exhi-
ben uno definida forrm propia porque su• demenros se inserran en un orden.
Las siete esudlas mú brillantes de la Osa Mayor se ven romo un cuadri-
látero ron un tsllo que oc une a uno de sus 'ngulos. En este...., bs rdaci&
nes percepruales SU!'WI" con mucho la coocxión por sen>i'janza. Lo que se ve
es en verdad una constdación en la que eada uno de los dementoc desempeña
un papc:l delinido y único. Por eausa de su forma eapttble, la constelación
puede rompanrrse también con objetos familia.rcs de emuc:tura vUu>l seme·
jante, tales romo un cucharón, un carro, un arado o un animal pro\oisto de
colA. Su relación ron ronstdaciones vecinas se estsbleoe por otras conexiones
estructurales, puesto que dos de sus estrdlas apun10n a Polaris y su •rolA•
conduce • Areturus, d guard1dor de osos. Figun 2. - Hcr>ri Matisse, Tlbllt Royal (194)). Colccd6n Alben D. Lakcc.
En la mayor pa.rre de los ejemplos que pretenden mosrrar que la seme- obsecwdor que descubre Ulles asonancias en uno pintura ll'IIZlU'lÍ de ese modo
janza es la que da cuento del agrupamiento pereeptual, d efeero no es creado ronexioncs que pueden ser esenciales para su cstruetwa. Por ejemplo, hay
por la sola semejanza. Dispóngase una antidad de focrus, negras algunas, un cuadro de Marisse, Toboc Roy•l. en cuyo cxnemo izquierdo se muestra
blancas las otras, en un orden cre•do al a:car, y se los verá ligeromente rdo- una mujer sentado en una posición m's bien angulor sobre una silht ongultlr,
donadas por d color sin o¡¡rupsción definido algunu; pero fórmese con las fi- y a la dcrttha, una mandolina con formo de pera aobre una silht curvada
chas bloncas una Unea recta o un circulo, y ou segcegación de las negras sení (Fig. 2). Este Ingenioso paralelo resulta un esencial para la romposición for-
inmediata y estable. Esro es, la scmejonzo ejereeró su poder unificador sólo. mal romo para 1• expresión y el signi6rndo de la pintunr. El obsecvodor es
si la estrucruca de la p3u1a toral su¡¡icre la relación neces:uia. Pan los fines llevado a roneetsr los dos factores porque dominan el cuadro y estdn simados
de nuestra investigación, dUo signifiCI que las operaciones cognitivas inheren- en lugares que se corresponden simétricamcnre. Pero en una obca de ane
tes a t. percepción de configuraciones visuales corresponden rlpi=ente a un romo ésbl hay otras semejanzas que, si el obscrwdor les otorga un predominio
ordeo mucho más elevado que d de la mera conexión por semcjarwr. Rc- si.rnibr, quebrarlan la estrucrunr del conjumo por la emecgencio de falsas ro-
quie~n un mayor gCido de inre~gencin pereeprual. . nexiones. Los estudiantes analizan erradamente t.. pautas viJuoles, con fre-
Sólo es neces;~rio eonsiderar el papel que las scmejanZII$ entre elementos cuencia, mediante la búsquedJr indiscriminada de semejanza de forma, rolar u
desempeñan en la obra de arre Son fr<CUCntes, y los aniSias las utilizan pan orientsción espacial sin prestsr t. debida atención al peso de la relación den-
lo que Picasso U.m6 una vez asonaneiJI>. cl.a pimura es poesía y siempre se tro del conjunto. Doda la infinidAd de relAciones posibles dentro de un:~ pauta
escribe en vcno con rimas plásticas, nunca en prosa•, le dijo uno vez a Frao- viJual rompleja, la rarea rognoscitiva de asiamrlc a un detalle ponicuhr su
(Oise GiloL •w rimas plútieas son formas que riman entre si o suminis- propio lug;rr en la jcnrqub de la esrrucruro total, es sumamente delkoda.
tran asonancias ya sea con otras formas o con el espacio que bs rodea...• Un Por ejemplo, un estudiante de historia del a= insistió una vez en una de

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mis clues en que J>ll'l percibir adecuocbmerne b focbada de la iglesia de
Palladio, 11 R.dm1ou, era necesario roosidcrar el uihlgulo compleudo eo
lo Figura ) por Líoeas de pun<os. Se vai que aunque b rdaci6o CXÍS<e, debe
permaocee.r subordimcb si la simettá gálaa) de loo dos frootOOeS super-
pueslOI DO ha de quedar dcsm.tida.

Figura 3

La jerarqul1 del orden de la composición determina qu~ factoiQ de la


pauta <otal han de verse unidos y cu"es son inconmensurables. Una facb.da
rominica, como la de la catedral de San Ru6no en Asb, puede subdividirse
ol nivel superior de la jerarquia en treS capas horizontoles, • sober,r. planta Fi¡uro 4. - Caredral de San Rulino, en As!J. (Foto F. Alinori.)
boja, el primer piso y el frontón triongular del techo (Fig. 4). Cadt una de
estas unidtdes principales contiene orn subdivisión secundtrla: un grupo de form• qu~ desrruidt po~ la esuuctura dominontc del conjunto. Lo ilusrnn
r:res puertu o nivel de la planro bojo, r:res ventanu en el primer piso. Cadt los conoodos esperlmenros en los que una pcnona 0 un o.nimaJ deben hal.lor
uno de lu puerus o venranos, a su vez, se subdivide en otros con6gunciooes una li¡¡uro ~ en un amrcxro más ompllo. La oonliguroci6n gálaa) puede
que puedeo seguirse b.sro eo sus m<!IOIU derolles. La ordcnoci6n por cap15 estar orgomudo de IDIIICrl rol que quiebre conexiones vitales en lo 6gura
de los niveles estrucrumles subrayo cierus relaciones e impide otns. La uni- que contiene, y un• algunos de los elementos de lo li¡¡uro am orros qnc per·
dad del conjunto DO se esroblece ....,.¡¡.,te relaciones de semejanza enrre, por teneczn al excerlor. Estas relaciones perceptuoles o menudo se forralcceo me-
c~plo, un factor amplio y dominante, y Otro factOr pequeiio e insignüi. diante conexiones funcionofes establecidas en el posado. Tombién ésw for-
canee; sólo un groduol descenso de lli.-el o lli\·el conduce del uno al orro, y man porte de lo imagen visual con que se cimenta el que debe .-.solver el
sólo mediance esro gamo indirecro y burocritica puede conrribuú lo seme- problema. Por ejemplo, Kilblcr mosrró que un chimpontt puede no lograr
jonu entre los clcmcnros ~.., disrontcS a lo unidad del conjunro. ver en lo rama de un átbol el polo que necesita pora olcanzar su alimcnro.
La solución de probleaw, en la percepción directa corno en rodo orro ~ este <UO lo conexi6o pcrceptual cnt.r e ramo y irbol, inherente al objero
<UO, hoce o menudo necesario bwar lo idencidod de los ckmenros cuya flstco, qucdt probablemenre fortalecida por lo experiencia previa del animal,

70 71
que bace que vea en las namu una parte de la operación de trep11r mientra.s janza, vale tambi~ para el coso del comraste. Aqul pueden servir de ejem-
que los palos utlllzaclos como instrumentos son objetos separados. Estas ex- plo las relAciones entre colores. Los colores en situación de proximidad ua-
periencias, sin embargo, no son adiciones a la ima~n vimol, sino que operan tan de rc!JCionarsc:. Cuando son semejantes tienden a asimilarse:, esto es, a
como partes de ella. Ver en la nam• dd 'rbol un anstrumento es pc:rttp!Ulll- reducir a un mlnimo la diferencia o • diminarla. Se puede ver un único color
mc:nte diferente a ~rla como pane dd úbol. homogineo m lugar de dos casi idb>ticos. Cuando la asimilación no es posi-
¿Cómo se: Ueva a abo un ambio de ~n de este tipo? Al~-~ ble, ambian en direcxión de la rdJCión oruú simple que su difercnci• oft=.
k hura conw.,plu la situación probiCIMua porque la mera consoderacion La tenckncia bocio la complementariedad se docribe gcnenlmc:rue corno d
de que cst4 delante de ll no desenadeoa los foctores que producen b solu- fenómeno dd •contraste de coloro. Los colores complemcnw:ios se comple-
ción. Tampoco se ruudve el problema mediante operaciones menrales que tan para constituir la luz blanca •total• y, al mismo riempo, se excluyen entre
suced.oo apme dd escudriñamiento perttprual. Más bien debe producirse un si y de esa manera difocren tonto como los cintes lo perrrúten. Tambi~ en
juq¡o =lproco entre la imagen de ls mera buscada {cN~to algo . sc:me- ate caso, como en el de la asimibció n, los colores participantes puulcn am-
janre a un palo•) y la de ls situación direcumente dada. BaJO b presión de biar su apariencia por ausa de la relación, y rc:sulra instructh-o ~r que
la imagen de ls mera, la siruJCión probletMtia se r=m>eiUIII peuep!Ulll- abandonan su propio simplicidad para incrementar la simpliádad de la ~­
mmte en: rama menos úbol i@\Ul a palo. IJCión entre dios. Bajo ls presión que los obliga al contrasr<., un rojo puro
Más adelAnte tendr¿ ocasión de mastn.r en qué enorme medida se ase- junto a un amarillo puro puede •-ol~rsc: pui'JliÚTI'O, mienUIS que d amarillo
meja este ruonamiento al tipo de solución de problemas que conduce al des- se: vuel••c \-e:rdoso. La pureza, que impide que los colores se rc!JCionen entre-
cubrimiento cientl6co. Bastar' aqul ton d siguienre e¡.,mplo. Experimenta- si, es socri6cada para hacer posible la relación de oposición y consumación.
mos los objetos sobre la Tictn como si tendieran aaiwmente Mcia abajo La confrontación puodc singulariur, ílumioar y puriJicar una canteteris-
por ausa de un poder que les es inherente, poder que percibimos por los tia particular. Dos fomosos b.rtkll dd poeta joponés Basbo describen cómo
sentidos como lo que Uamamos peso. Es dificil percibirlos como si ls Tierra d silencio se agudizo en contraSte con un ruido. Uno de dios puede tradu-
los atrajers, porque no hay experiencia ~sorial que sugiera esto in~erpreta­ cirse dd modo siguiente:
ción. (Micbotte. en sus experiencias sobre la pcr<'Cpción de la causalidad, DO
logró obtener una disposición de objetos móviles que diera la impresión de EJ viejo e~tanque ;
que un objeto era aualdo por ouo.) Y, si.n embarll'?, es posible ':"nsfo?"ar Aha la n.na
la experiencia pcrceptual de un peso acuvomente unpulsado hiJOJi abaJO Y sonido del agua.
móvil en una experiencia igualmente pcrceptual dd objeto en la que l!ste es
atraldo pasivame.ote hacia abajo. Para que se lleve o cabo ':""' reestrucrura- El poema sugiere que d coricter del Citonquc ..Sio se revela verdadera-
ción es necesario dejar que la imagen de lo meto de utro.<:Ción se ponga en mente • los sentidos a través de una momentánea inrerrupción de su intempo-
contliCtO ron la situación concrctomente percibida. Esta trans.formación per- ral tranquilidad. El otro baiku dice:
ceptual de una experiencia común est4 presente en lo sostenido por Ne"non,
a sober. que d peso es un efecto de la gravitación; y sin experimentar esm Quietud:
ttlliUÍormliCión a travl!s de sus propios sentidos, no puede decirse que ningún las voces de lo longosta
estudiante haya absorbido verdaderamente la teorfa. horodon la roa.

Las experiencias inr!ditas de una discJpula mio, Miss Anne ~den Brookc,
El tlfJil'tUIIimto 4/tCI• 11 lol foctoru fJil'ltC1ptJ1tltl indican huta qu~ punto la pcrecpeión de una configuración visuol compleja
puede ser modi6ad• por la presencia de una segunda cocúiguración. Se les
las rc!JCiones e<me elementos del ampo pcrttptual son rara vez, si es que pidió a los observadores dd experimento que describieran sus impresiones
Uogon a serlo, ton simples como los modcloo de asodJCión de la rcoria uadi- sobre dos pinturas de muy cbferente estilo que se exlu'blan uno junto • b
áonal .cñalada. La mera sc:mejarru constituye un vfnculo fue= ..Sio si lo otro. Oespuó, una de ellos se reempluó por ouo cuadro, y se observaron los
a]lO)·a la estructura del medio; y la relación no deja inalterados los fActores, cambios que resultaron a ralz de la nueva combinJCión en d cuadro que habla
sino que a menudo los modifioo intensamente. Lo que se alirrm de b sc:me- quedado. Estos eambios pueden ser notablemente inrensos y a menudo con-

7J
rftmico volverse, pasa a primer plano en IU pureza, tranSmiúcndo un sabor
duceo a la cllitorsión, pues lu dos obras no estaban heclw para estar la uno de naturaleza elemental a las péginas del libro y de inrcligibilidad a las ow
junto a la orn. En uno de los crperimentos se colocó una pinruno de Rem- del mar.
bandt, la del jinete polaco sobre un abollo blanco y ante un telón de rocas La relaci6n, puer, lejos de dejar inuoaos los factores relacionados aa6a
patdu, junto al PoiJ4J< eon pmJa. de Jean Dubu!fet. En el Dubuffet, una como. un.a condición . del contexto total, cuyos factores son partes, y produce
masa igualmcnrc parda y tetturada cubre gnn parrc de la tda, salvo el úea cambtos que armocuzan con la <struetura de ese conteXto. Los colores en
superior, doode se posa el ave. La similitud de w dos amplw úeas patdu particular, nunca se ven aislados; son tan desconcerumrcmcnte variables~
le dio al fondo de la pintura de Rembrandt una nucvs e inadccu.d. impor· para justificar una curiosa obscrvaci6n escrita por Goetbe cuando éste re&.
wxia. Al mismo tiempo, esta misma relación aummuba la profundidad m= xion.aba sobre la tcoria del color:
la figura en primer tbmino del jinete y el tcl6n de fondo, que parecb dema·
si.do alejado en <Ontrute con •u conrnparte en la pintura de DubuHct, m b Lo cromático tiene una cxtraila c!nplicidoc! y, si entre II050DOS te per·
que la masa tcxturada Uenaba el plano frontal llan•I!!C'!\rc. Cuando se rc<m- mitc este fct:tauajc, una especie de cloblc: hcrmafroc!itismo am cxmliia
pl.m el Dubuffet por una gran s-Jlina móvil de O>agall, súbitamente se puso ~que ~·· mezcla, nan:rali:a1 anula, ecdu:n, y,· ~, una
de relieve el movimiento del eabe1lo en el Rembandt y, al mismo til!lllpo, d ~ ~ 1e UD~ • loo cfonos 6sio~óciooo. patol6gjcos y cstéúcoo,
rcl6n de fondo sufrió un dcsvanccimiento. De igual modo, una pintura su- ~ lli"C ~mclo cstr~ra a clcspedlo de .....tiar una larga familia.
mamente estilizada de Karel Appd hizo que un cuadro de Modigliani resulta- ndad. Y. 1111 cmbt!JO, cs IICm!= 1111 sust111cial, tan material, que uno no
n realista, micntru que: d minno Modigliani apar«:ió repentinamente chato 11bc c¡ul pemar de B .
aw>do se lo c:oloc6 junto a un re<rato de Cb.anne. Estos últimos ejemplos
dcjm ver que: w expcrialcias t~bi6! demostnban d efecto distorsiooanre Este carictcr evasivo no es tanto una particularidad de la pocq¡óón
de la perspectiva histórica en !u anes, por el cual una obra del pasado se ve como una ~ctcrlstica de la cognición en sencral. El privilegio de observad~
desde el punto de vista de un estilo del presente, o viceversa. tndo en rdiClón clcva la comprensión • más altos niveles de complejidad y
En estos ejemplos, una c:onfrontaeión arbitraria deformaba los dos com- validez pero, al mismo tiempo, expone al observador a una infinidad de ro-
poncntCI dd par. lnverumente, puede demonrarse cómo una porción de una n_cx.ioncs posibles. Le impone la tarea de distinguir en= w rcladones pct·
pintura puc:de desfigurarse al .u aí>lada del resto de la obra y cómo adquiere uncntes Y las que no lo son, y de observar cuidadosameme los efectos recf.
su verdadera forma cuando se restaura el contexto. p~ _que las rosas tienen en! re d. La crperienci• indica que es más bici!
En realidad, las expcrtendaJ de Miss Brooke tenlan por objeto ilnstnJ descrtbor [actot"CI en comparacoón con otros que en si mismos. Esto <s as!
el mecanismo psicológico sobre el que se basan lu metiforas en literarnra. porque la con[rontodón subrayo las dimensiones por las cuales los factores
En este caso el apareamiento de dos imigenes pone de relieve una caractc· pueden ?'mpara~ entre s~, y de ese modo, agudiza la percepción de esas ca-
ústica común y, de esa manera, lleva a cabo una abStracción perceptual sin racterút.ooas po~u.culores. Son embargo, d procedimiento tiene sus riesgos. Es
abaodon.ar el contexto del que la característica >ingularizada recibe la vida. m~ filcil ~ob1r • los .Eitados Unidos companindolos con China que en si
Por ejemplo, la poetisa Denise Lcvcrtov dice a su lector: miSmos, SJ_D es# refereocoa; pero la comparación pone de relieve canctcrfsti·
cas m_uy doferentcs ~e lu que se obtcndrt.n, por ejemplo, mediante una corn-
and u you rcad parooón con Franca, y es por tonto arbirrario.
thc aca iJ tuming its c!ark f"l&CC,
tUJnin.g Algunos de los efectos modifiaontes de la relación pueden tener lugar a
Íll dark pago~ .• un nivel ruiol6gico muy elemental. Esto puede ser válido, por ejemplo, en d
~ del contraste de colores. Pero, romo señal~ al comienzo de este libro,
El movimiento de wolu y el \"Oivcr w
piginu no pueden captarse m no mtucsa, poro lo que soste.ngo, • qué nivel del proceso perceprnol time
una situaci6o, perceptuol unnarit. La confront.OCSn, no obstante, ejuce una lugar una openoció~: A cualquier nivel, la pm:epción rompreode operaci~
prm6o en dirección de la rdaci6D, y baío esta presión d elemento común, el ~ de una compleJidad <structural semejante a la de la ronduaa coj¡nos-
ouva en genual.
P~wcmc ahora dat algunos ejemplos de rcladoocs enttt las formas.
• , .....,.,. loes 1 d .... '1\ad~ .... """"" - 1 .....m: 1 .... pó¡inas _,. openalmcnte folllDS linx!trio11. La intCD$& conexión que une wpanes ro-
.... [T.]
1U$pondicntes de UDI ronliguración simérrica se ptodu~ porque esas par· Kohlcr y Wall.ch, la mitad izquierdo dd n:cúngulo se red~ y compenso de
tes son de forma id6Júc:a. pero se opoom m ruanto a oricntlción esplciaL ese modo su rdaci6n asiJnroú::a ron d clrrulo, Esto tiene por resultado un
A ln\'6; de esta oposición Josrm wu roWidad mis intonsamcnte unüicada, mejor equilibrio entre las dos masas. De monera semejante, en la Figura 7 d
La coherencia de una toWidacl de este tipo ... partirul•rmcne vigorosa cuando ruadrado obandooa su propia figura regular y Je redUtt hocia la izquimla, con-
se obtiene reproduciendo <"Specubrmente unidades que, de por sl, son Un- trabalaneeondo así la oblicuidad de los dos lados dd ioplo; esra distorsión se
gulares e inaubles, de la mimts manen que dos madu de color comple- aproxima a la simettla dd eonjunto tan estn:dumente romo lo permite d es-
mentoriu dan por resultado una inten~ unión. Dos lineas obliruu (Fig. ,,.¡ dmulo, mú bien vigoroso. En muclw otras de las U.madas ilusiones ópúQIS
se apoyan mutuamente ruando son colocO<Iu de modo sim~trko. Adcnús, de: pueden observatse efectos de <"Sta naruralc:u.

monera semejante • lo que señalé en d caso dd rolor, un• forn>2 puede abon-
donn su propia est•bilidad ron objeto de a<bpttrse a un todo estoble: en
l• Figura 5b. la l!nea de la dercch2 tiende • obandnnor su verticalidacl paro Figun 7
abnur uno posición simétrict respecro de la llnet de la izquierdo, En espt·
riendu en lu que las formu Je adaptan mutuamente ruando son peróbidas En un sentido más amplio, la simetrfa no es sino un aso especial de ajUSle,
en suet>Jón ( •figura de forrnoción uherio,..) o simuh4nea~te, se bao: evi· la mutua adecuación obtenido por el apareamiento de cosu que c:onstituyen jun-
dente una disponibilidod semejante, Por ejemplo, en la Figura 6, tomada de ••s un todo bien organindo. La ronvaidad se tjusto a la oonavidod, la llnve
al ojo de lo cemdura, y, en la lóbulo narrodo por AriStófanes, el ltlllcho y la
hembra onhelan restaurar la totalidad esf~rica del euerpo humano original.
A menudo los problemu se plantean perceptualmente romo oigo que «npa·
renta ser incompleto• y la solución puede hallarse ruando l• siruaci6n apunto
1 J. oonsu011ción. Por ejemplo, en las ocperiendas de KObler, el chimpancé
adviene que dos cañu de b!mbú de diferente di4meuo encajan entre si tan
pronto su posic:i6n sugiete una dirarión visual direc:ta (rtg. 8}. ·

Figura 6
Figun 8

76 71
B:lsiouncntc, pu<S, lu cosas se rdodo!llln corre si por QJimilllCÍón o por determinada edad, y a la forma en o<n. ~ sabe que los niños clútingueo for·
conrrns<e y, a menudo, por una comblnnci6n de ambas c:osas. La o<imilllCÍón mas con bastanre corrección oun en los primeros meses de vido, y que se
<S probablc'IDmte la condición primordial. La homogeneidad pre>'lliece a no interesan m4s por ciertas clases ele figuras que por Oll'll1; por ejemplo, minio
ser que un .súmulo lo basrante intenJO quiebre el campo en unid.des sépa- mú prolong.danienre la$ figuras sujetas a pautas que oqueUas que no lo esrin.
ncbs, C'Omo ocurre cuando se ve un objrro rojo sobre un fondo verde, o Lo que interesa para mis presentes fines es que la visión oo ICOSrumbra 1
cuando una clúrancia espacial sq>&ra la$ partes del campo o cuando un objeto consi$tir en el registro mecánico de las formas y los colores que se presentan
se tl'li1Llda a tra<~ de un modio móvil. La scp:~ración por d.ilerencit se im- an<e Lt vism del obocrvodor, ni en la primera confronuoci6n al iniciarse los ex·
pone tambibl cuando d observador debe d<t~ir entre elementOS dados. Los pcrimcoros, ni tampoco m las fases pooteriores.
psk6logo$ esrudiaron esta oondición m los Uamados experimentos de dis-
aiminxión.
Lt ~~pa611 C011fp.2Ttl

Es probable que domine b uniformidad gmeral de b paum ronnada por


um pareja hasta que b siruación exija la clistindón. Esto sucede cmndo el
En esros <Xp<rimenros se cm<ña a un animal o a una ¡><nona cuil ele dos observador od,.¡cne que una de bs dos figuras es •correa.t~• y b otta cert"a-
estímulos simples, por ejemplo. dos configuraciones geomo!tricas, está \'inco- da•. por ejemplo, cuando se r<C"Omprnsa la elección de una de ~las. Ante b
bda con una r<C"Ompcma Dado que no m5te oonexión sensible corre el signo pcrxpccúva de la recompen,., la visión~~ pauta o con~ón ~un
vUual y b r<C"Omprnsa, b tarea carece intdectualmentc de in~. •unque rodo unificado es recmplarada por una VISIÓn ele un• p:arqa alt..-nva. La
desde el punto de visra pJictico reaulra convenienrc. Lo mú.i mo que la rara, perttpción deja ele captar la similirud pon captar la distinción. ~ hace pre-
el mono o el JCr humano pueden hacer, es averiguar, m«<wue experiencias sente b clifen:nciación porque !1 situación lo exige.
reperidas, ~ figura es la a=uda. Las expcricnciu muestran hasta qué pon- Durante el tprcndiuje, los rasgoa disrinrivos de las conliguraciones del
ro se manifiesta la inteligencia perttptual aun en condiciones desfavorables. rcst pasan a primer t~rmino. La diferencia puede ser ele malidad o de ~·
Lo que ven los animales sólo puede inlerirse a partir de lo que boceo o Si es de grado, como el tamaño o b intensidad, por ejemplo, al aprendiza¡• le
por analogía con la experiencia humana, Cuando un observador se enfrenra arañe, de manera tlpiea, J. relación con los estlmulos antes que C'Oo sus mag-
con los dos esdmulns de un ~p<rimento de discriminación, es prob:tblc que nirudes abJOiur... El observador, ya sea animo! o humano, aprende a selec-
vea una con6guraci6n banante unitaria subdividida de forma mis o menos cionar el mayor de dos ~;~maiios o el mis oscuro entre dos grises. Dentt~. de
clara en una parejo de elementos aproximadamente simétricos. La poco subra- ciertos limites, no le alecra la tronspnsición del p2r de valores • una pos1ción
yoda diferencia entre ombns elementos es espednlmenre probable cuando la mis elevada o mds boja en la escala; y el inrcrvalo entre los dos volores pue-
experiencia pasada no ororga si~nilic~Kión particular • los dos formas y, por de esrrecharJC o extenderse. De mnnem scmejonte, cuando U. diferencio es de
tanto. ~ras se unen por ser ambas nuevu. Las configuraciones del rcsr pue. cualidad -rojo junto ol vordc o un rrlllngulo junto • un circulo-, el apren·
den desrocarse del fondo con moyor o menor claridod. ~ sabe que la di$tin- clizaje no se refiere estrecho y mecánicamente ol m•tir especifico de verde o
ci6n enrre figura y fondo es lundamenrol; es mds elrmcnral que la per~pci6n a la forma particular del trillngulo. Lo que se •prendo es lo diferencia entre
de la forma. Cu4n esrrechamcnre relncionodas oparecer4n las dos con6gun~­ el cadctcr ele rojo y el canlcter de verde, entre rriangubtidad y circularidad.
ciones depender& de lo cerea que se encuentren entre si, de lo que se asemejen Desde el punto de vista cognirivo, esro significa que la distinción ~gida por
objcriv=nre y de hasta qU4! punto se percibo es3 scmejonza. la rarea se mant.icnc a un ni•el ran gen&ioo oomo la rarea lo permne. Esto es
Que el observador le preste arención •l conjumo anres que a bs panes exacumcnt~ lo coolt'lrio de un rcgiJiro mecñniro de los valores del esrúnulo.
de la pauta o no, depende de tircun<randas sobre bs que di!lálmente se pue- En experioncias sobre •cquívalenda de estimulas• o •gcoeralizn~ ~
de generalizar. Aclemá, las difen:tlCW individuales inlluir4n en el número de estímulos• se obtidlc la pruebo de csra econom!a inreligenre en el aprenclizo¡e
aspectos de la forma y el color que se capten 1 en el peso que asuma cada perceprual. En esre caso el aprcndiz:Jjc debe l.ft~erirse a clif~tes con·
uno de los aspectos en el conjunto. Se sabe que los animales muestran prefe. juntos de formas o colores que se asemejan de olgun ~ al onginal. Por
rcncias a esrc respec<o de acuerdo con su especie, y los esrudios reala.dos ejemplo, si una penooo o animal sometido al tes~ o¡m:ndió ~ ~ un cucu-
sobre niños indican que ~ros responden más inrCr~saJDttte al color en una lo con preferencia o otra 6gurs, ¿tran.Ceriri el su¡no esto acliesr:rmuenro a"""

78 79
elipse? Si lo hace, se muesa"' capaz de abstroer los rosgos que les figuras re- ción de la forma, que ver un objeto es si<rnpre hacer una abstncción, pues
doodacbs tienen en común d., aqudlos por los cuoles difieren. Esto requi= ver consiste en la captación de! los rasgos estructurales uús que en el regi.nro
l• doble h.abilid.d de! descubrir las cuolidodn comunes eseociales y d<jar de indiscrimio3do de los ckW!es. Qui rasgos se capten d<!peodcri cid observa-
L1do las que no tienen pertineoci. al¡uoa. No ver la sernejiiD2ll entre dos co- dor, pero rambim de! b silllllción estimulante total Una figuno percibida en
us o no odmiót:la porque les dos CO$&S no son compl<!ttmente iclbnic:u 1""'- comparación con otra, por <jomplo, puede! resultar difen:nte de lo que pare-
de ser un sfnaoma de inteligencia limitada. culo por si mismo .
Las diferentes criotunu vorlon respecto a lo que son capaces de -y están tQué sucede con los attibutos de lo configuttción de adiestramiento que
dispucsw a- iorep~r como semejfllZJI. Si se adiestra uot rata ron una foi'III2 DO son utilizables patll la abstrteeión o que &tt DO uriliz.l? El anitml puede!
trimgular negra y .., le prescnra luego el mero rontomo de! un triángulo, wci· comporune en sus respucmas como si oo estuvieran presentes en absoluto.
lani m un principio, indicando que pem'lx b diferencia C!ntre lo que! apren- Tómense los siguientes dos ejemplos de las experiencias U""odas a cabo por
dió y lo que! ve ahora. Pero la semejanza de forma tenderá a producir la Lashley. Uoa nota aprende a de¡¡ir siompre el mb grande entro dos citculos
transf=ncia. Cuando se le propone la elección entre Otra! formas, un par de m1Íngulos
Oe:spu& de todo, el contorno del triíogulo esuba idinticamente presente por ejemplo, volveri a elegir coherentemente el mis gnnd<!. Esto sugiere que
en ambos casos. Sin ombargo, no dC!be ent<nderse que este ejemplo significa b rota hizo su aprendizaje! con inteligencia. Si bubim~ aprendido mttínica·
que la trtzufereocia es necesariamente más sencilla cuando las dos configura- mente a base de! tnotar todos los atributos de! las dos c:onfiguracioae como si
ciones en euestióa contimen el nsgo critico aacwneoae en la misma forma. hubieran sido igutlmenl<! necesarias para la solución de! b lln:t, b rransfe·
Lo mú importante es el grado de facilidad o di6cuhad para [<COnOOI:r el ras- renda habrio resul1ado imposible. En lugar de! ello se concentró en el rasgo
go erltico dentro de su contexto. Me rof<rl ana.,riormenae a experimentos que del tamaño, lo que determinó la discriminación. La rata, si el periodo de
prud>an lo que todo arcistt sabe por experiencia, esto es, que uno forma dada adiestramiento "' seguido de un test en el que dC!be discriminar entre un
puede! ser tbsorbida o desmembracb por b "'tructura de! b ronfigwaci6n cit- drculo y ow forma de! igual supe~. DO muestra preferencúl inicial a4;una
cuodaote de! modo w que sólo puede disremirse ron gran dificulttd, mi«>· por d c!tculo. Se compom como si nada hubiera t<:nido que ver con cúrulos
tras que puede d<!stecarse fácilmente de lo que la circunda cuando su "''ruc· anteriormerne:.
tUill es relativamente independiente de lo del medio en el que esti ernplauda. En otra experiencia se aditstto a un grupo de! rotas paro que elijao un
Ademú, cuando el rasgo común esenci•l tiene una ubicación y una función circulo blonco de S cm de! dlimetro sobre una wje11 negra y la distingan de
muy diferentes en los dos contextOS que ban d., comperuse --<lWido ~ una tarjeta toWmenle negra. Otro grupo recibe d mismo adiestramiento con
miot m uno de! dios. pero""" subordioado m d o~. puede! resultar di· un drculo de! 8 cm. Si dC!spu& dd adie:sttamieoto se les propont a los animt·
fícil descubrirlo oun cuondo tenga e><aetamente la misma forma y se d<!s11que les que escojao un drculo de 8 an y rechacen otro de 5 cm, a los dd segundo
basttnte bien de lo qu" lo circunda . La vacilación dd animal nos rC!CUerda que grupo la <an:a les aendria que bab<r resultodo mlis f&cil si hubieron tenido la
no puede decirse que el mismo d.,~ue en los dos contextos dlnlntos sea ventoja de tener siem¡¡>re QUe! c:s<loger un circulo de ese tamaño absoluto. En·
psicológicamente idintico. are ambos grupos DO .., d<!seubre semejaoae diferencia.
En muchos experimentos, los elementos sobn: los que la abstracción se Qui:ú los animales m realidad sólo advirtieron los rasgos necesarios para
basa difieren coosiderablemcnte entre si. Cu:mdo se oditstrt • um rata pan b dlscrimintcióo, o bim olvidaron rodos los otroS. Pero es11 DO es la única
que distinga entre franjas horizontales y franjes vetcieal.., respondcr4 a la di- expUC!tción posible. Un sujero humano, al n:accionar de modo similtt, hubiera
ferencia entre horizonttlidad y verticalidad aun si les dir<eciones espaciales podido rocordar no obsmote, la redond~ de las figuras de adiestramiento en
<Stin representados sólo por hileras de! dos o tres puntos cada una. En pala- la primera experiencia y el tamaño apmxim•do del círculo de! adiestramiento
bras de Ktrl Lasbky; •I.Ds araa=s diferenciadores son si<rnpre absu'JCcio- en b segunda. La tarta ck adiestnomienm puede! estabkoer una jerarquía pet·
nes de! relaciones gene:rales que subsisten entre las figuras y DO pueden descri- reprual de! rasgos que distinga mtre lo que! ea predominante y lo que tare«
btrse eo tirtninos de! ningún demento obj<!th-o concreto de! bs situaciones es- de! pertinencia. A al¡unos tliSgDS no se les ororga pertinmcia y, por tanto, no
timubntts•. Esto plantea el problema de quE percibe de hecho el animal si pueden ser elegibles en la wca de prueba.
no ve •ningún demento objetivo concreto ck las situ1ciones estimulantes•. Cuando para la solución de lo torca es miliuble más de un rasgo, el ani·
tCómo se petet'\x una relación abstractt? El problen>a resulta en m.lidad des- mal puede! proceder de! acuerdo coa las prderencies de! su tspecie. «Si se
rontttwne a oo su que se consid=, como lo bice )"O al analizar la perrep- aditstra a un moDO pent que elija un gran círculo rojo y evite un dtrulo verde!

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peque6o, .J~giri babitmlmcnte CU2lquiu objeto rojo y evitará nalquin ob- los, se cnfrcntan~ mn un rotdro en el que las 6guras oc agruparan tJian.
¡eto verde, pao cuando se le ¡msmun drculoo &: cksiguol !amaDo ~ iguol gularmente sqún el estilo del Renacimiento. A DO ser que estuviera iniciado
rolor sus el«ciooes scdn al azar», IIUDCJilC' sea pet{ectamcnte capu &: apren- en los rc:finamientos &: la oprcciac:ión artlstic:a, la acumulación de las 6guras
' .
der a disaimínor loo drculoo pm su tamaño. rcnacenU.tu puc&: no constituir para 8 un conjunto triangulas. Tal seña el
cuot cierc.amaue, para un niño de dos años.
El hecho de extraer un clcmmw particular de una con6guraci6n mues-
¿Q11I cosu ruulttllf igllllksi' tra que lo inteligencia interviene en la pcrcqxión misma. Muy en general, b
inteligencia consiste a menudo en la habilidad de descubrir un rasgo oculto
Hay l!mttes más aUá de los cuales oo se puede prolongar el alcance de = o una relac:i6n disimulado en un contexto adverso. Se trata de una h•bilidad
abotracción. Un chimpana! al que se haya adiemodo para escoger un uián· que puede llevar a importantes descubrimiento•. Al mismo tiempo, la resis-
gulo blanco sobre un fondo negro, oo rcoc:cionanl po$itivomente ante una tencia del contexto a una operación semejante plantea un problema peculiar.
disposición tritn¡¡ular de seis cúculos bloncos sobre un fondo negro, aun Dcspu~s de todo, la advencncia de que •no se deben ronsidullf las cosas
cuando se mantenga igual c:l wruúio de las dos figuras ( Fig. 9). Pero un niño fuera de rontcxto• está plena de buen sentido. El aislamiento puede faJsifi.
de dos años puede hocu la rraosfcrcncia. Es fácil ver por qu~ c:l chimpancé carlas, distorsionarlas y aun destruirlas. En el mejor de los casos, pueden
cambiar. Se pLantea el siguiente y curioso interrogante ¿hu"' qué punto es
desctble poder Uevar a cabo esru e><traocioncs?
Considhcnsc las diúodtadcs que surgen para loo •ujetos en loo cxperi.


mcntos sobre la equivalencia de estímulos cuando la coafigunoción del tesr ''3-
rút respecto &: la cid cntrenomiento en cuanto a •u orientación en el espacio.
Un chimpena! o un niño de dos años acq>ttn un tri"'aWo que dcsonsa so-

••
bre uno &: sus 'oéniccs como el equivalente de un trüngulo que desama
sobre su base, pero DO bacm lo mismo una 1'11!.0 o una gallina. Incluso una
peno,. adult.a, capaz de Uevar • cabo tal rransfercncia. advertirá DO obstante
un cambio cldiniúvo &: cacáctcr y estruCtUro cuando u posición en despacio

••• de una 6gura se altera. Por arra panc, es bien sabido el hecho de que los
niiios que no ti~:JXD todovút cinco años no enderezan las figuras que pueden
estar sosteniendo del rc.-6, y reconocen los ob¡etos que se encuentran en una
posición anormal con más facilidad que los adultos. KOhler comen~ .En este
sentido son capaces de más altos logros que nosotros•. Pero unas pocas pági·
nas m's ad.Jante desaprueba la opinión según lo cual uno de los romponen-
tiene clilicultadcs en rttlizu la tarea. El uüngulo no se presenta ap!Jcir. tcs nccesarioo de la percepción de la forma es la capacidad de rccoooett una
mente mediante el contoroo, sino que queda indicado solamente a rravh de figura independientemente de su orientación en c:l espacio: •Evidentemente:,
lo disposición de los drculoo blana>s. La disW>cia entre loo c!rculos debe desde este punto de vista, la pcrttpción de la forma entre Jos adultos seña
agregan<: . En principio, estO DO ex..&: la capacidad do: UD anlmaJ. Mencioné sorprendentemente inferior a la de Jos niños•.
que incluso uoa rat.a rcspoo&: a la borimntalkbd o la ,•ctticalidad &: un par Probablemente d niño no abousc en realidad una forma del mntcxto de la
&: puntos. Pero aparcnterocotc:, cumdo las sds cimmf=ncias están ~ oricnt.aci6o cspac:ial. Este conte><to, ya - &: naturalcaa psicológica o 6sioJó.
gulannerue c!istriÍ.uidas &: modo que los intcr.'tlos a lo Jarao dc:l COOtOmO gica, puede no scrl< ac:ccsib!e todavía en las imágenes. En este scnúdo es
sean iguol a los intert1Cl5, la triangulañ<bd del conjunto no puc&: imp<>nbsc· inferior a la rata o la paloms maduras, que han adquirido ese conrato aun-
le sulicientemcnte a un chimpancé. La tutocontinente fonna circular &: ada que no puedan abouur de 4 La orientación espacial es una cucsú6n &: im-
uoo de los chscos subraya el otrÍcta poco coherente de las unidades SCP"· porllliCÍ.I biol6gica furxlamrntal. Corno vivtmos en un campo gravitacional
radas y cerradas de La =Wguración. Un sujeto humano adulto podrla b. intcnso, reconocemos la rcloci6n de un objeto con la dimensión del artib..
lLn...: en una situación similas CU2ado, preparado pera la busca de rriángu· abaío coloo un aspecto vital de su runuralcaa. Un hombre erguido sobre su

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cabeza es una criatura muy diferente de la que se encuenuo en la posición males eon d ubj.,to de probor que &tos no son capoces de 1'11200llr. Todo lo que
m's ortodou; y si el prime.r o no pudiera distinguir la diferencil, se encon- los animales pueden huccr, sosrenlt Thorndike, es deambular ciegamente a tra·
uarla en una •iruoción muy clesventljosa. La falta de peso se percibe como v& dc: una serie de posibles rucciones hosta trop«zar con la que ubúcne éxito.
una amenaza a la seguridad d" la orientación habitual; y quizás el exp«ri· Cmntp ma)'Or sea la frecuencia, con que ocurre la reacción que obtiene éxi-
mento qu" mosuó que el pulpo -animal adaptado al agu.a, esto es, a un ro, tanto más fkilmc,nte se conectari en el cerebro del animal coo la siruoción
medio de pruión sravirocional ...duácla- ocepta como equivalentes tri:íngu. problemático . Esta asocioción no es mú inteligcnre que el eomportamiento del
loo, aunque hayan sido rotodos en el espacio, tien« una mJis amplia signifi. agua de la lluvia que, coda Vtt mis filcilmenre, mue por la zanja mis y más
eoción. profundo. No bay comprensión alguno, dijo Thomclih. La compur.adon di6ere
S.CU al¡o de su contexto signi6a ignorar UD up«to imporunte de su de la conducta de los animales hipotéticos de Thomdike porque attaviesa mc-
natunlcza. En este sentido la inapocidad (¿o debemos decir la negoción?) clniOLO:JeDte el entero eonjunto de casos a los que se c:ncucntn expuesta, mien-
que tienen la paloma o la rata de ignonr un cambio en la orientoción c:opa- tras que los animales se limitan o pruebas azarosas y OP"ffD mJis knt•xncnte.
cial, tiene sus miritos rognosciti•'OS. Por otn pGrte, de la hsbilidad pan loa- Pero el veredicto es el mismo.
lizar semej1111DS a P"''' de las diferencias de contexto pueden derh11Tse pro- No es oecesario JUbnyar aqu( la enorme utilidad priaica de las compu·
gresos y beodiáos. tadoros.. Pero atribuirle inteligencia a la máquina es quedar dcJ:mtodo en una
eomp«tencia en la cual no lieoe prerensión alguna de inreroenir. ¿En qué ron-
sisee, pues, la diferencia entre la computadora de hoy y un ser inteligente? En
que se puede lograr que la compuradora vea, p«ro que no perciba. Lo que im-
porta aqu[ no es que la computadora eare:la de conciencia, sino qae, basto
En los tests de inreligcncia se uúlizan a menudo los problemas de malo- ahora, sea inapar de uno captoci6n esponránea de ronfigurociones, y esm ea-
gil porque w op«TTICiooes rognoscidvu desplegadas en la P"fC"(XÍÓn visual, pocidad es esencial pGTO la p«rcepci6n y la inteligencia.
cuando una penona descubre analogfas entre mn6guracionc::s, constituyen sin Una 6gura geométrica de la especie utiliz:ada en los rests por analogla puede
lugar o dudas una mnducta inreligente. Esto resulra parúculormenre daro si someterse a una compuradoro, por ejemplo, mediante una tablilla sobre la que
uno compara d proeedimienro de uno P"fSSDD eorriente ante tests semejantes queda trazado el dibujo adecuado eon un punzón. Paro que: el dibujo se aju&te
con el modo en que uno mfquino emprende la mismo rarea. Los problemas al proe<:samic:nto, se frasmentt en un mosaico de uozos puntuales. Esto se ...,..
de analogfa asumen la forma •iguiente: dados dol eon6gurodones, A y B, meja mucho a lo que la retina del ojo hucc con d marcrial del estimulo. Pero
¿puede usted sel«eionor de enrre un grupo de eonfigurociones O,, 0,, D,, la la analogla .., detiene aqul, pues lo fase decisiva del procesamiento visual tiene
que se relaciona con C como 8 se relociona eon A? Pues ro que es posible lugu • nivel del sistema nervioso que, seo cual fuere su naruralezo fisiológja
lograr que las computodol'lls resuelvan problemas Kmejnnres, se les hu atri· preci.sll, debe funcion11r como «CDmpo• , esto es, dt~ permitir una libre inL«·
buido pródigam«nre una cinrcligcncia arúfocial•. Pero no todo problema que acción entre las fuenu generales y movilizados por la situación. En tales eon-
la inteligencia resuelve puede ser resueho únicamenre por lo imeligencia. La diciones, el moterial del estimulo $e o rgani:tllrá espontáneamente de acuerdo
inteligencia es UD rasgo del proceso mental, y queda justlfiado decir que un con la paura general mú simple que se odapre • 8, y esta captación de los
descubrimiento es intdigente ,¡ centmos razones para. ~ que se llevó a rosgos estru~runoles eonsútuye el prerrcqui<iro fundamental de lo p«rcep«ión y
abo por una esp«cie porúcular de procedimiento, a sober, por una eompren- de cualquier otro conducta inteligente. La psíeologla de la Gesrah llama a este
sión de los rosgos estructurales pertinenres en lo situación problem:ida dada. proccdimienro el enfoque «desde •rribao, esto es, desde el todo • sus partes
El proeedimieoro de la compuradoro no puede ser ll•modo inreligcnte a no romtituyentes.
ser que estemos dispuestos, ron clespreocupGdo op«racionalismo, a definir los L11 eomputodora actual, en cambio, procede •desde abajo•. Comienza por
procesos mentales por su resultado exterior o a menos que la noción utili:z2- los elementos y, a P"''r de todas las mmbinacio.nes que puede producir, nunca
do de cómo funciona la iordisenci• sea ran mecanicisra que el rompona- va mú .U4 de: cllos. Ademlls, todo lo que puede domos sobre ado uno
miento de la computadora se adecue de hecho o la descripción. de los elementos es una información de: naturalezo binaña. Puede decir sl o
Rauha embarazooo comprobar que el proeedimien10 de resolución de: pro- no, presente o ausente, negro o blanco, cualquior oua signi6ación que ...:ojo-
blomu mnsidcrado hoy inteligcnre en las compuradoras es, cscnci•lmente, el mas atrt'buirle a sus alternativos. Un ejemplo de Marvin L. Minsky puede
mismo que el psicólogo Edword L. Thomdíke atrib<ryó hacia 1890 a los ani- ilusuar cuio filcilrnenre puede pasorse por al{o esta limitoción. Minsky desea

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mostnr que la computadora e-'' dotada de un cpoder de nzon•mimto• que resolveclsin !alto tocla tarea en la que d principio csrruCltlral • spliaar pueda
ha capacita para «I'UODO«r un aspecto global de la sitwci6ruo. La computodon reducirse • un aiterio mcdnico.
es apez de describir la Figun1 10.., c:omo uno combiJW:ión de un cuoclrodo y un La difuencilo entre la percepción intelill"fite y Lo conducta de la compu-
triín¡ulo. Panu:da en verdad que la mllquín2 fuera apa:z de organizoción
tadora resulta todavl• mú fu~ntal si td\·ertimos que b !Mquin, no
pcrceptual. El rqistro puramente mcdnico podda describir la figura romo un puede aptar directamente ni siquiera propiedldes f~cmales ~ d. aricter
grupo de diez r=u y un procesamiento igualmente mecánico produciri cusl- de recto o de cerrado, sino que 61w deben rcduruse a cocnbUIIClODCS ~
quier combimoclón de . - <lemcntOJ que .., le exija. La Figun lOb es om de unidades puntuales. Para ilustrar esto, me refWri una Vtt más al nxnnoa·
tales posibles combinacioocs. La Figura lOe es otra. Sin embargo, la máqaino miento de UDI conliguraci6n por una rMquin,. Puede lograrse que UDI compu-
no tient: preferencia por ninguna de csw versiones, a no ..,. que d operador
l*lon rcsporxl• • ras¡oo estructurab báieos de letras o números y desddie
se la imponp. Se le puede eti(X)mendar a la mllquiM, por ejemplo, que di- orns propiedodes carentes de pertinencia de In fonnu individuales. Pero no
sudva la conligunción m un número mlnimo de figuras eerrodu¡ m ese caso lo hace procediendo edesde amo... esto es, comparu>do d esqueleto estroe·
produciri la F"o¡¡ura !Oc. Si .., le eti(X)mieod. que desmmtde d diseiio en un tura1 de UDI letra dada con d de su fonna normati\'2 y eocontrindolos sufi.
número mlnimo de IJncas rccus, n~~CV~mtnte la F"o¡¡ura lOe seri d resull*lo. cientemente semejantes. Procede •desde ohojoo, vale decir, cootaodo d nú-
Y lo mismo suoaleñ cuando .., le eti(X)mÍende una tarea mucho mú ptirnitiw, mero de lugares elementales ocupado m d plano de la imagen por ambas
la de busear en • w formu contenidas en e, que es la dd ejemplo de Minsky. figuras. Procede de modo similar cu.tndo d proceso de cotejo se vud•'e mú
llexible por tener en cuenta las fonnas inclinadas, estind.u o rerorcidas.

FiiiUI'I 11

FiiiUn 10
Estamos en condiciones ahora pua comparar Jos modos en que d cerebro
hnmooo y la rrulquina proceden pera la solución de los problemas de lllUI•
La difuencilo cualitativa entre la diJposiclón ¡¡eoméa:iametue mú sim·
logia. ¿~ sucede cu.ando una persona se eo!rent• roo om figura romo
pie y cu.tlquier otra, mú irregular, existe en d cerebro dd prognm..lor, no la 1 t.? La reac:clón vorim al¡;o entre los diversOJ individuos en tanto no haya
contC<tO parúcular que exija C'Clnttlltración en rasgos estructurales esP"'?~·
en la máqaino. La computadora recq¡enl cospectOJ glob.lcs. de la siwacl6o
si se le eti(X)mienda y si estot aspectOJ globales .., redcánm pera dla en tér- En gcnmal, &in embargo, es proboble que d observador adviena _la disJ>os!·
ci6n vertieal, constituida por dos uniclades, de w cu.tles la supenor_ es ~
minos fragmentodOJ como combinxióo pa.rticular de <lemcntos. As! InformadA,
graocle y mú compleja que la inferior; puede advertir wnbibl t. diferenaa
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de fonna. En OU"IS palabtu, nowi carocterlnicas rualitath'liS de ubicación, criotunl dotada de razón; y cuando se ha halltdo la solución, se tiene un.t .sen-
tam.Uio rdati•-o y fonna, mimnn que es improbtblc que DOte gnm cosa de saci6n de clis.-tensi6o, de placer. de reposo.
In propiecbdcs ~tticas de las que debe panir b lettura que haer b compu- Nada de esto es •plia.ble tl caso de lo computadora, DO porque car=a
tadora de la eon6gurxión, estO es, el tamaño absoluto y In varias longitudes de conciencia, sino porque procede de manera fundamc:ntalmmte disúnta.
y diJiancias de que csd consútuida esta figura individual. Si se les pide a los Nos asombra enteramos que pan lograr que la miquiru pueda CC$0h-er d
observadores que copien esta figura, sus dibujos mostranín conttDtraci6n en problema de analogía, d experimentador cruvo que clesarrollar lo que es sin
In earxterlsticas topológicas y olvido de In mediciones espedficu. duda uno de los progwna.s más complejos que se hayan escrito nunca...
Confrontado ahora con un opa~miento de # y b, es posible que d obser- Para noootros d problema no es difícil; es oc:cesible incluso para d cerebro
vador humano tenga una ri.. y deslumbrance uperiencia. Al principio puede de un joven alumno. Li razón de la dilercncia radico en que la tarea exige
ver una fugaz y engañoso semejanza entre ron6guracion<s fundamemalmente d manejo de relaciones topológicos, que requieren d olvido de las rdaciones
diferences. La 6gura consñmida por d apareamienco de las dos puede pare· puramente ~tricas. El cerebro se adecua precisamente a taJes casgos tOpo-
cer inescoble. incaptable, irracional. Hay dos disposiciones venicoles que se lógicos. Estos informnn al organismo sobre el coricter tipiro de las cosa•
combinan e:o una e&pecie de s:imeuia, pt'ro l11s relaciones diogona1es e.nae los ames que sobre •us medidas parñculares. Lo máquina, al indicarle al experi-
dos grandes drculos cllenos• y las dos formas m's pequeñas y vadas, cnaan mentador q~ faccores cuontitañvos concspondcn a la famWo de la solución
y entorpecen esas dos columnas. Los varios rasgos estructurales no consú- y cuiles son, puede sugecirle la idea de que los criterios topológicos proveen
tuyen un codo unif>cado, estable y comprensible. 0., pronto, sin embargo, la respuesta; pero la especie de máquina con que hoy contamos no puede
la simple disposición rectangular de las rua110 figuras mú pequdias puede comportarse topol6gicamenic. La topología fue descubierta por -y depende
sorprender al obs<orvador: dos drrulos iguales en b pane supeúor, y dos cua· de- los poderes percepruales del cerebro, y no cid dlculo y la medición.
drados iguales m la parte inferior. Tan pronto como este grupo se conviene lnvmameote, si d hombre la provee de los criterios necesarios, la máquina
en el cerna domirwue o en d esqueleto estructural cid codo, d resto -los dos puede suministtar también los datos ruantitaÜ\'OS que indican la presencia o
drrulos snandes- se une a la conliguración búica como un embdlerimienm ausencit de una condición topológica. Le puede comunicar al experimentador
secundario y diagonaL Se ba establecido una jerarqult cstruetuntl. Ahora b que todos los puntos que forman un arco parricular se encuentno entre Jos
doble figura es estable, ~e, comprensible y, por canto, puede ser com- puntos situado. en una supedicie limitada por otro aroo de puntos. Sobre la
parada con otras figuras. Un púmer acco de b openáón de resolución dd base de csca información el expeúmentador puede infent que d púmer arco
problema ha cenido lugar. se encuentra dentro del segundo, y la torpeu de la información cuanricañ•-s
Si d observador se vudve a la Figura e, su vi•ión de esta nueva conligu· neeesoria para suministrar los datos pora la simple conclusión topológica
n~dón se decennina desde d comienzo por •u experiencia con 11 y b. Percibida expUca por qu~ la programación de esta tarea resulto tan arduo.
desde el pumo de vista de a, e revd• una estruccun~ vcrtícol similar, que se El programador debe proporcionar las dimensiones topológicas de inteúor
disñngue de 11 principalmente por un conunste secundario de formos. La te· y exterior, arriba y abajo, derecha e izquierda, et~tera, y es ~ quien debe
mejonu de familia es grande, lo c:dación surge f&cilmeme. Pero si e se une elabon1r los criterios"cuanútativos, no topológicos, puo su presencia o ausen·
ahora a J,, la semejanza ICSU!ta excesiva, la símeulo demasiado completa. cia. Es il quien tiene que decidir en primer lugar que para la solución son
Por el contrario, una comparación con J, ofrece demasiado poca semejanza. nece.arlos eúteúos topol6gicos, y para saber esto, tuvo que aprender cómo
Lo pareja correcu, ¿,, se r«aooce inmediacamente romo d ruano demento se solucionan estas tareas anteS de someterbs a la mM¡uina. Sin estar predis-
faltante de b analogla si la rdación erure a y b hubkra sido captad2 antes f>UI'$tO de antemano por su propia condición humana, no hubic= tenido
correctamente. modo de excluir la poSIOilidad de que la analogía se basara en eúterios pon-
Este caso de soluci6o de problemu perttptutles ciene todos los aspecms mente ruanñtaÜ\"05, t. amlogía podria basarse, por ejemplo, en d IJÚmero
del ¡muiDO pensamiento: d desafio, lo confusión productíva, los caminos de puntos idb!ticamcnte situados eo los pares de c:oafiguracionc. En ese
prometedores, In soluciones parciales, In contradicciones penurt.doras. la caso, ningún ojo humano podria resolver el problema, mientras que b compu-
repentina aparición de un.t solución estable ruya acleaación es de por si tadora lo bana con facilidad.
evidence, los cambios estructuntles producidos por lu lÍtuaciones totales Al decidir que la tarea ea ropológica, el expeúmen..OOr babia dado el
cambiantes, la semejanza que se descubre entre configuraciones diferentes. peso intdectual decisivo para la 501ución ances que se requiriera el concurso
Se uuo , ha>ta cier<o punto, de una experiencia regocijante, digna de una de la rompu,.dora. 0., este modo, evicó que la m6quina pasara revista a un

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número infinito de rd.ciooes no pertinem~. como habri.t t.mdo que b2Cfi es construir y predecir una organi%aci6n partieulor de uno ron6¡¡uraci6n de
de haber funciolllldo autónomamente, y ~•o es juswnente Jo que tendrla que esdmulos y otra muy diJtintt obtenerlo por medio dd principio sobre el
~ si se tomara en acrio su eompe1encia con el cerebro. Confrontada ron que se baso la captación perceptual. Si d método de Hoebberg es válido,
la w-es secundaria de averi¡uar qu.! relaciones se opliam a tu configuraciones puede resulw sumament< útil como iodicador euantitlrivo de la simpli·
que se: investigan, hice su t.rabajo de manera puramente meánica. Coos;dera cidod estructural, del mamo modo qu.< la <Xtmsión o Cllntracción de Ulll
todos los criterios para la unión de Iu configuraciones cbdu y han. la tes- rolwnna de mereuóo hace posible la medición de la intensidad del calor.
puesta correcta de modo más squro y quiú más velozmente que el cerebro Pero la columna de mercurio nada dice sobre la oaroral<21 dd calor, y d
humano, pero sin la menor huella de inteligencia. La eficac;. prícrica de número de ll.ocas y ingulos nada dice tampoco sobre lo <StlUCtlJl1l visual qu<
las computaciooes realizados a velocidad decuónica tiCJ>de • b2Cfi que el Cll0$tituyen. La fórmula aDJOUtiea de Ulll 6gura geométrica, de UD círculo
obsc:zwdor olvide la inferioridad intel.aual dd pro=fimimto empl02do. por ejemplo, da la ubiací6n de todos los puntos qut constituyen d drculo.
El cerebro se encoOtrul.o en la misma situación precaria si no pudicta No describ< su carXtet panicular, su simeufa c:entral, su Clm'lrun rígida,
depender de lo perttpci6n. Sólo la perttpci6o puede resolver los problrmu <tcét.era.
organiutivos mediante W\1 intenoxión su6cientemente Ubre entre todas tu Pero lo que hace posibk d pensamiento productivo c:s precisamente estl
fuenas de campo que constituyen las con6¡¡uraciooes en roo>ideraci6n. En captación cleJ cañcter de UD fenóm<no dado. Para empezar, recordemos
principio, por supuesto, d manejo de problemas orgaoizativos por medio de por qu.! se utiliwJ anaJoslas en los tests de inteligencia. La peaooa qu<
procaos de campo no es acoesibk a !u oniquinas. Poros cienúlims ctten pueda aptll un• similitud básica en los eleroentoo que compara es la 'ltl" me-
toclovla que los .,....nismos orginia>s poseen caracterúóeti físicas que no jor logra mcontrar tu anaJoatu. Es capaz de absuacriones pertinentes cmndo
poedso reproducirse eventul!mente por medio de aparatos de hbr:iaKi6n tiene dclaote de sf con6gunociooes visuales, y los profesionales que adminis-
humana. Si algún ella la ,q,lica se conmuye, puede suponerse: que 1s mi· tran los tesu de intdigencia aromen que CSll habilídad es c:ancw:lstica de
quina dcsplique la ~pecie de inteligencia que se encuentra en d comporta· todo su pensamiento. El modo en que percib< revela su iotelígcnciL
miento perttptual dd hombre y el animal. Esto, más que refuwlo, confir.
maria mi argumento.
Puede que alguien est~ dispuesto o conceder que la diferencia que intenté
describit existo, pero puede también que no esté ronvencido de su impor·
tlncia: .Después de todo, los problemu pueden resolvuse por cualquiera
de los dos pro=limieotos, y uSted admite que la m'qUÍilll puede ocruar ron
mayor seguridad y rapideu. Ese observador puede también señalar que la
percepción, después de todo, se ba.. también en el procesamientO de ele·
memos y, además, que se hideron intentos de reducir d principio de simplí·
ciclad, sobre el que se basa la orgoni:taeión perceprual, • un método ruanlÍ·
totivo. Julíon .E. Hoehberg, por ejemplo, señAló que la versión esttucrural·
mente más simple de W\1 configuración percepruol es lo que puede describirse
o construirse con un mfnimo de inlormoción. Dio ejemplos para mosuor que
cuanto menor es el número de ingulos, segmentos, puntos de intersección,
eu:étera, que con~tituyen la figura, más simple es la organización perceproal.
Supongamos que con algún re6DJ~miento de lu categorías de punuj<, d mé-
todo en ,-erdad di<ra buenos resultados . .En ese caso, uoa computodnn seria
capaz de cLui6c:ar la estructura cualitativa de una configuraci6n mediante
criterios cuantitativos. Sin embugo, Hochbetg tuvo el buen cuidado de dC$-
cribir d resultado de su proceclimiento como un mero dndia: cuantitativo•,
UD ronjunto de .paralelos• a los principioo de la or¡¡mizllci6o visual. No
pretendió haber descubierto c6mo se percibe la (arma. De hecho, un1 rosa

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}. EL PASADO .EN EL PRESENTE

Hasta aqul, el pensamiento visual se analiz6 solammte respectO de la


~pci6n dirttta. Aun dentro de este dominio Umiudo, lu openciooes
cognoscitivas n:sulwon notablemente ricas. Sin embargo, la pcrcepci6n no
puede limitarse a lo que los ojos registnn del mundo CXlcrior. Un ACtO pcr-
ccprual DO se da nunca aislado; es ..SJo Ja fase más reciente de una romcote
de innUIDCISbles actos similares, se ha llevado a cabo en el posado y pervive en
la memoria. De modo semejante, las <o<pcrieocias del prc:scote, alnw:enadas
y amalgamadas con el producto del poosado, precondicionan los pcrccptos del
fuwro. Por tanto, la perttpci6n en el mis amplio sentido debe incluir Lo ima-
giocda mental y su relación con la observación sensorial CÜr«~a.
El deno que tiene sobre la perttpdón la experiencia pasada ha mc:rc-
cido abundante atención por pene de los psieólosos. De hecho, todos los que
no estaban dispuestos 1 ltribuirle • la pcrccpd6n CÜr«1a misma la elabo-
ración del mate.rial scosorial, tendieron a atribuir este importante función al
posado. Se afirma que el observador aplica scncillamcnre al p resente lo que
apre.ndió acerca de las cosas del pasado; o, según se enunció el argumento
alguoas veces, vemos las cosas romo 1.. vemos debido al aspccro que cspe·
tamos que tengan. Me rderl antes al hecho de que este enfoque uniloterol
conduce: a una infinita regresión y nunca llega • plam c:ar realmente la cues--
tión de eómo se organizaron los pcrceptos originolmcnte.
La iollucnda de la memoria sobre la percepción del p resente es en verdad
poderosa. Pero ninsuna formo adquirida en el pasado puede aplicarse a lo que
se ve en el presente a no ser que el pcrccpto tenga una fo11Dll de por sí.
No se puede identiftcor un perttpto • no ser que posca una identidad propia.
La necesidad de insistir sobre este punto puede verse, por ejemplo, en uo
ttabajo de }crome S. Bruncr, que se aprorima a la posición asumida co csrc
libro cuando alirma que ••oda experiencia visual es oec«•ti•mcnte el pro-
ducto final de un proceso de eatesorización• Sin cmbugo, si se analiza este
troba)O más de cerca, se descubre que, de acuerdo con Bnmcr, esta carcgo-
ciución se Umita a poner los pcrccptos del ptcsente dcotiO de escondrijos
ronstruldos en el pasado. Aunque admite que ocicrtaS unidades o idcnticbdcs

9}
primnivas en la percepd6n deben su innatas o autóctonas y DO apren-
did.o.., DO roocibe estas eategorfas no aprendid.os funciorwulo denuo de
la pc:rcepd6o directa misma. Pero, (eómo puede la aponoci6o perceptual del
presmte añadirse 1 las categorlas del pasado • no ser que, pero empezar, él
mmno posea forma eategorial? Bruoer presenta d tipo de enfoque: que tiene
m mente Woll¡¡an¡¡ Meagcr cuando bte dice que lo psieólogos a menudo
tienen que enfrentarse el problemo de la organiución perceptual cpor pri·
mea \"CZ 1 nivel del piso siguiente m ehun•, esto es, demuiado tarde. Tocb
manipulaci6n secundMia del tDiteriaJ pcrceptual PratJPO<Ie la elaboración
prirnontal de ese tolteriol en la pcrcepd6n ditecta misma.

Si un perceptO consutuye una form1 categorial mis que un rq¡istro fid.


mmte mcdnico de un esúmulo panicular, su huella en la memoria debe ser
igualmmre genérica. Es improbable que esta foflDI permmeza ioolterada.
Las fuerzas iobcrcntcS 1 la fonM mi$11\1 y las que presionan sobre elle desde
el campo de huellas circundante lucharán por modificarla en dos direcciones
opuestas. Por una porte se deri una tendencia hlcia la esttueture mis simple,
o UDI reducción de la tcosi6n. La coo6guroci6n de le huella eliminanl dcta-
Ues y re6namientoS, y le simetrla y t. regulerided aumentarán. Esta rcdoc·
ci6n de t. huella a una 6gur1 mú simple se contnrresra por la teodcocil a
preservar y, en verded, a agudizar los nsgos dinintivos de la conligurncióo.
Ciertas cxpcrieocias indican que cuando a los observadores se les muesua
una figuro con la consigna de retenerla en la memoria ron tanta fidelidad
como les sea posible •porque se pondri 1 pruebo su memoria•, .se csfuenan
por preservar las earacter(sticas de la figura. En tales circunstancias, los obser·
vadores n:cordar«n por ejemplo que un dn:ulo tiene un hueoo pequeño, que,
de otro modo, se habrla olvidodo o ni •iquiera se habrfo percibido activamente.
Las carectcrlsticu distintivos se preservan también y se exageriiJI cuando
despienan reacciones de deslumbramiento, maraviUa, desprecio, divenión,
odmiroci6n, eta!tera. Las cosas se recuerden mú grandes, mis veloces, más
feas, mis dolorosas de lo que en realidod son.
Ambas tendencias actuario en la et.boroci6n de cadJo huella sobre t.
memorio, Uev«ndola a una meyor simplicid.d y, al mismo tiempo, prcservÚl·
dola y agudixmdo sus cancteres distintivos hasta d punto que ronvime por
olguna causa. Las dos pueden operor en cualquier ru6n de intcosidad. A veces
una de ellas preval«<ri clara.menre, pero no hay motivo alguno para esperar
que en cado caso una huell• mo.trari una modi6coci6n ne11 en une sola de
estas direocioocs, como se ha wpues1o con frecuencia en los eseritOS psico-
16pros. La Figuro 12 reproduce una muestra aJ azar de los dibujos que hi·
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94
cicron estudiantes unh·emtarios o Jos que se les pidió que dibujaran d conó- ~ una persona dilicilmcnte puecb considerarse una rotalicbd integrada, con-
nenr~ ameri0100 « rKmOria. Una lnen~ tendencia a ali~ar las dos masas tiene amalg;unn ot¡;llnizwl•s de pequd>o o gran alcanCle, familias « CODCCptOS
~ ücmo mú simétrica y simplemente a lo largo ~ un ~je v<nieal común ligados por la sc:mejl111%1, osociocinnes ~ toda clase, rontatos geográlicus
es conmrrat.da mú o menos notablemente por una fiel obsttvoción y reten- e hittórieos que crean esccmrios espaciales y secuencias « tiempo. Innume.
ción y por una respueslll activa a La bastllnte violenta desviación hacia d este rabies operaciones del petlSimimtO han lnmudo atas pautas « ÍonD2S }'
que diJtingue la posición que ocupa geogñfieamente Améria del Sur en sigi>CO lormíndobs.
el mapa.
En las artes visuales pu<de lullorse un paralelismo ~ las dos tendencias
•ntag6nicas que se dan en La perttpc:i6n y la memoria. En cierta medida es sin Co11mbtm6n Je ~rceptos
duda su manifestación. La tendencia • la obeUezn en d sentido d:lsico del
t~rmino, justifica lo forma &implilieada y la r<ducd6n de In tensión en las Los imágenes de lo memoria sirven paro identifiCllr, interpretar y coutri·
relaciones de la composición. Las inclinaciones c:xpresionistas, por otra p>rt~. ' buir • la percepción. No lul' límire doro que separe una imngen puromente
lltvon • la distorsión y a la alta tensión creadas por la discordia, d mutuo perceptuul .-si existe tal cosa- de una lmaAe:n que comple1e lo memoria o
emorpecimiento, la eliminación del orden mú simple, etcétera. Estas formas no sea percibida en absoluto. sino formada enteramente por residuos de t.
esrillstieas se determinan en parte por el temo, en pone por el propósito de memoria. Por ramo, pu~ resultar úól dar aqul primero unos poros ejem-
la representación pictória, pero tambi~ pot la peropectiva y la· actitud ge- plos en los que un estimulo incompleto es complttodo perccptualmente sin
nero! del aniJta o d perioclo. Y umbi~ en este eaoo, la distancia ame las ninguna necuicbd « reruuir o 12 memoria. nto es, a la experiencia pas2do.
manifestaciones mú extremas de las tendencias clasicista y c:xpre&ionislll se Un lápiz colocado & manera u! que su pro)·ttción IObre la ~tina cruce el
llena con obras que exhiben rodas los marices « la razón variabl~ entre punto ciego dd ojo, pa~ inint~rrumpido. De modo semejante, CWIIIdo
lu dos. un• lnión cerebral ~ ciertas ireaJ «1 campo \l<ual (h<mi•nopsia)
Aunqll<' las tendencias a b ni,..,toción y el agudiumiento son anlllgó- de un.a persona, un circulo, a medios oculto por el irea oega, parecen~ c:om-
nicas, actúan juntas. Cluilican e intmsi6c:an el concepto visual. Estilizan y pletO, y lo mamo oc:uairá ron un círrulo incompltto ahibldo durante una
carKt<rinn la imagen eo b men>oria. El hecho ~ que ninguna budLa qued4 {ro<:ción ~ sqiUlldo o ron una luz deficienre. Estos son •remplos ~ lo q~~<'
librada a sus propios recursos, forllllece, pero lllmbim entOrpece, este proc...a. Michotre U.amó •complementos mod.leso, porque loo hutros del perccpto
C.O. una de ellu es su~ptible de pa~ lo continua inJiuencia de otras roncrtto se llenan. Es probable que la ausa de consutnJici<'nes de esto especie
huellas. Asl pues, los CJCperiencios repetidos con el mi>mo objeto f!sico pro- se• la tendencia n b esuucrura simplt, inherenre al proceso perccptual mismo.
ducen nuevas huellas que no rcfuemn simplemente los ya exitrentes, sino lguulmente de naturaleza perttptunl oon muchos CI!'O$ en los que los
que las someten • una infinilll modi6cnción, de lo misma manero que un observadores alinnan que el complemento cestd realmente• presente nunque
onista pue« eamhitr una obra duronte ai\os mientras lo conserve en su •• veo •oeulro•. Mkhoue investigó el llam•do efecto de túnel. El eur.;o dt
estudio. La imagen que tenemos « una peroona panicular es la quintaesen- un tren .st experimento perceptualmente ininterrumpido cuando el tren atta·
cia ~ muchos aspectos y situaciones que la a.gudizan, la amplifican y la alte- vitsa un túnel poco enenoo. Se pue« producir experimentalmente el efecto
ran. Las huellas que se asemejan enrre si se pondrán en ~nlllcto y se forta- aun sobre una superficie plana, por ~emplo, moviendo un punto o una barra
lecerán, se «bilitarán o se rccrnpb:ranln enrre sl. Para deárlo en términos hkia un obukulo deuis del cual psrecc desaparecer, sólo para •emergen
de Kurr Lc:..•in: Ll memoria es un m<dio mucho mis fluido que la pctcqxi6n al otro extremo un momento más oude. En condicio nes favorables, los obser·
• porque está mú alejada « las comparaciones ron la realidad. \·adores •ven• que d objeto móvil sigue su rurso •tras• el obstkulo aunque
El resultado es un aJrn.cm & CODCCptOS viJuales, algunos netos y siJn. objttivamente oo cxi>te ese «traS». El perccpto se cxperimen12 completo,
pies, otros vap e intangibles. que abtrcnn b totalidad del objetO o evocan Mita tal puntO que los obscv>dores a menudo no están dispuestos a creer
sólo fra~mentos &1 mismo. Las imigenes « algunas tosas son dgicbmente que en el hecho físico coocrcto no cxi>tt tal rontinuiwd de movim.icnto.
esten:orip.daJ, ouas tienen ria vtrioáón y ~ otras, en fin. podomos poseer La consumación del perccpro sigue inalterada aun cuaoclo el observador esté
vari:as im,genes que ~ resisten a fo.ndirK en una coriCX!pción unitaria, por enrcrado « la situación física. .El psicólogo debe suponer que b roberencio
ejemplo, d ••pettOfronral y de perfil de cieno. individuos. Toda clue de en el espado y el tiempo de los dos OlO\•imientos -el anterior y el posrerior
conexiones vincula estas im'geoes. Aunque el contenido total de la memori• al obstilculo- es tal, que complelll en rcalíd1d l• improntA del movimiento

96 97
a algún ni.d Jisiol6gico. u "'"...,..¡' de esc!mulos es intermmpida, pero no para:las y eopcm ciertas secciones, pero no la CDcali<l.l. O..pu~ de supe-
d proceso cereb.al que produa:. radas oseas limicadones '"' la obra como una vcrt!adcno unidad peroeptu2l,
Esco debe= os! cambié~ ea los muchos CllSO$ de indutción perceptual que es más que lo combitUición de las panes origimlmcnc• peceibiclas.
en los que Ju limifJICiones del esúmulo se ven clanunc:nce y, sin emborgo, el El resultado de In situación del túnel es muy difecenae cuando e1 cnmple-
percepto se completa bojo el conuol de <Slt escimuloción limi111da. Al mirar menlo es sólo un dtcto del cooocimienco que úene el observador de lo que
d esquc:kto de un cubo uno es pettecummte corucimce de que flsiarnerue d es, o puede suponerse que sea, d estado flsico de Ju cosas. Veo por ejemplo
cubo oo ñeoe aru y, sin emborgo, uno In percüx, igualmente como super- o6mo una vieja señono que lleva de puco a su peno desaporeee dctnis de
6cies tilUISplretltes e inmac<riales que limitan d cubo. ( Michone obKn'l que uoa asa que oculta pone de su amino. Aunque puedo suponer que c:ontimí.
cuac>do un cubo de olambce sira, su viCio interior se ve rotor junto ron ~-1 su marcha, la cpierdo• mienmos esú cnos la asa. Cuando vuelve a apoce«r
u eu11icbd incorpóreo de las mras es el resultado de un compromiso que comienza un nuevo pera:pco, aun cuando mi coooámienco me diga: c¡Ahora
resuelve una pamdojo : se los ve 6sicammte auscoces y, no obscance, per- esuí olliJ•. De modo semejante, en lo experiencia cid túnel, el objeto móvil
c:eptualmence presenaes. El dibujo de un contorno tiene éxilo porque el eftcto se desvana:e y es lu<l!o reactivado despu~ de 110 intervalo cuonclo el túnel
de consumación lleno de sustancia su interior. o el incervalo de aiempo son ""cuivomente occensos. En ocras palobras, la
Podemos vacilor ea odmitk que la unidad de las dos pareelu de movi- ronsumación de Jo inrompleco, una de In conquistxs fundamentales de la con-
mic:oto visible en la expericocia de un tÚnel pueda ser un logto perceptual ducu inceligence, es puramente pero:prual cuando la CSUUC1Ura dd corueno
actuino. ¿No mostró P~c que CU1Ddo un niño "" desapocettr 1 UDI per- es lo bastante fuerte romo pano que determine lo nxturalc:za de lo porción
aooa cns un:a pe.ncoUa, sigue mimndo el lugar de desaparición y se muesttt ausente.
clorllll>Onte sorprendido CU1ndo la persono su~ al otro bdo? ¿No india El efecto no se impone tanro cuando «vemos» lo pone posterior oeulta
es10 que la percepción suministtt sólo IIU piezas visibles y que lo int<Bración de un objeco, completada de acuerdo con la forma de lo paree visible. u con-
inteligente de ambos constituye una ebboración secundaria llevada a cabo a tinuoci6o más alió de los limiles de lo visible es genuinamente pero:pcual,
niveles cnW elevados• aobre la bue de lo experiencia prolongada? Es muy pero la verdadera naauraleza de la porae continuada rauho vogo. Por ejem-
posible que el efa:co cid tÚnel requiera tiempo poro desaJTO!brse, aunque Jo plo, la forma de una peloco , por su visible cincompleúaud•, nos permite ver
dispuesto partieulormence por Piaget no uús{ace nea:soriamenae lu condi- el volumen coroo c:onrinuado, miencnos que el color no exige cal COilSUIM-
ciones de lxs eu1les el fcuómmo depeodc ineiUIIO to d aso de los adultos. ción, sino que meramente se: presu • ~llL Cuando la \~Uta de un disco o
Pero ese des=olJo gradual oo impide que el raulwlo final constituya un 110 rttúngulo queda parcialmente oeulca, la estrumlJ'll de lo porción visibk
verdadero peroepco. El efocco dd túnel, coroo untos ouos en los fenó- 1 menudo no es lo su6cimaemence incensa como pano que cealmence se pueda
menos percepruales, praupooe que la situación de esúmulo se considece percibir d cesco de la ligura. la concinuidod como tal no hay duda de que se
como un codo, y es esce modo de mirada exiUiustiva el que, en muchos casos, impone, y también es cieno que nos sorprenderla ver surgir alao de detnls
se desarrolla a uavés de la extensión gradual de un• perspa:aiva original- del obstórulo que no fuera e.J resao del diJ~<o o d recúngulo. Pero la verda-
mente limitada. Las unidodcs del ampo pero:paual que soo lo sulicien- dera visualización es bastan« débil y se vuelve etda va mú débil cuanto
temeflce autOCOnrinenaes se ven en 110 principio por sl mismu, y sólo cuando menos se deaermina la porci6n oculta por el caráner de Jo que vemos. La a-
d alc:anc:e dd examen se ha ampliado su6cientc:mcnte, se incegno.W d todo boza y el tronco de una persona que mita por encimo de uoa pared se '""'
esponcíDNrneme en la perttpción. Esto sueedc m la dimensión cid espoóo, inrompleus y romo si continlllt'ID por decrú de ls pared; pero el rorso y
pero tambiél sucede en la cid tiempo. El movimiento oucoconrinmce totes las piernas ocultos no son directomenae consumaciones percept111les de las
dd obscáculn se v1 int<Braodo gnodualmenae con d movimienco posterior, des- parees visibles. Nos las suministran In experiencias visuales del pasado y,
pu~ de quedar acnb ol obsulculo, hasto que los dos formon un aconte- por tanto. &e imponen mucho menos .
<imienco percepaual ininaermmpido. Michoue liorna camodales• Jos complemenaos <oando no son Jo sufi.
Lo que se adquiece en est.e OISO a aravéa dd desarrollo mental no es la ciencemenae intensos como poro rttmpluar las porciones ousenaes de maneno
eopacicbd de conoccar pera:pcos mediante algun.o openoci6n secundaria, sino tal que la figuro aparente que nado esruvieno oculco o faltara. Los pocos
la cxxxlici6n que le: permite a la peroepci6n ir ejerciendo más su inadigencU ejemplos ofrecidos muestran que los complementos omodales úenm codos los
l\lltural. u diferencia le: sed evidente a codo aquel que renga experiencia en gnodos de inaensicbd, desde: el efCICio ele túnel en d que, en amdiciooes
ti dominio dd ane. Un principiance vecW su propia obno o la de otros po< óptimas, lo po<Ción oculta se dc6ne con toda convia:ión, hasta aSO$ de

98 99
ronsumación que dependen en grodo sumo de lo que se ha percibido en cl 1t retino. Lto superficie de )u CO$U no detiene o lo mente. O bien son vistllS
puudo. Aunque estos úhímos efec~os sean percq>rualmente d&iles, coOSti· como continenrH o su inlt"rior aperu-c simplemente como una continuación
wyen no obstante un mriquccimittuo exu~madamente valioso de la apeo. hom~ del exterior. Sólo en rondiciones especiales se erperimeom d
rienda visual. Nos interesan aqul porque muestron el enrrecrummiento de exterior romo un obsulrulo que impide lo libert•d de penerraci6n, por ejem-
datos cid presente ron datos del poudo, 111n tfpiro de todo genuino pen- plo, ru:mdo una cobertura entOrJ'CC" el ronocimiento de lo <JU:• d...... ~
s:amirtuo. saber o cuando se muestn como un impedimento para al~ que mtento salir
del interior. En un a.o de ~uizofnnia publicado por ~hrguerite S«<>eM~.
t. pociente sintió el primer slncom• de ertnñomiento anomW 9 la etbd de
Visí&n Jtl intmor cinco años. ruondo esrucbó las ,.oces de unos escolares que cosaytban um
canción al pasu junco al edificio de uno escueb. ·~k pareció que )"2 no
Gran pane de lo que se sobe de !JI parte interior exulta de las CD53S " ' reconocía !JI C>CU<'b. se hob!o vuelto ton gronde CIOIDO un cuartel; los niños
pre:sm111 como un aspeet.o genuino de su tpariencia errerior. Veo la eobertun que aunaban eran prision<"ros. emb>n oblipdos • canear. Era CIOIDO si lo
de mi máquina de csaibir romo si lo conruvicn; veo voda la vasija peruan• escuell ) !JI canción de los niños hubier.tn qued.1do apart:odos del resto dd
~ el es111nte. Este conocimiento es enteramente visuol. Los odquisiciones mundo.»
vismles del pasado se alojln en los luvres tprnpi:odos de mi campo pe=prual
presente y lo complettn ron toda adeeuJición. No sólo se sobe que !JI mlÍ·
quino de escribir está btjo lo coberturo, sino que se lo ,.e aiU; se lo ve, de Hu«e>s cuiblrt
bccbo, en lo posiáón tpropitda que define lo orienuoción espacio) de 1m
coberturo. ( Algunu veees la apariencia externa oos hocr ver los objetos ocul- El ronocimiento visual es tambi6> responsoble de los muchos ejemplos
tOSc en una posición que. según sobemos, puede estar errada; por ejemplo, en los cuales lo ausencia de ol~ funciono mmo un componente tctivo de un
tm los P'rpados oerndos los ojos parecen apuntar hacia abajo ruando en percq>to. James Lord cuento un• reacción que rovo el artistl Alberto Gi•
realidad apuntan boda adelante.) La inteligencia de estos romplemeruos p<r· rometti:
cq>ruales se hoce ptrtirubrmentt evidente ruando se tUUerda que no todo
lo que un observador sobe se convierte oucomáticamente en parte de su c:am- Comtnzó 1 pintar una \!C'l 1ná1, pero despuó ck onos pocos minutos
po visual. La consumoción '" selectiva Un hombre puede ver el cuerpo de se: \'Olvió h4da donde hotbfa es1ado d bu\10, romo si fut:m a a.amirutr-lo
cierra mujer como un cuc.rpo femenino cubierto de ropa, mimtras que la de nUC\"0. y ex<lamó: •¡Oh, ha d.,.por.cido! PenO<! que cstAb:t alll todnvla,
6gura de su madre puede estor determinada para él sólo por su forma ves- pero h• desaparecido•. Aunque le rc«>rdé qu.: D1rgo se: lo habla u.-..do,
tida externa. En el uniforme de un conductor de rrenes no se ve, oculto, dijo:.sr. y
pero pen.C que esc•b:t alll cod;tvla. Mni de pronto vi el vado.
desnudo masculino alguno, y sólo en rondiciones especiales parecerá la caben VJ cl \•ado. Es lu primen~ \'C't c:n mi \•id3 que 1:al C()S:.l rnr sucedcllt-.
de una joven como lil cobertura superlidol de un cr'neo, que, a su vez,
Ver el voc!o signif~ situBr en un percepto algo que le pertenece pero
encierra los sesos que conooemos por l1 experiencia adquirida en una comi·
ceño o en un libro de onAtonúa. Lto Venus de Milo no tiene intestinos, y d que es" ausente, y advertir su au20cio romo unn propied.1d del presente.
Un (upar donde •• desarrolló una vi''" nnividnd o donde se suponÍll que ,,]
tcWooo puede no contener visualmente los alllmbres y la eomponilla que sé
que eatán en El. De hecho, muchos objetos de utilidad prktico esmn disefuu:los attividad debla hoberse desorrollado resulta extrañamente silencioso e inJmi.
de modo que oo sugieran cecno)Ojll• interna alguna. Resul111n más ttroetivos maclo: d vlldo puede apar=r prei\ndo de orontecimientos. u paciente de
ruando su aparicncit no apunta a m«anismos f1siCIOS. En tales condiciones, Secheh•ye cuenta: .En el infinito silencio y 1m cenu inmovilidad, ruve la impre·
d exterior percq>tual no evoca el interior, romo la parte ant~r de un• sión de que algo terrible que estob• por sueeder imerrumpirb la quierud,
pelota evoca !t posterior; meromente es asequible. Putlcipad de !JI obra al~ espantoso. obrumacloro
visu.al s6lo si le resulta pertinente al observador. Lu contribuciono del po<ado al presente rnna va intentan o lognn
D:ach la naturolezo visuol de tal conocimiento, oo hay escisión enuc lo aherar en la rcalid.W d materiol estimul•nte cbdo. Mlb bien utiliz:UJ l:u :tper·
que se sobe 1 lo que se ve. El int~r CDCIIja cómoc!amcnre con el exterior. w..-.. que el materill IC> ofrece. Un lugor vado mnstituy< una 2pertun1 scmc·
Es11 mntinuidld extiende !JI percepó.ln mú aiU de lo que aporeoe sobre jlmte. En d len¡¡uaje de !JI psic:ologú de la percepc:i6a, puede decirse que el

100 101
matuial esúmulante puede ser percibido como la base de una figura auscue.
ci6n implica tambi~n. en primer lugar y fu~amenta~nr"•. _la formad~ de
&re detto puede producinc experimentlllme11te. Siegfried Knocauer citll al
un <'<llH%pto del objeto por clasificar. El ob¡eto de dasi6cación no es umple·
cfucctor cioemato¡rlllico Carl Dreyer deserlbiendo <1 estlldo anlmieo que ~
mente •la tnateda sensorial de la q"" estm btcbos los perceptos•, como lo
rla obtener en su pelieula L. bru;.r c•Mpiro [Vampyd: •lmoginémanos sen- Dama Bruner en el ensayo al que me rdtrl ant"'. La mente no puede otor-
tados en una b.bitación cottieote. De pronto "" nos dice que hay un cacLiver
garle forma a lo informe. &ro ~ hizo ""iden'~· por ejemplo: en d desarrollo
rras la puertll. En un instllnte el aarto donde nos enmntr.unas se altera
de las técnicas !lomadas proyccnvas de la psicologla. Podña SUpor!ttS" qD"
completamente: todo ha cobrado o uo aspeero; la luz, la atm6sfera han CIIJDo
un tnaterial amorfo le darla a la mente un múimo de libenad p8Iil imponer
biado, aunque: flsicamentt KilO las mismu ... &te es d deno que qujero ob-
tener en mi pelieub•.
su propia mnccpción al material sensorial. Por el conttario, las """"":"ras
ante una esúmulaci6n del todo ~re de estructura son pob= y grarwras.
Resultan oqul pertinentes los muchos casos en los que un objetO esú Para lograr que la mente raponda c:on actos ~ rcconociaúentO, es ~ia
vismlmence dotado de aquc:Jio para lo eual será util.i2ado. El psiquiatra Van
una deo ICIImulaci6n de confi&uraao""' ambiguas, pero daramenre arocu-
den Berg deseribe d aspecto de una botdla de vino que bsbla colocado en ladas, como las de las manchas de dnta del test de Rond>tch. 'El reconoci-
d suelo, junto al bopr, para templar su cont~do en espera de la vúi~ miento prauponc la prumcia do algo reeonocible.
de un amigo. Cuando d amigo se \'a, el ruano parece m2$ süencioso, la bote- Es cierto que la perttpci6n y el reconocimientO esdo i~l~~
lb abondon.da. En un sentido mucho más amplio, todos los utensilios ñendeo . c:;mot;J10, ·~-- que la - t ;• ...:.cft pnm•na
cnutll:ICKlodos . Y• un --L
Sl• se consaucn _ f~
5 •
a incluir en su aparie1>áa la prumcia invisible de lo que se necesi~ para
Uevar a cabo su función Un puente se percibe cnmo algo sobre lo que se
del estimulo es demasiado elemental como para ma=• mucha atencióo,
uno se pierde el imponante e interesante espectáculo de la inteacci6n enae
camina; un monillo, como algo para asir y blandir. Es~ extensión es algo
la esrruerura sugerida por la formaci6n de la CIOnliguraci6n del "'tímulo Y los
mud,o más tangible que lo que seria una mena asoc:iaó6n enae un objeto 1
componentes puestos en juego por el ronocimienw, la txpeetativa, los deseos
su uso o la mera comprensión de la función dd objeto. Se tra~ de la mnsu·
y los miedos d<l observador. En algunos casos el decro de la actitud del
mación perceptual directa de un objeto que aparece inrompl.,to en tantO no
observador sobre el petceptO es mlnimo. La visión dd rojo y d vade de
.., lo empke. ato .. hace ""idence cuando miramos objetos semejantes
las señales de ui6co se determtna casi enrcrammte por la ruuurale:za de los
exhibidos m un mU$CO o una exposición de arte. Situados junto a las obus
esúmulos de rolor, aunque la respuesta ante ellos haya sido adquirida por
de arte, .., consideran ahora sólo en cuanto a pura forma, y la ausencia de aprendizaje. El dccro es miximo en las alucinaciones, pues una pode~
su función visible puede alterar su apariencia de manera sum•mmte extraña.
nec:esidad puede imponer una imagen de invención dd observador sobre la mas
Unas gafas, privadas de su connotación a causa de una exhibición semejante, pobre rondición objetiva. Cuando en la pdlcula de Chaplio, Lz quimera dd
se convierten en un fontlSma ciego con aspeeto de araña. Algunos anisras
oro el explorador hambriento ve a su rompoñero romo un poDo enottnt Y
modernos han logrado alienar lo fomilin a base de, senciUamenre, presentar apecltoso, nodo objetivo tiene como estimulo sal"o la ~uta a~encia Y ti
utensilios de la vida cotidiana CIOmo si fueran objetos de CIOnttmplación.
paso vacilante del otro hombre envuelto en su pesado abngo de ptel. .
Un perecpto se dui6cari insumtintamente sólo si se cumplen dos condi·
ciones. El perecpto debe de.6 nir el objeto claramente y debe asem.,jarse sufi-
R«onoci.mi~nto
cientemente a la imogen conservada en la memoria de la ategorla adec:uada.
Cuando estas dos condiciones se cumplen, ver un automóvil equivale • ,uJo
La inttnK't'ÍÓn mú údl y más corriente ""'"' la percepción y la memoria como un automóvil. Sin embargo, a menudo hoy bastaore ambigüedad en el
se prodUtt m el ~nocimiento de las cosas que vemos. El conocimiento
estimulo como ¡nra que ti observador encuentte diferenr.,. pautas fottnales
visual adquiddo en d pasado no sólo rontribuye a detectar la oarurale:za
de un ob¡eto o una occión q"" aparece en el campo visual; le asigna adem2$
e
en al busear d modelo que mejor se adecue "ntte los que surge> de lo
al objeto presente uo lugar m ti sistema de las cosas que constituyen nuestra almacenado "" la memona. Los conceptos fofllllldos con ayuda de la ~ria
conm'buy"" a es~ búsqueda, pues no son menos Btxibles que los per-
visión wtal del mundo. De "''e modo, casi todo atto de percepción implica ccptos. Bajo la presión de lA necesidad de descubrir una ecuación a<J.,euada
subordinar un fenóme11o particular dado o aig11n concepto visual, operoci6n («Esto es un automóvil•), pueden aaminarse varios aspectos de un concepto
muy dpies del pensar.
semejante basta q"" se p=te el apropiado. Los casos difíciles son ocasi6o
Como ~ antes, "''" suborclinaci6n sólo puák tener lugar si la ~ de qD" la mente ~ a ingeniosas ocrobocias con el objero de adap~
102
10}
situación del problema de este modo, Copérnico ruvo que librarse de las
~bas esll'\ICturu entre sr. Sin embargo, los percrptos son lo bastante empe- sugestiones que le rmpon!A lo imagen astron6mia~ que se le daho dire:tamente.
citwlos como pan1 admitir modi6aciones sólo dentro de L! gama de ambi- Le fue tambi~n necesario una notable imaginación visual que le permitió coo-
gikdodes que rootimen. Los psicólogos que <Studian los meatúsmos de la c:d>ir la ideo de que o la siruoci6n que vela podla aplicársde un modelo de
•proy=ión• no ban prestado suficiente atención a este hccbo. Han explornlo apariencio muy diferente. En los JrooJits• dd dibujante humorista Rogtt
lo que se ,.., y por ~ué razón personal se ,.., lo que se ve, pero poro dicen Price pueden hallorse ejemplos fcsú•'OS de paradojas visuales ingeniosamente
IICCtCII de l.u condioones dd estimulo explotadas con este 6n. Aunque en urilizad.S- Constitu¡•cn un buen material de estudio pan1 todo explorador de
tales actos perecptualc:s los impul505 son sumamente objeti•"OS enin sin la pc:rttpci6o visual. La Figura 14 muestra un J~lt realizado, según espero,
~ limitodos por un profundo respeto por lo que se p~ta ante los oñgiualmente, por uno de mis olumnos. Lo orompsña la leyenda: ~rotuna
OJOS, salvo en casos de componamiento extrcmacbmente anormol. que ooe en una copa de c6cttl o primer plano ele una mucbodu en rcduódo
las bauñas cientffiou consisten a menudo en descubrir buenos ajustes
tra¡~ de lr.úio•.
~tos por la apariencia primaria de lo dado, y apliables sin emb:ugo me·
diante una reestruaunoci6n inacniou. Copérnico log¡ó ,..,. los intrincados
g¡ros de l.u esudl.u corno simples movimientos de estos cuerpos celestes,
altendos por un movimiento igualmente simpk que ejoruta la base dd
observador. La Figura lJ muestra en un diagrama esque!Mtico oSmo d ttci-
o
tico movimiento de un planeta puede verse circular y continuo cuando se
considera que también la base del obsclvador rota. Para r<esUUCt1ltlU" la

Figur• 14

Wilüom jam<1 utili:ta ti t~rmino prt~rceprión para tales casos, en Jos


que los con.,.,ptos visuolcs alma.,.,nodos ayudan o roconocer configuiliCÍOnes
perceptuolcs insuficientemente rxpllcitos. Pero James muestro b mdicionol
dcscoofulnza ck la sola pe""pci6n cuando sñ•de que .Jos úniCilS cosas que
percibimos habituolmtnte son l•s que prepercibimos, y las únicas cosas
que prcpercibimos son l•s que han recibido un rótulo, y esos rótulos se gra-
ban en nuestra menre. Si perdemos nuestra reservo ele rótulos, nos encootnt-
riamos intelectualmente perdidos en medio del muodo•.
Es cierto que d conocimiento visual y L! rorteeta expectoú,.. facilitan
la percqxi6n micotras que los conceptos visuales inadecuados la deJDOron o la
ORBITA DE LA TIERRA

105
104
impiden. ]lliiiCS se rdi= • ciertas experiencias u~vadas • abo ameriormcnt~ ñacioncs ocasionodas por la penpmiva se vrn como desviacionea de una
por Wun<ll en las que se muoe$trl qu~ las .acciones & ti=po se ab~iao o forma normativa. Una (¡gura pueck verse lltmbibl ioclinada y rerorád. k
se prolons-n según se espere o no lo oparidón k un tsúmulo en un momento ..:uerdo con las divei'$IS posiciones que lu aniculociones dd cuerpo permiten
p:miculu d~ la seruendo en la qu~ se inser11. Bruner menciono u·abojos re- · CDUJ1l
__ Lrgo• reconocc.ne como una serie & va.riaciones form~
ck la L-~
y, sm •
cientes sobre d mi.<mo tema como tambibl un tstudio propio en d que una 1
familiar. JUsta ~ extremo seguinl UD ~ador pantru ~ estas uov••
mi.<ma y solo figura podla lerne como un número o uru !erro. según su inser. ciones, &pc:ode del alcaocc: ck su expc:riencu vtsual, b atcnaÓft que le eon-
áón en d medio. Un japonb Ice sin dificuhod ideogromas k impresión tan ugno y su llaibUidad en el ma_nejo k loo !"'rmas. _ _
pe<¡UCÑ, que UD occidental DCCCSill una Jupa k IUmcDtO pon po&t desci- Para Jo que a loo artes vtsuales conocme, la ps1cologla del reconoa·
fnorlos, no porque los japoneses ten¡;an uno vista mis agudA, sino porque mienm &be poner k relit\-e dos puntos. En primer lugar, lo que "" rero-
ronsenu una n=rva visual k los anoct~res lu11íi. Por I1I%OD<S similares oott en J. vida cotidiano no se ocq>ta tambim ueceuriameore en b rcp~
los observadores k ~jaros, loo cazadores, los marineros, los médicos o los sentación pictória. El reconocimiento pictórico obtime sus indicios del mis
mic:robiólogos parecen con l'rttuencia dotados & podu.s & visi6n sobrd!u-
mmos. Y d lqo corriente ck hoy no tiene dificultad en percibir figuras
humanas o animoles en los cuadros impresionistas que, batt ocben11 liños, no
parttÚD sino un mnjunto & mancbu ck color sin sentido alguno.
El deao kl po5ldo !Obre el presente se mani&sta todavb ck manera
más rmrcad. cuando uno se enc:ucntra con un ,.¡ejo eonoádo, por primera
\U d<Spu~ k varias dhlas, y ve su ara sóbiumente addgnar o atru-
garsc como d retrato ck Oorian Groy. La ara recordada se transforma aore
los ojos k uno en lo que se percibe en el momento. O ronsi~rcse la expe-
ñmáa & ver a cierta di.<tancio una pc:raono en la que se m:onoee a algún
coooádo. La figuro familiar se muestra mi.<teriosamente ddonnoda: un ru·
rioso modo ck arrastrar los pies al and.r o una inclinación penurbante en d
pone; basta que se descubre que la pc:raona no ea d amigo, sino UD ennuio:
en ese momento los posos arrastntdos o la indinod6n d<Saparea:n porque
lo base de reCercada de la memoria a partir de In cual se produce lo desvia-
ción ya no exi.<te. Lo que parcela anormal en d amigo se ha conv~nido en d
paso o d pone normal de un e>etrai\o.
Debe tenerse en cuento qut d efmo de tales imdgents cprepc:m'bida..
no sólo &pende de cudn frecuentemente se luan eneontrodo sus prototipos en
el pasado, sino 11mbi~n. en gmdo 'umo, ck lo que lA narumleu del roruexto
dado panu exigir. Lo que uno espera ver ckpenck consideroblemcnte de que
sea clo propio• de ese lugar particular.
La pc:reepción ck los objetos familiares, pues, se relaciona de modo inse-
pc:rable con las imilgencs normativas que d observador ~rv• en su mente.
Por ejemplo, <:><i.<t~ una imagen nornr.~tiva ck la figuro bumaru, simétrica,
erguida, frontal, como lo que se refleja en los dibujos infantiles y otroS
'""PIS tempranas k lo concqxión pictórica. Que uno figura particulAr dearu-
bierta en lo vida cotidiano o en un cuadro se reconozea y se ocq>re como
bnm•na o no, depen<Je & que d ol»uvador lo vea derivada k su figura
normativa o no. Pueck l'«<OIIC<:r el mareo humano en una pintura desde VI• rogura u.-Gcoqa Scurot, Donrt•&o m 1• uú k Úl GmrtÜ }1111< (1884-86).
rios upecros, romo en lo percepción ck loo objetos tridimensionales loo VI- Dwlle. Conc:sl.a ele Th< An lnstitute ele Chicogo.
106 107
\

limi111do conjunto de variodoncs admisibles en un e.tilo particulu de zq~re­ 6. LAS L\L\G.ENES DEL PENSAMIENTO
sentaá6n, m4s que dd sup<rior conjunto de cxp<riencias asa¡uihles pan d
mismo observador m su trato coa d mundo físico. En segundo lugar, ..,
d~ distinguir entr~ un p<rttpto que pu~ mcnunente compnr.d~ c:omo
\ltla •·crsi6n de: uná inugcn nomwiw panicular y un p<rccpto que puede:
rau c:omo tal. As!, cuando d dibujante humorista R~r Price lluna a uru1
recta nq¡ra cvista latcnl de um postal picare.ca francesa•, explota la falta
de: cominuicbd visual entre la conli¡uraci6n que .., v~ y la configunoción a la
que .., aludr.. U rttta d~ por sl no puede: '"'"" como um clesvioci6n de: una
figura ~r; sólo puede: asociJ~Ia con dla a partir de: una exp<rienciJI
•isual antmor de lo que.., corresponde. u imagm consriruye un buen chiste
prccisamrnt~ porque ruulta tan indXaz. En ~. los artistaS .., a¡>O)-an S., puede: decir mucho sobre b reiad6o que tD21lticoe b memoria coo la
en \'BSiones de objetos qu~ pueden relacion.tn<! con las normas que los rigen pcrccpóón sin cnfrmt~rR al porturbador problema de qué es realmente la
m la pcrtrpci6n inmediata. Sin ~mbar¡;o, J. tolerancia de: J. rep~taci6n memoria. Ocámos que alguien que visita d zoológico. al ocm:arse a la jaub
pand6jica varia con los diversos estilos, y algunos C'Oil1idc:ran UD valor posi- del dd'ante, rompan la apariencia del anim•l con su propio cooc:cpro vi-
ti•-o la discrepancia entre lo que .., ~ y aquello • lo que.., alude. Por ~jm>­ sual de defante y, de..., modo, idenú6ca lo que ~- He tratado ya coa cieru
plo. J. famosa ni~ra sentada de r... Gw1i~ )•tu de Smrat ofrece la ator- cneosi6n la ruturaleu del ptrttpto que .., deriva del obj<!ro físico, poniendo
mentada viti6n de um p<rsona porqu~ esta p<rsp<ctiva posterior no .., en particular de relieve que no es UD rq;istto mecánico, sino la capmci6o
•~nntla mcdiant~ continuidad alguna con la pcnponh-. frontal, mJs carac- IIC'Úva de: los rasgos esuucruralcs. ¿Cómo se constituye entonces su c:onrra-
terística (Fig. 1~). AdemJs, J. p<rsp<nlva escogida por Sálrat ti~ un carác- po.ne en b memoria? ¿S., tratJI de um imagen interna de alguna especie que
ter propio altamrnte estructurado y, por tanto, contradice d obj.eto a que capacita a una ponona para contemplar con los ojos cerrados la budla de un
alude casi con lllnta viol~a c:omo la recta de Price. O cuando Andrea MluJ. elefante o de algo que .., a...mcja a un ddanre?
tegno limito su prcRntación del ead.her de Holofe~ a la planta de un pie En tanto uno estudie las relaciones entte los residuos en la memoria y
desnudo que! asoma por l• ap<rtura negra de lo úenda dd gmeral, uúliza una la port<!pci6n directa, .., pu<!de concentrar en d efecto <!jercido sobre el pcr-
p<queful parte para repr(!l(!ntar un todo que sólo la exporiencia pu<!de cepto y demorar la pregunto sobre qu~ es lo que lo ejerce. Puede ilusrrarse la
completar. situación mediante d ejemplo de un artista que dibujo algo que conoce de
Toda interrupción de lo continmdod entre el porccpto y la norma conscr· IDCDloria. S., sienta en su estudio y dibujo un elefante. Si se le pregunta a
vada en la memoria interrumpo tombi6> In dinfmico que cone«o a los dos. partir de qu~ modelo lo dibujo, pu<!de que niegue convioccntcmmte que
Una 6gurn indinoda recibe gran parte de su expresión coracterlstico o tca- tengo en su mente algo que se asemeje • una imagen cxpllciiJI del onimol.
v6 del impulso visible que: la acct'CII a -o la aleja de- la norma, de la que Y, sin embargo, mientras Lrabaja, con.nantemente juzga la couccci6n de lo
rcsul111 una desviación. Por tanto, el espécimen particular no .., ve met11, que trau sobre el pap<l y gobierno y modifica sus <rozos de acuerdo con
desapasionada y estfticomente romo portencciente a uno especie po.rtintlar. ello. ¿Con qu~ los compara? ¿Qu~ es esre cdisciio interior», Jiscgno in/ano,
Aparenta ser mJs bien una manifest..:i6n paniculor de una ma<riz que ba como lo llomó F<!derico Zuecari en 1607 para distinguirlo del diugm> cstano
generado variaciones de acuerdo con el influjo de los condiciones dadas. Las sobre la tela? ¿Cu41 era la cata Idea que Rafael tenia in me~lc cuando es-
fucttas de este proceso generativo anim•n visiblemente a la percepción, toda cribió en una f•mos• car111 dirigida al conde Baldassai'C' Casúgliooe: «Para
vez que una cou porcíbid.a e\'OQI su prorotipo. pintar a uno mujer hermoso, tendrlo que ver ,,.ri.. bonitas, y rú tendrlas que
ayudacme en la ..,)eceión; pero como lu mujeres bonitas y los juttt:S compe-
tentes son raros, bago uso de una cierta idea que me viene a la menro?
El probl=a .., dude: con faáUdad porque la op<l'liCÍÓn pam:c tener lugAr
m el mundo exterior porcibido, sobre b mesa de dibujo: • medida qu< las
Uncas y colores van apareciendo. al artista le van pareciendo conutas o nn-
das. y dlas mismas parecen determinar qU<! debe hattr él con dlas. Algunos
108 109
........... o aperf6ru, ptá:ómas • las parti<ulara. Porque las ideos abmac>
upect~ de sus juicios pueden ~te dar la impn:si6o de qoe tu DO _, tan evidema o smrillas pora loa ru6oo o la mane todam inez.
~ cid tolo p<req>tO, por ejemplo, los factOres {ormak:s de <quili. paimentada, como las partkulares. Si uf les panc:cn a loa aduhos, es
bno Y bua.a proporá6n. Eo ,...Jidad, sin embargo, tambi6> dios soo ~­ porque m<diante su U50 CllllSWlto y Eaaú1ia: las ..... hecbo asl. Porque
pasables de la ptqunta: c¿Es bta b idea que tongo del ddante?•, y <stll tuando rcf1c :w• •••rMS prudentemaue tobtt dlu, dacubrimol que las ideas
ptq¡unta ~ sólo respoaclen. con rdamcia a al¡una norma que albe:rga la ¡a><rala - ficciaoes 1 """"""' de b ....,,. que aamsn di6cull*les
mente del anuta. en d miomas, 1 DO se oúecen de por sl tan l.ldltncnt< como pcJo ••
ima¡inado. Por ejemplo, ¿no ~ acato arduo trabajo y habjlicbd far.
mar b idea genenl de trián¡ulo (que DO es sin embar¡o de las aús abs-
11'11Ctas, c:omprensivas y dillciles), pues no debe ser oblicuo ni m:w>gulu;
cC6mo son las imágtnes mmtllfa? ni equili1ero, ni isósceles, ni etealmo: sino todos y ninguno a la \.u?
En c:f«to, se t:rata de- algo impeñtcto, qur no puede existir: una idea en la
Cuondo la conrropartida imema del percepro no se opUc:a a imaaeo exres- que se •únan 11lguruas panes de: varittJ ide-2s diferente. e incoherentes.
na alguna, sino que p<rmance< libl'1!da a si miJma, vuélvese mis urgente
la pre¡unra, sobre cufl ~ su naturaleza. El pensamiento, en particular, ..Sio Locke concibió bs generalidades como recursos tempo1'11les que le eran
pu<de re(enr¡c a los obJetos y los I'XII!teómienros si ~stos ton asequibles a nec<urios a una mente demasiado imperfecta como para ab:u-car d entero
la menro de ~guna manen. En la porcopción directa pueden \-ette y aun, aleanoo de un concepto en una perspectiva simultinea, y que, por tanto,
• voces, manoJ~- Por lo demás, so los representa indirect&~D<:oto por lo que desde el punto de vista práctico se redudan a resúmenes. Pero no advirtió
se recuorda o se sabe de dios. Aristóteles, al aplicar por q~ necairamos la forma mncrtta que estos conglomendos de propiedades mutuamente
de _la ~ria, señal•ba c¡u< csin una represeouodón, t. actividad intelectual excluyentes pod1an adquirir en la mente. Decir que las ideas gmenles c:no
es rmposrbb. Poro tambim él se topó coo la diJxultad que atOtmCot6 siom- pueden existir» evidentemente oo resolvú el problemo. Si d pensam¡...,tO
pre desde entorxu a 6:16sofos y psiaS!ogos. Al pensaaúeoto k coodcmm se basaba sobre ellas, deblan existir en alcuna forma. Berkdey lo vio ebra-
ooceuriamente las go:nttalidades. ¿c.sm., pu<de enrOD<U basarse sobre i.mi- mento y SUJ objeciones a Locke, que se analizarán mis .delante, son sin duda
gones individual.. manteoi<W en t. memoria? oportunas.
]olut Locko usaba la palabra <ideas.. para desaibir .,¡ material p<req>rual El dilema era muy real. La prescncb visual parecia constituir an obmlrulo
tanto como el de la memora, y los fonómenos individualos tanto como los a b genoraüdad y, por lllntO, debla SO( abandonada pruisa.mente por d pensa-
g•_n~ricos. Delinla las ideas ~mo ctodo lo que sirve de objeto al eoteódi· mionto, que era lo que la rec¡u<IiA. Si se ab•ndonabo la presencio visual,
mremo cu~do d hombre ptensa. y como d equivalen•• do ctodo aquello ¿emtfa un reino no p<req>rual de existencia donde pudi<SB habitar el pensa-
quo se deSigna como fantasma, noción, especie o lo que fuere quo pueda miento? El problema aún se nos plantea. Un enuyo ruionte de Robest H.
estar empleando la mento cuando piensa .. .... Esta definición ignora la distin- Hoh sintomitieamente útulado lmaury: Thc Rctum q! t!x Ostr!lffieJ [ lmA·
ción, hoy . babitu~l, en~e p<req>to y coneep\o· Loclte apüeaba su 1 ~0 3 ginerla: d regreso de lo desterr.,lo], describe varias clases de imagen. La
~· SCDSIICIO"':' (Ideas SJ~p~es), pero tambiéó • los p<req>ros de los objetos •image.n·pcnsamiento• se ddine como
(tdeu ':"mpleJu)_y, por últtmo, a los coneeptos (ideas abstractas). ¿lnten.W
describu estos drvcrsos fonótnax>s mentales como si fueran una y la aúsma Una repruentación débilmente subjetiva de una senudón o pereepclón
cosa o dejar mis bien d problema en mspenso? Probablemento esto último sin un adecuado conteoido ICDIOrial, praente en 11 coocieocia vi¡il como
parte de: un IIClO de pmumimto. lnduvc; j~ de la memoria e ~
porque • Locke no k dejaban satisfecho la oaruralczo y la siruoción de b 8$1!5! ck b inuci~ puedm ser visuales, audiuvu o de cmlquia otra
coocq>tos como fonótnax>s de la mente. Dcda:
modalidad sensorial y, Wnbim, purometue •...t.lea.
• Las primens ideos que ~ en la mente, <S olMo, - las de las El viejo sabor de desaprobocióo de Locke esd todavla presente: la im2ge<l
idea! particulares, y de ahí, por lenta pduación, d cntmdimicrno llega a
del penuaúento es débil porque no lime bastante de lo que dcberú rmer.
unaa pocas .,_,..les; las cuales, obteniclas a partir de loa objeroo onlitwU>s
Y familiar<~ cid sentido, ~ ..ientan en la tncnt< 1 n:Cbm nombres ~
Es lo que le $i¡ue en méritos a la peiCepci6n. En otro lupr del ensayo,
raJes; O. este modo, las ideas ponimJaros _, las que primero ~ redbm Holt reconoce en cieno modo d papel positivo que podrla desempeñar b Íln2·
1 geo grocias • su naruraleza panicular. Poro, ¿eufl es esa naturaleaa?
"' di•ua¡uen, y uf las apta d mnociminuo; y detpuá de dlat, las menos

110 111
a
cómo se han dc: descubrir los mejores m~todos de adiestramiento dc: mente?
Volviendo a t. ronuovenia sobre el papel de las imágenes en el pensa-
Alrededor de: principios dc: siglo los psicólogos ~ron una respuesto miento, se puede ver ohora que sus conclusiones eran insatisf:octoruo.s, en
en d experimento. Formulaban prq¡unw a sus sujttos que bxían pensar a primer lupr, porque ambas partes dc: t. contienda parcc:en lnbcr estado táci-
éstos, por qcmpto: e¿ Deberlo pumitlrselc o un hombre CllSOne con b !Jer. tamente dc: IICUttOO en que los imJgenes podlan intervc:nic en el pensamiento
mana de: su viuda?•. Dcspuá inquinan: c¿Qu~ s~6 en su interior?•. ..Sto si ello se manifestaba en t. ronciencia. Si t. inuospccci6n DO revelaba
A partir de: los rcsul...tos que obtuvo, lúrl Bühler ronclu)·Ó en 1908 que al menos rastros dc: im4enes en todo proceso dc: pensamiento, no b.bb modo
•en principio cualquier tcm. puede: ptm:~rse y romp~ ocaboda y dis. de aúrmac que toles imigenes fueran indispensables. Los J.1a.maclos sensacio-
rintamaue sin ayuda alguna dc: imigenes• ( Allschaa:mtrhdfa). Por d mismo nistas tratoban de enfrcnoorsc ron los resultados negativos de muchos apt·
tiempo bs cxpttimclu de: Robcct S. Wooclwonh le Otvacoa o aúrmac que \ rimentos, sugiriendo que •el automatismo o t. mecanización• podlan neducit
•h2Jr un CDDtenido DO sensorial• y que •de: KUCcdo con mi experiencio, CU3Dto el rompooente "isual dc:l pensamiento a una c&!bil chUpe dc: vida conscimttJO,
más efectivo es d proceso dc: pensamiento en un momento dado, más pro. y en esos condiciones no podio espcrasse que los observadores experimcmales
bable es que no se ocompo:k de: iliÚ~•· idenúlicaran b cdqenenición inanoliuble• (Titcñener) tal como m rea-
La doarina del cpcnumoento sin imigenes• DO soottsúo que nodo obscc- lidad ero.
voblc sucediera cuando uno J>Cf10m piensa. Los experimentoS DO indiaban Hoy los psicólogos conccckrian que dc:mostrar b presenáa de un fenó-
que d fruto del pensamiento sur¡ieca de: b noda. Por d contrario, dc: aruttdo meno m la conciencia rontribuiria gnndc:mmre a cmn=les dc: que cxistt
con d C'OCISCDSO, el pensamiento o menudo se dc:sanoU. conscient~te, en t. mente. Pero si un hecho mental no se tneuentn en la roociencio, ya
ounque se afirmaba que eSte acontecimiento conscientt no se acompafuaba dc: no se puede: concluir que no exista, Apane de: los mecanismos dc: represión,
imigales. Incluso observadores hábiles se encomraban perdidos cuando dc:- más bien especiales, que describen los psicoanallsw, se sabe que muchos
bJan dc:ocribir qu~ oconteda en sus mentes mientraS pensaban. Para ddinic procesos -quiú lo mayor parte dc: ellos- oonren por debajo dc:l umbral
una tal presencio arcnte de: ii'Mgenes ¡oo.itivamente, Ach b U.mabo clkw:a- de: la ronciencia. Esto incluye gron parte del CDDtenido cmrienr< dc: nuestros
rtbeit (conciencia)•. Marbc la llamaba clkwusstseinsl•¡en (disposiciones de sentidos. Una obundante proporción de lo que advertimos ron nuestros pro-
conciencio)•. Pero no ero mucha lo ayuda que procuraban los meros nombres. pios ojos y o!dos, con nuestro sentido dc:l tacto y nuestro sentido musculM,
No es mucho lo que se hobla hoy sobre esta dc:sconeerrante sit:uación. y ante lo cual reaccionamos, no implico conciencia alguna, o tan poco que o
En una investigación reciente sobre lo imagen mental, Jcan Piaget tnu.a la menudo no recordamos si vimos nuestra cara al peinamos por la mañma
memoria extensa, aunque indirecllmentt, por lo que les pt"múte hace:r a o no, si sentimos la presión de la silla cuando nos sentamos a desayunar o
los niños. Pero Holt, en el ensayo que cit~ m~s arrilxl, ron1n1 los psicólogos si •vimos• a la anciann que evitamos atro~llar cuando nos dirigíamos al tra·
que sostienen que la naturalc:2A del pensamiento dc:bc determinarse por lo que bajo.- La experiencia sensorial no es, pues, ncttsariamente consciente. Con
Ucva a cabo, a6rma una nutva y mú directa consideración de la imagen toda seguridad, no siempre se lo recuerdo ronsdcntcrnente.
mental. Su olirmación es oportuna. LAs experiencias sobre la resolución de Al pensar, se dan muchos renuestas automíriamcnte, o casi, porque se
problemas nos han dado abundantes indicios sobre los tipos de weas que dispone inmcdia11mente de eUu o porque lu operaciones necesarias son ran
pueden desempeñar un niilo o un animal y las rondiciones que favorecen o simples que resultan casi instantóneas. Poro revelan de: Lt naturaleza del pensa-
entarpec:rn ese desempeño. Pero las experiencias indiClU'On tambi~ que si miento. Probablemente por esta razón, los experimentadores que IICabo de
uno dc:seo romprcndc:r por qu~ los rujetos tiencn áito en una sit:uación y mencionar somet!an a sus pac:i~ntes o tareas que movilWban su podc:c de
- &.asan en otra, es necesario hactt inferencias' sobre la especie de proceso raorwnlento.
que se desacroUa en su siStema nervioso o sus mentes. Por ejemplo, la naru- Si aun en eaw circunstancias los informes dc:cLtraban csin inúgcnen los
a
raleza de: solución de problemas por iluight [ introvisión] ..Sto puede descri- pensamientos, hay tres maneras dc: entender loo resultados. Puesto que los pen-
biese si se sabe ~ meaonismos comprende:. El túmino insithl se rdicR a samientos tienen que tencr lupr en algún medio, uno puede proponer que
la cvisióo" (r:¡bl) y planta el intenogante dc: huto ~ punto interviene la los sern hUD1IDO$ piensan en palabras. Es111 tcoria DO es sostenible, como
ronciencio pcrttptual de: la siruoción problemática. Sin tener idc:a dc: qué ttalllré de dc:mostnr en un ap!tulo posterior. O se puede sostcntt, como Jo
c:opecie de: procao ICtÚI, ¿cómo ha eje comprcndc:c uno por q~ cierus hi"" hasta ahoro, que las imágenes dc:sempeñan su tare11 por dc:bajo del ni...d
coodiciones l'avorea:n b romprensi6n mienuu que orns t. entorpeceo? ¿Y de: b conciencia. Esto es proboblcmente cierto en mucbos casos, peco nada
lU l13
nos di~ sobre cómo ton J.s imij;enes y cómo funcionan. HAy un <ercer enfo- niñas y también en algunos adultos. Uno persona dotada de memoria eidé-
que. Quíú lu imij¡enes del pensamiento ton y eran acc<sibles o la con- tía, por ejemplo, podf1 eonliar a su memoria un mapa de modo ral que podfo
ciencia, pero en Jos tempranos dlas de ~ñmenuocióo no se guillbo a los leez en la imagen el nombre de rlos y ciudades que deseonocú o habla olvi·
obsavadores pan m:onocerlo. Quíú no declaraban J. presencia de imágenes dado. En una experiencit sobre imágenes eidétías llevada a abo alrededor
po¡que lo que ~imentabo.n no correspondla a su concq>á6o de lo que de 1920 por August Rielcd, se le pidió a un niño de diez años que exami-
es una irnap. nan J. 6gun que se reprodo« en J. Figura 16 durante nueve sq;undos. Mis
tarde, mientras miraba una panrall. en blaneo, fue capaz de dí$0"Dlir detalles
de la imagen como si la tuviera todavla presente. Pudo contar el número de
ventanas de b Cl5l que se "" en segundo t&mino y el de bidones de ledwe en
d_ CUTO. Cuando se le preguntó por el lct.retO sobre b puerta, lo descifr6 con
¿~ son lu i~ mentales? De ocuerdo coo la opini6n m3s ek- di6cultad: cEso es dificil de leer... dice "Número" y después de un 8 o
mmtal, las ~ mentales son ..q,licu 6des de los objetos !lsicos que ~ 9_. .... Pudo ~ir también el nombre del propietario del nq;oc:io y el
lftmpllzan • .En la 61oaoffa ¡¡riq;a, l. eseuela de Leucipo y Oemócñ10 caxril>nb dibuJO de una vaca baJO la palabra MikbiMN/Iwnt,.
la vista a ciertu imi¡¡cnes, de la IDÍmll fo""" que el objeto, que llufan tonti· No es mucho lo que se ha oldo sobre cidér:ica desde la d6cada de 1920.
n11•mmte desde los objetos de visí6o hacia el ojo•. Estos eUloú o réplicas, Los informes mis recientes y extnordintrios sobre b 6dclicbd de la imagen
tan &ic:os como los objetos desde los ruales se hablan cL:sprmdido, perma-
provienen del laboratorio de Wilder Pcnfidd, que la obtuvo estimulando
necían m el alma como im,gencs impresas en la I'DUDOrÜI. Eran tan csbales cierta ~reas de loa lóbulos temporai!'S del c:ucbro con impulsos elb:tricos.
como los objetos originales. La aproxitMci6n mú «rcana a estas réplicas Los )>Klentes describen las respuestas experimentales, como Penfield las U.
fieles que baya podido dearubrir el psicólogo moderno ton lu Uamadas imá- ma, como fluiNNd:.t de es«nas que percibieron en el pasado. Ona de ellu
genes c:i~ticas, una espc:ck de memoria fotosnlica que, de acuerdo con el escucb6 •cantar una canci6n de Navidad en la iglesia de su nativa Hobnda.
psicólogo de Marburgo, Erich Jaensch, se da en el 40 por ciento de los Le pareció encontrarse a!U en la iglesia y se sintió mnmovida nuevamente
pnr la bclleza de la ocasión, como se habla sentido durante esa v!spera de
Navidad algunos años antes•. Todos los pacien<CS csruvicron de acuerdo m
que la ~icncia era mú vivida que nada que pudieran reeotdor volunta·
riamcnte; no se trotaba dé recordar, sino de revivir El episodio ~­
todo se s~e • su velocidad natural mienrras se mantiene en su lugar el
dcctrodo; no puede ser detenido ni revenido a voluntad del pociente. Al mis-
mo tiempo, no se asemeja a un sueño o una alucinJición. La persona sabe que
yace sobre la mesa de operaciones y no siente la <entación de dirigirle la
palabra • las personos que ve en su visión. Estas imágenes parecen aproxi·
mane a 11 consumación de lu escenas directamente pen:ibidas "n el medio
físim; como ese mundo visual ellt<rior, par=n tener el atricter de algo dado
objetivamente, que 1• pen:epción activa puede explorar como se ...xamina un
paiSJje pintlldo o real. En este sentido, pueden oomplrarse también con los
postim4genes. El fantasmal ruadrado blanco que apare« después de que uno
persona miró fijamente un ruadrado negro, surge sin que medí" inicitr:iw por
~e de.l observador. Este no puede controlarlo ni modilicarlo, pero puede
utilizarlo como meta de un. percepción activa. Las i~ eiditicas parecen
pertenettr a esu especie. Se rompnnan romo la proyección de estlmulos
m3s bien que como los productos de una mente que discicmc. Por wno,
pueden servir romo mtterial pttT4 el pensamiento, pero no es probable que
F'acura 16 sean adecuados como insuumenco tld pensamiento.
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Es improbable que el tipo de •imagen mental• necesaria pora el pensa- t.. paradoja de ver una cosa completo aunque incompl<t.amente es fami-
miento sea una n!plia completa, colorida y 6el de alguna escen2 visible. liar en la vida cotidian•. Incluso en la percepción dirocra puede que un obser-
Pero la memoria puede gtnrt las m5u ds su contexto y mostradas aisladas. vador que nura a un abogado o o un juez logre captar poco rruls que el rasgo
Bukclcy, qoe insisúó en que las imigenes mentales genéticas eran mronce- destaado de un brow que Ueva un portafolios. Sin embargo, como 11 per-
bibles, admitió no obstante que 8 .,.. «tapiZ de abstner en un sentido, como cepción directa siemp<e tiene lugar en contraste ron d ajetreo del mundo
cuando coosidero algunas panes o aractulsticas particulares separadas de visual completo, su aricter seloeti\'0 no se luce evidente. u imogen conser
ottas, ron las cuales, si bien esrin unidas en algún objeto, es posible sin vacb por la memoria, por otra pone, no posee romo estimulo cst< fondo.
embargo que puedan existir realmente sin ellas•. Poclla por ejemplo iJmginar Por unto, se limiiJI a unos pocos rasgos desucados que rorrespooden quizá¡
•el llODCO de un cuerpo buiiWIO sin los miembros». Esta especie de diferáJCÍ2 a todo lo que alcanzaba la experiencia visual original, o que constiruyeo los
cuantitativa entre la ~ impresa en la memoria y el completo desp~ romponcntes parciales que el observado< extrajo de una huella mis completa
del matcri.ol estimulante es la mis fécil de concd>ir te6riammte. Deja in- cu.ando se k: pidió que vismlixal'll a un jurista. Es como si, 1 propósito de las
tae:ta la ~pc:i6o sqún la cual la perttpción ronstiruye una copia mecinica imigenes, una peroona pudiera ulir al cncuernro de las huelhs rnzadas m
de lo que ronticnc el mundo exterior y la memoria sencillamente prescn-a al b memorio como u.lc: al encuenuo del material del csúmulo eo la pcra:p-
copia CXIII 6ddicbd. t.. mente, se noo di«, pu«k amar trOZOS de la tela ción directo. Pero dado que las im:lgenes mcn!JIIes pueden rest.ringirse • lo
de la memoria dejando la tela misma inalterada. Puede también M=~ que: la mente coD\'001 IOCtiva y selmivamente, sus romplc:mcntos son • me-
a partir del material corucrvado en la m<moria, imaginando centaurOS_ o nudo camocbles•, esto es, se perciben como presentes, pero DO visibles.
grifos. Este corutiruye el concqno mis crudo de la imaginación o la fmtasía: u cop•ddad de la mente para elevar panes de uM huella conscn'lld. en
un CXIII<Cpto que no le concede a la mente humana o<n capacidad creativa que la memoria por encima del umbral de la visibilidad rontribuye a respoodct
la de combinar ctrozos de realidad• meániamcnte reproduci¡los. a la pregunt11: ¿cómo pued< d pcni2miento ronceptual apoyarse en las imá-
La incomplctitud, ciertamente, es d frecuente resultado de los aperi- genes si la individualidad de éstas entorpece la generalidod del pensamiento?
mentoS Uevadoo a abo sobre la memoria. Kun Koflka cuento en un cswdio La primera respues10 es que las imágenes admiten lo sel«tividad. El pensador
expcrimenw de 1912 que uno de sus sujetos, •l que se le babia pedido que puede crolnlrse en lo pertinente y eliminar de la visibilidsd lo que no lo es.
respondiera a la palabra estimulante ¡urilto, a6rm6: •Todo lo que vi fue un Sin embargo, esta respuesta sólo d. cuenta de Lo definición mós cruda de
ponafolios sostenido por un brozo•. Aun con mayor frecuencia un objeto o abstraa:ión, esto es, generalizorión a través de la ra:opilaci6n de elementos.
un grupo de objetos aparee< en la memoria sobre un fondo vado, compl.,._ Una mirada mils escrupulosa de los datos experimentales nos hace sospechar
tame:otc privado de su csccna.rio natural. Demosua~ promo que oo se puede que las im4~enes mentales ronstiwyen en realidad un instrumento mucho
dar cuenta de las refinadas abstracciones que se encuent.ran comúnmente en más sutil, capaz de servir u un tipo de nbstracci6n menos primitiva.
las im4genes mentoles afirmando simplemente que las irrulgenes de lo memoria Bc:rkelcy no tuvo dific:ulwd en •dmitir lo existe.ncia de imágenes mentales
con frecuencia no logran reproducir alguruas partes del objeto completo. Pero &ogmentarias. !'ero vio que In fragmentación no bastaba para producir cl
la teorla impllcita en el rjemplo de Bc:rkeley ni siquiera drscribc satisfactoria- equivalente visual de un concepto. Para visualizar el concepto de abollo,
mente este tan poco sofuticodo procedimiento de •hstraa:ión por selección. se n<ecsitaba algo más que la h.tbilidld de imaginar un abaUo sin cabc:za o
Existe una diferencia fundamen"'l ent.re el •cuerpo humano sin miembros• sin potas. La im2gcn tcn(o que eliminar toda relerenda a at.ributos en los
de Bc:rlcelcy y el brazo del juriota que sostiene el pon•folios. Bc:dcelcy se re-- que los c•b•Uos dific.,n; y esto, sosten!a Bc:rkeley, es inconcebible.
fiere a un objeto Usiamcnte incompleto -un tronco mutilado o un torso Cuando a principios de nuestro siglo cl experimento se Uovó a abo .,.¡.
esculpidcr-, rompletamcnte percibido. Ett el ejemplo de Koffka se percibe mente, varios invrstigadores dignos de toda confianza, trnbajaodo indepen-
de modo incompleto un objeto completo. El jurista no es un &agmcnto anat.> dientemente, descubrieron que b generalid.d era preciS2mcnte lo que los su-
miro, sino que sólo se ve de ~1 un detalle signi6ativo. t.. diferencia se jetos atnbubn a l•s im;(¡;enes que vebn. Allred Binct someü6 a sus dos
asemeja en cieno modo • la que hoy entre un torso de mirrnol que se ve a jóvenes hijas, Armande y Marguerite, a prolong:tdas y agorador<~s invesüv-
plena luz del dia y un cuerpo completo parcialmente revelado por b luz de ciones. En una ocasión hizo que Arm•nde obscrvatll lo que sucedla cuando
una lintema. Esta especie de incompletirud es dpico de las imágenes ment.alcs. él pronunciaba la pal.abtll loMbrtro. Le preguntó lue¡;o si habla pensado en
Es el producto de una men<e que diJCiernc sekctivamcnte, que DO sólo se Ji- un sombrero en genenl o en un sombrero en parrieulor. u respuesta de la
mia a considerar fidcs re¡i.stros de froa¡ncntos. niñ> es cl2sia de las manifesuocioncs introspectivas: •C'ur mol tlit~ or tl·

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au¡usta me produce un destello de 0n.1 fi;;ura alta en Lt que sólo es viSible
nbal·i• cherthe ,¡ me ~prlstnur un dt tous ces objtts qut lt mol rassemblt, coa claOO.d una mano que ...tiCl>C URII falda de color occndo; d lmmilde
milis jt no m•.,, rtprlstnU 6U~n•. (•En &<"'tnlo está na! dicho: ltlliO de preteodiente me prodln el destello de una 6sura ioclinada cuya únia
repreRDtarmc uno de esos objetos que la pslah,. n:-úM, pm! no me represmto pane visible con claridad ea la espalda arqueada. aunque a ,...,._, veo """""
níDguoo.) Cuando se le pidió a Margueñte que respondiera • la polahl'll nietlt, uni<W rn ademin de fU080 ante un roouo ausente... Todas CJt2> dacrip-
primero vísu.oli:zó un.t fotoarofls y luego dijo: cVi aer la OÍ<'\~••• en gene- áoocs deben rcr de por si evidentes o irreales como un cuento de hadas.
ral ... DO muy claramcnteo. Bine. observa que Berkeley quedó refui3Cio cumdo
un.t de las niñu cleebró: cUoo sei>oro vesticb, pm1 DO .., puede deciz si su Esta en la voz de 0n.1 nueva era. Con tanta claricbd como la pslabrs lo
vestido es blaoeo o ocsro. cloro u oscuro•. permite, Titcbco« scii.tlaba que la inmmpletirud de la im:sgen mental DO es
Koffh, que utili26 un proeedimiento similar, obtu\"0 muclus Allgtmm:- sencillamente una cuestióo de fragmentación o aptocióo ~te, sioo
tiONidillllgtll (imágenes gcnéñcu), que enn con frecumcU sumamente cin- una atiiCierlsúca pooitiva, que distingue la captoción mental de un objetO
distillw.: una banduo tricolor flamellnte, mti bien oscu,., sin cenidumbte de la 011uralca flsica del objeto mismo. De este modo evi~a d error de es-
en rumiO a la oricnt«ión vertlcal u boñzontal de los rolares; UD tren dd tímulo o -eomo con ocíeno dice que habm que llamuk- el trror tk cou
que DO .., sabe si es un tten de carga o de pasajeros; una IDOI><!Cia de valor o el nror dt ob~to, esto es, la wposicióo de q"" la rrpresrntaci6n que se
incimo, una figuro cesqucmiticu• que podrfl ..,. muculina o frmmin• (En haor la mente de uoa cosa es idbldca a todas o algunas de w propiedadco
UD estudio mü reciente, Wl»t Peoplt Dre11m About, Calvin S. Hall descu- objetivas de lo cosa.
brió que en 10.000 oueños de hombres y mujeres que rompiló, el 21 por La rd'cnrncia a la pintul'll y el impresionismo es signi6catlV11. Las descrip-
cimto de los peno<ujes canda de suo identificado.) cioors que haa: Titrhener de la experiencia visual difieten tan funcb.meoto.l·
Al leer estos informes expeñmento.les, .., advierte en la formulacióo de mente de las que hacaJ los ouos psicólogos, como la pintura de los impresio-
los in•urigadores, LiniO como en la de los su~tos, la t~ 1 ouperar la nistas de las de sus ptedeeeoores. A pesar de lu considerables libertades que
psradoja de w imigenes, paniculares a la vez que genúicas, descñbii!nc:low se tomaban los anisw anteriores a la genrl'llción de Edouard Manet oon los
como indistintas o poro darao: no se puede deeir si el objeto es azul o rojo oblctos que pint®.n, la convención oerptacb era que un cuadro debíA o~
porque la imagen no es lo butantr difrrenciacb. Tol drsrñpeión tirnd., • una fiel rrpresen1ación. Sólo ron los impresionistas comemó L! trotla estéru:s
deserhar el fenómrno romo fenómeno puramentr nrgativo, pues implica que o acq>llr que la imagen pictóriro es antes un producto de la mente que UD
con que el sujeto sólo pudiera dioremir el objeto con algo de mayor cloñcbd, depósito del objeto flsi<'Q. El haber ad,..,rtido que la imagen difiere en prin-
podria decir si es IZUl o rojo. Pero no hay cosa tal como un fenómeno nega· cipio del objeto (bico establett los cimientos de la donrlna del arre moder·
tivo. O birn lo imagen incompleta se experimrmn o bien no se experimenta y, no. Con la psicologlo de la experirnci• visual pocas déaldas más tarde, se p!'C)-
si se experimenta, trnrmos un orgumento definitivo conma lo sostenido por duer un rompimiento fundamrn tal sernrjonte con la tradición.
Berkeley. Lo comparación ron la pintura impresionista puede también ayudar a la
rompro:osión de la natumleza de las •sugerencias y los destellos visuales-. de
Titchenrr. En lugar de drsrribir lo forma detallado de una 6gunt humnna o
Sugntndas y dtsttllos uisualts un irbol, el impresionista ofr<cla una oproxi111:1ción, unas pocas piocelodu,
que no tenlon por ob~to ctear la ilusión dr ullJl 6gul'll o un árbol 01balmentr
Entte los psicólogos, Edwtrd B. Titrhener tuvo el don y el coraje de deciz duplieados. Mú bien, con objeto de que sirviera como estimulo pal'll el efecto
exactamente lo que vela, por ofensivas que resultoran sus observaciones pal'll deseado, 13 teducicb <on6guraci6n de tr120s debla percibi= romo tal. Sin
roo la teorfa semoño.l vigente. Manifiesta en sus U.tuus on the E.rperimenttll embargo, ,..,lveria a rometene el error de esrlmulo si se idenü6c:ars la expe-
Psycholov ol the Thought-Proetsst.r, de 1909: rirncia resultante con lot tnozos que la provocan. Los resultudos a los que se
apuntaba enn de hecho sugetencias y destellos, indicadores de dirección Y
En sus opruciaoa corriaues, mi menee K mutJrH como um. gaJeda de color, m'• que contornos o S«riones definidas. El espectador respoodút o.l
cuodlOI bosunte C'Olllpku, no de cuad""' OCllbodoo, sino de apunteS impre- conjun10 de unos colore:oclos aobte la tela con lo que sólo puede clrscribirsc
sloni!tos. Cuando ko o rKUCho que alplCft ha hecho •!&o con modestia. como 0n.1 con6gu...:ión de fuerzas vls.Wes.
Kf"'...!od, orgullo, humildad O <Ot'ICSia, percibo URII ~ oHuaJ de Ja La oanualcza buidiza de tales apttiendas es difícil de captar mediante
modcotia. .. p\-.dod, d orgullo. la humilclod o la ~ La btmlna
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d lenguaje que comúnmcnle clacribe los obje1os por sus dimensiones tangibles
y materiales. Pero es una naiUnii<Za de inaprmable valor paro d pensamiento
abstracto, pues oírccc la posibilid.d de rcducír visualmetiiC un """" • un C$-
Ham aqul me he referido a im6genes mentales de objetos flsiros, como
quel«o de rugos dirulmicos esenciales, ninguno de los cuales constiruye UD3
pone ~~ngible dd obje1o real. El humilde pre<endien<e queda reducido • tri· figuras humanas o paisajes. Algunos de estas im,gmes, sin cmb:ugo, hablan
'~ de la abs1:111«i6n al des1eUo de una figura inclinacb. Y esta abstrneción sido evoc:adaJ por CDnttplos absiMICtOS, tales como modestia, gravedad u or·
pe:rcq>ruJI tiene lupr sin que se eUmine b expcriencía concr<ta, pues1o que ~o. Aderoú, el comenido virool de algunas de estas umgenes se babia re-
b humilde i~ DO sólo se comprende como la del humilde pre<en- ducido a meros destellos de forms o dirección, de modo que lo que se <ela
dimte, sino que se la ,.., como al humilde pretendien~e mismo. en realidad diíicilmen1e podría describirse como semejante al "'*'o. Se plan-
Obsérvese que esw imágenes, aunque de conromos, super6cies y colores t"td in1errogan1e: ¿has11 quo! punlo puede ser absn-.c:u um imagen?
vagos, pueden iocorporar con gran preciai6n las con6guraciones de fuerzas ._ Se evcnn las sines•e<i•s porque ~tas comúnmente compmxlen imigenes
desenctdentd2s por dlas De acuerdo con un prejuicio popular, lo que DO no mimc!ticas. En los casos de 1udrtio1t eo/ori• o audición dd color, las per·
eslá claramente uaado, comple<o y ck111bdo, caRtt de prmsi6n. Pero en sanas '-en colores al esruchar sonidos, en especial si se uata de música. En
pinrun, por ejemplo, un re1ra1o de daros comamos ejerutlldo por Holbcin geoenl, estas sensaciones visuales no logran hacer la música más plaeen~tt~~
o Durero DO es m.ú preciso en ruan<o a su forma perttpnaal que d tejido de o m.ú in~eli¡tible aun ruondo los IODOS C\-oquen los mismos a>lores de modo
piDCCJ.das por el que Frans H•Ü u Oskar Kokosebka definen el sa>blante lr.uran1c rohereme. Por 01ra ptr<e, los in1en1os de 11<0mpañar la música con
humano. En ID21ctmticas, un enunciado o un dibujo topol6gico idmti.6csn formas móviles en color (O.kar Filit'hinger, Wal1er Ruumm, Norman MeLa-
una rebci6n espacial como est4r conunulo m o sol1p4rtt con un miximo de ren) han logrado un sorprenden<e ~ilo ruando las earonerfstieas cxptesivas
prmsi6n, aunque ckjan dd 1odo inde~ermintda su verdadera forma. En ló-
comunes ck movimitnto, ritmo, c:olor, form11 y mno musical se fonalecen
gica otdie a6rma que la gmeralidtd de un concq>lo conuiboya a su vagucdod
por estar vado de detalles particuloriudos; por el conrrario, la coucenrnción mUiuamenlr a lrav~ ck los limites sensoriales. Que tales combinaciones ck
sobre algunos pocos rasgos esenciales se reco~ (amo un medio paro dan- modos smsorioles resuhen fa\'ombles o penurbadoros o no, depende en gran
liar el concq>to. ¿Por quo! no hemos de admitir que lo mismo puede aplicar· medida de que entre eUos se experimen1en correspondmcias estructurales.
se a la imagen mental? En las tries, la reducción de una 6gun1 bUIDIJII • ls Lo mismo resuha v&lido ruando coneep1os 1e6ricos, roles como ls seri.e
simple geometrlo de un geSIO o una pos1u111 expresiva puede clarificar lo ima· num~rico o lo seruenda de los da« meses, se acompofum de asociaciones de
gen precisameme de ese modo. ¿Por qu~ no ha de suceder lo mismo en las color u ordennmiemos espaciales. Es1os ncompañnmiemos, ndero:ls, se presen-
imágenes men1ales? Tambi~n en es1e caso puede resultar úril unn observa- lan dd todo esponlóncomente en ol¡¡unns personas, como lo esrobledó Fran·
ción de Titcbcncr. Este, en efeclo, invh6 a sus alumnos a que compararan cis Cahon en su famou inves1i¡¡oción de los imd¡;enes, ck la que se da una
un rnovimien1o concreto de la cabeza de arriba hada abajo con ese mismo mo- murnra en In Figura 17, y pueden ser <ambién sumomeme esUJbles. l'e.ro
vimiento mental que signi6ca osemir a un argumento, o el rruncimiemo con· aunque se u1ÜicC'o a veces como oyuda mncm6nica. no existe indicio alguno
=to del entr<ttjo con el frundmien<o men1ol que significa perplejidad. • Los de que oan<ribu)•an el manejo nt<ivo de los roncep1os. 1.:1 causo de esto es
movimien1os perdbidos son de lrato gtosero y poco daro; los imaginados, que bs rdacíoncs es1ruc1Urales en1re lns correspundencios visuales no p:ueeen
de cofle limpio y deUado.• ilw1rar los correspondenciOJ en<re los conc-ep1os. Uno de los miembros de la
Sin duda, una illlllg<n es~.. da, pin1ada sobre una 1do o percibida ron Royal Socicl)' al que C.hon emrevinó •elo habi<uolmente la serie numérica
el ojo de la mcme, puede ser imprecisa y confusa, pero rambi~n puede serlo de t<'ro • cien ondenod• en «forma de herradura, sobre un plano ligeramen<c
d cuadro m.ú escrupulosamen1e detallado. Es1a es una cuestión de falta de inclinado, eon el ex1remo abier<o hacia mi•, y con el número 50 sirutdo en el
forma m.ú que de falta de detalle o preciaión Depcnck de que el esquel<to ápice. No es probable que el profesor de ari1m~tÍCJ1 se baya beneficiado con
esrruaural de la im2gen sea or[llnizado y ordentdo o no. la$ imágenes com- esta ima¡;e:n.
binadas de salud, enfermedad, criminalid.d o rugo de familia que Fn.ocis Los CODCq>IOS 1e6ricos no se manej:\0 en el espacio vacio. Pueden asociar·
c;.l1on ob1en!A superponiendo los re1ra1os fotognlftcos de muchos individuos, se con un escaurio visual. Las inúgmes que resultan de eslas asoci~nes
resultan empañadas y poco esclar=doros porque son informes, no porque pueden p;lrecer m.ú occidentoles de lo que son en resUdad. Titchener, dt$-
resulten borrosu. pu~ ck haber permanecido sen1ado en una llrimo delliÍs de cun conferen-

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cunte algo c:nUtico que uubo abundanu:mente el mooosllaho hut*-., asoci6
1 partir de entonces el ·~númiento de pero• con «ls repentina imlgeo de
;:r JHtiíHW'~..... ~-J-j .. ·~¡ una coronilla colvo con un ~idrculo de pelo por debajo, y unas lllllCÍZ3s es-
.: -¡J ••~¡ ¡J~ii. '1-f .... poldas negnu, todo lo CU2I atl'lve51ba velozmente el ampo visual desde no-
t·~l:'f h rfl~
t: 11 lj¡¡IÍ \~
roeste a sllleate.. Aun'!U" d mismo Titehenu menciona eare ejemplo como
tlt"
~
f
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Jf l !.,
!'·ii.
... d
;=~~~tb#
-J-Id
• - ,, !•i Ja
U!tf1!¡J~!1:j ,. - ,~
r.!~:
caso de uociJoción por cúrunstancias, puede que lo imop se bayo asociAdo
ton 6.rmemcnre con d concepto porque eristb una setnejmza imónsea c:nuc:
d Clrictet limitotivn de •pero• y d de w mxiz2s apaldos neg¡as del or-.
u. dor. Y IUR'IU" oo ea probeble que ls imagen bayo •JU<hdo a ls copxidad
'i~;!li
tU~
¿
ele l:li2IOIWDÍCnro de Tirchencr, bab" ogudi•odo su scmibili<bd para b cual.i-
j!!1¡Ufid1"~ii
1! w
E • • • • • t • dod dinámica de Otlcioocs edvenativu, esto es, pan ls especie de freno
z" ¡ i1 e-t~-la-! .. ~-! f que estas cUusuw imponen 1 los enuDciados afirmativos.
~!-;It;¡u•rjlf~
::,hh .~:Jtu ..· uf
H"l!
Algunas vi•u•lizeciones de conceptos teóricos poeden clncñbine como me-
.Jfons ele rutina. Herberr Silbertt ho informodo sobre los oesudos bipoo-

~]1ft!r
1rttl~lmhtÍtl
ti~ t~w '!· gógícos• '!U" 1 menudo aperimen11ba euondo se esforzaba por penur sin
logrado por cousa ele ls somnolenc:io. En una ocui6o, después de un inútil
.. Lní esfuc.ao por comparar ls filoso(lo del tiempo ele Kont con ls de Sc:bopcoh1uer,
su fnmnci6n se expresó espon~neomerue en ls imagen de una uec:retaril
morosa• poeo dispues11 a dar informaciones. En orn oportunidad en que es-
toba por puor revisll a una idea con objeto de no olvidarls, \'ÍO, mienttas se
iba quedando dormido, un l~e~yo en librea de pie jumo a él como si aguar·
dan sus órdenea. O, al considenr eómo mejorar UD plUje de sus escritos
que DO lo sawfacfa, se vio a si mismo en ls actitud de proyec11r una pieza de
earpinterfa. En este coso las imigenes reflejan un paralellimo CDSi aurorni-
tico corre las actitudea de la mente y los acontecimientos d el mundo flsico.
Loo estudios de Dorwin sobre la expresión de ls emoción mencionan ej<m-
plos bastante similorea. Mientras una persona lucha por resolver un problemo
irritante, puede que se ra~ue la cabe:u como si Lnltlrl de olivior una itríll·
d6n fisica. El organismo funciona como totalidad y d euerpo produce un
equivalente Hsico de lo que la mente h>ce. En los estados hipnagógicos de
Silberer, las imigenes espont~neas conjuran una eonrnpartida física.
es.. especie de ilustración simplista puede suvirle al pensador más ele
clistncrión que de ayuda. Cuando Gahoo descubrió para su asombro que • ls
gntn mayorb de los hombres de ciencia a los que me dirigl al principio sos-
tenia que w imigenes men11les les eran desconocidos•. eondu)'Ó liDalmc:rue
que •una proo11 percepción de claras imigcnes mentales resulta anlllgónica
de la odquisición de hQ.iroc de pensamiento altamente generalizado y abstrae·
to, especialmente cuando el razonamiento avanu mcdwuc polabras que oc·
túan como slmbolos, y que si los hombrea que piemon muebo alguM vez ro-

• Bot, pero. (T.)

12}
122
vieron la apocid.od de ver i!M¡cnes, pociblemcnté l• pudieron por falts de 1erreoo de bs artes, esculturas y pinturos no figurativas. Cuando me referf
USO>. a las descripciones que h..., Titchener de la apocichd inuginaciva, alud! al
Pero es muy fina la lrnco divisoria entre la pcdn"" explkimción de la ima· impresionismo; y, en vezdad, JC puede fechar con ciertA precisión 1• fose de
gen i!U>rnniva y d poder de un ejemplo bien elegido poro poner a pruc:b> la la pintura moderna que corresponde a algunos de sus ejemplos: cE! eabollo
n.ruraleza y las consecuencias de una ida en una especie de expaimento es para mf una cloble curva y uno pocruro rampante con un 1oque de crines a
mental. El pensamiento, lo dije antes, puede tral11r los objetos directamente su alrededor; b voa, un rect.:lngulo alargado ron uoa cierta expresión bcial,
percibidos, que 1 menudo JC moncjan flsiamcnte. Cuando no hay objetos P"" una especie de ceño exagerado• Pero las palabras de Thcbcner pueden ..,.
Jemes, JC los =mplna por alguno clase de ima¡cn. No es necesario que estaS sonar todav[a de modo IMs moderno. Ocsc:ribe l:tS ccon6gurnciones• que des-
im&genes JClUJ réplioos CXIC1os del mundo físico. ConsiclbeJC el siguicn1e ooso pienon en 8 un cserilor o un libro panicular: ...'dr sugiere un rotor rojo
de los JCmisaeños de Silberer. En d erepwcular es1odo de somno~. ..,_ apogodo ... ilngulos IMs bien que cun-.s; tengo con bastante claridad la imo-
flexiO<>a sobre los •juicio. lroruubjeti""mcnte válidos•: ¿pueden los juicios ¡cn de un movimien1o a lo largo de unas lioeas, y de nitidez o confusión
= \-i!idos poro lodos? ¿Hay algunos que lo son? ¿En qué rondicioocs? Evi· cuando las lineas móviles JC unen. Pero eso es todo: todo, al menos, lo que
demcmenlc no exisre otra forma de busar las respucsw que exploror sima· la inuospecci6n ordinaria rn>el1>. Mienuas Titchcncr registraba sm inrros-
ciooes peninen1es de cxperimentlci6n. Ante b somnolientA mente dd pen- peocioocs, arcisw como KJ.Odinsky exploraban la misteriosa mm situad.. en-
sodor SUfBI' súbitAmente l• imop de un gran drculo o uoa csfero ttmspa- "" lo 6guralivo y lo abstrono. Titchencr visualiaa d roncepto de csignifiea.
renu: en d oire; muchas pasonas b rodean y sus ahezu quedm denrro de ción•: oVco b signilieaci6n como d extremo uul gnskeo de una cspc:cie
elb. EstA es una visualiuc:ión bu1101e esque!Múea de la idea que se inves. de palo de msno que tiene un poco de amarillo por encima (probableroente
liga, pao al mismo tiempo hxe metafóriamnm' tangjbk su tema esltUCru- una pane dd mango) y que estÁ cavando en una maso oscura de lo que pa·
ral búico: b inclusión de 1odos las abeus en un reino común, b exclusión r:ec:e JCr ms1erial pl:btico•. Uno ima¡cn que bubiero satisfecho los requisitos
de los cuerpos de estA comunid.od, eta!lero, Se mua de algo JCmcjante a un para exhibirse junto al Jmtte ~u/ de Kandimky.
modelo opaacivo. la imagen presentA objetos narurales -6guras humanas, ¿Ha viSio Titchener mucho ane moderno y lo ha asimilado? No lo SC:,
una esfera-, pao en uno oons•el•ci6n en1eramcnte an1inarural, oo realiza. pao de acuerdo con los ejemplos que he mencionado, era sin duda capaz de
ble en nuestra Tierra suje1a a la fueru de gravedad. La idea que domina la mirar d mundo cXIerior y el mundo in1erior de la mente con d mismo csp[.
mente del pensodor en duerme•-ela dina la conStdación visual. La simetiÍll riru de los pintores modernos. No puede dccirJC lo mismo de la persona co-
cemral de las 6guras que oonvergen es una reprcsen~ación simple, cl""' y su- rriente, incluso del psicólogo corrie01e. Hasta hoy no es infrecuente que los psi-
msmente ccon6mica de los o juicios companidos•, producida sin la menor preo- cólogos, cspecialmcote al tratar la percepción, hablen de los anistas como sí
cupación por lo que es factible en el espacio real. Adcm&s la uansp:n:cnci• de éstos estuvieran empeñados en la tarea de producir ilusiones de la realidad flsi.
la esfera, este sólido paradojo! que incluye las cabezas de los que la rodeon, ca. Paro los psicólogos que llevaron a cabo las experiencias sob"' el •pensa-
indica que la imogcn es f[sieamcnte tnngible sólo en la medida eo que se adecua miento sin im4geneS!I·, ad como para sus observadores, una im11gen era proba·
al pensamiento l es compatible con l l. Aunque cnternmente fan1.tnica como blcmeote la clase de cosa que JC conoee por ilusu:aciones realis1os o carteles. Si
aeontecimienlo Hsico, la imagen resulta c:sltictomcntc funcional respecto de miraran los pin1uras famous del paudo -un Rafael, un llembrandt o incluso
la idea que CDCIJ:D.II. un Courbet- con d P"'iuicio habitual y sin mucha atención, verían réplicas cx-
Aunque C.hon objetl le cpronto pacepci6n de clants im&¡cnes menta· plícitameme completas de la narunleu, paisajes e intrriores. mrura1c:zas
les., adviene que oo existe .....Sn poro que la facultad de visualización se muenas y 6guros humanas. ¿Hubieran reconocido la pr<JCocia de con6guro-
malogre. Aventuró que si JC libera la ICción de esta facultad y no se la so- cion~ altamente abstmccas en sus mentt:S si por imágenes hubieran cnrendido
mete a la reproducción de formJU definidas y pemStenles, cpodrla enmnces algo compleiAJIICDtc diferente? Th&>dule Ribnt , que recogió novccicnta< res·
producir del todo auto!Mciamcnte inúgenes gencroliaadas a partir de su ex- pues12s, da sólo un ejemplo ocasional de con6gurnción no miméúca; uno de
periencia pauda•. sus suje1os \'iO d in6nito n:prcscniAdo por un agujero oegro. No es sorpiCD-
Si los objetos pueden reduci...., a unos pocos desteUos esenciales de direc- dente que uoo busque tn \ '&00 nuevas pruebas en lo obro m> reciente sobre
ci6o o Forms, ~ pbusible que puedm existir poutu 1odavb .,W abs- l• psicologls del pensamien1o, pues ésta compone con d oonductismo la pre·
uetas, esto es, con6gu.nciones o acorn«imimtos que DO recogen nada m ah. (erencia por las manifestAciones externos y observables.
solu1o de lo que se do en d mundo flsico. Nuestro siglo ha produciclo en d Es improbable que los i!Mgenes hayan estodo ausentes en experimentos

124 125
que conduíefon a la doctrina del pensamiento sin imigenes. Pero aquBias pro-
7. LOS CONCEPTOS ADQUIEREN FORMA
boblemcne implicnban numerosas configuraciones !tW abstractas que las que
deoaibieron Koffka o Binet. Los últimos estudios aJ>C1W aludían al pensll·
miento. Las ~ evocadas por pal.lbru como st>mbr~ro o bmdn11 pue-
den ser rQOnoblemente concrew, mientru que las !tW de las = u solu-
ó6o de problemas teórico. aige con6gurociOO<S olramon~r sbsrmcw, repte·
ocni*Cbs por figuras topol6t;ieas y, a menudo, ~tric:u en despacio men-
tol Es posible que csw imigmes no mii!M!ticas, con frca•enó• débiles al
punto ele ser apenu oboavoblc:s, baylD sido d •contenido no semorial.. , esos
•sentimientos no seosoriala ele reJacionep que llDto tnbojo dieron por eou-
oa de su status pondojal. Puede que sean muy comunes y en vmhd indis- Si d pensomiento tiene lugas en d reino ele bs imága~CS, muchas de es-
pcngblcs para toda IDCilte que tenga pensamientos genáicos y necuite la ge- w imqcncs tienen que ser altomontc abstractos, pues la mente opera a me-
neralidad ele w formas puras ¡.ro concebirlos. •Me indino a aeeno, admitió nudo o elevacb ni\odcs ele abstracci6n. Pero Ucgas o esw imágaJCS oo a fá.
Ribot, •que b l6gic:a ele las imágcocs es la c:ousa primero ele lo imoginací6o cil. Menóonc! que mudw pueden aparecer por dd.jo cid lli<d de b coo-
consttuetiva». óenóo y que, incluso cuando son conscientes, puede que w personas no ha.
bituadas al duro o6cio de la autoobscn'lá6n no bs adviertan roo prestez:a.
En d mejor de los cosos, w imigcncs mentales son dilióles de describir y
fkiles de pcsn¡rbar. Por tanto, los dibujot de los que se espera que se W.
óonen con ralea imága~CS constituyen un material invalorablc.
En las upc:rienóas sobre la memoria se han utilizado clibujot con fre.
cucnóo. No pueden ser ~plicas 6des de las imqencs mentales, pero es pro.
bable que com¡.tllln algo de sus propi<dodcs. Por tonto, los pocos ejemplos
que of~ en este capitulo no tienen intención de probar cómo son las imá·
genes que los generaron, sino qu~ eoracterlnicas estruCtUrales pueden tener.
MostM que estas rcprescntaóones constituyen instrurnemos adecuados del
rozonamiento abstracto y que apuntan a algunas de las dimensiones del pcn·
samicnto que pu<dcn representar.
El prototipo de los dibujos a los que aludo son esos tra%05 diagramiticos
que maestros y conferenciantes trazan en La piurm para describir constela·
clones de una cLase u otra, flsicas o sociales, psicológicas o puramente l6gi·
cu. Dado que estos dibujos son a menudo no miméticos, esro es, no contie·
nen scrnejanu con objetos o acootecimicmos, ¿qué rcprescntlD cxactamCille?
¿C6tno se relacionan con el tema al que se re6crcn? ¿Cuáles son los medios
de representaóón que tienen a su alcan<e? ¿De qaé modo romribuyen al pen-
samiento? ¿Qu~ fiCtorcs determinan el grado de adcruaóón con gue un di·
bujo sirve a su propósito?

La clilercnóo entre bs formas mii!M!tieas y no mii!M!tiCM, flD clara a pci·


mera vista, es sólo uoa dtlercncia ele grado. Esto es evidente, por ejemplo, en
126 127
los ademanes descriptivos, e\05 pr<CUI'$0res del dibujo lina.l. También m
este caso uno se siente tentado de distinguir enrre los adenunes picrogrúliros
y los que no lo son. En realidad, cuondo se retrata un objeto mediante ade-
manes rara v12 se utiliza m4s de algún rasgo o dimensión aislados, d tanw'io
gnnde o pequeño de la cosa, lo forma de rdoj de treno q~ t:knc la mujer,
b niñd12 o indc6nición de un contorno. Por la narunl121 misma dd medio
propio dd ademán, la represcntaci6n es extremadammte tbsmtCill. Lo que
interesa pan nuesuos prop6sitos es, no obstante, en qut! medida esta especie
de descripci6n visual es corriente, satúfoctoria y úñl. De hecho, es úñl no a
pcur de su economla, sino precisamente a causa de db. A mmuclo un acle-
mio resulta tan notable porque singulariu un nsgo que es penioerue rcspec·
to de la revdaci6o. La ttra de idcnñ6car d referente eottt por cumta dd
contato: d wnaiio descrito por el tdernin puede ser d de un enorme rega-
lo de Navidad que mvi6 un do rico o d de un p12 u.-pado d domingo 1'3-
udo. El ademán se limita a si mismo inreligeruernmte pon poner de rditte
aquello que es importtnte.
El adctcr abmocto de los ademanes es aún mis evidente ruando reti2UI
la aa:i6n. Uoo describe un choque de automóviles presmtmclo d choque
descorpon!W.do como tal, sin representacitln alguna de lo que choca. Se
muestra el sendero rec.to o tortuoso de uo movimiento, su f'cil npidl2 o su
pesada di6cu1Uid. Los ademanes ejcculln la acci6n de empujar y Lt de tinr,
la penetración y el obst4rulo, la peg•josidad y la dureza, pero no señalan cuÁ-
les son los objetos os! tratados y descritos.
Los pueblos de la Tierra toda aplican sin vocilar los propiecLides de los
objetos y las Kciones flsicas a los objetos y las occiones que no lo son, aun-
que no siempre exactamente de igual modo. El tamaño de una sorpresa
se describe con el mismo odem4n que el de un p12, y un choque de opiniones se
pinta como un choque de outomóviles. David Efron, que investigó los ade-
manes de dos grupos minoritarios de lo ciudad de Nueva York, ba puesto de
relieve cómo el canlctcr de lo con6gunci6n del movimiento varia de arucrdo
con el estilo de razonamiento de lu pel'$0nas. Los ademanes de los habitantes Figurn t9 - Ahonn Wa1kins.
del ghmo judlo, royas mentes están formadas por el estilo so6sll t:eadicional rnllodo en modero 119661.
del pensamiento 11lmúdico, •por<een exhibir un cambio de dirección angular,
que tieoe por resultado una serie de movimientos en zig-Z!lg; ruando t!stos
se represmttn sobre el papel, ofrecen el aspecto de un intrincado botdado.o.
Por el contrario, los ademanes de los inmigl'llntes italianos, que provienen Ú·
píamente de un medio agrfcola csaumente alfabetizado, reflejan un estilo
de pensamiento mucho mós Stmple, m>ntenicndo ola misnu dirección basll
que la con6guna6n del ademán ha sido completadv.
Los ademanes «1,;•" la secuencia de una disrusión como si se tnura de
una pel.,., tDOStnndo d peso de lu altemlllivas, los SU<rSi\'05 csfuttoos, d
ataque sutil, el tplasttnte impacto de la n!plia victoriosa. Este espománco

128
u50 .k ht metáforo elemueslJ'a no sólo que los seres hu!DllllOS advienen ll:ltu·
ralmeote la semcjlllU estruttuno1 que vincula Jos objetos y los acontecimitn·
tos flsicos ron los no flsicos; se debe ir todavla más lejos y afirmar que las
arliCtcrúticas .k la forma y el movimiento esuin pr=ntes en los oct<lS o:ni5-
mos de pe:numicnto que describen los odemonrs y que son, ele h«ho, d mc-
clio en d que el peosamiCDtO tiene lullll<· Estas orocterlstieos petttptuaks no
son ncccsariamCDte vuuales o exdusinmente vÍ$wl<S. En los ademanes. es
posible que !u experiencias cinest&icas de ttnpujar, tirar, ovanur u obsrruit,
desempeñen un papel importante.

Los euadros que no se irucriben en el aire, sino que dejon una huello per-
durable:, muestnn más apllcitomCDte que los odemones cómo pueden ser las
i,_gCDCS dd pe:IIS2miento. Uno •-ez más, lo sernejllliZll dilici!mCDte puede ser
literal. Pan empezar, incluso en lo representación pietóña l• form:a panicu-
lar de uno ron.figuración de pe:IIS2miento d2da depenckrí de que se produ>:ca
sobre una superfx:ie plana o en tres dimCDsiones, Jineoln>etue o con gru<sas
piocelodos ele color, etc.!tero, mientros que !u i.migetl"S mCDWes no.., deter·
minan por ninguno de estas condiciones Dllteriales. Comcmaré o:on un ejem-
plo que se sitúa en algún punto intermedio ennc la habilidad de lo persona co-
rriente para dar formo vi>ual 1 los ronceptos, y d control, la precisión y b
sorprcndCDte expresión que son carocterfstieos .k la obro de los artisou. La
Figuro 18 es la obra .k una estudiante preuniversitaria, Miss Rhono Watkins,
reolizado poco antes .k groduarse en la universidad. !kprcsenta un promete·
dor futuro temporalmeme interccptodo por obstáculos oeruales. El cuadro es
entc.ramente no mim~tico y, no obsta.nte:, rontiale la inconfundible: resanan·
cia de iotS experiencios rccogidns en el mundo visual. Así como los objetos o
los GCOntecimientos f!sicos a menudo se describen por propiedades abstractos
de forma, de la misma manera la representación abstrotta de ideos, puede refe.
rirse mú o menos abiertamente • las cosas de la naturaleza. Tampoco aquJ
existe dicotomia enttt reprrscntación mimo!tica y no mimo!tica, oino sólo un•
escala continua que va desde los imigtncs más realistas a los elementos más pu·
ros de forma y color.
La distinción, semejontt • lo de un paisaje, entre un fondo con objetos que
se opoym en ll y uno especie de cielo vado en lo por« superior, crea la ~
rcncia básica entre el presente sólido y la vuión de un futuro' di$tonte, lleno
el presente de materia tangible, voaonte todovla d futuro definitivo. El tiem-
po se traduce a la climensión <Spacial de profundidad. Lo que mis ccn::ano se
encuentra en d tiempo y en el c:spocio son los obstírulos, osctUOS y claramen-
te orticulados; mú olejado esti lo promesa del moñan•, todovla indifcreo-

129
cUela y domirwla por d Knrimknto de color afotti\'O que lo cubre todo. La
rq;ularidad de la masa distante es interrumpido por una cuiiJI que pcDdl'll Ja.
reralmente, que obre y lmmliZII ls cobesi6n de la penpcnjva, compartic:odo
ro color Wsico, peJtl cremdo al mismo tiempo un dürrúnte conflian entre ~lis estt>ditntC$ obtuvieron en experiencias preliminares, dibujos destina-
w propia •·enión amuillenra de la rojez y d uulado de la masa más am- dos a representar concrptos especlficos. Son probacos espooúncos roo poc:a
plia. O. manero JCmejanrc, la f = de b cuii.o, ounque quiebra d conromo o ~n• pretensión de nlor estético. Miss Abipil An~ll les pidi6 a sus
de la DWI, tambim reconoce sus límites. SUJCtOS, en su mayoru compañeros de estudios. que describieran m..diante
l!stu anticipaciones dc:l futuro no se eoottran dirtttamente con d pre- dcbu¡os ahsr~tos. las nociones de Pu•do, prtJtnU 1 fulkro, Dtmocrocitl y
sente No h>y puente qu" conduzc:a dtsd.. la pone anterior 1 la posterior. La Butn )' mal m•lrímonio; Miss Brin• Captan uobojó en condiciones scmqan-
presencia inm..diata de los obstáculos oscuros es autoc.'Ontin<!ote e indepen- t<S '?n el concepto de )uvtnJud. Mientra< se ejecutaban los dibujos o despoés
diente, algo que euida de si mismo, que no oferta al futuro y que, sin em- de e¡ecutados, se recibieron explicaciones verboles, espontáneas o solicitadas.
bargo, bloquea el camino hada éL Aunque esto disrin<:ión se hoce clara, hoy la naruralc:za de la tare• creó mu¡• pocas va~ilaciones en esta particular
tambiln lo alarmante sugerencia de que estos obst,cu!os s( ofecton ni futuro, pobloción de suj<eos. La habilidad paro dibujar, cloro csc4, oseilabo amplia-
puC$ la bornt horizontal de la derech> coincide con el horizonte y la barra ~te entre unas pocas líne:as úmidas )' esquem.rlcas y diseños más dabora-
de la izquierda con la parte superior de la masa disranre. Aunque se la reco- d_os, y romb~~n fuero? evidentes grandes diferencios de imaginación. En oca-
noce como una ilusión creada por UM pusp«tiva puramente subjc_tiva1 esta sconn se uuhzaron scgnos coovcocionales como atajos: el signo de más v de
omenllZAnre intorferencia es por d momento visiblemente real, y lu barras menos para desetibir d b=t y d mal matrimonio; estrellas )' borras ~ la
oscuru, me~liA:as y duras, rubren la perspeaivo de fururo como las barras de demo<ncia, o un árbol en dcurroUo pon lo juvenrt>d. Pero rora vez hubo
lo \'cntana de una ptisi6n. un w~to que soscu.;era qoc esos temas sencillsmenre no eran cosas virur
Al mismo tiempo, d imp..dimmro no es insuperable. Los obsthlos, lrs )', por taoto, que no podían represcotusc mediante dibujos. Puede que las
aunque tienen la durc::r:a de lo ~. sólo son rectos en pone. Se curvan personas de oivd rulrural diferente o menos familiarizada< con las enes no
en la bue y m la pone superior, indicando cima flexibilidad y debilidad. y respondan tan satisfactoriamcme; CSIO, sin embargo, n W DOS elida sob"' Ja
son mis dds-dos donde hubimm necesiuodo su mayor vigor. Ni d parale- Dlturolcu o la riquez;o de las imigc>es en su pensamientO.
lismo ni la •imetrfa de bs dos u~ oscuras son rlgidamenre perfectos, y En ocasión de cada un• de bs W'CtiS, el sujeto debla efectuar una decisión
esro na<c que la estructuna dd ohstlÍcu!o resulte algo accidental y, por taoto, fundamental: presentar d coocepro dado como urua cnudad o como una com-
vu!norab!e y ambiab!e. binación de vari:u entidades. la consigna de dibujor P11s•do, pr.unu y fu-
El c:anlcter abstracto de esra enunciación visual es evidente ruando se Juro su~a verbalmente uno triad> y, dt: hecho, varios personas díbujaroo
comparo con el tema que representa. Ni el presente ni d futuro se rerroton rres enud•d .. S<pat~~das, sin rdtteión en el espado o quilllf dispuestos en una
de mantra mimética y, sin cmb>rgo, lo cseneial del ren11 se describe mediante secuencio sin co~s~ón. &ro, _sin cmborg~, no fue el <'liso de todos por igunl.
aspeeros enceromente visulll., de lo furmo, el color y las relaciones espaci•les. Aunque nadte dibu¡ó la tomhd3d de la veda como uno unidad indiferenciado,
Aunque ~s simple y más rndeme, quizi, que la obra de un artista consu- no fue pClC.'O frerumte uno linea continuada. Lo Figul'll 19 indica un pasado
mado, rodos los factores cruciales se vuelan con mAs precisión que la que ha. r«ro Y quizi ••d~, formas lllllp!ias y articuladas pora el presente, y algunas
!lomos en la mayor pone de los rápidos esho"'S de aficionados que presenra- form•s mlls pequcn:u y vogas pan d futuro.
~ • continuación. El grabodo de Miss Watki!lf fue .,¡ rcsultodo 6nal de ~ est~ ~· ~· 13 tollllidad de la vida se representa como un flujo
abundant<S in.-estigociooes y pruebas, y la bcúqueda de la conliguroci6n cco- de trompo mmrem~mptdo, una coo<cpción fundamentalmente diferente de la de
rnctJ~• fue un medio de dabor.u J. situación que rrarabo de describir y, al
mismo tiempo, de '-bscbs roo dla. Como hon mostrodo cienu ohscrvacio-
nes Un-odas a c:abo en terapia de ant, uno de los m;ayores inttnri•-os y.ma
esta especie de obro rs la necesidad de pc:nsu •• tn•~ de un medio» impor-
tant.,. La consumación de b imagen rs tambim la solución dc:l probkma
p!anreado, aunque puede que oo MfD palabras que den cuenta dc:l hallazgo.

Figura 19
130
131
La mera conexión de: los tres estados, claro cst,, no implicn de por si
otro tipo de sujeto, que c:xiSie en d presente y lo picrua como un mado más que se baya pc:ns.1do acabo<Limenre la naturaleza p:utirulor de su r<!lación. La
que como una fase de un desarrollo continuo (Fig. 20). Figun 21 expresa m'a que un• mc111 secuencia de diferentes enricbdcs. Mue.-
1111 una expansión gndual que comimu en d momemo dd nacimiento. La
ruptun entre posodo y presente se tn:Jntiene, pero la ampliwd dd pn:senre
se rompreodc: en pane como d rcsultodo del desarrollo pi<!CCdente. La ingo.
~rnoda rcclonda del p!C$Cnte interrumpe la eanali.zaci6n dd tiempo, y, no obs-
tante, esta sitWICión est4tica en medio del dibujo es &<111\'CSOda camodolmen-
r<• por una corriente de movimiento que se inicia en cl pasado y aw= sobre
d futuro abierto, como nuye un rio • """~ de un lago.

Flj¡Ul'O 20. - cE! ,-411o no ha sido nado; csú olvidado 1 cumdo se wch'C •
pmoar co él, es um dusicln; est' robicno ele pol•oo. El puunu_lo es todo: IDOOl-
miento, alq¡rla, dacspc111Ci6n, esperanzo, duda; es d llhon; se ,...., co el ptesentc.
El f•turo es cleoconocido.•

Figura 22. - •El p•wlo es sólido y completo, pero asl y todo inlluyc en el pre-
sente y el futuro. El pustnlt es complejo y no sólo un rcsWI1lclo del pasado que
conduce al futuro y, por finto, se superpone 1 ambos; atn todo, es de por st una
entidod (mancha negn). El /11111ro es d menos Umhado, pero recibe: la influencia
del p•sodo y el presente. Uno llne• los atrovieso, porque todos tienen un elemento
en común: el ciempo.•

La complejidod estructural dd pres<:nrc, experimenrad• como un ts!Jido


de cosas inremponl y sin embar¡¡o percibido por d más reflexivo como uno
mcr• fase en d pasaje de la vid•, puede representai'$C romo lo superposición
de dos estructuras. En La Figura 22 la vid. se ve como generada por d poso-
do •sólido )' compleiO• que proy<eto rayos vi¡¡orosos y creadores. Pero d pa·
sacio no determi02 entcromcnrc d prescn1e. Tiene u02 médula y uno (ortnll
propias. La romplicación resultan!< se pR$C1l!O genéricamente romo uno agil1l·
do u:xwn. El ef=o esp<el6co de la inte1'11Cci6n no está cllbondo. Los po-
dc:tcs in1erac!uan1es del pasado y d prcsen•e se superponen espociolmc:nte,
pero no oc modifican mil<! si. El problema es percibido, pero oo resuelto.
A pwir del dibujo resultante. puede diagnosticonc ron todo clarid2d el ni..d
Fiaun 21

1)2 133
bluta el cual Uevó la joven dibujante su pensamiento, o, al menos, la rque- b suj<to, y b mancha pequeña y goteante, la dc su pedre; la inadecuación
seotaeión de su pensamiento.
ck la tclaci6n intenta reflejar el ariccer de los micmbros del matrimonio, ..,.,
El lc:nguaje tcprcscnta el concepto ck m1trimonio medianre una sola pa- particularmente dcso¡radablc• de por sJ.
labrw; no susiur uno dualid.cl ~i>ual. Peto el concepto de por si se rdim:
directamente a dos personas (úieu. Por ta.nto, muchos sujctos describiCIOD
d matrimonio cn sus dibujot como una reLación """" dos unid:Jdes. Como tc-
nlan quc reptcsentarse tanto el buen matrimonio como el malo, las dos clases
de IDlllrÍmonio se mosuaron rnerwmcnte dif<rcnres en"" sl o, con mis intdi-
genci.o, difurntc:s tcSpccto de alguna dimensión común y, por t:toto, com¡>UJO-
''\)//( 1
blrs. Algunas ,..,... se ptcSCtiiÓ la sola relación, sin intento alguno de ckrivub
de la natmalcza de los miembros asl tclacionodos. Dos drrulos ~rwlnc dcs-

criblan una tclación, dos drwlos supc1J>U<$tOS la orno, y la supCipOSición te- F'q¡ww 24. - .He aqul la ¡_,... de mi modtc (parte wpcrior) y mi podre (part<
nia por objeto reptcSentar ya una cttranla deseable, ya un muruo entorpeci- inferior). Auoquc nmpma ele las formas c:s clesopwl•bw ele por sl, la mmbinwj6n
miento indeseabk. O, inversamente, las dos clases de mattimooio se disrin- ele ambu ~ una ~. puc:s la superior oc \"Ud.., mis ,.¡,.,, •" a
gufan por el carácter de sus miembros, pero no por so relación: dos drrulos awoclo se la coloca junco a la inferior. Y la inferior dism~ en rdlci6n """ la
!USOS cootta dos drrulos ilsperos, enfrentados de la misma IDliDetw. Existe SUperior. ¡Aj! •
una signiliaúva difurncia ent.re vct el arkt<r del mauirnonio como derivado
de la relación como tal o vctlo como dcri'...!o ck la pcrsonalid.cl de sus mi<m- La cobercocia del matrimonio puccle iodiarsc sencillammre por el gndo
bros; y la coosidcrwci6n de cualqui<ra de las condiciones sin la otra produce de conuocto en"" sus miCIDbros: en la bucna tcllcióo, comparten la supe.dicie
n<ttSaJÚmcnte una intctptcración limitada. de la figura que los reptcSCt~ta; en la mala, apenas sc roan. Más sutilcs son
los intentoo de mostrar que la combi.nación ck los dos miCIDbros coostinrye
o no constituye una totalidad, )"1 ses porque sus CU'ICteres no se ademan
ent~ sl, ya sea porque oo K tcladooan ck modo ajustado. La Figura 25

Fi"'"' 2)

En la Figura 2}, la mala relación se reptcSenta como swgida dc la dife-


rencia de los miCIDbros. Un •graivo concomo amudo ck dientes de si<mo
ronsúruye uno de .U.., mkntras quc el drwlo tCISO ckscribe al ocro. Ade-
más, d miCIDbro agresivo ticnc forlnll de espiral, más al'J8(1a de tensión; d
otro sc representa mediante curvas mú armoniosas y conc6uricu. El miem.
bro agresivo, por supuesto, no es -riarnente el vanSn. Con pocas <x<q>-
ciooes, los dibujos describen fuctus mencaks, no fúicas. En la F'JgUR 24 la
roca aplastante de la pan< oupcrior describe la personalidad de la madre de

134
muestra d buen matrimonio como una con6gurtción timéuia en la que los
dos miembros, de pe1100alidad S4!mejance o indiferencioda, cumplen l:a misma
función. El dibujo india que la con6guoo6n seneral ckJ marrimonio debe
ser unificada y bien esuucrurada, pero que los miembros retienm su intcgri·
dad fundlmdose sólo parcialmente. En el mal matrimonio, lu formaa de los
dos componentes no constituyen un todo uniliado; so contacto es accidental y
precario, y permanca:n esencialmente in<kpendientes entre st En la Figu·
ra 26. la forma general a la que .e apunta es menos simple, aunque cnt:~da

Figura 27

mienee coa dos unidades separados que traten de establecer una rehtción con-
nubla!. Las p.mes y el todo mantienen una relación basmnte equilibrada sin
que ninguna reclame para sr la prioridad. Dr aqul puede pasarse a ejemplos
en los que la concepción primera es claramente la de una totalidad subdividida
más o menos fcli~mente en dos componentes. En los Cllsos extremos sólo se

Figura 26

\ uailicoda. En este CllSO, las di!erencias de personalidad no son un obs!:kulo


para la unión, sino, probablemente, uno ventaja; el ro~ de los miembros no es Figun 28.- •Buen nunrimonio: ouavidad y ai'IIIOQia; vida fKil y a¡¡ndable. M.l
idéntico, y la forma also accidental del conjunto sugiere que totalidades de mau:imonio: ahibajo5, el oendcro de la vida rftu!ta dillcil Una \'Íd.l dura.•
formación diJtinro pueden funeionar igualmente bien. En el ¡¡al matrimonio,
las dos pic:us en !orma de •ierra de vaivén no 5e adecuan la una a b otra. En
lo Figura 27. el buen matrimonio presento una totalidad mucho mis tia.
EVOCll l:a imagen de una planta, pero b utilizo librement.e pan mosuu la
combJnxión de dos unidades que "' desprenden una de otro ea un iucso
mutuo de •poyo y dominio que los une en un común esfuerzo ascmderue.

IJ6
En los úlumos ejemplos oo hay un claro indicio de que b tonttpCÍÓO co-
IJ IJ
Figura 29.- Izquierda, buen mauimoaio; detuba, mal ..,.trimooio.

137
india d efecto general (Fig. 28): la SWIVe IU'IIlOnla de uno, lo rudeza del ouo. nado. la paribohl dd pasado lleva lucia adeLontt y se establect roo rontímú-
En la Figun1 29 t. oecaidad de interacción ~ enuncio simplemente, y de dod huta el futuro. Sin embargo, en el momento dd pn:sente la convergencia
modo mú dinámico en el diseño en formo de yin·yilllg de la FJglllll 30. dd pasado se: contrarresta mcdíantt d comienzo de una nuevo expansión. si
ktmos la to=n paribolo como abierto hacia La derecho; o, de otro modo
d futwo, que rdltja d pasado, ttmbi<n convorse h!ICia el foco dd presto!.:
pero en dit=i6n opuosta, apuntando de esa manera a una exporicncia qoo ;g.
nora el av~~DCe irre•-ersihlc del tie10po.

ü o
FJBUDI }(). - bquicr.U, buen aunrimonio: clcrecM, mol matrimonio.

la comígoa de dibujar P•ulo, pr~sent~ y /~<turo sugetú un acontc:ci·


cniento ~ d tiempo, mientras que N~rimonio resulu mú danmente una
eos.o o estado. No obstA~~te, los dibujos no necesariamente ~ confnmwon a
.,.. d.istinci6n. Mientras algunos sujetos presentaron w tres etapas d• t. vicb
mmo enücl.dcs sepand.u, la Figuna ) 1 muestra t. vict. como un objetO esm-
tico en d rual d presente, como Unes verütal, sopara un pasado oscuro de un
fumro mú amplio y mú briiiAJ~tt. Compérese esta poco dinámica distribu·
ci6n con la F¡gura 32, constituicb enttram<ntt por un movimientO clcvna•·

Figura 33. - •Un buen mllrimonio (paree superior) eaá constinúdo por dos ¡>«·
son.s unidu, ~ro unidu como individuos. Ambas ~~ recofll:lttD romo sqmadas
cnue s.f, ¡xro al mi1mo tiempo, como muroamenre oomprome.ridas. E mal Ollltri·
monio (paree inferior) <S aquel en que dos pcnorw .., apoyan y .., absorben entr<
st. Cuando surge un confii<to, no puod<:n pr<:st.anc a)'U<h.•

Mientras la ,;do y sus e111pos pucd<n aparecer como objetos, d matrimo-


nio puede destribirse como una historia. En el buen matrimonio de La rJ8U·
ro 33, los mítmbros se mueven a lo largo de senderos paralelos como dos in.s-
trumc:otos mu.slaJes que toan la misma melodla a intervalos constantes, y
cuando sus senderos se <n~recruun, hay más bien un ronlllctO mutuO que un
entorpecimiento. En el .,..¡ matrimonio, uno de los dos miembros .., interpone
rootinu•mente <n d camino del otro. u leyendo de La Figura 28 india que
FlpDI 32. - oEI paMO ho Aftdido 1 <S cldinirivo, por tanto, J. lln<s coti mis los contornos C2J11Ctensticos de los matrimonios ton«bidos romo """' se pe<·
D>Orado. El prac~/< cxíne cload< paodo y futuro se sopa poocu. El futuro "" a'ben al mismo tiempo como el amíno despejado o occidctltado que <mprcn-
dcsamllla • porur cid posodo 1 <S indefinido, por wuo, b !iDea no eaá ..., dcn los compa.6c:ros de viaje.
IJDl<lldo. EJ posodo IÚ«U CXXIJt.IDI<DICIIte oJ futuro: lúxa de puD~

1}8 139
gobernada por la minorfo. A menudo se amden veetoros a las con6guruciones
. En cuanto a la rcpresc:n...:ión ck la Democr•a•, algunos suj<tOS la con-
.
Sickran como UD conjunto ck individuos difen:ncill<los que inician DDl1 rc±tción
JDJentras que pan> otroo es fundamenttl la totalicbd de t. comunidad. En la
. en forma de mondala o sol, que mueat.ran la orgonización C<!ntriat de la dcmo-
mcia. En la Figura J8 las Oeeh•s ponen desde t. periferia, donde estin situa-
dos los ciucbdanos, que se describen por la Vllriedad de sus di~. llllcia
Figun 34, la sociedad coastitu)'<: un ronglomen>do inconao de """""e= di. el centro, indiándose asl la contribución de los ciucbcbnos al gobierno. Ese
centro, sin embar(!O, ..,, vado. El gobietno no es nadie, y no hoy Oecb3S de
conuol que vayan dd centro hacia los gobernados. A los individuos se les con·
crdr derecho a la autoridad, pero no est&n sujetos • ellL

F'&W" J.! - .tguoldod ••u~ individuos.•

fercntes, alioc:ados sin in~errdación, sal\'0 t. bu.. común sobre t. que .., apo- [
¡an. En d ouo extremo K dan ejemplos en los que d estado se , .• como UD
objeto de formo simple, sin ref~a cxpllcjta a los elementos humanos m
los que consiste. La Figura 35 hoc-e sólo una eona:si6n super6cial a la formo

FIJlUnl 36. - •lndi•'iduos que piensan


con mayor libertad, pero K. sienten
coartados ruando se poaen en contacto
con w of<ras de loo ouos •
FIJlUra 37

F~ 3S. - •Tanto ponorw romo ton<'<ptos pucdon od<cuarse al sis~ (círrulo


extenor) ~ annonfs )' sin ptrdc:r su identidad como entidad indivlduaJ. Todos
contribuyen ol ronjunto.•

genenal de lo rotnunidod, que se ve romo un uro repleto de individuos dife-


rentes entre d y sin rdadón con In totnlldnd. Este nmorfo cswdo de cosas en
el dibujo, equivale • pensar la coexistencia social o un ni,·el sumamente ele-
menttl. La Figura 36 es m4s dabor:~do, pues describe din:ímicnmenre las de-
formaciones ck los individuos que =ultan del tira y afloja libre de inhibiciones
FiguN 38. - • Todo. son libres de participar en el gobierno. Grandes diferencias
propio del humano rontocto. Las diferencias individuales de forma se ven aquí
de martO de refe:rcnc:ia.•
romo el resulttdo de lo Ubre interacción, y el Estodo no es sino la suma de Jo
que los vecinos se hocen mutuamente. u y
organiz:teión es CSC2Sll el gobierno Aunque estas experiencias son informales, muestran que los jó\'~nes adul-
nulo. El ~jo esti hecho de fuen h1cia dentro: d cenuo es lo q~ quccb tos cultos emprenden sin mucha di6cultad la tuca de rcp=mtar conceptos
despu~ de •JC'f't'icbs w p=ioncs indh'iduales.
absrn<tos mediante elibujos no mim~ticos. Además, estas obstncciones apuntan
Por d contnrio, Lu pirimides de variada formo describen uno estruct\J1ll
a la m&lula de los temas con tocb elarid>d. Por supuesto, al pensar sobre la
jerárquica m la sociccbd democnltia (F'll. 37). D.saiU20 sobl'<: su bose o so- naturalezo de los concepto. que debe dibujar, el sujeto lubní con$lderado con
~·su •~ice, según se ronsiderc que quien ejertt el poder son w masas o la frccucncia ejemplos espe.dlicos: su propi• experieocia en d pasado o el pi'<:·
jcÍarura&:! Esuodo. Sin embtor(!O, se limitan es.Wúamente a la forrruo, pues sente, el cañctet de una democracia parúeular, los IICO<!tecimimtos suc<:didos
de6nen t. ¡erarquf• sólo mediante una disminución cuantitttiva: t. a>a)'Oda es
141
140
en ene o oqud m.trimonio. De becho, t<nlan que "-rlo u/, pues w
fonnas
abstn~Cw rellcjodas eo los dibujos DO ofrecen a prueba necesaria para ddinit complejidad no implica necesariamente que d primer paso y d resultado fi.
los c:oaooptos; sólo represenwt las ÍOOD2S esuucturak:s más pun.s que swgm nal fueran reconocibles como las fues sucesivas de una ClODOepción ciar.
de esos pruebas. Las condiciones de la cxpcrieoda impidi..-oo que los sujw>s mente unitaria. En algnnos casos en evidente la continuidad de una idea sub-
inclu)-cnn ekmcntos =óvos. Auoque sunumente útiles para la clarifica. yacente pero no en ou-os, y m ningún caso se consagró la entera setie de di-
ción de los a>occptos teóri<os, w eonligunciones DO mimo!ucu deben derivar bujos : a daboraclón gradual de sólo un tema gdfico esped6m. Sin em-
a
continuatnellte su signiliaci6n de sustancia viva de los problemas a que se b&r¡o, íruuentetnellte, CO los cambios prog~Uivos que SC: daban ~ Y aiU
rditrm. entre un dibujo y d siguiente, era observable un gradual re6oamienrn.
La principal razón por la cual eslllS formas desmcamlldu pueden resultar
tan útiles, es que al pcn.sa.mietuo oo le concierne la men materia o sustnto de
las cosas, sino sólo su esuucturn. Los sentidos procuran las cualidades elemen-
tales de un rojo particular o de un sonido p;trticular, púO el pensamiento no
Lis representa ni las transmite; sólo las personas que no ~•n ciegas ni sordas
pueden apuntar a ellas mediante signos vubolles. Los rosgos perceptuales acre-
sibles al penumicnto son pununeote estructurales, por ejemplo, d grndo de
cxpanuvidad de ese rojo, la agresividad de tal sonido o la naruralcza c:cntnL1 y
compacta de al¡o redondo. El pensamiento tnta d espacio y d tiempo, que son
recipientes para d ser, como las ategorias esuucmrales de cocxi<teocia y se-
cuencia. Esw dos ategorús pueden representarse en d medio espacial de las
coo6guracioncs visuales.

El pn1#11tttnto tn ¡, aea6n uiriblt

Dije ya antes que los dibujos, w pinnmts y otros actividades $CD!Cjantes


no sólo sirven para traducir pensamiemos acabados a modelos visibles, sino que
ambol!n constiruyeo una ayuda en el proceso de elaboración de soluciones. Po- FJ¡U111 )9 Figura 40
cas pruebu de esto se obtienen • partir de estudios que sólo consagran un
dibujo paro cada tarea. Por UIDio, eo las experiencias de Miss C.plan se les en- La consigna coosiscfa en realizar un dibujo no mimético de la ]uvmtud.
comendó a los sujetos que cuúlieeo mntas hojas de papel corno necesiten: una Uno de los sujetos come!l%6 por representar •una especie de crecimiento as-
nueva hoja para cada nueva idea; una nue•a hoja cada vcx que deseen corregir ecndente•, al mismo tiempo que concebía a la juventud_ como ~dta sobre
una vieja :clea. ¡Prosigan' su moa basta que queden satisfechos con su dibujo! ,¡ misma en un proceso de aucodescubrimicnto•. La pnmcra bo¡a (rtg. 39)
,Piensen en v~ al111 mienuu dibujan 7 apliquen lo que bacxn mienuu lo ha?•
aparece cubiUta de espirales de tamaño deerecientc . 1~ lados y una •ag•
escán haciendo!•. Once su~tos realizaron una producc:ión promedlo de llUC!<'e simc:crla hacia la parte superior. En el segundo di!'"JO (F•~- 40), estos de-
dibujos cada UJIO; uno Uq¡ó a realizar oett y ninguno hizo menos de seis. meneos se combinan para constituir una mn6guración semqante • la de¡:
El estilo de los dibujos tendía a hacerse más claro, más de6nido )' más in- úbol, que integra r clarifica la COtiCICpción. Las r~ 4 ~ y 42 muesuao
dividualizado a medida que iba n-anzsndo la cxperieocia. Esto se bada evi- dibujos siptimo y oct11vo de un sujeto que conabió la ¡u•-enrud como wu
dente ruando se: comparaban d primero 7 el último dibujo de una Jerie. En gota cirrular o en form. de ameba que va tn10sformándosc gradu•lm•nre en
~1. la complejidad autnelltaba. Algunu veas, segón inform.bol respon- a el 6rme rectángulo de la edad adulta. El siptirno dibujo (rtg. ~ 1) presenta
sabk del experimento, los tipos de form. se volvlan mis intrincados y se inuo- t = fases: la Ju..,tud que tiende a la edad eduha, aprende de db ~
duáan la contigüidad y la superposición, o opareda un nuevo demento, como dose Y 6nalmcn.te a domina. En d octavo dibujo ( Fig. ~2), las tres
el sombreado, o se utilizaba alguna especie de gradiente. Tal aumento de se hm •rdinado y •se ban con\'Utido en seis. La pnmera
. de e uas ..----
"'"'"''"=
en lo esencial sin cambio, salvo que la •tendencia a la edad adulta• se m\IC$-
1~2
14}
tn cxpUcitameote en lt forma de la gota, más diruimic.l en esta ocuión: muo avance se redefinió eomo desarrollo. El cono se convierte oscura v ttidi-
eomo una runoba, respondt a la tdad aduh.a , a medias avamando, • medí!!$ mensionalmente en un sólido, y el punto de origen en la parte inferiÓr sitve
rcleni~ndosc:. La monolltica edad adulta rambib> es tratada abora eo.n mayor ahora para dtscríbit la falta de una ba.e estable. El dibujo 7 vud•-c a b es-
sutilc:zo: se mucstnt abicna , li<"Ccs:ible y quiús activamenre oompromerub. pita! ori¡¡inal, pero ahora b hoja tSiá cubierta de espinales abiuw qu<:, fre-
En d curso del proc:c:so, b •t<lod• ya va dcclimndo y la inversión fual de n~ticas, se superpooen. El individuo se multiplica ahora p:1ra presmror la cs-
poderes es ahora más ddiniliva, pues no sólo eompr<nde d woaño, sino c=a socW, y esta extensión de J. perspecñva !"'•= luber devudro b con-
rombib> la ttansformoci6o de gota en bloque, complctáaclosc: de estz modo cepción a su forma inicial. En el dibujo 8, la interacción entre los individoos
d nuevo adulto. en desarrollo se de6ne de manera mú explícita; pana este fin, Lis formas es-
pirales se han oimpli6cado pera formar lineas rectas que se cruzan o son pan-
lclas entre si ron mayor claridad El dtbujo 9 presenta una vud1a a la indi-
vidualidad: d número de \-.:rticaks se ha reducido a rres y luego • dos, mos-
trando la overdadcna romunicaci6n• y oarmool»> de dos sinuosas paralelas.
En d dibujo JI , el CODiexto social \"Uel\-e, vengativo, en forma de dos s6li·
dos siniesti'OS que lu a1rapen romo corre romiqut:tes y Lis obligan a agiJarSC
coa bastante violencia. En los dos úlrimos dibujos. = embargo, su desarrollo
w lleva más aiU de la presión del medio y se dtva.n en una armonla dcfi.
niüva.

o Fisura 41
La suje1o utilizó su secuencia para narrar la historia de la juventud croiJOo
16gjcameote. Sin e.mbargo, al mismo tiempo, reúne los factores pertioc:o!OS
paso a peso y acaba ron una imagen que los ronrime a rodos en lo que, según
lo eoncibe, ronnltuye su carlicter, su rol y su relación adecuados. Me referiré
brevemente a o1ros treS ejemplos ~""" ilusrrar aspecros de esta b6squeda de
la clarificación. El uso de la espiral y la cuña en el mismo conjunro de dibujos
indica ya cómo un cambio completo de la configuración gnl&a puede sin em-
bargo dejar inroeto el 1ema fundamental. Lo mismo ,.aJe en d caso de orro
ejemplo en el que un suje10 describe cómo una persona joven avanza desde los
despreocupados placOICS de los primeros años a la •rompleja e intrincada
red• de la adolescencia. El suje1o ilus1ra esre cambio superponiendo las sim-
ples ondas de la niñez con formas remolincantes y enm:cruzadas. En el di-
bujo siauieote, el miJmo e>1ado de CQSjJJ se describe romo un laberin1o geo-
méuico: ap:~reniOinent<, una comple1a inrerrupción de b continuidad pictó-
rica, pero, en realidad, una interpretación mú penerrarue de la romp.lcjidad,
sólo definida un momento anles como una 1ex1ura ronfusa.
En d rraba¡o del estudiante que n~esit6 r~ dibujos para llegar a una Otros ejemplos ron6rman b observación de que las inrerrupciones pic-
enunciación satisfactoria, puede irse descubritndo d enriquecimímto gradual tóricas ocurren cuando el dibujante in1roduce un nut11o faaor cogoosc:iñvo.
dd concepto. Una descripción verbal basronl para dar una idea de b eom- Una sujeto uriliz6 un ronjun•o de clrculos para lll05tnll" b completitud y la
plejidad aecic:nte. Al principio hay un movimic:nto ascendente de um forma laha de asperc:u en la niñez. En el siguicnt< dibujo prescn!Ó dos grupos de
..m,ulor, que sigue una linea espiral en el primc:r dibujo y llena la segunda lintas alargadas, como w presiones que se ejercen sobre la juventud, sólo
hoja eomo una gran cuña en punta Esta cuña simple sufre ahora iorerrupo para combinar w dos dcsarordes eon6guraciones m su dibujo siguiente Y fi.
w
ci<lll<S a la mitad de •u as<m>o, siCfldo causadas demoras por lt inestabili- nal, m d que los drculos, esrreehsmcor< agrul"\dos y algo deformados, son
dad y la eomplejrdad de la adolesttncia. En d euano dibujo, la cuña se ha ron6nados, aeparados y crozados por las renos que clescriben la responsabili-
in\-ertido para rorwnurse c:n un rono qut se expende desde su vátia:: d dad y d deber.

145
Uíicos que no mostraban nin8una coneencraclón disciplinada en la tarea 0 , oJ
F.nalmente 110 caso en d que dos pcnpccüvas diferentes del mismo coo- menos, ninguna habolidad poro realiur dibujos que reflejaran tal actitud. No
cepto .., pra;,mon primero por scporodo y nuls IlUde se integnm. La sujeto obstante, la intención y el medio de realiudón 100 bolsicameore semejmtes
comicoza con una noci6n de la juventud que atribuye a l!sta un marcado ca- a los del artista Los dibujos de los aficionados constituyen una versión ch:!.-
rácter abrupto, algo que se aleja de su base de aunen discordante.O.: pronto, purreacb del vocabulario riro y preciso que es canocraístieo del bu"" arte.
en su quinto dibujo; t. juventud aparece en cambio como una gota mforme; Los dibujos intentaban dar una aocto descripción vl$ual de un coneepto.
una gota, no obstante. que tra dibujos dcspub es atormentada por •dolores• Como tales, eran puramente cognitivos y "" principio no cliftlÚn de lo que
int<IDOS, y estos dolora, que opuntan hxia dentro • lo largo del con~ de los cieotl6ros mucttran en sus disciios esquewliros. Sin embor¡o, lograban
t. 8()11, ilSWDCII en el último dibujo el mismo caricter abrupto y puntiagudo ir nuls aiU de t. enumención ,.¡suaJ de as fuenas que constituían la. ronfi.
qur represento en el comi<n%0 t. totalidad del conapto. Las Figuns 43 r 44 gurociones. Los dibujantes intentaban evocar, roo mayur o menor fortuna.
muestran el primero y el último dibujo de l1 serie. una vivido rta<X~ancia de estas fuerus y, de ese modo, ltCUl:d2n a los m:ur-
sos de t. apraión artlttica.
El elemento est~tiro est~ presente en toda descripción vl$ual que intentan
los s=s humanos. En los di•gramas áentl6ros erige cualidades roo D<Cts:l·
rias romo d orden, la ct.ridad, la correspondenciJ "Dtre sigoilievióo y forma,
t. expruión didmiea de lu faenas, etnétera. Ya nadie objeta d valor de t.
repraentación visual. Lo que es n«enrio recoooeer es que las formas pen:¡cp-
tuales y pletóricas no ><>n sólo l1 trodua:ión de los producros del pensamien-
to, sino t. sangre y t. eame del peos~miento mismo, y que una gam~ inintc-
rrumpicb de interpretación visual aborea desde los ademanes humildes de la
eomunicación cotidiana • los eounciedos del gran ane.

Figuro 4) Figuro 44

Similara rosgos pueden hallarse en la obro de los ortistns, por ejemplo,


en los bocetos que lmo Picasso paro su Guemica. He mostrado un hbro so-
bre este ttma que lo continuidad y lo ló~tica subynten rras d desarrollo desde
d primer boceto hosto lo obro completada. Sin embargo, también estos di·
bujos y pinturas pueden oparecer a primera viJta como una secuencia de saltos
erráticos que von desde las petspecúvu muy genenales a 1~ detalles y desde
éstos a aquéllas, en un iu•Ro incesont< por d que se combmon los ~ementos
constitutivos bolsicos de modos siempre renovados y muchos camboos de es-
ciJo y de tema. Sin embofBO, lo obn1 final es uno slmcsis de los adquisiciones
puestas a prueba, un enunciodo cu¡-. compktilud y necesidad impiden toda
DUe\'D modilicación.
fuy, por oupuesto, profuncbs diferenciu entre l1 obra de un arúsla .y los
garabatos de nuestros alicionadoo. Esto seria todavfa o:Ms evidmre si, m Ju.
¡tU de csc:oger ejemplos odecuadoo de as aperienci.u, reprodujera al azar una
sdecrión de todos los dibu;o.. llubo muehos qacicios avmtutadammte p~
147
H6
8 . REPRESENTACIONES, STMBOLOS Y SIGNOS

Los simples dibuJOS lineales pocdm dar forma visible a las ronfiguracio-
ncs ck fuuzas u ocras caraneriscias estruCturales. Los dibujos del apículo
p~ce cksaib!an la natural.u ck los buenos o los malos matrimonias,
de la cl<moaacia o la ju•mcud cal como los amcd>!an las pcnonas que los
dibujaban. Conli¡¡uracioncs social<s o psicológicas alummte abstractas apa-
rcdto eo forma visible. Sin embargo, las imígeo<s pueden describir wnbil:D
las cosas mimus ck nuestro medio, por ejemplo, un nuñdo y uo• mujer, o
UDJ manifcstaci6o en una ckmocnci• En g<"n<ral, lo hxtt> eo uo cscilo mú
obstracco que el moclo en que qued.ñan regiscrodoo eo un• placo fowgrilic:o
esos objecos, persoou o oeoncec:imientos. l...as icúg<"n<S, pues, consideran el
mundo en dos dir=ioncs opuestos. S. sitúan en algún lugar por encimo de
las rosas •pnlctias• y por debajo de las fuerzu dcsenarruulas que 3DÍmaD
esas cosas. Puede decir5e que eonsücuyen una mediación entre ambas.

Lu Ira funclonts át las un4gtnts

Con objeco de clarificar y compnror lns vnrins relnciones que las imáge·
oes maoticnm con sus objecos de referencia, discingui~ las eres funciones que
ejercen las imágenes. Los im,genes pueden servir eomo representaciones (pic-
lttrts] o como s!mbolos; puedm también utWurse eomo meros signos. Mu-
chos de los autores que "' hon roferido ol romo llevaron a cobo esca close de
discioci6o. Algunos usaron los mismos términos u otros simil•res, pero IM
signifiacioncs que les asi~n•n se superponen de moclo complejo ron las dis·
tincioncs que necesito para nuestro prop6silo. En lugar ac m:aliznr estas se~
mejanus y diferenci35, crocar~ de ddinir los tres cétmioos de maoera tao tan-
gible que d lector no cendr& dud.s sobre lo que quiero decir eon ellos.
[4)$ «:n cécminos -representación, s!mbolo, si~ no se re~reo a tres
clases ck imigencs. Describen, mis bien, tres funciones que las im2genes cum-
plen. Una inugen penicular pueck utiliune paro eada una de <StaS fuociones
y a menudo si~ a mis ck una al mismo tiempo. En general, la imogen de

149
por si no indica cuí! es su función. Un rriingulo puede ~r un signo de pe.
li¡:ro, la rcprucntaci6o de UD2 IDOOl1Íil o un slmbolo de ¡<nrqUia. Tmemos IU funci6o mediante J. captación y evidenciaci6n de alguna cualidad ·.
nccaídod de Slbcr cuin con\'mimre o incon\~icntemcnte divcrus clases de ncote -forma, co~, movimicnro- de los obj<tos o acrividadcs que ,C:.
inúgeocs cumplco esw funcioocs. ben. Las fCP~tac;"""" no puodm ~ mcru rq,licas, esto es, copias lt:Jes
Una iiNlgm sitve mcnmcnt<: como IÍliiO co la medida en que denota tm que sólo se difcrcnoan del moddo por uopcrfeccioocs casuales.
contenido panicular sin rdlcjar sos cUiíctcrisricu visualmente. En el smri· • Un.a rcprcseotacióo puede sirusrse en los m.ú variados niveles de abstrae·
do mis estricto es quizis imposible que un ob~to visual no ..,. sino un sig. ci6n. Una f?'ografía o tm paisaje boland& del siglo xvu pueden ser muy
no. El retrato tiende a deslizarse m su función. Las letras dd alfabc:m ut:iJi. ~e~ y, nn embargo, sdec:cionu, disponer y, casi impcrccpnblcmcntc, es-
zadas en ílgebra se aproximan a ser un puro signo. Pero incluso ellas conno- tJlozar su tCINl de Dl1111trll llll, que se centre en algún aspecto de su CICDcia.
tan entidades discrcw por ser entidades diJaew: tt y b retratan un• dtlllJi. P~r otra parte, una configuración geo~trica totalmente no mimética de Mon.
dad. Por lo demfs. sin embargo, no se asemejan a las cosas que representan droan puede apuntar a constituir"" en representación del torbellino del Broad.
en ningún otro respecto, pues uno mayor especificación distraerín de la gene- way neoyorquino. Un niño puede Cllptor el car4cter de una figura humana o
rolid•d de la proposición. Por otra parte, los signos poseen caracterlsticas un irbol mediante unos pocos clreulos, óvalos o rectas SUiliJimcnte abstn1Ctos.
visulllcs derivodas de exigencias que nada tienen que ver con d retrato, es La abstracción_ es un medio por el cual la representación interpreta lo que
dtrir, tit'nen but:oas ruoocs para mostrar~ como se muestran. t. cooveoci6n retrara. ~te preaoso logro pertru~nccc ignomdo si se pretende que una ~
internacional de 1926 sobre señales de tHlico decidió que todos los signos presentactóo abreviada invite al obsctvador a incorporar los detai!Cs realistas
de cireulaci6n que adviertan peligro debUn tener forma uiangubr. Quizá la qu< faltan. Si esto Iuen cieno, una caricatura de mudo simple producicb
a¡~udeu del triingulo lo asemeja algo mis al peligro que, por ejemplo, un una respuesta part:icu!ormente acriva de esta especie. Esta alirmxión no se
clreulo, pero su fanm se escogió fu~talmente porque su idcnri6cacióo ~en p~ algum; se inlicre sencillamente a partir de la concepción t:ra-
es fkil y ac distingue sin di6cultod de otros sigll06. En la lengua escrira, la ~1 segun la eu2.l J. percepción consiste en un re¡isuo completo del cam-
variedad de gropos de 1~ uñlizadas para designar las palabras sin-e ~ po vtsuol y, por raoto, un pcreepto de 11blterial •inaxnpleto• scri compla.ado
pódtos similares de idcntifJaci6n y disrinci6n y, por raoto, las letras y las por la mane rcrurricodo a lo almacenado por la experiencia pasada. Si esto
palabras JOO, m ..., sentido, sigooo. Muchas palabras no logran cumplir su fuera asl, el observador =formarla toda represcntxión en réplicas mecáni-
función porque las lenguas DO se eran radonalmeme, sino que crecen de camente 6dcs. Se le pondrla remedio o un material cincomplero•. Pero abs-
manera informal y producen formas occidentales, arbitrarios y adulteradas. tracción no equivale • incomplctirud. Una representación es un enunciado so-
L:ts pallbras pueden ser ambigoas; por ejemplo, pupi/4 IC refiere a una esco- b~ las cualidades. ~isualcs, y un t41 enunciado puede ser completo a cuolqui<r
lar en régimen de pensión y al agujero de los ojos, pues su connotación origi· RIV~l. de abstromon. El obse.rvador sólo se ve llevado a tOI1hlf sus propills
nal de pequeño; se escindió en significaciones diferentes. A pesar de estas im· dcastoncs ¡obre la naruml= de Jo que \'e cuando la representación es in·
perfecciones, sin embargo, las caracrerlsticas de los signos tienden a sdec:cio- completa, imprccila o ambigua con respecto o estas cualidades abstractos.
narse de modo tal que sirven a su función. En esre sentido, no ano arbiuaria.s. (Esto resulta válido, por qemplo, en <1 caso de las moncbas de tinta del test
Los ya mencionados «mecanismos innatos de desencadenamiento• de Jo biolo- de Rorschach o ';" el de las figuras del T cst de Apcrecpcióo Te.rruítica, utili·
Bi• son signos. Konrad l.orcnz dice de CStOS dC&Cncadenantcs visuales que su zadas por los pstc:ólogos para inducir interpretaciones subjetivas.)
simplicidad de forma y color hace distioguibk su apariencia e cimprobabb . A~ortunadamcnte, la oconsumación• mediante la cima¡;itw:ióruo es casi
su aparidón, esto es, no soo sosccpúbles de ser confundidos con ouu C'OS81 rmposrblc y el deseo de intentarlo muy ralO. Una caricatunl se pcrcib< aac·
visibles en el medio. tomente al ni\'C.I en que fu., dibujada. Su visorou vivacidad no deri\·a de
En la medida cri qoc las imigeocs sean signos puodm setvir sólo como co~plcmcnros ~traducidos por el observador, sino, por d corurario, es posi-
medioa indirectOS, porque 0pec2n como meras referencias a las cosas que ~lnada por la ~tensa dinámica visual de a linea y el color simpliliados. Es
denotan . No son anílogos y, por ramo, de por si, DO pueden utilizarse como oeno que el estilo abstracto de estos 6suras akja su tema de J. realidad ff.
medioa para el pcnumicnto. Esto se pcl<ldri en evidencia al analizar los nú- <i~ ~ rasgos y los impulsos humanos ll!!_TCCal desembar=dos de la ma-
meros y las lenguas verbales, que son los medios del signo por acdcncia. t<rra ftSICI y están libres de la tiranla de la gravitación y b &agilidad corpo-
Las ímigcncs aon ~pramiMiOittS en la medida en que retratan cosas ral. U~ golpe en ll_cabexa es un o11que obstracto al que se responde con una
situadas a un oivd de ibstntttión má bajo que dlas miomas. Cumplen con exprcstón de dolor Igualmente abstracta. En otras palabras, esta dase de int<r·
pn:toci6n pooe de relieve las cualidades gen~ricas que coocierncn a todo pcn·
.,0
lSI
somienm, un• apccie de irmalidad muy diferento do la que se da en los
cuentos mil•grosos y oobrohumonos, quo g<ncralmonto se repra<nto con r~
......... Ol'nml.f,)f ~'(.
...._,.,. ......
=t~!.:'.:~~ ..=
~ ~
"

......... _ ._..... .....,........


lis12 6dclid.d. E&ta últim• otorga cuerpos motcriala • fuerzas inexistentes,
micnttos que l• primera 6tr2o fuen:as constitutivas de l• susrancia física.
.,......
...... ._..,.
t ....
.............
-$] .... ...,... .,
... .,_........... ____
................ ,_.,.._...._,
-
Una inugcn octúa como simbo/o en L. medido en que retral2 COS3:S si- ....... ,..,._a ................. .._
...-. . ... ~ .. ¡¡ . ............ ...
• r• ... .,_.:n-r•
4 • ....... •.w.. tt. O.U bo.ii.W
......-.. ....
.....__ ......-
w.das a un nivd de ab.tnwxi6n mú alto que d slmbolo mismo. Un símbolo • .. ....,.,_ ....... o;-a. ....
~

--
.. ..........
................
f f f f t . . , . _ . . . . . , ... ,.......... . . .

---
concede forma particuLar a tipos de C0$3$ o constdociono de fua:z:u. Todo
imagen es, por supuesto, uno cosa porticular y, al referirse a un tipo dcrermi-
nado de cosa sirve como slmbolo, por ejemplo, 'li prcsmm un perro ron d =~.__.. ~\ _.......,.
~
.~
., ~

................ ,_..._u.
objeto de ~trar en que! consisto d con<q>to de pnro. En principio, todo es- ...., . _ • _, J&.. r..-..,..._ ... ..._
...... .,_, ... y-,·,,_,,...._.
p&in>eu o rEplica de un esp&imctl puede senir como símbolo si alguien de- ..---. 9 ... <'
. .......... .......... __ _
.,... . ,...._.,~
111 __. . . . ....... _
cide utilizarlo ron c:se 6n. Poro, en tales c:asos, t. imagen dej2 por cuenta del q,_ ., ........ .,~c-J
....,..,..,..__ ._->-
~._,_ ..
usuario el c:sfuen.o de n...-.r a cabo t. obsu-acci6n. No lo .yudo centrándose
en los rasgos pertinentes. Las obras de arre cumpkn mejor este cometido. Por
ejemplo, los murales de Ambroaio Lorcm.eui en d municipio de Si<m sim-
bolizan t. idea de los buenos y los molos gobim>os mosttsndo cscrn2S de
...
..~,...,..._ '-, ..... ..,
................................
.....................
_ .... ._ ..............
..._.,.... .., ......
lucha y de próspero armonio; y, como que son obras de arre, lo hacen inven-

~
tando, seleccionando y dando forma a esw c:s«nas de manera quo exhiben
los cualidadc:s perrir>entes con mú purezo que lo que se lograrlo medioote es-
ttnts urbanos o campestres tomados al un. O, pora referimos a otto ejem- .................
plo, d reuato de Enrique Vlll de H olbdn es un retrato del rey, pero sirve
tAmbién como slmbolo de la 11100Arqula y de cualidades mies como t. bruta·
lidod, la fueru y lo oxuberancio, que estin situados • un nivel de abstra~6o Figu111 45
mú alto que la pintura. La pintura, a su vez, es mú abstrllCtn que lo apanen-
cia visual dd rey de Cllme y bueso, puco agudiza los rosgos formales de forma
y color que son anAiogos de las cualidades simbolizados. Ad«tutd6n dt laJ im6gmtJ 11 sus fundones
Lo función simbólica puede también S<C ejercido por im:lgenes sumamente
obstractas. Los dibujos do aficionados que analicé on el cuplrulo p~entc O.do que pueden traz•rse imágenes a cualquier nivd de obstrocción, bien
dieron forma gcométrica visiblo a l•s configuraciones din:imiCliS quo auactc- vale preguntarS< en qu~ medido los diferentes grudos de abstracción se ade-
rinban ideos o instituciones. Los llechns mediant< las cuales Jos flsicos des- cuan a las tres funciones que :aqu( ~ anaUzan. Me limirnré a unos p:xos
criben los vectores muestran cualidades pertinentes de fucrzu, esto es, su .,¡emplos tomodos de los dos extremos d" lo eSCllla de absttocci6n. ¿Qué su·
iotensidod, din:cción, sentido y punto de oplicaci6n. Lo noración musical ope· cede con las imi~encs ex~tomod~mente reolisru? Como mencioné •ntes, los
ro on porte por medio de slmbolos; es decir, representa d niwl del tono de mera> n!pli<as pueden resultar úriles como mueri~l en bruto d" rccoooci·
Jos sonidos mediante lo ubiaci6n estrucrumlmen~e anil084 de los now en d miento, pero son d producto de ..:tos cognitivos dd orden más bajo y, de por
pentagnmo. [)., modo similar, los dibujos pueden simbolizar un estado de si, no guf•n ol cntendimiento. Pondójiamcnt.,, incluso pueden diJicuhor lo
:loimo ttadueiendo lllgun05 de sus propiedades dinámiau a con6gurocionc:s vi· idcntilic:aci6n, pues idenrificur un objeto si~tni6ca reconocer algunos de sus
sibles. La Figura 4S muestra uno página de Tns1r11m Shmtdy, de Sreme, que rasgos estruCturales salientes. Una r~lica m«inicamente producido puede
descn'be la intención decidido del héro<, modut.da por un esplriru más o me- ocultar o distorsionar esos rasgos. Una de !u rozones por lliS cuales bs pcr·
nos errátiCO. sanas forrn.:ad.u en cultur.. que no esrán fomiliorizados con b fotog!Íifi:a ti<·
neo dilirultad con nuestras instant~nca.s. es que d deWk realista y ...Oden-
tal , y d carócler porcialmcnte amorfo de wes imig<ncs, no ayudan • 12 pcr·

15}
cepción. Este es un problema con d que volveremos a topemos cuando consi·
deremos los Uamados onxilios visu.tL:s { viriUII tnJs 1 utilizados en la edua- II~Utorit ~dlt e intenlllba mostrar, por una parte, la gente de la vida l'ric·
ci6n Fic:lc:lidod y realismo ><>n tttminos que ddx:n usarse coo preeauci6o, pues • toca y, por La ow, la que se interesaba por d sentimiento y d pens•mimto
puede ~ un parecido 6d no log"' procunlr al observador los nugos esen- ambas i¡¡ualmenre cletcniclas en un estado de ensueño miennu que sólo .j
ciales de: los objetos "'Pn:sentados. pintor, que trabaja inrensamcnte sob"' una tela, oru~ el <entro como la
Puede for:zane • la -.>te iwtnan2 para que produzco n!plias de las cosas, únia persona activamente afanada con La ..,.Jidad. w.....,r Hofm.nn en un
pero no est' naturalmente prepora<h oon respecto a ello. o.do que a la ptt· extenso Wlisis de esra obra, menciona que •los realistas consic:lc:rarn~ OUptt·
eepei6n le mnc:ierne la captación de: la forma signiJianiva, • la mente le ..,. Ouas esw implicaciones alcg6rieas, y los simbolaras, que no se odceuaban a
suha dificil producir imigenes desprovistas de esa virtud formal. De becbo, la ~ta ooüda del estilo•. Sólo metlianre un examen esctupulO>O y des-
incluso alQUnos deseos •marerillles• se satisfacen de modo m's adecuado por pre¡u~aado de toda_ la obm, Uegnrá ~1 observador a darse cuents de que,
las propiedades estructurales de líneas y colores. Por ejemplo, la fidelidad me- por e¡emplo, la muJer desnuda que mtra cómo el arriara uobaja en su estu·
cdnica de forogroffas o pinturas en color vulgores no es el medio mú SOQUtO dio no sólo es su modelo • nivel ra~lisro de la repr=ntación, sino rambiEn
paro despertar lo esúmulación sexual • tmv~ del sentido de la vista. La su•· la musa, la alegorfa trGdiciooal de l• verdad y la plenitud de la vida al mistno
vidad de lu rurvas ...,OenteS, la tensión que anima lo forma de senos y mus- ti~mpo.
los despiena con mayor dican. el placer sensual. Sin el dominio de estas El dilema se OQUdiza patticularrnenre ruando un arrisl4 aspira a la faota·
fuenas expresivas, La 6QUna queda ~ucida a la p"'seDtaci6n de pura m• s~a Y a una signiGcaci~ ~ profunda, pero carece de la imaginación piaó-
teria. Ofr«e.r materia desprn.Uta de formo, que es La que perceprutlmente nca como para barer visibles esas roalidades. Entre los surrealistas mis pe-
rransporra la •igni6caci6n, es pornogroJJa en el llnico sentido v4lido de la pa· destres pueden hallarse ejemplos de esto. Hay un cuadro de René Magrittc
labra, a saber, d qucbnnramienro del ddx:r que tiale d hombre de: percibir doodc se vc una pipa tediosamenre pintada sobre un fondo vado v la inJ.
el mundo inteligentemente. Una ramaw (en griego, poml) es uno pcnona cripci6n: Cm n'ut J1ti 111ft pipe. Desclicl1olclamte, se rrata sow,;.,te de:
que ofrott un ruerpo sin c:spúiru. ""'• de una pipo. Un problema similar se plantea eon la utilizaci6o torpe de las
Como slmbolos, Las imigenes suficientemente ..,aJisw pn:sentaD la ventaja ob¡tts lrOMfllt eo los colhgts o La csrultura. El contemplador se en(..,ora
de: dar songre y <ame a los esqueletos emucnrrales de las ic:lc:as. Transmiten con la prcscnc:ia no transfigumda de un dtsccho. Lo que ve pua1e inspirarle
una sensaci6n de: pn:senci.a viva, • menudo deseable. Pero, por lo demú, pue- algún pensamirnro, pero d pensamiento no est' en la obra. En cambio, p¡.
den resultar iodiaoces, pues los objetos que representan ><>n, despu~ de todo, easso. puede evocar la naturalen misma de La cabeza de un roro simplemente
sólo slrnbolos a tiempo parcial, por asl decirlo. Un pttiódico nos informa que combmaoclo el manillar y d asiento de una vieja b1Cicle!4.
un dio, h•re ya olgún tiempo, d reverendo Janunry, de la Iglesia Bautista de Cuanto mú particular es un concepto, mayor es lo competencia en= sus
Sion, en Detroit, Uevó • su hijo Stnnley, de ruatro ailos, a ver un gran mural msgos pano ganar La atención que se esr•bleee de l• persona que lo utiliza.
que hobla sido pintado en el auditorio de una esrucla local. cVeo un tren• 'Esr~ se evide~a ~aodo señales de trA6co, carreJes u otros indicado= griú.
dijo Sranley. •.Ese carril•, dijo el reverendo )anuary, •es d futuro que se o.,; cos. tnrentan suobolizar una enunciación limitada mediante uno Ílruigen com·
arerat. El tren .- la unidad de este pals, todavla al~jada, pero ya S08U'""· ple)a. Manrn Krampen señala d ejemplo dd caracol utilizado en una vieja
cNo•, dijo Stanley, •es un '""'"· señal de trilico piaogriJics para indicar que debe ~ucirse La velocidad. Pue-
El desacuerdo en"" d padre y el hijo surgió porque un tren no consU. de que La imagen bastante ..,aJista c:lc:l canocol llame realmente la atención del
tuyo un slmbolo a tiempo completo o de dedic:aci6n exclusi.-a. En primer lu- oonduaor mis vivamente que d mensaje •Red~ La velocidad•, pero Kram-
pr, forma pone del apaa.to ferroviario, y sólo IICtÚa en alidod de slmbolo pen observa que el carocol no sólo es lento, sino además baboso, amstadim,
como urea extra, como di\"ei'Sión ~ no se anuncia y, por tanto, oo oeca.a.. etdtera. Por supuesto, d marco de una autopista contn1>uye a captar el as-
ria-..te rcconociblt: por un niño de cuatro años de: nuestro tiempo, ni WliJ'O' ~tinente, pero Ja imagen de por sf no of.recc: gula a!QUm para la se.
on por muchos de sus mayores. Cuanto mis sernejanro a la ..,.Jidad es una
pieza esruhórial o pictóñca, mis di!fciJ puede resultas para el anista expre· u especificidad de una imagen exige un conocimiento igual_,re esped-
une •imbólic:amcnrc. El cuadro de Courbet L'AIBier, de: 18n, presenlllba 6co por parte de la pttSOna que debe entenc:lc:rla. RudoH Modley observll
grupos de: pttsonos pintadas oon todo realismo que mc:lc:roban al arrist3 mismo, que una seiW de trá6co que muestre un peatón vestido a La mantta occi·
sumido en su tn.bajo en el estudio. La pintura renl.a como subt!rulo un~ c:lc:ntal puede resultar desconcertante o molesta para los conductora de un
paú no occidental, y que la imagen de una locomotora anticuada puede su·

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guirle o un conductor de la nueva genmación lo pldCfiCÜ de un museo bis· cidinl si una mn h>bri de lee= como un si¡no o slmbolo religioso o oritmf.
tórico de núquinu de uen y no la de un poso o ni•"Cl. La oonctcrización es· tiro, o si no existe fuucióo scmáotia alguna, como m el caso de las barras
pcdlica pu«<e focililllr J. idcnDfxxión de la especie parúcul.u de obje<O de de una \'COtana. Otorguk " un simple diseOo un signiliado p>rúcul.u puede
que se troto. si éste le es conocido al observador, pero dificulta la aptación demtndar UD esfuuzo intenso y prolongado, y aun el odoctrinamiento mú
de UM sigrufiación más abstractO. decidido pu«<c no c:xcluir ..aciaciones iodcscodo• Recuerdo que ruando Hider
En el ouo cxmmo de b esaLo de obstrotción se cncll<'ntron las fomLIS visitó b Roma de Mussolini, y toda la ciudod esruvo de pronto rubiera de
altamente estilizadas, o mcnudo puromente geom<!trieu. Tienen la \'Cfttaja b>nderas nazis, una niña iuliana exdomó horrorizado: «Roma está repleta
de singulorlur lu propiedades pmicnlarcs con precisión. Una simple flecho d< anñu negras•.
señalo con mú clicoru el acto de señolar que una mono victoriano dibujada El simpl< diseño de b esvástica estab. lo baStante libre de ouas uoci.,.
con rodo realismo, en la que no se hAn olvidado lu uñas, lo m•ngo, el puño ciones como p>ra b.cerlo aceptable como portador do una nueva significación.
y Jos botones. l..s flecha se aproxima también m4s eltrcchamente a constiruir u imposición fue tan eficaz que con el tiempo el tmblema Uegó o contener
un slmbnlo de dedicación exclusiva y, por tanto, invi,. al observador a consi· y eJ~Udor visualmente DD> connotación altamente emocional que no tc:ola an·
derarla ontes una enunciación que una pane del mundo práctico. Sin cmbor· tes. El diseño, desde luego, estaba muy bien dcgido. Satisfada lAs condicio-
go, los conceptos altumcnte absmctos, ounque de intención estrecha, son de nes erológicas de distinci6n e inconfundible simplicidad. Su orientación obJi.
mu)' omplia extensión, esto es, pueden referirse a muchas cosas. El dibujo cua en el esp>cio, uansmilia la dirWnica del •Movtmieruo•. Como figura ne·
de dos drculos que se superponen puede ser la imagen de algún objeto físico, gnt sobre un fondo bLinco y rojo contribufa o b ....urrcccióo de J. vieja
por ejemplo, de detcrminodo nuevo tipo de biza>cho anillado o de unas gafu. bandcn del imperio alem4n y, por tanto, opdabo al naciontlismo. En b ban-
Puede ser la pbnta de un cirro de dos pistas. Puede ser también el símbolo dea nariz el rojo se convirtió eo d color de la revolución, y el negro era tan
de un buen matrimonio o de la bmnandad enue nociones Mú gcnco.lmcnte atcmdor como las arnisu de los solcbdos de b guerra relámpago. La esvásria
.un, puede tener por obje<O mosuar la rdación J6sica de cualesquiera dos temo la oogulmdarl de b eficacia prwiaoa y su limpia geomc:uú. armoniza.
con<q>IOS que "' superpongan. S6Jo d COniC:XlO puede I'C\'CJ.u a ruiJ de estaS ba, no sin ironb, con el gusro moderno por d diseño funciono!. Pon 1.. per·
signiJiaciones se opunu. sonu cultaS, aludía wnbién a b ra:u orio que e\'OCOba el slmbolo d< b
Elto ero un problema en UDJ civilizaci6n que constanlcmcnle une cosas Indio. Las presiones del contato social hicieron el resto. No es de asombrar
que no se corresponden o J.s coloca en Jugara que no "' ojustan a su fun. que un escritor recient<, Jay Doblin, dijcn que Hitler, «el artista Irustro-
dón. Toda la movilidad, d ttarupOMe, b tnnsmisión y la comunioodón de do•, se convirtió en «d diseñador de la marca d< fábrica del siglo•.
nuesuo siglo socan las co53s de su ubiaci6o narunl y, por tanto, entorpecen
•u identificación y eficada. La lllJJlDilll se enuncio .ms d•nmente cuando se
lo ve en un huerto o una fnuerlt. Colocado en compañia de centenares de Lo qut lar marcas de fábrica pueden stñalar
otros ortlculos de hogor, anunruda en medio de un material heterogéneo o
comcntod• en lugares que nada tienen que ver con la fruu, el esfuerzo de Los diseñadores de rmrcas comerciales no pueden contar con las pode·
la manzana debe ser mueho m•yor para que se la reconozca y se le responda. rosas fucrus sociales que estaban a disposición de Hitler. Lo que COD\'ierte
u ub1ación o¡'Ud. a la delinición de un p>l>eio o una iglesia que corona on su tarea en algo p>rúcularmerue diflcü es qu< en a mayor p>rte de los 01•
pueblo situado <n torno a una colina o al que se aeced< a 1nvés d< un pmo- sos no pueden b.ccr que sus diseños se expliquen de por st El gu5l0
ama ímponent<, o de un orco liÍunÚ) construido en un cruce de o""nid.s; y el estilo de nucsta q,ooo asocian la empresa cxil058 con la fm:ma neta 1
mieotros que d edilicio de una iglesia tradicional, sepultado entre los rasa- ..,_..,..mcnt< reducida, y el desorden y b rapidez de la vida moderna exigen
cielos de Nue\·a York, no sólo no recibe o¡-uda alguna de su emplazamiento, est!mulos que resulten diaces en b fracción de un segundo. El probl<m2 rt·
sino que bte consÜfU)'< una refuDción y una burla paro él. Pag¡mos la falta día en que um cooJigunción de alto arado de abstreoción no lo@ra c:speci-
de redundoncit en d medio ciramdmte roo un m•yor esfuerzo por ideotiJi. 6car d objeto al qu< alude, cuando la finalidad de la publicidad es la iden-
ar o h.ocer identificable lOdo cleulle panirul.u tilicación de um compaiüa, una mua, una institución o una ideo p>rúculn.
Un diseño altamente obsmao que no guanla mucho relad6n o no guarda Doblin se rdi<re a c:xperimcnros qu< muestran que los consumidores ide:ru:ifi.
rdación evidente con d objeto o que alude, debe: limi,.rsc o una úniea apli· can ron mtyor facilidad d clogotipo•, esto es, <1 nombre verbal o d eslogtn
eación o depender decididamente de UD contato expliativo. El contato d<· presentado en el disc:ño comercial, que lo morea de fábrica. De hecho, J. pre-
cid J apón) o la C= Roja. Po r tanto, comprobar el valor de lu tDlU'CJS de
senda de la mara de fíbria pu<de c!Uminuir el número de respuestas co- fíbria independientemente del contexto que las vinculo ron sos propieta-
m.ociJlS ante el logotipo. Doblin conclu)"e que odesde el pomo de VÍShl de ls rios, es como evaluar un diagroma trazado sobre la pizarra de un aula sin
comunicación, una marea de fdbriao es poro la mayor parte de las romp:uüas rcferencia a i•s eJtpUcaciones del profdOr.
DO sólo una pbdida de tiempo, sino que"' ha con,-.,nido adeaW en un \U· Un observador puede experimentar el azul que um señora u..._ eo su
dadero períuicio•. Sea cual fuere la valide% de este argumento, ilustra el a- ,.eslido romo un rasgo esencial de su personalidad; pero ese colo< de por si
ácter pcculla.r de las ronfiguraciones su1111Jl>mte obsuoaos. DO tiene por qué t\'O<Ir de modo alguno la imagen de b señora. As!, um
la inao¡Mcidad de tales configunocioncs pora espccilicar um apliación buena mara de fíbriao puede fonalecer d aácter iodividU21 de su portador
particuLar, r<aJCHia resulodos similares obtenidos en experimentos sobre la mediante un complemento sensorial DOtable, sin ~ esa rcfettncia de por
signilicxión de la música. Por ejemplo. pora detamin:u si .la itmncióo de si. Cuando uno conoce la mara de fábrica diseñada por ft'llDI:eSCO Suoglia
los compositores• pu<de captarse a ponir de su obro, Melvin G. Rigg hizo pon el Sccrewiado lntcmacional de la l..an.t (Fig. 46), puede que no "' la
esrucbar una serie de ditms, de ópenl el.úia en m ma)'Oris, y les picli6 a identifique, porque ous formas Oexibles y suaves descn'ben una aWidad su-
los O)'<'Dtes que los hicieran coincidir con los descripciones cnlllllCrados m un momento genérica. Tiene una el<pncia deliberadamente escogida para ron-
cuestio!Wio sobre su temple anímico gcnc:nl (doUente, J!OZOSO), su term t:mreSW la conootadón de les pañol pesodos, pero que DO es cspecilica de
(muerte, religión, amor. etc.) y su prosnma cspeáJico (despedida, plepri2, la lana. En el contexto adecuado, el diseño simple "' cenrra en esu>s propieda-
música de v;.,rnes Smto, el•ro de luna, etc.). Los oyentes tuvieron buctlOS des esendales y deseables de modo tangible y (I)IICIOSl[Ddo, que ronrñbuyc
zaultados en el mis alto ni\·el de abstra<dón, pero muy pobres en el más al mensaje que se pretende tronsmiúr.
bo¡o. Conc:luu, romo lo hizo Rig¡t, oque la intención de Jos compositores b
bitualment< no • JJego• de nin~n modo especial a los estntos eultutales de
nuestro pobloción•, es interprctat errodamente lo naturoleu de la música y
sn rciBción con el contenido programíttro especl6ro. la vinud cogoosciti,,.
de la música se deri\•a prccium<nte dd alto nivel de abstracción en d que
descn'be ).., configuraciones de fuenu. Estas configuraciones de por si no
aluden a ninguno ••plinción• porticular, pero puede logruse que interpreten
Wt'S instancias. la mú1icw projlramítiea, la descripción de un tema rutm~ti\'0
mediante 10nidos. no posó nunc:o de ser una desmañada curiosicbd, precisamen-
te porque intenta pintnr un contenido particular a través de un medio geni-
nco. Jnverumenu~, en unA 6pc:ro o como arompañnmiento de una piez:a tea~
rml o una pelfcula, In m~sica sirve para dar formo a lo gen~rico inherente en
lo particular. En palabro~ d< Scoopmbauer, •la música demuestra aqu( su po- Figura 46
der y su más clevacb aptitud, ofrccicndn las rcvelaciones mlls profundl!J, de-
finitivas y secretaJ sobre los sentimientt>S exp.....,dos en las polabrliJ o lA Una buena marca de fibrica modemn interprero el carácter de su porta-
acción que la ópera representa, y pone de mani6esto su esencia propia y ver- dor IJO<i,ndolo con conligurodones de fuerzas visuales clsramente ddi•idas.
cbdcm. l..J mÚ$i<a nos relaciona ron el alma fntima de los acontecimientos y El conocido emblema del Cbase ~únhattan Bank, diseiiado por Cbermayeff
episodios de los que el tCittrO no nos d.t sino el esqueleto•. y Gebmar, puede $<'<VÍr de ejemplo (Fig. 47). El cuadrado interior y d O<tÍ·
Las imfgenes vbu•leJ tienen ''irtudes y debilid•d.s semejantes. As! como gono exterior producen una figura ron simet.rla central que tronsmite una sen-
la música de Saint.SaC'IIll no pu<de lottrar la identilicoci6n de L.. rrw:a Je sación de reposo, coherencia y solidez. Cerrado romo una fonaleza contra toda
Omph;zfe, las marcas de fdbria y otros embletnns semejantes no puedm int<rVención e inalterada por loa cambios y lu vicisirudes del tiempo, el pe·
identificar un producto o un productor porticular. La odenti&acióo sólo pue- queiio monumento est' construido de firmes bloques definidos por lados ro_ctos
de obtenerse medunte lo que los hombres de ernpn:u U= •fuerte peoetr:l- poonlelos y 4ngulos simples. Al mismo tiempo, tiene t. vitalidad y la claridad
ción•. n decir, d ilhi.liC1UC: refuerzo de U aociación entre signiliant~ y re- de melll oettUriu. las unicbdes en punta procuran la fue= dinímia CJ?C•
fuente. romo lo ejcmplilic.n Jo. embkmu religiosos (b auz, la estrella de sin embargo, oo desplau la figura romo totalidad, sino que queda reducida
Du-id). les clúeños de lu bandem (la hoja de ara: del CamcU, d sol nocicnte
159
H8
dentro dd IIIJUCO estable y sin din:ttión. Los movtmtemos omagorucos se Esto se evidencia peniculartncnte cuando d objeto aludido posee fuertes
rompcns.n entre si pan lognr una anim.da quietud ¡¡cnentl o contribuir 11.la connotaciones emocionales. Lu Figuns 48 y 49 oír= dos ejemplos: la
continua y contenida rotoción de un motor. Adcmá.s, los cuatro romponcnres tlloUCII propuesto por Emst Roch paro la Feria Muoclial del Canadá en 1967
encajan cstn:dwnente en el conjunto, pero al mismo tiempo preservan su y d emblema clisefuldo por S•ul B:us poro d Comité por un• Polirica Nuclear
propi• intcgrid.d, mostrando de ese modo una multiplicid.d de iniciatiVllS Sana. Ambos ..,., sumamente •insulares y exhiben gran intcliR"ffcls en la re-
que ejecutan clcmcntos cuy• individu•lid.d se limita, sin embargo, a nna ducción de los objetos que describen • ron6guracioncs visuales de dc6nici6o
diferencia de posición en el conjunto. Por otn parte, la li¡un result<1 eficaz· simple. El diseño de Roch, en d que hay resononcios del f:amoso dibujo de
mente arnbigu. en cuanto a la conexión de los cuatro elementos. Si son perci- Leonardo del hombre vitrubiano, pretendía iluruar el tema de la aposición:
bidos romo bloques de lingulo rect o ron uD3 de sus csquinu wmin.das, Jos el H ombre y su Mundo. En el de B:us se muestran manos protectoras que tnl-
cuatro encojan entre si romo los l.trillos en una pared. Si son vistos como tan de contener una aplo5ión atómiQI. Aunque ambos diseños se cmrran en
cu21rn prismos simétricns, se superponen entre si y, por tanto, se cntreW:m. El los elementos esenciales de su tema ron gran predsión, d globo terrestre de
delicado equilibrio enm: su unión y su imencción redpf'OCII5, conseguida por Roch no intenta tnJlSmitir sensación de vastedad, los bnzos no tnWl de al-
un obt'll20 coopcntÍ\'0, ilustra m2s tabad>mcnte la naruntlcza de la orga· amzar, abarcar o $0$tencr nada y las piernas espunrx:edas carecen de poder.
nizaci6o interna. ~ modo semejante, en el emblema de Bus, los fngmcntos explosivos tienen
muy poro poder deStructivo y puede que algunos observadores oo perciban en
las manos un• at:titud protectora activa.

Fl¡¡uro 47

En cierto medida, uno im•gcn tan ai>Jtracta sugcrinl siempre uno &fu le- Figuro 48
janlo. No puede transmitir la sensual sedosidnd de la lona que traJlSmite una
bueno fotograflo en colores o uno pintura realista. No puede mostrar b ani· Estn rcdu«i6n de lo dinámica expresiva a una mera sugerencia puede ser
m•dón del bonco, sus gentes, sus cspl~ndidas salas. Por otra parte, DO tiene exactamente adecu1da. La principal función de un emblema DO es la de una
occesidad de limimrsc a l• mera identificación de los propiedades cstructtml· obra de arte. Un• pintura o una piczn escuhóriQI tiene por objeto la eYOClciÓn
les pertincotc:s. Todo diseño tiene cualidades dinámicas que contribuyen u ·la dd impaeto de una conJiguraci6n de fuerzas, y los referencias al terna de u.n a
~nw:terizoción del objeto. Lu formas simples pueden ••·ocar las cualidades ex- obra son sólo un medio pata ese 6n. Inversamente, un diseño, que debe servir
presivas de Ocxibilidad, vitalid.d o armonio. Esto clase de CVO<:Ición resulta para idcntifx:ar l distinguir, utüiz:a la apresi6n dinámica sobre todo para este
indispcnsoble en d arte. Los emblemas que aqul se analilan se si!Ú2o atnJña. 6n; de lguol nunera que los tres uazos del idcogram• chino que dcsign• •mon-
mente entre el arte y las funcion<s rogooscitivos de mcr:a identi6ación y dis- taña» DO sólo sugieren un piro, sino además una elevación y, de esa manen, la
tinción Un emblema puede constituir un análogo perfectamente aceptable del rdcreucia se vuelve algo m2s vivu. Por supuesto, aun el diseño m:ls sobrio Y
objeto al que alude y, sin cmborzo, DO intentar o DO lograr la CVO<:Ición de su neutnl puede desatar violentas posioncs a mv~ de los signi6cados que se aso-
impacto dinámico. cian roo 6. Pero la dinámiQI inh<:renre a un objeto muo! -una pintura bo-

160
f 161
pre el riesso de que haya ideu que cooa:ionen la vida de la imlgen. La ÜJI. En d coso ck la Etc:ola ck b Experiencia, esto condición ~igc que, aun-
mada alegorla parodia la tara del slmbolo mediante la ilustración ck ide:~S a que la mente oe ~ntrc en las fuerzas últimas inhcrcnres a lo uisrcncia, debe
uavo!s ck dicho!s estondariudos La normo eoneeptual se eonviene en pobre- c:onsiderorlas como las creadoras de la rique211 de la manifestación empírica;
za de ima¡¡inación. Oc: oh! el paralizante eC<eto de las novelu excesivamente y viceversa, la proll6ca multiplicidad de fenómenos parrículorcs debe c:on-
cerebrales, en las que los J>C'nonojes se in\'isten ck teoremas ineon.<nnwlos tcrnplasse c:omo organizada por principios ~tales que subyacen al proceso.
como si fueran los moniqules ck una modista. Oc: ahí utmbién la hibñdad
que product el simbolismo esquemitic:o que se da en cierto arte ck aliciona·
do, lo oratorio barata o los oueños. Roger Fry se burló de la pobre ealidad
arústic:o ck los sueños mencionados por el psicoanalista Osltar Pfisrcr, que
prnendio ckmosrrar que lo inspiración poético deri\'3 ck la misma fuente
qu" los sueños. He aqul un ejemplo: ALTA
Uo jo\"m ati por abondonar el etdi\"U de um mujer pan ww- sobre FUEJIZAS
uo puente invadido por lo niebla, m medio del <Ud oe yergue: la Muerte. IDEAS

~
Oc:uú de él, d tal oe le\"lltlta m rojo eoplcndor sao¡rie:oto Sobn: lo t1Wi""
FORMA
derecho dos pareo de ma,_ mtan de retener al a¡nsurodo ;a.m. oz NO MIMEnCA VEHICULOS
ü SIMBOUCOS
Sospc:cbo que la repuloión que despi=a la &nw!o de a6cionados, que o
<(
Frcud obsctv6 en las rcaa:ioDCS ante las ensofulc:iones diurnas y la 6cción a: OBJETOS ,pj
..... GEN EROS
barato, no es pro\-oc:oda tanto porque los dcoeos y miedos se revelen desnu- U> f:STIUZADOS ~'
dos m dlu, sino porque se J>C'rmhe que las ~ p~idu e imigo:nes "'
<(

trillodas entorpezcan la vcraeidad de la enunciación. Estos productos de la REPRESENTA PARnCULA-


mente. no son cognhivamente limpios. REPLICAS RIDADES

BAJA
IMAGEN EXPERIENCIA
Dos escalos de #btlr#Cet6n
Figuro )()
En la Figura ~O se raume lo que lrnté de dc:cir •~re• de las funciones d"
Jos anilogos pictóricos. Las '"P"""ntociones y los dmbolos describen la ex· Esto c:xigcnda doctrinaria se verá ju11ifiada si se piensa en lo que aca<ec
J>C'<iencia por medio de imigen« de dos mnneras eomplcrnentaríu. En la re· cuando las dos csc:olu no se consideran en toda su utensión o no son cntc·
presentación, el nivel de abstracción ck la imagen .,. mJis c:l..vadn que el de rammre J>C'rmcabla. En e$IOS condiciones p•tológicas, um escala queda cct·
la ""P"riencia que representa; "n el slmbolo sucede lo eonrrario. cenada a cierto ni\'cl, dejindole a la ment" una gama restringida. La rcstric·
Aunque todo imagen eonc:cto dos niveles csp<el6eos de las dos csc:olas, .,. ci6n al nivel inforíor de la aala de la imogen puede conducir a b irreflexiva
sumommt" dcoeable paro los fines particulares dc:l arre que b gama c:om- imitoci6n de los objetos naturales. Al nívd extremo superior, el aislamiento
pleta de ambu escalas reverbere en coda caso de representación pictórico. En provoco una gcometrla rfgido, bastante ordenada, es dcrro, pero ex~vll­
d coso de la Escala de lo Imagen, esto significa que ounque uno pintura pue· mentc empobrecido como pa111 que OCUJ>C' d cerebro dc:l hombre, la creación
da ser enteramente •abstraa.o• (no min>Eric:o), le es nc:cesario reflejar parte mis dif..rcnclada de L. narurole211. Oc:sdc d punto de visto ck la cxpmcncia,
ck la complejidad de forma mediante la cual b obro reilisra desaibc la ri- b limitación o la parte inferior ck la cscaJa pro\'oc:o una J>C'fSpecóvn matcri•
queza ck la experiencia humana. Inversamente, uno descripción realista, paca lista y urilitoria, sin d soeorro ck ideas mnductoras. Al ni,~l superior, obtc·
que resulte lqiblc, ¡cnúica y expresiva, debe adccuor la p=entación de los ncmos una es~ación an6nica, el manejo puramente formal de proposiciones
objcros o los formas puras, mis dirccummre c:ncunadas en d arre oo mi- o normas teóricas.
n>Etico Toda restricción semejante dc:l pensa.mi..nto y la expresión dchilim la va·

1(>.1 16~
lides de tu enunci.Oooes arústicu. En una dvilizaci6n ideal, ningún objetO 9. LO QUE LA ABSTRACCION NO ES
se percibe ni ninguna occión se ej«u10 &in que se despliegue d paoonma, &in
limire 6jo, de los aMlosos, que apunllD a los principios condoctores más
a.burac_tos; e , inversamente, ruando R ~jan formts puras y gméricas, ~
d razonamiento humano resuena la experiencia de l• existCIICia particular,
que le da sustancia al pensamiento.

NecesitAmos y quaemos reconstruir el puente entre la percepción y d


pensamiento. He intentado mostrar que la pe1t<pci6n consiste en la capto-
cióo de los rasgos aenbieos pertinentes dd objeto. lm-erumcntc. d pensa-
miento, peta poder pensar sobre alao, debe ba~ sobre ilmgenes dd lllUD-
do en que vivimos. Los dcmcntos dd pensamiento .., la pe>ttpci6n y los ele-
mentos perc<ptualcs en el pensamiento soa complm~Cntacios. Fbttn de la
cognición bumana un proceso unitario que avlllZl sin iotcnupcióo desde
la adquisición dementa! de información sensorial huta lu ideas tcócicas más
gmmcu. El rasao esencial de este proceso cognitivo unitario consiste en
que, a cacb nivel , ex~ la abstracción. Por tanto, debe examinarse con sumo
caaúpulo la oaruraleu y l• si¡nificaci6n de la abstncri6n.
Nuestra tesis es bu~tme simple. Pero no hoy muchos esperanzas de que
ms aspectos positivos se comprendan y se t~«ptcn, a no ser que se describan
y se refuten muchas con«peioncs de la abstrocción que conducc:o a error.
En •u sentido literal, la palabra 4brlrll«i6n es ne¡ativa. Se rc6cre a una
c:nracci6n, pues el vetbo abstriiMU 1igni6ca activamente quitar algo de al-
auna parte y, pasivamente, ser apartodo de algo. El Diccionario Oxford men-
ciona ejemplos de su acepción en el siglo xvu: oCuanto mís absttuídos este-
mos del cuerpo.•• mú preporados estaremos paro la contemplación de h luz
divin ... Un hombte disrraldo es un hombre ..bstraidoo, y una persona que
sólo tiene ouna idea abstracll de la pnbrez.. es al¡uien que en realidad no
sabe. De modo similar, abstraer olao si¡ni6ca extraerlo de al¡uo.a parte, romo
lo muestn este ejemplo que datA de 1387: • ·.. los nombres de los autores
de los cuales la presente crónia se abstrojoo.

Una dicotomia noaw

Esto< sentido de exrraoci6o y dcupeao impone UD2 carga desfnoable sobre


d nombre de esta operaci6n mental. En la teotú psiml6gica, por el tbmino
J111r<1«16tt se entendi6 a menudo un prooeso que se basa m los datos :scnsnci•
167
166
les, pero que los deja otris y los ob.lndona por completo. John Loeke dijo que c ¿Es concreto o abstracto? o. Uno meso es roncrc:ta, pero la libertad, supues-
pal'll ob.uac:r tomamos lu ideas partirubres que r«ibimos de los objetos pan;. tamtnt<, es abstracta. Mí amigo es coocre.to, pero no la <lliiÍ.Siltd. Eslll distin.
rula= y las separamos odt toda otra existc:ncia y cirrunsranci2 de la existmcia ción, simple m apariencia, implia, en pñmu lugar, una confusión onrol6-
mtl, romo el tkmpo, el tusar o rualquier ornt ideo rooromirant.,., Y adetn.ú: gica, pues mtu puede ser ya un objero marcri.J, ya un objeto percibido, re-
cordado o ronttbido. Si la distinción que st protende es la que existe tntK
El entendimiento erige (con los nombres que eomtlnmente "' les anexa) fu cosos del mundo flsico independíonremmte de los scotidos y los rontmi-
es~ pruisas y desnudas eparienciu en b mmt~. sin comidenr cómo,
dos de la mente, oo hay excuso pana l'ft'lllplazar rúminos cluos por orros
de d6odc: o eon cuilc:s otras lleproa olll, eomo w nonnu '!'X permiten
mnfu.as. PetO si lo que se presupone es que una penooa .6lo C<lllOCe lo que:
ordco&r 11 ain.ncia reol en eliJes. m lo meduh en que se adcrum a
cstu pauw .,, de .,.. modo. c1cnominuw. tiene en la mente, hay que dl.unguir entre los pen:rptos ext~<S, que: se
rditrc:n a objetos o orontecimkntos situados fuera del ttrebro (1DCS2, eclipse
Incluso m nuestro riempo nos topamos uxln-ú con la <ncncÍ1I de qm: wu
sobr, dolor de tstóm•gol v los percq>tos inrncerd>rales, provocodos por
procaos dentro del ttrebro mismo (recuerdos, peasamkntos, roncq>tos • ..,.,.
concepción, paro ser vttdadentmmte obstracut, debe liberarse de tDd:! rolatt:ra·
cimientos). En este aso, es necuario recoc10ttr que estos últimas son um
lidad percq>tual, que se consideraño """ impurc= Por ejanplo, Rmt! Pdltt, roneretos romo los primeros. Lo exper~Jcia de ,..,. una mesa o sentir tm
ro un libro destinado 1 la descripci6n del desarTOIIo que va desde la •páttp-
dolor m a4:ún lugar del propio cuupo oo es ni más ni menos concreta qut
cón de lo cooc:reto• a t. •oon«pción de lo abstl'lt'tO•, aJirma: ·Entrod<r<mOS
la palabra • abmacci6n • en •u más devado Kntido cuando la ment< <S apaz de la de tener uno ima¡;en o una idea de algo. Cualquí<ta de estas O<p<riencias
concd>ir fuora de w repr.,..ntlciones ronct"<ru, <Sto c:s, de erar sin apo¡'O puede ser pr«isa o impr«iso, clol'll o ngo, pero todas son invariabletneote
concretas.
de lo per«ptualmrot< dodo o ....,.,rdado•. La abstncción, ditt, es una organiza·
ci6n de lo rnc:nte que va más afU de lo conereto y que se ha libu.ulo de él. Todos los contmidos mentales son panieolares y únicos, aun cuando
sean ad~m.ás •uni\!ers•les•, CSIO es. eun si son COI:Ierptos que. se rdierm a
En lugar de basarse en la txperi<ncia Kn.arial, se suponia que el pensa·
un.o clase de objetos o ideas. Berkdey hizo con toda claridad esta observa·
míc:nto abstracto tm!a lugar en pat.bras. Se c:rds, por ejemplo, que una
ción, que Hume saludó como •uno de los más grandes y más valiosos descu-
criarun privada de lenguaje em inaapu de obStn<r En el pasaje que aca-
brimientos que se hayan producido durante los tílumos años en la república
bamos de ciror, l..o<kt deda de los animoles que «ea~n por completo de la
capacidad de obstra<r, y la posesión d< id<as gen<ntles es lo que consrítn¡·• de Lrs !erras•. Berkdcy advirtió que ouna idea, que considerada en si misma
la peclecta diuinción <ntrc: el hombre y los brutos•. Y PtUet afirmo: •Dado
es particular. se ''uclve general cuando roprc:sento o se refiero • todos Lrs otras
que los .ardomudos <stlin limitados a su lengunje de ademanes, que es des- id..s ¡>llrticularc:s de lo misma clase•; y odem&s:
eriptivo y cronológico y S< aplica l61o • hcehos o actos roncrc:tos, nllllC! .J.
canzan el proeoso de obstntcción o genemli>oción». ... Pues 11 univc:mlidAd, en lsa medida en que puedo comprt':Dderla~ no
consiste en la rucuraleza o con«pción 1bsoluta y positiva de rurdll, sino en
La engañosa dicotomia entre perttpción y pens•mienw st rdleja m la lo rdadón que mantiene con lo• porticularidadts qU<: ellA signilia o rc:pn:·
costumbre de distinguir entre lns cosas •abstrtcras• y las tconcreras» como setna: por viriUd de la cu.al. la.s cosas. los nombres o las nociones? pMticu-
sl penenedtmn a dos conjuntos mutuamente excluyontes; vale decir, como si lnrs por su propia naturalru, fe vuelven universales.
una cosa abstmcto no pudi<ra ser roncrera al mismo tiempo y vi«vcrsa.
Lo utnoción queda perfectamente ilui!ndo m l• an«do"' de un niño qut le En otras pal•bras, el concq>to IlUso es un contenido mental tan ro~to
pregunto o su padre: c¿Qu~ es abstnlcto?•. El padre rontesl'4 después de e individual como d recuerdo de una m<SO o el perttpto de una m= ftstc:o
cierra vacilación: oAbstmcto Q lo que no puede tocarse.. A lo cual res- que se encuentra enfrente del observador. La amiStad es ton contttta romo
ponde d niño: o¡Oh, ya ~! Como O.os y l• hiedra ventnosa». El rnú crudo eualquior amigo tn pclrticular. Dios y el concepto de Dios son tan concretos
error m cuanto al uso de los dos r~rmínos es, pues, decir «C<>DCtetO» por como el concepto de hiedra venenosa o cualquier esplcimen de es:1 planto.
cpercq>tible•, y •ab.tniCtO• pal'll deseribir lo que no es l.«ftible a los sar Pero cualquier objeto. omnr«imienro o idea se conviene m unh·c:rsal adD-
tidos.
do es rcforido o una multitud ele' asoo. Se convien< en una •bstraeción cu:rD·
Uamar roocre.to a lo flsiro y abctrocto a lo mmtal Uamo igualmente :1. do es tratado romo un nut<rial d<Slilado que so obtiene • panir d.: una en·
error. Considértse la apenura habitual del iU<SO de las Veinte Pregant:~S: ticbd o clase de entidad mú compleja
168
169
percepción, lo primero que hace es «<tarlas en hoces y cf!stnDuidas por eL..
De ningún modo pueden los túminos •ronc:...,to• y •abstracto• $U\'ir &ca de modo que el conocimiento que: obtenga de cualqutcra de dlas puede
pan distribuir los objetos de Ll espcrie<lcia cnr..., dos entidades rontincnrcs. C'lltcndcrlo sin vacilar a todu las de esa clase».
Tomporo son antónimos ni se rdiercn a poblacioneo mumamemc excluyentes. Traclicionalmcntc:, pues, se aupone que todo absrr~o se basa en_ la gc-
La <XlDC!UÍoo es una propiccbd de todu lu cosas, sean bw flsicas o menta- nmilizaci6o. Tan ocosrumbrados cstarnoa a csra crccncu y lllD convmccntc
les, y muchas de esw miJmas cosas pueden setVir también como abstnc- resulta, que ya no advertimos cuánto se desvla de lo que: rttlmcntc: sucede
ciones. y cuántas dificultades p....sent.a aun en rcorfa. La gcoenlizacióo, desde luego,
Se bacr evidente buto qué punto es occesario achnr la ronfmión cmn- cai&tc, y ya~ más tarde en q~ sentido sirv" la abs~ Pero ...,.
do, en una conocida y prototlpica inuoducxióo a la lógia, uno se uopicza suha dificil ver cómo puede constituir d primer peso ol cooocmucnro, como
roo la enunciaci6o: •Por tanto, admiwnos, romo podemos bacttlo todos, se ba sostenido sicmp..., a panir de Loclte. En sus Principios de Plicologúl,
que bs absuocciones no son ...,.!es, ai lo real se dcíinc como lo que es con- w.ru.m James propuso lo que llamó ·la ley de disociaci6o por coocomito&
=to y no abstraeto•. Aqul oucsuoo dos adjetivos se mton romo si fueran tes vañabicp. Esta ley establecfa: •lo que .., asocia or. con esto, oa con
disyuntivos, romo 01 una rosa no ~ra ser abstr.ICU y concrtt~ ol miJmo M¡Ucilo, tiende a disoc:WK de ambas cosas y a convcnírse. en un objeto de
tictopo; y la coocrcción se boa: equivaler a la cai&te<lcia materiaL Algo más abstriCtl contcmpbcioo pera la mente•. Se apresureS a añadir. cPorquc la re-
adclaote, el miJrno libro nos aiDOIIC$la per. que t<CO<IOZUmos cque los ~ petición dd c:arKtcr en combinacicSo con difac:ntcs tOtalidades producr esu in-
jetos absrnaos dd pensamiento, como los n11mcros, la te, o lu lín~IH ['C· tc:sropci6o de su aclbesióo a cualquiera de dlas y la boa: rodar ~·-por as!
/«IIV!IOJU rffln, son pene ,.,o] de la naturaleza (aunque no cxisu.n como
decir, ..,¡,..., la mesa de la cor>cicncia, constiruye un pequeño nusiC'IO•. Un
c:osu putu:IIÚT.s, lino romo las rd«ton~s o tnuuformllrion~s de tales pos· miJrcrio, en verdad, pero d problema no radica tanto eD d_ porqut! como eD d
ticulañdadcs) •..•. Esto cnunci.aóo ronfundc lo que es una cosa con aquello cómo. Loclte mostró con toda lucidez por qué le: es roo.-cruente a la mente: gc-
a lo que alude y a6rma que una entidad puede existir sin ser algo pasti- ocrolizar. Pero es dificil imaginar cómo la mente podrla llqar a generalidades
cular.
si ..Sio se enfrentara ron panicularidadcs.
Todo fcnómcno cxpcrimmtado por la mente puede adquirir abstracción Prcaumiblcmcnte no hay dos COS#S en este mundo que no tengan nada m
si se roncíbc como una destiJ.cióo de algo más complejo. Tal fc:nómc:no pue-
común, y la mayor pan< de clbs tic~ mucho en común. Supongamos ahon
de ser una ronliguNd6n de fuerzas altamente rarificada, o puede ser un acon- que toda comunidad de rasgos nos indujera a agrupas las rosas co~pondtcn­
tecimiento o un objeto en los que evidcntcmcnt.c se encarnan bs propiedades
tes bajo un concepto. Evidentcmcntc:, el resultado seria un número inalcula-
pertinentes de un arontccimiento u objeto. p.,. utilizar un túmino inuodu·
ble de agrupamientos. C.da cosa individual estarla expllcium~ruc: asigna.da a
cido en cl capitulo prcttdente, podernos decir que un fenómeno es una abs- rantos grupos romo combinaciones posibles existen de sus atnburos. U~ ~ro
ttacción cuando sirve romo rep....sentación. Puede desempeñas esta función
seria miembro de las asociaciones de las ros•s materiales, las cosas orgarucos,
plltll una persona pero no para otra, para los que penenccrn a una culrur., los animalc:s, los mamlfc:roa, los felinos y as! sucesivamente, huta ese club
pero no pare los que pcncncccn a otra; y, de pronto, puede adquirir esta
exclusivo al que ..Sio este gato podrfo ingresar. No sólo esto, sino que ndc-
propiedad de apuntas más nUd de sl misma para una persona que no la hu-
mjs nuestro gtto cor...,sponderla a las cosas negras, las ros4S peludas, los ani·
biera considerado de ese modo con anterioridad.
males doméatiros, los temu artlnicos y poéticos, In divinidades egipcias, las
industrias de la carne y el envasado, los slmbolos onlricos, los ronsumidorcs
de: oxigeno, y osl mcrsivamc:ntc por sic:mp...,. En el universo de Ll lógica teó-
(Se bGSQ 1• .bstraca6n en 1• ~~ncrtdi006nl rica, todas estas subordinaciones se hacrn de hccbo constantemente prcscotes
cuaodo surge el concrpro g•to; pero la ronsumacioo conacta de <oda esta
Una abstntccióo se define tradicionalmente como la suma de las propicd.
inlinidad de ogrupomicntos basada en diferentes mgos y diferentes grupos de
des que una serie de objetos ticnm en común. Lodce nos dicr que •los sm-
rugos que: di6crco uimismo en el número de miembros, oo contribuida 11 una
r.idos, al principio, dejan peso a ideas parurularcs y abastecen un gabinete: oñcnraci6o inrellgiblc:. Mú bien seria ocasioo de un caturr66co ataque de
buta cntonoca viCio•. Explica que Ll merue tiende naturalmc:nrc al conoci-
información.
mimto; pero la o>cotc descubre que si procediera s6lo por --y se detuviera
D.do que bto es la triste pcrapcctiva, se ncccsit.ada, en primer lugar, al-
en- las cosas pesticularcs, m av.- seria muy lento y la tuca inlinim. Por
gún criterio de selccci6n. Si la absr...m6n fuen de h<dto un rumso para
WJto, pera abft'Vi.tr au camino al ronocimic:Dto y vol•cr más completa cada
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economizor t~ndente a n:ducir lo abundante a lo escaso, el pr~imiento ló- marLillos, dirigibles y el número eres. Otro grupo de elementos onlricos, com·
gico consistir!• en comcnur con los propiedades o grupos de propiedades que prendr pozos, boquetes, avCJt~as, botellas, caju, arnurios, bolsillos, barcos,
"" encuentnm en el mayor número de casos individuales y abri= aunino portales y bocas. Estas agrupaciones se Uevan a cabo por el vital interés que
gradualmente hacia los que rep..-nun cado vez menos. ¿Es esto lo que ha· despiertan Jos órganos de la ~producción. Más espccílicamenrc, las agrupacio-
cernas en realidad? Si exomin;unos los conceptos que tiene un niño, vemos nes no se basan en ningún atributo que los objetos rengan en común con los
que no es este el caso. Puede que haya s61o un perro en d mundo del niño, gcninlcs, lino en los •tributos que resultan cruciales pua el intelés sexual, a
pero dcsóe un comtenzo ..., perro <On$tituinl una caregorla distinlll, aunque ..bcr, d car6cter punriagudo y la capacidad de elevarse y vencr, por una par·
la Clltq;otú contenp sólo un miembro, mientras que los árboles, las CIS3S te, y la concavidad, la receptividad, tra!tcro, por la otra.
o las nubes, aun cuando nu-rotOS, ocupan un lugar mucho mc>os pciorita· Si ato es ul, ¿no implla que pan que "" 1m • cabo una agrupoci6o
rios m el orden del mundo infantil. Los agrupamicntDS no p>ttten guanhr debe bober de antemano una abstncri6n? Los atriburos cruciales que ocaba-
la mc:nor rdaci6n con el número de miembros que oub grupo mmprcncb. mos de mencionar, tenlan que obrcnersc a partir de 1> fomu y d funciona.
Quizá no nos orientemos por el tamaño de la pobl>ci6n, sino por el nú- miento particulares de los órganos s=ules. Sin csra absrraa:ión previa, oo
mero de rasgos, l' agrupamos las instancias indi\'Íduoles que m2s rasgos en poclá haber &cleccicSn de los objetos que sirven como imigmcs oníricas. Esto
común tienen. Esto, en verdad, nos recuerda algo que hacemos. Unimos signilico que un concepto absrncto, supucswnmre &uro de una gmcra!iza.
hombre con hombre, poljaro can píjaro, caja de fósforos can aja de fósforos. ó6o, rcsulll ""' su prerrcquisito necesario. Nos cnoontnrnos atmp>dos en lo
Si lo hacemos mediante el recuento de rasgos o no, es una cucsti6o que de. que Pia¡;ct e lnheldcr han descrito como cun drculo vicioso que sólo puede
jaremos por el momento en suspenso. Entretanto, obscn"amos que tal procc· resoiVttSC mediante un análisis ~tico•. Por una parte, explican, no pode.
dimiento darút lugu a rendimientos decrecientes. Cuanto mayor el número mos determinar cuíles son las propícdadcs romuncs • un conjunto de ele-
de ras¡;os romunel, menor tiende a JCt el número de individuos comprendido mentOS, esto es, la •comprensión• de la clase, estudiando los miembros indi-
en el grupo, induso en una era de produeci6o de masas y, por lllntO, mís viduales en sucesión, pues no podrlarnos estar seguros de haber abstraído
limitada en su uulizaci6n para una clasificación pnlclica. En el caso extremo, correctamente en tanto no hubi&amos onminado todos los miembros del
nos quedamos con tantos clases como individuos hay. Nos encontramos en d grupo, lo cual muy a nxonudo no resulto prictico o es imposible. Por otra
punto de partida y no tenemos dasilicoción alguna. Añ~ase a esto el hecho parte, no podemos escoger lu particularidodes que drbcn examinarse en pri·
de que con sumt fm:uencio hacemos aArupacionn sobre la b•se de un único mcr lugar sin establecer alguna propiedad común por la cual elegirlas. cEn
rasgo distintivo. Combustible o incombustible: puede que noda más importe. otru palabru, la extensión p~supone la comprensión y vicevc:rsaJ>
La conclusión parece ser que, aunque a ve<>es clasificamos de acuerdo con Henri Bcrgson diagnosticó clanmente el •círrulo• en 1896: ..Paru 8"""'
d oúmero de e•pcclmenot que cubre un conccopto, o el número de mogos que ralizar uno debe primero abstraer, pero para abstraer con pro•-ecbo, uno debe
conrlrnc, el recuento no procura el criterio que oqui neccsilllmos. Parece más saber ya cómo geneuliur •. Tombi~n señaló que la dificultad cea una conse·
prom~tedor afirmar que la gente agrupo los cosas de acuerdo con sus intere· cuencia de suponer que la percepción se limita al registro de casos indivi·
..,. paniculares. Por ejemplo, pued<n menciona""' casos en los que los seres duales. Esta fue una ob..,rvoción sumamente útil. Bcrgson clio otro decisivo
humanos "" cluíft01n por el tamaiiO, el peso, los ingresos, el color de lo piel, paao hacia adelante al señalar lo que~ llamó d origen atililllrio de la pe.rtr~
d oúmcro de dientes de oro o sus ideas nce~ de lo sobrcnarural; no hay ci6n sensorio!. Lo percepción, podrb decirse desarroll4ndo su pensamien·
criterio de sdecdón que par=• desdeñable, ado uno de ellos puede justifi. to, es un instrumento del orpnismo que se desarrolla durante la evolución
ca= S:i la oouión ct la adccusdo, y lo que sirve a un propósito o una cierta 6logen<!tica como medio de descubrir la presencia de lo qu< "" nccesilll pwt b
dirección de intereses, puede rotUIIllr absurdo en un e~so diferente. Los .,. aupervivcncia y para permanecer alerta ante el peligro. Estas neccosidades,
trop6logos y los psicólogos han demosrtlldo que los criterios de dasilicaci6n sosticoc Bcrgson, se rdicrm o especies de cosas, a cualidodco, más que •
varfan ampliamtnte incluso ron rcsp«~o a concepciones mm:~mmte básicas. individuos particulares. Lo que atrae al animal hcrbh-oro es la hierbo en ge-
pero que derivan CVJdcntemcnte del propósito que se considere en cada caso. neral, •el color y el olor de la hierba, que "" perciben como fuerzas y romo
Sin emborgo, el tntcrk, ounque procura un criterio de sclco:i6n, no te· tales someten .. ·"· La distinción precisa de los objetos individuales, dice, es
sucl>-e el problema cognitivo W.ico. Conside~mos un ejemplo. Oc :!Olcrdo •un lux~ d~ 14 J>U"PIJon•. un lujo de la pcrttpci6o.
con Frcud. la nxonte humana agrupo, o! nivel en que se producen los sueños, Esto obscrvoci6o es sumamente pertinente. Sin emborgo, no podemos se-
baston<$, ponguu, cuchillos. campanarios, cmos, srrpientes, peces, dovos, guir a Bcrpon cuando niega que esa selcccividad pcrceptual en los animales

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constituya una forma temprana de la abstnocclcSn. Bau su argumonto on com- Antes de que uno pueda generali:zar, debe singol.ori:zar loa car~aeristias que
paraáo~ con otros p~ de lo naturaleza que no sou abstaeriones. Si scrvir(a para determinar los objetos que s.:: ubiarin bajo determinada cate·
d ~do hidroclcSrico descubro el earbonato de oaláo on sus varias oocam.. gotú primaria. Esto equivale a alirmat que la generalizlci6n presupone la
clones, ya s.:: trate de mármol o de ti:za, y .ero.. sobro dlas si<=pro de la abstraccicSo .
mama formo, o si una planta extrae invariablemontr las mamas susllllCÍas Suunne K. Langer describe lo abstnccicSn pómaría como cd prinápio
dd sudo, ¿<Üremo$ que roaliu absuliCcionea? Proboblemetue no, por la ,.. por d cual s.:: ve y se oye de modo automíticarnentr abstraeto•. Escribe:
:o6o de que no sdccdonan algunas propiedades do un cooteno dado. Por su
oaturalc:za mama, scSio pueden rospnoder de esa msnera particular. El resto La abs<ncci6o de la forma aqul ~opado no se Den pmbshlemm<e a cabo
del medio ambiontr no influye on dlos y, por tanto, la absiHCción no es ne- por comparaci6n de nrioo ejemplco, CDCDO suponían leo empiristu c:lásiDio
=uia ni rampnco hay oportunidad de llevarlo a abo. De modo semejante, í:J&lctcs, oi tampoco por impcuioaes repetidas que ráuemn el cnpma,
<0010 propooc una psicolop mis moderna, sioo que deriva de al¡una ins-
no puede decirse que un ciego abstraiga los sooidos que escncb• de su con-
IIDáa sin¡ular IOIDeOda a condiciooes i.mJ¡úwiTu lwvorabla; después de
texto visual natural, puesto que &te no se le dio desdo W> comienzo. Taro- lo cual, la forma wilual, una •-a obotralda, se impooc a otroo caoo con-
poco •abs~r~e» d scotido do la vista do loa ondas elccuomagnétias, esa es- <ttiOI, esto es, se utiliu interpmatil'111lle!lte c.da t e que resulte úñJ 1
ueeha banda do Jonajwcles de onda enue loa di<cis8s y las treinta y dos mi- mienms esta utilidad perdure. Gndualmente, boje la inflnencja de oau
Donlsimu partes do pulgada ante loa que tcspond.e. Un filuo oo abstne, ni po5ibilidtdcs intcrpretadvu, puede CDuanc::zcb.:rsc: y rnodi6carse o . ttpenti-
rampnco lo hoce una "*¡uina que dasi6a dinero. namentc, dcsa.rwse y reempliiDrlt por una Gcsult mis rouvinun<e y
Pero lo mente do un s.::r humaoo o lo de los animales no s.:: eneuemra casi prometedora.
nunc:a on esta aituacicSn cuando apta loa genenlidades primordiales dd mun-
do do lo experiencia vauaJ. Bcrpon SOStiene que OD lo perttpe:Í6n DO Óene El valor do esu hermou enunciación queda considerablemente disminui-
lupr abstnocclcSn alguna. Como peroeptos, afirma, todos los casos parócularos do, sin embsrgo, cuando Mrs. Lanser afirma que mi cabsttocción presenrati-
con que .., tropieza en la experiencia difieren entte d; pero antr algunos se va• es espcci6ca de las anes y debe daringuirse do la cabstraccicSn por gene-
reacciona de la mama manera y proeuran los mismos resultados beneficiosos; rali:zaci6n•, que eonaidera el m~todo do la ciencia: ..En el pensamiento cien·
por ej<=plo, todos iodian cosas buenas pan eomer. En consecuencia, ..Jgo úlico, los conceptos se abstraen a partir de hechos concretamente descritos
que tienen en eomún se desprenden do dlos•. Argumentar de esre modo os por una secuencia de generalizacicSn cada vez mis amplia; la generalización
in'-ertir loa cosas. Se reliCciona ante los pereeptos de manera semejante porgue pf08resiva seguida sistemlticamente puede tener como resultado todas las po-
en ellos s.:: han descubierto semejanus. Es necesario eapliar d meeanismo de derosas y rari6otdas abstracciones de la ftsica, l.os maremiricas y la lcSgia•.
este descubrimiento do s.::mejanu. Esta es una triste y engañosa limitadcSn. En las áenáas, como en otros casos,
. Lo absurdo de la suserencia de Berg,oon deberla resultar evidente, pero hay instancias en las que se buscan las propiedades comunes de un conjunto
la tdea les ea atractiva a los tecSricos que no est&n dispuestos • admitir que de entidades, pero no son úpicas del modo en que se lleva a abo la obs-
haya absuoccicSn en la percepcicSn. Asf, Jean Lapoue sostuvo que las abstrae· tracci6n. Sobre la base de alguna Clrocrer!Stica común, un ciemílico puede
cienes .., obtienen a partir del material perceptual mediante ad<=anea imita· ciertamente bu.scar ouu propiedades que puedan compartir un pupo de casos
ñvos, que ya han sido elaborados sobro otros objetos similares y que se vud- -por ejemplo: un virus particular en la sangro de los individuos qne padecen
~ a aplicar. Por ejemplo, un movimiento de ua:wlo circular serí l.o res- cánc:er-, pero recunirl a eSte examen meánico sólo porque por d momento
puesta ante algo redondo, y de este modo el objeto se adecua • ct¡utlt¡t~~ no dapone do los datos t!CC.'tSArios para seguir un procedimiento mÁs satis-
s<hlme prlexuunt•, como 12 circularidad o la angularidad recta. laporre uti- factorio. AclenW , tambi~ on este caso, antes de a:unenzar la búsqueda, d
li:za lo abstraccicSo do los ademanes descripth-os, que analiCI! >"'• sin mx.oocer pupo de casos a examinar se sdccdoncS po< una absuaccicSn. Nadie analiza
que proaupone lo percepeicSn preví. de lo forma abstracta. muestras al azar de CISOS sin doterminu por algún criterio la' poblacicSn de
No hay modo do ignorar d hecho do que una capw:icSn abstracta de los lo que .., han do obtener las muestras. El propcSsito si<=pro guía a lo menre.
nsp esttueturales corutiruye la bss.:: mi1111a do la pem:pcicSn y d romicmo La relaci6n entro lo abstracción y lo generalizacicSn s.:: refleja en lo vieja
do tod.o rosnicicSn. El apupamiento de instancias, supueswnonro lo prepara- dacusión sobre la naturaleza y d valor de b indu«i6tr. la induccicSn, de6-
cicSn DC'a'Saria para llevar a cabo la abstnecicSn, debe s.::r precedido por ), nida c:omúnme:rue eomo .el proceso de descubrimiento de principios median-
abstraa:ióo, pues, ¿de dcSndo proveodt!an, si no, los cótcrios do seJerrióa? te la observaci6o y la combi.McicSn do casos particularos>o, consiste en obtcDe:t
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conclmiones ~nw~los a portir do lo observado on una serio de casos. Aorual- comienza d nombro de sus podeotes, poro os posible quo so int<roso por su
m<:nt<, la mayor pane de los ciontUwos <Starfon do acuordo en que, pora do. lugar de nacimiento. Asf pues, la indueci6n prosupoue Ll abstnJa:i6o. La ge-
cirio con lu p&labru do Morris R. COO.n, cla cioncia nunea obtieno inforon. neralíuci6n prosupono Lt generalidad.
cias a partir de dotos rdotÍ\U a los sentidos, cxctpto cuAD<Io éstos so consi·
deran ya incorporados on cionos univctUios ......, como ilusrraci6n de dios-•.
Esto os, la cioncia fw::c, pleno uso do la cobstraeci6n pr05<Dtativa., quo Mts.
Langor considera privilegio de !u anos. En una oscüre«dora cbarb radi~
f6oia tituloda (Es ñ mrll](> cirntlfico Mn /riWtlrJ, d cienrifico inglés P. B.
Meda ....r se quojabo sin ombsrgo de que todavfa hoy la prescnración habitual
Puede: qu• uno mirado super6ciel a lol ori~ del conoc:imicmo parezca
oontndear em ofiJ'IIUcicSn. Considc!roso ol romportamimto do los penos de
de los ballazgos cient!ficos tionde a alime~tar la ficción sq¡ún Ll cual los datm
Pavlov c:n los experimentos sobro el condicionamiento. Cnando Pavlov co-
se reoogi~ sin suposici6n alguno sobro lo que puclioran indicar: cHoy que
rnau;ó su tar<a doscubri6, pora IU disguSto, que los penos 00 sólo re<pnndfan
fingir que lo monto do uno os, por asf decir, un r=prkulo virgo"~, un \liSO
a lol aúmulos porticularos sobro los quo se basaba d adiosuamimro, lino
\'ado en d que dobe Ouit la ínformac:i6n dosdo el mundo cnorior, sin que
adanás a cuolquier Clmbio que se djora en d lobontoóo. El mis~~
medio rozón alguno quo uno haya rovdodo•. El osrilo actptodo do oscrirura,
,.¡miento cid cxperimeolldor -<tn postañro o movimiento do los ojos, b ~
cxplíea, deriva do una adhosión a la tndicional COII«pci.So sq¡ún la cual la
sición, lo rospiraci6n- pi'O\'OCIIbs la reoa:í6n concbcionoda. Y tampoco bss-
indueci6o roostiru>"' d único p!OCedimiento pur-atnent< ciontífico aplieabk a
los h«hos, oo con11minodo por ninguno opinión preconcebida: Utba q~K d eoperitnontador estuviora ausente dd cuuto.

Loa paaos de un peot6o, oonvonaóonts asuol<s en los ruanos \-erinos,


Sqún lo ronttpción que subyaor a ene ópn de literaruro cientiña, d el ruodo de una puma que 10 ci<mo o Jos vibraciones p<O\'OOidas por d
deseubrunícnto ciend6co consmu)"' un proceso incluaívo. Lo que la indPC· palO de un cooho, loo gritos de Jo ~. inc!UJO las sombru proyeeto<las en
ci6n implico en ou \>ersión mú eruda es, hoblando algo gJOJenmaJte, lo d a~ano detdc la \.'c:tnotna 1 rualquier~. de estos cuuales admulos ÍDaNlU"Q-.
siguiente: d descubrimi~to a~d6co o la lormulaci6n de una u:oria cieo- !oblea apwlos por 101 ruq>tores dd perlO produce uno pemu:bori6o en
tUica comic:nza con loi daros. &in adorno tlguno, que: pnxun.n los ICDÓdos. loo bemJ>forios ttrcbrales y vicio d experimento.
Comir:nu ron la 1imple oboorvoeión -observacl6n limpie, lin dim:ci6o,
desprcjutci•da, ingenua o ih()('tnte-, y de estos datos sensoriales, eoa.r·
¿No sugiere este comporramiemo que los pr.rros uan totalmente incapa·
nados en simples p10pnsirionn o doleripciooes de hechos, wrgirán y adqui·
rián forma lu genc.r~liudoncs, casi t'Omo si esruvicra teniendo lugar un "'S de ab.traer, do escogor los rugos pertinentos del medio circundante? Pav-
prO<l<SO de eriJtali:oodón o a>ndensoci6n. 0.: un conjunto d""'rdenado de lov lo •ugiere cuando cxplicu que el cerebro es •un aparato de señaliZ11ci6o
hedl05 rurginl, ck olgún modo, una teoría ordenado, una orderuoda enun- do tmoendo complejidad y la m'J oxquisila sensibilidad, a través dd cual
cioei6n ~ral e... a>neopci6n dd descubrimiento denrifico en la quo Jo el •nlmal roeibe la influencia de locontobles esdmulos dosde d mundo ext<·
iniciaúvo proade ck IM desnudos datoo que p10ruran los seoódos fue cior Cado uno do ostos estfmulos produce un ciorro ofeno sobre d animal, y
prínripolmontr la obro de un hombro gnoncle y sabio, pero, en es•• con- todos ellos juntos pueden entrechocar y omorpecerse o, por d contrario, pros·
t<lto, qún crt<O, muy er,.do: John Stuort Mm. ttr10 mutuo apoyo•. Obtonomos la imagen do uruo vfctíma pasiva, indefen-
..mento expunta • lo q"" lo a!ec1e y quo rosponde a dio automáticamente.
Antes do quo pueda prat"ticarse lo inducción, doben seleecio111rse los in- PoviO\• vio sólo dos remedios p&ro es,. situación. Podfa hacer innCtt$81ilo Ll
djviduos a los que babr• de opli<arse. Dado quo la noción misma do induc· abstracción oliminondo todos los ecomecimiontm dd medio circundan«, sal·
ci6n impliao qu< los CI>OS por Ín\'CStigar oo son todm idéntiros, <Sil sdee· vo d sonido del metrónomo o Ll dCSCIIrg¡t olécrria respecto de los cuales d
d6n cxi~ un critorío, <StO <S, la abstncci6n provia do ciertli.S propiedados animal doblo adienrarse. 0., hecho, oneoatr6 un •comerciante moscovita in••·
que doben presonunc: •n lol individuos quo han do <SCOg<rS<. Por ejomplo, li~te e interooaclo por la comunid•d•, dispue.to • pogar Ll constnJCCÍÓn de
todm esos individuos puede qu< dobsn t<n<r un diploma do instrucción se- un labontorio a pruebs do sonidos y do IUC'es, m d que podJan llevarse • cabo
eundsria o do aha pneli6n sangulnea. Ademú, toda lnvenípci6o juiciosa li- las experiencias por rontrol r<moto.
mitad do ant<mano la especio do propiedod quo se ha do bmar. El ospe- Pavlov conc:íbi6 otro m<!todo. La inbibici6n podía impedir que d .rumol
cialíSII do cáncer no porderi tiempo m averiguar con qué lctta cid ol&beto reaa:ionara onto estimulas a los que babfa rospondido m un comim:zo auto-
176 tn
m~ticamente. Esto poclla logmDe dejando sin ruompensa todas las reacciones Rubinow y Frankl, de acuerdo too el cual todo objeto sólido que se spto-
ante loo esdmulos iod:seobles o oostigmdo al animal por cna ....,....;,.,. De xime a Lo c:an del niño produtt la relleción de sucrión, aunque un mes más
este modo poclla obr.,.,... um diferencioción snodual entre los acootecimieo- tarde sólo los objetos punñagudos producm este resuludo. Esras reacciones
ros ante los CJU" bal>la CJU" ~ y oqudlos otros ante los cuales la ~­ tienen lugar en un mundo dominado por unas pocas l>l'ttlidades intmus, en
ci6o tta iodcseoble. Es~ en un principio 6til que: apunraba a un imporwne d CJU" penetrm esdmulos CJU" pueden resultar pertinentes n::spectO de esa
axanismo psicol6gjco. Pero no debe considerarse que: el prinápio pruebe que oecaidadea o no, pero de los CJU" d niño tiene escuo o ningún cooocimieo-
se relleciona automiticamente ante todo esdmulo en 11010 alguna influencia to. La presión de cualquier necesidad dende a amplw el número de esdmu·
secundaria no detenga la reacción. los ante los cuales el individuo responde, pero la falta de cooocimim10 sobre
Obsbvese en primer lugar que en el condicionamiento cl<pCrimental, la estos acontecimientos junilica la extensión. Tambi~ en este aso la respuesta
respu<Sta inicial """' cualquier Clliiibio del medio circundante no sólo se da se produce al nivel de abstraCCión adeaJado. LA situación del perro en d
en los animales, sino tombi~ en los adultos de 1• especie humana. Lashley lsbnrarorio de Mnscó '"" muy similar. Un animal amarrado, ansioso, ham-
declaró que obtuvo con sujetos humanos condicionados al 50nido de uno cam- briento, que esuí ap=diendo que alguna señal extraña e insensata es siem-
p.>na •la reacción condicionada sin nuevo adiestramiento ante el sonido de un pre el heraldo del alimenro, colocari natural y correctamente todos los otros
wmb•dor, o un ais1al que se quiebra o unas manos que palmotean, ante el acontecimientos insensatos en la caregorla de anunciadores de alimento en tan·
rcsplliDdot s6bito de una luz o una presión o un pinchazo en el bruo o la to no est~ mejor enterado.
cara" La único • dimeo.sión • común a estos estimulos consisre en que todos No sabernos qu~ Cl<pCCimentan d niiio reci~ nacido o el perro de la c:x·
producen un cambio ITJ>C"rino en el medio cirrundllnte. Esta pruebo.s mues- pericncia; tenemOS CJU" liminunos a sus respuestas observables. Pero los se-
tran que: la reacción coodicionada es en un principio indiferenáada ...... Si se res humanos adultos pueden mencionar ejemplo< intootables que tiilteStOD
buSClll ejemplos de casos en los CJU" los animales o los seres hnJJL1DOS pare- que, en un medio de expe:ricncia poco cooocido, lu propiedades comunes de
cm responder de modo indisoiminsdo, se descubre que: esto sucede s6lo sus corutituy=tes predomimrin en tal medicla que las difcrmcias resulnrin
ruaodo los m6hiples esdmulos mte los que se responde son de hecho cqui· invisibles. Los miembros de una raza buawuo ex1raña pareec:n todos iguales
,-alcntes para el organismo que tespoode y su propósito particular. Piénsese en tmto uno no aprenda a distinguirlos. Un granjero, un putor, un gmrdi2n
m la re:K'Ci6n de un pto, o ciertamente m la nucnra propi•, •nte todo ca.m- de zoológico perciben c:ada animal como un individuo distinto. Pm~ alguien
bio súbito. Este cambio puede no tener COMCroenáas; pero puede ser también de fuen, las Q\•ejas son ovejas, y los IDOIIOS, 111000t. Puede que los soldados
de vital importancia. Que algo interese o no, sólo puede averiguane si se le vestidos con sus uniformes o las monjas too sus hibitos no parezcan tenet
concede atención. La velocidad con que la mirada se dirige baci• el lugar individualidad. El cliente diferenáa al camarero, la vendedora de tienda o el
donde se produce el cambio sirve de proceso protector para el cual todos los peluquero sólo a nivel de su profesión, pero dentro de esa profesión no hay
cambios, sean ~tos cuales fueren, tienen importanci• y deben ser atendidos. di~tinciones observables. El grado de diferenciación d<pendecl de cuánto in-
En otros palabriU, nos encontramos aqu! no con lo respuesta automática e ÍD· te~ mAnifiesten lo persons particular o el grupo aJltural por el reJinamiento
dis<:riminada de una criatura desvalidamente a merced de todo esúmulo in- de la abstracción inicial. Quien visite easuolmente los museos enconmmi igu•l
dividual, sino, por d contrario, ante una reacción sumamente adecuada, cuya todo d arte del Quaruocenro italiano o tod• la escultura egipcia. El natu·
gran generalidad es requerida por la vma variedad de estimulas pertinentes ralísta Edwin Way Teak babia de las di6cuhades que tiene su mujer para
respecto del prop6sito apuntado. Son todos pertinentes porque todos son aun- reconocer los modelos de outomóvil:
bias. ~ mocciou. ante todos oo porque la criatura tc11 incapaz de absrrocción
sino porque el criterio de obstnocción requerido por la situación es Wl ge- Fue a esta altura del viaje cuando Ndlie con......S • ooncmuarse en las
nérico y abarcador que todo acnntec:imicnto corresponde a su alcance. La am- csei\ales distintivas•• de Jo. a\Jtom6viJc:s Era UD misterio para mi, ClOIDt>
plitud de la rcacci6n no rep.-nta una inalptcidad de disoiminoción, sino, lo sdial<! ya. que una penona capa de disti"8Uir la más ligert difermcia
por d t'Onlrario, una ventaja. de piWMje entre Jo. gomooes y loo c:errojilloo tuviera clilicultad ea clis-
Uruo respuesta puede ser objeth-.mente inadecu.da y, no obswue, perti- ünpir un Fotd de un !Wnbkr o un 011ysln de un Buidt. Su eapliarión.
nente en t~nninos de la situación ral como la penona o el animal la expe:ri·
mentan. En el niño rec:i~ nacido, Lo acción de succioMr puede desencadenatse • p,tJ¿,..,kJ, ...o ... tciiala - llinuo .... klenlificu, pijuos, por <jcmplo, dcode
como respuesra ante la luz, 50Didos u olores. Piaget menáona un esrudio de u.. cicm clistand._ (T.]
1
178 179
que oo aroda de lógi.,.,, tro: •Lo que paso es que los automóviles cunbion const.ituye un estado de orden de bajo nivel, adecuado pam servir como
coo.tiouamc_nte de plutniJC•. fondo a esúmulos prominentes. Es probable que Ll experimci• priiillltia que
procuflln los sentidos to<bvfo no dcaarrollados dd ~ ..,. és" y no lo de
Hoya o no cambio, el niño rorriente de diez años que se interesa por los ronfu>ión. El escrupuloso observador de niños que es Arnold ~ al ob-
automóviles oo encuentro cu dilicultod. El grodo varisble de diferenciación jelllr d famoso •pnru de Jomes, sciiala que •mucho más probablemente, d
percepnal se relkja en mna medid• en los principios de cbsificación que se be~ percibe el mundo visible en un comienzo como parttlas fugitivas y fluc.
don en la.s knguas. D lllltropóiOflO Fnutt Boas h:l mosu:~do que las dasifi. tuantes .abre un fondo MUtflll». Gcssd no ¡>O<Iá peoettar en 12 mente dd
caciones de cuolquter lengua. desde el punto de vista de otra diferente, pue- be~ más que ):11DCS, pero las obserwcioocs de la conducta arerior lo coo-
den pan:a:r arbitnariu. •Lo que en una lengua opo~«e romo um idea simple 6nmn:
y singular, puec!c, <&l'l<teriunc en otro por una serie de grupos fonéticos dis-
ñnros.• Loo ojeo de un bebo! rteJÓD nacido pueden giror CD tomO . . , wuo CD
Las primens operociones mentoles en las n.,._.,, sitUllciones son ICtos
DO presencia de esúmulao como en su ousmcia. Después de varias dlu. o iD-
de gmmilización, pues lo genmaliución ~ ser pr=di<b siempre por La dUJO horu, el bebo! es CIJ>IIZ de in,.,.ili:zor los sJobos oculares po< btnes
distinción de asas individualmente percibidos. Por d conmario, un alto ru- pcrlocloo Má ..roe. mna fijamente o ou aJmledor clunn~ pcrlocloo pmloo-
pclol Cuando tiene (UIIfO serna~ poA n•• columpiar un aniDo. .. en la
,.d de genmalidod es, desde un comi=. um eu>lidod de La percepción. Se lineo ettano de su visión, y él lo mira. Trs<lacltmos leotsmcnu el millo
tri" de uno genenlidod producida por una abstn>Crión primario en d sentido
por su eompa visual, y él lo •síguD con b mirwlo a lo brgp de un arco
de que la.s diferenciu que oculta están muy por encima dd umbral dd set; de unoo 90"
tido de la visfl. u mente no diftmlci• to<bvla detalles que le son aro:s•-
bles al ojo. Puede suponenc que la respuesta organizad~ de 6jaci6n de la mirado co-
PennilllSen\e voh-cr por un momento al temprano estodo indiftmlciodo rresponde a una organi%:1ción igualmente ordenoda del ampo visuJII percibi-
de 1s ezperiencia de la prim<n inf1111cia. u opresur>cb observación de \Vil- do, una distinción simple de un ampo neutral y una odigur:l• destacado.
liam James, según lo cuol el be~ percibe el mundo sen.orial como cum abi- Constiwye una experiencia primaria sumamenu: abstracta. El eampo se re-
¡¡an'll<b }' sonora confusión•, fue cíto<b hu" el ansancio por los que se duee a cruidoo, eoto es, el terreno indiferenciado desde d que pane el men-
ddcitllll en creer que los sentidos procuran un rnos amorfo que debe recibir saje positivo, Es probable que el mensaje, una luz, un sonido, una forma mó-
la ayuda de las celevodas• facultades de la menre, productoras del orden. vil. seo tumbiEn muy genériro. Se trato de •algo• positivo en un mundo hasta
Pero la ronfusión no conStituye una reocción normal del orgnnismo a ningún ese momento incuptable.
nivel del desarrollo. u confusión es un resultado de ht presencia de condicio-
La peroona que desee insistir en que la percepción sólo es el registro de
nes especiales toles como un estado patológiro, la fatigs, In pa<ividad o una detalles individuales, puede argüir que los generalidades elememales no son
precipitación excesivo de estlmulos sobre los órganos receptores de los sen-
causadas en nb>Oiuto por In nbstracdón, sino m&$ bien por una observación
tidos. nene lugar cuando la estimulodón es demasiado fuene o d poder de impredsn. Puede sostener que si los observadores no apran de una cosa
procesamiento demastodo d~bil. El mismo Jomes define la confusión romo tu11lquiera sino unas poas cualidades generales, no logran tener en cuenta lns
Jo aida en un estado de indiscrimlnación, lo opuestO de lo atención concen-
diferencias que distinguen entre si t.. cosas similares. E'•idenremeore, por
trada, •una especie de solemne sentimiento de somcúmjento al p:aso vado ejemplo, b confus• viJión del miope no es producto de la obstraeción. En elln
del tiempo•. En =lidad, lo observnción de James .abre el ~ se produce
no se indu)-.: elección alguno. El ojo mal enfoeado capta mernmente todo Jo
en un plano de debate entre discriminación y comparación, en el que aventu- que puede. Este parece ser el modelo de lo que Jesn Piaget tiene en cuenta
ra la imponante afirmación de que eu>lquier número de impresiones, p~ cuando adopta d t~rmino •percepeión sincrétieao. La cita siguiente Jo adua:
dente de cualquic:r número de fuentes sensoriolcs, que ofeeta simultánenmen-
u: um mente que no las ha c:x:perimentado to<bvf• por sq>arado, .., fusiomr.í. Loo niiioi, po< unto, no ..Sio perciben por medio de esq.- gmcraks,
para ... mmtc, en un objeto singular indiviso: •l.a le}• es que se fusioll2nÍ >ioo que btos eo ralidad suplantan b percepción del detal}e. Ari pues.
todo lo que puede fusionanc, y nod. .., sq.ara, sal\'0 lo que: debo sepa- conapondcn o uno csp«ie de puttpci6n contu.a que cli6ere de lo que es en
nrse-.. - - b peiCepocSu de la complejidad o b fonna -y es prni2 • elb-de.
Abono bim, fusión DO es confus1ón. la t<Xtura de un eompo bnt:oogéneo \l O.pom!c le dio a eoto fonna inhntil de la pcrttpcido el ooml>re

180 181
fi<"CtpCIOlfU sí•<rfJIUS, uúljzando el aamhre -.v'o por Rawl pulO de-
naturaleza de esa cantidad? Quizá, dado que un conecp:o abstt.cto a m<'nndo
notar esa primera a.aividad campl.ia 1 exhauniva. pero OICUfl e inezacr..a•
abaroa UDa anridad de asas, un esp&;men de esa población podrla oerru
del csp(riou, en lo que .no .. batt dininción al¡w>a y las c:ous "" amnnrmm
lo UDI ~ lo OU.. {R=tl). La puttpción sina<tia, por litUO, excluye el como coneepto pam_ repreRDtar la totalidad. Georgc llerkdey sugiñ6 que UD
llnilisiJ, puo difiere de am:suos esquemas ~ m que es nús rica y triingulo panicular puede utilizarse paro aludir 1 todos los mán¡ulos pos;.
nús confwa que elloo. bies; y ul cs en realidad. Sin embarr;o, un triingulo es sólo un espécimrn de
su población, y •UD<Jll<' sobre 8 puede UCYarR 1 abo una ob5ttaeción, DO
Los petttptos oscuros e incDctos existen, sin lugar a dudas. Surgen todo esp«i.men es adcmado para servir de por si romo una 1bstnccióo de $U
euando uno mira algo "" condiciones desfavonabl<s, por ejemplo cuando uno población o entidad. Un esplci.mcn es, en primer lugar, una men muestra.
está d<sat""to o la atención se apresur~ o se demora, o euando la con6gura- La mues<ra de una tda no es la absrraeción de una tela. Tampoco d desem.
cíón estimul•nte <s d<sorgani24do o a=ivomente compleja. En general, sin peño p11úeular de una persona es una abstracción de las capacidades de esa
embargo, oun euaodo d esúmulo resulte confuso, la mente tiende a artieu· persorua. Sí todos los hombres fueran estrictameme iguales, ningún hombre
lado en una forma simple, reguLu- y precisa. Y, ciertamente, no hay razón podrla servir como abstracción de la humanídod. Sólo serlo una muesua. Sin
para suponer uno condición de es:rimulación confusa eu•nd.o cl ojo dd obser· embarso, dada la amplia variedad de seres humanos, puede abstra.,.., la hu·
vador cs 1Uiol6giamente apax de un enfoque correcto y euando su ~e se manídad • trav~ de la presenllción de personas paniculares que enearnsn la
muestra razonablemente alerta_y aten<&. No puede desed>at~e la abstracción naturaleza de muebos o de todos los individuos en importantes aspeaos.
petttp<ual romo UDa ioapacidad. Consútu)'C una IICiívídad positiva, ripia- A"?''ue son individuos de carne y hueso, talcs pct"IODU pueden servir, a se-
mente de gran precisíón dodo la simplicidad reJ.tiva de lu configurociones: IDCJIUWI de los aetorcs de HUtkt, romo abotne:áón y breve cr6nia en d tiem-
fnnnalcs obu:nidas a partir del mat<:rW mimu!.n<e. po. ~ manera senxjan<e. DO se pretende que los miembros del Congreso de los
Los 616oofos medievales sabún que la poeepeión de los espedmeoes par- Estados. Unidos constíruyan una muestra cid pueblo norteamericano, sino so
timlares ea, en d más c:sttícro ~uido, imposible. M~ nostr• sint.IIÚr~ Ji. abstriiCCi6n. Se los considera,'! deben eUos mismos ronsidaarsc, pomdores de
rtae co,noscnr non poten, afirma Tomú: de Aquino, esto es, n.uestn. IDel}o las habilidades que apaciran al pueblo DOn~ para boctt sus p~
te no puede roooett de modo singular y direeto. Toda forma es univcnal. piu leyes; 1 sólo se lw:r referencia a esas apo~Cidades rumdo los miembros
Sólo reconociendo la abstnacci6n en la peteepción es po$ible superar d dílem2 del Congreso aaúan romo reprcsen!Jllltcs, esto es, como UDa absttaeción del
<eórico que Re~ Bouissou describe elocuentemente: oNous sommcs coo- pueblo.
tnainr.s de eboisir enue l'absrrail vide e1 le síngulíer impensable». (Es<a.mos La abstnattión, pues, 110 es simplemen1e la muestra de ona poblaci6n.
oblíglldos a escoger entre la abstracción vada y la partieularidod impensable.) ! • mpoco cs sólo una mu<stra de rasgos. Por ejemplo, un auiburo o ron-
Mi. explfcíllmente, Bouissou dice: ¡unto de atributos puede distinguir una clase de objetos de otras y, no obs·
tanto, no constituir una abstrarci6n adeeu1d1 dd objeto. Sí los colores azul
De hc:c:ho, u es cierto gue d toncepto se forma climlnarvlo de la C'OQo Y amariUo distinguen los aeroplanos de uno rompañ11 de Jos de cualquier otra,
deocia todo demento concrer:o o r:odo relación con lo concreto, el puen<e los dos colores sirven de signo o señal para esa linea 1úca, pero DO o..,....aria-
""'re lo ~pliblé y lo intdiBJblc queda definítivamen1e desauido y la me?te d<scriben su Cllrác1er o mtura.leza en ningún sentido. ~ manera se·
unld.d y eonlinuidMI del eonoc:ímien1o se vud\'CII ilworiu.
me¡ame uo mero signo o indicio no ronsúruye una abstrarcióo. Unos pocos
cabellos recogidos por UD de<eeú•oc no son la abstrarci6n del criminal. Sin
embArgo, las manchas en cl abigarrado manto de José son más que una prue·
M 11cstrt0 C01ftr• tÚislriiCCÍ6n
ba circunstancial de dcsasm:. Pasa cl lector de b Biblia, como poca d padse
Y los humanos de José, d procíoso manto, regalo del )*!re, evidencia la
Samud Jolmsoo ddioe d IeS>•ltado de la abstroeci6a como •una cantidad parcialidad de Jarob, y !u manchas de sangre delatan d a<Aque al fowrico.
pequeña que <OOtímc b virrud o d poder de una rni)'Or•. La de6nici6n po- La clemón del signo ddaror DO es occidental. Corutituye una poderosa abs-
rtee supr uDI penpeaiva más úa y •decuada de la abotniCXi6n que la que
lrllrción visual del dcmu familias.
ofrtten loa J6aieos ttadiáonaks sin. empero, contradeár 1 esta úlú.ma cxplí- Un reloj de pulsem perdido no cs una 1bstnaoci6n de ., dueño, que lo
cit.amente. dejó olvidado. Pero la exhibición de relojes anrieuados y dañados en d pe·
Si la abstracción toma una peqoem cantidad de otra mayor, ¿oál es la queño musco de Nagasalri, síruado sobre la colina donde explotó b bomba
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atómico, sin-e como una ohstracci6n que detiono el alionto del visitante. To- este de~ñmiento ~ coosi~rse una abstracción desde el punto do
dos los relojes se detuvieron a bs U :02, y este repentino y concemodo fin dd vatt_ lógico, no oecc:sanameotc servuía a los propósitos del pensamiento pro-
tiempo, la muene do lo inocente oa:i6n cotidiana, mnsmitc una inmediatez duruvo.
do expericocia que es casi m2s podeJosa que bs fotognftas do los honores ~ tercer lugar, una mera enumeración de rasgos, aunque puedan resultar
que "" exhiben on el mismo IDIJS<O. Un asp«to esencial de un omotcrimicnto perttoontes, no ~0:1 un eoncepto integrado. Por ejanplo, cuando un psiaSJo.
evoca el omotcrimicoto mismo. ¡o desea descnbir la •personalidad• de un individuo, puede recurrir a lo tic·
Si la abstroccióo sólo implican quitar uno o varios elementos de una ..,. n~ tradicional que consiste en establecer el per61 de una personalidad ex&·
tidad, la comprensión do su tlllturaleu serlo agradablemente simple. Este ..,. mto.tndo la situación dd individuo con resp«to a uno serie de nrsgos. Uno
foque, no obstame, topa por lo menos con tl'eS dificultades. En primer lugar, de estos tests utiliza la lista siguionte: intdigencia, fluidez verbal dominio
lublondo en rigor, no puede oncootrtrse el mi<mo elemento en mli.s de un autocomp~nsi6n, role:rancia, cxpresividmd ~mocional, convencion~lidad, a.:
es~men. En segundo lugar, una selección arbitraria de rugos no conduee a troversi6o ~1. El grado en.que un~ persona posen cada uno de esos rasgos
una abstracción sigoifieaüva. TeJtti"O, aun cunndo tal selección recoja los P.uedc consutwr. un~ abstraCCJ6o perunentc de la persona misma o no, pero
rasgos esenciales, un mero agregado de rasgos no erca un concrpto integn~do. ctcrtomcnt~ de nmgun modo la consutuye lo ouma de los punrajes. El psicólo-
Ilustrar~ brevemente esras afirmaciones. go crea la tmagen de un per6l conectando los ocho puntos dd diagrama pero
Es posible extraer elementos de un es~men panicular ~1 contorno este perlil no es más quo llneu sobre el papel. Para obtener el rettaro' do lo
de un rosuo, el color de los ojos, la forma de la nariz- para obtener un mente de la persoM, teodóa que combinar los ocho datos en un todo organi·
retrato rudimentario. Tal procedimiento, aunque dificil, resulwfa dd todo udo. _Otro ejemp~ podrú aplicittr esto de modo mli.s acabado. Baee algu-
m<druco. Pero toda una &milia de espedmenes, veinte rostros por ejemplo, nos anos, un en.sayiSI2, Jobn A. Kouwenhovon, c:scñbió un libro sobre •qll<!
no teodrin eucwneote el mismo color o fonna, a no ser que luyan sido ~>e­ es lo oorreamencano do Noneamérica•, presunw.dose qll<! teDÍlJn en común
chos a "*¡uina. Por ramo, pan escoger un elemento que les sea común a los sigukntes s!ntomas: el horimnto de Manbattan, el plano de las ciudades,
todos, uno ckbe poseer, en la mayor pone de los easot, la mú elabonda babi· el roscaados, el moddo Ford T, el jau b Con.ritud6o lo obra do Mari<
lidad penr descubrir, en gndo soficiente, formas do una cualidad panicular. Twain, las Ho¡as J~ hi~h" de Whitman: las historietas Ías s011p opmu la
Esra tarea, aunque no meánia, es muy fócil. El corácter único do todo es~­ producción en serio, la goma de mascrr. En este perfil de la personalidad de
cimen panicular y concreto es oeasión do que la teorfa mccanicisra de lo ~uesuo pa!s, cada . síntoma puede constitUir una absuacci6n legitima (cb
abstracción tenga que vé:selas eon UD elÚgm& que Boecio, uno de los pÓ· uerra de Mark Two.tn», cla tiernr de los rascac:ielos•), pero juntos consriruyeo
meros 6lósofos nominalisras, plantea de la manera siguiente. Enseña que nada una tne2COlonza de infocmaciones en ranro no se luyan fundido en una ulÚ·
compenido por una multiplicidad de cosas puede constituir una entidad de dad. En el presente crso, esto "" logró mediante una nueva abstrncción que
por sJ, pues todo existe sólo en vinud de ser una cosa. Cuando una cosa es descubríó un rasgo común en los doce sintamos, a uber, cun crotrars; mfs
compartida por muchos propiewios, cada uno de ellos posee sólo un trou> de en d. proceso que en el producto». Si este diagnóstico resulta válido, la abs·
ella; o la utilizan en sucesión, como sueede, por ejemplo, con un pozo o un tracrr6n ho tentdo por resultado un coneepto esclarecedor mediante la revela·
caballo. De o<ro modo, la comparten sin poseerla, como ruando, por ejem- dón de algo c:seocial de b cou nbstra!da.
plo, muchos esp«todores campaneo un especúculo. Resulta útil coosidenrr el
problema de modo tan palpable, pues as! vemos inmediawnente que para
extner un demento común, me .. debe limpiar do lu difercocias individua-
les que adqui~re en los varios espeómeneo, y do las diferentes connotaciones
que asume bajo b inBucocia de los diferentes contextos. El amarillo do Van
Gogh no es en todo respecto igual al amarillo do Vermeer.
La squnda diJicultad que menciono! consiSte en que, con frecuencia, una
selecci<lfl arbitraóa do rasgos comunes no resulto útil Se podtla programar
una INquina sel..-dooadorn pan que recog;.,ra !u propiedodes comunes de
cualquier conjunto do objetos. Podda indicamos que el número de dientes
que tiene un perro iguala al de condados de un cierto estado del pals. Aunque

184 185
10. QUE ES LA ABSTRACCION

El anr ck dibuju lo csrncial ck um especie dada ck rruid.d purck apl>-


ane sólo a tor.lid.dcs or¡aniudas, ro bs que alguoos rugas ocupan ~
r-oes da•-c mirouu que ouos son secw>darios o accidenr.Jes. Si la absttacción
coosisciera en la ext.r acá6o ck rasgos al uar, poco conocimiento se: obundria de
r.Jes totalidades organiudas. Loe psicólogos de la Gesulr sdWaron que la Jó.
gica tradicional &acasa ro este respeeto porque lo que ofrett son, para decirlo
ro palabras ck Max Werthe:imer, «conceptos que, estrictamente considuados,
son $Umu ck atributos; clues que, estrictamente CXJDSidrmdas a la luz ck lo
que la l6gic:a tradicional c:c>naetamente logró, son uros que conúroro esos con-
<'<'ptos; los silogismos consisten en dos proposiciones mloadas junru al azar ro
tanto rootmpn esa propiedad ...•.
No obstante, resulta mnsolador que en la pricña lu opc:rllciones de la 16-
glca no se opliqum generalmente de mancl'll mecánica. El procedimiroto uadi·
cional ck definir un con<'<'pto de oc:uerdo ron el g~nero y 13 diferencia espedfica,
puede servir de ejemplo. El g~nero es el conjunto de atriburos que distingue
una clase particular de cosa de otras vecinas; y lo difertocia es el orriburo
que distingue una especie panicular del g~nero de las orl'lls. En pñncipio, todo
rasgo o g.r upo de rossos que establ= ulcs distinciones "" adecuada • los
fines de la ddinici6n, ya aludtn estos rasgos a lo esencial o no. En realid.d,
empero, la mente humana se esfuer:ca por definir lu rosas de acuerdo ron
lo que es importante en ellu. Por ejemplo, si d hombre se ddine romo ani·
m.tl racional o, ck oc:ucrdo ron Hans Jonu, como crillrora ~"' de im:i·
genes, bs cara<terfstieu disúmivas opunlln cbramente • t. descripción do: lo
que la naturok::ut humana tiene de <'<'nrral. Delinir al hombrt como uo bípedo
implume puede separarlo igualmente bien o aún mejor de orros animales,
pero esta descripción nos do la impresión de una burla o una broona, pod
ignora lo que mis interesa. Spinoza dijo que «SÍ una defuñcióa ha ck eon-
sidttanc perfecta, debe expresar la mis lnúma esencia de una cosa y debe
impedir que tomemos lu propiedacks panicut.res por la cosa rnismaJ>.
Tambibl pueck expresarse esto diciendo que paro Jotrar una abstro<ri6n
que tenga aenúdo, el coocq>to debe ser generati\'0. D<be ser posibL! obreoer

l87
a portir de 8 una imagen m~s completo que lo que ofredn el concepto mismo. sultan muy poco etel•recedores, pues las variaciones cn<rc espedmenes no
S. .E. Asch ha mostrodo en sus ""perimentos que cuando a los sujetos se sólo vuelven confusos los ...sgos atlpicos, sino lllmbim los típicos. La causa
les da una üsta breve de rasgos bien elegidos, son rop:tcn de decivor • p:trtir de esto es que la mayor porte do los especintenes no CllOll1ltD literalmente
de ella una descripción mú completo de lo individual. Descubrió también d tipo, y sus \--arias aproxim•ciones u.nres se c:a.nttlan mue sí que diminan
que ciertos odjeth'OS, como ccálido• y cfrlo•, se refiererl • otñburos clave que las desviocioncs ocridentllles.
influyen sobre los demú rasgos del indhiduo, mieotros que, por ejemplo, Do hecho, Krcuchrner .Jimu, pnlcliamente en el mismo espíritu que su
ceducodo• o crudo• son odjetivos que lieneo poco poder de cktenninxión. Si descripción de los upos no se basa en lo que se ve en el outyor n~ de ca-
se describe a alguien como una persona frio, de esre único atributo ~ de- sos, sino en lo que ilustran los especlrnenes cmú hcnnooos». Estas represen-
ñvarse una imageo bastante complera de una clase ck componamienro y. den- tan con un máximo de cl.vidad los rasgos comunes, de los que el grueso de
tro ck ciertos limites, podemos predecir cómo esto especie ck individuo actuanl los cuos procuno sólo una perspectiva confusa. Los •casos dásiCDS1t son c:fe-
en ám.aruuocias particulares. Este poder geoeroth-o de la abstrocción remacla lices encuentros• que no se prod-n a menudo a la vud11 de la esqnina.
la CVl>l:"<pción añstot~lia de entelequia. el principio por el cwt! lo universal En pro de la <xlelitud, Kretsduner insine en las fotografías y los medí·
sener- lo parucular. áones, pero las considera datoo complementaños, que no ~ reemplazar
la impresión viRUtl direeu. Las nrzones son obvios: las mediciones se Jimj.
liD • longjrudes o formas singulares y .us relaciones llUIDbicu y, por wtlO,
no captan el juego mutuo de los rugos dentl'O ck la conJigunción rotal; las
fotogroflos entorpcan la observación, pues singularizlln los ocridc:nrcs tanro
La distinción entre atñbutos generalivos o centrales y auibutos occiden- como lo esencial. cE! metro no ve nado•. diC'C. Krer.scluner. e Todo depende ck
tales o perifmcos contribuye a dañ6car la narunleza de la abstracción pro- la perfección artlstia y l1 5C11Uridad del odiesrramiento de nuestros ojos•, y
d uctiva. Pero es necesario avanur mú, ir mú •"' dd enfoque tradicional y recomienda que inmedia11mente despuEs dd oamc:o de cado p3Cientc, el ob-
recordar que no nos concierne 1• obtención de los rasgos p:trrkulares, sino b servador regiJtre las impresiones recientes, resumiendo por escrito los ras-
descripción de las propiedades estructurales. La fñaldad de uRa persona no gos esencial...
es una propiedad autorontinente romo la de una cocina o la luna. Es una La lucha, evidenci1d1 aqul, por reconciliar dos exigeocias divergentes, se
eualidad general que afecta muchos aspecros del compormmieoto de la pe<· produa: porque el pensamiento conremplarivo ~n el cicntí6co, el arlista o
sooa. Para C'C.otramos en est• carocterlsliea de lo abstrUcción. podemos dis- cualquier 01,.. persona- apunra a la naturaleza o principio de las cosas, a los
tinguir enue ronceptos continentes y ripos. f~erzas que subyacen • su oparienáo o comportamiento . .En la actividad pnic-
Un coll<1l:pto continente es el conjunto de atñbutos por el cual puede uca, por otra parte, uno se inte~a primordialmmre por cl tram.miemo de
identifocarse unn dase de entidnd. Un tipo es lo esencia estructurlll do tal los copeclmenos porticulares. Lo dasificndón de tales espectmenes oo plantea
dase de entidad. Las abstracciones caracteristias del pensamiento producrivo problema de principio alguno si se baso en conceptos cootinmres. Tudo espé-
son tipos m's que con1inenu:s, unto en la.s ciencias corno en las u.rt.es# La in· cimen que, despuk de un =men rozonable, posca los orributos que constj-
vestigoción del psiquiotra Ernst K retschomr sobre los tipos de cuerpo puede tuyen el con<epto puede ser uno de sus miembros. Los critcños deben ser
servir como ilusLración . No me concierne en este conrato ltt validez de esLos fícilmente aislables. Por ejemplo, podernos decidir con precisión si alguien
cipos, que Krotschrncr re!Jcionó con disposilivos mentoles correspondientes, es ciudadano de nuestro pals o no. Si el anletcr de miembro no puede basar·
sino el status cognitivo de lo tipologt. y el procedimiento de Krerschmer. se en la presencia o ausencia de un rasgo o conjunto de rugos dodos, se pu<'-
Para aduir el posible argumento de que lo concepción ck esros cipos es den enumeror las especies de objeto que se sirúan bojo el rubro del concepto
arbitraria e igualmente arbitrañ• su imposición a los cuerpos de los pacientes, continente en cuestión. Por ejemplo, se pueden delinir las antigüedades como
Kretschrner sostiene que utilizo un ~todo aMiogo al ck las fotografías rom- teteras de cobre, cristales tallados, sillas de Hitehcodc, eandelabros, ct~tera.
puestas de Fraoás Galton. cProcedemos como si imprimi~~ la fotogro- En otros casos, se puede utilizar una escala psra definir una antigüedad como
ffa ck un centcn2r de personas del mismo IÍpo simul<áneorneme sobre el un objero fabneado antes de cier11 fecha.
mismo papel. con lo cu•l los ras~ similares se rdor211dan entre sf, mien- A Krctsehmcr, como cienti6co, no le oon=nla primordialmente !. cias;.
tras que los que no K ojutton se bomrlan muruamcn«-" En realidad, las licacióo de cuos individuales. Se imere50bo por una ronligunción corporal
fotognffas ck Galton mostraron que los resultados de esa superposición re- abstracu, ddinida de por si con toda precisión por un coojunto de rugos es-

188 189
tnlCttlmks concrelliCLa en personas sinaulares de manon mú o menos im- de los tipos de cuerpo ast6lico, atl~rico y plcnico estlln ran precisamente tra·
pura· e in~entó rdacionar este dpo flsioo con un dpo de ponotalidad bu· ..dos romo Don Quijote o Sir John Fwtaff, por ejemplo, pero 1;¡ incorpora-
~ igualmente abslt1Kto. Sin emborao, pal'11 pontt • prud>a su hipótesis ción a tales úpos no se baso en la polltiCil de clisyunci6o excluyente, arx-
cuantiratiV11mc111c y pan aplicar su teorla a la diagnosis, tuvo que dosi6car terlstico de los cona:ptos continentes. Más bien, 1u .......Jas de difercncis gra-
a sus pacientes ses{ln pertenecieran a uno u ouo tipo. No hay modo ideal de duol conducen desde lu enconw:iones mh puras de un tipo a tu .ms in:a-
combinar ambas normu. Un tipo no es un conjunto de nosgos, ya estén ~os dec:u..W. Es enteramente errado admirir, romo lo hace Seiífen. que •bisica-
presentes o ausentes en cualquier individuo partirulu. En la prác:ticll, los gn- meote nada le es tan perjudicial • una ciencia de los tipos como d descubri-
dientes V1ID desde CfiC'ltOXiones mú o menos puras a manif<:SlliCiones mú y miento de formas intennediau porque •perturban la concepci6n •. Puede que
mú d&ilcs o a lo que en lenguaje cincmatogrilioo se llama Eunclido Cl<r~ el material emp(rico =..:k que d concrpto de un tipo esté necesitado de co-
Jusol-1 .;ure un tipo y otro. Tnorar un limite en un aradicn~e es siempre rmrióo, pero t.s formas inrcrmedias en cuanto tales DO influyen en el con-
arbitrario y mancjuse con concq>tos continmtes obtmi<los de esta IIIIRCSll cepto. sino sólo en su aplicaci6n. Le asignación de un esplcitnen dado a uno
comtitu)..: una desdichada peupec1iva para cwlquiCI'II cuyo ttabajo se centre de dos úpos vecinos puak ser muy discurible (•¿Se tl'11ta de un intro\=U·
en la idmtifxaci6n y clarificaci6n de tipos. do?•) ctWKio se ubica entre los dos, pero esta dose de clificulrad no afecta a
Y sin embarao. uno de los modos mú terros y torpes con los que la mente los úpo> mismos. Perturbo los concq>tos que apuntan a una oplicaci6n rígido,
pñctica entorpooc la búsqueda de la \"Crdad, consiste prcc:iumeo_re en ~ pues re..-da cuin arbitrariamente han sido levan..dos sus muros.
plazar tipos por COncq>lOS continentes basados en la wvaguudia del lCfn. Los ClODCeptos contineruca pueden definirse también de manea tal que
torio. Eo b hiuoria del arte, por ejemplo, se puede obtener una genuina com- romprendtn esferas de aplicaci6n, pero esto no altera su catScter fundamental.
prmsicSn mediante la definición de los estilos, raJes oomo d apresionismo o Le investigoción de Hempel y Oppcnheim, según mr parece, ignoro em bo-
d cubismo, como tipos de acritud y m:anifestaciones puros, y mostrando cómo cho, pues estos autorca afirman que los tipos se obtienen c:uondo las rígidas
tales Ífl8rcdientes se combiran en un anista dado de un modo putic:ubr. De atribuciones de disyunción exdush•a son reemplnadas por una geadtción. El
esta manera, se romi<IW a comprender la historia del ane como un juego fluc- coooepto psico16gko de intdi¡;encia, por ejemplo, .., vuelve mú aplicobk si
tuante entte tipos subyacente& de enfoque, por el cual una configuración par· en lugar de dividir la humanidad en dos e1ues de personas, 1u inreligcntes y
ticular pau a primer plano en un momento o lugar, o en una ponona, sólo las no inteligentes, se introdua: un• escalo que asisna grados dc irueligenda.
para disol..-ersc en 011'11. Pero tratar de salveguordar el territorio hiuórico de· Un proa:dimiemo romo éste, empero, sólo se adecua a la aplit.'llción dd con-
tcminando cullndo comenzó o finaliro el Renacimiento, o si Cézanne penen= cepto, no 1 la natu..,)eza del roncq>to mismo. De ningún modo reern-
a los impreoionistas o los cubistu, constituye una empresa absurda y sin es- pW, el concepto continente de lo inteligencia, como el conjunto de pononas
peronza. Ninguna n..:esidnd pr&ctlt.'ll de compromiso entre tipos y oonceptos capa&es de responder ciert.. preguntas romprcndidas cn un test, por el con·
rontincntes la justifica. En lo hiJtoria del arte, oomo en orras &reos de 1~ «pt_o úpo de inteligencia en tanto que ronftguradón esrructunl dcl rompor·
ciencia, se puede encontrar ocosio!Ullmente d Clii&les/1111, estO es, la apnm· ra.nnento mc:nral.
mtción • un tipo puro cn estodo prktiro, pero dodo la uniLueralidad de los
tipos gcn&ioos, esa pureza se descubre a menudo en las artes más a mcnudo
entre los ralentos limitados qlH' entre los riC'IImente dotados. El cubista mis Conc.ptos ~ttlticos 1 conuptol dinámicos
t.lpico no fue el más gnande de los cubistas.
De ocuerdo con la norrn.o de los conceptos contincrues, pueden intcrpre· Los co-ptos tienden • cristali""t en formas simples y armoniosas. Los
lllse erróneamente los tipos romo si lucran menos firmes, mú Oexibles. Por Uenlll la rigidez plotónica. Esto creo diftcultodes cuondo la esfera que de·
ejemplo, August Seilfert, en su libro sobre d tema, se apresa de manen ~.abarcar incluye diferencia• cualitltivas imponontes. El roncq>to de mo-
ambigua. Advierte, por una pane, contri la errodo roncepción de que la n:a- \>tml~mo, por ejemplo, puede desddür diferencias de velocidad. Sin embarao,
ruraleaa del tipo se asoto cn la mera oproximoci6n a una forma de contorno para cienos prop6aitos, la naturaleza del movimiento lento difiere de La dd
acusado. Por la otl'11, dice que los tipos son llal'bles, adapublcs, dhticos, di- movirniento ñpido. Pcreeptual y est~lÍCIImálre, la euolidad de ociosidad, pe-
fuwnerue delimitadoa, en conrra11e con las rlgidas delínic:iones que se ofn:· ~ Y suavidad dd movimiento lento difiere dd visoroso poder dd movi-
cm en otros oontatos. Sin emborso. los tipos aspiran tanto • la precisión rruento veloz. Esw difcreodas cualitativas perrnanettn oc:ulw cmndo el
como to. conceptos cootinentes rradicionales. Le deacripci6n de Ktt....bmcr COilcq>to de movimiento se ~diete simplemente o la ''"'"'"<ión como tal,
190 . 191
d modo en que se •muc.'O' una Jigu..- humAna o un lllim.al en d dibujo de Esta observación debería detener a los que utiliun el mismo mitodo de
un niño, •in rcfemláa a la CU2li.bd de una velocicbd particular. Gahon de 1u Eotogntfw compuaw como modelo de la fomucióo de con-
El mismo proble1112 puc:de plantearte cuando lu vari.u fases de un• mo- ceptos mediante b SUpctpoSición de los casos particulares.
vimiento diñerct~ cualitativamente. Paru determinados propósitos, es ÍlnpOr· .Mcncioot' aatcs b obscrvl!Ó6o de Bcr~ky de que una proposición ge.
tante distinguir entre el alto gmdo de tensión que canoctcriu la desvil!Óón no!ñea podá ser reprcsenmcb por un C$p&imen parti<ular. Sostenía este 10•
múima de un péndulo de b l!ne2 de lo plomacb y otm r._ dd mismo tor que si • partir de un aso particular obtenemos una observación que ~
movimiento. Al oproximarse a rus posicion<s cxucmas, el péndulo ,·aciJa, se ja algunos de sus atributos y deje de lodo otros, podemos estar seguros de
detiene por un insW!te e invierte su dirección; y pasa dulcemente • t:mvés que la obscrvl!Óón resultan! vtllida para todos los CliSOS partteulares que po.
del eje de simcub vertical, que rep...,..,tu el grado cero de tensión. Si el sean esos atn'butos crítiCO$, sin que importe que ttng•n d resto de eUos 0
concepto de movimiento pendular se limita ol mero vaivin, pasa por alto esas no. Por ejemplo, si se descubre que lo sumo de los ángulos de un trúlngulo
diferencias. A un concepto semejante lo ll•mnré esr6tico. particular es iguAl a dos ángulos rectos, puede considerarse sin temor n cner
E!(iSI~ un fasc:inant~ juego mumo en la mtme humana corre d deseo, en error que dicho descubrimicnro puede apliCllrse o todos los otros cridagu·
y en reolidnd lo necesidad, de comprender el olcancc total de un fenómeno y los. pues no es necesario que nuestra pruebo se rdiera ol tamaño de los án-
lo atractÍI•a simplicicbd de los conceptos endtiros que escogen algún estado at· gulos. Este es un recurso que ya anticipaba d tratado de Aristóreles sobre lo
rocterbtiro de ua objeto o movimiento y haocn que reprc:scnte lo towi.bd. memoria y la reminiscencia. En los demostraclon.. geométricns, dice Aristót<·
A ni,~les cogniti\"OS temp.ranos, b mente no es capu tocb\ofa de manejar una les, caunque para los Jincs de lo pruebo no recurramos Al hecho de que b
excesiva romplejicbd y, por WJto, utiliza en sus conceptos formas simples y cantidad en el <riángulo (por ejemplo, el que hcmo. dibujado) es determina·
movimientos uniformC$. Estos concq>tos est.íticos flocilitan una pñmcra apro- cb, no obstaOte lo dihuj:unos de<crminodo en cuanto o cantidad.. De manca
xinución al fenómeno, pues mngdan su estructura, pero también lo simpli· ....,.,jaate, si el intdccro nata algo que no es cuantittri\'0, cuno lo considera
fian excesinmcnte, lo pctriflan y lo abbn, lo que no cood~~tt • un cono- CX>mo cuantitaÚ\'0, aunque uno lo piense obsmldo de b conticbd..
cimiento más completo.
EstA i1Udccuxi6o de los eoncq>tos estáricos fue od\~rticb con iocomodi-
dad en el pasado. ~ nos sorprende con su obscrvoción sobre los motivos
que tenemos para incorporar cosos a un género. No lo haocmos

por nocaicbd. sino sólo pana ahorrarnos el tnbojo de cnum<!mr bs vañas


idcu simples • que alude el género o 14 pal•bn próxitm; o, qui>ú, •
\'l"lU 111 vergüenza de no ser c:ap.u de lwcerlo. Pero ... aunque definir por
d génc:ro resulta cJ camino más corl'o, es dudoso que sea eJ mejor. Oc esto
estoy squro. oo es d único y, por hlntO, no es 1bsolutammte DC'C'eStlrio. Figuro 51
Porq~ no siendo la definición slno lognar que ouo enti~ il través de
lu palobros • ~ ideo alude el tc!rmioo ckfinido. la mejor ddinicíón se Podcntos reemplazar eSte conc~pto continente del triángulo por un tipo
logra cnumcnndo ~ ideas simples que se combinan en t. «ignificvi6o estructural y, sin "mb:ugo, ocguir insarisfcchos por lo que respccm a su atrá<·
cltl tttmino dc:finido... ter esr.ítico. Para lograr una vcrcbdcro comprensión es ncccsuio algo mejor.
Si demucsrro la trlBcsimoscgundo proposición de Euclides uuando uno pa·
En un contexto diferente, Fmx:is Galton, al CKribir sobre la «wmhilr ralcla 1 uno de los lodos del aiángulo ( Fig. 51•1 y mostrando que u suma
dad norm.U•, cxcbma: de los tres ángulos equi•* a medio circulo, puedo sostener, con Bcr:keky, que
Es diila1 dltcndcr por ~ los esudisticoo comúnmente limíw. sus in- no es occcs.uio referirse al tamaño de los ingulos y, de ese modo, probor
...,.tipcioocs • los promedios 1 oo" a>mpla<m en pcrspcaivu mfs <:oh4us. que La proposición resulta v:lli<h P""' cualquier uiingulo. Probar lo ClCI<rirud
tivu Sus alma pon:cen .., ci<ps al ..,..nto de b vuiccbd. como b dd de unA proposición resulu valioso desde un punto de vista práctico; pero lo
habitanll: ck uno de nuestros ..Utes eon<bdoo inaJescs, cuyo impresión dc que cucnt• P""' d pensamiento es que se ponsa en cvideacia el aleancc de La
Suiza <t11 que, si Lis monllllhs pudiemn arrojo"" a loa lagos, uno se librarla proposición. La 6gun que utilia! mucsrra, de hecho, que en cs<e csso los
• la vez de dos mokstias. ángulos suman 180'. Pero para comprender verdaderamente que esto es asl

192 19)
en todos los ttiio¡ulos y por qu~ rAZÓn, dd>o ir más olió de la 6gun p3ltiru· dientes se: unen formando un ingulo rttto ( Fig. S2.r). Esto prueba puede gene-
lar y abamor toda uno eoJero de trúlngulos. Si concibo dos de los lodos como r.lixar&e polra señolar que no es necesario que los :ingulos =gan 90" en su
IDJinecilw de longitud indefinido, ~tnKias de manera tal que puedan gir:tr punto de encuentro; su ~ido puede ser cualquiera. ~ Wlto sean i~.
independientemente o tro\'~ de todo el medio circulo (Fig. Slb), advierto l.t proposición resultar.! v4hdo. Podemos mostrarlo, dice Poocdet, haciendo
que. .se211 CWJ.les fueren sus pooiciones, constituiriJI tres oeaon:o que Slliil!lrin rotar uno de los triingulos. El 'ngulo cambWi en lo misma proporción en
la oüsma totalidad semicin:ular. Cuando un ingulo crece, so \'ttÍDO decliru. los trtS puntos de encuentro. De hecho, nos damos ruenta abara que si in-
automiñamcnte en ~ oüsmo gnodo. De <nc modo no se ignora t! tanm'lo de ,-crtimos la proposición y c:omemamos con dos triángulos semejantes en oriea-
los quJos -«>mo nos lo pide Bctlteley, al precio de perder la caplliCÍÓD t.aci6n paralela (Fig. S2b), visu•lizamnos fKilmentt los tres p:arcs dt lados
visual de La situación-, sino que se percibe en todo su alcmc<'. Se ¡, reem- qut SlguttJ cncontriodoK en ingulo recto mientraS la oriea!3ción de cada uno
plazado un cooocpto estitico por un concq>to dirumico. la generalidad que de los uüngulos cambia rcspee~o de la del OtrO.
se prttende aludir est' rtpresentada por b sencraJjdad percibida.. Las Uusu'Orioncs que habitualmente lpolr<O<D en los libros de texto y las
Jcan Victor Plll>l%kt, en su trotado sobre las propiedades pi'O)'tttñoas de que se dibujan en la pizarra contribuyen a h.o<tt ,.;.;bk un problema, pero
bs 6guras, da ouo cjc:mplo. Alguien pruebe que dos triángulos !OD geomé- wnbi~ lo congelan en una de las fases del akance al que la proposición
rncammte semejantes cwodo uno de los tres peres de lados coaespoo- aluok. Por tanto, pueden ser motivo de que el estudiante <XliÚIJnd2 las cir-
•' eUD>u.ocias aecidentales con las esencúks. la saluciéo no es diminar las iJus.
traciones, sino producir mocldos m6viks, por ejemplo, mediante un film ani-
mado, o por lo menos utilwr ilustraciones m6,;Jes de manen tal que d es-
-... -- tudiante advierta que sus climensiones son variables.
Pan los 6ncs de la de6nici6n o la dui6aci6n, puede resulw so6cientt
reducir un concepto al mlnimo de rasgos necesarios pua determinar a quó
g~ro peneneec y por medio de quó propiedad se puede distinguir de Jos
otrOs miembros del grupo. Pero ruando se trata de utilizar contepros para d
pensamiento productivo, debe presentarse la mis amplia extensión de so con·
tenido. En la edutación es este último procedimiento d que debe predomi-
nar. pues los estudb.ntes deben adiestrar el pensamiento productivo con mayor
,t tagenda que la habilidad de llevar a eabo opendoncs lógicas.
t • , 1

/'
l.os conuptos como puntos culminonus

Estoltiamcote ddinido, el concepto representa lo qut una cantidad de


entidades Stparadas tienen en común. Muy a menudo, empero, d conteptO es
en cambio una especit dt punto culminamt en uno sc:rit de rmnsfoi'IIIliCiones
continuas. En el ttmo japo~ de tipo luobulti, el juego de.l actor dt pronto se
petrifica en una pose inmóvil y monumental, d mi·t, que señala d clfmax de
una escena importante y resume su arkter. Menos evidentemente, b danza
:re: --• y las S<Cil"'1Cias musicales t:n gmeral con freeuenc:ia se O!Jlanizan en tomo •
tales puntos culminantes dt forma simple, que resumen t! estado de la ac-
/y ción en ciertos momentoo y iÍrvtll como indicadores que orientan al obscr·
vador o al oyente . , su trinsito a trav~ de la ej«uci6n de b obr2.
En la pintuna o la eacultura, d artista a menudo trata de abstraer ~ ~
F.,.,.. n vimiento o aeción en una imagen inremporal. Esa imagen cstitica cnstaliza
19.; 195
la nar:uralcu <k un ocooteamitnto mú compltjo en un2 con6gut'11Ci6n dtttnÍ· ment.e , cl rectclngulo no es simplemence d conjunto de t~ las figuras de
d2; ptro wnbi~n supñmt la occi6n y rtduct la vañtdod de f.- y aparien- cuatro olngulos rectos, sino que se refiere a la estructunl up•ca <k c:sa fotm!l.
ciAs o ura sola que las representa • todas. Mostré ya cómo en la perccpci.Sn, Por tanto, la persona que sabe muy bien qu~ es el rectángulo, putdc sotprcn-
las pfO)-ecciones en penpmh.. de un obi••o op¡u=n como deformaciones derse al descubrir que un objeto <k un metro de largo Y un centímeuo de
dd cobjeto como tal•. Percbir cst< cpft.,.,, no como demento aislmo de sus ancho tiene derecho al nomb~ de rectángulo. Visualmente, penenece a la
monifestciones particulares, sino en compaña de ~tas y como su ccnuo, pro- clase de las barras. Para ciertos fines -percepruales, anísticos o cicnú-
duce un concepto cLn""ico 6cos- es necesario poder d2des a los conceptos un ma)-o< al= que d
Puede expraane esta conccpá6n <k la abstnerióD en d knguaje de la ¡ugttido a primera visto. En un eapltulo ODterior me referí a la imagen
psicología de la Gesalt diciendo que muchos fenómenos de la experiencú son normativo de la figura huma1101 y a las dificultades de idc:nrifiación que tienen
variaciones organjzwfes en tomo • PTif,ltUIVIII/nt, esto es, fases dt esuuet.ura lugar en la pe1a:pcíón \'Í$Ual y en d arre:.
rurida. Wcnheimer señal6 cp: un ingulo <k 93• no se percibe como om cnti- Los conceptos diDámicos no requieren la continui<bd física real de los
d.d de por d, sino como un ingulo reao •inadecuado.. úundo las cuerdas al fenómenos a los que aluden. Si se asemejan cnue ú lo suficiente, la mente
aire de un violln están deso6naclas, producen una quimo impun o incmrecu humara es apoa de orp.nizar tal conünuid.d a partir de enñd.des sepa-
que se percibe como ·-•mido• o •bemol•, p<n> no como un •intervalo rad2s y esparcidos El Museo de Historio Narunl <k Washington exhibe
diferente». Las fases nltid2s de lo KCUCDcio sin·en c:spon<ineunenre como bA- perros, lobos y zorros embalsamodos que unen varios esbozos dd concepto
so de ref=ncio, de las que los valores intermedios se desvían, o hacia los UJIIIIO en una imagen cohermte. En Schopcnhouer pueck hallarse ouo
que se diñgo:n, como los •tonos dominantes• de la escalo diar6Dica. En uno ejemplo:
exposici6n sisromiúca del fa.Smeno, Edwin Rouscb ODaliza los cambios cua-
litaúvos que tienen lu¡or cuando un ángulo a= desde (]" a 1811" (Fig. 53). Por ejemplo, para captar oomplctamcnte lti ideas que se ~ en
agua, no buta \"Crla en el estanque sereno o en el arroyo que mana pacl·
r- r- r- 6co. ••no que esas idcti se manilicsun de modo completo sólo cuando el

¡~
agua apare« en toda cim:nstancía y a mvés de todo obstáculo. El efecto que
1- ...-- ricnc:n sobre ella es causa de que..,...,le
par complero roda> SU> propiedades•
~
~i
-< Por tanto. la cnaxuramos hermosa cuando K pn!Cipita cuesta abajo, ruge
ti
~
;! ·
l! ~ &l cspumantc, aae en form• eX caura1a o. an:i6cialmm.te impulsada, K deva
~ ~--
AGUDO
~~ ~~ 1--- OBTUSO ~

" como una fuente. A!l, cxhibióndost de modo cbverso en diversas circuns-
1-l 1-
<
~

"l;!
tancias, •firma siempre su (&fÚ{er dt ~ntn fid~gn.:; le: 6 un o-anmal
ascender en d al~ como yacer en vh.au quic:tud; tan pronto como las
drcurullfiCÍIS le sean propicias, e:sri tan pre:p:trtdlt p0:r igual pa.ra ambos
desempeftos.
En primer lugar, la recta S< convierte en la •cabeaa de una flecha•, cuya De modo semejante, en las artes, un grupo de figuras u objetos a menudo
<Strc:chez se sepam de una oblicuidod más úpica mtdianre una de las cuatto representa varios aspectos del miJmo tema. Los Bu•gua~s á~ úzúris de Au·
zonas •bajas• indíftrcntes, sin arlctcr o ambiguu. Otra de esas zonas se en· guste Rodin son seis variaciones de la respuest• ante la ardua rarea dd some-
cucarro entre la oblicuidod dpiea y d halo que circunda el ángulo recto. En timje:nto.
d sq¡undo cuadronre se eneuemra una organización similar, que es dominoda En algunos ca.sos, lu variaciones <k un rema conceprual se orgsmlzan en
por d área del ángulo cloramente obtuso. Cerca dt los 1811" yo no vemos un tomo a un único punto culmin-llnte, que domina lo suficit".Ote: romo para urur
•verdadero rlngulo•, sino más bien una recta rorcid2. Por supuestO, la abrup111 concep1os secundarios bajo lo abstrilCdón común. Sin emlr.rrgo, en otroS casos
división en zonas en el dibujo de Rausch corresponde • transiciones gradua- cxu1en ,,.rios puntos culmímntcs de la misma inrensidad. Pueden ser ~
les, y los valores dentrO de cad2 una de las áreas no son ronsanres, sino que diferentes entre si, que percibirlos como pencnecicnres a um iiÚsin3 familia
\'O.rÍin a lo lugo de ¡nodieniCS.
de fer16menos puede exigir un entendimiento sumamente maduro. Ante _una
A veces, las variaciones le desvfan tanto <k las P•ii&n4wutufm, que no mente jo.'CD, aparecen u.n diferentes entre si como la esrrella de la ~
se las rccor>OCe ya como dependienccs <k eoe concepto pmticulor, Perceprual- difena <k la est~lla de la tarde pa,. los anüguos. En geomeu&, la bisron•
196 197
de !.s sccxiooes c6nicas ofrett un ejemplo ilusrntivo. Las varias fomus que uucrural. Ponc:eler, un materoftico del siglo XIX, vio !. diftteocia mtte fur-
podc11101 1n111 ahora como miembros de una misma familia ~tria, DO aus que eran esuucturalment~ netas y orns que DO lo l!nn. En ':' ~~
cshiblan una w C'CIDai6o oñginalmcue. Dada su convineeme simplicidad de w propied.tdcs proyeerivas de las 6guns, llamo 1 lu 6guas ~~·
y su esuuctura aurocontincnre, el drculo, !. dipse, la pañbola, em!tua, se estados paniculares•, que diferencio de los cc:mclos gencnles o indcr:emu-
cocuidenbon mticbdcs indepondicnes su~ras a principios de coostruc:ri6n ::.00.,.,y diee qu~ la- únia di6cull*l radiar I!Viden~t7 en mrender qu~
roralmcnre difermtes. William M. lvins, en un libro vivido aunque tmdcn· se quiere decir con esos tbminos. cEn ada caso, !. distinci6o resulta sen-
ciooo, les reprocha a los griegos de !. Antlgüecbd semejante amcq>ci6o. cillo: por ejemplo, una recta que se une a orn en un plano se_ encumua en
Supone que la mentalidad de los griegos .., orientaba mis respeero de lo un estado genenl, eo contraste con el caso en que es pc::rpeoc!icula o pan·
nktil que de lo visual, y considera que su enfoque de la geomeiiÍll era defi. Ido • esa otra línea> En nu.,.tro propio lenguaje y en lo que _a nuesuos
dente en lugar de advenir que lo c:xploració.n de lu formas bisicas consti· propios 6nes concierne, podemos concluir que los coneept~ ar:lru:os surgeo
ruye un primer poso positivo y necesario, sin el cual es imposible todo avooee cuando la mente escoge configuraciones estructurtlment~ SI!Dples de entre la
ulterior. La percepción rempnn• de las formas simples y netas es tan cabaJ. continuidad de las t.ransformaclones, y los coneepros dinimicos, para abarcar
mente visual como la posterior, que las haee disolver lu unas "" las ouu todo um contJnuidad, a menudo tienen que superar el poder conservador de
romo fases de una secuencis unitaria. lu formiS simpl1!5.
Por otra pone, si rcbammos un cono mnnt~enclo w secciones poralelu
entre ol o altttando su orientación mien<ns proeedernos, apenas se adve:rtirin
1.. punto. culminanra del drculo, !. dipse, etcétera, a medida que vamos
paqncJo a ln\Ú de eDos. La impem:pribilidad de w tt'IDSicionc:s haú que

sccxi6n se aproxime al *
loo cambios cualitativos pasm inad•-enidos. Supóngase que el plano de la
del oono: !. secá6n oe muestra como um curva
hiperbólica que c:r<:a y se l!gucliza gndualmcnre huta tnnsfo~ en dos
El dcscubrimimm de la teorfo de lu scccioaes c6nic:as constituye un
bello ejemplo de ~n m d pensamiento P_roducrivo. ~ abon,
rectas que fol'llliJl un ingulo. La hipbbole y el ingulo, aunque panes de una no fue muy feliz d lugn que le cupo 1 la genenli%lci6o en lo que di¡e so?«
KCUencia continua. difieren cualitativamente. De modo oemejante, si el plano !. form.aci6n de concqnos. Mosrn! que DO puede afrnnane que la absut1Cci6n
de la sccxión oe boja sobre el cono perpendicu!.rmenre, las sccxiones comen- primaria presuponi!JI un tcto de generalizxi6n. En cambio, los ~tos son
zarán con un punto que se expande en un dm~lo, que crece sin cambiar de generalidades desde un mmic:nzo, y el perwmiento se refina a troves de la
forma. La situación di6ere si el plano cambia de fngulo y produee una incJi. diferencioción grudual de estos primeros coneeptos pereepruala. P~o •
nación. Ahora la sccxión circ:ular comienza a estlntroe, se convierte en elipse, la mente le es igualmente neeeuria la operación inversL En el peosamtento
se prolonga mis y mfs, hasta que se abre en uno de sus lodos cuando el plano oc:tivo, en espeeial en el del artista o el científiCO, la sabiduría avanza de
queda en posición paralela a uno de los contornos del cono, y emerge como mntlnuo trasladándose de 1o más porticular o lo más generaL
parábola. Una vez mils, circulo, elipse, parfbola, aunque foses de una secuencia T ,j generaliución tu••o lugar en el pensamiento ele Kepler, Desargues Y
continua, constituyen figuras sepandos, cualitativament~ diferentes. Poneelet cuando desarrollaron lo reorfa de las secciones tónicas. Advirtieron
Dado que estas figuras geomt'uieas se trataron en un principio como con- que un grupo de formas geom~tricas separodu -~lan agru~rse bajo un
eeptos separaclos y esrltlcos, tuvieron que reest~unroe pan emerger como mismo encabezamiento. P<!ro, ¿cuil fue su proeedomtento? ¿Hicieron uso de
aspenos de un con<rpto düWnico uni10rio. Esta reestruaunción percq>rml, !. inducción? ¿Busc:uon rasgos comunes en d circulo, la elipse y la hipérbole?
ll<!Vada o abo contra lo aporudo po.r w primeras impresiones, mostt6 !. Y, ¿consistlt el nue.-o y mis genenl coneepto en estos mgos co~? .
elipse como un drculo disiOI'IÍONido y la recta como un caso limit~ de Sucedió algo fuodameowmeme diferente. Esas 6guns geo~ bisi-
!. parfbola. El descubrimiento sirvió, pan decirlo con palabras de J>oocelct, eas hablan sido entidades satisfactoriu y outoconúnent.,. desde la Annguedad.
•para ampliar w ideas, pan vincular, mediant~ una eadcxul continua, ver- Ahora una nUI!Va mtidad pereeprual, el cono seccionado, se ofreda como una
dades que par=n remolU entre si, y para que oea posible obarear en un nui!Vo totalidad en la que !.s figuras, ont<riormente aist.das, podí~ ade-
único teorema, una multitud de ""'"cbdcs panicuwa•. cuoroe como panes. Su relación con w q~ r~ul11100 ser sus vc:anti~
La historia de las sccxiones e6nicu muwn cufn esueelwnente R tela· uno continua secuencio de formas y su ubtaa6n en el srstema pereep
clono la fonnaci6n de los conceptos con la pe""'pción de la simplicidad eso 10t11l del cooo, procuraron una nuew comprensión de su naturaleza esrruc.

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tural. La generaliación, pues, fue un octo de reesuucrursá6n a m vés ckl
descubrimiento de una tOtalidad mú compltta. 11. CON LOS PlES EN LA TI.ERRA
A menudo estos dcqrroUos estnx:ruroles son menos espenacularc:s y más
graduales. Eo d pensomienco humano, todo eoottpto es tentativo y, al desa-
rroUol"5<', eslll sujeto a modilicacionc:s La manero en que nuevos datos alteran
la opinión que uno persona tient de alguien o la reorla que concibe un psicó-
logo de: un cierto tipo de personalidad, constituyen un modo de: ilusttado.
P<dro tiene Wl2 idea de: qu<! cbse de persona es Pablo. El númtto de: vc.:es
que Pedro úent ocasión de: observar a Pablo no con6cma o altera automá-
tiammte esta idc:a. Pero cic:nas situaciones panicular.$ consriruyen Wl3 prue-
bo ~ue, ~ bien <onfimu el coneqxo en su forma prcsenre, o b~ exige su
modificaoón. Puede: que d cuadro se enriqu<=a o que algunos de sus rasgos De nucsiiO Wl.isis bao sur¡ido dna modna antagóni= de: dc:saibir la
se revelen ajenos a su cariacr estructural. los nuevos datos pueden af<ctar absttiiCCión. Tradicionalmente, la abstriiCCión es un apanarse de la ~ieocú
la CSU\ICtura general ckl COn<q>to mediante d dc:splcamimco de: lo que se directa. Esta concepción presupone una dicotomia entre la pe¡cepooo Y el
<onsíderaba imponante, revelando lo IICCidental como csencial o altc:cmdo las pensamiento. Se perciben sólo pankulmcbdc:s, pero se piensa por genera-
jttaqulas de: prioridades. Eo algunos casos, un eon<q>to inicialmente unirario lidades y, por canto, para pensar, se debe limpi.tr la mente de material pet·
se escinde: en dna o tres.
eeptual. Se supone que la abstracción cumple esta función.
La gcncraliuci6n no es una cuestión de: col=ionar un númtto de: ouos
infinito, ~· completo o ozaroso. En lugar de: eUo, d pcn<>dor -el cien-
úlico, el arrtsta o el hombre de lo atU~ emprende la tai"C2 con uruc noción
preliminar de: lo que debe ser d COn<rpto. Se buscan ejemplos, pero .Le doc-
ción no eo ubitroria. La sensoción de dónde puedan revelarse los aspectos Se ban analizado las dif~euhades puramente cognoscitivas que se oponen
carocterlsticos ckl fenómeno lo auto • uno. Se descanao los casos débiles y a este enfoque. Sdlal~ que la percepción y el pensamiento no pueden privarse
poco claros y se ignoran las repeticiones innecesarias. Se compara cada ejem- de su mutua com¡nñla. La abstracción es el eslabón indispensable y, en ver-
plo con d c:nneepco tentativo y, de ese modo, <!sre se completa, se recti.6ca dad, d rasgo común más esencial de la perl'epción y d pensamiento. _Pan
y se per(eccona. Esta es la gn1dual formi!Ción de una absttocción, de la cual reformu.Ltr el pronunciamiento de Kant: la visión sin absrrac;rión es Ciega;
la tcorla de la cgeneraliudón por inducción• resulta una estéril parodia. la abstracción sin visión es vocla. Esta es una grave advertenoa. Pero d pe-
La verdadera generalitoción es el medio por el cual el cientilico perf=iona ligro no se limi1a al funcionamiemo cognoscilivo mismo. La ~ón. se~ Ja
s~s _conceptos y el a~tiSta sus imlfgenes. ConStituye eminentemente un procc- cual la abstracción implica una separación respecto de lo expenenaa directa
dimt<nto que nada uene de mednico, que no requiere tttnto el celo del res- amenna tamb~n representar erradamente la acritud del pensamienm produc·
ponsable de un censo, un tenedor de libros o una máquin• clasíJicatoria tivo respecto de lo realidad. Sugiere que p•ro que una persona ~ OtJ'37 de
cuanto la vigilia y la inteligencia de una menee en pleno funcionamiento. ' verdadero pensamiento absrroeto, debe ignorar, desafiar y contradeor la sttua·
ción vital en la que se encuentra.
Describir la abstneción como una separación signilica dar una explica-
ción falsa no sólo de: lo actividad de los filósofos y los científicos, sino tam-
bi<!n de la de: los anistas. En el campo de la est~tia, la doctrina puede: ílus-
tT81"5<' con la obra de Wilhelm Worringer, que intentll describir los eorilos
muy fonnalitodos (e abstractos•) dc:l arte como un:~ aprc:5ÍÓn de •bondono
de: la mclidod eaterna He mostrado en un estudio monogriftco cómo d b-
bro de Worringer Abstrllction 11nd Em~h1: A Contribution to tk Ps¡dxr
lou o/ Styl~. escrito en 1906, intentó fonnu.Ltr Lo lógica ckl ene ~
medimte la distindón en principio entre el arte n:uurolista y d estili2odo
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pmioricamenoe. Lo valiosa aparición ck Worringu coosi.sti6 m so rechazo eomo slntomas que permiten el diagnóstico, sino que oquato se consickra
ck b ~ión ck los esúJos dd arte primiúw, qipáo, gr;.,go an::aico, afri. más valioso que ~- Según se consickran los deficiencias poniculs= ck los
cano u onenoal y, m realid,d, el one europeo moderno, CIOmO ino=tOS Ílnptt· p«JCOles, queda ~todo una ~ttitud mental mucho más general climi·
lmos ck ~resen~r b mtllnlb. Por el cononario, les odjudic6 um posiúva todo o la aprehensión inmediato ck la cosa o la siouaci6n c1oda en su ~i·
~la est~uea propoa. No obstante, esta tan valiosa atribución fe basaba m culat cuktcr único». Por tonto, el estudio puede servir corno una signiliao.
lo distúoción ent~ clos liCtirudes: ck confiado aeercomienoo a t. naomaleza t. oiva iluStuáón dd prejuicio rorura la cottnición pereepoual.
una, que time por rcsulrado d ene oatunalista; la otra, de bukb &moe a SciU!i ya ames que b oposición misma cnt~ •concuto• y cabalt1Jeto•
la est~m=dora iuacionslidad ck la natunaleza, que tiene por ~l!l1do los implica uno dicoooaúa engañosa. Norman C.meron lo dice muy ogudamenoe:
lormas simplificadas dd arte estilizado. Esto es, Worringu vinculó lo ruaJi.
dod abatrr<:ta de la lorma anlsúca con una actitud de separación. La nbstrac- Hay bucnaJ moncs para duc!ar de lo uoilidod, poro no hablar de la VI·
e!ón se conviníó en UD rttugio f~me a la complejiciod que ofrecían los sen· lidez, dc esos decididos csfuet7JOS por mantener categorías scporac!as dc
"~.' tan •~ciada por el arte natunalísta. Este en(oque justificó una dañina comporuamiento •ro~ro.. Ln noción se bou:~ ~ una difercociac:i6o, igu:el·
~ostón te6na~ entre d arte que inc:lulo la abstracción y d tlfte que no Js menee hl¡xuhia, t-nue pensamicnro •pen:eptu.al• y ~nsamiento «CCO~~
tndula. Aunque Worringer estableció la abstracción como un recurso legítimo oual•; y si se la <xamina de ctrca, se advcrtinl que se roduee • poco mio
que Lo \'ieja autorompla«neis nmisbtk. que le eon<edúl racionolic!ad al
del arte, DO advini6 que ~ta es indispenublc en toda (onoa ck one sea ruaJ pensamiento humano adulto, pero se lo negabo 1 los niños y los onim•lcs
fue~ w rdaci6n con la naturoleza. (algunos se lo negabon osadamente oombi6> o las mujcra). t. forma IICllPI
Sin lug~r 1 dudas, existe una imponante conexióo en~ lo separación y dc Lo dicotomia se funda m cimas do<trinu de Lo ontor;müt y Lo 6logaWt
~ obsoracaón. Cuando t. mente se rcúra ck los complejidades ck t. vida, del si¡lo xu, qur paadójicamcnoe designaban en su origen no las inrenup-
Dende a rumpluarbs por confignraciones simplifieodu y altamente fmmali. c:ioots o escisiones cn.tre las csp«iu. A.no UAI eotrllnMid4d eseocial entre
uda~. Esto se manifiesto "? los espccnlocioncs cirrealistou ck pensadores 1u h!ftcionts esi.I'UCltll'ties de b JCf'C'J humara 1 ocros •nima\ts
rttluidos o en el omamentalismo ck los uúsros que oo fe moruicocn en con-
IIC10 con los ~ dirmos ck b ~iclad. En el babt. y los dibujos ck Los dcsaipáones de Goldst<in y ~ contienen et.IOS indicios ck
los ~izoÚ6licos se cneucntnn ejemplos ertmnOO ck esto. Pero moque t. qu~ sus pacientes eran de becho eapaees ck abstl'llttlón perttprual. Por ejem-
rcporaaón . ~~~tcmmte conduce • lo obatracdón, lo in~rso ck ningún plo, si por abstracción se entiende simplemente la eapoación ck algunos de·
modo es acrto. So se ofiuna que la abstriK."rión C>ÚBe separación, se co= el mentas o cualidades comunes, se dcsrub~ qu~ •todos los sujetos eran CllpolC<S
nesgo ck SOmeter a la mente a condiciones en los que d pcnsomicnto DO pucck de agrupar UDII variedad ck objetos dacios ck color o uso scmcjanoe•. Si obs-
tener lugar; tampoco se logrará reco~r el pensamiento genuino ruando tl'IICCión significa aislar los componentes de uno configuración, se nos diu que
6ne re centra en problemas planteados por la experiencia dír«ta. un pacicnt< puede diseomir figuras gcom~tricos en un dibujo en el que éstos
~n la monografla ck Kurt Goldstcln y Martín Scheerer sobre el compor· se superponen. O si abstmcción significa la captllción de los rasgos estrnC·
tamtento abal!11tto y el comportomienoo co~to de los p<lcienocs psiqui'· tul'llles de un tipo d• cosa complejo y su reconocimiento mediante una rep...,.
~ricos se cnrucnora una verdodera mina ck oro de ejemplos. Publieada en 1941, scntación simplilieada, nos enteramos de que el pocicntc comp~e la imagen
mfluyó profundamente en la psicologla ck lo cognición. Goldsocin y Sch=er ck una cosa becba roo dica o doce ....,.,. y puede reproducirla. Esto, cíen•·
mantuvieron que cienos p<lcienoes mentales, almodos ck lesiones ccrd>ralcs mente, implica obstraeción; porque, como señaló Anatol Pilcas, ver un tri'n·
en su mayorlo,_ se disti.ngulan ck los personos nonnoles por w inap«jdad ck gulo como un tcd>o signifiao no tener en ruenta ooclos los rasgos particulares
abstraer. Considctaban el podec ck abstracción dil=nte en ptúocipio de lo ck los tcc:bos reales conteniclos en lo mcmorlo dd paciente.
que Uamaban comporumiento eoncnto. Lo abstracción oo era •un ucmso Goldsocln y Scbeera oo logran ver obstraeci6n alguna en estos actos pcr·
jtnaduol cksck conjun_tos mentales simples o otros eada vez más complejos.; ~pnnles porque lo que los pacientes es"" haciendo en este aso es apuor
era ~ nueva rualídod emergrnte, ~ricamente distinuo ·.x t. concrelb. rasgos inberentcs • lo simación onoe b que no~ apuestos, y esro, en tÚ·
Los onocrpretaciones de Goldstcin y Scbeerer se bicieroo oaealot2S ck minos de los 1utores~ constituye meramente •un comportam.i~ruo c:onaao•.
una cierto crltiat. Merecen Cltllminarse aquf con cierta crtc:nsión, pues muestran El comportamicnm concreto, que prev•lcee incluso en b persoo• ool'IDlll,
qu~ pucck .suecckr cuando la abstracción se cona"be como scporaáón. Adernú, peoo consickrado el único ck que son copoces los pacientes, es llamado cpasi·
lo obsoraoo6n y lo concreción DO se utili:tan en esto monografta simplemente vo•, pues responde «aL rttlamo inmediato ck una situoción particulu dd
202 203
mundo ~rcrior•, impuosro o la ~rsona como •ronligun~Cion., ¡r.úp:>bles 0 . se roDlidcrnn! al lesionado cerebral m:ls perjudicado que si a uoo
ronrcxros palpabla eo el roino aporiencial y fenoméniCO». ¿Qu.! WCA, pue$? reonca, pa (un<Lamenralmenre d b uen ooxno ._. )' 1• .mre¡·tg~••. ""
•- su ='---- ·
~que faha, .., nos di~, es la apaddad de expres:1r en palabras d principio le !'~, no 0 ruOJti6n de pragmorismo, sino de lo especie de funciono·
r~re en u"." ro~u<'la pnkria d..U, cJes,incul•,.., re$pttto de b$ cxi- 0
ge"':'as de la SIIUIICI6n p=enre y realizar oporacio""' ronrrari:as a esa si· ouento meoUII que se considen: mú produc:tiva. . En panicular,
peno. . . • . debemos
_ _.,
nrlll1IOS si la persona media, asl como el piiCI<nre psrqu1arnco wcwo.
tuxaón.
h.';k juzgln<' por su lubilicbd pa~ ai~lar ~rincipios ~ri~ del_ ~nrexto
d< 50 •pliC':ICiÓO o, mis bien, por la rnreh¡¡encrs q~ desphegue rmphcn"--IICDre
u obt~na6n Jtl prínapro al •plicarb <n la suluc:i6n de raroas concretas. .
Una persona roooceclt>ra del _Prtncipio ~ue subya<:e a su acción ~
Exúren amplias pru~ de q~ a los pocienres les ., difícil ~ descubrirse incapaz en el descm~ de la =· Esto ~ "? d ·~
u~ de rasi roda habilidad, y puede ronvertinc en un UK'Oil\:==re msupc-
roo exigencias de esta especie. Por ~mplo, uno de dios poede Stt <aJ>I% de rablc:. En las anes, po< ejemplo, apr<nder uru fórmula ~a para la onl
arrojar ~w a rros cajas colocadu a dúünra dúrancia de éJ_ No y<:rr2
no .., está pn:pondo a ni,·el inruirivo, puede =uh:u ~· Es~e ~.un
nuna; ~ro •C\Wklo seo k progunra ruál ., la caja ~ se <ncu<n1111 mis lejos
problema que el cooocimicnro plantea en general.. Las ~~~ ~lógicas
de él Y .cuál ~ la q~ seo <ncuenrnt mis cerea, no puede dar apliCiá6n pua1cn paraliur la sensrbilidad de un.o persona para perabir que procesos
alguna nr enuncar nada sobro su ~imimro al "-r puntería •• Uruo pa- tieocn lugu en los denW e incluso m uno mismo. O, como dfJO Paul_ V~
so~ oo~l oo r<ndrla di~hades ron .,,;a
d ... de progunw, pero pc><!rú en lntroJ~~Ceí6n • l• polttt•, •Aquiles no podri \-enea • la tonugo st prmsa
senune r~ualmmre confundido por pregunras simila= .., su propio y más en d o pacio y d uempo•. _
clC\-..do """'': A los seres humanos les es difícil y n menudo imposible, en Sin embaf80. rambic!n es cierro que ": pu~ ~ un descm~ supe-
~rol, aphcar •en obsrr3Cto• un principio que <n la prinic:a aplian sin rior ,¡ el principio que le es inheronre ha sulo rdentifiado y ~bsorbrdo luego
di6cul!Ad alguna. Los moesrros )' los padres conocen bien el prnbl<:ma porque en la apliCllaóo inrwriva. Las habilidades profoiono~, espeoalmenre en In
a. menudo se les p rde que ~pongan la razón de una ricni01 o conducta par· arrividudes flsicas ..quieren esra clase de preparación. Aderois, <1 hombro
ucul~r. S.ben que las rosas deben hu~,.., de cierra manera, pero no p ueden cxplotll sus doto 'meruales m:b c:ab2lmc':ntc. no sólo si 1crú1 inrdige-ntemaue.
c.>cplicnr c:xa<:ram<nre por qu~. El aomen ci<nrlfrco 111mbién se enfronta rons- sino que además comprende inrelecrualmcnre por qur actúa como lo ~ Y
tanrem~re. ron esra rarea .. En la vid• coridiana maorenernos nuestro cuerpo por qu~ sus procedimicnros 1\lllcionon.
en equrli~rro al. esrar de p re, eaminar o monrar en biciclcr.o, pero nos semi- El cienrifiro es el cxperro fundamental en el ane de desr.ilar Prm:'~ios
mos perdidos Sl renc'!'os qu_e c~plieor cómo lo bucemos. Percibimos que la a panir de asos parriculnros. Sin embargo, en lo que a los proposnos
estructura dc una o racrón es rlógrra o quc uno composición p ictórica 0 musical
de nucsrra investi(!llción rdpccra, resuha pertinenre señalar que es capaz de
?e
ca~~ equilibrio: pero podrcmos luchnr en vano ul rn unr de formular d llcvar n cobo rolcs oomcridos no primordinlmcnre porque puede obrencr
P'?'<rpro que el alumno ..,,¡ violando. El píloro norreamericano conduce su
con~pros rc6riros o parrir dc los oconrecimienros • .los ruoles se re6eren,
a vr6o by 1~ st#l of hü p#lfiS, d forógrofo al~mán rovela sus negarÍ\•os mzcb
•ino porque puede ...,rreurlos denrro de ~. aronrecrmre~ros. Compr<nder un
Scb111111u, el cb~f ir~liono encina " /11m~ dt n11so. Toles especializaciones se: aronrecimienro o escodo cienrilieomcnrc 51gni6a desrubrrr en ~1 una oon6gu·
apron.den, se: perfecoonon ron lo pnkrica y a menudo se rransjjeron de urur.
ración de ruerus que do cuenca dc los rnsgos perrincnres del sistema. que
espttre de ,.,.. • otra. No obsronre, paro obrcner d principio aplíc:i~­ se investiga. Asl romo la configuración compositiva de una obro pi~ónca o
""'"'e, una persona debe ser copu de idenri6CIIr los facroros pertinentes uis- atquitecrónieo sólo robra sentido al aplicorla a ess obra y ~ ron m~
lándolos del ronr<xro del fenómeno o ucrivid:ul torales· debe descubrir ademú dcncio de cll•, de igual manero prócrieumcnre todo peo~enro producn''O
cuál es la contribución de <:>os focroros y por q~ .;. ronrnbuei6n produce sobre enunciados rc6riros p~ ron oonsranre refcrencra a los Cenó_._
el efecro.
que ~ros de<ttibcn. Lt referencúl a un ejemplo (•miliar puedc bastar pant
. P".r supueoro, Lo obrerrci6n dd principio exige un más alro nivd de babi. ilustrar esre punro El desrubrimienro de J. gr~~vedad por Nev.·ron resulta
hdad mreknwol que su 0\CN oplic.c:ión Sin """-<80 la imporranc:ia orn. improsionanrc como houñ• inrelecrual porque fue apn de relacionar los
but~ • esta ':'"bilidad depende de los ,-aJores )' mer,;. ~ uno .., propon.
w 100\-imicntos de loo pbneras con ese manuno de Woolsrhorpe; pero b ""!"''
112 · Sr se: .,,..¡.... • ).., personas sobre todo por su capacidad Jlll%l la formulación
imza q~ derectó sólo IU\'0 valor duradero porquc d poclc:r de su atniCCIÓD
20-1
205
descmpcru. el mismo p~pel m el contexto del siot~ma solar que en la caída
cid fruto. Cuando se cumple esto eondidóo, la obstr.Jcción no ahandom el ..r? ,Q el ~dente fracasa porque no puede o no quie~ bacu algo que
pensituad6n
la ' no .- ·
exige o aun contradu:e? ¿No seráel mon•-o
. que no qwcre.
contexto MI cual se obtuvo. Por el eonuaño, pr<$ervo b vitalidad de la
· - " - - ' o de la situación o la que se enfrenta?
validez pettq>tible al estar m condiciones de ser refeñda en rualquier ~ tr • -~-~ ---~- para ~o los.• ob"¡etos
A pesu de lo que dije sobre la aetitud del pe.......,r
~DCJto a loo acontecimientos ~tos de los ruales se dm•'Ó v • Jos euate.
que invesci¡a, puede que no ser eapa:z de liberarse de una ~ltuacoo cbda
se aplica. Es posible concluir que bs hnañu ..W productivas de
b obsu:ac.
constituya una desvene-jo fatal. Después de todo, para _sol"';'on>r un pro-
ción soo lkv.das a cabo no por los que ..W bñlbntemeote supecm y, en rea-
blema uno debe sct eapaz de alterar la est.ruetutll que la sotuaaóo le presenta
lidad, ignoran los contextos, sino por aquellos ruya audaru al extmer lo espontineamerne a la mente. Percibir es captar los rugas des~ de un
semejaace a partir de lo desemeionte corre pareja oon so respeto por los oon-
lextos cn los que bs semejaous se e~uan.
estado de rosas dado; pero solucionar un problema es ~bnr, en ~ es-
l*lo de rosas, modos de alterar relaciones, attotos, agrupacoocs, ~emooes.
El paciente poiquiltrico que es incapu de responder prqwuas sobre con- etdtera, de manera cal que la nueva ronfiguradóo procure 1_• solución ~
ceptos coóñc:os toles como cdiStandl•, no f1'11Cl1S3 porque ~ iDcapaz de .e- da. Ea muy probable que esta libentd de la mente esu! _l..,onada en aenos
ñro o separación -eunc¡ue puede: serlo de h<chc>-, sino prirnord.ialmenre pacientes mentoles. No obsc.ntt, cliflcilmerne se pueda JU%P< el grodo Y lo
porque no puede desrubñr la noción genérica de distaocia ~" esa siruadón.
naturolcu de este defecto o no ser que se tenga en cuenta que aun.~ peno~
Puede abstraerse lo bastante eomo para msneju la relación mu-e b di$. normal hace u>O de esta independencia sólo cuando la reesttueturxton es ..,.._
tanda de bs cajas y el esfuerzo por arroj>r las pelotas dmuo cid contexto de
gicla por los requerimientos de la c.rea. l.tjos de ser arbi~ o .':"""~e de
su ~peño. pero DO puede explicic.r la obslnJCción aislándola en d con- sentido, la nueva escruetura, mis apropr.da, se ~ en la SJIU2CI~ mtSilUI.
latO. La persona normal e intdectu.tlmmce adiesttada cve» que una mayor FJ que resuel•-e un problema no rc:conott lo que ,.., sin ....m. Es guUdo por
distancia exige un mayor esfueno; el paciente, que :odem.ts de su deficiencia la necuidad de obtener a partir de la siwoci6n dada algo que ésta no parece
ettebrol puede adol~r de un c:scuo adiestramiento escolar, puede obedecer p~paNda para of~. En palabras de Klrl Dund<er: •Si se introduce una
d mismo prineopio, pero no Mtc:ccarlo. Por tanto, cuando se cnfr.:nta con
~itUICi6n m una ciem estructuración perccptual, y st eta ~uuaura ~ 1oda·
COD<:q>tos verbales tales oomo ccere&no• o clejano•, no puede relacionarlos \•f-a ·rar 0 .. viva· el ~samitnto logra una esuucruraaon contrana só1o
con so expaienda. Pero no puede nqorse que el paciente sepa lo que está rontta la resistend: de la pñmera CSinJCturao. Para quien resuelve el p ro-
badeodo. Por ende, pueden resultar dañosos errores si uno cree, con Win- b lema, la imagen de la situación en que se logra lo me11 ejertt pteslón sobre
genotein, que c"cooocer" algo significa tan sólo ser capaz de describirloo.
la imagen de Jo que se do en el momento y erata de f~nar .una t~forma­
d ón en la dirc:cci6n de lo requerido por lo carea. Las exogencc.s de la tmagen
A t:OIIIT#/H'ÚJ
d e la meta juni6aon la ~rganiución de la P"'sen.te es~uctura.
Lo primera obligación, pues, es respecto ~ lo ~nmedoota~erue dado. En
una de las hiscori<eas d< Hank Keccham, el ongenooso pero tmplacable mu-
Tambi~n .., dice que un paciente es incop:IZ de abstraer cuando no puede d tacho Daniel d Tc:rriblc, coloca los eajones de una eómoda • modo de esca-
~petir oraciones oomo cl~ nieve es negrA• o decir cel sol bñlla• en un dfu lones ~n d objeto de construir una escalera que le permitir.i alcanzar la
de Uuvia. No se puede lograr que demuestre oómo beber de un vaso vado caja de bi..,ocbos que my sobre la cómoda. la imogc:n habitual ~ la eótnoda
aunque puede beber de un vaso Ueno. Puede escribir su nombre sobre un se n:sjste a Kr vista c:omo un conjunto de escalones, pero la unagcn dt'! la
papel, pero no tnazarlo en el ai~. ¿Indica este tipo de fn>easos que el paciente ""''- de •llegar .Ul arñbu es OOI.Sión del ingenioso descubrimientO de los
es incap.u de absttacción? La nieve n<gra no es una abstr.Jcción obtenida a eseolones a ¡r.ardr de las potencialidades de los recursos dados.
partir de la nieve blanca, y se rechaza la tarea de beber prttís3~DCJte porque La ,... tructuradón puede resultar una especie de juego, como caando
el vaso v:ado se rc:conoee oomo un estado de cosas en el que falta el el~ Pituso transforma .onr1en1e, ptrt dj\--en-i6n de: una audie:ocia áncnutog¡:á--
mentO esencial ¿~ se quiere decir en reolid3d cu:tndo se afirma que el fica, la i~n de un pez en lo de un po~lo. Tiene lu~r en los oeertijos r bs
podenco «es incapu• de ~peño? Evidenrememe, o bien DO está dis- salidas ingeniosas. Pero paN jujllr uno nene que senurse seguro, r Lu cosas
puesto • bxulo, o bien DO sabe en drcunstaocw espc:cia~ cómo hacer algo con bs cuales juep no Mben ofrecer objeciones seriu.. Final~cc, puede
q"': DO~te puede hocer perfc:cc.mence bien. ¿~ es lo que ocasiom tener lugar la r=tructuración cuondo el contacto con la realidad de una
el unpc:diroeoco? ¿Ea eogooacitiva ese. incapoddad? ¿Una incapaddod de peno"" .., ba debilitado 11010 que sólo una á>cara extem2 ba quedado de
206
207
su estructura y su signiliaodo: una confiauraci6n supedic:jaJ que puede ttans-
formarse a voluntad. &11 clase de libertad irraponsable .., ~entra a m~
nudo en los clibujos de los esquizo&blicos.
Los poeiemes con una lesión ~rebral poree<n tener el problema opuesto.
No pu<den retirarse de las exigencias del presa>te. Pero, ¿no h2y razones
muy •oormalcs. pora algunos de CSlOI comportamientos •anormales•? El psi-
quiatra k pide al paciente que haga algo absurdo: que llame oegn a la nieve,
que beba agua de un .,_ vodo, qu" escriba en el aire. El dc:spacho del doctor
m el bospi~ no es lugar qu., odmit., ni cvoqu.. un ánimo ju8U"tón· t.am-
000
pom es prob.bk que. "l pocienre cst~ de humor pora bromas. Por a;,., de
este tcrribk im,P<dimeoto se encuentra en un estado que los mismos Goldsrdn
Y Scheerer llaman cuna justi6ada reacxión awtrólicu. Si como rcst ~
de lo qu.. lo aqueja, se le pide que haga cosas absurdas, puede que suponp
qu.. haculu realmente probarla su estado de locura. ¿Es ést.a una siruaci6n
a•!ecnada pora el examen de su Ckxibilid.d cogooscitiva? Seria inretesanrc
saber quo! rutederfa, por ejemplo, si se k dijera al pacimre: cSupooga que
sc encuentra en un pafs cxtranj<ro donde la gmre no habla su lcngm. ¿Cómo
les huía entender que tkn<! usrcd sed? ¿Cómo pedirla unas tijeras?•. Enue
los pocientes podr!a Oflll!iursc: una tepresáltaci6n teatral sin decorados ni
objnos de ninguna lndole. Sentados en romo a una mesa ¡xxlr{an 6ngir beber
y comer, sin VIUOS ni vajilla.
~pongo aras intcrpreraaoncs cllnic:as porque o&ettn un ejemplo uagi-
c6mtco de lo que con demasiada frecuencia se consideran los aspectos carac-
rerlsu~ del butn funcion1mienro intclCClual. La noción según la cual el
r>c:nsanuenr~ _debe separa.rse de la cxpc:rienda dii'<Ctll domina huta ~ punro, Figura 54b. Este es un caso r.lpico de rcesllUCIUJ'Icióo inteligente. La paciente
que la babtlu!od para tgnorar las cireunsranciu dadas se conviene en el apta el pñncipio de las figuras que se le presentan en un montón del todo
indicio fundaln<!Dtal y la virtud de un razonamienro ínrac<o. No deja de ser carente de orden: ¡hoy cuatro grupos que se clistingU<!n por el color! En el
irónico que sean los pacicnrc' los que estbl col0a1dos en l• posición de dcfen. grupo rojo hay cuatro de cada una de las formas. Sobre la biiSC de esta ·~
det una conducra juiciosa contra las tareas de un ínjustificado absurdo. Y sólo ttaedón, es capoz de notar: ltcndrla que haber uno más! Fre~1e ~ es1a dili-
~rque la separoci~n se designó como la exigencia primordial del pc:rua- cultad ínventa uno nueva disposición roralmente nueva que unplica nuevas
~lenro, puede apltcarsc el r~llnino ..bstracro• a una conducta que nada conJigurnciones y nuevas relaciones poro sarisfaeer su deseo de simetría. Esro
uene que ver con la abstrO<Ción como opc:ración cognitiVll, es sin duela una liberación productiva respc:cto de la "'<rucrura dada. .
&re enfoque «plica tambi~ por q~ los uperíment.adores no reco- La paciente fragmentó una totalidad dada en partes pata reorgamzarla,
nocen imprcsionanres rareas de rceurucruración cjecuradu por sus podentes. preciumente lo que, de aeuudo con Coldsteín y Schcerer, el lcsionad_o ~
H~ aqui una de ellas. Al pllciente se le dan cuarenra y ocho figuras: clieci~is rebral es íncapoz de haa:r. Pero los pademes ti"netl c!ectiv:1meme di.6cul·
rningulos, diecis6s cuadrados y dicc~is discos. En ada uno de los grupos tadcs para copiar modelos de figuras como l• que off«<! la F"<gura 5~a. ~
cuatro fiauras se colorean de rojo, cuarro de verde, cuauo de anw:illo y cua- que utilicen los colorea adecuados, poro cambian las formas y la clis~a6n
~ de arul. Se k di~: cReúna las figuras que correspondan•, o cColoque (Fig. Hb ). Muy a menudo, la solución defectuosa consiste en rraduciz:un
1~ las fiauras que le pa~ que pueden agruparse•. En un caso la pacimre modelo relativamente compkjo, como m este caso, a una confi&uraci6n de
recogió todas las figuras ro¡as y las dispuso corno lo muestra la Figura .54.r organi:uci6n estructuralmente mú simple: una adaputción "! nivel_ de. la
Por un occidente, falraba el ruano drculo rojo; "" habla caido bajo la mesa: comp,..,.íóo visual que ¡., es oa:esible o la pcnom. Esu ~ de ~plifi­
Al advutirlo, la padenrc cambió esponw-mrore el diseño y constm}'Ó la acióo taD bim conocida por loo dibujos infantiles, no prueba oecesanamentc
que 'la, pcnom fuera inapoz de captar 'la con6guraci6n del modelo. R"P~
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scnra mis bien una abormcci6n percq~ruol, que india un nivel elemmw de No ho) ocurrdo <Obre qu~ ronSlituye una copia sarisfucroría. En el test
conttpci6n, puo no un defecto cognosclri\'0. de Gold.cein-Sch«rer muchos sujetO$ cm.c..saron• porque ignoraron la orien-
tación espacial o el tamaño del modelo. También en este Cli50 lu líbcnadts
t~ ron el modelo constituyen 1 menudo más una ventaja que un riesgo.
u cop>eidad de idenri6cor tipO$ de objetos • pcs>r de b dile,..,.,;, de oríen-
,.;ón y b modi6coción de lo forma es un logro que se mide ~ experí<ncias
AZUL sobre rquiv2kncia pucrpru2l lln..das a cabo con niños y animslcs. No tener
en cucnr• b diferencia de tomlllio es esencial riUllbim pcua b percepción de
los objetO$ sinudos • div.-na disrllncia e indispensable paro la comprensión
de lb represcn11ciones. Algunas rareas cspeci2lcs exigen efccrivamcnte b es-
ROJO ROJO crupulosa obstn-aci6n de l• oríenroción o d rmw'io; pero, bósiClmlente, no
tener en cuc:nta aros factores exige una conducta mis inreligeme y útil que
su p<danresa obstrvoción. Cienamenre, una ronsip como •Quiero que m-
píe estr diseño con estos bloques• no especiñca el enfoque deseado.
BLANCO Por otnt parte, cuando un pocienre al que se le ha pedido que coloque
¡untos maria:s de color rehúsa agrupar los qoe no sean idénric:os, queda ron-
\'Ícto de incapocidad de obstncci6n. ¿Debió haber ICIDado de modo dif=n.
ro¡un " t<? Supónpse por un momento que ruvi~ que llevar a cabo la tDÍsina
torca y que nuestra \•ido dependiera de la respues,. correcta. ¿Cómo nos corn-
Uno de lu rozones de que se produzco lo reproducción •incorrectu es ponarl.unos? El cxamrnador nos muesrr• un cieno matiz de verde y pregun-
que, o DO ser que lo persono hoya recibido la inmucci6n especí6ca de copiar to: c¿Cuílcs de estO$ otros pu<den asruparsc ron bte?• o c¿correspoodc •
de modo mc:cániamenre correcro, tiende o buscar la estructura generul del bte?• o •¿puede rr ron ~sre?•. Uno ve que son todos \'ttdcs, pero, como
mod-:Jo mis bien que o imitorla penosomenre pane por parte. Gt.srave jaboda se uara de un• cuestiÓn dr vido o muerte, ¿no oprorfa uno por lo seguro y
describe es re. enfoque en sus experimentas con adolescentes niguimas, que ~husarfa asocinr dos marices a no ser que fu~mn prácticameme idénticos?
fueron '?"'~'~dO$ o algunO$ de lO$ tests de Goldsrein y Scheerer. En lugar de Quiz& lo h1bilidad del pacirnre psra ogrupar cosu semejantes estuviera en
hacer cotncrdir un bloque con otro sisremlricamenrc, los muchachO$ miraban ,..,rd:td dañado; pero un test como l!srr no lo prurba.
el modelo por un momento y luego se concentraban en su reproducción sin Cuando al paciente se le dan madejas de lana reñida de varios matices de
volverlo a mirar mis que uno u Otro vo: superficialmente. vrrdc y se le pregunta •si corrcspond<n o se adrcuan entre si•. surge una
Un artista trobajorl de la mbma manera o no ser que des« una copia esclarc:cc:dor. dincuhod. En un C'IISO mencionado por G o ldsrcin y Scheerer. el
nel al modo naturolina. Buseor la CStruCtUI'I general de una sirullci6n dada paciente "' resiste a lo pregunto qu< exprcs• In consigna; sdiaht un matiz
antes que examinarla o reproducirla mecinieamenrc pane por pone es suma· panicular de enrr< d conjunto )' dice «v<rdc,., pero insbre en que ninguna
mente deseoble y, en verdJW, indispensable paro la solurión inrdigenre de de las otras madejas purde o~ruporse ron kto. En este caso la r<cnicn ttadi·
muchas rareas. Los maestrO$ de ene aconsejan a lO$ esrudianres oo copiAr ciorual de formoción de conceptos choca con d procedimicoro intuitivo de
P"':te por pone y no olvidor la emucrura general de uno composición. 1.. cap- absrrocr por •tipO$•, al que me rderl antes. El cxperimcnr.dor utilizil el
~~n de la csrruct~ro general es iguolmeme indispensable paro lo csrimllci6n criterio de la lógica tradicional : todo cs~imen que contiene verdor pene-
mrelrgcnte de las snuociooes socioles o la solución de los problemas cic:nd- occ:e a la catrt¡orfa •verde• El pocient<, romo rocL! pusona que utiliza sus
6cos. ~ ro!'i• ~ia puede ronsriruir un• lubilidad deseable, sin duela. oiost no ve: simplt:mente un ronjunto ck colores unidos por un rasgo común,
pero ll algurcn es tncapaz de ello o no esri dbpucsro a intentarLo no debemos sino un verde puro y orca!• con muchas aprollÍm:lcioncs que lo rodean. Com·
acusarlo ligeramente de fl'1ICWJO. Puede que lo que se lo impide oo sea Wlto paradO$ con ese verde \'Crdadc:ro, que es d Glücl:sfllll de fur:schm6. esto
uno dc6cicncio como un rasgo sumomente p0$itivo, la absttacci6n cspontáDCa. es, el tipo puro •n carne )' hueso, esos colores pcllidos, orn:uillcntos o 12:Ula-
La percepción norural y líbre no comprende el examen sbtemádco del de- d0$ no son d ,..,,de legitimo en obsoluro. Evidentemente, d pacimre cfraca·
talle; la visión no es un rayo ar6diro guiado por uno miqu.ina. n• no porqur no puedo obstroer, sino porque su procedimiento de .borne-
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ci6n clific,re dd que el exp<rimetuador da por descoorodo. De modo alguno ho<c:D pertinentes. t.. cluifteaeión por indusi6n lógica, sobre la que !ODio se
P""* concluirse que no vien la rdadón onrro los tonos quo se le p.,..,. e<:nlnl el odiesllllmienlo eseolar, no es lo que principalmt:nte concierne al
raron. cienr!lico, sino sólo un resuh•do tlllerior de su rarea. La clasilicaci6o de los
.,Ul!Liles en mamlferos, 1\'ts, anfibios, ttc<'reno, es sólo el resultado de des-
cubrimienlos quo revelaron maravillosas semejJlll%&5 funcioaales en eriaturas
do pn ,-,riecbd. Estos doseubrimien1os esriln vivos en b mente del biólogo
cuando uúli%ll las tal<gorlas Unneanas, que sin ombar¡o son sólo poco 1Ms
Las nociona inadecutdamen1e esuubas do lo que ronstiruye b conducra que róruloa para la p<rsorlll medio. Que UDll persom uúlitt o oo ts!OS rótu-
abslniCU, derivan rombim do la Kli<ud Uoaucb a1ogorial, esro es, la ap:lci- los, poco nos india sobre la alidad do su pensamiento.
dad do Uevu a abo dui6aocionos l6gias y dn cuc:nra do d1u m ténninos Cuando un:a penono obtiene sus abstr.cdones esponrinamaue • partir
teóricos. No dobnia pennitirsc quo o rros modos do razonamiento igwilincn1e do un ronu:xro que riene pera ella un• signiliación sustancial, dobe arribuír-
produc:th·os que. afortunadammte, flor~ en nuestro l!lltdio, se: vieran di.s- ..-1< un buen nivel de pens~mionro. Una do las pecientes do Goldstein y
eriminados por esra obsosi6n do n-llll ponieular eulrura inrckctual. En los Sch«ru, a la quo se le Mhl• pn:gontado que ditta los nombn:s de los ani-
erirerios do pun1aje palll los tesrs do Jml<j•nu, ul\ll subsección del rest do males, los enumeró en el ordon en quo se sirullban las jaulas en d :zoológko
inu:ligencia para ocluiros do Wechslor-BdiO\"Ue, ~ mmnll'!li'Se buenos do su dudad no11l. Lo pacien1e, sin dud1, se adhetlt a un caso •concrero•;
ejomplos. En esro caso, puedo quo urlll porsona a la quo se le ba pttgtmtado poro señalar esto es carocrcrizar su conducta do modo insulicienre. Hay que
m qué se aJml<jan las nan1njas y los pUuonos no tcspouch quo ambas son ·~rcpr que obruvo su abs1lllcci6o inteligeruomen1e 1 partir del únieo , ..,_
frutas, auoquo se supone que en su vida coridiana tiene que conoett y utili- cbdoro cooocimienro que proboblemen1e renb dol orden do los animales. De
zar esro Jml<jonza. No ha sido aclic:strad.o para dar oxp=ión a su c:ooocimien- modo semejanre, ruando se le pregunta a olgoien qu~ colores se •adecu.n
10 en enunciados gm6icos como •la frura diJiere do las verduras• porque enrre sf• en un conjunto, puodt que su formación no lo haya prepan~do para
no tiene necesidad do dlas y porquo esos enunciados pueden exigir el uso do rebcionor esto ptegunt• ron los at1egorlas del orden pereeptuaL Una pacien-
palabw genéricas con tu quo no tst~ familinrizacb. Tampoco en esro caso re, en lugar do coloear junros lodos los verdes o todos los rojos, dc:spués de
es la porsona incapu do Uovar a eabo la abSilliCCÍÓn doseoda, sino de mone· una cuidadosa elección combina un1 muesllll verdo claro con uno Ollldej•
julo Cuera del con1ox1o en <1 que resulrn per1inen1o. azul oscuro y blanca, y una muestra am•rillo claro con uno modej• casrAño
En otros OIJO$, las abs1n~cciones doseadu son en vrrdnd ajenas al pon- oseuro y amarillo oseuro. Su aplicación: cEsio es un ;ump~r y un:a falda,
samienlo de ciertos porsonns. ¿Cómo evalunr rales fraeasos? He aqui orro esro es la pechera do una eamisu. Por supues1o, ea discurible que su cri1erio
ejomplo lOmado del ICSI de semejanza. Una porsona n la que se le lu pregun- subre los demoniOS que se adeeu•n se• menos perrinenre que una clasilia-
tado tn qué se asomejan lo madera y el alcohol, recibe c-ero romo pontaje si cíón de acuerdo con los rasgos comunes, a no ser qu~ uno outomóticame:rne
responde: •Ambos lo dejan • uno fuera do si•. Sin lugar • dudas, esta res- prdiera el malabarismo con relaciones lógicas al tipo de pons•mienro que in·
puesra da 1es1imonio do un brillanle in1elecro. Proviene de una persona ca- lenra deseubrir dmitnlo. sólidos paro funcionar.
pa% de doseubrir en ti momenro un sorprendon1e rasgo común enrre dos co- Gran !"'M< del an.Oisis prec«<on1e se basó sobro inves1jgadones cUnims
sas que no son obviamente semeiantes. En un1 situación vital, la recompm- particulares. Ocslllól, no obsran1e, un p rejuicio 1eóriro no poco difundido aún
sarfamos con un:a sonri.sa apr'Kiadvo, No obsrante, si su intdigcnda la hace hoy enue psicólogos y edueadores en general. Estos saben que la men1e hu·
fr001sar en d rosr, es porque el O<Amin•dor prehc,re los c:a1egorlns lógicas de mana dcsarroUo su cap.tcídad paro el pensamienro m•ncjando siruaciones que
la ebsiliad6n cientlfies. Su acrirud se justilica en el caso de que dosee ave- .., revdan a 1ravés do los senridos, y que los roneepros •abstraeros• de la
rigu•t si lt ~le del examinado se inclino por b especie do oporaciones 16- esp<eie IClldhltíca conS!iruyen prodUCtos tardlos de condiciones culrurales es-
gieas que se pnocrican en los medios ocad6niros. Pero si el propósir.o es re- peciales. Sin embargo, cuando es1os últimos están ausen1es, se ritndo a su·
\"dar la intdi~ncia producrivo, el pun10je de erro resulra errado. Par.o oble- poner que el ponsamien1o absrraao en el senrido 1Ms amplio y porrinen1e
ner un buen pun1aje el enmitudo debla responder: cla madera y d akahol dol lirmino os1i 1ambi~n ausen1e. De ah! la idea do que d pmsamimro obs-
son ombas sus1anciu o.pnieas• o •son ambos hidrocarburos-. Estas res- tracto oo se cncuentr11 en Jos •primith-os•, como nosotros los lt.awnos, o
van mi> hondo; poro 11mbim es cieno que sólo en b mmre de un2
ptl<SlllS los «natUI-.oleso, como los llamó John Lodte, con 1Ms gracia y 1Ms con-..:·
penona con<idonoblomen1e cuh1 esr1rlan en contacto ron los bed.os que las ción. V•lo la ptr11 citar aqnl un pasaje do Lodte m d que sosrime que no

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pueden esperan<: «múimas abstn~Cw• de los niños o los babiw u es salV11jes
de los bosques: .,; observadores, i1101pKCS de concentrarse y cuya eapresión espontánea de
pensamientos y ~ntimientos se ~entra dañada. Antes de h~blar de ~·
E.. apocie de proposiciones ~es rua = se pronuncia en las ~
w de los indi..; mudlo lllCilOI se meumrrw co los pmsamimtoS de loo
es necesario ~renrse a las dcsvenra1:as de lu penoniS cuyo eqwpo cognoscm-
.., y moriVKiooal se encuentra ruonablemente intacto, pero <Jtle resultan de-
niñoo, o mtroo de c11a en las ~Mt~tes de loo natur.da. Constituye d len- ficitarios en d aentido de que ca~ dd adiernamiento oecesario pera ~
guaje y la tare~ de las eseudas y ..Janias de las Dacioncs imuuidas, buen étiro en la escuda, en los tests de inreligcocia o bs babilid•des urbanu
ecDIWmbrecbs a e111 d .&K de COO\ 'C:rsaci6n o conocimiento. donde las dispu~ espocioliDclu.
w son frccucntes; pues d lat múimu x adtcum • b a:¡ume:ntiC'ióo mi- En pene d problcmo es lingülstico. Las palabns y la c:srrocmro oracional
liciosa y rauhan úriles pero la penoasicin, pero no -tribuyen clcmtsiodo del lenguaje utilizado por la clue media educad:o y, por tanto, en w escuelas,
al clcocub<imtcnto de la \"erdod o al progreso dd eonorimimm . a menudo se rdieren a objetos, costumbres y operaciones mentales que son
ajenos a lu elaaea cbajas•. AUisoo O.Vis señaló que una persono &rore a un
Cualcsquicn hayan sido sus opiniones sobre el pmsamiouo ck los naru- test de intdigcocia puede ser incapaz de manejar las analogiu ....,.¡,..¡., por·
rales. Lodcc sabia pcr(ecumcnte cuán restringido era d valor ck w opera- qt~e no entiende d signifado de &asea tales como •es ... en d munc:iado
ciones menwcs. Por wno, ccntribu)'Ó a anticipar una rtt\'llhación, que aun e¿ Airo es al sonido como elaro es a qtl~?•. Queda cl<rror.do anres de poder
en nuesuos dlu resulta muy k:nra. Los modos ck componamiento mgnosci- mfrenwse a la tarel. Y, sin embargo, eara aurora declara:
rivo que cli&ren ck los nucsuos, sin ser nettsariamenre inferiores • ellos, son
Ucilmente cooclenodos como d resultadO de un subdesarrollo o privacióo
En easi todoo loo tats cic inteliJ<náa, loa auto«S dependieron funda.
cultural Incluso pueden atnbuirse 1 una carencio de dores namrales. En rea- mentalmente de dos tipna de inrenopntes ...t>ales paro dar expreü6o a
lidod, los estudios sobre lu crape• tempranu del desarrollo inrelccrual reve· loo problanu m» diflcileo de ous tests 1 para separar a los alWDDOS eme·
lan acritudes que tendemos • ckaeuidar en nosotros, paco nucorro propio de. diocres• o «medianos• de loo csuperiores-. Estos dos tipos de inrenopnrcs
rñmento. se basan en (1) rdacíonea vabal.. y &u.os ICIIdbnicos complejos tales
como ..naJq¡!as• y «<pU<S<OS• •-erbales y e1ilogismos-o; y (2) psltbras
atraiial (utlllzadu en teSts de ,..,..bulario 1 •ddiniciones•).
En contado con 14 txfl"imcia
Las dí6cuhades verbales, aunque a menudo decisivu en la prícñea, sólo
En nuestro propio medio, las pe110nas de escasa insrruoclón escolar a me· nos conciernen aqul en la medida en que reOejen diferencias en el modo <Og·
n udo pieos110 de un modo que Frank Riessman, al hablar del •estilo• del niiio noscitivo. Se Ilesa a la m&lula d d problema ruando olmos que un experto
llamado d diciente, resume como sigue. E l niño es: diee> cLo que todos los tests ck inteligencia miden es la habilid.d paro m•·
oejar slmholos. Cuando m~s inteligente es L1 persona, más complejos y abs-
l. Fblco y visual m.ú que auditivo. tractos p ueden ser estos slmbolou. El término simbo/o puede sígniJicar mu-
2. Mú = trado en d c:ontenido que en la forma. clus cosas. Hablé en un eaphulo anterior de s!mbolos en Jos que los perttp-
J . Mú orientado h.tda d eaterior que lntrospeerivo. ros y los coneepros se unen. Pero aqul los slmbolos designan pn:cisamenre lo
4. Mú <c:ntrodo en loo problemas que en la abnraoclón. contrario, a saber, los objetos mentales separados de la experiencia direcu.
5. Mú lnductívo que deduetlvo. O tra cita lo ilusrror4: «Para vivir, la elase media tllli.Deja fund:unentalmente
6. Mú cspecW que tcmporwl. slmbolos; la clase trabajadora, cosas•. Colóquense junras lllllbss citas y cla-
7. Mú !ano, ruicbdooo. paciente, perseverwnte (en úeas de imparunc:i2}, ramente se nos cot' diciendo que la intelisench es un privilegio de la clase
que veloz. litro, Ydl, llexible.
mediJ .
& su uso corriente, la pelabra simbo/o cubre roda la esfera de imágenes
Evidentemente, la especie de niilo ddicirario • la que se aplican estOS
y signos indiscriminadamente. Ororp a las relaciones más meánicas y re-
rup no es el tlplco ni.ilo deterionodo de las borncu urbonu o la vlaima
dd onbrut<rirniento suburbono, que ran a menudo resultan ddicientes preci- mow enue significante y si&nificado un halo romado de la especie mú pro-
ductiva de signiñaocicSn. Lo que se afirma realmente m el enunciado antes
nmenre respecto de las c:uallclades aqul descritas' niños que no son curiosos
mrocionado es que aproximodameore la mitad de nucorra pobJ.cióo, estO es,
2 14
2U
~praarios y empbdos, maestros, abogados, funcionarios pliblicos y cmner- Recordemos aqul tambi~n la imponanda de la matripul>ci6n para toda
canu:s, .puan sus horas de '?bajo manejando ~ferencias a cos.u, productos ..,Judón de problemas, ya incluya la actividad corporal o oo. Probar cómo
Y savtcos, antes que producenda o empleando esu mismas cosas. Lo indi. (undona una cosa o si una solución es factible es un m~todo de elcttióo en
~o de la relación lleva bastante filcilmente a una sep:mtcióa parcial 0 com- toJo pensomiento produ~tivo. Lo versión [fsica de tales msnejos ~
pleta ~peciO de los objetos de CS3s oclividades. Lo empleada dt una tienda ules se manifiesto romo conducta motoro. E. Paul Tomllltt, al escribir sobn:
con la mezaderia en la mano, puedco conttbirb sólo romo un m<dio de ru..,.,; • El papel de la manipulación en el pensamiento creativo• se rdiere a esru-
~ venta; al abogado puede ab.orbc:rlo sólo el juego purumente formal de diOI sob~ invento~. en los que se muestra que las rcndmciliS manipulativas
a¡us.., un aso dado a sus p~tes lq¡aks; al uansmitit los d>tos indui· rauhan importantes para la inventiva. En sus propios experimentos l.lcvados
dos en. un libro de texto, d maestro puede sentir la tmlllcióo deo dejar por a cabo con triños, Torrance odvirrió que parttls haber cUDJI relación signiGa-
el auruno aquello a lo que los datos .., re6cren. Esta dañina alienación tienco U\0 Ctll~ la manipui:Kión por el niño de los objetos procundos para cro-
l~gu tottt gen tes.• las qut conciernen cosas qut aluden a oms cosas. Cons- ar el pensamiento creati•-o o la io\""tiV:t, y la cantidad y c:alidad de sus res-
utu)" una ~. pot~l<!tia Pero si la absuocci6o se considtru un apar- pucsw•. Mediante el comportamiento motor, el niño puede manejar ideas.
tar... de la cxpenenaa dt=ta, .., la bacr equivaler a la más ebada fonna Se sigue de eUo qut educar pel'l<lmS que funcionm mcojor en situaciones
de la inteligencia humana. Wlj!ibles oo es una cuestión de =mplaz:ar l• anivicbd motora por ideas.
Por tanto, si .., dia: qut los naturales, los niños y los incultos limen dj. Riessman a6rma qut Jos niños cde6citarios• qut él ha ronoddo oo oienteo
·ficultadc:s ~ los cslmbolos•, es ~rio avttiguar ~ se qtriere decir con <fissusto por d pensamiento abstracto; más bien ptaotden de modo diferente.
~· ¿Son lDCJipotcs de pensar abstntc:IJimente? ¿O 10o inapotcs o 00 cslio .Necesitan tener lo abstraao constante e fntimamcnre referido a lo inmedá-
dispuestos • empc:ñane en operaciones mtotales que oo .., relaáooen con to, lo sensorial, lo lota!.• O..pu~ de haber adquirido deno sentido de los
las ~arcas .tangibles inm<diatas? La primen ddiciencia seria r,w para su ~liudones amplias al verlas derivadas de -y aplicadas ,._ la pnícti<:a.
funcioiWIUento romo seres inteligentes; la última cltbt medirse cuidado. en cieno grado puedtn apredar lu formuladooc:s absmctos per $e. A este
sammte ~peno del gntn valor fundamental de uoa oclitud mental que nhú· ~pecto, uno puede dudar de la sugerencia de Riessman, según la cual In
sa opuu fUera de contexto. miquinas de enseñar rcsuharlan panirularmente decti\•as ron los triños ddici·
La literatura pertinente señala que hay dos •estilos de esprcsión• a saber tarios, pues ~tos uenden a aprender <orporalmente y admiran ls.s mdquinas.
el rootor.y el rona:prual; o que el niño de dast baja c..: orieota'haci• b Puede que los anefactos ron10 in«ntivo hagan mú digeñble el aprendizsje,
~··. mtentras que el niño de clase media ese orienta boda la idea•. Esta pero si la instruedón ptog.,.mndo se basa sobre el tipo de operación mental
dasunaón puede tener cieno m~rito <omo deseripdón de UDJI conducta tipi· [o11110lista que es ajenn a estos niños, es poro prob:tble que el incentivo al
ca; pero debe 1ener5e en cuenta que Ju dos actitudes no se excluyen entre ~iendo se trodu>.cn en un deseo de aprender a In larga; lllmporo el P'"""'
sf. Cuando unn pel'iOfln de tipo motor hace cun abundante uso de Jos múscu. dimiento de aprendiuje rrsuhnr& mÁs ofin al tipo mental del niño.
los volunt~rios, en panicular de los mds grandes del cuerpo•, no csal urilizan- Las pnlcticas educndonales recientes re<onocen que lo que los niñqs ne·
do necesartomente el cuerpo en lusar de lo mente. Lejos de ser un at!elll ca- eesitan son objetos dc una amplio variedad de formas, colores y tamaños da-
rente de Cf!~ro, puede ser la clase de persona que piensa mejor hadendo ramcnte expresados. Todo objeto de aporicncio articulada transmite ptiod·
rosas, ya sea vagorosamente, como el trabajador manual ya ...,. delkadamente pios pe=ptuJies a Jo mente observadora, y todo priodpio perceprual obser·
como. el re~jero. ~ que ~nte~a no es que prefiera Ía actividad física a b vado contribuye a la construcción de ).,. fundamentos del pensamiento. Del
cmanapul~~e~ón de tdcssa, stno para qu~ especie de actividad utiliza su cuerpo. mismo modo, los principios de la acción, tales como la noción de ausalidad,
Una persona motora puede ser tnmbi~ una persona perceprualmcnae oricnra- deben hacerse evidentes mediante recursos simples y notorios. Tendemos a
da, ~es para ocruar .oo~ d mundo debe ser consciente de la situación para pensar que los niños que crecen en un medio drrundante esendalineote
~onat (~te a ~!la. _El •?nce y lo profundidad de su peroepdón detet· cpnlctico•. tienen amplios oportunidades para tal aprendizaje aun cuando no
miDJird~ d nl\'el de tntdtgenaa de su romponamiento. Evidenterneou:, b ;:,. tengan iu8uetes odecuados. Esto puede "" perfect~mente válido para !KJUdlos
tela~ con que desempeñan ru tarea per$00U cmotoras• romo cirujanos que vi\-en m una granja o juq¡an en el tal!.,- o el romerda de su padre. No
mec:.fru~ o. esaJitorea, no _tim~ _lúnites; por OU'tl pan~, una per$0D3 estriC.: lo es, sin embargo, para los niños de los barrios bajos urbanos. Como observó
tamtote limnacb a la •mantpulación de ideas. no es inm·- con- Martin DNuch, cvisualnotnte, Jos barrios bajos urbanos y sus atestados edi.
manejo de ellas. -- u• un torpe
6dos de aparwoenros o{reCf!n al niño una wricdad míninu de estímulos.
216 217
Habi~ente, sobre lu paredes hay pocos cuodros, si es que bay alguoo, y
los ob¡<tO$ dd bop:, ya sean juguetea, muebles o utensilios tienden a ser Estos son tipos extremos, ombos mentalmmte unilaterales. Sin embargo,
escasos, reiterativos y carentes de varilción de forma o eo.;no. Compárese tp&rle de las preferencias personales de cada maesuo, no hay indicio seguro
estO am el medio pen:eptual del privilegiado niño de dase media a quien se de que: el predominio de lo prim.ro actitud sta menos prometctlon que d de
le da la estimuloción indispensable para su desarrollo mental cies.k
d comien- Jo última. Es probable que mud>os eduadores, al lett las siete c:ancte-
zo ~ de su vida. Es mú prob.ble que se benelicie a temprm2 edad ron dotias dd niño defxituio de Ri=man, eonf>esen que un estuditntt seme-
~ tllj!<Dt0$0$ Y bellos, aunque aros, juguetes que aplian las funciones pnlc- jante, • petar de que en varios respeaos constituya un verdrulero reto para
ttaos de la consuua:ión, d equilibrio, la adeeuteión, el agrupamientO etcéte- el .,...tro, es precisamente d mú digno de sus esfuerzos. De becbo, inme-
ra, • formas simples y coloridas, y esW. hechos de materiales sólicb a di- diollmente deapub de du eso lista de rasgos, Riessman mmcion3 que de aruer-
fermcia de lu burdas y torpes imitaeiooa de •-dúculos, utensilios 0 Íigm.. do ron otro psicólogo, lrvins Taylor, .sas araeterlstias se tSaJJtjm mucho
b_umams, ~ de ~tal barat? o material plástico. La pobrQa y la confu- a las que .., dan en un tipo de persona sumamente c:reativa.
sJCSn dd m«<10 sensonal se rdlejan en la pobreza e inuticubción de la men- Esa semqiDZI no es oeciclental. En un apltulo posterior tendri ocasi6o
re. En la eseuda, los niños de los barrios bajos son inicialmente inferiozes de dar ejemplos de la inteligencia que grandes artistu deapliegan cn el u.
oo sólo ~ el manejo dd lengu* y los a:meeptos gmtticos, sioo también en tamiento de los probkmu visualea. Aunque el """"'mimto ripido poeda
la apacidad manual y la optación de las relaciones pc:n:q>nalea. Esa es la cooscituír una venaje, la int~a de tales artistas se alimenta típic:amcn••
desvenaja mú desdichada, pues mina la base misma dd pensamienro. de lo lena e incenso absorción de lo que sus ojos obsmnn m la propia obra
¿Es noa:sario que añtcb que el modo de pensu ligado a los objetos se y cn el mwxlo cin:undance. Puede que sea menos <vidente que lo mismo re-
cneuentra no sólo en las personu eduacional y socialmente ddicitarias sioo •ula vmdo en d aso del pensador produai•'O y d cicndliro. Y, sin embar-
q.uc apa:eee tl~~ibl como modo araewúrico dd fwxiommienco ~­ lfO, Lu grandes ideas se ponen en movimimco sobre lo base de un apego im-
ttvo en lu eondiaones m~s fa\'Orables? En un ensayo escritO años atrás sobre plac:able por d mundo de los sentidos.
la ~nzo de lo psicologfo, deseribl a los mudiantes que son •<mpiristU» Se sabe: que nuestro sistemo eduacional, incluidos nuestros teats de inte·
como aquellos que en su trato con el mundo se basan esencialmente en las ligeneio, discrimina no s61o a los deficitarios, sino también a los más dot•
":"~riendas. '?ncrecas y paniculues; mienrras que otros busean d c:ooo- dos. Entre los que son apattS de convertirse en artistas y cimtílicos SUlllll-
omt•nto pnnopalmente en la manipulación de generalidades absmetU. mente produ.tiVQS, hay muchos que ~ntran di6cuhad en !u openciooes
mentalc:s formoles sobre las cualea se basa griUl parte de ou.st:ra enseiianzo
... En un extremo se encuentran los arudiantes que gustan con
traw "5<01or y luchan contra ellas denodad•mente. ¿Hasta qu~ punto sirven nuea-
Los
niDOS, observar los anlmtles, ati.stir a los julcios o recorra Jos banios.
tras eKUelas y universidades para suprimir las mentea más imaginativas? La
~bsn.~ lo que puede obscrv~rsc: y toarsc:. Tratan a la seo•• ron ubidurl• rorrellci6n entre los puntajes de los tesrs de inteligencia y la creatividad o:s
'?twuva. Pero IC muestran ancómodos cuando se les pide extn.er conclu-
IIOnet gene-raJes, compan1r una rc:orf11 con qtra o evaluar la fOJidez de una muy pobre, y los nifios mentalmente m'• viv•ces tienden a ronstituir una
prue-ba. Los tbminos ciend6cos, que trattn autdosamentc o como si en molestia para 1us maestros y compañeros y un peligro para la tarea del aula.
nada Jc:s ro~mjcran, odquiercn un ex-traño sabor poético4 Puede que c;:uan.. Estos son slntom•s tmentudores
do se lc:s pod.o dcfinir d reflejo eondicionado, digan: •Suietobon un perro
a la mes. y le hadan una operación insignificwnte c:n lo mmdlbula de
forma que pudieran contar la gott,S de su uliva, y luego ~ ~
una camptlll ...•.
En d otro extremo ,. .encuentran loo p""tidigitadores imelígc:ntes. Es.
t~ c:nomorados de la tenn111olosla y se muestran ""'~m la eooaióo de
ideal que emanan de contextos d'h.'CI'IOJ. Ptto sus bril111:ntes c:ortocirmitos
soo a .,..,udo puramc:nte formales y, por tantO, improducth'OS. Scpoudos
de loo hedloo • loo que se rdier.,n, loo <ana:poos von a la deriva y se
mmbman ol ...,., lA actupulooa poacnllrión de pruebes ompooeiomta 1

.,.,..?•.
"'"'"· c:studiAntc:s· • tPor qu.! tener que cxamnur todos dtol asi ú la ideo
pnnopol es11bo dano desde la pnmera

218
219
12. PENSAR CON FORMAS PURAS

El pmsodor dd>e conuolu con sumo sutileza w rebciooeo de sus coo-


ttptos respecto del material al q"" aluden. Para odquirir uno genasllclod
su6dmte, estos coocq>tos ckben traS<mder lo5 aspectos puticulucs de las
apcrieocías de las que se obtienen. Pero a J>eSU de su abstraccióo, dd>eo
oq;uir reflejando los rasgos peninmtcs de aquello a que se re6tten. El riesgo
de descuidar esta obfipci6n es particularmente graode en los concq>tos que
oo contempbn di=umente su apliCKión, sino que la reemplamn o super-
ponen sobre ella otras imlgenes a un nivel más absrncto. Esro resWlll vilido
especialmente eo el caso de los números y eo el de las reorias científicas y 6Jo-
s66cu. Aunque no se separan ck las imigmes percepruales, a menudo ope·
ran con imigenes de una naruraleza mú geo&ia; llamaré a esus imágenes
•formas puras•. Tienen la vemoja de ser simples, pero poseen propiedades
de por si, no necesariamente aplieables • los hemos a los cuales Jos coocq>tos
se aplican. Los coneeptos matemiúcos, por ejemplo, se manejan ron indepen-
dencia ck las situaciones pnlctiCIIS. Esto plantea el problema de cu:ll sea el
modelo perccptual om¡ adecuodo poro SUStentarlos • su nivel mú abstracto.
Tambiál signifl<ll que pueden ignoror cienos aspectos de relaciones ruaoti·
tativu o espaciales, consideradas vit•les en cierras condiciones culturales.
A ~tas me referir~ en primer lugor.

Cuando una situación se moneja sólo en tlnoinos de lu cantidades que


contieoe, puede propiciar uno conducta irreflexiva e iru~decuada. Por ejem·
plo, para decidir a ruilotas per10nas se puede dar abida en un determinado
lugar, es necesario considerar otros foctores que la relaci6n puramente nu-
múia entre pet10nas e instalaciones di!pooibles. Dos maestros eo régimen
de media jornada puede que no igualen a un m•esuo de ckdiación exclusiva.
Una jonuda de rrabojo de ocho a dos DO puede igua!.rse a otnl de dos a ocbo.
La cmna ditnmsi6n eapecial DO se relaciona con lo tercera como b tetten a
la segunda. Et~tera.

221
Max W<nhclmcr, en un estudio ll<lbre los nW,.,ros y Las conligunaciones eoatid.adea pu ru, que, como mos1n1ré en u n innon1e, no los ofrecen dificultad
~uméricas, ilustró. Lu diferencia entre Lu canticbdes en La experienciJJ pníc. a~gun<o . Por el contnt.rio, •• .1~ enfren11 con grupos en los cuales las <dacio-
llCI y $liS corrcaU\'OS en la oritm~tia pura. Una &milia, un equipo, un re- - prktíeu de lo VIda coudiona oo esuln ausen1es, pero se Lu presenta de
baño, oo .., oonciben como um suma en la que ada uno ck los elen>eotos ....,do absurdo, y aun ant" la men1e adulta, tienen el aire surrealista de Lu
puede tomsr el !usar de ouo o qu< .., ohero sólo en cuanto a L. antidad si r.m-s palabras de Lauuúmonr: . H ermoso como el cocuenrro accidental
se quitan o se oñaden ai8Unas uni<lldes. Ca.b miembro tiene su función par. do un P'""SUU y una m'c¡uina de coser sobre una mosa de disección•. Tam.
ticular en el conjunto. Esta función cambia cuando ambht d núm= ck t. bién eo es1e caso nos topamos con la tendencio a ddinir la abstraa:ión romo
rowi<lad de los mi=bros cid grupo, y d<pende de qué mi=bro se pierda la capacidad de violar el orden n.otural de las COS3S. ¿Las consecuencíu de
o se ~ue. Cada cambio nu~rico oh<ra la esUUCtura dd g¡upo. Por tanto, ato ton inofensivas desde el pun1o de vista edueacional? La outorid.ad ckl
d enunciodo ' - 1 = .¡ no se refiere 1 sitmcionc:s idmticas cmndo en una moatro le alirma al niiio que Jos víoeulos y las signilic:ociones n.o<UWcs de
familia muere d pedre, y en otra, un hijo. las CC0>3 no deben respeurse. Puede que el odíesmunienro sistem:ltico para
U~ por (de Ojos O UpiiOS O contones) no es simpkmente una aruiclad do la alienación duran!< Jos primeros años de vida escolar prepsre o algunos
dos, smo una ~UUCtUro si~uia que se viola cu.tndo d n~ dismi011ye amo. para salirlc al encuentro, quizú en un futuro diStiDte, al espíritu de Lu
Y quedo SWDUgJda cuaodo se tnetenidlto. Uno ar. con ues ojos DO es una awemirica> superiores; pero DO los ayudará ncasariamerne a recoocilhtr la es-
aro •am más de lo mismo•. Un abollo + 1 abollo = 2 abollas; 1 hom. cuela am la vida eaterior.
bre + l hombre = 2 hombres; pero 1 aba!!o + 1 hombre = un jinete a El absurdo de la relación a travá de la sola eonudad puede resultar es-
abollo. En ai8UJa! len8Uas llamadas primitivas no es posibk ubr la pabhra ümut.rue poffieamen1e. He oqul un peAje dd poema lll<'t'KIIZin, de Jaeques
•madreo en plural. Sólo puede haber una mtdre; DO puoden sumarse dos Préven:
m~. !?" modo ~lOte, en cionu condiciones no os posible combinar
dos hcnnan1s latinas tres dunensíones dott apóstoles
ob,etos dispares o numere)) de penonu dispares: puode quo los dos hijos
ck uno y los tres hijos de otro no sumen cinro. mil y una noohco treinta y dos posiciones seis
panes del mundo cinco puntos ardin~lc:o diez años
En las primoras tupas dd desarrollo ""S'litivo, partioularmen<e, la mente de bien y servido leal siete pc:eado$ c:apita!es dos
trata las antidadea co su depondencla nnural de los conrearos de las que dedos de la mano die> sotas ontes de coda comida
.., obtienen. ¿Resulta psicológicam<nt< sano iorularks a los niños de los treinta dl11 de prisión de ellos quíoee en
ptún~ grados l.• noción motemJ¡iea de los conjuntos, diciéndoles que eu•· confinamiento solitario cinco minutos de inu~.rv:alo
lesqutera cosas diSpares pueden agruparse en un eonjun1o? Por <i=plo d
Edueotional Rcseorch Council of Grea1er Clevelond, en su gula pana el m~es· En situaciones prilc1icas. el número de personas y obje¡os adecuados pafll
tro d o cs_cu~a primaria, submyo quo •In ba1allo de Wa1erloo, el Sol y el oú· ci<rtos finos ea en realidnd algo a lo que se le coMede una atención cooston·
mero \"eJntu~• conJchuyen un conjumo perfectamente adecuado. Edwina te. Uno • migua reg!Q social prescribe que las personas invitadas • una cena
Deans, en un folltto sobre las ma•em6tieas de lo escuela clemeoial, dice: ~ben ser menos que los musas, pero mM que los gmcias. En las composi·
aones •r~fsticos, los números no son orbi~rarios. Una sonalJI de tres movimien·
Un •conjun•o• os una colo:«ión b!on ddini<b. de objeiOS qoe no 500 tos o el fren1e de un templo ck si<t< columJUS, rienen un elomcnto eentntl
ne<"C:S.ariamente scmejantd e:n ninJtÚn resp«to: por tjemplo un tti.íngulo que un númoro p¡u- de compo~ntes no procurarla. Dos san1os, uoo a ead.a
un cuad.. do y un dn:ulo; y un B)obo. un <OrtO y una ruerda.'En eacla ej..;
lado de lo Virgen, constiluyen uno configuración formal quo refleja en COO·
plo hay tres cosas. Los objetoo de un conjunto pueden combinone ron loo
del otro en una roloción de uno a uno. El 1riángulo puede combinarso con ~pto jerán¡uico, m1entnaJ quo un número impar de osi>1en1os produ~ um
11nagen mJs vivu de Ulll multitud. La estructuro fonoal ~7·5 del hlliJ::u
d globo. el <uJdrado oon d earro y el dm~lo oon J. cuerdJ. pan~ mosttar
que 6tos ton conjuntoS ~uivtlente~-. Ambos comparten d mismo coajunto japooá hoce dd segundo Vet'10 el centro de ona simoufa voortical y .-mbién
eardrnal. PlOdueo una estruetuna sonoro obi.,no y mú dínimica qu" ls que producí-
rian vttsos con un igu•l númoro de silabas. En los cucnros de badas en los
Puede que sea cieno que la eanudad quede más de6nitiwmeote ilustrada que cl hijo menor c:s el que triunfa, hay siempre tres hermaDOS, porque la
por agrupaciones de cosas que nocla tengan en. común, sah·o la aotid:td. conducta repetida de loo dos mayores os d núm= mlnimo oeec:sario psra
P= en los ejemplos qu" ocabomos de \'tt, a loo oiños no se los pres<:ntao P«sen111r el modo corriente de comportamiento, supendo por el joven bboe
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excepcional. Cuatro ~rmanos resultorian rt<lundantes. Dos conscituirlan un de ootemaoo de las entidades que contemplo y de las cosas qu~ maneja. Sólo
grupo cerrado y simc!rrlco que presentorfa la duolidod de bien y mal. estú-
ruando el número se cuenta enr"' las propiedodes de bs cosas conocidas de
pido e inteligente, et~tera. El rey wr debo tmer ues hijas, ni más ni tne·
antealllno, se aplica o .!stas uno matemiticn numc!rico. Es~ ~redisposicióo
nos; y b Trinidad necesita ues elementos para representar el entreeruz3.
puticular no existe en el aso ~ cienos cnf~Uá del conc:"''mten~, q"': d..
miento !tW que el contraste. ben rechazar la C"XIL"útud numc!nca para bendicio de su propta c:spcae de ngor.
Estos ejemplos tomados al 112ltr tienen por fin mostror que b inapocidad Cuatro pistolu pueden constituir un número signilicnrivo, pero cuatro
o la renuencia a tratar los aspcaoc cuonritarivos de l:u siru:tciones como me.
grmos de arroz pueden no ser •cuatro• en absoluto, sino, más bien, •casi
ros números oo son simplemente una deplorable desvenraja de gentes re-
nada• o •Y• no queda at'TOZJ>. Nos soordmos cuando un peobnte o un simple,
tt6gnd.as. Lo !tW frecuente es q~X tales antid.des sean insep:lnbles de ru que evalúan las cosas por la eaotidad, utiliza númetOS p~ ~éstos
papel y funcióo en la totalidad de la que fonmn pone.
eslán fuera de luaar, como, por ejemplo, l.cpordlo m ru ¡ocunoosa <:nUJnC>-
.-.ciclo de bs luaaílas de su amo, Don Giovanni:
ú ~pd6n J~ t. Nlllidad 111 I1Jt1 J~ll'tiiiO qur.z.• t•
lff AI~M.#J111 d•u c~nto ~ lr~lft'll'U
Los números son una adquisición relarivamerne tardía de b mente. l':o Cl11to ;, Frmci1, 111 Tt~rtbt• IIDfltfllfl'1111•
coostitU)"en oecesariamente el mejor inorrumento para describir, compn:odc:r ltf•, 111•, 111 lspt~¡Pf# SO!f.O t.i4 •.Jk ~ fl~.
o tratar objetos u otras situaciones que incluyen la eaoridod. La cuenta es
prea:dida por la eaptaci6n pcrceptutl de grupos, que, para cienos Jioes, sigue Sin embargo, cuando en d a-angelio según Mateo, Jesús le.~~~
siendo el único enfoque adecuado. Puede que un pintor nunca cuente las a Simón Pedro: "¿Piensas que si se lo pido a mi Padre no me cnv12m ense-
figuras o las formas que incluye en una obra panicular; detenoina cuánlllS guida mis de doce legiones de ángdes?•, la referencia a un número panicular
necesita por lo que la composición exige visualmente. El niño dibuja b mano añade color pcrceptual al enunciado y se cnúcnde que no debe ser tomado
o el pie con t1UltOS dedos como sea necesario para el buen lucimiento de b literalmente.
con6gun¡ción. Puede que sepa ~ntar, pero en el dibujo el número exacro no Hay, pues, dos maneras del todo diferentes de afirmar trJl8 eanúdad;
interesa o, incluso puede entO'J'CC"r el orden visual de la figura. Wertheimer conr.ndo y midiendo o por la captación de una estructura pcrceprwtl. Contar
observa que d número de cuerdas neew~rio p•ra sujetar un m~stil o d nú- y medir, por supuesto, son umbi~n operaciones pereeproales, pero fragroen=
mero de: pos1cs p~n1 sostc~r el ~ueleto ck: un:a cosa no se conocen necesuia. J. .. tructuna de la configuración en unidades singulares, de modo que 1~ parte
mente por allrulo sino, entre los primitivos, por la imogen visual de In conste· visual de la operaci6n quedo reducida a reconocer utlll por una esus untdades;
loción y sus funciones. Un pa>tor o d director de un equipo puede Sl1ber si d o adecuan la CtiJltidad dada a alguno norm• introducida desde fuera. El ouo
número de los miembros de su grupo está completo sin co~r su número o mc!todo consiste en estimar y ..,)ocionor atnridades mediante la inspección
sin contarlos. Lo form• de una f.gum gcomótrlcn o una configuración de puntos pcreeptuol de una con6gunación organizada. Algunos veces el m<todo rec_o-
puede resultor conocido, reconocida y reproducida sin conocimiento alguno dd nOtt números exactos, como cuando las constelaciones de pum·o s de las pie-
número de dementos que contiene. - del dominó se reconocen como unos, doses o cincos; las mú de l:u vccc:s
En muchos casos y para muchos propó5itos la cantidad exacto de ele- produce mcr:u estimaciones de tamaño. Es innecesario decir que ambos proce-
mentos carece de importancia. Jean Piagct mosuó qu~ cuando se les pide a dimientos ricncn su lugor propio.
los niños pequeños que copien una ñgura constituida por múltiples elementos,
le hacen justicia a J. forma de lo f,gun sin urili2!lr el número correcto de
elementos. Mencio~ en d último capitulo que los criterios pana lo que se
Los nsímuos COf'tO formtU v11ibltJ
acepta como copi• exacta varfan grandemente. En este contexto puede resultar
pertinente una ~rvaei6n de Manin Heidegger. según la cual no ri~ sen-
Los reuciones ~ntre loe números son particularmente puros y netaS. El
tido afirmar que la ciencia moderna es mÁs """"" que 12 de la Antigüedad, o número pwo es una gran tentacióo. Desde que los pitagóricos descubrieron
que su modo de apre~nder la existencia es rnú apropiado. La palabra gri~
las razones num<ricns simples de los intenralos musicales en la Oaulll. Y las
p, di«, de la que deri,·a •matem-'tieas•, se rdiere a lo que d hombre conocc cua-du y las aplicaroo a l•s clistaoci:u espxialcs del sistema plmeiJIIID, los
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penudores Y cicnt16cos corrieron el riesgo de (orzar la coincidencia mue he- ~ eatruetural, rcbllsa aa:ptar el supuesto de que ce! coocepto de "dos"
~de!<; naturalou y eoqu=u numhicos. Francaco Sizi, astt6nomo Borcn. _.ri!IIJ" una abstrocci6n más dificil que "rojo" o "silla"». Y continúa:
uno del SJglo xvu, argumeniJI como sigue contra el d<SCUbñmiento de las Ju.
nas de }6pitcr por Galilei: c;.w.do d bombn: debió luchar IJID dcood""•menre a travlo de tanta
fonDII ínod«uaccas del kn¡¡uaít para deshKene del aumpe<ecb viDculo:
tlos p1u1W, tlos pwlru, cuando eoosidenl atento deo lmoes, un par de
u¡. u., primct ~. squndo hombre, 1 ( I U 4 d i6 fineJmcflte d Jw
m coda su riqueza 1 oimpliciclacl con sus coonotadoaes de orden. WDiño y
cuoJi¡unoci6n, 1 su eomplera iodlfercocia respectO a deo cwdutpiu• cous
,..,, lP"' qui habdamoa de iniciar a DUCStros oilloo delibcndammrc como
,; fueran cootemporincco de esas primc:ru m'bus salvajes?

El enfoque tradicional de la ecudianu de la tritmltiea por el que se pJm.


..,.,. problemas numéricos como situacicoea viralca, oculta los hocbos aobre
loo que el estudiance debe coacenl1'&l'K. Pero, por lo meoos, no ooofuude d
reino de b naturaleu con el de las cantidades puras. Se limira a las sina.
En estos casos, la mente es incapaz o no quiere en!renwse a los hecbos ciooa viulca y le encomienda al estudiance la tarea de descubrir los JJÚmems
de b situaci6n inmediaiJI, porque un modelo de puras c:antidldes impo~ aculeos en dbs e ignorarlo todo salvo los nÚJn<To<. ~nmbaciones más serias
cxigenci.u. dif~tes. Se trata de un modelo que atrae a b mente por su . _ , ,. . q ruando se: asocian el reino de b naturalou y d igualmente percep-
elcgantt srmpbadad. Aunque pera:ptual, presenta un reino •ideal». rual reino de las cancidades. Esto tiene por resulrado imfgenes que coosis=
. Los números co~ticuyen encidades pcroepcuales: visuales y, en cierta me- ea elemencos incompatibles que se anulan entre si. Por ejemplo, de acuerdo
?•da, t*:tiles y a~h.•vu. Esce .h~ es de decisiva imponancia para la ense· ccn el Proyecto Aritmético de b Univenidad de Illinois, los niños aprenden
nam:o. Y el aprmcllia¡e de ~· anrmc!uat. Los educodores que no advierttn que m.tcmiticas mediante •Juegos de Uneas numéricas». La 1fnea numérico es
~ nu~eros poseen un re•no pcrceprual propio, relacionan la aritmc!ti01 con una csaola decimal borizooral truada sobre papel y dividida por cifras que
«31Naa<>ncs vhalca» con el objeto de superar la .abstracción» supuesramcnte comienzan con O a la izquierda y lltgan a 2' a la derecha. Se le dia: al niño
110 dificil para la menee no formado. Asl pues, en la Unidad de FoniiJlción que hay • mAs grillos», que salean a lo largo de la línea de izqwerda a derecha,
Especial del ejército norccameric:ano, que tiene por 6n la educación de los Y cmenos grillos•, que salean hacia la izquierda. Un •grillo de + 4• da ul-
que no gozaron del privilegio de lo cultura, ese sigue b aurera milirar de tos de cuacro unidodes cada uno hacia lo derecha; un cgrillo de- 3» da saltos
un personaje de lia:ión, el soldado raso Peter, y todo d curso se planifica de tres unidodes cnda uno hacia la izquierda. En un problctru1 tlpico, fliD gri-
de acuetdo con un nivel funcional. Se comprobó que los hombres recicnen llo de + 4 romienu a saltar desde 2 y da cinco saltos; ¿dónde Ocga?•. Esco
~ucho mú si se les ensdla que un hombre tenia cuatro mam:anos y otro le aigni6ca (4 X ') + 2 = 22, traducido al nuevo enfoque.
dio cuatro manzanas mú, de modo que el primero tuvo ocho mam:anas que Puede que al niño no le resulee muy diHcil imaginar un grillo inexiSiente
si se le enseña que 4 + 4 son S.. ' que sal111 sobre uno esala numériat visible. lncluso puede componbselas
. Que este método sea preferible o no, depende de cuil sea la alternativo. peora distinguir entre grillos de ues saltos y grillos de cuatro saltos. La verda·
St de otro. modo la ~·- ~ b aritmética consistiera en el manejo de der. diJiculrad se: presenta cuaodo se le pide que encienda d motivo uilimo
me'?' sontdos ~~ lcnguo¡~ y SJgnos numhieos escritos, aprendidos de me. por d cual d siscema fue cooa:bido, esto es, la relación enue más y mo=no<.
mona por re¡KUción y su¡etos a operaciones uiliceriosas y sin sentido por Se le pide que entienda el mAs y el menos por analogúl con la derecha y la
supuesto cntona:s los educandos, como cualquier otra persono cuerda ~ izquierda; pero esta analosfa es falsa. El espacio visual en el mundo de los
~an con alivio la referencia a shllkiones virales eomprcnsibles. Pero L, ense- grillos y los seres humanos es isor.r ópiro en lo que respecta a las direcciones
nonza de la arirmc!tiat mcdiantt ·~mploa pnktieosa es un armo de doble 6Jo horizonrales, esco ea, IDO\'ene en una dirección conslitu)" b imagen espeeular
ttrno:
Esto ba .sido Yfvidamente an.elizodo en algunas obras rtcientes aobrc el de IDO\oerae en la otra. E.siJI simeufa existe en arit~ia sólo si se ignoa la
Marguerite Lehr, en su introdua:iócl al libro de Carhmne Stem aobre la signi6c:-ci<So de los términoa •suma• y «resta•. En d reino de la manipula-
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cl6n puramente formal, la uansposicl6n puede sin duda ser espacialmente de las pienw mediante lineas rectas y paralelas que no eaisten flsiamente
sim~trica: los cuerpos humanos que estin dibujmdo. A.sl romo esas lineas describen

7-4
f:.,.ruraleaa abstr.c:l>l de lo recto, directa, espootinca e ingenuamente, un
3+4=7 =} -junto de bloques de nudera puede describir la absuacrión de los canri·
dldes perceptualmente. El hombre, al percibir las fotlmS complejas de la
Sin embargo, esto es as! en tanto se ignore d becbo esencial que d niiio debe oaruraleaa, aea poro si fotlmS simples, de: fácil apUiáóo pota los sentidos y
enteoder, eatn es, que Mis no es un nombre de grillos ru ura $<lit.~ de caminos, de sencilla comprensión pora la mente. Un. de lu funciODCS de esw formas
sino que sígnüica tñadir algo, y que mtnos si¡nilica quitar algo. No existe amsiste en la producción de equivalenres ffsieos de imigenes no llliméñas
c:likrmcia Kmejanu: atando algujen sah• m dimxiones opuesw; y eliminu acogidas por la mente: pinturas ..bstractas•, di.agramas cienú6cos y conc:eptos
la diferc>cia si¡nilica reducir un manejo si¡nilicath'O de anridades a un mero aritméticos. Estos objetos e imágenes, aunque absraaos respeao a las sitm·
auolabarismo con otlmaos. La tarea h2 sido referida a un urU\-ettO pcrccpmal oooes mú complc¡as que representan, son entidades particulares pcrccptibles,
inodecuado. perfecumente accc:sibles a la mente de un niiio. Puede que d Clliun~
Ouo ejemplo, mú simple y mú drúúco, puede ilustnr esto de modo mis kportu no est~ muy lejos de la verdad cuando afirma: cE! poder de abstrae·
acabado. En d Proyeeto Stanford para la enseiUnza de las ~mtemitias en á6n Uep a su culminKi6n entre los 6 y los 9 años de edad..
los primeros grados de la escuda dementa!, se coloan imágenes de objetOS Puede que los adultos cuya vida se h2ya o=trado enteramente en sírua-
reales -pdotas, tambores, cubos- enue paréntesis, según las fórmula.s de áones pricticas se sientan impotentes !rente a las fomus puras, pues a pesar
la teorfa de los conjuntos (Fig. S6). Ahora bien, un adulto puede inu:rpretar de su inmediatez pcrccprual, estas cosas no son ..nada. pota 8.. A menudo
tienen dificultades frente alane o moderno• no mimético. No sucede lo mismo
con los niiios. Las formas puras, en ane o en cualquiet ouo ampo, les son
aa:esibles.
Las cantidades constiruyen un.o variedad particular de las formas percep-
tuales. Son mú simples que los drrulos y los cuadrados porque consisten en
extenSión solamente, pero, al mismo dempo, son apoces de una in6nidad de
combinaciones dentro de esa dimensión. Los niños responden con deleite a
d dibujo de una pelot• o un 11mbor como un ideograma y, por tanto, puede la magia y el desafio de: esras Ll'lnsformaciones.
referido a letras, números y OtrOS si¡nos paro integntrlo en un discurso u,;.
torio. Pero para un niño, un dibujo semejante muesua un objero real y, por
tanto, su lugar no son los par~resis, sino la imagen de una estantcda en d Lu formas Cllrtnt~s tir significaci6n erran tiificultdtirs
cuano de juegos. Una CO$ll ea llusrrar el con«pro de conjunto mediante agru·
pociones de objetos reales y orra muy disñnra incluir los objetos en las (Por qu~ entonees hay rantos niños que tienen dilicultades con los nú·
fórmulas. meros? ¿Por qu~ hay esrucliantes unlvel'$il>lrios que remen hu m21emáricas
Es sumamenre urgente que los eduadores abandonen la idea de que !liS ron llnta frecuencia y sienten una aversión por ellas que persiste durante
relaciones cuaotiunivas pueden ponerse en contacto con la experiencia percep- toda la vida? C.thcrine Stem contesra con un devastador apftulo Uarnado
rual direcu sólo si se las represenra por objetos prácticos del medio ambiente. • Un m~ todo birboro de enseñar arirmbie... en el que les recuetda a los
Las relociooes cuantitativas se re6eren a un universo perceprual propio, que adultos cómo se sentirfan si se les presenrara un conjunto de lo que los psi..S.
no puede i¡norarse ni controdecirse con impunidad. Lo que mejor las repte· losos Uarnan sfiabas sin senrido y un conjunto de si¡nos visuales igualmente
senta es un sistema de ·formas puras•, por ejemplo, las conocidas varillas de carente de sentido, y se los invl11ra a rontinuad6n a Uevar a cabo con .Uos
Cuisc:naire y lu imlgcnes mentales a que ~lis dan lugar. tUrnas y reslls. Con mb precisión aún, bs polabras uumu y cresta» Y las
Naruralmenre, esw variUas e imigenes son sumamente abstncus cuando Operaciones a que aluden serian igualmente desconocidas y, por unto, la tares
se las compara con las muaciones prictieas a las que la ariunética puede apli- t'ODSisritú en aprender que 5i esos signos misteriosos se combinan de cierto
eanc:. Pero !01 niños DO timen di6cultad al¡una en considerar y describir IDOdo se supone que dan lupr a otros signos. Dado que no bay manera de
cualidades abstrxcas. Por ejemplo, en sus dibujos representan d arácter recto saber por qu~ esto es asl, uno tendrla que memorizar mecinicamente ~
228 229
signos surgen cuando cienos signos se combinan. J..u combinaciones son mu.
cb.u y la tarea ck memorizados es tal, que no resultada tan ahrun>a<lora la
~npcaiva ck aprender los caracteres chinos.
.-......
~~
_ ,_,_ oecickntal sólo SUJ'8C por causa ck esta cornplejícbd ck la escala

Y, Jin embargo, esto es b disciplina 1 la que somete al educando la eose.


ii1nu convcnciono.l ck 1a arirmhino. Es posible enseñarle 1 un auditorio cau- /'
,------....
tivo a recitar DIÍmeros medi•nte la memorización ck combinaciones <k sus /
equivalentes sin sentido. Dado que los n6mcros son formas vUu.les y awfi.
1
bies. se puede aprenclcr a recilllr "'-'Cttcncias enteras de dios. Como se puede
aprender a recitar un himno o un poelllll en una lengua cxtnmjcra sin entender
unn palabra, se puede aprender que rres m;ís cuatro son siete. Pero la t.,.,. es /
// --- ..........
~nosa y lenta; no contribuye oí al goce de la vida ni al adícstnunícnto de la 1
intelígcncio, y f:kilmc:nte es couu de errores.
El oiJio que en un cálculo esc<ibe 71 en lugar de 17 comete lo que la
señora Ste.rn llama ron justicia •un gnt\le error», esto es, un error cuya causa
es la falta <k paMícipaci6n imelígcnte. La culpa puede ser del oiJio o del siste·
ma por el cual se le enseño. La rozón de este error es clara. Como signos VÍ·
sueles, 71 y 17 parecen intercambiables, corno un objeto y su imagen especu-
lar. 1-Uy escaso difcnencia entre dios, especialmente para un oiJio que <iene
que superar todavla la simctria ~ruol de derttba e W¡uierda. F""""' 57
Los nüios coaxten semejantes Ww cuando se les ha enseÑ<Io a opeac
1 un nivel ~tual cmodo. Puede hacerse una bueno comparación en esre La situaci6n en la orirmhino es muy similar (F't '8). También en este
caso con las notas ck la escoJa musía!, que Uevan como nombre el ck varias caso oe le presenllln a ojos y ofdos un conjunto ck signos sin rdaci6o alguna
letras o sonidos del discurso, e, d, e, /, g. ~. b.• Uno ~rsono que no tuviera ala la esll'\ICtura ck las contidades puras a las que dan nombte. La escob ck
experiencia musical podrio apreoder filcilmente esta secuencia de letras. Podría esas eantídadea consiste en diez unidades y tambim eUas se el~an ~u.J.
aprender tambim que e, e, g se Dama acorde y suena bien y estable, mientcas mente. La totalidad puede dividirse en dos partes iguales ~ ctoro urudacka
que una combinación de a y b suena ás~nmente. Puede creer lo que el cada una. Se alternan dos clases de contídadea, las pares y _las unpares. Algunos
m•estro le di~ e incluso puede retener de memoria lo que ha aprendido. ck los números son indivisibles, otrOS son divisibles de VIMas mancnu. Nada ~
Pero la secuencia de Junos desde e a b carece por entero de estructura, salvo esto se ~reibe en el conjumo de números, que no son ~ .'~trato. <k omtl·
por el hecho de estar constituida de entidades separadas. No puede encomrir- dados o slmbolos sino meros signos. Algunas lenguas pnrruuvu oencn ma-
sele lógica alguna: una entidad no díJiere de la siguiente y, por tanto, el orden neras ck contar q~e rellejan las relaciones a las que aluden. Por ejemplo, I,os
"' trbítrario. Esto no se aplica a los sonidos musicales a los que las letras se andamaneses, que utilizan un• escala de cinco, cuentan: uno, d otro, d medio,
rdieren ( F"lj!. 57). La escala audible posee un asc<:nso <k tono que le asigna a el penúltimo, d último. . ·--~~
cada nota una altura diferente. Estas diferencias ck altura no son iguales. El OM!todo sugmdo por primera vez por Marla Montesson y ~era·
La ~la esul subdi,;dida en dos tetncordíos de dos notas pletw y UD semi· bkmente modificado y dcsarroiJ.ado cksde su úempo, le presenta al runo las
rono cada uno; el primero, en cial.'e de e, llqo ck e a /; el segundo, después propíecladcs ~ruolcs ck las cantidades puras mismas. Los ~ .~
de un intervalo, ck & a c. A esta subdivisión se sumo una CStiUCiua dikttnte, <oluauw ck diferente longirud. La dimensión horizontal dd espaao se u~
a saber, elacorck e, r , g. qoc sostiene b esala como UD esquel.-10 . .Dmtro ck para la comparaci6o y la socucncia ck las <olwruw. La sumo y la resta CODSU-
CSII IDU)' compleja roo6gunoci6n de fuerus ~ruoles, cada nota tiene una tuyen ~ones complementarias que COMÍnen en añadir y quitar. La ano·
~rsonalicbd propi1 y el caríaer de la rel2ci6n entre dos o tru notas es únia>. tomla ck cada uno <k los DIÍmerOS, en lu~r ck _quedar oculta por un 7~:
se revela ante los ojos y las manos dd runo. Daez es 1 + 2 + _3 + 4, .
moso orden del trtract1s que fascin6 1 los pitagóricos; ~ ~aez esd18. : : . :
Aal 1< u.m.n m inaléo ·r m alcmM tu ""'"' do, ~. mi, 1., 101, la si bemol. [T.J '+ 5, y las dos estructuras se eorrecruzan como los tetracordios Y
230
231
~ la csc:nla m_usi._l diat6niC2. Los números pares pueden ft.gmentarse .,
nutades y los unpares uenen pares een1n1les o restos. Las diferencias enn, · Si al niño se le presenlllra urua historia de conejos y repollos, lo ideo
lo corrttto y lo errado se advierten; los errores purutbon visiblemente J. : : caudvantes animoles y verduniS le clilicultaria la c:xtracci6o d, las
conli¡¡unclón simple de todo el sistema. El cilculo, cuando a ~MnSario ri<U<Jes. Pero una va que ha adquirido la apacidad arltlll<!tia, Lo aplicari ~
constituye sólo un medio paro un fin per.,ptibk y los nombres son rótul~ :d. oasión pnktica que se le presente. En palab..... de Catbainc S=:
No Ucnamoa las •itWiciones con números. Uenamos los números con vida..
s«undarios pan lu antidades y lu oper.eiones a lu que se rdicron.
• Loo números llenados de vida pueden tpüarse • cualquier situación en
11 que es oea:sorio clariliar la reloci6n entre antidades. A menudo los nú-
mrros son un modelo impecable de esos rellldones. Si a un granjero le es D<tt·
,..;o saber cuintoo repollos comerán cuatro conejos, si cada uno come dos,
puede reducir con confutrwt el estado pnktico de cosas a un estado de puas
10 aotidades y resolver el problent2 a su nivel pe""'Pmal. La estroetura de
Ja UIIJl!CD mú abstrKU se asemejo lo ru6ciente a la menos abstnna.
Sin embargo, menciono! tambib> ejemplos en los que los números puros
ipnon aspectos vitales de las situaciones a las que se aplican. Pueden phn-
tanc tales dificultades cuando Lo aritrno!tica o el ilgcbra sirven como modelo
pera la geometría. Las relaciones numéricu pueden sugerir analogíi!S iDeo-
metas . En el M~n6n de Platón, Sderates le pr~unta al muebacbo: si un
7 cudtado con una super6cie de cuatro metros cuadrados rieoe lados de dos
-.rw de longitud cada uno, ¿C\dl deberla ser el largo de los lados para que
6 Lt superticie se doblara? El mucNcho responde que el Lodo teoclria que du-
pliar su longitud porque •un cuadrado doble proviene de una Unes doble•.
En este ouo el modelo de la cantidad, que rime sólo una dimensión, esto es,
r Lt de lo mú y lo menos , bloquea lo perspectiva de Ullll sitllllción bidimen-
SÍOO•I. El muchacho se equívoco no porque piense •en abstracto•, sino porque
't abstrae de uno situoeión perttptual diferente.
El il¡¡ebra, como lo atitm<!tia, posee una base eoteramenre pereeprual.
De hecho, lo sugerencia de C. Gottegno según lo cual el álgebra deberla estu·
diat1<! ames que lo oritrno!tiCll es psiool6giC1lmeme sólida. La perttpción se
apoyo antes en rdodones que en valores absolutos y las generalidades prece-

,, ~
den • las paniculoridocles en lo experiencia sensorilll. Las varillas coloreadas

1 de Cuisenoire representan reLtdones entre cantidades; su longitud obsolura


carece de pertinenc:ia y es fddlmente intercombioble.
Sin embargo, cuondo se aplica como una mero fórmula, el álgebra, como
1 la arirm~tioa, puede bloquear la comprensión de lo geomett!a. ¿Quién oo
simpa1iurla con la siguiente observación de Jean Jaeques Rousseau en sus
Conf~nont>?

El reto, Los sorpres.u y las satisfiCciones que ofreee el i!Je80 de las canti- NUliCII avana! lo bostontc como pera apur vc:rtbdonmentc b apliaó6n
dades atnope sin di6cultld la inteLgencia del niño medio. Su conducu no del olll"bno a b geometrla. No me ¡ustaba hacer operacion<$ sin ver lo
permite dudar que se encuentra en un coniiCto P"f""PnW clírec:to con una que uno lleva a abo, r me porcds que ~h-.:r un problema ~
urea absorbente. Todo intento de • vltalizacicSn• lo apartarLo de esu ~- mcdúnte m.cio- era como rocar uDa melodía haciendo IPru um nwu·
vda. La primen \'CZ que dctrubrf por cíJrulo que el coaclrodo ele "" biooaUo
232
23.}
,.be por qué se traW>, pero descubre luego q~~<' 100 trampas que ~ ajusran
~te; capturan d asmómierno dd cst~ank, que se u~c ck-s-
concertodo por tener que conceder algo que sigue st6>dok enlfimlCOte UICDID-
~ble en su conteXto interior. . •.
Esto es una cuesÜÓD edllCliCÍOcW de imponanc:ta (UD<lamental. Hisrona-
lll<flte tiene su mejor Uusttllcióo eo la dílermc:ia de enfoque: de ~· P~
acomHrica entre griegos e indios. Hermmn Hankel semi~ en su ~on• de
a. ... t los matemáticas que ya eo el siglo v a. C. la geometrla gnega se ruega • ·~
yarse en la captación visual dírec:u. En lugar de ello, Clld:" prueba se _d~\!a
sracJualmente a partir de unos pocos axiomas por .una sera~ de propost~ones
Jógicomente conectadas. Los ge6metnU de la onugua lndaa, en ~bao, se
apoyan expUdtamente en un solo teorema, el del cuadrado de la ~tpotenosa.
Ademds, toda proposición se presenta como un hecho autoronunente, que
se apoya en •u propia evidencia intrúueca. En lugar de pr~entar uoa secuen-
cia de pasos, el matemdriro indio muestra la figura perunente, romplerada
--<le ser necesario- ron lineas auxiliaru, sin que la arompailc otro romeo·
torio que la ¡M!abra c¡Conremplad!•. La prueba consiste en la evidencia
,'i$ihlc denrro de la figuro doda.

Flj!IUO 59
)
Un simple eumen de la Figun 59 muestra inmediatamente por qué d
cuodrado de (• + b) es igual al cuadrado de" más el cuadrado de b, más dos
veces el itttingulo •b. Pero a genenaciones emeras de e11udíantes se les enseñó
la fórmula sin la li¡¡ura, porque se trataba de una leec:i6n de lllsebra y no de
geometr(a.

Figura 60

En general, la geomettia primitiva tiende • apoyarse en la simplicid.d


. lo que se ~te aquf no. es la difermcia entre loo nolmeros y las 6guzas penrptual, por ejemplo eo la simc:ttla. El siguiente ejemplo, tontodo de Han-
lineales. lo que unpona es st um opencióo mat~tiea se ...&..., ap!kita. ltel, puede teNir de ilusrraci6n. Pantt que: loo indios, para demostr1r que el
menre a una C'DIÚigutaci6n penrptua! que muestra por ~ los bochas impli· uüngulo bas.do en el diámetro del drculo es siempre m:1ingulo (F~g. 60.r),
eados "?" como son, o DO: La gcomenú puede quedar por debajo de csra trauban una linea desde el vénke del ttiángulo a travb del centro del áreulo
extg<Dc:,., tanto romo la antmitia o el ~- Scbopenhauer denunció vio- y Uegaben de ese modo a un rccúngulo (Fig. 60b), ubiaodo sirno&riamcnte
~ramente lo que..6 llamó los trucos del tipo euclideano de pruebe geomé. dentro del dJCUio. Por su posidóo en este m:1~ngulo se lll<l5tnba que el vtt·
tnea en t. que, dí¡o, ~ verd.d ~tnl casi siempre por t. poena <rasera y es tic:e del triingulo era un ángulo de 90". ¡Contemplad!
el rault~ de """ arcunstanc::ta antes occidental que eseocíal. Objetó las Tambiin en la seomem• griega puede verse la depcodmc:i• de la simpli·
líneas auxiliaru que se tra2ar1 para ¡nobu el teorema de Pitj¡oras: uno no ddad de las 6guras simétticas, en la scc:umc:i• en la que es probable que se

2H 235
bayan Dtv11do a cabo alsunos de S1a descubrimi~tos. El reo"""" de Pita.
gonu S<-' domosuó primoro en d cuo del tritlngu!o isóscdes y mis tarde en tia ~~sede~~u:~."';~ ~;.=.,:.m;;<d~
110 pu<de invalidot _la ycneoosn
el de otros rritlnsulos roctinsulos de forma monos regular. Se &mostró qu,
puras que consutu . rod · po
(ortna! más abstractas, pero d trabaJO p uoovo en .este oam
la suma d<: los á"8ulos del tritlngulo era de 180" primero <:o d caso del tritln. volverse mJ.s..~---
·r~ re6nCDOU>C 1 " "
base aunque pueck que no suo<da lo mJSmo coo d
el ba.
gulo oquiLhoro, luq;o en el del isósceles y por último en el del escaleno. Los
oegw ic:nto formal neocs:trio para 1!"'Y"' ~te
matemltia~= =~:";'..t':6 perso~ ~rruptas.
ron la eviden-
axiomas de Euclides S<-' bu.n en la intuición; y m<:ncioné mres qu<: la pers.
poaiv• primiúva de los seocioncs del cono como entidades ~s e incfc.
pendientes correspoode 1 la tencknáa perttprual • la fortn2 simple.
ptn<= qu• las
tta
":n las
cía peraptual, pueden ckspe ck los .• al i!gcbra y b anllll<:tiCll estrue·
Quiú \"oldrla lo pena semlor oqul apllcitomentc por qué las 1112tmlá- Eoto se observa "" la "'5pi>CS~ ru';;: ~te maduft. Si se las obliga •
tias pueden bu.rso en Ja aperiencia sensorial. Esto S<-' considero a voces wral Lo mismo suoeck con penonas eck Uovarso • abo m<diant., b
D ru·,.el en d qu< la to..,. sólo pu --'·-" --'"-~-
imposibk porque las mau:mitic:os fftton ck formas idealmente pafecus. ll<tUU a U • testorá O 'i~ 1"'~·
La pucqx:ióa, por otra porto, no es digna de confimza, como lo muesrrm ~n ck rutinas, su pensam1C11~ pro pci6o invite a la com-
0
las muchos ilusiones 6pricas que existm, y sólo pueden refecirso a objems Si pueden o~ en cambio ~ ma~ra ~ ~ u~~ot.! B=ht ~ decir •
COIICtttos ffsicamento cbdos, que son siemp.., imperf.:nos. Sin embargo, los pr<nsión. odverurtln por propta ~~~ 1~ de la aza humana•.
GaliJco: e Pensar es uno de los ,.,.. "'~- P
obje1os fWcos no deben confundirso con los perttptos que se derivan ck ellos.
Su distorsiót> o su imperfc:cci6n no S<-' ..,Jaclonm nOC<Sariam<~ue con los per-
cq>tOS. Cuando alguien clke que •-e UD euodrado, no se refiere a un espécÍmen
frsiamente ddXi~t<, sino 1 lo puft forma do un cuadrado pedecro, que ¡.,
conáo:rne a la g<:Om<:trfa. Ve una 6gura con ángulos ,"efdocfcrameme r=os
y de lados •·erdado:ramente i¡uales. Si el perttpto da 6el información o no
sobre el objoto flsico panirular que le da origm -u es quo ., realidad la
J>CI$0na está mirando algdn objeto ruando visualúa el cuadrado-, <aroc<
ck imporumcía, asl como lu imperfoodones do una 6gu"' traud:. on la piza.
rra por un mau:m2tico oareoon tambibl de importancia ""pe<~o de IIIS fotmiiS
puru que apone. El mntomltico trata proposiciones do úpo cSi-Entonoes•:
cSi 6to es un triángulo roct6ngulo y 6tos son los ruadrados sob.., sus lados,
entonoes ..••. Si una penonn ve un dibujo lineal como la 6suro pitagórica,
pu<dc determinar por onilisis visual que el ruadrado de lo bipot<:ousa es i¡ual
al ruadrodo de los otros dos lados.
Schopenhauer ronfundió"la evidencia percq>rual ron In verdad ontol6gia¡
porque, siguiendo a Kant, consideró el espacio una condición a priori de rodo
conocimiento visual. Pero est11ba sin duda en Jo cierto ruando üuisñ6 en que
la demostración gmmt!tri01 debo comenzar en d conocimiento visual directo
del beebo que debe ser probodo. La ..,..trucruradón incluida en la prueb•
no dobe desmombrar lo conli¡uraci6n epoyándose ~n ~lemenros que no consti·
ruy<n sus verdadoros componentes. Oespu6 de todo, se huso. esc:larocimi<nto
sobro esa con6suración original, no alauna otra liguN inckpendicnte que pue-
da contener como UD cuerpo •ieno "" sus intestinos. La demostnoci6n indio
que mencion<! antes, ..,..tructura la 6gura transformando la hipoiCllusa diá-
-tro en la diagonaJ de
todavfa visible en d dn:ulo.
un r<ntlnsulo; pero el final, d tritlngulo ori¡inales
El a..óente desapego ck las motemiticas rap<ao ck la ezperiencia pric-
236
237
1). EL LUGAR QUE LES CABE A LAS PALABRAS

Los pensamientos nccaiWI recibir""" form1, y la forma ckbe derivane


de algún medio. Ñ1 como el físico o d qulmico oo ~ concebir um
IICCÍ6o a 1>0 ou que haya lllltcm o eoergla capaz de reolizul• , d psk6logo
debe ha.ll.ar UD reino de cxi<tcncia po..- d pensamiento. Este reino no es
oecesariamcnte la coocicncia. El pensamiento podrla JCr um ocuptcióo pura-
mente 6siológica del cerebro. De hecho, si se supone que todo lo que lkDe
lupr m la malte debe tener su eont.-po.rtida en d SÍJICIDI nervioso, es nece.
sario asumir que d cerebro contiene d equivalenk corpoml de todos los
roocrptos disponibles po..- el pensamientO, como tambi6> todas las opera-
ciones a las cuales los CODCq>tos pueden someterse. En teoría, podría inugi-
narse que la conciencia enuqa lu opc.-ciones cxigídu por la solución de
problemu o d ruonamiento a mecaniJmos cerebrales no tepresenllldos en
la ronciencia, de la misma forma que ciertas opcncioncs pueden confiarse a
una computadora electrónica, y los resultados serlan luego enviados nueva-
mente a la conciencia. Tal teorla tendr!a que ser seriamente oonsidc..do si en
verr!ad oo se ha.ll.aron hudlu de pensamiento en d csrado ronsciente. Equi-
valdria a decir que d pensamiento es inronsciente.
Sin embargo, llamar a algo inconsciente es formular un enunciado pura-
mente negativo. lndica solamente una ausencia. Poco hubiwa sido el logro dd
psiooanilisis, por ejemplo, si de cienos pt0Ce$0s sólo hubiera dicho que son
inconscientes. En realidad, los psicólogos han especulado sobre tales procesos,
ya ttalllndolos como analoglu de acontecimientos eonscicnt.es posibles, ya
eompanlndolos metafóricamente eon acontecimientos ílsiClOS. T ambi6> seda
posible una descripción fisiol6giea y, de h«ho, algún ella será ind;.pcruable.
Esto es tarnbi6> vilido po..- la psicologla dd pensamiento. Existen por
supuesto descripciones fisiolósicas de los procesos mentales, petO por d mo-
mento los n:rursos con que cuentan son apenas más re6rwlos que d aparato
de cootrol de lu aguju de UD ferroeanil, por e~mplo. Cmndo se descubran
explicaciones más adecuad .. de cómo se f0rm1n y se reJ.cíonan los roocrptOS
en d cerebro, qucdari tocbvla por llevar a cabo la mea de mostrar cómo lu
varicdadc:a de los ClODCq>IOS miJmoo eon todas SU$ caNICterlsricas individuales

239
pucdm tener su contapen.ida m meanismos cerebrales. No bastan mostnr inJ,erentcs al medio ,~rbaJ mismo. o si funciona indirectamente, a saber,
el meanipno fisiológico medwne el cual el perro se asocia con el goto; seaí señalando los referentes de palabras y proposicioncs, esto es, hechos cbdos en
tambiln necesario descubrir !u propiedades del tejido cerebral que repre- un medio por entero diferente. Tambibl es oc:tt52rio saber si el lenguaje es
senllln los rasgos pan.icuJarcs del gato y del perro, taráS reservadas pera el i.ndispeosable para el pensamjento.
ncurolngo de un futuro remoto. La rcspuesta a la ilhima pregunta es cno• . 1m animales, y en particular
PueJtO que no se dispone por el momento de explicación fisiológica, los }m primates, dan clara muestra de pensamicnro prodoctivo. Roger Browo ha
psicólogos imeresados por la naturaleza del pensamiento se enfrentan con Uqado a J. mndusi6n de que el r:sr8<ter de la mente animal es muy clara·
un problema similar al de la electricidad en flsica. Saben mucho sobre el fun. mente la absttocrión. 1m animales pueden responder • categorfu de cosas
cionamiento del pensamie01o, pero poco sobre lo que cs. Muchos aceptaron v despliegan cuna asombrosa dcsotenci6n ante el objeto único•. Por medio
esta shuaci6n diciendo que d pensamiento es lo que el pensamiento hace. de sus conceptos perceptuales, lm animales resucl\-en pn:.blemas que rcsultan
Sus experimentos resultan sumamente ,-aJiosos al indiar q1X especie de tara clcmenut!es si se juzgan de tCUerdo con DOmliS humanas, pero que tienen
pueden desempeñar los animales y los seres humanos. Pero para todo aquel las norobles carncterlsticos de un genuino pensamiento productivo. 1m ani·
que crea que la psicologJa debe lograr algo más que predecir y controlar, males pueden vincular detalles de su medio ambiente por medio de relac::iooes
sigue formulándose una pregunta fundamental. ¿Ciálcs soo las formas men- que llevan a la solución de un problema dado; al eofrcowlos, pueden reestrUC·
tales del pensamiento? turar de modo adecuado una situación; pueden transferir una solución a cosos
diferentes, tunque semejantes desde el punto de vista estruCtural. Y lo hocen
sin la ayuda de las palabras.
¿S~ prwl• f>'1IJ4T co11 pt/Úimu? Sin embargo, puede que el pensamiento animal - inferior al hwnano
en un aspecto importante. Puede que se limite a cnfteotar siruaciones ditec·
La respuesta que sugerl en el orpltulo 4 ct:a que los conceptos son iJruí. tamane dadas. El chim¡>all<i utiliza su capacidacl de penumicnto abstrocto
genes perceproales y que las openciooes del pensamjeoto son el manejo de ingeniosamente ron los fioes prácticos de huir de un encierro o dar forma a
cus imigcnes. Traté de •ubrayor el hecho de que las úruígcnes se produc:en una herramienta. Pero no hay prueba de que pueda pensar cómo hacer mú
• cualquier nivel de abstracción. Sin embargo, aun las más abstractas entre largo un palo cono, si el problema no se le plantea aqul y ahora. 1m eaperi·
ellas dd><n cumplir una coodlá6n. Deben ser emucturalmmte similares (iso- meotos indican efectivamente que el n:zonamiento del chimpat>Cl! 110 se limita
m6dicu) a los f1580S pen.incrues de las situaciones pera las cuales el penoa· cstrictamente a lo que tiene delante de los ojO$. Puede volverse y re«>gcr una
miento resulrad v4lido. La cuestión que se plantea cs si el lenguaje verbal mamo de su guarida que quiere utilizar para recuperar un objeto que se
oonstiruye ut! conjunto de formas perceptuales. ¿Son las propiedades sensibles encuentra fuera de la jaula. Pero es muy po•ible que no pueda apart:ar su
de las seeuencias \'tthalcs, visuales o auditi\"IS, de UD aric1er ut! que pue- pensamiento de sos n~dades pdtticas inmediatas. En palabras de Witt·
den Ieproducir lo• rasgos cstruaurales pertinentes respectO de una esfera de genstein: .Decimos que el perro reme que su amo le pegue; pero no que temA
problemas del pensa.mimto? E.to equivale a preguntar: ¿~ puede pensar en que su amo le pegue nwUrul. t Por qu¿ no?•.
pelabras como se puede pensar en drculos, r«tángulos u otm focmas se• No nm interesa aqul e6mo logró el hombre superar esto limitación. Lo
mejantes? que importa es, en primer lugar, que esta independencia del pensamiento hu·
La rcspucsta que se da romúnment< es casi automátiearncote positiva. mano no es ncr:ewWnentc un don del lenguaje y, en squodo lugar, que
O. becbo, se supone aropliammrc que el lenguaje es un ..elúeulo del pensa- de por s{ no ronstituye un aspecto del ruoiWIÚento. El pensamiento teórico,
miento mucho más adecuado que cualesquiera otras formas o sonidos. Más distanciado, puede producirse sin palabru; y la capacidad de pensar eo un
mdiailinente rodovfa. se lo considera indispensable para d penumie.n to y, problema remoto mientras se esrj sentado 1 UD escritorio o se pasea por loo
quizás, el úniro medio de que se dispone. Asl, Edward Sapir cUec en su libro, bosques, es algo que concierne al uso de las funciones cognoscitivas del Ortl..
tan inBuyente, sobre d lenguaje: «Puede que el pensamiento - un dominio ni•mo, 110 a la nuuralcza de esas funciones mismos. Desde muehos puntos de
narural apene del artificial dominio del lenguaje, pero ~erla que ~ste es vista a sin duda más fkil pensar sobre algo mientras se tienen los bcchos
el único ea mino que ronduce a &. . delante de la visa, auoque la terca presencia de esos bcchos puede wnbibl
Nadie niega que el lenguaje ayude a penllt. Lo que es neces•tio pregun- entorpecer la libertad del pensamiento. E. más ficil jugar una partida de aje-
tarse es 11 lleva a eobo este servicio sustancialmente mediante propiedades drez teniendo el tablero ante la vista que jugarla a cicgu, pero también es

240 241
cieno que uno puede ttner que desviar la otención de un oronrcrimiento
P"r1icular d.oo pan hallar la solnci6n dd problema. La notun.leu de lis •...,,;...,_ coa ellas. Comparadas ron la_melodb musical mú scocilla, la C10Dfi.
operaciones cogniúws que constituyen el penamiento no depende de que praóón. ~~~de un ~ cons~ruye uno secuencio de sonidos en gran
b meto del p<ruamÍUtO esti presmte llsieomente o no. Puede que el alc:ancr aoedida trt110onal, sostenida por algun me1tO rqulor y cieno fraseo de , 000
los aplicociones y los objetivos del pensamiento animal ..,.., muy restringidos; 1 ritma. Este enunciado resultori ofemivamente obsurdo si d leaor 00 tiene
pero los octCJ5 que sin dudan realizan los onimales dotados de razonamiento en cuenta que me refiero aquf exclusivamente a la lengtlll como forma per-
sin el procedimiento dd lengtlllje, tienen el seDo del pensamiento genuino. ccptual; • cómo se le presentan los sonidos o los ClriC1etes escritos de uno
lengtlll • un oyente que no entiende nada de ella. Lo que pretendo decir es
que los sonidos de La lengua adquieren su sutil belleu, orden y sigoüiaci6n
I..u ¡M/11bru como imJgene:s en gran parre por referencia a los significados a los que oluden las palabras'
••La semejanza entre Lis polabru basada en sus elementos comunes poed~
El lenguaje, pues, no es indispensoble paro el pensomient.o , aunque contri- uuhz~ne para Ue:var a abo agrupamientos. La rima vincula a lu palabro
buye • ~1. La cuestión es romo. Dado que el lenguaje es un conjunto de for- seme¡antes; los prefijos o los sufijos idénúeos crean categorlas verbales. Pero
mu perceptualcs -auditivas, cinesti!sicos, visuales-, podemos preguntamos 1~ mera agrupoción de configuraciones sonoros en todo otro respecto itteJa.
hosto qu~ punto se presm al manejo de propiedades emuctun.lcs. La respucsu e•on•bles, do muy poco de sJ esrrunuralmente. Por ejemplo, los sonidos del
debe ignorar los Uamados signiliaciones de los palobru, esto es, sus referentes. lengua~e no deseriben la <!iferencia gra1111tical elemental entre las eosas y
Penen-.. a un dominio diruente de la eaperiencia perttptual. Debe limi· los lKt'IOnes, aunque su caeocter, por supuesto, puede ser estático o dirúmico.
tarse, pues, 1 las fomw dd Jcngu.je. Se~~~ distinguir los susunúvos de los ,•cebos por su diverso sonido, pero
Sup6o¡asc: que nos prq¡untemos ~ raronomientos pueden lkvouse a b duuocicSn sólo produce dos ucos plenos de confi¡¡uraciooes sonoru que
abo con las formas de la mú5ia. Me refetf yo a las intrinadas configuD- no tienen tlÍilgum Otra significad6n común o difen:nte. en absolutO. De ms-
CÍ<>I>Q de las relaciones tonales en b modalidad diat6nica de la música occi- nero semejante, la secuencia lineal de las pabbras en los oraciones constituye
dentol. Uno escoJa pentorónieo dividido en einco intervalos iguales sugiere UD un rugo estroroJnl nltido, pero d lengtlllje lo utilizo poco, si se comparo
nivel de penamiento IDlÚ simple. Pero aun b músico !lomad• primitiw re- ~ 1~ estructura ~usical de una melodlo. En cienu lenguas se pueden dis-
sulta deslumbrootenm1~ COlllpleja dada la interac:ci6o de las variables estruc· nngutr los sustannvos de los verbos por su situación en b oración. Pero dado
turales. Existen las múltiples rombinociones de b duración, b variedad de que. sustantivos y. verbos no son sino dos indeseriptibles aglomeraciones de
ritmos, las relaciones entre melodla y armonla, los okances y las secuencias son~dos, la gananaa puramente sensorial es desdeiúble.
de intensidad, los diferentes timbres de los instrumentos. El maoqo de esms Tan amorfo resulta el medio, que no es posible penar en ¡>alabms, a no
intrinadas eon6guraciones implica un pensamiento que lleva el cerebro a sus ser que uno se satisfaga con enunciados elemenaales romo: a suena romo b·
limites. El pensamiento musical se desarrolla enteramente dentro de los re- o • viene siempre despu.!s de b; o a dura más que b. A lo mente hulllllna 1~
CUriO$ formales del medio mismo, aunque el onntenido de los enunciados son necesarlas m~jores herramientas.
musicales deriva de una eaperiencia vital -a la que tambi~ se aplica- que Es verdad que un cierro tipo de operación cognoscitiva puede desarro-
se encuentra mú allá del dominio de los tonos. llorse ~tro del medio dd lenguaje mismo, pero, ounque útil, apenos puede
Si se examino el lenguaje verbal de esto mi.mla manera, sus dimensiooes ser COMJderado romo_ pensamiento produalvo. Es posible aprcodcr que pa-
percq>tuales resuiUtD sum•mcnte limil*lu. Desde luego, no bay en 8 esc:asez labras que aluden a aertos conceptos se relacionan entre si de ci~rro ~
de sonidos. ruidos o ñunos; de bocho, los hay IDUC:Ms mh en toda Jcngu. ~ a!'rende; por ejemplo;' que diez menos siete es tres. Puede bxuse el apren-
conocido que en los sistemas más puramen~ musicales. Pero b variedad no dwJC mediante uno runru de memorización, y la signüiación otribuida • los
es ¡nontla de esuuctur1. Los aspectOS estructurales de las c:oo.liguncionc concq>tos puede posarse pot lllro o, en verdad, ignororse. Cada vez que se in-
del len¡uaje son sumamente limitados. La Jooaitud o el ritmO de las palabas corpora ·"' enunciado ..diez IDálOS siete• al sistemo, «tres• será el resulwlo
o las secuencias de palabras pueden variar; estio todu mmpuesw de UD automátiCO. Esta -;specie de ~6n no requiere referencia alguna • nada
número limJtado de elemen<os y pueden producir asonaocios y OliiS ,..,.,... ~ alli dd matmal vetbal. Cooducr 1 un sistema de almacenaje y reintesra-
janus audilivos y visuales. Sin embargo, estos dimensiones perttptuales del aón que permite que la información resulte asequible. Pero uno mliquina
lenguaje son eltruc<uralmente tan amorfos que nada complejo puede roru- puede llevor a cabo la rAre2 y oo requiere pensamiento produalvo alguno.
El lenguaje puede suminisuu información medionte lo que Kant llamo
2~2
24)
juicios an.tlhicos. En ..Jes proposiciones, el prtdiaoclo no. es sino una pro.
piedad cooocicb del sujtto y, por unto, simp~te explica un aspecto del ...,t• adcmis .de manera isomódiat w dimensiones oecesarias para el rozo.
su~to. u munc:üoácSn «todos los cuerpos físicos soo czteosou es onalirico .,....ic:nto
tcóttal.
si la extensión es una de las propiedades mcdianrc las cuaJes se ddinm los Lo hisro..U de las lenguas muestra que palabras qu<: DO ~ ahora
ruerpos flsicos. No .; oecesario irrumpir <:n el mundo de la expuieocia. Estos rderirsc a la eap<Óencia p<roeptuo.l directo, si se referlan a ella orrgmalmmte.
juicios on.t!Jticos pucdm producirs.o de modo purament<: vetbotl IÍ la pabbra M""lw de dlas son todavía reconocibles 6gurativa~tc. u pcofundidad de
que •lude ll sujeto se ha asociado por •diestnunimto vabol ron las palo. la mente por cj.:mplo, se menciom m ingl~ • m<dianre una palAbra que
bnrs q~ aluden .J prulicado. Supóngase que •lguien - dic.: que la señora X, contiened vocablo laóno fundus, esto es, fondo. La •profundidad• (d"pth)
que vi••e m !<ansas Ci¡y, bu~ un psiquiaw. Conozco un tal doctor Y, cuyo de un pozo y la cprofundidada de la mente se mencionon aún hoy por la
nombre. se vincula en mi mente con la información de que vive m Ksnsas raismJ palabra, y S. E. Asch mostró en un estudio ~re. la ~táíora, que esta
City. Por tonto, pu~o aronsejar • lo señora X sin abondonar de modo aprc.. especie de cffsic-o ingen~a• se d~bre m el lens~a¡e 6gunuvo de lu lengll2s
ciable el dominio del lenguaje. Pero uno máquino odecuadomeote progrrunada, mós divergmtcs. El umvasal hnbno verbal refle¡o, por supuesto, el proceso
que recogiera la conligunrci6n de perforaciones uignodo 1t los psiquiatras de psicológico por d que los rona:ptos que ~riben hechos <rno percepruale~»
Kansas City, dispmsaóa el mitmO servicio. Supóngase ahonr que se me pre- derivan de conceptos percq>ruales. La noctón de lJ profun?tdad del p<nsa·
guntlra Ji el doc:tor Y es la clase de persono que podr!a est1blea:r una buena mimto deriva de la profundidad física; mis aún, la profundtdad no es _mera·
relación con la señor• X. Es12 pregunta requ<rirla probablemmte lo que Lnt m<:nt< una ID<!tífora ronv....imte para describir el fenómeno mmral, SIDO el
llam• un juicio sinr~tico, m el qu< el predicado •grqa .J sujeto algo DO conteo llniro modo posible de concebir esa noción. u profundidad mental ~ es
nido en su ddinici6o •-aba~. Debo ir más allí de liS palabras al eocuenrro de prnsable sin un conocimiento de IJ profundidad (lsa. J?e ~ la _cualidad
mt apc:rienda ron ambas per$OD2S y plantear una relación no CSI2blecicb fi,uratr•·• de todo lmguaje teórico, del que Whorf da 11gniliauvos e¡emplos:
pr<:Viammte. Para este problema, mis a:rcano al pensamimro productivo, la
utilidad de las palab!'3.S es escasa. •Úpro• d •bilo• de los orgunxntOI de al¡uim. pero si su cnm:l• está
El penumiento puraruenu' ,-erba.J es el prototipo del pmsamienro impen. •por UKima eX mí•~ mi atenci6o poedc ccrrv- 1 •pc:tdc:r ('QQ~ ~ su
udo, el r«:urso 1uromítko a roneriones almliC<:IIII<Ias. Es útil, pero estéril cOujo•. eX modo qut' c:u.:mdo •lkp• a su .-c.onrh,...,MSo., nuesti'IS difttm-
Lo que haa: las palabras ""' úriles para el pensami<nto, pues, no puede ser ci.u tOn 4tt1Dpl.i.Jn, y uuattas cpen:pe;tivas• te hin •akiado• ya WltO. que
el pensar m palabras. J)eb., ser la ayuda que las palobras dispmsan al p<nsa- IJ.s •coaas. ~ dice .resoban cckmui.ado• arbi1rariu o incluso *lln momóo•
mi<nro mi<ntras ~te opera <n un ~io mú opropiado, como el de la imag<n de dispar.~u:s.
visual.
En reolidad, Wborf •• muestra d<mnsiado económico en ru uso de las
romillu pues el resto de las palabras, incluidos lu preposiciones y lns con·
iuncion~. derivon t•mbién su signiftcadón de lo cxp<riencio pera:ptual. Por
supuesto, los sentidos no visulles contribuyen • hocer pmsables las ~ no
P"teeptuales. Un argumento puede ser agudo o imp<netrable; las teollliS pue-
u sup<rioridad del medio ,.isual es un d<risiva pon¡ue ofrett equÍ\-a· den umonizar o resultar discorcbntes mtre si; um situación poUtica po<:de
lmtes estrutturales de todas las canoctalsticas de los objetos, los IICOllteci· sa tenu; y un r4imen corrupto puede bedcr. El hombre puede opoyane oon
mi<ntos y las relaciones. La '~riecbd de formas visuales disponibles es tanta con6.aDZa en los sentidos para procunrse equivalentes pacq>tuales de toda
oomo IJ de los posibles sonidos del lmguoje, pero lo que interesa es que noci61> teórica pon¡ue estas nociones, para empezar, derh-an de la cxp<ñencia
pueden o rpniz.trse de """"<do mn conliguracion<:s fllcilmcnrr ddinibb, de omsorill. Para decirlo de modo mis cootundente: el pmsamimto bumano DO
l1s que las formas g.:o~tóoas ronstituy"" la ilustración mis tllngible. La prin- FUCde ir m.ú 1lli de las con6gumciones que procuran los sentidos hnmonos.
cipol vinud del medio vi$ull es la de represmtor lu formas en el espacio El lenguaje, pues, ronsrituye un decisivo argumento m favor de los que
bidimensional y tridimensional, miet>tras que la S«Ucncia del lenguaje verbal •6rm:an que el pmsamicnto tiene lug1r en el dominio de los sentidos. Si esto
eo unidtmcnsion.J. Este espacio polidim<ns:ionol no sólo procura buenos mo-
delos mentoles de los objetos o los aconrecimimtos flsicos, sino que '"P"'· • Tambiá> m cutdhno. [T.]
244
245
es asl, ¿cuil es la contribución el.! las P<llabras miscnu? La respuesta a esta deslfroUan conceptos estables e independientes. Mediante una gradual $0lidi.
prq¡unta exige una breve di¡resión sobre un problems mis ¡enero! &, b 6Citción el.! los conceptos pcrccptuales obtenidos • P'lrtir de la experiencia
oosnición. directa. la mente adquiere !u formas estables, que rcsulun útiles pota b
col>oaencia dd pcmamiento.
Los componentes el.! los procesos del pensamiento innútivo int<rOCtÚan
Cog~tia61f intuith'tl 1 ~glfiri6fl tlfl¿telu4/ dentro de un campo rontinuo. Los el.! los PJOCCS05 irudcctusleo oc siguen
entre si en una $UCCSÍÓn lineal. la pcnona que intente rastrear inrelect!!Ol·
Hay dos dues el.! penssmiento percq>tual que IWnari cognición iniUiti,.. mente las relaciones individuales que establecen una obra de ~&be cno.
y cognición intd«!ual. la cognición intuitivo tiene lugn en un campo per· sidcrubs y ron«tulas una después de la om. La ibción de los mncq>tm en
eeptuol de fuerus que inteniCtúan librement". ~ como ejemplO la las ...,..,.;... verbales, el recuento o la suma el.! factores o los ""C"denamim.
monua en que um perwno oprdlcnck uno obra piaória. Fumin•ndo d á""' 105 de proposiciones 16gicas en los silogjsmos o las clcmosuaciones rmtcmá-
mttrndo en d marro, d obsuvodor percibe los ,,.ríos componaues dd c:ua- ticu. constituyen ejemplos rcpmentativos de los procesos del pensamiento in-
clro, las formas. los colores y las relaciones entre dios. Estos ~mponentcs tdccwal.
ejercen •u ef..ao percq>tuol loo unos sobre los otros el.! manera w que d ob- No puedo resistir la tentllci6o de incluir aqul uno ora que N. R. H.anson
ser.-ador recibe 11 ima¡m tott.l como d reouhodo de la interacc:i6n entre los deocubri6 en un mrado latino dd siglo xvm, escriro por d anstomisra, lisie).
componentes. Ena intmoa:ión de fuerus pertq>tualeo COMtituye un proceso logo y poeta AJbn,ch¡ van HaUcr, sobr" las plmru de Suiza. Al abo el.! una
de campo sumamente romplejo, dd que, "n general, muy poro Uega a b con· oección en la que describe las varias especies el.! lirios, Haller explica que •
ciencia. El rerultodo 6nal s.. \'Udv" efcctivament" ronscient" como percq>to partir &, allJ poddo prosquir &, acuerdo con d orden mronl btslll d llÍ·
de la pintura, organizado de ciena manera y romistente en fonnao y coloreo g)oquln, el junquiUo y el cálamo aromitico, uúlizando la antera como base de
cuyo caráct"r particular est• &terminado por su lugar y función en d con- la rdac:i6n; pero que el ordcn narural lo conducirla ron igual odccuación des.
juntO. de los lirios hasta las orquldcas, que tienen ralees, boju, floJts y frutOS simi·
El audal el.! pensamiento y de solución de problemas que tic.;. lugar en lores, pero cuyos estambres son dd todo diferentes. Y aña&:
1~ cognición intuitiva -y por su intermedio- es abundante. Los mecanismos
m..ntalco de la P"fe<pclón que, romo describl al comenzar este libro, dcter· Nalur• :n rdicMium 11111 &t'ntrlf connnll, 11on ,,.. CJit114m: hmmnu non
minan d tamaño, l:t forma, d color, ctc~tcn, de los objetos visuales, consti. polSIIIII nlsi Ctlltmtltt stqu11 tum non plurtt simuJ pom"t snmon~ upoure.
ruyen inten<Ciones entre pro«sos de ampo. El orden compositivo &, una (la n•tunolcu concc10 rus ~fiCtO$ mediante red<$, no en cadena; mienrrn
obra de ane se crea y se controlo de la misma manero. La solución productiva que los hombres oólo pueden ocguir cad<nu, pues no pue&n presentar
de problemll5 en las cicncins se apoya tombi6n en la reesuuctut11ci6n de si· varil.5 cosu a la vez en su lenguaje.)
tuaciones pcrceptuales, en el cpcnsamicmo sinóptico•, romo lo Uamó un edu·
cador de orle alemllo recientemente. Las operaciones intelectuales son conexiones gradualeo entre cntidades
Pero exinc otro procedimiento, o saber, la rognidón intelectual. Supon· fijas. Compárese esto con lo qu< ocoeee cuando una persona comprueba in·
gamos que un observador, en lugor de absorber la imagen tOilll el.! la pinwra nútivam..nte las relaciones el.! tamaño entre los tres hombres el.! l:t Figura 61.
intuitivamente, desee idcnti6car los varios romponenteo y relociones en los Lo boc~ observando la ubieaci6n de los ucs dcmro de la con6guraci6n cspa·
que comi11c la obro. Describe ada formo. rompruebo cada color y prepara cial totaL Ahora bien, si en lugar de mirar una 6gura, 1 la pcnono se le prc·
un• lino de todos esos elementos. ProcNe luego • examinar los rdocioncs senrm las proposiáones:
corre los dementas individuales, por ejemplo. los tftt~os de contraste o asimi·
loción que tienen entre si. Una vez que lu recogido todos oros datos, intenta AeamúahoqucB
combinorla. y, el.! esa manera, reconstruir el conjunto.
¿QuE lu h«ho cote ob...rvador? Ha aislado &talles y relaciones enm 8 es ..... alto que e
dctallcs dd campo percq>tual ron el objeto de cotablcccr b no~Unleto pani-
cuLar de coda uno de eUos. De cote modo, a ponir &, cntidadea más o """"'" Por ronco, A es mú al10 que C,
estOblcs y más o meneo ciramscritu que constituyct d campo percq>tual, ~

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ticoe que v~rsdas con dos imigen<S autocootinenr<S que debe combinar de te. se l'OZliJl con los arbustos, las verduras se me2clan con lllS frutas, las violas
algún modo para producir la tercera. coo los violines, el rominico con d gótico, l• señorita A con ¡, sdio.rita B.
Los artistas boblan en tono reprobatorio de un procedimir:nto cintelec. Al pensamiento le son necesarios cipos disaeros y la percepción puede sumi.
ruoJ. cuando odvierren que al¡uieo h> introducido en su romposición ele. nistrarlos, pero lo esrruaura del material en bruto de La experiencia 00 pto-
memos que deben su apuieocia a opcnciooes UevacLos a cabo fuma del cam. cura clicotomlas netas, disyunciones ttdusivos simples; consiste en esferas
po percepruol de la obra. Las roostruccioocs gcomáricas, las imitaciones, los marica, eseolu cambiantes. '
trucos y las fórmulas pueden producir cuerpos tttraños, no inrcgrados intui- En este caso la lengua resultl útil. Procuro para coda tipo signos claros
tÍ\'IJDCIIte en el conjunto. No existe DCO<$lrlame<~te eonlliclo enttt la mgnicióo y clistintos y, de ese modo, h>ee posible que los imágenes pereepruoles esW.Í·
intuitiva y la mgnición intelectual. El pensamiento productiro se caracteriza, lí«o d inventario de los c:onceptos visulles. El UDÍ\'Cnn del sonido se adecua
en las art<S romo m las cieocias, por el juego mutuo en= la libre inrmacrióo de miDtrt ideal para el >uministro de estos rótulos \'etbcales. Constituye mo·
de las ~ que se dan m el campo y las mticbdcs mú o mcoos soJidili. cho menos un con1tn11um que d universo de lo visión. Por sobre un fondo de
codas que pcrsistm como invariobks m los contextos cambiantes. ruido o silencio, puede presentor urúdadcs newnmte ~- Las con6gu-
.-ciooes de sonido signüicauvo apa~ contr-..tados, u! como palabras escritas
o inapresu aporeeen cl•ramente legibles sobre un papel en blm:o.
El unh-eno del oldo prorura unt reservo in6nitt de formas sin signüica-
ci6n, fkilmente producibles y reproducibles en la vid. coúdima. Antes crea-
dos por d hombre que ofrecicLos por lo norurale2a, las fortruiS sonoras de hs
palabras satisfacen, ol menos de manera aproximodo, las condiciones que ft.
voreeen el penumicnto cli>ciplínodo. Cado tipo tienr su signo único y dis-
cernible. Aunque los variables peteeptuales del meclio verbal son primitívas,
bo.stan paro oyudtr 1 sostener el orden inherente al mundo sensorial. Las pa·
ltbras son romo lndlces que singularizon los picos significativos m el contorno
irúnterrumpido de una codena montoñosa a lo Jugo del hori2onre. Los picos no
son una cretción de los lndkcs. Se don objetivamente; pero los indices for·
toleccn l• necesidad que tiene el observador de cliscrlmirarlos.
El enfoque unilateral de ciertos lingüistas deterministas caricorutiz6 Ja de-
licada inllueoc:.io del lenguaje sobre el pcnsomicnto pera:prual. Descn'ben la
experiencia sensorial como un material en bruto informe, condenada a 001
desordenoda variedad de casos paniculares. Se afirma que ninguna generali-
zación es posible dentro de l• percepción misma. En uoa absurda inversión
ir de: lo que verdaderomente tiene lugar, se describen los conceptos verbales
como un conjunto de moldes dados • los que se adecua el omorfo material en
Flgura 61 bruto y que, de ese modo, impone un orden sobre La r<alídod caótka con
que de otro manen nos toparlamos. Se afirma que lllS paLabras segr<g~n las
El lenguaje asiste a la mente en la estabilización y la preservación de las cosas entre sl, descubren lu similitudes y l•s clifereocias y establecen los gé-
múdodes imelecru.Jes. Lo hace, por ejemplo, en d caso de los c:oncepros per· neros.
eepruoles que emergen de la eapericncia clireeta. Las generalidodcs que se ad- Tempranos abogados de esta extraordinario pervenión son, en d SÍ·
quieren roo La percepción se intesnn en el conltn11um del mundo viswtl El glo xvw, johao Gortfried \ 'OD Herder y Wilhelm \'On Humboldt. En nues-
roneepro de úbol se apoya en una in6rúta variedad de irboles de cliferente tro tiempo, Emst Cusirer, el lingüista &lward ~pir y Benjamín Wborf h>n
color, forma y tamaño: es inhetalte 1 eaclo irbol, pero no es id6>tiro a nin- propuesto lt teorla de modo nús o menos radical. La experimcit de La vista,
gún esp6:imen. Además, la esfera • l• que se aplica tal tipo de concepto no chce Herder en su ensoyo sobre el origen del lenguaje, •es tan briUante y
queda claramente limitado, sino que se desliza • b de sus •'Ccinos. Los irbo- tanto es su espltndor, tal es el caucfal de otn'buros que procuro, que d alma
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rucumbe ante la pluralidad.. El mundo visual ese dispen.o en infinita oom. ínclpaccs de ser distinguidas y recordadas a no ser que ~ las asocie con
plcjidld•. Herder afirma que el sentido de la visl6n es •dem•siodo sutil• aonido y ele este modo se relaciooen con el lenguaje, lo be llamado d mito
porque lo que nos indica es cronfuso y nda nuesaa cabcu.s•. La visión, de cid cordero balante.
IOlerdo con Hcrdct, <rDOS presenta todo a Lo vez y la infinita cxpansi6n de su
simultooeidad asusta al DOV210». Unos ~ro cincuenta ai'ios después, Cassircr
sin.~ de ceo a esta opinión y habla de la •rapsodia de la pcrccpciOO... Wbod,
a su vez, nos dice que cel mundo ~ DOS p~nta en un flujo alcidoscópico
de imprcstooes que d.¡,., ser orgmiudo por nuestra mane; y esto significa Aunque no hay razón ¡»n1 suponer, con estos pensodoru, que el kngwoje
en ¡ran mcdí<La por el sinema lingüistico de nuestra mente». El mundo de la aea n«esario paro llevar • cabo Lo percepción, las polabras si procuran rótulos
visión eparcce como una colori<La pesadilla, en verdad, la inveoción de bom. aubles que comprometen ll1 experiencia ~rial al reconocimiento de ciertos
bres de palabras. rlpos de fenómenos. Pero el lenguaje hoce mis todavla. Los psicólogos han
Para Herder, los seres humanos se distinguen de los animales, guiados por aellal~do que las palabrtiS por las que ~ da nombre o las cosas son categodas.
el instinto, por lo que llama Bt<onn~nb~it, reflexión. Tales nomllres, por t11n1o, indican en derta medido el nivel de abstracción a
que ~ percibe y ~ debe percibir UD objeto. Uno puede re{~ a una única
criltura panicular hablando de un animal, UD marnlfero, UD felino, UD gato
El hombre da prueba de rdlcxicSn cuando d poder de m alma actút W1
librcmcntr que puede oq¡q¡ar. si se me permite apresarme as!, una ola clom6tico o el gato Yosbi. El nivel de abstracción no se CSCD&" arbitra.U..
m d cntrro océono de scnsacjoocs que se precipita 1 tri\'Ós de todos los tDCnle, Jino que depende -1 malOS en el lenguaje de los adultos que domJ.
scntidoo; qrq¡odo, daencdo, clin,ir Al otenei6n sobre ella y ser c:on>- DID lo lengua- del grado de genecalidad odecu.odo a una situac:ión dldo. Si
cicnte de Al otax:ióo. O. pruebo de rdlc:xi6n cuando de toda la -.icnu: hay nrooes en la cas;a, se neoesiu UD gato, no importa aál; pero si se qui=
de ~ oolricu que pua por sus sen<idot, puede ~ CIJ Wl a Yosbi, ninllÚD otro gato savirá. Ahora bien, er rieno que el nh-d de ohs.
"""""""'· de visilil, deUDCDC wlunwiomenu: m una i-. oboerv1orú llllt'dón al que un objeto o acontecimiento ~ considera, se manifiesta pettep-
lúcida y scrcnamcnte y escogu pera s1 las eoi'Ktelis<icos que se muatnD tualmcnte. Hay una dífamci2 entre \~ una maleta como cal¡;oo qoe obsuuye
.., ese objc<o y oo CJJ ouo a!poo. d paso f examinar sus caracterfsricas co•ndo uno pienso comprarla. Sin embar-
go, estas distinciones de nivel en la percepción son mis bten sutiles y tienden
Y el lenguaje, afirma Herder, h..., posible lo reflexión. • oscur~ por el bccbo de que roeLas ellas se re!Kren a UD único objeto.
Nuestros contomporáneos lo dicen más liso y llonamcnte. cEI poder de la Si el ni•el de abslNCCión quedo rotulodo por los palabras, el pensomiento del
formación llngüiJtica se revela•, escribe C.Uirer, •no sólo en la organización y hablante lo mantiene con mayor firmeu.
lo articulodón del mundo conceptual, sino tambi~n en la estructur.i fcnomé· Las palabras rcsul111n especialmente pnictltu cuando u111 enunciación apli·
nica de la percepción misma y, en este caso, quid de manera mis sorprenden· ca varios niveles de absmtxión a uno entidad. cl.oa leones son gatos•: esta
teo. Y Whorf: •La ~gmcntadón de la naturaleu constituye un aspecto de Lo cnunciorión me exige ver b misma especie de objeto a dos niveles, opctacióo
gramirica. Fragmentamos y organizamos la extensión y el flujo de los acont.eci· mental posible pero poco adecuada. La enunciación \'erbal ayuda dando dos
mientas como lo hacemos, en gran medida porque, a tra~ de nUCStra lengua nomb~ diferentes a los dos niveles. Por otra parte, es cierto que elida la
m~terna, somos partes de UD liCUCldo para hacerlo asl, no porque la naturaleza arburanedod de los sonidos del kngwoje, los dos t&minos .!OODCS» y •PU>D
~ ~te exacwnente de esa manera pmo que todos la veamos•. 110 rdlejan el parcucsco Intimo de sus referentes, •ino que, sencill•mc:nre, se
Como ilusuaci6o ele la teorla, Herder describe cómo el hombre primitivo, Uato de dos ruidor distintos. En estt caso la imagen visual viene a efeau>~r un
al enfrc:ntanc con UD c:ordero -«blanco, gentil, lanudo- ejerce su capeci- ,....,. , 'Y precisamente mediante la compenwi6n de las mu!DIS delicierxias
dld ¡»ra la reflexión, bttscondo las cancteriJt~ del ani.ma1. De pronm, d loo doa medíos, el lenguaje vetbal y las inú¡¡a>es, cooperan con tanto aciertO.
cordero bala y, ¡ea! , el hombre ha mcontraclo d rasgo dísrinúvo. cEm, ! . A menudo el lengua¡., logra al¡;o mis qoe la mera ui¡naci6o de un ró-
!ido, que !tizo la mis viva impresión sobre su mente y la libcr6 de todas las tulo arbitrario o uno clase detamin$da de objeto. Puede darle a UD individuo
otras propie<Lades de la VÍS<I y el liCIO, ~ destacó y penetró muy profun. 0 a una especie un nombre que indique su pcnenencío a uno catq¡orla mis
damente en su expcriendo -"¡Ah!, ¡tú eres el que bala! • - y permanece ~mpli.t. Po~ ejemplo, llamando • un grupo de animaler •insectos•, ~ los do-
todavio con ~ ·• A la noción de que las caracterúticu visuales de UD objeto ne como muc111, esto es, aiatUHS segmentadas. Sócrates, en el Ctlflilo de
250 251
Platón, parodio de llamativa ecímologla, dB muchos ejemplos. Mantiene, por '1 cmplricamenre auroeontincntcs. La <nunciaei6n vorbal soüdifica la imag<n
<jomplo, qu• se les da a los hbo<s ~nombre porqu< nacen dd •mor, pues ¡njs precorU. y abstracta. Wiugcnstein dijo qu• ceo la oración so int<gn u modo
tros eslll contenido en btros Pora usar un <iomplo más serio aunque ;gu.¡. de pru<bo [ proh~wtis~ :uummtngtsttllt1 un mundo, como en un rn'bunal
monee imagioarh-o: si cles<le onriguo sc hubiero coocebido la Lun:t como un parisiense so r<preseota un occidonte auromovil!stico modiantc títeres, cfeé.
despmxlimienco d• la Tierra, podría h:lberR llamado mis bien Perdit• qu< tWI•- Cumdo !J rdtci6n t<ÓriCll se represento en el medio tangible dd l<n-
l.Mna y de esa manera hubi•n sido clasificado liogülstiClllll<Dt< entn: las tosa5 guoje, e<ta r<presentacióo de theres cobra aliento.
pm!idas y no entre las cosas brillantes.
M«<ianre tales nombres cat<goriales, d lenguaje puede codifiat los am.
bios de cbsiliación por los que arra••iesa un objeco en la práctica. Et pintor
G.orges Braque obscr.'Ó en una ocasión: cU112 cuclwilb de c:afé junco a una
taza adqui«re inmcdi.trament< una función diforenre CU3ndo la roloco entn: El lengua~ es, pues, un modio poreeprual de sonidos o signos qno, de
mi tal6o y mi zapato. Se conviene en c:aludo..... Ese eambio de función se por sl, puede dar forma a muy pocos dementas del pc11Umi<tno. Para d res-
acompaña de una reesUUCiuraei6n p<re<pnW ddioida; la pane por la qu< ro, tiene que referí= a imigenes de algún otro modio. Obviamente, esto debe
se 50Stiene la <U<hariUa deja de ser 111 pAra coo~eni= m paboca. Pero b resultar válido pAra todas las pones de las enunciaciooes '~es }' no sólo
identidad dd objeto, qu< no obsrant< se mantiene, se contrarresta mediant< para algun.u de cUas: rodas n<ttsitan un roino mental en d cual msúr. ¿Qu.!
b distinci6n ,..,.¡,¡ entre e~~ehtmU• y C4lzador. Mis gCMnlmmt<, d lenguaje o de los eoottptos que no se rdiereo a cosas f!sicamento Wlgiblcs? Es f2c:tl
contribuye a compensar la tendencia de la petttpci6n a \'er las cosos como for- pmsac en imigenes qu< representen ocasu o clutbu, o incluso rdaciones
mas puras. Acuñado por D«<Sidades p!Ytieas, d lenguaj< tiende • sefullar mis entre objotos lliicos talos como cmú grande quo o •incluido onrreo. Pero,
bim cacq;orlu funcionales que formales y, d< esa manera, va mis allj d• la ¿qué' sucule con csi•, cporque•, •como•, •aunque-, •o bien-o•? Estu son
apariencia. lnversamenre, un profesor de an<, al intentar que sus alUDlllOS conjunciones }' preposicion<S a las que sc rdior• Freud con propósitos muy
vean formas antes que urentilios, puode rnlar de reducir d efecto de los similares. Al coosideror el Uamodo trabajo on!rico, que tiene qu• dad• apa-
nombres convencionales en ws observaeiones. riencia sensori.l a los p<nsami<ntos oníricos subyacentes, Freud plantea la
La oración clos leones son garoso mostraba cómo las enunciaciones lin- euestión d• cómo pueden represenrarR en imigen<s los eslabones lógicos im-
gülsticas puoden forroleeor la realidad poreeplual de rdaciones que son mu~s porllUltes. En lot lrt<S visual<~, die<, oxiJt< un problema sem<jante. H.y <:n
teóricas que cmp!ricas. La oración propon• dos <midad•s distintas y las vincu- verdad paralelos <nlre las im4R<ncs oníricos y las creadas en las artes, por una
la m~iont< una rdoción espacial de inclusión: los lcones porten= a la fa. part<, y los im4genes menralos que sirv•n de v<hlculo al pmsami<nro por la
milla de los gatos. De esa mancru contribuye a preparar d terreno pen:ep- otra; poro al advorrir In semejanu, también advierte uno las diferencios, y
tual para una vineulliCíón puramtnt< lógicn. Esto asistencia es de gran valor, ésta• puoden tonrrlbuir • corncrerlzor con mayor precisión las im~genes dd
pues d razonamiento relaciona oonnantememc cosas no relar.ionadas de esa penumiento.
man<n en d mundo f!sico d<l <Spacio y <1 tiempo. La onunciaci6n cAiejan- La p~incipal diferencia <S que las imigenet del ponsamienro, para cumplir
dro fue un hombr< mú grande que Nopoi..Sno trota a los dos hombres como su funct6n, d<ben encornar todos los aspectos de un razonamiento, puesto que
cantidades, la uno mayor que lo otra. ReO<ja un pro<eso psicológico muy di- <Stas imigencs constituyen <1 medio en el qu< d poosamicnto adquiore formo.
ficil d< describir porque vincula imig<nes porrc:prualcs a dos niveles de abs- Un su<ño o uno pintura, por otra parte, es un producto de ponsamicntos que
tracción. Por una part<, los im~¡¡enes de Alejandro y Nupoi..Sn, qu• son dis- u!' obsorvodor puode trotar de der<etar en la imagen modiantc lo intcrpreta-
continuu, sca cual fuere la forma porriculur qu• ndopten. Adomis, la rdaci6n ctón. Un sueño pucd• sugorir, nos di"" Frcnd, qu< un hecho es cau5-3 de orro
sen! represento<L. por una imag<n, como la de cmis grande queo, ayuda • sencillamcnt< h•ci<ndo que los <pisodios se tucodan <n el U.mpo. Al hacerlo,
traducir la grandeza a una comparación porooptibl< de tamaño, poreepro su- no obstante, d sueno no expresa la rdoción causal: m<ramento la implica.
owncm• abstniClO, disrioto de las im4genos de los hombres y, sin embargo, así como la lengua inglesa a menudo omit< los oslobones lógicos y simpl•-
simulth>c:o con dlas en el ponsamiento sobro d que la oración informa. La m<nte sugicr• la rdoción modianto la JCCU<Dcia, dojóndolc al lector la tarea
imagen JUp<rpUesta de la rolación puramente lormal de diferencia de «WD2- de suplir las conexiones. Esto no es posible m las imigeoes dd pons:unimw.
ilo• resulta algo dificil de manten<r junco a las conttpciones empíricas de AqucUo a lo qu< no se da forma, no exut<, y no pnod< wplúsclo desde
Alejandro y Napoi.OO como <ntidades indq>endientes orgú>ieam<nte sólidas fuera.

2}2 25}
Si un sudío dcsc:ribe semc:jama, id<ntilicaci6n o romparocióo fus.iooando
los imágenes de variu cosas m una oola, crea una rontradicci6n mue lo que d cuerpo grama tial de una lengua crean la rosmovisi6n del pueblo q ue lo
1
se muestra y 11<¡uello a lo que se pretende alud.it y, de esa mmera, plomea emplea. En palabras de Humboldt:
un a«ttijo~ En w itrulgencs dd pensamiento 111 rontradicci6n se auto:urula-
El hombre vive fundamtt~ta!mcnte con sus obj<too -de hecño, podria
da. De Illllllml semejante, si Raful, pera utilinr d ejemplo de Fteud, mine dcc:irsc que exdusinmente. d-'Cio que ws sentimkntos y liClciooes depeodeo
en el piro de una montaña, o en un salón, filósofO$ o poetas que nunca pu- ele sus p<~o:pcic>aa- tal como <1 lcnau>ie se los presenta. Por d mismo
dieron estar juma., muestra una comunidad geogrifia y deja a argo del ob- prooeoo por el que emite lenguaje ele su propio ser, queda arrapado por B;
suvador comp~nder que esos hombres se reúnen sólo en d pcnumimro, oo y cada ~ rraa un circulo mi¡ico en tomo al po<blo al que pe tcnw:,
m d espKio y d tiempo. El minotauro y d centauro simbolizan d encumtro un circulo dd que no oe puede huir, s:alw entrando en otro.
entre lo bestial y lo humano sólo pera d espectador que uf lo inW"pre~;
romo imágenes muestran del$ especies de zoologla wuútiao y mds mis. La doctrina que raJes enuncüciones implican parece derh-ar su impulso
Las imi&enes del pensamiento Josrm lo que DO logran )0$ sueños y las de una necesidad introvenída de ronsiderar a lo mente bumma como creado-
pútlllfiS porque pueden rombioar niveles diferentes y seperadO$ de abstr-c- ra dd mundo exterior. De ouo modo no podrla ignorar d evidente probiCIIUI
ción en una únia sitwoci6n sensorial. P.ra volver a mi ejemplo, pueden dejar de cómo en una lengua Uq;aron a desarrollarse m principio un wabulario Y
w itrulgmes de w li¡uras empl.ricu de Alejandro y Napoleón sin relación una gramátia particulares; tamporo transferirla con tanta confianza los caroc-
m d ti<mpo y d espacio romo los bed>os hillóriros lo exigen, y añadir a eue teristiCtS de b lengua a la mentalidad del pueblo que b babia sin b JDCDOr
nivel de imagen d mú abstracto cmú graode que•, con<ctaodo de ese modo prueba Wdcpenclieote que indique que la cooducto no lingú{stia de la !""'la-
los del$ romponmtea del pensamiento sin permitir que se alteren entre sí. á6n es de bccho paralela a w idiosincnsiu de sus !ormu de kngua¡e. Es
No es dificil ad\<ertir la especie de acción <Special a la que Jas conjuncio- muy posible que los indios Wintun, quienes, como nos dice Dorothy ke. no
nes y las preposicionea aluden. Dado que son relacioocs reóñeas, lo que me- diferencian singular y plural, creconozean y perciban en primer lugar la hu·
jor los rq>l'eSellta son formas topológiCtS altamente abstractas. Me rekri m manidad, d ser-humano, y sólo secundariamente la per$DIU delimitada• . ?e'-
un Ctp{tulo anterior al anicter de berrera que muestra •pero•, muy di- pu6 de todo, hay cada vez mayor número de pruebu de que la cogruoón
f crmte dd de •aunque•, que no detiene d flujo de la acción , sino que sim- humana comi~ 90n generalidades y va dilerenciáodolas sólo en d curso de
pl<mente le añade d peso de una complicación. Las relaciones CtUSales, como su desarrollo; sin embargo, esto es igualmente válido en el CtSO de culturas
las experienciu de Michcme han pueat o de relieve, son acciooes dir«uunente cuyas lenguas distinguen con todo escrúpulo el singular del plural. Es un o
perceptibles; por tanto, •porque. introdu"" un agente acruante, que lleva los co"" muy distinta ronduir (como lo hace Dorothy Lee) a p:mir del caricter
cosas adelante. Cuin diferente es la victoriosa superación de una di6cultad unidimensional de un medio como el lenguaje, que sus usuarios perciban el
conjurada por •• pesar deo de la osdlación de desplaumienro en co b ien-o» mundo unidimensionalmente:
o •en lugar de•; )' cuimo diftrre la asociación a table de •ron• o cd o del
bcligerunte • en contra de•. El pueblo de las hlu Trobriand codi6a y, probtblemente, aprehende
la rl2lidad no li0C111mcnte, a diferencia de nucsuo propio fcaseo lineal.
Rcsp«tt dc mi invcstigacloo sobre la codificaci6n el< la realidad, resulta
fund.tmcnral el supuesto dc que un miembro dc UM sociedad dada no sólo
Sobrtrwloraci6n ád lmiPaie codifia la realidad osperimentada o tro•-ñ dc un lenguaje cspeálic:o Y
orras earaaerúdcos c:onduculcs pautadas el< m culrura, sino que de hecho
apta la realidad sólo c:omo su c6digo se la presenta.
El lenguaje interactúa ron los orros medios percepruales, que ronstituyen
los ptincipalcs velúculos dd pensamiento; es algo mú que •el rórulo final De acuerdo ron tal roncepdóa, percepción y pmsamiento se adecuan pa-
que se k coloca al pensamiento aabsdo•, concepción que Sap.it llam6 ;,g.,. sivammte a pautas preordenadu de cocliliaoci6n. Tomhién supone que todas
nua. Al s.mcionar y preservar concepto. formadoo en lo experiencia ~ w reocciones mentales de un iodividuo o grupo son de est.nJCtUnO idéntia.
tual, el !~aje inOu)'e en la organizaci6n del pensamicnro. Las foonulacio- En realidad la mente no es tan ho~nea; los bed>os son ..,.,.,. simples.
ncs mú radiaoJca del determinismo lingiilstiro han cbdo cuenta de csra in- Para DO m.;..,;ooar 1iDO un ejemplo, Mued M.uss observa qne m Polinesia
lluenci. del modo mú ~te unilateral. 1-úntienm que d \'OC1Ibnlatio y China una rigida divisióo de sexos regula todO$ loa aspectO$ de la vida social,
2H 2.5'
~aJes como la uignaá6o de lu clues de uabajo o la posesi61> de bienes; no ,_tabea de ddinici6n lija, Jl'lCXk persistir mú terc:ametue en una situacióo ina-

~ Deac mmió una lista de conceptos para los ~ la ~ inglesa


obstante, lu lenguas de esas culturiS no tienen disúnci6o de g6lcro. Habié!-
domc criado )" mismo en una Jcngu,. que distin~ ues gálcros, no cncucn-
ao d menor indicio de que d mundo que vela a mi alrededor cstDvicra ~ DO tiene palabras •familiares o gcncralmente comprc:ndidu». Menciono unos
nc<rado de una <ripie soru:did.d correspondiente. Una mesa DO =ultab3 llÚs pciCO''
masculina que un reloj femenino;• tampoco era neutra la doncdla pon¡uc
Midchtn lo fuera. Y al uasbdar:mc • un pa!s de idioma ingl& DO observé Fuenld de ilumittoción
aombto alguno en este respecto, ni en mi mi.\mo ni en los demú.
Para evaluar d papd dd lenguaje de modo m4s adecuado, me parece oc. Cosos que pueden amhior de 11mallo y forma
~ario reconocer que sirve como mero auxiliar o vchfculos primordiales del
Panes del cuerpo (incluidos órganos, miembros. etc.)
pensamiento, inmensamente mejor equipados para representar obje1os y reJa.
clones penínemes mediant< lo formn aniculadn. La función del lenguaje es Cadi\~ de pltntas
cscnciolmcnte conservadora y csrabilil:adora. y, por 1an1o, tiende tombién.
desde un pumo de vista negativo, a hacer la cognición eslilica e inmóvil Mcn· Todn !u superiicies de un cuano
cion~ en un caphulo omcrior que los oonccptos tipo asumen dos formas. O
bien c:ristalizan en una conliguraci61> panicular, simple y bien formada, o bien 5ucs animados COft ptW
sirúan en torno a este centro toda la esfera de variedades que cubre d con-
cepto. L. primera es IIW con,-cnicme P"H la dui&.ción, la identificación y
la comuniaoci61>, mientras que d pensamiento omplio, Ckxiblc y producri.-o
h:~ce ncec:uria la se¡unda. La primea, sin embargo, es la que fa,-orcec y sos- Cosas que sir<en de uicnro
tiene d lenguaje, pucs10 que d nombre verbal constiruyc un r61ulo 6jo y,
por tanto, tiende a fortalcecr un oonccpro iguolmcn<e 6jo. La palabra «IIÍlÍn· Sí el lector prueba eus carqorias consigo mismo, descubrirá q~ algo.
gulo-. sugiere una imagen igualmente ddinída. nas de ellas tienen una 6rme base perceptutl aunque no disponco de nombre
Afortunodamcme, DO siempre prcva]..,c el pcnsamien~o estereotipado por olguno. Considircsc el último ejemplo, crosa. que sirven ~ asiento•. Años
el que abogan los nombres de las cosas. Pero IIU polabriU pueden con1ribuir o1rds E. G. Sarris realizó e:xperimenros sobre qu~ es una «stll••. para un. pe-
• congelar "s nociones, lo rual cousa peligrosos accideotcs, con el clruüno re- rro. Se hablo adiestrado a un perro para que saltara sobre una stlla comun Y
sultado que ilumoo los famosos ejemplos de pensamicn1o dcfccruoso de corriente o la orden de c¡Sill11.l•. Resuhó que obcdeclo la orden en el ";"so
Whorf. Su in<erpretación de los ejemplos induce n error cuando sugiere que de culllquier objetO con tal que pudiera saltar sobre él, yacer sob:" él Y muar
debe culporsc o la significación que reside en los nombres verbales del manejo en <omo suyo fuera cual fuere la signi6eodón que el objeto tuvtera para los
defectuoso de los objetos correspondientes. Por ejemplo, si la palabro evado• seres humanos'. En casos como &re., la base perccp!uol común de la categoña
tiene dos signi6caciooes, la una rd'crida • un conlinenle que DO csul ya ool- queda fortalecido por el parent<SCO funciono! ( ·~ s:OOrc las que se salta•)
mado de lo que, sq¡ún se supone, debe contener, la otro 1 lo ausencia de todo >· fJICililada por la ausencia de Clltegorfas comradJetonas (una maleta le seri
ron1enido, la difereocia de signi6coción dsrameme se origio• y persiste en b mú oceptablc como csiU... a un perro que 1 un hombre). No se follDll fáci}.
imagen perccptual dd continente. La imagen que domine depende del con- mente uno aotegorúo como cpanes del cuerpo• ~r CIU$1 de la ~fcrcncia fun-
tono en que se la use. Una persona a la que concierna, por ejemplo, cel •-so- cional entre miembros y órganos iot<mos. Lo mt<mo resuha válido m el ~
tamiento de reservas• considerará el ndo en el primer scn1ido, mien1ras que de lo diferc::ocia cnuc paredes, cido raso y piso. Si es dificil ob1coer ~ uns-
ol¡tUicn que se in<corcsc por la limpieza, es<o es, la ausencia de sustan<ús in- ~ ao<cgorial, no puede senólbmenre culparse de dio a la ausenoa de un
clcsc3bles, lo comiderará en d seguoclo. N-.do de es<o requiere la •>~ de nombre verbal; mú proboblcment<, la palabra no cxütc pon¡ue el concepto no
palabras, pero sí la versión dada de una imagen se conso~da mcdionte una se fonn6 m la cxpericocia. Es cierro, sin embar¡,¡o, qu~ es mis probobk que
un individuo ob<cnga un concepto de su experiencia si la lengua que ha •pren-
• Tila iiJn 1~ ~ ck W Tuch 1 tl1~ UM. que. jun.tmaue. no colncidm con dido lo exige.
leo de loo VOC>Ibloo apañolcs que trodtx<n loo alemanctt. ]T.l En d mejor d~ los casos, la rcloción que manri~oeo las palabras coo sus
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257
significaciones es precariA. Como que son signos estables y permanentes, !u banco--, se 11110sforma por el pensamiento intdectual en un acontecimiento
palabru sugiere:o que sus signi6cociooes son igualmeme pern¡Analtes. Eviden. SU(divo por d que una cosa se i¡¡uala a otra. Una ecuación es en primer lugu
temente, no es este d caso, aunque Susanne K. langer mantiene que una de Ullll enunciapón sobre una opctoción unidimensional de una cosa sobre otn;
las carxterlsúCAS destacadas del verdadero lenguaje es que sus dementas son Kilo una segunda considctoc:ión puede LniOJfonmrla en uDS imagen de coc-
palabras con signi6cacioocs lijas. En ralidad, las ¡t.tlabru tienen difcttt). xisrmcia s.inXtrica.
tes COMOI«Íoots en diferentes conteJ<lOS y pant individuos o grupos diferentes. El lenguaje vcrbll es una serie unidimensional de palabras porque d pen-
Como moneda de pensamiento, son apenas mis dignas de con6an:za que lo samiento intelcetual lo utiliza para rorulat secuencias de concq>tos. El medio
~rf.an las mooedas reales si su valor cambiara repentinamente de bont en vctbll como tal oo es oettSariamcnte Uoeal. En d arce, varios series de pala.
hora, de persona a persona. Los filósofos y los c:ienú6eos luchan de continuo bru pueden uúl~ al mismo tiempo, por ejemplo, en los duetos o =·
con las cúcaras verblles que deben utilizar pan empaquetar sus pensamien. tos operfstícos. 0., hecho, puede fosrarse que las scrucncias v~ de~ en-
tos oon objeto de preservarlos y comunlcarlos. ¿O.Oben conservar un támino tcratncntc de ser Uneales cuando un grupo de locutores que IICI1WI al mtSmo
familiar y Lnltar de cubrirlo con un nuevo signilinodo al precio de parecer es. tiempo gritan palabntS aisladas a intcrvalos rq¡ularcs. Las palabras pueden
tar usando un cooocpto que han t.bandorudo? ¿o.oben ICUilar un nuevo tér- umbim distribuirse libremente sobre la supcr6cie de una pinwm o la págins
mino? Todas estas dificultades se producen porque las palabras, como menos dr un libro, como su=le en d caso de la opocsr. coocret:P.
r6t\llos, intentan mantcnenc a la par de la vívida ac:ci6n dd pensamiento, que El lenguaje ~ utiliza Uoealmente porque coda p:tlabra o conglomerado de
se dcsanoU. en otro medio. •El nacimiento de un nuevo ooncq>to•, dice S. p:tlabras alude a un concepto intdcaual, y tales concq>tOS sólo poedcn com-
pir, •es invariablemente anuociado por d uso mú o mcoos tenso o extendido binarse en sucesión. Dado que las palabras no son ~ 5Íno sólo signos,
de viejo material liogüísúoo.» Esta tensión dd nacimiento existe primordial- la rdación espacial comprendida en la expresión •cerezas en los árboles• no
mente en d medio dd pensamiento mismo. Surge porque la csuucrura dd puede iluslnlrsc en la frase verl>al, que es una mera enunciación de treS con·
asunco que se examin•, al cual la mtnlll! se .dhi~, es sometida a tensión c:eptos: cerezas, en, el irbol. De modo similar, d lenguaje sólo pocdc dcscri·
por la nueva y mú adecuada estruetura que se impone. La locM contra las bir la aa:ión por medio de la no aa:ión. SuuMe K. lang<r lo dice oettU~da·
viejas ¡t.tlabras no es sino d reflejo dd verdadero dntma que se desarroU. mente:
en d pensamiento. Ver las cosas bajo una nueva luz consúruye un verdadero
des•ffo cognoscitivo; ajustar d lenguaje a la nueva concepción no es más La mnslormación que padecen los h«hos cuando son expresados como
que un fnstidioso tecnicismo. Ene Lmncbct¡¡ subrayó este hecho afianando que proposiciones consilte en que las reloc:iones quc "' dan en ellos se 001'1·
«las palabntS rotulan el proc:eso por el cual la especie tntta cognosc:itivamente vierten en aJgo sem~jtnte a objtros. As( pues, cA mat6 a B• nos informa sobre
su medio•. Dado que estos procesos implican un cambio constante, no puede un modo en el que A y B se combinaron desdicbadamentc; pero el solo
decirse que los rdctentes de las palabras ~•n fijos. medio quc tenemos dc expresar ts« modo es nombmlo, ¡y sin demora!
Al complejo de A y B pai'C'«' haberse ·~IJlldo un• nueva entidad, cmatar».
EJ •comccimiento que se •pinta• en la proposición irxiudablement~ mm..
prendla una sucesión dc actoo ejecutodos por A y B, pero no la sucesión
El ~/teto Jtl carkttr lintal
que la proposición ""'""" exhibir: primtro A, luego •ma..r- y dcsptJh B.
Sin duda A y B eran simuh'ncos entre d y con cJ octo dc maw. Pero las
El pensamiento intdectulli, ya lo he dicho, orienta los conceptos pctc:eprua- palabm "''"' somcddas a un <>«len lineal, discreto y sucesivo; están cnsar·
lts en sucesión lineal. Alnlpada en un mundo tetradimcosional de secuencia tad>J una dctrú de t. otra como las cucnras dc un rosario...
y simult.aneidad espacial, la menee opera, por um puu, inruitiva~te apre~
hendiendo los productos de lu fuerzas que intctiCÑan de modo Ubre; por la Los tjemplos mueslnln que las secuencias de los concq>tos intelectUales
otn, intdectualmente abre seoduos unidimensionales a través del paisaje es- presentados por d lenguaje son, a menudo, cnunc:ioc:iooes sobre una silWICión
pecial. El pensamiento intelectual desmantela la simulWiddad de la esrruc· intUitivamente percibida y pueden ~rvír para recoonruir la siruac:ióo. El Jo.
cura espoo:W. Tambim ti'IDSforma toda rdoci6o Uneal en suasiooes unidi- cutor o d escritor obtUvo la Ira~ «tere:tas en los irboles» a partir dc la ima·
tarion:ales, la especie de acontecimiento que represeowoos mediante una fle. gen cspac:ial de un bueno y puede utilizarla pan evocar en d oyente o d lec-
cha. La i¡ualdad, por ejemplo, que puede ser un esrodo de inrrnai>Sn ~ tor una escen.t similar. •A mató a B• puede evocar la escen.t de un crim=. En
tria en"" dos entidades ante la visión -un par de melli>os =tados en un tales ejemplos, el lenguaje sirve como puente m"" imap e i.m2gcn. No obs-
.2$8 .2$9
tante, lo naturaleza lineal del medio de conexión DO deja de tenor efecto sobre de UDI orgumenllldcSn. Lo descripción de La escena se ronviure en intupreu-
las imágenes que suajere. Aunque la imagen puede procum lo acción que ción. El escótor utiliza las idiosincrasias de m medio para guior al lector a
DO puede ser directamente deserita por los palabras, la aa:ión evoada tiende trav~ de utul escmo, de lo mism• msnera q~ una pellrula poede !kvu al e&-
• permanecer lineal Por ejemplo, J. incerw:ión simultánea no puede ser des- peetador de der:alle en detaUe y, de es modo, revebr una siruación mediante
crita directamente en el lenguaje, y es dificil mrumiñr mediante paábi'2S d uns sccuenru conrroi.oaa. Esta r«Dica es parcirularmente evidente y dicaz en
efecto de uu interacción. En d ~oón de Lessing, un tnltado sobre los lí- los primeras ol'Kiones de un• obra literaria, en la que el narrador evoca la es-
mites de J. pintura y la poesla, se encuentra el análisis disico de este probJc. «na introductora o partir de b nacb por una serie de triZ05 se!~. Las
ma. I..essina sostiene que la pintura, a J. que ronciunen los colores y las for- primeru oraciones de Otr11 v11rlt• J~ '""u de Henry James c:onsútuyen un
mas del espacio, esrá preparada para tratar objetos que coexisten en el espacio aso ejemplu. Como ilustradclo menos cooocid.o, ineloiri !lqt1l d comienzo
o cuyas panes coaisten en~. mienti"'S que las acciones. sucesivas en d tiem- del cuenco de Albert Camus, u "'"'" .Jú/Ur•~
po, son d objeto propio de la poesla. Lo pintUlll puede describir acciones
indirectamente a tri\'~ de los cuerpos, y la poesla puede describir cuerpos indi- Durante los úhiux. minuroo uno mooc:a ven!~ m'Oiott:lmdo dentro dd
recumente a tnl\'~ de los acciones. Si la poesla - y en esco se induye toda outobús, ounqu< las \"mllnillas es111ban .,ndas, Roto espeethlo en ese
fonna de lenguaje- emprende en ambio la tarea de descn'bir una situación lugar, hablo \-olado silendcoammte de un lupr a otto con aJu ansaclu.
visual mediante J. enUIIleHción de sus panes, la mente es a menudo inapn Jonine lo perdió de vista y hqo lo vóo posorse sobre lo mono inm6vil de
de integrarlos en una imagen 6nal. En !usar de refeñrme a los ejemplos del su tn&rido. lbcla frlo. Lo mooc:a se es~rm>«ff ""' Clldo m.,. de viento
propio Lessing, coman! utu1 de los canas de Georg Ouistoph Lichtenbug, areoooo que rozaba las '""'aniU.s. A lo lut pálida de lo mtñana invanol,
coo gran estrlpito de: t'jcs, el ,~ehkulo •"~nub. ruidoso sin wdelan"r •pe-
quien, desp~ de haber asistido al teatro en Londres, intentó describirle a nas. Janine mir6 o su marido. Coo mechones de pelo enanec:ido que se
un amigo alemán cómo David Garridc intupretaba J. reacción de IUmler n:amaban openu en uno fren1e estreCha, uno Dlriz ancho y uno boca Oicido,
ante J. aparición del fantasma de su padre: Mtrecl se asemcjabt • un fauno enfurruñado. A Clldo hueco sobn: el pavi-
mento, Janine senda su c:uerpo presionodo por el cuerpo de 8. Luego su
Al escucmr eoas palabras, GarTid< se vuelve de pronto y en el mismo pesodo corso volvlo o pesar 50bre •us piemos obierus 1 volvla a "'""""
momento retroeede doa o tres paaos con rodillas vacilantes. Se le ae el inmóvil y ausente, ron lo mirado vtdo, Nodo en B pareda oeti\10 salvo sus
sombrero: amboa bruos, especialmente el izquierdo, se extienden casi por manos sruesos y sin vello, que parcelan más <Orlllf rodovia por lo c:.miseta
completo, la mano al nivel de la cabeza, el bruo derec:ho mis eurvado que de fnnela que, tobrt'Uliendo por drbojo de los puñoo, le robría las muñc:cas.
el izqu1erdo y lo mano derecha más baja; los dedo> se tpartan y La boa Sw: m.Jlnos sosccnran l:tn rur:rCM)el11e una ptqudi:J maleta de 10111 mjc.ta
est' abierlll. En esta posición queda inmóvil, eomo pwlfiado, dando un entn lu rodillu, que no paraian seruir el ava.nc:r vacilante de la mosca~
paso amplio aunque no exttlivo sos1enido por rus tmigos, ya mQ familia·
riz.ados eon lo sparlción, pues cernen que se desplome. En su romo el
horTOr K eoprc:so de tal m1nera, que el miedo me 50brecogió repetida- En lo nuboso <tlm•l'l1 vacla de la mente del 1..-cor, aparece la bodla uni·
DKnle antes Jnclwo de que c:omem·,¡ra a hablar. dimensioul dcl vuclo del insecto que atraviesa las estrechas dimensiones del
autobús animondo de <~ttión el vaclo espoeio esuítico. El viento se introduce
Ea improb•ble que esta transcripción por enumeración loare reconstruir DO romo uno de los dewlles ~n el inventario de la esa:no, sino por sus efec-
en muchas menees la imagen que Lkhtenberg vio, Por tanto, los escritores, tos. Los tli.S~ ronsconces de la siruoción, como el aire frlo, entran en el es-
recurriendo incuiúvamente al principio que Lessing formuló en ceorla, tienden ttnario en un momento adecuado de la secuencio, como un I!Ct.o r que obede-
• deseribir lo que es por lo que acontece. lntrodu«n el inventario esritico de ciera a la señal. A una ocdón continua, como lu actividtdes de la mosa, se
una escena en d proceso de la •crión. Este recurso permite deseribir una si- le puede dor treo aparienciu independientes pant tres propósitos diferentes:
tuación por medio de un lenguaje af!n. Remonta las ronexiones lineales a m~­ 1. anim•dón del espacio con6nodo, el descubrimiento, por rootnlSte, de la
\'és del estado de cosas y presenta ado uno de es<u rebciones pareiales como mano inmóvil )' la demostl'Kión de la insensibilidod al lliCIO de 14 mano del
una secuencio de acontecimientos unidimensional. Lo que es aún mis impor- hombre. Mediante la selección de unos pocos nasgos signi6cañvos y la des-
IIIOte, presenta estas secuencias en un orden signi6aúvo, comenzando quizi cripdóo enfatizldt de algunas de sus cualidodes, el esecitor presenta los CÍ>Jn.
por un detalle parúrulorTDente datllado o ~'OCiñ\"O y t..óendo que los fa. ponentes abstractos y dintmicos de su trsmo: la fren.!ña lucha CODUII mwos
eew de J. siruoción se sucalan los unas a los orras como si fuuan los pasos end.tustranccs, una mujer atenea, un hombre al q~ nada mueve W\"0 su sen-

260 26l
tido de poscsióo, con~Aeto sio COIDUlÜcaciOO, frlo, un 10rpe movimiento sio .oola• y luego por •m urut mulñrud ck amores•; cada demento modi.6ca y
avmcr, un peto abrumador. En ~ euo, po<S, la c11oaoci6o pcrttpwal de cnriquea: la imagen mccliante un ICI'eCt"Dmnimto gntdual. lo\'crsamcnre. en
um siruaáón estocionarla se analiza m un eumm conuolado. Esto se ob- .luz de la mañana• tenmtOS tm objeto sio acci6n, mocli6cwdo sin demora por
ti~ imponi6ldole al -.lio potmcUlmentc bidimensional o tridimensional de b siguiente polahra para con•-ertirse en cluz de la tnail.am m la acrión de
b t~gm visual el modio unidimensional del knguajc. Actuando como wu oorpren&.... Esta ,.eloz y n-pcntina anitrulci6n de un objeto por el verbo que
<Sp<C~e de molde, el lenguaje fmna los rderentes de la munciacióo ,ubaJ a sigu< es el deao espeáñcarnente lingüístico sobre la itmgen que tratO de
manifesrtrse en u.na secuencia. ilustras. •Sorprmdióa, •-erbo rransitivo, abr. otnt proloo¡ada sfncopa, pues
Por .supuesto, tal scruencia de enunciaciones puede servir al mismo tiempo d lector sience la necesidad de un obj<to que, linalmentt, r<$Uha ser csu d<>
p•ra c;cJi6cwr toda .•• situación esrocionaru graduolmmte, como se construye rado ayer•. Esca DOCesidod de Ürgcntc:s conc:xiones <tea ten1iones que unüicm
una ptntura por pU>cdadas. Pero la sola comp•ración del efeao de una pin- la esp•rcida longitud del d i = v<rbal. Ademlis, lllgunas relaciones pen:q>-
ru;o sobre un temo algo similar, quizás el CtKhe dt terettra clase de Dau- cuales inhercnces a la configuración sonoro d< las palabros mismas se vuelven
mt<r, con la experiencia visual producida por lo norración de Camus basta ~struccurotJmentc signilicn1ivos poniendo ~n contocto sus re(e.cenr~s: la :aso-
pora o.ptar la diferencia fundamental. ' nancia relaciono sky (cielo) ron Jhighs (muslos), y old (1•icja) ron loaves (pa·
. La. ima~en pi<tóñca se presenta entera, con simultaneidad. Una imagen ne>), y el paralelo mue la m11ltitudt o/ loll<'s (mulcitud de oiDOres) del pri·
lit~•• ~elu <ntt a través de lo que se podrla llama.r acrecentamiento por mer verso y su equivalente religioso, la n••Y oj dovts (armada de palomas)
mod~tón. C.da palabra, cada enunciación, se modJfic¡ por la siguiente y del último, vincula la estrofa tanto por d significado como por c:l sonido. Por
se ~nvtcrte en algo más cerano a la significación total apuntada. Esta ediJi.. supuesco, nada de esto podría oaurir si los sonidos del lcnguoje no estuvie-
cación a través del cambio gradual de u imagen anima el -.lio litcnrio. Es ran en constante fusión can las imágenes que evocan
este ~n efeao que va ~· allá de la mera sdecci6n y secuencia de los rasgos,
que ilustt<! con c:l paul" de Camas. Considbesc b pñrnera estrofa del poe-
ma de Dyt.n Tbomas On tht MIITTÜige of• Virgin: Co,ctplos •~rbttl.s •"""""' conaptos pin6ri<os
Wddn1 tdone ur • mllllil•dt oflo~s w~n nrorntll(t ltght Dado que codos los medios occcsibles a lo merue humana debco ser per-
S•rpruNI 111 1~ OpmUJf of m mthtlong ~~
ceptuales, el lenguaje es un medio perctptual. Por tanto, no resulta útil
Hu ¡oldtn ~sltrdltJ .slup 11pon tht ;m
distinguir, en los medios de representación, los lenguajes de los no-lcngWijcs,
And this hfs nnr le•pt up 1~ sftJ o•r o/ htr tbighs
Wu ntir~ltJus ctrt.iffily o/J dS 104~1 tlnJ /uiHs. 10rmondo que los no-lenguajes emplean imágene. a diferencia de los lengua-
Tbo111gh the momrnt o/11 mir11d~ ;, un~nJi"t. llgbtnllrg jes , que no las empleon. Un lenguaje verbol es un conjunto de sonidos o fot·
And 1~ sbipyords of Glllílu's footprmts hldt • n••1 of doves. • mas y, como 1111, no carcre totalmente de propiedodes cst ru<turnlcs que pueden
utilizarse para la represenroción isomórficu. Por ejemplo, cl lenguaje ottibuyc
Lt f!nu~ilción comienza ron cdespertandoao, pura ICCÍÓn sin cuerpo, y signos individuales a rone<ptos individuales y describe pensamientos y expc:·
hasta el qutnto verso d lector no llega al sujeto cla milogrosa virginidad• riencias como acootecimi~ntos qu~ timen lugar en .ecucncias. Estas correspon·
qut nos dice qui0 est,¡ -:--<>• m realidad, est11/HJ- d~pertaodo. Esta aperru.,: dencias son exactamente tan piccóñcas en principio como lo t!S c:l hecho de que
dr forma, que ptde un acrre, prodUtt la expectativa por la cual la clirulmica en un dibujo dos perros pueden mostmrse como dos conliguracioncs lineales
inberente a la im.tgcn compensa b falta de coherencia de los signos verbales separadas o que las fases de un acontecimiento se n:prescntan mccliante una
Un_medio direcumcntc pcrttptual, como c:l de b música, ofrece esta expec: secuenci• corrc:sponclicnte en una pc:líC'Ilb o una pieu teatral. Por otra pane,
uuva en lo que se escucba mis bien que inclirec:wnente en la imagm mental la estructura del knguajc ..crbal es demasiado pobre como para ¡xrmicir una
"''OOida por el estimulo. ~•• acción sin poseedor, es mocliJicada por represcntaáón muy acabada mccliante una tal correspondencia. Por tanto, lleva
a cabo lo mayor parte de su meo asignondo rótulos • los hechos de la cxpe-
•• ~ .... "" """ mulúiUd de - cuando u ,.. de la - 1 Sor- riencio. Estos rótulos son arbitrarios, en el mismo sentido que una luz roi• es
~i6. en la apmun de SUI ojos llqodoo de la nocbo 1 Su donodo ~yu domndo m cJ
"" 1 ' de ..,. muslo. el 101 del db sah6 al ciclo 1 E.taha u .,;._ Yi'linidad •ieio un ligno de tráfico arbirracio que señala la necaidad de detenerse.
~ ~ pana 1 loo P«U. 1 Auncrut el ,..._,o dc un míJa&ro a un nyo infutito 1 Todos los medios de representación se apoyan en referencias isomórfi=
"" ~di• dc loo ••ilkroo dc Golilca O<UIWI una am.d.o de palomo,, (T J v ,;., i<amórlicas. Son en pane an~, en parte signos. En principio, no bay
262 263
diferencia en este respecto entre lenguajes verbales y no verbales. Eo la pnlc.
i¡¡ualrncnte Cllpricboso. Pero pregúntCS< la difc~a entre UD.'! va<a y unA
tia, la diferencia mú imporuante c:s una diferencio de ruóo. En las aneo defmta o pt~ en los doctOS probables de Lis vacas sobre el trifico out:o-
visWlles o la músia, por ejemplo, las rcf=nciu estrictumeme no isomór6.
mcwúlstioo en In lndta, y la imogcn comem.1rá • agudizarse.
cas son extrc:madamc:nte roNs. En d lcoguoje verbal, desemperum la IDllyor La oaruralcu protcic:t de las signilic.tciones verbales S< vud«: dolorosa-
parte de la torca. Una pma con<inua de formos va de los medios mmos ~
JIICDtt ovidcnto cuando un m•estro inepto les pide • sus olumnos que bas-
módicos a Jos que lo son m4s; incluye elementos intermedios como los soni- queo ciertos tÚDliOOI en el diocionario y luego los empleen en andones. J..
dos ooomatopeyicos del l~je, los idcovamu, las alcgorios y otros simbo. mes Dtese 110> tnCorma sobre los resultoclos que obrU\'O un naestro de 5ép.
los convcoc:iooako. tJb.car el longusjo en una WS< exduyeouo oonduoe a c:rror. umo grado con b pol..bra asto. Un alumno, ol descubrir que casto .ignifica
Como señal~ antes, no es ci<rto que el lenguaje '~ utiliu formas coos. cde di$Cio simple., csaibi6: ola amiba es un animal_~o•. Ouos, usando
tomes y lormaliudas, mientros que d l<ngU>tje pictórico, como d de la pin· b pslabna como sinónimo de mm.a.I.Jo o puro, esctibtcroo: cl.a lccbc Clll
tura, por <jcmplo, utilio< forrnas de variedad individual infinita. Por supuesto,
no hoy dos cuadros de llores que S<an iguales, mieotraS que b pslabna fk>r
ca>ta• o cDcspuc!s de mucho uso, loo plan>> siguieron castOS». La =
CSIOS atnacli•u disparatcs fue que el maestro Conó • sus •hmmos a tOIJW' f:a.
de

paiiWI<C'e ioaltencb. Sin =borgo, d lenguaje ,-m..J oo "' OOIDponc simple- cctas de un coocepto fuera de contexto. Las )»labros dd diccioc.ario apuntan
mente de palabras, .ino en primer lugar de sm signiliaciooc:s. Como dijo s.. a una coler:ción al our de tales r-.... y no hay modo de usarlas mrrecta·
pir, la palabra •asa• como pérttptO puramente auditÍ\'0, cinc:stésico o vim11. mento a 110 S<r que se COOOZQI el contUtO a que corresponden. No bien UD
110 constiruyc un bc<:ho lingüátim; •JÓlo cu•ndo ~tas, y posiblcmenll: aun
coocepto se ubiquc en unA proposición <ignificati,... el oontexm se _CCDUllii
otns experimcios coo...as S< OJOcian autom4tic:omente con la imagen de una en rus ..pectos pertinentes. Las ddinicionc:s son ptrtJI:ularmerue úriko para
casa, eomienun • adquirir la nJturolou de un slmbolo, una palabra, UD eJ.. 6jar la .igoWc.ción de un ooocepto mediante su ajuste a unA mi de reJacio.
mento dd knguaje•. Aunque el sonido normalizado form. parte de todo
conttpto •·erbal, de ningún modo constituye m médula Intima. No tiene modo
nes. A decir •·erdad. ni siquiera las ddiniciones 6jan b sigoi6aci6o del con-
ccpm ccomo tal•, sino J61o en relación con un ~ cooceptml p•mcular.
de impedir la coormc variedad de <tnlc!er y alance rlpica de los cooceptos. la definición zoolÓgica de ••aea tiene poco rdao6n roo lo diosa Hathor o
El lenguaje 110 oÍr<a! garantfa alguna de que los conceptos mantengan la esl4· con la piorura de Jotn Dubuffot, La vaca Je boc1co sutil
bllidad ~le para el pensamiento y la eomuniCIIción. Dado que todo ron<'C.'pto verbal pone de manifiesto uoo de sus aspectos
Rogcr Brown sostuvo que d tipo de imagen mental que Titcbeoer des. particulares según la proposición, la do6nici6n u otro contexlo donde 5e. ern-
cribe romo d componente visual do sus conceptos verbales no rosultarú ad10o pke, su notural= vi•ual no di6orc en principio de la rcprcscnto.cióo pt~ó­
cuado para un penSIImiento que S< pr«io de llll, pues er~~n caprichosamente rica que se da en el dibujo o lB pintun. Lo p•ne dd concepto que los OJOS
individuales, conacnfan componentes occidentales y Ouctuaban de manera im· pueden ver dittttamc.nu:, es cierto, se limitA en la representación verbal a un
pn!Visiblo. La imagen de VOCll de Titchcner -un rooulngulo alargado roo signo o oomplejo de signos c:tsi completamem~ arbill'lltio, micntms que. In
derlll expresión fAcial, un gesto adusto exagerado- se apoya en rasgos nun- imagen visible contiene m6$ elementos rctroÚ>ucos. Pero hoy sólo una diJe.
ca mencionados en la definición de la vocu. Esto es cierto, pero d caricter ca· rwcia gradual entre el oonceptO verbal J~Sfii/JO rmmaJo Y una esculrura que
prichoso de tales imJfgcncs S< halltd en todos los roncq>tos en condiciones rcp=tc eS< tema. Atnbos perceptos, las palabr:&> y d bronce, esttlo pico~
similues. El ooncepto 50bre el que piCOS< uno persona no tendrá la penistcn- de asociaciones mcntalos que van mucho m:b alLí qae lo di=~amcnte pero·
da relativanxntc establo del obj<ro que ve ddtnte de sí. El ramo de c:risro- bido. u estatuo, como que es mucbo m:ls apecl6a, restringe m4s SC<erll·
temos amarillos que contemplo, .. ,~ suj<to • todos las fluctWlciooes de 01~ mento el alcaooc de las connoro.ciones pertinentes. Es mucho menos adapta·
lAdón, atención y n:bción; pero la J61ida baS< que procuro el estimulo ff.sjco, blc. No .., pueden tomor uprcscontacioncs pictóricas o t'ragmcntos de ~tas
perm~ en tanto yo lo mire. la imagon mental, que COI'<CC! de uno base
paN producir nucv.. enunciaciones tao fáciltneme romo S< pueden ~><
llln independiente y objetiva, depende de la sola memoria. E.tá abiena o la palabras o ideogramas En los montajes pictóricos las costuras se notm, IDltD-
precipitación de experiencias de toda una vida Por tmto, pan lograr una rnas quo Lis imigcoc:s lot~radas oon palabros S< fu!ioa~ en t~ nr~.
identi6cadón pm.isa, todo oomponcnto cid pensamiento debe apoyarse en d Las formas y las oonliguraciones de color de las artes VIsuales mteg~ la una-
cont<>tto. Si un experimentador le pregunta a una persona o S< preguma • si gen particular que CODSUIU)'C la cnUDcia.ción. Las formas del leo~¡e ~
mismo que! ..,cede en su mente cuando pi<DU en •vaa•, el C'OilCq><O qua!. estiÚI bc<:bos pan la evocación m2>Íva de inúgcncs cuya iodividualidod se JDo
atnpado en un contexto vado o puramente accidental, y d resultado seri dua: iodm:cwnente por lo combinoción de los rórulos normalivdo..

265
14. ARTE Y PENSAMI.ENTO

El acto de pensar exige i.Jmgenes y las imigenes contienen pmsamimro.


Por wno, las artes visuales constituyen d t~"""D &miliar dd pens.amiento ,;.
sual. Es necesario mostnr esto ahol'1l mediante unos pocos ejemplos.
Puede: que considerar d art~ como una forma dd P"""•miwto visuol pa-
,..,..,. iodebidamcru~ unilotcrol. El an~ d<Kropcña otns funciooes qu~ a me-
nudo se mo•idenn primordiolcs. Creo belleza, ~ÓD. 1l1110lllo, oñlm.
H~ visibles rosas .iruúsibles o inliCX'CSib~ o n..oa&S'de lo &nrasla. Da expre-
sión al placer o al descontento. N;;¡; diCSto se niep oquf; ~ pal'1l desem-
peñar estas funciones, debe ten~ lugar un gnn eaudal de peosamimto visual.
La cre.ción de belleza planteo problemu de sdcro6D y orgonizac:ión. De m•
n~ scmcjmr~. hlla:r visibl~ un objeto significo captar sus rasgos esmciales;
DO se pu~ reuaw un estado de paz, un painjc e:xtnño o un dios sin do-
bomr su earicter en túminos ofrecidos por lo imagen. Y cuando Paul 1<1«
C$CI:ibe en su diario: cCrco pour ~~~ fHH plcuur; esta es la prit=n~ y lA últi.tno
de las razones•, es evidente que los dibujos y las pinturas de Klee podlon ser·
vir a un artista tan grande y un su humano tan intdi¡¡ent~ como alrerruuiva
dd llanto sólo esclareciendo ante ~1 los motivos del llanro y cómo vivir con
-y a pesar d.,._ este estado de cosas.
Inversamente, algunos de los objetivos que se le atribuyen al arre son mo-
dios para hacer posible el pensamiento visual. La be!IC28, la perfcroón, Jo
:umonf.a, el ordt:n, sirven efectiv1mente para dar una sensación de bienestar
mediante la presentación de un mundo congruente con Jos necesidadcs hUIDllDas;
~ son tambim condiciones indispensables para formular una enunciación
elata, coherente y comprensible. La belleza est~tiea constituye la correspon-
dencia isomódica cnuc lo que se dice y cómo se dia:.

Si se desea descubrir el pensamiento visual en las ~ arúsrias se


deben buscar Jos formas y relaciones bien esuuctUI'1ldas que CIJ1ICtUizan los
267

co~tos Y __ ~pliac:iones. Esw se ~ll'llft sin dificultad en la obra bre libremente los nosp <StriiCiuralcs I"""ÍDMUcs del rema y ~tra for.
~~ ~ m.dos remprmos del daarrollo mental, por ejemplo en los dibu- mas adecuadas para ellos en el medio eonsñnWio por las llD<U sobre el p!pd
JOS mfanúlos. La cauu de <Sto es que la mente jO\'Cn opera con formas eJe. en blanco. El caballo no se carac1eríu eomo tal sino que se ha ab&ualdo al
~eotales que -~ dis~inguen fácilmente de la complejidad de los objetos que nivel de una montura incspecif>eada que sirve de hose al rudimenwio ham-
P•nran. Los DIDOS, SlD duda, brindan sólo meras aproximaciones a las formas bre. Una cosa le sirve de mareo a la otra, a la '!"" circunda. Pero esta reJa.
y las relaciones espaciales que. intentan pintor. Puede que no tengan la habili- ción es demasiado imprecisa: permite que d hombrecillo quede notando en
dad ~ no boyan explorado IICUvamente las ven12jas de los configuraciones bien d óvalo. Para darle un pcdea1al sobre d qoe pueda •payarse s6lidoroente, 10
defimdas Además, los niños dibujan y modelan no exclusivamente por lu niña iotroduce la Une. de base, que oo es una imagen dd lomo del eahallo
razon<S que nos interesan aqul en pan.iculu. Les guna ejerttr y ejercitar $US sino un sopor1e abstriCtO, aunque eote.ramentt visual.
músculos riuníca '! indómit~men~e; les gusta ver aparcaer also donde 00 lo La enunciacicSn de la niñ., puos, eoosisre en eoneepros visuales exigidos
habla antos, esp<aalmenre st esumula los sentidos mediante d color inrmso por la c:xpecienc:ia directa, '~""• empero, retratan d r~a abnractamente me-
o ~· p...,.;piuci6n de formas; rambiio les gusta mancillar, atacar, destruir. diante algunos nosgos perñnenrea dr forma. ret.ci6n y funci6n. El dibujo ob-
!muan lo.que =>. _Todo ~o deja sus huellas e impide que d dibujo de un tiene su forma mo!s directamente de las cformas puran de los muy genbiros
nu1o sea Slcmpr<: el ¡usro re¡ustro de su pcnumienro. eo~ros visuales que de la apariencia parñcular dr eab.llo y jinete. De ese
modo muostn1 lo que le intereu a la niña del eaballero montado: se encuenLto
eotrooado, rod<$do, apoyado. Y aunque la imagen es tan aluu:nente conttp-
tual, surge enteramente de la intensa observación del mundo sensorial e in·
terpr<ta el canlcter del modelo sin apartarse en modo alguno del reino de lo
visible.

Fi¡wa 62

Sin embargo, no. ttnemos '!"" ir lejos para demostrar lo que sostenemos.
La Figuro 61 os la rmagen de un jinete dibujado por una nw de tres años
Y nueve meses. Mu..tta d aabGilo eomo un gran 6valo y uno linea horizontal
que rep~"' «~quello sobre lo que el hombre se sientn. El dibujo es sin Figura 63
duda pttm111vo sr se eompar» eon la eomplejidad ele los objetos que retrata En ocasiones, un concepto visual se. convie.r1e en une (orma precisa y cas:i
Sin ~mbargo, lo que mú inrcreu es que en lugar de mostrar una :ulbesi~ esterroñpada que se rephe eon escasa vañaci6n a posar de sus diversas apli·
rn«:antea y torpe al modelo, el dibujo da testimonio de una mene que dc:saJ. ac:ioncs. La Figura 63 reprodu« los dibujos de una niña de ~s llÍÍOS en los
268 269
que t. figura del roraxón, ron la tarjeta mensajera de amor,• sirve p:ua retta.
w n•riccs, broche$, un vestido de fiesta, brazos, alas (?), decoraciones de
b c:orona, etdtera. El rccuno, aunque algo ron\•encional, exhibe todos los
rasgos y funciones de un concepto. Es de estructura simple y de fácil capta-
ción. Sirve para volver inteligibles diferentes objetos que se le asemejan lo su-
6ciente como para subordirulrscle. Esta subordinación cma una ouegoría co-
mún de rutrices, broches, bruos, etdtera. Establtce algún orden en un mundo
de c:omplejidad
La sdccci6n y la asignación de c:onceptos visuales implica la especie de so-
lución de problemas a la que me refcrl antes como la inteligencia de la per-
cqx:i6n. Percibir UD objeto signifia hallar en él urut forma lo suficientm>mte
$ÍII'Iple y eaptable. lo mismo resulta válido para los rooeeptos rcprcsenrati-
''OS oeceurios pon la realización de ercacione. pictórieas. Deri\'11D del anic-
ter del medio (dibujo, pintura, modelado) e interacnWI con los conc:q>tos per-
cr:ptuales. Las soluciones de los problemas dan muestns de sumo ingmio. Aun
en los niños pequeños, varlan grandemente de persona a persona. Uoo puede
haber visto miles de dibujos infantiles sin dejar nanea de seotine asombrado
frente 1 la inagotable origlnelidad de soluciones siempre nuevas para d pro-
blema de cómo dibujar una 6gura humana o un mima! con unas pocas lineas
$ÍII'Iples.
El pensamiento requiere ligo mJs que la formación y asigDllción de con-
ceptos. Exige la aclaración de relaciones, el descubrimiento de la esuuctun
oculta. La ronfcttión de im,¡;cnea sirve para que d mundo cobre sentido. Lo
Figura 64 muestra a un \'Cndcdor dc globos dibujado por un niño entre los siete
y los ocho años. En su medio ambiente natural, un vendedor de globos coos-
titu}'<" un es¡>«ticulo <Onfuso. Aporreado desde todos lados por una mera-
derla poco gobernable, se abre amino entre multitudes moviendo sus miem-
bros al indinme hado un niño, elegir un globo y f<"cibir d dinero. De modo
algu11o es íicil percibir lo estructura b&!sicn que gobierna al hombre y su mer-
eaderla. Antes de que el principio del asunto se comprenda, es necesaria Wlll
abundante exploroci6n activa que oo sólo abarque el sentido de la visu1. Tam·
bibl cs nece>41rio un pens•miento genuino para hallor el mejor equivolente de Figuro 64
este principio en el medio del dibujo bidimension:tl. En el dibujo del niño,
toda confusión se ha desvant"cido. Lo disposición espacial darüica d ordm
En niveles mis devoOO. dc dcsarrollo mente!, los modelos compositivos ~
vuelven mis <Omplejos, al igual que las configuraciones de fuerzas que se dis-
funcional. Mediante su ubieación en el centro, el hombre se convierte en el
ciernen en el mundo del artista dibujante y que se interpretan en su obra. Los
agente centre!. lo que sucede a derecha e izquierda de este eje medio cs m-
rada sim<!triamente porque no se intenta mostrar diferencia funcione! algu- buzos de la Figura 6' (pp. 271-272) fueron dibujados por un niño algo mayor,
na entre izquierdo y derecho. Las cuerdas parten de las manos contrOladoras un niño egipcio. Una va mis, cs necesario tener en cuenta lo que es ~robab~
que el niño hat.. visto de t~lea escenas. Sólo entonces se puede ap!Utl! la
bcmd c:oo que los datos de la experiencia se transforman en Wlll mt~
• & do - mdicionol, m loo &tacloo Unidoo. d mYio do tllrjrus o .-.pJoo rd. ci6o visual independiente, ejecutada con los rcrunos del medio bidimena<>-
- ""' d """"· m d ella do Son Val<ntln. 14 do lcbrtto. El símbolo qao ~
..,... - ICIUUrucnto .. lo formo e>l<m><1pod. del .......sn. ( T.] oo.l. En la vida real uoo puede \"er cómo los buzos abandonan fos.bores Y dcsa-

270 271
¡r.ueceo en d agWI. Una pellcula submarina pue<k mostnrlos en ru ~oso.
ocupoK!os on $U$ tareas y, luego, nuenmonte en su ascenso. Pero todas estas
perspectivas son parciales. Lo logrado por d dibujo es mucho mis. Presenat
un contiiiJium \'Crtical, la rd.aón inintem.~mpida en"" lo que aaeo:e arriba en
los botes y abaJO en las profundidtdcs, un aa>ntocimiento coherente que muc:s-
WI todas las funciones y coneaioncs dd proceso toatl. Aunque nada realisat,
es12 perspectiva procura un• tnstrucción simple y directamente perúnente. En
el universo dd espocio pictór-Ko plano, su lógica visual resulto inm<di•wnen-
1<' convinttnte y odccu.tcla
Loe botes rodean y prestan apoyo a su tripulación bidimensional~"' siD
oculwlos en parte a la visión como suade •en la rttlkbd•. Los bombres que
sostienen las cumlos son tratados como hileras de iguoles porque soo homo-
úpicos, de igual funá6n. Los timoneles, que tienen una funci6u disúnta, se
distinguen por la forma y d color. La cuerdas son mottiooes de claro t:nl%8·
do: no se entorp«<n entre si, ul\'0 en un aso, en el que el enttecruzamim-
to es eaigido por insuperables necaidades de disttibuci6n espocial. El fondo
azul y regular de las aguas pone de reJ¡~.., los ouos colores, que sirven da·
~te pata distinguir los hombres y los botes. La nbiación irregular de los
buzos muestra que fio110 en un cspocio ilimitado, a diferencia de la disttibu-
óón más esútia de los hombres en los botes. La figuras de los buzos ea·
plian con eatremada claridad su dependencio de las cuerdas, la odbcsión de
los pesos y cestos, etmua.
Describo estos dibujos como si fueran dia¡ramn de iostruoci6n, como
mapas u otro material de información, porque mi tates justamenr< lo eaige.
Al mismo tiempo, claro cstl, un dibujo hermoso tiene cualidades artfstias.
No sólo ensciíe d bue«>; tambi~n transmite la •sensación•, la experiencia
vive dd acomocimicnto. Este docto se obtiene medionte las cualid•dcs esté·
ricas de cquilíbrio, orden y expresión: le tripulación dominante en los botes,
orriba, d cnjembre de las 6guru rojiU por debajo, la libermd con que Botan,
lo ingravidez de sus rucrpos. Todo esto, sin embarso, de ningún modo es aje-
no a la lección visual elaborada y transmitida por el niño. En este cuo, como
s-iempre en arte, la •bellcu• no es un11 dttoraclón añadida. una mera propina
pan el observador, sino un• parte integral de la enunciación. Todo aspecto
de la representación pktórica, y1 sea in!ormarívo o evoativo, se ad<CW per-
f«<2me:nte con lo que el niño comprendió, sintió y comunicó.
La situaciones puestas on claro por el pensomknto visual nunao concier-
nen al solo mundo exterior. C..ondo el niño apta la.s aractU!stias de la SÍ·
tuaci6n dd buc:co, rambibl descubre y clariñca en ciJa ekmentos de su propia
eaperiencia: la de csw- suspeoclido, •depeoclienteo (en el sentido literal y fi. Flgu,. 65
gurado de la palabra), inmerso en aterradora oscuridad, pero al mismo tiocmpo
sujetado conlíadommte desde 1rribe, expuesto a la avenrura y al deber, ea
coropañla y, al mumo uempo, solo. Despub de todo, debe ser es"' especie

272
de alinidod la que hace qu~ una persona adquiera un in~eré$ cognoscitivo por
lo qu~ aca«c: fu<'ra de su propia tar~ y lo que le determina a centtaiSe sobre
dlo pan cbri6carlo.

Fi¡un ~

E/sbor11ci6n Je probltmsr pasonalts

Este compromiso personal pu~e ser mucho mis explicito. Las Figuras 66
mu..strao dos dibujos hechos ron un intervalo de ocho ~anas por una niña
de siete años cuya f1mília actbaba de mudarse a los Estados Unidos. Después
de hobu <'St.ado m una escuela ~ro~ muy estricta, se sentía perdida en d
medio mú informal de la ~ela pública oorreamerictna; volvla a c.sa llo-
rando: e¡ Ya oadie me dice lo que tengo que hacer!•. Duran~e <'Sa5 primeras
semaoas d~ aOicción hizo el primer dibujo. Se dibujó a sl misma dos veces:
la figura central de la hilera superior y la de abajo a la der<'Cha. Se encuentn~
rocJe.da de tres mujes..s d~ osados Clbellos sueltos ..norreamer:icaD0$1>: su bc:r·
mana mayor, • la qut gustaba la ncuela oortamc:ricana. una cswd.iantc. nor-
l<'americtna que le daba diS<'S de viol[n y cuyo desaliño poco femenino t. .,...
eandaliuba, y Nancy, otra ru;;. nort...mericana. En medio de estaS figuras vi-
voces y sonrient<'l se presentaba a si misma melancólica y llorosa, con pelo
pat~ticament~ ~ucído, sin braos o protegido por la cuuda con la que salta.
El squndo dibujo lo hizo cuando habla comenzado a tnbar amistad con
sus compañeros en particular y con los Estados Unidos en gcnenL La ~-
273
J>ll1lCÍ2 '''"~ Lu figuras ha d...porecido. Todas sc asemejan y sonóen. fu y de ese modo, definir los poderes que el paciente enfrenta vagtUDent< y dcs-
habido un compromiso cnm ambas formas anteriores de arreglo dd pelo, que d.J,rir los re.ladones COrrtttaS enue ellos, sisniñca algo más que plasmar ~
ahora ahibe un peinado ordenado y al mismo tiempo atrevido, y m r:res de .ervaciones en el po.pel. Sisrúf~ea elabonr el problema volviéndolo desaip..
Jos CWitto casos ya no se permice que J. cuerda con6ne la cabeza respJ.ode. tibie.
cimt<. LA niña no pudo haber h<cbo escos dibujos sin dererminar con ptt· Con frccucnci:l los cuadros y los eseulruns de los pacim«s adultos no
cisi6n Lu ausas de ru perrurb:aáón. Observó en su medio ambiente las JD21Ü. cumpkn su tarea tan liCilbodamcnce como los dibujos infantiles que mostra-
festaciooes de una dolorosa adusi6n y una chocance pemúsivicbd y, más tar· mos más arriba. Los niños son a6cion.dos, como los odaltos. Pero con ru
de, J. alegre solución. Descubrió po.ro estos vaños ternas asombrosas fórmulas .cnudo ÍDCOrtUpto de la forma, pueden poner todooú todoo loo aspectos de
pia6ócas. Al hacttlo, volvió Wlsibles y comprmsibles ...nos aspeaoo de sus b forma y el color cotalmence al servicio de la signi6aci6n apunca.b. En est~
pmxupacioncs. Dio¡¡nosticó y k dio formo a su probkma con b ayuda dcl sentido, su obn se asemeja a J. del artista cabal. Pero en el adulto medio de
sentido de J. viJtt. nuesrn civiliución, el sentido de J. forma antes se desvanece que .., odecut
a la complejidad cada ~ Dli)'Or de la mente. Su me puede moteoer elemen-
tos de apresión oucéncica -una mujer con su hijo en bra20S, un monnruo
que acecha en J. oscuridad-, pero en scnerlll se limita a ronw uno bistocú de
lt nxjor manera posiblt sin l_nnsmitir su signific..ci6n jorrfnscn a uavés
de J. disposici6n de las formas y los colores mismos. Para el ojo estos dibujos
pualm res:ultar confu101, inconducetues '1 débiles, aunque: mnsmiun su men-
Aje idc:ogri6aunente mediance un knguoje pictórico.
De lo que se sobe de lu i~mes. ¿es permisible inferir que tal obra de
ane tc:ndnl sólo su encer-a gnvitaci6n si la con6gunci6n perceptual reBrja lo
ronstelaci.ón de Wer.as que subya<-e en el lema del euodro? Me siento tenb>do
1 suserirlo. La evidencia pcrc:eprual di~, que ronsUtu)'C lo fuente de cono-
cimiento mis persuasiva de lo mente, debe exhibirse en la composición gene.
rol y en l• orsaoizoción del deuUe, •i el mensoje del CWidro ba de aeruar
ron pleno visor terapéucico. De ocro modo, la comprensión obtenida a partir

Fiaura 666

La claburación de los problemas per10nales es evidcnce en los dibujos y


l•s pinturas de los pacimccs en l• cen~pio de arte. Algunos asas, como los pu·
blicados por Marg•~• Naumburs. ofrecen ejemplos de almo la obm en sus
primeas etapas puede descñbir la amenoza en bruto de un• «ansiedad libre-
mente Bocante», • menudo definida con pobreza, y almo, ron una mayor ela- Fiaura 67
boración, emergen también indicaciones de los motivos a los que se debe J.
amcn:IZll. HJ.cio el final e.l poder hostil sc ve • veces ode<:Uadammt< ~ucido, de la obra de arte sen parcial e indmcu. Esco signiJica que, desde un pon-
puesto en su lugar, aplicado por su concexco. En gmeral, e.l trabajo anfstien ro de vista ideal, J. tenpia de ane debe también scr educación anistia arico-
constituye s6lo ullll po.ne cid esfuerzo suiado del po.cience por librarse de sus cada a guiar • la persona no s6lo a lo clarificación dcl terna, sino también • lo
di6euhadcs. Esul también la psicotenpia, esrj rambién la luch, mental que de su ~rescntoeión viJuol. S61o ruondo J. obra le babia clartmente al ojo
continúa dia y nocbe y, en ciCfla medido, los djbujos y Lu pimuns son s61o puede espemrsc que bcne6cie al mhimo a la mente. En esce sentido puede
un rcBcjo de esos luchas y sus resultados. Es cvident<, sio cmborso. q"" h decirse q"" J. técnica de •sorthtrco-. de Muprer Nawnburs, qoc alienra al
ludu esul dedarad.o tarnbiá> deruro del ane mismo. El esfucczo por visuolizar paciente a ·~ formas de lib~ apansi6n en curvas y llncas zigagucances

275
sobre grandes hojas de papel•, no .&o libera el flujo del contenido incons- ue s1. Las Figuras b y e muestran una solución diferente. Ll intqridad de
·ciente, sino que wnbi6t puede cootn"buir a r«Upenr d xruido espondneo : ekmeotos de la. figuro quecb inalterada, pero se inrerpene~ Forman
de la forma superando J. COD$ttuerióo pictórica rcstrin¡;ida y pe:ttq>I"U.t)mee .,. unidod visual mas estreela, pero ~t• no los afeeta. Cada uno nene la for·
i oaniJrulda. u • que tendrla de por si sin la presencia dd otro. Esro crea zonas que pateo
~eeen a runbos elementos y podda interpretarse <rr6neameore que exlúben
traJUparencia En lugu de cllo, constituyen coincidencias no reconocidas. Pero
011 doble aparición crea rivalidad visual, reste conflitto estimula la n<eesidad
de un tratamiento mis uni6eodo del problema.
Ll obro de arte genuina requiere organiuciooes que implican muchas, y
quiz.l todas, de las operaciones cognoscitivas que se conocen en el pensa-
miento teórico. Dar~ unos pocos ejemplos. Comúnmente en las situaciones
61os6fiCIU, cicntllicas y prácticas, los ptoblemas se solucíOIWl primero en UD
dominio local estnxho que exige modificaciones cmnclo la situoci6n la de
mtarse en un contexto mis amplio. He aqul una ilustración elemental del
pensamiento asi rcmingido en el dibujo. Los niños pequeños a menudo rolo-
can la chimc:nea en el teebo oblirua, en lugar de vaúealmeote (Fig. 67 ). La
¡rictia cobra sentido si uno oo J. considera sólo rqativameote como aró-
na. sino posilivamente romo o.na soluci6n local de un ptoblema espacial. La
cbimeneo se apoya sobre un techo inclinado y, en relación con esto inclina-
ción, eoti roloendo perpendicularmente. Esta es en verdad la úuiea ubicación
oderuocb en tanto el ptoblema se limite a su más estnx:ho dominio. Sólo en Flgun 68
el marco más amplio de J. es«na total el techo se fC\.'ela inclinado, esto es,
divagmte del marco bisico del espacio. El teeho no constituye J. 6rme pla- El payoso sobre d deCante (Fig. 6&) asume una posición de per61 por de·
taforma que pareee ser en uno perspectiva eStreeho. Por tanto, part obtener ferencia hacia su montura. Poro ademú prescinde de una pierna. Acep111r
J. pooici6o estable que el niño mtentabo darle a la ehi""'na roloándola per- estr saaüicio como Jeglúmo requiere una modificación mucho mis intensa
peodocul.""""te al teeho. la chimenea debe confOIJJllrK • J. verúeal del es- de las primeras formas de pensamiento que la mct11 omisión de las piernas de
pacio más amplio. Esto crea uno relxi6n torpe y de apariencia iDcocrcna en- las F"Jguras 6s. y 6&1. En los primeros dibujos los niños ignoran las piernas
tre chimenea y teeho, rebción que sólo se justi&a ruando se la ve en el con- con facilidad, pero reeonocen su preseneia, y aceptar su amputed6o, no obs-
t~to más amplío. tonre, rcquier< un abandono mis radical de la imagen primordial de la figura
Otro problemo cognoscitivo búico es el de la interaeci6n: • un nivd ~ hUIMnL El niño se encuentra aqu!, on una situxión perceptualm<nte tangible
praoo de desarrollo mental, las <05IS se coosideran entidodes autorontioentcs. "1 relativamente oentnl, ron el ptoblema 1 menudo doloroso de J. intertOC·
Puetk no laber rdoci6o alguna entre dlas. As! como los niños pueden jugar ción: la patte debe modi6atrse en intem del todo; y lo forma y d compor·
uno junco al ouo, pero no entre si, las 6guras de sus dibujos flotan en el es- tamienro pattirularcs de la parte sólo resultan comprensibles a trav~ de su
pacio. mutuamente indiferentes. Cuando la relación se de1cribe, no indica m función en el todo. Como problerm cognosciú•-o. la interacción plantea di·
UD principio que sus miembros se modi6quen por ella. En el dibujo muy pri- 6rultades a todo$ los nivdes del pensamiento teórico; como problema de re·
mitivo de la Figuro 62, d eaballo de forma oval no r<COC*-' la presencia del laci6o interpenonal, muchas persoDIS nunca llegan realmente • solucionarla.
jin.,te, como wnporo la 6guro humana parec-e modi6carse por la función de En los dos dibujos mJs avanzados do una figura sentada (Figs. 68/ y 68.(),
coballl"r. Sólo la ubieaci6n e¡padol indico que la relodón entre los dos es la int~6n lleva a una modiúcación interna del cuerpo. En la r!gida 6gura
algo mis que una cocxistencia independiente. En el siguiente nivd los miem- de los pri""'ros dibujos no se r<eonoee la movilidad de las artieulaciones o la
bro. ucrilian parte de su integridod en iota& de la acción rcclproa. En posibilidod de Ocxi6n. Uno ref=ocia ol lenguaje puede i1ostru euin uoiver·
las Figuras 6s. y 68J las picnw se omiten ptDI soUdi6ear visualmente J. salmentc aract<ñstia del pensamiento bll!IWIO es esr.i difuencia. El mb
supapooición entre figura y apoyo. Pero los miembros todov!o no se invodeo todo de lenguaje llomado de sislamiento forma orodooes enuttondo palabras

276 271
que pertll.IID=n sin modifiación en si mismas. 1..:! mnexi6n entre palabrss se ..,.,.ed..,.as. •plicondn sin mnsecuenc:b rasgos esuucrurales y dando pasos vaci-
expresa r- por mera secuencio, como en el chino, r- por palobnas auxi- i:'tes en esto o aquella otro diteeci6n.
liares, romo la preposición, por ejemplo, l.t indicación del caso posesivo me. El desorden resultante, aunque de por si quiú sio atractivo, da pruebas
diante o/ en inglá o no en jopo~. El m<!todo ittflexivo, por otra parte, de una mente Cltploradora en occi6n. La exploroción tiende a una metll, es
modlfia nomb~U, ven.o. y otros dementas pan ha""r explicitamente vúible
la interoeción c:nue los componentes de una enunciación. Este método pm.-a. productivo y, por .tanto, su p~ncia necesariomente bicn.-.nids ~el~
to de \'iltl eduauvo. Debe disuogulrsel.t clc una clase clc oonfusión tnuy dife-
lece en l.ttln y oleiMn. Los u!mnnos znfl~rz6n y J~diltuión ckrivan eñmoló. rcnt~: lo que resulta ruando una enseñanza errada u ouas pertUrbacioocs .,_
giamente de flou611 . Aunque Sapir ~eMerte contra b tentación de conside.
ror las lenguas infle:xivas uupeñores• a w aislantes, puede obsc:rvane, por torpecen d sentido clc la f?nna. ~otras zonas del.~prcudizai~. html2llO_puede
obocr-·arse tambi6t ato dtfereocta entrc lo confus1011 produetiva y b tmpro-
ejemplo en los niños, un desanoUo clcsclc la palabra r:fgida a b pal.tbra llezi.
ble; y Schbuch menciona que b lengua inOexiva ~pea cpueclc ba- clactin.
U. formas y los esquemas clc color simples que se dan en los pñmeroa
benc clcsarrolbdo a panlr de una étapa tempr.uu en 13 que las pal.tbi'2S raJ. dibujos de los niños se vudvcn mb complejos en todos sus aspecsos. Original-
w
= y putfrubs se combinabe.n como elementos independientes y scmlln-
dcpnvticntes».
Tambi61 eancteristieas de los procaos mcntalc:s en genc:nJ son las for-
mas clc tlliDSic:ión confusas o cfeas• que surgen ruaodo una persoDll abando-
na una cooccpción bien esuuerurada para abrazar otra mis de\...U. mis com-
pkja y mis odcruiiCb. Es una reaai6n parecida a b que siente un c:sealodor
clc monta.iiJ ruaodo eorn: el riesgo de obandonar una posición seguro para
alcanzar uno situoci6n mú avanzada. La Figuro 69 muc:stH esquemítieamen.te

liD mw

Fi¡¡una 69

ues modos de representar una asa que se dan de modo tlpim en los dibujos Figuro 70
infantiles. La Figuna 69.,, cloramente ddinida e impeable de por sl, no logra
indicar b tridimensionaltdad y, por tanto, tiende • lucir de modo poco salir mente reflejan el orden per.,.,ptual que lo mente hum>na estobl""" en uru~ edod
Exrorio ruaodo los exigencias se ~ mb estnctaJ. La F"IJ!Ura 69c es una temprana rcctilianclo w distorsiones de b pro)-ecci6n, los aspectos occidena-
nueva solución dora, tan perfecta como b pñmero, pero con cierta ~ ka, la superposición, ~•.-.!tero Sin ~mborgo, 1 medida que b mente VI rolvi<!n-
cixi6n de w peupectivas frontal y bteral. La Figuna 69b ilusua una clc w dose mis sutil, va siendo capaz de incorporar las compüc:acionc:s de la apa·
muchas fotmU intermedias clc clc:sorientoción mecfiante w cuales el dibujante ricncia P"""'Piual, obteniendo de ese modo una im2gm m2s cic:o de b reali-
bwea • tientaS l.t soluóóo mis compleja del problema, siguiendo vagas con- cbd que.., odcru.t el pensamiento mis diferu>clando de b mente desam>lbda.
278 279
Esta mayor complejidAd se adviene m 1• obra ardnica de los niños Dlllyores.
En los primeros dibujos, los ekmentos geomérricos -drculo, recta, óvalo,
rec:rángulo- se presentan explrcitam<nc<, aunque rana vez m ej<rucióo por.
fcc:tL Se combinon pora formar 6guru humlllln, animales, á:boles, eta!tcn,
pero manceniendo sus propias formas. Un drculo, UD óvalo y CUlillO =us
adc:ruadameote conectadas constituyen una figura primitiva. Sin embargo, es.
lOS urudades independientes no tardan en fusionarse en fol'lD2S más comple-
jas. La Figura 70, un •animal prehiscórico• dibujado por UD niño que no
c<nia todavla cioco años, constituye un impresionante ejemplo. Pan percibir
llll ron6gunción, Lo menee recur~ a su procedimienco babirual de organizarla
en términos de dementas mis simples, sugeridos por las aproximacion<S real-
mente dadas. Estas, como llmbUn d esqueletO que las rombina esrructural-
mcote, oo se irxlkan en d dibujo, sioo que se contienen poteneialmenre en él
y d observodc>r Los descubre. El esfumo del pensamiento visual p:tra leer tal
confi&uracj6n es proporcionalmmce mi)'Or y mis útil.

A parcir de escos comiemos, un desarroUo ininccoumpido lleva hasra Jos


logros de J. gran obra de ar<e. P..upcualmence, una obra madura rcllqa un
sentido de la forma altamence diferenciado, eapu de orgllli:ur los varios com-
poncnces de la imagen en un orden compositivo comprensible. Pero la intdi-
geocia dd aniSia se manifiesta no sólo en la estructurll de la configuración
formal, sino igualmence en la profundid•d de la significación transmitida por
esa configuración. En Cristo e11 Emmaus de Rembrandt (Fig. 71 ), la SUstancia
religiosa simbolizada por lo hiscorio blblica se prcsenca por medio de l• incer-
acdón de dos a¡¡rupamiemos composich•os (Fig. 7to). Uno de ellos se: cencr•
en la Ügura de Crisco, que se sitú• simétricamence entre los dos discípulos.
E..lll disposición criangul•r quoda subrayada por la arquitoctura igualment• si- Flj!Utl 71.- Rcmbrandc, Cruto •• 5"'m'"' (1648). Conesla del Mus« du Louvn:.
métrica dd fondo y por la luz que irradia desde el centro. Muesm la jerar-
quia cradicional de los cuadros religiosos que culmin• en la figura divino. Sin
embar¡¡o, d arrisca no ha pormitido que esta configuración ocupara d cen~ro
de la tda. El grupo de 6guros se desv!a un unco b.cia la izquiorda, dando
lugar a un segundo ipice creado por lo <aboza del joven sirvience. El segundo
triángulo es más agudo y también mis clrarrácico por su falta de simetría. La
c:abc:u de Cristo ya no domina, sino que se ubiea en d lado descmdence. El
pensamionto de Rembrandt tdopta 1150mbrosamence, en J. fomlll Wsi<a de
J. pintura, la \-crsi6n procestance del Nu.,·o Testamento. La humild.d cid
Hijo de Dios so expresa en Lo composición no sólo et1 la ligea desviación
de Lo eabcza a pertir cid eje central de la pirimide, por lo demú simétrico,
qoe constiru)'C el cuerpo; Croco aparece ademis subordinado a om1 jenr-

280 281
qula que uene su mÁs oho punco en Jo fisura mÁs humilde dd grupo, esto es, una geometrla aha~nte abstracco, sin la cual la hisroril tonta<Lo con realismo
la del sirviente. no hubiera posado de una mera an&dnca.
Este anjlisis, por supuesto, s61o rubre el esqueleco más inmediato de la Lo naturaleu del pensamienco visual en arte se hace particularmente evi-
obra de Rembrandc. Si se quisiera hacer pleru justicia 1 la pintura, balu:l. que dente CUIOdo se lo tomparo ton elemencos dd tonocimiento «intdtaual.,
mostrar cómo se rq>resenta el cenu en el detalle. Lo que inceresa aqui, sin que, eunque tonstituyentes lesltimos de la obra, se triSlodan a la t:mlllCÍa-
embargo, es que d esquema compositivo bÁsico, a ~Nnudo considerado un cióo visual desde fuera. Lo Muj n- ~u11Jo oro (Fig. 72) de Jan Vcnn«r, se
reamo puramente formal pera lograr una disposición plocentera, es de lxcbo identilia en d calÁlogo tomo una alqorú; cLa j~ peso sus bienes terre-
el porwlor del tema cenera! P~nto el pensamiento subyxrnte mediante nales junto a una pintura del Juicio Final en el que Cristo peso las olmu de
Jos hombres•. El paralelismo enue ambas ocxiones es indispensable pan la
comprensión dd cuadro. Sin embugo, esta es una mnai6n intdectual. que
no se muestra desde el punco de vista de la composidóo. Si se esú enterado
dd Juicio Fenal, se puede comparar d tema de la historu dd foodo am la dd
primer tbmioo. Todo lo que bate el pintor para ...gcñr la relaci6o es en-
man::ar la cabeu de la mujer de modo tal que queda dmcu.mente empla..
uda inmediotamente por debajo de lo fisura de Cósto. Esta relaci6o, aunque
c=ada, caree:.: de especi6cidod. El tema intekctual, sin embugo, tombiéo se
expresa visualmente. El rasgo mú conspicuo del ruodro dd fondo es d borde
oscuro y rlgidarneote verútal dd marco, que desciendr baste d c=rn> mismo
de la tomposici6n de v.,rmeer. Esu forma poderosa sujeta la llWIO de la
mujer y suspende su movimiento. ~1edia.nte este recurso, la ~ nnrndanal
del primer tbmino queda detenida, mlenrras que uno luz que lkga desde lo
alto, mú intensa que d resplandor mundano de las joyas, hoce que los ojos
de la muí« se ci«ren. Tambiéo "n esce caso lo mn6guraá6n compositivo bá-
sica expresa el penssmcento mú profundo y central de la obra ton sumo in-
mdiatez. Los da1os itonognlfiCOS s61o añaden una especilicidad religiosa al
más amplio 1emo humano.
Lo. ejemplos pre«eden1es mostraron qu~ es lo que capacita a una obra de
orte poro ser algo mú que la ilustración de un acontecimiento o coso particu-
lar o la muestra de una e>pecie de ooonlecimienlo o c:osa. La imogen se ve
pcnetnda por una tonfigunaci6n abnraclo de formns o, más precisamente, de
fue..,.u. Dada su abstracción, esa configuración corutiruye una generalidad.
A trav& de >U aparl.,ncio panicular, rcpresenca la naturaleza de una especie de
cn.a Mostré antes que en principio es1o vale para todo pereepci6n; pero dado
que ni los objecos de la Dlturaleza ni tampoc:o muchos orruacros ~~~ h«·
chos con el propósico de cumpUr esta func:i6n perocprual, transmiten la fo"""
visual ..Sio de modo impuro y aproximado. Dejan mucho por cuenta del p<>-
der formati•'O del observador. Los obras del trte vimal, por otro p:ute, se
crean cxclusivomente pan ser percibidu y, por tanto, el artista tratl de lo-
grar la cnamaci6n mú incensa, pura y prerua de smrido que, mn.sci""ce o
iococucicntcmmte, inte.nta transmitir.
F'!pltl 72. - )111> Vcnnoer, lti.•J" ~u.Jo oro (1657). Natioml Gollay of Art. Los ponadores de la signiJícaci6n directamente pcrtq>úble. que el ene
Walun¡too, 0 C. Coleaiéa WIC!ooer. ~tico cnc:arm en su rq>resauaá6n de los objetos flsicos, revelan su abs-

282 283
tr.ICCi6n mú notoriam.,ne en los obras logradas dd aro. moderno no mi~. 6guntcioncs de fuerzas inherente$. Ejemplilican las rezones por las cuales la
tiro. Tnlllré de Uu5tn~rlo mediante la compon1Ci6n de Madrt! 1! hiio m la obra tiene algo que deeimos que nos concierne; pero no eoottituyen una
Flsl¡a, de Camile Corot (Fig. 7)), con Dot jo,un, de Heory Moore {Ftg. 74). parte inherente de lo obnt mismo.

Figura 73.

figura 73. - Je.an BopUflc Comtllc Corot, M•dr. ' b1í0 m la playa. Colección
John G. Johruon.

En el Corot, romo en los dos pintuns analiZAdos hace un momento, d esque-


lero estructunl de la composición (fig. Ha) transmite d t<Jl\4 búico de la
obra. El niño, simétrico y fronto.l, reposa romo un Jlt"lUcño mooumenro mto-
rontinente e independiente, mientru que la figura de la madre "' aÍIJ$tl a una
forma inclinada, ..,.,.¡ante a una ola que "' o«m~, que expresa pro~ón e
inte~. La t.U. de Moore, iguolmente compleja y sutil, encamt un tema muy
similar. La más Jlt"lUeÑ de lu dos unidades es mmp:~eu y autosuliciente,
como d nílio de Corot, ounque tombi~n tiende de modo notoble hacia su com- F'¡gun H - Hcnry Moore, Dos'"""" ( 19H J. Col«ción The Museum of M<>
peiien. La mayor por«>: enteramente empeñada en inclinatiiC sobre la más dern Art.
pequeiil, dotniiWldola, sujetándola, protegimdol.o, obnrándob, rccíbi6xlola.
Se pueden dacubrir pmaleloo coa oil'ldCio- humanos u ottas siruaciooes Aal romo d qulmico ••Isla• una sunancia de contaminlciOD<S que distor-
aaruales en esta obro: la reJad6o de madre e hijo, eoprcsada ca d Corw, o sionan lo posibilicbd de considcnr su naturole%1 y efectos, la oba de ane
lo de hombre y mujer. Eaw asociociones depe<odco de la oimilirud de las roo- purilia la oporicncia si¡nificativa. Presenta los temas absmctoo ca su ~
28<1 285
rolid.d,_ pero no ~ucidos a diagramas. La variedad de la exptri<DCÚI dúetta ·
15 MODELOS PARA LA TEORIA
$e r<Ík¡a .., f~~u alramenr~ complejas. la obra de ane mnstiruye un juego
mu1uo <Ditc: VISIÓO y peDSIIIIl<DIO, la individualidad de b ttUtenc:ÍJI patti
W: Y~ generolid.d de_ los tipos ~~t unen .., una imag<D. Pm:epto y concep:
~ Y ~~ <DUC si, se revelan como dos upectns de una
WllCI y muma apencoaa.

El ci<Ddfico, como el anista, inrerp"'ta d mundo a su alrededor y su pro-


pío mundo interior por medio de imigenes. la <moci6o de mnddos ~
tu.les, por supuesto, oo c:s b únic:a ocupKión del ci<Sldfico. El fisieo, d bió-
logo o d sociólogo K esfue~ considerablcro<nrt' por reropi!:u datos, mrqar
su validet, medirlos y conwlos y poner a prueb. sus predia::iones. Pt'rO to-
das estas op<ncioOt'S sirven sólo para preparar y conlirrMr sus descubrimien-
tos y cxplicacioOt'S. Y descubrir y expliar noqukre modelos ptre<ptibks.
• Por lógica probamos•, clice Heori Poinarré. •pero por intuición descubri-
mou.
A oo ser que una imagen ~~t organice en formas tao simples ¡• tao cbra-
mmte "'lacionadas enr"' si que lo m<:nre pueda captarlas, constiruye un c:aso
particular, inromprensible. Sólo a tra\·h de las g~ralidad<s que se dan en
dla, K ve la cosa imaginada como una clase de cosa, y, de esra manera, K
welve romp"'"'ible. En lns artes, las imágene¡¡ elemcnr:alt'$ y primitivas lo
mostraron del modo más conspicuo. Lo mismo resulta válido para los pri-
meros modelos de lo ciencia. Por rento, romué ejemplos de siruaciooes t'n
los que la ciencia resulta joven o K centro en problemas de muy vasto alcance.

Formas cormol6gicllS

Las rcorlas sobJC la naruraleza y el origen dd mundo fúico ofrecen t'jcro-


plos convenicnret. Traran de un tema que ocupó o la humaníd.d deade su
llllls rcrnprano comieruo; deben centrarse en las formas más amplias de 111
existencia y las imágenes penincnrcs deben ser igu:Umente ~cas. lnduso
una consideración superficial de las cosmologlas primitivas rever. rasgos que
nos resultan familiares gracias a nuer~rra fJC<Ueotocióo de lu artes. Lls for-
mas que sugi<re la experi~a cli=•• inreracnían coo las .rormu puras•
roo que la mente responde a esa experiencia, A porúr de la irresistible ,.,..,_
lidad de conrar coo una (orma romprensible, lo humanidad se ve en un IDUI>-
do pboo, aunque pobbdo por monrañas y orros !acroJCS ...,,rvlarios. y =
2U
287
rrado por un horizonte circular. Sobre esta base llana se ekva la estrclach coostimye, como )'ti vimos, una (omu inerte sino un continerue proteaor~ El
bó\-eda hemisféria dd cido; y esta base: pue<k \'ttSC: wnbibl rocleacla por cl boml>re •·e en las cosas que lo rodean las attiones que las produjeron y que
f010 dd oktm:os bomhico. sobre cuyas aguas se maaramt mistcriosamcn« la c!l es capaz de llevar a cabo. Esa perspectiva dinímica del mundo OOltC5poD·
bóvodo oclestw. S. trata de un mundo curadn, tal como lo impone la percep- el< a lo que se conoce sobre el estado objeth·o de la naturalcu. La física mo-
ción anhelante de fotlrul, y simple como el dibujo de un niño. derna llega • .fumar que la forma material no es sino el modo que tiene d
Me interesa oqui más lo secuencio psicológia que la cronológica. El or. hombre de ver los efectos dt la acción d e los fuerzas.
dtn psicológico conduce desde concepciones elcrnentJJles o o tros mÁs comple- Desde d más extremo comietUO, la arquitectura CÓWIÍca se concibe como
jos, • modida que b mente va diferenciándose más y la observación se vuelve un produCto de la acción. la cosmogonía comienza con la formo que emerge
mis reJinsdo. Por orna parte, dndo qu< los modelos dd pensamiento surgieron de lo informe. La Tierra, clice la Bibli11, carccfa de forna y estaba vaclt, y los
• partir de las c:omplcjíd:tdes del mundo directamente observado, tienden taJD. primitivos filósofos griegos dedan que la motcñt pñmordial era iUmitada y la
bibl a \·Ol\-erst mis simples • modida que la mente va independizándose. Aris- comparabon oon los elementos m6vilcs y llcxibles, oomo el a p o d aire,
tóteles ubia que un barco ,.• bundibldose graduolmente en d horizonte a me· que parecen lllim.tos por una vida infocme. La palabra ciNH>s, sin embargo,
dida que se aleja; sob!a que durante un eclipse lunar, la Tierra arroja tlDI signilica origi.oalmcnte, oomo señaló F. lit Comford, no desorden primitivo,
tombra circular sobre lo Luna y que al uasloduse de país a pals se hacen visi- sino vldo desgarrante. De ese modo, se rcñerc a un estado pñmiti\•o de fonm
bles nuevas constelaciones de estrdi8J. De este modo, d dcsafro de 1• obser- ordenada, es decir, la separación de dos póocipios genorativos. Qui%ás este
vación refin•d• exigió la noción de uno Tierra curvada, lo cuol si¡:nif1<11bo ope· principio, que se eh en la cosmogonfa de mucbts culturas, su deñva sencilla-
lar a ~n modelo que cna todov[a más simple y degante que el anterior, esto mente de [a polaridad biológica de los sexos; pero puode presentarse wnbibl
es, la tmagen de un mundo Clf~riro, rodeado concénuicomence por el revestÍ· de modo convincente cuando las cosmogonlll$ no incluyen l• noción de un
miento de los cielos. Tal divorgencia respecto de la pen:epción directa no es =dor independiente de la crcoción y, por rmto, es el mundo mismo el que
Jidl de ll«ptar. Puede que se recurro a modclos imerrnodios, en busca de un en un principio se escindió por lo menos en dos cntidtdcs que son a la vc::t
rompromiso. Anaximandro, por ejemplo, dijo •que la Tierra es de fortnll ciJin. creador y aellción. Esta concepción de la inl<fiCción de los opuestos puede
drica y que su profundid2d es la tcrttrB parte de su ancho; su fom12 es cut· luego bobcr pasado a la dualichd sexual oomo modelo narural. De arucrdo
veda. ~. scmqonte al cuerpo de t101 coiWDD2; man:bamos sobre tlDI de con el pcnsamieruo chino, tOO.. las oosu existentes se besan en la ooopen-
sus superiicies plan:u, mientras que la otra se bola en d lado opuesto•. ci6n mliJIÓDÍC2 dd Yin y el Yang, ccadicionalmcnte rcprcsenrados como los
As! oomo en los dibujos infantiles el drculo primaño a menudo se diCe- dos oomponcrues entrelazados del emblema circular. En la Btblia, las dos fuer-
renda, al abo de un tiempo, en un gn~po .k drculos concbltrieot, igu•lmcnte us pñmordioles adquieren lo fofiDll del cielo y la Tierra. De acu<tdo oon d
el rn·estimirmo IS[f'OOÓmico de los cielos se ron\rime en un sistcm:1 de re· Gblcsis bobilónico, cd sedimento prfstino, rucido de las aguas salados y dul·
,·estimientos concéntñros. Cado revestimienro incluye en s! uno de los pia· ces del acuoso caos original, se depositó a lo largo de su circunferencio en un
netas; el mis cncrior se reservo para las estrellas fijas y constituye la frontera anillo gigantesco: el hori:oonte•. Del horizonte nacieron el cido y la Tiemt
del universo ftnito. No obstante, en lo que • la Tierra misma concierne, lo romo dos discos enormes que, mú tarde, •fueron apanodos por el viento, que
concentrlcichd dd moddo pcrrnoncció incompletJJ dunante mucho tiempo. La los llevó al gran recipiente dentro dd cual vivimoa; su parte inJ<riot es la
vieja concepción insisúo en que bobla un mundo superior y un mundo inf<rior: Tiernt y su pane superior, el c:ido•.
el uno, Üuminndo por la '"" del ella y btbitldo por los mortales; d otro, un De acuerdo oon este modelo babilónico, la disllncia entre la Ttena )' el
inJiemo de oscuridad. d bobitículo de los demonios y los muertos. la dJso. ciclo se concibe dioímiouncnte romo el rcsuluodo de una distens;ón, y la
rwtcia oognitiva entre el modio ambiente percibido y el modelo mental dd bcn·oda dd cido aparece como el produao de esta fuerza en expansión. Así
universo, igualmente percepruol, s6lo se resolvió muy lentamente. pues, la cosmogonll no es sólo la historiA de cómo surgieron !u cosas en d
La estabilidad geomc!tñca de estos pñmeros modelos nos induce a la tcn- pasado, sino que pennancce inherente en la arquitectura del universo como
toción de concebirlos como fo rmu estáticas. Sin embargo, todos las formos se su ronfiguroc:i6n d e fuerzas aetualmeme visible.
experimentan como conJigu,..ciones de fucrnu y sólo son peninentes oomo En gencrol, las formu y los oeciones cosmológicas se personifican en bi..
tales. En la vida prácticn, UDJ pared no cuenta oomo un plano geom~uico, sino torias mitolój¡icas. Sin embargo, u[ romo en las artes el tema narrativo es el
como una front<ta que contiene, excluye y protege; y en un dibujo infantil vch!culo de fuerzas que le son inherentes, el natrimonio, el ciclo y lo Tierrt,
la línea de lípiz que representa uno cuerda de saltar que rodea una cabeza ~ producido por el poder de atracción de Eros, es poro mú que una simbolizs·

288 289
añadl mis 1:1.r de como expliación. como pensaba David Hume CWUldo afir- esre aso me refiero a e~:~pas psicológicas y no históricas-- csrablea: la ~­
mó que •todos los ocontccimientos pom:en enteramente indepeodientos y ción en~ centro y circunfer~a. En su versión mis estática, esra rdaci6o
sepanidos•, y que pueden verse como contiguos en el tiempo y d ospacio, pero sirve sólo para ilustrar el contraste entre lo muy grande y lo muy pequeño.
no conccudos. Los experimentos psicológicos mu<S~ran que si, por ejemplo, Tomis de Aquino, por ejemplo, compel'll a Dios, el que todo lo abatt:a, ron t.
un objeto móvil toca a otro que esti en ~poso y el segundo objeto comí= superficie llmire de t. esfera, mientras que el punto cenrral rep~ra la insig-
a IDOVCtK, este seguodo movimiento se vmi o bien como provDClldo por el im- nilicancia de la criatura. Un mlstico alemin del siglo xvn, Jobanncs Schef!ler,
pxto del primero, o simplemente iniciado ante la sd\11 del conl:lcto. Mlcbot- concibe una imencci6o dinimica entre ambos: el limite circular se: contrae
te describió Las coodlciolle$ exactas que producen espontinesmetue una expe- hacia el centro cuando d hombre inrorpon • Dios en sl mismo y, vicev=a,
riencia en lugar de b otra, y no eobe duda de que los dos perceptos son fun. d cenuo se expande: hacia la cin:unferencia cuando el hombre se disuelve en
dommt:~lmente diferentes. Lo mismo vale pon Las imigenes mentales corres- la pndeza divina «V•ando Dios yacía orulro en Las entnúias de una donce-
pondientes. Cuando Galileo visualizó los pl•neus como si no ro~:~ran por su 0.., escribe Sc:bdOer en uno de sus parados, •el punto mnrenía al árrulo».
propia ca!*Kbd. sino. mis bien, como si los lkvara un impulso inicid, per- La reloción dinimica enrre a:nrro y llmire se expresa a menudo en la supo-
p:tuiÓO por b inercia, w inu¡en pereeptual no fue ya b de Aristóteles. Y esto sici6o de que la esfera se origJna por exponsi6n desde el c=rro y qne d centro
imagen del ICODtecimiento causal fue lo que describió en su teOria de la sWx: siendo agente de control. Esra es la roncc:pción de Jobanncs Kepler, que
mercia. El cambio producido fue un qemplo de lo que en psicología del p:o- dice que el punto central es d oñgen del dreulo y le da nacimienro y forma
samiento se ~ como t. ~trucru...06o de la siru.ci6o del problc:ma.. a la citamferencia. En cnnsecuencia con dio, ve todos los poderes móviles
La con6guraci6o de fuerzas que se ,.., en Las condiciones dadas se altera de del sistema planetario como cenrndos en -y eawwltes de:- la energía del
modo tal que se dcscub~ la -.luci6o del problelll2. Sol, centralmente siruado. En la ronc.epci6o de: Arm6tdes, sc:gún la roa! d
Puede que el lector aco:pte que el razonamiento sob~ la narurale:u del rora%Ón es el órsano cenrral del cuerpo animal, se encuentra un modelo bi~
mundo ffsico tiene lugar dentro de: la esfera de la illll8en pereeprual, pero gico anilogo. El corozón se considera la mMula embrionaru a panir de la roa!
quiú no cst~ dispuesto a admitir que lo mismo ~Ira válido cuando se ra- surge el ~•o del cuerpo y que sigue funcionando como la fuente cennal de:
zona sob~ temas no sen$0riales. En ~lidad. la especk de ronfiguración al~:~­ toda energla viral. Esto es demostrado por los Vl$05, qoe distribuyen la ..,..
mente ahslniCtl que vengo analizando es igualmente aplicable a las pauw no gre en rodas direcciones. lnversamenre, los menujos sensoñales convergen des-
físicas, pues tambi~ eo este cuo lo que interesa son las cou6guracioncs de de la cin:unferencia dc:l cuerpo hacia el cenrro.
fuuz.as, propósito que exactamente los mismos medios cumpleo con mayor La imagen de la esfera fue urilizoda por varios pensadores cristia.nos para
felicidad. De hecho, el enfoque es ron semejame, que sólo p~t:tndo una oreo- clarificar el coooepto de la Trinidad. El centro de la esfera (o el drculo), su cir-
ción explfdra • la diferenc.io de tema se adviure la (acilid:td con que la mente cunferencia y el espacio enrre ambos oonstiruyen partes su6cienremenre dife-
se traslada del uno al otro. renciadas y, sln embargo, esr&n tan inregrodJs eo el rodo, que puedeo repre·
seotar 1• unidod de l• triada. Los ejemplos muesrran cómo la misma forma
geométrica puede estrucruro.rse de modo muy diverso según la cou6guroci6n
C6mo re ha&< visible lo no virual de fuenu que se vea en ella. De acuerdo con NicoLis de Cusa, por qemplo,
filósofo del siglo xv. el Padre, princ.ipio gentn~dur, ocupa el cenrro, del que
La imagen de la es(ua puede servir de ejemplo: se utili%6 a través de: los emana el Hijo con un poder en especie iguol al de Dios. El Esplñru Sa010 los
siglos pon deseribir fenómenos fúieos, biológicos y filosóficos. También en unifia a los dos y cierra el codo medianre la cin:unfuencia. Aproximadamente
este caso se puede observar romo tal concepción se desarrolLa a partir de co- un siglo mis urde, Kepler ahena esto oonc.epción. «La imagen del Dios ttfo y
mienzos sencillos hasta alcaruar coocepcioN!S m& y mis refinadas. La redoo- uno», C$Crlbe, •se encuenrn en la superficie esférica. es decir, d Padre está
de% se ~i6 espontllnea y universalmenre pon represen11r .Jgo que no en el centro, el Hijo en la sup:r6cie exterior y el Esplñru Santo en la igu21-
tiene forma, que no tiene forma definida. o que tiene rodas las formas. En dad de relación en~ punto y cin:unfe~ncia•. Tambi~ en este caso Ll ;,..
este sentido elemental, Parménides representa la toralidad y la cooswnaci6n gen implica algo mis que la arribución de ubicaciones estiticas. El Padre es
del mundo por una esfera que sirve menmenre romo continente de una masa la fuente del oñgen, cuyo podc:r. rransmitido a tno~ del Espirim Santo romo
hoiDOgáka e indivisible de: densidad igual, ~•e de estructura salvo en man- mtermediario, se expande y es =•lado por el Hijo en todas direcciones desde
to • sus limites. Una primen difermciaci6n estllJctUJ'Ill -y rambién en d !Imite esfmco. La concepci6o de Kepler según la roa! la i=gen de la

2'J2 2'J3
T ti nielad se manifiesta en el cosmos astt006mico, es carKt~rlstia de la &ci- gil!< su propio curso, y el Sol, que intenta atra~rlo hacia el eenrro. En el mo-
liclad con lo cut! lo signilicación de los modelo< visuales "" y viene ame lo delo a16mico, lo carga ncgatÍ\--a de los electrones se compensa por una carga
espiritual y lo flsico. Dios es pennni6cwdo por el Sol, ~t~ de lo luz, el mo- ;,ual positiva dd núcleo.
vimiC2lto, lo vicio; el Hijo aparea en lo bó.-c:do de las esudlas 6ju, que •~· Debe quedar en claro qu~ lo signi6cación & los modelos vismJcs m t.
lleja lo luz IOlar CIOTDO un espejo cóoc..,o; y el Esplritu Sanro mora en el a
ciencia, prccissmenre como de las con6guraciones formales ., el arte, resi-
espedo que llenan las l't!llnariones dd Sol y el aire de los cielos. Como ter- & en•~ment~ en las foenas ~1uales que transmit~. Al mismo tieDlpo,
= ~jemplo, ~nan! otro mlstico protesrant~. jacob Bod>-, que ram- ..n embargo, m ilustraciones u otras objetos Hsicns DO pueden presmtar
bi61 sint~tia sus concepciones t~gicas y astronómicas en una visión. En du-ecllmont~ esiJIS fuerzas; sólo pueden evocarlas. El dibujo de un drculo
este calO ~1 Hijo se ha trasladado al centro como el poder concentrado del y SU puntO central DO contiene lu fuerus que puede ~ocar Otl a imagen
Sol: a trav6 del Espfritu Sanro, el poder central irradia en 1odas direcciones; CJ<perimen••da por el obsezvodor. Ningún objeto flsico le ofrece oJ ojo orra
y el Podre oparece como la nfw. de Jos cielos que 1odo lo abara. cosa que formas y colores en r~so o en movimiento. Los valor~s de oscuri·
d:ul o briUo de un euadro, claro ~t4. pued"ll producir tales fuerzas con mayor
eficacia que un simpl~ dibujo lineal; y el movimienlo que •~ le añAde • la ima·
l..oJ limita tÜ /or moJ¿os ~~"" m la danu, el teatro o el cinema16gralo, promueve el resultado aún mis
aerivamon1e. Esw son diferencias de grado, pero el h<cho básico sigue sieodo
A mcodido q~ las ciencias naturales insis1en de ma~ra cada vez mú de- que los fuerzas ~tWiles aparecen en el sistema nervioso, DO en el coadro
cidida .,., lo v~rifiación de sus concepciones median1e una obscrvocúSn enc- como objt~o del muodo aterior. Por tanto, los ras¡oa esenóoles de los a»
11 la imasen de t. esfera se limi11 11\ÍS y más • los esuucturas físicas qu~ se cldos CO$DOISCÍtÍ\"OS eais1en sólo en los ~too o los iliÚ~ menulcs. Pero
ajus1an 1 ella estm::hamente. Sin cmhar¡o, lo forma geométrica qu~ dominó aun la capacidad de representM acoo•ecimientos dinimicos de <Stos produc-
el ~nfoque de lo naturaleza desde un comimzo, dada t. preferencia por lo tos dinámicos de lo mente resulra limirada. Sólo oproxim..!ommr~ pueden
simplicidad de la ment~, sigue apliclndosc a coaliguraciones tan importantes enc1n1rse imponantes ospeaos del componamiento & las fuerzas. Algunos
del mundo físico como el sistema solar o el modelo at<Smico. Esto es algo DO se analizarin porque ilusrran los mú oltos niveles de complejidad y mlÍ·
mú q~ una fdiz coincidencia. Si la tendencia psicológica hacia lo estmcru- leu a los que aspira lo mente humana.
ra más simple ser~ a su base 6siológia en d •inema nervioso, puede ser Por ejemplo, DO parece qu~ a la menl~ le sea c!Jrectllmmre a<a:sible un
considerado uno opliación de la misma ley de lo naturalea qu~ se afma por el pro<ao & interacción. Sus resultados pueden ser captados inruiriftmenle, o
logro de ~uilibrlo, orden y forma regular en 1odo d universo flsico. Se trall el inlelecto puede represenwse por Rporado sus romponml~s. Los modelos
de la •~ndencia a un "'"'do d~ tmsión mlnima, CJ<presado del todo Cl<plícita· esf~rícos de la Trinidad R ofrecen a menudo ocompañados de la admonición
m~n•~ en la segunda ley de la •~rmodinimica. de que los tres componentes d~ben comprenderR no como entidades sepa111·
Los modelos ~rceptWiles de la ciencia sólo son oproximaciones simplill· das, sino como inher~nres la una a la otra. No se limi1an a influir la una en la
codos del verdadero es11do de cosas en ~1 mundo flsico. Es1o es propio de la otra desde posiciones 6jas; y no se gen~ran simplemenle entre sí. Más bien
natural~ de lo relación entre las concepciones d~ la mente y sus referentes se supone qu~ el punto eontral, e>uendido, bobi11 la cim10ferenóa, y la Ól·
en lo naturaleza. La vieja imagon dd sistema esfhico concéntrico, rodavia cunferenda yace contralda m el centro, mien1ras que el espacio entre ambo<
presenle en a cosmología de Dante, que rebciona las esferas d~ los p~tu est• rolmado de su coexistencia en razones varias. La mon1e sólo puede cwr
con las siete anes libe..les, y aun m lo de Cophnico, reapareee en nuestro cebir los ingredien1es separados o el resultado 6nal de est• clase de intuaeci6o,
siglo en el modelo atómico de Rutberford y Bohr. aunque se lo encuentra ~ continuo. Leibniz se enfrentó con este problema
Unas pocas referencias br=es pueden basw para ilustrar m con6guro- cuando concibió b mónada individual mmo el pun10 central matemático ea
ClOC>es diním•cu que esún activas m los modelos esfúlcos. Menciooé que el que todos lo< radios COD\-ergesl. Aunque sin exrensi6o espacial, el CC2ltro
IUD en dlas & C..liko rodavia ~ suponb que los plonew rotaban en torno tecog~ DO obstan~ la in6niclad de meDSija KDSOriaJes que Je U~ radicaJ-
a una Ti~ o a un Sol centrales, en adhesión a la forma ~ecra del drculo. ment~ de todo lugar e, inversament~, los despliega en un muodo propio. El
De acuerdo con t. reintaprellci6n de Newton, el Sol actúa como el poder de ~samien1o humano sólo puede señalar la unidad en lo pluralidad, ~ DO
atriCCióo eontral, mientniS que la 6rbi11 elíptia de loa planetas se considera puede representarla explkitamente porque la imagen sólo puede bactt una
un compromiJO que resulta dd confliao entre el sa18il~, que intenta pros<>- cos-a a la vez.
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Figur4 y fondo y más 41/J cuya superficie cxtern• se orienta hacia el exterior, mientras que la sup«&k
interna se rdaciona con el •!-mismo.
La atmción co~da al componami~ro de las fuerzas y a
urgencia En ouesrro siglo, la concepción de Freud del Ello y el Yo COIISClVI los ras-
por n:presenrarlu exigen que las imi¡enes puedan exhibir UD Sujo continuo gos esenciales del antiguo modelo. El Ello es l• fu~te ":''ni de tm2 cncrgla
o, al menos, una earcn.sión continua. Sin embargo, la mente, que comí~ su que se imodia ckpmcnre. Bajo el impacto del medio ~reo, la ~ra ex·
explicxicSn de a realicbd mediante formas auroconá~IC$ y cimmscriw, se rerior de la ¡nique desarrolla los órganos de la perccpoon sensorial Y se onn-
resiste • esta ncccsicbd. Tocbs las primeru im:l¡encs se •poyan CD a
simple vierte en una corteza prorccrora cnnrna los doñas que pueden provenir de
disánción corre figura y fondo: UD objcro, dc6túdo y mis o menos estructu- fuera. Como intermediario enr.r e el medio y el si-mismo, el Yo reacciom •rue
rado, se dcshiCI contra un fondo independiente que es ilimitodo, informe. J.o. el mundo exterior y controla la agresividad libidinosa del Ello pon lograr la
mogá>ro, de impori&DCÚI secundaria y, a menudo, entcramcnre ignorado. Ed- autoprescrvaci6n. Ninguna de esw cooc:cpciooes traSCiende la onnfignnoci6n
gar Rubin estudi6 en a a
¡nicnJosía de percepción este nivel elCIIICDW de la pcrccprual bísia de figura y fondo. Sólo los enfoques biolcSgicos Y psicológicos
organizaci6n. lodcpcndientemenre, Gustaf Briuch lo describió tal a:uno se do mis recientes de jacob von Uexlcüll, Kurr J...,win y otroS, oorn<:maron • mn-
en las mes, y formuló como sigue b mis t<mprana condición del pcossmiento ecbir la int<riCCÍ6n entre orpnismo y medio como UD pn>Ce$0 dc:otro de un
visual: •l.a porecla a la que se apunta se dcstaa1 de UD medio al que no se conlinu~tm. En seguida se menc:ionarin dcssnoUos paralelos en el crrmpo de
apunta por medio de UD limite-. las ciencias flsicas.
Briuch rambim prcm la clase de companci6n que propongo aquí. En
palabras de Egoo Kommann,

recoo>ocMS que la a>fPiidón inmcd..ua y especflica que deriva dc la expc-


ó<ncia visual precede las relacionc:s c:on<q>rualcs: y dacubri6 cobermre-
mcnu: que las coomolo8Jas pnmuivaJ, las de los prcsocnhic:os por ejemplo,
se '-crin b.tjo una nueva lua si oc comprendcn las relaciona visuales sobre
las que JO baJan .... coneepciones. 0.: csr< modo. la rcmpnma etllpa en la
que una entidad • la que se apunro se ve scgrepda de un medio ol que no
se opunra !=ip<tron) conuponde • uno eonoepción dcl mundo diferente
a la de la etapa en la que se puedc concebir que la entúbd a la que se
apunta pau •in rransid6n al medio ol que no se opunra.

Siguiendo la gula que nos da Brirsch dcocubrimos de hecho q ue la relación


perceprual lisura-fondo .. reReja directamente e n la distinción que los 1il6so- Figu,. 75
fos de MiJero, especialmente Anuimandro, vieron entre un mundo de forma
geom-'tticrr, constituido por los cuatro elementos, y la materia ilimiuodo e inde- En las primeru etapas dd arre visual se manifiesta UD d esarrollo anilogo
finida (4ptiron) que lo crea y lo circunda. Las nociones perccpruales de foana e (Fig. 75). Cuando un nil\o intenta por prir=ra vc:z dibujar una cabeza de
ilimiración se considenbon opuestas. Mllhnke señal6 que Parmmidcs y mis perfil (Fig. 75a) de modo úpico comitrwl con un circulo iomodi6crrdo como
wde Platón todovla conceblan lo ilimitarlo como algo imperfecto y, por ranro, base a (a que agrega nariz, boca, pelo, cuello, em!tera. El resultado es_ romo
no vcrd.ade.nmentc cxincntc. si ~ tntasc de una relación 6guna-fondo vista en sección. La Unea circuLar
Un• tradición ininterrumpida presenta la mente humana como tlll2 ~ de la cabc:za sirve como fondo, sobre el que los apéndices se sinán romo
tidod esférica limitada que recibe mensojcs desde un medio separado, de dc6- cntidodcs separados y aurocontl~tcs. Mlls rarde. esta dualidad se fusiona en
ni.ci6n imprecisa, y IICtÚI labre 8. Kepler escribe que clas focultadcs del una forma continua que contiene, como mocl.i6acioncs, las varias formas se.
alma - u mente, la facultad de radoc:inio y aun b facultad sensitiva- cons- cundariu ( Fig. 75b ). Ea ro puede observarse ranro en cuadros oomo en csrul-
tlruyco Wll especie de oentro, mientras que las funciones mororu del alma ruras. El mismo rdinamiento puede alreror rambim la rclaci6n. de b """"'
100 la pcrikrip. Enrre loo pcosadorca románticos, Friedricb von Hardco- figura con respecto a su medio. Durante mucho tiempo los obJetOS se¡:::::;;,
bcrg ooncíbc el si-mismo [rn/] scperado de su medio por UD limite esférico traroo en dibujos y pinruras como cntid!des •isladn delasue de UD
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independientemente esttuetunoclo o coloreado, como, por eJ<lDplo, d fondo intemporal ele los cmrceptos, tan aprccúda por d pensador, ya no tiene su
donodo ele las puuuru medievales. En ciertas c:ondiciooes, !. clualidad cale contrapartida en d mundo que estoo conceptOS detcribcn.
tambi<!n en este caso a una supa6cie pictóri~ ck modu!.ci6n continua. En
lugar ele !. neta distúxi6n enttt primer t&mino y fondo, d cspocio pictÓ-
rico ele b pintura posrenattiUÍStl europea consiste en una secuencia ininte- EJ útfmtto 1 t. u/~4
rrumpida ele forma y valore ck color. Britscb, Kommann y Schaefer.Simmem
an•liuron ejemplos ck varios estilos anísticos con gran detalle. Hay wnbo<!n d temor por lo in6nlto. • Protesto oantra el U$0 de la mag-
¿No eonnituye el abandono ele b teoru corpwcular y b adopción de la nitud inJinitu, adamó el maremátioa GaU$$ en el siglo xrx; ••o es nuna
tcorfa de ~mpo un ejemplo, en física, de la misma especie de desarrollo per· admisible en matem:ltic::as.. AlgUDO$ ejemploo de modelos vimalcs que repre-
eeprual? De •cuerdo con la perspecriva corpuscular, objetos bien ddinidos y sentan el infinito resulwin útiles para el 6n del prcsence capitulo, pues üus-
outoeontine.nrc.s se ven tomo •figura• en un espacio vado o cualitativAmente cnn los Umites de la percepción humana y, por tanto, de la comprensión hu-
diferente que sirve de •fondo•. La imagen m~dicion•l del $Ístema planelli· mano. El matemitico ya no puede oancebir mú el in6nlto como puede ha-
rio es de em especie, como tambi<!n lo es d modelo ltómico de Ru~rford ccrlo lo persona corriente. Lo tnlta median« dos aproximaciones. Puede co-
y Bohr. Ems distinciones netas $0n de vimaliución sencilla. Obsbvese ahora mcnur una secuencia y proponer que continúe para siempr~. Lo secuencia de
b peeuliar mezcla de incomodidad y eul!M:i6n que se experimenta cuaodo números enteros posicivos 1, 2, 3, ... , constituye un ejemplo. o.o'lo podemos
tal $istema se rcddine como un campo elearoma¡nético continuo en d que induir el s!mbolo - en el siswna numérico real y, al mismo tiempo, pre-
los objetos o bs p.mlcubs pueden cooeebi~. de acuerdo con Erwin Scfuo. servar bs regbs fnrvlomcntales de b arirmlti~•. advienen Courant y Rob-
dinger, como •entidldes mú o JllCD05 temporales dentro del campo ondula- bins. O bien el matc:m:ltic:o concibe un continente lleno ele una cantidad inSnira
tono cuya forma y comportamientO gmcnl cstin tan clara y dcstta<hmente ck ckulles, mmo lo him Gemg Canmr: en m ceorú ele los conjuntos. Ambas
detetminados por bs leyes ck las andas, que mucbos procesos tienen lugar ideas derivan ele imágenes perceptuales.
conro si estas entidldes temporales fuenn seres SU$tanciales pcmwlCOtes•. Cuando l01 niño< desean dibujar un sol rodwne o """ lámpara, ttUan nn
La ilfti8CII anterior te: alteró en varios =ridos. La dlcotomfa entre fondo va- grupo ck rodloo que emanan ck un punto o un diseo central. Las líneas Íln·
do y objetos activamente cmpcñ•dos quedó eliminada James Clerlt Muwell dlantes, ck longitud limitada, represenun no obstante una extensión ilimitada.
dljo de Miduocl Fanaday, el padn: ele b teoría de ~mpo: Hay aquf !Incas ck fu=a que se tr.LS!.dan en todas dmmones a partir de una
base ddinida. Se trtra de uno infinitud unilatcnl, por ul decir, oan un co-
Donde loo m•ccmátíc:os Ydm ttnln>S de fuem que atnúan a Ullll dis- mienzo en uno de los cx=mos, al igual que la secuencia ck números enteros
c•nda, Fanday, con los ojos de l• mente vda Hneas de fuerza que. atravc· positivos en el dominio aritmético. Lo configuración geométrica del $01 ra·
uben todo el espacio; Paraday vel• un medio donde ellos no veltn sinu diante es la imagen mediante la cual Plocino concibió la acdón del espíritu. De
dmancia; Faraday bUJCtbo -el aslcnco de los fcoómenos en 1.u acciones rea· ocuerdo oan su 6l0$0fJa, Dios, en su singularidad, se relaciona con la multi·
les que ICliCCCD en d medio, miencras que .Uos se sacisladOJ> con haberlo plicidad de las ideas inceligihles, romo d centro con los radios, d alma del
en<ontrado en un podu de oa:ión a dlsuncia imprimido a loo fiuidos mundo ron las almas inc!J,.jduales y el almo individual eon sus varias activida-
d&tricoo. des en el cucpo. Sin embargo, la esfera espiritual ck Plotino no es ni 6nita,
como b esfera del universo físico, ni espaá•lmcne< infinita. De este modo,
Tambi<!n queda eliminado b separaci6n cnttt mlteria y fuena. Ahora aunque Plotino tntl la in6nirod como rugo positivo ele la existencia, b re-
bien, el objeto es un hu ele energía. Y a este ~bio fundamm.ta!, en el que lación enttt fom11 e inñnitod queda toda\OÍa por rcsolvu.
se abanclaru un estado ck cosas paa abrmr un liCO!Itecimienco dirWnioa se De acuerdo roo la eahausti\oa in•-esti~ histórica de Mahnke. ~
añodc b sugerencia d~ que las situaciones no son inalterables, sino que .;tin fuene< dd si¡lo m, d Libro tÜ los winti<JUJro /tl6so/os, pz=ta por pn
•ujctas a ~mbio en el tiempo. mera vez la fórmu!. que nás tarde se volvió !amou en los escritos de Nicolh
Esta animacióo de un coneepco mtcriormente estJtico te: acompaña ele ele Cusa y Giordano Bruno: cDios es una ..Cera infinita cuyo centro esti en
un gnn placer Pero lt adopci6n ck un modelo de mayor complqidad pro- codu panes y su circunferencia en ningunu. Originalmente apli~ a Dios,
du~ wnbo<!n aprensión. Hay que obandonar b c!.ra circurua-ipción de los la im~gcn fue utiliuda tambi<!n por Nicotis <k Cup ptra d univet$0, la aea-
obJ<coo -cxpres~da en los dibujos por un contomo preciso-, y la catabilidad dón de Dios, y d Renacimiento la considera también odecuada para la mente
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humllll individual (~únilio riCino). Aqul, pues, la úmgen del cootinente fiabilidad de las construcciones, sino su forma pcrceprual, sus t~m•14, corno
finito se pone: en conc.ao explícito con la noción de infinito, anticipación del llamó el fisico Gcrald Holton a los principios que subyacc:n en Lis concepciones
paso dado por las macemiciaos alrededor de comienzos de est e •iglo. cienúlicns. H olton se rcfic.rc a los modelos mcnllllcs que no derivan de enun-
El infinito apareció efcctivomeme en lo filosoflo clásiCll de la nuuraleza ciadones cmpfriC'Ils, rales como lns lecturu mét,ricas. ni de enunciaciones a.ns:.
corno un mgo positivo -esto es, no sólo como un fondo informe-, en un lrúcas, que se: apoyan en el cálculo de la lógica o las mateoúciaos. Hohon no
enfoque qne Umitab<a Ll forma o las unidadca de materia más pcquciias. Los dcse:a comprometerse sobre si estos tbtmQ/11 deben asociarse •con alguna de
acomiscu - Lcudpo, Dcmócrito, Epiruro y más tarde Lucrccio- comidera- w siguientes ~pciones: los arqueupos o w im:lgcncs pbt6nkas, keple-
ron el univttso unifo~ e infinito, aunque oo lo cooccbían como un con- rtlniS o jungnüonas: los mitos (en el sentido no pq'Ontivo, tan poco uudo
''""" "'· sino como una mulñrud de corpúJrulos que se prcdpitah.n por el en lengua inglesa): d conocimiento sintético • priori; capuoción intuitiva o
csplrio vacío. De acuerdo con los atomistas, el mundo oo tenia centro; scn- *nrzón" de Galileo; un• Jilosofra de la ciencia realista o absolutista, o en este
dllamcnte rechtw~ban la ccnuicidad como •una ociosa fantasla de necios-, contexto, cualquier otra•. Trato estos Jb~mttla como imáge.ncs mentoles y oo~
como lo expresa Lucrecio. •No puede haber centro en la infinitud.• No re· rro en que incluso aquellos personas que gustilll distinguir por principio lo
solvieron el conflicto entre la imagen dd mundo centrado, basada en la pode- ciencia moderno de lo que la precedió, se scntinln sorprendidas por las S<:·
rosa experiencia del si-mismo como punto de referencia de su medio cin:un- mejoozas que aqul se analiznn.
dante, y la de la homogeneidad inlinita. Sólo se salió al encuentro de este La msmologLa modertu toda\ol:a oscilA entre las dos im:lgencs básicas que
problema con la imagen de la esfera infinita. Recordemos al pasar que dos concibieron por primen vez los griegos. En el siglo XVIII, pensadores como
a>ntcmporincos de Nkolú de Cosa, los artisw y arquitectos italianos Al· Thotn2S Wright e lmmanuel Kant sostuvieron que d sistema solllr fotmll par-
berú y Bruncllcschi, introdujeron el infinito en la pinrura a rra~ dt b te de una galaxia y que el espacio universal esci Dcno de galaxias semejantes
consrru<ción gco~trica de la perspectiva ccnrral. Esta consuu<ción, sin cm· a la nuestra. Asl, medionte una l."'"""'liución cmplricn, hicieron nUC\'0 con-
bargo, inclula la psradoja dt ubicar el infinito en un punto definido del espado tocto con la COnt<!peión atomista de una expansión infinita homog~ncamcnte
pkt6rico. Representaba lo infinitamente grande por Jo infinitamente pequeño colmada. Kant advirtió explícilllm~nte cuán similor era este enfoque al uúli-
y hada que el mundo más bien convergjen1 y no que se. expandiera. Sólo mú z:tdo en progresión aritm<!tica:
tarde intentó la pinrura tnnsmitir b experiencia del espacio infinito, sobre
todo en Jos ciclos nsos de los edificios barrocos. Vemos loo prim<ms mi.mbroo de um rebci(,o ¡n,..ai,-. de mundos y
Ni<olú de Cosa se refirió al centro de un univeno inlinito no sólo nega- oístcmu; y la primoro pane de .,... ~ infuñta DOO capacita y• p.ua
tivamente como ausente. Lo vio en todas partes y en cualquier pone. Se dio tt«HJOCb lo '!"" debe conjeturarse de la totalidad. No hay 6n, sino un
rutnta de que la Tterra no podfa estar en el medio del universo y que todo abismo realmente inmenso (ttn Ab¡rnJ mm IC4bu• Untrl'ltJS!tcbk<rl) en
movimiento es relativo. Podemos reconocer un movimiento, dijo, sólo por prcsendo del cual toda h capacidad de lo cono:rpción humano st desmorona
comparación con algo estable, como los polos o los centros, la relación que exhausta, aunque r<cibc la ayud• de 1• ciencia dcl número.
pcuuponcmos al medir el movimiento. De este modo echó los cimientos del
relativismo del siglo XX. El relativismo como procedimiento concreto exige La gencralizaci6n sugerida por estos pensadores requcda una aud!IZ m:s-
imi&cnes mis bien complejas, esto es, Ll coordinación de al menos dos siStemos tructuración de la evidenci2 perceprual directa, que de ese modo debla ade-
mutum>e!l.e exclurentes: uno en el que un objeto se encuentra en movimiento cuarse • una imagen totalmcnt~ diferente. Ver el sistema solu incluido en la
f otro en el que el miJmo objeto se corucntra en reposo. Probablemente eno b<anda circular de esut!llas, que parece rodear la Ticrn como l. diStante Vía
sólo puede visualizarse mcdianrc la alteroación de dos imllgenes, lo que se Uctca, y luego ver la galoxia ellptiao y, por ende, comparable • las maocbas
asemeja, por ejemplo, 1 lo que sucede ruando se invierten figura y fondo o a de nebulosas como lo de Andrómeda, requirió una extraordinaria flexibili·
la coordinación del interior y exterior de un edificio en el aompo arquitectó- dad de imaginación visual. El ejemplo vuelve a mostrar unn vez mils que el
nico. Por medio de este desapego respecto de ambos marcos de referencia., la ab<aodono de la impresión pómern no si¡tnilicn el abandono de lo percepción,
mente intcrua asumir la posición exterior del puro absoluto de Einstein. sino más bien el de un modelo perccptual para adoptsr otro.
¿Es lcgiórno situar las cspeculaciones del pasado en un mismo plaoo de A la imagen de una continuidad infinita se le .mdió 111 de un universo
i•ualdad con tcodas modernas que se basan en 111 obsuwción y el cálculo centrado ron el objeto de dar cuenta del origen de todo. Aunque •en un es-
CliiCtos? Pan los fines de este libro, lo es, pues no me coocicrne aqulla coo- pacio inlinito ningún punto puede tener en rigor d privilq¡;o de Uamarsc

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cenno•. Kant supuso que una zom de mayor densidod hablo oervido de fui. uta ruana dimc:mión espacial en nuostto univorao, climcrui6n necaaria para
ao 1 pulir del aW se originó lo naruralcu extcndib>dosc a~ todos las di-
dar eabido al «CSi"'(Ío cut\..00•. Este aWeolencljdo Uco.-6 1 considerar que lo
m:rioi!C$ del c:spocio inliniro. Volvemos aqu1 1 lo uo.ogen plotiniana de lo
ciencia moderna habb alanzado d lfmite mb allJ del eual sus c:oosrrucciooa
irradi:oci6n 1 pulir de un centro de c:ncrgL., conc:qx:i6n que vuelve a rcflcjarse
en lo teotlo reciente del univeno en cxpaosi6n que, de acuttdo con Georges no k $CID ya IICttSibla a la imagjn:oci6n visual, no ..Sio m lo prktica, sino,
Um.ln•, se cksarToll6 1 puñr de un aúcko atómico. Y ruando vnoos que
Jldemás, por principio.
el a.mónomo Frcd Hoyle ilUSti2 en 1950 lo idea del universo eu cxp:msi6n Quid Helmbola, en uno de sus Confe~nci.s dmtlfic.s popuhm:t. fue
mcdiontc lo 1naloglo de UD globo rubiorto de un gnto nó~ de luoaros en su el primero en ilustrar las propiedodos del espacio no euclideano mediante lo
supor6de que se in!la grnduolmeutc bosta alcanzar un tiiDIJJio infinito, no analogla de una población imaginaria que habi1oba un mundo bidimensional
podcmos sino cv001r la osfera infinita de la Edad Media, ruyo centro ostaba Si su mundo fuera la superficie de una esfera, lo ¡;eomctrla euclidam no sc
en todat pancs y en ninguna: sostcndrla. u conexión m:ls b=e en1re dos puntos no seria la recta; la SWill1
de los •nsulos de un uióngulo variarla y siempre superarla los 180"; la rooo
u aralog(o del globo pone. dc reliove un punco muy ímportlnt<. Moestn entre el radío y lo cirrunlttencia de un drculo tambi6l variarla de acuerdo
que DO debemos imaginar qut! nos encontramos en eJ ce:nuo del universo con d 1omaño del drrulo. Luego la demostración procede a supon<!r que todo
oólo ¡>o<quc vcamos quc lis galaxias sc alcjm dc nosotros. Po¡que sea cual esta situación se tntnsponga afulcljendo una cljmcnsión, con lo que tmddnmos
fu<te cJ lunar que escojamos en la supcr6dc dd sJobo, veremos que todos un mundo tridimensiorut! cun-ado en el ospacio tetrodimcnsiooal. En oste
los dcmú ac alejan de B.. En 01J'aS polabru. sea (\1.1) fu<te la g;úuia .., la punlo, la imaginoción visual capitula ante la ciencia ficci6n, pues el poso pro-
que noo encontremos, las o,... por<e<riu csw akjinclooe de DO!OUOS. puesto 1 lo larr;o de una secu<nCÍA mareoátiea no oc liiJiita a prolongar una
cljmensión ruantitati\·amente porocpn"blc mb alU del ~ de la imagina-
Si Nicolb de Cuso bubiCDO lddo OStO, sc hubiora encontrado en terreno r.. ción visuol -eomo m los casos de lo inJinitamcnte gra.ode o lo infinitamente
núliar.
pequeño-, sino que propone uo supuesto que es ineompatible en principio
con lo experiencia espacial bumans. Hclrobola da que. cpor ausa de nues-
tra or¡anizoción c:orpontl, somos erum~mcnte inaopaces de teptOSaltamOS una
cuarta dimensión•. Como mencion<' amos, CSI' en discusión si osto es en
vercbd cieno o oo. Sin embargo, si lo os, probablcmen1e no lo scní por la
Nos parece IICOruejable concluir este capítulo con UDa obscrvocióo sobre rozón de que nuostro =ebro tric!jwensional es incapu de imaginar UD mundo
los conceptos de In ruana dimeusi6o ospocial y el llomodo cospacio rurvo•, a telrodimensional rcalmente existente. Si tal mundo cxistkra, podrln suponer-
menudo mencionados m relación con la tcorl• gc.ncral de la relatividod de se que nuestro ~r<bro también scrfu tetradtmensional. La analogía ron el uni-
Eins1ein. La vioión de Eins1ein de un unh•el$0 finito pero ilimitado -aunque v~rso plono pueccrfa sugerir que podrían <XIsur seres equipados con una di-
parett ahora abondonada en favor de un •universo abierto• -me.-= men- mensión menos que d espacio en que habita su mundo y que, en conserum-
cionarse como el oás rdiuodo imen1o por m:nnciüar la fonua osfúica con la cia, no serian eapa= de concebir el volumen tridimensionaL Pero esto es un
infini1ud en el dominio de lo fúica. La ruana dimensión ospacial, por oua dispara1e. No bien pasamos de uno analogla puntmcnte ma1eoáúca a uno . , .
ptrtt', es una consuucci6n puram~ue mater:Mtia, un primer paso haál una losla flsica, tenemos que admitir que para que osos ICrCS hipo1éticos y su
gcomc~rla de cljmcmiooes superiores. Se ha cljseutido si osta prolongación mundo pudieran existir, tcndrún que tenrr un mlnimo de osposor; lo núsmo
m•teoáuea condua: a modelos que puedm visu1liurx. Lo probable es que succderl1 con sus eerebros. F"mca y menulmcnte no serian bidimensionales;
si resuha 1ttCS1ble a la im.Jsco visual, sólo lo senl de modo aproximado o, scncillamen1e osurun ojusbldos.
mú probablcmc:nte, por sus c!eaos o rus plO)=iooes en el especia ttidi- s; no puftlr vipttlizarv l1ll3 CUAna dirnmsión, es probabtemc:rue porque
lllCISional. No entran! m este problcm.. lo geometrl1 trata de rdaciooes que pueden utilizar el especia pcrttptual y
Para hacer plausible lo geomatlo no roc.lidcano, se m1rodujo una especie flsico como imogm convenicmc bosta la lerttn cljmensión, poro no m.ú allá.
difem~1e de proloog;ación ospaciJU oús allá de lo tercera d.imcnsi.ón. Aplicado Pasondo os1e limite los cálculos geoln<'uicos -ol igual que todo om> cálrulo
a la fl•ica Ult'Onónúc:a, este enfoque fue causa de que, en las aposiciones multidimcnsionol, como el anilisis factOrial en Plicologl- deben satis&eerse,
popularos, se afirmara que lo teorÚI de la relatividad proponÚI la existencia de como mucho. con UJl3 visuaüzodón fragmcn1ari1. E.to significa quizi tenrr
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303
que manej~UR con pucelu de comprensión ames que con uno \'crdadera cap- nuf• medidas que revelarlan una geomeula inhomogénea. Motris Kline com-
tación de la totalidad. para la gcodesÜI creoda en el espacio c:insteiniano por la presencia de una
La f!sica moderno, sin embargo, no p~tende que e:rislll una ruana dimen- mua, con la creoda por la forma de lu montañas sobre b supc::t:fick de la
sión Se mta, en palabru de Arthur Eddington, de cuna construCción ficti- Tierro. La experiencia dirá euíl es el &ndo de utilidad de estas analoglas. Qui.
cia•. Paro \"Oker una vez más o lo onologla del hipotético mundo bidimen- d también en este aso pueden logranc aproximaciones. Sea eual fuere la
sional: en tanto se lo conciba CUIV1do en el espodo uidimensiorul, en prin- respuesta, puecc DO haber dudas de que sólo lo que es I<'CCSible a Lo imagina.
cipio 112da hay en 8 que cootrlldip los a.,.n/os de Euclides, aune¡~ DO ci6n pcrccptu.1l, al menos co principio, es • la vez IKttSible a la comprcnsióo
concuerda, por supuesto, con lo que iste afirro.t sobre b geomcnb co d plmo. humana. Sin duda, la mcote puede obtener pnancias útiles que DO impliquen
S6lo sucede algo verdaderamcote nuevo cumdo """ distorsiones geo~tticas mmprcnsi6n y que quiú DO 1• necesiten. Hay muchas operaciones que pode-
ocunm en un mundo que oo se conoce romo curvado o que no lo es en mos Uevar a cabo, muchos hechos que podemos romprcnder, muchos aspec-
realidad. En un mundo semejante, las desvüociones respectO de Euclides sc tos parciales que podemos visuoliur muy cleromcnte, sin una plena compren-
coovittten co inhomogcncidades espxialcs. El tiempo que demande amvesar sieSo As! como una pinturo o una sinfonla mmpleta pueden integrarse y cap-
una unidad de distancia puede aumentar con la longitud del cai1Uoo; y si uno tarse, aun por su hacedor, sólo a tre\'is de acros de organización pucia), ui
ClnUna lo basWlte en la nUsma dirección, puede hallarse en d lugar de par· también toda gran obra del hombre es probablcmcnte mú grande que la
úda. mente que la produjo.
Esto puede suceder en un mundo tridi~ooal no cudidemo. 1 !amarlo
curvado es un modo figurado de llamarlo inhomogén<o; y, de oc:uendo con
Einstein, la inhomogcneidad se da en el espacio de nuesno universo. Dice
q~ «según la tcorla general de la relath•idod, lu propiedades geométricas dd
espacio no son independientes de la materia, sino que isro las determinu; la
gcomctrla dd univc110 resulta diStorsionada por campos gravitacionales. El
lego ignora si la onalOj\lo de un mundo de superficie adecuadamente curvods
basta pana que el matem4tico o el frsiro puedan calcular d efecto de IIIS inho-
mogeneidades resultantes en el espacio tridimensional. Lo que si sabe es que
C'U.IIndo lo met4foro se considera una descripción literal de lo 'lll" acaece co
e.l unive:no, la imcaginoci6n se t:xtravfll .
Por tanm, •i de acuerdo con la concepción moderna del espocio frsiro la
virualizllci6n no quecL> c:xcluida en principio, sigue planteándose si es o=<Í·
ble m la prktica. Las situaciones no eudideonas no pore«n excluidas pora
siempre de le visión. En otro libro describl la percepción dd espacio en pers-
pectiva como ejemplo: los objetos se reducen al aumentar la distancia respec-
to dd observador y, sin embargo, se los ve al mismo tiempo romo si conser-
varan su tatruuio; el movimiento se ve acelerado con la distancia aunque; ol
mismo tiempo, se lo percibe constante. Aunque contradkrorios en términos
euclideanos, estos fenómenos encajan no obstante en uno perspectivo nrzorut-
blcmente coherente del mundo visual porque la inhomogeneided del espacio
perccptual "" incluye en la experiencia de Lo visión como condición rons-
tarue.
Es dificil determinar SJ uno U1lllginaci6n mú desarroD•da que b de la per-
sona media puede visualizar las inhomogeneidades del espacio flsiro. H. P.
R~ utiliu el ejemplo de un plato de metal desl"""jammre eolcot!O-
do; uaa corta rqtla de metal, de longitud alterada por la remperarura, procu-

304 305
16. CA VISION EN LA EDUCACION

Este libro intenta restablectt la unicl.d ck perc:qxi6o y pms•m~to. La


puoxpci6D visual, lejos ck ser UM muo coloaon ck inform.dóo sobre ~
licbdes, objetos y ocomcdnúentos .,.rtic:ulores, sc a:nua en la aptaáóo ck
gcncralidldcs. Mc:diontc el suminUuo ck imigenes ck clase. ck cmlidodes, m-
ses ck objetos y closes de ICODtecimientos, la pcrcopcióo visual pi:OCUII los ci-
mientos ck la fonn.acSn ck oonoxptos. Lo mente, CU)"D olcantt vo DIUCho más
aiU que los estlmulos recibidos por d ojo direcm y momenWieamentc, opero
con d vuto audal ck inúgenes IICCeSibles 1 tn1vés ck la memoria y organiza
la experiencio total de una vido en un sistema de conceptos visuoles. Los me-
canismos del pcnsomiento mediante los ruales lo mente manipula estO$ coo-
oxptos ope.mn en la percepción directo, pelO tambiáJ en la interacción entre
la pcroxpcióo directa y la experiencia almacenado, como tambiáJ en la ima·
ginacióo del artista, d cient1.6 co, y en vercl.d, de todo persona que tenga pro-
blemas ¡, llfMI~.
Si estas o6rmadooes resultan lllllidas, dcben influir profundamente en la
concepción que tengamos del arte y la ciencia y de todo el resto de la activi·
dod cognitiva que se sitúo entre estos dos polos. El arte se analizó aqui prin·
cipalmente como un medio fundamental de orientación, nllcido de lo necesidad
que el hombre tiene de comprendcrsc a si mismo y al mundo en d que ha-
l>ita. Como mcncion~ antes, puede de.mostrarsc quc todos los OtiOS 6nes que
sirve d arte dcpenden de esta función cognoscitiva b:lsica. El arte, pues, se
aproxima muy estrechamcntc a los medios y los fines de la ciencia y, para los
propósitos que tenemos entrc manos, es mucho más importante reconocer
cuánto tienen en común que insistir en lo que los distingue. En d CUISO de
este apltulo 6nal, no obswue, sursirón algunas diferencias.

(~ f{tJitirw ~ ute}

Quizú d excesivo honor que se les con6rió im¡Mdió a las artes de oues-
110 tiempo cumplir su misión más importante. Se las clcv6 por enciDUI cid

307
contexto el<: la vida coúdimo, ~ las exilió medimt~ d entusiasmo, ~ las para tocios, y si 1011 todu igualmente imponaorca. Si escudwnos que las Ir·
oprisioo6 en ~ cuas de tesoros. Las escueLas y los mweos, espe- tes desarn>Uan y enriquecen la ~ hununa y esúmulan la crcat:ivúhd
cialmente co Esudos Uniclos, contribuyttOD mucho • la su~rocióo de ~ es necesario saber si lo hacen mejor que orros campos de estudio y por qul
oislamicnto. Hkieron la obra de o.rt~ más lK'CeSibk y familiar. P~ro lu obras La batalla contra el incclccrualismo unilateral no pueck librarse: alimcntJmdo
de ane no son lOdo d arre; son sólo sus raras cumbres. Paro volver a obtener un prejuicio románrico contra las cieociu romo agentes de la mecanizaci6o.
los beneficios indis~sables dd arte, nos es n=sario concebir esas obru como Si la pnkúca actual de los ciencias empobr= en electo la mente humana,
los resultados más evidentes de un cofuctz.o más universal por dar forma visible la solución debe busca~ en el mtjaramienro de Jo educación cientlfica y no
1 todos los os~os do la vida. Y a no es posible considen~r la jenuqulo de las en huir de las denciu para rdugi~ en las artes. Tampoco es cieno que la
artes como dominada por lu bcllu artes, la aristooncia de la pintura y a ~aotew, la esterilidad y la mecanizaci6o se ~ sólo en las ciencias; esW.
csrultura, micnll'IS que w Uamadu artes apficadu, la arquitCOtun y otnS igualmente presentes en las artes.
varicdaclcs dd dlscfio, quedan rckplas • la base de la pinimidc como impu- Un.~ vez que se haya t«ooocido que el pensamiento produah'O en todo
ro. compromisos con Lt u úlidod. Los arñstu de nuestro t im~po han h<cbo zona de la cognición es pcnumj.,pto pem!prual, se pondni en evidencia la fun-
no poco para qu" lu vicju c.tcgorlas resulten inaplicables: reemplazaran laa ción ccotnl del an~ en la eduaci6n en gmaal. En el taller es dootk se
obras tradicionales dd pincel y el cinccl por objetos y ora-ninciona que ó~­ pueck dispensar d adiescnrniento mis eficn del ~nsornieoto ~tml. El
nen que fundirse con el medio ambiente de la vida cotidiana si es qoe han cimtllico o el filósofo pueckn advertir o sus disdpuloo contra w meras pala-
de tener un lugar m d mundo. Un p•so mis, y la finalidad primordial del artoo bras e insisúr sobre la convtnitnc:ia dt ~dos oproptaclos )' claramence or·
seni conferirle forma al marco de la ""istencio hUmano: mnrco en el que los ganizoclos. Pero no ctndrlan que h-=lo sin ayuda del artlsta, que es el <X·
objetos paniculares d., las bellas artes encuentran su lugar poniculor. perto sobre cómo se organiza una coofigumción visual. El 4rtista conoce a
Este amplio concepto, que el 6nado Anando K. Coomonswamy defendió variedad de formas y cknic.s disponibles y cumta con medios pan~ cksa-
con tanta lurida romo •la ~~iva normal del arte•, ckbc compl==- rrollar la imaginación. Tiene costumbre de visualizar a complejidad y CODC:Ie-
tarsc mediante un enfoque psicoJ6sico y ed..aoc:ional que ICCOuozca el arte bir los fco6meoos y los problemas en témúnos ,;suaJcs.
como forma \'Ímll), y la forma vis.W romo el medio principol del pcm&--
m~nto productivo. Nada que ""~ por debajo de eso ~rvini poro liberar al
arte de su mbmiento improductivo.
Al comenzar eS<e libro m~ rcferl al gcneral.izado abaodono del arte o todos
los niveles de nuestro sistema eduncional. Esm situación preva!= porque Los artiStas y Jos profesores de an< le dan buen uso o esos talentos rom-
los maestros de art~ no han ddendido su posición roo convicción su6cient~. do ICtÚlUI dt acuerdo con el supuestD implícito de que todo obro de ane cons-
Si ~ txomioa la literatura consagrada a la educación anlsticn, ~ descubre a titu¡·e una enunciación octrc:o de algo. Toda configuración visual -ya sea la de
mtnudo que d valor del ane se da tan por descontado, que unas PD"U ID= un cuadro, un edificio, un ornamento o una silla- puede considerurse una
hecl\u se consideran sulicitntes para la argumentación. Hoy la tendencia a proposición que fonnula, con m.ú o menos felicidad, una dcclaraci6n sobr~
tratar las artes como una esfera de estudio ind~diente y a suponer que la naturaleza de la exiStencia humana. De modo alguno es nettSario que tal
intuid6o e inadecto, smtimicnto y ruonamiento, ane y denc:ia coexist.e n. dcdllfiiCÍón resulte consciente. Poros Jlrlistu sedan tan c.paces de expresar
I,ICJ'O no coópean. Si se clcscubre q~ 1.,. estudiantes de enseñanza medio sa- en palabras lo gue incentaban decir como lo !=, por cjcnlplo, Von Gogh.
ben poco de historia dd art< o no pualc:n distinguir UD grabodo al a¡ua fuerte Muchos rebusarian hacerlo, y la ~encia muestra que los an.istas a los que
de una litografla o UD óleo de una aruarela, w consecuencias por deducir de- inspira d dcsro de transmitir memaj~ddinidos, de naturalaa moral o so-
~nin, según Cf'l'O, de ruin•• impormocia se le atribuya a esto es~e de cW, por ejemplo, •~len fraen~ar. Corren d ~li¡ro de subonlioar 505 imi·
conocimiento. Si se prctenck que <1 valor dt las anes consiste en el cksarrollo ttenes • símbolos estereotipados. En conS«Ucocia con ello, la insisteñcia so-
del buen gusto, el ~ del argumento depende de que d gusto ..,. UD lujo b~ la expresión de tales signiftcaciones resulta arriesgada c:n la educación at·
para quienes puedon ~rmio!rsclo o uno condición indis~nsable de la vida. tlstica. Sin embargo, d tipo de ejercicio que describl en el capitulo 7 pued~
Si se dice que el art< forma pone de nuestra cultura y, por tanto, es necesario resultar de ou= utilidad. lA repr=taci6n de conceptos ..bscract.,.•, romo
para la dotación d~ todo ~rsona instruida, el educador responsable debe pre- P•s11do, Pres~nu, Fu/tiTO, puedt cumplir urut función muy similar a la de
gunta~ ai todu las panes de la cultura son oeoesariu para todos y .,.....¡bies cjeauar un retrato. una naauraleza muerta o un paisaje. Podrlan proponer
1011
como bl~ una ronliguración ele fucrus porticulu. Para elaborar um imJI. mienzos de nue:sttO siglo un importante educador artlstico, Georg Kcrschens-
gen que verdaderamente representara b ronccpdón que tiene el osrudla.o~ teincr, a6rm6 que la representac:ión de la figura humana no podía amstiruir
del tema, l$te debe Sá capaz, disciplinado e insistente; y ésw son bs CDa· un objetivo adecutdo del dibujo en las escudas públicas porque las rcproduc·
üdad<S requeridas para ba~r arte y para que su pnlctica resulte fructlfen clones de las que son cap:acu los niños s6lo roincidiñan pucialmente ron la
cksdc el punto de vista educativo. Los temas mú bien teóricos urilizodos en aparienáa y la forma reales y, en el mejor de: los casos, logra rúo una oproxi-
los cxperimcnt.os pueden romplctarsc coo otrOS mú cvoativos, semejantes a moci6o genmca. cPcro a la enJci\anza del dibujo no puede sarisfacerla más b
los utili.z.dos por Paul Klcc romo tirulos de sus obras: Desde ti tksliztzmim· mera tproximoci6n que • cualquier otra rama de la instruecióo.•
lo • 14 tlnild611; Re¡uwnmmknto; Comi~ntD <In ~uo; Ort.uiio; Contra 14 Este criterio puramente cu:antitoti\'0 de lo que ronsriruye una ima¡¡en fe.
amienlc, Bldquc<lt1 1 lkzll~o; UIIIMII npnant~~; lofúsic., tk.t~grm!ablc. ti%. cl•ro .,.. . derivaba de las cienáu ruct1s tal romo se desanollaron •
Tales qetticios pueden cootribuir a que d osrodimte advitrta que no panir del Renacimiento. Pero vak la pen:1 rcrordar que aun en las cieocias
puede obteoersc IJOI1IU al¡una sobre lo romoc~o o lo errado a panir de crite- la exactitud mensurable no ronstitU)"C un ..-alor úlrirno de por si, sino s61o un
rios puramente formales. La armonb, d equilibrio, la variedad y la anidad medio de comprobar la naturaleza de los hechos pcnineot<S. El grado de
son o6lo aplicables cuando hay algo ckfinido 1'0'" expresar, ya sea coosciente· eucútud requerido en las mediciones dc:pcode de la naturaleza de los hechos
mente expllcito o no. El manejo de la forma y d color es wuo Wlll lxísqueda por idc:ntilicar y distinguir. Las pruebas c:uanútaúvas de los "''""Ímentos
de ~ contenido y su c:ristalizad6o, romo un osfucrao por expresar el ront<· deben tcocrsc en cuen11 lo bastante romo pan tn05ll'U que los rcsohados
nido ron claridad y armoola, y de modo equilibrado y unitario. Los ejerci. obtenidos no son d efecto de un accidc:nte, esto es, cid ruido inherente eo
cios de esta ospecie le sugerirán tambi61 al <Studiante que toda mnliguración toda >ituacicSn emplrica. Las mcdJciones utiliudas por Kepler para detemúnar
orgoni•ad• es un portador de: >i¡nifioodos, intenáonados o no. De igual modo, el cuno de los planetas tenlan que ser lo bostanrc precisas como para cfu.
de este enloque se sigue que la mera cxplosi6n espontánea, el mero relajarse tinguir ron ~dumbre la elípse del circulo. Lo mismo resuhs válido en el
y dejarse ir mnsúruye una ac1uaci6n incompleta, tanto desde el punto de caso de: las mcdJcioocs ele 1van Pavlov, quien quito averiguar si los perros
vino artlstko, romo desde el punto de vista humano. La orgb puramente podlan distinguir las elipses de los clrculos. Povlov rc6n6 los datos mo que
dionisÍICI, aunque plottntera y a veces ncceuria romo rea<ri6n ante la res- contaba lo bastante romo para romprobar ron cuánta sutileza los perros cfu.
tricción, exige su rontrapanida apolínea. La dcscarp de energb apunta • la criminaban la forma y ruin similares tenlan que ser las formas para que sus
creación de la forma. sujetos se mostraran inquietos. El .marro de tolerancia en lu medicion<S cien-
La representación de objetos naturales, que ocupó tJ'tldlcionalmeo~ a las úficas y tecnológicas se determina por la naturaleza de la tuca. La exactitud
artes, no diJierc en principio de la rcprescnud6n simb61íca de ron~ptos. Eje. que supera los limites de la necesid•d es pcdtnterla, y los números no SI·
cutar un cuadro ron una Úgura humana o un ramo de fioros es captar o inven· tisfa~n la curiOllidod última del cientlfJCO. Cuando se entera que la cilula del
rar uoa configuración formol gen~ria o un <Squeleto est:ructural. Esto especie embrión humnno rontien• 46 cromosomas, pretende saber por qué, Y In r<S·
de activjdad connituye una poderosa ayuda para el ostablecimiento de la pu<Stn deúnitiva no puede $Cr una <Jintidad. Tanto la ciencia como el arte,
base perceptual del funcioru~miento cognoscitivo. La ropia mecánica de mo- Jl\I<S, buSClln hechos cualitativO!, y las mediciones son un medio en el ctSO
delos que apunta a una rorrección mensurtble y emplea el sentido de la vista de ambas.
romo herramienta de medida, no obtiene de modo alguno un bueo adi<Srnt·
miento de la mente. Las rcprodu«lones exactas son útilos para únes pnícti·
lmigtnts norm4tiviiJ 1 aru
cos, pero rcsuhsn m.ú de 6or si son llevadas a cabo por máquinas, y la babi·
lidad de esrimar canúdad<S mensurables rorr«tamente es insi¡nilianre y Si lo ropia mc:dnka de lo naturaleza de nada sirve, ¿q~ es del ABC de
podrb confiarse: preferentemente a instrumentO>. El cerebro humano no se la rompreruión visual (Ansch•uunl) de Postalozzi, que éste siruaba por d.,..
adecua a la reproducción rnednica. S., desarroll6 en la cvocaci6n biológica lante dd ABC de las letras porque ce! pcnsomiento c.oncq>rual se basa sobre
como medio de orientoci6n c:o¡noaciúva y, por ranto, sirve exclusivamente la Anulkzuunt.•? Lo que Postalozzi tenia in muru en •qudlos tempranos años
para el descmpeiio de tipos de acci6o y la crcoci6n y el ruonocimicnto de ti- del siglo XIX me~ nuestn atención:
pos de cosas.
Y, sin embugo, loa clr.s en que la copia 6el se eon>ideraba la fiMiidad Dobo sdlalar que d ABC clt: la Atucb.~tttn¡ CODSÚIU)'e d modo esencill
educativa principal de: la pintura y d dibujo no han quedado tan atrú. A m- y •imcaaxnte Jqltimo clt: . - cómo juzpr la formt1 de todD bs cosas

JIO Jll
a>mcLtm<nte. Aun aú, bosta ahort cote principio pel1lliJ><a entommen~e
olvidado al punto ele set deswuocido, m~tm que centenat<S ele mcdi~ no es pnmordalmmte b de sumioisttor inform1Ci6n sobre el tema como r:al,
ocmejaniCO son occuibl<s ¡ano b cosdianza ele loo n11m<ms y d la>gu.je. ,¡00 sobre ron6guraciooes de Nenas mucho mú ~ricas que rdlcja la coo-
Esta catax:io ele medios ele iosmx:áclo pora d cstudio ele la fotm1 visual 6¡:uraciclo porúcular. Quiero decir que cuando Van Gogb rolooa la 6gurt de
no debe ~ un mero luJrc:o m la cme"anu dd mnorimieato bu- un sembrador frente a un grm sol amarillo, formula Wll enunciación tttra
mano. Comútuye un hueco m b cimientos tni.JJra de lodo conocimiento a del hombro y la luz y d ttah:Jjo, que de lt forma y el caricter oormali:udos
un ni\·d al que d aprmdlzaje ck los númet01 y d lmgwtje debe subordi-
narse cleeidiclamente. Mi ABC de la illlscb.uunt tiene por 6.a pot><r remedio de los objetos cocogidos apenas toma algo m.ú que •u tcrminologb. Si hubiera
o coto deficiencia lundamenw de la innrocción; procunri lo bue JObre b tenido que ropiu las 6gnns notmaliudas del sol, el hombre y el átbol, su to-
que loe otroo medios de b instrucción deben fundarse. t<l se habrla visto mú cnrorpecida que fllcilitada.
El osrudiante de ane, pues, encuentra <n el mundo de Lts apariencias vi-
Con este looble fin, sin m~borgo, Pcstnlozzi obligó a los niños a dibujar suales el slmbolo de las configuraciones significativas de fucnns de modo muy
4ngulos, rcct4ngulos, líneas y orcos, que, según dedo, coosütulan el alfabeto dlveno al uso cien tilico de la información sensorial. 1m6gcncs que son occi-
de la forma de los objetos, como las JeiTOS son los elementos de las palabras. denrnles rospecto de la siruación objetiva, se vuelven v'lidas como ponadoras
Este modo de enfocar la ensciianza tuvo sus continuadores a lo largo de todo de ronliguncioncs significativas, y ~<den considerarse verdaderas o . Wsos,
el siglo xtx. Petcr Schmid bada dibujar • sus alumnos, con parecido <XllctO, adecutdas o inodecuadas con refereooa a norrruts que no resullllD aplrcoblts
los cuttpas estereométricos básicos, esferas, cilindros, lajas, como las piedras 1 las enunciocioocs de la ciencia. Peno el arre no 161o cxplott la variedad
de cdificecl6n de los objetOS m.ú romplcjos de la naturaleza, y aún en 1893, de las eparioncias, también a:6r:uula 1111lidez de la actitud mental individuitl y de
Konrod langc •ugeria que el~m<Suo tnzara en la piurro dibujos lincalco geo- ese modo odmitc aún otra dimensión de voricdad Dado que las formas en d
métricamcnto simpliJiados de mesas, sillas, banderas, cam.as o iglesias pan ane no dan primordialmente ttstimonio de la naturaleza objetiva de las
que los niños lO$ ropiaron. Esta uriliuci6o de la gula geommia en el dibujo cosas a que aluden. pueden rdkjar la interprct1Ci6o y la invonci6n iodivi·
se romontt al menos ollibno de bocrtos de Villard de Honn<court, en d que duales
d arquitecto fnnds del siglo xm mostró romo hattr 6guru humanos o de Tanto d ane como la cicocia se conforman a la comprensiótt de 1u fuer.
•nimalts a partir de triingulos, ~-.ct4ngulos o con6guraciooes con formas UJ que dan forma ala exincncia, y ambos exigen una dedicación desintcrosoda
de ntrdb. a lo que existe. Ningum de dbs puede tolerar la subjetividad capricbosa, pues
Hay m~rito en obtmor la formo de una imagon a p4nir de su esqueleto •mbas se subordinan o sus criterios de verdad. Amoo roquicren precisión,
tstrucrural subyacente. 0., bccbo los artistas comienzan romúnmente su obra orden y disciplino porque sin ellos no puede formulUR enunciación rompr<n·
esboundo los ron6gurociones generales que sirven paro mantcoerb uni6atdo. sible alguno. Ambos acepun el mundo sensorial como lo que b Edad Media
Peno este pnocodimiento debe distinguirse, por una parte, de los meros trucos llamó In trtnatura rt!>'Um, In firma de bs rosas, pero de modo mu? di~~rso.
t&nico• para la ropnoducción de dibujos estcrcotipados y , por la otro, del Los m&liros medievales creían que las floros amariUu curaban la rct=cr• y
ronjunto de fórmulas rfgidameme prescritos que debe ¡eguir 6dmemo el que In hcmaútcs detenfa las betDOrragins; y en un sentido menos literal, la
alumno. Este último enfoque le sugiere al olumno que hay una forma norma- ciencia moderna todavía busca en la aparioncia de las cosas los síntomas de
liZAda )' objetivamente correcta para cada clase de objero y quo los especime- su carlkter y vinudcs. El artista puede utilizar esos omarillos y rojos co~
nes que 5e cncue:ruron en el mundo deben ronsiderorse meros elaboraciones im1gcoes igualmente reveladoras del osplcndor o lo pasi6o; y las mes tea·
de este arquetipo. Una cosa es I'<'COnoctt el fondo de verdod psicológica y ben de buen grado la multiplicidad de las perspectivas del mundo, la vori~
física gue se do en esta roncqxi6n; otro muy distinta. biSar en ella ¡, cdua. de estilos pcnonales y rulrurales, porque la diversidad de respuesiiS consn·
á6o ardstica. Porque a tnn·b del artt! el hombre reco.-e la plena riqueza ru¡-., un aspecto 110 kglümo de la realidad como el ck las cosas mismas.
de la aptricncia ..-rric:uhr. En lugar de imponer esquemas plft$tablecidos a Esto ts la raz6n por la cual los criterios de eue1itud m el arre di6eron ~u­
ntu aparioncias, buseo en dbs fortn3S captablos y responde con dbs ante lo cbo de los de la cimcia. En una demostrlción cicntl6ca, la oparicncia pamcu-
que '"· las ron6¡rurociones formales sugeridas por un pai»jc o uno naturaleza lar de lo que se muc:st:n in~ para la validez del apcrimento sólo en 1s
muerta, cuando se consideran en su singularidad, sólo se rdecioo.:tn muy indi- medida en que resulte sintomátia de los bccbos. La formo de los continentes,
roctamente con las formas y bs signi6cxiones normativas de úboles o grm· el ti.DIIño de bs muestras, el color preciso de una sustancia pueden resnltar
ju, akechofas o peces. La validez que tolts con6gurlciones adquieren en •= atr<ntts de pertiomcia. De igual modo, las proporciones, los 4ngulos Y los
coloros de un diagrama pueden no intcrosar. La uuu de esto es que, <n lA
312
313
ciencia, la apariencia de las cosu es un mero iodicador que apunta mú aiLi do<es? En prlmu lugar, muchas visto resultan ambiguu porque son tan va-
de s( a constdaciooes de fuerus oculw. Las ckmosmociones de laboratorio y gas que pueden organisarse de acuerdo con varias pauta• o porque ..dmiten
los diagramas de los textos no constituyen enunciaciones cientlfias, sino sólo mis de una organización dan. Todo libro de texto de psicología muestra imi-
il.amociooes de wes enunciaciones. En !u artes, la ÍID1IJI= constituye la enun- pes reversibles que oacibn entre dos venion<S mutuamente exduyenres;
ciación. Contiene y exhibe !u fuetUJ sobre las que infonna. Por tanto, todos pero son sólo la demostración má obvia del hecho de que la tm)'Ot parte de
sus upcaos visuales coostituyen pertes pertinentes de lo que se enancU. En w configuraciones visuai<S pueden verse de ttús de una rrunera. Max Wer-
una naturaleza muerta, los colores y las fot1D11S partirulates de las botd.las y thcimet da el ejemplo de un ptoblt1D11 ~<rico qu< se resuelve muy fácil-
su disposici6n son la forma dd mensaje que el artista presenta. mente mediante la ..-tructuración de una figura (Fig. 76). La tendencia per·


•••
Las artes instruyen al estudiante a«ta ele la signiúcación ele la <:XJ>e· !•
riencia directa y de su propia respuesta. En este sentido, complementan el

mensaje de la ciencia, en la que la experiencia direcu debe ..,. trasaendida, y ••
la perspectiva individual de ada observador sólo cuenta en la medida en
que conm"buye a la daboraci6o de una ooncepción común dd fenómeno que
se in•-esúga. Cuando un estudiante de biologla o psicologla contempla una
i •••
parttla de naruraleu o una muestra de conducta, no puede sentirse satisfecho •
con sólo organizar lo que se ve en una imagen vistW. Debe tratar de relacio- •••
1
nar esta imagen directa con otra, a uber, la de algún mecanismo que opera
'
en el objeto o ocontecimiento percibido. A menudo, esra relación no es sim· ' L----~~
pie, pues la naturaleza no fue confortnada con el propósito de revelar su Jun.
cionamiento interior al ojo humano. La naturaleza no fue modelada por un di.
SéMdor. Su apariencia visual sólo es un ¡ubproduao indirecto de su ser ffsico.
El m~co. el mc:alnico o el fisiólogo con experiencia, al ""aminar una
herida, una tdquina o un preparado microsalpico, cve• cosas que el lego Figura 76
no ve. Si se le pidiera tanto a los ""pertas como a los legos que ejecutaran
copias 'ex~ttas de lo que ven, SUJ dibujos dlferlrlan mucho. N. R. Hanson ha ceptual b•óa la estructuro mis simple favorece la visión de un cuadrado so-
indicado que tal cvisión• no es una simple cuestión de dar diferentes ínter· bre el que "' sobrepuso un paralelogramo oblicuo; pero para hallar la su-
pretaóones a un único )' mismo pereepto, de poseer la capacidad visual nece· perficie del cuadrado mis la del paralelogramo cuando se dan las lineas a y b,
sarla para proceder a la molienda intelecrual. El experto y el lego ven cosas di- la figura se ve mejor como una combinación de dos triingulos superpuestos;
fetentes, y tambi61 ven eo5as diferentes los diferentes expertos: cada uno de ellos tiene la superficie tt b/2. E.n este caso, el mismo estimulo
visual brinda dos perceptos dif<rentes a trav~s de dos agrupaciones diferentes
D<dr que Tyeho y Kepler, SimpUcio 1 Galileo, Honke 1 Newron,
Pri<Stley y ~voislo:r . Soddy y Einstein, De Bqlie y Bom, Heisenberg y
de los elementos; una de eUu se adecua mú a la solución del proble1D11 que
Bohm haeen todoo w mismos ~. pena que IJs utili2an de modo la otra. Si por algún motivo el observador úene in mmtt triángulos reeún-
di.....,, es demuitdo f«il. No expliea la mnuooenia en la ittvestigaeidn gulos, .,. probable que d~ con la solución tds ficilmente. Mejor aún, si se le
eientl&o. Si las oboc:rvacion<> no difirieran en senúdo alguoo, no podtún mostrara un dibujo animado en el que los dos triángulos vagaran por el es-
utilizarse de modo diverso. pacio vado bastt reposar en la posici6o de la Figura 76, no c:n<XlntriiÍI diñ-
cultad alguna. Un cont.,.to propicio guiarú su percepción.
Pero ¿cómo puede la misma huella aobr~ la retina conducir a perceptos En otrOS c:asos no es la agn¡peci6o ele los elementos lo que cambia, sino
difereora? ¿~ es exactamente lo que ven difetente los distint:OS ob...-va- el c:arKter de los vectores dinimicos. La oricnraci6o espacial dd mbo =<:r·

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siblc (Fig. n} ~ele la dirurióo en Ja ~se ven movcnc los V<CtDJ:es ricDCia cotidiana, y la rccsnunuruióo dcrisiva consistió en aplicar loo der.
cJagooaJes. Puesto ~ t$tOS ~CCtOIU pcreepmaJes sólo se dm 1 tra\Ú cle lOS dd movimientO relativo aJ modelo CÓSmioo, DO O lo que .9 percib{a a) ele.
las fomw, la misJm figura puede a menudo i.ocorporar más ele una coo6gura. varse d sol.
ción de fuerzas. Aunque en tale$ casos la observación directa y el modelo sobre d que se
produce b recstroe~uración consriruym dos imigenes indcpendiuces, no obs-
tan•• se relacionan pera:ptualmence. Esta continuidad, que une todos los upcc.
lOS pertinentes del fenómeno que se investiga, t$ neceuria para que la com·
prcnsi6n sea posible. Por auput$to, pueden dC5CUbrirse o aprenderse muchas
relaciones útiles que con<eta.n cienos factores de la experiencia por men~ uo-
ciac:ión. Puede uno tropezarse Q)O el bed>o de que el curare relaja los múscu.
los o que la alteración del termostato ClrDbia la temperatura sin que medi<o
concepción alguna ele los ICOotecimimtos ~ producen estos dcctos. De la
pdctica de coles conaioncs deriva abundante habilidad e incluso cieno pro-
greso, pero dado que el condic:iommiento mednico no compromete a la
mente ttspccto de los hechos pertinentes, DO implica un vcrdodao pcnsamie:o-
•o productivo y, sin duda, no puede servirle de modelo.
Figura 77

En muchos ClSOS la c:on6guraci6n deseada puede percibiese clirccmmcnte C6mo instmytm las ilustraclot~s
en la situación problemitica. Eo la Ftgura 76 pueden verse los dos triingulos.
Armado ele la imagen ele lo que busa, el cazador, d observador de pájaros Cmodo la menee opera a la manen del ciendfiL'O, butca la imagen correr·
el matcmórico o el biólogo, lo rea>DO<'e en medio de la complqidad ele ¡,; ta ~ se ocoltt entre loo fenómenos de la experiencia. La cducaci6n tiene que
formas d..W. Tombim soo aqul pertinentes los casos en los que un pcreepro supan d obismo aurc la desconccrrante Q)mplejiclad ele la observación pri·
es complementado o completado por experimcius visuales antuio~:es. El ex· mera y la relativa simplicidad de b imagen pertinente. p.,.. los 6ncs de la
peno ve una pone ausente como un hueco en un todo. Una pisada en la aren:t c:ic:ncia, la cdocaci6n debe lograr prccisamenre lo que le es necesario evitar
nos permite ver un pie ousencc. El estudiante enterado de la escisión conti· en la 01seiianza del arre, Hto es, procurar una versión lo sulicimremeote sim·
nema! no ve los comamos de los contioentes a&iano y omericano como for· pie de esa imogen final siempre que el estudiante no pueda discernida por si
mas independientes y caprichosas, sino muroamence adecuados, como lengile. mismo en la intrincada apariencia del objeco real. Pi~nsese en un estudiante
•• y ranura o JDJicho y hombro. En lugar de dos masas, ve ahon~ sólo una, que trate de comprender la forma y el funcionamicnco del coraz6n humano.
desgorrodt. La dinimieo de la separación de las mitades, que se veo junru Las retorcidas cuvidadcs del coru6n, sus enredadas venas y arretiu, la asi·
como los trozos de ona marmita quebroda, constituye un mmponente gen..;. mecria cle formu y ubicaciones que cumplen funciones sim<!rm.., confunden
DO del pcreepro mismo, no sólo una inferencia. más los sentidos del observador que si tuviera que desenredar las serpientes
Sin embargo, la solución perceptual de un probkm. DO exige que la ima- del grupo de Laocoontc. Evenrualmeote el estudiante debe aprender • \'er el
gen sobre la ~ se cumple la operación mencü aucial se vea en la sitwoci6n principio simpk ele Hle espcct.lculo barruco; ~ iocluso querer comprender
problemítica mislm. Para Uevar a abo la r=olucióo bdiown:ria, no fue por qué la narural<za complioó tanto una función 6siof6slca simple. Pero el
nea:sario que Copérnim, como supooe Hanson, •viera el hori:r:oruc aportarse amino Mcia esa meta seri nea:sariomence arduo a no ser que se le di como
de nuestnl esucU. 6jao. Durante miles ele años las observaciones astronómi- modelo una imagen que k sirv• de gula. u Figura 78 muestra un dibujo
cas se hablan relacionado mn modelos cósmicos de esferas y bóvedas rotanres hecho por Poul Klee para explicarles a sus alumnos el funcionamiento del co-
Y las transformaciones visuales accesorias para esrablcccr ena relación entre I'Al<Ón humano. Todas las formas se redujeron radicalmcnte a la representa·
observación direcra y «formas puros• se baUan perfectamente al alcance de la ci6n mis simplc de los pr""esos básicas. El volumen y los conduccos se confi.
-:•rsatilidad ~pcual . Cop<!mico cuvo que apoyarse en lo imagen de la reJa. namn a un plano bídimcnsiooal. Las cavidades, privadas de su subdivisión
uvidad del movuniento, observación que le era familiar a partir cle la expc- interna, se voMeroo sim~tricas. Igualmente simr!tri<OJ son los dos c:irruitos:

Jl6 317
d que c.avla la sangre a 1~ pulmones para su purilicaáón y ~tomo al mraz6n, ensciianU· ¿Hasta qu~ punto debe ser detallada una cana geográ!icaf ¿Qu~
y d que la remgc para enviula por todo d cuerpo y ckvolvuLt a lt bomba grado de complejidad visual puede captar d esrudiantc7
ccnuaL AJsun.u de las üben..tcs anatómicas que se permite Klce pueden con- El problema se agudiu particularmmte cuando se exige que los a(nmoos
ducir a error; pero uáliz6 la liben-.! de la imaginAcióo pictórica dd ani.sa bagan sus propiO& dibujos. A un nivel de dcsutoDo m que d niño emplea
para presentar los rasgos esenciales dd tema con lt simplicidad de on dibujo todovla m su tt~bÍjo artbtieo formas ~tricas relarivammte simples,
infwtil. Uru~ vez que el estudiante ha captado d principio, puede aproximane puede que d m-tro de arte respete la etapa tcmprua de concepción visual
mú a lt intrincada sitwocióo real. dd alumno, pero en la clase de geograffa el mismo miCSU'o quizás obligue al
múmo niDo 1 ttaar las ~ oosteras dd contínente americano o el curso
irracional de los rlos, formas que no pueden perdbirse, ni c:omprmd<JX, ni
m:ordarse. Cuando se le pide al esrudimte p~iversitario que copie lo que
,~ en el mic:roscopio, no intmtorl mednicamentc logru mera e:u.crirod y
precisión. Debe decidit ~ es lo que int~ 1 ~ ti~ de formas perti-
nentes csW. presentes en el esp&imen occidcnt.al. Por tantO, so dibujo no
scrl un.a rcprodu<Cióo; seriJa imagen de lo que ve '1 enúendc de modo mú
o menos ICÚVO e inteligente. t. discip!;na de lo visión intCÜgmtt no puede
limitarse el taller de arte; s6lo tcndrl buen &ito sí el smrido visual no se
entorpoce y confunde m otros dominios dd prograuu escolar. Tratar de fun-
dar una isla de eselarecimimto vilual m un ottano de ceguera es en ddini-
tiva inútil. El pe.osamiento vilual es indivisible.
t. falta de odiestra.m imto visual m ciencias y t.ecnOiog!a por una parte,
y d desdm, el desprecio incluso, que sicote el artista por t. bccnosa y vital
~~~ de \·olvc.r visible el mundo de los hechos ante la explonción de la meo-
te, resulta a mi entender, por cieno, una enfermedad de nuestra dviliudón
mucho mú grave que la cdivisióo cultural• sobre la que C. P. Snow llamó
Figura 78. - Poul Klee, D1bu¡o t!tl torcón bum•no. Rq>roducido con auU>rizoción tanto la atención públi01 hace algún tiempo. Se quejab. de que los ciendficos
~ Paul Klcc-StifiUDjl, Kunumuseum, Bcmo; y SPADEM, 12 rue Benner, Pa:ú. no leen buena literatura y que los escrito~ no saben nada de ciencia. Quizá,
pero el lamento es superficial. Parecerla que una persona tiene culllll'll inte-
En la prlctica educativa, las ilum•cioncs adecuadas deben guiar el apren- gral no simplemente cuando sabe un poco de todo, sino cuando ap(jca a todo
dizaje 1 través de la lbstraa:ión pereeptual. Esto se h1ce a menudo con gnm lo que hace la tOtllidad integrado de todas sus capacidades mentales. Cuando
ingenio. Por ejemplo, t. iníormoci6n visual incluida en las p!lginas dd Scitn· Snow a.6rma que ce! punto de encuentro• entre ciencia y arte cdeberla pro-
tific Ammcan es invariablemente excelente. Algunos libros de texto son igual- ducir oportunidades de creación•, perece ignorar el parentesco fundomenta.l
mmtc bueoos. o~ admiten que sus dibujantes se permiun embellecimien- enttc ambos. Puede que un cientlfico sea un oonoccdor de Wallacr s~ o
tos cardsticou que sirven al errado prurito profesional dd urista comercial, Samuel Beclcett y, sin embargo, puede tombihl que su formtci6n le impida
pero confundc:n al lector. O puede que lu ilustraciones no se adceucn al nivel utilizar en su obra profesional la imaginación perceptual so~ t. que se apo-
particular de abst:aecióo alooo:raclc, por un estudiante en una etapa dada de su yan esos dos escrito~. Y un pintor puede leer libros de biologla y flsica
desarrollo mental y de su famiüaridad con un tema dado. Se ha prográado con provecho sin que utilice su intelige:ncW al pintar. El exmñ.amiento es de
mucho deade que 1~ text~ !Mcfioos de la Ed.l Media mostraban almo ap(j. naturaleza mucho mú funcbmental.
ar sanguíjuelas o U'ltar un huao fracturado presenraodo al médico y al pa- Al =mendar un uso mú oonsdentc de la abst:aeción pcrceptual en la
dmte bien arropados y, 1 su alrcdcdor, un despacho y dispensario totalmmte enseñanza debe tenerse en cuenta, sin embargo, que la abst:aeci6n cooduce
equi~. Pttn la cledsi6o sobre lo que debe rcproduciJX 6elmcnn: y lo que fícilmente al diltaneiamiento si no se mantiene la conexión con la realidad
debe sim~ ~ere Cl<pCriencia educativa e imagirwióol visual I.. de· cmplrica. Todo pensador sicntt la tentoci6n de U'ltar las COOStrucXÍOile$ siro-
cisi6o debe cootdinarsc eac:rupuloumente con el nivel de abst1'loá6n de la pli6cadas romo si fueran la realidad mama. c;.,rald Holton rccuenla vigoro-

318 }19
samonte a sus colegas, loo profesora de ciencia, que la demosuación escolor es tal que puede interpretar los rasgos pertinentes visualmente. Lo he dicho
corrient< ces n<a:sariaroente y casi por definición un caso escrupulosamente en Ot111 parte del modo siguiente:
ajustado, abstraído, simplilicado, bomogenciz:ldo y "limpiado en S«<· • • Reem-
plaza d ftnómono concreto por un wtoso. por ejemplo, ruando •una fuenre La edueaeión visuol debe basaiK JObre la premisa de que toca repre-
m«ánicammte agiblda de pelow de ltCfO... se conviene en el medio de smtaci6n pk16rie» a una es1urx:iaci6.n. La rcpresentxi6o piccória no pre-
analiur un ftnómeno básico (por ejemplo, d movimiento browniano), sin scnr.. d objeto mismo, sino un conjunco de proposiciones aobre tl objeto:
sugerirle • la clase la naturaleza del caso concreto•. Se: excluye al ftnómeno de o, si se prefiere, presenta el objcro como un conjunto de proposic:ionts.
su contexto como si se tratara de un acontecimiento completo e Indepen-
diente, y K muestra, Ute:m.l o figunaúvamt:nte• .:contl'll un fondo en blanco• Si la represen11ci6n pictórica no logra formular las proposiciones perti·
'!lX dimina cel ámbito ruidoso• de la situación real. Ni el estudiante está nentes perceptualmente, resulta inútil, incomprensible, confusa, peor que si
ptepil.111do para la desconcertante complejidad del hecho viviente, ni expcri· no se hubiera contado con imagen alguna. Para desempeñar su tarea, la vistt
mmra la excitación del explorador que LriHa de abrirse camino sin esrar se- debe conformarse a las reglas de la percepción visu•l, que indican cómo lo
guro del resultado. Aun las fotogra{las o pdlculas de siroaciooes aut61tic:JS forma y el color determinan lo que se ve. En este respecto se han realizado
de laboratorio o naturales difieren mucho de las experiencias directas a las gro.ndes progresos, pero es mucho lo que queda toda\'Ú por luocet. Unos pocos
q"" sus ti tuyon. qcmplos lo mostrarin.
las ad\·enoncias de H ohon oos r=~erd:m que la cioncia, como el ane, ¿Qué es lo que sabemos sobre lo que ven eucumcnte los niños y otrOS
sólo puede cumplir su función si abarca desde la percepción ditecta y empl· educandos cuando miran la ilustración de un libro de texto, uno pdlcula o
rica basca las construcciones [ormali.udas y mantiene entre ambas un ínter· un programa de televisión? Lo respuesta resulta crucial, pues si el estudiante
cambio continuo. Aisladas de sos referentes, las íuúgenes estilizadas, los con- no ve lo que, según se supone, debe \-tt, falla la bese misma del aprendizaje.
cepto. estereotipados y loo datos esud!Jücos conducen a un juego vado de ¿Tc:nemos el derecho • sobreentender que una repraentadón muestra lo que
fonnas, de la misma matxra que la simple aposición a una experienciA de pÓ· representa independientemente de cómo sea y de quibl la mire? El problema
mera mano no asegura la comprensión. se ignora con suma facilidad en el aso del material fotogri6co. Nos sentí·
mos seguros de que, dado que las fotograflas &e tomaron meolnieamente, lÍe·
neo por fueru que ser couecw; y puesto que son realistas, puede eonfiuse
en que exhibirán los hechos; r como todo ser humano ha practicado desde
su nacimionto d hábito de mirar d mundo, no puede teoet di6cultadcs con
t. uúliuci6n de los llamados auxilios visuales no pro<:ura de por si una las fotograffas que reproducen fielmente los objetos. ¿Resultan rilidas estas
condición lo suficientemente fa,•orable para el pensamiento visual. Lowrentt suposiciones?
K. Frank sostuvo que tales auxilios, romo su nombre indica, cse consideran En uoo de los primeros libros sobre <eoda cinemaco¡¡nl6ca, Béla Balilzs
puramente subsidiarios de la comunicación verbal que apatentemente tiene <:uen11 la historia de un nobk rural ueraniaoo que, privado de sus tieaas por
toda la imponaocia: tu represenl*lones tradicionales habladas o escriw. la revolución sovi~tica, vivla como administrador de sus posesiones a ecnte-
Habitualmente, los auxilios visuales son sólo eso: ilustraciones, porque tu narn de kilómetros de la estación ferroviaria mjs pTÓXÍma. Durante quintt
palab.... 5<: consideran el modo primordial de la comunicación•. t. roen pte· años no habla estado en la ciudad. Tntelecntal sumamente instruido, recola
seniJici6n de las cosas que han de estudiarse mediante fotografrns, dibujos, periódicos, reviSins y libros, y era dueño de uno radio. Estaba al día, pero
modelos o la exhibición en vivo, no es garantla de la eaplllción comprensiva no habío visto nunen uoa pdíeula. Un día se dirigió a Kíev y en esa oc.ui6n
del tema. La insistenea de los educadores modernos sobre la experienciA vio su primera película, una de lu primeras de Oouglas Fairl»nks. A m aJrc.
ditec1a fue cienamcnte una reacci6n valiosa COtl1t1l el euicter ranoto de la d<:dor, m la sala, los niños squlan el argumento sin di6cuhad alguna con
cnseñanu tradicioml. Pero no bana ~r los objetos de estudio acttSibles • sumo plactt. El caballero campesino miraba fijamente la pantall• con gran
la inspección directa. Las inúgenes y las pellculas servirfn de auxilio sólo COD(lenrración temblando por la c:xdtaci6n y el esfuerzo. •< Le gustó?•, le
si cumplen con los requisitos del pensomiento visual. Lo unidad de perce¡> prtguntó uo amigo al cabo de lo exhibición. •Enormemente interesante•, re-
ción y conttpción, que intenté demostrar, sugiere que la comprensión inte- plicó, •pero, ¿qué s~ ., la pelíeula?•. No habla logrado entender nada.
ligente tiene lugar en el dominio de la imageu misma, peto sólo si su forma La bismóa, ya sea aut~mia o no, sostiene oigo '!lX es vflido. Hay mu-

320 321
c:has prucbu de que la comprensión de las fotoa~IW no puede darse por pccto de su 6na!idad y respecto del nivel de comprensión cid
dc:soontllda. Joan y Louis Forsdale rccolcc:taron ejemplos que m~~~ que Como caso pertinente, S.m. menciona que las csca1as grá6cas~
los esquimales y al¡unu tribus africanas no fueron capoc:cs de pcrabtt llllll!l= aWitos lrilómctros corresponden a un centlmcrro cid mapa no
algullll en las fotograflas cuando !u vieron por primen vez. En COSO$
mos, la fotoaraffa que presenta el visiwne extranjero no es sino un objeto
= drt•lladu que lo ad<a11clo; un niño de la escuela media nea:si
m.ú 6nu que pcrmitllll uno medida m.ú cracta, que las que D<aStL....rnmo
plano, nada m.ú. O en una pcllcula de metraje bssrante extcmo s6'? se ~ de q uinto grado.
oocc un dculle. O un tr6lltllmt. panorámico confunde porque d. la tmprcnón Con &ccucncia las configuraciones viJuales presentan dificultades de com-
de que las cuu se mueven. Algunos de estos obsúculos se ban supcrodo en pra>Sión, algunas de las cuales podrlan "itarsc si se obscrvarm mis cons-
la cult\11'11 occidc:ntal; otros pcniJtcn inad\'Crtidos en nuestros propios hijos. cientemente los principioo pcrccprualcs pcnincntes. LIS difcrcnc:ias de escala,
LIS ....a:ioncs de los naÚ\"00 africanos de las que se informa eo uno de por ejemplo, deben sdi&larse de manera oororia porque la noción de tamaño
los estUdios Ucv.dos a cabo por loo Forsdale, evidencian que la mente bu- rcbúvo es~ m pup con b evidmcia primera según b cual uno cosa tiene
mana no acepta eopooW>camcnte los Umitcs rectangUlares de uno pdicoiL el wnaño que aparctlta. De thlla tentaaón de juzgar el wnaño de dos púses
u realidad víwal es ilimitado; por tanto, cuando las J>CISODOS se retiran del por la superficie absoluta que ocupan en dos mapas rqweseotaclos en escala
plano de la pantalla, la audiencia quena Ahcr cómo y por qué hablan dcs.¡»- di\'cna. (Tblguc aqul en cuenta la iocurablc eal•midad de las diapositivas,
rccido. LIS interrupciones en la cootinuidad del úcmpo resul..ban igualmente que muestran insectos de wnaño gigantesco o retratOS en miniarun con ,...
dcsmncuwucs. Un cineasta noncamcri<ano descubrió que una oudimcia innl =ño de mutalcs.) Los cancSgn.fos son conscienteS desde .,_, sislos de las
no sc:gulo la conexión entre una tomo de primer plano y otra de lup dis- distorsiones de tamoño y forma que tienen lugar cuando la supcdicic csfbica
wx:iL Para nue estu\'icra duo que un gran ojo o pie aisbdo pcncocóa al de la Ticrn se: proyecta sobre pope! plano. Adanú, enmelo las coordenadas
animal mos~ un instante antes, b cimera tenia que prcsctnar b t:raDSidón son curvas, lu direcciones de oone y sur oo son las mismas en rodu Las
completa en movimiento. zonas cid mopa, sino que se dcsvW. en la pone superior y la panc iofttior.
Muchos de nuestros niños aprenden a aceptar ules interrupciones de la En b uúlizaci6n de los colores ,., presentan frecuentemente dificu1tadcs
continuidad cspocial o tempotal a una tcmprana edad, aunque incluso dios evitables. Básicamente, los colores indican difercndas cu.Utaúvas: Espoiia
tienen problemu cuando se topan con condiciones poco familiares. En un es uul, Francia es verde, Italia es amariUa. Pero loo tinteS sirven wnbibl
útil estudio acerca de b corrccá6n con que los alumnos de Las escuelas ele- como matiz gradual para señalar diferentes elevaciones del terreno. W. H.
mentales y secund.rias manejan las cartas geográficas, Borbara S. Bam observó Naulr nos dice:
que los niños suponen algunu vec:cs que un pals termillll donde tccmina el
OocubriiiiOf, por ejemplo, que loo nillol uocian el cambio de oolor
mapa. Observó que los limites son a menudo tan netos, que dan la erradJJ
(de. verde • caStillo, de ca111ilo a uul) con el cambio de autlid•d, y el
impresión de consumación, y que cguillotinuo la imagen puede resultar t:Ms cambio de valor (de claro 1 osruro) con el amblo de anrlthtl, gtlldo o
convcnicntc que la cabal finalidad sugeridJJ por el margen b!llJlro. El pro- intensidAd. Por ejemplo, mucho; nlñoo dijeron que el ...,1 c:L.ro significa
blema del primer p lano puede repetirse cuando se incluyen inscrdonl!$ en los •gua poco profundo y el ...,1 osruro, •gua mis profundo. Pero cuando para
mapas para dar cabido a una porción de una tana pa~ la que, de orro modo, repr<Sdltar la ea~gorfa mis profunda del tgUO se utifuó púrpu,.. o uul
oo babrfo lugar "" la p¡lgina, o para dar u"" pcrspccúva t:Ms detallad. de una rojillD, r.. dol leautU p~ncs de: los niños no ~ron eslo con un cunbio
gran ciudad, por ~jemplo. de profundidad, &ino que aludieron a toda clase de cambios cualicui\'OS:
Obviamente, los nifios mayo~ manejan esto cLase de problemas con ma· alas, acrcclf.. de coral, et~tera. Desrubrimos que el tinte es un facror de
yor f.cilidad que los pequeños, y tambUn se manifiestan claramente Las dife- di!ldl DWlCjo en la construc:ci6n de mapas. Los niños hin aprendido mu·
rcnciu socioecon6micas. Un niño intcUgente se dcscmpeñm mejor que uno chu uociaciones del tinte antes de haber oprendido a leer mapu; d rojo
es dlido, el IZlll .. frfo, el v.rde es pasro, el uul es tgUI, crciten. A<!
poco btilbnte, y algunos maestros son más Mbiles que otros para eoseñatlcs pues, sucede a menudo que loa mapas en colora SOD espontineamente nul
o sus alumnos cómo leer un mapo. Los maestros deben ad•'Cttir cooscietue- interpre<a<Joa.
mente los problemas que se plantean porque los mapas diMrcn de la aparicn·
da cid mundo viaual ordinario, y deben conottr loo principios pcrccptualcs que Esu: úpo de problema exige la colabo....;6n de ..WtJIS diseñ•clores y
guW. la eaptodcSn de las con6guradonca visuales por el niño. El nivel de I>Siallosos fatniliarWdos coa el manejo teórico y pnícñco de los pñncipjos
abstrocd6o o que ,., concibe un mapa d<be orientarse, como sug<rltlllteS, res- petceprualcs.

}22 323
Lo que vale para los map•s, vale ~mb~ en el caso ele tocb ~ ele pueda adivinar la sígnilícación de estos dibujos, especialmC21te sí recibe la
presentación vmw m libros ele tato, modelos, folletos, pcllculas, e=rena. ayuda de una eJCplicacíón verbal. Pero no abe duda de que si un niño aproe.
Es indispenslble una invesú¡oción minucioso sobre lo que. '"'" las ~nas a ba d examen, lo bace a pesar del dibujo, no con su ayuda; y si &.casa. de
los que se destinan eoras i!Mgcnes. A este respecto, eo digno de menoón el ningún modo eso signílíca que no compreoda el funcionamiento de una espita.
bcc:ho ele que 105 manuales sobre materiales audiovisuales, que por lo demás Sencillamente puede que sea incapaz de librarse de una trampa vmw.
thundan en detalles ticnicos, tiencieQ. a resol\-er est05 probletmS fundamm.
We:s con la superficial recomendlción de que las figuras deben ser clu.s,
narurales y simples.

Repreoentaciones pí<1óricas cldicientes de este tipo pueden CDCODtrarse


en todo nivel de abatraccióo. Los dibujos pockhn Stt muc:bo mú realistas y
••.. e: as! y todo inadecuados paca presentar los f1S80S pertinentes ele la siruacióo
-··· 1 física. F'*'IWI no porque no se asemejen a los becbol o carezao de cle..Ues,
sino por ambiguos e inconducentes. Los dibujos anatómicos de Leonardo da
Vmci son tan felizmente logrados no sólo porque tcnfa la h•hilidod uústica
ele dibujar lo que vela, sino porque vda cada pan< del dibujo bumaoo como
sí la bubiero diseñado un oolega in•-entor. Vda cada músculo, hueso o teodón
como diseñado para cumplir con su finalidad y lo representaba mmo si se
!Citara de un utensilio. Utilizaba las relociones espaciales con el objeto ele
poner de relieve las oonexioncs funcionales. Lo mismo sucak, por supuesto,
con sus dibujos tecnológicos.
Emanuel Winterniu descubrió notables ejemplos del intués de Leonardo
Figura 79
por las analogías o los partidismos. Uno de los dibujos cmuestra un cliagra.
ma de tendones y músculos adberidos a la espina dorsal. l.eonardo DO dibuja
Un únlco ejemplo ilusmr' el analfabedsmo visual, que tocbvfa pasa en
los músrulos en todo su -espesor, sino qu< los represenUt mediante cuerdas
gran parte inadvertido. Je•n Piaget, psicólogo de niños que se interesó por
finas para mosmr oon claridad y transpa~ncía su función en lo estobilízaci6n
los prob.lem.. perccpruales toda su vida, u~iliz6 la Figura 79 p:ua. poner a de b espina dorsal. El comentario que aoompaña el dibujo, compara la espina
prueba la comprensión de los niños. ¿Enuenden istos cómo lunoo~ una
dorsal y sw cuerdas con el mástil de un navio y sus estayn. Leonardo invent6
espita? Cuando la Uave se vuelve horizontalmente, el canal queda ab~o Y
un recurso por el cual los agujeros de los instrumentos de viento, demasiado
permire Buic el agua; de otro modo penn•nece cerrodo. El desempmo <!d espaciados como para que la mano humana pueda alcanzarlos, pueden su
niño dependen en gran medida de que el dibujo se =?""'• como un~ esptta controlados mediante •lombres, y Wínterníu sugiere que tom6 esUt idea de
y de que preoente los aspectos pectí"':'tes con ~=6n. ¿Es d obJeto en los tendones de la mano humana, que perm1ten d control remoto de las yemas.
forma ele cruz ele la Figura 791 una espna? El cano, !Ms bten plano qu: olln:
Leonardo era capaz de bl!Uar analoglu mue mecanismos mat.erialmcnte
drico cuelga en cl espacio. No tÍC21e oontinuación en lo parte supenor, ru
distantes porque lo que vela en los objetos de tocb especie era su cvalor
~ agua de lugar alguno. El sombreado no indica liquido que Uene un funcional•. Karl Duncker, que introdujo este túmino en b psicologla, m05tr6
bueco y mantiene escasa re.lación oon la lina oscura que pretende representar
que todo pensamiento productivo discierne entre el ptincípio esencial y la
d canal. Este se mcuentra por delante de la llave antes que pot detnls,
encarnación accidental. Experimentó, por ejemplo, con el siguiente probl.,.;
y la Uave DO se encuentro por delante del caño. ¿Represen~ la Figun~ 7~b
una Uave colocada verticalmente fuera de un caño o mú bten una espeoe Si un ser humano cime un cumor csromac:al inoperable y se cveo.r:a con
ele plomada mpda por un recúngulo o, quiús, un .•~bo? No nlego qu~ una ni)'OSque desttu)"'<tl <1 tejido <><¡;inico can la intensidad suficiente, ¿me-
persoaa inmunizada y adverucla por añoa de exposici6a an~e ~ medi~ diante quE prottdimiento IC le pu<dc libnor del rumor ron los rsyoo y,
ilustraciones de textos, catllosoo y similares productos ele meputud v1SU21, o! mismo tiempo. evitar la destiUCld6D del tejido sano que lo rodea?
)24
Como primera aproximación al problema, propuso la Figura 80. Con la
simplicidad de un díbujo ínf.ntil, d di.tgrama describe lo .......;a): la meta
en d cuerpo, olcanzacla por los rayos. En un principio la soludón puede bus- Todo lo que be dicho puede parecer en exceso teórico. Pero conricoe prin-
carse a UD nivel muy abotneto: uúllceR una a~rt\1111 a 1n1v6 de lo cual los cipios que, si son vilidos, todo educador debe tenerlos siempre en cuenta.
rayos pudan puar oin dañar d cuerpo. Esto oonducc al próximo paso: d No basta con rendirle tnDuto verbal o la docuina de los auxilios visuaks;
enmeo de lo aaatomb del cuerpo en bula del lupr odcawlo pon la ·~- no basta con poner en marcha el proyeaor cinematogriJico, oon mayor o me-
nor frecuencia, para procurar unos pocos minutos de cntmenlmicnro en la
oscuridad. Lo oecesario es, a mi entender, el adimnmienta sisremitico de
la scosibüidad visual como parte indispensable de lA prcpanci6n de todo edu-
cador para el ejercicio de su profesión. Cualquier persona cuyas respuaus
notunles ante la forma percq>tual hayan sido cultivados y no •nnl..!as, puede
advertir la diferencia entre b rcprcsentacióo que u,.. a buen témñno su
enunciado y la que resulta confusa.
En psicoJosja se ati desarrollando la hose cxperimenul y teórica pua la
cxlucoci6o visual. El trabajo anlstico a lo que mú favorece lo esperieocia
prXrica. Sin embargo, c:alliicar de anlsúca o estética la scosibilichd penrpmal
F..,.... so no constituye una buena esmtepa, pues esto sí¡¡niJica concederle un lupr
de privile¡io reservado para los talentos y las aspiraóoncs del especWlstL
ron. Dunc:kcr llama este procedimiento, procedimiento •desde Jo alto•. Hay Menos espeelficamente, el ~miento visual requiere b habilidad de ver
tambi6J UD prococlimiento •desde lo bajo•; de acuerdo con él, se comimza las fonnas visuales como las imfgencs de las configuraciones de fu=as que
con un inventario de lo que se do anatómiamcnte en la ~raou de descu- suby~«n en nuestra CXÍJtencia: d funcionamientO de las mentes, los cuerpos
brir algo que d~ lo solución. Lo interacción de ambos procedimientos es o las miquinas, la estructura de las sociedades o las ideas.
c:aractcrúrica del pcnnmiento exitoso y corresponde, por supuesto, a los dos El onc cumple mejor su función cuando permanece inadvertido. Vigil.
niveles pobres del material de aprendluje mencionados aqul anteriormente: para que formas, objetos y oconrccimientos, mcdi.tnt< el despliegue de su
la presentación altamente abst:raeto del principio y la complejidad de lo situa· propio naturaleza, puedan evocar los poteucias mú profundos y simples en
ción real !u que d hombre se reconoce. Et una de las rcco~sas que obtenemos
Sin embargo, a ambos niveles, la atención debe estor adiesrrada paa ccn· pensando medante lo que vemos.
uarse en el valor funcional encamado en el objeto. Duncker mucstta los
to~ errores que resultan cuando alguien recuerda vagament< la fauna de
algún andocto útil sin comprender vcrdadenamcnte el principio a que sirve
esa fauna. Los inventores, por otra parte, se 1nrcrcsan por los valores funcio-
nales, como lo indican los dibujos de Leonardo. Para darse cuenta hasta qu~
punto su imaginación es libre y hasta q~ punto se cncucnlDI limirada, los
diseñadores deben tambi~n considerar la diferencia entre d principio y su
encamación. El diseñador David Pye ha mostndo de rnmaa coovinccotc que
la función nunca prescribe la forma, aunque circunscribe su alcance. Una rue-
do no puede ser cuadrado, ~ro su disco admite innumerables vari.tcioncs.
Una cuña puede asumir UD centenar de formas, tamaños y proporciones, lo
mismo que un allilcr, una vara, un gancho o una copa; porque una función
es UD principio que no cxi¡c una forma particular tino un cipo de foana.

326 327
NOTAS

Scmpmb=n (217), libco 1, pAr. 10,

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Lo p.rt<pádn de b ,...lidad oqún Pbtdn: &públlra, ,-u,
Lo amnois ,..un Plotdn: Mrn6n, 81.
Lo -•=placidn de b vadad lq1!n Platdn: FurO, 247; Fed6n, 99.
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Amtdtñn •~<t•JO 1 ltJ<tlf.JtJ, ~. 22·26.
La sisaan.tiuci6n m l01 antm.tlct tq6n AriJt6rdcs: St~Ju•Jos ~uliticos, ten..
Lo inducá6n qún AriJI6cclcs Pm•er01 "".!ltt<OI, 681>.
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Lo puup.idn del •tal• ,..un Arúl6ccles: Srpniot an.iilt<OJ, 87b.

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S<pt~Jo1 ,¡¡¡..,, 8&t
El en 1m11a<na oqún Arúl6cclcs: Dtl •••. 4)1•

3.29
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Pior:<t (22!1), pie. 14
.Jaaa ( U7). pie. 147. ~ 4d _ .., •• polp.. ~­
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LM -•ult>•
..,U,, p4¡s. JI·Jl.
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Trtoslw oit ~: c..u- (~}), pt1¡. 42.
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330 331
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Cl>oplio, ~ qru.<n ltl oro data de 19V. no ahc:n 1• forma.
Puapó6a: J - em
J. 1"11- 442 r •
Efecto de t. ap«UUb,-.: James (ll'~ pie. 429; Goc•,..,aJdt (96), pone 2; Bnmer 1 El , . . . _ ,••• ,. - .u.IJI•• "'-'· 142-147.
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M..,..,.. JJitb 7 Holo/mtlf, NatioMl c.Jiay ol An. W~ D. C.

})2 }}}
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M~,¡, t.s mú,e~~r1 11


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Dixñu de mua ck fhico: Dablin (S4~ Mwttr,. '"""" ún.-.m&., polp. t82-tM.
- cillldo ck a<u<rdo - 182~
ec.-r
~"<11(160~
Lo , •• 1111 - - "' /~ ,..... S<illllll, pip. tn-t62.
Lo cxpcesi6o ck la mlloiao: Riq (2.46) r Pnu (2.)7).
Lo IIIÚIO tqún ~- Dr• 'll'dJ lit "il•
110i Vonull••t. JJbro J 1 ap. 39 c..rmn.o ti); Qua f.1 U ....,.....,.ON
ck t.s aliócllo; >ÚI< u.mbiiD ' - ( t68), cop. 8.
M.arao ck fQ>Qca: K.omdwra (1)9).
'lt'enhcitott (299); · - wnbom Atch 11217 ( 11).
U ,~ rtdpt'tJU e11ru rzpnr~.U ,. iJru, pfp.. 162·1&4. Jonu ~~~
Godhe, z., F6rlKokbt<, copllulo eobn: tao ...l<"rlala para la bimxia de la taxfa dd Spinou. On lhr Cornlc1iool ol 1hc Un6mtonc1Jna, S " ·
rol«, ..m6o eobn: d si¡lo rm. Lo~ tqÚn Atch (ti).
Hq¡cl. &Jt!Nttk, porte 2, t«d6n 1; <tOie oymbolitd>c KunsdomD.
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CAPI11.1l0 9 : Lo OU& LA AIS'T1tACX:Ic»t HO ts ÚNN;~ptos utdtlcos '1 conr~ptos 4íiiA•icos, pigs. 191·19}.
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Lo~- oqün 1.octr. op. tJJ, hbto 1, cop. t, - . JJ. 71lbro 2, cop. 2.), ..... 6. CAPIT\1 LO ll· Corc LOS •• a IH u TMUA
Lo .túoriri!n oqo1n Jaa>n: ¡tm, ""' t, ..... ~-
rahdda-7 PllF' (130~ Cooclulioncs, Ñ- 2.84
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353
rNDICE DE NOMBRES

A Bruno.~m
Biihl<r. Korl, 112
Ad>. N, Ul
Albcni, lc6a l!&rlilla, .lOO
AnWm•nd..:t, 288, ~
e
A,..u. Abi¡oil, 1)1 c.-. Nonmn, 203
Appd, Kard, 7~ Comw, Albert, 261 , JÍ&.
Aquino, Tomis ele. 182 Conmr. G.ara. m
Arut6Wes, 22 , ...... 26, 188, 193, 288, C.pbn, Brinl, 01, 142
29) c...uu. Emsl, 210
Aoch, SoloiDOil E.. 188, 241 C...Wl<-. l!&ldossare, 109
Chumo. Ptul, 60, 74
B O.pomk, E.louard, 181
Cohen, Moa. R, 176
Bach, Kun, 60 c-,,,..,.'11111)',
Amnch lL. }OS
~~a~m, Bél•. m Ú>púníco, N'rcol.ú. 104, 294, 316
Bllbo, n ComfD<d, F. M.. 289
Bw, S.úl, 161 Coro<. úmil•, 284
Bam, B'rbon S., )21 C'.orrq;o, Anwnio, 290
B•urns-rtm. Ala.ndcr, 16 eou...... Rklurd, m
Bcrpm, Hcnrl, m y •las· Courix1:, Guna:~. 154 y sig.
S..kdcy, Gcota<. 111. 116, 118, 169, 183, C...., N'...Us do, 293, JOO, 302
193, 194
o.,.., Alfr<d, 118
Boo, Fronk, 180
Boccio. ». 184 o,.pu, Ma~. 74
Bocdr, Wílhelm, 163 O..plin, Owlcs, 10)
Bobcmc:, }I<Ob. 294 ~f 1 Geismu, 1.19
Bohr, Nicb, 294
Bouls.ou, Reol, 182 o
~!..que, Gcorsa. 212
il<uhr, Bmold, 2}7 Dorúd d T aribk, 207
BrliJ<b, G..W, ~. 298 Oonrc Alichicri, 294
BroolAe, ,._ Gxlcn. n. 74 O.rwin, Ororla, 123
Brown, Rotor. 241, 264 Doumier. Roao.'l!, 262
lkut>dlcoclú, Fílippo• .lOO o...., 1....,., m. 2111
Bnux.,Jenxoo,!M, 103 Dnn6airo, 19, 20. 3'1, 114, .lOO
Oaús, Maaricc. 60 lümlct, 260 Kokoochb, Osbr, 120 Mlnsky, Mu.in L, u y tip.
J:laatpld, GupW, 1.99 túnkd, ~. 2J1 Komm•nn E,on, 296, 29a Mocfiali-tni, Amcdco, 74
DeutJcb, Mu1111, 217 y Ji&. Han-. N. R.. 2-1'1, JI~. J16 Kou~. Joltn A, 131 ~lodlcy. Rudoif, .,,
Dablm. Jrr. rn H.ud<nbc-r¡, Ftiechich - . 296 y si¡. Xrtautt, Síqfriod. 102 Moioá, 17
Daa a.-w. :w Hathor, 26' """'-· M.vtin, . , Maadri•n Pic:t UJ
o..,... c.n. 102 Hausmonn, Gocdricd, ~) Júecod>ma, Emst, 188 y .;,., 211 Mon......i, ~ 2)1
Dubuffct, Jcon. 74, 2M Hqd, Gecq W. F, 16J Moott, Rcmy, 284
Duacbr, Kod, 1!17, )~ y ... Hrldca<r. Manln, 224 L
Duns. Soow, 16 Hdmholao. li<n1w> - . 29, "· 20) N
Ow.ro, Albato, llO licalpcl, K.arl G, 191 ......... Kom.d. )12
HeridliO, 19 y ... ' -· s..-, L. m, ~. 2J9 1>~18}
E Hadtt, JCÑmt Goclfrltd ..... 249 , ... l.tporte. Jcm, 174 Ntult. W. H, ID
Hochbcq. Jullm E, 90 Lahlcy, K.d, 110 y .... 178 Naumbu:&, Mt_.,.. 274, 27'5
F.ddinpa. Anhw. l04 HcE...., w....... u' ~ l lsidon: o--~ m ~ . .._ n.
m, 290, 294
a-. Orñd, I2S Hcpnb. W'llliam, 6J Lee. o.-by, 2J1
Ehra>ldJ, o.n.u.... Vea, O HclbriD, " - · 120, U2 l.cbt' t--t.aqu.riu:, 226 o
.,.,..., Allxn. JOO. m Holt, R«>cn H., 111 y ... Lábaiz. Gocáned Wilbdm, m
Epi<wo. )()O Hol-. c...Jd, )()!, 319 y ...
1-!oyle, Frcd, J02
l.cmtl=, Gorw<s. 302
""-bao. En<, 2l8
O'C.onndl, D N. 62
()ppeMcm, ....... 191
F Humboldt, Wilhdm - . 249, 2J' '--'ardo dt Vit>á, n. 161, '~
Hume, O.Yid, 169, 292 1.cu1na. Gocthald Epbnim, 260 p
Fancby, Mi<had, 298 LeuriD, J. Y., 36
rJCiDo. Marsillo, JOO Leuapa, 114, )()O P.Utdlo, l.odra, 70
<uc:biD&<r. o.ar, 121 Uvcnov, Omite, H PllOOÚIIy, Enrin, 290
Fondalc, Joon J Louú, )22 lnhddcr, Bcrbcl, m Lewin, Xurt, 96, 297 ~ 19, 292, 296
F.W. l..owta>a: ](., llO lac!D>, Wílllom H., ' ' y .;,. lichtenber¡, c-. Ovilcoph, 260 P•vlov, l.-in P, In J .;,., 3U
Fn:ud. S~uod. 164, 172, m , 2!1'1 I.ñns, WiUiam M. Jr., 198 l..od<t, Joltn. 110, 168, 171, 192, 21) Pdlet, Rcnt!, 161
Fry, R<>c<r, 164 y .... Penficld, Wilder, IU
J l..o<d. }liMeS, 101 P..ulozzi, Jobonn, lJJ y pm¡m
G ~.o=o. Kanrad, 36, uo P6..... Osw, 164
Jl<nleh, Enrich, 114 Lot.mttti, Amb..,.;o. m l'iq<t, }<111, 98, 112, 173,l78ysi¡, 181
Galild, G-meo, 226, 237t 290, m, 2:9-4, Johod•. c ....... 210 Lucrocio, )()O y •ia-. 224, )24
)()1 J..,.., Hem-,, 261 Picwo, Pablo, 68, 146, U'J, 16}, 1!17
Galtoo, Francis, 120 y púsim 188, 192 Jtmca, Wílllom,l8, 10,, 171, 180 M Piku, Anatole, 20J
Garrkk, O..ñd, 260 J"""-, S.muel, 182 Pltu, W. H., 36
Cauo¡no, C&id>, 2H Jontt, Hans, )1, 187 Mqriue, Rcnt!, U1 Plt1<ln, 16, 20 y plsslm, JJ, ZJJ, zn.
Gaup, Poul, 60 Mllhnl<e, Oiulch, 296. 299 296, )01
Caun, lúd Frkdrich, 299 X ~w..•. E4outrd, 119 Plotlno, 299, )()2
o-u. Amold, 181 '-bntt¡n~~, Anches, 108 Poinu~. Hemi, 287
Ciacum<lll, Albmo, 101 Xtndimi<J, W...Uy, W Mttbe, Ktd, 112 Ponerkt, ¡..., V'ootor, 1~. 198
ca-.. Jama J," lúnt, IDU!Wiucl, 201, 2J6, 243 y si&-, )()!, M•tiste. Hrnrl, 69 Pm.-en, ¡_..., m
Gilot, F~ 68 )()2 ~laturona. H. R., 36 Pri«, R,.<r, 10,, 108
Goothc, Jobann Wollp"' ...,, 71, 162 x...., Joltn, 16J M.usa. Mued, 2" Ptot...... 21
Golds<rin, Xun. 202, 2JJ Kcplu, Joiwmcs, 198 , tia-. 290, 293 J Muwdl. ¡..,.. Ocrlt, 298 !')o<. Do.;d, }26
Gwwiuch. Auoo, 61 ..... 296, }11 Me CuUocb, W. S., 36
Kcnchcnstrintt, GoorJ. l 11 Me Laten, Norman, 12J R
R "-hom, Htnk. 1!17 Meda-..,, p 8 . 176
Xlee, ....... 267, )10, J18 Me"Fr, W.U,.,.. ~ IW..t, 109, ~
Ha!s. F..,... 120 Xltnt, Mcms, ~ Mlcbotte, A.. 97, 98, ~. 291 btteb, Echrin, 196
!Ull, Colvm S, 118 Xcflh, Xun, ~. 116, 118 Micud A,.<!. 62 RmV•arwh. 74. 162.. 280, 281
IUIIcr, Alhruht - . 24'1 Kbblcr, wo~~p,., l8, 11, n. 83 Nill, Joltn Sa.an. 176 R......~. un,.;,.
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