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// 3 o 4:
-
FNGAL Y TEMORA,
D 7E O. S. J. A. Nº
EN V ERS (O
CASTEL LANo
TOMO PRIMERO,
MADRID:
EN LA or 1 crn A DE Don BEN1ro GAR c1A y con PARIA
AÑO DE MDCCC.
- - ---
AL MUY ILUSTRE SEÑOR
Pedro Montengon.
---
__-----
()
--------«»-«----------
PR ÓLO GO
- DEL TRADUCTOR INGLES.
Vergobetro.
Deputáron para esto Garmal, hijo de
Tarno, abuelo del famoso Fingal, que era
entónces Vergobetro, mandándole dexar el
empleo. Su negativa engendró una guerra ci
vil , que se acabó en breve con casi la to
tal destruccion del órden religioso de los
Druidas. Los pocos que sobreviviéron se
retiráron á los lugares mas escondidos de
las selvas, en aquellas mismas grutas, que
ántes servian á sus meditaciones. Desde en
tónces comenzáron á encontrarles en el cer
co de las piedras, poco atendidos de los
demas, de donde se siguió un desprecio ge
neral de su órden, y un total aborrecimien
to de los ritos de los Druidas. Baxo la som
bra de este ódio público acabáron todos
TQMO I, C. -
( 18)
aquellos que conservaban todavía algun co
nocimiento de la religion,y la entera na
cion cayó en el último grado de la igno
rancia de los antiguos ritos y ceremonias.
No hay, pues, por qué maravillarse si
Fingal, y su hijo Osian, hacen tan poca
mencion, si acaso hacen alguna, de , los
Druidas; que eran enemigos declarados de
la sucesion de su linage en la suprema
magistratura. Es cosa muy particular, con
viene decirlo, que no se haga mencion al
guna de religion en estos poemas, miéntras
que las composiciones poéticas de las demas
naciones estan tan estrechamente conexás
COn, SU mitología. Fuera dificil dar razon
demas.
El génio de los montañeses de algu
nos años á esta parte ha padecido una mu
edanza muy grande. Se abrió la comunica
cion con la otra parte de la isla, y el co-
mercio y las manufacturas han destruido
aquel ócio que se empleaba antiguamente
en escuchar y repetir los poemas de los
(4o)
tiempos antiguos. Muchos aprendiéron tam
bien á dexar sus montañas para ir en bus
ca de su fortuna en un clima mas templado;
y aunque un cierto amor á la patria pueda
hacerles volver, tomáron, durante la ausen
cia de ella las costumbres extrangeras, y
despreciáron las de sus antepasados. Hace
pues mucho tiempo que no se oyen Canto—
res, y el aprecio de la genealogía se ha dis
minuido mucho entre ellos.
Los hombres comienzan á depender mé
nos de los que les son superiores, ni hacen
mucho caso del parentesco. Luego que se
halla establecida la propiedad, la mente hu
mana limita sus miras á los placeres que
aquellos les acarrea; ni tiene cuenta algu
na con la antigüedad , ni piensa mucho en
lo por venir. Se aumentan los cuidados de
la vida, y los hechos de los tiempos pasa
dos dexan de dar placer. De aquí nace, que
el gusto por la antigua poesía se vá dismi
nuyendo entre los montañeses. Sin embargo,
no se perdiéron del todo las buenas costum
bres de sus antepasados. La hospitalidad
(41)
subsiste todavía, y una rara urbanidad para
con los extrangeros. La amistad es invio
lable, y la venganza no obra tan á ciegas
como antiguamente. . . . .
El decir alguna cosa acerca del mérito
poético tie estas obras sería prevenir el jui
cio del público. El poema que precede á
los otros es verdaderamente poético. Los ca
ractéres estan delineados con fuerza, y los
sentimientos respiran heroismo. Todo lo que
puede decirse de la traduccion no es mas,
sino que es literal, y que conserva la sen
cillez del original. Se procuró imitar la co
locacion de las palabras de aquel , y de
guardar las inflexiones del estilo. Como el
traductor no aspira á mérito alguno por su
trabajo, así se lisongéa de la benignidad
del público, deseando que la copia imper
fecta que sacó no acarree perjuicio al ori
ginal, que contiene lo que es bello en su
sencillez, y grande en lo sublime.
TOMO I, F
(42)
.."
- Ego curadquirire pauca
Si possum invideor?
Procuré retocar y corregir en algunos lu
gares los poemas ya publicados, habiéndo
me aprovechado de los avisos de personas
inteligentes y de gusto en esta materia. Y
puesto que me viene á propósito, es justo
haga yo mencion de aquellos que contri
buyéron á este trabajo. Si puede acarrear
algun gusto á los aficionados á la poesía esta
obra traducida en italiano, protesto al pú
blico con dulce complacencia deberlo al
Señor Cárlos Sahvile, caballero Inglés, con
quien hace ya mucho tiempo tengo tra
vada amistad muy estrecha. Este jóven ca
ballero, muy inteligente en la lengua ita
líana, y de un fino gusto en la poesía, como
en todas las bellas artes, hallándose en Ve
necia, no solamente medió las primeras no
ticias de este poema extraordinario, y me
. .
(45)
lhizo oir algunas poesías, y apreciarlas, sino
que tambien se empeñó en que yo las tra
duxera ,aunque no me hallaba entónces en
estado de emprender esta fatiga , no sabien
do bien todavia la lengua inglesa.
- Ayudado de su infatigable empeño y asis
tencia para la inteligencia literal del texto,
llegué á poner en verso la primera parte
de estas poesías; y pude despues acabar la
obra por mí mismo, quando saliéron á luz
las demas poesías de Osian. La parte pu
blicada, y algunas otras poesías tuviéron
por censor al Señor Domingo Trant, caba
llero Irlandés, que las confrontó con el tex
to, y que adorhado de amables prendas, y
siendo literato profundo, dió á mi obra la
más cumplida y lisongera aprobacion, fuera
de algunos pocos lugares. Hubiera hecho uso
del mismo modo de muy buena gana de to
dos los consejos de las personas instruidas,
si los hombres fueran tan prestos en adver
tir y notar cortesmente, como lo son en
vilipendiar y zaherir.
Pero de qualquiera modo no me hubiera
(46)
sido posible satisfacer al deseo de todos
los lectores. Algunos desean tal vez una
exàctitud mas escrupolosa; otros hubieran
deseado que me hubiese yo olvidado ente
ramente que Osian era Caledonio, y que
le hubiera disfigurado para hacerle Italia
no. Cada uno lee una traduccion con es
píritu diferente; y en este género, como en
los demas, la preocupacion toma muchas
veces el lugar de la razon: mas yo seguí.
constantemente el mismo método de tradu
cir; esto es , de ser mas fiel al espíritu
que á la letra del original; y de cuidar
sostener un personage entre el autor y el
traductor.
l
(65)
blo selvage y desconocido, cuyas opinio
nes, usos y costumbres, diversas del todo
de los demas pueblos civilizados, suminis
tran á Osian un gran número de expresiones,
de modos y de toques que hacen parar á
cada paso á los que no estan dotados de
una percepcion tan rápida como la fantasía,
en el estilo de este poeta extraordinario.
Se juzgó, pues, necesario poner ante los ojos
de los lectores una prespectiva de este país,
en el qual han de ser transportados, para
que así puedan caminar sin estorvos, dán
doles una sucinta idea de las costumbres
de los Caledonios, para que familiarizán
dose con este pueblo no queden sorprehen
didos de la particularidad de las expresio
nes, que son el colorido de la idea y del
sentimiento. "
Dividirémos este razonamiento en dos
partes: en la primera se tratará del gobier
no, de la religion, de las opiniones, de
los usos y costumbres de los Caledonios; y
en la segunda se pondrá la historia de la
familia de Osian, que es el perpétuo argu
TOMO I, I
(66)
mento de sus composiciones. Se previene á
los lectores, que quanto se dirá aquí de la
historia civil de los Caledonios, se sacó en
parte de las mismas poesías de Osian, y
parte de la prefacion y notas del erudi
to traductor Inglés, el Señor Macpherson,
que como inteligente de la lengua original
y de las tradiciones de aquel pueblo, es
por estos dos motivos digno de mayor fé.
, El Traductor Italiano no hizo mas que
recoger los pedazos esparcidos en ésta y en
la otra parte, y ponerlos en órden en ciertas
clases,áfin de facilitar la inteligencia de
las poesías, sin hacerse fiador de ninguno de
los hechos que se referirán, dexando á otros
mas prácticos en la erudicion caledonia el
cuidado de reconciliar. Osian con los otros
escritores, ó nacionales ó extrangeros, en
los puntos en que se hallasen encontrados.
Los Romanos, que en tiempo de Julio
César no hiciéron mas que descubrir la In
glaterra, y que en tiempo de Claudio con
quistáron parte de ella, solo pudiéron pe
netrar en la Escocia al tiempo de Domi
(67)
ciano, y cuyos habitantes fuéron conoci
dos con el nómbre de Majates ó Caledonios.
Aquellos habitaban la parte meridional de
la Escocia, y el pais que cae ácia el orien
te , conocido presentemente con el nombre
de Tierra baxa, porque abundante de lla
nuras fértiles; los otros habitaban la par
te septentrional ácia el occidente , llamada
la Tierra alta, porque cubierta de montes
estériles, cortados por muchos brazos de mar.
Los dos nombres son originarios célticos,
y corresponden á la respectiva situacion de
los paises: porque la voz Abajates está com
puesta del dos palabras gálicasó célticas,
quales son Moi, Hanura, y Aitich, habi
tante. De otras dos está tambien compues
ta la de los Caledonios, quales son, de Cael
ó Saul, que significa Celta ó Galo, y de
Don ó Dun que sinigfica collado: de modo,
que Caeldonó Caledonio, es lo mismo que
habitador de la montaña. . .
De hecho los montañeses de la Esco
cia se llaman á sí mismos aun ahora, Cael,
y su lengua caélica, esto es, céltica ógá
I2
(68)
lica. Esta lengua , , que se conserva casi
pura en las tierras altas de la Escocia, y
en las islas adyacentes, y se habla algo cor
rompida en Irlanda, y en el principado de
Gales, es el fundamento del idiotismo de
los baxos Bretones, y hallándose mezclada
con casi todas las lenguas de la Europa, hace
ver que los Caledonios no tenian diversa orí
gen de la de los otros Ingleses; quiero de
cir, que así estos, como aquellos descen
dian igualmente de los antiguos Celtas.
Este gran pueblo esparcido por la Eu
ropa, fué dueño de ella desde la fuente
del rio Obio en Rusia, hasta el cabo de
Finisterre. Pero de todas sus emigraciones,
ninguna fué tan famosa como la invasion que
hiciéron en las Salias; y esto, porque tuvié
ron que pelear con naciones, que por motivo
de sus históricos, hacian pasar con sus des
cendientes la fama de sus enemigos. La
situacion de la Inglaterra respecto de las
Galias facilitó á los Celtas el paso de aque
lla isla. Albion, ó bien Albino, nombre an-
tiguo, es lo mismo que Bretaña, nombre mas
(69)
reciente de la Inglaterra; ambos á dos de
orígen céltica, confirman esta oponion. El
primero deriva de Alp, pais montuoso, y
el otro de Bretaña, es lo mismo que Breat
in , esto es, isla variamente pintada , llama
da así del aspecto, que presentaba el pais,
ó del uso de la mayor parte de la nacion
de pintarse el cuerpo de azul, ó de sus ves
tidos de dos colores.
Pero lo que quita toda duda sobre tal
orígen, es que al tiempo de Julio César
los Britanos, y los Galos tenian las mis
mas costumbres. Esta colonia gálica se apo
deró desde los principios de aquella parte
de la Bretaña, que estaba mas cerca de su
pais; y dilatándose ácia el septentrion á
medida que se acrecentaban en número, lle
gáron á extenderse por toda la isla. Algu
nos aventureros pasando de las costas de
la Inglaterra, que estan enfrente de la Ir
landa fuéron los fundadores de la nacion
Irlandesa, como queda ya dicho en el dis
curso antecedente.
Los Caledonios domados la primera vez
(7o)
por Julio Agrícola baxo el Imperio de Do
miciano, y tenidos por él en freno con va
rios fortines levantados desde el rio Glota»
hoy dia Clyde, hasta el golfo de Bodatría,.
ahora llamado Forth; despues de la par
tida de este General no tardáron árecobrar
gran parte de las tierras perdidas. El Em
perador Adriano, habiendo pasado á Ingla
terra, y creyendo fuese empresa mas ár
dua , que útil el sojuzgar aquella nacion
feroz de los Caledonios, pensó á consolidar
la posesion de la parte meridional de la isla;
y á este fin levantó una muralla ó terraplen
por espacio de ochenta millas desde la em
bocadura del Tyne, vecino á Neucastle, has
ta el golfo de Solivai. -
y
- Esta muralla, que cerraba la isla en
toda su latitud, formó la division entre la
Bretaña romana y la bárbara. Pero no sien
do ella respetada por las naciones septen
trionales, Lolio Urbico, al tiempo de An
tonino Pio, succesor de Adriano, despues de
haber vencido aquellos pueblos, dilató las
fronteras del Imperio Romano en la isla, y
(2-1)
levantó otra muralla, que segun se cree,
se extendia obliquamente desde el rio Esh,
hasta la embocadura del Tiweder. Pero á pe
sar de este nuevo muro, los pueblos de la
Escocia, en los principios del Imperio de Có
modo, levantáron cabeza, y pasáron la mu
ralla que atravesaba la isla desde el un mar
al otro, taláron la provincia Romana, y der
rotáron un exército.
Ulpio Marcelo obtuvo algunas ventajas,
y los contuvo por algun tiempo; pero poco
despues siendo Emperador Septimio Severo,
enredado con la guerra de los Partos, se
uniéron los Caledonios y los Majates, y pe
netrando de nuevo en la Bretaña Romana,
obligáron á Lupo, General Romano, á que
comprase de ellos la paz. La rompiéron po
cos años despues los Caledonios, y comen
záron sus correrías en el territorio Romano:
su atrevimiento llegóá tal grado, que el
mismo Severo, aunque viejo ya y enfermizo,
creyó necesario ir él mismo en persona para
amedrantarles y domarles.
En esta trabajosa expedicion no se dió
(72)
ninguna batalla decisiva; pero tuviéron mu
chos encuentros, de los quales saliéron casi
siempre descalabrados los Romanos. Final
mente , despues de muchos desastres pudo
Severo repeler los Caledonios, y obligar
les á que le cediesen con tratado aquel espa
cio de terreno que estaba comprehendido
entre la muralla de Antonino, y los golfos
de Clyde y Forth. Con la mira tambien de
tenerles para siempre encerrados dentro de
sus confines, levantó Severo junto á los di
chos golfos otra muralla, cuyos vestigios se
echan de ver hoy dia.
Pero esta muralla sirvió ántes de línea
de confin á las conquistas Romanas, que de
freno á las correrías de los Caledonios; pues
jamás llegáron á pasarla los Romanos, án
tes bien aquellos, hallándose poco despues
Severo gravemente enfermo de la enferme
dad de que murió , aprovechándose de la
flaqueza de Caracala , obligáron á éste á
desamparar las antiguas conquistas, y á que
Comprase de este modo una paz Vergonzo
sa, como queda insinuado. Desde entónces
(73)
no pensáron mas los Emperadores Roma
nos en inquietarles. Ántes bien se hecha
de ver por las poesías de Osian, que aque
los en tiempo de Diocleciano llegáron á
las manos con el usurpador Carausio, que
en el año 287 se apoderó de la Bretaña,
y en varias batallas navales venció al Em.
perador Maximiliano Herculéo.
El espacio de tiempo que media entre
los últimos años del Emperador Severo, y
los primeros de Diocleciano, contiene toda
la historia de los asuntos de las poesías de
Osian. Esta es la época en que floreció este
poeta, y su padre, que es el héroe casi per
pétuo de sus poemas. Hasta el fin del tercer
siglo, y los principios del quarto no se oye
hablar mas de los Caledonios; y hallamos
los Scotos en el septentrion de la Inglaterra.
Porfirio es el primero que hace mencion de
estos tiempos. Como no se habia oido has
ta entónces el nombre de los Scotos, así
supone la mayor parte de los escritores,
que fuesen éstos una colonia llegada recien
temente á Inglaterra. Era fácil prevenir y
-
TOMO I, K
(74)
dilucidar este error si los eruditos hubiesen
consultado ántes la lengua céltica, y el
género de vida que llevaban los Caledonios.
Establecidos éstos en un pais montuoso
y esteril, vivian de sus rebaños, y de la ca
za. Ignorantes de la agricultura , que es
el verdadero fundamento de la civilizacion,
pasaban de un pais á otro como lo acostum
bran los pueblos cazadores y pescadores, y
andaban de aquí para allá en busca de pre
say de pastos. Los habitantes vecinos de
las tierras baxas, que por la diversidad del
terreno habian tomado costumbres diversas
de los Caledonios, viéndose freqüentemen
te molestados de sus correrías, diéron el nom
bre muy propio de Scuite, palabra céltica,
que significa vagabundo, á los que las ha
cian; del qual formáron los Romanos el nom
bre de Scotos, que poco á poco prevaleció,
y quedó aplicado á la nacion de los Cale
donios.
De aquí es, que toda la Bretaña septen
trional fué despues llamada Escocia, luego
que los Scotos domáron del todo la nacion
(75)
rival de los Pictes. Los pueblos así llama
dos por los Romanos habitaban la parte orien
tal de la Escocia, los quales poseyendo un
pais llano y fértil se dedicáron á la agri
cultura, y por esto fuéron llamados con pa
labra céltica Cruib-Nieb, que significa co
medores de grano. Tenémos por esto derecho
de creer, que éstos fuesen originariamente los
mismos que los Majates, baxo otro nom
bre tambien céltico , esto es, habitadores
de la llanura. Parece sin embargo, que con
el andar del tiempo, alguna tribu de la Bre
taña meridional, huyendo de la tiranía de
los Romanos, hizo pasar allá una numerosa
colonia, que incorporada poco á poco con
los primeros y originarios habitantes, llegó
á formar un solo pueblo. o
Esta nueva colonia, habiendo introduci
do en la parte oriental de la Escocia la
costumbre de algunos Britanos de pintarse
el cuerpo, fué motivo para que los Romar
nos los llamasen Pictes, para distinguirles de
los Scotos, que no tuviéron jamás esta cos
tumbre, y de los Britanos meridionales, que
K2
(76)
despues de la conquista de los Romanos la
dexáron. Por lo demás, los nombres de los
lugares que pertenecian al dominio de los
Pictos , y muchos nombres de sus Re
yes, que se conserváron, siendo de orígen
céltica, muestran manifiestamente, que las
dos naciones eran antiguamente una misma
nacion, dividida solo en dos gobiernospor
motivo de la situacion del pais, y del gé
nio de los habitantes.
Los Escoceses orientales por la diver
sidad del terreno, y de su modo de vivir,
padeciéron una sensible alteracion en su na
tural originario carácter: su mútua comu
nicacion, no impidiéndola los montes y los
lagos, era mas libre y mas freqüente: por
esto se estableció mas presto entre ellos la
sociedad, que entre los Scotos, y fuéron por
consiguiente gobernados mas presto por ma
gistrados, y leyes civiles, lo que produxo
al fin tal diferencia entre las dos naciones,
que comenzáron á olvidarse de su comun
órígen, y duráron entre ellos las nacidas con
tiendas y animosidades, que despues de al
(77)
gunos siglos acabáron con la total destruc
cion de los Pictos, y de su reyno, extinguién
dose hasta su nombre, quedando fixa, y
extendiendose por toda la Inglaterra sep
tentrional la de los Scotos.
Pero volviendo al antiguo estado de los
Caledonios hasta un siglo ántes de la épo
ca de Osian, su gobierno, si se atiende á
su principio constitutivo, era una especie de
teocracia, porque fundado en una especie
de religion, y confiado á una clase de hom
bres religiosos, si se considera el número
de sus principales magistrados, era un go
bierno mixto de aristrocacia, y de monar
quía, como lo era en todas las partes en
que tenian los Druidas la principal autori
edad. Luego que cesó el dominio de éstos,
parece que el gobierno cayó en la anarquía.
Cada una de las cabezas de las tribus pre
tendió ser igual é independiente, y en tiem
pode guerra ninguno queria ceder el honor
del mando. " ,
-
(1o7)
gaban dignas de ser conservadas, se hãcian
aprender de memoria á los niños, para qué
así pasasen á la posteridad. La série de es
tas canciones formaba la historia tradicional
de los Caledonios. Para conservar tambien
la memoria de las cosas mas memorables,
solian usar el erigir una piedra, que llama
ban piedra de la memoria, y esta ereccion
iba acompañada de cantos y de particula
res ceremonias.
Un guerrero, acompañado de uno ó mas
Bardos, iba al lugar donde habia sucedi
do el hecho, que se queria eternizar. Ponia
sobre el tronco de una encina un hacecillo
encendido, con que pretendia combidar las
sombras de sus antepasados para que vinie
sen áver este trofeo de la gloria de sus des
cendientes. Baxo la piedra se ponia una es
pada, y algunos cercos de los escudos ene
migos, y la piedra quedaba circundada de
un cúmulo de tierra,Todo esto se hacia en
cadencia, adaptándose los movimientos del
guerrero á las notas musicales del Bardo,
que le acompañaba cantando.
O2
( 1o8)
De este modo las dichas piedras suscita
ban la curiosidad de los pasageros, y de .
los descendientes y las canciones de los Bar
dos, conservadas de memoria explicaban el
hecho á que aludia el monumento. El Señor
Macpherson nos asegura, que se hallan to
davía en el Septentrion de la Escocia mas
de una de estas piedras de la memoria. Se
hallan baxo de ellas algunos arneses guer
reros, y un pedazo de tronco medio que
mado; pero la tradicion no da luz alguna so
bre esta última circunstancia.
La veneracion que tenian los Caledo
nios á las sombras de los difuntos, hacia
que respetasen tambien sus cadáveres. Des
pues de la batalla , el vencedor hacia en
terrar así los suyos, como los enemigos
muertos. El dexar de hacer por venganza
este piadoso oficio , era reputada accion
inhumana. Por poco valerosos que fuesen
los capitanes enemigos, á pesar de los ódios
privados, se les solia cantar el elogio fú
nebre. No habia obligacion con que cum
plian de mejor gana los Caledonios como la
( 1o9)
de la sepultura, y de los funerales. El mo
do con que enterraban los muertos era así:
abrian una "fosa de seis ó. de ocho pies
de profundidad: se cubría el fondo de cre
ta fina, y sobre ella extendian el cadáver:
si era un guerrero le ponian una espada, y
las puntas de doce dardos. Luego le cubrían
de la misma creta, sobre la qual ponian un
cuerno de caza y el arco, que cubrian tam
bien con otra mano de tierra fina, y en los án
gulos de la sepultura ponian quatro piedras
para señalar la grandeza de ella.
Á estas quatro piedras se hace freqüen
temente alusion en las poesías de Osian, que
suele tal vez llamar piedras de la fama. Nos
hace saber el Señor Macpherson, que los
Caledonios en los sigloside heroismo, solian
tambien enterrar con los difuntos sus mas
amados perros, como lo hacian otras nacio
nes. No hallamos en Osian mencion alguna
de este honor dado á los perros, solo sí dice,
que los pueblos Escandinavos solian, como
los Griegos, cortar parte de la cabellera
de sus parientes, y ponerla en sus sepul
(11o)
cros, pero no dice que los imitasen los Ca
ledonios. De otra insinuacion del mismo se
podria deducir, que tuviesental vez la cos
tumbre bárbará de los antiguos Griegos de
sacrificar sobre la tumba de un héroe muer
to en batalla los prisioneros enemigos, para
aplacar la sombra del difunto; pero esta in
sinuacion pudiera admitir otra explicacion
mas conveniente al carácter de quien la ha
ce, mucho mas no haciendo jamas mencion
de prisioneros, ni de esclavos. En un esta
do, que se pudiera llamar primitivo de la
naturaleza, tal clase de hombres les serían
ántes de agravio, que de uso, y es claro
que los enemigos, ó debian ser muertos, ó
quedar libres. .
No se puede, sin embargo, formar jui
cio seguro sobre la general costumbre de
los Caledonios acerca de esto por el carác
ter de los héroes principales de Osian; pues
estos son siempre representados como mo
delos de humanidad y de virtud, aunque
en los gefes subalternos, y en los régulos
confinantes se noten algunos exemplos de fe
(111 )
rocidad. Pero volviendo á las honras fúne
bres, los cantores al tiempo de enterrar los
guerreros, llamaban por tres veces la som
bra del muerto, convidándola á que vinie
ra á visitar su casa angosta, que así es lla
mada la sepultura. Parece que el luto y las
canciones fúnebres se renovaban cada año en
cierto dia determinado ; y parece que el oto
ño era el tiempo destinado para esta come
moracion aniversaria. "l
- No se hallan leyes, ni ceremoniaspar
ticulares sobre los casamientos ; y aunque
freqüentemente se encuentre el nombre de
esposa, no se conoce bastantemente la di
ferencia que habia entre éstas y las amigas.
Parece que la voluntad mútua bastase para
formaró deshacer el casamiento. En estos
tenia tambien parte el dote. Una muger Ir
landesapide al marido hacer divorcio, sin
alegar otro motivo, que su voluntad, y al
mismo tiempo pretende le dé la mitad del
ganado. Los raptos, sin embargo, eran fre
qüentes y acompañados de homicidios entre
los rivales y parientes, y tal vez de guer
(112)
ras entrenaciones. Las doncellas tal vez sin
esperar ser llevadas conviolencia, huían al
escondite, é iban en busca de sus amantes.
Las que padecian rubor, ó temian quedar
desayradas, tomaban arneses de guerra, y
cubiertas icon ellos, seguían sus amanteses
perando oportuno tiempo para descubrirse.
Pero si el raptor no tenia otro título para
cometer el rapto que la fuerza, la donce
lla se reputaba deshonrada, y hallamos al
gunas que no quisiéron sobrevivir á su des
honra. : - *
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de Morna.
Fingal
Roserana. de Clato.
de
Oscar
Marido de Malvina.
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FINGAL. -
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P.O.E.M.A.
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(133)
-
cANTo PRIMERo.
ARGUMENTo.
sentado baxo un árbol junto á las
puertas de Tura, miéntras sus capitanes se
ballaban empleados en la caza por el veci
no monte de Cromla, recibe el aviso que Es
voran habia desembarcado.3funta luego las
cabezas de la nacion, entre lasquales se dis
puta si se daria la batalla al enemigo. Co
mal, regulo de Togorma, y amigo íntimo de
Cuculino, es de parecer que se debe eludir
el combate basta la llegada de Fingal. Pero
Calmar, hijo de Mata, Señor de Lara, en
el Couaught exhorta á rechazar el enemigo.
Cuculino, deseoso de dar la batalla , sigue
el parecer de Calmar. En la revista de sus
soldados , no vé tres de sus mas famosos
guerreros, Fergusto, Ducoman y Catar. Lle
ga Fergusto, y da la noticia de la muerte
de los otros dos Capitanes, lo que introdu
(134)
ce el episodio patético de Morna. Esvarano
descubre desde lejos el exército de Cuculino,
y
envía el hijo de Arno á espiar los movi
mientos del enemigo, mientras pone en ór
den de batalla su exército. El bijo de Arno
bace de vuelta la descripcion del carro de
Cuculino, y la terrible presencia de aquel
Gefe. Los exércitos llegan y á las manos,
la noche dexa indecisa la victoria. Cucu
lino , segun la hospitalidad de aquellos
tiempos, convida á Esvarano para que vaya
á disfrutar su convite , por medio de su
Bardo Carilo. Esvarano reusa, orgullosa
mente el convite. Carilo cuenta á Cuculino
la bistoria de Crudar y de Brasolis. Por
consejo de Conal, se envian algunas tropas
á observar el enemigo, con que se dá fin á
la accion.
(135)
(2) Cabait, ó Cathbalth, abuelo del héroe, fué tan famoso por
su valor, que se hacia uso de su escudo, para llamar á las ar
mas sus descendientes en las guerras de la familia,
TOMIO I, S
(138)
Y los valles y montes devolviéron . . . . .
El eco por las selvas esparcido. - "
Al oirle Curán, desde la roca- . i
Arrójase de un salto, y arrebata - 2 o 2
Conal la lanza ensangrentada; corre-".
El valiente Crugal, con quien el hijo "
De Fai dexa los gamos y venados. "
Este, Ronar, es el escudo, y esta
Es, Lugante, la lanza formidable
De Cuculino en guerra. Espadas hielmos, o .
Traed aquí: á las armas compañeros. --
Vístete el peto, hijo del mar; empuña
Tú, Calmar, el acero. ¿Qué haces, Puno, . . . .
Héroe atrevido Muévete, vén, corre: o . . ".
Venid tambien vosotros animosos,
Eto, Cato, Caltan; la verde selva
Dexad del Cromla (1), y la frondosa orilla V.
Del patrio Lena. Acércate tú, Calto orn .
Por la falta de Mora, alienta el pecho, , " b
Blanco, como la espuma, que levantan ", "
En el escollo de "Cuton las olas ,
(151 )
Venid al rededor de vuestro gefe
Como las ondas de la mar ayrada
Cercan en hervorosos remolinos -
Al enimiente escollo, y por la senda,
Que os señala su acero esplendoroso,
Lanzaos en la hueste; su fiereza
Sostened sin plegaros, ni moveros,
Como los montes del nativo suelo,
"
Que parecen ufanos complacerse
En provocar las fieras tempestades,
Que en vano agitan sus robustas selvas.
Como en otoño suelen desprenderse
De dos opuestos montes, y embestirse
Dos enemigos vientos, así corren
Á encontrarse los gefes, precediendo
Los hijos de Loclin, y de Inisfela,
Que como dos torrentes derrumbados
Por escarpadas breñas, van mezclando
.
En la caida su hervorosa espuma,
Con que luchar parecen, é impelerse " -
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J. J.
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-
( 163)
REFLEXIONES
(164)
mil, y con lo conveniente , la invocacion
deshonra entónces á la musa, en vez de jus
tificar al poeta. Osian no tenia necesidad
de fiadores. Su admirable no repugna al
buen senso. Finalmente, es mucho mejor que
la inspiracion se eche de ver por el estilo,
que por el aviso del poeta. Se cree que se
oye un hombre ordinario, que cuenta un su
ceso; pero la divinidad, que lo mueve, no
se hará sentir con menor fuerza.
Non fumum ex fulgore
Sed ex fumo dare lucem postulat.
2. En el original son freqüentes las pa
labras compuestas, yo no he querido dexar
de valerme de esta enérgica belleza , de
que es susceptiblé la lengua italiana; pero
al mismo tiempo procuré evitar la dureza,
- y la extravagancia de la composicion, dice
el tradutor italiano. Pero la lengua espa
ñola , no dando tanta libertad al traductor
español, debió por lo mismo, ser éste mas
parco en usar los nombres compuestos.
3. Una de las reglas acerca del carác
ter de los héroes de un poema , es que la
( 165)
primera idea, que nos da de él, nos gran
gee su aprecio. Pero el modo mas sencillo
y artificioso, es el hacer realzar su carác
ter indirectamente. Ninguno conoció mejor
esta fineza, aunque sin reglas, que Osian.
Fingal comparece solo en el tercer canto,
y el autor principal parece Cuculino. Pero
su nombre se ve desde el principio de tal
modo, que da una gran idea del héroe del
poema. El mismo Esvaran, enemigo suyo,
enmedio de sus bravatas, no teme sino la
competencia de Fingal. ¿Qué idea no nos
hace concebir? Se verán otros toques de
igual fineza. Homero no se pica de una con
ducta. tan delicada. Sus héroes mas impor
tantes, aun los del mismo partido, quanto
mas ses enemigos, se tratan recíprocamente
de viles y cobardes. ¿Cómo se podrán admi
rar, si se desprecian ellos entre sí mismos?
4. Osian abunda de comparaciones, co
mo los otros antiguos poetas. Su demasía
puede ser tachada por los críticos rigurosos.
Pero quando se presenta este magnífico de
( 166)
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(169)
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RGUMENTO.,
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( 171)
CANTo, segUNDo.
. . .. . .
Duermen los héroes, nuda está la playa.
Al murmullo apacible de un arroyo
Conal descansa baxo antigua encina.
Apoyada tenia su cabeza - -
( 177)
La vé, no sin temor, el caminante.
Pero se alza del mar un recio viento,
Que disipa á la niebla, y de repente
Dexa ver los guerreros de Inisfela
En órden de batalla, semejantes
Á una cadena de apiñados cerros
Que coronan la playa. Dice entónces "
"
... ". " -
.."
( 191 )
REFLEXIONES
( 192)
ARGUMENTo
DEL CANTo TERCERO.
babiéndose complacido de la his
toria de Carilo, insiste en que prosiga su
canto, el Bardo celebra los hechos de Fin
gal en Loclin, y la muerte de Aganadeca,
la hermosa hermana de Esvaran. Apénas da
fin al canto, que Calmar, hijo de Mata, que
le habia aconsejado á dar la batalla, llega
herido del campo, y les dice los intentos de
Esvaran de sorprehender los restos del exér
cito Irlandes. Se ofrece resistir él solo áto
das las fuerzas del enemigo en un estrecho
paso, hasta que la armada Irlandesa pue
da retirarse en buen órden. Cuculino, admi
rando la atrevida proposicion de Calmar, de
termina acompañarle, y manda á Carilo lle
ve á otra parte los pocos Irlandeses que que
daban. Muere Calmar de las heridas reci
bidas , y dexándose ver las naves de los
Caledonios, Esvaran suspende dar alcance
Bb 2
( 196) -
CANTO TERCERO.
-- —---__
Del esforzadojóven , el recuerdo
Tan tierno, y dulce de su amor primero.
Ante el hijo de Estarno Ulino llega,
Y así le dice ; tú, que acá veniste
Desde un suelo remoto, circundado,
Como un escollo de olas reboltosas,
Ven á la alegre fiesta , y pasa el dia
En placer sosegado; al venidero
Se dará la batalla. Romperémos
Entónces los escudos. No, no, dice;
Se rompan hoy, será mas agradable
Esa fiesta mañana , quando quede
Fingal, como lo espero, sepultado.
Rompanse luego, pues, Fingal responde,
Con sonrisa á sus labios asomada,
Y mañana si puede tenga fiesta.
Luego á sus hijos vuelto, así les habla:
Quede conmigo Osian: tú, fuerte Gaulo,
Y tú, Filan, empuñaréis la lanza.
Tú, Fergusto, harás uso de la espada.
Todos, pues, levantad vuestros escudos
Parecidos á luna obscurecida,
Y por la senda ilustre de la fama,
Venid tras mí, é imitad al noble esfuerzo
Que en herencia os dexáron vuestros padres.
Cien conglobadas nubes, y cien olas;
Cien encontrados vientos en la selva,
Y cien arroyos por profundos valles,
Caer se dexan con menor estruendo,
Con estrago menor, y menor fuerza
(211 )
Que aquella, con que corren á encontrarse
Los haces enemigos por la playa,
Junto al sonoro Lona. Sobre el monte
Se levanta la grita, como el eco
De los truenos nocturnos, quando el rayo
Rasga el seno á la nube, y el estruendo
Por los valles del Cromla se difunde;
Las sombras asustadas van echando
Mil tristes ahullidos por el cielo.
Terrible en su poder y fortaleza
Se adelanta Fingal, como la sombra
Del excelso Tremor, quando esta baxa
Sobre una nube á contemplar los hijos
De su poder. El encinar se dobla
Al violento golpe de sus alas,
Hasta los mismos riscos se extremecen.
(215)
Muchas veces los valles devolviéron
Del Crómala las quexas y suspiros
De su amor por la triste Fainasila.
1En este mismo tiempo el Rey de Sora (1)
Me vió y me amó. Su espada es semejante
Al rayo que arrojar suelen las nubes;
Mas su semblante es fiero, y en su seno
La tempestad alberga. Huyendo de éste
Pasé la mar, por ella me persigue.
Quedas baxo el amparo de mi escudo
La dixe yo: descansa en paz segura,
Dulce rayo de amor. El Rey de Sora
Fiero como es, respetará tu sexö,
Ó evitará mi encuentro, si este brazo
No desmiente al esfuerzo de mi pecho.
Pudiera yo esconderte en una obscura
Y solitaria cueva, mas no teme
Fingal las amenazas del acero,
Hácelas siempre frente, y de ellas rie.
Ví empañados los ojos de la triste
Ee 2
(22o)
REFLEXIONEs
soBRE EL cANTo TERCERo.
I.
M, oportunamente se introduce,
dice el traductor ingles, la historia de Aga
nadeca, haciéndose de ella un uso grande
en todo el poema , produciendo en él en
gran parte la catástrofe. Sin embargo, me
parece que este episodio se hubiera podido
ingerir mas oportunamente en el fin del can
to despues de la venida de Fingal, y que
hubiera parecido mejor en boca de Ulino,
que de Carilo. El progreso de la accion, y
el interés de Fingal, parecian exigirlo na
turalmente; ántes bien lo hacian necesario.
Aquí al contrario parece un adorno sin pro
pósito , ni conseqüencia , y su extraordi
naria hermosura no hace todo el efecto que
debiera por lo mismo que se vé fuera de su
lugar.
2. Esnivan, cantor de Estarno, debia
ser uno de los Scaldos Dinamarqueses, ór
- , ""
(221 )
den semejante al de los Bardos Escoceses.
No llevarán á mal los amantes de la poe
sía, que ponga aquí un pedazo el Señor Ma
llet, que hace ver la veneracion, en que
era tenida esta arte por las naciones repu
tadas bárbaras, é insensibles á estas belle
zas del espíritu. “La historia de la poesía
no puede citar pais alguno , que la haya
sido mas favorable , que la Escandinavia,
ni siglo alguno mas glorioso. Los monumen
tos históricos del Septentrion , se nos pre
sentan llenos de testimonios de los honores
que la hiciéron los pueblos y los Reyes. Los
Reyes de Dinamarca, de Suecia, y de Nor
vega, iban siempre acompañados de uno ó
TOMO I, Hh,
(242)
Hh 2
CANTO QUARTO,
Ll 2
(268)
ARGUMENTO
CANTO QUINTO.
(23o )
Pues no cedió á ninguno en la batalla.
Hija de Zutía , Ulino la replica,
Eres muy linda y bella; ven conmigo
Te llevaré á mi padre, y al mas fuerte
Te darás en esposa. Allá en el monte
Esperaré el combate por tres dias;
Si tu Landergo lo reusa, al quarto
Serás mia. No mas, Alado, basta,
Dice Landergo, en paz queden tus sueños.
Luego á Ferco le dice; toca el cuerno,
De modo que le pueda oir Ulino.
Y con semblante triste se encamina
A la falda del monte, por la parte
Que ácia Selma declina. Allí comienza
Una cancion de guerra, con sonido
De arroyo que entre rocas se despeña.
Luego tiende la vista, semejante
Á nube, que varía con el viento
Su color y figura.
Arroja á baxo
Una peña, señal del desafio.
Desde su albergue oyó el rumor Ulino, .
Y se alegró de oir á su enemigo.
Toma la espada de su padre, y miéntras
Se la cifie, se asoma al fiero rostro
La sonrisa del júbilo: Relumbra
El puñal en su diestra, y ácia el campo
Del combate, silvando, se encamina.
Vé Gelcosa al guerrero fiero y mudo,
Que como veloz niebla, corre al monté,
Con feroz continente. El blanco pecho
(281 )
Palpitante se hiere, y afanada
Temblaba por su amor, deshecha en llanto. o
Dice al viejo Cairba...;á tomar corro , ,
La aljaba , pues descubro allí un venado. : , ... "
Ansiosa llega al monte; pero tarde,
Pues ya los dos guerreros combatian.
Es superfluo el decir al soberano, . . . . . .
De Morven , de qué modo peleáron.
Cayó el feroz Ulino en el combate.
Landergo ansioso y afanado, corre
Á la doncella, que al mirarle exclama: ---
REFEEXIONES
ARGUMENTO
- -
--
". ." - - -
• ..., o
r,
e" ...", -
y Y , " "
" ...
-
(297)
CANT o s EXT o.
caer las vagas nubes
Sobre las cimas del selvoso Cromla,
Donde permaneciéron por la noche.
Sobre las olas de la mar de Ulina
Brillaban las estrellas; se veía
Su trémulo explendor entre la niebla.
La obscuridad tenía mudo al campo
Soplaba recio el viento ; y todavía " s: .
Halagaba al oído de los xefes "
Y
(299)
Que borren la memoria de las armas. "
Acompañen cien harpas á los cantos,
Que el pecho de Esvaran tranquílo dexen.
Quiero que de aquí parta consolado.
Jamas hubo ninguno, que partido
Haya de mi presencia descontento.
La dulce voz del canto así comienza.
Por los mares del norte aeompañáron
Al gran Tremor las fieras tempestades.
Ver dexó al fin sus bosques erizados
La ventosa Loclin entre su niebla
Al héroe forastero. Allí llegado . . . . . .
Pp 2
(3oo )
El nombre ilustre del real mancebo,
Que llegó de la mar, que fué el espanto
De las selvas, y gloria de los fuertes.
Amanecido el quarto dia, espera -
" " .
--
- -
(315)
REFLEXIONEs
-
SOBRE EL CANTo SEXTO.
1. i Osian, dice el autor de los Ana
les Topográficos, ha tomado el colorido te
tro de los objetos de su clima, ¿con qué fuer
za, y con qué verdad nos presenta las imá
genes? Estas imágenes, pues, y este tetro
colorido pero sublime, asombran y transpor
tan al alma en casi todas las llanas de su
poema. Está muy bien: sin embargo, hemos
visto que Osiansabe manejar con igual maes
tría todas las especies de coloridos: y si hace
uso mas freqüente del tetro, es el motivo por
que el tetro se conforma mas con sus argu
mentOS.
... - "
escenas solitarias de un mundo deshabi
tado.
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