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Ciencia social
y filosofa
Peter r7inch

Amorrortu editores
Buenos Aires
Director de la biblioteca de filosofa, antropologa y reli-
gin, Pedro Geltman
Thc lda oJ a Social Science and its Relation to Philosophl, Peter
Winch
@ Routledge & Kegan Paul, 1958
Primera edicin en ingls, 1958; segunda edicin, 1963;
rptima reimpresin, 197 t
Denn wenn es scho'n. wahr ist, ilass moralische Handlungen.
Primera edicin en castellano, 1972; primera reimpresin,
r990
sie mgen zu noch so uerschiednen Zeiten, bey noch so
uerschiednen Vlkern uorleommen, in sich betrachtet immer
Traduccin, Mara Rosa Vigan de Bonacalza
die nehmlichen bleiben: so lutben doch darum die nehrnli-
chen Handlungen nicht immer'die nehmlichen Benennun-
Unica edicin en castellano autorizada por Routledge td Ke-
gen, untl es ist ungerecht, irgend einer eine andere Benen-
gan Paul Ltd., Londres, y debidamente protegida en todos
nung zu geben, als die, welche sie zu ihren Zeit'en, und
los pases. Queda hecho el depsito que previene la ley no
bey ihrem Volk zu haben pflegte.
11,723. O Todos los derechos de la edicin castellana re-
servados por Amorrortu editores S.A., Paraguay 1225,70
(Tal vez sea cierto que las acciones morales son siempre
piso, Buenos Aires. las mismas, sin que importen las diferencia.s errtre las po-
cas y las sociedades en las que aquellas acontecen; sin em-
La reproduccin total o parcial de este libro en forma idn- bargo, las mismas acciones no siempre tienen los rnismos
tica o modificada por cualquier medio mecnico o electr- nombres, y no es justo dar a cierta accin un nombre di-
nico, incluyendo fotocopia, grabacin o cualquier sistema ferente dei que tena en su propio tiempo y entre su propia
de almacenamiento y recuperacin de informacin, no auto- gente. )
rizada por los editores, viola derechos reservados. Cual-
quier utilizacin debe ser previamente solicitada. Gotthold Ephraim l.essing, Anti-Goeze.
Industria argentina. Made in Argentina.

ISBN 950-518-308-9
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1. Fundamentos filosficos
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1. Propsitos y estrategia
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$ Decir que las ciencias sociales estn en su infancia ha lle-
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gado a ser una perogrullada para los autores de libros de
texto relativos al tema. Sostendrn que esto es as porque
las ciencias sociales no se apresuraron a emular a las cien-
cias naturales y a emanciparse de la tutela soiuzgante de
la filosofa; que hubo una poca en la que no se distingua
claramente entre filosofa y ciencia natural, pero que gra-
cias a la transformacin de este estado de cosas, ocurrida
alrededor'del siglo xvn, la ciencia natural progres a gran-
des saltos desde entonces. En cambio nos dice-, tal
revolucin no se produjo todava en las -seciencias sociales,
o solo ahora esi en proceso de realizacin. Qriz la cien-
cia social an no encontr su Newton,.pero se estn crean-
do las condiciones necesarias para que surja un genio de
esa magnitud. Se recomienda, sobre todo, que sigamos los
mtodos de la ciencia natural ms que los de la filosofa
i si queremos lograr algn progreso significativo.
Ea-e$aqo-qografja,-89*Jrpp9rg9-qlalpilgrcrticamete
i esa idea dg la relacig -e_4Jrglps" estudio.s_soffiffiIa filo-
^l
'$ sofa-y,,las-;$e&!""iiiri Pero no se d.b sr$rcr pot
ello que lo que deb;Ae puede alinearse junto a los mo-
vimientos anticientficos reaccionarios que intentan retra-
sar el reloj, y que aparecieron y florecieron en algunos
lugares desde los comienzos de la ciencia. Mi nico pro-
psito es asegurar que el reloj marque el tiempo justo,
cualquiera que este sea. Por razones que ms adelante se
aclararn, la filosofa no tiene derecho a ser anticientlfi-
ca: si trata de serlo, solo lbgrar ponerse en ridculo. Esos
ataques lanzados por la fitosofa iott tutt desagradables y
faltos de seriedad como intiles y contrarios a ella misma.
Pero igualmente y por las mismas razones, la filosofa

9
7
debe estar alerta frente a las pretensiones extracientficas 2. La <<concepcion subordinada> de la filosofa
cle la ciencia. La ciencia es uno de los rasgos distintivos
ms importantes de la poca actual, y esto tiende a volver En honor de John Locke, uno de los genios que la presi-
impopular al filsofo, quien puede enfrentar una reaccin den, llamar <<concepcin subordinado a esa idea de la
siniilr a h que enfrenta el que critica a la monarqua. filosofa que pretendo criticar. Ios partidarios de la mis-
Pero cuando la filosofa se convierta en un tema popular, ma citan a menudo con aprob4cin el siguiente pasaje de
habr llegado el momento para que el filsofo considere Ia <<Epstola al lectoD> con que comienza el Ensayo sobre
cundo eir el camino. el entendimiento humano de Locke.
Dije que mi propsito era examinar crlticamente una con-
cepcin cdrriente de las relaciones entre la filosofa y los <<La repblica del saber no est desprovista ahora de in-
estudios sociales. Como dicha concepcin implica dos tr- signes arquitectos eter por sus grandes designios para el
minos, una parte de este libro a algunos podr pa- adelanto de las ciencias, dejarn monumentos perdurables
-que
recer desproporcionadamente grande- estar dedicada a que sern la admiracin de la posteridad; pero no tdos
anaiizar -cuestigncs. cuy-a conexin. eon-la-naturaleza-de-l9s pueden spirar a ser un Boyle o un Sydenham. Y en una
studiqs "s.gqi?!g: 99 9s evidgnte a primer vistp. El criterio edad que produce luminarias como el gran Huygenius, el
que inteio iCtiir presupone una cierta concepcin de inomparable seor Newton y otras de esa magnitud, es
fitosofa, eu muchos juzgarn tan hertica como mi tambin ya bastante honroso trabajar como simple obrero
concepcin de la ciencia social misma. En consecuencia, en la tarea de desbrozar un poco el teneno y de limpiar
y por irrelevante que pueda parecer en un principio, el algunos escombros que estorban la marcha del saber.. .>
anlisis de la ndole de la filosofa constituye una parte
esencial del tema del presente libro. Por lo tanto, . sera La distincin de .A. J. Ayer entre <<pontlficeo y <<jomale-
riesgoso pasar por alto este captulo inicial considernd<lo rop> de la filosofla se hace eco del criterio de Locke; tam-
un prembulo tedioso e innecesario. bin A. G. N. Flew, en su introduccin a'Logic and f ;an-
Lo dicho resultar aun ms convincente si esbozo breve- gua.ge (Primera Serie.), lo tradujo al idioma de la ms
mente la estrategia general del libro. Consistir en uria moderna discusin filosfica, y tiene muchos puntos de
contacto con la concepcin de la filosofla sustentada por
sueq"?*gg*d.ts*egE : --pI!IugIq, una cTi*"ffltffias
ideas conternporneas prevalecientes el_tgy_tg- *_4 g- Gilbert Ryle, quien la considera dgica informab [vase
'iuraleza G. Ryle, Dilemmas, Cambridge].
de la filosofa; segundo, una crtica de ciertas
ideas actuales dominantes a;ica de tos Intentar aislar algunos de los rasgos sobresalientes de este
"La ser na ;ffi6 criterio que resulten de mayor relevancia para mis pro-
estudiqs:o.ciaies. tctica principal
"la*riatuilza
de pinzas:'ie llegar al mismo prrto argumentando des- psitos. En primer lugar, existe la idea de que-<<la filosofla
de direcciones opuestas. Completando la analogla militar, b de 4i$!g$!_rrc-.de.--ol-ras-.ar!"es o c_ierrqias ms q,--3us
mi principa! propsito blico ser demostrar que los dos ryto4_olqU_e*p9r-$g_!91!r?2: [3] Es obvio que esto se de4va
frentes en apariencia diferentes en los cuales se sostiene de la concepcip subordinada, s9run-s-ta.la"filo-
la guerra no son en absoluto distintos; que aclarar la na- contribuir
turaleza de,la" filpsp-fa .Xle .de,[es ss-tudio! londl{ e-gEui- l-papel purauqgnte
.qgqpl-e
valents, pues tsdo-sstudiq--{e- lg scigdad {igqg_de mrito legaqye de eliminailgg_gbst4gttlps gue se ,interponeg_al
debeposeercarsterf iloq-f ipa,-,-f legp_fil*gfiu__qgg_ydgf roereso de nristlo entendimiento. La fuerza motriz de
la pena, delalndqle*W lsF-gt.so tbClis&irlem mtilos diferentes por com-

IO ,* II
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pleto de todo lo que se encuentra en la filosofla; es decir, ms, otros dijeron que los anlisis metafsicos y epistemo-
en la ciencia. Segn esta opinin, la filosofa es un parsito lgicos constituyen una forma completamente espuria de
'actividad y no pertenecen a ninguna disciplina respetable.
de otras disciplinas; no tiene problemas propios, sino que
ct una tcnica para resolver los problemas planteados en Pero abordan cuestiones que tienen un hbito de recurren-
el curco de investigaciones no filosficas. cia, y tal actitud desdeosa pronto comienza a sonar a
Lr concepcin moderna de lo que constituye el <<escombro hueco. De hecho, es bastante menos popular de lo que lo
que estorba la marcha del saben> es muy semejante a la fue alguna vez.
de lcke: a la filosotla le correqgnde,elimina-coqfsrio- Otro criterio bastante comn es el que defiende, por ejem-
nes lingsticis..DHdo que ef cuadro que se nos pre- plo, P. Laslett en su introduccin a Philosophy, Politics
senta es semjante, en cierta medida, a lo siguiente. Los and Societl. [13] En este caso, se interpreta la preocupa-
cin por las cuestiones epistemolgicas caracteriza-
ron durante algn tiempo el anlisis -que
filosfico en Inglate-
rra- como una fase temporaria, un perodo de examen y
mejoramiento de las heiramientas de la filosofa, ms que
; como cua
como su propia sustancia. La idea consiste en que, una
se consideran vez hecho este trabajo de re-instrumentacin, es deber del
filsofo retomar su tarea ms importante: aclarar los con-
ceptos que pertenecen a otras disciplinas de carcter no
como filosfico.
discursivo. En primer lugar, esta interpretacin es ahistrica, dado
Me referir ahora a otra que las cuestiones epistemolgicas ocuparon siempre un
subordinada, que se vincula a lo anterior. Si los proble- lugar central en el trabajo filosfico de peso' y es difcil
mas de la filosofa provienen de afuera, se hace ncesario entender cmo podra ser de otra manera. Pero, lo que
prestar/especial atencin al papel que juegan la metaflsica es aun ms importante, el criterio de Laslett implica una
y la epistemologa dentro de la filosofa; porque, si bien reversin del verdadero orden de prioridad dentro de la
puede resultar plausible decir que los problemas de la fi-
losofa de la ciencia, la filosofa de la religin, la filosofa contribuye a
del arte y otras ramas son planteados la filosofa por la
ciencia, la religin, el arte, etc., no es del todo obvio quin i-iGrrcia^ el -'te, le peltiea; etc. Yo sostendr,-por -el
plantea los problemas a la metafsica y la epistemologa. contrario, que esas filosofas de la ciencia, el arte, la pol-
Si decimos que estas disciplinas son autnomas con res- tica, etc. las cuales denominar disciplinas filosficas
pecto a sus problemas, entonces la concepcin subordinada
-a
<perifricas>-, pierden su carcter filosfico si no se las
fracasa como explicacin exhaustiva de la naturaleza de relaciona con la epistemologa y la metafsica. Pero antes
la filosofa. Algunos eicritores sugirieron que la metaflsica de que p\reda abordar dicho tema con ulggl d-etalle, debo
y la epistemologa son, respectivamente, la forma, disfra- intentar l examen de los fundamentos filosficos de la
zada de las filosofas de la ciencia y la psicologa, pero concepcin subordinada de la filosofa.
nunca encontr una defensa precisa de este criterio, el cual,
por cierto, no resulta plausiblb prima facie'a nadie que
ert algo familiarizado con la historia de esos temas. Ade-

t2 13
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3. Filosofla y ciencia
u
:1
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pretendi tradicionalmente que su finalidad consista, al
Esa concepcin es en gran medida una reaccin contra el menos en buena medida, en la investigacin de la na-
criterio que considera al filsofo un <<maestro de las cien- turaleza de la realidad; en consecuencia, o la filosofla
a_*rr; de acuerdo con esto, la filosofa est en competencia tradicional intentaba hacer algo que sus mtodos de in-
directa con la ciencia y su propsito es elaborar o refutar vestigacin jams le permitiran lograr, y debla, por ende,
teorlas cientficas mediante un razonamiento puramente abandonar, o bien tenla una concepcin errnea acerca de
a,priori. Esta idea es ridcula; puede llevar a los absurdos su propia naturaleza, hacindose necesario reinterpretar
que estn bien ejemplificados en las especulaciones aficio- en forma distica el tenor de sus investigaciones.
nadas- y seudocientficas de Hegel. Hume nos proporciona
este dilema es
%.

su refutacin filosfica: no
naturaleza de la
<Si quisiramos quedar satisfechos (. . . ) en lo que con- una frase
cierne a la naturaleza de esa evidencia que nos a segu-
ridad acerca de los hechos, deberamos investigar cmo ile-
gamos al conocimiento de la causa y el efecto.
Me permitir afirmar, como proposicin general que no
admite excepcin, que el conocimiento de sta relacin en
ningn caso se alcanza por razonamientos a prior, sino
que surge enteramente de la experiencia, cuando vemos
que cualquier clase de objetos particlares estn constan-
temente ayuntados entre s. Presntese un objeto a un hom- y en gener|. Burnet aclara esto muy
bre dotado d,e raz,6n natural y habidadei tan extraor- Philosophy, cuando seala (en las pginas 11-12) que e .)

dinarias como se quiera: si el objeto le es enteramente filsofo pregunta: <<Qu es realb> en un sentido que im- *. :*
nuvo, no ser capaz de descubrir'ninguna de sus causas plica el problema de la relacin del hombre con la rea-
o efectos, ni siqqiera mediante el examen ms prolijo> dad, lo cual nos lleva ms all de la ciencia pura. <<Tene- 1,;.-
[12, mos que preguntar si el espritu del hombre puede tener
seccin IV, parte I].
algn contacto con la readad, y, si fuera as, qu diferen- s'
Esto es admirable como crtica de unp seudocienc ia a prio- cia entraa esto para su vido>. Ahora bien, pensar que eI
ri. Pero a menudo se tergivers la aplicacin del rgu- problema planteado por Burnet se podrla solucionar me-
mento a fin de atacar un tipo de filosofa a priori clm- diante mtodos experimentales implica un error tan grave
pletamente legtimo. El problema es el siguiente, los_ como el de creer que la filosofa, con sus mtodos de razo- (
nuevos descubrimieriGi acerca cG namiento a priori, tiene la posibilidad de competir con la
ciencia experimental en su
de

mtodos ldg5l' Apelar a los resultados de unexperimento sera


necesariamente una peticin de principio, dado que el fi-
,S de la lsofo se vera obligado a preguntar por qu motivo se
en manos
accptan como <<realidad>> esos nrnciados en sl mismos.

14
t5
\oo*
Erto, por supuesto, simplemente exaspera al cientfico ex- un qgg{o_9g_obl._tpl_elte_tnos, sino ms bien etu,cjdat,et I
perimental, y con bastante raz6n desde el punto de vista concep.ts de -expfqellded. Considero obvia la existencia f
de sus qropios propsitos e intereses. Per es imposible de un conexin ntreGte tema y el problema filosfico/
aprehender la validez de la pregunta filosfica en-trmi- central acerca de la naturaleza general de la realidad. '(
no de las preconcepciones de la ciencia experimental; no
se puede responder a la misma generalizando a partir de
ejemplos particulares, pues una respuesta particul ar a la
pregunta filosfica ya est impllcita en la-aceptacin de
4. El inters del filsofo por el lenguaje
esos ejemplos como <<reales>.
Lo expresado hasta el momento basta, respecto de la re-
Tgdo este tema fue simblicamente dramatizado cuando lacin entre filosofa y ciencia. Pero an dbo sealar por
el profesor G. E. Moore dio, en la Academia Britnica, qu no es preciso, ni debera serlo, que el rechazo de bsa
en 1939, una clebre conferencia titulada <<La prueba de concepcin del filsofo como <maestro de las cienciap>
un mundo externo>>. La <<prueba>> de Moore fu'e, aproxi- conduzca a la concepcin subordinada. Me he referido a
madamente, la siguiente. Levant sus manos una dspus
Moore, quien nos recuerda cmo se usan, de hecho, ciertas
de otra diciendo: <cAqul hay una mano y aqu hay tra; ',$ expresiones, y he acentuado la importancia que tiene la
por lo tanto, al menos existen dos objetos externos; en I
r
idea de elucidacin de un concepto en filosof. Estos son
consecuencia, existe un mundo externo>>. Al abordar el "'l modos de expresin que, prima facie, encajan muy bien
tema de esta manera, Moore pareca equiparar la pregun- '.t
en la concepcin subordinada. Y, en realidad, lo desacgr-
ta: <Existe un mundo externo?>> a la prigunta: <Exis- :ir tado de esa concepcin en general ha de buscarse no tanto
ten animales con un nico cuerno que surja de sus hoc! 'i en alguna doctrina falsa por completo como en un nfasis
cos?>>. Por supuesto, esto quedara- probao de manera
sistemticamente errneo.
concluyente con la exhibicin de dos rinocerontes. pero
relacin del argumento de Moore con la pregunta filo-
ica acerca de la existencia de un mundo i*trno no es
simple como la relacin de la exhibicin de los dos
rinocerontes con la otra pregunta, ya que, naturalmente, Sin em-
t bargo, el filsofo no se interesa en el uso correcto como
la duda filosfica respecto de la existencia de un mundo tal, ni todas las confusiones lingiisticas son igualmente re-
externo abarca tanto las dos manos mostradas por Moore {' levantes para la filosofa. Solo lo son en cuato su ansis
cgTo cualquier otra cosa. La pregunta completa es: Los rl
f,'
objetos, como las dos manos de Moore, estn calificados ,i
para ser moradores de un mundo externo? Esto no quiere ,!
decir que el argumento de Moore est completament fue- '11:

i aprehender en cierta forma dicha realida. De modo que


ra de cuestin; lo errneo es considerarlo una <<prueba>
experimental, porq,ue no se parece a nada de lo que se I Reconozco que este es un modo de hablar algo pomposo y antiguo.
encuentra en una disciplina experimental. Moore no esta- Lo empleo para sealar la diferencia entre erlnters'del filsorJ e'
ba,haciendo un experimento; eitaba recordando algo a su t' la relidad y, por ejemplo, el del cientfico. Aprovecho esta opor-
pblico, recordndole de qu modo se emplea de"hecho tunidad..par-a expresar que el enunciado acer"i del tipo de infers
la. expresin-<<objeto externo>. y esto indicaLa que el pro- l.
que el filsofo tiene en el lenguaje ---xpuesto en el punio siguiente-
se debe a una conferencia in&ita de R. Rhee, bre <pirilosophy
blema, en filosofa, no.es probarorefutar l existnii-de and Ar$.
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cualquier progreso positivo.de esa comprensin. No existe
debemos preguntar cmo los problemas del le-nguaje -y indicio lguno para creer que el anlisis de los problemas
qu clasei dJproblemas acerca de este- pueden guardar
centrales de la metaflsica y la epistemologa, por s mis-
relacin con estos temas. mos, pueda arrojar alguna luz ---como sostendr ms ade-
Prcguntarsi la realidad es inteligihle implic_a pregunt4; lante- sobre la naturaleza de las sociedades humanas.
ff rehcin eliste . entre-prsamiento-+*realidad'"oasi- De hecho, esos problemas son desdeosamente puestos a
lT;;aturaleza del pensrniento -nos lleva-*ambien -a un lado en el enunciado mismo de la posicin de Weldon.
lonsiderar la natrrralez4 del.lgn*un PJf&
$upoaer-dcs-dC gl pr_iqpipiq que. es gsibl! realizar una claa
el-len- distincin entre <<el mundo>> y <<el lenguaje con ql. que in-
tentamos. dsribir el mundo>, hasta et punto de eir que
los problemal de la filosofa no surgen en absoluto el
inters
rticulares
primero sino tan solo del segundo, significa evadir el pro-
cin de confusiones rcas
blema total de la filosofla. .

Sin duda, Weldon replicara que este problema ya fue


#del le6ie en seneral. planteado en un sentido favorable a su posicin por aque-
ffinto en forma polmica, refirindome
llos filsofos que contribuyeron a los desarrollos de los que
al Vocabularlt of Politics, de T. D. Weldon. La elecciri de habla. Pero, incluso si pasamos por alto el importante he-
este libro obedece al hecho de que en sus pginas Weldon
cho de que nunca se pueden plantear los problemas filo-
emplea su interpretacin del inters qrre la filosofa presta
sficos de esta manera, que no es posible, en la propia obra
al lenguaje par sustentar una concepcin de las- relacio- filosfica, dar por sentada la obra de otros filsofos del
nes entre la- filosofa y el estudio de la sociedad que se
mismo modo que cuando se trata de teorlas cientlficas
opone fundamentalmente a la concepcin que se sostendr
establecidas por otros hombres rlepito, si pas4l
en esta monografa. El criterio de Weldon se basa en una -incluso,
mos e!ts_pq1at_tr*- La obra de W_t!g9qq!9br_ggie-n_ en
interpretacin de los recientes desarrollos filosficos en forma ms d,estac4$a ha contribuido al deiiiilo- filps&
Inglaterra. Segn 1, ocurri que <<los filsofos se volvieron
figo en cuestin solo serf iiiterdieaai-'ii'riren si
extremadamente conscientes del lenguaje. Llegaron a com-
se considera que apoya el modo de expresarse de Weldon.
prender mtchos de los que sus predeceso:
Esto es bastante obvio con respecto al Tractatus logico-
res hallaron i philosophicus de Wittgenstein, segn se desprende de dos
as excen
citas representativas.
cin implica sacrificar la eseneia de toda descrinei6n nnr
cap. I]. En conse@ trlosotia so-
cil y-poltica surgen de las excentricidades del lenguaje do es mi mundo se
con el que se intenta describir las instituciones sociales y
del nico
polticas, ms que de algo misterioso que residira en esas
nder) impEanlos lmites de zi mundo>> libid.,5.62].
mismas instituciones. En concordancia con la concepcin
cierto que, en el TractatuJ, gstas ideas se conectan con
subordinada de la filosofa Weldon sigue aquf fiel-
mente-, considera que esta -que
ltima solo desempea un una teora del lenguaje que Wittgenstein rechaz despu&
papel por completo negativo con respecto a una mejor
y que Weldon tambin rcchazaria. Pero los mtodoi de
argumntacin de Wittgenstein.en sus posteriorcs Philoso-
iomprensin de la vida social. Son los mtodos de la cien- phi,cal Inuestigatiozr son igualmente incompatibles con
cia emprica, ms que los de la filosofa, los que favorecen

t9
TB
cualquier distincin fcil entre el mundo y el lenguaje.
\
-resalta usamos. Nuesltqg*cglqE:Igas."e$a_hlgeen para. .nosotros*Ja
Ecto con claridad cuando aborda el concepto de 6t-" deJlEperienciu:q.rc
forma d.q la expqJiq_+S,b g!*gjfemosjelnup-do.
t"i"-os--deimundo. Tal vrcz
vez
ver un objeto como algo: por ejemplo, ver la imagen -
valga la pena recordar esa verdad trillada de que crlando
de una flecha en vuelo. El siguiente pasaje es caracterfu- hablamos del mundo qqt4qlgs hablando de lo que en reali-
tico de todo el enfoque de Wittgenstein: d entenclemoJpor lipreiin <ei inuncloi>: es"iooli-

cEn el tringulo, puedo ver ahora esto comovrtice, aque'


@gp1g=cig-les-culeslfr sfiros
acerca del mundo, como Weldon trata de hacer en sus
llo como base; luego esto otro como vrtice, aquello otro ffi;Ai-ieliivos a la naturaleza de los problemas filo-
como base. Es evidente que las palabras "ahora estoy vien- sficos. El ilndo. r.ara -nosotros lo, .SUg*ie-_n0anifiesta a
do esto como vrtice" no pueden a la saz6n significar nada travg*d.e" esos- concEptgs. Esto no si.qnifica que nuestros
para un estudiante que acaba de enfrentarse por primera gonceptos no pu ed an ambir ; pero@l1i .
iraq e{r,_ . riqs-
vez con los conceptos de vrtice, base, etc. Pero no quiero tro concpto del mundo tambin cambia.
que esto se entienda como una proposicin emprica.
"Ahora lo est viendo como esto", "ahora como aquello",
solo debera decirse de alguien capaz de aplicar la figura 5. Inuestigaciones conceptuales y empricas
con bastante soltura para ciertos usos.
El stistrato de esta experiencia es el dominio de una tc' Este equvoco respecto del modo en que las formas filo-
nica. sficas de tratar las confusiones lingsticas son tambin
Pero qu extrao que esa sea la condicin lgica de que elucidaciones de la naturaleza de la realidd, nos lleva a
alguien tenga tal y cual experiencia! Despus de todo, no las faltas de adecuacin de los mtodos empleados en la
varnos a decir que slo se puede tener dolor de muelas si actualidad para abordar tales problemas. Los empiristas,
se es capaz de hacer tal y cual cosa. De esto se deduce que como Weldon, subestiman sistemticamente el alcance de
aqu no podemos estar utilizando el mismo concepto de lo que puede decirse a prioriz para ellos, todos los enun-
experiencia. Es un concepto diferente, aunque afn. ciados acerca de la realidad deben ser empricos o, en caso
Solo si alguien puede hacer, o aprendi, o domina tal y cual contrario, son infundados, y los enunciados prori lo son
cosa, tiene sentido decir que tuvo esta experiencia. <(acerca del uso lingstico>> y no <<acerca de la realidad>.
Y si esto suena algo extravagante, es menester pensar que Pero si es verdad que la sobrestimacin de lo a priori pone
aqu est modificado eL concepto de ver. (A menudo es en peligro la integridad de la ciencia contri ello luch
necesaria una consideracin semejante para librarse de legtimamente Hume-, no es menos -ycierto que su su-
cierto sentimiento de vrtigo en matemtica.) estirnacin mutila a la filosofla; me refiero a confundir las
Hablamos, proferimos palabras, y solo despus tenemol investigaciones conceptuales acerca de lo que tiene sentido
una imagen de su vida>> l37,II, pg. xi]. decir con las investigaciones empricas, las cuales han de
atender a la experiencia para su solucin.
En consecuencia, no podemos decir, como Weldon, que loq El siguiente pasaje, escrito precisamente por Hume, es un
problemas de la filosofa surgen ms del lenguaje que del buen ejemplo del equlvoco. Analiza el alcance y la natu-
mundo,porque;[-an.aliz."ar-file-F*f "igapq4lq-"*lenggigg raleza de nuestro conocimiento acerca de lo qul ocurrir
tamosanalizado,.d-e.hg_c_b9r!_o-gyS-*gsansifu u-4gr13f, 4 en el futuro, y sostiene que nada, en ese futuro, nos puede
ciente sl, -mand,a*" Nuesfra*.d de lq-.gue pertenecP ll ser lgicamente garantizado por el conocimiento que tene-
dominio de la realidad nos *ilda e-r_I_g!-_!grgeig-gttl' mos de lo ocurrido en el pasado.

20 2l
(Se pretende en vano haber conocido la naturatreza de los es de furfdarnental importancia sealar que el uso de di-
cuerpos en la experiencia pasada. Su naturaleza'tntima chas nociones presupone, necesariamente, la verdad inva-
tanto, todos sus efectos e influencias- puede cam- riable de la mayora de nuestras generalizaciones acerca
-por
biar sin que cambie ningrrna de sus cualidades sensibles. de la conducta del mundo en que vivimos.
Esto ocurre algunas veces con algunos objetos; por qu Ms adelante, se har aun ms manifiesta la importancia
no podra ocurrir siempre con todos los objetos? Qu cla- de este tema para la filosofa de las ciencias sociales. Por
se de lgica, qu proceso de argumentacin aseguran con- ejemplo, sostendr que muchos de los principales temas
tra este supuesto?>> 112, seccin IV, parte II]. tericos suscitados por esos estudios pertenecen ms a la
filosofla que a la ciencia y, por lo tanto, deben solucio-
Aqu, Hume supone que si un enunciado acerca de la con- narse mediante un anlisis conceptual a pri,ori y no a tra-
ducta uniforme de algunos objetos es una cuestin lntegra-
mente emprica y sujeta a la posibilidad de ser desbaratada
en cualquier momento por la experiencia futura, lo mismo
vale con respecto a un enunciado acerca de la conducta
uniforme de todos los objetos. Dicho supuesto es muy cons- aquello de <<esperar para ven> lo que la investigacin em-
trictivo, y este carcter se deriva de una sana renuencia pti9l pleda mostramos; las
a admitir que cualquiera pueda legislar a priori con res-
pecto al curso de la experiencia futura, sobre la base de
consideraciones puramente lgicas. Y, por supuesto, no
podemos legislar de este modo contra una ruptura en el 6. El papel fundamental de la epistemologa dentro
orden regular de la naturaleza, ruptura que imposibilite de la filosofa
el trabajo cientfico y destroce el lenguaje, el pensamien-.
to, e, incluso, la vida; pero podemos y debemos legislar Ahora puedo ofrecer un criterio alternativo respecto de
a prori contra la posibilidad de describir una situacin cmo ,se relacionan los problemas epistemolgicos y filo-
tal en los trminos que Hume intenta usar, es decir, en sficos con aquellos que corresponden a lo que he deno-
trminos de las propiedades de los objetos, sus causas y minado disciplinas filosficas perifricas. Todo lo dicho
efectos. Porque "estos trminos ya no seran aplicables si hasta aqu se bas en el supuesto de que lo verdaderamente
el orden de la natrtraleza se desbaratara .de esa manera. fundamental para la filosofa es el problema concerniente
Y si bien pueden producirse variaciones menores, o incluso a la naturaleza e inteligibilidad de la realidad. Es fcil
mayores, dentro de dicho orden, sin que se trastorne todo ver que este problema cnduce, en primer luga.r, a consi-
nuestro aparato conceptual, de ello no se desprende que derar qu queremos decir con <<inteligibilida>. Qu im-
podamos usar nuestro aparato existente (y qu otro ha- plica comprender algo, aprehender el sentido de algo?
bremos de usar?) para describir una ruptura en el orden Ahora bien, si atendemos a los contextos en los cuales se
global de la naturaleza. emplean las nociones de comprensin, de hacer inteligible
Esto no es una'simple sutileza verbal. El significado filo- algo, encontraremos que las mismas difieren ampliamente.
sfico total de investigaciones como la de Hume es aclarar Adems, si examinamos y comparamos esos contextos,
los conceptos que son fundamentales para nuestra con-' pronto resulta evidente que, en ellos, el uso de la nocin
ceicin de la realidad; por ejemplo, objeto, propiedad de inteligibilidad es sistemticamente ambiguo (segn el
de un ob jet, ca.usa. y efecto. En una empresa de este tipo sentido que el profesor Ryle da a la frase) ; es decir, su

22 23
r
rignificado varla en forma sistemtica y en concordancia trastarse mutuamente. La finadad de tales investigacio-
eon el contexto particular en el que se est usando. nes filosficas ser contribuir a nuestra comprensin"de lo
El cientffico, por ejemplo, trata de hacer ms inteligible que implica el concepto de inteligibilidad, de modo que
el mundo; pero lo mismo hacen el historiador, el profeta podamos comprender mejor qu significa llamar inteligi-
religioso y el artista, e igualmente el filsofo. Y unque ble a la realidad. Para mis objetivos, es importante sea-
podamos describir las actividades de todos estos pensado- lar la gran diferencia existente entre esto y la concepcin
e8 en trminos de los conceptos de comprensin e inteli- subordinada. En particular, la filosofa de la ciencia (o de
gibilidad, es evidente que en muchas y muy importantes cualquier estudio de que se trate) se presenta aqu como
formas los objetivos de cada uno de ellos difiern de los algo autnomo, no como un parsito de la cienci misma,
objetivos de cualquiera de los otros. Ya intent, en el pun- en cuanto atae al origen de sus problemas. La fircrza
to 3 de este captulo, explicar someramente las diferecias motriz de la filosofa de la ciencia proviene de las entraas
que existen entre las clases de <<comprensin de la reali- de la filosofla ms que del interior de la ciencia. Y su pro-
dad>> que buscan el filsofo y el cientlfico, respectiva- psito no es meramente negativo
--eliminar los obstculos
que estorban el camino hacia la adquisicin de nuevos
mente.
Esto no significa que solo estamos haciendo un juego de conocimientos cientficos- sino que tiene el carcter po-
palabras cuando hablamos de las actividades de todos es- sitivo de una comprensin filosfica acrecentada con ies-
tos investigadores en trminos de la nocin de hacer inte- p,e9t9 I !o que est contenido en el concepto de inteligi-
ligibles las cosas; al menos, no ms que una conclusin bilidad. La diferencia entre estas concepciones no es solo
similar con respecto a la palabra <<juego>>, saod= ,Wi!t- verbal.
genstein nos. clemrrestra -que no existe nrng"lu So*I\iunto"" d-e A primera vista, parecera que no ha quedado lugar para
propiedades comunes y peculiares a todas -!_a.-"actividades la metafsica y la epistemologla. Si el concepto de inteli-
correctamente denciminadas db esa manefa [vase 37, l, gibilidad, y tambin el de readad, son sistemticamente
pgs. 66-71]. Es tan correcto decir que l ciencia, el arte, ambiguos segn las diferentes disciplinas intelectuales, la
la religin y la filosofa abordan el problema de hacer tarea filosfica, que consiste en dar una explicacin de
inteligibles las cosas como decir que 9l ftbol, el ajedrez, esas nociones, no se desintegra en las filosofas de las di-
el solitario y los saltos son, todos ellos, juegos. Pero as versas disciplinas en cuestin? No ser que la idea de un
como sera disparatado decir que todas estas actividades estudio especial de la epistemologa descansa en el falso
forman parte de un superjuego, si furamos [o suficiente- concepto de que es posible reducir todas las variedades
mente inteligentes para aprender a j,ugarlo, tambin lo de la nocin de integibilidad a un conjunto nico de
sera suponer que los resultados de todas esas otras activi- criterios?
dades deberan sumarse a una gran teora de la realidad Esto implicara extraer una conclusin falsa, aunque en
(como imaginaron algunos filsofos, con el corolario de realidad proporcione una sana advertencia por parte de
que era su tarea descubrirla). la epistemologa, contra la expectativa de la formulacin
Por lo tanto, segn mi criterio la filosofa de la ciencia de- de una serie de uiterios de inteligibilidad. Antes bien, zu
ber ocuparse de la clase de comprensin buscada y comu- tarea consistir en describir las condiciones que deben sa-
nicada por el cientfico; la filosofa de la religin, del modo tisfacerse si es que ha de eristir, al menos, tS" criterio
cmo la religin intenta presentar un cuadro inteligible de comprensin.
del mundo, y as con las dems. Y, por supuesto, estas
actividades y sus propsitos dbern compararse y con-

24 2s
7, La epistemologla y la comprensin de la sociedad sin embargo, se basa en un completo equlvoco de las acti-
tudes que tienen hacia l las personas que conoce; debe-
Me gustar ia dar aqu algunas indicaciones preliminares rla desilusionarse y perturbar su felicidad en inters de
relpecto de cmo es posible esperar que esta emprbsa epis- la verdad? Es necesario sealar que nuestra comprensin
temolgica se relacione con nuestra comprensin de la de ambos problemas depende de cmo reconozcamos la
vida social. Consideremos otra vez la formulacin de Bur- importancia prima facie del hecho de comprender la si-
net acerca del problema central de la filosofla. Dicho tuacin en la c.ral se vive la propia vida. En EI pato sal-
autor pregunta qu diferencia entraana para la vida del aaje no se pregunta si eso es importante, sino si es ms
hombre el hecho de que su mente pueda tener contacto importante que ser feliz.
con la realidad. Interpretemos primero esta pregunta del Ahora bien, el inters del epistemlogo en tales situaciones
modo ms superficialmente obvio: es evidente que los ser aclarar por qu vna comprensin de ese tipo tendrla
hombres deciden cmo se comportarn sobre la base de tal importancia en la vida de un hombre, al mostrar lo
su criterio acerca de cul es la situacin del mundo que que involucra su posesin. En trminos kantianos, su inte-
los rodea. Por ejemplo, alguien que tenga que tomar un rs residir en la pregunta: cmo es posible esa compren-
tren al da siguiente, muy temprano, pondr su desperta- sin (o, en realidad, cualquier comprensin) ? Para res-
dor a la hora que l cree corresponde al momento en que ponder a esta pregunta es necesario exponer el papel
dicho tren parte. Si alguno se siente inclinado a objetar central desempeado por el concepto de comprensin en
este ejemplo por su triviadad, dejmoslo que reflexione las actividades caracterfuticas de las sociedades lumanas.
respecto de la diferencia gue entraa para la vida humana
la existencia de despertadores y trenes que funcionan a una
horario, de mtodos para determinar la verdad de los enun-
ciados con respecto a los turnos de los trenes, y as sucesi-
vamente;"Aqu, el inters de la filosofa reside en esta
pregunta: ;su implica <<tener conocimiento>> de hechos
Las relaciones sociales de un

sl
serla compara con otra relativa ala importancia que tiene
para la vida humana conocer el mundo tal como es en
ca de la@lo, en las situaciones de lbsen,
realidad. Pienso ahora en la pregunta moral que tanto '.ts---#r
preocup a Ibsen en dramas como El pato saluaje y Es-
a laslEZ6'de referirme, serla imposible describir las
pectros; hasta qu punto es importante que un hombre actitudes del personaje hacia quienes lo rodean si no es
en trminos de sus ideas acerca de lo que ellos piensan de
iiva s.r vi" 1, de lo que han hecho en el pasado, de lo que pueden
hacer en el futuro, etc.; y en Espectros, sus ideas acerca
de cmo est biolgicamente relacionado con ellos. Asi--l
mismo, un monje mantiene ciertas relaciones sociales ca- |
la verdad en torno de su herencia. El pato saluaje parte
ractersticas con sus compaeros tambin monjes y con la I
de una direccin opuesta: aqu se trata de un hombre que
gente que est fuera del monasterio, pero serla imposible
est viviendo una vida perfectamente placentera, la cual, I

dar algo ms que una explicacin superficial de esas rela- |

26 27
lciones sin tener en cuenta las ideas religiosas en torno de la diferencia que implica para la vida humana la posibi
las cuales gira la vida del monje.
f-?lqul lidad de dicho conocimiento.
se hace un poco ms evidente cmo choca la llnea
de enfoque que estoy proponiendo con concepciones so-
ciolgicas bastante comunes, que tambin se encuentran, B. Reglas: el anlisis de Wittgenstein
por lo general, en los estudios sociales. Eqlra gln conflic-
to, por eiemplo, con el criterio de E. Durkh-eiI Intentar ahora explicitar con ms detalle cmo el anli-
sis epistemolgi'^ .le la corn"rensin qle el hombre tiene
<Considero sumamente fructfera la idea de que la'vida de la realidad contribuye a aclarar la naturaleza de la
social no deberla explicarse a travs de las nociones de sociedad humana y'
los que participan en ella, sino mediante causas ms pro- me propongo considerar, en parte,
fundas que la conciencia no percibe, y tambin pienso que la luz rrojada sobre el problema epistemolgico por el
estas causas deben buscarse principalmente en la forma anlisis gue, en las. Philosophical Inuestigations,. hace
como se agrupan los individ.uos asociados. Parecera que Wittsenstein en torno del conceoto de sepuir una re,sla.
solo de este modo la historia puede convertirse en una o.
ciencia, y la sociologla misma, existin> fvase el anlisis Tomemos un caso prima facie obvio de dicho contacto, y
que hace Durkheim de los Essai; sur la conception mate- consideremos qu es lo que implica. Supongamos que de-
rialiste de f histoire, de A. Labriola, en Reaue Philosophi- seo saber en qu ao se escal por primeravez el Everest;
que, diciembre de 1897]. pienso para m: <<El monte Dverest se escal en 1953>. Lo
que aqu deseo preguntar es, qu significa decir que estoy
Tambien est en pugna con la concepcin de von Wiese <<pensando en el monte Everest>>? Cmo se relaciona mi
acerca de la tarea de la sociologa, que consistira en ofre- pensamiento con la cosa, o sea el monte Everest, acerca
cer una explicacin de la vida social <<haciendo caso omiso de la cual estoy pensando? Planteemos el problema de un
de los propsitos culturales de los individuos en sociedad, modo un poco ms sutil an. Para eliminar complicacio-
a fin de estudiar las influencias que ejercen entre sl como nes en torno de la funcin de las imgenes mentales en
resultado de la vida en comunidad>> fvase 2, pg. 8]. dichas situaciones, supondr que expreso mi pensamiento
Por supuesto, en este caso la pregunta crucial es lraslgrgu explcitamente, en palabras. Entonces, la pregunta apro-
punto se nuede 4^r alEn sentido a la idea de Durkheim piada es: ras
<<monte Everesb> posibilife decir que. con ellas. .rignifico
las una determinada cumbre de los Himalava? Introduie el
hablar t aer la conixin
entre la pregunta acerca de la naturaleza del <<contacto>>
que la mente tiene con la readad y la pregunta acerca
ismos. Tratar de abordar expllcitamente es- de la naturaleza del significado. Eleg, como ejemplo de
tas preguntas centrales en una etapa posterior de mi ar- una palabra que se usa para significar algo, un caso en el
gumentacin. Por el momento, solo quiero sealar que que la palabra en cuestin es empleada para referirse a
posiciones como estas entran, de hecho, en conflicto @n algo, no porque asigne una prioridad lgica o metaflsica
la filosofa, considerada como un estudio de la naturaleta, especial a este tipo de significado, sino nicamente porque,
del conocimiento que el hombre tiene de la realidad y de en este caso, la conexin entre la pregunta acerc d'h

28 29
nrturaleza del significado y que alude a la relacin entre nicin ostensiva consisti simplemente en un gesto y un
Ircruamiento y realidad es' particularmente notable. sonido proferido cuando estbamos volando so6re los tti-
Se puede dar una primera respuesta natural diciendo que malaya._Pero, dy si suronemos que con ese gesto mi maes-
Kty c paz de significar lo que significo mediante las pa- tro me haba estado definiendo la palabra <montaa> en
labras (monte Everesb>, debido a que las mismas me han vez de- <Everesb>, como p_odrla haber sido el caso si, por
sido definidas. Hay una variedad de modos en los que esto ejemplo, yo hubiera estado aprendiendo ingls? Tambin
puede haberse hecho: me pueden haber mostrado el mon- aqu mi-.aprehensin del significado correcto de la palabra
te Everest en un mapa, me pueden haber dicho que es Ia <<montaa>> se harla patente cuando continuara ,rindola
montaa ms alta del mundo, o pude haber volado sobre del mismo modo al formulado en la definicin. pero, sin
los Himalaya en un aeroplano desde el cual me sealaran duda, el uso correcto de la palabra <<montao> no s el
el Everest. A fin de eliminar ulteriores complicaciones, mismo que el uso correcto de la palabra <<Everesb>. De
hagamos la ltima suposicin, o sea, para usar la termi- modo que, aparentemente, ia pahbra <<mismo>> nos pre-
nologa tcnica de la lgica, concentrmonos en el caso senta otro ejemplo de ambigedad sistemtic,a: ,ro ,"be-
de la definicin ostensiua. mos si dos cosas han de considerarse las mismas o no a
Entonces, la posicin es esta. Me han sealado el Everest. menos queJe nos exponga el contexlo cn_cl cual suree
me han i"tt que su nombre es <<Everesb>, y en virt,rd di que nos pueda tentar la idea de
esas acciones ocurridas en el pasado soy capaz ahora de ng-
nificar mediante las palabras <<monte Everesb> aquella absoluto para las palabras <<lo mismo>.
cumbre de los Himalan. Hasta aqu todo va bien. Pero
ahora tenemos que hacer una pregunta ms: <<Pero no es lo mismo al menos To mismo?
in entre esos actos ocurridos en el Parece que tenemos un paradigm infalible de identidad
en la identidad de una cosa consigo misma. Siento deseos
de decir:
-"4qg, sea como fuere, no puede haber ninguna
diversidad de interpretaciones. Si se st viendo ,rtru osa,
siguiente tambin se est viendo identidad".
{e. fa^expresin definida? Or implica
(<seguina
un4 definicin? Aqu, otra vez, existe uira raspuasra su- Entonces, d!on- dos cosas las rirismas cuando son lo que
perficialmente- obvia para esto: la definicin establece el una cosa es? Y cmo he de aplicar lo que uno cosa e
significado, y emplear una palabra en su significado co- muestra al caso de dos cosas?>> lg7,l, pg. 215].
rrecto es usarla del mismo modo que el establecido en la
definicin. Por supuesto, esa respuesta es, en cierto senti- Dije que la interpretacin particular que ha de atribuirse
do, perfectamente correcta e irrecusable; su nico defecto a las palabras <<lo mismo>> depende del contexto en el c'al
sylg-e el problema. Esto puede expresarse con mayor pre-
cisin. Splq en trmines_de una resla determinada odu-
un tido
mismo o es diferente al que rige el uso de la palabra
<<montaa>>, alguien que la emplee para referirse a[ raonte
no es una pregunta meramente ociosa, cur.lo puede Everest en una ocasin y al monte Blanco en otra la est
verse a partir de la siguiente consideracin. Hasta donde usando del mismo modo en los dos casos; pero no podrla
concierne a las apariencias externas inmediatas, la defi- decirse que el que se refiera al monte Blanio como-<Eve-

30 3I
r',
mismo modo que otro guna frmula nos ayudar a resolver este problema; siem-
rcs$ est usando esta palabra del Everest' De modo pre debemos llegar a un punto donde tenemos que dar una
que la emplea p"o-itittirse al monte palabra tenga un explicacin de la aplicacin de la frmula.
que la pregrnta: q'e i*pti:" q""-:1"
Cul es la diferencia entre alguien que est aplicando
lcnificado?,lleva a la preg'nta: @en realmente una regla en lo que hace, y alguien que no la
ga una regta? aplica? Aq,t, una de las dificultades es la posibilidad de
Empecemos por considerar
una vez ms la respuesta'obvia'
sigue una regla si siempre introducir cualquier serie de acciones que un hombre pue-
ffilffiJ;"il;;;;** mislma clase de situaciones' da desempear en la esfera de una u otra frmula, si esta-
acta del mismo #;;; mos preparados para hacerla suficientemente complicada.
halre ayarwar las cosas' dado
Pero, aunqu.
"o"t"iJittt; Sin embargo, el hecho de que las acciones de un hombre
puedan interpretarse como la aplicacin de una frmula
irffi:Tiff T:*'*",tr"il:x$ru:*"ili:tll'?
de f" p"f"t";regl"'iy el uso
de la palabra determinada no es, en s, ninguna garanta de que est en
nido. <El uso estm el uso de "pro- realidad aplicando esa frmula. Cul es la diferencia
."JriJ"t ("oioor
"mismo" estm entre esos casos?
d;T;" Ilo.'il;e;:;;') " !r z, I :3i3tt"T T*:
Imaginemos que un individuo que llamaremos {-
;;;h;del Problema es el siguiente; o i d'!n cirlns- est escribieno en un pizarrn-allas siguientes cifras: 1 3
H'J;"";;;iil'i "*iJ-o"? .qu9 una 5 7. Ahora, A le pregunta a su amigo, B, cmo ha de con-
tancias tiene sentiJt"it qt
alguien est siguiendo
tinuar la serie. En esta situacin, casi todos, excepto al-
regla en lo que hace? guien que tenga razones especiales para sospechar algo,
<<Everest>> me ha sido definida
Supongamo, qt" t"*pulabra responderlan: 9 11 13 15. Supongamos que u{ se rehsa
Podra pensarse que es-
ostensivamente trace un momento' a aceptar esto como una continuacin de su serie, diciendo
de considerarse como
iA;;J" a ptt""ipio tg que ha el futuro' elaborando que la misma sigue asl: l3 5 7 l3 5 7 9 11 13 15 9 11
el uso correcto ;;;;"labra en 13 15. Luego le pide a .B que contine a partir de all.
una decisin .r""t"_<<usar esta palabrl solo
En este punto, B puede optar entre diversas alternativas.
para refirirne a;:;;"*"""'Yl Pot supuesto' en el con-
"o*Ji.""i
Supongamos que elige una y que z{ se niega nuevamente
a aceptarla, reemplazndola por otra continuacin que l
i*i.stirn*:"u'*tt*::ru#H'J:;*'H:
la-instituci establecida del lenguae
que ha inventado. Y supongamos que esto sigue as por cierto
;;;;; no 1roi1-Yry1" *" tiempo. Sin duda, va a llegar un momento en que 8, con
todos hablamos y-t"*p*ndemos.' no nos esta per- toda justificacin, dir que A no est siguiendo en abso-
;;; t" dilicultad filosEfica' obviamente'
posibilidad esta- luto una rcgla matemtica, aun cuando todas las continua-
mitido pr.r,rpot* aquello-.cuya misma
explicar. 19 q"t se ciones que haya hecho hasta alll podran caer en la esfera
;;-i"t;J""o. Es'tan difcil *i -q:rlere
decisini>' como ofre- de alguna frmula. Por cierto, z{ estaba siguiendo una
decir por <<actua-r dt gott
;;;;;;pri"u"io" lo qe fue' en primer lugl' <<atuar
t"""t'do regla, pero esta. era: dar siempre una continuacin dife-
rente a la sugerida por B en cada etapa. Y aunque esto
dtfinicin ostensiva>>' Por ms que
en-
de acuerdo que est aqul' ante es una egla perfectamente buena en su clase, no perte-
"o,''1"
fatice el sealamiento de esta montaa
d pferir las palabras nece a la aritmtica.
ml, y por ms nfasis que -pongl ti:tt q*^"^!::lt'u Ahora bien, la reaccin eventual de B, y el hecho de que
u.J.i ii"nt"n"u,-*i ecisiOn tdava tt' p1:11u1:: f_uera totalmente justificada especial si se haban uni-
;;i il;", v i qt" est aqu.en cuestin
i"tt" apliiacin' En consecuencla' nln- do al juego otros individuos-ny si z{ siemple se haba ne-
;; ;;"hpt.u-

33
32
ffi'",
rdo receptar como correctas las continuaciones pro- <Imaginemos_ que alguien usa una llnea como regla, del
puatrr-, todo esto sugiere un rasgo muy importante del siguiente modo: toma un comps y transporta uni de zus
oncepto de seguir una regla. Sugiere que se h3n 9e teger puntas a lo largo de la lnea que es la <reglo>, mientras Ia
de la conducta otra traza la llnea qle siggg la regla. y a meia que avan_
za alo largo de la llneatirectr, va modificand r"
-co{pSr aparentemente con gran precisin,"i.-
reacciones de otros m- tura del mi-
ante lo que l hace. Dicho de manera ms espe- rando todo el tiempo a la regla como li est determnara
c n h que tiene sentido suPoner lo qye !""J. Y al- contemplrlo no oUr.*"-o, ;i;g"n"
que alguien ms puede, en principio, descubrir la regla regularidad en este
Sbrir y cerrar del comps. No podlmos
que estoy siguiendo, es posible decir inteligiblemente que aprender, a partir de ello, su modo de seguir la llnea. Tal
tr
estoy, de algn modo, siguiendo una regla. "# vez,-lo-que en realidadtendramos que dcir aqul es: <El
Consideremos esto con ms minuciosidad. Es importante rn original parece intimarle cul es el iamino rgt ir. p.to
recordar que cuando .{ escribi: 1 3 5 i, B'-represen- r'f
esto no es una regla>> 137,I, pg. 2311, "
tando a alguien que ha aprendido aritmtica elemental-
continu la serie escribiendo: 9 11 13 15, etc., como algo no es una
natural, El hecho mismo de que yo haya podido escribir de la nocin de cotneter
<<etc.> a continuacin de esas cifras, y de que pueda con- up ego+si existe la posibilida@
fiar en ser considerado de un modo ms quc de otro por siguiendo una-regla, esto significa, que se puede
ir.g.rrrt",
casi todos mis lectores, es en sl una demostracin de lo si est haciendo las cosas correctamente o no. De ot ma-
mismo. <Tendr la impresin de que la regla produce to- nera, no hay nada establecido en su conducta que permita
das sus consecuencias por adelantdo solo si las deduzco asir la nocin de regla; no tiene entonces sentiilo 'escir
como algo natural. lsl como es algo natural para ml lla- su conducta de ese modo, dado que todo lo que hace es
mar."azul" a este colon> 137,1, pg. 238]. Debe entenderse tan bueno como cualquier otra cosa q,re prred" hacer; y
que estas observaciones no se limitan al caso de las frmulas esto porque lo central del concepto de rgla es que nos
matemticas, sino que se aplican a todos los casos en los capacita para eualuar lo que se ejt hacieno.
gue se sigue una regla. Por ejemplo, se aplican al uso de Consideremos ahora qu est involucrado en el cometido
palabras como <<Everest>> y <<montaa>>: con cierto tipo de un error (lo cual implica considerar qu est involu-
de instruccin, todos continan usando estas palabras co-
mo algo natural, como lo hara cualquier otra persona.
Esto es lo que nos permite atribuir un sentido a la expre-
sin <lo mismo>> en un contexto dado. Es sumamente im- cometo un efTor r una pa-
I
portante advertir aqul que el hecho de continuar de un lab-ra, otras personas deben tener la posibilid e searr-
modo y no de otro, considerndolo algo natural, no tiene melo. Si no es as, puedo hacer lo que me guste y no existe
por qu ser una peculiaridad de la persona cuya conducta ningrn control externo sobre Io que h"g"; o sa, no hay
pretende constituir un caso de observancia de reglas. Su nada establecido. El hecho de establecr una nonna no
conducta pertenece a esa categora solo si existe la posibi- { el actividad que se pueda adscribir a cualquier indi-
lidad de que algn otro comprenda lo que est haciendo -una
viduo completamente aislado de otros, ya que slo el con-
colocndose a sl mismo hipotticamente en la situacin tacto con estos ltimos posibilita el control de las propias
de cumplirlas. acciones, control inseparable de una pauta establecida.

34 35
E neceario hacer aqu una salvedad para prevenir un humana y eue, sin embargo, idee un lenguaje para su
porible malentendido. En una sociedad humana, tal como propio uso. Agrega que tambin podemos imaginar la in-
la conocemos, con su lenguaje e instituciones establecidos, troduccin de un observador (B) que, puesto frente a aquel,
cxlrte, por supuesto, la posibilidad de que un individuo se
adhiera a una regla priaada de conducta. Pero aquello en <observe una correlacin entre el uso de sus palabras y
lo que insiste Wittgenstein es, primero, que debe ser posi- oraciones, por un lado, y las acciones y el ambiente del
ble en principio que otras personas comprendan esa regla que habla, por el otro (. . . ) As, el observador B es capaz
y juzguen cundo se la sigue correctamente, y segundo, de formular hiptesis acerca de los significados (el uso
que no tiene sentido suponer que haya alguien capaz de regular) de las palabras que componen el lenguajq de su
establecer una nonna de conducta puramente personal, sd sujeto. A su tiempo, podrla llegar a hablarlo, y entonces
nunca tuvo alguna experiencia de la sociedad humana con la prctica de cada uno servira como control de la prc-
sus reglas socialmente establecidas. En esta parte de la tica del otro. Pero, dirlamos que las palabras del lengua-
filosofa, abordamos el concepto general de seguir una re- je no tenan ningun significado, carecan de uso, antes de
gla; siendo esto asl, al explicar lo que impca ese concepto que se lograra ese afortunado resultado de que el
no podemos dar por sentada una situacin en la que este -antes
uso del lenguaje se convirtiera en una "forma devida" com-
ya se ha presupuesto. partida-?>> 132, pg. 851.

A Strawson le parece totalmente absurdo decir tal cosa.


9. Algunos equaocos con respecto a Wittgenstein Su posicin es persuasiva porque, aparentemente, consi-
gui describir en forma coherente una situacin que, segn
La necesidad de que las reglas tengan un tnarco social es los principios de Wittgenstein, tenla que ser indescriptible
particularmente importante con respecto al problema fi- por el hecho de resultar inconcebible. Pero esto es solo
losfico relativo a la n4turalez,a de las sensaciones. Esto aparente; en realidad, Strawson hizo una completa peti-
implica que el lenguaje que utilizamos para hablar de cin de principio. Su descripcin est viciada desde el co-
nuestras sensaciones debe estar regido por criterios que mienzo, y no puede contribuir al problema que se analiza,
resulten pblicamente accesibles; no es posible que esos por contener trminos cuya aplicabilidad es precisamente
criterios tengan su fundamento en un individuo determi- lo que se cuestiona: trminos como <<lenguaje>>, ((s)),
nado, como supusieron muchos filsofos. El anlisis que <palabras>>, <oraciones>, <significado>> todos sin el be-
hace Wittgenstein en las Philosophical Inuestigations se -y
neficio de las comillas-. Decir que el observador B puede
refiere muy especialmente a este problema. Pero, como <<formular hiptesis acerca de los significados (el uso re-
P. F. Strawson seala, sus argumentos se aplican igual- gular) de las palabras que componen el lenguaje de su
mente a la idea de cualquier lenguaje que no se base, hasta sujeto>> esalgo que carece de sentido, a menos que se pue-
cierto punto, en una vida comn donde participen muchos da hablar de lo que este sujeto est haciendo en trminos
individuos. Strawson considera este hecho como una obje- de los conceptos de significado, lenguaje, uso, etc. Del
cin a la posicin de Wittgenstein; sostiene que el mismo hecho de que podamos observarlo mientras ejecuta ciertos
rechaza como inconcebible algo que, en realidad, podemos movimientos y profiere ciertos sonidos los cuales sera
concebir perfectamente bien. Declara que podemos ima- absolutamente legtimo describir en esos-a trminos si fue-
ginar, como una posibilidad lgica, a un morador de una ran.realizados por algn otro individuo en un contexto dis-
isla desierta que nunca haya sido educado en una sociedad lt1
tinto, el de una sociedad humana-, de ese hecho, repito,
ji

36 37
no rc puede inferir de ninguna manera que sea posible tades referentes al sentido que hemos de atribuir a la no-
decribir legtimamente rr actividades de esa form. Y el cin de igualdad surgen en forma particularmente aguda
hecho de que .B correlacione las prcticas de su sujeto con gracias a-la frase <tan diferente para l que (. . . ) le hu-
lar suyas propias no ratifica lo sostenido por Strawson, ya biera dado un nombre distinto>: sin duda, una <<diferin-
que toda la sustancia del argumento de Wittgenstein resi-
cia suficiente> no es algo que se nos da en forma absoluta
de en que no sog-gsaq p_r4.qticase_r_l_ffi en el_objeto que s est observando, sino que solo adquiere
tifican la apliqein de categoras como lenguaje 1, siggi- s-entido a partir de la regla particular que se est siguien-
ficado, sino eI iitnxto socal donde se llevan a cabo tles do. Pero, para el argumento de Ayer ei esencial qu esto
prcticas. Ntl-dice Strawson para refutar esoJ argum-
tenga un sentido independiente de toda regla particular,
tos. N. Malcolm puso esto claramente de manifiesto. En el
pues lo que l intenta es usarlo como fundamenio sobre el
caso de Strawson, segn 1, <<quien usa el lenguaje> puede
cal elaborar la posibilidad de una regla independiente
articular un sonido cada vez que aparece una vaca j pero de todo contexto social.
lo que necesitamos averiguar es qu hace de ese sonido una Asimismo, Ayer sostiene que <<alguien tuvo que ser el pri-
palabra y qu hace de l la palabra para una aaca. Jn
mer ser- humano que usara un slmbolo>. Con esto, lo qge
loro podra realiz,ar los mismos movimientos y, sin em- qui9ry dar a entender es que resulta evidente que las reglas
bargo, no dirlamos que est hablando (con comprensin). socialmente establecidas no podlan estar preiupuestal en
<<Es como si Strawson pensara: no hay ningn problema
este por supuesto, si las cosas fueran ail, las reglas
en esto; es precisamente el hombre quien hace que la se- -uso, _y,
establecidas no pueden ser un prerrequisito lgicamte
al se refiera a una sensacin> (o, en este caso, hace que necesario del uso de smbolos en general. El argumento es
el sonido se refiera a una vaca). [16, pg.554.] Pero eito atractivo, pero falaz. Del hecho de que debe hberse pro-
da lugar de inmediato a todas las dificultades -analizadas ducido una transicin desde un estado de cosas dond no
en el punto B de este captulo; lo que se cuestiona es, jus- exista lenguaje a otro donde s existla, no se desprende
tamente, la naturaleza de la conexin entre una definicin d9 ninquna manera la necesidad de que haya existido al-
inicial y el uso subsiguiente de un sonido. gn individug gu9 fuera el primero n usar el lenguaje.
4: J. Ayer objeta en forma muy semejante la posicin de Esto es tan absurdo como suponer que alguien debe iabir
Wittgenstein. Al igual que Strawson, es propnso a des- sido el primer individuo que tom parte n una contienda
cribir las actividades de su hipottico Crusoe <<no sociali- de tiro de cuerda; en readad, eJ aun ms absurdo. La
zado> en trminos cuyo sentido deriva de un contexto so- suposicin de que el lenguaje fue inuentad,o por algrin
cial. Consideremos, por ejemplo, el siguiente pasaje: individuo es totalmente disparatada, como bien lo mes-
tra R. Rhees en su, rplica a Ayer [28, pgs. 85-87]. po-
<El fes decir, "Crusoe"] puede pensar que un pjaro al demos_imaginq prcticas que han emergidJen form gra-
que ve volando es del mismo tipo que uno al que denomin dual de los primeros grupos de hombreg sin considerlas
previamente de cierta manera, cuando en realidad se trata como la invencin del lenguaje, y solo cuando esas prcti-
_d. * tipo muy diferente, tan diferente para l que, de cas han alcanz,ado cierto grado de complejidad iera
haberlo observado ms de cerca, le hubiera dado u nom- un rror preguntar qu grado, precisamente- se puede
bre distinto>. [4] decir que ese pueblo tiene un lenguaje. Todo.rt. probLrnu
entraa una aplicacin de algo semejante al principio
Por supuesto, esto presupone que tiene sentido hablar de hegeliano de que un cambio enla cantiad ileva u ,rrru'di-
<<dar un nombre> en dicho contexto; y todas las dificul- ferencia en la calidad, lo cual analizaremos ms adelante.

38 g9
r-
Hay un contra-argumento a la posicin de Wittgenstein, identificacin sin ms control, nunca se identificarTa nada
al cual Ayer parece atribuir importancia pecuar, pues lo en absoluto. Y entonces no sera posible ningn uso des-
uta no solo en el artlculo al que me he referido sino tam- criptivo del lenguaje>> [3, cap. 2, seccin V]. Tambin
bin en un libro publicado ms tarde, El problema del Strawson parece pensar que Wittgenstein est expuesto a
conocimienfo. Uno de los argumentos ms importantes de una objecin de este tipo, Pues pregunta mordazmente,
Wittgenstein se expresa de esta manera: con respecto a los argumentos de este autor: <<En reali-
dad, eltamos recordando siempre mal el uso de palabras
<Imaginemos una tabla (algo as como un diccionario) que
iimpls de nuestro lenguaje comn, y corrigirrdo-nos
muy'atencin
solo exista en nuestra imaginacin. Un diccionario puede en al uso que de ellas hagan los otros?>> [32,
usarse para justificar la traduccin de una palabra X a
pg. 851.
una palabra Y. Pero si a esa tabla se la puede consultar Peio esta objecin implica un concepto errneo; Wittgen-
solo en la imaginacin, tambin habremos de hablar de stein no dici que todo acto de identificacin necesite, de
justificacin? s; entonces es una justificacin hecho, un control adicional, en el sentido de qqe nunca
-tt$uss,
subjetiva"-. Pero la justificacin consiste en recurrir a podamos quedar satisfechos con nuestros juicios. Eso lleva
algo independiente. "No obstante, es indudable que yo e muttera tan obvia a un infinito proceso de regresin que
pedo recurrir de una memoria a otra. Por ejemplo, no s es difcil imaginar que alguien lo mantenga sin que desee
si record correctamente la hora de partida de un tren, y crear un sistema de escepticismo pirroniano total, lo cual
para controlarla pienso cmo se presenta una pgina del est realmente muy lejos de la intencin de Wittgensteirr.
horario de trenes. Acaso no se trata de lo mismof"- \fe, De hecho, Wittgenstein mismo insiste en que <<las justifica-
porque este proceso se ha realizado para producir una ciones, en algn momento' tienen que llegar a un firu>; y
memoria que es realmente exacta. Si la imagen mental del esto es ,rna piedra fundamental de muchas de sus doctri-
horario de trenes no pudiera someterse a prueba respecto nas ms carctersticas: por ejemplo, la forma de abordar
' el modo <<naturab) en que, por lo comn, se siguen las re-
de su exactitud, cmo podra confirmar la exactitud de
la primera memoria? (Como si alguien fuera a comprar glas. Ayer y Strawson comprendieron mal la insistencia
varias copias del peridico matutino para asegurarse de e Wittgenstein acerca de que debe ser posible que el jui-
que lo que deca era cierto. ) cio de un individuo singular sea controlado mediante cri-
Consultar una tabla en la imaginacin es solo consultar terios independientes (criterios que sean establecidos con
una tabla, del mismo modo que la imagen del resultado independencia de la voluntad de ese individuo); tal con-
de un experimento imaginado es el rezultado de un expe- trol ha de hacerse realmente solo en circunstancias espe-
rimento> 137, l, pg. 2651. ciales. Pero el hecho de que sea posible hacerlo, si fuera
necesario, implica una diferencia con respecto a lo que
El contra-argumento de Ayer es que cualquier uso del pueda decirse acerca de aquellos casos en los que no es
lenguaje, no importa cun pblicamente establecido est, necesario hacerlo. LJn uso aislado del lenguaje no est
est expuesto a la misma dificultad. Y esto es asl porque, solo; nicamente es inteligible dentro del contexto general
segn 1, aunque el uso que haga alguien de una palabra en el cual se emplea el lenguaje, y una parte importante
en una ocasin particular est ratificado por otros que de ese contexto es el procedimiento de correccin de erro-
tambin usen ese lenguaje, ese alguien, no obstante, tiene res, en el caso de que ocurran, y de control, ante la sos-
que identificar lo que ellos dicen. <<Sin duda, siempre pue- pecha de un error.
den producirse errores; pero si nunca se acept alguna

40 4I
2. La natunleza de la conducta
t cin de la clase peculiar de acuerdo inteipersonal que esto
significativa il involucra, constituye una contribucin a tal elucidacin
* epistemolgica.
Este resultado tiene importantes consecuencias para nues-
tra concepcin de los estudios sociales; en particular, res-
I pecto de la parte terica de la sociologa general y los
fundamentos de la psicologa social. Como se sabe, siem-
l. Filosofa y socologa .d
Y pre hubo algunas disensiones acerca-del papl queliIiia
dgpper la sqc-iologjg ai,s.d-u los otros espdigs socia-
En el punto 7 del captulo anterior intent indicar, de un
les. Algunos pensaban que la sociologa deberla ser la cieh-
modo general, cmo puede esperarse que la filosofa ----con- $ 'i"social par
siderada a la manera de un estudio de la nafiraGZ tle ,t excellencv, sintetwando los resultados de es-
'Iacompr.errsieri-qsijlhptrie-Lisd-ells$i.elffi-;Cln-- d tudios sociales especiales --omo las teorlas econmica y
i la .naturale?a. ds las- .in!9-trela"-cJqnEs. .hum,anas e.l- $gqie-
$
t poltica- en una teora unificada de la sociedad en ge-
dad. .El anlisis de Wittgenstein, hecho en los puntos I r{ neral. Otros, en cambio, simplemente deseaban considerar
'y 9, confirm esa presuncin, pues demostr que la elu- que la sociologa era una ciencia social que se encontraba
cidacin filosfica de la inteligencia humana, y las nocio-
;l
en el mismo nivel que todas las otras, limitada a un tema
nes que se asocian a ella, exige que las mismas sean ubi-
;Xl
.,f especfico de su prpiedad. Sin embargo, cualquiera que
:,,i1
sea el criterio adoptado, al fil-apenas Sia rosibTe-vitr
cadas en el contexto de las interrelaciones de los hombres
en sociedad. En la medida en que durante los ltimos aos l-a inclusin, en la sociologa, de un anlisis acerca de la
se ha producido una autntica revolucin en la filosofa, nafil.:aleza de los fenmenos sociales en general, y es fbr-
esa revolucin tal vez resida en el nfasis puesto en ese zoso que esto ocupe un lugar especial entre las diversas
hecho y en la profunda elaboracin de sus consecuencias, disciplihas dedicadas al estudio de la sociedad. Porque
que encontramos en la obra de Wittgenstein. <<Lo gg--e*-ha todas estas disciplinas abordan de un modo u otro los fe-
que- est. dado, es --podra. "decirse* Ja nmenos sociales y exigen, por lo tanto, una clara com-
-dp- ac-ep!?.Ilg, .19.- prensin de lo que impca el concepto de fenmeno so-
_eis-tEne"ie
.
de- fp_rm_as de dal>--Lg7-,.-ll -xl, p4s. Z Z0el .
Dije anteriormente que la relacin entre la epiilemologa cial. Adems,
y las ramas perifricas de la filosofa consiste en que__la
primera se ocupa de las condiciones generales que posibi- <<todos los temas de investigacin que se atribuyen a Ia
litan hablar de comprensin, y las segundas de las formas sociologa contactos raciales, estratificacin
-urbanismo,
social, o las relaciones entre condiciones sociales y cons-
peculiares que adopta la comprensin en clases particula-
res de contexto. La observacin de Wittgenstein sugiere trucciones mentales (Wissenssoziologie)- son en realidad
una posibilidad de expresar esto de otra manera: en tanto difciles de aislar, y tienen el carcter de fenmenos tota-
las filosofas de la ciencia, del arte, de la historia, etc., /s vinculados a la sociedad como un todo y a la natura-
tendran la tarca de elucidar las naturalezas peculiares leza de la sociedad> [2, pg. 119].
de esas formas de vida llamadas <<ciencia>, <<arte>>, etc., la
epistemologa intentara elucidar lo que implica la nocin Pero se ha demostrado que el propsito de la. epistemo-
de una forma de vida como tal. El anlisis de Wittgenstein loga es, precisamente, comprender la naturaleza. de los
con respecto al concepto de seguir una regla y su explica- fenmenos sociales en general, es decir, elucidar el con-
cepto de una <<forma de vida>. Es cierto que los puntos

42 43
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de partida del epistemlogo son bastante diferentes de los El tratamiento usual que los bros de texto sobre psicologla
del rccilogo, pero si los argumentos de Wittgenstein son social dan al lenguaje muestra las faltas de adecuacin a
buenos, tal es lo que tarde o temprano este deber{ abordar. fas que esto puede llevar. El-Wbl,efng.de determinar-.gu
Ello significa que las relaciones entre sociologla y episte- e-s_ el lenguaje tiene, evidEntemente, importancia vitalp,ara

mologfa deben ser diferentes y mucho ms estrechs de la sogiologia, por cuanto a travs de l nos enfrentameq a
lo que suele pensarse. Creo que el criterio aceptado es, l pregunta global acerca del modo caracterstico que-,te-
ms o menos, el siguiente. En uno u otro momento, toda nen los seres humanos de interactuar en sociedad. Sin em-
disciplina intelectual puede tropezar con dificultades filo- rgo;por lo comn se dejan intacas il piegunias impor-
sficas que a menudo pregonan-una revolucin en las teo- tantes. Encontramos ejemplos de cmo algunos conceptos
rfas fundamentales e interponen obstculos temporarios en anlogos pueden diferir segn los lenguajes de distintas so-
el camino del progreso de la investigacin cientlfica. Un ciedades, junto, tal vez, a alguna indicacin acerca de las
formas en que estas discrepancias corresponden a diferen-
,9j9mplo estara dado por las dificultades que enfrent
Einstein al desarrollar la concepcin de la simultaneidad, cias en .los principales intereses caracterlsticos de la vida
y que presagiaron la formulacin de la revolucionaria teo- practicada en esas sociedades. Todo esto puede resultar in-
ra especial de la relatividad. Esas dificultades mostraban teresante e incluso esclarecedor si se suma, a manera de
muchas de las caractersticas rq!{g _4soca'a IoS pro6le- ilustracin, al anlisis de lo que implica para la gente po-
mas filosficos, y. diferan ttot"bi*ente de los.p_ro_lm_"t seer un lenguaje. Pero apenas si esto se encuentra alguna
tericos tcnicos que se resuelven e.-4*-el poc.so ttr*"i,e vez. En su lugar, la nocin de poseer un lenguaje y las no-
4vance de la investigacin cientfia. Ahbra bien, a menu- ciones que la acompaan inteligibilidad y
do se supone que las disciplinas recin desarrolladas, ca- otras- se dan por -significado,
supuestas. Se tiene la impresin de
rentes de una teora slidamente establecida sobre la que primero est el lenguaje (con palabras que tienen un
cual elaborar ulteriores investigaciones, estn particular- significado y enunciados capaces de ser verdaderos o fal-
mente dispuestas a abordar los arduos problemas filos- sos), y que luego, dado esto, se lo introduce en las re-
ficos,.pero que esta es una etapa temporaria que debe laciones humanas y se lo modifica segn" las particulares
-ms relacrones humanas de las cuales haya llegado a formar
experimentarse y luego abandonarse lo pronto posi-
ble. Sin embargo, segn mi criterio, sera eirneo ecir parte. Lo que se pasa por alto es que esas mismas catego-
ras de significado, etc., dependen lgicamenta, respecto
1{ coa con respecto a la sociologa, ya que los problemas ':l
de su sentido, de la interaccin social de los hombres. A
filosficos que all surgen no son tediosos-cuerpo-s extraos ,f
ft veces, los psiclogos sociales prestan una fingida atencin
a los que es necesario eliminar a fin de que ia sociologa
pueda progresar siguiendo sus propias lnes cientlficas in- a este problema. Se nos dice, por ejemplo, que <<los con-
dependientes. Por el contrario, el prblema central de esta ceptos son productos de la interaccin de muchas personas
disciplina ---o sea, proporcionar tna explicacin de la na- que llevan adelante la importante tarea de vivir juntas en
turaleza de los fenmenos sociales-- perienece en sl mismo grupos>> [30, pg. 456]. lero los autores no trascienden-la
a la-filosofa, y de hecho, si no se aclra el punto con sumo observacin dgl modo en que-los conceptos parttcg.Jqros
cuidado, esta parte de la sociologa se coirvierte en epis- pueden rflej1 ,vida peciir de la *"i.a do{de qe
temologa bastarda; Digo <<bastaida>> porque srrs pro6le- I los utiliza. Nunca se analiza cmo la existencia mism de
mas fueron considerablemente mal interpretados y, por lo .i ios cnpioJ pen;de la vid.flCs'ipg. Y -"si"
I
tarto, mal manejados, como una especie de problem cien- que no comprenden la importancia de est problema cuan-
tlfico. do hablan de conceptos <que concretan generalizaciones>,

44 45
rq
T I
\' ) .., ,.
ya. que es imposibleexplicar qu son los conceptos en tr_ I ui12. Este es rn caso paradigmtico de alguien que rea-
minos de la nocin de una feneralizacin. Ls personas liza una accin por una raz6n, pero no implica negar que,
no hacen primero generalizaciones y luego las incuyen en en algunos casos, aun cuando N llevase a cabo ese proceso
conceptos: solo en virtud de que poseen conceptos pueden explcito de razonamiento, -no.sea posible discutir stJa-ra-
hacer, de alguna manera, esas generalizacionls. ' zn que .ha 4ado _es realmente I lerrlaslera .raz.6n de su
conducta- Pe-r, muy a menudo, no hay por qu dudar, y
si no fuera as la idea de una razn parauna accin corre'
2. Conducta significatiua ra el riesgo de perder completamente su sentido. (Este
punto adquirir mayor importancia cuando, ms adelan-
-P*gr.-raagner.,obviau-.,r, a n do. *\{ittgenstein nrplrca er gu te, analice la obra de Pareto.)
ggntl.F-t-e q-e$jr "*una eeliaJo*hace principalnente io ta El caso_que tom como p4"radigpa no es el nico.qus-se
infencin {g.e[uci{q la naturaleza del lnguaje. Lo que incluy en el concepto- de Weber, pero expone con cl4ri-
ahora quiero moslrar es cino esa explicaciir f,"ed. dad un rasgo que creo posee importancia ms general. Srr-
"Ai-
ra,qtrasfguqas*dg_ jsleJa.qc*ra".hun-ana"dijs-el*ie"- pongamos que un observador, O, propofciona la anterior
"gg4ie. Es lgico que las formas de activida i""iiiOn expligagifu;esp"egto .del voto..de ,lf en favor del.laborisnro;
sean aquellas a las que resulte posible aplicar categoras en consecuencia, es necesario advertir que la validez de la
anlogas; o sea, de las que poamos dcir con stido explicacin de O reside en el hecho de que los conceptos
que poseen vn significado, vn carcter simblico., En tr- que aparecen en la misma deben ser comprendidos no solo
minos de Max Weber, nos interesa la conducta humana por O y sus oyentes, sino tambin por eI propio N. Este
<<!empre que el sujeto o Ios sujetos enlacen a ella urr sen- debe tener alguna idea de lo que signica <<mantener la
tldo (Sinn) subjetivo> [33, cap. I]. euisiera ahora consi- paZTndustriab> y de la conexin que existe entre esto.y
$.e_ryr
qu implica esta idea de conduita significativa. la lase de gobierno que espera llegue al poder si el labo-
Weber dice- que el <<sentido>> del cual habla es algo <<men- rismo resulta electo. (Es innecesario; para mis propsitosli
tado subjetivamente>, y agrega que la nocin de -conducta plantear la pregunta relativa al carcter verdadero o fttlso
significativa est lntimamente ligada a nociones del tipo de las creencias de N en un caso particular.)
de-mot-tao-y razn. <<Llamamos "motivo,' a una configu- No todos los casos de conducta significativa son tan claros
cin significativa de circunstancias que para el sujto u como este. Veamos algunos ejemplos intermedios. Antes de
observador aparece como una "razn;, (Grund) significa- emitir su voto, N pudo no haberse formulado ninguna,ra-
tiva de la conducta en cuestiw> (ibid.j. zn para votar como lo hace..Pero esto no'urcluye ne'ce-
Consideremos algunos ejemplos de acciones que se desem- i sariamente la posibilidad de decir que tiene una raz'n
pe.en por una razn.-P.gt qjg{trplo, se dice qe urra $ para votar por el laborismo y de especificar esa razn. Y
dp-qer-
minada persona, N, vot "tiav.or ei.taUiris*n_I, en este caso; as como en el paradigma, la acCptabilidad
fr
.-ftimas elecciones generales, porque Fensaba qu-e un go- de tal explicacin depende de la comprensin que tenga
"bierno laborista serla el ms clpaitao para *ni."ila N de los conceptos contenidos en ella. Si N no comprende
paa irdustrial. Qu tipo de eiicciri es esta?'El-& el concepto d paz industrial, no tiene sentido decir Que
ms claro es aquel en el
-que N, "tgS .{e votar, analiz los su razn para hacer algo es un deseo de ver fomentada la
pl9r. y los contras de decidirse poi i iborisino
r[@--e
plcitamente a esta conclusinl <<Votar po, el-i-abriSqo
paz industrial.
Un tipo de ejemplo aun ms alejado de mi paradigma es
porque este es el mejor modo de mantenir la pz*indlg el que Freud analiza en Psicopatologa d.e Ia aida cotidia-

46 47
rI
na. N olvida enviar una carta e insiste, aun despus de para que se la pueda aceptar como la explicacin <<co-
reflexionar, que <<solo fue un descuido>> y que no rsponde rrectD>.
a ninguna razn. Un observador freudiano insistiia en La.cat-ego_1i4*de*senducta-ssise.ti"-1 jbelg4!tq!n__!as
que N <<debe haber tenido una razn>> aunqug no la advir-
3ccio-ger3e lal g,rgl.-q-gtsuigtp-o tiang ninguna <razn>>
tiera, y ta| vez sugerira que, inconscientemente, N asoci
.

o <motivo>., 94, cu4[gujp.g .Cg, lq! ;.g+Jidqs analizados hasta


el envo de la carta con algo doloroso que se relaciona con aqu. Bl e[ fi'imer piti-ae'Ecionom,"y sociedad, fre-
su vida y que desea reprimir. En trminos weberianos, ber opone la accin significativa a la accin <<puramente
Freud califica de <<orientadas significativamente> (sinnhafi reactiva>> (bloss reaktiu), y dice que la conducta por com-
orientiert) las acciones que careceran en absoluto de senti- pleto tradiconal .est en el lmite entre ambas categoras.
do para el observador casual. Weber parece referirse a ejem- Pero, como seala Talcott Parsons, Weber no es coherente
plos de este tipo cuando, al analiiar casos lmite, habla al expresar esto. A veces parece considerar la conducta
de acciones cuyo sentido resulta claro solo <(para el exper- tradicional simplemente como una especie de hbito, mien-
to>>. Esto significa que es necesario aproximarse cautelo- tras que en otros momentos la ve como <<un tipo de accin
samente a su caracterizacin de Sinn como algo <<mentado social, cuyo tradicionalismo consiste en la inmutabilidad
subjetivamente>>; con ms cautela, por ejemplo, que la de ciertos caracteres esenciales, su inmunidad ante la crl-
empleada por M, Ginsberg, quien prece supner que lo tica racional o de otro tipo> 124, cap. XVI]. Se cita como
que Weber est diciendo es que la comprensin del ioci- ejemplo la conducta econmica relacionada con un estn-
logo con respecto a la conducta de otras personas debe dar fijo de vida: la conducta a la que se da lugar cuando
apoyarse en una analoga con su propia experiencia in- un individuo no explota un aumento de las capacidades
trospectiva fvase 11, pgs. 153 y sigs.l. Este equvoco en productivas de su trabajo para elevar su estndar de vida,
torno de Weber es muy comn, tant entr. s.rs crticos sino que, en cambio, trabaja menos. Parsons destaca que,
como entre sus vulgarizadores, tema que ampliar un poco en este sentido, la tradicin tiene un carcter normatiuo,
ms en otro momento. Pero l4_insiSqe{lgia d Webe"r-e_la y no debe equipararse con el simpre hbito. Es decir, se
_imporlanciad-e_1.unroH-vii-ta.rubJ-ta"p"i"ierpr.- considera a la tradicin un estndar que rige las elecciones
!a1se de rn modp,gge.no- st.expuqsto a las objecionei de entre acciones alternativas. Como tal, se ubica claramente
Ginsberg, qi c*olidqramos qu e lg- quE*gUie_.1g'd_qgr1-gg_gue en la categora de sinnhaft.
i+:lgro--Las"..explicaciorres de tipo freudiano, n c"u"i-,_t Sgpq-tlgenglsg-e--{vata-alaor-de]-lahoJismg-s..r-r:9llgrlo-
su posible aceptacin, deben formularse.poi medio . ggl- nar,y-llll"Sqg*aapaz,-e_q"Cgrsceuqngia.dqnroporcionarnin-
ceptos familiares pra el zujeto. y el obierv.adpr. No t&-
dra sentido decir que N olvid enviar una carta a X (por
stil ryA bb"bia-'nol Que
simplemente est siguiendo sin cuestionar el ejemplo de su
ejemplo, en pago de una deuda) para expresar el resen- padre y de sus amigos, quienes votaron siempre por el labo-
timiento inconsciente que siente hacia Ji porque ascen- rismo. (Es necesario distinguir este caso de aquel otro en
dieron a este ltimo sin considerarlo a 1, ii N no com- el que la razn de N para votar a favor del laborismo resi-
prende lo que significa <(ser ascendido pasando sobre de'en el hecho de que su padre y sus amigos lo iricieron
alguien>. Aqu tambin vale la pena meniionar que los siempre as. ) Ahpra,*bien*-ungug U-._19* a_cje..aqu*mr
freudianos, cuando buscan explicaciones de este tipo en ningunarazn,s3.3$f g-fJane,o*obstante*Un"q_elltid.g__deji-
el- curso de la psicoterapia, tratan de que el paiiete nid_o. Lo*que ha-c.*ng.-e; lan sqlo,est4gpAr_unaruarca. en
mismo reconozca la validez de Ia explicain ptp,reita
W
pedazo de pepS];*S-s*t gLnjfiSndp,un aato.Y, entonces, quie-
en realidad, para ellos esta es casi uni condiciOri nCesiia ro preguntar qu es lo qge da.a su accin est Jriiidof r

48 49
I dp un movhis"no g pn j.geso"g'elde contex-to spqia!,*lp*gqalha ds_ser as incluso en lo que rgs-
-&p9-"r--sjemp!s,--s[
ffi momento en un ritual religigso. En trminos ms'gene- pgqtaalosactosms.prjvados,si*esms.[oJr_sjgnif icativ.os.-
4,IaTes, gon qu criterios distinguimos los actos que tienen Volvamos a N y al ejercicio de su voto: la posibilidad de
(,iXiun seniio d los que no lo tienen?
" En el artlculo titulado R. Stammlers <<Ueberwindung> der
este se
Spoya en dos presuposiciones. En prilner h'gar, es
necesaliq--qggJ[_vivan''a""sos.ig.dd...pt"giprtajnsfiu-
m at e r alis ti s c he n G e s c hi c ht s auf f as sun g, Weber considera el
hipottico caso de dos seres <<no sociale$> que se encuetran
ciones.- [nllticas...r"spectticas
"
"-=n o _ Conrtii"iAo
de una ma-4pra..d-e-terminada" y- nn, giobierno relaciondo
y, en rn sentido puramente ffuico, <<intercambian> objetos con el parlamente- tambin de un manera especfica.
fvase 34]. Sostiene que este acto se puede considerar un Si viv en a socieild-cy'struct.ura polltica es patrir-
intercambio econmico solo si porta un sentido. Agrega que cal, resulta evidente que no tiene sentid decir que <<vota>
las acciones actuales de ambos individuos deben llevar apa- por_un gobierno en.especial, aunque su accin-pueda re-
rejada, o representar, una regulacin de su futura conducta. cordar,. por su apariencia, a la de un votante en un pais
La accin con un sentido es simblica: armoniza con otras con gobierno
gobrerno electivo. pn,!-e-ggnde*lgg1fr*ql_"niglr9_
En
acciones, pues compromete al sujeto a comportarse en el debe tener cierta familil?dadl-ir -es;;iGt"eil"S"
*y
futuro de una determinada manera, y no de otra. Esa no- acto debe constituir un participacin .o iu uida polltiga
cin de <<estar compromedo>> es total y, obviamente, ade- del -ls, lo'cal presupne la-ecesidad de qup'N sea
cuada, cuando nos ocupamos de las acciones que poseen consciente de la relacin simblica entre lo qul est t a-
una significacin social inmediata, como intercambio eco- ciendo en este momento y el gobierno que ocupar el
nmico o cumplimiento de promesas. Pero se aplica tam- poder despus, de,"las.elecciones La valide de est condi-
bin a la condcta significativa de naturalez'a ms <priva- cin puede percibirse con ms claridad en los casos en
da>>. Un ejemplo utilizado por Weber apoya esto: si N que gobernantes forneos impusieron <<instituciones demo-
coloca una tira'de papel entre las hojas de un bro, puede crticas> en sociedades donde esas formas de conduccin
decirse que est <<usando un sealadon> solo si acta con la de.la.vida- poltill resultaban extraas. Tal vez se pueda
idea de emplear esa tira para sealar el punto desde donde inducir a los habitantes de ese pals para que rean los
debe continuar leyendo. Esto no implica la obligatoriedad movimientos de marcar un pedzo di papl y meterlo en
de que deba usarla realment del mismo modo en el futuro una caja;
(aunque tal sea el caso paradigmtico) ; pero si no lo hace, -p9rol en el caso de que las palabras conseryen
algn significado, no puede decirse que <<votan>> a menos
es necesario buscar alguna explicacin especial, como, por que- tengan cierta idea
_de la significacin de. lo que estn
ejemplo, que se olvid, cambi de parecer o se cans del haciendo. Y esto es vlido incluso en el caso dL que el
libro. gobigrng ggc llegue al poder lo haga, en realidad,'como
La nocin de que lo que hago ahora me compromete a ha- resultado de los <<votos> emitidos.
cer alguna otra cosa en el futuro es idntica, en cuanto a su
forma, a la conexin entre una definicin y el uso subsi-
guiente de la palabra definida, tema que analic en el ca- 3. Actiuidades y preceptos
ptulo anterior. pe esto se infiere que lo que hago ahoa
puede comprometerme en el futuro solo si mi acto de este Sostuve que el anlisis de la cbnducta significativa debe
fro*.rrto implica la aplicacin de unq.Teglq,,,Ahora biar, asignr ul papel fundamental a la tto.ii de regla; que
segn lo sostenido en el ltimo capltulo, esto ggosib-lS tfoni- toda condcta'significativa
-y, estlo pso
por tanto, tJda-crr-
camente si el acto que se cuestiona guarda relacin con un ducta especlficamente humana-- fcto regida

50 5I
q
por reglas. Puede objetarse que este modo de hablar em' ciones, que resultan esenciales para describir el modo de
paa una disttrq-i-n*Uec.,esaria : -er,t-a.nto que atrgvn"#^" ses conducta del anarquista, presuponen la nocin de una
de aitividad implican un participante que obsena las.,e-
*glas,
regla.
no ocur{e, lg -mismo con otras clases de activid4$. Aqu puede ayudarnos una analoga. Al aprender a escri-
,'Poi ejemplo, es indudable que la vida del anarquista libre- bir ingls, se adquieren varias reglas gramaticales total-
: pansador no est circunscripta por reglas, al menos de un mente convenidas de antemano; por ejemplo, que es in-
modo semejante a la del monje o el soldado; no es err," correcto utilizar el verbo en singular a continuacin de
. neo incluir estas formas tan diferentes de vida en una sola un sujeto plural. Las mismas corresponden aproximada-
categorla fundamental? mente a las normas explcitas que rigen la vida monstica.
Ciertamente, tal objecin indica que dg.bglngs usar con En trminos de una gramtica correcta, no hay eleccin
cuidado la nocin de regl4, pero no que el modo de hablar entre <<ellos eran>> y <<ellos erD>; si se puede escribir gra-
"iiu maticalmente, ni siquiera se plantea pregunta de ul
h'embs adoptado sea inadecuado o poco esclarecedor.
En el sentido en que yo me refiero a las reglas, resulta expresin, entre esas dos, ha de usarse. Pero esta no es la
importante advertir que es tan legltimo decir que el anar- nica clase de cosas que se aprende; tambin se aprende
quista sigue reglas en lo que hace como manifestar lo a seguir ciertos cnones estilsticos que, aunque gulan el
mismo en el caso del monje. La diferencia entre estos dos modo de escribir, no imponen una manera determinada
tipos de personas no reside en que uno sigue reglas y el de escribir. Por lo tanto, la;*pEfsorras puede:r ten9r..ep!!os
otro no,;[o en las diversas clases de reglia.a la que ge literarios individuales, pero, dentro de ciertos lmites, solo
adhiere, lespectivamente, cada uno. La vida del monje{ pueden escribir gramtica correcta o gramtica incorrec-
l
est circunscripta por reglas de conducta expcitas y deli-\ ta. Y sera totalmente errneo concluir, a partir de lo di-
neadas en forma estricta; no dejan casi nada librado a la I cho, que el estilo literario no est regido'poininguna regla;
I eleccin individual en las situaciones que demandan ac- | es algo que puede aprenderse, que puede analizarse, y el
din. En cambio, el anarquista evita las normas expllcitas I hecho de que pueda aprenderse y analizarse es esencial
il
I
thnto como le es posible, y se enorgullece de tomar en cuen- para nuestra concepcin del mismo.
ta <<por sl mismap todas las demandas para la acci&r; Quiz la mejor manera de confirmar el punto en cues-
I
es decir, para l la eleccin no est determinada de an- tin se logre a travs del anlisis de un persuasivo argu-
temano por la regla a la cual se adhiere. Pero esto no mento en contra del mismo, expuesto por M. Oakeshott
I

ii
significa que pueda eliminar por completo la idea de una en una serie de artlculos publicados en el Cambridge
i
regla, en lo que a la descripcin de su conducta se refierc. Journal.r Buena parte del argumento de Oakeshott coin-
i No podemos hacerlo porque, si se me permite un significa- ide con el criterio relativo a la conducta humana que
tivo pleonasmo, el modo de vida anarquista es un modo aqu sostenemos, y comenzar considerando este tema an-
I

de uida. Por. ejemplo, hay que distinguirla de la conducta tes de aventurar algunas crticas con respecto al resto.
sin sentido de un loco frentico.Jljgfgghg_tipg.e-*Igr El rechazo de Oakeshott hacia lo que l llama el equlvoco
fr_S-p?f.4 Lctqar.como.lohace; se prop.one no estar re"gtdo <racionalista>> respecto de la naturaleza de la inteligencia
pgi normas rlgidas y explcitas. Aunque conserva su liber- y racionalidad humanas concuerda en gran medid con
tad de eleccin, todavl s"e efrOnta a altemativas sign|. mi opinin [vase 21]. Segfm ese equvoco, la racionali-
cativas entre las cuales debe optar; las mismas estn gul. dad de la conducta humana llega a esta desde afuera, a
das por corisideraciones, y l puede tener btrenas rdlcl
para elegir un curso de accin antes que otro. Y ectet no. I Reimpreso en Rationalism in Politics, Londres: Methuen, 1962.

s2
r
parr de funciones intelectuales que oPeran de acuer$o por L. Carroll en su artlculo Lo que la tortuga dijo a
leyos propias y que son, en principio, totalmente inde- Aquiles, que tan justamente ha recibido las alabanzas de
pcndientes de las formas particulares de actividad a las los lgicos [5].
cuales, no obstante, pueden aplicarse. Aquiles y la.Tortuga analizan tres proposiciones, A, B
Aunque no analizado por Oakeshott, un buen ejemplo del y Z, que se relacionan de tal modo que Z se infiere lgica-
tipo de criterio que objeta es la farnosa afirmacin de mente a partir de A y B, La Tortuga le pide a .A,quiles
Hume acerca de que <<la nz6n es y solo debe ser esclava que considere que ella acepta como verdaderas A y B,
de las pasiones, y nr-lca puede pretender otro oficio ms pero que pese a ello no acepta la verdad de la proposicin
que el de servirlas y obedecerlas>i. Segn esto, la consti- hipottica (C): <<Si / y B son verdaderas, Z tambin
tucin natural de las emociones de los hombres establece debe ser verdadera>>, y gue la obligue, a travs de la l-
los fines de la conducta humana; dados dichos fines, el gica, a aceptar a Z como verdadera. Aquiles comienza
oficio de la raz6n consiste principalmente en determinar solicitando a la Tortuga que acepte C, y eila lo hace; en-
los medios adecuados para alcanzarlos. Puede presumirse, tonces Aquiles escribe en su libreta:
entonces, que las actividades caractersticas llevadas a cabo
en las socidades humanas surgen de esta accin recproca <<A

entre razn y pasin. Frente a esto, Oakeshott seala con B


bastante acierto: <<I-Jn cocinero no es alguien que primero C (Si A y B son verdaderas, Z tambin debe serlo)
tiene la imagen de rn pastel y luego trata de hacerlo, sino z>>,
un individue experto en el arte de la cocina, I t1t!o- sgs
proyectos como sus realizaciones surgen de esa habilida> Luego le dice a la Tortuga: <<Si aceptas A y B y C, debes
[21].Engeneral,lgjs*!+S"lb.tSSad_qS-y*le-"medios.-emglea- aceptar Z>>. Y quando ella le pregunta por qu debe ha-
dos e la*yida-hpmana, .lejos_d9 g-p,lqra.r fornat de"acti- cerlo, Aquiles contesta: <<Porque se infiere lgicamente de
vidd- socfal, deprcnden paTa su r4isma existencia .dq eqas ellas. Si A y B y C son verdaderas, Z debe ser verdadera
formas. Por ejemplo, a un mstico religioso que dice que (D). Pienso que no me discutirs eso>>.La Tortuga con-
su objetivo es la unin con Dios solo puede comprenderlo cuerda en aceptar D si Aquiles lo pone por escrito. Sobre-
alguien que est familiarizado con la tradicin religiosa viene entonces el siguiente dilogo. Aquiles dice:
en cuyo contexto se busca tal fin, y a un cientfico que
dice que su finalidad es la divisin del tomo solo puede <<"Ahora que aceptas Ay By C y D, por supuesto acep-
comprenderlo quien est familiaizado con la flsica mo- tas 2".
derna. "Sl?", dijo la Tortuga inocentemente. "Aclaremos esto.
Por todo esto, Oakeshott opina, y otra vez con toda raz6n, Yo acepto A y B y C y D. Supn que todau me rehso
que una forma de actividad humana nunca puede sinte- a aceptar 2".
66Entonces
tizarse en un conjunto de preceptos explcitos. I,^.aeJi-vj- la Lgica te agarrar por el cuello, y te obli-
dad <<va ms allfl> de. los.p,-r-e-pepj9"$. Por ejemplo, estos gard a hacerlo !", contest triunfalmente Aquiles. "La L-
erin que aplicirse en la iriti;, y, gica te dir: 'No puedes dejar de hacerlo. Ahora que has
formular otro conjunto de preceptos de orden ",ntiu.'podamos
ms eleva- aceptado A y B y C y D, debes aceptar Z'. De modo que
dci, que prescriban cmo ha de aplicarse el primer con. ya ves; no tienes opcin".
junto, no podremos seguir mucho'ms por este c4mino "Todo lo que la Lgica tenga a bien decirme merece la
sin encontrarnos en esa resbaladiza pendiente apuntada pena ponerlo por escrito", dijo la Tortuga. 'oDe modo que

54 55

antalo en tu libreta, por favor. Lo llamaremos: (E) Si z{ de hbito o costuryfu* y que ni la nocin de regla ni
y B y C y D son verdaderas, Z debe ser verdadera. Por la d-refieiividu'ti'6seiciales para esa tarea. Cr que
Eupuesto, hasta que no conceda eso, no tengo necesidad de esto es un error por las razones que ahora intentar dar.
conceder Z. O sea que es un paso absolutamente necesa- En The Tower of Babel, Oakeshott distingue dos formas
rio, ves?". de moralidad: la que es <<un hbito de afecto y conducta>>
"Ya veo", dijo Aquiles; y haba un dejo de tristeza en y la que constituye <<la aplicacin reflexiva de un criterio
8U VOD>. morab> [20]. Parece pensar que la moralidad <<habituab>
puede existir haciendo abstraccin de la moralidad <<re-
La historia termina algunos meses despus, cuando el na- flexiva>>. Opina que; en el caso de la primera, las situa-
rrador vuelve al lugar y encuentra que la pareja sigue ciones se enfrentan <no mediante nuestra aplicacin cons-
sentada alli. .La libreta est casi llena. ciente a una regla de conducta, ni a travs de un proceder
La moraleja de esto se me permite ser tan fastidioso reconocido como expresin de un ideal moral, sino por
-si
como para sealarla--resi<le-sn-qre*el-proceso. .real $e una actuacin concordante con determinado hbito de
exaccin."de"-una" inferencian lo cual constituye despus conduct>>. Y estos hbitos no se aprenden por medio
de todo el-coazn de la lgica, es algo.que no puede re- de preceptos, sino por <el hecho de vivir con gente que se
presenta$e como una frmula lgica.; y que, 4d94fu, u4a comporta habitualmente de una cierta manera>>. Oake-
justificacin suficiente para deducir una conclusin de shott p,419qg.p-e_r-r!-il,quc_ !a !sea {ivis"_oia entre lacffiiilta
una seri de premisas consiste en ver que, de hecho, se ffi6ita,l-f;egilla-por teglas depende de la ap&n
sigue tal conclusin. Insistir en otra justificacin adicional consciente o inconsciente de una reEla.
no implica ser extracauteloso, sino interpretar errnea- poia-tralE-le_daJeJii.e-r."-&.cir-n*seJaBruel3
mente lo que es una deduccin. Y aprender a deducir no dequerrrr"Tffi eeiFfr ii;a"ra;;;"-,,'t.gru-*iut
implica tan solo el aprendizaje de relaciones lgicas expl- acciones no reside en que podamos formul.ar tal reg[a,
citas entre proposiciones; significa aprender a hacer algo. sino en averiguar si.tiqng seqqfdo distinguir cntte un modo
Ahora bien, lo que plantea Oakeshott es, en realidad, hacer correcto y'uno errneo de her las cosas, con respecto- a
una generalizacin de todo esto: mientras Carroll solo to qur| ii.$ ,hcieridri,.Xje-el-*qep- de qe teng-a jpnli{o,
habla de inferencia lgica. Oakeshott est haciendo algo entonces tambin dglg te-4erlq.dp_c_ir gue "est apeanda.ufi
semejante con respecto a las actividades humanas en ge- ciitrT*"n..S-gug-'le, urrnq.r. r_ro lo-formul. r p"du,
neral. tal vez, formularlo.
Aprender cmo hacer algo no es exactamente copiar lo
que algn otro hace; se puede empezar asl, pero la esti-
4. Reglas y hbitos macin que u$ maestro haga de la superior capacidad de
su alumno residir en la habilidad de este ltimo para
Lo expuesto concuerda muy bien con la posicin esbozada hacer cosas que no sean una mer copia. Wittgenstein des-
., en el captulo 1.*Lg$ principios, los preceptos, las defini- cribi muy bien esta situacin. Nos pide que pensemos en
\i cioles, las -fg$llas" lqdos d.=eberr s.gryidq.
al*cp+teto*tle alguien a quien se le est enseando la serie de nmeros
i\ acqividad social-humanasn."el9]Rl s9 .4p[ic4r. Pero Oake- naturales. Es posible que en un primer momento tenga
shott todava quiere dar un paso ms. Piensa que de esto que copiar lo que su maestro ha escrito, guiando su mano.
se sigue la posibilidad de describir adecuadamente la ma- Luego se le solicitar que haga <<lo mismo>> por sus propios
yor parte de la conducta humana en trminos de la nocin medios.

56 57
cY ya aqul tenemos una reaccin normal y una anormal azcar que se balancea frente a su nariz hasta que N pro-
por parte del oyente (. . .) Por ejemplo, podemos imagi- fiere una orden dada. El perro adquiere una propensin
n-ar q]e copia independientemente las cifias, pero no n a responder de determinada manera a las acciones de N;
el orden correcto: escribe una y otra al azar. y, por lo tenemos aqu un caso cuya lndole encaja razonablemente
9n t9' l" gp.nMl*;s*deenc" -en*raplnb. , isils- bien con la apreciada categorla estlmulo-respuesta de los
mo, omete "errorest' en el orden conductistas. No obstante, iV, que es un simple amante
-lade diferencia
caso y el primero ser, por supuesto,
entre este
frecuencia-. O co- de los perros y no un cientfico, piensa sin duda en fonna
mete un ercor sistemtico; por ejemplo, copia un nmero diferente: dice que el perro aprendi un truco. Bste modo
sf y otro no, o copia ta serie Or" lr2, g, 4, s. . . de esta de hablar es digno de tenerse en cuenta, porque abre la
f_orma: 1r 0r 3,21 5r 4... Aqrr casi estarnos tentados de puerta a la posibilidad de evaluar el desempeo del perro
decir que comprendi mal>> [17, t, t+31. en trmirios que no pertenecen en absoluto a la serie de
conceptos estmulo-respuesta. l puede ahora decir que
F gu" en este caso interesa es que liene irnportancia que el perro hizo el truco <<correcta>> o <<incorrectamente>>. Pero
el alumno reaccione-al.ejetplo de.s,l maistro de una fbr- es importante sealar que este es un modo de hablar an-
Ta I no dg otra. No solo debe adquirir el hbito de seguii tropomrfico; requiere una referencia a actividades'huma-
el ejemplo de su maestro, sino tambin l n(N y a normas que aqu se aplican a los animales por
"o-pr.rriir,
49.q"talgssot4gdo$.de,.sEguir^.esc-ejemBls-soj_B-e-rsri- analoga. La relacin del perro con los seres humanos es
.tiblgq.r-$rsr np..Es-de-ci1, tiee que adquirit ii Cupciqua lo nico que hace inteligible la afirmacin de que ese ani-
de aplicar un criteriqi aprender no soh a haCe"i ls coias mal ha dominado un truco; ninguna descripcin, por ms
del mismo [Lodo que su maestrq, sino tambin qu esio detallada que sea, de la conducta canina en completo ais-
q?e"". au.9ni,".mCI*equiv4lente a ese modo. lamiento de los seres humanos, puede aclarar lo que vale
Podemos destacar la importancia de esta distincin lle- este modo de hablar.
v-and9 un p-aso,adelante el ejemplo de Wittgenstein. Apren- Se implica lo mismo al sealar que el hecho de que <<siem-
der la serie de nmeros -naturales no es exactamente pre hace el mismo tipo de cosas al darse tal orden> es algo
aprender a copiar una serie finita de cifras en el orden decidido por N ms que por el perro. Realmente, ser{a
en que se las haya presentado. disparatado pensar que es el perro quien lo decide. El
ygy! grynbrpJrgg gr?p que*@.
gE111-s9ib"i-qf$o"s{mp,*ssp*ng- Es decir, enunciado de que el perro <siempre hace el mismo tipo
en cierto sentido igliga algo diferente a li--qu?*sg de cosas> tiene algrin sentido solo en relacin con los pro-
.lr-ace-r
{ia:r0b,stri6 I_E+af"ente ; wo e n l it ac'i i' i o i- t ii gf, psitos de N, que implican la nocin de truco.
g!g-se-est{-si$'iendqn esto equivale a <<seguir del miso Pero mientras que la adquisicin de un hbito por parte
4.odo> que se expuso. de un perro no lo incluye en ninguna comprensin de lo
En un sentido, adquirir un hbito equivale a adquirir una que se quiere decir por <hacer las mismas cosas en el mis-
propensin a continuar haciendo la misma clase de cosas; mo tipo de ocasionep>, esto es precisamente lo que ha de
en ,otno sentido, esto es cierto con respecto a seguir una comprender un ser humano antes de poder decir que l ha
r-gqla. Ambos sentidos son diferentes, y mucho cuinta esa adquirido riura regla; y esto tambin est involucrado en
diferencia. Consideremos el caso de un animal que est la adquisicin de aquellas formas de actividad que Oake-
formando un hbito: agrittr),se--Jpresenja !a cueitin de shott quiere describir en trminos de la nocin de hbito.
1!a ap{cacin. reflexiva {eu+-crirsiqD. SmFAue Aqu nos puede ayudar una analoga de tipo legal. La
N ensea a su perro a abstenerse de comer un terrn de distincin hecha por Oakeshott entre las dos formas de

58 59
moralidad es muy semejantg a la distincin entre derecho nmeros naturales despus de 100, contino de una ma-
escrito y derecho consuetudinario, y Roscoe Pound adop- nera determinada a causa de mi entrenamiento anterior.
ta, frente a esta ltima, una actitud algo anloga a h e Sin embargo, la frase <a causa de>> se usa en forma dife-
Oakeshott cuando afirma que el derecho escrito es <<la rente en estas dos situaciones: .g!-EtIg*f.!#:- po-ndioiaaado
aplicacin mecnica de reglas>, distinguindolo del con- para.Jgjpgdsrin-unsp"dodetipig{or*.Aientrasqugy..o_
suetudinario, que entraa <<intuicioneu (lo cual recuerda s I la,b,as de lo que $e
el anlisis de la polltica que hace Oakeshott en trminos "f.qgag"9p-9gle"de 9_o.$tinual--ro-be
me ha enseado.
de <<intimaciones>> [vase 22]). Tal vez esto constituya a
veces un modo provechoso de hablar, pero no nos debe
cegar el hecho de que la interpretacin de precedentes, 5. Reflexiuidad
tanto como- la aplicacin de leyes, implica sguir reglas
en el sentido con el que he utilizado aqu tal expresln. Muchos dp los enunciados expuestos por Oakeshott acerca
As lo expresa O. Kahn-Freund: <No se puede haer caso de los modos habituales de conducta se asemejan bastante
omiso_de un principio que vincula una dlcisin con otra, a lo que he sostenido con respecto a la conducta regida
lo cual lleva al acto judicial ms all del campo de la pura por reglas.
comodidadr> 127; la referencia a Pound versi sobre s
"z-
troduction to the Philosophy of Law, cap. III. E. H. Levi <<La costumbre resulta siempre adaptable y susceitible al
proporciona una excelente y concisa explicacin, acom- matiz de la situacin. Esto podrla parecer una afirmacin
paada d9 ejegplos, de cmo la interpretcin de los pre- paradjica; se nos ha enseado que la costumbre es ciega.
cedentes judiciales implica la aplicain de reglas: i4]. Sin embargo, esto constituye el insidioso resultado de una
La iI?portancia y naturaleza de la regla se ponen dt observacin defectuosa; la costumbre no es ciega, es solo
manifiesto solo cuando es necesario apcr un precedente <<ciega como un topo>>.* Y cualquiera que haya estudiado
anterior a un caso de ndole nueva. El .pr- una tradigin de conducta debida a la costumbre --o una
.lf .esa . f-.qra tradicin de cualquier otro tipa- sabe que tanto la rigi-
Pr"g$glfp*gug--Qarec-edgsentidof,ue"rade""uncontexto-don- dez como la inestabilidad son extraas a su carcter. Ade-
!e no se pueda..considerar"" sersalamnnn_ a"."tet-_*"qisjn ms, esta forma de vida moral es susceptible tanto de cam-
-
9-oTo la aplicacir por rns -inconsciente_ gu_e..sCa, ii..ryr"
.
"
bio como de variacin local. En realidad, ninguna forma
.regtp. Lo mismo vale para otras formas d actid;d'u- tradicional de conducta, ninguna habilidad tradicional,
mana diferentes del derecho, aunque es posible que en permanece fija para siempre;.su historia es la de un cam-
ninguna otra parte las reglas adopten uni forma tn ex- bio continuo> [20].
plcita. Podemos decir que la experiencia pasada resulta
relevante_ para nuestra conducta actual solo porque las Pese a ello, el problema planteado entre nosotros no es
acciones humanas eiemplifican reglas. Si solo'fuer" ,rrru simplemente verbal. En tanto que Oakeshott sostiene que
cuestin de hbitos, entonces nuestra conducta actual po- el tipo de cambio y adaptabilidad del cual habla aqu se
dra estar influida, sin duda, por el modo en que hayamos produce con absoluta independencia de todo principio re-
actuado en el pasado; pero esta serla solamnte una in- flexivo, yo mantengo que Jg^fg-rtid,r.*ggfr;ffi-
fluencia causal. El perro responde ahora a las rdenes de
t Es decir que, a pesar de su aparente ceguera, se orienta muy bien
N de una determinada manera a causa de lo que le ocu- con respecto a lo que lo rodea. En ingls la frase reza as blind as
rri en el pasado; si se me dice que contine ia serie de a bat, <ciqo como un murcilago>. (N del E.)

60 6l
gsht P-ara. nsa-cla$tuq*a.danjlahj[dad. g-in esa posibi- dominio de la bsqueda de ideales, dominio ruinoso para
-lldrd no nos estarlamos-ncpandoJe conrlffi*iffiSca- un modo establecido de conductu [20]. Pero lo que resul-
.ily 4"o de algo que es o mera terp.t.ri" u'rtlir o ta ruinoso para un modo establecido de conducta, o de
manifestacin de un hbito realment cieso. Con esto no cualquier tipo, es un ambiente inestable. El nico modo
guigrq decir eue..la-rondur*a .$gldicatiuir.uJ
vigo ds.rineisios.reflexivos preexistentes
ffi t" de vida que puede realizar un desarrollo significativo en
,Pu:8t3 9n ; tales respuesta a los cambios ambientales es aquel que contiene
principios surgen. en.el curso..de la accin y nicamer.ite en sl mismo los medios de evaluar la significacin de la
resultan_inteligibles con relacin a la conducta de h gjue conducta que prescribe. Por zupuesto, los hbitos pueden
surgen. Pero, del mismo modo, la naturalen Ae eru rr- tambin cambiar en respuesta a condiciones variables.
ducta de la cul surgen solo puede aprehenderse como rna 3-eo, .Labistqria lr.umaqa .no es precisamente un registro de
encarnacin de aquellos principios. La nocin de un prin- hhitos.vari,ables, sino la historia fle cmo los hombfes tla-
(o mxy1a) dq_cgg{ucta y lfnocito de accin sib- taron -de tra_l4d_4r to que cgg!{-epben impg$gnte en lus
"-ipl9
nificbtiva est'i en:trl2,d,as, en forma bastante similar a modos de conducta a ls nuevas situaciones que tenn
ese entreizmieiid i niin de ,esh
*il,*p> a referi
t- "".id:e. qe enfientar.
f-lo -que qq Wjttgenstein. f,fCiituif de Oakeshott hacia la reflexividad es, de he-
A fin de comprender-esto, consideremos uno de los aspec- cho,.incompatible con rm aspecto muy importante que l
tos que seala Oakeshott respecto del contraste entre sus destaca en los primeros pasos de su anlisis. Dice que la
dos preten{idas formas de moralidad. Dice que dilemas vida moral es <<conducta ante la cual existe una alterna-
del tipo <<Qu debera hacer aqu?>> es probable que solo tiva>. Ahora bien, aunque es cierto que tal <<alternativo>
se le presenten a alguien que est tratand de seguif en for- no necesita estar en forma consciente ante la mente del
ma consciente reglas formuladas de manera expllcita, y sujeto, tambin es preciso que exista algo que pueda ser
no a alguien que siga irreflexivamente un modo-habitual puesto ante esa mente. Esta condicin solo se cumple si el
de conducta. Pero bien puede ocrrrrir que, como sostiene sujeto puede defender lo que hizo cuando le argumentan
Oakeshott, la necesidad de, indagar en tales sentimientos
-O al menos debe
que deba haber hecho algo difeente.
se presente con ms frecuencia y urgencia en alguien que poder combrender qu hubiera sido actuar en forma dife-
est tratando de seguir una regla expllcita sin cotar, pra
su ap-licaci-n, con un fundamento ofrecido por la expe- nariz en respuesta a la orden de su amo no tiene ninguna
riencia cotidiana. Sin embargo, los problemajde interpie- idea de lo que serla responder de una manera distinta
qgin y co-nsistencia decir, los problemas de rfle- (porque no tiene ninguna idea, en absoluto, de lo que est
rin- se plantearn a-es alguien que tenga que abordat ra haciendo). Por lo tanto, carece de alternativas respecto
situacin extraa a su experiencia previa.-Dichas cuestio- de lo que hace; solo responde a los estlmulos adecuades.
nes surgirn con frecuencia en un ambiente social sujeto Un hombre honesto puede contenerse y no robar dinero,
a cambios_ rpidos, no porque los modos acostumbrads y aunque le resulte posible hacerlo sin dificultades y, ade-
tradicionales de conducta se hayan quebrado, sino a causa ms, lo necesite con urgencia; no es necesario que rumca
de la novedad de las situaciones en ls que han de llwarse se le ocurra pensar que puede actuar de otra manera. Sin
a cabo dichos modos de conducta. Por jupuesto, la tensin embargo, tiene la alternativa de actuar de otro modo, por-
resultante puede conducir a una ruptura de las tradiciones. que comprende la situacin en que est y la naturaleza de
Oakeshott opina que la dificultad de las costumbres occi- lo que est haciendo (o contenindose de hacer). ,Com-
dentales reside en que <<nuestra vida moral cay bajo el prender aleo impca comprender tambin lo opuesto: \o

62 63
la 3. Los estudios sociales como cie ncia
lo

l. La <lgica de las ciencia morales> de J. S. Mill

En el capltulo anterior intent demostrar cdmo el criterio


de ta filosofla expuesto en el captulo I lleva al anlisis de
la naturaleza d hs actividades humanas en sociedad.
Ahora deseo coqgidqratr algunas de -lellifiqul-tadcf .qge
sursen ;and;Jtataiaem;uitra a9{Prcnsl- de
;"i.d;Afen-l mtoci; di i'clrrcia natural. Mi
ptrni;-Atp*U S J.-S. MilI, po' d3 ririnli:'primero,
porque Mlll enuncia ingenuamente una posicin 9ye s-ub-
yac a las declaraciones de una gran prpporcin de- cien-
ificos sociales contemporneos, aunque no siempre la ha'
gan explcita; segundo, porque ciertas interpretacioles qn
poco ms sofisticadas de los estudios sociales como ciencia
las cuales examinar ms adelante- pueden compren-
-a
derse mejor si se las considera intentos de remediar {8u-
nos de los defectos ms obvios de la posicin de Mill (atrn-
que no quiero sugerir que esto represente.la verdadeta g'
nesis histrica de tales ideas).
Mill, como muchos de.nuestros contemporneos, juzg que
el estado de las <<ciencias morales> era una <<mancha en el
rostro de la ciencio>. El modo de eliminarla consista en
generalizar los mtodos utilizados por aquellas -ma-terias
<en las cuales los resultados obtenidos recibieron finalmen-
te el asentimiento unnime de todos los qqe asistieron a
la pruebo> [18, libro VI, cap. I]. Por esta razn consider
q.t h filosofla de los estudios sociales no era ms -que una
ma de la filosofla.de la ciencia. <<Los mtodos de inves-
tigacin aplicables a la ciercia moral y social deben que-
dir descriptos si logro enumerar y caractetizar los de la
ciencia en general> Libid.l. Esto implica que' pese al tltrlo
del libro VI del Sistema de lgica, Mill no cree fealmente
que exista una <<lgica de las ciencias morales>>. La lgica

64 65
I
er igual a la de cualquier otra ciencia, y todo lo que resta ron los fenmenos de los que dependen en general los mo-
por hacer es aclarar.ciertas dificultades que surgen con vimientos de las mareas, pero no pueden predecir exacta-
1eipegto a zu aplicacin al tema particular estudiado por mente qu ocurrir en circunstancias particulares a causa
las ciencias morales. de la complejidad de las condiciones locales en cuyo con-
Esta es la tarea a la que se dedica la,parte principal del texto actan los efectos gravitacionales de la Luna libid.l.
anlisis de Mill. Aqu quisiera examinar un poco la vali- Mill supone que'la <ciencia de la naturaleza humano> po-
dez de la tesis que da por sentada en su anlisis. Para com- dra desarrollarse, por lo menos, en el nivel de la mareo-
prenderla, necesitamos aludir a la concepcin sustentada loga. Es posible que, por la complejidad de las variables,
por Mill acetc de la investigacin cientlfica en general; no podamos hacer ms que generalizaciones estadfuticas
dicha conpepcin se basa en las ideas de Hume en torno acerca del probable resultado de las situaciones sociales.
de la naturalez,a de la causalidad [vase 12, secciones IV <<Las fuerzas que determinan el carcter humano son tan
a VII;. y 18, libro IIl. Decir q,r.7 es la ausa de B no numerosas y estn tan diversificadas (. . . ) que en conjun-
es afirmar la existencia de algn ne:ro inteligible (o mis- to nunca se presentan exactamente iguales en dos casos
tgrioso) entre .{ y B, sino decir que la sucesin temporal distintos>. Sin embargo,
de A y B es un ejemplo de generalizacin, en el sentido
de qqe siempre encontramos en nuestra experiencia que a (<para la mayorla de los propsitos prcticos, en las inves-
los acontecimientos del tipo z{ siguen acontecimientos del tigaciones sociales una geqeralizacin aproximada equiva-
tipo B. le a una generalizacin exacta; aquello que slo es probable
Si la investigacin cientlfica consiste en establecer secuen- cuando se afirma de seres humanos individuales indiscri-
cias causales, entonces parece deducirse que podemos hacer minadamente seleccionados, se vuelve seguro cuando se
una investigacin cientfica de todo tema susceptible de afirma del carcter y conducta colectiva de las masas>
generazaciones. En realidad, Mill va ms all: <<A cual-
libid.l.
eyer.hecho corresponde, por s mismo, ser un tema de Ia
ciencia, porque un hecho sigue a otro de acuerdo con leyes El hecho de que las mareas sean irregulares en diferentes
constantes; y esto es asl aunque tales leyes no hayan sido lugares del globo no significa que no existan leyes regu-
todava descubiertas, o incluso no puedan ser descubiertas lares que las gobiernen, y lo mismo ocurre en el caso de
a travs de los recursos de que disfonemos> [18, libro VI, la conducta humana. Las divergencias individuales deben
cap. III]. Es decir, puede haber ciencia dondequiera que explicarse mediante el funcionamiento de leyes en situa-
existan uniformidades, y pueden existir uniformidades aun- ciones individuales sumamente diversificadas. En ltima
que todava no las hayamos descubierto y no seamos instancia, no basta formular generalizaciones estadlsticas
capaces de descubrirlas y formularlas mediante generali- tan amplias: deben <<conectarse deductivamente con las
zaciones. Mill cita, a ttulo de ejemplo, el estado contem- leyes de la naturaler.a de las cuales proced.en>>. Estas leyes
porneo de la meteorologa: todo el mundo sabe que los ltimas de la naturaleza son las <<leyes de la merte>, ana-
cambios atmosfricos estn sujetos a regularidades, y por lizadas en el captulo IV de la Lgica; difieren de las
lo tanto constituyen un tema adecuado para el estudio <leyes empricao>, no por su clase, sino por su grado mu-
cientlfico. Este no ha avanzado demasiado por <<la dificul- cho ms elevado de generalidad y exactitud. Al igual que
tad para observar los hechos de los cuales dependen los todas las leyes cientficas, tambin son enunciados de uni-
fenmenos>. La teora de las mareas (<<mareologlu) est formidades, o sea <<uniformidades de sucesin.entre esta-
un poco mejor conformada, pues los cientficor .scbtie- dos de la mente>>. Mill plantea el problema de si deberlan

66 ia7
I
deccomponerse en uniformidades de sucesin entre estados nadie puede tener la esperanza de lograr un conocimiento
fisiolgicos y estados de la mente, y llega a la conclusin suficientemente detallado de cualquier situacin histrica
de qge, aunque esto pueda ser posible algn da y en grado particular como para predecir su resultado. De modo que
significativo, ello no invalida la posibilidad de establecer al abordar desarrollos histricos de largo alcance, en la
leyes psicolgicas autnomas que no dependan de la fi- mayora de los casos el cientfico social debe aguardar y
siologla. ver qu ocurre, formular los resultados de sus observacio-
<La etologa, o ciencia del desarrollo del carcten>, puede nes mediante <<leyes empricas de la sociedad>> y, final-
basarse en nuestro conocimiento de las leyes de la mente mente, <<conectarlas con las leyes de la naturaleza huma-
[18, libro VI, cap. IV]. La misma comprende el estudio na, a travs de deducciones que muestren que tales son
del desarrollo mental humano, al que Mill concibe como las leyes derivadas a las que ha de esperarse, por natura-
el resultado del funcionamiento de las leyes generales de leza, como las consecuencias de aquellas otras fundamen-
la mente en las circunstancias propias de seies humanos tales>> libid.l.
particulares. Por lo tanto, piensa que la etologa es <<total- Karl Popper seal algunos de los equvocos que encierra
mente deductiva>, en orosicin a la psicologa, que es ob- esta explicacin de las ciencias sociales. En particular, cri-
servacional y experimental. tic lo que llama el <<psicologismo>> de Mill, la doctrina de
que el desarrollo de una situacin social a partir de otra
<<Las leyes de la formacin del carcter son (. . . pueda finalmente explicarse en trminos de psicologa in-
) leyes
derivadas,,que resultan de las leyes generales de la mente, dividual. Tambin puso de manifiesto las confusiones que
y se deducen de esas leyes generales partiendo corlo s: implica describir los hallazgos de la historia como <eyes
pue{o de un conjunto dado de circunstancias y conside- empricas de la sociedad>, y no como enunciados de ten-
'fvase
rando lu.ego cul ser, de acuerdo con las leyes de la men- dencias 25, cap. 14; y 26, seccin 27]. Quiero con-
te, la influencia de tales circunstancias sobre la formacin centrarme aqul en alguno de los otros elementos que con-
del carcter>> libid.). forman el criterio de Mill; espero, as, poder mostrar que
la concepcin de dicho autor respecto de los estudios socia-
La etologa se relaciona con la psicologla de la misma for- les est expuesta a objeciones incluso mucho ms radicales
ma que la mecnica con la fsica terica; sus principios que las adelantadas por Popper.
son <<axiomata media>>, que por un lado se derivan de las
leyes generales de la mente y por el otro llevan a las <<leyes
emplricas que resultan de la simple observacim>. 2. Diferencias de grado y diferencias de clase
El descubrimiento de estas leyes de nivel inferior consti-
tuye la tarea del historiador. El objetivo del cientfico so- Mill considera que todas las explicaciones tienen funda-
cial es explicar las leyes empricas de la historia demos- mentalmente la misma estructura lgica, y en este criterio
trando cmo se deducen, primero, de las axiomata media se basa su creencia de que no existe ninguna diferencia
de la etolo^ y, en ltima instancia, de las leyes genera- lgica de importancia entre los principios que utilizamos
l9s de la psicologa. Esto conduce a Mill a su concepcin para explicar los cambios naturales y aquellos otros segn
del <<mtodo deductivo inverso>>. Las circunstancial his- los cuales explicamos los cambios sociales. De esto se des-
tricas son tan complejas, por el efecto acumulativo de prende, como consecuencia necesaria, que los problemas
<<la influencia ejercida en cada generacin por las gene- metodolgicos concernientes a las ciencias morales debe-
raciones que la precedieron)> [lB, libro VI, cap. X], que rfan considerarse de tipo emprico: una actitud que implica

68 ,69
Fr

la poricin de esperar-y-ver ante la pregrmta de lo que lado, el cambio cuatativo de la vellosidad a la calvicie
puede lograrse a travs de las ciencias sociales y que, entre despus de una serie de cambios cuantitativos uniformes
parntesis, excluye al filsofo del panorama. en la cantidad de cabellos. [Vase 1, cap. II, seccin 7.
.Pero el problema no es en absoluto emplrico, sino cqTcep- Para una apcacin detallada del principio a un problema
.
tl. No se trata de lo que la investigacin emplrica prr_ela sociolgico particular, vase 27, passim.l
mostrar como problema, sino de lo que el anlisis f!lg!- En cuntos
grados es necesario reducir la temperatura
fico pone de manifiesto respecto de qu es lo que tiene de un balde de agua para que esta se congele? La respues-
sentido decir. Quiero de-m-os-14y .guc la np-e_in de- so_cigdad
'humana ta a esta pregunta deber establecerse experimentalmente.
entraiTi-tsquenla de conceplos que es lgica- Cuntos granos de trigo tenenios que rzunir para formar
mente_ incompatible con los tipos de explicacin propgr- un montn? Esto no puede establecerse a travs de un
cionados por las eiercias naturalqs. orperimento, porque los criterios que empleamos para dis-
Tanto la fuerza retrica como la debilidad lgica de Mill tinguir un montn de un no-montn son vagos en compa-
giran en torno de la frase <<tan solo mucho ms comp- racin con aquellos por los cuales distinguimos el agua del
cado>>. Bs dierto que, como reza la llnea de pensamieto, hielo: no existe ninguna lnea divisoria muy neta. Ni tam-
los'seres humanos reaccionan ante su ambiente en forma poco existe ninguna lnea divisoria muy marcada, como
diferente a otras criaturas, pero la diferetrcia reside solo bien seala Acton, entre lo que est vivo y lo que no lo
en la complejidad. De modo que es imposible dudar que est; pero esto no detern.rina que la diferencia entre vida
existen las uniformidades, aunque resulte mucho ms di- y no-vida sea <<simplemente de grado>. Acton dice que
fcil descubrirlas cuando se trata de seres humanos; y las <<el punto en el que trazamos la llnea es un punto que de-
generalizaciones que las expresan tienen precisamente el bemos elegir, y no uno en el cual los hechos nos presionan
mismo fundamento lgico que cualquier otra generalizacin. en forma inequlvoca>. Pero, si bien puede darse rna elec-
Ahora bien, aunque las reacciones humanas sean ms com- cin en los casos lmite, no ocurre lo mismo en otros: no
plejas que las de otros seres, no son tan olo mucho ms me toca a m o a algfin otro decidir si yo, que escribo
complejas, porque lo que desde un punto de vista consti- estas palabras, estoy vivo o no.
tuye un cambio en el grado de complejidad, desde otro La reaccin de un gato gravemente herido es <mucho ms
punto de vista es una diferencia de ilase: los conceptos complejo que la de un rbol tronchado. Pero es real-
que aplicams a la conducta ms compleja son lgicamen- mente inteligible decir que esto solo implica una diferencia
te diferentes de lgs que aplicamos a lo menos complejo. de grado? Decimos que el gato <se retuerce)> de dolor. Su-
Este es un ejemplo de algo similar a la formulacin hege- pongamos que describo sus muy complejos movimientos en
liana de la <<ley de la transformacin de cantidad en ci- trminos puramente mecnicos, utilizando una serie de
-que mencion con relacin a Ayer en el primer coordenadas temporoespaciales. En cierto sentido, esto es
dad>>,
capltulo. Por desgracia, tanto la explicacin que da-Hegel una descripcin de lo que ocurre, asl como lo es el enun-
con respecto a esto como el comentario de Engels acerca ciado de que el gato se est retorciendo de dolor. Pero el
_dg
Hegel coinciden en un error bastante semejnte al de primer enunciado. no puede sustituir al segundo. La pro-
Mill, por cuanto no pueden distinguir entre ls cambios posicin que incluye el concepto de retorcerse dice algo
fsicos y los cambios conceptuales. Como ejemplos de un a lo cual ninguna proposicin del otro tipo, por ms deta-
principio idntico, incluyen el sbito cambio cuatativo llada que sea, puede aproximarse. El concepto de. retor-
del agua en hielo, ocurrido despus de una serie de cam- cerse pertenece a un marco totalmente diferente al del
bios cuantitativos uniformes d temperatura y, por otro concepto de movimiento en trminos de coordinadas tem-

70 7t
fl-
f l-*
potoclpaciales, y el primero resulta ms adecuado que el en analizar el intento de interpretacin de las explicacio-
regundo para la concepcin del gato como criatura ani- nes de la conducta que utiliza trminos basados en gene-
mada. Todo aquel que piense que rn estudio de la mec- ralizaciones de tipo causal.
nica del movimiento de las criaturas animadas puede
aclarar el concepto de vida animada, ser vctima de un
equfvoco conceptual. 3. Motiuos ! ca.usas
Consideraciones semejantes se aplican a mi anterior com-
paracin entre las reacciones de un perro al que se le en- No ser tan simple descartar a Mill como antediluviano,
sea un truco y las de un hombre al que se le ensea una dado que su enfoque prospera todavla en nuestros dlas;
regla de lenguaje. Sin duda, las ltimas son mucho ms y esto puede apreciarse si se examina el anlisis de los
complejas, pero lo ms importante es la diferencia lgica motivos que T. M. Newcomb lleva a cabo en su dbstacado
entre los conceptos aplicables. ${_ieqkal-qtre-- el- ho,qrbre manual de psicologa social [19, cap. II]. Newcomb coin-
aprende a comprender,la regl4 el perro solo aptende-a cide con Mill al considerar que las explicaciones de las ac-
.reaccionar de un modo determinado. La diferencia.ntxe ciones en trminos de los motivos del sujeto son una especie
gstos conceptos re desprende de la diferencia relativa a""la de explicacin causal, pero difiere de aquel eh fanto piensa
gomplejidad de las reacciones, pero no puede expl;lquse que los motivos no son estados psicolgicos, sino fisiol-
_en trminos de la misma. Ya se seal, en el anlisis pre- gicos. Un motivo es <un estado del organismo en el que
cedene, .-que el . concepio ?e-pgensfO
--!_t
enraiiilo la energla corporal se moviliza y se dirige selectivamente
en rn contexto social donde.el perro no participa como hacia una parte del ambiente>. Nervcomb habla tambin
lo hace el hombre. de <impulsos>: <estados corporales sentidos como desaso-
Algunos cientficos sociales reconocieron la diferencia con- siego, los cuales originan tendencias a la actividad>. Evi-
ceptual entre nuestras descripciones aceptadas en general dentemente, aqu est funcionando un modelo mecnico:
y las explicaciones de procesos naturales y sociales, respecti- es como si las acciones de un hombre fueran semejantes a
vamente, pero sostuvieron que no necesitan adherirse a la conducta de un reloj, donde Ia energa contenida en el
este marco conceptual no cientlfico, y que son libres de resorte tenso se transmite aia.el mecanismo, de modo tal
enmarcar dichos conceptos de la manera que resulte ms que se produzca la rotacin regular de las agujas.
ritil para los fines del tipo de investigacin que estn reali- Por qu abandona Newcomb la cautela de Mill frente
zando. En el prximo captulo considerar algunas de las a las pretensiones de Comte, en el sentido de que la ex-
falacias de esta llnea de pensamiento; pero Mill no la plicacin en trminos de motivos debera reducirse a expli-
adopta. Da por sentado que es cientlficamente legltimo caciones fisiolgicas? Es.que se han llegado a identificar
describir la conducta humana segn los trminos corrien- los estados fisiolgicos, antao problemticos? De ninguna
tes del lenguaje cotidiano. Las leyes de la mente son gene- manera, porque, como dice Newcomb, <<ningn psiclogo
ralizaciones causales de alto nivel que establecen secuen- vio nunca algo semejante a un rnotivo>>. No; identificar
cias invariables entre <<pensamientos, emociones, vociones los motivos con <<los estados del organismo>> es la accin
y sensacioneu {18, librb VI, cap. IV]. Y su alegato contra de un hombre que se ahoga y trata de aferrarse a la ltima
e-l libertarismo, en el captulo II, se expresa en. trmino esperanza. Newcomb se considera forzado a llegar a esta
de categorlas convencionales del tipo de <<carcier y dis- conclusin debido a la inaceptabilidad de las nicas alter-
posicin>, <<motivos>, <<propsitos>, <<esfuerzos>>, y otras nativas que es capaz de imaginar, o sea, que los <<motivos
semejantes. En consecuencia, mi prxima tarea co-nsistir ron, simplemente, inventos nacidos de Ia imaginacin del

72 73
-
priclogo>, o bien que el motivo adscripto a una secuencia empleado, dfurdosele a entender que habla expirado el
de cclnducta es tan solo un sinnimo de esa misma con- plazo concedido. Posteriormente se descubri que los suje-
ducta. tos tendan a recordar con ms facilidad la naturaleza de
Piensa tambin que existe una evidencia positiva apre- las tareas no.completadas que la de las otras, y a manifes-
miante, aunque necesariamente circunstancial. <<Primero, tar el deseo de poder terminarlas. Newcomb comenta:
una secuencia de conducta puede.mostrar grados variables
de fuerza, o intensidad, en tanto Su direccin pennanece <Tal evidencia sugiere que la motivacin implica una mo-
ms o menos constante (. . . ) El nico modo de explicar vilizacin de energa asignada, por asl decirlo, al logro de
tales hechos consiste en suponer que hay un motivo que una meta especfica. Los datos experimentales no ofre-
corresponde a un estado real del organismo>. Newcomb cen una "prueba" definitiva para esa teora, pero son com-
vuelca la balarna a su favor al atenerse en gran medida patibles con la misma y resulta diflcil orplicarlos de algn
a ejemplos que involucran impulsos obviamente fisiolgi- otro modo>> [19, pg. 117].
cos, como el hambre, la sed y el sexo, y garantiza que solo
debern tomarse en cuenta los aspectos fisiolgicos de esos Ahora bien, esta evidencia <<sugiere> tal conclusin solo
impulsos, al recurrir, en especial, a experimentos con ani- a alguien que ya est predispuesto a creer en ella; y, real-
males (para cuya conducta el concepto de motivo no es, .mente, no es obvia la necesidad de alguna explicacin es-
evidentemente, adecuado). Pero sera integente tratar pecial. La conducta sealada por Zeigarnik resulta por
de explicar cmo el amor de Romeo por Julieta forma completo inteligible en trminos como estos: que se habla
parte de su conducta con los mismos trminos que que- despertado el inters de los sujetos, quienes se irritaion al
rramos aplicar a la rata, cuya excitacin sexual la hace nci permitlrseles terminar algo que hablan comenzado. Si
atravesar una reja electrificada para alcanzar a su compa- hay alguien a quien esto no le suene suficientemente cien-
ero? No lo hace Shakespeare mucho mejor? tfico, debera tan solo preguntarse en qu grado aumenta
Por otra parte, a menos que el <<estado real del organismo>> nuestra comprensin la forma de hablar de Newcomb. De
sea efectivamente identificado y correlacionado con el mo- hecho, existe un argumento muy simple, pero no por ello
do adecuado de conducta hasta que ello se logre-, menos convincente, contra la interpretacin fisiolgica de
este tipo de explicacin es -y
tan vaco como los rechazados los motivos. Descubrir los motivos de una accin confusa
por Newcomb. Y los hechos que aduce no son, por cierto, er aumentar @-esa.lcin; es es lo
wa euidencia para la conclusin deseada; lo ms que se Que significa <comp{"e-nsin". cuandose-la-ap-liga 4, la gon-
puede decir es que si hubiera buenas razones independien- dubt"umana. Pero esto es algo que, en realidad, descu-
tes para considerai que los motivos son estados corporales, lriios sin tener ningn conocimiento significativo acerca
esos hechos no serlan incompatibles con tal criterio. Esto de los estados fisiolgicos de la gente; por lo tanto, es po-
resulta particularmente obvio con respecto a la <<evidencia sible que mrestras apreciaciones de sus motivos no tengan -se
experimentab> a la que apela Newcomb, y que proporcio- nada que ver con sus estados fisiolgicos. Y de aqul no
n6 Zeigarnik en 1927. En estos experimentos, se daba a desprende, como teme Newcomb, que las explicaciones
cada miembro de un grupo de personas una serie de veinte dadas a travs de los motivos sean, o meras tautologlas,
tareas, y se les deca que haba un estricto no o un recurso a los inventos de la imaginacin. Pero an
especificado- lmite de tiempo para cda una. -aunque
Pero, de es necesario eliminar otros equvocos antes de que intente
hecho, se permita que cada sujeto completara slo la mi- ofrecer una consideracin positiva de lo que ellas invo-
tad de las tareas asignadas, sin tener bn cuenta el tiempo lucran.

74 7s
Como hemos visto, Vill rechaza la explicacin fisiolgica grafra, con io cual se plantean dificultades generales en
lr
de los motivos, pero, sin emlarge" @ere-liil'de lls-ex- torno de la validez de la explicacin que da Mill respecto
plicaciones a travs d9 _igs- molivos-'i.espcia ?" epti- del mtodo cientfico, que no cabe analizar aqu.
Cacin causal. La concepcin por ia cual abog, a,rniue
no sea muy explcito al respecto, es ms o menos la siguien-
te. Un motivo es un suceso mental especfico (en el sen- 4. Motiuos, disposiciones !*raz.ones
tido cartesiano de <<mentab>, que implica una pertenencia
total al campo de la conciencia). Un dolor de muelas, por En contraste con el tipo de explicacin propugnado por
ejemplo, es mental en este sentido, mientras que el aguje- Mill, G. Ryl sostiene que hablar de los motivos de una
ro en la muela, que da lugar al dolor, es fsico. Es razona- persona ,no es hablar de ningn hecho en absoluto, sea
ble decir que alguien tiene un agujero en la muela, del mental o fsico, sino referirse a sus disposiciones generales
cual no se percata; pero no lo es decir que alguien tiene para actuar en laS formas en cuestin. <<Explicar Que un
un dolor de muelas del cual no se percata: un <<dolor no acto se ejecuta a partir de un motivo determinado no es
sentido>> es una expresin contradictoria. El problema entre lo mismo que decir que el cristal se rompi porque lo gol-
Mill y Newcomb puede, entonces, expresarse de esta ma- pe una piedra, sino que es igual a ese tipo totalmente di-
nera: en tanto Newcomb quiere asimilar los motivos (do- ferente de enunciado que dice que el cristal se rompi
lor de muelas) a los estados del organismo (agujeros en cuando lo golpe la piedra, porque el cristal era quebra-
las muelas), Mill insiste en que,estos son diferentes, y sos- dizo>> [29, pg. B7]. Hay varias objeciones a esto. Por un
tiene- que an queda por demostrar si a cada motivo (do- lado, parece que se corre el peligro de reducir las expli-
lor de muelas) corresponde un tipo especfico de estado caciones, por medio de los motivos, a esa clase de vacudad
orgnico (caries dentales). Pero, segn Mill, lo que pode- temida por Newcomb. (Lo mismo seala P. Geach fvase
mos hacer es estudiar la relacin causal entre loJ motivos, 10, pg. 5].) Asimismo, la explicacin de Ryle enfrenta di-
considerados como hechos purrmente conscientes, y las ac- ficultades cuando asignamos un motivo a un acto qe est
ciones a las que dan lugar. Esto implica observar con en desacuerdo con la conducta previamente experimenta-
cuidado a qu acciones se asocian sucsos mentales espe- da por el sujeto. No es contradictorio decir que alguien
clficos *-del mismo modo que podramos descubrir que e- que nunca haba manifestado signos de disposicin celosa
terminadas interrupciones de un motor de explosin se acte, en una ocasin determinada, en forma celosa; sin
asocian a un carburador obstruido, y algunas otras a una duda, la necesidad de una explicacin a tavs de los mo-
buja defegfues-. tivos se hace particularmente edente cuando alguien ac-
La explicacin de Mill se adecua ms o menos bien a algu- ta de manera inesperada.
nas clases de hechos que podemos descubrir acerca de nos- Pero en fuhcin de los propsitos que persigo, resulta ms
otros mismos. Por ejemplo, yo podra llegar a asociar un importante sealar que, aunque la explicacin de Ryle di-
cierto tipo de dolor de cabeza con un incipiente ataque fiere de la de Mill en muchos aspectos, no es lo bastante
de migraa; cada vez que experimento ese tipo de dolor diferente. IJn enunciado disposicional, del mismo modo
de cabeza puedo predecir que, en el trmino de una hora, que uno causal, se basa en generalizaciones fundadas en
yacer en cama con un gran malestar. Pero nadie dira lo observado. @gg*e5r1npiadorespeel_o
que mi dolor de cabeza es el motiuo de la migraa.'Ni de los motiyps del sujeto, (Lug se ,co_mprende- mejor si 9
tampoco" por supuesto, estaramos justificados, de hecho, lo equipara a una exposicin.de tas rqzonqt de dicho su-
para decir que el dolor de cabeza es la causa de la mi- jeto para actuar".de esa qlane::a.

76 77
nl

Supongamos que /V, catedrtico universitario, dice que va cuando existen patrones aceptados con respecto a qu es
a suspender sus clases de la prxima semana porque piensa adecuado apelar. La conducta del Troilo de Chaucer ha-
viajar a Londres: he aqu un enunciado de intencin para cia Criseida es inteligible nicamente en el contexto de
el cual se da una raz6n. Pero N no infiere su intencin de las convenciones del amor cortesano. Entender a Troilo
suspender las clases de su deseo de ir a Londres, como po- presupone entender esas convenciones, porque es de ellas
drla deducirse el inminente destrozo del cristal del hecho de donde sus actos extraen su significad.
de que alguien tir una piedra o de la fragilidad del mis- Seal ya cmo difiere la relacin entre la intencin de
mo. N no da tal raz6n como una euidencia de la validez N y la raz,6n que da para la misma, de la relacin entre
de esa prediccin con respecto a su conducta futura fvas una prediccin y la evidencia ofrecida en su apoyo. Pero
Wittgenstein: 37,I, pg. 629 y sigs.]. Por el contrario, alguien que conozca bien tanto a N como a las circuns-
est justificando su intehcin. Su enunciado no presenta tancias que lo rodean, y que est familiazado con eI
esta forma: <<Dado que tales y cuales factores causales es- tipo de consideraciones al que N demuestre otorgar im-
tn presentes, este ser, per consiguiente, el resultado>>, ni portancia, podr predecir, sobre la base de este conoci-
tampoco esta otra: <<Dado que tengo tal y cual disposicin, miento, la conducta probable de N. <<N tiene un tempera-
el resultado ser que yo haga esto>>; su forma es: <<En vista mento celoso; si se excitan sus emociones en esa direccin,
de tales y cuales consideraciones, 1o que har es algo ra- es probable que se ponga violento. Debo tener cuidado y
.zonable>>. no provocarlo ms>>. Aqu aduzco los motivos de N como
Esto me lleva otra vez.al argumento del captulo 2, pun- parte de la evidencia para mi prediccin de su conducta.
to 2, que nos proporciona un modo de corregir ,la expli- Pero aunque esto sea posible, dado que ya poseo el con-
cacin de los motivos dada por Ryle. Este autor dice que cepto de un motivo, ese concepto no se aprende, en pri-
el enunciado acerca de los motivos de alguna persona ha mer lugar, como parte de una tcnica para hacer predic-
de entenderse como una <<proposicin tipo lep>, la cual ciones (a diferencia del concepto de causa). Aprender lo
describe la propensin del sujeto a actuar de determinadas que es un motivo corresponde a aprender los patrones que
formas en determinadas circunstancias [29, pg. 89]. Sin rigen la vida en la sociedad en la que se vive; y esto co-
embargo, la <<proposicin tipo ley>>, en trminos de la cual rresponde, asirnismo, al proceso de aprender a vivir como
deben entenderse las razones de N, no se refiere a las dis- un ser social.
posiciones de N, sino a los patrones aceptados de conducta
raznnable, comunes en su sociedad.
Los trminos <<razn>> y <<motivo>> no son sinnimos. Por 5. La inuestigacin de regularidades
ejemplo, sera absurdo describir como <<justificaciones>> la
mayor parte de las imputaciones de motivos: es ms fre- Un discpulo de Mill aceptara que las explicaciones de la
cuente que se impute un motivo para condenar que para conducta humana iro deben recurrir a generalizaciones
justificar. Decir que N asesin a su mujer porque estaba causales en torno de la reaccin del individuo a su am-
celoso no es, por cierto, decir que actu razonablemente. biente, sino a nuestro conocimiento de las instituciones y
Pero l_o es decir qg"q -gg_Agg *fue- inteligible
\-*F-,--- Y _'
en 1r9[49q modos de vida que otorgan significado a sus actos. Pero
de loq
$e los modos de condctA*-99tltunes
condcta comunes en nuera
nuestra sociedad,- argira que esto no lesiona los aspectos fundamentales de
y que estaba regido par consideraciones adecuadq;_. a su Ia tesis de Mill, dado que la comprensin de las institu-
oniexto. cuestin est-irelir-
contexto. Estos dos aspectos de la cuestin ciones sociales es todavla una cuestin de aprehender ge-
zados: se puede actuar <<debido a consideraciones> solo neralizaciones empricas que estn, lgicamente, en un pie

78 79
#
\,\''' \ '-1 :,!,-,|.'ta.t'>\'"
de igualdad con las de la ciencia natural. Porque una ins-
titucin es, despus de todo, una cierta,cla.se de uniformi- que aprender la naturaleza de lo que hacen los fsicos nu-
dad, y una uniformidad solo puede aprehenderse en una cleares, y esto requerirla aprender los criterios segfin los
generalizacin. Examinar ahora este argumento. cuales ellos'formulan juicios de identidad.
Una regularidad o uniformidad es la recurrencia constan- Esas reglas, como todas las otras, se apoyan en un contexto
te de la misma clase de acontecimiento o de la misma social de actividad comn. De modo que, para compren-
clase de oportunidad; por lo tanto, los enunciados de uni- der las agtividades {e un inv?stigaao" cietrilii"o individull,
formidades presuponen juicios de identidad. Pero esto nos ffi*Ctient dos*conjuntos de relaciones:
retrotrae al argumento del captulo 1, punto 8, segn el piimero, s-idin con los fenmenos que investiga; se-
cual los criterios de identidad son necesariamente relati- gur.rdo, su relacin con sus colegas. Ainbas son esenciales
vos a alguna regla: con el corolario de que dos aconteci- cuando se habla de que est <<detectando regularidades>
mientos que aparecen cualitativamente similares desde el o <<descubriendo uniformidades>, pero quienes escriben
punto de vista de una regla, apareceran diferentes desde acerca de <<metodologa>> cientlfica a menudo se concen-
el punto de vista de otra. De modo que investigar el tipo tran en la primera y soslayan la importancia de la segun-
de regularidad analizado en una clase dada de estudio es da. Que necesariamente pertenecen a tipos diferentes re-
examinar la naturaleza de la regla segn la cual se for- sulta evidente a partir de las siguientes consideraciones. Los
mulan, en ese estudio, los juicicis de identidad. Tales juicios fenmenos investigados se presentan al cientfico como un
solo son inteligibles si se los refiere a un modo determinado objeto de estudio; l los observa y seala determinados
de conducta humana, regido por sus propias reglas.t En hechos acerca de ellos. Pero decir que alguien hace esto
una ciencia flsica, las reglas relevantes son las que rigen presupone que ya tiene un modo de comunicacin cuyo
los procedimientos de los investigadores en la ciencia en uso implica la observacin de reglas. Porque sealar algo
cuestin. Por ejemplo, alguien que no comprenda en abso- -e-eniificar caractersticas relevntes, lo qi sigiiilic qe
luto los problemas y frocedimientos de la flsica nuclear el que- seala debe tener algtin coicepto de tales caracie-
no obtendrla ningn beneficio si es puesto frente a un ex- rsticas; esto solo.es posible si puede usar algn sm!91o,
perimento semejante al de Cockcroft-Walton, o sea, el conforme a una regla que lo refiera a esas caractersticas.
bombardeo de hidrgeno sobre litio; en realidad, incluso De modo que volvemos a su relacin con sus colegas, en
la descripcin de lo que vio en esos trminos le resultara cuyo contexto, nicamente, puede decirse que ha seguido
ininteligible, dado que el trmino <<bombardeo> no posee, tal regla. Por lo tanto, la relacin entre N y sus colegas,
en el contexto de las actividades de los fsicos nucleares, en virtud de la cual decimos que N est siguiendo la mis-
el sentido que entraa en cualquier otra parte. Para com- ma regla que ellos, no puede ser simplemente una relacin
prender lo que est pasando en ese experimento, tendra de observacin: no puede consistir en el hecho de que N
haya advertido cmo se comportan sus colegas y decidido,
1 Vase Hume, Tratado sobrc la natura)eza hutnana,Introduccin. entonces, adoptar ese proceder como una norna para su
<Es evidente que todas las ciencias guardan una relacin, mayor o propia conducta. Porque esto presupondrla poder dar al-
menor, con la natutaleza humana; que por mucho que cualquiera guna explicacin de la nocin de <<advertir cmo se com-
de ellas patezca alejarse de la misma, siempre vuelve atrs por.. una portan sus colegas>, aparte de la relacin entre N y sus
va u otra>. La observacin de Hume nos recuerda una \ez ms la colegas que estamos tratando de especificar; y eso, como
estrecha relacin entre el tema de esta monografa y uno de loc se demostr, es falso. Segrin R. Rhees: <<Vemos que nos
motifs ms persistentes y dominantes en la historia de la filosofla
moderna. comprendemos mutuamente, sin advertir si nuestras reac-
ciones concuerdan o no. A causa de que concordamos en

80 8T

nuestras reacciones, me resulta posible decirle algo, y a tffico natural solo dqbglqgq_qgup4-rn9.de un conjunto de
usted le resulta posible ensearme algo> [28]. reglas -< ;las q Gn-t in'itlgii rni3ma {9.1
En el curso de su investigacin, el cimfifreq_aplica_y des- cientlfico--, Io que eI socilogo .est! estudiando, asl-como
irrolla
'.de
los conptp_l*-pqttbg-"tg$ e_."!g*.93mpo parti-l; el estudio que hace de ello, es una actividad humana y sg
estudio. Esta piicuci" y-esta moifti*"i,ti stan <<i- lleva a cabo, por lo tanto, de- acerdo con reglas. Y estas
fluidao> tanto pa,r.los. fenmenos a lgs cu,qJ,eq se* 4pl!qr, son que las reglas que rigen la investigain del
como por los colaboradores en participacin con los cuales -ms las que especifican qu ha de considerarse <<ha-
socilogo-
se aplican. P_ig-I_'doi,clases de <influencio> son dife- cer la misma clase de cosas>> con relacin a esa clase de
rentes. Considiand qu es- sobre"la bs"d 3u dbseiva- actividad.
iin de los fenmenos-(en el curso de sus experimentos) Un ejemplo puede aclarar esto. Tomemos la parbola del
que el cientfico desarrolla sus conc'eptos como lo hace, fariseo y el publicano lLucas, 18, 9]. El fariseo, eu
solo puede hacer esto en virtud de su participacin en una deca: <<Dios, te agradezco no ser como otros hombres son>>,
forma establecida de actividad con sus colegas de profe- estaba haciendo la misma clase de cosas que el publica-
sin. Cuando hablo de <<participaciu no implico necesa- no, quien oraba: <<Dios, s misericordioso conmigo, un
riamente una conjuncin fsica directa, ni siquiera una pecadon>? Para responder a esto tendramos que conside-
comunicacin directa entre los participantes. Lo que im- rar, en principio, lo que implica la idea de oracin, y este es
porta es que todos ellos toman parte en el mismo tipo ge- un problema religioso. En otras palabras, los criterios ade-
neral de actividad, el cual fue aprendido por todos de cuados para decidir si las acciones de estos dos hombres
manera semejante; que son, por lo tanto, capaces de co- eran del mismo tipo o no, pertenecen al campo de la reli-
municarse entre s con respecto a lo que estn haciendo; gin. As, el socilogo de la religin se ver confrontado
que lo que cada uno de ellos hace es, en principio, inteli- con una respuesta a la pregunta: Pertenecen estos dos
gible para los otros. actos a la misma clase de actividad?; y esta respuesta se
formula segn criterios que no son tomados de la sociolo-
ga, sino de la regin misma.
6. La comprensin de las instituciones sociales Pero si los juicios de identidad por lo tanto, las gene-
'De
-y,
ralizaciones- del socilogo de la religin se apoyan en
acuerdo con el criterio de Mill, para comprender una criterios extrados de esta, entonces su relacin con los
institucin social es preciso observar regularidades en la ejecutores de la actividad religiosa no puede ser tan solo
conducta de sus participantes, y expresar dichas regulari- la de observador a observados; por el contrario, debe ser
dades en forma de generalizaciones. Ahora bien, si se pue- anloga a la participacin del cientfico natural con sus
de considerar que la posicin del investigador sociolgico colaboradores.en las actividades de investigacin cientfi-
(en sentido amplio) es comparable, en sus principales de- ca. Si lo expresamos en forma ms general, aun cuando
lineamientos lgicos, con la del cientfico natural, enton- sea legltimo decir que la comprensin de un modo de acti-
1 ces debe cumplirse lo siguiente. Los cglrceptos y criterios vidad social consiste en un conocimiento de regularidades,
f I s_egn los cua_les el rocilogo- iur-ga_.q!e,_ n dS'ift ifrres, la naturaleza de este conocimiento debe ser muy diferente
I I hu ocurrido lo mismo o se ha desempeaoTa @*4-c- de la naturaleza del conocimiento de regularidades flsicas.
Ii cin, deben comprenderse en relaciin con'Ias reg[as que De modo que, en principio, es totalmente errneo compa-
|t figen la inuestigacin sociolgica. P.eo aqu nos Iga- rar la actividad de un estudioso de una forma de conducta
mos con una dificultad; mientras que en el caso del cien- social con la de, por ejemplo, un ingeniero que estudie el

82 83
funcionamiento de una mquina; y no mejora las cosas prcvia de esos otros conceptos que pertenecen a las acti-
decir, como Mill, que la mquina en cuestin es, por su- vidades sometidas a estudio.
puesto, inmensamente ms complicada que cualquier m- Por ejemplo, la preferencia de liquidez es un concepto tc-
quina fsica. Si vamos a comparar al estudioso social con nico de la economa: generalmente no es usado por los
un ingeniero, mejor serla compararlo con un aprendiz de hombres de negocios en la conduccin de sus asuntos, sino
ingeniero que est estudiando a qu se refiere la ingenie- por el economista que desea explicar la naturaleza y las
rla decir, la actividad de ingeniera-. Su compren- ionsecuencias de ciertos tipos de conducta empresarial.
sin-es
de los fenmenos sociales se parece ms a la com- Pero est, lgicamente, vinculado a conceptos que forman
prensin que el ingeniero tiene de las actividades de sus parte de la actividad en cuestin, porque el uso 9y. 9l
colegas que a la comprensin de ese ingeniero con respecto conomista hace del mismo presupone su comprensin de
a los sistemas mecnicos que estudia. lo que significa dirigir una empresa, lo cual, a su vez, im-
Este punto se refleja en consideraciones de sentido comn plica una comprensin de conceptos comerciales del tipo
parecidas a la siguiente: un historiador o socilogo de la e dinero, beneficio, costo, riesgo, etc. La relacin entre
religin debe tener algn sentimiento religioso para cap- su explicacin y estos conceptos hacen de la primera una
tar el movimiento religioso que est estudiando y compren- explicacin he la actividad econmica que no es, digamos,
der las consideraciones que rigen las vidas de sus partici- una obra de teologa.
pantes. Un historiador del arte debe poseer algn sentido Asimismo, un psicoanalista puede explicar la conducta
esttico si ha de comprender los problemas que enfrentan neurtica de un paciente en trminos de factores descono-
los artistas de su poca, y sin esto habr dejado fuera de cidos para este y de conceptos que le resultaran ininteli-
su relato precisamente aquello que hara de l una histo- gibles. Supongamos que la explicacin del psicoanalista
ria del arte, y no tn relato externo bastante nebuloso de se refiera a acontecimientos ocurridos durante la primera
ciertos movimientos por los cuales se vio pasar a determi- infancia del paciente. En tal caso, la descripcin de aque-
nadas personas. llos acontecimientos presuporrdr una comprensin de los
No es mi deseo sostener que debemos detenernos en la conceptos en trminos de los cuales, por ejemplo, se lleva
clase irreflexiva de comprensin de la cual di, como ejem- a cabo la vida familiar en nuestra sociedad, y esto por-
plo, la comprensin que el ingeniero posee con respecto a que ellos forman parte, aunque sea muy rudimentaria-
las actividades de sus colegas. Pero lo que quiero decir es mente, de las relaciones entre el nio y su familia. A un
que cualquier tipo de comprensin ms reflexiva debe pre- psicoanalista que desee dar una explicacin de la etiologla
suponer necesariamente, si ha de valer como una autntica de lav neurosis entre los isleos trobriandeses le resulta-
comprensin, la comprensin irreflexiva del participante. ra prcticamente imposible aplicar, sin mayor reflexir
Y esto, por s mismo, torna engaoso el hecho de compa- los conceptos desarrollados por Freud para situaciones que
rarla con la comprensin que el cientfico natural posee surgen en nuestra propia sociedad. Primero, se vera obli-
con respecto a sus datos cientlficos. De manera semejante, gado a investigar cosas tales como la idea de paternidad
aunque el estudioso reflexivo de la sociedad < de un entre los isleos, y a tomar en cuenta todo aspecto rele-
modo particular de vida social- pueda considerar nece- vante en el que tal idea difiera de la que es corriente en
sario el uso de conceptos que no se hayan extrado de.las su propia sociedad. Y es casi inevitable que una investi-
formas de actividad que est investigando, sino ms bien gacin de ese tipo determine alguna modificacin de la
del contexto de su propia investigacin, todava estos con- teora psicolgica, adecuada para explicar la conducta
ceptos tcnicos de su voluntad implican una comprensin neurtica en esta nueva situacin.

84 85
Dichas consideraciones tambin justifican, en parte, esa por O. Si en realidad ocurre esto, no hay por qu deducir
suerte de escepticismo histrico que R. G. Collingwood, que O cometi un error en sus clculos, ya que lo esen-
un filsofo algo subestimado, expresa en ldea de la histo- cial acerca de una decisin reside en que un conjunto dado
ria 16, passim.l. Aunque no es necesario ponerlas en pri- de <<clculos>> puede llevar a un resultado incluido entre
mer plano cuando se trabaja con situaciones propias de la muchos otros. Esto diverge totalmente de las predicciones
sociedad en que se vive, o de sociedades con cuya vida se que se hacen en las ciencias naturales, donde una predic-
est razonablemente familiarizado, las implicaciones prc- cin fallida implica siempre alguna clase de error por par-
ticas se vuelven apremiantes cuando el objeto de estudio te del que predice: datos falsos o inadecuados, clculos
es una sociedad alejada culturalmente de la del investi- imperfectos, o teora defectuosa.
gador. Esto explica el peso atribuido por los idealistas a Lo que sigue puede aclararnos esto un poco ms. Para
conceptos como <empato> e <<imaginacin histrica>> (con comprender la naturaleza de la decisin que confro4ta N,
lo que no se quiere negar que tales conceptos den lugar a O debe tener conciencia de las reglas que proporcionan
sus propias dificultades). Tambin se vincula con ctra de los criterios que, a su vez, especifican para N los rasgos
sus doctrinas caractersticas: que la comprensin de una relevantes de su situacin. Si se conoce la regla seguida
sociedad humana est ntimamente relacionada con las por alguien, se puede, en muchos casos, predecir lo que
actividades del filsofo. En los dos primeros captulos pre- ese alguien har en determinadas circunstancias. Por ejem-
par el camino hacia esa doctrina, y volver a ella en los plo, si O sabe que N est siguiendo la regla: <<Comience
dos ltimos. desde 0 y agregue 2 hasta llegar a 1.00$>, puede predecir
que, si ya escribi 104, N escribir a continuacin 106.
Pero, a veces, a O le resulta imposible predecir con cer-
7. La prediccin en los estudios sociales teza qu har N, aunque sepa con toda seguridad cul es
la regla seguida por este; por ejemplo, cuando surge el
Cuando analic a Oakeshott en el captulo anterior, seal problema de qu implica seguir esa regla, si se da el caso
que era importante el hecho de que la conducta volun- de circunstancias notablemente diferentes a cualquier otra
taria fuera una conducta en la cual existe una alternati- en que se la haya aplicado. Aqul, la regla no especifica
va. Dado que comprender atgo implica la comprensin ningn resultado determinado para la situacin, aunque
de su opuesto, alguien que desempea X, comprendin- limita la gama de alternativas posibles; queda determina-
dolo, debe ser capaz de representarse la posibilidad de no do para el futuro mediante la eleccin de una de estas
hacer X. Esto no es un enunciado emprico, sino una ob- alternativas y el rechazo de otras que, nuevamen-
-hasta
te, llegue otro momento en el que sea necesario interpre-
servacin respecto de lo que entraa el concepto de hacer
algo con comprensin. Consideremos ahora a un observa- tar la regla a la luz de nuevas condiciones-.
dor, O, de la conducta de N. Si O quiere predccir cmo Esto puede aclarar en parte gu involucra la idea de una
va a actuar N, debe familiarizarse con los conceptos que tradicin histrica en desarrollo. Como seal antes, Mill
utiliza N para ver la situacin; habiendo hecho esto, pue- consideraba las tendencias histricas anlogas a las leyes
de, a partir de su conocimiento del carcter de N, ser ca- cientficas, y Popper quera modificar esa concepcin ad-
paz de predecir con bastante certeza qu decisin va a virtiendo que el enunciado de una tendencia, a diferencia
adoptar N. Pero las nociones que usa O para hacer su de una verdadera ley, implica una referencia a un con-
prediccin son, asimismo, compatibles con la adopcin, junto de condiciones iniciales especficas. Lo que yo qui-
por parte de N, de una decisin diferente a la predicha siera ahora es hacer otra modificacin ms: aun cuando

86 87
til-

es imposible predecir que algn otro compondr ese poema


se d un conjunto especlfico de condiciones iniciales, no
o descubrir ese invento. <No podrla predecirlo, porque
se puede predecir ningn resultado determinado para una
no podra decir que va a ocurrir lo que ya ha ocurrido>>
tendencia histrica, porque la continuacin o ruptura de
esa tendencia entraa decisiones humanas que no estn [8, pg. 166].
Sera un error, aunque tentador, considerar esto una tri-
determinadas por sus condiciones antecedentes, en cuyo
vial discusin sofstica. Pareciera que intentamos la tarea
contexto reside el sentido de llamarlas <<decisiones>.
imposible de legislar a priori frente a una posibilidad pu-
Respecto de esto ltimo, resultan necesarias dos palabras
ramente emplrica. Pero, sin embargo, lo que en realidad
de advertencia. No niego que a veces sea posible predecir
estamos mostrando es que los conceptos centrales perte-
decisiones; lo que intento recalcar es que su relacin con
necientes a nuestra concepcin de la vida social son incom-
la evidencia en la que se basan es diferente ala que carac- patibles con los conceptos centrales de la actividad de
teza las predicciones cientficas. Y no estoy cayendo en
prediccin cientfica. Cuando hablamos de la posibilidad
la trampa de decir que las tendencias histricas estn cons-
de predecir cientficamente los desarrollos sociales de este
cientemente determinadas y pensadas por sus.participan-
tipo, no comprendemos literalmente lo que estamos dicien'
tes; el punto clave es que esas tendencias son, en parte, el
do. Y no podemos comprenderlo porque no tiene sentido.
resultado de las intenciones y decisiones de sus partici-
pantes.
El desarrollo de una tradicin histrica puede incluir de-
liberaciones, argumentaciones, examen de interpretaciones
opuestas, todo esto seguido, tal vez, por la adopcin de
algn acuerdo de transaccin o el surgimiento de escuelas
rivales. Consideremos, por ejemplo, la relacin entre la
msica de Haydn, Mozart y Beethoven; o las.escuelas con-
trapuestas de pensamiento poltico que pretenden to-
das con algunos visos de razn- estar basadas en-y la tra-
dicin man<ista. Pensemos en la accin reclproca cumpli-
nentada por la ortodoxia y la herejla en el desarrollo de
la religin, o cmo se revolucion el ftbol cuando un ju-
gador de rugby recogi la pelota y corri. Sin duda, no
hubiera sido posible predecir esa revolucin a partir del
conocimiento del estado anterior del juego; al menos, no
ms de lo que hubiera sido posible predecir la filosofla
de Hume a partir de las filosoflas de sus predecesores. Tal
vez nos ayude recordar la rplica de Humphrey Lyttleton
a alguien que le preguntaba adnde estaba yendo el jant
<<Si yo supiera adnde est yendo el jazz, ya estarla allfl.
Maurice Cranston seala esencialmente lo mismo cuando
advierte que predecir la aparicin de una obra potica 0
un nuevo invento implicarla escribir el poema o fabricar
el invento uno mismo. Y si uno ya lo ha hecho, entoncc

89
88
*f

las propias teoras de modo siempre riguroso- el con-


4. El espfuitu y la sociedad -y y el experimento' y en asegurarse
trol de la observacin
que las inferencias hechas sigan siempre la lgica estricta.
Esto es lo que denomina el enfoque <<lgico-experimental>.
Los datos del socilogo son las acciones de los seres hu-
manos que viven juntos, y entre ellas Pareto singulariza,
1. Pareto: conducta lgi,ca I conducta no-lgica por considerar que exige una atencin especial, la con'
ducta que expresa un contenido intelectual.
En el captulo 3 intent demostrar +l-e*,las.co-ncepeienes
mediante las cuales solemos considerar los acontecimien- <En cualquier grupo de personas se presenta cierto nme-
tooCiili;s qo " lgicamente incompatiblgq.cg4 lg.s- cottgeptgs ro de proposiciones descriptivas, preceptivas' o de otro
borrespodientes a la explicacin cientfica. IJn aspecto
-importante tipo (. . . ) Tales prposiciones, combinadas mediante ne-
tlel argumento era que el primer tipo de cog- xos lgicos o seudolgicos, y ampliadas con narraciones
epqi. n-qs-- -{qlgleu- -"p.arlq,*dS--la-,uda-sosial--misma-, f -np fcticas de diversas clases, constituyen teoras, teologlas,
-ian
ia-descripcin que el observador hace de ella.
'Psolo-de
existe una poderosa corriente de pensamiet que
cosmogonas, sistemas de metafsica, etc. Vistas desde afue-
ra, sin considerar los mritos intrnsecos que puedan asig'
sostiene la necesidad dg descartar las ideas de los parti- nrseles en virtud de la fe, todas esas proposiciones y teo-
cipantes, pues lo ms probable es que nos extraven y con- ras son hechos experimentales, y como tales debemos to-
fundan. Po ejemplo, a esta corriente pertenece el prrafo marlas en cuenta y examinarlas>> [23, seccin 7].
de Durkheim citado en la parte final del capltulo 1. Me
propongo ahora examinar el intento hecho por V. Pareto En este caso, nos interesa determinar en los criterios de
enThe Mind and Society 1231, como reza su ttulo ingls, Pareto cmo se relacionan las proposiciones y teoras acep-
en el que el traductor capt, en forma admirable, su prin- tadas por los individuos con su otra conducta. Por ejemplo,
cipal preocupacin; * o sea, mostrar empricamente que
cmo se relacionan las proposiciones de la teologla cris-
las ideas de la gente, en su comportamiento habitual, in' tiana con la prctica de los ritos cristianos? Pareto seala
fluyen en la naturaleza y el resultado de su conducta de correctamente que esta pregunta es ambigua. Puede que-
modo mucho menos fundamental que 1o que por lo comrln rer decir: Bn readad, constituyen estas teorlas buenas
se piensa. En consecuencia, el socilogo debe desarrollar razones para las acciones que intentan jtrstificar? O puede
sus propios conceptos de nouo y prestar tan poca atencit querer decir: La conducta de las personas, est realmen-
como sea posible a las ideas de los participantes. M an. te regida por las ideas que, segn ellas, abrazan, o con-
ljqi _gqt destinado a destacar dos puntos: primere,-quc tinuarlan comportndose igual aun cuando dejaran de
Pareto confunde lo que es en esencia un tema--filoglfio compartirlas? Pareto piensa que la respuesta a ambas pre-
-con
uno cientfico, de carcter emprico.;.segundon"-qc lr guntas es funcin de una sociologla <<lgico-experimental>
nclusin de su argumento es, de hecbo'falsa. cientlfica; para esto introduce dos importantes distincio-
Pareto comienza considerando qu implica un enfoquc nds: a) entre accin lgica y no-lgica,y b) entre resduoi
cientfico para la sociologa. En forma aproximadtr tll y deriuaciones.
respuesta dice que consiste en el uso exclusivo de conccp ) este estinada a aclarar el problema del grado en que
tos con una referencia estrictamentc emplrica, en somct(f lr teorlas adoptadas por las personas constituyen real-
* mente buenas razones para las acciones que ejecutan.
El ttulo original era Trattato di sociologia generale. (N. dct El

90 0t
;T-- l'r
\'rr I \ I

<Hay acciones que utilizan medios adecu-ados a-los fines presentarse como aparentemente lgica si no es en trmi'
y que vinculan lgicamente medios con fines. Hay otras nos de la categora de medios y fines.) Asimismo, una
acciones en las que no se encuentran esos rasgos. Las dos accin puede ser no-lgica a causa de que, aunque el actor
clases de conducla son muy diferentes, segn se las consi- la ejecute en busca de un fin, alcance algn fin comple-
dere en su aspecto subjetivo o en su aspecto objetivo. Pes- tamente diferente o ningn fin en absoluto. Segn expresa
de el punto e vista subjetivo, casi todas las acciones hu' Pareto, esto puede darse porque el fin representado no es,
manas pertenecEn a la clase lgica. A los ojos del marinero de hecho, real, sino <<imaginario>, pues <<est ubicado fue-
griego, los sacrificios a Poseidn y el uso de remos eran' ra del campo de la observacin y la experiencia> [sec-
tanto uno como otro, medios lgicos de navegacin (. . . ) cin 151]; varias veces menciona la salvacin del alma
Supongamos que apliczrmos el trmino accione,s l-gicas a como ejemplo de un fin <<imaginario>. O, tambin' aun-
acions que lgicamente asocian los medios a los fines no que el fin representado sea perfectamente real, puede ser
solo desde el punto de vista del sujeto que las ejecuta, sino que no se lo obtenga de! modo que piensa el actor: Pareto
desde el punlo de vista de otras personas poseedoras de asigna a esta clase tanto las operaciones mgicas [seccin
un conocimiento ms extenso otras palabras, a accio- 160] como tambin <<ciertas medidas (por ejemplo, la re-
nes que sean lgicas tanto -en
subjetiva como objetivamente, duccin de salarios) tomadas por los hombres de negocios
en e[ sentido que acabamos de explicar-. A otras accio- (empresarios) trabajando en condiciones de libre compe-
nes las llamaremos no-lgicas (que de ningn modo es tencio> fseccin 159].
igual a "ilgicas")> 123, seccin 150]. Ahora bien, la inclusin de todos estos tipos diferentes de
accin de muchos otroF- en una categora ni-
-adems
ca va a dar lugar, obviamente, a graves dificultades. De-
Por lo tanto, una a'ccin lgica es aquella que cumple las
siguientes condiciones: a) el actor considera que tiene un seara aqu concentrarme en una de ellas: hacer alguna
resultado y la ejecuta con el propsito de lograrlo; ) tien- distincin clara entre conducta <<no-lgica>> e <<ilgicu.
de realmente a producir el resultado que el actor se repre- En la cita anterior, correspondiente a la seccin 150 de
senta; c) el actor tiene lo que Pareto considerarla como The Mind and Socief2, vimos que Pareto sostena que
fundamentos slidos (es decir, dgico-experimentaleo) ambas no eran de ninguna manera lo mismo; y vuelve a
para su creencia, y d) el fin buscado debe ser tal -que re- sealar esto, mucho despus, cuando escribe que <un error
iulte empricamente identificable. La diversidad de estos en ingeniera no es una accin no-lgico> [seccin 327].
criterios significa que una accin puede tambin ser no- Sin embargo, Pareto considera que el error de un empre-
lgica de modos muy diferentes, de los cuales los siguiert- sario en condiciones de libre competencia, que piensa que
tes se encuentran entre los ms importantes. Puede ser mediante la reduccin de los sueldos de sus empleados
noJgica porque el actor no piensa lograr, a travs de aumentar sus propios beneficios, es una accin no-lgica.
ella, ningn fin en absolutb; esto parece corresponder a 'De qu manera relevante difiere un error en ingenierla
lo que Max Weber entendla como acciones wertrational, del de un empresario (cuya idea, dice Pareto, ya no sera
opuestas a las zueckratonal. Pero Pareto piensa que estat un error en condiciones de monopolio) ? Y es realmente
sn contadas y distantes, porque, segrin. dice, <los serel comparable, al menos en alguna medida, el error del em-
humanos tienen una tendencia muy notable a pasar rn presario con la ejecucin de un rito mgico? Sin duda,
barniz de lgica'sobre su conducto> fseccin 154]. (Es in' ms bien deberla comparrselo con un error en un rito
teresante, y tiene importancia, el hecho de que sea ingaprl mgico. El error del empresario es un acto particular (del
de concibir alguna-forma en la que una accin puedt cual puede haber, no obstante, una gran cantidad de ejem-

92 ,
03
Fi

plos semejantes) dentro de la categora de conducta em- ejemplo, sera ilgico rechazar el compromiso c9 l.os re-
presarial; pero las operaciones mgicas constituyen, por sl rlt"ot'de un experimento adecuadamente realizado; en
mismas, una categora de conducta. En una sociedad don- la religin, sera ilgico suponer que las propias fuerzas
de se practica magia, esta desempea un papel peculiar puede competir con las de Dios; y as en los otros casos'
y propio que se lleva a cabo segn consideraciones tam- Pero ,ro es snsato decir que la prctica d,.- l-a-Si9t-tglggit-
bin propias. Lo mismo vale para la actividad empresaria,
pero no para el tipo de actividad empresarial descarriada
a la que se refiere Pareto, ya que esta solo puede compren- t}';t""Qe no tiene en cuenta el carcter superpuesto
derse por referencia a los propsitos y naturalez.a de la de los ifeientes modos de vida social. Por ejemplo, al-
actividad empresarial en genefal. Por otra parte, tratar de guien podra tener razones religiosas para dedicar su vida
comprender la magia haciendo referencia a los propsitos i ta ciencia; pero no creo que esto afecte la sustancia de
y naturaleza de la actividad cientfica, como hace Pareto, mi argument, aunque, en detalle, su expresin precisa
ser necesariamente considerarla en sentido errneo. sera ms complicad.) Ahora bien, lo que Pareto trata
Ladistincinentreunacategorageneraldeaccin de decir .t qn h ciencia, en sl misma' es una form de
forma de vida social- y una clase particular de acto in- conducta lgica (en realidad, la'forma par excellence
cluido dentro de tal categorla tiene importancia funda- de tal conduta), mientras que la religin es no-lgica (en
mental para la distincin entre conducta no-lgica e ilgi- un sentido lgiiamente peyrativo). Y esto, como intent
ca. Un acto ilgico implica, presumiblemente, vn error demostrar, no es permisible.
en lgica, pero cuando se dice que algo es no-lgico se est Todava hay otra-fuente ms profunda de la que se deriva
negando la aplicacin de criterios lgicos. O sea, que no el fracaso de Pareto para distinguir adecuadamente entre
tiene sentido decir que la conducta no-lgica es lgica o <<no-lgico> e <<ilgic>>; se relaciona con su creencia de
ilgica, como tampoco lo tiene afirmar que algo no-espa- que el-modo apropiado para formular una teorla comple-
cial (como la virtud) es o grande o pequeo. Pero Pareto tmente impariiai y no omprometida dbl funcionamiento
no analiza las implicaciones que surgen de esto. Por ejem- de las sociedades humanas ha de regirse tan solo por cri-
plo, trata de usar el tnirino <<no-lgico>> en un sentido terios <<lgico-experimentales>>, concebidos por analogla con
lgicamente peyorativo, lo cual resulta similar a llegar a lo que cnsider que es la prctica de las ciencias natu-
la conclusin de que la virtud debe ser pequea por el rales.
hecho de que no es grande. En este caso, una gran parte Es evidente que, desde este punto de vista, evaluar teorlas
del problema surge del hecho de que no tuvo en cuenta el opuestas ottito de la existencia social (es decir, teoras o-
punto en torno del cual gira el argumento principal de ciolgicas alternativas), refirindolas a esos criterios, es
esta monografia: que los criterios de lgica no son un don algo iotalmente justifiado. Pero Pareto siempre trata de
directo de Dios, sino que surgen y solo son inteligibles en ha"cer algo ms que esto: intenta evaluar, por referencia
el contexto de las formas de convivencia o de los modos a los misinos critrios, las ideas y teoras pertenecientes-al
de vida social. Por lo tanto, no se pueden aplicar crite- tema que est estudiando. Esto lo envuelve en una confu-
rios de lgica a los modos de vida social como tales. lor sin fundamental: tomar partido justamente del modo que
9j9mplo, l ciencia es uno de- eqo,s.,odos. y ta eljg3- se supona eliminado con li aplicacin de la tcnica lgico-
gtio; y cd una tiene criterios prepios de inte}gffiffi. .*p.iitt.tttal. Las dificultadei en las que se ve asl rymido
D. _dg. -ciencia-o-deJa-r.l i gi.l", ht
gge-, -dS.LrC*de-Ja ejmplifican lo que quise destacar al sostener que- el tipo
Tdiones_pwde ser. lfuicas""aitfuicas:-en l eienciq. fror de pioblema al iual se refiere aqul se incluye ms en el

94 95
I
L

campo de la filosofa que en el de la ciencia. Esto tiene no comprometido de tales concepciones competitivas; su
que ver con el sentido pecuar en que la filosofla es rn misin no es otorgar premios a la ciencia, la religin, o
estudio no comprometido' cualquier otra cosa. Tampoco lo es defender ninguna Wel-
g-elaf if osof a.s9--e*c"gpa_delaelusidap.ir-r*y."sp,rnp_ar_agn tanschauung (del modo en que Pareto proporciona, incon-
de [os modos en_qus-las diferentes dissiplhasintclqetules secuentemente, una W elt ans c hauun g pseudocientfica ) . En
tornan intligible_ p-l m"udp, y* cmp,*Eflto.lleva a elucidar trminos de Wittgnstein, da filosofla. deja todo como es-
ji comparar diferentes formas de vida. El carcter no com- taba>.
prometido de la filosofla se pone aqu de manifiesto en A este respecto, vale la pena destacar el argumento de
el hecho de que tambin le interesa elucidar su propia Collingwood acerca de que algunas explicaciones ofrecidas
explicacin de las cosas; ese inters en su propio ser no por antroplogos <<cientficos>> .sobre prcticas mgicas en
es, por lo tanto, una malsana aberracin narcisista, sino sociedades primitivas enmascaran a menudo <<una cons-
una parte esencial de lo que est tratando de hacer. Al piracin, consciente a medias, para poner en ridlculo y
ejecutar sus tareas, el filsofo cuidar en particular de menospreciar civilizaciones diferentes de la nuestro> [7,
desinflar las pretensiones de toda forma de investigacin libro I, cap. IV]. Un ejemplo clsico de este uso corrom-
que intente abrigar la esencia misma de la inteligibilidad, pido de la <<objetividad cientfica>> se encuentra en el tra-
poseer la clave de la realidad. .Cb*p1g5|qr*qtsla-iufcli- bajo de R. S. Lynd, Knowledge for What? U5, pg. l2l,
gibilidad adopta muchas y muy-variSdas formas escrm- nota 7.]. Las confusiones filosficas de la posicin de Lynd
]fenacr que la realidd no tiene clave--_a-lguna. Pero Pa- deben resultar evidentes a cualquiera que haya seguido el
ito comte preisamente este iror: su md de analizar argumento de esta monografla.
la distincin entre conductas lgica y no-lgica implica
corisagrar la inteligibilidad cientlfica (o, ms bien, la falsa
concepcin que tiene de ella) como la norma para la inte- 2. Pareto: residuos y deriuaciones
ligibilidad en general; pretende que la ciencia posee la
clave de la realidad. A fin de desarrollar este tema un poco ms, examinar
La ciencia, a diferencia de la filosofa, est tan embebida ahora la segunda distincin de Pareto z residuos y deriua-
en su propia forma de hacer inteligibles las cosas que ciones. Se supone que esta distincin desempea dos fun-
excluye todas las otras formas. O, en caso contrario, apli- ciones. La primera serla proporcionar rasgos recurrentes
ca sus criterios de manera inconsciente, ya que ser &uto- en nuestra observacin de las sociedades humanas, los cua-
consciente de tales cuestiones r ser filosfico. Esta falta les constituirlan un tema adecuado para la generalizacin
no-filosfica de su propia conciencia es,. en su mayor parte, cientfica. Pareto sostiene que si se examina una amplia
correcta y adecuada para la investigacin de la naturaleza variedad
'de sociedades diferentes en distintos perodos
(excepto en momentos crlticos, como el atravesado por histricos, llega a sorprender el hecho de que mientras
Einstein antes de la formulacin de la teora especial de ciertos tipos de conducta ocurren una y otra vez con muy
la relatividad) ; pero resulta desastroS _e-n la jnuestigacin escasa variacin, otros tipos son bastante inestables, cam-
de una sociedad*frrana, cuy natgvlpza misma;eride
"en
bian constantemente con el tiempo y difieren en forma
el hecho de estaq pa_r nqd.os ds:ida*dlfc- considerable de una sociedad a otra. Denomina <<residuos>>
r#tes y competitivos,"o*pu.ita-
cada uno e _bs _gglgs a los elementos constantes y recurrentes, que son los que
explicacin distinta de Ia i!.Iigibfdad-delas-cosas. Ls quedan cuando se dejan fuera de la explicacin los rasgos
tarea peculiar de la filosofla consiste en adoptar un criterio variables. Estos elementos variables son <<derivaciones>>,

96 97
fil-
trmino que se refiere a un hecho acerca de determinados nos tenan agua bendita, y la usaban con propsitos de
tipos de tonducta que Pareto sostiene' haber descubierto purificacin. Si nos detuviramos en ello, podramos aso-
emplricamente: por ejemplo, que los principales ocupan- ciar la idea de agua con el hecho de la purificacin. Pero
tes de esta categora son las teorlas en trminos de las cua' otros casos de bautismo demuestran que el uso del agua
les las personas tratan de explicar por qu s9 comportan no es un elemento constante. Es posible usar sangre para
como l hacen. La derivacin <<representa el trabajo de la purificacin, as como otras sustancias. Y esto no es
la mente para explicar [el residuo]. He aqu por qu es todo: existen numerosos ritos que producen el mismo re-
mucho ms varia6le, pus refleja el juego de la imagina- sultado (. . . ) Pgr lo tanto, el caso visto se compone de
cin> [23, seccin 850]. Puesto que las derivaciones son ese elemento constante, a, y un elemento variable, , que
tan ineitables y variabls comparadas con los residuos, Pa- comprende los medios empleados para restaurar la inte-
reto nos insta a aceptar que las ideas y teoras adoptadas gridad del individuo y los razonamientos a travs de los
por los individuos influyen en realidad poco en el. podo cuales se explica, presumiblemente, la eficacia de los me-
Ltr qu., por el contrario, se comportan; la adopcin de dios. El ser humano tiene el vago sentimiento de que el
teoras n puede explicar en forma vlida por qui la gente agua limpia, de alguna manera, tanto las manchas mora-
acta de un modo determinado, ya que esa conducta con' les como las materiales. Pero, sin embargo, no tiene como
tina aun despus de haberse abandonado aquellas. Es regla justificar su conducta de ese modo. La explicacin
obvio que el concepto de derivacin presenta muchos pun- est lejos de ser tan simple. fu, busca algo ms compli-
tos de omparacin, por ejemplo, con el concepto marxista cado, ms pretencioso, y fcilmente encuentra lo que est
de <<ideoloi", y el concepto freudiano de <<racionaliza- buscando> [23, seccin 863].
ciru>. Sin mbargo, lo que aqu deseo destacar es que solo
a travs de esta distincin conceptual Pareto consigue en' Pero existen dificultades filosficas bien conocidas que
contrar, en sociedades diferentes, rasgos comunes de un surgen del intento de rechazar, por ineficaces, clases ente-
tipo en apariencia adecuado para la generalizacin cien' ras de razonamiento, en tanto se oponen a apelaciones par-
tiica. Es-decir, pretender que existen uniformidades so' ticulares a ese tipo de razonamiento dentro de una clase
ciolgicas va de la mano con el hecho de pretender quc aceptada. Consideremos, por ejemplo, las dificultades a
se ha exagerado el valor de la inteligencia humana, r!l' menudo analizadas que implica el hecho de arrojar una
pecto de su influencia real en los acontecimientos sociales. duda generl sobre la confiabilidad de los sentidos o de
Citar ahora un ejemplo de la forma detallada en quc la memoria. Pero Pareto sostendra, sin vacilar, que su
Pareto aplica esa distincin. tesis est a salvo de esa lase de vacuidad gracias a l can-
,
tidad de evidencia emprica en la que se apoya. No obs-
<<Bautizarse es una costumbre de los cristianos. Si solo tante, su tesis con respecto a la variabilidad relativa de
conoce el procedimiento cristiano, no se sabra si es posi' Ias derivaciones y la constancia de los residuos no es, como
ble analizarlo, y cmo hacerlo. Tambin contamos con utll l piensa, algo comunicado directamente por los resulta-
explicacin sobre l: nos dicen que el rito del bautismo dos de la observacin, sino que entraa una mala inter-
se celebra para eliminar el pecadlo original. Esto todavti pretacin conceptual de esos resultados. No es a travs de
no basta. Si no existen otros hechos de la misma clase'l la observacin que se distingue el elemento constante, o,
los que atenerse, encontraramos difcil aislar los elemcF y el elemento variable, , sino que esto es resultado de una
tos el complejo fenmeno del bautismo. Pero, en re& rbstraccin (ilegtima). En el ejemplo citado acerca de
dad, tenemos otros hechos de ese tipo. Tambin los PaSl' los residuos de purificacin, el elemento invariable no es

9B 09
m
precisamente un coniunto completo de movimientos flsi- dos, en consecuencia, utilizan la misma nocin. Podemos
ios,.ya que puede adoptar una enonne cantidad de formas imaginar el airado grito de Pareto ante el filistesmo de
flsicas dierntes (como el mismo Pareto se toma el tra- tal proceder, pero l es culpable del mismo tipo de filis-
bajo de sealar). El simple acto de lavarse las manos no tesmo cuando, por ejemplo, compara la relacin social
constituirla un ejemplo; sl lo serla en el caso de ejecutarlo entre <<un millonario norteamericano y un norteamericano
con intencifin simblica, como un signo de purificacin de origen humilde>> con la que existe entre un hind de
moral o religiosa. Este punto es tan importante que lo una casta elevada y otro de una casta inferior fvase sec-
ejemplificar con otro caso ms, los <<residuos sCIruale*>. ci6n 1.0441. Y esta clase de comparacin resulta esencial
iuteio no quiere referirse, como era de esperar' al factor para todo su mtodo de procedimiento.
comn del simple intercambio sexual biolgico que se en- Podemos expresar lo mismo de esta otra manera. Es po-
cuentra en todas las multifacticas costumbres sociales e sible decir que dos cosas son <<iguales> o <<diferenteb h.-
ideas morales vinculadas a las relaciones sexuales, en dife- clendo tan solo refrencia a un conjunto de criterios que
rentes pocas y en distintas sociedades. Desecha esto en subyacen a lo que se considera una difereneia reletante.
forma eiplcita. Para que una forma de conducta sea ca- Cuando las <<coias>> en cuestin son puramente fsicas, los
ficada d residuo, es necesario que tenga un contenido criterios a los que se recurr sern, por supuesto, los del
cuasi-intelectual o simblico. <<Aq,rl no nos interesa el mero observador. Pelq esto no es as cuando se est trabajando
apetito sexual, aun iuando sea un factor poderosamente con <<cosas>> intelectuals realidad, con cualquier tipo
ativo en la raza humana ( . . . ) Nos ocupamos de l solo de <<cosas>> sociales-; el-bnhecho de que sean intlectuales
en la medida en que influye en las teoras, en los modos o sociales en carcter, y no flsicas, depende completame-
de pensamiento>> [23, seccin 1.3241. Por ejemplo, un re- te de-que pertenezcan en cierto modo un sistem de idqas
sido dominante analizado por Pareto es la actitud ascti- o a uR modo de vida. TiEngl ertgncia como hechos socia-
ca frente a las relaciones sexuales, la idea de que deben les o intelectuales solo por referencia a los criterios que
evitarse por ser algo malo o, al menos, moralmente debili' rigen ese sistema de ideas o modo de vida. De esto se des-
tante. Pero, como en el ejemplo anterior, Pareto no obsera prende que si el investigador sociolgico quiere conside-
este factor constante en forma separada de los muy diver- rarlas cotno hechos sociales (como debe hacerlo, ex hryo-
sos sistemas morales y teolgicos de ideas n trminos de thesi), tiene que tomar seriamente en cuenta los criterios
los cuales se justifica o explica el ascetismo sexual en la aplicados para distinguir <<diferente$> clases de acciones e
diferentes sociedades. Es algo que analiz fuera de esos identificar <<iguales>> clases de acciones dentro del modo
sistemas de ideas y a travs de un anlisis conceptual. de vida que st estudiando. No puede imponer arbitra-
Pero no es posible arrancar de ese modo a las ideas de n riamente, desde afuera, sus propias normas; y si lo ha-ge,
contexto; la relacin entre ideas y contexto es de tipo in' los hechos que est estudiando pierden por completo su
terno. La idea adquiere su sentido del papel que le toca carcter de hechos sociales. Un cristiano negara enrgica-
desempear en el sistema. Es absurdo tomar varios sise. mente que los ritos bautismales de su fe sean iguales, en
mas d ideas, encontrar en cada uno de ellos un elemento esencia, a los actos de un pagano que roca agua bendita
que pueda expresarse en la misma formd verbal, y luego o hace uso de Ia sangre de un sacrificio. Al sostener 1o con-
pretender que se ha descubierto una idea comn a todn trario, Pareto elimina de su tema, sin querer, precisamente
los sistemas. Esto serla igual a observar que tanto el lF lo que le da inters sociolgico, o sea, su conexin interna
tema de mecnica aristotlico como el.de Galeo ur$ con un modo de vida.
una nocin de fuerza, y llegar a la conclusin de que En un artculo no publicado, la seorita G. E. M. Anscom-

r00 l0t
rTr
l

be observ que existen ciertas actividades menciona cin a los individuos, no creen en proposiciones ni adoptan
la aritmtica, a manera de ejemplo- que,-ya diferencia teoras. Describir lo que el socilogo observa en trminos
de otras actividades, como la acrobacia, no pueden ser de nociones como <<proposicin> y <<teoro> implica haber
comprendidas por un observador, a menos que l mismo tomado previamente la decisin de aplicar una serie de
posea la capacidad de desempear las actividades en cues- conceptos incompatibles con el punto de vista <<externo>,
tin. Seala que cualquier descripcin de actividades se- <<experimentab>. Por otra parte, no describir lo que se ob-
mejantes a la aritmtica que no se base en condiciones serva en esos trminos implica negarse a considerarlos
aritmticas de lo que sea- est destinada a parecer como poseedores de significacin social. De aqu se des-
-o
intil y arbitraria, y asimismo compulsiva, en el sentido prende que es imposible comprender a la sociedad a travs
de que los medios ya no se presentan como elecciones sig- de la observacin y el experimento, al menos segn cierto
nificativas..Esta es precisamente la impresin que se ob- criterio ampliamente aceptado.
tiene cuando Pareto explica las actividades sociales a la Esto necesita que se hagan algunas salvedades. Por supues-
nanera de residuos, pero no es una impresin bien fun- to, no quiero decir que sea imposible considerar como dato
dada, sino una ilusin ptica basada en un error con- el hecho de que alguna persona, o grupo de personas, sus-
ceptual. tente una determinada creencia la tierra es plana,
Segn creo, esto demuestra que la presuposicin total del por ejemplo-, sin aceptarla uno -que
mismo. Y esto es todo
procedimiento de Pareto es absurda; es decir, la idea de lo que Pareto cree hacer; pero, en realidad, est haciendo
que es posible tratar a las proposiciones y a las tcoras algo ms. No se refiere tan solo a creencias particulares
como <<hechos experimentales>, de la misma forma que dentro de un modo dado de raciocinio, sino a modos tota-
se tratara a cualquier otra clase de hecho fvase 23, sec- les de raciocinio. Lo que no ve es la necesidad de com-
cin 7]. Por cierto que no solo Pareto sostiene tal presu- prender un modo de raciocinio antes de que alguien pueda
puesto; si se quiere un ejemplo, tambin se la encuentra hablar de teorlas y proposiciones dentro del mismo
en la primera regla del mtodo sociolgico de Emile Durk- -teo-
ras y proposiciones que para l constituiran datos-. No
heim: <<Considerar a los hechos sociales como cosas>>. Tan- considera verdaderamente el problema fundamental de
to el enunciado de Pareto como otros semejantes son ab- qu significa corirprender un modo de raciocinio. En la
surdos porque entraan una contradiccin; eg-lg_meglda medida en que piensa algo acerca de esto, solo juzga que
,a-r*-coqiunto de- "fenmenos-.<desde es cuestin de establecer generalizaciones sobre la base de
afuera>>, _<fcomq he,chps. qxp,erimentale$>, no ss-.,19 pugde la observacin, criterio que hemos desechado en el cap-
dtseb'al mismo tiempo diciendo que co,rutituye -wra tulo 3.
<iIOri o serie de <<prgposiciones>2*-Bn cierto sentido, Pa- Desafortunadamente, no disponemos de lugar para anali-
i't o lln empirismo lo suficientemente lejos, ya que zar otros ejemplos de intentos similares a los de Pareto
lo que se presenta a los sentidos del observador sociolgico que impliquen eliminar la inteligencia y las ideas humanas
no son, de ninguna manera, individuos que sustentan de- de la explicacin dada por el socilogo con respecto a la
terminadas teoras y creen en determinadas proposiciones, vida social. Pero los lectores pueden encontrar instructivo
sino individuos que ejecutan determinados movimientos y releer El suicidio, de Durkheim, teniendo en cuenta 1o que
sonidos. En realidad, ya es ir demasiado lejos describirloo, hemos dicho. Resulta en especial importante advertir la
como <<individuos>>, hecho que puede explicar la popula. conexin entre las conclusiones de Durkheim.---o sea, la
ridad de la palabra <<organismo>>, tpica de la jerga socio. posibilidad de considerar a las deliberaciones conscientes
lgica y psicolgica-social: pero los organismos, en opoti. como <<puramente formales, con el nico objeto de confir-

r02 t03
fl
mar una resolucin adoptada de antemano por razones
desconocidas para la concienciD- y su decisin inicial mente frente a los criterios de dicho autor, ya que este
@n respecto a definir la palabra <<suicidio>>, a propsito de insiste con fuerza en el hecho de que la simple <<intuicin>
su estudio, en un sentido diferente al que tenla en las socie- no basta y debe probarse mediante la observacin cuida-
dades que estaba estudiando [9]. dosa. En cambio, pienso que lo errneo de Weber es su
explicacin acerca del proceso de comprobacin de la va-
lidez de las interpretaciones sociolgicas propuestas. Pero
3. Max Webr.' Verstehen .l explicacin causal corregir esto implica, ms que acercarse, alejarse de la
explicacin que Popper, Ginsberg y muchos otros que pien-
Weber fue quien ms habl del sentido peculiar que guar- san como ellos desearlan ofrecer en su reemplazo.
da la palabra <comprensin> cuando se la aplica a las Dice Weber:
formas de vida social. Ya me he referido a su explicacin
de la conducta significativa, y, en lo que sigue, me pro- <<Cada interpretacin apunta a la autoevidencia o a la
pongo decir algo acerca de su concepcin de la compren- plausibilidad inmediata (Euidenz). Pero una interpreta-
sin sociolgica (Verstehen). fVase 33, cap. 1.] El primer cin que transforme el significado de una parte de la con-
punto en el que deseo concentrarme es la manera como ducta en algo tan evidentemente obvio como se desee no
puede pretender, solo sobre esa base, constituir asimismo
i Weber explica la relacin entre el hecho de adquirir una
<(comprensin interpretativo> (deutend uerstehen) del sig- la interpretacin causalmente a.lida. En sl misma, no es
nificado (Sinn) de una parte de_la. conducta, el de pro- ms que una hiptesis particularmente plausiblo> 133,
-y
;porcionar una explicacin causal (kausal erleldren) de lo
cap. Il.
;que dio origen a la conducta en cuestin, y de cules son
,sus consecuencias.
Contina diciendo que el modo adecuado de verificar tal
1 Ahora bien, Weber nunca ofrece una clara explicacin del hiptesis consiste en establecer leyes estadsticas basadas
;l
carcter lgico de la comprensin interpretativa. En-gelre- en la observacin de lo que ocurre. De esta manera, llega
-r
'1 ---)
ral, habla- del mismo como si se tratara simplemente de a la concepcin de ley sociolgica, la cual serla <<una regu-
u"lt*i* laridad estadlstica que corresponde a un significado impu-
i-u iibEa;-tan lo se'ria oiiti" ae iro+ep.
C)
'il
en la posicirr del.qtro.. Esto ha hecho que numerosos au- tado inteligible>.
tores sostengan que Weber confunde lo que es apenas una Weber est completamente en lo cierto cuando seala que
tcnica para formular hiptesis con el carcter lgico de la interpretacin obvia no necesita ser la correcta. LJn
la evidencia para tales hiptesis. Asl, Popper arguye que, ejemplo serla la interpretacin hecha por R. S. Lynd con
aunque podemos usar el conocimiento que tenemos de respecto a la magia vud de las Indias Occidentales, al
nuestros propios procesos mentales a fin de formular hip- considerarla (crn sistema de secuencias causales, a las que
tesis acerca de procesos similares de otras personas, <estas se atribuye verdad y confiabilida> [15, pg. 121]; tam-
hiptesis deben probarse, someterse al mtodo de seleccin bin hay numerosos ejemplos semejantes en La rama do-
por eliminacin. (Gracias a su intuicin, algunas personar rada de Frazen Pero deseara cuestionar la suserencia im-
ni siquiera pueden pensar en la posibilidad de que ocista prqita de-It&bsi Ss'q'l....* e&& e6ffi&sL
alguien a quien no le guste el chocolate. ) > [26, seccin 29]. camente inco-.1pleto, que necesita el refuerzo de un mtodo
Sin embargo, por muy aplicables que resulten tales crltica por e"iero liiiat,'o 3." Ilecoledtr-A;-Abdi5ii&s.
a los vulgarizadores de Weber, no pueden usarse debida. irrente d" st"ifrt""qe,*iiliilel-d&*d qu una inir-
pretacin propuesta sea errnea, la estadlstica, aun cuan-

104
/,05
tl
sociedad imaginaria, en la cual estn sutilmente distorsio-
nados nuestros modos familiares de pensamiento. Por ejem-
plo, nos pide que supongamos que dicha sociedad vnde
madera de la siguiente forma: <<Apilan la madera en mon-
no algo diferente en cuanto a su naturaleza. _I.a compati- tones de peso arbitrario y variable, y luego la venden a un
[ilig-adder.aelnt-eJgrg_B-cj.g gSsla*estadjsgisroTuta precio proporcionado al rea cubierta por las pilas. Y qu
su,1r.4!ide.7. Quien interprete los ritos mgicos de una tribu suceder si llegan a justificarlo con estas palabras: "Natu-
como na forma de actividad cientfica desubicada, no ralmente, si compra ms madera tiene que pagar ms"?>>
encontrar rectificacin de ello en la estadstica acerca de [38, cap. I, pgs. 142-51). Aqu, la pregunta importante
qu es probable que hagan los miembros de esa tribu en es: En qu circunstancias se puede decir que se compren-
diversas oportunidades (aunqu.e e-19_ podra fon4ar partg di esta clase de conducta? Ya se que JMeber 'rLg(-
del argumento) ; lo que en definitiva s ie{uiere eiun pr-esa- 4- tng4!dq, cqmo.. si la-pneha*ltirna era nueS_tJa
aTgurnet77tsfico al estilo del que ofrece Collingwood hlbjl!{adp.ar.af ormularlqygs*$'g{ft $Lc"aq*!ap_-csdgs.ngs
en Zo\, principios del arte 16, libro 1, cap. IV]. Y esto es permitiran predecir con baq!4tg^9tuc-tguS gu haran lds
as porque una interpretacin errnea de una forma de personas en determinadas circulst4ncias. Concuerda ion
actividad social es algo que est ntiriramente emparentado esto s intento de definir un <<rol sociab> en trminos de
con el tipo de error del cual se ocupa la filosofa. la probabilidad (chance) de que se desempeetr acciones
Wittgenstein dice en alguna parte que, cuando nos vemos de una cierta clase en circunstancias dadas. Pero, en el
ante dificultades filosficas con respecto al uso de algunos ejemplo de Wittgenstein, bien podramos hacer de este
conceptos de nuestro lenguaje, somos como salvajes en- modo predicciones de gran exactitud, sin estar por ello
frentados a algo proveniente de una cultura extraa. Yo capacitados para pretender ninguna comprensin real de
solo estoy indicando un corolario de lo mismo: que los lo que aquellas personas estaban haciendo. La diferencia
socilogos que interpretan equivocadarnente una cultura es en un todo anloga ala que existe entre poder formular
extraa son como filsofos que se enfrentan a dificultades leyes estadlsticas acerca de la ocurrencia probable de pa-
referidas al uso de sus propios conceptos. Habr diferen- labras en un idioma y poder comprender qu estaba d:-
cias, por supuesto. En general, la dificultad del filsofo se ciendo alguien que hablaba ese idioma. Nunca es posible
producir en torno de algo con lo cual est perfectamente reducir esto ltimo a lo primero; una persona gue com-
familiarizado, pero que, por el momento, no puede ver prenda el chino no es una persona que tenga una firme
desde su perspectiva adecuada. La dificultad del socilogo comprensin de las probabilidades estadsticas de ocurren-
se presentar a menudo con respecto a algo que no le es cia de las diversas palabras en el idioma chino. Por cierto
familiar en absoluto; puede no disponer de ninguna pers- que podra tenerla sin saber en absoluto que est habin-
pectiva apropiada para aplicar. Es posible que esto, a ve- doselas con un idioma; y, de cualquier modo, saber que
ces, torne su tarea ms difcil que la del filsofo, y tam- est habindoselas con un idioma no es en s mismo algo
bin es posible que en ocasiones la haga ms fcil. Pero se que pueda formularse estadsticamente. En situaciones co-
tratara de una simple analoga entre sus problemas. mo esta, gcompqndgrl> im.glige'epJ-e-hedqr- la frp c-uliari-
Algunos de los procedimientos de Wittgenstein en sus elu- dad o sisnificado de lo oue se est haciendo o diciendo.
gg-gata .il
cidaciones filosficas refuerzan este punto. Se inclina a --#.-')--- ";ci'difii alejada _{e-l m-ndodeltds-
atraer nuestra atencin hacia ciertas caractersticas de ;;-*.
dstica y@ *l Flpll se aproxima pl
nuestros propios conceptos, comparndolos con los de una gampo det racioiio a-Ias;9Jgies_[1gras"919_ yin-

106 r07
ry

ocurra esto no implica, "lgicamente", la menor diferen-


cia>; comete asl el error de suponer que los <acontecimien-
tos de la conciencio> difieren empricamente de otras cla-
ses de acontecimientos. No comprende que la nocin global
de <<acontecimiento>> es aqul portadora de un sentido dife-
rente, al implicar, como lo hace, un contexto de reglas
seguidas por seres humanos y que no pueden combinarse
4. Max Weber: accin significatiua y acci'n soci,al de este modo con un contexto de leyes causales sin crear
dificultades lgicas. Weber fracasa, as, en su intento de
Una mejor forma de extraer las implicaciones de lo dicho deducir que la clase de dey>> que el socilogo puede for-
sera considerar otro aspecto de la perspectiva weberiana: mular para explicar la conducta'de los seres humanos no
su di.stincin entre la conducta que es simplemente signi- ofrece ninguna diferencia lgica con respecto a una <<le)ry>
ficativa y aquella que es tanto significativa como social. en la ciencia natural.
Ahora bien, resulta evidente que una distincin tal es in- Al tratar de describir la situacin que est usando como
compatible con [o argumentado en el captulo 2 de este ejemplo en una forra que justifique su punto de vista,
Weber deja de emplear las nociones que resultaran apro-
soto putil$fTiiffifi saiiva-si e,rr,residLper sEdas,J*qgt+s piadas para una comprensin interpretativa de la situa-
presuponen q$.mg*djg gggia.[* Weber reconoce claramente cin. En lugar de decir que los trabajadores de su fbrica
ia importancia que esto tiene para la sociologla, aun cuan- reciben una paga y gastan dinero, dice que se les entregan
do se desliza Wt lo que es preciso considerar el lado equi- piezas de metal, que ellos a su vez entregan esas piezas de
vocado. Lo que interesa es que, al hacerlo, simultneamen- metal a otros individuos y reciben de stos otros objetos;
te comienza a escribir respecto de situaciones sociales de no habla de los policlas que protegen la propiedad de los
un modo que resulta incompatible con lo que manifiesta trabajadores, sino de los <individuos con casco$> que vie-
acerca de la Verstehen; esto es justo lo que se esperara nen y devuelven a los trabajadores las piezas de metal que
en la medida en que Verstehen implica Sinn,y Sinn, segrln otras personas tomaron de ellos; y as sucesivamente. En
sostuve, implica reglas socialmente' establecidas. Recuer- surna, adopta el punto de vista externo y olvida tomar en
do aqu ese importante artlculo, R. Sqammlers <Ueber' cuenta el <<sentido subjetivamente mentado>> de la con-
w indun g> d e r m at e rialist is c he n G e s c hi c ht s auf f as sung 134i, ducta que considera, y lo que yo quiero decir es que esto
donde Weber vincula las siguientes parejas de afirmacio- es un resultado natural de su intento de separar las rela-
nes: primero, que no hay ninguna dificultad lgica para ciones sociales que vinculan a esos trabajadores de las es
suponer que una persona sea capaz de seguir reglas de que encarnan sus acciones tales como <<dinero>,
conducta en completa abstraccin de cualquier tipo de con- -ideas
<propiedad>>, <<polica>>, <@mpra y ventD>, y otras seme-
texto social; segundo, que no hay ninguna diferencia lgica jantes-. Sus relaciones mutuas solo existen mediante esas
entre la tcnica para manipular objetos naturales (por ideas y, de manera similar, esas ideas solo existen en sus
ejemplo, maquinarias) a fin de alcatwar los propios fines, rclaciones mutuas.
y aquella para <(manipulan> seres humanos como lo hace, No niego que a veces pueda resultar til adoptar recursos
segn seala, el dueo de una fbrica con sus empleados. al estilo de la <(extemalizacim> que Weber emplea en su
Dice: <.Q,re en un caso los "acontecimientos de la concien- descripcin de esta situacin. Puede servir para atraer la
cia" formen parte de la cadena causal y en otro caso no atencin del lector hacia aspectos de la situacin tan ob-

108 t09
;l'

vios y familiares que de otr forma los pasarla por alto, en gn sentido interno que establezca conexiones entre hechos
cuyo caso esto es comparable al uso que hace Wittgenstein internos mediante la intuicin directa. Tales conexiones
de imaginarios ejemplos forneos, a los cuales ya me he son, de hecho, generalizaciones empricas, sin mayor vali-
referido. Asimismo, puede comparrselo con la Verfrem- dez que las generalizaciones semejantes relacionadas con
dungseffekt a la que apunta B. Brecht en sus producciones hechos externos>> [11, pg. 155].
dramticas, o aI uso que Caradog Evans da a traduccio-
nes remotamente literales del gals en sus historias sinies- Aqu debe destacarse que el argumento para decir que la
tramente satricas sobre Gales occidental.l Bl efecto de to- comprensin de la sociedad es lgicamente diferente de
dos estos recursos es sacudir al lector o al espectador y la comprensin de la naturaleza no se apoya en la hip-
sacarlo de la complaciente miopa a la que puede inducir tesis de un <<sentido interno>> (nocin vigorosamente criti-
un exceso de familiaridad. Lo peligroso es que quien em- cada por P. Geach [0, seccin 24]). Et realidad, de lo
plea estos recursos puede llegar a considerar su modo de que he sostenido en el captulo 2 se desprende la necesidad
ver las cosas como algo ms real que el modo usual. Uno {e que los conceptos en trminos de loq cuales, comprende-
sospecha la posibilidad de que Brecht haya adoptado a mos*nuestros pt'lpfi pr-qlesos tls t nuestia CriiIuta
veces esta actitud <a lo Dios>> (como sera compatible con Sen apriiclidos y estn, por lo tanto, socialment ltabl-
su marxismo) ; est, sin duda, impllcita en el tratamiento cils, if
igal que los conceptos en trminos de los cuales
que da Pareto a los <<residuos>>, y aunque sea una actitud llegaro-s comprender la cnducta de otrai perpgnas. Es-
que, globalmente, no sea en absoluto caracterlstica de We- ai cmo I observacin de Ginsberg acerca de que el dis-
ber, se desprende no obstante, y en forma muy natural, de gusto inducido hacia ciertas comidas en alguien sujeto a
su explicacin metodolgica acerca del modo en que estn un tab <<no es directamente inteligible para nadie que se
vinculadas las relaciones sociales con las ideas humanas, haya formado en una tradicin diferente>, lejos de cons-
y de cada intento de comparar teoras sociolgicas con teo- tituir una crtica vlida a esa clase de criterio respecto de
ras de la ciencia natural. El nico uso legtimo de talVer- la Verstehen que intent presentar, se desprende inmedia-
fremdungseffekt es atraer la atencin hacia lo familiar y tamente de ese mismo criterio. Ya me he ocupado, en el
lo obvio, no demostrar que ello est desuinculado de nues- captulo 3, de la idea relativa al hecho de que las conexio-
tra comprensin. nes encarnadas en nuestros conceptos de conducta hu-
Adems, si se corrige este error en la explicacin de We- mana son precisamente el resultado de generalizaciones
ber, se vuelve mucho ms fcil defender su concepcin de empricas.
la Verstehen f.tente a una crltica persistentemente reite-
rada. Por ejemplo, M. Ginsberg manifiesta:

<<Parece ser un supuesto bsico de la uerstehende Sozi.olo-


gie y de la uerstehende Psychologie que lo que conocemos
dentro de nuestras mentes es de alguna manera ms'inte-
ligible que lo que se observa externamente. Pero esto im-
plica confundir lo familiar con lo inteligible. No existe nin-

I Este ltimo ejemplo me fue sugerido a trav& de conversacione


con ni colega, el seor D. L. Sims.

Irc nt
\i'

relaciones sociales, dentro de la profesin mdica, se vie-


t. Conceptos Y acclones ron influidas por este nuevo concepto, incluira una expli-
,-'o cacin de lo que era ese concepto. A la inversa, el concep-
. . to es, por s mismo, ininteligible si se lo separa de su
- | relacin con la prctica mdica. Un mdico que a) preten-
diera aceptar la teora virsica de las enfermedades, ) se
\^ r\) internalidad. de las relaciones sociales propusiera reducir la incidencia de esas enfermedades, y
1. La
c) ignorase completamente la necesidad de aislar a los
Paraeiemplificarqusedaaentenderaldecirquelas pacientes infecciosos, estara comportndose de una ma-
ffi;i#;i;i;.iitr. tos.hombies y is idat q9"
encar- nera contradictoria e ininteligible.
'tttt
i". sciones de estos constituyen realmente Ia mrsma
qUrgro
Asimismo, imaginmonos una sociedad que carezca de
cra. coniiaerada desde distintos Pulltos de v-rst3' todo concepto relativo a los nombres propios, tal como los
;;";;;; ;" -quenta la naturaleza-general de lo que conocemos. Por ejemplo, se conoce a las personas por me-
Aiffiffi;;*bi"; las idsas corrientes*e*-u socie- dio de frases descriptivas generales, o mediante nmeros.
u, C"u"o-se-introducen en el lengu?je-.nrevs_ideaS Y Esto tambin acarreara una gran cantidad de otras dife-
r. ;.j; . ii.ut vieja. Har "ni distincin- al hablar q9e
rencia$ con respecto a nuestra propia vida social. Se vera
de <<nuevas ieas>>. Imaginmonos a un bioqumico los afectada la estructura total de las relaciones personales.
efecta .i.ttut ot.*u"iott' y experimento-tl a talz
de Consideremos la inrportancia de los nmeros en la crcel
getmttt responsable de una de' o en la vida militar. Imaginemos qu diferente sera ena-
cuales descubre un nuevo
En"cierto sentido, podrlamos decir morarse de una muchacha a quien solo se conozca por un
terminada
que el ""f.-*rr"d.
nombre que da al germen descubierto xpresa una nmero y no por un nombre, y cul sera el efecto que ello
trr.uu idea, pero, en este contelfto'- prefiero decir que \a podra tener, por ejemplo, en la potica amorosa. El desa-
t.cho ""rimiento dentro del marco existente de rrollo del uso de nombres propios en una sociedad tal equi-
"" suponiendo que la teora de los grmenes pa-
ideas. Estoy valdra, sin duda, a la introduccin de una nueva idea,
tgenos yu bi.n .rtublecida en el lenguaje cientlfico mierrtras que lo mismo no ocurrira con la simple intro-
"rl este descubrimiento con duccin de un nuevo nombre propio particular dentro del
d. i nUU. Ahora comparemos de esa
el impacto producido noi ta. primera formulacin germen marco existente.
i.o.u, la p'rimera introduccin del concePto- de nueva Lo que intent demostrar a travs de estos ejemplos'es que
en el iengaje de la medicina. Esto constituy
una un nuevo modo de hablar, importante hasta el punto de
que no solo
apertura .o'"" t*ido mucho ms radical' merecer que se lo clasifique entre las nuevas ideas, implica
entraaba*tttttodescubrimientofcticodentrodeun un nuevo conjunto de relaciones sociales. Algo semejante
completa-
modo existente de ver las cosas, sino una,forma. ocurrira con la desaparicin de un modo de hablar. To-
mente nueva de considerar todo el problema de
la causa memos la nocin de amistad: en el libro de P. }J.all, The
de
. h, ."r.r*.ues, la adopcin de ntrerrasdetcnicas Social Seruice of Modern England (Routledge), leemos
diagnstico;i;i;tlacin d't "t"t'o' tipos preguntas que es deber de una asistente social entablar amistad con
io*o de las dolencias, y as sucesivamente' Enporsuma'
par-
sus clientes, pero que nunca debe olvidar que su primer
implic la adopcin de nuevas.formas de trabajar
"r, deber es para con la poltica de la oficina donde est em-
te be las p.rrott"t comprometidas, de un.Todg
u otro' en pleada. Ahora L.ien, tal cosa constituye una degradacin
iu pra"ti;;- medicina. La explicacin de cmo las de la nocin de amistad, segn la entendemos, la cual ex-

113
112
f

cluye esa suerte de lealtad dividida, para no decir de do- Por supuesto, esto no implica reintroducir ningtin nexo
blei. En la medida en que la vieja idea deja lugar a esta causal misterioso in rebus, cuya ndole Hume podrla ob-
otra, nueva, las relaciones sociales se empobrecen (o, si jetar legtimamente. &b:g1rg!a. de 99!3lar 999 Hume
alguien objeta la interpolacin de actitudes morales perso- pas por alto el hecho_.$e que <<la idea que nos fo_q34os
nales, por lo menos cambian). Tampoco sirve argumentar de .un objeto> e'.consiste rinliemente -en-elmentos octral-
que el-simple cambio en el significado de una palabra no clos a partir de nuestra observacin de ese objeto aisladg,
impide que las personas se relacionen entre s como de- sino que. incluye la idea de conexiones entre este y otros
seen, pues esto sera pasar por alto el hecho de que nuestro objctos (y apenas si podernos concebir un lenguaje en el
lenguje y nuestras relaciones sociales no son ms que dos que esto no fuera-as).
cars de la misma moneda. Explicar el signlfig1{o- C" ,ttu Cnsideremos ahora un caso paradigmtico rnuy simple
palaba es-.describir cmo ge !a usfu')a esta-descripcin ifn- que se refiere a una interrelacin de acciones en una so-
p,lica, 14 del ,i4tgqgambio social del cry["-fg-gaa p3ge. ciedad humana: aquella que se produce entre un acto de
3i u* tCiucio"es sociIes entre Ioi iiiii solo existen en mando y un acto de obediencia al mismo. IJn sargento gri-
sirside-a,y_{ffi S ji-e-lt-axss-l0gic-"entncesque-riiitpo ta <<Vista a la derecha!>> y todos Sus hombres miran
l'.
las relacions ntre las
"i"ci,fres-ffiTas-is
de tipo inierno, tambin
tloo interno, tambin'las
las hacia la derecha. Ahora bien, al describir el acto de los
relaciones"jociIG"ileban ser una especie de relacin iq- hombres en trminos de la nocin de obediencia a una
tenn. Esto me frne en conllicto con n principio de Hume orden, nos estamos comprometiendo, por supuesto, a decir
fr[amente aceptado: <<No hay objeto alguno que im- que se emiti una orden. Hasta aqu la situacin se pre-
plique la existencia de algrln otro si consideramos a estos senta de una manera exactamente paralela a la relacin
Uitos en sl mismos, y si nunca miramos ms all de las entre el trueno y las tormentas eltricas. Pero ahora es
idas que nos formamos de ellop>. Es indudable que Hume necesario hacer una distincin. La lndole de un zuceso co-
se propuso aplicar esto tanto a las acciones humanas y a mo el descripto acto de obediencia- es intrnseca al
ta vi social como a los fenmenos de la naturaleza. lho' -un que no lo es la ndole de un suceso
mismo de una manera
ra bien, para empezar, el principio de Hume no es una como el ruido de un trueno; y esto es cierto en general con
verdad absoluta, incluso con respecto a nuestro conocimien- respecto a los actos humanos, a diferencia de los aconteci-
to de los fenmenos naturales. Si oigo un sonido y lo reco- mientos naturales. En el caso de estos ltimos, los seres
nozco como un trueno, ya me comprometo a creer en la humanos pueden considerarlos solo en trminos de los con-
ocurrencia de varios otros hechos ejemplo, descargas ceptos que de hecho tienen de los mismos; pero ellos po-
elctricas en la atmsfera- al -por
llamar <trueno> a lo que seen una existencia independiente de esos conceptos. Ha-
he odo. Es decir, a partir <de la idea que me he formado>> ba tormentas elctricas y trueRos mucho antes de que
con respecto a lo que o puedo deducir legltimamente <<la aparecieran seres humanos que formularan conceptos en
existenia de otros objetos>>. Si a continuacin compruebo torno de ellos o establecieran la existencia de alguna co-
que no se produjo ninguna tormenta elctrica en las cer- nexin entre los mismos. Pero no tiene sentido sutx)ner oue
clnlas, en el momento en que escuch ese sonido, tendr los seres humanos hayanlffiiifti^emitii rdnes"y be-
que retractarme de haber pretendido que lo que o era un ci-il nti de que l.guian a formulai*t .
trueno. Segn una expresin de G. Ryle, la palabra <<true- ordn y de obediencia. Esto se debe a que el"ottpfo.
desempbo
no>> est impregnada de teora; los enunciados que afirman de tales actos es en s mismo la principal manifestacin de
la ocurrencia de rn trueno tienen conexiones lgicas con que Doseen esos conceptos. Un acto de obediencia contie-
los enunciados que afirman la ocurrencia de otros sucesos. ne, como elemento esencial, el reconocimiento de que antes

It4 I I5
t
hubo una orden. Pero, por supuesto, sera disparatado su- resulta muy perjudicado por ello. Esto puede servir nara
poner que el ruido de un trueno contenla algn reconoci- rectificar la,comparacin originllr, .[7, pS. 25g]. i",i"ta
miento de que lo ocurrido antes fue una tormenta elc- menor extrateza decir que-las- relacionei sociales dui,.,
rica; ms que el sonido en s mismo, es el hecho de que similares a las,relaciones lgicas entre proposicionl.-*u
lo reconozcamos lo que contiene ese reconocimiento de lo vez que se observe que las elaciones lgicai.rrtr. lui'
fro-
que ocurri antes. posiciones dependen, en s mismas, de las relacioi.r',o-
Es probable que parte del rechazo que provoca la idea de ciales entre los hombres.
que los hombres puedan relacionarse entre s mediante sus Por supuestor dicho implic un conflicto con el
-cqaqlo-he
acciones, exactamente del mismo modo que las proposicio- <<postulado del individualismo metodolgico>> de K. lop-
nes, se deba a una concepcin inadecuada de lo que son, en per, y parece_incurrirSn ese pecaclo eue l llama <er'*cia-
s mismas, las relaciones lgicas entre proposiciones. Nos limo metodolgico>>.,Popper sostiene que las t.oriud e Us
inclinamos a pensar que las leyes de la lgica forman una ciencias sociales emplean las constrrrcciones o modeios te-
estructura rgida dada, a la cual con mayor o menor ricos formulados por el investigador a fin de expliciicier-
xito nunca totalmente-, los hombres tratan de tas experiencias, mtod9 que cgmpara explcitaln.n,.-"o,
adecuar-pero
lo que dicen en su intercambio lingstico y social la construccin de modelos tericos en s ciencias-iatu-
corriente. Se piensa que las proposiciones son de natura- rales.
leza etrea, no fsica, y que debido a ello pueden encajar
entre s en forma ms ajustada que lo que es posible con- <<Este uso de los modelos explica,- y al misrno tiemp. des-
cebir con respecto a una materia tan en bruto como son !*y., las- pretensiones del esencialismo metodolgi"o'i.-. .
)
los hombres de carne y hueso y sus acciones. En cierto sen- Las explica porque el modelo tiene rrn carcter urito
tido, esto es correcto, ya que tratar a las relaciones lgicas o terico, y estamos expuestos a creer que lo,rrmos.l" ,"u
de un modo sistemtico y formal implica pensar en un dentro o detrs de los cambiantes heshs5 oUr.rv"tJJ lo-
nivel muy elevado de abstraccin, del cual se han elimi- mo una especie de fantasma o esenciu oUr.*all..? i^,
nado todas las anomalas, imperfecciones y crudezas que destruye a causa de que nuestra tarea consiste .r, unili-,
caracterizan el real intercambio de los hombres en socie- cuidadosamente nuestros modelos sociolgicos en ti-lnos
dad. Pero, al igual que toda abstraccin no reconocida descriptivos o nominalistas, o sea en rminos de iiir-
como tal, ello puede resultar engaoso. Puede hacer olvi- duos, de sus actitudes, expectativas, relaciones. etc. __"rros-
dar que esos sistemas formales cobran vida solo a partir tgla-dg al que _podemos denominar "rndividuaiismo
de su enraizamiento en este intercambio real de carne y dolgico"->> [26, seccin 29]. -ito-
hueso, pues la idea entera de una relacin lgica nica-
mente es posible en virtud de esa suerte de acuerdo entre El enunciado de Poppe-r-acerca-de que ls institsienes
los hombres y sus acciones, el cual es analizado por Witt- sociales son tan solo modelos explicatorios introducioJr-por
genstein en las Philosophical Inuestigations. Resulta opor- el cientlfico social para sus-propios
tuna la observacin de Collingwood con respecto a la
\.., resulta p"ip"6fe.
mente falso. Las formas-de pensamiento encarnali-*
gramtica formal: <<Yo compar al gramtico con un car- las institucion-es rigen la forma de corp,ertamientoJ! los
nicero; pero, en ese caso, se trata de una curiosa clase de miembros de las sociedades estudiadas por el cientfiJJ so-
carnicero. Los viajeros dicen que en algunos pueblos afri- cial. si consideramos la idea de guerra r,rr a"
--que
canos se extrae una lonja de came de un animal vivo y los ejemplos de Popper-, vemos que la misma ", ilolf".
se la cocina para la cena, considerando que el animal no simplemente inventada por personas cuyo deseo eri'ixpti,-

r16 t17
il

car ocurre cuando las sociedades se enfrentan en un


qtJ su conducta no lingiiistica expresa tambin ideas discursi-
conflicto armado. Es una idea que proporciona los crite- vas. Adems de los ejemplos que ya he dado con respecto
rios para saber qu es adecuado en la conducta de los a esto para otros casos, solo es necesario recordar que el
miembros de las sociedades en conflicto. A causa de que grado en el cual el aprendizaje de toda actividad caracte-
mi pals est en guerra, hay ciertas cosas que debo hacer isticamente humana implica tambin por 1o comn al len-
y cirtas otras que no debo hacer. Se podra decir que mi guaje es enorme: por ejemplo, en el caso de discusiones
conducta est regida por el concepto que yo tengo de ielativas al modo alternativo de hacer las cosas, a la en-
m mismo como miembro de un pals beligerante. El'con- seanza de ciertas normas de ffabajo, al ofrecimiento de
cepto de guerra pertenece esencialmente a mi conducta, razones, etc. Pero no existe una clara separacin entre la
pero no ocurre lo mismo con el concepto de gravedad, que conducta que expresa ideas discursivas y aquella que no
no pertenece en esencia a la conducta de una manzana lo hace, y esta ltima es tan semejante a la primera co-
que est cayendo: ms bien pertenece ala explicacin que mo para considerar, necesariamente, anlogas a ambas.
el fsico da con respecto a la conducta de la manzana. Re- As, incluso en el caso en que resultara foruado decir que
conocer esto, pace Popper, no tiene nada que ver con una un tipo dado de relacin social expresa ideas de una natu-
creencia en fantasmas que existen por detrs de los fen- raleza discursiva, todava se aproximara ms a esa cate-
menos. Adems, es imposible avanzar en la especificacin gora general que a la de interaccin de fuerzas fsicas.
de actitudes, expectativas y relaciones de los individuos sin Collingwood ofrece un sorprendente ejemplo de lo que ve-
referirse a los conceptos que forman parte de esas actitu- nimos iciendo en su anlisis de la analoga entre lenguaje
des, etc., cuyo significado, por cierto, no puede explicarse y vestimenta 17, pag. 24a1. Consideremos tambin la si'
en trminos de las acciones de ninguna persona individual guiente escena de la pelcula Shane. Un jinete solitario
llega al hogar de un pequeo granjero que vive aislado en
fvase M. Mandelbaum, 17].
las praderas norteamericanas y sufre por las depredacio-
nes de que lo hace vctima la clase ascendiente de los gran-
2. <<Ideaa> discursiuas y no discursiuas des ganaderos. Surge un vnculo de simpatla entre el
forastero y el granjero, pese a que apenas si llegan a inter-
En el curso de esta argumen-tacin, -vil-cul lq3fiqmac_in cambiar una palabra. En silencio, el primero ayuda al otro
e que las relaciones sociales son internas con !a afirma- a descuajar, con gran esfuerzo, los restos de un tronco que
cin-de que la iteraccin mutua de los hombres <<encarna estaba en el corral; hacen una pausa para tomar aliento,
y en ese momento ambos se miran a los ojos y se sonren
ideas>>, sugiriendo que es ms provechoso comparar la m:
teraccin social co:r el intercambio de id-eas en una co!- tmidamente. Ahora bien, cualquier explicacin expllcita
versacin que con la interaccin de fuerzas en un sistema que se trate de dar con respecto a la clase de comprensin
fr!-.g Aparentemente, esto me puso en peligro de intelec- surgida entre esos dos hombres, y que se expres en aque-
tualizar en exceso la vida social, y en particular porque lla mirada, sera sin duda muy complicada e insuficiente.
los ejemplos que analic hasta ahora se centraban en una Sin embargo, la comprendemos de la misma manera que
conducta que expresa ydeas discursiury, es d-gcir, ide4lque podemos comprender el significado de rna pausa signifi-
tienen tambin ur11 _9_TgLejLqq*llAS\iiqSS1 iIgg!... Como cativa (consideremos quf es lo que hace sgnificatiua una
f-usAIengje t-Itfi manera tan ntima e pausa), o de un gesto que completa un enunciado. <<Se
inseparable con las otras actividades lingsticas-- cuenta que Buda, una vez, en el momento culminante de
-no
desempeadas por los hombres, resulta posible decir que una discusin filosfica (. . . ) tom una flor en sus manos

r18 I19
t
I

y la mir; uno de sus discpulos sonri, y eI maestro le tido de que las mismas desempean la <<funcin>> de satis-
dijo: "Me has comprendido">> 17, pg. 243]. Deseo insistir facer las- necesidades biolgicas bsicas. Por supuesto, las
en el hecho de que, al igual que en una conversacin, el cactitudes exogrupales>> entre los miembros de mis hipo-
momento de un comentario (o de una pausa) depende de tticas sociedades en guerra no sern iguales a las <<acti-
su relacin interna con lo que se ha dicho antes; en la es- tudes endogrupaleu> (si se me perdona este momentneo
cena de la pelcula, el intercambio de miradas adquiere lapso de jerga psicolgico-social). No obstante, el hecho
su significado completo a partir de su relacin interna con de que loi enemigos sean hombres, con sus propias ideas
la situacin en la que se produce: la soledad, la amenaza e initituciones, y con quienes serla posible comunicarse,
de peligro, el compartir una vida comn en circunstancias influir en las actitudes que los miembros de la otra so-
difciles, la satisfaccin obtenida en el esfuerzo fsico, y ciedad tengan hacia ellos cuando su nico efecto
otros aspectos similares. sea volverlos todava ms -aun
feroces-. La gu-elra entre los
Puede pensarse que existen ciertos tipos de relacin social, hombres, como toda otra actividad humana, est regida
particularmente importantes para la sociologa y la his- por convencrones; y donde encontremos convenciones, ha-
toria, a las cuales no se aplican las consideraciones prece- br relacibnes internas.
dentes; sera el caso, por ejemplo, de aquellas guerras en
las que el problema por el que luchan los combatientes no
posee en absoluto una naturaleza intelectual (como se po- 3. Las ciencias sociales y .la hstoria
dra decir que lo posean las cruzadas), sino que solo im-
plica una lucha por la supervivencia fsica, como ocurri- Esta perspectiva de la cuestin puede posibilitar una nu-
ra en una guerra entre inmigrantes hambrientos y los va apreciacin de esta idea de Collingwood: toda la his-
poseedores de la tierra que aquellos usurparon.t Pero, in- toria humana es la historia del pensamiento. Por cierto
cluso aqu, y aunque el tema en cuestin sea, en cierto que esto constituye una exageracin, y el criterio de que
modo, puramente material, la forma que adopta la lucha la tarca del historiador consiste en re-pensar los pensa-
implicar relaciones internas en un sentido que no se apli- mientos de los participantes histricos es, hasta cierto pun-
cara, por ejemplo, a una escaramuza entre dos animales to, una distorsin intelectualista. Pero Collingwood est
salvajes con respecto a un pedazo de comida. Y esto por- en lo cierto, si se considera que lo que quiere decir es
que los beligerantes son socddades en las que hay mucho que el modo de comprender los acontecimientos de la
ms aparte de comer, buscar abrigo y reproducirse, y en historia humana, incluso de aquellos que no puedan re-
las que la vida funciona en trminos de ideas simblicas presentarse por naturaleza como conflictos entre ideas dis-
que expresan determinadas actitudes, por ejemplo, entre cursivas o desarrollos de las mismas, se aproxima mucho
persona y persona. Entre parntesis, estas relaciones sim- ms al modo en que comprendemos las expresiones de
blicas afectarn incluso el carcter de aquellas activida- ideas que a aquel en que comprendemos los procesos
des <<biolgicas>> bsicas: no se aclatar demasiado res- fsicos.
pecto de la forma particular que pueden adoptar estas En realidad, en cierto aspecto Collingwood presta escasa
ltimas en una sociedad dada si se habla de ellas siguien- atencin a la manera en la que un modo de pensamiento
do la terminologa neomarxista de Malinowski, en el sen- y la situacin histrica a la que pertenece forman una
totalidad indivisible. Dice que el propsito del historiador
1 Este ejemplo me fue sugerido por mi colega, el profesor J. C. es pensar los mismos pensamientos tal como una vez fue-
Rees, quien en realidad me hizover tambin la necesidad de in. ron pensados, exactamente como lo fueron en el momento
cluir en la obra esta seccin.

r20 l2I
tf'
histrico en cuestin [6, parte V]. Pero, aunque el histo-
ten, en realidad, en las ide4q a traves oe las roeas co-
riador pueda recapturr, en cierto sentido, modgs extintos
de pensamiento,limanera en-que dicho historiador lo haga
se ver teida por el hecho de que tuvo que emplear m-
se desprende que
todos historiogrficos para recapturarlos. El caballero me-
constituir una materia igualmen-
dieval no se vio obligado a utilizar esos mtodos para con-
te inadecuada para las generalizaciones y teoras cientfi-
templar a su dama en trminos de las nociones del amor
cas de ese tip a formularse en torno de ellas. La explica-
cortesano: simplemente, pensaba en ella en esos trminos.
La investigacin histrica puede capacitarme para com- cin histrica no es la aplicacin de generalizaciones y
teoras a casos particulares: es la bsqqecla de relaciones
prender hsta cierto punto lo que estaba involucrado en
internas. Se paiece ms a l@nto
lse modo de pensaminto, pero ello no me abrir 11 Rosi-
bilidad de considerar a mi dama en esos trminos. Siempre {EFiiene de una lengua para comprender una conver-
sacin, que a la aplicacin del conocimiento de las leyes
estar consciente de que eso constituye un anacronismo, lo
cual significa, por supuesto, que no la estara considerando
de la mecnica para comprender el funcionamiento de
exactamente en los mismos trminos en que 1o haca el
un reloj. La conducta no lingstica, por ejemplo, tiene
caballero'de su dama. Y, naturalmente, todava me resul- su propici <<idiomo> en el mismo sentido en que lo tiene
tara ms difcil pensar en su dama en la forma como 1 lo un lenguaje. As como al traducir un dilogo platnico al
ingls moderno puede resultar difcil captar el idioma del
hacia.
pensamiento griego, tambin puede ser engaoso conside-
No obstante, el criterio de Collingwood se aproxima ms
a la verdad que aquel otro tan preferido por las metodo- rar la conducta de los miembros de sociedades remotas
logas empiristas de las ciencias sociales, y que es ms o
de acuerdo con los modos de proceder a los que estamos
acostumbrados en nuestra propia sociedad. Pinsese en ese
mnos el siguiente: por un lado, tenemos la historia hu-
mana, que consiste en una especie de depsito de datos. incmodo sentimiento que se experimenta a menudo con
El historiador desentierra dichos datos y los expone ante respecto a la autenticidad de las <<libreo> evocaciones his-
sus colegas de inclinaciones ms tericas, quienes entonces
tricas, al estilo de las que aparecen en algunas de las
formulan generalizaciones y teoras cientficas que esta- novelas de R. Graves: esto no tiene nada que ver con las
blecen conexiones entre un tipo y otro de situacin social. dudas acerca de la exactitud de un escritor en lo que se
Luego, estas teoras pueden aplicarse a la historia misma refiere a los detalles externos.
a fin de elevr nuestro grado de comprensin con respec' La relacin entre las teoras sociolgicas y la narrativa
to a los modos de conexin recproca de sus episodios. histrica se asemeja menos a la relacin entre las leyes
Trat de mostrar, con especial nfasis en el caso de Pa- cientficas y los informes de experimentos u observacio-
reto, cmo esto implica minimizar la importancia de las nes, que a ia que existe entre las teoras de la lgica y las
I
ideas en la historia humana, pues las ideas y las teoras argumentaciones en lenguajes particulares. Por ejemplo,
1

estn desarrollndose y cambiando de continuo, y es ne- colsideremos la explicacin de una reaccin qumica en
trminos de una teorla acerca de la estructura y la va-
I

I
cesario comprender en s mismo y para s mismo cada
lencia moleculares: aqul, la teorla establece una conexin
1

I sistema de ideas, si sus elementos constitutivos se interre-


1

lacionan en forma interna; el resultado cornbinado de am' entre lo que ocurri en un momento, cuando se- reunie-
bas cosas es hacer de los sistemas de ideas una materia ron los ds elementos qumicos, y lo que ocurri en un
muy inadecuada para las generalizaciones amplias. Trat rnomento subsiguiente. Se puede decir que los aconteci-

122 r23
fr-

mientos estn as <<conectados>> solo en trmnos de la teorla reformada, pero s de algo sumamente afn, como el vie-
(en contraste con una simple conexin espaciotemporal); jo catolicismo>>* [31, caP. 1].
el nico modo de aprehender la conexin consiste en apren-
der la teora. Pero no es lo mismo aplicar una teorla I- Con esto quiero demostrar que no es a traus de la ge-
gica a una pieza particular de razonamiento. No es preciso neralizacin de simmel que comprendemos las relaciones
conocer la teorla a fin de apreciar la conexin entre los que seala entre el viejo catolicismo y el catolicismo ro-
pasos del argumento; por el contrario, solo en la medida mano: esa comprensin se logra solo en tanto comprex-
en que se puedan aprehender de antemano las conexiones demos ambos siitemas religiosos en s mismos y sus rela-
lgicas entre enunciados particulares en lenguajes particu- ciones histricas. La <<ley sociolgica>> puede contribuir a
lares se est precisamente en condiciones de comprender que dirijamos nuestra atencin a caractersticas de las si-
a qu se refiere la teora lgica. (Esto est implcito en taciones histricas que de otra forma podramos pasar
el argumento de Lewis Carroll, al que he hecho referen- por alto, y a la sugerencia de tiles analogas. En o-tro
cia antes. ) Mientras que en la ciencia natural es nuestro Laso, esto puede llevarnos a comparar el ejemplo de Sim-
conocimiento terico lo que nos capacita para explicar mel con ls relaciones entre el Partido Comunista ruso
acontecimientos a los que no nos hemos enfrentado ante- con el Partido Laborista britnico, por un lado, y con los
riormente, el conociminto de la teora lgica, en cambio, conservadores britnicos, por el otro. Pero no es posible
no nos capacitar para comprender un fragmento de ra- comprender ninguna situacin histrica <<aplicando>>-sim-
zonamiento en un lenguaje desconocido; ser necesario plemente tales leyes, del mismo modo que aplicamos- leyes
que aprendamos ese lenguaje, y eso, en s mismo, puede u particulares en la ciencia natural. En verdad, solo
bastarnos para aprehender las conexiones entre las diver-
"uros
miejntras se tenga una comprensin histrica independien-
sas partes de los argumentos presentados en ese lenguaje. de situaciones como la mencionada se puede compren-
Veamos ahora un ejemplo extrado de la sociologa. G. der de alguna manera el valor de la ley. No es lo mismo
Simmel escribe que la necesidad de conocer la clase de experimento en
el q,re se basa una teora cientfica antes de que se Pq.du
<<El hecho de que una discrepancia en las convicciones comprender la teora, ya que no tendra sentido hablar
degenere en odio y lucha solo ocurre cuando existieron de una comprensin de las conexiones entre las.partes del
semejanzas originales esenciales entre las partes. Por lo experimento si no es en trminos de la teora cientfica.
comn, el "respeto por el enemigo" (muy significativo Pero se puede comprender muy bien la naturaleza de las
desde el punto de vista sociolgico) brilla por su ausencia relaciones entre el catolicismo romano y el catolicismo an-
cuando la hostilidad surgi sobre la base de una solidari- tiguo sin haber odo hablar nunca de la teora de Simmel,
dad previa. Y cuando un nmero suficiente de semejan- o de cualquier otra similar.
zas continan posibilitando las confusiones y empaando
los contornos, los puntos de discrepancia necesitan un n-
fasis que no est justificado por el problema que se trata, 4. Nota final
sino, nicamente, por el peligro de confusin. Esto se vio,
por ejemplo, en el caso del catolicismo en Berna (...) El En este libro no fue, en modo alguno, mi intencin con-
catolicismo romano no tiene por qu temer ninguna am- siderar las indudables diferencias que existen entre deter-
naza a su identidad que provenga del contacto externo * Viejo catolicisnio: se refiere a la iglesia creada en Alemania, en
con una iglesia tan diferente a l como lo es la iglesia 1874, por Ddllinger y sus seguidores, gue rechazaron los decretos

124 125
f'
minados tipos de estudio social, tales como la sociologa, Bibliograffa
la teorla poltica, la economa, etc. Antes bien, quise po-
ner de manifiesto algunos rasgos de la nocin de estudio
social'como tal. No creo que las diferencias metodolgi-
cas individuales, por importantes que sean en su propio
contexto, afecten los amplios delineamientos de lo que in'
tent decir, ya que esto pertenece a la filosofa ms que
a lo que suele entenderse por <<metodologo>. I Acton, H. B., The lllusion of the Epoch, Londres:
Cohen & West ,1955. (La ilusin de Ia poca, Buenos
Aires: La Reja, s. f.)
2 Aron, R., German Sociology,Nueva York: Heinemann,
1957. (La sociol'oga alemana contempornea, Buenos
Aires: Paids, 1965.)
3 Ayer, A. J., The P'roblem of Knowledge, -Londres:.
Macmillari y Penguin Books, 1956. (E problema del
conocimieno, Buenos Aires: Eudeba, 1960.)
4 Ayer, A. J., <<Can There be a Private Languageb>,
Pioceedin[s of the Ari'stotelian Society,vol. xxvm, supl'
5 Carroll, L-., <<What the Tortoise Said to Achilleu, en
Complete Works, Londres: Nonesuchs Press.
6 Collingwood, R. G.,The Idea of History,Nueva York:
Oxfor University Press, 1946. (Idea de Ia historia,
Mxico: Fondo de Cultura Econmica' 1968.)
7 Collingwood, R. G., The Principles of -r4r, Nueva.York:
Oxfor University Press, 1.938. (Los principios del
arte, Mxico; Fondo de Cultura Econmica, 1960')
B Cranston, M., Freedomz A New Analysis, Londres:
Longmans, 1953.
9 Dur[heih, 8., Suicide, Londres: Routledge & Kc-g-an
Paul, 195d . (El suiciddo, Buenos Aires: Schapjre, lgq')
'Mental
10 Geah, P., Acts, Londres: Routledge & Ke-
gan Paul, 1957.
11 insberg;M., On the Diuersity of Motals,Nueva York:
Heinemann, 1956.
12 Hume, D.,'Enquiry into Human Understanding' (In-
uestigacin sobre'eI entendimiento humano, Buenos
Aires: Losada, 1946.)
del Concilio Vaticano I y en particular la infabilidad del papa.
13 Laslett, P., ed., Philosophy, Politics and Societl, Ox-
(N. det E.)
ford: Blackwell, 1956.

126 127
f'
14 Levi, E. H., An Introduction to Legal Reasoning, 30 Sherif, M., y Sherif, C., An Outlne of Social Psycho-
Chicago: University of Chicago, Phoenix Books, 1961. /og7, Nueva York: Harper, 1956.
15 Lynd, R. S., Knowledge for Wha?, Princeton: Prince- 3l Simmel, G., Conflict, Glencoe: Free Press, 1955.
ton lJniversity Press, 1945. 32 Strawson, P. F., <<Critical Notice>>, Mind, vol. r,nru,
16 Malcolffi, N., Artculo en la Philosophical Reaiew, vol. na 249, pg. 84 y sigs.
r-xrn, 1954, pgs. 530-59. 33 Weber, M., Wirtschaft und Gesellschaft, Tubinga:
17 Mandelbaum, M., <<Societal Facts>, B. J. Sociol., vol. Mohr, 1956. (Economa y sociedad, Mxico: Fondo
VI, nn 4, 1955. de Cultura Econmica, 1964.)
18 Mill, J. S., / System of Logic, Toronto: Universidad 34 Weber, M., Gesammelte Aufsiitze zur Wissenschaft-
de Toonto, en preparacin. slehre, Tubinga: Mohr, 1922. (<<La ciencia como vo-
19 Newcomb, T. M., Social Psychology, Londres: Tavis- cacio>, en M. Weber, El poltico y el cientfico, Ma-
tock Publications, 1952. (Manual de psicologa social, drid: Alianza, 1967 ; corresponde a las pgs. 529-55
Buenos Aires: Eudeba, 1967.) de la edicin alemana.)
20 Oakeshott, M., <<The Tower of Babeb>, Cambridge 35 Weldon, T. D., The Vocabulary of Politics, Londres:
Journal, vol. 2. Penguin Books, 1953.
21 Oakeshott, M., <<Rational Conducb>, Cambridge Jour- 36 Wittgenstein, L., T r act atus Lo gico-P hilo s o phicus, Lon-
nal, vol. 4. dres: Kegan Paul, 1923. (Tractatus logico-philosophi-
22 Oakeshott, M., Political Education, Londres: Bowes cas, Madrid: Revista de Occidente, 1957.)
and Bowes, 1951. 3 7 Wittgenstein, L., P hilo so p hic aI I nu e stigations, Oxford :
23 Pareto, Y.,The Mind and Societl, Nueva York: Har- Blackwell, 1953.
court Brace, 1935. 38 Wittgenstein, L., Remarks on the Foundations of Ma-
24 Parsons, T., The Structure of Social Action, Londres: thematics, Oxford: Blackwell, 1956.
Allen & Unwin, 1949. (Estructura de la accin social,
Madrid: Guadarrama, 2 vols., 1959.)
25 Popper,K., The Open Society and lts Enemies,-on-
dres: Routledge & Kegan Paul, 1945. (Lo sociedad
abierta ! sus enemigos, Bucnos Aires: Paids, 1957.)
26 Popper, K., The Pouerty ol Historicism, Londres:
Routledge & Kegan Paul, 1957. (Lo misera del hil.
toricismo, Madrid: Taurus, s. f.)
27 Renner, K., (con una Introduccin de O. Kahn-
Freund) , The Institutions of Pricate Law and their
Social Function, Londres: Routledge & Kegan Paul,
1949.
28 Rhees, R., <<Can there be a Private Language?D, Pro-
of the Aristotelian Society, vol. xxvm, supl.
ceedings
29 Ryle, G., The Concept of Mind, Londres: Hutchin-
so.:1 l9+9. (El concepto de Io mental, Buenos Aires:
Paids, 1967.)

I28
f'n

empata, 86 Haydn, F. J., BB


lndice tnaltico Engels, F., 70 Hegel, G.,14,70
epistemologla, l2-I3, 23- historia, 63, 68-69, 84,l2l-
29,42-44 25
error, 35, 58, 93 hombres de negocios, 85,
esencialismo e individualis- 93
mo metodolgico, 117 Hume, D.,14^15, 2l-22,
estadstica, 67, 105-07 54, 66, B0n, BB, l14-15,
accin simblica, 50, 100 comprensin, 23 -29, 42, 63' estados fisiolgicos, 68, 73- r27
Acton, H. 8., 71, 127 64, 82-86, 103-1 1, l2l-22 76
advertencia, 81 conceptos, 15-17, 20-23, estmulo y respuesta, 59, 63 Ibsen, H.,26-27
Anscombe, G. E. M., 101 27 -28, 45-48, 63-64, 70- etologa, 68 idealismo, 86
aprendizaje, 57-59, 82 72,'81, B4-86, 90, 103, Evans, C., 110 ideas, vase conceptos
a priori, vase Preguntas 109, 1t2-26 impulso, 73-74
conceptuales conducta filosofa, 9-28, +4,80n, 90, inferencia, 55-56, 78
Aron, R.r 43r l27 alternativa, 63-64 96-97, 106 inteligibilidad, 18, 23-25,
Ayer, A. J., ll, 38'41,70, animal, 58-61, 72,7+ concepcin <<subordina- 78-79,96
r27 del anarquista y del do> de la, 10-13, 17 intencin, 78-79
monje, 52-53 y sigs., 25 intuicin, 60, 1Ol-05, I l1
bautismo, 98-99, 101 lgica y no-lgica, 90-97 fines y medios, 54r 92-93
justificacin, 78, 107
Beethoven, L. van, 88 significativa, 46-52, l0B- Flew, A. G. N., 11
Brecht, 8., 110 1l formas de vida, 37,42-43, Kahn-Freund, O., 60, 128
Buda, 119 Cranston, M., B8-89, 127 52,94 Kant, 8.,27
Burnet, J., 15-16, 26 criterios, 25-26, 36, 57-58, Frazer, Sir J., 105
71, 82-83,101, llB Freud, 5., 47-48,85, 98 Labriola, A.,28
calidad y cantidad,39, 70' funcin, 108, 121 Laslett, P., 13, 127
72 Chaucer, G.r 79 lenguaje, 12, 17 -21, 29, 41,
Carroll, L., 55-56, 124,127 Geach. P.,77, lll, 127 45 y sigs., 107, lI2, Il4,
catolicismo romano Y anti- decisin, 86-88 generalizacin, 46, 66-69, l18, 120, 123 ysigs.
guo, 124-25 definicin, 29-32,50 72-73, B0-84, g7-g8, 100, privado, 36-41
causalidad, 14-15, 22'23, derecho escrito, 60 103, llt,122-23 Levi, E. H.,60, 128
66,72-76, 104-08, 155 derivacin, 97-104 Ginsberg, M., 48, 105, 110- leyes de la mente, 67 y sigs.,
ciencia, 9-1 7, 65-90, 94'97, Descartes, R., 76 ll, 127 72
106 disposicin, 77 -78 gramtica y estilo, 53 libertarismo, 72
Cockcroft-Walton, exPeri- Durkheim, E., 28,90, 102. Craves, R., 123 Littleton, H., BB
rnento de, B0 03,127 guerra, 117-lB, 120-Zl Locke, J., 1l-12
Collingwood, R. G., 96, lgica, 55-56, 65-66, 69, 91,
97, 106, 116-17, 119, economla, 85 hbito, 56-63 94, 116 y sigs., 123 y sigs.
l2l, L2l Einstein, A.,44,96 Hall, P., 113 Lyttd, R. A., 97, 105, 128

130 l3t
l'
magia. 93-94,105-06 participacin, 51, 86 Sherif, C,45,129 uso, 17
Malcolm, N., 38, 128 patrn establecido, 35-36, Sherif, M,45, 129
Malinowski,8., 120 78, 111
Mandelbaum, M., 118, 128 pensamiento, 18, 29
significado, 29-41, 107-08 V erfremdungseff e kt, ll0
Simmel, G., 124-25,129 Verstehen, 104-11
mando y obediencia, actos Popper, K., 69, 87, 104-05, Sims, D. L., ll0n voto, 51
de, 115-16 117-18, l28 Sinn, vase conducta sigrri-
mareologa, 66-67 Poseidn, 92 ficativa Weber, M., 46-50, 92, 104-
manrismo, 70-71, 88, 98, Pound, R., 60
110,120 precedente legal, 59-60
sociologa, 28, 42-44, 82-86, ll,
l2g
95,101, 106 Weldon, T. D., lB-21, 129
metafsica, 12-13 prediccin, 78-79, 86-89 Strar,r'son. P. F., 36-38, 41, wertrationalr 92
meteorologia, 66 preguntas r29 Wiese, L. von, 28
mtodo deductivo inverso, conceptuales, 15-16, 2l- Wittgensteh, L., 19-20, 24,
68-69 23,70 tendencia, 69, 87 29-41,57-58, 62, 97, 106-
metodologa, Bl, 126 empricas, 15-16, 2l-23, tradicin, 49, 61, B7-BB 07, ll0, 116, 129
mtodos experimentales, 69-70
14-16, 7 r, 74-75,91, 102- psicoanlisis, 47-48, 85 uniformidad, vase re3ula- Zeigarraiik, T4-75
03 psicologa, 68-69 ridad zweckrational, 92
Mill, J. S., 65-73, 76-77, social, 43, 45, 73-77, l2l
79,82,84,87, l2B
mismo; 30-34, 38, 57-59, raz6n, 46, 49, 54, 78-79,
80-83, 101 9r -95
Moore, G. E., 16 realidad, 14-28,42,96
moralidad, 57,61-64 Rees, J. C., l20n
motivo, 46,73-79 reflexividad, 61-63, 84
Mozart, W. A., 88 reglas, 29-41, 50, 56-63, 7 2,
g0-Bl,87, 108
Newcomb, T. M., 73-17, regularidad, 66-69, 80-82
128 relaciones entrelazadas, 32,
Newton, Sir I.,9 62
nocin, vase conceptos relacin interna, 100, 112-
nombres propios, 113 23
rtligin, 83-84,94-95
Oakeshott, M., 53-63, 86, Renner, K.r 7l, l2B
r2B residuo, 97, 103
organismo, 73-74, 102 Rhees. R., 172, 39, 81, 128
Ryle, G., 11, 23,77-78,lW
Pareto. V., +7 ,90-103. I 10, t28
t22, l2B
Parsons, T., 49, 128 Shakespea rcrW.r'74

132
Indice

9 l. Fundamentos filosficos 90 4. EI espritu y la sociedad


9 1. Propsitos y estrategia 90 1. Pareto: conducta lgica y conducta no-lgica
11 2. La <<concepcin subordinada>> de la filosofla 97 2. Pareto: residuos y derivaciones
t4 3. Filosofa y ciencia 104 3, Max Weber: Verstehen y explicacin causal
17 4. El inters del filsofo por el lenguaje l0B 4. Max Weber: accin significativa y accin so-
2l 5. .Investigaciones conceptuales y empricas cial
23 6. El papel fundamental de la epistemologla den
tro de la filosofa lI2 5. Conceptos y acciones
26 7. La epistemologa y la comprensin de la sociedad
29 B. Reglas: el anlisis de Wittgenstein lI2 I. La internalidad de las relaciones sociales
36 9. Algunos equvocos con respecto a Wittgenstein 118 2. <<Ideas>> discursivas y no discursivas
t2l 3. Las ciencias sociales y la historia
42 2. La naturaleza de la conducta significatiua 125 4. Nota final
127 Bibliografa
42 1. Filosofla y sociologa 130 Indice analtico
46 2. Conducta significativa
5l 3. Actividades y preceptos
56 4. Reglas y hbitos
61 5. Reflexividad
65 3. Los estudios sociales como ciencia
65 1. La <<lgica de las ciencias morales>> de J. S. Mill
69 2. Diferencias de grado y diferencias de clase
73 3. Motivos y causas
77 4. Motivos, disposiciones y razones
79 5. La investigacin de regularidades
82 6. La comprensin de las instituciones sociales
B6 7. La prediccin en los estudios sociales

134 t35
Biblioteca de filosofa

Theodor W. Adonw, Consignas


Henri Annn, [,a esttica marxista
Kostas Aaelns, lntroduccin a un pensar futuro
Gaston Bachlard, I'a filosoffa del no
Gregory Bateson, Espritu y naturaleza
Lud,utigBinwanger,Tresformas de la existencia frustrada. Exaltacin, excen-
tricidad, manesmo
Ot o F. Bollnnar, Introduccin a la filosoffa del conocimiento
Bernnrd, fuurgeois, El pensamiento poltico de Hegel
Bnrce Brown, Marx, Freud y la crftica de la vida cotidiana. Hacia una revolu-
cin cultural permanente
RaU Det*er, Elucidaciones sobre la agresin
Jatqtcs D'Hont, De Hegel a Marx
Jatqucs D'Hont, Hegel, filsofo de la historia viviente
Qlbert Durand,, ta ima$nacin simblica
Th,eodar Geiger, Ideologfa y verdad
Lunien Gold:mann, Introduccin a la filosoffa de Kant
Lurien Goldmann, Lukcs y Heidegger. Hacia una filosofa nueva
Lu,cien Goldmann, Marxismo y ciencias humanas
Ma.s Horkhim.er, Teorfa crftica
Marc Jimauz, Theodor Adorno. Arte, ideolofa y teora del arte
Izo Kofler, Historia y dialctica
Lesrek Kol,akotaski, La presencia del mito
Ls*k Kolakor,r.rsfti, Vigencia y caducidad de las tradiciones cristianas
Kurt Lenk, El concepto de ideologfa. Comentario crtico y seleccin sistemtica
de textos
Alasdair C. Modntyre, El concepto de inconciente
Mihai.ln Markouic, Dialctica de la praxis
Piene Ma,set, El pensamiento de Marcuse
Roland, Moustizr, Las jerarqufas sociales
Bertal Olmnn, Alienacin. Marx y su concepcin del hombre en la sociedad
capitalista
Ma,rimilien Rubel, Pginas escogidas de Marx para una tica socialista, 2 vols.
Incien Sdtrc, Marxismo y teorla de la personalidad
Wilh.elm Szilnsi, Fantasla y conocimiento
Wilhelm Szla, i, Introduccin a la fenomenologa de Husserl
Paul Tillich, Teologfa de la cultura y otros ensayos
Peter Winch, Ciencia social y filosofla
Biblioteea de antropologa y religin

Raser fu.sti'de, Antropolod aplicada


-fu m"st., n prdjimd-V ei extrao. El encuentro de las civilizaciones
nagqr nasnac, El sueo, el trance y la locura
i'"; l. B"rW, El oset'sagrado. Elmentos para una sociologfa de la reli$n
Remo Cannni, El pensamiento de los primitivos
Jean cwttounn, sociologf del rito
Mouri,ce Connz, Lo$ estructuralistas
Georges mqetn, Etnopeicoantisis comple-mentarista
iiin i d" Wa,lUaiefq Imgenes dl hombre. Histoa del pensemiento
antropol$co
Mirca Efiade, Introduccin a las religiones de Australi
Jean-fu'pt;iste Fages, Para complender a lvi-Str-auss
-n
i io"tat'pel mto a ta ieU6O en la psicologfa analltica de C. G. Jung
Rafutt H. Loti, la sociedad primitiva
Iarcy Mair, El Sobierno Primitivo
itor* Pointn--viotr,'ntsis estructurles e ideologfas estructuralistas

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