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. .

E3 propiedad. Que& heaho el


dapbito que maru la ley.
CENSURA ECLESASTICA
. .. . -.

Excmo. e llmo. Sr.

Habiendo examinado, en cumpliniiento de la ltonrosa


comisibn que V. E. I. se dign6 eonfiarme, la obra titulada
TRABAJOS @EOC+RhCOS SOBRE LA CASA DE CONTRA-
TAcIbn DE SEVILLA, escm'ta por el Sr. D. Nanuel de la
Puente y Olea, no tan s610 nada ha118 en la misma con-
trario a1 dogma y a la moral, sin0 que juzgo su leetura
muy &til,pues ha de contribuir efkazmente a poner de
relieve la pureza de 10s sentimientos cristianos y la
grandeza de animo de aquelloa verdaderos h4roes que
con s u cooperaci6n,ya inteleetual, ya personal 6 material,
realizaron aquellus tan altas empresas, que ho?y todavia
son el asombro del mundo entero.
Plaeenie consignar ademds. que la obra tiene ttn
sabor eminentemente sevillana, lo cual sirve para enal-
teeer grandemente a esta hermosa Perla del Betis, que
conserva con justo orgullo en su sen0 ese inapreciable
tesoro de la Casa de Contmtaci6n, de euyos archivos
ha sabido con tan ilustrado acierto sacar el autor esn
riqueza de citas y documentos que nos manifiestan hien
a Ins clnras cual fuese el m6vil y laa generosas aspira-
ciones de 10s que realizaron aquellas tan atrevidas ex-
pediciones.
Este es mi humilde parecer, que someto a1 ilustrado
criterio de V. E. I.-Sevilla tres de Novienibre del alin
mil novecientos.
Con el mas profundo respeto besa el pastoral (millo
de V. E. I. su atento servidor y humilde Capellan,
Pedro Biealdone
PROLOGO
El deseo de estzdiar la Mineria de 10s Espaiioles en Amirica, cuya his-
-toria es durante trescientos alios la hctoria de la Mineria espaiiola, condujo
alautor a1 Archivo de Zndias de Sevilla. El exanten de algunos documentos
l e llevd a' estestestestestestestestestestestestester 10s trabajos geograycos de la Casa e!o Contratacidn, y re-
-cimtes kechos histdricos Ran d e t e r m i d o la coordinacidn de 10s dotos p"
-corntittiyen el presente trabajo. La Patria Espaiiola sedienta de j.st;Cia,
reclama en efecto la cooperacidn de 10s suyos, nos Itemos creido oblzgados a'
contribtiir con nuestro dbolo, 31 esta es la causa mi9 principal para la pu-
blicacidn de nuestra bien intcncionada tarea. Verdad es tambiin q7e n' parte
de las referidas razones, deatro de la historia hamana, tiene la historia del
Saber una importancia creciente, que corresponde por cierto a' la creciente
importancia de la Ciencia,y p i e es jktztjzGada razdn para que con vera'adero
.empefio recaben en su favor 10s Pueblos cziltos, 10s servicios pze prestaron a
la Ciencia, y su respectivn participacidn en lar conquirtas del Saber hamano.
N o exkte, qne sepamos, un estudio especialy de conjunio de 10s trabajos
cient$cos de la Casa de Contratacidn, Zmtitucwn ojcial y creada por el
Estado Espa?iol,a' la que pertenecieroa y en la que prestaron slcs servicios
algunos de 10s ma's ilmtres navegantes, en la @oca memorable que inmedia-
tamente sigaid a1 descubrimiento de Amirica. Y p o r cierto, lo merecia sitt
duda la empresa entonces realizada, mediante 1a.i sucesivas expediciones i
descubrir, aprestadas y organizadas por la Casa de Sevilla d p o r sus Pilo-
tos y Naveganfes, coronada en 1522,por el regreso a' Sevilla de Sebastidn
Elcano mandando la fanaosa nao Victoria, des)z& de haber dado la pri-
m r a la wielta a' la Tierra, 31de comprobar asi su forma c.Cjeroida1, y ctyo
primer reconocimiento acompaiiado y seguido del primer esttidio geo-
gra'jco de Ins nuevas tierras y mares entonces revelados n' la Cioicilz, y n'
la Hrimanidad consciente.
N o se limit; en efecto n' la exploracidn y navefacidn )rimeras, /a obra
entonces realizada. Desde un princz)iofid encomcndada y correspondid tam-
&in n' la Casa de sevilla la formacidn de las primeras Cartas de lar ?iueva.$
dietierras, cuya consia'erable labor geogra'jca, y dc conqrista por cierto para
los conocimientoshimanos,fiii irticiada #or 10s navegantes,y continuada des-
>is f o r 10s Cosmdgmf o s de la Casa.
Yjuntamente con estos trabajos, debiironse n' 10s hombres ilustres que a la
VI PR6LOGO
__. ~ __
Cara de Contrntacid.npertenecieron, otros variadoJ y muy importantes Esttr-
dios y observaciones cientzycas qrle trataremos de exponer y que manr;festados
en parte con 10s siiyospor Gonzalo Ferna'ndez de Oviedo en szc famosa obra,
6 &en en l a del P. Josi ttc Acostg (15901,hicieron dccir a' Alelhndro Hunr-
boldt:
*El fundamento de lo que hoy llamamos fisica del globo, prescindiendo
.de las consideraciones mateinsticas. se halla en la Historia Natural y RIoral de
clas Indias. y aslmismo en la obra que public6 Gonzalo Fernindez de Oviedo,
eveinte aeos no m i s despues de la muerte de Col6n. P
Desde la fundaci6n de las sociedades, agrega el sabio alemsn, en Cpoca
eninguna se habfa ensanchado tan repentinamente y de modo tan maravi-
ulloso, el circulo de las ideas, en lo que toca a1 movimiento exterior y a las re-
alaciones del espacios (1).
Y sin embargo, como c l abandon0 de 10s cspaAoles ha sido tal, ke-
mos de consignar que no obstante su importancia, 10s trabajos cientilfcos
realizadospor 10s de la Casa de Contratacidn, eran en 10s.tiempos de Ale-
jandro Hiimboldf,poco menos que desconocidos.
Coirsta el presente trabajo de tres partes: Ins Expediciones a' descs-
brir, y 10s Estudios g-eogra'ficos, n' 10s cuales y f o r /as razowes qile a' sic
fiempo decinzos, kemos pierzdo agregar un exarneii del primer enripie-
cimienfo de ha Fauna y de la Flora americnnas, llevado ri cabo por 10s
espaiioles. per0 con la cooperacidn mny considerable del Estado, y j o r l o
tanto de sri representante d agente en Sevilla, l a Casa de Contratacidn,y
acerca de la resjectiva exjosicidn de estas tres materias qtleremos COR-
signar aqicz algr~nnsobservaciones.
Examinamos tan sdlo enfre las Expediciones a' descabrir, las dirigiXas
d interoenidasjor 10s Pilotos y navegantes de la Casa, por cnya razbn no'
damos aqni cuenta de Cas expediciones no organizadas p o r la Casa d pov SILS
navcgantes. Y tcrmrna esta primera parte con la exjetticidti, que mandada
j o r Magallan~s,y con la cooperacidn de varios de 10s mcis antizrios pilo-
fosgedgrafos de Za Casa, fie' organizada en Sevilla en 1519,para confiniulr
las exploraciones detenzdas en 1516 por la miierfe de So&. Asi entendemos
procede,porqiie aparfe de la exjedicidn de Loajwa, qae no f i i i organizada
en Scvilla scno en la Conipia, la iilterior exploracidn del Pacij?co no fiii
Aecha desdc Sevilla, ni por el Canal de Sfagallanes, sitto desde 10s piurtos
espalioles del Pacifico, arHigiie ciertamenfc con la intervencidn de 10s pilotos
de /7ldZaS.
N o obstante la imporfancia que para h /r&toria de la Ciencsn geo-

(1, Iovnor-Iarrc tnmo i t , p~


1Sq6-1S40, jtq.
PR6LOGO VII

g r d j c a tienen las eqjediciones A descudrir orgamkadas en l a Car4 b


p w m Navegantes y stis Pilotos gedgrafos, preciso es reconocer que n o e b t e
irna versidn generalmnte aceptada acerca de /as nzfimas, reinando ?or
e1 contrario entre 10s aatores el ma's completo desaczerdo acerca de este im-
fortante minto. Por esta causa, y no existiendo tampoco las h'elaciones de 10s
viajes anleriores a1 de Hernando Magallanus, se hace preciso, s i hemos
de llegar a' iina versidn e n lo posible doczmentada, y que pndiera ser gene-
ralme9zte uceptada y aceptable, examznar sn nrimero cowideroble de donc-
mentos que sin ser las Relaciones de dichos viajes, se rejieren a' ellos, a' su o r -
ganizacidn, d a' 10s navegantes q7ce en ellos tomaron parte, y cry0 preciso
.examen podrk acaso sin esta explicacihn parecer demasiado prohyo a' 10s
bctw€s.
Constan 10s Estiidios que forman la segunda parte del examen de 10s
trabajos cartogrtificos de la Cnsa y ma's especialmente de 10s gae fueron el
resultado de /as expediciones a' descubvir antesexaminadas, 31p w 10s cituies
se obtiivo la primera representacidn de la costa atliintica del Nuevo Mundo
kasta el Canal de Magallanes. Aimpice m n o s circ~mstanciadame&e exami-
zamos tambiek las disposiciones dictadas pura harer en las Cartas de la
Casa la prinzcra representacihz del litwal del Pacifio, conw se realizd
hasta el Cab0 Mendocino, en el hemisferio boreal.
A continwacidn trafamos de exnminar otros Estitdics y trabajos debidos
a' 10s Pilotosy li /os CosnGgriifos qwe ii La Casa de Contrafacidn pcrtenecie-
ron, y que dada la lpoca en la pie ftieron heckos, trmieron no #oca importancia
p a r a el primer conocimientofisico J' geogriijfco de la Tierra. Limitamos esfv
examen a' la +oca primera, 6 sea hasta La terminacion a'el siglo X VI en el
qiie tiivieron d i c h s Esfidios un marcado cara'cter de priorillad, 3' m a inne-
gable inzportancia cienfijica, y porgzie fheron hechos antes de que en e/
sig&vitc siglo X VZlse hiciese nuis general para ofros Paises c.1estzulio de
agaella., regiones.
Conzprbdense entre ellos:
Las Carfns esfiricas, y e/ primer Is/ario general i k l ilhindopor e l
.Cosmdgra/o A/onso de Santa Q-K.
Lasobset-vaciones astrondmicas (le1Piloto Andris de .Tan iMartin.
L a s cmrientes del Afliinfico y sri jrinte?. estiidio por e l Piloto Andris
Morales.
Los prinzeros estiidios del Mag ncfisno tcrrestre.
El lihro de lns lotigitridines For A/onso de Sanfa c?-712.
1-0s esfiterzos J' esfridios hechos para obfener la defernzinacidn de /a
10"ngifita' por Andy& de San Martin. Hernanilo Coldn, las -7trntas Aispnno-
portrtgiiesas de 17epes J' /m conoocadns $or r / Cowsejb de Indias.
TI11 PR6LOGO
___

P 10s trabajos y estirdiosp a r a deterimnar la Longitrtdpor varios p r o -


cedimientos,y entre ellos por la observacidn de 10s ecl$ses lzrnares,'por. 10s
relojes precisos y concordaa'os y el mitodo de las dzitancins bnares.
Terminaa'a antes qzie esta la parte relativa a1 eriripeciiniento de l a
Faicna y de la Flora americanas, reconocems kaber coordinado y conclz&
do con cierta precipitacidn esfa parte relativa a 10s Estiidios de la Casa,
y en la que mas especialmente necesitamos de la benevolencia de nuestros
lectores, dcbido est0 a' niiestro deseo, que no sabemos a m s i se vera' CO-
grado, de terminar la publicacidn del prezente trabajo, antes qzce ter-
mine el Congreso Hipano-americano qtce se celedra en Mdrrd.
Finalmede, porqice completa la historia de las nzn's interesantes tareas
de la Casa, h e m s qzrerido agregar en la parte tercera de nrrestro traba-
,io el exanaen del primer enriqrcecimiento hecko de la Farina y de la Flora
americrlnas, con la cooperacidn mity princ$al de sic agente la Casa de Se-
villa, n' ciryo Archivo pertenecen, arbnqice no sean completos, 10s mas inte-
jesantes y bellos dommentos, que a' esta konrosisintn y gloriosa obra de Es-
pafin, se rejeren.
Por poco necesario, y aim i+uh+fcado qiM n' primera vista parezca,
creemosp o r desgracia qzre dada la mania politica qrce An' largo tiempo apceja
n' 10s Espa~Zoles,nos es Adzipensable consignar aqrci, qzce el respeto, la conside-
racidw, y a' veces la jlcstt+fcada aa'miracidn, sentzda y manz;fcstada hacia Cos
Hombres 6 Ins Institriciones que est0 hicieron, no obedecen en modo a&ZL?tO aC
deseo de hacer nnn szcprresta propaganda 6 dejensa de idea politica deter-
milt ada, n' cuyo nsirnto deseamos permanecer en z m todo agenos. CzraZes-
qiciera qzre las niiestras ficeran, ni ha de exigirse qice lns ?izani;festenwsaqur,
itison del cas0 p a r s wmstrosjnes. Pero no se pretcnda tanil)oco, qzre pur
seguir n' l a vulgar corrieitte, prescindanl~wsde h c e r jruticia n' 10s qzie la
merecieron, ni qrre para mnrchitar la merecida gloria de 10s Hombres, 10s
LCJWy 10s lmtitrcciones de l n ant(yiia gmwde Espniia h a ~ ~ n mdet'jNz-
o.~
garlos aqrri, no con a r ~ e g l oii 10s criterios de ayer, L'R 10s ylct z~inici-on des-
arroLLaron sic activida.f, sin0 con 10s criterios, idens docti-inns de hoy, mir-
c h a'e las ctrales no conocieron,31 qice tampoco h i c b i e r ~p o i f d opracticar.
Si asi lo hicitb-aiizos.creeriu?iios hnber ren1i:acto zcniz obi-cr i n j u f u y
falsa, e' incompafiblc de rcn todo con nrcestra coircieircin y nziestra razdn.
Menos SE espere, qice por servir a' apasionados criferios, 710s scpnrentos de
Lo p i e 10s hechos d 10s doczrntentos manzjfestan, para st:;rcir e l miy hollado
camino, pice n' rictinarios escvitores setialara, la dt$amacidn secular kecha
de Espalia.
3. m. p. (6.
Del Astablo de la C a a . Ballitima Tabla atribulda a Alaio Fanindsr

LA CASA DE CONTRATACION
0 CASA DE INDIAS DE SEVILLA
I
su CREACI~N

1503

F actoria: juzgar por su nombre, per0 Tribunal s e e n su organha-


ci6n y atribuciones,fuB creada esta Caw y Audiencia de la Con-
trahci6n, por CBdula de Isabel la Cat6lica dada en 14 de Enero de
2 LA CASA DE CONTRATACIOS

1603, (1) apenas 10s sucesivos viajes de Crist6bal Colon, 3uan de la Cosa
y Vicente YBfiez Pinz6n revelaron la importancia de las nuevas tierras
occidentales, antes tan ignoradas, y que no sin raz6n, fueron llamadas
entonces, el Nuevo Mundo.
Fueron 10s primeros Jefes de este organism0 de variadas funciones
y, a1 propio tiempo, 10s primeros Jueces (2) de si1 Tribunal 6 Audien-
cia, el Doctor Sancho de Matienzo, perteneciente a1 Cabildo Catedral .
de Sevilla; el jurado de dicha Ciudad Francisco Pinelo, fie1 ejecutor de
10s R Q ~enSSevilla; y el contador, que era de la Armada de Indias, Ji-
meno de Briviesca, designados respectivamente para 10s cargos de
Tesorero, Factor, J Contador 6 Secretario del nuevo Centro creado,
"pcmwltaa Ijribtloe g b o ttatcna fama" se@n la frase empleada
por 10s Reyes en las primeras Ordenanzas dadas A la Casa (3), seis dias
despnes. en 20 de Enero del mismo aiio.
Tanto Pinelo como Briviesca venian trabajando, hacia tiempo, en
l a organizaci6n de las armadas para el Nuevo Mundo. En cuanto a1
Doctor Matienzo, parece debe atribuirse si1 designaci6n & sus condicio-
nes personales y B la completa confianza que en 81 depositaban 10s
Reyes. Muri6 & poco Jimeno de Briviesca, y sustituy6le on'el cargo
de Contador Juan L6pez de Recalde que lo desempeji6 durante largo
tiempo. En cuanto a1 genoves Francisco Pinelo, paisano y grande
amigo de Crist6bal Cob, que lo menciona en sus cartas (4),desempefi6
su cargo h a s h su muerte, ocurridit en 1607,(6)y fu6 reemplazado en su
cargo por el Comendador de Rodas D. Pedro Ochoa Isasaga.
Elegido para el cargo de Tesorero, a1tiempo de establecerse la Ca-
sa,presidi6 como Jefe de la misma sus trabajos el Doctor Sancho de Ma-
tienzo, hasta su muerte, ocurrida en 1621, prestando, poi tanto, su coo-
peraci6n A las mAs importantes empresas geogrBficas organizadas en
Sevilla, desde las que, a1 crearse la Casa de la Contrataci6n, fueron
dirigidas por Juan de la Cosa, hasta la organizaci6n y despacho de
la famosa armada de Hernando Magallanes a1 que, en 1618, defendi6
animosamente en un dia de motin, con peligro de su propia vida.

(1) Archivo de la Casa en el de Indias. De su libro rlibro de !l'ifslos, Reaka cidulas y Or&
nanm8 tocantca 6 eafn Real Aadi& y Caw de kr Confratnn'6n de la8 Imiiaa.> Estante 16, caj6n
4, legajo tomo 1P En lo sucesivo, exprasaremos s610 10s respctivos ndmeros del estante,
caj6n y legajo.
(2) Hash que se agregaron daspuh Juecas Letrsdos.
(3) Colecci6n de documentos del Sr.Navarreta, tom0 2.O pBgina 28j y siguientes.
(4) Carta de CrisMbal Col6u B su hijo Diego. De Sevilla B 1.O de Diciemhm de 1504.
- ( 6 ) En 21 de Yayo, s e g h consta en su IBpida sepuloral de la capilla del Pilar de la CatedrsI
de Senlla en la que ask illlstre geuovQ ashi enterrado.
LA CABA DE CONTRATACI~N 3

Hasta el establecimiento posterior de ]as nuevas audiencias de


Ambrica, tuvo esta Audiencia la jurisdicci6n de aquellos paises y enten-
di6 tambi6n en muchos asuntos administrativos que correspondieron
mBs adelante a1 Consojo Supremo de Indias que, como el de Castilla, el
d e Italia y el de Flandes, residian en la Corte. Crecib naturalmente
muy luego la importancia del Consejo de Indias, pero conserv6 la Casa
d e Sevilla, no s610 la jurisdiccih maritima, sin0 tambi6n el conocimien-
to de cuanto se referia B la navegacion ocehnica, objeto muy principal
de la creaci6n de la Casa que, seghn Angleris, (1) fu6 elevantada ilni-
camente para 10s negocios del 0ciano.v
Reemplazaba la nueva Audiencia de la Contrataci6n, en algunas
. desus funciones, B 10s antiguos Almirantes de Castilla y B su Tribu-
nal de Almirantazgo que, establecido en Sevilla desde el siglo trece,
habia tenido, hasta entonces, la jorisdicci6n de 10s asuntos maritimos 6
de allende el mar, que ahora decimos de Ultramar, y en su local, precisa-
mente en el cuarto, 6 sea departamento, de 10s Almirantes, fu6 estable-
cida la Casa de Indias, a1 tieinpo de su creaci6n (2), como consta
en 10s documentos de si1 archivo, y consigna tambi6n el docto histo-
riador de Sevilla D. Diego Ortiz de Z a i g a , segim el cual, era Sevilla
ela residencia de la Almirantia y de su S b u n a l de Almirantazgo, esta-
blecido en un euarto del Alccizar, que se dit3 despuh para la Casa de Contra-
tm.6n.n (3).
L a historia de 10s importantes trabajos geogrBficos de la Casa de
Sevilla, verdadero Almirantazgo de 10s mares, durante la 6poca memo-
rable de su primera exploraci6q trabajos que principalmente fueron
encomendados B 10s Pilotos de dicha Cam, y llevados B cab0 en las
naves aprestadas por la misma, presta a! examen de 10s documentos,
que, de dicha Institoci6n nos restan, uninter6s tanto mayor, cuanto
que, sin dicho estndio, la historia de 10s descubrimientos maritimos es
bcompleta 6 falsa, y su exposici6n carece, por completo, de la singular
d a r i d a d que, con el examen de 10s referidos documentos, manifiesta.

(1) W a s toino 2.O. pBgina 146. El milauk Pedro Martin de Angleria, nutor de dichas
DBcadas, perteneoia a1 Consejo que eutendia en 10s asuntos de Indias.
(2) Aunque, por la CBdula de su creaci6n. disponia la Reina que 98 biciera la Casa en las
Atarazans, B virtud de nuevcs informes, dispnso, en Junio del mismo aiio, que se insblase
.en el AloPIzar Real cays construcci6n dirigian 10s arqnitactos de la Catedral Alonso Rodri-
gnez y Diego de Roans.
(3j Anales civiles y Ealesibtieon de la cindad de Sevillrs, por D. Diegn Ortiz de Ztbliga,
Eabellero de Santiago y veinticuatro de dicha Ciudad. Ai50 de 1617. phpina 276.
4 LOS DESCUBRIXIIENTOS ESPAWOLES

I1
C A R ~ T E RDE LOS DESCUBRIMIENTOS ESPAROLES

T uvieron 10s descubrimientos hechos desde Espaiia, tanto en el


Atlbntico, como en el Pacifico, un carbcter absoluto de inven-
cion (1) 6 seade revelaci6n de lo desconocido, esto es. de conquista y ad-
qnisicibn para 10s conocimientos humanos, que no ostentan todas las
esploraciones maritiinas de aqnel tiempo. Nada, en efecto, mas dife-
rentk, bajo todos sus aspectos, que 10s resultados obtenidos por ambas
naciones peninsulares, tan luego cotno, it seguida del descubrimiento del
Nuevo Mundo, Ilegaron sabiamente' It un acnerdo 10s Reyes Cat6licos
ye1 monarca D. Juan I1 de Portugal, niediante el tratado de Tor-
desillas (2). celebrado 6n 1494, entre unos y otros gobernantes.
Mewed b este sabio convenio, en vez de destruirse ambos paises con
parniciosas rencillas, emprenden con noble emulaci6n b Oriente y a
Occidente la investigaci6n de sus respectivas demarcaciones, obtenien-
do en ellas, como heuios dicho, muy diferentes resultador. Rebasadas
las salvajes costas africanas, antiguas civilizaciones y culturas ostenta-
ban 10s paises orientales, it 10s que habian arribado las naves de Portu-
gal. De ello, darian elocuente prueba, ricas sederias, preciados bronces
y cerbtnica maravillosa para 10s europeos. Grandes ciudades, asom-
brosos monumentos, tapices y tejidos, puertos con comercio, navega-
ci6n y navegantes espertos, y por kltimo filosofias y literaturas desco-
nocidas casi, para 10s europeos, serian 10s ricos y cultisimos frutos obte-
nidos de la gloriosa navegaci6n de Vasco de Gama.
Nada de esto podia, en cambio, esperarse encontrar en 1as inmen-
sas tierras del N U ~ TMundo
O exploradas por Espaiia, en las que, aparte
de las interesantes, pero rudimentarias culturas de Mexico 9 del Peni,
no descubiertos sino m1s tarde, podian admirarse 9610 las inaravillas de
la naturaleza. Corn0 de las riquezas mettilicas de estos dos Paises no
hub0 noticias en 10s primeros aiios, y las Antillas tardaron algo en
corresponder con si1 producci6n agricola, que fU6 la positiva fuente de

(1) De inurnire, hallnr, encontrnr.


(2) En 7 de Junio de 1494, por el que se trasladaba 4 m b de tresoientas legnss a1 Oeste de
Ins Azores el meridinno iimite del Pontffiw Alejandm VI.--Colecci6n Navarrete, tomo 1.9
pbgina 430.
LOS DESCUBEIMIENTQS EsPAErOLES 5

su riqueza, de aqui que el Nuevo Mundo no bast6 en 10s primeros aiios,


para 10s gastos que ocasionaba, no pudo enriquecer A Coldn y merm6,
como verdadera calamidad, el Erario de Castilla. El Bxito obtenido por
Portugal en sus exploraciones file sin duda de mucho mAs i n m e d i a h
resultados, no s610 para su comercio y riqueza, sino para las artes, la
industria y la cultura humanas.
Pero, si e8 justo reconocerlo asi, no lo es menos que, bajo el punto
de vista cientifico, 10s descubrimientos orientales no tuvieyon el carh-
ter absoluto de revelacih y de invenci6n que caracteriza a1 descubri-
miento y exploraci6n del Nuevo Mundo, por las naves espaiiolas. Los
paises del extremo Oriente habian sido visitados, entre otros viajeros,
por Marco Polo (1).La India era ya conocida en Europa, desde la pu-
blicaci6n de la obra geogrhfica y 10s niapas de Tolomeo, y durante la
Edad Media, existian navegaciones y corrientes comerciales, mAs 6 me-
nos dificiles con 10s pueblos del extremo Oriente, h loa que parece haber
debido Europa, entre otros descnbrimientos, la aguja imantada, el
papel de hilo y la pblvora, por medio de 10s navegantes y 10s mer-
caderes Qrabesque hacian tambien llegar hasta Europa las especierirss
de las Molucas. Estas corrientes comerciales eran reciprocas, como lo
consigna el sabio ge6grafo arhbigo-espafiol El-Edrisi (2), manifestando
en su obra geogrhfica (1150)que, asi como las especierias de las Molu-
cas llegaban B MAlaga, del mismo modo las frutas, pasas e higos de
raya de esta regi6n eran llevadas hasta la India Oriental (3).
E l aislamiento del hombre en el Nuevo Mundo era en cambio tal,
que, como consigna el anglo-americano Prescott, 10s peruanos, que no
tenian otro medio de consignar las ideas que 10s quipus, 6 Sean flecos de
distintos colores con muchos nudos, no tuvieron ocasi6n de conocer la
escritura geroglifica que, a1 menos, poseian 10s mexicanos. Por liltimo,
la separaci6n 6 incomunicacih con el Mundo antiguo habia sido tan
completa, que manifiesta bien claramente el carhcter de revelaci6n que
tuvo su descubrimiento. El Nuevo Mundo carecia de 10s vegetales m8s
preciosos, y eran en 81 desconocidos el trigo, la cebada, el olivo, el na-
ranjo y 10s mAs ricos Arboles fiutales, como tambien la mayor parte de
las hortalizas. Tan infranqneabte barrera habia sido el Oceano, qtie el

(1) Los vinjes de Harco Polo fneron impresos en cnsi todos 10s paises de Europay eran,por
tanto, conocidisimos.
(2) Discfpulo de lns Escuelns de C6idoba, y de la familia minante en M&laga,y destronadn
en una de Ins mochns revueltas que destrozabsn y dividfan A 10s & r n hespsfioles.
(9) Ensayo bio-biblidgrafo de 10s ge6grafos B historindom espaiioles, por el Sr. Pons y
Boigues. Madrid 1899, pRgins 258.-Obra pmmiada por la Biblioteen naoional.--l)atos de 1.
traducci6n de Edrisi por 10s Sres. Dozy y Goege.--Leyden 1866.
a
6 LO9 PILOMS GE6GRAFOS Y LOS CQSM6QRAFOS
.
hombre carecia,alli de 10s animales mas &tiles y, por esto el caballo,
'
la vaca, la oveja, la cabra y otros de 10s animales m C necesarios a1
hombre habrian de ser, lo miamo que 10s antes citados y otros mil
litiles vegetales, dones riquisimos, manantiales perennes de riqueea con
10s que Espaiia habria de enriquecer y transformar muchas de las re-
giones del Nuevo Mundo.

I11

LOS PILOTOS GE6GRAFOS T LOS COSUbGRAFOS DE LA CASA DE SEVILLA

E staba inmediato it la Casa el antiguo ai.senal de las Ataraza-


nas (l), fundado por Alonso el Sabio. en el que se debian aprestar,
6 por lo menos organixarse, muchas de las mas importantes expedicio-
nes a descuhir, y en el que se almacenaba y disponia todo lo necesario
para las navegaciones 8. Indias. Per0 ademas, estuvo encomendada B
10s navegantes de la Casa de Sevilla, la direcci6n de las expediciones a
descubrir, que este era su nombre, para llevar B cab0 la exploraci6n
primera del Atlantic0 y de1 Pacifico, en la 6poca que inmediatsmente
sigui6 a1 descubrimiento de Ain6rica y a la muerte de Col6u.
Para tan importantes fines, pertenecieroq A la Casa de Sevilla di-
versos t6cnicos y navegantes, que recibieron el nombre, h a s h cierto
punto impropio de pilotos, nombre debido it su cargo de dirigir, mas
bien que las naves, la navegaci6n a aquellos paises, d bien por su proce-
dencia y elecci6n entre 10s m h acreditados pilotos de la navegaci6n
ocehica. En aquellos tiempos, en 10s que comenzaba la navegacion a1
Nuevo Continente, no ]labia aim cartas maritimas de 10s nuevos paises,
y 10s instrumentos de observaci6n eran a h tan imperfectos, requeria
sin duda conocimientos muy especiales el cargo de giloto, sobre todo
en astronomia y cosmografia, y asi vemos a1 Sr. Rico y Sinobas,
en su estudio de 10s Libros Alfonsies, kalificar de astrhomo practico a1 ,
piloto de la Cam de Indias Andr6s de Sen Martin, y astr6nomo sevilla-
no le denomina tambi6n el itslimo Pigafetta en la curiosa relaci6n de

(1) Y pr6ximo tambibn. orenmoa que inmediato B la hist6rioa T o m del Om, el antigno
muelle de que h w n menoi6n Bernal M a e del Castillo, Antonio Pigafetta y otros emxitoras de
rqoel tiemp.
LOS PILOTOS GEbGRAFOS Y LOS COSltbGRAFOS 7
-~

aquel famoso viaje.. En realidad, estos Pilotos de la Casa de Sevilla,


algunos de 10s cuales no naregaron m l s , despuBs de su nombramieu-

to. y que en Sevilla couio en el mar hicieron la Qeografia, deben


principalmente ser calificados de ge6grafos, J- como tales 10s considera-
remos aqui.
Correspondi6 tambi6u ii esta Iastituci6n la inisi6n de consignar en
mapas y cartas, que fueron 10s priiueros y, durante cierto tiempo 10s
linicos en Europa, 10s rosultedos de 10s graudes descubrimientos geo-
grsficos que en el siglo X V I aportabau sin cesar B dicha ciudad, ya
las expediciones oficialos organisadas y costeadas por el Estado, ya loa
deinks navegantes y exploradores espafioles B su regreso a Sevilla, pun-
to obligado para ello por las disposiciones vigentes, habiendo sido for-
madas por esto en dicha cma las primeras cartas algo completas de la
Tierra. Lo mismo que 10s descubrimientos maritimos, tuvo este primer
estudio geogr8fic.o de 10s Paines y Mares revelados un c a i k t e r tan ab-
8 LOY PILOTOS GE6GRAFOS Y LO9 COSM6GRAM)S '

soluto de adquisici6n para 10s conocimientos humanos y para la forma-


ci6n de la Ciencia geogrtitica, que ham innecesario poner de manifiesto
m importancia.
Fueron encomendados estos trabajos cientificos a 10s Pilotos Ma-
yores de la Casa (l), auxiliados por otros Pilotos de nornbramiento
real (Pilotos reales que dice Herrera) (2), y m&s tarde por 10s Cosm6-
grafos de la Casa de Sevilla, y en sus Mapas y en sus Cartas maritimss,
que fueron corregidas repetidas veces, SO orden6 por diferentes CBdu-
las reales consignar todos 10s cabos, islas, puertos y bajos que se des-
. cubrieran y pudierau situar.
Para el estudio de 10s grandes mares uuevamente conocidos 6 explo-
rados hicieron m&s aim 10s olridados sabios, que il la Casa de Sevilla
pertenecieron, y de ello nos dan testimonio adn el conocimiento de las
corrientes del Atlantic0 por 01 Piloto Andrev Morales (3),losestudios del
Cosm6grafo Alonso Sauta Cruz para la determinaci6n de las longitudes,
m Islario general del Mundo, !us estudios acerca de las variaciones de
la aguja imantada, reuniendo en una carta las variaciones observadas
por 10s portugueses en las Indias orientales(4) y 10s relativos a1 Nuevo
Mundo consignados en sus obras por 10s Catedraticos de Cosmografia
de la Casa, Jer6nimo de Chaves y Rodrigo Zamorano, que por pertene-
cer a1 siglo XVI, tuvieron indudable caracter de prioridad respecto
de 10s hechos en otros paises.
Observaremos, sin embargo, que ninguna de las mas importantes
funciones juridica ni cientifica de la Casa de Sevilla se expresan, ni es-
kin comprendidas dentro de su denominaci6n oficial de Cma de Contra-
tacibn, nombre que correspondia, principalmente a1 objeto de contratar
y de reunir las provisiones y suministros necesarios para la colonizaci6n
emprendida entonces por el Estado en las Antillas y dirigida por Colon
en 10s primeros tiempos, sistema que fu6 pronto abandonado, dandose

(1) Ya, antes de l a creaci6n de este cargo en 1538, habiau sido encornendadas estgg investiga-
ciones y las expdiciones 6 desnrbrir 6 J u a n de la C o s y Vicente Yirfiez Pinzbn, pilotos de l a
CaSa.
(2) Piloto del Ray, se titula Ledasma, en su declaracibn de 1513-Pleitos de Col6n, tom0 I.",
piginn 26o.-Piloto de S . Y. Son denominndos An* de 9. 3Inrtin y Rodriguez Serrano, en 10s
documentos de l a expedici6n de Xagnllnnes, de que f o r m r o n parte.
(3) DQwdas de Angleris tomo 2 O p4gina 29C.-L% opini6n de este piloto aceivn del torrmtc
del may, que llaman 10s inglesas corrlena del golfo, es notnblemente completn en lo que a1
At,lbntico y a1 hemisferio boreal se refiere. LRSDBcadas fueron publicadas en 1630 en blcal6
de Henares, con un pr6logo de Nebrija.
(4) Para lo curl hizo este cosm6grafo un viaje 6 Lisbon en 1515. Los trnbajos de Santa C r ~ e
amma de Ins variaciones de la aguja preceden si@ y medio 4 10s que con respecto 4 este
mismo nsunu) him el astrbnomo i n g l k Hnllay en 1698.
Lo9 PILOTOS (fE6GRAFOS Y Lo9 COSNbaRAFoS 9

en adelante mayor amplitiid ti la iniciativa y -A la acci6n de 10s particu-


lares.
”manbarnos, bfrm lo0 Boqo0 mt la0 prfrneras orbman-
3 ~ x 0babas 6 la 6aea,q i t e on la a t d a b be gFemfUa eo baga una
sasa bo @thttratar€bn, para qlto mt ella *E puobon t-oroger to-
be0 la0 m ~ l r c a b ~ r i at smantmtfmtmttos t trrbos lo0 apar4o0,
q u o Ferm monester, para proooer tub0 Io neresartu i la QI;mt-
tzatuci6n b e la0 3Jnbia0.” (1)
Abandonados luego 10s procedimientos que en 1603eran seguidos,
y creados el comercio y la contrataci6n de 10s particulares, que hicieron
tambi6n hash la conquista, conserv6 sin embargo, la Cam de Sevilla,
su nombre primitivo de Casa de Contrataci6n, nombre que, sobre no
ser apropiado 6 a1 menos deficiente, es causa de indudable confusibn res-
pecto de 10s mtis importantesfines de esta Institucibn, calificadacomo
hemos dicho por Anglerfa, de Cma del Ocdano y que precisamenta no
expresa 10s trabajos cientificos por ella realizados, objeto principal de
nuestro examen. No debe extraiiar por lo tanto que no empleemos siem-
pre esta denominacion usando frecuentemente la de Casa de Indias (2),6
eimplemente Casa de Sevilla, como alguna vez hace el cronista He-
rrera, (3) 6 se lee en importantes documentos (4), deuominaciones en las
que pueden comprenderse mejor 10s estudios y 10s trabajos geogracos
que no8 proponemos examinar.

(1) Coleooidn de doanmentosde D. Martin FernBndez Nawrrete-tomo Bo pbgina S.-Or-


denaneas de 20 de Enem de 1505.-Adoptamos para loa doanmentce, en loa que prindpalmente
fnndsmoa nnestm trabajo, &a carBoter de letra que loa d i s t b p e mejor del texto. En belloa
unoterea de ast. 01- e s t h esaritos, p r ejemplo, loa Libma de Tworerlp de la &sa, en la
$paca del h t o r Matienzo ;1502-16‘21), que tan& vees oitaremoa aqnf.
(2) Dmnus indica, del sabio aotor de IaBibliothean hispan4 4e5or Don Nicolh Antonio.
(8) En 6n DBosda p r i m , p4gina 218.
(4) Cum de Baud&, se dice en el emrib citodo por el Mior Pioatmta, dirigido 4 dieha Ins-
tituoidn y B la Universidad de Marerntea de Sevills en 1679, del qne 4 w tiempn no8 wnpue-
mos, pidiendo 1s adopoidn de nn Meridian0 hnioo.
8
IO SUCESOS EN CASTILLA

: _I

, .

..

. .

: .,
..

LO3 SUCE905 DE CASTILLA.-XUERTE DE LA REINA ISABEL.-FEBNANDO


EL CAT6LICO SE EMBARCA PARA ITALIA.

1504-1506

F ueron de tanta importancia 10s graves acontecimientos que


apenas fundads La Cam se sucedieron en Castilla, y afectaban de
tal modo B 10s que realizaban 10s descubiimientos, y B 10s que dirigian
10s wuntos publicos, que se hace necesario oxarninarlos aqui.
Poco sobrevivi6 Issbel de Castilla B la creaci6n de la Casa. Que-
brantada, desde la muerte del Principe D. Juan, unico vadn entre sus
hijos, murib en el otoiio de 1604 aquolla ilustre mujer, sostenedod
efiw de 10s proyectos de Col6n, y fundadora con Fernando V de la
Unidad ncrcional de Espaiia. El respetable milan& Pedro MBrtir de
Angleria, B cuyo testimonio hemos de acudir tantas veces que de largo
SUCFXOS EN CAWLLLA 1%

tiempo conocia 6 la Reina, y que asisti6 6 su mnerte, ebribe de este


suceso: (1)
"g'a plumu 0e me elto be la0 manu0 g mte fuet.2~0 be0fia-
llecett ti tmpulsus be eentfmtetttu;EL munbu ha pwbtbu 0it ur-
. ttamentu mlL0 prectuau, ij 0u pkb-fba nu 0u10 bebeit llutarla
100 cepafiulee, It quiener tatttu ttempo lpbia conbucfbu pot- el
camtnu be la glurta, 0tno tubas la0 nacfunee bo la drietfan-
bab, purque era ospeju botubae la0 ottttitbee, el ampuru be 1u0
tnucetttee g el frenu be la0 maloabue; nu 06 que Iptija ljabtbu
lpcutnn en el munbu, en Iue autfguus,nf en lo0 mubmnoe
tfempoa, qite iawqca ponoe0e on cutefucon eetu fncmpara-
ble mujet.."
Reciente aun la muerte de la Reina, A fines de 1604, llegaba B
Sevillit Cristobal Col6n de vuelta de sii tiltimo viaje a1 Nuevo Mundo.
Pa desde que en 1602 lo emprendia el Almirante, la enfermedad de
gota que padecia, postraba 6 inutilizaba cada vez m b a1 ilustre Des-
cubridor, cuya illtima expedici6n habin sido un continuo sufrimiento,
habiendole acompaiiado por ello on dicha navegacih, a d e m b de su
'
hermano BartolomB, su hijo Don Fernando, adolescente atin de unos
trece aiios, y que compartib entonces con el Almirante 10s peligros y
las fatigas de aquella navegaci6n A lo largo de costas dosconocidas y
hostiles.
La muerte de la Reina de Castilla, ocurrida despuC de la de su hijo
el Principe heredero, cambiaba por completo la gesti6n de 10s asuntos
p6blicos. La Corona de Castilla recaia en la Infanta Dofia Juana (2)
caaada con Felipe de Borgofia, madre ya de Carlos V, y perturbada
ya tambi6n. Fernando de Arag6n no reiuaria ya en Castilla, y dejen-
do tambi6n antes de mucho B Espaiia se embarcarfa en Barcelona (3)
para atender 6 10s asuntos de Italia, en la que las armaa victoriosaa del
Qran CapitAn castellano &malo de Cbrdoba ofrecian tan ancho cam-
PO B su experba diplomacia.
Fu6 la princesa proclamada Reina, el mismo dia en que muri6 su
Madre. Convoc&ronse las Cortes de Castilla y, el 11 de Enero de 1606,
fu6 jurada la nueva Soberana, incapacitada tambi6n por su locum, y

(1) En su carts B Fr.Hernando de Talavera.


12) La hija mayor de 10s Reyes CaMliaos, cawla oon Don Nanuel de Portugal, tuvo un hijo
llamndo B gobernar en toda la Peninsula, p r o por desgraoia murierou la mndra y el uiiio,
por lo que pasamn 10s dereahos 0 D.* Juana J a1 de Borgoiia
(8) En Septiembra de 1605.
12 SlJCFAOS EN CASTILId

designado el Monarca de Aragbn, su Padre, (1) para Gobernador y


Regente.
Pero en vano, Fernando V, que habia-gobemado en Castilla du-
rante treinta aiios, cooperando al descubrimiento de Amitrica y ti la
conquista de Granada ,luch6 por conservar la gobernacibn y por evitar
tambiitn que recayese en un Principe joven y extranjero, pues que la
verdadera Reina, su hija D." Juana, estaba loca. Su Regencia no fuit
aceptada por su yerno el de Borgoiia, ni tampoco por 10s mks poderosos
magnates de Castilla, y desde un principio aparece acaudillando y diri-
giendo A 10s descontentos el inquieto e intrigante D. Juan Manuel, que
tenia A lasazh el cargo de embajador de Castilla enla Corte de Ebrgo-
ila; la situacidn de Fernando V en Castilla fuit bien pronto insostenible,
y cuando en Abril de 1606 desembarcaban en la Coruiialos nuevos
soberanos salio ti su encuentro brillante trope1 de cortesanos y de ambi-
ciosos maguates, que podian esperar mucho m&s del que llegaba, que no.
del experto y rigido Monarca de Arag6n. Tan olvidado y relativamente
solo aparecia en Castilla en aquellos momentos el conquistador de
Granada, como Crist6bal Col6n, terminando en aquellos dim en Valla-
dolid su gloriosa existencia.
Ante tan critic0 estado de cosas, st3 acordb la celebraci6n de una
entrevista 6 conferencia entre ambos Principes, la c u d tuvo lugar en la
Puebla de Sanabria el 20 de Junio de 1606, esto es treinta dias no m h -
despues de la muerte de Colbn, y esta e&revista fu6 una 6ltima manifes-
'tacibh, bien Clara y terminante de cual era,desde hacia tiempo, la situa-
ci6n de Fernando V en Castilla.
Temieron 10s descontentos, que su jefe el de Borgoiia fuese arrolla-
do por la superioridad y el prestigio de Fernando V y formaron en tor-
no suyo poderosa hueate que le acompaiiase a1 lugar de la entrevista,
acompailamiento que, segun el historiador Lahente, formaba singular
contraste con la sencillez 9 actitud de D. Fernando, acompaiiado s610 del
Duque de Alba, y unos doscientos caballeros y oficiales, montados
todos en mulos y sin armas de combate. Es, sin embargo, tan expresiva
la escena, que tememos parezca preconcebidamente relatada para el fin
que nos proponemos y preferimos por ello transcribir aqui 10s tbrminos
mismos en que el Sr. Lafuente, en su Historia General de Espafia y sin
relacionarlo con la vida de Colbn, refiere graificamente este sucem (2).

(1) Disponiala Seina anan testamenta qua si B sn srnertm no eatahen W l l a an aiia,


qaednse por h i a o Adrninistrador y por Regente Don Fernando.
(2) Lafnente.-Historia general de Espaaa.-Mdrid ISS5-tamolO.-pigina a78.-El antar
sofiela Ins autoridadea a e g h las anelen tram ests m n e .
SUCESOS ER CASTlLLB €9

&ahdhronse, dice, ambos Reyes em macha corksfa. Observbse, no obs-


tante, que mientras Fernando naostraba cierta; alegria y jovialiddd en 2
rostro, el semblante del archiduque revelaba cierta mezcla de tlmidez, ae se-
r i e d d , y de recelosa esquivez, que parecia desciibir el coitvehciniiento de M
inferim'dad. Los nobles de s u sdquito no pudieron resistir at natural i f i p l -
so de acercarse ci, rendiv un homenaje a Fernando, eE cual a todos 10s recibia
y habluba con mucho donaire y gpacejo. A1 tiempo de besarle In *&no el Cohdd
de Benavente, le abrazb el Rey, y como sintiera la armndacra y cot0 qf@Elem-
ba dcbajo del vestido, le dijo, sonrihdose: Much0 has engordado C m d e - y
como observase lo mismo en G'arcilaso de la Vega, s u antiguo enibajador en
Roma; Y tzi tambidn, Garcilaso.--Seitor, le contestb el de la Vega, doy f d 6
Vuestra Alteza de que todos venimos mi.-Cuando llegb el Duque de Najera,
seguido de sus dependientes m a d o s ; m, Duque, le dijo en tono festivo, nun-
ea te olvidas de lo que debe hacer un h e n capitan.-Asi procuraba disimular
el politico Fernando, la pena de ver trocados en enemigos, 10s quepoco antes,
le habian acatado tanto, y muehos de 10s cuales le debian no pocas mercedes..
Per0 es sabido que de eshs enseiianzas, tiene no pocas la Historia.
Ocult6 el Monarca su amargura, y sin que se le permitiese ver It su
Hija, pas6 It Tordesillas, donde muy luego, el 1.' de Julio, renunci6
todos sus derechos y facultades en favor de su yerno el de Borgoiia,
sin que intentase, ni por un momento la resistencia, que era la guerra
civil (1). Siguieron uiiidos B la Corona de Castilla el Nuevo Mundo y
el Reino de Granada, aunque en no poco It el se le debieran y la m b
exquisita prudencia 9 circunspecci6n caracterizaron entonces 10s actos
todos de Fernando V, glorioso Fuudador con Isabel de Castilla de la
Unidad Nacional.
Mas solo, dijo Fernando, menos conocido y con mayor contradiccibz
venin yo por esta tierra, cuando vine a ser Principe della, y Nuestro SeEor
quiso que reinciremos sobre estos Reinos para alpha proveclto suyo.
De vuelta en Arag6n, el 4 de Septiembre de 1606, se embarca
en Barcelona Fernando el Cat6lico fin de atender B 10s asuntos de
Italia, pareciendo con SU elevada conducta, haber aspirado el Monarca
fbconseguir que no se destruysse la obra principal de su vida, la
Unidad Nacional de EjpaSa y asi lo consigui6. Hombres como Fer-
, nando de Arag6n no dividen 10s Pueblos, ni fundan Patrias de cam-
panario, sino del tenor de la que habia de regir m& tarde su nieto
Carlos V.

(1) Toinaron 4 grande apavio 10s pueblos de CastiIla el pronto enlaae de D. Fernando
I con la bellisima y joven Oermana de Foix, de 9610 diea y nueve afios.
4
14 MUERE CRIST6BAL COL6N

. Tal y no otra era la s i t u a c i h de Fernando V en Castilla en este


d o de 1606,en el que se extinguia la vida de Crist6bal Colh, y A no ser
Don Fernando Monarca de Arag6n y poderoso en Italia, no cabe duda
quem suerte hubiera sido harto precaria. dSe time en cuenta de al&n
modo evtasituaci6n por 10s novelistas, dig0 por 10s htoriadores de
Cob, cuando tan severamente juzgan la conducta de este gran gober-
nante? En general absolutamente para Dada, y aun es lo mbfrecuente,
no hacer siquiera meiicibn de lo que en Cmtilla ocurria.

MUERTE DE CRIST6BAL COL~N.

I j06

T odas laa amarguras parecian en efecto haberse acumulado sobre


el Almirante en 10s ~ l t i m o diaa
s de su vida. Su postrero y penosisi-
mo viaje d laa regiones del Nuevo Mundo en laa que su genio siempre
soiiador trataba de situar el Paraiso, habia sido e610 un fracaso. C o l h
MUEBE C R I b B A L COMN 16

y 10s suyos fueron rechazados por aquellos naturales, habiendo salvado


la vida su hermano Bartoloin6 y 10s que le acompailaban, merced a1
animoso sevillano Pedro de Ledesma, que fu6 despu6s Piloto de la Casa
d e Indias. Las Antillas no correspondian a h B 10s esfuerzos hechos, y
la vida de Col6n, como con frecuencia ociirre B 10s humanos, terminaba
tristemente antes de disfrutar y aun de conocer siquiera toda la impor-
tancia de 10s descubrimientos realizados. Para mayor desventura, B YU
llegada it Sevilla habia fallecido la Reina Isabel y vacilaba, y termina-
ria pronto la gobernacih de Fernando V en Castilla, debiendo reem-
plazarle un Principe completamente extrafio para Cristobal Col6n.
Pero, si todas estas desdichas son cieifas, no lo es en cambio que
C o l h , ni sus hijos estuviesen olvidados ni abandonados en el corto
tiempo que sobrevivi6 el Almirante a1 regreso de su ultimo viaje,
no obstante las criticas y azarosas circuustancias que sobrevenian
en Castilla. Asi es que, B pesar del tiempo transcunido, quedan a h
pruebas de que en aquellos aiios, precisamento entonces, eran solicitados
el favor y las recomendaciones de Cristbbal Coldn en la Corte, como
consta que lo hacia el florentino Am6rico Vespucio que, en Febrero
de 1606, obtenia del Almirante una carta con tal objeto (1). Consta
igualmente que en 6 de ese mismo mes de Febrero escribia Colon su
hijo D. Diego, que residia en la Corte, gestionase que en el indulto Real
de la Semana Santa que se aproximaba hesen incluidos dos reos que
recomendaba a Coldn el Licenciado Cea, indultos estos que, por su corto
numero y muchos solicitantes, fueron siempre 'dificiles de obtener sin
. poderosas intercesiones (2).
En este mismo mes de Febrero, expide Fernando el Cat6lico una
CBdula, ordenando se permita A Col6n viajar en mida ensillada,cosa en
aquel tiempo rigwosamente prohibida por una pragmBtica (3) que
tenia por objeto la proteccih de la cria caballar. Esta C6dula que por
su forma manifiesta las consideraciones que B Crist6bal C o l h se guar-
daban, dice asi:

(1) Carta de Col6n en 26 de Febrero de 1506.


(a) Seghn antigun costumbre, que sewrsecva en Espaiia en el acto de hacerse la adoracidn
de la Cruz el dfa de Viernes Santo, oonaede el Rey como jefe de Estado el indolto de nn wrto
n6mero de reos sentenciados. Para ello, s e g h la ceremonia usads, sobre 10sprocesos de 10s
favorecidos, extiende el Monaraa su mano, y dice en alta voz: .Yo 10s pardono, para que Dios me
p s r h . Ha sido siempre dificil la obtenai6n de estos indultos solicitndos 4 veces para muy
graves penas. Coldn dice ti su hijo que enoargueel asunto 4 Diego MBndez, per0 este no errs
nadie en la Cork sino por ser amigo y servidor de Coldn.
(3) Navarreta, tomo peginn W.--Dada en 1494 y remrdada en 1601.
I6 c01.6~
MUERE C R I ~ B A L

@orsuonio go sosf infotrntubo que ttos, el ~lmimntte


ji

8. @Jrfetobal
@oh estab3 inbt~puesto,d q u e no pub&# unbar
&.Jcabollo sin mitclp bamo (bafio) be ttueett-a sulub, pot. mbe,
acotanbo lo sueobtclp, k pot. trueett-a oncfanibctb, pot. la pt-e-
Beitte, ttos boq licertcta, pura q u e pobais anbat- en matla mi-
h b a d ettrt-ettaba, p m cunlquter putfte bcsbe w n o s d @-
jiot-ios, que ~ o quist6rebee
s d quo pot. b t e n t e e b e e , sin
entbalrgo be la p r e m r f t i s a gte eobre ello bispono, &. (‘(1)
Pa anteriormente, recien llegado & Sevilla, habia gestionado Co-
lon de aquel Cabildo Catedral, unas andas B modo de litera que dicho
Cabildo poseia, &.finde hacer el viaje sin daiio de su ealud, y dicha Cor-
poracibn, que custodia hoy 10s restos del Almirante, y uno de cuyos-
mics conspicuos miembros era el Doctor Mationzo, concedi6 muy luego-
B Colon lo que deseaba, por acuerdo Capitular, de 26 de Noviembre de
1604. Para dar a1 Almikante mayores facilidades, encarg&base de lo-
relativo & la devoluci6n Francisco Pinelo, amigo (2) y paisano d e
Col6n y que era?como el Doctor Yatienzo, otro de 10s tres Jueces de
la Casa y Audiencia de la Contratacidn. Disuadido, quizBpor 10s suyos
no emprendi6 Colon su viaje hasta la primavera siguiente. Los sucesos,
en tanto se precipitaban en Castilla y dibujsbase, cada vez m h clam-
mente la situacibn de D. Fernando que, sin resolver nada en contrario.
de las pretensiones de Col6n con las que acaso no estaba conforme,
tom6 sin duda la determinaci6n de dqjar que resolviese el niievo sobe--
rano, que en adelante regiria en Castilla. Este se habia embarcado en
Holanda ti principio de 1606, pero por vsrios incidentes ocwridos en
la navegaci6n, no llegaron D.n Juana y el de Borgoiia hasta el mes.
de Abril en el que dbsembarcaron en la Coruiia. .
Tales eran 1s situaci6n y 1a.s circunstancias en Castilla a1 ocui-rir
en 20 de Mayo de 1506 la muerte del Ilustre Descubridor. E n su dis-
posici6n testamentaria, hecha en Valladolid la vispera de su muerte,
figuran como presentes, ademds de dos vecinos de dicha ciudad, siete
criados de dicho Sr. Almirante (3). lo que inanifiesta no s610 una situsci6n
(1) Colecci6n Nnvnrrete, tqmo 2.O, pirginn W.
(2) Ern este Fnctor de In Cnqn de Sevilln uno de 10s bilenos nmigos deCol6n, y Brnlo tmmbiBn
8n hijo. E n Dicieiubre.de 150i Ilevnbn el hijo de Pinelo umr cnrtn, pnrn el hijo de Col6n Don
Diego, que estmbn en 1n Corte. .Yo creo, dice el Almirnnte, que cstn te llecnrci el hijo de Pinelo
Iuicele hien recibimiento, por qire lmz por mi todo Eo qtre prrede, con brrcn nmor !I voltcntmi n e e . ,
-Cnrtn de Col6n en dicbn fechn.
(S) Birrtoloin6 Fresco, 8 Alvar PQrezy Junn De+pioo*n(sic) 6 Andrea B Fernnndo de VnrgRs
QFrnncivcoMnnoelQFernBnNnrtiner.-Colecci6n Anvnrrete, torno 2.q piginn Si’l.-Desde 1505
ern Contino de la Cnsn Renl D. Diego con 811 n-ignnci6ii correspondienta 9 B SLI hermano Don
Fernnndo, que ern bien joven, se lo nsign6 tnmbih soeldo por el iiltimo vitrje en qne ncompnii&
4 sn Pndre.
MUERE CRIVrdBAL CQL6N 17

desahogada y sin miseria alguna, sino cierto boato de gran Sefior.


. Doce dias no m8s despues de la niuerte de Col6n, en 2 de Junio
de 1606, dirige D. Fernando a1 Gobernador de la Espafiola una Cedula,
motivada sin duda por este reciente suceso, en la que trata de garanti-
zibr 10s interesea de la familia de Col6n y singularmente 10s de su hijo
legitim0 D. Diego, el mismo que, menesteroso de todo, llegara con su
padre un dia para hospedarse en el Monasterio de la Ritbida (1).
Ante este documento, que tan solicit0 interes manifiesta por la
familia de Cob, aduoen algunos escfitores que por 61 concedia Fer-
nando de Arag6n al futuro de la sobrina del Duque de Alba lo que
habia negado it su padre el Alinirante. Los que esto dicen, no han
entendido 6 no han querido entender la CBdula dirigida Ovando, en la
que nadase determina ni se juzga acerca de las reclamaciones de Col6n.
E n dicho documento, lo que previsoramente se ordena Ovando, qua
sin 6rdenes para ello podria alegar que las necesitaba, es que entregase
it D. Diego, 6 it la-persona por 81 desjgnada, todo cuanto a1 Almirante
su padre correspondiese, sin definir su ciiantia. Es igualmente tan gra-
tuita, como mezquina la afirmaci6n de que fuese el m6vil de esta ce-
dula el casamiento referido, que no sabemos estuviese ya estipulado (2).
La fecha de este documento y lo que en e1 se ordenaba expresan bien
clarameute que la reciente inuerte de Cristdbal Col6n (doce dias antes),
y n6 otra era la causa que lo motivaba.
En esta Cedula, participa el Rey A Ovando la lnuerte del Almi-
rante y le ordena que envie ti su hijo D. Diego Col6n (a1 que califica en
la Cednla de sucesor de D. Crist6bal en el Almirantazgo) todo el or0
y las cosas que it su padre pertenecieran.
3’pnt-onbe, bico mrie abolnntc el bncitmettta, tfa m a 0 m a n h
qite acitbabee q fngnbee acitbfr a1 bicljn pnn gieoa Qnlnn, 31-
mit-ante be bfcljos Mnbtae, b rt qnien eit r o b s ljnbierc, e m
$bo: 01 ntn d ott-ne cache petttenocf~nt~e a1 bfck~aaltitira%tte
eit pabt-o faetn nqiti b cmt In bc nqiti nbdnittc le pcrtrttecieer,
para qito dl qitcba facet- bjbiepniter bo tnbn rllo In qltc qitieirro,
6.pnr Men titoieec, d nuit fn0nbce eitbc dl.--$eclpt en In villo
b o pillafrnnctt ri bae bin* be @titio be 1306.-3]dj 91 stcq.”
Tal fu8 el fdtimo 8 iiuportnnto acto de Fernando de Arag6n res-
pecto de la familia del Dewobiidor, poco antes de abandonar la gober-

( I ) N~vnrreta tomo2.0 piginn !Xl.--F,stn CBduln file presentadn y anus6 efecto en loe nnti-
goos pleitos de In cnsa de Verngiin.
(2) En el testamento de ColSn, liecho cntorce dins :mtert, no $0 hace referencin algiinn 4
850s platies 6 proyectos inntrimoninla-.
5
1s YUERE CRIST6BAL C O L ~ N

naci6n de Castilla. No parece sin embargo, que estas 6rdenes fueseri


amtadas, ni atendidos 10s buenos deseos de Don Fernando por SLI yerno
el de Borgoiia, porque consta que bien pronto escribi6 D. Diego & Fer-
nando el Catblico. que se encontraba en Napoles, quejhdose de ello y
habltmdole de prtsar A Italia en busca sin duda de su proteccion. 8si se
deduce de la contestaci6n dada por D. Fernando, que original se con-‘
serva en el archivo de 10s Duques de Veragua y que dice: (1)
%31 veq.-gon giego &oWn alntiraitte be la0 Rnbiae: pi
ttiteetra carfa, ij Ijliitte pceabo brlo qitc beci0, qite a l l ~no i 01 tja
fectp ttien con tto0. viteetra ttentba acli lii i t e 0 m ~ i rlro0 , tcngrt
ntitcljo en ~crnicia,i j ito e 8 nteite~ter,pitee ini i b a allti s e d
pronto, placicnbo lipi00 pucetro g3elior. Qc 3kipole.e rt 2G be
gmirmlrre b e iao8-!&5, el gzeij.”
No podia aim saber en NApoles Fernando V la enferinedad del de
Borgofia y se referia EL su pr6ximo regreso a1 Reino de Aragon por 81
regido y adonde podria inas Wcilknente ir desde Castilla el liijo de Col6n
despu8s del acto, bien significativo, de acudir B 81 DonDiego en busca de
protecci6n y dejusticia. En cuanto a1 poco acatainiento de las 6rdenes
dadas por Fernando V en favor de la familia de Colon, no debe extraliar
ni causar tanipoco sorpresa alguna, porque seg6n consigna el historia-
dor Lafuente, uno de 10s actos del de Borgofia en su carta gobernacion
fu6 dar orden ri uno de 10s tesoreros para nrrendar parte de las rentas
pertenecientes a1 de Arag6n. Pero, habiendo llegado noticia de estos
prop6sitos hastn el insigne castellano Jim6nez de Cisneros: eel digno
Prelado, dice el citatlo historiador, se apoderb de In orden, In hizopednros
y presentdndose a1 nionarca, le expxso en t8rminos severos, la injilsticia que
conietia y el deswedito en pce, coit tales niedidfrs, ibrc ci caer en el pweblo. Fe-
lipe, a p y a LnfiLente, cedi6 nl ascendiente del Prelndow (2).
La dislocada gobernaci6n del de Borgolia eiplica bien que, como
en SLI carta a1 hijo de qoldn innnifestaba D. Fernando, pensase el 310-
narca de Arag6n en disponer su pronto regreso B la Peninsula. >Inert0
enaquellos dias Felipe deBorgoiia, r e t r a d su regreso el de Aragon, que
no lleg6 ACastilla liasta 1607, y hecho cargo de nuevo de la gobernaci6q
es uno de sus piiineros actos la separaci6n de Ovando, y en el aiio siguien-
te de 1608 hace que se inicie una Information para deslindar 10s
derechos de D. Diego de 10s de la Corona Real 6 sea el Estado. Pero
como la marcha y tramitaci6n de este proceso, con su necesaria infor-

(1) Colecci6n Nnvarwta, toino 2.9 pbginn 355. Original en el Archivo del Duque de
Verngun. .
( 2 ) Lnfuente, Historin genevnl de Espniin, torno lo.’, pbgins 299.
MUERE C R I S ~ B A LCOLON 19

macion, habria de ser larga y dificil y no de un resultado inmediato,


dispuso Fernando V que, sin esperar b su tdrminacion, se embarcaia
desde luego Don Diego para la Espaiiola y se hiciese de nuevo cargo de
su gobierno, en sustitucion de Ovando.
La Ckdula, que est&dada en Arevalo A 9 de Agosto de 1606, entre
otras cosas, dice secamente: (1)
',@ pur reta uti &arta,ntanbu ct QunQreq 33icula0 b~Otmn-
bUj dUlltC~bnbUr1 t t a l J U r bo &Ic&ithXrnllti BUbCrltabUr b e h e
bictlae &91tbiae, qltr, tan lttrgu CUlltU f1tcrc rcq1teribu, sin me
titrts t-cqitcrir ni cmteitltnr, bd tf entrenite a1 biclju alinirante
(g.giegu) Ins imras b e nlcnlbtas f algitacila~gueb e tubas In0
birbas 3ela0, gqnbtas, d &terra Pirtnc, &.
~ March6 piles D. Diego B la Espaiiola y segun refiere las Casas (2):
*Mas os confinria yo, le dijo D. Fernuido, coni0 previsor honibre de
Estdo, si no fwera por vicestros stmesores.*
Trattbase, en efecto, de derechos liereditarios y esta circunstancia
obligaba a ser muy cauto ti todo gobeinante espaiiol, como lo hubieran
sido en igual cas0 10s de cnalquier otro pais. .Si 10s incultos territorios
recienteiuente descubiertos habrian de ser enriquecidos por la inteli-
gencia y el trabajo de 10s espaiioles, que perecerian It millares (3), 25t
yuien sino it Espaiia coiyespondia coger el froto de tantos sacrificios?
Lo dicho explica tambien y da razon de las diferentes transacciones
hechas con 10s descendientes y sucesores de Cristobal Colon, per0 si
esto es cierto, no lo es menos que, merced a 10s procedimientos y L 10s
actos entonces iniciados, fueron 10s descendientes y sucesores de Cris-
t6bal ColOn Grandes de Espaiia, Duques de Veragua y disfrutaron,
durante siglos, de una posicion de Principes.

(1) Colecci6n Navnrrete tomo 2.O pbginn 359. De testimonio legnlizado en Sevilla. Dads en
23 de Enerode 1509,existente en el Archivo del Duqoe de Verngon.
(2) Vida y escritos de Fr. BartolomA de l s s Caws por Don Antonio Y .' Fabi6.-Madrid
1879, tom0 1.O p6gina 21.
(3) Pa en el primer vi.+ fiieron sacrificados 10s treintn dascubridorea qne,en el fiierte Nrrti-
vidnd, dejaron albergndos 10s expedicionsrioa a1 tiempo de su regreso. La versi6n lijeramente
admitida por Oviedo, awroa de 10smotisos que determinaron su moerte, as gratuita, y lejos de
enoontrnrse demostrnda es evidentemente calumniosa.
20 JIJAN DE: L A COSA
- __ __ -
..

LAS EXPEDICIONEH A DESCUBRIR


JUAN DE LA COSA
I
LAS CAPITULACIOKES

1504-1506

A parece Juan de la Cosa en 10s Libros de la Casa, en el aiio misino


de 8u creation, antesqiie ningun otro navegante de importancia,
y debe por tanto ser considerado como su primer piloto geografo, el
que fu6 tambi6n autor en 1600 de la primera Carta geogr&fica relati-
va ti las costas'del nuevo Continente.
Ya en Marzo de 1603, se ordena por una Real CBdula, fueran pa-
gados & Cow ciertos mararedises por su haber de pilotaje y mareaje en
union de Gonzalo de Lorca ya difunto (l),y en el siguiente ines de
Abril es nombrado por la Heina Isabel Alguacil mayor del Golfo de
--
(1) Arahivo de la Casa en el de Indias-l:i'J-l--l-E~~ 3 de Marzo 16B.
JTJAN DE LA COSA 21

Uraba, por 61 descubierto, en uni6n de Rodrigo de Bastidas, y cuyo


cargo ejerceria como lugarteniente de la persona designada para ejercer
el de Gobernador mayor. En la C6dula en que se nombra iL Juan de la
Cosa indica la Reina algnnos de 10s servicios prestados por este nave-
gaiite J- dice: (1)
.....’!)rar baccr bien d tnerceb ci aae, &tan be la daea, oecttta
bel piterta be $anta maria, ncatattba algitnae eerttictae qite
me ~jatteiefeeba,eepecia~mentepakqite par ntt manbaba ti
ttiieetra caetn,fd trahafo, d ntitclja peltgwa, d rie0ga be mteetra
p e r ~ o n aaqitbaete
, li beecitbtir en la0 parte0 be la0 3abias el
QIlalfabe Vraba, tenga par bten, 6 e0 mi m c e b etc.”
En el mismo aiio, es designado este navegante para una delicada
comisi6n geografica. TratiLbase de expediciones enviadas desde Portu-
g a l a1 Nuevo Continente por aquel Monarca, yerno de 10s Reyes CaMli-
cos, y desearon estos conocer discretamente, si habia 6 n6 raz6n para
hacer las correspondientes reclamaciones, y fu6 por esto J u a n de la Cosa
8. Portugal, como se consigna en el asiento correspondiente hecho en
e1 libro de Tesoreria de la Casa, que dice: (2)
.....,,a @tan bela Caea,en 22 be agoeta be 1503,\bietbucabas
>e ora para eahcr eecretamente b e l ttiafs qite la0 partugueees
~Ctwmt 6: la0 Qnbiae can ntatra natttas be banbe tritferan be
mtelta inbiae por eeclnoaa d hraeil, 6 ttaloiEzrmt atra net u
lpcm atta ttiaje u la ntt0ma fierra,”
cuyos dos viajes acaso puedan preferirse A 10s dos en que tom6 parte
AmBrico Vespucio. March6 Cosa ti Portugal, y parece que fu6 alli d e b -
nido y preso, pero muy luego pueato en fibertad, y desde Sevilla pas6 a
la Corte A dar cuenta a la Reina., como consta tambien por el asiento
correspondiente hecho en el mismo libro y que dice (3):
6& b f c l j @tan
~ be la daea en 23 be $e@tembre be bicba
a a ,acba bitcn?ae be ora para tr u !La QarterL Itnfarmar 6 la
s e t t t n niteetra ~ e f i a r nbe la qite sitpa en partitgal, ccrca bel
otafe siteabicl~a.”
Hizo entouces y llev6 Cosa a la Reina dos cartas de marear, acerca
del desempeiio de su comisicin, como consta por el asiento relativo a1
pago hecho de:
~~...,.boecartae be marear qits bt6 6 la mtna nueetra e-
A m a 6 para eit enttefacctht be 100 camtna0:qrte wta rt vow
(i) Archivo de In C s a en el de Indim 13P-l-P.-Dada en M o d i de Henares d 3 de Abril
de 1603.
(2) Id. de la Casa en el de IndiasYR--R--l/8. Aiio de 1609.
(9) Id. id. id.
6
22 JUAii DE L A COS8

tttgal d Ct la @Torte, s o b r e el auieo b e l braeil d inbioe qite 100


p u r t i t g i t e e e e lptbtatt traibu.”
Estos asientos, hechos en Septiembre de 1603y las Capitulaciones
siguientes hechas con Cosa, manifiestan que no hizo este, como se ha
creido, ninguna navegaci6n a1 Nuevo Mundo en 1503. Ultimadas sin
embargo Ins negociaciones antes entablndas firmaronse, en Febrero de
1504, las Capitulaciones con este navegante (1) para una espedici6n B
la costa de Cartagena, y en ellas se le autorizaba para que pudiera ir:
“.....con bo0 6 t r e e nutrias, 6 10s qite i n k s qitiaierebee Ile-
Dar, Ct o i t e s t r a crreta 5 ntincibn, ti la0 t i e r r a s t telae be la0
perla0 ia1 golfu be gtraba d Ct ntrae ritaleeqitiern gelae i Gie-
r r n f i r m e bel mar @cdano, qite eetCtn b c e c i t b i c r t a s 6 p o r bee-
citttrir, con tal qite nu scan la0 qite b c s c i t b r i 6 Qort drietobal
d o l u i t , a l m i r a n t e bel b i c l p mar @cciano, ni la0 ielas tierra
firme qite p e r t e n e f c a n a1 s c r e n i e i m u geq be Portugal nites-
tromitij c a r o t mitq amaba bifo, entenbieee a q i t c l l a s qite 00-
t i t v i e r e n b e n t r o be lo* l i i n i t e e qite, e n t r e Vos ij GI eetkn 0e-
Qalabae &.”
Esta prevenci6n hecha B Juan de la Cosa, que acababa de entender
precisamente en un asunto aualogo, la veremos constantemente repro-
ducida en toda Capitulaci6n relativa B regionen que pudieran aproxi-
marse B la demarcacih de Portugal, y de conformidad con 10s docu-
mentos e s t h 10s hechos, segiin 10s cuales, fueron 10s gobernantes
espaftoles honrados y celosos guardadores del tratado de Tordesillas
celebrado con Portugal en 1494. EiicargBbase tambikn it Cosa, en es-
tas Capitulaciones, que pagase religiosainente cuanto en las tierras ex-
ploradas tomase, se le autorizaba para rescatar 6 sea para carnbiar
mercaderias por or0 6 plata y debia adem& reconocer las riquezas na-
turales de aquellos territorios, asi animales y vejetales, como metA1i-
cas, y con este fin se le decia en las Capitulaciones que procurase
obtener:
“..... oro d plnta, d grangerins, d *fro0 metales, d alj6far P
perlae d p i e b r a s p r e c i u s a e , 5 ~ n u n s t r u u e ,d p e ~ c a b u e ,d anee,
d ei+pecieriae d brogueria i*frae c o s a s be r n a l q i t i e r ginern d
c u a l i b a b qite s e a n etc.”
Correspondian Ins anteriores lineas B las escasas indicaciones y
noticias, que acerca de las nuevas tierras continentales habia sido posi-

(1) Archivo de In Cmn en el de Indim 139-1-4-En 14 de Febrero de 1604. EstnCBduln


estn titulnde en el Libro, Asiento y Cnpitulnci6n que se torn6 oon Juan de In COSS pnrn i r A
desoubrir.
JUAN DE LA COSA 23

ble obtener hasta entonces, ya de la expedici6n del mismo Cosa con


Bastidas, que en el aiio 1501-1602 habia podido traer ademas de algkn
oro, perlas menndas 6 sean aljBfar, ya con las noticias que acerca del
misrno Continente se habian podido obtener en la expedici6n hecha
por Vicente Yaiiiiez en su viaje de 1499-1600, refirikndose a1 cual dice
Angleria (1):
e Encontraban ci cnda paso arboles inicy grandes que prodzccen natztral-

mente la caEa canela. Cicentan que est6 no es superior ci la qzce, 10s calentic-
rientos piden ci 10s farrnace‘icticos:pero no estaba awn madicra ciiando iban
de viage.,
Se A U U ~ , dice tambien, un animal nionstricoso (algkn marstcpial)‘con
eara de zorra, cola de mono, orejns de naztreielago, manos conio de laonibre,
pies de niona, que a donde qzciera que va, lleva siis laijos en ~ c nvientre ex-
terior a modo de holsa g r a d e . >
De este animal trajeron vivo (2) un ejemplar y tenia uno disecado
el diligente y estudioso Angleria, que temeroso quizas de no ser creido
causa de su pintoresca descripci6n.
t Aquel animal aicnqire nmerto, aqrega ai Cardenal de A r g 6 n ci qztien

dedica el libro, le viste conniigo, tic mismo le diste viceltas y adn@ste aqzce-
Ila bolsa..
A falta de 10s productos del arte, que no se encontraban aim, lla-
maban poderosamente la atenci6n las producciones de la naturaleza y
existia un verdadero deseo de conocer cuanto encerraban aquellas tie-
rras que engrandeciendose sin cesar ante las naves, dernostrarian la po-
sitim existencia de un nuevo Continente y deciase por esto a Cosa en
las ya citadas Capitulaciones.
,,itelit, q i t c b r e p i t P e bc llcgnbo ti la0 birlpe felne bcscitbicr-
t n s 6 ~I.Wh c e c i t b c i r , d enbiha 10 q i t c lpq cit cllne, litcglt *toe rit-
wicqe ititn s c l n c i r i i t para qitc ncnmae la qitc 6 n i t c e t r o e ~ r i t i -
c i a citinplc.”
Esta Relaci6n no se ha conservado, como tainpoco ninguna otra
de las relativas a las expediciones a descnbrir, que organizadas en la
Casa, 6 dirigidas por sus Pilotos gebgrafos, precedieron la famosa de
1519 emprendida por Magallanes y terminada por Elcano. Y su falta
obliga limitarse, en cuanto 10s documentos, a1 examen de 10s que
subsisten relativos a la organization de las respectivas armadas, 6 a1

(1) DQcadnsde hnglerb, tomo primero, ptiginn 329 y siguientes.


(2) Trnjeron tambibn una hembrs viva, segiin oonsignn el Sr. Knvnrrete, con sus crias, que I

murieron pronto.
24 JUAN DE LA COSA

de 10s que resultaron de su regreso en 10s libros de Contabilidad de la


Casa, 10s cuales tan 9610 de un modo indirecto, suelen suministrar
algunos antecedentes.

n
EL VIAJE

I 504-1 506

E mprendi6 su viaje Cosa en uni6n de su socio Juan de Ledesma,


llevando cuatro navios y fu6 con ellos tambi6n el navegante An-
dr6s de Jlorales, tan celebrado por Angleria y que fu6 tambien m h ade-
lante Piloto ge6grafo de la Casa de Contratacidn. Segitn-el cronista
Oviedo, que parece haber dispuesto a l p n a Relaci6n contemporzinea, se
dirigieron primer0 B laa islas Canarias, navegaron luego con rumbo a1
m a r de 1as.Antillas y desde 1as primeras islaa fueron en demanda del
nuevo Continente y de la Re&n de Cumanti que reconocieron despu6s
de haber tocado en la isla Nargarita prbxima a1 Continente j7 descubier-
ta ya por CrisMbal Col6n.
Costeando hacia el Oeste llegaron a1 Puerto de Cartagena, en el
quese encontraba ya con sus naves el Crist6bal Guerra que, provisto de
una Capitulaci6n ankloga ti la de Cosa habia salido poco antes para es-
te litoral. Este encuentro de la Cosa con Crist6bal Guerra y sus naves
en Cartagena, habla en favor de 10s esfuerzos realizados poi 10s de la Ca-
sa pam conseguir una cierta avenencia entre ambos navegantes como
les habia recomendado Isabella Cat6lica en su Carta de Julio de 1603 (1)
en que les dice:
"&pti lja fablnb~*itit @t-ietObdC!itert-n,qnc ljnibo utra aot
rt la cs+.stnbe lite +terlas,bicicnbo qitc qitieren it- rt nrinnr tf
jitittarec con BI bicljo gttnit be In G * e n pnrn ir nl bicljo t*tafrf
bice qite pobran ainblts inittar b i q L+ bocc naoiote q ititel (yito
61) con b e site itaoioe irli br cantiits+ +*or In coetit b e h e per-
lae t-cecntrtltb~ln,g bCe+tltCe, all6 4c f1tntnrct colt )1tn*t be la
aoelt, s..,'

(1) .4rchivo de QimnncRs, !egn,jode In Cirinarn n . O 4'2. De AlcnlA 6 6 de Julio, de 150.3.


JUAN DE LA COSA 26

. HiciBonse, mmo hemos dicho, las Capitulacioues con este have-


gante, y it cierto acuerdo entre ambos, parem que pueda atribuirse este
encuentro en Cartagena de ambas expediciones que tanto podrfan nece-
sitar de un mutuo auxilio. Como no era f h i l que trabajasen uno8 y
otrbs sin que se suscitasen peligrosas rivalidades, quedo en Cartage-
na Guerra y continu6 Juan de la Cosa su navegaci6n a1Oeste it lo lar-
go de aquella costa llegando asi haata el golf0 de Darien, en cuyo rfo
Grande hm Cosa una excursi6n y obtuvo en 10s rescates algunas inte-
resantes pie= de or0 labrado.
Hallhbase aim Juan de la Cow en Darien cuando lleg6 en busca suya
desde Cartagena u n batel con varios tripulantes de la Capitana de Gue-
rra que se habia abierto, seg6n decian, por haber tocado en una laja
ahogitndose muchos de sus tripulantes. Enviaron 10s de Guerra en busca
de Juan de la Cosa otra nao it la que peibnecia el batel que trajo el
aviso, pero dicho buque hacia tanta agua que, no pudiendo mantenerle &
flote, embistieron con 61 en tierra donde qued6 encallado y desdo el
que s u capitan, que parece se llamaba Monroy y era nacido en Triana,
enviaba oste batel que tuvo la suerte de encontrar B Cosa y de pedirle
auxilio. Acudi6 B ditrselo el navegante rnontaii6s pero, s e g h refiere
Oviedo, era tal el estado de sns propias naves que le fue tambi6n pre-
cis0 encallarlas, y tuvieron que guarecerse en tierra bajo toldos m&s de
doscientos expedicionarios de 10s cuales, seg6n el mismo escritor, voE-
meron 10s menos ci Castilla.
De un modo anitlogo se ven desaparecer destruidas casi it un tiem-
PO las naves de Nicuesa y las de Hojeda y salvarse 6 pedir socorro 10s que
sobrevivian por medio de buques construidos en aquellas playas con 10s
herrajes de las perdidas naos. Debiase esta destrucci6n B pequefios
organismos, devconocidos antes para 10s espaiioles que 10s llamaron
bromo, 10s que it favor de la elevada temperatura se multiplicaban a1
infinito y destruian con increfble rapidez la madera de las naves.
Hicieronse por esto diversos ensayos en la Casa y empez6 entonces &
emplearse el proteg6r 10s buques con Ihrninas mekilicas, que fueron en
un principio de plomo (l),y algo mits tarde de cobre.
Acampados cerca del mar 10s expediciona~osy sin 10s alimentos
de Europa, fueron bien pronto atacados de fiebres y otras enfermedades
mendoles a c i l el acceso de 10s bosques por el us0 que aquellos natura-
les hacian de las flechas envenenadas, h cuyas heridas no se conwib en

(1) Larr primeras naves que BB emploinuon en la Casa fueron dos de la expedici6n de Pedro
krhs en 1614, COBO 4 w tiemp vemmoa
7
26 JUAN DE LA COSA

un principio curaci6n alguna, y que eran por esto casi siempre mortales.
En tal situaci6n. hubieran perecido todos it no haber determinado Cosa
la construcci6n de dos bergantines, en 10s que pudieron hacerse de
nuevo it la mar.
E n tan flamantes naves, y despuds de penosa travesia, llegardn A
la isla de Jamaica reducidos s610 a cincuenta 10s que sobrevivian, y per-
dido uno de 10s bergantines, envi6 Cosa el otro con 10s mas enfermos it
la isla Espaiiola para pedir que 10s socorrieran. Pero en tanto que .
3

estos socorros llegaban, faltaban a6n graves riesgos que arrastrar it 10s
que con Cosa quedaron, pues vikndolos 10s indios en tal estado, trama-
ron atacarlos y apoderarse tambibn de sus armas. El gran n6mero de
naturales que acudia revel6 z i 10s de Cosa sus intentos, por lo que
determinaron, como en otro tiempo hiciera Coldn en Veragua, apresar
cuatro de 10s m b importantes caciques para tenerlos como rehenes y
garantia de sus vidas en tanto que desde la Espaiiola llegaba el espe-
rado socorro.
Hici6ronlo asi y pudioron por esto regresar vivos B la Espaiiola
10s que sobrevirfan it tsntas penalidades, que no eran muchos. E n e1
asiento del Libro de Tesoreria (1) relatiro it la fundicion del or0 que
trajeron se encuentran consignados algunos escasos pero precisos datos
de este viaje y se hace mencidn de:
"oartaepte~ae tf bo0 bacbne be oro ifitn atabal tf alfHar
que sitart bo 1aLo.e~ capttan tf &roe attrnaboree compnCiera0
suqoe tritxeron bel otafe qite fit6 ti la coeta tf @alp be PCraba
cmt citatro naDfo0."
Este interesante asiento se encuentra extendido en el Libro del
Doctor (2) del dia dos y otro del once Mayo de 1606, en cuya fecha se
conoce estahan ya de regreso Juan de la Cosa y 10s que con 81 volvieron
8. Sevilla. No fueron, sin embargo, fundidas todas las piezas de oro, pues
vemos que en el mes de Septiembre pag6 el Doctor (3):
"el porte be una carta en la cpte el setf niteeti-o seiiotr
ptbe enttten el atabal, la carrititla i j la bacba qite guan be la
&os0 ha trafbo bel ofafe q u e fui rt beecitbrtr a1 golfo be urn-
bU qlW0 PSt h 0 8ltbSaBr"

(1) Archivo de la Cnsa en el de Indiss 99-2-1/,. Aiio de 1506.


('2) Con este titulo se designaba en la Casa a1 SeEor Natienxo y asi lo manifiesta el antiguo
Libro original de CBdulas de la Casa (41-6-1/84), en el que el documento se lee continuamen-
ta anotado al margen de cada CBdula la persona que ller6 original. Esta persona era gene-
ralmenta el interesado en la misma, pero la mayoria de estns, que no tenia cadcter personal
conservaba el Jefe de 1~ Casa y la nota del margen dica generalmente: sLlev6 el original el
Doctor.. Con eate titulo lo designaremos tambih aquf.
(8) Del mismo Libro de Tesoreria En tres de Septiembn de 1506.
JUAN DE LA COSA 27
__

Y cuyas piezas se habian conservado sin duda, por su mayor meri-


to y trabajo. Estas hachitas de or0 eran como dijes 6 juguetes y venian
8, tener algo mits de un marc0 de peso. Ademas, y seg’in en el mismo
Libro consta, entregaron Cosa y sus socios en la Casa unos 491,000
maravedises como quinta parte que pertenecia B la Corona en el pro-
ducto de 10s cambios y rescates obtenidos a tanta costa y trabajo.
De mayor importancia eran sin duda las exploraciones realizadas
puesto que, desde el Golfo de Darien y B continuacih del litoral que

L . , .. . . . .-

minnciosamente habia sido reconocido por Crist6bal Cob, en la Am&


rica central, habia sido costeado tambien con detenimiento si1 conti-
nuacibn desde el golf0 de Darien hasta la isla Nargarita prdxima a
las bocas del Orinoco. Las noticias llevadas A Sevilla por Juan de la
Cosa, en la primavera de 1606, podian afectar it la expedicibn pro-
yectada para la Especieria, el aiio anterior de 1606, expedici6n desti-
nada A intentar un paso para Occidente B traves de las tierras con-
tinentales y probablemente a1 Sur 6 a1 Norte de 10s detenidos recono-
cimientos practicados por Crist6bal Cob, en la AmQrica central. Las
exploracioues y navegaciones repetidas de C o r n desde el extremo Sur
de 10s reconocimientos de c o b , hasta la deaembocadura del Orinoco,
28 JUAN DE LA CQbA

demostraban que la existencia del deseado paso era ya improbable


antes de la latitud del Cabo Frio, pr6ximo a1 trbpico del Sur.A m 8,
estas noticias pueda en parte atribuirse el aplazamiento de la ex-
pedici6n de AmCtrico y como veremos despuds, cuando 8, continua-
ci6nde las Juntas de Burgos, se reanudan en 1608 l~ exploraciones
maritimas de 10s navegantes de la Caaa se encomienda A YAfiez Pinzon
y 8, Solia la b6squeda del paso 6 canal navegable, n6 A la parte del Sur
donde a la saz6n p a r k i a estar m&s lejano. sino como 10s tbrminos mis-
mos de aquellas Capitulsciones dicen:
C‘li la parte b e l !&tortefacta Qbcctbonte”
Como a su tiempo veremos, y tuvo entonces lugar la expedici6n
d e 10s referidos navegantes dirigida a1 Norte hasta llegar 8, la latitud
del trbpico de Chncer.
VICENTE YAmEZ ~ 1 ~ Y2AMEKICO
6 ~ VESPUCIO

I
JUNTASENTORO

I505

E n el aiio de 1606, y en tanto que Juan de la Cosa realizaba el


viaje que le habia sido encomendado, marcharon B la Corte, que
se encontraba en Toro, otros dos navegantes de importancia y que serian
despubs Pilotos de la Casa, Vicente YAiiez Pinz6n y Americo Vespn-
cio, con 10s cuales conciertan muy luego Fernando V y Fonseca una
nueva expedicibn A descubrir. Asi lo mani6esta la CBdula, que en 13 de
Marzo envia el Rey L 10s de la Casa, en la que lee dice (1):
”@Elgeq.-Qoctor ~ & e n ~ t graitctsco
a ptnalu, 86 d acur-
baba enntar It beecitbrtr p u r 01Qkcectnuciertas p a r t e s qite a0
itran ~ m 6 r t c og ptcente gafiez, 6 .Wte ellus entfettban en
ello, etc.”
De 10s tBrminos de esta Carta se deduce que, tanto Americo como
Pinzh, pasarian L Sevilla, desde la Corte donde debian encontrarse, y
que dirian A 10s de la Casa (os dirAn) el h y objeto de la navegaci6n
acordada. Escribia est0 el Monarca en 13 de Marzo y vemos en efecto
que, por Cedula de 28 de Febrero (2), ordena D. Fernando entregue en

(1) Archivo de la C- en el de Indias, 139-1-4. Dada en Tom en la fecha citada.


(2) Archivo de Simanoea-Libra General de CBdalss. n6m. 10.-Orden a1 Tworam M o m
Iss pague 10.009maravedices B Vioente YBi~eePinzh, vecino de Palos. Dada en Tom en la
fecha citsda.
8
30 YARE.?. PINZ6N Y AMBRICO VESPUCIO

Tor0 el Tesorero Morales, cierta cantidad L Pinzbn, sin duda para 10s
gastos de su viaje.
Del viaje de Ain6rico tenemos algiinas mLs noticias: por este tiem-
PO habia regresad0 el florentino L Sevilla desde Portugal, despuh d e
haber conducido sucesivamente dos expediciones a1 Nuevo Continente
y reconocido la costa del B r a d , descubierta antes por Pinzcin, y de ha-
ber esplorado alli L continuaci6n de los reconocimientos de Vicente Y S -
iiez (l),desde el cab0 de San Agustin en 10s ocho grados de latitud Sur
hasta llegar a1 Cab0 Frio en 10s 23 y pic0 grados de la misma latitud.
Consta en efecto que en Febrero de 1606 pas6 Vespucio L la Corte des-
de Sevilla, llevando una carta de recomendaci6n del Almirante para su
hijo D. Diego, Contino de la Casa Real y que, por consideration B su
Padre, era atendido en la Corte. E n estacarta, que precisa el riaje d e
AmBrico, dice Colon ib sii hijo con fecha del cinco de Febrero (1506): (2).
"&rtdrico peepltcio, yodnbor be eetcr carta, na allri Ila-
mabo eobrc eoea0 be rtnttc~aci6n"
Pas6 pues AmBrico B la Corte, que coin0 hemos dicho se encontra-
ba en Toro, donde para tratar de la sucesi6n L la Corona se habian
reunido las Cortes de Castilla, y fue atendido por Fernando V, que
olvidando, 6 me<jordicho, pareciendo olvidar el mal servicio prestado
por Vespucio durante su estancia en Portugal, trat6 de retenerle para
eritar quiz& que una vez fuera de Espaiia, conduijese a1 Nuevo Mundo
espediciones de otros paises. Acaso la misma previsora. politica acon-
sej6 inSs t u d e L Fernando V llamar B Castilla S SebastiLn Caboto, que
en uni6n de si1 padre el veneciano Juan, habia conducido S Terranova
una expedici6n inglesa en 10s finales aiios del siglo XV.
Del propio modo que L Pinz6n, aunqne por CBdula un poco poste-
rior, orden6se a1 Tesorero Morales que pagase a1 florentino cieita suma
de mararedises (dote mil) sin diida tambidn para 10s gastos del viaje (3).
Con fecha del 14 de Marzo (1606) 6 sea a1 dia siguiente de la Car&
enviacla a1 Doctor y L Pinelo acerca de la futura expedicidn de 10s
dos navegantes citados, es nombrado Pinz6n Corregidor de la isla de
San Juan (Puerto Rico) en la c u d debia labrar una fortaleza (4)-
Respecto de Americo, acmo hicieron 10s de la Cam alguna obser-

(1) En su viaje de 149%1500.-En cuyo Viaje, y en nni6n de vnrios de sos dendos, habia re-
conocido Pinz6n IRS costasde la Ambrim del Sur desde el caho de San Sgustia en 10s ocho de
la Sur, h a s h el Orinoco, descubriendo entonces el rio que se Ham6 despuk de 1ns A m a z o n a
(2) Carts de Col6n B su hijo en 6 de Febrero de 1509,publicads con Ins demkdel Almirante
(3) Archivo de Simancns, Libro antas citsdo.Dada en TOK)B 11 de Abril de lM)G.-Colec-
ci6n Navarrete, tomo 3.O) peginn 264. . .
(4) Archivo de la Casa en el de Indins, 159-1-4. Dada en Tor0 en dicha feoha.
PARE2 PINZ6N Y ANERICO VESPUCIO 31

vacibn, pues por CQdulade 24 de Abril(1) se le concede Carta de natu-


ializacion en Castilla con objeto seghn el documento que:
33paba€e ljab~tri t p g a i e qitnlqitier * € d o ptbltco, gba-
lee i Q o n c s ~ tque
~ e 00 fiteron encomenbabae ofc”
Algo despubs, por CBdula del mes de Agosto (2), ordena el Monar- ~

ca Blos de la Casa que paguen, tanto B AmBrico como Pinzbn, cier-


ta,cantidad de maravedises a1 aiio:
”en tanta qite %eocupon enla b e la arrnaba”
palabras que indican que todavia en la referida fecha SB pensaba toma-
sen parte en la expedici6n ambos navegantes.
A partir de esta Bpoca puede decirse que pertenecieron ambos
la Casa de la que algo mBs adelante, en 1608, serian nombrados
Pilotos por CBdula Real. Nada se dice en cambio con respecto B
Solis, que parece se hallaba aun ausente de Andalucia, y que debia en-
contrarse a lasae6n prestando servicios en la Casa de la India de Portu-
gal, de que se quejaba mBs tarde B Vasconcellos por la falta de abono
de ciertas cantidades que en uno G otro concepto no se le pagaban en
dicha Casa.

I1
EXPRDICI6N PROYECTADA d LA ESPECIERiA

a primera comunicaci6n B 10s de la Casa acerca de la expedici6n ,

B descubrir, ilcordada en las Juntas de Toro, dice s610 con la ma-


yor vagoedad como heiuos visto:
,’tt beecitbrir p a r PI @ccdanoctertae partee”
que les dirian Ambrico y Vicente YBilez, quedando por tanto estos con
el encargo de explicar It 10s de la Casa de palabra, lo que a1 papel no
queria. confiarse y agrega la CBdula refiribndose L 10s dichos nave-
gantes:
”Ftcen q n o s e d meneeter para rlla citntra carabelae una
be ctncitrjtta tmtelce, d uttra be cieitto, i bo%br 8 e ~ r n t a15, bo0
barcas qite aatja~t m ~ t t b aen
s cllae &”
OcupBronse el Doctor y 10s de la Casa de examinar cuanto para la
expedici6n que Re proyectaba hacia falta proveer, y consultaron acerca
de ello con YLfiez Pinz6n y Vespucio, como se les ordenaba en la Carta

(1) Colec de doa. L Nev. tomo tercem p&g.d296.-Dda en Toro dioho dia:lsOS.
(2) Colea. de T o m Nendoza torno X X I pig. =.--En 11 de Agosto 1505.
32 YLREZ P I N Z ~ N Y ~ ~ : s r VEXPUCIO
co

antes citada en la que decia el Rey a1 Doctor y B Pinelo “platfmb10


mitcbo cott dloe” y consta por el asiento correspondiente hecho en el
Libro de Tesoreria de La Casa (1) que en 17 de Mayo de 1606 enviaron
L Pinz6n &laVilla de Palos, en la que b la saz6n se encontraba, una mrta
sobre lo que se habia de consultar con el mismo Pine6n y con AmBrico
.rt..c%m lo toeante rt la armaba qite %e~ J Kbo I haem potr
manbabn be g,
Con vista de las consultas hechas, redactaron 10s de la C a s la lista
memorial de lo que, parala expedici6n se necesitaba, pues en 1.’ de Ju-
nio de 1506, les dice D. Fernando que habia recibido dicho memorial y
ordena ademLs, que estuviera todo dispuesto para salir antes del invier-
no. En este memorial, que parece se modificaba el primitivo proyecto
d e 10s navegantes,pues consta que fueron 8610 tres 10s buques que para
esta expedici6n se prepararon, y aprobado por el Rey con fecha 1.’ de
Agosto, le propuvieron 10s de la Casa fuesen adquiridos en Vizciaya 10s
buques, que para esta expedici6n se necesitaban, B juzgar por la contes-
t a c h de Don Fernando el Cat6lico que en 11 de Agosto, les dice: (2)
”’Qq ttiteetra letra b e fecba bo 1.” be &\goeto beetc Itiio,
rttanto ti10 qitebecfe, qitc enpttcaqa ee ttt~neeterttna pcreona
q u e tenga cargo bo comprar lo0 nanioe d &rae coeae qite
0eztrtn necoearto prooeer allq para eeta negociaefon, pareece-
me qite e0 bten d @+eeortbo ti matrttn &mckJez be &zntitbfo
ttP~fttobo @ilbabjpara qite teltga cargo bo tab0 10 mte d l q frte-
re meneetor, roilto neretje par mi lotra, qite oe enoio, birfgibu
ic tobo lo mte allq fitere men~etctfc~mprard negmiar, d en-
ttiab, mi cads que EW p e w m a que lo ealtoti bien bucer.”
En cuyo final se manifiesta la confiauza y buen concepto que B
Don Fernando, merecia Zamudio. Los sucesos en tanto se precipitaban
en Castilla, y en vieta de ello, en Julio de 1606, renunciaba Fernando el
Catdlico 10s poderes que de las Cortes de Toro recibiera y se hacfa carw
de la gobernacih de Castilla su p r n o el de Borgofia.
En 23 de Agosto del mismo aiio envia este principe B nornbre d e
BU esposa D.” Juana una CBdula en la que dice L 10s de la Casa (3):
sabote c m o eetaba manbabo bacpr ttna arntaba
para beecttbrtr la Qepecterfn, d cetabnn manbaboe bacm on
@tzcaqa10%naofoe qite eran tneneeter para ello, d agora g d

(1) Anhivo de l a Cnse en el de Iadins49-2 Porta de la carts pagndo al pe6n que la Ile-
v6 4 Pn1os.-En 17 de Mayo de 160.5.
(2 Amhivo de In Casu en el de Indins 159--14.-Dnda en Se via ti 11 de A ostade 1605.
31 Archin, de Simanass.-CCdulas de Ctimam. Dada en Tude% de Duero 4
delb.--Navarnte ,s.o, pkgina 291
& de Agosto
Y m Z PINZ6N Y AIK&RICO VESPUCIO 33

be sabfbo 00tt acababo8 bo berm d 0un partfbo0 para PQLI


dbbab &.”
y agrega la CBdula del de Borgoiia:
”si tenqe rorabbo bo1 bitcorlp (ospoocir be ga1Lota)’quo
para ello PQ tnonest~r,k 0f o l b est& aparefabu, bab1oqe &
virente Vaiiet d ci &ndtttco, para tpte bfgan si sera tfompo
bo partir antes bo1 inoiorno, d me enttiab luogu 0it parecer, &.j’

Como se ve, 10sterminos de esta CBdula no dejan lugar ti duda de


que la expedicidn de que se trata es la misma que habia sido proyec-
tada en las Juntas de Toro y que eran tambien Americo y Pine6n 10s
encargados de organizarla 6 de llevarla ti cab0 por m&sque Fernando V,
atento siempre A evitar toda escisi6n entre 10s Peninsulares y conocedor
de las suspicacias y sospechas que el proyecto pudiera suscitar, dice tan
s610 en su CBdula:
“a bsscubrfr ct&as parto0’~(I),
Nos es precis0 seiialar muy claramente esta linea de conducta de
Fernando el Cat6lico, porque constituye su constante politica en laspos-
teriores expediciones a descubrir y da la explicacidn de muchos hechos,
tanto mLs inexplicables, cuanto que en esta como en las d e m k expedi-
ciones L Occidente, se trataba en primer termino de explorar la demar-
caci6n de Castilla, que s e e el tratado de Tordesillas, entre diclio Rei-
no y el de Portugal, comeneaba precisamente el Continente Colombino.
Pero ademLs, existe otro documento que aclarapor completo este asun-
to,y es la carta dirigida por 10s de la Gasa a1 Secretario Gricio en
Septiembre de 1606, en la que manifiestan, que habiendo preguntado
D. Felipe (el de Borgoiia sin duda en su referida Cedula), en que termi-
nos se hallaba el despacho de la Armada que: (2)
“el sirflat. s e q gun @mtanbttmanb-6 bacer para ir ci bee-
ntbrtr rl nacimfonto (banbe so crfaba) be la Qspoctoria,d no
babtenho be paztir bicba armaba antoe. be gebroro &.”
Como se ve, n o cabe duda acerca del fin y objeto de la expedicidn B
descubrir concertada en las Juntas de Toro.
Era este de 1606 el primer viaje que, desde Espaiia se proyectaba
expresamente para las islas del Ockno conocidas despuBs por el Maluco
y las cuales por proceder de ellas las m&s preciadaa especierias, fueron
tambiBn conocidas por este nombre. Faltaban aun m&s de seis aiios pa-
ra que, en 1612, una de las naves enviadas con tal objeto desde la India

(1) En la CBduls yn citsds de Felipe de Borgo5s se hacen indicaciones de dificultndes


dim 4 10s de 1n Cosn Queconvenia mrtiesen pronto
mrrgir.
nnves por la^ difimltadea qud 3%
(2) Colec. de doc. de Nnve., tom0 2.q pAg. 362.-En 16 de Septiembre.
9
34 YA- P I N Z ~ NY AW~RICO VESPUCIO

por Alonso de Alburquerque reconociese por fin dichas islas, cuyo


deacubrimiento queria intentame ya en 1606 desde Sevilla, suponiendo
como antes lo creyeron Col6n en Espaiia y Behaim en Portugal que el
Nuero Continente, cuya existencia no se habia sospechado, era 5610 un
conjunto de islas. En 1606, sin embargo las ideas habian cambiado, el
famoso mapa de J u a n de la Cosa (l),aunque se quisiera considerar tan
s610 como un croquis, representaba ya la casi continuidad de las coetas
Continentales y, correspondiendo B estas ideas, en el proyecto de 1606
pedianse dos buques pequeiios, que irfan B bordo de las naves mayores y
permitieran asi continuar la exploracih, en el caso de preaentarse en la
costa un paso 6 canal estrecho para llegar A mares mBs Occidentales.
No conocemos las Capitulaciones hechas por este viaje, las cuales
quiz&no fueran muy explicitas, pero en la ya citada Carta, en la que el
Monarca comuuica B Xatieuzo y B Pinelo lo acordado en Toro, se con-
signan algunos interesantes detalles acerca de la armada, para este
proyectado viaje, para el cual segim el parecer de YBiiez P b b n y de
AmBrico hacian falta:
%urftro sat-abelae g bo0 burcoe que ttaqan metfboe en
ellue:”
y con referencia L 10s mismos navegantes agrega la CBdula:
%€sen aeimiemo, que cerci meneetet- qt-prooeqboe pot-
bo0 aiioe, q la gcntc ragnbn pur siintra meeett.”
Con menos seriedad que P i n d n , pero npropiadamente la faci1
imaginaci6n del florentino, conocia este las circunstancias de la futura
navegaci6u B la Especieria, pues dice el mismo documento:
%egitnb atnet-icobice, la naoegaci&n e 0 bztena L bemucbo
prooecbo &.’+
Con respecto a1 derrotero proyectado para esta armada, parece
poco probable que tratase pasar B Occidente en las lejanas latitudes en
que lo intentarian mAs tarde, Solis on el hemisferio austral y Esteban G6-
mez en el boreal. Segim el estado de 10s conocimientos, que a la sazbn
se tenian de las nuevas Tierras, 9610 se habian reconocido de un modo mi-
nucioso las costaa Atlknticas de America Central en la parte navegada
por Col6n (2) en su bltimo viaje (1504). De aqui, que sea lo lnh 16gico
pensar, que la expedici6n concertada en Toro, tratase de pasar B Occi-
dente, por el Norte 6 por el Sur, de lo descubierto y explorado por Coldn
en la costa Continental.

1 Fechado en 1503 y ue oonsta, por An lerla ne estabn en poder de Fonseoa.


)2) Hnbin tocado Cristabal Col6n en la isfa de i a h r arita, pero dirigihdose d&e alli B
16s Antillas, y sin covtear entre dicha isla y el qolfo de bnrien, como pnede verse en la car-
t a de Ins navegacionav de Col6n que hemos incluido.
VICENTE YAREZ PINZON
. I 505-1 507

EXPEDICI~N A YUCATAN

I
AUSENCU DE VICENTE YAREZ EN 1606

F uB sin duda el plan primer0 para la proyectada expedici6n L la


Especieria, que tomase en ella parte, tanto Pinz6n como AmBrico,
y mi lo manifiesta de un modo terminante y claro, la Carta ya referida
de Fernando V para el Doctor y para Francisco Pinelo, en Marzo de
1606, en que les dice:!( I)
“plattc&lo nt1tcbo c m olb0, B bacob el astonto g*o 000
pazedere, paza que oaqa Volt stue0ttro ntanbabo usta petrema
pot 0eebot con ollos.”
Ordenbse, como hemoa dicho, la compra 6 construcci6n en Vizcaya
de laa navw para la futura expedicidn, y por CBdula que homos citado,
encarg6 Fernando V L loa de la Casa, en Agosto de 1606, que se va-
liesen para ello del vecino de Bilbao Martin S h c h e z deZamudio:
”per0ma, btco la aBbltla, que lo srtbstrt Most lJl.wm(2).

(1) Archivo de la C ~ s aen el de Indiaa 1 9 9 - 1 4 . Dsda en Tom B 13 de Ahnl de 1€&.


(‘4 id, id. 139-1-4-Dads en b g o v i e h 11 de A p t 0 de 1605.
36 VICENTE. Y h Z PIKZ6N

A poco de hacerse cargo de la Gobernacion de Castilla Felipe de


Borgoiia, debi6 comunicBrsele desde Vizcaya la salida para Sevilla de
10s buques destinados a1 referido viaje, y mi lo participa el Principe B
10s de la Casa, dicihdoles en Carta del mes de Agosto de 1606, que
constimidas ya las naves habian salido para Sevilla:
‘‘6 agora, lee Mce, gd- tfe sabfbo q m 10s nattqoe 0ott acu-
bubo0 be lyacer, E quo e m partiboe para e m ctbbub” (1)
y les encarga en la misma Carta le avisen si estA todo dispuesto para
el viaje:
6% et tenet0 recabba bel bi~coctfo que para ello e0 meneeter
d qite et eeto eetk aparefabobablci0 ti gicente #&et g 6 ante-
zico d me enttiab 0u parecer &e.”
Invocase precisamente este documento como prueba de que, en
1606 se hallaba Pinzbn en Espaiia, sin duda por el hecho de reclaniar
tambikn su parecer, el nuevo Soberano que, llegado hacia poco de Flan-
des, SO habia hecho cargo de la Gobernacidn de Castilla, en el mes
de Julio que acababa de transcurrir. Esta circunstancia, y la de no
estar visada la dicha CBdula por Don Juan Fonseca, explican perfecta-
mente la pregunta hecha acerca de Yiliiez Pinzon, por ignorancia de
acuerdos tornados posteriormente a1 de la expedition de la Especieria,
en Marzo de 1606. De todas maneras es lo cierto que, 6, pesar de la pre-
gunta hecha acerca de P i n z h , en la carta de 10s de la Casa, dirigida
a1 Secretario Gricio, en 16 d e Septiembre (2), y en la cual hacen refe-
rencia 6, la Carta ya citada de Felipe de Borgoiia, contestan 9610 acerca
de Ambrico y no hacen mencion alguna de Vicente YAiiez.
‘‘E por enbe, biccn t t @Bricio,le bacemoe saber, cuino ba-
bienboitoe maitbabo ri eabcr el g # ititeetru ~ selior (gelipe)
que le tyagatnoe saber cit qite tirintnoe eetu el beepactyo Bel
armabn qitel sr. 3tcij g m t grritanbo manbd. ljacer.”
J despuks de mnnifestar 10s de la Casa que la dicha armada no podria
partir a h :
%corbama~,erecriben, qite vaqa &nEricu 6 0u altefu, el
cital tta informabo b e tabas lae circitnetnncias be la bictpt ar-
maba etc.”
Nada dicen en cambio, 10s de la Casa acerca de Pineon, cup0 pa-
recer se reclamaba tambi6n en la Carta del de Borgoiia. Es de notar
ademh, que este rnisrno silencio acerca de dicho navegante, se observa

(1) Colec. Nav. tomo 3.0p6g.a %-Dada en Tiideln del Doero B 23 de Agosto de 1506.
(2) id. id. tomo 2P pBgina 352. Deade Sevills en la fecha citada.
VICENTE Y A ~ ~ E PZI N Z ~ N 37

0n 10s asientos hechos en el Libro de armada para la Especierfa (1) en


el cual se consignan 10s gastos hechos para abastecer las naves llegadas
de Vizcaya y destinadas a1 referido viaje (a) encontrhdose diversoe
asientos relativos a AmBrico que con Pinzbn deberfa entender en lo de
este viaje. El silencio de 10s Libros de la Cam acerca de Pinz6n, desde el
ot,ofiode 1606 hasta el de 1607, es tanto mas de notar cuanto que, como
tendremos ocasi6n de consignar, desde esta idtima fecha se encuentra
B Vicente Yhiiez constantemente ocupado por 10sde la Casa en diferen-
tes comisiones de dicho Centro.
De lo dicho, resulta 16gico pensar, que durante ese tiempo estuviera
Yhiiez Pinz6n ausente y navegando, y esto con tanto mayor motivo.
cuanto que el silencio de 10s Libros de la Casa corresponde precisamente
a1 viaje de Pinz6n B la costa de Yucathn, citado por algunos autores
antiguos y no aceptado hoy por algunos autores no espaiioles, entre ellos
por el anglo-americano Harrisse, por lo cual trataremos de ampliar
nuestra iuformaci6n acerca de este asunto.

I1
EXPEDICI6K DE ALOWSO R0JEDA.-CARABELAS PARA LAS ISLAS.
INSTRUCCIOXES DADAS A OVANDO

E n el aiio de 1606, siguiente a1 de la partida de J u a n de la Cosa,


sali6 Hojeda desde Sevilla para el Golf0 de Uraba y costa de las
yerlas en la que, s e g b las Capitulaciones hechas para este viaje, debia
dicho acreditado explorador coiistruir una Torre 6 fortaleza. Habiendo
aplazado su salida Hojeda, vemos que por CBdula do diez de Marzo, file
confirmada su Capitulacidn (3).
Ordendse por este tiempo 10s de la Casa preparar algunas cara-
belas que pudieran servir en la Espailola para la navegacidn, entre las
uunas y las otras islas, y seglin 10s asientos correspondientes del Libro de
Tesoreria del Doctor (4), compraron para este objeto 10s de la Casa una

(1) Archivo de la Casa en el de Indins. 32-3-n/3e


(2) E1 Sr. Xnvarrete en su tOmo 3.O piginas 297 y sigoientes publicn en certificaciones sam-
das de este Libro de Armsda quince asientoc relativos todos ii AmBrico, pero ningnno B
Pinz6n. En el mismo torno pAginas 305 y siguientas incluye el porte de dos cartas A Pnlos
para Pinr6n, uns en Xayo de 1505,y otra en 6 de Junio del mismo aiio. Los den& asientos del
Libro de Tesoreria son relativos A AmArico.
(3) Archivode l e Casa en el de Indins 159-1-4. Dada en diaha feoha.
(4) Archivo de la Cnsa en el de Indire 39-21/@
10
./ 38 VrCENTE.YdREZ P I N ~ N

oarabela pdrtuguesa llamada Santa Crue, y construyeron en Sevilla dos,


que se llamaron San Juan y Santiago, todas las cuales heron enviadas
8. la Espaiiola, en el aiio de 1606. Los maestres que las conducian iban
pagados tan s610 h a s h la Espaiiola, pudiendo luego seguir sirviendo L
las 6rdenes de Ovando, 6 regresar L Sevilla. De dichos mrtestres encon-
tramos citado A Sancho de Salazar.
E n Septiembre de 1606, se envia a1 Gobernador de la Espaiiola
una CBdula con ciertas instrucciones acerca de estas carabelas:
“la0 tree carabelae ldtfnue so0 #lw€o, bfrs, muq h-
nu05 muq b-fmupurPfubu0como uerq0, crm ellaspobeq0 mu-
cIf0 prooecIfur, u0q # l co0u0 be Ifdcienbucom0 en gkpletttr
la0
(0tc) e*& co0tu b e la0 perla0 (d la g t e Ifabia 0fbo onvtubo do-
feba algunoe- me0e0 ante0) d be0cubrsr, d cular la0 €elasg1e
e 0 t m potr uw alrebebor, para 0tkbPr lo0 0ecrotos bsllar d la
manmu be la geuto, Ifa@ en tub0 como oiPcebe0, d eomo por
mts Qa*rta0 ob0 tengo eecrtto de.”
En otro phrrafo del mismo documento, se encarga & Ovando que
envie una de las carabelas que se le remitian h la costa, en la que Alonso
de Hojeda debia encontrarse:
“qa u o r q 0 subfbo, (I)b-fce el bocumento, como gjMebu
e0fbo a1 @olfo gfraba para Ifucetr, allq ztna flleqrt, d 0egun
ttte bun WcIfo, Ileoa bum aparefobe gente cornu be la0 otra0
eo0110 n e c e ~ u r f dpetto
~ , port qite lo puebe u~aeeetrdguna COQU
que le bd - f m p e b € m n t oparosceme
, que p u g s e0 cercu b o r n € 0 1 ~
be Lao latinu0 pobaqe eaotar una d 0abEtr lo q11e Ifdce, (%Me-
bu) pura que Be le p r m e a en alga s€ e 0 nteneeter etc.”
Como vemos, no s610 se autorieaba, sino que ye ordenaba ademL
8, Ovando, tratase de hacer L su vee exploraciones y de:
“culur d bersntb*rSrla0 S01a.e que e 0 m potr uw ulrebebor.”
Era una de las m L pr6ximas la isla Espaiiola, la de Cuba que
no habia sido aim circumvalada, y c u p primera circunnavegaci6n, que
corresponde a la epoca de que nos ocupamos, atribuye Herrera L Se-
bastian de Ocampo, en tanto que un autor de aquel tiempo y tan fide-
digno como lo es Angleria, afirma que esta investigaci6n fu6 debida
a1 celebre Vicente PLii0z cuyo viaje L YucatLn corresponde tambien
B esta Bpoca y que, como hemos hecho notar, parece que por este
tiempo se encontraba ausente de Sevilla y probablemente navegando.

(1 Archivo de la Casa en el de Indias 39-!2d/* Aiio de 1606.


Por Iss cnrtss que le escribieran, poes Hojeda irtn oomo estaba mandado direotamente
1e(21 98
sin tocar 4 la Espsfiola lo c a d estaba terminantemente prohibido 4 la ids 4 10s que iban B
mubrir.
VICENTE Y A W Z PINZ6N 39

111
CAPITULACI6N CON VICENTE PdNEZ PARA DESCUBRIR

1505

lgo despub de la CBdul’a enviada B 10s de la Casa en el mes de


Marzo de 1606, acerca do la concertada expedici6n de que se ocu-
parian Vicente Y B h z y Americo (l),en el siguiente mes de Abril(2) sB
expide una CBduIa, registrada tambi6n en 10s Libros de la Casa, y por la
cual es autorizado Pbadn, a1 que recientemente (3) se habfa concedido
el titulo de Corregidor de la isla de San Juan, para. reconocer y explorar
desde dicha isla, aunque cumpliendo a1guna.s condiciones queen el docu-
mento se expresan. Esta CBdula 6 Capitulacih explica que en adelante
se mencione solo B Vespucio, en 10s documentos que It la expedici6n
destinada L la Especieria se refieren, 6 indican u n cambio de plan con
respecto B dicha hltima expedicibn, que se encomendaria s610 L AmBri-
co 6 B que la intervenci6n de Vicente YBiiez en la expedici6n para la
Especieria, fuese en adelante tan s6lo consultiva.
Debia, YBiiez Pinzbn, con el carftcter de Corregidor de la isla de
San Juan, ir B poblar en la misma y construir en eUa una torre 6 forta-
leza. Pero ademhs, seghn en el citado documento se expresa, se auto-
1 torizaba B dicho navegante, y B 10s que con 61 fueren, para navegar y
I dirigirse tambi6n:
“drotrae-cnnlompltor tala0 I5 tforra prme, on In qlte no hlt-
Mere gobornahor”
6 sea en las que no estuvieren bajo la gobernaci6n de Ovando, como
se le vedaba tambiBn ir B la costa de las perlas explorada sucesivamen-
te por Juan de la Cosa y Hojeda.
Preveiase, en la referida autorizaci6n, el cas0 de que descubriese
Vicente Yftiiez nuevas islas 6 tierra firme (continental).
“qlte ntngitno Tue-ta hoq c m o c e t baqa besntb€e*tto.”
pero se le advertian, en tal cas0 que no podia, sin previa y especial
hutorizacih, regresar B I O S descubrimientos realizados:

(1) Archivo de la Casa en el de Indias 139-14. En Tom B 13 de Marzo de 1MX.


(2) id. . id. en e l dit Indias. En Tor0 4 34 de Abril 1605.
(3) id. id. En 14 de JIarzo del mismo aiio.
40 VICENTE Y b E Z PINZbN

CGd nun pobuis tornar rL ellae, bfce [el bocumento, efn mi


oepecfal licmcta d manbubo”
Y se especifica tambiitn en dicho documento, el quint0 6 diezmo
del oro, perlas 6 piedras preciosas obtenidas en 10s cambios 6 rescates, y
que deberia Pinz6n entregar, como correspondientes A la Corona 6 sea B
la Hacienda. Autorizhbase B Vicente YLiiez por la Capitulaci6n,
6 que este documento hace referencia, para explorar y descubiir, cum-
pliendo en cambio ciertas condiciones. AdemL, se autorizaba expre-
samente A dicho navegante, para llevar consigo y tener en la islade San
Juan, que intentaria poblar, sus provisiones y mantenimientos, consis-
tentes sin duda en arroz, cereales 6 ganados y 10s cuales se le autorizaba
para llevar desde Puerto Rico A otras islas 6 comarcas, circunstancia
que interesa mucho consignar aqui, porque corrobortt y explica un
documento que habremos de examinar, en el que Be hace referencia al
hecho de haberse desembarcado, por orden de Pinz6n en Puerto Rico,
103 primeros ganados que en dicha isla se criaron; y tratarse coin0 vere-
mos, de hechos realizados en esta Bpoca que corresponde A la ausencia
que se observa de Pinz6n.
Consta t a m b i b que, lejos de renunciar Vicente YAiiez L hacer us0
de las referidas concesiones, gestionabtt con todo empeiio en 1505,poder
emprender su viaje y que para ello se le auxiliaba desde la Corte, pues
en CBdula dirigida en Septiembre de 1606 a1 Corregidor de Palos (1) se
excita el celo de dicha autoridad para la pronta resoluci6n de cierto
pleito entre Vicente YAiiee y un Alonso Rasc6n, vecino de PalOS:
“sobre [una carabela qlte bit q1te le Otto flotabo para it-
mt mi BerDfctOj d g t e 6: cabsa b e no estar sont&ttci&o el
plofto, bit qzte tto pobia palAir”
, manbo, bico para terminat el bocitmento, qite s i
el ploito etftrt conclltso para sentonefa interlucutorta,befs en
dl la btclya sentmcfa bentto be sots btae, d si eetfr cmcllteo
para se lyatter be sentencfur bofiniffuamentc, bote en dl la sen-
tencta bgtnitfoa bentto be tleinte bias, d rflte si nun est& con-
duso, lo cmclltqafs, sin largu, nf b i l a e t h etc.”
En cuyo documento, como vemos, se divcuten y preveen todos 10s
casos, para de todas maneras lograr con m L eficacia la pronta sentencia
del pleito que en el otoiio de 1606 impedia la inmediattt partidlt de Vi-
cente YAiiez Pinz6n. Resta saber si el viaje de dicho navegante, A que el

(1) Colec. de doc. de Nav. tomo 9.O p4g. 111.-Prooedente del Amhivo de Simandas. Dada en
Segovia 4 %Ide Septieqbre de 1606.
VICENTE Y m Z PINU)N 41

documento hace referemia, y por el que BB reclamaba la resoluci6n del


Corregidor de Palos con precisos y perentorios plazos, era su marcha 8,la
isla de San Juan, 6 bien su salida con Am8rico en la expedici6n desti-
nada 8, la Especieria. Recordaremos acerca de ello, que este documen-
to est&fechado en Septiembre de 1606, y que muy recientemente, en el
anterior mes de Agosto, (1)habia ordenado el Monarca ti 10sde la Casa
se valiesen del vecino de Bilbao Martin Sainchez de Zamudio, para obte-
ner las naves destinadas ti la Especieria corn0 se hizo siendo construi-
das en Vizcaya las naves que 9610 un aiio despubs, en Septiembre de
1506, navegaban hacia Sevilla como consta, por la C8dula tantas veces
citada del de Borgoiia que, en Agosto de 1506, dice A 10s de la Casade
10s narios destiriados h la Especieria:
“2 p a r q u e agora p16 h e sabtba q u e %an acababoe b e ha-
set, d qite s m partfbos para e m ribbab.”
en cuyo rio se atenderia A su llegada, ai hacer su habilitation y a b a s t s
cimiento para el proyectado viaje. No era esta,por tanto la causa de la
presibn, que tan perentoriamente se ejercia en 1606, sobre el Corregidor
de Palos para remover con brevedad todo ObstAculo, que en aquellos
momentos pudiera oponerse ai la pronta partida de P i n d n , circunstan-
cia que est$ corrobada por el silencio que, acerca de este navegante se
observa en lo sucesivo en loa documentos que ai la expedici6n para la
Especieria. se refieren.

IV
DE OANADOS EN PUERTO RICO POR VICENTE
DESE~ARCO YAREZ PINZ~N
Y SU CONSOCIO

E ra, como hemos visto, una de las autorizaciones concedidas ai


P i d n , por la expresada CBdula de Abril de 1606, la de tener y
depositar en la isla de San Juan aquello que necesitare llevar en sus ex-
pediciones para su alimentaci6n y la de 10s que con 81 fuesen, preven-
ci6n que manifjesta la experiencia adquirida por &e navegante en sus
anteriores expediciones. No parece que fuese precis0 expresar esta au-
torizacih, consecuencia ten natural de las otras que se otorgaban A
Vicente YAfIez,pero oomo solicitaba tambiBn dicho navegante poder ir
-
(1) Archiro de 1nCnsaen el de Indias. -1%14.-Dndn en Segovin en l l d e Ago& de 15Oi.
11
42 VICENTE Y b E Z PINZ6N

y desembarcar en la Espaiiola donde se lavaban entonces placeres de


oro, y en la que residia y gobernaba Ovando, de aqui que fuese expresa-
mente autorizado para ello Pinzon en dicha Cedula, que dice:
. “@ur citantu froe, viaento gaiter @intnn uecttto be @due
que vag0 por mi manbabu ti poblar la i01a be $inn Buan qite e0
en el mar Qccdanu, con cfetttae per0una0, segitnb mas larga-
ntente en la Qapititlatimt qite bello DUB inanbf bar, ee contie-
ne, 15 agora por oiteetra parte me e 0 fecba relacion que fro0 d
100 bicijue vefinue d muraburee (fittitroe) qite en la bicija iela
mivieren, entcnbeqe ir algitnas voces ri la iela @epaiiuLa ri 0a-
car oro d dras co0ae q u e oe citntplieren, d que para frueetro
mantenimietttu i bello0 babeqe be l l ~ v a rIae cueae que vue
fuerm neceeariae boebe la bicba iela be salt guan, It la bicba
tela @epaiiola d m e eitplicaetee ipebietes &.’j

y se le concede, por la parte dispositiva lo que deseaba, eximiendolo


del pago de derechos de almorifazgo.
Si se considern que, como B su tiempo veremos, b fines de €607 apa-
rece ocupado Pinz6n en diferentes comisiones de la Casa (l),que en
Marzo de 1608 asiste B la Junta de Pilotos en Burgos, y que es entonces
designado con Solis para una expedici6n destinada 8, buscar B traves de
las tierras continentales un paso navegable para la India B la parte
del Norte hacia Occidente, resultarB que B estos proyectos de Pinz6n
en 1606, debe referirse el hecho de haber sido desembarcado por di-
cho navegante 6 al menos de su orden, ciertos ganados, que huidos al
campo sin duda por algfin accidente, se habian propagado en la isla de
San Juan como en documentos posteriores se consigna. Ha de tenerse
presente que fracasado, segiin parece el proyecto de Pinz6n, que no se
sabe lograra construir en dicha isla la torre 6 fortaleza, que por la Capi-
tulaci6n se le ordenaba, 6 desistido por el de SUY proyectos, ya en 1608
fuit concedida it Ponce de Le6n y B Sotomayor poblar en dicha isla, cir-
cunstancias que re6eren el desembarco de 10s ganados por Pinzbn, pre-
cisamente B esta Cpoca de que nos acupamos (1606-1606), y en laque
corresponden tales hechos B 10s proyectos y propbsitos que como hemos
visto, abrigaba dicho navegante.
En CBdula enviada por Carlos V desde Bruselas (2) en 1616, rela-
tiva B las reclamaciones presentadas ante el Consejo y, pendientes de su
resoluci6n por el burgalits Diego Martin de Salazar, antiguo socio y

(1) De las que 4 su tiempo dsramos ouenta.


(I) Coleo. de doc. de Nsv. tomo 3.” p4gins 146. Dada en Bruselns B a6 de Dioiembre de 1616.
VICENTE Y d B Z PINZ6N 43

cesionario despubs de 10s derechos de Vicente YAiiez Pindn, manifiesta


el dicho Yartin de Salazar haber presentado ante el Consejo:
"mtatro cariae b e mrrcebre qitr yitrron pcIja0 It gicrnte
gftttott, eit compalirro,porqitr biclja gicente %qal?rtbeecitbrfd-
la M c ! J a fela d qitrl (qur el) tj rl bic!Jo @tarttit<!arcfa! J i c i r r m t
tpcl7ar rit ella cteriae ganaboe, be q i t e agora bit qito est& po-
b l a h , ZJ qitrl bic!Ja pieentr %lafir$btt qitr Ir truspaeh la0 bt-
cbae m~rcrbee&.,'
p terinina el Principe encargando se oiga A 10s interesados, para que
.
muy luego pudiera resolverse este asunto en justicia.
. No se manifiesta en este docuinento a que fecha se refiere, el haber
dejado en Puerto Rico 10s referidos ganados, trabajo que corresponde
ciertamente alas concesiones hechas B Pinz6n en 1605. Desde luego no
corresponde a1 primer viaje de este navegante en 1491 en que acompa-
iiara Co16ii en SLIprimer descubrimiento, ni tampoco a1 segondo viaje
de Vicente YBiiez las costas del Brasil en 1499,pero el hecho de dejar
ganados en Puerto Rico en 1606 corresponde en cambio perfectamen-
te, con las autorizaciones de que hemos dado cuenta solicitados por
Pinz6n, para tener en la citada isla 10s mantenimientos que para sus
expediciones necesitasen, y para las cuales podrian ser base principal,
10s expresados ganados. Por ~ l t i m oel , hecho de que se trata, y que no
tendria raz6n de ser despub de hecha en 1608 la concesi6n de la isla 8,
otras personas, es en cambio Compatible con el tercer viaje de Pinz6n
de que hace relaci6n Anglerfa, viaje que comemaba en las Antillas, que
corresponde 8, este tiempo, y de que vamos 8, ocuparnos.

V
LA RELACI~XDE ANQLER~A

C onsigna dicho autor en sus Dbcadas esta que llama tercera nave-
gaci6n de Vicente Y8,iiez por aquellos mares y cuya circunstancia-
da relacion dice: (1)
d s t e Vicente Ya+'ierr recorrid tnda la costa meridional (sie) de Cuba y
di6 l a m l t a d esta que hcwta entonces por su largura rnuchos reptaban

(1) D6cadae de Angleria-Madrid lS32-tomo 2.O pbg.. 166.


44 VICENTE YkREZ PIX?&
-~
d i n e n t e . Vkente YaGez habiendo conocido ya con prueba mani@ta que
Cuba era isla, (1) siguio adelante y dib con otras tierras en las que Wiu
tocado d Almirante. Y as$, enipdado en encontrar tierra n w v a , volviendo
8 la iaquierda (esto es a1 Sur) wsteando aquellas playas por Oriente (costa
ordental de Yucatdn) ypasando despuis 10s canales de las bahias de Veragua,
Uraba y Coqaibacoa(ya conocidas) asom6 su nave en que iba d la region
que segun dijimos en la Decada se llamaba Paria y Boca del Dragon
(prh*ma a las bocas de Orinoco) ypenetrb en una amplia ensenada, en la que
haMa tocado ya Cristbhal Colon..
E n la prosecucion de su riaje refiere Angleria, que continuando
Vicente Yaaez el camino que se le habia propuesto:
t Dejb haeia Oriente, regiones abandonadm por 10s frecuentes aluviones

de las aguas (parece referirse a1 delta del Orinoro) y lugares llanos degrnndes
trechos de laganm y no desistid de su propbsito hasta que llegb a la cfispide
de aquella tierra largubima, si es que pileden llamarse crispides las puntas
frentes agudos, bpromontorios.(Cabos terminales en que terminan las tierras
continentales:)* Se refiere a1 cab0 de Sen Agustin.
Es singular de que manera corresponde este viaje de Pinzdn en sus
comienzos, 6 sea en la circumvalacidn de la isla de Cuba, ti la Bpoca de
que nos ocupamos (1606-1606) por su conformidad con 10s deseos de
10s gobernantes y con las drdenes enviadas B Ovando en 1606 para:
”mlar 15 beeoitbrtr laefelaetptreetan pot- at^+ altobebor”
Esto es de la Espaiiola, y una de las mtis p r d ~ h wera la isla de
Cuba. Pero adenitis, existe otra razon yes, que lacircumvalacidn de Cuba
que con tanta seguridad atribuye Angleris A Pinzdn, no pudo ser hecha
por este en su siguiente viaje con Solis porque, antes del regreso B Espa-
iia de Pinzdn (en 29 de Agosto de 1609), remos calificada a Cuba de isla
en 10s Libros de la Casa (2) en tres de Mayo del mismo aiio.
En cuanto a la continuacidn de este riaje, que tan incompatible
resulta con el de Viceute Yaiiez en compaiiia de Solis en 1608, como a
,811 tiempo haremos notar, es en cambio de UII todo conforine con las
autorizaciones hechas Pinzdn en 1606, y por las cuales podia este
navegante y 10s que le ncompaiiasen dirigii-se, no 8610 a las otras antillas
sin0 tambi6n:
’’6otirae citnleequfer telae 6 @terra firme en la qite no
lp&feee @oltet-nabo+.”

(1) Gomo reinos, empiezat4nglerin por consignnr en su Relnui6n 1n oircumvnlnci6n hecha


de Cubn por Vicenta YBilei, In con1 coiresponde b este rinie y uo nl siguienta de Pinz6n con
Solh en 1608-1609.
(2) Archivo de la Cnsn en el de Iudinb l?!LI--4. Cedula de dicho dln dndn ea Valladolid.
BEENTE YAREZ‘PIN~N 45

Esta conformidad resulta mayor si detallando algo, vemos que en


.estasCapitnldciones hechaa con Pinz6n en 1608, se le prohibe de un modo
terminante que pudieran ir:
” A la0 tela0 # fterra fimne be bmbc Qrtetobal @ w e r r a i
v-0 310n00 %€eo trurmmt la0 perla0, nt ti la coeta be @it€-
Iqlt€uucoa,nt atra0 n€abclante.”
y consigna por si1 parte Angleria, que despu6s de dirigirse Pinzdn
desde la isla de Cuba B otraa tierras situadas B Occidente de la misma
(Yucatan>, y cambiar su rumbo L la izquierda 6 sea para el Sur, y costear
por Oriente aquel litoral agrega:
e y pasando. estn es, sin detenerse, .?a
canales de las bahias de Veragcia,
Uraba, y Cuchibacoa, etc.,
Cuya navegaci6n corresponde tan seiialada y claramente B laa
clhusulas de la capitulaci6n con Vicente YBiiez en 1606.
E n resumen, debib partir Pinzbn luego de ultimado el pleito con
-su convecino Rascbn, como tan perentoriamente se habia ordenado a1
Corregidor de Palos en deptiembre de 1606, y dirigime a Puerto Rico
donde procedi6 B establecerse alli con 10s suyos, desembarcando las pro-
visiones, bestias y ganados, que segim parece llevaba, para emprender
desde dizha Isla otras expediciones. Todo hace creer que, merced B un
accidente alli ocurrido, quedaron destruidos estos planes y que B ellos se
debiera no haber prosperado el establecimiento de Pinz6n en aquella
isla y el espanto de 10s ganados a1 monte, donde segun Salazar se habian
propagado. Es cierto que en la CBdula de Carlos V con referen-
cia B Salazar no se especifica este escape de 10s ganados a1 monte
diciendosole s610, que 61 y Pinz6nlos habian hecho deseinbarcar en laisla.
pareci6ndose deducir d e aqui un acto voluntario mBs que un accidente
que pudiera acaso debilitar 10s derechos que se reclamaban; pero debemos
observar que esta siiuple interpretacidn manifiesta un negocio tan
inverosimil como disparatado y que creemos no hicieron en ningnna
otra parte 10s espaiioles, siendo lo m&saceptable que merced a1 accidente
que destruyo 10s intentos de Pinz6n en dicha isla, se alzaron a1 monte
10s gauados y en 61 pudieron propagarse algunas especies como, con mBs
6 menos razon, afirmaba Salazar.
Desde Puerto Rico, debi6 navegar Pinz6n B la Espaiiola, y pueeto
de acnerdo 6 no con Ovando, circumval6 la isla de Cuba, como afirma

Angleria, coste6 luego hacia el Sur del litoral oriental de YucatAn y la
America central y continud, siempre hacia a1 Sur, h a s h llegar a1 cab0
de San Agustin en ocho grados de latitud Sur, no siendo en cambio ,

aceptable, aunque lo diga Angleria, que despu6s de tan larga navegn-


12
46 VICENTE Y A S P~I S - Z ~ N

cicin sin puerto alguno para repostarse, retrocediera L’icente Ybfiez A


laEspafiola, sino inbs bien ii In .Peninsula.

Viaje de Vicente Yaiiez Pinion.

VI
DISCUSI6N

C aracteriza 6. la anterior Relaci6n de Angleria, el hecho de no


citar para nada B Solis (l),y ademas dar cuenta de una navega-
ci6n hecha de Norte 6. Sur B lo largo de la costa oriental, y central del
Nuevo Contbente, 6 sea en sentido contrario precisamente A la nave-
gaci6n de Sur b Norte realizada en 1608 por Y6.iiez Pinzcin y Solis (2),
se@n estaba capitulado, y tal como dicha navegacicin tuvo lugar, si w
acepta el testimonio de uno de 10s Piiotosqiie en ella tomaron parte, el
sevillano Pedro de Ledesma, 6 la autorizada referencia A dicho viaje

(1) El o d d &bib lrnaer el viaje con Pinz6n y qiie mm6R llevnton dos naves. Angleria n e
ham menoi6n sin0 de nun.
(2) Como altratar de este viaje de Solis y de Pindn procnrnrenio- exsminar.
hecha por un autor tan conteniporItneo de 10s sucesos, como el hijo del
Almirante, Don Fernando Col6n.
Segiin el escritor iuilan6s, el anterior viaje de Pinz6n tuvo lugar:
emno priore (Ldiccesaii d i w m Fo,qedr~et N i e i ~ s s mde
~ su texto latino
el cual, como hace n o h r el distingiiido bibli6grafo de Chile Seiior Toribio
y Medina (l),han traducido nnos, el aiio antes, y otros el aiio despub.
Pero conviene obserrar que se ha interpretado con alguna precipitaci6n
por un autor no espaiiol que estas palabras de Angleria determinan con
seguridad la @oca del viaje relatado en las Dbcadas y que, si efectiva-
mente se qniso referir si1 autor, a Ias expediciones capituladas para Ho-
jeda y Nicuesa en 1605, shfri6 un error lamentable, a1 referir el viaje de
Pinz6n It la supuesta partida de Hqieda y Nicuesa, porque esa partida de
ambos capitanes no tuvo lugar entonces, como coinprobarenios muy
luego, circnnstancia que debilita niiicho u n a 6 otra versi6n que se atri-
bnya al texto referido de Angleria.
No uno, sino vnrios documentos afirman y corroboran qne, en rea-
lidad Alonso de Hojeda n o vino It E s p i i a en 1608, ni concurrib B la
Corte para hacer las Capitulaciones de este viqe, en cuyo acto repre-
sent6 B Hojeda el ya referido Diego de Nicuesa, y asi lo manifiesta el
texto de dichas Capitulaciones cuyo encabezamiento comienza: (2) .
"@laetontu, l p r l p por ntt ittanhabutcutt no0 @ioaub e vi-
mo0a, pur nu0 P on nomtrre b o &uneu be Bofcba para ir ri
la ttettra br 8Cratta EQ &.'I
y siguen luego las Capitulaciones. De conformidad con lo dicho se
expresa el docto Don Martin FernItndez de Navarrete en su relaci6n de
a t e , viaje que forma parte de su conocida Colecci6n de documentos (3)
en la cual refiribndose It la marcha de Hojeda It las Antillas, de la que
consta debi6 ser en la primavera de 1606, dice.
c Ygnoramos el resultado de esta expedicibn de Hojeda en 1606, pero
cualquiera que fuese, hallnmos que HojedG establecib desp&s s u r e s i d e d a
en la EspnEola, donde &aha cuando Juan de la Cosa fits notnbrado SZL lugar-
teniente y Alr/rcaeil mayor de Uraba (9 de Junio de 1508) 11 le llevb 10s des-
pachos de su gobernmibn a .
P comprobando lo dicho en las Capitulaciones, y la afirmaci6n del
Sefior Navarrete, se observa que en 10s diversos asientos hechos en 10s
Libros de Tesoreria y de Cedulas de la Casa, y relativas a1 despacho de
las carabelas que ller6 Juan de la Cosa y k la gente por 61 reclutada para

(1) En su Estudio hist6iico titulado Juan Diaz de Solis. Santiago de Chile 1897
(2) Archivo de In Casa en el de Indirrs 159-1-4 en 4 de J u n ~ ode lfjo9
(5) Torno 3 pagina 176.
48 VICENTE Y B E Z PINZ6N

la expedicibn, s610 se nombra B Cosa y para nada A Hojeda que perma-


necia en la Espaiiola, y como ultima prueb'a citaremos dos CBdulas de 6
de Julio de 1609 (1) dirigida una 10s Jefes de la Casa de Sevilla p o r
la que se autoriza 8, Nicuesa para llevar desde Sevina ciertas yeguas, y
otra del mismo dia B 1as autoridades de la Espairola, para que permita
embarcar otro numero de yeguaa no 3610 a Nicuesa, sino tambi8n a
Hojeda.
Tampoco se puede admitir que se refiera Angleria A la p r t i d a d e
Nicuesa y Hojeda desde la Espafiola, suponiendo asi que desde dicha
isla salieron reunidos, porque despuBs de ocurrir alli graves desave-
nencias entre uno y otro Capittin, es sabido y & su tiernpo referire-
mos que habiendo partido Hojeda 9 desernbarcado en Cartagena fu8
sorprendido alli por aquellos naturales, y perdi6 con Cosagran parte d e
su geiite, habiendo llegado alli B tiempo de socorrerle despub d e
ocurrir el desastre l a expedici6n organizada por Nicuesa.
Terminarernos consignando aqui un hecho, que concretamente indi-
ca la incompatibilidad que existe entre la relacicin citada de Angleria, y
el viaje de Pinz6n con Solis en 1608, a1 cual se quiere enadaniente re-
ferir. Recordaremos, que comienza el escritor milanes por consignar la
circumvalaci6n do Cuba, creida hasta entonces Continente, y llevada B
cabo por Pinz6n en el referido riaje. Segun Angleria, naveg6 despue
Vicente Piiflee recorriendo hacia el Sur la costa AtlBntica del Nuevo
Continente, no poblada aim por Espaiioles, hasta llegar a1 cabo de San
Agustin, que coloca en siete grados de latitud Sur. Aunque SupusiBra-
mos, como refiere Angleria, que despues de tan larga navegaci6n B lo lar-
go de laa costas, sin recurso alguno, retrocediese de nuevo Pinz6n hacia
Occidente para dirigirse B la isla Esparlola, como en efecto lo hicieron
81 y Solis en su viaje de 1608, tendriamov que seiialar la circunstancia de
que, no habiendo llegado dichos navegantes B la Espairola hasta Julio
de 1609 (2), se observa sin embargo que, ya en el mes de Mayo, era co-
nocido en la Casa el hecho de ser una i s h la de Cuba; y asi lo manifiesta
unq CBdula de principios de Mayo (3),registrada en 10s libros de la Casa,.
se encarga i D. Diego Colon averigue si hay or0 en la Isla (sic) de Cuba,
y que informe; de lo que se deduce que, antes de llegar Solis y Pinz6n a
la Esparlola, se sabia ya la formaaislada de Cuba, que corresponde en

(1) Archivo de la Cnsa en el de Indias 148-2-2 Dndn en Burgos.


(2) Segiiu nsientos del libro de Taporerin que de la Cnsn, a1 page Diego de Utrern:que qued6
en la Espniiola, se liquid6 en hnber hash Julio de 1609, y par hltimo, Pinz6n regred, w m o
veremos, II In Peninsula el 21 de Agosto.
(3) Archivo de la Cnsn en el de Iudias 139-1-4. CQdulndndn en Vnlldolid B 3 de Mnyo d o
1609.
AMhICO VESPUCIO 49
__ - . - _ ~ - _- -
efecto B Bpoca algo anterior. Por lo demits, si el regreso de Pinz6n B la
Espaiiola, desde elcabo de San Agustin en 1606 6 1607 reaulta tan di-
ficilde aceptar, como lo seria en 1609, en cambio, el hecho que consta,
de haber estado Solis y Pinz6n en Julio de 1609 en la Espaiiola, donde
les retuvo Ovltndo 10s indios lenguas que del Continente llevaban (l),
como muestras de la nueras tierras, se explica perfectamente, si llega-
ban de la costa de Panuco, como en 1613 declar6 el Piloto Pedro d e
Ledesma.

AMfiRICO VESPUCIO

I
su VIAJE LA CORTE.-MUERTE DE FELIPE DE B O R G O ~ A .
A
APLAZAWENTO DEL VIAJE A ESPECIERh-ANTECEDBNTES DE LAS JUNTAS
DE BURGOS

E n Septiembre de 1606, fuB enriado A la Corte por 10s de la Casa,


Am6rico Vespiicio, encargado de informar a1 nuevo Soberano acer-
ca dela Armada que se destinaba B la Espafiola y llevando a d e m h con-
sigo cartas 6 instrucciones que manifiestan tambi6n el estado de des-
organizaci6n B que habim llegado 10s Reinos de Castilla, tan celom-
mente administrados y regidos por la ordenada gestion de Isabel y
de Fernando, fundadores gloriosos de la unidad nacional. Habia de-
clinado Don Fernando en el mes de Julio en su yerno el de Borgoiia 10s
poderes que de las Cortes de Tor0 recibiera para la gobernacibn de
Castilla y por lo visto, todavia en Septiembre, no sabian 10s de la Casa
la manera de &war su administraci6n. (2)

(1) Archivo de la Cnea en el de Indins 139-1-4. Desde Valladolid en 14 de Novierubre de


1609 y con objeto de saber lo omrrido en el viaje de Solis y Pinz6n (ISIS- 1609),encargael Mo-
na- a1 tasorero de la Fspaiiola, le dign: rcual fu.5 lncausa porqoe el dichoComendndor Mayor
“(Ovandoque habin oesndo en Julio) non dej6 trner las dichns lenguas, (indios int8rpretes) 6
equ.5 fueron 1- mas quelos dichos Vicente Yaima Pinzou .5 Juan Diaz de Soli8 tliixeron del
dicho viaje.,
(a) Colec. de doc. de Nav., tomo 2.O, pigins 56.1.
13
60 A M ~ R I C OVESPUCIO
__ - -~

i i g l e ~ a t btcen
s, la0 Srtetritcdones babae 6 &tt&tco por el
&~ctor,tree cartae para PI s e r j i g@toneiorbe ?@€la,q el $e-
crstartfo @ r i c i o . @ pet6 ert la QI;orte (Brfcfo, q siroe lo b e
3nbfa0, balbe la c a r t a 17 tl os gutaru como el g e q nos ofga
g alcancets &ion be5ipitde. gomoe infmmabos qite e1 gleq tja
encomenbabo lo0 neguctoe he 31Jnbtae6 mr.
b e giftla ert c a m a -
rero maqor. st e0 a&, fboe biredamentr 6 $1. go qite yrfttci-
palntente boeeamoe e0 c l a r f b a b bel cottcie~toentre el &eq
giteetra gieiior q el geliar @iq gon pernanbo, parqite sopa-
moe bar la suqo 6 c a b a itno.”
En la carta de 10s de la Casa para Gtricio llevada por Am6ric0, le
dicen en 16 de Septiembre que hacian falta aim ocho mil ducados para
el despacho de la Armada destinada a la Especieria, 10s cuales se deta-
. llaban en el Memorial, que ahora decimos Presnpuesto, llevado tambi6n
por Amkrico, lo que manifiesta que por entonces no se renunciaba la
referida expedicidn. Era esto a mediados de Septiembre y, llegado No-
viembre en ocasidn de hallarse el de Borgoiia asistiendo en Burgos A un
banquete con el que celebraba la toma de posesi6n de aquel Castillo
que, en recompensa de sus servicios contra Fernando V liabia conce-
dido el de Borgoria al intrigante D. J u a n Manuel, vidse dielio Principe
acometido por unas h b r e s , de las que ti la sazdn habia epidemia en
Castilla, sucumbiendo de ellas, a1 cab0 de breves dias. Hizose entonces
cargo de la gobernacidn de Castilla, un Consejo de Regencia presidido
por el Arzobispo J i m h e z de Cisneros, y fu6 llamado presurosamente de
Italia Don Fernando, puesto que su Rija, la verdadera Soberana, esta-
ba loca.
Cuando en Septiembre de 1606 enviabsn 10s de la Casa a1 de Bor-
goiia B Am6rico Vespucio:
“el citnl, b e c t a u , vart inforntnbo b e tobas la0 c t r c i t n e -
tartciae b e In b f c b a &r.mabn(be la Q s p ~ c i e r t a ) ~ ’
y que adem& llevaba consigo el:
c f m ~ r n ~ bo l c0m0 q i t e ee bait be pruneor b e ma0 b e
t ala0
lo q i t e qn pet6 pitmetbo3i(1).
No es de creer, que tratasen aun 10s de la Casa, de suspender la
organizacidn y el envio de esta expedicidn. para lo cual tampoco es pro-
bable que hnbiesen enviado al de Borgoiia a Vespucio, que habia sido
sin duda uno de 10s aatores del proyecto y parece que sigaieron ha-
cihndose los preparativos 8, juzgar por el asiento del Libro de Tesorerfa

(I) Colec. de doc. Nsvarrete, torno 2.0. piigins %2. Desde Sevills R 15 de Septiern-
bre de 1.506.
AM?&ICO VESPUCIO 61
-_-___--___
de laCasa relativo B haber empezado tambibn Ambrico B preparar el
bizcocho 6 galleta (1)para esta Armada, de lacual decian 10s de la Casa
en su carta B Gricio:
j’t no lpb€ettboh e parttr la bfcbn armaba arttpe h~pebre-
ro (he 1507). &E,”

Y sin embargo, llegado el mes de ‘Febiero tampoco partieron la


Armada ni Vespucio y fueron, como veremos, destinadas A otros fines
las naves que para esta expedici6n habian venido de Vizcaya. Verdad
es, que por este tiempo habia regresado B Sevilla Juan de 1% Cosa, l l e
vando como resultado de sus exploraciones la comprobaci6n de laindu-
dable continuidad de las tierras continentales, a1 Sur de 10s descubri-
mientos de Col6n en la America Central, h a s h la isla de la Margarita,
pr6xima Alas bocas del Orinoco. Algo despub, debi6 r e g r e w Pinz6n
aportando A su vez noticias de su navegaci6n A laa Antillas y costa
oriental de YucatAn, en la cual y a1 Norte de lo descubierto y reconocido
por Col6n, habia comprobado costeando, como dice Anglcria, aquellas
costas orientales, la continuidad de las nuevas tierras niAs a1 Norte de
la isla de 10s Guanajos en el Golf0 de Honduras descubierta por Coldn.
Estos nuevos antecodentes de que A la respectiva llegada de uno y
otro navegante, tuvieron inmediata noticia el Doctor Matienzo y sus
compaiieros, pudieron con raz6n modificar sus ideas acerca de la pro-
yectada expedici6n. Fernando el Cat6lico, retenido aun en Italia, tarda-
ria algo on regresar (2) y, parece posible que, A propuesta de 10s de la.
Casa, y de acuerdo 6 n6 con Jimenez de Cisneros, determin6se acaso por
D. Juan Fonseca suspender el proyectado viaje, aunque no conozcamos
la orden en que asi se dispuso.
Conservase en el Archivo de Indias de Sevilla, procedente del de
su Casa de Contrataci6n, el Libro destinado B llevar las cuentas de
10s gastos hechos para esta Armada, en el cual se consignaron algo des-
pubs, por respectivas notas y A modo de partidas dedescargo, el us0 y
aplicaciones en que, por no haberse realizado esta expedicidn, fueron
empleadas las naves y las provisiones que para la misma fueron acopia-
das. Sobre su cubierta de pergamino y en bellos caracteres monacales
aunque de tints alterada por el tiempo, se lee:
j’gibru b~carso g bata b~lo0 nunqm, t morcaberfaeh
mantentmtentos,que 00 romprarutt para 01 o i a f e rt la @ w e -
&!ria.”

(1) Colec.de doa. da Navsrete, tarno 8.O, p8gina 907.


(n) Hasta que en Jnnio de 1W7 deaembaro6 en Barcelona, procedente de Nlpolem.
62 . AMJkRICO. VESPUCIO

Los buques cuyo aprovisionamiento se especifica son trea, venidos


de Viecaya, A saber:
39gunuo maqor llainaba be la @tagbalenu”
que dice vino de Vizcaya, y en nota contemporhea:
fuC 6 la Qepaitula g ee bid 6 Ptegu gubrtguet QSrafe-
&a” (4)
y en otra nota relativa B este mismo buque dice:
”enoiaronee It b e m c t d e e be 3.3. qite eetan en la0 89n-
bide en la nao maqor el aiio pueabo bo 1507 tteinttnueoe
suerpos be corugu.”
”ga nuu mebiana u€nu b.e gortugalete”
y en nota agrega:
”gu nno ntobfana Oe w e t &para cargo b e ropa para la0
3Jttbtae el uito paeaho be 1507,”
De la tercera nao que llamada Cltrabellt y que era la menor, dice en
nota que fu6 B Canarias, y agrega:
”09 toind para el utafe 6 beecubrfr en qite uun g€n!on
q gtulte.”
Estos asientos 6 notas del libro de la Especieria, si bien no declaran
la fecha precisa de la suspensi6n de esta Armada, consignan sin embar-
go el hecho de haberse dispuesto de las naves para otros fines, y permi-
ten adem& determinar la fecha en que las dos naos mayores, venidas
de Vizcaya, regresaron Sevilla, pues segun consta por otros asientos:
”Sa nuu he en0 ~ l t e ~ aone tttnu por Qnpftun Picgu
wbrfnitet Gi-aiehn,Ile@6(2) .en1 1 be Qhtitltre be 1807.”
’’ ga nao Zw ette 31tefne eit qitc ntaeetre ditnit b e @ecrtha-
no en 11 h e (Octitbrebe 1 .TO7’’ (11~~16 he la @ieyafinla). (3)
Estos asientos que deterininan poi coinpleto el vi+ de las naos viz-

(1) Este distinguido c6mitre Sevillnno figarn mucho en 10s trnbnjos Iuaritimosde In C-n en
aquellnBpocn, y entre ellos en el despncho de la expediciin de Pedro Ariwen 1514 y de la ril-
tima de Solis e n 1516. Pnrece probnble sen &e, el mismo Diego Rodriguez, mnastro de 1% nno
en que regres6 6 Sevilln Col6n en su hltimo viaje 6 juzgnr por su cnrtn de i de Ssptiembre de
1601 e n In que dice B Francisco JIorilln ndiese B dicllo Diego Rodriguez ochentn pesos de
or0 que nbr6 de dar por el pnsnje de nqui B Castilln con veinticinco peisonas que han de i r con-
mig0.r Cnrtn nuMgrnfn de Col6n-De 10s nut6grnfos de Col6n y Patpeles de Am6ricn por In.
Duquesn de Albn-Ifadrid 1852- piginn R2.--F118 t n m b i h Diego Rodrigues el primer Bisitndor
dennos de In Cnsa.
( 2 ) Qiie 0s e l wpitlin que march6 k In Espniiola lleraudo In mayor de Ins nnos viscniph.
Ademas, B diferencin de las 0tr-s nnos Ilegndns en el mismo niio. de 6stn y de In signiente qno
no son fletndrui, sino de In Cwn, dice nno.; de m a Alterns, esto es de 10s Iteyes. porque no se usnbn
s u n el trnkmiento de hiqjastnd.
(3) hrchivode IRCnqn en el de Iudias 32-3 a/.,
AMIhICO VEBPUCIO 63

'
cainas, evitan t a m b i b cierta justifiwda confusidn, que en eetudios no
espailoles produce el hecho de conGgnar que en 1606, diga Felipe de Bor-
goiia que las naves para la Especieria estaban para llegar L Sevilla, y e n
Octubre de 1607, haga referencia D. Fernando L la reciente llegada
de las rnismas naves, lo cual queda explicado poi. su viaje a la Espaiiole.
E n cuanto it la mits pequeiia, 6 sea la carabela'que llevaron luego Solis
9 Pinz6n, no habiendo ido mLs que it Canarias, debin regresar y encon-
trarse antas en Sevilla.
A mediedos de este aiio de 1607, armaron 10s de la Casa dos buques
destinados ir la persecucion de un pirata, que s e g b parece, acechaba las
naves que venian del Nuevo Mundo, y cuyos gastos se consignan en el
correspondiente libro de Armada (l),que comienza:
" ~ e l a c t B nbe lo0 maraoebfe lfztp Oe ban babo para loe
gasto0 b c la0 bo0 carabelae- b c qite pitan be la do0a ua por .
dapftdn para oitarba t amparo be lae ita00 qitr ofenen b e
las gnbfas, t fit6 nitena que ljabia ctertoe armaboe (etc) que
bft que baij itno qite eo llama guan b e (Wanaba @tfpxtao&."
Hizose esta campaiia en carabelas fletadas para este objeto, sin
duda por la preinura en acudir a la vigilancia de las costas, y seg6n el
citado Libro:
"Qomenfri bcebc el moe be pitnfo he1 bfclfo aiio, h € p
(&e) qneec coinenit5 ti eittcitber cn In biclja arinabn heshe
22 be sititto be 1507."
Estiis carabelas dehieron hacerse B la mar en 15 de Julio en cuyo
dia carninan d devengar sus haberes 10s tripulantes, 10s cnales segun el
referido libro fiieron pagados h a s h 22 de Septiembre 10s de una carabe-
la y hasta 2 de Octubre 10s de la Capitana en que iba Cosa. Para su ar-
mamento que se conom fuQ hecho con toda urgencia en tanto que Cosa
disponia las nares,.en el ines de Junio, march6 Pinedn L Malaga donde
comprci pdlvorrt p otros aprestos, como por el respectivo asiento consta.
Terminados estos servicios aparece Pinz6n encargado por 10s do la
Casa de despachar en Sanliicar varias naves que llevabitn yeguas para
su propagacion en la isla Espaiiola, y constan en el Libro de Tesoreria
de la Casa 10s pagos hechos poi cl porte dc varias cartas para Pinz6n B
Sanliicar y viceversa. Dici lugar 6, esta correspondencia el haberse re-
cordado por medio de preg6n la prohibici6n de sacar yeguas segiin

(1) Archivo de la Casn en el de Indins. Los fondos llegados en los nnteriorea buqiiex file-
ron destinados a1 armamento y g a s h de 18s navcq mandadas por Juan de la Cosa, para la per-
secoci6n del referido corsario.
14
la pmgmbtica dada en Castilla en 1494.Solicitaron entonces 10s due-
fiod de las yeguas que no se habian embrtrcado a h , 8 8 les perrnitiese
hacer el ernbarque en evitaci6n de 10s perjuicios que se les seguirfan,
otmg6la Fernando el Catdlico por CBdula de Diciembre de 1607, (1)y
fa8 este laborioso 6 ilustre Descubridor encargado por 10s de la Casa des-
pachar la expedici6n completa de las yeguas para aumentar con ellas la
riqueza de la Espaiiola y desde esta despuhs, la de tantas otras tieriw del
Nuevo Continente. Vicente Y&iiez Pinz6n apeaar de su larga y labo-
riosa existencia no fund6 sin embargo, Mayorazgos ni Seilorios y acaso
no'ha merecido, que sepamos, una detenida biografia.

I1

A??RICO Y SUS CARTAS

AP' ' n ninguno de 10strabajos anteriores de la Casa se encnentra citado


AmBrico, acaso por su calidad de extranjero pues consta que no fuB
naturalizado en Castilla hasta 1608. Menos plausible explicaci6n tiene
el hecho del prolongado retraso de su partida en tanto que Cosa y
Pinz6n terminaban y llevaban cabo sus respectivas investigaciones i
las que puede atribuirse en mucha parte el aplezerniento de la expedi-
ci6n que se confiaba a1 navegante florentino para ir & la Especieria (2).
Celebradas, a1 regreso de Fernando el Cat6lic0, las Juntas tenidas
en Burgos con 10s navegantes de la Casa de C o n t r a t a c h , renuncibse
como veremos, a1 viaje direct0 para la Especieria, que no parecia ya
tan hacedero, y acordbe en cambio enviar una expedici6n que debia
buscar B traves de las tierras continentales, y en la *parte del Norte ha-
cia Occidentes un paso 6 canal navegable que condujese & las naves de

(2) Colec. doc. Nav., tom0 pBgina 696. Dada en Burgos B 23 de Diciembre. Segh en l a
CBdulo se expresa, la yeguas enviadas fuaron 106.
(3) En la carte tnntss v e w citsda de losde la Casa para el secretario Gricio en 1606,en que
se pide wnsignaci6n de mbdinero para la armada de Am6ricose da para ello entre otras ra-
zones lo gaytado en =el proveimieuto de las tres carabelas que esten en la Espaiiolas y con las
cualea SB encnrgaba B Ovando requerir la casta de las perlas y haeer mnocimientod en l s s
otras antillas.
A S ~ ~ R T C VESPUCXO
O 66

Castilla hastit 10s deseados mares de Occidente no conocidos a h , per0


para la realizaci6n de este viaje se acudiria it otros navegantes, en tanto
que Americo a1 que, acaso pegudicaron sus aficiones de corresponsal
como diriainos hoy, quedaba retenido en Sevilla para el desempeiio de,
un cargo importante, sin duda, per0 sedentario.
Acerca de est0 recordaremos aqui que, precissmente it este aiio de
1607, corresponde la proposici6n hecha por un escritor residente en la
Corte de Lorena y llamado Hylaconiylus (l), para dar it las nuevas tie-
mas el nombre de AmBiica, p: oposici6n que no obstante sec in,justifica-
da encontr6 f h i l acogida en la Europa central. Debi6se este hecho, en
cierto modo inesperado, it la facilidad con que el ya citado escritor, no
obstante lajusta fama y resonancia obtenida por 10s primeros descubri-
mientos de Cristobal Col6n, admiti6 las afirmaciones hechas por Am&-
rico en sus famosas cartas dirigidas iidiferentes personajes no espaiioles
y en c u p s cartas, relatando el florentino aus riajes, se calificaba it si
propio de descubridor del Nuevo Continente, hecho que por cierto no ha
podido ser comprobado. Partiendo Hylacomylus de las afirmaciones de
AmBrico, y haciendo con injusticia cas0 omiso de la iniciativa que
Crist6bal Col6n con 10s Pinzones correspondia en la realizaci6n de 10s
primeros descnbrimientos, hizo entoncen su conocida proposition de dar
el nombre de America it las nuevas tierras continentales en su Cosmo-
graphim Introductio: cup0 texto latino que despojado de abreviaturas
para que est6 m&s claro dice asi:
non video cur quis jure,vetet ab Americo inven-
J
Americam, tore sagacis ingenii, Amerigen quasi Amerioi te-
1 rram, sive Americam dicendam.
Public6 Hylacomylus su &oemograybtm ~tttrobudto,en el
. aiio de 1607,J’ segiin el alemitn Cronau (2), fui! editada en unaimprenta
dependiente de un colegio sostonido por Renato 11, Duque de Lorena y
Bmulo y rival en Italia de 10s derechos de la Casa de Arag6n (3). Estos
hechos y la circunstancia de residir Hylacomylus en la Corte del de Lo-
rena relacionan de un modo direct0 su proposici6n con la cartn, que, it
fines de 1604 y encontrhdose Am6rico en Portugal, dirigi6 a1 dicho
Duque de Lorena con la relaci6n m& 6 menos veridica de sus cuatro
viajes.
Interpreta un docto escritor (4),el titulo de Rey de Castilla (omi-

( I j Sombre latiniradode Martin Waltzornnller.


(2) E n s n o b r a titnlada de Amdrica Leipzig 189l.-Versi6uaspafiola tomo 2P. pBgina at;.
(8) Y aliado contra Fernando V con el Monarca franc&% Carlos VlII.-Renato II muri6
en 1608.
(41 Colec. doc. Nav. tarno 8.q pigina Wen nota
66 AMI?+RICO VESPUCIO

tiendo el de A r a g h ) , con el que AmBrico designa a Fernando el Cat6-


KCO, creyendoque era su objeto lisonjear de todaa maneras en esta
a r k a1 Monarca de Arag6n, y ciertamente que no hariamos alto
en ello, pensando entre otras razones que bien puede dispensarse
este error en el que tantos errores destruy6, pero son tales laq conse-
cuencias que A este escritb pueden atribuirse, que impiden dejar sin
examen esta afirmaci6n.
Como hemos dicho, la carta a1 de Lorana estA escrita en Portugal
y antas de abandonar AmBrico el servicio de aquel Monarce, pues q u e
termina diciendo:
“3Lfora pPZmano~c0en oeta Qiubab be Qfeboa, et- eabm
tobattia qu& ponearb b e mt rete @renietmo &q.”
Y por cierto que este documento comprende 10s cuatro viajes d e
AmBrico, manifestando asi que todas sus Relaciones heron escritm an-
tes de su vuelta st Castilla. Agregaremos que la carta parece que
fupl pedida, 6 por lo menos escrita para el Duque de Lorena porque
aeghn en la misma se lee:
“W#€dmo prfnc€pdn*entort eemtbtr el pmiabotr be e0ta
@enoenut6,Lfumtlbectttabo be p. @ g m iI g.o mto be toba mt
ostfmactm.”
Y observemos, por tiltimo, que era el de Lorena rival en Italia de
la Casa de Aragbn, que sus partidarios habian sido arrojados de la Ita-
lia meridional por 10s de Fernando el CaMlico, y que por esto AmBrico,
que era italiano, evitaba por no desagradar a1 de Lorena, nombrar b
Fernando V coni0 Rey de Aragon. Pero que era su objeto natural y cla-
ro halagar de todas inaneras en s u carta d Renato de Lorena A quien su
- escrito estaba dirigido, lo muestra tambiBn su encabezamiento que
dice:
“ ~ l l u e ~ r i e e tglenat0
m ~ $j€ezrttsalemet $ktc€lieg$cg€,,
E n el cual precisamente da el florentino a1 de Lorena 10s titulos L
que aspiraba por dereclios disputados ft la casa de Arag6n. Tan lejos se
hallaba AinBrico de halagar con esta carta a1 que gustaria titularse.
‘~&mtanbos e q b e ai-agbn, bo $€ctlia, be 3erasaldtt etc.,,
Como por tantos documentos consta, y a1 que sin duda no esperaba tener
que pedic en breve favores y proteccibn no obstante el mal servicio que le
hiciera pasando & Portugal y conduciendo desde aquel pais dos expedi-
ciones sacesivas ft las Costits de B r a d y por esto en algunas de sus edi-
ciones aparece en su portada la figura armada del Monarca de Portugal.
No es probible que estas publicaciones permaneciaen ignoradas
en EspaiIa y menos aun de Fernando el Cat6lico. que B la m 6 n regrep-
AXPRICOVESPUCIO 67

bade Italia. En cuanto (11 agrado, con que pudo verlas este Monarca, lo
manifiesta el hecho de que ni Ambrico escribiese en adelante m b car-
tas,niestas hesen, que se sepa publicadasen Espaiia, y si es cierto, que.
desempefiariaen Sevilla un cargo honroso y de importancia, no Be le
confiarian en adelante expediciones B descubrir, ni llegaria & navegar
en 10s buques de la Cam de Contratacidn.
68 JUNTA DE NAVEUANTES EN BUROOS
___~________ ._---
. .

Fernando el Cat6lico.-Del Retablo de la Casa.

REGRESA A E S P A ~ AFELZXANDOEL CATOLICO

I
JUSTA DE LOS XAVEGANTES EN BURGOS

I508

M uerto Felipe de Borgofia, y perturbada siempre la razdn de D o h


Juana, hizose cargo de la gobernacidn de Castilla un Consejo
de Regencia presidido, por fortuna, por un hombre prestigioso y eleva-
do, grande amigo de la Reina Isabel y consecuente y leal para Fernan-
do de Aragdn. FuB este, el g r m Arzobispo de Toledo Don Francisco
Jimenez de Cisneros, cuyos inteligentes esf’uerzos ve dirigieron desde
luego B contener la actitnd de algunos magnates descontentos y ambi-
ciosos (1) en tanto que regrevaba L Castilla Fernando V.
El de Aragon en tanto, confiado por conipleto en la lealtad y altns
(1) Po,’ otrn parte, 10s adictos y contrnrios s1 Rey Don Fernando traian sl Reino en con-
tinua ngitaci6n ..... porque, como de estos decis el Duqoe de Albn, si padieran sacar el
demonio del infierno parn jiintnrse contra si1 Alteza lo harian.-Lafuente tom0 10.O ptigina
309-Pero contra h d o s pndo Cisneios.-Podria splicarse hog el expresivo dicho del Duque de
Alba 6 10s escritores fankticos contra el Estado Espaiiol.
JUNTA DE NAVEGANTES EN BUBQOS 69
- ___

dotes de Jimenez de Cisneros, detlivose a h en Italia para atender B


10sasuntos de aquellos Estados, comprendiendo como experto gobernan-
te, que no le seria ya tan f h i l abandonar de nuevo la Peninsula y por
finen Junio de 1607,di6m B la vela en NApoles y desembarco en Bar-
celona Fernando V, queregresaba A Espaiia rodeado de 10s mayor-
prestigios. Pas6 muy luego el Monarca B Castilla, en la que urgia su
presencia J donde, desputb de la desordenada gobernacih del de
Borgofia, 10s misinos pueblos que le vieron partir con desden, le reci-
bieron con j6bilo.
Seguia rigiendo la Casa de Sevilla el Doctor Sancho de Matienzo y,
apenas llegado ft Castilla, entabla el Monarca con 10s de la Casa una
activa correspondenciade la que no quedan sino una parte de laa Cartas
6 CMulas Reales registradrts en 10s Libros de la Casa. Como era natural
que ocurriese, debio referirse en un principio esta correspondencia B la
proyectada expedici6n B la Especieria, no realimda aim, y acerca de
lo cual debieron mediar explicaciones. De todas maneras, es lo cierto
que B la llegada de lrts naos vizcainas, que en 11 de Octnbre regresaban
de la Espaiiola, contesta diligentemente Don Fernando B 10s de la
Cam en 21 del mismo mes (1):
"ti lo qito becfs, 0f no mo be bo seroir bo la0 bo0 rarabelas
qm agora ban ttenSbo para Io bo In QMpoctcria,coma ostnba
acorbabo, ntofor 0mia b t ~ p o n o bellae
r ,O"
Tratando de reconstruir, como se hace preciso, esta corresponden-
cia, de la que no quedan sino restos incompletos de una de. las partes,
parece lo probable, B juzgar por 10s resultados, que no pretendiesen 10s
de la Casa se renunciase enabsoluto 8. la proyectada expedicidn, como
daba B entender el Monarca, y si so10 B modificar el plan 6 proyecto
anterior para la misma, pucs en siete de Noviembre y contestando sin
duda B nueva carta de 10s de la Casa, les ordona Don Fernando envien
B la Corte ft Am6rico Vespucio y B Juan de la Cosa. (2) Observaremos
que eran precisamente 10s dos navegantes llamados por el Rey, 10s
Jefes respectivos de la expedition suspendida para la Especieria y de le
que hacia poco habia regresado B Sevilla, despues de reconocer por mi-
nuciosas navegaciones el litoral dol Nuevo Continente en una extensi6n
considerable, al Sur de lo antes descubierto y reconocido por Colon.
A pesar de esta orden, no fLieron todavia 10s Pilotos, 10s cuales no
salieron de Sevilla hash Febrero de 1608, en cuya fecha marcharon B
Burgos, donde B la saz6n estaba Fernando el Cat6lico. no solo Cosa y
__--
(1) Archivo de In Cnsa en el de Indias 148-2-2 Ddn en 21 de Ootnbre de 1W.
(2) Colec. doc. Nnv. tomo 9.O pAglna 901.
6) JUNTA DE NAVEGAWES EN BUBOOS

AmBrico, sin0 t a m b i h Y&iiezP i n d n y Diad de Solis, (1) no nombrado


este ultimo hasta entonces, en 10s Libros de la Casa, y cuyas variacio-
nes parecen corresponder & las cartaa y comunicaciones, que durante
ese tiempo mediaron, entre Sevilla y la C o d .
Por eate tiempo, no habia aim en la Casa Pilotos de nombramiento
Real, aunque si consta que, entre otros prestaba en ella sus servicios
Juan de la Cosa, y como hemos dicho, desde 1505 tenian en la Casa
SUB wignaciones YBiiez Pinzdn 9 Vespucio ”ontuntoqitosoocupurun
on lo be la &lrmaba,” segun la orden dada por Fernando V. Durante
su ausericia, aiinque no realizado el viaje, parece que abonaron 10s de la
Casa B Vespucio sus asignaciones, y admitieron para cooperar en 10s
trabajos geogrBficos de esta Imtitucidn, B un nuevo Piloto desconocido
aun para Don Fernando, que asi lo manifiestan 10s t6rminos de su Carta
de 3 de Marzo de 1608, en la que contestando B otra anterior de 10s de
la Casa les dice (2):
”en lo bo1 ealarto que btctetete d g u a n gtax be golfs g 6 loa
otitospptlot00,fitdmuq bten focbo a j aetmtemo acoger enbfcba
rmtpaffa a1bfcbo guan gtaf p o r ser eognn bode, (3) persona
be ntucba oxporionctu d bo que g o pobrd serofrme para lae
roeae bo beecobrfr.”
Este nuevo Piloto, poco nombrado hasta entonces y colocado, sin
embargo por 10s Jefes de la Casa de Sevilla, a1lado de navegantes tales
como Juan de la Cosa, Vicente YBiiez Pinzdn y Aidrico Vespucio, era
nacido en la villa de Lebrija no lejos de 10s mhrgenes del Quadalquivir
segun 10s antiguos historiadores que conocieron A Solis, y entre ellos,
el italiano Angleria que lo conoci6 t a m b i h y que tenia cargo en el
Consejo, Su mucha experiencia, que podia ser tan uti1 A Fernando V
para las cosas del descohrir, se explica por el hecho de haber servido Solis
en la cam de la India de Portugal en la que reclamaba (4) ciertas canti-
dades que aseguraba se le debian y de regreso & Espafia fu6, como vemos,
perfectainente acogido por el Doctor Matienzo y por sus compaiieros que
comprendieron toda la importancia que para la Casa tenia adquirir 10s
servicios de un piloto espaiiol, que liubiera serrido en la Casa de la India,
de Portugal, y tuviese conocimiento de aquellos mares A 10s que habia

(1, Archivo de la Casa en el de Indins 148-2-2. Dada en Burgos 4 21 de Marzo de 16B.-


Orden de pago: gnstos de riaje.
(2) Archiro de la wsa de Indins 1-18-W2. Desde Burgos en I s fechn referids
(3) Esta frtue manifieata A Fernando V no conocis niin A Solis.
(4) Seghn refiere el embajador portuguQs en sn carta A aquel Nonarca hab6rselo manifeata-
do el mismo Solis-Carts de Vasconcellm d d e Imgroiio en SO de Agosto de 1612-Colec. de
doc. de Navarrete tomo 5.O pAgina 127.
JUNTA DE 'NAVFAANTES EN BUROOS 61

llegado en 1498 el navegante portugues Vasco de Gama despuh de


haber doblado, el aiio anterior de 1497,el Cab0 de Buena Esperanza.
Habia navegado Solis a1 Nuevo Mundo antes de pasar Portugal,
ai hemos de creer el testimonio de un autor contemporheo y de t a n k
autoridad como Angleria que, a1 terminar su primera Decada y corres-
pondiendo por tanto a1 aiio de 1502 pr6ximamente, escribe:
e Tambie'n se dice, que han recorrido aquellas costas occidentales del nuc-

vo Continente, Vicente Y a h z , de quien arriba hablamos, y un Jtlan Diaz de


Solis de Lehrija y otros nwchos, cuyas cosas no C O ~ O Z C Oaufl bien (1).
Acerca de esta afirmaci6n de Angleria consignaremos aqui el he-
.cho menos conocido de que s e g h el testamento (2) hecho en Lebrija
por el alba68 (maestro de obras 6 arquitecto) Fernand Garcia hermano de
un Juan Diaz, que en el aiio 1499 6 sea en la Bpoca en que salieron de
Sevilla las expediciones de YBiiez Pinzon y de Hojeda, hallLbase en el
Guadalquivir, hecho cargo de un carabelbn, un marho' de Lebrija
llamado precisamente Juan, hijo 6 sobrino de Juan Diaz y B quien su tio
el nZbad8 Fernand Garcia lega una parte del buque y la propiedad total
del carabel6n mediante la entrega, B varios de sus parientes, de cierto
nfimero de maravedis.
Si de regreso del Nuevo Mundo, pas6 Solis B Portugal y naveg6 en
10s mares de la India, como parece probable, se explican perfectainente
10s propositos expresados por Don Fernando de utilizar su mucha expe-
riencia, y el hecho de haberle colocado 10s de la Casa como Piloto geo-
grafo a1 lado de Juan de la Cosa y de Pinzhn. Debeinos manifestar sin
embargo que algunos autores no espaiioles, rechazando la creencia que
tuvieron sus contemporkneos acerca del nacimiento de Solis en la villa
de Lebrija, pretenden se admita la identidad de este navegante con un
piloto portugubs J u a n Diaz (3) que, por haber robado en compaiiia de
ciortos corsarios fianceses una carabela del Rey de Portugal que pro-
cedente de Guinea traia veinte mil doblas de oro, se habia fugado de
Portugal y estab? perseguido, no s610 en su Pais, sino tambi6n en Cas-
tilla, & peticibn de 10s gobernantes portugueses, desde el aiio de 1496.
Era sin duda m'uy conveniente, para que prosperase este errado SU-
puesto, que el descubrimiento de la India liubiera tenido lugar algunos
aiios antes de 1496,siendo de ese modo f h i l y hacedero que, antes de

(1) DBwdab, tomo 1.O pBginnM.


(2) Que exnminsremos nl trntnr de In persooalidnd de Solis. Ln palabra alklii ha cambiado
de significncih.
(3) Coleccih de docnmentos del Seiior Navnrrete, tom0 S.., pAgina 6%. CBduln de 10s Rep&
Gnt6licos dndn en Alfnro B 29 de Octubm de 1495
16
62 JUNTA DE NAVEOAWPES’EN BUBQOS

cometerlsu delito el portuguds J u a n Diaz,hubiese prestadu en aquella


Casa de la India 10s mencionados servicios, cosa que es imposible acep-
tar daspuds de hallarse el Dim con tal empeiio perseguido y buscado.
Los hechos, sin embargo, ocurrieron de otro modo; la Indiano ha-
bia sido descubierta aun en 1496 y por esto, ni el perseguido portupids
J u a n Diaz, fugitivo desde entonoes, pudo servir mino Solis en la Casa
de la India, ni el honrado navegante y el descubridor del Rio de la Pla-
ta Juan Diaz de Solis distinguido por Fernando el CaMlico, llarnado
por 10s de la Casa de Sevilla, y solicitado en 1612 por el mismo Rey de
Portugal, puede convertirse fAcilmente como pretenden algunos, en un
piloto delincuente y deaconocido que, perseguido desde 1496, no habia
podido ir A la India en naves de Portugal, ni doblar siquiera el cabo d e
Buena Esperanza y que, perseguido itsi mismo en Castilla, es dificil
tambien que hubiese navegado a1 Nuevo Mundo. Todo ello es inverosi-
mil y absurdo, y como m&s adelante diremos, fud en 10s tiempos de Solis
una calumnia.
Con 10s nuevos Pilotos enviados A la Corte, debian adquirir tam-
b i h mayor importancia 10s resultados de las Juntas reunidas en Bur-
go3 por Fernando el Cat6lico y en las que tomaron, por tanto, parte
Vicente Yfriiez Pinz611, compaiiero de Col6n en su primer viaje, explo-
rador primer0 de la Amdrica del Sur y descubridor de varios de sus m&
grandes rios; Americo Vespucio, descubridor con Juan de la Cosa y
Hojeda de las costas de la Ambrica Meridional; Juan Diaz de Solis,
descubridor mAs adelante del Rio de la Plata, y por iiltimo, el ya citado
J u a n de la Cosa, gran navegante y descubridor, y autor a d e m b de la
primera Carta de marear relative & las costas del Nuevo Continente.
Llegados & Burgos 10s navegantes, en 10s principios del mes de
Marzo de 1608, debieron comenzar muy luego las conferencias con
Don Fernando y con Don Juan Fonseca (1) para “Iu% t 0 0 d 0 bel bee-
cobrir.”
Emple6se en estas Juntas una gran parte del mes de Marzo, y una
vez terminados dichos trabajos, en 10s dtimos dias delmismo mes salie-
ron de vuelta para Sevilla dichos cuatro navegantes que con;urrie-
ron A ellas. Los acuerdos tornados debian corresponder, y correspon-
dieron en efecto, la calidad de 10s congregados y si bien faltan en ab-
solute documentos directos de e s t m Juntas 6 conferencias, 10s cuales aca-
so no existieron, subsiste en cambio, prueba docurnentada de sus resul-
tados, en 10s diversos trabajos y empresas geogrzificas que, A seguida d e

(1) C O D S que
~ 88 hnllabn en Burgos en dichos dlaa por au firmn en vsrias CBdolss de In8
que entonmw expidiemn.
JUNTA DE NAVEQANTES EN BUR009 65

su terminaci6n, fueron enoomendados por Fernando el Cat6lico 8, 10s


cuatro navegantes, que en ellas tomaron parte, B saber:
Creaci6n del cargo de Piloto Mayor en la Cwa de Sevilla, A cuyo
funcionario se le encomendaba la enseiianza de 10s pilotos para la nave-
gaci6n L las Indias Occidentales, y a1 cual se encargaba ademls la for-
maci6n de las nuevas Cartas geograficas de 10s descubrimientos hechos
y que en adelante se hicieran. Para este cargo fu6 designado AmBrico
Vespucio por CBdula de 22 de Marzo de 1608.
El envio de una expedicidn B descu7wir en la costa del nuevo Conti-
nente 6 Tierra firme, como entonces se decia, a1 Norte de Veragua donde,
s e g h 10s terminos de las Capitulaciones debian buscar "aqtel canal
6.mat- abiettto que pt-tnctpalntente f 0 ri buscar." Esta expedi-
c i h , que reemplazaba a1 proyectado riaje A la Especieria, encomendado
antes ic Amdrico y el cual quedaba indefinidamente aplazado tenia
pnes, por principal objeto, buscar, A traves del nuevo Continente, un
paso que permitiera ic las naves espalaolas llegar h mares m L occiden-
tales. De su direccidn y mando se encargaban Yaiiez Pinz6n y Solis, por
CBdula del dia siguiente 23 de Marzo de 1608.
Y por ultimo, el envio B Veragua y A Darien de dos expediciones
que deberfan procurar establecerse, de un modo permanente, en aque-
llas regiones. Estas dos expediciones debian ser mandadas raspectiva-
mentepor Diego de Nicuesa y Alonso de Hojeda, alcalde mayor A la
saz6n de la Espaiiola. De la expedicibn de Hojeda debia formar parte,
como hombre entendido en aquella navegacibn, el cuarto de 10s asis-
tentes 8, las Juntas de Burgos, y asi consta en las correspondientes
Capitulaciones, las cuales no se firmaron h a s h el 9 de Junio, dilaci6n
que parece corresponder a1 tiempo necesario para que Alonso de Hoje-
da enviase desde la Espaiiola poder 6 autoriacion A Nicuesa, el cud,
como hemos referido ya, firm6 dicho documento por si y a nombre de
Alonso Hojedn.
A consecuencia de estas ultimas expediciones fu6 fundada la ciudad
d e I s Antigua de Darien, primera de la America espaiiola en el Nue-
80 Continente, y en la que se estableceria la primers representaci6n de
la Casa de Sevilla. De ellas se derivarian tambiBn el descubrimiento
del Pacific0 y la fundaci6n de Panama en sus orillas: la repoblacih
de Nombre de Dios sobre la costa atlhntica, y finalmente la apertura
de un camino practicable entre ambas poblaciones y desde el uno a1
otro mar.
64 EL P I u m MAYOR DE LA CASA

I1
CREACI6N DEL C A W 0 DE PILOT0 MAYOR-ENSERANZA Y EXAMEN
D E LO9 PILOTOS DE INDI45.-LA FORMACI6N DE LA5 NUEVAY CARTAS
ctEOGRAFlCA8.

I 508

F uk laprimera disposici6n tomada B consecuencia de las Juntas d e


Burgos, la creaci6n en Sevilla del cargo de Piloto Mayor, para
cuyo puesto fuk designado Amkrico Vespucio por CBdula de 22 de
Marzo de 1608, (1) y nunque en opinidn de Eerrera fiiese debida la de-
signacibn de dicho navegante & su especial aptitud parala formaci6n de .
las Cartas maritimas, recordaremos que eia m L conocido en la Code
como casthgrafo, Juan de la Cosa concurrente tambibn & las Juntas
de Burgos, y de quien ha& entonces se habian servido 10s Reyes y Fon-
seca, para esta clase de trabajos (2). Parece, por esto m L rerosimil que
fuese el objeto de Fernando V, no confiar las expediciones a descdwir
B un navegante oxtranjero y que, habiendo dejado ya anterioi-mente
B, Castilla, habia prestado despuks sus servicios en Portugal. De todas
maneras, es un hecho que la expedici6n proyectada pal% la Especieria,
& la que en absoluto no se renunciaba, no se confiaba ya B, Amkrico, y
que & consecuencia de estas Juntas en Burgos fueron, como veremos,
Solfs y Pinz6n 10s encargados de buscar el paso 6 canal navegable
para Occidente.
El cargo de piloto maFor que se creaba, aunque muy importante,
era sin embargo un puesto sedentario; 10s Pilotos Mayores no debian,
sin0 por excepcibn, viajar, como ocurri6 en 10s tiempos de Solis que era
espaiiol(3), la designacibn de un Piloto extrahjero, podia tener tanto
cuando se nombr6 B, Vespucio, como cuando fuk designado Caboto, re-
teller en Espafia & navegantes de otros paises y disminuir asi, las con-
tigencias de exploraciones no espaiiolas.
La misi6n confiada & Amkrico en Sevilla tenia dos fines principales
& saher: la enaeiianza n&utica de 10s pilotos que iban d las Indias, y la

(I) Archivo de la C ~ s nen el de IndiRs 16-4


(a) Como +s detslledahente sa ewmina a1 tsat,aq de la fariaaci6n da lirs Cartas gecgdficss
(3) S610 B Cnboto despuk de largar residencia en EspaBa, le fa6 confiada en 1625 la e x p d i -
ai6n frncssada al extremo Oriente.
E L PILOT0 MAYOR D E LA CASA 66

formacidn de las Carta.s maritimas de 10s nuevos Paises (l), y para


ambos fines fue enviado B Vespucio, algo despues de su nombramiento,
una Instriiccion dada por Fernando el Cat6lico, a nombre de su Hija
D." J u a n a en Valladolid B 6 de Agosto de 1608 (2), J' en la que se lee:
33vor
cttanto it nitestra noticia e0 oertiba, t por experiezt-
cia Ijabemoe wi0to qite, p o r %toeer 100 pilatoe tan oxpet+os
conto serin incne~ter, ttan eetrttctosen lo que bebcn ~ a b c f tque
,
lee baste para rcgir d gobernar lo0 nnuioe que naitegiten en
10s uiajee, qtte ee ljacen *lor el mar @cctano it h e ttiteetras
3)slae d sierra fttnte, qtte tenentoe en la pattte be lae@tbiae, d
por befeectos bello0 d be no saber conto 0 e ljun bo rogir d sober-
nar, d be no tener funbantento (conocintiento) para eabor tu-
mar, por el cttabrante t a0trolabi0, el altttra, ni sabot- la cum-
fa bello, lee ljatt acaecibo ntucltos qcrros, t lue gentes qite, be-
bajo b e 0u gobernacion nauegan ljnn paeabo mttcljo peligro,
be que imestro selior lja seqbo heeeroibo, d en nttestra lJa-
cicttbtt d be lo0 ntercabem~,qttc allit contratan,e e Ija rccibibo
ntttcljo baiio t pdrbiba, t para rentebiar lo ensobirljo, t p o r
.
qite es neceeario para la biclja nauegaciott, conto para atrae
nauectncionee, que con aijitba be ~tttcetroSclior ceperantoe
manbar facer para beecobrir otrae tierrae, ?e nrccsario qtte
lJaqa psreottae ntae expctttae d nteior fitnbabae, t que eepnn
la0 c o m e ncceenriae pltrn la0 take natwgttcionce,...+ ee nttoe-
tra nterceb, d i*olttntab, t maitbaittoe, que toboe 10s pilot00 be
nttcetroe rein00 d eeiiorioe, que agora eon 6 ecran, be aqiti eit
abclante, qtte qitieieran ie por pilatoe en In biclja nane~tacion,
eoaninstriti-bos t erpan lo qtte e0 ttecceariu saber t i t el cita-
brattte d aetr~*labio...,.t qtte, sin lo ealrer tto pitchan ir en loe
bicljos ttaitioe **orpilotoe, nin ganar solbabae p u r pilotage,
ni b e ntcrcaberee 0e pitobait concsrtar con t l l ~ * epara qtte
sean pilotos, r t i loa iitaestreelos ptteban recibir en lo0 nauioe,
s i n que printer0 eean csantinabos por poe, @ttrigopeeyitclyi
3titcetro g€loto inntjor t lee eca baba por poe carta be csanti-
itacion d aprobacion, b e conto sabert cabn uno belloe lo BUBO-
bicljo, con la cital citt-ta ntaabantos qttc scan teniboe +*orpilo-
foe, boqttiet- qttc la moetrarcn.,,
Tal fue la creaci6n de la enseiianza nButica en la Casa de Sevilla,
determinaci6n por deiniis pritctica y oportuna, dada la importancia

(1) De onyo3 extremos nos ocnparemos inas ade?anw.


(2) Del Archivo General do Simnnca?, Regiqtro dol sellode Cnstilln en la fechacitadn.
17
66 EL PILOT0 MAYOR DE LA CASA

creciente de 10s descubrimientos luaritimos p 10s anunciados prop6si-


tos, que fueron en efecto realizados, de ”mattba~ facm 0ttra.e tta-
ttega6imte.e para bescubrtr 0tttae ftmrai.”
A partir de esta Bpoca, estuvo encomendada dicha enseiianza B
10s Pilotos Mayores, pero juzgdse despuBs insuficiente g antes de me-
diar el siglo XVI, fuB encomendada b 10s catedrbticos de Cosmografia
y qued6 it cargo de 10s Pilotos Magores la misi6n de examinar b 10s
que habian terminado sus estudios. Creado m&s tarde, por la Univer-
sidad de Mareantes de Sevilla, el magnifico Colegio de PilotoS de
San Telmo, B orillas del Quadalquivir, pas6 it 81 la enseiianza de la
Nbutica, h a s h llegar el siglo XIX.
Por la misma CBdula se encolnendaba a 10s Pilotos Mayores, con
la cooperaci6n de 10s dern6.s Pilotos de Indias, la formaci6n de las
nuevas Cartas maritimas de las nuevas tierras, y fueron tarnbiBn debi-
das b 10s Pilotos de la Casa 6 a sus Cosm6grafos. otros importantes
trabajos cientificos que tratareinos de examinar separadamente de las
expediciones b descubrir. En cuanto B la formaci6n de las nuevas Car-
tas, observarernos que era por si sola una enorme tarea la formaci6n
de las relativas b las dilatadas costas del Continente Colombino, esta
que fuB encomendada y realizada por 10s navegantes y 10s Cosmb-
grafos de la Casa de Sevilla, y cuyos importantes trabajos habian
de cooperar con 10s Pilotos de noinbramiento Real, todos 10s demas pi-
lotos examinados, 6 Sean pilotos de I n d i a , b 10s que por la Instrnc-
ci6n enviada b AmBrico, poco despuBs de su nombramiento, se les orde-
naba que, b s u regreso rl Sevilla, diesen cuenta ti 10s Jefes de la Casa
y b su Piloto Mayor. de cuantas observaciones dignas de ser consigna-
das en el Padr6n 6 Napa Real de la Casa, hubiesen notado en su nare-
gaci6n B las Indias.
Tomaron, lnrls tarde, parte en estos trabajos 10s Cosm6grafos de
la Casa g sus Catedraticos de Cosmografia, pero es lo cierto que la
historia de estudios no ha sido hecha, y que, B pesar de s u indudable
prioridad y de su caracter de adquisici6n para conocimientos huma-
nos, han perinanecido bien desconocidos y olvidados, liabieiido apare-
cido en cainbio no pocos trabajos de esta indole, heclios por antores no
espaiioles y que no pertenecieron b la Casa de Serilla, algunos de 10s
cuales, dada la fecha que se les atribuye, seria bien dificil deterininar.
c6mo fueron hechos, ni merced b que trabajos se debio s u ejecnci6n.
VlCENTE YARE2 P I N Z ~ NY JUAN DiAZ SOLfS

EXPEDICION E N BUSCA DE UN P$SO 0 CANAL


NAVEGABLE PARA LA ESPECIER~A

I
LAS CAPITULACIONES

1508

edicado Ambiico A su nuevo cargo, importante sin duda, pero


que le retenia en Sevilla para la enseiianza de 10s pilotos, no pro-
cedia en realidad encomendarle la expedici6n para las islas llamadas
de la Especieria, no descubiertas aim por 10s portugueses, pero tL Ins
que, con noble emulacibn, se deseaba llegar desde ambos paises pe-
ninsnlares, con la esperanza de que estas renoinbradas islas, de las que
10s navegantes del extremo Oriente traian hasta Europa la Especieria,
quedasen situadas dentro de eus respectivas demarcaciones.
L a circunstancia de haber servido Solis en la Casa de la India de
Portugal y su natural conocimiento de aquellos mares, tan desconoci-
dos en general para 10s navegantes de la Casa de Contratacibn, y tL 10s
cuales se pretendia llegar lo antes posible, explica y aun puede decir-
.se que es necesaria para motivar satisfactoriamente la designacibn he-
cha de eJte Piloto, relativiirnente desconocido, para ser el Jefe mariti-
mo de la expedicibn, cuyas Capitulaciones (1) fueron firmadas en

(1) Archivo de lr Cnsa en el de Indins 148-2-2. En Bnrgos 4 23 de Msrzo de 1608.


68 Y&EZ PINZ6N Y SOLiS

Burgos A la termi.naci6n de las juntas el 23 de Marzo, 6 sea a1 dia si-


guiente del nombrainiento de AmBrico.
En efecto, en estas Capitulaciones, se decia B YBfiez Pinz6n y B .
Solis:
” q i t a n b u e n biteita bora partforebe&,l ~ a b e t ebe e e g i t i r la
b e r r u t a d tnareafc qite UUQ, el bfcbu gitan Btax be 3ulte btzer-
bee, lu c i t a l g d u u e mnnbu qite cuinitniqitete can vue el b i c l p
?@€ceittegriAc1 y cult lo0 n i t e e t r u s ptlutus d t n a e e t r e e , 6 bmtt-
bree be cuiteefu (tba izn ueeb-or), p u r q i t e e e lpea c m ma0
aciterbu, i j inefur s f p a t e lu qite b a b e i e be ljacer.”
Gubue lue biae, c u n t t n i t a eete t n t c r e s a n t c bucitiitentu, i t n n
ne8 pur la ntaiiaita 6 utra ti la t a r b e , battle el itn naoiu c u n el
otru, q qite cit eetu no l p q n p i t t t b u n u r , nt btferencia, etnu el
qite e e b a l l a r e c i barlunmto, uett:ta ett b e m a i t b a bel qite eetiz-
o i e r e ri e u t a u e n t u , para e a l i t b a r l u cuinu e 0 i t e u q c u e t i t m b r e ,
6 a1 n t e n u e i t n u ver p u r la t a r b e , d t u n t c i e el a c i t e r b u be lu q u e
09 kJab e kJaCl% pUi.h%nUCbe.”
9’qitanbujplacteitbu It gtue d cult eit t t e n b t c t m , bfco ma0
abelante, s e a t 0 ttrrtbnbue en t i e r r n , bcepitde be batter ecljabu
el a n c l n , battete b e ubebeccr a1 bicbu Mtcente gJ16Aq c u m u ri m t
a a p t t r i n l t u l n t * r a b u pur %It, etc.”
Pero, en realidad, este mando de Pinz6n resultaba algo ilusorio,
gues que en las inismas Capitulaciones se ordenaba que se detuviesen
poco en 10s puertos, creBndose a d e m b un dualismo, de ninFin modo
conveniente para 10s resultados de este riaje.
Del propio niodo que, respecto de la anterior espedici6n proyec-
tada para la Especieria, decia vegamente Don Fernando en su CBdula
ya citade de Marzo de 1606:
- % b c iic i t b r i r tior et f3ccdaitu c t e r t a s partes.”
Taiupoco en estas Capitolaciones de 1608 designa el de Aragon, ni
nonibra la Especieria, diciendo:
”gae CU0ltO, qite g9& m a n b d aee1ttar con U U Q p i c c n t c @%Rex
ttecinu b e @tuRitcr d i r u i Bitart g t a b ~e 3 d f e ucctttu b e gcpc (1)
mts pilutue, d Iu t f i i C l~alteteb c l ~ a c c rc i t Pete ittafe, q i t c r u i t la
aqitba be p i t c e t r ~ ~ ~ c ie A uti ~La, parte bel p o r t e fricta Occtben-
te, pur &%Itntanbabue0 lo stgitieitte ctc.”
El gran n6mero de personas que, necesariainente, habia de tener
conociiniento de las Capitulaciones, de las que por su forma de contrato

(1) Donde se habia =ado con iina hermana del pilot0 Francisco deTorrW.
Y&EZ P I N e 6 X Y SOLk 69

s e darlan segiiramente copias L 10s navegantes, explica L nuestro enten-


der la reserva constautemente observada en semejantes documentos
por Fernando el Catolico, a1 que vereinos siempre cuidadoso de no
despertar suspicacias que promoviesen quejas de su familia de Portu-
gal (l),circunstancias que han de tenerse muy en euenta, porque tuvie-
ron indudablemente grande y constante influencia, en cuanto it las ex-
pediciones a descubrir se refiere. Y sin embargo, el ve!dadero fin de
esta expedition est& expresado en las mismas Capitulaciones, aunque
para nada se nombra en ellas L la Especieria, pues que en este docu-
mento, despues de encargar L Pinz6n y B Solis que no se detengan
e n 10s puertos de la tierra que descubrieran, sin0 lo mils preciso, se
les dice: ”qite Itrenomonte nu0 beepacl~eie,d siaaie la nave-
g a c t h para beacitbtt5r aqitel canal 6 mar abt~tttb,qite prin-
cipalzitente te ri bitecar, d qite itrr qitierrr que %ebueqite, &.”
Cuyas palabras inanifiestan claramente que era objeto muy prin-
cipal de esta expedici6n la b6sqneda de un paso navegable para 10s
mares de Occidente, paso vedado hasta entonces A las naves de Casti-
lla, por la continuidad de nueras tierrau continentales. E n cuanto a la
regidn 6 latitud e a que 10s expedicionarios debian practicar su inves-
tigacibn, hemos visto ya que, seg6n las Capitulaciones, debian ir
”ti la parte bel ptorte fricta ~cctbtnte,”6 sea a1 Norte de lo an-
tes reconocido, est0 es, a continuaci6n de la America central, cuyo
literal Atlilntico poco conocido aim, pero con su direccidn general de
S. 0. L N. O., corresponde por cierto muy bien con la grafica frase
“ti la parte b e l ptnrtc ?&cia Ocrtbonto.”
Esta determinaci6n, tomada L consecuencia de las Juntas delos na-
vegantes en Burgos, era tan natural y evtaba tanto m&sjustificada,
cuanto que a4 Norte de 10s descubrimientos de C o l h , no se liabia a6n
reconocido lulls que el trozo de la costa oriental de Yucatiln navegado
por Pinzbn, en tanto que, a1 Sur de 10s descubrimientos del Almirante,
habia reconocido la costa minuciosamente J u a n de la Cosa, hasta la
isla Margarita y desde ella y las bocas del Orinoco, habian naregado
por aquel litoral repetidas reces, hasta el Cabo de Sau Agustin y
hasta el Cab0 Frio, cerca del Trbpico, Vicente YLRez Pinz6n y Arne-
rico Vespucio. cupos tres navegantes, Cosa, Pinz6n y Vespiicio habian
asistido, como hemos visto a las Juntas de Burgos, a consecuencia

(1) Don 31auuel de L’ortogal c a d primero con la hijn mnyor de 10s Key= Cstdicos de la
que tnvo nn liijo que b In muerte del Prinoipe Don Joan, fn6 jnrndo por heredero de las Coro-
nas de Castills y Aragdn b 1 ~ qne
s hubiern hgregndo In de Portugal, pero marieron asta F’rin-
c i p y su mndre, cnsnndose entonws Don Mnnuel con otra hijn de 10s Reyea Cntdlioos, pero me-
nor que Dona Janna In mndre de Cnrlos V.
1R
de las cnales, fuB acordada esta expedici6n de Vicente YIiiez y d e
solis.
Conoiene consignar aqui que se prohibia- terminantemente 6 10s
Pilotos tocar en las Islas Atlanticas delRey de Portugal situadas:
”6 la pa* be ariente be la linea gaitte a1 fiitr” (meridian0 6
linea de particion).
en ciiyaa islas se le decia:
%a tacareie, e&aqitdlae penae k caea0 en q i t e caen d inm-
zrm la0 qite paean 6 qitebrantan manbaittientae somefantee
que 90, petrbintenta bo bieneq d petrsanae, k nueetra ntetrceb.”
Autorizhdoles & tocar tan solo:
”sip a r omtitra 6 la iba L+ 6 la mtelta, a0 ball60ebee on tan
extrema neceeibab be tartwntn 6 b o ntantenimfentae 6 be ca-
00 faittuita, qito nrr la pitb5Lsebee enmear.”
Pero, temeroso el Monarca de cualquier choque con 10s de Portu-
gal, recomendBbales mucho que pagasen lo que tomaran:
%a altmanbo la tietrra, ni factenbo fiterba, n5 e+mhtba-
Lo, ni albrrzdo Pn PUQ.“
En cuanto & la isla Espafiola, estaba prohibido de una manera
expresa que tocasen en ella 10s que iban 6 descabrir, y por cierto que
en las Capitulaciones no se les autorizaba para quebrantar lo dispues-
to, pero I su voelta se les autorizabn para tocar en dicha isla y pedir
a1 Gobemador lo que necesitasen:
”qite par seta, bicen la0 CTapititlaciattce-,mattbe a1 bicbo
Iabernabar qite be tabne la0 c a m e que a~ikrebeebe menee-
ter, a0 praoen sin faltn algitita.”
EncargIbase, por tdtimo, I 10s pilotos que no tratasen mal 6 10s
habitantes de las tierras que descubriesen:
’jd and, bnlteie be manbar be mi parte, 6 tabus b e que
fneren can oasdrae, 10s trraten bien d itan lee fagan ntnl
ni &&aj k si la cantraria bicferen la0 Ijabeqe be caetigar
par ello, eina que oaedroe tabus la0 babeiqo be tratar c a n
ntuclja bitlbitra 6 tentplan$a d qite, en tuba tuea, rociban
contentantenta,”
Tales eran, en s u parte in& esencial, las cl6usulas de estas Capi-
tulaciones, firmadas en Burgos el 23 de Marzo de 1608, documento
que manifiesta por si mismo haber sido hecho cuidadosamente y que
hemos debido examinar, no 9610 porque I ello nos obliga el desacuer-
do existente acerca de este viaje, entre loa diversos autores, sin0
tambibn por que, en cuanto A sus fines, revela haber sido hecho des-
Y ZZ ~ N Y
~ PIN so~is 71

pubs de haber escuchado ti 10s cuatro ilustres navegantes y descubri-


dores reunidos a la sazdn en la ciudad de Burgos.

‘ I1
LOS PREPARATIVOS

I508

H a s h la celebracih de las Juntas de Burgos no existian en la


Casa Pilotos de nombramiento Real y B su regreso a Sevilla fue-
yon entonces nombrados Pilotos por respectivas CBdulas, 10s cuatro
navegantes, que ti las Juntas concurrieron (1)y que h a c k ya tiempo
prestaban sus servicios A cada uno de 10s cuales les fueron asignados
cuarent.a mil maravedises anuales, y ocho mil m&scuando navegasen, y
ademtis m a s rentas y cuatro fanegas de trigo a1 aiio para el consumo
de sus casas, y por otra CBdula del mismo dia (2) se-orden6 B 10s de la
Casa entregasen & dichos naregantes diee mil maravedices para 10s gas-
tos que les hubiese ocasionado su viaje & 13 Corte.
Apenas terminaron las Juntas, y fueron firmadas las Capitulacio-
nes para este viaje, salieron para Sevilla Solis y Pinzdn, d fin de prepa-
rar lo necesario para la expedicih que les habia sido encomendada, J
que Feruando el Cat6lico deseaba que emprendieran muy luego. L e
trmbarcaciones para este viaje debian estar ya preparadas en el Qua-
dalquivir, pues contestando el Rey en 8 de Abril, & carta de 10s de la
Casa, fechada en 22 de Marzo, les dice (3):
yJjc enbiba can placer rl b i t e n rrmbbo qite I ~ i en j la0
bas rarabelae qitr, para rete vfnje, ljait br lwcer picpttte
&fiez tJ gitnn @€at be 3Ult0,&.‘6
Era unit de estas carabelas, la menor de las naos que de Vizcaya
vinieron en 1606 para ir a la Especieria; la cual, seghn el correspon-
diente Libro de la. Armada, tenia s610 unos setenta toneles (4) de cabi-
-_-____
(1) Archivo de In Cnsn on el de Indins 1&-2-?. Dndn en Burgos B 23 de Mnrzo de 150s.
’ . f2) Idem id id. En In mismn fechn y Libro.
( 8 ) Archivo de In cnsn en el de Indi- 145-2-?. CBduln yn aihdn.
(4) 0 senn ochentn y contro tonelndns. =Los vizcninos se dnn i\ entonder por tousles, y 10s
sevillnnos por toneladns, per0 no son unn mismn cosn, pnes dow de %stas tonelndas hnmn diez
toneles de Vizcayn.,--Itinernrio de In nnregncih por el Veinte y cuntro (Regidor hereditario)
de Sevilln. Don Junn do Escnlnnte y Ifendoan. Sevilln mil qninientos setenta 9 cinco.-InMi-
‘ to en la Bibliotecs Ancionnl.
72 PAREZ PINZ~NY SOLIS

da y su elecci6n con otra carabela parece corresponder B la justificada


limitaci6n hecha de este viaje para buscar un paso 6 canal navegable,
si existia, L traves de l%q nuevas tierras, B fin de poder llegar, con las
naves de Cwtilla, B mares situados mas B Occidente, dejando quiz&
para maS adelante su ulterior exploracibn, de la que, a1 inenos, nada
se decia en las Capitulaciones.
El total de 10s gastos heuhos ascendi6 a 1.700,863 maravedises
seghn el asiento (1) correspondiente hecho en el libro de Tesorerin de la
Casa. Una parte de 10s bastimentos fu6 toinada de 10s preparativos
hechos para la expedici6n no realieada de Amkrico, y otros compr6
Pinz6n, el c u d se sabe que, embarc6 en la cambela llamada San Benito,
circunstancia que consta, por otroasiento hecho en el Libro de Tesoreria
y relativo L reparaci6n de este buque B su regreso (2).
..En cnanto B Solis, que debia embarcar en otra carabela llamada la
Isabelita, por dificultades ocnrridas, parti6 en la nao nombrada La
Magdalena de la que iba por Maestre Goiizalo Roie (3), embarc6 tam-
bibn en esta armada como Piloto de respeto, y seg6n parece en la nave
I
de Pinzbn, (4)el Sevillano Pedro de Ledesmn, Piloto mBs adelante de la
Casa de Contrataci6n, conocedor de la Costa de Paria y de Veragua,
desde 10s tiempos da Cristobal Co16n, cuya designaci6n parece corres-
ponder B este conociiniento del litoral y mares en 10s que la exploraci6n
debia rerificarse, y L cuyo piloto debemos algnnos de 10s datos m6s
precisos que de este riaje nos quedan. Asi misino, fu6 nombrado para i r
como veedor en esta Arinada, Alonso Paez que llevaria ademits un
oficial B sus brdenes, que le representase 6 hiciera sus veces en el otro
buque. Ll'evaba Paez cuarenta mil maravedises de asignacion annual
y L 61 como B 10s Pilotos, adelantarian 10s de la Casa ocho meiisualidndes
B YU salida para dejar abastecidas A 811sfainilias.
Hechos todos 10s preparativos, partieron las nares del Guadalquirir,
y no consta con precisibn el dia de su salidapara la mar. Queda tan d o ,

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indin< :K-2-l/8. En 1503.


(a! IIieln. id. id. Eo Ij07-Gtwto de repnrnci6n de In cnrabela de s i
nlteen nombmdn Snn Benito en que fu6 y vino de descubrir Vicenta Tiilez, coya repnrnci6n ~

dice imporb6 tres mil mnrnredices y ngregn que tarmiu6 diohn repnmci6n en finesde Soviem-
bra de 1.57. ,
(3) Idem. idem.--39--5/,. A dicho innestre ce nbonnroi: en 1614 10s h n b r e s devengndos por
iin p i e 6 griimete Diego de Utrern que hnbieudo quedndo en In Esp:iiloln no cohr6 4 sti tiem-
po epnpdos, dice a1 diclin Ruiz, maeslre qirc fir6 de la tino de sti altcrn iionibradn de la N q d a l m n
en p i e fb& B desnrbrir con JIWI
Dine dr Solis el atio yapas& de 150R.a Esta nno ern I n de 18%
venidns de Vizcaya pnrn el viaje de hm6rico.
(4) Archivo de In Cnsn en el de Indins 14S-2-2. En & o h de 12 de Noviembre de 16on dice
Fernando V 4 losde In Cnsn (en lo aehaber hecho venir 4 Pedro de Ledesma, pilotoque fiidcon
Vieeute y4iiez (no dice Solis! fu6 muy bien fecho eta..
YAREZ P I N Z ~ NY so~is 73

que sepamos el antecedente de hallarse ya en Marzo dispuestos 10s


buques, y que en su CBdola ya citada de 22 de Marzo (1) encarga el
Xonarca Blos de la Casa la mayor diligencia para el pronto despacho
de esta armada y que procurasen estuviese todo dispuesto para el ya
prbximo mes de Mayo, Bpoca tambien citadapor Don Juan Fonseca
en su Memorial de 10s necesarios aprestos, B fin, dice, de que sin falta
alguna:
”para el bickJoticntpo partan, con la benbiciht be Fioe.j’

111

SUPUESTA NAVEQACI6N HACIA ET, SUR CONTRA LO CAPITULADO

A ntes de emitir versibn alguna, acerca de esta expedicih, mani-


festaremos que, miis que de otras, existe acerca de esta, gran des-
acuerdo entre 10s autores, circunstancia que nos obliga por excepcibn, &
exponer las razones que existen, para no aceptar algunaq de las relacio-
nes que de este viaje se emiten, suponiendo que 10s navegantes, sin
tener para nada en cuenta lo capitulado, en vez de dirigir sus explora-
ciones sobre el Continente B la parte del Norte y hacia Occidente, de
lo ya reconocido, como por ias Capitulaciones para este viaje se les or-
denaba, recorrieron sus costas de Norte 8, Sur y en otras latitudes.
No piiede invocarse, como prueba de este deliberado quebran-
tamiento de las Capitulaciones, el proceso incoado contra 10s na-
vegantes B su regreso pues que, como veremo6 & su resoluci6n fueron
repuestos en SUB respectivos cargos, abonadas las cantidades que se les
debiau, y aiin concedida, cierta indemnizacibn pecuniaria A Solis, Jefe
maritimo de la expedici&n,y que estuvo durante alg6n tiempo preso:
"par PL tiempu qito kJaostabo en sit befenea P pleCto.”
Pero ademh, contra el supuesto viaje hacia el Sur, que no tenia
objeto, existen numerosos documentos y testimonios que manifiestan
haberse realizado esta espedicibn hacia el Norte, como estaba ordenado,
de conformidad con la terminante declaracih de Pedro Ledesma y
de otros navegantes, y seg6n refieren este viaje de Pinzbn y de Solis,

(1) Amhivo de Ia Casn en el de Indias 148-2-2. De Burps B ‘22 de Marzo de lw8.


19
antores tan contemporheos de 10s sucesos. como Fray Bartoloin6 de las
Caws y Don Fernando Colon.
El cronista Herrera, que coin0 es sabido escribia B principios del
aiglo XVII, empieza por suponer que, desprecihdola, quebrantaron
desde luego 10s navegantes la amenazadora prohibicibn, que en las Ca-
pitulaciones se hacia de que, B menos de fuerza mayor y precisi6n abso-
luta, tocaran b su ida en las islas Atlilnticas del Rey de Portugal (1).
,,e6 aqitollae penas dcaeae, bfce 01 bacitmertta, en que
m e n 6 titcittrtron la0 qite pasan 6 quobrantan manSamfeittae
eemojantes qite PB, perbimicitto be bfenre, d pereana, d nitee-
tra merceb, &."
En efecto, se@n este cronista: ( 2 )
Partieron de Sevilla el aiiopasado (de 1608) Jihan Diaz de Solis, natu-
ral de Lebrija y Vicente YaFiez Pinzon con las dos carabelas armadas por
el Rey y desde las islas de Cabo Verde ficeron a dar en la tierra firme, a1 ca-
bo de San Agustin, &.
Contra esta gratuita afirmacion de Herrera, de haberse dirigido 10s
navegantes desde las islas de Cab0 Verde, a1 cabo de San Agustin en el
Brasil, existe la declaraci6n que iiuos cuatro aiios devpues de este viaje,
prest6 en Santo Doming0 el Piloto And& de Mornles (3) el cual en Di-
cieinbre de 1612 dijo:
"que o i 6 uita carrtu que eerrtbietran 100 ensobictps Pin-
~ mg t golf0 a1 6amonbabormaqofr, (Oaanbo) @obornaboron
oeta M a , baciknbole saber en pa00 por alli."
Estn declaraci6n d e Morales, no s61o es incompatible con el viaje
desde Cab0 Verde a1 Cabo de San Agustin, supuesto por Herrera, sin0
tambien nosproporciona noticias de que como se cumplia lo que estaba
ordenado, atin en materia menos grave qne hacer una navegaci6n tan
distinta de lo capitulado, coino algonos autores quieren suponer. En
efecto, esta forma-de dar aviso de su peso ;I Ovando, por una carta, y
sin detenerse en la isla Espafiola, obedece il que, por una Cediila de
Marzo de 1603, (4) se habia prohibido B losque iban L descubrir, que se
detuvieranen la dicha isla para evitar sin duda deserciones de la
gente de mar 6 venta lucrativa de viveres, que escaseaban aun en

(1) No era esta una prohibicibn caprichosa ysin objeto piles que tratabnn cuidadosamente
da ocultarse U ~ O Sri otros 10s gobernantes, Ins respactivns explornciones emprendidas.
(2) DBcndn 1.' libro VII cnpitiilo 9."
(3) Pleitos dc Colbn, tomo Lo,pBgina 203.
(4) Archivo de In Casa en el de Indins 139-1-4. Dadn en Zaragora e n Q de JIarzo de
1w3.
YARE2 PINMN Y SOLfS 76

la Espsfiola, con perjuicio evidente para el Bxito de las expediciones (1).


Tan lejos parecia estar del Animo de 10snavegantes apartarse deliberada
y sistemBticamente de lo mandado. como se pretende.
Desde el Cab0 de San Agustin, supone Herrera que, alejAndose a h
m$s de la latitud de las Antillas y haciendo cada vez m$s inverosimil su
sabido regreso B la Espafiola:
.pasando adelante, dice, llevando la via del Sur, costeando la tierrm
firme, fueron 6 ponarse cnsien cuarenta grados de la otrnparte de la linen
cquinoccial y pareeidndole hien dar la vuelta, se tornaron a Castilla, ?a-
biendo tenido pocn conformidad en este viaje., ~

Era, en efecto, bien absurd0 que, desde tales latitudes y despuQ d e


navegaci6n tan larga, deshicieran 10s navegantes su largo camino y se
alejasen de Espafia para regresar a la isla Espafiola, pero es el cas0 que,
contradiciendo lo referido por Herrera, una vez hecha su exploracidn
en el Continente, regresaron Pinz6n y Solis a la Espaiiola y se detu-
rieron esta vez en ella, como por las Capitulaciones se les autorizaba.
Asi consta, porque noticioso el Monarca del proceso contra 10s
navegantes, y de las cludas surgidas acerca de 10s resultados de su
viaje, determin6 examinar detenidamente 10s guanines y demBs prue-
bas acerca de ello, pidiendo muestras B Sevilla por medio de unitC8dula,
y it la Espaiiola por medio de otra, dirigids en Noviembre de 1609A aquel
tesorero Miguel de Pasamonte, en la que le pregunta: (2)
"quo fitd la cuffpt, par qito el bicba dantonbabor @taqor,(3)
nan b o i i t m o r la0 hick~uelongitas, (tnbto0 intdrpreto0) d qtti
fuoron la0 coeus quo1 bicba PDtcento MuAq Vinimt; i ditan s i u t
bo goktf~ttit..?.?oton bo1 btcbo ztiaio.t'
Este paso de 10s navegantes por la Espaiiola, tanto A su ida como B
su vnelta del Continente, arguye fuertemente, y demuestra casi que la
exploracion fuB realiiada, como se habia ordenado, B la parte del Norte
hacia Occidente de lo antes reconocido, 6 sea, en la latitud de las Anti-
llas.
Sin embargo, en 6poca moderna vemos de nuevo sostener la hip&
tesis de una navegaci6n de Norte B Sur contra lo capitulado. K n d a s e
-~
(1) De conformidad con lo dispuesto en estas Capitdaoiones, no se autariza A Pinz6n y A
9olh para detensrse en la Espalola A su ids, y en cambio si A su regreso,ofreci6ndoselessari-
bir & Ovando para que les faoilitara entonces lo que pudieseu neesitar.
(2) Archivo de la Casn en el de Indias 159-1-4. Dndaen Valladolid A 9 de Noviernbre de
1609. Dehieron llegar A laE9palola en Julio,pooosdfas antas de entregsr Ovando lagoberna-
oi6n de que se kizo cargo D. Diego. Ea el mas de Julio despidieron al paje Diego de Utrera
que qued6 en la Espaloln, y hasta 29 de Ago& se abon6 A Pinz6n su gratifieaoi6n de ern-
barque.
(9) Ovando que habia sido reernplaeado por D. Diego CoMn.
76 Y M E ZP I N Z ~ N T S O L ~ ~

principalmente (1) para ello su autor, en la Relaci6n dada por Angleria


del viaje de Pinz6n ii YncatBn en 1606, a1 que nos hemos referido ya.
Pero esta relaci6n de Angleria no hace referencia ni nombra para na-
da B Juan Diaz de Solis, Jefe verdadero de la expedici6n de 1608. Ade-
mas, consigna Angleria, como redizada en este viaje, por Vicente
Yaiiez, la comprobncih de ser una isla la de Cuba, circanstancia cono-
cida ya en 10s Libros de la Casa de Indias, antes del regreso de Pinz6n
y de Solis, como B su tieinpo hicimos constar.
Con este liecho coincide, que la interpretaci6n dada B las palabras
de Angleria para expresar la fecha de so relaci6n, no time seguridad al-
guna, porqoe no habiendo venido A Espaiia en 1608 Alonso Hojeda
bien inseguramente puede referirse B este tieinpo el viaje de Pinz6n re-
latado por Angleria y que turo lugar seghn su autor.
y & t t l t U priutte rt hiccsett bltcltrn funPzrnr Et 3 t i C l t C B n r . 3 3
En cuanto B Nicuesa, que fue entonces el apoderado de Hojeda,
march6 por priinera vez B la Espaiiola en 1501 con Ovando y no nos
consta, si fui: o no a la Espafiola cuando en 1606 pas6 realmente
Alonso de Hojeda, y no como se pretende en 1609.
Finalmente, si se quiere admitir que, en su naregaci6n hacia el Sur,
coutinuaron Pinz6n y Solis hasta llegar a1 cab0 de San Agustin en 10s
8" de latitud Sur, encontramos que con sus pequefias nares habian sa-
lido desde Canarias y, sin detenewe ni proveerse a su paso por la
Espaiiola, se dirigieron 10s navegantes B las tierras continentales que
costearon hacia el Sur, recorriendo, despues de la navogaci6n ya hecha,
el litoral navegado sncesivamente por C o b , por Crist6bal Guerra y
J u a n de la Cosa y finalmente, toda la larga navegaci6n de 10s descnbri-
mientos hechos por Pinz6n en el aiio de mil y quinientos, h a s h el cab0
de San Agustin (2).
En cambio, resdta him diflcil que, despues de navegaT desde
Canarias a1 Nuevo Continento, sin tocar en laa Antillas, y de hacer una
tan larga navegaci6n como la ya referida, aceptemos que, desde el cab0
de San Agustin y, sin precisi6n alguna que sepamos, emprendiesen de
nuevo Solis y Pinson en las pequeiias naves de vela de que disponian,
en vez de su regreso B Espaiia. una navegaci6n de mAs de quinientas

(1) Junn Dinz de Solis.-Estudio histbrim por D. JoSe Toribio Medius.-Snntingo de Chile
1897, pbginn 150. .Per0 doude estA el argnmeuto capital de Harris! parn convenceruos de que
en este vinje de 1603 Y B k z Pinebn y Solis no estuvierou eo TacntAn, e- en lo que refiere Mbr-
tir de Angleria en SII cnpitnlo Libro VI1 de la Dticads 2.". ete.
(2) Juan Dinz de Solis pore1 Sr. Toribio y Medina, pbgiua 166.E1 autor pareoe hnblar en
bipbtesis.
Y h E Z PINZ6N Y SOLfS 77
- - -
legum para la isla Espaiiola, navegacion que no les liabia sido ordenada
y,si se tiene en cuenta ademhs, que tampoco dependian de aquellas auto-
ridades.

Vicente Yaiiez Pinzon y Juan Diaz de Solia.

IV
A
XAVEGACldN DE SUR NORTE CONFORME A LAS CAPITULACIONES.
LAS CASAS.-FERNANDO COL~N.-OTROS TESTMO~TOS

F rente A las erradas suposiciones de que hemos dado cuenta, existe


la opinion contraria de dos autores, tan contemporAneos de 10s su-
cesos como Las Casas y Don Fernando Cob, de c u p s versiones con-
signaremos aqui la parte m b esencial.
c Acordnron (1) luego, dice Fray Bartolorn6 (2) un &&anf i a z de Solk

y Vicente Yariez Pinzon .....de ir d descubrir 6 proseguir el camino que en


el cuarto viage y descu~riniientopostrero,d e j a h heeho el Almirante, 10s cua-

(1) El veheruente doruinico prascinde por lo vista de las Juntas de Burgos y dssde luego de
Ix acci6u directiva del Reg cen el Obispo Fonaeoa de c u p volunted y brdenes debian ser eje-
.cutores 10s navegentas, y el Doctor.
r2) Eo su hiatoria de Ias India8 libro 2P capitulo 39.
20
78 YAWP I N Z ~ NY SOL~S
_______

les fueron 6 tomar el kilo de La isla 6 islas de 10s Guanajos, qtle dijimos habia
descubierto el Almirante y, dellas tornarse .....
(el Almirante) hacia el Orien-
te. Estos dos descubridorcs (Solis y Pinzon) navegaron, segttn puede colegirse
en el pleito que tratb con el Almirante segicndo (Don Dkgo) hacia el Ponien-
te (1) desde 10s G h n a j o s (esto es, hacia Yucatan).,
E n efecto, en su riltimo viaje, lleg6 Col6n A esta isla desde el
Norte, 6 sea de las Antillas y naveg6 luego hacia el Oriente a lo largo
de la costa de Honduras hasta el cab0 de Gracias & Dios, doblado el
cual, continu6 costeando hacia el Sur. Pinz6n y Solis llegaron en cam-
bio & la misma isla desde Oriente y continuando, s e e n las Casas, su
navegaci6n Poniente, fueron a tocar en la costa oriental de Yucatan
y empezaron B costear hacia el Norte.
P por todo esto, conclicile las Casas, pnrece que sin dzda descubrieron
entonces muchaparte del reino de Yucatan. *
Lo cual supone una navegaci6n de Sur a Norte, y no de Xorte a
Sur cotno la que Herrera, el anglo ainericano Harrisse y 10s que le
siguen, pretenden establecer.
Otro escritor de excepcional autoridad en la materia es D. Fernan-
do Colbn, historiador de su padre y conocedor de aquella costa, cuyo
descubrimiento asisti6, por haber acoinpaiiado a1 Almirante en su cuar-
to y 6ltinio viaje B descubrir.
c Juan Diaz de Solis, dice Fernando C o l h , y Vicente Yafiez, qite fu6

de Capitan de x n navio en el primer viajs del Almirante, cicando descubri6 las


Indias, fuecon ambos juntos ci descubrir el ago de 1608, con intencidn de se-
guir la tierra que habia descubierto el Almirante en el viaje de Veragim
hhia Occidente (2) y,siguiendo estos (Solis y Pinzon) el misnio camino, llega-
ron 6 la costa de Caria, y pasaron cercn del cabo de Gracias a Dios, hasta la
puntcc de Casincss, que ellos llamaron Honduras, y a 10s dichas islas de 10s
Qucsnajos, dando, como hemos dicho, el nombre de la principal a todas: de
nquipasaron mcis adelante etc.
En cuyas lineas t r a m Don Fernando (3) una navegaci6n hacia el

(I) 0 sea hacia el Norte tambih, ues que la direccibn general de la costa es de NO. B SE.,
(2) Y, or tanto, tambi6n hacia el $Torte dnda la direeci6n enernl de aquella costa ue ex-
licn 10s Jrminos osados en las Ca itulaciones hechns en
ginzbn la parte del Nor* facia 8ccidente..
Id pnrn eate vinje de S J i s con

(3) e n v i e n e observnr, por que ha odido oontribuir a1 error del citndo SeEor Harrisse, ue
este escritor tavo la pretensibn nop:oiada, de atribuir B Ulloa la historia de CrisMbal Co'ia,
escritn or si1 hijo, creencia que fu irnpognndn luminosamente or el Seiior dvezsc Presiden-
te ae xi6 de la Sociedad eogdfica de Pnris, y que la publicaci%nde 1n Historia de Ins Indias
desray Bartolorn6 de Ins%nsns ha perrnitido destruir por com leto el.Seiior Don Antonio Fa-
bi8, que neiiala.cnpftiilos entenr, tornados por I n s Casns de la o\ra de su amigo DonFernnndo
y-qecialmente si1 capitulo I1 en que retrnta el Almirants evidentements transcrito, de la
obra desu hijo.-Vidn y e.scritos de Fray BartolornA de las Casss por Don Antonio Fabib. Ha-
drid 18'79-tnrno 1.O plgina 361 y siguientes.
YAREZ PINZ6N Y SOLiS 79

Norte, hecha conforme B las Capitulacioneq, 6 inversa de la de Crist6bal


Col6n hacia el Sur y que, continuada desde la isla de 10s Gnanajos ade-
lante, es la misma que consigna las Casas.
No son estas las tmicas pruebas que existen, acerca de la realizaci6n
del referido viaje, con rutnbo a1 Norfe liacia Occidente, cdmo en las Ca-
pitulaciones estaba ordenado. E n las inforrnaciones hechas en Sevilla y
en Santo Domingo, tres 6 cuatro aiios despuds de realizado el viaje, para
10s llamados Pleitos de Co16n y que han sido publicadas, se encuentran
en las declaraciones m&sclaras y terminantes de 10s principales testigos,
nuevas razones en favor de nuestro aserto las cuales da,da nuestra aspi-
raci6n de llegar B una versi6n que sea aceptada, debemos agregar aqni
A nuestra anterior informaci6n.
Asi, la inisma declaracion de Vicente Yaiiez, aunque confusa, nos
la explica las Cases diciendo: e y por eso, el Vicente Yan"ez en l a deposicion
que conjwamento Aizo en el dicho proceso, presentado por testigo por el Fiscal,
dijo: que navegando desde l a isla de 10s Gwanajos, yendo 7a costa de kcengo,
descidwieron m a g r a n baliia a l a cual piisieron por nonibre la baliia de la
Natividad (1) y qfGede alli descdrieron Ins sierrus de Caria y o t r m tierras
mcis adelante y. se@n 10s otros test (90s dicen, volvieron incis a1 Norte etc. B
Claio est& que si comenzaban descubrir por la i s h de 10s Guana-
jos, extremo Norte de 10s liltimos descubrimientos de Colon que se citan,
no navegarian hacia el Sur sin recorrer antes lo que habia esplorado
Col6n.
De la misma manera, ha de entenderse la declaraci6n prestada en
Santo Domingo, en Dicieinbre de 1612, (2) por el Maestre NicolBs Pdrez
a1 manifestar que desde el cabo de Gracias a Diou:
"nbolnnte, tobo lo qite e e t i boecitltferto, bceciibrteron p f -
rente % a A q P ditnit Qiaf b o 3oli0.,
Porque estmido dicho Cabo en el extremo Nortt; de lo descubierto
por Colon, sobre el Continente, claro es, que se contark lo descubierto,
desde el Cab0 dicho, hacia el Norte pues hacia el SLW, est& lo des-
eubierto por Col6n.
Poro, msts Clara y terminante que ninguna otra declaraci6q es la
prestada en Sevilla en 1613 por el Piloto Pedro de Ledesma, que fud uno
de 10s expedicionarios, y manifest6 (3):

(1) Observa ~ i i disoretsmenta


y el escritor de Chile Seiior Toribio y Medina que existieron
do8 bahiss de este nombre b mny diferenta 1atitud.-Estodio histbrico acerca de Juan Diaz de
Solfs.-Snntiago de Chile 16%.
(2) Pleitos de Col6n torno 1.O pBgina 'B9.
(3: Pleitos de Cob, tomo Lo,pigina %O.
"tpte fit5 en cuntpaiiin be @icente sfiea i sitan be gulie
putt t n n n b a b u be git sltefn 6 nibu qite la0 Sicbus b e e d b r i e -
r m , abelaitte be la tiertta b o g*eragita, ti itna pat*e, ti la via
b e l gurte, tubo lo que faetn 1 p i j reta Banabu beebe In t e l a Q n a -
nwa fticia PI Vurte d nllennrun pur la v i a bel purte faeta
tteinte d tree ~ r a b 0 06, qitc e n eetu n u a n b i i v n el bicbo g u n
Ctristubal CT,ulun, iti lu b r e c u b r t 6 n t n 10 vibu."
No creemos necesario insistir, y lo dicho nos afirma y nos contirma
en nuestra creencia, acerca del viaje de Pinz6n &Yucatanen 1606, pues
que este de 1608, hacia el Norte es tambien tan incompatible con sii na-
vegaci6n hacia el Sur en 1606.

V
E L REQRESO DE LOS NAVEGANTES-SU PROCESO.
SU JlJSTIFICACI6X.-REPARACI6N A SOLiS QUE HABfA ESTADO PREFIO.

1509-1 5I I

N o consta, que sepamos, el dia en que 8, su regreso de la Espaiiola,


llegrtron li\s naves A Sevillit. Erradamente se ha creido que fueso
eu Noviembre de 1608, p r o & juzgar por laliquidaci6n de haberes he-
clia Vicente Y&aezque como es sabido, disfrutaba de una gratificacion
de embarque, se sabe que dcbi6 desembarcar 8, fines de Agosto por el
correspondiente asiento hecho en el Libro de Tesoreria de la Cam (1)
que dice:
" q u e hl fit6 pagaBu b e l sitelbu qno uno Be babett, faeta Iue
29 be &pmtu bel p r e e e n t e aiiu (be 1509) qiie eittvth eft la mar."
Corrobora lo dicho en este asiento, del anterior arribo de Pinzdn,
que ya en 13 de Septiembre contesta Fernando el Cat6lico B 10s de la
Ca.qa, haciendo referencia a su llegada. Estainteresante CBdula, 6 mejor
dicho, parrafo de Carta oficial que no aonociamos anteriormente, da
algiin detalle y seiiala el origen de 10s procesos incoados, pues dice: (2)
j i g l o t lu 00 q u e escrttti6 Qtcente gaiief g 10 que reepmbta-
h i e , a~ no e d p u z q u e cabfa n u le m a n b o e t e M qito lmgu "bee
(1) Archivo de Is C a s en el de Indins 39-2-1/8 En 1609.
(2) Archivo de la Cnsn en el de Indias 41--/%. Fechn referid&
Y A h Z PINZ6N Y SOLfS 81

pibioson” la @ontoquo $ana sudbo. gii no la lyubimeboe bee-


pobibo, quo luogo quo agora se boepibaj porquo no bagan mas
coeto b o lo quc ban focbo sin proooclyo, g an0imfemo baboqs
bo sort-~tar(ombargar 6 swuostrar) lo qite PI btclyo @€conto
Wuiiol g sitan giaf be ~olistrujeiosen,d informaroe b e l ooeboc
quo con olios fltd, t) bo la0 otras porsonae quo lo pobrian ea-
betr, p o r qutm queb6 b o ntmpltr 01 ueiottto q u e con olIoe s t
tom6 (1) p o r mt maltbubo, a1 ttempo qito fuetron CL brscitbttfr,
g facob 100 procoeos e o h o olloe g, subibn la oerbab, attie&-
mo bolla para quo lo0 culpantos soan castfgrtbos, conto lyttbte-
r o r a f h d fu&icia.3’
No dice la Cedula desde donde escribia Vicente YAiiez, per0 98
deduce que ambas carabelas, con lo que trajeron el y Solis, -ban en
el Guadalquivir. Se deduce tambien que no habia llegado hasta Sevi-
lla, ni visto personalmente a 10s de la Casa Vicente Y&fiez,que creemos
posible se quedase en su cam A su paso ante Moguer, enviando la cam-
bela y la, carta por conduct0 de Ledesma.
El dualismo que en las Capitulaciones se creaba, y la indudable
pretericibn, algo velada per0 efectiva, hecha bien injustamente de Vi-
cente Y&fiez,hacen muy verosimil la afirmaci6n del cronista Herrera,
segim el cual hub0 en este vicqje poca conformiand (2) entre ambos na-
vegantes. Esta tan verosimil discrepancia, es posible que diem lugar B
hechos perjndiciales para la exploraci6n que se emprendia, 6 a1 menos
que de ello se quejase Pinebn, que sin regresar B Sevilla acaso se habia
retirado A Palos 6 A Moguer. A algo de esto parece referirse otra CB-
dula posterior de Fernando V, que en Noviembre del mismo afio dice B
10s de la Casa (3):
”Qn lo bo piconto Wafiot g guan Bfay b o 3iult0, B6 b e s w
sabetr la oorbab bo tobo lo qne, e n t r e ollos, on aqitol ttfafe
s~bcobt6.’~
A rirtud de la primera carta del mes de Septiembre, debieron 10s
de la Cam incoar, como se leg ordenaba, 10s procesos ”fbFob 100 pro-
CPBOQ sobro o l l ~ q sabtba la oetrbab attisobme bolla.33

(1) No estA clavo si la falts de oumplimiento se refiere 4 no haber encontrado 10s navegan-
tea nptul a n a l 6 mar abierto que principlmenb i s ri kwmr 6 que Y6 quicm que Is bunqur, s@n
las Capitulaciones, 6 bien d suponer que en vez de navegar hacia el Norte, lo hicieron en rum- .
bo opuesto, como algonos antores pretenden. En est8 dltimo caso, el resultado nnlo de 10s pro-
caws y la indemnizacih coneedidn6 Sollq que era el que seiialaba 10s derroteros, demnestrrm
que tal anpwici6n si existi6, aosaque no comb, resoltd falsa.
(2) DBcada l.*libro 7.O oapltnlo 9.O
(9) Archivo de la Cfw en el de 1ndi.s 41-€-1/*. W a e n Valledolid 4 12 de Noviembre
de 1609.
91
82 PINZC~N Y soLis
YBEZ

. Pero, entre tanto, tuvieron 10s de la Casa el buen acuerdo de en-


viar B la Corte a1 Piloto Pedro de Ledesma, que menos apasionado
que 10s otros dos navegantes, pudiese dar m&s imparciales noticias acer-
ca de esta expedicidn. En 12 de Noviembre estaba ya en la Corte dicho
Piloto, que luego lo fu6 de la Casa, y acerca de ello dice el Monarca
a1 Doctor y B sus compaiieros (1):
Wn lo be la ttenfba que tfSctetete, be mntr rt 1tue0tra @Tor-
t e 6 Vebro be gebeenta p t l d o que fud con Vtcente M a 2 f
;3Ptntoit, ello fu6 m i t q bten fecbo, P Qb bello be s e q b a s e r t r t -
bo, porqtze be 0 e q b a be P I infarntabo be algunaei co0a0
cmpltbmae rt n u e e t r o 0eraicto.”
El atinado envio de Ledesma B la Corte, hecho por 10s de la Casa
y elogiado por el Rey, parece reflejarse en las disposiciones tomadas
por el Monarca en 14 de Noviembre, 6 sea dos dias despubs de la Car-
ta anterior, en que dice A los de la Casa (2).
Wht lobe 100 g u a n t n e e ( p f e p e be oro be bafa lev) rflte
t r u x e r m be e0te triaje ptcente gaiieagtnpnt q gitnit gtat b~
@oLte,qite eetd bten qite lo0 b a k e q e becbo fitnbfr (3), q por-
rflte qittero a s la m a t t e r a q i t P s o n , Ius qite lo0 bicbo0 pt-
cente gaffe2 ir gitan gtat be 3olt0 t r i t n e r o n , gp16oo0 man-
bo que, be loa qite habelt0 p a r fitnbtr, m e e n a t e q s litego ai-
guttae miteetrue.”
y en CEtdula del inismo dia, y con el propio fin de obtener datos para
juzgar con acierto, dice el Monarca a1 tesorero de la Espaiiola, Miguel
de Pasamonte (4):
jlgb be mbtho que !@tcentegafiq@tntan k guan piat be
@lis, t r i t x e r o n c t e r t a s lengitae (tnhfoe itttfrpreies) he la
t t e r r a qite f t t e r o n rt beecitbrtr, Ins citalee htf qitel &ontenha-
bor @itaipr(@nanbo),nue0iro @obernahor qite fitd, noit la0
befb traer, TJb ttos ntaitho qite litego nte enatete larga d en-
t e r a r e l a c i o n , b e q i t t fnuk la cabsa por qite el htcbo Eonten-
babor maqm non bejb tram la0 btcIjae Iengitae, P q i t d
f u e r o n la0 eo0u0 m e , lo0 btcbo0 Vtcente galiea gtnttn d.
@tan gtaf be 3!oIt0, truxmon bel bfc1jo rrfaje, p o r q i t e con-

(1) E n la misma carts antes oitada.


(2) Archivo de l a Ca-a en el de Indi41-6-l/s,. Dada t a m b i h e n Vallndolid d 14 de No-
viembre de 1609.
(3) Lo fueron por el platero J u a n de Ofiata ,ypor sa baja ley de or0 se califioan en el Li-
b m de Tasoreria como de cobre dorado (6 con om)
(4) Archivo de la Cnea en el de Indias -139-1-4. Dada en Valladolid b 14 de Noviembre
de. 1609.
YAREZ PINZ~NY smis 83

oiens ci niteetro eorttfcto qito, pnrttcitlarmente bo cnba coea,


seu 3s ente+abo.33
1
Un justificado deseo de conocer la verdad, para determinar lo que
here justo, resplandece en estas CBdulas de Fernando V. Los de la
Casa, .en tanto, habian reducido it prisi6n it Solis, acaso porque como
jefe maritiino de aquella expedici6n era el m8s responsable, y dieron
cuenta de ello a1 Monarca, que en su ya citada carta de 14 de No-
viembre les dice:
j’gud bfen focbo lo be babm prenbtbo ci guan @€utb o 80-
lis porquo, coma por la otra mf Marta que oci ron la pro-
sento (1) oerofs, -00 entrtcibamoe ci manbar que lo ftct6ssrbos.
&eobubo el procoeo, que contra 01100 ee face, onttfub a1 bfclJ0
&tan gfUtjproso It h e n POEabbo, ci o&a mf Q O r t e C O ~01bf-
cbo procoeo, d con mtoetro parecer b o lo quo m ollo sebebs
facer,”
La carta para 10s de la Casa, enviada con esta de que habla el
Monarca, creemoa sea la ya citada, de dos dias antes 12 de Noviem-
bre, enla que efectivamente, se ocupa el Monarca de este asunto, y les
dice:
”Qn lo bo !@tcontcMafie%q @tan gfut tbe 301iej~r161 boeoo
sober la oerbab b o tobo lo qrte entre ell00 eircobf6, p o r os0 36
-0s encargo et manbo qito omfbo ab€(2) el btcbo guan gtag
bagaqs la infomacion be tobo ollo, muq porticltlarmrnte g
bo manmu quo %e pitobu saber por enter0 la oerbab, ot eabf-
ba, apremiab It 10s btcbos gfcento gafie2 pintr161n (8)et guan
giut be 30lis qua b o n *anfa%Ilanas, et abonobae be q1to s o
presentarcinen oeta nuoetra @Torte brntro be cferto tLrmCno
etcdteru.”
En la que, por cierto, no se especitka que se prendiese B ninguno
de 10s navegantes, aunque de ella pndiera deducirse asi por el hecho de
no haber querido, 6 no haber podido prestar Solis la necesaria fianza.
De todas maneras ea10 cierto que, como el Xonarca ordenaba, fuB con-
ducido it la Corte (4).

(1) En cnyn cnrta les habla el Yonnrca de 10s procesos contrn 10s nnvegnntes, pero nnda de
su prisibn, lo coal pnrece decides en formn defereute.
(2) De e s t m pnlnbrns se deduce que Solis, como Pinzbn, no se hnbinn presentado en un prin-
cipio en Sevilla y la gmve ansencia de Pinz6n piido cram mnyores dudas ncerca de e m
vinje.
(3) Parece que ya en estn fecha, (12 de Noviembre) se hnbian prasentado ambos nnve-
gnntas.
(4) En tcdnestacuesti6n pamce notarseque teniaSolfa protectoresinfluyentas cera del Rey
que procuraron tambih m encornbramiento. De este navegante dice Anglerfa, (tomo 2.q p4gi-
84 Y@EZ PINZ~NY soLfv
~~ __ ~ . __

Ocurrfa esto B mediadosde Noviembre de 1609,y evidentemente


se esperb para forlnar juicio, no s610 10s datos ylos guanines pedidos B
Sevilla, sino t a m b i h 10s que se habian reclamado de Pasamonte en
la Espaiiola, pues que B ese tiempo parece corresponder que en M a w
de 1610,se tomen ya dgunas disposiciones que manifiestan la justifi-
caci6n hecha de 10s navegantes y por CBdula de veinte de dicho mas se
ordena Sean pagados SUB haberes en dicho viaje (1) tanto B Solis como
a Pinz6n y Ledesma. En Abril de 1610 adem& de conceder por una
R e d CBdula ciertas cnballeriaa (2) de tierra, en la isla de Puerto
Rico, (3), ti Vicente Ytiiiez Pinz6r, se recomienda B este navegante
10s de la-Casa, dicihdolas el Rey que proourasen ocuparle en Sevi-
lla donde se habia casado y deseaba vivir. La CBdula dice asi: (4)
" ~ u e e t r a eoflctake be la daea be dantratact6n b e lae
Bnbtas que reefbte en la dtbbab be @milla, 96crea que 0 a b q 0
q u e tfii mitclp tfompa que gtceitte ga@eT&?pinran nu* tfa emu€- . .
&a,d agara uti c i reeeqbtr en eea @Tibb& banbe 0 e ha caeaba, d
ppotr que g 96 qutetera fueee praoecbaba, par enbe uae encar-
go g ntanba que nftrec€dnbaeealgunae negoctae en la0 qw d ~ €
prauceqe, d que dl pneba entenber, ee b e cncomenbete- 11 aet
en eeta 'cantoen la bema0 que le tocare, le tfaqcfe 0 r e c a a p
rate coma It eerutbar nueetra que, en ella rectbtrd eem€c€a."
Y en efecto, YBfiez Pim6n continub hasta su muerte prestando
sus servicios en la Casa de Contratacibn (6). A Pedro de Ledesma, ade-
m k de pagkrsele sus haberes, 'se le nombr6 en el aiio siguiente de 1611
Piloto de la Caaa (6).

na m),aCierto astur ovetense de antiguo linaje llamado Juan Diaa de Solis., Y qoeremos
agregar 4 titulo de informnci6n que precisamenta en 1607 regred de N4poles con Fernnn-
do V, D. G6mez de Solis, caballero de Santiago y muy apreciado del Reg. el coal se
estableci6 en Sevilla, donde hnbia nacido, aunque hijo de padre escremeiio y tOvo un hijo que
88 llam6 D. Diego de Solfb, nombre que di6 tambi4n el navegante 4 uno de 10s suyos. Aunque
procedian dicboa Solis de E s t r e m d u r a , a m 0 fuesen deudos lejanos del naveganta p origina-
riostodos d e s a n t a Marinde Solis, en Asturias, 4 lo que pare- referirse Anglerin. Laprotecci6n
prestsda 4 Solis y si1 prosperidad coinciden con el regreso de I h l i a de est8 Solis Sevillano que
habia prestado alli buenos servicios 4 1 s 6rdenes del Gran Capit4n y al CUI trajo consigo el
Roy 4 si1 regraso de Italia. DelComendador Solia babla el Cura de 10s Palncios p refiere algu-
n i s de SSI hazafias en Italia.
(1) Archivode la Casa en el de Indias 41-fi-l/% Dada en Madrid 4 m d e hfano de 1610.
('2) Xedida snpeficial.
(3) Ambivo de In Cas8 en el de Indias. En 10 de Abril de 1610.
(1) Idem. idem En 9 de Abril de 1610.
(6) Apasar de estos prop6sitos, qui80 el hIonarca en 1514 encargar d Pinz6u de conducir a1
Nuevo Mundo la considerable armada que en dicho aiio se envi6 4 DnriBn, d i r i g i h l o l e con
tal objeto uu honroso docamento, como veremos.
is) Amhivo de la Case en el de Indiss 159-14. Dada en B u r p 4 7 de Diciembre de
1611, cargo que desempeii6 hasta sa muerta oclirrida en Enem de 1616 39-'2-*/o.
YARFZ PINZ6N Y SOLh 86

Por liltimo, & Juan Dtaz de Solis, que como hemos dicho, habia es-
tado prwo, concedi6le el Monaraa, por medio de otra CBdula,cierta can-

decfa: (1) .
tidad & manera de indemnizaci611, mmo en el mismo documento se

"por el tfetnpo que tfa petabo en 0u befen06 d plefto."


No cabe, por tanto, duds de que hubo haata reparacibn, circuns-
tancia que arguye fuertemente a favor de una navegacibn de conformi-
d a d con lo capitulado y con la declaracidn de Ledesma. Esta fu6 t a m b i h
verdad oficial y que c a u d evtado en las informaciones hechas para 10s
pleitos de Col6n. Del propio modo, a l tiempo de continuame por Fran-
cisco de Garay la exploraci6n de aquellas costas, comienza sus recono-
cimientos precisamente en Panuco, 6 sea pr6ximamente en 10s 23 gra-
dos de latitud Norte.
Quedaba pues, & la terminaci6n de este proceso, reconocida la costa
atlsnticrt del Continente Colombino, hasta 10s 23 y medio grados de
latitud Norte y hasta una latitud pr6ximamente igual por el Sur. en
las inmediaciones del Cabo Frio, punto hasta elcual habia llegado segu-
ramente Vespucio desde Portugal on 1604, & continuaci6n de 10s descu-
brimientos antes efectuados por Y M e z Pinz6n en la costa del Brasil, .
(1499-1600) 6 sea un total de 46 grados de Norte & Sur, pero con un
desarrollo efectivo mucho m b considerable, & causa de las grandes in-
flexiones, que presenta el litoral del Continente Colombmo, desde uno B
otro de 10s Tr6picos. Ademh, las islas del mar de las Antillas y del
golf0 mejicano quedaban, en su mayor parte, descubiertas y recono-
cidas.
EXPEDICIONES DE NICUESA Y HOJEDA
CON JUAN DE LA COSA
A DAR&N Y A L A AMERICA CENTRAL (CASTILLA DEL ORO)

I
LA5 CAPITULACIONES

I508

A 1tiempo de celebrarse en Burgos laa Juntas de 10s navegantes,


hallabase en Castilla Diego de Nicuesa, llegado poco antes de
laEspaiiola, con el c a r h t e r de Procurador, juntamente con un Bachi-
ller Serrano y, segtin el Cronista Herrera, gestionb y obtuvo en
aquel entonces la formacibn en dicha Isla de varios municipios, que
fueron de 10s primeros que se establecieron en la America Espa-
ilola, y concedi6 entonces Fernando el Catblico sus respectivos escudos
de armas, B estas sus primeras Villas.
Es lo probable que, si no asisti6 B las Juntas de Burgos, fuera por
lo menos consultado Nicuesa, que por su larga residencia en la Espa-
ilola, B la que parece habia pasado con Ovando, era de 10s que m&s
noticias tenian de 10s nuevos Paises, y asi lo hace creer la participaci6n
principal que se le concedia en las nuevas exploraciones que en el Con-
tinente se intentaban. Debia prestar para ello su concurso el cuarto de
EXPEDICIONES LA AMhRlCA, CJ!2?l"TAL * 87

10s Pilotos recientemente nombrados de la Cam de Colltrataci6n (1) y


concurrente B las Juntas, J u a n de la Cosa que, seghn las Capitulrrcio-
nes, llevaria el cargo de lugarteniente de Hojeda en su expedici6n
destinada A la regi6n de Uraba, de la que no hacia mucho habia
regresado.
Eran dos las expediciones, que en un mismo documento se esti-
pulaban y cuyos Jefes habian de ser el ya referido Diego de Nicuesa y
Alonso de Hojeda que B la saz6n se hallaba en la Espafiola, por lo que,
como hemos dicho Sa, firm6 las Capitulaciones Nicuesit no so10 por si,
sin0 como representante y apoderctdo de Hojeda. A esta circunstaxia
atribuye t a m b i h aI@n autor, que no fueran hechas las presentes
Capitulaciones en el mes de Marzo, la terrninacion de las Juntas de
Burgos, como lo habian sido las de Pinzdn y Solis, por la demora co-
rrespondiento a que viniesen de la Espaiiola 10spoderes 6 la conformidad
d e Hqjeda y cumplida esta condici6n, se hicieron en 9 de Junio laa Ca-
pitulaciones para estos riajes las cuales comienzan (2):
"GI aefeitto l p c l p por mf manbabo, con go0 @€egobe vi-
me0a, por ita0 6 ew nombre bo 3laneo be Bnjeba, para ir a la
tferra be Wraba P be ?@ettagitae0 eete."
. Fueron consecuencia natural de estas expediciones otros trabajos
y exploraciones, y deriv6se talnbien de ellas el descubrimiento del Pa-
cifico, base y objeto de nuevos trabajos geograficos, y por esta circuns-
tancia, por la cooperaci6n de Cosn y por la participaci6n de la Cam en
10s aprestos hechos, corresponde hacer aqui su estudio.
Era el principal objeto que con ellas se perseguia, la creaci6n de
Establecimientos espafioles de caracter permanente, en la costa de
Veragua y en Darien, pues limitada h a s h entonces la acci6n de Espa-
iia a las Antillas, nada se habia logrado wear en el Continente Colombi-
no. Recordaremos que, hostilizado el Almirante por aquellos naturales
en su 6ltimo viaje, fugaroiisele de las naves 10s rehenes que en ellas
retenia, para garantiear de algun modo las vidas de su hermano
Bartolorn6 y de 10s que con el habian empezado a construir un
fuerte sobre la costa para resguardarse de las acometidas de aquellos
moradores, cosa tanto m h precisa, cuanto que no se conocia aun la
manera de curar las heridas de SUB flechas, emponzofiadas con yerbaa y

(1) Archivo de la Cssa en el de Indias 1&2-2. Por CBduln dads en Burgos en 22 de


Yarzo de 1508,en el mismo din que 4 AmBrico, Pins6n y Solis. Como hemos dicho presapbr
Coss sus servicios en le C w , desde su creaoih en W, emque sin noinbrnqienw ReaL
(2) Arobivo de la Casa en el de Indias 148-2-2 En 9 de Juniode 1508.
88 EXPBDICI~N A LA A M ~ R I C ACENTBAL

que por esto eran casi siempre mortales. Salv6les entoncea con ai
heroism0 el sevillano Pedro de Ledeama, Piloto m8s adelante de la Casa
de Contrataci611, hombre de grandes Animos y fuerza que, A pesar de
la actitud de aquellos naturales, y no obstante la fuerte r e m , que B su
empresa se oponia, consigui6 llegnr B nado hasta la orilla, y dar luego
aviso B 10s de tierra, que pudieron abandonar el comenzado fuerte,
y buscar refugio en las naves.
Para llevar ilcabo lo intentado entonces por Ciistdbal soh, fie-
ron deaignados en 1608 10s ya citados Capititnes Diego de Nicuesa y
Alonso de Hojeda, debiendo ir con este kltimo en d i d a d de l u g a r b
niente, el ya citado Juan de la Cosa, a1 que en estas Capitulacionm se
daba el titulo de Capithn del Rey y de lugarteniente de Hojeda, y
BU designacih para estos cargos se encuentra justificada por el hecho
de haber sido descubridor en aquel litoral, y ser b m b i h el mAs cono-
cedor de la regi6n de IJraba, en la que debia establecerse Hojeda, de la
cual habia regresado en 1606 Juan de la Cosa, y de la que llevaba
tambi6n dicho navegante el titulo de Alguacil Mayor.
Por las dichas Capitulaciones se autorizaba B uno y otro Capitan
para llevar a1 Continente ochocientos hombres de guerra, de 10s
cuales podrian reclutar en Castilla hasta doscientou, y deberian con-
tratar 10s restantes en la Espaiiola, para cuyo fin se les concedia l a
necesaria autorizacibn. Una vez llegados B la costa, debian Nicuesa y
Hojeda, para realimr 10s intentos no logrados h a s h entonces, cons-
truir cada uno dos torres 6 fuertes:
”lae rualrs fotttale$aebirr el bocuntmto, e o pueban befen-
bm be la gonto bo ti err^.^'
y se determinaban ademils las condiciones’de dichos fie- y el tiempo
que habia de invertirse en su construccibn. Dichas fortale- debitln
ser dos en la demarcaci6n de cada uno de estos Capibnes, il saber:
”bu0 en la tierra bo Vraba, baeta el Q6rolT-0,g &toe bo0
beebe el golfo a1 fttt bo la t i m a que llarnan b o gera@wi.”
El emplazamiento de estos fuertes se dejaba B la elecci6n de Ho-
jeda y de Nicuesa, B 10s que se concedian grandes ventajas y no cortaa
rstribuciones, asi en lo civil como en lo criminal, aunque con apelaci6n
al Gobernador de la Espaiiola. Los de la Casa debian mantener, duran-
te quince dias 10s expedicionarios reclutados por Corn y Nicuesa, y
suministrar t a m b i h el armamento que para 10s mismos sa necesitaba:
’%tafhzt be un coerbto P tabla g b e un rasq&e d una bi-
b-@ ~ t 6 t p #ttol”
S e g h 10s t6rminos de dichas Capitnlacionea.
I1
LW APRESTOS.-WRACANES EN LA ESPA~~OLA.--JUANDE LA cos9 A LISBOA
CARABELAS Y BASTIYENTOS -PARTIDA DE AJIBAS ARXADAS

1508-I509

D esde la Corte, debieron pasar B Sevilla Juan de la Cosa y Nicuesa


para el apresto de sus respectivas armadas que, por lo visto h,
mediados de 1609, no estaban aim dispuestas para partir. En seis de
Julio vemos que se autoriza S Nicuesa para embarcar en Sevilla y llevar
B la Espaiiola seis yeguas y, por C6dula del mismo dia (l), se autoriza
a1 mismo Nicuesa y Alonso de Hojeda que B la saz6n se hallaba en dicha
isla para llevar desde la Espaiiola B Tierra firme hasta cuarenta ye-
gum, numero algo considerable para aquellos tiempos y que se expli-
ca por haber sido la propagaci6n de 10s animales de trabajo mncho
mas r&pida que la de 10s productores de came, cuyo us0 implicaba su
destruccibn, y en efecto, no se autoriza a 10s expedicionariospara sacar
ganados de dicha isla, en la que no serian aim tan abundantes.
Estas especies, para las cuales no existia prohibici6n alguna, como
ocurria con 10s caballos y yeguas, no 3610 no exigian para su embar-
que antorixacidn alguna, sino que por CBdula reciente se habia reco-
mendado fuesen llevadas en la3 naves que para la Espaiiola partie-
ran (2), y es por tanto, probable que las llevaran Nicuesa y Cosa desde
Sevilla 6 Canarias.
Precisamente B principios de 1609, Ilegaron de In Espaiiola gm-
ves noticias, que exigieron la ida de Cosa A Lisboa, y fueron causa
probable de su retraso en partir. Fuertes huracanes de violencia des-
conocida en nuestras latitudes, habian cruzado por las Antillas, 6 a1
menos por la Espaiiola; su acci6n fu6 tan desastrosa, que aqnellos po-
bladores creyeron perecer; las sementeras debieron perderse. murieron
muchos de 10s ganados que en aquellas islas empezaban A propagar
10s espafioles, y aun las cams y edifioios, en su mayor parte de tapial
y con 10s techos de paja, por falta de teja y de ladrillo, debieron safrir

. (1) Archivo de In Cnsa en el de Indins 1 19-2 -2 Ainba- CBdaln- conno decirnos son del
mismo din y 0 5 t h dndns en Burgos
(2) Arohivo de In Cnsn en el de Iadlnq 118-2-2. Dadn en 30 de Abril de 1508
25
90 EXPEDICI6N d L A AMERICA CENTRAL

tambibn iuuchos desperfectos. Apresuradamente enviaron 10s de la


isla un buque iL Sevilla pidiendo auxilio, y en 21 de Febrero de 1509,
segurainente el inisno d i t en que lleg6 la nave, escribieron 10s de la
Casa al Monarca, envihdole las cotnnnicaciones de aquel G-oberna-
dor. E n si1 Carta de 29 del inisnio tiles, dice el Monarca 10s de la
Casa (1):
"rnitckp iitc Ijn b c e p l a ~ i b uIo acnccibo cit Ins b i c h n s pln-
bfne, cn cepccinl b c I n s pcr0ame qitc cit cllu ljnn +w:itirnbu,
p i t e e cit l u bcintie cult pruttecr, plutieitbo ti Qioe s t i t c e t r n
gielior, Ilnij bttcit rcittcbio, &."
La escasez y necesidad eran tales, que se dice en la inismn Cirdula:
"ltfctt CPCU lo qitc ne cecribc el C!ubernnbor, In ntitcljo itc-
cesibnb qitr ltnij bo c i t u i n r pnit ti nqitclln ieln."
3 7 concluye disponieiido que. para mayor brevedad, fnesen enviados
10s priiueros anxilios desde las islas Canarias, pues por especial coinci-
dencia, habia sido aquel aiio de verdadera desolacibn en Castilla, y
perdidas las coseclias por deyastadora plaga de langosta (2), habia sido
precis0 traer el trigo de Flandes, Portugal y otros paises. Por esto, en
PU carta tL 10s de la Casa, les dice taiubibn el Nonarca:
"purqitc In itcccetbnb iio m c parcce qitc s i t f r o bilnciun,
i j pnrn qtte b c C t t n n r i u e llcoen loe Ltaetinteittoe, qitc sc pit-
bicrcit, cecriltu ititlt Knrtn para cl Gobcrnnbor (be Gnita-
r i n e ) , q i t c con In prceeittc vcle cnttio,
Esta carta d diclio Gobernador, que lo ern Don Lope de Sosa.
enviado 1116stalde A Tierra firine, ecth tainhikii registrada en 10s Li-
bros de la Caw. y en ella se dice tL dicho funcionario que en la Espa-
iiola (3):
"l1n ltnltibcl 11 Iraq itccceibnb b e lrnetiiitcntoe IJ, porqite
b c itiit!;ititn p n r t c 4c pitcbc prottccr tnit p r c s t o coilto bcea0
i e l n e be (liniinrine, e c llcneit &la biclpt ish @epniiola tub00
lo0 ~ t c l e t i l l l C l t t U e ifltc €4C pltcbttlt, )tttlW ttltC C l t t l - C taltto 1fltE
Ilcgnit, lue qitc bc acci ljnit be ir, &."
s en la Carta A 10s de la Casa se agrega:
"q p o r In ttccceibab, qiic ljn ljnitibo en cetoe s c i n o e , veb

(1) hrchivo de I n Cirsn on el de Indins--184-2-2. Dndn e a Talde-Cnstilln. A e& 'p otro


hurnein hnce mferoncin c l diligontc nnturnlistn Oviedo.
('2) Precisnmente eu 150s y ou elsigniente huboeut,a plngn aobre todo en hudnlncin y Ex-
trelnndum, nlcHnanndo e l trigo por s u escnsez procios fnbolosos sog6n. nienudniuente relnta en
su Historin de lo-; R e p Cntblicos el fntuoao Cum de 10s Pnlncior en sn cnpitnlo 212, que tituln
.De ins /n9uJOStnS i. cqnrraa que m.r
(3) Archirode InCnin on el de Indias 148-2-2. En In mismn fechn que In CQdulnnnterior.
EXPEDIC16N 4, LA ASlkRICA CENTRAL 91
-. .. ~ ~ ~.. .~ ~~~.
.-. . .. . . . . -
*j ein inconttcitientc p r o t t m q e , qite be @mtc€a, ij aim bo
glaitbce, BE llcuc tri!to.”
Y a antes de ocnyrir el huracAn, y con inotivo de haber pasado B la
Corte en la priinnvera. de 1608 10s Procuratlores de la Espaiiola, habia
&&do el 3Iona.t.ca diversas disposiciones para auinent,ar 10s recursos
aliinenticios. que se conoce eran ‘ai’n bien escasos en aqiiellas islas, or-
denando el continno envio de ganados en 10s buqiies qne fuesen B la
Espafiola, y para ellb, en Carta de Abril de 1508, se decia A 10s de la
Casa (1):
”aeintisnto tnc enplicni-on, nianbaec qne cabn nanio qite
fitcec d bicltn iela llci*ner cirrto nitmcro be nacae, ottciamc
IJ cabrne, pnrqitr 10s uccinoe bellae oetaban en mucljn nece-
eibab be varnce, Li’
y petlinn tninbi6.n 10s de la Espaiiola se les enviasen tejas y ladrillos:
”para ljaccr c a ~ n e ~ p o r q i ht ce qite en la biclja isla lpq
eon b e pain 23 bnrnn *torn 11 eetan t i mizcbo poligro be
fitc4t0, Ei.”
Que tanta, era aun la escasez de toclo en aquella isla, y ordenaba,
en v i s h de ello, la CBdnla:
3iijp o i qite ceto ee rnfrin, qite ec prottea, nos inanbo qize
on loe itanijoe, qite bo nqni abclaitte fitmxit ltagnn llennr h e
ntde imcne d meiae 6 cabrne (!2)qire bttcnamentc pitchan ijr q
aeiinqeinrt bnreije llcitar en lae bickjoe itaitijoe, In rantibah
qitc woe parecierr be tcjn C lnbrillo la cital pitebe ir p o r laetro
p a r a ignalar b e n a n t ~ o e . ’ ~
*Annqueno tan urgenternent,e como las provisiones, pedian tam-
biBn 10s Oficiales de la Espaiioln, que de la Casa de Sevilla dependian (3),
nueras carabelns que sustitiiyesen B las latinas, enrizdas en 1606 des-
truidas probableniente, por 10s referidos huracanes y contestando el
Monarca illos de la Cnsn de Sevilla, les escribe: (4).
”on Io qnc becie, qitc os recrihieron Io0 oftcialee bo la @.spa-
Aolo, qite eerlin nteneetcr d r n 0 carabelne raeae, on litoar bo

(1) Brcliiro de In Cam en el de Indim 148-2-2. Dada en 33 de Abril de 1.503.


(2j Eo otro p41.1.nSode In inisinn CBdulrr dice i104 de In Casu, que interveninn en 10s em-
barqnes: 0: Vos mando pice eia iiingtnin innnwn .fc!ln lrignr p i c worn, n i de nqiri adelanti p e n d
uimr 1; Inn diclins inlan, ni coiitrntnr e n ellns, I<fos ni nielos de t m r n d i r o s de jtrdios, n i de moros, n i
hijos de qcreniados (rcos)..
(3) C6mo despwk re hizo en Tierra firme, hnbiRse formndo en 1% i s h Espaiiola, una depen-
dencia de la Cnsn, inks directnmente encargndn de lo relntivo B la navegncibn, y coma la de
9evilln constituidn por un Tesorero, tin Factor y on Contador.
(4) Arcliivo de la Cnsn en el de Indins. C6dula ya citndade 29 de Enero de 1W. !
92 EWEDICI6N A .LA A&RICA CENTRAL

la0 latiitne, mitq bten me parece lo qite bicen, g as11 ee bebe


colt biligeitcia, prooeer b.
Termina diciendo:
” p o r enbe, akh la0 cnrahelae qite eeaat para eeto me-
steetcr, ij l~afollae comprur, k Ijaceb enttiar con ittitij hiten tre-
cabbo be yarojo0, i y p n r a la0 qitc beciu qitc ee +*ohinnaoez en
l , eitoio can la preecnte, Gatrta para el &XJ, w e
~ m t i t ~ i ano0
Ijnblnrli 0obcc ello, ruinu ttezeije, poatob cit ello la biligeitcia 6
buen %qrcabboqite eole1~0,&.”
Optaron 10s de la Casa por comprar en Portugal las carabelas de
que liabian dado noticia, y fu6 enviado it Lisboa coin0 persona entendi-
da, y apta para su adquisicion, Juan de la Cosa llevando probablemen-
t e consigo la Carta de Fernando el Catolico psra su yerno, que vernos
tambien registrada en 10s Libros de la Casa, precauci6n harto justifica-
da, por las sospechas it que en aquellos tiempos dabit ocasi6n, cualquier
viaje de IIU navegante de la importancia de Cosa.
Parti6’este para Portugal, adquiri6 alli las dos carabelas que se le
encargaban, y con ellas lleg6 B Sevilla, el 19 de Abril de 1609, seg6n se
deduce del correspondiente asiento, hecho pot el Doctor en su Libro de
Tesoreria: (1).
(’qitepng6, )*or lnehoe cnrnbelne qitc Bitnit h c la Qoentrit-
so c i cntn Cibbab, cat qitince be a b r i l be eete preecnte aiio, p a -
ra uit &ltc~acoiitprabae en $kn-titgal etc.”
Coin0 coiista por otros asientos del mismo Libro de Tesoreria,
desde Lisboa donde adquirio Cosa las dos carabelas, flieron traidas
por sus tripulantes portugueses hasta el Puerto de Santa Xaria,
cerca de la desembocadura del Guadalquivir, circunstancia que nos
hace creer que en dicha poblacibn, en la que firm6 Cosa su famosa Car-
ta del aiio de 1500, conservaba quiz&si1 casa y tenia su familia. Desde
el Poerto de Santa Maria trajeron it Sevilla las carabelas sus nuevw
tripulaciones, en ella se terminaron sus aprestos, y se hizo su cargamen-
to de provisiones para la isla Espaiiola, habiendo ascendido el total de
10s gastos hechos, seg6n el ya citado asiento, it un mill6n trescientos
diez mil cuatrocientos ochenta y cinco maravedises. De las dos cara-
belas, llBmase la mayor La Coneep&6n de Nrcestra Se6ora y la menor
Santa A m (2).

(1) hrchivo de In Cnsa en el de Indias 39--2--2-1/, en el niio de 1509


(2) Archivo de In Cnsa en el de Indias SB--2-1/,. Diversos nsientos relativoa a1 nEo de 1609.
9eg6n otros nsientos Ins hornbas pnra nchicnr que emu de madern fneron comprndas hechaa en’
el Puerto de Santa Maria, lo qae demuestra que pa Ins ilsahnn uuestms marinw.
EXPEDICION A LA AMERICA CENTRAL 93
- - __ _ _-

De mayor n6mero de buques se coinponia la expedicidn de Nicuesa,


que disponiendo, sin duda, de inayores medios, arm6 hash cinco naves
las cuales, s e g h parece, se hicieron B la mar juntamente con laa cara-
belas que mandaba Cosa, y estimdo ya todo dispuesto para partir, fue
nombrado en 1.’ de Septiembre Veedor de esta espedicih Alonso de
Quiroga (1). De su salida, en el antes citado asiento del Libro de Te-
soreria, se agrega:
”la0 citalrs bicljne bo0 carabclae, can tuba la biclja car-
gafun, 0r enviarun It h e nnbtae a1 CGubernahur i Qlfictnlee
hr 0 i t &lteTa qne resiben rn In Qepaiiula, la0 citalee ljicicrun
vela ett $nitlitcar, en eenttimtentu b e mt bitrn ~ t a a ezit , com-
paiiin hr Id0 carabrlae he SZijciteea en......... (rlbin en blam
ru) be ~eptientbrrbe mil qitinirntue i niteur.”
Observarernos, sin embargo. que todavia en 9 de Octubre, file abo-
nado a1 veedor Quiroga el importe de dos anclas para las carabelas de
Cosa y que, en 4 de Noviembre, se abonaron ciertas cantidades B Fray
Pedro de Cdrdoba (2):
”yarn el ntantrnfmientu, qne 0it altraa le manhir bar,
pura si 11 para utrus tree fraijle0 para la0 pnbiu0.”
Lo que liace creer que se detuvieron algo, probablemente en San-
lhcar, antes de IiaSewP A la mar, y que, acaso por esto, transcnrrido ya
el inns de Septiembre, qued6 en blanco la fecha antes citada. E n otro
asisnto, de fecha algo poqterior, .;e lee (3) el pago de cierta cantidad
hecho ’jrn 24 b e 3+lar!u be 1311 6 2nan$wfan, !&%nestrebe
la nnu hr Pienu b r g4icitrea, i j en 0it nutnl*re ri Facunte @it.€-
malbu, pur el paen4tc ctncu (4) fraflr0 be la urben h e prebt-
cahurre qitr llev6 ri pnbta0.”
Cuyos datos son de interes, por lo mucho que se ha escrito acerca
de estos primeros Dominicos, que B la Espaiiola pasaron.

~~

(1) Archiro de In CHCn eu el de Indins 1 3 9 - 1 3 . Dndn en Vnllndolid ri 1.O de Septiembre de


1609. Fu6 pdctica cmstnnternente segnidn el envio de estos veedorcs, que en Ins expedicionea
A desonbrir representuban A In hdministrnci6n. Yn en el niio de 1501 fu8 como veedor can Ho-
j d n Hernnndo de Qoevnrn en e l cnrnbel6n llnmado tambitin Snntn Ann.
(‘2) Archiro de In Cnsn en el de Indins 39-2-1/* Aiio de I W . .
(3) Idem id niio de 1611- Los fletes y 10s p w j e s no se nbonnbnn sino deapn8s de renlizndo4
10s vinjes y contrn un recibo 6 jnstificnnto trntdo 6 enviado nllb.
(4) Estn diferencin de nnn persons mBs pnrece expliaada, porque .segGn dice Herrern. (De-
.cads l.*,pbgins 194)sa lea agreg6 un lego.
24
94 HOJED.4 Y JUAN DE LA CORA

111
E I P E D l C I 6 S DE COS.-\ 11. COPT1SENTE.-St' 3IUERTE
EXPEDJCIth l'ROYECT.\D-\ .iAFRIC.4

l.jO9-IjIO

D esde la barra del Gnada.lqnioir y clespuBs d e hacercoino es pro-


bable, la acost,ninbrada escala. en Canarias, para proveerse y
acaso kmbiBn para embwcar algnnos ganados, navegaron ambas
ariuadillas Imcia la inla Espaiiola. en la que? seg6n )as Capitnlaciones.
debim t.erininar sns aprestos y reclntm tainbien el resto de la gente.
En la Espaiiola, debia.Juan de la Cosa liacer la entrega del cargainento,
qne para dicha isla Ilevabn, y en ella qnedarian la mnjer y las hijas de
de Cosa, en tanto qne 81 piisaba a1 Cont.inente, pnes en CPdnla dirigida
a aquel Gobernador se le ordena les facilite una casa para rivir y
va.riosiiidios parasn servicio (1) 3 7 d l i deseinbarmria tainbibn Fray '
Pedro de C6rdoba con 10s otros t,res Uominicos.
Esperaba L Cosa en la Espafiola, el fainoso Alonso de Rqjeda,
hombre il prop6sitlo, para la ardna empresa que se le confiaba p en 61
encontr6 dicho navagante el concurso qne podia esperar de caudillo
tan animoso y experiment.aclo. Aclemas, en la Espn.fiola obtuvo Hojeda
la cooperacih de otro hombre de valer y que, en nn momento dado,
ejerceria decisiva influencia en el Bxito de esta empresa. Era este, el ba-
chiller Martin Fernandee de Enciso, alli establecido, y que por el mo-
mento qued6 en la Espaiiola, pero encargado previsoramente de salir
a1 cabo de cierto tienipo para el Continente, Ilevando A, 10s de Hojeda
algunos refuerzos y con inantenimientos que alli no era liacedero
encon trar.
Terminados 10s preparativos, partieron de la Espaiiola Hojeda y
Cosa con su expedicih. A diferencia de las rudas gentes de mar que
acompaiiaban z i 10s navegantes de la Caw de Sevilla en sus expedicio-
nes ii descnbrir, ilustres nombres que conservaria la Historia figuraban
en Ins tripulaciones de aqnellw pequeiias naves en Ins que, a d e m h de
Hojeda.y Cosa, piwtban a.l Continente Andrbs Niiio, Piloto de la Cam

(1) Awhivo de In Cwn en el de Indin9 JL--B--.'/2,. Dndn en 8 de Jonio de 1605.


HOJEDA Y JUAN DE LA COSA 95
- ~~ . . -... . . ~

de Contrataci6n ,y su primer esplorador en el Pacifico Francisco Pi-


zarro, fainoso conquistador en el Pen'i, y tras ellos Vasco N6iiez de
Balboa descubridor del Pacifico, Mart,in Feimhndez de Eiiciso, primer
escrit.or del Arte de navegar, -y obros meinorables Varones.
En la Peninsula, en tanto, aguardbbanse con el mayor inter&
not,icias de unos v otros expedicionarios, y en 10s Libros de la Casa,
veinos ya en Jiinio de 1510, en ocasi6n sin duda de salir algnna nave
para la Espaiiola, dos Citdulas dirigidas respectivamente 6. Hojeda y a
Nicuesa para que "bicmn nn€elt be elt llqtabn tJ b e la qrtc nlli
eircntnhltn" (1).
Llegaroii 10s espedicionarios A Ias incnltas regiones, en las que se
levantaria mAs tarde la rica y opulenta cindad de Cartagena de Indias
en la AmCrica Espafiola >- coinetieron la imprudeiicia de alejarse algo
de la playa. sin precanciones, ni fuerza suficiente, por lo que fueron niuy
luego atacados por 10s indios, en n6inero considerable, y inorieron en-
topces iiiuchos de 10s espziioles y con ellos J u a n de la Cosa, pereoiendo
asi uno de 10s inbs ilustres y activos navegantes y gebgrafos de sn tiem-
PO, y el inhs a n t i g o Piloto de la Casa de Contratacih.
No seria J o s u de la Cosa. el h i c o de 10s Pilotos de la Cam que su-
cuinbiria en estas einpresas geogrA,ficas, Juan Diaz de Solis en el rio de
la Plats, And& Niiio en el Pacifico, Andrks de San Martin y J u a n Ro-
driguez Serrano, sacrificados con >Ca,!@mes en Oceania, seiialan las
sucesivas etapas, merced a las cuales por las naves de la Casa de Serilla,
llego A realizarse gloriosainente el primer reconociiniento hecho de la
Tierra qne habitaiuos, sintetizado por el regreso d Sevilla de la. fainosa
Nao Victoria qne, el 8 de Septiembre de 1522, entraba en sn pnerto, a1
inando de Juan Sebastibn Elcano, despubs de haber dado la primera la
vuelta a1 Nundo.
Debio ocnrrir este desastre el 28 de Febrero de 1510 a jnzgar por
el asiento heclio en el Libro de teaoreria. de la Casa seg6n el cual (2) se
pagaron 10s haberes de este Piloto "fa& el paetrcro bin b e grbre-
ita be rete b i c t t ~n i i (be
~ 1510)'' 10s cuales fneron ent,regados ti su
viuda en Febrero de 1511 , en copa feclia est,aba ya en Sevilla, de vuel-
ta de la EspaBola. En este aiio vino -y hallbbase en Sevilla Fernando
el Catolico, que en CBdnla de 2 de Abril dice al Doctor (3):
"poctor $mclp be gEtattottp nltoetrrttoemctto be la duel*
be &antratacidit he !ne Ritbfne- que rostbe on la d€itbab be

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indins--1SII-1-4. Dndaen Nonzon B 15 de Jnnio de 1610.


(2) Archiro de In Cnsa en el de Indins.-39-2--l/s. En 28 de Febrero de 1811.
(5) Arehiro de la Casn en el de Indias.-l3!l-l-4. Dada en Sevilla en dichn fecha.
96 EXPEDICI~N DESTINADA A AFRICA
-~- -
g#i11a; nratanba la0 mucIpe BePDiCtoe q1te ,@an be la a.O0a,
qa btfrtnta, 1Jip6: la getenieinta gleqna mi m1tq cara 0. muq
amabn @fa en el beecirttttiiitientabe la0 Mnbin0 efc.”
Y dispone B seguida la Cedula se entregne B la vioda del Piloto
cierta cantidad para ayudar a1 casamiento de una hija supa, cuando
la mujer del dicho Juan de la Copa tuviera concertado y aceptado el
casamiento de la mayor de sus hijas.
Fu6 este aiio de 1611, de grau actividad en 103 trabajos de la
Casa de Contrataci6n h la que, desde el tiempo de su creaci6n estaban
tambi6n encotnendados 103 asuntos de Africa, por haber decidido Fer-
nando el Cat6lico llevar & cab0 una expedicion que mandaria 81 en
persona, para lo c u d , seg6n el historiador de 103 Reyes Catblicos (1):
* e n Sevilla 6 en Malaga e en todos 10s puertos de la war de esta Anda-
l w i a s e allegaron infinitos mantenimientos de trigo, e cebada, e’ vino, e ari-
nas P todas las otras cosas que fueron menester e t c . ~
Armhronse entonces varias carabelas 6 naos en la Casa, cuyos
gastos se consignan en el Libro de Armada correspondiente, y entre
cugas artisticas y lujosas banderas pintadas, figuran varias con la Cruz
de Jerusalen, sin duda por el titulo de Rey de Jerosalen que Fernando
el Cat6lico gustaba ostentar (2).
Esta expedici6n no se realiz6, sin embargo, por habeme encendi-
do de nuevo la guerra en Italia, donde 103 franceses habian atacado
y tomado a1 Papa, en el mes de Mayo, la Ciudad de Bolonia. A la lle-
gada A Sevilla de tan grares nuevas, que darian ocasion a nueva gue-
rra con Francia, detuvo inuy luego Don Fernando, 10s preparativos
hechospara Africa y el 21 do Junio, estaba aun el Monarca en Sevilla
y firtnb varias importantes CBdulas, registradas en 10s Libros de la Ca-
sa, pero ya el 26 del mismo mes, se encontraba en Caxalla camino d e
Castilla y no par6 liasta B w g o s , seg6n el pa citado escritor Bernhldez,
aproximandose asi a1 teatro de 10s sucesos, que estaria bien pronto en
Espafia, donde el ilnstre conquistador de Granada, consiguiendo la
agregaci6n de Navarra, daria ut1 paso tnhs para la gloriosa obra de
Uni6n de 10s Pueblos espaiioles.

(I) Historis del Cura de 10s Palncios, onpitulo 224.


( 2 ) Era veedor de estg nrmnda Frnncisco de Ynnta Cruz pndre del sabio oosm6grafo de l r
Casa, Alonao de Snnta Criiz de quien B si1 tiempo nos ocopnremos.
IV
EL SOCORRO DE XICUESA.-REGRESA HOJEDA A LA ESPAROLA
FR~YCISCO PIZARRO.-MART~N FERXASDEZ ENCISO
PUYDACI6S DE LA ANTIGUA DE DARIEY.

H abi-ase salvado a duras penas de este desastre el mismo Hojeda,


y qued6 YU flaca expedicion en fatales condiciones para llevar
a cab0 su enipresa, cuando lleg6 alli para salvarle la expedici6n de Ni-
cuesa que, como hernos dicho se dirigia a1 Continente con una misi6n
anQloga. Llevaba Nicuesa segiin Angleria (1) una lucida expedicion coni-
pnesta de cinco naves, y en ellas hasta setecientos ochenta y cinco ex-
pedicionarios y no obstante las diferencias, que con Hojeda habia tenido
en la Espaiiola, prest6se noblemente Q darle auxilio antes de proseguir
su navegacibn. Reunieron entonces sua fuerzas ambos Capitanes, mar-
charon sobre el poblado en que habia tenido lugar el anterior percance
y se separaron despn8s del escarmiento. Nicuesa march6, lnuy luego,
en sus naves 8, Veragua y Hojeda con 10s suyos, se dirigio a Darien.
En Castilla inientras tanto, se esperaban con inter& noticias de 10s
expedicionarios, y estando el Nonarcaen Sevilla, en Mayo de 1611, dice
a Don Diego y 8, 10s de la Espafiola (2):
"@tun ntuctp citibabo setolq be lo qite mo oecrfblje, qite no
attiabesaitn mbibn nitemsbe $ticuosa P@ofeba,plegitcrt nitos-
tro ?&fimqite no haqan peligrabn eits p e r e o n a e , P Iusqite con
ellos fnetrmt, lq tenaoos en sortticfo la bilfgencia qite b a b q e
piteeto en lee onttfar socnrrosumo bocie quo lo a a q s fecIp E;."
Y encarga Q continoacion el Monarca, que se provea tanto L Ho-
jeda como Nicuesa, de lo que pidieran.
En el mes de Julio debieron liegar noticias de 10s expediciona-
rios (3)J' Gn duda tambien de la mierte del Piloto. pues en Carta del
dia 26 dice Fernando V a 10s de la C'asa(4):

(1) DBcndns, tomo 2.O piginn 1s.


(2) Archivo de In Cnsn en el de Iudins 139-1-4. Dndn en Sevilln A seis de 3fnyo de 1611
(3) Yo seerpresn, si fileron IlevndnsA In Espniiolnpor iinn nnve de Nicnesn, 6 como nos pnm-
ce mAs probable, por 1n qne llev6 A Hojedn.
(4) hrchivo de In Cnvn an el de Indin3 1311--1-4. Dndn en dicho din en Tordesillns.
a6
98 NICUESA Y HOJEDA

"@Enla qite taca c i sierra gtrnte ntnditna atra rmnebia pa-


rece qite ljaij a1 prsseute, sirto fttttarecer a ptcireea ij d gjajeba
para qite nun %eacatre be caefr la p a c a qite ellas ttenen fecba.....
g par qite e11a.8 ee qitexan initcba bel &lmtrattte,queitancitm-
pie la qite can ellae eetu aeentaba, ntanba it mtgitel be paan-
ntante, ttireetra teearora general en aqitellae paftfee,tenga citt-
baba be 10.8 I J ~ C C C pratteer, be lae c a m e que tuttioren neceet-
bctb a+,,
Hojeda, en tanto, habia comenzado B construir nn fuerte sobre la
costa oriental del Golf0 de Uraba, per0 vi6se bien pronto hostilizado
por 10s indios de aquella regi6n; hacian estos inucho us0 de las flechas
envenenadas, circunstancia que hacia generalmente mortrtles las heridaa,
hasta que m&sadelante se sup0 su curaci6n y por esto y B cansa de las
enfermedades, la expedici6n se debilitaba rApidamente: el mismo ani-
moso Hojeda fii8 herido por una de las flechas, y no obstante la en&-
gica cura It que, seglin algunos autores, se someti6, se vi6 obligado Q
regresar la Espaiiola, dejando por su lngarteniente en Uraba, a1 que
fuB mas tarde famoso conquistador en el Peril, el extremeiio Francisco
Pizarro. Las provisiones llevadas de la Espaiiola empezaron Q escasear,
el refiierzo de Enciso no llegaba, 5' la situaci6n lleg6 a ser tan critica,
que decidi6 Pizarro embarcarse con 10s que le quedaban y volver 8 las
Antillas.
Tal era la situaci6n de 10s espedicionarios cuando lleg6 y encon-
tr6los ya embarcados la nave de Enciso que, con 103 deseados refnerzos,
llegaba de la Espaiiola. Cost6, sin embargo, no poco trabajo a1 Baclii-
ller persuadir Q 10s de Pizarro que volvieran a1 Continente, per0 lo-
g r h d o l o por tin, regresaron todos B Uraba. Tuvo Enciso, la habilidad
de entablar con aquellos naturales, algunas relaciones paciticas que dn-
raron poco, y vibronse de nuevo hostilizados, por lo cual y en busca de
pais algo m b sano, doterminaron pasar a1 otro lado del golfo, y tnvieron
entonces el grave contratiempo de perder la nave que trnjo Enciso de la
Espaiiola. Sin medios ya para regresar, y hostilizados tarubiBn por 10s
indigenas, vi6ronse entonces obligitdos a vivir en pleno bosqne. por lo
que se decidi6 aniinosamente el Bltchiller B jnrainentar 10s cien espa-
Soles, qne a6n le quedaban, entab16 recia pelea en la que qued6 victo-
rioso y debi6 asi esta victoria una salvaci6n que sin ella, parecia ya
imposible.
Sobre el poblado, inmediato a1 lugar de este combate, fund6 en-
tonces Enciso la ciudad que llain6 la Antigua de DariBn, y en ella.
cumpliendo el voto antes empeiiado, construy6 un templo que di6 s u
MUERTE DE NICUESA 99

nombre 8. la nueva Ciudad y dedicado B nuestra Seiiora de la Antigua


de la Catedral de Sevilla, considerada entonces como Patrona de las
nuevas Iglesias de AmBrica. Tal fue la fuudacion de la primera (1)
ciudad continental de la America Espafiola, por obra del sabio Enci-
so cnyos trabajos geogrhficos nos ocuparemos despues.
E n torno suyo hicieron hmbien 10s espaiioles las primeras plan-
taciones que subsistieron de las semillas de Europa, pues las que hicie-
ron 10s de Nicuesa quedaron abandonadas. En la Antigua, tuvo lugar
, tambibn la priinera reproducci6n hecha por 10s espailoles en el nuevo

Continente de 10s animales 6tiles de 10s cuales, como hemos dicho, iban
Hojeda y Nicuesa autorizados para llevar desde la Espaiiola yeguas, y
s e g b refiere Angleria, llev6 rademhs Enciso en su nave de refuerm:
d o c e y e g w y muchas cerdns con losmachos de su g6nero.r (2).

PARDIDA DE LA EXPEDICI6N DE N I C U E S A . 4 U MUERTE.


LA GEOGRAF~ADE ENCISO.

M Bs dura suerte ram que B la expedicibn de Hojeda, cup0 B la man-


dada por Diego de Nicuesa que tuvo la desgracia de que se sepa-
raran algunos de sus buques, en aquellas costas poco conocidas aim para
nuestros navegantes. A esta primera desventura agreg6se la de haber
perdido algunas sementeras hechas, por haber cambiado de residencia;
y elegido para levantar su fuerte el sitio llamado por Col6n promontorio
del MBrmol, comenzaron 8. constrnir alli el que llamaron Nombre de
Dios, del que tom6 el suyo la ciudad que mBs tarde, fix5 fundada en
squellos lugares.
Perdidas 6 consumidas la mayor parte de las provisionea que, de
Espaiia 6 de la Espaiiela habian Ilevado, hallabanse 10s de Nicuesa en

(1) Tanto el fuerta .de Ban Sebastibn, aomenzado l constmir por Hojeda, como el de Nombre
de Dios por Niauesa, que fu6 repoblado mAs adelante, quedaron por entonaes abandonados.
( 9 , Decndas, tomo 2P plgina 36.
100 EXPULSI6N DE EKCISO

la mayor necesidad, cuando llegaron B aquellos paraies dos naves que,


z
a1 mando de Rodrigo Colmenares, llegaban de la Espafiola con viveres
y hasta sesenta hombres de refuerzos. Estas naves de Colrnenares diri-
gieronse primer0 B DariBn, a donde llegaron a fines de 1610, y puestos
de acuerdo con el inquieto Balboa, que se encontraba en la Antigua.
convinieron ambos en llevar B dicha poblaci6n a Nicuesa y oponer
su autoridad B la del Bachiller Enciso.
La miseria de 10s expedicionarios era tan extremada, que a1 llegar
alli Colmenares con un bergautin quitado B Enciso, encontrd it Nicue-
sa con 10s suyos levantando el fuerte, p seg6n refiere Angleria, ha-
1161e (1):
.en mayor desdicha que la de hombre alguno, extrentadamente niaci-
Eento y esctuilido con serenta conipaEeros que le quedaban de seteeientos. 8
Escuch6 para su mal Nicuesa las proposiciones de Colmenares, y
abandonando a 10s suyos, que perecieron todos en aquellos lugares.
march6 con 61 a la Antigua, pero 10s descontentos que acaudillaba
Balboa y que rechazaban la autoridad de Enciso, se deshicieron de
Nicuesa y le embarcaron en una vieja carabela con otros veinte J' cinco
espaiioles, de 10s que no hub0 mas noticias. Rnaiso acusado y preso
tambikn, fu8 expulsado de la Antigua por 81 fundada p conducido ti
la isla Espaiiola.
Mientras tanto Fernando el Cat6lic0, poco satisfecho de 10s auxi-
lios que de la Espaiiola se enviaban B 10s del Continente, no obstante
sus repetidas 6rdenes (2), determin6 fuese desde Sevilla un navio con
bastimentos, por CBdula dirigida B 10s de la Casa en 2 de Novieinbre de
1611 (3), y en Marzo de 1512, hallBndose sin duda dispuesta la nave,
orden6 por CBdola correspondiente fuese A su mando el Piloto de la
Casa Pedro de Ledesma, conocedor de aquellas costas desde 10s tiein-
pos de Crist6bal Col6n:
' ' 6 p o r q i t e 36 lie eiba inforinnha, hice, qite p r h r o br ge-
beentn ititeettro gilotu tiene initcttn itoticia hr lae caetae h e
CSerra firms, p o r q i t r lja iho o t r a e oecee nllk, hehiiek ettoinr
por %€lotoett el naltio qite p o r t t i t r e t r o tttmthaho allti eit-
ofaie, &." (4)
Las noticias recibidas acerca de la expulsidn de aquellas autorida-

(1) DQcndns. tomo 2.O, pbg. Gn.-?Indn rerelnhn cntonce5 I:, esistencin riel Pnrniso qnc cn
estns regiones desenba situnr el cqpiritn siempre soandor de Crist6lmI Col6n.
(2) Registnrdns en ISR-l---4. hrcbivo de In Cnqn en cl d? I t d i m
(31 Rogivtrndns en 139-1-4. Dndn en Hiirgon. Disponen enrien 10s de In Cnan ir Tiorra fir-
me on onvio cnrgndo de bnstlmentos.
(4) Id. id. Sin fechn, per0 dndn 011 \Inrxo seziin Ins C6dl:ln~inmedintns.
LA GEOQRAFfA DE ENCISO 101

des, fueron sin embargo causa de que la nave no partiese y en Diciem-


bre del misino aiio dispone Don Fernando que no enriasen it Tierra fir-
me cosa alguna y que no fuera tampoco el navio que estabit prepa-
rad0 (1). E n efecto, el expulsado Enciso trataba en la Espaiiola de jus-
tificar su conducta y ponia de inanifiesto 10s desmanes de Balboa,
aunque en ello obtuvo poco resultado, pues protegido este por sn descu-
brimiento del Pacifico, que& por entonces sin castigo.
De regreso en Espaiia public6, iutis tarde Enciso en Sevilla su
S u m s de Geografia dedicada en 1619 (2) a1 joven Principe. que se llamo
nitis tarde, Carlos V. Este trabajo geogrBfico de indudable inter&
histbrico, ofrece ademas la circunstancia de ser la primera obra en la
que se trata de navegacih, y no habiendo llegado B nuestros tieinpos a1
Ars navegandi de Raimundo Lulio, califica it Enciso el sabio D. Martin
Fernkndez de Navarrete &pP.il,ter escritor del arte de navegar, ( 3 ) .
Oc6pase ademas Enciso en su obra geografica de todas Ins tierras
hasta entonces conocidas, inclnye una tabla de las declinaciones del sol
yestimael grado terrestre en 17 y media leguas castellanas. Por dtimo,
adelanthdose B sus tiempos y nl us0 de las cartas esfbricas examina
la inexactitud de las Cartas planas y trata de coinpenear sus errores
por el estudio de su variaci6n en las diferentes latitudes.
e La parte geografice, dice el Sedor Navarrete, est6 t r a f a d a con exactitid

y curiosidad y la correspondiente a las tierras qzte se ihnn descfibw'endo,


es aenso laprimera descripcibn que de Ins misnias se liacia, y RIN?/ iwipor-
tante pura eonocer el resrsltado de Ins wpediciones espndolas hastct aqicella
feehas (4).
Hizo adeinits Enciso, p asi lo consigna en la Dedicatoria de su
obra. una Carta plana la que dice: "wtee t 0 h e la0 ttotttrae V
~ m i n c i a 0he1 YCnioereo be la0 qne faeta artma Ita ltahibn
%&ticia" y la ciial no sabeinos que be h a p co~iserrado.Tal es en
resuinen, el notable trabajo geogr8fico debido a1 sabio fundador de la,
Antigua de Darien, del que nos ha parecido, correqpondia dar aqui
algunai noticias p que no obstante sus varias reimpresiones, no es hoy
de fitcil adquisicih.

(1) Hegistrndns en 139-1-4. Dads en Logroilo ir 10 de Dicienihre de 15W.


(2) Tit,:iladn oSutiin de geogrnfin y t d n de todns Ins pnrtidns 9 yrorincina del J[tiudo en e$-
p c i n l de 1%- Indins ? tmtn largninente del nrte de innrenr etc.2 Sevilln 1619--.Reiinpreso en
1630 p I54t;.-Nicolis Antonio Bibliothecn Hispnna- JCndrid 1iXi.-Tomo .Lopriginn 101. .
(3) En wi Disertncih pnrn In historin do In Xiation-Mndrid 1Slfi-piginn 147.-Fo& M n r -
tfn Fninindez Enciso nncido en Sevilln y en clln him sus estiidios, segiiu el Sr. Picntoste en
sua cApontes pnrn iinn hibliotecn oientificn espnilola del siglo XVI.--JCsdrid 1891.
(4) Navarrete. Disertncibn pnra In Historin de I n XAntian-pBginn 143.
26
PROYECTADA N A V E G A C I ~ NY DETERMINACI~N DE
LIMITES ENTRE CASTILLA Y PORTUGAL
EN E L EXTREMO ORIENTE

I
LA9 CAPITULACIONES

1512

E n 22 de Febrero de 1612 murid en Sevilla Americo Vespucio y dos


dias despues (1) entreg6 el Doctor a1 Can6nigo Manuel Cataiio,
albacea 6 testamentario del difunto Piloto Mayor, las cantidades que
hastala referida fecha en tal concept0 se le debian, presteza que
est& explicada por las probable8 relaciones de amistad entre el Doctor
y el Seiior Catafio pertenecientes ambos a1 cabildo Catedral de Sevilla.
Juan Dim de Solis, que se encontraba en la Corte 6 que march6 B
ella diligentemente, 6rm6en 27 de Marzo laa Capitulaciones (2) necesa-
rias para una larga navegaci6n dirigida B 10s mares de la India, 6 im-
porta notar que dos diaa antes de ser firmadas estas Capitulaciones, el
26 del mismo mes (3) fue nombrado dicho navegante Piloto Mayor de
la Casa para reemplazar B Am6rico Vespucio. De aqui, que la desig-

(1) Arohivo dela Casa en el de Indias-S9-'2-% A l o de 1612.


(2) De lasque nos ocuparemos m L adelante.
(3) Arohivo de la Casa en el de IndiaP-lfi--kl/,. Dada en Burgos en d i d o die.
SOLh PILOT0 MAYOR 103

naci6n hecha de este Piloto deba fundadamente atribnirse a1 deseo de


tenerlc satisfecho a1 utiliear, COIUO se pensaba muy luego en la proyec-
tada espedicibn, s u conocimiento de 10s mares de la India, circunstan-
cia que corrobora 10s recientes servicios prestados por este navegante
en la Casa de la India de Portugal, servicios posteriores por cierto B
sus supuestos crimenes (1).
En realidad, estas determinaciones renian L corresponder B 10s
prop6sitos manifestados por Fernando V B 10s Jefes de la Casa a1 tiem-
PO de conocer B Solis y de saber por ellos en 1608 10s antecedentes de .
este Piloto:
"par e m eegitnb bccis (2) pcreana bo mitclp ezperiencia
5 b e qitien Mh eabrd seritirnts para lae cusas bel beecubrfr.”
Segiin 10s tkrminos de estas Capitulaciones debia el Piloto Mayor
llevar B cabo:
”la bentarcacih i lintitee h e la parto be nanrgacthn quo
petttenefca It la Qarunas e a l b e la0 $cinae h e Qaetilla, d ri la b e
~atttitgnl, d ri heecabrir i tarnar la paseeion b o ctetttae islas”
las cuales parece que eran las tan debatidas despuks y que se denomi-
naron el Malaco.
Este proyectado viaje, que fu8 suspendido y no se realie6, ha sido
una causa de confusi6n y de discusi6n tainbibn, acerca de las espedi-
ciones de Solis. La publicaci6n de dichas Capitulaciones hecha por Don
Jose Toribio r Medina en su rica colecci6n de documentos (3), ilustra
y llena un hueco de la vida de Solis, y contribuye d disipar tambi8n
alguuas dudas en la historia de este Piloto Mayor. El documento pro-
cede del arcliivo de Simancas (4) y es probable que por haber su-
frido desde luego objeciones de 10s de la Casa, no se encnentre regis-
tmdo tambikn en 10s libros de la Casa.
Segiin las referidav Capitulaciones, debia el Piloto Mayor llevar
A cnbo la demarcacibn de liinites con arreglo a1 tratado de Tordesillas,
la cnal demarcaci6u deciase no habia podido llevarse A efecto, ”Wfr
lae ntitclpte acnpacfanes he la0 @tfes” frase puramente conven-
cional porque en realidad faltaba el acuerdo de 10s gobernantes por-
tugueses, para 10s cuales la continuidad de las tierras del Nuevo Conti-

(1) E l piloto criminal llamado Junn Diaz estabn persegaido en Clwtilla B petioi6n del Mo-
nnroa portugues desde 1495 por CQduIa ye. citnda de 29 de Octubre de 1496.
(2) CBdaIn yn citadn de 3 de Marso de 1505.
(3) Documentos y Bibliografin relativos h 911 estudio hist6rico de Juan Diaz de Solis. San-
tiago de Chile 180i.-EI SeRor Toribio y Xedina es oonooido por sus importnntes trabajos
bibliogr4tico.s.-Documento, ndmero XXII.
(4) Aroh. Sim.-Registro del sell0 de Cnstilla. Mes de Marzo de 1612.
104 ESPRnTCTfiV PROPECTADA AI, RXTRRMO ORICVTF:
- -_
nente que cerraba el paso B 10s Espaiioles para 10s paises del extremo
Oriente, y para explorar despulits si1demarcaci6n, constituia una situa-
ci6n favorable y privilegiada, que les convenia prolongar 6 quiz& tam-
b i h , por la eventualidad de siifrir por ello, ulteriores perjuicios.
Sin noticias aun de Mlitxico y del Peru, el Continente no presentaba
hasta entonces sino pobreza y atinso y, como colosal barrera, iinpedia
llegar a 10s espafioles B aquellos paises del estremo Oriente, de 10s que
Ias naves de Portugal llevaban B la asombrada Europa, las extrafias
especierias, las sedas, las porcelanas y 10s bronces de aquellos lejanos
paises que hasta ontoiices, habian sido casi legendarios para 10s habi-
tantes de Europa.
La falta de conforinidad de Portugal en dar paso I las naves de
Castilla, constituia, no s610 un obstkculo material, sino tambilitn tin
desacuerdo de familia, entre 10s gobernantes, por haberse casado suce-
sivamente el de Portugal con dos hijas de Fernando el Catolico herma-
nas de la Reina de Castilla. Acaso estos estrechoslazos, y las ventajas
concedidas B Portugal por este tratado de Tordesillas, del que se deri-
vaban considerables derechos de Portugal en el Nuevo Continente (1)
hicieron creer AFernando V que obtendria una cierta tolerancia para la
realizaci6n de este viaje. Estas osperanzas, que explicarian el aventu-
rado plan que las Capitulaciones se contenia, no se realizaron sin em-
bargo, y coino veremos la eupedici6n proyectada, no f& por esto llevada
A cabo.
Por estas Capitulaciones. como mBs adelante se liizo por las de
1514. proporcionBbanse a1 supuesto corsario y empedernido criminal,
hombres, pertrechos y buques artillados que, fauilmente, hubiera podido
volver contra 10s inisinos que de ellos le proveian. Debian, en efecto,
entregarse Solis, hasta ocho mil ducados de oro, para la compra y ha-
bilitaci6n de las naves.
"qitc para eetc itiajr itoe iriorobee qito ronnionen"
Lasnaves, habian de ser por lo inenos dos, y Ins cuales podria
construir 6 habilitar Solis en la villa de Lepe, donde so habia casado (2),
y tenia casa. E n estos ocho mil ducados no se hallaba coinprendida la
artilleria, que habria de proporcionar el Monarca, compuesta dicen las
Capitulaciones do:

(1) Por este tmtado que vino it ser corn0 unn trnnsnccih entre 10s Reyes Cnt6licos y Don
Junn I1 de Portugnl se estipul6 oorrer 370 millns B Ocoideute de Ins Azores la linen meri-
diann de pnrticih entre ambos paises Peninsulares. Archivo de lndias 1-1-1. Celebrndo en
Tordesillns B i de Juniode 1494.
( 2 ) Donde se hahin m n d o con una hermenadel piloto Fhncisco de Torres.
EXPEDICI~N PROTECTADA BL EXTRENO ORIENTE 106
__ - _ _ _ _
__
”bus t o n t b a r b n e g r i t e s a e be Ijierro, qitr r s t l t n on la Gaea
50 g3euilla d hoe ~ U i l t b ~ i ~ m b ~e bGi a n n e , d citatru f a l s u n o e bo
c a r r e t o n (titrciin) 6 ueinte q s n a t r u itoreus be b i e r r o , d c i n t u
q n i n t a l e s be plantu.”
La confianza que de este navegante se hacia era tan completa que
corria de su cuenta la compra de 10s bastimentos y de toclo lo necesario
para la expedicion, coino tambien el pago de sueldo a la.; tripulaciones.
Las naves deberian estar dispuestas para partir B 10s diez meses de
la fecha de la Capitnlaci6n, que era en suina. una contrata hecha con
Solis para el siiininistro de la armada, sistema inuy conforme sin duda,
con el niejor regimen econdmico, aunqne no sin inconvenientes trathn-
dose de un asunto tan arriesgado y complejo. Para mejor interesar 6,
Solis, ofreciasele en las Capitulaciones el titulo de Adelantado mayor
del nuevo mar que se descubriera para si y para sus sucesores, y ade-
mh,que por su muclia devocion a1 apdstol Santiago, se le concederia el
habit0 de dicha Orden.
Como en las Capitulaciones se contiene, debian las naves dirigirse
en primer termino A la isla de la Gomera en las Canarias para tomar
en ella agua, lefia y otras provisiones, y navegar despub a1 cabo do
Buena Esperanza donde, en tierras del Rey de Portugal. habian de
proveerse de nuevo, lo que parece corroborar las eaperanzas abri-
gadas por Don Fernando de obtener la conformidad de su yerno. Reco-
mendhbase sin embargo ti Solis la mayor correcci6n y prudencia a1
tocar en el cabo de Buena Esperanza:
j’b6 pobrrf,bice el b u c n i n e n t o , t u n t a r noun d leiia d a1gitna.e
c a r n e e pagcinbolae Wen, mittmtbu t n i t c t p e n qite woe 6 t n i a gen-
te, qire cult itue fitere, n u f a g a n on la btcba t i e r r a bel c a b 0 b e
@itena G e p r r n n ~ a n, i n g i t n b alltorota ni u t r a m e a be qite la
gente be aqitella t i e r r a e o pitoha qitexar.
Q ei toparebee, bice tamttien, o l g i t n a e t e l a e a n t e e be Ile-
gar al sabu be g u e n a @ s p e r a n t a , e n mobiu be la m a r , qite n u
fiteren boesitbiertae p o r el ~ e r e n i s i m oS e q be p o r t i t g a l , po-
breis proocor be la0 sueae q u e bubiersbee be meneetor, d pro-
uoqdnbuue bollas, s a b e r Ius eestteto~qito bellae p u b t o r o b r e
saber d a p r o u e c b a r u s bollas, sin o f e n s a be la t i e r r a
be d q , aiiabe, p u b r o i s ir It ltuecar la tiertta bo Qoldn
(Qoilltn) para wer si pet6 on la p a r t e qito rf oetue rsinue p e r -
tenoece, 6 n6.”
, Desde Ceilhn debia dirigirse Solis:
‘rrf la iela bo ’@tWtalitqne, qite sao d I 0 0 lfmitee bo n i t o e t r o

27
o p o s ~ c dDE~ LA CASA
-..106 - -_ - - _. ._
.._

bemarcactria, f tantareis paeeefrin bella par la Mdana Peal


beetoe gcinoe”
Observaromos antes de proseguir, que en Mareo de 1612,hcuya Bpo-
ca pertenece este documento, no se sabla alin en Castilla el reconocimien-
to, y exploiacidn de las Molucas, llevado L cab0 en dicho aiio por una
de las naves enviadtw con tal objeto desde Malaw por Alonso de Al-
burquerque, y que, con iguales titulos de presunci6n, podia creerse en-
tonces, en uno y otro pais, que las mencionadas islas quedaban en su
respective demarcacih.
Desde Ceilhn y el Yaluque, debia la expedicih, segiin las ideas
y la terminolgia usadas respecto de 10s pafses del extremo Oriente.
dirigirse L:
”ai &mtatra g a peGit g a la tferra be 100 cljinae, d i r e i e ri
la tfera be lae gungas, et pitbterebee,”
Para la determinacih de 10s limites hispano-portugueses, encare:
cidamente se decia A Solis se mirase mucho en ello:
”para qite en gioe f en oiteetra canctencia, b a ~ a t la e be-
marcacian l@ma0 jmtantente qite pitbierebee, be mansra que
n t n p n a be la0 parte0 re~ctbaagraoto, (perjittcia).”
En cuauto a1 regreso iL Serilla, nada se indicaba, ni se hacia tam-
poco referencia alguna a1 Nuero Contincnte, pareciendo, por tanto que
debia regresar Solis por el Cab0 de Buena Esperanea, 6 por lo menos na-
da se le decia esta vez acerca de la investigacih de un paso navegable
traves del Nuevo Continente, cuya anchura de Este ri. Oeste era nun
desconocida. Muy luego, realizado en el aiio siguiente de 1613 el descu-
brimiento del Pacifico, veremos estudiar un nuevo plan mLs completo J-
m b realizable. aunque no realizado del todo por le niuerte de Solis.

I1
PARECER CONTRARIO DE LA CASh

I 5 12

ra este por tanto, un plan completamente nuero y no intentado


hasta entonces, para llegar iL la demarcaci6n de Cnstilla por 10s
mares de Portugal 6 sea por Oriente, ya que por Occidente no se logra-
ba d v a r con las naves la inmensa barrera que de Norte iL Sur parecian
formar las continuadas costas del Continente Colombino.
OPOSICI~N DE LA CASA
- . _ _ . -. - -

Acaso, por tratarse de mares no estudiados por la Cam de Contra-


tacidn, 6 bien por su intima relaci6n con otras cuestioiies de Estado 6
por ternor B las dificultades que en 10s gobernantes portugueses piidie-
ra encontrar este plan nuevo, no parece que conlo en otras expedicio-
nes B descubrir habia ocurrido, mediase correspondencia alguna con 10s
de la Casa antes de hacerse las Capitnlaciones y a referidas. Lejos de eso,
parece que tan luego como tuvieron noticias del proyectado viaje,
informaron 10s de Sevilla desfavorablemente acerca del atrevido plan
que en las Capitulaciones se contenia, y si bien no SR conserva este
documento. como casi ningnna de las comunicaciones emanadas de la
Casa, lo expresa asf claramente la CBdula de 29 de Mayo de 1612 (1).
en la que D. Fernando contesta a1 Doctor Matienzo y B sus colegas:
j3V€oiteetra carta be bum be ~ a q uen, qite me bacrfe sa-
ber h e tncunoenfentos g t e 00 parecta, para nu pub- citmplfr
3iuan gfa?bo g+ultola rapftitlactun d aefontu, qite pur nitestru
manbabu sun 61 e e tomb, sabro el ofaje qite ba be bacw para
la bemarcactmt be lintitre antre eetus 73efnue d VmtitgdJg
trnguae on eortttcfu aofeazrmo bdlu, tf ltfcn me peen algitnus
fncun~enfentoe que becie qne pitbioran sitceber m In naooga-
cfmt, e€ el bicbo $itan be &5ul€e,nu lleoaec ntrfar roraltha bel
g t e bebfa ileoar9’.
y agrega el Monarca que tenia pensado enviar con 81, persona de mucha
confiansa y cuidado, con suficientes poderes para que en un cas0 dado
le pzdiese contrdeeir, precauci6n por cierto bastante fiecuente en esta
clase de expedicionos. En cuanto a1 prop6sito del Monarca a1 enviar
con Solis una persona de confianza que le pudiese contradecir, proba-
blemente con el carkcter de Veedor, como en otras expediciones suce-
diera, se expresa:
‘ j p t 6 pur tmwlo, curnu oueutrus bods, plrr prrsuna be no
ntitcba cunetancfa (2),g tubas Ius tncunoenfentce qito on luna-
oegadu.n bode g t e le pubrdn eiicebeq g tambidit pur eer ntitq
pucue Ius bue naoiue qite ha bo llenar para eer rl nfaae tan
largu.”
L a oposici6n de 10s de la Casa parecia fundarse principalmente en
el carBcter ligero 6 inconstante de Solis y en lo d6bil de e s h armada
para tan aventurado viaje. En cuanto B la probable actitud del Go-

(1) Archive de In Cnsa en el clc Indias.-139-1-4, Fecha referida.-Ls CBdula no estA


completn.
(2) Es imposible, sin grave injusticia, ampliar el sentido de estns palnbras hash la orimina:
lidad de Solis. Por lo demPs, el plan de via,je era bien poco pdctico, A menos de obtenerse anted
la conformidad de los’gobernantesportugnases.
o ~ o s r c r 6DE
~ PORTUGAL loa
-~ _ _

bierno de Portugal, observareiuos que podian teller 10s de la Casa muy


especiales iuformes, por la fi ecnenta coi~iunicacibnentre Sevilla y Lis-
boa, pues por la suspicacia que entre ambos paises existia, como desde
Sevilla se enviaban A Lisboa avisos de lo que en In Casa de Indias
ocurria, la Casa en canibio s o h tener en Portugal %gentes encargados
de analoga misibn.
Reconoce, coma vemos, el Monarca en su Cedula que eran mu>-
pocos 10s dos navios que habia de Ilerai‘ Solis, por ser el vinje tan largo
ylos demas iuconvenientes que le podian suceder, y agregaba:
”6omitnicab i j platicab can $1, paniinbaecloe ( I 0 0 incan-
oenientse) tubas belante para qite biga eit parecer be tabus
ollas, d qiti ealiba 6 fitnbantenta lee bct q enttiarntr Ipie la t e -
lacibn ncrbabera bo toba la qite en ella pasare.”
A fin sin dude de resolvor lo m&s conveniente: y admite ya D. Fer:
nando la posibilidad de que la expedicibn no se realizaia, y dice a 10s
d e la Casa en el mismo documento, con respecto a las cornprns que
ee fuesen haciendo para la expedicibn:.
+kieanbe calibab qite, aititwte nu eo baqa be bacer et
otafe, ee pueban tornar ct nenber ein qite en ella ee pierba.”
Per0 como veremos, esta suspensibn, no se deterininaria sin in-
tentar antes D. Fernando de varias maneras, de obtener la aquiescen-
cia 6 la conformidad de su yerno el de Portugal.

.. .... . .. -

1.1I
D1FICULTADES.-PROPOSlClONE8 HECRAS h SOLfS
SUSPENSI6N DEL VIAJE

1512

E n Junio de 1512, y L consecuencia de la CBdula sa citada de 29


de Maro, debib Solis hitblar con el Doctor Matienzo y sus compa-
fleros, y escuchar las objecciones que por 10s mismos se hicieran ti la
proyectada expedicibn. Despues de estae conferencias, pas6 el Piloto a
la Corte, que se encontraba en Logroiio, y B la que seguia el Embajador
de Portugal MBndez Vasconcellos. Fernando el Catblico, que en el afio
anterior de 1611 preparaba, como hemos dicho, en Sevilla una fuerte
armada para pasar a1 Africa, recibi6 en dicha ciudad la noticia de
109 OPoSICIdN DE PORTUQAL

haberse de nuevo roto las hostilidades con 10s franceses en Italia, 7


renuncisndo en el acto d la referida expedicihn, suspendib todos 10s
preparntivos y se trnslad6 a1 Norte de Espaiia, plegbndose asi de un
modo adluirable L lo que 10s sucesos pedinn y reclamaban en cada
moniento.
hvisado Vasconcellos de la llegada de Solis, vide muy Inego, por
orden del Rey de Portugal a1 que, con fecha 30 de Agosto (1) escribe
el embajador, que habia hablado en efecto con Solis, y que, se@n este
le habia mnnifestado, irin en el tnes de Abril (2) con tres navios:
,'ri bentarcar lo be Qa0tflla3'
Io-qne hace creer que, A, consecuencia de 10s reparos hechos B Solis por
10s de la Cash llevariit el Piloto Mavor tres buques en vez de dos, como
en un principio se habia pensado.
Agrega Vasconcellos que estaba tambibn en Logroiio un piloto por-
tugubs llatnado Anriquez 9:"p~rkeccmeqtte 0t g.3. ~ ~ C l Qianrf-
P
que boso d- qitince ntil r o t s a1 aiio BE trta rL serotrle ri Vortu-
gal. @Elpitan %fa?bo golte bise q u e Le ban bosrtontu0 sritba-
bo0 01 aiio ett ~etttllaon la Qaea b o la0 &ntfllas, quo e0 ptlofo
@tatfmtf &roe ttfmtto0. G.ete nd-stet le pobria arransar por
quo bise que no s o LO ban p a r b a b o ga p o r bo0 OPSPB mio0-
tros (3) albalaee (orbones b o pago). pero ol aCnriquef,patrd.0-
some quo lnoga 09 €ria, par qite d l tf 0u muger, eun pur-
tug1tt0o0."
Por lo &to, tenia sa Vasconcellos orden de hacer proposiciones
Solis, mas no haIlBndole propicio, detenninb esperar nuevas instriiccio-
nes, y termina esta carta a si1 Monarcs manifestitndose poco favorable
B una inteligencia entre unos y otros goberbantes:
"rite paroce sonttonbrfn mitstp, por lo qito sumplo li
ttaestra ~orufcto,que & 3. manbaer romobfar osto be mano-
raqiteno 0 o lo baga tal perfufsfo, por rftte tuba0 la0 come
tfmen som€en~o.9i
Con la mayor diligencia y por correos en posta, llegaron 6 Logrofio
las nuevas instrucciones para el embajador que, en 7 de Septiembre

.(1) Coleo. de Snvnrrete. toino 3 . O pAgina 18i. Documento niim. XXXIII.-Del archiro do
la T o x e do Ton de Lisbon.
(2) Estq ligeresn de Solis, sidndo criminal, parece teineridad tnl que mnnifievtn m i s bien su
inocencin de lo que se le qoiere achacnr.
(3) Segih Solis, Ins 6r'denaq de pago er:m de Don Xanuel que no empez6 B reinar hash dea-
PI& de 1498 y sirvi6 como ern precis0 Solis en la Casa de la India despnk de cometidos 10s
delitos por 10s que se le perseguin en Cnstilln 6 petici6n de Don Juan XI de Portugal. X&s ab-
surdos.
28
110 OPOSICI6N DE PORTUGAL

recibia carta para Fernando V, y otras para gobieino suyo, en virtud


de las cuales procedi6 francamente Vasconcellos B proponer B Solis que,
abandonando L Castilla, entrara de nuevo al servicio de Portugal (1).
Observaremos que es inadmisible, sin que hubiera algnna raz6n para
ello, la. falta de pago B Solis y B s u hermano en la Casa de la India y
que existia seguramente un ruotivo para que no se le hubiemn abonado
tales cantidades, motivo que produciria probablemente el regreso d e
ambos pilotos B Espafia, per0 que est0 no signitica en hod0 alguno el
robo de la carabela Real con unos corsarios franceses, rob0 hecho antes
de 1495, y de indole tal, que parece absurd0 que B criminal de estejaez
se solicitase por inedio del embajador y aunque de lo relativo B la
personalidad de Solis hemos de ocuparnos especialmente, queremos, a1
examinar estas cartas de Vasconcellos, dejar analizado este punto. Es
lo cierto que. en virtud de las 6rdenes recibidas, manifest6 h Solis el ein-
bajador cuan incierto era lo que (en Castilla) se asentaba, y que nunca
se cumplia, y preparado asi el h i m 0 del piloto, que 81 trabajaria para
que el Monarca le perdonase, escithndole de todas maneras para que,
abandonando B Castilla, volviese a prestar sus servicios en Portugal.
Pero, seg6n refiere el mismo Vasconcellos, esta proposicibn fue dig-
namente rechazada por el Piloto espafiol, que di6 muy luego cuenta de
lo ocurrido a1 Obispo (2), el Obispo sin duda a1 Secretario, y el Secreta-
iio a1 Rey, quedando entonces L la vista la intriga y contrariado el
embajador, que concluye su carta llamando ruin B Solis, y formulando
las lnBs graves acusaciones contra el Obispo de Palencia y el Secretario
del Rey, cual si desahogara asi su colera por el escandalo cortesano, p
el n i n e n Bxito de sus gestiones.
D9 mayor inter& que 10s referidos incidentes, de 10s que s610 nos
ocupamos por su relaci6n con estos sucesos, son 10s actas mismos de
Fernando V y 10s terminos de su contestacibn, seg6n el ya referido
embajador, que manifiesta en su carta haber entregado en el mismo
dia, las que para Don Fernando recibiera de su yerno, B las que este
habia contestado, que la armada (de Solis) no iba dirigida & la .India,
(Malaca) sino para descubrir. y paraeaber lo que B cada cual perte-
necia y:
"quo srtstptoro p. 3. mitq ciorfo, q1to por ru ool1ttttab tto
0 0 tocorin en rit bemorcacimt q @to, en lo Qara Z w Qont+a-

(1) Nnvarreta tom0 111, peginn 128, documento n.* 34. Cnrta del embajador Vasconcelloa bQ
7 de Septiembre de 1612 desde Logrofio.
(2) .Y fu6 tan ruin, dice, que todo lo que p a d conmigo lofue Bdecir nl Obispo de Palencia..
RUSPENSI6N DEL VIAJE d ORIENTE 111
- . - - -- - .- - -
tacian be ~ r u f l l a ,e1 pctncipal rnpititlo, qite er panio paca
la0 qite €bun d boecitbrfr, era qur nu tacaeen en nfnpitna
casu be @. 3 . 3 , (1).
Y con efecto, como en nuestro trabajo hemos tenido ocasion de ha-
cer notar, no habia expedicion algnna que se proyectara, para regiones
proximas lt la Demarcation de Portugal, en que no se encargaya expre-
sa y encarecidamente lt 10s navegantes, respetaran la dicha Demar-
caci6n. Consigna tambien en su carta Vasconcellos, haberle manifestado
el Monarca:
”que dl, par eer g a ufefa, bebfa uiuirporas bine, ileit ellae
eeperahn en ptae no lptbteer nitncn ’kin rantpintirnta” porn
que mariria muctp inlie beecaneabo, s i befaeo toba tnn rlnra
qite ni eite nWa0, ni la0 be ellae ilinieeett, tunforan nuncn
cnitea para rantper.”
Un recto y honrado proposito, y un constante deseo de conservar
Ix paz entre 10s paises peninsulares, parece haber sido durante largos
afios la norma de la politica de este ilustre gobernante espaiiol, con-
ducts que es por otra parte perfectanwnte natural, pues nietos de
Fernando V eran 10s hijos del Rey de Portugal, lo inismo que 10s de
Felipe de Borgofia, y por que, m8s lejos J’ mlts separado que sus nie-
tos de Portugal, se criaba en Gante el futuro Carlos V.
De parte de un Monarca tan experto como Don Manuel de Portu-
gal, su resistencia lt que llegasen las naves de Oastilla haqta 10smares
de Oriente, es de un todo 16gica J’ esta perfectamente explicada, por-
que en la prltctica, este hecho deberia ser pejudicial para aquel comer-
cio hasta entonces exclusivo de Portugal, y esto explica que .todo
intento para que de uno u otro modo pasaran ti dichos mares las naves
de Castilla, fuese inevitable inotivo de disidencia entre unos p otros
gobernan tes.
Los deseos de Fernando V de navegar hacia Oriente h traves de la
demarcacih portuguesa, parecian sin embargo, justificados por el hecho
constante de atravesar las naves de Castilla, otra extension considerable
de la demarcation lusitana, para poder llegar a1 Nuevo Mundo, y do-
seoso sin duda Fernando el Catolico de remover estos obsthculog propu-
EO entonces lt su yerno por medio de Vasconcellos. llevar lt cab0 de co-
mim acuerdo, la deseada determinacion de limites:
”qite citanta me bnbia b i c l p bel besea qite trnia b e bemac-
tarlo tabo b e mnnern qite nitnca $tartitgnl t j &netflla titufeem

f l , (;art; de Vnucouwllos y n citada. Colecoi6u Nnvarrete, torno 111, pigina 1m.


SUSPENSI~N DEL VIAJE A QRIENTE 112
- __ ~ -

bebntc al~fitno, ntc lo rcpetia abora IJ qnc cecribieee qo 6 g.;A.


q i t c p . 3. ntiraec ei babin algitn ntcbin hc LIenarlo 6 entia, PO+-
qne $1 en tal eaeo lo nccptnria IJ BE alebtrarin initc1p be cllo.’3
Escribia esto Vasconcellos en 7 de Septiombre, y consta que esper6
largos dias Don Fernando la llegada de la contestacih, y que esta no
lleg6, 6 en tal cas0 no fuB satisfactoria. De todas inaneras, es lo cierto
que, hasta el 30 del mismo, no dispnso el Monarca la detinitiva suspen-
sibn del proyectado viaje. E n dicho dia (1)escribe el Rey a 10s de la
Casa:
”%a eabcie el osicnto qitc cetnba tontabo rott pitnnglin! be
s o l i e para cl uiaie qnc babia bo baccr en tr 6 bcscobrir, ZJ por-
que a1 preerntc g6 Ifr ntanbabo ene+~enbcr 01 bicba ntajc Ipe-
ta que roinitntqitc con 01 @eq b e jpolartitpnl ntt gjiio mt la qite
toea 6 aqitclla nnocgnci6n”
y haciendo luego referencia L la expedicion que proyectaba enton-
ces L la AmBrica central agrega Don Fernando L 10s de la Casa, que-
lo gastado para la expedicion & Oriente:
33pobr6seruir p a r a Io be Qicrra firnte, en lo rfue agofru
con la nqitba be g i o s , ntanbo entonbet.”
La proyectada demarcation de limites, que no habia obtenido la
conformidad de 10s gobernantes portugueses, entonces 9 so10 entonces
qued6 detinitivamente suspendida y aplaeada. Fernando el Catolico,
por que le repugnara tener una guerra con la fainilia de su hija, o bien
para 110 turbar la paz entre los Pueblos peninsulares. como en su larga
gabernaci6n deinostr6 repetidas veces, sncrific6 de un todo sus justas
aspiraciones y deseos antes de Ilegar L un rompimiento. Asi proaedia el
Monarca de Aragon que termmaba entonces, con la agregacibn de Xa-
varra, su gloriosa empresa de agregaci6n de 10s Pueblos Espafioles, ver-
dadera antitesis de decadentes separatismos, y que se hallaba mate-
rialmente en el apogeo de s u poder.
Consignaremos. por kltimo, que terminlt Fernando V su CBdula
citada, psr la que suspende el viaje (en 30 de Septiembre), manifestan-
do en ella la mayor estiinacidn liacia Solis para coi-responder asi ti la
digna actitud del navegante de Lebrija, al rechazar las proposiciones
que se le hicieran por conducto del embajador Vasconcellos, para que,
dejando L Castilla, volriese B prestar de nuevo sus servicios en aquel
Pais.

(1) Archiro de la Cnsn en el de Iudias--139-1-5. Por otrn W u l s del mismo din ordens
el Rey entregaen A Solis 10s de la Cnsa 37 mil tnarnvedises por 10s gastos que para la expedi-
ci6n tenia adelantados.
NUEVOS PROPECIOS 113

”d pmquo g J7S lo tenp, bico rl @tmarca birfgfonboeo.ti loa


bo la CrSaea, por mitq ltuou sortribor, g cunto tal qitnrin iftte
fuoao iitirabo g tratabo, recibiri b o ooeutroe sortficio, on qito
tobas lo tratoie d yatroreacafe &.”

IV
NUEVOS PROYECTOS.SOSPECEAS 6 DENUNCIA SIN CONSECUENGIA
CONTRA EL PILOT0 MAYOR.

‘513

A poco de quedarsuspendida la expedici6n para el extremo Orien-


te, proyect6se en Castilla reanudar las exploraciones maritimas
prosiguibndose, las de la costa atlantica del Nuevo Continente, annque
aspirando siempre It pasar con las naves de la Casa a mares m b occi-
dentales, que se snponia eran tambien 10s de las Indias Orientales.
Asi lo manigestan 10s terminos de la CBdula que, antes de terminar ei
ail0 de 1612, y halltmdose aun la Corte en Logroiio, dirige el Monarca a
10s de la Casa (l),y en la que, entre otras cosas, les autoriza y da
licencia para:
”acahar bo boecitbrir PI CWlfo bo la @0pafiola(2),q si
baq ostrecho m $1, cumo algitnoe ban creibo.”
Proyectaronse a d e m b en aquel tiempo otra <I otras espediciones,
y explicitamente se ve citada una dirigida a2 Norte (3), pero sea por 10s
teinores de una expedicih portuguesa para la America central, de
que luego daremos cuenta, sea por que, a1 inesperado arribo de 10s
Procuradores de Darien determinaron 10s Gobernantes posponerlo to-
do a la organieaci6n y envio de una armada, que fue efectivamente
realizado, y que de conformidad con laa gestiones de 10s Procura-
dores Caisedo y Colmenares, fuese provista de 10s variados recursos

(1) Arohvo de 1n C ~ s aen 21 de Indias 139-1-5. Dadn en Logroiio 4 10 de Diciernbre


de 1512.
(2) Evidentarnente al Golf0 de MBxico.
(3) En l a que, segiin parece, debinn tornnr pnrte 10s Pilotos Vasco Gnllego y Sebnstiiin Cn-
boto, llegndo no hncia mncho de Inglaterrn.
El
114 OTROS PROYECTOS
__ - . .- ____

que eran tan necesarios para el foniento y desarrollo de la naciente


poblaci6n espaiiola en la region de DariBn, en la cual despuBs de tan-
tos sacrificios, parecia arraigarse la vida europea.
A algunos de 10s referidos planes y prop6sitos, parece referirse el
viaje de Caboto a la Corte, en la primavera del signientede 1614, y B
ellos se hace t a m b i b referencia en CBdula de fines del mismo aiio, en
la cual se dice 10sde la Casa, habian hecho bien en no enviar a1 piloto
Vasco Gallego it Castilla del Oro para cuya expedici6n, compuesta de
numerosos buqnes, habian escaseado pilotos que conocieran aquellas
costas y les dice el Monarca: (1)
”pitee, aitnqitepor aljora no eo l p be hac= el ttfafe ti In
parte bel gorte, q no tenfenbo s e b a e t f a n dalroto tnntn expc-
rfencfa catno eerfa inenester EE”
y agrega la CBdula, con respecto i Caboto, que procurasen 10s de la
Casa emplearle en otros viajes para que adquiriese experiencia y estu-
viese dispuesto:
”para el ofare ri In p a r t e bel p o r t e , 6 ri otra pat-te.”
La forma vaga en que B estos proyectos 4hace referencia, mani-
fiesta la mucha reserva que en esta Bpoca se guardaba acerca de las es-
pediciones ci descubrir, aunqne no estuviesen encomendadas 5t Solis
Esta constante reserva del Monarca, a1 hacer exploraciones para las
que le asistia nn tan perfecto derecho, segun 10s Tratados vigentes, no
tienen otra explicaci6n plausible que su decidido prop6sito de no llegar
8 un roinpiniiento entre 10s Pueblos Peninsulares, de conforinidad con
su constante y elevada politica, y con lo que B fines de 1612 mani-
festara Fernando V en Logroiio a1 embajador portugu6s Vasconce-
110s (2) para que lo coinunicase h si1 yerno Don Manuel de Portugal.
Pero adeinh. proyectabase en 1613 una expedici6n encomenda-
daA Solis para la cnal tenian ya 10s de la Casa dispnesto tin navio,
como se deduce de ]as palabras que en su CBdula de fines de Mayo ( S ) ,
les dirige el Monarca:
”8p i t lo b e l naoSo, qitc becfa est& ahf, qite tettfabee propa-
tabopnra el vfata bel b f c l p guan b e $olfe etl‘.”
y cuyas palabras no se refieren a1 viaje por Oriente antes (4) sus-

(1) Archivo de In CRSSen el de Indias 139.-1-5. Dndn en Gunrn B 1‘2 de Dicieinbre de 1.514.
(2) Cnrtn de Vasconcellos.
(3) Archivo de In Cnsn en el de Indias 199-1-6 Did8 cn Pnlladolid B 27 de IInyo de
1613.
(4) Como hemos dicho,gor CBduln de Septiembre de 1512 se hnbin oldenado suspender diohs
expedici6n y nplicnr 6 otros finas las naves, y 10s nprestos heohos.
INFORME ACERCA DE SOLfS 116

pendido, sino a otra expedici6n it la que tampoco se renunciaba aim,


pues que como agrega la CBdula:
”por qite, aitnqiie baqa b o ljacer 01oiajo (@lis), no sed:
tan en breve.”
Pero, cuando por lo visto se hallaba ya dispuesta la nave prepara-
da por 10s de la Casa, surgi6 un inesperado incidente que aplazaria esto
viaje y que, apesar de no haber tenido consecuencias para Solis, que-
remos examinar porque, a w o dB explicaci6n de la denencia presentada
explicitamente contra este navegante, algin tiempo despuBs de sn
muerte. Llegaron en 1613 hasta 10s Jefes de la Casa ciertos anteceden-
tes 6 noticias acerca del Piloto Mayor, de 10s cuales dieron muy luego
cuenta a1 Monarca, el Doctor y sus colegas. Asi lo manifiesta la CBdula
en que, it fines de Mayo (1)de dicho aiio, les contesta el Monarca diciBn-
doles:
”Qn Irt’ q i i e t o m ti giian @ € a b~o solis, tengone oft citpnta 01
aotso q i i e me oecribqe, be lo q i t o b e 61 bnboie sabiba; b e b q 0
eocretamente baror pna Mnformaciirn bello g , l~alltinboloen
0110 ciilpablr, prenbob i j tenoble preen, *J enniabmo eqe In pos-
qiiiea 6 ciilpa, qiierontra 61 tjallarobce, p a r a qite 8 76 le manbe
caetttflar, como conomfin R.”
Ocurre con este, como otros antilogos docnmentos, que no ha-
biendo sido escritos para exponer 6 referir los hechos, resultan confu-
sos 6 incompletos para 10s fines hist6ricos en 10s que se les quiere hoy
utilizar. Observaremos sin embargo, que aunque no de un modo indu-
bitable, parece hacer referencia la CBdula que examinamos, mits bien
que b faltas directamente observadas en Solis. it noticias 6 informes
adquiridos por 10s de la Casa, acerca de dicho navegante
j31oq i t o b6l habote s a b i b ~ . ’ ~
Y que pudieran muy bien referirse B la supuesta identidad de So-
lis con el perseguido J u a n Diaz, denunciada quizit entonces & los de la
*
Casa, y it cuya denuncia 6 sospecha daban entonces como hoy algim
fundamento, la identidad del nombre y apellido de Juan Diaz, por
mits que, tanto uno como otro fuesen harto comunes tanto en Espafia,
como en Portugal (2), y cuya escandalosa historieta, encontraria sin
duda, otros vulgares alicientes en el favor y la prosperidad de Solis que,
de tal modo, le seiialaban, a1 diligente celo de 10s envidiosos. Pero, aun
en el cas0 de no tratarse de la supuesta identidad de Solis con el de-

(1) W n l n ya citada de a? de Mnyo de 1613.


(2) Y de ello tendrenos buenn prnebnal tener que haaer menoi6n de cuatm Juan Diaz con-
temporbneos, nl ocuparnos de In personslidad de Solis.
116 INFORMES ACERCA DE S O L h

lincuente Diaz, couviene J' procede examinar aqui este incidente de la


vida del Piloto, por lo mismo que no habiendo tenido para dicho nave-
gante consecuencia alguna, deja subsistente la limpia y conocida
'
liistoria del Descubridor del Rio de la Plata, y porque su examen
nos manifiesta tambihn, cual era la actitud de 10s Gobernantes de Cas-
tilla, ante una supuesta falta de Solis, ya que hiwta se admite 6 se in-
sinua una posible tolerancia 6 proteccion para el Piloto, aun sabidos y
conocidos 10s crimenes que de su identidad con el portugues Diaz, se de-
rivaban.
El hecho de haber sido 10s Jefes de la Casa 10s mismos que denun-
ciaban a1 Monarca lo que acerca del Piloto habian sabido, es bien con-
tradictorio de ocultaci6n alguna por su parte. En cuanto a1 Monarca (1)
vemos que, segim 10s terminos de su Cedula, debian 10s de la Casa y
-4udiencia de la Contrataci6n que eran 10s mismos que habian denun-
ciado las faltas 6 sospechas contra el Piloto, hacer la pesquisa 6 averi-
guaci6n acerca del asunto, y si resultaba culpatle, deberian muy lue-
go "prenberle tf tenerlo pft~?*d'sin necesidad de nueva orden, ni
consulta, aunque para su sentencia y castigo ordena Fernando V, le
participen el resultado de su averiguacibn. Con la natural contrariedad.
que del suceso se derivaba, encarga el Monarca A 10s de la Casa hagan
su averiguaci6n con todo secret0 y manifiesta en SLI Cedula el deseo
de saber pronto la verdad, circunstancia que arguye tambien A favor
de su ignorancia anterior acerca de lo que se le habia noticiado, si es
que era cierto, pues encarga A 10s de la Casa procuren hacer la pesqui-
sa con la mayor presteza:
"la ma0 secr~tantenteqito pitoba 0er, 21 run nta0 breuobnb
4 bitena inatin."
Pero, no es esta 12 h i c a nianifestaci6n de 10s criterios respecto del
Piloto, supuesto el cas0 de que en una 6 en otra forma hubiese delin-
* quido Solis, porque en otro pArrafo de esta inisma Citdula, se ordena A
10s de la Casa detengan 10s preparativos para una espedicibn que de-
bia einprender en breve;
"?J e n lo b e l n a u f a qite becfe eetlt abi pnra el oiafc bel bicba
gitnit bo 3ali0, bebegs aprooocljaroe be1 on lo qito uierebfe
qite ntae ij meforr i i b i e r c 0ort*tr, +tor que aunqito baqa b o l ~ a -
rter el uiaje, no s e d tan en breae."
No subsiste, como tampoco se ha conservado, sino por escepcion

(1) hnnqne el ilnstre Fundador, con Isnbel la CRMlicn, del Estado Espniiol sobernnbn
s610 A noinbre de si1 Hijn, gilstnmos dedgnnrle ngui como t d Monarca, cnrgo que en realidnd
ejercin.
TYFORWS KERCA DE s o L i s 117

ninguna otra de las comunicaciones de la Casa, la contestaci6n dada B


esta CBdula, ni el resultado de la averiguaci6n 6 pesquisa hecha, pero
no consta de modo algono que fuese entonces preso Solis, como se habia
ordauado para el cas0 de ser culpable, ni se conserva tampoco la orden
de ponerle en libertad, si suponemos que redutido & prisi6n el Piloto y
comunicado el cas0 L la Corte, se hubiere ordenado L 10s de la Casa su
liberacih y cuyo documento es seguro que hubieran registrado 10s de
la Casa, en sus Libros, psra su propio descargo. En cuanto a1 supuesto
de que resultando Solis culpable, no hubieran sin embargo 10s de la
Casa prendido desde luego a1 Piloto, aunque fuera so10 para impedir
su fuga, debe tenerse en cuenta que en el cas0 de ser Solis el persegui-
do pirata, el no cumplir 10s de la Casa la inmediata prision podria muy
bien acarrearles una bien grave responsabilidad, si fugBndose el Pilo-
t o de Sevilla, por no haber sido preso con tiempo como se habia orde-
nado, se lanzara de nnevo L las mares para causar en ellos grandes
inales tan peligroso criminal.
Pero lejos de eso, consta que continu6 Solis desempefiando su car-
go de Piloto Mayor, coin0 lo manifiesta por ejemplo el Libro de 10s
gastos hechos para la armada de Pedro Alias que en el aiio siguiente
de 1614 sali6 de Sevilla para Castilla del Oro y que se titula Libro de
" Q n r p g beecnrgo ipcbo a1 giloto magltr 3J:uan g i a ~be
gbli*" (1).
Antes de terminal. el aiio de 1613, en el mes de Diciembre, disfruta
Solis de todo el aprecio del Monarca, y le concede este ciertas merce-
des (Z), que manifiestan la poca eficacia y realidad de las sospechas sur-
gidas, y en el siguiente mes de Enero (1514),por Citdula del dia' 24, le
hace una merced analoga. Pero m&s que estas concesiones que contra-
dicen por cierto, el supuesto de que, a yirtnd de la pesqiusa hecha por
10s de la Casa hnbiese sido preso para proceder sii castigo, hablan
contra la delincuencia que pudiitramos suponer en Solis, las Capitula-
ciones que en dicho afio de 1614 se hacen con dicho navegante (3) para
la expedici6n en que realizo su descubrimiento del Rio de la Plata.
Segiin las Capitnlaciones referidas, debian entregarse Solis suce-
sivamente cnatro plazos de i d ducados de or0 cada uno, con 10s que
habilitaria su armada para esta expedicibn, y sele daba ademas la .

(1) Archivo de la Casn en el de Indin3 3P-3-o/,v


( 2 ) Por CBduln dndn en 3Indrid k 23 de Diciembre 1513, se le concaden 10s bienes de un suici-
da que portenecisn nI fisco sephii Ins leyes. Archiro de Simancas, Libro de CBdulns de Is Cbma-
rn, N." 31, folio 70. Docuinentos y Bibliogrnfin de Solis, por D. JoSe Toribio y Medina.
(3) Rechas en XnnsillaA ?4 de Xovieinbre de 1614 de lns que B su tiempo nos ocuparemos.
30
118 INFOBMES ACERCA DE SOLfS

artilieria para las naves. Nada, en efecto, m8.s inadmisible que estas
Capitulaciones hechas con Solis A seguida de un resultado desfavora-
ble obtenido por la averiguaci6n hecha acerca del Piloto, porque si Fer-
nand0.V ha sido calificado por sus detractores, de ser en extremo sus-
picaz y desconfiado, ningim historiador le ha calificado h a s h ahora de
confiado, ni c8.ndido.

V
DIFERENCIAS CON PORTUGAL

'5 I 3 -15 15

N o debemos. por fortuna, ocuparnos aqui de rompimientos ni de


graves luchas entre ambos Pueblos peninsulares. No obstante la
continua ocasi6n que para ello ofrecian tan contrarios y tan considera-
bles intereses, bien dificiles de deslindar en aquellos tiempos, precis0 es
reconocer que en si1 defensa y aventajamiento, aunque existiera en-
tre 10s Gobelmantes indudable lucha y rivalidad, no se llego por ellos
nnnca hasta un rompimiento efectivo, a1 menos en la Peninsula, entre
10s dos pueblos hermanos que con noble emulaci6n, se disputaban glo-
riosos fines.
. Conviene consignar que el paso dado por Vasconcellos en Logro-
iio, tenia sus precedentes y que ya en 1610, el factor 6 agente del Rey
de Portugal en Sevilla, llamado Alonso Alvarez (l), tratd de conseguir
pasara 8. Lisboa, para prestar alli sus servicios, el piloto de Moguer,
Juan Rodriguez Mafra (2), para cuyo fin hubo de entregarle Alva-
rez ciertos ducados de oro. Pero como pasara el tiempo sin que
cumpliese Mafra lo ofrecido, y reclamase Alvarez contra el piloto, en-
terAronse de ello 10s de la Case de Contrataci6n, y por que no creyeran
conveniente lo que el factor deseaba, (nemerosos de que nn choque
agravase lo ocurrido, deturieron a1 Alvarez y le pusieron a &n re-

(1) Deudo 6 padre quiz& de Sebnstih Alvarez que m& tarde ejerci6 en &villa el mismo
aargo.
(2) H a n sido pnblicados varios documentos acaros de este inoidente, pen, oonviene obser-
Tar que sin duds por un error de oopia hau sido referidos ti 1616.
INFORMES ACERCA DE SOLiS 119

cnbdo, coin0 entonces se decia, en casa de Loreneo Pinelo (1) algua-


cil que era de la Caaa, y dieron cuenta A la Corts del referido suce-
SO (2).
Por otra parte, curtndo en Septiembre de 1612 hacia Vasconcellos
A Solis las ya referidas proposiciones, se aprestaban en Lisboa cier-
tos buques qtie. segiin Ins noticias llegadas hasta Fernando V, estaban
destinados a1 mar de las Antillas. Acerca de estas noticias, hizo el
Monarca alguna indicacidn L Vasconcellos, porque en la carta que
henios citado, en la que el einbajador da cuenta del poco resultado de
sus ofertas B Solis, manifiesta t a m b i h haber dado d Fernando el Ca-
tdlico la contestacidn de su yerno, acerca de dicha armada y refiere
qiie le habia contestado el de Aragdn:
,,gcnanta 6 La nrntaba qite nte Ijabta btcba 0 e prgaraba
on gisltnn para In0 antttlae, qite $1 me babtn b f c l p la que le
cantitittcaLtan, pero qite creta la qite g . 3. becia.”
FuB suspendida. como hemos visto, la expedicidn para Oriente L
fines de 1612 y en la primavera de 1613, volvid L recibir el Monarca
nuevo aviso de 10s de la Casa acerca de las naves que en Portugal se
preparaban, pues en Carta de 21 Abril les escribe (3):
W i t la b e &ierra $trine, tennoae en eernicta IO qite o a el ~
sactar, f el QantcnbabarOrljaa bo g0aeagn (4) me nofaate. be
la qitr bacen In0 portitpceee g , citanbo c e c r t b t ~ b r e ttenOa
,
ntitij beclaraba qitf naitiae eon 10% qite aprestan, f qite gonte
g tabu la bentlie qito a0 parecfere,?p a r a aer g Ms m60 infar-
ntaba br tab*, d para qite g Ms pitebn prancer la cfite coniten-
ga, anet p a r a aprretar rl viafe, coma para enotar 6 @artitgal
aaltrello &.’,
3’@n eetr beepacl~a(carrea) agrsgw el Wanarca, enoia itna
@Jfbitlapara rl alnttrante IJ 31teco0, p a r a g t e 0 e ennte nna
arntaba bacta dtcrra gtrnte, para qne S I 100 partitgiteeoe allf
Titeren, lee reatetan la entraba.”
y agrega el Rey L 10s de la Casa, que envien B Don Diego y, B 10s de
la Espaiiola, coantas noticias tuvieren acerca de dicho asunto:

(1) Archivo de IHCnsn en el de Indins 39-2--’/,. Aiio de 1610. Pngo hecho 6 Lorenzo Pi-
nelo de 10s gnstos ocruionndos por Alvnres.
(2) Id. id 139-14. Dadn en Xfndrid en Diciemhre de 1610.FnB
envindo con iustriicciones 6 Lisbon Alonso de In Puente, contino de la Cnsn Real, 9 que oi-
taremos despaEu, como primer Tesorero en In Antignn de DnriBn.
(3) hrchivo de In Cnsa en el de Indias-139-1-6. Ahril 1515.
(4) Don Pedro Ochon Isnsnga Gomendador de Rodas que habin sustituido 6 Pinelo B su
muerte en el cnrgo de Factor de la Cmn.
120 DIFERENCIAS CON PORTUGAL
~ ~

"avie&nbuloe, larga i j p a r t i c n l a r n t o n t o o n o e t r u pare-


cor."
"3ei m i e m u , Ice bicc, us5 tfo acurbabu o n n i a r itna p o r -
0 m a a1 mkj bo p u r t i t g a l e o b r o lo eiteubictfu, c o n itna gne-
t r u c c i b n e u b r e lu qiio bobo becir 6 tfacet-, a1 cital Mb m a n b u lta-
g a pur eea Qa0a, purqito abomrie bo Iu q u o Mh, pur la bictfa
& ~ n s t r i t c c i b nlo m a n b u , eo i n f u r m o bo vuedtrue tu qito mrie u s
parnetcrc. pet-oie la $Jnetruccibn que llolta ij bectlle oqe, iruoe-
tro parecot- b o m a e be lo c m t o n i b u en la Qarta."
A continuaci6n de esta, se encuentra registrada la Carta d e creen-
cia (1) para acreditm c e r a del Monarca de Portugal a1 encargado de
llevarla, cuyo nombre se deja en blanco, sin duda por no haber sido dc-
signado a1 tiempo deremitirse A 10s de Sevilla el documento, y sigue
despuks la Instrucci6n para dicho enviade que tiene m8s inter&, porque
en ella se seiialan la politica y 10s criterios de Fernando V, y que dice:
"QlW = g u que no0 ............+... (on blancu) habotfs bo ha-
cet- 6 b o bocir, b o nitoetra parte a1g o r o n i e i m u Sr. S o q bo pur-
titgal n n e e t r u gjifu, oe lu eigitiontc:
Qito q a s a b e la Qapititlaciun qitoloetri a e o n t a b u (2)e n t r e
la Q u t u n a @a1 beetue soittoe b e Qastilla IJ la Q u r u n a %.loa1
bo p u r t n g a l , s u b r e la cunqitieta be la0 eueae b o la @tar,g
quait ent&amente la m a n b a t n u s gnarbar pur nitoetra
parto,la g'toftora mina gufia 30abel mi muger qite glutria
ljaqa enjeit niba d plb boepitee bo Bit mitorte, ifqito agura t i
nti n o t i c i a e 0 i*onib.*,qito nlttitnue n a o i u e e n i j u e e u n ijbue c i
@iorra g i r m o , a la parte b e g a r t e n , b o qito m e IJP mitclju ma-
r a o i l l a b u , pur 0er itna cuea tan c u n t r n lu qito e n t r e !&tu0 eetrt
w e n t a b u e o ha bo gitarbar, ij ann e o tfa q n e r i b u bocir qite
p u r n i t e e t r u m a n b a b u , lu qito 3Js5n u crou. Qite lo ruqiu, pito si
p u r oentitra lo0 bfctfue n a n i j u e engoe n u fitoron i b u e , pro-
irea litogu cumu n u naqan e n n i n g i t n n n t a n o r a q ei m i c r o n
ibu, nue m a n b o o n t r o g a r lu qite t r u z o r u n , i j Ius ntanbo mitq
bicn c a s t i g a r , c u m u o 0 r a f u n q u o e o tfoga o n un ea00 b o tantu
atrcltimiontu cuntu oete, cuntu 96 1u tfarfa tfacar e n nn ea00
s s m e f a n t e &.''
Esto no obstante, en Septiembre de 1614,recibici aviso el Monarca
de haber salido de Portugal dos 6 tres naves que. con raz6n 6 sin ella,
le aseguraban iban dirigidas B la America Central. Hnbiil partido en el

(1) Ciedmcinl.
(2j Trntado de Tordedlns j a citado de 1.19.1.
DIFERENCIAS CON PORTUGAL 121

mes de Mamo, para Darien Pedro Arias DBvila con nna fuerte armada,
de que Bsu tiempo nos ocuparemos, J‘ en 17 de Septiembre se le comii-
nica esta noticia diciendole: (1)
”por que 3 6 t e i t p u a o i s u , be q i t c ljan ibo bue 6 tree n n o i o s
p o r t i t ~ t i t e e e e ,a i b c e c i t b r i r alnitna parte b e 6aatilla b e l uru
bonbr tmie u yoblar, ei lue turdrebee e n lu n t t c e t r u , cneticiab-
lo0 b~ n t a t t e r n qite ti ellue e i r r t n be castiflo q li otroe bc r i m -
p h , 17 &*truen u tcit$iana t r e n i n t i e n t o be ir a b c e r u b r i r (2)pop
alllJ.”
No 10s encontr6 Pedro Arias, pero si las naves enviadas desde la
Espaiiola, por Don Diego Co16n y 10s Oficiales que alli residian, B 10s
que como heluos visto se les habia encargado que:
”ei lue p o r t i t g i t e e e e alli fiteren, lee r e s t e t a i t In entraba.”
Asi lo hace crew el hecho de quo h fines de 1614, fuese apresada
en Puerto Rico una carabela portuguesa y con ella once de sus tripn-
lantes. Por cierto, que tan luego coiiio recibi6 aviso de ello, intervino
Fernando el Cat6lic0, B petici6n de su yerno el Monarca de Portugal
para que dichos portugueses fuesen traidos B Sevilln, se les tratase alli
bien, y entendieran en su proceso 10s de la Casa, forma practica para
encontrar una soluci6n favorable en este asunto. Con tal objeto fueron
expedidas dos Cedulas dirigidas por Fernando V, una para Don Diego
y 10s Oficiales de la Espaiiola y otra para 10s de la Casa de Sevilla,
fechadas ambas en diez de Febrero, y que respectivamente dicen:
?putt S i e g u dolun, t t t i t c e t r u e guccee b e ttpclacion t @-cia-
Ice qitc r e e i b i e en lo iela @epati47Ia,purqne r i t m p l c ti n i t c e t r o
smiticio, qitc la b c t c r n t i n o c i u n b e l n r o u r i u be Io0 portitgttesee
qite fnerott t u n t a b u s cn la c a r a b c l a en la i e l n be %an sitan, 0 9
bags pur niteetro0 Qficialce qite reeibm en In Qittbnb b e ge-
oilla, 8 6 000 ntanbo qitclneno q i t e s t a nti Qarta o e a i s , e n o i e g s
tobus 100 bictju0 portitgiteeee, curt tubu 10 qite 00 lee tomb C€
Lo0 biclJa0 n n e e t r u e @Dficinlee,prceosd It biten recubbu, cult to-
bo0 Ius p r u c c s o e t i n f u r n t n c i o n c e qite contra clloe BE kptbicren
feclju, sin q m o n ellu baqa ninnitna falta, q bob urbcn, c6mu
emn bien tratabx~e.”
y asi se hizo. La CBdula del mismo din para 10s de Seville lea dice:
’3@1 $ e r c n i e i m u pleij be portitnal itti biju t n e lJocnoiabo It

(1) Archivode India5 1On-1-6. Dada en XIndriden dicho din, a l o de 1614.


(2) Aunque no conste, pareca miis probnble que fiiernel objeto de esta e x p e d i c i ~ n p o r t i i g i i e ~ ~
miis bien que estnblecene en el Continente, investignr en la latitud de 1 ~ Antillas
9 In exis-
teocia de un paso 6 cannl eavegable que niin se crein posible.
31
122 DlFERENCIAR CON PORTUGAL

rugar qite inaitbaec, qite lo0 purtu@iteeeeqite ee tontaron en


la carabcla partitgitcea en la iela be $an @tan, qite coma ea-
beqe eetan preeke ctt la @epaiioln i j ec procebe curttra ellae,
43c trajcecn C+ rea &aea ~'araqite ooeutroe conoddrebee bel
negocio...... $?& por reepctu bel biclp gercnieimo g e q mt
tJtjo,lo tJebabibo par Men, k titaitbo beepachar la 6arta que
*terete para ello &.'I
Si atentamente se lee la CBdula anterior, parece que no se podia
comprometer, ni bbligar intis estre.chamente B 10s de la Casa para una
decisi6n favorable, con respecto & 10s procesados que lo eran despuBs
de todo, no por delitos 6 faltas comunes, sino contra el Estado, cuyo Je-
fe tan apremiantemente 10s recomendaba, como cosa pedida por el de
Portugal. Acaso no fueron puestos en libertad, tan luego como llegados
B Sevilla se vieron sus procesos, por temor de que este actono ftiese
invocado m b tarde por 10s gobernantes de Portugal como reconoci-
miento de sus derechos B la regi6n continental en que tocaron 10s apre-
sados (l), y ocurrida bien pronto la muerte de Fernando V, fueron sin
duda estos portugueses 10s misruos once cuyo cange propuso el Cardenal
Cisneros en 1617, por 10s marineros del iiltimo viaje de Solis apresados
en la costa del Brasil, despuBs de muerto este Piloto.
Pero como quiera que es nuestro piincipal objeto, examinar la dis-
cntida couducta de Fernando de Aragdn consignaremos aqui otro hecho
de la mistna epoca, y que manifiesta tambiBn la elevada politica de este
ilustre Gobernante Peninsular. Fue el caso, que & fines de 1614 y como
manifestaci6n natural de la tirante situacion creada entre uno J otro
Pais, fu8 apresada y conducidn a CBdiz una carabela portnguesa. Sabi-
do el suceso por 10s de la Casa, que entendian en 10s asuntos maritimos,
lo participaron a1 Monarca que se apresur6 a ordenar fueran puestos en
libertad 10s tripulan'tes con su nave. (2)
"ga carabcla portitgitcsa, bice eeta &dbitla,bctreie liteno
en rccibtenbu keta besciitbar~alln,pitee parere claraincrtte
qite wu tuc6 ett lo que pcttteitecc ti eetoe Winos, i faceb coit eeta
tobo 01 citmpltinicntu 6 cortceia qitc pitbikrebee, para ettnia-

(1) Unn vea en Sevilln 10s prisioneros, alegaron proceder del Cabo de Snu Agustin en el
Brnsil y no obstante el hecho contradictorio de hntmr sido nplw.ndos en Piierto Rico, n c ~ s o.se
.hnbiern nceptndo esta veiui6u ti no ser por In CQduln euvinda ti loa de la Caw desde Plwencin,
en Diciembre de 1515 (139-1-5), en la que seonlenn signn deteuidos, porque aestc tiegocio d e la
particwn cs de fnnta importawin, que p o d r i ~aposccharse el Rcy dc Porttigal nurndo *e hayaa de
smialar 10s t h i i n o s de In dichn pnrtici&i.= Siendo lo probable qiie siu estn niieva CQdnla hu.
bieran aido puestos tnmbien en libertad 10s dateuidou, como lo hnbian sido 10s de In cnrabeln
llevada ti C6diz.
(2) hrchivo de la Cnsa en el de I n d k 159-14. Dnda en Guam ti 12 de Diciembre de 1514.
DIFERENCIAS CON PORTUQAL 123

1100 la men00 beerontontoe qito pitbiiraboe, pito0 no eo ban


lpllobo EltlpRbo%.”
Dada esta CBdula en 12 de Diciembre de 1614, corresponde L un
mes escaso de haber estipulado Fernando V las Capitulaciones de
Mamilla por las cuales oculta cuidadosamente su participation en dicha
armada, encargada L Solis j 7 le facilita lo necesario para la expedicidn
que di6 lugar a1 descubrimiento del Rio de la Plata. Pero como hemos
dicho, no es en este cas0 el Piloto el que se oculta, sina el Monarca que
no obstante hallarse en el apogeo de s u poder desde la feliz terminaci6n
de I& campafias de 1612, aun para emprender una exploraci6n para la
que le asiste perfecto derecho, lo disimula y se oculta llegando hasta
I R debilidad. (1’)
Nuestros lectores j u z g a r h si la serie de actos y documentos, L que
hemos hecho referencia, correvponden tan 9610 L sostener provocativa-
mente al Piloto corsario y delincuente, 6 son una mranifestacih mbs de
10s criterios de Fernando el CaMlico, mantenedor constante de la paz
entre 10s Pueblos Peninsulares, desde 10s finales afios del siglo XV.
El hecho es que, mAs poderoso que nunca Fernando de A r a g h ,
fundador ilustre con la R e h a Isabel del Estado Espafiol, agrega A las
razones de siempre sm motivos pei3onales de Jefe de su familia que sin-
ceramente practica lo que al embajador portugubs habia dicho:
”Qm$1, p o r eer go otpfo boltf o nittit- poco0 affae g quo on
dloe, oeperabo en 9ta0 quo no lpzbiera nunca romptmionto.”
Y asi se cumpli6, y no sin hacer por su parte el anciano Monarca
verdaderos sacrificios.

(1) Dsbemos recordar aqui que este Nonarca pertaned 4 su Bpoda y fuB por tanto gnerrera,
que no 8610 combati6 con 10s niahometanos como mbs vulgarmente 88 sa&, sin0 tambih
oon o t m Paiaas. Consta, por ejemplo, que Fernando de Arsg6n sostuvo repetidas oampdvl
wulosfrauceses B 10s que combati6 en el Rosell6q en Navarrs y en Italia.
LA EMPRESA DEL CONTINENTE

I
LOS PROCURADORES DE DARIEK

1512

E rradamente han supnesto alguno? autores, que era la expedici6n


enviada en 1614 de caritcter puramente militar, y tenia por iinico
objeto reducir it la obediencia it Balboa, por la expulsi6n hecha de Enci-
so y de Nicnesa, y acaso fu8 este el primitivo proyecto cuando en 1612,
despu8s que llegaron las primeras noticias acerca de aqnellos sucesos,
pens6 Fernando el .Cat6lico organizar una expedici6n L la que hace re-
ferencia en su CBdula ya citada de Septiembre del misrno aiio, en la
que ordena 10s de la Casa, que las cosas adquiridas y 10s gastos hechos
para la suspendida expedicih de Solis por el extremo Oriente fueran
aplicados:
"pnra la he tT:trrm gtrme en lo qite nnora, con In aquha
b o gtoe, ntanho entenher."
Las primeras noticias recibidas de aquellos sucesos habian causa-
do en efecto mucha impresi6n e11 la Corte y asi lo consigna uno de 10s
del Consejo (1) escribiendo:
"tTenomoe notfctae he1 %notto mititho, paeclt gitftet be
galboa, con nn golpe Ere netttoe, qite cmt fnuorce tcntn ct ett he-
_____
(1) El milan& Anglerin en Decndus, torno 2 O , pirginn 56.
-
20s PROCURADORES DE D A R l l h 126

nocioit, contrariaitbo It Io0 iita&+trahoe beeinnoboe p o t el


;zzEg, iteitrpb para si el maltha be 100 @spafiolee be gltrten,
ari-ojaitbo a1 floberitabor 81iciteea ij eitcni-celanbo nl bachf-
ller (Eitciso qite era &*retorbe Ioe Gribitnalee.”
La propectada expedioi6u no parti6 sin embargo en aquel aiio,
ni tampoco en el signiente de 1613 y limit6se Fernando V B suspender
la salida del naoio, que a1 mando del Piloto Pedro de Ledosma estaba
dispuesto en el Gtuadnlquivir para llevar desde Sevilla recursos p mau-
tenimientos, ya que 10s expedicionarios se lamentaban de 10s escaso9
reciirsos que no obstante las repetidas 6rdenes se les enviaban desde la
Espaiiola, y orden6 ademBsFernando V que:
% Gaettlla bel oro ito ee I l e w a s ~ coea algitna (I).”
dejando asi B 10s de la Antigua atenidos B 10s recursos que, B la
saz6n, manifestaban aquellos terri torios.
Esta negacion de todo auxilio se dej6 sentir duramente en 10s re-
vueltos espaiioles de Daritin; Rodrigo Colmenares, su Procurador
enviado B Castilla en 1612, dice refiritindose B dicha Bpoca (2):
”ij aei se qiiebri alli, el bWjo 3~IobrigoQolmenaros t t 8 0
afio0, entranho ntuchaa wecee tierra abentro paca eaber toe
0ecretoe bella, tf a buscar be coiiter Wte tenian mucha barn-
bre, g en foboe eetoe a5ue nuttea &no 0fn0itna carabela
initq peq1tofia li socorrelloe.”
En. el mivmo sentido se expresa algo despues Vasco NGiiez, que en
su carta de Enero de 1613, dice a1 Monarca (3):
3xd mieiito eerribi, colt itn lteroantiit, qite bo eeta nilla
partiri para In iela @epnitola, rt Ijaccr saber a1 3lmirnnte.
cmito eotltbniztoe en initq eetrectja neceeibab, 1) n f ~ o r aIjltnoe-
9 i a e proucibo be hoe nanioe carnabolt be bnettmentoe (4)
purqite eetliltnrnoe tait a1 mho, qite si rnitcho tarbara el rcme-
bio, citartbo niitiera no f1tet.a i i t c n e e t ~ r . ~ ~ - I

De la cantidad de oro, que en estos primei*os tiempos se obtenia en


la Antigua P D ~10s cambios 6 rescates, tenemos un dato oficial en esttu
carta de N6iies de Balboa, en la que dice tambitin B Fernando el Cai
tolico:
”con un beroantin qite be aqiti enoininai~,en el qttefttd
2-

(1) krchiro de In C ~ S Ren el de Indins 119-1-4 Dndn en Logmiio b 10 de Dicieinbia


de 151‘2
(2) \fenionin1 de Colmenaies-Colec doc Ynvurrete, foiiio 3.O pbgina 393
(3) Colecci6n Ntivnrrete, tomo piginn %qi‘ y siguientas. Carta de Rnlbon d Fernando el‘
Cat6lico desde la Antigiin en 20 de Ecero de 1513.
(4) Comprados q m A en la Espaiiola por 10s Procuradores 9 su phso para la Peninsula.
32
126 LOS PROCURADORES DE DARIEN
___ __
3uan be auicozfo g *bri@o @oltnonaree, cnvii (P0Ct.ibP
canto QFobernabor)rt g. 3.quinientos pesos be aro bo minae
ott granos ntuq ~ermoeosg porque la navegactun e0 algu
peligroea para nattioe peqitcitoe, tortto t i enviaragma rt
g. 3. can 3ebnetian bel Campo, troscientaa ~ o t o n t apesos be
or0 be mtnas.33
Cuyas cantidades. que correspondian a1 quinto que se reservaba
k la Corona 6 sea a1 Estado, y referente a un espacio de tiempo bastante
largo, acusan una bien modesta obtention del preciado metal. Desde la
Espaiiola, B la cual llegaron en el bergantin que A fines de 1612 par-
ti6 de la Antigua, y a1 que hace referencia en esta carta Vasco Niuiez
de Balboa, vinieron k la Peninsula en calidad de Procuradores, a ostilo
de Castilla, 10s dos vecinos de la nueva ciudad ya citados, Juan de Cai-
cedo, hombre anciano y de respeto y Rodrigo Colmenares, subordinado
que habia sido de Nicuesa, y que antes habia servido en las armadas de
Italia (1). Una vez llegados & Sevilla, mamharon 10s dichos Procurado-
res k la Corte que se encontraba en Valladolid, y fueron perfectaments
recibidos poi Fernando el Cat6lico. De aquellas ignmadaa regiones
traian extrai'ios productos p curiosidades, y sepin refiere Angleria (2):
Las cosas que truxeron les agradd amcho el oirlas el Rei/ y a tndos 10s
de Palacio,por su novedad. Frecuenteniente estuvieron en mi casa. Sits CB-
ras atestiguan lo malo qrce es el aire de Darien, prces estcin amarillos cmio
10s que tienen ictirieia 6 hinchados, s i bien ellos lo atrihuyen ci la necesidad
que han sufrid0.r
A la venida de estos Procuradores, depuesta toda actitud rebelde,
concedieron el D. Fernando y 10s del Consejo la mayor importancia,
y abriose desde luego un Libro para el registro de todas las disposicio-
nes que se tomaran para Tierra Firme. De la impresi6n causada enlos
Gobernantes por la llegada de loa Procuradores A las Cortes, nos dk
testimonio un importante documento, inscrito el primer0 en dicho Li-
bro, que es la Carta dirigida por Fernando el Cat6lico k 10sde la Caaa
de Contrataci6n, en la que les manifiesta el Monarca su decidido prop&
sit0 de ammeter la empresa del Continente, dicihdoles mi:
y3@ue0tro~ s la Qara bo to oil la, v i la o u e s ~ u
~ c f r t l s be
be I9 be @taqo en g t e me tfacets eabol: lo0 ttitmab bo t2Ciet.r~
g€rmo,g be lJabtbuntuctfoplacer cost la oeniba bo oetoe Vra-

(1) SegGn dice en si1 ya &ado memorial; d l ansimismo h4 24 a l o ~que le sirve (e la Coro-
na) por la mar y por In tierra, por la mar con cargo de navios en el reino de Wpoles en toda
laguerra que all4 se hizo..
(2) DBcadas, tomo 2P p4gina 148.
AUXILIOS PAR 4 n A R 1 h ’ 1’27
__ - - - - __--.
ntrabares. pardcetne qite, eegitn el seiiar allti beecubre, que
serta @rancitlpn ntta nu befar b e mattbar praoecbar en ella,
can la btlfgencia ZJ recabbu qite cmotene, tf aei eetaq bctermt-
naba bo 10 tjacett, cmt atfitba be pZa0, tf para est0 nte Ira pare-
ttba bten lo qite me eecrtbte euhre ella g potrqne n o 00 pierba
un eala bta, qite eerie gran perbiba pefrberlu, e0 bton qne 0 0
ba bo camon~arrt pruuoer tubas la0 ca0a0 para el arntaba
qUC%eba’be lJac€T (I).”
E n virtud de esta orden, dada en Valladolid B f k e s de Mayo de
1613,procedieron 10s de la Casa 8, preparar y B reunir 10s variados re-
curses que a la Antigua debian enviarse, y que por si inismos mani-
fiestan la decisi6n tomada de fomentar el desarrollo de aquellas d6biles
inanifestaciones de la vida europea.

I1
EXPEDICI6K A TIERRA FIRMIE
(Am6rica central.)

‘574

D eciase en las instrncbiones dadas B Pedro Arias, Gobernador de


Castitla del or0 y Jefe de aquella expedici6n, con respecto 8, la
gente rechitada para pasar & Dari6n:
Went. g1abcie be ptucttttar lleoar labrabaree para que
all&priteben rt eeinbrar la ttcrra d Ileoen 0u abereiu be loa
tuea0 neceearfne para ellu, 2 ljabefa b e bar arben cunto lle-
tteie triUa d cchabn nnenue, i trtga tremcefna, d atrae eimien-
tee, aparte b e la que Ileonie para sentbrat. q i t o eea eecugtba
para ollu, d oaqan b e ntanera que en la mar n o e o ba-
fieri a.’’ (2)
a
Era a la sae6n. bien dificil alli la ridit y la mitnutencion de 10s
europeos: todavia al llegar la arinada B Deriep en 1614 se renova-
ron las hainbres y eqcasee por lo numeroso de la expedici6n y por ha-

(1) Archivo de Iudias 109-1-4.


2, Instrucciouev dad= 4 Pedro Arias eu Valladolid d 9 de Agosto de 1615 articulo a0
Colec. Nav. tomo 5.” pdgina 359.
128 AUXILIOS A DARIEN
-___ _. _ _ ______ . __ _-
berse daiiado en la larga navegaci6n gran parte de las provisiones que
lleva ban.
Tan luego como se reanodaron las relaciones con Castilla procuraron
10s gobernantes espaiioles remediar tan graves males y auinentar 10s
recursos de aquellos territorios. Ademits de esto, 10s intentor y proyectos
que A Portugal se atribuian,jnstificaban tambien el previsor envio de esta
expedicibn, qt7e colocase fi 10s espaiioles de Darien en situaci6n de poder
rechaear una ingerencia extraiia, y explican lo relatiramente fuerte de
esta zrmada. Con respecto a1 castigo de 10s pasados desmanes nada
se decia ii Pedro Arias en las Instrucciones s a citadas, y vemos qne por
el contrario:
"asi mieiito, 0 e le becia, 0 9 ljhit br r e y a r t i r la0 kpxmba-
n t i e n t o e (proyiebaboe) 0 e g n i t b la c a l i b a b i mattera be la0
pet-ennae i e o ~ i t n b Io qite eiruietten, i par qite 100 p r i i i t c r o s
qite alld yaearon cottBojeba,d gRtciteea,i 6 n c i s a ( o i t t r o Io0 qite
e~tabaitghlbaa ij 0 x 0 &tartibartoe) ljan paeabo mncgo0 tra-
bajo0, I! fambro, d neceeibab, liBojeba, i t i ell00 ee Ija b e facer
meforia en el r e p a r t i m i e n t o etc."
cuya cl&usula niejoraba evidentemente 10s derechos de 10s que alli
estaban, respecto de 10s que nuevamente iban en aquella espedici6n.
Conservase en el archivo de Indias, procedente del de la Casa de
Contiatacibn, elLibro delosgastos para esta armada (1) cuyas detalladas
cuentas forman un grueso volumen, y su examen, aunque no sea prolijo,
manifiesta de qne manera correspondieron nuestros gobernantes it la
venida de 10s Procuradores Caicedo y Colinenares y con cuanto esmero
se atendi6 it mqjorar la situaci6n de la nneva ciudad y 10s recursos de
aquellas coinarcas.
A las malas noticias 6 impresiones que se tenian, acerca de la
salubridad de aquellos territorios, corresponde el hecho de que en el
referido Libro de armada, ocupe hartas pAginas el catitlogo 6 inventario
de las drogas preparadas, las sustancias medicinales, 6 10s artefactos
comprados por 10s de la Casa de Contratacih para formar en la Antigua
una bien surtida botica, como tambien un hospital para el que se envia-
ban las camas.
Entre 10s asientos hechos en el Lihro de Tesoreria (2) A fines de
1613, encuentranse 10s relativos A la compra hecha por 10s de la Ca-
sa, para sembrar alli: .

(1) Archivo de I s Cnsa en el de India.-323-'/pl.


(2) .4rchivo de In Casn en el de Indins -!37--2--1/s.
AUXILIOS A. DARIEN 129

%o0 fanegar, be caftammtes


tiiatro be linata (0imtente be lino) g
biet fanegaa be trtgo trom~eino.~’
Como s e g h hemos visto, se recomendaba en las Instrucciones da-
das tt Pedro Arias, en las cuales se decia tambiBn L este:
”feclja In vela en $ev€lla ton la biionaomtitra, babete be
tocar en danarins rt tomar nllf la0 come q u e Be p t f m e g e r m
que eetootereit para e0te vueetro uiage.”
y en cuyas islas, para no sacar ganados que aun no eran abnndantes en
las Antillas, creeinos probable 10s tomaran, haciendo asi menor la tra-
vesia. Pero ademAs, compraron 10s de la Casa y llevaban las naves ir
manera de rnuy preciado tesoro, hnsta doce y pic0 de celemines de:
”efmientebe toba lJartalita” (1)
Las cuales, seg6n en las referidas cuentas se consigna, heron Ile-
vadas A la Casa de Contrataci6n para ser desde alli, trasportadas B las
naves. AdemL, en Julio de 1613 esto es, con anterioridad a1 viaje de
la armada, ordena el Monarca por una CBdula a1 tesorero de la Espa-
iiola Pasamoute (2).
”tomprardts bote qegiiae enstllabus 0 enfronabas g itn
caballo, lo qiw tobo enotar&ea1 bicbo nuestro te00rero (&Ion-
00 be la guente que fba 6 garten) en Ius nauioe en quo fitero
la gente.”
Cuyo n6mero recuerda el de las yeguas, que seg6n Angleria, habia
llevado Enciso anteriormente desde la Espaiiola. La elltrema necesidad
que alli se experiment6 despuBs, s e g h 10s informes que hemos aducido
de Colmenares y de N6iiez de Balboa, nos hace crew con fundamen-
to que la referida disposici6n para enviar 6. la Antigua en 1614 doce
yeguas y un caballo, era probableinente debida tt haber sido sacri-
fi6ados (3)10s llevados antes por Enciso, y que fueron 10s primeros ca-
ballos que se criaron en Tierra Firme, 10s procedentes de esta CBdula d e
Fernando V con Don J u a n Fonseca.
Fueron llevadas entonces a1 Nuevo Continente la gerarquia ecle-
sibtica y la organieacidn administrativa. Creada por el Sumo Pontifice
en la Antigua una silla episcopal, que he la primera del.Continente,
organie6se tambiitn alli una dependencia de la Casa de Sevilla y for-

(1) Archivo de la Casa en el de lndias 32-3--S/*


(2) Archivo de Indias 109-14.
(3) A1 tiempo de I s expedici6u de Nicuesa fueron comidos, segdn Angleria, hssta lo8 perros
tambibn hambrientos: y poco menos parece que ocurri6 en la Antigua segiin refiere Colmenaxw
en su Memorial citado.
33
130 AUXILIOS ii DARIEN
- - ~ ._- - ____ ___ __
maban por esto parte de la expedici6n el nuevo Obispo Quevedo y adem&
Alonso de la Puente, Diego Mkquez y Juan de Tavira, Tesorero, Factor
y Contador del nuevo Centro creado. Con ellos pasaba tambi6n al
Nuevo Mundo, llevando el cargo de Veedor (no se usaba aun la palabra
ingeniero) de Ins fundiciones de Castilla del Oro, Gtonzalo FernBndez
de Oviedo, el primer naturalista del Nuevo Continente cuyo admirable
estudio (1) de sus tres reinos animal, vegetal y mineral, tan nuevo y
tan completo para la Bpoca en que se hizo, aunque inrolucrado con
noticias histbricaa, tuvo tanto inbr6s cientifico y que fu6 traducido
y publicado repetidas vecea (2). Ademh de Oviedo, y como especial
conocedor de 19s piedras preciosas fu6 enviado al Continente en esta
armada Ruy Diaz, tallador 6 lapidario como entonces se decia, J el
c u d lleraba el carhcter de:
"ueeborbe tobas la0 perlas, ptebzae, btamantes i rubfee,
d &rue ptobras" (3).
y cuyo lapidario debia ser el tallador del mismo nombre y apellido
reaidente en Sevilla en 1496 (4) 6 acaso un hijo suyo.
Teniase muj pobre idea de 10s recursos alimenticios de aquellaq
comarcaa por lo que 10s anteriores expedicionarios habian sufrido. El
milanes Angleria refierecon dolorosos detalles la muerte por hambre de
10s compaiieros de Nicuesa p dice refiri6ndose z i estos sufrimientos: (6)
"3st abrteron It 100 oentber0.e el camfno be nneuae tfe-
r r a s que ell00 bpbtan eofutgar It c o d a be 0% vfba."
Y con mas rectitud quo muchos otros que le siguieron, escribe (6):
"st ~ i t e enoe
, l7acemoe cargo be lo qite est00 t~otnbres
paearon, be abora en abelattto, frcin o h 0 0 ci bobae, por

(1) Qiie p u b l i d en 16% su nntural historia de I n s Indins-<El fundnmento de lo que bop


decimos f i s h del g l o b prescindiendo de las consideraciones matemkticns, dice el Snhio hle-
jnndro Humboldt, se encuentrn en l a Historia nntnrnl y moral de I a s IndiM del Jesuita Jod
de Acostn y en In obrn qiie eYcribi6 Gonznlo Ferntindez de Oviedo, veinte %nos ilespiieS de la
muerte de Col6n.r-Cosmos Pnrii, tomu 2P, pRginn 316.
(2) Ln primern parte de In Obrn de Oviedo ti la que ham referencia Homboldt fii6 piibli-
cndnen Toledo en 15% y iwimpreYn-Sevilln l.il5.-Snlnmnncn 1615.-Vnlladolid 1557.-Eu Paris
1556.--En Venecia l%G.-l5G5-1G0G.-Vnrias veces en trozos 6 extrnctos en i n g l h de I570 i
b 1610--En lntin (coinpndio) por Chauveton ys segiin el miamo Oriedo fit& e n su Hemp0
vertido al gringo y a1 nrtibigo.
(3) Archiro de Indins 109-1-5.
(4) Ray Dinz tallador. tom6 en 1435 una9 owns de Snnrn Bfnria In Blnuch en dicha oiudad,
seglin el Lihro de Junn de Segura del Archivo general de pmtocolos de Sevilln citado por
Don Jose Gestoso, que en sn Diooionario de lo8 artifies new'llanoy, dn noticins de divenos Inpi-
darios de dichn ciudnd en el siglo XVI.
( 6 ) DBcadas, tonio 2.O, ptigina 26. .
(6) Existe todn una literntorn injosta 6 difamatorie para Espniin, acerca de la ciinl nos proo.
ponemos gusrdnr aqui jus:ificado silencio.
AUXILIOS A DARIEN 131

eeguros g nlt0~1uscuntinns, ti seguras g numas tfetras m


la0 qite encuentren &p&€tantos(dtrilitaboe) g sfembros ‘

tJoc&ae.’+
Por esto, aunque eran de alguna consideraci6n 10s viveres que
en la armada se enviaban (l),no fueron tenidos por suficientes y ademas
de la prohibici6n retirada de no enviar nada fL Dnrien, en CBdula de
Noviembre de 1614 dice Fernando el Cat6lico B 10s de la isla Espaiiola,
enriquecida ya con 10s ganados y con muchos vegetales titiles lleva-
dos all$ desde Espaiia:
’9trabafa21on pttorocm g oqnbur tabus Ius cosus bo
Caettlla bo1 mro, g por tobus ntanot-ae que tto~pubikobes,
enbetretab conto et llonan mantenimimtus rt b-tctp Qustilla
bel @ro. gjjaceblo, que on ollo me soratrefs ntucbu.” (2)
Era esto tan preciso, y de ello se tenia tal convencimiento, que
temeroso el Monarca de que no se cumplieran con todo celo sus 6rde-
nes, como favor de la distancia ocurria en efecto con h a r k frecuen-
cia, en Febrero del afiosiguiente de 1616 reitera su mandata, diciendo
a1 Almirante y a1 tesorero Pasamonte, que no dejen de: (3)
”mniar ntantmfmientos If la bicbn Qaetilla b e l Pbro,”
diligencia que fue muy precisa, porque habiendose daaado en la nave-
gaci6n mucho de 10s viveres, y siendo como consigna el Adelantado
Andagoya, ”el pueblo peqitefio g poco0 lo0 ntantenimientus
be la ffertfrd” dificultdse mucho la vida de tan numerosa expedicibn,
Por lo d e m h , 10s preparativos hechos manifiestsn el mayor interes,
tanto A favor de 10s expedicionarios como por 10s que habitaban ya
la nueva poblaci6n espaiiola. Sin otra raz6n que la falta de 10s titiles
necesarios, escaseaba la pesca y en la carta de Vasco N6ilez B Fer-
nando el Cat6lico le dice ”que pescobo lo contfot-on pucas
tteces.” (4)
Sabiase esto ya en Castilla por 10s Procuradores y correspondien-
do 6, eata necesidad, comprkonse para enviar por esta armada varia-
dos instrumentos y medios de pesca y entre ellos (6) figuran en el
Libro de armada vaiias partidas de ” d ~ o t t ~ anfuelus
s, p~rguo-
res, on%uelus eeptquloe, g an$uelusmofotl-ot.ue”
y ademits llevaban las naves:

(1) Y qne por desgracia, en RU mayor parte se ioutilisaron en la navegaaibn.


(2) Amhivo de In Cnsa en el de Indim-1%1-6. Dada en Le6n d 27 de Noviembre de 1614.
(8) Id. id. 1 5 9 - 1 4 . En Febrem de 1616.
(4) Angletla, torno 2.O pdgina 260.
(6) Seein el ya citado Libro de Armada.
132 EL DESCUBRIMIENTO DEL PACiFlCO
- ~- - _ _ ~__-
"ocljo lmrcue be peecur para lue cnofar ri Qaetflln be1
urd."
No eran estas las 6nicas embarcaciones que para el servicio de
aquellas costas y bahias se remitieron desde Sevilla, porque figuran
adem& en las referidas cuentas:
" e ~ €kerpanttitee
e contprabue en sanlitcar ri &rietuttal
marqitef,ljeclfue piean0 i j reparttboe en lae %tau0br la fluta,
para loe clnonr 27 c00m 27 calafatear, citanbu en enloanttentu
Ileparen ri la btct~adnettlla bel ora."
Y cuyos bergantines, que con 105 referidos barcos de pewa, forma-
ban un total de catorce embarcacioneq menores, estaban destinados a1
servicio de aquellas primerns poblagiones y B la navegaci6n de sus mu-
chas entradas y bahias, ya que por la falta de clavos, de lierrainientas
y aun de carpinteros, no eran aiin fLcil construirlos alli.
T a i u b i h se atendia L enmendar otrns deficeucias enviLndose
muy variadas herramientas de diferentes artes y eutre ellas se citan 10s
azadones (de 10s que iban inas de mil) barrenas, hachas, mazas, azuelas.
sierras, tenazas, mnrtillos, palas, paletas y palanquetas. Por ~ l t i m oiban
en las naves, varias p a r t i d a de clavazbn p otras de ladrillos para em-
pezar la constrocci6n de edificios. Tales eran en suma, 10s varindos re-
cursos y eleinentos enriados desde Sevilla L la Antigua, en esta armada
de 1614. Pero en tanto que la expedici6n se preparaba, tenia lugar en
Castoilladel or0 el inesperado descubrimiento del deseado mar de Occi-
dente buscado desde 10s tieinpos de Co16n, objeto principal como hemos
visto, de las investigaciones encoinendadas B las expediciones L descu-
brir, que en la Casa se organizaban, y base futura de las ulteriores ex-
ploraciones espaiiolas

111
EL DESCUBRIUIENTO DEL PACiFICO

'5'3

N o habia transcurrido un afio desde que Fernando el Cat6lico, ins-


pirLndose en elevados criterios, ha.bia renunciado prudentelnente
L la proyectada exploracibn por Oriente, cuando un nuevo y deseado
descubrimiento llevado cab0 por 10s espaiioles en el Continente Co-
lombino, abria nuevos horizontes it las exploraciones maritimas, mo-
EL DESCUBRIMIENTO DEL PACiFICO 133
- - ~ - .__ _ _ -
tivando tambien nuevos esfuerzos para encontrar un paso que condu-
jese A las naves de Castilla hasta el mar que baiia las Indias orientales.
Ese tan deseado mar existia en efecto, extendiase hasta el nuevo Con-
tinento, y era por fin descnbierto B no muchas jornadas del Atlhntico,
por un hidalgo extremeiio, que con su descubrimiento iamortalia6 su
nombre, Vasco Niiiiez de Balboa. .
Apenas fundada la nueva ciudad de la Antigua en Darikn, surgie-
ron alli divisiones, file desconocida en ella la autoridad de Enciso, y des-
pues la de Nicuesa por 10s mismos que le habinn llamado, y arrojados
ambos de la Antigua. Muertos trbgicamenteCosa p Nicuesa, inutilizado
por sus heridas Hojeda, y dieeniados 10s espafioles poi las fiebres, que-
daba s610 de 10s esfuerzos hechos y en 10s que tantos incumbieran, la
pequefia poblaci6n de la Antigua, cuyo fundador Enciso procesado y
perseguido por Balboa, habiase refugiado en la Espaiiola. Ante tales
noticias, que hacian temer la perdida de todo lo hecho, suspendi6 Fer-
nando Vla salida del buque preparado en Sevilla, y orden6 como liemos
visto no se enviara alli cosa ninguna. En tales condiciones embarca-
ronse Colmenares y Caicedo en un bergantin que hicieron de dos ya
perdidos que calnfatearon sin pez, y en el que con mil trabajos, hicie-
ron la travesia hasta la Espaiiola y de alli vinieron B la Peninsula, para
hacer cesar sin duda, el regimen dietetic0 a que se hallaban sometidos.
Por este tiempo, habian logrado aquellos pobladores entablar relaciones
pacificas con 10s naturales, que adquirian de 10s de la Antigua cosas
htiles 6 de su agrado, de que tanto carecian, B cambio de algkn or0
6 provisiones de que necesitaban 10s de la naciente ciudad. .
Tales fueron Ins circunstancias en las que, por sus relaciones con
aquellos habitantes, Ilegaron liasta el despierto y activo extremeiio las
primeras noticias acerca de la existencia de un ignorado mar cercano B
aquellos territorios. Sus riberas no estaban, sin embargo pr6ximas B las
costas de DariBn, en cuya latitud las tierras continentales alcanzan ya
considerable anchura desde Levante B Poniente, y era precis0 segiin
10s informes adquiridos por Balboa, navegar primer0 hacia el Norte
desenibarcar sobre la costa a t l h t i c a , y por terrenos no explorados aun,
y que habitaban tribus guerreras, caminar luego B traves de 10s bosques,
hasta llegar B las opuestas y deseadas riberas. y distinguir antes el mar
desde ]as altas divisorias de las aguas.
Estas dificultades y 10s escasos medios para vencerlas, no arredra-
ron, sin embargo B Balboa el cual, en tanto 10s Procuradores gestio-
naban en la Peninsula 10s auxilios de que tanto necesitaban. emprendia
e l arriesgado descubriniiento tan deseado en Castilla, y que meior que
s4
134 EL DESCWRIMIENTO DEL PACfFICO
__ - - - -___ -

otra cosa alguna podria proporcionarle el olvido y el perd6n de 10s


pasados desmanes. Para la necesaria exploraci6n deseaba el cacique
cristiano Carlos Panquiaco hasta un millar de espaiioles que no era po-
aible reunir A la saz6n en la Antigua por lo que, encontrando hasta
ciento noventa que le acompaiiaran, emprendi6 Balboa su exploraci6n
embardndose en DariBn el 1.Ode Septiembre de 1613.

LlevAronles ]asnaves h a s h el puerto de Careta en el que desembar-


caron, y se dirigieron A la Sierra encontrando laa tierras del cacique de
Ponea, del que les diera noticias Panquiaco. Vencido y muerto Ponea
en C u a r e a , dej6 alli Balboa A 10s heridos y B 10s enferinos custodiados
por un reten de setenta espaiioles, que debian ademha proteger str reti-
rada. Con 10s restantes, sali6 de Cuareca Balboa para subir Ala Sierra y
pr6ximo ya A su cumbre di6 orden de hacer alto y coni6 81 A la diviso-
ria, ganoso de ser el primero en distinguir laa aguas de aquel Mar desco-
nocido las que en efecto, se extendian A BUS pies.
CMirb hacia el medio dfa( 1 ) dice Qomara, vi15 el mar J arrodillhdass
en t i e w a , d a b 6 a1 SelZor que le hacia tal merced.3 ( 2 )
Era el 26 de Septiembre de 1613. Entre 10s que con Balboa subie-
ron aquel dia A la divisoris de las aguas, iba Francisco Pizarro y a u n
suponen algunos autores que tuvo en esta expedici6n las primeraa noti-
oias acerca de la existencia del Perh.

(1) k a0st.a mrre alli gran treoho de Levante B Ponienta y por est0 el primer nombra de
m u del Sur dado a1 Paclfico.
(2) L 6 p z de Qomara. Historia de laa Indiaa.-Nedina del Campo 1626. Bibliotecs dm auto-
m B B p . a O l q tomo 22, pAgina 194.
L.4 ARMADA PARA EL GONTTNENTE 136
__________ __

Ufanos y gozosos con su gran descubrimiento, volvieron todos B


DariBn, despuBs de haber vencido A su paso las hueates de un cacique
llamado Tumama, y el 19 de Enero de 1614 entraban en la Antigua
d e vuelta de su fructuosa expedicidn. No tenian B la sazdn nave alguna
que pudiera llevar desde luego B la Espafiola tan importantes nuevas
por lo que hasta Mayo no pudo escribir Balboa participando, como lo
hizo entonces en larga carta, la existencia de aqu'el Ochno, antes tan
ignorado, y que era sin embargo el mBs extenso de 10s mares de la
Tierra.

IV
LA ARMADA-LOS PILOTOS-TICENTE YAREZ P I N Z ~ N .
LhS NAVES EMPLOMADAS

T7\ n tanto que Vasco Nviiiez realizaba su gloriosa expedici6n. orga-


11 nizAbase en Sevilla la armada que debia llevar B Castilla del Or0
B 10s que alli iban & establecerse con 10s variados recursos, que para el
desarrollo de la naciente cindad y enriquocimiento de aquellos terri-
torios acopiaban 10s de la Casa de Contrataci6n y a1 llegar la primave
r a de 1614, hallhbanse preparadas en el Guadalquivir las diez y siete
naves que compondrian esta armada.
Era la navegacidn a1 Continente poco frecuentada aun para
la mayoria de 10s Pilotos, que corrientemente llegaban s610 B laa
Antillas, y de aqui que para conducir esta armada L su destino se acu-
diese a 10s mBs antiguos y prestigiosos Pilotos de la Casa. Fueron por
esto, como Pilotos en dicha armada Pedro de Ledesms, que habia
acompaiiado B Coldn en su liltimo viaje, J u a n Rodriguez Serrano, que
f u B a1 Nuevo Mundo en la expedici6n de VBlez de Mendoza el aiio de
1600, y el sobrino de AmBrico J u a n Vespucio. Por este tiempo fuB lla-
mado B la Corte, SebastiBn Caboto Piloto m h modern0 de la Casa de
Contratacidn, a1 c u d B mediados de Marzo de 1614(l),se dieron cincuen-

(1) Archivo de 1n Cnsn en el de Indias-!39-!2+8.


136 LA ARMADA PARA EL CONTINENTE
_-__ -~ __ ~ __. __

ta ducados de or0 ”para que fitose ri la dorte ti sit altofa ri


consultar 01 niaie que ha be baccr ri beOciibrirJIt.’$
Pero pesar de la falta de Pilotos que lamentaban en la Corte, y
aunque la proyectada expedici6n para Caboto no se leencomendb
tampoco, no fue este Piloto en la expedici6n L Castilla del or0 y remos
que en CQdulapoco posterior se hace it ello referencia, pues dice Fer-
nando V L 10s de la Casa en Diciembre de 1614 que celebraba no hu-
biese ido L Castilla del Oro el piloto Vasco Gallego: (1)
,’pitee aitnqiie por abora no 0 9 ha be bncotr ol niafe 6
la parte bo1 !&torte, q no tenicnbo ~ottasttandaboto tnnta
experioncia coma soria ntonestor, soria meior Io empleasen
en algitn niaie para tenorlo asi ma0 biepiteeto, para el
oiafe a la parte bel !&torte 6 ri otra parte.’’
E n cuanto L Solis, desvanecida muy luego una sospecha que contra
el se levantara, aparece en su puesto y L 81, como Piloto Mayor se le
hace cargo de 10s buques de evta armada (2). De 10s proyectados viajes
acaso no se realizara ningtmo, porque antes de ser emprendidos llegaron
a la Peninsula las noticias del descubiilniento del Pacifico, y se proce-
di6 entonces a1 estudio de la expedici6n que a1 mando de Diaz de Solis,
debia tratar de encontrar un paso para el nuevo mar hallado por
Balboa.
La falta de algunos de 10s antiguos y m h prestigiosos navegantes
que iban desapareciendo, y la importancia de la armada que se prepara-
ba, explican que se quisiera prescindir entonces de la anterior concesi6n
hecha L Vicente YLiies para no naregar, pero para ello dirigi6se direc-
tamente A Pinzbn Fernando el CaMlico, por una bien honrosa CBdula
registrada en 10s Libros de la Casa, y que dice (3):
J’~iL‘enfia1to g?int6n:$otrqtte be tal pcrsona coma la tlitk-0-
tra baij neceeibab para fr en esta arntaba, qite agora man-
bamos it daetilln bel oro con g?ebro 3 r f a s niteetro ropitan
general bolla p o r enbe, M S nos inanbo g encarno g t e p o r mf
sernicio, os biepongafs 6 wte scrnfr en la bicba nrmaba g nrt-
qais en ella con 01bicho arias, q en-tobobugafe lo qite be mi
p 9 r t e nos manbriro, con la buma biligmcia g noluntob que

(1) Archivo de 1n Cnsa en el de Indins--137-1-6. Dnda en Cfunrn en 12 de Diciembre


de 1614.
(2) Archivo de In Cnsa en el de Indins.42-3-~/w
(3) Archivo de 1n Casn en el de Indins. 139-1-6. Dndn en Xadrid B 6 de Diciembre de 1615.
Pars 10s demAs Pilotos no existen CBdnlna renles, ni ern tal la costumbre, pues nunque prom-
diere de la Corte lnorden, se Ins comnnicnbnn Ins de 1n Cnsa de Contratacidn.
L A ARNADA PARA EL CONTINENTE 137

s i m p r e titvietote para me eorotr. g e @tabrib d: 6 bo giciom-


b r e b e 1514.”
Prestaba B la saz6n este navegante sus servicios en la Casa de Con-
trataci6n y vernos quo fu6 cornisionado para hacerse cargo de la carabela
de Nuestra Sefiora de la Merced (1) que habia sido cornprada por Solis
para la suspendida expedici6n por Oriente y que fue aplicada B esta
armada dirigida B Darien, y por lo visto se dispuso animosamente el
buen Pinz6n para pasar nna vez mas a1 Niievo Mundo, pues s e g h el
Libro de Tesoreria de la Casa (2):
%it 15 bo gebreru bo 1814 se pagaran li picento $?aQe~.
oeinte ntil ectecientus ncinte maranebieos pm la mitab be
quitaciun (suelba nsignacibn) beete aQu b o 1514,lus citalee
se lo pagaron abolantabue, parrt #e furncscrt- be la tteceearia
para el uiajo qite iJa b e llcuar en srt-viria b e b. & en la
armaba be Gaetilla bel ma, can gebru 3 r i a 0 cnpitan q saber-
nabar bolla.”
Pero todo hace creer que siis trabajos para el apresto de esta im-
portante espedicion al Nuevo Continente fueron las iiltimas tareas del
glorioso descobridor. que L poco cay6 gravemente enfermo de lo que
di6 directainente cuenta a1 Monarca. coino psrece deducirse de s u
Carta de Marzo de 1614, en la que dice ii 10s de la Casa (3):
”L*icontr gaiief ptni6n recribc qite ~ 0 t hiititg inbie;*iteetu
para pober i r eeta juritaba g ine sitplica le h i licrncia para
qite ee qitebe ct citrar; ei nu piiobr biteitantentr ir, baa Litoar ti
qite so qitrbe ifprucnrab onuiar utru on eit litgar, parqite el
arntaba va algu falta be pilatoe.”
No muri6 sin embargo entonces este navegante, porque todavia en
26 de Agosto se encuentra en 10s Libros de Tesoreria de la Casa 11x1
asiento, seg6n el cual(4):
%e pagarun It picente Qatiq pintun 61307 inaranebiee~,
cantplententa be la0 Sue terciue (citatrimeetroe) be quitacimt
qiteiJunu en oste &a bo 1614.i3
Trat6se en esta expedici6n de evitar una de las mayores dificulta-
des que las navegaciones B la America central venian ofreciendo por la

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indias. 32-5-e/s,.


(2) Idem idem RS-zJ/,.
(3) Idem idem 159-1-5. En 14 de Mnrzo de 1614.
(4) Ideln idem 39-2--1/,. Importe de In diferencin entre 10s seis
meses que se le hnhinn abound0 y 10s oeho que representaban 10s dos tercios 6 cuntrimestw
del G o .
3.5
138 L A ALtMAbA PARA EL CONTINENTE
__ ~~ ~ ~. -_
destruccion de las naves, a veces tan rhpida, que hacia desaparecer A
un tiempo todos 10s buques de que una expedicih podia disponer, y se
ensay6 entonces por primera vez en la Casa, proteger 10s fondos de las
naves por medio de una cubierta methlica, que fit15 por entonces de
plomo, J' para ello con fecha de 7 de Agosto de 1613,se decia iL Pedro
Arias (1):
" c o m p r a r e t e bue c a r a h e l a e , qite eeait nneitae, la0 citalce
f a c e t s enTor<ar be la m a n g a a b a f o , be plomo."
con lo c u d trathbase de remediar 10s inconvenientes observadcs, y las
dificultades que en aqnellas riberas ofrecia st la saz6n el simple calafa-
teo por medio de estopa y pez que hasta entonces se habia empleado.
El mismo Rodrigo Colmenares, que era uno de 10s Procuradores Ile-
gados de Dari6n y que a la saz6n estaba en la Corte, podia dar noti-
cias de las dificultades experimentadas, pues en su Memorial (2), en
que relata lo que en la Antigua habian sufrido, dice:
" q u t e n b o q u e b a b t a nn a i i u q tnae, qite n o lee € b a n ti
eucozlrer, ij s u n la Bran neceetbab e n qite eetaban, a c o r b a -
utenbu qite eete e r a el p u e t r e r r e m e b t u qite t e n t a n , qite
be bos berganttnes, qite lrabta ma0 be e e t s m e ~ e qe u e t e n f a n
all€ perbtbuo qite n u p o b t a n n a v e g a r , b a c e r itnu be e l l o s
c u m o m e f o r pubteeen, i j a n e t la p n s t e r o n pur ubra qite le
a b o r e ~ a r u nc u n calafatearle stn pef, i j b e curterne Be lirbulcs,
l e kJtcferon enfarcfar."
Y asi coin0 se brdenaba se hizo, vihdose en el Libro de la arma-
da las partidas de plomo compradas para el forrado de las carabelas y
fu6 tainbi6n einplomada una de las que algo despu6s llev6 Solis para el
descubriiniento del rio de la Plata (3).

(1) Archivo de Indins 109-1-5. Dndn en Vnlladolid en diclin fechn.


(2) Colec. de doc. de D. JIartin Fernrindwe Nnvnrrete, tomo:1.", piginn il9R.
(3) Fneron emplomndns In cnrnbeln SnntnNnrin de In Cousolnci6n 7 do l a que iba por
Piloto And& Niiio, y la San Cleinente qne ern lntinn i n k peqneiln su Piloto Bnrtolorn6-
Mnfrn, se emplenrou en ellnsrespectivnlliente 40 3- p i quintales de ploiuo y file nombrndo eu
el mes de Julio (1514) Antonio Hernbiides emploinndor de I s Cwn nl qne qiiiso llevnr Solis en
BU vinje a1 Rio do In Plata (1515) y no se le concedi6 aporqne cndn din hnbia necesidnd de 41
en In Cnqn de Coptrntaci6n.n No tenemos noticins, dice el Sr. S;rvnrrete de qne nntm de ese
tiempo se forrnsen ~ R Snaves cou plnnchm de metal p r n presermr sns fondos de In hmiun. Co-
lecci6n Nnv. tomn l.O,phginn 150. Lns IRminns de plomo fileron sastituidna bien pronto por
delgndns plnnchns de metsl.
LAS BANDERAS 159

V
LAS BANDERkS.-LA ENTRADA EN LA ANTIGUA

1514

R
l

egis. desde su fundacion la Casa de Sevilla el Doctor Sancho


Matienzo miembro conspicuo de aquel Cabildo Catedral. Nume-
rosos artistns espafioles y extranjeros daban a1 magnifico edificio, que ti
la sazon se terminaba, (1)y que cobija hoy 10srestos de Crist6bal Colonn,
el aspecto de suntuoso muse0 y esto explica, que en mbs de una ocasi6n
realizaran varios de dichos artistas trabajos ordenados por la Casa y que
por esto se encuentren en 10s Libros y en 10s docnmentos de la Casa 10s
nombres de Pedro Fernltndez Quadalupe (2) Alonso Rodriguez, Diego
de Rozas (3) Nuiio Garcia (4)Alejo FernQndez (6) y otros distinguidos
artistas de aquel tiempo.
Quiso sin duda el Doctor revestir de la mayor soleinnidad el esta-
blecimiento de la Casa en el Nuevo Continente, y fueron quiz&por eso,
mas suntuosas y artisticas las enseiias y las banderas que, para 10s dias
de ceremonia llevaba esta expedicidn, como lo fueron tambi6n las de
algunas otras armadas y singularmente las de la expedicidn de Ma-
gallanes en 1619. Sin embargo, 10s datos acerca de esta de 1614 son
tan completqs y ininuciosos que permitirian reconstituir el aspecto
especial y propio de estas naves de la Casa de Contrataci6n, asunto que
juzgainos tambibn de inter& para 10s artistas. Compraron 10s de la Ca-
sa seg6n 10s asientos correspondientes de este Libro de Armada (6) ri-

( l j Construido B r i r t n d n e auto enpitnlar de 6 de Mnrzo de 1401 y empezadns Ins obras moy


luego, file5 solemnemente cerrnda sii birveda centrnl el 6 de Octnbve de 1506, siendo Arzobispo
F r . Diego de Dean.
(e) De quien se couservn en la Cntedrnl el hello retablo de la Piednd, que hnce juefio con el
no menos notable de LiIis.de Vargns llnmndorolgnrmente el de la Gainba.
(3) Arqoitectos de In Catedral en In Bpoen de s u taiminacidn, nntor el priniero de1 notable
informe dado acerca de esta construccida p nrquitectos 10s dos de 10s nnevos edificios que for-
maron In Casta de Contmtncidn.
(4) Iluniinador de SUR ricos Libros de cor0 y rezo en pergamino.
(6) hl que atribuyen algunos el magnifico retablo que publimmos a1 principio y . que
presidia la %ala de Aiidiencia y de exhnenes de 10s Pilotos. Pint6 ademh Alejo FernBndez
las esciiltorns que llev6 en 1618 F r a y Pedro de C6rdoba y que de orden de Fernnndo el Ca-
tdlico, fiieron comprndns por el Doctor Matienzo
( 6 ) Archivo de la Cas8 en el de Indin&2-&8/w
140 LA9 BANDERAS

cas telas damasco y tafetLn de seda blanco, rojo y verde y cierta cantidad
de pa% esearlatin (1) que saponemos seria grana y, seg6n asiento d d
refmido libro:
jibel bamaecu, tafetitn q oecarlatfn e9 fifterun itn genbmt
seal bo bamaecu culmabu be oafnto q cuatro oaras g mcbCa,
un Q5itiunb e l btcbu bamascu be eteto oaras q mebia, q un
Cafamar be1 btcbo bamaeco be tree o a r ~ s . ~ ’
Antes de proseguir observaremos. que L banderas anLlogas de mu-
cha loligitud, se hace referencia en el Libro de Armada (2) para la expe-
dici6n de Magallanes, y que en las naves de la Casa como en su Retablo
que en otro lugar reprodncimos, se representan, es f h i l observar algunos
de estos extraiios gallardetes, que desde las cofas de 10s palos bajan
hasta tocar casi las aguas; y ciertamente que estas larguisimas banderas
agitadas por el viento, a1 hallarse en marcha 10s buques, debian dar
aspecto original p fantLstico B las pequeiias naves de la Cam de Con-
trataci6n.
La mayor parte de estas banderas de lujo, y aun muchas de las de
lienzo, solian llevar pinturas herBldicas, 6 de asuntos religiosos alusivos L
10s nombres de 10s buques, fi otros anLlogos y las pinturas de las banderas
de esta cxpedici6n manifiestan pertenecer aun L las postrimerias del
brillante gusto ojival destacLndose por ello sobre ricos fondos de or0 mas
6 menos ornamentado por las delicadas lineas de dicho estilo.que debia
desaparecer muy luego ante 10s clasicismos del Renacimiento que albo-
reaba ya. Seglin 10s referidos asientos fueron pagados B Ciist6bal de
Morales (3):
”pot la hanbera real (citatro ntfl g pfcu be maraoebie) en
osta maiteta, pur ptittitra b e l doittla g leone0 &I maraos-
bis ~fputt 540 pnnee be uru qite lleoa 6 tree maraitrbie caba
uno otc.
g pur la ptntitra bel Vsnb6zt mal a1 btclp Qristohat be
3Eturalee (citatto mtl g picu bo maraoobie).on esta manera,
pur la ptntitra mtl iitaraoebis, g SI re0tu pur 460 panee be uru,
01prectu g a b t c W y se pagaron a1 mismo artista la pintura y el
dorado del Guion Real y la de seis paiios para las trompetas, 10s
cuales eran de damasco encarnado.
Las banderas de carActer religioso que eran tres, como de tres va-

(I) Archivo de In C a n en el de Indins. Y de e?@ pniio esrnrlntin -e hizo tamhien nn toldo


para le gavin (sic) de In Cnpitann.
(2) Arohiro deln Cnsn R U el de I n d i n ~ - 3 2 - % ~ / ~ ~
(3) Qtie pint6 tnmbi6n In Saln de Aildienoin deln C a s de Contratnbi6n.
LLEGADA A LA ANTIGUA 141

raa de largo cada una y hechas de tafetttn heron pintadas por Pero
(Pedro) Ramiree.
I ”ga banbera be ttue~traSefirtra be la 3ntigua” (Patrona
de la niieva Ciudad de DariBn) iba dorada por ambas caras y llevaba la
Imagen de su titular.
”gabanbera bel sefior Salttiago” (sic) representaba sobre fon-
do de or0 a1 Patron0 de Espaiia 9, por d t i m o y tambi6n sobre fondo
de oro, y en tela de seda, pint6 el mismo Ramirez ”la banborn be la
@ma’(l), ’ que creemos fuese la Cruz de J e r u s a l h de donde gustaba
titulame Rey, Fernando el Cat6lico.
Para la tasaci6n de estos trabajos artisticos fur5 llamado el eximio
Pedro Fernandee de Guadalupe. asistido de otro artista de menos
nombradia llamado Alonso L6pez, 10s que die, ” q t e fitwm W a t t € O *
bias 6 In @ ~ G u ” para el aprecio de todas las banderas (2) y A 10s
cuales se di6 un ducado de or0 por su trabajo.
La farola de la nao capitana fu6 debida a1 hbbil fojador de hierro
llamado Ant611 de Cuenca, conocido poi otros artisticos trabajos. (3)
Hechos todos 10s preparativos, b fines de Abril de 1614 sali6 del
puerto de Sevilla la lucida armada compuesta de 17 buques bien pe-
queiios, pues no llevaban entre todos mil hombres del desembarco.
Hieo la armada diferentes escalas, se detuvo en una pequeiia antilla (41
p despn8s de sufrir fuertes temporales, on 21 de Julio entraron 10s bu-
ques en el golf0 de DariBn. Balboa en tanto habia comunicado B Espa-
iia el grato suceso que le hacia esperar no sin razon el olvido y perd6n
de si18 apteriores desmanes y violencias: y este descubrimiento daba
tambikn mayor importancia a la misi6n que Pedro Arias habia sido
encomendada. A1 tiempo de llegar la armada a D a r k el descubrimien-
to hecho del nuevo mar era en la Antigua la preocupaci6n de todos
10s espaiioles: un mismo y noble pensamiento, un solo y elevado pro-

(1) Pnrn lo- bnqoes queen 1.511 se prepnrnron por In Casn pnrn In ArmadR de Africn ftieron

JerusnIBn. -
pintndns diversns hnndems y nlgiinns de e l k s que fignrnn en Ins cuentas Ilembnn In Crus de

(2) Aiindiremo\, por lo que tocnd In ornnmentnci6n y aspecta de I n s naves, que se decornbnn
t a m b i h Ins velns con nsuntos llerdldicos 6 religiosos y con insoripciones nlusirns 6 cnprichosns,
como la qiie consignn Pignfettn de Ins velns de I n Victoris n l eniprender su regreso d Espniin
decorndns con iinn Cros de Suntingo y In leye~da,~ E s t a es In figurn de uuestrn buenn
~ nnlilogos ndornos se representnn Ins ~ ~ T BdeSIn cas^ de Contrntaci6n en In
v e n t w n . ~Con
cartn Snlvinti que se conservn en Itnlin’correspondiente nl niio de 15’26 en que este Prelndo es-
t w o en Sevilln
(3) Entre ellos on templete de hierro forjndo pnra Ntrn: Srn.de In Antignn, en la Cntedhl
de Sevilln segiin 10s dntos que debernos n> Sr. Don Jose Geatoso.
‘(4) Denominndn Dominica que desoubri6 Col6n en su segundo via.ie.-Geografin de las
Indins por el Cosm6grafo Don Jiinn L6pez de Velnsco 1670-pdginn 134.
96
142 EL WFMO DE PANAMd
______-
pdsito animaba todas las voluntades. La vista y la comunicacidn con
aquel mar desconocido, el deseo de verle pronto surcado por las naves
espaiiolas y una nueva pagina de gloria aiiadida B tantasotras. De tal
manera, es lo cierto, que las circunstancias hacen B 10s hombres.
A1 aviso de su llegada, d i d de la Antigua Balboa con aquellos
espaiioles para recibir a1 nuevo Obispo, a1 Gobernador v A 10s Jefes de
la Casa. Desplegaronse a1 fiente de la brillante comitivalas artisticaa
banderas de 10s pintores sevillanos, y juntos entraron 10s mas, para
asistir a1 Te Deum de gracias en el Santuario alli levantado B Nuestra
Seiiora de la Antigua de Sevilla por el sabio y piadoso Enciso. La jus-
ticia huinana debia detener y detuvo tambien sus iigores ante el glo-
rioso y deseado descubrimiento de Balboa, que recibiria pronto desde
Espaiia el titulo de Adelantado mayor del nuevo Mar y la misidn de
construir las primeras naves espaiiolas que deberian cruzar sus aguas,
en tanto que Arias DBvila aseguraba la comunicacidn de una B otra
costa, y abria un camino entre ambos mares.

FUNDACION DE NOMBRE DE DIOS SOBRE EL ATLANTICO


Y DE PANAMA SOBRE E L PACIFIC0

VI
IXSTRUCCIONES hL GOBERNADOR PEDRO ARIAS.-VASCO NORSEZ
ADELANTADO MAYOR DEL MAR DEL SUR

I 5 14-1 520

L legaron con gran retraso It la Peninsula las nuevas del descubri-


miento realizado por Balboa, porque este falto de naves no lo
pudo comunicar antes a la isla Espailola, y habia partido ya la armada
cuando llegaron B la Corte estas noticias que tanto interesaban It la
marcha de Pedro Arias, pero lu’ego que estas nuevas llegaron fue en-
viada en seguiiniento de Arias DBvila, una Cedula que venia B contener
nuevas instrucciones, y en ella que se manifiesta tambien la impresidn
causada en la Corte por el reciente descnbrimiento del nuevo mar, di-
cihdosele en 17 de Agosto (1).

(1) Pnblio6 el seiior Nnvsrreta &a CQdulntomndn de on testimonio en 8u tom0 5.O p4gina
361, pero sin feohn qiie lo ey de 19 de Agosto de 1614 y dndn enWnllnclo1id.-Archivo de
Indine. 109-1-6.
‘EL IWMO DE PANAMA 143

”paeca gitfier be ghlbaa, que par pa0 tenia (1) cargo be


la (6apitanin g Gubernacian be eea prauincia be giteetra
-$?eiiara bel garion, nu0 eectribe f nu0 ljace saber lo qne ba
beecitbierta en tierra niteua Ci la parte be In mar bel ?2jiir,be
que bamue m1tct~a.e graciae a piteetro gefiar, qiteparece que
ntilagraeantcnte qitiere Ijacer nterceb be ?4aebar,en nueetra
tieinpo ca%aeqite t a n encitbiertae g petrbibae eetaban, g bes-
tae repera qite ha be eer innij eeroiba, tj In ganta gf cntilica
eneal~aba ij aitntentaba (2).”
”gjabreie Ilegabr a1 ntefat. tientpa, bice tainbien la Qsbit-
la,par qite can Ijaber camen~abapaoca pititel ti bescitbrir
In qitr Ijallh g la infurmacian qite nllii pobreie aver beetae
partee, pabreia pruoerr tnitq bien la qite cannenga.”
Y k seguida se ordena B Pedro Arias que ”par In ntae cdrta
parke ij men00 fragitaea, %e ljicierait citatra asi~ntae,(pa-
blaciunee) para atraiteear t y ljallar tierra.”
Con la mayor cliligencia se plantea ya en esta CBdnla el proyecto,
bien dificil de realizar a m , de einpezat las navegaciones y la explora-
ci6n del nuevo mar, dici6ndosele B Pedro Arias ordenase construir en
aquellas agnas algunos buques para coinenzar su esploraci6n.
’$31biton proitcimienta bt aqitellu g para qite oetue na-
iftoe apraoecljen, bicc el bacitmenta, pitee e 0 nteneetrr qite ee
bagan all&,gh 000 manha, tpte ei can oae lleoaetee ntaeetrae
qite la so)lanfa$er, bebeie bar In arben cama en el ae€enta
(pultlaci6n) qitc ec biciem en el bicba fiolfa (he %an wigitel
en el gaciftca) ee bagan litega t r e e 6 citatra carabelae, a1
maim beanbalitcia hue, g Ine atrae hue peqitefiae latinae
cantu la0 be 3hn.titgnl”
y terlnina diciendo que encarga orden ti la Caqa de Contrataci6n le
envien;
33nta~0tro0 para fafer la0 hicljae naoiue pmqite ett la
pruaieian beeta mi mitcbp”
”para qite, bice ma0 abelante, p u r aqitella parte en bre-
me tiempa ee bcecitbrtt toba la qitc 09 pitbiere beecitbrir, g
estu b e l beecitbrir bebcqe encamtnbar 6 pereanae biecretae
g cpte eepnn btllu, take qite ee lee piteba coitfrar ij entienban
en ella con tuba biligencia &.I’
-

(I) Eqtn? pnlnbrns legnliznbnn In sitnnci6n de Ralhon


(2) POTdecgmcln, ocurrin 6 veces que 10s hombres que deben realizar tnn honroaos prop&
sitos, no estabno ir In nltara de w misi6n.
144 EL ISTMO DE PAN AM^
-
No obstante las precauciones tomadas, perecieron muchos de 10s que
en esta espedici6n tomaron parte. Seg6n el adelantado Andagoya que
fu6.uno de 10s expedicionarios, "el pltebld peqttffio IJ tonian
poco0 ntantenintientoe bo la tiottta qitc ee mmttnoea 1) ane-
gabita, g poblabn be mnq poco0 inbioe. (1)"
Refiriendose A la llegadn de Pedro Arias dice Angleria: (2)
eSe alimentan (10s de la Antigua) de 10s frutos del pais, y comen pan
tierno de inaiz y de raiees (boniatos,batatas.) De lo demcis llevaba el arnm-
da eomo carnes saiadas, (3) pescatlo salado tanibie'n, y harina en eicbas..
Pero muchos de 10s viveres se inutilizaron en tan larga nave-
gaci6n y antes que pudieran venir ausilios de la Espaiiola, de hambre
y modorra, segiin Andegop, murieron en nn mes m8s de setecientos,
10 que nos hace weer que se desarrollaron alli fiebres mortiferas.
No heinos encontrado documentos relativos a1 envio de ganados desde
la isla Espaiiola, de la que acaso no se atrevieron 10s gobernantes, ri sa-
car tan necesarias especies, que eran a6n poco abundantes en aquellas
islas ,en las que habia sido tan laboiiosa su propagacion y parece mas
bien que se llevaran en aquel viaje desde las islas Canarias, pero ocurrii,
entonces a b como antes habia sucedido en las Antillas, que Ins esigen-
cias de la alimentaci6n impedian se multiplicasen las especies producto-
ras de carne de las que 10s pequefios buques y la mncha distancia no per-
mitian conducir gran cantidad. Por otra parte, el trigo que en M+co y
en el Per6 se propag6 tan r8pidamente de nn pequeiio nfimero de gra-
nos llegados alli fortoitamente, en Castilla del Oro como en las Antillas
no encontr6 clima favorable para su producci6n y fnltaron bases tan
principales para una fuerte alimentacih. De aqui. que s e g h las rela-
ciones de aquel tiempo, se experimentasen de nuevo escasez y miseria
en la Antigua para atender a1 sustento de su brusco aumento de po-
blaci6n y no obstante la mucha mortalidad pasaron en un principio
grande escasee y aun hubieran sucumbido sin 10s ausilios que las in-
sistentes 6rdenes enviadas desde Espaiia (4),8 Don Diego p 6 Pasamon-
te, para que desde la isla Espaiiola les enviaran mantenimientos.
Con ellos se llevaron tambibn, desde la dicha isla a1 Continente la
mayor parte de 10s vegHtales en ella aclimatados que la analogia de
clima hizo prosperar rLpidamente, en aquellas regiones de la America
Central, como lo consigna Angleria diciendo (6):
11) Calecc doc. Nnv tom0 3 D i e i n n 998
izj fiicRXns-totio 2.0 pBginn &oP
(9) Segiin el libro de nrmndn yn c i t d o ; unas cntorce mil libras de cnrne; seis mil y pico de
vncn J siete inil y pic0 de pescndo.
(4) De Ins que heinos citndo yn las CBdulm d e Fernnndo el Cnthlico.
(5) DBcndn, NO 2." pBginn 174.
N m E Z DE BALBOA Y PEDRO ARIAS 146

Los sembrados y todas Ins hortalizas (1) crecen admirablemente en Ura-


ba. No es esto maravilloso Santisimo Padre? (2) Ll6vanse ci aqtcellas tierras
semillm de todas las cosas, ramas de plantas, retoEos, varetns y mugrones de
algunos akboles, y como hemos ilicho tambien 10s cuadrtipedos y las aves. [Oh
que admirable fertilidad! a mos veinte dim, eogen el fruto de 10s cohombros y
nerdurcm semejantes; lm coles, acelgas, lechugm, borrnjm y otras hortalizas i i
10.9 diez dim, las calabazas y melones 10s cogen a 10s veinte y ocho dim de seni-
brar la semilla. De 10s tallos y renuevos de nuestros arboles plantados en vi-
veros y en ho?los,y de las varetas ingertas en las ramas de 10s irboles del pals
que tengan afinidad, refieren que fructifican con i g w l rapidez que hemos
dicho en In Espaiiolaw .
Y con igual rapidez, en efecto, se transformaron para el hombre
aquellos antes miseros territorios. Llevarianse ciertamente alli el vino,
el aceite, la harina y otros necesarios alimeiitos de vida, pero la falta ca-
si absoluta y completa de 10s mismos, el hambre despiadada de 10s pri-
meros tiempos, no volveria A sentirse despu6s de haber cobijado aque-
110s territorios la bandera gloriosa y enriquecedora de Espaiia (3).
Esta primera propagaci6n de Ins plantas y 10s animales 6tiles de
Espaiia en la regi6n de Panamh, tiene una excepcional importancia por-
que como la isla Espaiiola para todo el litoral del seno mejicaiio, fii6 it
su vez Panainit la estaci6n y el punto de partida para enriquecer con
10s misinos animales y vegetales iitiles mucha parte del extenso litoral
americano sobre la costa del Pacifico.

VI1

BALBOA Y PEDRO ARIAS

'5'5 -15 17

F u6 uno de 10s primeros cuidados de 10s gobernantes de Castilla


tan luego como se tuvo noticia del descubrimiento del Pacifico,
deslindar 10s campos y las atribuciones del nuevo Gobernador y las

(I) De estns como hemos visto ibnn deade Sevilln en la armada hnstn doee calemines de vn-
rindns semillas.
(2) Estn DBcada estB dedicndn a1 8omo Pontifica.
(3) Trntaremos despuh, en iinn secci6n apnrte, de estos trnbajos.
37
146 N ~ I T E ZDE BALBOA Y PEDRO ARIAS
- __
- __. -
de Vasco N G e z de Balboa, a1 que olvidadas sus anteriores faltas.
le era concedido un puesto honroso, expidiendosele muy equitativa-
inente el de Adelantado mayor del nuevo Mar por 81 descubierto, y
encomendandosele la importante misi6n de construir en sus orillas las
primeras naves espaiiolas que debian sorcarle y comenzar tambien
su interesante exploracion.
Cons6rvase en el Archivo de Indias el testimonio de la Instruc-
cion, que para construir estas primeras naves en las riberas del Pa-
cific~,fue dada B Nuiiez de Balboa por Arias DLvila y por 10s Oficia-
les de la Casa de Contrataci6n establecidos recienternente en la An-
tigua y en el que se dice: (1)
33gae, el bicbo paeca Qititor be galbaa ~bolaittaba,can
la gonte qite a0 pareciore, ireie a1 ria bel caciyitc panen, que
eetk en la0 netttientee b e l mar bo1 s u r qite saleit a1 Galfa bo
San Btigitol, d alli en la mefar biepoeictan qite a0 parociero,
can lue maoetrae carptnterae qito lleoaie, pracitrareie qite
0 e bagan nnoius can taba biligencia d trataroie be oer 6 ba-
Mat: a1 biclp caciqite, k b e tenor cmt d l taba pat P amietab
d be rebutilla a1 eeroicia be eite altefae, s i n lo ljacor baliu
algitna, d l a ntienta babeie bo hacar can la0 otme caciqitee
camarcattoe a1 bicba pueblu b6 eetate, p u r que e 0 nccrearia
eu amietab d eaeiego para In caneorvncian be bicba pitrbla.”
Cnpo documento como tantos otros, inanifiesta el constante espi-
ritu de las instrncciones daclas con respecto it 10s indigenas, que no eran
caribes, por niits que A favor de la distancia y de lo lento de las coinu-
nicaciones en e1 sigloXVI, tales cjrdenes fueran frecueiitetiiente eludidas
6 quebrantadas.
Pas6, seg6n se le orclenaba, Balboa & la ribera opuesta, y con 10s
medios que se le facilitaban, procedi6 & construir en las orillas del
Pacific0 10s cuatro buques para coinenzar alli su navegaci6n. Pedro
Arias debia en tanto llevar it cabo la repoblncibn de Noiubre de Dios.
abandonado desde 10s tiempos de Diego de Nicuesn, p empezaria
B fundar sobre la orilla opaesta del Continente la ciudad de Pana-
in&, primer puerto espaiiol en el Pacific0 y base tambien para
nuevos trabajos y empresas geogrhticas. Era Pedro Arias persona de
elevada condici6n social, casado con Doiia Isabel de Bobadilla sobrina
de la famosa Marquesa de Moya amiga de la Reina Isabel, y pro-
. .
(1) hrchivo de Indins 2-5-a/,v Testimonio logaliando, tonindo del Lihro de registro de
Alonso de In Puente tesorero en 111 Antigua de DnriBn. Ertas 6rdenes fueron dadns en cum-
plimiento de Ins 6rdenes eqvindns d d e In Peninsnln.
PEDRO ARIAS 147

tectora que hi6 de Crist6bal Col6n y de ~ U planes. S Tenian de su matri-


monio ocho hijos, y de esta Dama refiere Angleria (1) que cuando su
marido se disponia para ir ignotas regiones del mzindo y a vastos derro-
teros de mares y de tierrm-, exigi6 acompafiarle como lo h i o . Xarchb
pues la de Moya con su esposo y seg6n escribe el mismo Angleria:
ghemos sabido p i e la denodada IsabeI de Bobadilla, edueada con todo
regalo, aguantaba el bramido del Occeano con tanto valor conto szi marido. 6
c m l q u i e r a de [os lobos marinos que se han criado entre Ens agisas del mar.,
FnB por entonces concertada la boda entre Vasco Nkiiez y una de
de las j6venes hijas del matrimonio Arias DBvila, y deslindadas, como
hemos visto, sus atribuciones y las de Balboa, suspendidos 10s pro-
cedimientos contra este y unidos ambos personajes poi concertados
vinculos de familia, nada hacia sospechar el inesperado drama que
con la probable intervencih de violentas pasiones, se desarroll6 entre
ambos en aquella apartada regi6n y B espaldas de 10s gobernantes de
Castilla, y que enFontr6 funesto deseulace en la muerte del Descubridor
del Pacifico.

VI1
YUERTE DE VASCO NOFTEZ.
CONDUCTA DE PEDRO ARIAS.-LOPE DE SOSA

I j17-I jig

I gnbrase, y acaso se ignorarI siempre, la causa por la cual iniciada


una disideiicia 6 una actitud rebelde en Vasco Nmee de Balboa, y
y colocado este frente I frente de Arias DIvila, f u B reducido Q prisibn,
y ejecutado B seguida de un brevisimo proceso, B principios, segi’n
parece, de 1617. Y dibse entonces el caso extraordinario de que, lejos
de apresurarse Arias DBvila & dar cuenta ofioial de tan grave suceso, y
do tal determinacibn, dej6 B Carlos V y B 10s del Consejo en la ignoran-
cia de lo ocurrido, pues en CBdiila de Junio de 1619 (2) se dice al mi5
mo Pedro Arias:
3’6 pltirgte ul preeente el b t c l p pusca p1tftefPte&& pre00”

(1) e Q r n o s para uuestra informacibn B .4nglerfa, por lo mismo que no e? nadA benholo
para Arias D h i l a .
(‘2) Arehivo de In Casa en el de Indi~s.-lS9-1-6. Dada en Barcelona 6 lade Junio de 1619.
No existia ya le antigua incomunicacion con las Antillas, ni la falta
de naves que en 1613 habia impedido B Vasco Nliiiez comunicar su
descubrimiento del Pacifico; lejos de eso, lo dificil era evitar que dejara
de saberse en breve tiempo en la Espafiola lo ocurrido en Tierra Pirme
y es lo probable, que aunque en la C6dula B Pedro Arias se le hable
9610 de la prisi6n del Adelantado, que era la verdad oficial por 61
comunicada, tuvieran otras noticias Carlos V y 10s dei Consejo. Asi a1
menos lo hace creer, no 9610 lo dificil de ocultar mBs de dos afios un
suceso de tanta importancia, sin0 tambiBn el hecho de que en el aiio
anterior de 1618 se tratase de separar de su cargo B Pedrarias, bus-
cando quien lo reemplaeara en la persona de uu antiguo y prestigioso
funcionario.
Fu6 este, Lope de Sosa, integro y celoso gobernador durante largos
afios de las islas Canarias en las que habia trabajado valiosamente pa-
ra el desarrollo de la industria azucarera, llevada alli por 10s espaiioles
antes de enriquecer con ella B las Antillas. Del prestigio de este antiguo
funcionario con el que se trataba de reemplaaar B Pedrarias, y de 1as
consideraciones que se le guardaban, nos dan testimonio 10s terminos de
la CBdula enviada por Carlos V para ofrecerle el cargo y que dice: (1)
"@I ?&q=gope be 3oea: gtabeb qito tenienbo entera in-
forntacion be oiteetra persuna, linafe, ij elrperirncia g be lo
qite kJaheie ecruiba ri lue datblicae Seijee mi0 SeAuree d
abueloe,....,.,, oue kJe manb&u nutnbrar p a r a ir ti entonber
en la gohernacian g poblacihn be la t3Xettra pirme d ti facer
. citmpltr niteetrae inetritccionee E orbenan~ae......... g aitn-
que tne ban informafro, Wte la qite g d UOQ titanbare aeit seroir
lo aceptareie, rur eer el cantina tan larnu g que teneie ne-
cceihab bo pruueer la%c m a e qite oe cnmplen, acorbd be ure
1u bacer saber, par enbe $Jb 000 encardu qite litoao lite oe-
mShaqe oitestra oolitntab, etc."
Como hernos dicho, el hecho de busnarse en Septiembre de 1618
quien reemplmara B Pedrarias, arguye A favor de que como era natural
se supiera ya entonces en la Corte la ejecuci6n de Vasco Nliiiez ti
principios del aiio anterior de 1617. P sin embargo, todavia en Junio
del aiio sigaiente de 1619 parece que no habia comnnicado Pedrerias
A la Corte este tan grave suceso, y asi se explica que en CBdula de tal
fecha, se diga a1 mismo Pedrarias: (a)

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indins--139-1-6. Dado en Znrngozn 2 de Septiembre de


1518. Estn fechn dehe cormponder li noticins confidencinles de lo ocurrido en Tierrq Firme eu
fin de 1517.
(2) ArchirodelaCnsnen elde 1ndins.-CQduln SncitsdndeBnrcelonnblSde Jnniode 1.516.
PEDRO ARIAS 149

" g d lp ee€bu infurmabu qur paeeu @niter be @albas,


ein licencta especial niteettta fitd' ci la p a r t e bel matt bel
e tt ,t i hncett cterto bescubrtmientu sun cietttus naatue t
gents, d qite en dl tom6 t uoo ciotttae cosus, t qite a1 pre-
sente 01 Bicbu pascu !&tuiiieteetk ptteeo, etc."
Existe a1 margen de esta CBdula una cuiiosa nota de letra antigua,
quiz&de alguno de 10s primeros cronistas, que dice y hace constar con
raz6n:
"tpte en 18 be gitntu bc 1619, n o eo eattfa la miterto
be 3. (eic) VitAct, pattqite pebrartas n o befaba ttonitt ti na-
b i e (I), g eitcebid t i prtncipius be 1517."
Tan escasa esperanza tenia Pedrarias de que fuese en Espaiia
aprobada su conducta que trat6 9610 de ganar tiempo, pero constituyen-
dose con tan extraordinario silencio'en un estado de mansa rebeldia del
que s610 sali6 con bien 5 fuerza de astucia\y de no peqneiia fortnna.
Favoreci6le esta no poco por de pronto, porque no obstante haber
aceptado Lope de Sosa el puesto dificil que se le ofrecia, muri6 en el
puerto al tiempo de sii llegada Castilla del Oro (2) y de esta circunstan-
cia aprovech6se bien Pedro Arias, logrando que la informacih que se
ordenaba hacer B Lope de Sosa, la hicieran parciales suyos con menosmbo
evidente de la verdad y de la justicia. .
Ac6sase It Pedro Arias no s610 por la ejecuci6n de Balboa, sin0 por
las correrias y daiios que sus subordinados causaron en 10s indigenas con
la salvaguardia de que se consideraban como esclavos aquellos que
eran caribes, y ciertamente que la necesidad de tener paniaguados y
gentes L su devoci6n, abria peligroso camino It todos 10s des6rdenes, y L
10s mayores abusos. Con Lope de Sosa march6 ademLs en la armada
de Gil CfonzLlez DAvila, el Piloto de la Casa de Contrataci6n And&
Niiio de la familia de 10s Pilotos Niiio de Moguer y a1 que erradamente
califica Herrera de portugu6s, porque de este Piloto p de otros varios
de su familia quedan nuluerosos antecedentes en el archivo de In-
dias (3).
Debia AndrBs Niiio comenzar la exploraci6n y navegaciones en el
mar Pacific0 y para ello deciase B Pedro Arias en la CBdula citada de
Junio de 1619:
"Mb ous manbo, qite en ttectbfenbo eetu proaeaie cornu 430

(1) Asi se dice tambih en la CQdula.


(2) Herrera, DBcadn 2.' pbgina 85.
(3) Archivo de Indins-l-Z-~/lv Informaciones de Pem Alonao NiEo de Moguer.-Hny
dos,una en Xoguer y otrn en Tunja, Kuevo Reino de Orsnads.
58
160 BERBANTINFnS AL PACiFTM)

entregiten a1 bicbu a i l @urt~ale~ Wbue la0 nanioe d fitstas


que el biclp gascu pitfiet llenaha d qiiebarun beearmabue,
para qite cun cllus, 5 lo0 bemae que be ucd ee llettatt,pue-
ban bncor e1 bicbu brecitbrtmientu i Piaje ettc.”
Acaso extraiie como habian de reonirse las peqoeiias carabelas 6
naves construidas por Vasco N6iiez en las aguas del Pacific0 con las
que seg6n esta Cedula se enviaban desde Espaiia; pero hemos de adver-
t i r que e s b s naves no eran otra cosa que bergantines hechos en pe-
dazos en Sanlficnr, 10s cuales fueron alli embarcados por 10s de la Casa
de Contrataci6n para ser llevados B Castilla del Oro, y una vez desem-
barcadoq, debiaii ser conducidos all& B lomo B traves del Istmo de Pa-
nam8, y armados y reunidos para ser botados a1 agua en las riberas
del Pacifico.
Fueron hechos estos bergantifies por Crist6bal Vizcaino y en el
Libro de Tesoreria de la Casa se encuentra asi consignado en 10s asien-
tos relativos a1 afio 1619 (1).y con la coopefaci6n de estos buques sevi-
llanos fu6 por tanto comenzada la exploracidn del Pacifico. El factor de
Portugal en Sevilla SebastiBn Alvarez, que daba aviso Q aquel Monarca
de cuanto en la Cam se hacfa en materia de expediciones geogrBficas,
escribe en su carta de 18 de Julio de 1619 (2):
”@tmarmaba ee bace be tree nattioe, be qite ~ rp ta r capi-
tan 3nbres pifiu (l), g Ileoa d r u s bue peqiteftus en pique.
@d ti Giettra firme a1 pitorto b ~ garien: 1 be alli, pur tierra
tteinte lenitas a1 matt bel sur paeanbu la0 b o 0 naiiius en
pietae, g cult ellae bcecrtbrir mil legitae g nu mae, cuntra el
lueetc, as cuetne b e la tierra sit; ee llama aatagu. a n eetue
l ~ bea ir pur capitan tnaqm a i l @untalst@dttfla,cuntabur be
la @epafiala.”
Pero como B su tiempo diremos, la exploraci6n del Pacifico, aunque
intervenida por 10s de la Casa, la que se enviaban las observaciones
hechas para la formaci6n de las Cartas maritimaq no fue llevadn a
cab0 por Ias naves de la misma.

(1) Archivo de 1n Casa en el de Indias43-2-a/s. Asientoa del aiio 1613. No sabernos si aste
CrisMbnl Viocaino ea el llnmndo CrisMbnl MIBrquez, que hizo 10s bargantinea en piezas que d&e
.Sevilln se llevnron B la Antigun de D n r i h en 1614.
(2) Colec. de doc. de Nnv.-torno 4.O pnginn 166
EXPEDICION DESTINADA ..4~PACIFICOY A LA ESPECIERIA
DESCUBRIMIENTO DEL RIO DE LA PLATA
MUERTE DE SOLIS

I
L.\S ClPITULACiONES

IjIj--rs16

I descubrimiento del Pacifico, alotro lado del Nnevo Continente,


1 2debia determinar J- determin6 miiy Inego en Espaiia, doude tan
atentainente se estudiaba cuanto podia referirse las exploraciones y
& 10s descubrimientos maritimos, nuevos intentos para encontrar un paso
navegable que condujese 10s buqnes de Castilla hasta aquel deseado
Ocbano descubierto ya por 10s espaiioles y que, en el lugar inismo de su
descubrimiento, en Castilla del Oro(1) precisamente, se encontraba A no
mochas jornadas del Athntico. Con la exploracih de este Nuevo Ocba-
no hasta entonces ignorado podrian realiearse tainbien m h facilmente.
10s constantes 7 justificados esfuerzos hechos hasta entonces por 10s go-
bernantes espaiioles valiendose de la Casa de Sevilla, para reconocer has-
ta el opuesto ineridiano la demarcacih correspondiente & Castilla.
Tales eran 10s principales fines de la importantisima expedicibn,
que tan luego como se sup0 en Castilla el descubrimiento del Pacifi-
co, (2) era enconiendadasn 1614 a1 Piloto Mayor de la Casa, y cuyo plan
(1) En la AmBricn Centrnl.
(2) No cousta que sesupiera h a s h Agasto de 1614, en cnya fecha escribe el Xlanarca sn o a r h
ya citndn pnrn Pedrarias en 19 de dicho 1110s. Debi6 entonces ser llamado Solis 4 la Cork, 89-
tndinr con Fonseca la expedici6n y fileron firmndas Ins Capitulaciones de Mnnsilla en No-
viembre de 1514.
162 DESCTJBRIMIENTO DEL RiO DE LA PLATA
-
__. -. ~_________ __ -__

muy estudiado se@n 103 conocimientos que A la &n se tenian de la


Tierra, partia en todos sus extremos delos descubrimientos hasta entonces
realizados. El proyecto paraestaexpedicion constituia en efecto uno de 10s
mb importantes entre 103 organizados en la Cam de Sevilla, y segun de
103 documentos se desprende, de realizarse por completo, hubisra consti-
tuido con la8 exploraciones portuguesas conteinporAneas un primer re-
conocimiento de la Tierra; y aunque fracmada en su primera etapa, di6
sin embargo lugar It un descubrimiento geogrB6co de tan& importancia
como el del gran Rio de la Plata, uno de 10s inas caudalovos de la
America del Sur.
Fueron firmadas la Capitulaciones para este viaje, el 24 de Noviem-
bre de 1614, (1) y era su principal objeto segiin la fi.aue empleada en
dicho documento I ’ i r 6 brecitbrir rt lae repdbae br Caetilla brl
O r d ’ (2) (America Central) est0 es, en el mar descnbierto el aiio ante-
rior por Vasco NSiez de Balboa, y para ello debia Solis buscar en pri-
mer termino, un paso navegable B traves del Nuevo Continente. No se
consignaba en las referidas Capitulaciones el sitio, ni la latitud en que
este paso deberia encontrarse, y comenzaba ya aqui la parte hipotetica
de este viaje, que no en balde era para descubrir. Tenemos sin embargo
acerca de ello el derrotero emprendido por Solis en su viaje, el cual
demuestra claramente que su inrestigaci6n debia tener lugar m&s a1
Sur de 10 reconocido liasta entonces por Yailez Pinzdn y por -4m6ric0,
en SUR anteriores y respectivos viajes B la Ainerica Meridional. Nada se
dice en las Capitulaciopes, acerca del Rio de la Plata, ni se dan tampoco
instrucciones para reconocer si1 curso, creyendolo ya descubierto en 1513.
El silencio que acerca de est0 guardan las Capitulaciones de 1614, que
examinamos ahora, es una raz6n m h para creer que el viaje pa citado
de 1613 no lleg6 A realiearse.
Una vez encontrado este paao, vaticinado y esperado ann por dife-
rentes cosm6grafos y nltvegantes, B seniejanza del que existia a1 Sur de
Africa y navegando ya 10s buques espaiioles en la8 sguas del Pacifico,
debia Solis recobrar la altura de Castilla del Oro, para lo cual, como
hemos dicho ya, habia salido Arias DBvila algunos meses antes, (en
Mayo) con una nulnerosa armada y mil qninientos espafioles de desem-
barco. Segun 10s t6rminos de las Capitulaciones debia navegar Solis

(1) Archivo de Indins de Sevilln l-ld/s.,. En Mnnsilln en dichn fechn.


(2) En terminns no &aicos, pero d gdficos y expmsivos, llnmnndo car& 4 In costa oriental
de Cnstilln del Oro que mirn hncin Espnfin. Re deoinn Ins espnldas de dichn Castilln B 1n costa
opuesta 6 occidental.
DESCWRINIENTO DEL RiO DE LA PLATA 163

hasta llegar j ' l l la0 eepdlbae be la tierzta bonbe agora eetti @r-
blro araq (corrogibo 3 r i a e ) nti &&pitan(Benerd, d @oberita-
bor be &aetillabel mu"
"6 lucgu qito Ilcgtirebee, ee bise en la0 inetrttccionee babns
ti s o l i e on la ntieina pcha (I), ti la0 cepalbae be (6aetilla
bel ora boltbe cetittiierc &?obrarine,mniarloie itn nteneafer~~
soit satrtae i*itoetrae,iJaci6nbome saber lo que iJabeqe aieto
l ~ a e t aalltj, ij enuiabmc la finitra b e aqitella coteta &" y deciase
tambien L Solis qiie se daba aviso de su viaje L Pedro Arias, a1 ciial se
le ordenaba que se estableciese sobre la costa del Pacifico, en el terri-
torio del cacique de Ponea, e hiciese un camino practicable a1 otro mar.
Estas instriicciones que se daban it Solis, aclaran lo expresado en
Ins Capitulaciones acerca del plan de riaje y manifiestan tambien, que
dicho plan era muy coinpleto y que tenia por base, como hemos dicho,
un detenido estiidio de 10s descubrimientos y exploraciones realizados
hasta entonces en el Xuevo Continente. No constaba & la saz6n con
plena certeza, qiie 1as tierras continentales se extendiesen sin interrup-
cion hasta mas alld de 10s 23" 30' de latitiid Norte, hecho que liabia
qiiedado establecido it consecuencia de la espedicicin dirigida en 1605
por 10s Pilotos de la Cast P h i e z Pinz6n y Solis con Pedro de Ledesma,
y deciase por esto & Solis en las instrucciones para este viaje de 1514
despues de llegar L las espaldas de Castilla del Oro "d cmtiitnarcie
nitcetrn cantina, 6 si iJaijpaeu coinu b o isla, 6 s i iJitbiceeabcr-
titra pur bonbe pohaie oitniar otrne cartae ti la isla b e Qit-
ba, (prhisiinnntcnte en In refpriba Intititb) enninbnte ntro
iJo'mbrcp o r allti con noticiae."
No em este, sin embargo, el terinino del proyectado viaje, pues
que por ese paso siipuesto en el hemisferio boreal para la isla de Cuba, no
ordenaba a6n el regreso de Solis, sino que escribiese "IarnO, particit-
larntente be Io qito penellrebee iJnscr be allq abelante &.''
Este final deja sin determinar la ~ l t i m aparte de la exploracion
que es probable estuviese niuy especialmente convenida, y que emplease
el Monarca la misma reserva que en otras ocasiones (2) no obstante su
indiscutible y claro derecho, deseoso de evitar niievos recelos y diferen-
cias con 10sgobernantes portugueses. Faltaba, sin embargo, una parte

(1) Archivo de Indins de Sevilln l-l-1/2v Dndns tnnibih en Mnnsilln.


(2) Como constnntamente se obsenxdesde Isprimcrn eapedici6n destinndn iIn Especierin en
1505.-Arch. Indins de Sev." 139-1- 1. CQdnln de 6 de Jonio de 1M)5 decin Fernando V -4des-
cnbrir por el Oc6nno ciertm pnrtasb p en ?3 de Agosto de 1M)6, estnndo yn listns Ins nnves dice
del misrno viaje Felipe de BorgoHn apnrn descubrir 1n Espcierin.. Arch. Simnncas. CQdn-
Ius de C4mnra. Lihro 17, folios 90 y 91.1
39
164 DESCUBRIMIENTO DEL RfO DE LA PLATA
. ..- _____

muy considerable del propectado viaje, pues que testualtnente se dice


en Ins Capitnlaciones, que una vez en las espaldas de Castilla del Oro,
esto es en la regi6n de Panamti, debia la armada de Solis
**cantinitnrahclantc, k ir hcecultrienbu por lne bicbas
oepalbae b e Qnetilln hcl ora, inil k ectccientne lcgitne b mn0,
si pixbtr?ttebes, caittnnba Besbe In rnqa hc heiitarcnct6n(limb
tee k~iepana-partitgitceeecn &m8ricn) qtte vti par ln puntn
b o la b i ~ l j aCnetflln bel ora, nbelaitte b c lo qite na ee Ija bee-
citbicrtu baetn agora."
Nada se decia en las Capitiilaciones acerca del regreso de la expe-
dicibn, aunque el limite de las mil 6 setccientne leguas parece indicar
que10 encargado L Solis era 110 pnsar adelante, y eritnr asi el llegar 6
10s mares de Portugal. RecoinendAbase al Piloto la mayor prudencia
y precaucibn (que descuid6 tener) it fin de evitar el fiwaso de la expe-
dicibn, qite procurase no caer en alguua asechanza de 10s naturales de
lrts tierras que descubriese, y sobre todo qne turiera el ma,yor cnidado
a1 tocar en tierras del Rey de Portugal, cuya bnena armonia con Cas-
filla procuraba y deseaba tan sinceramente Fernando V:
"17 q l t C tCttgat)+ lttltc1JDCItihl%bO,
hiCC In Gihltla, I t 0 tdlfltPi*
cn innfin nlgititn cncini~rai j cn ningitita hc Ins ticrrne qitc
pcrteitcceit ti l a Qarann &ten1Sc pai4iq7n1, porqitc ce niteetrn
oolitntnh yitc 1ne @%pititlaciuitce beetoe 5tciitoe can .
lo0 h e
~ u r t i t g n leie
, gitnrhcit q cttntplnn cntcrnineittc @).'I
La orden era en este pnnto espresn y teriuinaut.e, y sin embargo
'
temeroso sin dnda el Monarca de nilevaa reclamaciones de aqnellos
gobernantes, dispiiso las cosits de inanera que la espedicibu qiie se
preparaba npxeciese coino heclia personalinente A costa de Solis, y
no por el Estado. Coiista en efecto, por las respectivas Cartas dirigidas
entonces a1 Doctor Mittieneo Tesorero, y a Juan L6pez de Recalde
Contador de la ( h a de Sevilla, que el Doctor deberia entregnr B Re-
calde la snina de cnatro mil dncados de oro, que il sn vez Recalde
.entregaria p3rsonalmente L Solis, el ciial prepararia con esa suina en
Lepe 10s buques necesarios Qara hacer la espedicicin, coin0 si fuese
asrinto suyo y de modo que "ittit:titna e e p a tfite gb innitho hnr Bi-
ncrae p a r a cllo iti tenga parte cn 01 ~tinic."(3)
Hasta tal punto, '5 con bien elevado criterio, esquivaba el Gober-

(1) . h ~ % r o de ltidinn de Scrilln. En In.; referidas InitriiccioaBs dnaas A Solk-Legnjo .*


docamonto p citndos.
('2) Archivo do Indins de Se\.illn l-l-?/2v
(3) Colec. de doc. do Xar. totno p:igiiin 1 3 i .
DESCURRINIENTO DEL RiO DE LA PLATA 166

nante espafiol despertar recelos en Portugal, y hasta tal punto es ab-


surdo admitir que quien para ello ponia tantos cuidados, agravase estas
cumtiones, ooino se desprende de la supuesta criminalidad de Solis y
del ordenado secuestro de sus bienes, no obstante 10s cuales aparece
este Piloto piiblicamente impune y libre, y armando en Lepe cercano
it Portugal 10s bnques para su expedici6n. ,

I1
LOS BUQUES.-LA PARTIDA

s
I jI4.-I j15

egiin lo estipulado, debia proporcionar Solis 10s buques y todo lo


necesario para esta armada, mediante la entrega de cuatro mil
ducaclos de or0 por el Contador de la Casa, L6pez de Recalde. Los bn-
ques debian ser s610 tres, y recordando tainbien en ello 10s llerados por
Co16n en su primer riaje, debian tener cortas dimensiones y calado,
para que pudiesen reconocer iiiinuciosainento el litoral 6 internarse
por cualqnier ent.rada, canal 6 pnerto que se presentase, y de aqni que
solo tnviese unas setenta 6 ochenta toneladas el buque 6 nao mayor, y
flieran a6n mAs pequeiios 10s otros dos, que eran dos carabelas.
Formaban parte muy principal de esta expedition, un factor y un
contador, 10s cnales, coni0 no era raro que en esta clase de expedicio-
nes ocurriese, podian fiscalizar it Solis y a 10s cnales se encargaba:
"ljiciesrit ti rste itnnrgante ltiten tmtatnirnto, ij qite en tobo
Io nitinsen coino inns conttiniem, p a r a qite ntcior yitbiera
citmp1i.r lo que bettia." (1)
Era ciertamente Solis el Jefe marititno y superior de aquella ar-
mada, pero lleoaba coin0 consejeros 6 asesores it Marquina y it Alarc6n
con 10s expresados cargos, debiendo ademas Alarc6n deseinpeilar la
inisibn de escribano o secretario que pudiese resolver con Solis cual-
qnier asnnto dudoso que se ofreciera, cosa bien fkcil en una expedicih
, tan largn. y por mares tan desconocidos, aunque lo verdaderarnente es-

(1) Instracciones dndns d Frnncisco 1Iarqnin:r y d Pedro .ilnrc6n ahonrirndole, ngregn est0
docomento, coni0 d persona t i qnien Sos hnbemos dndo el cnrgo que llevn porque lo inismo ha-
rk Bl con vosotros B ninbos hnbeis de eshr mny conformes barn todns 1ns COSRS en nuastro
servici0.n-Archivo de Indins de Sevilln l-l-'/28. Observemos que desde e l desvanecimiento
de In ncnsaci6n 6 denuncin de 1513, mnnifiesta el Rey mayor considernci6n y deferencia hacia
Solis.
166 DESCUBBINIENTO DEL RiO DE LA PLATA

traordinario liubiera sido enviar a1 Piloto sin otras personas de quienes


ttsesorarse, que 10s rudos y avezados marinos que componian las tripu-
laciones allegadizas de aquellas pequefias naves. De cuanto decimos
ofrece palpablo priieba el desconcertndo regreso de esta armada, luego
que en una asechanza de 10s indios, perecieron con Solis 10s referidos
Marquina y Alarc6n.
Dibronse en aquellos dias toda clase de facilidad.esy anxilios a Solis
para aprestar las naves que componian su pequeiia flota, y orden6se con
tal objeto B 10s de l a Casa de Sevilla que permitiesen B 10s PiloeOs C o b
y Torres, hermano y cuiiado de Solis ir con 61 en este viaje, y que se
les adelantase un aiio de sus sueldos (1). FuB autorizado tambi8n Solis
para levantar ochocient.os qiiintales de bizcocho (especie de galleta) de
su villa natal de Lebrija (2), particip6 el Rey B dicho municipio que
liabia hecho merced a1 Piloto de ciertos t e r e n o s baldios de su termino
municipal ”be ctetrtae- tferira%,hice la ddbltla, en IUB m d e s
&e e0rt ttSlla.” (3)
Parti6 muy luego Solis para Andalucia, &finde preparar su arma-
day se encontraba on Sevilla desde principios del aiio 1616, y seglin
consta en 10s respectivos asientos de 10s libros de Tesoreria de la Casa
d e Indias, en 10s mews de Enero, Abril y Mayo fueron entregados por
el Doctor Matienzo B Recalde y por este B Solis 10s plazos sucesiros de
10s cuatro mil ducados de or0 que para el %presto de su armada (4)
debia percibir el Piloto Mayor, y en el mes de Julio recomendaba el
Rey A Solis la ma.yor diligencia para ultimar 10s preparativos B fin de
que todo esturiese dispuesto en la fechn convenida de antemano ”tf -00
00 yobate partizt, C O t t c0a atrmaba cun IR b c n h i c i h he guee-
tru gciiur.” (5)
Hechos todos 10s aprestos y comprada tainbien la artilleria, (6) pues
sin duda por la reciente salida de la armada de Arias DAvila no la
habia en la Casa, fuB coinisionado en el mes de Agosto el &mitre Diego
Rodriguez (7)para ultimar el despacho de las naves, 8 hicibronse luego B
l a vela 10s pequeiios buques, que sin dnda para tomar la artilleria 6 el

(1) Archivo de Indins de Serilln 1-l--i/2,. En Xnnsills 24 de Noriembrede 1514.


(2) Id. id. En In iiiismn fechn.
(3) Id. id. Po CBdoln del inismo din.
(4) Archivo de In.Cnsn en el de Indins-39-’2--’/,. En Ins respectivs feehas.
(6) Ynvarrete, tom0 3.’ pdginn 141. En 27 de Julio de 1515. Cnrtn del Rey 4 Solis contes-
tnndo b 1n suyn de 7 del mismo mes y nfio.
( 6 ) A Junn Qnrcin de Uribnrri guipiizcoano, a1 cunl se le comprnron seis pnsarolnntes y
dos lombnrdns gruestw pngbndosele su importe segiin el respectiro nsiento en e l Libro de Te-
sorerinde la Cam. Archivo de In Cnsn en el de Indins--SI)-2-*/,. En 8 de Septiembre 1615.
(7) Seglin nsiento del mismo din en el referido Libro de Tesorerin de In CBsn en el qiie se
pngnron b Rodriguez sns honornrios por &te servicio.
DESCWRIMIENTO DEL RiO DE LA PLATA 167
___ - _ _ _______
bizcocho de Lebrija j- otras provisiones irian a1 Guadalquivir des-
pues de ser construidaa en Lepe, dirigibndose de nuevo & este puerto
de la provincia d e Huelva, que estaba en su cainino y donde acaso ten-
dria que recoger algunos tripulantes 6 bastimentos. Y a en Lepe ocn-
rri6 un grave accidente no muy extrailo, dado el procedimiento de
contrato ernpleado para formar esta expedici6n. La nave mayor y que
hacia de Capitana zozobr6 en aquel puerto el 16 de Septiembre, per-
diendose tambien muchos de 10s bastimentos, suceso qne presurosamen-
te coinunicn el Piloto Mayor L 10s de la Casa, y estos a1 Rey enviando
adem&s a Lepe a 10s c6mitres Sevillanos Diego y Lope Rodriguez (1).
A la noticia de este accidente, contest6 diligentemente el Monarca
ordenando it 10s de la Casa con fecha de 24 de Septiernbre (2), que re-
inediasen lo ocurrido y Re llerara a efecto el pronto despmho de la ex-
pedici6n como en efecto se realiz6, siendo sustituida por otra la nave
perdida, y merced h, est0 el 8 de Octubre de 1616 partia Solis desde la
barra de Sanlhar, como consta por consignarlo asi 10s de la Casa en su
carta de 30 de Octubre, en la que dicen a1 Rey que susponderian el
cobro de cien ducados A la mujer de Solis, ”baeta qitp flmtdoa,
ppartt6, agregan, e n 0e0ufmtrntube 0it otafc beebe &ntlitcar ti
P C ~ D be Octitbtte (3)” palabras que no dejan lugar duda acerca de
la salida de esta armada desde Sevilla y no de Lepe, como han creido
algunos autores, quiz&por el hecho de haberse armado 10s buques en
dicho puerto 6 porque L su paso por el se detuvieron efectivamente
para tomar algunos tripulantes, 6 bien con objeto de recoger algunos
efectos utilizables que quedaran alli al ocurrir el naufragio de la Capi-
tana.
Debi6 pues Solis volver de Lepe B Sevilla, 6 por lo menos A S a n k -
car con las dos carabelas pequeilas & fin de recoger la nave con la que
10s de la Casa reemplazaban la zozobrada en Lepe y unidos 10s tres
buques salir la expedici6n para la mar el ocho de Octubre de 1516
deteniendose 6 no su paso delante de Lepe, y se conserva adem& una
Carta de Fernando el Catolico dirigida a1 Doctor Matienzo y B sus com-
paileros en la que se manifiesta muy complacido por el definitivo despa-
cho de esta armada (4).
(1) Segiin In Cartn del Rev 4 10s de la Cnw en 24 de Septiemhra de 1616. Archivo de In Casa
en el de Iudias de Sevilln 139-1-6. Dnda en 91mnz4n.
(d) Archiro de la Casn en el de Indim 139-1-5. Dadn en AlmnzAn en dichn fechn.
(3) Cnrtn de 10s de In Cnqn n1 Rey. Archivo de Indias de Serilln 26--1/, en la exprasade
fecha.
(4). Archivo deJnCnsnen el de Indins de sSvilln.-lS9-14, niio de 1’616 pero sin m8s
detalle de fechn. A m o en contestaci6n 4 In yn citadn de 50 de Octubre de 1616 dirigidn a1 Rey
por 10s de 1n Cnsn.
40
158 DESCUBRIMIENTO DEL RfO DE LA PLATA
___ _____-~

I11
EL VIAJE

15'5

N o obstante haber muerto con Solis 10s Jefesprincipales de estaespe-


dici6n, menci6nase la existencia de dos relaciones de este viaje,
debidas la una a1 Piloto de Lepe Francisco de Torres cuiiado de Solis,
y enviada la segunda por uno de 10s tripulantes B deudo suyo que habi-
taba en Cadi&. De una de estas relaciones pudo haber dispuesto el cro-
nistaHerrera, a juzgar por 10s detalles con que en susDBcadas (1) ex-
pone este viaje, y ciertamente es de sentir no hubiera conservado en stis
inismos terminos esta relaci6n. que por iiijls de un concept0 parece pro-
ceder de un estudioso y observador navegante.
aencnniin6se, dice (Solis) nl preerto de Snnta Crrtz de Tenerife en lm
i s h Cnnarim, salio de nlli en denrnndn del cabo Frio p i e est6 e n 22 grndos
y niedio de im E p i n o c c i n l 6 la costa de San Roque en s e i s g m l o s , nncegnndo
nl sic^ cicnrto del Szcdoeste ?I 10s Pilotos rlecinn que ilmn ci bn~lot.entodel Gnho
de Snit Agicstin ci nonenta 1eguns.s
Observaremos que segun &a relacibn, auiique costease solis la
AiuBrica del Sur desde el cabo de San Agustin, es lo cierto que iba en
clemanda del cabo Frio a 10s 22 y pic0 de grados de latitud Snr, punto
hasta el cual habian llegado con toda segmidad las exploraciones de
AmBrico en 1504. Del inisino modo consta que a1 reanudar Francisco
de Oaray la exploraci6u en el heinisferio boreal para enlaznr en la
Florida con 10s trabajos de Ponce de Le6n parti6 desde Panuco A 10s 23
y inedio grados de latitud Norte, en la que precisamente terminaron co-
1110hemos visto a su tiempo 10s descubrimientos hechos en 1609 por
Yatiez Pinzdii y por Solis, cuyos datos interesa seiialar porque mani-
tiestan que realmente fue met6dico y cientifico el reconocimiento hecho
en el litoral del Nuevo Continente.
Desde su llegada B aquella costa, y desde la latitud Sur de cuatro
o seis grados, dice Herrera:
< Vi6 laeosta de San Roque en seis grados navegando a1 Sur, cihnrto Su-
tloeste y 10s Pilotos deeian qzke ibnn a barlovenlo del C d o de San AgiLstin, ci.

(1) Decndtt 2 * pAginn 11.


DESCUBRINIENTO DEL RfO DE L A PLATA 169

noljenta leguas. y eran tantas las corrientes qiie iban a1 Oeste que 10s ecltaron
a sotavento del eabo de San Agustin dos grados, el cual estd e n oeho grados y
an ctmrto. D
Prosiguiendo el examen de este viaje dice Herrera
e P cuatro grados antes de llegar a la linea, eqrcinoceial de la bnnda (del

Jieniisferio) del ATorte perdieron Ins guardas y pasados otros tantos de In


bunda del Sur lespccreeib que descubrian las Guardus del Sur, dieiendo que
eran dos nubeeillas Blancas, pero e n esto se engnGaron, ptses estas nicbes
aparecen y desaparecen e n un niisnio lugar segQn el aire que corre.
Poco conforme con la relacih de Herrera se inanifiesta Pigafetta
que el afio 1619, dice:
e vi, (en el henaisferio austral) si vedono due gruppi di stelle a foggia di

clue nebbiette epoco f r a loro distunti. In niezzo a queste nebbiette, vi sono due
stelle niolto grandi e rilncenti, che hanno poco 9noto. Queste due stelle sono
i l polo antartico. (sic) (1)
Lasestrellasdel hemisferioauvtral habian sido ya vistas por nnestros
navegantes en el via,je de Yliiez Pinzbii de 1499-1600. y aunque 110
haga quedado relaci6n alguna del rnisino consignalo =\ngleria diciendo
que habian visto figuras de estrelias (conqtelaciones) inny diferentes de
las de nnestro hemisferio. De ert<ismisinas estrellas y inanclias de nebri-
losa.; dice en Bpoca posterior (1653) nuestro Beriiabi: Cobo en 511 Historia.
del Suevo Mundo (2).
* Vense c n t o m 0 dc esta eonstelacibn (del criccern) nlqtcnns nianchns de
In Viicc lactea. niuelio n i w c l a m s que lm restuntss dellas, y entre ellas pnrfi-
czLlai.))ientpjiC?ttoci In estrella del p i e del Criccero, dos o'tres ntanchns de cielo
niucho nras oscurm que el resto del ntisino cielo, y grcin nfintero de estrellrispe-
queGrts. de lm cuccles nl.qunm estcin mcis cereana8 a1 Polo, y principalniente
aeonipcaGccna1 Crucero dos nm/grandes estrellns que v a n m poco detrcis del,
easi en la niisnia alturn u Ins cunles llanrnntos lm Guardas del Crucero.s
e Cae esta constelnrion del Crucero, dice podticnmente el niisitio escritor, en el

sign0 de Escorpion y feneee e n elln la Via lncten; y mi viene a estnrel Cruce-


r o conio rieo joiyel de finos y erecidos d i n m a n t ~ sque
, pende de un collar de
p i e d m preciosas, (2).

(1) Pfimo riirqqio intorno nI gloho torriqneo por el cabnllero Antonio Pigntkth li519-I3Z?.
N i l i n , nno de ISOO, pigiun 47.
(2) En si1 tomo 1." cnpitnlo 8.O pti$na~GV titnlnda <,Aspect0del cielo nostrnl 1 ins rstrellns
.que pevcibimoson 81.. L n Ifistorin el huievo Miindo tiic teriuinndn por SII nntor hncin 1663
segdn refiere en SII pr6logo en cnya feclin rcgres6 i Espaiis. despids de reyidir desde 1B96 est0
67 niloi; cu In A d r i c n E-ipniioln. Estn obrn iiotnhle del siglo l'i fn6 en s r n n parte escritn en
el Per6 espniiol.
(9) -El ontumlistn Oviedo, con el intar& tic nqnelln Bpocn dospertnhnn todm nuevas obser-
le
vnciones y conociinieutos, solicit6 y obtnvo Cnrios v poner en su escudo de nmms esm cans-
telnci6n del Crocero.
160 DESCUBRIMIENTO DEL Rio DE LA PLATA
__ ___ ~~ -

, . .

Deswbrimiento del Rio de la Plata

Prosiguiendo en el examen de esta relacion, dice Hei-rera:


Llegaron a1 rio de Geneyo (Rio Jnneiro) en la costa del Brmil, que ha-
llaron en veinte y (10s grados y un tercio de la equinoccial a1 Sur; y desde este
r i o husta el cabo de Navidad es costa nordeste sudoeste y la hallaron tiema
baxn (playa) que sale u la mar; no pararon hash el rio de 10s Inoeentes que -
estci en 23 grados y un cuarto; fueron luego en deeianda del cabo de la Cana-
nea que esta en 26 grados eseasos, y de aqui toinaron la dei-rota para la isla
que dixeron de la Plata, haeiendo el cantino del sudoeste y surgieron en una
Tierra que estci en 27 grados de la Linea, ci la c u d llamb Juan Diaz de So-
lis, la bahia de los Perdidos. Pusaron el eabo de las Corrientes y fueron a sur-
gir en una Tierra en 29 grados, y corrieron dando wista ci la isln de San
Sebastian de Cadiz, ci donde estan otras tres islm que dixeron de 10s Lobos, y
dentro el puerto de Nuestra SeGora de la Candelaria que hallaron en 36gra-
dos; y aqui tornaronposesionpor la Corona de Custilla;fueron a surgir a1 r i o
de 10s Patofien 34 grados un tercio; entraron luego en un q u a quepor ser
tan espaciosa y no salada llama: on Afar duke, que parecio despues ser el m'o
que hoy llatnan de la Plata y entonces dixeron de Solis. De aqui fud el capi-
DESCUBRIMIENTO DEL .do DE LA PLATA 161

tan con el un navio que era una carabela latina reconociendo la entrada p m
la una costa del rio; surgib en la fuerza de 61 c d e una isla mediana, en 34
grados y dos terci0s.r
aSiempre fueron costeando la tierra hasta ponerse en el altura rohve
dicha, descubrian algunas veces montaiias y otras grandes riscos, viendo gen-
te en las riberas; y en este del rio de la Plata, descubrian ntuchas casas de in-
dios y gente, que con mucha atencion estaba mirando pasar el navio y con se-
Gas ofrecian lo piie llevaban, poniendolo en el suelo. Juan Diaz de Solis qubo
en todo caso, vir qzle gente era esta y toniar algiln hombre para traer a Casti-
lla. Salib a tierra con 10s que podian caber en la barca, 10s indios que tenian
emboscados ntuchos flecheros, caando vierm a 10s castellanos algo desviados
de la mar, dieron en ellos y rodeandolos 10s niataron, sin que aprovechase el
socorro de la artillerfa de la carabela, y toniando a cuestas 10s muertos, y
apartandolos de la ribera hasta donde 10s del navio 10s podian ver, cortando
las cabezas, manos, y pies, asaban 10s cuerpos enteros y se 10s c0mian.S
e Con esta espantosa vista, la carabela fice a buscar el otro namo, y mbas
se volvieron a1 cabo de 8an Agtutin, donde cargaron de brasit y se tornarona
Castilla. Este fin t w o Juan Diae de Solis, nuk fat,ioso Pilot0 que Capitan.#
Discrepan 10s autores en cuanto ti la fecha precisa del descubri-
miento del Rio de la Plata, pensando algunos que tuvo lugar en 10s ul-
timos dias del ines de Enero, y creyendo con bastante fundamento el
escritor de Chile Seiior Toribio y Medina (l),que fuese este el dia dos
de Febrero de 1616, corroborado por el nombre dado a1 puerto de la
Candelaria, costumbre en efecto muy seguida desde 10s tiempos de
Colbn, esta de conmemorar en 10s nombres de laa nuevas tierras el dia
en que su descubrimiento fue r e a l h d o . A la vista de tan caudaloso
rio, cuya desembocadura en el mar es inucho m h grande que la del
Mediterrheo en el O c h o , emprendib Solis si1 reconocimiento y le
remont6 con este fin unas treinta leguas, s e g h la inscripcidn que
Caboto sucesor suyo en el cargo de Piloto Mayor y que visit6 despa-
cio aquellos lugares, pus0 en su mapa.
La ligereza 6 imprevisi6n de Solis, a quien no sin raz6n se recomen-
daba en las Capitulaciones que procurase no caer "on maiia obuna
onmni8a3'cost& entonces la vida, juntamente con la de cuantos en l a
barca le acompaiiaban. Debido esto, s e g h el escritor contemporzineo
Oviedo (2), que conoci6 Solis (3).

(1) En su Estudio histbrico titulndo Juan DiazdeSolis. Santiago d e c k l e 1857,piigina 268.


(2) Historia general y notlira1 de las Indias parte 2.*
(5) Porn, como el mismo Oviedo dice, aBuen pilot0 era Juan Diaz de Solis B yo le wmuniqn6,
y en lascosas de la mar, por diestro era tenido para gobernar un t i m h , B mudar las velas, 6
derroteros..
41
162 DESCWRIMENTO DEL RfO DE 2A PLAT.&

ai tan seiialada ignorancia y mal gobierno del Capitan, como hombres


gobernados por caudillo sin experiencia en las cosas de l a g w r r a . Porque,
como dice Salustio, r e 1 que g w r r a hade ejercitar, en la adolescencia Eolhcs de
deprender. 8

IV
REGRESO DE LAS NAVES A SEVILLA

1516

H abian perecido con Solis en tan lamentable accidente sus adjun-


tos Marquina y Alarcbn, y desmoralizados aquellos tiipulantes
por la falta de sus principales Jofes, trataron 9610 de regresar, quedando
por esto sin llevarse A cab0 todo el plan ulterior de exploracicin. Des-
cendieron por tanto las tres carabelas el cuwo del rio, y se detuvieron
en las islaa que llamaron de 10sLobos marinos, porque habian visto en
ella gran multitud de 10s mismos (l),y de 10s cuales mataron y pusie-
ron su carne en conserva, B falta de cosa mejor.
A1 emprender su regreso, costeando siempre el litoral, como B sii
llegada habian heclio, y B la latitiid de 27 grados 6 algo mas a1 Norte:
desembarcaron las tripulaciones y cortaron hasta quinientos quintales
de madera de brasil que cargaron en las naves, pero sin que conste si
file haciendo la corta 6 algo despues, frente B la isla de Santa Catalina
que acaso debi6 su nombre b Catalina Medrano, In mujer de SebastiAn
Caboto, perdiose una de las naves y quedaron alli varios de sus tripu-
lantes (2), siete de 10s cuales fueron inuy luego recogidos por un buqne
portugues que 10s llev6 B Lisboa (3).
En cuanto B las dos carabelas que restaban de la espedicion de
Solis, continuaron su viaje de regreso a Sevilla en cuyo pueito debie-
ron ontrar el cuatro de Septiembre de 1616. Asi lo ham creer la dili-
gencia con que en casos an&logoshemos visto annnciar a la Corte la lle-
gada de otras fiaves, quiz&de menos inter& saliendo el correo de Se-
villa en el misino dia en que 10s biiqnes llegaban al puerto, y consta d$
, ..j

(1) Do 10s c o a l s llevnron sesentn y seis pieles A Serilln.


.@) Vnrios de lor cunles fiieron recogidos por In espedici6n de Lanysn.
: (3) A d se deduce de In Cnrtn dirigidn B nquel llonnrcn por el Cnrdennl Cisneros en treints.
de Nnrzo do 151i qiie citnremos despo8s.
DESCUBRIMIENTO DEL HfO DE LA PLATA 163

este viaje que ”en oeinte g bo0 be se@iembre 012Vag6 a1 carrou


Gite en citatro b e l nti0nto n t o ~lleoh
, a la Carte la noticia be la
llegaba be lae bo0 carabolas qite @tau gist b e goIi0 llooh a
bescitbrtr” (1).
Pero muy luego (2) de llegadas las naves y antes de procederse a su
descarga, preseutbse nombro dol Rey de Portugal un Requerimiento 6
protesta acerca del b r a d que las carabelas traian, y cuya entrega se re-
clamaba por haber sido cortado en su demarcacibn. Las tripulaciones
de las carabelas hicieron por su parte anBloga reclarnacibn para que se
les entregase la cantidad de b r a d que por las Capitulaciones de este
vi+ les correspondian, pues ha de tenerse presente que por no estar he-
cha la determinacibn de 10s limites, pretendian unos y otros haber sido
cortado el brnsil en la respectiva demarcacibn. Los de la Casa entonces
suspendieron la descarga de las naves, operacibn que no se llevb B cab0
hasta el mes de Diciembre (3), y dieron muy luego parte de lo ocurrido
B la Corte acompafiando ademhs 10s respectivos testirnonios.
A fines de Octubre (4) constesta L 10s de la Casa el Cardenal y les
dice acerca de este asunto:
”&teimiemo 09 of6 la $JnTormacihn qite onoiastoe 0obre
lo sitrebibo en PI oiafeb o sitan bo @lie ij lo0 qite eon $1 €ban
g qitanto li la tercia bel braeil qite truxorott la0 bo0 rarabo-
la0 que boci0 00 bemanbaban 10% q i t e oinioron on clla0... en
esta betloss aoerfgitar lo qito le0 perteneco p o r la0 Qapitula-
cfonee.,. d tenello q 0 6 binero t~ barmla o t p a raba itno la
quo ooimebo aver q nh on braeil, p a s que aei convieno a
nueetm ~orrfcio.”
P agrega esta CBdula:
33g en cltanto a1gkqiterintiento qite becie; qite go oe ba Te-
cba b e p a r t e bel rns be portitgal, 0obre lo0 qrttnicntoe qrttn-
tale0 bo brasil qite tritseran e0ta.e btcbn0 bas carabelas, bien
no0 ba parocibo la respiteeta qite a1 bfcbo roquertmiento bie-
to0 &.j’

Mediante la solucibn dadapor el Cardenal a este asunto, se reserva-

(1) Archivo de l a Casn en el de Indins 39-2--P/, a% de 1616.


(2) Yaen 14 de Octiibre de 1516, seghn nn asiento del Libro de Tesoreria, pngamn 10s de la
Casn el irnporte de vnrias diligencim y testimonios, y entre ellos 10s relativos 4 ciertos a p t o s B
mqoerimiento, qiie anta ellos pasnron B hicieron de parte del Rey de Portugal para que sa
le entregase todo el brasil que trnxcron las carntmlaq que Jiian Diaz de Solis llev6 4 deacu-
brir, y 10s testiinonios signndos para 10s enviar A l a Corbe..
(3) A1 menas segfin el asientn del Libro de Tesomria no aparece pagado el oosta de la des-
csrga de las caratmlns con inclusibn del Brasil, has- el 26 de Diciembre de 1516-39-2--P/,.
(4) Archivo de la Cnsa en el deIndiss. 1491-5- Dnda en Madrid 4 24 de Oatnbre de 1616.
164 MUERE FERNANDO EL CAT~LICO

ba en la Casa el brasil para ver si procedia 6 no su entrega B Portugal,


pero se entregaba desde luego en metzllico el importe de sus derechos 8.
10stripulantes de las carabelas, gente por lo general pobre, que dada la
indeterminacibn de 10s limites hispano-portugueses, no habia cometido
delito alguno y 10s cuales hasta con exposici6n de sus vidas habian coo-
perado a1 descubrimiento del Rio de la Plata.
En todos 10s documentoa que & este incidente se refieren, no se
habla de otra reclamaci6n que la relativa a1 brasil, y por todos conceptos
parece que estos requerimientos hechov directamente & 10s da la Casa,
cuando tan reciente estaba auii la llegada de las dos carabelas, fueron
presentados por el factor de Portugal en Sevilla.
Habian transcurrido muy pocos nieses de lo referido, cuando envian
10sgobernantes de Portugal & 10s de Castilla nuevas y in& graves recla-,
maciones. Per0 en ellas coin0 veremos, se suponia entre otras cosas que
hubiese regresado Solis viro & Sevilla revelando asi claramente no
proceder estas iioticias del factor portuguPls en Sevilla Sebastih Alvarez.
hombre celoso y diligente y a1 que, por s u residencia en dicha ciudad no
se puede suponer tan mal informado. Y . COUIO quiera que en estas
reclamaciones se tratara tambien de la personalidad del Piloto Mayor.
nos ocuparemos de ella en lugar aparte con 10s dem&santecedentes
acerca de este 6ltimo asunto.

V
MUERE FERXANDO EL CbT6LICO-EXIGENCIAS DEL P R h C I P E HEREDERO
RECLAYSCIONES DE PORTUGXL

I 5 I 6-1 5 19

E n el misiuo mes de Enero de 1616, y casi en 10s iuismos dias en que


reconociendo Solis el litoral snd muericano llegaba h a s h el Rio de
la Platit, hacia Fernando el Catolico uno de siis frecuentes viajes poi
Castilla, y ii. su llegada B Madrigalejos lugar pr6xinio B Trujillo, riose
itcometido de grarisima dolencia. Fu6 avisado muy luego el Dean de
Lovayna, enviado 6 eiubajador de su nieto el Principe heredero, acudieron
10s del Consejo y otros inuchos personajes, y tras brevisima eufermedad
fallecio el Monarca de Aragon, que tanto y con tanto frnto habia
trabajado por la uni6n de 10s Pneblos espaiioles. el 23 de Enero de 1616
MUERE FERNANDO EL CAnSLICO 166

msi en 10s mismos dias en que el Piloto Mayor realizaba su descubri-


miento del Rio de la Plata. (1)
Dispuuo el Monarca, que ausente su nieto el principe Don Carlos, que
9610 tenia diez y seis aiios, gobernase en Cautilla 6. nombre de la Reina
Doiia Juana el Cardenal Jimenee deCisneros, cuya experiencia y grandes
dotes como gobernante eran bien conocidas. Observaremos sin embargo,
que esta illtima gobernaci6n de Civneros en representacibn de un Prin-
cipe para 61 casi desconocido, no podria contar ya con la antigua y
merecida confianza, que en este esclarecido var6n depositaron 10s Reyes
Catdlicos. Desde 10s primeros dias en que Magnat’es y Consejerosse traa-
Iadaron a1 magnifico Monasterio de Guadalupe no lejano, pudieron
observarse esenciales diferencias que consigna el historiador Sandoral
segkn el cual, el embajador (el de Lovaina):
*aeciaque el habin de gobernur solo,por el poder qtce del Principe tenin
antes que el Re?! Gatdlico murime.,
Cisneros en tanto rechazaba esta ingerencia extranjera en 10s m&
altos puestos, ingerencia que habia de ocaaionar tantos males 7, segfiin el
mismo Sandoral:
.ale.qaba qwppor el testamento del Rey Gatdlico debin 9obernnr 61 solo
hmta serinformndo el Principrde In muerte de sics abuelosa ( 2 ) !-opina-
ba ademA.3 el ilustre Cardenal, seqiin el mismo historiador, que el de
Lovaina, en st1 calidad de extranjero, no podia gobernar en Castilla
seg6n clIusula del testamento de la Reina Isabel, la c u d disponia ade-
mhs que gobernase en Castilla Don Fernando, hasta que el Principe
tnviese veinte afios.
El criterio y 10s deseos del Principe Carlos fueron dados I conocer
iCisneros, en su carta de 14 de Febrero de 1616 desde Bruselas, que
terinina diciendole (3):
~ n betita0, PI reitereitha goan $e grronqna, nitcetru
t 10
einhnjnhar, a0 lphlnrri larga, bable oittcra fi ij crecitcln.”
Palabras que, dadas la repreaentacion que ostentaba el embajador
seiialaii claramente como lo comprobaron 10s hechos, el deseo del
Principe de intervenir en la Gobernaoi6n de Castilla, por medio de su
representante Jnan Sauvage, que fud. nombrado iuas tarde Grnn Can-
ciller.
Mas de cinco tueses habian transcurrido, desde que regresaron A
Sevilln las dos carabelas restantes de la espedicion de Solis, cnando

( I ) Coino l~emosdioho, h fines hnibibli de Euero 6 qi1M el 2 de Febrsro de 16lfi.


( 2 ) Histori:, del Emperador Cnrlos V por Sxndovirl, tomo I . O , folio 37.
(3) Idem idem idem idem torno Lo,folio i l H
4‘2
166 R E C L B U C I O N E S CONTRA' SOLfS

con fecha de 22 de Febrero de 1617 envia el Cardenal Jimenez de Cis-


neros & 10s de la Casa una importante Cedula, en la que les participa
las reclamaciones hechas por el Rey de Portugal, it proposito de la ul-
tima expedition realizada por el Piloto Nayor (1). Seg6n estas recla-
maciones, el ilustre descubridor del Rio de la Plata, el navegante pre-
ferido por Fernando de Aragbn, el Piloto solicitado por el mismo Rey
de Portugal, valiendose de su embajador, era 9610 nn portugub do-
lincuente y fugitivo que habria cometido en Portugal no uno, sfno
mttcbus crtmenee 4 cxceeo0, que tales son 10s tbrminos empleados
en el documento, y 4ue parecen referirse & la supnesta identidad de
Solis con el portugues Juan Diaz, identidad que exige tambien aceptar
un gran mejoramiento en la condici6n moral de Solis, porque desde SLI
regreso & Castilla, no se saben de este navegante nuevos crimenes ni es-
cesos. Despues de cometidos, habiendo pasado Solis & Castilla y armado
alli ciertas naves, se dirigi6 a1 Brasil, hizo una corta de la madera asi
nombrada y regreso con su cargamento & Sevilla, (2) que 8. esto que-
daba reducido el descubrimiento del Rio de la Plata, segun 10s falsos
informes con 10s que habia sido sin duda, sorprendida la buena fe de
aquellos Cfobernantes:
"enbitcibae talee pereonae, bice el bocitnteitfo, p u r el bi-
rbo sitan pia?be 3oli0, biciet-onea arinaba IJ d l se ljabia ibo
con elln ri In tierra bel @rasil,bonbe bit que cat-garon bdl, q

(1) h r c h i r o de la Cnsa en el de Indins 139-1-5. Dada en JIndrid en dichn fechn. aPor


parte del Sermo.Rey de Portugal, nos ha sido fecha relaci6n que Juan Dina de Solis portuguh,
vino huyendo ri estos Fleinos de Castills desde Portugal, par mnchos crimenes p exca'os que
alli hnbin hecho, y qiie estando en el hndalucia procur6 que algiinns personns armnsen ciertos-
navios y se fuesen 4 la tierrn del Brasil con 81: In c u d tierrn del Brnsil diz que es de dicha
Serenlsimo Fley de Portugal, y que en ella no entran otrns personas ninguons sino Ins de siis
reinos, y que, enduoidas 1- tales personns por el dicho Juan Dinz de Solis, hicieron su armada
y 81 se habia ido con ella 4 la dicha tierra del Brasil, donde diz que cargaron del y de otrns
c o w de I s dichn tierra, y se viniemn 4 s a ciudad . .. .
. . . . . . . nos pidi6 (el Rey) que
mandiisemos cnstigar a1 dicho Juan Diaz de Solis y 4 Ins otrns personns que con 81 habisn
ido, e t c . ~
(2) Los terminos de estss reclainsciones ofrecen singular conformidad con el msto del
hiatoriador portuguh Dami4n de Goes, que en su Cr6nica del Rey Don Xanuel escrihe sPor
erros que hum piloto portiiguk por nonie Joan Dins de Golis (sic) cometau, fugio destos regnos
6 se foi 4 Castilla onde penuadi6 A nlguns m e r d e r e s que armnsem duas nnos 4 que elle as-
guiaria 4 tierra de Santn Criiz do Brnsil . .. . . .. . 6 torn6 neste ail0 de 16179 (que no es el
aiio de su r e g m o , pero si precisnmente, el de las reclamaciones portuguesss) p agregs Goes
que habiendo pedido el Reg de Portugal se cnstignse A 10s culpables, asi se hizo =con grnn
rigor y diligencin.. El esoritor de Chile Sr: Toribio y Medins entiende con mucho scierto que
10s dabs de Goes, que 4 mediados del niglo XVI fu6 srchivero en Portugal, tienen su nrigen
en estas reclamaciones. Asi lo corroborn en efecto In fecha de 1617, y otros errores que figtiran
A pn tiempo, en este pbrrafo de Goes y en la8 reolamaciones, como por ejemplo la partiapaci6n
de 9011s en la wrta del Braeil, y su regreso vivo A Sevilla.
RECLAMACIONES CONTRA SOLfS 167
t

b e dra0 cosae, g O e tttnferon con ella0 rL la bfck~actrtbab.”


@eotlLa.) (1)
y ordena B seguida el Cardenal Gobernador A 10s de la Casa, hagan muy
luego una Informacidn, en cuya diligencia habrian de oirse tambiBn las
declaraciones que prestaran 10s testigos presentados por el Monarca de
Portugal A tin de averiguar: (2)
”30t por lo0 teetfgoe q1tP por parte b e l bfcho gmmo. Wg
be @otttugal,-00 Tumen proeentaboe, como por lo0 que 17000-
fro0 otmebe0 que 0 0 beben recfbfr, c b o d be quo mattera pa045
4 0 sneobfcl~o,d qud brastl, B q u d cn0a0 el btcbo gum gfat be
~ u l t e d, I 0 0 que con k l ptmott trttzeeron.”
Es muy de notar y sin embargo se explica, que en esta su CBdula,
trascriba el Cardenal B 10s de la Casa todos 10s hechos que en las recla-
lnaciones se hacian, aim aquellos que como el supuesto regreso de Solis
vivo B Sevilla, afirmado B 10s cjnco meses de haber regresado su cufiado
Torres con las dos restantes carabelas, Bran errores tan notorios que no
se podia suponer su ignorancia en el Cardenal Cisneros, que entre otros
asuntos, tendria que escuchar las pretensiones de 10s que a1 cargo
aspiraban (3).
--__
(1) Ln pnrte err6nen de e s t m i n f o r m s pndo proienir tnnibi6n de Ins priiiieras noticias en-
vindns desde el Brnsil por lo. que nlli npresnron k siete tripnlnntes de In nrinndn de Solir, lue-
go quo este nnvegnnte y con 81 IInrqlllnn J’ hlnrc6n factory contndor de dichn armndn fileron
nihertos en el Rio de In Plntn, paes no pnreco probrrble que desde Sevilln comunicarn A Lisbon
el factor portogo8s Alvnrez, el f d s o regreso de Soli: yivo :idichn Ciudnd. Pnrn l a llegndn de
tnles iiiievns habin tie nip^ sobrndo piles qiie en Febrero de 1517, habin trnnscnrrido mRs de un
aiio desde la lnllerte de Solis J’ cinco llleses d e d e 1n llegndn de las nnveej d Sevilln.
(2) En n n entiidio no espniiol ncarcn de este nsnnto se dice: aDe 10s t8rminos de.ln reclnmn-
ci6n portugoesnylcnaniortc acngidrl par el i l f m r c n espnliol, conlo qne mnnd6 leiantar d sn te-
nor unn informnciln .....= Tdeheinos consignnr que l a ncogidnplTa de estn reclnmnci6n no pue-
de referisfie B In certezn de 10s hecbos que en In misnin se nfirinnbnn, porque en tnl cnso no ten-
drin objeto nlguno hncer la Informnci6n. En cnnnto a1 Nonnrcn A q110 se hnce referencin, pues
qiie el Principe,herederode Castilla se encontrnhnnim en Flnndes, pnrece qiia ern Felipe de
Rorgoiin porque seghu leeioos nlgo nnms: nLos tbrininos en que estnbn hechn esn reclnuinci6n
constnn en 1%Cediiln qiie Jiinnn In Loen y su niarido dirigian A 10s Oficinles renles de Sevilln
...
con feelin 22 de Febrero de 1517.. a P no esposible de,inr que prosperen t n l s asertos, porqne
el n+do de Doiin. Junnn bnbin maerlo como heinos referido, en niil quinientos seis. De lo
contrnrio, tendrinmos viros en mil quinientosdiez y siete no s610 A Solis, sino tnmbi8n ti Feli-
pe’de Borgoiin.
(I)) Aiiuqiio no pnreco necesnrio, citarewos por ejemplo In CMuln que en 11de Octubre &e
1616, (cnntro m e s s nntes de l a , Cnrtn de Cisneros do qne nos ocnpnmos) 10 dirige el Principe
Carlos desde Bruselas pmguntnndo ncercn de I n aptitid y disposici6n de h d r & de Snn Ynrtin
pnFn el cnrgo. de PilotoMayor vncnnte por 1s muerto de Solis ~8 por qoe ngorn, le diceelPrinai-
pe, es fiillecido el dicho Jnnn Dinz de Solis, 8 por sn fin qued6 vnao el oficio de Pilot0 Nn-’
g,or,ete.~No es pues ignornncin de lo ocnrrido,ni ncept9ci6n de lo reclnmadosino previsorn pru-
.dencis del Robrnndor de CnstiIln.--.4deinRs, en CQduln que hemos citndo de 24 Octnbre 1516,
168 RECLAMACIONES CONTRA SOLk

Corresponde en efecto esta actitud B la grave y desagradable


situacidn que por las Reclamaciones se creaba, y asi puede fBcil-
mente observarse que ignorando amav, (como parece natural) fuese 6 no
verdad lo que acerca del difunto Piloto Mayor se aseguraba, con la ma-
yor cautela se abstiene el Cardenal de darle tal titulo de Piloto Mayor,
ninguna de las tres veces que en el documento le menciona, y lo pro-
pi0 ocurre con respecto al caracter oficial de la expedici6n en la que So-
lis habia sucumhido, y que no era probable, ignorase tampoco el Go-
bernador de Castilla.
Trathbase en efecto, de graves acusaciones contra el Piloto Mayor
de la Casa, y de la carga de b r a d traida B Sevilla y entregada en dicho
Centro por 10s tripulantes que de la expedici6n regresaron, y nada por
tanto m&s natural, que trasmitir el Cardenal Gobernador estas tan gra-
ves reclamaciones en 10s propios tkrminos en que h a s h 81 llegaban B 10s
Jefes de la Casa, que eran como tales 10s llamados en primer tkrmino ib
informar acerca de lo que se debatia, y asi lo expres6 t a m b i h el Carde-
nal diciendo en su CBdula:
"5 conedtabo con Io0 nitoetroa Cbjtctalos, fitd acotrbabo
que bebiamos manbar osta nuoetra Qtdbula para oosottroe
eobre la btcba raton (lo treclam&o) d go0 tooimoelo potr
h n &."
La lectura del anterior documento, tal como se enviaba A Sevilla
debi6 causar grande asombro a1 Doctor Matienzo y B sus compaiieros.
El Piloto Mayor no habia muerto a1 hacer su descubrimiento, pues que
habia regresado vivo h Sevilla,, y Solis no era Solis 6 mejor dicho, no era
el Solis que ellos, el Rey Cat6lico y sus contemporhneos creyeron natu-
ral de Lebrija, sino un portugu8s dolincuente (probablemente el llama-
do J u a n Diaz) que s e g h parece habia cometido muchos crimenes y
excesos en su Pais. Esta ~ l t i m afirmaci6n
a no debi6 sin embargo causar
tanta extraiieza, si como es posible las noticias que, acerca de este Pi-
loto habian Ilegado entonces hasta 10s gobernantes portugueses, eran
las mismas que B 10s Jefes de la Casa habian sido comunicadas en 1617,
y de las que habia resultado Solis libre y continuando en su puesto.
Muy luego de recibir esta CBdula y, en tanto que se hacia la Infor-
maci6n ordenada, lo que no seria cosa tan breve (1) es de creer que con

dim el Oardennl a i 10s de la Cnsa ransimismo, se vi6 la Informaci6n que enviastes sobre lo.
suoedido en el viaje de Juan Diw de Solis y 10s que con 81 iban ntc.r que demaestm fu6 el
Cardenal oficialmente enterado muy luego de cunnto en el viaje habia oourrido, y natnral-
mente de la muerte de Solis.
(1) Entre otrns razoues porque deberfa oirse B 10s t e s t i p s que presentam el Monarca de.
Portugal.
RECLAMACIONES UOWRA SOLfS 169

la mayor presteza comunicasen 6 recordaran 10s de la Casa a1 Cardenal


que el Piloto habia sido muerto en el fdtimo viaje, y que la corta de ma-
dera del b r a d habia sido hecha despues de muei-to Solis y con e1 sus ad-
juntos Marquina y Alarcbn, circunstancias que atenuaban tambi6n la
gravedad de lo ocurrido. Tambien es seguro, que si el Doctor y SLIS coin-
pafieros tenian pruebas y documentos que bastaran para rechazar la
identidad del Piloto Mayor con el delincuente Diaz, como por ejemplo
10s datos adquiridos en 1613, 6 el nacimiento de Solis en la cercana
villa de Lebrija, no dejaran pasar un solo dia sin hacerlo llegar hasta
el Cardenal G6bernador de Castilla.
Poco maS de un mes (38 dias) habia trascurrido desde la fecha del
anterior documento, cuando el Cardenal Jimenez de Cisneros dirige a1
Nonarca de Portugal uoa Carta, relativa precisamente B la expedici6n
de Solis. Conservase esta Carta registrada (1) en 10s Libros de la Casa,
y asi mismo la CBdula que juntamente con ella les enviaba el Carde-
nal (2) y en la que le manifiesta haber recibido s u informe 6 parecer
acerca de 10s once portugueses que, proEedentes de la isla de San Juan
estaban presas en la Casa, como tambibn de la prision hecha en el Braail,
de 10s siete espaiioles:
"quo fiteftun, bicc, It boecitbrir ri la parte bo1 gitr cow
&tan Qiaa be gulisj nueetru piloto BtalJur(3) IJ& biWtto"
y agrega el Cardenal, revelando asi la importancia de 10s acuer-
dos tornados:
"ttietu ttitestru parocor, p o r el Gubernabor bo nitoetro
Qtuneoiu,i cunenltabu cun la0 bictjue nuostrus gubernaboroe,
eecribintoe a1 m3j be purlitgal otc."
Es en realidad, esta tan consultada Carta, una simple propuesta
hecha a1 Monarca de Portugal para el cangeo liberaci6n de 10s respec-
tivos prisioneros A que hemos hecho ya referencia.
Pero si se tienen en cuenta las reclamaciones de Febrero, es fhcil
observar que en esta Carta de Marzo, el mismo Cardenal Cisneros que
con tanta precauci6n escribia antes A 10s de la Casa acerca del desagra-
dable asunto del Piloto, luego de recibidos 10s datos que 10s dichos le re-
mitieran. (4)al dirigirse al Monarca reclamante, rectifica sin parecerlo

(1) Archivo de In Cnsaen el de Indins. Dada en JIndrid B 90 de Marzo de 1517.


(2) Idem . idem idem. En In misiua fechs.
(3) Como en 1513 habin ocnrrido, a1 recibirse 10s datos ndqniridos acercn de Solis vem& B
&e designado wmo Piloto Mayor, cosu qne no hizo el Cnrdenal en sn anterior wmnnicaci6n B
10s de la Casn.
(4) La estimnci6n personal de Jimenez de Cisneros por el Doctor Ystienzo en este tiempo
tal que nlgnna d e sns CQdnlRs de esta Bpoca (139-1-6, tomo 6.") esrA encnhezads al'enwabls
Doctor ea.<
45
170 RECLAMACIONlX4 CONTRA S O L k

en su Carta varios de 10s aaertos que en las Reclamaciones se hacian, y


con exquisito tacto, sin refutar ni contradecir las Reclamaciones, mani-
-fiesta incidentalmente en eila el Cardenal, que Solis habia mnerto, que
era Piloto Mayor, y que la expedicidn por e1 mandada, era oficial, del
Estado y A descubrir como entonces se decia, circunstancias que explican
laa consultas hechas y la importancia que A este documento se dabs, y
que dice asi:
"@lmto. d mitq excelente !&leg d ~ r f n s t p onueetro mug
caro d ntitij antabo berntano d tio: (1) g o 0 bemos &bo tnfor-
maboe, que por oueetro manbubo estan preeoe en gisboa
efete bornbrae: que p o r oueetro titanbabo fiieron ti brecitbrir
ct la parte brl s u r , con pitan gin1 be 3olt.e nueetro giloto
maijar ga btfitnta."
y dice luego el Cadernal:
"ljemoe afectuoeamento maltbubo d. Io0 niteetros @ftcfa-
lee be la daea be dontratacion que con toba bretrebab ee trea
la fiieticia be lo@ once preeo0 portitaueere que alli eetan, por
enbe apxtitoeam~ntewoe roflamoe manbets pon-er en liber-
tab lo0 bicbae eiete boiitbroe caetellanae que aitei p o r
meetto manbabo oetan preeoe, g ee tritxeron be la bWJa
babia g piterto be b e gnocentee ct Pisboa &."
En cuyos tbrminos y disposiciones, se manifiesta como era natural
la mayor deferencia hacia el digno Jefe del Estado liisitano, y que era
adexnits una peisonalidad de tantit importancia dentro de la familia
reinnnte en el Estado espafiol. Interesa sin embargo consignar, que en
cuanto & la ejecuci6n de lo que se le ordenaba, encargitbase a1 Doctor
la mayor firmeea en la sa citada CBdula, que con la Carta se le
remitia.
"pol- q u o E 0 niteetra oolttntnb, bice bicbo boClttltPut~, qltP
mtnnbo I 0 0 ofroe ernit eiteltoe g piteetoe en eu lihertab i j fue-
ra bel bicljogleino bo gortagtal,ei pot. B i t ualitittnb toboe: clloe
sto qitieiereit qitcbar allg eenn eiteltoe eeoe otroe qitr aljg
eetait g lpeta faitfa, repite la d6biila, que acpaie pot-cierta
g uerbnbctra infottrnactrin, que el bicbo %?eij b e portitgal no
ha 0oltab-o t i lo0 eiteobiclpe, teitpaie uoeotroe cetoe otroe eit
la mieina prteioit g autt a1 ittagor rrcaitbo qitc caniteng;a,
por que con breoebab lo0 otroe man siteltoe en &*rtitgtal" (2).
(1) Hnbln el Cnrdensl b nombre de In Reins y de SII Hijo.
(2) Y segiin Herrorn, DBcsdn pbginn $5. Asi se rerific6 a'poi. e n t o n c e ~
quednroon ncsbadnv
a t n s diferencinq y 110 qitednndo o n renlidnd re-tos de nu&ns negocinciones s c e r c ~de evto
asnnto.
RECLAMACIONES CONTRA SOLfS 171

La actitud resuelta del Cardenal y su manifestaci6n del carh-


ter oficial, no declarado hasta entonces de la expedicion de Solis, hecha
segim 10s terminos de la Carta
"par ititoetro manbubo”
son A nuestro entender, la consecuencia de haberse demostrado a1
Cardenal, antes tan precavido y cauto, la inocencia de Solis 6 sea lo
imposible de si1 identidad con el perseguido portngubs Juan Diaz,
favorecida ciertamente por el nombre y apellido tan comunes. Tam-
bien nos parece muy posible que si de esta manera ocnrri6, y 10s
correspondientes datos fueron enviados B Lisboa, pudo ocurrir el cas0
de que las proyectadas informaciones con 10s testigos aducidos por el
Rey de Portugal no fueran llevadas ti cabo (1).
Lo dicho explicaria tambien la falta de todo antecedente, no 9610
en nnestros archivos sino tambien en 10s lusitanos, y la de toda noticia
en 10s antiguos autores, pues como hemos hecho notar, la referencia de
Goes procede evidentemente de las Reclamaciones que examinamos, no
de la Informaci6n. Pero como quiera que hasta se insinua que el hecho
de no conservarse tampoco en nuestros archivos la Informacion citada,
pueda ser cosa intencional, queremos suponer por un momento que la
inforinaci6n fuese efectivamente hecha, que escuchados 10s testigos ve-
nidos de Portugal result6 cierto lo afirmado, y que fu6 naturalmente
entregado a1 representante 6factor de aquel Monarca en Sevilla que lo
era S e b a s t i h Alvares, el testimonio de Ias diligencias entonces levan-
tadas, derivhndose de aqui eschndalo inevitable.
No habieudose conservado ninpin antecedente acerca de esta In-
formaci6n. subsistiria sin embargo por ser cosa mAs dificil de destruir,
la resonancia y el eschdalo por la refeiida historia ocasionados. Recor-
daremos que en este mismo afio de 1817 llegaba B Sevilla Hernando
Nagallanes, y con e1 6 algo despues otros pilotos de aquel pais, y que
en 1619 parti6 de Sevilla la famosa expedici6n de que nos ocupare-
mos luego y que debia continuar las exploraciones de Solis que, por

(1) En un estudio no espniiol se lee que l a referidn Informnci6n fub efectivamente hecha, y
que asi consta por un nsieuto del Libro de Tesorerin que hemos citado, y que publica el Seiior
Toribio y Xedinn, segiin el cual en 4 de Octubre de 1516 fiieron pagndos por el Doctor slou
abtos 6 reqiierimientos que ante ellos (10s de l a Casn) pasaron B se hicieron de parte del
Seiior Rey de Port,iignl, pnra qiie se entregase todo el brasil que trnxeron Ins carabehs qiie
Jonn Diaz llev6 h descubrir..-Debe observnrse que este asiento es relntivo h Octobre de mil
quinientos diez y seis, y que fnltaban nun varios m e w parn que en Febrero de mil quinientas
diez y siete, se presentaran las Reclamaciones portnguesns y se ordenase como hemos vista
hacer la referida Informsci6n.-Los actm y requirirnientos B que este asiento del Lihro de
TesorerIn se refiere, son evidentamente si 10s omsionados por In protesta heoha en Savilla h 1s
s nnves, y acerca de In mndern de brasil que traian, cOmo B so tiempo hemas
llegads de 1 ~ dos
wnsignado.
1 72 JUAN DfAZ DE SOLfS
~ .___
_ . ___ . .___

su muerte quedaron interrumpidas. Poco antes de partir dicha arma-


da, llegaba 6 Sevilla desde Barcelona con recomendacionea eficacespa-
ra 10s de la Cssa de Contrataci6n, el lombardo Antonio Pigafetta que
embarc6 por esto en la armada, y que fu8 uno de 10s diez y ocho que
regresaron en la nao Victoria B Sevilla despu8s de haber dado la
vuelta a1 Mundo. Era natural que a1 llegar esta armada a1 gran rio
descubierto por Solis y a1 que se di6 eiitonces su nombre, se recordara
a1 Descubridor alli sacrificado y que en aqnellas tripulaciones algo cos-
mopolitas, pero coinpuestas principalmente de portugueses y de caste-
llanos, entre 10s que se desarrollarian por clesgracia lamentables luchas,
se desmenuzara entonces la vida del Plloto Mayor, a1 que muchos de
10s tripulantes habrian conocido personalmente. Para averiguar las iui-
presiones recogidas entonces por Pigafetta consultamos el c6dice de SU
viaje conservado en su pais natal (Lombardia) y publicado cuidado-
sainente en Milbn por el Seiior Amoretti (i),pero Pigafetta califica
terminantemente 6 Solis de espaiiol.
’’%pi, hicc, fit nltre ualte ntangiata ha crtttitibalf aiuaanni
bc gLY1i.e’ cayftan4M tpagn1tula.”
Tan efiinera accion y tan escaso eco habian dejado tras si 10s su-
puestos crimenes de este Piloto, pero la insistencia con que de este asun-
t o se trata, nos obliga sin embargo 6 examinar en capitulo aparte la
personalidad de Solis.

I
LA PERSONALIDAD DE SOLiS

N o tiene eii nuestro concepto ninguna esencial importancia el hecho


de quefuese 6 no nacido en Espaiia Juan Diaz de Solis, porque
desde que en 1612 rechazaba este naregnnte Ins proposiciones que por:,
coriducto del Emba.jador portugubs se le hacian para que abandonando
A Castilla volviese A, prestar sus servicios en Portugal, habia, expresado.
Solis bien clarainente su deseo de ser como lo era entonces, espaiiol y a1
servicio de Espaiia. Pero es el cas0 que, del naciiniento de Solis en ’

,(1). Priino ringgio inlorno n1 Globo Terrnqneo - 4 0 . ~por el Sr. Cnrlos Amorctti.-Nilbni
lsOq phginn BS.-Corre.spondiente eu sn Dinrio b Diciembre de 1519.-En nlgunns versiones a1
oastellnno, estri incoinpletoel testo. ., . ,
JUAN D h Z L73

Portugal admitido por el anglo americano Harrisse y otros autores


no espaiioles, se deriva tambi6n convertir a1 descubridor del Rio de la
Plata en un criminal vulgar, y aceptar su identidad, no demostrada.
con un piloto portuguks, seglin se dice, llamado tambi6n Juan Diaz,
nombre 7 apellido harto comunes, tanto en Espafia como en Portugal.
Levantame y arguyen contra esta identidad absurda, la vida hon-
rada de Solis, que fu6 para sus contelnporkneos (1) espariol y nacido
en la villa de Lebrija, el hecho de ser solicitado por el Rey de Portugal
por medio de sp embajador para que volviese de niievo a SU servicio, 3’
la confianza depositada por Fernando V en este Piloto, a1 que se sumi-
nistraron cantidades de importancia y lo que es mas extraiio am,
trathndose de un gobernante tan experimentado y tan canto, el hecho
de quese le entregaran por las Capitulaciones de 1616. armas, buques
itltillados y provisiones, corriendo asi el grave riesgo de que el antiguo
y criminal pirata volviese luego contra Castilla 10s mismos buques que
se le confiaban.
No faltan pues fuertes razones pararechazar sin terminantes pruebas
lo que por algunos autores no espaiioles se pretende, y por esto nuestro
examen algo minucioso de este asunto. Y como quiera que dichas pruebas
no existen y que, la identidad que con el pilotodelincuente se pretende,
es por el contrario incompatible con la vida que conocemos de Solis.
examinaremos una tras otra, ambas personalidades que resultan en efecto
bien distintas, manifestando asi que se trata s610 de un error antiguo y
facil de explicar por la igualdad de noinbres comunes y el largo tiempo
pasado.

I1
EL DELINCUENTE PORTUGUES JUAN D ~ A Z

I495

L Racussci6n hecha contra Solis, poco despuks de su muerte y con-


tenida en Ins reclamaciones portuguesas de 1617, (2) acusacih
,segim la cual, habia cometido Solis en Portugal en tiempos anteriorea

(1) v d r o Mhrtir de Angleria, Gonzalo Fernhdez de Oviedo, Antouio Pignfettn y algo mRs
tarde Lopez de Gomnra en si1 Historinde Ins Iudins en la que mnnifiestn hnberse nsesorndo de
Sebastiiin Gaboto, sucesor de Solis en el cargb de Piloto Nayor.
(2, Archiro de In Casa en el de Indins.-CBduls del Cardenal Cisneros trnslndsndo eu P2
.de Febrero de 1517 Ins reclnmnciones de Portugal 130-1-5.
44
174 JUAN DiAZ
__- ~ ___- - __
-~. .~

muchos crimenes y excesos, se considera por 10s autores confirmada y


corroborada por una CBdula dada por 10s Reyes Cat6licos B petici6n del
de Portugal el aiio de 1495, CBdula en la que dicen ti laa autoridades(1):
”que el g+mttu, mg be ptutrtugal niteetro Brrmano me
enotd racer saber qite &tan! pia! piloto, llantabo ?@fee be
@agazo,natitral be eit geino bc gtortuOa1,anbanbo con cietrtos
franceeee, robaron itna carabela bel biclp g e g qite aenia be
la m t n a (Gitinea) en la qite robaron aeinte inti boblae, a1 cud1
Mckp piloto biz qite citpo itna parte b e Pete binerrr, d qltr ha
sabibo qite est& en eetue ~ e i n u 0 , e o b r eIo ctml me ennib itnd
peeqitiea rogltnbuno%qite le mnnbltesrntos pt-enber g entre-
gar”
y se ordena B seguida en dicha Cedula:
”prenbabeeel cuerpo a1 bickp3itan pia$ piloto, 5 le eecre-
tete (secueettreie)toboe ewe bienoe muehles ij raicee 5 lo pn-
trdgitebee d fltgaboe entregar lt la pwe-ona que1 bicbo mg
nueetro berntano mutase por dl etc.”
La petici6n de esta Cedula i Castilla, lo cuantioso del robo, y 10s ter-
ininos inismos del documento manifiestan y jnstifican tainbien el
empeiio ,puesto en Portugal para apoderarse de un criminal peligroso;
la petici6n hecha B Castilla, y aim la cooperacidn prestada por 10s Reyes
Cat6licos es muy natural hmbien dad& la buenlt armonia que entre
ambos Paises existia, afirniacla recientemente pol; el cblebre tratado de
Tordesillas para la Partici6n de 10s Mares y de las tierras por des-
cubrir.
No se determina en la C6dula el dato muy importante de la feeha,
en que el robo de la carabela Real que enriqueci6 B Juan Diaz fu6 rea-
liado, pero de dicho documento se desprende que en 1496, perseguido ya
Diaz en Portugal, habia sido solicitada y obtenida su detenci6n en Cas-
till% y esto no porque entonces hubiera sido setenciado Diaz, sino por la
circunstancia que en la CQdula.de Alfaro se expone:
66alcual bicbo piloto biz qite rupo itna parte beeto bi-
nwo, d que l ~ sahib0
a (el s e s be ptortugal) qite oetlt en est00
3gefnoe (bo daetilla) etc.”
Y de lo. expuesto resulta que el robo de :la carabela portuguesa
debid ser anterior, quizas algunos aiios a1 de 1496 (2). En esta Cedula.

(1) Colecci6n Anvnrrete torno 3.O pnginn j05. Dndn en alfnro b 29 de Octubre de 1496.
(2) Lo dicho d e j a el robo de la carabeln Real de la fechn de las Reclamaciones portngue-
am de 1617 y lo nproxima en cnmbio n1 aiiode 1477 en que, como veremos, npnrece en Lepe bn-
oiendo deeavfos nn piloto Joan Dfnz, discolo y mnnilargo y que resulta muy viejo pnrn el 9011s.
que consta que en 6 de Marzo de 1613 tuvo on hijo de Ana Torres.
JUAN D ~ A Z 176

no se hace sin embargo menci6n mAs que de este delito, per0 posterior-
mente sin diida & 1496 cometi6 Juan Diaz nuevos wimenes, puesto
que en las Iteclamaciones portuguesas de 1617, se asegura que el
perseguido piloto habia cometido en Portugal no uno sino:
” m i t c l p e c r i m m t e e q excex+o8,”
palabras qne explican y justifican el empeiio puesto en 1496 para con-
seguir la captura de un tan peligroso criminal cuya identidad con Diaz
d e Solis es tan absurda. En efecto dhasta qu6 punto caben 7 son com-
patibles con la vida que conocemos de Solis 10s hechos ya referidos y
q u e constituyen la personalidad de J u a n Diaz seghn 10s documentos?
La primera dificultad que para ello se presenta, es la fecha del
descubrimiento de la India, por que no habiendo doblado Vasco de
Gama el cab0 de Buena Esperanea hasta 1497, y no habiendo llegado
d, In, India hasta 1498, no resulta ya verosimil que siendo Solis el perse-
guido Diaz hubiera servido ni tenido cuentas en la Casa de la India
de Portugal. Por esto mismo, 10s albalaes de pago B favor de Soliv
eran, seghn 1as cartas de Vasconcellos, dados por Don Manuel de
Portugal (1) (os vosos alberaes) y no por Don J u a n 11, que muerto en
1496 no conoci6 el descubrimiento de la India.
P sin embargo, la estancia de Solis en Portugal en 10s priineros
aiios que siguieron a1 descubrimiento de la India, parece corroborada
por su ausencia de Espaiia en 10s primeros aiios del sigh XVI. E n efec-
to, e\ navegante espaiiol L quien aerma el piloto sevillano Ledesma (2)
.haber conocido hacia 1498, no aparece para nada en 10s libros de In
Casa hasta el aiio de 1608, en el que file enriado por 10s de Sevilla a la
J u n t a de 10s Pilotos en Burgos y en cuya fecha, no era tampoco conoci-
do de Fernando 17, que en Cedula de dicho aiio manifiesta L 10s de la
Casa que aprueba la acogida que habian hecho L Solis, colocBndole
-entre 10s Pilotos (3):
6c;*areer, e c g i n beci0, p e r s o n a b e mitcba exyertenctn d Be
qitieit 31J6 eahr8 s e r o t r m e para la0 ca0a0 b e l bescottritt.”
Tainpoco conocia A Solis en 1612 el piloto Andres Morales que des-
de antes de 1605 habia pasado L la Espaiiola, v el cual preguntado por
el Fiscal en la Informacion hecha en Santo Doiningo B fines de 1612
para 10s pleitos de Colon, si conocia it Juan, de la Cosa, Alonso de
Hojeda, Pedro Alonso Niiio, a Crist6bal Gtuerra, L Rodrigo Bastidas, A

(1) Que empez6 6 i-einar ifines de 14%.


e2) Segdn de6lnraci6n 11 de Abril 1513 Pleitov de Col6n torno 1.” psgins 250.
(3 Archiro.de In Casn 14S-2-2. En trea de >farzo de 1605.
?1:76 JUAN DfAZ DE SOL&

Vicente YAfiez P i n d n , e Diego de Lepe, 6 Juan Diaz de Solis, contest6


que conocia L todos menos L Solis (1).
dD6nde, pues, se encontraba Solis en 10s primeros aiios del si-
glo XVI? En nuestro entender la respuesta es muy sencilla: prestando
siis servicios 6 haciendo negocios con la Casa de la India de Portugal,
all%donde no podia estar el portugu6s Juan Diaz perseguido por sus
crimenes, 6 incompatible de un todo navegante de Lebrija.
Todo hace weer en efecto, que a1 calor de 10s recientes y gloriosos
descubrimientos de Vasco de Gama, acudiese Solis ti Portugal, en la
inisma +oca en la que Americo Vespucio y otros navegantes pasaron
a Lisboa desde Sevilla en ocasi6n de este nuevo triunfo de las explora-
ciones maritimas. Y como no interesa L nuestro propbito el citado
Juan Diaz, sin0 por su incompatibilidad con Diaz de Solis, pasaremos
muy lnego L ocuparnos del descubridor del Rio de la Plata que fu6 por
ello llamado Rio de Solis.

111.
JUAN D ~ A ZDE sods

C omo hemos dicho, file Solis para sus contemporaneos y para 10s que
lo conocieron como el milanes Pedro MLrtir de Angleria y el ma-
drilefio Bonzalo FernLndez de Oviedo, espaiiol y nacido en la villa de
Lebrija, cercana a las margenes del Buadalquivir. La inisma naturale-
za atribuye & Solis en su Historia de las Indias Francisco L6pez de Go-
mara, escritor ingenuo y sincero, y capellsn de HernBn Cortes que segin
e1 mismo refiere, debi6 muchos datos L SebastiLn Caboto sucesor de So-
lis en el cargo de Piloto Mayor, y a1 caballero burgales Pedro Ruiz Ville-
gas que vivi6 en Sevilla y fue uno de 10s Cosindgrafos en la Junta de
Badajoz y de Yepes presididas por Don Fernando Colbn.
Pero acerca del nacimiento de Solis, tiene singular autoridad el
parecer de Angleria que por razones que explicaremos tenia especiales
motivos para saber si este navegante habia nacido 6 no en Lebrija.
Fueron las Decadas de Angleria escritas cronol6gicamente, L medida
que 10s sucesos se desarrollaban, y aim publicadas separadamente como
ocurri6 con la DBcada primera que fu8 impresa ya en 1611, casi veinte

(1) Pleitos de Colbn, tomo 1.3 pAgina Mo.


JUAN D ~ A ZDE soLfs 177

aaos antes que las siguientes. En estas sus Decadas manifiesta Angle-
ria un convencimiento 6 seguridad creciente acerca del nacimiento de
Solis en dicha poblacidn; asi es que, en su Decada primera publicada
en 1611 y terminada sin duda poco antes, dice Angleria:
r Tambien han reconoeido aquellas costas occidentales vicente Yaffez
Pinzon de quien antes hablantos, y un Juan Diaz de Solis de Nebrca, y otros
muchos cui~ascosas no conozco nun biens(1).
Cuyas palabras por lo que B Solis respecta, corresponden cierta-
mente con el hecho de que apenas habia estado Solis en la Corte en 10s
dias de las Juntas de Burgos. En su segunda DBcada, y haciendo refe-
rencia a1 viaje de Solis con Pinzdn, dice Angleria:
reierto astur ovetense de antiguo l i q i e llamado Juan Diaz de ,¶olis, que
dice haber nacido en Lebrija, patria de varones doctoss (2).
pero mits adelante, refiriendoseal iiltimo viajede Solis en 1616,dice
el mismo autor:
eaque1 Juan Diaz de Solis de Nebebrija, de quien alguna vez hemos hecho
mencion, hasido enviadopor la frente aqzdla de San Agustin . , para . . ..
que recorra con naves nuestras el lado awtral B (3).
Afirmando ya sin salvedad ninguna el nacimiento de Solis en Lebri-
ja. Este testimonio definitivo de Angleria, t i m e tanta mayor autoridad
cuanto que su autor pertenecia a1 Consejo que se ocupaba de 10s asuntos
de Indias, y tanto que foe Angleria uno de 10s que entendieron en el
proceso contra el factor Juan de Aranda en 1518,con luotivo de su
escritura con Uagallanes (4). Pero existe aun otra razdn para que
constase a Angleria si era Solis nacido efectivamente en Lebrija, y ea
esta el hecho de haber sido publicadas 1% DBcadas s e g b refiere 9u
mismo autor, por las gestiones de un contemporheo de Solis 6 hijo tam-
bien de la villa de Lebrija, el famoso Antonio de Nebrija grande amigo
de Angleria, y que escribi6 el Prblogo publicado a1 frente de la edici6n
hecha de las Decadas el aiio de 1636.
Esta poblacibn de Lebrija separada hoy del Guadalquivir por las
niarismas (terreno bajo 6 inundable) de su nombre, hallBbase en el si-
glo XVI unida a1 rio por dos caiios en aquel tiempo navegables, mer-
ced it 10s cuales llegaban las naves h a s h c e r a de la villa, no lejos del
lugar en que se encuentra hoy la estisci6n del ferrocarril. De aqui que

(1) Anglerin tomo lPp4gina 380.


('2) Idem id. 2.O id. 200. Alode Angleria 4 8u am@ Antonio de Nebrijn.
(3) id. id. id. id. 376.
(4) Arohivo.de India8 1-2--1/,. En Noviembre de 1618.
46
178 JUAN D h Z DE LEBRIJA

fuese por entonces Lebrija una poblaci6n no 8610 agricola, sin0 tambien
maritima, y que se hallasen sus marinos en inmediato y continuo con-
tacto con 103 navegant,es de Sevilla, que era desde el siglo XIV uno
de 10s m h importantes puertos de la navegaci6n oceknica.
Debemos B la diligencia del segundo Jefe del archivo de Indias
Don Francisco Javier Delgado, el conocimiento de un imporiaante y
curioso documento, procedente del archivo municipal de Lebrija (1j,
y que evidentemente hace referencia a1 descubridor del Rio de la Plata.
Es este, tin testimonio del testamento otorgado en Lebrija el 16 de Ene-
ro de 1499 por el arquitecto Fernand Garcia (2). En dicho documento,
del que por su extensibn insertamos s610 lo m& interesante, dispone el
Fernand Garcia que hereden sus bienes el hijo 6 hijos que nacieren de
su mujer In& de Mirabal en el cas0 de que se encontrase en cinta, lo
que hace presumir que el testador se habia m a d o hacia poco. De no
suceder asi, dispone el testador que herede sus bienes una hija natural
(una su fija) la que dice se llama Juana Diaz, sin duds por haber sido
bautizada con tal nombre y apellido.
Pero ademlts manifiesta el testador ser dueiio de un carabelbn,
y de este buque sin que se toque B sus demBs bienes, hace cuatro par-
tes iguales de cuatro mil maravedises, de la8 que deja tres respectiva-
mente, a su padre Ant6n Garcia y B sus hermanasIsabel y Beatriz del
mismo apellido. Manifiesta asimisrno el otorgante, que tiene un herma-
no llamado Juan Dim (3), a1 cual deja un jub6n de raso negro, pero
no como pudiera creerse la otra cuarta parte en el valor de la nave,
la c u d lega A un su sobrino llamado Juan, hijo probablemente del
Juan Diaz, y a1 qne por dBrsela B su hijo, se explicaria no deje partici-
paci6n en:
%lcarnbelan qite dl ttene, q i t p enott cuit 0it subrtno &itan
pur inntfur~tl,(piloto) k antun gatenbc~,oectna (4) be Qbtptu- .
ma par

(1) Tomado de aquel Archivo municipal por el Sr. Don Luis L6pez Qoirogn.
( 2 ) Esta nrquitacto, alba% coma en estilo morisco s0 decin a6n. pnrece que debe ser el
Fernando Garcia citndo por el P. Ricardo Cappa entre 10s a r nitectos de siglo SV.-Estu-
d i m criticos tomo 18 Boina 17R.-Pordesgracia, no sgrega de 67 ningunnotra noticin.Creemos
sin embaroo que trngxi%bn eu Nilngn donde, s e g i n el referido documento, dejaba su hija de
c o d e d d llnrnndn Jannn Diaz 7 iiu arm con ropa que odena Gnrcin rnya A buscarla su
sobrino Jnnn. Ademis, deja el testador tres pequeiilcq memorias parn otros h n t o s edificios en
obrn 6 en construccion en Milsgn, San Telmo, Snn Roqtie 7 Santo Doming0 B In piierta del
Mar.
(3) Xo 98 ex rasn en el documento si este Juan Maz era 5610 hermano de madre, 6 ai s8 tra-
t a b s de M eam%io de apellido. Entre loa varios pnrientes que se mencionsn no apnreae n i n g i n
otro Din% nparte de la nifia Junna Diaz hijn naturnl de Qarcia.
(4) En lo que se ve unn vez mlis m a n usual era 0nel aiglo XV espmsar en 10s doonmentos
la vecindnd y no la naturaleza.
OTRO 0 OTROS JUAN D ~ A Z 179

En su deseo de auxiliar a1 joven piloto Juan, que estaba hecho


cargo del barco y que acaso manifestaba ya sus aptitudes, dispone su
tio que no le tiren (le quiten) el carabel6n (l), si da tanto por e1 como
otro comprador, y que si quieren 10s participes le dejen el bnque, si da
lo necesario para pagarles sus participaciones.
Este piloto llamado Juan. hijo seguu parece de J u a n Diaz, natural
de Lebrija, como el conocido y tratado por Angleria, y por Oviedo, y
que en 10s aiios de b498 y 99 estaba hecho cargo de un carabel6n en el
Cfnadalqnivir y puertos de Andalucia, corresponde tainbibn con el J u a n
Diaz de Solis, L quien quince aiios antes de 1613, esto es, en 1498 (2).
conoci6 el piloto sevillano Pedro de Ledesma (3). Sin antecedentes pe-
nales, pudiendo haber pasado L Portugal en 1600 6 algo despuh, como
hizo Ambrico desde Sevilla, y haber servido en la Casa de la India de
Portugal, cerrada para el criminal portiigitBs Diaz, pudo tambi6n el hon-
rado navegante de Lebrija ser solicitado por el embajador de Portugal
para que volviese L prestar sus servicios en aquel Pais, y a h recibir la
oferta de perd6n por alguna falta de no mucha importancia, pues que
alguna causa habia para que no le pagasen su haber en la Casa de la
India de Portugal, y no es lo mismo una falta 6 delito leve que el he-
cho de ser corsario y traidor B su Pais, por el cual se veia encarnizada-
mente perseguido en Portugal el referido Diaz, que lanzado quiz& en
criminal camera, acumuld nuevos delitos a1 rob0 de la carabela real, ee-
@in de las Reclamaciones de 1617 se deduce.

IV
OTRO 0 OTROS JUAN D ~ A Z

erminaremos nuestra inforrnacion dando alguna noticia de otro 6


1otros dos J u a n Diaz, Contemporheos del que en 1496 era buscado,
y que pudieran muy bien relacionarse con 10s sucesos B que hacemos
referencia. Es uno: el vecino de Lepe J u a n Diaz que en el aiio de 1476

(1) Ests clase de naves, que a1 paracer B r a n dedicadasmBsfreouenternenta al cabotnje, fueron


sin embargo llevadas B v e w a1 Nuevo Mundo. Y en la expedioi6n de Hojeda se menciona re-
petidamente en 1602 un carabel6n Santa Ana que llevaba el veedor Hernando de Guevara.
Coleo. de doc. de Nav. tom0 3.O pBgina 102.
(2) El tastsmento ea de 1499 pero del mea de Enem, yen esta documento dispone Fernmdo
Garcfa ser enterrado en la Iglesia de Snnta Maria del h b a l en la que fu8 bautiaado el farnoso
Nebrija (1444) y donde tenia su entarramiento AnMn Gamia DalcslB, abnelo del Arqnitaoto.
(9) Pleitoa de CoMn torno Lo p&gha‘.?6O.-Deolaraoi6n de Pedro de Ledeema en Sevilla el
11 de Abril de 1615.
180 OTRO rS OTROS JUAN D ~ A Z

venia como tripulante B bordo de un balliner (1) del vecino de Palos


Ant6n Martin, y que por haber 5 la saz6n guerra‘con Portugal (2), re-
gresaba con su buque B Palos.
%e Fafar giterra rt. 100 portitgue~ee-d rt 100 m 0 r 0 0 ~ ~
s e g h reza el documento, que es una provisi6n de 10s Reyes Cat6li-
cos dada en el aiio siguiente de 1477 (3). Traian consigo 10s del b e h e r
cierta presa, pero por lo visto, en estas fuerzas sutiles de Palos venian
cooperando tambiBn varios vecinos del puerto de Lepe, y seg6n la re-
ferida CBdula ocurri6 que:
j’rt legua ir mebta ba la btcba trtlla be 3lul00, bentro en la
mar, v00 100 btckJu0gebaettutt Bobrigitafd @tun Qtaf, d dz00
o a C i ~ u 0bs gepa *to trentan en 0it cmttpafita, (bel roclamante
anton martin) o~ttcmbuutt bfa cmnienbo mzlvo d ~ e g u r o-00 ,
levanta~+tete ~ la capitanta, t
cuntra dl, d le b e ~ a p o b a r a e t ebe
le toma0tee el b i c l p ballener a.”
Y ordenan B seguida 10s Reyes, paguen el Rodriguez y el Diaz el
importe de lo sustraido (unos 26,000 maravedises) a1 reclamante Pe-
dro Ant611 Martin, que se quejaba amargamente de no poder conseguir
que se le hiciera justicia en Lepe, donde tanto el Diaz como el Rodriguez
iipubfunmuctp, q eetaban muq e m p a r e n t u b ~ e . ~ ~
Acaso se pretenda que‘estos sucesos de 1476, en 10s que aparece un
J u a n Diaz discolo y de armas tomar capitaneando B 10s de Lepe contra
10s de Palos, son muy anteriores B la requisitoria de Alfaro contra el
portugues J u a n Diaz, pero conviene observar que mayor espacio de
tiempo (21 ailos), habia trascurrido entre dicha requisitoria de 1496 y
lasreclamaciones portuguesas contra Solis en 1617. Y ha de tenerse en
menta que el rob0 de la carabela & que la requisitoria se refiere, no 9610
8 s anterior B 1496 sino que puede serlo varios afios, pues que dicho
documento no es una consecuencia precisa y directa del rob0 de dicha
carabela sin0 debido como en la misma requisitoria se exprega,
que el Rey de Portugal ”basubfb0 w e e&&en get00 niteetroe
WnD*” y es de notar tambien que cuanto se aleja al suceso de la
carabela de las Reclamaciones de 1617,otro tanto se aproxima & lo
ocurrido en el balliner.
De lo dicho se infiere que en Lepe como en .Lebrija, existieron dos

(1) Ernbarcaoi6n de esta nombre, probablemente ballenem.


(2) En aste sfio invadi6 A Cnstilla Don Alonso de Portugal, y as di6 la batnlla de Tom en
la que fn6 recbazado y r e q r d y prepr6 Is frontera.
(3) Coleo. de doa de Navanrete, tomo 3.O pARina 472. Dada en Jmnu de la F h n t a n en 19 de
Ootubre de 1477. El documento procede del Arohiro de Simanaas.
OTRO OTROS JUAN D ~ A Z 181

J u a n Diae, porque resultadificil de aceptar que el Diaz que capitanea,


en 1476 B 10s de Lepe contra 10s de Palos en el episodio del balliner no
siendo probablemente un jovenzuelo, fuese el Juan Diae de Solis que ha-
cia 1611 se casaba en dicha villa con Ana de Torres, de la que en 1613
tuvo uno de sus hijos (1). Parece relacionar sin embargo, el Diae de
Lepe con 10s de Lebrija, el hecho de haberse casado m b tarde en
Lepe el Piloto delebrija.
dMarch6 acaso B Portugal el Juan Diaz del balliner, por haberse
complicado este asunto y cometi6 alli nuovas estorsiones?
Por otra parte p r i a causa para que el arquitecto Garcia no dejase
parte alguna en el carabel6n A su hermano Juan Dim, (con el que estaba
en buenas relaciones pues que le deja el jub6n de raso negro) la circuns-
tancia de ser este el Diae de la requisitoria, cuyos bienes debian ser
embargados y entregados B la persona que el Monarca de Portugal
designase?
dSe deberia en t a l cas0 B esta circunstancia el legado hecho por el
arquitecto B su sobrino Juan, el piloto de Lebrija libre de tales respon-
sabilidades, 3 que por la misma raz6n pudo en 10s primeros aiios del
siglo XVI, prestar sus servicios en la Casa de la India de Portugal?
No seguiremos,porque en realidad basta B nuestro prop6sito seiialar
la incompatibilidad de Solis con el Juan Diaz de la Requisitoria, aunque
si hayamos querido agregar B nuestra Informaci6n 10s anteriores d a b s
cuyo examen parece mas propio de una Monografia, que no de un tra-
bajo de indole algo general como el presente.

(1) En 7 de Marzo de 1619 se& el libro parroquial de Lepe.


46
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

I
HERNANDO D E MAGALLANES.-LAS NEQOCIACIONES

15 17.-15 I8

E staba aun reciente el sacrificio de Solis, cuaudo el 20 de Octubre


de 1617 (1)llegb B Sesilla el hidalgo portugues Hernaudo Ma-
gallanes, que despuits de haberse distinguido en 10s mares de la India
y asistido B la totna de Malaca, habia dejado hacia poco el ser-
vicio de su pais. Gomo hemos visto, comprobada por las sucesivas ex-
pediciones de 10s navegantes de la Casa de Sevilla, la continuidad de
las tierras continentales desde uno ti otro de 10s trbpicos, fu6 enviado el '
Piloto Mayor en 1616, para buscar mQ a1 Sur el deseado paso a1 Paci-
fico, que habia sido descubierto hacia poco por Vasco N6iiez de Balboa.
En este su liltimo viaje habia descubierto Solis el gran rio de la Plata y
prolongado adem& el conocimiento de la costa oriental de la America
del Sur en m8s de doscientas leguas, pero es lo cierto que el resto de la
proyectada expedicibn tal como se consignaba en las Capitulaciones de
Mamilla, se&n las cuales debia el Piloto Mayor intentar el paso de SUB
naves a1 Pacifico, y una vez en 81 navegar y explorar desde la costa
occidental de Castilla del or0 (regi6n de Panama) "mil 6 eetecfontas '
kguae L+ mU0" dentro de la demarcacibn de Castilla, habia quedado
sin realizar.

(1) Seghn la deolaraci6n preatada por el mismo Magallanes en la Informaci6n hecha en


.Bevilla contra el factor Brands en Noviembre de 161R. Amhivo de Indias 1-2-1/p
184 PRDIFR VTA.JE ALRFDFDOR DFT, >(UNDO

Estos hechos y 10s minuciosos docurnentos que a 10s mismos se re-


fieren, no permiten admitir que pudiese Magallanes proponer en Espaiia
como cosa nueva, continuar por el Sur la exploraci6n del nuevo Con-
tinente hasta encontrar el paso para mares m h occidentales, paso bus-
cad0 en van0 desde 10stiempos de Crist6bal Colbn, intentado lnego por
10s navegantes de la Cam de Sevilla, fin y objeto de las mAs importan-
tes expediciones organizadas en dicha Casa y en la liltima de las cuales
ambaba de perecer el Piloto Mayor, buscltndolo precisamente en la
regi6n meridional del Nuevo Continente, en la que liabia de investigar
y de encontrarlo el mismo Magallanes. Consta t a m b i b que, tenia este
navegante en Sevilla amigos y relaciones, y era Ala saz6n Alcalde de 10s
AlcAzttres y Atarazanas, (de cuyos edificios formaron parte la Casa d e
Contrataci6n y el arsenal) el portugues Duarte Barbosa con cuya hija
se habia casado Magallanes (l),no siendo por ning6n concept0 admisible
que ignorase dicho navegante el reciente intento hecho por Solis para
pasar con sus naves a1Pacifico, por el supuesto extremo meridional del
Nuevo Contiuente.
Pero si no puede concederse Magallanes la originalidad de la idea,
le pertenece en cambio por completo la gloria de su realizaci6n, y.acer-
ca de esto antes de continuar en la exposici6n de 10s hechos, manifes-
tarenos que en mAs de una obra moderna acerca de 10s descubrimientos
geogrLficos, se incluye un globo terrestre atribuido en 1616 L Juan
de Sehooner, globo que hacia innecesarios la expedicih y el sacrifkio
de Solis, y t a m b i b esta expedicih de Magallanes que cost6 asi mismo
no poca sangre, de la misma manera que en un tiempo se atiibuy6 B
Martin de Behaim la representacibn del Nuevo Mundo un af3o antes de
su descubrimiento por Cristobal Col6n, pretendiendo hacer tambiBn
in6til B innecesario su glorioso viaje.
E n este globo de Sehooner se consigna en efecto, no s610 el litoral
atlantico de la America del Sur, sin0 tambiBn el paso para el Pacifico
por su extremo meridional, y lo que es mAs curioso todavia en un tra-
bajo que se dice hecho en 1616, se representa t a m b i h en 81 la costa
de la America del Sur sobre el Pacifico hasta llegar A la America
Central. Hemos buscado con verdadero inter& pero sin Bxito, cuales
son 10s documentos 6 10s hechos positivos que existen acerca de la for-
maci6n de este trabajo, que figura por lo menos en dos obras modernas
sobre 10s descubrimientos geogrAficos, que han sido traducidas a1 cas-

(1) Era Barbosa Teniente de Alcnide del Aldzar y Atsrazanas de %villa p r DonJorge de-
Portngal y casbe con sn hija Magallams en la Capilla del Aldaar, el aiio de 1617. Amhivo
de Indias 1-2+,.
PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL MIUNDO 186

te1lano. Se habla de dos naves que no se sabe cuando hicieron s u viaje,


ni por quien iban mandadas, como no se dice de que manera se obtnvo
de las tripulaciones guardasen secretov tan importantes como el descu-
brimiento del Canal, y del nuevo y antes ignorado Oceano. El Seiior
Soplius Rugge del Instituto de Dresde (1) dice con referencia Piga-
fetta en Ramusio que acaso este trabajo se funde en eierto niapa de
Behnim en el que este cosmografo muerto en 160'7, 8hxbiera (condicio-
nal) consignado aiinque nmy oeztlto, u n estrecho maritima* y agrega el
mismo escritor, qice acaso fuera esta u n a de hs itkicchns ficciones de algun
cartb,qrafo, coni0 hemos visto en muchos inapns antigicos (2).
Importa mucho observar que en el referido globo geografico se lee
una inscripcibn latina colocada A lo largo de la costa sud-americana
del Pacifico, evidentemente relativa a consignaci6n en el globo de la
referida coita, y la cual dice:
gjac par0 irt01tl# inwenta
ex ntanbato &aetella
awra ultfrn incognita (3).
Esta inscripci6n que fce supone fue hecha en 1616, y en la que se
consigna el descubrimiento realizado efectivamente de dicha costa por 10s
castellanos algunos aiios despues, tendria en 1616 lo misino que la repre-
sentaci6n de dicho litoral nn caracter verdaderamente .profetico de lo
que iba ocurrir m h tarde, pero como estas profecias geograficas no
son aceptables, lo que subsiste es el hecho positivo de que en el referido
globo, aunque pei-teneciera realmente a1 aiio 1616, se han consignado
despues trabajos y desc6brimientos de fecha mas reciente, como por
ejemplo ocurre con dicha inscripcion y costa. No sera ciertamente este
documento el que despoje a Magallanes de un Btomo de su gloria.
Llegaba a Espaiia este navegante en momentos dificiles y de
transicion, el 19 de Septiembre 6 sea un mes antes de su entrada en
Sovilla, desembarcaba en Villaviciosa de Astiirias el joven Principe he-
redero que habia de llamarse Carlos V, Monarca ya aunque no jurado de
A r a g h , y que gobernaria en Castilla a nombre de YU madre Doiia Juana
siempre demente y recluida. La llegada de este joven Principe de so10
diez y siete aiios de edad, rodeado de una turba de explotadores y de

(1) Historia de la Apoca de la- desoubrimientos geogdficoo por dicho autor, pAgina la,
4 6 n espaiiola.
(2) Idem id.
(5) El globo de Shooner segdn el Sr. Cronau en su obra AmBrioa, tam0 2.O IdrninS de la ph.
&a 7, y asimismo s e g h el Sr. Sophos R u g 9 ya oihdo en la lemina de su pdgina 189 de las
respectivas versionns sspaiiolas.
47
186 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL NUNDO

gentes disipadas, que la poca respetabilidad de sus encargados (1)per-


initiera llegar hssta 81 y de 10s que no sup0 desprenderse sin causar an-
tes irreparables males, caus6 verdadero panic0 entre 10s antiguos ser-
vidores de sus abuelos 10s Reyes Catblicos. El respetable Angleria se
expresa acerca de esto diciendo:
"pap u l i t l a c a m algitua be qitc piteban ~ a c a i r riqitetae,
~e
sttt qito acithait intl satdlitee +. . ..
el que pirimera acitbe, e0
el qirc agarra sit pircBa, can mrie farfltbab Bci el geq qite ell00
0 9 atrewen ri pebtr" (2)+
A estasgeutes que rodeaban a1 Principe, no convenia ciertamente
que este escuchase 10s consejos de 10s antiguos y rigidos administradores
de sus abuelos. Desde el mes de Julio hallabase doliente de su filtima
enferlnedad el ilustre Jimbnez de Cisneros, y no obstante s u llegada EL
Castilla, no llego a verle Carlos V.
Agravaba el mal nl Cardenal dice un nutor de aqicel tiemnpo, (3) de lo
cual tenian amenudo aviso 10s que venian con el Rey que estorbabm las visitaS,
porque el inCdico que le curaba les escribia hasta el tieinpo que podia vivir, y
por esto alargaban la venidrs, esperando que micriese el Cardenal antes de ver
a1 Rey. s
Y asi lo consiguieron, muriendo por fin en Roa, el ocho de Diciembre
de 1617, este honrado gobernante y sabio fundador de la Universidad
de Alcala de Henares texperiinentcindose entonces, dice el docto ZZzEiga, la
dura sazon en que faltb el Cardenal de Toledo Don Fray Francisco Jimenea
de Cisneros cuyo valor qeno de huinanos respetos, hubiera &do escudo de
Castilla* (4). Con la muerte del Cardenal, desaparecia todo obstaculo 6
duda que pudiera existir para la gobernacih de Castilla por el Principe,
y cuatro dias despubs, el doce de Diciembre, se despachaban desde
Valladolid donde a la sazbn se encontraba, eorreos para todos 10s Reinos
de Castilla llamando ci Cortes para principfos del ago siguiente de 151818.
segfin 10s tbrminos del Cronista Sandoval.
Despejada asi la situacibn, el 27 de Enero de 1618 (6)salian de Sevi-
Ila para la Corte con Hernando Magallanes, 10s hermanos Francisco y

(1) AI menos de 10s que mhs de ceroa le rodeaban.


('2) Anglerfa tom0 1P phgina 61-CartaB 10s Xarquases de VBlez y de Nondejnr sus disofpn-
los.-De LQridaB 90 de Enero de 1619.
(9) Historia de Cnrlos V por el Cronista Sandoval, que dispnso t a m b i h de 10s papelas rem
nidoa por el Cmniata Quevara tomo 1.O folio 68.
(4) En am Annles oiviles y eolesihstioos. Afio de 1418 Sevilla 1677.
(6) Seg6n la dealnraoi6n prestada por el mismo Magallanes en la hformaoiin heoha corn
tnr el faotor Aranda el 6 de Noviembre de 161S.-Archivo de Indins 1-2-'/~
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 187

Ruy Falero, y en el misnio dia pero por diferente camino, (1)partia tam-
bi&n el llamado Juan de Aranda que clesempeiiaba B la sazon en la
Casa el cargo de Factor. Llevabanltodos, como lo demostraron 10shechos,
el pensamiento de proponer a1 nuevo Soberano y a1 cancjller flamenco
que habia sustituido B Cisneros, el proyecto de continuarla esploraci6n
del nuevo Continente por su parte meridional, para buscar en aquellas
latitudes nn paso que condujera las naves a1 Pacifico, segiin el plan de
las Capitulaciones de Mansilla en 1514,exploracidn que la trbgica maerte
de Solis no liabin permitido llevar a cabo. Esta disimnlada combination
entre lou navegantes y Amnda, tuvo como veremos el inalicioso alcance
de hacer las Capitulaciones para este viaje sin previo conocimiento de
10s den& Jefes de la Casa, y aun sin la participacion de 10s navegan-
tes, que B la misma pertenecian, y que para esta empresa ?n que acaba-
ba de perecer el Piloto Mayor, parecian tener derecho preferente.
De todas inaneras es lo cierto que una vez llegados B Valladolid,
avisbironse de nuevo 10s que por diferentes caminos Ilegaban, que fu6
Magallanes presentado B Carlos V, a1 Obispo Fonseca y a1 canciller
Sauvage. Es de crew que el nuevo Soberano fuese informado no
8610 de lo que Magallanes proponia, sino tambien tie 10s esfuerzos
hechos hasta entonces para llegar desde Sevilla mares m&s occi-
dentales como entonces se proyectaba, puesto que dichos esfuerzos,
y singularmente la iiltima expedici6n de Solis, interrumpida no por
dificultades tkcnicas 6 por impericia, sino por un verdadero accidente,
eran 10s antecedentes necesarios de este asunto, y tambien la reco-
mendacih m&s eficaz en favor del nuevo viqje. En aquellos dias y
encontrandose aim todos en la Corte, hieo Aranda con Magallanes y
Falero un convenio por escritura otorgada en Valladolid en 23 de
Febrero de 1618 (2).
Por lo demb, en la Corte y no obstante la agitaci6n de aquellos
dim, las negociaciones marcharon rBpidamente, la proyectada expedi-
ci6n pareci6 haber sido acogida con entusiasmo por el joven Principe, que
empeeaba B manifestar 8u espiritu intelygente y emprendedor; y en 22
de Marzo del mismo aiiofirmBronselas Capitulaciones para este viaje (3).

(1) S e g b mush en la Informaoi6n ya oitada, 10s Faleros y Magallanes marcharon por el


camino de Toledo y Jaan de Aranda por el oamino llamsdo de la Plats. De asta camino de la
Plats habla Crist6bal Col6n en sn carte de 29 de Noviernbre de 1W en la que desde Sevilla
dim B so. hijo don Diego: 4 voy en andm (aspeoie de litera) sen5 oreo por la Plah,, camino
qne se dirigfa B tomar la oalzada romans que pasaba por MBrid8.-Cartas de Col6n.--Madrid
l&?l.-p&gina 141.
(2) Arohivo de Indisa 1-2J/~-Coleo. Navarrete, tom0 A" &in& 110.
(3) h h i v o de Indiaa l-2+l--cOleo. Navarreta, torno 4.' pggina 116.
188 . PRINER V M E ALREDEDOR DEL YUNDO

S e w ellas, debia suministrarse & Magallanes una armada de


cinco naves dos de ellas de 130 toneladas, otras dos de 90, y una de 60,
con provisiones para dos &os y hasta 234 individuos de toda tripula-
cidn. Con 10s expedicionarios, y designados por el Monarca irian un
factor, tesorero y contador, conservando asi las denominaciones de la
Cam, p escribanos para que diesen fe y llevasen cuenta 5’ razbn de todo.
A diferencia de las Capitulaciones hechas en 10s tieinpos de Fernando
el Cat6lico, no se observa en estas el estudio que en aquellas se hacia
d e lo proyectado, y en cambio las numerosas cliusulas destinadas &
determinar las ventajas y utilidades que corresponderian It Magalla-
nes y & Ruy Falero manifiestan lo azaroso de aquellos dias, p la corta
expeiiencia 6 escasa atenci6n puesta por 10s que entendieron en las
Capitulaciones para est0 viaje, destinado en cierto modo It recoger
el fruto de 10s trabajos anteriores.
Algo despuBs de firmadas las Capitulnciones march6 la Corte &
Zaragoza, en c u p ciudad entr6 ostentosainente el nuevo Monarca, des-
pu6s de haber jurado en Calatayud aqnellos fueros. Magallanes y 10s
Faleros se dirigieron entre tanto A Sevilla, en cuya ciudad y por
su Casa de Indias debian hncerse 10s preparativos y la habilitacih
de la armada para la expedicih, pues el jooen Monarca roiupiendo con
razdn 10s antiguos moldes y pasadas debilidades, 9 no hallItndose ligado
por tan estrechos lazos conlo SLI abuelo con el Monarca de Portugal, or-
denaba hacer sin reserva alguna 10s preparativos de esta expedicidn
para la que, s e g h 10stratados, le asistia tan indiscutible derecho. No
pudo sin embargo evitar Carlos V las reclamaciones insistentes de
aqnel Monarca que, vindo ya de la hija de 10s Reyes Cat6licos, preten-
dia It la sazcin casarse con una hermana del nuevo Gobernante espaiiol.
FuB entonces encargado de hacer estas reclamaciones, el Einbajador
Costa, encargado tambiBn de las negociaciones para el proyectado en-
lace, pero excusdse Carlos con 10s del Consejo -y ordeno lleoar & cab0
la expedicidn, no obstante las reclamaciones del Embajador.
P R I m R VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 189

I1
PREPARACION DE LA ARYADA

I 5 I 8.-I 5Ig

S eguia rigiendo 10s trabajos de la Casa, de Sevilla dosde su funda-


ci6n por Isabel la Catblica, el Doctor Sancho Matienzo nl que fu6
dado, por tanto, cooperar B las mbs importantes empresas geograficns
de esta instituci6n y en este hombre ilustre encontr6 Magallanes el
mbs eficaz y decidido apoyo para formar la armada expedicionaria y
do ello tendremoa ocasi6n de adiicir aqui mas de una prueba. Obser-
varemos sin embargo, que la determinaci6n tomada en Valladolid,
capitulando desde luogo con Magallanes y Falero la futura explora-
ci6n y haciendo cas0 omiso de 10s Pilotos de la Casa de Sevilla, era
tanto mas injusta, cuanto que el proyectado viaje comenzaba por
intentar el paso de las naves a1 Pacific0 por el supuesto (1) extremo
meridional del Continente (2), empresa en que, por un lamentable acci-
dente, habia perecido el liltimo Piloto Mayor de la Casa. De esta tan
injusta preterici6n, quejsronse a1 Monarca 10s de la Casa por si mis-
nios J' nombre de 10s navegantes que la misma pertenecian, mani-
festandolo con noble independencia a1 nuevo Gobernante, como clara-
mentese deduce de SLI Carta d e 13 de Abril, en la que les contesta
y satisface diciendo entre otras corns (3):
"quanta rf Iu qite becte que lpbete eabibu Wte ptS znunbo
tuntar aeirntu (cnpititlar S cuntratar) cun lo0 bue yortitgiro-
0120yarn PI oiaje cpte ban be barer rt la Q e p e c i ~ t aij , que nu0
lu behtdramue bacer saber primeru que %e a ~ e n t n r g~ ,tu-
mar oiteetrn tnfurmactun g parecer, g cumprobar qite 0s ba
pzq3rtbu rt hacer con nueetzue 3ptIutu0, q u o ett eea daea 00-
trLn (4), bfen nu0 ba parectbn lo qxte becte'etc."
prosigue el Principe disculphdose, y manifiesta adem& haberlo man-
dado:

(1) Que navegantes y cosm6grafos pretendtan existiese, y existia en efecto como habia
sumdido a1 Sur de Africn.
(2) Tanto, que debia empeaar y empea6 Magallanes so. exploraci6n raconociendo la desam-
boaadurn del grnn Rio de la Platn, en el que habia peracido el Piloto Mayor.
(9) Arohivo de la Casa eu el de Indias--138-1-6. Dada en dicha feoha.
(4) Asistlasin embargo, una raa6n de peso pars la determinaoi6n tomada por Carlos V con
Fonsecn, encornendando &a armada B Mngallnnee, por su oonooimiento de 10s mares de la In-
dia que no emu conocidos para loa Pilotos de la Casa de Contrataoi6n.
48
190 P R n l E R VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

”iteer a1 ntij grait Qanciller ($tannage) q a1 ittuq rewe-


rottho CObiepu h e @itrfiue”y agrega:
” d manbu a1 :bickp @Ltieyu be gitrgus, qne us eecriba
largantente lo que en ellu pasa g la0 caltsas, (caueas) que
ha 1JabibU pal-&113 lJaCPr, pllra QltP VU#rtti-U€+ 10 tteab3 4 beis
p-arte bollu a 3eltastian Qabutu, if ti gitait gespitcbe, IJ an-
brds gitiu, i~ 3itbrds be $an @tartin, i~ ti IUR utroe nitoetrue
pilrrtrts W (1).
En la laisma Carta, y para satisfacer t a m b i h 6.10s que cou tanta
raz6n se querellaban, dice el Principe a1 Doctor Xatienzo -y B sus
compaiieros, vayan pensando en las personas que deberian ir con otros
cargos y ”par tercero b e 100 ~ ~ ~ u - t u a u ~ scon e s efecto,
”y B causa
quizas de esta reclamacih, marcharon con Magallanes, pues Falero
enloquecido no pudo embarcar, tres de 10s mbs antiguos y entendidos
Pilotos de la Casa de Sevilla, Andr6s de San Martin, Juan Roclriguez
Serrano y Juan Rodriguez Mafra.
La historia de este memorable viaje, del que B diferencia de 10s
anteriores se conservan circiinstauciadas rslaciones, manifiesta en efec-
t o que en tanto que el portugu6s Esteban G6mez abandonaba 6 Ma-
gallanes en el Estrecho y Yegresaba B Espaiia en la nao de San An-
tonio que era una de las mBs graudes, 10s Pilotos de la Casa, fueron
sus r n b animosos 6 inteligentes auxiliares. El sevillano Andr6s de San
Martin, cosmografo de la expedition, le aconseja siga aun m b de un
mesen aquellos canales si se prolongaban, y tanto San Martin como
Serrano, llegan con Magallanes tY lasgrandes islas de Oceania, y pe-
recen con el en la gloriosa empresa. Nada seria mBs injusto que inter-
pretar la digna y justificada actitnd del Doctor Matienzo Jefe y perso-
nalidad la mBs importante de la Casa de Sevilla, como sistem6tica
oposicidn hecha B 10s proyectos de Magallanes. Los hechos y 10s docu-
mentos manifiestan por el contrario, la protecci6n prestada por el Doc-
tor B Magallanes a1 que en un dia de motin defiende hasta con peligro
de su vida, y lo comprueba tambien el hecho de nombrarle Magallanes
su albacea, en el testamento que hizo en Sevilla, muy pocos dias antes
de partir para la mar (2).
En el mea de Julio se encontraba de nuevo Magallanes en la
Coite, y su viaje parece haber tenido por objeto conseguir la necesaria

(1) Entre IosPilotos de nornbrsmiento real figuraban tambih en Is Casa Juan Rodriguen
Bernmo y Juan Rodriguez Mafra, que tomaron parte en &a viaje.
(2) Heoho en Bevilla en 24 de Agosto de 1519,estando ya loa buqnes en San16 car.--dmhiVo
de Indiaa l-%-*/,.
PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL NUNDO 191

autorizacih orden para determinar 10s fondos que debian aplicarse a1


~

armamento de esta escuadra, y A fin de obtener la aprobacih de la lista


6 memorial que para la armada hacia falta, como para otras expedi-
ciones se habia hecho. P a en esta Bpoca se observa esistia conformidad
entre el Doctor y Magallanes 6 juzgar por 10s tbrminos de la Carta que
Matienzo y sus compaiieros dirigen a1 Principe en Agosto del mismo
aiio (1) y en la que le dicen se felicitan por el favorable despacho obte-
nido por Magallanes, que como veremos habia llevado ti Sevilla con la
contestaci6n de Don Carlos, la lista 6 Memorial para la armada y la
consignaci6n de algunos fondos para 10s primeros gastos. Esta Carta en
la que 10sde la Casa contestan 6 la antes citada dice asi:
” ~ 1 t ld
J t a 1J &tUbeYXWUse66tt.”
”@xibintoe la carta be p. 3.focl~ah 20 be &?nlia,can 01
&amonbabor @tagallanee sapitrtn be p. 3. i obimae musbo
placer sun eit imtiba, q can la beterminacih qne 0 e ha ta-
maba en la be la srmaba, etc.
Acompaiiaban 6 la Carta de Don Carlos dos CBdulas del mismo dia
(20 de Agosto de 1617),una (2) con la lista 6 Memorial aprobado de las
cosas necesarias para la expedici6n y que debian suministrar 10s de la
Casa, y la segunda en la que se aplican para 10s gastos de dicha armada
cinco mil pesos que habian ingresado recientemente (3).
A esta segunda CBdula contestaron 10s de la Casa manifestando
coin0 era justo, que no bastaba lo consignado y preguntando si destina-
ban a1 mismo fin diez y siete mil pesos que habian ingresado despuBs:
j9varque tfh el pxtatr, (4) M c e la cafrfa, nu qiterrfa gastar
sfn manbamienta oxpeeeo be p. 3. aitnqne cana~caqne baq
nece0ibab m1tcIp be la bapx. OtC.”
Estas indicaciones del Doctor Matiemo fueron atendidas, aunque
no desde luego, por haberse quiz& aplicado tal suma A otros fines, per0
por CBdula dada en Zaragoza en 12 de Octubre, se le orden6 que de una
cantidad 6ltim,amente percibida, se aplicasen mil ducados,para el avio
de la armada de Magallanes (6). Consta, que no obstante ese retraso,se

(1) Que por exoepci6n 98 ha coneervado.-Archivo de Indias--2--6--l/,. En 16 de lpgosto


de 1518.
(2) Archivo de la Casa en el de IndiRsrll--G~/,.
(5) Archivo de la C ~ s aen el de I n d i e s - 4 1 4 ~ / 9 , - f e a h a expresada.
(4) El Dootor, como Tesorem tenia tamhien mayor reaponsabilidad. Ademb dasde la muerte
de Don Fernando y de Cisneros, no encantraba la omnimoda canfienee anterior, y ann habh
tratndo de dejar su cargo.
( 6 ) Arohivo de la Casa en el de Indiaa--41--Gs/s, feaha referida. CatAlogo del h..Llorens,
&ins 30.
192 PRIIIER VIAJE ALREDEDOR DEL JWNDO

habia comenzado desde luego y lajhabilitaci6n de las naves con toda, dili-
gencia, pues ya en Octubre se trataba de varar :uno de 10s cascos, sin
duda para proceder a calafatearlo, y en 21 de Octubre convinieron 10s de
la Casa con Magallanes en que:
"a1 otro b i a nierne0, 0 9 narn0e en tierra itna be In0 nu00
qite ljnn b e tr en In biclja arntaba, i j qite el factor Se In bicba
n i t e s t r a &a0n lktta0e el genbin be ttiteetrae 3rma0 realee ti
la btclja nao, para 10 potter encintn bellu, g el bicbo cupittin
(@tagallatte0) la0 01tgu0, para la0 poner Titera, camo hi! qite
e% it00 IJ C U Q f l t t t t h O "
que tales sonlos t h n i n o s , en que expresa la Cedula diiigida poi el
Principe a1 Asistente de Sevilla Sancho Martinez de Leyva, en 11 de
Noviembre de 1818 (1).
Ocnrri6 sin embargo aquel dia, seg6n In misma Cedula refiere, que:
"ciiito, el bfcljo capitcin mabritgi, cregenbo qite el bicbo
factor l ~ a b f al k ~ a b ottiie0tro genbon coma babin qitehabo
ae-mtaho, pit00 la0 banberue be 0u0 u r t i t a ~en el cabrc~tante,
g t e estaba en tfotrra, para ourcar la bicba nao, g big qite itn
gebaeticin 3Io0eroj alcalbe bel tmiente be ~ l m i r a ~(el t e 31att-
t-ante b e 6a0ttlIa,) b i i o qite nu parecia Lriert qite %ee0titttteeen
aut la0 armne bel mg be gotft1tga1, g qitec1 btclju cap€tutt
~ u g a l l a i t e e ,le t-esponbfi qite na baltta arma0 3-01 mg be
gUlhga1, 0fno la0 0uqa0,romultueetrooaeallo g 0mtbotr&.,,
Particip6 tambi6n el Rosero estos falsos rumores a1 Cabildo de la
Ciudad y a1 teniente del Almirante su superior, acudi6 gran golpe de
gente a1 varadero y qniso el del Almirante prender a Magallanes, que
fiie entonces animosamente defendido por el Doctor, el cual se person6
tambien en la ribera del Rio para proteger ti 10snavegantes. Asi lo refiere
el iuismo Magallanes en su arb B Carlos V, fechada en 24 de Octubre (2)
6 sea (10s dias despub de estos sucesos:
'tq ntenbo el eoctor mattenfo,bfce ~ a g a l l a n e el,a O t n ru-
%on,qite a mi g ri lot% mto0 0 0 qttettfn lJacer, oclJ45 muno bo1
tenfento bel ~ l m i r o n t erequtrf6nbole
, be parto b o p. 3. quo nu
lJtcie0e co0a tan rmtra ttit00trL- 0Plm€cfo."
Pero ocurria esto en tiempos de sorda irritaci6n contra 10s codicio-
80s extranjeros que rodeaban a1 Principe, y eatas oircunstancias
dieron la mayor gravedad a1 inesperado c o d i c t o , en tales t6rminos

(1) Amliivo de la Casa Bn el de India -189-1-6. h Zaragoza en &ha feoha.


( 2 ) Colecci6n de documeutos de D. Martin FernBudez, Navarrete, tomo 4.O pggina 124.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL W N D O 193

que ni el prestigio del Doctor en la Ciudad, sus aiios ni su respetable


carhter, bastaron para contener aquella gente maleante, vihdose el
animoso anciano en grave riesgo de ser victima de la turba, de tal ma-
nera que, s e g h la Pefeda cwta D Magallanes a1 Principe, 10s amo-
tinados:
j3ocburoZt tnuno bo1 gortor g algunos cost lo0 r0p&o0
Biosnubae sobro 0u cubefa,Le quertan bwfr, etc."
A tal extremo llev6 aquel dia el primer Abad de la Jamaica en su
defensa de 10s navegantes para la famosa expedicih. Con este mo-
tivo, d i g i 6 l e Carlos V una honrosisima Carta, que se conserva en el
Archivo de Indias, y que dice asi (1):
"Ql w.-gortc gkmclJ0 be @tatienaoN a b bo la gamut-
tu, nuestro tEGe00rero b e la Qu0a bo Qosttrutusion bo la0 Bn-
. bta0, qlte re0ibe mt la Qt1tbabbe 3jeoillu g a u 1 t h t t g o ballu, ot
ometra 1dt-a be 24 b o Qbttubirepas~tbrten g t o me baaeg0 Sa-
botr lo quo p a d con el &entente be ~lmfrantog e0e utlculbe
cost @mnanbo~ u g a l l a n o e nue0tro Qapitan, g 000 ogruboa-
to g tengo en %eroicfolo q u e o0.e en el10 lJfsietei0,q 01cufbabo
quo tomtetote be me Io bafm eaber, que e% tobo bfcbo con
oquollu ooluntab, g a t o n , g ftboltbub, que etempre aoei0
tontbo g teneie ci la0 soelt0 b e mi seroicto. Bd bo manbubo
prooem eobre el EUSO lo qito ow&+, para que1 30tetonte be
la Qfubab ta0ttguo la0 porsonae q u e en OLIO ovfoiren seqbo
mlpabos con tobo rfgor bo fu0ticfa g b o d e besto, Bgls L
oswfbo manbcinbole quo en ello dttonba con mucbu MIS-
gencia, bublo n t f Qatrta g notttftcablo la btcba Qdbula g fafob-
me subor como 10 fato, g 01 caettgo que en P l l o ouiero feclfo."
"go que boci.e, q u e tom a1 btcbo gjermnbo be ~ u g a l l u -
ne0, tengo '$Jd p o r ntuq zfpfrto g bebfba confiattau q u e e0 ru-
am,g a d %E lo pobots cetrttficor g quo on tobo Lo h g 0 bo
mfrltr d fuoorocm conto rt emnibor nuostro.-~e &?urogqaIi
m c o be v e m b r r be 1618.-Bd ol @?g (fL).--eZoftrenbubo i s 1
~smeturio &obos-bol Q~oncfller g bo1 Qbbtspobo @urge%."

(1) Arohivo de la Casaen el de Indias 139-14. De Zarpgoaa A 11 de Noviembre de 1618.


(a) Estr frecuenta pretancibnde la Reins Madre, que em la verdadera Soberana de Cpsti-
Ha, fn6 cansnrada en Ins Cortes de Valladolid.
... a" "
194 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

I11
LA9 CORTES DE VALLADOLID.-CABOTO, PILOT0 MAYOR.
JURA DE LAS BANDERS
I 5 18-15 I9

L a concesion de todo cargo importante B 10s flamencos que venian


con el Principe, la desenfrenada codicia de algunos de ellos, la
designacion de Guillermo de Croy sobrino de Geures, para suceder B
Cisneros en el Arzobispado de Toledo y m8s aim la presencia en las
Cortes de Valladolid del flamenco Sauvage, que con el titulo de Gran
Canciller habia reemplazado a1 sabio Cardenal en la Gobernacih, fue-
ron causas B producir entre 10s representantes de Castilla sorda colera,
de que se hizo intkrprete el Doctor Zumet, Procurador de Burgos, que
en van0 f u k amonestado por el famoso Geures, privado y tutor del
Principe. Zumel, por el contrario se hizo oir de este, ante quien con toda
entereza mantuvo la raz6n y la justioia de sus reclamaciones, y s e g h
el cronista Sandoval (1):
c Zumel volvib ci decir ante su alteza, lo mkmo que habia dicho a Geures
y con buenas razmes le apretb de tal manera, que dib seiial y prometib de
guardar a1 Reino lo que habin jurado..
Ofrecia dificultades la adhesi6n y reconocimiento de Carlos $or
todos 10s representantes castellanos, el Principe no habia sido jurado
airn en Aragbn, y fukle precis0 transigir; pero aprobaron las Cortes una
Representaci6n en la que se comprendian diferentes proposiciones B las
cuales debia D m Carlos prometer cumplimiento, y era una de ellas
que no $e pudiese conceder & ningiin extranjero:
ii@ctos, nt benefictoe, i t 5 bfgnihabre, nt g ~ t t i e r n (2). ~s~~
seghn disponia el testainento de la Reina Isabel, que como sabio c6di-
go invocaban 10s representantes castellanos. La desconfianza despu6s
de tanto abuso em, sin embargo tan grande, que B fin de evitax se
eludiera el cumplimiento de lo ofrecido por la concesicin oportuna de
cartas de naturaleza, se agregaba en 1% dicha Representaci6n:
,,que no bfese el ggirincipe,nt c o n s t ~ t i e s ebar @Tatttasbe na-
turaleza g que st la* babfa babo, la0 ranocase.i'
Prometi6 Carlos V cumplir lo expresado en esta proposicih,
aunque sin efecto retroactivo y contest0
"@ue ast lo guarbatia be allf abelanta, g w e 10 pro-
metta.ii
(1) Historin de Carlos V por Fray Prudencio Sandoval, Obispo de Pnmplona tomo 1P folio 72.
(2) Idem id. tono 1.O folio 74, olAusula quinta de las 74 de que collsta el doonmento.
PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL YUNDO 196

Ocurria esto a seguida de la ceremonia de la jura de Carlos V la


cual tuvo lugar el 7 de Febrero de 1618, y dos dias antes (1) precisa-
mente el dia cinco del mismo mes, era nombrado Piloto Mayor de la,
Cam ”a lugat- 5 pot- ttacadm bo ?3olf#’’S e b a s t i h Caboto (2),
que no era espaiiol y que como navegante hizo bien poco.
La importancia de la misi6n confiada a Magallanes, a1 que corres-
pondia explorar en gran parte la concesi6n hecha A Castilla, y la impo-
sibilidad de concederle en aquellas circunstancias Carta de naturaleza
coin0 se habia hecho con AmBrico, explican y dan raz6n de la curiosa
ceremonia que una vez dispuestas las naves tuvo lugar en Sevilla, para
la entrega solemne hecha L Magailanes de la Bandera de Castilla, y el
acto piiblico de prestar el mismo navegante el juramento de fideli-
dad B, la enseiia que se confiaba. De recibir este juramento, y de entre-
gar & Megallanes la Bandera, fu6 encargado como el m h legitim0 re-
presentante de 10s Reyes, Sancho Martinez de Leiva (3)Asistente d e
Sevilla.
Tuvo lugar esta ceremonia en la Iglesia de Santa Maria de la Vic-
toria, sita en el barrio de Triana frontero B Sevilla a1 otro lado del GU(G
dalquivir, y de cuyo templo ligado por varias razones con la historia d e
este memorable viaje, queremos consignar aqui algunas breves noti-
cias. Antigua capilla de una hermandad 6 Cofradia de San S e b a s t i h
formada quiea por 10s calafates sevillanos, habia sido cedida en 1616 it
10s religiosos Minimos (4) 6 de San Francisco de Paula, que habian lle-
gado hacia poco para establecerse en Sevilla. Hechas las obras r n h ne-
cesarias, para la nueva aplicacidn del edificio, y reparada tambiBn 6 am-
- pliada la iglesia, en Noviembre de 1617 fu6 consagrado el nuevo templo
Tor el Obispo de Velandia, auxiliar de Fray Diego de Deza ( 5 ) y dedica-
do A la Natividad de Nuestra Seiiora bajo la advocacibn de Santa Maria
de la Victoria y vulgarmente de la Victoria, como se decia B la Cam de
10s mismos Religiosos fundada por 10s Reyes Catblicos enMAlaga, a1tiem-
PO de su conquista. El templo de Santa Maria de la Victoria estaba, co-
mo hemos dicho, cercano al Guadalquivir (6), y A la orilla de Triana
opuesta 8, Sevilla, casi enfrente de 10s edificios de la Contratacibn sitio

(1) drchivo de 18 Casa en el de Indias.-46-4--’/8, Fecha citada.


(2) En que se ve el desm de eludir lo que en I s oitada Representacidnse pedfa.
(3) Superior autoridad por delegaci6n de 10s Reyes y cnya judsdicoi6n comprendia no 9610
la Cindad, sino b m b i h iiua gran parte de Audalucfn.
(4) Por Don Diego Ortia de Ziiiiiga Veinte y cuatro de dicha Ciudad.--Sevilla 1681.-Mo
de 1616.
(6) El constante amigo y protector de CrisMbal Col6n y de sus proyectos, y sabio fundador
del Colegio de Santm Tom4s de Sevilla y ouyo sepulcro se onserva en la Catedral.
(6) Pr6ximo 4 la Iglesia de IosRamedios que se onserva.
- 3
. .
196 PRIMER VIAJE ALREDEDOB DEL AfUNDO

de donde partieron las naves (l), que probablemente estaban ancladar


ya en d i d o lugar.
Las banderas destinadas 6 las cinco naves, que sen* el respectivo

' LA SURA DLI G A S BAhTT3LIRAS

Libro de armada (2) eran muy numerosas, estaban muchas de ellas


pintadas sobre telara de lienzo 6 de seda y tenian c a r h t e r artistico,
habiendo sido pintadas varias de ellas por el pintor sevillano Francisco

(1) E n el llamado Puerto de la! M n l l y como consigna Pigafetta.


(2) Archiro de 1s Cas8 en el de Indiss 334-7/,,.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 197

Villegas (1). Llevadaa squel dia a1 templo de la Victoria, situado como


hemos dicho en un barrio poblado principalmente de gentes de mar,
y con la obligada asistencia de 10s Jefes de la Casa, de 10s Pilotos y
navegantes de la misma y de 10s capitanes y pilotos que con Magallanes
debian partir, lleg6 desde Sevilla B la hora prefijada el Asistente de la
43iudad Sancho Martinez de Leiva, seguido de numeroso acompaiia-
miento y entreg6 en el templo B Magallanes aquella gloriosa Enseiia
que debia dar la primera la vuelta a la Tierra, recibiendo despu8s del
ilustre navegante el pliblico y solemne juramento de guardarle la de-
bida fidelidad.
Terminado este primer acto y entregada la bandera a Magallanes,
file este recibiendo B su vez el juramento de obediencia que, como A su
Jefe debian prestarle 10s deinas Capitanes y Pilotos, y saliend'o despu8s
fuera del templo la brillante comitiva, atraveso la abigarrada multitud
que estaba fuera, para llevar hasta las pr6ximas naves las banderas de la
expedici6n. Activaronse 10s 6ltimos aprestos, y el 9 de Agosto (1519)
quedaron listas para partir las cinco naves, que a1 disparo de mucha arti-
lleria (2) salieroii del puerto, y dando a1 viento algunaa de sus velas, co-
inemaron B descender las veinte leguas del rio hasta llegar B Sanliicar
de Barrameda, y en cuyo puerto de Bonanza anclaron; alli habia una
dependencia de la Casa de Contratacih, y en 81 se detuvieron las na-
ves hasta el 20 de Septiembre, B causa, seg6n parece, de nuevas y vehe-
mentes gestiones del Gobierno de Portugal.
E n este intervalo, him Magallanes una 6 inas excursiones B Sevilla
en la que quedaba su familia (3), y de sus idas B la capital andaluza dan
testimonio dos documentos pliblicos otorgados por dicho navegante en
21 de Agosto de 1519, 6 sea despu6s de su salida de Sevillit y antes que
en 20 de Septiembre, se hiciera definitivameiite 6 la mar desde Sanllicar.
FuB uno de ellos su testamento (4),en 61 que como Col6n fiinda.ba
Magallanes un mayorazgo, cuyos poseedores habian de llevar su apellido,
y que deberian casarse en Espaiia. Destinaba & mandas piadosas la d6cima
parte de sus bienes, que seglin la voluntad de esteilustre vardn peninsular
debian distribuiiw entre 10s Monasterios de Santa Maria de la Victoria

(1) Entre ellas, las de la nao San Antonio y de l a nao Santiago, se&n el referido Libro de
Annnda. Este pintor, deudo q u i d p r o anterior B Pedro Villegas Xarmolejo, pint6 t a m b i h en
1M)2 un retablo destinado B In Espaiiola.
(2) Primo viaggio in torno a1 Glob0 terraqueo.-Del Cabnllero Antonio Pigafetta-Publi.
.cad0 del c6dice de aqnellaBibliotocn Ambrosiana, por el Sr.Amoretti.-NilBn ls00, &inn 10.
(3) Donde dejabn so mujer y BU niiio de corta edad que muri6 mug luego.
(4) Ambivo de Indias-l-Z-*/w Acaso eormponda B alguno de 809 viajes p r e l Gnsdsl-
.quivir, el nombre de Magallanes dado B uno de 10s oaiios del rfo, B 1s altnrn de Lebrija.
60
198 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MlJNDO

de Sevilla, Santo Doming0 de Oporto, Monserrate de Cataluiia, y el de


Arandaen Castilla. Eneste documento manifestaba asimismoMagallanes
el deseo, que por su muerte en Oceania no pudo llevarse B cabo, de ser
enterrado en el ya citado Monasterio de Sanh Marfa de la Victoria (1)
sito como hemos dicho en Triana. Para el cumplimiento de esta su d t i m a
voluntad, designaba Magallanes como albaceas B su suegro Barbosa al-
calde que era de Ins Atarazanas, y a1 anciano Doctor Matienzo quecomo
Jefe de la Casa le asistiera para la preparacih de la armada, que tan
animosttmente le defendiera en el motin, y a1 que menguados informes
suponen contrariando sus planes.
Por el segundo de 10s documentos B que hemos hecho referencia,
hacia Magallanes con la misma fecha, donaci6n de la suma de doce mil
quinientos maravedises de que le habia hecho merced Carlos V, en favor
del mismo Convento de la Victoria, elegido para su enterramiento, y en
el que habia tenido lugar la jura solemne de las banderas. (2)

IV
LA ARXADA-LOS PILOTOS-LA PARTIDA

1519

U ltimados 10s preparativos, hallBbanse B principios de Agosto ancla-


das laa naves y dispuestas B partir, en el llamado puerto de las
Mulas sobre la orilla de Triana. En el Libro de Armada de esta
expedici6n (3) cons6rvanse minuciosos drrtos y noticias de 10s gastos
owionados para la habilitacih y armamento por la Cam de 10s cinco
buques que constituirian la armada se& lo estipulado en laa Capitu-
laciones y que heron.
La Trinidad con . . . . . . . . . . . . . . . 132 toneladas.
la Ssn Antonio ............... 144 a
la Concepcih . . . . . . . . . . . . . . . 108 D
la Victoria . . . . . . . . . . . . . . .lo2
y Santiago de solo . . . . . . . . . . . . . 90 s

(1) El Convento de 18 Viotoria sufri6 un grande fnaendio 4 fines del siglo XVII J fnC
reparado muy luego siendo d q u k destroido a1 tiempo de la invasi6n de 1805.
(2) &lea de doo. de Nav. torno IV prdlogo &na LXXX doaumento nP Xm.
(3) Archivo de la Cesa en el de Ins Indins S a - s S / ,
PRIMER VIATE ALRFDEDOR DEL MUNDO 199

Entre todas ellas merece especial rnenci6n una de las m h pequeiias,


la Victoria, 6 mejor dicho, Santa Maria de la Victoria, que tal era su
verdadero nombre como consta en diversos documentos (l),y unica de
las cinco que habiendo regresado B Sevilla a1 mando de Sebastihn
Elcano (Delano) llev6 B cab0 la empresa de dar la primera la vuelta
a1 Mundo. Iban en estss naves h a s h 237 tripulantes con provisiones
calculadas para 760 dias.
. El personal tdcnico de esta expedition era numeroso, p dados 10s
tiempos escogidisimo, cual correspondla B la importancia y di6cultad
de la empresa acometida. Atendidas en parte las reclatnaciones hechas
por el Doctor, acompaiiaban B Magallanes algunos de 10s m h entendidos
Pilotos de la Casa, J u a n Rodriguez Serrano y Andrds de San Martin
afecto hacia tiempo B 10s trabajos geogrkficos de esta Instituci6n. En
uno y otro Piloto encontraria dos de sus m h inteligentes y eficaces
cooperadores hasta su sacrificio en Oceania. En la nao San Antonio,
a d e m h de su Rodriguez Mafra, que iba por su Piloto, embarc6 And&
de San Martin, llamado en las listaa de embarque Piloto de S. M. y
mandando la nao Santiago iba Rodriguez Serrano, pilotos antiguos
10s tres, de la Casa de Contrataci6n. En cuttnto B And& de San
Martin, especialmente encargado de hacer las observaciones astro-
nomicas, y d quien su compaiiero de viaje el italiano Antonio Pi-
gafetta, califica repetidamente de astr6nomo sevillano, aunque an-
tiguo Piloto ge6grafo de la Casa y afecto al servicio de las Cartas
maritimas, no se tiene noticia de ninguna navegacion sup, ante-
rior, lo que comprheba que mas que navegante era hombre de estudio,
y cosmografo mbs bien que Piloto,. explicBndose asi su elecci6n con
preferencia B 10s demBs Pilotos ge6grafos de la Casa para sustituir a1
%chiller Rny Falero que habia enloquecido y hacer en su lugar, como
lo realiz6, las observaciones astronomicas para tratar de obtener por su
medio la determinacibn de la longitud, problema del que dependia situar
en el extremo oriente la prolongation de la famosa Linea meridiana.
Como maestre de la nao Conception, embarc6 el vizcaino J u a n Se-
bastitin Elcano (Delano) que se habia distinguido en la campaiia de
OrBn, y como contramaestre de la nao Trinidad Francisco Albo, que

(1) Por la informacibn hecha en Sevilla en 1623 4 instancia de Sim6n de B u r p amra de


su conducta en la isla de Santiago a1 tiempo de ser apresndos allt las 13 tripulantes de la nao
Viotaria en su viaje de reopao. Amhivo de Indias 144-1-9. sal tiempo que la nao Sanio Maria
de lo Victoria, dice: Catdogo del Sr. Llorens p4ginn 68-TambiBn fub llamada por est0 Snub
MarSa de la Victoria I s nao Capitana de la erpedicih de Loaisa 4 bordo de la oual Eallwi6
Elcano 4 fines de 1626 despuh de haber pmado por segunda vez el Bstrecho de Nngallanes.
200 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL YUMX)

regresaria como piloto de la nao Victoria mandada por Elcano en iiu


viaje de regreso a1 puerto de Sevilla., y A quien se debe su notable Dia-
rio de navegaci6n, verdadero documento oficial de este famoso viaje (1).
De 10s portugueses que con Magallanes embarcaron debemos
citar A su cuiisdo Duarte Barbosa, su sobrino Alvaro Mezquita Cilr
p i t h y Esteban Gbmee, piloto de la nao San Antonio.
. Por ultimo, B bordo de la cnpitana Trinidad iba el lombardo An-
tonio Pigafetta, que llegado recientemente de Italia vino desde Bar-
celona 8, Sevilla, provisto sin duda he muy eficaces cartas de rem-
mendacibn, consigui6 formar parte de la expedici611, y a1 que se
califica.de criado de Magallanes en las listas de embarque, y de
Sobresaliente en la de 10s diez y ocho que con Elcano regresaron ( 2 )
habiendo figurado por tanto como voluntario viajero, pero sin c s r b
ter alguno oficial en el famoso viaje. Hombre observador, curioso 6
ilustrado para su tiempo, fu6 Pigafetta el autor de la mBs circunstan-
ciada relacidn que de este viaje se conserva'y que citamos aqui re-
petidas veces; m trabajo t i m e aun mayor inter&, porque a wnse-
cuencia de 10s desastres que B la expedici6n ocurrieron 6 por otroa
accidentes, no subsisten 10s escritos de Magallanes, ni tampoco 10s de
And& de San Martin, conservhdose 8610 el excelente pero conciso
Diario del piloto de la Victoria Francisco Albo. Mengu6 sin embargo
Pigafetta su trabajo, por el silencio que en su Relacion guarda acerca
de Elcano y de Albo, pudihdose deducir de su lectura que fiiese maso
8u autor el jefe de aquella expedici6n en la que no ejercia en realidad
cargo alguno, wmo en otro tiempo hiciera Amdrico no nombrande
tampoco en las Relaciones de sus viajes 8, Juan de la Cosa, ni ti 10s pi-
l o t ~portugueses
~ que en SUB expediciones al B r a d le acompafiaron.
Vencidaa por fin laa dltimas dificnltades, el 20 de Septiembre de
1619 sali6 de Sanlucar para la mar la armada, dirigihdose primer0 &
las islas Canarias estaci6n primera y obligada de las naves que desde
Espaiia se dirigian a1 Nuevo Continente, B 10s seis diaa de su partida lle-
garon A la isla de Tenerife, y el tres de Octubre B media noche se@n
consigna Pigrafetta, se hicieron de nuevo &la mar 10s cinoo buques.

(1: Archivo de Indias 1-2-1/,.


XZ) No as cierto que hioiere esta vide el llamado Marimiliano y Franselvano autor de ma
blsai6n heoha &el mislho.
I

LA PRINERA NAVE DE VERACRUZ

1519

D a h la duracibn de este viaje, procede si hemos de conservar al-


gib orden cronoldgico, consignar aqui aunque s610 sea en breve
parbntesis, elgunos de 10s m b importantes servicios y sucesos it que
durante ese tiempo, se hace referencia en 10s Libros yen 10s documentos
de la Casa de Contratacidn.
Apenas habia trascurrido el mes de Octubre, cuando el 7 de No-
viembre de 1619 llegaba L Sevilla procedente de Indias, una solitaria
carabela portadora de importantes novedades. Procedia este buque de
una niieva y aim desconocida ciudad espaiiola recibn fundada en el
Nuevo Continente, la Villa Rica de la Vera-Cruz y venian L Castilla en
esta nave dos de sus primeros Regidores Francisco Montejo y Gonzalo
HernLndez de Puerto-Carrero, que elegidos a1 constituirse el nuevo Mu-
nicipio, llegaban en este buque para participar a1 Monarca la creaci6n
de lanueva ciudad espaiiola, y la designaci6n hecha de Hernando Cortes
para tener el mando de aquellas fuereas hash tanto que otra c o s no se
ordenase. En efecto, apenas constituido el nuevo Municipio y solicitado
por Cort6s ser escuchado, hicibronle entrar 10s recientemente elegidos, y
una vez ante ellos manifestdles el caudillo su situacidn y pensamientos
y, s e g h las palabras del historiador Solis (1).
c Bien sabeks, les dijo entre otras mzones, que y6 gobiemo el ej&cito sin

otro titulo qzce un nombrainiento dado por Diego Velaeqccez (2), que fui con

(1) Solis, Historia de MQjioo,p4gina 86.


('2) Que gobernah en la Isla de C u h 4 nombre del hijo de CoMn.
202 LA PRIMERA NAVE DE VERACRUZ
___
corta reniision escrito y revocado..... No ignoran esto 10s soldados, agregb, ni
y6 tengo tan huinilde el espiritu p i e quiera mandarlos con autoridad escru-
pulosa, nies el .enipeGo en que nos hallamos para entrar en dl con un ejkrcito
que se mantiene mcis en costumbre de obedecer, q4ie en la razon de la obedien-
cia. A vosotros seiiores toca el remedio de este inconveniente, y el Ayuntamien-
to en quien reside hoy la representacion de nuestro Rey, puede en su nombre
proveer algobierno de sus armas, eligiendo personas en que no incurran es-
tm nu1idades.r
Terminado su razonamiento, seg6n el mismo historiador:
Arroj6 Cortks sobre la mesa el titulo dado por Velazqnez, bes6 el bas-
ton de mando, y dejandole entregado a 10s alcaldes se retirb ci s u barraca.
De tal y no de otra manera rompi6 Corths con Velitzquez, B segui-
da de haber manifestado osadamente B 10s embajadores que le enviara
Motezuma, que no se iria de MCjico sin verle, y hablar con 61 en persona.
Con larga carta y con presentes de Corths para Carlos V, traian
Montejo y Puerto-Carrero dos cartas para el Monsrca (1).
*una en razbn d e - l o que hasta entonces habian hecho en s p ~servieio
aquellos pocos hidalgos espaiioles, en aquella tierra nuevamente descubier-
ta, y en ella no firmarm sin0 10s Alculdvs y Regidwes. La otra ftu? acorda-
da y firmada del Cabildo y de todos 10s mcis principales que habia en el
ej&cito, la cual ensustancia contenia, COW todos ellos tenian y gwrdarian
apuella villa y tierra en s u real nombre ganada, y moririan por ello y
sobre ello, s i otra cosa Su Magestnd no maname.*
Tales eran las nnevas que traia esta. carabela, la priinera que de
M6jico llegaba B Sevilla, y de cuya Ilegada se envi6 aviso it Barcelo-
na, donde a la saz6n se encontraba el Monarca, segurainent,e en el mis-
nio dia de su llegada it dicha Ciudad. El asiento del Libro de Tesore-
ria dice asi: (2)
”Gtt 2’7 b o gtcfembre be 1.519,p a g u 1)PCbU li gupe gjfbalgu
curreo (45 bitcabne be m u ) pur el nfafe qite llev6 6. garcelu-
nu en ‘7 be guntetnbre beeto proeente aiiu, cult In atiteita he la
llegahn be la cambela qite wino he pitcatan, mt rflte ntntotrmt
@untaluBornanbet gitetttu @krreru $1g’ranctecu@tontefu,en-
*ttqbue pur gp?rnanbua u l s e 11lua qite run 81 qttcbarun en la
pflla r f c a be la peracntt.”
(1) Historia de Y6jico por Don Franoisco Mpez de Goniara, Capell&n que f d d e Eern4n
Cor&, pAginn 323.-De 10s documentor trafdos entonces por Jfontejo y Puerto-Carrero, cons&.-
vBse la carta dirigidn por el Xunicipio de Teracruz & D.& Junna y & su hijo Carlos V, que ha si-
do publicada en I s Colecci6n de nutores espa5oles a1 frente de Ins Cartns de Relaci6n de Her-
n&nCor& fechnda en 10 de Julio de 1619. Detuvihnse 10s emisarios en Iss Antillns p pores-
to el mtra80 que se observa en su viaje.
(2) Archivo de la Cnsa de Indiss. S9-2-8/Q, fechn%itnda.
LA PRIMERA NAVE DE VERACRUZ 203

El histoiiador Gomara, capelltin que fu6 de Herntin CortBs, con-


signa 10s presentes (1) enviados por este caudillo B Carlos V con
Montejo y Puerto-Carrero, y hace t a m b i h menci6n de cuatro indios
y dos indias, que son sin duda 10s que en la carabela vinieron, y
dice:
c Tenian a la saz6n (2) 10s de Cempoallan inuchos hombres para sacri-
fimr, pidi6selos Cortds para enviar a1 Emperador con el presente, pwque no
10s sacrificasen. Mas ellos no quisieron, dieiendo que se enojaricsnsus dioses
y les quitarian el maiz, 10s hijos, y la vida, si se.10~daban. Todavia les tmnb
cuatro de ellos y dos mujeres 10s cuaks eran mancebos y dispuestos. A d a -
ban nmy emplumajados y bailando por la cirbdad, pidiendo linaosna para
su sacrificio y muerte. Era cosa grande cuanto les ofrecian y miraban.
Traian ci las orejas arracadas de or0 con turquesas, y unos gordos sortijo-
nes de lo mesmo ci 10s bezos (labios) bajeros, que les descubrian 10s dientes.,
Pas6 por entonces Don Carlos de Barcelona ti Tordesillas donde
vivia su Madre y orden6 fuesen enviados alla 10s dichos indios 6 in-
dias B 10s cuales se habilitaron de ropa de abrigo,unas comunes y
otras de lujo y ceremonia, s e g h consta en varios asientos del mismo
Libro de Tesoreria, de 10s cuales consignamos 10s dos siguientes:
”glelaciun (3)be la0 ntaraocbie qite e1Ijan gaetabu en lo0
oeefitartue, d cabalgabitrae, g utras cueae que e o kjan cum-
prabu para Ius sei0 inbiue d inbias, qite granciecu ~ u n t c j u d
Wuertu Qarreru, tt-itrerun bo la pilla rica bo la pci-acru?,d
en el alqiiiler be la0 boetias que lleoarun tuba0 la0 cueae que
la0 eubrobic~jue trurerun bo la bicba rrilla (4), g gaetue que
eo bic€erun con lue btck~usinbfue i cabalgaburae, beebe qite
partierun boeta cibbab Ijaeta qite llegarun a pallabulib, g
bonbe (be allf) ti &urboeillas,6 eit mageetab g eetittrierun enbe
g ouloierun (i oeta cfbbab, segitn lo bi&pur quenta mcbanbia-
nu, cun quien enoiantue d eu mageetab lue bicbue inbfue d
inbfae, 6 la0 utras c ~ e a eputt, oirtitb be itna Qdbitla que eubre
oUu 3. &%I. nu0 manb6 fecbar en mulfn bel Wg a 5 bo ;IDicism-
bre b o lij19.”
El segundo asiento dice:
d QIlonaalu segitra trecinu b o osta Etbbab
~~comprrLrunso

(1) Gomara. Historin de l a conqnistn de NAjico, p&g. 922.


(2) Id. !id. id. id. p8g. 323. Venin s e g h Gomara por piloto
de l a carnbaln AnMo de Alaminos wnocido ya por sus primeras exploracionas en el litoral me-
jicauo. E s curioso de qne manera los libros de l a Cnsa wrroboran la informaoi6n de Qomara.
(3) Archiro de l a Cnsa en e l de Indias. Libro de Tesoreria del Dr. Xatienzo. sS-aS/,.
(4) Los presentas para Don Carlos.
204 LA PRIMERA NAVE DE VERACRUZ

on 22 btae bel t n c ~be Gnuto be btcba afio be 1520,oefnte g


ocbo oatae d mebta be hrciopelo grana g ombe d atul a1 pre-
sto be ocbocientos maraoebts caba oara, que montan oefnte
g bo0 mil ocboctentoe maraoebte-be que 0 0 btcfermt bo0 0a-
gone0, d bo0 fubonos,k boe gorraa para lo0 bo0 cacique%.”
Tales fueron las primeras nuevas que A Espafia llegaron de la
hmosa empresa acometida entonces, y llevada despues a cabo por el
heroic0 caudillo extremeiio. Lo que despues se oiguio, ea m b conocido:
Hernan Cortes con su pequeiia hueste atraviesa aquellas dilatadaa
comarcas, se interna hasta Mejico, 6 impone alli algo por la f u e n a su
hospedaje temporal, no sin admiracidn de Motesuma y de 10s suyos.
En pos del ilustre capitAn, llegan luego a1 mando de PAnfilo NarvLez
laa tropas enviadas por Velbzquez para obtener su castigo, las cuales
el animoso Cortes supo convertir en auxiliarea y reponer tambibn con
ellas las perdidas sufridas hasta entonces.
La exteusa y poblada ciudad, que parecia flotar en laa aguas de
10slagos, fascinaba en tanto B C o r t b y le hacia desear una conquista
que parecia eutonces imposible: Motezuma por su parte admiraba
aquella cultura y civilizacidn para el desconocidas y que acaso sofiaba
alcanzar para su Imperio, y cuentan 10s historiadores que durante la
estancia de Cortev cesaron (1) en Mejico 10s sacrificios humanos, como
si conociera Motezuma la abyecci6n que manifestaban, J- por si y por
10s suyos sintiera rubor ante aqnellos desconocidos que admiraba.
La muerte de Motesuma, en un motin de sus scbditos, vino B
romper toda inteligencia entre Cortes y 10s de la ciudad, y entabl6se
entonces irreconciliable lucha. No estaba solo para fortuna suya el
ilustre caudillo espafiol, porque B 10s primeros a u d i o s que eucontrara
en 10s magistrados de la Reptiblica de Tlascala y en sus esforzados gue-
rreros, agregaronse en creciente muchedumbre nuevos pueblos aliados
que en torno de su pequeiia hueste se agrupaban. La teinida ciudad de
10ssacrificios humanosfue tomada por Cortks y por 10s pueblos mejica-
nos que le auxiliaban(2); rod6 entonces desde elevado lugar ti 10s barran-

(1) .E de ahi ndelnnte se npartnrou dellos, y en todo el tiempo que $0 estiive en l a dicha
oiudnd nuncn sa vi6 mntnr ni sncrifimr ningann crinturnn cnrtn de Cor& nl Emperador desde
Segurn de In Frontern (Tepeacn) en 50 de Octobre de 1520. Fit6 publicndn en &villa por Cm-
meuherg en 1522. En el mismo sentido sa expresn C3omnm. Todo hnce creer, en efecto, que 10s
sscrificios humanos estabnn reiiidos con I n culturn de nquellos poblndores y el desdichado
intento de restahlecerlos como hnndera de guerrn contrn Cor& numenM el prestigio de esta
y mengn6 el de si1 contmrio. Asf lo dioen la, nntonw y lo corrobornn 10s hechos; el sumor
de Motemma no disfrnM nunm del poder y de la nutoridad que tuvo esta Emperador.
(2) E1 13 de Agosto de 1621.
E M 0 DE PLANTAS VIVAS Y SEMILLAS 206

cos la ensangrentada piedra de 10s sacrificios humanos (1) y surgi6 muy


lnego de entre sus ruinas, el MBjico Cristiano y Espafiol, cuyas calles
fueron trazadas B cordel por Alonso de Aguilar.
Y para la conmemoraci6n de tales hechos levant6se en 10s tiempos
del primer Virrey Don Antonio de Mendoza el Colegio de Santiago de
Tlatetolco (2) en el que se educaban nifios y nifias indios, ensefiBn-
doseles Gramhtica, oscritura, mhsica, y Filosofia y entre sus catedrhticos
vemos, entre otros insignes varones, h Fray J u a n de Gaona, Fray
Bernardino de Sahag6n y Fray AndrBs de 10s Olmos (3). Este insigne
monumento conmemorativo de la uni6n de aquel Pais con Espafia
y de su cristianizaci6n fuB restaurado en la segunda mitad del siglo
XVIII por el insigne sevillano Don Antonio Bucareli y Ui-s6a, Virrey
d e Nueva Espafia, y consta en la misma fachada su objeto y su dedica-
cih, en lBpida correspondiente que asi lo expresa diciendo:
' 9 3 la lealtab be lo0 lJffo0be a1a0cItLa.99

II
ENViO DE PLANTAS P SENILLAS.
ULTINOS TRABAJOS DEL DOCTOR.-SU NUERTE

15 19-1 52I

F u6 tambiBn esta 6poclt de interesantes trabajos para 10s de la Casa.


Habiase acordado el ensio de una expedicibn de labradores y que
debia poblar la costa de CumanB, y que regiria el famoso sevillano
Bartolom6 de las Casas, que ya se distinguia y era consultado en 10s
asuntos de Indias. Habia sido enviado las Cases a1 Nuevo mundo en
1616 por el Cardenal JimBnez de Cisneros (4), no pertenecia aiin el
bachiller (6) h la orden de Santo Doming0 en la que pfofes6 despuh, y

(1) AmBricn, por el alemAn Cronan-Leipzick, 1891, tomo 2.q pBgins 125 de l a veni6n 83-
paiiols.-Barcelona, 1892.
(2) A cuya inaugureci6n asistieron, adem& del Virrey Mendoze., el Venerable Obispo de
N6jico F r a y Juan de ZumBrrnga y Don S e b n s t i h Rnmirez de Faenlesl, que habta presidido
aquella Audiencia y regido recientemente en Nnevn Espafia.
(3) Apuntss de Epigrafls Nejicana por el Seiior Galindo gVil1a.-Nemoriasde la Sociedad
dentifica, dntonio Alzste.-N8jico, tomo V, pegins 305,lSlcL.
(4) Por CQdula dada enMadrid en 17 de Septiembre de 1518.-Vida y escritos de Fr.Bnrtolo-
m6 de las C n s ~ spor Don Antonio N.. Fabi6 de la Acndemia de la Historia.-Nadrid 1879, tom0
lo, pBgias 68.
(6) Parece lo probable que se licenciarn durante esta permanenoin en EspsBs.
52
206 E N V ~ O DE PLANTAS VIVAS Y SEMILLAS

B lo que vemos llevaba consigo cuatro criados y gastaba cierto boato


aunque debe tenerse en cuenta que su viaje era por cuenta del Estado
espaiiol, como consta por el akiento del Libro de tesoreria que en Abril
de 1617 dice:
”@nbfcbo bia (I) Be l i h a r o n pur el bfcbo Gesormo (el
Boctur) d: 8itan @rnunbet. (2) ntaeetre be la nao, que Gtus
ealoe ga Grtntbab, btq nttl ntarnuebteee qite uuo b e babm
por el paeafe lipet0 be aqitf L la0 gnbiae bel @ a c ~ l l e + gartu-
.
luntd be la0 aaeae d cuatro crtnbue eitqos qnc cuneigu Ilenb t
be la libreria i ropas g t e lleoaba, i be ntebia cumara qite en la
bfcl~anun 0 9 Is bib, &.’,
Regres6, como es sabido elBachiller B la Peninsula y lleg6 en
Julio de 1617 A Aranda, donde se encontraba ya doliente el Cardenal
Cisneros y en 1618 le fu6 concedido llevar una expedicibn de labradores
la costa de CumanB. No obstante las grandes franquicias (3) que se
concedian y la muy exagerada noticia que de 10s recursos de aquellas
tierras se daban, parece que no fu6 cosa de un dia contratar 10s labrado-
. res, 10s cuales no fuerou a1 nuevo Mundo hastael afio de 1620 en la nao
de Martin de Aguirre, que llevb 5t la I d a Espaiioln.
f a ~ t j eiete pereonae, labraburee b e ante-
i i ~ o e c € e n hiet
qitera, c i t t p flete t~ inantenintientoe fuerun paanbus rt bicbo
niaeetre eegitn el aetentu correeponbiettte b e l @Lmo be Geeu-
reria b e la (!%ea (4) cuntu tantktrn hie%q ocbu tonelahue en
qite fitmun afurabae tuba0 la0 eentillae, 27 t~erratttientne,g
ornant~ntue,q atrue cueae neceenriae para Ius bicl~uelabra-
bore0 q a e con el btcbu ntaeetre, enuiantue ti Iue ~ c i o l e be e
eit0 ~ a i e e t a b e qite
e reetben en btcba tela.” (en la Espaiiola.)
En el folio 116 del lnismo Libro se consiguan algonos detalles acer-
ca de las herramientas, y seinillas que en las diez y ocho toueladas de 1%
nao de Martin Aguirre se comprendian, expreshdose la:
i’~elactmtbe lae l~erramtentae, plantae, q eentillae que BP
ban eitnfabu para loa Iabraboree Be &tteqitera, que paeaban
lila0 3ptbtae eete aiiu be 1520”

La partida de herramientaa es muy variada, expreshdose en-

(1) Archivo de la Casa en el de Indias S 2 - L s / v En 17 de Ssptiembre de 161L Los flew


y pasajes se pagaban despoh de l l e v d o s S cab, a1 regresode la nave 6 bim a1 apoderado de
an maestre.
(2) Acaso el que fu8 mSs adelante PilotoNayor del Mar del Sur.
(3) Archivo de la Casa en el de Indias 151)-1--6.DadaenZaragour Bli?deOotubredel61&
(4) Archivo de la Casa 39-2-9/v
E M 0 DE PLANTAS VIVAS Y SEMILLAS 207

t r e otras, atabones, ataba0, lJaclJa0, ptebras be mulor g be


atnolar, barreitas, citfias, palancas, almabanas, tantart€-
lloe, martillas, tena~as,apareja0, molfttetee g tonelee, pfca-
boras para pfcbras, rda0, teleras, atltelas, e0cOplo0,etc.
Entre las semillas compradaa por 10s de la Casn figuran varias fa-
negas de trtga, g~rbantoe,habas, &e. Estas semillas iban en cos-
tales,pero para su trasporte en lnejores condiciones se compraron diez y
ocho pipas 6 toneles.
A d e m h compr6 el Doctor a1 especiero Rodrigo Alvarez:
”msbia fanega be cebollino0;
h e almitbee be sfmfente be carbos;
bo0 be moetaaa”
y t a m b i h diversas cantidades de 0emtlla0 be pmegfl, coltno, afon-
f d i , citlnntro, rctbatto, nab00 g t a f i a m o ~ e 0 , l a Scuales fueron
ernbarcadas en pipas 6 toneles. Los asientos de pago, como t a m b i b 10s
de acarreo de las semillas -y de 10s toneles, manifiestan que las compras
fueron hechas por 10s de la Casa y conducidas alli para su preparaci6q
y que ocurri6 lo mismo con la preparaci6n de las plantas vivas que se
enviaron.
Aunque es probable que ya en esta Qpoca se hubiesen llevado, por
lo menos B la Isla Espailola, muchas de &as plantas y semillas, la im-
portancia de esta errpedici6q la de haberse expresado las partidas m&a
circunstanciadamente que en ninguna otra ocasi6n, y el tratarse del
liltimo importante trabajo realizado por la Cam antes del falleciiniento
del ilustre Doctor Mrttienzo, motiva que queramos consignarlos aqui
con alg6n detalle. Para el envio de plantas vivas, compraron 10s de la
Casa havta cincuenta tinas 6 medias pipas que fueron conducidas, lo
mismo que las plantas A la Contrataci6n, donde se prepararian, seghn
se deduce de las partidas de trasporte de una y otras. Igualmente se
encuentra consignado el flete de las tinas en diferentes naves. habiendo
llevndo dieciseis tinas la nao citada de Aguirre, pero estas se perdieron,
por lo que a1 abonsrsele el flete, se descont6 su importe del total de las
dem& mercaderias.
Pagkonse en cambio:
% gmnct0co gara0 maestre be la nao ganta @taria,EL
pet0 be oclJo ttnas be plmtta0 nfttae:”
’%3rancteco gopez marstre be la llamaba ganta:Qata-
lfna, el be cuatro tfnus:”
3% Jbtton gkzrma0 maeatre be su rtarabela %anta 3Ma-
* f a be la &Cntfgua, btralr matro ttna0 be plaCnta0:”
208 ENVfO DE PLANTAS VIVAS Y SE31ILLBS

V 31oneo be la algaba maeetre be la nun nombroba


&antiago, cl flrte be ctnco ttnae,”
v B L6pez Sanchez maestre de su nao nombrada la Victoria, el fle-
te de””eefe tfnae be plantae que en eu nao enotamoe lo0 @aft-
ctalee be en mageetab qito oeetben en la 6frtbab be ganto 30-
mtttgo, queos en la tela Gepafi~la,”clBusula qoe en cada uno de
10s asientos referidos se repite.
Est& consignada tambirh en el referido Libro de Tesoreria, la com-
pra de 10s plantones adquiridos por 10s de la Casa para ser colocados en
estas tinas 6 medias pipas llevadas la Isla Espailola, 10s cuales fueron
adquiridos en Marzo del afioanteridr de 1619, sin duda para tenerlos
m b arraigados y avegurados a1 tiempo de su navegacih (1).
Entre 10s asientos del referido aiio de 1619, se lee en el Libro del
Doctor (2):
’jqite pug& en 21 $$tardo 1520 rt ,@tan b e @ahetta alcal-
be be la gpfllabe Qbltoaooe,tantoo mara~ebte ctue bubo be habet-
p o r dncuenta estocas be aceqtunoe (oltooe)eac&oe be mafo
en collera g bel acarreto faeta @Grtand3
j9q mfl boectentae eetacae belgabas be aceqtuttoe g bel
acaoreto faeta @Gftfafta”
j9boecfent(t~ estacae be membrtlloe g gran~boe-~~ (3)
%onto nooenta eetacae be ctrneloe d Lffg~xerae~~
”qufnco ~lntoltbroe.~~
Cornprbronse adembs:
”drrtas matae be romrro, roealoe, g ltrfos.”
El afio siguiente 6 sea en 1620, luego que estuvieron prendidos en
sus tinas, fueron enviados B 10s Oficiales de la Casa que residian en la Is-
la Espaiiola y repitrtidos se&n parece entre esta isla y Tierra Firme (4)-
Por lo que toca B 10s rosales, que como otras muchas plantas y flo-
ray fueron propagados en el Nuevo Mundo desde la Isla Espailola, refie-
re uu autor contemporbneo, que arraigaron muy bien en las Ailtillas y
adquirieron gran desarrollo; sus hojas eran alli perennes por la falta de
verdadero invierno, pero florecian muy escaaamente en 10s primeros afios
como si extrafiaran la ausencia de su alegre petria andaluza, pero en rea-

(1, Lo que significa que antes de esa fecha en que se hizo el pngo, pFbablemente en Enero
6 Febrero, se habian traIdo 10s plantones A la Casa
(2) Pare- por su orientaci6a lo probable que durante me tiempo estuviesen delante de lo
misrna Cnss 6 bien ante las AtaraannRs cera del mnelle.
(3) Sin doda para iujertar otros frntalas.
(4) Lo enviado A Cumnnb, que era doude sa dehfa fundar la colonia, fu6 dastruido por um
ataqne de aquellos naturales.
210 ET, COCTOR AfATIEhZO
~.

EL DOCTOR SANCHO DE MATIENZO


PRIMER ABAD DE LA JAMAICA

1503-1522

A ntes de proseguir, corresponde para guardar asi algtin orden


cronol6gico, dedicar aqui algunos renglones a1 primer Juez y
Tesorero de la Cam y Audiencia de la Contrataci6n el Doctor Sancho
de Matienzo, cuyo nombre encabeza estas lineas y que dwante 10s
primeros veinte &os, presidi6 las interesantes tareas de esta gloriosa
Instituci6n.La Carta de Isabel la Cat6lica (l), a1 crear en 1603 la Casa y
Audiencia de la Contratacih de las Indias en Sevilla, est& dirigida a1
Doctor Sancho de Matienzo, Canhigo de su Iglesia Catedral, B Francisco
Pinelo, grande amigo y.paisano de Colbn, Jurado y fie1 ejecutor de 10s
Reyes en Sevilla, y por tiltimo A Jimeno da Briviesca, Contador que
era de las Armadas de Indias.
" p m 0 m alp3tttles
~ g be bitena fumd'

(1) Archivo de le. Cas8 en el de Indim. 46-i-1/80. En Enero de 1503.


EL DOCTOR NATIEXZO 211

seghn 10s t6rminos expresos de las primeras Ordenanzas dadas A la


c a m (1).
”$abob, Losbtce la Seijna, qite el Wij q gls t~emo0acorbabo
oetablocer on biclja dibbab, q m lae &taratanas (2) be oUu,
en la parte mlie conoeitible, (sic) itna @Theapara la d d r a -
tdctan be la0 gnbfas.”
Murieron bien pronto Pinelo y Briviesca, que fueron reemplazados
por Ochoa I-ga (Don Pedro) (3) y por Don Juan L6pez de Recalde;
pero el Doctor continu6 dirigiendo 10s trabajos de la Casa de Sevilla
hasta su muerte ocurrida a fines de 1621, despubs de haber cooperado
a1 apresto de Ias principales expediciones ti descubrir, g kltimamente,
como hemos visto, a la organizaci6n de aquella famosa expedici6n que,
mandada por Hernando Magallanes. cerraba tan brillantemente 10s
esfuerzos realizados hasta entonces para llevar cabo desde Sevilla el
primer reconocimiento de 10s mares, y cuyo glorioso conjunto qued6
sintetizado por el regreso B Sevilla en Septiembre de 1622,de lapequefia
nave la Victoria mandada pnr Juan SebastiBn Elcano, despub de haber
dado la vuelta B la Tierra y comprobado a.si BU forma esferoidal.
Pertenecia, como hemos dicho, el Doctor al Cabildo Cateclral de
Sevilla, corporaci6n de las inas prestigiom de su tiempo, presidida en-
tonces por el famoso Fray Diego de Deza, el constante amigo g protector
de Col6n y de sus proyectos, fundador.de1 magnifico Colegio de Santo
TomBs, y otro decuyos ilustres miembros era el MaestroRodrigo FernBn-
des de Santaella, Fundador de la Universidad de Sevilla, en cuyo patio
se levanta la estatua que lo representa, y que fu6 t a m b i b uno de 10s
primeros que de la historia natural de las nuevas tierras Be ocupara, B
juzgar por el escrito que entre las obras de Maese Rodrigo, muerto en
1609 cita Le6n Pinelo, que dice haberlo visto con el titulo:
”@e tgnott0 arborum atque antmalfuntj aptub h b o 0
Cftblt~,et b o ntot-iblte inborrtnt” (4)
E n el aiio mismo de 1603,en quefue establecida la Casa, comenz6
la construcci6n $e 10s edificios destinados A esta hstituci6n, y en 10snu-

(1)
Dadas en 20 de Enero de 1503 y publicadas por el Sr. Navarrete en su Colecci6n de dwu-
mentos, torno 2.O p4gina 286.-Ya en estas primeras Ordensnzas se encomendaba 4 la Casa
.saber que tierra es la que se descobrierer,y tarnbih todos 10s relativos B la costa septentrional
de Africa.
(2) El arsenal fundado por Alonso el Snbio en el siglo treee. Por Ckdnla de 6 de Junio del
mismo aiio (139-14) se dispuso estableeer la Casa en el Aldzar, y en el antigno Cuarto
(departamento)de 10s Almirantes de Castilla.
(3) Gomendador de 1s Orden de Rodas.
(4) Apnntes para una Biblioteca oientifica aspaaola del siglo XVI por Don Felipe PioatoSte,
Mdrid 1891, peg. 101.
212 EL DOCTOR MSTIENZO

merosos datos acerca de sus obras que cmcluyeron hacia 1614, se ob-
serva como en 10s otros trabajos de la Cam hemos hecho notar, la fre-
‘cuente relaci6n del Doctor con 10s artistas que en la terminaci6n de la
Catedral se ocupaban, y la continua protecci6n que este hombre ilustre,
verdadero Mecenas de 10s artistas sevillanos, les prestara.
Por esto, en el interesante Iegajo relativo A las obras de la Casa (1)
y en otros que con el mismo asunto se relacionan, se encuentran 10s nom-
bres de Alonso Rodriguez y Diego de Rozas, maestros 6 arquitectos ma-
yores de la Clttedral y que hicieron tambihn la fachada y especialmente
la portada de silleria de la Casa. Sobre su arc0 de entrada se coloc6 un
escudo de las armas reales hecho de alabastro por el escultor Pedro de
Trill0 (2) que hizo tambihn la columna que partia el balc6n situado so-
bre el arc0 de entrada (3). La Sala de Audiencia y de exhmenes de pilo-
tosfue pintada por Crist6bal Morales, y en su tester0 fu6 colocado (4)
el magnifico retablo atribuido B Alejo FernSLndez (6), en el que bajo el
manto de la bellisima y delicada imagen de la Virgen se distinguen dos
grupos en 10s que el eximio autor de esta obra de arte, represent6 SL 10s
altos dignatarios del Estado (6), y h 10s ilustres navegantes de la Casa
presididos por Col6n (7),hallhudose tambikn representadas, entre el uno
y el otro grupo, las naves de la Casa de Contrataci6n.
No ha merecido que sepamos 10s honores de un monumento, ni la
memoria de una biografia el hombre ilustre B quien correspondi6 tomar
tantaparte en organizaci6n de las mas importantes expediciones h descu-
brir, y en otros importantes trabajos de la Cam. No pretendemos sin em-
bargo, ni cabe tampoco hacer aqui ese trabajo especial, y qaeremos tan
solo coxsignar algunos de 10s datos y de 10s documentos, que acerca del
Doctor se conservan en el Archivo de la Casa, y que mejor puedan
servirnos para reconstituir de algiin modo la olvidada figura de este
tan esclarecido Varon.
La mas complcta confianza, una confianza sin suspicacias, ni som-
bras, se observa en esa correspondencia continua que durante varios aiios

(1) Archivo de la Casn en el de Indim. 41--F-1/8,.


(2) Trabnj6 en algunas de Ins estntuas del crucero de la Catedral.
(3) Cuyo conjunto de datosse han tenido en cueuca parn In representaci6n que hncemos de
la Cnsn en aquel tiempo, la c u d consta tnmbih que tenia dos huecos 4 cnda lndo del a m de
entrada, y delnnta de este sus colnmnna y cndena.
(4) LEU1515 6 en 1616? V. folleto sobre dicho naunto.
(5) Cuyo eximio artistn pint6 en 1613 por encnrgo del Doctor, 1 s esculturas parn on rem-
blo de Snnto Doming0 que llevb entonces ir Ins antillas Fr. Pedro de C6rdoba.
(6) LFernnndo el Cat6lic0, el Obispo Fonsecn, el Doctor Mntienzo, primer abnd de la Ja;
maica?
(7) LCristbbal Col6n y tres de 10s cuatro pilotos que ooncurrieran 4 las Juntm de Burgw
con Fernando el Catdico? iAm6rico, Ydilen Pinzbn, Juan de la Cosa b’Solis?
EL DOCTOR UATIENZO 213

y acerca de 10s mits variados Q importantes asuntos, media entre el ilustre


gobernante de Castilla asiatido de D. J u a n Fonseca 6 de su Consejo, con
el Doctor Matieneo, Jefe de la Casa de Contrataci6n. En 10s mismos
asuntos t6cnicos de la mayor importancia, en las expediciones L descubrir
.cuyas Capitulaciones y principales disposiciones se decidian en la Cor-
te por Fonseca con el Res, escuchabanse las observaciones hechas por
el Doctor desde Sevilla, y mLs de una vez se suspendi6 por ello la salida
de una expedicibn, 6 hubo de modificarse un proyecto.
Como manifestacidn de lo mismo podemos recordar aqui el hecho
.de que sabiendo Fernando V en 1613 que se preparaba en Portugal
una armada para Darien (l), deterinina dirigir B su yerno el Monarca
d e aquel Pais para tratar de evitarlo, una Reclamaci6n llevada por cier-
to embajador 6 emisario. Debia este llerar tambi6n una Instrnccion es-
crita para gobierno suyo, y en C6dula dirigida por Don Fernando el
Cat6lico L 10s de la Casa y registrada en sus Libros, dice:
’ ”36 lJe acorbabo enotar %ma petteona a1 SelJ be pottltgal
ebbre 10 0%0obiCkJoC 4 V t ltltrt % l t 0 t t . % C d # t 00tbre 10 qlte bEbe
becfr 6 bacer, a1 cital manba qite uaqa par e0a (!?hsu,potrtpte
abema0 be la qite por la bfcba 3m0tritccion le mambo, 0e fn-
rmme b e DoQOfru0 b e lu qite ma0 os parede*re. pereqs1a
gnstritcctort q1te lleoa, g b E C f l l s eqs mte0ttnt parecetr be lo g t e
bebE boctr 6 bacer, bemas be btcba ~nstrncdm.”
Cuyo documento manifiesta hasta que punto atendia y confiaba
Fernando el Cat6lico en 10s de la Casa, y principalmente en el Doctor
que 10s regia.
Terminaba en aquel tiempo la construcci6n de la grandiosa Basi-
lica, sevillana (2), cuya atrevida s elevadisima b6veda central parecia
lanzarse B 10s aires coronada de agujas y de estatuas, y habian colo-
cado su ~ l t i m apiedra el duque de Medina Sidonia Don Fadrique
Enriquez, con dos individuos de aquella Corporaci6n el 6 de Octubre
de 1606 (31, pero poco despu6s y B impulsos de una sacudida seismica,
aquella arriesgada y bella construcci6n, cubierta de esmaltados azule-
jos, hundidse con estrbpito en la noche del 28 de Diciembre de
1611 (4).Para obtener del Romano Pontifice y de Fernando el Cat6lico

(1) E n carts que hemos citado de fines de 1512 llsms el embnjsdor Vnsconcelos Casu ds l o t
Antillas b Is Casa de Contrntnci6n de Ias Indias en Sevilln.
(2) Construido por acuerdo Cnpitnlnr de 1404 y comenzadns mny luego 1- obras.
(3) Ern Arzobispo de Sevills Frny Diego de Dezn, que no pndo subir A las b6vedns rpor ser
rnucho viejo,, seghn loa Libros de aquel hrchiro. Sevilln Monninentd por el Sr. Gestoso y P6-
rez, tomo 2.’.
(4) Sevilln Monumental y Artfstica por D. Josh Gestoso, tomo 2.O, pAg. 48.
64
214 EL D-R MATIENU)

la necesaria protecci6n k fin de remediar tan graves males, eligi6 aque-


lla ilustre Corporaci6n a1 Doctor Matienzo, que con tal objeto se dirigi6
a1 Monarca, contestando este a1 Doctor, y ofrecihdole hacer cuanto
pudiese. Y para remediar el daiio acompaiiah la Carta de Fernando el
Cat6lico una CBdula (l),concediendo diea mil ducados de or0 para las
obras de reparaci6n de la suntuosa Basilica, que cobija hoy bajo sus b6-
Vedas 10s restos de Crist6bal Cob, no lejos de 10s de su sabio hijo el ilus-
tre cordobh Don Fernando:
"~dbob,dice el ilustre fundador con Isabel la Cathlica de la Patria
Espafiola, quo ticabsa be la mltcba bemctan, qizolagerma. w-
nu &Mnceea d @5, babemoe tenfbo d tenmas, ti la ganta ggle-
sfabe la rtbbab be gatttlla, romo p o r oetat entmrabo8 en ella
el ?@qgn. & b m w b o que g a t d la bfcba dtbob, g el
gon alone0 0u wfo (Don Alonso el Sabio) be gloriosa nte-
mmta dc."
Los tbrminos de la contestaci6n a1 Doctor a1 remitirle esta CBdula,
madiestan de parte de Fernando el Cat6lico la mayor consideracibn
y afecto para con el ilustre funcionario castellano (2).
"q be babfbo placer, le bfce, que woe eeaq0 elegfbo para oe-
n t t ti mi lo eitplfcar b o pattto b e la 3Jgleefa,d st~nbaaae PI @tu-
cutabor, ?&& la bo betfacmmrte cumplfbamente que be &a
manera.3'
A principios de 1616 quiso Fernando V recompensar 10s servicios
prestados por el Doctor en 10s asuntos de Indias, y para ello determin6
solicitar del Sumo Pontifice la creaci6n de una Ahadia titular de la isla
de Jamaica, que h la sa2611 comenzaba L poblarse y h la que en el ail0
anterior de 1614 se habian enviado remesas de ornamentos y demis ob-
jetos del culto, como consta enlos asientos correspondientes del Libro
de Tesoreria de la Casa (3). Dirigi6 para ello Don Fernando una Carta
k su embajador en Roma Don Jer6nimo de Vich, a1 que encargaba soli-
citase del Papa la creaci6n de dicha Abadia y que fuese designado para
ella el Doctor, y cuya carta se encuentra registrada en 10s Libros de la
Casa:
"d ucutanbo,btce(4), la enfiCenc€ag LPtrae, g recta cuncfm-
&a, g mucba oftttub, bel gactar sunctfo b~@tut€enw,nuesttu
cupellon, c a n h i g o be lo Eggleefa be @mflla, g 0u0 m~hftoe, g

(1) Archivo de la Cass en el de Indiss 159-1-4.E~ 'BdeFebrem de1612.


(2) Id. id. id. id.
(3) Archivo de Indink 39-2 'IS.
(4) Id. 189-1-6- Dada en Valladolid B 29 de Diciembre de 1616.
EL DOCN)B MATIENZO 216

8€00
boctrtnas, g entznbienbogS qne citmple asi 01 s~rtttctobe
nueetro @iior, g Men be la btcbu gsla, p u r la preeente en
ttombre be la 3moniatma getnu mt @ € f a
EE.”
T B fin de obtener las necesarias bulas, envia Don Fernando una
Carta impetrhdolas del Romano Pontifice. Esta Carta, registrada en 10s
Libros de la Casa, manifiesta tambi6n que qujso entonces Fernando el
CaMlico dar muestra peigonal de su consideraci6n A 10sservicios del Doc-
tor, y asi se ve que este documento esta dado por el Monarca, no como
Gobernador de Castilla, sin0 como Rey de Arag6n y comienza:
”muggiunto gabre, oitestro lptmflbe t b m d o btfu el mg
be ZCragun, be la0 bo0 3itcilto0, be per1tealen etc” (1).
Era sun esta abadia como titular y honorifica, aunque en 10s tiem-
pos del Doctor, comenzarlt l a cristianizaci6n y la poblaci6n por 10s 0s-
paiioles de dicha isla, en la que fu6 entouces fundada por encargo suyo la
ciudad que fu6 llamada, @Zrtll~be @tmct€c~.
Como documento emanado del Doctor, citaremos la orden 6 man-
damiento publicado en Sevilla en Noviembre de 1607,y por el cual
B virtud sin duda de atribuciones que para este fin se concedieran 8. la
Casa de Contratacion, anunciaban 10s Jefes de la misma que se harian
pr6stamos BIOS Maestres de las naos que fueren B Indiaa, con el fin de
librarles de 10s males de la usura, y cuyo documento dice (2):
”go0 @Etalo0 be la *€nu nitostra ?Jefiora (goiia gnunu)
be la C!Ll;aeabe Qontratuct&t be lae Zgnbfae b e l mar Qbcfanoque
restbimos on esta &€ubabb o ?Jiett€lla,ucatanba la crectba m e r -
sreb que @toenuestru geeor ha fectp 6:estos ezefn0.e en bescu-
brfr la0 3Jnbfue L abrtr camtno para la &mtratucf&t bellas,
g qite el bfu no e r e c e d r o tratu be tartto prooecbo, por lo
ntal bobemus mucbo trabaiar p m coYt0erttur i aumentur PI
b t c l p trato, pfc.”
Setiala B seguida el documento 10s variados dafios y pejuicios, que
de 10s pr6stamos usurarios hechos Blos Maestres se seguian, y tales dice
que:
”st en est0 nun ee pltstera remetto c r e c d a n la0 tule0
maneras be cabtelas, boiioe, g fttuubes, g el btcbo trato ee
??erbPrta’f

(1) Archivo de Indins 139-1-5. Dada en Valladolid A 29 de Diciemhre de 1616.


(2) Publicads por el 91.. Navarrete en su Colec. tomo 2.O, pAg 566. Dada en Sevilla A 29 de
Noviembre de 1W7 y firmada por el Dwtor y Pinelo y el Contador de la Cnsa D. Juan Mpez
de Recnlde. No insertamos sino su parte esenaial, como venimos haciendo con la mayoria de
los documentos y lo reolama en oierto modo el gran ndmero de ellos.
216 EL DOCTOR MATIENZO

y agrega:
i3purenbeiacurbamue-,qbe paztebeg.g.& &.manbamu.e,
qno be bug on abelante tubue Ius Waeetree bo b e naotue
que qitisiernn tumar bineru ti cambtu (ti pr6etarnu.e 6. be%-
cuentu), antee- qite Ius tumaren uengan g parercan ante 3tu.e-
otrote IOQbicbue- Qbfrrialeebe la 6asa be 6untrataciin etc.”
Y con efecto, en el archivo de la Casa se conservan las cuentaa
de 10s prestamos hechos en aquel tiempo por la Casa, para librar B 10s
Maestres que iban B Indias de la polilla usurera.
No menos confianza y estimaci6n que B Fernando V mereci6 el
Doctor a1 Cardenal Jimenez de Cisneros que en una de sus Cartas d e
1616 le titula penorable guEfuft,pero es lo cierto que 10s cambios so-
brevenidos en Castilla y la intervencibn de los elementos extrafios que
con el Principe Ilegaron, no dejaron de ocasionar disgustos y sinsabo-
res B este hombre ilustre que entre sus nniltiples y complejos trabajos
coopero tambien celosamente a1 primer enriquecimiento de la fauna y
de la flora americanas, y que estuvo en este tiempo B punto de abando-
nar su cargo. Despubs de defender, como hemos visto, con nobleindepen-
dencia ante Carlos V, 10s fueros de la Casa y de sus navegantes, con
motivo de las Capitulaciones hechas con Magallanes, no s610 presta B este
su debida y eficaz cooperaci6n para el apresto y suministro de su arma-
da, sino le defiende tambi6n animosamente y hasta con riesgo propio
en un dia de m o t h seg6n el mismo Magallanes testifica, haciendo
asi el m8s cumplido elogio del primer<Abadde la Jamaica.
Recordaremos aqui el hecho ya consignado de que en Agosto d e
1619, y ya en Sanlucar Magallanes con su armada, viene B %villa y
hace su teistamento en el que, ante el riesgo de morir, como ocurrio, en
el largo viaje, designa para cumplir su 6ltima voluntad y entregar SUB
bienes e intereses a1 tierno nine que en Sevilla dejaba, B dos personas,
el padre de su mujer, Duarte Barbosa, y el Doctor Sancho Matiem.
Tanta era la estimaci6n y el afecto que a1 ilustre navegante merecia
el anciano Jefe de la Casa de Contrahcibn.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO
(CONTISUACI6X)

TRAVEsfA DEL ATL~NTICO.-RIO JAN&IRO.-EL RIO DE SOLIS.


EL PUERTO DE SAN J a l A N .

E 1dds de Octubre de 1619 se hicieron la mar desde Canarias, las


cinco naves de la Cam de Contrataci6n (I), que mandadas por
Magallanes, navegaron desde dichas islas a1 Sudoeste 6 a1 Sur, h a s h
la altum de la costa de Guinea, pasaron aunque sin fondertr en ellas,
ante las islas de Cab0 Verde. Alterabase con ello como dice Herrera,
la derrota que firmada por Magallanes se diera en Sevilla antes de par-
tir, lo que produjo reclamaciones del Veedor de aqnella armada Juan
de Cartagena, y cambiando luego.de rumbo naveg6 la armada a1 Oeste
en demanda del Cab0 de San Agustin, punto saliente y conocido de
la. costa del Brasil. A1 Oeate de dicho cabo y como B unas veinte y
siete leguas del mismo, se encontraban las naves el 29 de Noviembre,
seg6n consigna el diario de Francisco Albo que se ha conservado.
Divisado como decimos, B fines de Noviembre el referido cabo,
navegaron 10s dias siguientes a1 Sudoeste 6 a1 Sur, siguiendo la direc-
ci6n general de la costa, y el ocho de Diciembre s e g b el referido

(1) Las cnsles recordaremos que hRbian sido habilitadns por la Casa, y cuyns minuciosas
cuentm constan en el re3pctivo libro de Armada; adem&, ibau en la armada entre otro per-
sonal de la Cesa, 10s Pilotos de In misma Rodriguez Sarrano, And& de San Martin, Basco
Qnllego y Rodriguez Nafra; y que prdltimo perteneclan todos 10s dem& 4 la Casa, la que
sbonabn 4 todps 811s respectivns Rsignaciones, desde Xagallmes a1 dltimo grumete.
86
218 PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO
-- __-_
Diayio (1) consigna, observaron una latitud de 2OOSur; hallsbanse
ante la costa en la que vieron tierras y playas planas (llanas), y la
sonda les di6 de fondo diez brazas. El siguiente dia nueve llegaron B
21" de latitud Sur; la costa avanzaba B Oriente y les salia a1
encuentro, pero retrocedia de nuevo a1 Sudoeste formando el llamado
Cabo Frio y seghn Albo:
"2LI caba $rta (W),bag itn rtu mug granbe g nl p. Q. bel, CL
nuette legnae lyag itit ptcn be ita ntante mug elto zf tree telae,
g el &ab@ cetci u 23 orabae, q en el btclp Qaba bag nitette telae
g la0 befafe par be fitera. Qntranba en el bfclp Qaba bag unu
b e t a muq Branbe, can mitcbae pitetttoe... g Ilrimaee bnbia
b o ganta gitcta." ,
Cuyo nombre di6 entonces Magallnnes B Rio Janeiro por haber lle-
gad0 B 61 en 13 de Diciembre, fiesta de Santa Lucia. Fondearon y se de-
tuvieron alli varios dias, y desembarcando 10s instrumentos que para
este objeto llevaban, hizo And& de Sail Martin algunas de sus obser-
vaciones. Durante esos dias se proveyeron t a m b i h de viveros frescos de
que habrian de carecer en mucho tiempo, y debemos a1 lombardo
Antonio Pigafetta, hombre ilustrado y curioso, algunas noticias acerca
del estado de aquellao costas en dicha Bpoca (3):
"ga t t e r r a bel graetl, btcr, e0 abunbanie b e taba, g tan
gita~hr,Wte eitpetra pnr ~ z eiFtenei6n
t ti Qepafia, @taltu g
prancta itntbne. grrtenece a1 Fog b e @nrtugal;ea0 Iyabftan-
tee no eon crfetfanoe, na ahoran coea algitna, g ofoen Be-
gitn 91 eetnbn ttatwal....."
y afiade Pigafetta de aquellos habitantes, que iban desnudos y que co-
mian carne humana, aunque 9610 dice. la de sus enemigos: "nth e d
rntella be ?tftnfc€."Sus barcas llamadas canoas, estaban hechas de un
solo tronco reba,jado 6 ahuecndo en su interior con lierramientas de pie-
dra. Debemos t a m b i h 8, Pigafetta algunas noticias de 10s recursos ali-
menticios que alli encontraron:
"ail€, btcr, tarnamos ahtnbartte rHreeco be provietonee
be galltnae, ttatntae, ctrtttae pifiae qtte eon frutae bulcfet- I

- (1) Archir-o de Indins 1-2--1/,.


No creemos neoebnrio dooumentnr ate vin.je deuu modo tan preoiso Ooino 10s nnteriores por
trntarse de unn nnregncxin conocidn. ncephdn poi- 10s nntores, y e n In que no se ofrecen dudas
esencinles que nclnrnr. Seguimos pllncipnlmente en nuestrn infornincion In Relnci6n documen-
tndn del Sr Nnvnrrete, que forma pnrte de $11 mtimnda coIecci6n de dociinientos, el Dinrio de
Albo, y 1n Relnci6n de Pignfettn publicndn por Amoretti on M i l h 1$00. 2
( 2 ) Se refiere por lo visto, no concretnmente n1 Cnbo, siuo 4 In p o r c i b de tierrn saliente en
el mar.
(3) Pigsfettn por hmoretti. lfil4n ISM), p4gs. 17 y 18.
PRIMEB VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 219

ma0 q mas+ gueto0ae qite otca ningitna, q earne be anta


qite somein d. la be oaca, if&rue mitcbae ~ 0 0 ~ que 4 3 p o r bro-
mebab omito.”
En estas lineas de Pigafetta, para quien serian m h sensibles que
para las gentes de mar que con 81 iban, las privaciones consiguientes L
aquella tan extraordinaria navegacidn, no se citan cereales, ni tampoco
ning6n animal comestible de Europa, aparte de las gallinas llevadrrs
sin duda desde Portugal. La adquisici6n hecha de came de anta (l), nos
hace creer que se carecia aun alli de 10s cuadr6pedos europeos.
Pasada aquella Navidad, el 27 de Diciembro (se@n Albo), partieron
de Rio Janeiro y navegaron a1 S. 0. En su camino encontraron un
grupo de siete islas y frente ti ellas sobre la costa, una entrada que
era la de una bahia que llamaron bahia de 10s Reyes, y en la cual, se-
g6n Albo, terminaron aquel aiio de 1619. Emprendida de nuevo la na-
vegaci6n en demanda del Rio de Solis que llevaban seguramente seiiala-
do en las numerosas cartas que para esta expedicidn hizo Nuiio Garcia
y que constan en el Libro de gastos de esta armada, navegaron 10s
diez primeros dim con rumbos proximos a1 S. 0. y el dia nueve hallaron
fondo L quince brazas, en vez de las cincuenta que les diera la sonda el
dia anterior, y fondearon con doce brazas de fondo. A1 dia siguiente pu-
dieron comprobar que la costa se retiraba al Oeste, formando un cabo.
?gu tioltra e0 arenosa, biro cmtFteamente &bo, qon bo-
r e c b o bel Qubu lJaquna montaiia IfeclJa cornu un 0untbr~ro,
a1 c u d pit&mos muntooibi (qite alguien corriaii boepues
@torttottiboo) (2), ij on rnebiu bo1 q bel cabo be &hntta ma-
ria (3), ljaq itn r i a qite 0e llama rio bo lo0 3?at00, q por nlli
abelante ptimo0 tobaoia p u r agunbitlce q la costa corro .@0
Sitmto @oe+tor @ k e t obier legune (antes bel cabo) beepitee fo-
rfre be $t.@E. 3. @. ba0ta 34” q itntzrcio .....
ij ol riu 00th6 la0 35”
t f mebio a1 %4. @E. q alli ballaron una0 i0ldtae ij la boca be
unzlio mitq granbe que ora 01 @io bo .3olie, etc.”
A lo que parece, antes de penetrar Magallanes en el Rio de Solis (4)
lo atraves6 ante la costa, y observ6 su direccidn. En cuanto L lasislitas,

(1) Tapir Americnuus de Liuneo, segdo Amoretti.


(2) Monb veo, en vez de Monte vi.
(3) Evidentemente algunos de estos nombres eran 10s dados enla expedicibn de Solis, pem
no consta cuales por Carecame de relaci6n authtica, y no wnocarse tampow ninguna de las
Cartgs hechas por Nuiio Garcia en 161Y.
(4) No d e b parecer extraso que a1 referirnos d ate Rio durante I s B p o m en que 88 llam6
Rio de Solis, lo designemos oon este nombre en justa y merecido honor del que hieo su des:
onbrimiento.
220 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

parece probable que Sean dos que menciona tambidn Pigafetta, de las
que dice estaban cerca de tierra y muy pobladas de aves y lobos mari-
nos. De las primeras, dice que eran tan abundantes que en una horn
aprovisionaron las cinco naves (1):
”3011 nelftta0,bice, g tiellen la0 pl?tmae be la0 ala0 In
mf0nto que lae bel citettpu, nu onelan, 0s alimentan b e pe-
ce0, ij tfenen mitclja graea. sit pic0 parece un cuettnu.”
Parece probable que estae islas fueran las mismas en las que des-
puds de muerto Solis cazaron aquellos tripulantes varios lobos marinos,
cuyas pieles que fueron las primeras que de alli vinieron, trajeron a
Sevilla las naves de Francisco de Torres, y h, cuyas islas parece que no
llegaban aquellos habitantes en sus embarcaciones.
Una vez en In boca del gran rio, dispuso Magallanes hacer un reco-
nocimiento de su desembocadura y fit6 enviada con este objeto la mks
pequeiia de las naves llamada la Santiago,qne no alcanzaba it cien tone-
ladas de porte y que, como hemos dicho mandaba el antiguo Piloto de
la Casa Juan Rodriguez Sorrano (2), el cual remont6 el cu:’so del rio
unas veinte y cinco leguas, comprobando que era ayuella una gran via
fluvial, y quo lejos de ofrecer un paso para Occidente, su curso se remon-
taba hacia el Norte. Empleo Serrano en su expedici6c quince dias y
Magallanes en tanto, atmves6 el rio h, bordo de la nao San Antonio y
estim6 su anchura segiin Albo, en unas veinte leguas.
Ademks, despues de proveerse de agua y leiia emprendio Magalla-
nes una primera exploraci6n de aquel litoral a1 Sur del rio de la Plata
en 10s primeros dias de Febrero (1620), encontrando en un principio
malos tiempos que dificultaron much0 su navegaci611, y reuiiidas luego
todas las naves emprendieron su marcha definitiva liacin el Sur 6
Sudoeste, s e g h la direcci6n general de aquella costa. En sii trabajosa
navegaci6n A lo largo de aquel litoral que era precis0 reconocer con
gran cuidado, y mu!’ principalmente toda entrada de puerto, canal, o
bahia, siguieron 10s expedicionarios 10s rumbos del S. 6 S. 0. quo
les seiialaba la direcci6n general de ayuella costa. El 24 de Febrero
encontraron una de estas entradas que Magallanes hizo reconocer y que
result6 ser una extensa bahia con mits de cincuenta leguas de circuito,

(1) Pigafettn por Ainoretti pbgina 23.- Consideramas w m o docuinenlw In Jtelaci6n de Pi-
gafetta que fu6 un testigo pPesencia1.
(2) A I que no debe confundine como BS fkcil que suceda, con el pilot0 portugu6s Juan
8errano amigo de Ahgallanes y que trabaj6 en el descnbrimiento de Ins Nolucas. Rodriguez
Serrano que era de la provincia de Hualra, tom6 pnrte en la expedicih de VQlea liendoza a1
Nuero Mundo el nrio de 1600,segdn s u propia declarncih en Ins iuformaoiones parn 10s Pleitos
de ColSn, eu las que constn y las cuales ban sido publicadas.
PRIMER V I M E ALREDEDOR DEL MUNDO 221

A la que llamaron de San Matias, por ser esta fiesta la del dia en queJa
descubrieron segiin practica muy seguida por 10s navegantea de aquel
tiempo. Su fondo llegaba en el centro B 60 brazas. A fines de Febrero, el
27 y en una latitud de 44"segiin Albo, encontraron otra bahia B Orien-
te de la cual y m&s de tresleguas de distancia, habia dos piedras y m&s
a1 Sur aim, encontraron otra bahia con iuuchos lobos marinos delos
que refiere Albo, cazaron fAcilmente ocho y agrega:
"cn la hiclja tierra nu batj g e i t t e ~ iita0
, e0 muq biteita
tferra 9 liitbue campo% sin lirbolee, g mitij llnnn tterra."
Comenzaba entonces la parte mas dura y dificil de aquella trabajosa
navegacibn; la costa desconocida p en latitud que se alejaba de la zona
tropical, hacia que cada vezfuese m& penosa esta marcha B lo largo de
un litoral sin derroteros nipuertos conocidos, y sin posibilidad de encon-
trar en tierra auxilio alguno, precisaba 6 aquellos navegantes estar pen-
dibntes siempre del estado del mar y del cielo, del aspect0 de la costa,
y de 10s datos si cesar pedidos B la sonda (1).
A medida que adelantaba en su marcha hacia las regiones austra-
les, se presentaban mas malos tiempos, y como la prolongacibn de las
costas sin ofrecer el deseado paso para el mar de Vasco Nufiez de Bal-
boa, exigiria continuar tainbien la navegaci6n hacia el Sur, decidi6 Ma-
gnllanes con muy buen acuerdo, inveimar en algirn puerto hasta tanto
que pasados 10s rigores del invierno austral que se aproximaba, pudie-
ran continuar de nuevo su navegaci6n hacia el Sur. Fur5 elegido para
este fin el Puerto a1 parecer desierto que llamaron de San JuliBn, si-
tuado seghn Albo en 49" y dos tercios de latitud Sur, y en e1 entra-
Ion las naves el iiltimo dia de Marzo de 1620.

I1
LA INVERNADA EX ShN JULIAS.
SUCESOS SANGRIENTOS.-EXPLORACI6N HACIA EL SUR.-EL RIO DE SANTA CRUZ

1520

F ondeildos 10s cinco buques en la bahia de San Julian, pasaron alli


cinco meses de aquel largo invierno. Los contados pobladores que
Tieron, se resgoardaban del frio con pieles de guanaco y se pintaban

(1) Lo que ham weer que fueron moohos 10s dntos aportadosA Sevilla para la primera re-
presentaoibn de aquel litoral.
66
222 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MVNDO

el cuerpo con variados y toscos dibujos. La vista de 10s europeos pro-


dujoen ellos el mayor asombro y segiin refiere Pigafetta (l), del prime-
ro que B aquellas playas acudi6:
"lettantaba itst bebo en alto, fnbfcanba qite 1a.e meia ba-
f&os bel ctela." .
A estos naturales, s e g h afirma t a m b i b Pigafetta, Ham6 Maga-
llanes patagones (patagoni).
Durante la estancia de la armada en San Julian, se desarrollaron
en aquelle bahia lamentables sucesos. Como hemos dicho, la designacion
hecha de nn Veedor s e g h se habia practicado en las amteriores expe-
diciones, que representme B la Administracion e interviniese tambien
en la gobemacibn de aquella armada que pertenecia al Estado, file
mal recibida por Magallanes y di6 inargen B graves disensiones entre
dicho navegante, y el personal administrativo de aquella armada. Mas
propio de una monografia que no del presente trabajo, el examen deta-
llado de estos sucesos, nos limitaremos B consignarlos en su esencia.
A1 dia siguiente de fondear lm naves que era Doming0 de Ramos, se
inanifestaron claramente las graves disensiones que entre 10s Jefes de
aquella armada existian, pues habiendo citado Magallanes B 10s Jefes,
Capitanes y Pilotos para asistir B la Misa que se celebraria en tierra y
ti comer luego en su nave, no lo verificaron sin embargo Mendoza ni
Cartagena, como tampoco el Capitan de la nao Conception Gaspar
Quesada, concurriendo s610 el Contador Coca. Llegada la noche Quesada
con treiuta de lassuyos ataco ala nao San Antonio. cuyo maestre J u a n
de Elorriaga sali6 a defender a1 sobresaliente Alvaro Mezquita que
buscaban para prender, y resultaron heridos 10s dos y preso el sobrino
Magallanes Mezquita, quedando la armada dividida en dos bandos, l a
Trinidad y Santiago por Magallanes, y las tres restantes la Conception.
San Antonio y la Victoria por sus contrarios.
Como en tales casosocurre, pretendian 10s de uno y otro bando,
tener la razdn y ejercer la autoridad, por lo que Cartagena y 10s suyos
llarnaron A Magallanes excikindole a1 cumplimiento de las Provisiones
Reales, y ofreci6ndole en tal cas0 estar B lo que les mandase. No acudi6
sin embargo Magallanes ti este llamamiento temiendo, quiz&que era una
celada y en cambio envi6 B la Victoria, en un esquife al alguacil de la
Trinidad G-onzalo G m e z de Espinosa con seis marineros a1 parecer
desarmados.
Llevaba este Espinosa una mrta para el capitan de la Victoria

(1) Pignfetta por bmoretti, M i l h 1Nl pbgina 24.


PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL NUNDO 223

Luis deMendoza, la cual le entreg6 dicho alguacil y en tanto que


Mendoza la leia, asestdle el Espinosa una puiialada en la garganta que
le derrib6 moribundo. En pos del esquife lleg6 B la nave un bate1 con
quince hombres que mandaba el cuiiado de Magallanes Duarte Barbosa,
el cual qued6 por dueiio de la Victoria, y recuperada asi por Magallanes
la ventaja de disponer de tres naves contra dos. En vista de ello pensaron
10s de Cartagena hacerse B la mar, pero esto se hacia dificil porque la
Trinidad, mandada por Magallanes y B la que se incorporaron muy
luego las otras dos naves Santiago y la Victoria, estaba m& .B la boca
del puerto y les impedia salir. AI caer la noche levaron dos anclns 10s
de la nao San Antonio quedando s610 sobre una tercera, para facilitar
sin duda su salida, diligencia que concurri6 B su p6rdida porque garrando
esta Gnica ancla, se ech6 dicho buquesobre la Trinidad cuyos hombres
de guerra la abordaron casi por sorpresa, quedando presos alli Quesada
y Coca, y rendida muy luego la nao Concepci6n que estaba ya sola, fu6
preso tambi6n Juan de Cartagena.
A1 dia siguiente fuit sacado 6, tierra y descuartimdo el cadBver de
Mendoza. y pocos dias despues (el 7) fu6 descuartizado tambi6n Gaspar
de Quesada. En cuanto L Juan de Cartagena le fu6 reservada, si cabe,
una. suerte peor, pues fu6 algodespu6s abandonado en aquellas soledades
juntamente con el cl6rigo SBnchez de Reyna, sin otro.recurso que unas
espuertas de bizcocho y alganns botellas de vino. Estos datos que toina-
mos de la relaci6n documentada del Sr. Navarrete, vienen B coincidir en
sus resultados conlos que sacintamente consigna Pigafetta segiin el cual
”fit6 beecitartirabo el iteebor, q mitet-to rt pitiialabae 01to-
00rrro. $it$ yerbonabo eittoncc0 FFaepar be @iteeaba,yrrrr al-
gun00 bfae beepno0 pot- tittentar itna traicton, fit6 espulea-
bo be la0 nave0 tj abnnbonabo en la tierra be lo0 patanone0
f1tntamcntc colt ltlt 0acerbote.”
Aunque por lo visto, confundi6 Pigafetta B Quesada en Cartagena.
Impaciente Magallanes por abandonar aquellos lugares y continuar
de nuevo la navegacion, ordeno con harta premura B mediados de Mayo
que saliera de San JuliBn (1) la in& pequeiia de las naves, osea la San-
tiago que como hemos dicho no llegaba B cien toneladas, para reconocer
hacia el S u r la costa del Continente. MandBbala aun el Piloto de la
oasa Juan Rodriguez marino viejo y de experiencia, pero esto no
obstante un recio temporal arrojo sobre la costa B la Santiago B units

(1) Los m h notables lugnres de esta litornl se encnentran seiinlndos con su nombre en lss
Cnrtas que ncompniinn. El vinje nl Mngallnnes, publiondo en Nadrid, Irnprenta Real 1788 con
motivo del viaje hecho nl Estrecho en 1786-86por la frngnta Santa Nnris de In Cnbeza.
224 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL YUMX)

veinte y cinco leguas del puerto de San JuliBn el dia 22 de Yayo, te;
niendo la fortuna de que se salvase en la costa toda la tripulaci6n menos
un negro que Rodriguez Serrano llevaba. Salvaron del naufragio cuan-
tos efectos les fu6 posible, y dieron por tierra ariso A 10s que en San Jo-
1iBn habian quedado, permaneciendo alli Serrano con 10s suyos para cus-
todiar 10s restos del naufragio. Seg6n Pigafetta, el cainino entre ambos
lugares era Aspero y lleno de malezas (1) y fueles precis0 ir llevando liasta
San J u l i h lo que salvaron, envihdoles Magallanes durante dos meses
bizcocho y otras provisiones para su mantenimiento. En el lugar del
naufragio mrecian tambi6n de agua dulce, la cual se procuraban fun-
diendo hielo.
Por fin el 24 de Agosto parti6 la armada de San Julihn, y despuhs
de abandoner crnelmente B Juan de Cartagena y a1 clerigo Pedro
SAnchez de Reyna (2), emprendi6 de nuevo Magallanes su navegaci6n y
reconocimiento 8, lo largo de aquel litoral. A 10sdos dim, el 26 de Agosto,
llegaron h un iio descubierto por Serrano en su exploraci6n anterior ( 3 )
a1 cual llamirron ~ i o b SantaCruz,
e y alli 10s fuertes vientosy mar
gruesa pusieron B la armada en grave peligro de naufragar. Fonde6
la armada en Santa Cruz donde permaneci6 h a s h el 18 de Octubre ha-
ciendo alli t c t u o s a pesca y buena provisi6n de agua y de leiia. En
este rio s e g h Juan de Barros, di6 Magallanes A 10s Capitanes de las
naos, una Instrucci6n que manifestaba el firme prop6sito de este nave-
gante de extremar en lo posible si1 explorwibn hacia el Sur, diciendo
en ella que habria de proseguirse buscando hacia el Sur un estrecho 6 el
termino de Continente, hasta llegar B 10s 75" (4). Pero como veremos el
canal que en efecto encontrarian. estaba mncho m8s proximo.

(1) Y plantmaspinosas, segdn Pigafettn, probablemente el Berberis arbusto que represents


el botirnico espaiiol (And& Laguna 1494-1560).
(2) No es cierto como han creido algunos antom, que Cartngena y su compaiiero fiiesen
recogidos por la nao San Antonio cuando regres6 4Espafia.Lejos de aso, en I s comunicaci6n eu-
viada 4 la Cork al llegar BSevilla la dichs nave (Colec. Nav. tOmo 4 phgina m), se dice que
el sacerdote y Cartagena afneron dejados en tierrs con sendas tsleguitm de bizcocho, 6 sendas
botellas de vino que 10 juagan por mhs mal librados, segiin la tierra en qiie quedaron, que los
otros que hizo descuartizaro. De ellos no hubo mSs noticins. Historia Oral. de Filipinns por el
Sr. Llorens, ptiginn 59.
(3) Navarrete, tom0 4.O p4ginn LVII.El rio de SautsCruzeJtA como unajotnada niRsnl Stir
del lugar nl en qne la Santiago fit6 arrojadn por un temporal sobre la costs, y piido antes des-
oubrirlo 6 bien explorando hacia 0lSur desde tierra, dnrante 10s dosmesesque alli estorieron.
(4) Barros, DBcnds ID, libro 5.O, cnpitolo 9.O. Este dnto de Barros, que disposo entre otros
documentos de 10s Libros y pspeles de And& de Snn Nartin, manifiestn que el supuesto estre-
cho que 0n el Mapa de Behstm llevaba Magallanes, no estaba situado antes de 10s 76" Sur pow
que si asi no fuera, SB hubiera expresado de otro modo para animar y fortalecar 21 sqnellas
sufridas tripulnciones.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL NUNDO 226

I11
DESCUBRINIENTO P NAVEGACl6N DEL CANAL DE MAGBLLAXLNES

1520

P arti6 la armada del rio de Santa Cruz el 18 de Octubre, prosi-


guiendo desde alli el reconocimiento minucioso del litoral, come
por sucesiva-s etapas se habia ido haciendo desde la latitud de 1a.s An-
tillas. Los tiempos eran muy duros y la navegaci6n en extremo traba-
josa para aquellas pequeiias naves, y asi lo deja entender el Diario del
Piloto Albo, no obstante su severa concisibn:
9’CDtt otentae Contrartoe, btce, attZYuofmo0 bo0 bta0 mol-
teanbo be == borbog OtrO, tf beepti0 lJ1tbim~sbuen t t n -
i o g anbitntmoe a1 3.ubooeto bo0 btaa, g en este ttompo
iomantoe 01 sol a 50 grabas g bas terdo0, g fui ri la0 20
b e l btclJa (@dubra).”
A 10s 62 grados avistaron el cab0 que llamaron de las Virgenes, que
tiene una larga punta de arena ‘y descubre un abra 6 bahiz. como de
cinco leguas de ancho. Era el 21 de Octubre se&n el Diario de Albo,
y Magallanes orden6 que inarchasen el Piloto de la Casa Rodriguez
Serrano, y su sobrin’o Mezquita con las naos la Concepci6n y San An-
tonio que respectivamente mandaban, para reconocer si la bahia pre-
sentaba en su fondo alg6n golfo 6 canal por el que deberian navegar y
reconocer, regresando a 10s cinco dias b la entrada en la que, con la
Trinidad y la Victoria les esperaba.
Esta vez, la exploracion tuvo el mayor interes y signi6c6 una es-
peranza; las naves enviadas regresaron y despues de desciibrir una
entrada que en su fondo presentaba la bahia, habian encontrado un
golfo 6 pi.olongado sen0 de muy altas riberas, por el que habian nave-
gado tres dias sin encontrarle termino. Aunque de aspect0 extraiio,
existia la posibilidad de que aquelfuese un paso 6 canal para Occidente.
Algunos dias despu6s & priucipios de Noviembre, envi6 de nuevo Ma-
gallanes la San Antonio que naveg6 cincuenta leguas entre rocas y
playas por aquel Canal, sin encontrarle termino ni fin.
Emprendio mtonces Magallanes con 10s cuatro buques, la navega-
ci6n de aquel tan prolongado desfiladero con el parecer favorable de 10s
pilotos, salvo el de Esteban Gtdinez que propuso el regreso k Castilla,
67
226 PRIMER. VIA.1E ALREDEDOR DEL MUNDO
___~_ ~ ~ ~ __ _
_ ___

parecer que est& en armonia con su conducta ulterior. Del reconoci-


miento hecho entonces en las naos, result6 haber provisiones para
tres meses. La tierra era b p e r a y fria, y en la costa del Sur obser-
varon varios fuegos, por lo que seg6n Oviedo y m b tarde Herrera, le
dieron el nombre de Tierra del Faego. El canal explorado conienzaba
por un estrecho . coin0 de una legua: anguetttra &P la G e p e r a n % ~
Esta angostura estrecha desembocaba a1 Oeste, en otra gran bahia 6
ensanchamiento en cuyo centro liabia varias islas, y entre ellas una
inks grande que las demks, la c u d daba lugar ti un nuevo canal contra
el Continente y un caiio menos navegable al Sudoesto contra la Tierra
del Fuego. Llegado k este lugar, envi6 Magallanes la nao San Antonio
que mandaba s u sobrino Alvaro Mezquita, para que reconociese el canal
del Sudoeste, entre sierras cubiertm de nieves, y con orden de regre-
sar it 10s tres dias.
Magallanes en tanto, con 10s deinits buques naveg6 un dia por el
gran canal que se dirigia casi a1 Sudoeste, y volvi6 para aguardar Q la
nao San Antonio. En aquel pais que parecia desierto, hicieron aco-
pi0 de agua dulce y de lefia, y tuvieron la suerte de liallar durante
seis dias abnndante pesca de sardinas y de ssbalos, pero esperaron on
van0 el regreso de la San Antonio, y tainpoco pudo encontrarla la
Victoria que fit6 enviada en su busca. De las inforinaciones que poste-
riorinente se hicieron, result6 que hitbiendo llegado al fondeadero en
que dejaron Q Magallanes no le vieron, ni tampoco Q sus naves aunqne
aseguraban haber hecho algunos disparos de caiibn, y encencido fogatas
sin que acudiesen las otras naves, ocupadas quiz& en el surgidero de
las sardinas, y alegando este pretext0 en vee de esperar iu&sel regreso
de las otras naves, el piloto de la San Antonio que 10 era el portugn6s
Esteban G6iiiez, deterinin6 regresar ii. Espaiia no obstante la oposi-
ci6n de Mezquita, que result6 herido y preso. Esteban G6mez, desani-
mado poi la coiitinuaci6n del canal sin deseinbocar aun en el mar
libre, 6 porque quisiera desligarse inejor de toda solidaridad en 10s gra-
ves siicesos ocmridos en San JuliAn, amotin6 Q aquella tripulaci6n y
tomando la vuelta de Guinea, regreso B Sevilla en cuyo pnerto entr6
el 6 de Mayo de 1621. Llevaban consigo un indio patagon, B quien sin
duda fu6 fatal uti cainbio tan brosco de clima pnes firllecib poco antes
de cruzar la linea.
En van0 busc6 tainbien por si inismo Magallanes L la San Anto-
nio, ynavegando luego por el canal que se dirigia al S. O., observ6 una
latitud de 68" 40' Sur, dirigiendose luego a1 0. La defecci6n de la San
Antonio que era una de las naves mayores, ocurrida despues de la per-
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MIUNDO 227

dida de la Santiago, y mAs que esto la prolongaci6n de aquel estrecho


6 canal que no semqjaba y a L 10s estrechos conocidos entre el MediterrL-
neo, el Mar Rojo y el PBrsico, con el Oceano, 9. menos L la extremidad
Sur del Africa como habian esperado algiinos cosmbgrafos, pareci6 ha-
ber producido alg6n justificado desaliento en Magallanes.
Debelvos a1 historiador portugues J u a n de Bawos, que, s e g b 61
inismo consigna en sus D k a d a s (l),dispuso de 10s Libros de And& de
San Martin relativos L este viaje, la conservaci6n de la consulta hecha
entonces por Magallanes a1 CapitLn, Piloto, y Maestres de la nao, Vic-
toria, acerca de la ulterior coatinuaci6n de aquel viaje, en l a que les
dice:
39comoijd tongo ontenbfbo qite 6 toboe 00 paroco EOBU
gram oetur q6 betertntnabo ir abalante, por paroceras qite el
ttrmpo e0 poco para bacer eeto zriaje en qite oam00. 8 p o r
suanto g6 00g Iloinbre g t e ito boe-oct~del partecor g coneria
be ntngitno, unto0 tobue mt0 caea0 001t prnCttcubu0 g camit-
?ttcubuegcneralmentecon toboe, ein g t o prrsona alguna 0913
afrontaba be mi, g p o r tUlt0Ll b o lo quo acontoci6 on el p1torto
be s u n 3ulian sobre la mitettte be Qiti0 be Blenboza, @aepnr
be Q1te0oba, g bestterro b e gitait bo 6atttagana g vero sun-
chef gleqnlt cllrigo, trosotros con tomor befat0 b e brcirme ?)
aconeefar,etc."
Los terminos de esta comunicaci6n del ilustre navegante, si bien
reconocen el temor que B causa de su conducta pudieran tenerle 10s
consultados, msnifiestan en cainblo gran sensatoz como si hnbiera pa-
sado ya la nube de sangre que le ofuscara, y aun parece que transpa-
rentan cierto pesar de lo ocurrido, que lejos de petjiidicar a1 navegan-
te, habla en s u favor (2). Y terlnina L seguida diciendo:
"00 manbo bo puttto be btcha g&-tor (Qnrlae V), g bo lu
intn ritego g sncomienbo, qite be tab0 uqitella qito 0oittt0 qite
conoiene d nuc0tra jornablt, aet be ir abolantc coma Seoolvrr-
no*, mo bofe 1titoetro.e parecero0 p o r eecrito cnbn l t l t O p o r si,
beclarattbo Ilte coea0 g rqonee porqite bobeinae tr abclnitte

(1) DBc. 3.",lihro 6.O Colec. dedoc. de Nnv., tomo IV, piiginu 45.
(2) Con respecto 4 In natenticidnd de esta documento trnscrita por .Tiinn de Burros de 10s
lihros de And& de Sun Xnrtiu, linremos notnr que estn orden estA dirigidn en primer &mino
'
s l cuiindo de Xngnllnnes Cnpihin de In Victorin, el cunl tendrin In orden originnl6 unn de sns
c o p i q y qoepor tmto Is uiteraci6n heclm por Sun hInrtin de este documento hubiern sido, no
a610 inhtil &no peligrosn purn su uutor. Como Bnrhosu murib eu Ceh6 con Sun Martin y este
no le sobrevi6, no cube que 4 le muerte de dicho Bnrbosn huhieru hecho tu1 falsedad. El docn-
mento drnscrito por Rnrros, es por lo tanto nuthtico.
228 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

$ oulomnus, nu tenienbu r e e p e t u d mea alaitna pur que be-


fete bo L o c h la o e r b a b ; can la0 malee r a p t e e IJ p a r e c e r e e b i r d
01n t i u g betorminacfon, para t u m a r c u n c l u e i m o n Iu que be-
mu0 bo bacer. @jecljaen el Q a n a l be t u b u s lo0 s a n t u e , enfrente
&elr i a bel @&33 en citartta f e r i a 21 be Q m i e m b r e bo 1820.”
Debemos iguallnente al citado historiador portugubs, e: conocimien-
to de la contestacidn dada por Andrbs de San Martin y consignada por
este en su referido Libro, y de la que como de la anterior, transcribi-
remos aqui la parte mas importante y precisa (1):
)*@titgmagnifico g‘tefiut-, bice, vista la urbon be o i t e e a
ttterseb, qtto qitinta f e r i a 22 bo Muoiembt-e be 1820, m e fit6
notiftcabaput- ?&n %
ittart men be^ etc.”
y agrega:
”q aitnqite g 6 bubo qite p u r e e t e c a n a l be t u b u e S a n t u e ba-
ga c a m i n u para puber ir a1 %%talitcu, eetu itu trace ni beebace
a1 c a e u p a r a que nu ee baga be e a b e r t u b u lu qite ee p u b i e r e
alcanTar, eirofdnbunue Iue tientpue, en citantu e e t a m u e en el
coraxun b e l o e r a n u . M p a r e c e qitc o i t e e a m e r c e b bcbo ir abe-
l a n t e pur $1, abut-a en c i t a n t u t e n e m u e la flur bel o e r a n u en la
manu, g can lu que Lfalle b 0s beecitbra, baeta mrbiab’ue b e l
me0 be Qnerup r i n t m u qite oenbrk bo 1520 aliue, o i t e e a n t e r -
crb baga f i t n b a m e n t u be ouloer en oitclta b e QepaQa, etc.”
Ensu notable informe, aconsejaba por tanto San Martin estremar la
exploracion del desconocido canal, que prolong&ndose entre rocas
coronadas de nieve, exigia de aquellos navegrtntes tan extraordinario
trabaio, tanto cuanto lo permitieran las escasas provisiones con que
contaban, plies que proponia continuar h a s h mediados de Enero 6 sea
mes y medio aun, destinando asi n1,regreso la otra parte de las provisiones
de que disponian. Y suponiendo el Piloto el encuentro por fin del mar
libre que se buscaba, aconsejaba sin embargo por falta de medios el
regreso ti la Peninsula, y dejar para otra navegaci6n el llegar hasta las
Yolucas.
”pur e e t a nef, becia, nu m e parece, aet p u r q i t e c i t a n b u a115
fu6remu.e e e r i a ga i n v i e r n u , e i t t u p u r q i t e la gente eetd flaca JI

(1) Anilogn notenticidad nl anterior manifiesta tauer este documento trnscrito por el histo-
riador portugiib porque habiendo sltcodido ii Xngallnnes isi1 innerto st1 cilnndo Danrte Hnr-
b s a , en poder de este debinu estnr 10s pnpeles de 3I~gnIIanes,y por tnnto estn contestaci6n da.
da por Andr& de San Bfnrtln, piles debe recodnrse que ndemls de sucederle on el mnndo era
Barbosa ciidsdo de Nagnllnnas y que como hernos dicho, ninri6 6 dasnpnreci6 al mismo tiempo
que Snn Martin, por lo que no es nceptable que este alterme 10s t h n i n o s de una comunicaci6n
c u p original poseirr evidentemente Mngnllanes, y despues Duarta Barbosn.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL NUNDO ,229

be else ritertae; tJaltnq1te a1 preeente tfetten man-


bee~albctba
tenimtentoe qite baeten p a r a sitefenfnree, no 0on tantoe nt
tale0 qite esnn para cobrar niteoaefitertae, ni para compor-
tar bemaeefabo trabafo &.,’
Contestaba asi San Martin h la comunicaci6n de Magallanes de 22
de Noviembre, y tenemos un especial testimoniodel estado delas provisio-
nes relativo precisamente B esos dias, enPigafetta que refiriendose a1 28
del mismo mes consigna que las provisiones estaban de un todo altera-
das y no consistian mhs que en otra especie de vizcocho 6 galleta redu-
cjdo h polvo, y lleno de gusanos:
9’@tangtaoamojsemibe, btecotto cbe tterameztte non ma
piit biecotto, ma itnn polvsra verminma pofcbe i vet-mt tt9
aOCano mangfata t1ttta la e o 0 t a ~ a . ”
Tanjustificado estaba el sabio parecer deAndr6s de SanMartin, que
acaso no fue seguido por el inmediato encuentro ocurrido en aquellos
dias, del desoado mar libre cuya tan pronta soluci6n confirm6 acaso B
Magallanes en la rsalizaci6n do su ardua empresa de seguir y de llegar.
si leera posible it las Molucas. En efecto, cinco dias despues de la consulta
de Mag+llanes el 27 de Noviembre, separhndose bruscamente aquellas
costas en direction Sur y Norte, dejaron ver ante las naves de la Casa de
Contratacibn, un ancho y‘dilatado Ocean0 el lnismo que en otro hemis-
ferio, y en lejanaslatitudes habia descubierto en 1613 en PanamB, Vasco
Nlifiez de Balboa, el Pacifico.

IV
L A TRAVESfA DEL PACfFICO

I 5 20-152 I

A ldia siguiente, olden6 Magallanes abandonar el Canal cuyos Cabos


extremos del Norte y del Sur, llam6 respectivamente Cab0 Victo-
ria y Cab0 Deseado, y navegaron en pleno Ocean0 las tres naves que a m
restaban de aquella armada. La estancia en tan extremas latitudes
australes no obligaba ya, por lo que dirigi6 Magallanes su derrota a1
N. 0. camino el inhs derecho para las Molucas y que le permitia tambibn
aproximame A climas mas suaves. Hacia el 21 de Diciembre, debieron
68
230 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

pasar JIU distinguirlas entre las islas de San Felix, y de J u a n FernLn-


dez (l),y trascurrido un mesel 24 deEnero de 1621, tocaron en la isla
de San Pablo, L laque seg6n Albo di6 Magallanes este nombre por
haberla descubierto el dia de la conversidn de este Apbtol. Esta isla
estaba poblada de Lrboles, pero como las auteriores desierta de gentes y
sin recurso alguno, y lo inismo otra d la que llegaron algunos dias
despues (1.' de Febrero) y que llamaron de 10s Taburones 6 Tiburones
por 10smuchos que en ella vieron.
Perdidas en las soledades de aquel inmenso OcBano, avanzaban
por el Oeste hacia el extremo Oriente las pequeflas naves de la Casa de
Contratacion, adelantando en su interesante marcha de adquisici6n y
de conquista para 10s conocimientos humanos, hollando en su solemne
marcha las hasta entonces virginales ondas de aquellos extensos mares, y
y prosiguiendo en su gloriosa navegacih el doce de Febrero cruzaron la
linea, y pasaron de nuevo a1 hemisferio boreal (2).
Recordaremos tambi6n que no eran estas las unicas naves espaiiolas
destinadas L explorar y reconocer en aduellos momentos las costas del
Pacifico, pues que como en otro lugar decimos, por el mismo tiempo
habiasido enviado L Panama, por el Istmo, el Piloto de laCasa de-sevilla
Andres Nifio, que deberia tomar el mando de Ias carabelas construidas
por Vasco Nuiiez de Balboa con 10s carpinteros, herrajes y herrainientas
que con tal ob-jeto se le enviaron desde Sevilla, y L cuyas naves debe-
ria agregar And& NiAo dos bergantines coiistruidos en piezas y enviados
porla Casa a1 puerto de Nombre de Dios sobre el AtlAntico. Desembarca-
dos alli, serian conducidos L lomo hasta Panama en las opuestas costas
del Pacifico, para iniciar su exploraci6n por dicho Piloto de la Cam de
Sevilla, que sucumbi6 por cierto en si1 empresa.
La necesidad y la escasez de viveres llegaba en tanto a1 mayor

(1: Q u e ncnso debio SII nombre ir Juan FernBndea, Piloto Ynyor que fu6 del Xnr del Sur
on el siglo XVI, y miierto en el Cnllno de Limn.
(2) Trnnscnrririnn a6n cercn de sesentn niiospnrn queen 157s pn.%rnn el estmcho de Mngnlln-
nas I n s primerns nnve.s no espniiolns que fiieron Ins mnodndns por el corsnrio Frnncisco Drnke.
Trnsformndo yn por entonces el dilntndo litornl de In .Im&rim Espniioln, merced ii 1n inmnsn-
ble lnboriosidnd de 10s nuestros, nncientes ciudndes, cnrnpos enriqi!ecidos por la fnunn y In flora
enropeas, nnvas cnrgndns de grnndes riqiiezns metklicns promdentas de Ias inteligentas y nctivss
explornciones mineras del Peril Espniiol, sirvieron de fructuosn cosechn B In rnpncidnd d e
Frnncisco Drnkeque regres6 dneiio de considernbles riqiiezns y el cnnl,segbn el nlemin Cronnn
en su obrn Ambricn (Leipzick 1891) fub nrniado cnbnllero el 4 de Abril de 1581 (Cronau torno
3 . O pBginn 2tM de 1n veni6n espniioln). La ndqnisividnd de Drnke tenin por lo visto un notable
cnrBcter de genernlidnd, pues seg6n leemos en el Diccionnrio enciclopbdico hispnno-ninerimno,
tom0 4:" rDrnke ton16 pornrmss un globo terrestre con astn divisn que encierra una falsedad:
.To primus circnmdedisti me, y cnyn leyendn fub concedidn pnrn .sus nrmm nl honrndo viz-
caino J u n n Sebnstiiin Elmno, por Cnrlos V Rey de.Espniin y Emperndor de Alemanin.
PRIMER PT.\.Tl? ALRRDEDOR DEL MUNDO 231

extremo en la armada de Magallanes, cuando el doce de Febrero de 1621


atravesaban lalinea aquellos buques. Comprueba en este punto el diario
del Piloto Albo 10s datos de Pigafetta, seg6n el cual &finesde 1620 estaba
alterado 6 inservible el bizcocho 6 galleta que como principal aliment0
llevaban en las naves, y con referencia a1 siguiente mes de Enero de
1621 dice:
"comian p4r a n ~ a ebebian, agna tpbionba g gitienban el
arroa con agua salaba."
Estos datos, y 10s escasos recursos que las desieitas islas encontradm
por las naves it su paso les pudieron ofrecer, son una prueba elocuento
del Animo de Magallanes y de la abnegacih de siis compafieros.
Navegaban ya on el hemisferio boreal, cuando el seis de Marzo (1621)
encontraron por fin tierra poblada, y que manifestaba por tanto ofrecer
ciertos recursos it aquellos desfallecidos navegantes. Eran estas, lau islas
Marianas. El Diario de Francisco Albo da cuenta de ello diciendo que
en dicho dia, y navegando hacia Poniente:
"uimoe tierra g fitimoe rt ella, i j eran bo0 ielae, la0
cnaloe no ernn mitq granbee IJ conto fitimoe en mcbio bellae,
tirantoe a1 3itbite.ete g bejnmos la itna a1 7@roe0teI g ttimae
mucljae aelae poqitefiae qite ttenian rt no0 IJ anhaban tanto
qite yarecia z~olaecit,g tenian aelae be e ~ t r r becl~as
a en tritin-
pt1o.g anbnbnn +tor nntltae partee qite Ipcian h e la popa
proa citanbo qnerian, t j ainierott ti itoeotroe, 1) nos bitecaban
p a r a ljitrtarnus ritanto pobian, ij aei no0 lptrtaroit el eeqnife
&e la Qapitana,9 otro bin la recobrantoe, IJ alltj tom6 el 001,
g la itna beetne tela0 eetti en 12 grabas g hoe tcrctoe etc."
Aunque las barcas en que 10s indigenas acudian, eran pequeiias y
llevnban la que inas diez hombres, fueron tantos 10s que en las naves
embarcaban que estorbaban por su niimero, v por esto 6 porque pudieran
Ileg,ar it ser nn peligro, orden6 prudentemente Magallanes que 10s fueran
echando sin hacerles daiio como se hizo, per0 ofendidos arrojaron a 10s
nuestros muchas piedras y varas chamuscadas en su punta, hasta tanto
que se les dispararon algunos tiros de nrcabnz y de caiion qtie les hicie-
ron huir. Volvieron sin embargo 10s indigenas codiciosos de hacer sus
cambios, pero hurtaban cuanto podia11 y con astuta agilidad se llevaron,
como refiere Albo, el esquife de la nave Capitana, por lo que llamaron
entonces a estas islm lrts de 10s Ladrones y tambi6n las de las velas lati-
nas por 1as naves triangulares de sus barcas, que aunque de estera,
sernejaban las dichas velas usadns en el Mediterrhneo.
En dichas islas, B las que llegaron con mucha gente enferma y gran
252 P R I h R VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

. necesidad de vlveres, hicieron provisi6n de ellos y de agua, adquiridos


unos en cambios con 10snaturales, 7 tornados otros de orden de Maga-
llanes a1 atacar unpueblecito a1 que se llevaron el esquife hurtado.

IV
LA9 ISLAS FILIF'INAS
CEBU.-MACl'IW.-XUERTE DE MAGALLANES

1521

P aitieron las naves de las Marianas el nueve de Marzo, y siets


dias despues, el 16, avistaron de nuevo tierra, y dirigibndose & ella,
encontraronvariasislas pequefias que formaban parte de un considerable
archipielago, a1 que llam6 Magallanes de San LBzaro, y que era el de
las Islm Filipinas. En su navegaci6n desde el Canal. habian fallecido
once tripulantes, cifra que se explica por la escasez sufrida. Las primeras
islas encontradas se llamaban Sulnan y Iunagan, s e g h Albo, por
.dates que adquirieron despues, por que no vieron en ellas gente, sino A
lo lejos en canoas que se apresuraron a huir.
Continu6 Magallanes con rumbo L Oeste y llegaron otra isla pr6-
xima y tarnbibn pequefia, Iirnpia be baCe%como dice Albo, que la
denominaisla Gada.En esta isla, que estaba desierta, desembarcaron con
facilidad, y tomaron agua y tambien alguna leiia. MLs a1 Oeste, hallaron
otra isla habitada que se llainaba Seilani, y ante la cual les sorprendio
una tempestad de la que escaparon con fortuna, y fueron & dar en otra
isla no grande y en cuyos pobladores, que eran numerosos, encontraron
muy favorable acogida. Llamabase esta isla Masana 6 Masagua, s & la
llegada de las naves acudieron 10s naturales en dos barcas, obsequi8ron-
10s que llegttban, y correspondieron ellos llevando L 10s buques peces,
vinos de palma, arroz y cocos. En 10s sigoientes dias llevaron & las naves
COCOS, naranjas dulces, y taiubieu algo que no veian desde el B r a d y
que debid regocijar & 10s expedicionarios. Este algo era un gallo
con el que anunciaban, seglin dedujo Pigafetta, que tenian tam-
bien gallinas " p e t inbicarci clje mean@belle gal1Ine" En e s h isla
habia tam bi6n perros' y gatos, cabras y ganado de cerda, y en eUa em-
233 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL XUNDO

pezaron 5t reponerse 10s nuestros de laa fatigas sufridas en t a n larga y


penosa navegaci6n. Sus habitantes que iban en general desnudos y pin-
tados, manifestaban tener poca comunicacih con el Continente y 5t ella
habian llegado tambien 10s musulmanes, cuya dominaci6n en otras islas
de aquellas regiones, parece que era reciente. El Rey de Masagiia era
hombre viejo, seghn Pigafetta estaba todo el decorado con pinturas
(tutto dispinto) y llevaba anillos de or0 en las orejas. Enteudianse f8cil-
mente con 61, por medio de un esclavo que llevaba Magallanes y que era
nacido en Malaca. El ultimo dia de Marzo que era Pascua de Resurreccibn,
ordeno Magallanes que baiase la gente ti tierra para oir la misa en un al-
tar dispuesto para ello, y en un alto cerro que desde el mar se divisaba, se
coloc6 una cruz grande por si llegaban hasta alli embarcaciones europeas.
Era el de Masagua pariente cercano del Rey de una isla mas gran-
de y de mayores recursos, que llamaban isla de Cebii y a la cual deseaba
llegar Magallanes, que con este objeto pidi6 algunos pilotos que pudie-
ran llevarle all&,pero el de Masagua se ofrecio ir e1 en las naves como
lo hizo, guihdolaa hasta un canal que separaba dicha isla de Cebh de
otra llamada Mactan, y fondearon en un puerto de aqnella en la c u d se
detendrian bastante.
Esta isla de Ceb6 eragrande y bien poblada, y alfondear en su puer-
to salieron de la villa m8s de dos mil hombres armados de largas
lamas. Magallanes por s u parte, orden6 izar cuantas banderas lleva-
ban y disparar tambi6n la artilleria, con lo que produjo grande espanto
en aquellos habitantes. Desembarcd luego el de Masagua en Cebb, y
manifest6 B s u deudo que 10s que en aquellas naves llegaban iban de
paz, que cambiariaii todas clases cle inercaderias, y que deseaban sobre
todo tomar 10s riveres y provisiones que mncho necesitabau. A1 sano
teinor prodacido por la artilleria de las nares, agreg6se la admiracicin
que en aquellos naturales causaran 10s cascabeles, cuentas y objetos
de vidrios, espe,jos y otras mil baratijas que eran por lo visto alli de
la niayor novedad, y A trueque de las cuales obtuvieron 10s de las naos
buena cantidad de cabras, puercos, arroz, gallinas y asimismo frutm
rariadas, y pasados en esta negociacion algunos dias durante 10s
cuales inejoro rapiclamente la salud de aquellos tripulantes, ordenb Ma-
gallanes construir en tierra nna pequeiia cas&de material que sirviera
de Capilla. El Rey de Ceb6 inanifestaba deseos de hacerse cristiano, por
lo que fue soleimemente bautizado con inuchos de 10s suyos, y tom6
por noinbre el de Carlos, poi deferemia B Carlos V c u p soberania reco-
noci6. Terminado este acto fue bautizada ft so vez la Reina y con ella
inuchas de s u s damas.”&% Bcittn, Biuc gi@nTccttn,ct-a alttt i d v e n g
5v
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL YUNDO 236

1666, para suponer un descubrimiento de aquellas islas, anterior B la


expedicion de que nos ocupamos.
Procedi6 entonces diligenteruente Jdagallanes para obtener de 10s
Reyes comarcanos que prestasen obediencia a1 de Cebu, que habia B su
vez reconocido la soberania del Nonarca de Cqstilla, resistianse aquelloe
rBgulos, y como exigiera lo mismo del de Mactan que se negaba tambien,
pas6 all& Nagallanes con el a u d i o de mil shbditos del de Ceb6, pesar
de 10s consejos de Rodriguez ,Serrano,que segun algunos autores trat6
disuadirle. No le escuch6 Magallanes, y tomando sesenta hombres de 10s
que estaban =As repuestos de las fatigas pasadas, se embarc6 con ellos y
se dirigi6 B Mactan, juntamente con el de Cebii que llevaba consigo 10s
auxiliares. Quiso Jilagallrtnes atacar por si mismo A 10s cootrarios que
eran mny numerosos, envolvieronle estos poniendole en grave compro-
miso, y arreciando en su’ataque 10s de MactBn fue Magallanes herido
en una pierna, derribado en tierra y muerto por fin, de una lanzada.. El
auxilio de 10s de Cebli salvo B 10s que le acompaiiaban pero no les
fu6 posible recoger sus restos, 10s cuales se negaron terminantemente
entregar sus matadores.
FuB elegido para suceder en el mando B Magallanes su cuiiado
Duarte Barbosa, asistido segun Pigafetta por Rodriguez Serrano, pero
el mando de estos dur6 muy breves dias. Con Magallanes murieron seis
de 10s expedicionarios, y quedaron heridos varios, uno de 10s cuales
AnMn de Escobar, muri6 dos dim despu6s. De peores consecuencias fu6
a h para aquella expedici6n el descalabro moral sufrido, pues acaso
contribuy6 poderosamente B determinar en el de Cebu un cambio de
politica tan radical, que apenas habian regresado convid6 en 1.O de
Mayo B 10s Jefes de aquella armada A un banquete para entregarles,
seghn decia, una. joya qL?ehabia ofrecido a Magallanes, y que este debia
llevar B Carlos V. No sospecharon Barbosa ni 10s que le acompaiiaban,
la negra traicion que encubria este convite a1 que acudi6 tambikn
Rodriguez Serrano y hasta veinticnatro de 10s expedicionarios, y entre
ellos el Piloto de la Casa de Indias AndrBs de San Martin, como con-
signa Pigafetta:
3’i+et’nil naetra netrhlaga (netr6itomo) cljintnnta Snn
@tiMnrtfnaSngtiniglin.”
Tenia lugar el banqiet,e mu? cerca. de la playa y ir poco de haber
empezado, oyeron desde las naves grandes lamentos y voces que pe-
dian auxilio, y que hicieim patente la vi1 t.raici6n y, segiin refiere Piga-
fetta, sali6 a la playa preso poi ellos el desgraciado Serrano pidiendci le
socorrieran, pero encontrilndose 10s de las naves impotentes para poder
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 237

Esta isla era en efecto rica, y compraron tambibn en ella gallinas


cerdos y cabras. AUi llegaba mas la influencia del continente y se hacia,
como hemos dicho, alguna navegaci6n sobre todo por 10s moros, de 10s
que tomaron B uno para pilotoel cual debia conducirles 6, otra isla m h
grande y rica, que decian np estaba lejos, y que se llamaba Borneo.
E r a ya el 8 de Julio cuando despubs de pasar la barra, entraron en
s u gran bahia y apenas fondearon, sobrevino gran oscuridad y fuerte
tormenta, seg6n consigna Pigafetta. Pasada la tempestad a1 dia si-
guiente de su llegada fuc5 B las naves uno de los Secretarios del Rey de
Borneo. Iba este enviado en una especiede galera 6 fusta que llamaban
prao, cuya proa terminaba ostentosamente en una dorada cabeza de
serpiente 6 de drag6n, y la escoltaban ademtts otras dos embarcaciones
llevando musicas de trompetas y tambores.
"@orneq,bfce alba, e0 itna fela granbe, g en ella bas cu-
nela g mfrabolano0,g ca1t~47ra(ulcanfor) la mal auk m1tcbo
en setae tierrue, g bfcen q u e cuanbo mueren e e e m b u l e m m
Ern ella."
"@omeq, bfce tantbion, 00 gran cfitbab g tfene la bakJiu
mitq granbe, g be bsntm bag muckJoebuffoe (bufoe) g be
metra, g p a r eeo e0 metteeter baber piloto be la tierra EE."
El R'ey de Borneo era musu1mzi.n y tenia, s e g b Pigafetta, diez
escribientes que consignaban lo que ocurria en mug' delgadas cortezas
de un k b o l que llamaban chiritoles. QustfLronle mucho 10s presentes
que 10s nuestros le enviaron por medio de su emisario y manifest6 deseos
de ver it algunos de 10s que llegaban, por lo cual pasaron B la ciudad
06mez de Espinosa, capitAn que era de la Victoria y otros ocho a 10s
que hizo el de Borneo una fastuosa acogida, saliendo Arecibirle mQ
de mil de 10s suyos armados con lanzas, largos alfanges y paveses, 9 lle-
vaudo tambibn extraiias corazas formadas por conchas de tortuga. Los
trajes de muchos de ellos emn de seda y para conducirlos hasta el Mo-
narca, iba en la comitiva un elefante amaestrado con su litera en forma
de castillo. Era el quince de Julio, y a1 dia signiente volvieron 10s nues-
tros fL las naves, con buenas piezas de damasco de la China y muy agasa-
jados por el de Borneo pero inquietos en cambio, por lo considerable de
aquella poblaci6n que les infiindi6 justificada desconfianza, dada la debi-
lidad & l a que SII armada habia qnedado reducida, porlo cual se alejaron
desde lnego de la ciudad, acerchdose A la entrada de aquella gran bahia.
Necesitaban sin embargo pez para calafatear las naves y habiendo
enviado cinco tripulantes, fueron estos presos y detenidos, y atacadas
las naves por muchas embarcaciones menores y tres grand- juncos de
60
238 PRIMER VI.4.JE ALREDEDOR DEL MUNDO

10s cuales 10s nuestros apresaron dos. Ociirria esto en 27 de Julio y dos
dim despubs, coin0 tampoco soltaran en la ciudad 5L 10s cinco que habian
detenido, apresaron 10s nuestros otro junco grande con m h de cien tri-
pulantes. Iba en este junco y fu8 tambi6n hecho prisionero, el hijo del
Rey mor0 de una isla grande llamada de.Ln&u, que era General del
Rey de Borneo. Ofrecib este que serian puestos en libertad loa cine@
prisioneros, y, confiando demasiado de su palabra soltole Caraballo,
pero 9610 devolvieron B dos de 10s que retenian, y desesperando
ya de rescatar 10s restantes se hicieron de nuevo A la mar, despues d e
haber avisado a1 de Borneo que combatirian B cuantos juncos de moros
encontrasen, y asi lo realizaron.
Apenas salieron de Borneo, y junto B una isla que, segim Pigafetta.
llamaban Cimbombon, toc6 en tierra y qued6 varada l a Trinidad, y
aunque tnvieron l a fortnna de que saliera de nuevo A flote, detuvikronse
alli y carenaron t a m b i h 10s buques que lo necesitaban. E r a A princi-
pios de Agosto, y antes de salir de aquel puerto quitaron el cargo A Ca-
raballo al que procesaron, y nombraron una J u n t a 6 Consejo de tres Qo-
bernadoreslov cuales fueron Elcano, Espinosa y un Ponce Vera, actuando
de Secretario Martin M h d e z , Contador que era dela Victoria.
Navegaban l a saz6n en demanda de las Molucas, y reconocieron
en su camino varias i s h , encontrando tambibn diversosjuncos de moros,
que dominaban por completo en aquellos mares, y eran 10s dueiios del
comercio de aquellas islas, de muchas de las cuales se iban apoderando
tambien, sometiendo B sus naturales i una dura esclavitud. En el ines
de Septiembre apresaron un junco que procedia de Borneo, y en el que
iba el Gobernador mor0 de la isla de Paragua 6 Pulnan en l a que
anteriormente se habian surtido de viveres. Asegur6les el de Paragua
que desaprobaba la conducta seguida por el de Borneo, s ofreci6les
mas prorisiones que aceptaron, haciendole en caiiihio diversos obse-
quios, J' le devolvieron 10s nuestros a1 hacer las paces en 1." de Octu-
bre, dos juncos y cinco lombardetas que le habian toinado en el canal
de Borneo.
En el siguiente ines de Octubre y despuks de haber salido de Po-
luan, encontraron otro junco de moros que chocando 10s paveses con 10s
alfanges, 10s llamaban B coinbatir porque habia caltna y no se podian
mover las naves, pero 10s espedicionarios fueron ri ellos en dos bateles
con treinta hombres, y se apoderaron de 10s juncos. inataron ri uno de
10s moros, e hicieron prisioneros A 10s restantes. Negaba el pilot9 del
junco conocer el camino de las Molucas, pero 10s nioros prisioneros que
sin duda deseaban llegar a ellas. dijeron lo contrario, por lo que man-
2 40 PRIMER V I N E ALREDEDOR DEL YUNDO

de terminada su visita, y de haber juzgado por si mismo B 10s que B la


isla llegaban, quit6se la a k a mitra, abrazd B 10sJefes, y baj6 d su barca
que le condujo d tierra.
En realidad, esta afectuosa acogida de Almanzor acaso se debia
en parte A que recienteinente habian inatado en aquellas islas a varios
portugueses, y entre ellos a1 ainigo de Xagallanes Francisco Serrano,
por ciiyos sucesos estabau alli temerosos de castigo, y quiz8 buscaba as-
tutamente el daTidore la amistad 6 protecci6n de un poderoso Monarca
cristiano, que entendi6 era rival en las Molucas, del Rey de Portugal.
De todas maneras es lo cierto que en el mes de Diciernbre, y estando ann
las naves en Tidore, lleg6 alli el Rey moro de otra de las islas, la de
Terrenate el cual era sobrino de Almanzor, para reconocer la sobera-
nia de Castilla, y que otro tanto hicieron IosReyes de Maquian y deBo-
chian, en cuya Liltiina isla habian matado recientemente B varios portu-
gueses. Las astutas gestiones de Almanzor favorecieron sin duda las ne-
gociaciones de 10s espedicionarios, 10s cuales, despu8s de algnnas dudas
acerca del precio, cargaron ventajosamente sus naves de valiosa espe-
cieria, y asi conseguido preparbronse para partir, llevando de Almanzor
y de s u s amigos cartas de sumisi6n, y con ellas curiosos presentes para
Carlos V. Consistian estos presentes en vistosos papagayos rojos y blan-
cos, y en otras aves de curioso y bello plumaje, en miel de pequeilas abe-
jas y otras extrafias produccionesde aquellos leianos paises; per0 en el mo-
mento de hacerse las dos naves B la mar, ocurrid un accideute que acaso
aplazariasn regreso,y que detuvo desde luego su partida: la nave Tri-
nidad que era la Capitana, descubri6 una importante via de agua que
no fu8 posible contener de otra manera, por lo que se vieron precisados
B descargar el barco y sacarlo L la playa, esigiendo una detenci6n de
ties meses su reparaci6n.
Decidieron en vista de ello 10s espedicionarios, que sigoiese la Victo-
ria SLI camino a Espana poi el Oeste, y que luego de reparada la Trini-
dad retrocediese hacia el Este y atraresaudo de nuevo el Pacifico, na-
vegase en deinanda del nnevo Continente con objeto de deseinbarcar
en el reci8n fundado Panam&,y pasar por el istmo s u valiosa carga de
especieria, en la que aquellocj tripulantes tenian una participaci6n t a n
duramente ganada, llevaudola liiego por mar, desde el puerto de Nom-
bre de Dios sobre el AtlAntico a1 de Sevilla.
Xo pudo realizar la nao Trinidad su proyectnda navegaci6n por
el mal estadode six casco, y cay6 por esto en poder de la espedici6n
portuguesa que por Oriente navegaba ya pnra las Molucas, en tanto que
la Victoria mandada por Juan SebastiLn Elcano, y llevando L bordo
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL YUNW 24 1

sesenta tripnlantes, de ellos trece naturales de aquellas islas parti6 de


Tidore el 21 de Diciembre, despues de haber puesto L dicho buque nuevm
velas en las que se distinguia, segiin consigna Pigafetta, la Cruz de San-
tiago Patron0 de Espaiia con una leyenda alusiva. Esta pequefia nave,

L- - -- -,
I d

La nao Vlotoria emprende 8u viajs a Espaiia.

destrozada por 10s temporales y casi sin haber tocado en tierra desde
entonces, entr6 gloriosamente en Sevilla el 8 de Septiembre de 1622,
con 3610 dieciocho hombres 10s mLs de ellos enfermos, impulsada por la.
voluntad de hierro de su Capifin Elcano, y despubs de haber sido l a
primera en dar la vuelta L la Tierra.

VII
LA VUELTA A ESPARA

1522

P ara regresar A Sevilla con la Victoria y su comprometedora car-


ga de clavo y otras especierias era precis0 esquivar las naves J 10s
puertos de Portugal, 6nicos en 10sque hubiera podido entonces proveerse
este pequeiio buque en una tan larga naregaci6n. Sola ya la Victoria,
61
242 PRIMER VIAJE ALREDEDOR DET, WINDO

no podria tampoco imponerse alli donde hubiera alguna cultura, y


hubiem s610 corrido peligros sin provecho, detenibndose sin fruto en
las salvajes costas africanas.
Desde que en 21 de Diciembre abandonaron Tidore, navegb la
Victoria por un mar sembrado de numerosas islas. muchas de las cuales
habian sido ya descubiertas por las naves de Portugal. E n su navega-
ci6n hacia el Sur, o hacia el Oeste, terminaron aquel aiio de 1621 B la
vista de una isla llamada Ambon; el S de Enero siguiente divisaron la
importante isla de Timor, v segun Albo:
"coeteamae la coeta leete oeste, b e la paitte node be bicba
isla"
E n ella, preparhdose para tan larga travesia, adquiri6 Elcano
previsoramente, ademas de otras provisiones, seis b6falos o carabaos,
dies cabras y otros tantos cerdos que hubieran sido para 10s expedicio-
narios de inas valioso auxilio, si hubieran dispuesto tambien de sal
abundante para conservar la carne. La isla estaba bien poblada y era
rim en producciones; en ella vieron gallinas, y tambikn papagayos de
muy variados colores, fiutas exquisitas, naranjas y limones, y se pro-
ducia tambirh en ella preciada madera de sandalo, la gente iba desnu-
da, y usaba alhajas de OL'O.
Para guiar la navegacion & trar6s de todas estas islas, llevaban
en la Victoria un viejo piloto que tomnron en las Molucas, y por 81 tu-
vieron referencias de la isla de Java, hasta la cual no llegaron. El 11
d e Febrero perdieron de vista la islade Timor, y emprendi6 Elcano la
naregacion por nn mar despejado Laut Chidol, que decian aquellos isle-
cos, p dos dias despuks el 13. seqhn consigna Albo en su Diario:
"tnmainoe niteetra berrota para el &ab0 be sitenu 130-
peranfa,q fitiinm a1 COe~-gitt&iteste."
En esta travesia avanzaban s e g h el viento les era favorable, J-
cuando este era de proa ainainaban, teniendo cogidas todas 1as velas
como seglin el Diario de Albo, les ocurri6 en el signiente mes de
Marzo. Antonio Pigafetta consigna tambibn, que la insistencia de 10s
vientos del Oeste les deturo largos dias antes de llegar a1 Cab0 de
Buena Esperanza. El ocho de Mayo avistaron por fin la tierra de Afri-
ca, a1 Norte de dicho cab0 y a1 dia siguiente segun AI bo:
%o toms rl *alj ma0 taind la tierra i)mtrgiinos, q la
clt0tta era mitq brat*a,q aei eetitointoe Ipeta el otro bia, q
el oienta no* 0 ~ ~ 1 t a1h @ea-giitboeeteqfitfino0 be litenpo la
c00taj por ballair algitn puerto para eitrpir i j tontar zefreero
para la gente, qite eetaban lo0 mrie bolientee, el ciral no Ba-
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNnO 243
- -
Ilamoe g tomam00 la v11eltn be la mar, pot- eetar:ett nuos&a
libstltab.”
”la CO&U, bice tatttbien, era p01000, sin arbdab0 &It-
tt0, 1J P0ta C 0 0 t a COt-re be %. @+ 6 s. @. EL biU 06bUbO be
bWJo mee” (@taqo).
Annqne vieron en tierra humo de hogueras y seiiales de haber
gente, el aspecto de aquella costa brava y salvaje, en la que mb bien
que el descanso y las provisiones de que tanto necesitaban, seria ffrcil
encontrar peligros que comprometieran la llegada h a s h Sevilla, hizo sin
duda desistir & Elcano de desembarcar, y apartandose de la Costa, si-
gui6 la Victoria su navegaci6n hasta que & mediados de Mayo (el 16),
estaban a1 Sur del famoso Cab0 de Buena Esperanza, que no desminti6,
en esta ocasi6n su primitivo nombre de Cab0 de las Tormentas, porque
alli perdi6 la Victoria su mastelero y su verga de trinquete, permane-
ciendo largas horas con un fuerte viento del Oeste que no les permitia
avanzar.(l)
”@&e bfa, bfce 31bO (2)3 quebt-Um00 el mU0tillJttetrgd b e l
tttinquete, g e.etuotmoe tobo el bia a1 roparo, g el oiertto Tu5
mete, g el bia fit$ vternee.”
Los vientos duros y contrarios del N. 0. continuaron, seg6n dicho
Diario, vaiios dlas y hasta el 22 de Mayo no pudo emprender Elcano
decididamente su ruta del Norte y Noroeste, sin haberse detenido en
parte alguna no obstante que ya por este tiempo h a d a agua la Victo-
ria, y que la falta de viveres frescos se hacia sentir duramente en 10s
expedicionarios. Por falta de la sal necesaria para la conservaci6n de
Ias carnes tomadas en Timor, estas se habian perdido y quedaban re-
ducidos al arroz giiisado con agua, segim consigna Piga.fetta que es-
cribe (3):
%on aueoamo cbe rieo eb acqua p e r ttoett-0 rib?‘ d be-
oanbn.”
Lo que hace creer que se habia concluido tambi6n la provisi6n de
vino. Esta situacidn explica que a1 llegar & la costa oriental de Africa,
propusieran algunos que en vez de doblar 81 Cabo, arribaae la Victoria
il 10s establecimientos portugueses de ;Mozambique,en 10s que probable-
mente hubiera quedado detenida, pero la mayoria de 10s tripulantes
alentados por la entereza de su Capithn, fu6 del parecer contrario de

,(I) Originnudo aiu dudn In prrnuln A que nliide Pignfetts. X l A n lLW,pAginn 181.
(2) El 16 de Mnyo de 1622.
(B) Pignfetta, X i l A n 1500,ptigins Ikl. Pignfettn no nombrn unn s o h wz AElcnno por lo qne
h a s h pudiern areerse que QI mismo dirigin In nnve A su regreso.
244 PRIMER VIAJE ALREDEDOH DEL MUNDO

continuar la navegaci6n y de lograr el intento, que cada vez parecia


miis dificil de realizar, dados 10s modios de que disponlan, de llegar con
la Victoria hasta Sevilla, despubs de haber dado la primera vuelta a1
Yundo.
A principios de Junio despu6s de encontrar tiempos favorables,
estaban frente & Sierra Leona y el dia primer0 de Julio, se hallaban &
la altura de Cabo Verde, segun Albo, que refiri6ndose A dicho dfa escri-
be su Diario:
"eetuq bel btckp dabo bote leguae, g lamas certana twra
me eetct efete leguas,"
No habian desenibarcado desde su salida de la isla de Timor en
el mes de Febrero, y la escasez y 10s trabajos fueron tales que hasta
su llegada & Sanlucar fallecieron veintitantos de 10s sesenta tripulantes,
6 sea el 30 poi 'lo de 10s que abordo de la Victoria salierondelas
Molucas. Hallabanse pr6ximas a1 Cabo Verde sobre la costa de Africa.
las islas portuguesas del inisrno nombre, p como la escasez 6 insuficiencia
de 10s alimentos debilitaba cada vez in& la tripulaci6n que enferma
en su mayor parte, no servia para el duro J' apremiante servicio de achi-
car con las bombas el agua que hacia la Victoria, se decidio por fin El-
can0 & arribar en tierra y consult6 con tal ob,jeto & la gente, si lo reali-
zaban en la costa africana 6 en las islas portuguesas de Cab0 Verde,
t a m b i h pr6ximas,pero ocultar alli su procedencia de 18s Molucas.
Optaron por esto ultimo 10s tripulantes, y el 8 de Julio estaban &
lavista de la isla de Santiago, en la que fondearon a1dia siguiente, segun
Albo, que agregn:
"sttr&ttoe en el pitertu bel %io (rgrattbe, q ttoe rectbferott
mitq bien no0 bteran mantenimientoe citantoe qrfeimoe, g
eete bia fits mi~ltco1ee q le tienett e ~ o par
e iitevee, g aei creo
q u e €barnoteettrabue w t bta, t j estntrtmoe haeta el @ottttat~o.'l
NO habiau tocado desde el Brasil en tierra alguna que esturiase en
comunicaci6n con Europa, y como no tuvieron on Ias Molucas comuni-
caci6n algnna con 10s portugueses, notaron entonces 10s de la Victoria
este error que observarian de nuevo & su llegada A Sevilla, y que segiin
explicaron sus Cosm6grafos, era debido & la vuelta deda & la Tierra por
la Victoria desde Occidente Oriente en su larga navegaci6n,,y que
habria de descontarse del numero de dias, 6 sea del de rotaciones reali-
mdas en tanto por la Tierra, en su continua rovolaci6n inversn de
Oriente & Occidente.
Declararon en Cab0 Verde 10s do la Victoria, que llegaban del
Nuevo Continente con otras dos naves que habian seguido para Es-
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL YUNDO 246

@a, y detenidose ellos para tomar provisiones, explicaci6n verod-


mil y que fiik en un principio creida, pero como el secret0 entre tantos
era dificil de guardar, trnsparent6se bien pronto la verdad, y habiendo
enviado de nuevo A tierra un batel por mas provisiones, esperaron en
van0 s u regreso y recibieron en cambio, la visita de una barca con la
que aquellas autoridades les intimaban la rendici6n. Habian sabido e n ,
efecto, por la charla de un mariner0 (1) que el buque llegaba de Oriente
y no de Amkrica, y que traia cargamento de clavo y otras especies to-
madas en las Molucas. A la intimaci6n hecha por 10s de la barca, con-
testaron, seglin Albo, 10s de la Victoria, reclamando que les enviaran:
”niteetra~ e n t q e nitoetru batel, 4 01100 btfeirmt qite t r a e -
rian la respiteeta, q nus bijtmos qite tumariamus utru burbu
g esporariamoe.”
Pero A seguida, como manifiesta el Piloto en su Diario:
”q asf bfctmoe utro borbu,q btctmue ttela cutt tubne lae
melas, q f1timonus colt veinte bumbree bulionteB g eanoe, qitt
fad el inartes liqitfnce b e l me0 be ~ u l t u . ”
Pigafetta por su parte manifiesta, que habiendo observado 10s
nuestros:
%I mmfmfentu be cietrtae carabela0,q esepecbanbo qtte
trataban be upreear ti la pfcturia, e l t b t t a m m t e (eitbito) itoe
btmue l ila vela.”
Con el batel detenido, quedaban en tierra doce hombres y e n t r e ,
ellos el carpintero, del c u d , por el estado de la Victoria y el u s 0 con-
tinuo de las bombas de achicar que eran en aquel tiempo de madera,
tenian mucha necesidad. Nada bast6 sin embargo A detener a Elcano
y a sus compaiieros para 10s caales, A medida que se aprosimaban a1
Quadalquivir, parecia tener mayor atracci6n y presentar un inter&
mas alto, poder llegar con la Victoria hasta, Sevilla.
Con veinte hombres enferinos en su mayor parte y de 10s cuales
moririan algunos antes de llegar a Sanl6car, apenas si podrian aten-
der aquellos tripulantes a1 turno 6 revezo necesario para el achiqne de
las bombas, qnedando en cambio sin gente el manejo de las velas, y pu-
diendo 9610 aprovechar vientos favorab1es:Desde su salidit de Ins islas de
Cab0 Verde, no obstante ser mares y navegaci6n ya coiiocida de 10s
nuestros, avanz6 tan s610 durante largos dfas la Victoria hacia la latitud
tropical, nlejandose en cambio a1 Oeste de Canarias ;p de la Peninsula,
hash pasar el 16 de Agosto entre la isla de Fayal y la de las Flores.

(1) Seghn otrn versih, vidse obligndo Elcnno, por In fnltn de numernrio, 4 procurnr la
vents de nlg6n clnvo del quo trninn de Ins 3Iohicns, y fueeste el origen del conflicto.
6a
246 PRIMER VIAJE ALREDEDOR D m MDNDO

El 23 pudo por fin Elcano rariar el rumbo, con vieutos favorables,


como consigna el Sr. Wavarrete (I); el dia 1.' de Septiembre juzgaban
estar A ochenta y u n a legum del Cabo San Vicente que divisaron el dia
cuatro, y pocos dias despuks atravesaba la Victoria la barra del Guadal-
quivir. y pasaba ante Sanl6car de Barrameda. De la brillante expedi-
cion compuesta de cinco naves y 239 hombres, llegaba s610 mal-
trecha la Victoria y & su bordo diez y ocho tripulantes m& 6 menos.
dolientes y enfermos. Era el seis de Septiembre de 1622.

LA LLEQADA ASEVILLA

1522

G anoso Elcano de llegar con la Victoria hasta Sevilla, apenas se.


detuvo en Sanl6car y aquel mismo dia, luego de tomar las m&
precsias provisiones y de dar aviso de si1 paso A la Dependencia que en
dicho puerto tenia la Casa de C o n t r a t a c h (2), tom6 & su serricio un
barco y con su auxilio tan necesario dada la situaci6n de sus tripulan-
tes, comenz6 la Victoria A reinontar el curso del Guadalquivir. Los d e
Sadticar en tanto, pidieron con urgencia& Sevilla 10s auxilios que el
estado de aquellos tripulantes reclamaba, y en el dia siete adquirieron
una lancha de doce remos que con provisiones frescas enviaron diligen-
temente por el rio, como seespecifica en la cuenta de gastos de la Victo-
ria, seg6n la cual(3):
"eneee bta (etete), ee compraron zoea0 paca enotar ti la
genie; oino, pan,r a m e , melonee. gjulluron la pictoria q1tr ne-
nia en lae &~rcabae, q 100 qitince ljomlrres enxtiaboe aqitba-
t-ortrl traerla baeta el pitetrto br lae muelae (4), porqxts la

(1) Reisci6o eii 511 Coluc. de doc. tomo Lo,pirginn 98.


(2) E n Snnliicnr y con fechn G de Septiernbre, estabn fechndn la cartn dirigidn por Elcnn+
4 Czirlos V noticiirndola 811 Ilegndn, como consta en 1n contestnci6ndel Emperndor dndn en Vn-
llndolid en 13 de Septiefnbre y pitblicndn en In Historin de Elcnno por D. Enstaquio Fernziu-
dez Nnvnrrete, Nndrid, piiginn 2 i i .
(9) Archivo de 1n Cnsn en el de Indinsdl-G-l/,,.
(4) E n Sevilla, ir In orills de Trinnn y frontmo cnsi nl moelle de In Casn de Indins.
PRIKER VIAJE ALREDEDOR DEL 3lrSDO 247

gente bellu oenfu ortferrnu g potu, funturnertie con el Qupftun


Quztu, 6 q i t f e n e ~oentu uqubanboutt burro be ~unlucur.”
Con este nuevo auxilio, continu6 l a Victoria remontando el rio y
entr6 en Sevilla a1 dia siguiente, seg6n en otro lugar hemos referido (1).
t Comenzaba el ines de Septiembre de 1622, la maiiana del dia ocho

habia sido calurosa como ocurre en ese tiempo en Sevilla, pero B la


tarde una fresca brisa del S. 0. no rara en dicha 6poca, vino L refres-
car el ambiente. E n la mencionada Iglesia y Convento de la Victoria,
el dia habia sido de mucha actividad y moviiiento, pues se celebraba
la fiesta de su Titular (2). Por la maiiana un celebrado orador habia sin
duda ensalzado las glorias de su Patrona, cuya venerada Imagen, ante
la cual fueron un dia juradas las banderas de la expedicibn, en alto y
suntuoso retablo presidia la fiesta. Los intiiuos de 10s del Convento ha-
bian visitado aquel dia dicha Casa, y segurainente personas caracteriza-
das de Sevilla habian atravesado el rio para asistir B la fiesta, no fal-
tando en el refectorio variados dulces, ni el agua Clara y fresca en
anchurosas vasijas. B
.Era la tarde y declinaba con rapidez el dia; 10s concurrentes sa-
lian del templo y en nuinerosos grupos aspiraban la fresca brisa del
pr6ximo rio. Habia ademas en aquellos momentos un gran motivo de
espectacibn, que era el asunto de todas las conversaciones, y todas las
miradas ye dirigian con frecuencia a la pr6xima vuelta del rio. Sabiase en
efecto por referencias de la gente de la Casa (3), que remontando sus
aguas venia maltrecha (4)y penosamente una nave procedente de In-
dias. PrestBbanle auxilio, desde Bonanza un buque de Sanlucar, y desde
la Horcada una lancha con doce remeros que enviados por 10s Jefes de la
Casa, llevaran abundaiites y frescas provisiones A 10s de Indias, 10s coales
venian enferinos y con extrema necesidad de tOd0.D
A1 fin por la vuelta del rio, vieron llegar el curioso convoy que
favorecido tambi6n por la brisa, entraba con ligereza en el puerto. Sobre
la n a r e de Indias, veianse contados tripulantes enferuos 10s m&s, y de-
macrados todos. El buque pas6 ante 10s grupos, ech6 casi onfrente las an-
clas y disparando su artilleria, vino en cierto modo b tomar tambi6n
parte en la fiesta de la titular de la Victoria. Los viejos calafates de

(1) De anterior titulndo folleto Snntn llnrfn, de In Victorin, Sevilln. 1897.


(8) Como ocurre en muchns iglesirm de 10s Minimos, dedicadns 4 In Xntiridnd de l a Virgen,
que se celebrn el S de Septiembre.
(5) En el siglo XVI no habin prensnperi6dicn que dinrin y sircunstnncindnmente divulgsse
I= noticins.
(4) No consta que hubiese sido repuesto el mastelem qnebrndo, ni 10s demds destrozos sufri-
dos eu el Cnbo de Buenn Espernnsn, ndem4s de llegnr hnciendo ngun el buque.
248 PRINER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO

Triana discutian obstinadamente en la orilla, acerca de nquella nave


que era sin duda sevillana, habia quiz& salido de sus manos. y disputa-
ban con calor sobre cual seria su nombre. Bien pronto, 10s barqueros
puestos al habla 6 ellos misinos desde la cercana orilla, pudieron pregun-
tarlo tL 10s del buque, y terminaron asi las dudaa y las discusiones. s
Era en efecto la dedrozada nave, la Victoria, que despu6s de dar la
vuelta a1 Mundo, llegaba de singular manera al deseado puerto, y ante
su Titular en el dia de su fiesta:
"&itneb€aglf Otto gettetnbre, bice gfgafetto, gettammo
l'ancora yre00o €1 mole b i ~itrfgliu,e eyarammotutta l'atttf-
glteria"(1).
Esta fecha, corroborada por el hecho de eucontrarse la Victoria en la
Horcada el anterior dia siete, es tambi6n la que se cita en la Elistoria d e
S e b a s t i h Elcano escrita por Don Eustaquio Fernandez Navarrete, con
vista de 10s documentos reunidos por su ilustre abnelo Don Xartin del
lnisino apellido que tan repetidas veces hemos citado, segim la cual el
seis de Septieinbre lleg6 a Sanl6car la Victoria (2):
edos dim despues, auxiliada por otro barco y gente que tomaron en San-
lucar, atracaba la Victoria a1 mtcelle de Sevilla..
De 10s sesenta que de las Molucas salieron abordo de dicho buque,
habian muerto mQ de veinte por lils fatigas y penalidades pasadas, y
habiendo quedado doce presos en Cabo Verde, entraron eu Sevilla tan
solo diez y ocho, cuyos nombres tan dignos de figurar en la historia d e
la ciencia geografica y que se han conservado, fueron (3):
"gltalt ~ebaetfan~ l c u n odayitan.
,
@attcieco alho, jpiloto.
~ttiguclbc globae, g%taeetro*
@latrtinbe %bitbfcfltitoe merfno, (fitncionarh*bel orben fu-
bfcial).
3ire0, Conbeetable.
guan be &c1trio, dontrutnaostre.
,Intunfo gontbarbo (atttonfogigafetta) (4); $obreealirnte.
g%tartneros.-picgo (Gullego. -gtfcolae be gt&polee.- mi-

(1) Pignfettn Yilirn ls00, phgian 183.


(2) Historin de Elcnno yn citndn, phginn 105.
(3) Historin de Sebnntibn Elcnno por D. Eustaquio Fernbndez Bnvnrrete pBgina 271-docu-
rn6nto.n.O 8. KO es cierto que MnFimilinno Trnnsilvnno, antor de unn Relnci6n acercn de este
viaje, tomnrn parte en el mismo, ni apnrece tnmpoco ese nombre en documento nlguno.
(4) Antonio Pignfettn ern nnturnl de Vicenzo en Loinbardin y psisnno, por tanto, del -e-
table ioilan& Pedro Martin de Angleria.
PRIMER VIAJE ALREDEDOR DEL MUNDO 249

gitel sancbei be 3l0bas.--grancisc0 ~ubtrfgite~.-guansub&


g i t q be $jttoloa.-&tton gjernanbe2 aOlmmerO.
@tritaatetes.-~itan be ,Irratfa.-gitan be &+nttanbot. 4 3Ius-
EO @.orno$ G a l l o ~ a .
$jemanbo @itetaanantebarberu, g el page guan be sub€-
leta.”
A1 siguiente dia nueve, seg& el lombardo Antonio Pigafetta, que
era uno de 10s que volvian:
”anbamanoli oisftare el luago be guntu @tarfa bellu an-
tigrta” (1).
Un numeroso y entusiasta‘ gentio, seguia B 10s navegantes ti don-
de quiera que iban, para ver y escuchar L aquellos nnevos argonautas
dignos como con raz6n dice Oviedo, de m8s eteina memoria que 10s que
con Jason navegaron B la isla de Colchos, para la conquista del ve-
llocino de oro.
Era esta primera circunvalacicin, dada A la Tierra, digna corona
y complemento de la obra empezada por Coldn en las naves de Castilla,
y fruto tambiitn de la sucesiva exploracidn de las costas del nuevo Con-
tinente por las naves de la Casa de Contrataci6n1 tal y tan minuciosa
como lo manifiestan hoy las Cartas de la costa A t l h t i c a , llevadas A
Italia y que pertenecieron A 10s prelados Salviati y Castiglioni (2), que
en el aiio de 1626 asistieron en Sevilla B las bodas de Carlos V alli cele-
bradas, y por las Cartas m b conocidas y algo posteriores hechas tam-
biitn en Sevilla en el aiio de 1629, por el Cosm6grafo y Maestro de ha-
cer Cartas de navegar de la Cam Diego de Rivero, de las cuales nos
ocuparemos m&sadelante. Debian ante todo, 10s que llegaban, dar
cuenba en la Casa de Contratacidn de 10s resultados de su viaje, y.de
10s descubrimientos en su navegacidn realizados. Dada la magnitud
de la empresa acometida y realizada, y la duraci6n de aquel viaje acaso
aquella misma noche recibieron 10s de la Casa de Contrataci6n A Elca-
no y B su piloto Albo, escucharon de 10s mismos Ira relacidn de 10s he-
chos principales, y examinaron t a m b i h 10s m& interesantes docu-
mentos de tan memorable viaje. En aquellos rollos de papel, que habian
costado tanta sangre y tanto esfuerzo, iban consignados el Descubri-
miento del Canal de Magallaues, la Primera travesia del Pacifico, el
Descubrimiento de lras islas Filipinas, la Navegacion por Occidente B

(1) En la Cntedrnl de Sevilla.


(2) De las qiie nos ocuparemos 6 su tiempo.
63
260 LA EXPLOBACI6N DEL PACiFlCO
- __
las Molucas y por idtimo, la Circnnvalacih primera de la Tierra.
Por esto, a1 llegar Elcano j r Albo B dar cuenta de su viaje, pudie-
ron anunciar B 10s Jefes de la Casa de Contrataci6n, que la Tierra habia
sido rodertda y estaba hecho si1 primer reconocimiento, la Geografiz
podria Ilamarse una Ciencia.

VI1
LA EXPLORACION DEL PACIFIC0
(CONCLUSIOX)

A 1 regreso de SebastiBn Elcano en 1622 fueron preparadas varias


expedicionesque, pasando a Occidente por aquel Canal tan buscado
y deseado, emprendieran la esploraci6n de las costas del Mar Paci-
fico. De una de estas armadas que desde la Peninsula debia di-
rigirse B las Molucas por el dicho canal de Xagallanes, formaba parte
Sebastian Elcano en calidad de SU Pilot0 Mayor, yendo por si1 CapitAn
General el Coinendador Loaysa. Parti6 esta armada. el 24 de Julio
d e 1626, del puert.0 de la Coruiia en el que fu6 organiza.da y en cuya
ciudad fuB entonces establecida una Casa de Contratacibn, destinada
especialmente a la navegaci6n para las Molucas, no debiendo por tanto
contarse esta expedicih entre las organizadas por la Casa de Serilla.
Otraarmada a1 mando de Sebastibn Caboto debia dirigirse por el
referido Canal a las costns de la China, pero este Piloto se detu\-o con
SUB naves en el eutonces llamado rio de 6olis, y desde alli regred li Se-
villa sin haber realizaclo descnbrimiento alguno. En cuanto B la armada
de Loaysg pas6 poi el Canal alPacifico, pero una vez en 81 sus naves
fueron dispersadas por una violenta tempestad y sin puerto alguuo co-
nocido y cercauo en que acogerse, quedaron separadas para no volver
B reunirse. No fub sin embargo esteril para 10s descubrimieutos ma-
ritimos esta espedici6n de Loaysa, habiendo realizado uno de sus m h
peqneiios buques el patache Santiago,la primera n a r e g a c i h de Sui. a
Norte en el Pacific0 ante las costas del Nuevo Continente, desde la
boca del Canal de Magallanes hasta el puertq de Tehaantepec, en Nneva
Espaiia. La nave Capitana, que en memoria de la anterior expedicidn
se llamaba tainbi6n Santa Maria de la Victoria, llegb hasta la isla de
Tidore en las Molucas, y en dicha nave poco ant.es de llegar B las Mo-
lucas, murib el famoso SebastiBn Elcano que por muerte de Loaysa la
mandaba.
LA EXF'LORACI6N DEL PA&TCO 261

Era el 4 de Agosto de 1626 cuando termin6 la existencia del glo-


rioso navegante, en la latitudcasi del Ecuador, como expresa la cubieyta
de sii testamento otorgado algunos dias antes, que antorizan las fir-
mas de varios testigos y entre ellas la de otro navegante ilustre, su
amigo y deudo el celebre Andres de Urdaneta, y cuya cubierta dice:(l)
'@Enla itao ptotorta, eit el mar Qaciftcu 6: un grab0 be la
ltnea equtnocctal, 6: oefnte 21 eete bo @lfo be mtl qutntento0
oefnte 4 sete, en preeencta bc tnt gfiifgo @et€?be Qmea, cmta-
bot- be la btcba nao Gtpttana por SUQ @tagostabea etc."
y siguen luego las firmas que autorizan la cubierta.
Pero en la prLctica, vi6se muy luego que el descubierto Canal ofre-
cia una navegaci6n posible s610 en ciertas epocas del afio, y peligrosa
siempre para 10s medios y las naves de que en aquel entonces se dispo-
nia, y por esto tambien la exploraci6n del Pacifico que hernos visto
iniciada L un tiempo por las naves de la Casa que partieron de Sevilla,
6 enviadas en piezas en 1619 para ser pasadas A traves del istmo de
PanamL, no continuaron sin embargo. L a exploraci6n de dicho mar no
fue hecha por las naves de la Casa, que no intervino tampoco en la or-
ganizaci6n y apresto de lau expediciones espaiiolas que en el Pacifico
explorarian no sblo la costa Occidental del Nuevo Continente, sino tam-
bien muchos de 10s Archipielagos y grupos de islas, delos mares de
Oceania.
Este considerable trabajo geogrLfico que debe ser objeto de un es-
tudio especial (a), fu6 llerado L cabo desde 10s puertos de la America
Espaiiola, impulsado y promovido por sus antoridades, su historia se
halla ligada con la creaci6n y desarrollo de algunos de sus principales
puertos sobre el Pacifico como Acapnleo, PanamL, el Callao de Lima
6 Santiago de Chile, y B su historia han de ir unidos 10s nombres de
algunos de 10s m&silustres varones que concurrieron L la formaci6n de
la America Espaiiola como HernBn Cortes y Mendoza, Velasco y don
Francisco de Toledo, y otros no menos dignos de memorable recuerdo.
No corresponde por tanto hacer aqui el examen de otras expedi-
ciones B descubrir organizadas en Sevilla y por la Casa de Indias, y pa-
saremos ahora L examinar el primer estudio geogrLfico hecho de 1as

(1) Historin de Sobnstibn Elcnno por D. Eustnqoio Xnvarrete, pbginn 321, doc. n." XX.
(2) Y ncercn rlo a& nsiinto existo el estudio por elSr. D.Jnsto Znrngozn con la colaborncibn
de 10s no menos distinguidos esoritores Sres. D. XInrtin Ferreiro .v D. Francisco Coello, Deanc
M m i ~ i t o d eloa eapn,iolea en el 'Mar del Sur y on las costas de Huevn Guinea. Agotads BU edi-
.cibn, confesamos no conocer este tnibnjo.
262 LA EXPLORACI6N DEL PACbICO

nuevas tierras y mares explorados, en las referidas y en otras expedicio-


nes, estudio que fu6 realizado por 10s mismos navegantes, por 10s cart&
grafos y 10s cosm6grafos de la Casa merced a una labor continua, cual
correspondia B la importancia de 10s trabajos realizados, y que tratare-
mos de exponer en la siguiente y segunda parte del presente estudio.
PARTE SEGUNDA

LOP ESTUDIOR GEOGRAFICOS


LAS PRIMERAS CARTAS DEL NUEVO MUNDO

I
SU FORYACION

C om0 hemos dicho, correspondio tambikn a la Casa la mision de con-


signar en Cartas y Mapas, que fueron 10s piimeros y durante cierto
tiempo 10s iinicopi, 10s resultados de 10s grandes descubrimientos geogra-
ficos que, en el siglo XVI aportaban sin cesar 8 Sevilla, ya las espe-
diciones oficiales organizadas por el Estado, ya 10s dembs navegantes
y exploradores espaiioles su regreso b dicha ciudad, punto obligado
para ello por las disposiciones vigentes.
En efecto, no fortuitamente sino B virtud de las drdenes y dispogi-
ciones dictadas con tal objeto, debian 10s pilotos a su regreso Ir Sevilla
dar cuenta a 10s Jefes de la Casa, y B sus Pilotos-geografos, de todo des-
cubrimiento hecho, 6 dato recogido digno de ser consignado en 10s Ma-
pas d Padrones de la Casa de Contratacidn. El necesario conocimiento
geogrhfico de las nuevas costas, y la precisidn de situar las tierras antes
ignoradas a las que debian dirigirse las nuevas navegaciones, explica
que desde su f u n d a c i h en 1603, aparezca perteneciendo B la Casa d e
Contratacidn el Cartografo y navegante espaiiol, J u a n de la Cosa, autor
reciente (en 1600) de la primera Carta geografica dol Nuero Xundo, y
64
254 LA FORAlACI6N DE T A R PRIMERAS CARTAS

que ya en 1494 es calificado poi Crist6bal Col6n; de Maestro de hacer


Cartas de navegar.
FuB por est0 Cosa el primer cart6grafo de la Cam, y se sabe por el
testimonio de Pedro Albrtir de Angleria, que la Carta de1 navegante
montaiiBs no era curiosidad ignorada, sino que estaba en poder de don
J u a n Fonseca que la saz6n presidia todos estos traba,jos, como consta
por 10s correspondientes asientos del Libro de Tesoreria de la Casa, que
y a en 1503 fueron pagadas lt Cosa de varias Gartae be tttarear.
Destinado este navegante probablemente & petici6n soya, para lle.
var lt cabo con Hojeda una esploraci6n 6 Darien. fit6 entonces desig-
nado para el cargo de Piloto Mayor que en la Casa se creaba, elflorenti-
no Am6rico Vespucio, que habia ido con Cosa J- con Hojeda a1 Continente
Colombino en 1498, y conocido tambiBn como entendido Cosm6grafo. Con
motivo delnombramiento de Aini.rico, fuB enviada algo despnes (1)6 este
Piloto Mayor una verdadera Instrucci6n, en la que no s610 se especifican
las principales atribuciones de su nuevo cargo, sin0 se determina tam-
biBn el procedimiento para llevar & cab0 la formaci6n de las primeras
Cartas inaritimas del Nuevo Mundo, para las cuales es probable sirviera
de base y punto de partida la Carta anterior de J u a n de la Cosa.
Este documento, tan iinportante coin0 notabilisimo para la Bpoca a
que pertenece, estlt dado por Fernando el Catblico y acordado por otros
dos Consejeros con el famoso y discntido D. J u a n Fonseca (2), a1 que algn-
gunos de sus bi6grafos atribuyen especiales conocimientos adquiridos de
uno de 10s entendiclos cosm6grafos de sii tiempo, el faiuoso Sntonio de
Nebrija (3).
El doctimento, que es sobre todo eminenteinente practico, dice
asi (4):
"gmtnbamue q1te eptJagnun @lhron (mapa, mubr1u)gelte-
ral, t parqitc *e Ipga tltati cierto, manbaittoe t i ititeetroe @p-
dalee b e la &aea be &ontrataci6it b e gieuilla qitc Ijngan jitittar
tObOSf 1tltlWttrOe p i 1 0 t 0 0 , l U S f n U Q tJribih3 qltc S C k J d t t 1 T l t C l t
tierra li la sapht, d en pireemcia be voe &ittrico pcepitcci
nueettro p o t u %%laqor, Be urbe1te P baas ltlt gnbrolt be tobae

(1) En Vnllndolid A 6 de Agosto de 1509, si1 noinbrnmiento fii8 en P2 de Nnrao. Este doco-
mento f& reproducido en siis p r i n c i p l e s estremos en 1519, nI ser nolnbrndo Piloto Mnyor So-
lis pnrn reemplnanr i L AinBrico.
(2) Algiinos detmcr,ores deFousecn hicieron bastnute menos que 61.
(3) A I qiie euseii6 dwnnte t w s niios, segiio In obrn ya citnda del seiior Picntoste, priginn
211. L n introdocci6n A 1n Cosinosrnfin de Sebrijn, piibliondn en Espaiin B fines del siglo XV,
fit6 inipresnen Paris en l ~ ~ l ~ l ~ ~ y 1549.
~ - l ~ l ~ l ~ ~ ~ l
( 4 ) Colec. de doc. de Nnvnrrete. tonio 3." plginn 301 y signieiite.
L A FORXIACI6N DE LAS PRIMERAS CARTAS 255

la0 Cierrae d g0lae b e la0 34nbiae q i t u Ijaeta Ijoij 0 e ljan bee-


citltictqo, pcrteitecieittee ti h e ititeetroe %%eitto0 d 3efiorio0, f
eobrc las rn~oneeh canettlta belloe, ij a1 acitcrbo b e 3?o0 el
bicljo nitcetro piloto @.tagor, ee kJana itn pabruit 6eitrrnl el
cual 0 c llante pabrmt 53ea1, por el cttal toboe lo0 p1oto0 ee
hctljnlt b e ZCnir 6 {tnttCrltar,h q l t E C0td pObCt- be biCkJ00
nitestros @ftcinlcs, d he D O 0 el biCIJ0 niieetro Piloto 't22aqur...
3neimis11to lltalthalno0 ri tobos lo0 p?i1otoebe nntetroa sei-
no0 i j gtefiorios, qite b e aqiti abelaittc Ttteren ti lae tierras b e
las %!itbin0bcecitbiertae 6 p a r boecitbrir, qitc Ijallaitbo nite-
o n e ticrra0, 6 ielae, 6 ltasoa, 6 nit0000 puertos, 6 citalqitteir
utra toen qitc eea bina (bigna) b e ponella en nuts en el hicljo
pabroit %Teal,uit itiitieitbo ti Caetilla itaqan ti bar 01t selacion
t i el bicljo ititeetro g?€luto@tatjar,d a lo0 @>)ficialcebe la Qaea
b e Coittrntaci6it b e 3ci*illa, porqne tobo 0 9 aeientc eit el b i c l ~ s
p a b r o n ~ e ari~pn, b e que 100pilutoe matt ma0 catttoe (caut&)
g ertsciiaboe en la nanegtuci6n3'.
Tal es, en lo relativo ti la forinaci6n de las Cartas maritimas, este
tan notabilisimo docuinento de 1605, que fue en gran parte reproducido
a1 ser noinbrado en 1512 Solis. para reeinplitear ti Vespucio en el cargo
de Piloto Mayor. En 81 se seiiala y determina de un modo eminente-
mente practico la inanera de allegar lo m b pronto posible el mayor
n6mero de datos de interes, relativos a1 litoral de las nuevas tierras porlos
Pilotos Mayorev de la Casa, asociando It este tan considerable trabajo
geogrkfico It 10s demas pilotos de Indias, & 10s cnales se ordena de u n
modo expreso que & la vuelta de sils navegaciones:
"ljallanbo ititenae ticrrae, 6 ielae,6 basae, 6 niten00
piterto0,6 cualqnicr otra co0a qite 0 z a bina beponclln e n itota
en PI b i c t p pabroit Seal"
debian, a su regreso A Sevilla ponerlo en conocimiento de 10s Jefes
de la Casa, y del Piloto Mayor, para su consignnci6n en las nuevas
Cartas maritimas.
Hieose entonces m&spara el.mejor Bsito de estos trabajos, trat&n-
dose de dotar de algunos conocimientos nAuticos B 10s pilotos d e Indias
que debian cooperar tambien A la formaci6n de las Cartas maritiinas, y
para ello se estableci6 en Sevilla la enseiianza d e dichos pilotos, la cual
se encomendaba & 10s Pilotos Mayores de la Casa, dicihdose tambibn en
la misma Instruccibn 6 nombramiento.
"@e niteetira merceb d nolaittab, que tobos lo0 pilotoe be
nuestroe 33etnoe d $efiorios qite agora eon 6 seran, qiie qiti-
266 LA F O R M A C I ~ N DE LAS PRINERAS CARTAS

sferen ir par pilotas eat la hicha nauegaciaat, eean fnetritibue


dscpatt, Io qite e0 iteccearia salter eit el uitabrcritte L: aetralabiu,
ptt‘rtr iTltC jltltta0 la pr6tiCa CUat la tC&kiCn, 0 C pltebatt aprUUe-
char hello en la0 bicljue uiajee, d q i t e silt la salter no pitehan
ir eat lae hichas itauiae par pilatas, itfn ganar ealbitbae pur
ptlataje, nin 10%mercaherce 4e piteban cancertar caw ellue,
ntn la0 maeetree la0 pitehan recibir, silt qito printera sean
examinahas par true e‘tc.”
Desde esta Bpoca, estuvo siempre provisto el cargo de Piloto Mayor
d e la Casa, y fueron designadas en 10s casos de ausencia las personas que
habrian de ejercer sus funciones. Asi sucedid que a1 tiempo de ser nom-
brado Piloto Mayor J u a n Diaz de Solis, a1 que desde I U G ~se O encomen-
daban expediciones st descubrir, fu6 aceptado para Mapa de la Casa el
del piloto Andr6s Morales, y afectos para sacar las necesarias copiaa de
las Cartas, Andr6s de San Martin y Juan Vespucio. Algo mtls tarde.
durante la expedicci6n de Caboto a1 rio de la Plata en 1626, son
encargados de reemplazarle en su ansencia el citado Vespucio, jun-
tamente con Nuiio Garcia Maestro de hacer Cartas de la Casa, 10s
cuales debian tambihn examinar aquel aiio A 10s Pilotosde Indias.
Muerto Nufio en aquellos dias, fueron designados para examinar & 10s Pi-
lotos de Indias Diego Rivero Cosmdgrafo de la Casa, jnntamente con
Alonso de Chavos Piloto tambiBn de la Casa, y que esplicaba Cosmo-
grafia en la de D. Fernando Col6n. De presidir 10s examenesfu6 en-
cargado aquel aiio este sabio hijo del Almirante en c u p mornda, y
por deferencia a tan ihstre Presidente, tnvieron lngar aquel aiio 10s
exhnenes d e 10s pilotos.
Verificabanse estos actos con cierta solemnidad en la Sala de Au-
diencia de la Casa, cnyos muros fueron pintados por Crist6baI de Mora-
les, y en cup0 testero, separado de la Sala por artistica verja de una ma-
darn blanca, probablemente americana, se admiraban las bellas pinturas
que, atiibnidas a1 pincel de Alejo FernAndez, constituian el Retablo de
la Capilla de la Casa, con c u p parte central henios encabezado el pre-
sente trabajo, y seg6n consigna el Sr. Navarrete (1):
e Celehrcibanse 10s excijnenes C O H mistencia del Piloto Mayor, de 10s Cos-
mbgrafos, y de seis pilotos, 10s que j z w a b a n proceder e n siLsjiLicios y votos con
fidelidad y rectitzcd. P r e s i d i a 1cn Jziez (itno de 10s de la Cma), 10s dos d i p -
tados de la Universidad de Mareantes de Sevilla @),11 10s denuis pilotos se
sentaban e n 10s bancos laterales, dandose 6 esto la via?yorsolemnidad.8

(1) Disertnci6n pnrn In historin de In Nhntion. piginn 133.


(2) Interemnte C o r p o r n c i h 3fnritimn aevillnnn, de qiie iL sii tiempo nos ociipnremos.
LAS CARTAS DE LA CASA DE CONTRATACI6N 267

Tales fueron 10s eficaces procediinientos puestos en practica para


la formaci6n de las Cartas inaritimas del Nuevo Mundo: Precis0 es re-
conocer sin embargo que apesar de la importancia de estos trabajos
geogrAiicos, su estudio permaneci6 de tal modo desconocido ii olvidado
que para llegar a su conociiniento se hace necesaria hoy una reconstruc-
ci6n de 10s hechos que queremos intentar, a1 menos en lo relativo a1
trazado del litoral atlantico del Nuevo Mundo, casi totallnente descu-
bierto y explorado por las naves y 10s navegantes de la Casa.

I1
LAS CARTAS DE LA CBS.4 DE CONTRATACI6X

ueronlas piimeras, las debidas a 10s navegantes deblaCasa, cada


1’una de la; cuales representaba B su manera mks 6 menos inco-
rrecta y tosca, las antes ignoradas costas quecon SII trabajo y sus
esfuerzos entregaban ti 10s conocimientos humanos. De algunos de estos
interesantes documentos nos ha conservado noticias el diligente Angle-
ria, que consigna en su segunda DBcada haberlos visto en casa de Don
J u a n R. Fonseca Superintendente de Indias, y Jefe nato tambi6n de la
Cam, en la que seguramente habia copia de 10s misinos (1):
Fui 6, verme. dice, con el Prelado de Burgos, patrono de estas navega-
eiones. Eneerrandonos en wza habitacion tzwimos en las mnnos muclios Indi-
cadores, (Cartm-Napas) de estm cosas; una esfera s6lida del Mmdo con estos
desczcbrimientos (2) y inuchos perganiinos que 10s marinos llaman eartas de
marear.
De si1 rapid0 examen de Ins Cartas que tenia Fonseca, refiere
Angleria haber visto adeinb de 10s derroteros de Col6n, otras Cartas
hechas por 10s navegantes de la Casa de Contrataci6n, y entre ellas
cita:
atma, en la cwal dicen quepuso mano Ani6rico Vespzicio flvrentino,
hombre perito en este arte.,

(1 I Anglerin; DBcndns. Toino 2.q pnginn 19fi y siguientes.


(2) Este globo visto por Anglerin en el despacho de DonJunn Fonseca antes de terminnr su
segundn DBcndn (Diciembre de 181.1) es cnsi contamporaineo,del llnmndo Globo de Shooner, que
se qiiiere soponer hecho en 1615, y que consignn no yn s610 el Cnnnl de Nngnllanes, sino la
costa Coloinbinn sobre el mnr Pncifico.
65
268 LAS CARTAS DE LA CASA DE CONTRATACIbN

t e n este Indicador, cqre~qa,encontramos que el primer frente de aqtdln


tierra, es mcis nncko de lo qtce 10s caciques de Uraba dijeron 6 10s nisestros.
Lo que se explica pei-fectaniente por las navegaciones de Ainerico
en 1602-1604 B lo largo de las costas del Brasil, J- agrega Angleria ha-
ber visto otras (1)Cartas de los Pilotos castellanos y dice:
c De entre torlas se conservan conic mas reconrendables, 1 ~ psi e ' contpmo

aqiiel J?ka?i de la Cosa, contpaliero de Hojeda pike mataron coni0 dijinios en


el piterto de Cartagenu, y Ins de otro piloto llantado Andres Morales, ya
por su ninyor experiencin de nqicellm costm, ya porpise estaban repntndos
mas entendidos que 10s denins, en Cosmo<qrafianaval.
Aparte de la Carta de Cosa rescatada B principios del siglo XIX,
no se ha conservado ningnna otra debida B 10s pritneros Pilotos ge6gra-
fos de la Casa. Acaso sus muchos errores y defectuoso dibujo, que difi-
cult6 su aprecio y conservaci6q las haria tainbien hoy poco estiinables
para las personas superficialmente ilustradas.
-410s trabajos cartogrLficos de 10s navegantes, sucedi6 luego el de
10s hombres de estudio, representados primeramente en la Casa por su
Maestro de hacer Cartas (Nuiio Garcia, l519), y SU Cosm6grafo (Diego
Rivero, 1623), y conseguida la representacibn del litoral atltintico, hizo-
se luego el trazado de la costa occidental del Nnevo Continente, h a s h
el Uamado Cabo Mendocino en el heinisferio boreal, y qued6 muy lnego
terminada la Carta del Nuevo Mundo, liabibndose encargado esta misi6n
a1 hijo del Almirante, Don Fernando que directamente 6 por medio
del Piloto Mayor Alonso de Chaves llovado por 61 B la Casa, debi6 in-
tervenir tambien en la terminacibn de dicha Carta, como parece de-
ducirse de varios documentos de que daremos cuenta. Apenas termina-
das en la Casa estas primeras Cartas, fueron publicadas en la Eoropa
central varias Cartas con ambos litorales oriental y occidental del
Wuevo Mundo, treinta 6 cuarenta aiios antes qdc ninguna nave no es-
paiiola, (Drake, 16'79) surcara las agoas del Mar Pacitico y en cambio,
la formaci6n de las Cartas del Nuevo Mundo por 10s Pilotos Ge6grafos
y 10s Cosm6grafos de la Casa, ha quedado de tal inodo desconocida que
ni las Cartas que subsisten de la Casa han sido clasificadas, ni algunas
de ellas de autor conocido, como las hechas por Diego Rivero, no se
menciomn generalmente, sino coin0 un trabajo personal del referido
Cosmbgrafo.
En realidad, y no pnede ser de otro modo tratBndose de todo un Con-

(1) Por Inn declnrsciones dadns en 1512-1513 en 10s ploitos de Col6n y por otros docnnientos
4 qne lincernos aqm referencin, constir qne hacian tnmbibn car- .Toan Dim de Solis y Pinz6n,.
Andrh de Snn Martin, y Jnnn Vaspncio.
L A DEs.AP.ARlCT6'i DF L 4 S PRl!JF.RAS CARTAS 269

tinente antes desconocido, las Cartas de la Casa de Sevilla no pneden


consideraise como la obra de un solo hombre, ,y menos si est6 pertene-
cia iL dicha Institnci6n. Estos documentos geogrAficos son el fruto de
una labor sucesira y continua, en la qne tomaron parte principalmente
deade Crist6bal Colbn, Juan de la Cosa, AmBriko, AndrBs Morales, Nuiio
Garcia, Caboto, Rivero, Chaves y D. Fernando Col6n.
Pero, apesar del inter& de estos estudiosigeograficos, que Bsn im-
portancia natural por la grandeza misma de las Nueras Tierras, agrega-
ban la calidad de ser nuevos para la Ciencia geogrfifica: y no obstante
su indudable prioridad respecto de 10s liechos en otros paises, fi 10s cua-
les sirvieron de base: es lo cierto que se concedi6 B estos trabajos de la
Casa una importancia s610 secandaria, por 10s autores que en 10s prime-
ros tiempos se ocuparon dc 10s descnbrimientos espaiioles, 10s cuales
fueron inds atentos generalmente, seg6n 10s gnstos de aquel tiempo, & la
exposici6n de las proezas y de Ins aventuras heroicas de 10s mfis audaces
exploradores y conquistadores, que no a1 estudio de las interesantes ta-
reas de 10s Pilotos ge6grafos y de 10s Cosm6grafos de la Casa de Contra-
taci6n. En realidad, y por razones de que daremos cuenta, estos trabajos
cientificos han permanecido bien desconocidos y olvidados, liasta que en
Bpoca moderna 10s traba,j,jnsde Alejandro Humboldt, Jomard, Muiioz y
Navarrete, partihdo estos de 10s documentos de la Casa de Contrata-
cibn, y aquellos de algunas de las interesantes Cartas y Mapas que de la
misma subsisten, han venido conceder B este asunto toda laimportan-
e i a que en la Historia de 10s conocimientos hnmanos tiene y representa.

LA DESAPARICI6N DE LAS PRlMERAS CARTAS Y NAPAS


DE LA CBSA DE CONTRATACI~N

I570--'596

H a sido causa muy principal para el desconocimiento de 10s refe-


ridos trab%jos geogrfificos, la pronta desaparici6n de, Sevilla de
la mayor parte de la riqneza. geogrfifica de la Casa, desaparici6n que
tuvo lugar antes que terminase el siglo XVI, y que fuB tan absoluta y
.completa, que no se encuentra una sola de las primitivas Cartas de la
260 LA DESAPARICI6N .DE LAS PRIMERAS CARTAS
_____ ~-

Casa, ni entre 10s papeles que forinaron el archivo de Indias, sabiamente


establecido en 10s tiempos de Carlos 111, ni tampoco en el rico archivo
de la Casa de Contrataci6n que le sirvio de base, y en el que se encnen-
t r a gran parte de 10s documentos relatives L SUY Pilotos, y a sus Car-
t6grafos.
Desconocidas y sin publicar llts primeras Cartas de la Casa, A ex-
cepci6n de la de Diego Rivero (1)y separados dichos trabajos geogrLficos
de la documentaci6n que zi 10s mismos y A. sus autores se referia, que-
daron en Sevilla dichos documentos, sinobjeto J sin inter& algunos. Asi
se explica tarnbibn el hecho singular de que el cronista Herrera, que
manifiesta en su trabajo haber examinado mnchos de 10s documentos
de la Casa, haga en sus DBcadas tan escasa menci6n de estos trabajos
geogrAficos, y de 10s que A ellos concurrieron. Y di6se entonces el cas0
extraordinario, de que ilustrase su obra con mapas algunos de 10s cuales
no tenian sus leyendas escritaa en castellano. iQue L tanto habian lle-
gad0 el olvido y la ignorancia de lo propio!
Posteriormente, y como restos de antiguo naufragio han ido encon-
t r h d o s e en diferentes museos y bibliotecas de Europa, varias de las
antiguas Cartas y Mapas de la Casa, ya originales, ya copiados de 10s
mismos, 10s cuales han sido estudiados cuidadosamente por diveisos
escritores, aunque con un desconocimiento casi completo de sus autores,
y de la Instituci6n 6, que pertenecieron. Preciso es reconocer en efecto,
que separada como hemos dicho, la docurnentaci6n de la Case de 10s
trabajos geograficos que fiieron su fruto, la historia de 10s mismos no h a
ha sido hecha, y 10s autores no han podido tener esos datos tan precisos
para el estudio y la clasificaci6n de las primitivas Cartas del Nuevo
Mundo. La serie de las primitivas Cartas esparlolas del Nuevo Mnndo
hechas en la Casa de Contmtacion, relacionadas directamente con el
descubrimiento y exploraci6n de las nuevas Tierras, existentes en diver-
90s Museo,q y Biblioteca de Europa y que 10s sucesivos estudios de Hum-
boldt, Jomitrd, Avezac, Harrisse, y otros escritores han dado L conocer,
viene en efeato B seiialar la sucesiva exploracibn y elestudio subsiguiente
del litoral Colombino, hecho por 10s Pilotos: y por 10s Cosmdgrafos d e
la Casa de Contrataci6n.
Separadas las Cartas de la Casa de la Instituci6n L que pertenecie-
ron, ignorado su valor hist6ric0, y siendo escudo rnuchas de ellas incom-

(I) La fnmosn y couocidn Cnrtn de Diego Ribero astir hechn en 1.529, siendo s n nntor hscfn
seis niios Cosm6grnfo y Maestro de hncer Cnrtns de 1n Cwn. Dicho documento, h diferencis d e
10s demds de In Cwn fit6 coiiocido d e d e el mismo siglo XVI.
EL ARCA DE SANTA CRVZ 261

pletas, y todas pobrisimas aim de nombres de las nuevas ciudades


que alli eran fundadas 6 pobladas, su destruccih 6 extravio se explican
bien, como t a m b i h que s610 se hayan conservado algnnos ejemplares en
Museos 6 Bibliotecas manejados por personas, que excepcionalrnente po-
drian apreciar el valor de tales documentos geograficos (1). Lntes de
intentar la exposici6n de 10s datos y de 10s documentos relativos
otros trabajos de la Casa de Contratacibn, queremos dar algunas noti-
cias de la desaparicidn de la Casa, de la mayor de su riqueza geogrBfim,
musa original de la actual ignorancia y que no huelga tampoco aqui,
porque tales antecedentes pueden contribuir tambien a1 hallazgo de
nuevos documentos, y B la clasificacion de 10s que ya se conocen.

IV
EL ARCA DE SAXTA CRUZ

'572

C uando por el aiio de lBil,muri6 en Sevilla el antiguo Cosm6grafo d e


la Casa Alonso de Santa Cruz, hacia ya tiempo que sin dejar de per-
tenecer A esta Instituci6n, desempeiiaba Santa Cruz sus servicios cerca
del Nonarca y del Consejo con el titulo de Cosm6grafo mayor de Indias,
y esta circunstancia explica que B su muerte no quedaran en la Casa de
Contrataci6q sino en la del Cosin6grafo Mayor, tanto 811s papeles como
sus trabaJos cientificos. Noticiado el cas0 a la Corte, ordeno el Monarca
B 10s de la Casa recogieran muy luego y enviaran a Madrid, todos 10s
papeles de Cosmografia, las Relaciones y 10s escritos de Santa Cruz,
pagando B su heredera el valor que se les pudiese atribuir, no obstante que
en realidad la mayor parte, sino la totalidad de aquellos documentos
peitenecia a1 Estado. Asi consta por la Carta dirigida B Felipe 11 poi-
10s Jefes de la Casa en Enero de 1672, en la que entre otras corns le
dicen (2):

(1) En Espniin, por nmnrgoque uos sen confasnrlo, existi6 ademirs C O ~ Opoderosn concnusn
pnrnqiie no se couservnrnn estos interesnntes documentos, nuestro poco nprecio de todo l o
propio y espaiiol, en 10s tiempos quese sigoieron.
(2) Archivo de 1n Cnsn en el de Indim 4 2 - 4 3 e En 24 de Febrero.
66
262 EL ARCA DE SANT-4 C R C Z

"pot- itna & * b i t l a b e p . @t.0 e no0 manba qite bagam00


recoget- 17 jitntar tobas la0 beecriptfonce tf papels0 be 600-
mografia, qite por ~allecimientube 31oit0o b e santa QrnT
Qoein$grafobe p. @t.ooiet-e, IJ 012ballarm en pobm b e eit0
bereberoe, d eit el be otrae pm0ona0, tf coitcetfttisemoe el pre-
d o qite set-ci jiteto qite p o r ello 0e lee bd, etc" (1).
E n esta carta manifiestan 10s de la Casa haber dado cumplimiento
8. las 6rdenes recibidas:
beelyo,
t'ijl ~ a b i d i t b o ~ e btcen, btcba btligencfa, lo0 p a p e l m
cpte 0 0 ballaton enoiamas ci p. @t. con eete correo."
Conservase tambien en el Archivo de Indias, el inventario de 10s
escritos y documentos que de esta procedencia estaban depositados en
poder del Consejero de Indias D. Francisco HernAndez LiBbana, 9 que
en Octubre del mismo aiio fueron entregados it D. J u a n L6pez de Ve-
lasco, sucesor de Santa Cruz en el cargo de Cosm6grafo Mayor de In- ,
dias. Consta este Inventario de 94 articulos, y si de ellos descartamos
losrelativos a1 Mundo antiguo, y consignamos 9610 10s relativos a1 Nue-
vo Mundo relacionados.con esta Institucibn, podemos citar segiin 10s
terrninos de este documento, en el que es de sentir, se haya atendido
mAa A la ornamentacih 6 datos de detalle, que A la esencia de lo
representado: (2)
"5." 3Cn t-0110 be pergamfno granbe, qite p a r e c e 0er la bee-
miptton (ntapa)be la tela be gitba, con la0 arma0 realee.
' ," @fropergantino, en que eetci la b e a c r f y t f m b e la t01n
7
QEepaiiola,cott itn eecabo imperfal.
w Otro peroamino, en que eetci pitceta la bescription be
la ci1tbab bel &ltfco (3).
11. ZCna b e e c r i p t i o n pnfnereal ('i4fiopa-@itttbi) en bo0 be-
mfsferioe en ftgitra be cora~onee,con itn eecitbo be laa armae
realee, con itn t a W c i i t ainarillo qite citbt-e In beecrfytion (el
mwn>

(1) En esta ocnsi6n snlieron t n m b i h de Sevilln 4 virtod de 1 s q,renlinnres 6rdenes de


FelipeII, los libros nstron6micos de Alonso el Snbio y nlgunns de sus compo.;iciona% p o e t i c s
que hubieron de entregnr 10s can6nigo.r pnrn ser llevndos A In Hibliotecn del Escorinl donde se
b a n conservndo. Con ellos, fueron envindos a1 Monnrcn 10s contndos doclllnentos de Cristdbnl
Col6n que de In Bibliotecn de su hi,io D. Fernnndo, se conservnbnn en la Cntedrnl de Bevilla.
e?) Arcbivo de Indins !2-l-%/lp
(3) De nlgnnos de estos documentos debi6 IlernrCnrloJV nlghn e.jemplnr ti su retirodeYoste,
pues en el Inventnrio de 10s papeles quedndos 4 su niuerte se dice: .Item, dos envoltorios de
Cnrtns de pergnmino de descriptiones de Snnta Crua de Indim.,-Simancns.-Contndurin.-
'.1 Bpocn, legnjo nlim. 146.
EL ARCA DE SAKTA CRUZ 263

13+ ght rollo be perguntino, con una bescription gCnioer-


sal en quatro obab00 k5 quarterone0 be la supeltficie be un
globo con ttn e0citbo be In0 arntae realee, cubierto con itn ta-
Ftan carteei.”
Sigueu luego varios Mapa-Mundis 6 Descripciones Univeisales, y ir
seguida:
”21. mtro prrqaiiti&, en *I que est6 l a beecription brot
@irti.
22. @tru perguntino, b e la bescription b e la ciuirab br
WBxico.
41. aCn rollo grattbe be papel be mu0 be sei0 k5 eiete oara~,
on que eetrt pintabo tobo el oiaje qne bito 3J. Qiego almagro ti
@bile,figurabo eit colore0.
42. 8tro rallo be la mienta inanera, en que 0 e cmttinita LIZ
misma l~istoria,g triafo.
47. @troIegafo granbe enouelto en nn pergamina, en el que
bag ciettto seesnta piefa0 be papel be la ntarca mnqor, en que
e0tdnfigttrabae be colore0 muckJa0Vrooincias, 301a0, aierra
girme, Vtterto0, a O i be 3!JMnbiae,como b o dra0 partee.”
50, @tro libro be pliego entero con la enqitabernacim be
In manera bel pa0abo ( C l t e r O negro con selialee boraba0), con
eecubo be la0 atma0 fteale~a1 principia, intifulabo ZJ01ario
general, birigibo a1 mq nite0tfto seiior.
51. mtro Libra be plicgo enter0 ma%pequefio, enqitabema-
bo como lo0 bo0 be arriba be mano, intitulabo gibro be la0
1mgittkbino.e ij b e l arte b e l naoogar, birigibo a1mq nue0tro
Sefor.
86. ght legafobe ecriptuiae tacaittee rL lo qite 0e ba br 0015
vir en la gobernacfk5n b e gunamti g ZJicaragua, Quito g verit,
O f f CttUretttU g O d J O qltUbkX3UY0,If plie&W0BttOlfoB+”
De cuyos documentos di6 recibo D. J u a n L6pez de Velasco, y un
mes despuks en el de Noviembre, le ftieron entregados otros quiz& de
la misma procedencia, entre 10s cuales se citan:
’!S9 g n u beecription (mapa) granbe~en pergomino be la0
pruoinciae b e l gerit, tj tierra b e l @raeil,i j Qoeta $itme, be
pitnto (eecala) nrattbe (roto) principio be abile.
90, itPm, otra beecriptim bel @rasil,doeta girme, p e r i t g
QbflP’ b U 0 t U @0treciJobe p i t d o grattbe, mPitOtt qlte 01 be
prerebente.
91 mtra bescrtption on pergamino b e la0 @rooincia0,besbe
264 EL LEGADO DE J E R ~ N I M O
DE CHAVES

gunama g $tombre bP 3Itu0, basta rneabo daqaleu g g i t c a t a n ,


be pitntu mat? granbe.
93 $ttt r d l u be pergamtno granbe, en qite pet&beecrfpta la
Qloriba, $titova Qepafia, &ierraQ-irmed 3Jelas.
94 @fro r d l u b~pergaminu granbe en qtte estd besct-€&a
la $ t i t e m Qspaiia brebe aegitanteprc, 17aeta el %io be Malmae
pur itna parte, g pur la utra basta @orearJ. .
Y se comprende por fin en el inventario, "uit ~ r P~~ ~a C O Z U ~
ttfeia, en la qite €banla0 p w c l e e b e l b€cbo&xnta QrttT." Y d e
cuya area, se hace menci6n en varios documentos que de la misma
proceden. De 10s consignados en este inventario conservanse varios en
la Biblioteca Nacional de Madrid, y entro ellos por fortuna el Islario
general y el Libro de las longitbdines, de verdadero inter& para nuestro
objeto, y de 10s que por su importancia nos ocuparemos m h adelante.

v
EL LEGADO DE a ~ ~ 6 mDE
r oCIIAVES

A unque de propiedad particular, por proceder de uno de 10s in&


sabios Cosm6grafos de la Casa, y ser Jer6nimo de Chaves hijo del
Piloto Mayor Alonso, swesor de Caboio en e1 dicho cargo, queremos
consignar aqui el valioso legado hecho por el referido catedratico de
Cosmografia de la Casa de Contratacih, a1 Monasterio de la Cartuja de
Sevilla, con cuya Corporaci6n tenian 10s Chaves, como tuvo la familia
d e Cristobal Co16n (l), intimas relaciones.
Tenemos acerca de este legado, insuficientes pero interesantisimas
noticias que debemos A nuestro doctoamigo Don Jose Gestoso y PBrez
(2), las cuales se encuentran consignadas en el testamento de Jer6nimo
de Chaves (3), que forma parte de la rica colecci6n de manuscritos de

(1) Conocidns son la-avtrechns nmistndes que cou el Guniuliin de In Cnrtuja deSevilln tuvo
Crist6bnl CoMn, y que eu dicho Nonasterio permanecieron siis restos hnstn ser llerndos A In
Espniioln y en el que eatA tnmbi6u sepiiltndo el liermnno del Almirnuta Don Diego Co16n.
(2) De UUR ricn colecci6n de Pnpelea vnrion, folio en pergamiuo tomo, 19.
( 3 ) Testimonio de dicho docwueuto, sncndo en 10 de Unreo de 16i4.
EL LEGADO DE J E R ~ N I M ODE CRAVES 266

nuestro diligente amigo, y por cuyo documento d e s p d s de legar otros


bienes, deja Jeronimo de Chaves todos sus libros, papeles, instrumentos,
p otros objetos cientificos, tal coino en su despacho 6 escritorio se encon-
traban, a1 referido Monasterio de la Cartuja en el que deseaba se con-
servasen en un aposento destinado it tal objeto, avalorabdo it este legado
una crecida cantidad de mapas, muchos de 10s cuales, b juEgar por el
cargo y 10s estudios de Chaves, es de creer se refiriesen al Nnevo Mundo.
E n dicho documento vemos calificado B Jeronimo de Chaves de
”maestroen afttee, k en mebfcina” lo que nos hace weer que tu-
viera titulo 6 conocimientos especiales de materia mbdica. La clau-
sula del referido docurnento, que a! asnnto que nos ocupa hace refe-
rencia, dice asi:
”item-gig0 qb, qite tengo itn e0cr€pfor€0mitcbus f muq
buenue libroe, f inetr1tmentoe be mi a r t e , q otrae lltltcbas
coeae, h nibrots (1) q tobo lo tengo pueeto pur bnen orben,
b e manotta que tobo ret6 abornabo, por tanto qb beeeo k
manbo tobo lo qite eetk bentt-u be btsbo escrtpfort0, be la
ntanera qite oetd en 81 (S), eceto el btnero, al‘g%tmaetettio f
&onomto be la C!?kzrtitxaextramuroe be eeta Qtitbab (geot-
lla), para que tobo lo pongan en un apoeento bel bfcbu @tu-
ftaetorfo, para qite pueban en0efiarlo 6 citalqltter que maqa,
p e r 0 be tal manera lo eneeffon, qite no Be eaqlte ning1tna
.toea, porqite e0 mi oolitntab qtte no 0e piteba menbet-, rtt bar 6
ningitna pet-eona,eino que eiempre setkkit el bick~og%tortas-
terio.”
Cuya clitusula parece obedecer a1 deseo del Cosm6grafo sevillano de
que se conservaran sus libros, instrurnentos, y vidrios, como dice, en la
inisma forma en que se encontraban 9 en una habitacidn destinada para
ello, en forma de pequefio inuseo.
Pero hap en el citado testamento de Cha ves una clitusula que mas
directamente interesa it nuesbro actual propdsito. y que debeinos consig-
nar aqui no s610 por lo que interesa it nuestra informaci6n, acerca de la
Cartografia primera del Nuevo Mundo, sino por lo que pueda contribuir

(1) Probnblemente objetos de Historia Nntural ronservndos en frn.scos de ridrio.


(2) Los d a t a que wnsigna Jerbnimo de Chaves acercn de sadaspncho, que tnnto le semejan
5 on pequeRo muse0 cientifico del Nuevo JIundo. trnen mny luego 6 Ins mientss el muse0 que
por este tiempo reuni6 en Sevilln Argote de Xolina, y que merecib ser risitndo por Felipe I1
durnnte su estancia en est&ciodad. En dicho mmeo se hnllabn tambidn el retrnto de Jerbnimo
de Chases, ninigo de hrgote con unn esfern en In mano. El sabio Nicolds Nonnrdes en s u
obrn sobre IRS plnntns y drogas del Nuevo Xundo (Sevilln :6’74), incluye una I 4 i i n n del ar-
iiindillo de XBsico, que en el muse0 de Brgotese conservabn.
67
266 VIGLIARUOLA

& la clasificacidn de las Cartaa 6 documentos geogr&ficos,que proceden-


tes de la destruida Biblioteca de la Cartuja de Sevilla pudieran encon-
trarse. Esta clbusula dice ask
”item, manbo a1 b€&o 33tona0krio b e la (!Jartitxu una
t U X U aran&eqlto Est& ftrera bo1 bicbo eecriptoria, la c1tal 00th
Ikna be mitnctps mapas, q ntanbo quo asi catno est&, 00 b+a1
b i c t p g%tanaeterio, q quo on dl tenaan lo0 bicboe mapas en
parte bonbo lo0 pueban mu~trar, q tomar relacion con elb0,
q qite no 0e pueba ttenber, ni bar ntngitita co0a b e lo g t e q6
manbo a1bicbo ~ a e t o r i ont , 0 9 prteban eacar bdl, qlte mf
zrolittttabes, qite sfompre e0tert en el bicbo 330na0torio.”
El cargo de Jer6nimo de Chaves en la Casa, el ser hijo del Piloto
Mayor Alonso de Chares, encargado por cierto de cumplir esta su d t i m a
voluntad, y la muerte de dicho testador ocurrida en 1674 refieren e s t a
caja de Mapas & una bpoca en extremo interesante. -j-10s relaciona tam-
bibn de modo muy directo, con 10s trabajos que en la Casa de Contrata-
ci6n se realizaban.

VI
VIGLIARUOLA

D e un modo r n h directo y acaso m&sfunesto tambien, pudo a f e c h r


& la riqueza, geogrhfica de la Casa de Sevilla, la dessparici6n del
cosm6grafo de este noiubre, que despues de prestar durante varios aaos
sus servicios en la Casa, abandon6 inesperadamente st1 cargo y se mar-
ch6 a1 extranjero, llev&ndoseseghn parece 10s Padrones y 10s papoles re-
lativos & la navegaci6n que tuviera en su poder, B Juzgsr por la ac17sa-
ci6n presentada entonces por el Piloto Mayor Rodrigo Zamorano, que
ecjercia& l a saz6n el cargo de Piloto Mayor.
Consbrvanse en el Archivo de Indias muy curiosos documentos
acerca de este desagradable asunto, a1 cual no encontramos hecha refe-
rencia alguna, y por cierto que de lou referidos Etntecedentes no vemos
tampoco noticia en 10s Indices de su legajo (l),manifest&ndoseaside to-
das maneras la gran reserva, que acerca de este asunto guard&

(1) Archivode Indias Z-6-~/lv


VIGLIARUOLA 267

Ejercia en 1696 el cargo de Piloto Mayor desde la jubilaci6n hecha


d e A ~ O I ~deS Chares
O que lo desetupefi6 hasta la avanzada edad de no-
venta aiios, Rodrigo Zamorano antiguo catedr&ticode Cosmografia en
la Casa, y sucesor de Jer6nimo de Chaves en este iiltimo cargo. Para
suceder A Zamorano en la plaza de Cosm6grafo fu6 designado Doming0
Vigliaruola que, titulBndose Cosm6grafo del Reino de NBpoles y autor
de ciertos instrumentos, solicitaba en 1581 la plaza y a1 que no obs-
t a n t e el parecer contrario de D. Diego de Zhiiiga, le fu6 concedida la
deseada plaza de Cosm6grafo.
Ocnrri6, sin embargo, que en el verano 1696 y por causas que des-
conocemos (l), ausent6se el Cosmhgrafo de Sevilla diciendo que mar-
chaba & la Corte, razbn por la que acaso no infundi6 en un principio
recelo alguno su riaje. Llegado el mes de Septiembre,? b consecuencia,
segiin parece, de cartas s u p s recibidas en Sevilla y procedentes de Bur-
deos, present6 el Piloto Mayor Zamorano un escrito dirigido & 10s Jue-
ces de la Audiencia de la Contrataci6n, en el que les denunciaba 10s
hechos ocurridos manifest8ndoles:
33@l licenciabo sobrigo &xmorano CGoe-rn6grafobe 3. ?&l%+
m seta Gxea bfgo: @ire eirotenbo g 6 el cargo be piloto ?&l%aqm
el site-obiclp coam6grafo pigliaruola, con lo0 payelee g
@atrmeeqitetenia d aecretoe (2) b e la nattegacion be laa gn-
b€ae,eeha ibo a grancia, rt e-etttti~rt gentea enemigae- beeto0
@qnoe-, bexaubo beeierto el biclp Mcfo, etc.”
Y pide & seguida Zamorano se abra acerca de ello la oportuna In-
formacibn, y fuera llamado & declarar un relojero franc6s llamado Pe-
dro, amigo del cosmbgrafo ausente, y del c u d se aseguraba habia reci-
bido una carta desde Francia. Era esto en doce de Septiembre, y el dia
siguiente compareci6 en efecto el relojero y exhibi6 la carta recibida,
c u j a letra manifest6 ser en efecto de Vigliaruola y de conformidad con
61, asi lo declararon otros tres testigos peritos llamados con tal objeto.
No hemos tenido la fortuna de encontrar la sentencia recaida en
este asunto que pudiera comprobar la certeza y la importancia de la
sustracci6n, per0 en cambio subsisten y consignaremos aqui las dos
cartas de Vigliaruola que figuran en 10s autos, y que son curiosisima
manifestacih de la acogida hecha en Burdeos a1 fugitivo Cosm6graf0,

(1) Por CBdnln dads eu Toledo en 13 de Janio de l59G (Archivo de Indins Z-5-1/17) fu6
encargndo de e,iercerel puesto de Piloto Nnyor que e,iercin Znmornno y de corregir juntnmente
c o n 61 y con Simbu Tovnr Ins Cnma.. de nnvegnr, Andrk Qnrcin CBspedes.
(2) Quid 10s relntiros n1 Cnnnl de Mngnllnues.
268 VIGLIARUOLA

que en su carta a1 relojero su amigo, dice entre otras cosas en su cliapu-


rrado lenguaje:
”sa prreente eerti para barle aoiea cama eetag ti grancia,
&la ciitbub be@itrbeae,can ealitb g can la aqitba be niteetra
Ssfiar, en quince bine bti llegaq beplabrib, q repaeaq (rrpaed)
tree biae tisanta sebaetian, IJ tree otras bine ti bagona, q 110-
fxaq eala cult tree eecubae, par rtepotta(cauea?) bo1 Basta qne
me ljnit beclp lpxcer c i gaabrib, g par riepetta ri la cafa br mi0
gibrae”
De su estaucia en Burdeos manifiesta el Cosm6grafo:
”fiti mug birn mcibiba br tienente maqor (?) flrectenbaee
be faaoareecermo~ tuba la que pitebe, d qne adqa ti bifnar algit-
na0 aecee can eit gefiaria, g la miema can itn aibar bel aaneo-
fo real, g el matematica (1) e0 aeniba ti aerins g b€e (ai6 8 ) ntf
abtta can setae caballarue bonbe qitoba itita eepnntaba (?) ij
En beribab quo1(en) tree bine que llegitd h seta ciubab, tabu0
la0 nublee gentee la 0abeit mi aeniba, B mug cantientae eetan
100 furaboe bo la ciubab.”
Manifiesta, a seguida el Cosmografo napolitano que le ofrecian
alli dos escudos, y que le llamaban tambibn para que fuese all&,ciertos
mercaderes de la Rochela, pero que no aceptaba oferta alguna porque
deseaba estar.libre 6 ir donde le placiera y que vivia a la saz6n en la
casa del hombre hacia ”la0 agitllae be mat.oatr,” como t a m b i h
que era veciuo de un Seiior Antonio:
”me~rcaberflmentina, aAabe, qual me baco muclja mercob
q me p r e 0 t a bincroe i j mitclyae aeeee rernar (eamer, cenar?) ri
0u caea.”
” 3 1 preeento, bice tambien, ita I p i j naoia acti qitetabae $0-
tan a Cicrtta naba, par la priutera be Oktitbre BE cepera In
flatu. par la oinbintia qahaga caba bia itn qitactaroiic 11ma0
tabu refurntuba la pacte bel pacts beepafin 11be Cierra noba,
ctecta g oerbabera”
Coin0 esta carta llego a Sevilla otra del Cosm6grafo dirigida a un
cirujano y barber0 italiano llainado R6inolo Folla establecido en Sevilla,
la cual obra tambien eu el mismo testimonio, y en la que le dice:
” ~ e f i o r mala, g a e s t q h pranch, ti In ciitbab be bar-
beus can ea1itb, qual riubab e0 Branbe quanta geoilla, g ma0

(1) Nodice el relojeroel nombre de eata matembtico, y tanto estn como otrm de Ins f r r s e s p -
recen indiwr que estaba en antecedentes el relojero de 10s propctos del Cosm6grafo. Este relo-
jero vendia tambien en Sovilla instrumentos inaritimos A 10s marinos.
VIGLIARUOLA 269
- _.
-

zrtca, ij intiititas titercaberre. 3 rpi travabu itn mereabet- f b -


rentina qitc me IJU 1jrcIju tj Ipce ittnclja iiterceb, ij ttiitu a1 pre-
0ente jitnta ci sit eaea, mi prrsta hincrue, ij In0 ?teetoe tne bace
cumer cait ellas, i j aei cult utrae caballcrue fraitceeee que 0un
tnuq nattlrs q antigo0 he aitttitb (?) ticngucaba bin ttisibu tf
La0 fieetae tire LLaiitait li01t c a m , tratanba $0 Pete arte be OLa0-
mugrafiu”
Algo dice en esta Carta el cosm6grafo para explicar su ausencia:
”q In ca1tttn porqite pnttti hcspalia (siempre escribe mal el
nombre) fit pur tiiitcljns ucaeiunce, ita la bice k ulaitlt be0pe-
CbO etc.” y encarga por fin a R6Inolo que acaso era su apoderado, que
diem ]as cantidades que en la Casa se le debian, y que dudamos le fue-
ran abonadas, a un establecimiento de beneficencia, y B dos criadas .que
dej6 en su casa, ‘la que no deshizo sin diida para ocultar mejor si1
marcha.
Tales son 10s antecedentes de este curioso suceso, que fu6 acaso
ocasion para la salida de la Casa de algunas de las antiguas Cartas del
Nuevo Mundo pertenecientes a1 interesante period0 de su formation, y
cuya falta de Sevilla es evidentemente muy antigoa. Acaso, como en
otro lugar indicamos, algunas de Ins nuinerosas Cartas sevillanas exis-
tentes en Italia, 6 Aleniania, J la procedencia de varias de las ciiales no
es conocida, se deba a1 regreso B Italia de Vigliaruola 6 de s u amigo de
Burdeos el mercarder florentino que le prestaba dinero, aunque acerca
de este suceso no conozcamos inas precisos documentos.
Para terminar nuestra informacicin acerca de este asunto, consig-
nareinos el grande incendio quepocos aiios despues, en el de 1604 sufri6
eledificio de laContratacion, y tal que lo refiere tambien el docto histo-
riador de Sevilla Don Diego Ortiz de Zuiiiga (1).
parte de In C ~ C
c Quewtose este aiio, dice, i)t~~cIia de LCoiztratacioiz de Ins
Indias siendo S I L Presidente, que era tai&en Asistente 11 vivia en ella, Don
Rernardino de Avellaneda, en S I L reedificacion qiie se hizo el a170 siguiente se
pusieron SILS quartos y fc~.chadnprincipalen el estado en qibe hoy la vetnos..
Y por cuya reforina, se labr6 una riare 6 crujia delante de la anti-
gua fachada, que qued6 convertida en LID muro interior. Por sn destruc-
ci6n en este incendio seexplicaviapor ejeniplo el lieclio de no conservarse
que sepatuos las Cartas debidas a1 Cosin6griLfo And& Garcia Cespedes
enviado desde la Corte con este ob,jeto J- de c u p s Cartas existen las cuen-
tas de gastos, las orclenes de pago y lade hacer tres copias para el Mo-
narca, el Consejo de Indias y una tercera que se debia guardar en la Casa.

(1) Annlas civiles y eclesiAsticos de 1n Liiidnd de Se\ illn IF77 -Aiio de 1604.
68
LOS CARTOGRAFOS DE LA CASA

I
JUAN DE LA COS9

1492-1510

A nalogalnente tL lo hecho para exaininar 10s traba,jos de 10s nave-


gantes, estudiaremos tambi6n aqui de un modo sucesivo la tarea
de 10s cart6grafos de la Casa, merced ti cuya continuada labor se obtu-
vo la priinera representaci6n de las nuevas tierr& y mares, 6 sea el pri-
mer estudio geogrtLfico de 10s descubriinientos realizados.
El cargo de Maestre de la nave capitana que desempeiiaba J u a n de
la Cosa en el primer viaje de Col6n al Nuevo Mundo, parece ai-guir B
favor de un conociiniento algo antiguo entre ambos navegantes, pero na-
da se sabe acerca de ello y sdlo consta que era natural de Santoiia en
la provincia de Santander (l), y que ya en 1494 se le ve calificado de
vecino del Puerto de Ssnta Maria en la provincia de CBdiz. Acompaii6
tainbi6n Cosa 6 Crist6bal Col6n en su segundo uiaje, y acerca de su
.
cargo en esta navegaci611, existen las declaraciones que en lo3 Pleitos de
Coldn prest6 en 1613 el testigo Rafael Cataiio, s e g h el cual(2):
"guan be la &a0a i y gjafebaitfitforan cott el almtrante ti 00-
ta 3pla (la 3Jnformactan eo lpxcin en la Oeyaiiala) cuanblt
otna colt 100 17 nanfae C3), 1) el ~ltnfranteIJacinla* aarta0 g
caminnba la0 berrotae con Ctnen. Gambidit fit6 Qaea con a1
(1) J n n n de In Cosn por D. Enriqae de Lopinit, Bw6n de la Vep-Xndrid, 1Si7.
(!!) Colec. de doc. de S$LT.tonlo :iP,p'ig. (i00.-Inforinnci6n lieclinen 1n Espniioln en 1513.
(3) En su segnndo vinje.
JUAN DE LA COSA 271

&lnticante It Citba IJ rt &zmaica,citanbn fit6 rt beecttbric curt


100 tree naaius".
Esta declaracion de Cataiio, se encuentra explicada y confirmada
por u n documento emanndo del mismo Cristbbal Colon. Es este, la Infor-
inacion que ante escribano hizo el Almirante, a bordo de la carabela
Niiia en Junio de 1494, que original sa conserva en el Archivo de In-
dias, y que ha sido publicada por el Sr. Navarrete en su importante Co-
lecci6n de documentos.
Llegado Colon a la Espaiiola a1 frente de numerosa armada en su
segundo viaje, dej6 las mils de las naves en la Isla Espaiiola y tomando
consigo tres carabelas, march6 para emprender con ellas nuevos descu-
brimientos. La prolongada continuidad de las cbstas de Cuba hizo caer
a1 Almirante y 10s que le acompaiiaban, en el disculpable error de que
aquellas costas que de Levante a Poniente se dilataban, eran contineu-
tales y no de una isla masgrande que las anteriormente descubiertas, y
por esto tomando declaraci6n A 10s maestres, pilotos, y algunos marine-
ros. hizo hacer la refericla Informacion:
"paca qitc tuba0 la0 poc00nae (1) que oienen on e e t 0 0 ttu-
oi00,ontce la0 citaloe baq Z3taestroe be ljacec Marta0 b e m a -
reazrj k muq busnu0 pi1utu0, etetC.3'
Leyendo atentamente este documento, se encuentra en efecto con-
signada en 61 la presencia de un Maestro de hacer Cartas de marear y
es este J u a n de la Cosa,, el cual declara continuaci6n del Maestre y
del piloto de la Niiia, y de conformidad con la citada declaraci6n de
Cataiio en 1613, dice el documento de 1 4 9 4
"itom, suan be la C!Jnsa m x i m bel gttorta bo santa ma-
cia gltaestro be bacoc aartaej etc."
Todo lo cual demnestra, que discipulo 6 no de Col6n, auxiliaba ya
J u a n de la Cosa a1 Alniirante con sus trabajos cartogrtkficos. Tales son
las primeras noticins, que como cart6grafo subsisten acerca del autor
de la primera Carta, relativa a las costas del Nuevo Continente.
En el aiio de 1500 y en el el puerto d e Santa Maria, est& firmado
el notabilisirno Mapa mucdi de este navegante, hecho sin duda 6 comen-
zado al regreso de su viaje en 1499-1600, en calidad de Piloto de la.
expedici6n de Hojeda, en la que, seg6n parece, tom6 t a m b i b parte
Am6rico Vespucio. Este interesante documento geografico e's una Car-
ta naturalmente plana, y hecha en pergamino, en la que se representan
las costas del antiguo y del nuevo Mundo. Sustraido de Espaiia como

(1) Colec. de doc. de Nnv, torno Z.", p8g. 163


272 JOAN DE Lh COSA.

tantos otros, permaneci6 el Mapa-Mundi de Cosa, ignorado quiz&durante


mucho tiempo, fu6 adquirido lincia 1632 por el baron de Valkenauer, de
cuya testamentaria fue ii SLI vez rescittado por el gobierno espaiiol en

Mapa-Mundi de Juan de la Cosa, parte relativa a1 Nuevo Mundo

cuatro mil y pic0 de pesetas, conservaudose hoy en el Yuseo naval de


Madrid. A1 sabio b a r b de I-iumboldt debi6se uno de 10s priiueros estn-
diosde este importante docuinento geogrMic0, que snpo apreciar en todo
su valor hist6rico y a1 que di6 a conocer en Europa, en su Cosiuos y en su
Examen critico.
Como las posteriores Cartas de la Casa de Contrataci6n est& la de
Cosa dibujada en pergamino de 1”TS de ancho por 3”S6 de alto (Norte A
Sur) y ha sido publicada diferentes veces, entre ellas por el gobierno
JUAN DE LA COSA 273

espaiiol, y tambien por el Sr. Joinard Conservador de la Biblioteca Na-


cional de Paris, en SII obra Los Xonumentos de la Geografia. El Sr. Viz-
conde de Santarem h a publicado en Portugal, la parte de esteMapa-
Mundi que se refiere a1 Africa.
De la costa oriental americana. que interesa mas directamente B
nuestro proposito y cuya representacion reproducimos aqui, encuen-
transe consignadas en la Carta de Juan de la Cosa, desde lo explorado
en la America del Norte por el veneciano J u a n Caboto, como lo indi-
ca la insclipci6n que dice:
”@tarbc0citbtorto +torlo0 ingleeee”
hasta el Cab0 de San Agustin en el Brasil (8.” lat. Sur), consignado tam-
bien por si1 correspondiente lependa:
’YWtc Cabo 0~ heecitbri6 ett el u6o be 1499,qTit.6 0it bescu-
brtbor ?g€ccnt€atts,(picents glaficf).”
Las costas del Nuevo Continente SG extienden desde una a otra
inscripci6n manifestando la forma de un gran golf0 muy abierto, sin otra
interrupcion, que la que corresponde la latitud de las Antillas, 6 sea
Am6iica Central, alli donde Crist6bal Col6n primero, y lnBs tarde otros
navegantes, quisieron encontrar un paso navegable para 10s mares de la
India. E n dicha latitud, el litoral aparece en efecto cortado y lo cubre
en grande espacio una lamina que representa B San Crist6ba1, aludiendo
sin duda B Crist6bal C o l h , de quien acaso fu6 nn retrato, y que por des-
gracia esta muy desvanecido. A1 pie de estalamina lleva una inscripci6n,
poco inteligible en el fotograbado y que dice:
”31tltlt bo In &osalo fi?oen el g1terlto be $antn gXazrSa, el
mttto be lij00”.
Y es muy denotar, dada la fecha de esta Carta, que en ella no se
haga mencion alguua del supuesto viaje de Americo a1 Continente en
. 1497,6 sea antes del descubrimiento de las tierras continentales hecho
por Crist6bal Col6n. La Carta de Cosa era evidentemente conocida de
10s Reyes. se enconkaba en poder de D. J u a n Fonseca, y existia tam-
biQnen la Casa de Contrataci6n en la que J u a n de la Cosa prestaba sus
servicios, y de la que Fonseca, como Presidente 6 Superintendente de
Indias, era iiatural Jefe gerargico. Consta enefecto por el testimonio de
Angleria, que A fines de 1614 vi6 en casa del Obispo de Burgos, entre otras
Cartas de marear:
.Ins p i e compuso aquel Juan de la Cosa compa&ro de Hojeda, que
d 9 i i ) i o ~nintaron 10s camairenses en el puerto de Cartagena (I).>
- __

(1, DQcnhs,torno !Lo,piginn 197.


69
274 ..\\fl?RTCO VERPUCTO

Parece 16gico pensar, con respecto L esta carta en formaci6n de


tierras y mares hasta entonces desconocidos, que la fecha de 1600 podria
corresponder it la Bpoca en que se empezaron L consignar en ella 10s pri-
meros descubrimientos realizados, y que en dicha Carta, continuara su
autor consignando 10s sucesiros descubrimientos hasta ~ l t i m apai-tida
de Sevilla en 1609. De esta manera se explica que terminada la Carta de
Cosa con posterioridad a1 regreso’ de Pinzbn, y a1 envio de la Carta
de la Espaiiola corregida por Morales, tengan en ella la r e p r e s e n t a c h
que ostentan las dos mayores Antillas.
Se sabe, en efecto, que con posterioridad el aiio de 1600 en el que
est& fechada la Carta de Cosa, continu6 este navegante haciendo otros
trabajos cartogrLiicos, y asi lo manifiesta tambikn el asiento hecho en
el Libro de Tesoreria de la Casa, en el que figuran pagadas it Cosa por
el Doctor en el aRo de 1603 (1).
%os @azttaebe marear, que bt6 rL la wins nueettta &?e-
AQZlCL”
De todas maneras, es lo cierto que para la Bpoca L que pertenece,
puede considerarse dicho trabaio COUIO una admiyable labor de arance,
base y punto de partida para 10s posteriores trabajos de 10sCart6grafos
de la Casa, y como interesante croquis 6 bosquejo de lo que serian las
nnevas Tierras descubiertas, cuyas formas irian apareciendo para la
Ciencia geogritfica, merced it 10s trabajos de 10s Naregantes y de 10s
Cart6grafos de la Casa, comg en la antigua mitologia aparece y surge
Venm, de entre la espuma del mar.

I1
ANERICO VESPUCIO

1508-1 5 I2

D esignado como hemos visto J u a n de la Cosa para una espedicion


a1 Nuevo Continente, y nombrado en 1608 Americo Vespucio para.
el cargo de Piloto mayor de la Casa, correspondio tambiBn por esto a1

(1) Archivo de la Cssa en el de Indiss. 33-2-‘/,. Aiio de 1sa3.


AMERICO VESPUCIO 276

navegante florentino, continual 10s trabajos cartograficos partiendo sin


duda para ello de las anteriores Cartas de Cosa. De aqui que, a la pri-
inera representaci6n hecha por Cosa en su Carta, desde lo descubierto
por Caboto en el extreino septentrional del Nuevo Continente, hasta el
Cabo de San Agiistin en el hemisferio austral, correspondi6 Vespucio
consignar el primer0 en las Cartas de la Casa, el litoral del Brasil desde
dicho Cabo de San Agustin (8.' lat. Sur), hasta el Cabo Frio (23 y medio
gradoa lat. Sur), no consignado en la Carta de Cosa, y b lo largo de cuyo
litoral habia navegado precisainente AmBrico Vespucio.
'
Corroborando lodicho, inanifiesta Angleria haber visto en casa de
Don J u a n Fonseca estos trabajos de AmBrico, y refiribudose a la prolon-
gaci6n hacia el Sur del Continente Colombino, agrega (1):
a E n este indieador (nose usaba aun la palabra mapa) encontramos que

el primer frente de aquella tierra es mcis ancho de lo que 10s caciques de Uraba
dijeron ci 10s nuestros acerca de sw mcmtafias.r
Y aiiade Angleria, que en estos trabajos de AmBrico pusieron mano
tambiBn 10s pilotos portugueses, refiribndose sin duda, tilos que en sus dos
navegaciones ante la costa del Brasil, le acompaiiaron. Estos trabajos
de AinBrico vistos por Angleria y citados por 81, a fines de 1614 (2), pue-
den corresponder B la Bpoca en que desempefiaba en la Casa el cargo de
Piloto Mayor (1508-1612), durante la cual estaba encargado de lo re-
lativo A laa Cartas maritimas, como asi lo expresan tambibn diversos docu-
mentos. De ellos podemos citar la CBdula enviada ti 10s de la Casa en
1610,en que se les dice:
"en lo h c In0 6artae be marear, ba ealtibo %it31teTa qite ee
ban ti mitcbae px%oitue,g p o r q i t c no qiticrr qitc %ebcn eina CL
lae prreonae qite fitere neceearia, g qite aan ti eit eeroicia, qite
lo* Oficialce t m e n j i t r a m e n t o ti &ndrico, qite be aqiti abelante
na bt a i consienta bar QaZtfae, ti ningitna pereona qite no rite-
re r o c manbabo b e %italteba, g be lo% aficialee be la Qaea" (3).
No se ha conservado que sepainos, ninguno de 10s trabajos dg
AmBrico Vespucio durante su residencia en Sevilla, y que le pertenezca
de un modo autBntico y seguro. Entre las numerosas Cartas espaiiolas

I (1) D h d n s , torno 2.", pBginn 196.


(2) Esrn segnndn Dkcndn file terminndn en 4 de Diciembre de 1514.
(8) drchivo de In Cnsn en e l de Indins 1!19-1--6. Dndn en Monz6n B 10 de Juiiio de 1510
Ignornmossi estn disposici6n se relncionn con el hecho yn referido de hnber sido detenido en
.Revilln en dicho niio de 1510, el ngente de Portngnl dlonso .ilvnrez por linber hecho proposicio-
n e s y dndo nlgunos ducndos nI piloto de Mogner Juan Rodriguez JInfrn pnrn que pnsnrn 4 ser-
v i r e n Portognl. Archivo de In Cnsn en el de Indins 189-I-L. Libro 'Lo,folio 155 y siguiente.
276 AXERICO VESPUCIO

fQunau6 nonu5 8

Mapa del tiempo de Americo (1508-1512)

que se conservan en 10s archivos de Italia, se cita sin embargo como


atribuible ti AmBrico, la Carta conservada en la Biblioteca Oliveriana
de Pessaro, cuyo fotograbado reproduciinos y que corresponde en efecto,
a1 estado de 10s conocimientos geograficos que del Nuevo Mundo se te-
nian,antes de la 6ltima expedici6n de Solis en 1616.
En el estudio que de esta Carta se hace en la Raccolta Colombina,
riquisimo archivo de valiosos datos publicados por el gobierno italiano,
se dice de esta Carta de Pessaro (1):
*tanto en la forma, cotno en la colocacion de lm islm, la Carta de Pe-
ssaro recuerda mibchisimo (tnoltissimo) a la de A6an de la C'osa.
Lo cue1 no debe extrafiar, porque es probable que le sirviera de base

(1) Raccoltn Colombins 189, Parte 4.", toino 2.", pirgina 113.
AM~RICO VESPUCIO 277

Y agrega tambien la mislna publicacibn, L cnyo imparcial juicio que-


remos acudir:
cLa distancia de Cadiz a Canarias, y desde estas islas a la Guiana
(Guayana), es uno de 10s puntos de aprmimacibn a Vespucio,y corresponde a
la distancia consignada en la carta a1 Soderini.
P observa finalmente la Raccolta, que en la referida Carta:
*lagran ensenada, Sltimo punto seEalado con precision, corresponderia
muy bien con la Lapmade 10s Patosr
E n el aiio de 1511 y siendo Piloto Mayor Amitrico, vino A Sevilla
Feruando el Catblico con el objeto principal de organiear una fuerte
armada contra 10s musulmanes africanos, cuya organizaci6n competia
tambien a la Casa de Sevilla pues, virtud de las Ordenanzas dadas B
dicha Institucibn, lecorrespondia tambien lo relativo (1):
"a1 trato qite por niteetro manbaho ee ha be facer e n la0
patftoei be la @%air peqequeiia, g bel Qabu &l(guet-, d be otra cual-
quiet- parte b e l a g?ettbeft€a33
Esto es, L la costa septentrional de Africa.
Parece probable que por este tiempo empeeara B formarse la rique-
ea geogrL6ca de la Casa de Sevilla, sustraida q u i d A fines del siglo XVI
y hoy destruida 6 dispersa, y vemos que durante la estancia en Sevilla
de Fernando el Catblico, dispuso este Xonarca por una Cedula del mea
de Mayo (2), que hubiese en la Casa un arca de tres liaves destinada a
guardar las Cartas, 10s despachos, y otros papelos, como habria otra
para guardar 10s caudales.
Deseosos de consignar aqni cuanto pueda ser &tilpara restablecer
6 completar la historia de las antiguas Cartas espafiolas, recordaremos
la inscripci6n que en SU reverso tiene la antigua Carta de Gabriel Valse-
ca fechada en Mallorca en el aiio de 1435, y en cuya inscripci6n en len-
gua italiana se consigna el hecho de haber sido en un tiempo adquirida
dicha Carta por Americo Vespncio, en la crecida cantidad de ciento
treinta ducados de oro. Lo eleoado de esta suma, liace creer muy posible
que si la inscripcibu es verdadera, el Mapa de Valseca no fuera adquiri-
do por Americo para si, sino mas bien coiuo Piloto Mayor, y para la Cas,
de Contratacibn. Es este Mapa de Valseca uno de 10s in& bellos de la
Edad Media, ha sido publicado varias veces en el evtranjero y tambi6n

(1) Colec. de doc. de Nnv., torno 2.O, pAg. 322 Ordennnzns dadas Aln Cnsa en !Xl de Eoero de
1603.Dede AlcnlA de Hennres. Y existen por ello en el Archivo de In Cam, no pocos docomen-
tos relntivos ti Yelilln, y 4 otros puntos de In costa africnna.
(2) Archivo de In Cnsn en el de Indins 139--1--4.-Dndn en Sevilln A 10 de Mnjo 1611.
70
278 AMkRlCO VERPUCIO

por el Estado espafiol (l), y procede de Florencia en ciiya ciudad fu6


adquirido A fines del siglo XVIII por el Sr. Despuig Obispo que era de
Orihuela, que lo restituy6 a Espaiia (2). Fechado como hemos dicho en
Yallorca en 1438,ofrece este Mapa la circunstancia de consignar la ex-
ploracidn hecha de algunas islas atlknticas en el aiio anterior de 1437,por
un "Bbgo @mttot p t l ~ bel t ~B~s!J be VOrttugd." Consignaci6n que
dada la poca frecuencia de las comunicaciones en aquel tiempo, hace pen-
sar que acaso se hiciera esta Carta por encargo de Portugal, cosa no ex-
traiia y que tienesus precedentes, porque, segun el historiador portugues
Barros, el Infante D. Enrique de Portugal (3)que tanto promovio en su
pais las exploraciones maritimas (4):
eMand6 venir de la isla de ilfallorca un kfaestre Jacome. homlwe m y
docto en el arte de navegar, que hacia Cartas 6 instrwmentos. 8
La importancia de esta bellisima Carta hecha en pergamino, como
todas las de su Bpoca, osteutando numerosos e interesantes dibujos,
en la que se consignan las primeras exploraciones portugue.sas en el At-
lantico, y tambikn la parte entonces conocida del litoral africano, motiva
que consignemos en esta nuestra informacion, ciianto puede contribuir
para restablecer la historia de tan interesante documento geografico.
A la compra que se supone hecha por Americo en una elevada su-
ma, agregaremos la orgauizaci6n hecha en Sevilla en 1611 de una fuer-
t e expedici6n destinada A la costa septentrional de Africa y para la
oual, seg6n el historiador BernAldez, se acopiaron en Sevilla grandes re-
CUISOS; circunstancia que hace todavia mas verosimil que en dicha
Bpoca en la que era Piloto Mayor Ambrico, tuviese verdadero inter& pa-
ra la Casa la adquisici6n de esta Carta de Gabriel Valseca, en la que
circunstanciadamente se representa la costa septentrional africana B la
quese dirigia la expedicion, que en aquel entonces (1511) y siendo
Ambrico Piloto Mayor se preparaba en Sevilla, y cupa organizaci6n
correspondia A la Casa de Contrataci6n (6).
Tales son, siuo ]as pruebas, 10s datos que hacen verosimil, y que
explicarian la inscripci6n que en la Carta de Valseca consigna la
adquisici6n en elevado precio por Americo Vespucio de dicha Carta,
que acaso form6 en un tiempo parte de la riqueza geografica de la Casa
de Contratacih. En cuanto ti su hallazqo en Florencia, y a1 hecho de

(1) Por loa cuidndos de D. Jose 06mez Irnnn, sieudo Jefe de In Comisi6u Hidrogrzificn'de la
Peutusllla.
(2) Xnvarrete. Disertnci6n pnrn In historin de In Xinticn! p i g . !IO.
I3) bIuerto en 14FO.
4) Hwroa. DBcndn 1.*, Libro 1.O, pRq. 1F.
(6) p e esta nrinndn era proveedor Frnucisoo de Snutn Criiz, padre de Alouso, cosin6grnfo
O de In CRSR.
~ O file
ANERICO VESPUCIO 279

encontrarse en Italia otras antiguas Cartas espaiiolas, algunas de ellaa


sin procedencia conocida, ocurre muy luego preguntar si tiene tal cir-
cunstancia alguna relaci6n con lo expresado' en la Carta del Cosmb-
grafo napolitano, que forma parte de 10s autos ya citados de 1696, en
la que desde Burdeos escribe (1):
"lJh qt troqaho lttt mtrrabor porantino, q1te me lJa lJeclJo
q bace mitclJa mcfrceh, q tttttn a1 ~ r c e o n t ojunto 6 01t c a m j -
mi pro0ta binero, q la0 fioetae mo lJace comer ron ello0 if cott
Ofroe caba11orns ~ r a n r o e oquo ~ on &its noblee, otc,"
GTiene este mercarder florentino alguna relacion con el hallazgo
hecho en tiempos posteriores en Florencia, de la Carta de Valseca
adquirida en un tiempo por Americo, y que pudo ser sustraida con otras
de la Casa por el mencionado Cosm6grafo? No lo sabemos, y sin asegu-
rarlo qneremou sin embargo consignarlo aqui, porque & ser cierto com-
pletaria en tal cas0 de un modo verosiinil, la novelesca historia de esta
interesante Carta geogtdfica.
Desempeii6 Americo, como hemos dicho, hasta su muerte ocurriida
en 1612 el cargo de Piloto Mayor, pero m h conocido que como tal lo ha
sido por la circnnstancia en cierto modo fortuita, de haber dado su nom-
bre & las nuevas tierras. Debi6se indirectaniente este resultado B sus
famosas cartas, en ]as que recababa para si la prioridad en haber des-
cubierto las costas del Nuevo Continente. El nombre de America t u r o
grande aceptaci6n fuera de Espafia, en cuyo pais tardb mucho en ser
aceptado. Este error primordial de la historia del Nuevo Mundo que pre-
cedia B tantos otros tan vulgarizados tambien, encontr6 su refutaci6n en
10s archivos espaiioles, llatnados & depurar la verdad hist6rica tan fal-
seada en parte pot nuestro abandono, y que son 10s llamados B ser las
verdaderas fuentes de conocimiento, en lo que a la historia de 10s.espa-
iioles se refiere. El exit0 obtenido por este nombre de America, ofrece
otra curiosa enseiianza, porque cuando en mal hora aprendieron 10s
espaiioles Li estudiar su propia historia en autores extranjeros, vi6se en
epoca posterior lo que en el siglo XVI hubiera sido dificil, y aun hubo
autor espaiiol que tomindolo de 10s extraiios, acept6 de ellos tambi6n el
supuesto descubrimiento del florentino. Por fortnna, las Informaciones
de 1612 y 13 en Sevilla y en Santo Doming0 para deslindar, como Fer-
nando V deseaba 10s derechos de Colbn, restablecieron la verdad
histbrica, y la gloria del Descubridor.

(1) hrchivo de In Cnsn en el de Indire. Autos yn citados de 1696.--Cnrta dirigidnpor el Cos- .


m6grnfo desde Biirdeos en 6 de Agosto dg 1596. Dichn Cnrta fu6 reconocidn por peritos y d i -
ficada cnmo obrn de Vigliarooln.
280 A N D R h DE MORALES

En cuanto AmBrico, si no log$ convencer B la posteridad de la


certeza desu supuesto descubrimiento, que hubiera sido en todo cas0 con-
secuencia de la primera nacegaci6n del Almirante, en cambio merced &
sus Cartas, y A 10s errores por ellas propalados, di6 inesperadamente il la
nuevas Tierras un nombre, de que tambiBn carecian.

I11
ANDRES DE JIORALES

1508-15 I 7

E ste navegante, uno de 10s r n h entendidos en Cosmografia naval


entre 10s pilotos castellanos, seg6n la fiase de Angleria (l), y que
fu8 mAs adelante Piloto de la Caw, de Contmtaci6n, residi6 largo tiempo
en las Antillas y singularmente en la Espafiola, en la que se encontraba
desde 10s tielnpos de Ovando (2), y en cuys Isla residia tambien al tiem -
PO de hacerse en 1513. las Inforinaciones para 10s Pleitos de Col6n.
La borioso B inteligente marino y profundo observador, fund6 An-
drBs Morales la teoria acerca de las corrientes del Atlilntico, de cuyo es-
tudio en el mar de las Antillas rids ocuparemos en otro lugar, y il este
mismo mar de las Antillas. teatro principal de las navegaciones de Mo.
rales, se refirieron tambien sus mas detenidos trabajds cartogrhficos.
Cierto A n d r e s Morales, dice A n g l e r i a , piloto de las naves que recorren
aquellas costas, investigb con diligente soliCitud y a las costas del N u e v o Con-
tinente, y a 10s derroteros de las islas adyacentes, ya todo el interior de la &-
paEoln. L e dib el encargo de explorar F r a y Nicolas de Ovando, Gomendador
H a y o r de A l c a n t a r a y Gobernador de la Espa6ola (3), porque e r a de distin-
guido ingenio, y nuis apt0 que 10s demns para h m e r esta explormion. Sobre es-
tas cosus, el citado A n d r e s form6 indicadores (mapas) y tablas excelentes, ci
q m d a n f e 10s demus que conocen e n la materia. Este se m e presentb, conzo
suelen hacer 10s que v w l v e n del Occeano (4).s

(1) DBandn, tomo 2.O, piginn.198.

(2) T mn-tn que estnbn tninbi6n en In Espsiioln ni pwnr por ella en 1605 Solk J Pinz6n
pnrn sii expedioi6o 4 desenbrir.
(5) Que corno hernos dicho, ces6en Juljo de 1609.
(4) DBcndw de Anglerin, tonio 2.O, p4ginn 379.
ANDRES DE NORALES 281

Y este inismo escritor agrega m&sadelante:


Los prinwros qzG vecorrieron la Espaiiola me Eapintaron seinejante 6
m a castaEin, con su sen0 a Ocn’dente mirando a la isla de Czcba. Pero este pilo-
to Andres Morales me la ha traido dibzcjada de otro modo, atcnpue zm poco di-
ferente, pites por sus cxtremos oriental y occidental lapone comida de grades
senos y que extiende 6 lo largo 10s cabos (l),y dentro del sen0 oriental coloca
puertos anchos y seguros. Procurart2 que algqin dia se le envie a vuestra Santi-
dad (2) este indicador (3)de la Espaiiola, pues trae sus indicadoresdel mkmo
modo que Viiestra Santidad ha visto,segun pienso, muchas veces EspaEica t2 Ita-
Lia, cada una con sus altas ntontaiias,rios, ciudades y colonias.>
No sabemos si B este mapa de Morales 6 B otro anterior del mismo,
se refiere el parrafo siguiente de una CBdula dirigida B Ovando en Abril
de 1609, en la que se le dice (4):
”@inlo que bocte be loe btbuxoe b e la bft~€e€on be lo0 thr-
minos con la ptntura be la Rela, que para 1: lJacoreertu me-
neeter alaitnoe btae, etc,” ,

y dice adeinbs la Citdula que:


i 3 e u01primer nattqo que ofntece, le enttfab b frueb (5) q
p o r serofcfo mto,con mucbo cutbabotrabafege en que eo Qagu
la ptntitra b e la tela, porque bo hacoree h bo ttella lJaqmucba
necretbab.”
Continu6 Morales residiendo en las Antillas, y cuando a1 tiempo de
haber sido nombrado Solis Piloto Mayor de la Casa, fueron convocados
10s Pilotos para la foriuaci6n del Padr6n 6 Mapa Real, fu6 adoptada la
Carta hecha entonces en la isla Espafiola y enviada desde alli por An-
~ Morales, como su autor declaro en Santo Doming0 en el afio si-
d r e de
guiente de 1613 en las Inforiuaciones para los pleitos de Cob, di-
ciendo (6):
i’qite lJifoitna pnitra qite ee btce Qairta be marear, pura PI
<olti&po goneeca on gettitla (la auea be getttllu), p o r la rela-
rion q i t e le lJicferonlo0 0obt-e hfclJoe.”

(1) Lns modificnciones introducidns por Xornles en In Cnrtn de In isla Espniioln, pnrecen
consignndns en el Xnpn de Juan de In Cosn, ciiyn feclin de 15a) creemos qae indicn s610 In de
SII comieuzo, pero en le que SII nutor continub consignando Ins explornciones y descnbrimientos
de qiie ibn teniendo conocimiento hRstn sn iiltimn snlidn de Sevilln. Este explicn t n l u b i h que
est& Coon represantndn como isla.
( 2 ) Estn DQcndrestk dedicndn nl Sumo Pontifica.
(3) No se nsnbn niin In pnlnbrn Nnpn.
(4) Archivo de In Cusn e n el de Iodins 139-1-4.-Dndn enVnllndolid.
( 5 ) Piles que hnbfn terminndo ~ fmnndo.
l

( 6 ) Pleitos de Colbn, tom0 l.”,pilginn 333. Declarncibn prestndn por Nornles en Santo DO-
m i n g o en 1613.
71
282 AND& DE MORALES

Refiercse aqui Yorales a Vicente YIBez, Ojeda y Diego de Lepe con


losque dice antes haber hablado, aunque mani6esta t a m b i b haber ido.
despu6s por aquella costa y:
”cag€bael agua bulce, en la @tat-bel %€a(!$ranb~.”
La Carta enviada por Morales fue aceptada PO; 10s Pilotos y tam-
bien por Solis, y asi se consigna en CBdula de Dicienibre de 1516 (l),
en que se dice:
”q puea sunn be ~ u l t q e Ofraa,aprabaran la Qarrta que1 bf-
ckp anbrea bo @luralea pustret?amente, tt-eeftse bebe que
ea la mejar eft.”
Obstin6se mBs tarde Morales en sostener para la situaci6n del Cabo
de San Agustin, la dada por Diego de Lepe contra la opini6n de 10s
Pilotos de la Casa, y fu6 entonces llamado para dar tambien su parecer
el cartdgrafo sevillano Nu80 Garcia, que fuk mLs adelante Maestro de
hacer Cartas de laCasa, y de cuyos trabajos cartogrBficos nos ocuparmos
despubs. E n cuanto L Morales, sus principales trabajos y m h especiales
conocimientos parecen haberse referido a1 mar de las Antillas, en el que
navegb largo tiempo, y ademas de su rectificaci6n del Mapa de la Espa-
fiola, no sabemos si tomaria tambien parte en el de la Isla de Cuba que
fue enviado a Espaiia por Diego Vellzquez, en el mismo aiio en que re-
gres6 tambien Morales B la Peninsula B saber el:
*Mapade la Isla de Cz&a con sus rios, montes, puertos ete.? ( 2 )
que cita Herrera, s e g h el cual file enviado desde Cuba B Fernando
el Cat6licopor VelLzquez, y que trajo L la Peninsula Miguel de Pasamon-
te tesorero que habia sido en la Espafiola.
Nacido Morales en 1477 (3), se le tiene generalmente por andaluz
y residi6 como vemos largo tiempo en IRSAntillas en las que, sin titulo
de tal, ejerci6 el cargo de Piloto Mayor como lo fueron mls tarde Lama-
drid en M6jioo y Juan FernBndez en el P e r k Aunque contribuyo largo
tiempo l 10strabajos cartogrLficos de la Casa de Contrataci6n, no per-
teneci6 B ella directamente hasta el aiio de 1516 en el que fu6 nombrado
Piloto de la Casa por el Cardenal Jimenez de Cisneros y fallecio en el
afio do 1517, cuando acaso estaba indicado por sus importantes y dilata-
dos servicios para ejercer el cargo de Piloto Mayor, vacante B la saz6n
por muerte de Solis.

(1 j Archivo de In Cnsn en el de Indias 139-1-5. Dada en P l w n c i n ti 13 de Diciembre de


1616.
(2) P A esm Bpocn pnrece correqponder In correcci6n hechn en 10s mnpns de estn Isla del
error que en su parte occidental se mnnifiastn, en lns Cnrtns del tiempo de Cosn y de Vespncio.
(3) Seg6n su propin declnracih dndn en 10s Pleitos de Col6n.
IV
JUAN D ~ A ZDE soLfs

15I 2-1 5 16

A poco del nombramiento de Solis, fuB enviada A este Piloto una


Instrucci6n relativa B la formaci6n de las Cartas maritimas del
Nnero Mnndo, que era en parte reproducci6n de la que 'anteriormente
y con el propio objeto habia sido enviada B Ah6rico Vespucio, diciBn-
dose a1 Piloto Mayor en dicho documento (1):
,% manbnmue a,nlteetros ptlotue qtte be aqltt abslante
fltetrelt 6 la0 btClJa0 p)01U0j d @ ? k T t t U @t-me b d mait (rSCcPUnU
beecubiertae IJ par beecitbrtr, que ballanbu nue0a0 timru0, d.
f0la0, d. bax00, ri n i t e ~ o ptterioe,
s d. citalqitter otra c u ~ uque
0ea Stgnu be p ~ n p r l aen btc1~0@tbrutt e a l , qite en wtntenbu
a aa0tt11a oaqan a bar Blt rclacian,a D O 0 el bfclJoguan be gu-
m,d 1ntcer guan ~eepltcbt,d a LO0 nueetru0 03)ficiaLesb e la au-
0u b e Qrtntratactun,p a r n que litego ~u.sotru0 lu attentobe~sen el
bfcbo gubron, cabu cu0a en 01t litgar, b e manma que la0 nave-
guntee; 0ean cabto0 IJ enspfitobos en la nattegactun."
Poco antes de esta CBdula del h e s de Julio, en el anterior mes de
Mayo, file noinbrado Piloto de la Casa este J u a n Vespucci (2) sobrino
de AmBrico, y por otras CBdulas del mismo dia y con la misma asigna-
c i h , fueron nombrados tambiBn Pilotos de la Casa AndrBs de San
Martin y Juan Rodriguez Mafra, y ppr nueva CBdula del mes de Julio
fiieron autorizados para sacar las copiaa que fueren necesarias del Pa-
dr6n 6 Mapa de la Casa, AndrBs de San Martin y J u a n Vespucci, dis-
position que parece dictada en p r e v h n de las futuras ausenciss de So-
lis, a1 que Fernando el Cat6lico y D. Juan Fonseca pensaban utilizar en
la.; e.rploraciones maritimas.

(1) drchivo de In'Cnsn en el de Indias, lG-i-1/80 y Registrndn tnmhien en el 139-1-4. Dads


.en Julio de 1612. Solis hnbin sido nomhrndo Pilot0 Mayor en el nnterior ines de 3Inreo.
(2) Aichivo de In Cnsn en e l de Indins 16-4-1/8,,. Dndn en Bnrgos Q 22 de h y o de 1512. A
cnnsn de unn errata de copin, hn sido calificndo esta .Tiinn Vespnchi de Piloto lfnyor, pero fu8
solo Piloto de In Cnsn,y itsi lo mnnifiestn tninbi8n si1 nsipnci6n ignal Q In de 10s demiis Pilotos.
Hemos tenido ocnsi6n de comprobnr este error contrnido n1 copinr parn D. Juan B. JIuiiox el
Lihro de Provistos de InCnsn, pero en el Libro originnl que en el nlismo legnjo se .conservn,ln
CQduln dice tnn s610 Piloto.
284 JUAN DfAZ DE SOLfS

P a r a continuar la formacidn de las Cartas del Nuevo Mundo, orde-


n&base en la ya citada Instrucci6n del mes de Julio, que se reunieran en
la Casa de Indias y ante 10s Jefes de la misma.
”fobos lo0 mas ptlotos qite set. p i t b i e r e , q qite ma0 sitpio-
ren en 10% nattPgaciones, t astrolabios, t altitra0, t cornpa-
0es eic.”
Y para este fin, figuraba como adjunto 6 auxi1ia.r de Solis el refe-
rido sobrino de AmBrico, aunque en esta’Junta de 1612, fuB aceptada
con aprobacidn de Solis (1) la Carta hecha y enviada desde las Antillas
por Andrks Morales, B la que hemos hecho referencia a1 tratar de dicho
cartdgrafo, y que, s e g h parece y corrobora Angleria, tenia importantes
correccionessobre todo en lo relativo las Antillas.
Teniase B Solis en la Corte por muy entendido Piloto, y asi se es-
pecifica en CBdula de Diciembre de 1516 (2),B poco de s u partida para
el descubrimiento del Rio de la Plata con motivo de la discrepancia d e
10s Pilotos gedgrafos de la Casa, acerca de la latitnd del Cabo de San
Agustin en el Brasil, regidn poco frecuentada aim por nuestros nave-
gantes. ObstinBbase en efecto AndrBs Morales,en sostener el error en que
con respecto B dicho Cab0 habia incurrido Diego de Lepe ( 3 ) contra el
parecer de 10s demBs pilotos, y vemos que es lamentada en dicha CBdula
la ausencia de Solis en tal ocasidn, diciendose entonces B 10s de la
Casa (4):
j’d lo q1te aprottsclJara m i t c t p qrte estltttirra acd @an be
golie-para la betermfnacim bello, pot. la m1tctJo qlte sabe b e l
al3e b e marear.”
Se sabe adem& que hacia Cartas Solis, y seiialaba en ellas como
Pinzdn las costas exploradas, y asi lo inanifiestan en sus declaraciones
de varios delos testigos queen 1612 y 1613 las prestaron, en las Infor-
maciones hechas para 10s Pleitos de Coldn (5).
Consta ademas que por la Instruccidn dada B Solis en 1614 para
su hltimo viaje, se le ordenaba trazase la 6gura de las costas esploradas,
y esto con tal eficacia y premura, que una vez llegado en si1 navegaci6n
a1 Pacific0 y B la latitud de Panama, deberia procurar el envio de estos

(1) Navnrrete. Disertnci6n pnrn In historin de In Saiiticn, pirg. 1Sq.r.constn por varios docu-
mentos.
(2) Archivo de la Cnsn en el de Indins 139-1-6. Dada en Plasencin A 13 $e Diciembre
de 1515.
(3) Archivode 1n Cnsaen el do Indins. Lo dice expresnmente And& Morales en su parecar
6 informeen Diciembre de 1516,yn aitndo.
(4) Id. id. 139-1-6. Dada en Plasencin 4 13 de Diciembre de 1615.
(6) Entre ellos Alonso de Hqjeda, el piloto de Trinna Ant& Gnrcin, el maestre NicolBs P &
rez y otros. Pleitos de Col611, tom0 l.”, piigs. zoS,2W y otras.
GARC~A TORRERO 286

datos 8, Castilla, por conduct0 de un mensa-jero que desdo la costa 10s lle-
vase it Pedro Arias (1):
kitego que llegrirabee;, btcen, ri la0 eepa1b;ts be ~ ~ ; a e t t ~ ~ a
bel @ru bonbe estuoiero Mebrariae, enoiarLeqs itn meneageru
con cartas oito~trus,Ipciinbonte saber 10 qite tpboqs oisto
basta allq, g eriotabnte la pgitra be aquolla custu."
Debi6 pues Solis y asi lo cumpli6 seguramente, tomar 10s datos para
la representach del litoral sud-americano, desde el Cab0 Frio hasta el
Rio de la Plata en el que ocurri6 sumuerte, y a1 regreso de su cufiado
Francisco Torres Piloto tambikn de la Casa, debi6 este entregarlos sus
Jefes. Con estos datos, h i c o s que 5t la saz6n se tenian de dicho litoral,
debi6 hacer su representaci6n, que tan especialmente interesaba 5t la
expedicion de Magallanes, en las numerosas Cartas que hizo para dicha
armada Nuiio Garcia Torreiio primer Maestro de hacer Cartas de la Ca-
sa,y del que B seguida nos vamos B ocupar.

V
NURO GARCfA TORRERO
MBESTRO DE HACER CARTtS DE NAVEGAR DE LA CASA

1j12-1526

E n Septiembre de 1519, y apenas habia partido de Serilla la arma-


da de Nagallanes (2), fu6 nombrado por Carlos V Piloto de la Casa
con el titulo de Naestro de hacer Cartas de navegar Nuiio Garcia To-
rrefio, el cual, segiin 10s Libros de la armada y 1as cuentas de la famosa
expedicibn, hizo gran n6mero de Cartas para la misma,y tambi6n algu-
nos de 10s instrumentos de navegaci6n que aquella armada llevaba, por
lo que no es gratuito pensar que era este nuevo cargo, merecida re-
.
compensa otorgada a Nuiio Garcia por sus recientes trabiljos tecnicos
para dicha expedici6n:
L a CBdula, que estadada en Barcelona, dice asi (3):
"pue~tfros ~)ftcfnlce qito resthis en $ootlla en la QI;ueabe
Quntratacfun, sabeb qitr ntt ntercob i ooluntab ee, be tumor h

(1) Arohivode Indins de Sevilln l-l--l/l,. Dadas en Xansilla A24 de Noviembm de 16:4.
(2) En el anterior mes de Agosto.
(3) Archivo de In C ~ s aen el de Indins lSI)-l-G.-Dada A 3 de Septiernbre de 1619.
72
286 GARCiA TORRERO

ztectbtr +tor nue0tro @lots 6 @taeetro be @talttaebe naoegar


It %it60@atcia, P qite baqa f tenga be g o 0 caba nit aaio con el
Mcbu oficta (cargo) eit La QRBU, trcinta mtl tnaraocbiees,
p o t enbc g6 no0 mnnbo qite loe pottgabce en nitcetrue
gthro0.”
Era Nuiio Garcia el primer titdado Maestro de hacer Cartas de
navegar de la Casa, precedi6 a1 primer Cosin6grafo de la Casa Diego Ri-
vera nombrado cuatro aiios mas tarde, (1623)y tanto por la interesante
Bpoca en que prest6 sus servicios, como por sus dilatados trabajos para
la forinacibn de las Cartas del Nuevo Mundo, debemos esclarecer en IC
posible la historia bien olridada de este Cart6grafo sevillano, segun 10s
documentos y 10s datos, que acerca del mismo subsistan.
Fueron evidentemente dos loa habiles iluminadores en pergamino
que por aquel tiempo se dieronh conocer en Sevilla. Ya en el aiio de 1473
vivia frente a1 Alcazar y en nua Casa del Cabildo Catedral, el ilumina-
dor Nuiio Garcia (l),segun la practica m u j seguida en aquellos tiempos
de proporcionar estas Corporaciones casa B 10s artistas, en parte de pago
por sus trabajos. Dibujaban en or0 y colores estos iluminadores en 10s ri-
cos Libros de pergamino, y la cesicin de una casa hecha a este Nuiio
Garcia, indica que dicho iluminador no era en 1473 un principiantenovel,
circunstancia que interesa b niiestro prop6sito seiialar, porque casi trein-
ta aiios despues en 1612,aparece otro iluminador 6 dibujante en perga-
mino llamado tambien Nuiio Garcia (2), deudo probablemente del ante-
rior y que por su epoca, por dibujar sobre pergainino, y por otrns razo-
nes, corresponde con el Nuiio Garcia Torreiio de que vamos B ocuparnos.
Hasta el aiio da 1619 no se encuentra B Garcia Torreiio en las n6-
minas del personal de la Casa, en las que consta que por cuatrimestres
6 tercios de aiio,le file pagada desde entonces su asignacion a1 mismo
tiempo que a 10s d e m h Pilotos ge6grafos que A dicha Instituci6n perte-
necian. Pero en realidad, 10s docuinentos manifiestan que desde mucho
tiempo antes, venia Nuiio cooperando en 10s trabajos cartograficos de
la Casa de Coutrataci6n. En efecto, en 1616 y para determinar la ver-
dadera situaci6n del Cab0 de San Agustin, acerca de la cual no habia
conformidad entre 10s Pilotos ge6grafos de la Casa, llamaron el Doctor
y sus compaiieros B Nuiio Garcia, que en su parecer 6 informe que se

(1) Diccionnrio de loa artifices de In Ciadnd de Sevilli por Don .?os&Gestoso y PQroz.--Se-
villn 1899, tom0 A.O, pisinn 315.
(2) P!idiernn ser dosp deiidos entre si, 10s Aniio Gnrcin iluininndores sevillnnos ambos, pero
A jiwgnr por losdatos quo exnininnmos, nos inclinnmos Ii croor fiieJo nno solo, y descendionto
probnblemente del iltiininndor Nniio de 1478.
G A R C ~ A TORRERO 287

encuentra registrado en 10s libros de la Casa (l), manifest6 debia acep-


tarse en este asunto la opinion de AmQrico que habia estado en dich6
Cabo, y el cual agrega Nufio:
e pobia potter el bictfo Qabo en
”me becia mitctfas ~ e c e qite
octfo graboe, tfactcnbo 96 Qartae on B i t dasa.”
De lo que se deduce, que sa en 10s tieiupos de AmQrico(muerto en
1612), trabajaba B sus 6rdenes Nuiio Garcia en las Cartas del Nuevo
Mundo.
Si no se encuentra en esa Qpocapago alguno hecho A Nuiio en 10s
Libros de la Casa, preciso serA creer que era el suyo un trabajo retribui-
do personalmente por el Piloto Mayor, en cuya inorada era probable que
trabajase por hallarse eutonces en construcci6n 10s edificios destinados
a la Coutratacion. Consta tambikn que despuis de muerto AmQrico,con-
tinuo Nu60 Garcia haciendo Cartas del Nuevo Mundo, y asi lo manifiesta
81 mismo en YU referido informe acerca de la manera de situar el Cab0
de San Agustin, p e s dice:
” q b e e p i t e e be eu muelffe, ( l a be &itirtco) lo n t i e m o b i
lJectfo.”
Acaso en un principio, estos trabajos cartogrAficos, que renderia
probablemente Nufio B 10s particulares, no le daban bastantes recursos
y dedic6se B las artisticas tareas de sus mayores a1 verse privado de
laretribucion de AmQrico, pues en el aiio inismo de 1612 se encuentra
en 10s Libros de la Casa, el pago hecho por el Doctor (2):
,’ti Vufiu a a r c i a , por bo0 pir1e0 en y e r g a m i n o eecritae i
i l u m i n a b a e con la0 urbenan?aebe la dasa, bo0 bncabos b e
oro.”
En el inismo aiio, y e n el siguiente de 1513, aparece N~iiioGarcia
ejecutando artisticos trabajos de iluminaci6n para la Catedral de Sevi-
lla (3), y en el aiio de 1614 le fueron pagadaa entre otras cantidades, Ins
ocasionadas:
” p a r la ilitminacion que *to en el gihro b e la pesta b e l
3tfs (3eslie)” (@orpus?)
Y en el aiioanterior de 1612 le fuQ pagada tambiQnla iluminacibn
del Libro misal de la Catedral de Sevilla.
(1) drohiro de In Casn en el de Indias 41-6-1/% Dado en 13 de Xoviembre de 1613. Obsti-
n6se;iudrts Yornles contra el parecerde 10s d e m b Pilotoa ge6grnfos en sostaner qiie la latitud
del Cnbo de San Agostin ern de 16”. Sin embargo, como el mismo Norales consigna en so infor-
me, este error procedin de In obsermcibn hechn por Diego de b p e que habia entado en dicho
Cabo, yde quien Xorales tenin este (Into.
(2) Arcliivo de In Cnsa en el de Indins 39-’2--’/* En %5 de Febrero de 1512.
(3) Diccionario denrtifices sevillanos poi. D. Jose Gestoso y PQrez.-%villa 1899, tomo 1.O,
p6gina 318.-Datost~!nados del Libro de Fdbrica de la Cntedral de Sevilla.
288 G A R C ~ A TORRERO

Ni en 10s Libros de la Casa, ni eu 10s del archivo de la Catedral de


Sevilla, se encuentran despues de 1614 asientos relativos B trabajos
artisticos de Nuiio Garcia, dedicado por lo risto en lo sucesivo B sus ta-
mas cartogrkficas. Es de creer que estos trabajos de Nuiio alcanzaron en
Sevilla alghn credito, pues que en el aiio siguiente sin pertenecer B la
Casa, fue llamado por 10s Jefes de la misrna para emitir su parecer 6 in-
forme ya citado, juntamente con 10s Pilotos ge6grafos Andres Morales,
SebastiBn Caboto, J u a n Vespucio, Rodriguez Serrano, y otros que tenian
la mayor autoridad en la materia:
'3giteme manbabo por oiteettrae mercebee, comienba gtt-
60;qite bieee mi parecer en lo b e cietttoe potrtitgiteeee quo
eetan preeoe en lo b e l cabo be gan &gitetin, mi patrecer ee
@Goroe qtte 0 e bebe bar crdbtto rt amtriga, qite &zitta &.\ria
batJa,el cital Tit6 a1 cabo b e gun agztetin etc.ce
Los trabajos' de Garcia Torrefio concluyeron por abrir las puertas
de la Casa de C o n t r a t a c h ti este Cart6grafo sevillano. Firmadas en
1518 las Capitiilaciones hechas con Fernando Magallanes y el bachiller
R u y Falero, para proseguir las exploraciones que quedaran interrumpi-
das por la muerte de Solis, fue llamado de nuevo B la Casa Nuiio Garcia
que consta hizo pars esta expedicidn numerosas Cartas, y algunos ins-
trumentos de navegaci6n.
Las cuentas detalladas que acerca de 10s gastos hechos para la or-
g a n i z a c i h de esta armada se han conservado (l), manifiestan que
acudieron 10s de la Casa con la mayor diligencia y amplitud para pro-
veer, como se les ordenaba & Magallanes y B Falero, de cuanto necesita-
ban para el proyectado viaje, y en lo que toca B las Cartas geogrtificas
parece que acuinularon 10s de la Cam con la cooperaci6n prestada por
Falero y Magallanes, cuanto se habia obtenido hasta entonces, tanto en
Espaira como en Portugal, como resultado de las respectivas investiga-
ciones maritimas, ya en las Iudias Orientales, ya en las Occidentales, 6
Nuevo Mundo, como entonces se decia. Figuran por esto en Ins referidas
cuentas de esta expedici6n, 10sasientos relativos a numerosas Cartas, y
entre ellas siete hechaa por Rup Falero (2), uu globo 6 esfera debido a1
portugues Reynel y terminado por su padre ( 3 ) , y otras Cartas hechas
por Nuiio Garcia (4), a1 cual fueron pagadas diversas cantidades por el

(1) -4rchiro de 1n Cnsn en el de 1ndins.-Libro de ;\rnmdn 82-S-:/28 y en el Archiro de


Indins Pnpeles del Molnco.
(2) Colec. de doc. de Snv. toino IV,pRginn li9 DocomP n." SI'II.
(3) Idem. id. Librodedrmndn 32--Y--i/,,.
(4) Once Cnrtaq de mnrenr hechns por Niiiio Gnrcin de orden de Mngnllnnau, y siete qiie hiso
Ruy Fnlero, qne son un totnl de 18 Cnrtns. Nnv. tomo IV pBg. 179.
GARCfA TORRERO 289

importe de las pieles (1)para las mismas, y 10s colores para pintarlas (2).
Pero antes de proseguir, q ueremos hacernos cargo de la carta que
en Julio de 1619 dirigi6 a1 Rey de Portugal desde Sevilla, su factor 6
agente en dicha ciudad 'SebastiLn Alvarez, el cual refiere A dicho Mo-
narca haber estado en Casa de Magallanes con el que habia hablado, y
le dice (3):
"la berrata cpte biz qite lleoan, e0 b o &%anlucat. berecba rt
@tabu gria (4), bejanba el Sraeil ti la berectfabasta paear la lf-
mea be partictan, q be allf naoegar li loe0te g laeenaraeeie be-
roct~o ti maluca, la cital tterra be maluca tts 96 aeetttaba en la
pama g &arta qite hi?@el bifa b e l Wqnel, la cual nu eetaba
acababa citanbo nina aqiti eu pabre pardl,q eu pabrela acabd
tabu g pitea eetae ttrrras be maluca. par o0te pa2rron ee ba-
c m tubas la0 &artas qite las ljnce g i e p ~ t v e r ar, m a tambion
b e citabranteeq la0 eeferae.gesbo eete Qaba @€ahaeta la0
telae be malitco, par eeta naosgacth nu bag ntngunas tte-
rrae aeentabae en la0 Qaztae qite lleaan.3*
Las cuentas de la expedicion de Magallanes confirman 10s datos de
Alvarez en lo que tocaL 10s Pilotos Reynel, y A su poma 6 globo que figu-
ra tambikn en 10s Libros de la Casa, hasta con el detalle de la caja de
madera en la que fu8 enviada L Carlos V (6). Pero en cuanto L 10s pagos
hechos 'LDiego Rivero, no se hace menci6n de ellos en las cuentas pu-
blicadas por el Sr. Navarrete, ni hemos tenido la fortuna de encontrar-
10sen el Libro de armada ya citado.
Aunque apesar de este silencio, admitibramos que como fueron
pagadas siete Cartas hechas por Ruy Falero, lo hubieran sido las hechas
poi Diego Rivero, y que dada la amplitud con que L todo se atendi6
para esta expedicih, se hicieran entonces no 8610 Cartas del Maluco y
de la India Oriental, como las hechas por Reynel y Ruy Falero, sino que
acaso se pagaran tainbien a1 cart6grafo portugues Diego Rivero, otraa
relatioas L la demarcaci6n portuguesa del B r a d poco navegada p CO-
nocida para 10s navegantes de Castilla, como lo eran para 10s de Por-
tugal, !os de la demarcaci6n espailola. Pero aun asi, faltaria consignar

(1) Dos doconnsde pieles.-El Seiior Nnvnrreta en sn pirginn 5 de dicho tomo IV dice fue-
ron 23 Ins Cnrtas hechns por Nuiio Gnrcin.
(2) Archivo de 1n Cnsnen el de Indins 3 2 4 7/2s.
(3) Colec. de doc. de Nnv., torno IT,piiginn 165, en 17 de Julio.
(4) En esto, y probnblemente ir snbiendns, engnii6 Xngnllnner n1 curioso yisitante por que 0s
sabido qoe In nrmndn se dirigi6 primero, como 0s probnble que estiiriers. proyectndo, li Ins i s
InsCnnnrius. .
(5) Arcliiro de In Cnsn en el de Indins 32--3-7/,,.
73
290 CTARC~ATORRERO

en las Cartas destinadas L dich+ expedicih, 10s datos relativou a las ex-
ploraciones espaiiolas, y singularmente, porque importaban m&sit Maga-
llanes, loa resultados de la iiltima expeJici6n de Solis, desde dicho Cab0
Frio hasta el Rio de la Platn. Con esta tan natural suposici6n est&tam-
bi6n conforme la carta misma de Alvarez, segun el cual, en las Cartas
que vi6 de Rivero:
”geebe eete aubo gzto, bice, kJaetula0 felae be ~ o l l t c ono ,
hag tierrue njnnitnue ueetttubue” (1).
Verdad es, que Alvarez que naturalmente no fu6 la Casa de Con-
tratacibn, sino & donde vivia Magallanes como lo dice en su carta, vi&
alli tan solo las Cartas que este quiso mostrarle, yse explica tambi6n que-
muy discretamente, le enseiiara tan s610 dicho navegante las Cartas por-
tuguesas del Brasil y no las de la Casa de Contrataci6n, en cuyo acto,
hubiera .habido cierta deslealtad. Recordaremos tambikn, que existian
la Sa2611 en la Casa hechas por sus ge6grafos y navegantes, las Car-
tas de la Demarcaci6n de Castilla, y sobre todola costa liltimamente-
explorada por Solis a1 Sur del Cab0 Frio, y desde 61 hasta el Rio de la
Plata, la cual interesaba especialmente para la expodici6n de Magalla-
nes y que segim Alvarez no estaba representadtt, en las Cartas que vi6
Rivero en casa de Magallanes.
Y sin embargo, como a1 tratar de la iiltima expedici6n de Solis-
hemos hecho constar, habiase ordenado ‘deun modo expreso B dicho na-
vegante, que fuera haciendo la figura 6 representaci6n del litoral que-
explorase, y que si a1 llegar & la regidn de Panama (espalda de Castilla
del Oro) y tuviera o c a d n , enviara dicha Carta 6 figura por medio de.
un mensajero.
Correspondi6 tambikn A Garcia Torrefid su calidad de Maestro de
Cartas de uavegar de la Casa, httcer en las Cartas de dicho Instituto la
primera representacibn de 10s descubrimientos realizados en las costas.
del Nuevo Mundo por Magallanes, & continuacibn de 10s realizados antes-
por Solis (2). En efecto, a1 tiempo de regresar a Sevilla Elcnno con la
Victoria, (Septiembre 1522) era como decimos cart6grafo de la Casa
Nuiio Garcia, y faltabac aun varios meses para que en Marzo de 1623
fuese noinbrado Diego Rivero Maestro do hacer Cartas y Cosmdgrafo
de la Cam, circunstancias que interesa recordar porque & este aiio de.
1622 precisnmente, corresponde la iinina Carta aut6ntica aunque no.
completa, que subsiste de Garcia Torreiio.
- ~

(1) Obnbrvese que n1 norta dol Brnsil, v en el mar de 1 ~ Antillas,


s cnyn Cnrtg hemos hiuto-
rindo, y quepertenecin I n Demnrmcibn &e Cnstilla, ern dificil & Ins nnves de Portugal no ~610-
el levantnmiento de Cnrtgs qino tainbihn In nnregnci6n.
(2) Pues fu6 noinbrndo & Septiembre de iSQ.-Diego Rivero, nolo fu8 hasta Julio de1623..
G A R C ~ A TORRERO 291

Cons6rvase esta Carta en la Biblioteca Real de Turin, est& como


otras cartas de la Casa dibujada en gran pergamino, y lleva una ins-
cripci6n que dice:
"%it$pclfo en la guble pflla be pallabultb, put-giteu @ut--
cfa t%urt-efiu, pilutu q m a e 0 t t - u be ljacet- Qartae b e n a v e g a r be
eu 31tage0tab. aiiu be 1822.'3
No especifica la leyenda en que mes del aiio 22 se hizo esta Carta,
A la que por desgracia falta el trozo en que se representaba el Nuevo
Mundo, pues que como las demLs similares suyas, era esta un planisferio
completo de la Tierra, siendo por tanto dificil asegurar a primera
Vista, si est&hecha antes 6 despuks de la llegada de Elcano B Sevilla en
Septiembre de 1622:
El escritor anglo-americano Sr. Harrisse, afirma ser esta Carta
de Garcia Torreiioanterior a1 regreso de Sebastian Elcano con la noti-
cia de 10s descubrimientos entonces realiados, y refiriendose a1 trozo de
Carta que representaba a1 Nuevo Mundo y que por desgracia no se ha
conservado dice:
La pdrdida de la seccidn trasatlhntica (americana), es tanto mcis de
sentir, cuanto sin dzda representaba la confi.quracibn del Nuevo Mundo, tal
como 10s cartbgmf3s oficiales de Sevilla (esto es 10s de la Cma de Contrataeion),
lo concebian, antes (before) de la evolucion producida por 10s mapas de Sebas-
tian Elcano. *
Y sin embargo esta Carta de Nobo Garcia, Ileva en su leyenda el
dato muy significativo de hallarse fechada en:
"la mitq gublr pflla be @xllabulib e n 1822'' (2)
Cuyo? tkrininos hacen recordar rnuy luego, que en ese aiio de 1622
y & Valladolid precisamente, march6 Sebastiiin Elcano llainado por
Carlos V, tan luego corno snpo su llegada ti Sevilla (3). Pas6 en efecto a
Valladolid Elcano y con 81 10s que en la Victoria Ilegaron, y por Ce-
dula del siguiente tnes de Octubre, orden6 Carlos V a 10s de la Casa que
enviasen I Valladolid donde se encontraba ya Elcano, no s610 cuantos
antecedentes y documentos tuvieran acerca de la expedicicin de Maga-
llanes sino tambikn (4):
"~efmiemu, lee bfce, m e onntab tuba0 la0 @hxcfunee q

(1) The discoverv of the North BmBricn, p4ginn 51s.


(2) El 16 de Julio de este niio de 1592, desembarc6 en Snntnnder procedento de Flandes
Carlos V y no entr6 en Vdlndolid h a s h el 26 de Agosto, pocovdins notes de llegar Eloano B
Q le vistn de Snnlitcnr.--Sepib 10s datos del cronista Snndornl.
(3) Dadn en Vnllndolid s i 13 de Septiembre de lW>2--Historia de Elcnno por Don E. Fer-
nindez Snvnrrete'con 10s docomeutos de 611nbuelo Don Ilnrtin, Documento XI, p4ginn 217.
(4, hrcliivo de i n Cnrn en el de Indins 41-G-2/2s. Dndn en Vnlladolid li 10 de Octitbre de
1522.
292 G A R ~ AT O R R E ~ O

s0rriptura0 que 000 eittraab sitan 3sbaetian gelcano (I), aa-


pitan bs la ztao ~qttctorta, g 100 pabrme0, (Qartae), g &!telavfo-
a s 0 bal ttiafe g bcecitltrfmtento qite btcterottii
La estancia de Elcano en Valladolid en 1622, el envio heclio
entonces adicha cindad de 10s Padrones y Relaciones relativos B su via-
je y descubrimientos, y el hecho de hallarse tambien en Valladolid p
de fechar alli Garcia Torrefio si1 Carta de 1622, que aunque mutilada
se conserva en Turin, sefialan Bnuestro parecer de modo muy eridente
las circunstancias B que se debi6, y en las que fu6 hecha por s ~autori que
pas6 sin duda con tal objeto B la Corte.
La formaci6n por Nuao de esta Carta explica el hecho que consta,
de que en 1626 llevaran Cartas suyas y t a m b i h de Diego Rivero, las.
naves de Loaysa que en dicho afio partieron de la Corufia para las Mo-
lucas, B las que deberian dirigirse por el Canal de Magallanes reciente-
mente descubierto. Pero como quiera que no se conservan estas Cartas,
observaremos que existen en cambio en Italia dos Cartas espafiolas fe-
chadas una de ellas en 1626, y procedentesambas de Sevilla en 1626, laa
Cartas llamadas de Salviati y de Castell6n (2) en las cuales, y antes que
regresara del Magallanes ninguna otra espedicibn, se representa el litoral
Sur-americano hasta el Canal, y este hasta en la desembocadura en el
Pacifico. No cabe por tanto duda alguna de que en la Casa de Sevilla, y
antes que de aquellas regiones vinieran nuevos datos, se hiso la represen-
t a c h del nuevo Canal de Magallanes con 10s datos que en 1622 trajera
SebastiAn Elcano y cuya primera representaci6n en las Cartas de la Casa
correspondib L su Maestro de hacerlas Nufio Garcia, pues que Diego Ri-
vera no fu6 nombrado hasta Marzo de 1623.
De la parte que se conserva de la Carta de Turin, interesantisim@
documento que fue la primera representacidn del litoral atlkntico ame-
rioano y del Canal de Magallanes, y base y fundamento para 10s poste-
riores trabajos algo completos de las costas del Nnevo Mundo, dice el se-
fior Harrisse ya citado:
t Es este wa magnifico (magnificent) plnnisferio (mapa ntttndi) en perga-
mino ricamente (richly) dibujndo en or0 y colores, adornado con representacio-
nes de Gizdades y figzcras de Principes nsiaticos. Grzizan 10s mares bajeles

(1) Delcnno, dim ascn CQdulnque Se conservn originnl y firlnndn por Carlos V. cbnfirmnn-
do mi ser este su apellido, y no el vulgnrmente conocido de Elcnuo.-Historin citndn de Elcnno
pbginn 2 y 3.
( 2 ) Y cuym Cart- pnrecen corrasponder A do3 que en 1325 existinn en In Cmn, de 9115
dos cnrt6grnfos Gnrcin Torreilo y Diego Rivero, como constn por el Yemorinl de Hernsndo
de In Torre, de que B su tiempo nos ocupnremos.
G A R C ~ A TORRERO 293

que llevan la banderade EspaEa. Por desgracia qued6 solo una porte de este
mapa, que es la. relativa a1 Asia y parte de Africa. Cuando esta Carta.es-
toba conipleta tendria Ins dimensiones de Ins Cartas de Weinar; Lo que queda
ntide l? 360 de largo, por 0,’” 770 de andto., .
Tal es lo que nos resta de la obra de Nu50 Garcia (1) en 1622,
que fue la primera representaci6n hecha en las Cartas de la Casa del
litoral atlrlntico del Nnevo Mondo, y del Canal de Magallanes, recono-
cidos y descubiertos inerced B las expediciones organizadas en la Casa,
.p que hemos tratado de historiar. Por cierto que esta .priinera represen-
tacion, 6 sea primsr estudio geografico de las nuevas Tierras sigui6 tan
de cerca tl su exploraci6n y primer descubrimiento, que no deja lugar 5.
duda acerca de sii prioridad, respecto de otros estudios y trabajos. Pero
aunque sea con amargura, debeinos reconocer y reconocemos que l a
ignorancia en que 10s espaiioles hemos dejado B 10s extraiios, ha sido
k d a d e r a m e n t e asonibrosa.
Tenemos tainbien una manifestacion positiva de aprecio y estima-
ci6n dada B NuiioQarcia, a poco de realizados sus trabajos cartogrbGcos d e
1822, porque coin0 hubiera enferinado B principios del afio signiente de
1633, vemos que por CBdula del Lues de Marzo (2), fue objeto este Cartd-
grafo de una merced inasitada, y de la qoe no encontrainos precedentes
en 10s Libros de la Casa, diciendo el Emperador B 10s Jefes de la niisma:
’,Qd o00 manbo, q i i e be c i t a i e ~ q i t i e r antaranebieoe bri0
d pagitei0 a VitRo Qlhrcia&mrofito, @tarstrobe bacm &a.t.tus
be naoegar, 15 qutoiz GU ptober bobfore, tteinte bitcab00 be
ofro be qito lo bag0 mrrceb, para 0 o ’ aqitbar a citt-at- be la
bolentiaon qite r e t 6 &.”
Cuya merced, por inusita.da en aquellos tiempos manifiesta el apre-
cio que de N~iiio-y de sus trabajosse hacia enla Corte por este afio de 1623.
Continud Garcia Torrefio prestaado siis servicios en la Casa, y en-
contrarnos hecha referencia 6 Carta suya de 1526 de la que acaso
fiiera copia una de las dos Cartas espaiiolas que se conservan en Italia,
procedentes de 10s dos representantes pontificios, el Embajador Castell6n
y el Legado Salviati, que en el aiio siguiente de 1626 asistieron en Se-
villa B las bodas del Emperador.
Parti6 la Corte para Granada, a1 comenzar el verano de dicho afio
96, y como quiera que estuviese atin enel R o de la Plata el Piloto Mayor

(1) L n ortrnordinnrin ornnmentacibn de estn Cnrtn, mmo I n estnncia de Nniio en In Corte


‘parecon relacionnme con In presencin de Carlos V que, como hernos dicho, no lleg6 B Vnllndolid en
152.2, hnst.n el 26 de Agosto.
(2) Arcldro de In Cnsn en el de Indins 139-1-6.
74
294 GARCfA TORKERO

SebastiBn Caboto, ordenhe por CBdula del mes de Junio (1) que exa-
minaran aquel aiio a 10s pilotos de Indias, el sobrino de Am6rico Juan
Vespuchi que era uno de 10s mBs antiguos pilotos de la Casa, y junta-
mente con 81 Nuso Garcia. Pero esta d t i m a CBdula, retrasada sin duda
para su firma por el viaje de la Corte B Granada, no.lleg6 a surtir efecto,
porque cuatro dias antes habia muerto sin duda inesperadamente Nu-
iio (2), yveinos con este inotivo en 10s Libros de la Casa, consignada una
nueva muestra de consideracioii hacia su antigno Cai-thgrafo, pues por
CBdula del lues de Agosto concede Carlos V diez mil inaravedises A la
viuda de Garcia Torreiio como tutora y curadora de su hija Elvira,
’’pa+@ awb@be B i t mattrhtaltta” coma en otro tienip0 se habia
becho con la hija del primer Piloto y Ge6grafo de la Casa, J u a n de la
cow.
Las mercedes concedidas a Nuiio Garcia no por su entidad, sino por
lo poco que en aquellos tieinpos se prodigaban, manifiestm por ciertd
que no merecieron 61, ni sus trabajos en aquel entonces, el absoluto olvi-
do de que fiieron objeto m8s tarde.
Tal es en resumen, la vida de este Caitografo que durante mas
tiempo que otro alguno, trabaj6 para la formaci6n de las primeras
Cartas de la costa atlantica del Nnevo Mundo, fruto de las principales
expediciones B descubrir organixadas en la Casa, y que hemos tratado de
exponer aqui. Pertenecieron por tanto B Nuiio Garcia Cartas de muy
diferente importancia, segiin el estado de 10s conocimientos que de la?
nuevas Tierras se tenian, y B sus ultimos y m&s interesantes trabajos nos
referiremos a h , a1 ocuparnos de las Cartas terminales de la costa atl8n-
tica del Nuevo Continente.

VI
DIEGO RIVER0

1523-1532

E ste distinguido cart6grafo que era nacido e n Portugal, habia he-


cho ya para la Casa de Contratacion diversas Cartas maritimas
destinadas B la expedicion de Magallsnes, y que representaban s610 el
(1) -%rchirodeln Cnsn en el de Indins 139-1-i. Dndn en Grnuadn B %de Jnnio.
(2) Id. id. Id. B 30 de Agosto.
(9) Id. id. a-2-%. .&EO de 1526.
DIEGO R I V E R 0 2%

litoral del Brad hasta llegar a1 Cab0 Frio, (23’ grados lat. Sur) s e g h
asegura a1 Rev de Portugal st1 agente en Sevilla que dice haber visto
dichas Cartas de Rirero, y nfiriua de ellas que:
3’pr0bciceto@ a h griu lpeta lne telae bel pEtolitcu, nu Ips
ntng1tttae ttrrras aesntuba0.”
Apenas llego B Sevilla en Septiemhre de 1622 la famosa nao Vic-
toria, file acordado el envio de una n u m a armada a las Molucas, y por
Cbdnla de fines del mismo aiio (1) se orden6 establecer en la ciudad
de la Coruiia, una Casa especial para la navegaci6n y el comercio de la
Especieria (2).
La febril actividad con que en aquellos momentos se atendia en
EspTiia B las exploraciones geograficas, correspondia ciertamente B 10s
nuevos horieontes revelados por las ~ l t i r n a expediciones
s B descubrir (3),
y muy liiego fu6 instalada en la Corufia la nueva Casa proyectada, J
se procedi6 alli a1 apresto de la expedicibn, que a1 mando del Comenda-
dor Loaysa debia partir para las Molucas, en tanto que por la Casa de
Sevilla se organieaba otra armada, que dirigida por el Piloto Mayor
SebastiBn Caboto, debia atravesar tambibn el nuevo Canal, y navegar A.
10s mares del extremo Oriente. Y debia tambibn organizar la Casa otra
expedici6n, que en pos de la primera habria de mandar Diego Garcia,
aunque como la anterior esta no pas6 del Rio de la Plata, por la inespli-
cable resistencia de Caboto.
Tales eran las circnnstancias, cuando en Julio de 1623 (4) fu6 desig-
nado el portugues (6) Diego Rivero para el car50 de.
33@usm6nra~u, %%arstrubr ljacrr Qnrtas, aatrulnhtus, q
otrus ingotti00 be ttni*ogaci6tt.”
Seg6n 10s terminos de la CBdula registrada en 10s Libros de la Casa,
y por referencia que vemos hecha en tin documento algo posterior, pare-
ce que en un principio estuvo afecto Rivero a la Casa de la Coruiia, di-
ciendole Carlos V, en Cedula de Agosto de 1526 (6):
+jpuitgernaztbu Qu16tt atus ba escrttu que DUB, cuit rl be-

(1) Colec. de doc. de Xnr. tomo V, piginn 136. E l dociimento tiene solo fechn de nii0,pero es
posterior n1 represo de Elcnno, nl qoe hnce referencin.
(2) Colec. de doc. de Nnv. tmno V pigiiin 196 -Item primero del dociunenco antes citado.
(3) A Ins espedicioues de Solis y Mngnllnnas despds del descnbrimiento del Pacific0 por
Balbon se sigiii6 el descubrimiento. explornci62 y c0nquisr.nde M6jico.
(4) -4rchivo de In Cnsn en el de Indins 139-1-G Dndn en Tnllndolid i 10 de Julio de 1623.
(6) Ln cnlificncih de sar portagu&* Diego Rirero se eneuentrn hechn hastn en nlgunos
nsientosdel Libro de tesorerin sin precisidn nlguna, y lo mismo ociirre con Estobnn G6mer. E8
errndisimo pensnr que 10s de In Caqn toninn tiempo pnrn ocapnrse de tnles ocultnciones.
(6) Archivo de In Cnsn eu el de Indins 1 3 - 1 4 Dndn en Mndrid i 21 de Agosto de 1623.
296 DIEGO RIVER0

eeo qiteteneqe b e set-oit- a 3. @t.qiteriabes cotttittitar lo be


la0 bontbae, que en la Qoritita cuntenpxetes ri ljacer etd.”
Era en efecto Diego River0 un entendido mecllnico, y asi lo ma-
nif?esta su invenci6n 6 aplicaci6n de las bombas de metal para achicar
el agua de las naves. y ll SUB proyectadas bombas parecen referirse ya
10s tBrininos de su nombramiento (1).
Desde dicha Bpoca, compartieron, segtin parece, Nu50 Garcia p Die-
go Rivero, 10s trabajos cartogrllficos que las naregaciones reclamaban,
y consta que annque afecto Nufio 6 la Casa de Sevilla, lleraban tain-
biBn Cartas’suyas las naves de la armada de Loapsa, que en Julio (24)
de 1525 parti6 de la Coruiia para las Molucas. Asi lo manifiesta el
Diario de naregaci6n de la nave Victoria capitana de dicha armada.
enviado it Carlos V desde las Molucas por el capititn Hernando de la
Torre (2), y cuyo documento refirikndose a1 6 de Septiembre de 1526,
dice:
”en eete bia no tom6 el altitra, t f ri mebio bia eetribarnoe
be sierra @xnta 62 legitae por la Qatlta b e Biego Mioero, g
pot- la Qarta be MitQo (Garcia .56 legttae, norbeete eitboeete
con ella.”
De lo que se deduce, que en esta Bpoca (1526) esistian en la Casa
dos Cartas, debidas A 10s dos Maestros de hacer Cartas de navegar, en
las que partiendo de 10s trabajos de Nuiio Garcia como base, habrian
consignado respectiramente la r e p r e s e n t a c h el estremo meridional del
Nuevo Continente, y el Canal de Magallanes, que tan principalinente
interesaban B estas nares, de Loapsa, qne, como hemos dicho, debia por
el nuevo Canal dirigirse B ]as JIolucas.
Y que en Serilla esistia en aquel entonces (en 1626) la represen-
tacibn de dicha costa y Canal, lo manifiestan la Carta de Castellon
fechada en dicho aiio p su contemporhea la de Salviati, procedentes
ambas de Sevilla, y de la Casa seguramente por su origen oficial, y de
cuyos documentos geogrllficos nos ocuparemos despuBs.

-
(1) Pnrn no inrolucrnr con estn mnterin 10s trnbnjos cnrtogrA6cos de que nos ocupnmos,
consignnremoa nqui que 10 relntivo A 18s bombns de metal hn sido trnthdo con nlgunn deten-
ci6n por el Sr. Feroiindez Xnvnrretc en si1 Disertaci6n pnrn In historin de la NBotiu. En KO-
viembre de 1526 se concedi6 k Rivero un numento de GO mil mnrnvedises sobre s u soeldo siem-
pre que, como sn nator ofrecin, Ins bombns de metnl produjernn un rendimieuto eqoivalentc
B tres, seis, 6 diez de Ins bombns de mndern que por entonces se nsnbnn. Lns evperiencins fue-
ron h e c h s en buqnas que nnvegnron k Siievri Espniin y con muy bnen resultndo, pero no en
la proporci6n ofrecidn, .y por est0 y por s u much0 costa, pero creemos que tninbien per In muerte
entonces ociirridn de Rivero, no fueron niin definitirninente adoptndns.
(2) Colec. de doc. de Nnv., tomo V,pkginn 246. Doc. n . O XIV.
DIEGO RIVER0 297

Muerto Garcia Torreiio que en 1626 habia sido designado con


Vespucio para examinar it 10s pilotos de Indias, y coin0 se prolongara
la ausencia de SebastiLn Caboto, fueron designados en el aiio siguiente
de 1627 para examinar a 10spilotos, Diego Rivero juntamente con Alon-
so de Chaves que era ya Piloto y Cosm6grafo de la Casa, presididos por
Don Fernando Col6n y en su morada, como lo expresa la CBdula con t a l
objeto expedida (I) y que dice:
j’ij porqite el biclp 3ebastimt Qaboto est& abmwte ,bestas
3$e€tt00 en nuestra seruicio, maitbamoe qite en sit aheencia
lzsen b e l biclro c a r p 1J esaminen lo0 pilotas, gtega XJiueto
niteetra piIErta, tJ &lanso be &Ipttcs (2) nitestro gTi1ot0, p e r - .
sonas k~rihilesen la M c t p arte, can tanta qite la esaininacimt
g tvispittae (pregitntas ij ~Atjeciunos),ee Ijitlttereit be bacet e n
presencia be pan gernaith &don,t~ en sit cam, etc.”
Cuyo docuinento como otros varios, manifiesta que por este tiempo
aunque sin cargo deterininado en la Casa, ejercia el ilustre cordobbv
Don Fernando Col6n una verdadera direccidn de 10s trabajos geogrAfi-
cos de dicho Centro.
Continu6 Rivero perteneciendo a la Casa hasta su muerte ocurrida
en 1832, y de sus iiltimos trabajos cartograficos subsisten sus Cartas de
la costa atlsntica del Nuero Continente que se conservan en 1% B i b b
tecas de Propaganda de Fide de Roma, y otra en la Libreria de D u p e
de Weimar, fechadas ambas en 1629, y todo hace creer que estos
fueron 10s dltimos trabajos cartogrLficos de Diego Rivero, dedicado des-
pn6s de un modo especial Ala construcci6n y experimentos de sus bom-
bas de metal que fueron costeados por el Estado, mLs bien que L la
continuaci6n de 10s trabajos cartogritficos de la Casa que estuvieron en-
coinendados entonces A D. Fernando Col6n y & sus brdenes, 6 por delega-
cibn snya L Alonso de Chaves.

~~

(1) Archiro de la Cava en el de Indins 139-1-7. Dndn en Madrid 4 2 de Agosto de 1527.


(2) Dasde an principio se encnentrn escriu, en 10s docunientos Chnves J no Chnvez, como
88 lee en n l g h nntor no espniiol. Del propio modo estB iinpreso dicho npellido en l a obra cos-
mogrnficn de s p hijo Jerbniiuode Chnves. Cocmbgrnfo de I n Casn, nncido en Sevilln en 1623, y
nlgiinnsde coyas ediciones e s t h herhm poi. el inimio Alonso de Clinres, que sobreviri6 bastan-
tas niios 4 SII hijo.
75
-LAS C A R T A S CONPLETAS
D E LA C O S T A A T L A N T I C A

CARTAS DE CASTELL6N Y DE SALVIATI

I
DATOS HISTbRICOS

M utilada, como hemos dicho, la Carta de Garcia Torreiio en 1622


(que se conserva en Turin), y no existiendo tampoco las Cartas
que de este Cartbgrafo y de Rivero, llevaban las naves de Loaysa que
en 1626 partieron de la Coruiia, podria quiz&dudarse de la representa-
cibn hecha entonces en las Cartas de la Casaide todo el litoral a t l h -
tic0 del Nuevo Mundo y del Canal de Magallanes, sino subsistieran y se
conservasen en Italia dos hermosas Cartas espaiiolas y evidentemente
sevillanas, que ostentan dicha representacibn, fechada una de ellas en
1626, y que pertenecieron respectivamente B 10s dos ilustrados italianos
Juan de Salviati y Baltasar de Castiglione, que con 10s respectivos car-
gos de Legado y de Embajador de Clemente VI1 (Julio de MBdicis),
asistieron el aiio de 1626, A'las bodas de Carlos V que en dicha ciudad de
Sevilla se celebraron.
Estas circunstancias, la de ser dos B la sazbn 10s Maestros de hacer
Cartas en la Casa de Sevilla, y la de constar tambien que e a 1626 exis-
tian dos Cartas debidas respectivamente B cada nno de estos dos maes-
SALVIATI Y CASTIGLIONE 299

tros Nuiios Garcia y Diego Rivero (l),s.on suficientes y justificados mo-


tivos para que examinemos aqui 10s datos,que puedan servir para la cla-
sificacih de dichos interesantes documentos que son an6nimos.
Pertenece la Carta de Castell6n, que se ha conservado en Mantua,
B la familia de 10s Marqneses de este titulo (Castiglione), est& fechada
en 1526. y fuB, segun t r a d i c i h muy verosimil, regalada por Carlos V A
Raltasar de Castell6n, enviado como Euibajador B su Corte por el Papa
Clemente VIT., 6 poco de su adveniiniento a1 soli0 pontificio. FuB cono-
cido y apreciado Castellh por sus trabajos literarios, pero cultiv6 tam-
bi6n otra clase de estudios y seglin el famoso Pedro Ciruelo sostuvo
Castell6n en Toledo ruidosas polBinicas, acerca del flujo y reflujo del mar.
E n cuanto 6 la segunda do estas Cartas, que existe en la Biblioteca
Laurenciana de Florencia, su historia es contempor6nea y est& ligada
con la de la Carta de Castell6n, por lo que pueden estudiarse ambas
it un tiernpo. Lleva en efecto dicho documento, una inscripci6n que ma-
nifiesta haber pertenecido A un cardenal Salviati, y dice (2):
"&abuIanauttca, rtlfm c a b gial&dtt."
y corroborando la anterior legenda la referida Carta, presenta, se-
@n 10s tbrminos de la Raccolta Colombina:
.ne1 Pacific0 una nave collo stemma impem'ale (de Carlos V); nelle
. vele, e nella la bandiera di Castiglia e di Aragone, sono dipinti gli stenmi
di un cardinale della Cma di Zedici. D
Y ocurre que precisamente en'sl aiio de 1626. a1 que esta k r t a per-
tenece aproximadamente, seg-im la clasificaci6n hecha en la misma Ra-
ccolta Colombina, vino no s610 B Espaiia sino tambibn it Sevilla a1 mis-
mo tiempo que Castell6n, el Cardenal J u a n de Salviati, de la Casa de
MBdicis, como nieto que era de Lorenzo el Magnifico (3).
E n el afio de 1616 habia Cortes en Toledo, y 6 dicha ciudad pa%-
ron 10s euibajadores acreditados cerca de Carlos V. El enviado por Ve-
necia, Micer AndrBs Navaggero en la relaci6n de su viaje dice haber Ue-
gado it Toledo el once de Junio, y aiiade (4):
.Nand6 el Cesarpara reeibirnos a1 Almirante de las Indias,hijo de Co-
lbn y al Ohispo de Arona, ademas de 10s cuales salieron la maym parte de 10s
emhajadores de Italia. B
P s i n duda con ellos, dice el Sr. FabiB, Baltmar de Castelldn embaja-
dor de Clemente VII que estaba en Toledo desde el mes de Harzo. D

(1) S e g i n el yn citndo Dinrio del Cnpitkn Hernnndo Tome, de la nrmadn de Lonpan


( 2 ) Rnccoltn Colombinn. Parte IT, torno 2.O, pkginn 1%.
(3) Hiogrnpbie Universelle. Pnris l%?.-Tomo 1.O, pkg. 512.
(4) Viaje de AndrkXnvnggero,pnblicado por el Sr. FabiB. Mndrid 181)9, pkg. 252.
500 SALVIATI Y CASTILLIONE

Hallitbase aun la Corte en dicha ciudad, en la que habia convocado


Carlos V Cortes Generales, cuando it mediados de Junio de 1528 des-
embarcaba en Barcelona Francisco I, hecho prisionero en la batalla de
Pavia, cuyo suceso fu6 causa del inmediato envio de otro representante
pontificio con el caracter de Legado, cargo para el cual file designado
el Cardenal Juan de Salviati.
Baltasar de Castellon, que continuo en tanto desempeiiando sus
funciones de Embajador, debio por ello acompaiiar tambibn L la Corte
en su viaje ti Sevilla y asistir en dicha ciudad, A las bodas de Carlos V en
el aiio siguiente de 1626.
Comenzaron muy luego las negociaciones para conseguir la paz
entre ambos Paises, y para la libertad del prisionero que eran 10s princi-
pales motivos de la venida A Espafia de Salviati, y e n 14 de Enero de 1626
fkmado con tal objeto el tratkdo que se llamo la concordia de Madrid.
Carlos V acudi6 en persona para despedir caballerosamente a1 ya libre
prisionero, y despu6s de hacerle corta compaiiia a1 principio de su viaje,
emprendi6 61 por si1 parte el suyo para Sevilla, it cuya ciudad habia
llegado ocho dias antes la Princesa de Portugal, y en la que tuvieron
lugar las regias bodas:
qpor qtserer Carlos V, dice galantenaente Ortiz de ZuEiga (l),ponerse
el en prision, al ntismo tientpo que daba libertad a1 Cristianisinio Rey de
Francis.
Tuvieron lugar estas bodas el mismo dia diez de Marzo de 1626, en el
que entr6 en Sevilla. Carlos V y seguido de nuineroso y lucido acompa-
iiamiento del que forinaba parte el Cardenal Salviati, a1 que citan Sail-
doval(2) y el docto Zifiiga, segiin el c u d ,
eel Reverendisimo Cardenal Saloiccti legado a 10s Reinos de EspaGa,
por nttestro nzwy amndo Padre Cleinente VII.
Despii6s de jurar Carlos V guardar 10s privilegios de Sevilla, pas6
il la Catedral, y desde alli al Alcilzar en cuya capilla, la misma en que
pocos aiios antes se casara Nagallanes, tuvo lugar el casamiento por el
Arzobispo de Toledo, ante el Legado Salviati que por su parte vel6 B 10s
desposados. Pasadas las fiestas que duraron varios dias, permaneci6
en Sevilla la Corte hasta el 18 de Xayo (3), en cuyo dia salio con
su s6qnito el Emperador para Granada, y por entonces tambibn el Le-
gado Salviati, que terininada su misi6n debid regresar pronto B Italia.
E n cuanto B Baltasar de Castellon permaneck5 en Espaiia., y asisti6

(1) En s w Andes civiles yeclesitisticos de In ciadnd de 5evilln.-Sevilla 16i7.-Aiio de 16X,


(2) En si1 Historia del Einperndor Carlos V.-Tomo 1.O Libro XIV, 850 de 1626.
(3) Y el 22 de Junio murib Gnrcia Torrefio.
CABTAS DE CASTELL6N . 301 ,

s e g b Sandoval (l), A la Junta de embajadores que en 1627 convoc6


en su Corte Carlos V. Dos afios despubs, murib en Toledo Castell6n, y
fueron entonces llevados sus papeles & su familia de Italia, que desde
entonces h a poseido su Carta de 1626.

I1

LAS CARTAS DE LA COSTA ATLhT1CA.-CABTAS DE CASTELL6N.


DE SALQIAT1.- DE RIQERO

L a Cartade Castell6n que se conserva en Mantua, es un planisfe-


rio 6 Mapa-Mundi nnturalmente plano, hecho en gran pergamino,
de 2,08" de largo, por 0'82", de ancho, y que segim 10s tkrminos de
la Raccolta Colombina (Z), est&:
edisegnato con molta abilkta e conservatoperfettamente.B
Sin la riqueza de dibujos y de ornamentaci6n que otras Cartas d e
su tiempo, llera esta tan solo m a s naves que parecen recordar el viaje
de Magallanes aun reciente, pues aunque sin nombre de autor, esta
Carta, reconocidamente Espaiiola, est&fechada por una inscripcion que
ante la costa de 10sE.E. U.U. dice:
"&€erraqne be0citbrt6 Qetebnn @.amqe0te &io be 1525,
por manbabrr be 011 39uge0tnb."
Cuyas palabras ,refieren &finesde dicho aiio dicho documento, dado
que como observa con rae6n el Sr. Harrisse, el regreso de Esteban G6-
mez tuvo lugar en el mes de Noviembre (3), y creemos muy posible que
dicha Carta tuviera por objeto la consignaci6a en ella de la costa Atlhn-
tica de 10s E. E. U. U. explorada entonces por dicho piloto con la misma
premura que en 1622 debib consignar Nufio Garcia en la suya, 10s da-
tos aportados a Sevilla en el mes de Septiembre, por Sebasti&nElcano.

(1) Historin del Elnperndor Cnrlos Q.-Tomo Lo,LibroXQI, niio de 1527.


(2) Raccolta Co1ombinn.-Parte IQ. tom0 2.O. pirginn 12.1.
(3) LRconsignaci6n hecha en estaCart.8del ertremo meridional de la costa ntlirnticn ame-
ricana no pnede atribnirse a1 regreso de Esteban G6mez de sn exploraci6n en la costa de la
Am6rica del Norte, y 80 refiere por lo tanco ti dntos anteriores.
' 76
soa . CARTA AN6NnaA DE T
&

Del detenido estudio colnparativo que en la Raccolta Colombina se


haoe entre esta Carta y la de Salviati, con la debida B Diego Rivero
en 1629, se deduce que esta Carta de Caqtell6n se aproxima m h B la de
Rivero, que no la Carta de Salviati de que nos ocuparemos despuh, y
que parece puede atribuirse con mBs raz6n a1 antiguo Maestro de ha-
cer Cartas que B la saz6n prestaba sus servicios en la Casa, Nuiio Gar-
cia Torreiio.

I1
LA CARTS AN6NIXA DE TURfN

1520-1525

P articipa de la importancia de sus contemporheas Cartas espaiio-


las, 16 que se conserva en la Biblioteca Real de Turin, y que re-
presents tambien las cuatro partes del mundo.
Clasificase como espaiiola esta Carta en la Raccolta Colombina, y
corn0 perteneciente tambibn b la Bpoca de las que nos ocupamos 6 algo
anterior, entre 10saiios de 1620 y 1626. Lleva, como la otras de su tiem-
PO,la representacibn de todo el litoral sud-americano hasta el Canal de
Magallanes. La desembocadura del Rio de la Plata en el mar, est& jus-
tamente representada en latitiid, pero se@n la Raccolta (l), errada en
diez grados, B Poniente del estrecho de Magallanes.
*En cuanto a1 atitor, ayrega la Raccolta, debe tambien provenir de
algunos de 10s cartcigrafos qiie trabajaban en tienipo de Rivero, 6 con e!. w
En cuyas palabras, aunque sin nombrar B la Casa, se hace cargo la
Raccolta de la com6n procedencia de estos docutnentos geogrBficos.
Esta Carta y el original de donde se tom6 la de Salviati, parecen
ser anteriores a1 regreso de Esteban GMmez en Noviernbre de 1525, y pu-
dieran corresponder respectivamente, B las dos que fueron hechas ct
principios de 1626, para la expedicicin de Loaysa (2).

(1) Rnccoltn, Pnrte IV, tom0 2.".--PBg. 112.


(2) Sunqne exista nu dnto de comprobnci6n pnrn clnsiticsr estns Cnrtns de 1525, en In dife-
rencin de cnntrn legnns qne consignn Hernnndode In Torre, en In representaci6n deSierrnLeo-
- nn entre InsCnrtns de Y n i i y de Rivero en 1325, olserraremos qiie en nqnel period0 de for-
mnoi6n de Ins Cnrtns mnritimas, Ins rnrinciones introdncidns en ellns por m s nnmres ri cniisR
de I n obtenci6n de nnevos dntos, ernn tnn frecnentes como lo mnnifiestnn ins dos Cnrtns de Ri-
veroen 1629 (Romn Y Weimnr), que noson sin embargo idhticns.
CARTA SALVIATI 303

IV
LA CARTA DE SALVIATI

S e conserva como hemos dicho en la Biblioteca Laurenciana de


Florencia, y aunque clasificada alli en un tieinpo como italiana,
tal afirmaci6n es rechazada por la Raccolta Colombina, que la califica
de espaiiola diciendo:
etutto per6 fe credere che si tratta d i un anonimo spagnuolo.
Y agrega:
c la forma delle voci 8 msoldamente spagnuola, e le poche frmi che vi si

trbano so120 pure spagnuole 8 (1).


Y asi lo comprneba tarnbih, el hecho de proceder del Cardenal
Salviati, que en el aiio de 1626 que dicho documento pertenece,
y vel6 y asisti6 en Sevilla B la boda de Carlos V, cjrcunstancias
que hacen creer que deba atribuirse B esta un origen tambi6n oficial,
como el que tradicionalmehte se atribuye a la Carta de Castellon.
Dibujada en gran pergamino, coin0 las d e m h Cartas sevillanas 917s
sirnilares y contemporbneas, tiene esta 2"66 de largo, por O"97 de
ancho, es nn Mapa Mundi 6 planisferio completo de la Tierra, seglin
10s conociinientos que en 1625 6 26 se tenian, y se encuentra s e a la
Raccolta en buen estado de conservach.
Se encuentran consignndos en dicha Garta, segicn la niisnia publieacibn,
10s trbpicos y la linea de partieion que nonabra Linea de repnrtiiniento entre
CnstillnTy Portugal D ,colocada ci 29" de Lon,qitcid occidental de la isla de Hie-
rro. Tanto el eeuador como esta linea de pnrticibn que hace deprimer meri-
diano, estan graduados con 10s grados de uno en uno, y nunrerados de cinco en
cinco. L a linea de divisibn, est6 colocada del Este de la isla de la FrinidnJ
y e n lapunta del Cabo Rmo.
Todo el dibujo manifiesta una Carta plana que conqrende el espacio en-
tre 10s 77"de latitud boreal, y 10s 77"de latitud rawtrnl, y en ella comoen la-
Carta de Cmtell6n existe una pequeiia parte del Asia oriental repetida a1
lado izquierdo del que niira la Carta.r

(1) Raccolb Colombina. Pnrte IV, tomo 2.", pAg. 126.


304 CARTA SALYIATI

e De Atnirica esta seiialada toda la costa oriental, desde la tierra del La-

brador hasta la Tierrcc del Fwgo sin interrzcpcion alguna, y de la wsta


occidental tansolo el istmo, ypocaparte de la Atnirz-ca central. Las islas son
las mkmas qrle las de la Carta de Castellon. El Yucatan es tambien una isla,
pero unida a1 Continente con lineas de puntos q7le indiean la ezistencia de un
banco, sin embargo en la B’erra firme hay interrupciun en la costa.2
El contorno del Continente esth trazado de color verde, p las islas
de otros colores, el carhcter de las letras es cursivo y redondo, y la tinta
est$ alterada por el tiempo. El Canal de Magallanes estA representado
hash su desembocadura en el Pacifico.
Aunque clasificada en la Raccolta como pareciendo pertenecer a1
afio de 1626 ? (sic), el hecho de no consignarse en ella la expedition ofi-
cia1 hecha por el Piloto de la Casa Esteban Gomez, nm inclina a creer
que m&s bien pueda ser algo anterior, y pertenecer a1 afio de 162.5 algo
antes del mes de Noviembre en el queTegred Esteban %mea. y ser
por ejemplo copia de una de las dos. que debidas a Xuiio Garcia. y
Diego Rivero. llevaban las naves de Loaysa.
Tal es el inter& de esta Carta, que a juzgar por la analogia mucho
mayor que se observa entre la de Castellon p la de Rivero en 1629, pu-
diera con algfin fundamento atribuirse a Nufio Garcia. Esiste tambien
otra raz6n para pensarlo asi. en el carhter artistic0 de la Carta de Sal-
riati, que lleva en el interior del Nuevo Continente bellos dibujos’ ilu-
minados, que parecen recordar a1 antiguo iluminador de la Catedral
de Sevilla, de C U ~ O Sgustos (1) tenemos t a m b i b una manifestation
e n l a Carta de Nuiio en Turin (1622) ricamente iluminada y orna-
mentada con bellas representaciones de 10s Pueblos y de 10s Principes
asi8ticos. Por esto, no nos extrxiia leer en la Raccolta que dicha Carta
d e Salviati (2):
<Hantolte nininticre per lo pirc alheri. nell’ inferno delle ferre. nella
Americn irierjdionale ntolti nlheri e tceelli strani, e belli ne1 Brasile: nella
sttentrionnle alberi ed ora.. Xellell’Oceanoindiano. i. rina nave che porta lo
stenimn d i Cnstiglin e d i Argonn. ne1 Pae*ficotina nace eollo sfetntna inip-
rPale (La Victoria?) etc. D
T a l es en suina e s b interesmte Caita serillana. de la que sin co-
nocer 10s datos que hemos esauninatdo acerca de 10s dos Cart6grafos de
la Casa en aquel tiempo, dice sin embargo la Raccolta cou admirable
sagac i d ad:
ChRTA DE DTEGO RTVERO 306

ctutto fa credere che si tratti d i un anonimo spagnolo, della scuola alla


.quale
.
appartenne Diego Riveros
Esto es, la escuela sevillana de la Casa de Contratacidn.

V
CARTA DE DIEGO R I V E R 0

'529

E sta Carta de la costa atlantica, algo posterior B la8 anteriores repre-


sentaciones del mismo litoral hechas en la Casa por ellmismo Rivero,
y por Nr&o Garcia, tiene indudable analogia con las cartas de Salviati
y de Castell6n, perteneciendo 6 procediendo las tres, de una misma fabri-
.ca seg6n 10stbrminos usados en la Raccolta Colombina.
e la Carta del Ribero anche queste due (Castellbn y Salviatil, mostrano

evidentemente di essere uscite dalla stessa fabbrica, da cui useirono le Carte


de Weimurs (1).
Debida probablemente una de estas6ltimas en 1627, a1 Casmdgrafo
Alonso de Chaves, lo que manifiesta una vez mBs la continnidad de 10s
trabajos cartogr86cos de la Casa de Contratacion, que se manifiesta
t a m b i h en esa analogia, que entre unas y otras Cartas espaiiolas de ese
tiempose observa, coin0 procediendo todas de un inisino origen y centro.
Advertiremos sin embargo, que en estas Cartas en formacidn Bran muy
frecnentes las variaciones introducidas por sus antores, y de ello tenemos
una prueba en la8 dos Cartas de Diego Rivero que del mismo aiio de
1627 se conservan (2), y que no son sin embargo idknticas.
Es esta Carta de Rivero en 1629, fruto direct0 de 10santeriores tra-
bajos hechos en la Casa de Contrataci6n por Nuiio Garcia, y por el mis-
mo Rivero, y L la que desde 1623 pertenecia este hltimo. P sin embargo,
como la ignorancia en que 10s espaiioles hemos mantenido L 10s extmiios
acerca de este asunto ha sido tan absoluta, en una publicacidn extran-
jera de grande importancia y de indiscutible valor, vemoa hecha la
indicacidn de que esta Carta de Rivero en 1629, pudiera s w debida

(1) Rnccoltn Colombinn. Pnrte IV, totno ? . O p i r , a i n s 130. Sos referitnos sqiii ti 1n Cnrtn exis-
tente en el Colegio de Propngnnds Fide de Rorun.
(2) Est8 de Romn y la de Is Bibliotecn dol Diiqiie de TVeirnnr.
77
306 CARTA DE RIVER0

(composta) a 10s trabajos de Jeronimo Verrazano, hermano del corsario


J u a n de este apellido.
Debemos observar que 10s Verrazanos no tenian tiempo, ni posibili-
dad material de levantar la Carta del Nuevo Mundo, la cual es probable
que tomaran de la carnara de alguno de 10s buques serillanos por ellos
apresados, pues que ya en 1621, consta que rob6 Verrazano la nave del
rnaestre sevillano Alonso de la Algaba, procedente de la isla de Cuba con
uno de 10s primeros cargamentos de a z ~ c a que r en ella se produjeron (1).
S610 puede concederse ct 10s Verrazanos la prioridad para la representa-
cibn de la bahia en que fu8 fundada Nueva-Yorck, p cuya exploracibn
fit6 hecha por dicho corsario en 1624, b sea un aiio antes de que en
1626, explorase el mismo litoral el Piloto de la Casa Esteban Gbmez.
Como este cargo de corsario era tan expuesto, J u a n Verrazano fue
capturado poco despues en 1627, traido Castilla, y ahorcadoven un
pueblo de la provincia de Salamanca (2), Este aiio de 1627 fuit por
lo visto fatal para 10s corsarios, porque seg6n documentos existentes en
el Archivo de Indias, fue tainbien capturado otro corsario llamado
Tomas Grut, que declarb procedia de Rouen.
Cons6rvase esta Carta de Rivero en el Colegio de Propaganda fide
de Roma, y es como las otras Cartas contemporaneas suyas de la Casa,
un planisferio en gran pergarnino de dos metros de largo, por O."S9 d e
ancho, muy bien dibujado, y del cual reproducimos en pequeiia escala
la parte relativa al Nuevo Nundo, c u p costa atlantica y Canal de Ma-
. gallanes representa, coiuo las Cartas de Castellon y de Salviati. Do ella
leemos en la Raccolta (3).
tiVo se notan ineorrecciones considerables en lnpnrte oriental (ntldntica),
solo ezisten dos defectos graves en el trnzado, el Yucatan es isla, y el acostiim-
brndo apaytaniiento ci Levnnte en lonyitzid.s
< L aposieion del r i o de la Plata, ngrega la Rnceolta, no esta bien deter-
nainadn, pikes nose situ6 bien hasta 10s tiempos de Caboto,
E n cnya epoca conviene recordar que esturieron tambikn alli
Alonso de Santa Cruz, y navegaron tambien en aquella costa, la expe-
dicibn de Loaysa, y la de Diego Garcia.
e El estreclio de Ma~gallanes, segcn In referida publication, se enciientrn
casi todoen sitio mzcyproxinao en lo qile toea a la latitrul, y no tanto en ciianto-
6 la longitud, que casi siempre est6 ci Levantes

(1) Como referirsmos m i s ndelnnte.


(2) Cronnii Ainericn, toino 3.O, phginn 142.
(3) Pnrte IV, toino 2.O pAginn 127.
QARTA DE RIVER0 307

De esta Carts de Itivero (1629)jnnfamente con 18s de SaIviati J


(;*itstell611 (1626)de que antesnos hemos ocupado, Ieemos en Ia Raccolta
Colombina, que representa gran progreso respecto d e 10s anteriores tra-
bajos cwtogr8ficos y en verdad que grande itnpulso habian representado
las exploraciones realizadas en 10s ultimos viajes de Magallanes y de
Solis organizados en Sevilla.

Dei Mapa-mundi de Castellon (1525).-Parte relativa al Nuevo Mundo.


De ellas representamos aqui la Carta de Castell6n por ser entre las
tres la de m L antigua fecha (1626),aunque como,hemos dicho ya,
acaso sea de algunos ineses antes el original del que se tom6 la Carta de
Salviati, que no consigna aun la expedici6n de Esteban G6mez, de la
q u e regred en Noviembre de 1626.
TERMINACION DE LAS CARTAS
(HASTA EL CAB0 MENDOCINO)

I
HERNANDO COL6N.-LA CARTA DE ALONSO CHAVES (1627)
LA CARTA DE WEIN-4R

1526-1528

A unque no sea con el detalle que la representacion de la costa


atlhtica, fruto directo de las expediciones B descubrir organiza-
das en la Casa 6 por sus Navegantes, quisieramos expoaer aqui, a1
menos en sus lineas generales, de que manera se procedi6 para hacer
en las Cartas de la Cam la primera representacion de la costa del Pa-
cific~,desde el Canal de Magallanes hasta el Cab0 Mendocino, en el
hemisferio boreal.
Apenas terminadas las Cartas de la costa atlhntica del Nuevo
Mundo, en Octubre de 1526 se dictaron niievas disposiciones para llevar
adelante y proseguir, seg6n las nuevas exp!oraciones lo per mitieran,
10s sobsiguientes trabajos cartogrsficos de la Casa de Contratacion.
De dirigirlos fue eucargado el sabio hijo de Cristobal C0162, que habia
presidido recientemente las Juntas de astrologos (astr6nomos) y COB-
mografos de Yepes y Badajoz, llamadas L llegar L un acuerdo entre
Espafla y Portugal, acerca de la debatida cuesti6n de las Molucrts.
La Cedula dirigida entonces L Don Hernando Colon, y registrada
en 10s Libros de la Casa, dice asi:
HERNANDO C O L ~ N 309

"Sieitbo 8116-informabo(1) b e la ljabtlibab be tru0,


.E)ernnitbo Qolon, t j be lo que en eete arte babsfe eetitMubo,
q el be0eo qite teneis be nte ~ e m i r ,por la preeertte -00
maitbantos qite litego bagate itita tnformacion, aei por e0-
cripto, conto pot- palabra q pintura, g be la manera wte
woe paretiere qite coitviette, b e tubas la0 pereonas qtte 00-
pan be la biclpt ufrfc, i j tengan orpetriencia be la naoegacion,
ti la0 cuale0 manbuntus 0e jitnten con tro0, etc."
Muerto recientemente Garcia Torreiio, quedaba aiin en l a Casa,
Diego Rivero que era alli Cosm6grafo y Maestro de hacer Cartas de
marear, sogun 10s terminos de su nombramiento, y por la dicha Cedula
aunque aparece Eernando Cobn como encargado de la direccidn de
estos trabajos, por lo que toca & su ejecucion, se le ordenaba llamase
c e r a de si B Diego Rivero:
"beclp Io mteobiclp, bice la Qdbtzla, d babiba tnfo.tt-
rnacion d beclarncion (be b e coneitltaboe), tumareik con on0
u giegogioera nueetro p i l d o q tnae0tro be bacm Qurta0
be nauegar, efc."
Aunque & seguida se le autorizaba, para vale'rse de cualquiera
otra persona & quien el creyese entendida, " d r a ntalgttmpW-
0 m a apta."
Con su auxilio debia hacer el hijo de Cob, segiin en la CBdula !e
le ordenaba:
"una Qarta be navegat-, un mapa-munbi,g itna 0 p b ~ t - a
en la cital0e situen tobae la0 80la0, tj aierra girnte, q nue-
tra0 80la0 que ga e ~ t u o i e r a nbeoecuhiefrfae, 5 quo 0e bescit-
brieren be aquf ahelante, ek."
A fines de este aiio de 1627 contest6 Don Fernando acerca de este
asunto, como se deduce de la respuesta que dan B la suya 10s del Con-
se,jo diciendole (2):
$'vi111te0tra letra be ueinte be piciembre (1527)en qtte tne
baceie m b e r lo qtte 17atteij0 paeabo (acorbabo, trutabn) con
31on0o be Qljaaes nitsetro piloto, g cultto e 0 pereona be
quien nos pobemoe seruir en la0 coeus b e natrogacion, q tabu

(1) Archivo de 1n Cnsn en el de Indins 139--1-?.-Dada en Granadn ir 6 de Octnbre de


1626.
(?) Archivo de la Cwn en el de Indins 139-1-7.-En Nadrid A 4 de Abril de 15% E n 10s
tiempos de Carlos V, por sn manera de ser, sns viajes fners de Castilia, y 10s varios Pnines
gobernndos, no entendi6 el Monaron t m directninente en la Gobernaci6n, como en 10s tiempos
nnteriores.
78
310 HERNANDO C O L ~ N

lo bemas qite beti~s,be la0 &artas d tnetrnmetttus quo 00


tnuetrh etc.
Este convenio hecho por Hernando Colon con Alonso de Chaves
para la prosecucih de 10s trabaios cartogrhficos que le estaban enco-
mendados y para cuya ejecucion se lehabia autorizado B "tUmatr cunef-
gu una m u l r n f ~persuna r t ~ % fuB , aprobado por 10s del Consejo.
que en la CBdula que examinamos le dicen tarnbibn, haber ordenado fue-
se tornado Chaves por "pfbtu y cUsm6g.ttnfo"y agregan B Hernando
Col6n:
"le enufu 6.manbatr (ti QLfauoe), u o s bd la0 btchae Qartae
i fnottrumentue-para rflta nte lor ennfetf8, tf ~ u ~ o lsqs l u a*€, g
burle eq0 e10 bfcbu a.eientu, oncargtinbule be la0 cusa0 bo
nueettru eBru€Cfu."
Y de conformidad con lo dicho B Hernando Col6n en 10s Libros de
la Caw se encuentra registrada otra CBdula del mismo dia, en la que B
propuesta suya es nombrado Alonso de Chaves (1):
"@€lotu,B Qusmhgr~u, d 39tae0tru bo bacor Qadus, 6 as-
ttrolahtus, B otrne cusus pard la nanegactun,~9
Y en CBdula'del mismo dia y registrada con la anterior (2), se dice
8, Chaves:
"@unAernanbu Qulun, me ha t n p m a b o b~ mtostra eitft-
&nc€a, d babtltbab rflte tenefe en la0 cusue be nauegaciun &.'I
Y se le comunica su nombrarniento para Piloto y Cosmografo, con
su asignacion correspondiente, v le dicen que A segnida envie por Her-
nando Col6n las Cartas e instrumentos de navegacion que tenia hechos:
'jq purrflte el bfcbu gun giernanbu mc eecribc, quo vu0 le
mo0ttraetcfs cttrtae Qaztae d inetrnmentue be la nattegactun,
luegu %e la% Weq0 para que me 100 enufe,~~
Esta Carta de Alonso de Chaves en 1627, no debia diferir en cuan-
to a1 litoral representado, de las otras Cartas de la Casa, sus contem-
porheas, y s e g h lo ordenado B Hernando Colon en la CBdula ya ci-
~ tada del aiio anterior, estaba destinada para representar en ella:
"tuba%la0 301~0, q &terragtrme, q niteltu~ 30la0, beecn-
bfertae, 6 qite BP heecttltrtoren be aqnt nbclante &.,,

(1) Sephn el Sr. Picntoste en si1 obrn yn citndn, phpinn il, ern Chnves nncido en Sevilln,
donde se snbe unci6 si1 hijo Jerhimo.-En 10s libros de In Cnsn, vemos uu Junn de Chnves con-
temporkueo, y nombrndo en 16F2 pnrn mnndnr In Torre de,Snntn Croz en 1n costn nfricnnn.
Este licencindo Chnves ern hi,jo del Doctor Znpntn, conse,ieroen el tieinpo de 10s Reyes Cntdli-
co9. Ln fntnl innuin del cnmbio de tapellidos ditioultn tRmbi6n estnsinvestignciones.
(2) Archivo de In Cnsn en el de Indim 139-l-i.-Dndns en Ifadrid ti 1 Abril de 1628.
HERNANDO 'COL6W 311

Y para ser el punto departida, que condujera B la terminaci6n de-


seada de la Cnrta geogrBfica universal 6 Mapa-Mundi, ehcargado & Col6n.
A estos propbitos y B este aiio de 1627 en el que fu6 hecha la Carta
d e Chaves enviada por Don Hernando A la Corte eo 1628, corresponde
la Carta espaiiola que se conserva en la Biblioteca ducal de Weimar
con una inscripcidn que dice:
"aarta 1tntoerealen qoe (sic) Be cmttene tubu lu que b e l
munbu se ha beecuttie.t-tu 7ueta aura. gjji~U1Uun cusmbgzrq-4v
b e 00 Wageetnb annu migQEexgVlJg$ooilla."
Y queremos hacer notar, que el silencio que acerca del autor se guar-
d a en la leyenda, tiene B nuestro jnicio una explicacion que ponen de ma-
nifiesto 10s documentos, porque siendo Alonso Chaves Cosmdgrafo en
el afio de 1628 en que se envi6 la Carta (I), no lo era sin embargo en el d e
1627 B que pertenecela leyenda, y en cuya falsedad oficial no quiso acaso
incurrir.
Es este, un Mapa Mundi 6 Carta plana que comprende las cuatro
partes del Mundo. hecha en pergamino, anBloga B las otraa grandas
Cartas sevillanas de su tiempo, y tiene 2'160 m. de largo por 0' 864 d e
ancho. Habiendo partido Chaves para si1 trabajo de las anteriores Cartas
de Nuiio Garcia y de Diego Rivero, no ha de extraiiar su s e m e j m con
ellas, y que por esto leamos en la Raccolta, que tanto la Carta de Rivero
con10 las de Salviati y Castellbn, manifiesten claramente su procedencia
de la misma fBbrica en que se hizo la C a i b de Weimar. Esta sin em-
bargo, segun la citada publicacion (2), manifiesta mBs especial analogia
con la Carta de Salviati que se conserva en Florencia.
Tal fu6, seg6n parece, la Carta de que partid Alonso de Chaves
para la prosecution de 10s trabajos cartogrhficos de la Casa, poi- delega-
ci6n de Don Hernmdo pero bajo su direccih, 6 con su intervencih, y con
objeto de allegar 10s datos necesarios fu6 dirigida una instruccih 6 circu-
lar A todos 10s maestres y pilotos que iban a Indias, B fin de que comuni-
casen B Don Hernando Colbn, las observaciones y datos que tomaran e n
sus navegaciones, tal como estaba ordenado antes, que lo hicieran a1 Pi-
loto Mayor. Este documento, registrado en 10s Libros de la Casa, y del
que por su extension consignaremos solo lo m&s importante, dice (3):
" ~ a e s t r e ed pflhm qrte nooogaie para la0 Qeln0 f &bo-
zrra zit-rne bel mar @cceaitusalt&, qnepur la rnitcbn oazriebab

(1) Fob nombrndo como hemos dicho, Cosmbgrnfo por CBdoln de 4 de Abril de 15%.
(2) Rnccoltn Colombinn, pnrte IV, tom0 2.O, pAginn 1YO.
(9) hrchivo de In Cnsn en el de Indins 139-1-7. Dndn en Vnllndolid 4 i6 de Narzo de 1627.
312 LA TERMlNACI6N DE LA9 CARTAS

que baq en la0 cartae be marear, g& por mt &dbula manbi rt


Bmt @ernanbo* &don, que babtba be noeatra0 informactott,
entenbte0e en el tirmtno (termtnacion), h reformacton be-
llaa &,,,
Y se siguen expresando 10s medios que se daban B Hernando Col6n.
para allegar mBs prontainente el mayor numero de datos posibles para
obtener la deseada terminaci6n de las Cartas de aquel Mundo Nuevo,
que revelara su Padre:
jimanbamore,Mce el bocumento, qite tobu0 100 ptlatoe rt
m g o carga fiteee el regttnfento be citalqittm uauio, que en to-
bae & citalesquter parte0 be la0 3Jnbtae nuupgaren, ~ e a obli- n
gab00 rt eecribtr el otafe q i t e bfcterenbta y m btu, besbe el puor-
to 6.litgar qite 0ea, baeta 0er b e nitelta en la ciitbab be gieotlla
5 be giant0 @omtngoen la g01a Qeyafiola,en la cital smiptura
tfa be oonir p u e 0 + ~g notab0 el camfno q u e caba bfa b€c€eren,g
a wtd rumboe, g q u d tterrae, telae, 6. b a ~ o 0toparon, , q qui
tanto~orrferonporello0, g como cottttta la euetu, g on qud
bt0tancfa& altutta eetaban Bfc."
Y cuyos datos debian ser entregados 6 remitidos B Hernando Col6n
6 c c i qziien szcpoder hubiere, previendo asi las ausencias y oiajes del sabio
hijo del Almirante. Con estos elementos, debia SLI delegado Alonso de
Chaves, proceder& la prosecuci6n de 10s trabajos cartogrBficos de la Ca-
ea, para llegar al, deseado tBrmino de l m Cartas, que B D. Hernando
habia sido encomendado.

I1
HERNANDO COLON.-ALONSO DE CHAVF3.-CARTA DE JERONINO DE CHAVE5
CARTA DE PEDRO NEDINA

E a evidente, y de '10s documentos se desprende, que aun designado


Alonso de Chaves B propuesta de D. Hernando, para la plaza de
Cosm6grafo y Maestro de hacer Cartas de navegar, no termin6 por eso
la misi6n encomendada a1 hijo de Col6n para que, coin0 en la CBdula ya
citada se le decia (1):

(1) CBdtlla citada de Marzo de 162i


LA TERMINACI6N DE LAS CARTAS 313

"entenbioee en el tkrmfno, q rEformactun be la0 datrtae."


Asi lo rnanifiesta tambitin la CBdula en que, pocos meses desputis
del nonibramiento de Alonso de Cliaves, se dice l Diego Rivero (1):
"@ungeritanbu dulun nu0 kJaeecrftu que 0130con el beseo
que teneije be eerair ri Q. @t.,querrfabee cmtinuar Iu be la0
buntbae qite en In Quritfia coinentaetee ti kJacer,etc."
Lo que hace weer que, con la conformidad de Rivero ti quien el
asiento hecho en lo de las boinbas concedia grandes ventajas, podia de-
d i a r s e mA.s exclusivamente & 10s demls trabajos de la Crrsa A lonso de
Chaves, y asi lo inanifiesta tambitin otra CBdula del inismo dia, dirigida
& dicho cosmografo, y en la que se le dice (2):
"3luneu b e Ql~anee pflutu be g.@I: $on gjernanbu dalm
*a escritu cuma DUB, cum el beem qite teneije- b e eerofr d- $+ @I.
.
q para el b i e i t fieitera1be la naoegaciun rt In0 3rtbtn0, qitercije
tomar trattajo be leer raba bia en 0it puenba (en caea), itna li-
cion pitblica a 100 pfl&ue e gente be iitar qite qitieieren uqr el
it00 bel aetrulahfu, q gtahrante, q carta be nancgar, cun el
trataba b e la eefera, be que 00 rertificamue qitc Q. Bt. 00 tfene
pur eeroibu, ij be 0%p a r t e oue ngrabecentue q sncargantue Iu
cmtiniteijs etc,"
Venia l ser esta inision que se encargaba B Chaves, otra do las que
correspondian a1 Piloto Mayor Caboto, que inutihado cada vez mas
para e,iercer l s u regreso dicho cargo (3), no podria desempefiarle, y cuya
efectividad, l propuesta de Hernando Colbn ejerceria en realidad desde
entonces Alonso de Chaves (4),a1 menos durante largos periodos de
~

tiemp0.
Mucho m&s tarde, en 1662, fuB Alonso de Chaves nombrado Piloto
Mayor en propiedad, ejerci6 dicho cargo hasta el ail0 de 1686 en el que
futijubilado, contando in&sde norenta aiios, y correspondib por tanto a1
tiempo de Alonso .Chaves, l quien como hemos visto se le habia enco-
mendado hacer Ins primeras Cartas terminales del Nuevo Mundo con su
costa occidental, a1 menos hasta la latitud del Cabo Mendocino. Parece
tambitin, que debe considerarse como asociado B estos trabaios de Alonso

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indins 18-1-7. Dndn en Xndrid A 21 de .cgostode 1523.


(57) En el mismo legnjo y libro que l a nnterior.
(3) Cnboto qne no itnit6 A LIagnllnnes en lo boeno, 5- no pns6con su nrrnndnmhs nlln del Rio
de l a Plntn, le coni6 en cnrnbio en lo mnlo, y desernbarc6 A Mnrtin XIAndez y A otros en unn costa
desiertn de In qiie, mnrnvillosninente mcnpnron con vidn.
(4) Annque hub0 pnrn Cnboto niiichn indalgencin de pxrta del Estgdo, 10s desterrndos por
61, le persignieron con grnres procesos, y Adiiras p e n s SIIS eficnces proteccorm cercn de Carlos V
logrnron llevnrle A I n Corte, que se le di6 por ciircel. Archivo de In Cnsn 1&-3--ll.-Cnrta a1
Emperador en Jhyo 1533.
79
314 LA TERMINACI~NDE LAS CARTAS

de Chaves, su sabio hijo Jer6nimo designado en 1552 para desempefiar


la cstedra de Cosmografia entonces cieada, y del que existe una Carta
de dicha 6poca.
Poco pudo adelantar la prosecuci6n de las Cartas en '10s primeros
aiios que se siguieron, por el mal Bxito de las primeras exploraciones
intentadas en el mar Pacifico, en las que pereci6 Andr6s Niiio que parti6
de Panam6. Fracasada tambien la expedici6n de Caboto, y detenida en
el Rio de la Plata la armada de Diego Garcia que debia ir .en su segui-
miento, qued6 9610 la armada de Loaysa que al menos atraves6 toda ella
el canal de Magallanes, y cuya nave Capitana lleg6, coho hemos dicho, 6
las Moluoas. Sin embargo, fu6 resultado de la expedici6n de Loaysa la
naregaci6n hecha por el patache Santiago, que ante la costa del Nuevo
Continente, naveg6 desde el Canal de Magallanes hasta el puerto de Te-
guantepec, en lacosta mejicana, navegacibnque dio sin duda una prime-
ra noticia, acerca de la costa occidental del Nuevo Continente.
* Lo dicho explicaria, que durante 10s primeros aiios que siguieron a1
de 1528, en el que enrio Hernando Col6n 6 10s del Consejo la Carta d e
Alonso de Chaves, pudiera adelantar poco la representaci6n del Conti-
nente Colombino en las Cartas de la Casa.
Por lo que toca 6 la participacibn de Don Hernando en estos tra-
bajos que en Alonso de Chaves delegara, es indudable que de tin modo
oficial seguia encargado de dirigir la formacion de estas Cartas termi-
nales, y acerca de esto consignaremos la CBdula que algunos aiios des-
pugs en el de 1535 fu6 enviada 6 Don Hernando 6 fin de llevar A cab0
la tePminaci6n de la Carta, 6 sea, seg6n 10stBrminos de la CBdula, para
"fa~erB acabar lo mt~obiclp."
La CBdola dice asi (1):
"glen Bernanbn Qolon: $ion sabeqe como el Gntpera-
bor nti @5ior (2) pot- Qkbitla feeha en @ranaba ri 0eis be
@ctnltrc b e 152G aAo0, oe encat-gb tomaeeie Fen o m ri Fiego
@wro (3) nueetro giloto (4), et a otrae per~oita0,k t ~ ilifeid- t ~

0ebee itna aatrta b e namegar en la qite 0 9 sititen tobu0 Ius


@31ae, i sierra girme que eetuoieren beecuttierhe, b qito 0e
beecitltrieran be aqiti ahelante, IJ pnrqite creentm babreqe en-
tenbibo en-ello con el citibabo ifbiligoncia qite cottitienen,
g b no%encnrgo 11 inanbo, qite si ciianbo oeta recibaqe lpxbit-

(1) Arohivo de In Cnsn en el de Indins 148-2-2. Dndn en Nndrid 4 20 de >Inyo de 1635.


(2) Ln CQduln estii dadn t i nombre de 1n Emperntris, Doan Isnbel de Portngnl.
(3) Por C M o l n que heio. citndo yn, Diego Rivero hnbin mnerto en 1633.
(4) En di-ba CQduln no se hncin nun meuci6o de Alonso de Chnves.
LA TERMlNACI6N DE LAS CARTAS 315
-
Febe0 c O m k 3 t f U b U d: 1JUWt- 10 qlte p O r la btCbU adbulU 0 B 000
manhi d: ettoi~r, 10 ~ J L X ~ CON
~ P ~toba
S bretrobab, q 0i a i Enten-
ZIaije Iitego en qite s e rfectite, q beetfa In btcba @urfu, ennta-
rete itna a1 gtuestra aoneeio be 3ptbtU0, q otra entregarois
& niteetroe Qfrcfalee be In aaen. @ i eeta nueetra @hbula,
por
manbuinue a niroetroe Q3ftcfalesqite opremten rt fob00 nitoe-
tros ptlotue, h caemigrafoe qite kyitbfPt-e en eeu Qiitbab, para
que ee f i t n t e n c m 000, a fufer P a c a b a r lo sueohickyo, etc."
Y en cuya CBdula, segiin inanifiestan a Don Hernando 10s del
Consejo:
"treemoe babtteqe erttettbtbo ett ello," lo que demuestra
que seguia por entonces oficialmente encargado de la direccion de 10s
trabajos cartograficos, aunque delegada 6 encomendada por 81, s u eje-
cuci6n a1 pa citado Alonso de Chaves.
Correspcndiendo estas drdenes hizo Chaves en el aiio siguiente
de 1536. la que Oviedo llama su Carta moderna de la que refiere te-
ner una en su poder (l),y agrega:
La carta nroderna fecha p m el Cosmbgrafo Alonso de Chaves el a%
de 1536, despu6s qwe por el Enbpperador nuestro SeGor fueronmandados ver, y
corregir, y exanainar 10s Padrones y Cartas de navegar, por personas dotas
y e.qne?.inieiitadas,que para ello fueron elegidasn (2).
Por este tiempo comenzaban las navegaciones en el inar Pacifico, a
partir de Panama en direcci6n Norte y Sur, y sa en el aiio de 1535
quedaba fundada la Capital del Per6 Espaiiol, siendo probable que en
esta Carta de Alonso de Chaves en 1636, que no sabemos se h a p con-
servado, ostuviese ya representada una parte algo considerable de la
costa occidental del Nuevo Continente. Estuvo Hernando Col6n iuuy
dedicado sus 6ltimos aiios a la formaci6n de s u magnifica Biblioteca,
para lo que le a u d i o tambien el Estado, y murid en 1539 sin que se-
pamos en qui! estado quedaron entonces dichos trabajos, pero no oabe
ducla que fueron nltimados por Alonso de Chaves, designado por 81 para
este objeto, y del c a d sabemos que desempeiio el cargo de Piloto Mayor
hasta 15S6. Pero por desgracia, no conoceinos su primera Carta termi-
nal de la costa del Pacifico. Mencionareiuos en caiubio una interesante
Carta relacionada con estos trabajos de Alonso de Chaves, y es la debi-
da a su hijo Jerdnimo, de la que poseian un ejemplar 10s Marqueses de
Valle Umbroso (3), y de la que existe tambii!n copia en el Depdsito hi-

(1) Oviedo, torno 2.OpAginn 116


(2) Id. id. piginn 149.
(3) Nnpn de Ins Indins occidentnles.-Obrn citndn del Seaor Picntoste, piginn 75.
316 LA TERMINACI6N DE LAS CARTAS

drografico de Madrid, aunque no sabemos que h a p sido publicada,


Para turminar este asunto, consignaremos aqui otra Carta termi-
nal de las costas del Nuevo Xundo, contemporanea casi de esta
Bpoca, debida a1 Cosmografo honorario de la Casa de C o n t r a t a c i h
Pedro de Medina, que la incluye en sii obra titulada .De las G w -
dexas y Cosas memorables de Espaiia.-Sevilla.-1548.~

Mapa de Pedro de Medina.-Sevilla, 1548.

Mas exactos en su con,junto que el de Medina, deben quiel conside-


rarse 10s perfiles del Nuevo Continente que en siis obras cosmograficas
incluyen 10s dos catedrdticos de l a Casa Jer6nimo de Chaves (Sevilla
1664), y Rodrigo Zainorano (Sevilla 15S6), 10s que no reproducimos por
su peqiieiia escala y faltnabsoluta de detalles, debidas a nuestro entender
Alas indicaciones y exigencias de sus superiores. Asi se explica en efecto,
la imperfecta y vaga representacibn liechn por ambos del Canal de
Magallanes, verdadero camino estrntkgico que se trat6 de fortificar, y
y que condujo por fin a1corsario Drake para saquear las indefensas costas-
de la naciente America espaiiola.
Y sin embargo, en la Casa de Sevilla tenian Chaves como Zamora-
HERNANDO COLbN 317

no, excelentes representaciones del Canal hechas por Nuiio Garcia, y por
Diego Rivero. Ademh, en la informacibn de servicios de Zamora-
no que se conserva en el Archivo de h d i a s (l),figuran de un modo
expreso sus traba-jos para la organizacibn de la armada, que en 1681 fu6
enviada a1 Canal, a1 mando de Pedro Sarmiento que en el aiio anterior
habia pasado el Magallanes, viniendo del Peru en persecncibn de Drake,
y consta, que tra,jeron entonces Sarmiento, y su piloto Anton Pablos,
nuevos y valiosos antecedentes para establecer la cartografia del Canal
deMagallaries (2).
E n cambio, Zamorano como Chaves representaban en el siglo
X V I a California como una peninsula, en tanto que en pleno siglo
XVIII son varios 10s gebgrafos no espafioles, de 10s que cita cuatro Don
Pedro.Murillo y Velarde (3), alguno de 10s cuales esta A nnestra Vista,
que representan con detalles las costas de California, pero afectando
la forma de una robusta isla.

111
HERNANDO C O L ~ N

S us servicios en la Casa exigen que consignemos aqai algunas noti-


cias acerca de este sabio hijo de Colbn, amante de la ciencia geogra-
fica a la que dedicb 10s trabajos de una gran parte de su rida. Turo el A1-
mirante este hijo, de Doiia Beatiiz Enriquez doncella ilustre de Cbrdoba,
segim 10s bibgrafos, y si tocb a1 hijo mayor y legitim0 Don Diego heredar
10s grandes titulos y honores, y 10s mayorazgos fundados por Crist6bal
Colbn, heredb su hermano Don Hernando de su padre, el amor a la
ciencia geografica y la aficibn A 10s estudios, a 10s que, como decimos,
parece dedicado toda su vida. Como D. Diego fu6 protegido D. Hernando
por losReyes Catblicos, y desde 10snueve aiios de edad fu6 nombrado paje
de la Reina Isabel con una modestapensibn 9.400 maravedis, racibn, y
____- -
(1) Archivo de Indins 2-6-1/1~
(2) Lleg6 B Sevilln Pedro Snrmmeoto de si1 nnvegnci6n por el Mngnllnnes en lm, y trnjo
.In mejor dkcripci6n qne hub0 hnstn entonm del Cnnnl de Mngnllnnes.n-Vinjes nl Mngnlln-
nes, -Publicado por el Estndo.Yndrid 1788, pkginn 252.
(5) En sii Geogrnfin Unisersnl.-Mndrid 1762.
80
quitacibn, para ayudar sin duda k la madre en la educaci6n de su hijo.
Pas6 bien pronto a1 Xuevo Mundo D. Hernando, pues habieudo em-
prondido el Almirante su cuarto y 6ltimo viaje en 1602, bien enfermo
ya de cruel dolencia, acoinpafi6le esta vez adeinhs de su aniinoso her-
mano BartolomQ,su hijo Don Hernando que s610 contaba trece aiios. y
a1 que se concedieron entonces treinta mil maravedises.
Fue penoslsimo este viaje para Cristobal Colon, y corrieron todos
con 61 grandes peligros por lo cud, el mismo Almirante. delicado expo-
sitor de \os afectos del a h a , esciibe de ello it 10sReyes, y les dice:
"@I h O l O r bel fife qlt0 176 tenia dli, me artLlnCabrt 01 h i m a ,
g mas, par oerlo be tan tterna chub be trcce aitas rn tanta fa-
t i g a , g hitrar rn rlla tanto. nitestro gieitur le Si6 tal e0fitrq0,
qite dl aoioaba C+ lo0 0tr00, g en la0 obras Ijacia d l caina si
Iptbiera nnitrgaho oclptta aito0, g dl ntc conaolabaii (1)
Fu6 Hernando Col6n en otras ocasiones a1 Nnevo Mnndo con su
hermano Don Diego, y acompaii6 B Flandes y Alemania it Carlos V que
le distingui6 siempre. Sus conociinientos y su prestigio explican que
fuese designado este sabio ge6grafo para presidir las Juntas que coin-
puestas de varios tecnicos nombrados por Espaiia y Portugal, deberia
resolver la enojosa 6 interminable cuesti6n de la pertenencia del Maluco,
causa constante de disidencia entre ambos Pueblos peninsularesl La
circunstancia de haber designado el Papa Alejandro VI, una linea me-
ridiana para lfmite entre las deinarcaciones de Castilla y Portugal, daba
a1 asunto que se debatia un carhcter cientifico, ligado con la resolucidn
de un probleina que tardaria' bastantes aiios en ser satisfactoriamente
resuelto, el de la determinacibn de la longitud de un punto respecto de
otro.
Fu6 noinbrado parabestas Juntas y ocup6 su presidencia Don Her-
nando, por una Cedula de Marzo de 1624 (2) que coinienzn:
"Gl @q:=Qon gjrritanha Qoluit, d f;imatt ~ l c a @ m ,6 Soc-
tor SditlJU(s),~ V 3 t C 6 l O g O s :(4),1J PPl-0 Lbti! 5WlP$t~te(.?), 21

(1) En si1 cnrtr do 7 de Julio de 1503. Sin emhnrgo, Col6n n d e d s de In diferencin quocon
la crenci6n de 10s mnyornzgos estnbleci6 entre Ics dos hermnnos, no coostn tnmpoco que se cnsn-
ra con In nindre do Don Hernnndo.
('2) Colec. de doc. de Snr.-Tomo IV, pBginn :>PR.-Dndn eii Bnrgos 5 22 de l\[nrzo.
(3) Snncho de Sdnyn, Cntedrhtico de Aat,ronoiuin en In Unirorsidad de Snlnmnncn.-Pnbli-
c6 SII Repertorio de 10s tiempos, cn el qne doscribe entre otros instrumentos el h2icnlo de J n -
cob.-Iinpreso.-Znrngozn lSRG.-Grsnndn ElB.-Znrngozn 16 16.
(4) Esto es, nstr6nomos.
( 6 ) BuiplBs, nl qiie dooosnmonte retrntn Goinnrn diciendo que crn .de noble snngre y cou-
dioidn, cnrioso, llano, devoto, nmigo do nodirr ii lo vicjo, con bnrbn J cnbellos Inrgos, gentil ma-
tamitico y cosiu6grnfo, y ~nuyplhtico on Ins cosns de Espniln J de si1 tiemp0.n
HERNANDO C O I h X 319

‘fraqComae b e sitratt (I), ij cupitnit @tan giebaetian (Elcano),


aetrhlonas 6 pilot~w,bipittaboe jitntainente con Ioebipittaboe
b e l giereitiaimo d miitj excclente $eq be portitnal, nitoetro
mitq car0 6 ntuq amabo prim0 s.”
Conscirvase y ha sido publicado, el parecer 6 informe dado por
Hemando Col6n, acerca de la pertenencia del Maluco en estas Juntas
de Badajoz, el cual no reproduciremos integro porque dada su Bpoca
no tiene valor alguno cientifico, y s610 consignareinos su juicio aoerca
del valor 6 eqnivalencia del grado ter~estreen legiias castellanas 6
marineras de a cuatro millas por legua, y acerca de lo cual (2):
”Qon @ernanboQolun bice: qite la cectibitmbre b e eabet-
citantns legitas castellanas 6 ntarinerae be ri citatro inillae
p o r l e g i i a , corresponbcn a itn grabo, tiem eu fitnbntnento en
el crperieitcia, q cumo elexecittar el tal experimento eea biftcil,
lja babo caitea ti qite par niitgitito be lo0 q i t e oioen OE ljaija ne-
rfficabo,q aeici nirtgitno e0 con eotbencia inanifteeto, ni puebe
be ello llablar nfftrntatioe (afirinativaineitte), mluo y o r auto-
ribab dr acotacian b e uittot, q conto en eete caeo lo0 nittoroe
biscuerben, queba ri elcccion bel coenthgrafo, nllegaree 01 qite
ntue le paretiere qite ee confortna cmt la oerbab”
Despuks de expresar tan clarainente Don Hernando el estado en
que esta cuesti6n se oncontraba en el terreno experimental pasa A
esaminar la opini6n de 10s principles autores conocidos y 10s enumera,
y dasldo en su informe pruebas de su vasta ilustracion y del estudio
hecho de la materia, que recham:
3imanifieetaIn opinton bel tfempo b e arietftolee qite
baba actpcientos eetabioe 6 cnba grab0 be qite nienen k
canteitmec el limbitrt (circitlo murimo) be la eefera, o n
12.500 le~itae,iti rocibe la opinion b e Getratto, qitc aei
mteino EQ la be Geoboeio, g 3inbroeio, ir @lacrottio, q
@1trietcnee, qite ban 700 eetabioe, be qite re01tltan a1 cim-
bito 7.878 legitae; pero qite eigne ij ttene p o r bltena la b e
Feltit ij 31- meon ij alfragana (Alfergan) eit la hi-fereitcirt
octaoa, a1 cital sigiteit ’ atgitnoe mo~lernoebe aittoribab
C O ~ Oe8 gebro b e aliaco (Pedro de Ailly) one1 c a p i t u l o z

(1) Dominico, cntedrntico de mntnmiticns de l a Universidnd de Vnlencin. Habin publicndo


en 1503 on trntndo de Aritm(ltica, Geoiuetrin y Perspectivn, siguiendo respectiramenre ti Brn-
vardino, el P i s m o Cnrturiense y Juan de Asin como consignn e l nutor, Seaor Picntoste en sus
Appuntes para nun Bibliotecn cientificnespniiols del siglo XVI.
(2) Coleccibn de docomentos de Nsvnrrete, toino IV, pigina 336. Fechndo en Bndnjon ti 13
Abril 1642.
320 HERNANDO C O L ~ N

b e "ZIJntaninemitnbi"tf el aittor be la eefera on la bioi.eion be


lo0 clintne, t ) gr. gitan b e pecan en el 4." capitulo b e 0u tra-
tabo bo la eefetta g el primera &lmirantebe la0 Wnbtae ~ o m o
cmeta en mitclyae esctrititras be 0u mano, lo0 citalee tobo0
ban u caba grabo cincitenta t ) sei0 millae g bo0 tcrcioe (1) que
oonetititgon 14 legrta0 g bo0 tercim be milla; b6 01 infiere g
tmclitge, Iyaber en el maqor cttrculo bel eefera 6.100 le-
pxu0 etc."
DespuBs de aceptar, con disculpable admiraci6n el prestigioso crite-
ria de s u padre, examina D. Hernando Colon 10s medios conocidos y en
realidad poco practices 6 eficaces, para la medici6n del grado terrestre(2).
Con tan dudosos y poco terminantes razonamientos cientificos era
imposible que, como ocurri6, la raz6n y el inter& de 10s Estados conten-
dientes, no se sobrepusiera tan ineficaces B inseguros medios para situar
d e un modo indubitable la prolongaci6n dela linea meridiana, que fuera
tambi6n la de partici6n en el extremo Oriente, asi como se habia llevado
il cab0 en el Atlantico, por lo cual no se lleg6 entonces a ningun acuerdo
y siguieron las interminables querellas acerca del Maluco, hasta que con
amplio espiritu:transigi6 Carlos V este asunto, mediante el pago por Por-
tugal de una cantidad alzada, y termin6 asi esta desagradable causa de
enojosas rencillas entre ambos Pueblos Peninsulares.
A poco de terminar este asunto, en 1626 se encomendaba Hernan-
do Colon la terminacion de las Cartas de la Cam, diciendosele en la
CBdula de Octubre, que hemos citado ya:
"$irnho 36 fnforinabo b e la I~nbilihaStine -00, @on Ber-
nanbo Golon a+,'
y que henios tratado de examinar.
A esta Bpoca, en la que vemos il Hernando Col6n tornar parte tan
principal en 10s trabajos de la Casa, corresponde la orden dada para
hacer en ella la Capilla que formaba parte de la sala de Andiencia de la

(1) A difereutes resnltndos lleg6 por entonces el fnm.oso .4ntonio Nebrija (Lebrijn)
que estimnbn el grndo terrestre en 62 y media initlns, 6 sen eu 62.500 PMOS geoiue-
trims. Pnrn sus estadios, einpez6 Aebrijn por dutermiiinr cnidndosnrnente In longitlid del
pie, con I n s inedidns roninnns conservadns en Ins piedrns milinrins de I n nutigun carretera ro-
mann llnmndo cnmino de la Plntn, en sn trnyecto entre MBrida ? Snlnmnncn, y nsimisnio en In
Nnnmnquis de N61idn. Navnrrete Disertncibn pnrn In Historin de In NBnticn, pRg. 107.
( 2 ) Figurn entre ellos el ornpleo de a n npnrnto pnrn medir el cnmino recorrido por on bu-
que, corn0 s0 hizo despiih por Is corredern: rFormnndo, dice, nnn rueda cnsi como de ncefia en
el nnvio, en cuyo eje se pone ciertn vnso con nu t a n pequeiio :rgiijero qiie porcndn ruelta6cndn
diez, que In riiedn diere, cnya (cnign) iina peloticn de plomo y nsi eontndns Ins pelotsv y In NE-
didaque la tal rneda tiene. se snbor por multiplicncibn, 10s pnsos qne 1n uno camiunr Coleocibn
Nav. tomo IV, pig. 337.
HERNANDO C O L ~ N 321

e a s a de Contrataci6n, de la que se hallaba separada poi una v e j a de


inadera blanca probablemente americaaa, y en cuyo testero se admiraba
bellisimo Retablo, cuya parte central va representada en la primera
plgina.
A propuesta de Hernando Col6n fuB designado entonces para la
misi6nde proseguir las Cartas 6 sea "be llevatrlas c i #it tdt.nt€nO" se-
g6n la frase del respectivo documento, Alonso de Chaves que por lo que,
s e g h la CBdula citada, vemos que en 1628 explicaba en Sevilla y e n la
Casa de Hernando Colbn, lecciones sobre el arte de navegar, y termina-
ba la CBdula citada dicikndole:
"q 00 ottratgamoe lo continiteqs, qite kpcitnbolo aeq
8.!@it.tern&memoria bo as manbar ti favoreecer, & (1). j i

La frase 10 cotttittuot~0,nos hace creer que ya por este tiempo ha-


bia planteado Hernando Col6n en su cam de Sevilla, algo de lo que des-
PUBS proyect6 y que no !leg6 b realizar, fundando en dicha ciudad una
escuela de Nlutica, en la que hubiera dejado establscidta tambibn la
inagnifica Biblioteca por el creada. Para este fin, comenz6 Don Hernan-
do Col6n A labrar en las afueras de la Puerta Real de Sevilla un suntuoso
Palacio, a1 que iban unidos extensos jardines en 10s que por cierto, gus-
taba su duefio de cultivar y aclimatar, como despuBs hicieron tantos
otros, diversos vegetales del Nuevo Mundo. De estosjardines se conserva
como sefial y recuerdo un hist6rico Zapote, que da t a m b i b idea de lo
extenso de la finca.
Para la formaci6n de su Biblioteca, encontro tarubiBn Hernando
Col6n el auxilio y la protecci6n del Estado espafiol, 'p asi lo manifiesta
la CBdula de Noviembre de 1636, registrada en 10s Libros de la Casa, y
y que dice (2):
"3catanbo lo q1te gon gjetnanbo Qalon no% ha eornfbo
g eirtto, g lo qtte el &ltniraatepon drietobal Qolon ett p a b t o
nos Reo, ee nueetra mercob P oolitntab quo +ija tf trngn b o
Voe p o r merceb en caba itn aiio, para toba eit itiba qitinien-
toe prea0 b e oro, para aqitba P sitstentacim b e la gibretia
qite ljaze en la ctbbab be gentlla &.j3

Muri6 en 12 de Junio de 1639, Hernando Col6n, sin haber llegado


l realizar sus otros importantes proyectos, y qued6 por esto sin llevar l
cab0 la fundaci6n en Sevilla de la escuela de Nlutica, cuyo pensa-

(1) Ceduln yn oitndn de 21 de Agosto de 15%.


(2) Arohivo de Indins 79-4-1. Dndn en Vnlldolid i i 2U do Novieinbre de 1536. Esta Cedoln
ha sido publicndn por el Sr. Gestoso en su Sovilln monumental, toino 2.O, peginn 115.
81
322 HERNANDO C O L ~ N

miento fu8 suntuosamente realizado mas adelante en el siguiente si-


glo XVII por la Universidad de Yareantes de dicha ciudad.
En cuanto a su rica Biblioteca, leg6la Don Hernando 8, su sobrino
Luis hijo de Don Diego, pero con la obligaci6n de gastar cien mil ma-
ravedises anuales en su anmento y conservacion. En el cas0 de no ser
aceptada esta clitusula onerosa, seria la Biblioteca para el Cabildo dela
Catedral de Sevilla, 6 para el convent0 de Dominicos de San Pablo de
dicha ciudad. Era curadora de Don Luis Col6n su Madre Doiia Maria de
Toledo que no hizo por aceptar 6 rechaz6 el legado y qued6 por est0
la Biblioteca en las manos de'un ejecutor testamentario h a s h el aiio d e
1644, en cuya fecha fueron depositados 10s Libros en poder del tercer
legatario, con cuya corporaci6n sostuvo el Cabildo Catedral nn pleito B
cuya termination le fu8 entregada la Biblioteca, pero no sin que de estas
aventuras y traslados, sufriera sensiblegpkrdidas.
. Fu6 sepultado y yace Hernando Col6n en el centro del gran espacio
que queda tras el coro de la Catedral de Sevilla, bajo gran lapida con ins-
cripci6n laudatoria, y A 10s cuatro lados por disposici6n s u p , 10s nombres
de las clasificaciones hechas de sus Libros por el sabio bibli6filo cordobks
seg6n:
~ i t c t l t i - e 4 ~ c t e t € ~ - ~ ~ € t ,~ ~ ~ - ~ ~ ~
Y no ha mucho, en fria inaiiana de invierno, viinos llegar entre las
nieblas del rio jadeante buque de vapor, que con las banderas B media
asta, atrac6 a1 inuelle de Sah Telmo ante una inultitud coninovida y
silenciosa. Eran 10s revtos de Cristobal Col6n que encontraban un asilo
jnnto B la tumba de su sabio hijo!
OTROS ETUDIOS

I
SLONSO DE SBNTA CRUZ

1536-1 570

A 1 frente de estos Estudios consignaremos algunos datos acer-


ca de este Cosm6grafo de la Casa de Contrataci6q B cnyo servi-
cio entr6 con posterioridad it la muerte de Diego Rivero, y tarnbien a1
noinbramiento de Alonso de Chaves, encargado en 1528 de llevar ade-
lante la forinacibn de las Cartas maritiinas bajo las 6rdenes 6 direcci6n
del ilustre hijo de Crist6bal Colon D. Fernando. De aqui que no haya-
nios consignado a1 tratar de 10s Cartdgrafos de la Casa de Contratacibn,
noticia alguna acerca de Santa Cruz que ostenta sin duda la mits alta
representaci6n cientifica de la Casa, y ciertamente que dichos datos co-
rresponden inejor este lugar, puesto que it dicho Cosrn6grafo se deben
inuy principalmente, varios de 10s estudios 6 de las investigaciones cien-
tificas, que en esta parte .de nuestro trabajo nos proponemos examinar.
Debeiiios It una verdadera casualidad el conocilniento de algunos
datos 6 noticiav acerca de 10s primeros estudios de Alonso de Santa Cruz,
que annque se Cree era nacido en Sevilla donde residia su padre, parece
que fueron hechos en Salamanca. Encu6ntranse dichm datos consignados
en la iiltiina hoja en blanco de un curiosisirno ejemplar de las Tablas as-
324 ALONSO ?E SANTA CRUZ

tron6micaspiiblicadas en 1496 por el Cosm6grafo de D. Juan I1 de Portu-


gal y antiguo profesor de la Univeisidad de Salamanca Abraham Zacuto.
De estas Tablas 6 Almanak Perpetuo como lo denomina su autor,
hizo us0 Crist6bal Colon, y aun se conserva en Sevilla el ejemplar de su
pertenencia, con varias anotaciones del-mismo Almirante. Como Crist6-
bal Col6n y en Bpoca posterior, emple6 estas Tablas juntamente con las
de Monterreggio, Andrds de San Martin Piloto de la Casa y Cosm6-
grafo de la expedicidn de Magallanes, habiendo quedado, seg6n parece,
este Libro en poder de SebastiLn Elcano, a1 tiempo de haber sido asesi-
nado en Ceb6, AndrBs de San Xartin.
El ejemplar de que nos ocupamos, perteneceL la edici6n de la
obra de Zacuto hecha en Venecia en 1602 por el-cordobes Joseph Ve-
cino, amigo y discipulo del antiguo profesor de Cosmografia en Sala-
manca, y en su ultima hoja se leen varias anotaciones manuscritas, en
las que una persona encargada de Alonso de Santa Cruz 6 que le facili-
taba fondos, consigna haberle suplido algunas pequeiias cantidades, di-
ciendo entre otras corn:
"en el afio be 1512orttifd'conmtgo 31meo bo $anta dzrut
It %anWtguel (29 de Septiembre Bpoca en que empezaban 10s cursos)
d pifoett cantid bo 1,800maraoebieoe."
En otras lineas y e consigna haberle suplido otras cantidades para
prendas ae ropa, y entre ellas "bo0 camireones roios9),cuyos suple-
mentos son de 10s aiios 1611 y 12, y enalgunos de 9110s se expresa haber
sido hechos en Salamanca.
La corta edad de Santa Cruz en dicha Bpoca, el tratarse de una obra
debida a1 antiguo catedrLtico de Salamanca, y dedicada por cierto L
aquel Obispo, y ser este im tmtado de materia ospecialmente estudiada
por Santa Cruz, nos hacen creer inny probable que perteneciera B Santa
Crus estudittnte en Salamanca, este ejeluplar de Zacuto. Precisamente,
B dicho aiio de 151 1 pertenecen las primeras noticias que tenemos de
este Cosm6graf0, cuyo padre Francisco de Santa Cruz era provee-
dor (1) de la armada que aquel aiio se disponia en Sevilla por orden de
Fernando el Cat6lico, para la suspendida expedici6n a1 Africa, segun
CBdula que en otro lugar hemos hecho referencia. Se sabe tambiBn que
form6 parte Santa Cruz de la expedicihn que en 1626 sali6 de Sevilla
para China y el Jap6n a1 mando de Caboto, y qlle no pas6 del Rio de la
Plata, regresando probablemente ti Sevilla con dicha armada hacia el
aiio de 1630.

(1) Segiiu la c8dula pn citnda.


ALONSO DE SANTA CRUZ 326

Procesado Caboto por el hecho de haber abandonado en una costa


desierta a varios de 10s que reclamaban el cumplimiento de 10s fines de
esta expedition, uno de ellos Martin Mendee contador que fue de la nao
Victoria en la expedition de Magallanes, pudo tan s610 con la protecci6n
del Einperador marchar L la Corte que se le dio por cLrcel, pero inutili-
zado para desempeiiar el cargo de Piloto Mayor, puesto que en realidad
desempeiiaba Alonso de Chaves hechura de Fernando Col6n, que de
una nianera mLs 6 menos directa debia intervenir en sus trabajos car-
togr bficos.
A1 regreso de Santa Cruz desde el Rio de la Plata, donde parece
que hizo algiinos estudios y observaciones, prosigui6 en Sevilla sus ta-
reas cientificas, y hacia 1636 habia ideado un ingenioso instrumento
destinado A la determinaci6n de la Longitud. Pero por este tiempo, lle-
gaba B Sevilla desde Alemania de paso para Mejico, su ilustre primer
Virrey Don Antonio de Mendoza, perteneciente b una familia de hom-
bres de saber, amigo de Santa Cruz, y eficas auxiliar suyo en el Mejico
Espaiiol, para sus investigaciones cientificas. Con Don Antonio Meh-
doea consult6 Santa Crue el instrumento por e1 imaginado, sabiendo
entonces que habia sido recientemente inventado en Alemania nn ins-
trumento identico, 6 a1 menos muy semejante por Pedro Apiano (Pedro
Bienewitz), como noblemente reconoce y consigna el mismo Santa
Cruz, en su Libro de las Longithdines.
En el aiio sjguiente de 1636, asisti6 Santa Cruz b las Juntas de
pilotos convocadas en Sevilla para la determinacibn de laLongitud y
A ese aiio corresponde tambien ELI nombramiento para Cosmografo de
la Casa de Sevilla, hecho en Julio de 1636 (1).
E s de creer que uno de sus primeros trabajos con tal carbcter fue-
se la formacion en la Casa de las primeras Cartas esfericas de que k su
tieinpo nos ocuparemos, pues consta que L fines de 1636, trabajaba en
las Cartas del Nuevo Mundo (2) y ya en 1639 da noticias de dichas
Cartas edericas el Maestro Alejo de Vanegas, como B s u tiempo expon-
dreinos.
El prestigio obtenido por 10s estudios J lau investigaciones cientifi-
cas de Alonso de Santa Crue en las que personnlmente se interesaba
Carlos V, fueron muy grandes y en 1640 por Cedula dada por cierto en
Paris (3),nombF6le el Emperador Contino de la Casa Real, con otro
sueldo y cargo que exigia idas y viajes L la Corte, en la que sus leccio-

(1) ilrcliivo de In Cnsn en el de India~.-4G-4-'/,~-En ide Jolio.


( 2 ) Probnnzns pnra 10s Pleitos de Luis Col6n existantes en el hrchivo de Indins. Citn del
Sr. Hnrrise en sn ohm citndn, pgginn 891.
(3) hrcliiro de In Cnan en el de Iodinu 139-1-8. En ide Julio.
52
326 LAS CARTAS ESFERICAS

nes de Astronomia y Cosmogra€ia eran escuchadas con i n t e r b en el Al-


cazar Real por el mismo Emperador, y tainbien por el farnoso Marques
d e Lombay, inas conocido hoy por San Francisco de Borja (1).Los pos-
teriores trabajos 6 investigaciones cientificas de Alonso de. Santa Cruz,
que L la introduccih de las Cartas esfericas, y B si1 Islario general del
Mundo, agreg6 sus estudios acerca de las variaciones de la aguja, y su
Libro de las Longititdines fueron tan varios y de tal importancia que
habremos de examinarlos separadamente. Y B sit creciente prestigio co-
rrespondi6 tambien el Estado. El hijo de Carlos 17 aument6 tambien la
asignacih de Santa Cruz que por CBdula de 1663 (2) fue aumentada
cien mil maravedises.
De sus restantes trabajos cartograficos apenas nos quedan otros
datos que 10s consignados en su Islario, y en el Inventario de 10s papeles
quedados a su muerte, del que en otro lugar incluimos 10s relativos al
Nuevo Mundo, aunque con 10s trabajos del sabio Cosm6grafo sevillano,
se expresen evidentemente en dicho Inventario, algunos que son debidos
B otros Cart6grafos de la Casa de Contrataci6n.

[I
LAS CARTAS ESFERICAS

1536-0)

T anto 18s' Cartas de Qarcia Torreiio, y las de Diego Rivero, coin0 sus
similares y contemporLneas de que hasta ahora nos hemos ocupado,
como procedentes de la Casa de Sevilla, fueron 6 son Cartas planas,
no obstante que 10s hombres de estudio seiialaban en Sevilla, como lo
habia hecho Enciso en su Qeografia. 10s errores que llevaba consigo
este procedimiento. Para evitar en parte estos errores se habia acudido
tambien a1 medio de dar L las Cartas una forma trapecial que corres-
gondiese asi de alglin modo al variable desarrollo de 10s paralelos seglin
su diferente latitud.
Por este medio se obtenian en realidad resultados mLs practicos que
por el expedito procedimiento de proyeccibn sobre el plano del Ecuador,
____.

(1) Navarrete. Disertacih para In Historia de In NAutics. Hadrid 1846, p.4g. 193.
(2) Archivo de la Casa en el de Indias 139-111.
LAS CARTAS ESFERICAS 327

como lo hicieron tambiitn 10s Pilotos de laCasa J u a n Vespucio, (1)y


Sebastiitn Caboto (2). E r a sin duda muy f h i l para 10s Cart6grafos hacer
la representaci6n de 10s sucesivos paralelos, como otros tantos circulos
concentricos, y la de 10s meridianos reducida A d i h e t r o s del mayor de
*estoscirculos, pero esta proyeccion podia representar s610 con alguna cla-
ridad Ins poco interesantes regiones polares deshabitadas y desconocidas,
manifestando en cambio con un error crecionte hacia el Ecuador las
ricas, pobladas, 6 interesantes regiones de las zonas t6rrida y tropicales,
objeto principal precisamente de las exploraciones eepaiiolas, y de la
Casa de Contrataci6n.
Parece que correspondieron estos trabajos cartogritficos de Sank
Cruz a1 tieinpo en que comenz6 sus servicios en la Cam en Julio de 1636,
pues consta que en Diciembre de 1636 hacia Santa Cruz con el Cosm6-
grafo Diego Guti6rrez ( 3 ) una Carta 6 Padrbn, diferente por lo visto del
de Alonso de Chaves.
A esta Carta de 1636 6 it otra muy poco posterior corresponde la
innovacion hecha por Santa Cruz de sus Cartas esfiricas, proyectadas
sobre el plan0 de una linea meridiana, y asi lo hace creer el becho de que
se d6 cuenta de estos trabajos de Santa Cruz en la obra de Alejo Vane-
gas titulada *De las diferencias de 10s Librosm cuya primera edici6n fu6
hecha en Toledo el afio de 1640 (4) pero escrita ya en 1639 (6).
En su obra consigna Vanegas 10s errores de las Cartas planas, y
agrega (6):
* L a disminzccion de este espacio (entre dos meridinnos a diferente lati-
tzcd) ensezn Ptolomeo por nicmeros. iWas como esto sen dificzcltoso de saber,
agora nuevnmente Alonso de Santn Cruz de quien y a dijimos, ci peticion del
Entperador N. S. hn hecho una Carta abierta por 10s meridinnos, desde la
linen epuinoccial ci 10s Polos, en la C 7 d sacando por compas In distancia de

(1) Existenre en Vienn en In Biblioteca del Principe de Licchenstein. Posterior nl regreso


de Elcnno en 15'22 p fechndn en Sevilln nntes del525.
r2) E n 1554 en In Cnrtn envindn enconces por bl A Carlos V desde Londres y que corres-
pondo li 10s d a b s de si1 cnrta posbrior en que le dice: *.4si inisino llevn Frnncisco Uristin pnra
qne V. M. IRS ven, dos Gguras que son nu Nnpn-Nnndi cortado pore1 equinoccio, por donde
V. 31. v e r i Ins cniisas de 1n rnrinci6u de 1n ngnjn etc.= Colec. de doc. ined. pnrn In Hist. de Es-
pnfin, tom0 111, piginn 512.
( 5 ) Archiro de 1ndins.-Declnrncioncs prestndas en 10s pleitos de Litis Col6n.-Cita del
Sr. Hnrrisce, pnginn 631.
(4) Primera pnrte de la. Diferencins de Libros que hny en 01 Universe.-Toledo 1540.
-Id. lM6.-3Indrid lS69.-Salnn~ancn 15'i2.-Vnllndolid 1683. Estn interesnnte obrn de Vnno-
. gas, qne, como vemos, fu6 reimprexi w r i n s vecos, trne diversas noticins ncerca de 10s trnbnjw
de Snnta Crus.
(5) Segiin el Pr6logo y Ins licencins.
( G ) Cnpitulo 29 del libro 11.
328 EL TSLARIO GENERAL DEL MUNDO

10s blancos que hay de meridian0 a tneridiano, queda la dwtancia verdadera


.decadagrado, reduciendo la distancia que queda a las leguas de la linea
.mayor. (1)

I11
EL ISLARIO QENERAL DEL MUNDO

F u6 en cierto modo este considerable trabajo geogriifico el comple-


mento de las nuevas Cartns del Continente Colombino hechas en la
Casa de Contratacibn, y juntamente con ellas vino h constituir el estudio
geogrhfico de carhcter general, que correspondia a1 primer reconoci-
miento que de \a Tierra se habia llevado A cabo, merced a las sucesivas
navegaciones hechas por el Estado espaiiol, con la cooperaci6n principal
de 10s navegantes de la Casa de Indias de Sevilla. Fu6 debido este tra-
bajo a1 sabio y laborioso Cosm6grafo de la Casa Alonso de Santa Crue,
y forzoso nos es reconocer que no obstante su importancia, el Islario
general del Mundo que aunque no fuera completo, era el primero que con
justa raz6n podia aspirar este titulo, ha permanecido sin publicar, y se
conserva con sus numerosos mapas, in6dito en la Biblioteca Nacional de
Madrid.
Qued6 el Islario de Santa Cruz a1 tiempo de su mnerte, con 10sde-
m h escritos y documentos de este Cosm6graf0, que como hemos referi-
do fueron entregados en 1672 a D. Juan L6pez de Velasco, que le suce-
di6 en el cargo de Cosm6grafo Mayor, p figura taiubi6n en el Inventario
de sns papeles, quedados en la fauiosa a r m y cuyo articulo 11.0 60 dice (2):
Wtrro gtttru be plteyo citfero, con la encuabe~nacioitb e la
manetrabelgaeaba (crtoro negra con eeitalee bomhae), esct-ip-
to be la manu, can cecitba b e la0 attmae rcnlee a1 prfncipto,
3jJntttulab-agelarto neneral, bitrigtho a1 S e i j nucetru ~ e f i a r . ”
Y cuyas detalladas seiias no huelgan aqui porque corresponden a1

(1) Como hacenotnr el seiior Picatoqte, estos trnbxjos de S rutn Crus fileron nnteriores ti 10s
de Ednardo Wrigb miierto en 16?0 ti Ins Tnblns geogkficas de Gerardo’ Mercntor.-Colo-
nia.-1578.
( 2 ) Arch. Indins 2-l-9/l,,. Y c u p encondernnci6n hnsidovnrinda en 6pocn modernn.
EL TSTARIO GENERAL DEL MUNDO ' 389

-ejemplar manuscrito del Islario, que como otros escritos de Santa Cruz,
.*e conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid.
Comieuza tainbien este notable manuscrito por una portada en colo-
res con las arm= reales de Espaiia, y como dice el Inventario en dicha
portada, esm dirigido 6 dedicado por su autor a1 Monarca reinante, aun-
que sea fhcil advertir que a1 nombre de Felipe I1ha suvtituido a1 de Fe-
lipe 111, y a1 de Alonso de Santa Cruz el del Cosm6grafo posterior, An-
drks Garcia de Ckspedes.
Pero ocurre, que de un modo m b terminante que Io burdo de lm
enmiendas, y la repetici6n de las raspaduras, delatan la supercheria
realizada, el formar parte de este Islario el Prblogo 6 Introducci6n que
para el mismo escribi6 SantB Cruz, y cui0 original con numerosas no-
tas y correcciones de su autor se ha conservado en el Archivo de
Jndias (1).
Por no conocer este documento, se explica el disculpable error de
algun autor no espaiiol, que en Bpoca rnoderna ha considerado como de-
bido A Cespedes el Islario de Santa Cruz que con las mencionadas ta-
a h a s se conserva manuscrito en la Biblioteca Nacional de Madrid. Pero
dobemos observar, que la suplantaci6n hecha en dicho Islario no fub
aceptada por el docto D. Martin FernBndez Navarrete, que en su Diser-
t a c h para la Historia de la Nautica (2) (Madrid 1846)califica el Islario
d e la Biblioteca Nacional, como debido Santa Cruz. Y no cabe dudar
que se refiere el Sr. Navarrete B dicho Islario y no h otro alguno, por el
hecho de que a1 ocuparse en su trabajo de 10s estudios de CBspedes, no
le atribuye en cambio lslario alguno, sin caer en seme.jante error, como
habia ocurrido a autores m& antiguos. E n nuestro concepto, aunque no
se exprese asi en la Disertacibn, sirvio a1 Sr. Navarrete para conocer la
suplantaci6n referida, el hecho de tener conocimiento del Pr6logo sa
citado del Archivo de Indias, que menciona en si1 Disertacibn, y que
ofrecia en parte publicar (3) y cuyo borrador coniienza diciendo:
"$~r614{1O0 O b r P el @01arfO gk3tet.d be toha0 la0 g01tXs be1
mltnba, bfrtgtbrr li la &. a.a.3%. sa. bcl glcq gon f c l i y c I1
por 310n013be giattta aritf,0u Guembgrnfit gtaqur" (4)

(1) Archivo de Indins de Sevilln 2-6-*/,*


C ~ J PBginn 195. Estn obrn p6stomn del Sr. Nnvnrrete fnQpiiblicndn en Hadrid en 1W por
10s ciiidndos de In Renl Acsdemin de In Historin de Madrid.
(3) Disertncibn citndn.-En n o h de la piginn 195.
(4) El borrndor oiado de mte Pr6logo que so conservn en el Archivo de Indilcs de Serilla,
y del quo tomnmos 10s datos que signen, manifieetn hsber d o empesado en tiempos de Car-
los V, y corregida loego por s n niitor la dedicntoria, y hechn L Felipe 11.-Archivo de In-
-dins 2-l-3/lv
83
336 EL ISLARIO GENERAL DEL NUNDO

Establece en s u Pr6logo Santa Cruz el plan de sn traba,jo, y dice:


'jporqite en el biecitriio b e eete 3Jelario e c babla br tobae
laeielae qite baeta el tiempo preeente ee ban beecitbierto en el
Witnbu, g ntitcbae bellae no e e ban piteeto yor 0t rn tabla0
palfticitlaree, rt eeta caitea nos conotno yoncr a1 yrincipiu be
laeecrititra la coeta b e l mar be toba la Beugrafta bel mitnbu,
a d porqite no riteha qitebar fela qite be ella n o 0 e ljable, cumo
para qitc ee sera rt la parte be Gierrn ftrnte (Continente) jitnto
6: bonbc eet6, ij el apartamfento qite la0 una0 be la0 otrae tie-
nen, 17 bacia qitf ttirntoe, g purqitf t-ittnboe corren.39
La generalidad del estudio de Santa Cruz, y e1 period0 de forma-
ci6n B que perteneci6, dan idea de lo considerable de su' trabajo.
La Tabla 6 grnpo primer0 de las ocho en que divide el Islario, com-
prende las del mar de las Antillas entre las cuales se citan:
"gae gitcayae, la0 be lo0 aanibales, la isla Gepaiiola, q
la0 be aitba g Samaica, con la peitetneitla be Bitcatan, g otrae
muclJaeielae, qite eetan jitnto 6: eeta0"
. La Tabla segunda comprende:
"gas ielaa+jitntori la coeta b e l @raeil,la0 qtte eetan en 01
rto gttiraiion, q en el be la %lata, gcoeta bel perit, g la qite eetk
a1 mebiubia b e l ~ e t t e c l j obe 3%tagallanes,
colt otras qite se tte-
ran por la &abla."
Constituyen la tercera Tabla:
"gae3JelaeQanariae, g la0 be 100 &oreej g lae que petan
junto 6:la0 costae bel gabrobor,If @acallaoe,g la0 qite eetan
junto 6: lae coetae bel m a r que brscitbri6. el pilato aeteban
@Sotneb."
La cuarta, Is3 que:
"eetan en el ntar mebiterrrineo, g lae qite eetan en el mar
@ptetttriontzl (mar del Norte) con la pettcftteitla b e $canbta
(Suecia), @ttndatet.tta,gttlctttba, ~ d ~ t t b tga drae
, jittttu 6: ee-
tal, g la0 ielae b o 100 &ore0 g Ganariae, g aabo Verbe, g
otrae jitnto ci la0 coetae beetoe ntaree."
E n la quinta se comprenden:
"la fela b e %an gorenzo, con drae mitcljae ielae jitnto 6:
ella, g la fela be $an Comd, COW ~ t t t a e
felae junto 6: la coeta be
&pica."

(1) Para In iuterpretncih de algiin nombre dudoso se puede consultar la Tabla universal
quo forinn parte de la descripoibu do Ins Indins de D. Juan L6pez de Velasco sucesor de Santa.
Croz.-(1671-1674)-~~adnd 1894.
EL ISLARIO GENERAL DEL YUKDO 331

En la sexta:
"he mares @erntefu (Rojo). g %2refcu,g la0 ielae qite ee-
tan en eetue bicljue ntaree, g aei nteemu cuntirne la cueta be la
gnbia uriental, ij la0 ielae qite eetnn fitntu ti ella, con la isla
b e Qeqlan, g utras cunbnibae en eeta tabla."
En la tabla shptima:
"las prutrincias be @engala, g gtalacca, g Qiam, g la
QlJina,g la0 ielae jitntu ti ellae, g la0 ielae b e Qantatra (Qu-
matta), gaoa, d ielae be lo0 gtalucu0, cun otras mitclJae iitn-
tu ti ellae." .
y de la Tabla octaca dice:
"eefa aabla lJemue annebibu para qite 0 9 entienban g cu-
nqcan la0 ielae bel 3rclJipiblagu (griego), g la0 bietancias qite
l~aq be lae ititae ti Ins utrae, purqite cumu caba itna be setae ie-
la0 ee punen en el libro pur et, oinionbo ri esia tabla, ee pitobe
cunucer g oer la berrota cumu s e curre cun citalqittetta be la0
otttae; pane net miemu la cueta be gtalfa, g la0 ielae be girt-
lfa g Qanbin, ij $tegropunte, g la penetneula be la g t m e a , cmt
d r a 0 ntitclJae telae que eetan jitntu ti eetae."
Tal es en suma el plan para el Islario hecho por Santa Cruz y con-
signado en su Pr6log0, plan y tablas coinciden con laa del Islario de la Bi-
blioteca Nacional. Forman parte del mismo hasta noventa y siete mapas
para la representaci6n de otras tan& islas 6 grupos, y en su texto de-
dica cada isla 6 grupo de las entonces conocidas, un articulo con
datos acerca de su situaci6n, magnitud, historia, costumbres, y produc-
ciones.
De estos noventa y siete mapas que forman parta del Islario, SR re-
fieren muchos de ellos al mundo antiguo ya conocido; per0 otra parte
de ellos corresponde B las navegaciones y descubrimientos de Portugal, 6
a 10s realizados por Espaila. De estos iiltimos citareinos 10s de las islas:
"gilipinae g cult ellae el gapan"
"la0 be I U S 1abrUne0, (Marianas),
"gltcaqae-ga ~ e p a ~ u l a - ~ l t l ~ a - ~ a t n ~ i be l a aa-
c a -la0
nibale0 9 salt guan (Pnei to Rico) 1J UblJaCelttP0-la be &rf-
nfbab 9 cuteta be %aria-las bel gubraburq @acallaue-ol %it-.
cata1t d telae abqacentee-la0 i d a e bel gulTu be ~anamti-las
be la cueta bel $raeil--lae b e l via be la @Iata-lae bel estrecl~u
b e &~agdlanee-g abemae nn planu be @tbsicu.i intweeante
plrtt 0lt Bpuca+'~
Si es de sentir que haya permanecido y permanezca sin publicitrse
332 . ANDRES DE SAN NART~N

el Islario de Santa Cruz, h a de lamentarse m h especialmente que no


haya sido publicada esta parte relativa A las nuevas islas y costas, con
siis respectivos Mapas presentando la nomenclatura dada por sus descn-
bridores, 6 la que tenian al tietnpo de su descubrimiento, con tanto ma-
yor motivo cuanto que esta en muchov casos no ha sido conservada y fi-
guran hoy en ella nombres tan extrafios a sus primeros pobladores,
como distintos de 10s que les dieran sus descubridores para la ciencia y la.
humanidad conscientes, y que hau sido en muchos casos sustituidos por
otras denominaciones de carlcter mas 6 menos postizo que prevn-
lecen.

' IV
LAS OBSERVACIONES ASTRON6XIICAS D E -4NDRlkS D E SAX N . i R T h

A unque hechos en u n tiempo de grande atraso aun para la ciencia


geografica, fueron por lo mismo dignos de encomio y de menci6n,
10s esfuerzos realizados por este Piloto de la Casa en su viaje con Ma-
gallanes, para llegar B obtener la deseada determinacibn de la longitud,
por medio de observaciones astron6micas.
No consta que sepamov ninguna navegaci6n de AndrBs de San
Martin, anterior B su viaje como Cosm6grafo de la expedici6n de Ma-
gallanes, y sin embargo parece que ya en 1612 aspir6 San Martin it la
plaza de piloto Mayor, vacante por la muerte de AmBrico, pues en Car-
ta que desde Bruselas dirige Carlos V a1 Cardenal Cisneros, le dice (1):
'jSnbr& be giun !&%tartin no0 hiyo relacton, que a1 tfempo
que a m k r i c o g?esspitclji nuestro $€loto !&%taqor ~ a l l e c i b ,d1 01
opueo (solfcftit) a1 btcljo cargo &."
Acaso este aspirante para el cargo de Piloto Mayor en 1612, fu4 el
entonces recomendado por 10s de la Cam, y B cuya propnesta parece
referirse la CBdula del mes de Mayo de dicho aiio en que se les dice:
@nlo qite tocn a1 e c i o be &ndrigo, qa cuanbo mteetra
cattta lleo6, %it t~abian t a u b a b o proileer be aqitel e r i o a1 bicljo

(1) Archivo de In Cnsn en el deIndirr5 139-1-5. Dndn en Bruselns k 11 de Octobre de 1516:


--No debe confundine A este Piloto con el llnmndo Andrk Unrtin, que \,arias rets se citn en
la vidn de Col6n.
(2) Arcliivo de In Cnsn en el de Indins 139-1-4. 11nyo de 1613.
ANDRES DE SAN MART~N 333

&Martbe &3o150,como qa babreqe oieto, potrque 8 16 Fa5 informa-


bo qiteera pereana kpitrtle, d eitfrciente yatra bicljo cargo, &.,'
Si C O ~ parece
O no era navegante San ?dartin, acaso se explique lo
ocurrido considerando que en esa primera epoca, las exploraciones de 10s
navegantes ocnparon muy preferente lugar en la3 tareas de la Casa, y
que ostuvieron xeducidos it un segundo termino, 10s estudios y trabajos
de gabinete de sus primeros Cosm6grafos 6 CarMgrafos, que fueron tam-
bien calificados de Pilotos, como Andres de Sail Martin, Nuiio Garcia 6
Andres Yorales.
Y enefecto, lo que Fernando V y con 61 Don Juan Fonseca, deseaban
para sus einpresas, eran hombres de mar y osados navegantes que conti-
nuasen las exploraciones niaritimas, y, como hemos visto, dos dias des-
puds del nombramiento de Solis, se hicieron con el nuero Piloto Mayor,
las Capitulaciones para una larga navegaci6h por el estreino Oriente.
E n el inisino aiio de 1612, y en previsi6n de las probables ausencias
d e Solis, es autorizado Juan Vespuchi para sacar las copias que fiera
precis0 del Padr6n 6 Carta de la Casa, y afiade la CBdiila (1):
"q1te nab€ep1teba ljacerlo mu0 q1te 3nbre0 be 3an &¶ita+-
t5n nneettro@€loto,qitr tiette lfcencia be g o 0 pura ella."
Tales son las escasas noticias, que de este mal llamado Piloto se con-
servan con anterioridad a1 viaje de Magallanes (2), en el cual y por haber
enloquecido Riiy Falero, einbarc6 en su lugar San Martin que debia in-
tentar la determinaci6n de la Longitud, tan necesaria parafijar la linea
de demarcacidn entre Castilla y Portugal en el extremo Oriente. Con
este objeto llev6 consigo San Martin 10s instrumentos de observacih que
por aquel entonces se empleaban, y para sus citlculos las tablas astron6-
micas del aleihitn Monterreggio y las espaiiolas de Zacuto, Cosm6grafo
que file del Rey de Portugal, y antiguo profesor de la Universidad de
Salamanca.
Yuerto San Martin con otros de 10s expedicionarios en el traicionero
banquete de Ceb6 (1621). quedaron sus escritos ii bordo de la nao Tri-
nidad que cay6 despnBs en poderde 10s portugueses, y de cuya proce-
dencia Ilegaron varios a1 historiador portugues Juan de Barros, que 10 ,
consigna en sus DBcadas, diciendo (3):
e P por que una de estas drdenes (4), se t w o en In nave de Barbosa,

(1) drchivo de la Cnsa en el de Indins 139-1-4. En 24 de Jnlio de 1512.


(2) En 1614, n l tieinpo de In esprdici6n de Pedrnriae, parn la que hitbo falta de Pilotos. y e n
la ue maroh6 J u w Vespnchi, no elnibarc6 sin embargo .Indrhde Snn Martin. :
(3) DBcndn 3.* libro 6.9 cnp. $I.", pbginn 631).
(4) Se refiere harms i la conaolta hechn por .UagnIlanes navegnndo en el Canal en 21 de
Noviembre de 1633, nceron de In posibilidad 6 conreniencia de proseguir mbs 6 menos In nnve a
ci6n el parecer de Snn .\[artill tu6 conlo liemos visto, prolongnr navegncibn lo rnk posi&
&I
334 ANDRES DE SAN N A R T ~ N

donde estaha el astrblogo (hoy c~stronomo)Andres de San Martin, el mal la


registrb en szc Libro y a1 pie pus0 stc respwesta, y este libro con algzcnos papeles
suyos, nosotros le hzcbinios y tenemos en nzcestro poder. s
Con grande empeiio procur6 el Cronista de Indias Don Juan B. Mu-
iioz obtener en Lisboa alguna noticia de estos escritos de AndrBs de San
Martin, pero sin resultado alguno prBctico, como es frecneoto que ocurra
con 10s manuscritos, y mLs si se encuentran en un pais en el que sea
dificil s u inteligencia y lectura.
A estos escritos del Pitoto sevillano, que acaso eran mLs de 10s que
llegaron L poder de Barros (l),se refiere la declaraci6n prestada enVa-
lladolid por Clines de Mafra tripulante de la nao Trinidad, seg6n la cual,
no le quisieron poner en libertad 10s portugneses en Lisboa, teniendole
por piloto:
”porqite le lpllarait, Bijo, itnu0 Libroe en itn arm g lo0
rualoe Libroe Be roteu, g otroe boe (2) qite eecrtbtb 3 n b r e 0 b e
%an matrtfn piloto be 3. m.,
Le tomaron en gieltoa.”
Y cuyos dos libros de San Martin serian, seg6n parece, 10s que tuvo
en su poder y L 10s que hace referencia el historiador portugu8s Juan de
Barros. Menos conformes nos encontramos con su afirmacidn acerca de
las observaciones astron6micas hechas por San Martin en este viaje, y
que supone realizadas algunas de ellas, siguiendo las instrucciones que
para este fin le diera Ruy Falero. Nada tendriamos que objetar, si a1
adjudicar B Falero estos trabajos como pretende Barros, que pudo ser mal
informado, no se privase de su iniciatira para ellosg AndrBs de San Mar-
tin, pero, como asi swede, son necesarias pruebas que agregar &a
afirmacibn, con tanto mayor motivo cuanto que la demencia de que era
victima Ruy Falero, no hacia tan fLcil que explicase L San Martin 10s
tales procedimientos.
Acaso se pretenda que no era cierta la locura del bachiller, per0
consta por el contrario que esta locura existia, y que Falero vivi6 efecti-
vamente loco, y por cierto much0 tiempo, pues existeii las piezns de un
largo litigio (3) seguido entre su miijer Eva Alfonso, y s u hennano

(1) AdemBs de estos Libros, qoednron en In Victoria en poder de Elcnuo, qae 10s inencioun
en su testnmento, nuns Tnhlns y on Alinnnnk, pertenecientes B Andr8s de Snn Jlnrtin.
(2) Unode I O S C U S ~ Cserin
~ quiz&In relncih del vinje que inencionnn otros nntoren. De toan3
mnnerns, pnrece que en Ins Jontns de Bndnjoe invocnron 10s cosm6grnfos portugaeses el poco
Bxico de ~ R Q observnciones hechas, ntriboydndolo B que en 1 ~ ~ 1 i d crein
:d SRU\Iart,in que Ins
islns estnbnn en s n demnrcnci6u.
(S) Archivo de Indins 48--6-9/,,. dlltos entre Evn Alfonso, iniijer de Roy Falero y el her-
mnno de este, Francisco, lS30.
A N D R ~ SDE SAN BLART~N 336
-___ __ .___

Francisco, sobre la percepcidn de la pensibn del bachiller, a1 que debian


pasar alimentos.
Tampoco se debe creer que Falero enloquecierlt maS tarde, pues ve-
rnos que pa en 1615. y en un documento oficial portugues coin0 es la
G a r b que en 18 de Septiernbre escribi6 a1 Rey de Portugal su embaja-
dor cerca de Carlos V, Alvaro Costa, le dice (1):
”bel bacljillor no er lyaga mea, buorme paca, IJ onba raoro
bo %o%o”
Tan loco y fuera de seso andaba en efecto Falero, y tan poco dis-
puesto a enseiiar a su sustituto San Nartin 10s metodos que deberia seguir,
que se march6 de Castilla y regred a Portugal, donde fuB muy luego
preso y t u r o que pedir su libertad Carlos V, siendo entonces (2) traido a
Espaiia donde vivi6 loco hasta s u muerte. Tales son las razones por las
que, en tanto que otra cosa no se demuestre de un modo terminante,
consideraremos aqui las observaciones buenas 6 malas, hechas por An-
dre~ de San Martin, como pertenecientes & aquel que las realiz6.
Don Martin Fernandez Navarrete en su y a citada Disertaci6n, re-
constituye sobre la b&se de 10s datos de Barros las observaciones astro-
n6micas hechas por Andres de San Nartin en 1519 y 1620, diciendo:
* B a npasados (3)10s meses de invierno en aquel hemisfevio, cuando Ma-
gmllanesse preparaba a continuar su navegacion......El 24 de Agosto (hallan-
dose aun en el rio de San Julian), tomb la altura del sol y calciclo la latitztd
en que se hallaba, y en el rio de Santa cruz, a 11 de Octubre observb un
eclipse de Sol a Ins 10‘ 8’ de la maffana, cuando estcda ci la altura de
42O 30’ y durb hasta que llego 6 la de 44’ 30’s
c Anteriormente, dice el misao eseritor, habia. observado la longitud en

Rio Janeiro el sabado 17 de Octubre de 1519, por iin metodo que es digno
de darse a conocer parn comprobar ei atraso de la astronomia nautica, y 10s
esfuerzos que hacian nuestros espaffolespara adelantarla. A Ins 4’ 30’ de
la macana, esto es, 7 30’ antes de mediodia, se vib la luna sobre el horizonte
oriental en altura de 280 30’ y Jlipiter elevado sobre ella enaltura de
33’ 16’. Deduciendo la altura de la luna de la de Jipiter, se ha116 la dife-
rencia de 4’ 46’y que, segun el nioviniiento de la lunh la conjunn’on con Jli-
piter habia sido el 16 de Diciembre a las 7 ’ 16’ despues de n~ediodia.Por Ins
tablas de Zacuto debia acontecer dicha eonjuncion, este din scibado a la 1 A 20’

.
(1) Colec. de doc. de Snv. Toino IV, pAginn 124,doc. n . O V I en 2s de Se tiembre, 161s.
\2) ,+rchivo de Indins de Sevilln 1--2--1/1.Cnrtn de Fnlero nI Cardennf Gohernndor de Cns-
til n dicibndole que hnbin sido presoen Portugnl. Ln Cnrtn esde 1520sin otrn fechn, e n 31de
Julio de 1620 esoriben 10s de la Cnsa n l Cardennl nvisAndole tnrnbibn l a prisibn de h e r o en
Portugn1.-Arch. Ind. Sev. 2-6-1Ie CntAlogo del Sr. Llorens, docomentos nhmeros 21 y B.
(3) Disertncibn parn 1n historin de la NAnticn, p6,ginn 149.
336 ANDRkS D E SAN NARTfN

en el meridiono de Salamanca (1) y en la de Sevilla a la 1 ’12’aiinque el


almanak de Juan de Nonterregio seiialaba dos nrinutos menos. Resultaba,
pues, haher de diferenciadel nieridiano del Rio Janairo a1 de Sevilla 17 ’ BE’,
error enorine que atribuia jziiciosamente a la ecziaeion de 10s niovimientos en
las tablas,porqiie era inlpose’bleser tanta la 1ongitud.r
s Pa el ntismo San Martin, agrega el Sr. Navarrete, habia observado
otra vez en Sevilla la conjiincion de la Luna con Jkpiter, encontrando un
error de 10h 33’ de mas y 1 50’ de diferencia, entre el meridian0 de Sevilla
y el de Ulma (2).
Cuyas palabras consignan claramente. observaciones astronomicas
y estudios hechos por Andres de San Xartin acerca de la Longitud con
anterioridad B su viaje con Magalla,nes, y tarnbien su observacibn an-
terior de la impeifeccibn de las Tab!as.
* Adentcis de estas, aiiade el nrismo docto escritor, liizo (Sari Hartin) en
diferentes tiempos y siempre para dediicir la longitud, otras observaciones y
Barros (3) cita una de oposicion a la Luna y Venus, otro de la Luna y el
Sol, wn eclipse de este y otra oposicion con la L7na y afiade (Barros) que,
Siendo mziy repugnante a San Martin atribuir 10s malos resdtccdos ni 6 las
tablas de Regiomontano, ni a stis ohservaciones decia en su diario:
’’gme mnntengo en que, qitob otbtmite- loqittmutt, qitob
mtbinimite tee-tnittittr, q qite, toqite ri qitfsn tocntte, e n el al-
manalt setan etttraboe lo0 monitnientoe-celee-tee-.”
s Deduccion cierta, ngrega el Sr. Navarrete, y que prueba su discerni-
miento y penetracion; habiendo sido In correccien de las tnblas de 10s movi-
mientos celestes y especialmente 10s de la Luna, ocupacion asidua y laborio-
sa de 10s primeros astrbnomos de 10s siglos posteriores, hasta nriestros dias..
Pero adem& de estas noticias acerca de las observaciones de San
Martin, tenemos una breve y menos conocida referencia hecha kalgu-
nas de sus investigaciones, por uno de sus compaiieros de viaje, testigo
sin duda de sus esfuerzos. Es este el famoso Pigafetta que entre 10s me-
dios para determinar la longitud, dice asi (4):
.La Luna sitininistra otro mitodo pcura conocer la longitud, sise sabe
la hora precisa e n In kue la Luna ohservada en Sevilla (sic) hace SU conjzin-
cion con una estrella 6 planetn b en cierta oposicion con el Sol, cu!yos grados

(1) Lns tnblns de Zncnto estliu cnlciilndns pnrn el meridinno deSnlnmnncn en c u p aiiidnd
heron probnblemente escritns, y 10s niorimientos celestes nrrnncnn del niio 1473.
(2) Diferencia no estrniin por In imperfecci6u de l a tnblns.
(3) DBcndns 3.” libro 6, cnpitalo 10.
(4) En el pequeBo trntndo que titoln de unvegnciou, compoesto s61o de cinco 6 seis hojns, y
pablicndo por el Sr. Amoretti, jnntnmente con In Relnci6n de SII vinje.-hfilbn 1W.
ANDRES DE SAN M A R T ~ N 337

esten determinados; y esto podre saberlo por un Alnianak. Y porqrre esto su-
cede en Oriente antes que en Occidente, cuantas Sean lay horas y minutos que
pmen desde el tiempo en que la conjuncion dehia verificarse en Sevilla, a1 en
que se verifique el punto de ohservacion, otra tanta sera la longitud del lu-
gar. ))

C u p s palabras parecen explicar el objeto de San Martin de obtener


la longitud, del mismo modo que por la observaci6n de 10s eclipses, pero
utilizando fen6menos que no iuesen tan raros y poco frecuentes como
aquellos. Pigafetta que en su citado viaje, hace varias referencias
a1 nstrdnonio sevillano Andrds de San Martin, no le nombra sin embargo
a1 exponer este mbtodo que corresponde a varias de las observaciones
hechas entonces por Andres de San Martin, segun 10s datos de Barros,
del mismo modo que en su relaci6n del viaje no nombra &Elcano ni a
Albo, dando asi margen que se pueda crew, que era 61 el jefe de
aquella navegaci6n.
A lo que parece, el tratadito de Pigafetta corresponde principal-
mente A lo visto y observado por 61 en su viaje, y t i m e por esto grandisi-
ma importancia porque manifiesta el estado de 10s conocimientos mariti-
mos en una epoca del mayor inter&, de la que quedan muy pocas noticias,
y por haber sido expuestas con notable claridad por el referido escritor.
Debese A una verdadera casualidad el conocimiento precis0 del na-
cimiento d e Andres de San Martin en Sevilla, por la circunstancia de ha-
ber dejado & su muerte dos hijas naturales llamadas Juana y Maria de
San Martin. Cuidb, seg6n parece, de estas hu4rfanas Crist6bal de San
Martin hermano del Piloto, el cual bastantes aiios despues en 1534, in-
vocando 10s servicios de su hermano, solicit6 se concediese a estas h u b
fanas alguna cantidad para atender el casamiento de Maria, doncella
de vida honesta y dotar lc su hermanaque deseaba profesar en el Con-
vento del Socorro de Sevilla.
Hizose con evte motivo unit Informaci6n (l),y consta por ella que
tanto Andyes coin0 Cristbbal eran hijos de J u a n de Logroiio y de Ma-
ria Hernlcndez, vecinos de Sevilla, casados y velados en laiglesia de San-
ta Maria (la Catedral), y terminada esta informacih fu6 concedida a
las huei-fanas la merced que para ellas se pedia.
Lig6 estrecha amistad ii San Martin con el famoso Elcano su com-
paiiero en el referido viaje y esperaba acaso encontrarle vivo cuando en

(1) Archivo de Iodin3 32--5--1/, en 1534. Si1 verdn4ero noinbro ern por tanto dudres de Lo-
p i l o y RernAnde?.
85
338 LAR CORRIENTES DEL ATLANTlCO

la expedici6n de Loaysa se dirigia b Oceania, y esto explica que habien-


do enfermado gravemente Elcano, se ocupe en su testamento (1) del
Piloto sevillano su amigo, y disponga que si le encontraban vivo, le en-
tregasen ciertas varas depaiio rojo para una chamarra que le legaba, y
tambiitn eun Libro almanaque en latin y otro Libro de astrologia (as-
tronomia). quenos parecen corresponder b las Tablas de Zacuto, 8, las
de Reggiomontano que llevaba consigo San Martin, y de las que se ser-
via para sus trabajos. Tales son las noticias que nos quedan de este Piloto-
Qeografo de la Casa de Contrataci6n, iniciador de 10s procedimientos.
para deducir la longitud de las situaciones relativas de 10s astros, y
cuyas observaciones para este fin, han sido causa para que varios auto-
res, y entre ellos el Sr. Navarrete (2), lo consideren como el primer0 que
observ6 las distancias del Sol b \a Luna y B 10s planetas, para deducir
de ellas la Longitud.

V
EL TORREXTE DEL MAR
(LAS CORRIENTES DEL A T ~ N T I C O )

'5'5

D ebemos a1 milanits Pedro MBrtir de Angleria, la conservacion d e


10s notables conocimientos y observaciones de Andrits de Morales,
Piloto y Cartbgrafo de prestigio en la Casa de Contrataci6n, acerca de
las corrientes del Atlkntico.
Estas corrientes del Ocitano, que llevando hasta las islas Azores
grandes y desconocidosjuncos, troncos de Brboles, como cedros 6 grandes
pinos, y otros despojos que conducidos hasta el mar por 10s rios del Nuevo
Mundo, habian delatado B Crist6bal Col6n la existencia de no lejanas
tierras occidentales, fueron estudiadas por Andrits de Morales en el Qolfo
de Mitjico y en el Mar de las Antillas, 6 sea alli donde estagran corrien-

(1) Pnblicado en 1%Historia de Elcano por D. Eustaqiiio Ferniudez Navarreb, publicado


por el Sr. Soraluce page. 5E.,Del archivo de Iudins.
(2) Introduc. B la Colec. de doc. de Nnvarrete, torno I,p b i n n 66.
LSS CORRIENTES DEL ATLANTICO 339

te por su energia, por la velocidad, y la elevada temperatura de sus


aguas, ofrece particular inter&, y ha merecido ser llamada el corazdn
del Oeiano.
El anglo-airtericauo Maury, que a1 mediar del siglo XIX, ha estu-
diado estas corrientes del mar, las describe con elocuencia (1) en 10s si-
guientes terminos:
eExiste en el mar un caudaloso ria, que en las mayores sequias no se
cortn, ni en las mcisgrandes creeidas se desborda; sw tibias y azules aguas
corren en apretadas olas entre dos riberas de q u a fria iEs la wrriente del
golfo! iE?l lugar alguno del Mundo existe corriente alguna tan magestuosa!:.
Esta gran corrientz 6 gran rio de agua, que It mayor temperatura
que sus liquidas riberas, surca en divei-sas regiones el Occeano, parece
iniciarse en el Atlttntico en la costa del Senegal. Admitese que sea su
causa primera el movimiento de rotaci6n de la Tierra, y partiendo en
efecto de Africa dirigese hacia el Oeste, en sentido contrario del movi-
luiento delGlobo, h w t a chocar con su crecienteenergia en elCabo de San
Agustin, que la divide en dos ramas, que respectivamente ceiiidas a1 li-
toral del Nuevo Continente, corren ante 81 hacia el Norte, y haria el
Sur.
Penetra la primera de estas corrientes en el Mar de las Antillas,
atrariesa el canal que existe entre Yiic?tItn y Cuba, como lo muestra la
lamina, y circunvalando despues la costa septentrional del Golfo de
Mkjico, sale a1 Ocean0 por el Canal de Bahama.
u A lasalida del Golfo de Mexico, dice el citado escritor moderno, el an-
chode la corriente del Golfo es de cntorce leguas. s u profundidad casi de un
kilbmetro (930 metros), y la rapidez de s u cnrrera que llega a ser hasta de
ocho kilometros por horn, disminuye poco a peco, pero conservando una
velocidad relntiva, todavia considerable en toda la extension de su cawera.,
E n nin~gunlugar del Mundo, dice tambien, existe corriente alguna tan
magestuosn. E9 mas rapida que el Amazonas, mas impetuosa que el MissiSipi.
y la masa i l ~ambos rios no llega a la milesimaparte de aqnel. *
Esta gran corriente del Mar, ante la cual 10s caudalosos rios descu-
biertos en el Nuevo Mundo por Ykiiez Pinzdn y por Hernando Soto, eran
tan minimos, fiie coiiocida y estudiada por Andrds Morales, y precisa-
mente en el Mar de las Antillas y Golfo mejicano, teatro principal de sus
navegaciones y donde esta gran corriente por su energia y la elevada
teinperatura de sus aguas, adquiere tan singular inter&. Sus juicios han

(1) En sn Geogrnfin fisicn del mnr.


(2) EJtA esnaerndn en In himinn In diatnncin de In corriente A la costn, sobre todo en el li-
tom1 del Hrnsil.
340 U S CORRIENTES DEL ATLhTICQ

ido conservados por Angleiia que 10s public6 en sus DBcadas, di-
ciendo (1):

Lasoorrientes del mar sobm el litorai del Continente Colomblno.

CAquel Piloto dndres (2), y Oviedo de quien antes se hablo, vinieron ci


verme a mi casa, en el pueblo de Madrid que opinainos es Mantcia Carpetana.
En mipresencia conlenzaron 6, disputar (discutir) acerca del Torrente del
Mar. Los dos convienen en que estas tierras castellanas (A?ndrica central)
estan unidas sin solucion de continuidad con la9 septentrionales d espaldm
de Cuba y de las otras islas que estan mas a1 Norte de. la EspaFiola y de Cuba
por el lado de Occidente, pero cadauno sostiene que todo swede d e ma modo
distinto.
?ElPilotopretende que aquel irnpetu de las aquas es recibido del gre-
mio (seno) de la Tierra del que se Cree Continente, In cual vxelve hacia el
Septentrion (costa de Mdxico) eomo dijinhos, y de modo que con aquel obstaculo
encorvado (costa norte del Golfo), tome la direcciongiratoria, y vaya dando la
vzcelta a la costa septentr-ional de Cuba y demas k l a s que hay f w r a del Trb-
pic0 de Cheer,donde In anchura del Canal absorba las aguns procedentes de'
estrechas fauces y repime aquella corriente impetuosar (3).

(1) DBcndn tamo 2.".pBgina 493.


(2) d n d r h Norales, de qiiien se ha ocnpndo anteriormente.
(3) Nosinllegnr su benBficn ncci6n metaorol6gicn B Ins costas septentrionnles de nuestra
Peninsula,cuyo climn dalcifica.
us CORRIENTES DEL ATL~N'TICO 341
-__- ___-

Es de admirar, de que manera concuerda la descripci6n de Norales


con el conocimiento actual de estas corrientes del A t l h t i c o , que s e g h
10s estudios modernos corren B lo largo de las costas de Venezuela, luego
sucosivamente ante la America Central, costas de Mejico, y de la Florida,
para desembocar de nuevo en el Atlantic0 por el Canal de Bahama.
Y no lo es menos, de que manera el juicio de Morales, seg6n el cual, las
aguas de estas corrientes reciben impulso del sen0 6 gremio de la costa
que se opone B su marcha hacia occidente, viene L coincidir con las
teorias que en eatos tiempos admiten como causa inicial de esta corrien-
te, el movimiento giratorio de la Tierra. ,
Del estudio hecho entonces de las corrientes del AtlBntico, nos d a
otra prueba Herrera, cuya primera Decada f u B impresa en 1601, y que
en ella dice (1):
t Las agum de 10s mares de Africa y del Atlantico, corren perpetun-

mente han'a la America meridional, y no encontrando salida, pman furiosa-


mente entre Yucatan y Cubc, despues entre Cuba y la Florida, y las islas
Lucayas, hasta que saliendo de un paso tan estrecho como lo es el, Canal de
Bahama, pueden oeupar un espnn'o mcis extenso.s
Esta gran corriente atlhntica, que desde el Senegal se dirige B &xi-
dente, y que B la altura del Cab0 de San Agustin se divide en dos, dirigi-
dasla una hacia el Norte, como hemos dicho, y la segunda que se encorva
y vnelve hacia el Sur y Sudoeste B lo largo de la costa hasta llegar B
Cab0 Frio, donde impulsada, seg6n parece, por su choque con la costa se
aparta del Continente fu6 tambien conocida desde 10s primeros tiempos
por 10s navegantes de la Casa, y de ello vemos una prueba en la Rela-
ci6n (2) que da Herrera del liltimo viaje de Solis, en que descubri6 el
Riode la Plata (1516-1616) (3).
e vio, dice, la costa de San Roque en seis grudos, navegando a1 Sur cuar-
ta Swdueste, y 10s Pilotos decian que iban a barloventodel Cnbo de #an Agustin,
a noventa legum, y eran tantas las corrientes que iban a1 Oeste (S. O.), que
10s echaron a sotavento del Cabo de San Agustin, dos grados. s
P cuyos datos de Herrera, unidos B las noticias dadas por Morales
B Angleria, manifiestan en SLI conjunto el conocimiento entonces adqui-
rid0 por 10s navegantes de la Casa de las corrientes atlanticas, y adem&

(1) Lihro IX, cnp. 12.


(2) @om0 opinn el distinguido bihli6grnfo de Chile Sr. Toribio y Medinn, 10s detnlles que
dn Herrera rnnnifiestnn hnber dispoosto de nlgitnns de las Relsciones qne se snbe existieron de
'
este vinje.-I;studio de Junn Din2 de Soh, por el Sr. Toribio y Nedinn.-Santiago de Chi-
le -1897.
(5) DBcndn segondn, p8g. 11.
a5
342 E L NAGNETISNO TERRESTRE

el establecimiento'de su teoria pox' And& de Morales, A quien el jefe de


la Armada, y notable escritor de materia maritima Sr. FernAndez Du-
ro (1)consideracomo fundador de la teoria de las corrientes pel8sgicas.

VI
EL NAGNETISNO TERRESTRE

A 1 tiempo de ser descubierto el Nuevo Mundo, apenas se sabia de


estos fen6menos otra cosa que laacci6n directriz iinpresa B la agu-
ja hacia la estrella polar. La primera observaci6n de las desviaciones su-
fridispor la aguja parece quefueron hechaspor el mismo Crist6bal Colbn,
cuando en 1492 y A bordo de las naves de Castilla, creyendo navegar por
Occidente Alas Indias Orientales, se dirigia en realidad A aquellas tierras
tan en absoluto ignoradas, y que no obstante su grandeza y su impor-
tancia, carecian h a s h de un nombre.
Esta primera observaci6n de la discrepancia rentre la estrella y la
piedra, (2)fi16 percibida por Col6n B, 10s siete dias de su salida de las
islas Canarias (el 13 de Septiembre de 1492), s consign6 por ello en su
Diario que: (3)
Wn este bta, a1 comienp b e la nocbe la0 agtujae noruee-
teaban, q 6 la mafiuna noriteetenban algitn
Nada mits natural que la atenta observaci6n prestada por el ilustre
Descubridor A la aguja y A 10s astros, linicos callados guias de si1 incierta
navegaci6n hacia lo desconocido, y no debe extraiiar que esta inespera-
da variaci6n de la aguja causase no poca sorpresa en Coldn y en 10s que
le acompafiaban, singularmente en la gente de las tripulaciones.

(1) Ilustmcidn Eapniioln y Americann.-22 de hgosto de 1599.


(2) Cddigo de Ins S i e k Pnrtidns. Siglo S I I I , Pnrtidn 2.', titnlo !I, cnp. 11. <Et bien como
10s innrinems se gninn en In noche oscurn por el ngnjn, qne les es inedinnern entre In estrelln 1 In
piedrn, &.B
(3) Nnvnrrete, Colec. de docnmentos, tomo 1.O, piginn 160.-Estrncto del Dinriode este vinje
de Coldn hecho por Bartolorn4 de Ins Cnsns.
EL MAGNETISNO TERRESTRE 343

El hecho fu6 desde luego conocido de 10s pilotos que con Col6n na-
vegaban (l),pues cuatro dim despues, segim consigna el Diario:
"tomaron lo0 ?@€lofoe el % o d e marcfmbolo, g ballarmt
q m las agitjaa noritcetoaban una Bran cnada, g tentian L88
marineroe, g eetabait openoboe, g no becian b e qit8."
Trat6 muy luego Col6n de tranquilizar tl la gente y de acuerdo
sin duda con Juan de la Cosa ylos Pinzones, dispuso que tan luego
como amaneciase, se observara de nuevo el Norte como se hizo, y result6
y fue declarado, y lo consigna su Diario:
"que eetabait bitonae la0 agrtfae; la canea babia sib0
porque la eetrella parece que ljace muwintiento, ij t t t la0
agnjaei'
Y declarado asi ingeniosamente que era la Polar la culpable de
lo ocurrido, trataron Coldn y 10s Pilotos de destruir el efecto moral que
la inesperadit y misteriosa variaci6n de la aguja pudiera haber oca-
sionado.
De nuevo fueron observadas las variaciones de la aguja por el Al-
mirante, que en el Diario de su tercer viaje escribe (2):
*'gallo que be geptentrion anetrrt, pcwanbo la0 bit+
sei0 Ieguae be b e &foro0 (a1 meete be), la0 agitjae b e ma-
waft, que faeta entoncee norbeeteaban, nmitcetoan itna mar-
ta be otento toba enteraj,
Observ6se myy lnego en las sucesivas naregaciones de 10s peninsu-
lares iberos, que estas variaciones de la aguja imantada parecian ser
constantes pala cida lugar, y surgi6 entonces la idea de obtener la
Longitud por la variacih de la aguja que A cadalugar 6 ineiidiano co-
rrespondiese. Estos intentos que, como vereuios, no fueron practicables
para su objeto, condujeron en cainbio tl observaciones miuuciosas acerca
de las variaciones de lit agu,ja, hechas en 10s mtls distantes lugares. y que
fueron sin duda causa de un primer0 y considerable estudio de estos fe-
n6rnenos magneticos.
El lombardo Pigafetta que, como hemos visto, forino parte de l a
expedici6n de Magallanes (1619-1532), consigna (3)este procedimiento

(1) Ibn en la nnve de Col6n como Xnestrede In mismn, el celebre J n n n de In Cosn.


( 2 ) Colecci6n de doc. de Nnv. tamo l.", pbginn 4a3.
CS) Publicado por el Sr. Amdreti en M i l h ISOO, A continonci6n del vinje de Pignfettn. No
consignn Bste en su trntndito de nnvegncibn, como no nombra tampoco A Elcnno. de qoieu tom6
estos conocimientos, ndquiridos evidencomento durnnte SII \.hie. Concuerdn por est0 el procedi-
miento que iodicn, con el segiiido entonces en Cnstilln 5 en Portagnl, y lo delntn t z m b i h e l
mBtodo expuesto por Pignfottn pnrn determinnr 1n Longitud por 1m conjuncioues lunnres, que
corresponde con nlgonhq de Ins observnciones que, segiin el historindor portoguC Bnrros, hlzo
con el propio ob,ieto Anares de Snn Nnrtin. Pignfettn. pAg. 22'2.
344 E L MAGNETISM0 TERRESTRE

tal coin0 se empleaba por 10s Peninsulares en la 8poca precisamente


en que el boticario sevillano Felipe de GuillBn, imagin6 au ingenioso
instrumento (1)para apreciar con 61 estas variaciones do la aguja. Para
ello recomienda Pigafetta, que se empiece por determinar el Norte
verdadero y luego se aprecie con la brhjula, la variaci6n de la aguja en
cada lugar (2):
"6 troowai c o d bi qitanti grabi 1' ago bella buesola d
btetanfoballa I b e a llteribiana, ciod bal ow0 polo (3). & h e -
tanti earnuno i Wabi bi Longititbine, cbc aarai incomfnctan-
bo bal litogo m e la buesola incammina"
Es decir, donde la brlijula comienza B variar, 7 A apartarae del
meridiano verdadero.
Las palabras de Pigafetta manifiestan la oportunidad del inatru-
mento inventado entonces por el boticario sevillano G u i l l h , para de-
terrninar por 81 directamente la variaci6n de la aguja en cada lugar; y
cuyo hecho consigna Santa Cruz en su Libro de las Longitudes di-
ciendo:
"vrincipti el btctfo C!uillen, tfactenbo una invencion be
cterto tnetr1tmento que buq bia anha muq comittt en @or-
tugal entre bombre0 hoctae, para qitelm 3?iIdoe lo lleoa-
sen on la0 naoe, el cltal e0 1tna tabla &."
No describiremos aqui el dicho instrumento, que no tiene hoy im-
portancia alguna, y del que dice el mismo Santa Cruz:
"@or manera, qite eabibn itna oet la biferencia be la
dgufrt (con el meridiano verdadero), I?acia el & 0. d el g. E ..
#e pobia saber, tfalldnboec en lae miemae ~ ~ a t e cie parafee, ,
lo qite pabian cetar apartabaa be giettoa, d bel meribiano
ombabera 6 be &olotneo,bonbe lo0 antig1toe col8tcnfaron d
contar la longftitb be la aiettra, on itn tiempo eattiha (cono-
cida), B
"la cual manera, agrega Santa (Grit!, parecid mitq hfon
rt fob00 en aquel tiempo, q la tuniezon en mitcbo, q no me-
no0 al inoentor bella."

(I) E n 1525, s e g i n consigns Snntn Crnr, pns6 GiiillBn B Portugnl y celebr6 con nqoel JConnr-
ca un concierto pnrn el us0 de su instrumento.
(2) Los terminos de Pignfettn qae snli6 de Sevllln en 1522, mnnifiestnn que no conocin n ~ n
el invent0 de G u i l l h , qiie en efecto, segiln Snntn Croz, debi6 ser d g o posterior. En cnmbio,
explicnn 1n oportunidnd de su invenci6n, corrobornndo lo que ncercn de esto dice tnrnbibn
Snntn Cruz.
(9) En lo que se mnnifiestn lo imperfecto del inedio imnginndo, c o p nceptnci6n se explica
por In nbsolutn fnltn de otro.
E L NAONETISMO TERRESTRE 346
--. .-- __ . __ - _ _ -..- __ -- _.___

Este ingenioso inveuto del fboticario sevillano fu6, como consig-


nan Humboldt y Navarrete, el primer aparato destinado B medir las
variaciones de la agiija imantada, y si es cierto que diclias variaciones
no pudieron ser aplicadas para obtenek, como se deseaba, la determina-
ci6n de la Longitud, no cabe en cambio duda que la bri?jula de Gtuillen
sirvi6 para hncer 10s primeros estudios y observaciones acerca de las
variaciones magneticas, pues no 8610 fue conocida en Castilla sino que,
como consigna Santa Grim, habiendo inarchado Guillen B Portugal ofre-
ci6 en 1626 su invento B aquel Monarca, y obtuvo por este servicio un
sueldo anual, y otras recompensas.
Posteriormente 8 Guillen, vemos que en 1633 admitia SebastiBn
Caboto dicho procedimiento para obtener la determinacion de la Longi-
tud y asi lo consigna en la carta que dirigia B Carlos V desde Sevilla,
que se conserva original en el Archivo de la Casa, p en la que en 24 de
Junio le dice (1):
”gteiior, la &at-tu qite g. @t. me enotd ti manbat-qite qcte-
#e, g a la tengo acababa g baba a1 Qontabor be la 6 a s a para
que la enoie ti p. m.,
g en oerbab e€ nu fitere pot- la muerte
be mi lJiia, ij la enfermebab be mi mujw (n), bise bci q u e
@. @t. le lJ1ttriera recibibo con &rue bus que tengo fecba pa-
ra qite V. 8%. g loe gteiiorce b e l doneejo qrtobat-an eatteyeck~oe
bellae, pot-que oeran comu e e puebe nutregar pot-rebonbo,
E O ~ O0 e bace p o r itnu Qattta, g la caitsa, porqite norb~etea
g norueetea l a ngujo, g cbmo e 0 forp?eo qite lo baga, g qite
tantas quatrtae ha be aurbeeteat- g nmiteetectr, antee be ool-
oeree bacta el notrte, g en qub nterfbtano,q con eeto ternti
@. @t. la rpgla c€ertap a r a tomar la LmgStub.”
De cnya Carta es de sentir no tengainos m8s Clara explicaci6n,ny
en la que aparte de otros asertos menos determinados 6 inteligibles, se
hace referencia la determinacion de la Locgitud por medio de las VL-
riaciones de la aguja.
Moy diferente de la anterior debia ser la que como cosa nueva y
tambien mBs explicada, envi6 Caboto desde Londres a1 mismo Empera-
dor veinteaiios despues en 1663 6 64, y acerca de la cual es mBs expli-
cita su carta It Carlos V que se conserva, pues le dice (3):

(1) hrchivo de In Cnsn en el do Indins 143-3-11. En Sevilln 4 24 de Jnnio de 1533, en


onyn Qpocn llevnbn Cnboto inin do veinte nKos de residir en Serilln y doce de Piloto Mayor.
(2) Cntnlinn IIedmno.
(3) Colecci6n do dociiinentos inbditos pnrn In Historin de E s p n i i ~totno
~ 5.O, p i l e n s 612. En
.estn Cnrtn nvisn Cahoto 4 Carlos V el proyecto devnrios frnnceseq con el dnqoe x0 Rorbhum-
berlnnd de invndir el Peril Espniiol. Lns i i x ~ e sromoiitnrinn pnrn ello el hmnnonns. segiin 01 su-
pnesto plnn.
’ 87
346 EL MAGNETISM0 TERRESTRE

"@Jon grancteco urfeta enoio para g t e g . '@t. lee oea; ~ O Q


pgurae qlte O o n un '@tapa-@trtnbi coittaba pore1 eqltinuccto
por botttbe p. '@t. oerli la0 ca1teae be la oartacion que bate la
agufa be marear con el polo."
Esta Carta de Caboto es posterior it la publicaci6n heclia en Sevi-
lla en 1661 de 10s estudios de Martin CortBs, que es probable conociera
muy luego Caboto, que pas6 en Sevilla la mayor parte de su vida.
Como Caboto, acept6 en aquel entonces Santa Cruz lib determi-
naci6n de la Longitud por este procedimiento, e hizo una Carta ge-
neral 6 Mapa Mundi, en el que de quince en quince grados de longitud,
seiial6 las variaciones correspondientes de la aguja imantada, y de esta
Carta B la que hace t a m b i h referencia su autor, incluye una descripci6n
Alejo Vanegas en su ya citada obra escrih en 1539, refiriendose enton-
ces sin duda it 10s primeros trabajos de Santa Crue, en cuyo tiempo
Bra aun seguido el metodo de GuillBn, del que el referido Cosm6grafo
en su Libro de Ias Longitudes dice:
"para eeto, proeupmtia el bictp gelfpe b o Guillett que el
norbeeteamientob noraeeteanttentabe la agufa,era.regularg
ee hacia en propot-cion."
Pero ocurrio que las sucesivas navegaciones de 10s Peninsula-
res, pusieron mas tarde en duda la snpuesta regularidad de las varia-
cionea magnBticas, que variaban tambiBn con la latitud en un mismo
meridiano. Estas dudas dieron por cierto lugar it que se manifevtara
la laboriosidad y el espiritu investigador de Santa Cruz, uno de cuyos
primeros cuidados fu6 diigirse a1 ilustre primer Virrey de MBjico, su
amigo.
A las investigaciones y diligencia de Santa Cruz, y it su correspon-
, dencia con Mendoza (l),deben atribuirse muy principalmente elesmero
y diligencia puestos en las observaciones magneticas. a1 tierhpo de las
expediciones maritimas, hechas entonces en 10s mares de Caiifornis.
Pero como el mAs completo estudio de las variaciones de la aguja,
diera lugar it crecientes dudas acerza de su regularidad, decidi6 Sanh
Criiz adquirir inas datos, y como consigna en su libro de las Longitu-
dines, escribio de nuevo con tal objeto B D. Antonio de Mendoza su ami-
'go, hombre de prestigio cientifico para el misino S a n h Cruz, que refiere
haberle dado cuenta de sus dudas, y de lo acordado ea tonces acerca de
esto, por la %juntade pilotos reunida eiitonces Sevilla.
De la contestacih de Mendoza, escribe Santa Cruz:
"me piteo en Bran confixeton para p u b s betmminar coea

(1) Don Antonio Mendoza pertenecin liqna familiade Bscriwres y hombres de saber.
EL MAGNETISM0 TERBESPRE 347

&ria, g por eeta CUUBU, g pura saber ottrae coeus b e mitego


fmpodancio b e la gttbia oriental, b&ettm€nd tr rt godugal
d afio be 1546.”
E n Lisboa, ademLs de otras investigaciones hechas por Santa Cruz,
encontro este el auxilio del insigne lusitano D. J u a n de Castro, que en
el aiio siguiente de 1646 fu6 nombrado Virrey de la India. Habia acom-
paiiado Crtstro L Carlos V en su expedici6n 8, Timez, y parece probable
que le habria conocido Santa Cruz durante su estancia en Espaiia. Por
~ste tiempo, como en Espaiia habia ocurrido, el procedimiento que bxa-
minamos se desacreditaba tainbien en Portugal, la brrijula de G u i l l k
caia en desuso, y seria necesario acudir L otros medios para ver de lograr
la determinaci6n de la Longitud.
Pero si para dichos fines, 10s estudios y las observ&ciones hechas
por 10s navegantes peninsulares, y por 10s Cosm6grafos de la Casa, acer-
ca de la variacion de la aguja habian sido perdidos, no lo fueron en
cambio para el conocimiento de estas inanifestaciones magneticas, de las
que hasta entonces se habian tenido tan escasos conocimientos, y asi Io
manifiesta el Breve compda’o de la Splaeraw publicado en 1661, en Sevi-
lla por Martin Cortes (1).
En su tratado examina Cortes las variaciones de la aguja p consigna
la existencia de un centro atractivo que decimos ahora polo magn6ti-
co (2).
”un punto bus0 bel polo bel gttltnbo, fuetru be toboe lo0
&lo* contenibos bufo el prfnter mobfk. @I cltal p u n t o 6 p a d e
bel cielotiene itnu tttrtitb atractttta,qite drae el perm toe&o,
t m la ptebra €man.”
Y explica las variaciones diciendo:
”@.et& el punto ntractttm (cl polo magnitico), ala0 a p a d u -
Bo b e l polo b c l &%tatnbo g hA sale itn gt1o OtC.”
sigue explicando una figura del texto, y agrega:
”eetnnbo el aguja en el mettibiano b e l pitnto atractitto que
paea por el polo, eclialarli a1 polo, g fuetta be 61 norbeetearrt,6
.?toroeetearli,apadrtnbose bel meribtano.”
Es cierto que incurre aun Cort6s en el error d e colocar el punto
atractivo fuera de la Tierra, pero no lo es menos que establece ya la
teoriade este punto que se llam6 polo magnetic0 p que poco tiempo
despues fu6 emitida fuera de Espaiia.

(1) Arsgonbs y naoido en Bujrtrsloa, residis CortAsen C.4diz 6 en Sevills.


( 2 ) Compendio de Is Sphere, folio 71.
348 EL MAGNETISM0 TERRESTRE

Tanto habia progresado en cortos aiios el conocimiento de estas.


manifestaciones magneticas, cuya primera observacidn habia sido debida
B Cristdbal Col6n en 1492, y de cuyos fen6menos habia tan escltsas ideas
en la Bpoca romana, como lo manifiesta el sabio Martin CortBs, dicien-
do (1).
”Stan 3~git0tin (siglo IV) 0 9 mnt-aoill6, ~ ~ g u ~t 0t ~ t - t b c
100 g.tbro0.bela dfitbab be Fins, pot-que eobre un vu00 of& ita
mro menearee, ntonienbo la piebra €manbebaxo 5el ua0o.”
Manifiestan no menos el estudio y saber de este escritor, las noticias
mineraldgicaa, que en aquel tiempo consigna acerca del hierro magnd-
tico:
’’W color no btftere be la bel fterro,ante0 por eeta cau0a
fud llamabo fterro ntoo.”
Y seiiala C o r t b cinco yacimientos distintos en Oriente, de donde se
conoce fu6 introducida la brhjula y agrega:
”mae agora, B e galla en btoereae partee, aqlo en @.epafia
mt mucgos litgure~,l~itllaseert sierra ggorena fttnto ula oilla
bela Galera, qite e0 be la orben be Santiago. @nuna sierra be
Btot-on,on tfert-aeb e l Qonbe bo gtreiia ( 2 )g a s gran canttbab,
q en otrae patrte0.”
j9gamas comun piebra q be la que mas i t e a m o ~ e, 0 la be
la € 0 1be ~ Glba bel sicfiorgompltn, la que qo tengo pm mefor
e0 la bo ;gtnamaftca.”
La obra de Cortes fu8 publicada en ingles en 1661, en 1677, y en
1696.
E n el prdlogo de esta hltima dice el traductor (3):
”@re0ottto I+la nfeta be mfa lectbtree, GI atrte be nave-
gar (4),fritto q prlictica be @tatrtfa &otrte0, eepafiol be citqa
cbncia q babtlfbab en aeuntos ntiittfcoe 00 oitficiente priteba
la misma ottra, porqiteno exieteen la Ienflita ittglcea libro al-
guno qite con un mhtobo tnit sencillo q brooo, expliqite tanto0
q tan r a r o s secretoe be &woeofin,30tronomia, *J aoemogra-
pa, 11 ett general, tobo cuanto potrteneco uuna buetta 1J eegura
naoogacton*”
Entre 10s asuntos estudiados por Cortbs en su admirable estudio,

(I) CortSs. Compendio de Issphera, fdio6R voelto ’

(2) Sin dnda, algunade IKF que son nctualmente explorsdas6 investigndns en dicha sierra.
(3) Apnntes para una Bibliotaca cienMca Espaiiola del siglo XVI por el Seiior Picatate,
Madrid 1891.
(4) Asi lo tituls en efecto y con raz6n el trsdactor.
LA DETERlffNACI6N DE LA LONGITUD 349

que en verdad debe considerarse como un tratado de navegaci611, figu-


ran lascartas esf6ricas debidas a Aloraso de Santa Crus, y descritas, como
hemos visto, por Alejo Vanegas, en su obra publicada en 1640.
Ciertamente, que sin injusticia ni demerit0 para el sabio Martin
Cortbs, puede afirmarse que casi ninguno de 10s asuntos por 81 tratados,
lo hubieran sido de tal modo antes de 10s estudios, 10s trabajos y las in-
vestigaciones de 10s hombres ilustres que B la Casa de Contrataci6n per-
tenecieron.

VI1
LA DETERMINACI6N DE LA LONGITUD
JUNTAS DE COSJl6GRAFOS EN EL COXSEJO DE INDIAS

L a circunstancia de haber designado el Sumo Pontifice para limite


entre las Demarcaciones de Castilla y de Portugal una determi-
nada linea meridiana, fu8 causa que la fijaci6n de limites entre uno y
otro pais en el extremo Oriente, viniera L depender de la resoluci6n d e
este problema cientifico, q u e , s e g h el esttldo de las ciencias y de las artes,
que debian sumiuistrar tambi8n 10s necesarios instrumentos de precisibn,
estaba aim mny lqjana.
Ninguna dificultad se ofreci6 10s Cosm6grafos y navegantes de
uno y otro pais peninsular, para, la determinacion del meridian0 limite
6 lineade particibn situado en el Atlitntico una distancia dada. de las
Azores, pero cuando las naves de Portugal, no detenidas en sus explo-
raciones por la inmensa barrera que it las de Castilla presentaban las
costas del Nuevo Continente, llegaron a las Indias Orientales, y nave-
gando ann m h a Levante, exploraron las fainosas islas de la Especieria,
surgib la necesidad de determinar, en 10s mares del extremo Oriente la
prolongaci6u de la famosa linea meridians, 6 linea de P a r t i c i h .
Fu6 por esto la determinacion de la Longitud uno de 10s asuntos
mas estudiados por 10s Pilotos geografos y 10s Cosm6grafos de la Casa de
Yevilla, y si se ha de juzgar con acierto de 10s trabajos y estudios
que con este fin se realizaron, conviene ante todo recordar cnal era en
el siglo XVI el estado de 10s conocimientos, y que la resoluci6n de este
&a
360 LA DETERhfINACI6N DE LA LONQITUD

problema estaba aun tan remota como lo manifiesta el hecho de que A


principios del siglo XVIII ofreciese el Estado franc& un premio de cien
mil libras a1 que descubriese el deseado procedimiento. y que algo des-
pu6s ofreciese el gobierno brithico veinte mil libras esterlinas:
gal qzce descuhriese el medio de calcular la longitzcd con medio grad0 de
aprmimaci&n.
Como hace constar el Sr. Picatoste, ensu ya mencionado trabajo (1).
Ni 10s intentos de Andr6s de San Martin en 1620, ni las Juntas de
Cosm6grafos de 1624 presididas por Hernando Colon, habian conducido
A resultado alguno prbctico, y xi por la cesi6n de las Molucas hecha por
Carlos V A Portugal, existia entonces un acuerdo entre ambos paises
peninsulares, la necesidad de conocer la Longitud subsistia sin embargo
par* otros importantes fines, J de aqui que a1 mediar el siglo XVI se hi-
cieran en Espaiia nuevos esfuerzos para poder conseguirlo.
Con este objeto, se celebraron en la Corte diversas Juntas con-
vocadas por el Consejo de Indias, A las cuales fueron llamados dife-
rentes InatemAticos o Cosmografos, juntamente con varios de 10s de la
Casa de Sevilla, de 10s que merecen singular menoion el antiguo Cosm6-
grafo de dicho centro Alonso de Santa Cruz, conocido ya por sus an-
teriores trabajos cientificos.
De &as Juntas, podeinos citar las que tuvieron lugar en el afio
de 1664, B las cuales fueron llamadas por respectivasCBdulas (2),
Pedro Ruiz Villegas, Pedro de Esquivel llamado t a m b i h por su saber
el Maestro Esquivel(3), el abad de San Zoilo en Carribn, J el tesorero
Aguilera. De la Casa de Bevilla concurrieron A estas Juntas (4),con
Alonso de Santa Cruz, Geronimo de Chaves escritor y CatedrAtico de
Cosmografia, y el Cosmografo honorario de la Casa Pedro de Medina,
eecritor tainbibn de materia geogrhfica, y mas conocido por el Maestro
Medina (6).

(1) Apnntes pirn unn Bibliotecn e-spniioln del siglo XVI, pkginn 997.
(2) Archivo de In Cnsn en el de Indins 199-1-11. (Libro ?Y, folio 96).
(9) Snbio cntedrbtico de In Unirorsidad de AlcnlB de Hennras, conocido tnmbi6n por el
Maestro Esquirel, emprendi6 por encnrgo de Felipe I1 In formnci6n de on iunpn de 1s Peninsuln
que no pudo terininnr y pnrn el c u d , segiin diversos nutores, pnrtin de unn red de tribngalos.
(4) .4rchiro de In Cnsn 139 -1-11. Faeron llnmndos 10s Cosmhgrnfos pnrn el 10 de Septiem-
bre yen 13 de Octubre probnblemente ir su mrminaci6n, se ordenn el pngo de t33 ducndos B cads
concurrente.
(5)' Sncido en Sevilln y Cosm6grnfo honornrio de Is. Casn desempeii6 sin embnrgo rnrihs
comisiones oficinles como I n que citnmos.-Poblic6 su drte de nnucqar.-Vnllndolid 1.545.-
Sevilln l561.-15@2.-En frnnces por Xicolbs Xicolni 1 5 5 ~ 1 ~ l ~ L - 1 5 i ~ - 1 6 1 5 - 1 G ~ ~ J . - Eita-
n
linno por Corzuts 1655--1GOR.-En ingl6s por Frnmpton 1 8 1 ? otrns-En nlembn por Coig-
net 1576 y reimpreso en 1577--15S0-1631-1G2S y 41G segiin 10s dntos del Sr. Picntoste. Public6
adembs si1 Regimiento de nnregnci6n. Sevilln 1552 y E6il.-Sos GrnndezRv de Esparin 16.15 y es-
cribi6 otros tmtndos.
DETERMINACI6N DE L A LONGITUD 361

La gloriova expedici6n de Legazpi, desde el Mejico Espaiiol b las


islas Filipinas, di6 lugar b nuevas juntas de Cosm6grafos y navegantes,
relacionadas tambien con la determinaci6n de la longitud, y convo-
cadas en cumplimiento de una CBdula enviada a1 Marques de Mondejar
por el Monarca, en Julio de 1666 en la que le dice (1):
"El ~Zltarq1teeb e @Ionbejar(2)n1teetroprtma: GI Gapitan
@ttguel gopea be gegazpt par 1t1teetro manbubo Titi c i beecu-
brir ciertae telae:be paniente, q parece que ha beecnbtmta q
pablabo eit la* ielae 3?l~el€p€nas, q parque true par ntteetrrt
ntanbaba juntaeteie initcQu'0 Qoem45gtrafoe beetns i@eqnos,
para saber eit citqa bemalrcacian retan r etas telae....... 00
encarnu q manba.,qtte can brembab entrteqe a1 nueetra @Gun-
sei* begnbtae la nottcta &e."
Y cuyo interesante documento lo es mbs por ser probablemente
uno de 10s primeros en que se daba su nombre actual b dichas Mas.
AdernBs de Santa Cruz que desde 1663 tenia su residencia en la
Corte (3), fueron 4esde Sevilla para asistir a estas Juntas, Ger6nimo
de Chaves, Francisco Falero (4) Piloto de la Casa, y hermano del celebre
bachiller, Pedro de Medina, y Sancho Gutierrez Cosm6grafo tambien
de la Casa de Cdntratacion, b 10s que en el mes de Octubre se mand6 pa-
gar por sus gastos y honorarios (6). Otra J u n t a tuvo lugar en el aiio
siguiente de 1667, sin duda para anblogos fines y presidida como la an-
terior por el Marques de Mondejar, habiendo dado en ella sus pareceres
10s Cosm6grafos congregados, y con ellos, seg6n el Sr. Navarrete (6), el
celebre Capitbn llamado despues fray Andres de Urdaneta. Como
fruto principal de las Juntas presididas por Mondejar, y que mbs di-
rectamente interesa b nuestro propbsito, qued6 el Libro llamado de las
Longitudes, escrito por Alonso de Santa Cruz b virtud del encargo ex-
presamente hecho poi. Mondejar, y del que por la importancia de sus
datos, nos ocuparemos separadamente. I

Y si el incornpleto exit0 de 10s esfuemos entonces realizados por el


Consejo de Indias y poi- 10s hombres de estudio que b la Casa pertene-
cieron (en su mayor parte), hiciera que estos trabajos fuesen tenidos en

(1) h r c h i r o de 1n Cnsnen el de Indins 139-1-11. Dada A 9 de J u l i o de 1566.


(2) E r a e l MnrquBs de Xond&jnr,Presidente del Consejo de Indins hermano de Don Antonio
Mendozn, primer Virrey de BIBjico.
(3) DBsde 1563.--Archivo de In Cnsn en el de Indias. 133-1-11.
(4) Que public6 en Sevilla en 1633 s u Tratado de In Esfera y del drte de ttinwar, con a 2 g u w
regglna nseuamenteescritns mtcy necenarins.
(6) Arohivo de l a Casn en el de Indins. 139-1-11. P o r CBdula dada en 17 de Octubre de 1666.
( 6 ) Disertncibn pnra In historin de In NAuticn, pbginn 197.
362 EL LIBRO DE LAS LONGITbDINES

poco, por personas de escasa 6 superficial ilustracih, recuerdese que


fueron hechos en el siglo XVI, que pasarian aun largos aiios y progre-
sarian no poco las ciencias y las artes, antes de llegar B obtenerse una
soluci6n prBctica y satisfactoria. Ademas de estos esfuerzos, el Gobierno
espaiiol ofreci6 en aquel tieuapo seis mil ducados de or0 en renta per-
petua para el inventor de un procedimiento que fuera cientifico y
seguro, y aun pasaria mbs de un siglo para que Holanda primero, y mas
tarde Francia 6 Inglrtterra ofreciesen b principios del siglo XVIII,
considerables recompensas pecuniarins para aquel que resolviese este
problema.
Y asi lo manifiesta tambien el hecho que vemos citado en la bio-
grafin del sabio matemBtico inglbs Sir Isaac Newton (l),de que en 1713
fur3 discutida en el parlamento inglbs la proposicih para recompensar
lainvenci6n de un medio que permitiese en cada momento b 10s nave-
gantes la determinacidn de la longitud, con asistencia por cierto del
mismo Newton.

VI11
EL LIBRO DE LAS LONGITUDINES

E ste libro de Alonso Santa Cruz se encuentra tambien consignado


en el Invexitario hecho de 10s papeles que a lamuerte de este
Cosmografo quedaron, y que fueron entregados en 1672 a1 Cosm6grafo
D. J u a n L6pez de Velasco (2) su sucesor, en el que se lee:
”@tro l i h o be plicno entero tnue yequeiia, encitaberna-
bo coma 100 be arttttra (en citero ttegro con abornoe bora-
boe) be tnano, intititlaba gittro be lae gongititbittee, t j bel
a r k e be nuoegur, birtgibo a1 3%eqniteetro geiior.”
El libro de las Longitudes 6 Longitidines, como mlts ajustadamen-
te su etimologia latina, escribe Santa Cruz, se conserva como su Isla-
rio en la Biblioteca Nacional de Madrid y empieza por una carta dirigi-
da. a1 Monarca, en la que liace referencia A las Juntas anteriores, presidi-
das por Mondejar, causas determinantes de su estudio.

(1) Biographie Unirersalle par line Societe de gens de lettres.Paris 183%torno IT,p i g . 2165.
(2) Archivo de Indias de Se~illa.-2-1--9/~,. En 1572.
E L LIBRO DE LAS LoNGITfrDJNES 363

”Fe In 2itnta qite 100 biae paeabos 0 e titoo p o r man-


bato b ep. 3%. con alnunoe coemirnrafos, ~etr6lopoe (a0-
trhomo0), 17 otrae pereonaa boctae en la0 somefantee
Cfenciaa, para el esamen be los inetritmontoe be metal q
libro0, quo Qobro &tiatto aleman biyo para ballar pot. ell00
la $ongititb, otno u comprenber el matrqitee be @toitbefar
a wte all€ so l~a11ircoxno Qroeibente, nl0unae manttra0 qite,
+zeta aqite1 tietnpo BE tJnbtan pobibo alcaayar u saber para
bar la @ngititb..... g le pareeciir (a1 ?@lurqites)qite q6 Lo
biera mi parecerj net acerca b e la manera qite 0 e babfa
tsnibo en la inoenciun 2iella0, cotno be otrae co0a0 qite vir
buttiere alcanyabo ti saber, ponidnbola0 por orben..... g qito
allenbe besto, bijere tobo lo qite mu0 pubieee saber, acerca
bel mitego 6 poco proooclp qite @la0 ttattegaciottes pobian
acurreurj tobo lo c u d qir aceptd E;..”
Comprende por esto el Libro de las Longit6dines, no s610 una noticia
d e 10s in6todos h a s h entonces intentados, que venia it constituir un ver-
dadero informe acerca de 10s esfuerzos realizados para la determinaci6n
prkctica de la Longitud, sino t a m b i b un examen de 10s procedimientos
nias adecuados para conseguir el fin que se perseguia, y que no conside-
raba Santa Cruz como resuelto, ofreciendo tan 9610 esponer, seg6n se le
habia ordenado:
”otrae c o 0 a ~q i t e qir m i e e e alcanyabo ii ~ a b e r pmtidn-
,
bolas par orbon..... ij que allenbe beeto bffme, tobo lo qtte
mu0 pitbieee saber acerca bel mitcbu ir poco prottoctp, qite
para el biPn bola0 naoegactonee pobria acurrear, E;..”
Divide Santa Criiz SLI obra en dos partes, de las que 9610 la priiuera
interesa A nuestro prop6sito, por referirse la segunda A la obra geogrkfica
de Tolomeo. En dicha primera parte que consta de doce capitulos, QX-
pone Santa Cruz ocho distintos metodos inventados 6 propuestos para la
determinacih de la Longitud, 15 informa tainbibn acerca de la pritctica
y de la eficacia de cada uno de ellos, circunstancia que da mucho inter&
it su trabajo, porque si bien algunos de estos procedimientos quedaron
sin aplicaci6n y relegados nl olvido, en cambio otros, como ocurre con el
procedimiento de las distancias lunares, fueron en tiempos posteriores
peifeccionados y llevados h, la prkctica por gran parte de 10s inarinos de
casi todos 10s paises.
FB el primero, el llamado de las singladuras, sistema de un todo
inaceptable para las largas navegaciones y distancias, empleado de anti-
guo porlos navegantes del Mediterrimeo, y que juntamente con el us0
69
364 LA OBSERVACI6N DE LO9 ECLIPSES

del astrolabio terrestre, habia servido para levantar las antiguas Cartas
planas usadas en la Edad media, con cuyo motivo el sabio introdnctor
del us0 de las Cartits esfericas consigna en su Libro de las Longititdines
10s inevitables errores de las Cartas planas, usadas hast&entonces.
El segundo mittodo, llamado de 10s Angulos de oposicidn, fundado,
en el conocimiento de 10s Bngulos formados por el meridian0 con el
paralelo, no era aceptado por Santa Cruz por el inconveniente de tomar
como lado del trikngulo, la cuerda por el arc0 de la inisma, y rechazaba
igualmente Santa Cruz como impracticables, el mittodo de hallar Longi-
tud por medio de la declinaci6n del Sol, y otro procedimiento propueato
por Pedro Ruiz Villegas, que partia de observar el movimiento de la
Luna, respecto de dos estrellas conocidas, y que Santa Cruz juzgaba
con raz6n in6ti1, en especial para 10s navegantes.
Otro de 10s procedimientos propuestos desde hacirt tiempo para la
determinaci6n de la Longitud era el fundado en las variaciones de la
aguja imantada, sobre el cual habfa hecho Santa Cruz no pocas investi-
gaciones, de que hemos dado cuenta y cuyos resultados fueron llegar a1
conocimiento de que estas variaciones no eran un fen6meno regular, y
que no eran tampoco constantes, siendo por tanto inaplicables B su obser-
vacion para el conocimiento de la Longitud.
Los otros tres procedimientos que expone y discute el autor del
libro de las Longitudines, son el metodo fundado en la observaci6n de 10s
eclipses, el de 10srelojes precisos y concordados, y a1 de las distancias lo-
nares, y como quiera que estos .procedimientos dieron lugar B nuevos
trabajos realizados despues de. la rnuerte de S a n h Cruz, 6 que fueron
generalmente adoptados en el siglo XVIII, examinaremos separada-
mente cada uno de ellos.

IX
EL M$X'ODO POR OBSERVACI6N DE LOS ECLIPSES

E ste antiguo procedimiento, del que s e g h Hernando Col6n (1)se ha-


cia menci6qen Tolomeo, presentaba en primer termino el inconve-.
niente de la poca frbcuencia de estos fenomenos, circunshncia que uni-

(1) En 811informe dado en 1626 en las Jnntas de Astr6nomos y Cosm6grafos de Bndajoz.


Colec. de doc. de Nnvarrete, tom0 IV,ptig. 397.
LA OBSERVACI6N DE LOS ECLJPSES 366

.da k la incorrecci6n de las tablas astron6micas de aquella Bpoca, y B exi-


gir de 10s navegantes ciertos conocimientos, era causa de que fuese
considerado por Santa Cruz, como poco practice para 10s fines de la
navegacion, arguyendo por cierto b su favor el mal resultado que debi-
.do sin duda b la: incorrecci6n de las tablas, habian obtenido el mismo
aCrist6bal Colon en las Antillas, y Andres de San Martin en la America
del Sur. Reconocia en cambio Santa Cruzen suLibro, la conveniencia de
este procedimiento para la determinaci6n de la Longitud en las islas, 6
en las tierras continenteles, ya que 10s otros metodos hasta entonces co-
nocidos, presentaban tan insuperables dificultades para su realizaci6n.
A este parecer del Cosm6grafo sevillano deben atribuirse las dispo-
Riciones del Consejo de Indias para la observaci6n de diversos eclipses,
.con objeto de determinar de la Longitud do las mas importantes ciudades
de la America Espafiola, y de cuyas observaciones vemos que se hacian
tambien varias en la Peninsula, para obtener con mbs precisi6n la dife-
rencia de las horas. E n ellas se tomaban adeinhs 10s datos para la determi-
naci6n de las respectivas latitudes.
No existen documentos relativos b la observaci6n de eclipses he-
cha en tiempo de Santa Cruz, pero si que no mucho despues de su muer-
t e se enviaron b la America Espafiola repetidas y minuciosas Instruccio-
nes para la observaci6n de 10s eclipses por D. J u a n Lopez de Velasco
sucesor suyo en el cargo de Cosm6grafo Mayor, y B quien como hemos
visto se habia hecho entrega de 10s papeles de su antecesor.
La primera de las que conocemos es la enviada por L6pez de Ve-
lasco (1)en el aiio de 1676 dirigida B obtener observaciones del eclipse
d e l aiio de 1677, tanto en la Peninsula como en la America Espafiola:
"3n0ftritcctm para la oheetroacion bel e c l t ~ ~ be e e guna q
canttbnb be la0 eomha0 qite 3. m.
manb6 tJa~erel afio be
1677 q I 0 0 qite sfatten en la0 ctitbabe0 q pueblo0 @0paitoLeebe
'lae ?3nbias. gam uertftcatr (oheetroatr) la gungttttb g altittra
bello0, pitee aitnque pitbietra l~abctrotitoe mebtos matemdtfcos
para ollo,00 hait olegSbo potr ma0 fdctlee, Io0 que siflzten:"
Para hacerlo mbs general y rnh fructnoso que pudiera ser la
observaci6n de este eclipse, orden6se observarlo B todoslos cosm6grafos

(1) Aquntes pnrn unn Bibliotecn cientificn espniioln del siglo XTI por el Sr. Picntoste, Nn-
.&id 1892, pig. 1 7 5 - L ~ otras dos Instruccicnes de L6pez,de Telasco la%consignn el Sr. Pi-
catoste en sti ApAndice.
(1) Ccmo 1n rivnlidad entre unos y otros Cosm6grnfos fiscnliznbn m&sde una vez sus opern-
.ciones, sufrieron lnsde Telnsco I n censuTn de CBspedes que nfirmnbn hnber llegndo en nlgunn de
BUS opernciones 4 tin error de cercn de treintn minutos. Est.ns obserrncionesen cunnto 4 pre-
.cisi6n pertenecen en genernl 4 10s tiempos en que se hicieron.
366 LA OBSERVACI6N DE LO3 ECLTPSES

que estuvieren en la Peninsula 6 en las Indias, y que en 10s pueblos en


que no 10s hubiese, hicieran la observaci6n la persona 6 personas m h
entendidas; y para que pudiesen estar a1 alcance del mayor nlimero, en-
vitbronse esta y otras antdogas Inatrucciones, en las que con minuciosos
detalles se detallaba la manera d e observer. Para ello debia cons-
truirse en un lugar despejado y nproposito, un pilar de inamposteria
con su cam superior peifectamente plana y nivelada, y en su centro
deberia colocaige vertical Apeso, un estilo 6 varilla recta y de altura de-
terminada.
En 10s dias anteriores a1eclipse debian observarse las sombras de
estilote 6 vitstago, indicar el trazado de la meridiana, y las sombras arro-
jadaa habian de-seiialarse en cuatro pliegos distintos con 10s circulos
conchtrims y las sombras observadas, remitiendo de todo lo hecho 'co-
pias duplicadaa al Consejo de Indias.
Aunque 10s datos subsistentes de lo hecho entonces Sean incomple-
tos, 10s docomentos manifiestan que se trat6 de hacer un trabajo algo
general, lo que hacs decir no sin raz6n al Sr. Picatoste (1):
.Lo cierto es que aquellm olservaciones, hechas por primera ve2 en el
Mundo, en tan inmensa extensibn y por tantos observadores, por un mdtodo
uniforme, permitieron aver@uar la longitud de n w h a s poblaciones y puntos
importantes, rectificandose okas. 3
Como vemos, la instruccih fCl6 previaoramente hecha en 1676 para
que hubiera tiempo, singularrnedte en la America Espaiiola, para la
elecci6n de personas y que so hiciesen alli todos 10s preparativos necesa-
rios. En la Peninsula fue observado el fen6meno en varias ciudades, ha-
bikndolo hecho en Toledo Juanelo Turriano (2) y AlcAntara (3), L6pez
de Veiasco en Madrid, en Valladolid el Doctor Sobrino (4) de Varillas, y
en Sevilla el profesor de Cosnografia de la, Casa, Rodrigo Zamorano.
Debemos a1misino Sr. Picatoste el conocimiento de las horas B las
que en diferentes 9 bien distantes localidades termin6 este eclipse ob-
servado en 1677.

(1) Apnntes pnra n n Bibliotecn


~ cientificn espniioln, p6g. l i 5 . ,
(2) Eatndioso nrqnitecto de Cremonn en Itnlin que por innndnto de Cnrlos V constmy6 en
Toledo on mecnnismo 6 ingenio pnrn elernr linstn In Ciudnd Ins ngons del Tnjo.
(3) Probnblemente -4ndr6s Alcantnrilln. De qoien Pinelo, Nicol6s Antonio y Nnvxrete
citan nn libro de Instrnmentos de nnvegnr, y otro sobra la Fibrim del Aslrolabio.
(4). Qui04 el mismo Doctor Sobrino que en otro logar. citamos por su informe ncercn de la de-
terminnoi6n de l~ Longitud por medio de relojes prrecisos y coucordndos, juntsmente con Garcia
de CQspedes,y el Cosm6grnfo de le C ~ w Antonio
r Noreno Vilohes.
LA OBSERVACI6N DE LOS ECLIPSES 367

en Toledo ti las 2 horas 12 minutos


’ D Madrid D 2 D 16 u
D Valladolid s 2 D 8 D

D Sevilla D 2 D 4 D

I El mismo eclipse fue observado en varias ciudadea de la America


Espaiiola segun 10s mismos d a b s que ae conservan, termin6:
en Los Angeles (Nueva Espaiia) 7 horas 36 minutos
D San Juan de Ulua (id. Veracruz) 7 D 60 D

y de cuyaa localidades no se expresan 10s obaervadores.


En el aiio siguiente de 1678 y tarnbiBn en el de 1684, fueron envia-
dm de nuevo B la America Espafiola otras instruccionea para la observa-
ci6n de 10s eclipses de Luna, con objeto de obtener la determinaci6n d e
la Longitud en diferentes poblaciones, y segiin en la primera de dichas
instrucciones se decia:
”pa00 aunqite la ustrologia (a.etrmomia) q la coemo-
graffa t i e a n propue0to0 mucbo0 iJ biferonte0 mebto0 mate-
mlltfcos, tenbnba r e r p s b ti la fulia que en la0 @nbiueba be
baiter be per0onas qite 0 q u n u0ar ohto0 (eo aepiraba ti obte-
a f r muclJa0obaettttacfono0), 0e ban,elogibo por mli0 flicfle0 2)
ueualece Lo0 que 0tguen:”
y B seguida venfa la Instrucci6n. P de e s h Bpoca vemos que se
conservan en el Archivo de Indias, 10s dabs d e un eclipse observado
en PanamB el d o de 1681 por un cosm6grafo llamado Alonso Palo-
mares de Vargas (1).
Estos eclipses eran generalmente obserrados en Sevilla por Zamo-
rano, que lo manifiesta mi diciendo en la informacih hecha acerca de
SUB servicios en 1682, que habia hecho como constaba, la observacion
de varios eclipses (2):
“@gun le babia 0ibo ozbmabo por lo0 3+eiiore0bel Cmt-
eeio, para la anertguacion be lo0 verbabmus sffioe be la0
gongiftube0 b e fob00 loe lunare0 be @epaiiu q br la0 !&tbfas,
cuqa b e 0 c r i p c t h t eetri li cargo be Bun gncm gopey b e ge1u0-
eo, Qoembgrafo malfor b e l 8eq.”
E n el aiio de 1684 fueron, como hemos dicho expedidaa nuevas
instrucciones para la observaci6n de 10s eclipses, y de ellas se conservan.
ailn en el Archivo de Indias de Sevilla 10s datos relativos ti la obser-

(1) Arohivo de Iodias 2-6-a/1,. En 1681.


(2) Archivo de la Cas8 en el de Indias 2-6-J/1v En 14 de Mayo de 1684.
90
368 LA OBSERVACI6N DE LOS ECLTPSFS
- __ ~ ~ -~~-
vaci6n hecha en la ciudad de MBjico del eclipse de 10 de Noviembre
de dicho aiio (1).
Una de estas observaciones fu8 rerslizada en las que llaman las Casas
Reales (acaso el Palacio del Virrey), y la segunda por el Doctor Pedro
F a r f b , magistrado de aquella Audiencia, J’ en su casa. Para hacer estas
observaciones se construyeron previamente unos poyetes 6 zdcalos de
mamposteria cuya cara superior perfectamente horizontal y plana, de
bia de recoger con precision la sornbra arrojada durante el eclipse, y
registrar tambiBn 10s d a b s hofarios. Estos se obtenian de relojes es-
cogidos, y quiz6 enviados para este objeto. Del reloj empleado en las
Casas Reales, dice uno de 10s observadores llamado Cristobal Qudiel.
que era:
”itn relor b e p a e n e tnirq prerteo qite ee pueo”
y consigna B su vez otro de 10s observadores, que lo era el Cos-
m6grafo Dominguez, que fub:
”con itn relox he ritehoe ntuq cuncartaho ty precfsu.”
Con 10s dichos observ6 el Cosm6grafo Jaymes Juan, llegado recien-
temente A MBjico despu6s de haber observado con un instrumento in-
ventado por 81, Ins variaciones de la aguja imantada en la isla Mar-
garita, en Cartagena, en Acapulco y en la Habana (2). Los tres observa-
dores estuvieron conformes en la hora de 7h 27’ de la noche.
No asi el Doctor FarfAn que dispuso sin duda de diferente reloj, p
10s cuales no sabemos que fueran concertados, y que consigna la hora de
7h,30’(3). Todo hace crew que la comisidn oficial fume la encargada
de observar en las Casas Reales, y que Don Pedro FaifBn (4) que lo ob-
serv6 en su casa, lo hiciese 9610 por su amor B la ciencia.
No hemos encontrado, pero esto no significa que no existan, otros
datos acerca de la determinaci6n de la Longitud por este medio, pero
sin asegurarlo, creemos muy posible que en 10s dtimos tiempos de
Santa Crnz se hicieran ya en el Nuevo Mundo algunas observacio-
nes con tal objeto. Nos inclina A creerlo asi la opini6n excepcional-

(1) Archivo de Indins 2 - 2 4 , En 19 de Novieiqbre de lS4.


(2) Apuntas pnrn nun Bibliotecn cientificn espniloln, por el Sr. Picataste.
(5) Todo segim 10s dntos expresndos del Srchivo de Indins de Sevilla 2-2-4.
(4) Este Don Pedro Farftin, segiin Matote,, ern nncido eu Sevilla, y estodi6 en Snlnman-
w. Desde JCBjico pns6 coin0 Presidente b In Andiencis de Saut:%JCnrtn, y desde nllf a1 Peril
con ciertns preominencins. No debe confundirse con otro Farfin (hgnstiu) quizi t a m b i h sevi-
llano y coutemporheo, que public6 en hI6jico en 15iR sn Trntndo de Nedicinn, cugn o h fn6
amso In primern de nlguna iinportnncin publicndn en el Nuero Contiuente ncercn de materia
mBdicn. L n obrn de osta doctor Farfirn, perteneceri sin dudn 4 SII Bpocn, per0 debi6 caner alli
alguna aoeptnoi6n, puesto que fuB inipresa de nuevo en JC&,iicoen 1592 y lfilO.-Segh el Seiior
Toribio y Medinn, en su Epicome I n Imprentn en M6jico.-Sevilln 1?193.
LA OBSERVbCI6N DE LOS ECLIPSES 369
~-
mente favorable de Santa Cruz acerca de este procedimiento, expresada
en el libro de laa Longitudes.
En efecto, dado el estado de 10s conocimientos cientificos, Santa
Cruz desecha casi de un todo 10s metodos que examina, y Cree pkeferible
el de loa eclipses de Sol, y de Sol y d e l u n a , aunque su observacih fuera
en general poco prBctica para 10s conocimientos corrientes de 10s que ma-
nejaban 10s buques. A d e m h de esto, la poca frecuencia de tales fenome-
nos seria siernpre causa de su inutilidad para laa navegaciones. Estos
inconvenientes no eran en cambio tan insuperables, ni tan graves para
la debrminacibn de la longitud en las ciudades, y es evidente que 10s
acuerdos del Convejo de Indias para la determinacion de la Longitud
por 10s eclipses, en 10s tiempos de Velasco, sucesor de Santa Cruz, deben
en realidad atribuirse it 10s criterios de este sabio cosmografo,expresados
en su Libro de las Longitudes.
No creemos sin embargo que fuese esta empresa de un todo expe-
dita por la impetfecci6n de 10s instrumentos de observacion, ni que
en bodos 10s casos, ni en todos 10s lugares, se llegara desde luego
resultados exactos y precisos, pero si que consta liaberse empleado el
unico procedimiento que B la saz6n existia y que alcanzo it muchas
ciudades de la America Espaiiola.
Aunque no conste, parece muy posible que antes de la muerte
de Santa Cruz, y de la intervencion del Consejo de Indias, fuese deter-
minada por este medio la Longitud de algunas ciudades de la America
Espaiiola por el Piloto Mayor Alonso de Chaves, y su sabio hijo Ger6ni-
mo, CatedrBtico de Cosmografia en la Casa de C o n t r a t a c h , en cuga
obra de Cosmografia (nos referiinos aqui it so edicion de 11566)(l), se
incluyen las Longitudes de varias poblaciones de la America Espaiiola,
en la que titula c Canon y declaracion de la tabla de lugares,? g dice A este
prop6sito su autor:
Por que todas nzcestras cuentas que aqui pusimos, estan verificwdas a1
meridian0 de la mug noble y mu!/ leal ciudad de Sevilla, Patria nuestrw,
parescionos ser cosajusta y degran utilidad dar regla con la cual, otras re-
giones y ciudades, asi orientales como occidentales a esta, pidieran ser apro-
veckadas y partimpen del bien que de nrcestro Repertorio se podra seguir.
Por tanto, si alguno qrcisiere observar la entrada del sol en alguno de 10s
cuatro sisnos cardinales..... 6 a@na conjuncion de 10s Luminares Sol y L ~ L -
na, b el tienapo en que aeonteeera algun eclipse, asi de Sol como de Luna,
y este tal se hallare ficera de In. eiudad de Sevilla, note en nuestro Reperto-
rio etc.?

(1) Cliuographia 6 Repertorio de 10s tiempou.-%villa 1666, folio 9.19.


360 LOS RELOJES DE PRECISI6N

Y 8. seguida incluye el autor, la que titula:


e Tabla de las Longitudes de algunos de 10s mas insignes lugares de l a

Europa, I s h , 6 Indias occidentales del Mar Occdano, respectuadas a1 meri-


diano de?a muy noble y leal ciudad de Sevi1la.s
En la que se consignan las Longitudes de setenta y seis ciudades de
la America Espaiiola (tres 6 cuatro son del Brasil). Y es de notar que
entre ellas se encuentran consignadas varias del interior, como son MBxi-
eo, Lima, Quito, el Cuzco, y otras.

X
LA DETERMINACION DE LA LONGITUD POR LOS RELOJES DE PRECISI6N
(HOP CRON6METROS)

E ra este, otro de 10s procedimientos examinados por Santa Cruz en


su Libro. Los relojes propuestos para este fin eran de veinte y cua-
tro horas, y examina S a n k Criiz relojes de diferentes sistemas para lle-
gar ti obtener con ellos la deseada, pero no conseguida precisibn. Lo
imperfect0 de estos instrumentos hacia desesperar Adicho Cosm6grafo de
su eficaz aplicaci6n para dicho fin,y termina por escribir:
"par via be rolo%es s e d coeu btficitltoen el saber la
@ttgftltb, con la prectetott que 01 trequteze.”
Y bralo en efecto, y lo seria aun durante largos afios, segun el es-
tad0 en que las artes relacionadas con este asunto se encontraban, pnes
como conraz6n observa eldocto Sr. Navarrete, en su Disertacion parala
Historia de la NButica.
e estaba reservado a la ilwtracion del siglo X P I I I , perfeccionar este

&todo de un modo suficientemente util, para el us0 y acierto de In navega-


cion. *
Advertireinos sin embargo, que el us0 de 10s relojes precisos y, se-
guros que seria m8.s tarde una solucih, era reconocido como posible
en Espaiiaantes de terminar el siglo XVI y como uno de 10s medios para
llegar a obtener la deseada determinacibn de la Longitud. Acerca de
esto queremos consignar aqui el curioso informe que se conserra en el
LAS DISTANCIAS LUNARES 361

Archivo de Indias de Sevilla (I),y que fu6 dado en 1699 por el Cosmogra-
fo And& Garcia de Cespedes. encargado & la s a d n de rehacer 6 refor-
mar las Cartas de la Cwa, y por el Dootor Sobrino de Varillas, quiz& el
mismo que hemos citado por su observacidn en Valladolid del eclipse
de 1677,y con ellos el licenciado Pedro de Carballido, quefundaron qui-
z&en 10sprogresos que las artes iban realizando, la esperanza de obtener
la determinaci6n de la Longitud, por medio de relojes concordados y
precisos, que para este fin se construirian.
Este cuiioso informe que se conserva original ,y que ea notable por
su Clara concision, manifiesta que reunidos 10s citados informantes:
j’paru bictamfnur qu6 00u el meMo md-0eon*ren€entepara
lu rt*tertguuddrnbe la* gongfiube~,boepuc0 be kJubeztloeunfe-
m u (&e) yitfitimrre be parecer que el meMo mu0 cf&o fuefl rf
.acomobirbo,0erd por atu be relofes equfnocialrs mqo nitme-
ro t~ fubrfcadtn, 0e bard-por ~ e m f t o . ~ ~
,,go0 cuules kJecbo0g u)tsrububos,ogrtega el bornmento, 0 9
l h a r u n d la0 patrte0 Wte 00 0efiuIaren pard ma0 c m o b t b a b
be lo que 0e pibe, g futttumeniecon cabu relm, oaq una tna-
t*rucd6n pura 01 uetento g it00 bel mtemo,’9

XI
YkTODO LLAKADO DE LA9 DISTANCIAS LUNARES

E ste procedimiento, que en lit segunda mitad del siglo XVIII, sumi-
nistraria por fin & losnavegantes un medio prhtico para la de-
terminaci6n de la Longitud, y aceptado de tal modo que fu6 empleado
por la mityoria de las marinas mercantes del Mundo. es tam bien uno de
10s metodos que examina Santa Crue en su libro de las Longitudines, en
el que consigna este sabio Cosm6grafo sus trabajos y sus esfuerzos para
lograr por este medio la deseada determinacibn.
No debe extraiiar que no haga mencidn Santa Cruz de 1- obser-
vaciones hechas por Andr6s de San Martin en su viaje de 1619,p e s que
de ellas solo tenemos noticias por la obra de J u a n de Barros, publicada
despu6s de la muerte de Santa Cruz: per0 la consignacidn de aste pro-
cedimiento en su Libro, y el hecho que haremos notar de que & dicho
__-
(1) Archivo de Indins de Sevilla 2--6--1/,,
Si
362 LA8 DISTANCIAS LUNARES

metodo se refieran algunos trabajos del Cosm6grafo en 1635 6 antes,


indican cuAn posible era que fuesen estos 10s fines de San Martin, a1 ha-
car algunas de sus observaciones, cuya opini6n parece seguir el docto
Don Martfn FernAndez Navarrete, se&n el cual (1):
aAndres de San Martin aplicb las observaciones delas &“as, a la
Luna y a otros planetas, as( como la de sus eclipses y co?+wciones, para decir
In L0ngitud.n
Aun antes de ser nombrado Cosmbgrafo da la Casa (1636),comenzo
Santa Cruz sus estudios para la determination de la Longitud por este
medio, y refiere por ello en su expresado Li bro haber imaginado un ins-
trumento o radio astiwqomico, destinado A medir las distancias de la
Luna A otros astros,procedimientos estos muy ingeniosos y con 10s cuales
se trataba en aquellos tiempos de‘evitar cAlculos penosos, y el us0 d e
tables que no existian, 6 que eran muy incorrectas.
Pero ocurrio, que como en 1636 se hallase en Sevilla de paso para
M6jico su ilustre primer Virrey Don Antonio de Mendoza amigo suyo,
quiso consultarle Santa Cruz merca de dicho instrumento, y supoaen-
tonces por el, la anterior construcci6n de un instrumento igual, 6 muy
semejante, hecho en Alemania por Pedro de Bienewitz, mQ conocido,
por Pedro Apiano, docto escritor de materia astrondmica, profesor en
Ingoldstadt, y muy protegido tambien por Carlos V.
Don Antonio de Mendoza, que era ainante de estos estudios,
habia traido tambien de Alemania el libro de Apiano, en que describia
este su invencih con anterioridad A Santa Cruz, como lo reconoce este
noblemente en su libro de las Longitiidines, diciendo:
%e lo mol g i o e sake que m e peed-,pot- pat-ecet-me que
me tfabia quitabo la glot-ia be tfaber sibo el primern q m
tfabia piroeto en pt-dictica el biclp inetritanento 6 balleetilla,
g us0 bella, aitnque pot- ott-a parte. me plitgo asi, wet- que
mi ingonio eetfabia enconttabu, ton el be utt tan eztelente
lJombt-eE O m O era peITt-0 2Cpianu.”
Apiano como Santa Cruz se esforzaban en aquel entonces, para
suplir por medios ingeniosos y procedimientos grAficos, 10s caloulos cuya
eficacia resultaba tambien deficiente por la falta de rectificacidn de 10s.
movimientos celestes consignados en las Tablas. Pero 10s esfuerzos de
uno y otro fueron perdidos para la determinacidn de la Longitud poi-
este medio de las distancias Lunares, que quedo sin embargo consip
nado por Santa Cruz en su Libro, entre 10s medios entonces conocidos J-
propuestos, para llegar A la deseada determinacidn.
(1) Colec. de doc de Nav. torno I peginn 66.
Pasarian casi dos siglos, para que merced B nuevos estudios y tra-
bajos, fuese esto posible de una manera prbctica y satisfactoria, y que por
el progreso de las Ciencias y de las Artes,, ademhs de la rectificaci6n
de 10s movimientos de 10s astros, pudieran disponer 10s navegantes de
instrumentos de observaci6n exactos y precisos, que en 10s tiempos
de Santa Cruz y do Apiano no tenlttn. Abundando en estas ideas.
.dice con raz6n el Sr. Navarrete (1):
eNi la mecctnica, ni la bptica, habian dado aun ti 10s instrumentos la
delicadeza y exaetitud que era necesaria, ni las observaciones p teorias astro-
n h t c a s tenian sufieiente certidumbre 6 seguridad, para perfeccitmar las
tablas de 10s movimientos celestes, espece'almente de la Luna, que a1 cab0 de
tres siglos ha sido el fruto de la constante aplicaca'on, y de 10s cmocimientos
cientff i o s de los sabios mcis eminentes.
Mfts concretamente, luego que B principios del siglo XVIII ideara
Newton el sextante, y se conocieran mejor 10s movilllientos de 10s astros,
se haria prBctico y general este procedimiento para la determninaci6n
de la Longitud, y a m as1 esigirfa para ello la formaci6n de Tablas es-
peciales que como las de Borda y Mendoza Rios, generaliasen su us0
a t r e 10s navegantea.
La historia de este m6todo de las distancias Lunares, de cuyos
primeros estudios por 10s Cosm6grafos sevillanos And& de S a n Martin,
y Alonso de Santa Cruz hemos dado cuenta, continuaria entonces
a r i o s a m e n t e ligada B Sevilla por 10s trabajos del sabio astrbnomo y
matemhtico sevillano D. Jose Mendoza Rios (2), autor de sus cdebres
Tablas para la aplicacibn de este mktodo, que juntamente con las no me-
nos famosas del sabio franc6s J u a n Borda, compartieron el us0 de casi
todas las marinas mercantes del mundo culto.

(1) .Disertacibn pnrn In Historin de la Ninticn,pAginn 187.


(2) Nacido en Sevilla el 19 de Septiembre de 1763, pitblicd entre o m s trabnjos su trntado de
Navegncibn nstroo6rnicn.-Mndrid 1787.-Sll Nemorin de nlgunos mhtodos nnevos de cnlculnr
l s h o g i t u d pnrn lnsdistancins Lunnres.-Xadrid 1796.-Investignoiones sobre Ins solnciones de
10s principalw problemns de la Aetronoluin nbutica. Laid= en IaSociednd Real de h n d m . -
Londres 1797.-Colecci6n de Tnhlas pnrn vnrios iisos de nnvegnci6n.--Nadrid 18CO.-Edioi6n
inglesn de sns Tnb1ns.-Londres 1803. Estns fiieron reimpresns.-Londres 1809.-En 1842 edi-
4i6n frnncrsn debida nl Sr. Riclinrd p otrn espxiioln en Madrid en 1sM). Hixo Mendoze Rim el
proyecto pnrn el Fnro de Verncrna que descrihe hlejandro Homboldt en sn Estudio del Nt5jico
.Espniiol.
364 LA UNIVERSIDAD DE LOS MAREANTES

XI
LA UNIVERSIDAD DE MAREANTES DE SEVILLA.
NUE~TRA~ E R O R ADEL BUEN AYRE (QUEDI& su NONBRE A BUENOS AIRES)

E s h Universidad de 10s Mareantes (navegantes) de Serilla, & la que,


como hemos dicho, se dirigia en 1659 el escrito pidiendo la adopci&n
de un meridiano hnico, (1) era una Corporaci6n 6 Gremio maritimo de
carticter general, creado en Sevilla en el siglo XVI, y en el que se com-
prendlan, cuantos de la navegaci6n se ocupaban en dicha ciudad, como
lo indicaba por si su titulo de Universidad de Mareantm, y lo especifica
tambi6n el docto autor del Norte de la Contratacibn, s e g h el'cual (a),
pertenecian ti dicha Corporaci6n c Eos Dueiios y Seiiores de naos (navie-
ros), 10s Pilotos, hfwstres, Contramaestres, Guardianes, Marineros y Gru-
metes. s
' Procedia esta Corporaci6n de otra m b antigua, y de carticter mtis
iwtringido, establecida en Sevilla quiz&desde el siglo XITI, y llainada
de 10s C6mitres, que comprendia solo L 10s Dueiios de naos, Maestres y
Pilotos. Esta Corporaci6n de 10s C6mitres se hallaba desde tiempo in-
memorial astablecida en un edificio de su propiedad en la pequeira plaea,
L la que daba su nombre, y cuya Corporaci6n, de la que dan eacasas
noticias, tuvo en su tiempo internsantes atribuciones, como por ejemplo
consta el antiguo Privilegio exhibido en 1619 por la Universidad de
Mareantes (3), segun el cual correspondia L la Corporaci6n de 10s C6-
mitres el nombramiento de un Alcalde de rio y de mar para que:
"cuibase b e l gobierno g concierto be 100 naotoe qlte en
el rto eurgon, g 09 amarrau, 0ofialcinboles yztsetoe, cuiban-
bo tto 0 9 encfenban luntttres be nocge p o r el rieego bellne, g
que estittttore limpin q b e s ~ m h a r a ~ n blaa canal bel rfo."
Cuyaa palabrm, dan alguna idea de las atribuciones de esta tan
antigua Corporaci6n maritima de Sevilla.
A diferenciade la de 10s Chmitres, que se hallaba establecida la
izquierda del rio, estableci6se entonces la de 10s Mareantes sobre la ori-
lla opuesta en el barrio llamado de Triana, poblado generalinente de-

(I) Discum y razonamienta sobre In convenienoin de usar un solo meridiano 10s cosm6gra-
fos y pilotos nsI como tambien 10s ixstr6nomos. A la CKU~de %villa 9 Universidad de Narean-
tes.--Sevilla 1669.-Picarosta-Apuntes para una Biblioteca cientifica espaiiola del siglo XVI.
(2) Norta de Is Contratsci6n de Indins por don Jose Veitin Linqje, Consejem de Indim-
%villa 1672.-Libro 2.", pRg. 112. .
(3) Norta de la Contmtsoi6n de 1ndias.-Libro 2.0,'pigina 116.
LA UNIVERSIDBD DE LOR NAREANTES 366

pilotos y gentes de mar, y cuya grandiosa basilica de Santa Ana,&


juzgar por las lBpidas sepulcrales que en ella se ven, parece hoy un pan-
te6n de 10s pilotos y navegantes de Indias, It 10s que el historiador de
Triana D. Justin0 de Matute (l), t o d n d o l o sin duda de un antiguo
documento da el titulo de ”nat~aanteebo la Bran rantpdiia.”
Esta corporaci6n de 10s Mareantes de Sevilla, tenia tambien SUB
atribuciones oficiales en materia de navegaci6n, 6 en la de construcci6n
de buques, (2) y asi lo manifiestan por ejemplo, 10s docuinentos rela-’
tivos a1 Jitigio sostenido ante la Audiencia de la Contrataci6n entre
dicha Universidad, y las corporaciones 6 gremios de 10scalafates, J- de 10s
carpinteros de ribera establecidos tambien en Triana (3). Para la reso-
luci6n de este asunto fui! ordenado B 10s expresados gremios, que ningim
oficial del uno, ni del otro, pudiera tomar aprendiz sin manifestar antes
el sillario que pensaba darle, obligandose ti ello por medio de un docu-
mento, que presentarla B la dicha Universidad de 10s Mareantes. Coya
decisi6n manifiesta el carkcter oficial, y las atribnciones de la Universi-
dad en estas y otras andlogas materias maritimas.
Formaba parte del edificio de 10s Mareantes, A orillas del Guadal-
quivir, y frente casi de la hist6rica y bella Torre del Oro, una capilla b
la que daba uombre la antigua imagen de Nuestra Seiiora, titulada del
Bnen Ayre, procedente seghn se Cree de la primitive corporaci6n de 10s
C6mitres, y de tal tradici6n y tal prestigio para 10s naoegantes sevi-
llanos, como lo manifiesta el hecho de haber dado este nombre de Buen
Ayre, nos610 B una pequeiia Antilla, sino t a m b i h B una de las m8s
bellas ciudades de la America Espaiiola, que hoy se llama Buenos Aires,
y por cuya prosperidad y grandeza hacemos fervientea votos
Asi consta por 10s primeros documentos de la naciente ciudad, fe-
chados en ”@tcetra 3&*rabel &ton &jre”, y se encuentra tarn-
bibn publicado en Clwonographia (4)del sabip profesor de Cosmografia
de la Casa Gerbnimo de Chaoes, en la c u d entre las Longitudes de las
entonces con tadas poblaciones del Brasil, y del Rio de la Plata, especifica
la Longitud de la que titula del Buen Byre.
Estas circunstancias, y las mauifestaciones de cariiio s considera-
cidn para Espafia llegadas recientemente desde aquella hermosa Ciudad

(1) En s n aApnrnto pnrn escribir In historin de Trinna.Y-Sevilln 151s.


(2) Acercn de estn innterin, citnremos el .rArte de fabricar, fortificnr y apnrejar nnos de
guerrn y merchnntes con I n s regln, do nrqaearlnss, por Tom6 Cnno, Piloto exnminador de le
Casa de Contrstnci6n.Sevilln 1611.
(3) Arcliivo de la Cnsa en el do Indiaq. 16-$--10/l,.-En lGlO.-Segiin CBdula dnds en Ma-
drid B 19 de Narzo de 1609.
(4) Chronogrnphin 6 Repertorio de 10s tiempos.-5willa 166G.-Folio 263 vuelto.
92
366 LA UNIVERSIDAD DE LO9 MAREANTES

y desde su hidalga tierra, nos mueven B consignar aqui algunas sumarias


noticias acerca de la Universidad de 10s Mareantes de Sevilla, ysingular-
mente de su hist6rico solar, y de su Capilla presidida por su Titular
Nuestra Sefiora del Buen Ayre,y esto con tanto mayor motivo cuanto
que puede esclarecer algo de las primeras enseiianzas nsnticas en Sevi-
lla, acerca de laa cuales quedan tan pocas noticias.
Parece sin embargo, que antes de ser creados en Sevilla en 1608
la enseiianza y 10s examenes de 10s Pilotos de Indias, existian en dicha
cindad exBmenes de Pilotos, y la enseiianza correspondieiite. Exigiase
en efecto, desde muy antiguo, por las ordenanzas de la ciudad, el precis0
examen para el ingreso en 10s distintos gremios aun de las artes pura-
mente mechicas, & las cualesno se podia pertenecer sin aprendiaje 6 en-
seiianm, y examen correspondiente. Pero en lo que toca & 10s navegaa-
tes, estaba ordenada dicha enseiianza desde el siglo XIII, por el C6digo
de las Siete Partidas (1)y seg6n consigna el Sr. Veitia y Linage (2):
~ L o Maestres
s de 10s navios debian por lo antiguo ser examinados ?I
saber, no solamente la navegacion por lo tocante a1 pilotaje, sin0 entender
todo lo demas de la arte de la marineria, apresto ytripulacion de un bajel.8
Y agrega el antiguo escritor que:
epor est& razon fueron llamados Maestres de navios, segun la glosa de
una ley de las Partidas, asi como se llainan Maestros de Teolo-qia,Artes, y
otrm ciencias. 8
Corroborando lo dicho, hace rsferencia el docto Matute, B &a en-
sefiasua dada por 10s Mareantes en su antiguo edificio de Triana, y an-
teriormente en el de 10s Cbmitres, hasta la creaci6n posterior del gran-
dioso Colegio de Pilotos de San Telmo; y dice del antiguo local de 10s
Mareantes, titulado tambibn del B u m Ayre que cse educaban en 61 al-
gunos jdvenes, en las artes de la navegacion. (3).
La f d t a depapeles d: nquella antigua C ~ Ragrega, el mismo es-
critor. nos priva de In noticia de 10s pilotos y cosmdgrafos que salieron de
sw escuelas, quienes con SIN conocimientos y pericia contribzqeron a 10s ulte-
riores descubrimientos de Am&iea, per0 es de creer que serian mmhos, dado
el calor con que se adelantaron en Sevilla 10s estudiosnciuticos por aquellos
tiempos. 3
De todas maneras, es lo cierto, que seglin 10s documentos que cita
el Sr. Veitia y Linage (4), ya en el aiio de 1607 solicitaba la Universidad

(1) Ley 5.R-titulo 24-pnrtids 24.


(2) Norte de 1n Cootrstacih.-Libro 11, pig. 121.
(3) xstute, pAginn 123. '

(4) Libro II, plrg. 116.


LA QNI~ERSIDADDE LOS MARE ANTE^ 367

de 10s Mareantes, la fundaci6n especial de un Seminario 6 Colegio para


10s huerfanos de la Corporacion, pensamiento, que por fin fuB esplbndi-
damento llevado A cabo, y editicado B orillas del Quadalquivir el Colegio
de Pilotov de San Telmo, en el que a d e m h de si1 manutencibn, reoibian
la enseiiauza nAutica mas de cien niiios hnbrfanos y cuyo edificio, ven-
dido por el Estado en Bpoca moderna, ha sido dedicado de nuevo a fines
docentes por la generosidad de su iiltima poseedora. la Infanta Doiia
Maria Luisa Fernanda.
E n cuanto a1antiguolocal del B u m Ayre, que por las razones dichas
interesa especialmente it nuestro propbito, consignaremos aqui que se-
g6n el ya citado sefior Matute (1):
e E n esta Casa, pnrece se cwraban 10s marheros enfermos y nneianos’,y

so edeccaban alpnos jbvenes para el servicio de 10s bnjeles, costendo todo con
cierta parte que, del produsto de szls viajes, tenian sefialada sits e o f m d t m
LevantBbase el primitivo edificio de Nuestra Seiiora del Buen Ayre,
a la orilla misma del Guadalquivir, enfrente casi del histdrico muelle de
las Atarazanas y de la Contrataci6n, del que partieron para sus empre-
sas Cristobal Col6n y Magallanes, Ambrico y J u a n de la Cosa, YBiiez
Pinz6n, Solis, SebastiAn Elcano y 10s m L ilustres y laboriosos navegan-
tes y ge6grafos de la Casa de Contratacih. Formaba parte del mismo
el Asilo 6 Hospital en que se acogian 10s navegantes B quienes la enfer-
luedad 6 10s aiios impedian trabajar y reclamaban asistencia (2) y para
ayudar B su sosteniiniento se orden6 que este asilo i~ hospital, fundado
como hemos dicho, en el siglo XVI, tuviese la paga de un paje en cada
buque (3), y m8s tarde se dispuso que, como en 10s tiempos modernos se
hace, fuese en cada buque un cepillo 6 alcancia para recoger fondos:
”con In eneolla be p1tcetra giollora Sol ghtott 3qre” (4)
segbn consigna el docto autor el Norte de la Contrataci6n.
A1 travladarse a1 nuevo y magnifico edificio, la Corporaci6n de 10s

(1) PQginn 1T3.


(a) A fines del siglo XVI, y con el deseo 6 el pretext0 de mejoinr si1 administraci6n, fileron
suprimidos ~uuclioade 10s hospitnles greminlev de Sevilln, verdaderns w n s solnriegas de cada
gremio. FormRbn parte de cndn iino su capilla, en la que dndos 10s gustos artisticos de este pue-
blo, se conservnbnn Ins imngenes que trndicionalniente pertenecian nl gremio, siempre mug
aprecindns y Q veces mny nprecinbles, tnriibih bnjo el punto de vista nrtistico. Las eleccionas
de 10s cnrgoc ernn A veces ngitndns yreiiidns constitainn la vida civil de estns corporacionesy
de Ins instituciones que de ellns dependinn, y que en vez de ser destriiidns debieron ser modi-
ficadns 6 eorregidas, si nsi lo reqnerinn En estos domicilios de las respectivns,nrtes, solian tener
lugnr 10s exbmenes que pnrn e n t r x en cunlquier greinio Bran precisos nonqiie se tratase de un
oficio p u r m e n t e mednico.
’ (S) Nortwde I s C m t t r n t n c i h , libro 11, pbg. 119.
(4) id. id. id.
368 LA UNIVERSIDAD DE LOS MAREANTES
-- __________ __ ~

Mareantes, pasaron i si1 antigua Capilla sus ImBgenes, y hasta algunas


de sns lipidas, y por eso en la actual Capilla de San Telmo; y presidien-
dola en su Retablo mayor, se adinira la suntuosa y rics titular de
Nuestra Seilora del Buen h y r e , patrona de 10s antiguos navegantes
sevillanos, y tambieii de la hermosa ciudad de la America espaiiola B la
que di6 su nombre, aunque este haya sido algo modificado.
Fu6 sin embargo de sentir que en dicha Bpoca dosapareciese, lo que
seg6n algunos escritores, caracterizaba a1 antigiio local de Nuestra Se-
iiora del Buen Ayre (l),en cuya fachada, y en alto balc6n que daba al
rio, se distinguia un altar que f&cilmentese divisaba desde todo el puer-
to, y en 61 a las primeras horas del dia, Q ilnrninado por 10s tendidos p
dorados rayos del sol de Oriente, se celebraba por un sacerdote el Sa-
crificio de la Misa, a1 que desde las naves surtas en el puerto, pudieran
asistir gus tripulantes, ofreciendo sin duda original aspecto, y que con
su solemnidad y si1 grandeza correspondia ciertame?te B la grande p
ciistiana fe de aquellas generaciones.

(1) El antiguo loon1 de Nuestra Seiiora del Bum .+e, ha sido destinado recientemeuta
innns escuelas de.fundaci6n particular.
La Casa de. Contratacion [ I )

PARTETERCERA

. E L ENRIQUECIMIENTODE L A FAUNA Y DE LA FLORA

POBREZA DE ANINALES Y DE VEGETALES UTILES

M as claramerit,eque cou el titulo anterior, y sin embargo, con toda


verdad y con justa r a z h , podriamos llamar esta parte de nues-
trotrabajo, el enriquecimiento de America por 10s Espaiioles (2). Aquel
Nuevo Mundo, antes tau iguorado, carecia en efecto de 10s mAs valiosos
y mAs precisos vegetales, y casi por completo tambien de 10s animal-
m&slitiles y necesarios para el hombre.

(1) Reconstituidn teniendo encuentn 10s dntos de su construcci6n.


(2) Aos refel,imog ir 10s extensos territorios que formrron In Ambries Espniioln, porque en
.dB r a d y con e l mismo c d c t e r de prioridnd, ejercieron una ncci6n semejnnte IosPortugueses.
9s
370 E L ENRIQUECIMIENTO DE LAS NUEVAS TIERRAS

El trigo, la cebada, el olivo, la caira dulce, el naranjo y el limone-


ro, 10s mBs preciosos y delicados frutales, legumbres y hortalizas, fueron
llevados, A las Antillas primero, y despub a1 Continente, en las naves
espairolas y esas mismas naves llevaron tambien desde Sevilla, 6 de al-
gunos de 10s puertos proximos, el caballo, la vaca, la cabra, el carnero,
y otros animales utiles a1 hombro, como cascada de dones y de bienes,
como inagotables y perennes fuentes que habian de transformar, de
un modobaravilloso, aquellos inmensos territorios revelados hacia po-
co A la Ciencia y B la Humanidad consciente.
&hBles eran, en efecto, a1 tiempo de esta su revelacibn, el estado
de las nuevas tierras, y 10s recursos que podian presentar a1 Ser
humano? Tenemos, acerca de las Antillas, en las que primero se ejerci6
esta accibn, datos y noticias bastante precisos, consignados en sus DB-
cadas y en sus Cartas por el insigne milanes Pedro Mhrtir de Angle-
ria, hombre de singular ilustracibn para su Bpoca, que residia en la Corte,
y que escuchaba atenta y diligentemente B cuantos de las uuevas tierras
volvian.
Desde Barcelona, en cuyo puerto habian recibido hacia .poco 10s
Reyes Catblicos B Cristbbal Colon que regresaba de su primer viaje, es-
cribe Angleria a1 Cardenal Sforzia en Septiembre de 1493 (1):
"tieite (aquella antilla) oartoe reqe0 (2) pet-o beenuboa,
zy como e1100 tobati la0 personae b e ambo0 ecxoe, aungte
aquella gente 0e contenta cost lo natitral, comu qite na bsenu-
ba, q 0010 a0 alimentan b e fruto0 be citfbolos q ciettto pan be
rake*, p e r 0 son ambtciosos be manbo, q por eea ambicfon,
on mittuaa gusrrae Be inatan uno0 u otroe con arc00 q agii-
bae 0oPtas ct~ainuecabae,q el reqeaitelo oencibo ttone qua otte-
bacer a1 ttenccbor etc."
En Carta de la misma fecha, escribe Angleria a1 Arzobispo de Gra-
nada y a1 Conde de Tendilla (3):
'J@ntr~ agtellas islae, ocitpdr una qite aeegitra tiena m a -
qor rtmbito qite toba @apafia,(ee revere rt la @epnfiola),'@n-
contrdr l~otnbroecontentoa con Io b e la rtatttrnle~a,bec+ttitboe,
qite BE alintentan colt coinibae nafioas,IJ pan b e rafcee bc cier-
toe matorralee be palinftoe Llonoe be tttiboe, qite ell00 ti su
tfempo cltbtfen con tferra, ij entre nitbo q nuho e9 forman
tubBrcitlo0 a mobo be perae h b e calabacillae. Gitanbo eetan

(1) C~irtDspiiblicndas con sns DBcndns, tomb 1.O, pAg. %?.--En 1'2 de Septiembre d e 1493.
(2) En. realidnd, astn clnse de Jefes (?) de &&do no llegnbn iIn catagoria de cacique.
(3) Dbcndns, tom0 I.", p8g. 18.
EL ENRIQUECIMIENTO DE LBS NUEVAS TIERRAS 371

tttubur00,loe eecun a1 001,loe parten, trttitran q tJacen tJurf.


nu, 100 amaean, cueten q conten. 3 eetrre gldbuloe bun el nom-
bre be ogiee. Qoe bomdte drbolee, citqa maqm parte ban b e
comer (frutne),eon bfvettsoe b e Io0 ttlteetroe.” ’
Bajo el punto de vista de la fauna, la pobreza y desolacih de las
Antillas, no podian ser mayores, y concisamente‘ la manifiesta Angle-
ria diciendo de la Espaiiola (1).
crtu eeta iala citubritpebo alguno, fuern be lagartoe
ewrmoe, per0 inofenefoos q cietttn claee b e peqtrffue conefoe
que 0 e parocen ti niteetrae rutus.”
”@etarata, ugrega el miemrr eecritor, tfene zreqee q uno%
e otroe, guerrean entre ei con tJonbae, con muq
t t t u g o r ~ qite
ug1tbae cuRa0 ClJamuscabae,q con arcoe. aunqita van besnit-
ba0, tJnq entre ello0 anthicion be manbo, ifea cuean.”
Otro escritor de 10s primeros tiempos y contemporaneo de Angleria,
el P. Bernaldez historiador de 10s Reyes Catdlicos, escribe de las Anti-
llas (2):
4 s niaravilla de corn Eas gentes de todas aquellas islas no tienen, n i
ponen fierro en las ferramientas que tienen, pile son de piedra muy agcldas
i fechas a maravilla, asi como las hachm e‘ aquellas otras ferramientas de
que se sirven e‘ fazen sua cosas. Wls manteniwiientos son de pan de raices, que
Dios echb en aquellas tierras, en lugar de trigo, que ni trigo, ni centeno, ni
cebada. ni avena ni escaEa, ni panizo ni mijo, no h y en ella, ni cma que le
parezcu. B
y en otro lugar (3):
*no ltabia res de cuatro pies, dice, ni alimaEa de 10s de aca, pudieron
ver en cuantas islas fiteron desta vez descubiertas, salvo urns goaquillos chi-
quitos (perrillos), e‘ en 10s campos unos ratones grandisimos, que comen e sen
muy sabrosos, e‘ comenlos, como aca 10s conejos, 6 en tal precio 10s tienen. Hay
muchas aves diferentes de todas las de aca, especialmente muchospapagayos.. ,
Si de las Antillas, pasamos a esaminarlos recursos del Continente,
no podreinos dar rnuchas mejores noticias de la America Central, que fuS
la reg& primeramente reconocida y poblada por 10s espaiioles. La Flo-
ra tenia alli para el hombre casi Ins mismas deficiencias que en las
Antillas. E n sus espesos y lozanos bosques se criaban, sin embargo, el
cerdo salvaje y el venado, y t a n i b i h un pavo salvaje y comestible, lla-
mado guanajo 6 guajalote que se criaba t a m b i b en algunas islas c e r a -

(1) En IR miswn certn.


(2) Historin de 10s Reyer Cnt6liooq cnpitiilo 1’20.
(3) Idem Idem capitolo 118.
372 EL ENRlQUECI?IIENTO DE LAS RnEVAS TIERRAS
_____ _______

nit9 a1 Continente, y que 10s nuestros llevaron pronto ti la isla Espafiola


en la que tanta falta hacian toda clase de recursos alimenticios.
El milanes Angleria, de quien por las razones que hemos dicho nos
place informarnos, consigna la niuerte por inanici6n y miseria de la ma-
yor parte de 10s cornpafieros de Nicuesa, debida principalmente it ha-
berse separado de las seinenteras hechas, 6 L su perdida >T en e1 leemos
las afirmaciones hechas por Caicedo y Colmenares, Procuradores en-
viados & la Corte en 1613 por la nuera ciudad de la Antigua de DariBn,
que achacaban su pocn salud inks qrie L lo inal sano de aquellas comar-
cas, &la escasez de aliinentos (1).
En el misino sentido escribe Vas20 Niiiiez de Balboa a Fernando el
Cat6lico a1 participarle en el aiio sigaiente (2), su descnbrimiento de€
Pacific0 en una larga carta, en que le refiere tambikn las privaciones
que sufriera en 10s ties afios trascurridos desde la fundacion de la An-
tigua:
*’@or eeo, bice ~ n g l e r i aBE
, jacta Retiztniiteutc b c que l ~ a
guazrbnbo q inn8 larpa i j ittns rigitroten citrtresiitn que la que
3luestra ginittibab (3) iitttltbn ubecri*nryor nntinitn Mnetitu-
cimt; sumu q u e lja pnenbo citntro niiae pcreititce cmt lae bier-
Ltae be ln ticrrn, & Trittns be 10%iirltolce, eicitbo pocm.3 lae oo-
ce0 que dl ij 10%s i t g u s llcnabnit ti enciarso, qttc pcecnbu comie-
ran r a m 0 i m x e (4), cnrite rnrieiiitas, g 0e Iniitentaban BP
que babiait llegabo a1 cstrciito b e trorec prccisnhoe ti comer
lo0 perroe e a r i t u e o e g Ioe enpoe, ~j otrae cos&$ ectitrjnntee,
sital belienbite itinttbas, i j ittmtiarce eeqitieitoe.”
De las feraces comarcas que baiia el Rio de la Platn, tenelnos datos
no espafioles, inuy precisos, y del tiempo mismo en el que fu6 fundada la
ciudad espafiola de Boenos Aires. Partio para alli D. Pedro de Xendoza
en 1634 con una lucida expedicibn, en catorce buques con tres mil hom-
bresde deseinbarco entre 10s que marcharon algunos alemanes y flamen-
cos, y de uno de 10s primeros, llamado Ulrico Sehmidel que asisti6 A la

(1) Decctdne, tom0 11,p.ig 14%-Coo ix:inl ~letallccourigna es:o riii%iiionno de dichos Procn-
radores, Alonso Colmennres, e n s n Meinorin1 dirigido 5 Cnr!os T‘, J qiie ha Lido pitblicado por
el Sr. Nur:trrete en sii ricn Colecci6n. tomo 111, pia. :1S9.--F,n cs:e 3letnorin1, refiere Colmenn-
res que cunndo con 10s socorros que Ilevnbn encontr6 A Diego Sicucsn: < S o hn116 vivos 200
(eran GIN), qne todos erun iniiertos de hnmbre, porqne en In tierrn uo linbin niunteniinientos..
(2) DBcadns, tomo 11, pirg. 260
(3) Estn DBcnduestL dedicndn r.1 Siimo Poutifice.
(4) Por In fnltn de iitiles y tnedios pnrn pescnr.T corresyondirndo 6 e s h s deticiencins mnnifa-
tPdns en 1513.po1’lo? Trociirndores de DnriBn, fiieron enrindon desde Sevilln ; ;In Antignn e n e l
uiio siguiente do 1514, vnrin3 einl1arc:iciones inenore<.J otros iitilesde pescn.
EL ENRIQUECINIENTO DE LBS NUEVAS TIERRAS 373

fundaci6n de la nueva ciudad, queda un relato del que d a cuenta el ale-


man seiior Cronau (1) segun el c u d , la gente no tenia alli que comer,
sufria todo g h e r o de adversidades, y w a n inuchos 10s que morian de
hambre.
La causa de estagran miseria, dice el mismo escritor, consistia en que
no habia cantfdad suficiente de ratas, ratones, cdebras, y otras a1iman”aspara
nplicar a1 kambre voraz que todos sentian.,
En vista de la desolaci6n de aqnellas regiones, que de tal inanera
habian de transformar y enriquecer 10s espaiioles, envi6 Mendoza parte
de su gente por el rio a.rriba para buscar alimentos, pero despuks d e
cinco ineses volvieron sin ellos, porque 10s indigenas habian huido 9
aquellas desoladas tierras, que bien pronto serian ricas, no les ofrecian
recurso alguno.
No era ciertamente, bajo el punto de vista que la considerainos, u n a
misma la escasez de recursos de las nuevas tierras. Habia regiones del
nuevo Continente, como Mejico y el Peru con cultivos de importancia,
y en este ultimo Pais existian algunos animales mansos como eran las
llamas, del P e d , pero reducidos estos recursos ti una bien modesta rique-
sa, que coin0 tal considerariamos hoy la de dichos Paises, si por un mo-
mento, 10s supusi6ramos desprovistos de las especies animales y vege-
tales, llevadas alli por 10s espaiioles.
Habiendo prestado s u poderosa cooperaci6n el Estado espaiiol ti
esta obra gloriosa, capo por esto a la Cava de Sevilla, que era coin0 su
agente 6 fie1 ejecntor, toiuar una parte inuy principal en estos trabajos
que aunque no s e m de indole geogrsfica, corrosponden sin embargo h l a
misina 6poca que hemos estudiado aqui, y completa por eso de honrosi-
siina manera, la, historia de las mits importantes tareas de esta Institu-
ci6n en la priinera Bpoca de 811 existencia, objeto de nuestro trabajo.
Por esta raz6n, y porque tratkndose de nn Instituto peifecta-
mente organizado y dirigido, conservanse en el Archivo de la Ca-
sa mnchos de 10s mbs interesantes y bellos docuinentos relativos b
esta herinosn obra de Eapafia, que completan y corroboran lo consignado
por 10s inhs veridicos escritores, presthdoles singular autoridad, quere-
mos aunque sea en breve resumen, esaminar aqui en su conjunto 10s
referidos trabajos.

(1) Ambrion por’ el Sr. Cronso.-Imipsiok 1892-Edici6n espsiiola, tom0 III,,pAg. 46. Lcs
hnmbnentos, segiin kkhmidel, se comieron 10s restos de tras rem.
94
. .

Ssmilias y plantas vivas, dispuestas en Sevilla parasu embaque

I
ENRIQUECIMIEXTO DE LA FLORA

M enos pobres que bajo el punto de vista de su Fauna, piidieron las


nuevas tierras enviar B Europa vegetales de tanta importancia
como el maiz (1) y la patata (2), que trajeron muy luego del Nuevo
Mundo 10s espaiioles, 10s cuales dieron tambiBn B conocer las propieda-
des del cacao, la coca, la quina, y otras importantes especies vegetales,
desconocidas hasta entonces para 10s europeos.
En cuanto a las especies vegetales lleradas a1 Nuevo Mundo desde
Espaiia, fueron tantas y de una importancia tal, que basta enumerar-
las para tener desde luego una idea, de lit transformacibn producida en
aquellos territorios, transformaci6n no menor que la ocasionada por el
enriquecimiento que en aquella Fauna determinaron 10s espaiioles, .lle-

(1) 0viedo.-Hiatorin nnturnl de l w Indilcs, totno I, plginn 2FS, E n el niio 1530. eonsig-
na est8 escntor hnber vista en A d a una lozniin sementern de mnia.
(2) E n I n segundn mitnd del siglo XVI, fueron eovindns A Itnlin desde Sevilln nlgunns pa-
batas procedentes del Peril. Dierouse nlli perfectnmente, emplelironse en un principio para 10s
a n i m n l s , y de Italin recibi6 nlgunos e,iemplnres el b o t h i e o C1asio.-Del us0 y coodimentnci6n
d e la pntntn dice el P. Acostn en SII Historin Nntiirnl y Jlornl (le Ins Indins. aComianse nlli
h e n s , nsndns 6 cocidns,y do un g h e r o dellns mAs npacibles, hncen un guiso que llnmnn locro,
Tomo I, libro IV, cnp. XVII. Sevilln 1690. De esta obrn se liioieron en cnstallnno repetidas
ediciones. E n franc& fu6 impresn en 1595-1600-1606-1616. En inglb en 1604 7 16W. En
slembn e n 1598 y 1624. Ademlis fui, trndncidn a1 latin, n1 italinno y a1 flamenco.
ENRIQUECINIENTO DE LA FLORA 376

vando & las Antillas primero, y despu6s a1 Continente, el caballo y las


otras bestias de carga, y entre 10s ganados, las mbs importantes especies
productivas de came y de leche, la vaca, la cabra y la oveja.
Entre Ins mAs importantes especies vegetales llevadas B Am6rica
desde Espaiia y de las que hemos de ocuparnos se encuentran (1):
El trigo, la cebada, el arroz y el centeno,
las habas (2), 10s garbanzos, lentejas y frijoles,
10s almendros, 10s morales, y 10s guindos,
10s nogales, 10s castaiios, 10s nisperos, y azofaifos,
el lino, caiiamones, alfalfa, y alpiste,
10s membrillos,manzanos y albaricoques, y casi todos 10s frutales de
hueso.
10snaranjos, las limas, limones, cidras, toronjas, perales y cirue-
10s (31,
el romero, 10s mimbres, la retama, y otras plantas arombticas.
10s rosales, 10s lirios, y multitud de flores.
Del Africa, fueron llevados en 10sprimeros tiempos por 10s espafio-
les diversos vegetales, de 10s que se cultivaban en las islas Canarias, 6 en
Andalucia, y entre ellos la caiia dulce, algunas especies de plbtanos,
entre ellos 10s de Guinea, de aromhtico ysuave fruto. Del Asia, la caiia
fistola 6 Cassia, fistularis, 10s tamarindos, y ciertos naranjos de fruta
grande, llevados desde Filipinas.
Fueron sembradas Ins primeras plantas del Mundo antiguo en la
isla Espaiiola desde 10s primeros tiempos de su descnbrimiento, y y a en
el segondo viaje de Crist6bal Col6n en el que se facilitaron a este toda.
clase de recursos, llevando consigo 17 naves y cerca de dos mil hom-
bres, consta que llev6 diferentes semillas, y tambikn animales tiles
para propagar en aquella isla. Consta t a m b i h que por mandato de
la Reina Isabel embarcbronse en las naves cierto n6mero de labrado-
res, y segun refiere Augleria variados artifices para edificar alli una nue-
va ciudad (4).
De las primeras sementeras hechas en la Espaiiola consigna el
inismo escritor (6):

(1) Ademds de 10s documentos qne mencionaremos, pneden consultarse ademdrs de otros, 10s
sutores viajeros que citamos.
(2) ,%gun Herrera, Ins h:ibia en AIBjico, y tambieo d g u n a s Contadas especies, no idhticas,
pero similares de las europeas.
(3) Segdn Oviedo. Parte La.Habilr en el Perti biertn clasede ciruelns.
(4) Cnrta dirigida a1 Vice-Canciller Ascanio en 1.O de Noviembre de 1493.-DBcadas'tomo I
piginrr 24.
(6) DBcadas, torno 1.O pAg. 164.
376 ENRlQUECIMlENTO DE LA FLORA

a A la orilla de me rio (1) nizichos han amojonado huertospara cultivar-

los, de 10s cuales todo genero de verdwras, cotno rabanos, lecliugas, coles, bo-
rrajas, y otras semejantes, ci 10s diez y seis d i m de haberlas senibrado las han
. cogido en regular sazbn; 10s melones, calabazas, cohombros y otras cosas mi,
10s eogieran a 10s treinta yseis d i m , que janias 10s habian comido mejores....,..
Adenids un campesino sembro ?inpoco de trigo hacia primeros dim de Febrero.
y jcosa admirable! ci la vista de todos llevb consigo ci la ciudad un manojo de
espigas sazonadas el dia 30 de Narzo, que ape1 ago era la vig!lia de la. Re-
surreccion del SeZor. Las legumbres maduran todas dos veces al afio.s
e He escrito, agrega, qwe todos 10s qzce de alla vuelven, han contado una-
nimes de la fecundidad de aquella tierra, Sin embargo algzmos dicen que en
general, no lleva bien'el trig0.r
Y era efectivamente muy cierto lo que tan discretamente seiialaba
Angleria, el trigo y otras semillas espaiiolas que tan rtlpida y definiti-
vainente se rnultiplicarian en ciertas regiones de Mejico, de Per6, 6 del
Rio de la Plata, encontrarian en cltmbio desfavorables condiciones clima-
tolbgicas, para producirse constante y favorablemente en las Antillas.
FuB tambien enviado trigo, y otras semillas para sembrar, en el ter-
cer viaje de Crist6bal Col6n. En la Instrucci6n enviada a1 Almirante
en 1497 registrada con otras CBdulas, procedentes sin duda de la anti-
gna Contaduria de Ins armadas de Indias, se lee (2):
"itein, p a r a iitantenimientn be nu0 el bicbo almiraitte, d
be oneetroe Itifae, h atrrre oficiale0,h petreonae princfpaloe
quo con noe ban be ir li eetar en la0 bicbae Bnbiae, t~ para
labrar ij eembrar, h el grrlrierna be lae be0fiae qite alld lleoa-
ztm, 0e hallait be llenar q lleuen qitinientae h cincitenta came0
b e ttrigo (mi0 mil eeiecientae fanegae), h cincitenta caqaee
(600fanepne) be cebaba etc."
"Stein, bice el plirrnro eikitniettte, qite BE 17aijart b e ctttritar
dr Ins bicljne Mitbiae, la0 berrnmqrntae h aparcfrre, ilite
' parcctrt.cn ti t ~ o e el bicljo 3liitirante, p a r a labrnr la0
bicljae gnbiae. aeqntieino a~abone0, afabae, 6 picoe, i altna-
banae, 6 palancae, qite caitniitieren para la0 bichaa 9Jnbiae."
Dispone el pArrafo cuarto, a1 que L su tioinpo nos referiremos, el
envio de bestias de carga y ganados, y en el ptlrrafo sexto de la misma
instruccidn se lee:

(1) .?nglerin hnbln sin did8 de In Isnbeln vi+, poblnci6n fudndn por Col6n en sn segundo
vinje, y nbnndonnda mny lnego por SII orden.
(2) Archivo de In Casn en el de Indina 139-1-4. Dndn en Medinn del Campo en 1497,sin
mirs fechn.
Rh'RTQIJEClMlENTO DE LA FLORA 377

Wtrosq, beben llenar li lae btcbae Elfnbiae, (cantibab on


blanco) caljiyee (I)Be Ijarina, i (tamhien en blanco), qttintalee
be bitcocljo (galletae), p a r a entre tanto que *e prooetjan (pro-
Wean) b o kJnTkX lltollJn00d U ~ ~ J O d ~para U ~ l JO e 1)aTPr Be bPbClT
llcnav b e acli algunae picbrae, d ofroe aparojoe (mecattie-
moe) be n t ~ l t ~ n o(2). e~~
Y envikronse tambikn en dicha expedici6n cincuenta labradores
y die2 hortelanos, segun a1 folio nueve de este inisnio Libro consta.
Fu6 la Espaiiola el ceutro de donde se propagaron las sieinbl-as y
plantaciones it las demks islas, y despues a1 Continente, y le corresponde
por tanto un memorable lugar en la historia de este primer0 y trascen-
dental enriquecimiento del Nuevo Mondo, y B ella, como punto de par-
tida de la,obra espafiola, nos hemos de referir frecuentemente. Cuando
en 1609 pasaron Hojeda J' Nicuesa B fundar en el Continente sus
respectivos establecimientos, llevaron consigo simientes para poder
sembrar, .y segun Angleria desde la Espaiiola llevo el Bachiller En-
ciso, fundador de la Antigua de DariBa, yeguas y puercos con sus
machos para poder hacer crias en el Continente.
Desde la America Central, y por el camino de Noinbre de Dios B
Panamit, fueron llevados hasta 10s buques, y en ellos distribuidos t~ lo
'largo de las costaa del Pacifico, muchos de 10s animales, plantas, 6 serni-
llas procedentes de Espaiia. Refiriendose a1 Peru escribe Gomara:
e Ha multiplicado iniieho la fruta de zunio y ngro, como decir naranjas y
'
caEm de azuear; miiltiplican mi niesnto 10s ganados, c a una cnbrn pare cinco
cabritos, y eicando menoa dos, y si no hubiese sido por Ins grcerrs civiles (la9
disensiones y rebeliones del tienipo de 10s Pizarros) Aabria ?/ainfinitm yegum,
onejas, cabras, nacns, y (csnas, y tambie'n micls, pice 10s relevmen de la aarga. B
Desde Espaiia 6 la Espaiiola, fueron igualmente llevadas muchas
plantas, seinillas, 6 ganados, it Mkjico, pais que ann teniendo mayores re-
cursos, experimentoba sin embargo muy grandes deficiencias, cuyo co-
nocimiento hacia decir it Hernitn CortBs en una de sus famosas cartas
.deRelaci6n dirigidas B Carlos V, 6 sea al Consejo (3):
"tobae la0 plnntae b e @epat%iaBe ban m1tq hien en oeta
tferra, g a d suplico rig. m.
manbe rila @sea b e Qontratacfh
-
(1) E n SII historin de Ins Indins piginn 298. '
(2) En 10s primeros niios de existencin de In Cnsn (1605)vemo- consignndn In coinprn y envio
por el Doctor B In i s h Espniioln, de iinn foijn que debi6 ser de las priineras en el Naevo Nundo.
Seghn Ins correspondientes nsientos del Lihrv de Tesorerin de In Cnsn, png6 el Doctor Ins pieles.
el cnrpintero, y tamhien su jornnl SI efolludor que fo116 10s fuelless .4rohivo de In Cnsa
39-2-'/,.
(3) Fechnla en 1.5 de Octubiv do 15.24 y couio todns ellns puhlicndn.
95
378 ENRIQTJECIMIENTO DE LA FLORA

be ~errtlla,qite no 0 0 bags 6 la rrela ntngun b i t q i t e para eete


vats, sin qite tt-aiga plantas q 0~mflla0.”
”@titcIjae cosae, btce @ontat-a c o n r e f e r e n c t a ri m i x € -
zo (I), faltabm be lae q i t e a c c t p t - e c t a m o s que 00tt ma0 beletto-
%a% qitc necesartas, c o m o bectr eeba, a p t c a t - , q baq q a tanta
attunbancia c o m o en Qlrspalia.”
Y recordaremos que este autor por haber pertenecido A la Casa de
H e r a h CortBs tenia noticias inuy directas B indudable antoridad, sobre
todo en lo que A MBjico se refiere.
Antes de terminar el siglo XVI, dice el sabio P. Acostrt tan elo-
giado por Hurnboldt en sn capitulo 31 que titula.
” B e las plantas g frutales que se han lleoado de .&pa-
iia” (2).
~ M e j whan sido pagadas las Indim en lo que toea aplantas que en otras
mercaderias,porque las pice han venido a EspaGa son pacas y danse mal; las
que han pasado de EspaGa son muchas, y danse bien. Nose si digamos que lo
hace la bondad de las plantas para dargloria a lo de aci, b si digamos que
lo hace la tierra, para que sea la glorla de alla. E n eonclzcsion, cziasi cuanto
h e n o hay que se produce en Espasa hay all6 (ya) y en partes aventajado y en
otra no tal, trigo, cebada, hortaliza, verdura y legumbres de todas suertes,
como son lechugas, berzas, rabanos, cebollas, peregil, nabos, zanahorias, be-
rengenas, escarolas,acelgas,espinacas,garbanzos,habas, lentejas y finalmen-
te, cuanto par acci sa da de esto casero, (cultivado) y de provecho,porque haa
sido euidadosos 10s que han i d o en llevar seniillas de todo, y a todo ha res-
pondido bien la tierra, aunque en diversas partes de uno mas que de otros, y
enal.qu~aspoco. De cirboles, 10s qwe mas generolniente se han dado de allh y
con ntus abundancia, son 10s naranjos, limas, cidras, y frutas de este linage.
Ha?yya en a1,pnas partes montafim y bosques de naranjalcs, lo cual hncien-
dome niaravilla, preguntb en una Isla (antilla). iquien habia llenado 10s cam-
pos de tanto naranjo? Respondidronme, que aeaso se hnbia hecho porque ca-
yendo algunas naranjas, y pudridndose la frtita. y de la que de estos y de
otros llevaban Ins aguas, se venian a hacer aquellos bosques espesos. Pare-
ciome biiena razon. s
.La granjeria del vim, agrega este autor (3), no es pequega, pero

(1) Historin de ?&jico, pAginn 457.


(2) En sn Historin Nntuinl y Yornl de Ins Indins,tomo 1.O, cnp. X X V I . S e v i l l n 16W.
(3) Historia natural de Ins Indins, torno 1.9 pBginn 416. No creemos pnrn nuestro objeto de-
ban sustitairse per otros 10s teriuinorr en que 10s autiguos ‘niitores, y doctos vinjeros que por
si mismos estudiaron esta Rsnnta en sus respectivos tieinpos, dan cnentn de sus observnciones y.
dabs recogidon.
ENRIQUECIMIENM DE LA FLORA 379

no sale de su provincia. La de- la seda que se hace en Nueva EspnZa, sale


para otros Reinos, coino el Perti. No lahabia en tientpo de 10s indios: de EspaEa
se han llevado nioreras y danse bien, mayormente en la provincia que llaman
de Misteca, donde se cria gusano de seda y se labra!/ hacen tafetanes buenos ...
el azucar es otra granjeria mas general, pues no solo se gasta en Indias, sino
tambien se lleva ci ICspaEa harta cantidad, porque In? eaEm se dan escogida-
mente en diversnspartes de Indias, en Islas, en Mejico, en el Perti y en otras
...
partes se han hecho ingenios de gran contratacidn Olivas y olivares se /inn
dado en Indias, dig0 en iMjico y en el Perzi. pero hasta ahora no hay molino
de aceite, ni se hace porque para coiner las quieren i)ias, y las sazonan bien.
Del Reino de Nueva Granada citaremos la Relaci6n estadistica de
1610, curioso documento (l),en el que con respecto aldistrito de Tunja
se contesta a1 Consejo do Indias, que se daban ya alli el trigo, cebada,
maiz, garbanzos, frijoles, habas, etc., y de 10s frutales de Castilla dice:
"1JUlf trfgoe, granabos, mombzlflloe, itoae, bitratno0, nu-
ranja0,Ifmae, rfbrae, litnonoe, efc., 4 por beeertfbo b e 100 bo la
ttetrra no otrae-muck~ae rrittae, qite 0e bferan mittj ttfen."
El enriquecimiento de la Flora no desmereci6 del de la Fauna, y si
no fLi8 tan absoluto fu6 en cambio por el ntimero de especies importadas,
mucho m8s considerable. Los trabajos de aclimataci6n y de primera
propagaci6n fueron hechos antes de terminar el siglo XVI, y de que
.otras naciones aparte de Portugal, se establecieran en el Nuevo Conti-
nente. S u conjunto, que 8 grandes lineas hemos tratado de seiialar, es
realmente grandioso no s610 por la entidad del enriquecimiento, sino por
la importante extensi6n de 10s territorios enriquecidos. L a Obra espaiio-
la fue en efecto bajo este punto de vista; tan graude como trascenden-
tal.
Para el objeto que nos proponemos, y per lo que respecta a la Flo-
ra, trataremos ahora de examinar 10sdatos y 10s documentos que acerca
de la primera propagaci6n y aclimataci6n de cada especie, 6 grupo de
especies vegetales, segiin sea su importancia, hayamos podido aducir
para el presente estudio.

(1) De Estudios crfticos por Don Ricardo Cappa-tomo 6.O, pIgina 20.2.
380 EL TRIGO

11
EL TRIGO

E ste irnportantisimo vegetal, cuya falta debi6 llamar grandemente


la atenci6n de 10s priineros descubridores del Nuevo Mundo, y que
se propago despuis rspidainente en Mijico y en el P e n i espafioles, fu6
en cambio de dificil aclimatacibn prActica, B causa de sus condiciones
climatol6gicas, en las Antillas y en las regiones de la America Central,
pobladas por 10s espafioles de 10s primeros tiempos.
FuB enviado el trigo en el segundo viaje de CrisMbal Cob, y coin0
hemos visto ya entonces sefialaba Angleria las dificultadesde su produc-
ci6n en las Antillas, diciendo no obstante 10s incondicionales elogios que
se haciaii de aquellas tierras:
d i n embargo, algzcnos &ken que en general, no se lleva bien el trig0.a
Esta circunstancia f u i causa de una contrariedad mas para el des-
arrollo de aquellas nacientes poblaciones, y explica tambiin 10s repetidos
intentos hechos despuis para obtener en laIsla Espaiiola, cosechas de tri-
go que bastasen siquiera A su consiimo, cosa que era tanto mas de desear
cuanto que, por la pequeiiez de las nares, y lo largo de la naregacibn
ocurria con frecuencia que se daiiaba el trigo enviado desde Espafia, y
llegaba de un todo inservible por la humedad. Hecho de nuevo cargo de
la gobernaci6n de Castilla Fernando el Catblico, y enviado A la Espa-
iiola para sustituir A Ovando D. Diego Col6n, dice el Monarca en Carta
dirigidah 10s de la Casa en Septieinbre de 1609 (1):
"Par qite 0e lite Ita IJPCIJOrelacion qite en tientpoe pasaboe,
0e 0einln-45 ij cogib trigo ett la0 bicljae Mnbias, i j qite ponihn-
bose recubbo (rrcaitbo, citibabo) ett ello bark fritto, enoio (i
manbar a1 b i c l j ~&lmirante (Qon piego), qtte kJaga BP pritebe
la expet-iencta,q conto eabeije no lleoan alli-nittltitittrigo (2),
B45 ooe manbo qite eit lo0 primeroe itauqoe qite fiteren, on-
ttqeqe boscieittas fanegae b e trigo para qite eit la0 bickJa0
g l n b t U 0 0 e &WtLPgltCU t biClJ0 factor (3) (be la &a0U la &%pa-

(1) Archivo de 1n Czwn en el de Indins. 133-1-4. .


(2) Por SII mAs fAcil con%rvncibn,b por fnlta de molinos, se envinbnsblo hnrinn.
(3) Ln dependencin de In Cnsn de Contratncibn en la Espniioln, y lo mismo despues en
Cnatilln del Oro, constabn como en Sevilln de un tesorero, no fnctor y un contador, y constitnian
con e l Gobrnndor, iiun espeoie de Consejo ndministrntivo,linsta la crencibn posteriorde las nue-
vna Audiencinq
*la), qut ulli roetbo, q 01 btsbo 3lmiranto, 6 baga bollae Lo
que 86 Le onote ci manbar, f por quo ol trtgo maroabo d dgo
bafiaba no aprooocba para eomtfffur, babeie be ptcooeez que
traqa on p f p a 0 rt rnuq bton recabbo.”
Pero L pesar de estos cuidados perdiose una vez mbs el trigo,y ~e
intent6 entonces la aclimataci6n del trigo trernes 6 tremesino, cuyo r&pi-
do deearrollo y granaz6n pitdieran evitar luejor el perjuicio de grandes

y persistentes Iluvias. Acerca de esto, consta que en 1611 orden6 Fer-


nando el Catblico fuese enviado trigo de esta clase L la Isla Espaiiola,
diciendo con tal objeto 6 10s de la Casa de Sevilla en su Carta del mes
de Julio que el trigo antes remitido (1):
%e 116ioba bnpitaho (hnliabo) d comibo he gorgafo,q
qitel trtgo qite 08 lfa b e rnitiar q i t e allci pritobo bton, ba be
0or tremo~ino.sq45 woe titnnho qitr en In0 primeroe nantoe
qite fitoren, onntrtsrt loe bicboe itit~etroeoticZaloe b e la bicba
tsla cton j%negae be tri~rrtremeeinrr, p a r n qitc nllci 0 9 etom-
bron par qite 3&16piteba 0 o r ittformabo, i j e n set0 ponob bilt-
goncta.”
Creemos sin embargo, que el trigo trernks se perdi6 tambien, porque
en la expedici6n de 1614.tan rica en herramientas, semillas, y otros
recursos fu6 enviada tambikn B Castilla del Oro (America Central),
cierta cantidad de trigo para sembrar, y que igualmente fu6 enviada
simiente de trigo en la expedicibn agricola de 1620, en la que, segun el
correspondiente asiento del Libro de Tesoreria de IaCasa (2),iban con el

(1) Archivo de la Casa en el de India8 139-1-4. Dada en Tordesillss B 26 deJulio de 1611.


(2) Id. id. id. S!L2-*/, Ail0 de 16t3.l.
%
!
382 EL *RIG0

trigo que se compr6 en la Alhondiga de fuera, simiente de habas, de


garbanzos, y tambien de lino.
En cambio de todas estas dificultades para llegar obtener lit pro-
duccidn del trigo en las Antillas y en la America Central, que manifiestan
el inter6s con que se procurd el eniiquecimiento de aquellos Paises, un
oontado numero de granos de trigo llevados alli por casualidad, basta-
ron y sirvieron para dotar de este cered, de un modo permanente & las
dilatadas regionev de YPIjico, del Peril, 6 del Rio de la Plata.
c Un negro de Cortes, dice Gomara (I),que se llamaba segun pienso Juan
G a r d o , sembl'b en un hwrto tres granos de trigo que ha116 en un smo de
a r r o z , nacieron dos y uno de ellos, tuvo cientr y ochenta granos. Tornaron a
sembrar aquellos granos, y ci poco hubo infinito trigo.
y agrega el inismo escritor:
e Cicando en Mkico hicieron molinos de agua, que antes no ltabia, tu-

meron gran fiesta 10s espaEoles, y aun 10s indios en especial las mugeres, que
le era mucho descansos (2).
E n el arroz, como antes habia ocurrido en MPIjico, fueron llevados
slPenillos primeros granos de trigo (3), y el docto escritor BernabPI Cobo,
que hemos citado ya, atribuye la primera siembra y multiplicaci6n de
este precioso cereal en el Peru Espaiiol, A Doaa In& Muiioz casada en
segunda nupcias con Don Antonio de Rivera, caballero espaiioi(4) &
quien el mismo autor que citamos, atribuye el haber llevado a1 Peru
desde Sevilla, 10s primeros olivos que alli se plantaron.
cen el aEo mismo dice que se fund6 esta ciudad de 10s Reyes (Lima)
en el asiento que hoy tiene, que fue el de 1535, IiabiPndose traido de EspaGa
un barril de arroz, sepuso un dia esta SeEora ci escoger y liwpiar un poco ....,
y como a vueltas del arroz hallase algunos granos de tri~90,10s fue apartando
con intento de sembrarlos y de probar la buena ventura. Senibrolos en una
mmeta, coin0 si plantara m a matu de albahma, y con el beneficio .....nan'b e
Crecid con notable lozania, y di6 muchm y grandes espigas.r

(1) Cooquista de MBjico, pAg. 4%.


(2) Por der 1n.s 1ndin.s las encargadns hnsta entonces de In inoliendn del trigo, como hacian
antes In del maiz.
(5) Como hemos visto, no se llevnbn niopin trigo, y si sblo hnrina.
(4) El anglo-nmericeno Pre.scott ncriboye rste mismo hecho ti D.&Marin Escobar, damn es-
pniiols que residin en Triijillo.-Conqiiidtn del Peril, pAg. 40,en No&.--T dice 1n mismn Noin:
.El nombre de esta eeiiora ern Maria Escobnr. La historin que se ocupa tanto eo celebrar 4 10s
szotes de la humaoidnd, d e b coniplacene en conservar el nombre de uno de estos bienhecho-
rea verdaderos.. Por cinrto qiie In historia de In Am6ricn Espniioln, hoy son muchos 10s bieo-
hechores de este orden: pero es mayor el niimero de 10s bieuhechores en el orden moral.
EL ARROZ 383

De Espafia fue igualmente llevado el trigo a1 Rio de la Plata, a1


tiempo de la expedicion de Don Pedro Mendoza, 6 quiz& antes, y desde
estos Paises como de otros tantos centros, fu6 propagado el valioso cereal
por toda la dilatada extensibn de la America Espaiiola, en la que era.
pricticamente cultivable, y que en algunas de sus virgenes regionas
daba prodigiosos rendimientos.
AnBloga historia L la del trigo, aunque sin EU capital importancia
tiene la introduccibn del cultivo de otros vegetales como la cebada, 10s
garbanzos, el centeno, y otras semillas llevadas por aquel tiempo desde
Espafia, A las regiones en las que eran respectivamente cultivables.

I11
EL ARROZ

A Igo mas tarde que el trigo (pero con mejor resultado) fue llevada y
seinbrada en la Espafiola la simiente de arroz, elemento t a m b i h
de reconocida importancia para la alimentacibn, y que tampoco era cul-
tivado, ni usado en el Nuevo Mundo.
.El nrroz (oryzasativa), dice Hticmboldt (I), no era conocido de 10s p-
blos del Nuevo Continente, ni de las islas del mar del Sur. Siempre qwe 10s
primeros historindores hablan del arroz pequerio, quieren dwignar el cheno-
podium quinoa, que he hallado muy comun en el Peril, y en el hermoso valle de
Bogotci.
El cultivo de esta planta, que desde el extremo oriente habian esta-
blecido en el mediodia de la Peninsula 10s Brabes espafioles, fu8 llevado
muy luego a1 Nuevo Mundo, y pertenece A Fernando el Catblico haber
enviado L las antillas, 6 mejor dicho B la Espaiiola, el arroz necevario
para sembrar en buenas condiciones, y con 81 la Instrucci6n necesaria
para facilitar la aclimataci6n, y el ulterior cultivo de esta planta. Con tal
objeto, en CBdula de Diciembre de 1612,dice el Rey (b 10s de la Casa (2):
"pbo entttd ri tnanbar al &lmfrante,6 2uecos d Wciolee be

(1) Estudio sobre el Reino de Nueva E s p ~ S a torno


, I, p8g. 557.
(2) Arobivo de la C a n en el de India9 199--1-6-Dada en LogroHo ir 10 de Diciembre
de 1612.
3Ei4 EL ARROZ

Como tL 1as Antillas: ftd llbrada m&s d r d e la sillliente de arroz a1


Continente, p fuk propagado despuQsen gran pal‘te de la Amzrica Espa-
fiola, y sobre todo en las tierras bajas y calientes, en las que precisamente
se daban mal el trig0 y la cebada, coin0 con r a z h observa el docto
autor de la Historh del Nuero Mnndo.
v Las tierras frias, ngrega (l),se prov’eende nrroz de las calimtes, y estas
d e trig0 de a q w l l a s , y deste modo troeando sils frutos unas eon otras, todas
sbn ahasteeidas. s ’
z iimjjbr pue el trigo en las largas nadegaciones, y
qud fnese preferido para enviar a1 NUWO
s, en 10s que era precis0 proveer desde Es-
paiia tL 10s expedicionarios. De aqui procede el hecho de haber sido el
arroz, el vehiculo en que saron tL Mejico yal Peni, 10s

(1) Torno 11,p6g. 417.


LEGUMBRES Y HORTALIZAS 386

primeros granos de trigo que en dichos Paisea fueron sembrados, y que


envueltos en el arroz, llegaron como en conserva preservados de 10s
efectos de la humedad.

. IV
LEGUMBRES Y HORTALIZAS

T oda la variedad de estos productos de huerta de Espafia, fu6 llevada


B las Antillas en 10s primeros aiios que siguieron A su descubri-
miento, y mhstarde B la America Central 6 sea Cnstilla ‘del Oro. A la

-1

pi$mera ciudad iundada en el Continente por 40s espaiidlesX’sea,4 Ia


Antigua de Darien, fueron enviados desde Setilla, y por la Cesa de
Contratacibn como hemw dicho, hasta doce y pic0 de celemhhs de
”stmtettte be toba Wbalfta.” Vali6se 01 Doctor para la adquisici6n
de estas semilltts de un labrador llamado Andrbs, vecino de Roa en Cas-
tilla, y h e r o n llevadas A la Antigua por Ias naves de la exphdicih de
Pedro.Arias el aiio de 1614 (1).
I, 1 .

(1) Archivo de la Casn en el de Indins 39-2--1/,.


586 LEGUMBRES Y HORTALIZAS

A las sementeras hechas en w t a Bpoca, parece referirse en sus DB-


cada.. el milank Angleria, cuando dice (1):
a Los sembrados g todas las hortalizas crecen admirablemente en Uraba,

Llevan ci aquellas tierras semillas de todas las cosas, ramas de plantas, reto-
$os, varetas y mugrones (ingertos) de al.qunos arboles, como hemos dicho tam-
bien, ccdmipedos, y aves. jOh que' admirable fertilidadl A 10s veinte dim co-
gen el f m t o de 10s cohombros y de otras verduras.
Es de sentir que no se especificaran mejor en efreferido asiento, las
clases de semillas enviadas entonces con el nombre de simientes de toda
hortaliza, pero en 10s Libros de la Casa existen con alghn mayor detalla
las clases de semillas enviadas en el aiio do 1620, y consignadas en el
asiento correspondiente del Libro de Tesoreria, s e g b el cual fueron en-
tonces adquiridas por el Doctor y enviadas allri simientes de (2):
"Qarbo, afonfoli,cobnlltnoe, perogil, cnlinn, culunttro, rci-
bunne, maetiterto,g caffamonos."
Algunas verduras y hortalizas habia en Mejico, y las especifica
HernAn Cort6e (3) diciendo que en aquel mercado se encontraban ce-
bollas, puerros, ajos, mastuerzo, borrajas, acederas, cardos y tagarninas,
algunas de ellas quiz&semilares pero no identicas, como de unas ciruelas ~

y cerezas que menciona como muy semejantes a las nuestras. No se pre-


tends por esto, que no hicieran gran falta en aquel Pais un gran numero
de especies vegetales, y el iuismo HernBn C o r t b lo manifiesta diciendo
a1 Emperador en su Carta de Octubre de 1624 (4), que se daban alli bien
todas las plantas de Espaiia, y pidiendole diese orden A la Casa de Con-
tratacidn de Sevilla:
"pura quo caba na*tiottratga rfetrta runttbab be plantbe, g
que no puebn ealir sin sllae" como en efecto se hizo.
Algo mkstarde. en lasegunda mitad delsiglo XVI y refiribndose
mBs especialmente a1 Peru en el que residi6 largo tiempo, dice el Padre
Acosta (6):
a Algunas cosas de aca, parecen darse mejor en Indias, porque cebollas,
ajos, y zanahorias no se dan mejor en m a f i a q7ie en el Per fi..... Rabanos mas
qruesos que el brazo de 7171 hombre, y muy tiernos y de buen sabor, muchas ve-
ces 10s vim0s.r
__-

(1) DBcadas, tom0 Z.", P P I ~ . 174.-EstndBcada fu8 publicada en AlcalPI de Henares en 1516.
(2) Archivode la Cnsa en el de Indins.-39--2%.
(3) Cartn de relaci6n R Carlos V dede Segura de la Frontera, en 30de Octubre de 1620.-
Poblicadn en Sevilln en 1622.
(4) Cartas R Carlos V deyde Temixtitlh (MIgjico) en 16 de Octubre de 1624.
(6) Historia Natural de las Indiaa, tomo I, pbg. 334.
LEOUMBRES Y HOTCTALIZAS 387
___ ~ -
E n su estudio m h detenido de este asunto, consigna el autor de la
Historia del Nuevo Mundo, haber sido llevadas all&:
las coles, leehugas, escarolm, borrajas, esphrragos, espinacas, acelqas,
peregil, oregano y otras especies, que nacen ya copiosamente en todas estas I n -
dim a donde se truxeron de EspaGa, liaego a1principio de supaeificw'6n~(1).
Fueron tainbi6n llevados, segiin el mismo escritor, 10s melones, a-
labazas, sandias, berengenas y el azafran (2), todos con el mejor resultado
a l v o esta tiltima planta, que fu6 llevada all&en 1604 por un limeiio que
regresaba de Espafta. Sembr6las este cuidadosainente en una huerta de
aquella capital ,y obtuvo varias plantas que vi6 alli el diligente autor
.de la Historia del Nuevo Mundo, per0 le hurtaron las curiosas plantas de
la huerta, y con tan mala fortuna que no se sup0 m h de ellas.
cFu6, dice dicho escritor, la p6rdida muy grande por q"e no s610 de-
fraudd al dueGo de su f m t o el que Ens hurt6, sino ci este Reino de una tan
preciosa p1anta.r
a Adnaira, dim a1 empezar el siglo XIX el sabio Alejandro Humboldf (3),

de que modo 10s espaEoles del siglo X V I extendieron el cultivo de 10s vegeta-
les europeoo, desde u n extremo del Continente a otro. Los eclesicisticos,dice, y
principalmente 10s religiososmisimeros, eontribuyeron a estos rap.dosprogre-
sos de la industria agricola. Las huertas de 10s conventos y de 10s parrocos
w a n otros tantos semillerosde d m d e salian 10s vegetales que acababan de eonna-
turalizarse en el pais. Los mismos conquistadoresse dedicaban en su vejea a la
vida de campo, y aquellos hombres sencillos en vnedio de 10s indios, preferian
en aquella especie de destierro, cultivar las plantas que les hacian recordar
.de Extremadura 31 de Ins Cmtillrcs,que les servia.de sumo conacelo. Laprimera
vez que maduraba una fruta de Europa, venin ci ser una fiesta, y no puede
uno menos que entemeeerse, a1 leer lo que dice el Inca Garcdlaso refirierrda
.con admirable sencillez, como su padre el valeroso D. Andrtk, eonvidnba a sus
.untiguos enmaradas para comer con ellos tres espcirragos, que eran losprkme-
ros que habian naeido m el Cuzco.r

(1) Historiadel Naevo Mlnndo, tomo 11,p4g 431.


(2) Id. id. pBg. 435.
(3) Estudios acerca de Nueva E S P S ~ R , I, p4g. 368.
tomo
388 NARANiTOS Y LLMONEROS

V
NARAYJOS Y LIMONEROS

stos bellos irboles, y sus variedades y similares, h e r o n de'entre-


10s llevados de Espafia B las Antillas en 10s primeros tiempos, 10s
que m&s fBcilmente se aclimataron y propagaron en aquellas islas. Fu6
casi testigo ocular de si1 multiplicaci6n el naturalista Oviedo, que pas6
a1 Nuevo Mundoen 1614, y dice (1):
Hanse traido a esta isla Espaiiolanaranjos dcsde Castilla, e hay aca
tantos, que se han aumentado dellos innumernbles, muy henos, dukes e agros,
ami en esta ciudad de Santo Doming0 como en todas las otmq partes de la isla,
donde hay poblaciones de chripstianos en sus heredankientos 6 jardines, a donde
quieren ponerlos, y lo mismo hay en las otras islas, y en la Fierra firme
donde hay poblaciones de espa6olesw
e Hay,agrega, muchos limones & limm, 6 muchos cidros, 6 de todoesto,como

es diuho, m u c h cantidad, y nruy bibeno todo, y tal que no le haee ventaja el An-
dalucia. 8
Se ha qoerido poner en duda, esta introducci6n del neranjo y del
Llimonero por el hecho de encontrarse silvestre por ejemplo en las Anti-
llas, y este hecho lo memos consignado en 10s antiguos autores espaiio-
les, que ya entonces explican la foruiacibn del naranjo a g i o y silvestre.
Antes de terminar el siglo XVI, escribe el sabio P. Acosta (2):
c De cirboles, 10s que mas generalinente se lma dado, y con in& abundan-

cia son naranjos, limns, cidra. y fruta de este 1 innge. Hay ya en algunas par- .
tes monta72as y bosques de naranjales, lo c u d Imiindome maravilla preguntd
e i u n a isla (no se 74saba aun la palabra antilla) iquien habia llenado 10s caw-
pos de tanto naranj'o?Respondieronme que acaso se habia hecho,porque cayen-
dose algicnas naranjas y pudriendose la fruta, habia brotado de s u simiente.
Hecha que ocurre lo mismo en Andalucia, aunque no se utilice por-
que ademaj de la lentitud, el naranjo resulta generalmeute basto, agrio,
6 agridulce, y en general exige el injerto. La reproducci6n en las condi-
ciones naturales de que habla el P. Acosta conduce en efecto, y rhpida-
mente, A variedades silvestres. Tambi6n se hacia ya en aquel tiempo-
conserva de naranjacr, pues dice el P. Acosta de las Antillas:

(1) Historia General y Natural de Iodins, totno I, libro VIII, capftulo I.


(2) Historia Natural y Moral de Indim, toino I, pAg. 411.
NARANJOS 'Y LIMONEROS 389

t La conserva d e naranjas cerrada que hacen en las islas, es de la mejm-

que yo he visto alla, ni ac6.s


E n el siguiente siglo XVII, escribe otro autor no menos docto, q u e
la tierra caliente del Nuevo Mundo es tan aprop6sito para criar (1):
teste linage de frutas de aim0 que Dios crib para regalo del hombre, que
pareeen haber estado todas estasplantas en las denim regiones del mundo como
desterradas y fuera de su naturaleza, liasta que llegaron a esta tierra; la cwtl.
les es tan natziral, que ninguna otraplanta asi de las propias eomo de las ex-
trangeras y peregrinas, abraza mejor ?/conserva ntns tenazmente,Lo c u d cuun-
ta verdad tenga, tmtifican las grandes montaGas y bosqries que se liaz lzcho
en estccs Indias de naranjos, limones y &mas arboles deste genero, naciendo
en lugares desiertos e inedtos, eual si fueran plantas silvestres, Ins que de
suyo son tan doniksticas y ltortenses, que se plantan y cultivan en todo el mundo
congran diligencia y rega1o.s
c E n la primera tierra poblada Xe espafioles en que desembarqzre, cuando

vine 6 las Indias que fue .nrnptleblode la isla EspaGola llamado Yaguana,
me ntaraville mzrcho y 10s denim que veniun conmigo de EspaGa, que eami-
nando de la mar alpueblo, que estaba coni0 media legua de la mar adentro,
entre 10s arboles silvestres que emel eamino ltnlna que era de montaGa cewa-
.
da, topcisems niuchos limones ceuties que en granges racinm, entre lm rama.9
de otros M o l e s , pendian sobre el cantino y easi nos daban en las eabezas, que
esparcian por el bospue su sziave fragancia. s
Observaremos cuan incompatible es la existencia de estos bosqueq
que no sin raz6n maravillaban a1 docto escritor citado, y A 10s que le
acompafiaban, con el silencio que acerca de ello guardan 10s primeros
exploradores y descubridores, delatando asi que estas bellezas admiradas
en el siglo 17, no eran anteriores Ala llegada de las naves de Col6n.
t Ha!/ ya en esta tierra, CTke el mismo esct-itor del siglo X r I I ( 2 ) refir fen-

goose a1 Peru, todm 1u.s diferencinsde nnranjas que-enFApaGa, u n m &e cciseara


delgada y otrccs CTe gruesa, llamadas cageles; unas dulces y otrm agrins: toTm
finalniente, grandes ?/pesadas, y niuy llenas de zumos.
t Las limns (Tdces y agrias,y 10s limones cezities crecen & eh e n tamafioy
tienen tanihien ntucho zunio. De 10s limones grades llaniados reales no hay
tanta copia como de 10s pequeiios. Las primeras naranjas qtre.liubo en esta
ci7rdad de Linicr Implant6 uno CTe 10s primeros veeinos &lla, llamado Bnltasar
Gago, en una huerta suya a media legtra de la eiudad en donde viven todavia
losprimeros naranjos. Cuando y o entre en Linin (3) no habia en ella ni en

(1) Bernnbh Cob0 S . J.-Hi\toria del Noevo Ifondo, torno 11, pRg. 896. '

(2) Historia del Noevo Jfnndo, torno 11, pAg. 395.


(3) Pw6 RI Suevo Xundo en 159G y poco despues nI Perh EspaBol.
98
390 LA TID

todo este Reino limones dulces,pero yn 10s h y 05 veinte ages a'esta parte, a*+
de 10s granctes llwmados realm, como limones eeuties, y cadiz dia van ereeicn-
& en abrcnclamia..
Y agrega el mismo autor que esta clase de fruta habia sido llevada
antes ti Mejico.
cy las limns que yo vi en H6xic0, dice tambien, llevadas del Harpwe-
sad0 ( O a w a ) son por extrenio brsenas. 8
La rtipida y fticil propagacibn de 10s hrboles de e& grupo en casi
todas las regiones de la America Espaiiola, explica que no haya antece-
dentesde ello en 10s Libros de la Casa, porque en efecto, en 10s casos de
e a facilidad, la aclimatacibn se hizo poi 10s particulares, y sin interven-
cibn de este organismo. De ello tenemos una prueba en el trigo, pues
encontramos diversos intentos y remesas para la Espaiiola y .para la
America Central, yen cambio no queda antecedente alguno de 10s pai-
38s en 10s que como Mejico y el Peni, algunos grauos llevados all&
por casualidad, bastaron para dotar de trigo para siempre aquellas ex-
tensas comarcas.
En las Antillas, la propagacibn de 10s naranjos y limoneros en 10s
mismos bosques que hermosearon con su presencia y con sus flores, fue
como hemos dicho, mrlravillosa y segim leemos en la Historia del Nue-
vo Mundo: (1)
c P a1 tientpo de florecer 10s krboles, suelen las mugeres espariolas de
aquella isla enviar a s i eriadas
~ a eojer azahar para sacar q u a de olor, ?I
losjardines a donde Eas envian, m son otros que 10s montes y las selvas don-
de son tan cotnunes 10s nnrnnjos, como cunlesquiera otros &boles salvajes y
de montafia.8

VI1

L A VID

F u6 enviada (2) ti las Antillas con Cristhbal Colbn en su segundo viaje


de 1493,y en el Memorial que en el aiio siguiente de 1494 enviara
el Almirante ti 10s Reyes con Antonio de Torres, les dice haber prendido

(1) Historin del Nuevo Nundo, tomo 11,pirg 397.


(2) Esistiaq eu el Nnevo Nundo vnrias clasesde vides silvestms, coy0 fruto no era utilizn-
'ble ni utilirndo, y de ellnses probnble prooednn las que hoy se emplenn en Europn para inger-
tsr y obtener m i vides resistentes ir In philogern nstatrix.
LB VID 391

los sarrnientos, y mani6eat.a abrigar la mayor esperanza en 10s result&-


dos acerca del fruto obtenido: v
"el m a l .lee btce, e5 tal serrt, como mueetru la preetqu
bel trig0 q be itnoe poquitoe be ~ormtentoeque ee piteieran,
e0 Ciettto qite no tJarrimettgua el ~ a b a h t c i ani
, el giicilta aqiti,i3
Enviarouse m8s tarde repetidas veces sarmientos B las Antillas, y
entre otras en tiempo de Ovando, y despues ti la America Centralpero
es lo cierto que ni la vid, ni el tiigo fructificaban bien en aquellas 1'8-
giones del Nuevo Mundo, que en nn principio ocuparon 10s espaiioles.
A Mejico fu6 enviada la vid por el gobierno de la Patria sspaiiola,
como consta por la CBdula enviada en 1631 10s Jefes de la Casa de Se-
villa Cedula, en que se lee (1):
"proneeb que be aqui nbelante fob00 lue inuestree que
*&en ri la0 ititretitoe gnbiae, que llenen caba itno bello0 en
eu nanto, la cantibob qite lee pat'edere be plantae be ntfia d
olfttoOi be manera que nfnguno paee etn llsoar algitna cun-
rnab.;"
Aunque en este ph-afo de la C6dula no se dice A Mejico sino 8, In-
dim, lo entendemos asi porque en pkrafo anterior del mismo documen-
to que su tiempo consignaremos, se ordena tambien B 10s de la Cam
compren cien carneros moruecos (padres), diez ducados de simiente seda
de lo mejor que pudiere haber v:
' 3 1 0 envtefe tobo abere@m a1 nueetro @reefbente d &bo-
ree, g 6 . 1 ~ 0nueetros @)ficialeeqite resibmt en la cibbab be
M t Z U .
La contestkci6n de 10s de la Casa antes de finar ei aiio, dice (2):
"qite be la0 ntteoe bitrrns q tree garaftonee (mactJoe
pura yabt.eat') qite 3. @t. manbd comprut', tJa compxtbo
ctnco Irorrtcrte qitc ec eitntaran en el prttner nnnfo; g lo be
100 plantae be olioas g oibce g ofroe drbulee, aef 09 tJutJ~ctJo
cpte lo0 llcnen toboe lo0 nanqos."
.En lasislas (las Antillas) y fierra firme, dice en 1690 el P. Acosta,
no se dan vino ni uvas. En Nueva Espafia hay parras y llevan uvas, per0 no
se hace vino, sin duda por no madurar del todo las uvas, por rnzon de las (lu-
Vias que vienen e n Julio y Agosto y no las dejan bien sazonar. En el Perti y
Chile donde hay viiias y se hnce vino y muy bueno, y de cada din mece asi en

(1) Arohivo de la Cnsa en el de Indias. i43-2-2. Dndn en .4vila B 31 Agosto de 1691.


('2) Id. id. id. 14,%1-11
(3) Ristoria Natural de la!Indias, tomo I. cap. XXXII.
392 LOS FRUTALES EsPAROLES

cantidad, p r q w esgran riqueza en aquella tierra, eomo en bondad porque se


entiende mejwr el modo de haeerse.
E& planta biblica, que coloca el P. Acosta entre las rn& impor-
tantes porque:
&a el vino, el vinagre, la uva, el agraz, ye1 arr0pe.r
fue llevada a1 Perh por uno de sus prirneros pobladores Ilsmado Hernail-
do de Montenegro. Cogi6 este aui su primera cosecha el aiio de 1661, y
heron h a d m las uvas por el Municipio en medio peso de or0 la libra,
tasaci6n que parecid muy baja a1 flamante oosechero, y consider&ndose
por ello agraviado ape16 de ella ante la Audiencia de Lima.
*Ha cundido ya estaplanta, dice a media.dos del siglo X V I I el ya M'tado
autor de la Historia del Nuevo mundo (l),por todas estas Indias y pm'nci-
palmente por este Reino (del Per&), &e manera que en muchas partes hay
grandes pngos de viiias, y algunas tan cuantiosas qiw dan de quin2e mil a
vsinte mil arrobas de mosto, ydel vino que se coge en el Corregimiento de lea,
que es en la Dibcesis de Lima, salen cada ago cargados dell0 mas de cien
m m o s (las emburcaeiones w a n entonces de menor porte que hoy), para otrns
. provincias, asi del Reino como fuera de 61 (2).
Desde el P e d fu6 llevada & Chile la vid, y seghn refiere el ya citado
esoritor:
<Delaprimera parra que se llevo a1 Reyno de Chile, me cont6 un Re-
ligioso, que siendo soldado se hallb presente ci la venta, que se vendid en tres
mil pesos, y que 10s prirneros sarniientos se vendieron 6 cien pesos c d n uno.>

. VIII,
LOS FRUTALES ESPAROLES

F ueron en gran parte llevados desde Sevilla B las Antillas primer0


y despukv a1 Continente, unos a1 estado de plantas vivas y otros
a1 de simientes para su reproduccidn. De ello nos ofrece un ejemplo 9.
datos algo detallados el asiento hecho en el Libro de Tesoreria de la

(1) Bernnhe de 1osCobos. 5. J.,tomo 11,pAg. 378.


(2) Foeron ruotivos de censura para unestros gobernnntes las trahas que a c m por proteger-
la producci6n peninsular se pusieron al comercio del rino. Ha de tenerse en cambio presente,
que la cre'ncibn y proteccibn A la indnstria aznmreia de la hni6ricn Espaiiola, concloy6 wan
la de hndalncia y Valenoin y que A favor del t a h c o deUltramar,no se permitin el cnltiro del
tabaco en nquellas regiones de la Peninsula enqne se prodnoe muy ventajosamente.
. LO8 FRUTALES EBPaOLES 393
-~

Casa llevado entoiwes por el Doc& Matienzo, y en el que se consignan


y especifican las herramientas, plantas y semillas compradaa por la Ca-
s en el air0 de 1520, enviadas desde alli B laisla Espafiola y B la Am&
rica Central.
En estaexpedicidd, como antes se habfa hecho on la de 1614 (I), aL
ir con Pedro Arias a1 Nuevo Continente 10s primeros oficiales de la Casa
de Contrataci6n, enviAronse variadas herramientas agricolas, y entre
otras se determinan (2):
"&wctenfoe atabottoe, baectentae afabue, cote p t e b r w
bo m o l e j &a0 be a d u r , sien barrrnue, bosctontaerofa+
be arabo, baectontae trlrras, baeciontae roiabue, ltmae, to-
nosas Otc.j9
Adem& de las semillas, fueron entonces comprados por la Casa de
Contrataci6n a1citado de plantaa vivas:
'~qutncr ( w l a m o e ) bo ohtenbra bo C€ltCO poefurlw,
donto noomto oetacue bo l&werrcre g cfrl~eloe,boec€etttae
retaco0 be granaboe g tnrmbittllos,9i
y con ellos,un niunero mih considerable de estacas de olivo, de que B 8u
tiempo hablaremos.
Colodbanse &os plantones en grandes pipaa 6 toneles de 10s UBI+
dos para el vino, que Bran serrados en dos por BU parte m b ancha. Las
tinas asi obtenidas se rellenaban de tierra y plantadas en ellas iban so-
bre la cu bierta de los navios las plantas vivas que Be remitian, y de las
cuales se compraron entonces m L de cincuenta.
Se h+n conservado t a m b i h en el mismo libro de Tesoreria de la
Casa 10s nombres de las naos y de 10s maestres que condujeron B la
America espafiola muchas de estas tinas, y que antes hemos citado (3).
De 10s primeros frutales llevados B las Antillas nos da noticias el
naturalista Oviedo en la primera mitad delsiglo XVI diciendo (4):
a Hag (en la Bpafiola) m u c h higtceras y de muy buenos higos, 10s

eziales se dan en la mayor parte del aiio..... 10s higos son 10s que en Cmtilla
Elamaa godenes y en Aragon burgarotes. s
Unos, dice t a m b i h , son de simiente roja y otro de bisnca, (hi-
gos y brevas) y agrega este autor que las higuerils degeneraban d l i
Apidamente y era nemsaria su renovacidn.

(1) Archivo de I s Cesa en el do Iiidies.-Libro de Armada.


(2) Id. id. id. . Libro de Tesoreria. 39-2-*/,
(5) Id. id. id. 99-2+,
(1) Torno I, phg. 289.-Historia General y Natural de les 1ndi.s. El primer tom0 de la obra
de Oviedo fii6 impreso en Toledo en 1626.
99
394 LOS FRUTALES ESPAROLES

e Hay, dice, membm’llos 6 bembrkllos asimismo traidos de &stilk per0


no se hacen bien, 6 sonpequefios,e lisperos, 6 nUdosos.r
Coni0 era natural, las plantas fructificaban m& 6 menos bien, se-
gim 10s climas y d e m h condiciones, mhs 6 menos favorables para su ve-
getaci6n. Algo m8s tarde y refiriendose al Continente, escribe el Padre
Acostrt (1):
t Tambien se han dado bien 10s duraznos y sus consortes 10s melocotones,

y p k c o s , y albaricopues, aunque estos mas en Nueva Espafia; en el Perzi fue-


ra de duraznos,desotro hay poco (llevaronse despues), y menos enIm CIQs-(an-
tillas) HanzP;nas y perm se dan. per0 moderadamente, eiruelas muy cmta-
mente; higos en abundancia nucyormente en el Per& mcmbm’llos en todaspar-
tes,y en Nueva EspaGa de manera que por medio real se daban cincuenta a
escoger, y granadas tambien bastantes, aunpue todas dukes, agrias no se ?tan
dado bien. dielocotones enparte son niuy buenos como en Tierra @?e, y algu-
-as partes del Pemi. ChLindas ni cerezas hasta ahora no han tenido dieha
de hallar entrada en Indias; no ere0 que sea falta de temple (clima) porquc
lo hay de todas maneras, sino falta de cuidndo 6 de aeierto.

Comprueba asi Acosta que no era? las de Europa las frutas seme-
jables B las cerezm y h las ciruelas que esciibia HernAn Cortes haber
visto en 10s mercados de Mejico, siendo, se&n el Sefior Colmeiro, las
Spondias purp6rea y Spondias lutea L., y las Cerasus Capollin D. C. (2).
De frutas de regalo, agrega, apenns siento falta de por a116. De fruta
. basta y grosera faltan bellotns y castaGas que nose han dado hasta ahora, que
yo sepa en Indias. Almendros se dan pero escasamente. Almendra, nuez, y
aivellana, van de &paca para gente regalada.
E n efecto, no s610 fueron enviadas semillas y plantas de hrboles B
las Antillas y B la America Central, pum consta que desde Sevilla fue-
ron tarnbien llevados plantones de hrboles & otros paises de la America
Espafiola y vemos poi’ ejernplo entre las mas antiguas comunicaciones
que de la Casa se conservan, en el aiio de 1631 dicen a1 Emperador, esto
es, a1 Consejo de Indias ya regularmente organizado, que (3):
”be la0 plaatu.~ be ul€oae,q&bee, g otroe lirbolee, aei 0e
ba lp-ecboque la0 lleoen o0te aiio tobos lo0 nav€o0.”
Entendemos naturalmente, aunque no se especifique asi, que w a n
frutales y no de sombra, 10s arboles que juntamente con laa vides y 10s

(1) Historia Xatural de las Indins.&villa 1690.-Lihro IV, cap, 51, que titula: .De Ins
plantns y frutales que se han llevado de EspaHn b 185 1ndias.a
(2) Conferencia en el Ateneo de Nadrid en 1892, pbg. .2G.
(5) Citnda por el P. Cappa en sus aEstudios cr1ticos.-Arohivo de la Casa en el de Indias
1434-11.
LOS FRUTALER ESPA~~OLES 396

olivos se mandaban & la saz6n L America desde Sevilla, y amso tam-


bi6n moreras. Aunque no se determinara, era M6jico uno de 10s Paises &
que se llevaban estos Arboles, y & cuyo proveimiento se atendia en 1631,
como lo manifiesta la CBdula de 31 de Agosto del mismo aiio mandan-
do llevar carneros garaiiones, y simiente de seda:
"a1 nueetro gqreefbente, d @tfboze0,tf nite0tro0 @frc€alee
ieetbe-onen ia ctubab b e m ~ x i c o "(I).
En el Per6 se aclimataron algo mAs tarde 10s frutales eapafioles,
aunque en ello s e g b el autor de la Historia del Nuevo Mundo, hubo
mucha diferencia, pues en tanto que algunaa especies, como por ejemplo
.las higueras y 10s granados, fueron introducidas & poco de l'a llegada de
10s espaiioles, en cambio otros frutales fueron propagados casi en su
tiempo 6 conociendo 61 & testigos de si1 aclimatacbh, asi de 10s meloco-
tones cno 10s vi, dice (2). en 10s diez primeros aiios que estuve en esta eiudad
.(Lima)hasta que el de 1609 fui a la del Cwco, donde fud laprimera vez que
lo8 vi en estos Reinos. w
s En la huerta de Gonzalo Guillen, dice mas adelante (3), me mostrb m
hajo suyo un albaricoqw grande y de muchos aiios, que quina fue. el primero
que naci6 en esta ciudad, y me eertificb que a los princip-os, cuando m M i a
la abundancia desta fruta que ahora, le valia cada aGo a su padre una ba-
w a deplata.,
De las peras, refiere este autor que en su tiempo, 6 sea a1 mediar el
rriglo XVIl, no habia en el Per6 sino unas de poco tamaiio, y que en 1620
se llevaron A Nuevill Espaile, donde y a se habian llevado de otra clase,
las exquisitas que llarmamos de bergamota (4).
P casi por el mismo tiempo, agrega, 6 muypoeo despues se trucceron de
Espaiia a1 puerto de Buenos Aires, y de alli a1 reino de Chile. donde ya se
dan mwhm y se traen algunas en conserva a esta ciudad de Lima, a donde
n o dudo que se daran niuy en breve, pwque hara ewctro 6 einco afios que se
trujeronposbrwas de Chile, que por ser todavia.pcque&, no han come&ado a
dar fruto. s
El sabio Humboldt, que & principios del siglo XIX recorri6 y eetu-
di6 el Nuevo Continente, dice (6):
c L a cumbre central de Nueva Espahproduee con suma abundancia ee-
-rezas, ciruelas, melocotones, albaricoques, higos, uvas, melones, manzanas y

(1) Archivo de la Casa en de Indias. 148-2-2


(2) Historia del Nuevo Mundo, toino 11, piig. 394.
(3) Id. id. piig. 395.
(4) Id. id. mmo 11, p8g. 899.
(5) Estndios amma de Nueva Espafia, torno I, piig. 961.
3% EL om0

pras. E n ESS cercank de Xixico, las famosas huertas de ks Carmelitas y Za


del Hat.qu9de Fagoaga y otros dan en 10s meses de Junio, Julio y Agosto
muchisimy muy expuisita fmta. Bdmira a1 viajero ver en hikxico. tm el P e d
y e~ Is Nueva Qlanada sem-rse a la mesa de laspersonas ammodadas con las
frutaa de Europa, Em piGas de I n d i a , 10s zapotes, guayavas, mameys, chiri-
m04as, y otraspreciosasprod~iccionesde la zona t b r d a . Esta variedad de
frutas se encuentra en casi todos 10s paises, desde Goatemata k t a Ea nueoa
California.
aEstudiando la historia de la conquista, agrega este sabio extrangero,se
admira uno de la extraordinariaactirridad con que 10s epiioles del siglo I V I !
cxtendieron kl cultivo de 10s vegetales europeos, desde un extrema del Conti-
lrende a1 str0.s

EL OLIVO

F UB este impartante vegetal uno de 10s que se llevaron deeds


Espafia A AmBrica, a1 estado de plantas vivas. Como otros mn-
chos Arboles, fue llevado el olivo primer0 A las Antillas y veget6
en aquella isla, pero sin fructificar, 6 si acaso mu7 escasamente, como
consigna habedo observado el naturalista Oviedo.
Llevhronse despuebl desde Sevilla olivos, B la America central, y
especialmente podemos consignar aqui 10s adquiridos y enviados por la
Casa*de Contratacibn en el afio de 1620, como consta por el aaiento co-
rrespondiente de su Libro de Tesoreria (l),s e g h el cual se compraron
por la Casa A Juan de Baena, alcalde de la villa de Olivares, pr6xima A
Sevilla, sita en la comarca llamada de Aljarafe, y renombrada por
sus grandes y excelentes haciendas de olivar:
%oecfenta%cfncu&u eetacoa be bco*tunoe (oltoaa) 0u-
cabas he curifo 6 collsra.”
’jq mfl g boectentae eetacae bslgabae be acEftun~e*”
De las cuales se hicieron 10s plantones, que sembrados en sus ti-
nas, fueron llevados A Ias naves.

(1) Archivo de la Cnsn en elde Indins. 99-2-s/9


EL OLIVO 397

Algo m L tarde, y por el mismo procedimiento, fueron llevados


desde Sevilla it Veracruz, y de esta ciudad it MBjico, 10s plantones de
olivo, en cumplimiento de la CBdula de 31 de Agosto de 1631 en que
se ordena B 10s de la Casa, entre otras cosas (1):
”que b o aqiti ahelante toboe ~ o e ntas.etre.e qite fiteran h
nueetros mnbiae, Lleve caba itno bello0 en 01t aaoia la can-
t€bab que lee pareciere (a lo0 bo la Qasa) be plantae be tti-
fiue, d olivoe, be iitaneru que ninguno partime s i n Ileoar
alouma cnntibab.”
A estas ordenes se refieren sin duda 10s de la Cam, contestando en
el mismo aiio (2):
”q lo b e la0 plontae be u l i o a ~d, oibee, d otroe arboloe,
us€ 0 e Ba becljo qite la0 lleoen 00to afio toboe b e naoio0.”
a olivas y olivares,escribe el P. Acosta en la segundn naitad del st@o
X V I , tambien se han dado en Indias, digo en Mexico y en el Peru, pero hasta
hoy no hay molino de aceite, ni se hace, porque para comer las quieren mcis,
g las sazonan b i e n a (3).
Cuando algo m L tarde, en el siglo XVII y t a m b i b en el P e h
espairol, escribia su Historia del Nuevo Mundo el no menos docto Ber-
nab6 Gobo, refiere que con la abundancia baj6 en extremo el precio de
la aceituna, it medida que 10s olivos se multiplicaron, pues en 1696 se
vendia gel cdmud de aceituna en dos pesos; mas a1 presente se suelen vender
las aceitunas adospesos la hanega.3
c Nuchos aiios pasaron, escribe el mismo autor, sin que se eojiese nceite,

aunque se co,9ia buena cantidad de aceituna, porque toda se eonservaba en


salniuera y se vendiapara muehas partes, asi deste rein0 conio fuera de el,
la cual como frutn nuevn tenia salida, y 10s dueiios de olivares ganaban mcis
vendiindola desta nianern que haciendo aeea’te della, knsta que de poeos aGos a
esta parte, habiendo venido en muy grnnde aumento 10s olivares, y recogien-
dose gran eopio de aceituna, se comenab a hacerlo aceite, como se hace ya en
muchas partes deste Reino, y m y bueno, y en gran cantidad D (4).
En Mejico, no obstante 10s esfuerzos hechos no se hacia aceite, y
tampoco se generalizaron 10s olivares, J’ refiere Humboldt no haber visto
sino un hermoso olivar, que era del Arzobispo, A dos leguas de la ca-
pital (6):

(1) Archivo de In .Cnsn en el de Indias. la-2-2. En otros pBrrafbs de In mismn CBdula 68


ex ecificn qiie nniilogos enrios fiirscii outiegndos nl Presidente B Oidores de la Andiencia de
&co.
(2) Archivo de la Casn en e l de Indias 1433-11
(3, Historin Natural y Xornl de 1ns IndiRs, tomo I, pBg.416.
(4) Historin del I’iiievo Nnndo, tomo 11, ptig. W.
(6) Estudios ncercn de XBjico, tom0 I, pAg. YG6.
100
398 EL OLIVO

a Este olivar, agrega, viene a dar todos los aiios unas doscientas awobas
de aceite inuy rico..
E n tiemposde este oscritor, y segun 61 mismo refiere, habian lleva-
do 10s espaiioles el o h 0 B las misiones de Nueva California, principal-
mente cerca de San Diego:
e Los provechos que ha acarreado el olivo a esta tierra, dice el sabio autor
de la Historia del Nuevo Mundo refiridndose a1 Peru (I), son muchos y de
considermion, porque ultra del mucho meire que ya se hace, pues ya hay oli-
var de este valle de Lima en que se cogen de dos a tres mil arrobm y de la
aeeibuna que se gasta, y que es en muy gran cantidad, la!provee tambien de
lefia, especialinentea estos Llanos donde esgrnnde la falta della, respecto de
-no llover, y para suplir estanecesidad se hanplantado niuchos olivares y ma-
yormnte en este valle de Limn, por crecer aqui el olivo muy en breve con el
&ego, y tenersepor no nienos utilidad SIC le& que su fruto. s
Esta aplicaci6n del olivo para leiiaen el Peru, que consigna 01 Padre
Acosta antes de 1690, es de importancia por ser una producci6n que h a
durado hasta estos tiempos, debida muy principalmente B la pobreza 6,
mejor dicho, ausencia de Brboles en muchas de aquellas regiones segin
10s autores de 10s primeros tiempos, y entre ellos el naturalista Oviedo.
A1 terminar el siglo XVIII, seg6n 10s d a h s de Mercurio Peruano del
aao de 1792, 9610 en la provincia de Arica perteneciente a1 Per6 espa-
301, se produjeron cuatrocientas mil arrobas de aceite.
Fue sin duda una interesante odisea el viaje de 10s primeros olivos,
que a1 estado de planta viva y con 10s medios de trasporte del siglo XVI,
fueron llevados B Lima desde Sevilla por Don Antonio de Rivera, uno
de 10s primeros pobladores del Per6 espaiiol, que en el aao de 1660 re-
gresaba al dicho pais, segun 10s datos que consigna en su obra el diligen-
te Bernab6 Cobo (2). Compr6 tambien Rivera 10s plantones en la comarm
del Aljarafe proxima B Sevilla, y preparados con su tierra en unos ti-
najones 6 macetones, 1levBronlos las naves desde Sevilla a1 puerto de
Nombre de Dios en la America Central; desde aqui fueron llevados por
tierra B PanamB, y embarcados de nuevo en este puerto del Pacifico,
10s condujeron las naves hasta el Callao de Lima.
Este admirable viaie de 10s olivos sevillanos, con 10s medios de que
Ala saz6n se disponia, hace acreedor de merecida fama a1 celoso D. An-
tonio de Rivera. Llegado que fue &Limacon sus inkresautes compaiie-
ros de riaje, de 10s que parece llegaron vivos s610 tres plantones, hospe-

(1) Bernab.4 Cobo S. J., tomo 11, p8g. 98;i.


(2) Historia del Nuevo JUundo,tomo 11, pAg. W2.
EL OLIVO 399
_-
dolos Rivera en una huerta de si1 propiedad inmediata h Lima, y que
fue despubs Convento de Monjas Concepcioiiistas. Es de crew que 10s
tres olivos andaluces llegados vivos a1 Perli merced A 10s solicitos cui-
dados de su dueiio, escitaron el mayor inter& en la nueva ciudad espa-
fiola y esto explica que, temeroso por ello Rivera, hiciese custodiar su
tesoro por varios indigenas.
Pudieron sin embargo m L que su celo, la codicia y el ingenio aje-
nos, y es lo cierto que una de las custodiadas plautas, desaparecib de
la huerta de modo misterioso, sin que pudiera averiguar Rivera quien
fuese el raptor de esta nueva Elena, que navegando por el Pacific0 h
impulsos de una volnntad sin duda poderosa, no se detuvo, s e e n pa-
rece, sino algunos centenares de leguas mhs a! Sur, en tierra de Chile,
en la que desarrollhndose con presteza, di6 pronto retofios y varetas que
permitieran su reproducci6n.
ten tres aiios, dice otro grave escritor (l),crib retoiios con tan prbspero
~1xes0, que no se ponia en Chile renuevo nlguno por delgcido que fuese, que no
se hiciese enpoco, hermoso olivo. a
Pero parece que no habia terminado a h la odisea del joven olivo
andaluz, y es lo cierto, que despuks de pasados tres &os y de obtenida
en Chile su deseada reproducci6n, reapareci6 el olivo de nuevo en la
finca de Rivera, m L lozano y vigoroso que antes, ‘con grande asombro
de su dueiio y de cuantos supieron su ausencia. Tanto era el celo y el
empeiio w e s t 0 por 10s espaiioles para enriquecer aquellas tierras, con
10s Arboles y las riquezas vegetales de Espafia. ;No h a de extrafiarnos por
tanto, que, merced A sus trabajos, asi 10s consiguieran!
La tradicion de 10s referidos hechos explica que, como en el afio
de 1709 hnbiera sido electo para regir cierto Convento de Lima un Pa-
dre llamado Alejandro Paz que era nacido en Sevilla, fuese festejado por
suspartidarios con la siguiente cuarteta que inserta on su obra el ya ci-
tad0 P. Cappa.
De Sevilb fu8 el olivo
primer0 que rino ac8,
Vitor por Sevilla. vitor
Vitor por el Padre Paz.

(1) I).Ricardo CsppR en aus aEstudios criticos,. tomo 111,pBg. 289.


400 LA CARA DULCE Y EL AZ~CAR

X
LA CARA DULCE Y EL A Z ~ C A R

esde las islas Canarias, en las que muy recientemente habian intro-
ducido 10s espafioles su cultivo y elaboracibn, fuit llevado A las
Antillas este valioso vegetal que habia de enriquecer para siempre algu-
nas de las regiones, que hasta entonces habian podido ser consideradas,
como de las m8s pobres del Nuevo Mundo.
Las primeras plantas de caiia dulce fueron llevadas por el mismo
Cristbbal Col6n en aquella memorable expedici6n de 1493 en la que asis-
tido de todos 10s medios por su protectora la inspirada Soberana de Cas-
tilla, pas6 a1 Nuevo Mundo con numerosaarmada (17buques), llevando
en las naves castellanas labradores y hortelanos, plantas y semillas, y
animales Gtiles de varias clases, y de 10s que tan pobres mostraban ha-
llarse las nuevas tierras:
n @?qes en Waqo be 1493 (I), en la
T p t e wuqun, b t c ~ la0
armaba g t e manbamoe gucm, para la0 telae que Be gun bee-
C u b f P d o , Uetnte 1TDmb~Xebe campo, t~ que 0epa lJ$cetr ace-
qu'tue, qtte no *ea mora."
Debieron ser estos labradores castellanos, de las primeras victimas
del paludism0 y fiebres de aquellas tierras, pues en la Carta enviada 8.10s
reyes por Col6n desde la Isabela (2), pide nuevamente provisi6n de trigo
y de cebada:
"be la cttal, btce el ~lmtrante, para eete aiio ee lja gecgo
poco, posqrte aboleecteron aquclloe poqttitos labrabares."
y agregaba con respecto ti, las caiias de az6car que:
"una0 poquttae qtte 00 pueteron, gun prenbtbo."
Consta, sin embargo, que coino.ocurri6 con otras plantas, no pros-
per6 en un principio 6 no se sup0 llevar adelante el cultivo de la caiia
en 10s primeros afios, y ya lo inclica el diligente Angleria diciendo pre-
cisamente de estas primeras plantaciones (3):

(1) Cnrtn de 10s Reyes A SLISecretnrio Znfra en 23 de Xayo de 11%.


(2) En 30 de Enero de 1494.
(3) DBcadn 1.8, torno I, pAg. 1G4. Eqtn primern DBcnda de Angleria fid prtblicndn en Alcalti
de Hennres en 1611.
LA c.4R.4 DULCE P EL A Z ~ C A R 401

Raices de las caEm de cuyo jug0 se s'aca el azucar, aunqzte Sinjug0 que
coagule, criaron hash en quince dim caiias de a codo. s
Por esta dificultad, 6 por haberse perdido las primeras plantacio-
nes en las luchas que con 10s naturales sobrevinieron, acaso se perdie-
ron las primeras caiiar sembradas, porque,se@n varios autores, fueron Ile-
vadas de nuevo desde Canarias. De todas maneras, es lo cierto que du-
rante 10s 6ltimos aiios del siglo XV y priineros del XVI no se hizo
cultivo de la cafia, ni se obtuvo tampoco anicar en la Espailola. Consta
en efecto, que todavia en 1611 no se producia en dicha isla, ni el az6car
necesario para el consumo de s u corta poblacih europea, y que eran aun
bien escasos SUY recursos en deterininadas materias, como lo manifiesta la
CBdula de Julio de dicho aiio, en la que dice Fernando el Cat6lico b 10s
d e la Casa (1):
"p16 tcnfa p o r cierto qite 1oe natttoe que tban 6: la @epa-
itola tomaban carga en Ganarfae be lae coeae qite eran ne-
coeariae para la0 $ptb€ae, d agora 01 &lmtrante@. @Fiegoao-
Ion), me ba eecripto qite no bezan nt cottefenten 6: 100 tale0
capitanee cargar eoea nfngitlta, t qite en la bfcba tela tienen
m i t c b a neceetbab be algttnbe nanaboe i queeo, t aTitcar, i con-
0mttaej d otrae coeae be qlte la btcba tela no eetrt protteiba,
por enhc BlSttoe manbo, qite tengafe manera t prooeafe como
toboe 100 natttoe qtte riteren 6: la btctJa@epaiiola,t tocaren en
la* btcbae islae aanariae, tonten t ee p r m e a n en ellae be ga-
naboe, i queeoe, i aptcares, h coneerttae,t tobas la%otrue co-
000 qite ecan menester on la bfcljn tela Gepaiiola."
Cuyo documento manifiesta claramente que no habia aun pro-
duccibii de az6car en la isla, y que era aun bien pobre en ganaderia,
y en otras materias alimenticias, pues reclamaba todaria el auxilio de
1%comida en conservas, las cuales debian en aquellos tiempos ser mBs
Caras, y inas impeifectau que hoy.
De la primera produccih de az6car en la Espaiiola, encontramos
un precioso dato en 10s Libros de Tesoreria de la Casa, tan cuidadosa-
mente llevados en aquella Bpoca, por su primer Tesorero el Doctor Ma-
tienzo.
Es este'el asiento hecho de haberse pagado por el Doctor (2):

(1) Archivo de InCnsn en el de Indins 189--1--4.-Dndn en Tordeaillns ii 25 de Jnlio de 1611.


(2) Id. id. id 39-2-2/,. Asiento de In feehn referids. Annqne re-
fiere Oviedo que 61 mismo trnjo en el aiio nnterior primeras moestrns de nziicer, su pnrti-
cipsci6n penonnl debilitn nl'go el nserto, \y nos ntonemos B 10s docnmentos; por lo demis, In
afirmnci6n de Oviedo, nI referir 4 nn aiio notes, la elnbornci6n de nuns primerns mnastrns de
anicnr, lejos de desmentir, coinprneha en sn esencin lo qne 10s docnmentos mnnifiaqtnn.
101
402 LA CA8A DULCE Y EL A d C A R
~-
39Qncuatrobe ,@tlto be 1513, set0 bucubo0 be urn ul
correo globrtguq, que el lunes 29 be unto be 1517 l h d l e
rsto Casu rt @t&r€b en cuatro btu0 nuhtrdee, c&as p a r a

$jg. a& EO= 10s enooltorto0 d calrtae d una cadets pequsiirt


oclpvaba que btt menta cafiafietola, d aptcar, d algubon que
Los @@. @e*thtmoeque reetben en la -Qepafiula no0 on-
oiarmt para $$.a&, en la0 naus be 8uan @€novo00. @erb-
nfmo glglobrfguez, que lleguron a1 r i a be esta Ctubab el 29
be gunto be btckp afio be 1517,33
Regia en Castilla B nombre de Doiia Juana, el Cardenal Jimenez de
Cisneros, que habia enviado B las Antillas a 10s referidos PP. Gter6nimo.s
y A e1 fue enviada por el Doctor B Madrid, jnntamente con las cartas
"Para$3.X&,"esto es con la correspondencia oficial, la " p e ~ t e f i ~
ca?zetu, Ocbaouba," que contenia las muestras de "atucar,alaobon
ri c~titafi~tulu," y esto con tal premura que la mja referida, junta-
mente con el correo de Ambrica, sali6 de Sevilla el mismo dia "29 be
gunid,"de en que llegaron las naos, lo que manifiesta cuan recomen-
dada y cuanta importancia se atribuia por 10s Jer6nimos y por el Doctor,
a la pequeiia caja remitida. Evidenteinente, la pequeiia muestra de az6-
car enviada de la Espailola, lo era como corn notable y nueva, y el algo-
don no era aimplemente del recogido en el campo por 10s indios, sino
fruto de uno de 10s varios cultivos que se sabe emprendieron en la Espa-
iiola 10s Jerhimos, enviados all&por JimBnez de Cisneros como personas
de no vulgares conocimientos. En cuanto B la cafiafistola de la India (1)

(1) La mairafistoln (cassia fistularis) se einplenbrr en medicinn. Existta 'en las Antillas; pera
era una variednd menos eficnz. La sembrada por 10s Jerbnimos, fu8 de In traida de la India y 98
propag6 ldpidnmente en Ins Antillns.
LA CAWA DULCE Y EL &CAR 40.3

' fu6 efectivamente sembrada y cultivada' por 10s Jer6nimos en la Espa-


fiola, sefin consigna el naturalista Oviedo.
La grande importancia de la industria azucarera con la que Espa-
iia enriqueci6 para siglos B las Antillas, es justa causa y r a z h para que
tratemos de hacer aqui una informaci6n algo completa de este asunto
que por fortuna puede seguirse paso B paso en 10s Libros y en 10s docu-
mentos de la Casa de Contratacih (1).
Recibi6 el Cardenal Cisneros con el mayor aprecio las muestras
que en la cajita se contenian, y sobre todo las del az6car y el algodh,
pues en su carta de 22 de Julio, concluye el ilustre gobernante su con-
testacibn B 10s PP. Jer6nimos (2) diciendo:
"g'a c a x a curt el aracas, 5 con eL algubott, h caii.aftetulaque
rnofaetcte roctbfmoe, ij pardcenue que e e barfa alli Men el
u~ucar,17 el alguthun. gTeetetr Qarthfnnlfe$jft4puntm."
Pero en aquellos dias precisamente, caia postrado de su ultima en-
fermedad este ilustre cltstellano, que despu6s de algunos meses de sufri-
mientos, espirabapor fin en Roa el ocho de Diciembre del mismo aiio, y
con 81 cesarian tambi6n antes de mucho el poder y la confianza que en
10s Jeronimos se habia &positado, dejando por fin la empresa aco-
metida en las Antillas. El cultiro de la caiia y la elaboracion del azucar
no cesaron (3), sin embargo, y merecieron por cierto una cuidadosa
protecci6a a1 Gobierno de la Patria Espaiiola. 'Por este tiempo, en efec-
to segun nuestros antiguos aatores, se establecieron en la Espaiiola pri-
mero, y despu8s en otras islas, fabricaciones de amicar provistas de me-
-canismos necesarios para su objeto, 6 sea de 10s ingenios, como entonces
se dec,ia, y que dieron su nombre Alas fBbricas creadas.
La instalacihn de estos ingenios B la manera que habian sido esta-
blecidos hacia poco por 10sespaiioles en las iolas Canarias, fu6 como deci-
mos, celosa y aim minuciosamente protegida por Espaiia, npeaas se hu-
bo iniciado la elaboracih del aziicar. Acerca de esto son tan bellos y
elocuentes 10s documentos registrados en 10s libros de la Casa, queno de-

(1) -4firmnun nutor no mpnilol, que nl estnblecerse 10s ecpniloles en Snnto Domingo, donde
tuvieron que crenrlo todo, abaolutnmeota todo CuantO el hombre necesitnbn,mo turieron otrn cosa
mAs perentoria que fnbricar nnipescon hojns de Qrboles. y en efecto nsi se hn escrito esta Hie-
torin. .4lode, seg6u pnrece, dicho nutor ti Ins hojnsdel copey (classin rosen L.), que por cierto fue-
ron exnminndns livirtud de unn CBduln, pnrn saber si ernn 6 uo nplicnblw Q In escriturn, por
hnber sido utilizndas por 10s noestros en nl@u cmo en que no tuviernn pnpel pnrn escribir.
(2) Archivode 1sCasn en el de Indins 189-1-5. Dndnen Undrid en In citndn fecha.
(3) Seg6n Herrern, se debi6 A 10s Jer6nirnos, la instalnci6n en 1n Espniiola de 10s primeros
ingenios de hncer nziicnr, y p r n couseguirlo preminron con 5 0 p e s o s In fuudacidn de cnda uno.
.hAlognmente se procedi6, como veremos, en la isla de Cuba.
604 LA CABADULCE Y EL &CAR
~-

bemos aiiadir ii ellos casi una palabra. E n Julio de 1620, y con objeto de
proteger y facilitar la instalaci6n en la Espaiiola de 10s ingenios destina-
dos B la elaboracidn entonces iniciada, fuQ expedida por el Principe B
noinbre de su Madre D.” Juana, la siguiente CQdula (1):
”glteetros ~ c i a l e sqlte reeibie en la Gepafiola (la be-
penbencia alli be la 6aea b e gevilla) d lo0 niteetroe 3lntaza-
rife0 i recobbaboree be la0 rentas be 3lntozarifafgo be la
bicba 3ela. ga eabeie la noluntab qite la 6atdlicn gleqna nti
SiefiOraj (su Madre Dona Juana), d %716 ljttbemost tenibo d te-
f t ~ n t al
u~ bien, poblacion, d multiplicadon bc la biclja ?30la,i
100 rentebioe qite para cllo eo ban bn0cabo h prociirnbo. G
8ot) inforntabo qite uno be lo0 principalee, ets la granferia
qite en ella ee kJacomcntabo d bafer d 0 e tjaze be Io0 ingcnios
be aaucar, lots cualee ir si00 graciae- trait en ntitcba abitn-
bancia, i el licenciabo &ttonio 3oriano en nombre beea bicba
geia me bit0 relacion que d cultelf b e eor tan coetoeo el ebf-
ficio be lo0 bickJ00ingenioe, d 100 inaterialee i l~errainielttas
para ello0 necesarias, g qite 0s LLevan b ~ e t o erein00 d lo0
rein00 vectnoe beeta la bicl~af0la AO tetter poeibilibab pa-
ra lots eoetetter, eeria cauea qite la biclja granferia tto paeaee
ma0 abelaate, euplicirnboane maitbaee que be la0 lprramien-
tas, materialee i &a0 COQUB qite beetoe geinoe Llevaeen,
para el ebificio t labor be 100 bicl~00ingenioe, no ee Lee pi-
bieee ni llevaeen bereck~oebe ~ l m o a a r i f a ~ gnoi, ofroe algit-
nos, d conto la mi merceb fiteee. 05 86, por IUS bicl~aecab-
0 ~ 0tdvelo
, potr bie% @or enbe, %qd a00 ntanbo, dc.” (Sigue la
parte dispositiva para que no se cobren 10s dichos derechos.
”d ntunbo, concluye la CBdula, se tome la trdt~nbe get&
p a r 100 niteetroe dficioles que rceibett e n la ciitbab b e &+vi-
lla, en la 6aea b e 6orttratacian b e lae gltbtne.-geclja en
pallabolib d nueve be Sitlio be 1620.-~efinlabn bet dbiepo
be@1trgoed be ~ a p a t a : ”
A d e m b de esta protecci6n material, acordose otra de mayor im-
portancia y eficacia, la de facilitar y estimnlar la ida B las Antillas de
hombrev tQcnicos y pr&cticos,conocedores de la construcci6n de 10s in-
genios de az6car y de su marcha para la elaboraci6n. Para ello, como
el comportamiento de Pedro Arias en Castilla del Oro, no hubiera sido
satisfactorio y hubiese sido nombrado para sustituirle Don Lope d e
___
(1) Archivo de In Cnsn en el de Indins 139-I-& Dndn en Vnllndolid B 9 de Juliode 1620.
LA CARA-DULCEY EL A Z ~ C A R 406

Sosa, Gobernador durante macho tieinpo en las islas Canarias, expi-


dibse, en Agosto de 1519 (1) una CBdula encarg&ndoleque B si1 paso por
dichas i s h procurase recoger y llevar consigo B la Espaiiola "@l~eetros
d V)fici~100b e bacet: htgenioe be aptcar." La CBdula dice asi:
''gupe be 3oea nusetro gitgarteniente general d @otter-
nabur be Qaetilla bel @ro: 0atteb que lo0 nueetroe Oficialee bs
la tala @Eepafiula,me ban eecriptu qite en la biclja gels Iraq
ntitcljrt falta be @taeetros P @ficialeebe bacett ingenius be
apicar, d be la maniftciar (manufactitrar, fabricac) P purque
caba bin' ee a a n Ijacienbo t ebiftcanbo inuc~jusiitgenios,
P ljaij gcan biepiteicion 6 aparefo para ello, d soq infurma-
bo qite en sea0 390lae be Qanartae baq bartoe @tasetcoe L
tales que irian a bicba 801a, &nu qite algitnae personas
poneit en ello imyebimento, k p u r qitt uue, mientrae 00 bi0-
potrteqe para ir en biten ljura oue0tro ttiaie a go0 seroir en
el biclju uficiu (cargo), pobreis mitrljo barer en atraer rt 100
bicljoe @taeetrasP Oficiales,P pobreis b e camino, pite0 babe%
be tocar en la btcba g01a lleuarl~su ella, no0 enuio r u n
la preeente la0 Qartas qite ueftei~,para qite lo0 Gubet-nabo-
r s e be e e a e ~ 0 1 ~ no
0 , lee pungait impcbimentu cneu *ha,
antes para ella le0 aqitbcn k fanure~cait,p o r enbe86 000
manbo P encargo, le0 bagais nutiftcar la0 bicljae @kzTfa~, L
~ r o c n r e i epor tuba% la0 utne qite pitbikrebee, qite la bi- ,
clJa 3J)sla uaqan 100 ma0 5aaretroe P @ficialse qits Be pue-
ba, etc.
'jge $arceluna 16 be 35000tu be l?il9.-g6 BL geq.--E;1E-
frenbaba b e l giecretarto Qobue, 6 eefinlnba be Io0 ante0 bi-
CkJO0."
No heinos terminado a h . Apenas parecia asegurado el Bxito de la
elaboracion del azucar en la Isla Espaiiola, pensaron nuestros gobernan-
tes en dotar talvbiBn de esta riqueza A la inagor de las Antillas, Fer-
nandina (2), como entonces se decia. Pobhbase por este tieinpo dicha
isla: habianse llevado de la Espaiiola naranjos 37 limoneros, y otros Br-
boles frutales, cultivAbanse alli las hortalieas lleradas desde Espafia,
construianse nuevas poblaciones, g cainbiaba ademas el aspecto de

(1) Archivo de In Cnsn en el de Indins 139--1-4. En Bnrceloun B 16 de Agosto de 1619.


i2) En CBdoln de l X 2 , mnnifestnbn Bernnndo el Cnt6lico deseos de qoe In mayor de las
Antillas fiiese Ilamndn Fernnndinn; pero at0 nombre no prosper6, como es snbido, quedindole
el de Cubn.
102
406 LA CANA DULCE Y EL AZoCAR
t_-.-_.i_.- __ ~
--

aquellos campos, con la presencia en ellos nueva, de 10s aniinales


litiles y dom6sticos llevados all&desde Espaiia, 6 desde la Espaiiola, y la
vaca, la cabra, la oveja y el cabitllo, alegraban aquellas verdes campi-
iias en las que en adelante y para serle til, habitarian con el
hombre.
El establecimiento de la indostria azucarera en la isla de Cuba,
sigui6 tan de cerca ii SLI implnntacidn en la Espaiioln, que ya en
Febrero de 1623, procuraban con la mayor solicituil nuestros go-
bernantes proteger y estimular en la isla de Cuba la crea:ibn de di-
cha industria, 3' para ello orden6se B 10s Oficiales que en dicha isla
residian, ausiliaran con prestainov de dinero B 10s que construyesen
ingenios de az6car. La C6dula dice asi (1):
"@I Beg: i t n e e t r u e @)ftcialesbe la iela @wtnnbina (be
Quba); par qite pur H p e r i e i t c i a e e Ija rttetu, qite beepitee qito
v l i t g u a g i t e e t r u geitar qite la g r a n g e r i a b e l aptcar 0 9 ca-
menaaee, la bicba ?@la DU e n act-ecentamientu, i a h i t n b a n c i a ,
be rflte e e e s p e r a r e b u n b a r t i d la0 a e c i n a e B pablabatroe betta
m i t c t p ittilibah, h ennableciinienta, i ma0 perpetitibab, +
que @an @tueqitera en eit t t a m b r e , i n e Ijifu r e l a c i a n qite
o n eea Rela, mitcbae' n e c i n a e B mornbarre bella q i t c r i a n ba-
ter i n g c n i a e g bnrsc ti In bicifa g r a n g e r i a , g qite 6 c a b e n
be e e r iititg c u e t a e a el ebificia be lo0 bickpe i n g c n i a e , d la
que ee reqitiere para lae eaefener, la bicba g r a n g e r i a n u e e
p u b r i a c u m e n t a r ni perinanecer, si %@a0n&n t n t t ~ a e e m a e
preetar rL algitnae p e r e a n a e algnita crtntibab be m a r a o e b i -
~ee..... eitplicttnbante m a i t b a e e aei p r u a e e r , 6 c m t u la mi
m e r c e b fiteee. pur qite ?Jri tertgu m u c l ~ avalitittah 171te b e
o e c i n a e ij pablnbarre b e e a @+5la(be Qitba), r c c i b a n m e r c c b
en tabu la qite a i t i e r r litgat-, ij qitr e n ceta *-or ecr c a m fait
n e c e e a r i a eeait f a n a r e c i b a e 15 aijithnbue, trinela ? o rhieit, pur
enbe %&5 m a 0 n t u n b a , 0 0 4 t n f a r n t e i e q i t b p e r n o i t a s L ~ W J cit cen
3901a, qite tengait m a n e r n , 6 c u n t t e n p p t t r n l p c e r iitgetttae
be a t u c a r , i j q u e n u t e n g a n pateibilibnb para par ei ealae
lpxger ittt i n g e n i a , J? qite e e a n p e r e a i t a e banrabae, cttal 6
aueatrue pareciere, g It lo0 qite he esta citalibab ljitbiet-e, etc."

(1) Arehiro de la Casu en el de Iudias 189-1-6. Dndn en Vdlndolid, 13 de Febrero de 1528.


E s de seutir qiia nl registrnrae por 10s copistns wt8 CBdiiln en 10s libron de 1n Cam, linpn snfrido
algonna mutila,ciones, y preseate 811 hermoso estilo nlgo deslucido con repeticioues.
407

Signe la parte dispositivia, mandatido prestar caatro mil pesos de


OPO (1) y termina el doctimento ordenando sea:
"tontabu raton beeta niteetra Qtdbula por lo0 niteetroe
Qdfictaloeqite reetben en gEaoilla en la Qtaea b e Qontrata-
c€on b e la0 ~ n b i n e . - g a c l ~m
a vallaboltb ri 13 biasbe gebrero
bo 1523.-Gt gleq.---ljlefrsnbaba be Qtoboeeeiialnba bel gomen-
babor magor bo Qaetilla d ba Qaroafal."
Que no fueron estkriles estos inteligentes esfuerzos y desvelos del
gobierno de la Patria Espafiola, c6nstanos porque en esos aiios precisa-
mente comienza la exportacih de az6car & Espaira desde aquellas An-
tillas que en 1611 no producian ni para su escaso consumo p de las que
en 1617 se enviaba coin0 cosa notable una tan pequefia inuestra de
az6car & Jiinknez de Cisneros. La producci6n de az6car continu6 sin
dnda desde dicho aiio, y aument6 despuks tan r&pidamente, que cinco
afios mas tarde en el de 1622, venia cargada principalmente de azucar
para Sevilla una nave espailola.
Asi consta por la Carta que en 1622, dirige el Principe, a1 Rev de
Portugal y que est& tambikn registrada en 10s Libros de la Casa J
dice:
"giereniefmo f mug amabo S e g d princtpe, etc. go0
enoiamoe at g+xretarta &rfetoLtal parroeo para qite SE
nueetra parte woe battle lo qrte belsatteis, acerca b e la nao
be nn ,Ilunea be la 3Igatta niteetro oaealla, qae otnienbo
be la0 ttiteetras gnbiae potr Pete me0 be g%tnrfo paeabo c m
d a t a ora, If perlae, g a ~ l t c a r ,g drae cosae, fit* tomaba
pot- itn cursarta francee en la c w t a be niteetroe 'L9eino0,g
bcepitos cottraba con faoor be mitestra armaba, qite anba
en g1tarba be la coeta be oiteetro getno, PtC."
Sigue la Carta de creencia (credencial) para el enviado L fin de que
fuera devuelta lanao, y termina:
'kit Io qitc recittiremoe eingitlar cotmplacencin. Eecripta
Pttt~rtaIt 23 be mat^^ b e 13'22 L U % W - ~ ~ P ~ be ~ D 100 60-
bo0 gecretarto.-giefialaba bel @ttiepabe $itrgo* g 3apda."
De este maestre Alonso de Algaba y de su nao, hemos tenido oca-
si6n de hablar anteriormente, por habkrsele pagado en la Casa & fines
de 1620, el flete de cinco tinas con plantas vivas, que con mejor fortuna
acababa de conducir B las Antillas.

(1) S0gdn Herrern, hnbinnlo hecho asi 0n 1n Espnlioln 10s Jer6nimos, sobvencionnndo con
quinietitos pesos la instnlncidn de cndn nuevo ingenio.
408 LA’ CARA DULCE Y EL AZOCAR

a El a8o anterior, dice Angleria en 1622, cierto F’lorin pirata franc& (l),

rob6 una nave que venia de la EspaEola con sesenta mil draenras de oro, seis-
cientas libras octunciales deperlas, y dos mil arrobas de azt4car.r
Tres afios despu6s de esta reclamaci6n, Angleria, el mismo Angle-
ria, que era uno de 10s ilustres miembros del Consejo, y que daba en 1493
las primeras noticias de las desoladas Antillas, dice, congratulBndoae
por ello, en carta dirigida A suamigo el Arzobispo de Cosenza (2):
”3tu0 ban llegabo b e la Gepaitola tree embarcnciones.
cargabas b e paltee be aaucar q pielee b e bneq, lae- male0
abiinban tanto en la0 3’0lae (la0 antillatf), qite no 0abm
que ~ a c c r con
. ollae. Graen tantbien utraec mercanciae.”
La riqueza de Ins Antillas habia quedado constituida por Espafia
sobre bases firines y duraderas. Basta.
Recogianse en aquellos afios de 1620 B 1626 10s inmediatos frutos
de 10s esfuerzos hasta entoiices realizados, y del espiritu que B 10s Gober-
nantes espafioles animaba, consignaremos de entre varias, la C6dula q u e
estando en Sevilla la Corte fu6 expedida en Febrero de 1611 (3) para
hacer 10s primeros puentes y ca minos en la ish de San Juan de Puerto
Rico, separada recientemente de Espaiia por una accibn extranjera, y
cuyo documento dice:
W H ?&ell(gernanbu el 6athlicu)
got: quanto pur parte b e @30, el Qunceju, 3iteticia g
3Iegiboroa 0)ficialost 3ontee truenos b.t la Mela b e 3an guan,
que e0 en la0 Rnbiae bel mar Ocrdanu, me lja &bo feclja re-
~acilanquelabicba tela 00 nitmamente publaba d bas mu-
cbu0 urroijue, d r i m granbe0, d sierra0 mitq agriae, para
lo cttalbaq muclja ltece0ibab be bacer algitnae puentoe d
camittue d cnl~abae,pur bonbe lo0 oecino0 6 muraboree be-
lLa0 pitbieeen aitbazr s i n pcligro, d qite a catqa be attm ntitq
pocu tiimyo qne La biclpz 3701~1ee pitebla, P cotno no tentilt
grupius (be lo0 qit# en la g*eainsitla 0 e reparnbnn lo0 ca-
tninue) n u baq con qite 012 piteban t ~ a p xla0 bicljae piten-
tee d caminue, d cnltabaa, yor cnbentc sitylicrtbaboe qite, pur
bucer merceb a la bfclp iela, d porqite ma0 0e rititublepz,
0e 10 ritaitbaee qite por el tientpD qite mi imlitntab fitcee, se

(1) Por si1 noinbre Jonn Vermzano, nncido en Florencin; pero nl servicio de Frnncisco I de
Frnncin.-Angleria, t o u o I, piginn 7.5. Cnrtn n1 hrzobispo de Corensa, 19 de Noviembre de 16’22.
(2) Cnrtn nI misino d e d e Mndrid, 22 de Febrero de 162S.-D8ondn, romo I. pig. 89.
(3) Arcbivode In Cnsn en el de Indins. 139-1-4.CBdoln dndn en.Sevilln d 26 de Febrero de 1161,
LA CARA WLCE Y EL az~hxrr 409

le bfciere merceb be la0 pent10 be crirnara para qite b e lo0


ntacatoebie qite otoiece bacer la% hicbae puentee d cal~abaeh
como zr)6 por In mnclja nohtntab qite tengo quo la bicba @31a
be $an @tan %e piteble d ennoble~ca,d 10% oe5tno0 d ntorabo-
re0 bella piteban unbar ma0 0eguttoe por 10%can ti no^, t4be16
(tiioelo) pot- bien, etc,+$i el $cq.-@ott manbabo be en alte~a,
grope Qotltc~illots.”
Y aigue la parte dispositira. Esta CBdula registrada en 10s Libros
de la Casa, fue dada como decimos por Fernando el Catdico durante su
estancia en Sevilla en 1611.
Volviendo A, ocuparuos del ashcar, consignaremos aqui que despuBs
de establecida en las Antillas su elaboraci6n, llevaron 10s Bspaiioles a1
Continente la caiia dulce y establecieron alli tambitin su tratamiento, y
antes de terminar el siglo XVI escribia el P. Jose de Acosta en su cele-
brada Historia de Ins Indias (1).
c E l azucar es otra grangeria masgenera1,pues no solo se gasta en Indinr,
Sin0 se trae a Espafia harta cantidad, porqzie lm caiias se dan escojidamente
en diversaspartes de Indias (America) en Islm (en las Antillas): en iiexico,
en Perfi, y en otras partes ban liecho ingenios degrande contratacion. Del de
la Nasca me afirmaron que solia rentar de treinta mil pesos para arriba
cada aiio. El de Chicamajzmto a Dujillo tanibien era haciendu grzcesa. y no
menos lo son de la Nzleva Espaiia, porqzre es cosa loca lo que se conszrnie de
azucar, y conserva (dulce) en Indias.
.De la isla de Santo Domingo, agrega el mismo acrtor, se trejeron en la
flota que vino ochocientas noventa y ocho cajm y cajones de uzzrcar,que siendo
de las que y6 vi cargar en Pwrto R ~ G oseran, a mi parecer de oclio arrobas.
Es esta del azzicar la principal grangeria de aqzlellas islas; tanto se lmn dado
10s hombres a1 apetito de lo duke.,
Desde las Antillas llevaron 10s espaiioles B Xtijico la caiia dulce y
la industria azucarera y por Veracruzy el Pacific0 se erportaba B
Espafia y a1 Peru. Consignalo asi Gtomara diciendo (2):
s Ademas del wro y la plata, iWxico da tambien mzicho azzicar y cochini-
Ita, do.q mercaneim muy preciosas, plunias y algodon. Pocos buqzrac. de ES-
paiia vuelven sin cnrgamento,lo que no sucede en el Peru. Es excelente tierra
y muy poblada, y nada le faltaria si lloviese mas. L a naeva Espaiia envia a1
Peru, caballos, parne de vaca, y azucar.2

(1) Historin de las 1ndins.-Sevilln 1590, tmno I, cspitulo XXXII.


(2) Gomarn, Conquistn de Wjieo. En su edici6n de Medinn del Campo 1553, folio 139, que
cita Alejnndro Humboldt en su cEstudio de Saevp. Espniinn.->Indrid 1818, t o n o I, p8g. 378.
103
410 OTROS VEQETALES

A fines del siglo XVIIIestimaba Alejandro Humboldt


el consumo de azwar de JWxieo en mris de libras 34.775.000
su ezportacion . . . . . . . . . 13.584.000

importan libras . . . . ,. . . . . 48.359.000


d i e z alos ha, agregaba el sabio alenlcin en visperas de la separaeih del
Xt!xico Espalol, el azucur de Bengala y el de Nueva Espala eran muypow
conocidos en Europa y ya rivcslizan ambos con el azucar de Eas Antillas (1).
Pero dqu6 son est= cifras para la enorme riqueza producida por la
gran Antilla a1 tiempo de iniciarse su separaci6n de Espaiia, que cons-
tituian A Cbba en uno de 10s paises mhs ricos y prbperos del Mundo?

XI
OTROS VEGETALES EX6TICOS

A d e m b de la caiia dulce, que por ser de reciente importacih, po-


dia considerarse aun como tal por ser moderna en Espaiia, lle-
varon 10s espaiioles desde el Asia 10s tamarindos, y una naranja de gran
tamaiio, venciendo para ello las dificoltades de una travesia tan larga
como lo era la del Pacifico, cuando no existia aim el vapor.
De la India, reci6n descubierta entonces, llevaron 10s nuestros la
Cassia fistularis 6 sea Caiiafistola, empleada h, la saz6n en medicina, y
distinta de la caiiafistola comun que se pronducia en las Antillas. Fu6
sembrada primero en la Espaiiola, seglin refiere Oviedo, en 10s primeros
tiempos, y vemos comprobado en 10s documentos de la Casa, en 10s que
consta el envio hecho en 1617 por 10s Jerbnimos d e laa muestras de la
caiiafistola, obtenidas juntamente con las del amicar y algodbn, y fue
despu6s tamdien sembrada en el Continente.
Describe este Brbol el autor de la Historia del Nuevo Mundo elo-
girsndo con raz6n su belleza, y dice:
a Es el arbol de la CaEafistola, de 10s mas hermosos y de bwenparecer que

y6 he visto, tanto que casipuede competir con el naranjo, a1 cual es algo se-
mejante en swtalle y grandeza, aunque es algo mas crecido;'nuncu pierde la
hoja, la cual se asimila ci la del nogal en SZL tamago y k u r a . Produce sura-
cimo gran cantidad de flor amarilla, muy parecida a la de la retama.,

(1) Estudio del Reino de Nuova Espaiia, torno 1, pirg. 3% y 864.


OTROS VEQETALES 411

El mismo autor reliere haber visto en una huerta cerca de MBjico,


B donde se habia llevado desde Flandes otra planta, que aunque mal
descrita, por su nombre y cualidades, corresponde sin duda B otro im-
portante vegetal azucarero, la remolacha (1):
a Otra casta de acelgm, que me dixeron se llamaban beta.be.9 y que eran

traidas de Flandes, cuyas hojas se comen y juntamente sus raices, que son
gruesas y colwadas como zanahorins. D
Recordaremos que el nombre antiguo de la remolacha era en Es-
paila betabel, procedente sin duda de betterabe.
Existia en las Antillas el PlBtano silvestre, cuyas hojas servian para
cubrir 10s techos de las c a w , y desde las islas Canarias fiieron llevados
a la isla Espaiiola primero, y despues a1 Continente, 10s plBtanos culti-
vados (Musa paradisiacaL. y Musa sapientum L. y otras) (2). Estos plBta-
nos, fueron llevados se&n parme en 1616 por Fr. Tomas de Berlanga,
Obispo qile fuB de Panam&, y seghn el naturalista Oviedo (3):
t Tnix6ronse losprimeros, segun he dicho, de Gran Canaria, e yo 10s v t

alli en la misma &dad, en el inonasterio de San Francisco el afio de 1620,C


asi lo hay en otras islas Fortunadas, 6 de Canaria.,
Algnnos de estos PlBtanos llevados por 10s espafioles a1 Nuevo
Mundo desde Canarias, habian sido aclimatados y llevados reciente-
mente B estas islas desde Africa, y conservaron por su procedencia el
nombre de plhtanos de Guinea.
De conformidad con Oviedo escribe el autor de la Historia del
Nuevo Mundo, y sea cierto 6 no cierto, desde la Espaiiola fueron lleva-
dos a1 Continente dichos plBtanos, que fueron importados primer0 en la
America Central, y m h adelante en el Perti, y se&n el referido Berna-
bB Cob0 (4):
t 4 este Reino del Pert?,se trajeron luego qzce se comenzo ci poblar, y st

plantaron 10s pimeros en wna h e r t a , a media legiia de esta ciicdad de Lima.>


Por cierto, que en la epoca antes citada, se hizo sentir en la Espa-
iiola una terrible plaga de hormigas que creyeron algunos llevadas d e
Africa 6 de Canarias, y que alli tomaron mayor; desarrollo, 6 que acaso
fueron de las mismas del pais, que en el enriquecimiento anomalo y ex-
traordinario ocurrido entonces de aquella Flora, encontraron condicio-
ne8 escepcionalmente favorables para su multiplicaci6n.

(1) Historin del Nnevo Mundo, tomo II,pAg. -194.


(2) Primerns noticins de la vegetaci6n americana.-Confereucins ante el Ateneo de Nndrid,
por D. Miguel Colmeyro, Rector de aqnelln Uaiveisidnd.-Xndrid 1W2, pbg. 53.
(3) Historia Genernl y Nnturnl de Ins Indins, torno 1.9 pAg. 292.
(4) Historia del Nnevo NIundo, torno 11, pAg. 444.
412 FLORES

Esta plaga se present6 en 1619, y alcanz6 su mayor desarrollo en


10s dos afios siguihntes, habiendo sido tal:
.la destricceion fecha, sobre todo en 10s cagafistolos, naranjos, y otrosar-
boledasprovechosas,que amenazb cawar I& despoblacion de la isla.3
Con rae6n 6 sin ella, atribuy6se entences a 10s pltitanos la multipli-
caci6n extraordinaria de las hormigas, y asegura Oviedo que se arran-
caron muchos en Santo Domingo en el tiempo que dur6 la plaga extra-
ordinaria de las miamas.
Es verdaderamente curioso, y queremos consignarlo aqui, el hecho
de que en 1643,y halltindose, bajo el punto de vista que consideramos,
la reci6n fundada ciudad de Lima, en condiciones bastante antilogas L
las de Santo Domingo en 1619, se presentase tambien una extraordi-
naria plaga de hormigas. Como en Santo Domingo ocurriera, achac6se
10s platanos importados gran parte de culpa por el extiaordinario
incremento de las hormigas y segun consigna el ilustre autor de la His-
toria del Nuevo Mundo, en el cabildo del 16 de Enero de 1643,y pe-
tici6n de Juan Ferntindee, Procurador que era de la ciudad, orden6 el
Ayuntamiento de Lima fuesen arrancados todos lob platanos que habia
dentro de la ciudad.

XI1
FLORES

S i no se han conservado sino por casualidad, datos completos acer-


ca de la aclimatacion y propagaci6n de importantes vegetales,
menos ha de extrafiarnos queden pocos antecedentes acerca del modo
y la o c a s h , de haberse llevado desde Espaiia las flores quejuntamente
con las alli existentes, habian de alegrar y embellecer en adelante 10s
campos,\ y 10s jardines de la America espafiola.
E l orden seguido fu6 en general el mismo que para 10s vegetales uti-
les, habiendose llevado las semillas y en algunos casos las plantas vivas,
primer0 B 1asAntillas y la America Central, intis tarde a Mejico, y ti
Chile y el Peru, y algo despues al.Rio de la Plata.
Como muestra, consignaremos aqui la introducci6n de algunas de
las flores llevadas desde Espafia a1 Per6, siguiendo para ello 10s datos
FLOREq 413

smidadosamente reunidos en el siglo XVII, por el ilustre autor de la His-


toria del Niievo Mundo (1). ,
En la referida bpoca, 10s claveles rojos y las clavellinas manchadas
de blanco y rojo, 6 sean marisaladas, eran en el Per6 tan comunes como
]as rosas, planta que como vereinos fu6 dificil en un principio llevar viva
hasta el Perti, y aun fu6 precis0 contentarse, por entonces, en obtenerla
de simiente segun refiere el ruismo autor. El aroma de 10s claveles, dice
.sin embargo, que no es tan intenso como en la Peninsula.
Las aziicenas, seg6n el mismo, no eran en aqucl tiempo tan abun-
dantes como las rosas, y se daban en mBs cantidad en la provincia de
Quito, que 110 en la de Lima.
De 10s lirios y rosales consta que en 1620 fueron enviados por el
Doctor il la Espaiiola y a1 Nuevo Continente en estado de plantas vivas,
com'o consta en el asiento correspondiente del Libro de Tesoreria de la
.Cam, segln el cual comprd el Doctor para su embarque (2):
"oioutue mutus be romezrrt, toealoe q littoe."
El lirio cilrdeno morado, (tan frecuente ep Espafia) dice el ya citado
autor, se ha extendido por todo este Reino del Peni, y nace asi en la Sie-
rra como en 10s Llanos, y es el lirio una de las plantas que nacen en pL-
ramos y temples muy frios y m&q resisten 10s hielos.
Los alelies, agrega, sedan en el Per6 copiosamente, y de todos 10s
colores quo en Espaiie, blancos, amarillos, morados, rojos y encarna-
dos. La malva grande, dice, llamada vulgarmente malra loca, la llevo
un Padre de la Compaiiia en tiempo del Virrey D. Francisco de Toledo.
Di6ronse primero enLima, y crece m&s de dos metros de alto. 0tra.s
.malvas de mayor tamaiio y que alcanean m8s de tres metros, fueron lle-
vadas L Quito, y de alli il Limaen el aiio de 1601 cy cli'eron $ores, agrega
el azitor,en este presente de 1632s
Consigna el mismo escritor la pyopagacidn de la salutifera y humilde
manzanilla que gusta de ociiltarse entre la nieve. La aroiniltica Santa
Maria, 10s narcisos, las amapolas, mosquetas y otras, y reclama para si
-el sabio autor, la satisfacci6n de haberle correspondido sembmr el pri-
mero en el Perilla flor llamada espuela de galLn, cuya semilla le ha-
bian enviado desde Espaiia, y que tiivo el gusto de ver germinar.
Pero entre las flores llevadas desde Espaiia, debe hacerse aqui espe-
.cia1 menci6n de la I osa por s u belleza, y porque juntaiuente con 10s lirios
aparece en loslibros de la Casa, coin0 enviada en 1620 B la Isla Espaiiola

(1) Historin del Nuevo Mondo, tomo 11, p8g: 261.


(2) hrchivo de In Cnsn en el de Indim 39-2-~/9.--biio de 15.20.
414 FLORES

y America Central a1 estado de planta viva (1). Desde la citada isla pudo
ser llevada B 10s demis paises que baiia el sen0 mejicano. No tuvo esa
suerte en el Pen?, a1 cual hasta el aiio de 1662, no fueron llevadas se-
millas do rosal por las dificultades que ofrecirt sin duda BU paso B travbs
del istmo J- las necesarias navegaciones.
La importaci6n de la rosa en el Per6 Espafiol revisti6 no s610 el
mayor inter&, sino tambien carActer de verdadera solemnidad 'para las
gentes cultaa de aquel Pais, y debemos a1 autor de la Historia del Nuevs
Mondo haber recogido y consignado cuidadosamente en la primera
mitad del siglo XVII, todas las noticias y tradiciones acerca de este
curioso asunto.
Fu6, seg6n dicho escritor, hacia el afio de 1662 cuando llegaron B la
ciudad de Lima para ser alli sembradav las primeras semillas de rosal.
Aun no habia realiado D. Antonio de Rivera su famoso viaje de 1660
llevando desde Sevilla y B traves del istmo de Panam&10solivos, sembra-
dos en macetas 6 tinas, y por entonces Ilegaron A Lima tan s610 las
simientes de 10srosales de Espafia. No era este sin duda el procedimients
m& prhctico, ni tampoco el mSrs expedito para la reproducci6n del bello
arbusto, y refiere la Historia del Nuevo Mundo que (2):
acomo cosatan h e a d a s e p z ~ yran
o widado y diligeneia en sembrarla,
para pice se lograse y pprpeticase en esta tierra y con este intento se dijo una
misa con la semillapwstasobre el altar, para que con la bendicion del sacer-
dote tuviese feliz suceso eomo lo ha tenido, porqice a1 presente es m a de la-s
plantas que inas se lmn extendido en estm Indias, y de las que naas copiosa-
mente nacen en todas partes. Diironse laspriineras rosas en esta ciudad en
el sitio donde ahorn esta ficnctado el hospital del Espiritcc Santo. siendo Virrey
del Perti el Marquis de CaEete..
Segiin el mismo escritor, una vez nacidos 10s rosales y llegado el
momento de dar las primeras rosas que debieron ser sencillas, quieieron
las piadosas personas que de ello se habian ocupado, ofrecer 6 la Madre
de Dios la primera rosa abierta en el Per6, y asi se hiso en una cunosa y
bella ceremonia, solemnemente celebrada en aquella Iglesia Mayor y en
la cual el Arzobivpo de Lima, Fray Jer6nimo de Loaisa, 6 vista de la gran
concurrencia, coloc6 la primera rosa en la mano de una escultura de
la Virgen, que en aquel templo se veneraba.
MBs tarde, sigtiieiido sin duda el e,jemplo dado por Rivera, fueron
llevados a1 Peni y B Chile, toda clase de rosales a1 estado de plantas
vivas.
____
(1) Archivo de In Cnsa en el de Indins 99-3--3--8/, Aiio de l5zO Relaci6n de Ins herrn-
mmntns, plnntns y semillns
(2) Historin del Nuevo Nondo, tom0 11,pAg, 431.
PLANTAS AROMLTICAS 6 MEDICINALES 416

XI11
6 MEDICINALES
PLANTAS A R O ~ T I C A S

C on las flores unas, y con las plantas p tiles otras, fueron llevados a1
Nuevo Mundo muchos otrL.. vegetales apreciados por su aroma, 6
por sus aplicaciones en medicina. Comocon las flores ocurre, se han con-
servado pocos antecedentes acerca de su siembra, y no en todos 10s Paises
hub0 un escritor tan entendido y diligente como el autor de la Historia
del Nuevo Mundo,que recogiese datos, noticias 6 tradiciones acerca de
este asunto.
L a hierba buena dice (1)se truxo de Espafia a principio de la poblacion
.@or 10s espagoles) desta tierra; donde primero se dib en este Reino fire en esta
ciudad de Lima en el hospital de Santa Ana, y de aqui se extendib por todo
este Reino del Per?i, donde ha mndido tanto que ninguna otraplanta de las
de Castalla es mas comun, porque no solo nace en las huertasy tierras culti-
v h , sin0 por las orillrcsde las acequias, de 10s rios y en tierras inhbitadas,
en tanta cantidad, que ha d a h nombre a algunos sitios, ednao a una jornada
que esta en el camino que va de esta ciudad a1 Cuzco, a la que, por la mueha
hierba buena que hay en ella, le hanpuesto la jornada de In hierba buena.
e El torongil agrega, se cria copiosamente en esta ciudad de Lima,donde

se sembrd primero que en otra parte deste Reino. Tkijose esta semilla de h’s-
paEa en tiempo del Virrey D. Francisco de Toledo, y el misnw que la truxo y
la sembrd, que fu6 un religioso de nuestra Compagia,me contd que habibndose
sembrado la p r i m e r aven en esta ciudad dieha semilla, nunca la M i a dado,
y asi todo cuanto torongil se planta, es de rama y prende luego, y es tan oloroso
wmo en Espa6a.s
L a simiente de lino 6 linaza fu6 enviada a1 Nuevo Continente en
1614 a1 tiempo de la expedici6n de Pedro Arias, segim el correspondien-
te asiento del Libro de Tesoreria (2), y fu6 enviada de nuevo en 1520,
como consta tambien en el asie’nto relativo A la espedici6n de dicho
aiio (3).
El lino, dice en el siglo XVII Bernabi! de 10s Cobos, nace muy bien

(1) Historin del Nuevo Jfiindo, tomo 11, p8g. 426.


(2) Arohivo de la Casn en e l dn Indins. 39-2-l/w Aiio de 1514.
(3) Idem id. 39-2 -a/o. hiio de 16%.
416 PLANTAS ARONATICAS 6 MEDICIKALES

asi en Ins tierrcis teiupladas couo en Ids f m b cleate Reino (del Perb),
aunque se siembra muy poco por no haberse aplicado las mujeres &
hilarlo. E n el Reino de Chile y en las provincias de Quito 9 del Nuevo
Reino de Granada, se Iabra ya algiin lienzo el cual sale tan bueno como
el casero de Espaiia.
Siembrasela linaza en otras partes, no para hacer lienzo, sino para
sacar el aceite de esta semilla, que gastan 10s pintores y las boticas.
Otra de las plantas llevadas desde Espaiia, fueron 10s mimbres cuyo
utilisimo vegetal fuit enviado ya en 1606 B la Isla Espaiiola, come
consta por el asiento correspondiente del Libro de Tesoreria de la
Casa (l),que manifiesta haberso comprado:
"~00c€entrt00aru0 larga0 Be mtmbtre, rflte 0e n m b r a n
qitfntaleiiae (be cinca afi00) que 0e Lteoaran rt la Qepafto-
la en g'ebret-u be 150.3 para plantat- bellas ZntmbreLa0r"
De la. andaluza albahaca, refiere el autor de la Historia del Nue-
vo Mundo, que aunque no tan general, por darse en 10s campos como la-
hierba. buena.
lo es en nacer en todas estas Indias con tan poco regalo y cultura que
no es menester mas pice sembrarla en cualpuieraparte de semilla y regarla a
tiempo&ra que nazca con gran vicio. y agrega el autor, que en algunas
partes se habia hecho silvestre, lo mismo que la hierba buena.
a La mejorana, dice tambien, dura en mzcchas partes todo el a&o,seiialn-
damente en esta ciudnd (Lima) donde no hay jardin que no se hallen cuarte-
las y eras desta hierba, con labores y figurascuriosamenteh e h a s y, suelese
segar para eehar en las Iglesias en dim solemnes. s
N o habia sido llevado aim a1 Per6, en 10s tiempos de este diligent9
escritor, el arombtico tornillo, pero refiere haberle visto ya en Mqico,
en la huerta del Arzobispo, como & una legua de aquella capital, y que
s e g b su informaci6n lo habia hecho llevar desde Espaiia el Arzobispo
Don Juan de la Serna (2).
El trebol parece que fu6 llevado para las boticas y teni6ndolo en
el Per6 una mujer.
.a fin de preparar a 3 m angelica (purgante) semhro en tierra tres 6 cua-
tro semillns ypropag6se despues de tal nianera que fue unaplnga en las here-
dades. D
De lo mismo nos ofrece an&logo ejemplo el naciuiiento eu el Peru
de primera, planta de romero. Este arbosto tan querido en 10s honrados

I 1) Arohivo de In Cnsn en el de Indias 59-2--1/,. Aiio de 1506. Seglin el misino nsiento.


e d l o s navios de Dieoo Shncher Colchero Lnis RernAndez.
(2) Hisiorin del 1\Pero Xondo, torno If, phg. 431.
PLANTAS AROMBTICAS6 MEDICINALES 417

hogares espaiioles, habia sido enviado B las Antillas en 1620 en el estado


de planta viva,como consta en el asiento correspondiente del Libro de
Tesoreria de la Casa haber sido compradas, por el Doctor Matienzo para
ser enviadas B la Isla Espaiiola juntamente con 10s rosales y lirios:
”cfettta0 matae be rbmefrb” (1)
A1 Peril fu6 llevada su semilla en 1679 por D. Alonso Guti6rrez
que regresaba de Espaiia:
eSembrola D.Alonso, dice el docto auto: de la Historia del Nq~evoMun-
do (Z),en una gran huerta qzle tenia dentro de su casa en esta &dad (Lima),
linde del Monasterio de bfonjas de la Santisima minidad la calle ennaedio,
la eual huerta se ha convertido en casas, que de pocos aGos a esta parte han
edificndo en el1a.a
Era B la saz6n Virrey Don Francisco de Toledo el legislador del
Peni espafiol, que noticioso de haber nacido el romero, acudi6 B verle B
la huerta de Don Alonso, y seghn este refiri6 m8s tarde a1 autor de la
Historia del Nuevo Mundo, lleg6 el Virrey hasta el romero, arrodill6se
en tierra para aspirar mejor su fiagancia, y conmovido sin duds, b e d
el arbusto de Espafia.

(1) Archivo de IR Cnw en el de Indins 39-2-a/o. A150 de 1620.-hl~oi6n de ins herra-


rnienhq, plnntas y semillns, etc.
(2) Historin del Nuevo Xiindo, tom0 11, pBg. .106. M e r e el nutor haher conocido B Dan
Alonso GutiBrrez, qiie dice, murib en 1614.
105
I
POBREZA DE LA FAUNA Y SUS EFECTOS I

~
T odos 10s autores se muestran unLnimes y sin discrepancia esencial
en este asunto de tanto inter&. Ninguno de 10s grandes animales
de carga 6 comestibles existia en el Nueyo Mundo, en el que 8610 encon-
traron 10s espafioles algo semejante per0 inferior en las llamas y vicuiias
del Per6, que hasta ahora no se han importada que sepamos en Europa,
por ser semejantes siquiera respecto de alguna de las especies aqui de-
dicadas & esos servicios (1 ).
El naturalists Oriedo, que pas6 a1 Nuevo Continente en 1614,
Frsncisco L6pez de Gomara, capellan de Hernan CortBs, que conoci6 en
Eevilla L tantos exploradores y conquistadores, y autor ingenuo y sin-
cero de s u Historia de las Indias, el sabio P. JOSE!
de Acosta, tan celebra-
do por Humboldt, y el no inenos sabio BernabB Cob0 S. J. en su
Historia del Nuero Mundo, confirman el hecho de no haber esistido
antes en las nuevas tierras ningune de las mas importantes especies

(1) Usnron sin embnrgo 10s espniioles de estos nnivnnles pnrn trnnsportnr en 10s primerm
tiempos, yn por lo ngrio de nlgunos caminos de sierrn, yn or In primern escnsez y cnrestia
del gnnndo miilnr, cnyn escnsez explica fiiesen enrindos tnmhih como diremos al Peril, 10s
camellos nfricnnos. De1 trnnsporte por dichos nnimales consignn nlgunos d a b s el P. Acostn,
dioiendo: In cargn qiie llevnn de ordinnrio on cnrnero de e h s , [llntnns) serii de ciintro 14 seis
. arrobns, y siendo vinje lnrgo uo cnininao sin0 dos 6 tres legnn<. b cuntro A lo Inrgo ..... y no
lo pnsnn mnl, nnnque es modo do cnminnr nlgo Bnmtilico.. .\cosrn, tomo I. pRginn ,KS. Sepiln
e1 mismo escritor, .en cas0 de unn sola jornndn ern estir inRs lnrgn y ann doble. Estns extrafins
mcnns 6 mnnndas que se emplenhan en 10s Andes pnrn el trnnsporte de In plntn fundidn,
constnbnn A veces hnstm de 400,500, 6 loo0 Ilnmns.
POBREZA DE LA FAUNA Y SUS EFECTOS 419

productoras de carne, J’ que principalmente la suininistran para el con-


sumo de todas las ciudades del Universo.
Sin ellas, con las grandes deficiencias que hemos seiialado en las
especies vegetales de las que empezaba por faltar el t8rigo,careciendo
en todas partes de animales de establo, y reducidos principalmente
B 10s recursos de la cam tan insuficientes 6 inseguros ante todo aumen-
to de poblaci6n, incendios de 10s bosques, inundaciones li otras eventua-
lidades, COITIO ha de extraiiar ver consignado en 10s antiguos escritores
de Indias el u s 0 de coinidas tan extravagantes como 10s grandes 6 10s
pequeiies reptiles, las abejas, hormigas u otros insectos usados como
alimentos por aquellos naturales en varias de aqnellas regiones (1).
A esta pobreza p deficiencia, debe atribuirse tambien el origen y
causa priinera del us0 de la came humana para coiner, us0 conocido
y m8s 6 menos seguido en la mayor parte de las regiones del Nuevo
Mundo, y mAs arraigado en 10s pnises en que habia tambien mayor es-
casez de animales comestibles.
Esta carne se usaba y a fresca, ya conservada en salazones, 6 ahuma-
da, seglin las pr8cticas de antiguo existentes en regiones muy apartadas
unas de otras. Asi, el milanes Angleria consigua la salaz6n de extremi- .
dades humnnas para su conservaci6n en las Antillas; y seglin el italiano
Pigafetta que form6 parte de la expedicidn de Magallanes, 10s naturales
del que se 11am6 Rio de Solis, la conservaban ahumada. De analogas cos-
tumbres y procedimientos hablan con respecto a1 Brasil, 10s autores
portugueses.
El sabio escritor Bernabe Cobo, que ti. mediados del siglo XVII es-
cribia en el Per6 Espaiiol, atribuye con raz6n el origen de estas prActi-
cas, no seguidas por animales de especies bien inferiores, A la indudable
escasez y deficiencia del Nuevo Muudo en materias alinienticias, y se-
ilaladamente, por carecer el hombre, como carecia, de las miLs importan-
tes especies animales productoras de came, coin0 son: la vaca, la cabra
y el carnero, esto es, de 10s animales que en casi todo el Universo pro-
veen & esta necesidad de 10s pueblos.
Spues oemos, observa este arctw, pice donde mas recibida estaba estn fira
eostumbre, era donde se hallaron menos animales de euyas carnes pudiesen
108 hombres sustentarse, como en las islas de Barlovento y en otras tnuehaspar-
tes, y en las tierras en que habia animales mi monteses como mansos, no habia

(1) Es absordo penssr que la mza por nbondahte que fuese pudiera compensar la falta d e
lau citadns eapecies: Ademis el recnrso de IR cam, desnparece ripidamante, tan luego como Ir
poblacibn humans tiene nlgiln anmento.
420 TRANSFORMACI6N

este MSO de comer earne humana, como ftd en todo el imperio de 10s reyes Incas
y en algunas otras provineias (1).
Ademas de 10s grandes productores de came, de 10s que faltaba
tambien el cerdo que 9610 existia montb, carecia el Nuevo Mundo de
10s animales usados en Europa para montar y transportar. Estos tan
necesarios auxiliares del hombre, y que lo eran tambien para las labo-
res del campo, no existian en las nuevas tierras y serian llevados desde
Espaiia, lo mismo el buey y el caballo, que el burro, para su propaga-
&n, y tarn%ien para la obtenci6n del resistente mulo. De la9 come-
cuencias de la falta de estos animales se hace cargo el mismo Bernabe
Cobo, y dice:
epor la falta tan universal que hubo en esta tierra, nunea supieron sus
moradores que eosa fuera caminar en pies agenos, todos asi hombres eomo
mugeres, grandes y chicos caminaban a pie ezcepto 10s cm’qnes, sedwes de va-
sallos, 10s cmles cuando hacian algun camino, eran llevados en hombros de
sus szibditos.0
En el Nuevo Mundo no habia en efecto otros animales de carga ni
para transporte, aparte de la llama del Peru, que el mismo ser hu-
mano

I1
TEANSFORMACI6N

S iendo bases muy principales para la alimentaci6n del hombre, 6 pa-


lancas necesarias para 10s trabajos agricolas, seria tan iniitil como
innecesario que nos esforetiramos en demostrar aqui, h a s h qu8 punto
la aparici6n del caballo, la vaca, la cabra y la oveja debia transformar
y transform6 10s campos de Am8rica. Su primera propagaci6n tuvo lu- ’
gar en las Antillas y singularmente en la Espaiiola, y adem& de contri-
buir a1 sosteuimiento de la naciente poblaci6n europea, multiplic&ronse
en las islas las indicadas especies, hasta el punto de existir con verdade-
ra abundancia en el mercado. En carta del mes de Febrero de 1626 que
-
(1) Historin del Nuevo Miindo, tomo 11, pAg. 348.
TRANSFORMACI6N 421
____ --
hemos tenido ocasi6n de citar, escribe el milan& Angleria B su ainigo el
Arzobispo de Cosenza (1):
i l ~ u oIran llegabo b e lo @epaiiula tree- cmbatrcocfone~
m r g a h e h c paltee b e apxz+, ~fpielee be biteq, 1aecitoles,
agrega, obititban qo tantu en lae iolae (la0 &ttillos) que no
sabm que hacetr con ellu0.”
Despues tle propagadas en las Antillas, fueron dichas especies lle-
radas a1Continente, multiplichronse alli con la misma rapidez !os litiles
animales, y aun huyeron algunos a1 monte donde se propagaron ttim-
b i h a1 estado m o n t h 6 bravio. De esta suerte, en 10s paises poblados
por 10s espafioles, hobo bien pronto medios de subsistencia y de txanspor-
te. Es mlts, su beneficiosa influencia traspas6 t a i n b i h las fronteras de
10s paises todaviasalvajes. Acerca de esto, son de mucho valer las obser-
raciones del sabio aiitor de la Historia del Nuevo Mundo, que pndo es-
tudiar por si mismo, 6 escuchar B 10s testigos que presenciaron, de qua
manerase hacian seotir 10s efectos de esta obra de Espaiia (2):
y despues,dice, de poblada la tierra de espagoles, por la abundancia que
hay en la mayor parte della de carnes & nicestros ganados, las naciones mas
bcirbaras y carniceras, que aun todavia se estan en su gentilidad, se han id0
a la mano grandemente,porque matando su hambre con las vacas y otros ani-
males, que de 10s espafiolesalcanzan 6 roban, se abstienen de tal manera de su
antiguo zwo de comer carne humana q w ya no se les nota este vicio, como ve-
mos hoy en 10s indios chiriguanas’qzce cvnfinan con la didcesis de 10s Charm;
20s cwales solian ser tan carniceros y voraces, que agotaron del todo algunas
naciones de indios que sugetaronpor lm armas wanteniindose dellos, y agora,
aunque no estan pacificados, n i hechos cristianos, han dejado s u cruel fiereza
y no comen carne huniana, y lo mismo ha pasado con otras naciones de ca-
ribes..
;Tan activamente fecunda habia sido la obra de Espaba!
cL os aniniales y plantas que hmtaeste afio de 1662 en que esto escribo (3)
se ?inn trnitlo de E s p a k y de otrns partes, dice el mismo escritor refiridndose
a1 Peril, se hnn multiplicndo y extendido tanto por esta tierrn que pone ad-
miracion. s
d e que se han segicido, dice en otro lzcgar (4) grnndes bienes, ?I esta tierra
h e enriquecido y mejorado tanto que, si quisieramos hacer eonrpareion de

(1) Cnrtns publiendns con la> DBcadns, torno I, pkg. 69.


(2) Ristorin del Siioro Xundo por Bernnb6 de 10s Cobos, 6. J., torno 11, pbg. 34%
(3) Id. id. torno 11,pbg. ?A2.
(4) Id. id. p8g. w.
106
422 TRANSFoRMACl6N

lu riqrteta que ellu ha d d o a nuestra Bspaiia en 10s nretales ricos de or0 y


plata que desde sic desercbrimiento le ha enviado, con la que le ha coniunicado
EspaEa, no hay duo% q w es tanto mayor la que de ella ha recibido,que la q7u?
ha remitido en las flotas, cuanto vu de riquezas naturales tan neeesarim a la
vida humann con10 10s animales y las plnntas de que 10s espaGoles la haw
proveido, a riquezas artificiules (conveneionah) euya diferencia es tan
grande, que basta decir que las unas son riquezas en s i niismas, y las otras
por la sola estimacion que 10s hombres han querido hacer.delEas (1).
Si del Peru pasamos it ocuparnos de NBjico, que era sin duda otro
de 10s paises mas cultos y de mayores recursos, leernos en Gomara que
perteneci6 a la Casa de Hernin CortBs, y trat6 tanto L este y otros
caudillos y exploradores (2):
a Carecian de bestias de carga y leclte, cosas tanprovechosascotno necesa-

rima la vida; estimuron inueho el queso, inaravillndos de que la leelie euaja-


se; de la lana no se maravillan tanto, parecidndoles algodon. Espantaronse de
10s caballos y toros; quieren mucho lospuercospor la carne, bendicen las bes-
tias porque losrelevan de la earga, y eiertainente viene dellas gran bien y des-
canso, porque antes ellos eran las bestias.D
Estas riquezas animadas y viraa que llevaron a1 Nuevo Mundo
10s Espaiioles, tenfan otra cualidad de que carecian las minerales p
metAlicaa,que con inteligencia supieron explotar, porque siendo espe-
cies vivas, llevaban en si mismas 1 ~ condiciones
s de reproduccibn y de
multiplicaci6n, y por tanto un carscter de perpetuidad, de que las otras-
riquezas carecian.
Con respecto i su multiplicaci6n, un testigo tan docto como el au-
tor de la Eistoria del Nuevo ?dundo, dice (3):
eE s tan extruordinaria la abundaneia con que en este Xuevo Mundo se
wian todos 10s animales, frutas, legumbres y toda swrte de plantas q w 10s
espuEoles Iuln traido ci el despues que lo deseubrieron y poblaron, que de todos
losge'neros asi de nnimales eonto de plantas, nacen en micchas partes sin la in-
di6Stm.a y benefieio de 10s hombres.,
Consignaremos para terminar, las reflexiones que encontramos en
un docto escritor contemporineo, que ha estudiado este asunto, y que
ha residido tambien en algunos de aquellos paises (4):

(I) Y es prnebn de ello qiie de poco sirven 10s metalas tulis preciados pars el wstento, all
donde la rustancia nlimenticin fnltn, y nlli donde w e n valdr6 tninbien menos el munerario 6-
sea, qne vnldriin m4s 10s nlimentos.
(2) Gomnrn, Historin de MBjico, Nadrid 1852, p6g. 46:'.
(3, Tomo 11, phg. 311.
(4) Estiidios criticos yor Don Rionrdo Cappa, S. J., antigoo oficial de la Armada.-Madrid
1890, tom0 V1, phg. 2%.
LOS ANLMALES DE CARGA Y DE TRABAJO 426

expedicionarios llevar hasta cuarenta yeguas desde la Isla Espafiola. La


Cedula (1)dice ask 6
"para qite beea iela @.epnftala piteban paear q lleanr
ti la bfcha Efcrta @me cuarenta qegune, par enbe 8s
manba qite le bexeie t coneintaqe etc."
Debieron perderse las yeguas que llev6 Nicuesa cuando perecieron
10s suyos, y acaso tambien las de Hqjeda: pues como consigna Angleria,
llev6 a1 aiio siguiente doce yeguas y doce pnercas con sus machos el
bachiller Enciso, lugar-teniente de Hojeda y fundador en el Continente
de la primera ciudad espafiola,la Antigua de Darien. No sabernos sipere-
cerian tambien, porque en Julio de 1613, despues de la venida de 10s
Procuradores de Darien, Caicedo y Colmenares, ordenbse a1 tesorero de
la Espaiiola ( 2 ) , Miguel de Pasamonte:
"contpttarrt0 bacc qegitae cnefllabae q itn caballa, la
qite toba cnttiarete. a1 bictp niteetra iZeearcra (.&laneabe la
vucntc qite iba d: Farfen), en lee naniae en que fitcre la gettte"
(la expedicih de Pedro Arias que se preparaba). Desde la Espafiola se
propagaron 10s caballos & las demhs Antillas y Paises del golf0 mejica-
no, y por el istmo de Panaml a1 litoral del Pacifico. Seghn el diligente
autor de la Historia del Nuevo Mundo. tanto en Puerto Rico como en
Jamaica y Cuba, se dedicaron en un principio 10s Espaiioles L producir
caballos eviendo la bilena salida qtle lmbia dellos para Ins niceurn tierras
qrce se iban desctcbriendo ypncificandow (3).
Pero despues, multiplidronse 10s caballosde tal modo que tuvieron
muy poco valor, y ya en la primera mitad del siglo XVII, s e g h la.
ya citada Historia del Nuevo Nundo (4):
* E n tnuclias provineins de dtn6rica hay gran suma de caballos alza-
dos nl monte 6 inontaraces, qzte llanmnios cimamones especialtnente en la isla-
Espaiiola, donde caminando vie (veia)por 10s camposgrandes nianadm dellos,
qrce en viendo gente se espnntan y huyen co)no 10s aniviales nionteses. Pero
en niicclio mayor nicwiero 10s hay, en lns provineins del Paraguay y ni-
czitnan B.
Los caballos cimarrones dieron origen l una caza de nuevo genero
que se hacia persiguihdolos hasta lugares cerrados, en 10s cuales se en-
lazaban 9 derribaban para proceder & su doma. y tenian ya entonces
estos animales por su abundancia, muy reducido valor. Tanto habian

(1) Archive de In CBSB en el de Indins 148-2- 2. Dndn en Burgos 4 6 de Julio de 1%


(2) Archrvo de Indiks 109-16.
(9) Historin del Nuevo Mnndo por Bernabe &bo, torno II, p4g. Si.
(i) Id. id. id. tomo 11, p4g. 866.
107
426 LOS ANIMALES DE CARGA Y DE TRABAJO

variado las circunstancias, desde 10s primeros tiempos en que tanto en


Mbjico, como en el Perti, tenia tan altos precideste 6til8 interesante
animal, verdaderamente necesario entonces para el hombre, y antes
tan desconocido en el Nuevo Mundo.
Es ssbido en efecto, que 10s primeros ginetes causaron alli donde
quiera, el mayor asombro entre aquellos naturales. nun en las regiones
que manifestaban cierta cultura. Tuvi6ronlo en efecto, por un extraiio 6
inteligente monstruo que para mayor sorpresa de 10s adinirados indios,
se descomponia A lo mejor en dos partes, quese separaban la una d e l a
otra. Como el olivo 6 inks, el caballo fu6 propagado on las costas del Pa-
cifico, desde Chile h a s h el Nuevo Mejico, y sog6n Humboldt, 10s de di-
cho pais eran mny apreciados, creyendose originarios de casta Brabe, co-
sa hasta cierto punto cierta por su procedencia de 10s puertos andaluces.
El borrico tuvo mayor importancia que por si mismo, para la pro-
ducci6n del sufrido y eatbril mulo, animal de tan excelentes condiciones
de resistencia para el trabajo, verdadera palanca del comercio, y medio
principalisitno de transporte en m a epoca en la que estaban tan lejos
a h las mBquinas de vapor (I), y su aplicaci6n A 10s ferrocarriles (2).
E n 10s principios del siglo XIX, y seg6n 10s d a b s que consigna
Alejandro Humboldt, 9610 el floreciente comercio de Veracruz ocupaba
m L de 100.000mulas, en la ciudad de M6jico habia mBs de cinco mil
empleadas en 10s carruajes, y en la Habana mlts de tres mil usadas en
alesas de las cuales habia dos mil quinientas. No ha de extraiiarse, por
tanto, que dediquemos algunas lineas a1origen p formaci6n de esta ri-
queza, origen del que durante largos afios, fu6 tan poderoso tnedio de
transporte en la AuiQrica Espaiiola.
AdemAs de 10s enviados en 10s tietnposde C o l h , consta que en 1606
llev6 tainbien, "bmtiae aenalm3" la nao de Alonso Niiiiez (3) que lle-
vaba tambi6ti desde Sevilla yeguas k la Isla Espaiiola, lo que nos hace
weer que era prop6sito inuy principal de la reinesa de unos y otros
animalas, establecer alli la crin de ganado molar. Con el propio objeto
fueron principnltnente llevados estos inteligentes y cslumniados animales
B todos 10s paises de la America Espaiiola, y del Per6 Espaiiol nos dice el

(1) Aanqoe sin nplicnci6n en In pdcticn, recordnromos, sin emhnrgo, que yn en el sigloXV1
tnvo lugnr In inrencibn de Blnscode Gnray.
(3) .Inn hoy en 10s nlbores del siglo SX,el qnnndo m u l n i Im *ido podoroso elemento de
guerrn on In cnmpaiin segiiidrren Africn contrn el pueblo boecy parte de dicho gnnado f d Ile-
vado por cierto, desde el pnis no&-nmericnno.
(3) Archivo do In Cnsn en el de Iudias 39--2--l/,,.-Aiio do 1505.
LOS ANINALES DE CARGA Y DE TRABAJO 427

autor de la Historia del Nuevo Mundo, que fueron llevados aili por uno
de 10s primeros conquistadores llatnado Diego de Maldonado (1).
E n Mejico hub0 verdadero empefio para multiplicarlos, ya di-
rectamente por dotar 5, 10s indios de 10s servicios de este econotnicoy 6til
servidor, ya para crear en aquel extenso Pais de una considerable y po-
derosa cria mular. Asi veinos que en 1631, a1 ordenar a 10s de la Casa
por una importantisitna CQdula (2), que envien 5, NBjico cien carneros
moriiecos y diez ducados de simiente de seda, cuidasen de cotnprar tam-
bib, doce borricas con tres machos para padrear:
"y Io enniege tabu abezetabu a1 nneetru j?reeibente,
d @iburce, i a lue ttiteetru~@ficinleeque teeiben en la ciit-
hub bc @t&iru, en %liteonGepafia."
Y asi se liizo.
El Obispo Virrey de Xt5jico Sr. Ramirez de Fuenleal, pedia por
entonces de estos y otros animales, para distribuirlos entre 10s indios
y favorecerlos asi:
"Qanuenbria ntitctp, eecribia, qite oinioern treectentae
barricae para bietribnirlae cntre la0 inbfas. @ago qtte le0
ben u o e j a ~ ij, crinnlue cult granbe amur."
Tales fueron 10s comienzos, para establecer en la America Espailola
In cria de ganado mular, que habia de ser tan principal palanca para
el comercio y 10s trasportes.
Del Africa fue llevado t a m b i h y aclimatado en el P e r k coin0 ani-
' mal de carga el camello africano. Llevdos en 10s primeros tiempos el

CapitBn Juan de Reinega (3), no sabemos si B virtnd de una CBdula


por la que en 1662 file concedido este privilegio A D. CebriAn de Cari-
tate, mercader conspicuo de Sevilla, y que ejerci6 cargos de importancia
en s u Universidad de Mareantes.
Los catnellos debieroti ser pasados por el isttno y se acliuiataron
en el Pdi, donde segin el autor de la Historia del Nuevo Mundo (4):
ase mtcltiplicaron nailcho, con todo eso no se extendieron por la tierra
,ti salieron de 10s tirminos de este arzobispudo de Lima, a l p n o s donaaronsics
dzceiios para servirse dellos, pero los mns se eriaron ci,narrones y naontara-
ees en Ins' sierras que corren de esta ciiulud (de L,ima),hasta el valle de
lea ete.,
Refiere sin embargo el itubor, que como cimarrones no prosperaron

(1) H$torin del Xiievo Miindo par Bernnbe Cobo M ~ 11 O Rg 362. Mnldonndo 10s IIev6
desde In ish de Jnmnicn en In que vn se hnbim crindb y cnyn:syn eontriboy6 muy eticnzmen-
te A enriqnecer In fniinn del Xuevo Continentc.
(2) Archiro de In Casaen el de Indins
(9) Rernnb6 C o b , tornoII, pRg. 442.
(4) Id. id. id.
428 LOS PRODUCTORES DE CARNE Y DE LECHE

tampoco estos animales, y que en 1615 muri6 el dltimo individuo que


era una hembra, habidndo durado alli la especie m&sde sesenta aflos.
Otro de 10s animales empleados para ciertos trasportes, y como
auxiliar de las labores agicolas, era el buey, pero trataremos de 61 B
seguida, como muy principal productor de carne.

IV
LA9 ESPECIES PRODUCTORAS DE CARNE Y DE LECHE

F ue muy diferente, y tambi6n mucho m&s lenta. la primera propa-


gaci6n en la EspaRola y despub en las demL tierras, de estas pri-
meras especies productoras de carne. que no la de 10s animales destinados
a1 trabajo, debido esto A que el us0 y aplicaci6n de las caballerias, no
implicaba su inmediata destrucci6n, como ocurria con las especies
destinadas a la alimentaci6n.
Este problema se dificultaba en las Antillas, porque la falta de las
espmies productoras de carne era completa y general, puea no existia ea-
pecie alguna equivalente con que atender B la alimentaci6n precisa y
perentoria de 10s espaiioles. en tanto que se obtenia en aquellas Islas,
separadas entonces de Eapaiia poi- una naregacion bastante larga. la
multiplicacibn deseada de dichas especies, tan necesarias para la ali-
mentaci6n de 10s Europeos, siendo de creer que Is escasez de carnes
fuese en 10s primeros aiios una causa de la extraordinaria mortalidad de
10s espaiioles en las Antillas, a semejawa de lo que ocurri6 despa6s en
la AmBrica Central.
Esta falta de carnes para la alimentaci6n, era en efecto tal en las
Antillas, como lo consignan Angleria y 10s demas antiguos cronistas.
El ya citado P. BernAldez, en su Historia de 10s Reyes Cat6licos, escri-
be, como en parte hemos dicho (1):
s No habia res de crcatro pies, ni ahha&zq de Ins de ma salvo m a s goz-
cos (perros)peqzleEos, 6 aqilellns otrns q"e son como praiides ratones, 6 coma

(1) Capitnlo 120, relscivo 81 nrio de 1193. Eito sittor repidid mucho en In Corta, 6 en el citndo
pueblo qiie est& inmedinto L S e ~ i l l n .
LO9 PRODULTORES DE CARNE Y DE LECHE 429 .

entre ratones 6 conejos, 6 son muy buenos C sabrosos de comer, 6 tienen pies
y manos como de raton, 8 10s gozcos son blancos, 4 prietos, e de todos colors.
Hay lagartos e culebras, 6 no muchos porque 10s comen 10s indios 6 fazen
.tanta fiesta dellos, como nosotros de lasperdices. Son 10s lagartos de alli co-
.mo 10s de aca en et tamaito, salvo que en la hecRura son muy diferentes, aun-
que en una isleta pepueiia que esta junto con un puerto que se llama Mon-
te Juan, donde la Rota estuvo algunos dins, se vido un lagarto mas gnrdo
que un bezerro t! tan complido conao una lanza (sin duda un caiman) 6 mu-
ehas fzleron p w lo matar, 6 nopodian por In espesura, 6 fuia, 6 metiase en
la mar. Otrosf c m e n 10s indios, allende de comer lagartos, 6 culehas, quan-
tas araEas 6 gwanos se hallan por el suelo, etc. B (1)
Los primeros ganados se enviaron Q, la Isla Espaiiola con Crist6bal
Col6n en aquella seguuda expedici6n de 1494, en la que el Almirante
llev6 consigo diez y siete naves y mil doscientos hombres de desembar-
co, y con ellas, segrin el mismo escritor que acabamos de citar:
epuercos 6 puercas, bermeos, 6 cabras, 6 vacas, 6 ovejas, de todo u n po-
.EO para enviar.s
La alimentaci6n do 10s ganados no tuvo dificultad, como tampoco
la de 10s animales de trabajo. Pero laa contadaa expediciones que,
I -durante 10s primeros aiios fueron las Antillas, y de las que esta fu6
,la mLs surtida, '1 m&s considerable, no permiten admitir que 10s gana-
dos pudiesen multipliarse, ni bastar para la alimentaci6n tan s610 de
10s enfermos, 6 de las primeras autoridades. Consta por esto, que se
hicieron nuevos envios de animales fitiles, y entre ellos, a1 tiempo de
ir all&el Comendador Ovando, a1 comenzar el siglo XVI.
Este Gobernador hubo de escribir sobre el aumento de 10s gan&dos
.en la Espaiiola, pit ello se refiere una CQdula dada por la Reina Isabel
.y registrada en 10s Libros de la Casa, el afio mismo de su creacion, en
1603 (2):
"cn qitnnta d la qitc hetie, q i t e hidecrnae litencia para
q l t c tahae la0 occinae been0 gelne, pitbieern llraar be acd
librrtnentc tahne lae Ltcetiae, i ganaboe qitc aoirren me-
neetrr, can tartta qitr na lo lleacn para ntcrcabnria%0tna
para %it eeriticia..,.. tnanhatnas qitc %e faga neq coma vue
lo bcpJ%."
Pero se conoce que la creciente poblacidn que aquella Isla mantu-
vo aun durante alpin tiempo, la producci6n de carnes inferior B su con-
-__
(1) Son curiosieimos 10s terminos en 10s que ingenunmente refiere esie escritor de 10s
primer03 tiempos, Ins primerne impreionas cnusndns en 10s nuestros por In faiinn de IRS An-
tills%
(2) Brchivo de la Cwn en el de Indins 13!1-1-4. Dada en Ztrrngora 6 El de Xarzo de 1603.
109
430 LOS'PRODUCIORES DE CARNE Y DE LECHE

sumo, y limit6 por esto la multiplicaci6n de 10s ganados, 10s cuales


tardaron aiin en ser suficientes para bastar Q las necesidades de sii
propia multiplicaci6n. Todavia en 1609, con motivo de un fuerte hura-
d n , en el que debieron perdeise las seinenteras de trigo 6 de maiz en la
Isla Espaiiola, 10s escasos ganados sufrieron mucho, y la necesidad fue
tan grande que enviaron B Espniia un buque en demandn de pan y
de otras provisiones, que fueron enviadas, unas de la Peninsula, y otras
de las islas Canarias, para lo cual se envi6 orden B su Qobernador D. Lo-
pe de Sosa (1):
Ya en el aiio anterior de 1608 llegaron en naves desde la Espaiiola
el cdebre Diego de Nicuesa y un Bachiller, Serrano, en calidad de
Procuradores de dicha Isla. y en el ines de Abril de dicho aiio, espide
el Monarca una interesante CBdula dirigida zk 10s de la Casa, en la que
para evitar 10s males que entonces se esperimentaban, se adoptaban
diversas disposiciones, y entre ellas la de fomentarla riqueza pecuaria
de aqiiellas i s h , en las que por las razones que hemos espresado fb8
dificil conseguir que, superando la producci6n de came B laa in& urgen-
tea necesidades de aquellos pobladores, se 1legaraB una definitiva abun-
dancia de ganados (2):
"anefntienta, *ice rete bnriimrntn pehinit (la0 Qra-
citrnbattre ~'iciteoa ij ~ r r r n n a )(3) manbaer qite cnbn ita-
vija qite fitcee 6 la bicljn TJeln, lleanee ciertc~nitntera be
nncae, cabrne tj oacjne parqitr 100 itecinoe brllne retabnit
on tititcljn itrcceibab h e carnee, i j qite tniitbicit lleuneen
tcjae t~ Inbrillae parqitr la0 cnene qitc en lo bicljn R0la
ljaij suit be pnja IJ bitrnit paca t~ retait rir ntitclju peliiiro
b e fitcoo, etc..... i j parqite e% r a p t qitr c0ta 0r pravra.
a& aae manha qtte en la0 nnaqae que be nqiti nbrlaatte
fitcren, Ijngait llcaar lne mae ~ n c n e ,t cnbrne, t attefne
bitennmetttc pttebaa tr, ij nneijntiema tfnrrge Ilevar en la0
btcL~a0nnatae, In cnntibah qite a00 parecicrr br tejn t la-
hrtlla, In mal pitrbe ir p a r laettre para igitalnr la0 nd-
at~ae,rtc."
A partir de esta importante CQduln,debi6 adelantar la formaci6n
de la riqueza pecuaria de la Espaiiola, que fuQla base para crear muy
luego en las dem& Antillas, y que ftie despnes comunicada al cercano

(1) Brchivo de la Cnsa en el de Lrdim 1~1&?-2. Dads en 21 de Febrero de 1509.


Id. id. id. Dads en Borgos 6 30 de kbril de ljos.
${ Creemos qne estos Procarndoresfueron 10s prirueros ue \ inieron de In Ain6ricn Espsitola.
O t r s de 18s disposiciones fud el envio de aoswrshia3 con ZRstiinentos comprndor en Lisba j
quo llev6 Juan de la Coss.
M S PRODUCTORES DE CARNE Y DE LECHE 43 1

Continente . Nose logr6, sin embargo, esto en un dia por las perentorias
exigencias del consumo, las que una vez superadas permitirian, coin0
veremos, la forinacicin de una riqueza pecuaria en las Antillas bastante
A prodncir inuy Inego una considerable exportaci6n de cueros A Espaiia.
Algo despubs en 1611, dice el Monarca & 10s de la Casa (1):
"sqri ttae ntattha qitr tengaqe mancra P praueaife, co-
mu tnbae I00 hicljus itnuius qite fiteren li la gela @%pa-
.fioln, I! tocarcn cit la bic1ja geln hc Qanarin, tamen P 0 e
praocan en clla hc gartnhue, P ntitcnre~,P con~critae,i ta-
' bae Ins L*tm0 raeae qite allq auicreit, qite ecnnineneeter
en la bfcljn 30111."
Antes de proseguir, quereinos consignar aqui algunos datos, no solo
porque interesan &lahistoria de la primera propagaci6n de 10s animales
.6tiles en el Nuevo Mundo, sino tambien porque si1 examen manifiesta
de que manera se comprueban 10s documentos entre si, y con 10s datos
de Angleria, luuchos de 10s cuales, por pertenecer este escritor a1"Con-
sejo, tienen evidenteinente un origen oficial.
Obserrase que en la CQdulaantes citada, de Abril de 1608, en la
que se ordena b 10s de la Casa que "tohue lae anoqus q i t e en
ahclnntc partirrttit para In 90111 Eepafiuln, llenaectt cterta
~
nitmrro h e nncne P cabrns P norjae, (2)" por la necesidad que
habia alli do carne, annque la especificaci6n de estasespecies r a repe-
tida en la CBdula, no se menciona para nada en dicho docuinento al ga-
nado de cerda, quetan utilas serricios podia prestar tarnbih para la ali-
mentaci6n (3). Debiase esto, que por casualidad 6 poraccidente, ha-
biQndose fugado ai monte en los primeros tieiiipos una pareja 6 bien
alguna. cerda con sus crias se habia reproducido aUi al estado bravo 6
months, y & este hecho encontramos hecha referencia en 10s Libros de la
Casa en 1606, en c u p Qpocase pedian desde alli perros apropcisito para
cazar dichos cerdos. Con inits det,alles,se expecifica esto misino en la CP-
a u l a que antes hemos citado de 16OS, en la que se dice b Ovando:
"&qinieinu, Ius hictjue pracitrnharce lite sit;*licnrun
le0 ntanhaec qitc Ine tnutttcrine he lae pitercae qite aq eit
la ~ e a b c l t tnicjn (4), I!eit d r n e p a r t e 0 be la btcba ~&AU,fitc-
ran camitite~t i tohae la0 occinue hella, P qite n o ee guar-

(1) Archivo de In Cwn en 01 de Indiits 13-1-4. Dndn en T o r d e s i l l ~A 25 de Jnlio de 1511


( 2 ) Cednln yn cimdn, dndn en Bnrgos A 34 de Ahril de Ea%
(3) Tnmpoco $0 piden yegnns, qne conatn se hnblnn propngado tnmbi8n.
(4) Primarn poblnci6n fnndndir por el hlmirsnto an 1.W3 en In Esparioln p qne por su orden
fu8 nbnndonndn en 14% earn fnndnr In qne 81 llnm6 Isnbeln IIIIBTR, y BS hoy Snnto Domingo.
Herrern, tonlo 11, pig. i l .
432 LOS PRODUCTORES DE CARNE Y DE LECEIE

baec itq ucbnec, porqitc bello ncitqa bien ti la bicbn Msln.


(5 g6,p o r l p p x bien 11 ntcrceb ti 100 pablnbarce bcea bi-
djn gels, i purqitc tentfait prottcclioe, I! nlnitit pnenticntpo
para en rccrcltcioit, ljclo tpzbibo pur bien. por enbc, gb
nos innrtbu qite bescbce i. caneintnbce ti tobae lo0 uetinoe
d ntornb~rce,d ti 100 q i t e cn clln rceibicrcn, qttc n o er tiitnr-
bett bc cetc nbto (acto‘“).”
Lo que hace crew que la caceria de estos anitnales que parece, fue-
ron de entre 10sganados que desdo Espaiia se enviaron, 10s primeros que
se inarcliaron a1 monte, prohibida en sii principio por aquellas autori-
dades, con tal protecci6n se propag6 en el campo, h a s h inerecer qiie
de SII caceria se tratase. Y tertnina esta CBdula que se reservara.si asi lo
quisieren, iin trozo de terreno acotado para su recreo y cacerias:
”6 e t uoe qitiefcrcbre, bicr rl bocitiitento, tfitarbnr al-
gun pcbnto be tierrn, 216 eiit b n p n o be itabqc 10 pitbidrebee
gitnrbnr, qitc 0cn pnrn nitcetro paeatiem;*a d b e lo0 qitc
tottiirehen mi0 cartfoe.”
La escasez de ganados en la Espafiola, explica que a1 hacerse en
este mismo aiio de 1508 con Nicuesa y Hojeda las Capitulaciones para
sus respectivas empresas, fuesen autorizados para sacar de la Espafiola
h a s h cuarenta yeguas, de cuyos animales no se piden en Is CQdula ci-
tada para la Espaiiola en la que se conoce se habian propagado ya.
Del propio modo, por existir ya en 1508en la Esptfinla ganado de cerda
domestico y montes, obserramos que no se pide entonces para dicha
Isla, y corroborando lo que Ins docuinentos dicen, esrribe Angleria que
a1 dirigirse a1 Continente Enciso Ilevando en 1510 el refuerzo para Ho-
jeda, condnjera tainbi6n desde la EspaiiolaL Darien, algunas yeguas y
cerdas con inachos de su especie. Y no dice en cainbio Angleiia que lle-
vase Enciso vacas, cabras, ni ovejas, que coin0 hemos visto escaseaban
aun en la Espaiiola.
De aciierdo con esto mismo 10s docomentos de la Casa, manifies-
tan que en 1505 no se autorizaba L Hojada y Nicuesa para sacar ga-
nados de la Espaiiola, y si en cainbio para sacar y llevar sl Continente,
algunas yeguas, que por lo oisto se habian propagado ya en las Antillas-
LA VACA 133
.... .. .. ~ ~ ~ ~~ -

LA VACA

L o hemos dicho ya, este animal de tanta importancia para el hom-


bre, fue celosamente enriado ii, l a 3 Antillas en el segnndo viaje de
Crist6ba.l Colcin,coino consta por la Instruccion de 1493, ya citada.
Asiniisino se enriaron vacas poi el tercer viaje de Colon en 1497,
diciendo con este objeto la Reina que sobre 10s enviados antes:
"ec ljnijntt be c i t t i t p l i r (el nitiitero cetd lrlnttco) ipttttae b o
itncne d ijcptne, mit qitc BE pitchatt lnbrar~lasbict~n0nnbias,
scgitit 6 g o 0 cl hicljo altitirntttr pnrectcrc" (1)
T fuoron de nueco enriadas rams al marchar It la Espaiiola Ovan-
do en 10s comienzos del siglo XVI (2).
La multiplicaci6n priiuera de estos animales, B causa de la falta
que poede deciise era coiup1et.a de 10s productores de carne, debio per-
manecer ann durante algonos aiios, inferior il las perentorias necesida-
des del consumo; lo que esplica que no se multiplicase1? suticientemente
10s ganados en 10s primeros afios y por est0 veinos que por CQdnladada
en 1505, a1 llegar entonces Nicnesa de la Espafiola, se ordenase de nue-
TO el envio de ganados y ent,re ellos el de las vacas (3).
Todaria para acabar de constituir la riqueza pecuaria de las Anti-
Ilas, ordenbe por C6dola de 1611 que desde Canarias pudieran llevar
"~annbue,,cuantos buques tocaran alli de paso para la EspRiiola (4).
AI Continente debieron pasar l'w vacas y otros productores de car-
ne en Ins primeras expediciones de Eojeda y Xicuesa, 10s cuales ganados
es mBs probable que fuesen llevxdos desde Espaiia 6 de Canarias, por
ser aun pobres de ellos las AntillaP. Sin embargo, es lo probable que
estos primeros ganados y ann I R S caballerias fuesen sacrificados en las
terribles hainbres que alli pasaron las expediciones de Nicuesa, Alonso ~7

de Hqieda.
Descubierto ya el Pacifico. y fiindada en sus orillas la nueva cindad
de Pananxi, debieron contribnir Ins cercanas y ya enriqnecidas Antillas,
B constituir la riqueza agricola y pecuaria de las cornarcas de la Am&

(1) Archivo de In Cnss en el dr 1:idin- lW-l---!. CL'doln pa c i h d a de 1497.


(2) Id. id. id. Eo el reymAiro Libro de In Armndn.
(H) CMoln J R cirndn de Bargos A 33 de Abril de 150%
(41 TambiPn citndn pn y dndn en Torde*illnr; ii 05 de .Jnlio de 1611.
109
434 LA VAC.4

rioa Central, y de ello consignaremos q u i , como interesante y expresivo


documento, la heriuosa CQdulaexpedida en 1821, con inotiro de liaber
llegado B Bnrgos doiide se encontraba la Corte (I), 10s Procuradores de
la nueva ciiidad de Panam&,y cuyo encabezainiento con arreglo & 10s
antiguos formularios de Castilla, dice:
"31 &onccjo, giteticin, g c n i h o r c e , &abnlIcroe, Qecitbe-
roe, Ofrcinlee, i 8oiitee bitcnae h e la ciithah br ptannin6, qite
00t6 fitithaha cit In c a e t n b e l z%nr h c l Birr be @netilln he1
Q)ro."
"por In0 itecreibahce l i t e inc eecribietee, qitr tcneqe b e
baetiiitcntoe C gnitnbo,parn c o n q i t e oe pohaije s o e t c i t e r , c n t r r
tanto q i t e lptccije lnbrnit~nei r r i c n loo bicljoe gnnnhoe, p i t e e
on rea t i c r r a tjaij t n n bitenn biepoeicioit para ella, t~ +tor
one tjnccr merceh, eititio 6 ntnnhnr 6 grnitcieca he Gnraij
n i t e e t r u c a p i t n n h e In Mela h e snittioflo (gnntoica), qite en-
o i a n b o o o e o t y a e rt la hicljn vela, r u e partstan en el p i t d o 6
pitertoe Sclla q i t e q i t i e i h x h e e IJ ttoe prourn, h e cincitcntn
oncae, d cincitcntn beccrt'ae, i hoecirntne onejne, 5 m i l cahetae
Be pitcrcoe, d bo% ntil car41ne h e caFabi (mat?), b e Iue citalre
bfclpe gjnitnbae d cntnbi no0 ljnga ntcrceh, i j pur la p r c e e n t c
n t n n h a 6 p c h r a r t i a e , n i t e e t r o gitnnrtcniente, generuI, E (Gobcr-
n a h o r b e G-netilln h c l Oro, it t i en litgnrtenicnte en hie+
oficio, ,line r c e i h i r r e n cit In biclja ciithuh hc paitnntti. qite
l p n a r c p n r t i r E rrpnrta lo0 hicltue nnnnboe, 5 c n r n n e h c c n p
bi, p a r n voeatroe 100 ttcciitoe i poblaboree hellit, Ijnbieithu
r e e p c t a 6 la calibnh he pereoitne be cnhn itno, i j 6 lit ncce-
sibah qite onicre.-Qc @iirnoe6 erqe be ~ e y t i e i i t b r cb e 1321 ."
Esta CQdula, que iuanifiosta Fa cierta abmldancia de gaiiados en
la isla de Jamaica! es coiuo veruos del aiio de 1521 en el que iniiri6 su
primer abad el Doctor Mat.ienzo,Jefe adeinAs de la Casa de Contrata-
ci6n y, B qnien es justo atribuir no poca parte el enriqueciiniento de la
isla de Jamaica, Ilevado A cabo conlo reiuos, durante el tieiupo de su
gesti6n como Jefe de la Casa.
FLIQ el enriqbecimiento de la region de Panaiui, una etapa de im-
portancia en esta grandiosa obra de Esptxia, y que con 10s inedios de hoy
hubiera sido miis f&cil de Ilevar A cabo, piles habiendo sido Panaml
el primer puerto de 10s espaxioles en el Pacifico, desde 81 fueron enria-
dos y distribuidos en todo aquel estenso litoral aiuericano, 10s aniinales
y plantas titiles Ilevados desde Espaiia.
-.

(1) Archiro de IIL Cnsn en 01 de Iodins 109 -1--5. Dndn en Hnrgos d 6 de Sepcianibra da l5?l.
LA VACA 435

Es el Per6 Espaiiol el pais de que subsisten m&s circunstanciadas


noticias, debidas a1 diligente autor de la Historiadel Nnevo Mundo, que
en la primera mitad del siglo XVII investigo aquellos archivos, y fue s e
gtin 61, el ganado de cerda el primero que sin duda por su anterior pro-
pagaci6n y abundancia en Ias Antillas y en la regi6n de Panam&, fue
llevado al Per6 a1 tiempo que alli pas6 Francisco Pizarro en el aiio 1631.
Algo despues, parece que llegaron alli las primeras vacas, B juzgar
porla instancia que en 1537 hizo al ayuntamiento de Lima el Regidor
Fernando Gutierrez en la que solicitaba que (1):
"atcnto ti quc tfabin traiba ttaca0 para qnc e9 porpo-
tuaeen en la ticrra, Ic bfeecn itn eftiu para itna ostancta
cn la gifettra bc la &mta:(ti eofe legitae bo @ma)."
Y cuyo terreno, le fu6 en efecto concedido por el Teniente de Go-
bernador Francisco de Chaves. Pidieronse al Municipio de Lima des-
puds de esta otrm anBlogas concesiones de terreno para estancias de
vacas, porlo cual se deterinin6 que la superficie concedida para cada
estancia fuese la de diez solares (medida superficial).
Desde las cercanas y sa enriquecidaa Antillas fueron llevadas B
M+co las primerasvacas, s alli como en las derniis regiones de la Am&
rica Espafiola, rnnltiplic&ronse estas reses prodigiosainente y se hicieron
tarnbib ganado bravio 6 cimarr6n que se cazaba, y en la segunda mitad
del siglo S V I , escribe el P. Acosta (2):
ade gnnndo vacuno hay innio)iercihle milltitiid. Y esto de dos maneras,
zinognnado 1)iansoqat: nnda en sits hotos, co))ioen la tierra de 20s Charcas, y e n
otras provincins del Perri y de Niieva Espa5n. En otra forma, hay de este
ganndo alzado nl monte, que no se hierm, n i tiene dilelio propio, Sin0 qrce como
caza de wronte, el primero qiie lo montea y mata es el dzceiio.*
Y seg6n otro docto escritor, en la primera mitad del siglo XVII
el ganado vacuno abundaba tanto en el Perd Espaiiol, que por el ba,io
precio de 10s cueros se empleaban estos no 9610 en 10s mismos usos de
Espaiia, sino en otros inuchos(3):
epzies A astn sogas hacen dellos, espzmtm, serones, camas, petacas ?I
otras nail cosns. s
El precio de estas rases era, por s o abundancia tan ba,jo que, s e g h
el misino escritor, en la3 provincias del Callao (4):
sun novillo vale solo cicntro pesos, q76e es lo mismo qtle si valiern p o r

(1) Berunbe Cobo, torno II.pRg.:169.-En %2 de Junio 16.39.


(2) Historia Natural y Moral de las Indias, tomo I, pig. 418.
( 5 ) Historin del Suevo Ynndo, torno 11, pAg. W.
(4) Id. id. id. , tomo 11, p6g. StX.
436 LA CABRA
___ --
._ -

ocho reales en Andaliscia, y una ternera vale dos pesos, ~ I Mcorresponden d


cuatro reales de EFaba. s
Desde niediados del siglo X V I , dice otro sabio viagero (l), 10s aniniales
mas ictiles del antiquo Continente, como el toro, el caballo, la oveja y el cerdo
se naiiltiplicaron de tin modo admirable en todas las partes de Nueva Es-
paca. y principalniente en Ins espnciosas llanuras de las provincias internas.
&ria stsper/liso, ngrega, refutar apui las infisndadas opiniones de iMr. Buffon
sobre la de.qeneracibn de 10s aniinales dom+stieosen el Nuevo C0ntinente.a
L Hay, dice tambidn Hmboldt, muchisintas res&? vacisnccr 6 lo largo de

las costns orientales de Mdxico, principalmente en la desen,bocadisra de 10s rios


de Alvarado, Giiaxalcisalcoy Panwco, donde los,qanadosh a h i sieinpre pastos
verdes. Sin embargo, la capital de Mdxico y las grandes n’tcdades cercnnas.
sacan susprovisiones de carne de la Intendencia de Duran.go.-En la tabla
estadistica forntada en 1802por el intendente de Guadalajara, el valor de 10s
eueros cisrtidos se calcula en 419.000 pesos, y el sebo y el jnbbn en 640.000.
&‘&lo la ciiidad de P i ~ b l afabrica a1 an”o 200.000 arrobm de jnbbn. 11 82.000
e t ~ r o de
s vaca.r

VI
LA CAHRA

L as cabras fueron probableinente enviadnsit lasXntillas con Colon en


si1 segundo viaje, pero por la escasez tan general y absoluta de Ins
productores de came, tard6 coin0 la raca en multiplicarse p existir alli
con abnndancia, por iinpedirlo las iinperiosas necesidades del con-
SUI110.
Est0 esplica, que por In ?a citada CBdnla de lBOS, se ordenase
a 10s de la Casa quejuntamente con IRS vacas, enriasen la Espaiiola
este ganado menor. Con el propio fin de constitnir la riquexa pecuaria .
de las Antillas, en el aiio de 1511y por CBdnla que hernos citado tam-
bibn, se ordeno it 10s de la Casa que por las aotoridades de 1as Idas Cana-
rim no se pusieraimpedimento alguiio para el embarqne alli de az6ca-
res, conservas, y t a m b i h ganados que se destinaran it la Isla Espaiiola,
base primera y piinto de partida para el ulterior enriquecimiento y trans-
formacion de otras regiones de la AmBrica Espaiiola.
Devde las Antillas fueron en efecto llevadaa las cabras varias re-
giones del Nuevo Continente, al Perh leemos que lo fueron en 1636 (1)
y algo antes creemos que seria enviado 5 Nueva Espaiia.
.El ganndo cahrio, dice el P. Aeosta (l690),tanibien se dn, ?/ adenids de
10s otros proaeclios de cahritos, leche, etc. es u n o principal el seho con el cual
comenniente se alumbraban ricos ypohres, (no habia entonces otra cosa en 10s
paises de Europa que carecian de aceile, que w a n 10s aids) porque eonio hay
abundancia les es mds barato que aceite, artnqice no es todo el sebo que en esto
se gasta, de niacho. Tantbien para el ealzado adereian 10s cordobanes, aimpien-
so que no son tan huenos conio 10s que se llevan en ‘Ca.sti1la.s (2)
Alqo mits tarde escribe el autor de la Historia del Nuevo Mundo (3).
<E- el gicnado cabrio tan general en toda la Bniirica (Espaiiola) como
el que ntas, porque se eria en tierras frias ycalientes .... En todo este Remodel
Perk ha tenido niuy grande aitniento en las Sierras y en 10s Llanos, y inas en
lasprovincias de 10s Llanos por la gran cantidad que hay en ellas del alga-
rrobo silvestre (4) que es pasto extreniado para 1a.s enbras..
Si la propagacibn del ganado cahrio habia aumentado desde 10s
tiempos del P. Acosta (1690),habia progresado t a m b i h la industria de
las pieles, diciendo hacia 1660 el autor de la Historia $1 Nuevo Mun-
do (6):
s Hkcense m c y huenos cordobanes en iiiuchas partes, mas sohre todo son
extreniados 10s del Reino de Chile, de don& se traen y se vende en esta ciicdad
(Limn) desde doee hasta diei seis reales. y el precio de cada eabra es s610 de
ctmtro ri seis reales cada una.,
A tantn depreciacibn por sii abundancia habian llegado en el siglo
XVII 10s ganados que desde Espaiia se Ilevaran it tanto costo, y que
en cambio por sus altos precios J ganancias obtenidae por 10s que en 10s
priineros tienipos 10s poseian, dieron lugar it un empeiiado litigio entre
10s ganadero. del Per& j’ 10s euciwgados de cobrar el diezino (6).

.
438 EL CERDO

.vn
EL CERDO

E n cuanto a1 cerdo, que en el Continente existia en estado bravo, fu6


Ilevado, como hemos dicho, desde las Antillas en las primeras expe-
diciones que a1 Continente se hicieron, y tanto por su mayor abundan-
cia en aquellas islas, como por s u m L facil transporte, debid ser este
el primer prodoctor de carnes en la America Central y en la regidn de
Panama, desde cuyo puerto fueron distribnidos y propagados 10s ganados
espaiioles por el litoral del Pacifico.

Para constituir esta riqueza. hemos ya tenido ocasidn de citar las
cerdas primeras llevadas por Enciso a1 Continente desde la Isla Espaiio-
l a y m l s tarde, para aumentar y asegurar su riqueza, la hermosa CBdula.
tambien citada y dirigidit en 1621:
’$31 Qunccio, ,ZJitetfc€n, 3=%cgiboroe, Qnballrrue, Qecitbr-
roe, mficialeo, P @utne0 bitcitue he la Qiitbnb bc panuinti.”
E n la que, entre otros se ordena A Francisco de Gamy que go-
bernabaen la isla de Jamaica, enriquecida ya de ganados espaiioles,
entregase b 10s de Panamit:
”mil cnbcfae bc pitorcue.”
para lo c u d enviarian l Jamaica 10s de Panama las naves necesarias.
A1 Perii, de cuyo Pais nos quedan mls noticiits, por la diligencia de1
docto autor de la Historia dol Nuevo Xundo, file llevado el cerdo por
Francisco Pizarro cuando pas6 alli en 1631, y consta que propagado
alli rbpidamente surtio poco despoes de carnes a la entonces recien fun-
dada ciudad de Lima, como lo manifiesta el acuerdo de aquel Municipio
en el aiio de 1636,siguiente a1 de su fundacidn, para que se matara
cada dia un cerdo (1).
Sn propagacidn fuc?alli tan rapidit y considerable que antes de ter-
lninar el siglo XVI, seghn 10s datos de la Relacidn del Hnei-fano que
extracta Muiioz en su Coleccidn, entraban anualmente en el puerto
prdsimo Q la villa de Saiia:
wms de cien wail cerdos de Lima ?I de otras partes, p a r a emplear en se-
bo, eardobanes y jabon de qice hay g r a d e s almonas (fabricas Cre jabbn), y te-
‘nerias (fabricas de curtidas.),

(1) Historin del Soero >Condo, toino Z0, pig. 36%houerdo do 1.4 de Agosto de 1.5%.
LA OVEJA 439
---___
Pues por su abundancia y baratura, parece que era t a m b i b utili-
zado con este fin el ganado de cerda. Encontro este y otros ganados
en el Per6, un grande elemento de alimentacibn y que contribuy6 sin
duda a1 aumento de si1 especie, en el guarango 6 algarrobo de Indias,
Arbol diferente del algarrobo de Espafia, abundante en algunas regiones
del Peril, y de cuyas algarrobas B falta de cosa mejor, hacian en al-
gunas partes 10s indigenas una harina p especie de pan.
Este fruto del algarrobo lo aplicaron 10s espaiioles singularinente
para el engrase del ganado de cerda, con el mayor Bsito segiin todos
10s autoi.es, y tainbih para el cabrio. De aqui que el guarango fuese en
el Per6 Espaiiol otro eleinento de riqueza que ropresentaba un valor,
y la algarroba se cosechaba B su tiempo. y se guardaba en trojes para
aliment0 de 10s ganados.
Para el de cerda, era esta algarroba tau eficaz aliment0 que seghn
la antes citada Relaci6n:
sen Ins nratanzns ordinarias sale rcn quintal de sebo 6 una vnsija de
grasa de cada ocho aniniales y mi de cad0 seis.,
Y ha de tenerse en cuenta, que nose trataba de lasvariedades mo-
dernaniente mejoradas por la seleccibn, ni creemos tampoco que por s u
escaso valor fuesen ganados debidamente cebados.

. .

VI11 I

LA OVEJA

o repetiremos una vez m8s las ordenes dictadas para llevar pri-
mer0 a las Antillas, y despii6s a1 Continente las ovejas, 6rdenes
quefueron generalinente dadas al ruismo tiempo que las de enviar las
vacas y 1as cabras, p que por tanto hemos consignado ya.
Nose acliniat6 la oveja en tan diferentes altitudes y latitudes coin0
la cabra, no soportando bien 10s climas extremados, y si s61o las tenipe-
raturas medias, y Ias zonas tropicales. A diferencia del estiipido y obsti-
nndo cerdo; siempre gruiiidor p bravio, 6 de la ligera cabra que, tirando
a1 iiiutito. se lanz6 pronto en busca de Ins 1uont.aiias y de 10s einpinados
riscos, el ganado lanar no se ala6 al iuonte ni se liiao ciinarrcin, cotno
si estos tan timidos y dnlce.; aniinales necesitaran en efecto siempre de
la prosimidad y protecci6n del hombre.
440 LA OVEJA

AI Continente debieron ser llevadas las ovejas desde Espafia 6 de.


Canarias en lospritneros tiempos, en 10s queno estaba creada aun la ri-
queza pecqaria de las Antillas. Pero una vez lograda, debieron contri-
buir y contribuyeron las Antillas a1 enriquecimiento de las inls cercanas
tierras continentales, y fueron enriados desde ellas 10s ganados enpaiio-
les, y entre ellos las ya inultiplicada~ovejas. Por esto, en la Cbdula ya
citada que en 1621 se otorg6 a la nueva cindad de PanamB, se ordena
al Qobernador de la isla de JainBica, que entregase a 10s enviados de
Panaml, entre otros ganados, " b o e c i e ~ t t n eancine" (1).
Algo despnes fiieron enyiadns A Mejico Ins ovejas, como consta por
varios documentos, y entre ellos 10s mny coinpletos que subsisten de
1631 en cnyo aiio escribia D. Sebnstian Ramirez de Fnenleal, que como
Presidente de aquella nueva Audiencia, gobernaba alli a la sazon (2):
"ec eetrf f i t n h n n b n nn pitchla b c lnbmbnrce IJ g m n g e -
roe, IJ 0010 f n l t a n ooeine i n e r i n n e IJ plnittne he nlfltn, la0
citalce pibo ncngnn en t o b n s lae itattine."
P cruzLndooe con esta carta, 6 L virtud de lo que en ella se pedia,
por Citdula que en Agosto de 1831, fuit enviada a 10s de la Cam se les
dice (3):
"gn n e i i t n (poiin bitnita):
" Q n c e t r n e Oficialee qnc r c e i b i e ctt In cibbnb b e seat-
lln e n In Gnen b e Qnittrntacinn b c lne 37nbine. ttue en-
c n r g n q i t c b e c n a l e e q n i e r i n n r a o c b i e Sc i t n e e t r n cnrnn, lp-
naije qnc lnena ee coinprcit cicn c n r n r r o 0 innrifccne pitas
(para pnhrcar), ifbace Lrarricne, 11 t r e e narnfioiire, i~Ijnetn
b i q hitcnbne be eitnicntc be ecbn b e plieitn, 15. b e la incfor
q i t e ec p n b i e r r ljnbcr IJ In cnaieqe t n h o nbcrc!ttbo a1 nitce-
t r n gkceibcnte, 6 (Oiborre i j n i t c e t r a e Oftcialee ifitc r c e i b c n
en Irt cinbtth b e @t6+icn be 3Iitcnn @e:tittin, ti q u i c n c s cecri-
h i m o e +tarnqltc 10 rccibait."
'
Qiie las ovejas a.ntes peditlas desde Meiico por el Sr. Ramirez de
Fnen Leal fueron enviadas, no cabe la menor dnda, por la Carfa ofi-
c i d del misino que dice:
"&oitttcitbria innclto que itinieecn trcecictttae l t a r r i c n e
p n r n r c p a r t i r l a e entre lae irtbins, ljngn qitc lee beit nitcine
. 11 c r i a n l a e c o n ,trltnbh n n t n r " (4).

(1) Archim de Indins 101)-1--5. Feclin citndn t m n h i h .


(2) Cirtn oficinl de c=tc I'reeideote <la ~ q n o l l n.\udioocin cn lSRl.-Citada por el Sr. Cnppn.
(31 Avchiro do In C:LW e a el de Indins-Ddn en ..\\.iln i i :31 de ;\posto de 1631.
(4) Cnrrn oficinl del mismo, Cicndn por e l Sr. Cnppn en s w Esrodios criricos, tonlo 111,
pRg. 33.
442 CONCLUSI~X
___ __ .__ - . _ _ .

costosa. Hay diversos obrages en el Peril; inuchu mas copia de ellos en Nuevn
EspaFia, aunqtle, ahora seu la lana no ser tun fina, ahora 10s obrages no labrar-
Ea tan hien, es mwha ventaja la de In ropa que va de Espaiia.~
La multiplicaci6n habia sido tan considerable, que en 10s tiempos
de este escritor, 6 sea antes de terminar el siglo XVI, esci ibe:
Hubia hombres de setenta y &en mil cabezas de ganado menor; y hoy
dia 10s hay poco menos, que a ser en Europa, fuera riqueza grande, y a116 lo
us moderada., (1)
En el siguiente siglo XVII, escribe otro 'autor que fu6 testigo ocu-
lar, y residi6 largo tiempo en la America Espafiola, y singularmente en
el Per6 (2):
e Asi de este ganado (calms) como del vacuno y ovejuno, es niuy grande

la abundancia y el regalo que donde qsiera se goza, de leche y de cuanto de


ella procede, como son reqzcesones, natas, nianteca y qitesos; de 1- cuales
cosas nunea tuvieron us0 ni conociniiento los naturales destas Indias, ni aun
animales que 10s proveyesen de leche. Mas ya han entrado en el IWO destas
coniidas, tan bien como en las demas nnestras, p o r Ias cuales sonperdidos y
mando las alcanaan, las tienen por linico regalo.
No insistiremos m&8: el enriquecimiento de la fauna americana, si
no fu6 tan considerable por el numero de las especies, lo fu6 m&sen
ctlmbio por su importancia, y por la falta tan general que de las mis-
ma9 habia. La obra entonces realizada a1 crearse la America Espafiola,
fu6 tan considerable como trascendental.

IX
aoNcLusr6s

A Igo antes que al Per6, fu6 llevada B M6jico juntamente con las
primeras ove,jas y otros animales de carga, la simiente de seda
que desde el siglo XV por lo menos, se cultivaba en 10s Reinos de An-
dalucia y de Valencia.
Existian alli varias clases de inoreras, de las que cita Humboldtla

(1) Historia de IRS IudiRs, torno 1. pRg. 418.


(2) Historia del Nuevo Mundo, tonio 11, p i g . SGY.
CONCLUSr6N 443

Mortis acuminata, que se criaba tambien silvestre en el Per6, y cuya


hoja, dice, no era tan dura como la Norus rubra 6 roja de 10s Estados
Unidos. En estas moreras se criaron en el Nejico Espaiiol 10s primeros
gusanos enviados desde Espaiia, hasta que clespuhs se llev6 all& tambien
de Espaila l a verdadera morera de China. Agregaremos tambibn, el he-
ch6 menos conocido de que ya en 1605 y en la Bpoca en que tan celosa-
mente se procuraba enriqnecer por todos 10s medios a 1as Antillas, se
intent6 por Espaiia criar el gusano de seda en la Espaiiola.
Con este objeto fuB enviada al Doctor Matienzo una Cbdnla (1) en
que se le ordenaba enviase B dicha Isla simiente de gusano de seda,
cuya compra se hizo en efecto, y consta. fit6 adquirida de la que se pro-
ducia en el Reino de Granada. (1) Debia probarse s u cria en Brboles en-
contrados alli muj- analogos B la morera, y si s~ prueba no di6 resultado,
liemov querido consignarla aqui con otros intentos y esfuerzos hechos por
Espaiia, unos sin Bxito J- otros con maravilloso resultado, para de todas
inaneras llegar B conseguir el enriquecimiento de las nuems tierras.
Mejor resultado que en Im Antillas turo en Mejico la importation
del gusano de seda, que alli fuQ aclimatado como tainbien la morera,
que desde Sevilla se envi6, y para lo cual trabaj6 tambibn otro espaiiol
ilustre, Don Martin Cortes padre del farnoso Conquistador. Segdn 10s
documentos de la Casa, la primera simiente del gusano de seda fu6 en-
riada B N&jico, I virtud de una Cedula dirigida A 10s de la Casa en
1531 (2) y seghn la coal, juntamente con cien carneros, doce borricas
y tres garaiiones para padrear, debian comprar:
" b i e ~bitcnboe bc sitnicnte be eeba be la be plfcgo, 6 Be
Io ntcinr q n e BE pitbietrc ljnbcr, g Io cnttiege tab0 aSeretaba
nl niteetro preeibente P C9fborce g nitcetttae @firfalee,l f ~ e
rcefbcn cn In ttitbab be mt26+tco en % i t e m Qepnfia, it qitfe-
nee eecribimoe qite 10 trecibnn."
Aclimat6se como es sabido estn industria, y fit6 tejida la seda, y en
1590, segim leeinos en la Historia Natural y Moral de Ids Iudias (2):
s Lo de la sedn, p i e se lime en Nuevn Espaiia, sale p a r a otros Reinos
con10 el Perk. &YoIn habin en tientpo de indios: de Espniia se han llevculo
morerns IJ dnnse hien, nanyorniente en la provincia qtce llnnaan la Mixtecn,
donde se erin el gicsnno de seda y se labrn, y se hacen tafetanes bilenos,
danzaseos, rasos y tereiopelos, no se labran hasta ahora..
Tal fu8 el origen del primer establecimiento hecho en America,

(1) Archiro de In Cnsn en el de Indins 39--?--1/,. AEo de 1 W .


( 2 ) Hiptorin Sntiirnl y Moral de Ins Indins, M ~ 1.9
O pig. 415.
444 COhTLUSI6N

d e la bella y delicada industria de la seda, industria que dur6 casi


hasta llegar el siglo XIX, en cuyo tiempo las graudes riquezas me-
tilicas de Mejico hacian mds dificil, como siempre ocurre, la com-
petencia manufacturera con otros paises m h pobres 6 mds densamen-
te poblados (1).
Con el europeo aseguran que lleg6 el rat6n, aunque tras 61 su cons-
tante perseguidor el gato, que tampoco habia en el Nuevo Mundo, J-
que debi6 pxsar all&con las primeras mujeres que en 61 se establecieron.
De este y de otros aiiimales doinesticos in&$ iitiles, como lo irasobre
todo la gallina, no nos ocuparemos, porque si1 transporte debi6 sor tan
natural como facil, y hecho desde las primeras navegaciones. Ade-
mks, aunquo no identicas, existian tambien variedades de gallinas en
el Paraguay y en TucumLn. (2)
Volviendo L Ins gusanos de seda, observaremos que fueron llevados L
MBjico en la epoca interesantisima de sii nctivo enriquecimiento, gestio-
nado pa por HernLn Cortes, que desde 10s primeros aiios de la conquista
pedia d Carlos V ordenase k la Casa de Contrataci6n, el envio de plantas
y aniinales 6tiles (3).
Asi, la CBdula ordenando el envio de carneros, borricas y siiniente I

de seda est&dada en 1631, en cuya Bpoca gobernaba en Mejico como


Presidente de aqnella Audiencia, h a s h que cinco aiios despubs, pas6
all&su primer Virrey D. Antonio de Mendoza, D. SebastiAn Ramirez de
Fuen Leal, uno de 10s ilustres y ameritados Varones que inks trabiqjaron
para la formaci6n de la America Espaiiola, y que durante su Goberna-
ci6n en Mejico, parece haberse esforzado por el enriquecimiento agricola
p pecuario, y asi lo manifiesta tambiBn s u ya citada carta al Empera-
dor, 6 sea a1 Consejo en la misma Bpoca (1631),en la que dice:
"gIuij graciae li g. m.
p u r Ijabcr cnniabu l u e ititrum
@iburcs, ljuntbroe cjcmplarce, 0 c cetri fiwbnnbu itn pireblu
tobu be ~nbraburcei j gran~erue,tf eulu faltait urcjn'e ntc-
tinue, t j plnntae be ulioae, In0 citaloe Vibu ocngan ctt tu-
bue lue nauiue."
Debi6 recibir Ramirez las orejas, J' otros envios, pies en otra su
Garta tamhien citada, dire:

( I ) Por e$to. Iiubicw. sido fntnl ne:ocio ponor fibricnsdo tojidoa por e,ieniplo en Cnlifornin,
dornnto I:, explotnci6o do si13 minm do oro, porqno In produeci6n, dado el prcciio clcrdiiixao
do todo, hubiern aido cntOnCES nlli orcnntricidnd costo~n.
(2) Tnmbitn llernron lo.; espnilolas ti AniArica lob priinero. pvro*. K ~ ~ I InL palabra
B no sea
del todo exnctn. porqnu el porro osictin: pero lo.; mitoros ostin contestes en qnc crnu parros
quo no vnlinn nnrln. y quo on nlgnnns pwtes so coniinn.
(3) En su cnrta, que hernos citndo do IIAjico en 1.5 do Octubro de 124.
CONCLUSI6N 446

"Conitenhria ntitcbo qite n i n i c e r n b o r r i c n e , para rr-


qpartirlne c n t r c Io0 inbioe. gjana qitc Ice b r n oncine, ij crian-
la% con g r n n b e amor".
A este envio de 1as ovejas, 6 bien B machos pedidos despuBs, para
padrear con ellau, se refiere en nnestro concept0 un curioso documento
authtico que se conserva en el Archivo de la Cam, y con el cual quere-
mos terminar el presente estudio.
Es este la carta que 10s Maestres de ]as naos que en 1633 se diri-
glan desde Sevilla B la AinBrica Espaflola, llevando cierto niiiuero de
cariiero3 11' ovejas vivas, dirigen B 10s Jefea de la Casa, desde la isla de
la Goinera en Csnarias, dandoles cuenta de su paso por alli y de la d u d
de 10srecomendados carneros. Es de sentir que no consignen 10s Maes-
tres, &quepnerto del Nuevo Continente se dirigian, pero creemos mu.
probable fuese &.]os de X+jico, por ser la carta de una Bpoca en la que,
como hemos risto, se procuraba de todas manerss por nuestros gober-
nantes constitair la riqueza agricola y pecuaria de aquel Pais. Esta carta
dice asi (I):
"mitij mngniftcoe 5ciiorre:
"@eta re, Itor l p c c r enber ai niteetrne tnerccbce qite lle-
gatitoa ti ceta nilln b e In (Guntrrn, en eirte bine, In0 n a o e be
Ger6nitito %?obrioiter(2). Gontf b e la gels, G d c l ~ e r og noea-
fro0, con iititq biten itinfe. goe r n r n c r o e qite n n n e n la
nao be 3. m. itnn, lonbo eon side, m i t q bitettae t j i n i t q gar-
boe, ij crcctn i t i t r e t r n s ntercrbce qite er c i t r n n (ee c n t b a n )
cornu cuen propin, i j ee citrnrain be amti nbclnnte. @nla n a o
bcslne Colcljcra s e lee Ija ntnrtrto itno, ij 10% o t r o e v a n bite-
ttoe. g o tennu o t r n coea qitr eecrebir ai m t e e t r n e i n r r c c b e ~ ,
ealtto, qitc plncicnha t i pias, 01 bin bc In &vmteion n o 0 ha-
frctnae toboe ti In neln, i j vnmae rit eit compniiia."
"Mirretra firfior, g i t n r b r f nnectcntc In0 m i t q nublee vi-
bas br o i t e e t r n e n t c r c r b ~ epor
, ntitq largo tiemyo. a e In @o- '
n t e r a ai 22 bc &Unqubr 1533
errttibaree be ttucstrne mcrceb~e.
Firman la carta, que es original, 10s cuatro maestres de las cuatro
naos. De sentir es, que no se conserven otras cartas de este g h e r o , de la

(1) Archivo do I:, Czw en el de Indirw 41-C-s/,.


(2) Hemos tcnido ocnsi6o deciwtr nntas iwte Itnestre .ytvillnno, B prop6sito do otrn hon-
1098 co:oisi6n, pnw fu6 .Jar6ninio Rodriqnez iino de 10s dus Mneitres, quo en liili trnjerou li
Sevilln d u 4 e In I s h Eipaildn, la ftuno.;;~cia,iitn ochnvndn con Ins niuestrns del Rirlcnr. algod6n
y caiiafiatoln on :tqtielln I s h prodncidoa.
11'2
I

446 CONCLUSI6N

las que debieron existir no pocas, y que acaso por su escasa 6 ninguna
importancia oficial, no han sido conservadas. De esta que subsiste, ase-
guramos haber leido con el mayor inter& y con respeto, 10s renglones d e
10s honrados Maestres sevillanos, y que su lectnra nos fue tan grata, que
volvimos con gusto Brecorrer muy luego sus breves lineas.
Como dijimos a1 comenzar. el enriquecimiento de aquella fauna y
de aquella flora por 10s espafioles fur5 tan considerable como perma-
nente y definitivo, y si no obra exclusiva del Estado, pues que en ella
tomaron parte tambien 10s particulares, correspondi6 sin embargo a1
Estado Espaiiol, y B la Casa de Sevilla como su agente 6 ejecutor, una
participaci6n muy considerable en esta obra gloriosa, y de aqui que
existan, como hemos visto en su archivo, algunos de 10s m&i interesantes
y bellos documentos relativos L estos traba,jos, que sirven para su histo-
ria, y que hemos tratado de consignar aqui.
Por lo d e m b si hubiera, que no lo creemos, descendientes de Espa-
fia que lo desconocieran 6 ignoraran, no importa, porque mas sabia la
Naturaleza, a1 ofrecer en aquellas dilatadits p enriquecidas Regiones el
cuotidiano alimento, B la utilisima vaca tan necesaria para el hombre,
la liumilde oveja, & la agilisima cabra, 6 a1 bruto cordobes hijo de rayo,
y & otros 6tiles animales; las vegas y las lomas presentando a1 hombre
aiio tras aao, las doradas mieses, llevadas alli desde Espaiia, 10s pinto-
rescos valles. abrigando en sii sen0 10s mhs bellos frntales espailoles,
que peri6dicaniente presenten L sus moradores vistosas flores, y sabro-
sosfrutos. entonarh, continuo, harmonioso, inimitable himno: ininte-
ligible sin dude para el hombre ignorante y rudo, per0 solemne, grandio-
so, elocuentisimo, para todo var6n docto' 6 instruido, y que reclamarb
sin cesar, Gloria para 10s hombres y laa Instituciones que esto hicieion,
carifio y respeto para Espafia.
Y t6, Raza Espaiiola, la que transformaste asi la Tierra en pro del

-
hombre, piensa si debs3 6 no mirar por tus destinos.

selrtlla g @3ctntrrro bP @ttz!&%t.


INDICE
-
Pk?. -
PIX.
4kNSURA. . . . . . . . . . . 111 PIlbLOQO . . . . . . . . . . . V

L A CASA DE CONTRATACI6N 6 CASA DE INDIAS DE SEVILLA


Datos hist6rioos

1 . 4 creaci6n
~ . . . . . . . 1 1V.-Los sucws de Castilk.-Nuerte
II.-Car&cter de 10s descubriinientns de la Reina Issbel.-Fernando
espalioles. ........ 4 01 CaMlico so embarca para Ita-
IIL-Los Pilotos Go6grafos y 10s Cos- lia.. . . . . . . . . . 10
..
~

d g r a f o s de la Casa de %villa. 6 V.-Xnerte de Crist6bal Col6n. 14

LA EXPEDICIONES dL DESCUBRIR
Juan de la Coaa

RECONOCIMIESM ES LA COSTA DE VESEZFElrA

I.-Lw capitnlaoiones . . . . . . 20 11.-El viaje .......... 24

Vioente Y U o x Pim6n y dm6rioo Venpuoio

L- Juntw en Tor0 . . . . . . . . 29 II.-Espedici6n proyectada b 1. Ex.


peciedn ......... 51

Vieento Ybfles Pint611

exproIcibs A CATA AX

I.-Ausencia de Vicente YBfieE en IV.-Dasemb~rco de gunadosen Paer-


1m. ........... 35 tn Rico por Vieenta YIliez Pin-
LI.-Expdihih de Alonso Hojeda.- .....
z6ng sueonsocio. 41
Carabeles para !as idus.-Ins- .
V.-La relaci6n de Angleria. . , 43
trucciones dadas 4 Ovando. .. 37 VI.-Discusi6n ......... 46
I E - C a p i t u l a c i 6 n con Vicente YBiiez
para descobrir.. ...... 39 . ,
Am6rioo Venpuoio

1 . 4 ~viaje R !a:Corte.-hInerte de Antaeedentes de !as Juatm de


Felipe de Borgoiilr. - Aplaza- Bnrgos. ......... 49
miento del viaje 4 Especier1a.- .....
IL-AmBrico y 3115 cartas M
448 fNDICE

Eagresa 6 Espnila Fernando el Cat6lico

Pig.
__ - PAg.

I.-Jnnta de 10s navegnntes en Bnr- 10s Pilotos de Indias.-La


for-
gos.. ......... 59 mnci6n de Ins nuevm Cnrtas
II.-Crenci6n del cargo de Piloto >In- geogrlifieas. ....... 64
por.-EnseEnnza y exnmen de

Vicente Y M e x Finsbn y Juan Dins Solie

BXPEDICI6X El BUSCA DB U N PA80 6 CANAL NAVMARLIZ PARA LA =SPECIERIA

I.-Lns capitulaciones. ..... 67 CRsas-FernnndoCol6n.-Otros


11.-Ifis prepnrntivos ...... 71 testimonios. . . . . . . . 77
III.-Supoestnnnvegnci6n hncia el Sur V.-El regreso de 103 nnvegnnbs.-
....
contra locapitulndo. 73 So promso.-Su jnstificaci6n.-
IV.--Navegnci6n de Sur 4 Xorta con- Reparnokin 4 Solis que habia
forme i lascnpitulacionw.-Las estndopreso. ....... 80

Expedicionei de Xicuean y Hojeda con Juan de la Cosa


d Dari6n y B la Am6rica Central (Cpstilla del Or01

I.-Lns capitulncionos. ..... 86 IV.-El socorro de Sicueul.-Regresa


11.-Los aprestos.-Hurncanes on la ' Hojeda 4 In EnpnEo1n.-Frnncis-
EspaRoln.-Juan de la Corn 4 eo Pirnrro.-Xnrtin Fernindez
Lisbon.-Cnrnbelns y bastimen- Enciwo.-Fundnci6n de In anti-
tos.-Parcidn de arnbns armadas. 89 gun de Dariin ....... 97
III.--E+pedici6n de Cosn nl Continen- V.-Pkrdidn de In expedici6n de Ni-
te.--Su muerte. - Expedici6n cuesa.-Sn rnoerte.-Ln Googra-
proyectndni Africa ..... 91 fin de Euciso . . . . . . . 99

Proyectadn navegncidn y determinPci6n de lfmites entre Castilla y Portugal


en el Extremo Oriente

I.-Lnscapitnlnciones. ..... 102 1V.-Nnevos proyectos.Sospechar 6


II.-Pnrecer contrnrio de In Cnsa .. 106 dennncia sin consecoencin con-
III.-Dificultad~.-Pmposiciones he- trn el Piloto Mayor. .... 113
chas B Solis..Sussensi6n del V.-DiferencinsconPortugal ... 118
viaje. . . . . . . . . . 1@3

La empresa del Contimente

I.--Los Procuradom de DnriBn. . 124 1V.-La A r m r d a . - h Piloto%-


II.-Expedici6n 4 Tierra Firme Vicente Yi50zPinz6n.-Las na-
(AmBrica Central) ..... 127 vesemplomndns . . . . . . 136
III.-El descnbrimiento del Paci- V.-Lns Bandem.-La entrnda en
fico.. . . . . . . . . . 1% la Antigun. . . . . . . . . '95
fNDICE 449
........ -
-
Ihnd.ci6n de Bombre de Dios sobre el Atkintic0 y de P.nam6 sobre el Pacffico

-
P6g. pne.
VI.-Instrucciones nl Gobernndor 711 bis.-Muerte de Vnsco Ntiiiez.-
Pedro hriaq.-VnscoN6ilez Ade- Conductn de Pedro Arks.-Lo-
lnnrado Mnyor del afar del Sur. 142 pe de Sosa ........ 147
VIL-Bslbony Pedro Arins. ... 146

Expedici6n destinadn al Pacffico y 4 la Especieria.-DescnbrEmiento


del Rio de la Platn-Xnerte de Solis

I.-LnsCnpitnlnciones ..... 161 V.-Muere Fernnndo el C&Iico.-


11.--Los Buqoes.-Lnpnrtida ... 155 Exigencins del Prfncipe herede-
IIL-E1 vinje. . . . . . . . . . 158 ro.-Raclamaciones de Portugal 164 .
.
1V.-Regreso de las naves 4 Sevilln lfi2

Juan Dfaa de Solis

I.-Ln personalidad de Solis. . . . 172 IK-Joan Dfaz de Solis . . . . . 176


IL-EI delincuente p r t u g u C Juan IV.-Otrod otros Juan Dfaz .... 179
Mnz. .......... 173

Primer v i a j e alrededor del =undo

I.-Hernnndo de Xagnllnnes.-Las boto, Pilot0 Mnyor.-Ln jura de


nsgociaciones ....... laS IasBnnderas ....... 194
.
IL-Prepnrnci6n de In Armada . 189 1V.-La .4rmnda.--Los Pilotos.-Ia
lII.-Lns Cortes de Vnllndolid.-Ca- partidn ......... 198

Sncesoa intermedioa

I.-Ln primern nnve de Verncmz. . 201 E l Doctor Snncho de Xntienro primer


11.-Envio de plnntas yscmillns.--UI- Abnd de In Jamaica. .... 210
timos trnbnjos del Doctor.-%
muerte. ......... 205

Primer vi+ alrededor &el Xnndo


(COXTINWACI~X)

I.-Trsvesin del Atl4ntico.-Rio I V bis.-Lns Islas Filipinns.--Cebti


Jnneiro.-El Rio de Solis.- -Mnctin.-Muerte de Xngn-
El pnerto de Snn .Julilu . . 217 Ilnne5 ......... 292
11.-Ln inrernadn en Snn Juli4n. V.--Reducoidn de la Armed.-..-
Bucasos snngriento.;.-Erplo- . Otras isla<.-Borneo. . . . 236
rncidu hncin el Sur.-EI Rio VI.-Lns Molucns . . . . . . . aS9
de Snntn Cruz ...... !El VI1.-LnrueltnB Espniin. .... 241
II1.-Descnbrimiento y navegnci6n VI! bis.-Ln llegndn d Sevilln. .. 246
..
del Cnnnl de Mngnllnnes. 2!?5 011 rer.-Lnexplornci6n del Pncffico
...
1V.-Ln tmresin del Pncifico TZl (Conclusih). ...... 260
113
450 fATHCE

PAR& SEGWNDA '

LOS ESTUDIOS GEOGRAFICOS


D A ~rnimnA8 b A 8 + ~ 8DBL sunvo MVSDO

- Pb*. -
Pili
I . - S n formscibn. . . . . . . . 253 Coarratacibn. ....... 259
II.-Las Cartas de laCasa de Contrn- 1V.-El a r c a d e Santa Crnz.... 261
..........
taciln 257 IT.-El legado de Jcr6nimo de Cha-
III.-La desnpadcibn de Ins primerns ves . . . . . . . . . . . 2fi4
Cnrtas y Nnpns de la Caw de . VI.-Viglinrdols . . . . . . . . 2666

Los Cart6grafoa de la Casa

I.--.luan de In Cosn. ...... ZiO V.--NuEo GarcinTomiio. mse-stm de


II.-AmBriw Ve-spncio. ..... 274 hacer Bnrtns de navegar de la
IIL-And& deMora1es. ..... 280 cnsn.. ......... 2%
I V . - J u a n Diaz deSolis...... 2
'% VI.-Diego Rivero. ....... 294

Ipi '%rtw a m n p l e t ~ de
s la a- atl6ntiao

CARTAS DE C A ~ T E L L ~ Y
S DE SALV~ATI

I.-Datos hist6ricos. ..... t. 295 11 bis.-La Cnrta nnbnima de Turin. 302


II.-Las Cartas de la costa atlbntica. 1V.-La C a r b de Salviati . . . . . 903
-Cnrtns de Castellln.-De Sal- V.-CnrradeDiego Rirero .... 905
viati.-Da Rivoro. ........... 301-
,,..., . .,", .
Terminaoi6n de lam Cart-
, ..
i (y-A.4~ CABO YT.~.DOCINO)

I.--Henrando co16n.-La hirtiiae. ........ Chaves-Cnrta de Jerbnimo de


Alonso Chaves(l52i).-Ln Carta ' Chaves.-Carta de Pedro Ye-
deWeimnr. ....... 303 dina. . . . . . . . . . . SPL
II.-Hernando Colln. - Alonso de II1,Rernando CoMn . . . . . . 317

Otrw eatudios

I.-Alonso de Sank Cruz. ... 328 1X.-El m6tado por observacibn de


II.-Lns Cartns esfBrions.. ... 3% 10s eclipes ....... 3-9
111.-E1 Islario genernl del Mitodo.. 328 X-Ln determinncibn de la longi-
1V.-Lns o h r v a c i o a e s nstmnbmi- $cud por la? relojes de preci-
cas de Andr& de San Xnrtin . 33.2 sib" (hoy cronlmetros). . . 360
V.-El turrente del ninr ( t a s M- xI.->C6todo llnmndo de las distan-
rrientes del Atlbntico) . . . 338 cias lnnnras. ...... 361
VI.-El mnguetismo terrestre. .. $4'2 XI bis.-La Unirenidnd dexnrean-
VII.-La determinacibn de I s Longi- tes de Serilla.--?Juestra Seiio-
tud.-.Juntna de Cosmbgrnfos ra del Bnen d.m (que di6 su
en el Consejode Indias . . . 309 nombre A Buenos dgres). . . 56.1
VII1.-El libro d e Ins Longititdines . 358
~NDICE 461
. _____

PARTE TERCERA

OTROS TRABAJOS
El enriqnecimiento de la Panna y de la Flora
LA FLORA

- Phg: PAg
___
’ Fobiezn de nnimales y de vegetales ...
VIII.--Los frutsles espnloles. 39.2
iitiles . . . . . . . . . . 569 IS.-El olivo. ........ 3!5
I.-Eoriquecimiento de la Flora. . 374 .
X.--T.a cain d u b y el nzilcnr . 400
11.-El trigo. . . . . . . . . !1W ..
XI.-Ohm vegetalesex6ticos. 410
III.-EI nrroz. . . . . . . . . 5% XU.-Flow. .......... 412
IT.-hgumbres y hortalilras . . . 5% XIlI.-Plantas nromntieos y medici-
V.-Nnrnnjosylimonems. . . . 3% nales.......... 416
VIL-Ln rid . . . . . . . . . %O

L A FAUNA

1.-Pobreza de In fnunn ysus efec- 1V.-Lw especies productoras da


..........
toa. 418 .....
cnrne y d e l e c h e 428
Il.-Transformnci6n. . . . . . 420 v.--La vaca. ........ 433
III.--Los aoimales de c a r p y de 1’1.-La eabrn. . . . . . . . . 4.56
trabnjo (cnbnllos, burros, bue- VII.-El cerdo. . . . . . . . . 4%
yaq y mulosl ...... ,423 VIIL-Ln oveja. . . . . . . . . 439
XI.--Conclnsi6u. . . . . . . . 442

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