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Biblioteca Nacional de Espaa


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Biblioteca Nacional de Espaa


Biblioteca Nacional de Espaa
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Biblioteca Nacional de Espaa


.,

Biblioteca Nacional de Espaa


POR

EL VENERABLE PADRE l\IAESTRO

FRAY LUIS DE GRANADA,


m; U nRDE.Y lJE SANTO DO.lll.YGO

TOMO l.

MADRID:
J\1l'Hl,:-l'l',\ lll' IJ. JOS 0:& REDOLLEil() Y CO~!J',UA 1
ralle tlel Fomeuto, mm. 15.

1846.

Biblioteca Nacional de Espaa


Biblioteca Nacional de Espaa
GUIA DE PECADORES.

Biblioteca Nacional de Espaa


'

Biblioteca Nacional de Espaa


DEL VENERABLE PADRE MAESTRO

FRAY LUIS DE GRANADA,


DE LA ORDEN DE SAJVTO DOMIIVGO.

TOMO l.

QUE COMPREHENDE

fiN LA CIJAL SR CONTIENE UNA t,ARGA Y COPIOSA lllCJlORTACION L.l


VIRTUD, Y GUAltDA DK LOS MJ. I'IDAMI BN'fOS IIIVIIIOS.

MADRID :
lmpr'""'" d e D .lo_~~ de R e b o lledo ~ c:o mp11lll" ,
call~ del Fom~nto , um. 15.

1846.

Biblioteca Nacional de Espaa


, .. ..
'

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.,

He aqu un libro que fu escrilo hace tres siglos, y es


todava no solo el cnc:~n to de lo~ que saben distinguit
en l las bel,lezas ele la lengua l'astcllaua, tan rica, tan~
armoniosa, sino tambien la enscianza mas completa , la
doctrina mas puva, la moral mas saludable, y la teologa
mas claramente expuesta en todo lo q ue tiene relacio
con la importante materia de que trata. C..ontrasta vetdade-
ramcnte eL crdito q ue gozan este y otros libros, escritos en
los retiros silenciosos de' algu n clustro, con el olvido en
que caen la mayor parte de los que salen ahora de las
prensas, pesar del nombre ruidoso de sus autor'eA, y de
los elogios que les prodigan los pe~idicos. Y es que aque-
llos tocan de cerca al hombre, interesan en tim gran
manera la pobre humanidad, cargada de miserias, que
t~icntras haya extravos que cumr, males.que compadecet,
disgustos que sentit y aberraciones que llorar, su leccion
ser siempre til y aun necesaria; al culp.1.ble para su pro-
pia enmienda, al frgil para inspirarle aliento; al tmido
pua animarle; al vittuoso para sostenerle y todos p:ua
inspiratles amot la tranquilidad interior y la paz de la
conciencia; bienes inestimables pata.aq uelles que una vei
los han ptobado. Es una desgtacia para los mortales que
en medio de tantas miserias son el pa11imonio de la huma-
na naturaleza, se los. deje abandonados al remordimiento

Biblioteca Nacional de Espaa


VI
incesante de la conciencia, como si no hubiese para ellos
un recurso de salud, y la austeridad y dificultades de
la virtud, como si para esta no hubiese un premio. Son
hartos los obstculos que el bombae tiene q ue supeaar
en el camino de la vida, para que no sea neoesario imli-
carse algunas de las ventljail' que pueill g6:tllf d urante su
peregrinacion, si es fiel sus deberes, y seialarle un lien
inmenso como recompensa de sus fatigas en el trrnino de
la carrera. La descsperaeion sigue algunas veces la mag-
nitud del pecado, y no pocas se rinde el nimo la perspec-
tiva de las constantes luchas que hay que sostener conua las
tentaciones que vienen tropel disputando el triunfo la
virtud. Po1 consiguen1e, un libro que exponga con slidas
aazones. y. eloauencia. In flar les motivos quobligdn al
homlwe sel' vituoso; qu'e presente !ni consitlcradort
los beueficios que de esto han de resl1harle , asi ru'ier1tras
atl-aviesa estos das de J)IIUebas ,. com cunndo el a-lma- sai-
ga. de la, crcel del cuerpo;.quedesvane7.Ca' to<.las las ex:Cusas
que el espfr.itu maligno puede suger'' y el amor propio
aceptar,. pata no observar la ley de Dios; y queconteo~
abundll.ocia de. iil~lfucciones pata la direccion dl cspl'itu,
ser.t ma litlr'O de necesidad en, fodo caso, de oportnnidact
aiempt:e,, Y' de u~ilidad pam totlo contl'aticmpo: Pues este-
Jibl'o es LA: GUIA DE PECM'.JORES!
Trescientos' rulos hace concor1a difcl'enl:inque el:V. Pa-
dl'e Ur. Luisde Granada, honrar del JrdendeStintofiomiri-
~o, ese~o.tbi la Guia, ycada ve7.-es mas grande sh utllidad,
po-que.cada. VC?.SOJ'\ mayol'(!S las dificultades que el muo-
do opl!lne' la, sa'ntidad ycada vez es' mayor cl nmero Je
pecf!dvres. Lastenf'ermedades nJOrolesse a'crrc'\Van; eh:on
tagio se propaga' .en todas las esfelas; el disgusto hcia l:t
observ~lllcia de la ler se generalila', la corrpcioa causa
estragos i oceible>~ la inm01-alidad cuadc r.prdamante, la
vida del alma est llena detmmernos; Y' el cuerpo 'se a{fos-
ta entre los ardores de la concupiscencia: ctrndo, pu<>s,
ser mas oportuno y necesario generalizar la n'1ediina, y
ofrecer al PEuAOORuna GOl A, como se ofrece' at pobl'e

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,,.
o.~a~ que: hattJMtado.. &WI fuevzas, lucha:O"Elb. eoo la im-
po..ooaidal d~ W.. agJ:lB$.,.unattoil&de-s:Uw~ion?.-
Hohoo quieo opiba: que! nodebiaule'ser este:uno- de las
p11Jl11lllOlilibnosqu a: publ icsemos ~. pues . mas;de seu bas
LOQL:e oorooido, es dernasiilllo espicitunl1 pana una. poca
wn, lllliteqinli&l$" a.omo la. pX~son t e;. Dir.:emo& l lo-s que all
piensen, que!lO~ llbtos.dolt v..Jl. lit:. Luis; de Granada,. Y eSl
peoialhlef)lela.Guim de p~c.miw~ts; nunca- puedn.sewtan c6"
nocidos: que tl1agon. iunecesal'ia1 su: cittculaciom A. ma's de
quec.e nolost pueblos,. > quienesse d i1ige: pl'il'miP.alment~ ' llt
IJI\IJ.pagatldw tatlit:Ll, no rooomo.s que: sean. conooidf;
taot.com ott>&: menester.;. las olms.del. V. P:.Gr-anad al B
cuanto.t losei}Und c:r,. pa11r lo. mismmqu e estan materiali&Hl.
nuestra poruu,. ~r ' lo: mismo : que : se distingue do otra:s
pooas.J>Gll su, a~ceSIVa .icion ltla utilidatl; po~'~ lo mism'o
que es tan, interesada:~ y tan: enoista \ tan. frvt>la r sfP
perficial, tan ligcrn Y'' tan:. iTeflexiva:, es irtdispensble
haul-ivla~ de:~ utilid:Wes: pa;Trutimpelel'laobrnr, de mob'ivos
pua convencerl-a. dcestiS deli!res~ . Y'' de!recompenNas 1p:fra
que 'V1UYla .con valov. los1>l!stnuloo:Ha)' 'que:tenl ' preseol
ademssqt~~e:-a!wosras 1ideassenqronto ;{; ll'Orai , "estr. de: tal
manerllllcomomp,jcl ds .dusfrwladas rconsecuncitHle atsm:
nos 1rbrosq we covrem:on.muuhonlaode<las c6'stu mb)es''q'
se.-necesitil bieruooaula porera; .tooa la;-clallida d con- qul el
autorl tl!atar.ama~rm par.x'lfleutrali~ll rloe~~nfuitlsos ~'SirlL
tadG&qoe no 'J>Uedoro' menuslde :produeir .\ds:malas tedt'Ut'"~l
Qu~r hn ~dichb :q4e :la:rviJitnd 1iene cietta,:a"st~rid:tlltlpte
hace o: lo hombrf!l': irisociablese. qoinua6rm' '(J\li! se!exi'ge
las criatuas dbilesrsatrifieioS''qtu! sobn:pujim: u~\fu~i'X
zaH qoirr se~atr.ef.l! i asegurarlq\kt:l.-monl'l crtstimri en-
r,endra una:prof.udrlR ImelorntC111QI. qul!' es\ inl:o-mpatble' coti
e~..; trato 'neeesario de\oln1urld\ Yno f<dta"''~ri:tbres~ (}\ii!
so lamen m11lamaiuwifWOsa'S-; rnquellas>\aocions qtlt!' hiie
ei'.fht>mbnt!llnl'Obs'qOio:d>l sn5-' sem'eiantes' "1 dth o !p!'tr7'
abndona ndo,l extTOL\~ ~a.. le8[irtla'i' la at~tf(ita'tlefln1Ci(ld
d~labvirtud,>qoe~ es' t unacbuenwlcu!dldal lquiNui~'buc?lfb
at qu~~a rtime, ~haoo blf~na:su obra-?

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Vlll
Paaa rectificar estas y otras ideas que interesan tan de
cerca las costumbres pblicas, nada: mas propsito que
el libro que publicamos, en el cual la luz de una doc-
trina hbilmente expuesta,.y con las galas_de la lengua que
manej tan maravillosamente el V. P. Granada, se expo-
nen-los verdaderos principios acerca de lo que constituye la
felicidad del hombre. Est inimitable el escritor cuando
pinta con todos sus-pormenores, la paz, la tranquil idad y
la-felicidad que siguen los que observa n fielmente la ley
de Dio~;. Qu seria la sociedad si todos los hombres goza-
sen la inefable dicha que describe el autor con tan incom-
parables rasgos? Se elen el alma sobre la tierra al leer
los-destinos que el hombre es llamado, en premio de sus
buenas acciones. Todo parece rido y pequeio al lado de
los -goces que ofr'Cce la virtud, Las glorias del mundo son
una sombra fugitiva nada mas despuesde meditar las ver-
dades de que es tan sbio intrprete el P. Granada. Las
ilusiones se desvanecen conforme se va reflexionando so-
bre- lo~ cocamos de la virtud, y el espritu queda entrega-
do un dulcsimo xtasis que- viene ser una bienaven-
tUJ-aoza anticipada. No se cambiara el cristiano mas humi-
llado por el prncipe mas opulento despues de saborear
los gustos inefables de una vida conforme la ley divina:
y ciertame nte que en loa das que corren, das de descon-
teut& y de pensamientos invasores, das de agitacion y tde
desasosiego, ,nada puede ser mas oportun o que inspirar al
hombre amor, otra clase de bienes que los que l cree
hao- de hacerle feliz,. . y que en realidad abreol en su cora
ron u u abismo que .nunca ver lleno.
Pot' l<rque toca. la guerra -Y desasosiego inteaior de
los-malos, el y, P. Fr. Luis de Granad a, discurre con tal
fuerza de razon rql!e nada deja: que desear. cEsta es, dice,
la, guerra,- y -desasos iego contnuo en' que gneralmente
vive~ tods los hombres carnales: porque como ellos por
una parte caret.can de gracia, que es el f1eno con que
se_. mortifican las pasiones ; y por otra tenga,n tathdese n-
frenado y suelto su apetito, que apenas sabn qu cosa

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IX
~p 11 rc.sistirleen,oad~ de.nqu nace qu- vivenc(ln in&ni-
tas: uaaneras,:dll deaeos ~ cosas.:d io,~ersas 1 u nosde honras
" otr.QSdeo.Scio.s, otroa.de,privanza.c;;OO.osdediffnidades,'otros
d_e r!raoiemla, ouo& d e. Jales y. tale~ .ca:samiem os,, y otros
de d i;versas mnem~s de,., pasatiempos ywdeleites:-1 porque
este apetito e&.c omtx.Wl iuego .inr.~cible .que nunca- dice
,basta,,,como- u.oa rbei)-ia uagadora que ljamls sel harta,
.,;-o!JlO aquella , sunl}uijuela :cbupadol1l de sangr, de
qu ien diae.Salomon q.ue tienedos b ija!\ lascuales ~siin
p ..e .dicco :tDaca~ _.\:Jac.b Esta sang uijuela. es el.apetito in-
s;ci_aLle de nueswo oor:azoilo; y. es1as doshijas snyas son,
por .una puto.la neceiic.lalll.J Y ! poruoua la cbdicia~ de l!ts
cuaii!S;Ia.ona e~ como .sed ver'<.ladera) .la ottta como,fulsa
y. oo me uos aflige :la una que la otra ; purst'<l' ca'so que
la noa csea .. neoesiJad .vetxlader-<~. ; y. la otta .falsa : .1
Oc .donde nace (}lffl' nt ~os pobreN }\ ni -losricos :.,1 -si son
malos 1 tienen :.sosiego;:~ porq ue1e rY los ' unos'' )_; n'ecesidad,
y eru los otros .JllJ ;coclicia, ~siempre esr' solicitanilo el co-
ra~oa, y.<d'iaiendo r Daca, dana. l'ues.tq-u dscanso, qu
reposot, qu pazpuede:1enCl' el. hombt~ uslando siemprc
" estas ;dos ~olicitadotes penptuos llamando la pue'rttt y
pidifl'dole\infio iras cosasqu c::no est: en &tr manodrse
'las1i eQuJle poso perula tcner1oeh'cortazen de 1 ufl'a madie,
si .v.iel\'e dic.1Hp dnco: liijo9 u~:.ttededov de qhJando ' voces, y
pidi!1dole pan,~sio te'oeNe? P.ues~esta s' ltl na d e ts pfin-
cipales. miserias tle ,los nudos~~ Pollquc comoest tan
apode.;<Jo..deaellos el.amor pr'opio~cuyos son esros de~eos, ,
y tengan. puesta toda su l:elicidaderr estos 'bienes visibles; .. ,#'."'
de aq u nace esta sed y h ambrc canina que ,.tienn de f
aque llascosas ~en q ue piensan q-ae comiste: esta felicidad, t
y C9fll01 o o todas ~Vecesu ..poeden alean'zar rJo'que deSean f
p<Wque ,se.1lo defienden . otros"ltr.ls-'(~olosos masrode-
tosos 7 -de aqui vienen rpetwrbalse ' . congojarsede 1la
maner~- qtJt. haoe-el n io goloso f l'l:{lgalad'o ;ql'w cando
le n iegan lo que .pide, llora . y patea, y est para reventar.
... ;., .. ) ..~.:~J$-.'l! i)": f rJtt)o.HI.! J'. (llt\";1~\dt; ;-. "; . Y.l .r , t ,"" .l\.. ...

" Yacaece aun mas, q ue como este apetito sea ciego, y no


TO. O l . 1

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X
b;iga diferencia de lo que. &El puede no se puede alean-
zat:; y muchas- veces la. fuerzadel deseo haga ' pat>ecet f"
cil !o -que es; mas dificil:: de.aqui'<Dalie>desea1: :muhns ico-
sas .que not puede.. alcantar ;!porqi:ie n n hay1cosatimcho
par.a desear.; que no.u tenga1otroll much-os deseosos que
anden..enpos s:fe., ella~;y muchos amadotes)' conumdores
que la- defienc,Jan-. y. com:o el apetito qaierc, y no 'Puede;
n.codiciaty no alcanza; tienet hml;>re y no' hay quienl e
d. de .comer; ~ muchas .:vee'es t.ientlel losbaazo&;en valde,
Y madnuga:de.maana y.nadar le sucede ; y a veces su bien-
.J o ya 1por. la Jescla..., le dr.r-iban. de los muros a'bajo, y
le .quitari~ de las manos lo que paaece que ya tenia: de
aqi.ti pr.ocede.:el.:mot:ia: ,.1y el revensm, y el con'g ojarse y
desp&htzase dentto.de s mismo; po) vetsc tan alejado,de
lo que desea.Poaque como estas dos t:an paincipales fuer-
zas del ~t.ni.ma, que' son irasciblet y .concu piscible, estn
entre. sh de tal manera . ordenadas , que la una-~sirve la
otra ;tcla.ro, est que. mi~ntr-as la parlel concupiscible ro
alcanzaae.,lo que;desea, Juego la irascible ha de salir poa
ella-,- c.ongojnd>se y. :emhra.vecindose; y ..pon.indose
" totlosr ~oseocuenlr.os .y pelisnos"quelpudiern, po1 1 dar con-
tent.amiento . su h.ermana cuandOlla. v triste y.deseo'riten
la. rPues de.esla. con.fusion<de deseos nace este ..desasosie-
go ioterior.de~ue tatamos: el cualtllam-a ~;uerra e l apstol
"Santiago cuand.o1dice: t Dc dJlde,pr;oceden ,{a$ juenas
!1 lflS.tco.ntie;ulasyue hay enQretVostrosr sino de la,,o-
-.__dicitJs.y." .apelittoscr.ur:mlilitan y. peledn e11- vu-estras dni-
m.ast ,cuando;.codiciais d asl c'osas., !/ mrpvdeis,.afcan-
:r.aJtas? l ~~ bt-!1' .; (,
1
', 1 '4 f n
J~o pue$le expresarse de un modo mas .sencillo y filo-
sfico el.t,mgen .~de. esa inquietud , profunda que agit~
todas ~laa clases (de ~a-.-'sociedad. , ag!itacien que<las_ lanzaren
las Nas d e..hecho contra todo-!aquellot que sup()nen es un
obstculo1: la consecuencia.de sus miras. Ah est el p.rin-
cipio de ;las~trevoluciones: Todo rk.desguicia d~d~ el mo-
mento que se apoderan del hombre los deseos insaciables;
los 11\a&.releyados destioos::p las ,fortuaas mas colosales no
;,. '

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'U
satisfacen.su aml,!icion; la:~erarq.uaaoeiaJ ~ ve .her.ida en
su 1 pa1t e mas sensible f y.el rden est.,expuesloen. todos
momentos profundo s trastornos , Con razon ha dicho el
apstol Santiago-: De dnde proceden las guerf.as y las
conl1~ndas que hay entre vosotros, Ji no de las codicias y
tlpelitos? ., on < t ,, ,( . 1 . , .. '
, De este. descontento, hijo de las ambicion ~, dimanan
tambienla may01 p~rte de esos actos de barbarie q ue son el
oprobio de, la civil;zacimJ, un uloaje hecllo la .nalurale-
.za, y una ofensa l}l'a.v~ima.. ,Ja rel i~:"ion sacrosanta -de,Je-
sucris~o. Clla.ndo ve el hombre que se le van de. la mano
todas aq11ellas cosa~ en que cifraba su felicidad, que no
logra -al<;anzat .l.a.s, que haba mitado hasta .ertonces co.-
910 Asequibles, como,que se ha dejado anasla~. por dese(JS
inmode1ados, no haUa medio, luego que ve ftusjradas s us
CSp<'ranz.a s, de r:nitigat su dolor, y parecindole que le es-
uio cerradas todas las puertas, se abre "S propio las de la
.et,erni4ad , pon i~ ndo fin ll una existencia que le es -insopor-
t,able. La courupcion crra todos los dias nuevas necesida-
des:. la.natura le7..a1pide cuatro cuando se le conceden dos,
J solamente se llena el inmenso vaco del corawn .humano
~c.uan9o:la gracia de Dios se , inunda con sus bienes inefa-
ble.,. Aunque los suicidios no tengan esta sola causa, es evi-
dente .que esta a . una de las principales. La vida se mita
COil,)O una carga pesa,da; toda ve1. que . el apetito no d~ja
~e . pedi sin )tallar Ul)llca el descanso. Adems, no sola-
we!)te ,n1> consigue el hombre lo que husca, sino que las
a,flicciones, que cada paso vienen tmbat su esptitu,
le agoviap como },!Qa montaa. Sobetbio y dbil un tiem-
po, le ,faltan ,fu(\rzas para sufr it, y sucumbe .al peso de la
i n,djgnaion de, la melanclia. Nada r.espota entonces en
su indignacion. El furot le pel'lu rba; el dolor pone en su
voq. , la blasfemia y la desesperaciou, pone en sus manos
; l,.jnsr:~mer~lq :le,. su rnuel't.e. A pocos .minutos, ~unde la
Qf!!icja ~e .pn nuevo suicidio, las jemes lo oye u sin J>CI' -
turbarse; porq ue ya estn los ojos acostumbrados seme-
jantes escenas.

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XII
Vase si la filosofa de este libio no ser<t saludabltl, eu-
cerr-au doensn. <looli'inat-l rerhedio (YarttTliiOS'mlb&. Si la
Guia ae 'pccad iwes < tlOrvicsepi, ;I:Wr\\<t'\O$C>d~ lbu'!l,'no de-
sesper:tr inmO$.,Jel porvenir de Ollfl1>1r6'-pais~~ol'l tre si'vtdos
especu ladorfl1> y1 pc~ll ieow si o ., f& bollen 1>'0 bt'tl' Ja.!s'tl pel'fi'cie
de esta sociedad, gracias Dios aun no se ha agotdd en' la
mayora l!l funlt' 1 dc los lnstimes genefosos; 'nPIa rej co-
1\\a' prin~pio,se' \l(llla\w ndcl5ilitaU;t1tytJt! nn (lleda tm 'pd-
co tiempo recolll'<u''sn ;unir,uo viro~ Si lt1' f~:ejerciseuna
influeaeia pO<IecJI\a, y l's la influencia . que 'fle convieul',
los pitb s de alar1ua y las vobOllld cdi'scoil/J ia:Ae ~ltlidt!Jn
en gritos de frl'lte~tithu i. Si p-c~l'nramos :i:los toiti!Jrcs que
figuran la cabeza ele lasconnmionestpolkic&'tlnde vn
y qu qil ieren; -acasl) rla :sa hr:n re!ip-cmdeitios. ;.Qu le t sabeP
Cuado letistianisrufl' vino visitar 1:1 vi~jtl .Etlrl5pa; ttr:
das ir1num erables dchnrhar0~; ihipeli'd6s lrr<.>sist itllemnte
por la- manodo Dio~~ ~e "'precipi'tarbrl, corllo:lJin:vfule\\f
huracan, sobre '('~ltl SOC'~I'dad 1 <II'C~pitb. fnst'r\nen~OS Cie-
1

ffO~ de la vblnntncl. divina, sus al'llms alatllvcsar'


l mun-
do a'urian los surcos done dt-bia germin i1'r "('~! gratid
dela
,1jvilirocion moclerna. ~r lcristori:v prn('bl )i.q ne.<Jl qt'iier:J : se
manifiesta nn n al ~tavi', ,. AAls<ita Uibs uil ifl('lned io.'=Puls
1

hirn; el mal de la pO<>ll <'S d <';oismo qni.i lo' hn ln"vadr~b


todo, laRah as trgionl's de h polti'ra, y las rclalones de
la vidapl'ivada . Cada bomhrc rst ~ncerr:itlo "'en 'l.rn rpn'l-
lt'a ble individualismo. Snlo, ron s1111 interescs:,;: no pil!rda
mns 1q Le enemultiplica d tls ~ rx trnd<.>d~;u!llr1" cuida rs!N!e
1

los derechos, qne pa1a ~lo hirr:l ' Y sal'i'flqu. g~ul! re


medio? L:1 fe y la espans ion y rl 'scutim'eritO ~e' ':Wid'~
entre los hombres. Divididos rn ws. dclii'tt'i'a!P, ii=ss opi-
niones' y en ls.hbico!l de ~;11 vid; se enontradh unidos
en una r<>lieion -com\Jn. : .., " ., .tul!';,;:. I.
El ojo escrudtitulo r del sabio, se esfuerza hoy para
pene'frar , los secretos..dc la mrruhi1.acion <l~ rdltrsei~ades
1 1

humanas, y los espritus impac ienles re!lper'a ri ver Waliza -


1'fflds
das las teotias q~te ban forjatlo'tl 'i:li\1 a
n'l"esJ~ Ctilhto
LtiJes sei'an SUS Ira uajo~, y CU:OIO lllaS segt)rijs'Jos'res'l-

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, XIII
tados, si en las re&iones descoh oddas,p or ddni.le ulm:Cha
la ~ienii~ fJesim' ~poyad os .sobr' f?s p:iocipios- loa Itera-
bies, r)'yo' eposiigual'(la la l~lesi.a:! Cunt o mts' reclm-
1

dase'ra''sil c,,,.Jausi fuese encendef'sc Hn~G'o '(]e lwfe


cal6llcll? " ' . ' '
''"'Eh meilio de los ardientes deseos que se advierten por
todas' ~tues 'de mejorar elfestad social, en ni'dio;d e. l.n-
tos votos y aspiracionr.s, la palabra unidad es la palab~)l :de vi-
da y '.la ~-iid~'d; el ca tolicismo 'es el1 que l!l', ha traido la
t ierra: Rell'oiend.o lo~ elenien~os q_~re ha~ia sepa ra~o el pa-
g:loisrri; 'c<intin~ lntanente sll olll'a, .su spr: itu civili-
r.adr'' ntind i6 poco poco snsl>cufiras inflrienrias; pero
las' p~si1~es n?',~e encdntr arcln ~i'en ~n el se!iu de esa m~i
dacl 'y se 'esfor'zaron par-a rompe la. El hombre procla'm6
SU ' iodepeh drnt h rclirr i~~; 1 'f qt~SO sit Sll ~ol~ ~fiOJ' Y
1

1
juef'. .''.': !Jilis a y! qu',todo cstl cuca~~~w~l<?. IDrspucsl'.c
1
!Haber qt.u}rjd marcha r solo, sin fr:cno y sin guia p:u-a
ab~irse el '~<l'irtio del ci~lo ' qnso nbrclrar soto taniiJien
'n rasocie dal:l'1't'eriiporal; sld en sus interde s' co'n() rse
'haBlli .tq ed.ado ' solb con su l~uHo, y pco _tie'pd s~
1

tifl cntr 'solo' co~ sn egosmo.


'' 'PoF <fr'l Hri~s t-I e'd mranlos cle q ue los golpes ~lesla
carg:idos sBre t Ctolicismo ha yaii pind r'tcido, ri lugar de
u.Hid.~d arn'rlios.1; 'el <!es6r;drn' y ta anarqua? Al fin del
sldlc;r pasdo ha bi:i hecho mnros ' proll'lesos l pducip !o de
la dislbcin, _qe se pmlo ~e~c~prar de la su~rt ~ 'del por-
venid peF<fsi ~~ hoi11~re en el ~Ul'O ?~ SU !lada, asombr:a-
cJo" i'le la vaiiJad .de slis pr~t end i~ns co'nqui~tas, Dios no
<!esa''ile ' vera~r "pr-el mundo. Des.Pues de los hlll'aanes ()e
u'ra cr:~el y sa~~rinr:i re'vol{.cid.u, aparece una rde~ fe-
c\i'na ;'la idea d la as'ociac io. A psar de todos los obs~~
c'los,''esl iaea ~e' a;~anJa yse propag; 1-a. opi.~ion 'se npo-
dera de ell'," y la aceptaf~ los horbres de stado, Jr)s pu-
blicist~ (i:'orlomisins: ba cnestion de a~tocitcion 'es una
d' 'las"g'rnle'S' c'uestiones de los lLnpos niodCI'nds. E>e es-
t' mOUo' lo~ r.~imios ' to;{lbrs i.i' l~abian a1n'n!ori..db tan-
tas ; uirias 'y liabian hd1o pcd.azos la unidad catlica 'en

Biblioteca Nacional de Espaa


XIY
nombt:e de, 1 1~ , it~.depeJlden<;ia humaqa; so.n lqs pr!m~~s <t\!C
sienten la necesici\!J de reconsttuir. 'f abajado res inH~P.i
d os, prepara,_n .acaso sin sabcrlo, la tcalizacion .de los prin-
c ipios cristiano s eq las relaciap,es sociales, ' y .P.c>r; .. cqn~
cuencia, eltriuufode la unidad catlica. Designi os maravillo
sos de la Ptovideocia! Se sitve para consolid ar y cl~nvolver
su Iglesia de la. marro que se babia acercado ella par~
:;-ocavat sus cinientos. , .., ,
El .libr o ,ql!C ahora publicam os es auem&s un:; ~spue:
ta victoriosa la!l acusaciones que algunos incrdul os. r.an
hecho . la moral catlica. Al tccot't'Ct' la vist;.~ e.~ilS lu;r-
mosas pgina:s de uno d e nucstrqs escrit,o res c!As!co~ AC
observa que todo es en ellas puro, frat c.nal y copsolad or.
No recom ienda una vil'lnd que no sea ut ilsima li!- buma
-manida d; no euseila umt verdncl qve no influ ya cr._ el ll icn-
cstar de los pue.Llos. Al mismo tiempo que ma_nd.~_a) hom-
bre. la humilda d, le tec uerda su alto ri~en y su ,digniqa d
sublime; y cuando le seiiala cdmo con e~ dedo el ~estino
elevado de la !!t'iatnm racional , le acompa a un ayiso que
le recuerda su pequeez. Por maner a, gue si el hombre
n ecesita de un contrape so q ue (\lodere los di"ersqs fUOVi-
mientos d e su Yida, que .pueden desode narse1 1~ . ~o._.al ca-
tlica se ie presenta , para que no se dtje d onunar po el
exceso la exageracion. Lo que es el hombre, las luchas
q ue titne que sostener , los e nemigo$ q1.1e ti~ be c9~ba t ~~,
los lazos que deben un.irle col) sus scll}<:jat~ te., }os debe-
res que le ligan con la soc iedad, en ~oJo le instru ye 1~ mo-
r al de J esucr isto. Si .es feliz, ella le cnsea no ab usar
de su posicion ; si es desgtaciado, e lla le eoseia sqporta r
la adversidad; si el mundo le abandon a, ellll le presta con
suelos; y si se ve combatido por las olas q ue ~gitan este
mar fle em bravecidas pasiones, ella le ali~nta ; la pelea con
el i~placable element o , y, corona sus esff.~CI'ZOS
1
La Propag anda catlica ha ci-eido en vista de cuan-
to va expuesto , que era -sumamen,te ,op.ortqno re,imprim ir
la G8IA I)E PECADORES del V. P. Fr.. Luis dC: Gt:ana-
da. Cuapdo .los pad res de familia lean ~ sus llijo alg uno

Biblioteca Nacional de Espaa


XV
de los pr:ec~osos ca,Ptulos que ,con!iene ~te li~ro~ no po-
dfh ' lne~ '()e'lap rolar n uestra elecd on. Esta'nios' seg ros
de~Ji o. s. ~lmas at~ib'ulad~, que so~ 'm~chas, .verYque
los"pr'esetams ,vejda,d ~s de gr~n- consue~o : y no falta'rn
espritus"di sij:iads que con6esim franca ri1en~e ; .'si la 'Guia
llega sus mao s, ~ue. no haban credo en~errase la
virllld tantos sec'retos de felicidad. La ignorancia acerca
de las verda des de la religion y ue los deberes del cristiano,
es una de las causas de la corrupcion de costum bres que
reina en estos tiempos; por consiguiente, la Guia, q ue al
tratar de la virtud conbastaute e~tens ion esplana muchos
de los puntos que ataen la fe catlica, es un libro des-
tinado producir innumerables bienes bajo el aspect o re-
ligioso.
Y qu diremos si consideramosestosbienes bajo el pun-
to de vista social ? Si las sociedatles des moralizadas y egos-
tas han de salvatse, ha de ser por las virtud es de los aso-
ciados: no se concibe sin ellas cualq uiera otra regeneracion.
Porqu e las mejores leyes, y las dispos iciones mas acetta -
das de los gobiernos fracasan cuando falta la moralidad
en los pueblos y en las autoridades. Esta es una verdad
palma ria que no hay necesidad de esplana r po ahora.
Hemos tenido presen te tambien otra cosa al elegir co-
mo una de nuestras primeras publicaciones la Guia, y es
que la lengu a que hablaron nuesuos grandes hombres del
siglo XVI , no sea olvidada enlJe la inund acion de libros
extranjeros. Las lenguas representan la nacionalidad y son
uno de su!t mas fuertes vnculos; nosotr os que somos es-
paoles hasta el entus iasmo, no podemos ver sin sentimien-
to ll'ofundo que la len&u a que fu universal cuand o el
trono espa ol cobijaba {t su sombra tantos pueblos diferen-
tes, sea hoy mirad a con desden entre los compatriotas de
Cervantes, Fr. Luis de Leon, Santa Teres a, Sols, y A-gen-
sola. La len~ua espaola no se ha manchado hasta n ues-
tros das con la tinta de IO!t errores: la lengua espaola ha
sido siempre una lengu a catlica bajo todos los conceptos.
Al presentar hoy los pueblos un libro como la Guia, nos

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h~;os pr.opp~to c!'Y11Jeglas..,d~ '{i9~JlRf:!'JiA~J.\\..Y.,s?CJI\I \W
J!!fJa Jgl\!.-
la '!Di~ma lengi;Ul q~wviq Pilfa_,tre_;r A! 1 &~PiiC?.
sia ~9s im;1umer"bles. Pllfh,lo q~l cy_u_e !.C?.. ft!uJ1do._ Qj~l!l
qtl~ 1~ lec(ura d ~,:ste, lib1:o lhag;~, ~~xwq.~q~, .~ . !Rsr_qeC~~
dieotes de aqu~llps ~paole& del sigl~ XYJ .,q~p. CQ!}q,ul~.~ar
ro~; para la fe las inmensas reg io~~ C(I;IC.~~sta entonces ha-
Lian vivido en una degradante idolautd

..
..
.. { '

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s.
CJflT.JDE CARLOS BOlWOJJJEO,C.dRDEN/JL
de la Santa f{lesia de R oma, .IJ An(l/;ispo de .J}Ji-
ln , qae escibi1 el. Ji e aL 11. 11 Papa Cregol'i11
Trece <:lt recomendrtcion de la virt.utL, doctrina ,y cr;-
lo del bien de las almas, del J7 cnerab!e J>. ilf. F1ay
Lllis de Granada.

!:ia nt~simo y Beatssimo Patlre. Entre todos los que en


n ueslm s tiempos han escrito en materia de devocion., y
woposito del aprovechamicnto de las conciencias dl'l
Pueblo (d e que yo he tc11ido not ici~ ) se puede decir siu
encarecitllieo.LO, y co n verdad, que entre todos se ha se -
ria lado el P. M. Fr. Luis de Gtanatla, ahora se hable del
nmero de los tratados, se traiga en consideracion la
rra veda ti y c~;pritn de lo que ha csmito, y el beneficio
IJ u e por este mc1lio ha recibido la Iglesia: cosa que yo
cada dia toco con las manos; pues con la lection d e los
libros escrit os en su lengua veo una reformacion g rande
eu aq11ellos qnc los Icen con atencion. Y si se habla
de los libros e u Latn, ya se ve la a yuda que con -ellos
1icncn los predicaJores, ' cuyo cargo esi<. la rn~eiama
de l Pueblo. De manera, que hablando en esta materi,
no se qne alcance nuestro siglo hombre tan benemerito
de la Sant.a l rrlesia, ni qnien mas oblipcion se tenga,
ui lrombre mas propsitO de e nseiar y encaminar las
almas en el poco tiempo cuc le puede qu edar de vida,
sicn'o de och enta aios. El tener sto pm certissimo y lla.-
n o me Ira datlo animo p:ua poner [t vuestra Santidad en
co n:;;dcraciou, qu e miasse si sera conveniente mandarle
cscl'ibir una cart.a co n alr,unas razones que fuess.c n pro-
psito de a;-radecerle su caridad, y el buen celo q~1e sus
papeles muestt::m, animandole y cxhortaudole {r que pro-
siga el exer cicio que ha comenzado; porque servir este
favor de testimonio de su virtud y piedad, y cobrad
nuevo animo para emplearse en el cumplimiento de la
voluntad de vucst1a Santidad, y s~cr~n ; 1117. otos tr~ba.
TllIO l. 2

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X''lll
JOS, que por catta suya tengo aviso que estn ya en or-
den de podetse publicas. Servir tambicn de que otras
personas amigas de buenas letras, apsovechandosc del
exemplo de este Padre, cerrando la puerta cosas c urio-
sas ( que sisven de poco ) la alwao y echen mano cosns
de espritu en beneficio de las almas. Ha{l'o este oficio tan
de bnena gana, posq ue ha viendo discmTido en esta ma-
tesia con el Casdcnal Paleoto, ha sido del mismo pasccet
que yo, teniendo el mismo crcdito de este Padre , que yo
tengo; y algunos graves y de buen voto, que han comu-
nicado este aio : el P. Fs. Ltsis, alaban mucho sus Ser-
mones, y dicen que la vida es muy conforme la doc-
t rina, y q~te su religion es en las obsas lo que muestra
en los escritos, y todos pred icm la gsandcza de la bondad
y el crdito que en toda su 'acion tiene: de que podd
vuestra Santidad iofmmarse de los que t.an sido Lcr,ados
en Espaiia. No ser nuevo que esa Santa silla honsc con
letras Apostolicas persona de esta calidad, como sabemos
que lo hizo la santa memosia de Pio Quinto con Lorenzo
Surio, y dhersos Pontfices con ottas personas; remitien-
domc en todo su prurlentissimo juicio, quien hr.ao
bumilc.lssima reverencia, y beso sus santos pies. Fcrhr. rn
1\fonza los veinte y ocho de Junio del ailo de mil qui-
nientos y ochenta y dos. De vuestra Bcat. Humilssimo y
devotssimo siervo. C. Cal'denal Je Santa Paxedis.
Tenia su Santidad las uoticias de la virtud !J le-
tras dd Y. P. M Fr. Luis de Granada, rue el Santo
Cardenal le propon/a; y 110 t euiemio necesidad mas de
que se lo acotdassen, d veiute y tmo de Julio del111ismo
m1o, veinte y tres das dcspacs dr la feclta de la carta
qae le CJCTibi su Santidad el gliiioso San Carlos
B orrcJmeo ( rue parece .fi.u:ron los ucccsarios paNt el
camino) Sll Sautidad cscribiti al J7. P. 111. Fr. Luis de
Grrmada en la fot:ma que se sigur.

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BltEVE DEL llEATlSSlMO PAPA GREGORIO DECIMO-
ter-cio {t el V. P. l.\1. Fr. Luis de Gr-anada, del 0.-den
J e P.-cdicadores

Dilecto jil/o /llot'sio (;raJwten si, Ord/ms Prrcdica -


l ormu.

r:REGO !l!CS P ..iP.d .Yf/1.

Dilcclc ji~ salute m, tf' fp ostolicam bcncdictionem.


lhitlunms atquc a.rsiduus labor ttws in hominibus litm d
vit/is dcterrcn dis, tti.m ad vitcc pc1j'ectio nem vocand~,
(rtit sempcr uobts g ratissmus; iis ve() rjuis, qui su ce
,retcrorn uquc sulutis, ~~~~ Dct' glorice dcsidcrio tcneutm
jiuctuosissr'11ms, itctwds imusquc. .Multas ohm concio-
uc:l habuisti, libros pr(estant i octniza ~ry pietate 1'C-
j'r:rtvs : cdidisti idem quotidie facis, nec unquam ccssas
{)J're~cns, atque abscns, qudm plun'mus potes, Christo
ttcruirere. Gattdcmus lQ tm aLtorum, tm tui tjJsius
lam prccstllllti Qno S~ jiuctu. Quot enim ex cono-
7rts scrljJtisqnc tuis projeccm nt ( profecissc autem
pcrnmlto s , ruotidt uc prqficcrc certum est ) Lotidcm
Christo _/ilios I{Ctzaisti, longequc itlos majon' beru:fitio
affccti, qutim si uccis aspectum , aut mortuis fi D eo
van impctrasses. Pn-estat cnim multo, scmpitcr nam
r'ltam luccm , <S"" vitam bcat issimau ( quod mort ahbus
datum cst ) nosse, ~f"' pie srurteruc vivetrlem , ftd eaut
aspirare ; qudm morta/i /me 111ta <S"" luce .frui omni
cmn tciTCIWrmn rc7'1t11/. aj' jlueutia tf' votuptatc . Tibi
11C1'0 tpsi qudm 7/Ut'IIs d Deo coro11as compma stt', dm1t
ti lilil cum carita/e in eo sl~tdio versaris, ruod constat
es~c longe ma.mum ! Pt:rgc ig/tur, ui fads, in rstam

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XX
curam tolo petfor e ittpwibcre, qutequc ha bes i11clw hat a
( haberc enim le u on mdl.~ accepimus ) pt!ij htwc , ~~
proj(:rre ad a:g rot orum so!nteut, dc!lilimu ~tntjinnatio-
1tem, valclltltwt. ~f' olmsttwum laJfttwt, utriusq nt! tlt1J/.
miil'tans, 1a m t riam plwntis .1!-'d esia: glon'et m . /)a l . H O JJ/ 11'
apud Sanctum J1Jar t'l llll sub ammfo l'iscat ori..-. LJir. :c.;;
Jn!ij JI. D . LXXXII Poll(/ijita/tts ttoslri . 111110 f'n-
detimo . .4nton. Buc.-ipalu!/us.

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XXI

l'R .r1D IJ(/ /D .4 H N /WilOJNGA,

DICE ASI.

Al amado hijo nuestro Fray Luis de <; ramHia, de la Or-


den de P1ed icadorcs.

GREGORIO PAPA Xlll.

Am.ado hijo, sa l.uJ, y bendicion Aposto lica. Sieu1wc


nos Fue m u y ace pto vuestro la rgo y continuo trabajo en
a pa1tal' los hombres de lo~ vicios, y atraerlos la perfec-
cion de la vida; y de mucho fruto y contento pam aque-
llos que tienen dt~~eo de su propia salvacion, y de la de
los demas. Ha veis )l'edieado muchos Sermones, publicado
llluchos Li bros, llenos ele g..-an doctrina y devocion: lo
1uismo haceis cada dia; y no cesais en rweseocia y en au-
sencia de ganar para Cln'isto las mas almas que podeis.
Danos conlento este ran p1incipal bien y fruto de los
otros, y vuestro propio: pOrf(uC cuanr os han a provecha.
do fH) I" vucsrros Sermones y cscrir os y es cierr o que lwn
api'Ovechado muchos, y cada dia aprovechan ) 1an10s hi-
jos ha veis c n;endrado para Christo, (y les. ha veis hecho
mucho mayor beneficio, que si estando ciegos e) muertos
les r ecobi'al'atles de Dios la vi.s ra la vida. Porque mus ho
lll'ljo1 es conoce aquella sempilci'Oa luz y bienaventurada
vida ( JQ qn e es concedido los homiJI'es ) y viviendo de-
vota y santamente aspi ra1 e lla, que gozar de esla l uz y
vida mortal con Lod<l la abundancia. y contenLo de lasco-
sas de la tierra. Para vos lt:~bcis r,anado de Dios muchas
cotonas, entendiendo con roda ca1idad en csLe oficio, que
es c ierto ser de muy g ran imporlan cia. Passad pues. ade-

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XXII
)ante, como haccis llevando con todas vucstms fuerzas es-
u cuidado; y acabando las cosas- que ten ei~ comenzadas
( que entendemos tcueis al~unas) sacad las (t luz para salud
de los enfermos, csfuerzo de los flacos, contento de los
que tienen salud y fueazas, y para g loria de la milit ante
y triunfante Ig lesia. Dada en l\oma, en san 1\farcos, 21
del mes de julio de 1582 los once aios de nuestro pou-
Lificado. Antonio Buccipalulio.

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XXUI

C.1JlJ'f DE LA ESCLdRECIDA J7JRGEN SAN-


ta 7'crcsn de ./esus d el J7. P. 111. Fr. Luis de Granada
!1 es !fl catorce, que anda entre las de la Santa, con
las ruwtnc/uncJ que hizo d ella el F..welentiss,-nw S e-
1iorlJ. ./nan de Palafox JI Llfettdo:a, Obispo de Osma.

Al Jl.f. /l. P. :11. Fr. Luio de Granada, de la Orden de


Smdo Domingo.

J E.Scs.

L'l {lTacia del Espiriw sant o sra siempre con V. P.


Amen. De las mur has personas que a man e n el Seior
V. P. por haber escrito ran S<Jntn y provcchosa dor.trina, y
dan a racias su Ma~cstad por haverle dado V. P. pa-
ra tan grn nde y universal bien de las al mas, soy yo una.
Y e ntiendo de mi, que por nineun trabajo hu viera dexa-
do de ver : quien tanto me consuela or sus palabras, si
se snfriera conformc mi estado, y ser muecr'. Porque
sin esta cansa la he tenido de buscar personas -semejantes
para asegu rar los temores en q ue mi alma ha vivido al-
ffunos aios. Y ya q ue esto no he merecido, heme conso-
lado de q ue el seor D. Teutonio me ha mandado escri-
bir esta lo que yo no hu viera atrevimiento. Mas fiada
de la obediencia, espero eo nuestro Seiior me ha de
aprovechar para que V. P. se acuerde ale- una vez de en-
comendarme <t nucsuo Seor qne teneo de ello a ran ne-
cessidad, por nndm con poco caudal puesta en los ojos
del mundo', s in tener nin;uno para hacer de verdad al-
go de lo que imaginan de mi. Entender V. P. esto, bas-
t:wia : haccl'me mereed y limosna; pues ta mbicn entien-
de lo que !.ay en l , y el mn trabajo que es para quien

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XXIV
ha vivido una vitla hn1to ruin. Con sedo tanto me he
atrevido muchas veces {t pedi nuestro Sci'ior la vida de
V. P. sea muy larga. Plegue <i su l\1agestad me ha;a esta
merced, y vaya V. P. creciendo en santidad y amo suyo.

Indigna sien1<t y sbdita de V. P.

T er esa rlc ./esos, CarJJtrlil a.

NOTA DeL l:XCELENTI SSIMO SEOI\ DON .JUAN llE I'AI ..\F()X.

Esta carla es para el V. P. l\.1. F1-. Luis d e Granatla,


honra de ltt Rel i ~ion Sacrath de Santo Domingo, y g lo-
ria d e Esp.tua, y aun Je l:t univesal I~lcs ia, qnc tanto
puede alegra1se con nn tan ilustre hijo. Su vida escribi
la espiritual y discreta plu111tt del Licenciado Luis l\Jui'iciz,
mi GTantle amir,o, l\linist1'0 en d Const;jo de Hac ienda,
y de excelente juicio y espritu: y assL aqui sera Stlperfluo
hablar de este Vene,able Varon, justamente venerado y re-
ve,enciado en todos los 5iglos. Sus obras dicen sus virt u-
des; y bs almas que ha llevado {L Dios, la fuena eficaz
que le comunic la ;racia divina aquella cloquentissima
pluma. De su alma se dice, que se apareci6 una perso-
na de seualada. virtud con nna capa de g loria, sembrada
de innumerables esuellas, y qne le dieron entender que
eran aquellas las almas que haba llevado la g loria con
sus snutos escitos ele. Para confirmacion de el dichoso
fin del V. P. lit Fr. Luis de Granada, vease lo que rellere
el Licenciado Luis Muioz en su vida, lib. 2., cap. 17.

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SUJJ!AR/0 .BREf/E DE L//S INDULGENCIAS
concedidas d los que leyere11, ti oyeten leer los
escritos del f/. P. JJI. Fr. Luis de Granada.

El Eminentissimo Seio1 Cardenal y Arzobispo de Te-


letlo don Pascual de A.ra&on concedi cien dias de I ndul-
~eocia ;i los que leyeren, 6 oye1en lee1 qualquiet cap-
tulo pr1afo de los Escritos del V. P. y cinquenta y dos
Ilusuissimos y Reverendissimos Seiores Al'zobispos y Obis-
pos, caJa uno quarenta dias po1 lo mismo; como consta
de sus Outas, que andan en otras imp1esiones, en q ue
elogian este sapientissimo Autor, y encomiendal'l y ex -
hortan sus sbditos, y todos, qne se dediquen leer
sus _ptovechosos Escritos.

TO~O T. 3

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. \

' .

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PRLOGO GALEATO

O BREVE 'nlATADO DEL FRUTO

PARA QUR CON MAS GUSTO Y Al'ROVBCUAllllE!I'TO SB LBA ESTE

LIBRO COl\ LOS DEMS

COllPUB-s-TO POl\ F.L

Vli!VIiliAJJL/:.' l'AIJIIH FJ!AI' LUiS DE CliANAD,l.

Una tic las cosas pal'a sen1 i1, que hay hoy en la
Iglesia Chrisliana, es la ignoancia que los Ch ..sl ianos tie-
nen de las leyes y fundamen1os de su Reliaion. Porque
apenas hay i\loo ni Judo, que s le p~'e&unlais por los
pincipales a1culos y parles de su ley, no sepa dar algu-
na mzon de ella. i\Jas eotre los Chl'istianos (que pot ba-
ue recibido la docuioa del Cielo, la havau de traer
n.;1s impresa en lo olimo de su cotazon) hay tanto des-
cuido y nccligenci<l, que DO soJamcule los OiiOS, mas aun
los hombres de edad apenas saben Jos pl'imetos eleroen-
los de csla celestial Ph ilosophia. Y si es verdad que de
deci {t haccl' hay mucha distancia; (qun lejos cstal'n de
hace.. lo qne Dios manda; pues aun no saueo,.ni .les pas-
sa po el pcns:llnl'Hlo lo ((HC manrla? qn pneden esperat

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XX VJII I'RJ.OGO
estos, sino aquelll1 maldicion del P!'ophcta, que dice, 1
Que el niZo de cien mios ser maldito? esto es, el que
despues _de Lene1 edad y jpicio perfect'o, mda\'ia es niiio
en la ignor11 ncia, y en el' juicio y sentimiento de las cosas
de Dios. Qu pueden esperar, sino el fln de aquellos de
quien dice el mismo Propheta: 2 Por tanto .Jiu: llovado
captivo mi pueblo, porque no tuvo ciencia, y los nobles
de l murieron de hambre, y la mucl1edumbre d ellos
pereci' de sed. Potque como la primera puerta pm don-
de han de enta todos los bienes nuestra anima, sea el
entendimiento; tomada esta primem pucrHI con la igno-
r ancia, qu bienes pueden entrar en ella? Si la primera
rneda. de re\o.x.(qne trae t-odas las otras) est parada, nc-
cessariamente han de parat todas H1s ouas. Pues si la pri-
mem rueda de este espiritu:)l relox (q11c es el coi1oci-
miento de Dios) nos falta, clato est que ha de faltar todo
lo demas. Por lo cual todo el esturl iu de nuestro capital
enemigo es quitarnos esta luz. L.'l primcm cosa que hi-
cieroo los Philistos 3 cuando tuvieron :\ Samson en su
podet, fue sacarle los ojos; y hecho esto, no hubo dificul-
tad en todo lo de mas que quisiemn; l1asta hacerle mo-
ICr- como bestia en una a tahona. Oc ellos mismos se escribe,
4 que ponan eandissimo recaudo, en que no huviese
hei'I'CI'as en el pueblo de lsral; sino que fuessc nccessa rio
para eoalquiet cosa de este menester i1 la tierra de
ellos, y se1virse de sus oficinas; pam nuc estando el pue-
blo desprovedo y desarmado, facilmcntc se apoderassen
de l. Pues qua les ~on las a tmas de la Caballci'a Cliristia-
oa'; cu l la espada 5 espititual que cotta los vicios; sino.
la palabra de Dios, y la buena doct tina? Con qu otras
a1mas pele nuestro Cnpitan en el dcsictto con el enemi-
go, 6' sino re pitiendo 1 cada tentacion una palabra de la
Escritura Divina? Pues estas armas nos tienen 1obadas

1 lsai. LXV. 2 Id. c. V. 3 Jud. XV I. 4 J. Hcg. Xlll.


!) Hehr. I V. (i .Matth. I V.

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GA'CBATO. XXIX
lioy en muchas parles d el pueblo Chl"istiano nueslros ene-
migos, y dexado en lugar de ellas las armas de su milicia::
q.u e soo los libros torpes y profanos, atizadores de vi-
<'jos.
y demas de lo dicho es pan lastima y c rande culpa
no qperer aprovecharse los Ch1istianos de uno de los
grandes ben eficio~ que de la divina bondad y miseicor-
dia havemos recibido; que fue declaram os por palabra su
sanrissima vo l'untad (que es, lo que le agFadr~, y le ofen-
de) para que siguiendo lo uno, y huyendo de lo olro, vi-
vamos en su amisLad y gracia, y por es1e med io venga-
mos ser participaotes de su gloria. P ues qlan g rande ha-
y.a. sido este beneficio y esta honra, declara lo Moysen 1 al
pueblo, diciendO: Que gente !tay (al~ noble, que tenga
las ceremonias y juicios, y fns leyes de .Dios, que yo os
pondre' hoy delante de vues 1 1os ojos? Y en el Psalmo
14 7 alaba Dios el Propheta Rea l, diciendo, Que habia
denunciado m palabra Jacob, !i :;us juicios I S7a c/:
la qua! meced ning.u no otro p ueblo del mundo havia
sido concedida. Pues si esta e; tan alta y tnn aande glo-
l'ia; de qu me si1ve que ella sea tal, si yo no me apro--
vecho de e lla.? si no la leo? si no la platico? si no la tra y-
g.o en el corazon y en las manos? si no cb rifico con ella
mis ignoancias? s i no <'.astieo con ella mis culpas? si no
enfreno con ella mis apetitos? si no aficiono con ella mi
coazon y mis deseos al CiE>lo? Que la medicina sea eflca-
cissima y de maravillosa virlud, qu provecho me t rae,.
si yo no q uiero usar de ella? Porque no est el bien de el
homb1c en la excelencia de las cosas, sino en e l uso de
ellas: para que con la part icipacion y uso del bien se hap
bueno el q ue no lo es.
Cosa es por c ierto maravillosa, como pudo caer en los
hombres tan grande descuido de cosa que Dios tanto les
encomend, y de que tanto caso hizo pa1a su pi'Ovccho.

1 ))cut. 1V.

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XXX I'III.OGO
El mismo csc.-ioi las leyc.~ 1 eu que haviamos de vvn
El mamlc hace un ta ben;iculo.2 y dentro de l man-
d que se pnsie~se una arca dotad<t, hecha con ~raodissi
mo primor y utificio, y alli quiso qnc e~t uviesse ;uarda-
da y depositada esta ley, para mayo vcneraeion de ella.
El nmnd , Josue, 3 que nunca apartasse rl libro de es-
ta ley de su boca, par;L Ice siempre cn l, y enseiarlo
los ouos. El mand ; quien huviesse de ser ltey de Is-
.,ral, que tuviesse pac de si este libro, 1 escrito de su
propia mano, SI quisicssc reynar f)I'OSpetamcnt.c, y vivi1
lagos dias sobre la l CITa. SoLHc el cual mandamicnt(l
ice Philon, nobilissimo csc1ito entrc los J udos, que no
se content Dios con que el Rey tuvicssc este libro csc1ito
por mano ar,ena; sino quiso fJliC l lllislllo lo escrihicsse
po1 la Sll)'<l popia; para que con esto quedasscn mas im-
wesas en la memoria las scnten<'i<ts de l, eRcibiendolas
p;Jabra por palaha de c:;pa<:io;y IXll'a f)U e mas esti-
masse lo q ne l pot su propia mano (sicmlo Rey) huvics-
se esc1ito, Lcniendo mu cho.~ escribano!! y oficiales quien
pudiea encomenda 1 e~1 e t1abajo; y po1 aqni c recies~e en
l la esl ima de h ley tic Dios , vicno q ne la primera
vez se havia escrito ella con el dedo de Dios, y dcspues
se escrib:~ no pm la mano de cualesqnic vulgares hom-
bres, sino de los mismos Reyes. Y porque no pudie.<;.~c
cabe~ olvido de cosa tan neceslM!ria, mand< : Moysen, 5
que CJIIttndo los hijos de lsral enuasscn Cll la 1iena de
pi'Omision, lev;1111asscn unas ~~a udes piednts; y ts<:rillicssen
en ellas las palab ras de e:;ta ley; para que los que ft1cssc11
y vinicsscn po aquel camino, viessen aquellas leLras, y
oye.11sen la voz de aquel mudo predicador. Y confom1c
este tenor acons~ja Salon10n aquel espiritual hijo que
ios11uye en r l liLm de los ProvedJios, d1ciendo: G Cuar-
da, h1ju 111/11, los ma~tdam/cntos rlc tu padre,.'/ no rlc-

E~od. XXXf\". 2 lhitl. c. XXV. 3 .losuc l.


!,. JJcul. X.V ll. 5 Dcut. XX\'ll. (j Jlrov. VI.

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GALEATO. XXn
sampares la lc!f de tu madre. Trabaja pur t ratrla
siempre atada tu coraum, !/colgada, como mw joya,
t tu cuello. Qunndu auduvieres, a11de contigo:!/ ruandu
durmti:rc~, este t tu cabezern: !/ runt/o desperta-
tes, pl(ltica con el/u: porque el manr/umienlo de
.Dios es una candela, !/ su ley es Luz, !/ el castigo de
la doctrintt es camino pma la vida. Mil lueares de es-
tos se pud icran tram aqu, lomados assi de C!\t05 1ibros co-
mo de todos los otns que llanran Sapienciales; en los
qna lcs son los hombres por mil maneras exhortados 'al
amot y cswJ io Je la d ivina salJid uria : que no es otra,
sino da y noche lcct, oir, pensar, y meditat la ley de
Dios: que es aquella lmena patte que escoc-i i\Jaria; 1
la q ua\ asentada < los pies de Clwisto, oia con siltmcio su
palabta. Pues qu dir de las vittudes y efectos mal'avi
Jlosos de esta palabra? Cuamlo Dios quiso revocar su
p ueblo de sus pecados, mand Hieremias, 2 que escti-
biesse Lotlas las Prophecias que contra l le lta,ia rcvelado;
y q ue las leycsscn publicamente. La qua! leccion dcx tan
atonitos y pamados . los oyentes, que se miraban las
cams unos otros, llenos de espanto y confusion. Pne.~
qua ndo el Rey Josaphat. qu iso reducir su 1\eyno al cul to
y obediencia de Dios, qu otro medio tom para esto,
sino embiar Sacerdotes y Levitas pot todas las ciudades
de su 1\eyno, llevando el libro de la ley de Dios consigo,
y leyendolo al pueblo, y declarando la doctrina de l? Y
para dar Dios entender el ftuto que de esta maravillo-
sa in \'encion havia r-esultado, aade luego estas palabras:
Por lo qua! puso .Dios un tan grande temor eu todos
los Reytto~ de la tierra, rue no osaron tomar armas
contra el Rey J..osaphat: y assi creci m gloria hasta
el cielo, !J J:uc/'(J/1 grandes sus 1iruezas !/ se1iorlo. Todo
esto.se escr,.ibc en el captulo 17 del II libro del Pa talipo-
menon: e l q ua! captulo deseo yo que 1nviessen escl'ito en

1 Luc~ X. 2 .Ricr. XXXVI. 1

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XXXII I'RI.OG()
su corazon todos los .Prelados de .la Iglesia Clnistiana, pa-
n que imitassen el exemplo de este santo Rey. Porque si
ellos hiciessen lo que este hizo, sin duda no-florecera me-
nos ahora el Imperio de los Clwist ianos, que entonces flo-
reci este Reyno; pues es a hora el mismo Dios que en-
tonces, para hace las mismas mercedes, si le hiciessemos
los mismos servicios.

~. T.

DE OTI\OS EXE~IPLOS QUE OI':.CLAI\AN 1iL 11!\UTO l lE t,A BUENA l.EC


CION.

Nias sobre todos los exemplos que se pueden ll'aei'


para declara el futo de la buena doctrina es digno de
pepetua n~cordac ion el de el sant issimo Rey Josias: 1 el
qua! me parecio engerir a e c~ i de la manera que est cs--
cl'it.o en los libros de los Reyes . .Pues este buen Rey co-
menz , 1'Cynar de edad de ocl10 a'ios, hallando el Rey no
.perditlo por culpa de s u padre Amon, y de su avuelo
Manasses, que fueron pervesissimos hombres, y dera-
madores de sangre de Prophet,s, Mas < los doce aios de
su reynado le fue embiado po maudado del summo Sa-
cerdote Helchias el libo de la ley de Dios, que ball6 en
el Templo: el qua! no solo con tenia lo que Dios mandaba,
sino tambien los gandes r~alardones que prometa los
fieles guardadores de su 'ley ; ~ los teibles y espan\osos
-castigos y calamidades que amenazaba los qucbanta
-do ..es de ella. Pues como este libro se leyesse en presen-
.cia del Rey, fue tan grande el temor y el espanto que
:ay sobre l, cue rasg sus vestiduras, y embi al sum-
mo Sacerdote susodrcho con ouos hombres principales
'una santa muge Prophetisa, que moraba en Hiel'llsalem,
para que hiciesse Ol'ncion {t Dios por ellos, y supiesse sa

1 IV. 1\cg. XXII. etc. 11. l'ar. XXXIV.

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GALEATO; nXfri
derer'minaciou y voluntad accrca de lo courenido ru aquel
libro. La qual les respondi de es~a manero: EstiJ lie' el
Se1101: Y o embianJ sobre esfe Lug-ar y sobre todos los
moradores de l todas Las plagas contenidas Clt ese li-
llro rut se ley ti dela11te del Rey; ptll rue ellos me de-
sampardron, y sacrijlctwon dioses "!f''IIOS. Y al lii!y
rue os embit d mi para roc rogassc d Dios por c.rt rt ne-
<:essidad, direi~: Hst o d/ce eL Se1lor Dios de 1 sradl: Por
ruanto o/ste las palabras de este lt'bro, y se enterueci
lt' coraw n con ellas, !1 te humillaste rlelale de mi acal
t amiento, y con el tein'Or y nmerencia rue de mi conce-
b/.~t. e, 1'1lsjast c tus vestiduras, y deri'(WlllS(e Lagrimas
deltwte de m, yv tambicn oL {u oracion; y T'ecogerle he
con tus pacb es, y sers u:pultado pac1jicauient e en tu:
sepulcro, y uo venn tuJ ojos las plagas y calamidades
con que y o tengo de tastigar este Lugar con los mora
dores de l. Dieron pltes los Embaxdorcs esta respuesta
al Rey: el qua! mand convocar todos los hombres prin'-
cipales del 1\eyno, con lodos los Sacerdotes y Levitas, y
con Lodo el pueblo, dende el menor hasla el mayor; y
ma11d leer aquel libro delante de todos; y l juntamente
con ellos se ofrecieron al scrvicio y cuho de Dios: sob1e
lo qua\ el Rey pidi jUIamento \ todos. Y no contento
con esto, limpi la tierra de infinitas abominaciones qne
en ella havia, del'l'ivando todos los altares de los idolos,
y desenterrando los huesos de los sacerdotes que les sa-
crificaban, y quemandol os sobre sus altares. Y este R ey
netnn. santo, r11c (sef~un dice la _Escriptura) ni ante.1 ui
deJpues de l luwo <Jtro mayor. Pues, qu mas gave ar-
gurncnto se puede trae p:ll'a declara el fruto de la bue-
na. doctrina, cnc este, del qnal tantos y tan admirables
fl'lltos se sicruicron? y qu persona bavd wrr enemiga de
s misma, que viendo tales frutos, no se ofrezca ' (.lstm
un peda1.<> de tiempo en leer libros de catholic..'l y sana
doct rina, para IJ07A'l l' de tan grandes bienes?
Pues con este memorable exemplo se juntan otros
muchos. Ponuc quando el Pr'opbetu Dnl'llch quiso pro-
1'0Mo r. 1

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XXX IV l'RI.OGO
voca penitencia al pueblo, que fue1a llevado captivo
Babylonia, de este mismo medio se aprovech: juntando
en un lugar todos los captivos, y leyenJolrs un pedazo
de esta doctrina. La qua! leccion dice la Escl'iptlu'a divina,
que les hizo llorar y orar, y ay unaa y hacer penitencia
de sus pecados, y juntar todos en com1m sus limosnas,
y embiarlas < Hicrusalen para ofrecer sacrificios en el
Templo por ws pecados: con las qua les tambien embiamn
el libo que se les havia leitlo, para que tambicn ellos le
leyesseu: creyendo que aquella lecllH'a oiJmria en aquello~
que la lcyessen, lo que en ellos havia olm1do. 1.
Pues acabado este capii\'Crio despucs de los setenta
aiios; con qu se comenz {t Funda otm vez la ciudad,
el Templo, y b Helil}'ion, sino con esta Juisma lcccion de
]a ley de Dios? Y lSsa se cscibe en eiJI libro de Esdras,
2 que en el sptimo mes concu rri lodo el puehlo c sus
ciudades {t llicrusa lcm con un anima y un corazon. Y
ayuntados en una crandc plaza, leycj E.~cl rls, siete clias ar
reo cbra v dislintamente el libro ele la lrv y mamla-
mienlos de oios: y el pueblo derramaba mnchls. lacrimas
quamlo cstn se lea: ')' lo~ Yeinlc y qua uo d ias de aq uel
mes tOJ'nlron ; conainnar lill kccion <nnt ro w ccs al clia:
en los quales tambicn orab;m y loaban Dios. Y con e:;
Los dos cxercicios $C mo,ieron ; penilcnc.: ia, y renoyaron
la R.eligion, que estaba ca ida, y acabarou con sus corazo-
nes una de las mayo res ha'.aiias (jllC se hicieron en el
lllUndo : que fu e despedir las murrcrcs cstranceras con que
se havian casado; para (ne no quedassc el pueblo de
Dios mezclado con el linage de los Gentiles.
Fina lmente la palabra de Dios 1odas las cosas obaa y
puede, como rl mitimO Oios; pues es inslumenlo suyo: y
assi con mucha razon se le atribuyen en su manem to-
uos los efectos de la c.1usa principal. Y aMi la palahaa

1 Beruc h. l. 2 C'fl VIII.

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C.\Ll!ATO. XXXV
de Dios resucita los muertos, reeugendta tos vivos, cura
los enfermos, c:>nserva los sanos, alumbta los ciegos, en-
ciende los tibios, harta los hambrientos, rsfucrzn los fla-
cos, y anima los desconsolados. Finalmente, ella es aquel
mann celestial que tenia los sabores de todos los manja-
cs: porque no hay ffliSIO ni afecto que una anima desee
tener, que no le halle en las palabras Je Dios. Con ellas
se consuela el triste y se enciende el indevoto, y se alegra
el atribulado, y se mne,,c < penitencia el duro, y se detTi-
te mas el qne e.st blando. i\lnchos de estos efectos expJi-
c en pocas palabras el P ropheta, 1 qua mio d ixo: La ley
del Sc1itw es limpia y sin maculn: la runl CQnvicrte
las animas. .IN testimonio del Sfllior es fiel y verdadero:
11/ rual da sabiduria r los peque!7Uclos. Lasjast1cias del
Se1ior son derechas: las qua/e~ alegran los corazones.
El mandamiento dd S eiior e~ el 1o y ntsplandecicnte,
y alumbra los o;os del auima. El temor del St:1ior
permanece santo en lus sigloJ de los si'glo.: y los juicios
de Dio.r (quc son los decretos de sus leyes) son verdade-
ros, y just({tcados en sliii.S1J/1Jf: los qua/es son mas para
desear ruc el oro y las pdras preciosas, y mas dulces
que 11/ ptlllnl .'/ la miel. En 1\\S cuaJe.~ palabras el Pro.-
phcta explic muchos efectos y virwdes de la ley y de las
palabras ele Dios: y en cabo declar no solo el ptecio y
uie-nidad de ella~. sino tambien (,\ grande snavidad que
el anima relirriosa y pura recibe con ellas. De lo qual dice
en otro Psalmo: 2 Qudn dulces SQII, Se1ior, para el pa-
ladar de mi anima t'llf:slrrts palabras\ Jts dulces son
para mi ruc In miel. Y no contento con estas alabanzas
declara tambien en el mismo Psalmo el amor, el estudio,
la l111. y snbidtuia que alcanzan los que en esta div ina
l<'ccion se cxercitan, diciendo ass: Qurn euamo,ado e-s-
to.r, Sc1ior, de vuestra ley! Todo el din se me passa en
mr.dit'lr cu ella. NI/a me hito mas prudente que t odos

1 T's~ ltn. XVIII. 1 Psal111. CXVIIJ.

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XXX:Vl PRLOGO
mis:e1cmigos: clla .mc hizo mM sabia que todos mi1macs~
trus; por estar yo siempre ooapado. rm el estudt'try oon-
sideraciuu de etla: ella me lu'zu mas discreto que los vie
jos experimentados; po1 estar yo ocupado. en gu(lrdalla.

~ II.

LI.ORASF. 1-:L OINIDO QliE EN F.S<I'A PAR'm IIAY F.NTI\E CIII\JS'JliANOSj \'
DJCI.AI\ASF. F.STA NECt'$SIJ)AP CON l)OCTI\INA DE J..{)S S.\N.TOS.
DOC1'01\ES.

Pues si tao gtantle.~ y tan maravillosos efectos obra


en las animas c:51a luz; ,\qn cosa mas para llorar (como
al principio diximo~) qnn vct tan deslCI'J'ada esla luz det
mundo? qn ver tantas y tan palpables tinieblas? tanta
ignomucia en los hijos, tanto descuido en los paches, y
tanta udcza y cel:l'uedad en la ma yot parte de los Clll'is-
Lianos? qu cosa hay en el mundo mas digna de set sa-
bida, que la ley de f)ios? y qu cosa mas. olvidada? qu
cosa mas preciosa? y qu mas despreciada? quin entien-
de la gandeza de la obligacion que tenemos al amo1 y
setvicio de nuestt'O Criador? quin entiende la dicacia
que tienen los mysterios de nuest ra 1\eligion para mo-
YCI'IlOS este amoJ'? quin comprehende la fcal4ad y ma-
licia de un pecado, para a bonecel'io .sobre todo lo que se
puede .aborrece? quin asiste < la l\'lisa1 y t los Divinos
Oficios con la reverencia cue merecen? quin santi6ra lns
I<iestas con la devocion y recogimiento que debe? Vivimos
como homb1es encantados, ciegos enwe tantas lumbres,
insensibles entre .tantos mysterios, ingratos cnlre tanl os
beneficios, endu1ecidos y forzados entre tantos azolcll y
clamores., f1ios y congelados entre tantos ardores y res-
plandoJes de D10s. Si sabemos alguna cosa de los man-
damientos y doctrina Christiana, sabemoslo como picazas,
sin gusto, sin sentimiento ni considcJacion alguna de
<ellos. De manera, que mas se puede dc<:il' qne sabemos los

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GAI1EA'f.O. XA'X<VJI
nombres .de Jas cosas, y los titulas de los mystetios, que
los mismos myste1ios. '
Entre los emedios que para desterrar esta ignotaocia
hay, uoo de ellos, y no poco paincipal, es la leccion de
los libros de cntbolica y sana doctri na, que no se enlt'e-
meten en ll'alaJ cosas subtiles y Clll'iosas, sino docuiuas
saludables ~ provechosM. Y pot esta causa los Santos Pa-
d,es nos encomiendan mucho el exeacicio y estudio de
esta leccion. S. Ilieronymo, esc1ibiendo una vitgen oovi-
lissima, po1 nombre Demeuia (la qua! gastaba todo su
pauimonio con los pobres) la p1imea cosa que le enco
mienda, es la leccion de la buena doctrina, aconsejandola
q 1e sembrasse en la buena tiel'l'a de su c01azon la semilla
de la palabn1 de Dios; pa1a que el fnno de la vida fuesse
conforme ella. Y despucs de otros muchos documentos
que alli le da, al caLo dice, que quierc junta el fin de la
cata con el principio, volviendo ex hortal'la la misma
leccion. Y Sant.a Pau ta, J poque era muy continua en
deJJamaJ lar.rimas de dcvocion, aconsqju que temple es-
teexercicio,.pol' rrna rtlar la vista para la leccion de la bue-
na doct1inn. A un arnir,o 2 e~cribe pidiendoleciert.os libros
santos da ndo por ra7.on, qnc el vecJadero pasto del aniina
es pensa1 en b ley del Seiior d in y noche. <:>. Bernarde, 3
escribiendo , una hermann suya, la acons<'jn E'$te mism0
estudio; declnrandole muy po menudo los frutos y efec-
tos de la buena lcccion. Y (lo que mas es) d Apostol San
Pablo aconseja t Sil discpulo Timotlseo, 4 que estaba lle-
no del Espiritu santo, Qne e11t u: tanto r11c l venia, se
ocupassc en la lcaion de lus santas E~criptu1as: las
quales dende niito \savia Timothco aprendiclo. Mas sobre
todos estos testimonios es ilustrissimo y eficacissimo pa1a
rendir todos los entendimientos el de Moysen: el qua!,
tlespues de propuesta y cleclamda la ley de Dios, dice assi:

1 lo ejus Epitnp.
2 Ad Florcnt. 3 De rnodo lene l'irellll. Ser T~. 1~ 1. 1'irn IV.

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XXXVIII PRLOGO
l E stardn estfiS pnlabras que yo ahora te propongo, en
tu corazou, !/ cnse1Tar/as has d tus /njos, !/ p rmsards en
ellas estaudo en tu casa, !/ andando cam/no, 1J raanrlo
t e acostares ,IJ levantares de dormir. r atarlas /as,
t'01/IO muz sclal, en tn mano, !/ estardn y 11/0J't:rsc han
delante de tus ojos, y cscribil'/as has cit. tos lumbrales y
en las pucruu rlc 111 casa. No s con qn ouas palabms
se pudiera mas cncal'eccr la consitleracion, y estudio de
la le~ y mandamientos ele Dios, que con estas. Y como si
todo esto fuera pot:o, ntehe lue~o en e l c:t p. Xl. del
mismo libro tt npet.i t o11a ,cz la misma encomienda con
las mismas palabras (rue es cosa qu e pocas veces se h ace
en la Escriptura) tan ~rancie eta el cuidado qne etedivino
hombre (que hablaba con Dios cata it cara) cueri:t que
tuviessemos tic pcnso r siempre en la ky de Dios: como
quien tambicn conoca la obligacion que < esto tenemos,
y los inestimables frutos y provechos que de esto se si-
guen. P ues quin no ve qnanto ayudar xtra esta consi-
deracion tan continua qne este Ptot phcta nos patlc, la ler-
cion de los libtos tic buena uoctJina, que (aunqne por di-
versos medios) siempre tratan uc la hel'llaosura y excelen-
cia de la ley de Dios, y de la obli~:H:ion qn e tenemos
cnmplirla? Porque sin la doc:lrina de la lcccion ,~en qu se
podr fundar y sustentar la mcditaciou; siendo tan conjun-
tas y hermanas estas dos cosas enttc s (que son leccion y
mcditacion) pnes la una presenta el manja r, y la Olta lo
m3stir,a y diricte, y traspassa en los senos de l animo?
Pudiera junto con lo dicho probat esta verdad c:on
rxcmplos de muchas peasonas que yo he ~abido havr r
mudado la vida, lllO\'dns por la lc<:cio tt tic burnoslibros;
y de otras qn e be odo, y de otras t;unhicn qur be leiclo:
de las cuales ale-nnns crccirr on tanto en sautidad )' pu-
reza de ,ida, tomando oeasion de e.,tc principio, qn c ,._
nicton srt fundaclorrs dl' Hd ig io t:('l' Ol<lrn('~ rn cuc

1 Dcul. V!.

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G.ll.llA'rO. XXX IX
otros tambien se salvassen. como ellos. Entendi esto muy
bien Emique Octavo, Rey de Inglatei'I'a: el qua\ p1'eLen-
diendo uaer su eri'OI' cie1tos Padtes de la C\l'tnja, y
,iendo que con muchas vexaciones que pa1a eslo les haca
no los poda induci1 su ei'I'O t', nl cabo mand, que les
qnitassen lodos los JiiJI'os de bnenrt y catholica doctrina:
pareciendole que q uitatll\s es1as espirilllales armas con
que se defendan , faci lmenle los podtia rendir. En lo qual
se ve la fuerza que estas mmas 1ienen para defendemos
de los engaiios de los he1rges; pues las que1ia quitar
quien pretenda enga<ll'. Pues si tal es ht virtud de estas
:umas; ,!POI' qu no trabajarmos de atmat con ellas el
pueblo Clll'istiano? Vemos que uno de los grandrs l\1'1Hkios
que hnn tenido los lteregcs de nuc~tros 1icmpos pum pel'-
vel'l it los hombres, Ita stdo dct'l'all!at po todas partes
libro!> de sus bla~ph em iu s. l'nes si tanla parte es la mentira
pintl\da con los colores de las palab as, p:mt cngaiiar,
qun1o mas lo sc: la ,ctlad, bien explicada y decla a-
da con sna docuina, pam ap1ovccha; pnes 1icne mu-
cho ma ynr fuerza que la falsedad\' Y si los h CJ'C(jCS son
tan cuidadosos y diligenlcs para destru po1 eslc medio
las a11imas; por qu no snmos nosotros mas dilig-enles
en usar tic estos y de otros semej:llltes lllcdios para sal-
vadasi'

" Jl(.

DI' CT.II\,\ SI: 1-:N PAI\l'IC\1 1..11\ 1.1 :"f.CJ:SSIO.In llfl f \ OOGTI\IN.I.

Y dnclo enso rnc haslaha y ann sohrahn lo dicho


pam woba1 nne~tto intento; pero todaYia qnit'r'O ms-
SU J' adclanlc, y prolxu ~.:on la necessidad de lns oblip-
ciones de la Yidn Christiana la neces.~idad que tenemos
~le la docirinn de ella. El qualltahajo me pa1ecic necessa-
l'io; po1 have1 algunas pcsonns g-ra,cs que concleoao los
libros de buena docuina csc1itos en lenffua vnlcrar para

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:OSXXX~ 11RLOGO
e1 ~uso de los que no aprendie~on Latin. Los q:Uales en.
una. mnteia tienen J'azon; mas en' ota no la alcanzamos.
Porque razon tienen , si entienden q~1e no se han de escri-
bir en leggua v'ulgar, ni cosas altas y escura-s, ni tMnpo-
co se h:m de referi1 los errores ele los hereges, aunque
sea. para confnndirlos, ni otras cosas semejantes, ni ques-
lJGne,; de Theologia: las quales ni alin <'n los sermones po
pulares consiente S. Aur,ustin, 1' q,ue ~e traten. PHes.
cm\pto menos se debe eu esta lengua escribir lo qne no
conviene predicar? Con lo qua! contesta el dicho del Apos
tol: pues no quiere que se p1ediquen q,oestiones, 2 si'no
cloctJioa que edifiq.ue. Assimismo libros Je la sagTada es-
criptuva no conviene andar en lenku<t comu'n: poi'que hay
en ellos muchas cosas escuras eue tienen necessidad de
declaracion. Assi qne quanto esto, razon~ tienen los que
no quie1en que haytt estos libros. l\Jas qnerer que no ha-
ya libros en esta comtm lengua, que nos enseien ; viv11
conforme la 1\eligion Chl'ist iana , que en el santo Bapt is-
mo professa mos, ten:~ olo por tan grande inconveniCJJte,
como obligm .un hombre la vida monast ica, y no <JUC-
J'CI' que lea y sepa las constiweiones y estatutos de ella:
pues no menos obliga al Clwistiano esta primera prof'('ssion'
que al 1\eligioso, la segunda. Y cuan culpado sera
el Religios() si se descu idasse en a prender las leyes de
su Religion, tanto lo ser el Chrisl iano en no quere1
ap1eodeJ las leyes de la snp. l\:]as aunque los e.xemplos y
anto1idades de la santa Escriptura que aqui ha vemos alega-
do, sean sulicientissima prueba de lo dicho; pero todava
me p<\J:eci6 mostrar esto po1 tal medio, que las mismas
cosas prueben y declaren la neccssidad que de ello ha y.
Porque primeramente, Ri un hombre desea de verdtlcl
y de todo corazon ser Cluistiano, no ()01' sohl fe) sino po1
vida y costuml)I'CS conformes {, esta fe, ha de saber ante

:1! Aug. h 1V. de doctr. Chris~. c. lH.'. ~ IJ. Tinr. li , etc. ad


TiL. c. Ill.

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GALI!,\TO. XXXXJ
todas las cosas los artculos de la fe que ptofessa; no solo
en la fe de los mayo1es, sino explicita y distintamente. De
modo, que no basta pronunciar las palab1as del Creao,
como las dira un papaga)o; sino ha de en tendel' lo que
pronuncia; p01que no venga format conceptos y senti_-
dos est1aios de lo que cree: como cscl'ibe S. Augustin efe
Alipio su familiar amigo. 1 Del qua) dice, que 'aures que
le fuesse declaratlo el mysterio de la Encarnacon, ten_ia
pam s que nuestl'O Salv<Hlor no havia tomado de nuestra
humanidad mas que solo el cuc1po; y que la Persona di'-
vina. que denll'O de l estaba ,' haca el oficio del anima.
Assimismo en el mysterio de la Santissima T1inidad con-
viene, que qt1ando el Clwistiano oye los nombres de Pa-
dre y Hijo, sepa que no ha de entende aqui cosa corp-
ral; pues aquella divina generacion es toda espil'itual,
aunque natlll-al. Y assimismo entienda que este mysterio
ha de se1 credo y ad01-ado, y no escud1iado : consid-
rando en esto por o na parte la i\lagestad de aquella altis-
sima substancia, que es inefable y incomprehensible'; y
por Otl':l )a COrtedad y baxeza de SU entendimiento ;' el
qual pa1a entender la a lteza de las cosas divinas, (es se-
gun dicen los Philosophos) como los ojos de la lecht.t1.a
para ver la claJidad del soL Esto conviene, que pres'u
ponga el Christiano, para no hace mgumento de su no
entende1 para no cree1. Assimismo ha de entender que
este mysterio, aunque sea sobre toda razon, no pot eso
implica COntJad iccion: como algunos simples y ;gnora ntes ima
ginmon. Pues siendo esto assi, necessatio es que haya doc-
trina que excluya todas estas ignorancias en matetias tan
gra,es.
Demas de esto tambien est obligado sabe1 los man-
damientos, assi de Dios como de la Iglesia: que es la ly
en que ha ele vivi1: y entende1 que no solo se quebran~o

1 AususL1 in l. VIl. Conres, cap. XIX.


ro)tO J. ~

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,~P+JI PRLOGO
, ~an pm: sola obra, sino tambien pot pensamiento : que es
pJr 1 consentirutento en la mala ohm. Y aun mas debe en-
t~nder, que no solo con el mal ptoposito de la voluntad,
~i?o tam:b.ieo con el deley.te del mal pensamiento, aun-
.q,IJC no . quiera executarlo ( q~1e es lo q~e los Theolorrot
.)JaQian . delectaciou morosa) $e comete pecado mortal en
mat(;ll'ia. de rpecadp mc,ntal. Allende de esto el buen Chris-
Ji~no es\< obligado confessatse >01' lo menos una vez en
_el ao: lo cual deb1ia hace otl'as muchas veces, si quie-
.re vivtr mas religiosamrutc. Pues pata cst.o h de saber
examinar s.u conciencia, d iscmricndo polos mandamien-
tos J p;ldes m.otales, para ve en lo que ha desfalleci-
<iQ pQI' 9bra . palbta pensau)iento : porque no sea co-
m.o.. alguuos brutos ', e ue P'cstos {l los /ptes del COnfessm,
f!peoassabeo. decir una cu lpa ; q\bO te nn aiio, donde
han cometido tantas; sino dicen: Padre ,1wegnntadme vos.
Y .no b.tsta confessar los pecados, si no tenemos arcpen-
tbnieni.O y pesar de ellos. Para lo rual es menester COtlO-
.CElr l f~aldad1 del pecado, y lo mucho que por. l se pier
;~le 1 r y ~1 estado en que d~xa. al anima miserable : y obr-e
1&<1~, quu ofensiv,o sea ele la l\la;estac.l de Dios, de quien
,t{l~(os ' beilefit ios havemo, rccibklo, con los quales mu-
cha~ 1veces. 1~ ofnilamos. Pmquc dauo caso que la conwi-
-~on .se;t uu muy especial don de Dios; pcro este.suele l d;\1
4) os q ue de su partc se disponrn, y hacen lo q ue pue-
den para alcanzarlo. Y porque < esta contriciQn. pertene.
e~ q9e est con ella un muy Ehme proposito de no Yoi-
-Y~I' mas pecar; y sea &eual de poco ancpeutimieoto, si
luegO' se .repiten los pecados; conviene 'lue se sepan los
emedios y med icinas que hay para ('StO: qua les son evi -
Hl!'todas la~ ocn6io~es ,de. ellos; y el exercicio de la. ora-
pOI'\ l y la frequeneia de los Sacramentps, y la lec~ion de
lp~ :!menos, lil.!t:os, y la templanza del comer l bebe,
y la garda de los senridos, rnayormcnte de ia len-
gua, pm la qua! se rometen tantas rnlpas. Y no me-
nos es necesaria la ~uarda de los qjos, por donde mu-
chas veces ent ra la muer'le en nuestras animas. Y sobte

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(HLEATO. XXffi
todo csro es necessario resistir apresmadamente al''pritfi>
pio de los malos pensamientos y moviniientos, corr 'la
memo1ia de la Passion de Christo &. Porque que1-er viv~
vituosamcntc en un mundo tan malo : donde tantas :oca
!!iones hay para pecar) y estando cecados por una 1arte
de una carne tan mal inclinada , v por oua de tants de
monios, y de alr,unos hombres pe~v'crsos (que 'vcesio~
hacen mas euda guena que ls demonios) sin ayhdarh1q~'
de todos estos petrechos y armas csp(ituale~; s qbePer 1
subi al Ciclo sin escalea. Y po falla de e5tb' veis'
qun pocos sean los hombes que vivan sin pe~~dbs'
mortalE-s. Pues qunto aprovechar para saher tod~~. e~;:
ras cosas, lccl'las en los libos que las cnseiian? ''
Pues quando el Christiano se lleg<~ comulgar, quin
le dccl:\l':li': la alte7A'l de aquel &'lc1amento, la grandeza'
de aquel beneficio, y la soberana de la Magestad que allf,
csr; cnccrada; para que por aqu entienda con qunto
remo y cvercqcia, y con qunra pureza de copciericia, y
con qmnra humildad y encogimiento s debe a):>arejat' pa~
ra recibir en su pobre chowela al Seiiot de to'd o fo ' 1~i1ia.i
do, pam qtrc assi se ha;a participante de la gt1ircia" tl
aquel Sacrarnento, y de las riquezas y cohsb\~Ci9nJs que
l t1ac t:or~;irro !' Potque comulgar sin e l apa1~j~ 'debitlo;
es (como ~licc e l ~posroll ) Comer y be/m .Ju'i~t'o , J?d1:'cf
qu~tm n.ss1 l o rrc1bc: como parece que comulrrao el c!a'
de hoy mnchas pr rsona.~; pues ningnna enmienda vemos
de sus vidas.
E~ tambicn oficio ptopio del Christiano hacer oradon
( que es cosa rrmnrlement~ _rncomendada en las santas Es~
criptnms) en la crral pida < nuestro Seior remedio. pat:
todas sus neces~inrles as$i cmporales como ~spititua!es:
qoe son innumetables. Pues tnaraf que $U otacion
t
' seaefif'
1 t

car1 ha de sabct las virtudes en 'que ta ha d acmpa-r:


las qnales ( conramlolas brevemente) son atencion, elevo

:1. l. Cor. X~t.

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XX~XIV l'li.LOGO
cjo~; lnrmildad y perseverancia, y sobre todas fe y con-
fianza'; seF,.I,ln aquello del Salvador, que dice: Qua/quiera
cosa que pid eredes, creed que la 7'ccibi7is; y darseos
/a. 1
J Con la: oracion quiere el Apostol, 2 que se junte el
hacimiento de gracia por los beneficios recibidos: que es
el sacrificio de las alabanzas divinas que Dios tan encare-
Cidamente pide en el Psalmo 4 9. Pues cmo podd un
Chrisliano hacer este oficio con la devocion y sentimien-
to que conviene, si no supiere qu{mtos y qu{m grandes
sean estos beneficios?
__ Demas de lo dicho, tentaciones en esta vida no ll1e-
den faltar; Pues (como dice el santo Job 3 ) toda ta vi-
da es una lentacion prolija. S. Pedro dice, 4 Que mtes-
17'0 adversario, como teon rabioso, nos cerca w todrzs
partes, buscando d quien t1aguc. Y el Apostol S. Pablo
5,.ei)carece la fuer'Ul y poder grande de este enemigo, y
nos provee de diversos generos de armas espitituales para
cbntrastados. El qua! tiene mil artes y mil manems para
acometernos; unas veces con pensamientos de blasphcmias,
otras con tentaciones de la fe, otras con iras, odios y de-
seos. de venganza, y otras con apetitos sensuales, y otras
vt>ccs mas disimuladamente, dandonos bebct la ponzoiia
azucarada: que es reptescntandonos l vicio con mascara
de vi1tud. Pues si el Chtistiano no estuviere advertido de
todos e;tos baxos (donde suele peligrat la navccica de la
inocencia) y no supiere siquiera medianamente los reme-
dios de estos peligros, qu puede c~perar .sioo dar al
travs cada passo, y caer en el abysmo de los pecados?
Navegamos tambien en esta vid:t mortal con divcrss
vientos; unas veces con Lormenta , y otras con bonanza.:
q uiero de'c ir, unas veces con prosperidades, y otras con
adversidades: de las quales las unas vanamente nos en-

1 ~!are. XL 2 l. Tiro. ll.


3 Job. VU. 4 l. Pet. V. 5 Ephes. V~.

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GAJ.llA'fO. XX~~~
sobe1vecen y levantan , y hacen olvidar de Dios; -mas
las otras como son de diversas maneras, assi nos mueven
unas veces impr.cieucia, otras desconfianza, otras
uistem desordenada, oiJas quexarnos de la di-
vina pro,iocncia, y ota,s { deseos de ven&anza. P ues
si el que procma ser buen Chr1sti<\llO, no eSlll\"iere ad -
vertido y wcvcnit!o en tiempo de paz pam los pcli&ros ele
la rrucr m, ,:ctmo poddt escapar de estos dos tan:ordina-
rios pclijt'OS i' y quin le woveer{~ mas facilrnen te para
esto de saltH.laules t'l'rncd ios, sino la doctrina y avisos de
los buenos librosP
Son tamuien paa andm esta carrera tlcl Ciclo qnatro
virtudes r,randcmente neccssarras: que son amo1 de Dios,
aborrecimiento del pecado, esperanza en la divina mise-
ricOld ia, y temor de su justicia: en las qua les vittudes
consiste la snmma de toda nuestra salvacion. Y llamaose
estas virtudes afccti,as; porque consisten en los movi-
mientos y scnt imicntos de la voluntad. Pues como esta
sea una potencia ciega ( que no se mueve , ninguno de
estos. afectos, sino representanuole el entendimiento los
motivos y causas que tiene para. ellos ) de nq11i es, que ha
meneste1 el buen Clll'istiano s.abet lo CJllC 1 cada cosa de
estas le puede mover. Porq lte aunque estas virtude!> in-
funda Dios en las animas de los j~1stos; mas dcue el hom-
bre ayudttsc pm su parte, y no libalo todo en Dios:
a)udandosc de muchas consideraciones que para esto le
pueden mover. Y pues esta materia es muy copiosa;
qmn1o apovcchar {, un buen Christiano sabe1 alrru-
nas considc..acioncs q ue , cada uu;t de estas virtudes lo
pueden mover? lo cual todo nos ensei'aH los libros de
buena tloctrina. .
1\l.as dir al&uno que pido mucho en tantas cosas co-
mo aqui he tocado. A lo q ua l respondo, que qu ien pa-
l'ece que basta se1 Chr istiano con sola fe, y sin tener
cuenta con la vida, todo e-~t o parecer mucho; mas
q u ien lo qu iere se1 en la p~1re7.u de la conciencia, apar -
fandose de todo geneto de pecado ll10rtal, no solo esto

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n"Xxvl rntoco
'll parecer mucho, mas antes la expeiencia de los pe-
~igros y tentacioqes y ocasione~ de este mundo, le ense-
i:f r, que Lodo esto y mas }e ' es o~essario; pues n_o C$
peqtmo el camino que hay de la tiel'l'a 1tl'l Cielo. Y por
eso' todas estas cosas susodichas sou menester' para este
tiln ~rande vuelo. '

.' . ~ IV. : .
., ' '
nF.SPONOESE \ ALGUNAS 01)JI':C!ON!.S.

1\Jas alguno por venllll'll, concediendo ser Lodo esto


necesari,o, di d. que basta!\ los ~.setmoncs onlinarios de la
Iglesill p'arn lo dicho', sin que haya leccibn df! buenos li-
bos. A lo qunl primeramente respohdcmos, que en tnu-
cfros lurates hay Fa ha de sermones; y seeun diceS. Gre-
gario, 1 assi como los sermones, q nundo son mucho~
t1 se desestiman; assi qunndo son muy pocos, aprovecha},
flOCO. a Y demas de esto, Jos l'redicaclores 'comunn'lent.e
n~ desciertdcn ' 'estas particularidades susodicha;, sino
quan_d o mucho tl'atan en comun tle las vi\tudcs : y In
doctl'ina mornl es poco ptovcchosn quando es conn1n y
ge!leral. Y allende de esto muchos sermones hay que
mas son para exeitu la paciencia de los oyentes, que p:~
ra edificados.
' .rDir ouo, qne de leer buenos lib,os t.om<.m morivo
alrrunos pa1a deseslimar los setmones, I' pnm no oirlos.
A esto se r-esponde, que la buena docti'na no es cau~a
de desprecia la palabra de Dios, sino de estimarla. Y si
alguns hacen eso, mas ser eul~a de ~ll sobelvia, que
di!' la dQctlina: y por la culpQ. cl'e unos pocos sohervi!!'
no es razon qne sean defr\llEincilos de' la buena lecc~n los
1 1

' f Mor. c. XX~V lib. \'lll. ele.} XXX. cap. XXX'' etc.
lib. V .in l . Reg. c. XIV.

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GALl!.&TO. XX.X:SVIJ
muchos. Otros dicen, que alg!lnos 1 t9~an motivo , de . }r
tal leccioo para epuegarse ta'nto los ~xercicios espiritua-
les, que. vienen descuidarse de la. gobernacion de sus
casas y familias, y ~el se~yicio que. deben 4 sus padre~
\na.r jdos.\ esto se res~.ondc qqe ninguna co.sa condena p.1~s
la bue nadocuioa quee~tp.de~otd\:lt~; porque siempte ~rcon,
seja, que se anlepongan las cosas de obligacion {t las de de-
vocion, y las de prec~pto lu de consejo y las necesarias
las voluntarias, y las q ue Dios manda, las q ue el hom_
b1e por su devocion propone. De manera; q ue esta Jesot-
Jen mas procede de la ,persona que de la doctrina .
.Ottos dicen, que de la bacna leccion toman rpqcho.s
ouasion p:\l'a a!g~nios ~rtotes. A '\Sto. 1 Se responde, ,que
ringuu1\ cosa , h~y tap hl\eua y tan ,J?~I:fect;l ,, rqu e,.n ,., p.9ei:
da usar mal la t.nalicia .humana. Qp~ doctrina rua~ ~; 1
~ecta que la de los Evangelios, y E pistolas de S. Pablo?
Puvs todos .quaoLos hcreges ha havido, presentes y pas~
sados; ptetenden . fuodat Sl\$ hctegias_ ~n esta tan e.."(-
celen(e .doc~rina.)Jpr donde el apostol :S. Ped1o, hacico4<!
n'l~11cion clci las Epist9las de S. Pa)llo; 1 .dice que h~y ".en
ellas rdg unas ~osas difi,cult,osas: de entender, dp que ,tom~
ron ,pc.a~ion algunp& malo.s hombre$ para fundar S\lS .CtTOr
res!! Y aade, mas.: que de toda& las santas Escr;iptmaJ!
pretnden ayud<,lrse los hercgcs, torciendolJ,s y., fal~i6cap~
do laJI , para dar colo1 sus ertoies. Y allende <fe esto,
qu cosa hay en la vida humana tao necessaria y tao
pi'(Ncchos~, que si bicieacmos nuc}:IO caso l\e los incon;-
v.cniente~ que trae consigo, no la hayamos de desechar?
No :cnset los padres SltS h\jas; pups mu'cha~ !11.l1IT~rcs ll)ll~
tcn de pu'to , y otras manos . ~le sus Ql<H'~~Ios. 'Nq haya
1
medicqs ni medicinas; ptl (l!J muchas veces ellos y ellas ma
tan. No haya cspa<1as ni armas; porque cada dia se m~ tilo
los hombres con .ellas. No se navegue la, mar ;.pues tantos
naufragios de vidas y haciendas se padecen eo ella. No

1 11. Pct. III. 1

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xxxxvn tlnr.ot:o
haya estlldios de Tbeologia; pues 'tod M los heteges; usa ti-
do niaJ de ella, tomar~m de a motiVo> para -sus heregias.
Mas ciu di t 'de las cosas de 'l'a tierra; pues aun ls del
Cielo no carecen de inconvenientes? qu cosa mas necesa-
tta par'a el rrohieruo de.este rmmd que el sol? pues qu~n
tos hombres han enfennaclo, y 'muerto cn ss - ~andes
calores? y qtr digo de estascos<s';' pncs de la bondad y
misericordia, 'y de la Passion i.le Christo nnestro Salvadot
(que son las causas principales de tb lo nuestt'O bien ) lo ~
man ocasion los t'ua-los pata petsevet';lr en sus pecados,
ateniendse estas )rendas? A' todo esto alad ma cosa
de !mu.cha eonsidtadon. Pignnto: Qo cosa mas J)ode-
rosa para convencer todos los rirend'it'nientos, y trae dos
t l;i fe, que la tesut'eccin de Lazaro;de qdatrodias enter-
rado, y hediondo; al qua\ resucih el Salvado con estas
'p alabras: 1 Lazaro sa~ .fucm: y esto bast para que ni
las 'fuerzas de ' hi muerte, ui \as a~admas de pies 'y manos
con que est'aba preso, le dcttivi~ssen en el sepulcro? Pues
'qu corr1zh pucliera h:iver tan obstinado, que con sta
tan :grande maravilla n<? quedra a~oml)rado, y renc\i~lo
la fe de aquel Seor? 1\Jas, '6 'incteible malil'ia del o-
raz' u hu !llano! Esta ta espantosa maravilla no 'solo no
bast para convencer el cora-zon de los Ponllfices y Pha-
riseos, 'n)aS' antes de aqui tomarob ocasiori para cond enar
mUerte al obadot de tan gran milagro: y no contentos
con ~sto, trataban de ma'tar Lau'lro, porque muchos
por 'esto veniah ' { ceer n el Salvad01. Pues si la malicia
' humana es lan srande) que de aqui sac motivo 'Pat'a
tan ~ranmal; quin ha de hace ugomento del abuso
con que los malos pervierten las cosas btienas, y las tu.ercen
J aplican SUS daiiadas voluntades 1 para que pOI' eso SC
in1pida Jo buen'o?
~ Todo esto se ha dicho paa que se ent-ienda, que nin-
g\ma cosa hayran buena, que carezca de inconvenietiles,

1 Joann. XI. ..

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GAL1lATQ. XLIX

rilas ocasion ados por el abuso de los hombres que pot la


naturaleza de las cosas. Mas no por eso es nzon que por
la. desorde n y ab uso de los pocos pierdan los boenos y los
muchos el fnllo de la buena doctrina. Lo qua abierta mente
nos e nse el Salvadot en la pambol a de la c:zui'ia : 1 don-
de dice que pre:;untamlo los criados al padre de !a fami-
lia si arranca ran aquella mala yierva, porc;ue no hicies-
se dai'o la sement era, respond i que la d ~xassen estat:
porque podl'ia se q ue :~ nancando la mala yi ~rva, vuel-
tas de ella al'l'ancassen la buena. En la qual parabola nos
cnseiia , que ha de se tan priYileg iatla la condicion de
los buenos , que muchos inconvenientes se han de tragar
;~ cuenta de no ser ellos agaviados.
A todo esto aliado, que la doctrin a sara no solo no
da motivos pam errores , mas antes ella es la que mas nos.
a yuda la firrnez.."l y confir macion de la fe. Para lo e u al
me pareci rcfetit aqu una cosa que me cont un se-
iiot del Consl!.j o p;encral de la santa Inquisi cion 9e estos
Reynos de Portu~al: la qua l sirve G'nndmllcnte para cono-
ce el fruto ele la buena leccion , y el dai) de la mala.
Cont pues este sciior, que vino ped ir misericmdia al
santo Oficio pot su propia vol mnad, sin ser acusad o, un
hombre: e l qua\ confcss , que d;ndose leer malos li bros
vino ; perder de tal manera l;l fe, que teoi:, para s que
uo hnvia 111:15 que nace y niorir: rna~ que despucs poi
cierta ocasion que se ofrcci, 6 porque la di,ina provide n-
cia lo otden , comenz ;. Ice por libros de buena doctri-
na; y dndose mucho esta leccion , vino : s.\li de aque-
lla ccq-uedad en q ue estaba , y pidt perdon de ella, y lo
a lctJnz. Esto quisclo escri bir acui en faYor y testimonio
del fruto de la buena leccion. Oua rosa uo menos vcrda
<lera, ni menos die;na de ser notada , me cont Don F'cr-
nando Carl'illo, siendo E mbaxad or en este Reyno: el qual
me di xo que un l\Ioro captivo , por uombrc cteo que Ha.

1 1\hUII. X lll.
TO.UO 1. 6

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~ PRLOGO.
mete, tenia el libro de la oracion y meditacion, y le.l mu-
chas veces por l : de lo qua! se rean los criados de casa,
y le preguntaban: Jlr.melC , ,\qu Ices tu ass? y l respon-
da: Dexat ; mi. Finalmente continuando la lc.:cion, aquel
Seiior que alumbr al Eunuco de la 1\.eyna de Ethiopia,
1 leyendo ro Isaia11, aluml.w tambicn t este: y l mismo
finalmente vino :'t pedir el santo Baptismo, y hacerse Chris-
tiano. Po es estos dos exemplos , y lo demas que est di-
cho, claramente nos dan entende qunto ayuda la bue-
na docLJina, no menos la confhmacion de la fe, que it
toda oua vil'lud.
La conclusion de todo este discui'So es, que las leyes
y el buen juicio no mian lo parllcul:ll', sino lo comun y
general: conviene it saber, no lo que acaece personas
particul ares, sino lo que toca acnentl111ente al comun de
todos: los cuales no es razon que pierdan por el abuso y
de:.OJden de los pocl)~. i\ i tampoco 111im < los particulares
daiios que traen las cosas, si son mayores los pro\'Cchos
c1uc los daiios: como se ,e en la n;wcgacion de la ma:
porque , son rrrandcs los daiios de los naufr.l;ios' son
mucho mayores los provechos de la navcgacion.
Mas pitio aru pcdon al Christiano l.ec:tor Je haver
estendido111e tanto en esta nmteia. Ponue esto hice para
cue se viesse claro la neccssitlad que tenemos de bm:na
leccion, y no nos dcscuiciassc de este juicio el parecenlc ul-
;-unos que sienten lo contrario. Y allende de esto, poco
nos podia aprovechar esto cue acui ahora dctcmino es-
crib, si se tnvi es~e por inutl1 dafosa la leceion de la
doctina cscita en len3'ua comun. Servir este nucsto
Prcamb ulo, como el Prolo;o de S. Jlieronymo cuc llaman
Galeato (en el qua! ~<prnciJ~t su translacion de las sant as
E~cripturas) pam defension, no solo del libro presente,
sino tambicn de los que u<>s y otros aute:wcs han escrito
en lengua vulga

1 Acl. Vlll.

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LI

A LA. CA.THOLICA MAGE.'>T AD

JVU[;STRO SEi'I'Oli.

Alruna~ petsonas devotas insi$tei'On conmiB'o, Catho-


lica l\'Iar,estad, hiciesse impl'imit ale;unas esctiptutas mias
en esta forma mayo ( las quales andal>:tn repartidas en li-
l>tos pequeios) poquf) en esta fotma se poclrian 111(\jOr per-
pelllat en las librcrias comunes, y dcrendese de las inju-
rias del tiempo: lo qual no pudiera t:ullhien ser, andando
ellos repartidos rn mtH:hos pedazos peq11eiaos, cnc faeilnaente
se pietden y dcsaparoccn. :'\las para este efecto parece que no
'havrotro medio ma~ conveniente que dedieaalo~ {t V. \U.: por
que de esta manca:t con el respland01 y amp:II'O de sn llea 1
nombrescan ellos mal\ perpetuos que con esta nneva forma
con que ahora salen ft !111.. Y allende de esta non etn jusr o
que quien naci1't, y se cai y estud i1 en los Heynos de V. !\f.,
y escribi parte de esl:t escriptum en ellos, con ella mis-
ma testificasse la revctencia y acatamiento qne los subd i-
tos nattmtlcs po todo derecho deben ; su natnral lley y .
Seuor. Y po cumplir yo en esta parte lo que debo, pet-
donad V. 1\1. el atrevimiento de ha ,e querido ofrecctle
este tan pequcio scavicio, ~-.tan indigno de su 1\cal gran-
deza: la qua! tHtCSII'v Seot conserve y prospere pot muy
laarros tiempos patn r,loria de su santo nomhtc, ampato
de su fe, y comun salud y defension de todo el pueblo
Clll'ist iano. De Lisboa < Hl. de Henero de 1[ 79.

Siervo y vasa 1\o mcnot de V. M.

Fr. lu~ dt. Urnnnda.

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UI

PROLOGO.

D!tejnslfJ 'JIIVm"nw /mle. l Quiere drcir: D ed aL


justo, rne bi.m. Esra es nna cmlJaxada que embi(, Dios
coti el Prophe.a Isaias wdos los justos; l:t nias hre1'e en
palabras, y la mati hll'{l'a en merced e.~, que se ptH.Iiem. cm,.
biat'. Los homhre!> suelen ser mn y largos en prometer, y
muy cortos en cumplir; mas Dios por el contJ'ario.es-tn
laq~o y tan ntarrnifico en el cumplit, que todo lo que sue-
nan las prtlabras de slls ptnmesas, <piedn muy baxo er'l
comparacion de sus ohms. Porque qu cos11 se puclrera
decir mas breve que la scutencia susod ichh, D cd al jus
to, qu bien? Mas qo{u1td es lo qhc est encrTado c.le-
baxo d esta palabr bimf> La qnal pienso, (ue por eso
dex assi sin :1iriguoa cslension ni distincion; paia que en-
tentliesset1 los hombres, que ni esl se poda c~t ender
c01no C'llo era. ni era necessario hacer distincion -de estos
iii de aquello!; bieaies; sino que totlas las suert es y mahe-
l:as d biees qnc ~e comprehehd'n deba-xo de esta pal-
bia en; se encerraban ' aqui sin alguna lirnitacion. Por
lotid assi corno pr(guntando Moysen {t Dios por el notn-
bre qe tenia, respond i que se llamaba 2 El qu.e es, sin
aiiaclir lilas pn!abra; para dar entender que sll ser no
era limitad o ( finito, sino universal (el (jual comprehen-
~ia en s todo genero de ser, y toda petfcccion que sin
iinpel'f<!ccion perLCnecc al mismo ser ) ass tambien puso
aqni esta tan breve palabra bien, ~ i n aiat.l iJIe otra aljtllHt

1 lsai. III. 2 Rxod. lTl.

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l'JILOOO. Llrt
la univers(-
especificaeion; para dar ~ entender, que toda
e bien. desear
dad de bienes que el corazou humauo pued
el qual prom ete Dio~ al
se hall aban juntos en este bien ,
just o en prem io de su virtud.
el favm
Pues este es el prin cipal ataumen to que con
libro ; ayun taq-
de nuestro Seior ptetcndo trata r en este .serru it
i)J'e
do n esto los adso s reglas que debe el hom o
este li~t en
pata set virtuoso. Y se~Jn n esto se t:epartir
h prim era se decla tatn las
dos pattcs prin cipales. En
ld, , los fnJ-
obligaciones gandes que tenemos b virll
de ella : y en la
tos bictes ines timables que ~e sirru en
los avisos y
segunda trat:umos de la vida viat nosa , y de
. Porq ue dos cosas
documentos q ue p<wa ella se tecnicren una,
oso: la
son nccesal'ias para httCCt' ti un honbte \'ittu ,de .la
sepa
que quiera de verdad serlo ; y In otrn, qne cs
las qual
man caa que lo ha de ser: pata la primera de
ndo. Por-
servir el Primer libro , y pata la otra el sccru idan :
arco ) los qne conv
que (como dice muy bien Plut o los
nzar la, son com
la virtu d, y no dan avisos para alca que
acey te pata-
cue ati,.,an un cand il, y no le echan
tu:da. a, tOtja-
nJas COll SCI' Csta St'jllllda jlt\l'te ti\11 OCCCSSttl'i
Vll lo. es mucho mas la prim
rta: porque para cou<?CCr lo
nal~tral, que
bueno y lo malo la misllla lumbte y la ley
lo uno
con nosotros nace , . nos ayu da; mas para amm
es y impedi-
ahoiTecea lo otro , hay ji'Undcs contrad icion
dcuu o como fl!C-
mentos (que nacieron del pecado) assi
pues to de e~pil'i
rn del hombt-e. Porque como l sea com
cnte apctezf.a
llt y cam e, y cada cosa de estas Haluaalm
( doude ey-
su scm~jante, la C.ll'oe quiere cosas carnales ( donde rpy-
nan los vicios ) y el espittn cosas espil'illta lc<~
e~ espiritu
nan las vitt11des) y de esta mancta padece
e; la q n :~ l no
gtamlcs conttadiccioncs de su ptop ia carn
os dese os y apctit9s
ene cuenta.siuo coo lo que tlcleyta. Cuy mos, pues
despues del pecado oairrinal son vehe auen tissi
inal , con que
por l se pcnlit el freno ele 1:\ justi tia oris
~staban cnftcnads. Y no solo cont
mtlice al espritu la

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ttv l>RLOGO.
carne , sino tambi en el mund o, ( que como dice S. Juan 1)
est;\ todo armad o sobre vicios : y contra dice tambi en e
l
d emon io, enemi go capita l de la virtud : y eonuaclice oto
s el mal habito la mala eoswmbe ( que es otra seBnn
-
da natura leza ) lo menos en aquellos que esln de mu-
cho tiemp o mal habitu ados. Po lo qua! tompr po ro~
das estas cont.ra dicion cs dif1cultade~, pesar de In ca-
no y de todos sus aliallos desc:ll' de vcas y de todo cora
zon la vi1t ud , no se puede negu sino que e~ coRa ele
gTand e dificu ltad, y que ha meneste1 soeoo.
Pues po acud en alBun a mane a :'1 esta parte se o-
den6 el pimero de estos dos Tatados: en el qnal trabaj

con todas mis fuei~Las por junta todas las razon es que la
quali dad de esta escriptma snfia en favo de la virtll(
l;
pOniendo ante Jos ojos los rrra ndes prove chos f(IIC anda
n
en su eomp aiiia assi en esta vida como e n la otra; y assi-
mismo las rrrand es obliaciones que : ella tenem os, POI'
mand a !'la Dios, ; quien estam os ta11 oblig,,clos, assi po
lo que l es en s , COJ\10 po lo qoc es para nosotr os.
!Hovmc tsa ta este arrumento por ves que la'mayn~
pa11e de los homb res, aunqu r ala han la virtud , si;uen rl
vicio: patec iome, que enue otras much as causas ue este
mal una de ellas CJ'a no enten de los taks la condi cion
natualeza de la virtud , teniclltlola por aspcsa, cstcril
tJiste; por lo cna l amanc ebado s con los vicios ( po pare-
cerles mas sabrosos) andan descasados de la vittud , te-
nicnd ola por desabsida. Po1 tanto condo licndo mc de este
cneaii o , quise lOlll:ll ' este tsal.Jajo en decla rar aqu qu;'m
(jaud cs scl n las iquczres , lo$ delc)'IC!l, los tesoro s, la die;-
ltidad y la hermo sura de esta esposa eelestal; quo mal
conoc ida sea de los homhrcs: po..quc esto los ayuda sse

dcsen(raiiarsc, enamo rase de una cosa tan preciosa.
Poqne si es ,erda d qne una de las cosas mas cxcelenr rs
qn c hay en el ciclo y en la 1irna, y nHIS di~na de sef'

1 l. Jonn. Y,

Biblioteca Nacional de Espaa


PRLOG. LV
atnada y estimada, es ella; grao lastima es ver los hom-
brcs tan ap,-enos de este conocimiento , y tan alejados de
este hieu. Pot lo q ua! gmn se1vieio hace la vida comun
quien quiera que trabaja po1 restitui1 su honm esta Se-
ora, y asentarla en su trono R~al; pues ella es Reyna y
Seiora de todas las cosas.

~ l.

1\Ias wimero que esto comience, dcch\l'arc pc1 un


exemplo e l. intento con que esta esc1ipt.u1'a se ba d e leer.
Esc1ibcn los Gentiles de aquel su famoso He1cules, que
como llce-assc los primeros aiios de su mocedad (que es
el tiempo en que los hombres suelen escorrc1 el estado y
maucrn de vida que han de seguir ) se fue un lugar
solitai'O il pcns;u en este OeffOCiO COll grande ateucioo j y
que alli se l ~o: represenlaron dos caminos d e vida, el uno
de la virtud y el otro de los deleytc.~; y que dcspues de
haver pcnsauo mu y p1oFundamente lo que havia en la
una patt e y en la otta, finalmente se dete1m in serrni1 el
de la virtud, y dcxar el -de los deleytcs. Por cierto si co-
sa ha y en el lllllltdo merecedora de cons~jo y detelmina-
cion, esta cs. Porque si tantas veces tratamos de las cosas
que pertenecen al usodc nuestra vida, qn<nto mas ser
azon tl'atar d e la mi~ma vida , cspccialmenlc ha viendo en
el mundo tantos nol'lcs y maneras tic vi,i1?
Pnes esto es, hermano mio, lo que a l presente quer-
ia yo que hic iesscs, y lo que aqui te convido: conviene
sabcl', qne d cxados po1 t'ste l)l'cvc espacio todos los cu
dados y ncrocios del mundo, cntrasscs ahonl en esta so-
ledad cspil'it.nn l, y 1e pn.sicsscs : considerar atentamente el
camino y lll(ll1Cta de vida que te conviene segui1.
Acucnlal t, <J u e entre todas las cosas humanas niogu J

na hay que con mayo acuerdo se deba tl'atar, ninguna


solwe que mas tiempo convenga vc)u, que es sobre la

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.,\t l'R'.OGO.
eleccion de vida que debemos segnil'. Potque si en este
punto se acietta, todo lo demas es acertado; y pot el
cootrmio, si se yerra, quasi todo lo deqtas ir enado. De
manera, que todos los otros acertamien tos y yetTOS son
particulates; mas este solo es enctal, que los com-
prehende todos. Si no dime: qu se puede bien edific;w
sobre mal cimiento? qu aprovechan tod0s los ottos bue-
nos sucesos y acertamiemos, si la vida va desconcertada\'
y qu pueden claiiru todas las adversidades y ycos, si la
vida es bien teeida? Qu aprovcc/t(l al hombre (dice el
Salvadot 1) rue sea se?ior del mwulv, si dcspucs vielte d
perderse, d padecer detrimcuto en s mismo? De ma-
nel'a, que dcbaxo del cielo no se puede tratar negocio ma:
yol' que este, ni mas propio del hombre, ni en que mas
le vaya; pues aqui no va hacienda ni honra, sino la vida
del alma, y la gloria petdurable. No leas pnes esto de cor-
rida (como sueles otras cosas, passando ronchas hojas,~
deseando ver el fi n de la escl'iptura) sino asientate como
juez en el triuunal de tu coraznn, y oye calla11do y con
sosiego ~stas palabrns. No es este neg.ociodc 'priesa, sino
de espacio, pues en l se trata del gobiemo de toda la vi-
da, y de lo que despues de ella depende. !\lira qmn cel'l1 i-
dos quieres que vayan los negocios del mundo, pues no
te contentas en ellos con una sola sentencia, sino quieres
que haya vista y revista de muchas salas y jueces, porque
pot ventuta no s.e yeen. Y pues en este negocio no se
uata de tierra, sino del Cielo; ni de t us cosas, sino de t .
mismo; rnia que no se debe considerar esto durmiendo
ni bostezando, sino con mucba a tencion. S i hasta aqu i
has errado, haz cuenta que naces ahora de nuevo y en-
tremos aqni en juicio, y cortemos el hilo de nnesuos ycr-
tos, 'Y comencemos {t devanar esta madeja por otro cami-
no. Quin me diessc ahora que me ceyesses, y que con
otdos atentos me escuchasscs, y que como buen jnez se-

1 Malth. XVI.

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PRLOGO. LYI:
:un lo alegado y probado sentenciasses! O qu dichoso
accl'lamieuLO! qu bien empleado tlabajo! Bien s que
tlcsco mucho, y que no es bastante ning una esc1iptura pa:
1a esto: mas po eso suplico yo ahom en el pl'incipio
de esta aquel que es virtud y sabidmia de Padre (1 El
runl l icne las llaves de Dnvid pata abrb !/ cerrar d
r~t/en l raisiere) que se halle aqui presente, y se en-
vuelva en estas palabl'as, y les d espritu y vida para
movct < quien las leycl'e. iUas con lodo eso si Oll'O fruto
no sacal'c de csle oabajo mas que have1 dado mi deseo
este contentamiento, que es hal'laJme una vez de ala bar
una cosa lao digna de sel' alabada como es la virtud (que
czs cosa que muchos tiempos he deseado) solo esto tendr
poi' suficienle pl'emio de mi !abajo. Procur en esta es-
CI'plll l'a (como en todas las Ol l'a~) de acomodarme toda
suetLe de pel'sonas, cspil'ill'lalcs y no espil'ituales, para que
P<ICs la causa y b necessidad c1a comun, tambien lo
fucsse la cscl'ipLUa. Porque los buenos, leyendo esto, se
confimal'n mas en el amor de la \'iltud, y echar:tn mas
hondas mices en ella; los que no lo fuel'en, por ventu-
ra por aqui podl'(tn cntende lo que piel'den po no sedo.
En esta escl'ipluJa podl'n cria1 los buenos padtes sus
hijos quando ehiquitos, porque d~Znde estos ptimeros aos
S;! habituen { tener ~ande vcneracion respecto la
vil'tud, se mny de,otos de ella: pues UI:!O de los gran-
d e~ contentamien tos que un buen padre puede lene, es
vet viiLUd en el hi.JO que ama.
Y seiialadnmcnlc aprovechad t esta doctrina los que
tit:ncn po oficio en la Iglesia ensea al pueblo, y per ~
suadil' la virlud: porque aqu se ponen por su orden los
pl'incipales tLUios y l'azones, que t ello nos obligan; las
qualcs se puede educir (como lugares comunes) q uasi
Lodo quanto de csla mateia est<\ csctipto. Y pol'que aqu
se lJ'ala de los bienes de gracia q ue ele presente se pro

1 Apoc. Ill eLe. lsai. XXII.


TOllO 1. 7

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L'\'ilr JnLoco.
mtn la virtud (donde se pooeo doce siurrulares pnvt-
legios qUe ella tiene) y sea verdad que todas estas rique-
zas J cienes nos viniel"On pm Christo; de aqu es que apto-
vl:icha iambieri mucho esta doctl'ina prun cntcndet m~jor
3quHl6s lib'ros de la Eseripltll'a divinu, que seialadamen-
le h:atitn del rri ysterid de Cbr:sto, y del beneficio inc!>ti-
tti1ible de nuestrrt :eUenjpcioo: de que muy cu particubt
trian el PI'Oplita Isaias, y Salomon en el libro de los Can-
tares; y olros semejantes.

. '

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PRLOGO.

,\IICU~IF.XTO Dll F.Sn: l'J\DIF.I\ T.llll\0,

E~tc ptimcr lilll'o, Christiano Lector, contiene una l_a t';


ga cxh ot'laeinn :'t la vittucl: que ps la gu:uda y o~i~n;
cia J c l o~ mandamientos de Dios, en la qua! cons~.(e 1.~
vetdaclct:t ,ittud. Va tcpartic.l;. en t tes pattes prin9i_8{!~~v
La ptirnrra pcrs11adc la vittud1 :}legando pat~ e~~9.' Lf ds
las r azones mas cnmtmco que en esta llllll:wia ~ueleq .!~~r
los Santos; c4c :;on l:ts oblipciones g tandcs que Lel}<f~!?"}
Dios nu cslto Sciior , assi por lo qu e l es ~n ~;1 f OPW
pm lo que es para nosottos pm razon q~ sus inrs~.i p:~~;~
bies beneficios, y jtmlamcnle con esto por lo q ue n.o.s ip;-,
potta la misma ,irtud: lo qual bastantcmeote se P~"l/llJ?~
po las quatto post rimeras del hombre, q11e son ml!e,rte,
jnicio, parayso, y infierno, de que en esta ptimet~ fflf,~~
se Ltaw. .1
En la SC{jnnda se persuade esto misn~o, ~leg~n<}~ ~Jr~~
nuevas m zoncs; que son los bienes ~le gtaciq qt.tp ~e rr~=
senle en esta viLla se pr ometen la vit,tuc.l. P onde .s e P9:-
nen doce sing ulares privilegios que ella tiene, y se' tt\\ta,
de cada uno en particular. Los qLales ptivi legio~ ~:tmd~!}
alguna~ veces tocan btcvcrueote ' los Santos, d~l:.r~.n~p 1~
par. y la luz, y la VCI'(Iadcta libertad y aleg ria de la buen
conciencia, y las consolaciones del Espri tu Santo (de que
{l'07A'\n los justos) que consigo troe comunmeote la vittud;
pcto hasla ahora n o he yisto yo quien de poposito tra-
tassc esta materia estend idamen:e y po su oden. Y por
esto fue n ecess:wio un poco de mas llab~o, para entresa-
ca y r ecoge todas estas cosas d e divetsos lugat'es de las
santas Esctipturas, y llamal'las por sus nombres, y poner-
las en ordcn, y ex plicar y acompaat cada ~ma de ellas
con diversos testimonios de sus mismos Escripturas, y di-
chos de Santos. La qual d iligenc ia fue muy necessaria,
para que loR que no ~e mueven a l amot tle la vitluc.l con.

Biblioteca Nacional de Espaa


LX PRX.OGO.
la esperanza de los bienes adveuideros, por parecerles que
eslan muy !~jos, se moviessco siquie1a cen. la utilidad
inestimable de los que de presente andan .en su com-
pama.J
-

l.\ias po1que no basta a lega todas las razones que ha y


pa1a justificar una causa, si no se deshacen las de la pa11e
contraria; para esto si1ve la tercera parte de este libro, en
la qua!' se respomle todas las excusas, que los hombres
viciosos suelen alega pum dat de mano : la vittml.
Y porque no se confunda el Christiano Lector, sepa
que este pime lib1o responde al primero de nuestro Me-
moial de la Vida Chdstiana, el qu::tl lambien contiene
u'na cxh91'taeion tt la vi1tnd; pero all i unt y breve, como
convena;\ i\lemotial; mas aqu i muy copiosa, doude se
trata muy de proposito este tan ncccssal'io y noble argu-
mento, al . qual sine todo lo bueno que en el nn1ntlo cst;[
eSCI'plO. 1\Ias el Segundo li bro responde (l )l rcela que aJli
escibimos brevemente de vida Christiana: la qua! aqui va
mucho mas estcndida y acrecentada. Y porque la materia
de estos dos libros es la virtud, advierta el Lccto, que
po1;. este vocablo no solo enten<.lemos el habito de la ''ir-
tud, sino tambien los actos y oficios de ella, {t los qua les es-
te noble habito se OJ'dena: pontuc muy conocida firrura es
sieoifica el efecto poi' el nombre de la causa, y el de la
causa por su efecto.

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COi\IIEi'\ZA

nr. u.

El CO.U CO l\'TJJ:;'Nf.' 1/N,/ LARCA l" COPIO$.-/ EXIIOR"T/tCJON A


'

__ . __
J.A F lllHJI) 1" CU, /11/U /)f: !.OS M.I N D .JJIJJENTOS f)JYTNOS.

.,.,. ._,

CA"P'l'ULO PRXI'tl!!l\0,

DEL l'RBillR TTULO, Ql'Jl NOS ODI.IGA !.A VIRTUD, Y SED\"ICIO DE


DIOS, QI"E ES SER lit. Qlil EN ES: DONDR SE TRATA ~DE l . A EXCE~
LE:-ii:IA ))ll !.AS l'I'RFECCIO:-ii<S DlYI:'iAS.

Dos cosas selaladamente suelen move1 las voluntades


Je los homb1es, Christiano lecto, qualquier honesto ua-
bajo. Una es la obligacion, que pot titulo de justicia tie.-
nen l; y o~ra el fruto y p1ovecho que se sigue de. l.
Y as es comun sentencia de todos los sabios, que estas dos
cosas, conviene saber; honestidad .y utilidad, son las dos
principales espuelas de nueslla voluntad, las quales :la
mueven todo lo que ha de hacer. Entre las qua!~ aun-
que la utilidad es comunmente mas deseada; pero la ho-
nestidad y justicia de suyo es mi\S poderosa; porque nin~

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2 GUIA DB l'llCADOntls,
S:ll!! p_r,q~ecJw h-Y .CID -~e mJJRd~ ~- g~:an.de, que .se
ie-uale con la excelencia de la virtud: assi como ninguna
prdida hay tan pancle, que el varon sabio no deba an-
tes escogei, que caer en u vicio, como Aristoteles ense-
iia. Por lo qua!, siendo nuestro pt'oposito en este libro
convidar y aflciona. los hombres < la bermosura de la
virtml, seil hm .comenzar pro; cSlll parJe mas pincipal,
declarandoles la oblit:racion que tenemos <. ella, por la que
tenemos Dios: el qual como sc..t la misma bondad, nin-
~una otm cosa quiere, ni manda, ni estima, ni pide mas
en este mundo, que la virtud. Veamos pues agora con to-
do ~~LJJdie 'f 4 i!igericia )os titqlos que ~~!e $eQor L~el!e pa-
ra )eCiimos este tao d ebido tribmo.
l\Ias como estos sean innumerables, solamente toca-
remo~ , qni ~~i$ d~ lp,s Ol~S pJ'iocipales; por cada llilO UC
los mr;.~.l~s te, q~Q~ .<Je ~lerecho . el hombre t.odo lo que
puede, y es, sin nine;una cscepcion. Entre los quales el
primero y el mayor, y el que menos se puede ueclarar,
es, ser l cruien es; donde elllra la e;randeza de sn magcs-
tad y d e todas sus perfecciones; esto es, la inmcosiuad in-
comprehensible de su hondatl, de su misericordia, de Stt
justicia, de su sabiduria, de so ornuipolcncia, de Sll no-
bleza, de sn hermosura, de su fldelidad, de su \'Crdad, de
su benignidad, de su fclicidaJ, de su ~:p:lg'cstad, y de oLrM
infinitas riquezas y perfecciones qne hay en ). Las q~alcs
son tantas y tan grandes, que, cmo dice un docwr, si to-
do el rnun(lo se hinchiesse de libros, y todas las ciaturas
de l fu,essen cscriptores, y tOda el "G'lla de la mat' tinta,
ates 'se hiochida el mundo tic libros, y se c~nsarian los
es_c ript01:es, y se a;-otaria la mar, gue ie a~abasse pe ex-
plic~r una'sola deestas perfecciones ~POJO ella es. Y pia9_e
m~s"es_te doctor, Q.i,ciend,, qu_c si .crilsse_pios un nuev~ )1or"Q
'bt;e 1cop un corazpn quetqvresse la grande>:a y capacrdad de
tpdo~ los co;a~ones del mundo,' y este jlepsse en_tenph
una ae est~s perfc9i>nes con aj~una ~)aqc.Ie y 'desacos-
tut;nbr.ad~ luz, COJTfa gran p_e~igto tio "depf~~I)r:cicissf '(f~l
topo; o rebentasse cor ia g raridcza de !a su~v1d~d y ale-
. ' '

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>! Rf.B 'IUllU. g
g rin que en. l tcdundaria, sino fuesse pa1a esto especial-
h1ente confortado de Dios.
Esta es pues la primera y la mas ptiocipal razfl,
por la qua! estamos obligados amar , servit y obedescet'
este Seiior. Lo qual es en tanto gr-ado verdad, que has-
ta los mismos philosophos Epicureos, destruidotes de toda
philosophin, pues niegari la divina providehcia y la iift.:.'
mor1Lnlidad del anifna, no por eso niegan l<l lelis ion', ql~
es el culto y venet'icion de Dios. Porque lo menos, dis~
putatido und de ellos ,eh los l ibros, que Tolio escribi d~
la naldralcza de los Dioses , confiessa y pNu:lba cflcacissi-
manientc, que hay Dios; y cooflessa tamlrien la alteza y
sooetania de sus pcrfecciones admirables' tjor las q(lales,
dice, cne merece ser adorado y venerado: potqUe esto se
debe la <tltcza y excelencia de aquella nobilissima subs-
tancia por solo este titulo, aunque mas no ha ya. Porque s i
acatamos y reverenciamos un Rey, aunque est fuera de
slr reyho, donde niorruo beneficio recibimos de l, por
sola la diiJmdad 1\.cal de su persona: qunto rrlas se tlt!-
bcr esto aquel Seim, qll, cdltio dice 1 S. JUan, ti'ite
l'il'oslado en S\1 vestidura, y en sh muslo, 2 r\EY DE' 'L5
nlths, y Sl~OII DB t.os SE~nES? El es el qhe tiene colga~a
de trtls dedos la redoodei de la tierra, el qbal dispdn~ las
causas, mueve los cielos, inutla los liemiJbS, Mtet1a lo'd
elementos, tcpntte las a;uas, produce los vientos, engeh-'
dm las cosas, inOuye en los planetas, y como Re~ y seiiot
universal da de comer todas las cl'iat iii'US. Y lo que mas es
qoe este reino y selorio no es po1 sucesio11, ni po1 elec
con , ni pot hcrencia, sino por natmale7.a, Porqb~ assi'
corno el hombre nnttit-almente es mayor quclma hotmiga
:is5i acltella nobilissima suljstancia sobiepuja tanto lodiis
las otras substahcrns c1iadas, que todas cll:\s, y tido este
rnltndd tan fft!ai\Je, apellas es ur.1 horhitrra clb!tlhle d l:
P'Lies' si esta verHad .r ecbliocio ~' corifs brj ian' btb:ilo y
'
1 Apoc. XIX. 2 hai. XL.

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&. GLl .l. D6 PliCADOIII!~.
tan mal philosopho, qu ser razon c nc coufiesse la ph-
losopbia Chl'istiana ? Esta pues nos cnseia que aunque
hay innumer:tblcs ttulos por donde <'stamos obligados ;
Dios, este es el mnyor de todos, y el que solo, aunque mas
no buvier:t metceia todo el amor y servicio del honthrc,
aunque ~1 tuviera infinitos corazones y cuerpos que em-
plearla en l. Lo qu:tl procuraron sictupte cumplir todos
los Santos: cuyc amor era tan puro y tan desiutetessado,
que dice de l S. 13ei'Dardo: 1 El verdadero y pc1j'eci1J
amor 11i :toma j'ucrzas con la c01!fi'111za, ni siente los
daiios de la dcsco,ifiam.a; qnericndo clecir, que ni se es-
fuerza servir l Dios por lo que cspem que le han de
dar, ni desmaymia, aunque supiese que nada le havian
de dat: potque no se mueve {t esto pot interese, s ino
pOI' puro amOJ' ueuido aquella infiuit:t bondad.
.Mas con set este titulo el mas ohli(pLOrio, es el que
menos mueve los menos perfectos. Lo uno, porque tan-
lo mas los mueve su interese , qua m o mas parte en ellos
tiene el amot proprio: y lo otro, por(uc como aun u-
dos ignorantes no alcamA1n ;\ cntcutlet la dignidad y
hermosura de aqnella soberana bondau. Porque si de esto
tuviessen mas entera noticia, solo este resplandot ele tal
manel. robaria sus corazones, que contentos con solo l,
no buscaran mas que l. Por lo qua l no sc1 fuera de
proposito ual'les aqu un poco de luz, para que puedan
conocer algo mas de la g-aode1_a y dignidad de este Seiior.
Esta es tomada de aquel sumo Tlleo logo S. Dionysi : el
qua1 en sumysticcz Tlt!!ologia nin&una otra cosa mas pre-
tende, que damos ; entender la diferencia del st divino
todo otro st ctiado: enseiandooos, si <ructemos conocer
Dios, desviar los ojos de las pcrfc<cioncs d e todas las
criatutas, para que no nos engauemos. quetiendo medi1
y sacar D1os por ellas : sino que dcxandolas todas ac
baxo, nos levantemos contempla un st sobte todo sr,

1 Super Canlic. scrm. LXXXIH.

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l'Alt1'E PRUIERA. 5
ttna substancia sobre to<.ht substancia, una luz sobre toda
luz, ante la qualtoda luz es tinieblas; y una hel'lnosra
.sobre LOda hermosura, en cuya compamcion es fealdad
toda hermosma. Esto nos significa aquella 1 eseuridad en
que entr l\Joysen habla1 con Dios, la qua 1 le eub1ia la
vista de todo lo que no era Dios, para que assi pudiesse
m~jo1 eonocc1 Dios. Y esto mismo nos declara aquel cu -
brirse 2 Elas los ojos con su palio, quando vi passat
delante de s la gloria de Dios: porque todo lo de ac
ha de ce1Ta1 el hombre los qjos como cosa ta n baxa y
dcsp1oporcionada, quando q uisiere contrmpla1 la gloria
de Dios.
Esto se ven't mas claro, si cooside1amos la dife1e ncia
pandssima que hay de aquel sr no criado, t todo otro ser
criado, que es del Criado sus criaturas: porque todas ellas
vemos que tuvieron principio, y pueden tener fin; mas l ni
tiene principio, ni puedetene1 fin. Todas ellas reconosc~n su-
periOJ, y dependen de otro; l ni reconosee superio1, ni de-
pende de nadie. Todas ellas son variables y sujetas mu-
daml~; en l, no cabe mudama ni variec.lnd. Todas ellas
son compuestas, cada qual de sn n~ane1a no; mas en l
hay composicion po1 su suma simplicidad, porque si fue-
ra compuesto de partes, tu vieta componecJo, que fuera
primero que l, lo qual es impossible. Todas ellas pueden
se mas de lo que son, y Lcne1 mas de lo que l ienen, y
sa\)Cl' mas de lo que sabeu; mas l ni puede set mas de
lo q ue es, porque en l est todo el sr; ni lCOCI' mas de
lo que tiene, porque l es el abismo de Lodas las riquezas;
ni sal>et mas de lo que sabe, por la infinidad de su saber;
y po la excelencia de su eLe1'11idad, {t In qn:1l todo est
presenle. Por la qua\ causa le llama Aris1o1elcs acto puro,
q ue quiere deci r , ullima y suma perfeceion, t-OI que no
sufre alaclidtll'a, porque no es possible se1 mas de lo cru e
es, ni imarrinarse cosa que le falte. Todas lns criatlll'as mi-

1 Exod. XXIV. 2 Jll. llcg. 1\J.


TOMO l .

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6 GUIA DE l''ECA llOllllS ,
litat1 debaxo la v:mdem del movimiento, pal'a que como
pobtcs y neccssitadas se pueda u moret {t buscar lo que
les falta, mas l no tiene pam que lllOI'Ctse, pues ningu-
na cosa le falta; )' porque en todo lnga est pt'eseme. En
todas las otras cosas. assi eomo hay divetsas partes, assi
se distinguen las unas de las ottas; mas en l no pnede
havet distincion de })artes diHTSas po s11 snma simpltci'-
dad. De manel'a, que su srcs :;11 esse1cia ysu ess enciacs :;u
poder; y su poder es su q uetct, y su qlterm es -sn volunNid;
y su volunt:~d -esstt entendimiento, 'y 'An (in't'endimiento <esst\
cntendet, y su enteodct es su s', y su 'Sr' es stt'Sa'bitlti'-
ria, y su sabidnria es su bondad, y s11 bondad es sli Justi-
cia, y su jusricia es su 'misclicortlia: la qual aunqtte tie-
ne contrarios efecto5 que la justicia, l)llllks son perdonat
y cast iffar, mas realmente en l sQ'n tan una cosa, que su
mi~ma jnst.icia es s\1 miseticotdia, y su misericoidia es su
jnsticia; y asi e11 l cabc)l ol)l':\s -y pcwfcccioncs al patcrct
conuarias y :n.lmirahles, como dirc S. A~'L1stih, 1 porque
1 es sectctissimo y presentis5imo; hennosissimo y Fortissi-
mo, estable incomprehen&ilble; s in 1'n pt', y en todo 1n-
gar; irlvisiLile, y que todo 'lo 've; i nlll'nt a blc, 'y ~ie todo
lo ~)n1da; el 'cuc siernpte obra, y sicn1p1e c'sr ~J L'Ii'eto; d
CJtl'C ,.odo lo hiochc, sin estar cncc,ado; y wc1o 'lo provee,
sin qncdat distl'aiclo; l que e!l {;t'II''Hle sin qua'n'rid:rd 'y
JOt' tW> imn'lenso; y bueno si'n qualidad y po1 ~o v'Crcllt-
dra y snmamcntc bueno: an'tcs nin(l'l11\o es bu''no, 's no
solo 'l 2. f<'ioalmeole, por abl'e,i:u, todas las cogas cria-
das as\ como tieneo ~tmitada esscncia(lue las complehende,
ocsi Lierlen limitado pode qne se cxtie11dcn; -y 1imil:ulas
obras en qL\e se exerci1an; y limitados lug:11es adonde i'i'IO
an; y limitados nmhres COn que se sir,nifitan; y V:lt'tC\1-
Jnres diflniciones cdn que se dccl:wan; y 'seiialados predi
c:amentos, generas donde se cncican. Mas ::rqudla -s-
lJet'ana substancia as i como 'es infinita en el sr; 'a'ssi tam~

1 Lib. Medit. ca1. XIX. 2 MatLh. 'XIX.

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l'ART!I l'lll~lllRA . 7
bien lQ eSJ en el poder, y en todo lo dermis; y assi m u ene
<li6nicio11, que la dechue, ni r,eneto que la euciene, ni
!ugat que la deten uioe, ni nombre que la si5nifique por
su propio concep.to; antes, como dice S. Dionysio, con no
lenev nombr.e ' tiene tocios los nombres, porque en si con -
tien..c todas las perfecciones siptificadas pot esos nombres.
De donde se infie t r, qne t otla~ las ctiallt ras como son li-
tnitadas, asi son compreheosiblrs; mas solo aquel sr d-
vino as como es inCinito, asi es incomprehensible todo
cntcuc.limiento criado. Porqu e, romo dice Aristoteles, lo
que es iulinito, como no tiene cabo, a~i con ningun cn-
tenc.limiento puede set comprehcndido, ni abacado, sino
es con solo aquel, que todo ln comprchcmll'. ,:Qu otta co-
sa u os signif-ican aquellos dos Scra phines que vit 1 Isaas
puestos_ al lado Je la l\lag-cstad de Dios, que estaban sen-
tados eo un trono muy aho, cacht uno con seis alas; con
las dos c.le las quales cubran el rOSII'O d e Dios, y con las
otms dos los pies del mismo Dios, segun c.leclara un intet-
ptete, sino d:u ; en Lende, que ni ann aquellos espritus
soberanos, fJII C tienen el 111as a lto lu{\":11' en el cielo, y es~
l<n roas. vecinos l Dios, pueden compreheodet todo quan-
to hay C\1 Oios, ni llcrm de cabo {, ca bo il conocerle, pues-
to caso. quechu-amcnte le vean en su misma C'.~eneia y het--
uosu,a? Porque como el que est la orilla de la ma1:,
:ealmeote ve la mar eu s~ misma, mas no llega ve'' ni
la ptofundidad, ni la la r~um de ella; asi aquellos espiritus
sobetaoos con todos los otros esco(l'idos, que motan en el
c ielo, realmente ven Dios, mas no pueden comprehen-
det ni el abismo de su (l'rancleza , nt la loogura de su
etemidad. Y por esto mismo se dice, 2 que est Dios sen-
tado sobre la Chetubines, en quien est n encerrados los
tesoros de la sabidutia divina, mas con todo esso est so-
l~ ellos, porque no le puec.lcn ellos alcanzat, ni com-
prehc:ndetl.

1 lsai1 v:t. 2 D:ut.lll.

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8 CmA DR PECADORES,
Estas son aquellas tinieblas, que el ptopheta Dav id 1
dice, qnc puso Dios al derredot de su tabetnaculo , para
dat entendet lo que el apostol signi!1c mas claramente ,
quando dixo, 2 que Dios moraba en una luz inaccessible,
adonde nadie pouia llega; lo qual el proplteta llama tinie-
blas, que impiden la vista y comprehen sion de Dios, pot
que, sccrun tlixo muy bien un philosopho , ussi como nin-
guna cosa ha y mas clara, ni mas visible que el sol; pero
con todo esto ninguna ha y que menos se ,ca pot la exce-
lencia de su claridad, y poi' la Aaqueza de nuestta vista
assi ning una hay, quede suyo sea mas inteli:ible que Dios,
y ninguna, que menos en esta vida se entienda por esta
misma tazon.
Pot donde el que en alguna manera le quisiere cono-
ce, despues que haya llegaclo : lo ultimo de las petfee-
cionei~, que l putlietcenLender, conozca,qu eann le queda in-
finito camino q ue anda, porque es infinit o mayor de lo
q ue l ha podido compreltcn tler; y quan to mas entendie-
re esta incomptehensibilitlad, tanto mas ltavrtl entendido
de ~1. Pot donde S. Gtegorio sobre aquellas palabtas tic
J ob: 3 El rue hace cosas g 1anrle.1 incmnp1 chensiMcs sin
nmncto, dice assi: Entonces hablamos con mayo,. clo-
<ucnc/a las obras de la oneupol ena diviua, ranndo
qucda11do mmaviiLados .11 atonitos, lllJ callamos : .'1 en
tonces eL hombre aLaba couve11ientemcule callando, lo rue
110 puede convenient emente ~il{nijica,. hablando. Y assi
nos aconst:;ja S. Dionysio, que bomemos el secteto de aque-
lla soberana Deidad, que trascicmle Lodos los enteodimier)-
tos, con sagtada veneracion dd anima, y con un ine-
fable y casto s ilencio. En las quales palabras patece que
alude aquellas del propheLa 4 David , segun la trans-
lacion de S. Hieronymo , que d icen: /l 1i ctilla el aLa
banza D ios en Sion; dantlo entender, que la mas pet-
fecta a labanza de Dios es la que se hace callando, que es

1 Psal XVII. 2 l . TimoUt. G. S Job. V, /, Psalm. LXIV,

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PAilTE PRIMERA. 9
con este casto inefable silencio, ente'ndieodo nuestto no
entender, y confessando la incomprehensibilidad y sobe-
mnia de aquella inefable substancia, cuyo st es sobre
tOdo set, cuyo poder es sobre todo podet, cuya grandeza
es sobrc toda g randcza, y cuya substancia sobrepuja infi-
nitamente, y se diferencia de toda otra substancia assi vi-
sible, como invisiule. Conforme lo qual dice S. Agustn
1 Qnando yo busco mi Dios, no busco fotma de
cuerpo, ni ltcrmosura de tiempo, ni blancura de luz, ni
meloda de canto, ni olotes de flores, ni un;uentos aro-
maticos, ni miel, ni man deleytaLie al gusto, ni olla co-
sa que pueda ser tocada v abta1-<:1da con las manos; nada
de esto busco, quando busco mi Dios. Mas con todo es-
to busco una !111. sobre toda luz, que no ven los ojos, y
una voz sobre toda voz, que no perciben los o idos; y un
olot sobre todo c.lor, que no sienten las nariccs; y una
dnlwra sobte toda dulzuta, que no conoce el gusto; un
abra1.0 soLre todo abrazo, que no siente el tacto, porque
esta luz respbndcce donde no hay lu(p; y esta voz sue-
na donde el ayre no la lleva; y este olot se siente donde
el vicnlu no le dcl'l'atna; y este snbot cleleyta , donde no
hay paladm que c uste; y este abrazo se tecibe, donde
nunca jarms se apatra.

~ l.

Y si quicres pot un pequeiio exemplo b.'lrruntar algo


de est..'l incompehensible grande1.a, pon los ojos en 2 la
fabrica de este mundo, que es 3 obra de las manos de
Dios pam que por la coudicion del efecto entiendas algo
de la nobleza de la causa, ptesuponiendo pimeto lo q ue
dice S. Dionysio, que en todas las cosas hay s, podet
y obrat, las qua les estn de tal manera lpropotcionadas

1 Lib. X. Confcssionum, cap. VI. et in Solil, cnp. XXXI.


2 Psalm. XVIII. 3 .Rom. l .

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tO Gil!!.. Jl~ li'BCADORllS,
enlle s, que qual es el st. de las cosas, tal es sa, podet
y qual el poder, tal el obrat'. Presur>ueslo este principio,
mira luego., quan hem10so , qua u bien. ot>dcnado, y quan
granue es este mundo; pues hay algun<\S estellas en el
cielo, que, segun dicen los astologos, son ochenta_ .vece
mayores que toda la tierra y agua juntas. Mira otxo s,
quan poblado esta de infinita variedad de cosas, qu;: roo,
ran en la tiena, y en el afl''Ua, y cu el ay re, y en todo lo
denJs; las quales estn fabricadas.con tan grande pet,fec,
cion, (ue, sacados los monsttuos {t parte.', en ninguna has-
ta hoy se hall r\i cosa que solwase, ni que le faltasse pa,
~a el cumplimiento de su sr. Pues esta tan g rande y tan
admirable maqina del mundo, segun el parecer de san
Agus1 in: 1 cri Dios en tH1 momento, y sac ue no ser
se~: y esto sin tenet matel'iales de que la hiciesse, ni ofi-
ciales de que se ayudasse, ni berrarnienta de que se sir-
viesse, ni modelos, dibujos exterioves en que \a u a.zasse,
ni espacio de tiempo, en qu.e prosi;uieoda la acauassC?;
sino con sola una simple muestra de su volun~ad s<\li <l
luz esta gtande universidad y exetcit0 de tod<'s las cosas. Y
mira mas, que cou la misma facilidad que ci este mun-
do, pudiet:a c1iar, si qni~iera, mill:ue~ de cueotas de l}HIIl-!
dos mas grandes, mas hermosos y mas poblados que es-
te; y acaLandolos de hacer, con la misma facilidad los
pndiem aniquilar y deshace sin ninguna resistencia.
Pues dime ahom: si como se presuptrso de la doctrina
de S. Dionysio, por lo.> efecto$ 'f olwas de las cosas cono-
ciituos, el poder de las cosas, y por ' el podet' el sr , q lllrl
~er el podct de donde esta obra pro.c edi? Y si tal y tan
incomprel tensible es este poder, e u al &er el st que. s,e co-
nosce por tal podeti' Esto sin duda sobrepuja ~o.do. eaca.
recimiento y entendimiento. Donde hay aqn mas que pen,
sar, qne estas obtas tan grandes, 0;\Ssi las que son, com0

1 \' MCleme~te. ~lexandrino. fu<!asp en aquello Ecol. XVIlll .


J!le autcm qui vivit, in <\ltcrnum c~e!<vi~ omqi<t slniul: . ...

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J>A'l\'l'll l'l\l~lllliA. ti
las que pueden ser, no igualan con la gtandeza de este
divino pode, a'!llcs quedan inflmtamente mas baxa-s, ~or
que infinitamente mas es lo cuc se extiende ~ste in6oito
p-oder. Pues quin no queda atonito y pasmado conside-
rando la gandeza de tal sr y tal poder? Al qual, aunque
no vea con los ojos, t lo menos no puede dexa d bar
tuntat pot esta 'razon, quan pande sea y qttan incompre-
hensible.
Esta i11merlsiuad infinita de Dios declara Santo Tho-
ms en el OompenJ(, rlc la Theologia pot este excmplu.
a Veuros (dice el) que entre las cosas cor p01ales, quamo
Hna es mas excelente, tanto es mayor en qnantidad. Y ssi
vemos ser n1ayo el agua, que la tierra; y mayor el ~)re
que el agna; y l'nayot e l fuego, que el ayte; y ma)ot el
primer cielo, que el elt'mento '()el ful"ffO ; y mayor el se-
gundo cielo, que e l primero; y ma yo eltetcet'O, que -et
se:fut,do. Y nssi slbicndo hasta la dccima esphera., y hasta
el ciel\:>' 'c'!npyt"e'o ~ que <es de inestimable ' incomparable
3'tandeza. Lo q al .~e ve cla~o:; pot quan pequea ~s la
tedondl"z de la tictTa y del ag~ia en comparMi'on de s
cit:los,; p~rcs fo~ as!lol>g-os d~i cen , q ue 's tm p'tln1'0 resp~
td ,'del c:ielo. l.:o qntll len1u esl\n claramen!e, porque 'es.:
trldo''e1 cerco del cicio te~aNido en doce signo'S, p0r tdo
<fnda el sol, de qtl<llc'(ct parte de In 'tierra se~ ven l0s seis
perfectnmente; potqtie In nh-trra y eminencia de In -t.iei'ra
no ocupa mas do lo qnc ocupatin una hqja '<:le papel,
tWta ta'bla, qne cstuviesse en medio del ~nundo; de donde
sn i.WI)el-liaileulo se vel'ia la mitad del cielo. Pues siendo
el cielo empyreo, 'que e!l el Jl'imelo y el mas noble cuer-
po del munrlo, de tan inestir11ablc c a11deza sobre -todos ls
ottos cuerpos~ po aq u i se 'elltientle, dice 1 Sancto Tho-..
ms, como Dios, tne sin nil~rtna limitacion es l p'rime
ro, el mayo~, y el mc(o de todas las cosas assi espirita~
les 'C'mo corpota les, y el hacedot de ellas. ha de sobt>e-

1 SanCL. 'l'hom. ibi

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12 GUA DE I'ECADORES,
pujar todas ella~ con infinita grandeza, 110 en quaotidatl,
poque 110 es cnepo, sino en la excelencia y nobleza de
su perfectissimo s1.
Pues descendiendo agora t nuestro proposito, po1 aqu
pod1s en alguna mane1a entendr, e na les sean las pc-
fecciones y gande7IS de este Seilor, porque tales es ne
cessario que sean, qual es su mismo sr. Assi lo conticss;t
el 1 Eclesiaslico de su miseric~rdia, clicientlo: Quan gran-
de es el st!r de Dios, tan grande es la misericordia de
Dios, yuo menos lo son todar las ot1as pcJ:fccciones Sll-
yas: de manera que tal es su hondad, su IJenignidad, su
magestad, su mansedum bre, su sabidul'ia, su dulzura,
su noble1..a; su hem1osua , sn omnipotenc ia, y taltambicn
su justicia. Y assi infinitamente bueno, infinitamente sua-
ve, infinitamente amoroso, infinitamente amable, infini-
tamente digno de se obedecido, temido, acatado y c,e-
reociado. De sue1te que si en el corazon humano pudics-
se cabe amo y temo infinito, obediencia y reverenci<l
infinita; todo esto era debido en ley de justicia la dig-
nidad y excelencia de este St:iio Porque si q uanto una
persona es mas excelente y mas alta, tanto se le debe ma-
yo reverencia.; nccesa1iamentc se sicue, que siendo la ex-,
celencia de Dios infinita, se le dele reverencia infinita. De
donde se infiere, que todo lo que falta : nuestro amor J
reveencia, para llega esta medida, falta para lo que
se debe la di~nidad tle esta grandeza.
Pues siendo esto assi, qu tan ~mndc \'S la obli;acion
que nos pide solo este titulo, aunque mas no buvica
al amor y obediencia de este Scor? Qu ama, quien es-
ta bondad no ama? Qu teme, quien esta magestad no
teme? A quin s irvr, quien este ~euor no sine? Pma
qu se hizo la voluntad, sino pam abraza y amat al bieni'
Pues si este es el sumo bien, cmo no lo abaz.'\ nuestra
voluntad sobc todos los bieoes? Y si tan grande mal es
no amado y revercnciarlo solll'e todas las cosas, qu se-

j }~celes. 11.

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PARTI!I'IIUII!RA, i3.
d LCI)CI'Io en menos que todas cllns? Qttin pmlil'rn creer,
CJ,l\C hasta aqui pudicssc lle(l':ll' la maldad del hombre\'
Pues realmente hasta aqui. llccan los c1ue por un deleyte
bestial, , por no pundo no1 <le honra, por dos marave.-
qis de inu;rese desprccitn y ofen~c n c.5tn bondad. Y aun
q1a& u~Cl(1NC p\lan )os que pecan de valdc, que es pot
sola rnalda<.l y cos.tpmhre, sin have r por eso algun inte
rcse: i tanto ha llepdo el de~almamicnto del mundo! O
ceguedad incomparable! insensibilidad mas que de bes-
tias! 1' atrevimiento dirroo de los ~emonios! Qu merece
quien esto hace? Con qu se ea~ti ca, dignamente el des-
precio de tan grande i.\lagestadi' Claro est< que con ningu-
na pena mcuor, que con la que est t los tales apa rejada,
c1ue es arde11 p:mt sicmpe en los fue{ros dl'l i11Fierno: y
con todo esto no se castie-a dignamente.
Este es pues el primer 1ittrlo, por donde estamos
obllffados al amo1 y sc,vicio de este Seuor; la qual obli-
g:icion' es tan graode, que todas quantas obligaciones po-
d~'''os tcnc co el mundo dive1sos generos de pel'sonas
po1 l':tWil de sus excelencias y pcfecciones, no s pueden
llama !' oi.Jiiluciones compal'acla& ;on esln. Porqe assi co-
n\o 't'o(Jas lhs' oll'as pctofeccones c1iadas, co111par\tdas con
las divinas, no son perfecciones; assi todas las oblipciones
cp1c nacen de esta; mismas excelencias, y pcrfcccioncs no
1
liC llaman obligaciones en presencia de esta; co:no rampo-
co todas l:u; ofensas, hechas t't puras Cl'iaturas, se llan\an
of(lns~s,' compatadas con la que se hace al Criado Por lo
qi.llll a~o I)avid 1 en el Psalmo ele la penitencia, qn~ con-
ll'a sOlo Dlbs havia pecatlo, cono qut:ra cne tambicn ltavia
pct.ado c'onll~i lJrs, (t (u leu mat, y contra Slt mli!j~r, ~
qdf~n 1 '<\rM)o rm, y cono::.. todo su reyn.o, qtiieu escanda~
!iz. Mt~s c'oh todo esto tlit'c, que bavia pecado con11a solo
Dios, pbt que saLia l muy bien, que todas estas ofensas y
defomidadcs eran nada en comparacion de la fealdad que

' 1 l'snlm. L.
TO.UO 1. 9

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1~ Glii DB PECADOIIIIS,
este pecado tenia, por ser contra lo que Dios mand6. Y assi
la consideracion de esta deformidad lo aflir,ia tanto, que
no hacia caso de todas las otras en comparacion de esta:
porque assi como Dios es infinitamente mayo qte toda
otra criatma, as es infinitamente mayor en su manera la
obligaeion que le tenemos, y la ofensa que le hacemos; y
J e finito infinito no puede havet proporcion.

CAPrrtn.O U .

IJBt SEGUNDO 'rl1'UI.O, QUE NOS ODI.IGA tA. VIR'I'U U Y ~ER\'!C IO D\1
NOllSTI\0 SESiOI\ ron I\,\7.0N IJEI. Jll'i'\F.FH: IO )))( I.A I:IIEACIO:'i.

l'io solo estamos obligados la virllld y obediencia de


Jos mandamientos di,ioos, po lo que Dios es en s, sino
tambien pot lo que es para nosouos , que pot razo n de
s us innumerables 1 l>encficios; de los qnales , aunqne ha-
vemos uatado en ottos lucrares pma otros ptopositos; pe-
ro aqui trataremos tlc ellos, para que pot ellos veamos
las grandes obligaciones que tenemos al senicio del da-
dot.
Entte esto3 l>encficios el primero es ele la crcacion , del
qua! , por ser tan conocido, solamente ir, que por es- u
te beneficio est el hombre obligado t emplearse tqdo en
el s~rvicio del Seiior , que le cric.'>; potq u e se& un toda ley
es el hombre d eudot de todo lo que ha recibido. Y pues
po este beneficio recibi el s qne tiene que es el cuerpo
con todos sus sentidos, y el anima con to~as ,sus potetl-
cias; sigucse qnc todo esto es1 obli[pdo ~ emplear en su
maneta en el setvicio del haccdot so pena de ser ladton,

1 De los beneficios lli,inos se trata en el libro de la Oracion,


1 p. en la considerncion del Domingo en la noche , y en la segunda
parte del Mcmor. y c1 1 IDs adiciones.

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l'AR'CE J>RJ~IIIRA. 15
y desconocido qiuen tanto bien le hizo: potque si un
hombre hace una casa , quien ha de senir esta casa
sino al dueiio que la hizo? y si planta una viiia , cuyo
ha de set el fruto de ella sino del que la plant? y si un
padre tiene un hijo, ; cuyo servicio cstft mas obligado,
que al del padre qne le engemh? Y po esta causa dicen
las leyes, que es inestimable el pode del padte sobre sus
hijos, el qual se extiend e tanto, que por detecho los
puede vender estando en necessid ad; poque por ha ved es
dado el ser, que tienen, qued\ hecho tan sei'ior de ellos,
que puede dispone r de ellos en esta forma. Pues si tan
grande <s el sci'imo, que el padre tiene solwc su hijo,
qua! set el que tiene aquel de quien se de1iva todo el
sr de padtes en el ciclo y en la tietra? Y si, como dice 1
Seoeca, los que ecibicr on beneficios son obligados imi-
lat las tierras ferliles, la qua les dan mucho m:1s de lo que
tecibietou; cmo tespond eremos Dios con esta manera
de at:'tadccimento, pues no le podemos dar mas de lo que
de l recibimos, po1 mncho qne le demos? Y si no guar-
da esta ley el que no da mas de lo que recibi, qu di-
remos del que aun no da lo que recibi? Y si, como dice
Al'istot cles, los dioses y tt los padres no se puede pur,at
enteram ente la deuda que se les debe, qu se poddt pa-
ga Dios que tanlo mas nos 1icne dado, que todos los pa-
dres del mundo? Y si tan rrrande m:1l es ser un h.JO re-
belde y desobediente t su patlre, qu ser serlo Dios,
CfUC po tantos ttulos es padre, en cuya compatacion nin-
8'1190. merece titulo de paJre? Pot e&to con mucha tazou
se quexa l de los tales pot un Propheta, 2 tliciend o: Si
yo soy vuestro padrt:, 1dndc esld la honra que me de-
beis? 1' si soy vuestro Se7w, que' es dct tem or que utc
l.eneis? Y coul..a estos mismos se indigna ouo Ptopheta
con palabras mas encendidas, 3 diciendo: Gencrrzcion ma-
la y arlultC7a, pueblo IIICO y nco, r!csla es la paga de

1 F.phes. III. 2 l\hlach. l. 3 De ul. XXXII.

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16 1:1:1.\ Jlll 'PF.CAJlORF.S,
tautM btmcjios rnc das d /u $c1TorP 1 P or vcutw a 110
es c't /tt padre, ruc l.e htzo !1 te t:1'1'? Estos son ls que
ni levantan los ojos al cielo; ni los vurlvcn {t si mismos,
aco-dandose de s; p01que si esto hiciesseu, pregunt:.ll'ian
a s pot s, y procmarian sabet su ptimet OJirren y pl'in-
cipio, que es qnien los hizo, y para qu los hizo: y por
aqui entenderan lo que debia'l't hace: mas porque esto no
hacen, viven como si ellos mismos se hnvietan hecho,
como vi\'ia aquel mal a\~utnrado Rey de Ezypto, : qnicn
ametl:\7~'\ Dios po 1111 Prophew, 2 diciendo: Contigo lo
havrc' yo, drngon grrmdc, ruc cstds tendido en medio
de tus rios: y dices: "Vios S(J/1 los dos, yo me hi'cc 111/.
mis11111; Ja quaJes pa(abtas, ; Jo menos JIOI' la practica,
dicen todos a'Jucllo~, qne assi viven descuidados de su
Criador, romo si ellos mismos se huvicmn hecho, y no
reconocieran hacedor. M~jmlo hacia el Bicnaventtuatlo san
Agostin, el qual por este conocimien to de su pt'incipio,
vino en conocimiento ele su Criaclor'; y assi dice l en un
3Soliloquio: Volv m, '! entr en m, y prerruntemc:
Tt't qn in eres? Y rc.~pondmc: Hombre racional y mor-
tal. Y comenc inquirir lo cuc esto era, y di:xc: De dbn-
de tuvo principio, l>ios mio, este anrmal, de dnde sino
de t? Tn ercs el qc me hiciste, y no yo. Tu eres pot
quien yo ,ivo, y pot' quien todas las cosM son y "i\cn;
porque por venllll':l puede ser algun a1ti6cc de s mismo?
Por verHtll'a hay ot t'O de qn icn se deiivc el ser y el vi:
vir, sino de i? Pot ventura no' eres tu el snmo sr, de
quien mana todo sr? No crc~ fncnte de vida, de q~ticn
Jll'OCedc toda Y ida? Tu pne~, Sriior, me hiciste, sin'el qua!
nada se hace. Tu Cl'CS hacedor n.io, y yo obra tuya. Gra-
cias pnes sean dadas { t, Sri01, por quien yo vivo, y to-
das las cosas viven. 1 Gracias t, formaclo1' mio, porque

1 Psalm. XVI. 2 E1.ech. XXIX. 3 Lib. X. 1 ~onres .. etP Vl.


eL. in Soliloquiis, cap. XXXI. 1. Job'. X.

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r,liiTR t>Jmmn,\. 1'1
tus tnanos _rne fo1m:llon hicieron. G1:icias t, luz mia,
p01que con tu lnz halle\ ti, y hall tambicn m.
E.~te es pues el prime1o de los beneficios divinos, y'el
fundamento de todos los ot 1os; poi'Cuc todos ellos presu-
ponen ser, el qual po1 este beneficio se nos da; y assi se
comparan todos con l, como accidentes con la substanCia
donde se sujetan, pam qne po1 aqu veas quan pande'sea
este beneAcio, y qua n digno de se1 a6'1'aclecido. Pues s
tanto cuidado tiene Oios ele pedir arradecimiento por sus
beneficios, :nmquc esto no por Sil pro\echo, sino por e}
nuesuo, qu pcdi1 po1 este, que es el fundamento de to-
dos los otros? Mayormente siendo esta la eondicion de
Dios, que assi como es liheralissimo en hacer me1cedes,
assi es estrcchissimo (si assi se puede llamar) 'en pedir
agradecillliento, no po razon de su pi'Ovecho, sino po
la obliG'acion de m\estro oficio: y assi leelllos en el Testa-
mento viejo, qnc apenas acababa de hace1 Sll pueblo un
beneficio, quando lueeo daba orden como hubiesse per-
petua memoria' y :l(;l'::ulecimicnto de l, y assi en sacando
s'n pueblo de~ Egy pto, 1 lur~o la hora, ann antes de 1~
sl!ida, mand< que ~e hleiessc una fiesta solemnissima 'cada:
al)o en memoria de l. Mal\) tambien para este Hti todos los
rimogeuIOS ele los Egypcios; 2 y luego mand, que todos
los primogenitos del pueblo, que de ah adelan'te nacies-
sen, se le ofccicsscn l'n memo1 ia de este beneAeio. 3 P1o;
veylcs lucr,o de mani cuarenta aiios en el desierlo, y en
COil1CI17A'IOclolo : enviar, maui!, que Se C08'CSSe Cietta
qn~ntidad dc . l en un vaso, y se guardasse en el santua-
rio, 4 pam qtic todas las generaciones aclvenideras Lnvies-
se memoia de aquel hencficio. De ah poco dileS tina
Victoria muy seii:1lada conua Amalech; y acabada la v-
toria, di~ o luego l\Ioysn: 5 Escribe esta victoria n wi
libro para prrpettu' memoria de ella, lj entrr;galo d Jo:

1 E:tod. Xll. 2 E:tod. XIII. 3 Exod. XVI.


4 ldid. XV I. ' 5 Exod. XVII.

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18- GUIA DE PllCADQRES,
sue'. Pues si tan especial cuidado tuvo este Seiot de pro-
veer, como huviesse en la memoria de su pueblo eterno
aeTadecimiento de beneficies temporales; ,qu pedir pot
este beneficio inmortal, pues el anima, que l nos di, es
inmottal? De aqu proceda el c uidado que los Santos Pa-
ttiarcas 1 tenan de edifica altares, y hucer memorias ca-
da vez que reciban algun particular beneficio de Dios, de
tal manera, que aun en los nombres de los mismos h(jos,
que les c.laba, 2 escriban la memotia de los beneficios,
que reciban, pata nutl(:a jams olvidarse de ell.os: por don-
de ,concluy~ un 3 Santo, q ue no havia el hombre de res-
pira tantas veces, quantas se havia de acordar de Dios;
porque assi como siempre es, assi siernpte havia de esta
dando g racias po el ser inmortal, qne de l recibi.
Es tan grande el vnculo de esta obligacion, que has-
ta los mismos philosophos de este mundo dan voces
los hombres, que no sean in~ratos ;t Dios; y assi Epicteto,
noble philosopho entre los Stoicos, dice assi: O hombre,
no seas ingrato; d aquella soberana potestad, sino por el
sentido deJ ver y del oh, y mucko mas por la vt'da que
t e di, .'/por las cosas con que ella se snstn21a : por {os
..frutos. madU1'(J$ 1 por eL vino!/ po1 el acr.yle, !/por t odo
lo .rfernas, le da grrcias, y 1//uc/1{) 1//as porque t e dif!
razou, panl que supiesses usar de t odas tssas cosas, y
conocer el valor de ellas. Pues si este agradecimiento oos
pide un r.h ilosopho Gentil por es,os cqrnunes beneficios,
1 qu ser razon 1 que sienta un Christiano; que tanto ma-
yor lumbre tiene de Fe, y tanto mas recibi r
Mas por ventma dis: E~os comunes beneficios n~as
patecen obtasde nawraleza, que beneficios de Di.os. Q,u
debo yo pues particolatmente por la orden y disposicion
~le las cosas,. que se van siempte por sd curso!' No es es -
esta voz de Christiauo, sino de Gentil: ni aun de Gentil,

'1 Genes. XII. Xlll , et XXII. 2 Genes. XLI. 3 Augt,]stin. in


Soliloquiis, cap. XVlll. et. in illanuali, e~ p. XX IX . .

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i'AR'rE JllllMI':M. 1~
sino de bestia; y porque mas claamente lo veas, mira
como la reptehende este mismo philosopho, diciendo assi:
/)irds por vcutuia, que la naturaleza te /,1ce estos be-
n~licios. O dcscoJtocido 1 tf No entiendes, quando esto di-
tes, que mudas el uombre t /)ios? Qu otra co~a es la
naturaleza, sino Dios, que es principal naturaleza? .dssi
que, hombre de~ogradecido, no te escusas con deci1, que
esta deuda la debes d la naturaleza, y 110 d D10s, pues
no hay naturalez.a sin Dios. Si huvr'esses 1eeibido pres-
tado algo de Lucio Seneca, !! dixeses, que quedabas
obli'gado Lacto,!! 110 r Seneca, 110 por esto se 1Jluda-
ba el acreeccdor, sino solo el nombre de l.

~. II.

De otia razon por donde estamos oblt!Jados al servtcto


de nuest.;o seflor, pflr ser el 1111estro criar/01:.
'

l\'Ias no solo esta oblipcion de justicia, sino tam bien


nuesua misma necesidad y pol)l'eza nos obliga a Lene esta
cuenta con nuestro Cl'indo, si queremos des pues de cia-
dos alcanza nuestra misma felicidad y pefeccion ; para Jo
qual es de saber, que rrencralmente hablando, todas las
co!las qtie nacen, no nacen luego con toda su pefeccion.
Algo tienen, y algo les falta, que despnes se haya de aca
bar, y el cumplimiennto de lo que falta ha de dm el que
comienza la obra: de mane1a que a la misma causa per-
tenece dar el cumplimiento del sr, que di el principio
de l. Y por esto todos los efuctos generalmente se. ':uel
ven a sus causas, para recibir de ellas su ultima pefec-
con. I...'\s plantas trabajan por busca el sol, )' anaygarse
todo quanto pueden en la tiea, que las pi'Oduxo. Los
peces no quieren sali fuera del agua, que los engendJ-6.
El pellico , que nace, luego se pone debaxo las alas de la

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20 GUIA P~ PECAJ)QnES,
g~llina, y la sigue por do quiera que v~ya, Y lo mismP.
h11ce el ..conlerico, qqe lue8'Q se junt<t cqn, lq,s qi.iilres. q
su madre, y entre mil madres que sean de una misma c<,>-
lor, la reconoce, y siempre amia cosic.lo con ella, conw
quie1~ d1ce: al{Li i me. diem.n lo que( ICO(;'O, aq~. i . ue danu
lo que me f;.lta. Esto acaece universalmente en las c~l\<JS
~atnr<)les, y lo mismo acaecera en la.& artiqciales, si tu ~
vies~e!l algun sentido, o f110Vimiento. Si 1.10 pinto acaban-
do d,e pio.tar una imar,en, dexasse por acabar los ojos, y
aqu!!lla ima;en sintiesse lo qqE; !()falta, qn hari~1? do'?d<'l
iria. No iriacicrto a casas de Reyes, ni Pint:ipcs, porque esos
en quanto tales no jJ~1eden satisfacer a s.u de;co, si oo i1sc hia
a la casa de su maestro, y suplicarle !tia la acabassc de
perflci0na1. Pues, o ciatura racionul, qu ot1a causa es
la tuya, sino esta? No ests aun acabada de huce1, mu-
cho es lo que te falta para llegm al cumplimiento de tu
perfeccion apenus est ncabado el dibujo, todo el lustre y
l:e!Dos,ua. de la ob1a queqa po1 ~a, lo .qua! clflraJenlt;
muestra e~ .apetito continuo de la misma nftlp r,alez<!, que,
como quien se siente necessitnda, no reposa, sino siempre
est pia.ndo y suspirando por mas. Quiso Dios tomate po1
h.ambe, y que las mismas n~.:es~ i~lad\'s t ~ mctiesseu po
sus. p.l(!i'llS, y td\eya!)sco a. l ; .POI' ,fS.O. 1.)0 q~iso acabar
desde el piocipio por eso no e enriqueci }epde luego,
no por escaso, s1oo ppt an)ot;Qso;, I!O p~rquq fu~s.s.es pol~re
stqo po1que fu.e~s~ hu mil<!~ np ,pprq.l,l/r .fuc.s~e; _.nec;es.sita.do,.
soo po: tenene sit:nipre consigo. Pues si eres pol.>re, c!eB.o,,
y .p.l~nf!St~rqso pc;w qu no le vas al padr:: C[\.I C ~P. pi, y aJ
P.!l!llOI' qul! te (lornerz< : pra que l pcab.Jp que te fa lta_?.
Mjr4 yomo lo. b.ada :.}Ssi el pro.phcta. .Qavicl ; 1 Tus ?lf{l?Jos~
die:: l, me lucieran !/ me criaral1:' AW'<~ c1U md{mie;~{l(,
parra qu e aprcnfl las mandami,t:,nlP!.; . cono si m~s cla
ramente t]ix.era: . tus manos, Seiior, hicieron todq lo q1,1..e
hay..en 11J, mas no est a.un a,cab,<1da <fSl,a o.bra lo.s _ojos~~
'
. ..
1. Pialm. CX.Ylll
'
..

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.JMJ!'I'!> 1911Mil!t.\'.: 2J..
mi anima cnltc ollas pmtes quedan pot acabat: uo tengo
lulllbte para saber lo que me conviene, pues a quin
pcdir lo que me falta, sino a quien me ht. dado lo que
tengo? Pues dame, Scuor , esta lumbre, 1 clatiflca los
ojos de cstccietJO desde su nacimiento: para que con ellos
te dioic':l", ,): .~s.~ i ~e c9li. ~<ru~, <;omen~~~t.t} ep 11.11: n<~
Pnl'S assi como a este Seiior pcttcncce dar stl ultima
pcr-fcccion al cutemlimiento, assi tambicn le pertcncrc dm-
la,a,,ln' voln~t~<l y:a todas la's 10ll'll& poleneias del. anima:
pata 'lllC ag.~ e uedc acobnctat.la (l)Ut:a 1 p01 el HJismo queJa)
CJ:>mcow.. K~Le nuas solo ll\lrla oin <)efecto' CllfjTandccc.sillJ
csll u cndc~, erlui(ucce .sin apn1ato, y da desea uso cuJ.nRli{.
d_o.sin la posscssiou de ll!uchas cosrts. Co u l est la cri<ll~,.
tu r-a pobre y conl l'lltil , rica y c.lcsunda, sola y bieraven"'
tu rada, desposeda de todas las coS<ts, y sci10ra de todas!
ellas. Pot lo fual con nmcba razon dixo el Sabio : 2..fay
IUJ ho111brc ttUJ vivo cvmo rico; 110 teuicndo nada: y hO!f<
ot'ru que viva com() pobrrr, tcnicll(Lo 111acha~ 1'1~fjtlcms.Y
l?oque m u ~ ~i~.:o es el pQhre, que'ticnG:~a Dio~, como'lo.<era.
S..lluancisco; Y,u u ~ poh!ea. quien falta Dios, allnque .IS~.,
seiot~~lul r uu.uttlo .. Porque ,qm lc tlfii\OVccl u~n al tiep ~
~etl,atp~o ' 11OtlSr.SliS' titt<l:6US. oS ~O ll, t0q O CS~O V.i V() con>
n~it malll'cn<LS ~Ic {)Uidndos Y ape~itos, que no puede lCHffi'"' '
nlii'')COI1 ,(unrlt.o ,~eoe? y qu patot.e ... csi lll 'les lid llJ:il pt:en
ciosa:, '!j la . mesa uclicadn,..y. el bm:a llcbo. pora tqliitarla:r
oongoxa { (UC cst; en el anima? En Ja camn blanda a,. o1f
l'iwmuohos vuelcos en la n oche laq:ra : los cualos no pu(!'l.J
deo rc..xc ustii' JSll ren l>olsa, 1 ,i 1

, ;rRexuha pues 1lc todo lo .dicho, quan obli)'ados esta~


~lt>S toU11~ al ~mr icio tic nlll'litto Scio 110 solo por . la-;
dclil.cJ:t do :u~t11 bc nl'l:i~:io, sino,.tamhicn pm-la cpuloca uil
qlm plitni~ulo dc' n ~wst ra felicidad ~" tCulClliO. , '1 ; l'ltl
~t 1 " ..,,., h 1 '' lz 1 ' ' ' 1 11' 11 'n '', J,l.t1
un ,1 1'11' t!l'' J t 1 hf t., f.t'. , tj ti '

t)J( 1 ,.-:, I!J 1'h ol 1


!{,; ', (o 1):,) . o:

;ut. 1 oiiJ ''Hic ~r ,l ''

! 1 Joalln. lX!1" 2 Ptov. XJI. ... " 1


TOMO l . 10

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GUIA I>E l'ECAVOlrES,
1 '' . ,, "
,.,
; .
., CAP1Tt1LO Ill; ' ..
., . !
. ..
bEt TEIICEI\0 ~ITUL.<? ! . J'QitQUE ESl:MJOS 011LlG1110S A lllOS.I QIJI! Jt~ 1
EL OENEFICIO l>E LA CO!ISEI\VACIOI( Y GOllEllNACIOl'l.

' No solo est obligado el hombre a Dios po1 el benefi. '


ci de la crea e ion , ~ino tambien por 'el de la conserva-1
cion: porque l es el que te hizo, y el que te conserva
d~.spues de hecho. De manera que tan colgado ests aho-
ra- de la mand de Dios, y tan poca parle eres parn vivi1
11in l como Id fu isle para se sin l. No es meno bene
fido e3te que el passado: sino que aqlicl se hizo una' "Ver.,
ma& este sie~tpe, p01que siempe t.e est criando, ' pues
siempre est conservando lo crue cri. Y no ~s meneste.
meno podet,c ni men'or amo pam lo uno que pai'U lo
otro. Pues si .tan(o le debes, porqqe en un punto te: ~ri; t
qunt.o le debers, porque en tantos teconservaP Notda!(
un pass<i; que no ~e mueva ~ p<w~t eso: no abres"n'
cierras los ojos, .que no ponJal ah Sll mano. 'Poqml>sl
tu lll0 Cres, queDi~s mueve;tl tS mitimbros, t:uamlo tu fos
rnueyes,no eres :Christiano. Y si c-ces,..qne l te 1haee.essa
mer.ceJ " y con todo esso )el ofende.~ ,"no aceJlar a decit
lo que.eJ:es: Dime ahora, si.eswviesse un hombre en .q na
torre altissima , -ytuviesse ftu::ra de las almenas otro hom;
hre colgado de un pequeiio cordel, osa1ia po ventlml
este, que assiestuvisse, desmandarse en pala:bni& cohtm
aquel que lo sostiene? Pues si tu est{ls colgado ccr-
mo .de .u n hi!ico de la voluntad sola: de <Oios de tal 'rnaJ,
nera que si l te soltasse, en un punt0 te vo\ye11ia~ en-'
nada: cmo tienes at.1evimiento paa provoca a ira los
ojos de esa tan alta 1\Ia{:l'cstad que te sostiene, aun en ese
mismo tiempo que le ofendes? Porque, como diceS. Dio-
nysio, es tan excelente la virwd del sumo bien, que aun
quando las criaturas le contadicen, de su inmensa virtud
).

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PARTll PJ\UJJ!I\A, 23
eciben el st y el pode con que le conuau icen. Pues .siendo
esto assi, oomo osas con todos esos miembtos y sentidos
ofender al mismo Sclo que los cons('rva ~ 1O rebelda y
ceguedad increble 1 ?Quin n unca vi tal conjura ciou,
que' loo miembtos se levanten contra su cabeza: siendo
cosa tan natmal pone1se a moti poL' ella? Dia vend r.
q ue se deshaga este agmvio , y que .sean oydas a j us_ticia
las q uerellas de la homa divina. l Conjmastes contra
Dios? justo es, que tonjme toda la univesidad del muq-
do cont a. vosottos , y arme Dios todas sus ciallll'as pata
venga sus inj urias, Y pelee to'd a la redondez de la .tietTil.
conta los desconocidos. Porque justo es, que los que. no
qoisieton al>i los ~jos convidados con tanta muched u m-
be de beneficios, cuando tuvieton tiempo , .Jos vengan a
nbti con la muchcdumbte de los azotes, quanuo no ten~
c:an cmcdio.
Pues ,qu se<' juntar con esto toda esta mesa ta n ri-
ca y tan abu ndosa del mundo, , que cri este Selo para
t u setvicioi' Todo quanlo hay debaxo del cielo o es paa
el homlll'e, o pata cosas de que se ha de setrit el hom~
bre. P01que si . l no come ul mosquito que vuela po el
aye, comclo el paxmo de que l se maniene. Y si l no
pace la hietba del campo, pacela el gauado de que l tie-
ne neces~idad. Tiende los ~jos por todo ese muod.o : Y ve-
rs q u:ln a nchos y espaciosos son' los te1minos de lll ha ..
cienda, y qun rica y abundos a tu hecdad. 2 Lo q u
anda sob1e la Liel'la, y lo que nada en las nguas, y lo
que vholn p01; el ayre, y lb que' rcsplanclece en :el cielo,
tu yo CS' Ca todas esas cosns son beneticios de Dios, obmrs
desu povtdeocia, nme3tras de su hel'lllosra, testimonio~
de nm misericordin , centellas de su C<!ridad , y predicad q~
I'CS de su Japgue'/.1. IIlira quantos p1'edioado:e8 te envi.a
Dios paa que le conozcas. Jodas rutmtas cosas hay (dice
8. Agustn) en el ciclo !/ c11 la tierra., me dicen, SC170t'
,, ~ /'11
1 l 1 ' ....Jt
11 1 : 1 u .q ' ; . ' .
2 Psalm. VIII.
1 ,.
.,
'i "H 1
1 Snpit>nt. Y .

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!!.\. r.~l.t DE l':ECADOIIES.
9ue te ame: !! uo- t}essml de decido a 1t1dtJJ, porque Tt{P
dt"e se meda c.~tusar.
O si tflviesscs ciclos para entender los. voces de .las
triutlll'!lS l sinduda veias, como todcts ellas a tina le di
denque a.mos a ,. Dios. Porque t o~las ellas callnmlo di(:qn
iqhe fueril criadas p:ui tn servicio , . porque tn 1amnsoos
Ysirvicsses 'C!I' ti y por .ellas al.conwn rScuor. El cielo.t.li-
oC~! yo te :dulllbJo dr dia. y de noohc cou mis esuellas,
porqo'c no andr~; n cgcuras: y te envio di.ve~1s- ir1f\u1\
cas, para riar las rosas, porque no muoms Je lmmlwc.
ilil ~yf'e diccnyo te doy aliento d,c vida, y t le refcsco, y
'templp ePcn'IN de oiM entrn-gas, !pani-quc.no tc - con~uma:
yrnefO ' enmi m1chns difeli:encius de a ves ; prtr3HJU tle-
le)ltentus,ojos con sn hcmosura ; y tns odos con .Sil Ctllt
to ; y tu palada1 con sn sabor. El a31m: ti ice: yo te sino
con las lh1Yia ; tempranas y ta1dias a sus tiempos ; y co1
los 1ios y fuentes, para C[lle te rf'fcsquen, y le cro 'inll-
l!tas difenmcins de peces para que coma!! : l'icgo tus sem
brados y arboledar., con que. te sustent.es: y tloyte camino
breve r compendiOS(>1 flOI' - ~OS ' lllaJ'CS pana CJllC. te puedas
kervin ele -todo el JriU'ldo y juntar .las riquczus.aaana:s con
)os ltuyasiPue:lda tieno qu dit~, quo cs' Ja. comun mar
de <1e tffflas! lr.J~ !co~as, y como ooa (l"CII'e'al. oGcio:t de tor
d:u1 las c:hrsas nottll"ll les? tEsa pues tanlbicn'coh bn10ba.. 1'0.
wn dlrt.: yo ('01110 mndte tu 11-a.ygo acucsuts, , yo.to Cl'io
bJ&f m:tntenimiontos, 'j te-suslertto con lo~t frnlos .Je mis
eflaias.JY,O {ell{3'0 dnr<ls ~q conwnicncion con torios, los
cllrnietHtw, yr~l n 1 1l,lo~ los<:iolbs.: y ele lodt1RJ :f:!ciho inr
fl,lrehcia11 ~ lbc~t('Hl'od pna w se1vicio.Yo, fiihn\mMe;..con~a
htl~tla, tiNar.lrc::~rri-ew virlaf ni }m . n1ucn c LC :dcsan'l'fXtl'(Jl tp011
<jt\c. en ~!Ia 1e f uhyffo acncit.as.y LC 'SllSLOil lo, y eB'ln IDUCVh
tt~ ttc... d0r lu~a'-11 dd I'Opo~o 1 Ylte vt:i ho en : mi! ~z., Fi.
ttulmenle rodo el mundo .a luy ,candos "oue~. tc r.esr{t di!
cio: .mira , quanto es lo que te atn thi Seii0!t l~ hAcL..t
dot, qne por l cri a m: y por (~1 qnictc que sina a t:
porque tn sirvas y ames ar1ucl qncrl'i<', a m por t, y a t
ror si. l ll 1 ,,. , ,., ,. 1 ltttll '

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J~nrn .pniMERA ilS
Estas son, Cluistiano, las voces de todas las criaturas:
mira que no puede sc1 mayor sordcdatl qnc esta1 a tales
voces sodo, y a tales hcnficios ineato. Si recibes el be~
neficio, paga la deuda del agadecimicnto: p01quc no pas-
ses po1 la pena del ingalo. C:t toda ciauua, segun dice
Un doctor , da estas lrcSJ<ocCS'nl ho1'1b1e: 1 Accipc, Rc'd~
de, Crwc : lwc cst, .1eci'pc ben,cjiruu, llcddc dcbit11m,
Ca11e , niri rctldidmis, supplicimn. Que q11icrc dcci1: Re-
cibe, l'ngn , y Teme : esto es, R ecibe eL brmc.ficio: Paga
.Sf!! d~ti(l tlt:( agn(ltkc(cllf~ : !f T((IJ}e, .sill,l/ la pq.ff<tlt'es,
g/ castigt1 .1 ., , " ~ , , ....
, . Y p;"~ qu<,mas nnn !.1:\ n~wav illcs , mi1a collQ e&.ln
1
Jl.l\sma Thn()lngin. 1\~t \-\caoull' Epictcto philosop\o, <.l.c
IJlllCO 1\I'I'b<\ hicimos ll1Ct1~ i.Qll 1 et qua\ quiere qnc ,eo tO~
d~,; las cosas cindq.s oygamos y5camos .al cri<\tl01, ,dicicn-
~~ asi: Quwulo el c{urvo. da. voees, y cou ellas lc -4n a
'(Jjltpnc/er a(gma 1fllldam,a del ay re: no es el c~llNvo .,e/
<j!l8 , /1C avu ,. inQ, Dfos. }~,si por la voces y prrltJIWas
lwman{{s ucs avisQ.df/l dc al,g" .n() cs./amb~m l)ios ~:1
[fllfl.,.,q:it t:$e, lunnb.1. e ; y [.:, diti esa,. facull ad p,m.<Z pfJt/tiJ'7
t;f! ,qvisar ,1 Jfi.I'Ct ,rue ::ilwie.,:st:s, .ruc , aru.cl divino p~tlet
wa;/1; /tu Y (1[/(0S,?Il;lr/i()S .paJ'll ' " que raitJrc P. Poq.t(e
fjljfl/{(~o.las.,li(lfflfJ. , dc ,..rJ!.c 1ws r.uicre aisar, son gr?l;
1

ifh as/,rts ruviat t{l .a >deair ,.p,Q;: m(lf a}.to l!l ~o/lcs ,. flt ~~:
S{lgqros. Y a1 raho \i)adc ~1 icicrdo: l'tiwlment c. .rurpulb .
q~abaro.J tic lc.cr ,cstos 111~s ct~nsej"s, di e tl't'. ti. mww
..{1'stas c.osas !10. pm: l a.r'tha. dicho li.pictcto el plu'l"s!Jp_/w}
s~Uf-1 tlJios. P{Jrrue de d?IJt!q,Jclia e'/ f<Jctdt a,J.pqrp 4e-
r.if4as!? ,J>IftJ.S ?lO e.,c'l , ..si?~o /)jos t;l rac 1J4C las t/1;'1."1/ lj/.(M'
c'l. IJ.~slj} ,:lfIIl son pal:lyJ:aS de ,Rp.~c~eto. u}>qcs (\\ltd ,Cill'.i.s~
ti~l'lq: n,o ~~ afl'ent~r.(a ,dp 1 p~ l!qpr ,ado~1dc u1~ phi\~qhll~
G,s111~ ,~lt'f.O~_f;;:}ll .,,V<Wg\1\W?l ! ~" (101',;G~q.,o ,, QliC ,IOS;~-1~~
<;s;JavccilpS,.9SWt,~~~~n)W.<;,~c , fc op,, M~W~t~ IP .li!'W v~if\tdo~ ct.n~
~~/ji i)Aq \I~S,9Jlla~los,.;q 1la:s lili~~lhlll. J~I~ 1!lliL'tZOJ1: ,, ,,,)lh

1 1\ichardus de S. Vict. ll 1 '"' ::

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GUIA J)E P EC,\ OOn RS 1
' 1

~. J.

Colige ele lo dicho , quan indigna cosa sea, JUJ servir a


nuestro Sc11or.
..
Pues siendo esto assi, qt1 linaffe d'c desconocimiento
es andat nadando entre tantos benefi cios de Dios, y no
ncordatse de quien los da? Dice 1 S. Pablo, que el que
hace buenas obras a su enemigo, le echa cai'IJones de fue-
go sobte la cabeza, para encendetlo en su amot. Pues si
todas quantas criatm-as hay en este mundo son beneficios
de Dios: qu set~. todo este mundo, sino un fuego de
tanta lea, quantas criaturas hay en l ? J>ues qul es el
comzon, que andando en medio de un tan grande fuego,
no solamente no se quema 1 mas aun no siente cal01? C~
mo recibienc\o a la continua t an[o~ beneficios , no alzals
alr,una vez los ~jos al cielo a vet tuien .es eso que te hace
t ant~ hen? Dil'l)e, si andando tu camin, y assentadote al
pie de una torre cansado 1 y muerto de hambre, estuvie.~
se uno dende lo alto proveyendote benie-namente de todo
lo necessario, cmo te podtias contenet, ~ue no levan-
tasses alguna vez los ojos a vet quien es ese que assi te
provre? Put>s qll' otia cosa hace Dios contigo dende lo al
to, llino estat lloviendo sicmpt'C beneficios sobre t ? Dame
una sola cosa de qltantas hay en el mundo, que no veu-
1
{P pot especial 1pl'ovidencia del cielo. l'ues cmo no le-
va'mnl'.s alguna vez' los ~jos pura co'tio~ct y amar a tah
libetal 'Y t!lil' conirid llienhechoi.? 0n M esto, ~1n'o ha ~
1

vetpet\dido ya -los; hombres su 1mis~:t 1 'r\lltLII'aleza : ylt-'


chose mas insensibleif:qnc bcAtins? Gtt\n ~<Ji~lltl'7.a' esl del

1 Rom. XII.

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J>All'fll tnntEIIA, 2'1
eh; a quien somos en esto semejantes: mas tambien d
razon que oyp el homlwe su merecido. Somos semejantes
en esto a los animales brutos que estn deba:to la encina,
los cuales, quando les est Slt duelo dende lo alto va~)
1-eando la bellota, occupados ellos en comet y gruiit unos
con OtJos sobt-e Ja. comida, no mi1an a quien se la da, ni
saben qu cosa es levantar los ojos pata ver por cuya ma
no se les hace este beneficio. O bestial ingtatitud de los
hijos de Adan ! que teniendo demas de la razon la figura
de v uestro cuetpo derecha, y los mismos ojos enderezados
al cielo , no quereis que los del anima tiren tras ellos, pa~
ra ver a quien os hace tanto bien.
Y aun pluguiessc a Dios, que no nos hiciessen venta-
ja las bestias en esta parte. Porque es tan general la: ley
del agradecimiento, y es Dios en tanta manera amigo de,
l, que aun en las mismas llcras imp1imi esta tan noble
inclinac.ion: como patcce pot muchos exemplos que halla--.
mosescl'iptos en esta materia. Porque, qu cosa mas fie-
ra q tle el leon? .Pues de.estc escl'ibe Apion autot,.G~icgo !
que pottpte un hombte, que estaba .cswndido en .una
cueval,,lc snc una.espina que ttaa hincada en un pie,-eh
leon par~ia con l cada dia la- carne que, cazaba: y :de~!
pues de muchos dias siendo es~c hombtc po sus malefir ,
cios .echado a:estc'mismo leon en la plaza de Roma, el Jeon.
se puso a mitarlo, y le reconoai, y se ll~g a l -alflor'o"'
samente, hacientlolc los mismos alhaeos que hace un .pel'l
Jo a su seior, quando viene de afuera. Y desplics de es-
to se andaba t1as l, sin hace mal a nadie pm las calles
de .Roma. De otro Ieon tamLien .leemos, que. por el mis-
mo beneficio que bavia ecibido de un hombre, que de-
sembatc en Africa, el )con le uaa cada dia de la carne
que cazaba, con que l y sus compaietos se manteniao,
hasta que se tornaton a emharcat. Y uo es de menor
admitacion lo que se Cl!Ct'bc de ot1o leon, que estando
peleando con una sictpc, la qual lo tenia mltY apretado;
y puesto en pelieto de muettc, un caballero, que por
aquel luga1 andaba monteando , socon i al .leon , matan-

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28 G\JI~ IJB l>EC~I!OIU!S.
do la sievpe. -Por el-.q ua! beneficio el l~on lo sieui sicmr
pe, y aodamlo a caza le setvia de Jelwel! y embatwnd06C
una vez el caballero, dexaudo el leon on tierra , J, se.
ech a nado cmpos de su bcnhccho, ~ ~in ~ode1' set
soaotrido, t;<;: ahogc.). I~ues ~ qu Uir de la lchad y gmr
dccimicuto de lo~ caballos? Plinio .J. escilJe tde '3lgu nos,
que. des pues .de .mueltlos sus scl<>ros, simieron tanto s&
n:melesj.qtc y.ioieron. a1derramm , l<~<r; imas por ellos: Y'
da 10,~1'09 '/dioo, qu SO .dexa'ron ll'IOI'ir 0 1hambre por CS~nl
ca ~a: Yrd e otros, qucHomaon vcnr;an~a. de los m:uadorcl
de. sus sci'ores, despcdawndolos 11 bopados ;qdespcamlo,
los. J Pues qu dir del affrtu.lccimicnLo de los perros de
quien el o1i-~mo uutoJ' cuenta cosas csuaas, D,e un prro
esclil.xo, 2 que muerlo su sio po tluos ladrones, dCs-
pues de havet po l peleado fuCI'tcmcnLO cout..a .el\os, se
ju'ul con cl -cue-po mueto, guadandolo, y oseando las
av~s .y tal\ hest:ias: pm>qlio no lo comiesscn. De otro escri-
be! q.ue vianda pJueJ'lO Jasan Lucio su soion, mmca
mw qulsO" camel1: .y- asi se dcx anoril" 'de haoll)l'e. Ypcn t
cn .su Licoipo- osaribo ha\'cl' acacaido c1~ llo111a o~ru; cosq.
tilas pemollablea porque ha.vcnclo.siclo " comlcuavo ~t~ rr
hmlwc amuortc:~m > peto que' t.cnSu, 1 en- ht <rat'<JChscl
apatll.iamsd<i: l~d m i.:lllcs pu cs dc,mu.et'lo t desamp.'tll0q
antok se estab.i s\emp'fl a: paao. de l dundoltristetL aullidos,.
yclo que mas es, :U'I'Ojandolc un pedaw U~ pan lo-lOJ11tr
cn .ln boca y lo .Hev. a la de su sciot:'y'ocl.ado ehmeJ'-'
po en el Tib, l pet'l: se arroj Lras l y se ponia-<leba...
xd 1de l pam. sustcntalo, poquc no fl.'l<lsse a fondo. Qu
cosa mas admirable, ni de myor agn{dcaiminto .qu:es!
ta? Pu~ si las best ias quo no tienen 1azon,sioo :una sal(l!
centella de insliiut:o nall.ll'<tl, con que ceQ.or16con ol bencfi,..
cio,. assi lo agra<:lcccn y ussi l0 sivcn 'Y acompaan a sus
bienhechores : el hbmb,e quctienc .t.aullt ua.yot !nmbJc!
p:t<oo~onOGql' el bien que cci-l:e \\ <.!rno \<ivc tnn <<illvirlado
.,,J,!. 1~ flt .II,'J'1 .. ,, 'f!t
1 \ 1 L)J. J.-,.,
~, t t . ' , . o11 1 , 1 r.. ,, 1
t Li[). VIH. cap. XL. 2 lib. Vlll. cnp1 XL. ; ,,,,.,.

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. !'ARTE l'lUMEU\, 29
de quien tanto bien le hace? cmo se dexa vencet de las
bestias en ley de humanidad, de lealtad y de agtadeci-
miento? especialmente siendo tanto mas lo que el hombre
recibe de Dios, que quanto pueden rccibit las bestias de
los hombtes; y siendo tanto mas excelente la petsona
que lo da, y el amm con que lo da, y la intcocion con
que lo da, que no es por interese, sino pot sola gracia y
amot? Cosa es esta cierto de ~ t(lnde admitacion, y que
manifiestamente declata haver demonios qnc cieguen a
nuest.ros entendimientos, y endurezcan nuestras voluntades
y e6ltaguen ouest ras memorias, para no acmdatse de tal
bieohechot.
y si tao rra ndc mal es olvidarse de este ~eior,
lqunto mayo scr;i ofenderle, y ofeodcl'lc con sus mismos
beneficios? El primer grado de ingtatillld, dice Seneca
q ue es, no tcsponder al bienhechor con beneficios: el se-
gundo olvidados de corazon: el tetceto es hace1 mai. a
quien te hiw bien, y este parece el mayor. Pues qu se-
r hacer mal y ofender al bienhechor con los mismos bie-
nes que l te di? No s si ha havido hombre en el mun
do, que haya hecho con otro homiJI'e lo que los hombres
hacen con Dios. J Qu hombre havria, pot inhumano que
fuesse, que acabando de recibit de un Ptincipe Brandes
meoedes, fuesse luego a empleat todas aquellas mercedes
en haoct rrente contm l? Y t malaventurado con esos
mismos bienes que Dios te di, nunca ccssas de hacer guer-
ra contra l. Pues qu cosa mas abominable? Qul se-
ria la traycion de una muge1 casada, si las joyas que su
matido le enviasse pa1a honrada, y provocarla mas a su
amm, 1 las diesse ella a un adulteo para ganarle la vo-
luntad, y tene mas serrua su aficion? Si alguna cosa fea
se pudiessc en el mundo pintar, esta patecc que lo seria:
y aqu la injuria no es mas que de hombre a hombc,
que es, de un i()'ual a otro igual. Pues qut'tnto mayor

1 Ezcch. XVI.
'fOMO J, li

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30 GUIA D 'Ec.'iot(US,
ma l es, quanclo esta misma iojuria se la ce contra Dios?
Pues qu otra cosa hacen los hoiiil)l'e$, ci.iand Iris fdhas
y la salud, -y los bienes que Dios les di, ernple<~i1 en illa- .
las obras? Con las fuer~tas se hacen mas soberbio~, con fa .
hetmosum n:ias vauos, con la salud mas olvidtlos de
Dios, con la hacienda mas poderosos para uasarse los fl-
cos, y competir con los mayores, y par\ r'egalar su carn e,
y omprar la castidad de ht inocente doncella, y hacer qc.
ella venda como otr o Judas el precio de la san~lc de
Chrislo, 1 y ellos la compren por dirlero, como ldei'i:Hi
los J u dios: Pues qu d ir del a !luso de todos los otros
beneficios ' De la mar se s irven para sus rulas, de la hci
n:iosura de las criaturas pma sus lux mi:s, de los frutos )"
bienes de la tierra para sns a varicias, de las hnbilr'dad_es y
e'mcias nattllales para SllS soberbias. Con las prosp-crida-
des se nloquec'co, y con las adversicJ.Hs dsn'laynrt. De l~
noche se siiven para e ubrir su.~ hu ilos: y el el di::t piua
terder sus redes, como s escribe en 2 Joh Fihalmen t
todo lo que D~os Cl'i6 en este nmi1do Jiara gloria suy~,
han ellos ofrecido a los antojo~ de sn locura.
Pu-es qu dir de sus ~igua~ de olores, de sus phf~
,Hes:, de sus vestidos, de sis lablaUos, de su~ i)otajcs y di-
fe'r e)1cias de c-l.'iisados: d'e q ue cstftb poi fi'nesir's pecados)
no solamente escri ~os, sino talnbieu impressbs li&ros ?
tanto ha creddo la desvergucuza y el r-erriii'Q-. De oda.s"
esUis cosas tan pieciosas, por qu ien li!vial:l a& a:ft :1 Dios'
<rlttba'nzas, tis~l n para cebo de sus lxmids, pcrvcrtiendo
t'odas las criatlll:as de Dios, y haciendo instnr merito~ d va-
n~dad lo que ha via de sel' nstiurnehto tib vlhud. Fimil-
inente todas las cosas clet n'1udd tienen deciicadas paia re-
galo de su carne: y nin(:'u na para el Yroxir'Ud poi Dios
ian ,iecomeodado. Para solo este son pi5bn),;, pam solo este
se l'es acuerda qtie tienen deudas, paia todo lo deriia's ni
deben, ni les falta.

1 i\latth. XXVI. 2 Job. XXIV.

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I'Al\:rll P~liiiERA. 31
No agua tdcs pues, hermano, a que a la hora de la
muerte se te baga este c;wgo tan peligoso, que quanto
e~ mayos, tanto sed mas estrecha la cuenta que se te pi-
(Jic-c. Linarrc tle juicio es das mucho a quien lo agsadece
poco: y sciiul (le s,e psobacion es darlo a quien siempre usa
ma) <Jc ello. Tengamos pos ulti mo lina;e tle af-cnla que
l q~ bestias nos hagan ventaja en esta virtn!l: pues ellas son
ag..adcridas a sus bienhechores, y nosotros no. Porque si
lo~ yaoncs de Ninivc 1 se le levantarn en juicio, y con-
denarn los J udios, porque no hicieron penitencia con
la Jll'cdicacion de Cluisto: micmos no nos conrlcnc este
mismo Se~rll' con exemplo de las bestias: pues ellas uma-
l'OI~ s11s bicnbcchorcs, y nosotros no.

CAPITVI.Q IV.

DEl. QU,\1\1'0 TITiil .O, 1'01\ DO~OR llST.\~105 . OBT..lG.IDOS I .A ~11\TUD,


O,IIJF. F.S IH. 'nF.'iEFICIO J);P.STUJ ,\nf,Jl DB ~UESTRA 1\EDll~!l'CIO~.

Vcnrramos al beneficio inestimable de nuestra redemp-


cion. Para habla de este mysterio verdaderamente yo me
hallo ta n indigno, ta n COI'LO y tan atajado, que ni s pot
do comiem.e, ni donde acabe n i que dexe, ni que tome
pata decir. Si no tuviera la lotpeza del hombte nccessidad
de estos estmulos para bien vivir, mejor fueta adotar en
silencio la alteza d este mysterio, quebonallo con la ru-
dc7.a ele nueslla len&ua. Cuentan de un famoso pintos, que
haviendo pintao en uoa tabla la muerte de una doncella
hija do un ey, y 'dibujado en torno de ella los deudqs
cdn osttos en rran manera triste.~, y ~ la madre mucho
mas t1iste, quando vino ;\ qnete dibujar el rostso del pa-
dre, cubilo Ele industtia con una som\)l'a, p:wa dat

1 Mallh. Xll.

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32 Grl.< DF. PECADORES,
entende, que all ya faltaba el arte pa1a exprimir cosa de
tan gran dolo Pues si todo lo que sabemos no basta pa-
ra explica solo el beneficio de la crcacion, qu eloquen-
cia bastar para cneTandecer el de la redempcion? Con una
$imple muestra de su ,oluntad cri Dios todas las cosas
del mundo, y crucdaton ln las arcas llenas, y el l)l'azo sano
acabandolo de criat: mas pata havctlo de redemit, sud6
ucinta y tres aios, y dcnam toda su san;-c, y no quede)
en l micmbo ni sentido que no padecicssc su dolo1-.
J ienoscabo patecc de tan grandes mysterios sc1 con lengua
de ca me manifestados. Pues qu har, cr~llou? habla1?
Ni debo cr~llar, ni puedo hr~blat. Ct!mo callar tan gan-
des misericord ias? y cc'u110 hablar mystcios tan inefables?
Callar es desae-adccimient.o, y ha blo pacce temeridad.
J>o esto suplico yo ahota, Dios mio, {t vuestra infinita
piedad, que entre tanto que yo cstu vicc apocando vucstta
gloria con mi r udczo, pot no sabe mas, deseando engmn-
decclla y dcclaralla, estn all en el cielo r,loificandoos
los que os saben alaba: y ellos componan lo que yo des-
compongo: y doen ellos lo que el hombtc desdora con su
poco sabe.-.
Despues de ciado el hombre, 1 y puesto por mano
de Dios en aquel lucrar de deleytes en tan grande dig-ni-
dad y glotia, estando lan obligado al sevicio de su ca-
dor, quanto mas de l havia recibido, alzse con todo, y
de donde havia de toma mayores motivos para mas
amal'lc, de ah los tom paa hacel'le taycion. Por esta
causa fue lanzando del paayso en el dcstico de este
mundo, y sobre esto condenado {t las penas del infiel'llo:
p,lra que, pues havia sido compaiero del demonio en la
culpa, tambien lo fuessc en la sentencia. Dixo 2 el po
pheta su criado Giezi, despues que tom los dones de
Naaman leproso. Tomaste lu. hacienda de Naaman? Pues
la lepra de Naamau se pegar ti y todos tus desc~n

1 l~encs. 11. ct 111. 2 IV. Reg. V1

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rARTE PRIMSRA. 33
dimtes eterna/mente. Este fue el juicio de Dios contra el
hombe: que pues l quiso la iqueza de Lucifc, que fue
la rulpa de su sobebia, tambien se le pegasse la lepa de
Lucifc, que fue la pena de ella. Pues cata aqu al hom-
be comparado con el demonio, imitador de su culpa, y
compaco de su pena.
Estando pues el hombre tao cado en los ojos de
Dios, y en tanta desgracia suya, tuvo pot bien aquel Se-
io, no menos grande en la miseicodia, que e n la roa-
gestad, de mirar no la injuria de su bonda.d sobetana, si-
no la desventura de nuesta miseia: y teniendo mas
lastima de ouestm culpa, que ira pot su deshonra, de-
temin emcdia al hombre pot med io de su unigenito
hijo, y econciliarle consigo. Mas cmo le reconcili? C-
mo lo podr; eso hablar lengua mortal? Hizo tan B'andes
amistades entre Dios y el homb1e, que vino acaba, no
solo que Dios petdonasse al homlwe, y le restituyesse en
su gl'acia, y se hiciesse una cosa con l por amor: sino
( lo que excede todo encarecimiento) lleg6 hacerle tan
una cosa consigo, que en todo lo que tiene ciado no
hay cosa mas una, que son ya los dos: porque no sola-
mente son uno en amo y B'l'acia, sino tambien en perso-
na. Quin nunca jamas pensa que assi se havia de sol-
dar cst.a quieba? Quien imac-ina que estas dos cosas
entre quien la natualeza, y la culpa havian puesto tan
g1ande distancia, ha ,ian de venir ; juntarse no en una ca-
sa, ni en una mesa, ni en una rrraeia, sino en tma perso-
na? Qu cosas mas distantes que Dios y el pecador? que CO
sa nhora mas junta que Dios y el hombre' Ninguna cosa
hay, dice S. 13el'llardo, 1 mrzs alta qne Dios, y uinguna
mus ba:~;a que el cieno, de que el hombre jite formado.
Jifas con tanta humildad descendi Dios a/ cimo, y con
tanta dignidad subid al .:eno d Dios: rae todo lo que

' Vide Jlcrnard. snpcr Cantio. homil. LIX,. etc, hom. LXIV.

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~-(. Gur~\ PE. nn~'\~9.nEs,
fJ..{zq JJios, se diga que lo hizo e~ cieno.: y {of(q lo que $~:
.fritJ el cieno, se diga que (o padcci J)ios.
Qu jn dixera al hoq1b!e, quando 1<m t1esnudo y tat~
e9emistado se sinti con Dio~, gue andaba bus9ando, lo~
rir!cones del p_uayso .t~penal para esco!)dE:rs.e, qu,e }iem-
po vench-ia, en que se jn~ltasse aquella ta.n baxa subsf'lH~
c.i~ en una petsona .cpn el? Fue tan estrecha esta jqn.p y
la(! fiel, que quando huvo de quebt';ll', que fl!.e al 1iei11P,!J
f]e la pas~ion, ar!les quel)l', que despeg: porque no fa)l
por )a j l)Olcra, sino por lo sano. Ca pudo 1~ mqcrte apar-
t~r el ani!na del cuerpo, que era junta qc naturaleza: mas
no pudp apartar Dios ni del anima, ni del cuerpo, que
ep jnla de la persona divina: porque lo que pn~ V~7.
tor nttestro amor tom, nunca jamas lo dex.
Est~~ son la~ p:;tces, y este el ernplio que nos virw
PP.!' mao~ c)e rwestrp Salv(\dor .y p1cdi~,ncro. Y (!Unq.c
lp, seamos tan deudotes por es~c rcmelio, quan.t o niugl\-
nn lengua criada pncclc explicar, n9 mpoos lo somos por
l;t manera del rcmediai'Oos, que po pi mismo rcrwrdio.
illncho os debo, Dios mio, P.orque u1c li!~F\~~e~ del infier:
no, y me t'l!concjliastes con vos: mas mucho mas o.s debo
p.Ot' !~ maneta en qpe me liurastes, qne por la libet~!4
q~p ~e d!stes. Todas voestt'as obtas en todo son maravi-
llosas~ y quando le parece al hombre qt:ie no le qu~da es-
piri~u para mirat so jo una, deshacesq esta maravjlla, qLJU~~-
do a!za los ojos y 111ira ott'a, No es ~l e~hppr~, ~ei01, de
vuesttas gmnd!}zas que se deshagan las unas con las otras,
si!10 ~uestra ele v u~stra gloria.
,;Pues qu medio tomastes, Seior, pata r!'!mecliarme'
Illfn~~ps medio5 havi,<;t , c_ o n que pqdiet'<;tcje~ .<)arme ~l~ IJ1
plid<t s_alud sin trabajo y &in costa vu~wa. Pero fue ~a u
r.-r~!Jct~ y \Ull es_paotqsa vu~spa latgue?'!' \. '1 11~ po!~ n.1P,S,trilP:
rq~ fU\I!l ::l1rp la g tart ~eza eje yu~l'E:J. !)~~~~.1!\d y. f\11\011 g~!!
sistes remediarme con tan grandes dolores, que solo pen-
sados bast pata haceros sudar sanr,rc: y el padecerlos pa-
m hacer despedazar { las piedtas de dolor. 1 Alaben os,
t !-11~ ;:~li. l'IJ.~~~~: ff~YU . . . ..- .

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'ii.lri Pirllikft.t. 3~
Se01, 1os ciels, y los Angeles prediquen siempie vues-
tms maravillas. Qu necessidall teniades vos de nuestro~
bienes? ni qu pe1juicio os venia de nuesLJos males? 1 Si
pecares, dice Job, que maL Le hards? y si se mu ltiplica~
1en tus maldades, en qu le daiars? y si bien hicieres, que
le dars? 6 qu podJ" l ecibit de tus manos? Pues aqul
Dios tan rico y tan cxempto de males, aquel, cuyas iique-
zas, cl1yo poder, cnya sahilluria ni p1.1ede crecet, ni ser
mas de lo que es: M1uel que rii antes de In cre::icion del
mundo, ni ahora desp~1es de criado, es mayor ni mcni
de lo que cm: hi porque todos los Angeles y hombres se
snlveri y le alaben, es en s mas homado: ni porque toilos
se condenen y le blnsphemen, menos glmioso: este tan gr-an
Seor no por necessidad; sino por caridad, siendo noso!I'Os
sus enemigos 2 y u-a ydores, tuvo po1 bien de inclinar los
cielos de su ;1ande7.a, y descende_l' este lugar de destiet-
, y vestirse ele nuestra mortalidad. y toma1 solm~ s to-
das nuestras deudas, y padece por ellas los m a yores tor;
mentos qlic jamas se padecieron, ni padecern. Pm i11,.
Seoi, naciste Cll un establo, 3 pOI' m
fuiste reclinad eh
un peseb1c, por m cireuncidndo al octavo din, p'ol m'
des'Cel'l'ildo M l~~y pto: -1 y por mi finalmente pe1seguido
y malthllt\do con inHiiits maneras de injurias. Por m'
dy(ir\s!e, 5 vclsld, carilinasle, sudiiste, lloraste, y pro.baste
pl:ll' experiencia todos los rriles que havia me1ecido mi
culpa, no siendo tu el culpado, sino el oFendido. G Por n'l(
balmcnlc fuiste preso; des:imparado, vendido, negado,.
prt'Se'Olado ante nnos y otros tiibunales y jueces: y ante_
ellos acusado, abofeteado, inf-.1mado, escupido, escarneci-
do, azotado, blasphemado; muerto y sepultado. 7 Final-
r'nen(c t'emediastcsme muriendo en una cru~, y acabando
hi .vioa e n p1escncia de vtlestra santissima madre con ta'o

1 Joli)>.XXV. \ AdEphcq. ll, Cql9s. 1J. llom. V. 3. L~1c.


11. r,. ~1atth. 11 . v liJ'tci. 1. G nraHh. XX'VJ. e\ xxvn.
7 Joam. XIX.

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36 GIJI,\ ))E l'ECAllOnES,
grande pobreza, 1 que no tuvist.es nna sola gota de agua
en la hora de vuest1a muerte: y con tan: gran desamparo
de todas las cosas, que de vuest.o mismo padre fuistes de-
samparado. Pues qu cosa de mayo espanto que veniun
Dios de tau gtande magestacl acabar assi la vida en un
madero con titulo de malbechot'.
Quando un hombre, por baxo que sea, viene por su
culpa parar en este lugm, si pot ca~o le conocas antes,
y te IJ-t...gas l de cara pam mejot verle, apenas acabas
de maravillarte considetando quan baxa suerte le ttaxo
su miseria, que assi viniesse acabat'. Pues si es cosa de
admiracin ve un hombre baxo en tal lugar, qu set
ver en el mismo al Seuor de todo lo criado? qu ser ver
Dios en tal luga1, que para un malhecho es abatido\)
Y si qua oto la persona justiciada es mas alta y mas cono-
cida, tanto mayo espanto nos pone su cada, vosotros,
Angeles bienaventurados , que tan bien conoccis la alteza
de este Selot, qu sentistes, quan<.lo alli lo vistes? 2
lUitandose estn uno otro los Cberubines que mand
Dios poner los dos lados del arca del Testamento, vuel-
tos los rosoos al propiciatorio, con semblante de maavi-
llados, para dar entender, quan espantados estn aque
llos espritus sobetanos, consi<.lerando esta obra de tanta
piedad , que es mirando Dios hedto ptopiciatol'io del
mundo en aquel santo madeto. Como atonita queda la mis
ma naturaleza, suspensas estn todas las ciaturas, espan
tause los p1iocipados y potestades del cielo de tan inest ima-
ble bondad, como po aqui conocen en Dios, pues quin
no cae de baxo ele la ola de tan grandes maravillas? quin
no se ahoga en este pielago de tanta piedad? quin no sa
le fuera de si, como hizo 3 Moysen en el monte, quando
mostrando le Dios la figua de este myste1io, dtlba voces
y deca: tl1i:tericordioso, piadoso, s~tfridor, DioJ de gTan

1 Psalm. XXl. et LXVlll. Maltb. XXV11. 2 Exod. XXV.


3 Exod. XXXIV.

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rM\W .~l}IJ\tl,l,Jl').- . a7,
1J,? isC!:"(qRr1iq:. ~it~ stMr cJecir _9,\''t _!!OS~ IJWC~ q~,~ B\'P?lll-
tJHl,r , a (.l'.VI~Os ,q\le,\l:. gran tntSj::)'tcordta {Jll~ Dtos ~J.l~-)P.
1~'\~ \\ rl~p.rese~wlo .. Q.pin ~~o cubre ,aqq su~ .~jos <f~~
1 ij_c;:\as~ qllal'\{!R. Yee pas~a.t .Qips, no C0\1 )l9$.9.S ~~~ .11l~r.
{W.&IK'l(l, .sin: a~ \tl)m ilqad ,,, n.o, \!'~Stor.mwdo los montes,, y
q,t;tebr.apJlplgQ.Ja:\,i.ectras ,<;o p.;w. onn; ipqter1 ~ia; ;jt)p..der-.
:iJ.W<J,<;>.,a n~ff, lp~ rq~~bs_ , y .IJ~~i~l\qg ~\espedl?<<~r \as fli~d~~~
q~, P.P ll,i PlS$p~? ~';t~.S JJllie,''r ' rw. S?J'l'\I' aqu los P.OS. l~e Sll
entendimiento, y abrit los senos de su \\\lhl_\:H\~ , P.lra qq~
dla sien La la enndeza de este amot y beneficio, y ame
quanto pudiere , sin tasa y ~in medidai' O alteza de cari-
dad! baxeza de humildad! grandeza de miseticordia!
a bism o de incomprehensible bondad!
. Pu~~s i t\\J1.lq, Se01, psdeb_o )o,qqe me re.l.m~st.e,s, %ti!n,
lO os deberc p(w esta Ilanera de rer ndio? Redeniistesme
con inestimables dolores y deshonras, y con veni't : ser 2
oprobtio de los hombres, y deshecho del mundo. Con es-
l<\~ <)3s.\\?.lli'.'~S me !wnr~tste.s ,, cop cst~s ;~cusaqiones t,t?c de-
f~qq~~~s, !;O.t? est.~ sangre me_ lava~~e, con .~sJ<l' \n ';'~~!~)nw
r;es~tcit(\stes, 'y qon esas' lgrimas vuestras me libta_ stes qe
aq!}e_I .'r~lr.~hl~ ll.llit.to ~ crn.xit de d,i~ntes.. O buen pad<
CJ UC assl a!l'l\lS. ~ 1 Vli~Stt'OS h (jos! , bu;o pas~o r , qne a.~~i
bs. q~s: en ps~. y mantenimieo1o {t vuestro ganado! fiel
ff\tarda\ l,<;>n,1 qu~ assi !1S ~ritreg<\ is , la muerte ~o'.: . los qu~
os Cl}C!li'(~<\Stes de gu~tdar! P'ues 'con 'gu dadivas respqn-
det;~ ~- ~~ta dadiva \' on qu hgrirnas 4'e;as lgrimas, cori
cm ','!~a .'(?,~ g-hr esi . vic!~? Qo?. v'a c!c v}J~,P~ _ lto~11Ql;~: ~
vt9!!,\1!-! flips, y .de la,r,1Tihlas de cria,tpra a lagipnas de C!'lU
dor i' ..
.,,v si' p~t' -~~~llll!'<l .e parece , 1!()11lbre 1 <J~lZ 110 l_e c]cb~.~
ttpt? ,~or.qu ~ ,'no p~tl~c_i por q solo, sino ~ambten _po:
lo~! o& los ptrc;>s,. no le _ei_1 gai~s: porque t:ealmente qe, t<\l n~a
~ra 'p~fleci f.r tot19s, ~~te .t'ambien _ratje<;i po~ cad~-~n::lO.
1~9r<WR s?n sn s~~ic!tt'l<\ mfinita,.e! llWo ~oclos aque,lo~;
t ~ ' 1 ~

1 iil. Rcg.' XlX. 2 Psai'ni. -~~l. ,.


TOJIIO J. t

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38 Gt:IA DE PECADOhES,
por quien padeci, tan presentes ante sus ojds, como si
fueran uno solo: v con su caridad inmensa abraz td~
dos y cada uno: y deJTam su sangre por l como pot
todos. Finalmente tan grande fu su caridad, que, como
dicen los Santos, si uno solo etlll'C todos los hombres fue-
ra culpado, por l solo padeciera lo que padeci por to-
dos. lUira pues ahora quanto debes este Seor, que tan-
to hizo por ti: y que tanto mas hh:iera de lo que hizo,
si le fuera necessario. ' ' :
" '1

~ t. ''

Cu!ige de lu didw, quan gran mal se(t ofendc:r d tilleS ..


1ro uiTor.

Pues di;rtme alrora todas las criatuaas, s puede ser


beneficio mayor' ni obligacion mayor' ni crracia mayor?
Dicran todos los coros de los Ane-cles si ht1 hedw Dios ouo
tanto por ellos? Pues quin no se ofrecer del todo \1l ser-
vicio de tal Seior? T1cs veces; dice S. Anselmo, le debo,
S'e71or, todo lo que soy. Porque me criaste, Le debo to-
do lo qnc h(l!/ eJt mi: y porque despues 1ue tcdemistc,_le
debo mm con mas jllsto titulo la misT)W deuda; !J por-
que despues de t odo esto te me pro111ctes en galardo11,
tamb{u me debo todo. Pues cmo no me eolregar yo
una "ez quien por tantos ttulos me deho 1 O ingrat i-
tud y dureza de corazon humano, si con tale:; beneficios
no se "en ce! No hay cosa tan dura, que por alguo ar'l
ficio no se plleda ablanclaJ', Los metales s regalan con el
fu erro, el hierro se ablanda en la frae-urr, h1 dure-ta ,del da
mantc se doma y lalwa con sanare de animales. Mas,
cora7.on mas que ele piedra, mas e u e de hicl'l'o, llHls' que de'
diamante, quien ni ablanda el fuccro tlcl infierno, ni el
regalo de padre 1an piadoso, ni la sangl'e del cordero sin
tll'lnzilla , dei'J'amada por t!

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r>AnTil rnmeM. 39
' Pues ha viendo vos, Seor, dese u bierlo los hom btes
tal bondad y miseticordia, es cosa tolerable que haya quien
no os amei' que haya quien de este beneficio se olvide~
que haya quien con todo esto os ofenda? A quin ama quien
vos no ama!' Qu beneficios agtallece qlllen los ~uesttos
no agradece? Cmo no servir yo quien assi me am,
assi me busc4, aMi me remedi? Si yo , dice el Salvador,
l.fiJCre levantado de la tierra, todas las c<Jsas t1aher
d mi. ,Con qu fuen.as? ron que cadenas? Con fuerzas
de amor, y con cadenas de beneficios. Con las cue1das
de A dan lo traher d m, 2 dice el Seior, !/ con atada
r as de amor. Pues quio no set llevado pot estas cuet-
das? quin no se dexar prender de estas cadenas? qui.?n
no set vencido con tales beneficios?
Y si tan gtande culpa es, no ama este Seuo , qu:
ser< ofenderle y quebt~u sus mandamientos? Cc.'m10 pue-
des tenet manos para ofende aquellas manos que tan
libetales fueron para contigo, hasta :cmetse en una Ct'U7.?
Quando aquella mala mucret solicitaba al santo Patriarca
.loseph, pata que hiciesse traycion 1 su seior, defendis
el santo mazo con estas 3 palalwas: Mira que todas quan-
1as cosas l'ilmc mi se11'or, ha puesto en. mis manos, sa~an
do 1 d tl sola, qnc eres sn 1/lllgcr d pues ctmo podr yo
cometer tan gran maldad contra t:'l , !1 pecar cont1a
DiosP Como si dixeta: si mi seiot ha sido tan bueno y
tan hwgo pata conmigo, si todo quanLo tiene ha puesto en
mis manos, si assi me ha homado, y fiado de mi todas
las cosas: cmo podr yo, estando ptcso con tantas cade-
nas ' de beoeficios, tene1 manos pata ofendet tan buen
sei'o? Y ' es tle nota1, que no se content con decit, no
debo, no es razon ofende.. le, sino cmo podrl ofender
leP dando entendet', que la gmndeza de los beneficios,
no solo debe quirat la volunl:ld, sino tambien en sn ma-
nca las fuel'7.u; y la facultad pam ofender al hienhechot.

.
1 Joann. XII. ~ OsNC X l. 3 C.en~s. XXXIX. '

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40 GlliA DR PECADORE S ,
Pues si esta 1:1ancra de agadccimicnto n)cteciau aquellos
beneficios: qno merece~:n los de Dios? Aquel Lomb1'l pu-
so en las manos de Joseph quanto tenia: Dios .ha puesto
en ws manos qunsi todo quanlo tiene. Mira pues quantn
es mas-lo que Di<>s tiene, que lo que aqu:el tenia:porque
tanto rnas ('s lo quo tn tiene.<; recibido, qne lo quedtquel
recibi. Sino Jimc, ;qu hacienda tiene Dios, cpte no la
haya pllesto en tus manos? 1 El cielo, . la tiera, el sol, la
luna, las -esu'ellas, los ri.os, los maes, las a ves, los peces,
lo:~ arboles, los animal~, y finalmente todo quant~ hnr
dc!Jaxo del cielo, en Llls manos est pucs1o. Y no solo quan-
to hay debaS' del cicl sioo tambien quanto U)' sob)'C el
cielo: e ue es h\ gl01ia de all, y las. Jiquezas 'j hiCilCS db
alhTodas las cosas, dice '2 el A'lostol, son vuestms: sen
Paulo, sea Apolo, sea Pedro, sea el mundo , sea la vit.la, sea
la muerte, set lo poesente, sea- lo ve11icJoro: 10do es . vur.~;
to, porque totlo ayuda vuestra snlvacion. Y no solo
lo que est scIJI'e los ciclos; sino tnmbicn el mismo Se-
iio de los cielo.~ se nos ha dado en mil m.mems, en p.'l
clre, en tnlol, N sn kador, en maesuo, en medico, tn
recio, en cxcmplo, en man'te'nimienl o, n remedio y en
plardon, Finalmente el Padre nos dit :i Sll Ilijo, el Hi.~)
nos merec,: i al Espiitu santo, y el Espi1\ilu ~anto nos ha-
ce llJerece a~ mismo Padre y Hijo,. de <tnien manan tQ-
dos los bienCf.
Pues si es ve1dad, que q auto l)ios tiene, lo ha pues-
to en tus manos, ?,cm tienes tu manos pa1a ofender tan
faq~uissimo J piadosissilllO IJicohcoiiOJ? ,lJ::I.li'CII)O mal pare-
Ce UO agradec~l' tan r;raotfos bienes: pue~ ~ <Jll set.ai'ia-
dil aL desagradecimiento menosprecio y ofensas del bienh-
chor? Si aqllel 3 mancebo se lla'llautl tan .cuptivo y ta n
impotente pa1'a ofender a qu ien le hnvin puesto en las
manos toda su rasa , c'mo tienes tu fnei'Y.OS p;wa: .ofender
a quien el cie.o y la ticn a, y a s mi~mo puso eo tus mn-

t l'snl m. Vll l. 21 J. Corinth. lll: 3 Gatcs...::~XXJX .

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N'kfll ~1\'IMill\A. ~1
nos? ! O mas ingraro c{t(c los brutos a'l'l'fmales, 1b:as fle&
que las fieras, y mas insensible que todas las cosas :osen-
sibles, suo sicmes este mal! Po-que J qu fiea, qo leon,
CJU l(l'I'C SC
1
a
delin1an'd ctr htlCCI' mal quien' l.ien ]el haU
ce? De un peo escri be S. AmiJI'osio, 1 q ue estn, ,o oda
nna noche l101and o y atllland o a su S('i'or, porque 11e lo
havia llJllCI'Lo un sn contrar io. Y como OIJ'O dia pOI.' lama
iian, se llegas.~c mucha Gen te a vtl' el muerto , y tambie n
ene ellos cllllata do, arreme ti luerro contra l, y a .b oca-
dos y ladidos di a cntendc 1' h\' ~:nipa sccreln del malhe-
chor. Pues si los JlCI'I'OS por un pedazo de pan de tal amor
y fe tic11en con sns seiores : cmo sets tu 1an jnpato,
q8e e ly li agradecimiento y hofntlnicjad te .deX's veA!
re de un perro? Y ~i aquel animal tanto se indigna ba
rontm quien le n1altJ a su seio1, cmo no te indign ads
lt.pon Lr\ lps ,que ,qlata ron a\ LUyo? Y qu ien soJ1 s pien-
sa!\, los que le mataro n, sino tus pecados ! Estos fueron
In~. que le prcnJie ron, estos lo~ que le atm:on, azotaro n y
ptJsi~ron en cr~1u,; , ~us pec'\dps~.c\lgp, t;ueron la;<;<}ps.q,.J'q'1
IJ.UC llO fne1an los verdug os podi'OSOS para CSIO, $
!U~
pecado~ n o .1<> fueran. Pncs por qu no te pmuav et:;e~,
conr.'J cstos, qn en eles l}c n~icidas , que quitaro n ~a -.iqa
a tp ~i.io f po q1,1, vienclol e ~uerto ante t y po1 t, nQ
rrecer (l ruus en ti e\ amor pata ,c9!l . l, y ,el aboncci~uien
to contra el peca lo. qnc, le 1m~t ! . ~speci)mcntp sttbie'odp
que l QUO lo que l en este nmndp hizo, dixo y pallcc; ;
l'l}e ,pot: ,C::.'\~1~~~ en nucs~ros co azo~1cs aborrec imiento de l.
Po!;,. ,n);l~a, el pecado P1~ui: , y ,por <;charle ,c!a-.:os !!'l , pies
y manos , s~ dcxt) el cncllva el)os SJJ)'OS. P ues p,pt qu
(uiercs ll1 hace para 1 vanos todos los trabajo s y sudo-
res de Clll'isto , pnes IC quieres queda en aquella misma
servich11nbe, de que l con su sangre te libo '! Cmo no
tcmbla s de solo el nombre del pecado , pues "es a Dios
hace tan csllaias cosas para destruit lo! Qu mas havia
... 1

"
H ! '1 t 1 t

'
1. ~tleo~ pi:i~.~liu: , ,fib. ym. c~p. I V,, t t t' u

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4.2 GUIA DI': PECADORES ,
q ue hacer pata rettahet a los hombres de pecar , que po-
nerseles el mismo Dios delante attavesado e n un madero?
Quin osara ofeodet a Dios si viesse el parayso y el iofiet'-
no abierto delante de 6! Pues sin.duda mayor cosa es ver
a Dios puesto en la ctnz, que todo esto. Por .donde a
quien no mueve cAta hazaia tan Grande, no s qu otra
cosa le pueda move1.

Q4PITlJLO Y ,

DJ!J. QUI!\TO TITULO , POR DO F.STJ.liOS ODLIGADOS A f. A HRTUn, QliE


llS EL llF.NF.PI~IO DE NUESTI\A JUSTIPI CACION,

Mas qu nos aprovechar el beneficio de la redemp


cion, sino se siguiera el de la justific.,cion, mediante la
q ua! se nos aplica la virtud de este sobctano beneficio?
Porque assi como no aptoyechan las medicinas, quando
no se aplican a las dolencias: aM! no aprovechata esta :e
lestial medicina, si po1 medio de este beneficio no se n o~
aplicra. .El qual oficio seilaladameote pcttenece al Espiti
t\t santci, a quien se atl'ibuye la santificacion del hombre:
potque l es el que previene al pecadot' con su misetieot
dia: y prevenido le llama, y llamado le just ifiea , y justifi-
cado le guia detechamente por las sendas de la justicia: y
assi le lleva hasta el cabo con el don de la petscverancia:
y des pues le da la coton~ de la glo1ia: potquc todos estos
beiJeficios compehende este tan grande bcnelkio, '
. ' ..
~. l.

Eu11e los qualcs el primero es el de la vocaeion ,.


just.ificacion : que e.~ qnando po Vll'l.url de este Espiritu
divino, <JIIebrad(ls !as ('a<lcnas y lazos de nuesllos pecado~,

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PARTE l>RU!l!AA. , ~-
y
~;a le el homb1-e de la tytania y subjecort del demonio:
resucita de muerte a vida y de pecador se hace justo, y
de hijo de nialdicion hijo de Dios. Lo qul en nin&uila
rnane1a se puede hacet sin especial socorro y favot di'vi'
no, co1no cla1amente lo testific el Salvador diciendo: 1
N adie puede venir a mi 1 si mi Padte 110 le trahe: dan-
do a entende1, que ni el libre alvedrio del hombre, ni
t<?do l caudal de la naturaleza hu mana basta po1 s solo
pa1a levantar a ll t;l hombre del pecado tt la pacia: sino
1
cntrevinier~ aqu el lml.zo de la potericia divina. Sob1e las
quales palabras dice Santo Thoms, que assi como la pie-
dra de su propia nattll'aleza se mueve a lo baxo, y no
puede subi1 por s a lo alto, sino hay al;lma cosa defue-
ra que ht levante: assi tambien el hombre por la corrup-
cion del pecado, quanto es de su cosecha, siempre tira.'
pa1a baxo, que es el amo1 y deseo de las cosas terrenas:
mas si se ha de lcvantat a lo alto, que es al amo y de-
seo sobrenatural de las cosas del cielo, es necesaria la ma
no y socotro del cielo. La qua! sentencia es mucho para
not.m, y aun pam liOtm: pam que pot ella conozca el
hdmb1e a s mismo, y emienda b COI'l'Upcion de su natu-
raleza , y la necesidad que tiene de pedi1 continuament e
el S'COI'ro v fa\'01' divino.
l'ucs lrnando al p1oposito, po1 esta causa no puede'
pot s el horrLe lcvanuuse del pecado a la gracia , si la
omnipotente mano de Dios no le levanta. Mas quin po:
dr explicar quotos beneficios'! Enciel'l'a eu si este beneficio.
Porqtle co'mo sea vctdd, que po1 este medio es desten'ac>
el pecado d~l anima, y el pecado cause innumerables males
en ella: qu tan ;rande ser aquel bien que todos es
tos malc:s echa fuc1a'! Y porq ue la consideracion de este
Lencficio incita mucho al ag1adecimicmo de l, y al deseo
de la virtud, declar aqu en pocas palabras los grandes
bienes que hahe consigo este bien.

1 Joauu. VI.

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~f GIJIA P,~. ~1\C'\~W!JlS, .
. '. J'qrqu{) p,l'mel'(\l}l.e,nll'} 1?01; l C>- eJ, hop191~e \'!!~t't<;ilil\~
do co~ .Di~~, , y t't(SI,itujcJo !'!11 .st.; ~Q.1 ~slt\~. ;;Potq.ll,e el pri-
rnet'<? ,.y, el tpa ygt: pe ~o~lq~ lo.s ma l~t~1 q.l,l.Ge) PI!<faclq 111P,!'lal
ha<;~ en ,un (\ll!Il.l,, .e~ ,J1aCf.1'. 4 Dios,..eQ,eQ1igp ~e ~l)a,: . ~~
qu<1h , CQqlQ s~a. in.l~ttit;. bon.~~d, conforflle. !\ ,esl(:l,j,if;!l1e ,~
~IJprrecin~rM a la 1\\ald!lsl. Y a~si di~~. 1 ~~ .P!~op1lS:Jo !
Lf.bo ~~~i#a Cf (ot/qs .los. tM obrar, u~<t(<lad, !/ d.,e~tpti
r(s;.a. .lo4 <l{e.)tft.b/({lt,,w r1t irq.: !J,. q{ vflr;(!n . dr.rrarza,d<w
rf,~ ang:re. y &'f!J.ai((!.~o. abo.I;narl_q h(f tr/ S q.rp;, E&~~ ~s <;\
IJl~YOf de ~c,do~. lp~, m.a~es del mnQI)q,.y~~ ca!J~HdQr, Uf!,LQc,lo~
elj~s 1, a~i ..c911}9 PIW, .e ~ . .coPP''I t'io,, .e;\ a~l'l!\\'t)m,. ,Oi9s, ~ , ~~
m,~yq.t de, toc)ps .)o$ qwne~ , y la .<;all$il de. , e)lps. Pues e):
e~~9 wal.!at gra.n.Q.y SQWc$ , libt:,a,~lps PQI' ,el ~ene.cio ?~ (\
ju~~ ifiQaciQll: ppt el qu~l sot}1?S ,tec;oJlci li<!do~ pm. .Dios, y,
de .ene.q.i_gQs heyhos ,an~igo&, y no .~!1 qualqi} ia; ~,gradQ ,d.t!
awi~~l\d, ~1.!Q e~ ,ll t;\9 de l.O!\ lll(l.y.ores flll~ , J?jle~e ~aV'll',
q~e es U!UQt' de padre a hijos,. Lo q1u.l. c;on. m~tcb.a tazpn'
e[lc,~ r~ce el an,H~(.I( cvangelis!a S. .Tt!a\1 Jici~mJp : 2 Jljl(j
quf! tan grmu(c es el amor que .D.eos. ' fOstiene : pues uqs
l{!vaut_r a twf.l rt. h,onr({ que nQs l~qtte?t~os hiJP.f rlrJ JJi s,
y lo setpnos. ~o se c;ont~nt qm ~l<;s!r, que
11flS. lt{:l,1
17J. f.Scmos. :l . ~ipo , <~i1~dit). !ambien., , r<tC lf'.
.fcu:sst?J~os,,
Pam que clara y 'distintamente , CQP.ociess:: la h()xr:a. 1 ' ' ) r 1

y 1 d.escopfianz.a hlllpapa 1;~ ltlr~e~~ !de .J\ ,,;r<lcja ..~tv i-


na i y que no. solo .~ra, e.Stil)}O!;~t:~.,i),e, ~QPJPPtY de .Jtlu-
lq ,,, s4Jo, , flmt1j~p ~e , opas y 5le,.I,wci)R. ,1?,\, ~~. s,1.,ta9 ,Y;t;m
9r
d~ Jn,l, ~ e$lf1~ ~p ?9iq ,Dios ,1qu~ rnn ~}tn~l~ J?if.n se-
r~, Y~.lq: e,G. gractp. c.qn ,D1qs? p~t ~s , :o!no dtc;,9n .~:)S ph!\p,~o - 1
P}W,s ,' ~RJ.A .l.liJ<\ s:,g:a es mas bu.ena ,1 t!~~C)nto rp.~p )71JI.J,~..e,
SlJ 9Wr~t:i, po(dond ilq~ella ser sun:~m~rte 'J;luen'n,
q~. <;qppaqice a)a sum~menl~ mala,, <qal C$ ser .r l .)fom-
br!f ,~bpecido ge ~ios. Y si a Pl, ~l 11u~dp, ~P ti'en~~~n
I<:~P..to..e.star en gt'(ICH\ el hombre ,co,n su seuot, con sn . pa.
di-, 'c' n su prirlci p , cm. Sll P!'~l~dp, y CP/1. sp ~~y, q ~~.~

1 Psalm. V. 2 l. Joann. III.


1 1 ,, ~

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PARTJ! l'ntlU!nA. .'o.))
ser. e;tr en e-racia con aquel sumo prncipe, y soberano
padre, y altissimo Seior, con quien comparadas todas' hrs
die-nidades y principados de la tierra assi son como sino
fuessen? La qua! gracia tanto es mayor, quaoto mas gia-
ciosamente se da: pues es cierto, que assi como antes del
beneficio de la creacion no pudo el hombre hacer cosa por
donde mereciesse el sr, pues entonces no era , assi des-
pues de cado en pecado no pudo hacer cosa merecedora
de este tan grande bien: no porque no era, sino porque
era malo y desagradable a Dios.
Otro beneficio es despues de este, librar al hombre de
);' condenacion de las penas eternas, a e ue por el pecd
estab;t obligado. Porque assi como el pecado hace al hom-
bre aborrecible a Dios, segun diximos, y nadie pueda ser
aborrecido de l sin granclissimo daio suyo, de aqu es,
que , porque los malos pecando se apartan de Dios, y le
dcspreeian , merecen, pot esto se~ ellos despreciados y de
secbados de la vista_;y de la compaia, y de la casa her~
mossisima de Dios. Y porque apartandos e de Dios amarn
desordenadamente las criaturas, es justo sean atormenta-
dos por todas ellas, y condenados a penas eternas, con
las. quales compamdas todas las de esta vida mas parecen
pintadas que verdaderas. 1 Y con estos males se juntar
aquel gusano immortal que siempre roer y despedaza1
las entraas y conciencias de los 'malos. Pues qu dir de
la .cornpaiiia de todos aquellos perversos espiritus, y ele lo
dos los condenados, y de aquella tristissima y escuissima
J'egion llena de tinieblas y confusion, donde ningun or--
den hay, 2 ninguna alegia, ningun reposo, ninguna paz;,
nin(\'un descanso, nine-uoa satisf<accion , ninguna esperan! '
za, sino eterno .llanto, eterno cruxi de dientes, eterna ra-
bia, y eternas blaspbem ias y maldiciones? Pue\f de todds
estos males tan grandes libra Dios a los que jost iflca, los
qua les des pues de Jeconciliados con l, y admitidos a su

1 lsai. L~Vl , Maac. IX.. Ecclcs'.'VII: 2 .lob. X. ' '


TOMO 1, l3

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.~ GOl A DE PJ!C.WOllES,
g,~,cj;l' estn libres ue esta ; ..a, y del c:ast ~co 'de esta
.N~llg'IIIIZ:t. 1 '
,t ,,...
Otro beneficio mas espiritual es 'la tenovacion y re-
formacio tlel IJombrc inteior, qne pq el pecado que-
l esuagado y deforq1ado. Porque el pecaclo primet-a-
mst1l.c ,despoja <d anima no solantcnted eDios, sino tlun-
bi~p de .todas las fu enas sobr qnn tlll'ttles, y de 'loda's' la~
l'iq\te~s y dones del Espritu santo : con las quales esta ba
e!l~ thcrmosead a' atmadt yenriq uecida: r siendo ptivada
de estos bienes de g acia, es lo erro hel'ida y lisip.da eh las
h_abi li~\;.,qes y dotes tic natura lcm . .llorquecomo el hotllbre
,~ . .cragwa . Jla~i q n a l, y el pecado r;ea ' obm conua t'a7..ori!
y ~et cpsa rlftll natur:tl, deswuit un coottario a ' otro con-
tr.;~io, de aqui es, que quanto mas se multiplican los pe-
cado;, taqto !l)as se csuagan las potj:!noias del anima, no
l:l!l ,s ;mi&ma~ , ,aino en las .. habilidades que' titHm pnl't1
~!na-. ! Y :y>l\~ lsts pecad os haacn el lmima mise,nble; ler\1..:
.feqpa, ~atdia y instaule para ludo lo blTCIIO, y inclinada n
{Xlo Jo 1ualo: tlaca para esis.ti a las tentaciones , y pesa-
d~. par;t :md~r pcw el capioo de los manclamlentoi divl~
~o;, J'iv<\nla Hllnbico de la, \CCI'(ladc r~. libcrtai:l y seodo
9,e,l (lft~i rit~l. ~ lrnco\la cap.{iva de l dcmorio, .dchnndd
}, c;\e r'1- caro~~ ~ de sns propios apetilOs: 2 y assi \live en
1,1u t'Yll}' mts dmo y miscwaLie cap~ivenio, que fue el Ue
ll\by~c,ma :t .9e Egypto. Y juut;uuente con cs~o entorpecen
y )J'}Cf!l,) l ~q~~. Lodos. los R~ut idos ,esphliHJalti.s de Js1 '~ni'-'
r~HPu ~le \a ~ r,nU,\1CI:U. fJ~te uioyou las .vocesy ii1spiracibnek
<\.e,DiQS 1 1fl V~tl los ffli\lldCs males q'ue les Csln aplll~j:t:'
dg.~ , pi p(lr~'~n el olo Sl!a\issimo dclas virtudes y e:ll
p.lo~ d e ~os {?.Wios, ni gnMau qun suave es ,e( Seiio1, hi
sj~llten. llil ~Qie$;, 1\( .los-bencHcios con que son provoco'-'
(\.ll,s .~l S\' Ml'\o~: }' .~pbvc todo c.-;to qt~lt;m 'In paz y a le&Pi:l'
c\e.Ja ctm~icnci<,, a p\f<~n r.l fc t' VOI' del CSJ\\tiLll , y (lexan a 1

1 .Tonnn. VJ!I. 2 psnl!iJ.. I~. r ., ,, 1/ 1 1 1 1 ',.. 1

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l'AIIt& -PilL11Bl\A. 4f1:
hom,be sucio, feo y abomiQable en el acatamiento de Dios
y de s11s Santos. . .,
Pues de todo& estos male.5 nos liha este beneficio p()l'
que uo $e contenta aquel abismo de misedcordia . con'
perdonar los pccado~1 y recibimos en su ::;-racia, sino des-
tic:ra ta mbien todos estos maJes que consigo acarre la.
~ulpa, reformando y renovando nuestq hombre inteio"
Y tssi .clll'a nuestras llagns, .lava nucstns iomund ioiasjt
ro1npc Jas ataduras de. los pecados,. sacude el yugo de los
ma!os c.lcscps, lib:!lnos de la servidn mbte y capt~verio d eJ ,
demonio, mitil)'a el furo de nueMras malas incliuaciones,
restitJ,Jycnos la ycnJadem. li1Jet'ttu1 y hel'lltOSura -del ani-
ma, vuelvcnos la paz. y alegia do la buena COL)Cencia,,
av\ya los sentidos interiotes, hacenos ligeros pal'a eL bien
t:wdos y pesados para el mal, fuetes y constantes para,
tcsisti :' las tentaciones, y con esto 11os enriquece-de bue-
nas ol.llas. Finalmente de tal manera repam nuestto hom-
l)l'e iotctiot' con .lodas sus potencias, 1 que llama eL Apos-
Lp) lqs que assi cst.n justi6cadost. rmovados Y nuevas
Crilluras. f":l qua! l'CnO\'aCon CS t,\n Gl'tUHi<', qu.equando
se haCG por el ba pi ismo, se \lama 1'1Jf]'CIUJI'(lon, y q t!nn ..
Jp J101' (a, pcplC11Ca 1iCS/li'J't!f;OII: 110 SOlO fJOI:<jUC resu-
Cfi\ !( animad~ la lllUCI'LP del pecado fl i:L vida OC G!'aGa:
2 .sino porque tambi~n ~.qli\a ,e!1 su manca la hermos.u ra
de lt i'CRUITCC<Cion ;ldveoidCI'a; Lo qua! es en tanto aacl~ ,
ve~d:ul, que nin~uoa lengua basta pata declarat la brrmo-
suta de una :mimajustilicada, sino solo aquel espritu divi-
no uuc la h<:I'OlQSea, y hace leinplo y morada suya. Por 9on-
de i quisictemos comp:uar todas las :riqu<Yt.as de la li~:n 1
tQqls lashomasdell?lundo,todls lasr,Tacias naw,ales, y lo-,
daA~as _yirtqdes a<:quL~i tas~ con la hcmos1 1n y. riqueza _qe.
es_ta1 anillFh l9tl.a~ parecpto escnrissin'l;'!$ )1 viti.~simas il
p1:escncia 4c elb. Por4Be la. v~ntaja .que h:l~t(l,Q~,Gielo . l~
t_ietTa,, y el csp.iritu a-I c~terpo, ~ . ).a ,c lcrn.id:ul ,.a l .Lie~P,p,

1 Galat. VI.1 2 1 'fjt. m, , . 1

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1.8 1:101,< Uf. PEC.\ DORES,
esa hace la vida de gracia la vida de natmaleza, y la
hermosura del anima la hermosura del cuerpo, y las ri-
quezas inte1iores las cxteriores, y la fortalcza espititual
]u natural. Ca todas estas cosas son limitadas y tempora-
les, y hermosas { solo los ojos corporalcs: lXll'a las quales
basta el concurso creneral de Dios: mas para estotra es me-
11estet concurso especial y sobrenatural: y no se pueden
llamar temporales, pues nos llevan la eternidad; ni tam-
poco del todo finitas, pues son merecedoras de Dios, en
cuyos OJOS son tan preciosas y de tanto valor, que lo enn.
moran de su hermosura.
Y pudiendo Dios obrar todas estas cosas con sola su
assistencia y voltmtad, no quiso sino adornar el anima con
todas las virtudes infusas y siete dnes del Espritu san-
to, con los qua les no solo la essencia del anima, pero to-
das sus potencias quedan vestidas y ataviadas con todos
estos habitos celestiales.
Y sobre todos estos beneficios aiadc otro aquella in-
finita bondad y largueza, que es la prcscncia y assistencia
del Espirilll santo, y de toda la saotissima Tritiidad, que
desciende morat en el anima del jnstif\cado, 1 para en-
seilal'le y 1usar de toda esta hacienda, como hace' el buen
padre, que no contento con c..lar su hacicnua su hijo, da-
le tambien un tutor y gobernador, pata que le sepa ad-
ministrar. De manera que assi como en el anima del que
est en pecado, moran Yivoras, dragones y serpientes, qne
es la muchedumbre de los espritus malignos que en ella
hacen su habitacion, cmo dice el Salvador por 2 S. 1\Iat-
ho, assi por el contrario en ~1 auiru:t del justificad~ en-
tra el Espritu santo, y roda la santissimil Ttio'idad: y dM-
tel'!'ados Lodos estos monstruos y frers infernales, h
all su templo y su habitacion, como exptesamente lo tes-
tific el Salvador 3 dicienilo: Si alguuo me ama, guar-
dar m'is mandami'entos: !/ m padre le amar, !/ d e'(

1 Joann. XIV, 2 l\fatth. Xll.I.,uce XI. 3 Ioann, supr,

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PAR'fF. PIU~I'EkA, 49
vendremos, y en'i!l haremos 11ucst r a 111oradn. Pot virtud'
de las qua\es palab1:as conf\essan todos los Doctores san
tos juntamente con los escolasticos, que el Espritu santQ
poi una especial ma nera mora en el a nima del justifica.
do, llaciepdo distirlcio.tt chlle el Espil'itu Santo y sus do
nes: y confessando qn'e no solo se dan ' los tales los do
nes del Espritu sa~to, sino ta mbien el mismo Espritu_
santo. El qual enttando en la tal anima, la hace te mplo y
morada suya: y para esto l mismo la limpi~ y santifi~
y adorna con sus dones, pua que sea mo1ada dirna de tl
huesped.
~ todos estos l>eoeficios se aiiade otl'o ~latav illosg, que
c.~ hacerse todos los justincaclos miembros vivos de ~tisto,
los qua les' antes etan micmbtos mu tos ciue no' reciban
sus influencias. De dncle nacen ottas granes y nuevas
preroptivas y excelencias: porque deaqui procede, que el
mismo hijo de Dios los ama como sus miemutos, y mi-
m por ellos como po sus miembtos, y tiene solicito cui-
dado de ellos como ele sus propios miembros, in~u ye en
ellos cominuamente su virtud como caber.a en sus miem-
ht'Ob: finalmente el 'Fad1c eterno los mim con amorosos
~jos, porque \os mi1a 'como miembros vivos de su tnigc-
nit.O Hijo, u'nids 'inc01porados con l pot la participa-
cion oc su Espritu: y assi sus obtas le son apndabl!-!5 y
meitorias, por SCl' obas de micmbros vivos de su hijo, el
cual ob1a en ellos todo lo bueno. De In qual dirrnidad
woccdc, que quando los tales piden metcedes Dios, las
pic.len con mn~ CTande conBar.zJ, porque entienden, qt!C
no piden tanLO paa si, cuanto pata. el !ltismo hijo de Dios,,
' ., '\!

q~e en ellos y con ellos es honrado. Porque como sn ve-


cliid 'que el bie~ que se hace los miembro$, se ltal~e _la
cabeza: teniendo ellos Clwisto por cabeza, entienden que
pidiendo pata s~ piden para ella. Porque si es ve1dad, co-
mo el Apostol dice, l q ue los que pecan conua los miem.

'
1 1. Corinth. VI.

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S2 GUIA DE l>JlCADOI\Il~,
uos tambien qe!lpues de entrados a andar por los cami-
nos de ella, hasta llevarnos sal vos y seguros por todas las
ondas de este mar tempestuoso al puerto de la salud. Por-
que en!Jando mediante el beneficio susodicho en el ani-
ura del justificado, no est{t all ocioso: potque no se coH-
~enta con homar la .tal anima con su presencia, sino tam-
bien h1 santifica con su virtud; obraodo en ella y con ella
todo lo .que conviene para su ~alud, Y assi .est all como
padre , de f(\!nilia en su casa, gobemal)dola; y como maes-
tro, en su escuela, enseiandoh\; y como hortela~10 en su
huerta, cultivandola; y como r:'y en su proprio reyno, ,ri-
giendolo; y fi,n~lm,ente como el anima en su c4erpo, dan-
dole vida, sent.ido y movimiento: aunque .no como fol'ma
en matetia, sino .como padre de, familia en su casa. Pues
qu cosa mas rica, n i mas pam d,escm, que tener dentro
de s tal huesped, tal gobemad01, tal guia, tal compaia,
tal t utor y ayudador? El q ual como sen todas las cosas,
todo lo obra. en las animas donde mora. Porque .et prime-
ramente como fuego alumbra nucsuo eqtcndjpJieoto, n-
tlamil. nucstt,a voluntad, y nos levant~ de la tierrn al cie-
lo. ~1 oltos cor,\O paloma nos hace spnci\l<;>s,.nlansos, tm-
tab)es, :y ~m\gos ,unqs de otros. El tambien como nube nos
defl~nde de los ardpre? de nueslta car ne, y terp pla el fer-
vor de nuestras. p~ssiones: y l finalmente como,yiento ve-
hementissimo mueve y inclina nuesua voluntad a todo
lo bueno, y apar tala y desa6cionala de todo lo malo. De
donde vienen los justificados a aborrecct tanto los vicios
q ue antes amaban, y a amar tanto las virtudes que antes
aborreca~, como clarameote lo reptescnta .en su persona
el santo Rey David: el qual en nna pattc 1 dice, que abar
recia y jlbomiolba toda. mal<!a,d: y en otta dice, que ama-
ba Y. se deleytaba en la ley de Pios, . como en ~odas ; las ri ~
qll~,z~~. del mundq. Y la causa de esto ,e m, porque el Es~
piritu santo, como buena maclte, le havia puesto azibar

1 Psahn. cxvnt. l
,
'

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P-\l!JE 1'1\Uilli!A. ; 53
en los pechos del mundo, y miel suavissiooa .e n los man-
tl:unientos de Dios.
En lo qua! parece claro, como todos nuestJos bienes y
todo nuestro apro\ecbamiento se deben .a este espiri.lu di~
vino~ de tal manera .que si nos apartamos d~\ mal, por l
nos a parta mos; y si hacemos bien, por . l lo hacemos. y s,i
p~s.ever.mos en l, p01 l perseveramos; y si nos da,.n g~
lardon pot este bien, l mismo es el que lo da. Po. ~.Qde
s.e ve daro {o que dice.t S. Agustn: q~e cuando Pio.s. p~,
ga nuestos serviciQs, gal,.rdona s.us bene.6cios: y a~s,i .PQl'
una gracia nos da ou-a gracia, y pot una merced ,Qlt:;,L
merced. msanto Patriarca Joseph 2 110 &e ct)Otenl~ cpn
dar a sus hermanos el trigo que venan a comprar ea
Egypto: pero mand tambien que a la boca de los cosJa,..
tes, en que lo llevaban, les pusiessen el dine1o que u-aan
para comprarlo: y lo mismo hace en su manera con los
suyos este Se.o, pot<)ue ~l les da }a vida etema, y taro-
bien la gracia, y la buena vida con que se compra. Coo .
forme . Jo qual dice muy b~en Eusebio l~.misseno: Qui fd.f.o
colur, .ul 111.iscrcatun ja11t miscrlu5 t:st, ut colcrcltf_?~
cuienc uecir: E l que es servido y V('JI,CI'Od.o, ~~1'9,/l,C ).lSC
con 1wsot ro.r de su misericordia, ya us de ?nis(Jri.co~d{f11
rucwdo ~~os tlit que asi ~e rvicsscJnos y vc.ncrasscnos.
Ponea pues .e~ poml;>,l'e Jqs ojo~ en su vida, 'Y mire,, cor
mo dice rstc mismo Docto, quaotos bienes ha h,ec~O::i'Y
de qllautos males, de cuantos eng<\i'ios, de cuantos aduft~:
J'ios, de quaotos robos, de (t,lantos sacriiCIJlOS .el Seiio_r le
ha lib1ado; y por aguj ver quauto le debe po;- todt;> esto.
t>ol'que, como dice a S. A.gustin, no es meno1 misericordia
haver preycoido l estos mnies pat-a .que no los hici~
.que p~rd onnrselos desptu'..s de, hechos, sino. mucho m_!lY,Or.
Y assi dice l escribiendo a l!Oa virgen: Todos /.os, peCfl"
l,fos ha de lu.zcet .cue,n/,(l e.l .l.wnbr(;ue le p erdo7J.,(e.l 9ue

-1 f.jl. 1. Con(cs. cap, ~* ~ Genes. XLII. S Lib. 11. Con-


fes . cap. VIl .
roMo 1. 14

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5~ GUIA DB 'PBCJ.OOl\I!S,
le dit gracia para que 110 lo~ cometiesse: y por tauto
no qu ie1as amar poco, como si te pcn.lon1':1.n poco: mas
ame... ama mucho, porque te fue dado mucho. Ca si ama
mucho aquel a quien fue concedido que no pagasse: quan-
to mas debe 11mar aquel a quien fue dado que posseyesse?
Porque quien quiera que dende el pincipio de su vida
pesevc casto, por l es l'egido: y q uien deshon~sto se hi-
zo honesto, por el es coregido: y quien hasta el fin per-
manece deshonesto, por l es justamente desamparado. Pues
siendo esto assi, qu esta, sino que con el propheta di-
gamos: 1 Sea lleua, Seiior, 111i boca de alabanza, para
que cante tu gloria todo el diaP Sol)l'e hls qualcs pala-
bras dice el mismo S. Agustn; Qu cosa es l odo el diaP
Perpetuamente y sin cessar. Jt las prosperidades os
alabar, SC17or, p orque 111e consola$ y ell las adversi-
dades, p orque me casti'gais. A11les ruc jitesse, porque
me hicisteis, !/ despues que so!f, porque me distes ~er.
Quando pequ, porque me perdonasles: quando mevol-
vi a vos, porque me a!Judnstes: !/ ruandrJ perseveJ e' ha.<-
/ a el fin de la vida, porque 11/e coronustes. Por eslo
serd mi boca llena de alabama, !J c(ln/are' vuestra glo-
ria lodo el dia.
Aqu se ofreeia materia para t rata d(l beneficio de
los Sacrame ntos (que son los instnuncnlos de nuestra jus-
tificacion) y seiialadamente, del santo Daptismo, y de la
lumbre de fe y gracia que con l se nos di. l\las p01que
de esta mate1ia lratamos en Oti"OS 2 lugares, al p1"CSente
no dir mas: aunque no se puede C."lll:u a q uella Gacia de
t;racias, y sacramento de sacramentos, por el q uaJ q uiso
Dios morar en la tierra con los ho mbres, y arseles cada
da en mantenimiento y en remedio. Una vez fue of1ecido
en sacrificio por nosotros en la crur., m a~ aqu i cada <.1 ia
se ofrece en el altar por nuestros pecad os Cada vez, 3

1 Psalm. LXX. 2 11. part del Memorial. 3 Luc. XXll.


1. Corinth. X l.

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PAhTE PRIMERA. 55
dice l, que esto hicieredes, haced{o e11 memot ia de m.
O memorial de salud ! sacrifiio singula, hostia ag-ada-
ble, pan de vida, mantenimiento suave, manjat de reyes,
y man que en s contiene toda suavidad, Quin te po-
dr cumplidamente alabat? quin dignamente recibir?
quin con debido acatamiento venear? 1 Desfallece mi
anima pensando en ti: no pue<.le mi lengua hablar de t,
n i puedo quanto deseo engandecct tuR maravillas.
Y si e:;te beneficio cone~Jieta el Seii01 solos inno-
centes y limpios, aun fueta daJiva inestimable; mas qu'
dir, que po el mismo caso que se quiso comunica
estos, se ohlir; passa pot las manos de muchos malos
ministos, cuyas animas son motadas de Sathanas, cuyos
cuerpos son vasos de <"OITupcion, cuya vida se gasta en
torpezas y vicios? Y con todo esto por visitar y consolar
sus a migos, consiente ser tt-atado de estos, y tratado con
sus manos sucias y recibido en sus bocas sartile~as, y se-
pultado en sus cuepos hediondos. Una sola vez fue vendi-
do s~1 cuerpo; ma!l millares de veces .Jo es en este sacra-
mento: una ven fue escamecido y menospreciado en su
passion ; mas mil veces lo es de los malos en la mesa del
altar: una vez se vi puesto entre dos ladrones, y mil ve-
ces se ve aqui envuelto en manos de pecauoes.
Pues con qu podrtmos setvil un Sciior, que pm
tantas vias y maneras ptetcnde nuest ro bien? q u le da-
en1os po este tan admimble mantenimiento? Si los cria
Jos sir"en sus amos, porq ue les den de come, ~i los
hombres de cnc1'1'a se meten por hierro y por fuego pm
esta misma causa: qu deberemos al Seiio por este pasto
celestial? Y s i tanto acradecimirnto proia Dios en la ley
por :~qnl-'1 mant 2 que envi de lo alto, que era manjar
cotT uptible, qu pedir por este manjat q ue no solo es
incortuptible, sino que tambien hace incor1uptibles los
que di8 namente lo reciben? Y si el mismo hijo de Dios

1 !pient. X VI. l'eah11. CXVlll. S Exotl. XVI.

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~6 GUIA ))E PECADQt(llS,
da gracias en el (.Evangelio su padre pOI\ una comida
de pan de cebada: (,qu gtcias deben los. hombres dar
pot este pan de vida? Si tanto debemos pr el manteni-
miento con que se sustenta el sr, qunto nnas por aquel
~orr qll'e se conserva el buen sr? Porque noafabamos el
eacballo 'p or caballo, sino pot buen caballo: rli al vino por.
vino, sino pOI' excelcni.e Vit10: ni al . hombre por hombre,
sino por buen hombre: Pues si tanto. debes al que te hizo
hombre,. qunto le debers, porque te hizo buen hom-
orei' ' S tanto' por Jos: bienes <Jel cuetpo; qooto pot' 'los
bienes, del anima? si ranto~ pot los bienes de naturaleza;
qnto por los bienes de gracia? Finalmente si tanto le
debes, porque .te hizo hijo de Adan, qumo mas te de-
bers; porque te hizo hijo de Dios? 2 Poes es cierLO, co-
mo dice Eusebio Emisseno, q'ue mucho mejor es el dia
en que. nacemos. para la eternidad, que aquel. en que na-
cemos para los peligros del mundo.
Cata aqui pues, 11ermano, otro nuevo ritulo, que es
otra nueva catlena: la qua! jntamente con las passadas
prende tu corazou, y t<Y oHliga. mas \ ht virtud y al servi-
ciG de .este Seor. ' , .. , ' .1 .. !
. ! ,. :
J J o ,\l.

j CAPITULO . V. 1

' 1 f

DEL SEXTO TITUI\Q, . P.~l\ ,DOSDE ~ST143105 .i?III.IGADOS U VIRTUD,


QUE ES EL J)ENEFICIO INESTIMA'llLE DE LA tliVJNA l'llllDilSTil\ACIOI'!.
,! ~ '

.
-L A toqos
"
e~ tos Qe.neflcigs s~. aade el . ~e la cleccio,o 1
q.u e.~ de,.solo:;,
aq)lellos, que Dio~ ab ,cetct:no escpgi p.\-
J~a)a, vida pepqurab-le,,P,o r .el ,q\!~,1 be9,efi.cio. ~l AnmtP.I.e)~
gracja~ Cf\ ,qombr~ . ~!lYP: Y. de to.do~ los e~cogidq~ ,es~Iibien;

1 loann. VI. 2 Joanrf: l. J! ...

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l'ART E PRl lllllRA. 5.{
do los de Epheso por est.aspalabJas: 1 Bendito sea Diosi
Padre de.nucstro Scilor ./esuCI11'isto, el qualuos bent/ix_o
co11 todiJ genero de bettd:ioncs espirituales p or Chrfo,
assi como por l nos cscogti antes de la creacion del
mundo, paNI que .filessen"to'S sa11tds y timfR'os en sus ojtl$
divinas: IJ nos predestilu por lujos SttiJOS adoptivos por
Jesu-Christo su hijo. Este mismo beneficio eng1amlece el
propheta cal, quando dice: 2 Bienaventurado, Seilor
atuet qlle t esCIJffl'sle y tumastc para ll: porque es/e
tal morar con lu~ CJ'cugiclos en tu casa. Este poes con
mucha razort se puede llamar beneficio de beneficios, )' gra-
cia de gtacias. Es gracia de ff1'3Casi porque se Ja ante lO
do merecimiento pot sola la infinita bondad y latgueza de
Dios: el qua\ no haciendo iojlll'ia {t nadie, antes dando .
cada uno suficiente ayuda p:ml. su salvacon, extiende pa-
m con otros la inmensidad de su m i~ericordia como Iibe-
ralissimo y absol11to seilor de su hac.ieuJa.
Es otros beneficio de beneficios, ne solo porque es eL
mayor. de los beneficios, sino p01q ue es el causador. de ii1
dos los ottos. Poquc dcspues de escogido Cll hombre :para
ta gloria po medio de este beneficio , luego le p1vvee el
Seior de todos los otros beneficios y. medios que se J;equi"-
ren pata consc~uil'ia, como l mismo lo testific por un
propbeta diciendo: 3 Yo te tt111d con pr:rpctna cal'l'dad,
!/ por eso te tra:r:e ml: conviene sabet, llamandote m i
gracia para que pot ella alcanzasses mi r;lol'ia. Pei'O mas
claramente sicrnifie<) eslo el AposlOI, q11ando dixo: 4 Los
tue e! S etlor predesl im para que jitessen conformes d .{a
imagen de s11 lujo (el cual es primogenilo entre muchos
herUJauos) esL o~ ltlllm: y d los rac lta11u, j ast(ficd: !}
los que just(lic, ./inalme11tc glor(jict. La tazon de esta
es, porque como Dios disponga todas las cosas 5 ordenada
y suavemenle, despliCS que tiene f>Ol' IJiell CSC<>ffer UOO

1 Erhcs. l. 2 Psalm. LXlV. 3 Uicr. XXXI. ! 1\om. Vl11.


5 S3p. Vllll , IV.

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118 GCI A Dll rF.CADO illlS,
para su rrl01ia, por csta gracia le hace otras mucha s g ra-
cias, porqu e por esto le provee de todo lo que para con-
seguir esta primer a gacia se requie re. De maner a que as~i
como el padre q ne n a un hijo para clcJirro, letrado ,
dende nio le comie ma ocupu en cosas de iglesia, en
exercic ios ele letras, y todos los passos de su vida end<'J'C
za este fin, assi tamiJien despue s que aquel eterno Pa-
dre esco;-e un hombr e para su crloria, la qua\ nos lleva
el CalllilO de la justicia, siempr e prOCUI'a {l"lliatlo pOI' este
camin o, pam que assi alcanzc el fin determ inado.
Pues por este tan grande y tan antigu o benefic io de-
ben dar eracia s al Sciior los que en si recono cieren sciia-
les de l. Porque dado caso q ue este scctcto est encub ier-
toa los ojos de los hombr es, todav a como hay S('iiales de
la justificaeion, las hay taml.Jien de la d ivina lcccion. Y
assi como entre aq uellas la princip al es la emien da de la
vida: assi entre estas lo es la perseverancia cn la buena
vida. 1 Porqu e el qne ha muchos ai1os que vive en temo
de Dios, y con solcito cuidad o c.le hui r todo pecado mor -
tal, piados amente pnC>de crecr , que, como dice 2 el A pos
toi, le guard ani Dios hast:~ el 6n sin pecado paaa el da tic
su venida, y acabartl en l lo que comen z.
Vcn.lad es, que no pqa esto se tlehe nadie tcne1 por se-
guro: pues vemos que aquel tan (pa n sabio Salom an, 3
despue s de htver tanto tiem po bien vivido, al fin de la
vida fue enaiiado. Pero estas son excepciones particu la-
J'CS de la coswrul.Jrc ;-eneral, que es la que el
Apostol di-
ce, y la que el mismo Salom an. en su:i 4 Prover bios en -
se dicien do: P1overbio es, que el 11tancebo no desam -
parar a en la vejez. el camino r11e sr'gait en la mocr.dar/.
De manera que si fue virllloso siendo n.ozo, tambic n lo
ser quand o viejo. Pue9 con estas y con otaas semt;ja n tes
conjclu1as que los Sanlos escribe n, puede uno humil mcn-
le presm ir de la infinita l.Jondad de Dios, que le tendr

1 Nola una sciial do predcslinacion. 2 J. Corinlh. J. :l Hl


lleg. XI. 1 J. Corinlh. J. Prov. XXll.

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1'.\RTI! l'lllMI!RA. 5!)
puesto en el numero <.le sus escogiuos. Y assi como espe.-a
en la misericOJuia ue este Seior que se ha <.le salvar: assi
pueue humilmente presumir, que es del numero de los
que se han de salvar, pues lo uno presn>one lo otro.
Siendo esto assi, qun obligado estar el hom'b,e a
ser vi a Dios po un tan 6'rande benf>ficio, como es estar
cscripto en aquel libro, de 1ue el Stior dixo 1 a sus
Apostoles: No os alegreto, porque los e.,p/ritus malos os
obeduen, s!i'o alegraos, porrue vuerl ros nombres estn
escripto.r en los ciclos? Pues qu tan grande beneficio es
ser amado y escogiJo ab a:tenw, dende que Dios es Dios,
y est1 aposentauo en sJ pecho amoroso dende los aios de
la ctcnidad, y se csco;ido por hijo adopti vo de Dios,
quando fue engendrado d hijo natural de Dios entre los
resplandores de los Santos, 2 que en el entendimiento di-
,ino estaban presentes\)
Mira pues atentamente todas las circunstancias de esta
eleccion y vers como caua una de ellas po1 s es un
e-anc beneficio y una nueva obligacion. Mira qun digno
es el electo que te escogi, que es el mismo Dios infini-
tamente rico y biena,enturado, y que ni de t, ni de na-
die tenia nccessidad..Mira qu<n mdiB'no por s era el elec-
to, que es una criatura miserable y mortal, sujeta a todas
las pol)l'ezas, enfermedades y misei<1s de esta vida, y obli-
gada a las penas ete1nas de la oua por su culpa. Mira
qun alta es la eleccion; pues fuiste elegido paa un 6n
tan soberano, que no puede se otro mayor, que es para
St:'l' hijo de D;os heredero de SU rcyno, y particioOei'O .d
su gloria. Mia tambien quan eTaciosa fue esta eleccioo,
pues fue, como diximos, ante todo me1ecimiento por solo
el beneplacito de la divina voluntad, y como el Apostol 3
dice, pam gloria y alabanza de la immensa liberaliuad de
Hios y de su gracia. P01que quanto es d beneficio mas
gracioso, anto dexa al homb1e mas obligado. Mira otros la

1 Lue. X. 2 Psahn . GX. 3 E[hes. l.

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.60 GUIA Dll PECADORES,
amiguedad ele esta eleccioo: pues no comenz con ef mun.-
do, antes .es mas antigua .q ue el mundo: pues cotTe a la
parrja con Dios, el qua! assi como es ab a;temo, assi ab
retento am sus escogidos., y dende entonces los tuvo y
tiene .delante, y los mira con ojos patemales y amorosos,
-estando siempt e determinado de hac.edcs un tan grande
bien. illi.-a otros la singularidad de esta metced: pues en-
, .r c tanta inf.iniuad tle barbaras naCl.ones y d~ condenados,
quiso l que te cupiesse a t el\la suerte tan dichosa en el
uumeto c:.lc los e;eogiclos: y assi te apat>t y entrasac de
;tqpella mass.a daiiada del gen.er.o humatlO por el pe~ado,
e hizo pan cle Ane-etes 1o que era 1evaduta de cotTupcion.
,En esta circunstancia hay poco que se deba escrjbit. pc-
to mucho q~e se pu.eda sent ir y considetm, para saber
.agrade.c er al SeiiiJI' Ja sin~uiardad de;e.'ll.e beneficio, tanto
mayor, quanto es menot e1 nl)mero .d e lo escogidos. y
mayot el de los petdidos, que, como dice 1 Saloman, es
nfinito. Y s nada de es.lo le moviere, muevate a lo menos
la graacleza de las expensas, que este soberano electo de-
-tetmio hact!t' .en .esta demaoda, que fue ga;tat ell .e lla la
l'ida y sangre W. su uojeeoito h\jo; el qual ab r.etemo dc-
{etmin enviat ai muad0 .para .q~a.e .fuesse el execl\tOJ' de
~st.a divina determinac.ion. .
Pues siendo esto ttssi, qu tiempo bastad paJ'a pensar
~antas miseticordias? qu lengua pra maoifest.adas? qu
.corazon ~ para sentidas? qu setvicios p.ara -paearla,s?- con
.quamot tespooder eJ .ho.mbt.e .a .est.e amot eteinode
D.ios? .quin a~uar.lar a amar en la ,v~jcz U .aquel que la
am dentle b et.emidad? Quio .trocat: este ,amjgo . pOJ!
.Qtro qualq.uiet' :amigo? Porque s .en la 2 es.cniptm,q li vi~
na es tao pt~eciado el .amigo anti~uo,. qu:nto, D',l\S lo se~
el eterno? Y si.po ;O.tl!lgttn amjgo. nl,l.ev.o .Sf!;,dehe -t:t:c;>c,acr et
viejo, quien ;trocar la possessi9n ~ ~ta6ia fle esle)'lmadot
:l:an .anqguo .pot todos los ..mi&'<.!S del .mt,idoi' ')( .si la pos-

:1. Eccles. J. 2 E!!cl.cs. 1.~ Prov. xxvn.

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PI'I'E 1'1\IMJ!R,\. 61
ScsrtY del 'tiirl(fO immeniJ'<tl da lderccho a quien no lo
t1n!!; j'qt"i h'1'~~ la de l'a e~enitlad' a quicr1 ros 'ticlle'rpos-
sdifds pr l~uJo 'de esta amistad, pa1a fJUe' assi nos ten-
gamos po suyos? 1

Pues seeu!'l esto qu bienes hay cu el mundo que Stl


dtWan' ttoo.\1' '>'01' este' bien? y q males, qlie no s ile-
bttn phdccc ai~J'ClllCJ) t e por l? Qu hombre IJ:wtia (ari
desalmado, ciue si supiese po t-evelacioo de Dios de i.ui
[16l.ue 'm cn~lirro que pnssn' pot la callt' , que estaba assi
)\cUllt1rttld, 1' qti'C rlo besasl\e la tierin qtie l hhllasse?
qb6 no fuesse r:!npos de l, 'y 1p1csto dc1 todillas no le
tli'e5se mil bendiciones, v le dixessc: O dichoso tt'l! o bien-
u~cntlilado t(,! J Es ' po:isible que tu seas de aquel feliis-
1
!i\no hlu1cto Cle los estbidosi' es possiblc IJ.'-~'e r ha.Yas
1
ele ve Dios en su misma hct' mosra? w has de sc1 cou1~
paiiero y hemJano de todos los escogidos? t has de estr
cutre los coros de los AnGeles? ltJ has de {l'o;:ar de aque-
lla musica celestiali' t Has de ~cyt)i en los :iglos de los
sirrlos? ti Itas de ver la cara resplandeciente de Cltristo y
d,e_ ~u smti~jma madre? ,i O bienaventur~d~ ~1 _dia en q,IJ~
na:rste, ,.y. mucho . n~r1s aqJcl en que .momas, pu~~ crtou,
ces pua sicmpe vi\'irs ! bienaventurado el pan que co-
mes, y la tica que huellas: pues tiene sobe s un tan
incompar able tltc.~oo, y mucho mas bienaven turados los
u-abajos cue padeces, y las menuas que sufres, IJmcs esas
te n.l>ieh ~a m\0'ptwa c\,t!cscauso de la eternidad. Porqun~
cto"nuiJlad' havr<' tan ll'istc? qu tibulacion tan ffl\,ve, 1
cue 'bo'Sl' deshaga con lii prendas de esta esperan1.ai
' Con Ct\tos ojos mes mira\iamos un prcclestnado, si co-
tYtiCiessedws 1<~tc 'l-0' 1 es. 1 P!11(tle si qu:~ndo passa nn ptn~
t:i~'h~h!th~~ d e \ u\ c-tao 1-cyno jJC}I' la cu llf', .salerl tocJos
a n\.irlu ultua\illautlosc de la suerte t:~n dichosa , segun
el jl'lltid dH mtrrdo; <fue a MJllcl mow le cupo naciendo
11
j '/J,1} 1 fo# 1 1 ' ' ' 1 I'J ,._

i Asi lo ltiio S. Antonio tic Padua con un escribano, que dcspues


rui'llarlyr. Ilolland: ad dicm xm. Jun. l
roAio t. 15

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62 Gt;IA DE rEC,\UOliES ,
hea-edero de un gaande reyn: q unto mas sera para wa-
ravillaa esta tan dichosa suerte, que es nacer Uf! hombre
ante todo merecimiento, escogido, no para ser Rey tem-
poral de la tierra, sino para reynaa eternalmc nte en el
cieloi'
Por aqu pues podrs vea, I.Jennauo, la oblipcio n. qu11
tien~n los escogidos al Seior por este tan rrrande beneficio
del qual ninguno se deiJe tener poa excluido, si quiere
hncca lo que es de su parte: antes cada anu trabaje, co-
mo 1 dice Sau Pedro, por hacer cierta su dcccion cu(l-
buenas obras. Porque sabemos cierto que el que las hi-
ciere, se salvaa: y sabemos tambien que el favor y gracia
divina nadie falt jamas, ni faltat. Y con la firmeza de
cst1s dos verdades cominuem os las ol.ll'as: y :lssi seremos
de este mHncao 1\lll glorioso.

CAX'tTULO VII.
o '

DEL ~ BPTlMO 'liTCl.O , 1'011 OU:O.OE EL IIUllllltE ES'r A OIILIGAUO A LA


VIIITt:D 1 l'Oit llo\7.0~ OE J,,\ l'IIDIEIIA IIE SI'S QUA TilO l'OSTIII:IIERIA S,
QUR llS I,A ~I U t:II'CI!.

Qualquie ra J e toJos e"tos titulos susoJicho s era l.Hts


taute , par:a que el hombre se empleasse .todo eu el ser vi, 1
cio de un Seiio1, a quien pot' tantas y tan {)TanJes nzoucs
est obligado J\las porque la mayo parte de los hombres
mas se mueve por el interesse de la rranancia, que por obli-
gacion .de justi..:ia: po1 U\uto aiadi1enJOs a lo .d icho 103
ptovechos grandes qne J c presentc y de futu~o se prome-
ten a la virtuJ: y primcro los dos ma.yores entre todos,
q ue es la gloria que por ella se da, y la pena qne por ella
se excusa. Estos son los do,; principale s remos d e esta nave

i 11. Petr. l.

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I'Ail'J'j l'lliJIEIU. 63
gacion, y las dos ptincipa les espuelas cou que se anda este
camino. Pot la qua( causa el bienaventtll'ado S. Ftancis-
co en su tegla, y nuestto padre Santo Domingo en la su-
Yil, ambos con un mismo espilitu, y con unas mismas
palabt:as mandan a sus )J'edicadores,, que no ptcdiquen mas
qnc vicios y virtudes, pena y gloria: lo uno pwa ensear-
nos a bien vivir y lo otto para inclinal'llos al deseo de bien
vivir. Sentencia es ouos comun de philosophos, 1 que las
dos pesas con que se mueve otdenadamente el relox de la
vida humana, son castigo y galatdoo. Porque es lan gran-
de nuestra miseria, que nadie quiere la virtud desnuda,
sino viene o apremiada con castigo o ocompaada con
pt'OVCCho. Y porque nin{l'l111 casi{l'O ni galarcJon puede.ser
maym que pena y glmin pam siempre, pot e.~o tralateinos
aq'u i de estas dos cosas: a las qua les aiiadirernos otms dos
q ue pcceden a estas, que son la muerte y el juicio
u tlivetsal, potque cada cosa de estas bien considetada sir-
ve mucho pam ama h\ virlutl, y ahortecctel \'icio, segun
aq ncllo del Sabio que dice : 2 /lcw:rdatc de tus pustri
mcrias, .'/ nunca jamas pt!cnrs. Potlas qua les postrime-
ras entiende estas quatro que aqui havemos nombrado,
de qnc al presente paa nuest ro pi'Oposito nos conviene
ttatar.

~- T.

Comenzando pues por la primeta, que es la muerte,


est'a es tanto mas poderosa pat:t rnovetnos, quanto es mas
cielta, ntS'quot.idiana y mas familiar. l\'Jaymmente si consi-
cletatnos e l juicio part ict tlar qne en ella ha de ha ve de nu~
tJ'II vida, 'el qual no se ha de ahrtar en el universal: por~
qtc lo que entonces fuere de nosotos, eso sc: para siem-
pt<".' Mas qmn estecho haya de ser rstc juicio, y la cuen-

Cice.o lib. le Finihns honotum cl.c. nntlorum. :! 'Ecclcs. VIl.

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64 GUlA D:S P~CApO.Il,ES ,
La que en ,l se ha de pedir., no quiero yo q ue lo ~J.:C<)s.~
m, sino a una h~t ol'ia que S. J_~Jan ClitUaco 1.to.ru.o tes ..
tigo de:. vista rcflcrc: quo sin d,uda ~ 1,1,oa 'de Jas Jlla$ teme-
rosas que yo he leido. EscriLc. p.~;~ es ,l: . Qe.'er ut~ ,.cier;
" to 1tQI}<l$1erio de s u . l icn1po ba vi a 1111, ll)O.IJifff, dG~t!itlq~!.q
"en su vi<.! a, el ~u al llegando a .p~,~nt o . d~ ptPC)'l..C , fue .aJ;-
P rebatado en cspiri~n por un e ra udc C$J>;lrio, ~oo~c yic, el
rigot y ~cveridad espantosa de este parti~ulat jui.ci9., Y
como dl'HJIICi' fH)t' especial djpcnsaciou .d e Dios alc;J1-
7..asse espacio ele penitencia, rog a todo11 los mongcs q_ue
ptescotes e!-la.l~'\mos, qte nos s.1 lics~cmos dr. su celda : ~-
cerrand-o l la, puerta a piedra ~ lodo , qnc<Jy:;,e dcn~ro
hasta c:J dja que mmi1'1 ,. qne f:ne por c:~nacio., !)~ do~e
aios, sm salir jamas de alli , ni habla1 . pala,lHaa n~qic;
o comer otta cosa todo .aquel Li:mpo ~ino ~ol o 1 pa.u . ~
ag~H'I . Y asseotadQ. en ,sn celda esta~a como pJ.orito, J\c-
volvendo ..en su coraJ.oo lo q ue havia visto ,en aquel ar-
tebata.miento. Y tenia tan Gxo el pensanicnto ea ello,
que assi tambico tenia el osuo fh:o en un h'G~', si11 )'?1-
verlo a nua pmtc oi a otra, dcrra ll)ando a )a. ~q ntJl,Ua
u lllllY fe,viCJ.11es l:{l'timas, ~as q~ta lcs C9J')'iau . !1ilo a l\il.o
pot sus o.)es. Y lla::nda. !;1 hora dq u 1'1\li.OI'!.c , ;o~p~lll!l~
11 b puerta que estaba, como dixe, cerrad o; y enllauwr.~o,

dos los mongcs de nc u el desierto en su celda , y r orra-


mosle con toda hu mildad, n os d ixessc a lguna palabm de
edificaeiou : y no dixo mas que sola esta: D1[ro os de
Verdad [larft'CS, fJIIC si /os flOIJIres cnte11dicsr.11 qudn cspan-
" toso Cf e-ste ultjmo tl'(l1,1&e !/, juicio d e 1a, moql.{J ,_,c;tpria n
.7(!1l!J tp..~os rlc f!/-tmdcr n Dios. T.ods csttiS SRn. ral,al;,t;~
de $, , J-vaJ1.,Ciim:\CP~ <JIe pe . balh pt'CSCI)\~ ~ . e~!~. 119{l'p-
cio, y i!I<HesLimonio de lo cue vi). p~ , m~nera :q9c ~~~. 1
lteclH,); a-unqHe parezca increi))lc, nq . liay qn~ ii~J~<)!, pye~
l.:l.o .Jiel es el test;o: y en lo dcn~t!l ha y qmch o pArnpe,lll;
mer, con$rl.erando la \' ida que fl-'tc S:)ni.Q l7,o11 ~ wu~l1~

:1.' .C~p. -YI. al f1 ,... , . ,, , ,,,...,. 1 ,:u 111 ,i 1 ,,, ,,,, .. ,.,, 1

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r1~nu l',l\l~~nA,., lip
Jl):l.sJ1lfl'l'qm,le~a. cl,e. flqu~ll.a. visio,n (JVC ~i, 1de df?I)RI1 prP.r
cedi. e~t~ nwn.erJ. de vidq. T..9 qual ba~J.lnte)l\Cfllll , n~ ~
clara. qun. ver:dadcra sea aquella sentencia ~el Sabio q9!l
t}ice ,J /ft:tu:rfatc de tus po~tr/meri(ts, !/ eternallttet(e
11/fl.ZCf!. pccq:s. Pnes bj !,apto nos ,ay.nc)~ ..csta ~Qnsjdenqi,s,>.~
J?a-a. })O ppcaJ', 'COI'I'aiJlOS ahora I.Jr~vetnWJ!e p01: ;~pl;>s . ~91>
passo_, y ,rranccs de :;11 p:jra alean1.ar tan grandc bien.
'' Ac,:ucnht,c pues ah.or, herm~\no mio, que e~cs Cl u; i~r
tia no,. ~ que .eres,11tomqrq: P9' lil p:rte qne :cTr,es ltom~~.
sa~ , :igrro qu,e has y<; ~oir, 2 .y por 1:. q1-1e. e;t'.$, Cris-
ti;uw, .sabes tambien qnc has de dar cuenta de tu vida flca~
bandp ,c,IQ mor:ir1 En esta parte no nos dext Judlr', .La fe
n~o-~,c ,ptpf<;!j~~!J1j)l>, ,ni en l.a Olta la .CXflCI'C~l\!'J. de ,lo q\1.~
'lcnws., ~\ssi,..c ue ;nq wede , r\a~ie expu_;.'l' es) C,.t lfPfro, qm~
sea ~\ey, qvc .sea. Pa(1l. Da ventlr~ en que nmant'7.c:)S , y nP
~nochczcas, o anoch!:'tcas, y oo amanezca~. Oi;J vCp\lr:, y 119
sa~, q1~an~o, si hoy~ ~ Ul:lf<.Qa, en el , q,unlq:t . r~ll)I~O",q).1D
ps~; ;Wo:a ley,eru.lo c;ta e&cipllll:a ~ano X b.qcno J<t ~pQl>
l#S p1iemlros y seQLic)os, mitliend.o los <.l~s -. ~le W :vjija
confmme a tus nctrocios y deseos, Le has de yer ,en. lii')R.
pa,ma -cop ~tn"\ .v,eln en la lnf\/10, esperando .el gqlpe de )9-
JIJI.I~;tc, y , l <j.fo~I1\CI)p ia ~f\t\a CPnlra lptlo el linagc h.mqr
)'lp: 4e la q ua.l no lra,y apelaeiou ni su plic.'\eion. 3
..CotlSi~cra pues primerap1ente,. qun . il'}pjert. SleQ. Cfo.~~
,hprft., . pQl'C(t\e, Qr~lina,iamente .suele .r~n it1 al ,t.i~!l}.pQ, qu.eJ!l
.l.!im).I>,Jc cst4 . ~n~s dcseui1lado, Y' meqos piensa que ,t,ar d~
'!en ir, eqb~)~O - .sus cuent,as, y hadendo. sus uaZlt~ par~
adelante. Y pOJ' ~l o se d~ce, 4 que viene como 1adron: d
(.}Vil~ S\t ele .v.Ct;J!' d t\e,l\lp.o que los .-ho,nb,cs cs~n p1as se-
mWJl.S y nO); ~9.\"tnidps . r f<~Cfo .q ~ J:1; 11\ll,e r~c prec.edA, \a,en.,.
l:erme~:u:l grve que la ha. de <;ausar, con todos los acci-
!lqntes, pplores, J1a~1 os'. tistc7A~ ,, q1cdioinas, IJ'Olestias ~
!JAC)les. l\rgas,qp~ Ui ,,no,s . hn, de .. fatiga r,: lo qual , ~~9
.. 1 ,,. 11' l Ji llil ''t j' ''d'-\ ,l)q

~ ( ' l ! "' 1 '~ : .. ,.. ., 1 ,, 1 1


i fi.Eccles.Ylll:t ~ Hebr. IX. 3 Masth. XXlV. 4.Luc. KII.
l . 'f:hes. It. lh 1 P.e~r-. Ill., " , ,,

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66 GUIA DE Pl!C,iDOIII!~,
es camino y disposicion pa1a mori1. Porque assi com:> a n-
tes de enuase por fue1za un cast illo, suele preceder una
1ecia bateria que ato1menta, y finalmente de1riba los mu-
ros por tieJ'J'a, y Iras de eslo es luee-o enuado y conquis-
tado: assi suele preceder la muerle una f,'l'avissima en-
femedad: la qual de tal mane1a bate noche y da sin pa
rar las fuez:i.s natunles' y los miembros p incipales de
nuestro cue1po: qn c el anima no pudiemlosc y.t maR dc-
fendel' ni conserva en ellos, los desampara , y se va.
Pues quando ya la enfermedad passa mas adelante, 6
el medico, ella nos desenaaian , y quilan la rspcranz.a
de la vida, qu(des suelen ser cnt.once las anguslias qpc
all n os a pi retan? Porque all luego se representa la salida
de esta vida y d apa rtamiento de todas las cosas que arna-
hamos en ella, hijos, muge, amigos, parientes, hacienda,
honra, ttulos y oficios que se acaban con la misma vida.
Despues 'de lo qua! se S'iruen los postJ'eJ'OS accidentes' que
c ntrevienen en la misma muerlc, que son aun mayores
que los pasados. Pmque tueco se mueren los pies , afilan-
se las narices , y la lengua no acierta ya hacer su ofi-
cio: y finalmenle con la p1iessa de In. partida todos los
miemb1os y sen1idos se comicman turbar. De esta mane-
r a viene el homb1e pagm en la salida d e la vida las
anff ustias agenas con que enlJ' en ella padeciendo los do-
lores al tiempo de sali1, que su mad1e padei a l tiempo
del pari1. Y assi cncuerda muy bien la entrada con la sa-
lida: pues la un y la olra es dn dol ores; 1aunqu e la titH\
con los agen os, y la otra con los propl'ios.
Aqui pues se representa lurgo el a{l'onia de la mueJ'le,
el termino de la vida, el hoJ'I'Ol' de la se pultura, la surJ-
lC del cuerpo, que Yendn se1 manjar 'd e gusa nos', y
nntcho mas la de l anima, qe en1ohces es1 dimlro ' de l
cue1po, y de ah dos h oras no sabes donde estar. Aqni
pues le pa1ecen'1 q ue es1s ya p1csenlc en el juicio de
Dios, y que todos tus pecados le esln acusando y po -
niendo demanda delanl'e de l. Aqu ve11abieJtamen lc
CJII{ln c ran.tcs m:~ lcs eran los rnc tu dri Pa11tnienle -c6 rh e~

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PAU'I'Il Pl\lliEI\A. 67
tas, y maldirs muchas veces el da en que pecaste, y el
deleyle que le hizo pecat. Aqni no acabars de maravi-
llarte de t mismo , viendo como por cosas tan livianas,
qua les ean las que des01deuadamente amabas, te pusiste
en peligro de padece dolores tan grandes, como alli 'co ..,
meozars senti Potque co111o los deleytes sean ya pa-
sados, y el juicio de ellos comienze ya parece, lo que
de su yo era poco, y dexa de se pare~:e nada: lo que de.
SU)'O es mucho, y est{t ptesentc, parece mas clato lo que
es. Pues como tu .veas que pot cosas tan va nas ests en
tetmiuo de pe1der tanto bien, y mirando todas parles
le veas de todas cercado y atribulado ( porque ni queda
mas tiempo de vida, ni hay mas plazo de penitencia , y.
el curso de tns das es ya fenecido, y ni los amigos ni Jos
idol11S que adoraste, te pueden all valer, antt>s las cosas1
que mas amabas y preciabas, te han de dat all mayor
to1mento ) dime, tucgote, quando te veas en este ttance,
,qu senti\s? dt)nde i1s? qu hat<s? {quien llamars.
\'olve atrases impo~iblc, passat adelante es intolerable
estatc assi no se concede: pues qu ha1s? .h'n(tmces, 1
dice Oiqs po1 el ptopheta, se pond1d el sol r los malos
en .medio del da, y lwre' que se les rseu rczcala tierra eu
da .:taro, y c~nvcrtt'rd ws fiestas en ltantu , y sus pos-
trimeras en d/a amago. ! Qu palabras estas tan pata
temer! Hntoncees, dice , se les ponrlrd el sol en medio
del da: 11orque tepesentandose los malos en aquella
hora la muchedumbre de sus pecados, )' viendo que la
justicia de Dios les comienza ya cenar los terminos de la
vida . vienen m~chos de ellos < tener tan grandes temores
y qcs~onfian!-as, qqe les paecc gue estn ya dcsahu.cia~:
tlos y despedidos de la misel'ic01d,ia cliv.ina. Y estando aun
en medio del di a, esto es, dentro del termino de la vida
que es tiempo de merece y desmeecer, les parecet que
para ellos no hay lugat de mel'ito ni de deme1ito, si no

1 .~mos Vlll.

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68 GUIA IH! l'l!CAUollllS,
qtlo todo les est ya como CCI'I'do: Podc1osa es la pa511ion'
del temo t la rJtHII de las cosas pequoitts hace ~andes, )~
de ltl's' :tb~e\1tes pesenteti. Y s esto Mee las \'eccs tHf te..J
mor liviallo, qu har entonces el l l'!l'rtl' de tan ju~to y
verdadero pel;{l'rO? Veense en esta villa u un entre stl
amiros , y parcceles que ya comieniltn tl sedtt el dolor,.
de los l::ondeha:dos. JuntarneJil e lesparcec c[tt estn vi\l(!s
y 'rnuel'loS:, y ~doliefld <:fs'e de- los IJiencs prescntes qlt tle:
xatt, cornieman a t>adecer los lllttles venideros que l>al'-
rnntah. TiMen por Hil'llOSOS { los que' (IC:l se quedan ) y
etetclcs con estn emida la catr ~a dc'su dlr.' V ues erllon-
cE!As' les p'Otlth: el sol: et~ medio .tlel 1ilia ,' l{lltuclo, :C d
qnicrft\ (ftl' ~olvlccu ltis ojos, Id '>Urecer' iUc JlOt: todtl'A'
pattcsles est cerrado t:! camino del cielo, y que l'rintm\
m y1:1 se les dcscuu1e de hr1. Poqtie si mil-.tn la rni~eri
cbrdiit de Jlios, pareteles que ltt Ueh'en tlcsu'lei'ecida: si '
la1ju'sticiay patceles que vielie yn a tli so'IJH! l)u cabelll,'
y que hasta alli hn sido su clia', y c[uc' dct\de alli comicn-
zn ya ser el dia de Dios. Si rnilan ru'la vida passada,'
qbasi toda ella los est ncusamlo :' si l tie11111o pesentc, '
ven ttuc le esltn tn\1riendo ~ ~ i u u ~)o'Co Olas ad.elante,
parcceles 'q'oe' ven hl juez q1.1e los esl tst)crando. Puc~
ent'e rantos objetos y cuusas de tenlo\' rtLr ltal'<n ?
dttdc irn?
Dice mas, que se les conveltir eu tinieblas la luz en
el 'di/1: lato, q ltier~e decir' , e ue lascsas que les '!iolian dnt'1
ahtcs lifaytll a'legl'ia, ntollccs les danth' fM~to'll . dblo't. Ale
g'C t!OS'a~ p!ita el' cue vive la vista de sds ltijs, y dc :iti :
arniff'os, f de su c('lsa y hacienda, y de todo l que a m:l.'
iHas eil~ontes-se cohvertir esta lUz en t inrculas, ptH-qtC to-
tta,s cS'i!s l!'os:ls dttnn tdli rnayot t6hilbnttl; )\' se1.'n n1M'
r\Ueles 'vet1duaos ~le sus n~ila'(l'es. Pol<citlc 1llaCtlloat tot~ e~,'
qdtraksi com la poses5ion y prclncia dc 10' que 'se 'at'l
da alegt'la, <1ssi el apartamien to' y la perl.lirJa d dolor. Y
por esto quitan a los dulces hijos de la presencia t!el pa-
dre que se est rmuiendo, y se esconde la l>ucna mucrc1
en este tiempo, pot no daq tomar tan cntels! do~otes co11

Biblioteca Nacional de Espaa


I'Ali'I'Jl 1'1\UIKJI A. G9
su presencia. Y con ser lo patlida pa1a tan lexos, y
la desped ida para lan largo camin o, no dexa a uarda t el
c.lolol os tnmin os de la buena crianz a, ni lu;m al que
se pal'lc para decir a los amigos: Quedaos ( Dios. Si t
un
ha:; llegado esle punto, en todo c.slo vers que digo ve~
dad: mas si aun uo has llegado l, ctee los que por
aqu han passad o: . pues, \:omo dice e l Sabio, 1 los que
uavraa u la mar, cuenta n los peligros de ella.

'.
Y si tales sor{ las cosas que passao antes de la salida,
qu sern las que passaro des pues de ella? S i tal es la
vspera y la viailia, qu 1al ser la fiesta y e l dta? P ;H'-
t[ue lucB'o des pues de la muert e se si3'ue la cuenta y la te -
la de .;lquel juicio divino: el qua! q uanto sea pa1a temer,
no lo has de preguo tat t los hombes del mundo, los qua-
les assi como moran en E:npto , q ue quiere decit tiniebl as,
assi viven en intoletablcs e1Tores .y ceguedades: sino pre-
B'Unlal o los .S antos que moran en la tie1Ta de Jesse, 2
donde resplan dece siempr e la luz de la verdad , y esos te
cl.irn nosolo por palabm s, sino por obras, quan~o ,sea es-
1
ta cuenta para temer. Porqu e sanlo era Divid, y con LOdo
esto eta tan grande el temor que tenia de rsta cuenta , que
hacia o1acion Dios dic iendo: 3 No e11tres, Scilor, en
juicio cott tu siervo, porqtu: 110 ser justifi cadu anl e
m'ngw w de los vivien tes. Y santo era tambie n Arse1io, e l
q ual estand o ya para moj cercad o .de sus discpulos, co-
menz temet este ll'ance de tal maner a, que los disc-
pulos entend iendo, !lll t.emOJ', le dix~~on: Pad1'1:, ,y tti <llw-
ta temes ? A los cuales l'espondi el santo va ron: Hijos,
uo es uucvo eu mi este temor ; porrlle siemp re viv co11

1 .Ecclcs. XLlll. ~ E:\011. XlX. 3 Psaltn. I;:X.Lll.


TO,J O J. 1(j

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'iO GUIA lll! l>Kt,\tJOI\l!S ,
tif. Y del biellavcntuad ~ Arr:ttHon se C$CrilSc, 9ue"csian- ,
do en este p1S'so con ostc tl1ISIU,O -t~IIH"II', y preguh1;alldo
(l<ll' ~puhorn i h tl viendo 'vivido ~n lu\'nla ~l\'1:~te\1ciahosJ 1
ptind1, e~ ut: porque erau rn u ydi fcehll hwj l i~ios de ~ios .
de los de loshoml:lres. Y no e~ n1entls teh1eios l exemplo
que S..Juanl <::limaco, varon sanlissimo ; 1 estribe ~lo olr
santo n\onee: el"qual , po setcos n1ncllb para n'O t<IJ1 I'i::
fcrir aqu i p\-: ss mismas ljnblmH;:, l lli 't 'eli~iostf ('lllt~
"l) que moraba en c;ac luc-a, llamado Estephano, ele-
" se m1H.:ho la vida qucta y solitaria: el qnal despucs de
" haversc execitatlo en los1lrabajos de la vid<t monastica
muchos aios, y alcanzado gracia de la ~imas y de a yu-
nos, con otros muchos pri,ilcrios de virtudes, edific una
celda htlaiz tlel -rnollle do11de Helas c1\ ~os t~eb ~po~ pas-
sa<tos \'i<'j'aijttalla ~U~l'Mla \<isi"rl. Este 1Utd I d~:: tan 't'li~
~i0s!i vida, tlcb"e<rndo \ll\ri b1tiyo1' Htm" y WOCl>ii,lo -~le pel\l'-'
, tl'!11ci , jJ:\sSVse de nhi ; ouo lur;l' llam'<l ISidey, que
'CI' de los 1110ngell :t\\ach()\'itaS1 que vivcr\ b soledad. Y
tlespucs de haYe vi,ido coh t"randissir'llO i''ffOI' eh esltt
' Illan~rtl de vida ( y.cr.- est:I aqi.iel lu~11 1 'llp'rf8t)lde tod
" h'u rna \la t't>nslat n , y 'd ~sv i'clcr ketcl?t' 11iilll-s 'le' Ebbln-
1: do)1tl fh\ de 1a ~ lcla vil'los'e Uc 1:.\lli, tlcse'ntlo rhl H::i
, la"i>-irhcra celda el~ ac'p\ci santttlo lli<lhl<.i. 'f'eni l atll
, dos discpulos niuy rcli&itlsos tle la tieH' de Pnle1il'l~;
,;'ql.ie tenan en euardu la dicba ~ lela. y d!iSbS' de h-
;, \ler \lvdo lirls t>ocos 'ditts en elt, c)~ eo 'Ub~ enfetme
-;, tlatHie' que hilWi'6. Un d inp.les Anrd 'd stl 'lii1Jettc '!!ti lit-
, 1a.'nt!h1c qe\l atonito_, y t~ll'i'er'do l's tlj'os 'abl~lto~; n1i
.,. ..ah la bM :JaHl: del lc!cho' y hl. otra: y cbn'lb s i '~
lll.mriell;\1\ aHl algos l' llc le pidietftu cil:nt, resp011din t
-~ e1\ prescilci:\ tle toi.ls lbs qt'tc -.illi ~ktiJan ~ dkiel\do'lc-1
yf}si ~S cfei-to; 11as po1~ 'f!s{) iiyml'll'fi'fos'a~rcJ},
' ll 'h :\S \\CCCS:
,; O'tHts \>ci::es <l'ecin: No t.s 'as(i; ?11'.~H~ fii li'ci: rtti cvf.
"01\as deda: A ssi-es ilcrda(/; 'ml) llui'(l, !/ s'Ci''Vi." (1(l11l'nS

1 Catl! \Ti. n la 11 . p~rt'. Jt cp


.' . '

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' l'AllTE 'l'RUtlltt A. ' 'Jf
vec4s !.os fJ1'o:-cJto's po1\ esp. Y Otta vez dhcia: ''f/C1'rlh-
9.deram cnte 11~e acusais, aui es, y 110 teng rne decir,
u$w r.1w hay en Bias miseridotdia. 'V era pof. cierto
1
~ dspeetaau lo bot'l'ihle-y temeroso ver nquel- invisib le yi-
tflUt'O&o juiciq, i\Jist<able de m! qu ser de m! Pues
h a:quolt tan ~.;ll'l'dc :sc~ruiclm de
soledad y qrietnc.l; .en
alrruno~ de sus pecad~s decia1 que no terii:i q~ tes-
1
u-pondE:I, al.qual hh.via rnnrenta aos que era tronrc1 ,' y
'lmvi:L alcam.tc!o t::racia ~IC'' lailna's. Alen1os rn:ivo qt't
nc.lcr. vel'dad me atm:uon, que cslantlo este padt-e en el
nyulma,..dahad e omer ;1 nn' h!On pardo pot su mano. Y
si\onclo tal pahi. ele t'ta tda llicl iendosele tan estl'cicha
mumta, dexandono's i~cie(tos. qtttl fucsse sn juicio, qul
w.sh 'tet\mino, y qutl la sentencia' de su causa. ''Hasta rlqu
sbn pplabtas <.)eS. Jo:tn Climnco. hrs qo~les r.ss!h ' d~tla 1
ran , quanLQ deban temer sta salida lo~ descidados y
1 1
negJigent~, pnes en ~anlo CSti'Cch b se
Vl~'ron 'en ell:t \'a~
gmndes Santos : '
rn ,if si p~trurltarcs , rual sea la ca.u ~a por, ~lo~1le .,\?,~
Santos lnvtcron tan C''"an tcmm" cn este passd? a ' ~slo res;,.
ponde S. Gtrgoi'o en el IV. libro de los Bforalei, d~ien 7
lllo~ 1,. u Ls- santos - vatones considemndo atc"rl~anieni
.o<ut'm 'justO' sea ei juez que les ha de toma <'tiM~
ta, cada da ponen 'a}1te los ojos el termino 1de su v~
da, )' exal'nrnah'' con ctldadh; q\t es 'lo '<JL{e ' :ib di:iah' /oe~:
pond er al juez en esta1 dem<:~nda. Y si porlventuf:a' s'p~
m:' lbtes d~ 1.oda? l~s .malas. op~s, e~ qur J>tt~ier?
!caer, t tneo " S\ vo'r ver'ltuia lo' cstan de los rr\alos ' ncns~
,..mjtntos, mlc 'n cadd momento el coar_on Huma
f
' '
no
'''(1
sule
.,. (lj
ropYs:ihrml' r t'< ue abnqn e sea ~e cosa vencer as lePr
' ..< 1 1
l''
1
' tall'i?ues'rle J~s 1 Whla~1 9tlras, no lo s oefcnderse q& 1.a
~6'e~ conn'un de los tnalos ' p~nshrrientos. Y. con~b
7cro.s ~iclos o~
"'tfCtia '<t-~' et:l' ~bd'ol t.i~rnpo. ten~r( los sc1
'&te 't.ai jnst1J' ju&, ent'ances Sei1aladan1-ilfc' los teme',

1' 1 '1 J
1 Cap. XVI. XVII. y XVIll.

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72 Gt ' IA DE l'F:C.\ 001\F.S ,
quan do se ller,an ya a papt la comun deud
a de In na-
" Lutale:.\:1 hum ana, y se ven acetcm n la prese
, .iucz. Y Cl'cce aun csle temot, quando el anim ancia de su
se quie re
ya desatat de la cat'l1e. Porq ue en este tiem
po cessan los
"van os pensamientos. y fantasas de la ima~inac
ion 1 y.o in-
guna cosa de este sic-lo se reptesenta
al que est ya q ua-
" si fuera del,siglo. De man em que en,tonocs
los que e.s tn
mu riendo, solam ente mira n a si y a Dios, ante
quie n se
"hal lan presentes: y todo lo demas, como ya
no necessario,
vie nen a echat en oiYido. Y si en este passo
seac net-dan
" q ue nunc a dcxa ron de hace t los bienes que
ente nda n,
,. temen si pot Yentnra dexa ron de hace los
que no en-
" tend iao, porq ue no 13aben juzc-atse ni conocers
c petfccta-
" mente. Y por esto al tic111po de la salida son
eomLatido~
"con mayores y mas secretos temo res, porq ue
ven que de
n ahf a un poqu ito e~pacio halla
i':n lo que para sicrnpte
"nun ca mutlatn. Hasta aqu son palabras
de S. Grec-o
rio, las qual es bastantemetlle nos dechwan,
quan to maR
para teme sea esta cuen ta y esta horn, de lo
que los hom -
bres mun dano s ima;inan.
, . ,,
Pues sin tan tigu oso es este juicio, y si tanto
y con
t~,rta ra1.on 1~ temieron los Sant os,
,qu set{t ,iusto que
haga n los que no lo son? los que la mayor
parte de la
~ida. gasta ron en vanidades? los . que
tan tas veces .desprr.-
ciaton a Dios? los que tan olvidados vivictou
<.\e
y tan poca cuen ta tuvieron cpn apatcjatse pata su salud,
esta llo-
ra? Si tanto teme el justo , qu debe . hace
el pecador?
qu haru la vma del desietto, quan tlo assi estre
mece el ce
dro del mon te Lbano? Y si, como dice 1 S.
Pedr o, el j us-
to apen as se salvat, el pecador y malo d6nd
e patecer?
Dime pues , q4 sentirs en aq uella . hora , quan
do snlid o
Y<!. de esta vida eottes en aquel divin o juiciO' solo,
pobr:e y
desn udo, , sin tpas valedores q ue tus buen as. obra
s , ,y. ~in
mas compaiia q ue la de tu propria coQe ienci
a, y esto .en

1 J. 'Prtr. IV.
11' 1 ' 1 : '

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PAI\Tl! .'PalMRRA. 73
no tJihunal tan r ign1oso, donde no ~e ll'ala de pe..der la
vida tempo1al, sino de vida y muen e pedtll'al;>le? )' si en
la tela de es~e. juic io te hallares \\lcanzado de c.uent.a, qt,l-
lc$ sern entonce.!l los desmayos dE} tu corazon? quft~ con
fuso te hallars, y qnn anepentido? 1 Graode fue el de5-
mayo de lo:; prnc.-ipcs de .J nda, quando vieton la espada
veRcedora de Sesach Rey de Egypto volnt po"' las plazas
de .Hiei'Usalem, 2 qnaodo por la pena uej casticro prescn-
IP cooocie1'on la culpa dctl .yeno pass(\do. Mas qu es to-
cio esto en compamcion de la confusion .. en que nlli los
malo!> se vern? Qu hadn'/ dnde il'n? cou qu se de-
t'cnder<n? Lacr1imas alli no valen, al'l'cpentimien tos nlli no
a pl'Qvcchan, oraciones all i no se oyen, promessas para
adelante alli no se admiten: tiempo de penitencia alli ., no
~ d;1: porque acabado el .postre1 punto de la vida, , ya no
l1fiY. mas, tiempo de penitencia. Pue.s 1ique-z.as y lina;e, y
f<) vo~ de mul)do, mucho , menos ap1ovecharn: porque,
l:OU\Q '3 dice el Sabio, 110 aproveclcarti nlas 1irtu::ns eu el
da de la venga11za: m as La justicia sula lt'bra_rd de la
muerte. Pues quando el anima miserable se. ,ven CCI'Cada
de tanta~ angustias, qu h;m, sino dcci1 con el ' pro.
1
p~telq: Cercado me ltm~ gcm{dos de muerte, y . t/o~qres del
i1ifierno me han 1odeado? O misel'able de mi, y en qu
cerco me han puesto ahol'a mis pecados! q un subitarnen-
te me ha salteado esta h01a! qun sin pensarlo se ha alle-
gado! qu me ap1ovechan al-rora todas mis hon1as y dig-
nidades passadas? qu todos mis (lmigos y Cl'iados? qu
todas las l'iquezas y bienes que possc? pues 'ahora me han
de ha\:e1 pa;b con siete pies eJe" ti(l'ra, y on nnn pobl"c
n1ot:taja'? Y lo que peo1 es, que las 1iquezas hao de quedar
ac, para que las despe1dicien OII'OS: y los pecados que
hice en mal ganarlas, han de ,. conmigo all, pa1 a que lo
pague.!JQ ,Qu me apro;vecha.n otro s, ahora:t.odos mis de-
.. 1' t ' . ; ' l 1 C! 11 J t
' '
.
! 1

. '
1 111. 'R.eg. XIV. v. 25. 2 ll. Paralifl. XI{. 3 Prcvcrb. XI.
.. Psalm. CXIV.

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7( . GUIA lll! "rl!CADORES,
lbytes ~ 9ontlmuunientos pass~dos; ; pues ya ls del~ tes
1

se aca'haro'n1, y ho qnedn' ahora mns. quEHas'l hcet. ile


ellos? riu son losl esCI'UJ)\rlos y el remordirnienLo ~d 1~
eoncl;, eia,"las espinas q'ue ntl'aviessan ah01a mi c-<>hlzon',
y pa:a si'mpre lo ~tormeotal!ttn?. Gamo no me parrj pt
t'a 1esta l:ora? quantasveces rhc vis:won de Jsto y ' ~ile
h.iec t so rtl ~) 1 :.Porqoe. 'a~bt~ec, la i'is~~p-1in~1 yi_, ,\~ qllr
'Se obedecet a mt~ ' maeSttos, 'n( Juw caso de lils 1\toh de
los que me eo eiabnn. En (odo g-crletb de pcc:tdos he vi-
villa ' en iledio de la iglesia y del pueblo. r f
Estas puessettn las ai~sias,' l:ts congoxns, v" las

eohsi!
'

,t
deraclones ~le

Jos tit:rlos en e~!'a h01a. Pues pol.'qtie ' lt't,
1
helmano mio,no te veas en est a pl'ieto, uego(e 'lihoht
qnietas de todo l que has l aqu i es~'\ dichrt, doilsidctnt: y
retenet :stos ucs pimtos en la ' memotitl'. El ' primct:olsetr
consid"ciA,: _qu tn' gtanllc' h;t' de 1sl .IJa plla qtt' :{ 1 f~
11't1:\ "l l.1'mubrid' recibirs por 'ttla<ls'las(>r-ctisas'qn'''trt
tiste contNt..Dios. .,Ef se-\tndo, qu rarti' 's' lo que :tl1i1'(!e-
sc;ras havetJe set9ido y :t{l"ratlado, paPa tclleJ'ie 'para aqnc-
Jia hora prpi(:io. El tercer~, qu ~inctr,c d<!' pen"inria clc-
s~ tas r\ lli' h'a'cet; si pat:a' c.~.to 'c t1diflssc'ticrnpo: j>ohn'e
c'nt ohee~ ll ~
1
tld ta 1 1i1:\' nera t'rabaes po viv it' nhoPn, cor11o \ .
'. ,, 'll mvervtvt
,\ j! ~d ' ' . ' " \.
s('arns o.
1 lo'llft l Jlll ) :
-:;ti. , , "' ,! ....
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, 1 e~~lff-~o, ,y.~., ,
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Dt:r. QCTf}"O T!fOLO.fOJ,l 'QQXDE 1!1. 110 tRI\"f: ,ll}T1 pnr,!GH\0 (o f-~ :'"lfit
TUII, 1pR CA So\ ,; t.A SEG f :\OA POS"I""Ill ll"IA \ Ql'\' f,S J;L ~\:ICI O
t.f Ff~~l.. . 1 \ J l , ~ ' '1 rtl'l 't' l ,,. ( . 'U':'!

J1 ",
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' .. .
1 '
; .r.~n , 1 _,. 1 'l .t. .1

.) 1 Ji .- , ' 1 tJ., H r.d )':LJ ! '


lf, n l . ')' U
' 1 ' lit~! ...,

~~ Dep1lrsi:le la ninet(e ~e: !f~l\eelj u1c io plll"f-fCUitlt lie


caJa uno, y despncs de este el universal de todos, cuando
se cumplidt aqnC'IIo que dice el Aposrol: 2 Todos convie
!Y ,.., .,;IJ 1! r 11,'t 1i .. . C.~ 1 11 .H . 111 l
1 Prov. V. 2 Corinth V. fl/ 1 f(J .,..q ~

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i.\Al\'l}Jl ,l'RIMEiA."' '75
ue que scd1Jtos,p rcsen tnds nnte -el tnouw tl de ,Chri /,
pt!u;a ruo ..d cada uno. ~ ll.enta , dc't b/e:r1 vJ 111;al qe ' kizq
a~
en "JstCJ cuenp? Y; porqllc !i:le .las seDales tepi~l<:s q~;~~Jl
l}i~.tqri p.. de l, ~a~.
de rweced ct :estejuicio ,y.pe wda la
tmllos~ ~ru t oLto J~Jpr 1 alrpresente 11o,,dit,mas:o q\tC1
,del.
rigm di! la cuenth .,. que se :ba. de .p!!dit en l,, .lo .R_qe;des;y
(Jtt(!s rde eUtt .~e Jha. dt: .seguit:1 1pata: q~e ppr.. aqq~ rY~a ,,eh
homble quant a oblip cioo tiqne, la vil'lud. ;:., :
sentir , que po~. ~le las cq~S
nIIJ.o:.piftmeto lls t:111to para
de! qu'e -aquel sanssimo, Job mas se m~cavi U\Iba, es 1 ~e;,

rumo!Silmdb el hoiblll'c una ctiat~~ra tao livian a y tan mal iu.-


co; ~Jjl,
olinadnjs-epopd u u ta11gtantl e.Dj.Qs en tanto rigqt
qtle no: '1ay ' palb ra, ni .pensamic~to, ni ulOvimieuto de
Sorde nado, que no Jo tengo. escripto en lpsl ,)ibto~. y. pr~
ceswH lesu ~usticia, p:wa pdit de ello\ muy penvda. ~(1CB
tri. Y assi p\osigue ~1 la larga csla mater ia, dicien
do~
rf!'l 'iJI -~fltI S:cflol, .esmdc-.s la ar'a. de 1~u', .!1 ?nc tra(t# ,
rar la grnd c-
con!!> 1'i c llcJhi go? fl Po1 que' qaiet'es decla
!l!al'l-!c J}('l/rr conl,r'fi una ftoja tac se inuev,e, (, cq.dq. 1 v,iet,~;:
ta, !/ rpcrsigaes tma paja ' m 'tivia nai! l!:or ra cs'(.f,
lic's f!litus libr'os contr a mi las penas amar guis mns, car1
l~te )lie 'hm tJ'e, vtzstig a, !/ qciid s collSllli/.:?IIe
-pm los
p&atJJ ile ~,;i .mo'ccdad f?. Pu-sist& mis pies m mt
cep
~fn'endbndo- misr a'l'!lit0s con la ley,,de_; i.ts: mam\ amten tos)
!/ m/i'as'te 'bn gn7ndc at~tctlin todas .fas send~ s de ,?m
v'lllct, '!f't''omicNZ-stc VJi rast1o de mis .ptsad(ls.: siendoton:-: !Jo
;c!:!M Wa lf;otk mdl'ifln 1 que dcnbl''o de ,y/,, :l'i: ~st.a
"!l,M'tbulb, >, como tma vestid tira que se gasla c<mla po
1

N'IV!a\ iY ~jt't>"siddieAdo la misn1a m<itctia iade ,luego y ti ic


115~1: ~ ):'/ !tthl>brcnnc c tic YnU!JCI", vtvc poco t:11tprc$M
.
llhM 'ctb tlltfyhas tnt.\'crias; sal'tl t'll'll/0 uua.fl rw, :v luegp se
' 1111!1hrtd ,Y 'hil!Je com'O sombra~, Y 1lam;a ipel'11tan:ecc
en
ili ni/~11/V t!s?rtt!o. WY Cbll ser ,el homb re dste 1 tiehe.r por
os
~b~!-at u;g-},a lJfl tn f]'l'artdcza N"a-h-dr los 11jos tau ttbtN't

i Libro de la oraciou, en la considcracion del jueves en la no-


che: 2. Job. Xlll. 3. Ubi sul. XIV. / i 1 1

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76 GUl.\ DE PEC.uiOIUIS,
sobre tod"s Los passos de su vida, !f ' fJtJI/ertc con l jui~
cioP Quin puede lwcer limpio w1n. criatura concebida
de massa. mcia, sino t soloP TJdlls estas. palabras dice
el sanco J ob,ma1avillanJose -grandemcoce de la -seve1idad
de la cJi,, ina justicia 'pll''con una criat\ll'a ran f1agil, can
mal inclinada, y que ta n facilmente he be los pecados co~
mo agua.' Porque s1 esce J'fl'Ol''fuel'a con Angeles, que son
crialuJas cspiriLUales y mu y perfectas, no ca can to de ma-
a vil lar: pei'O ser con hombres, e u yas malas inclinaciones
son innurueables, y que con todoesto ~~ea tan estrecua
la cuenca de sus vidas, qne no se les dissimule una sola
palabra ociosa, oi un punto de tiem po mal gastado, esto
es cosa que sobre puja toda admiracion. Porque quiJ.
no espantan aquellas palal)l'as del Salvadot: 1 .E1t verdad
os digo, que de qitalquiera palabra ociosa que hablaren
los hombres, darcltt cue11ta el YiitL del juicio? Pues si de
estas palabras, quc<t nadie hacen mal, se Ita de peditcuen-
Ul 1 qu set<\ de las palabras desbouesU\S , y de los pensa-
mientos sucios, '! de las manos sang rienU\s, y de los ~jos
aduheros; y fina lmente de todo el tiempo de la vida ex
pendido e n mala.~ obras? Si esto es verdad, como lo es,
qu se puede decit del rij'Or de este juicio, que no 6Ca
menos de lo que es? Qun as~ombrado qucdal.' el hom-
bre, quando en presencia de un tan g rande senado se le
haga cargo de una palabrilla que tal da habl sin propo-
sico? A quin no pone en admiracion esta tan nueva de-
manda ? Quin osra decit esto, si Dios no lo dixera? Qu
Rey jamas pidi cuenta alguno de sus criados de un ca-
bo de una ag ujeta? O alteza de la reli;ion Chl'istiana, quo
grande es la puteza J]UC ensei'ias, y quu eserecha la cuen-
ta que pides, y con qun riguoso juicio la examinas!
Qul ser cambien la verguem_a que alli los malos
passarn, quando todas las maldades q ue ellos tenan en
e u bietcas con las paredes de sus casal!, y todas las desho-

i Matth. Xll. lt

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PAII.TB PII.IIKEU. 77
ncstidades que cometieron dende sus primeros aios, con
wdos los r incones y secretos de sus conciencias sean pte -
r,onndas en la plaza y ojos de todo el mundo? Pues quin
tcndt;\ la conciencia tan limpia, que no comiem..c dende
ahora mudat los colores, y temer esta vcrguenza? Por-
que si descubl"it el hombre sus culpas un confessot en
UH fu.el'()tan sct'l't~o, <..'01110 el de Ja confess.ion, es cosa ta n
Y.()l~:o~sa, t(JIIC aJ!:;-nos pl' CSIO Se uazan el pecado, y lo
cnculll'en , qu har alli la ver:;-nenza de Dios, y de to-
dos los siglos p'CSCntes, passados y venideros'? Ser tan
a ..andc esta vel'(~uenza, 1 que como el prophC'Ia dice, a-
l.lln voces ti los moutes, d1dcndo: O montes, caed sobre
uosot ros, y suwidnos en los abismos, donde tlllllcn mas
jlllf"<:ZCQ11W S ctn l~n grande ver_ptemn y .c01if.usiou.
Pues que sera sobre todo esto esperar el rayo de
-''quclla sentencia final .que di1:: 2 1 d malditos al .fuego
clcmo que eslti n:arejado para.Sat.h anas y para sus 011-
gcLesQu scntit\111 los malaventur ados con esta palnbm?
Si apenas p odemos 3 dice el saOIQ.Job,.u irla mas peque
11a de sus .Palabras, quiln p odrd esperar aqu~l espan-
-toso lr:ueno de Ju grm1de:uz P 1~st a pnlabta sera tan es-
1antosa y de tanta virtud: qnc por ctla se .rbri la tier-
a r 11 un momento, ~ wt:u sumidos y despciados en
1o~ abismos .los que, 4 como dcc el mismo Job, t mTian
li!JIIi el pandero y la vihuela , y se ho(gaban.con la su a
virlad y nwstca de Lus .lll:gallus, !1 gaslban todos sus dias
!1 horas C11 dcleyti'S. :Esta co.ida ucscdbc S. J uan cu el
.Apocalypsi p<' rstas palabras: !i f/ , dice l, .un A11g el
1ue desceudia del cido con grau poder, !/ con tanta
cLaridad., que Jwcia resplandec er !oda la tierra , !/ di
wur gra11d6 voz, t!icieudo: Cayt, cay aquelLa gran ciu-
dad de Baby.loni.a :.Y .es hecha morada de dtmonios , y
.canel de todos los espiril.us sucios y de !odas las aues su-

i Os:c Y. ~ Mallh. XXV. 3 J ob XXVI. v. 11. 4. Job


X VI . !} .i\1oc. XVII I.
'tOMO l . 17

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78 GUIA DE PECADOnJ:$,
cias y (lbominables. Y aliad e luego el saulo Evangelista
diciendo: Que (om el Ll ngcl umt p-an piedra de moli-
no, y dc:r;andola caer dende lo alfo en la mar, di:vo:
Con est e impelu serd arrojada arucfl,z gran ciudad de
Babylonia en d profnndo, y mmca litas volver ser.
De esta manera pues caer<n los malos en aquel tlespeiia-
tlero, y eo aquella caree! de t inieLias y coufusion, que
son aqu entendidos p01 Babylonia.
Alas qu lengua podr ex plica la muehet.lumbc de
penas que all padcce1-n? All arden s us cuerpos en
vivas llamas, que nunca se apagur<in. 1 .AIIi cstar:n sus
animas c:ll'comiendosc y despedazandose con aqnel r;osa-
no rcmortledo1' de la conciencia , que nunca ce.~s:li": d e
modcJ'. All ser aquel perpclllo llanto y cruxir de tlicn-
tes, con que tantas veces nos amena1A1n las escipturas di-
vinas. All los malaventur ados con una cucl dcscspcra-
cion y rabia, volvern las iras conlla Dios y contra si co-
miendo sns carnes bocados, rompcndo sus rn taiias
con suspiros, qncbmntan do sus dientes tcuazadas, y
despedazando mbiosamen te sus carnes con sus uias, y
blasphcman do siempre del juc:r. qnc assi los mand peno!'.
Alli cada nno de ellos maldir su desastada suetc y su
desdichado nacimiento , repitiendo siempre aqncllas tmt c~
Jamcnraciones y palabras de J c..b, 2 aunque con muy dife-
rente corazon : Perezca el dirz en que mtci y la nuche
en que fue dic/10: Corttebt'rlo es eote hombre. A que/ din
se vuelva en tinieblas, uo tenga Dios cu,:uta eon c'l , ni
sea alumbrado con lumbre. t::scurezcanlo l'zs tti1ieblas
y sombra de J/1/U'rle : sea lleno de escuridad y amargu-
1a. En aquella noclu corra un t orbelltiw tenebroso:
no sea contado tm el 1ttllhero de los dias, ui de los me-
ses del afio. Por qu no me tomt lct 111/lerlc en el vien-
tre de mi madre P por que' luego como rzcabc' de uacer
no pc:reci P pr qu me 1ecibierott en el1egazu P por que'

1 l sai. LXVI. ct 1\farc. JX. Ecclcs. VII. 1\falth. Vlll el XIII.


ct cap. XXH. et cnp.XXIV. ct XXV. cq.uc. XIII. 2 Job 111.

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p ,,RTil PRiillllRJ., 79
me dieron leche d los pt:clws P Esta sed1 la musica , estas
las cancion es, estos los maytiues continu os que aquello s
malavcotuados etemal mente cantar n. O desdich adas
lent:'uas que nine-una oua palabra haularc is, sino blas-
phcmias! O mi~erab lcs oidos, que ningun a oua cosa oiteis
sino r,cmiJos! O Jrsven tumdos ~jos, que ningun a otra co-
sa vcrcis sino nliseiasl O tristes cucpos , que ningun o
otro efrigerio tenJrcis sino llama~! Qules estar n enton-
ces los que toda SU vida ;ast:ll'O n en ucleytes y pasatie m-
pos ;O qun Lrevc dclectacion hizo tan laq;a sop de mise-
rias! O locos y J csventttl':td os! Que os :-~provecllao ahora to -
dos aq uellos pasatie mpos de que tan poco espacio gozas-
tes, pues ahora ctcrnal mentel lorareis? 1 qu se hiciero n vues-
tras riquc7.'lS ' d.ndc est n vuestros thesoros? dnde vues-
ti'Os dclcytes y a lq;rias? Passaro nse los 2 sirte aos de
ferti lidad y su1<cdi cron otros siete de tanta esterilidad que
se tat:a ron toda la ab~111ancia Je los passados, sin que quc-
dassc tic ella rastro ui memoria. Pereci ya vucstl'a gloia
y lnmdi,se vuestra ft'licida d en el pieh~o de <.lol01'. 3 A
=anta c~t crilidad J-ois venido s, que ni una sola gota d e
arua ~e os coll(cd e para templa r esa tan ra biosa sed q ue
os atO J'tnl! nta. Y no solo oo os a provcch ar esa pospei-
daJ , mas an tes c..;a es nna de las cosas que mas cuelm ente
os atomc utar;. Po rque ah se c umpli1 aquello que se cs-
<'ril>e en el libro J e 4 J o!,: convien e saber, que la dul-
cedumb re de los malos vcmlria a para en gusano s,
qnando , coiuo Jcclara S. Gregario, 5 la melllotia de los
ddcytes passados les ha:-a sc1H1' mas e l amargu ra de los
dolocs preseut cs, acor<.landose de la manera qne un tiem-
po se vi<'ron , y de la CJlle ahora se veo : y como pot lo
tue ta n presto se acab, padcceo lo que nunca se aca-
bad. E ntonces clatam ente conocen la bmb tlel enemi-
rro; y caidos ya e n la c uenta , aunque tarde, comen zadn

1 s~ricnl. V. 2 Genes. X LI. 3 Lucro XV I. 1 JobXXl \' .


5 Lib. XV. ~loml. cap. XXVI.c l Jib XV J. cop. XXXI.

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80 GVI.I DE PI!CADOIII>S,
a decir aquellas palabras tlel libro de la Sabidtll'i;t. 1 ! Lhr-
venturados de nosusotros ! cmo se v ahora que erra-
mos el cam110 de la verdad, y que la lumbre de jusi i-
cia 110 nos alumbnr, !/ que el sol de i1tteligencia 1111 9 a-
lili svbre nosotros P A pencados po1 el camino de In
maldad y rrnlicion, !/ tmest1os camino~ fueron asperos
y dificultosos, y el camino del Setlor tan llm10, 11/lltCtl
mpimos atinar/o. Estas sern las <JllCrellas, este el aJTc-
pcotimiento, esta la penitencia perpet ua, alli los malaven-
turados harn, la qual nada les aprovechar: por que ya
pas el tiempo de aprovechar.
Todas es~as ~os:.s bit?n consideradas son un grande e~
timulo y <fe~pcrrad'm de fa virt ud, y ass por csrc rru.'<.liu
nos inci.ta muchas veces a ella el bienaventurado S. Cltri-
sostomo en rnucltos lnpres ele sns llomilias, 2 donde dice
assi : Porque lrabajts que tu tmimrl sea templo y morfi-
da de Dios, acuerdntc de aquel terrible y espnnlo:.u
din en que todos ha.,emos de asistir flllte d lrtmv de
Christo, :-$para dar rawu de todas tlllt!SI ras obras. JUi-
ra pues de la manera que este .rtl17or vicJtc d jtngar v/-
vos y muertos. ill ira qua u/os m/llarcs de .-lngdcs le v/c11cn
acompa11a11do,y haz cueuta qne tus oid"s ti!JLtt yalswtlo
de aquella temerosa voz de Clnisl", 4 que ha de scJt/cn-
ciar al 1111111do. Jfh i a como des pues de es/a sentencia
llllOs son echados en las tiuiebfas exteriores; otros des-
pedidos de las puertas dtl cic/", rlrspues del111uclto Ira-
bajo de su virpiu'dad; otros atados cmno haces de mn-
/a hierba son l<mztldos e11 el Jiu:go; !1 t1l ros c11t regados
al gus11110 fjllC 11ll11Ca mucre 1 y al perpetuo llanto !/ crn-
xir de dtimles. Pues sicudo esto assi, cJ' por qu 110 cla-
maremos ahora cou el P"ophela dt'deudo :. !i Quin da-

i Sapient. V. l! 11 . Coriolh. V. 3 Cltryso3l. in Ps;~lm. \'11.


circa mcd. el Iom. 11 . in e~ p. XXV. Matth. llomil . LXX IX. el ex
cap. XVL Homil. L VI. el tom. 111. in c~p. V. Joann. llomil.
XXXV lll. el in>crf. llornil. X I X . .Malth. Xlll. ct XX. V. :, :\lalllt
XII I. ct XXV . 5 Jlicr. IX.

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l'AllT H PlllMElU. &1
r ar,ua a mi cabeza , y a mis qjos fuentes de la&rimas,
y llorar din y nochci' Por tanto venid alwra, her-
?llt'll/os, rue es tiempo y prevengam os el juez. 1 con la
co11(ession de nuestras culpas, pues est 2 escripto:,
"Eo el infierno, Seiim quin se confel\.c;arn a t ?
1\litemos atentament e que nos di nuestro Seiiot dos
ojos, dos oitlos, dos pies y dos manos : pot donde, si pet-
demos el m1o de estos miem!Jros, con el ouo nos remedia-
mos, pero- a nima no nos di mas que una, pues si esta
se condena, con qu viviremos aquella inmortal y &lo-
riosa vida i' Tenrramos pues sumo cuidado de ella: pues
ella es la que juntamente con el cuerpo ha de ser juzga-
da, tlefenditla: y la que ha de pat-ccet a me el t ri bunal
de Ct.ri~to, donde si te quieres cxcus:w , diciendo q ue los
dineros te cn:piiaron, t"<'spondcrte ha el juez, que ya te
havia l avisado diciendo: 3 ,Que' aproveclw al lwmbre
nlcam.ar el st:iTorio de 1odo r.L mundo , " vic u e a perder
J'IL a11ima, y prulcccr del ri mento en s mismo? Si dixCI'Cs
el tliahlo me cnrrait' decirte ha l tamhien' que no le
aprovcrlu a Eva el decir: 4 La se1pienle me e11gmr.
L<e las eseriptm as sar,radas, y mira como el ptoheta
llictemias 5 vi,) ptimero una vara que velaba: y dcspues
una rr:w ealdera de metal puesta sobre las brasas que
hcd 1ia, para tlarnos a entender d'e la manera que proce-
de Dios con el hombre, primero amenazand o, y despnes
ca~irranclo. Mas el que no quisiere recibir la cotteccion de
la vara que amena7A'\, padccer; dcspucs el tormento de la-
caldera q ue hier~. Lec tambicn las cscl'ipluras del E\'an-
;clio, y ah vers, como nadie ayud< a todos aq uellos que
pot el Sciiot fueron condenados , no hcrm:mo a hcrmano
ni amigo a a migo , ni hijo a padre, ni padre a hijo. l\Jas
,! qu di{j"o de estos , que son humbtcs pecadores , pues ni
au nque venga G Noe, Daniel y Job scnn xxlerosos para

1. 'Psalm XCIV , 2 l>salm VI. :l MulLh XVI. nTarci Ylll .


r.ucu.' IX. 1,. G~11c~ 111. ti llicnm: l. G llzcc. XlV .

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82 GUlA Ull FF.CADOltRS,
muda1 la sentencia uel juez? Sino, mia tu aquel que fue
1 desechado del convite de las hodas, como ninguno ha-
bl palalwa pm 1!1. l\1ira tam bien, como nalhe ro~ pm
aquel que h:l\ia ccibido d t;llcnto de su Scio, y no
quiso nP;octat con l. i\lira otros las 2 cinco viq,;enes
despedidas Je las puertas dd ciclo, si u que nadie abogassc
po1 ellas ,las qual(s Christo llanu loeas: porque despnes
<.le haver despreciado los Jclcytes <.le la c:ll'ne, y mortifi-
eado el fuego <.l e la conluspicrnci<, en cabo furron teni-
das pOI' locas : porque ha viendo {;U:Inlado el COJ1Sl:jo
grautle de la vira inidad, 110 Guanlarn d mamlamicnto
pequco de la humildad, pues cnsob<rhccier(Jll con la glo-
ria de su virainidad. Tambicn havr:s odo, 3 como aqlel
rico avariento, qc llllltl'a tuvo commsion de t7.aro, es-
tando ardiendo l'n el lu;a r de )a vcn;;m1"' d<sc una r,o-
ta tle arrua' y 110 (JO!' ('SO el santo P;llriarcha quiso miti-
r,a r con tan pcqnciio socorro d tonncnto tic :-u passion.
Pues sicotlo esto assi, po qu 110 nos ayuti;Hemos l'On
caidad unos Oll'OS? por qu no cl;ucmos rrloria Dios
antes que se nos po11aa el sol de juMicia, 4 y se nos cicr-
te el dia? !\l(:j01 es, tndtct aq.ui un po!'o la lcna ua sera
a poJ'cr de: ayunos, que trayctdo la ~:ou tc nta y tce-alada,
tlc.~ear a lli una (;Ola de agua, y uo a ka 111irla. 1' si so-
mos tan tlclicados, que apenas podemos sufrir ilCJII una
ca lcntuta de tres dias, c<Jmo sufl'ircmos all el fuerro de
u11a cternidatl? Si nos espanta una scntcucia cle muelle
de un juez de la tierra, que nos priva de cnarcnta cj ciu-
cuenla aos tic vida, cmo no temeremos la scutcucia d.c
aquel juez que priva de la vida penlurablc i' K~pautanos
ver algunas maneras de justicias ri,;mosas, que se hacen
ac en la tierm contra los malbccltorcs, quando los vcutos
como los vcrtlurros los llevan por fucn.a, como los azotan
d;:scoyunt.Jn , desmiembran , dcspcdawn y abrasan con

1 MaLlb. XXI!. 2 Mutlh. XXV. 3 Luc. XV I , 1 llicr.


XIJJ. XVI.

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PARTE P RIIIIEnA. 83
planchas tic fur;o. Pues ?qu es todo c~to, sino r isa y
somb1a en <'O lllparacion tic los tOJ'mCntos tic la otra vida?
Porqnc todo esto fi nalmente con la vida se acaba, mas
all n i el ;usr~ no mucre, ni la vida fenece, ni el atol'-
mentac.lo se cansa, ui el furgo se apa;ar jamas. De ma-
ncm que todo quauto qnis1eres comp:u ar con todas es-
las penas, 1 sea fu ego sea hierro, SC'a n bestias, sra otro
qnalqu ic torment o , todo es como suciio y sombm en su
compa rae ion.
Pues tus malavenw rat!Qs, que dcspctlitlos aquellos tan
(;1":1lldCS uiCIICS, fue1en COIH.Jcnatlos CSlOS 111\l les, qu lla
r<n? qu di...n? cmo !:iC acusarui' cmo r,c111irfl n y suspi
rann? y todo en vano.' Porque ni los marineros c.lespnes
tle sumitlo el na vio sirven para nada; ni los mdicos, des-
pues que el cnfc1mo acab la ,ida. Pues entonces ven-
drn, aunque tarde, : caer en la cuenta de sus yen os,
y all ser decir: Esto, t lo otro nos connnia hace, y
bien fuimos muchas veces avisados dl:l ello, y uo nos apo-
veclu. Porque tambien entonces los .ludios conocen al
que vino en el nombre del Seiior: mas no les aprovecba-
r: este conocimit uto, potquc no lo tuvieron en su tiem-
po. Mas, ,;q u podremos miserables de nosotros alee-a. eil
este di:-~, qnando el ciclo y la tieTa, y el sol y la luna,
los dias y las noches, y todo el mundo estar dando vo-
res contra nosotos, y testificando nuesttos males: y dou-
c, aunque todas las cosas callen , nucsua misma concien-
cia se levantar contra nosotros, y nos acus:m't? Qasi l O
das estas son palabras 2 de S. Cbrysostomo, po las q ua-
les vedt el homb1e el tcmm que debe siempre tenel' de
este dia, si se halla alcanzado tle cuenta. Assi muestra que
lo teni:l S. Am brosio, aunque e.;taha tan bien arccebido,
el cual esciuicndo sobre S. Lu ea~, dice assi: ffai .de m,
silw llordrc m"s p ecados ! hat de m/, no me lcvant rc

1 S. Aug. de CaLch. Jud. cap. XXlY. 2 V(lS. llomil. XX IV


in l\IaUh. '

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81. GUIA DI! PECADORES,
d la media 110clte d confessar, Seilor, Jll santo nombrt!
hai de mi, si crgalid(c d mi'pro:cimo, sino habldr.: ver-
dad! Porque y.a est puesto el cu.c/till() d la nliz del ar-
bol. Por tanto trabaje po1 dar fnto el IJne pndicre, de
r,Tacia, y el que es deudm, de pcnitenci;t. Porque el Sc-
iior est cerca, que viene buscar el fruto, el qual d;u{t
vic.la a Jos .fieles trabajadores, y condlnar los estriles
y nrgligemcs..

CAPITULO IX.

OTU. NOY ill'\0 TITULO QUF. NI)$ OllUI;;\ T.A VlllT01'1 1 QIJll ES I.A TERCE-
R.\ JHl l'iUF.STRAS 1'0STiliMilR1A5, l.A QUAL 'ES l.A .GLORIA llf.L
PAJIAlSO.

Ba;taha qnalqnier co~a de las susmlic1as pa1'a inclina


nuestros corazones al amor de la virtnd. l\ias porqne es
lap rrande la rcbcldia ucl cora.zon humano, que muchas
vecrs ni con touo esto se vencr, aiauirc al']ui otro motivo
aw menos eficaz que los passados, q ue .es la rrrande-t..'l del
pcmio que se pi'Omete la virtud, que <'.S .la lol'ia dcl
parayso: donde se uos ofrecen J os cosas sealadas cuc
-considear , la u Ha -es ht bermesura y excelencia de este
iuga., que es el cielo empyeo; y 1a ota la hermosum y
-excdenoia del Rey que mora en l con todos sus esco-
u-idos. .
Y qoanto lo primero, que lan gramlc sea 1a hermo-
:Sill'a y r ique-tas de este lugar, no hay lenGua mortal que
1o pueda explicar. !\fas loua11a po algunas conjeturas po
demos como de lcxos baJTunlat .algo de lo .q ue eslo es,
~!'llie las qnales la primera es el fin de esta .obra: p01'c1ue
-esta es una de las cicunslancias, que. mas suelen declm:ar
1a condicion y excelencia de las cosas. Pues el fin para qne
nuesl ro Seiioi' edific y apal'C~) .eslc lupr , es para mani-
festacion de su g1ora. Porque aUO(JilC .todas las cosas ha-

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l'.lliTE PR1311lll.l . 85
ya CJ iado este Sri'ior para su glor ia, como 1 dice Salomen,
p<'rO esta stitaladnmcute se dic-e ha,cr criado para este fin:
porque rn dla singnlarmcnte rt>s'plauclccc la &r:~ndcza y
tlla&nifirtnl"ia de l. Por donde al>.~i como :~qnel gnmde
Hry Assurro, 2 que rrynl'1 rn As:~ sobre rien te y vein-
te y siete prmincias, celebn) un Corl\'itc solennis~imo r n
la cilubd de '\u~a por rspacio de cimt o y othtrHa dias
con toda la opu lcnria y r,nmdr1..:1 que se puede imaginar,
par:~ dcsr tolwir por este medio todos sus rrynos la (;Tan~
drza de w pod!'r y de slls riqneyas: nssi IUntiJien este Hcy
sohPrano, JrHm,in hacer en el tido ot ro tonvi tc solcn-
nissimo, uo por espario tle ciento y odtrnta dias, sino de
toda la <'H'nlid:~d, para manife~t ar \'11 l la imensidtH.l de
sus riqne1as, de su saLiduria, dt su kit'Giltzo, y de sh
honda el. Este es d convtte de que IH hla 3 lsaias, quando
dir<>: 1/nul el .jalor en t:~te tltoii/C 1111 J'olnme c,.uvile r.
lotlos los pru:blos, rleviii(JS!f11alljnrcs 11111!J rldicnrloJ: es-
to es, ele <"osas de r:;rallll i~sin to \'alor y sua\'idac.l. Purs si
eMe tan sohnne comitc !tare Dios fin de que por ~ 1 sra
mauifc~ta da la rrrnndr7a de su elmit, y esta c loria es lan
rrroude, qu tul ser la fiesta 'i las iquczus que para es~
te J H'Opo~ tt o serviru?
Esto se <'tttcndrn nun h1as claramente, si ci:msitlera-
rnos la grnnd(zn dd poder y de las tiqlt(zas dP. este Se-
ior. Es tan grande su podr1; qne con uun sola palub,a
cti toda esta maquina tan ac.lntirable del mundo, y ron
otra sola la podra desuui1, y no solo un mundo, mas
mil cuentos de mundos podria l cria r rou una sola pa-
labra, y tornados ; drsharJ?l' ron otra. Y drmas de esto,
lo que ltacr, lracelo tan si o trabnjo, que ron la facilidad que
<'ri la menor de las hormigas, criel mayo de lo Seraphi-
nes: ror que no gime, ni suda debajo de la caq~a mayor ni
se alivia con la meno porque todo lo que quiere . pue-
de, .y todo lo que quiere obra con solo querer. Pues dime

1 Trov. XVI. 2 Esih. J. 3 lsai. XXV.


'1'0~10 18

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8G GVI.l Dll PRCAOOft'F.~,
ahora, ~i la omnipotencia de este Eeiwr es tan rrrandr, y
la rrlri.1 de su santo nombre tan grande y el amor de
ella tan r,Taodr, ;.qul ser/t la casa, la fiesta, y el eonvi!c
que !<nt!r: aparejado para este 6n1 qu falta a<ui, para
que no sea perfcctissima esta obra? Falta de manos aqui
no la hay, qorque el hacet!or es infinitamente podrroso:
falta de cabeza aqui no la hay, porque es infinitamente sa-
b io: falta de querer atui nn la ha y, porque es ir,finiwmen-
te bueno: falta de riqaczns aqni no la ha y, porque l es
el piclago de todas ellas. Pues luego qu tal ser la obra
donde tales ap:u~jos ha~', para que ~ea tan grande? qu
ta 1ser la oLra, que saldl' ele esta oficina; donde concur-
ren tale; oficiales, como son la omn ipotencia dd Padre, la
~a i.Jiduria del Hijo, y la bondad del E~piritu santo? Donde
la bondad quiere', la sabidura onlt-na, y la omnipotencia
puede todo aquello que quie~e la infinita bondad, y ordena
el infiuito sai.Jer ; auncue todo esto sea uno en todas las
divinas personas.
Hay 01ra con~ iJ('I':\C i(n para este pmposilo semejante
a esta. Porcue no sufo a pan~j~ Dios esla casa para hon-
ra suya r sino wrnhien para honra y e-loriadetodos sus es-
cogi<fos. Pues que tan t;rande sea el cuidado q ue este Se-
ior 1iene d~,! honrarlos, y de cumplir :quello que l mismo
dixo: 1 Yo lllmro a ( os rue Jl(e honr(l n: cl:lr:lllJC nt e se
ve por las -obras 1 2 pues ann viYicndo ellos en e~t c nwnJ
do, pu~o debaxo de su obedi('ncia el se'iorio de totlas la&
cosas.. Qu cosa es Y<'r al santo 3 Josue mandar al so l
que se pa:rasse en med io del cicfo, y c:ne, COillO si l tu Lie-
ra en la mano las r~mbs Je:: 10da la maquina del mun-
do, ass lo hcesse detener, obedeciendo, como dice f es-
erip(ura, 4 Dios a la voz de nrr hombre? qu cosa es ver al
propheta l> Isaias thr a escoger al Rey ELcehias, que que-
ria que hieiesse dd mismo sol, 6 si q.ueria que le mandasse

1. l. Reg. ti 2 Psalm. ll. n Josu X. T~ Eccles. XLYI.


5 lsai<e XXXVIII. GiV. lleg. XX.

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PAR'I;Il PI\IMBI \A. 87
l' adel <mtc, o qne volvie~e auas, que con la mismJ . faci-
lidau que hara lo uno, h:uia lo otro? que cosa es vc al
J prophcta Helias suspe nder las aeuas y las nubes d.el cie-
lo p01 toJo el tie111po que quiso, y mand arlas otra vez
volve r con l<t virtuu y palab ra de su omcio n' Y no solo
en la vida, si11o tambi cn en muete los hom tanto, qne
dic este mismo seinri o y poder a sns hnessos y cen'l(tS:
Quien no alaba a Dios, viendo que los hncs>os de 2 He-
liseo muerto resuci taron un muert o, que acaso unos la-
drone s echaon en su sepulcroi' quin no ve el regalo de
Dios para con sus santos, quand o lec que el dia de la pas-
,sion de S. G lcmente man Y'' se h.1bria la mar por espacio
de tres millas, para que entras sen los homb res a ve los
hucssos de un homb re que padeci trahajos p01 su amor?
A la catlcn a dn S. Pedro quiso Dios, que se hicicsse fiesta
;-cnrra 1 e11 tocla la iglesia, para que se vea en cuant o esti.
ma l los cuerp os de los santos, pues las cadenas infames

de las carccles, por llave tocado en ellos, quiere que se
tcn:an en tanta vcneacion. Mas que es todo esto en com-
pal'acion de aquella honra tan grand e que hizo Dios, no
ya a la cadrn a de este Apostol, ui a sus huesos, ni a su
currp o, sino a I;J. sornlJI'a de su cucpo, pues le di aque-
lla virtud que cscdbc S, L UC:lS en los 3 actos ae los
Apostolcs, CJUe tocios los enferm os, que tocab an en ella,
~;anaban? O admir able Dios! O sumam ente hueno
y honra -
do de buenos! pues du a este bonll) l'e lo que para s no
a ~a
tomtt porqu e no se lec 1tc Cri~to, CJIIC con su somb
nassc los cnfemos, como se lee de S. Pedro . Pues . si e11
tanta manca es amigo D ios de honra sus santos , aun en
el tiemp o y lu g::~~ que no es r opio de galard onar, sino de
trabaj a, qu tal podcmos enten der que ser la gloria
que l tiene diputa da para homa rlos, y para ser honra ,
do el en ellos? Qu icq t.:lnlo desea honra rlos, y tanto pue.

l 111. 1\n~. X\'ll. el :\YIIf. 2 .IV. )\e;. XIII. !! :\!'lor, Y.

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88 GUIA DI! PF.I:AOOIIE~,
de y sabe hacn en <JIIC lus honre; qu es lo
ljlle les do.
be lene hall; apan:jado para csto?
Coosiucra Ot1o s dtmas de esto, quan laq~o sea
este
SciiOI' en pacr:~r los sen idos qnc se le lwccn. 1\hmltJ
1 llios
al Patriatcha Abraham, que le sacrifi1asse un hijo
que tan-
to amaba: y estando l p~ll'<t s;u;ifica do, di:-:ol c Dios:
,Vo
lo sacr~lir~~t:~, pon uc ya lr'"lf " vla tu lc:al
lwl !1 obe-
dirmcia. JIJ(ls ytJ le jorv por 'l"ien yo soy, de rillrl
e por
esse lujo tanto s lujos , fjlUW IS c.ll!'fllas hay ere
el ctclo,
y areii( IS e11 la mar: .'/ en/re ellos 1111{), '/ue sea Salv
a-
dril' del 11/IIJI (/u, el cual seu junt nmcn le h~'j" tuyo
, !/ hijo
de Dio,f. .Parccctc q11c es h11C11a para estai' Esta
es paga
cliana de l)ios, porq ue llios t'll tudas las tnsas ha
ue SCI'
Dios: Dios cq patra r, y Oios en cast i;u, y Dios en
demas. todo lo

Pnsose Da V id u.na noth c a penMII' ' como clt en ia casa,
y t>l
arca 2 de Dios no la tenia: y ua t' en su pensamien
to de
eclificarlc tnHi. casa. Otro d i;t pOI' la maiiaua envi{>
lc Dios
UU prophct;t q ue (e UXet<sr: i 'UI'fjl
iC /raU lSie CJI (11 ~ora-
1011 de cd!fi cnr!u c una ~rtsa , ljll
le ;uro de cr!tjicar para
U !1 para tus dcscc utl/ettle uua casa ciern a,
!J 1111 rcy-
11(1 pcrp cltw , r/u fjU/t tt Jl/lltc rt jnma 1
apa rtar / mi mt.,c-
r/cor din. Assi ~ll di:-:o, y assi lo euntp lic': porq
ue hasta
que vino Christo reyu;nou ho111bres de la fa111ilia
de l)t-
\'id en la casa tic l~rae l: 3 y lut'f.O naci Christo
hi,JO Jc
Davi d, qnc en los si;los de los si; los reynar en cllu.
Pues
sino es otra cosa la t:lo1ia del parayso, sino una
grati fita
cion y pacra uui,crsal de los servi cios de todos los
santos:
y tan bao es c~ t e Sciio t en esta parte', .~q ne tal podre
mos
por aqui conjeturar que ser ~:sta jltll'iai' Aqni ha y
much o
que pensar y que ahondar.
Hay tambien otra conjetura para C$tO, tne es cons
tlc,
rat qun r.ande sea el precio q.tc Dios pide
pcll' rsta
fflor~a, sicnuo l \"11 liLcral y tan m<trui(ko
c;ulllu cs. Pues

1 Genes. XXII . 2 11 n~g. Yll. 3 Luc. l.

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~ARTR PRI ~ERA . 89
para da rnos esta r, lor ia, nu se content con otro meuor
precio despucs d e l pecado que la sangre y muert e de su
unir,eoito hijo. De r1111nera que por la muerte de Dios se
se da al hom bre viua de Dios: por las tristezas de Dios, se
le da la a lerrria de Dios: y porque estubo Dios en la crnz
l'DII e dos lad rones, se da al homb,re que est entre los co-
r os de los An;elcs. Pnes dime ah ora , si se puede decir,
qnal es aque l bicn, qnc para qne se te dicsse, fn~ menes-
lt'J' que sudasse Dios rrotas de sanr,re, y qu e fuesse pressQ,
azotado, escupido, ahofl'teaclo, y ptusto t' ll cruz? qn es lo
que tendr Dios aparejado, siendo como es tan magnifico,
para dar por este precio 1 Quien supiesse ahondar en este
a bis111o, mas cntcmleria por aqui la ;rantleza de la glorilJ,
que poa toJos los otros medios que se pueden ima:inar.
Y dcmas de esto nos pide este Seor como por :liiadi-
dura lo ultimo que se puede un h ombre petlir. K-;to es,
que 1 tomemos nneso a cruz. acu estas , y que saquemos e l
ojo derecho, si nos c.-;candaliz.are, y que 2 no tengamo~
ley con padae, ni mndrc, ni con olfa cosa criada, quan-
do se cncoutnre co n lo que manda Dio.~. Y solJI'e todo es-
to que por awes11n parte h:wemos, c.li te :J(ut'l sobeaa11o
&iior, que 110s da la rrloria de gracia. Y aMi tlice por S.
Juan: 3 r o Sfi!J prr'nctJio !/ !itt de t udas Las cosas, !JO da.
r al '7liC t11viere sctl, u beber agua tle vt'rla rle valde,
Pues dime ,thora"!I'J ll tt\ bitn ser aquel, por quien tan
lo nos pide Dios? Y dcs pucs de tod o e~t o dado, dice que
n os lo da do va ldc, y tli 0o de valde, mir:t ndn lo que nu es-
tras obras por s valen , no por el \':tlor que por parte de
la gracia licuen. Pues dime, si e.~te Sr iior es tan largo en
hacer mercedes , si su Jivi11a mag nifice11cia co ncedit en es-
la viJa a tod os ios ho lllbres tautas difcr'C'IICias de cosas, si
a todos ind ifl!acntemclltC sinen las criaturas del e ido y
ele la tierra , y de los justos y i11justos <s cUI illn la posses~

~bllh . :'\ . 1'\ XVI. 1 Lu6. IX. el XIV. el ~l;~rc . IX . ele.


2 Mllh. r. a ""or. xx1.

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90 Gt'IA DI': P EC.lU01\E5,
siou dcesle mumJo; JCJll bienes lcndr. cruanlados p:1ra so-
los los justos? Quiu tan r:aciosatllenlc d it 1311 rrandts
tltesoros, sin debc..Jos,cu dar quien los tuvicrc dcLi-
d os? Quien ~an ltbcral es en hacer mercedes, qn nto mM
lo ser en paff:l l' setvicios? Si ta q iuestimaule es la larr,ue-
za del cue tl, J CJII:iliU SC I': la rnarrrtif\cc nc ja del (Jlle r~S
t iLUye ? Sin tlucla 110 se puede con pa labrns d rclar< r la lo.
1ia qu e tla t a lo aa adecidos, pues tales cosas di aun a
los ingratos.

~ . )[.

1'ambien d<'<la ea nlro ele esla ;-!orla el si1io y a h eza


dellnga e dlpnlado para e lla : qn e es el c eclo eenpyreo, el IJU a l
assi corno es e l eua ~or de lodos l0s c iclos: assi es el mas
noble, y mas heenoso, ) de mayoe di~nidad. Lkmase en
)a esciptura 1 tierra de /os 'fll': viven: poe donde enten-
ders queesla enqncaqni ntotamos,esticeea de lo.~ que mue-
Jen. Pues si en es1a 1ice'J'a de muertos ha y cos.'\~ tan exce-
lentes :y tan vi,losas, qu havd1 eu aquella licrTa de los
qu e paa siempre ,ivcn ? Tiende los ojos por 1oJo es1c mun-
do visiLle, y mira qudntas y qun hermosas hay en l.
J Qnnta es la frra nd l'za oc
los cidosP qu:\n1a la claridad
y resplandor del sol y de la luna y J c la ~ estrellas? qu<n.
la la hetmostti'U de la 1icna, de los :uboles de las :Hes, y
oc todos los otros animalc,;? qu es vte la llanua de los
campos , ja altura de los monles, la vcnlum de los valles,
la frescma de las fuentes' la rrracia de los rios repartid os
como vena~ r o Lodo el Cllctpo de la t icrra, y sobre lodo
la ancbur<). de los maees poblados J c 1a111as di versidades
y maavi llas de cosas? qn sou los estanq ues y larunas de
aguas claras sino unos como ojos de la licn a, como es~
p<:jos del cielo? qn son los prados verd es cntrclcxidos de
r osas y flores , siuo como un ciclo estrellado eu una no.

1 Psalm. XX Yl.

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tIITR PilliiJERA. 1)(
che serrna? qu diJ" <.le las venas de oro y plata y de otros
tan ri cos y tan preciosos lll<'lales, qu de los ruuies y es-
metaldas, y diam;~ntrs y ot tns pitdtas ptec:iosas, que pare-
cen compct ir con las 111i~mas rst rrllas en claridad y her-
mosm-a? qu de las pintur;ts y colores de las aves, de los
animales, de las llore!<, y dt! otras cosas i11finitas? Juntse
con la gacia de natundrza t.ambirn la del arte, y <.lobl,
se la hennosma de las cnsM De aqu i nacir ton las ba:xillas
de oro resplandecicntrs, los dilmxos lC'rfcctos y acabados,
los jardines uim onlenndos, los rdifirios de los templos y
cosas de los palacios rrn lrs vcstidosdeoroymarmol,conotras
innumrraul.-s. Pues si rn este elemento, que es el ma:s
u;axo d e todos, segun diximos, y tierra de los que mueren,
Ita y t:~ntas cosas que delcy t;~n, qu havr en aquel supre
mo luga, cue qnanto <sttt m<ts alto que todos los cielos
y elemrntos, tanto es mas noulc, nt<lS tico y mas hermo
so? Especialmente si consitlrramos, que estas cosas del cielo
que se descubren lt nuestros ojos, como son las cstt-ellas,
el sol y la luna, solut'pltjnn en clal'idad, virtud, hetmo-
sura y perpct.uitlad < todas las cosas de adt con tao gran
des Vt'ntnjas.; pues ,\C]II scm lo que de esoua vanda est
descubierto los ojos inrnottalE>s? Apenas se puede esto
bastantemrnte conjet urar.
Sabemos tambien I'JUC tres manetas de lur,ares convie
nen al hombre en trea diferl'ncias de tiempos que tiene de
\'ida. El pl'imero es el vientre de su madre despucs de con-
cebido: el srr;nndo es este mundo dcspues de nacido: el'
tetceo es d ciclo des pues de mucrw, si hu viere bien vi
vido. Entre estos tres lnares hay rsta orden y ptoporcion;
que la vent:~ja que hace el srguntlo al primero, esa hace
el tercero a 1srgundo assi en la duracion, como en la gran
deza y hctmosuta, y en lodo lo demas. Y en la tluracion
est claro, porque la duracion de la vida del primero es
de nueve meses: la del secundo veces passa de cien aiios,
mas la del tercero dura para siempre. ltem la grandeza
del primeto es del tamaiio del vientre de unn muge; la
del segundo es todo este mundo visible; mas la del terce~

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92 GUIA IH'! l'ECADO:U:s 1
J'O sce-nn esta proporcion es tant o mnyor que la del sec-un-
do, qnanto la dd sc.>eundo es mayo q ne la del primero.
Y la ventaja CJUC en esto le ltH~e esa misma le ha re en la riqnr.
ta, en la hermosura y en todo lo de mas. Pues si este mundo es
tan G'l'ande )' tan hermoso, como havelllOS dicho, y estOti'O le
t:xccde con tan e-raodcs ventajas, como ahol'a decimos, qu
tanta potlemos po aqui entender que ser la erandrza y
bermosu ra de l?
'f amLic.>n nos declara rsto la difl?ren cia de los mOl'ndo-
r es de estos dos lugares, poquc la forma y excrlcncia de los
edificios ha de se confo1me la eondicion d e los mora-
tl oes de ellos. Esta es puts, como decamos, t i<'na de los que
mueren, aqu ella de los que vhen; esta de pecadores, aquella
Jc ju~tos; esta de hombres, aquella de Anrrelcs; esta de
pr nitent rs, aquella cle perdonados; esta de los que pelean,
aq uella de los que tri umphan: flnalmrn tc esta de arni(jOS
y enemigos, aquella de $olos amir,os y escogidos P ues sien-
do tan diFerrntcslos mornd orrs de estos dos lugares, qu
tanto lo sern los mismos h1 ~mcs, pu<'s tod os los luga<'s
erit) Dios conforme los mor((clocs de ellos? 1 f/ erdnde-
rnmf'llltt gloriosas cosns uos han dicho de lt', cuirlnrl de
Dios. Gt-ande eres rn tu nnchura, h ermosissima en la hc-
chtJIa, prcciosissima en la m<tteria , n oLilissima en la com
pai'ia, suavisissima en los cxercicios, riquissima en todos
los bienes, y libre y rxempta de todos los males. En todo
ecs ~rande: porque es ~randissimo el qne te hizo, y al-
t issimo el fin pam que te hizo, y uoLilissimos aquellos
bienaventurad os moradores, para quien te hizo.

~ m.
Todo esto pe1tencee In gloria accidental de los San-
tos. l\las hny aun otra rrloria sin compar acion mayor, que
es 1!1 que llaman esscncial: la qual consiste en la vision y

'l Psalm. LXXXV.

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PAI\TR PRllll61\A. 93
possession del mismo Dios: de la qual dice S. Agustn:
El premio de la vhtud ser el mismo que di la vbtud,
el qllal se ver sin fin, !J se ama1d sin hastio !J se ala
bard siu camanco. De manera que este galardon es el
mayor que puede ser: p01que ni es cielo, ni tierra, ni mar,
ni otra alguna criatura, sino el mismo criad01 y Sei'or de
todo: el qual aunque sea uno y simplicissimo bieo, en l
est: la suma de todos los bienes.
Para cuyo entendimiento es de saber, que una de las
enndes maravillas que hay en aquella divina substancia,
es que con ser una y simplicissima, encierra en s con in-
finita eminencia las perfecciones de todas las cosas criadas.
Porque como l sea el hacedor y criador de ellas, y el que
las gobierna y encamina sus uhimos fines y perfecciones,
no puede l carecer de lo que da, ni estr falto en s de
lo que parte con los otros. De donde nace, que todos aque-
llos bienaventurados Espritus en l solo gozarn y vern
todas las cosas, cada uno segun la parte que le cupiere de
gloria. Po1que assi como ahora las criaturas son espejo, en
que en algu na manera se ve la hermosura de Dios: assi
entonces Dios ser csp~jo en que se vea la de las criatu-.
ras: y esto muy mas perfectamcnte que si se viessen en s
mismas. De manera que all ser Dios bien universal de
1odos los Santos, y perfecta felicidad y cumplimiento de to-
dos sus deseos. All ser espejo nuestros ojos, music.'l
nuestros odos, miel nuestro gusto, y balsamo suavissi-
mo al sentido del oler. All veremos la \'ariedad y hemo-
sura de los .tiempos, la frescura del verano, la claridad
del esto, la abu ndancia del otoiio, y el descanso, y repo.
so, del hibiemo: y alli finalmente estar todo lo que a to-
dos estos sentidos y potencias de nuesua anima puede ale-
fpar-. All, como dice S. De1nardo, ser Dios plenitud de
luzd nuestro entendimiento, muchedumbre de paz d tUles-
Ira voluntad, !1 conti11uacion de eternid(ld m~.estra me

1 XXII. de Civitate Dei, C3p. XXX. tom. V.


TOMO l . 1!)

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91 GUIA DE PECADORES,
mora. ./1/Li parecertt ignorancia (tt sabiduda de Salo-
mon, !J .fealdad la l1ermosura de A bsalon, y.flaqueza la
fortaleza de S(l]>sou, !/ mhtalidad la vida de los pri-
meros hombres del mcmdo, !/ pobteza la riqueza de to-
dos los Reyes de {a tier.ra.
Pues, o hombre wiserable, si esto es assi, como de
verdad lo es, en que te andas pot la .tierTa de 1 Egypto
luscando p:1jas y bebiendo en toJoR ls charquillos de
agua turbia, dex:lr)(.lo acuelht vena de felicidad y fuente
Ue aguas vivas'? pOI' que andas mendigando y buscando !1
pedazos, los que \lalhus recol)ido y aventajado en este
todo? Si ddeytes desea:;, levanta lLI corazou, y considem
qm\n ddeytable sel' aquel bien qut coutielle en s los
delytes de todos los bienes. Si te :lgrada esta viJa criaJa,
, qn<nto mas aquella q ue toJo lo cri1Ji' Si te ag:ada lasa-
lud hecha, quoto mas aquella que todo ltl hiw? Si es
dulce el conocimiento de las criawras,\' , quuto mas el
del mismo Cl'iador? S i te deleyta l<t hcrmosura, l es de
cuya hennosura el sol y la luna se mamvill<n. Si el li-
na&e y la nobleza, l es el primer origen y solar de toda
nobleza. Si larga vida y sauiuad, all hay sanrdtl y Jon-
r,ura de das. Si hartura y auuuJaucia, alli esta la suma
de todos los bienes, Si musica y meloda, all cantan los
Angeles y suenan dulcemente Jos organos de los Santos en
la ciudad de Dios. Si te clel~ytan las amistades y la buena
compniia, all est la de todos los escogido hechos un ani-
ma y un corazon. Si honras y rique'las, gloria y r-iquezas
hay en la casa del seior~ Finalmente si deseas carecer de
todo genero de trabajos y peuas , alli es donde est la li-
bertad y e:<.empcion de toda~ ellas. Al 2 octavo dia mand
Dios celebrar el Saci'Umento de la Circuocision en la vie-
ja ley para dat a entender, que al octavo dia de la resu-
reccion general que suceder a la semana Je esta vida,
circuncidar Dios todos los trabajos y penas deaquellos

(1) ~xod. V. H iet Il. 2 Genes. XV II. Levit. X ll.

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PlRT& PRIERA. 95
qne pm su amo llllvieren C'. ircuncidado todas sus dema-
Sias y culpas. Pne qu co~<l mas bienaventurada que una
tal mane1a de vida, tan libre de tOdo ;enero de misc1ias?
J)onde, como dice 1 S. Agustin, uo ltavrti J - 111as temor
de pobreza, no flaqueza de enfermedades: donde ninrtmo
se a/;ra, nngnno tiene r.uvitlia ele otro, ninguna 11eCc~idad
de comer, ni de bebc1, nin[!una ambicion de ltonms, 11 de
JIOdmes muudanos, ninguna.~ U$eclwnzas del demouio, ni1.
yun temor de penas del diemo, muerte, ni de cuerpo, 1ti
rh anima, sino v."d t si:?nne alc-.f!re con gracia de inmortG.-
Iidad. No h 1br alli _jamas discordia, porque todas las C( -
.~as r;ttn en suma paz JJ concmdia. A todo c:slo M aade
r.n vi1Ji1 en eompaiia de los A ngcle.~, :'1 r;ozm de lct vista de
todos aquellos robcmnos cspiritm:, y ver lc>s cxercitos de los
8anlos ma.~ rlmos que 1 ts c.~trellas del cielo, tesplandeciet.-
do con Ln. santidad 11 obediencia de los Patriarcas, con la
rspenm:a de /o; nofetas. con las coronas 1 o~omr/as de hs.
nulr(IJ!"es, JI con las guintaldas blancos JJ .floridacl de las
vir.qines. Jl1as tlcl fle!J sobrrano r11e en medio de ellos 1c-
.\idr, u: /c,trua podrft ila/Jlap Ciertomcute ;i 110s Ja<sle
11rcesario mdct:er cada dia tormentos, JI !ltifri1" ]101"al.rw~
1iempo Las mi.smns penos del i1!ficmu l(lr ;e a este f'c-
flnr en su. yloria, JI go.:rcn de la compai.ia de sas r:stoyidc-
7>0 .~era , ,," rmpleado 1as.~a r todo rstn, 710r r;o:::m de tw-
t o bien? 2 Hasta nqni son pnlalnns de S. Agnst;n.
Pnc.~ si tan r.anclc y tnn 11niversal cs cstc bien, qol
~c la felicidad y l:t r,loria de aquellos bie,)avcnturados
ojos que en el se apatcntan\n? que sedt YC'I" la hrmosua
de aquella ciudad, la ghwia de nqucllos cindadanos, la cara
del criadm, la gracia de ncucllos edificios, h riqucra de
aquellos palacios, y el alegl"ia comun tic aqu('lla patria?
que ser ver las ordenes de aquellos h en aventurados cs-
piitus, y la autorichd d aquel sacro sr.uaJo, y la marrrs-
tacl de aquellos nobles ancianos, que vi 3 S. Juan asscn-
tados en sus tronos en Jl''CSCncia de Dios? qu scr oi1

1 Jn Solil. cap. XXXV. ~ l n Man. cap. X\ ". -3 .\poc. 1\'.

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96 GUI.l DB PECADORES,
aquellas voces angelicas, y aquellos canto1es y cantoras,
y aquella musica tan acordada, no de cuatro voces, como
la de ac sino de tantas Jifeen~ias de voces quanto e:; el
nume1o de los escogidos? que alegria se1 oitles cantar
.aquella suavissima cancion, que les oy 1 S. Juan en el
apocalypsi, quando decan: Bendicion :IJ d~J:dut.i y .su,du-
na y itacimientu de yraciw;, honra y vi11:tul, y fo?'lale:m sea
a nuest1o D ios en lo.s siglos de los siglo.~ A:meuP Y si es tan
deleytable cosa oir esta consonancia y harmona de voces,
?quanto mas lo set ver la concordia de tos cuer pos y ani
mas tan conformes? y quanto mas la de los homb1es y
Angeles? y quanto mas la de los hombre,~ y Dios? 2 Y so
Lre todo esto, ?qu ser ver aquellos campos de hermosu -
ra, aquellas fuentes de vida, aquellos pastos abundosos so-
};lre los montes de Israel? q~1 sed asscntaJse a aquella
mesa, y tener silla entre tales convidados, y meter la ma-
no con Dios en~ un plato, que es eozar de su misma glo-
ria? Alli descansarn, y eo1.arn, y cantarn, y ala bar:in
y enlran.do y saliendo hallarn pastos de inestimable sua-
vidad, Pues si tales y tan grandes bienes prornete nuestra
santa fe catholit'a en premio de la vit ud, quM es el cieeo.
y desatinado, que n se mueve a ella cou la esperanza de
tan grande galardon.

CAPIT ULO x.

DEl, DEClMO TIT'ULO, t'Oll EL QUAJ, ESTAMOS OJII.IGAUOS J, A \ ' 11<-


T UD , . QUE ES LA QOARTA P OSTRIMER lA IIEI, HO~IIIllE , llONDE S.l l TRA-
TA DE LAS PENAS DEL INF IERNO.

Bastaba la menor parte de este galrdon pa1a mover


nuestros corazones al amor de la virtud, por la qua! tan-

1 Apoc. V. 2 Ezech. XXXIV.

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l'~RTS PRUffiR~. 97
to bien se alcanza. Pues qu ser, si con la gan~eza de
esta ~l01ia juntam os tambien la grandeza de la pena que
est los malos aparejada? Porqu e no se puede aqu el
malo consola diciendo: Si fuere malo todo lo hace no it
rroza de Dios, y en lo demas ni tendr pena, ni gloria.
No es assi, sino que forzadamente nos ha de caber una de
estas dos suertes tan desiguales: porqu e, o ha vemos de rey-
nar pa.-a siempre con Dios, o arde para siempre con los
demonios: ca no se da medio emre estos dos extremos,
sino es el limbo, o el pmgatorio. Estas son en flgma a que
llas dos canastas que mostr Dios al propheta 1 Hieremias
ante las puertas del templo en una vision: la una llena de
higos buenos, en gan maner a buenos; y la otra de higos
malos, y tan malos, que no se podan comer. En lo qual
quiso signiHcar Dios al propbeta dos maneras de personas,
unas con quien havia de usat de misericordia, y otras con
quien havia de usa de justicia: y la suerte de los unos
era tao buena, que no poda se mejor; y la de los otros
ran mala, que no poda SCJ' peor: pues la suete de los bue-
nos es ve a Dios, que es el mayo b.ien de los bienes; y
la de los malos carece eternalmeote de Dios, que es el
mayo mal de los males.
Esto deban con~idcrar los que se atreven a comete
un pecado mortal: para ver la caga que t01_11an sobe si.
Los hombres que viven de llevar y trae cargas acuestas,
quand o son arquilados para lleva alguna, primero lll mi-
ran muy bien, y prueba n a levaotal'la, para ve si podrn
con ella. Pues t, miserai.M, que ests cebado e1J la golosi-
na del pecado, y por ese precio te obligas a llevar sobre
t la caga de l; mi1a, ruegot e pimeo, lo que esa catga
pesa, que es la pena que por l se d, para ve si tienes
hombros en que llevada . Y porqu e mejo puedas hacer
cslo, quieo ponerle aqu algunas coosideaeiones, por las
qualcs pods entend er al;o de la grandeza de esta pena:

1 llicr. XXIV.

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98 GUU DE I'ECADORES 1
para que mas chwo veas la r,rancleza ele la carrra que so-
bre t tomas quanoo pecas. Y :111nqne de esta materia tra-
tamos en otros luc-ares, 1 pero nrui la uatarcmos por otros
m~dios difereutes, que es por alr,unas razonrs y considera-
ciones qne esto nos ueelar<n, porque ella es tan copiosa,
que da motivo para todo esto y nmcho mas.
Entre las qnalrs la primcm es consider;u la imensidad
y grande1~1 de Dios, cpre ha de casrirar el pecado: el qual
en todas sus olll'as es Dios: quiero decir, l'n rotlas r,raml1~
y admiral.Jic, no solo en la mar y en Ja tierra y en rl cie-
lo, sino rarnuien en el infierno, y rn rodo local. Pues si
este Seior en todas sns obras es Dios y parrcc Dios, no
menos lo pnrecrr en h ira y en la jnstrcia, y en el casti
go de pecado. Por esta con~itleracion dixo d mismo Seiim
por 2 Hieremias. J mi 110 /emereis? y de mi 110 trmbla-
teis? pu-ts yo soy el que puse las mmas por termino de
la mat, con tan j'y'o y perpetuo mant/amiento , que mm-
ca jamas lo traspasard. J' aun1ue se embravezcan sus
olas y se levanten hasta el ciclo, 110 scrdn podcn>sas pa-
ta pasar la 1aya que yo les t engo sc11alada. Como si
mas claramente clixera: No ser razon que temais el ura-
zo de un Dios ran poderoso, quanto drrlara In r;randt-za
de esta obra? El qual assi como es grande y admi rable en
todas su~ olwns, nssi tambicn lo ser C'n sus castigos, y
que assi como por lo nno es cJianissimo de set engrande-
cido y adorado, assi por lo otro m~ecc scl' temido y reve
renciado. Pues por esto tema y temblaba C$t~ mismo pl'Op-
hera, aunque era inocente y santificado en el \' <>ntre de
sn madre, quandodeeia: S Quie'rt 110 tcmblard de ti, R ey
de las gentes? Porque lu!Jf1 1 Sc1Tor, es la g loria. Y en
otro lugar: 2 Estaba !JO, dice el, solo, y apartarlo de lu
compa1'ila de los hombres, por cstdr, Sc1111r mi corazon
lleno de temor de viles/ras amenazas. Y aunque sabia
muy bien este propbera que las amenazas no eran contra
1 Libro dnln Oracion, en ln consitlerar:ion llcl Viernes an la nochr,
y eo la rrim cra rarre del Memorial al principio, y en la segunda parte
al fin del Yita Christi. 2 Hier. V. 3 .Hicr. X. ' Jlier. X V.

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PAJITB PRI MERA 99
l, todava ellas e1an tales, que le baciau tembla r, Y por
esla causa se dice con razon que tiemblan las columnas
del cielo ante la l\Jagestad de Dios, y que temen . otro si
delante de l aquellos g:u1des principados y podees sobe-
ranos: no porque no esi:n M'gu ros de su r,loria, sino por-
<ue les pone espanto y admiracion la g randeza de la .Ma-
gestad Divina. Pues si estos no carecen de temo, qu de-
ben hacrr los cul paJos? los menospreciadores de Dios?
Pues estos son sobre quien l ha de descargar el torbellino
de su i1a. Esta es pues una de las priucipales causas que
hny pam temer la r,rand<'7-<l de este casi i;o; como clara-
menc nos lo ensea 1 S. J uan en su Apoca! ypsi, donde,
hablando de los azotes y cast1gos de Dios, dice assi: En
un d/a vendrn sobre JJabytonia todas sus plagas, muet-
lc, llauto, lta111bre y fuego; porque fu erte es D/os, que
la lul de jutgar. Y poqlle couocia muy bieu '!. el A pos-
tol la fortaleza de este Seio, dixo que era cosa llotr/ble
caer en las manos de Dt.os. No ~s cosa honible caer en
las manos de los hombres; porque ni son tan poderosas
cue nadie se plleda e~capm de ellas, ni tan fuertes q ue
bnsten para eclm un anima en el ioflerno. Por doodede-
cia el Salvador a s usdiscipulos: S No querais t emer aque-
llos rue nn pueden hacer mas que matar el cuetpo, y -des-
pues 110 les queda quehacer. Quinoos yo mostrar a quiett
hayais de temer. Temed a arml que despues de muerto
e( cuerpo, tiene poder para echar e{ anima e11 el i71:ficr-
no. Esto os digo yo que es para temer. &tas pues son
las manos en las quales con mucha razon dice el Apostol
qlle es horrible cosa caer'. Y assi parece que tenan bien
conocido a qu sabian estas manos, aquellos que en el
Eclcsi;stico decan: 4 Si uo h/ciu emos penitencia, caere-
mos en las manos de .D10s, y 110 de los hombres. Las
c1uales cosas todas da u bien a enLender que assi como Dios
es grandc en el poder, y en la magestad y en todas sns

1 Apoc. XVJIT. 2 HdJr. X. 3 Mattb. X. lo. Eccli. 11 .

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100 GUIA DB PECADORES,
obms, assi tambien lo ser en la justicia y en el castigo
de Jos malos. ,
Lo mismo parece aun mas claro, considerando en es-
pecial' la gmndeza de la divina justicia, cuya obra es este
castigo. Esta se nos trasluce algun taOLo por sus efecLos:
<ue es por los castigos espantosos de Dios, de que estn
llenas las Escaipturas divinas. Que castigo tan espantoso
fue aquel (1 )de Datn y Abyao, y de todos f. US consortes,
Jos c uales trag6 la tiea+a vivos, y sumi en el profundo
de los inflemos, porque se levantaron contra sus prela-
dos! Quien jamas oy tal lioage de amenazas y maldicio-
nes como aquellas que leemos en el 2 Deuteonomio con-
tra los quebrantadores de la ley? Donde, entre otras terribles
y espantosas amenazas, dice Dios assi: liJIJiare' contra vo-
sotros cxcrcitos de enemigos, los ruales cercarn vues-
tras ciudades, y os pondran en tan gtande aprieto y ne-
cesidad, que la setlora delicada que no se podia t ener
en los pies por su pande delicadeza y ternura; ruando
pariere vendr comer las pares y la Jangte, y las
heces en que sali envuelta la criatuta: y esto a escon-
didas de su mmido, por no dade parte de ellas. Tan
.grande ser el hambre que padecer. Espantosos castigos
son estos. 1\fas assi estos como todos los que se egeutaron
en esta vida, no son mas que uoa pequei'a sombra y fl -
gum de los que estn guardados para la Jtaa: que es el
.tiempo en que ha de resplandecer la divina justicia en
.aquel'los que aqu despreciaron su misericordia. Pues si
tal y lantemerosa es la sombra; qual ser la misma verdad?
Y si ahora (quando la just1cia anda tan templada con la
miseaic01dia, y el caliz e la ira del seor 3 se da tan
a:uade) es tan desauaido; qu har cuando se d puro,
y quando se haga juicio sin misei'cordia con los que no
huvieren usado de misericordia: aunque sea siempre me-
nor el castigo de lo que merece el pecado?

:1 Num. XVI. 2 Dcut. XXVIIJ . 3 Psalm. I-XXJV.

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PAltTE l'RUIERA. 101
1\Jas 110 solo b e rabdeza de la jusi icia 1 sino la m bien
la de la misma misericordia, con quien tanto se favore-
cen los malos, nos da a entende la grandeza de este cas-
tiro. Porque qu cosa de mayor espanto que ve1 a Dios
vestido de camr, padece en ella todos los tormentos y
tleshonras que padeci, hasta acabaa la vida en un made-
o? que rna ym misericorJ ia que descendea l a ton1aa sobre
s todas las deudas del mundo, para d escarra de ellas al
mundo, y dcramm su san&re poa aquellos mismos que
la dcl'l'amn ban? Pues assi como son espantables las obras
de ht divina misericordi<l, assi lamLien lo han de sea las
de su justicia: porque como en Dios no haya cosa mayoe
ni menoa pues todo lo que hay en Dios, rs Dios, quan
grande es su misericordia, tan grande es necesario que
sea su justicia. quanto es de parte de ella. Poa donde assi
como por la quantidad de un brazo sacamos ladelolro, assi
po la grandeza cid brazo de la misericordia se conoce la
del brazo de la justicia; pues ambos son eJe una misma
rnanea. Pues J'u.egote ahoa me digas: si en el tiempo que
Dios quiso JIIOS!I'<U' a l mundo la gmndcza de su miseicor-
dia, hi1.o cosas tan admirables y tan incrcibles al mundo,
que el mismo mundo las vino a tener por locura; 1 quan-
do se llec-re el tiempo de la segunda venida, diputado
paa dech\1'<11' la grandeza de su jnsticia, qu te parece
q ue har? mayormente habiendo tantas causas p:ll'a usat
de justicia, quan tas son las maldades del mundo. Porque
la misecordia no tuvo quien de fuea assi la a~ uclasse;
pues no havia ele parte de nuesua humildad cosa .que la
nwrecicssc: mas la justicia tendr lantas ayudas y estimu.
los paaa d eclmarse, quantos pecados ha ha,ido en el mun.
do: para que pot aqni puedas conjeturar qu ~an espan.
table ser.
Esto se declara muy bien 2 S. Bernatdo en un set-
mon de Epphana por estas palabras: Assi como en la

l l. Corinth. 2 l . Circa mcd.


TOJIO l. 20

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102 GUIA OE rECAOORES,
"primeta veo ida se mostr el Seiior muy f'acil para penlo-
" nar; assi en la SC{jltnda sed mit y i iG'u ro~o en castipt, Y
como ahora ninptna hay que no se pueda teconciliat
, con l: assi entonces ninguno havr que lo pueda hacct'.
Porque assi como la benignidad en la primct-a Yenida se
descubri soLre totla mancr:., assi sed el tigor de la
justicia r uc en la posuea se nostrad. Ca innt~nso es Dios
infinito en la justicia, assi como en la misericordia.
Gande p:ua perdonar, y grande para castil)at: aunque
u )a misericordia lenc cJ pimCJ' Jugat, S l10SOli'OS proeu
rciremos que no halle la jusi icta soi.Jre qu dcscarr;ue su
" tic-o" Hasta aqu sou palai.Jtas de S. IJcmardo: por
las cuales vemos como la misrua misericordia tic Dios nos
decl:ua qun {jJ'ande ser< su justicia: y lo tuto y lo otro
divinameoLc csplic el PsalmisLa quando dixo: l 1\'uestr(J
.D/os es D/os cu!fiJ f!fio e~ salvar IIJs ho111res !/ librar::
lo.r de las puertas de la ?h uerte: 11tas l'IJ/1. todo eso e'l
rueranta rd las cae';as de sus eneuu'gos hasta el }()s-
trer p el o, de l os rue pcrscve,an Cll sus del/tos. Ves lue-
go como siendo tan Llaudo p:11a los que a l ~e cooYicr-
ten, es tan riguroso pata los cnd u recidos y rcl.Jc ldc~?
Lo mismo tam bien nos dcc h11a la paciencia de J lo~,
assi pata con LOdo el mundo como para cou cada uno de
los malos. Porque ,cmos muchos hombcs tan desalmado~ .
que dende que abticron los ojos de la razon hasta los pos-
trCJ'OS afias de su vida, la mayor parle de ella crastaron t'n
ofender a Dios y dcspteci<ll' sus JnandamicnLOs, sin hacct
caso, ni de sus promesas, ni de sus amclla'l..as, ni de sus
bencflcios, ni de sus avisos, ni de olt-a coa alguna. Y eo
Lodo este t icrnpo los a:-uard aquella summa bondad y pa
ciencia, sin cortarles el hilo de la vida, y sin dcxat de lla-
mad os por muchas vas a pcn iLCnc:ia; sin ver en ellos en-
mienda. Pues quando acabada Loda esta tan laq;a pacien-
cia suelte l contra ellos la represa de su ira, que por tan-

1 I'salm. LXV II.

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P.IRTE 1'111.\IERA. 103
tos auos se ha ido poco a poco ecogiendo en el seno de
su ju~ticia; con qu mpetu, con qu fu eza vendr da so-
ure ellos? qu otra cosa quiso sicrnificar el Apostol, q uando di-
xo: l No miras, ho11tbre, que la beniguid ad de Ihos te
aguarda! / tt1 llama a penitenci a? JJ.Ias tu por tu gran
tl!wez.a !/ por ese corazon tan cenado a penitenc ia al. e
soras contra ti ira para el dia del justo juicio de Dios
el rual dar t cada uno segun sus obras. Paes qu quie,
re decir, atcs01 as ira, sino da a entende que como el
que allcea tesare, va cada da niadiendo dineros a dine-
y iquc1~1s a l'ique7..ns para que assi crezca el ruonton: assi
tambien Dios ,a cada dia y cada hora acrecenta ndo mas y
mas el tesoro de su irn, astii como el malo con sus malas
obras v,1 siempre acrcccnta mlo las l'ausas de ella? Purs eH-
me ahota: ,\si un hombre se cliessc tonta prisa a junta te-
soro, que no se passasc dia ni hora que no acrcccntasse
al;o en l, y esto pot espacio de cinqucnta o sesenta ai'ios:
quando deRpues de este tiempo al.ll'ie~sc sus arcas, qu tan
eran tesot:o hallada? Pues o miserablc de t, que apenas
hay dia ni hota que se te passc sin acrecenl:ll' contra el
Lesoo de c~ta ia divina, la qua\ ct'ccc a cada hora con
cada uno de llls pecac.losl Porque aunque no huviesse mas
que las vistas deshonestas tic tus ojos, y los malos dc~cos
y odios de tu corazon, y las palabas y jurament os tle lu
boca,esto solo bastaba para hinchir un mundo. Pues quao-
clo con esto se junt:ne todo lo dcmas; ,\qu te~oro de ira
tcndrs allecaclo contr.t t a cabo de ta lltOs nios?
L'l ingratitud tambicn de los malos y su malicia, si bien
se mira, da a entcnc.lcr por su parte cu;n g rande ha ya de
ser este casi ir,o. Si no, ponte a consider:u por una parte
la inmensa beoi;nidatl y lat'trneza de Dros para con los
ltombt-es; lo que en este mundo tiene hecho y dicho, y
padecido pOI' ellos; los a parejos y op01'lllnid ades q liC pa -
m bien vivir les ha dado; lo (uc les ha disimulad o y pcr.

Hom. 11.

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JO' GlliA nE PECAliOUY.S ,
do nudo; los bienes qu e lts ha hecho; los males de qu e los
ha librado, con otr as muchas maneras de favores y bene-
ficios que cnda diales h ace: rnia por ota pnrte el olvido
de los hombres pam con OiOl>; su inr,ratitud , sn rebeldn,
su deslealtad , sus l>bsphemias; el menosprccio de l y de
sus mandamie ntos: el CJllal es tan g rande, que no solo ro
qualquier interese que se les ofrezca, sino muchas ,cccs
de valde y sin proposito, po1 sola maldad y clesvrq;uc m..,,
p onen debaxo los pies todo qu anto manda Dios. Pues quien
de esta manera desprecia aquella tan r,rand e mnaestad , co-
mo si fuera un Dios de palo: tjuen tantas veces, como di-
ce 1 S. rabio, pis al fi(/O de Dios, y dcsprec/t la san.
gre de s11 tcstmneu to: quien tantas veces lo cnrcific< y nbo-
fete con peores obas (yue hicicra nn pagano; <:qn puede
esperar, sino que quando llegue la ho1a de la cuenta se
ha ga a costa del malo tnn gande reeompcns:l de la hon-
ra de Dios, qu{Jn g ande fne la injuria hecha coniJa l?
Poque pues Dios es justo .Juez, a l pe1tcnrcc hacrr i;ual-
dad y r cco111pcnsa suficicnte entrecl castip;ode l qu e injuri,
con la deshonra del injuriado. Pues si Dios es aqu el in-
.iu iado; qu entrega se ha1 en el cuerpo y ani1na del
condenad o, pam que del rnero sal;-;m las corTcas, y de sus
dolores la recompen sa de tales injurias? Y :;i fue mcmstcr
la sangre d el Hijo t.le Dii)S raa hacer recompen sa de las
ofensas de Dios, supliendo se con la di;-oidad de la pcrso
na lo que fallaba de ri~o a la pena; qu ser donde se
laya de haces cst:1 recompensa, no con la dinidad d e la
persona, sino con sola la c; randeza de la pena?
Considera ot ms, dcmns de ht tondicion t.lel .Juez., tam-
Licn la de el verdurro que ha de cxccutar su sentencia, que
es el demonio, par:1 que po a e ni veas lo que de tales ma-
llOS puedes esperar. Y para entender algo de la crueldad de
este executor, mir.t qual par a un hombre sobre quien
le fue dado poder, 1p1c fue el 2 santo Job. Porque todo

1 Jul>. J. eL 111. :! ll:cl>r. X.

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PART E PRIMERA. 105
<uanto fue possible hacer conua una ctiatum racional, h-
w , sin tene res peto a ningun c-enero de blandura ni pie-
<lad.Quemlc las ovcj:s, toble todos los otrosc-anados ma-
yores, captivle los criados, de1'1'ible las casas, matle to
<los los hijos, cnbrile de pies a cabeza de canee y de gu-
xa nos, sin dexale otro refrifiero mas que un muladar en
qnc se as.~cntasse, y un pedazo de teja con que rayesse la
rnateria que de sus llacas corl'ia: y sobre toJo esto dex-
le la lnllCCI' y Jos ami~OS (a quien con ma yor CJ'ue)uad pet"
don que nJ:lt:ra ) paa que ellos con sns palabras le fu es-
sen otros r;usanos mas crueles, que ller,a~sen hasta roerle
las entra iias. Esto hizo con el santo J ob. 1\las q u hizo
con el Salvador del mundo en aquella doloi'O~a noche en
que fu e entreado al poder de las tinieblas? Esto no se
puede explicar en pocas palabras.
P ues si este cncmiffo y todos sus consortes son tan fie-
r os, tan inhumano s, tan ral'lliceros, tan ami&os de san&re,
wn cnemi~os del lina~rc humano y tan poderosos para da-
iim; quando tu, misemble, te veas en sus manos para que
cxecnten en t todas las crueldade s q ue (uisieren , segun
la dispensacion de la divina justicia, y esto no por una no-
clac y un dia, sino po1 to,Jos los siglos de los siglos, p<t-
rccete que csta!'s bien librado en tales maoos? O qu
dia ta n escuro ser aquel, quando assi te veas eu poder de
tales lobos!
Y potque mejm entiendas el tratamien to que de estas
manos puedes esperar, referir aqu i un excmplo memora-
ble cne escri be l S. G1egorio r.n sus Dialoe-os: Donde cucn-
ra que en un l\Jonastcl'io suyo acaeci lle{.lr a un punto de
)) rnuerte un Religioso mancebo, no menos en las costum-
, lwes que e n los aios. Y como los Relig iosos del !\lonas-
terio acudiessen a este tiempo a ayudarle a morit, y se
pusiessen todos al derredor de su cama haciendo oracion
" po l, comenz l a da1 voces y decir: los, os de aq11 ,

1 1\'. liiJ. Dial\lgorum cap. XXX\'11.

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106 GUIA l)ll I'ECAI)QIIJ! S,
padtes, os, y tlexad a este dragan rtte me acabe de tra
~ gar; potque ya me tiene metida la cabeza entre sus r,a r-
ganta& encendiuas, y con sus e~cama s, como con unosdic n-
~ tes de siena, me aptieta y atotmenta grandemente. Jos
luego tocios, y apartaos de aq u, potque por vucstta prc-
sencia no me ac.'\IJa de m:uar; y assi me atmmcut; mas
cruelmente. Y como dix~sen los Relirriosos q ue hicic"se
la seiial de la cruz, respomli d icit;nc.lo: J Ctauo la podr
hacet, que me tiene enroscados los pies y las manos con
.olas vueltas de su cola, y no soy sciio de mi? Ent onces
" los Religiosos, no pot eso clesma yando, comcm.:won a ha-
cer oracion po1 l con grnntles r,emidos y con mayor ins-
tancia: con lo qual el Pade de las miseiconlias, mov-
do a su acostllmlll'ada piedad, lib1' a l enfel'lllO de aque-
lla tan (l'rande agona: con )a qual quede) tan escarnlr n-
tado, que de a adelante orden su vida de tal manera,
" que no mereciessc verse otra vez en tal aiJI'icto.
De los mismos demonios habla aun po1 mas boniulcs
figuras 1 S. Juan en su Apocalypsi, diciendo: Vi w1a l's-
l1eLLa rue cay dd cielo c:n ln ticrru., u [,J rurtl jiterou da -
das las llaves del po::o del abismo: ?/ ab1-iendo la puerta de
estepozo, sali de e'! ttlla gmnclc lmmmarla, como las rue suelen
saltr de los gmudes lwmos de f1tcro; y deL !tumo de es le p1 -
::o sallaron muu lrmgosl<ts en tierra, a las fjllllle.~ fu e clatfo
pode1 partt 1U7'I', como leren lc;s cscm])oues, ,1/ jiwlc.nnw. -
riado rue no hiciessen dwo en el !tcno de la tictna, ni en los
mboles ui en cosa ve1de, si11o en solos arucllos tue uo twit-
:;scn la selial de Dios en stt .ficnle. Etl e.~te licmpu anda~n
lo~: !t.ombres buscando la muerte y no la !tallardu. Y la jtgu-
1'a de estets langos/.as era como de caballos armados para pe-
lear, y so1e suscabe::as teni(m uJw.s corcmas ele oro, y lasca-
ras eran como cmas de ltomres , y los cab1llos conw C(tcllos
de umyer.s, ?/ los dientes como dicnl11.~ de leones: y tcnian
cesticlrts unas loriyas, como lorigas de lticno, y el estrucn-

1 :\poc. IX.

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PARTR PRiiUERA . 1Q-7
do que hacum con sus alas, l:ra como el de 111uc!tos ctu-ros
y ca 1JCtllos quaudo arrc1nclw a pelear. Y leuum la.~ colas ct-
1110 de csco17Jioncs, y en el/(ls lntan sus aruijrmc.~ pma fu-
?'i1. llastaaqui son palabras de S. .Juan. P.u e~ote pue aho-
ra me dips qu pretenda el Espil'itu santo, que es el au-
to de <?Sta escriptura, quaudo dcbaxo de es1as tan honi-
blcs fl(l'uas, nl111('tl o idas, uos quiso dar a entendc la grao-
c.l<'zn de los azotes de la diviua justicia? qu pretenda, sino
avisarnos po el hono espantable ele eMas cosas, qules
scru las iras de Dios, qules los iosuumentos de :su jus-
ticia, qules los castiffOS e los malos, qulcs las fuerzas de
nucstos advesaios? Pna que con el boJTOJ' d<: tao ~-an
d<'s cosas teml>lassemos de ofcnd('l' a Dios. Porque qu es-
tJclla es esta, que cay del ciclo, a quien fueron dadas las
lla ves dtl ahis111o, sino nquel Ane-cJ tan resplandeciente
cue de alli cay, a quien fue uado el principindode lasti-
lliel>las? y quin son aquellas laugostas tan fieras y tan ar-
madas, sioo las huias y armas de los otros sus coadjuto-
res y miniMros, que son los d<'monios? quin las plantas
vcdcs, a quieu ellos no pueden daia, si no los justos que
HoJcccn con el humor de la divina e-racia, y dan frutos
de vida clcma? quin los que no tienen sobre s la seial
de Dios, sino Jos que cn!ccen de su esprit u, que es la sc-
ial de sus siervos, y de las ovejas de su manada? Pues
cont1a estos miserables se apart>ja aquel execito de la di-
villa j usucia, para q11e en esta vida y en la otra, en roda
e ual de su manera, sean atormentados po los mismos de-
lllOni<.'s a quien sivieron: assi como los ~ypcios fueon
atormentados por las moscas y mosquitos a quien ellos
adoraban. 1 Pues qu ser ve en aqlielluga e~tos mons-
truos y mascaras tan hon ibles qu ser \'CJ' alli aquel
draf'on am briento, y aquella culebra emoscada, y aquel
grande Bchemot, de que se cscibe en 2 Job que ap1icta
tn cula ccnno ccd1o, que bebe /Qs ?'iOI, y pace Lo.< 1110111e: P

1 1\ xod. Vlli. 2 Job XL.

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108 Gt:I A DI! PECADOIII!S,
Todas estas cosas hicn consideradas no11 decl:ll'an asaz,
que tao grandes ha ya n de ser las penas de los malos. Porque
qu otra cosa se puede espera r de todas estas (paudezas
que aqui se han dicho, sino g randissimos cnsti{I"OS qu se
puede esperar de la inmensidad y c-randcza de Dios y ue
)a g randeza de su justieia para castir,ar los pecados y de
la )randeza de su paciencia para sufl'ir los pecadores y de
la muchedumbre de los bentficios con (ue tantas veces los
procur traber a si y de la grandeza del odio con que
aborrece al pecado, pues por ser ofensivo de infinita ma-
c-estad, merece odio rnfinito y de la t,rande~.a del furor de
nueMros enemigos, tan poderosos para ntormcntarnos, y
tan rabiosos para mal queremos q u se puede pLH.>s espe-
ra r de todas estas causas tic c-randeza, sino e rand issimo
cast igo del pecatlo. Pues si tan grande es la pena que es-
t aparejada para el pecado, y en esto no puede ha-
Yer falta, pues assi nos los predica la f<, por qu cau-
sa los que esto creen y eon6essan no mirarn la carga
q ue sobre s toman quando pecan; pues por el mismo ca-
so que cometen un pecado, se oblic-an a una pena que pot
tantos titulos se prueba ser tan c-rande.

t l.

De la duracion de es/as penas.

.Mas au nque todas estas consideraciones sean mucho


pata causm temor, mucho mas lo es, si consideramos la
duracion de estas penas. P01que si en ellas hnviera alguna
manera de termino o de alivio a cabo de muchos millares
de aiios, todavia fuera este g ran consuelo para los malos.
JIJas q u dir de la eternidad, que ningun termino reco-
noce, sino que iguala por una parte con la misma dura-
cion de Dios? El qua! espacio es ta n gra nde, que, como

Biblioteca Nacional de Espaa


PARTE PRIMl!I IA. 109
dice un Doctm, si uno de aquel los malav enlur dos 'en
cada mil ailos dermm asse una sola lagrim a mater ial, mas
agua sald1ia- de sus ojos, que cupiesse en todo el mundo.
Pues qu cosa, mas pam temer? Verdaderamente cosa es
csra tan grand e, que si todas quant as penas hay en el in-
fiemo, no fuemn mas que una sola punza da de un a lfiler
havien do de durar para sien1pre, solo esto debier a bastar
para que los homb res se pusiessen todos los trabaj:>s
dl'l mund o p01 c,itat esta pena. O si esta durac ion, si
cs1c parn siemp re hicier e manid a en tu corazoo, quant o
provccho te hara! De un homb re del mund o leemos que
ponicndose una vez a pensa r muy de proposito en esta du-
racion de penas, y espantado de cosa tan prolija, hizo co-
ue s es1a considcrn cion: Ningu n hombre cue1do hay que
aceptase rl impe1io del mund o con concli cion que le obli-
eas~en a esta1 acosta do en una cama, aunqu e
fuesse de tosas
y {l ores, por espacio de ueint a o eota
qua1 ai10s. Pues sien-
do esto as~i; qu desatino e.s por cosas tan meno res po-
nerse en ventu m de estar acostado en una cama de fue-
go por siglos infinitos? Esta sola consid eraeio n cab tanto
y ol)l' tn1110 en este homb re, que le hizo muda r la vida:
y lan mudaun, que vino despues a ser g rande Santo,
y
Prelado de una iglesia. Pues .qu respon den a esto los re-
galados? los qne con el zumb ido de un mosq uito estn LO
da la noche desvelados; quand o se vean tendid os en esta
cama de fuego, cercados de llamas por todas panes , y es-
lo, no po1 una sola noche de veran o, sino pot una eterni
dad:' Esta pregu nta hnce a estos el proph eta Isaas, dicien
do: 1 (.tC.t:'n dt; ousulros podn't ?nomr cm los ardores eteJ -
nu; P ruiu se atreveni. t't a hacer vida con el jiwgo t?aga-
dorP que espaldas lwvrtl tan duras , que puedan sujri1 esta
cat po1 espacio tan la,go? O gentes sin seso!
o lwmbres
embaucados po1 aquel antiguo engaado1 y trastornador
de( mtmdo P_o rqne qu cosa mas agena de razon , que

1 lsai. XXX III.


T OMO l .
2l

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J10 GUI,l DB P EC.lDORE~,
siendo los hombres tan solcitos en proveerse para todas
Jas nonadas de esta vida, ser por otra parte tan insensi-
bles para cosas de tanta importancia? qu vemos, si esto no
,emos? q u tememos, si esto no tenemos? qu proveemos,
si este no proveemos?
Pues siendo esto assi; cmo no S('guiremos de buena
gana el partido de la virtud, aunque fuesse muy trabajo-
so, por huir de tanto mali' Porque es cierto que si lriciesse
ahora Dios este partido con un hombrc, que le dixesse:
T has de tener todo el tiempo que vivieres un dolor de
(l"Ota, o una sola muela, pero tan nc; udo, que no re dexc
reposar noche ni da: o si quieres a horr:u csre dolor, has
de ser frayle cartujo o descalzo, o hacer la pe uitencia que
.. ellos hacen rotla la vida: . mira qu;I de e.~l as dos cosas
" quieres? No hay hombre lan perdido, que usando de
buena razo n (siquiera por el amor q ue riene a s mismo)
no escogiesse qualquier profcsion de estas an1cs que pa-
decer este ma rLyrio por este espacio. J>m's siendo tanto
mayore.~ los tormentos ele que haLlamos, y siendo lanto
mayor el espacio que duran, y sienJo tanto menos lo que
Dios nos pide, que ser fray le deseo Izo o cart ujo; cmo no
aceptamos un tan peqneiio trabaJO po1 evilat' un ran pro-
Jijo tormento? quin no ve ser este el mayor de todos los
cngaiios tlcl mundo?
.Mas la pena de l sed, q uE' pues el hombre no quiso
con un poco de penitencia redimir aqui ta nto mal, que
haga alli eterna penitencia, y nada le a proveche. En figu-
ra de lo q ua! leemos 1 que aquel horno de fue;-o que en-
cendi Nabuchodonosor en Babylonia, con levantar las
llamas quarimta y nueve codos en aho, por falta de un
codo no lleg al numero de cinqnenta, q ue hace alo de
jubileo, pam dar a entender que la llama de aquel eter-
nat humo de Babylonia, qnc es el infiei'Oo, aunque arde
tanto, y a tormenta tan e-ravemcrllc aq uellos malaventma-

1 D3n. 111.

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PARTll I' RI MERA. 11 1
dos, no pm eso les alcama la remision y {\Tacia del j ubi-
leo vcrd:u.lcro. O penas infructuosas! o esterilcs lagrimas
o ri(l'mosa penitencia, y sin ninguna esperanw! cun .po-
quilo de lo q ue all padecen sin fruto, si se 1orn..a aqui
de voluntad, bastra para da rles remeuio quan facilmen-
te se podrian aqui redimir l;mlos males con tan livianos
trabajos! S:tlgan pues fuentes de agua por nuestros ojos, y
no cesen los gemidos dr. nuestrocorazon. 1 P o1 eso plantea-
?' y llorare, dice el prophcta, .11 sali'l'11le !te por esos cami-
1IOS tiRpojado y clcsuudo. H a1e llanto como draf!OIIes, y sen-
1imieuto como de avestruces; J>Orque ya eslt~ desahuciada stt
Ltf!O. !1 no tiene cnrn este maL
Y si los hombres no w vicssen todas csla cosas po1
verdad, o no por tarr r,ranclc verdad, no l'r'a mucho caer
en ellos este tltscuido. 1\las 1cnendo todo esto por fe, y sa-
biendo cierlo que, como dice 2 el Salvador, antrs fallar:\
el ciclo y la ticn a, que dcxar esto de sc1; y que con esto
vivan lo que esto erren, con tan estraio descuido: esto es
cosa que excede toda admiracion. Dime, hombrc ciego y
perdido: q u miel puedes I t !tallar en todas las riq11czas
y bienes del mundo, que mcrezca ser comprada por eMe
))l'ecio? >Si tuviesscs, dice 3 S. Hicronyrno, la sabidura
de Sa lomon, y la ltr.rmosum de Absalon, y las fu erzas de
Samon, y los aos y viua de Enoch, y las riquczasde Cre-
" so, y el poder de Octaviano; qu te pueden aprovechar
1odas estas cosas, si al fin d<! la vida el cuerpo se entre-
grc a los gusanos, y el anima a los demon~os, pam ser
ator mentada con el rico avarieoto en los tormentos
ClCI'rHiS.
Eslo baste quanto a la primera parte de la l:'.vlw r t flcion
fl l a virtud. Ahora uatmcrnos de los privi lraios singula-
res que eu esta vida se le ptometeo.
1 1\loch. l. 2 Luca~ X XI. 3 111. Reg. I V. U. Rcg. XI V. J u-
dic. Xl V. XV. Genes. V. Eccl. XLIV.

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J)Ji ESTB

PlUMEl\ LIBRO,

.EN LA QUAL SI> TIL\TA Dl:: LOS IIIJ>t\l::S J::SI'IIIJ'I'UA LES


Y 'l'EMI'I) ItALES QUE EN ~:ST t\ ViO,\ SE l 'ltO.M E'rl':N A
J ,\ VHtTUO, Y SENALAOA MEN'l'E OE DOCE lilNGoUI,A-
JtES l RIVILIW IOS QUE 'l'iENE.

CAPITULO lU.

'fT UL() X I , POR Jll, QUAL P.S'rA~li)S OULIGAOOS ,\ SEGUtll LA VLilTUII .


I'OR CAUSo\ DI! LOS UIESHS INESTii!IADLES QCE DE I'RESEIITE SE L E
1'1\0:UETHII llll I!S'r.t VIDA.

No s qu Iinage de escusas puedan aterrar los ltoni-


bcs para dcxar de segui la virtud; pues tantas razones
se presentan po1 parte de ella. Porque no es pequea cosa ale-
r,a r por esta p:ll'te lo que Dios es, lo que merece, lo que nos
ha dado, lo que nos promete, y lo que nos amcn:na. Po
lo qual hay mucha razon para prcrruntal' qul sea la can-
sa por donde ent1e los cristianos que todo esto creen y
con6cssan, haya tantos que se den tan poco por la vitud.
Po1que los infieles, que 1 ~0 conocen la virtud, no es ma-
ravilla que no precien lo que no conocen: como hace 'el
rustico cavado, que si halla una piedra preciosa, no ha-
ce caso de ella'; porque no conoce lo que vale. l\las que
el clwistiano, que sabe todo esto, viva como si nada de es-
to crcycssc, tan olvidado de Dios, tan cap1 i vo de los vicios,
tan sujeto a sus pasiones, tan aficionado a las cosas visi-

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114 GUIA DE PEC,\DOntiS 1
bies, tan olvidado de las invisibles, y tan 11uelto en todo
genero de pecados, como si no e~perassc muete ni juicio,
ni pamyso ni infierno: esto es cosa que poue r,rande ad-
miracioo. Por doudr, como clixc, hay razon para pl'<'F,lln-
tur, de donde nazca este pasmo, esta mollona, y, si deci
se puede, esta mancra de encantamiento.
Este mal tan {lnlllde no tiene una sola rair~ sino mu-
chas y diversas. Entre las cuales no es la meno r un gene-
ral eogaiio en que los homurcs del mundo viven, creyen-
do que todo lo que promete Dios a In vi1tud, se r,uarda
para la otra vida. y que de presente no se le da nada. Por-
que como los homures sean tan intercsablts, y se muevan
tanto con la presencia de los objetos: como no ven nada
de presente, hacen poco cnso de lo roturo. Assi parece que
lo hacian en tiempo de los popbctas. Porque <JUando d
pro pheta Ezechicl les propona rrrandes promesas o ameua-
zas de parte de Dios, bul'labanse ellos diciendo: Las revela-
ciones que este predica, son para de aqui a muchos das,
y sus prophezas son para de aqui a largos tiempos. Y es-
carneciendo otros del propheta Isaias pot la misma causa,
contrahacan sus palabras, diciendo: l ./:J.'1pcra l/ 1'ee.~pero
cspe'ra y 1eespera: mauda y 1emandn. 1urwrla ?1 ?'tnwnda:
de .aqni a un J10CO JI de arui a ot1o J10cn. l~<~ta es [lll('s una
de las principales cosas que hace apelar a los malos de los
mandamientos de Dio, paeciendolcs que nada se les da
de pl'esente, y que todo se Jiua pata adelante. Assi lo sin-
ti aquel gl'an sabio Salomon, quaudo dixo: 2 P orque 1W
se executa luego contra los 111alos sn se11lcncia, de ru1ti na-
ce que los ltUos de lo.5 hombres .~in ' 11t 01' alynno .<e dena-
man po1 todos los vicios. Donde aiiade el mismo, diciendo:
Que la peo1 cosa de quantas ltay en la vida, y que mas
ocasion da pma hacer males, es Sitecdct todas las cosas, a
lo que po1 dtifucra parece, de ~ma misma 11Umera al bueno
y al malo, al sucio !J al lt'mpio, al rue ofrece sacrificios, !J

1 lsai. XXVlll. 2 Ecclcs. Vlll.

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PARTE PRIMERA. 115
y al que 110 !tace caso de ellos. De donde nace que los cora-
zones de los hombtes se hinchen de m'alicia, y despues van
a parat a los iofiel'flo~, po1 parcceJIt>s que igualmente cor-
ten los Favores y los disfavotes por las casas de los bue-
nos y de los malos, Y lo mismo que Saloman dice, clara-
mente lo coofiesban los malos por el propheta l\Ialachias,
diciendo: l Vana cosa es servi? a Dios: porque qlle fruto
to 110s Ita acaneado !tae? fJ1tardado S1tS 111andamientos, y
h.~lwr rmdado L1istes delrmle del Seo1 de los exel'cifoP
Por esto lenemos por bieoaventutados los sobervios, pues
los vemos medrados y ptosperados, viviendo tan rota-
mente: y ltaviemlo tentado a l>ios, estn en salvo. Este es el
lenr,uaae de los malos, y nno de los mayores motivos que
tienen para sedo. Porque, como dice S. Ambrosio, parece-
les cosa mny nr,ria comprar esper-anz:ls con peligros: esto
es, comprar hicncs de futuro coo daiios de presente; y sol-
rat de la mano lo que tienen, por lo que adelante se les
puede dar.
Pues para deshacer este enraiio tan perjudicial no s
que otto principio pueda yo ahora tomm, que aquellas
palabras y laarimas del Salvador: el qual vit'ndo la mise-
rable ciudad de Hierusalem, comenz a llorar sobre ella,
diciendo: 2 Si conocieses ahora t la paz- y los bienes
r11c c?t este dia lll!JV lt: veuian! lJlas todo esto csl.d aho-
1a cscondtdo d" tus ojos. Consideraba el Salvador por
una parte, qun amndes eran los bienes que juntamente
con su persona habian veuido a aquel pueblo (pues todJs
las gracias y tesoros del cielo hnvian descendido con el Se-
i'ior, de los ciclos) y por otra, como l, escandalizado con
el humilde habito y apariencia del Seiiot, no le habia de
J'ecibir: y como por este pecado no solo babia de pet-
de las riquet.as y graci<l de su visitacion, sino tambien stt
tepublica y su ciudad. La.stimado pues con este dolor, der-
mm estas lagl'imas, y dixo esta~ palabras, nssi breves y no

1 ~l alach . 111. 2 Luc<e. XIX.

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116 GUIA DE J'EC:ADORES,
acabadas: poque tanto mas significa han, quanto mas bre-
ves eran. Pues este mismo sentimiento y estas mismas pa-
labras se pueden en su manera aplicar al proposito de que
hablamos. Porque considerando potuna parle la hetmosmade
la virtud, y las c-andes riquezas y r,-racias que andan en sus
compaia; y visto pot otra quan encubierto est esto a los
ojs.de los hombres carnales, y quan desterrada anda ella
por esto d el mundo; no te parece que tenemos aqui tam-
bien la misma causa pam.dcrrama1 las mismas l ag.-ima~,
y decir con el Seiiot: St' co1wcicsses ahora t! Esto es:
O si te abriesse ah01a Dios los ojos para que viesses los
tesoros, los ree-a los, las tiquczas, la paz, la libertad, la tran-
qu ilidad, la luz, los deleyt.es, los favores y los otros bienes
que andan en com paia de la vi rtnd en qnant.o la prccia-
rias,qunto la desearas, y con qnnto estudio y trabajo la
buscaras! l\1as todo esto est eSf:ond idode los ~joscama les:
porque no mirando ma.;cue la cort e;~.a dura <le la virtud, y
no haviendoexpetimentado la suav idad interiot de ella pare-
celes que ha y en ella cosa que no sea ~spera, ttiste y desabrida,
y q ue no es moneci~HJil:!"COt'I'C en esta vida, si u o en la otra;
porque si a lgo tieue de bien, p:ll'ael otro mundo es, no pa-
ra este. Pot lo qual, philosophando sc~ un la carnc, d icen
que no quieren compra esperanzas con peli~ros, y aven-
tutm lo presente por lo futu ro.
Esto dicen, escandalizados coo ht figura exteriot de la
viltud; porque no eutiendenque la philol'ofia de Clwisto
es sem~jante a l mismo Cbristo: el qua!' mosuan<.lo por de-
fuera imagen de hombre, y hombre tan humilde, dentro
c.-a Dios, y Seiiot de todo lo criado. Por lo qual 1 se di-
ce <le los fiel~s, que estn muctosal ,i'nn nd o, masque su vi-
da Ctit escondida con Christo en Dioti. Porque assi como
la ~lol'ia de Chtisto estaba de esta manera escondida, assi
tambien lo est la de todos los imitadores de su vida.
Leemos que antiguamente hacan los hombrs una image-

1 Colos. llf.

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PARTB PI\JMER l. f1'1
nes, t que llamaba n S!Jlenl)s: las quales por defuera pa-
recan muy viles y toscas, y dentro estaban muy ricame n-
te labradas: de suerte, que siendo la f-ealdad pblica ; la
hetmosura era secreta; y engaiando con lo uno a los ojos
de los ignmantes, con Lo ouo auaan a s a los de los
sabio~. Tal fue por derto la vida de los propbe tas, tal la de
los A postoles, y tal la de los perfectos Chtistianos: como
fue la del Scuor de todos ellos.
Y si todava dices que la vi1tud es aspera y dificultosa
de exercit ar; debrias tambien pone los ojos en las ayudas
que Dios pam esto tiene providas con las vi1tudes infu-
sas, con los dones del Espritu Santo, con los Sacram entos
de hl ley nueva, y con todos los ottos favores y socorros
divinos: q ue son como 1-emos y velas en la galera pat;a na-
vegar, o como las alas en el ave para volar. Debria s mi-
ar al mismo nombre y ser de la vit'lud; la qual esencial-
mente es habito, y muy noble habito: y si lo es, de aqu
se sigue que, tegulatmente habland o, nos ha de hacer
obrar con suavidad y facilidad; potque esto es propio de
<toos los habitos. Debrias tambie n considear que no solo
tiene prometidos el Seiior a los suyos bienes de gloria,
sino tambien de gracia: los un0s pam la otra vida, y los
ouos para esta (segun que el prophe ta dice: 2 Gracia !1
glo,la dar el Seiior: qe son c omo dos alforja s llenas
de bienes; la una para la vida presente, y la otra para
la adveni dera) para entende1 siquier a por aqui, que algo
mas debe ha ver en la virtud de lo que por defuera pale-
ce. Deb1ias otros mira1, que pues el Autor de la natural e-
za no falta en las cosas necesal'ias (pues tan perfectamen-
te ptovey las erial utas de todo lo que havan menester) uo
havientlo en el mundo cosa mas necesar ia ni mas impor-
tante que la virtud, no la havia de dexat desampaada a
benefic io de un solo libre alvcdrio tun Aaco, y de un en-
tendim iento tan cieeo, y de una YOluntad tan enferm a,

1 Vide Erasmum in Chilro 2 Ps3lm. LXXXIII.


TO~IO t. ':!~

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HS GVU DE l'F.CAil Oill{S,
y de un apetito tan mal inclin ado, y finalmente de
una
natur aleza po1 el pecado tan estra( pda; sin proveerle
de
habilidade s, y remos con que podet naveg ar pot
este
golfo. Potque no ma razon que pues la ptovidencia divin
a
havia sido tan solcita en proveet al mosq u ito, a la araa
y a la hormi(f<l de habilidades e instu mentos bastantes
pam conse rvar su vida; se descu idasse de pi'Ovet :-.1 hom-
bre de lo necesario para consc~uit la virt ud.
Y aiado aun mas que si el mund o y el dcu1onio pro-
Yeen eJe tantas mane tas de gustos y conte ntam ientos,
a lo
meno s aparentes, a los suyos por el sevic io que les hncen
;
cmo es possible que Dios sea tan esteil para sus
fieles
a migos y servidores, que los dexe ayun os y boquisecos
en
medio de sus trabajos? cmo? Y por tan cado tienes
t u el
partid o de la vitud, y por tan subido el de los vicios,
que
permitiesse Dios have1 tanta s ventajas en lo uno, y tanto
menoscabo y disfavo1 en lo otro? Pnes , q u q uiere deci1
lo que responde Dios por el pl'ophcla .Mal:-.chias a las
pala-
bras y quejas de los malos, dicienpo: 1 Couccrlios rt
m.
y ve1e~ tu tl.ifcrencia que hay entre el bueno JI el malo, JI
entre el que shve a Dios y el que no le sir'V(? De manera,
que no se conte nta con la ventaja que havr en la otra
vi-
da, de que mas baxo IJata, sino luego de prese nte
dice:
Gonvcrlws , y verei., &c. Como si dixesse: No quier o que
esper eis por el tiempo de la oua vida pam conoce1
esta
ventaja; sino conve rtos, y luego entendeeis la difere
ncia
que hay del buen o al malo: las riquezas del uno, y la
po-
breza del ot1o: el alegria del uno, y la tristeza del otro:
la
paz del uno, y los descontent amien tos del otro: el conte
.. tamie nto deluo o, y los descontent amien tos del otro: la lum-
n-
bre en que vive el uno, y las tinieb las en que anda el
otro:
y ve1eis por experiencia, quan to mas aventajado es este
partid o de lo que vosotros pensais.
Quas i Ja misma respuesta da Dios a ottos tales como

1 Malach. UI .

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~ARTE PRIMERA. 119
estos: los quales po1 esta misma pel'suasion y engao ha-
can burla de los buenos, diciendo por Isaias: 1 .Declara
1Jios la grandeza de su poder y de su gl ria, lwciendoos
grandes 111('TCedes; pam que po1 estavia conozcamos la pros-
peidorltnrnlnja de lo:< qur sirren a .Dio~, a los que no le
sir,.cn. Y acabando de deci1 esto, y declarando luego los
notes y castigos grandes que a los malos estaban apareja-
dos, trata luego de la alegria y prospe1idad de los buenos, di-
ciendo assi: 2 A le;raos con l liencsalem, que es el anima
del justo, todo.~ los que bien la queciJ: y gozaos con alegtia,
todos los qtw .fitisli:'is pa1ticipantes, de s[1ist eza; pa,a que
smis Llenos de los pechos de su consolacion, y seais abasta-
dos de de ley tes pm la grandeza de la gloria que le ha de
~:enil. P orque ;to envia rl~ sobre ella como un 7'O de paz, .'lf
como un ,.o Llr.no de gloria, del qual todos beiJeres. A mis
fCCftos $P1'~ llevados, y sobre mis rodillas OS llalaga1e: de
la manem qne la madrc 1egala lt1l ltiJo chiquito, assi yo os
co11solme', y en Jlie1usalem, qtre es mi casa, screis consola-
dos. Vcn.is rl cumplimiento de todo esto, !J gozatsc ha vues.
t?o co,a.::oll, y vurst1os ltuesos assi como las plantas ?'ever-
dccc,t.w.: y en esle tiempo couocerd11 lo.~ .sir1vos rlc .Dios la
mmtn por!tnwt del Sem. Quiel'e decir: que assi como los
hom bres por ht ~randcza del cielo y ue la tiel'l'a y de la
mar, y po la he1mosma del sol y de la luna y de las es-
uellas vienen a conoce!' la omnipotencia y hermosura de
Dios; por ser estas obras tan sealadas: assi tambien los
justos venclrn a conocer la ~rand eza del pode y de las ri-
quezas y bondad de Dios po1 las ::ramlezas de las merce-
des y favores que de l recibirn, y que en s mismos ex-
perimentarn. De suerte que assi como pOI' los azotes y pla-
r,as que Dios envi a l'haraoo, declar al mundo la gan-
deza de su severidad para con los malos: assi por los fa-
vorcs y beneficios admirables que had a los buenos, de-
clarad la grandeza de su bondad y amor para con ellos.

1 lsai. LX VI. 2 11Jid.

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120 I'A11TE Plli!IJ!I\A .
Dichosa po cic1to el anima con cuyos beneficios y favores
most1ar: Dios la gtandeza de tal bondad: y desdichada
aquella con cuyos azotes y castigos descubrir la grandeza
de tal justicia: porque como cada cosa de estas sea de tan
inestimable grande1~; qules sern los tios que de tan cau-
dalosas fuentes manarn?
Aiiado mas a todo esto: que si te pmccc estel'il y triste
el camino de la virtud; qu (uiso decir la divi na Sabidn-
ria quando hablando de s mismo, dixo: l J\nclw p or los
cmnmos de lajusttrin, y por 1ncclio de las .~t11cl(ls del juicio,
para enriq~trrcr a [o$ qne me mnan, e inchirlc.< las una.< rlr.
mis bicne!? Pues qu riquezas y bienes son estos, sino los
de esta Sabidura cele~ti<l 1, que sobtepujan a todas las ri-
que~as del mundo; los qua les se comunican a los que an-
dan p01' el camino de la justicia, que es la misona virtud
de que hablamos? P01que si aqn i no se hallra n riquezas
mas dignas de este nombre qul' todas las ot ras; 2 ct'm1o
diera el Apostol graeias a Dios por los de Corintho, dicien-
do que estaban ricos en todo genero de JiquC7.as espil'itna-
les: llamando estos a boca llena ricos, como quiera que a
tos ouos 3 no llama absolutamente ticos, sino ricos de es-
te si:l,.'

p.

Confirma lo diclto C:OIL 1111a autoridacl111uy nolale del evan-


gelio .

.Mas sobre todo esto aiiade pata confitmacion de esta


verdad aquella tan notable sentencia del S<~l vaJor, 4 el qual
respondiendo a S. Pedro quan 1o pregnnt pot el galardon
que haviao de recibi1 los que por l haviao dexado todas

1 Prov. l. 2 l. Corinth.l. 3 l. TtmoUt. VI. ' l\1atlh. XIX .

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GUIA DE PECJ.DOIIES , 121
las cosas, 1 segun refieae S. .Marcos, dice assi: JJ. n verclud
us digo que ningn11o ltay 'f1U: dc:cc casa, henuanos o ltcnnc.-
manas, p ad1c o 1nadrc, hijos o lw1edades por amm de m,
y por el Evangeli o, rue no eciba alto1a en este tiempo
p1escntc ciento tanto mas de lo que dexn, JI de.~pucs en el si-
flo adormidero la virla eterno.. Estas palabaas son de Chl'is-
to, poa las qua les no es rawn passemos de corrida. Porque
lo ptimero, no me puedes nerraa' sino que expaessament e
haccaqui distincion entre el galardon que se tia a los bue-
nos \'11 esta vi<.la, y en la otra; fWOmctiendo uno de fut two,
y ofreciendo oii'O de presente. Tampoco me negars que
no puede ha vea falta en el cumplimi ento de esa promesa,
2 pues rs cieno que antes fahan\ el rielo '! la tieTa, que
1111 tilde o una palab..a de est.as, poa impossibl c que pa-
rezca. Porque assi como creemos que Oios es trino y uno,
poque l lo dixo; aunque rstc mysterio sea sobre toda ra-
7.0n: assi estamos obligac.los a creer esta misma verdad, aun-
que sobrepuje todo cnten<.limicnt o; pues tiene pot s el tes~
timooio ele! mismo Autor. Purs dime altera: qu ciento
tanto es este que de resente se da a los jusws en esta vi-
da? Porquc no vemos comunmc ute que se les den pan-
dcs estados, ni riq.rczas o dignidade s temporales, ni apa-
ratos de cosas de mundo; antes muchos de ellos viven ar-
rinconad os y olvidados del mundo en grandes pobaez.as,
miserias y enfermed ades. Pues siendo esto assi, cmo se po-
d salva la infalible verda<.l de esta sentencia , sino con-
fessando que los provee Dios de tales y tantos dones y ri-
quezas espirituales, que sin ninguno ele todos estos a pam-
tos <.le mundo ba$lan para darles ma~ or felicidad, mayo
alegia, mayor contentam iento y <.lescanso, que la poscssion
de todos los bienes del mumloi Y no es e.sto mucho de
1

espanta: 3 porque assi como leemos que no esu })ios


atado para dar mantenim iento n los cuepos de los hom-
bres con solo pan, pues tiene otros muchos medios para

1 Mare. X. l1 Luce XXI. 3 Malth. IV.

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122 GUIA. DE PECADORES,
eso, assi tampoco lo est para dar hartura y contentamiento
a sus animas con solos estos biene> temporales; pues sin
estos lo puede l muy bien hacer: como a la verdad lo hi-
con todos los Santos; cuyas oraciones, cuyos exercicios,
cuyas lagrimas, cuyos deleytes sobrepujaron a todos las
consolaciones y deleytes del mundo. Y de esta manera se
verifica con mucha razon que reciben ciento tanto mas de
lo que dexaron; pues por los bienes mentirosos y contrahe-
chos reciben los verdaderos, por los dudosos los ciertos,
por los corporales los espirituales, por los cuidados repo-
so, por las congojas tmnquilidad, y por la vida viciosa y
abominable vida virtuosa y delcytnble. De manera, que si
despreciaste los bienes temporales por amor de Christo, en
l hallars inestimables tesoros: si desechaste las ltonras fal-
sas, en l hallaras las verdaderas: si renunciaste el amor
de llls padres, por eso te recrear con mayores regalos el
Padre Eterno: y si despediste de t los pestferos y ponzo-
iiosos deleytes, en l hallaras ottos mas dulces y mas no-
bles deleytes. Y quando aqui hu vieres llegado, vers cla-
ramente que todas aquellas cosas que antes te agradaban,
no solo no te agradarn, mas antes te causarn aborreci-
miento y hasto. Porgue despues que aquella luz celestial
ha tocado y esclarecido nuestros ojos, luego nace ota di-
versa y nueva faz a todas las cosas, con la cual se nos re-
presentan de otra muy diferente figura. Y assi lo que poco
antes pareca dulce, ahora te parecer amargo; y lo que
parecia amargo, ahora se hace dulce: lo que antes espanta-
ba, ahol'a contenta; y lo que antes pareca herrnoso, ahom
parece feo (aunque antes tambien lo era, sino que no se co-
nocia.) De esta manera pues se verifica la promesa de Clll'is-
to: el qual por los bienes temporales del cuerpo nos da
bienes espirituales del anima, y por los bienes fue lla
man de fortuna, nos da los bienes de gracia, que sin com-
paracion son mayores y mas poderosos para ent'l'iquecer
y contentar el corazon del hombre. Y para confitmacion
de esto no dexar de referir aqni un exernplo notable que
se escribe en el libro de los va I'Ones ilustres de la Ol'flen

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PARTI! PRUII!:RA. f23
de Cistr-. E.~rivese pues a, que predicando S Bei'Oardo
en Fla ndes con un encendissimo deseo de uaer los hom-
ubres a Dios; entre otros que por especial tocamiento del
Espritu santo se convirlieron, fue un caballero muy prin-
, cipal de aquella tiena, llamado Amulpho, al qual tena
el mundo preso con grandes cadenas: y como l finalmen-
te, dexado el mundo, tomasse el habito en el monasterio
de Clarevale, alegrse tanto el bienaventurado Pad re con
n esta conversion, que dixo en presencia de todos que no era
"menos admirable Christo en la coo version de fray Ar-
nulpho que en la resurTecion de Lazaro; 1 pues estando
l li(:'ado con las ataduras de tantos vicios, y sepultado en
el profundo de tan tos deleytes, le resucit Christo, y traxo
a aquclltt nueva vida: la c ual no fue menos admirable en
, el suceso, que lo fu e en la conversion. Y porque sera
muy laq~o contar en pa rticular todas sus virtudes, vengo
a lo rue hace a mrestro cnso. Padeca este santo varon
muchas veces una enfermedad de colica, la cual le cau-
saha tan g randes dolor'Cs, que le llegaban a punto de
muerte. Y estando una vez assi, quasi sin sentido, perd-
" da la habla, y tambren la esperanza de la vida, die-
ronle la Extrema- Uncion: y l de a a poco volviendo so-
bre s, comenz subitamentc a ah1bar a Dios y decir a
g randcsv oces: f7erdadcras son todas las cosas que dix-
t e, o buen J esus! Y como lrepiLiesse muchas veces esta
palabra, espantandose los Monges de esto, y preguntan-
dole como estaba, y porq u deca aquello; ninguna cosa
respondia. sino re plicando la misma sentencia: Verdade-
nras son Lotlas las cosas que dix iste, o buen Jesus! Algu-
nos de los que all estab:~n, deciau que la granc.leza de los
dolores le havia privado tle su juicio, y que por esto de-
cia aquellas palabras. El entonce:> respondi: No es assi,
he1manos mios, no es assi; sino que con todo mi juicio
y entendimiento digo que son verdaderas todas las cosM

l Jon nn. XI

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12<\. GUIA D E PECADORES,
que habl nuestro Salvado J esus. Ellos respondieon:
Nosotros tambien confesamos eso: mas a qu proposito
lo dices tu? Respondi el: Porque el Seio 1 dice en su
Evangelio q ue quien guieta que renuncia re por su amor
todas las aficciones de sus parientes, recibit ciento tanto
mas en este siglo, y despues la vida ctcma en el otro.
P ues yo esperimcnt o ahora en m, y confieso que de pre
.. sen te teciboesteciento tanto mas en esta vida: porque os hago
sabe que la grandeza inmensa de este dolot que padezco,
me es tan sabrosa por la fltmcz.'l de la espetanza que por
ella me han aho ra dado de mi salvacion, que no b tro-
u catia por ciento tanto mas de lo que en este mundo dex. Y
"si yo, siendo tan &ande pecador , tal consolacion tecibo
con mis angustias; q ul set la que los santos y perfec-
tos varones recibirn en sus a legras? Potgue verdadera-
" mente e l gozo espiritual que me causa esta es peranza, cien
mi l veces sobrepuj:~ a l gozo mundano que de ptescntc
u en el mundo reciba. Diciendo ~1 esto, maravillaro nsc Lo-
dos de ver que un Religioso lc;o y sin letras ta les pala-
" btas dixesse: sino manifiestamente se conoca q ue el Espi-
t'lll santo, que en su anima moraba, las deca.
E n lo qual se ve claramente como sin el estruendo y
a parato c.le los bienes temp01ales del mundo da Dios a los
suyos mayor contentami ento y mayores cosas que las que
pot l Jexaon: y pot consiguiente, q mn engaados vi-
ven los que no creen que de ptesente se d nada de es
Lo a la virtud. .
P ues para destierro de este engaio tan peligroso, de-
mas de lo dicho, servirn los doce captulos siguientes, en
los cuales Lratatemos de doce maravilloso!i ftutos, y pivi-
legios que acompaan en esta vida a hl virtud: para que
pot aqu vean los amadores c.lcl mundo que hay mas miel
en ella de lo que ellos piensan. Y dado caso que pa-
ra entender esto perfectamen te era necesaria la esperien-

1 Atare. X.

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P.IRTE I'RUIEltA. j 2!)
cia y uso oc la misma virtud, porque esta es la qnc mrjor
conoce sus rrqueza~, pr o la faha de esto suplir la fe, la
qu:tl conficssa la vrnl:td de las escripturas sn~radas, cqn
cu yos testimonios er.tirndo probar todo lo que en esta p(!.r-
te dixcrc,. porque a nadie quede lu~at p:tra dud:tr de. es-
ta verdad.
CAl.'lTt1I.O XII.

U F.! . XII . TITI:LO POR 1)1\:\DP. EST,\MOS ORLIGADOS LA \ 'I RTt,;n, POR
R,\7.0:\ lllil. l'niMER I'RI\' II. EGIO l)J E J, I.A, Qn: ES LA PROYIOiiNCIA
ESI'llCIAL Qt;E DIOS TI ENE DE t.OS IIUEC'(OS PARA ENCA!IIN,\"LCIS TO-
IJO UI EN: V DE LA QUE TIE:\E IJE J.OS ~lA LOS PARA CAS1'1GO DB SU
! !AL OA D.

Pues entre rstos privilrgios y fa,orrs el prill1rro y mas


principal (dl'l qual, como de trrw fueutc caudalosa manan
todos los otros es la pro,iucncia y cuiundo paternal que
Dios tiene de los que le sirven. Porque aunque l troga'
r,rnerul wovideocia de todns las cria tu ra~, pcro tiene la
muy nras especial de loJ que ha rctihido por suyos. Por-
que como l tenga estos cm lupr de hijM, y les baya da-
do espirilu y corazon de hijos, l taml>i<n por s11 parte ti e
ne corazorr de ?adre &mant iroi:>1:> pa!'a con ell o~; y con-
forme a rste nmor t icne el cuidado y providencia de
ellos.
J\Jas qn tan ~ramle sea esta pro.-idencia, en niguna
manera lo podr entendct sino el que la huvierc experi-
rnentado a el que con estudio y atencion huviere leido
las escrittrras sagradas, y notado con dilir;encra los passos
que de esto tratan. Porque quien assi lo lticicrt>, vt'r que
que quasi toda la e :citura divina clrr:de d principio
hasta el fin genetalmente trata de esto. Ca toda ella se
mueve en estos Jos puntos. como el mundo solwe dos polos,
que son pedir y prometer. Eo los cuales por una parte
pide Oios al homi.Jrc la ohelicneia y ~nmch\ de sus roan-
T OMO 1. 23

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126 GUU. DE PECADORES,
damientos, y por oua promete r,randissimos pt'Cmios al que
los guardre; assi como amenaza andissimos cast i:;os al
que los quebraotre. La q ual doctrina est. de tal manera
repartida, que todos lo; librOS morales de la esctitma di-
vina piden y prometen, y todos los hist01iales verifican el
cumplimiento de lo uno y de lo otro, mostrando por las
obras qun indiferentemente se hubo Dios con los bue-
y con lo; malos. Mas como Dios sea tan laro y tan ma-
nifico, y el hombre tan flaco y tan miserable: l tan rico
para prometer, y el hombre tan pobre para dar: es muy
diferente la ptopotcion que hay entre lo que pide y lo
que da; porque pide poco y da mucho: pide amor y obe-
diencia, que l mismo nos da: y por esto nos ofrece btenes
inestimables de gracia y de glol'ia para esta vida y pam
la otra. Entre los quales ponemos aqu en el primer lue:u
este amor y providencia patemal que l tiene de los qnc
recibe por hijos: la qua! sobrepuj;t a todos los amores y pro-
videncias que todos los padres de la LiciTa tienen y pue-
den tener a los suyos. L"l razon de esto es, p01que nineun
hasta hoy atesot ni aparej tan gran bien a sus hijos
quamo Dios tiene apar~jado y promet ido a los suyos; que
es la participacion de su misma gloria: ni trabaj tato
por ellos como l; pues por esta derram su sanrrre: ni
tiene tan cont;ouo cuidado de ellos como l; pues los tie-
ne pr~ntes ante sus ojos y ayuda en todos sus trabajos.
Assi lo con6essa David, 1 quando dice: A mi Sem cci-
bistc po1 mi inocencia, !/ me cm~fi?'11Wste .~icmpre en tn p1c;
senc:'a. Esto es: Nunca apartaste tus ojos de m/. pm el cui-
dado pe1petuo que de mi tienes. Y en otro Psalmo 2 Los
ojos, dice, del Seo1 esitl?t puestos solne los justos, y sus
oidos en las oraciones ele ellos. Mas sn 1wtro aado est
sobre los qu,e /tacen mal, pam dest7'1tir de la tie71a la 11u-
jO?' de ellos.
:Mas porque la mayor tique-ta del buen clll'istiano es

1 Psa!m. XL. 2 Psalm. XXXlll.

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PAilTB PlliiU!IlA. t 27
esta providencia que Dios tiene de l; y quanto es mayor
la ccJtidumLre que tiene de esto, tanto es mayar su ale-
flTa y confianza; ser bien juntar aqm algunos testimonios
de la escriptura divina: p01que cada uno de estos es co-
mo una cedula real y una nueva confirmacion de estas
tnn l'icas promesas y mandas del testamento de Dios. 1 El
Eclesiustico pues dice: Los ojos del St:ilor estdn puestos
sobre lus q~te le l emer.: l es su guanticion poderosa, sa
lugar de T'efugio, escudo de su difensiou; amparo contta
el calor del esto, sombra para el medio di a, socorro
en sus peligros y ayuda en todas sus cadas: e1 es el que
levauta sus animas, alllmbra SllS entendimientos, !1 el que
les da salud, vida !1 bcndicion. Hasta aqu son palabras
del Eclcsiastico: en las quales ves quantas maneras de ofi-
cios cxeJcita este Seiior para con los suyos. El p1opheta
David 2 e n un Psalmo dice: El Se1Iut tendt cuidado de
tegir !/ emlerez.ar los pasos del usto: y qundo cayere,
110 se quebrantar t, porque l pondr debazo m mano 'pa-
t'a que no se lastime. !\lira t qu podr empecer la ca-
da al que cae sobre u na almohada tan blanda comp es la
mano divina? En otro luga dice: 3 JJfuchas son las tri-
bulacio11es de los justos : mas de todas ellas los librar
el SeiZor; porqae l tiene cuenta con todos los huesos de
ellos, de t al manera, que 11i uno solo ser quebrado. .1\fas
en el santo Evangelio se enca1'eCC mas esta p1ovidencia, 4
donde dice el Salvador que no solo tiene contados todos
sus huesos, mas tambien todos sus cabellos, porque ni uno
f>olo ~e pierda: pam signific.11' con esto la grandissirna y
especialissima providencia que tiene de ellos. Porque de
L]U no tendr cuidado quien lo tiene de los cabellos? Y
si esto te p<ll'ece mucho, no es menos lo que signific el
pophcta Zacbarias, 5 diciendo: Quien a vosoltos .{ocare',
tuca a mi en la lumbte de los ojos. Harto fuera decil':

J Ecclcs. XXXIV . ~ l'salm. XXXVI. 3 Psalm. XXXlll.


t. t uc:l XII. ct XXI. r, Zac h. 11.

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1'l$ CUIA DI! P C&DOa BS,
Quien t<><:re a ,osotaos, toca a rui: pero mucho mas fue-
deca~ Quien toca a vosoll'O'> cil q ualquiera patte qne sea,
me toca en la lumbae de los ojos.
Y no solo poa s, sino tamhien pOI' el ministerio de-losAn
;eles entiende en nuestra ;u;uda: y assi dice en un psalmo:
1 .d lcJs Jngclcs 1/ene Dws ll.ttndatlo de ti, fJilt: te gll(zr
den etl tcJdos tus G'llllu'nos, !1 te trai;an en las palmas
delasnionos, p zra rueno tropiecen tus pies en algu11a pie
dra. Viste nunca t tal coche o tal litra como son las
manos de los A n;elcs para auJa1' en ellas? Pues de esta
manera los santos An;elcs, que son como ouesuos her
manos mayores, traen en sns brazos a los justes, que son
sus hemanos rncno1es , que no saben andar poa s, sino
ea~ baazos a..,eoos; y en ebLOs los taaen los An(rcles, no so-
lo en vida, sino tumhicn en muerte: 2 como parece claao
en aquel pobre Laza ro del c>:anG'clio, que des pues de lllliCI'-
10 fue llevado poa mano~ de ellos al seno de Abaaham.
En otro psalmo dice: 3 El .'htgcl del Seiior al/(la al der-
1't.:tlor de los r11e le temen, para librarlos de los peligros.
Y qu;in poderosa sen esta ~ua rc.l u, dcclaralo mas la tJ'atas
J.cion de S. llicronymo, q11c en lugar de estas palabaas
dice assi: E! ,Jn;el riel S'c1ior t/ewJ asentarlos sus reales
al de1 red.cr de los rue le t.emen, para lt'brarlos. Pue:;
qu Rey hl)' en el muurlo c'ue tal {)'Uarda traiG'a consi:;o
como sta? L:~ cual m;anilic~tamellle se vi en el libro de
los Reyes: domll' vin icntlo el exacito 4 del Rey de Syl'ia
a preau..le1 al prophcta Helisco, y temblando su caiado de
miedo; hizo el llanto prophcta ol'acion a Dios, suplicando-
le auriCSSC Jos ojos de arud dcscon(iado IIIOZO para que
vicssc qunto mayoa cx(.n;ito tenia l en su :.~voa que sus
contrarios: y abri\ Dios los ojos del mozo, y vi todo el
monte lleno de caballos y caaros de fucr,o al derrcdoa de
Heliseo. Y esta misna ;uamicion es aquella de que se es-
cribe en el libro de los Canta1es poi' estas palabras 5 Que'

1 P~lm. XC. 2 f.ucrc XVI. 3 Psalm. XXX:II l.


1~ JV.Rcg.Vl. 5 Clt. \'11.

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PARTB PRIMERA. 129
vr.rds t en la Sunamites. q ue es figura de la Iglesia, y
del anima que est en gracia, sino compaiiiar de teales,
que son /a pwrda de los santos Angeles? Y esto mismo
sicnifica el Esposo en el mismo libto por otra figu,a , d i-
cicuJo: 2 La litra de Salomon guardan sesenta fuer -
tes de los mas esforzados de Israel: !1 todos ellos tie-
ttcn sus espadas en las manos, !1 son mcllj diestros en pe-
Lear. Caria uno tiene sa espada sobre eL muslo por los te-
mores de la ttaclu:. Pues qu es esto, sino declaramos el
Espiritn santo po tantas 6gu as el recaudo que la divina
providencia. tiene so ure las animas de los justos? Porque
Je dnde nace qne un hombre concebido en pecado, vi-
viendo en una carne tan mal inclinada, y entre tantos mi-
ll:ll'es de lazos y peliaros, viva muchos ai'os sin desva1-ra r
11 i un solo pensamiento .que sra pecado mortal, siuo de esta
tan rrrandc guai'C.lll y providencia divina?
La qual es tan rrande, qt~c no sohmente los libra de
los males, y encamina a todos los bienes, sino muchas ve-
ces los mismos males en que alguna vez po divina J>CI mi-
ssion caen, los hace materia de bienes, quando con ellos
se hacen mas cautos, mas humildes, y mas agradecidos a
quien los sac de tales peligos, y les perdon tan to$ pe-
cados. Porque en este s~n tit.lo dice 1 el Apostol, que a los
que aman a Dios, todas las cosas les ayudan y siiven pa-
a su bien.
Y si estos favores son danos de grande admiracioo,
mucho mas lo es, que no solo tiene Dio~ esta cuenta con
sus siervos, sino tambicn con sus hijos y descendientes, y
con todo lo que toca a ellos; como el mismo Seior lo tes-
tific, diciendo: 2 l'o soy Se1Tor Dios, fuerte y zeloso,
que visito la maldad dt' los padres en los hijos hasta la
tercera !1 quarta generacion, !/ uso de misericotdia en
11/t'llares de gene racione$ con aquellos que me aman,!/
guardan mis 11/Cttu{amien/os. Assi lo mostr 3 l con Da-

1 Cnnt. IIJ. ~ Rom. V lll. 3 Exod. XX, 4 III. Re.. 11.


XV. lXl\e;. VHI. XIX.

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t SO GUU D1i PECADORES,
vid, cuyos h ijos a cabo de tantos auos no quiso destrua,
aunque lo mea-ecian muchas veces sus pecados, por rrs-
fJecto de su padte DaviJ. Y assi lo mosu 1 tambien con
Abmham, a cuyos hijos tantas veces pcaclon por amor
ue sus padres: y a1 mismo Ismael, que cm hijo de escla-
va, prometi de muhiplicaa y enpandrocs en la t.iel'l'a, por
ser hijo de Abraham. Y hasta su mismo cl'iatlo 2 endeaez
co el camino y negocio que llevauu a caago, de buscar
muge1 para el hijo de su seuor; porque era caiado de l.
Y no solo tuvo rcspecto al criado 1>01' amor del buen se-
uor, pero, lo que mas es, aun a l sci"oa malo, poa amo
de el buen criado. Y assi Icemos havca hecho l gaandcs
mecedes a su amo 3 deJoseph, que era idolatra, por amoa
del santo mozo que tenia en su casa. Pues qn mayor uc-
nignidad y p1ovidencia que esta? quin no se determinad
de sev a un Scio1 tan Jaago, tan fiel y tan agradecido
p;ua con todos Jos que le sitvcn , y pa1a con todas sus co-
sas?

~- l.

De los nQmbres que en la escri'pltlt'a divi'na se atribu-


yen nues/1'() Seiior pcr tazon de esta prQvidencia.

Pues romo esta divina providencia se estieoda a tan-


tos y tan maravillosos efectos, po1 eso tiene Dios en la cs-
e~iptura divina muchos y diversos nombres: pero el mas
4.:elebrado y mas usado es llamarse Padae, como lo llama
su amantissimo H ijo 4 a cada paso en el Evangelio. Y no
solo en el Evangelio, mas tambien en muchos lugares del
viejo Testamento; como Jo signific el propheta en eJ Psal-

1 Genes. XVII. el. Exod. XXXIII . 2 Genes. XXIV.


3 Genes. XXX IX. 1 Joanu. V. VI. X. .Mutlh. V. VI. XVITI .

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PAATE PRIMERA. 131
roo, 1 quando daxo: De la mantwa que el padte se com-
padece de sus hijos, assi se compadece el Se1Tor de todo-
los que temen: porque tll conoce la flaquez a de uuafra
humanidad.
Y porque aun le patecia poco a otro prophcta llamar
a Dios padt'C (pues su a moa y ptovidcncia sobaepuja a la
de todos los padres) dixo estas palabras: 2 S etTot , vos sois
uuestro padre; y A b1aham 110 uos c01.o :it, e I s1ael no
tuvo que ve1 con uosotros. Dando a cutl:!nder que estos
que eran pac.lres camalcs, no merecan este nombre eo .
compamcion de Dios. Mas porque entre estos amores de
padres el de las madres suele ser, o mas vchemente, o mas
tierno, no se contenta este Scioa con llamarse padre, sino
llamase tambien mac.lrc, y mas que madre. Y assi dice l
por Isaias estas dulcsimas palabras: 3 Que' madre hag
que se olvide de su hijo chiquito, y que tlo tenga cora-
um para apiadarse de lo que sali de sus entrai'las?
Pues $(fuere possible que haga alguna 111adre en quien
pueda caber este olvido, en mi nunca jamds cabdi: por-
que en mis mauos tengo esc1ipto, 4 .'1 tus muros eslan
siempre dtlaute de mi. Pues qu palabras de mayor ter-
num y providencia que estas? quin ser tan ciego, o tan
desconfiado, que no se a legre, que no tcsucite y levante
cabeza con tales prendas eJe tal paovidencia y amor? Por-
que quien consideraae que el que estas palabras dice, es
Dios, cuya verdad no puede falta1, cuyas riquezas no tie-
nen trmino, cuyo poder es infinito; qu temer? qu no
esperar? cmo no se aleerar con tales palabras? con
tales prendas! con tal providencia? ey con tal significacion
de amor?
Pues pasa el negocio aun mas adelante: porque no
contento este Seo1 con comparar este su amor con el

1 . Psalm. Cll . 2 lsai. LXIII. S l sni. XLIX. /~ Estos mu-


ros son In custodie Anpclica. Qui semper villcnt facicm Patris.
Matlh. X VIll.

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132 GUIA DE PECADORES,
vulgm u coro un amor de las madres, esco;i un;l entre
todas ellas, que es la mas afamada en este amo, la cjual
segun dicen, es el AguiJa; y con el oc esta comparo su
amor y provi<.lencia, 1 diciendo: De la manera que lo hace
el Liguila, assi este Setior clcjiendi m 11ido, !/ aJIIt Jus
hijos: y assi estendi sus alas, y/os pu~o encima de 1'1/as,
lf los traxo sobre sus hombros. La. qual aun mas aLiea-
tamcnte declar el mismo propheta al mis1110 pueblo, des-
pues de llega<.lo la tierra de promission, 2 diciendo. Jfate
trazdo el Se11vr en todo e~te camino p or do has ca'"i-
nado, de la manera que un padre traite un hijo chiqui-
to en sus brazos hasta ponerte en este l11gar.
Y assi como l toma para s nombe de padre y de
mada e, assi tambien da a nosotros nombre de hijos, y de
hijos muy regalados; como clarameute Jo t<'stiflca l por
Hieremias, d1ciendo: 3 Hijo mio 1/IIL!f honrado es Ephraim,
!1 nlo delicado; porque despues que comenc d tra-
tar con l, siempre he tenido 111emoria de e'!: .'1 p(l1' tonto
mis entrailas se han enternecido sobre c'/, y apiadando,
me apiadar de e'l. Cada paldbra de estas, pues es de Dios,
era mucho para ponderal' y p:ll'a estim;a, y paaa r~~alar
y t>nternecer nucstao corazon para con Dio~; pues assi se
cntemec el de Dios para con tan pobres criatliJas.
Y por razon de esta misma providencia, despues de el
nombe de padre, se llama l tambien pasloa, como se
llama en su Evangelio. Y paaa dcclaar hasta donde llrca-
ba el amor y cuidado de esta paovidencia pastoaal, 4 dixo
estas palabms: Yo soy buen pastor, y conozco d mis ovejas
y ellas conocen d 1ni. De qu manera, Seu01, las cono-
ceis? cooqu ojos las mirais? Con los ojos, dice l, que mi
Padre mira d mi,!/ yo d l, con esos miro go 11u's
ovejas, !1 ellas mir-an mi. O bienaventu rados ojos! 6
dichosa vista! o dichosa paovidencia! Pues qu mayor
gloria, qu 01:1 yor tesoro puede nadie desea, que s<'r mi-

1 Exod. XIX. 2 Deul. XXX U. 3 Hicr. XXX I


4 Joann. X. Lucac XV.

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PARTB PRIMER.\. 133
rarlo del Hijo de Dios con tales ~jos; qne C's con los qjos
'fllC su Padre mira a el? Porqne annqne la comparacion
110 wa i;ual en todo (pues mas merece el hijo naLural que
los adoptivos) pero asaz es grande glol'ia srr ella Lal, que
nwrczca ser comparada con esta. i\Jas qnalcs sean las obr-as
y beneficios de esta providencia, declara y promete Dios
copiosi~sirna y cii?(J:IIlt issimarnenle por el propheta lliechiel,
1 diciendo assi: r o buscare' t11is ovejas, y las visitare' de
la 11umera que viJita el pastor stt ganado quando lo ha-
lla descan'irulo, aui yo visitar ?Jiis ovf'j<'ts, y las saca-
te' detodos los Lugares por donde andaban descarnada-
en el dia de lu uube .'1 de la escuridad: y sacadas ht:- de
entre los pueblos, y juntarlas he de r/iveiSas tienas, y
ttahcrlas !te a la suya, y apacentadas he en los montes
de 1srad, en los rios y eJt todos los otros lugares de
la tierra: y apaccnladas he en abundantissimvs pastos.
que ser en los montes altos de Israel, donde descan-
sarn sobre las hiervas verdes, y utu apacenladas er~
pastos muy abundosos. Yo apacentare' 111t$ ovejas, y les
da/'f: suet1o reposado, dice el Sror. Yo buscare' lo perdi-
tlo, y recobr(lre' lo lmrtado, y atar lo rue estuviete que-
brado, y esj(nwre' lo flaco, y gu01 dar Lo que estuviere
fuerte, y a paocutatlas he en jucio: que es con grande
rt'caurlo .'1 p1ovt'rlencia. Y un poco mas abaxo aliadc, di-
ciendo: Y hm con ellas un contrato de paz, y ojear
todas las malas bestias de la tierra: y los que moran en
e{ dessierto, rs(artl seguros en los bosques. Y puestas
al derr edor de mi collado, derramare' sobre ellas mi ben-
dicion, e inviare las aguas. lluvias su tiempo, las qua-
les serdll benditas. c#o es, saludables y provechosas, y
No darTosas a los pastos del ganado. Hasta aqu son pa-
lal.llas de fuechiel. Dime abol'a pues: qu mas havia q\1e
pl'ometer? ni con que mas dulces y amorosas y ele;antes
palabras se pudiera todo esto representnr? Poaque es cierto

Ezcch. XXXIV.
TOAIO l.

Biblioteca Nacional de Espaa


13&. t.t'IA' DR 1'1\CADORF.S,
()liC ni habla el s<i\ot ;tqui del t.;a nado m~tcrial, sint) thl
~spi tt t ua l , qnc son los h on~lll't's, como el llli,:mo tr:'\to cx-
prtssaotcnto lo elite: ui menos promete ll icrllas y ahun -
danci:i de bienes t cmpotalc.~, que son comtHtcs a f..>ttenos
y a malos, sino ;tl>unda ncia de favotcs y e-ra r ias y provi-
dencias especia le~, con las qua les ige Dios y oltirmn eliiC
espirit ual f:'anadn n manera de pastot: como l mismo lo
ex pi ica por Isa ins, 1 d iriendo: .4 ~si comu puslor 11pnctn-
tard su g nado,!/ cuu ~~~ brazu juu/ard lu~ roHir-ros, .'1
l tu trnerri en m scuo ylnsovcjns l'nrt'tlru !/ prciiadns e'l
las /ard sobre sus hombros. Pues qu !'osa nas !tttm
ni mas c.lulce .quc l'Sta? Oc esros mislllW\ oflrios V benefi-
cios de paso habla y trata tojo aquel d iv ino ps~ l lltO f]tt e
comienza: 2 Domimu ruit me. En l11(;":ll' de las qualts
palabras trasladtl S. llittonymo mas clnranttntr: Do111i11us
pastor mcus es/. Y prop11cst o este principio, prosi~uc lue-
rro. en todo el r s:tlmn todos los t1fieios de paslor: los qna-
)cs uo ponrro :~r ui, porque fJHien quiera los pod-.1 por s
lec y entender.
Y de la manera que se llama pastot, pcuque nos ricrr,
a~si t :un hien rey , pcll'qne nos d~ficndr; y ma c~t 1'0, poq ue
nos CtJs<iia; y 111cdico, pmque nos e.nra; y amo, potquc
nos ltaltc en sus hmzos; y r,nanla po1 el eu ida do qnr
tiene de \'dat soiii'C II OSilll'OS y crna i'U<lf'llO.'I. De los qu:tlrs
nombtes est:m llenas todas las cscr iplllras clivrnas. i\bs en-
ll'C todos csros nombres el mas tierno y thas rcrrn lado, y
qnc mas dcscubt'C esta wovidonca , es el nolllbte uc espo-
so, con que se llama en el libro de los cantare.~ y en
otros nuc;hos lur,ares de la cscripltll'a. Y assi convida l
al ;uima del pccac.lor qne lo q11iera llam:ll', 3 diciendo:
S/rni'cra .akora me flrt111a padre mt'o,y g uia de mittig r'a
uidat/. El qual nombic celebra el Apostol con grande cu-
carccmiento. Pmqne dc.~pnes de aquellas palabras que
dixo el p1ime hombre a la primcta mugm, conviene saber~

lsJi. XI-. 2 l'o:llm. XXll. a llicr. 111.

Biblioteca Nacional de Espaa


l'AilTll Pl\ldiERA. 135
Por esta dcjarti el lwmbrc pudre !1 '1/Wtb " y allcgm se Ita
a .m lllli!J"CI', '1 sertin do.~ en una ,an: j aladc el Apo~tol
y dkc: 1 Es/e sac1 amc11t o c.r g1ande, c11t cnd/do, couiv yo
lo cuticndo, de Chrislo !1 de la Iglesia, que cs e;posa
suya: !1 assi lo es tambicn en >ll 11ia11era, d a cual~wcr de
IIIJ tlltimas que e~lan en t;tacia. Pues que no se potla
<spru dt> quien ial nomLJe eomo c~tc ti;uc, pues no lo
1il:nc de va lde?
~las para qu es aml:\1' LuscanJo en las cscritnras sa-
cadas un IIOIIIUrC de aqui, Oli'O de all? Pm:s. los nombres
que de si lll'ornctcu ~duun bien, competen a este&-
iw: pues cuicn qu.icra que le ame y le bus(tl<', hnlla
tn l Jodo l<J que desea. Por lo cual tlicc S. AmLrosio en
1111 Scnuon: Todas las cos:.:; tenemos en Christo, y todas
ellas nos rs Clll'isLO. Si de~as se curado de tus llar,-as,
ntd ico es: si ardes con calenturas, fuente es: si te fatiga
"la ra re-a de los pecados, justicia es: si ti;nes neceoidatl de
ayuda, fortaleza <s: si tcnes la muerte, vioaes: si (}'licrcs
l. ni tic las tiuicblas, luz c.~: si tlc.~eas i al e;cJo, caminq
t~: :;; tiene.~ neccsiJatl de manjat, mautcnimicmo cs. Ca-
la arui pues, heuano, qualllas maneras de uomLrcs tiene
q;te Sc'or, IJUe en si es uno y simpliissimo: purnc aun:
que sea tillO en s, a nosotros es todas las cosas para. re"
utctlio tic toJas nuestras ncccsitladt's, que so~1 innumera-
IJles.
No acabaramos a este paso de rcfcl'i todas las auto-
idadcs que sobc esta matcia se ofrecen en las es('l'itll:-
nts Ji"inas. Mas estas he cfcl'ido paa consuelo y csfuer-
1.tl de los que siven a Dios, y para atl'aer con ella~ a su
scvicio a los que no le sil'ven: purs es cicl'tO qne ningun
tcsoo hay debajo del ciclo mayo que este. Por donde ass i
como los que han sevido a los Hcycs en algunas r,randes
jl!ntadas po mandamientos y cat las snya~en que se les pl'o.
meten ;randcs premios poi' estos trabnjos, guanlall estas

Ephrs. Y.

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136 GUIA , UE l'llCADOJIES,
carlas con todo recaudo, y con ellas se animan y alrTan
en esos mismos trabajos, y con l'lkis piden dcspncs la re-
muoeJacion de sus SCJ'Vicios; assi los siervos de Dios ;u:IJ'-
dan dento de su corazon todas estas palabras y ceuulas
divinas, muy mas ciertas que todas' las de lvs. Bcyes de la
tiel'la. En ellas lienen su esptanza: .con ellas se esfuc17.~n
en sus lrabajos: por ellas confbn el) sus pcliros: con ellas
se consuelan en sus anuslias: a ellas ecOITCn en 1odas
sus necesidades: ellas los encienden en c1 am<u de 1a 1Sciicw,
y les ouligan a enucgarsc del lOdo a su S('JI\icio, purs l
tan 6elrnenle les p1ome1e de .cmplease lodo en su preve
eh o, siemloles (o do en todas las cosas. En lo q 11a1 pa rt>ce
que uno de lo& principales fundamentos de b vida duis-
tlana es el conocimienlo ll'aclic do-esta verdad.
Pues dime ahora, . ruego1e, si es posible imac-inarsc
cosa alguua mas r~ca, mas preciosa, y mas par:\ c~l ima r
y desea1', que esta? y si se pu(dc imaginm ci1 c~la Y ida a 1-
gun mayor bien que tenc1 a Dios po1 padre, pm mad r(',
po1 pastor, po1 medico, po1 macslro, pOI' ayo, po1 muro,
po1 defensor, po1 valedor, y -lo que-mas es, pm--esposo,
y finalmente, ponotlas las -cosas. qu tiene el mundo t1uc
poder dar a sus amadoJes, que iguale con es1o? Pues qun-
ta razon tienen los que este bien possren, para alegrarse,
consolarse, y esforzarse y eloria1se en l sobre ladas las
cosas? Alegt aos, 1 dice el prophc1a, n~ el ~'t:iior los us-
tos, y glon'aos en l todos los tectos de cora-zo, Como
si mas claramente dixera. J/cgrc1JSe los otros en las ti.
quezas y honras del mundo: CJ./1'0s e7t la uoblt:za de sus
hnages: oiro.s etl los favores. y i.rivam,as de .los princt',
ci'pes; ot-ros en la preemincncitt de sus ojioios !J dignida,
des: mas vosotras, que presumis tene7' a i)iospvr vuestro,,
que es vucst1'a l1eredad !/ vuestAa ~asesirm, nlegtaos !/
glorfaos mas de verdad en este bien; pues es tan-
((). mn!J<ir que t(ldos. los o.ltw, q.ut{ttlo e~: UIC~f J)'os

alm. XXXI.

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P AU'fE PJ\IMI!IIA. 137
IJilC todas las cosas. Assi. lo confiesa expresamente David
en un psalmo, 1 diciendo: LibtatJie, SciTOI, de las manos
de los que csldn Juera de la servicio y de l a casa: los
qua/es no tienen. boca, sino para hablar vanidad, ui bra-
w sino pata obrar maldad: cuyos hijos a11da1l en saja-
vtml ud /o,anos y j 1cscos, como los a rbolcs nuevos !1 ,e-
cien plantadon cuyas 'h1jas andan ataviadas y eOTl
puestas a muuera de templo.~: cnytcs de.~pensas estn llenas
?/ aha:~trulas de tor/()s. lo.~ bienes: CnJas m;qjrt.~ estn [in <dos
:11 Llt1w~ de l1.Um. Pol'l bienaventurado tuvieJon al pueblo
lleno de to!los estos Lienes: mas yo tlicro que bienaventu-
rado el p11culo que 1ieoe al Sciior poi' su Dios. Poi' q u
OavidP La l'azon est muy clara: pol'cue en l solo posee
un Licn en quien rst todo lo que se puede tleseaJ'. ? ot
ta,tlo glorli:nse los utros enloda; cs.'a ; cusas: 111c.s yo, aun-
tue ?lut.!J 1'i'n !/111t1.1J pnclerO!I.O 1'lqJ, NI e1 .olo me g/01-iat .
Ass se glol'iaba aquel santo pl'opheta, 2 . que deca: Yo
'lile ,roza1': en el ;:)eitor, y ale;.1'a1me lw en Dios mi ~alv<..
dor; ;on~t~ ! es mi Dios y mi .fortaleza, y ti que !tan{ mis
pies lt.tJ<"I'OSoomo los de loscletvospata C01'1'Crsintropiezo po1
ln.~ caminos de e.~tt~ vida: y hw<) que ande 10 solwe los.altos
monte.~, co,nl(m.tlole psa(mo.< 1 alabanzru. &te os pue$ el te.
soro, esta la gloria que est .apar~jad'a en este munuo pa:-
Ja los que ~il'vco a Dios. Y esta es una de las g randes ra-
zones que hay pa~a que todos le deseen serviq y una de
las jtJst issimas querellas que l tiene contm los que no le
sit:Ven; siendo l ta o buen Sei'ior, y tan 6el ayudador y de.
fensor de ellos; y con esta queja envi al popheta Hiere~
mias a quejarse de su pueblo, 3 diciendo: Que aspereza
ltalw1u" vuestros padres en " i, yorgue .se alt:ja1o' de mi,
!1 sejucro1 en ]JOS de la vanicw d, !1 se lticie?'On v~nos? Y mas
abaxo dPor vcntu1a /e sido JJO a este puqblo tte?Ta ye11n<~
1 lludia !1 de.aprqvedt~tdt.? Como si <ltxesse: Claro cstlt.
~ue no; pw,:.~ ta-ntas v.icto1i(.ls y ]J7uspmidaclcs (e~ !tan venida

J Ps<~lm . CXL.Ill. :! Hdbac. Ill. 3 Uior. 11.

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138 GlilA DIS Pt:C.m OK E$ ,
]JUI' mi mano. P ues porqu h::.1 i.lich o este P'!l'blo: .'Jfl 111.<
luwc:mus t&purtutlo tic t" $1:/'IO, JtO tutrcmo:; 111as volnt
l l ? pur 't'Cillnr n ulvitlanw Ita la dunctJIL" dlli 7/t''~ lu:rmo-
:;u tLI! .~1tS <Ltwvins, JI ele la}~ja 1iw c.unrue s : it: los pt
dwsP ptt.Cs, por que' ili pu_ublcJ s'e /;a vlvitladodc 111i p or
la1tos dia~; siendo yo todv SIL orllrt'IIICII/'tJ, se gloria !/
~u hermumrn? Pttl's si J e aqut;llos se quejaba Uios tu el
eiempo .ue la ley, douuc las merccJc.1 ca u mas- cor1a.~.
,quuto 111a~ t<l'l~lll tend- allom J o Cl ll~jarsc, cuando son
ta nto mas l;ugas, tuamo mas _ospiritualcs y ma~ Ji,iuas?

.. ~ - Il.

D e la lltf/JICJ 11 rlc la l1rmitlmu:i11 qnr. tit"IIC IJitJs' rlc l os


malos p~a ctutigo de sus 1/laltlllcJ',

Y ~;i no n os mueve 1:1.r11o d :unm de <'sta fcliti,ima


providenr iu de qn t\ ~01.<\ n los hn t> nos; llltli'Vauos siquit-ra
d lemof~ de la provideud a, si assi st\ ()tll'dc llauu, C)'t C
1icnc Dios Jc lo11 mdlni; la cual es n.cdirlos ~.:m t su propia
meclida, y uat:wlos confonne al olvidn y rucnospt'<'cio qnc
licue ele su J\Ja{l'CI;I:ttl; o lvidandnsc de lll.~ tne le olvidan,
y despreciando a los que le Jesprcciau. Y para sic-nifirar
esto mas p:1lpablcmeute, 1 mtrnJt al wopheta Osms qnc
se casas.~ ao.n una muger fomie:uia: pllra da a enlcntl<r
la fornicaciOJ? espiritua l en qne havitt ca ido aqut>l puculo,
CJUC havia d~sampai-ttdo a su Jcgit imo esposo y SeiOI'. Y
a un hija qnc <le este matrimonio le uaci, mantl po-
ner poi nomlwo uua palaL:-a hebrea fuc quiere de-
cir: No mi pueblo vvsutros: para da r a cnlcmlcr qt o
)ll103 ellos cou sus pecados no le rccouocioron ui sir-

O:;cm. l.

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I'All'rR l'nJMERA : 139
vieron romo a , Dios, l tampoco lc'S rccon or'cJia: y _.tratada
C'nmn a puchlo. Y en .r or'lflr:mncinn. de In misma sentencia
aiadc 'hl l'""O
u mal! abaxo, 1 clicicndo: .Juz
. I'J.. ad vtu!stra
1/iatlre: Jutg arl!ft porque ni ella es mi muger, ni yo so:lf
stt marido. l),llldo a cnlcnd<'J' cue ass como ella 'no le
ltavia f~uadado fe y o loedicnci:t de buena IJ'!II(;Cr; assi l
no lc mlria p;ua con ella el amo y providencia de verda
dtro mal'ido. VCll pues qun auierl:lmcntc nos enseia aqnr
C..'>t.c Seiior como mide a cada uno con sn misma medida ~
sim clo tal pala con el h ombre, como el hombr'C es para con l.
Pues de esta manera viven los malos, como olvidados.
ele Dios; y as.~i csdn en c.~tc inundo como hacienda sin
quei!o, romo escuela sio m:~cstro, como na,io sin goveroa-
llr : y finalmente como r,:~ n:ulo descarriado sin pastor, qnc
nunca rscap;t de lohos. Y assi lrs dice Dios por el prophe-
la Zaclmnas: 2 No ruro ya 1 ener mas cargo de npa-<
Cf'lllan~~: lo qua mur'crr , mue rase; y lo que tila./ aren
mtlltmlo: .lf lo dcmru, rtut sc coman a. bocados unos ti
M ros. Y lo mismo sit; niHc: en el cantico de 1\Ioysen. 3 .di.,
ciendo: Apartar1.i mt's ojos dt~ e/los, y estarme. /u: mr',an-
do las m(:J:u y cnlamidadcs en que .fina!mcute ha-
de pa' (tr, sin p nnc:d cs de ,,.emedio.
Pero a un nH\S ,I!Opiosamcntc declara l esta mancm de
provldeuda por ls.ai~s . 4 huulnndo .de su pueblo en nom-
bre de via: ront ra lo cu:tl (potque de.~ pues de 1~ br:ada. ~
cn.hi,ad:t con nlu chos be neficios, no havla acudido eon el
fnllQ que cm r<nou) pronuncia l esta sentencia, diciendo:
Qur'ero -declararos l11 que yo har con rstu mi vr'1l'a. .Qui-
tarle he el valla-lo, y scrd l'obada: derribarle he la cet-
ca, y senl hollada: y ha re' que quede como una tierra
desierta. N fl scrd podada ui cabada, cubrirse Ita de zar-
zas y espinas, y a las nubes mandar que no lluebmt so-
bre ella. ~~lo es: Quitrle he / Cldos los socorros y ayn-
tlas t:.ficace~ de que las havia proveido: de donde se se-

1 O::ccr. 1\. 2 Zach. XI. 3 Dcul. XXXII. 3 lsai. Y.

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140 GUIA Dll PBCADOnES ,
guir' su toml en ida y destruccion: P;ucccte pues qne es
mucho pataqecelar tal manera de providencia?
Pues dime ahota: qu mayor peligto, y qn mayor
niiscria, que vivir fuera de esta tutela' y ptovidencia pa-
ternal de Dios, y quedar. -expuesto a todos los encuentros
del mundo,. y a . todas las calamidades injurias de esta
vii.la? Porque cO'moestemnndo sea pot una parte un mat
t.empestnOSO un desierto ll.no de tantOS salteadOJ'CS y bes-
tias Herns, y sean tantos los desasoes y a('aecimientos de
la vida humana, tantos y tan fuettcs los enemigos que nos
combatn, tantos y tan cieros los lazos que nos arman, y
tolllos los abr~jos que nos tienen pot todas pattcs sembra-
dos; y por oua parte el hombre sea una criatma tan flaca
y tan desnuda, tan ciega, tan desatn1ada, y tan pobre de
esfuerzo y de consjo: si le falta esta soinbra, y este arri-
mo y favor ue Dios. qu har el. flaco entre tantos fuer
tes, el enano enuc tantos gigantes, el ciego entre tantoR
lazos, y el solo y dcsatmado entre tantos y tan poderosos
enemi;os?
Pues aun no pa1a el negocio en esto; po1que no se
contenta esta providencia con desviar sus ojos de los ma-
los (de donde se sigue que cayan en tantas maneras de
penas y trabajos) mas antes ella misma se los acal'l'ea y
pvoclll'O. De tal manera que los ~jos que antes velabun
para su provecho, ahora velan paua sil casti~o: como cla
rameote lo testific l pm Amos; 1 dicienllo: PmtJn/ m
ojos sob'l'e e/los; mas es{O SC1'ti pa1a 'SU mal Y 1/tJ /)07'(l
subien. Como si mas clmamente dixera: 1ioatse ha de
tal mane1a .fa providencia que-tenia de elloJ, que yo1 rue
nntes los mirnba pma . difmderlos , ahoia lo; mirar
para casttj;ados, y dnrles el pago rue sus maldades me-
7ecen. Assi lo declar aun mas espreshmcntc por el pto-
pheta Oseas, 2diciendo: Yo serc01tw polilla deEphrnim
y como carcoma de Israel, para -los ir castigando y

1 Amos IX. 2 Oss::c Y.

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P.UTB PIIIM iiRA. 141
destruyeudo, col/lO se de#ruye la ,opa con la polilla. Y
porque esta manera de pcsec ucion pareca prolija y blan-
tla, ai1ade lu<';o otra mas mas acelCI'ada y furiosa, diciendo:
J"o sen/ como leuntl a J::pltraim, y como cachon o de leo
11a J ut/a: y o ,.y los preNder, y l os lu1l!ar: y no
havrd quien los libl'e d e 71/ 11UJTIOs. Pues q u ma yor
miseia quicrcs que esta?
Y no es menos c la ro testimonio de este linac-e de pro-
videncia el que leemos en t-1 propheta Am~: 1 en el qua!
d espues de ha ver dicho Dios que havia de meter a espada
tod os los malos por los pecados de su a va ric ia, aiade lue-
rro, 2 y dice assi: y 110 pieusen escapar de mis mauo. los que
/qen. Porque si des1;cndir1'en lwsta el i1'}ienw, de all los
s!rca1 111i mano: y si subieren n lo alto; efe alli los dC7'1'ba-
,.: y si subierc11 u lo 111as alto d:l111onle Canm:lo, ai los
bu ctw:. ?/ los lomad:: y si se cscmuti r en de 111is qjos en el
p1ojwulo de la 111ar, a1 uramlarl: a [c, serpiPnte, y ?umck,-rlo.~
lw: y si j11(r en captivos a titma de Sil.<tnemi;:os, al m,rmdr. -
1'e al cucltillo, ?/matarlos hr: J/ JIOI>dn~ mi.<'!io~ sob?'e ellos
p ara sn ?Jwl JI no 7Jwr .~n ,.,.. Hasta aqui son palabras
<.!el prophcla. Pues <.lime ahora: qu hombre hay que le-
yenuo estas palabras, y acordtnd(lSC que son de Dios, y
viendo qu l sea esta manem de proviuencia que l tiene
tle los malos, no se csuernezca todo d e vc1 qun podero-
so enemir,o tiene contra s: el qua! con tan BTande es-
tudio y dilirrencia le busque y le cerque, y le toro e todos
los caminos, y vele paa su destruicion? cmo tendr J'epo-
so? cmo comer bocado que bien le sepa, teniendo tales
qjos; tal futo, tal perseguido y tal brazo contra s? POJ-
que si tan grande m.l! es, carcrer d el favo y providencia
del Sei'ior; q u:nto ma yo lo ser lra vcr con vertido contra
s las armas de esla misma pi'Ovidencia? y q u la espada
que estaba de~emLaynada contra tus enemi;os, se vuelva
contra t ? y los ojos qne vela ba n pam defcndcJte, velen

t A"mos IX. 2 Psllrn CXXX\'111.


)'OliO 1.

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142 GUIA liE I'J!.CAIIOIII!S 1

ahom pam deslluirtei' y el brazo que era p:ua sosten erte,


sea ahora para derribarte? y el corazon que pensaba
sobre ti pensam ientos de paz y de amor, piense ahora pen-
samientos de aflieeion y dolor? y el que havia de ser tu
escudo, tu sombr a y tu amparo, venga a ser a hora polilla
para comen c, y leon para despedazarte? como puede dor-
mir se.guro el que sabe que quand o l duerm<.>, est Dios,
1 como aquell a vara de.Hieremias, velando para su castigo
y afliccion? qu conseJO havr cont ra este cons~jo? Lqu
brazo contra este brazo ' y qu providencia contra esta
providencia? quin jams, 2 como se escribe en .Job, se
puso en armas contm Dios, y le rcSi$ti, que tLniess e
paz ?
Finalm ente tal es y tnn grande este mal, que uno de
los mayores castigos con que Dios suele castirra r < ame-
nazar a los malos en esta vida, es levantar de ellos la ma-
no de su patern al providencia: como l mismo lo testilica
en mucho s lurrares de la santa escriptura. 3 Porque en una
parte dice: No quiso mi pueblo oi1 mi 1vz, ni tener cu,'Tita
conmigo: pues yo tampoco la.. quise tener con :l de la maucra
que antes la tenia. Y assi permit/ que firessen ll, v.ulos de
los drseos de su corazon: de donde .e se!Ju'l que va;tan c..tda
da de mal en peo1. y por el propbe ta Oseas dice: lt Oh'i-
daste te de la ley de ltt Dios : olvidtwme !te yo tambien de
tus hijot, De suerte, que assi como uno de los mayores
males que le pueden veoi1 a una muger , es darle su buen
tna1ido libelo de repudio, y abrir mano de ella: y a una
viila desampar-a r:la su Seio, y dexar de labrar la, porque
luego de via se hace monte, assi tmo de los mayores ma-
les que pueden venir a un anima, es levant ar Dios la mano
de ella, Por'que ;.qu podr ser un anima sin Dios, sino
una vii'a sin vii'ador? una huerta sin hortel ano? un na vio
sin piloto? un egerci lo sin capitao? y una repblica sin
cabza, o por mejo deci1, uu cuepo sin anima l

1 Hier. J. 2 Job. IX. 3 Psalm. LXXX. 4 Osew IV

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l'AilTE I'RUillRA . 1~3

Cata aqui pues, he.mano mio, como poi' todas partes


te cerca Dios, y te cerca esa razon: porque si no basta
para mover tu corazon el amot y deseo de aquella pater-
nal ptovide ncia, muevate siquier a el temol' de este desam-
paro: porque a los que no suele mover el deseo de los bie-
nes, mueve muchas veces el temor de gtandes males.

CA.PITV %.0 ;s:III.

DEL SECUNDO PRIVII.l!C IO DE I.A VII\TiiD, QllE ES U GIUCU DEL Es-


'1>11\ITU SANTO 1 QUE SE O.t. A LOS \'IRTCOSO S.

Esta palema l providencia es, como diximo s, la f uente


de todos los otros privilegios y benefic ios que Dios hace
lo~ suyos. Porque a esta ptovidencia pertenece provee1les
de todo~ los medios necessa rios para consegu it su fin, que
essu ultima perfecc ion y felicidad, assiayudandoles y dando-
les la mano en todas sns nccessid ades, como cl'ia ndo en sus ani-
ma todas aquellas habilidades y virtudes, y todos los habitos
infusos quP pa1a esto se requieren. Entre los quales el
ptimero es la gracia del Espritu santo, que des pues de es-
ta divina provide ncia es el pncipio de todos los otros pri-
vilegios y dones celestiales. Y assi esta es aquella p1imera
vestidma que se di 1 al hijo prodigo quaodo fL:c recibi-
do en la casa de su pad re. Y si me preguntres qu cosa
sea esta gracia, digote que {\'l'acia. 2 como declarnn los
Theologos, es una participacion tle la nalllral eza divina,
esto es, de la santidad, de la bondad , de la pureza y no
bleza de Dios: mediante la qua! despide el hombre de s
la baxeza y villana que le viene por parle de Adan, y se
hace participante de la santidad y nobleza divina, despo-
jndose de s, y vistindose de Christo. Esto declaran lo11

l Luce. X y 2 S. Thom. l. 11 . I J. ex. art. 111 . 1)[ alibi Slt'Jif>.

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1V. GlliA Dli P ECAOOitES,
santos con nn comun e:'templo del h ierro hechac.lo en el
flll'(;o: el qnal,sin dexar tleser hierro, sale dea todoabra-
saJo y resplandccicn1e como el mismo fuer,o: de manera
que permaneciendo la misma sub~tancia y nombre de hier-
J'O, el resplandor y el calor, y otros tales accidemes son
de fuc:go. Pues de esta manera b c-racia que es uua qua-
lidacl celestial, la qnal infn nde D io.~ en el anima ) tiene esta
maravillosa virtud tle tran.fonna r el hombre en Dios: de
tal manera, que sin dexar de ser hombre, particpe en su
manera las virtudes y pureza de Oios:como las havia par-
tcipatlo aquel que deca: 1 f/ivo yn, ya uo yo; mas t'illt:
en m Christo.
Gracia es otros una forma sobremtural y divina,
la qua! hace al hombre vi1ir tal vida, qual es el princi-
pio y forma de do procede, que es t.ambien sobrenatu ral y
divina. En lo qml resplamlecc maravillosamente la provi-
dencia de Dios; que assi como quiso q ue ti hombre vi-
vtesse dos vidas, una natural , y oua sobrenatlllal;assi pa-
ra esto le provey de dos formas, qne son como dos ani-
mas de estas vidas, una para vi,.. la una, y otra pam la
otra.
De donde assi como del anima, que es f01ma natura l,
proceden todas las potencias, y sentido son que se vive la
vida n:ltural; assi de la gracia, que es forma sobrenatu-
ral, proceden todas las vitwdrs y dones del Espritu sa n-
lo, con 1ue se vive la otra vida sobrenatur al: que es co-
mo quie n proveyesse a u n hom bre que tu viesse dos ofi-
cios, de dos maneras de instrumento s para en1ender en
ellos.
Gracia otros es un atavo y ornamento espiritual del
anima, hecho por mano del ,E,piritu santo: el q ual la Ira
ce Lan BTaciosa y hermosa en los qjos oc Dios , que la re-
cibe por hija y por esposa suya. En el q ual ata vio se c-to-
riaba el Ptopheta, 2 quando dccia: G"or-amlo me gtnnr

1 G<1lat. ll. 2 lsai. LXI.

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PJ.JlTB PlllliiBilA. 145
en el Sei>r, !1 mi anima se alegrard en m D ios; por-
que e'! me ha vestido con vestidura de salud, !1 cercado
de rcJpas de justicia; !1 assi como a esposo me /1a pues-
to una corona en la cabeza, !1 como esposa me ha ata-
viado con todas sus joyas !1 atavos, que son t odas las
virtudes y dunes del .Ji.,pitu santo , co1~ que el anima del
justo est adornatla y atavi.ada por matw de D ios. Esta es
aquella vestidura de muchas colores de que est vestida
la bija del Rey, 1 y asentada a la diestra de su esposo:
porque de la ~racia proceden los colores de todas las vil
wdes y habitos cclest iales, en que est su hermosura.
De lo dicho se puede luego entender qules sean loa
efectos q ne esta ~racia obra en el anima donde mora. Por-
que un efecto suyo, y el mas principal, es hacer el ani-
ma 1a n ;raciosa y hermosa en los ojos de Dios, que la to-
me, como diximos, por hija, pot esposa, pot templo y
tnot't\(la &u ya, donde t<'nga sus de leytes con los hijos de los
hom brcs. Otro efecto es, no solo hermosear la, sino tam-
hien fortalecerla mediante las virtudes q ue de ella proce-
den: que son como ot ros cabellos de Sanson,2en los qua-
les consiste no solo la hermosura, sino tambien la forta
lcza del anima. Y de lo uno y de lo otro es alabada en
el libro de los cantares, 3 quando matavillandose los An-
geles de su hermosura, dicen: Quie' 1 es esta que snbe a lo
alto como lamaimnaqwm du se levanta, ltemwsa cumo la luna,
n corida cmno el StJI , y ter'rible como las haces de los 1ec.-
les bien o1drnado.P Pot do parece que !agracia es como un
arn~R tranzado que atma al hombre de pies a cabeza, y le
hace fuerte, y hel'tn~~o: y tan fuetc, que 4 como dice Santo
Thomas, el mrnor grado de gracia IJasta para vencer to-
dos los demonios y todos los pecados de el mtmdo.
Otro efecto suyo es hacer al hombre tan CTI.lto y de
tanta dignidad en los ojos de Dios, que todas quantas
obras deliberadas hace, que no sean pecados, le son gra-

1 Poalm. XLIV. 2 J udic. XVI. S Caul.. Yl . 4 ll part


q. LXII. arL Vl.au 111. et '1 LX.~. art. IV.

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1~6 Glii A DBPECAD()J\85,
tas y merececloras ue vida eterna. De suete, que no solo
los actos u e las virtudes, mas las obras nat urales, con.o
son el come, el beber y el dom &c. son ffratas a Dios,
y merecedoas de este tan grande bien: poque po1 serie
tan agradable el Slli)Cto, es agratbble y meritorio todo quan-
to hace,. no siendo malo.
Otro efecto es hacer al homLe hijo de Dios por adop-
cion, y heredero de su cyoo, y cscibil'!c en el libro de
vida, donde e~tn escriptos todos los justos; y assi tener
derecho a aquella iquissima heredad del cielo. 1 Este es
aquel pivileffiO que encareca el Salvador a sus discpulos,
<Juando viniendo ellos muy ufanos por ver q ue hasta lo11
demonios les obedecan en su nombe, les respondi dicen
do: No tcneis de que uleym1os po1 tener ~e,oJ iu sobre Lo;;
dowmios: mas alcg1aos po1que vttest1os 11.01111es c;ttln f!!-
cr ptos en el1"C!Jno de los cielos; puc.c; est claJo que este
es el mayor bien q ue el comzon humano en esta vida pue-
de desear.
Finalmente, por abreviar, la B"racia es la que habilita
al hombre para todo bien: la que allana el camino del cic-
lo: la que hace el yugo. de Dios suave: la que hace correr
al homb1e po1 el camino de las virtudes: la que restitu ye
y sana la natu raleza enferma; y assi hace que le sea lir,e
r o lo que antes, qnnndo estaba enferma, le era pcsndo: y
]a que po1 una mane1-n inefable rcfo1ma y arma, median-
te las vi rtudes que de ella proceden, todas las potencias
de nuesu-a anima , alumbmndo el entendimiento, encen-
diendo la voluntad, recogienuo la memJria, esforzando el
libre alvedrio, templando la parle concupiscible par-a que
no se desperezca por lo malo, y esfozando la irascible
para que no se acobarde para lo bueno. Y dems de esto,
porque todas las pasiones naturales que estn en estas dos
fuer-zas inferioi'CS de nuestro apetito, son unos como pa-
~~aslJ'OS de la virwd, y unos postigos y enuaderos por

1 Luce X.

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PARTE PRIURRA. 1 ~7

donde los demonios suelen erHrar en nuesuas animas; pa-


,.a remedio tic esto pone una eua1da, y un como alcaide
en cada uno tle estos lueares, para c-uardar aq uel paso
que es una vi11Ud infusa venida del . cielo, que all as-
sisle para asepnanos eJe el peligro q ue por pa1 te de aquella;
pass ion nos pudra venir. Y assi pa1a defendernos del a pe-
tilo de la gula pone la vinud de la templam.a: para el de
la rarnc, la de la castidad: para el de la homa, la de la hu-
mildad: y assi en todos los dems.
Y sobre toJ o esto la eraeia aposenta a Dios en el ani-
ma, para que m01ando en ella la gobierne, defienda v
encamine al cielo: y assi est en ella como ev en su t'C y-
no, como ca pitan en su exercilo, como padre Je familia en
su casa, como maestro en su escuela, y como pasto en su
ranado, para que all exetcile y use cspil'iwalmenle lodos
estos oficios y providencias. Pues si esta perla tan preciosa,
de que 1an1os bienes proceden, es per petua compaiera de
Ja Vil'(UU: q11i~n havr que nO huelgue de buena ea na de
imitat la p1utlcncia de aquel 1 sabio mercader del Evan-
gelio, que di todo qu~nto tenia por alcanzarla?

ClAPlTVLO XlV.

DEL TllRr.F.RO VRI\'II.EGIO DE LA VIRTUD, QUJ! ES LA LUMORE l' COl\o-


CUill!NTO SOIIJIENATicltAL QI:E DA !\CESTIIO SEXOR A l.OS VUI.TIJOSOS.

El tercero Jll'ivilrgio q ue se concede a la vrtud, es


una especial lumbre y sabidmia q ue nuestro Seor co-
munica a los justos: la qua! pocede de la misma eracia
que diximos, assi como todos los otros. L<'l razon de esto
es, porq ue como a la gracia pertenece sanat la naturaleza;
assi como cura el apetito y la voluntad enferma po1 el

t Mallh. X III .

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tf8 GUIA I)J! P BCU>OMI!S,
pecado, assi tambien cura d entendimiento, que uo menos
qued oscurecido por el mismo pecado: para q ue assi con
lo uno entienda el hombre lo que debe hacer, y con lo
otro lo pueda hacer. Coofo.rme a lo cual dice S. Gre;01io
en los 1\'lorales: Pena es; que fue dada por el pecado, no
poder cumplir el hombre lo que entenda: y tambien fue
pena no entendedo. J>Ol. lo qua! 2 dixo el wopheta: EL
Seinr es 11 i lumbre, cont1a la ignorancia, !/ e'l e mi
salud, contra La impotena. En lo uno le cnscita lo que
debe desear, y en lo ouo le da fuerzas para lo que pueda
alcanzar: y assi lo uno como lo otro penc nece a la misma
gracia, para lo qual, demas del habito de la fe y de la pru
dencia infusa, que alumbran nuestro entendimiento para
saber lo que ha de cree y lo que ha de obrar, se auaden
los dones del EspriLU santo: entre los qua les los quatro
pertenecen al entendimiento;_que son el don de la sabidu-
ra, para darnos conocimiento de las cosas mas a Itas; el de
la sciencia, para las mas Laxas; el del emenJimiento, para
penetrar los mysterios divmos y la conveniencia 'Y hemo-
sura de ellos; y el del consejo, para sabernos haver en las
perplexidades que muchas veces se ofrecen en esta vida.
Todos estos rayos y resplandores proceden de la ~racia; la
qua! por eso se llama en las esrripturas divinas uocion,
q ue, 2 como dice S. J uan, nos ensea todas las cosas. Por-
que assi como el oleo entre los otros licores sri'ialadamen-
te ~ive para sustentar la lumbre, y para cura. las llaaas;
assi esta divina uncion hace lo uno y lo otro; curando las
llagas de nuestra voluntad, y alumbrando las tinieblas de
nuestro entendimiento. Y este es aquel oleo preciosssimo
sobre todos los balsamos, de que el santo rey David se pre-
ciaba, cuando deca: 3 Ungisl. e, se11or, mi cabeza con abun-
dancia de oleo: porque est claro que no hablaba l
aqui, ni de la cabeza material, ni tampoco del oleo mate-
rial, sino de la cabeza espiriwal, que es la ns alta parte

1 Psalm. XXVl . 2 1 Joann. 11. 3 Psalm. XXII.

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l>AIITI! PRIJII!l\4 : 149
de nuestra anima (donde esr el entendimiento, como Di-
dymo declara sobre este pas5o) y del oleo e.<~piritual, que
es la lumbte del Espritu santo, con que esta lmpara se
susrenta. Pues de la lumbrc de este oleo tenia grande
a bunJancia este santo rey: lo qual l confiessa en otro
psalmo 1 donde dice que le havia Dios manifestado las
cosas incierws y ocultas de su subiduria.
Hay tambien otra razon para esto. Porque como el_of:i-
cio de la gracia sea hacer a un hombre virtuoso, y esto no
pueda scr sino induciendolc a tener dolor y arrepeotimien-
ro de la vida pasada, amor de Dios, aborrecimiento del pe-
cado, deseo de los bienes del cielo, y desprecio del mundo;
clai'Ocst que nunca podr la voluntad tener estos y otros ta-
les efectos, si no tuviere en ct entendimiento lumbre y co-
nocimiento proporcionado que los despiette; pues la vo-
luntad es potencia ciegn, que no puede dar passo sin que
el entendimiento vaya delante alumbrandola y declaran-
dolt~ el mal o bien de todas las cosas, para que conforme
a esto se aficione o desaficione a ellas: 2 por lo q ua! dice
Santo Thoms qne assi como crece en el anima del justo
el amor de D.ios, ass ta mbicn crece el conocimiento de la
bondad , amabilidad y hcrrnosura de Dios en la misma pro-
porcion: de tal modo, que si cien grados crece lo uno,
otros tantos crece lo otro: porque quien mucho ama, mu-
chas rawnes de amor conoce en la cosa que ama; y quien
poco, pocas. Y lo que se entiende claro del amo de Dios,
tambien se entiende del temo y de la esperanza, y del abor-
recimiento del pecado: el qua\ nadie aborrecer sobr-e todas
las cosas si no entendicrc que es l un tan flTande mal, que
merccc ser abo rrecido sobre todas ellas. Pues assi como ~l
Espil'illl santo quiere que haya estos efectos en el an ima
del justo, assi tambien ha de queret que ha ya causas que
los produz&an: assi como queriendo que huviesse diversi~

1 Psalm. L. 2 l. JI. e. T.XIIl. art. IJJ. in corp. el q. LXV.art.


111. IV. V.
TOllO l . 2G

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j !)0 GUIA DI! Pl!UllOIIllS,
dad de efectos en la tierra, quiso tambico que la huviessc
en las causas e influencias del cielo.
Y demas de esto: si es verdad que la gracia aposenta
a Dios en el anima del justo, sei)Un arriba declaramos, y
Dios, como tantas veces dice . 1 S. .Juan, es lumbre que
alumbra a todo hombre que viene a este mundo; claro csu'l
que rnientaas mas pura y limpia la hallare, mas resplan-
decern en ella los rayos Je su divina luz: como lo hacen
los del sol en un espejo muy ac-icalado y limpio. Por lo
qual llama S. Agustn a Dios, sabichuia del anima purifi-
cada; porque esta tal esclarece l con los rayos de su lu1.,
enseandole lo que le conviene para su salvacioo. l\las
qu maravilla es hace l esto con los hombres, pues lo
mismo hace en su manera con todas las otras criaturas, las
c-uales por instinto del autor de la nawmlc-ta saben todo
aquello que conviene para su conservaciou? quin eoseiia
a la oveja entre tautas especies de hicrhas co111o hay en el
campo, la que le ha de daiar, y la q ue le ha de apovc-
cbar; y assi pace la u na , y dexa la otra y conocer ot rosi
el animal que es su amiffo, y el que es su enemigo; y assi
huir del lobo, y seguir al mastn; sino este mismo Seiiot?
Pues si este conocimiento da Dios a los brutos para que
se conserven en la vida natutal; qunto mas proveer a
los justos de otro mayor conocimiento para que se conser-
ven en la espiritual; pues no tiene meno necesidad el
hombre de l para las cosas que son sobre su oatUt-aleza,
que el bruto para las que son confotmes a la suya? Pot-
que si tao solcita fu e la divina providencia en la provi-
sion de las obras de naturaleza; qunto mas lo ser en las
d.e gracia, que son tanto mas escelentes, y que tan levan-
tadas estan sobre toda la facultad del hombre?
Y aun este exernplo no solo prneba que haya este co-
nocimiento, sino declara tambien de la. manera que es:
porque no es tanto conocimiento especulativo, quanto prc-

1 Joann. l. IH. VIII.

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PARTE PRUHBRA 1Si
Lico; p01que no se da para saber; sino para obtar: no para
hacer sabios disputadores, sino virtuosos obradores. Por lo
qua! no se queda en solo el entendimiento, como el que
se alcanza en las escuelas, sino comunica su Yirtud a la
voluntad, inclinndola a Lodo aquello a que la despierta
y llama el tal conocimiento. Porque esto es propio de los
instintos del Espritu santo: el qual como perfectsimo maes
ti'O, enseia muchas veces con esta perfeccion a los suyos
lo que les conviene sabe1'. Conforme a lo qual 1 dice la
Esposa en los Cantares: J}Ji anima se dcniti dcspues
que ltabld mi amado. En lo qua! se muestra claro la di-
ferencia que hay de esta doct1ina a las otras; pues las
otras no hacen mas que alumbraJ el entendimiento; mas
esta recala tambien y mueve la voluntad, y peneua con
su vi1tud todos los rincones y senos de nuestra nima,
obrando en cada uno aquello que conviene para su refor-
macion: segun que lo declara el Apostol, 2 diciendo: Viva
es la palab1a de Dios, y eficaz: la rual penel1'CL mas que un
cucliillo de dos .filos a:rudo; pue.~ lle_qa a lwcer division CTI,
t1e la 71mtc animal y espi1itual del hombre, apmtaudo lo
uno de lo otro, y dcsftaciendo l~ 1nrr.La liya que .9/tele lwve1
ent1e cmnc y espriltt, quaudo [ esptritu, S jnnlandosc
con la 'lllrrla mu_qet rle s1i canzc, se hace una co.<a con ella.
La qua! liga deshace la vittud y eficacia de la palaba di-
vina, haciendo que el homb1e viva po si vida espiritual,
y no canal.

~. l.

Este es pues uno de los principales cfec10s de la pa-


cia, y uno de los sealados privilegios que tienen los vir-
tuosos en esta vida. Y p01que esto, aunque probado por
tan clmas razones , por ventura parecer a los hombres

J Cant. V. 2 Hcbr. IV. 3 l Cor. VI.

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15\l llli GUIA PECAllOitBS,
carnales escuro de entender, o dificultoso de creer, pro-
barlo hemos ahora evidcmissimamente po1 muchos testi-
monios assi del viejo como del nuevo Testamento. En el
nuevo dice el Sei'io1 por 1 S. Juan assi: E l E.~pitu santu
consolador, que cn'V(t1'a eL Padre cu 'llli 11.(1'111/rre, vs ensr 11 t-
d todas las cosas , :r1 pelir las lPtrion,.~ 'f'"l' JfO o.~ he
leilu, y os la.~ 11 ah rli 11 la memnria. Y en ouo lu;ar 2: 1:.'.<-
cripto csftt, dice l, en los prophetas: tu /m ele ctJnir 1iempt,
en qw~ los lwmlr.::; .<cwt eltH'iiados tic J)io.. PuP.~ lotlo aquel
que Ita dado oidos a r.<tr ,rfl'slm, rur r.~ mi fJflffrt, 11 aprrn-
did>de Cl, virur a m. Conforme a lo qual dice el mismo
Seor 3 por Hie1emias: Yo lwr( ffltt' mi:; ll'fll'S se c.~rrib1m
en los co1azoncs de los ltowb1es, .11 yu mismo, que 'lt11 tic111po
las esc1ibl en tablas de 1icdra, la. csrribi'l'iJ m .~as ntl rtti7 r.~ .
.7J ass vrudrr)n todo.< " Mr Nlsrrt ltM d1: J )it;s. Y po1 el
propheta Isaias, lt declarando el Seuot la prospe1idad de
su Iglesia, dice assi: P obrecita. dcrrtluulu co11 lrt.fitrr=a rle
ls t~mpestadt.~ ruc 1< ltan ccrccuio, !JO Ir ,.,.frcl( r1 1'1'Nl!fi-
car, y asentare' por rden las piea1as de tu crli.ficio,
?1 te jimJar?: sobre piedras precios".~ .'/ !tare Lus /l(t-
lttaTtcs r/cjaspe, ?1 scdm /(/1/n.~ 111.< , ~o.~ nwfinrlo.~ por tl
Ser7.m. Y mas arriba pOI' el mi~mo prophcta 5 declara lo
mismo, diciendo: Yo so_1 In S.:;ior / Jios, 1111(' ft~ ruseio lo
9ue te conviene .~nlHr, ,.[ rul' 11'? goiJitr11fJ mr t'-'h' camin.,
ruc anda.. En las qua les palalJras entendemos que hay uos
maneras de sciencias : una de santos . y otra de sabios: una
dejustos, y oua de letrados: 6 y la de los sanL:>s es aquella
que 7 dice Salomo.n: La st'ic-ncia ,,.lo.< s,lllo.~ t '.< pnu!t"'ll'ifl.
Porque la sciencia es para sabe; 111as la prudencia pal'a
obrar: y tal es la scicncia que Jos sa nt os se da.
Pues en los psalmos de David ,!quntas veces halla-
mos prometida esta misma sabiduria i' En un psalruo S di-
ce: L a boca del justo meditar la sabidurirr, y su len15ua

1 Joano . XIV. 2 J oanu. Y l. 3 Hicr XXXI. f~ lsai. LI Y.


!S l sai.XLVlll. G l'salm.XLYJll . 7 l'rov . li. IX.Sap.X.
8 Psal m. XXXVI.

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PARTE PRIMEIIA. 153
hablard jtudo. En otto promete el mismo Seo al varon
justo, 1 diciendo: Yo te dare' entendimient o,!/ te enser7:a-
1't/ to rue has de hacer en este camiuo por donde an-
das, !/ 71oudr 'llt'.~ '!ios solnc ti.Y antes mas atTiba, como
cosa de :-raotlc precio y admitacion, wegunta el mismo pro-
pheta 2 dicteotlo: Quic'n es <'~{( caro1t r1uc teme a Dioli; a
ruic:n l /1/lni i(fll !/' unde 111ernd, rue e: sera sn 111arslro, .'/f
le en.~ciw d la /('1 rn IJ'IC lw de ;i,Jir. !/el eamino rue l v1 de
llt~rm P Y en el mismo psalmo, donde no~otro:; Icemos:
Finnr:za rs el /::it1ior de los ruc Le temen; traslada S. Hie-
onymo: El:;errcto del Scior se de.~cubn: a los rur: lJ [(-
1111'11: !Jiill testamento, que son sus lt'.'ft~s .<rmtis.inw.<, son a
dios uuw!f'e.~indm: !1 declamrlo.~ en ya declaracon es gtan-
de lu1. del entendimiento, dulce pasro de la voluntad, y
rccrracion para rodo el h01ubre de (\'r-ande suavidad. E.l
qnal conocimienro nnas veces llama el mismo 3 propheta
pasro de su anima, en que Dios le havia pucsro; otras,
a(\'ua de refeccion, con que le laavia recreado; y otras, me-
sa de fortaleza, con cuyos manjares se esfor'Zaba conlra
roda la furia de sus enemigos.
Por b qual causo. el mismo prophera en aquel divino
psaln10 4 que comienza: Bcati i1nlnat,,(ati in v/a, pide
tanras veces est.a lurnurc y enseianza interior: y assi uoa
vez dice: Sieno ltt.IJO so_1 yo, /::JcJtw, cb:,,u: eut.:udi1ui ento
11u a tut ~f!JI(L tus 1/tlllltlttu.:uto> : otras dice: Esclme<'e. Sc -
lor, mis qjus para que nu lw; mrtl'lll'tl/ts de tu lt:.f: en Oll'a
dice: Dame enlentmitu to, .'/ e.~r 11 rlritIII 111 lt-y, .'1 .tfllarda r-
l( he ron iodo wi. rr,rrt=fJu. Finalmente esta es la peticion
que mas veces atpti repite: la qur.lnunca pidiera con tan-
ta instaocia, si no cnrend iera muy bien la eficacia de esta
doctrina, y la costumbr-c que el Seuor tiene de comuoi-
carla.
Pues siendo esto assi, qu mayor gloria que tcnet tal
maestro, y cursar en tal escuela, doude el . Sei'o1 Ice de

1 Ps~lm. XXX-l. 2 l'salru. XXIV. 3 Psalm. XXJJ.


' l'salm. CXVIII .

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1M GVU. DE PECADORilS,
cathedra, y ensea la sabidUJ'ia del cielo a sus escogidos?
Si iban los hombres, 1 como dice S. 1-lieonymo, dende los
ullimos terminos de Espaa y Francia hasta Roma, por
ver a Tito Livio , que tan afamado era de eloqueme : y si
aquel gran sabio A pollonio, segun algu nos lo estiman, m-
de el monte Ca ucaso, y mucha parte del mundo, por ver
a Hiarcas assentado en un trono de oro entre unos pocos
de discpulos, disputando del movimiento de los cielos y
de las estrellas ; qu deban hacer los hombres por oir a
Dios assentado en el trono de su corazon , enseiandoles,
no de la manera que se mneven los cielos, sino como se
ganan los cielos?
Y porque no piense.~ que esta doctrina es assi como
quiera, oye lo que de la excelencia de ella 2 dice el pro-
pbeta Da vid: (aunque esta luz no sea tan general y co-
mun para todos ) li'I as supe que todos ruantos me cnseJa-
ban; p orque rne ocupttba en penscw tus 111.andamieulos: y mas
que todos Los v;jos ?/ m1 ciau o.~; 10rrueuw emlleaba en quar-
dad os. Pero aun mucho mas promete el Seor por Isaias
a los suyos , 3 diciendo: Uarte ha el S em descanso por
todas pa1tes, e ltinclti1a t tt ctnima de ntsplandmes: ?1 ~o;t/.:
como unvergel de 1'Cgado, y crmo una .fiumte ru.e emne
C01'1'e y nunca le f alta CtfJitfl Pues l qu re~plandores son
estos de que hinche Dios las animas de los su yos, siuo el
conocimiento que les da de las cosas de su salud? P01que
alli les ensea qun grande sea la hermosura de la virtud,
la fealdad del vicio, la vanidad del mundo, la dignidad
de la gracia, la grandeza de la gloria, la suavidad de las
consolaciones del Espil'itu santo, la bondad de Dios, la
malicia del demonio, la brevedad de esta vida, y el enga-
o comun quasi de todos los que viven en ella. Y con este
conocimiento, 4 como dice el mismo propheta, los levanta
muchas veces sob1e las ctltwa.~ de los monte.5 , y dende rt.lli

~ 1 I n episl. ad Paulinum, qu:c incipil: Fratcr Ambrosi. In pri nci-


pio. Biblim. 2 Psalm. CXVIII. 3 lsai. LVIII.
(} lsai. LVIII. et XXXlll.

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PARTE PnJMIRA. 155
t;Onlemplan ((,[ rey en sn /u rm.OSIIT<t, y . sus qjos ven la turr-
1'Ct. de lr;jos. De donde nace que los bienes del cielo les pa-
rezcan lo que son; poque los miran como de cerca: y los
de la tierra muy pequeiios; p01que dems de serlo, los mi-
ran de lqos. Lo contrario de lo qua! acaece a los malos;
como quien tan de lejos mira las cosas del cielo, y tan de
cerca las de la t iel'l'a.
Y esta es la causa por donde los que participan este
don celestial, ni se envanecen con las cosas prospeas, ni
ni desmaya con las adversas; porque con esta luz ven qun
poco es todo quanto el mundo puede dar y quitar, en com
paracion de lo que Dios da. Y assi 1 dice Salomon que el
justo pe1'manecc de una misma manera en su sabidura co-
mo el sol; mas el loco a cad'l hora se muda como la luna.
Sobre las qnales palabas dice S. Ambrosio en una epsto-
la: El sabio no se quebranta con el tem01, no se muda
con el poder, no se levanta con las cosas posperas, no se
aho;a con las adversas; porque donde est la sabidura,
a est la virtud, a la constancia, a la fortaleza. De ma-
nera, que siempre se es el mismo en su animo, y ni se ha-
ce mayo ni rnenor con las mudanzas de las cosas, ni se
dexa llevar de todos los vientos dedocuina, sino persevera
perfecto en Christo, fundado en caridad, y arraygado en
~& .
Y no se debe nadie maravilla que esta sabidura sea
de tan gande virrud; porque no es ella, como ya diximos,
sabidura tle la t.ie1Ta, sino del cielo: no la que envanece,
sino la que edifica: no la que solamente alumbra con su
especulacion el entendimiento, sino la que mueve con su
calor la voluntad: de la manera que mova la de S. Agus-
tin; de quien escl'ibe l mismo que lloraba 2 quando oa:
los psalmos y voce~ de la Iglesia, que dulcemente resona-
ban; las quales voces entraban por sus oidos a lo intimo
de su co1azon, y alli con el calo de la devocion se der-

F. eel. X X V11. 2 1X. Confess10n , cap. VI.

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156 GUI~ DB PI!CADORE S,
ritu, como hucian los Judos, no quiero que por esto nos
desaven gamos: porque aqu le daremos mucho mejor des-
pacho de lo quel puede. desear. Si no dime: qu quiso sig-
nificar el Sabio, quando , habland o de la verdadera sabi
duria, en que est la perfeccion de la virtud, 1 dixo: La
longu1a de dias esld en su diest1'ft,yen Sil siniestTa ,.ituezas
!1 g loria. De manera, que ella tiene en sus manos estos dos
linages de bienes ~on que convida a los hombres : en la una
bienes eternos, y en la otra temporales. No pienses que mata
Dios a los suyos de hambre; ni que sea tao despi'Oveido,que
dando de comer a las hormigas y gusanos de la tierra, de-
xe ayu nos a los que dia y noche ~ sii'Ven su casa. Y si no
q uieres creer a mi, lee todo el capitulo sexto de 2 San Ma-
theo, y vers las prendas y la segurida d que all se te da
sobre e~to. Mirad, dice el Salvatlor, las aves del cielo, que
no s iembran ni co;t'n , ni encierra n, ni hacen provision
pam adelante; y vuestro Padre que t'st en los Cielo.~ tiene
c uidado de proveerlas. Pues no sois vosotros de mas precio
que ellas? Finalmente despues de estas palabras concluye el
Salvador, diciendo: No querais pues estar solcitos sobr-e q u
comerm os, o q u beberm os ; porque estas cosas buscan
las gente~ que no conocen a Dios. Mas vosouos buscad
primero el Reyno de Dios y su justicia; y todo lo demns
se os dar como por aadidUJa. Pues por esta causa enu-e
otras nos conviua el Psalmist.a a servi a Dios, viendo que
por sola esta se obligan unos hombres a servir aotrs ho m-
h-es, 3 diciendo: Temed al S e11or todos sus Santos; po-
ljlle ninguna cosa falta a los que le t emen. L os n'cos de
c#c mimdo padccc1dn necessidad y ho1117'c; mas a los que
buscan al Sei'i01' nunca fnllecc1' todo bim. Y es esto una
cosa tan cierta, que el mismo Prophet a aade en otro psal-
mo, 4 diciendo: Mozo fui, !1 ahora soy viejo; !1 1lll11C(t
hasta hoy 1i al justo desamp arado, ui a sus lujos bus-
car pan.

t Prnv. IIJ. 2 Mnllh. VI. 3 Psnlm. XXXlll.


' l'saim. XXXVI.

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PARTE SllGIJliDA. 157
Y si q aieres mas por estenso ver el recaudo que los
buenos tienen en esta parte, oye lo que Dios promete en
el Deuteronomio a los guardadores de su ley, 1 dicien-
do: Si oyeres la voz de tu Set1or Dios, y guatdares sus
mandamientos, hacerte ha l mas alto que toda<las gen-
tes que moran sobre la haz de la tierra, !1 vendrn sobre ti
todas estas bendiciones. Bendito sers en la ciudad, y ben-
dito en el campo Bendito ser el fruto de tu vientre,
y el fruto de tlL tierra, !1 el fruto de tus bestias y ga-
nados, y las majadas de tus ovejas. Benditos setn tus
granetos, !1 las migajas de tu casa. Ber1dito sers en tus
entradas !1 salidas, !f en todo lo que pusier es mano sers
prospetado. Derribar Dios ante tus pies todos los ene-
migos que se letJantaren wntra 1: por un camino ven-
drtl !1 por siete huirn. E nviar D ios- su bendicion so-
bre tus cller.Js, y en todo sers bendito. Hacerle ha
Dios un pueblo santo para gloria suya, assi como le lo
tiene jurado, si guardares sus mandamientos y anduvie-
rs en sus caminos: y sern tatl grandes tus prosperida-
des, que por ellas conocern todos los pueblos de la tiena
que el r~ombre del Ser1or es invocado sobre ti, !1 temerte
han. Hacerte ha Dios abundar .e11 todos los bienes: eh
el fruto de tu vientre, !1 en el fruto de tus ganados, !1 en
los frutos de la tierra qae te promef. de dar. Abrir
Dius sobte ti aqael riquissimo tesoro suyo del cielo, !filo-
ver sobre tal tierras a &us tiempos, y echar su bendi-
cion a t odas las obrps de tus mt1os. Hasta aqu son pala
bras de Dios por su Propheta. Pues dime ahora: qu in-
dias, q u tesoros se Pl!eden comparar con estas bendiciones?
Y puesto caso que estas promesas mas se dieron al pue
blo de ios.J odios que a l de los Chtistianos, 2 porque es-
te segundo promete Dios por Ezechiel q ue enriq uecer con
otros mayores bienes, que son bienes de eraria y c,-loria'
pero todava assi como en aquella ley carnal no:d('xaba

1 Deut. XXVIII. 2 Ezcch. XXXIV t't XXX VI cte.


1'0~10 l. 3!)

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1;)8 G\:IA DI! P ECADORBS,
l'I ia la ve1dad en sus enuaiiar., y col'lian lagrimas pOI'
sus ojos: con las quales dice que le iba muy bien. O bienn-
velllumdas lagrimas, y bicnaventunda escuela, bienaven-
tmada sabidul'ia, que tales Santos da! Que se puede com-
par:ll' con estasabidm ia? .t\ o se don/, 1 dice Jol,,po1 rila
eL oro precioso, ni .ye t,oautl por toda la lifl La deln111ndo.
J.Vo i.guala1'tin con rila {e,,, paflo.<t!r. Indius Lalwat!os de di-
versos coloJ'CS , n i lo pit'dra.~ preciosas dt: !JI'f111 rttlor. 1Yo
tiene ruc 1;cr .;ou ella Lo.~ vasos tic oro .11 nit!rio rictwwnlr
labrados . ni nlm co.<a alrnllfl . mr !fl'llltdr !1 eminente ruc
sea. Des pues de las qua les alabanzas concluye el santo va-
I'On diciendo: M imrt que el a111or tlr: .U os es esta ~a/,idul'lft;
JI apartarse del Jcl'l/do es La crdrulc1'lt iulcliymu:ia .
Este es pues, hermano, uno de los gmndE:s premios
con que te co1widamos a la \'Jtud, pues ella es la que
tiene las lla \'es de este tesoro, Y assi pm este medio nos
con vid a ella Salomon 2 en sus Proverbios, diciendo: Que
si e-uardre el llombrc sus palalwas, y escondiere sus man-
damientos en su cora:wn, entonces entendrt el tcmo1 del
Sci10r, y hallar la sciencia rle Dios; porque el Seiiot es
el q ue da la sabidura, y de su boca ptoccdc la prudencia
y la sciencia. La qua! sabidura no permanece en un mis-
mo ser; porque cada da crece con nuevos resplandores y
conocimientos; como el mismo Sabio lo sijniGcv, 3 dicien-
tlo: Le, se11da de ll/s justo.~ ,rsplaudPtC como lu:;; !1 a..i 1a
]li'Otctfiwdo !/ CI'CI'IJildO /ws/a el pe1:f'CdO tfio, que es el de
aquella bienavcnttn ada eternidad: donde ya no diremos con
los amigos de J ob, 4 q ue recibimos como a ltu1lo las secre-
tas inspiaciones de Dios, sino que claamentc veremos y
oiremos al mismo Dios. ,
Esta es pues la sabirltll'ia de que gozan los hijos de la
luz. i.Uas los malos por el conuatio viven en aquellas um
hol'l'ibles tinieblas de Egypto, que se podan palpm con las
manos. 5 en figura de lo quallccmos que en la tiena de Jcs-

J Job XXV III . 2 Prov. 1!. 3 Prov. IV. !~ Job IY .


5 Exod. X.

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P AU1'H ' PillllERA , :15\1
s, d01ulc mma han los hijos de lstacl, ha via siempre luz,
mas en la de E:ypto dill y noche ltavia estas tiuieulas: las
q ualcs nos rqwcscntan la horrible C<'ffucdad y noche cs-
cura en C'JIIC viven los malos; como ellos mismos Jo
conficssan pot Isaias, t diciendo: E.~JIC7'(171111S la [u::, y v(-
nicrwt t.in( /[r,<: !/ m.dut:imus C011t0 citgn~ ]J'tfHmdo [aspa -
y;dt:.<, ?1 tmun sino fttcier.nno.~ tjo., as.~i ntcnt11/mmos con
/(J.~ mrtltoH. Cninws en mc;/io del dia, cm1111 ,QiJirera de naclu:.
!J t:n /.1)~ l.nyn n:s c.<cnn.~ . cmn C!l l:t'JIM 1nuer1o.. Sino .di-
me: qu mayores ccrruedades y desatinos que en los que
cada passo Cill'll los malos? qu 103)'01' CC(l'llC'dad <JU C ven-
der el rey no del cielo ptll' las rrnlosinas del muudo? l'jll no
teme el inHrrno? no busca el parayso? no temer el pe-
cado? no hace caso del juicio divino? no estimar las pro-
mesas ni las amcnazas de Dios? no ccelala muete, que
a cada hora nos a;ua1da? no apar<>jarse para 1.1 cuc111a; y
no ve1 que es 1uomentaneo lo qnc dcleyta, y l'terno lo que
atormenta? Nu supieron, 2 Jie el probeta, ni entendie-
ron: en tin/cb/as andan perptltuameute y assi po unas
tinieblas caminan a otras tinieblas; esto es, po las interio-
res a .las extcriotes , y por las de esta vida a las de la .ot ra.
A ~a boJctoda sta m~ t rtia me pnrrcil',avi, ar CJnCa un-
quc todo lo <ptc e~t{t llich.o de est:l celcstial sabidura ' y
lumure del Espirit ~t santo, sra Grawlc vcrdad mas no pot
eso ha d<: drxat nadir, po1 muy just ificado que sra', d
:mjcta~-sc ltulllilmcnte al pal'ecc>r y juilio ele los mayoe..~
y scialadamcntc de Jos que 3 est;n puestos po l\hesti'O
y Doctoe; de la Iglesia ; como en otra patc mas a la lar;a
diximos. Porque quin mas lleno de luz CJ"e Apor- to! 1
S. Pablo, ni que 5 1\Ioysen,que habl;tba ron Dios rara a
ca1a? Y con todo eso rluno vino a Hiel'llsalem a comu ni-
car con los Apo~toles el Evatigelio <'uc h;wia dJll'cndidoen
el tcceo ciclo; y el ?lro no despreci el consejo d_e .G J.e:-
to su sucuro, au,nqe ;ent il. . l~'\ ~~~ zon de rst ~ es' po qf
:1. ! sni. LI X. 2 PMim. J.XXXL 3 L Cor. X II. ' GA-
I:ot. 11 5 1\xod. XXXIV. 6 Rsod. XVIII.
1'0llll l . 27

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160 GUIA DE PliCAilOIIES,
las ayuda s y socorr os interiores de la gacia no exclu yen
las extt~l'iores de la Iglesia ; pues de una y de otra mane -
m quiso la divina provid encia proveer a nuestr a flaqueza,
que de todo teia nccessidad. Por donde assi como el ca-
lor natur al de los cuerp os se ayuda con el calor exteri or
de los cielos: y la na tu ralrza , q ue procura quant o puede
la salud de su indivi duo, es tambien avuda da con las me-
dici nas exteriores, q ue para esto fuero n criada s: assi tam-
bien las lumbres y favores interiores de la e racia son gran-
demen te ayudados con la luz y doctri na ue la Iglesia: y no
ser merecedor de los unos el que no se quisie re ltumil -
mente sujeta r a los otros.

CAl'XT VJ.O XV.

LAS COSSOLAC IO~ES


DEL QUA liTO PRIVILEGIO DB LA l'IRTCO , QUE SOS
.
DEL ESPIRITO SA ~TO QUE SE DA~ A LOS BUENOS

Bien pudie ra yo poner aqu ahora p~r f:)llarto privile-


;io ele la virtntl (des pues de la lurnb'ri't interi or del Esp-
r itu santo, con q ue se e>clarec<'n las tinieb las de nuest ro
enten dimie nto) la carida d y amor tic Dios, con que se
encien de nuest ra volun tad: mayo rment e pues a ella ~onc
el Apost ol por el prime ro de los frutos 1 del Esp,iri tu san-
to. Mas porq ue aqu ma s tratam os de los favores y privi-
;
legios q ue se da n la virtud , que de la misma vrrtud
y la caridad es virtud , y la _mas excele nte e las vif'tud es;
po1 eso no t tatare mos aqui de ella, puesto caso que la pn-
dieram os muy bien ponet en esta lista, no en quant o \'ir-
tud, sino en quant o un mara villoso d on que tla Dios a
l os "Vittu osos: el qua! por una mane ra inefab le interi or-
mente inflam a su vo luntad, y la inclin a a mar a Dios so-

1 ,'
1 Galat. V.

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PAI\TB Plli UIU. 161
bre todo quanto se puede amat: el qua! amor quanto es
mas perfecto, tanto es mas dulce y mas dcleytable: y por
esta patte bien pudieta entrat en este numero como fruto
y premio de las ottas virtudes, y de si misma. l\1as pot no
parecet ambicioso alabador de la virtud, donde tantas otras
cosas hay que decir en su favot, pondr en el quarto !u-
ea el alegria y gozo del Espititu santo, que es proprieda d
natural de esa misma caridad, y uno de los ptincipales
Frutos del mismoEspititu, como lo refiicte S. Pablo.
Este plivilrgio se detiva del passado. Porque, como
ya diximos, aquella luz y conocimiento que da nne.~u
Seiiot a los suyos, no para en solo el entendimiento, sino
deciende a la voluntad, donde echa sus rayos y rcsplan-
doreg, con los quales la te;ala y alega po una manera
maravillosa en Dios. lle suerte, que assi como la luz ma-
tel'ial produce de si este calot q ue expei'meotamos, asst
esta lm espiritual produce en el an]ma esta alegria cspiri-
tua 1 de que hablamos: segun aquello del Prophcta, 1 que
dice: Amaneci La la~ al justo, y a los derechos decora-
zon el alegria. Y aunque de esta materia tratamos en
oto lugar, pero ella es tan tica y tan copiosa, que hay
para hacet muchos tratados de ella sin enconttatse uno
con otto.
Convicne nos pues abota pam el intento de este libro
dcclarat que tan gande sea esta alegria: porque el cono-
cimiento de esta verdad har mncho al caso pa a nfkio-
nar los hombres a kl virtud. Por.quc subida co>.l e~ (fUI~
assi como todas las maneras de males que hay, ~:! h,d!:.u
rn el vicio; a!;Si tambien tocl:1s las maneras dl' ht~ ~rcs,
assi de honestidad como de utilidad, s~ 11allan pcrrcch-
ssimamenLe en la virtud, sino es de leyte y suavidad de que
los malos dicen que car'ece. Pot lo qua! (como el col'azon
humano sea tan goloso y amigo de deleytcs) dicen los ta-
Jea, a lo menos pot la obta, rne mas quieren lo que les

' Psalm. XCVI.

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16-2 GGU llf. PECAllllltF.S ,
deleyta cou 10das ('Sils cuiclwas, que lo tue t:ar~ce de dc-
lcyte con todas sus ventajas. Esto Jice Lactancio f'irmia-
no por estas palauras: l'orque }al; virtudes cstn mezcla-
das con amargura, y los vicios acompai')ados con de-
leyte, ofendidos los hondJrC's con lo. uno, y ceuados con
"lo otro, se van de Loca en pos de los vic io~, y desampa-
an la virtud. Esta es pul:S la causa de (SIC tan gl'ande
mal: por lo qual no hara pequciio ucneficio a los hom-
IJr'CS quien los sac.rsse de rstc eu~ai'io, y evidentCJIICnte
l~ probasse ser nnry mas dcleyta!Jic el camino de la ,ir.
t utl que el de los vicios. Pues esto es lo que ahora entiendo
probar por evidr ntcs razones, y sdwladamcute por auto-
ridadcs y testimonios de la cscriptu ra divina: 1 porque
estas son las mas firmes y ciertas probanzas que hay e n
todas estas materias, pues antes faltar\ el ciclo y la t l'rra,
tue faltar estas verdades.
Pues dime ahora, homhre r i('GO y eugaiad o: si el ca-
mino de Dios es tan triste y tan dcsabrido como tu lo
pintas: qu qniso sienificar el prophct a Da vid, 2 qua mio
tlixo: (,l; d 1 !fl'amft t .", ,.... ii r la lllllt:l.cdu m/ dr tu r(u/:_ -
ra: la 1ual rnes cscontlitln para los 7uc l e t em en! En
las qualcs palabrns no solo declara quan grande sea es-
ta dulzura que se da los buenos, sino tamLicn la Calr.~a
de no conoceda l o~ maio~>; que es tenerla Dios escondida
de sus ojos. Itcm, qu quiso si~ni!icar el mismo P1ophe-
ta, 3 quando dixo: JJi t aniwa .~e tdt'!l"a,tl eu el S<i n, .'/
~l! _qo: m d en JJio., aulur Ir .<n .< nlllf!: .'/ t()(/o.~ 111i..< hnl'-<lr,
esto es, todas las fuerzas y potencia s de mi anima, di !In:
:-:;, il 1r; r'll i ':ll es t;tJ/uo ti? Pues qu es esto, sino dar a en-
tcnd('r' que el alr~ria dt'l justo es tan r,randr, que aunque
ella dereeltamentc se reciha en el espritu, ,icuc a rctluu-
dar en la carne, de tal rnauera, que la camt que no sa-
be deleytarse sino en cosas cal'l1ales, viene por la cornuni-
cacion del espirilu a delcytarse Cll las espirituales, 'j a le-

1 Luca. 2 Psalm. XXX.. 3 l'saltu. XXX.lV.

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P~-T~ PAIMER~ . 163
grarsc en Dios vivo: y esto con tan grande alegria, q ue
todos los huesos del cuerpo, recreados con esta maravi-
llosa suavidad, dan al hombre motivo para da r voces y
decir: Se1ior, quie'n es como vos? qu deleytes hay como
los rnestros? que' alegria? qu-amor? qne' paz-? que' coll-
t enlamienlo pnede dar ninguna c1 iatura como el que
dais vosP
Qu quiso otros significar el mismo Propheta, 1
quandv dixo: /foz de salud y ulegna suena en las mo.-
radas de los justos; sino dat a eutendcl' que la verdade-
ra salud y vcrc.ladem alegria no se halla en las casas de
los pecadores, sino en la animas de los justos? qu q uiso
taml>il'n s ig uific;w, 2 quando dixo: Alegrense los just os,
y sca!l recreados 1J banqueteados ett presencia de Dios,
y goumc con alegria, sino dat a entender las fiestas y
Jos banquetes c.s pidlllales con que Dios muchas ,-eces ma-
ravillos:uncnlc tccca las auimas de sus escogidos con el
~listo de las cosas celeslialcs? En los quales banquetes se
da a behcr oqucl vino suavissimo que el mismo Propheta
alabo, 3 diciendo: S crdn, Scilor, vuestros siervos embria-
garlos t'oll el (llmml!lncia de los bienes de vuestra casa,
y rlms hc a beber del mToyo impetuoso de vuesttos
deleytes. Con qu palabras pues pudiera mejor significar
la grandeza de cs1os deleytes, que Jlamnndolos embriaguz
y arroyo arrebatado; para dedatat la fuerza que Lieneo
para atcbatat el corazon de el hombrr, y uansportarlo
en Dios? Y cslo mismo significa la embnagu&: potque
assi como el hombre que ha bebido mucho vino , pierde
el uso de los sen~idos, y est por entonces como muetto
con la fuerza del vino; assi el hombre que est tomado de
este vino celcslial vieue a morir al mundo y a todos los
guslos y semidos desordenados de las cosas de l.
l LCm: (,Qn quiso signi6cat el mismo pophela, ' quan-

1 P~alm .1:XVII 2 Psalm. LX VIl. 3 l'salm. :XXXV.


' Psalm . LXXXVlll.

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164 CliiA DE PECADOilBS,
do dixo: Bienavenlttrado el pueblo que sabe que' coJa es
nbilacionP Otros po ventma dixeran: Bienaveutu rado
t:l pneblo qu es abastado y proveido d todas las cosas
y cercado de buenos muros y baluartes, y guardado con
muy buena gente de gaanlion . l)Jas el santo Rey, que
de todo esto sabia mucho, no dice !.no que aquel es bicna-
ventLundo, que sabe por expcrit'ncia qn cos<l sen alegta~
se y gozarse en Dios, no con qualquie manera de gozo,
sino con aquel que merece nombre dejubilacion! el quol 1
J como dice S. Gtcgorio, es un (l'07.0 del espritu tan (l'an-
de, que ni se puedeexplicar con pa lttbras, ni se dexade ma-
nifestar con mnestrns y obras exterimes. Pues bienavenlUnl-
do el pueblo que assi ha crecido y aprovcchaJ o en el gusto y
amo de Dios, que sabe pot <'xpcl'ieocia q u cosa es <'SI:\
jubilacion, la qua! no alcanz a sal>el' ni d sabio Platon,
ni Demosthenes el eloqueote, sino el coazon puro y hu-
milde, donde mora Dios. htcs si d mismo Dios es tl an-
to de este gozo y jobilacion qne tal sera el gozo causa-
do por Dios? Porque cierto es que assi como, generalmen-
te hablando, el castigo de Dios es conforme al mismo Dios
assi tambieo el consuelo de Dios suele se conforme
a l. Pues si tan r,- randes son los cast.ios qwmdo us-
tiga : que tan crandes SCI'n los consuelos quan-
do consuela? Si tan pesada tiene la mano, quando la
car{l'a para awtar; qu tan blanda la tendr quando la
esticnde para rerralar? !\fayormcnte mostrandose este Seiio
mu mas admirable en las obras de misericordia que en las
de justicia.
Sobre todo esto dime qu bodega es a<ptella de vinos
p1eciosos donde la Esposa se gloia 2 que la havia lleva-
do su Esposo, y ordenado en ella la caidad? y qu linngc
otros de convite es aquel a que nos convida el mismo Es-
poso, 3 diciendo: Bebed, amigos, y' embriagaos los muy
amados? Pues qu embr;arruz es esta, sino la grandeza
de este divino dulzor, el qnal de tal manera uaosporta y
1

J L. XXVlll . ~lor. cap XIV. 2 Cant. 11. !l Cant. V.

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P~RTE PRIMER~. 165
Cnaeena los COI'azones de los homiJres, C'J u e los hace an-
dar como fuera de s? Porque entonces solemos deci que
est un hombre eml>iagado; qnando es mas el vino que
ha bebido, del que puede di~cri su calo nalllral: por
domle viene E'l vino a subi-sc a la cabeza, y ensei:orear-
se de tal manc1a de l, que ya no se i~e por si, sino po1
el vino que est en l. Pue~ si esto es a.~si, dime: qu tal
Cfitar un anin1a quando est lar. tomada de cstc vino . ce~
lcstiali1 qundo e~t tan llena de Dios y de su amo, que
no pueda ella con tan gmmle <'arr:;a de dcleytcs, ui baste
toda su ca.'acidad y virtud pa1a sufri'tnn grande fdici-
daJ? Assi se escribe 1 del mismo santo Efrn, que muchas
veces era tan potleosamentt:: ancbatado de ('&le vino de la
suavidad celestial, que no pmliendo ya la flaqueza delsu-
r:;eto sufir la r:;ande7A'l Jc etos c.leleytcs, era compelido a'
clamar a Dios, diciendo: Seior, apataos un poco ele mi
porque no p~etlc la flaqueza de mi cucpo ;ufl'i la gran-
dez.'\ de vnest os dele)tcs. O maravilhsa bondad! o in-
mensa suavidad de este Sobeanrl Seior, que con tan lar-
r,-a mano se comunica a sus Cl'iatuas, que no baste la
fol'talcza de su c01azon para sufl'il' la abundancia de tan
~randes a lccriasl
Pues con esta celestial .cmbl'ia~uezse adol'mecen los sen-
tidos del anima: con esta goza de .un sueio de paz y de vi-
da: con esto se levaut a sobl'e. si misma, y conoce y ama y.
r,usta sobre todo lo que alcanza e l sel' .natlllal. De donde
as como el aeua que esta sobre el fueeo, quando esta
mu y caliente, quasi ohdaJa de su p1'opia natura leza gue
es pesada, y tira pa-a bnxo, da saltos ncia a:JI'I'iba imitan~
do la licre..ezn y naturaleza del fuE'fl'O, de que esta tomada;
assi la tal anima, inBamadadeesta llama celestial, se levanta
sobre si mismo, y esfonandose por su bi 1' con el espritu del
t ierm al ciclo, de donde le viene esta !la m~ hierve con de-
seo encendidissimo de Dios; y assi COI'I'C con arrebatados

Si ~oann. Clim ., eap. XXIX.

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166 (ll'IA DI! PF.CAOORR~,
mpetus xw a lua7A 'Irle con el, y 1iemlc los lwazos en a Ir o
po ver si podra alcamm aqnrl que rantn ama: y como ui
puede alcanzarlo, ni dexar de drscnl'lo: dcsfullrcc con la
Brandcza del dcsro no. cumplido, y no e l qneda otm con-
suelo si na envi:u suspiros y deseos entailahles al ciclo, (.1)
diciendo con la Esposa en los Cantares. /lactd sabe1 a
mi amado rue est oy eii.Jenna de amor: la qnal mancra 1
de enfermedad dicen los Sanlos que procede de impedirse-
le y dilatarsele el cu mplimiento de este tan am nde '! tau
poderoso deseo, Pei'O no desmayes ro C.'IO, dice un DoetOI'
amoroso espritu; 2 porqu e esta e nfermedad no es de mncr-
tf.>, sino pam gloria de Dios, y para qne el Hije> de Dios sea
{l'lorificado porella;Masque lengua pod a cJcclar:u la ;ran-
dza de los dcle)Lcs que pasan cnLrcrstos amados 1 eu aqud
florido lecho de Sa lo mon, labrado de madera del Li uann
ron sus columnas de plata y rcclinaLOrio de oro? EsLe es rl
lugar de los desposorios f.>spiritu ales; el qual por eso se lla-
ma lecho, poquc es luga de descanso y de amor y de
cumplido reposo, y de sueilo de vida '! de celestiales de-
leytes, Los qua les que tan e andes sean no lo puede sai.Jcr
nadie sino aquel que los ha probado, 4 como S. Juan di-
ce en su Apoealypsi. l\Ias todava no f;dtan aravissimas
conjeLuas po donde nosoLros tambien podamos barrun-
tar algo de lo que esto es. Porque quicr1 consicJerare la in-
mensidad de la Londad y caridad del H ijo de Dios para
con los hombres, la rualllego a padecer tan estraas ma-
neras de tormentos y desh omas po ellos; como estraiia r
lo que aqu encar ecemos, pues todo esto es como nada en
comparacion de aquello? que no har por arno de' los jus-
tos quien basta aqu i. lleg por justos y injustos? q\le rega-
los no 'har a Jos amigos quien todos aqu~ll os, dolores pa-
decio por -amigos y enemigos? Algun indicio tenemos de
esto -en el libro de los cantares, donde son tantos los favo-
J'Cs y regalos que se escri ben del F.'lposo Celestial para con

1 Cant. V 2 Joann XI. 3 Cant. 111 . 1~ Apoc. ll.

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PAn1'1l l' l.lUII!IlA. 1{)'1
su Esposa (qne es la irksia, y caJu 1111.1 Jc las anmas que
cstan en uracia) y tan Jnlces y amorosas palai.Has las que
se dicen Jc parle a pa1tr; IJUC uiuguua clocueucia ni
umo1 del munu las pudra finji1 mayores.
Oua conjetura tamuicn ha y Jc parle Je los hombres
(diro Jc los justos y ami;os \'CI'<lalcros de Dios) Porque
si mi1as al corazon J e estos ha lla ras, que el mayo1 deseo
que licuen, y .en lo -que :mtlan ocupad~>s petpetuamente
es pcn.~a nd o como Sl'rvirau a Dios: y como harau de si mil
m<!njal'e.~ para arrada t en aluo aqnilo tanlll aman, y aquien
tanlo hizo y hace cada d a pot ellos, y rou tanta blantluta
los u-ata y los consuela. Pues dime altota: si el horuLre.
siendo por si una criatura lan Jesleal, y""' poco de si pa-
t-a todo lo Lucno, llec;a a 1cncr cs1a fe y lealtau eon Dios;
(]'l hat para. c:on el aquel cuya bonuad, cuya ca1idad~
eup lc<tltatl es inflni1amcnte mayo\' Si, como dice el Pro-
pheta, l es propio de Dios sct sa111o con el santo y bue-
no raa cou r l bueno; y la lJondnd cid hombre lle-
p hasta aq1!i donde Jlr;;-~r la de Dios? Si Dios se
pon.e :1 compr1ir cou lo~ huenos en bond:.1u; que veowja:
les har en t'sla competencia tan gloriosa? Pues si, con10-
diximoll, wn1o~ pot:Jt~cs desea hacer de sf el va1onjusto que
arJe ~n amor de Dios, para ag1adar al mismo IJios, <!que
har el misrno Dios para J'Cffldar y consolar al justo? Esto
ni se puedc .:xplic;w, ni se puede entedcr: porque po1 ~sto
d1jo el prpbeta 2 lsaias que ni ~jos vieron, ti oiuos oyeron,
ni en COI';\2.0n humano pnJo caucr lo que Dios tiene apa-
tejad o para los que esperan en e l. Lo qml no solo se en-
tiende d e los uicnes de r,lorta, sino tam bien de los de
aacia, 3 como declara S. Pa iJlo.
Pareccte puc.~, hetmano, que est este camino de la
virtuJ bastantemente proveiJo de deleytes? patecete quepo-
ddn touos los dele~ tes de los homuesmundauoscompararse
con estos? q u comp:uacion p uede l ta\'CI' entte la luz y

1 Psalm. XVII. 2 Isni. LXI V. el 1 C.or. 11, 3 lbi.


T OllO l. 28

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'168 I:UIA Dll rEC,\D Ol\ES,
lastinieiJfas? y cntrcGill'islo y Bclial? que compar-aci on pnc-
de ha ver entl'c dcleyrcs de tierra y deleyr.cs de cicloi' dc-
leytcs de ca me y dcleytcs de espii tu? ddcytes de cri<Htll'a
y dcky tcs de CriaJor? Porque claro est que quau to las
cosas son mas noiJlcs y mas excelenteS t:m!o son mas po-
derosas para ca usar mayore.~ deleytes. Sino, dime:, qu otra
cosa quiso s;niflca1 rl Jll'opheta, 1 qnan do dixo: :1/as va
pc-
el poqu ito del justo que lns much as 1irueurs de /(ls
: 2 lll as vale, Sc1To r, din en
cadon~? Y en otro lnr::w
1111

de fiesta .fuer a de ella: p:1r


tuestra casa, que mil dias
!u cual IJUI yo mas esldr abrttidrl en la casa de mi IJios,

rac 11/orar en las casas sobcrvias de los pccft durn . Final
mente ?qu ooa cosa quiso sirrnificm la Cijpos a en lqs Om-
tares, 3 quaudoJix o: J/nnalen, Se1iortus pechos que el viuu?
Ylucro masn baxo rcpit e lo 111 smo, diciendo: (:ow rnos hemos,
pe
SeiiOr, !/ ale:1arnos he litO,, en ti ncordnndonos de tus
E~to es: acor~
chos, los qunlcs son 111as dulce que el vino.
Jandonos de la leche sna vis~ima de las conso l:wion rs y re-
r,a los conque rccrcas y nas a tus pechos tus C'spil'ituales
J1ijos; los qualC's son mas suaves que el \'no: por el qua\
la
da1o est que no entiende estP ,ino matc1 ial (como ni
leche de .los ped1os llivin os tamp oco lo es) sino poi' l en
tiende todos los dclcytcs drl mundo, los c1uaks da a bcuer
aquella mala mur,c,. dd Apoen lypsi, 4 que est sscutada
sobl'e las muchas aguas con una copa Jc OI'O, conque en
hOI'I'acha y tlastOI'na el st'so de toJos los nlotadol'cs do Ba-
hylonia; pal'a que no sientan su pc1dicion.
~. J. 1 '

o-
De como en In oracion tci7aladamen(e goza n l os virtu
sos de es/ as consolacion es divin as.

Y si, prosiguiendo mas adelante esta materia, me pte

XXVII.
1 Psalm. XX~VI. 2 Psalm. LXXX IH. 3 Can l. l . 4 Apoc.

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1>.\RTE l'RI~IUA. 16!)
cnnt are~: J!lmle SCiiu(adam clllC ffOUlll 'los \'rtliOSOS de
t'stas eonsolaci onrs <Jll<' ltav.rmos dich o? A esto respontlc el
Sriio :o d propl1c1a 1 I~aiab: A los hijos de los e slrau-
geroJ que se llegan al Sc1ior para servirle! / amarle, !/
gnardar las leyeJ de H l amistad, yo !os ltcvme' a 111i san-
lb monte, !1 ategradvJ he en la casa de mi coNnou. De
manrm, que en este santo rxer icio seilaladam ente aleem
el Stiio a sus escogidos. Porqur, como dice S. Lorenzo
.t us1 iniano, en la oracion se rncirmlc el corawn de los
justos <'11 el umo1 de su Criador: ya lli a veces se levantan
;obre s n1ismos, y p:uecelcs que estn ya eoue los coros
dt los Anarles: y alli en ptesencia del Cliadm cantan y
an1an, r,inen y alaban, ll01an y eozaosr, comen y ha n
ltamlm.>, beben y han sed, y con todas las fuerzas de su
umo uabajan, Seiior, pot transforma1se en \'os, a quien
contempl an con la fe, a catan con la humildad , buscan
con el deseo, y gozan con la caridad. Entonces conocen
por cxprtiencia se1 verdad lo que dixistes: 2 iJJi gor-? se-
ni cumplillo 1 n etlos: el qua 1 como un rio i.le paz se es-
t iendc pt>l' las p01encias de el anima, escla!'ecir odo el e n-
tendimien to, aleerando la \'Oiuntad, y rec<>t~"iendo la me
Jlllll'ia y todos sus pensamie ntos en Dios: y aqu con unos
IJrnwS' de amo1 a brazan v tienen una cosa dentro de s,
y no S3bcn qu es; mas desean con todas sus fuerzas te
nela que no se les vaya. 3 Y assi como el Pat1iarca Ja-
co[ luchaba con aquel An~cl, y n o le qurria soltar de
las manos; nssi ac lucha en su manem el corazon con
nqud divino dulzor porque no se le vaya; como cosa e11
que hall tod o lo que deseaba. Y assi dice con S. Pedro 4 en
el monte: St1ior, buc11o es que 11(1$ estemos aqm; !1 110
11o~ vamos de. este lugrw. Aq u i luerro entiende el a n ima
todo aquel lenguagc de amor que se hal>ln en los C'lnla-
l'cs, y c:tnta ella tambien en su manea todas .aquellas
suavissimas canciones , ~ diciendo: Su mano siniestra tie-

J lsai. LVI. 2 Joaon X \'11. 3 Genes. XXXIl. 4. Mallh. XVU.


5 Can!. 11.

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fO GCIA DE l 'llCADOilltS,
'Ju: deba,,;o de mi cabeza, y con la , dic:st t 1ne. abraz:arr.
Y aili mas arriba dice: .Sostcncdme c.ort flores, y .cercad.
me de 7/lti!IZanas, que estoy cJ!f't!nua dt:' (l/Jtor. , En~onc~s
d anima en.cendiJa ,con esta divina llallla, Jcsc~a con ;r<~n
deseo sal:r dc:cst:h carccl, . .l' .y sus Jar,rimas le ~ou pm de
dia .y. de nothe mientras - se le dilata esta partida. La
muerte tiene :('n .dcseo, y la vi~la en pacieuria, c.liciendo u
la contimta aq,:teHas palalw.ts de la 1hisma Esposa: 2 Qu:Jt
te mcdles'Sr; henna:: v 71il()1 que fe mautieut:s de t()J' pe-
chos ' rle mi madre; que-te ltltasse yo all -{tlt:7:a, -y te die-
se besos Ir/e' paz. Entonces ma'ra:villa.ndose de s ni~IIH\,
como tales -tesoros le estaban escondidos e n los t icmpos
passatfos, y vie_n do. que toJos los homu'cs son -capaces de
tan grande ebien, Jesea sali por t odas las pl;~zas y -ca ll..s,
y dar VOC'E$ n los hombn:-s, .y Jecir: O locos! o desvnria-
Jos! En qu anJ'ai~? qu Ul1S<:ais? .COIIH) no os Uilis. 11;icsa
por rrozai de tan rrrnde bien? 3 GustaJ y ve,J cu;i s.ua-
v e es el Sci:o 13ieoavcnt uraclo el va ron que .cspcm e c. l.
Aqui t:rnstaclt ya la Julccclumbre espi.-itual, toda C<li' IW le
es J'csabricla. Ln compauia le es carcel, la sokdall ticoe
po praiso, y sus Jcleytes :son est eqp .el .Sl'iior que
ama. L,.-honra le es earga pesa a, u y
la r,oben 1acion de la
casa y hacienc.la tiene ' ro
Ull liuage Je. Cl'liZ. No cueJTia
que chcielo ni. la tierra le esto1vascn sus dcleytes: y por
csio trabaja quc no se le trvel'l corazo n de cosa alruua.
No tiene mas de un amor, y un deseo: toda::; las cosas alna
en uno, Ynn<JJes-el amado en todas his cosas. Sabe muy
bien occii' 'COn el /1. P ropheta: Qu tmgo que qucrt:r e1~
el eto; ui' qu bienes 1e pido yo, h~e1Tor, ;en ta ,ticJ:t?
DesJ'a!lecido ha mi carne y mi C()rn)n_, D.io.s, de ?lll. co
1Ytwl1, y mi unica y s()trt parle.; Di()s -para st'e111pre.
No le pa.ece' qpe tiene ya - ta.o escu ro ~;onocimiento
cle las c0sas sagraclas, sino que .las ve . con otros ojos poh

t Psalm. XLJ. ~ Cant Vlll. 3 Psatm'. XXXIU'\ ' '


1 l.'salm. LXXII.

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PAIITt 111UII!I1.\. ,: tTt
qttc tll'S fndvimientOS y mudanzas sicmtc. en SU ~OI"aZOil,
c.11c.Je son ~randissimO's aqJumcntos y 'te~! i1ilonios' J edas
ve1:dades de la fe. El dia le es enojoso quando .maoec!c
cou sus cuidados,_y ~lcsea.la noche qui<;ta _para gastada
con Dios. . .. ~; ~-~ J"'~.J:t
Ninguna noche tiene po1 larga, antes la mas la q~a le
pan:re la mcj01. Y si la nt he fuere serena, alza los ~jos
a n1irar la l.u:-rmosura de los cielos, y el esplandor de la
luna y de las estrellas, y mira todas estas cosas con otros
difCt'CIIICS ~jos, y \COII O.ll',OSm,uy difet:en.ICS.GOZS. l\JJih\la't;
como a uuas IIJUC~Irns de la hermosura de su Criador;
colllo a uuos rsp~jos de su gii)Ji; como a unos iutcrptc-
trs .y men~r,-etc;>s que le rrahert nuevas de l; como. \ inos
dechados vivos de sus perftccioues y '{pacias, .y como a
uuos preseutes y dones que d E.-;poso 'env-ia a;su Esposa
para cnam01arla y en.tretcnel'la. hasta el dia que se :hayatl
de tomar las manos, .y celcbmrse aquel etemo casamiet-Jto
cn ..el bielo. Tollo' el mundo de es un libro que le pa1cce
<jue . habla sicmpre:tde Dios, y una carta men'sagera que
su amatlo le en:via; y.' un la~go pr0ceso y 'testimonio,:de
su amo1. E.otas son, hermano mio; las noches de los ama"
d~cwes. de Dios, y este es el SIIC'O que ouermn. P'ties~ cor
d .dulce y blando. ruido de la noche sost>gatla, con=hnlui ~
ce mnsica y atmonia, de las criaturas, arrollase dehlt'
de, s .el anima, y comiem.a a dormir aquel sueiH),,Nla-.
d01, de qt,!t'u se dict!: 1 Yo duermo, y vda "FIIi.co1i'a z t.
Y co,no:el ]~sposo du!Cisimo la .ve en sus brazos adOJtne':
citlp,- .guarda le aquel sueo de vida, y manda que m{ldro
sea osado a la despestat', 2 diciendo: 'Cottjliro()s, 1/nja,s r
Ji icrusa(e?u, po1 los gctmos .y P"'' los ciei'VOs:de losic.am.
J)IJS, ''fue. 710 despei'IS a rni a7J,ada,'fwsta que e/taqilt(k4
tlcspc1tar.. 1 ., <
Pues que , tales te parecen estas noches herrnanoV
qua les .son mejores: estas, o las.,dc los .hijo.s'UC cste siglo,

1 caot. Y. 2 CanL-'JI. l ~

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172 GI!IA DE PEC.4DOIIES,
que andan a : estas horas asechando a la castidad de la ino-
cente doncella para dcsu uit su homa y su alma; carea.
dos de, hier ro, de temores y sospechas, trayendo las ani.
mas en peliero, . (1) y atesorando ira para el di a de su
perdicin.
" 1 :
' . Il.
1

' .
J}'r; la-s cotisulacioucs de los que 1 omicn-r,an a<scrtir a Dios

, . '.
. Pos.~ible. scr.ia que .a tndo .esto me- respond iC:'!~cs con
una sola cosa, dieieutlo que est o,~ favores tan c;ramles de
que ha 'I'ClllOS hablado, no se conceden a todol!, sino SO
lamente a .!os pel'flctos; y. que hay mucho camino, que
anda r hasta , ser.lo: berdad es que para los tales son tales
bienes; .2mas tamuien pre,iene nuestro Sciiot con I.J'nd i-
ciQnes de dulcedumbre a lo.~ que comieu?.<ln, y les da pri
mero leche d ulcl' como: ~\ n iiios, y c.lcsputs les tonsdia a C ().
mer pan con corteza. No miras las .Gestas que !le hieierou en
la venida del 3 hi'o proc.li1o?:
u los convites? los cotwidados?
la musica que sonaba por todas partes? J>ues pt es es-
lo :sino figu ra . tlel ;J}qpa rspitJtual que passa l1cntro del
anima quando se ve salida de .Eypto, y libre del captive-
r o de Faraon y de la scrvitlumu1'C :del drmoruo? Porque
Ct~mo.cl que: as.~i se sve libre, no 'hu ni fle~HI por tau gran-
de. bene6cio.P ccmo no .couviJar a todas las cl'ianuas pa-
ra que le aymlen.a dar gracia,; a. su libqtut.lor potl, .i di~
cieodo:.Cautcm osrd Sc1lor, q11e /flll gloriosanttJnl8atnil1n-
phad.l{;-pucs af cnballu !/ al cubtllte1'0 .arrojJ eu la ?"ar?
Y si esto no fuesse asfii, dndc esH1ri;\ h provitlencia
de Dios, que a cada ctiatur-a provee perfectissimamenre
segun su natum\ezq, su flaqueza, su edad y su eapacidatll

t 1\on. ll. 2 Psalm . :XX. 3 Luca- XV . ' Exod. XV,

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r.1n-rr. Pnumu. 173
P nrs cirl'IO es que no pod.-ian los hombl'('s aun rarria lc.<~, y
rnuncJanos ancJ;w por cslc nuevo camino, y poner cJcLa~ o de
los pie., nl mumlosi ciS<'iior no los proveyesse de semc:james
favorcll. Y porcsto a !\U clivina p.-ovidencia pcrtcnecc, ya qu
~e dctcrmimr sacarlo~ del mundo, hacedes este camino tan
llano, q rr puedan fa cilmcn te camiuar por"l, sin.que las difl
cu llac.lc.~ dc' cl los llagan volvtTn trs. Uecst oes ev idcnta~sima fi.
r,ma aq udcaminoponlonc.le Oios iJc,alos hijos de lsrael a
la ticn a Jc promision: del qual rsrl'ibe 1 i\loyseo estas pa-
lubra!l: Quando sac el S cliQr al os hijos de Israel de la
tierra de E!J!Jplo, 110 los raiso llevar p or la tr'erra de los
Ph/ltc'm, por donde era mas corta la jm7tnda, por.q~
11(1 se nrrept'lltiessen a medio camino, ''1 se volvic~sen a
R!J.'!Pio, viendo las guerrtts ruc por aruella parte setes
le{HIIIta/;rrn. Pues este mismo Seiior , que entonces {rse: ele
<$la provic.lcncia para llevar a su p ueblo a la tir rra de pro-
nrision ruanc.lo lo sao) de Efnpto; ese mismo usa a hora de
otra srmjante a esta, pam Jlc,ar al cielo a los que l q uie--
re IJc,a, q uaodo Jos saca dd munJo. 1

Antes quieo que sepas que aunq ue los favores y con


solacioncs de l(!s pr1-fcctos sean muy ah a$, prro e~ ltlll pan-
d c la piec.lad de nuestro Stiior para con los pequciluelos,
que mirando su pobreza, el mismo les ay uda a ponet ca
sa de n uevo: y viendo que se es1n todava en t1'C las oca
siones de peca, y que tienen nu n sus passioncs por mo-
ttficaa; pam alcanza victo1ia de ellas, y para d escarna-
lo:; de su cal'lle, y destetados de la leclae del mundo, y
a prctnt"los consigo con tan fuertes vnculos de amo, q ue
no se le vayan de casa; por todas estas causas los paovee
de una tan pouerosa consolac ion y alegt'ia, que aunqtie
ellos sea n pl'incipitm tes, 1icne semejan1.a en su poporcin
con 'el a legr:ia de los pefectos. Si no dime: q uotm cosa
quiso 2 .J>ios significar en aquellas sus fiestas del Testa-
mcnlo viejo 3, quando deca que el primer dia y el pos-

1 Exotl. XIII. 2 Lcvil. XXIII. 3 Num. XXVIll.

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17-i C. tiA DR 'I'ECADI)RllS 1
ltero fm?fisen de ir;ital Vl'nt'taeicH1 'Y solemnidad? Los otros
seis dias le cnnw~lio e1an como de cntrj:: senana; mas es-
tos di,)s (xtr~mosetan sefi<ilados y IVentajhdos entre t:odos
los otros., Rucs qn-cs: esto1 -sino im:~gen. y'fit,nra de .lo qne
h:thlanios? E11 el rlrimct diaq~licre Dios ~ que sedwr,a fiesta
c.omo.crr tt posi 1~ro; par,'\. da,. -a cnt.ender q ne t~n el pti nci-
pi@de ia'COrlVersion y en elr fin de fa perfccciorl'hacc nnes-
11'0 Seiior gt:ande He.~! a ! Hielos su.~ sicr:ve>s;: considerando
E>n,los llll'OS el metecimieoro, y en losotros la neccssidad;
y usando en los- 111ios de jn.~tr.iil, 'y eon los otrq de su
;racia: d-ando a nnos lo que mcreccn ,. por s_u virlud, y
a otros mas de lq tne mereceo, por su necessidad.
Quando. los al'i>Ois florecn, y quandci madura la fm-
estn mas le,:rnosos de mirar. El dia dd deposol'io, y tam-
liiet:h dd cmm'rnieaalo, son dias de fiesta sei'alados. En los
Prff\Cipios ~e- :desposa :llUE'SII'O Seiot: con .el anima; y como
la t.onil en cami\3, l - hace la flesta a sn costu: y assi la
fiest:-'l !es, no conforme a los merecimientos <le la E.~ posa,
sino conforme a la riqueza del E.~poso ', que lo p.one tocio
de su tasa, 1 y as~1 dice l: Nue-s tra hcrmnfl es p'i:rue
fa, 'Y no. tiene f!echos: !! segun e sto ' ,;on l'Cche agrma ha
deJcrir ' 'St~ criatura. Por esto dice" la rnisrna; Esppsa, 2
hahlamlo corl st.r Esposo: Las donceltica,r .te ((!rtmnm rrm-
r.ko. No dice las doncellas, qnc son las -animas ya -'rnas
fundadas en la virtud, sino las dem:1s .tierna cdqd', iqocson
las que comi~m.an a al>tia los (\jos a aquolla;' tluewa. lm:
esas-,dice elfa, lerlma ron mcho. Po1que las,.tales s6clen
t.epel' en Sil comienzo' Brandes .mov.imientOSI de 311101' !CO-
mo Santo. Thomas lo dedara en un opuscul~. ,y lti causa
de esro, enue otras, dice l qnecs la novel.laq .del est<1do;
~l e. el ~mor, de la luz y conocimiento. de las: ~osa-s.-divinas
-que de prese)lttHConoccn, que hasta;atli. n.cooocian:.Por-
<ne la; novedad <.le este conocimieoto.cavsa eri icll_as ' llll.a
-era_nde admiracin_, ac.ompaiaJa oon una ff''a,p(le 1suavi-

1 Can t. Vl'lK 2 .. Cant. l. t / r t!i /. -~ 1

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I'AR1'1! l'niMRIIA. 175
dad y agradecimiento de qliien tanto bien les hizo, y que
de tales tinieblas las sac. Vemos que quando un hombre
enua de nuevo en una grande y famosa ciudad, o en "un
palacio Real, los primeros die1s anda como abobado y sus-
penso con Ja novedad y hel'mOSUl'a de las COSaS que ve;
mas despues que ya las ha yisto muchas veces, descrece
aquella :<dmuacion y gusto con que al principio las mira-
ba. 'Pues lo mismo acaece en su manea a Jos que entran
en esta nue\' a egion dela gacia, pm la novedad de las cosas
que se les descubren en ella. Po Jo qua! no . es mara' villa
que algunas veces JoS nueVOS devotos 'sientan mayoes
fevo1cs en,'sus' <inlrilas queIos mas antiguos; poltue
la novedad de hr tu~ y scntimie'nto de las cosas divl'oas
cnusa ten ellos mayot aheacion. Y de aqui viene lo que
muy bien not S. Bernardo: 1 Que 110 mi1iti el hemrapo
mayo del hijo prodigo quando se qneell de su b.1en pa-
pade, -diciendo que haviendole l sevido tantos aios sin
trapassrll'. sus rimlamientos, !'JO havia recibido tan gran.
des favores como los que el hijo de's prdiciado recibi
quando se torn a su- casa. Hierve tambien el amb nue-
vo, como el vino nuevo en los pl'incipios, y la olla da po1
cima luego como siente la llama, Y comienza a expeimen-
ta e l e11l1'ao y nuevo calo del f'ueeo: adelante es el ca-
lor mas fuer~e y mas sosegado; pe1o a los principios m'a s
fervoroso. '
il1uy buen recibimiento hace el Seo a los que de
nuevo entan eu sn casa. Los pimeros di as comen de' val-
de, {todo se les hace lic-ero. Hace con ellos el SeilOI' co-
mo e l mercade1', qne la primera lllll<:'Stl'a de la l'a'c i1~da
que quiere vender, da de val de, como quiera que lo de-
mas venda por su justo valor. El amo que se tiene a los
hijos ch iquitos, am1que 'no es rnayoi que el de los que
estn ya criados, pero es mas erno y mas regalado. A
estos llevan en brazos; los otros anan por sn pie: a los

t.uc..r, o X V.
ro!l o 1. 2!J

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~76 61JIA DK PECADOIII!S ,
OI J'OS ponen en trabajos; a estos de proposito se los quitan
y sin buscat ellos la comida, muchas veces les ruegan
con ella, y aun se la pone en la boca.
Pues de este buen ttatamiento del Seio, y de eslos fa-
votes tao. conocidos nace en los que comienzan, aquella
aleB"ria espiriwal que el Propheta signific, 1 quando di-
xo: Con Las gotas del agua llnvia que de lo alto caen, se
ql.egrar la nueva pLanta que comienza a florecer. Pues
que planta es esta, .y qu ;otas de aB'ua estas, sino el o-
cio de la divina gracia, con que se riegan las espii'ituales
plantas que de nuevo son traspla.ntadas del mundo en la
huerta del SeuOJ? Pues de estas dice el Propheta que se
a,legrarn con las gotas de esta agua que caen de lo alto
pata significat la gtande alegria que los tales recibt-n con
las primicias de esta nueva visitacion y beneficio celestial.
Y no pienses que estos favores, porque se llaman g;otas, es
ta.n pegueia sti virtud como su noml)l'e: porque, como di-
ce S. Agustn, el que bebiere del l'io del Parayso, del qual
sola una gota es mayor que todo el mar Occeano, cierto es
que sola esta bastar para apapr en l toda la sed clel
mundo.
Ni es argumento conua esto decir que tn no sientes
estas consolaciones y alegl'ias aunque pienses eu Dios. Por-
que si.quando el paladar est corromr,iclo con los .malos
humores, no juzga bieo de los sabores (porque lo amat-
r,o . le parece dulce, y lo dulce amargo) cru maravilla es
que te[)iendo t el anima conompida con tantos malos
humores de vicios y aficiones desorden,Hlas, y tan hecho
a las ollas poclridas de Egypto, tengas ast io del man del
Cielo y del pan de los Angeles? Purga L ese paladar con
las lagrimas de la penitencia: y assi purgado y limpio, po-
dr gustar y ver qun suave es el Seiior.
Pues sienclo esto assi, dime ahora, hermano: que bie-
nes hay en el mundo que no sean basma compaados con

1 Psalm . LXIV.

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I'A itTK PRIMERA. i7'f
estos? Dos bienaventuranzas ponen los Santos: una comen:
zada., y oua acabada: de la acabada gozan los Bienaventu-
J-ados en la glOJia, y de la comeuzada los justos en esta
vida. Pues qu mas quieres t que comenza1 dende aho-
ra a ser biennventurado, y recib dende ac las arras de
aquel divino casamiento, que alli se celebra por palabra~
de presente, y aqu se comienza po palabras de futuro?
O hombre, dice Ricardo, pues en este pa1ayso puedes vi-
vir, y gozar de este tesoro, 1 ve y vende todo lo que tie-
nes, y compra esta tan fJreciosa possesion, que no te se
cara; poque el mercader es Christ.o, que la da quasi de
valc.le. No lo dilates para adelante; porque un pumo que
ahora pierdes, vale mas que todos los tesoos del mundo.
Y aunque adelante se te diese, s, y cierto, que has de vivilcon
grande dolo de Jo que piedes, 2 y llora siempre con san
Agustn, diciendo: .Tarde te am, he1mosura tan antigua
y t.on nueva: tarde te am. Este Santo lloraba siempe
la tmdama de la vuelta, aunque no fue despojado de la
corona: mi1a t no vengas a Horario tocio, si por ma ca-
bo pierdes los bienes de gloria, de que gozan los Santos
en la vida venidera, y por otro los de gacia, de que . lo
j ustos gozan en la presente.

CAPIT11X.O XVI.

DEL Q1JI!ITO Pl\IVlLEGIO DE LA ''JRTOD, QUE E! EL ALEGRIA DE LA


BUENA CONCI ENCIA, DE QUE GOZAN LOS m;;os: V DEL TORMEl'iTO l'
. REIIIORDUIIENTO INTERIOR QIJE PADECE!\ LOS !fALOS

Con el alegl'ia de las consolaciones 3 del Espil'itu


santo se junta otra manera de alegria que tienen los jus-

1 'Malth. Xlll.
2 Lib. X. Conr. ca1. XXVIl. et in Solilo. cap. XXXI
3 S. Juan. Clm. cap. VI.

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178 GUU, lll! l'f-CAOOIIIIS,
tos con el testimonio de la buena conciencia. J>ara enten-
der la di!jnidad .y condicion de este privilegr(l es de sabe
que la divina providencia .(la qua! a todas las cd aturas
provey de lo necesario para su consrrvacicm y perfeccion
queriendo qne la criatura mcional fuesseper fect<~, pr.)vey-
Je suficientemente de todo lo que para esto era necesario.
Y por:que la per:feecion de esta criatnra consiste en la pcr-
feccion des u enteod imient o y voluntad (qpe.soo las dos prin-
-~ipales potencius de nuestra anima, la una. Je las quales
se perfecciona con la sciencia, y la otra con la virtud)
por esto en el entend inJiento cri los pnncipios universa-
les de todas .las sc;iencias, de donde pmceden las conclu;io-
nes de ellas,. y eri la volurotad cri la simiente <.l e toc)as
las virtudes; p01que en ella puso una natnral . inclinacion
a toJo lo bueno, y un ;tborrecimieru.o .a todo Jo ma lo: la
qua! assi como nall,rmlmentc se hrwl>;a con lo. t,~,no, <~Ssi
ta m bien se entristece y n.mmura contra lo otro, como
conua cosa que naturalmE>nte abo rrece: la,qual inclinacion
es tan nawral y t~n poderosa, que puesto caso que ron
la .coswmbre larg-a del mal vivir se pu<'de cniJaquecer ;y
.debilitar, mas n1,1nca del toJo se puede <'xtin!juir y nca l ~:rr:
assi como acaece tamhien a llllestro libre ;dvedro: el qual
aunque con el uso del peca ~e dt>lti li la y enflaquece, mas
nunca del todo muere. Y en fisura ele esto lccn1os que
enlre toJas las ca lamidades y prdidas del 1 santo Job
nunca falt nn ciado que escapasse <le aquella rota, el
qua l le viniesse a dar cuenta de ella. Y ele cs1a manera nun
ca falta al que peca esle criaelo, qnc los Doctores lh1111an
Syndresis de la 'conciencia, qnc er'l lre tnchii hs ot r'as r e-
ddns queda salvo, y erurc lClda~ las otras muert.es vivp:
el <pral no dexn de representar al m<do lo>; bienes que
perdi quahdo pec, y el estado otiserable en q ue cay.
En lo. qual maravillosamente resplandece el cn idado
de la proviJencia divina, v el t~mor que tiene a la virt.lld;

l 1 1' ' 1
..
J J
:
1 Jch. T.

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PUITil PRIH"EIIA. 179
pues 3SS nos provey C 1111 pCI"fX'lUO lJesper!adOI' que
uunca durmiessc.>, y de un petpetuo pt-edicadot que mm-
ca se ennnuJecie.,se, y de un maestro y ayo que siempre
nos encaminasse al bien. Esto entendi lllara villosamertte
Epicteto, ph.tosopho Stoico: el qual dice que assi como lo.s
padres suelen encomeudar llllll hijos, quando son pequeiios,
a alr;un ayo que tenga cuidado de apartados de todo v,i.-
cio y encamimulos a toda virtud; assi Dios, como padre
nucstto, des pues de ya criados, nos entreg a esta natural
vitt ud, que llamamos conciencia, como a otro ayo, pa1a que
ella nos estuviesse siempre enseilando y encaruinandoa to-
do bien, y acuando y remord iendo c.>n el mal.
Pues assi como esta conciencia es ayo y maestro de
los buenos, assi por el contrario es verducro y azott de los
rnalos, (jUe inleriornwnte los ;nota ~ acusa por los males
que hacen, y echa acibat en todos .sus plactrcs: dt~ tal ma-
ncra, que apenas han dado el Locado en la cebolla de
~ypto, quando luego les salta la lagrima vi,a eu el ojo.
Y esta es una de las penas con que Dios <nen:na a los
malos por fsa ia~, 1 diciend,> que entregar a Ba bylooia
en podet del erizo: porque po1 jnsto juicio de Dios es en-
trq-ac.lo el corazou c.lel nJalo, que es ;1qui entendido por
Babylonkt, a los ~izos, que son los demonios, y son tambieo
la espinas de los aruijones y remOJc.limientos de la concien-
ci:J, que consigo trahen los pecados: los quale:~ como es-
pinas muy agudas atorncnt:tn y punzan l!ll eorazon. Y si
quicrcs &al.>er que espinas se:tn estas, di:;o que una espina
es la misma fealdad y enormidad c.lel pc~do: la qnal d.e
si es tan abor~1ioable, que deci~t un philosopho: oSr su pies-
se que los Dioses me h n~itn de perdonar, y los hombres
, no lo havian de barnmtar, todava no osaria comete tn
pecado, pot sola la fealdad que hay en l. Otra espina
es, qun ndo el pecado uahe consigo per:juicio de partes;
porque entonces se representa l como aqut>l derrama-

lsni. X I\'.

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180 GUIA DI! PI!CADORB~ ,
miento de la sancrre de Abl, 1 que estaba clamando a
Dios, y pidiendo venganza. Y assi se escribe en el ptirner
libro 2 de los .Machabeos que se le presentaba al Rey An-
tiocho los grandes males y agravios que havia hecho en
Hierusalem: los q uales tanto le apretaron, ( ue le causa-
ron tristeza y mal de la muerte. Y assi estando el para mo-
rir, dixo: QAcuerdome de los males que hice en Hierusa-
" lem, de donde tom tantos tesoros de oro y phHa, y des
trui los morador-es de la ciudad sin causa por donde co-
nozco que me vinieron todos estos males que padezco: y assi
muero ahora con uisteza I)Tande en tierra aena ...
Oua espina es la infamia que se sigue del 111ismo pe-
cado, la qual el malo ni puede dexar de barruntar,
ni puede dexar de senLir; pues naturalmen te desean
los hombres se1 bien quistos; y sienten mucho ser mal
quistos pues como dixo un Sabio: No hay en el muo-
, do mayor tormento que el publico odio. Otra es-
pina es el temor necesal'io de la muerte, y la incertidum bre
de la vida; el recelo de la cuenta, y el horror de la pena
etel'l1a: porque cada cosa de estas es una espina que hie-
re y pun1.a muy agudament e el corazon del malo: tant o,
que todas quantas veces se le ofrece la memoria de In
muerte, por un cabo tan cierta, y por otro tan incieta,
no puede dexar de entristecerse, 3 como el Eclcsiastico di-
ce, porque ve que aquel dia ha de vengar sus maldades
y poner fln a todos sus vicios y cleleytes: la qval memoria
nadie puede desechar de si; pues no hay cosa mas natma\
a l mortal q ue morir: Y de aqui nace que cou qualquiera
mala disposicion que tenca lueo est lleno de temores y
sobresaltos; si morir si no morir, pmque la vehemencia
del amor propio y la pasion de l te mor le hacen haber mie-
do de las somnras, y temer donde no hay que temer. P ues
ya si hay en la tierra comunes enfermedad es, si muertes,
temblores de tierra, o truenos o relampagos, luego se tur-

Gcnu. IV. 2 I. Mach. VI. 3 Jicclcs. XLI :

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iAI\TI! PRUiP.RA. 11H
ba, y altcra con el miedo de su mala conciencia, 6guran-
dosele que todo aquello puede venir por su causa.
Pues todas eslas espinas juntas atormenlan y puoZdn
el corazon de los malos: como mu y a la larga lo escribe
uno de aquellos amigos del Santo Job: 1 cuyas palabras
en semencia referir aqu para mayor luz de esta doctri-
na: Todos los das de su. vida, dice l, persevera el malo
en sa sobc1vin; cndo tan t'ncicrt o el numero de lo~ aiZos
de m t yrrmt. S iempre ~uenan en sus o idos voces de temor
y de espanto: que son los clamores de la mala conciencia,
que le est sicmpe remordiendo. y acusando. En medio de.
la paz teme celadas de enemigos (porque pot muy pacifico
y contento que viva, nunca falta n temores y sobresaltos a
la mala conciencia.) i'io puede acabar de creer q ue les sea
possible venir de las tinieblas a la luz. Esto es, no cree
q ue sea possible salir de las tinieblas de aquel miserable
estado en que vive, y a lcanzar la :;erenidad y tranquilidad
de la buena conciencia; la q ua! como una Juz hermosissi-
ma alegra y esclarece todos los senos y incones del ani-
ma: porque siempre le pa1ece que por todas partes ve la es-
pada delante de sf desnuda: de tal manera, que aun quan-
do se asient().J a comer a la mesa,. donde geneneralmente se
suelen los hombres a legrar, a lli no le faltan temotes y so-
bresaltos y desconfianzas, pareciendolc que le est aguar-
dando e l dia de las tinieblas, que es e l dia de la muerte y
del juicio, de la sentencia final. De manera, que las tribu-
laciones y anrustias le espantan y cetcan por todas partes.
assi como va cet-eado un Rey de su gente q uaodo ent ra
en la bata lla. De esta manera pues escribe aqu este amigo
de J ob la cr uel carnicera que passa en e l corazon de es-
tos mi~crablcs: porque, como dixo muy bien u u pbiloso-
pho, po1 ley eterna de Dios siempre persigue el temor w
los malos. Lo qual concuerda muy bien con aquella seo
tcncia de Salomon, 2 que d ice: Haye el malo sin que ua.., .

1 Joli. XY. 2 Prov. XXVIU.

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182 GUIA DB l'ECAJ>OIIES ,
die le persiga; mas el justo est confiado !! eiforzado
COJIIU Wl leQ'/1.
Todo esto comprchende en pocas palal)l'as S. Agnstin,
1 dicicudo: ~landaslclo, Sci"rm , y vcrdaderamente ello es
assi, que el animo d~sordenado sea tormento de s mismo.
Lo qua! ~enera lmentc se halla en todas las cosas. Por-
que qu cosa hay en el mundo que estatH.lo desordenad:~,
no est uatlllalmcnte inqu iela y tlcse<mtculai' el hueso que
est fuera de su juntut'a y lugar uallll'al <llC dolore.~ cau-
sa. El elemento que esta fuera de su centro qu violencia
padece? los humores del cuerpo humanoqn ando esHn fuera
de aq uella proporcion y templanza naturalqr.te havian dete-
ner, q rr en fem1edadesca usan? Pm>scono. sea cosa t.an p!'Opia
y tan debida a la crialuraracional vivir por onlcn y porrazou,
siendo la \'ida dcsordenada y fuera de r-azon, cmo
no ha de padecer y reclamn r la naturaleza de esta
criatura? l\luy bien d ixo el2 sant.o Job: rfQu/c'njam as re-
:n'slitJ ti Dios y v/vid (JI/ pa-z,!' Sobre las qnalcs pala lwas
dice 3 S. Gregorio: Que assi como Dios crit) las cos:~s ma-
ravillosamenle assi las dispuso ruuy ordenac.lamente; para
que assi se ecmservasseo y permanecies!len en su ser. De
U()nde se infiere qrre quien resiste a la disposicion y orden
del Criador, deshace el conciert o de la paz que de ello se
segua: porqne no pueden estar quietas las cosas que salen
del comps de la divina disposicion. Y assi las que pcr-
maneciendo en la ~njec ion de Dios, V\'an en orc.len y en
paz; salidas de esta sujecion, juntamente con la ordcn
pierden la paz. Como se ve claro en el 4 primero hombre
y en el Angel que cayeron: bs qua les, 5 porque hacieudo
su volunLad, salieron c.le la ordeu y sujecion de Dios, jun-
tamente con la ordco perdieron la felicidad y paz en que
vivan: y el hombre , que estando sojelo era seiior de s;
quando perdi esta sujecion, hall la guerra y la rebelion
dcouo de s.

1 l.ih. 1 Conf. r.~ p. XII.


2 .l!oll IX. 3 IX.. Mor. ca p. 11. Ir, n enes. 111 1'
l) lsn X1\'

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l'ARTJ; PRUII!RA . 183
E~t e es pues cltormerno en que porju ~to juicio de Dios
Vi\'Cll los malos: que CS una de 1:1!1 rrrandcs miscl'ias que
en ('Sia vida padecen..-\ssi lo predican G'CI1Cra lmenLe todos
los Santos. S. Ambrosio en ellibro ele sus oficios el ice: Qu
pena hay mas jave qne la llaea intcrio de la concicn-
cia!' Por vcnttna no es este mal m~~ para hnir que la
nurctc? qre las pnl1das de la hacie nda ~ que el destierTo?
qnc la enfcl'lncclad y el dolori' S. Isidoro dice: De todas
u la.~ cosas puede huir el ltOmbrc, sino de h mismo. Por-
" qnc do quiera rne fu ere, nb le ha de UC$arnparar el to:-
ncntn de la mala conciencia. "Y en oto lurr:u dice el
111isrno: "Niueuna pena hay mayor que la tic la mala con
1
tia: ro tanto, si CJ"icres nunca cst{u triste, vive bien.
Lo q11al es en tanta nJ.tnea Y<'nlad, qne hasta los mismos
philo~opho r,enl ilcs, sin conocer ni cree las penas con que
ntc>~ta fe c:ast i;ra a los m:11o~, conficssan en esta misma
,crdad. Y assi dice Seneca: ~ ,Qu apovccha esconderse y
huir de lns ~jos y oidos de los hombrcs? La buena con-
ciencia llarrta por testie-os a todo el muntlo; pl'ro la ma-
la, aunr ne est en soledad, est solcita y con1rqjosa. Si
('S bueno lo qne haces, sepan lo Lodos: si CR 111alo, ru
hace ni ca~o qne no lo sepan los otros, si lo sabes IJ
O misenthlc tle t, si menosptecias este ttsticrol Pues es
cierto rnc la propia conciencia vale, como dicen, por mil
test ic;os. " Y el mismo en otra parte dice que la mayo pe-
na qne se puede dar a una culpa, es ha verla cometido. Y
en ota epite lo mismo, diciendo: A nin:run testirrode tus
pecados debes temer mas qne a t mismo; porque de todos los
otros puedes huir, mas de t no, como sea citrto qne la
maldad sea pena de s misma. Tullio en una cwacion dice:
Cmncle es la fuerza de la conciencia en qnalqnirra de las
part es: y assi nunca tomen los rne no hicieron por' qu;
coml) quiera que siempre viven en lctnor los qne alrro
hieicron.
Este es pues uno de los t.omenl os que perpetuamente
padecen los malos: el qual se comienza en esta vida, y se
con,tinnan en la otra: por rne este es aqu<'l r,usano inmor,
TU.I() 1, 30

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1St.. GUIA DE PF.CADOI\E~,
tall segnnlo llama lsaias, que ctenwhnentc roer y Mor-
mentar la conciencia de los malos. Y esto dice S. lsiuoo
que es llamar un abismo,. :t otro abismo, qnando los ma-
los passeo del juicio de su conciencia al juicio de la con-
denacion eterna.

~- l.

De la alegr/a dt: la buena concienda, de que goutn l"s


buenos.

)ucs efe este azore y camicera tan cruel est:n libres


los buenos, pues carecen de todos estos ;or,nijones y es1i
mulos de la coucieucin, y golan de las Aoes y (rulos sua-
vissimos ele la virtud, que el E~piritu santo planta en sus
animas, como en un parayso terrenal_y verg! cercado en
<u e l se delcyta. Assi- lo llama S. Arrustin, escrii.Jitndo
sobre el Genesi, 2 donde Jicc: El al~t;ria de la buena
conciencia que ha y en el bueno, parayso es. Por donde
la iglesia en aquellos que Yiven con just icia, piedad y
tem plam.a, con ven icntement e se JIa ma para yso adamado-
con abuuda.ncia de gracias y qe castos dcleyiC'S. Y en el li-
ho que t r<lla de como se han de eAtiewa los ic-noanlc~,
3 dice assi: n1YI que buscas el verdadei'O descanso, el qnal
se )l'omele a Jos chist ianos dcspucs ~le la mnerte; len por
cierlo que tambicn lo hallans cutre las molesbias amar-
guissimas de esta vida, si ammes los mandamientos de
aquel que lo prometi; porq.ue en muy ,poco espacio vers

Isai. T,XVl. J\tnc. lX. :Ecclcs. VI. Psafm. XLI. 2 Con!. 1\fa-
Jli'c lib. H. cap. 1X.
Tom, 1-V iib. J. de Catecu. rudib. eap. XYI in fine.

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l'ARTii rntltr.IIA. 18a
*por espericncia como son mas dulces los fn1tos de la
justicia cuc los de la maldatl: y mas verdadera y dulce-
mente te al<'(','t'at'ts de la hueult conciencia en medio de
las tribulaciones, que de la mala entre los tleleytes. Has-
ta aqu son palabras de S. A;ustin. l'ot las quales cnten-
dens set tanta la alcr,tia de la buena conciencia, que as-
s como la miel no solamente es dulce, mas hace tambten
dulce las cosas t.lesabtiuas con cuc se junta.; assi la buena
rouci<nria rs tan a lc;rr, que hace a l~tcs todas las moles-
las de la vid:~. Y assi comodiximo!l que la misma fealdad
y enonni,larl del pecado atormentaba a los malos; assi por
M comrario la misma hermosuta y dignidad de la dt tud
alcf~m y consuela a los buenos; como claramente lo sig-
fil:v el ptophcla David, 1 qn:mdo dixo: L osjut'ct'osdel S e-
1ior (que son sus santos mandamientos) s011 verdaeros y
just!ficados rn si mismos, !/ son mas preosos que el
or<J !J piedras preci sas, !/ 111as dulces que el pnunl !/
la 111/t:/. Y ass como en wlrs ~e dclcytaba l mismo en la
G'ttattl:t de ellos; como l lo lcstiCic en otro psalmo, 2 di-
t'ientf<,: En clcnllno de tus mandtw1ientos, Seiior, me
rleleyte', assi oJIIO en tod11s las rir<u:uts del mundo. La
qnal sentencia confirma su hijo Salomon en sus Prover-
bios, 3 d iciendo: alegria es al justo lwccrjusticr'a: rue
es lo mismo que hater virtud, !J umplir con las obliga-
ciones que el lwmbre l!'e11e sobre si. La qua l alerrl'ia aun-
que proceda de otras muchas causas, pero scualadamenle
ptocctlc de la misma dignidad y ltctmosuta de la virtud:
la qnal, como dixo Platon, es de estimable ltetmosura. Fi
nalmente es tan r.ande el fruto y gusto de la bue;:oa con-
ciencia, qnc en ella pone S. Ambrosio en el libro de sus
oficios la fdicid:Hl de los justos en esta vida; y assi dice l:
ran grande es el l'csplandor de la virtud, que basta para
hacer nuestra vida bien:wcnluraJa la tranquilidad de la
conciencia, y la seguridad de la inocencia.

1 Psalm. X \'111. 2 Psalm. CX \'111. 3 Prov. XXI .

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18(\ G1'1A DE I'Ef..\!IO HF.S,
Y a~<i 0111:) lo> phi lusopltos ~i n lumbre de fe cono-
cieron el tormenta de la ma la conciencia, assi conocieron
el a'le;l'ia de la buena: co rn o lo muestra Tullio en el lib1o
ue las qucstiones Tusculanas, donde dice assi: La vida
''que se ha e.mpleado cu ltonestos y nobles cxcrcicios, uahe
"consio tanta consolacion, (jUC los que de esta mant>ra
vivieron, o no sienten trabajo, o lo 1icrrcn por muy
" liviano El mismo dice en otro lugar, que ninrnn tea -
tro hay mas pblico ni mas honroso para la ,irtnd, que
el test imonio de la Lut'na conciencia. Scrates, prr~u n
tado: quien potlria vivir sin pnsion, responclic': que el que
vivicsse Lien. Y Das otros plr ilosoplro insi)ne, prr;unta -
do: quien havia en la vil.la que c:creciessc de mi~do, res-
pontli: que la buena conciencia. Y Scrwca en llna cart;)
dice assi: El Sa!Jio nunca vive siu aiPr,ria: y esta :.llceria
"le vicue de la buena conciencia. Eo lo qua! vt'r:s cuanlo
concuerda esta sentencia con artrclla cSalomon 1 que di-
ce: T odos l os dlas del pobre scm maloo (conviene sabrr
trabajosos y penosos) mas eL a 11 r'ma scpn fl es como 1111 ban-
ractc p c1petao. No se poda mas deci r eu tan pocas pa-
labms: en las qualcs se uos da a eutemlei que as~i rorno
el qne est en un convite, se alceTa coq la variedad de los
manjares, y con la presencia de los amiros con qnierr los
come; assi el justo se ale~ra C'ou d testimouio de la lmcrra
eonciencia, y con el olor de la prescncia divi na, de la qu:rl
1 iene grandes prendas y conjeuuas en su a11ima. Si uo la
diferencia es esta: que aquella akgria del conv ite es bes-
tial y tei'Jena; mas esta es pc'rpeLUa: aquella se comienza
con hambre, y se acaba con lrasto; esta se comienza con
la buena vi.tla, y se contina con la pescverancia, y se aC'a-
ba con la {l'loria. Pues si los plr ilosoplros en tanto estima-
ban esta alegria, sin esperar nada en la otra vida po1' ella;
el christiano, que sabe quantos Lienes 1iene Dios a pareja
dos para galardonarla en !a vida aJ venidera, y quutos en

1 Prov. XV.

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r ARTri rnu:f l)A 187
la presente; ,~rtdnto mas se alq;rani' Y aunqne este ll'S!l-
IIIOllio no dl'l.1a carece de un sa nc o y 1cli;- ioso umor, pc-
o cs1c cal Lcmo1 no solo no dcsma p, mas antes por una
111aravi\losa manera csfncl'7A'l a l quc lo ticuc; porq ne lacita
menee nos da a entcntlc que es 11ms legit ima J l:na
mcsta confianw, pues C:.H acompaitad a y rectificada co n
este sa r11 o lCtnor: ti c el qu al si citrcricssc, uo seria couflan -
za, sino fu lsa st'[;'lll'idatl y orcsumpcio n.
Cala acu i pues, lcmano, otro auevo privilcrrio de que
r,o1;1u los Lucnos, del qual 1 Jire el :\ptJ,IQI: Nuestra _glu-
.tlfl es el testimonio de 111.1 sira t'OIICitiiCifl, rue e~ habc1
11/vidu t'Ott ./mp licidad de corawn, '1 co11 pureza !1 sin-
ccn ilad, y 11u cull sabiduria caJual.
E.~1o es lo que con palabras Sl' puede sir,-nifica1 de este
wi\'ilq~io. i\las ni cscas ni o11as muchas son mas pa11e pa-
a declara la cxct'lencia de l quien no tien e cxpeien-
cia de ella, qu e quien quisiesse con palaLras d;H' cnl en-
d(;!J' el sabor de un manja r exq nisito cuirn nunca lo
pob. Porque sin duda estll aleera es 1::111 grande, que
muchas reces cu;1nd o el wucno se balta 1riste y a1ribulado,
y r ol\'icndo lns ~jos a todas partes no ve cosa que le con-
suele; volvicntlo los o jos acia dcmro, y mirando la paz de
Sil concicuria y d tctimonio de ella , se co nsuela y esfue r-
za; poq 11c en1 icnde bien que todo lo dema~, co mo quil' ra
f)llc suceda, ui hace ni deshace a su caso, sino solo esto.
Y aunque, en111o dixc, no pueda ttnct evidenc ia de eslo;
111as ass i l'OIIIO d sol po1 la 111aiana, :~ntcs c ue se dcscll-
ura , esclarece d mund o con la vecindad Jc su rcspland01;
<~ssi la buena concicllcia, au nq ue nn xe co nozca po evi-
den cia, todavia alcgra con el re,;phulliOI' de su 1esti mon io
a 1 anima. Lo qu:~l es Cll tanto c:~do \'enlad , que dice
S. Chrysostom o estas pal :~ Lras : ..Toda abundancia de tris-
~> teza, cayendo en un a bncna conciencia, assi se apaga
como una cen1ella de fucao, cayendo en un Jarro muy
profundo de ;,gua.

1 11. Cor. 1

Biblioteca Nacional de Espaa


188 GCI.l OE r~ C .-\U U IIF:~ ,

CA:l'I TVX.O XVI l,

nt. Stl XTO rnnu .F.Gto nR t.A nnno , OUE t:s t. A c u~~IAIIZA
, . ,._
PI:!R AriZA Ei'C LA Dl\ l ~ A 111!\Et lti:Ol\U
IA , UE (J tJf. GC)1. A~ l.OS 811fo: SuS,
l' DI! L-' VA!\.1. l" JIII Sllli AUt-ll CO!H
"I.I.Nl. \ EN UUll VI Vlll'i I.OS ~ULOS ,

Con rl alrr,r a de la lmcn n con cienc ia se junt:


l la de la
cont innz n y cspc rama rn qu e viven los Lmen
os t de la cua 1
- dice el 1 r\po~ t ol. S pe gmu leule s , in trifm
latio ne wlien-
1es : acon st:ja udon os que nos al1nrnos
cou la es pera n1.a.
y con ella rc n~n mos tu las t r ihu lad o nes pac:c
ncia , pu< s
tan r,ra nd e ayud:~do r y r,a la nlnn :u lor de nntw
os rrtthajns
nos dice ella q ue H' nr mos e n Dios. E.~ e es
un o d e los ;r an -
dc~ tesor os de la Yida cltris tiana :
estas las in1li<ts y pn tri -
mou ios tlc los hij os tle Oios : y este el eotn
un puer to y
r emed io de toda s las mise.-ias de esta vida.
1\las nqur es de notn, porq u e no nos rnr,-a
iem os, quo
nssi como hay dos mau< tas tl e f<: una nnte
rta, q ue no
h ace obra s d e vid :~ , cual es la de los malo
s christian os, y
oua vivn y form nda con caridad, cual es la
qu e t ienen los
justo s, con que ha ce n obra s de vida , assi tanll.
litn Ita y d o~
man eras de espe rnttza: una mue rta, qt~e
ni da vida a l
wim a, ni la aviv a y csfne l'za en sus obta s,
ni la anim a y
cons uela en sus traba jos, qu al es ~;, que ti
enen los malos
y Olta viva, com o la llam a 2 sau Pedr o, la <:ual, com
o co-
sa que tiene vida , tiene tamh ien efect os de
vida : q ue so n
:~nitnamos, cons olarn os, al<-er amo s y
esfor za rnos en el
enm ino dtl ciclo , y darn os a lient o y conf
ianza en medi o
di: "los traba jos dt:l mun do: como la tenia
aque lla bien -
aven turad a Susa na; de quien se d ice que
e~tn11do ya sen -
tenc iaJa a muc l'te, y lleva miola por las calle
s publicas a

1 Rom. XU. 2 l. Pct, I,

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I'AIITfl Pnutr.n.t.. 189
nprtlreat; con tod o t'Sto su corazon csta\.a <'sfot'7.ad o y con
flaJo en Dos. Y tal era tamuicn la confianza que tema
D.l\id 1 cnanJo decia: /lttu:rda tc, Scilor, de la palabra
ruc tic11cs darla a lu sicrvn, con la ctutl 111c rliJtll cspe~
rama; p(}rr11e esta me esjoru !/ consf)(I en/a nJiicim
de mis 1 rnbnj11s.
Put'S esta espctanza viva obra muchos y muy admira~
hlcs efectos en el anim<l donde mora; y tanto mas quanto
mas parl iri pa de la caridatl y <lll10t' de Dios , 2 que es C'l
f111e le 1la la vida. Entre lo~ cuales efectos el ptimero es es
forwr al hombre en el camino de la virtud con la espe-
t'attza dl'l plardo n; porque cunn10 nas firmes prendas
licue de esto, t:-tnto mas ;tlrgt"<'mcnte passa pot los tmba
jns del mundo; como tolos los Santos una voz testifl
can. S. Grcrrorio dice: oLa vittnd de la esperamA1. de tal
maner;\ levanta nuestro corazon los bienes de la ctct-
nidad, cne n os hace no sentir los males de esta motta
,.Jitlad. Orirrencs dice: La esperanz a de la IJioria atheni
"dcra da descanso los que pot' ella ttabajan en esta vi~
da: a si como mitiga el dolor de las heridas que el sol
tlado recibe en la guerra, la esperanz a de la corona.n
S. Ambosio di ce: La cspcram a firme del r,a latclon es~
conde los trabajos , y .hurta el cuerpo a los peli~os.
S. IIieron)'lllO dice: Toda ob1a se hace liviana quamlo se
o<>sl i ma el precio de ella: y assi la espemnz a del pt'emio
dislllinuye la ftlctza tlcl trabajo. Esto mismo csplica
Chrysostomo aun mas copiosam ente po estas palabras :
.Si las te merosas ondas de la mar no desmaya n a los ma
, tineros, ni la lluvia de las tcmpcsla des invicmo s a los
" lal.w:ttlo res, ni las heridas y muertes a los soltlado s, ni
los golpes y cadas a los luchado rrs, q uando ponen los
ojos en la;; esperanz as cnpiios as de lo que pot esto pre-
llcnden mucho menos Ita v ia n de sent i t' los ua bajos los
que esperan el tcyno de Dios. No mires pues, chris-

1 J>!rlm. CXVIil. 2 Joann. ill

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190 GUIA DE l'Ef.ADOR F.S,
11ano, que el camino de hts vittuJ e~ es nspcro: sino uonde
va parar: ni qne el de los vicios es dnlce; sino el para-
dcJ'O qne Licue. Dice po1 cierto uwy bien este Santo. Porqne
quin ir de hnena gana por un camino de osas y no-
res, si va a pan:\1' en la mnert e? y quin rchnsad un
camino aspero y dificnhoso, si luerro va a para < la
vida?
lila~ no solo sirve la espcraoza para alcanzar es!e tan dC'-
sendo fin, sino Hlmhien para luJos los med ios qnc para l
se requieren: y ge ner:-dmcnte para todas las nccrssidadcs y
ll1iseri;1s Je c~1<1 vida. P01qnc pm ellas es el ho111hrc soco-
ritlo en sus lrihulnciones, defendido en sus pt'lr;ms, canso
lado en sus doloes, ;1 y~H.lado en sus e u fermecltd r.<:, proveido
_ en sus neccssitlad rs; pues por dlu ~e akam.a cl Favor y mi-
sericordia de Dios, qne para totlas las cosas nos aynda. De
esto tenemos ev ident issinws prendas y testimonios en toda;;
las escripturasdivinas, mnytH ' Ill f'n t eenl o~ psallllosd!' l)a,icl;
porqne apenas se h;dla n psi\llllo qnc no cn;rrandexca cs1a
\lrl.ud; y predique los frut os de el la: io qual sin duda es
una de las mayores iqucza& y consolaciones que los buenos
tienen en esta ~ida . Po lo qual no se me debe lettCJ' po1
prolixidad cfrir aqui a l~ unas de ell;t~; pnc~ es eiclo qnc
muchas mas sott las que callo, qne.las que podre n fcri1. En
ellibo segundo del Paralipomcnon clixo un prophc;ta a 1 1 rey
A~:: Los oJo~ deL So7or contemplan /orla ln tierra, -'/ dan
.fortaleza a t odos las rn e esperan el/. l. Hicrcrnias 2 el ice:
Bueno es el Sci2or, r l os rnc esp rrm tlJ/. l y n.( rim~
ma de! rue le bu,sca. Y en oto;) lurrar: /meno es el S eiir11
el rual esjuena r. los su.IJ"S en el ticmpr1 rle La tribulacia11,
y conoce tt todos las qne esperan en c'L: esto es, tiene CIJCnla
con ellos para socorrerlos y ayudarlos. Isaius 4 dice: St os
val viercdes a 1ll/, !/ csluvieredes en mi ruicLr)S sers sal-
vos: en l. ncia y espcrrww estaui vuestra j(>rtalcza. Y
entiende aqui po1' silencio la quietud y reposo intciot del

t 11 Par. X\' l. 2 Thrcn. 3 Nihum l. 1, hai. XXX.

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'I'Al\TB l'RUIEJU. f9t
anima en medio de los trabajos q ue es efecto de esr.a espe-
ranza: la cual destietra de ella toda solicitud y congoja de-
sordenada, con el favor que espera de la misericordi a di-
vina. El Eclesiastico 1 dice: Los que l emeis al Se11orfiaos
de e'L, y no perdereis vuestro galardon. Los que temeis al
.Seiior, esperad en l, y su misericordia ser para vuestra
comolacion y alegria. llfad, hijos, a todas las uaciones
de los hombres; y sabed erto que nadie cspeti en el Se-
fliJr, que le saliesse en vano su espernll~a. Salolll()n en sus
Poverbios 2 dice: Descubre ltt corat,on al Set1Gr, y espera
en l; porque e'L le guiar y eudere1-ar en tus caminos.
El propheta David en un psalmo "3 dice: Espetcrt, Set1or,
eu ti los que coJI.ocetl /lit nombre; poque nunca desam-
paraste a los que te buscan. En otro 4 dice: Yo, Sei'lor, es-
per en ti: y assi me alegrare y go~are' etl tu misericor-
-dia. En otro dice: 5 A los que esperan en el Seor cercat
./a misericordta. Y dice muy bien, cecar: para dar en-
.tel\dm que po todas p<utes .Jos guardar: assi como el rey,
.que est cecado de su gente, para qne vaya mas seguro.
Y en otro psalrno prosigue mas a la larga esta materia, 6
diciendo: Es perando espetc' en el SeiEor: y l m por
mi, y sac me del lago de la miseria, y del lodo .en que es-
taba atollado, y asent mis pies sobre tma _linne piedTa,
y endere1- todos mt's passos, y pllSo en mi boc<Z an can-
tm nuevo y un !lymno eu alabanza de nuestro Dios. re-
,dn esto los justos, y alabarn a Dios, y espcratn en e'l.
Bienaventu rado el va7'fm que puso su csp ctanza en el S e-
!17or, y uo puso sus ojns en las vanidades y locuras enga-
ilosas del mundo, Eo las cuales palaLras hallars aun otro
efecto maravilloso de eMa virtud, que es abrir la boca y los
ojos del hombre pat"a conocer po1 expe1ieocia la bondad y
pi'Ovideocia patem al de Dios, y caotale un canlaJ' nuevo,
con nuevo gusto y nueva alegtia, por el n uevo benefido
recibido con el socorro esperado. No acabaramos a este

\ Eccl. ll. 2 Prov. lll. S Psalm. IX.


r. Psalm. XXX. 5 Psalm. XXXI. G Psalm. XXXIX.
T O.\tO l. 3l

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19~ GIJIJ. OB P I!CJ.W lii!S,
passo de traher versos y aun psalmos entt>ros de este prop
heta. P01q ue todo el 1 psalmo: Qui confidunt itt D omino
stcut mons Sion, de esto habla. Y assi mismo todo el 2 psal-
mo: Qui habitat in auditorio Altissimi, seeasHl en contar
los e randes futos y provechos tic los q ue cspean en Dios,
y viven debaxo de su proteccion. Donde sobre una pal.dwa
de este psalrno, que d ict: Tteres, SeJ7m, 711i espc1 nm.a,rscibe
S. bel'llaldo asi: oPara qualquie cosa que tleba yo hace,
no hacer; su fri1', o UE'se:u, tu ecs, S1iio, mi espea nza.
E.~ta es la cansa dE'I cumplimiento de totlas tus prnmesa~:
esta es la priucipal azon y fumlamento de mi espcam.a.
AIE'gue otro sus virtudes 3 B'lorcse que ha snfido to,lo
el peso del dia y tld calor: 4 <.liga con J Plmriseo quca ynna
dos dias cada semana, y que no es l como los otros hom-
bres: mas yo Scii01, dir con 5 el Proplu.' ta: B11eno es a
mi llegarme a Dios, !1 poner en e'l mi espt:rnm,n. 6 Si
se me prometen pemios, po vos t>sp<'rar que los akan-
zar: si se levantart'n conta m batallas, pm vos E-spero
que las vencer: si se cmbra veciere contra mi rl mundo, si
bramae el demonio, si la misma ca me se lc\'antare con-
tr a el espirilll; en vos rsperarl! . Pues siendo <sto assi'
dPOt' qu no desech.1mos luer,o de nosotros totlas estas va-
nas y engaiiosas espc,anz.;s? y no nos aperamos con toJo
fe1vor y tlevorion a ehta esperanza tan se;tJta? Y mas aba-
xo ai'ade el mismo Santo, diciendo: La fe tlct: GandE's
y inestimables bienes tiene Dios aptwejatlos para sus firlcs.
mas la esperanza dice: Para mi los tiene c-uartlados, Y no
contenta con esto, hace a la caridad que diffa: Pues yo me
n dar prisa por eozal'ios.
Cata aqu pues, hermano, qu;\n ffl'ande sea el fruto de
esta virtud, y pam quantas cosas nos a provee ha. Ella es
como un puerto seguro, adonde ~e at:OGCn los j ustos t>n el
tiempo de la tormenta. Es como un escudo muy fuerte,

1 Psalm CXXJV. 2 Psalm. XC. 3 Hatth. XX. 1 Lucre XVI11.


!S Psalm. LXXlJ. 6 Psalm. XXVI.

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URTB PB.IIIIBaA . 193
con que se defienden de los mares y olidas de este sifflo.
Es como un deposito de pan en tiempo de hambre, adon-
de acuden LOdos los pobres y necesitados a ped i1 socorro.
Es aquel tabernculo y sombra que promete Dios por 1
Isaias a sns tscogiJo~; para que en l se escondan y defien-
dan de los c.lores del verano, y de las 1111Vias y to1bellinos
del invilTno: esto e~, tle las prosperidades y adversidades
de este mnndo. Es finalmentt:', una medicina y comun e-
rmdio de wdos IIIH!,tros males; pues es verdad que todo
lo que justa, fiel y saLia mente esprrremos c.le Dros, alcan-
zarnws, !litJulo cosa salndablr. Pot c.lonc.le dice Cypl'iano
que la miscricodia de Dios es la fuente iJe los remedios;
y q ue la esperanza es el vallo que los coge; y que segun la
quarllidad de e~te vaso, assi ser la del remed1o: porque
por parte de la fuente no puede el agua de la miseriQor-
dia f.tltar. De suerte, que assi como 2 dixo Dios a los hijos
de Israel que toda la tierra sobre que pusiessen sus pies,
seria suya; assi lOda la misericordia sobe que el hombre
ller,:we a poner los pies de su esperanza, ser suya. Y segun
esto el que movido de Dios, esperte todas las cosas, todas
las a lcanzad. En lo qual parece que esta esperanza es una
imitacion de la vitud y pode de Dios; la qua! redunda en
gloria del mismo Dios. Porque, como dice muy bien san
Bernardo, no hny cosa que tanto declare la omnipotencia
de Dios, romo \'er que no solo l e~ todo podctoso, mas
que tarnbicn h:~ce en su manem todo poderosos a los que
esperan en l. St no, 3 dime: no participaua de esta om-
nipotenci:~ el qnc dende la tierTa mandaba al sol que se
parase en el cielo, y el que daba a escor,rt al rey Ez.echias,
4 si qncria que mandasse al mi.~mo sol volver atras, opas-
sar adelante? Esto es lo que seuabdamente enpandece la
gloria de D:os: h:~ce1' los suyos tao podeosos. Porque si se
gloriaba aquel sobetvio rey de los Assirios, 5 diciendo q ue

1 lsai. 1V. 2 J osue. l.


:1 JotuP. X. 4 I V. Re:. XX. l aai. XXXV II I. ti Dan. l. ct 11.

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194. OUU. Dli PI!CADOlli!S,
los prncipes que le servan, emo tambien teyes como l:
quanto mas se puede glortar nuestro Seior Dios, 1 dicien-
do que tambien son dioses en su manera, los que strven a
l; pues tanto participan de su poder?

De la espcram.a vana de los malos-.

Este es pues el tesoro de ra espcranz.a de que gozan los


buenos: del cual carecen los malos, porque aunque tienen
esperanza, no la tienen viva, sino muerta; porque el peca-
do le quit la vida: y assi no obra en ellos estos efectos
que havemos dicho. Porque assr como ninguna cosa ha y
que mas avive la esperanza que la I.Juena conciencia; assi
una de las cosas que mas la derl'ii.Jan y desmayan, es la
mala: pues esta, como diximos, ordinariamente anda a
sombra de tejados; y assi teme y dcsconfia, por entender
que no tiene merecido, sno desmerecido el favo de la di-
vina gracia. De donde, Jssi como la sombra signe al cuer-
po do quiera que va; assi el temor y la desoonnanza
acompai'an a la mala conciencia por do quiera que ande.
En lo qua! parece que qual es su felicidad, tal es su coo-
nanza: porque assi como tiene su felicidad en los bienes
del mundo, assi en ellos tiene su confianza: pues en ellos
se gloria, y a ellos se socore en el tiempo de la tl'ibulacion
De la qua! esperanza hallamos escrito en el libo 2 de la
Sabidura: La espertmza del malo es como el pelito de la
na, que se llev 1 el viento; !1 como la espuma delga-
da, que deshace lo ola, !1 como el va por del humo, que es-
parce el aire Ves pues quo vana sea esta confianza

! Paalm. LXXXI. 2 Sap. V.

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PARTP. PRIMI!RA . 195
Puc..~ aun mas mal tiene que este; porque no solo es
vana, sino tambien pe1:judicial y engaosa; como lo signi~
6c el Seiior por el propbeta Isaias, 1 diciendo: A !1 de
vosotros, lujos desamparadores de vuestro padre, que to-
mastes consejo, y u o con migo: !1 mdistes una tela, !1
rw con mi esriritu; para m1adir recados a pecados: e
i1wiastes a r:gypto a pedir socvrro, !1 110 tomastes con-
sejo comnigo; esperando ayuda en la .fortaleza de
Pha1aon y pom'endo vuest7a con.fian'ta en la sombra de
Egypto. Y volvc1seos ha la fortaleza de Pha,aoJI, en
conjiuion , !1 la co,ifimzza en la sombra de Egip-
to e1z ignom/n/a. Todos quedaroll confundidos espe-
,ando en el pueblo que no los soco1Tit, ni les aprove-
ch nada, antes les ji1e malc1 ia de mayor verguenza !1
con.fusion. Hasta aqui son palabras de lsaias: el qua!, no
contento con lo dicho, torna en el capitulo siguiente a
repetit esta misma reprension. 2 diciendo: "!! de aque-
Llos rpu; tllln a Egyplo a ped r soc:ono, esperando en SltS ca-
ba.llos, ?/ teniendo confianza en sus ca?Tos, p01que so1~ mu-
chos; ?/ en sus caballeros, porque son muy eiforz..ulos: y no
pu.~:ron &u co7ifianz, en el Santo de Israel, ni buscaron
al Ser1o1. Pm-que E,rypto es hombre, y no Dios; y sus ca-
ballos sou ca1'1w, y no espritu: y el Se,io1 estendera su
mano, y caerrt el a,yU(lador, y tambien el que es ayudado:
?/ unos y otros serrln .Jnntamente C011:fttndidos y bt"lndo!.
Cata aqui pues la diferencia que hay entre la esperan-
za de los buenos y de los malos: porque la de los unos es
carne; y la de los otros es espirilll: y si esto es poco, la
de los unos es hombre; y la de los otros es Dios: por
do parece que lo que va de Dios a hombre, eso va de es-
peranza a esperanza. Por lo qua! con mucha razon nos
a parta el Propheta de la una esperanza , y nos convida a
la otra, 3 diciendo: No que1n/s confiar en los Principe s
de la 1er1n, m en los hljos de los hombtes, que 110 son

1 l sai. XXX. 2 leai. XXXI. ;~ l'satm. CXLV.

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196 tiUiA Dl! P I!CJ.DOl\1!5,
parte para dar salud. Acabarse ha La vida de ellos, !i
volverse han en la .misma tierra de qu.e fueron forma-
dos: !1 en este dia perecerdn todos los ptmsamientos de
los que confiaban en e los. Bienaventurado el varon que
tiene a Dios por m ayudador, !1 en e'l tiene puesta su.
esperanza: el qual hir.o el cieLo, la tierta, lama, ,y tu
do lo que en ellos cs. Ves pues aqui ~:huo la diferen cia
qne va de la una espctanU\ a la otra? Y en otro psalmo
declara el tnismo Propheta esta misma Jifcrencia de espe-
ranzas, 1 JicenJo: Estos ctmjion en ms ca, ros y r:abollos;
y nosotro: en el nomb1 e r/, L Sei2or. Ello~ se enltHUJ un
!f cayeron; mas twsotro~ uos Levan/amas, y esl.tltlWS en
pie. 1\lita pues qnn hien respond e aqui d frul<! de la con-
fianza a los estrvos y fundamentos tic ella: puts de la una
se si~ue la caiua; y de la otra levantamiento y victoria.
Por lo qnal con mucha razon se comparan los unos
con acnel hombre del Evanr;elio 2 que edific<'l su casa so-
l)J'e arena; la qual a la primera tempestad que se leva n-
t, di consi:.;o e n tierra: y los otros, con el que la edific
solwe peiia viva; y pOt' eso estuvo ft rmc y ser,ura contra
todas las :tguas y torbellino de esta vida. Y no menos ele-
gantemente declaracl prophcta Hiercmias por otra mu y her
mo'a com paracion esta misma Jiferencia 3 po1 estas pa-
labras: JlJnidito sea eL !t.tJmbre rne .,ot!Jit~ eu otro hom-
ure; !/ et. qiJ.e apartando su. curazun del :::JeM, 'J.e Ln car- ro
ne flaca po, lwazo y aw paro dt~ SIL ?>ida: J'O'I'Iue este taL
ser como el arbrtlillo silvestre qw: nace rm el desierto; que
no 1Jer eL bien qu.an lo vini.ere, sino antes IJstrnn de.<mcdra
do en perplltnn .<erut>dr({/, y en tir 1Tn snlolwe e in!tabitable.
Mas por el contrario del varon justo dice lueao assi: Bc1:-
dit,, sea eL va,on qttt>. tiene .<u esperanza en el Se1t1J1': por-
que L ser stt ayudador. E.$le tal. s1rra como un mbol plan-
tado pa1 de las conientes de las r,,guas, que con La vi1tttd
del humrr vecino estendel'tt sus 1aices, y en el ao de la se-

1. Psalm. XIX. !2 M~tth. VIL a Hicr. XV II .

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P.UTB Pl\1111 u... 191
quedad t!$tadtseguro d.e lajcrza del esto, y stt~ hoja. u,
tmtln siempre vert., ?/ n1tuca Jr:r:rnt) ele clm m fruto Has-
ta aqu son palabras del Prophera. Pue~ dime, rueeote-
; qtt mas ern menestet, si tuviesscn los hombrrs ~eso, "pa-
para ver la uiftrencia qne ha y solo por parte de la espe-
ranza entre la xuerte de los Lw.ws y <.le los malos, y entre
la pro>: pcridad de los unos y <.le los o ll ~~~? qu mayor bien
pu<dc tener un arLol, que estar plnnwdo tllla mamra que
aq ur IH)S lo piula tsre P.-o1.hrra'.' l'urs r:d es en s11 mane:..
m el esrado del justo: a quien todas las cosas suceden pms-
pcranenre, po esHI' pl;utratlo par de las cOITiCllles dd
aB'ua de la divina ;raria .\las por el contrario nineuna
pem suete puede caber a 1111 :uhol, que ser in frlll'luoso
y silv<srrf', y e.st: en mala riera, y fuera ele la visra y cul-
to de los homLres: para que por aqui vean los malos que
no pueden reur <'11 !!Sta vitla otro mas misrraltlc l'statlo
que rener tlcsviados sus ojo~ y corazofl de Dios, que es
fuente de ac-uas vivas, y tencdos pue.,tos en los arrimos
de las criatui'(IS fraeiles y eneai'iosas; que es la tierra cle-
si('l'la, seca e inhahuable. Por dundc ves muy Lirn qun
dirno de Sl'l' llor;uln es el mundo, que en tan mala tit>r-ra
est: pl;wtatlo, pues l'll tan flacos estrivns ri<>ne Jllll'Sia su es-
prram.a: que no es es penlllza, sino cn;-aio y confu~ion co-
mo aniba se <.leda r6.
Pues dime, ruerotr, qn ma yor miseria ruede st-r qne
esta? qu maycw pnhr'tza, que vivir sin esta manera de es-
pen~nza? Porque si Id homlu-e qnrd! por el pecado tan
polu e y desnudo, como arriba tratamos, 1 y pra s11 re-
medio er:\ tan nccess.uia la esperanza de la divina miseri-
cordia; 11 ser de l, qnebr;~da esta ancora, en la q ual
se sostl'nia? Vemos que todos los otros animales nacen en
sn manea perfec10s, y proveidos de todo lo necessario pa-
ra su vi<.la. l\Jas el hombre por el pecado qued medio
deshecho: de tal manera, que quasi ninguna cosa de las

t Cap. V.

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198 GUIA JlE Pl!CAD01l8S 1
que ha menester tiene denoo de s; sino que todo le ha
de venir de acarreo y de limosna por mano de la divina
misericordia. Pues quitada esta de por medio, qu tal po-
dra ser su vida, sino coja y manca, y llena de mil defec-
tos? qu cosa es vivir sin esperanza, sino vivit sin Dios? Pues
qu le qued al hombre de su anti;uo patrimonio, para
vivir sin este anrmo? qu nacion hay en el mundo tan bar-
bara, que no tenrra alBuoa noticia de Dios, y que no le
honre con alguna manera de honra, y que no espere al-
gun beneficio de su providencia? Un poco de tiempo que
se 1 ausent l\loysen de los hijos de Israel; pensaron que
estaban sin Dios: y como rudos y groseros dieron luego vo-
ces a Aron, diciendo que les hiciessc algun Dios; porque
no se atrevan a caminar sin l. En lo qual parece que la
misma natmale1.a humana, aunque no siempre conoce al
verdadero Dios, conoce que tiene necessic.lad de Dios: y aun-
q ue no conozca la causa de su flaquez.1, conoce su flaque-
za: y por eso naturalmente busca a Dios para emedio de
ella. De suerte, que assi como la yeda busca el arrrmo del
arbol para subir a lo alto; porque por s no puede:'! assi
como la muger naturalmente busca el a rrimo y sombra
del varon; porque como animal imperfecto entiende la ne-
cessidad que tiene de este arrimo: assi la misma nawra-
leza humana, como pobre y necesitadabusca la sombra
yamparo de Dios. Pues siendo esto assi; q ul ser la vida
de los hombres que viven en tan triste viudez y c.lesamparo
de Dios?
Querria saber , los que de esta manem viven, con
quin se consuelan en sus trabajos? a quin se acogenen
sus peligros? con quin se curan en sus enfermedades? a
q uin dan parte de sus penas? con quin se acons~jan en
sus negocios? a quin piden socorro en sus necessidades? con
quin tratan? con quin conversan? con quin platican?
con quin se acuestan? y con quin se levantan? y final-

Exod. XXX II.

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I'ARTI! PniMI!IIA. j !)()
rneote.cmo passan po1. todos ls uances de .esta vida los
ql.)e no tienen este I'CClli'SO? Si un 'cuepo puede vivirno
sin anima; cmo un anima puede vivi1 sin Dios? Pues no
es menos necessa1io Dios pata la una vida. que el anima
para la ot ta. Y si, como arriba diximos, la esperanza viva
t:s el ancora de nuestra vida; cmo osa nadie entra en el
golfo de este siglo tan tempestuoso sin el socorro de esta an-
cora? Y si la esperanza decamos que era el escudo con que
nos defendemos del enemigo; cmo andan los homb1es sin
este escodo en medio de tantos enemigos? Si la esperanza es
el b~culo con qt~c se sostiene. !~ n~tlli'a!et; humana despues
de aquella general dolencia; que sera_. del hombre flaco
sin el arrimo de este bculo'.'
Queda pues aqu bastantemente declaado lo que va de
la esperanza de los buenos a la de los malos: y po1 cns-
{\'U iente lo que va de la suerte de los u nos a la de los otros;
pues los unos tienen a Dios por defensor y valedor; 1 y Jos
.oll:os el bculo de Egypw; que si os quisicredes afirma so-
he l, queba>se ha, y cnuarse ba po '!a mano del .que
estriva sobre l. Porque basta la culpa que el hombre co-
mete en pone aqui toda su contiaoza, para .que D10s la cu-
e con el desengai'io J e su cada: como l lo 2 signific
po Hieremias:el cual prophetizando la desttuicioo del1'eyno
de Moab y la causa de ell~, dice assi: t' orqu'! tuviste con-
fianza e1i tus muros ?1 t~n tu:; tesoros, tl tambir.n seNis p,rc-
S<ty destncla : JI Citamos, qae es el Dios en rue confias,
$era. llevado caplivo. y sus Sacenz,,tes y Princ=pes tamb)en
con el. Mira pues t ahora qul sea este lioage de socor-
ro; pues el mismo confia1 ep l y procurarlo es pel'(lerlo.
E.~to baste quant.o a est~ privilegio de la espeanza: el
qua! aunque parece se1 el mismo t1ue el de la p.rovidencia
especial de Dios pa1a con los suyos, de que arriba uatamos,
pero no lo es; antes se.diferencia de l, como efecto de su
causa. Poque como sean muchos los fundamentos ycan-

1 Jsai. XXXVI. 2 Hicr. XT.Y.lll .


nHtn t. :.12

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200 GUIA DE PECADORES,
sas de esta esperanza ( qualessn la b.onda y la ve~dad de
Dios, y los meJit.os<de , Christo &e,)' uno de los principales
es esta pateJoal providencia, de la qua! procede esta con-
fianza. Porque saber que tiene Dios este cuidado de ellos,
causa esta confianza en ellos.
..
CAPI TULO XVlll.

J>EL SEPTUIO ,PRIVILEGIO I>E LA \'lRTUJ> 1 QUE BS LA VEJU>ADEIIA LIBER-


TAD DE QUE GOZAN LOS lii:F.I'OS: Y ltll r. A MISEnII.E Y !iO CONO-
CillA SllRVIDU!IBltE El'i' QU Yl\li:N LOS M.ALOS.

De todos estos pivilegios susodtehos, y seialadamen-


te del se~undo y del quarto (que es de la Gracia del Es-
pritu santo, y de las consola~iones divina's) se sigue OlrO
maavilloso, de que gozan los buenos: que es la vedadera
libertad del anima, la qual el Hijo de Dios traxo al nun-
do, y por la qua! tiene apellido de Redn ptor del genero
humano; por haverlo rescarado de la-ve,,datlera y misera-
ble servidumbre en que viv1a, y puestoen vedadera li ber-
tad. ,F_.st es uno de los pl'incipa les liienes que -este Seor
traxo al mundo, y uno de los masseialado~ beneficios del
Evangelio, y uno de los principales efectos del Espiritt1 san-
to: porque donde este Espritu rn01a, ai est la vedadera
libertad, como d'ice el A post o l. 1 Finalmente este es uno de
los grandes premios que en esta vida se pomcren a los
sie1vo de ' Diosl com el mismo Seiol' lo pomeLi unos
que le queian comeoza a servir, 2 diciendo: Si. 1i OSOf1'().$
pennanecieredesen 111is palabra., sel'eis de vel'dd mis dis,
cipulos, y conoce?'l.'is la /Jt'?'clod, y la ve1dad os ltb1artl: esto
es, la verdad os dar ve1dade1d:. lilJertad. Y respondiendo
ellos: Hijos sonios de Abmham, y nunca servimos a nddie:

1 n. Cor. lll. 2 Joann: .vm. '

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l.'ARTB PRIMEnA, 201
c6mo dices t~t ahora que se-1emos iib1esr Respontli el Se-
Bor: En ve1dad os digo que q~tien quira que comete pecado.,
es sie1vo del pecado: y el sic1vo no pc1'1nanece en la casa pa
1'a siempre; mas el hijo pe?manccc siemp?e: y pol' tanto, si
el hijo os libcd(t?'e, se1eis de ve1dad libres.
En las quales palabras manifiestilmente da el Seor a
ent.ende1 que hay dos maneras de libe!'lad: una, que paree
liL,ertad, .y uo lo es, y otra ve1dadera que lo es. Falsa es
la de aquellos que teniendo el cuerpo libe,tienen el ani-
mo capLivo y sujeto a la ty1ania de suspassiones y pecados:
com0 era la de Alexandro Magno, que siendo sei'lor del
mundo, era esclavo d~ sus vicios. l\1as verdade1a es la de
aquellos que tienen el anima libre de todos estos ty.ranos,
comoquiera que est el cuerpo, hora suelto, hoa captivq:
qual c1a In del Apo&tol S. Pablo, que e$tando preso en una
cadena, con el espritu volaba por el cielo, y con sus ca,
tas y doctrina liber.taba. el mundo.
La razon de \lamat esta boca llena libertad, y la otra
no, ,es porque como entte las dos partes ptincipales del hom-
bre el anima sea sin comparacion mas noble, y quasi el to,
do del homb1e; y el cuetpo no sea mas que la malc~ti, y
el sujeto 6 la caxaen que est el anima encerrada; de aqui
nace que' aquel se debe decit de .verdad libre, que line
esta tan principal parte libre; y aquel falsamente libre, que
teniendo esta captiva, el cuetpo uahe por do ,quiere .suel-
to y libre.

1 ' ' t l.

De la servidumbre en que viven los malos.

Y si me pre&untares de quien es captivo el que de esta


manera lo es? Oir,oquelo es del mas feo, tmpe y abominable
t yrano le qnantos se pueden ima;iuar: que es el pecado. Por-
que la mas abominable cosa qnc hay en el mondo, es C'l !Ot'-

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102 f;ULA Dlt t'I!CAIJOilF. ~,
mento del iufieroo, y peor y mas ai.Jorninable es el pec<tdo,
que es causa de ese tomcnto. Y de este son siervos .y es-
clayoslos malos; como claramente lo viste en las palabras
del Seio1 arriba 1 dichas: Qum quie1a que comete peca-
do, esclavo es y siervo del pecado. Pues qu servidum-
bre puede se mas miserable que esta?
Y no solo es siervo del pecado, mas tarnhien de los
_prineiples atizadores y movedores del pecado: que son,
el demonio, el mundo, y nuestra propia carnt', corrompi-
da po1 el mismo pecado; con todos los apetitos desordena-
dos que de ella proceden. Po1que quien es esclavo de nn
hijo, tambien lo es de . los padres que lo engcndaron: y
consta nos que estos tres son los padres del pecado: por lo
qual se llaman enemigos clel anima; porque le hacen tan
Tande mal como es capt i va da y eHr't'gada en poder de
este tan abominable 1vrano.
Y aunque todos t~es de consono concuedcn e1: esto,
pero ..:on al;una difcencia. Porque los dos ptimcros se sir-
ven del tercero, que es la carne, corno de ot ra Eva para
engaiar a Adam: o como de un muy popio instrumento
y despertador con que nos mueven a todo mal. Por la qual
causa 2 e_l Apostol mas Claramente la llama pecado, po-
niendo e l nomb1'e del efeclo a la cau.<;a; porqne ella es la
que nos ati1,a y mueve a todo ;eneo de pecados. Y pm la
misma azon la llaman los 'fheolo~os /lomes pecati: que
quiere deci1, cebo y mHrimento <.le el pccauo; porque es el
nceyte y la le'ia conque se sustenla el fne;o <.le el pecado.
Mas 'nosouos comunmen1e le !lamamos sensualidad, carne
o concupiscencia; que por terrninos mas claros es nuesuo
apetito sensit;vo, de quien nacen toda las pasiones, en quan
to COJTompiuo y estragado por el pecado; porque este es
el atizado1 y despertador, y como un manantial de todos
los pecados: y po esto seiialadamente se sirven de l y de
lodos sus apetitos los otros dos encmi{~Os para hacemos

1 Jo~n. Vlll. 2 11om. VIl.

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P.I.Jl'fE PRUIERA. 1'93
gueJTa por i. .J>or. lo .qua! di.viuarnente .uixo S. Basilio
que las pri ncipa les a imas con que nos hacia guena el de-
monio, eran nuestros dE?seos: porque la demasiada aficcion
de las cosas que de.5eamos, nos hace procurarlas a tuetto
o a derecho, '! rompe por todo lo que se nos pone de-
lante, aunque sea prohibido por la ley de Dios: de donde
nacen todos los pecados.
Pues este tal apetito es uno de los mas principales ty-
ranos a quien estn los malos sujetos, y como 1 dice el Apos-
tol, venditlos por esclavos. Y llama los aqu vendidos como
esclavos; no poqne po el pecado perdiessen ellos el libre
alvedrio con que fu eron criados(porque ni se peidi ni per-
der jam<ts quanto a su esencia, pot mas pecados qne se
hagan) sino porque por el pecado qued por una parte es-
te li bre alvedrio tan flaco, y por otra el apetito tan fuerte,
'que por la mayo parte prevalece lo fuerte contra lo flaco,
y quiebra lt soga po1 lo mas delgaJo.
P ues qu cosa mas para sentit', q ue vet como tenien-
do el hombre un anima ctiada a imagen de Oios, esclare-
cida. con lumbre del cielo; y u~ ent.endiinieuto qe sube con
su delicadeza sobre todo lo ctiado hasta hallat a Dios;'que
menospreciadas todas estas gran?ezas, venga a sujetarse y
reg irse por el mpetu furioso de su apetito bestial; y este
conompido por el pecado, y sobre todo movido y ati7.ado
por el demonio? qu se puede esperar de este regimiento y
de esta guia, sino despeiiaderos y desastres y cadas, y-ma -
les incomparables?
Y porque mas clatamente veas la fea ldad de esta ser-
vidumbre, quiero trabert.e para esto tm exemplo muy pal-
pable. Imaginemos ahora que estuviesse un hombre casado
con una muger en quien cupiesse toda la nobleza; hermo-
sura y discrecion que en una muger puede caber: y que
estando l assi muy bien casado, tina mulata criada suya,
y B'randc hechicera, teniendo envidia de esto, le diesse al


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106. GUIA ni! :PECADO!ti!S,
gnos bebedizos, con los quales de l'al: manera le ttastot-
nasse el seso, que despteciada la muger, y puesta un ro-
con de c.asa,. se entregasse todo a la mula t.\, y la hiciesse
aseotat en el esttado de su muger, y con ella comiesse y
durmiesse, y se aconsejasse y tratasse todos l,os negocios de
su casa y por su mandamiento gastasse y disipassc toda la
hacienda en comidas y fiestas y jLiegos, y cosas semejantes:
y no contento ('Oll esto, llegasse su desatino a tales termi-
nas, queobligasse a su ptopia muget aservir como escla-
va a esta mala muget en todo lo que ella le maodasse.
Quin podra imaginat que hasta aqui Uegasse el embau-
camiento de un hombre? Y si hasta qui lle.gasse; cmo es-
uaiiarian esto los que lo su piessen? qu indignacion ten-
dJiancomra aquella mala hembra; y qu compassion de la
noble mu(l'er; y qu quejas del desatinado marido? Indig-
nissima cosa parece esta: peto mucho mayor es sin com-
paracion la que al presente tratamos. Porque has de saber
que denu~o de ouesua misma anima hay estas dos tan dife-
rentes mugeres, que son espritu y carne: las quales por
otros nombres los Theologos llaman porcion superi ot e in-
f-erior. Porcioo superiot es aqueUa parte de nuestra anima
en que est: la voluntad y la razon; que es la lumbre n:.~
ttual con que Dios nos cri: 1 cuya he,mosuta y nobleza es
tan grande, que po1 ella es el hombre imagen de Dios ca-
pz de Dios, y he1mano. de los Angeles. Y esta es la uoble
muget~ conque cas Dios al hombre, para que hiciesse vi-
da con ella guiando todas sus cosas por su cons~jo, que e&
pot esta lumb1e celestial. Mas en la porcion inferior est
-el apetito sensitivo, de que ha vemos tratado; que nos fue
dado para apete.;er las cosas necesarias a la vid'a y . h con-
setvacioo de la especie humana: mas esto poda tasa y or-
den que por la razon le fuesse puesta: assi cotuo el des-
.pensero, que compra de comer por la 01den que le man-
da su seor. Pues este apetito es la esclava de que habla-

Psalm. IV.
,,

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I'ARTE PRUII!R.A . 105
mos: que por caecer de lumbe de razon, no se hizo par-a
g uia ni mandar, sino :para se guiada y mandada. Y.sien-
do esto assi, el mal avenwrado del hombn: de tal manera
viene a a6ciooarse y entregatse a los gustos y deseos dt- es- '
ta mala muger, q ue desamparan do el consejo de la razoo,
po quien debiea guiarse, viene a regi1se por ella, hacien-
do quanto le dice: que es poniendo por obra todos sus ma-
los deseos y apetitos. Porque hombres vemos tao sensules
tan desenfrenados, y tan entregados a los deseos de su co-
razon, qne quasi en todas las cosas como unas bestias le
obedecen y sieuen: sin tener cuema con ley de justicia ni
de razon, P.ues qu es e~to ~ino entega todo el gobier-
no de su vida a la s uci:, y tntpe e~clavn de la carne em-
pleandose en todos los jueeos y passatiem pos y deleytes
que ella pide; desamparan do el consejo de la nobilissima -y
lceitima mnge, qne es la razon?
Y lo que peo y mas intolerable es, que no contemos
con esto, h<1cen a esta misma seiora q ue siva a esta tan
mala esclava, y que se desvele noche dia, in ventando y
proemando todo lo q ue conviene p:ua el gusto y conteo
tamiento de ella. Pmqne quando un hombre emplf'a toda
sn razon y entendimien to en trazar tantas invencivnes y
maneas de atavos, da edificios tan cu riosos, de potages y
guisados tan exquisitos, de adere1.0s de casa, y de tratos y
negocios, pnm gra ngear todo lo que para esto se 'l'equiere;
qn es esto, sino desquiciar el anima de los exercicios es-
piiwales de su pl'Opia nobleza; y hace que sea esclava;
cocinera y d e.~pensera de quien le fu e dada por e1 ptiva?
Y quando un hombre carnal aficionado a una muge, para
vencer su castidad emplea wdn sn razon y entendimie nto
en escribir car'las, en componer sonetos llenos de agudeza
y sentencias, y en busca1todas las minas y conuaminas que
para estos tratos se requieen qu hace en esto, si pien-
sas, sino servir a la esclava la que era seiora, ocupandose
aquella lumbre celestial y divina en buscar medios pa1a
las vilezas y apetitos de su carne? Y qnando el rey David
us< de tantas maneras ele 111edios para encubrir el huho

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106 GUIA llE PECADORES,
de Betsab, manda ndo ''enit al marido de la guerra , y
convid aodolo a cenat y embon achao dolo en la cena, y des-
pues dando le carta.; con avisos e iodusuias para que l ino-
cente muriesse; rstas trazas q uin las haca sino el enten-
dimiento y la 'razo n? y quin instirraba a hacel'l as sino la
car-ne perver~a, para encub tir o gozat mas a su salvo de
sus deleytcs? Co$as ~on todas estas de que Seneca, con se
philoso pho gentil, se afrent aba y avetrronzaba, y assi de-
ca: !Uayu soy, y para mayores cosas nactdo e u e para
~er esclavo de mi carne. Pues si nos espant ta el embau
-
canticn w de aquel hombte enhecb izaclo y perdid o; quu to
tnas nos debe espanta esto, por lo qua! tauto mayores bie-
nes se desper dician , y tanto mayo res males se 1pnan ?
Y con se esta uua cosa, por una partei an moustu o-
sa y tan lastimeta, y pot otra tan usada, passam os pot ella
ligetamentc, sin que nadi epasmede tan g ran desorden; pot
estar d mundo t:in desord enado. ]Jorqu e, como dice muy
bien S. Bernar do, no se siente e l hedo abomi nable de los
viciosos, por ser tantos los que lo sou. Porqu e assi como en
la tit 1Ta J onde todos nacen prietos, no se tiene po inju-
l'ia la negruJ'a: y donde todos gcnetalmente son behdos,
no se tiene por deshotwa la e miJI'iaguez., siendo cosa tan
vil assi, como en todo el mundo genel'almcnte haya es-
ta monst ruosidad, apenas hay quien la conozca por tal.
Todo esto pues bastantemente nos declam qun misera ble
sea esta servid umbre : y juntam ente con esto a quo espan-
table pena fue el hombr e conde nado pot el pecado; pues
por l fue entreg ada una ci'atut a tan noble a un tao I OI'-
pe t yl'ano. Y pm tal lo tenia el Eclesiastico, 1 quand o hacia
oracio n a Dios piditmdole que lo librass e de los deseos
deSordenados del vientre y de la tleshoneslidad, y que no
le en tra~asse en poder de un antma desve rgonza da y de-
senfte nada. Como quien pide no ser entregado a algun
grand e verdug o o tyraoo: potque por tal tenia l este
apetito.

1 11. Rt-!. X l. 2 Eccle. X :\.111.

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l'ART~ PllllllmA . ~07

~. 11.

Qww gra/((lt: sea la p utcuda de: este tyrauo.

l'ucs ya si (nicres sabe qu tnn crrande ~ca la poten -


cia de este 1yrano, puetle~lo claramente col<gir coo~ideran
do lo que ha hecho el mundo y hace cadn dio. Y no qu ie
I'O paa esto ponerle ante los ojos las fabu las que los Poe-
tas finc-i<on, rcprcsentandonos aquel tan famoso Ilercu -
lcs: el qua 1, d<spucs de vencidos y domados todos los mons-
uuos del mnmlo, dicen que vencido de el amot t01pe de
una mugt' J': dcxtu.b la nHizn, se asentaba entre sus criadas
a hilar con una l'lleca en la cinta, porque ella se lo man-
tlab;~, y amcn:l't.abale si no lo hieiesse. Lo qual sabiamen-
te finrricron los Poetas p:tra signifira por aqui la tyrania
y potencia de este apc1i1o. i'\i tampoco quiero t1ae aqu
l::~s ve rdades ant i1;uns de las escripl u ras divinns; donde se
nos propone un Salomon, por una parte lleno de tan gran-
de santidad y sabidura, y por ou:~ aclornndo los idolos y
edilicandolcs te mplt~s, 1 po complace a sns mugeres, que
no menos dech11 a la t yrauia de esta pasion, sino los egem-
plos quoticli;.nos que nos passan por las manos cada dia.
1\lira pues a lo q ue se pone una muge adultera por obe-
uece a un apetito desodrnatlo, poque en esta pasion
quicro ahoa pone exemplo; para que por esta se vea la
fue-a de las otras. Sabe esta muy bien que si el ma1ido
la l"'mrc con el hurto en las manos, la matar: y que en
un mismo punto perder la vida, la honra, la hacienda y
el alma, con 10do lo demas que en este mundo y en el otro
se puede perde, que es la mayo y mas univesal pdida
ele quntns hay, y que juntamente con esto dexar a sus

t lll T\cg. VI. el. XU .


TU~O 1. 33

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1.08 GIHA DE PJ;C:,\UOIIIlS,
hijos y padtes y hermanos, )' todo su linaGe dcshonmdo;
y con repetua materia de dolor: y con todo esto es tan
grande la fuerza de este a:t:tito, o por mt:jor decir, ia
potencia de este tpano, que le hace pasa por todo esto,
y beber todos estos tragos tan horrihlcs con gt-audissima
facilidad, po hace lo ((IIC l le m:tntla. Pues qu tyra no
obli: j:H11as a un capti,o que tuvicsse, a o bedecer con tan
grande ries{l'O a lo que l le mandassci' ((l i mas du ro y mi-
serable captiverio q uieres que csHi'
Pues en este estado G'encra lmcnte vivco los n:dos; con10
claramente lo signific el prophcta, 1 c ua udo dixo: .rlscn-
tados es(d en tiuie/as y sumbrft de muell e, pttrlecinulo
ha111bre y estando presos ton cadenas d e /,/erro. i>ucs ?q uc
tinieblas son estas, sino la cr;ucdad en que vi\'cn los na
los, de que aniba tratamos, pues ni rononn assi, ni a Dios
como conviene; ni pam (( li viven, ni p:ua qu fin fueron
ctiados, n; la vanidad de (r,s CI)Sas que aman, ni d ms-
mo eaptiverio y servidumure en que vivcui' y rtn cadenas
son estas con que estn presos s ino la~ fucnas de las ali-
ciones con que est o sus cornones a fcrrados con las cosas
que desordenadamente aman? y qu harnbre es esta que
padecen, sino el apetito insaciaiJic (uc t icncn de inHnitas
cosas, que no a lcanzan? pues qu mayor captiverio quie-
I'CS que este?
Veamos esto mismo p0r otros exemplos 2. Pon los ojos
en Amn, hijo ptimogeoito de David: el qual, despuesquc
puso los suyos en su hermana T ham, de tal maoeta se
ceg eoo estas tinieblas, y se prcndi( con estas caJenas, ~
se aflig i6 con esta hambre, que vino a perde el cooter, el
beber, el suei'o, la salud, y cae en cama enfermo con la
fuer1.a de esta pasion. Pues dime: qu tales eran las cade-
n-l s de la aficion y aprehension I'On que elltaba MI cora-
zon captivo; pues ta l imprcsion h icieron en la carne y en
los mismos h umotes del ~ uerpo, q ue bnstaron para causar -

Psahn. CVI. 2 Reg. XIII.

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1',\nTI! Pll RRA. .109
le lan cranJ e enfermedad? Y p01qne no pienses q ue la
:ura J c esta dolencia es alcanzarse lo que se desea; mira
bien como qued mas enfetmo y mas perdido, despues que
al canu lo que deseaba, de lo que estaba antes. Porque muy
mayor dice la escriplllra que fue el odio con que aborreci
dcspues a la hermana, que el ;unot que antes le h av ia teni-
d o. De mancta qne no qued co n el vicio li bre de la pa-
s ion; sino tocc')h pot otra may01, Pues hay t yrn no en el
rmnul o que assi vu<'lva y revuelva sus prisioneros, y assi
l e.~ laar;a tcxet ~ <.lcstexer, andar y desa nda t los mismos
ca 111 i no~?
Tales pues so n todos los quecst{m tytanizados deesle vi-
t:io: los qu;~ ks a penas son sl'i'iores de s mism os; pues ni co-
tn cn, ui h{beu, ni piensan, ni hablan, ni suci'an sino en l:
~ in qn e rt i el temot de Dios, ni e l animn, ni la conciencia
ni pat;~yso, ni inflcl'llo, 11i rnncrtt>, ni jnicio, ni aun a ve-
cts la misma vid;1 y honra, que ellos U1nto aman, sea parte
para tt>vocndos de este camino, ni r omper esta cadena. P ues
qu e dir de los zelos de CSI OS1 de \os l<'lllOt'eS, de Jas SOS
p~chn ~, y de lo.> sobresnhos y peligros en que andan no-
rhc y di a aventurando las almas y las ,idas pot estas g.olo-
sinas? hay pues tyrano en el mun<.lo CJII C ass i se apodere
del cuerpo de sn esclavo, como este vicio del CO\'azoo? Por-
<Je n un,a nn cscla\'O est tan at;ckl al srr\'icio <.le su Sei'01,
qu e no le <JUCdcn muchos ratos de <.lia y de noche en que
huel ~ne y entienda rn lo que le cumple. l\las tal es es-
te vicio y otros semPjantes, que despues que se apoderan
drl co 1 ;~zon, de ta l manera lo prenden y se lo beben lodo,
que apenas le Cfll!'da a l hombre vnlot, ni habili<.la<.l, ni tiem-
po ni t'tll cntlimicnto para ottn cosa. f>ot lo qnal no eo val-
de di xo 1 el Eclesiastico que las mugercsy el vino r obaban
e l ccwawu de los sabios: potque quas~i t[\11 alienado que -
da 1111 hombre con este vicio, pot sabio que sea, y tan in-
hnlJi l p:ua t odas las cosas que son propias de horubrc, eo-

1 .Erel. :(.1X.

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110 CCL\ DE rCADURilS.
mo si huviesse bebido una cuba de vino. Y para significar
esto el ingenioso Poeta finge c.Je aquella f11mosa reyna Dic.Jo,
que en el punto que se ce; con la aficion de Enas, luego
desisti de todos los puulicos exercicios y reparos de la du.
dad. De manera, que ni los muros r.omell7.ac.Jos iban adelan-
te, ni la juventud exen:itaba las armas, ni los oticiales pu-
blicos entendan en forta lecer los puel'tos, ni en los otros
penrechos necesarios para defcn.~ion de la patria. Porcue
este Lyrano de tal manera dice que prcuditi todos los scnt i
<.los de esta muger, que para todo qued inhabil, sino solo
para aquel cuidado: el qua 1quanto rn.rsse n podcrdd cor:rzon,
ranro menos le dejeS de valm para rodo lo dernas. O vicio
pestilencia!, dcstruidor de las repuhlicas, cuchillo t.le los bue-
nos exercicios, mntrre de las virrndcs, ni<:bla de los buenos
inr,enios, cnarrenamient o del hombr<', embl'ia~nc7. de los sa-
hios, locura de los l'i<'jos, furor y fuego de los mozos, y
con11rrr pestilencia del gcncro humano!
Y no solo en E'SIC ,icio, mas en todos lo!\ orros hn v
esta misma 1yran i:r. Si no, pon los ojos en el am!.ieinso y
vana:lorioso, que anda pcrt.lic.lo por el humo de l.r hnrrr:
y mira qun sujero vhc a csrc dcsro, qm\n aperiro~o tlr
r,Ioria, qun dili~ent e en procurarla; pnes toda la vida y
rodas las cosas ordena pa 1a esre fin: el servicio, el arom-
J>ilirurniento, el vestido, t:1 c:r lzado, la llll'r.a, la cana , r l
;xurllo de c.,sa, los cr.ados, Jos grstos, los meneos, la
manera del andar v dC'I lral,(,u v del mirar; v flnalmcnrc
de todo cuanto h:ec , pata esrc. fin lo !.are, 'pu<'s de ral
rrranera lo hace, como mas convenr.a par:t parccC'I' mejor,
y ser loado y alcanzrrr csrc soplo de vicnro. De marwrrr,
que, si bien lo mi1as, rodo lo que ordinariamcnrc:>. dicl' y
hace , es nrmar lnws y redes para caWI' este aplauso y
ayre popular. Y si nos maravillamo< del orro E111pcrador
cne ;astaba todas las siesras rn andar a crr1.a de moscas
t:on un puozon en la mano; qmnro es mas de llKir:r,i-
llar la loenra de <'SIC miseral>le, que no solo las sicsras,
sino toda la vida r,a .~ la en caza r e<re nnrndo y aynciro
del mundo? Por lo cu~d tl triste, ni lwce lo que qninc,

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I'AII1' 1! rltWKitA. ifl
ui viste como quiere, ni va d()ndc quiere; pues tlcxa tuu-
chas vece~ de i1 aun lns ir,ksias, y uatar con los Lue-
nos, por miedo Jl lo que el m unJo, a quien l vive sujeto,
el il'. Y, lo qne ma,; es, por esto ;asta mucho mas de lo que
tluicre y de lo que tiene, y se pone en mil necesidades,
con que inticna su ;111ima, )' tamlJicn las de sus descen-
dientes; a los cuales dexa por herederos de sus deudas, y
imitadores de sus locuras. Pues qu pena merecen estos,
sino la que esciix'n haver dado un rey un hombre
muy ambicioso: al qnal mand que dicssen humo a nati-
ces hasta que muriesse ; di ciendo que justamente era cas-
tigado con muerte de humo, pues toda la vida havia gas-
tado en procurar humo de vanidad? Pues qu mayo r
miseria que esta?
Qu d1r tambien del avariento codicioso , que no solo
es esclavo, sino tambie n idolatm d e su dinero: a quien
si.. ve, quien adora, quien obedece en todo cuanto le
mand;: por quien nyuna y se quita el pan de la bo<'a, y
a CJlli<'n finalment e nma nms que a Dios ; puc~ por l mil
veccs ofe nde Dios i' En l t icne su descanso, en l w
r,loria, en l su espr ram.a, cu l tmlo su eorazon y pensa -
mient o: con l ~e acuesta , con l se levanta; y toda la
vida y totlos los sentido~ {mplca en tratar rlc l, olviJado
de si y de todo lo al. nr rste tal diremos qne <'S sriior del
d inC'JI) para hacer clr l lo que quisiere; o est'lavo y cap-
' ivo de l, pues no ordena t:l diucro para s, sino a si para.
rl dineo, rrntantlolo de la Loca, y aun del auima, pam
ponedo en l.
Pues qu mayor ca ptiveri o pncde ~er que este? Por-
que lli llamais capti,o a l que est encerrado en una lllal-
IIIO JTa, o al que tiene los pie.~ en un cepo; du:lO no cstu
pn?so el que 1iene d anima prcsn con la atlrion desortle-
nada de lo que ama? l'otque cnaudo C>to hay, ninr,noa
potrncia qn <'da tl hombre perfc~.:tamcnLe lilwe, ni es seior
de s mismo, sino esclavo de aquello que desordenada -
mc me am,, ; porque donde est; su ilmor, all est prcso s n
('OI'U7.on: aunque no sr pierda por eso sn liiJrC ahcd rio. Y

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112 GIJiJ. DI! iI!CAllOl\1!5.
no hace al easo, con qu ;-neo de atadoras ests preso,
si la mejo y Jlfayor parle de t lo est: ni diminuye la
servidumbre de esta prision, qnc est.~ voluntariaucntc
~weso: porque si ella es verdadera prision, tanto ser;(
mas pelir,tosa, quauto fuere mas voluntaria ; puts vemos
que no diminuyc la malicia de l veneno se muy dulce, si
l es de verdad \ene no. Y no puede ser mayor prision que
la que de tal n-.rmera tira p<w t y te tiene preso, cne te hace
cerr<~r los ojos a Dios, a la verdad , a la honestidad y a
las leyes de justicia; y de tal m;H1eta te 1ir ne 1yrauiwdo,
que assi como el bch{,Jo no es seicw de s mismo, sino el
v ino; ass el que. de esta mane ra est(t preso, no es del toJ o
'Setior de s mismo, sino su p;lssic:. n: aunqu e n o por esto
pierda su l.hre alvr.lto. Y s i el captivciu es to men1 o;
qu ma yor LOrmento que el qnc uno de estos miserables
padece? Pues infinitas vcccr. ni puede a\canz;\1' lo qu e desea,
ni quiere dexar de dcsead o, ni sabe qu se ,,, ~a, ni q11
camino se tomP, Y con es1a pcrplex idaJ vieuc a Jec i lo
que el otro Poeta dixo a una nH{l'CI' m;ll acnntlicionacla:
Abonczcote, y amote juntamente :' y si me pre;- untas la
causa; la causa es: porque ni puedo vivir comi;o, ni
"puedo
,
pasa ~in t. Pues va si al~>'
1
, una ve1. acomete ; ron.-
pet estas cadenas, y vencer estas aficiones, halla l uc{~O tan
grande rcsi~tcn c ia, qu e mncha~ Vl'C<'S desespera de la v ic-
oia, y as~i se lonta el micrablc ol ra vez meter de pies
en la misma cadena. Pareeetc pues que se puede llamar
totmento y captiveio este?
Y si Fne~e esla una sola cadena, men >s m;d seria;
p01que e~tando el humb1:e preso con una sola prision , y
peleando con un solo cncmi;o , meno~ desconfiara de ven
cerio. i\Jas qu diremos de otra!\ prisiones tic aficJOIICS con
<ue este misetable est; prtsoi' J>o que corno la vida hu-
mana e!\t sngeta a tantas maneras de necessidatles, todas
~slas son cadenas y mo1ivos de codicias, porque son gran-
<.les 1nos con que se prende nuestrQ corazon: aunque es1o
sea nws en nuos qu e en otros. l'orcne hay alG'unos hom-
bres natut;dmcnle 1a n <l[li'Ch cnsivo~, CfHC u penas pueden

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PARTE PRIMllRA. 1 f3
dcsasirse de lo que una vez aprehenden. Ott'OS ha y mclan-
colicos, a quien la mbien hace aprehensivos y veheme01es
en sus deseos este humor. Otros hay pusilan imcs, a quien
todas las cosas pnrcccn &ralH.les y muy tligous de set eti'
mad~ts y deseadas, po ptquei'as que sean; fJOJque al co-
non pccueio todo le parece eallde' ror poco que sea;
como Scneca dixo. Otros hay naturalmente \'ehement<'S en
todas las cosas que desean, 'como son 01dinar iamente las
mue-ere~, las cuales dice nn Philosopo que aman, o abor-
ecen; porque no s::tlJcn tener med io en sus aficiones. To-
dos estos pues patlcccn muy duro y asp<'ro captiverio con
b fucrw de las p<tssiones qne los ca pt iYan. Pues si tan
pandc miseria es cstr preso con una sola cadena, '! ser
esclavo de nn solo s<'iior; q11 ser:\ C'star preso con tantas
cadenas y ser esclavo de tantos sciores, como lo es el
ntalo ? El cual t::wtos sci'iores Irene, qnantas ~on las pas-
sioncs a que obedece, y los vicios a que sirve.
Pues qu mayor miseria que esta? Si totla la dieni
liad del hombre, en cuanto hombre consiste en dos ~osas,
que son razon y libre alvedrio; qu cosa roas contrar-ia
lo uno y a lo otro q ne la p<tssion , e ne cier,a la tazon , y
lleva tras s librc alveui'o i' Por donde vers qun per:judicial
y c.laiiusa sea qualquiera desordenada passion; pues assi der-
riba al homlnc de la silla de su dienidad, escurcciendolc
la tazon y pcvirtiendole el lrbrc al ved ro: sin las
qualcs dos cosas el hombre no es hombte sino bestia. Esta
es pues, hermano, la miserable ~ervidumbtee n que viven
todos los malos, como gente que no se rige por Dios ni
pOI' I'!IZOn, Sino pOI' rtpetlO y pasion.

( ITI.

De la libe1tad en que riven {(),f buenos.

Pues de esta la u miserable scviJumbre nos vino a librar


el Hijo de Dios; y esta es la libertad y victoria que cele-

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1Jt. c; t;l ,\ h R I HCADOHRS,
hra d fli'OflhCia Isaias, 1 cuando uicc : .dltw rarse ltan,
St:Jior , en 11 tus 1ec/e11ti 'os, como l os labra/lore.s ruando
cogen el jiuto de su labranw, !/ ''OIJIIJ se alt:gran los vett-
,edorcs despues de tomada la prc a, wando repal'len
los despojos. Porruc tu, .Seilor, ruaste de enma rlc
ellos eL yugo pesado rue los apre11u'aba, y la vara rue ls
heria, y eL sccptro deL tyrano rue con .tributos dcsafo-
ra.fos los oprim/a. Todos es10s nombres de yur,o, de vara,
de scepro convienen la t yrania y fuerza de n uestro ape
tito; porqne de l, como de muy pi'Opio instument < , se
api'Ovecha e l demonio, que es e l prncipe de este mundo,
para t.yraniza. los l.ombres y sujetalos a l pecado. Pues de
toda esta fuena y potencia nos libn el Hijo de Oios con
la abundancia de la g racia que cun el sacrificio de su
muert.e nos c-ano Por lo cual dke 2 el Apostol que nucs-
uo viejo hombre fue ju ntamente cucificado con l. Y lla-
ma aqni viejo hombre este apeti to, que se desonlen po
aqud prime pecado. Potquc po aq uel ~~ande sacrificio
y merito de su passion nos alcanza r. acia para. sojuzpr
este 1yra no, y ponelo debaxo los pies, y haced o passar
por la peua del tal ion, crucificando a quien antes nos cru-
cificaba, y ca ptivando a quien antes nos tenia captivos.
Y assi viene a cumplise lo que el mis mo lsaias en otra
parte pi'Ophetizo, 3 d iciendo : P renderdn los rae antes
los prendian, !/ sn.jetardn sus opresores. Porque antes
de la c ra cia nuestro apetito sensualtrahia sujeto y tyrani-
;~;<~do ~ nuesuo espititu , haciendolo scvi1 a sus malos de-
aeos, como arl'iLa se declar, mas recibida la pacia, de
tal manem es ayudado po ella, que prevalece contra este
tyrano, y le sujeta y hace obedece a lo q ue es razon.
Esto fue mara vi llosa mente fic tmu.lo en la muerte de
Adonibezech, 4 rey d e Hierusalem, aquien mataron los
hijos de Israel, cortandole p1ilneo los pies y las manos.
El qual comv assi se viesse, y se ac01dasse de las cuelda-

1 lsai. I X. 2 Hom. VI. 3 lsai. XIV. ft. .ludie. l.

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U U ' JI PRUII!IU. f 15
tles y tyranias que hasta all havia usado, dixo estas pa-
labr'<ls: Setenta 1eyes cortados los pies y las manos co-
mialt debaxo de mi mesa las migajas que de ella caian
y ahora y veo que de la manera que yo lo hice, asi lo
ha !tecito Dios conmigo. Y aade la escriptura que lo lle-
varon assi como estaba a Hiel'llsalem, y que a muri. Es-
te tan cruel tyrano figura es del principe de este mundo;
el qual antes de la venida del Hijo de Dios genmalmente
mancalxl los hombres de pies y de manos, destroncan-
dolos e inhabilitandolos para servir a Dios, coatandoles las
manos para no hacer bien, y los pies para no deseado; y
dems de esto haciendolos andar comiendo las mi~ajuelas
pobn!s rue de su mesa caiao, que son los deleytes munda-
nales y sensualr.s, con que este mal prncipe apacienta a
sus scavidores: los quales con mucha razoo se llaman mi-
gajas, y no pedazos de pan; por la escasez grande coo que
este timno reparte a los suyos estos relieves; pues nunca
se los da en la harttll'a y abundancia que ellos desean.
fibs despues que el Salvador vino al mundo, hizo passar
a este tyrano por la pena que l _daba a los otros, cortan-
dole los pies y las manos: esto es, deshaciendo y quebrantan
do todas sus fuea"as. Cuya muerte sealadamente se dice
que fue en Hierusalem: porque a fue donde el Salvador
del mundo, muriendo, mat al prncipe de este mundo;
y donde siendo el crucificado, le cauciflco, y at de pies y
manos, y le quit su poder'. Y assi luego despues de su sa-
cratissima pasion comenzaron los hombres a triumphar de
este 1yano, enseioreandose tan podeosamente del mundo,
del demonio y de todos sus vicios y apetitos, que todos los
tormentos y alhagos del mundo no fueron bastantes parn
denibalos en un pecado mortal.

~. IV.

De las causas de do procede esta libertad.

Pregunt<w<'s pm ,entura, de dr'ndc procede esta tan


TOMO l. 31~

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-1.16 GUIA DF. PECAD0lli>S 1
maravillosa victoria y libertad? A esto digo que despue's
de Dios procede prime~amente, como ya diximos, de la di v.-
na gracia, la qua) mediante las virtudes que de ella pro-
ceden, de tal manera ad01mece y templa el fmor de nues -
uas passiones, que no las dexa prevalece contra la ra-
zon. Por donde assi como los encantadores suelen con al-
gunas paJabras encantar las serpientes para que no hagan
mal a nadie (Je manera, que estando vivas no son ponzo-
osas, y teniendo veneno no daiian cou l) assi ta mbien
esta divina gracia de tal modo encanta estas ponzoosas
serpientes de nuestras pa~siooes, que estandose ellas vivas
y enteras en el ser de naturaleza, no lo estn en la ma-
licia de la ponzoiia; pues no bastan, como antes hacian,
para enponzoar nuestra vida. Lo qua! dignamente signi-
fic el propheta Isaias, 1 quaodo dixo: ALeg,msc ha el
nii'lo de teta sobre los agujeros de la serpt'ent e: y el que
estuviere ya destetado, meterlt segttramtmte la mano en
la cueva del basilisco. No lwran mal m matarn en t o-
do mi santo monte; porque La tiena e.Uar t an llena
del conocimiento de Dios, como de las aguas del mar,
que la cubre. Pues claro est que no habla aqu el Prop-
heta de las serpientes mateiales, sino de las espirituales
que son nuestras passiones y malas inclinaciones, que
quando se desmandan, bastan para emponzoar el mun-
do. Ni tampoco habla de nios corporales, sino espiritua-
les: entre los quales se llama nio de teta el que comien-
za a servir a Dios, que aun ua menester leche para criar-
se; y destetado el que est ya mas aprovechado, que pue-
de andar por su pie, y comer pan con corteza. Pues tra-
tando de los unos y de los otros, dice de los primeros, que
se alegrarn de ver como estando en compaiia de estas es-
pirituales serpientes, por virtud de la divina gracia no e-
cibirn de ellas dao mortal, consimiendn en el pecado:
mas de los postreros, que estn ya destetados y adelanta-

1 lsai. XI.

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PARTB PRuHERA. 117
dos en el camino de Dios, dice que metern la mano en
la cueva del basilisco: esto es, que .los guardar Dios au n
entre mayores peligros; porque en ellos se cumplir aquella
promesa del psalmo, 1 que dice: Sob1e la serpiente y ba-
sliisco attdards, y pondrds los pies sobre elleon y / dta-
gon. Pues estos son los que metiendo las manos en la cue-
va del basilisco, no recibirn daiio; porque la abundancia
de la gracia que se derramar sobre la tierra, de tal rna-
nem encantar estas serpientes; que no sean parte para
hacer daio a los hijos de Dios.
Esto mismo aun mas claramente y sin metaphoras ex-
plic el Apostol, quando despues de ha ve r tratado muy co-
piosamente de la tyrania de nuestros apetitos y de nuestra
carne, al cabo exclam, 2 diciendo: .Miserable de m,
ruie'n me librmd del cuerpo de esta muerl e ; Y responde
l mismo en una palabra, diciendo: La gracia de .Dios,
rue se nos da por C/wist o. En el qual lugar no entiende
l por el cuerpo de muerte, este cuerpo sujeto a la muerte
natural que todos esperamos, 3 sino el que en otro lugar
llama l cuerpo de pecado: que es nuestro apetito mal in-
clinado; del qual , como de un cuerpo, proceden los miem-
bros de todas las passiones y deseos desordenados que nos
llevan a pecar. Y de este tal cuerpo, como de un cruelty
rano, dice el Apostol que nos libra la gracia que se_da por
Christo, como est dicho.
Despues de la qual la segunda y muy principal causa
es la rrrandetz del alegria y ele las consolaciones espiriwa-
les de que los justos gozan , segun que aniba declaramos.
La qual de tal rnanera apaga la sed de todos sus deseos,
que con est.o facilmente vencen y despiden de s todos los
apetitos y deseos, y hallada esta fuente de todos los bienes,
luego pierden el apetito con~ojoso de todos los otros bie-
nes; como el Seiior lo declar a la muger Samaritana, 4
diciendo: Quien bebiere del agua rue yo le dar (que es

1 Psnhn. XC. 2 1\(lm. VIl. :~ Hom. VI. !. .loann VI.

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118 GUU DE P ECADORISS,
la divina eracia) 111171Ca amas padccerd sed. Lo qual di-
ce S. Gregorio en u na homila 1 pot estas palabras: o El
que pcrfectame nte ha conocido la dulcedum bre de la vida
celestial, luego desampara todas las cosas que sensualmcn-
Le amaba: dexa lo que posseia; det-rama lo que alleeaba;
-. enciendesele el co1azon con deseos del ciclo; desaerada le
todo lo que hay en la tierra, y parecele feo todo lo que
antes le era hermoso; porque solo el r esplando de esta
precios."l margaita eluce en su an ima. Pues de esta ma-
nera llen o el vaso de nuestro c01azon de este liquor celes-
tial, y apagada eon l la sed de nuestra anima, no tiene
porque andar hambreand o y p roc unmdo Jos Lil'IJes pere-
cederos de esta vida; y assi queda libre de las cadenas de
las aficio nes de ellos; parque donde no hay Jcseo ni amor,
no hay cadena ni prision. Y de esta manc1a el corazon q ue
vino a hallal" al Seuor de tod o, se halla l tambien en su
manera seor de todo; pues tie ne estunidos los otros Lic-
ues en este bien.
Con estos dos f.wores de Dios, que pa1a esta libertad
nos ayuda, se junta tamb ien la diligencia y cuidado que
los buenos tienen de Slljetar la caruc al espil"tu, y las pas-
siones a la razon; con la qu a 1 vicuen ellas poco a poco a
mo1ti 6carse, y habit uarse a lo lmcn o, y a pcrdc1 m11Y g ran
pa1te del furor y brio que a nres tenan. Porq ue, como di-
ce S. Chrysostom o, si las bestias fieras, aco&r urnb1adas a
uaLar con los hombres, vienen po1 tiempo <t perder su n a-
tuml fiereza, y envestirse de la blanchwa y rn ansedumbr c
de los hombres, por donde dixo el Poera qu e e l ti empo y
la costumbre haca a los leo nes obedecer a los homLres,
qu mucho es qne nuestms passiones naturnlcs, acosLUm
bradas a obedecer a la 1azon, ven:'a n poco a poco a razonar -
se y domestica r se: esto es, a partici"par en a lrro la con di-
ciou del espritu y de la razon, y holr;a r con las obras ele
ella ? Y si para esto uasta el uso y la lmcna costumbi'<'j

1 llolllil. XJ . in G1an&

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PARTE PlllillllRA . 1J9
qunt o ma:; bastar la g racia ayudad a con la mis1~1a cos-
tumbe ?
Pues d e aqu i nace que muchas veces los sier vos Je
llios sensual mente, si deci se puede, huelgan mas con el re-
cogimiento y con el silencio, y con la leceion y oraeion y
meditacion, y con otros tales exercic ios, que nunca holg-
t-an con el juego y con la caza, y con todas las conversa-
ciones y recreaciones del mundo ; las quale.s ellos tienen
por tormen to: de ta l manera , q ue aun la misma eame vie-
ne a aborrec er lo que antes amaba, y toma gusto y con-
tenlamien to en lo que antes abotrecia. Lo qua) es en tan-
ta manera verdad, que m uchas veces, como dice S. Bue-
navent ura en el prologo del Estimulo del amor de Dios,
se deley1a tanto la p:wte inferior de nuestra anima en los
exercicios de la OI'UCon y COlllliD icacion con Dios, que re-
cibe 1ormen1 o quando por algu n jusi o impedi.naento la npa r-
tao de alli. Y esto es lo que quiso significar el Prophe ta,
1 quando dixo, ./Jiobare' yo oi Seflor porque me J,; eu
tendim itmto: y tamb1'en p onue de noche mis rehenes me
reprche udeu, o, como traslad otro Interpt ete, me enscflan.
Es1a es cierlo una seialada obra de la d ivina pacia. P01- .
que poa las rehenes entiend en aqui los ex ponedoaes los
afectos y movimientos interiores d el hombre , que suelen
ser, como ya diximos, estmul os y despertador es de pecar:
los qna les, po virtud de la gacia, muchas veces no so-
lo nos incitan a l mal, de la manera que solian ; mas antes
a veces ayudan a l bien: y no solo no siven al demoni o,
en cuyos reales servan , mas an1cs passandose a los de
Cbristo, vuelven las amas contra el enemigo. Lo qua! aun-
que en muchos execic ios de vida espiitual se pueda ver,
pero sealadamente en el aFecto de la contricion y dol01
de los pecado s; en el qual tiene tambien su parte la po-
cion inf-erior de nucsua anima, aAir,iendose y denam an-
do lar,l'imas po1 ellos. Y por esto dice el Santo Propbe ta

1 l'salm. X\'.

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1.20 GUIA DE P ECo\DORI!S,
que de noche, q~rando suelen los justos al cabo del dia exa-
minar su conciencia y llorar sus culpas; quando este Pm-
pbeta dice en oua parte, 1 que harria su espritu con este
exercicio, entonces le reprehendan sus rehenes; po1que con
el desabrimiento que en esta parle de su anima senta por
haver ofendido a Dios, quedaba castiaado y escarmentado
para no vol ve a cometer lo que tanLo le havia dolido. Por
lo qua! con mucha razoo da g1acias al Seuor porque no
solo la parte superio1 de su anima, donde est la razou,
le convidaba al LJieo, mas tambien la parte inferior de ella,
que comunmente suele ser incentivo y despertador del mal.
Mas aunque esto en su manera sea verdad (y sea e5ta una
grande g loria de la redempcion de CIHisto, que como per-
fect.issimo Redemptor, perfectissima mente nos 1edimi6 y li-
LeJt ) no por eso debe nadie descuidarse: ni fiarse de su
came, po1 muy Jl'!Orti6cada que est, mientJas vive en es-
ta vida mortal.
Estas pnes son la causas principales de esta maravillo-
sa libertad: de la qua!, entre ot ros efectos , se sigue un nue-
vo conocimiento de Dios, y una confinnac ion ue la Fe y
Religioo que professamos: como claamente lo testifica el
mismo Selor po1 Ezechiel, 2 diciendo: Conocern los /wm-
brcs que soy Dios, rutmdo ruebrdre las cadeuas del ya
go de dlos, y los librdre 4e las u.anos de los rue los tenan
tyranizados. Este yugo ya diximos que e1a la sensualidad
o apetilo desordenado de peca1, que dentro de nuestra
ca me mora, y nos oprime y sujeta al pecado. Las cadenas
de este yugo son las malas inclinaciones, con que el de-
monio nos prende y lleva tras s: las qua les son tan to n1as'
fuertes , quanto nras confir madas estn con la mala cos-
tumbre: como S. Agustin lo confiessa de s mismo, 3 d icien-
do; Preso estaba yo, no con hierro, sino con mi propia
voluntad, que em mas du ra que hieJTO. .lVIi quere1 tenia en
"sus manos mi enemigo: y de mi havia hecho cadena con-

Psa lm. LXXVI. 2 Ez~ch. XXX IV.: Lih. Vlll. Conf. c;p. V.

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PAUTE PRIMllRJ.. 121
otra m, con la qua 1 me tenia preso. Porque de mi pet
versa voluntad naci6 mi mal deseo y del mal deseo el vi-
cio, y de la continuacion del vicio la costumbre: y esta
era la cadena con que el demonio tenia preso mi corazon.
Pues quando un hombte se vi ale-un tiempo de esta ma-
nera ptcso, como se vi este mismo santo, y probando mu-
chas veces a salit de este capLivel"io, hall tao dificultosa
la salida, como l mismo la hall, quaodo despues de vuel-
to a Dios ve quebradas estas cadenas y monificadas estas
passiones, y se halla libre, y scior de sus apetitos, y ve
puesto dcbaxo de sus pies el yugo qne tenia sobre sus hom-
bros; qu ha de hacct, smo conjeturar pm aqu que es
Dios el que quebrc) estas cadrnas, y quit aquel yuc-o tao
pesado de su cerviz? Qu ha de hacer, sino alabar a Dios
con el Ptopheta, 1 cltcicndo: Qurb1aste, Seiior, mis ata-
duras: a ti sacrificar sac1 ijic/o de alabanzn, e hwoca-
re' 111 santo nomb1e.

C.A.J.>ITU I.O XIX.

DJll, OCTAVO J'IIIVILEGIO Dfl LA VIRTUD, QUE ES LA lliENAVENTVRADJ.


I'AZ Y QUII\'l'UD I NTEII IOil I>R QUE GOZAN LOS UVE!I'OS: Y DE LA Mt-
SiliiAf - ": GlltlRl\A Y DESASOSIEGO QUE DENTRO DE SI PADECEN LOS
~1 ,\f.OS .

Oc eMe privilegio susodicho; que es la libertad de l<is


hijos de Dios, se sigue Ol i'O no meno1, que es la paz y so-
siego intetio en que viven los tales. Para cuyo entendi-
miento es de saber que hay ues maneras de paz: una con
los proximos, oua con Dios, y Ol l'a consigo mismo. La paz
con los proximos es estt en gracia y amistad con ellos,
sin quere mal nadie: la qual tenia David, 2 quando de-
cia: Con Los que aborre.:ian la paz era yo pacifico, y

1 Psalm. CXV. 2 Ps~ lm. CX IX.

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200 GUIA DF. l'I!CADOilF.S,
ruanrlo les hablaba con mansedumb re, me hacia1l
guerra sin causa. Esta paz nos encomiend a el Apos-
rol 1 S. Pablo, amonestandonos que trabajemos LO-
do lo posible, a lo menos quanto es de nuestra pat-
te, pot tener paz con todos los hombres. La segunda paz,
que es cou Dios, consiste tarn bien en la gracia y amistad
de Di o.~, que se a lcanza pot mrdio de la justificacion; l:l
qual tecoocilia e l hombre con Dios, y hace que Dios ame
al hombre, y el hombre Dios, sin que aya guena ni eon-
tradicioo de parte a parte. De la cual di~ o 2 e l Apostol:
Pues estamos !Jfl jtutijicarlo s med/ant c la ji: !1 amor por
Cluisto nuestro Salvado r, por el cual rtlcawwmo s esta
gracia; t engamos paz con Dios. La tercera paz es la que
el hombre tiene consigo mismo: de lo qua) nadie se deiJC
mata,illar; pue!i nos consta que en un mismo hombre Ita y
dos hombres tan contrarios entre s, como son e l inreriot
y el c~ t etior; que son espirilll y came, passion y razon: las
qualcs no solo hacen quel'la cruel y contrad icion al espi-
rilll, mas tambien inquietan con sus apetitos y deseos en-
cendidos, y con su hambre canina a todo el hombrP: con
lo qual pertmban la paz interior, que t>S e l sosiego y re
poso de nuesrto espritu.

- T.

D e ta g uerra !1 d csasosie_o 'ntel'ior de los malos.

Esta es pues la g uerra y desasostego continuo en que


generalmen te viven todos los hombres carnales: porque co-
mo ellos por una parte carezcan de g tacia, que es el freno
con que se mortifican las passiones; y por olra tengan tan
deseo frenado y suelto su apeti to, que apenas saben qn co-

Hom. XII. 2 Rom. V.

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I'An'iR rnumnA. 123
sa sea rcsistil'le en nada: de aqui nace que viven con in-
l:initas mnncms eJe deseos de rosas diversas: unos d htuas,
otros de ofic io~, otros de privanzas, otros de dignidac.le,;, otros
de hacienda, otros de ta les y tales casamientos, y otros de
Jvcrsas mancras de passatiempos y dcleytes: potcue este
apetiw e11 como un fu eao insaeiaiJie qne nu nca dice bnsta,
o como unabestia tracadora ne jams se harta, o como
aquella sanc-nijoeltl chupador a de sangtP, ele quien 1 dice
SaJomon que tiene dos hijas,.las qnales sicmrwe dicen: Da-
ca daca. E~ta saurn ijnela es el aprtito insaciable de nuestro
corazon: y estas J os hijas Sll~as son, por una 'parte la ne-
cesidad, y por otra la coc.licia: de las qualt's la una es como
sed vcrdadern; ia otra CO!l)O fa lsa: y no menos aflige" la ua
rp r la o't ra; pnesto caso que la una sea nccessWa,d ve'rda-
c.lcra, y la otra fa lsn.
Le donc.le nace qne ni los pobres, ni los ricos, si son ma-
los, tienen sosiego; porque en los unos la necesidad, y en
los ouos Ja codicia,' ~iem pre est solicitando et col'a'I.On, y
diciendo: l.>uea, d:~cn . Pue.qcu descnnso, qu reposo, qu
paz puede tener el hombre, est:~nrlo siempre estos dos so-
licitadores perpetuos llama ndo a la puertn, y pidiendole in-
fini tas cosa~ qne no csl<t. en su mano darselas? qu repos
podria ICilCl' el corazon de o oa 'madre, si vicssc diez doce
hijos .ti derredor' de s dando voces, y pidiendole pan, sin
1cnerlo? Pues c.~t a es una ele las principales miserias de los
malos. Los qnalcs, como dice el Psalmistn, 2 estan perecien-
do de 'hambrc y de sed,~ desfalleciendo su anima eo ellos.
Porque como est tau apoderado de ellos el amor pr'opio,
cuyos son c.~tos deseos, y tenrra n puesta toda su felicidad
en estos bienes visibles; deaqlli nace esta sed y hambre ca~
ni na que tienen de aquellas cosus en qt1e piensan que con-
siste esta felicidad: y como no todas veces pueden alcanzar
lo que dc.~C.'\n, porq uc se lo defienden otros mas ~olosos o
mas poderosos, de nqui vienen a pel'lurbar se y con&ojarse
ele la mancta que hace el nilo ;oloso y re;a Indo, que quan-

j Pl'V, XXX. 2 I'Enlm. en .


'l'O~r o l. 35

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121., CVJA DE PE(;ADQI\BS,
do le niegan lo que pide, llora y patea, y est para reben-
tar-. Porque assi como es arbol de vida en cunplimiento del
desed; 1 segun dice el Sabio, assi no hay otro mayor de-
sabrimiento, que desear, y no alcanzatlo desrado: porque
esto es como perecer de hambre, y no tene que comer.. Y
es lo bueno que mienLJ'as mas se les defienden lo que desean
mas les crecen con esta prohibicion el deseo y con el de-
seo no cumplido el tormento; y assi andan siempre en una
Jueda viva sin reposo.
Este es aquel estado miserable que siGnific muy alta,
mente el 2 Salvado en aquella parabola del hijo prodigo
de quien dice: Que salido de la casa de su paJre, se fue
una region muy lt:jos, donde huvo una {pande hambre
de Ja qua! alcanz a l tanta parte, que la necessidad le
hizo venir guarda puercos, siemlo hijo de tan noble
padre: y lo que mas es, cue deseaba henchir el viente
Jtde aquel maoja vil que coman los puercos, y no havia
n quien se lo diesse." Con qu otros colores se pudiera pin-
ta1 mas al propio todo el discurso y miserias de la vida de
los malos? quin es este hijo prodi~o qne sale de la casa
de su pade, sino el miserable pecador que se apal'la de
Dios, y se de1rama por los vcios, y usa mal de tod_os los
beneficios divinos? qu reJion es esta de tanta hamb1e, sino
este mundo miserable; donde es tan insaciable el apetito de
los mundanos, que jamas se ''en hartos ni contentos con
las cosas que poseen, sino que siempre anclan como lobos
hambrientos deseando y suspiantlo po mas? y qul es si
piensas, el oficio en que es! os entienden toda la vida, sino en
apacentar puercos:quees r n buscar hartura y contentamiento
para sus apetitos sucios y deshonestos? Si no, patate a mi-
rar los passos qoe da un homb1e muy ve1de; y muy me-
tido en el mundo, desde la maana hasta la noche, y aun
desde la noche hasta la maiana; y hallars que todo se le
va en buscar como apacentar y deleytar alguno de estos

1 Prov. XtU. 2 Lucre XV.

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tUll'B PU\11!8..&. 125
sen! idos bestiales: o la vista, o el gusto, o el oi~o, o el tac-
to, t'1 los <lemas: como unos putos discpulos .de Epicuro, y
no de Christo; como sino tnviessen mas que solos cuerpos
de bestias; como sino creyessen que hay otro fin sino para
deleytes sensuales; assi en niouna otra cosa entienden sino
hoy aqui, maiana alli, anda. a ca1.a de ustos y passatiem-
pos con que apacentar al;unos de estos sentidos. Que
otra cosa son sus galas, sus fiestas, sus banquetes;' sus re-
r;a los, sus ca.mas, ~us musicas, sus conversaciones, sus vis-
tas y sus salidas, sino andar buscando pasto para este linage
de puercos? Pon le t a eso el nombte que qmsieres: llama-
lo gentileza, o grandeza, o, si queres, cortesana; queen el vo
cabulario de Dios no se llama eso sino apacentar puercos.
Poque assi como los puercos son un linage de animales
que se huelgan con el cieno hediondo, y se apacientan
de manja1-es viles y sucioS assi los corazones de los tales
no se deleytan sino con el cieno sucio y hediondo dEl los
delevtes carnales.
Y lo que e:-tcede a toda miseria, es que el hijo de tan
noble padre, c1ado para mantenerse en la mesa de Dios
con manjares de Aneles, aun no puede hartarse de estos
manjares tan viles, s~un es grande la caresta de ellos:
poque como son tantos los merchantes de esta mcrcaduria,
los unos se Impiden a los otros; y assi se quedan todos ayu-
nos. Quiero deci, que como son tantos los que andan a
lu rebatila, no pueden dexa1 de haver entre ellos mucha
contienda: ni es possible que los pt!ecos debaxo de la en-
cina no guian y se den de navajadas unos a otros sobre
qun tendr mas parte en la bellota.
Este es aquel estado mise1able y aquella \.lambre que
describe tambien el Propheta, 1 quando dice: Anduvieton
por lugares yenn'Js y solitarios, y por grandes pdramos
y sequedades, pereciendo de sed !J hamb1e hasta venr e
tle~fallecer. Pues qu hambre es esta y qu sed, sino el

f'salm. C\' 1.

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126 G.CIA Oll l'llC..~OOIHlS,
.apetilo cnecntli.do q'ue \os n~alos.lienen de las cqsas del mun-
do; elcud mirniias mas se cumple mas se et1ciende, y men
1ras mas Le be was ~ed padece:>, y n11en1 ras mas leia le ecb,IU
mas arde? O geme miserable! \' de dnde os nace esHt sed
1an enc;endida, si o o de que ha veis desamparado la..fuellle de
l.S aeuas vivas, 1 y OS vais a beber a los a le-ibes rOlOS, <1 ue
no pueden n temer las ap.1as? Faltos el rio de la ve1dadcra
felicidad, y por eso anJais perdiJos por los dcs.i.e:to.s y po1los
charq p illos y !acunas unbias de los l)l.cnes , pcrccednos a
mara! la. sed. A1tificio fu e es1c J e .aquel cru;l H olofeioes
2 que quaodo cerc la ciudad de Bclldia, mand corra Jos
caos pot do cntrai.Ja el ar,ua a la ciudad, y ussi no les que-
d'ron a .lqs po,IJres cercados sino !lnas fueotewelas jnnl o
a los .muros, donde a hn1:1o beban alauoas ~oti llusde agua,
mas para untar Jos lai.Jios, que para , tnalar la sed. Pms
qu otra cosa haccis los amad01:cs t\e delcytcs, .los cozado-
res .de ho.nyas, los amios de rcr,a los, despucs qt~e perdisteis
la vena de las auas vivas: sino anda .. hchic11do a huno de
esas pobres fuentezuelas de las criaturas .q ue hallais a ma-
no, que mas sou para untar IQs labios y atiza la.sed, que
para malaria? O ll,liserable criatura en .qne <tildas, 3 como
dice el Propbeta, por <~ 1. C<Hnino de los Assy1.ios a IJcbCI'
a{l'ua turbia y ceoagq~a! Que ;1;ua pueJe sc1 '.nas cenagosa
qu,e el dele yle sensua l; puc~ JlO S\" puede bd;c1 si11mal olm
y ma 1sabor? Pon ue qu peor oJo que b iuf~u11a del peca-
cado? y qu pCOI' sa!Jo CJUC cJ I'ClllOr.d!mieni O de CooeC!l
ca, que de l proceden? Que, como diec rnny bien un philo-
so.pho, son dos per.~petuos compalcros dd deleylc carnal.
Y acaece aun ma.~, q uc como <s,l c apetito SC'a cieo, y
no ha:;a qiferencia dtt lo que se puede o no .se puede alcan-
zar; . y,_ ~u,cbas ye~~s )a. fuerza del. deseo haaa pa1ecer fa-
cil Jo .que .es mas .di6cp: de aqu nace. desea1 muchas co-
sas, (Lie p . pu~de alcarrwr; porque no hay ci>M\ mucho pa-
ra d~.sear, rue no tenaa otros muchos descoso~ que antlcfl

1. liicr. 11. 2 Judisb. \'11. 3 Hiero. VL

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I'Ait'l;ll Plli~IJ!I\A. 127
en pos de .ella, y muchos amadores y con!endores que la
ddlend<n: y como el a peLito quiere, y no puede; codicia;
y uo alcanza; tiene hambre, y no l1ay quien le d de co-
me; y mucha; yece? t ic11de \o; brazos en valde, y madPu-
ca de maiana, y nada le sucede; y a veces, ~>ubiend ya
po la C$Cala, le derriban de Jos muros abajo, y le q.u itan
de las manos lo que pa1:ece que ya tenia; de aqui procc-<.le
el morir, y el rcben!ar, y el ,congojarse y. desped:t;ro!se (leo -
lro de s mismo, por verse tan a!cjado de lo que desra. Por-
que como esras do.s tan principales fuezus del anima, qn\!
son i:Jscible y concupisciule, est:n entre s de tal ma.nera
ordenadas, qne la una sir ve a la .otl'<lj claro est que mic:n,
tra la parle c:oocupisc:ihle no alcam.re lo que desea , lue-
(jO la irasciule ha de sa li uo por. ella, congojandose y em-
brave~ientlose, . y poniendose a . todos los encuentr.os Y pe-
lipos que pudi(re, po dar contentam.iento a su hermana
quando la ve triste y descontenta .. Pne.s de esta . ~onfusion
de deseos nace ~te desasosier,o intc1:ior de que t.rat amos: <'l
qual llama g ue1ra el Apo~tol San~iago, 1 quando dice: De
dnde proceden las guenas y Las contieTLdas que hay
entre vosotros, sino de las ,orlias y apetitos que mdi-
tan !1 pelean cu vuest1as a nimas, ruaudo codiai l"s
cosas, y no podeis alcam,arlas!l Y llama la guerra con mu-
cha azou , por la lucha y cootralicion naL ma l que ha y
cutre el espiiLu y la carne, y Jos deseos de la una parte
y de la otra,
Y aun acaece en este ;enero de cosas otra mas pam
scnLir: y es, que ruJJchas veces vienen los hombres a al-
cansa todo lo que parece que uastaba para l('nc el con-
tenta micnLo que ellos havian de,seado: y estando en tal es-
t.Hio, que podrian ,. si quisiesse.n, vivi a su placer; con
todo vieuca mcterseles e.n la cabeza, que les conviene-pre-
Lendc tal maoe,a d~ honra o . d9 tiLplo, o de luga o de
precedencia, o de cosa sem<'jantc: la qual si pocuran y no

1 Jacob I V,

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128 GIJIA DK PECAUORI(S,
alcanzan, vienen a entristecerse y con~ojaise y recibit
mayor tormento con aquella nonada que les falta, que con-
tentamiento con touo q uanto les queda: y assi viven con
esta espina, o por mejot dect con este perpclllo azote to-
da la vida, que les a~ua y vierte toda su prosperidad, y se
la conviene en humo. E~to llamo yo enclava r el artilltria:
que es cosa que suelen hacer los enemigos en la jller'l'a:
lo qual basta para que un Lito muy grueso y muy pode-
roso no sea de provecho, quedandose tan enteto y tan
~rande como deantes: porque solo esto basli para desha-
cer 10da su fuerza. Y de este mismo artificio usa Dios con
los malos: para que clal'issimameme entiendan, si ellos qui-
3essen abrir los ojos, que la felicidad y contentamiento del
corazon humano es dadiva de Dios; y que l la d qoan-
tlo quiere, y a qnirn quiere, sin ninc-uno de es1os apa tatos;
y la quita quando quiere, con solo endavar, como dixi-
mos, el artillel'ia~ que es permif iendo a l ~u no de estos de-
sa.r,nadcros y vertederos de su prospetidad. Por donde que-
(landose 1an ricos y tan pros peros en lo que parece por de-
fuera por solo esta falta secreta viven tan trisfes y dcscon-
conlentos como si nada tuvieran. Y rst o es lo que divioa-
lllenle sirni6c el mismo Seior por haias, hablando contra
Ja sobervia y potencia del' rey de los Assyrio~. l diciendo
que l pondra flaqueza en medio de su r,ro~ura, y fueao
debaxo de su e loria, con el qua! ardiessr. Par-a que por
aqui se vea ccnro sabe Dios dar un bar'l'cno al na vio que
prospcramente- nave~aba, y poner flaqurza en medio de la
fortaleza, y miseria en medio de la pro~peridad. Lo mismo
tambien nos es si{llificado en el libro de 2 Job donde se
dice, que los grgautes gimen deba.'!:(} de las aguas: par a
que se vea que tambirn pa!a esto tiene Dios sus honduras
y sus trabaj:.ls como para los prqueiuelos, que parecen es-
tar ma~ sujetos a las injurias del mu11do. Pero nruy mas
claramente slo-nific 3 esto Salomon, quando entre las.jran

1 Isai. X. 2 Jou. XXVI. il Eccl. VI.

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rABTE PRI~RRA. 129.
des miserias del mundo conl{, el>la po una de las mayores,
diciendo: }/ay aun otro mal 'fUe 1i deba.'I:O del sol, ymuj
co11tun e1t el muuo. !' etet"s llll ho111b1 e, a quien JJios dtl
1iquezas y hacienda y houra, y 1llli!JIIIl bien falta a su
anima d e t odos los rnc desea; y ,ou todo esto tto le diti
poder para comer de lo,que tic11e, sitto que otro es11mi11
se lo traga ni. Pues que es no tenc el hombre pode pa
a come de lo q ue 1cne, sino no logra las cosas que po
see, ni lene con ella~ a<lttel contentamiento que le pudie-
ran dar? Porque con un desap,uadero de estos que diximos 1
ordena Dios que se vie1ta toda su felicidad: para que pot
aqui se en1 coda qne assi como la verdadera sabidura no
la dan lc1as tmlCIHis, s u o Dios; assi la verdad('ru paz y
contentam ienlo tnlllpoco lo dan las riquezas y bienes del
mundo, sino Dios.
Pues lomando al poposito: si aun los que tienen lO
Jas las cosas que desean; no teniendo a Dios, viven tan
deseonlento~ y desab1idos; qu hnrn aquellos a quien
todas las cosas faltan; pues cada una de estas fa has es
una hambre y una sed que los fn1iga, y una espina que
trahen hincada en sn corazon? l'nes qu paz, qu sosiec-o
puede hnver en el anima donde hay tanta importun idad,
tanta etierm y tanto desasosiego de apetitos y pensamien-
tos? l\Iuy Len dixo 1 el J>opheta de los tales: El cora-
zon del 111nlo es como la .mar quando andfl en tor111enta,
que no puede reposm. Porque? qu mn, ni qu olas y
vien1os pueden se mas mas furiosos que las passiones y
apetitos de los malos? Las quales suelen a veces revolvel'
mares y mundos. Y aun acontece muchas veces levantars e
en este ma vientos contra.ios: que es o11o linage de tor-
menta mayor. Ca muchas ver.es los mismos apetitos pelean
eolre s unos conll'a ouos, como vientos contrarios; pol'-
que lo que quiere la carne;no quiere la boma, y lo que quie-
re la homa, no quiere la hacienda; y lo que quie1e la ha-

t Isai. t VIl.

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130 GUI A DF. I' ECA OOJtF.S,
cientln, no qniei'C h\ fama; y lo que qnir re la f.-.in)a, no
fuierc la pereza y el amor del replo: y. assi acaee que
deseanuolo todo, no saben qu tlescarsc: y aun ellos mis-
mos no se entienden, ni saben qu toma ni qu dcxar;
por encont rnrse los npe1 itos unos con otl'lls; como hnccn
los malos humores en las eoft'rmedades complicadas, don
de apenas halla la medicina lo qne deba hacer; porcuc lo
que rs saludable contra un httlliOI', es contr:nio para otro.
Esta es aquella confusion de las lcnG'ual\ 1 uc Babilonin, y
aquella contradicio n contra la cual el Prophcta hace Ol':l-
cion a Dios, 2 diciendo: Deslroye, Se11or, y divide ms
lenguas; porque v maldad y Clllltradio n en la ciudad.
P ues qu divi6ion de )enanas, y qu maltlatl y contradi-
cion es esta, sino la que passa <'11 d co1azon de los hom-
bres mundanos entre la d irersiclad de sus apetitos, qnando
se encuentran 1.mos con otros, deseando cosas conuasias, y
aborreciend o uno lo que quiei'C el otro'

~ - 11.

.De la przz y ~oslcgo inLeriur en 'JlfC viven lus buenos

Esta es pues la soe1te de los malos: mas los buenos


por el contrario, como tienen tan bien troLcl'llados todos
sus apetiLOs y deseos: corno tienen t.au domadas y morti6cac.lall
sus pasiones: como tienen puesta su felicidad, no en estos
falsos y pereccdel'lls bienes, sino cu solo Dios, que e& el
cenuo de su fdicidac.l, y en aquellos eternos y verdaderos
bienes que nadie les puede quita1;: como tiene por enemi-
go perpetuo el a 111or propio y su carn e propia con toda la
quadrilla de sus apetitos y deseos; y como tienen finalmente

1 Genes XI. ~ Psalm. LI V.

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PAIITI! SI!GU!ID.l . 131
su volunt.ad tan resignada y puesta en las manos de Dios,
ue aqui nace que ninguna de estas molestias los inquieta
y pet'tUIba, ele t.almanera que les baga peder su paz.
Pues este es uno de los pincipales galadones entre
otro~ muchos que promete Dios a los amadores de la
virllld: lo cual nos testifican a cada paso todas las escl'ip-
turas divinas. El Real Ptopheta 1 dice: Mucha paz tienen,
Seiior, los que guardan vuestra ley, !JtW hay cosa que
los escandalice. Y por lsaias 2 dice el mismo Seior: Ojala
huviertls tenido cuenta con miS mandammtor, porque
fuera tu paz como 1111 rio caudaloso, y tu justicia como
las agnas de la mar. Y llama aqui esta paz rio, po la
~rao virtud que ella tiene ptua apaga las llamas de nues-
tros apetitos, y temphll' el ardor de nuestras codicias, y
cgat las venas estetiles y secas de nuesuo corazon, y dar
a nucsttas animas refrigerio. Lo mismo tambien signific
divinamente, aunque con grande brevedad, Salomon, 3 di-
ciendo: Quando havlereu agradado a Dios /m caminos
del /ombre, e'/ har t!le sus enemigos tengm1 paz con l.
Pues q enemigos son estos que hacen gueJTa al hombre,
sino sus propias passiones y malas inclinaciones de su car-
ne, que pelea siempl'e contra el espirito? P ues estas dice el
Seo, que hat venir a tener paz con l, quando po virtud
de la r,racia y de la buena costumbre vienen a habitua.se
a las obras del espritu, y assi lienen paz con l; porque
no le hace t.an Cl'ltel guel'ra como antes solan. Porque
aunque la virtud en sus principios sienta grande contradi-
cion en las passioues; dcspues que llega a su p!'rfeccion,
obra con r,r1o suavidad y facilidad, y con mucha menor
contradicion. Finalmente esta es aquella paz que pot otro
nombre llama el propheta David anchura de corazon, 4
quando dice: Ensanchaste, Seilor, mis passos dcbaxo de
mi, !/ no Je ctJlaquecie1ou ut' debilitaron mis piu. Por
las qualcs palabras quiso el Propheta declarar la diferen-

Psalrn. CXV111 . 2 Isai. XLVIII. 3 Prov. XVI.


lo Psalm. XV11.
'1'11!111 l. 3(i

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132 GUIA DE PECAD0 R6S,
cia que hay del camin de los uuenos al de los malos.
Porque los unos andan con los cotazones apretados y
congojosos, pot los temores y cuidados con que viven: co-
mo el caminante que va por una senda muy e.~uecha en-
tre gtandes batTancos y despeaderos, temiendo caeJ' a
cada passo; mas el otro camina holgado y seguro, como
el que va po1 un camino llano y ~spacioso, que no tiene
pOI' que teruel'. Esto entienden mucho mejo1 los justos por
la practica que pOI' la theorica; porque todos ellos recono-
cen la diferencia que hay de su corazon en el tiempo que
sirvieJ'On al mundo, y en el que se ofrecieron a 1 servicio
de Dios: potque entonces a cada ocasion de uabajos todo
eran congojas y sohtesaltos, y temores y apetamientos de
c01azon; mas despues que dexado el camino del mundo
ttasladal'On su corazon al amo1' de los uienes eternos, y
pusieron toda su felicidad y confianza en Dios, passan or-
dinariamente por todas estas cosas con un corazon tan
ancho, tan quieto y tan rendido a la volnutad de Dios,
que muchas veces ellos mismos se espantan tanto de esta
mudanza, qne les parece no ser ellos los que anies eran,
o que les han trocado los corazones: tan mudados se
hallan. Y a la ve1dad son ellos y no son ellos, p01que
au nque sean ellos quanto a la na t.uralcza, no son
ellos mismos quanto a la gracia; pues de ella procede esta
mudanza: aunque nadie pueda tenc1 evidencia de ella.
Esto es lo que promete el mismo Seiior por Isaias, 1
diciendo: Quando pasares por las r'guas estare' co11tigo,
y los rios no te cubrt'rtin,y en medw del,fucgo no te que-
mards. Pues qu aguas son estas, sino los arroyos-de las
tl'ibulaciones de esta vida, y el diluvio de las mise1ias in-
numembles que cadt\ dia se ofJ'ecen en ella? y qu fuego
este, sino el a1'd01 de nuestra carne, que es aquel horno de
Babylonia que atizan los ministros de Nauuchodonosor, 2
que son los demonios; de donde se levantan las llamas de

1 Isai. X Llll. 2 Danic. III

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NRTR SBGDNDA. 133
nuesuos desordenados apetitos y deseos? Pues el que en me-
dio de estas aguas y de estas llamas, en que todo el muo-
do gcnetalmente peligra, per~evera sin quematse; cmo no
banuntar pot aqui la presencia del E.~piritu santo y la
virtud del favor divino? Esta es aquella paz que, como 1
dtce el Apostol, sobrepuja todo sentido: porque ella es un
tan alto y tan sobrenatural don de Dios, que no puede el
entendimiento humano pot sr solo entender como sea po-
sible que un corawn de carne est quieto y pacifico y con-
solado en medio de los torbellinos y tempestades del
mundo.
l\las el que esto siente, alaba y reconoce al hacedot"ae
estas matavillas, 2 diciendo con el propheta: J7end !/ ved
las obras del Se<Jr, !/ lM maravitlasque Ita ubrado en la
tienn. C'a l !tizo pcd(lz.os el arco,!/ quebr las armas, y
los escudos quem en el.fuego, diciendo: dexad las armas,
!J vivid e1t paz y teposo, para que veais como yo soy Dios
ensalzado en el cielo y ert la tiera. Pues siendo esto as~i,
qu cosa mas rica, mas dulce, y mas para set deseada,
qne esta quietud, este reposo, esta anchura y rtandeza de
c01azon, y esta bienaventurada paz.
Y si pasares mas adelante, y quisieres sabet qua les sean
las causas de 'do procede este don celestial; a esto respon-
do que ptocede de todos estotros privilegios de la virtud
que havemos dicho: potque assi como en la cadena de los
vicios unos estn tra vados con otros, que son causa de ellos;
assien la escala de las virtudes unas tambten tienen esta mis-
ma dependencia tle las otras: de tal modo, flllC la mas a ha
assi corno produce de s mas frutos, assi tiene mas races
de donde nace. Y a&si esta bienaventurada pn1., 3 que es
\lOO de los doce frutos del Espritu santo, nace de estotros
frutos y ptivile~ios que diximos: y seialadamentc procede
de la misma virtud, cuya compaera indivisible ella es:
potque assi como a la virtud naturalmente se debe reveren-

1 Philip. n. 2 Ps31m. XL V. :1 Gala!. V.

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13. ()UU DE PECADORES,
cia y ho01a exterior, assi tambien se le debe la pa1.
interior la qual j untamente es fruto y premio de ella.
Porque como la guerra ioterior proceda de la sober-
via y desasosiego de las passiones, como ya diximos,
estando estas domadas y enfrenadas con las mismas virtu-
des, que este oficio t ientl, cesa la causa de estos bullicios y
desasosiegos. Y esta es una de las tres cosas en que consiste
la felicidad del r eyno del cielo en la tierl'a: del qual 1 dice
el A postol: El 1 eynv de Dios 110 es co111cr ui beber, sin a
justicia, paz, !/ alegria en d Espirita santo. Donde por
la justicia, segun la cosLUmbrc eJe la lengua hebrea, se en-
tiende la mrsma virtud y santidad eJe que aqu tratamos:
en la qual juntamente con estos dos frutos admirables, que
son paz. y alegria en el Espiritu santo, consiste la felicidad
y bienaventuranza comenzada, de qu e los justos {l'Ozan en
esta vida. Y qu e esta paz sea efecto c.Jc la vil'lud, <.licelo el
mismo Seor claramente por Isaias assi: La paz ser obra
de la justicia; y el fruto de esa misma justicia ser el s i-
lencio y sepuidad perpetua: y asentarse ha mi pueblo e11
la hermosura de la paz, y en las moradas de la confianza,
y en un descanso harto y abundoso. Y llanm aqu silencio
a la misma paz interi or, que es e l I'Cposo y quietud de las
pass10nes, que perturban con sus clanJOJ'(:s y deseos con-
~ojosos el reposo y s ilencio del aoirmr.
Lo segundo nace esta paz de la libertad y seiorfo de
las passiooes, de q ue arriba tratarnos. Porque as.~i como des-
pues de conquistada y seoreada una ticr'l'a, y su~etados
los moradores de ella, luego hay en ella paz y t ranq11ili-
dad, y cada uno se asienta debaxo de su higuera y de su
pana sin temor ni recelo de enemios; a~si despues de con-
quistadas y seiioreadas las passioncs d e nu cstra anima,
que son, como dixirnos, la causa de todos sus desasosieaos,
luego se sigue en ella nn silencio intcrior y una paz admi
r abie, con que vive quieta y libte de la gne1Ta y contra-

t Hom . XI\'.

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PAilTE S6 0tjNDA . H9
lilicion impotuna de estas perturbaciones. De manera, que
assi como ellas quando ean seoras, y estaban apodera-
das del hombre, lo revolvan y alteraban todo; assi ahora
quando el homlre est lib1e de la tyania de ellas, y las
tienecaptivas, no tiene quien de esta manera le evuelva la
casa y le perturbe la paz.
Lo tercero nace tambien esta paz de la grandeza de las
consolaciones espilituales, de que arriba tratamos: con las
quales de tal manea s satisfacen y adormecen basta los
deseos y afectos de nuestro apetito, que por entonces estn
quietos y satisfechos con la parte que les cabe de estos re-
licbes de la porcion supeior del anima. Porque alli la pa-
te concupisr.ible se da po contenta con aquel sobe1-ano
gusto q ue recibe en Dios; y la irascible se quieta viendo a
sn hermana satisfecha y comenta. Y assi queda todo el
hombre quieto y sosegado con el\ta participacioo y gusto
del su mo bien.
Loquarto nare tambien esta paz del testimonio y ale~
gria incio de la buena conciencia, de que arriba tratamos
que da {l'ande quietud y descanso al anima del justo; aun-
q ue no la aseauc p<:rfcctamcnt.e, poque no se descuide,
y pieda el estimulo sant o del temo
Ultimamcnte nace esta paz de la confianza que los bue-
nos tienen en Dios, de que tambien tratamos, porque esta
sealadamente les hace estar quietos y consolados aun en
medio de las tol'lnentas de esta vida, por esta aferTados
con las ancoras de la esperanza: que es po coofia que
tienen Dios por pad1e, por valedor, po defenso y por
escudo: debaxo de cuyo ampal'o con mucha raron viven
q uietos, 1 c;antando con el Pl'ophcta: En paz juntamente
dormire' y descansare'; porque t , Se1ior, aseguraste
mi vida ton la esperama de tu miser/cordia. Ca de esta
nace la paz de los justos y el emedio de todos sus males
poque qu aron tiene pam con~ojarse quien tiene tal
valedor?

1 l'salm. IV.

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GUIA DI; PI! CA D O R I!~ ,

CAI'ITULO ;t~.

DEL " 0 !1<>-l!&ll'lLEGIO DE LA VIRTUD 1 QUB ES I>E CIIO OYE DIOS LAS
ORAC I O~S DE LOS DUEli"OS Y DES ECUA. LAS Dll LOS MALOS .

Tiehen tambien otro g-rande pdvilciio los scgui.don:s


de la vi1tud , que es se odos t.lc Dios en sus oraciOne&:
lo qua! es un gran remed io para todas las necesdades y
miserias de esta vida. Y para esto es de sabe que dos di-
luvios universales ha habido e n el mundo: rmo mate ial y
otro espiitual: y ambos por una misma causa, que es po;
pecados. El mateia l q ue fue en tiempo de No. 1 no dex
en el mundo cosa viva mas de lo que pudo caber en una
arca; porque todo se lo uag-a ron las aguas, de tal manera,
q ue la m a s01hi{ a la t icrra con todos los trabajos y ri-
quezas de los ho mbres. i\las el ouo prime diluvio, que
naci Jel pirne pecado, fu mucho mayor que este; por-
que no sob dai1 a los hombres que en aquel tiempo cmn,
sino a todos los siglos presentes , pasados y venideros; y
11 0 solo hizo daio los cuerpos , sino mucho mas a las
animas, pues tan robadas y desnudas quedaron de las ri
quezas y gracias q ue el mundo en a quel primc hombre
haba recibido: como se ve claro en un nio rccien nacido;
el qua! nace tan desnudo de todos estos bienes, cun desn udas
uahe las carnes.
P ues de este r>l'imet diluvio na<'ieron todas las pobre-
zas y miseias a que la vida humana esta sujeta: las cua-
les son tantas y tan gandes, r u e d ieon materia a un
gra o 2 Docto y Summo Pontfice para hace un libto de
solas ellas. Y mucbos gandcs Philoso phos conside1ando

G~ncs. V11 . 2 lnnoccntiu s ele vilitato conditionis humau;c.

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P~ITK SEGVNDX. 137
por una parte la dignidad del hombre sobte todos los otros
animales, y por otra a qun tas miserias y vicios est su
jeto, no acaban de maravillarse viendo esta desotden en el
mundo; porque no alcanzaron la causa de ello, que fu
el pecado. Potque veian que solo este enttc todos los ani-
males usa de mil difereucias de carnaliuaues y deleytes : a
solo este fatiga la avaricia, la ambicion, y u n insaciable
deseo de vivit, y el cuidado dn la sepultura, y de 1~ que
despucs de ella ha. de ser: ningu no otro tiene la vida mas
fragil, ni la codicia mas encendida, ni el miedo mas sin
proposiro, ni mas rabiosa la ira. Vean tambieu a los otros
animales pasar la mayor p:ute de la vida sin enfermeda-
des y sin los tormentos de los mcdicos y de las med icinas:
veianlos p1oveidos de todo lo JH'Ccsatio sin trabajo y sin
cuidado. .Mas al hombre miserable vean sujeto a mil cuen-
tos de enfemedades, de accidentes, de desastres, de nece-
sidades, de dolores, assi de cuerpo como de anima, assi
suyos propios como de rodos los que ama. Lo pasado le
da pena; lo presente le aflicre, y lo que est por venir le
cong(\ja : y para sustentar con pan y agua una sola boca,
muchas veces le es forzado uabajar toda la vida.
No acabariamos a este passo de conta las misetias de
la vida humana: la qua! 1 r.l sauto Job, dice que es una
pel'pcltla batalla, y que lo!l di as de ella son como los de un
jornalcl'o que de sol a sol trabaja. Lo qua! sintieron en
tanta manera algunos sabios au tiruos, que unos dixeron
que no saban si la naturaleza nos havia sido madre ma-
drastra, pues a tantas miseriM nos sujet: otros, dixeton
que lo m~jo de todo era no nace1 lo menos morir
luerro acabando de nacer. Y no falt quien dixo que mu-
chos no tomran la vida si se la dietao despucs de es-
pel'imcntada: esto es, si fuel'a posible ptobarla antes de
tecibirla.
Pues habiendo quedado tal la vida poi' el pecado, y

1 Job cap. V Il.

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138 CillA DE PECADORBS,
haviendose petdido en aquel prime1 di luvio todo el caudal
que bavimos recibido; qu remedio nos dej el que de
esta manera nos castig? Dime t: qu temedio tiene un
hombre enfetmo y lisiado, que navepndo pot la mar, en
una tempestatl petdi toda su hacienda : sino que, pues ni
tiene patrimonio ni salud para ganarlo, ande tOda la vida
mendigando? Pues si el hombre en aquel universal diluvio
perdi quanlo tenia , y qued tan pobte y desnudo; qu
remedio le queda sino llamat a las puertas de Dios como
un pobre mendigo? Esto nos eoseii muy a la clara aquel
santo 1ey J osaphat, 1 cuando dixo: Conw quiera ruc 110
~cpumos , Seior. lo rue 110s cunven;(z hacer; sedo este
nu~tcdio TIOS queda, rue es levantm nuestros ojos tl vos.
Y no menos signific esto mismo el santo ey E"Lechias 2
qua1:do d ixo: De la 111a71ana a la tan/e, dll1'eis, Seii:or,
fin a 1m vida, mas yo, assi como el hijo de la golondri-
na, llamare', !1 gemire como palo11a. Como si dixera: Soy
tan pobre, y es1oy tan colgado, Scii01, de vuesua miseri-
cotdia y ptovidencia , que no tengo un solo da de vida
seglii'O: y pot esto todo mi exercicio ha de ser estar siem-
pre dando gemidos ante vos como paloma, y llamatos,
como hace a sus padres el hijo de la golonchina. Esto de
cia este santo va ron, con ser rey, y ;mntle rey : pero mu-
cho mayor lo.em su padre David, y con todo eso usaba
de este mismo remedio en todas sus necesidades: y assi con
este mismo espritu y sentimiento 3 deca: Crm mi voz cla-
me' al Serior, con mi voz hice oracion a e'l. Derramo en
presencia de el mi oracion, !/ doy le cucnta de mi tribula-
cion quando 11u' espt'ritu fatigado comiem,a a desfallecer,
Esto es : Quando mirando a todas partes veo cerrados los
caminos y puet'los de la csperan'la ; quando me faltan los
temedios de la tierra, busco los del cielo por medio de la
oracion; la qua) Dios me dex para socotro de todos mis
males.

11. Par, XX . 2 Isai. XXXVlll. 3 Psalm. CXLI.

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PARTE SEGV~DA. 139
Pte-untars pm ventura, st es este seguro y univer-
sal 1-emedio pata todas las necessidades de la vida? A esto,
pues es cosa que pende de !adivina voluntad, no pueden res-
pondct sino los que Dios escogi para Secretarios de ella,
que son los Apostoles y Prophetas: entre los quales 1 dice
uno assi: No haynacionen el111undo tan grande, que tenga
sus dioJes tan cerca de s, como nuet7'1J Seflor Dios asis-
t e (l todas nuestras oraciones. Estas son palab1as de Dios,
salidas por boca de un hombre: las quales nos ce1tifican
sobre t.odo lo que se puede certi6rar, que quando otamos,
aunq ue no veamos a nadie, ni nos responda nadie, no ha-
blamos a las paredes, ni azotamos el a yre; sino que alli
est Dios dandonos audiencia, y aststiendo a nuestJas ora-
c ion~s, y compadeciendose de nuestras necessidades, yapa-
rejaodonos el remedio, si es 1ernedio que nos conviene.
P ues qu mayo consuelo para el q ue ora, que tener es-
ta prenda tan cierta de la a~ istencia divina ? Y si esto solo
basta para esforz.1tnos y ce Jsolarnos; quanto mas lo ha-
rn aquellas palabras y prendas que tenemos de la boca
del mismo Scim en su Evangelio: 2 donde dice: Pedid, !1
recibit e: buscad, !1 hallare: llamad, y habri11,S han.
P ues qu ptcnda mas rica que esta? quin dudar de es-
ta palabJas? quin no se consolata con esta cedula Real en
todas sus oraci ones~
P ues este es uno de los mayores ptivilerrios que tienen
los amadores de la virtud en esta vida: conocer que estas
tan ricas y segm<ts promesas principalmente dicen a ellos.
Porque una de las seia ladas mercedes que nuesuo Seilor
les hace en pago de su fidelidad y obediencia, <'S que l les
acudir;, y oit; siempre en todas sus oraciones. Assi lo tes-
tifica el santo Rey David, 3 quando dice: L os ojiJs dtl Se-
7Wr estdn puestiJS sobte los jusiiJS, !1 sus IJidos e11 las ora-
ciones de cl{o.r. Y por Isaias promete el mismo Seor, 4 di-
c iendo: Ent onces ( conviene a sabet, quando huvieresgt1ar-

1 DcuL. IV. 2 Matth. VII. T.llc XI. 3 Psahn. XXX III !,.. lsai. LVIll
T\)~111 1. 37

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UO OUr DB rl!CADORES ,
dado mis mandamientos ) invQcars, y el SeilQr te oir:
llamars, y decirle ha: Catame aqu prese11te para to-
do lo que quisieres. Y no solo quaodo llaman, sino aun
antes que llamen promete por este mismo Propbeta que los
oir. i\Ias a todas estas prome&as hace ventaja aquella que
el Seor p1omete pot S. Juan, 1 diciendo: St' p er?llane-
cicredes en m, !f guardaredes mis palabras, todo ruan-
toruicrcdespedt reisy !taccrse/ta. Y potquc la grandeza de
esta promesa pareca sobrepujar 10da la fe y credulidad de
los hombres, vuelvela a repetir otra ve-.~; con may01 afit-
macion, 2 diciendo: En verdad, en verda4 os digo que
qua/quiera cosa que pidieredes al Padre en mi nombr,:,
os serd con~editla. Pues qu mayot gracia, qu mayor ri-
queza, qu mayot seoro que este i1 Todo quanlo quisie-
r edes, dice, pediteis y hacerse laa. O palal.Jra digna de tal
prQmetedor! Quin pudiera prometer esto, sino Dios ' cuyo
poder se esteodiera a tao grandes cosas, sino el de Dios?
y qu bondad se oblig<ra a ran graneles mercedcs, sino la de
Dios? Esto es hacer al hombre en su manera seiior de todo:
esto es entregarle las lla \'CS de los tesoros divinos. Todas
las otras dadivas y mercedes de Dios, pot e ra ndes que sean,
tienen sus terminos en que se rematan: mas esla entre
torlas, como datliva Real de Seior infin ito, tiene ('Onsigo es-
ta manera de infinidad; porque no deletmina esto ni aque-
llo, sino todo lo que vosotl'OS quisiercdes, siendo cosa con-
veniente para vuestra salud. Y si los hombres fu essen jus-
tos apteciadotes de las cosas; en qonto haviao de e.~timar
esta promesa? en qunto estimal'ia un hombre tener tanta gra-
c ia y cabida con un rey , que hiciesse de l todo lo que qui-
siesse? P ues si en tanlo se preciaria esto con un rey de la
tierra; quoto mas con el rey del c iclo?
Y porque no pienses que esto es decir, y no hacer, pon
los ojos en las vidas de los Santos, y mita quntas y qun
grandes cosas acabaron con la oracion. Qu hizo l\loysen

1 l oan. XV. 2 Joan. XVI.

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PAnTB SEGUNDA. 141
en Egypto y en todo aquel camino del desierto con la ora
cion? qu llO acauaron Elias y Eliso su discpulo con ora-
cion? qu milagros no hicieton los Apostoles con oracion?
Con esta arma pelearon los Santos: con esta vencieron a los
demonios: con esta triumpharon de el mundo: con esta se
enseiiorearon de la natmalez.a: con esta volvieron en roco
templado las llamas del fuego: con esta aplacaron y aman-
saron la saa de Dios, y alcanzaron de l todo lo que qui-
sieron. De nuesuo Padre Santo Domingo se escribe ha ver
descubierto a un grande amigo suyo, que ninguna cosa ja-
mas havia pedido a nuestro Seiior, que no la huviesse al-
canzado. Y como el amigo le respondiesse que pidiesse a
Dios para Religioso de su Orden al Maestro Reginaldo,
que ea un famoso hombre en aquellos tiempos; el santo
va ron hizo aquella noche oracion por l; y otro dia po la
maiiaua, comenzando el hymno de Prima , Jam lucs o1to
sidcre, entr aquel nuevo lucero por el coro, y echado
a los pies del santo va ron, le pidi humilmente el habito
de su Orden. Este es pues el galardon prometido a la obe-
diencia de los justos: que pues ellos son tan fieles y obe-
dientes a las voces de Dios, assi tambien Dios lo sea en su
manem a las voces de ellos: y pues ellos responden a Dios
quando los llama, le:~ pague l , como dicen, a torna peon
en la misma moneda, respondiendo ~ su llamado. Y por
esto dice 1 Salomon que el vaton obediente hablar victo
ras: porque justo es que haga Dios la voluntad del hom-
bre, quando el hombre hace la de Dios.
1\Jas po el comral'io, de las otaciones de los malos 2
dice Dios por Isaias: Qurmdo estc11dieredes vuesltas ma-
nos apartan! miJ ojos de voJotros, 11 qum1do multiplica-
1edes vtlcsl7as oraciones 110 las oir. Y pot Hieremias los
amenaza el mistno Seii01, 3 diciendo: En el tiempo de la
triulacion dirdn: Levantate, Seiior, !1 libranzos: !f1es-
ponderles ha: Dnde estdn los dioses que adoras/es?

1 Prov. XXI. 2 lsli. l. ;) Hicr. 11.

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11~ GUIA OE 1'8C!DUIIP .S 1
Pues levanten se esos, !1 brente en el tiempo de la Jl(:ce-
ssidad. Y en el libro del santo Job 1 se escribe: Que' esp.:-
ram.a tendr el malo haviend ' robado lo a.geno? p or ven
tura oiut Dio; su da mor quando venga 1wbre tfl 1a an-
g ustia? Y S. Juan en su Canonic a 2 di ce: 1/er?Jumos 111/l!f
amados, si nuestra concie11cia 110 /lOS tcprehcndtcre, con-
.fianz.a t enemos en Dios que alcanzar1Jlos todo lo que pi-
dieremo s; p orque gumdamos sus mandam ieutos, !1 hace-
mos lo que es agradabl e a sus ojos. Conform e a lo q ua! 3
dice David: Si tomcti maldad en mi corazo11, 110 me oir
OJS: mas porqtlc no la comete" oyt dt mi oracion.
De estos lugares hallarm os ottos infinitos en las Es-
ctiptura s Sagrada s: para que po todo esto veas la difcten-
cia que hay de las oracione s de los I.Juenos a las de los ma-
los, y pOt' consig- uiente la ventaja que ha y del partido de
los unos al de los otros; pues los unos son oidos y uatados
como hijos; y los otros despedidos comunm<nte como ene-
migos. Porque como no acompa an su oracion con I.Jucnas
obras, ni con aquella devocio n ni fetvor de espititu, ni
con aquella caridad y humilda d, no se ma a villa que no
sea oda; porque, como dice muy bien Cypri:lll o, no es di-
caz la peticion quando es cstcil la Ol'acion. Vctdad es qne
aunque esto generalm ente sea assi, pero_ es tan grande la
bondad y laq:~ueza sle Dios, que alr,u nas veces se estiende
a oir las oraciones de los malos: las qua les aunque no sean
meritori as, no d exan de ser impetrat orias: porque, como
dice lt Santo T homs, el merecer nace de la cal'idad; mas el
impetra r de la infln ita bondad y miserico rdia de Dios, la
qnal algunas veces oye las oraciones de los tales.

1 Job XXVIII. 2 l. Joann 111. 3 l'sulm. LXV .


~ 11 . 11 . e. LXXXUI . art. X V. el X Vl.

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I'ARTJ SEGUNDA . 143

CAPITUL O XXI.

DECI~IO PRIVILEG IO DE L.t. VIRTUD, QUE ES EL .i.YOD.t.


Y F.I.VOil DE DIOS
CON'fRA-
QUll !.OS BUllNOS REClllllN El'! SUS 'fRIBULACIOI'iES: V POI\EL
L.I.S
RIO, LA UIP.iCIEN CIA V 'fOilliii!NT O CON QUE LOS MALOS P.I.DECBN
SUYAS.

Ouo maravilloso ptivilegio tiene tambien la virtud: que


es alcanzarse por ella fue1-zas para passar ale{pemente po1
las uilmlac iones y miseJias, que en esta vida no pueden fal-
ta, Porque saLemos )'a que no hay ma1 en el mundo tan
tempestuoso y tan instable como esta vida es; pus no hay
en ella feliciJn d tan sc~lll'a, que no est sujeta a infinitas
mancras de accidentes y desasucs nunca pensados, que a
cada hora nos saltean. Pues es cosa mucho pam ootat, ver
qun difcentemente passan po1 estas mudanzas los buenos
y los malos. Porque los buenos, considerando que tienen a
D10s por padre, y que l es el que les enva aquel caliz,
como una puq~a ordenada p01 mano de un n.edico sapien-
tissimo para su remedio, y que la t ribuhc ion es como una
lima de hieno, que quanto. es mas aspera, tanto mas a lim-
pia el auima del orn de los vicios; y que ella es la que ha-
ce al hombre mas humild e en sus pensamientos, mas devo-
to en su oracic.n, y mas puro y limpio en la coociencia; con
estas y otms consideraciones abajan l:t cabeza, y bumilla nse
blandam ente en el tiempo de la lribulac ion, y asuan el ca-
liz de la pass ion o, por habla1mas propiamente aguase lo el
mismo Dios: el qual, como dice 1 el Propheta, les da a be-
ber las lagl'imas por medida. Porqu c no hay medico que
con tanto cuidado mida las onzas del acbar que daa un
doliente, conform e a la disposicion que tiene, quanto aquel

1 l'aalm. LXX IX.

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14/. GUU. DE JlllCAllOnllS,
phsico ce le~tial mide el acibm de la tribulacion que da a
los justos, conforme a las fuen as que tienen para passa1la.
Y si alguna vez acrecienta el trabajo, acrecienta tambien
el favot y ayuda pa1-a llevado: paa qul!assi quede el hom-
bre con la tribulacion tantomas enl'iquecido, quanto mas
a ui bu lado: y de a adelau te no hu ya de ella como de cosa
daiiosa, sino antes la desee como mercaduria de mucha ga-
nancia. Pues con todas estas cosas llevan los buenos mu-
chas veces los trabajos no solo cou paciencia sino tambien
con alegria: po1que no miran a l tmbajo, sino al premio: no
la pena, sino a la corona: no a la amarpll'a de la medicina,
sino a la salud que pot ella se alcauza: no a l dolo del
azote, sino al amor del que lo enva: 1 el qual tiene ya di-
cho q ue a los que ama castiga.
Juntase con estas consietaciones el favo1 de la divi-
na gracia, como ya diximos, la qual no falta al justo en el
tiempo de la tribulacioo. Porque como Dios sea tan ver-
dadeto y fiel a migo de Jos su yos, en ninGuna parte est
mas presente que en sus uibulaei onc~; au nque menos lo
parezca. Si no, discu rre po toda la Escripuua Sag..ada, y
ve11s como apenas bay cosa mas veces n pctida y prome-
tida qne esta. No se dice de l 2 que es a yudado1 en las
n ecessidades y en la tribulacion? No se convida l a que lo
llamen para este tiempo, 3 diciendo: lltmta111.c en el t/cmpo
de la (z'bulaciou, ylt'brararte he !1 honrarme has? No
prob esto po experiencia el mismo Prophcta, 4 quando
dixo: Quando llame' oy mi oraon el S ciiur Dt'os de jus-
ticia,!/ emauch mi corazon en el dt'a de la trt'lmlacion?
o e!l este Seio1 en quien eonfiaba el mismo Pl'opheta. 5
qnando decia: Esperaba yo a ru,tel rue lite libr de la
puittaltmidad del espin'tu, !1 de la tempestad? La q ua!
tempestad no es cien o la de la mal', sino la que passa en
el corazon del pusilanime y del fla co quando es auibula
do: que es tanto mayol', quanto es mas pcqocio su cura-

Uehr. XII. 2 l's nlm. IX. :3 l'snl m. XLIX . ' t>salm. IV.
5 Psalm. L\V.

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l'.i.RTE SEGIJNOA. 141>
zon. La qua! sentencia confltma l con palabras muchas
veces tepetidas y multiplicadas, para mayor confitmacion
de esta vetdad, y mayo esfuet'ZO de nuestra pusilanimidad,
1 diciendo: La salud de los justos viene del SC?ior, !/ tl
es su defemt>r en el l iempo de la t ribulacion: !/ ayudar-
los ha eL Sei'lor, !/ Li{n arios lw !/ defendedos ha de los pe-
cadores, !/ salvarlos ht1; porque en L pusierOil sa es-
peranza.
Y en otra parte muy mas clata mente dice el mismo 2
PI'Opheta: Qudn grandes son, Se1'lor, los bienes que havcis
hecho a todos Los que esperan en vos en presencia de Los
hiosde los hombres? Esconderlos heis ett lo escondido y
secreto de vuestro rosl ro, de las tribulaciones .lf persecu-
cio11es de los !tombrcJ: y de.fendcrlos heis en vuest7o ta-
bermculo de la cont radicitm de las lenguas. Por lo qua!
sea bemlito el Seiior, que tan maravillosamente us conmi-
go de su miseticorc.lia, defcnd iendome y asegurandome co-
mo si estuviet-a en una ciudad de guatnicion; estando yo
1ao detTibado y caido en medio ele la tribulacion, que me
pareca estat ya desampatado y desechado de .la presencia
de vuesttos. ~jos. i\lira pues qu{tn a la clata nos ensea
:\qui el Prop beta el ravor y amparo que los justos tienen
de Dios en lo mas recio de su ttibu lacion. Y es mucho de
ootat aquella palabra que dice: Esconderlos heis en lo es-
condido y secreto de vuestro tostto. Dando a emender,
como dice un Interprete, que assi como quando los reyes
de la tictTa quieren &uatdat a un hombre muy se~uro, lo
enciermn dcnuo de su palacio, para que no solamente las
pat"edes teales, mas la m bien los ojos del rey lo defiendan de
sus eoemir,os, que no purdc ser m~jor guatda, assi aqud rey
Sobetoo defiende los suyos con este mismo recaudo y pro-
videncia. De donde vemos y leemos que muchas veces los
santos vatooes cercados de g randissimos peligros y tenta-
ciones estaban con un animo quieto y esforzado, y con un

1 Psalm. XXXVI. 2 Psalm. XXX.

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. 146 GV lA DE PECADOR ES ,
rostro y semblante sereno; porque saban que tenan sobre
s esta gua1da tao fiel, .que nunca los desamparaba: antes
entonces se hallaba mao presente quando los veia en ma-
yor peligro. Assi lo hizo l con aquellos tres santos mozos l
que mand echar Nabuchodonosor en el horno de Babylo-
nia: ent1e los quales andaba el Angel del Seuor corivil'lien-
do las llamas de fuego en ay1e templado. De lo qua! espan-
tado el mismo L)Tano, comenz a deci1: Qu es esto? no
e1an t1es hombres los que echamos en el fuego atados?
Pues ruien es aquel_qnarlO que yo veo, tan hermoso,
que parece hijo de Dios? ves pues qun cie11a es la com-
paiia de nuestro Seio1 en el tiempo de la oibulacion? Y no
es 2 menor argumento de esta vei'Ciad lo rue hizo este mis-
mo Seior con el Santo mozo Joseph dcspues de vendido
po1 sus hermanos: pues, como se escribe en el libro de la
sabidu1ia, 3 decendi con l a la caree!; y estando en me-
dio de las prisiones, nunca le desampat6, hasta que le en-
treg el scepti'O y seioro de Egypto, y le di pode1 contra
los que le havian aflir,ido, y mostr que havian sido men-
Lilosos los que le havian infamado y puesto macula en su
g l01ia. Los quales exemplos manifiestamente nos declara.n
la ve1dad de aquella promesa del Seio1, 1 que po1 el Psal-
mista dice: Con tll estoy en la tn'balacion: libmrlo he, y
glor!ficarlo he. Dichosa por cierto la tribulacion, pues me-
rece tal compaia. Si assi es, demos todos voces con S. Ber-
nardo, diciendo: Dame, Se11or, siempre tribtdacionesj p or-
que siempre este's conmigo.
Juntase tambieo con esto el soco no y favor de todas las
virtudes: las quales concu1r en en este tiempo a dar es-
fuezo al corazon afligido, cada una con su lanza. Porque
assi como quando el corazon est en alffun apl'ieto, toda
la sangre acude a socorrerle, p01que no desfalle-lca; assi
tambien quando el anima est apretada y puesta en peli-
ffro con alguna tribulacion, luego todas las virtudes acu-

t D~n. lll. 2 Genes. XLI.: s~p. X. Ir. Psalm. XC.

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p ;ni'I'B .SEGUNDA.. tt.9
den a. socorr:el'la,. cada uria<<d su! manera. Y a!isi' primera-
mente acude la fe con .el concimrent.o firme de los"bienes
y males;de la Otra vida; en ,Cl\ya omparacion es naoa' LO~
do lo que se padece en esta. Aybdalos tambien la esperan-
za; la qua! hace al hombre prrciente en los trbajos con la
esperanza del galardon. Ayudalos el amor de Dios, por el
qual desean afectuosamente padecer aflicciones y dolores
en este siglo. Ayudalos la o~ediencia y conformidad que
tienen con la divina vluntad; de cuya mano toman alegre-
mente y sin murmuracion todo lo que les viene. Ayuda los
la paciencia; a la qua! pertenece tener hombros para po-
der llevar esta carga. Ayuualos 'la humildad; la qua! les
hace inclinar los corazones, como arboles delgados, al fu-
rioso viento de la tribulacion, .y hnmillarse debaxo de Ja
mano poderosa de Dios, reconociendo siempre que es me-
nos lo que padecen, de lo que sus culpas merecen. Ayuda-
los otros( la consideracion de los trabajos de Christo cruci-
ficado, y de t o~os los otros santos: en cuya com paraeion
son nada todos los 'nust ros.
De esta manera pues ayudan aqu las vinudes con sus
ofici9s: y no solo con sus oficios, sino tambien, si se sufre
decir, :con su~ dichos. Porque la fe, 1 primeramente dice
que no son dignas las passione! de este tiempo para la glo-
Ha advenidera que ser revelada en nosottos. La caridad
tambien acude, diciendo que algo es razon que se pad~zca
por aquel que tant-o nos am. El agradecimiehlo dice ram-
bien con el 2 santo .Tob, que si hemos recibido bienes de la
mano del Seor, justo es que .tambieri recibamos las penas
de l. La penitencia dice razon es qne padC!zca algo contra
su voluntad quien tantasveces la hizo contra la de Dios.
La fidelidad dice justo es que nos ha \le fieles una vez
en la vida q uien tantas mercedes nos ha hecho en toda
ella. La paciencia dice que-la tribulacipn es materia de pa -
dencia, 'Y la paciencia de probacion , y la probacion tlc es-

1\om. VIII. :!. .lol.o Ir.


TIIMil l. 38

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150 GUIA DE PECADOIIES,
peranza, y la espe1anza no sald1 en vano, ni dexar al
hombre confundido. La obediencia dice que no hay mayo
santidad, ni mayor sacrificio, que coof01mase el hombre
en todos los trabajos con el beneplacito de la divina voluntad.
l\1as enue todas estas vi1tudes la espe..anza viva es la
quesealadamente los ayuda en este 1iempo, y la quema-
mvillosamente tiene fsm1e y constante nnesto corazon en
medio de la uibulacion. Y esto nos decla el Apostol, 2
el qual acabando de decir: Gozandoos con la esperama/
aadi luego: Teniendo en los trabajos paciencia: enten-
diendo muy bien que de lo uno se seguia lo otro: conviene
saber, de la alegria de la esperama el eifueno de la
paciencia. Po la qual causa elegantemenle la llam el
Apostol ancora: 3 porque assi como el anco1a aferrada eu
la tiera tiene segul'O el na vio que est en el agua, y le
hace que desprecie las ondas y la to1menta; assi la virtud
de la esperanza vi,a, aferrada fuertemente en las prome-
sas del c.ielo, tiene firme el anima del justo en medio de las
ondas y tormentas de este siglo, y le hace despreciar toda
la furia de los vientos y tempestades de l. Assi dicen q ue
lo hacia un santo varon, el cual viendose cercado de tra-
bajos, deca: Tan pande es el bien que espero, que toda
pena me deleyta.
De esta manea pues concunen todas las vitudes
conhortar el co1azon del justo qnando lo ven atl'ibulado. Y
si aun con toJo esto desmaya, toman a volver sobre l
con mas calor, diciendo: Pues si al tiempo de la pueba,
quando Dios te quiee examinar, desfalleces; dnde est
la fe viva que para con l has de tene? dnde la cari-
dad y fortaleza, y la obediencia y la paciencia, y la leal-
tnd y el esfuerzo de la esperaoaza? esto es pura lo que
t tantas veces te aparejabas y deteminnbas? esto es lo
que t tantas veces deseabas, y aun pedas a Dios? l\lira
que no es &er buen christiano solamente reza1 y ayunar,

1 Rom. V. 2 Rom. XII. 3 Hebr. VI.

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P.TR SEGUNDA. 151
y oi Misa, sino que te halle Dios fie~ como a oto Job y
otro Abra ha m, en el tiem po de la tribulacion. Pues de
esta manera el j usto, ayudandose de sus buenas considera-
ciones, y de las virtudes que tiene, y del favor de la divina
gracia, que no le desampara, viene a lleva estas cargas n
solo con paciencia, mas muchas veces con hacimiento de
gracias y alegia. Y para prueba de esto bastenos por aho-
ra el exemplo del santo Tobas: 1 de quien se esctibe que
haviendo nuestro Sem permitido que despues de otros
muchos uabajos passados petdiesse. tambien la vista , para
que se diesse a los hombres exemplo de su paciencia; no
por eso se desconsol, ni perdi6 punto de la fidelidad y obe
diencia que antes tenia. Y aade 'Juego la escriptu1a la cau-
sa de esto, diciendo: Porque como siempre desde su niez
huviesse vivido en temor de Dios, no se entristeci con-
ta el Seor por este azote; sino permaneciendo sin mo-
verse en su temor , le daba gracias todos los das de su
vida. 1\I-a pues aqui qun abiertamente atribuye el Es-
pritu Santo la paciencia en la tribulacion a la virtud y
temo de Dios que este santo varon tenia; confo1me a lo
que aqui est declarado. y . aun de nuestros tiempos poda
yo refer muy ilustres exemplos de ;randes enfermedades
y 11abajos llevados por siervos y siervas de Dios con gan-
de alegria: los quales en la hiel hallaron miel, y en la tem-
pestad bonanza, y en el medio de las llamas de Babylonia
1-efrigerio saludable.

~- I.

De la impacimcia y furor de los malos en sus ttabajos.

Mas por el cont ral'io, qu cosa es ver los malos en la


tribulacion? Como no tienen caridad ni paciencia, ni for-
taleza ni espel'3nza viva , ni ouas vhtudes sem~jante~; y

l Tobia 11 .

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152 GUI~ DI! I'EC~UOIIES
corno lo~ Loman lo~ lrnJ>ajos ap d!;!s~rmadOs ,y desaperci-
b.idos: como no ti~oen luz para .ver aq!lello.que los justos
ven, CfW la fe formada, ni lo abrazan con la espeanza vi-
va, ni h\ln probado po experi~ncia aquella boQdad y pro-
videncia .paternal de Dios par con los suyos; es cosa de
l.asln:a ve de la. maneta qt~ e se ahoga~) en ..este iolfo, s in
hallar d onde hace pie, JJi ..!-le que echar, mano. l 'orqul;)
como carecen de todas esta$ ayudas: como p.aver,an sjn este
go beo;lle : como peleati sin estas armas; qu se. puede
esperar .de ellos, s(no .que perezcan en In t01JUeota, y mue-
:~n en ll! batalla? qu se puede esperar,- 's ino que con la
f\l t:ia d,e los. vientos y con la.s ondas de los ttai.Jajos .ven
gan .a .dar en las ocas de !_a. ira y de la braveza, y de la
pusilanimidad y de la impaeicncia,.y de la.lJiasphemia y de la
desesperacioo? Y a$si ,algunos ha y .que ~junto con esto ha u
v~nido a perder el ses.Q, .o la salud o la .vic.la, o a lo >menos
)t vista ..con el coutinuQ llorat'; lle manera, que los unos,
como pla ta fina, persevean sanos y enttro~ en el fuet;o
de lu uibulacion; 1 los otros, .como vil y va:xo c:taiio, lue-
go se derriten y desbaceo con la fu c1,7.ll de l ,calcJI'. Y nssi
donde los unos llorau, los ouos cantan: dQnde los unos. se
ahogan, los .ot os passan a pie (njuto: donde los unos, co-
mo vil y flaco vaso de oal'l'o, estallan en el fuego, los otms
como OJ'O puro, se paran mas hermosos. De esta manera
pues suena siempre voz de salud y alegl'ia e~ los ta bel'u-
culos de los justos: mas en las casas de )s malos siempre
se oyen voc<'s de tl'isteza y confusion.
Y si quiees entender lo que digo, mira los exuemos
que han hecho y hacen cada din muchas mueerel\ pinci-
pales quando vi<'nen a penle sus hijos o maridos; y ha-
llars que unas se enci<'nan en lurr<II'CS cscuros donde
nnncallas vean sol ni ,luua:otras .hay aun, que Se han
cnceado en .i<n,jas,-. como-oeslias 1-icas: otras, que se han
arrojado.eL\o medio .rJe! fuego: Otras vienen ,a dar con la ca-

Psalm. CXY II.

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PAJITE SEGUNDA . 153
beza por las paretlcs con rabia y aborrecimiento de la vi-
da: y aun otras vemos, que la acaban despues muy presto
con la impaciencia y furia del dolor: y assi queda asolada
y destrurda una casa y familia en un momento. Y lo que
mas es, que no solo son crueles y desatinadas par-a consiffo,
sino tambien at revidas y Llasphemas para con Dios; acu-
sando su providencia, condenando su justic:a, blaspheman-
do de su misel'icordin, y poniendo en el cil!lO contra Dios su
boca sacrilega. Lo qual todo en fin les viene a liover en ca-
sJ, con o tras calamidades aun mayores, que les coviaDios
por estas blaspbemias: porqlP.! r,stees el galardon que merece
quien escupe acia el cielo y echa coces contra el ag uijon.
Y esta suele ser a veces una cum mu ~ justa !le la mano
de Dios, que ass d vierte sus corazones de uno!\ uabajos
grandes con otros mayores.
De esta manera los miserables, como les falta el go-
vernalle de la virtud, vienen a dar al travs al tiempo de
la tormenta; blasphemando por lo que havian de bendecir,
ensoberveciendose con lo que. se havian de humillar, en.
d ureciendose con el castigo, yempeorando con 'la medici~
na: lo q ual parece q ue es un infierno comenzado, y prin-
cipio de otro que se les apar~ja. Porque sino es otra cosa
infierno sino lugar de penas y culpas; qu falta aqu para
que no tengamos este por una manera de infierno, donde
hay tanto de uno y de otro?
Y qu lastima e~ ver sobre todo esto, que assi como
assi se han de padecer los uabajos y que tomantlolos con
paciencia, se haca n mas ligeros de llevar, y mas merito-
rios para el anima; y q ue con todo esto quicra el mal-
aventurado hombre perder el fruto inestimable de la pa-
ciencia, y hacer la carga mayor con el trabajo de la im~
paciencia: la q ual sola pesa mas que la misma carga.
Gran desconsuelo es trabajar y no cranar nada con el tra-
bajo, ni tenc a quien hacer cargo de l: peo mayor es
sin compaacion prrder atm lo ganado, y dcspucs de ha-
ver 11:1\'iclo ntala noche hallar desandada la jornada.
To In l'S in pues nos dcd:rra qn:11 clifcn'nlcmrnte pas-

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15~ GUIA Dll PI!CADOnES,
san por las tribulaciones los buenos y los malos: quan ta
paz, alegria y esfuerzo tienen los unos donde tanta aflic-
cion y desasosiego padecen los otros. Lo q unl fue maravi-
llosamente figurado en los gandes cla mores y llantos que
huvo en toda la tierra de Egipto 1 quando les mat Dios
en una noche todos los pl'imogenitos: porque. no havia ca-
sa donde no hnviesse su llanto: como quiera que en toda
la tie1h de Jess, donde moraban lo:; hijos de Israel, no se
oycsse un solo perro que ladrasse.
Pes qu dir, demas de esta paz, del provecho que
de sus tribulaciones sacan los justos; de donde los malos
sacan tanto dao? Porgue, segun dice Ctuysostomo, assi
como en el mismo fuego se pmifica el oo, y el madero se
quema; assi en el fuego de la tl'ibulacion el justo ae ha-
ce mas hermoso, como el oro; y el malo, como leo seco
inftuctuoso, se hace ceniza. Conforme a lo _qual dice tam-
bien Cypriaoo que assi como el ayre al tiempo del trillar
avienta y espatce las pajuelas livianas, mas con esto puri-
fica el 11igo, y lo dexa mas limpio; assi el viento de la tri-
bulacion dcsbaata y dcnma los malos, como paja livia-
na: mas po el conttario recoge y ptwi~il:a los buenos como
trigo escogido. Lo mismo tambien nos epresentan en figu-
.-a las aguas y ondas del mar bemt:jo: las quales no sola-
mente no ahogaron a los hijos de lstael al tiempo que por el
passaron, mas antes les eran muro a la diesta y a la sinies-
tra. Y pot el coou-ario esas mismas aguas 2 envolvieron y
anegaron los carros de los Egypcios con todo el pueblo
de Phat'aon. Pues de esta maneta las aguas de las tribula-
ciones son para mayot guarda y defension de los buenos
y pma conservacion y exercicio de su humildad y de su
paciencia; mas para los malos son como olas y totmenla
que los anega y sume en el abysmo de la impaciencia, de
la blasphemia y de la desespmacion.
Esta es pues otra maravillosa venlaja que la virtud

i Exod. XII. t Exod. XI\'.

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r ,utrs sa<:UNDA. Hi:S
hace al vicio: pm la cual los philosophos alabaton y pre-
ciaton n.ucho a la philosophia, cteyendo que ella sola
perteneca hacet al hombte constante en qualquier trabajo.
Mas vivian en esto muy engaiiados; corno en otras cosas.
Porque assi la verdadeta viJtud como la verdade1a cons-
tancia no se hallan entre los philosopbos, sino en la eseue-
la de aquel Seiiot que puesto en la cruz nos consuela con
su exemplo, y reynando en el cielo nos fortalece con su
espirito, y ptometiendonos la glol'ia nos anima con la es-
peranza de ella: de lo qua! tocio carece la philosopbia hu.
mana.

CAI'ITULO XXII,

UNDECI>IO PRIVILEGIO DE LA VIRTUD, QUB ES, COMO NUESTRO SENOR


PROVEE A LOS VIRTUOSOS llE LO TEMPORAL.

Todo esto que hasta aqui havemos dicho, son riquezas


y bienes espirituales, que se dan a los amadores de la vit-
lltd en esta vida de mas de la a loria petdurable que les
est guatdada e n la otta: los quales todos se prometieron
al mundo en la venida ue Clwisto, seeun que todas las
escripturas p1opheticas testifican, pot lo qual se llama con
razon Salvado del mundo: porque po1 l se nos da la.ver-
dadera salud, q ue es la gracia y la sabidura, y la paz, y
la victoria y sei'oi'o de nuestras pass iones, y las consola-
ciones del Esprit u santo, y las riquez:\5 de la esperanza; y
finalmente todos los ot ros bienes que se requieren _para al-
cam.a aquella salud tle la qua! 1 dixo el p1opheta: Israel
fu hecho salvo en el Se1Tor co~t salud eterna.
.i\las si alguno huviere tan de came, que tenga mas
puestos los ojos en los bienes de carne qne en los del espi

1 lsai. XLV.

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156 GUI~ DI! PBCADORES,
I'tu, como hacan los J udos, no quieo que por esto uo~
desavengamos: pmque aqui le daremos mncho mejor des-
pacho de lo que l puede desear. Si no dime: qu quiso sig-
nifical' el Sabio, quando, hablando de la. verdadera sabi
dur ia, en que est la pefcccion de la virtud, 1 di:~: o: La
longura de d/as esld en su diestra, y en su siniestra riquezas
y gloria. De mane1a, que ella t icne en sus manos estos doll
linages de bienes r.on que convida a los hombres: en la una
bienes eternos, y en la otra tcmpo1ale.c;. No pienses que mata
Dios a lns suyos de hambre; ni que sea tan desprovcido, q ue
dando de cPme a las hormi~as y gusanos de la tier-ra, de-
xe ay unos a los que dia y noche )J} sirven su c.1sa. Y si no
quieres creet a mi, Ice todo el c<~ pitnlo sexto de 2 San ~Ja.
theo, y vers las prendas y la scguidad que alli se te da
sobre e:~to. i\lirad, dice el Salvador, las aves del ciclo, que
no siembran ni co;en , ni encien ao, ni hacen povision
paa adela nte; y vuestro Padre que est e n los Cielos t ienc
cuidado de ptovecl'las. Pues 110 ;ois vosu11os de mas precio
qne ellas? finalmente despues de estas palabras concluye el
Sal vado, diciendo: No querais pues esrm solcitos sobre qu
comcrmos, o qu bebermos ; p01quc esras cosas buscan
las gente~ que no conocen a Dios. Mas vosouos buscad
primeo el Rey no de Dios y su justicia; y todo lo dcmas
se os da1 como pot aiiadidura. Pues por e.~ta causa enu-e
otras nos convida el Psalmista a SCI'VI' a Dios, viendo qnc
por sola esta se oblicran unos hombres a sevt a ouos hom-
bres, 3 diciendo: Temed al Sc1ior todos sus Santos, pot-
'JIIC ninguna cosa j'alta a los 'JllC le tcmeu. Los r'cos de
este tlllllldo padecern necessidad y hombre; mas a los que
buscan al Se1ior nunca fallecer todo bien. Y es esto una
cosa tan cierta, que el mismo P ropheta aiiade en otro psal-
mo, 4 d iciendo: 1l1ozo fui, y ahora soy vr'ltjlJ, IJ mmca
hasta hoy 1i al justo desamparado, 11 n. sus lujos bus-
car pan.

Prnv . IIJ. 2 Mnltl1. VI. :1 Psnhn. XXX lll.


' l'~nlm. xxxvr.

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PARTE SE(}DSDA. fl}7
Y si qQieres mas pot estenso ver el recaudo que los
buenos tienen en esta parte, oye lo que Dios ptomete en
el Deuteronomio a los guardadores de su ley, 1 dicien-'
do: Si oyeres la vo~ de tu Ser1or Dios, y guatdares sus
mandamientos, hacerte Iza e'lmas alto que toda< las gen-
tes que moran sobre la ha~ de la tierra, y vendrn sobre t
todas estas bendiciones. Bendito sers en la ciudad, y ben-
dito en el campo Bendo ser el fruto de tu vientre,
y el f'ruto de tu tierra, y el jiuto de tus bestias y ga-
nados, y las majadas de tus ovejas. Benditos sern tus
granetos, y las migajas de tu.casa. Bendito sers en tus
entradas y salidas, y en todo lo que pusieru mano sers
prospe1ado. Derribar Dios ante tus pies todos los ene-
migos que se le'Oantaren cont7a 1: por un camino ven-
drn !1 por siete hudn. Enviar Dios- su hendicion so-
bre tus cllet'JS, y etl todo sents bendito. Hacerle Iza
Dios un pueblo santo para gloria saya, assi como te lo
tiene jurado, si guardares sus mandamiento s !1 anduvie-
res en sus canu'nos: !1 sern tan grandes tus prosperida-
des, que por ellas conocern todos los pueblos de la tiena
que el nombre del Set1or es invocado sobre t, y temerte
han. Hacerte ha Dios abundar <:TI todos los bienes: en
el fruto de tu vientre, !1 en el j;uto de tus ganados, !1 en
los frutos de la tierra que te prometi de dar. .dbrird
Dios sobre t aquel riquissimo tesoro suyo del cielo, y llo-
ver sobre ta1 tierras a sus tiempos, !1 echar su bendi-
cion a todas las obrps de tus 111t11os. Hasta aqu son pala-
bras de Dios por su Propheta. Pues dime ahora: qu in-
dias, qu tesoros se pueden compatar con estas bendiciones?
Y puesto caso que estas promesas mas se dieton al pue-
blo de los Judos que al de los Christianos, 2 potque es-
te segundo promete Dios por Ezcchiel que enriquecer con
otros mayores bienes, que son bienes de graria y [;loria,
pero todava assi como en aquella ley carnal nodexaba

t Deut . XX VIl l. 2 Ezccb. XXX IV l'l. XXX \il etc.


TO,l fO l. 39

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1o8 GUlA Dll l'llCADOilllS,
Dios de tlat bienes espirituales a lm buenos Judos, assi en
esta espitiwal no dexa de dat tam,bien. sus prosperidades
temporales <1,. los buenos ,Christtanos: sino que .las prospe-
ridades daselas con l os grandes ventajas, que no cono.cen
Jos. malos. La una, que como medico. ptdentissjmo seJas
da .e n aq.uella n1edida. que pide su necessidad;pata que de
tal. manet: los sustenten; que no los .envanezcan. Lo qual
!)O hacen los. malos; ,pu.es abarcan todb quanto pueden, sin
mirar que no es menot el daiio q\~e.la demasa de los bienes
lemp.ot>ales hace en las animas; que la del mantenioliento
en los cuerpos. Potque aunque el comer sea necessario pa-
ra sustentar la vida, pero el demasiado come hace dao a
la misma vida. Y assi tambien aunque en la .sangre est la
vida del hombre, pero con todo esto muchas veces el pvja-
miento Je sangre mata al hombre. La otta ventaja es, que
con menot' esttuen.do y aparato. de cosas les da mayor des,
canso y conte.ntamien~o: que es el fin pam que buscan los
hombres t~do lo temporal. Porque todo lo que l ptede
hacer pot medio de las causas segundas, pued.e hacer por
s solo aun mas petfectamente que po1 ellas. Y assi lo hi-
zo con todos les Santos: en nombJe de los qua1es deca el
l,.Apos.t.Al: Nada. (euemos, y todo lo p'osseemos:pmque tan
graz(ie conte~~lamiento tenemos con {o poco! como si.fues-
s.e.1Jt.bs. seiiores de todo e,l. mundo. Los cammantcs ptocu-
rail llevar en oro su dine1o; porque assi: van mas ticos y
con meno.s cpga: y d.e esta manera proctm\ el Seiio de
proveer '1 .alivja, lo.s, su~yos, dandoles pcquea catga, y ~an~
de contentamien.lo. con ella.. De esta ma neta pltes caminan
los justo&: desnudos; y contentos; pobres, y ricos; mas pot
el contrat'O- los malos llenos. de bienes, . y muriendo de
hambte: y, co.mo dicen, de Tntalo, el agua a! la.boca .y mu..
riendo de sed. . ' ,,
, .I?ues por e~ta y ouas semejan~es causs . encomendaba
tanto ,aquel gl.'an, P.r.ophcta la. guarda de la divina ley, qt1e-

1 11. Co.r;. VJ..,. , 1


1 ' 1.

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PARTE SEGUNDA. 159
riendo que solo este<fuesse nuestro cuidado; porque sabia
l muy bien que con esta todo lo demas estaba cumplld .
Y assi 1 dice l: Poned estas mis palabras en vuest1os
corazones, y traed/as atadas por se1!al en vuesttas ma-
nos, y colgadas delante de vuestros ojos, y ense1adlas a
vuest1os ltijos para que piensen en ellas. Quando estuvie-
1'es asentado en tu casa, y andtwieres por el camirto:
ruando te acostares y lev antares, pensards en ellas y es-
cribirlas Itas en los umbrales y puertas de tu casa, de
manera qae siemp1e las traigas ante los ojos; para que
assi se multipliq uen los das de tu vida y de tus hjos en
la tierrtl que Dios te dar. O santo Propheta , qu veas?
qu hallabas en la guarda de estos mandami entos divinos,
porque nssi la encomend abas? Verdader amente; cotlt> (pan-
de Propheta y Secretario de los consejos divinos, coten-
das la grandeza inestimaule de este bien; y como en l es-
taLan todus Jos -bitnes presentes y venidetos, tempotalcs y
eu:roos, cspidtual es y corpotales, y cmplido con e~t n ouli-
gacion, todo lo .demas 'estaba cumplido. En tendi~s muy
bien que quando el hombre se ocupaba en hacer la vo-
luntad de Dios, no por eso perda jornada; sino que enton-
ces labraba su via, y regaba su huerta, y gtangeaba su
hacienda, y entenda en sus necrocios muy mejor que ha-
ciendolos l pot su mano; pues con aquello echaba a Dios
cargo para que l los hiciesse pot la su~a. Porque esta. es la
ley de aqu~l pacto y concierto que tiene Dios hecho con
los hombtes: que entendien do ellos en la ;uardade su Tes
tamebto, l entendet en la g uarda de sus cosas: y est
cietto que no ha de cojear por la patte de nios este con-
trato: sino que si el hombreiJ e fet'e buen siervo, l ser
m<or seor. ESta es a(luella sola una 'cosa que el Salva-
dor 'clixo ser necessaria: 2 .que es conocet y amar a Dios:
porque quien a Dios tiene contento, todo lo demas tiene
secruro. La piedad, 3 d ice S. Pablo, para todas las cosas

O~ut. VI. 2 Lur.w. )(. 3 l. Tim. I V.

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16() GUIA DE P8CAD0KES,
aprovecha: potquc para ella son todas las promesas de la
vida presente y advenitlera. Ves pues aqui qun abierta-
mente promete aqui el Apostol a la piedad, que es culto y
veneracion de Dios, no solo los bienes de la otra vida, sino
tambien los de esta, en quanto nos sirven y ayudan para
alcan~r aquella. Aunque no se escusa por esto que el hom-
be trabaje y haga lo que es de su partr, conforme a la-
qualidad y condiciou de su estado..

~. I.

De la~ neceJSidades y pobreza de los malos.

Mas por el conllario quien quisiere saber qu tan gran-


des sean las adversidatles y las calamidatlc s y pobreza que
estn guardadas para los malos, 1 lea el capitulo veinte y
ocho del Deuteronom io, y ver rosas que le pon~an es-
panto y admiracion: porque entre otras muchas palabras
dice assi: Si no quisieres oirla voz de tu Seiio1 Oi'os y guar-
dar sus mandamien tos, vendrt)n sob1e tl estas maldiciones,
y comprehenderte ltan. JIIIaldilo se1t/s en la ciudad, y mal-
dilo ell el campo: maldito tu cillero, y malditas la:; sob1as
de tu mesa: maldito el fmto ele tu. vientre, y el j1'11lo ele tu
tierra, y los Ita tos de l!lS bueyes, y las n~anadas de t!lS ove-
jas: maldito sen)s en todas tus entmdas y salidas: estfJ es,
en todo lo que pusie1es ltJ.s manos. Enviarri el Seor sobre
a este-rilidad y hambre, y confusion en todas las obras de tus
manos, ltasta destrute. Enviarte Ita pestilencia llaSta ~rue
te consuma y eche de la tierTa que vas altorq a poseer. Ca.s-
tigucte el Seor cor~ pobreza, fiebres, y j1ios y ardo1es, .11
rtyl'e corrupto y mangla hasta.. rttc perezcas. Sea el cielo

Ocut. XXVII I.

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P~RT& SEGVMD~. 161
que esttl sob1e , de metal; y la tierra que ltollares, de ltier-
ro; y el Serwr envie sob1e ella polvo en lugar de agua, y del
cielo decienda. sobre tl ceniza lw.sta que seas destruido. En-
treguete el Seor en manos de tus enemigos: por una puerta
salgas contra ellos, y por siete huyas de ellos, y seas derra-
mado p<rr todos los Reynos de la tierra, y tu cuerpo muerto
sea manjar de todas las aves del ayre y de las bestias de la
tierra, y no ltava quien !as ojee. Castiguete el Seor con lo-
curas, JI ceguedad y furor de entendimiento, de tal manem
q1te ancles palpa1tdo las pmedes en el medio del dia, assi.co-
?IW anda .el ciego en las tinieblas, sin saber ende1eza1' tus ca-
minos. En lodo tiempo padezcas calumnias, andes op1imido
con violencia, y no haya quien te libre. La muge? que tuvie-
res, otro la deslwnre: y la casa qtte edificare~, no 1Mres en
ella: y la vifa que planta?'es, no la vendimies: y tu buey .sea
muerto delante d~ ti, y no comas de ~l: t" bestia sea llevada
dela"te tus ojos, y no se te vuelva: tus hijos e !tijas sean en-
tregadas a otro pueblo, viendolo tus ({jos, deifalleciendo a la
vista de ellos todo el dia, y no haya j01taleza en t'i: y an-
da1'Cis pe1'dido, y sertls proverbio JI fabula en todo&los pue-
blos donde s.e?'tls llevado. Y finalmente despues de otl'as mu-
chas y muy tel'ribles maldiciones aade y dice: V endran
sobre tl todas estas maldiciones, y comp1eltende,te !tan lws-
ta que perezcas Y po1'qtte no quisiste servi1 a tu Seo1 Dios
con gozo y alegria de corazon por la abunduncia de todas
las cosas, se?vitas al enemigo que ~l te envia1a, con !tambre,
sed, desnudez y p obreza: el qual pondra .un tttgo de hie?To
sobre tu cerviz !tasta destrui1te. Trahera el Seor contta a
tma gente de los ultimos fines de la tiena con tanta ligereza
c01no el aguila que vuela; cuya lengtta no puedas entender:
ttna gente desve1gomadissima, que no cate cortesa al viejo,
ni tenga compassion del nio: la qual se t1ague el fruto de
tus ganados y clfi-uto de. tu tierra: de tal manea que no te
dexe trigo ni vi1t0niaceyte, ni bueyes ni bacas ni ovejas, has-
ta que te consuma en todas tus ciudades, y sean desttttidos
tus 1/l!ti'Os alto.~ .'lf .fi''111Cs en ,rue tenias ll/ confianza. Seras
ce1cado rlent1o de tus puertas, y pnesto tm tanto aptieto,
rur comerr).~ r:lfruto de tn vientn~. y las car11cs de tus lt~jos

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162 GUIA DB P I!CAOORI!S,
de t'usltija.~: tr,ngrande sedt'el ap1ieto en que tus enemi!J'M
te pondrlm. Todas estas son. palabras..de la-Escriptura divi-
n; .comotras muchas \ masque -dexo aqui de r eferir: Las
quales quien quie~aqne leyerecon atencioo, quelar ce.mo
atonito y fuea i.le s, leyendo' cMas .t an honibles: y enton-
ces p-o ventura 'abl'it lo~ o-jos, y <:<lmenzai'; a entender
algo del rigoespantabled'e la jstieia i:Jivina;' Y' de la ma-
y
lit ia l'l'ot',ribl. del pecado, del odi<r t:an:.estlaii." que 'Dios
tieq'cont.ra !, ppes 'con tan estFaiias p~oas' lo'ca'st'i~ en esta
vida: por doride ve.:a l 'qi.le '$ fpqe'ile espera~ 'ep a 'Oi'ra. Y
j~ranlebie con esto compadece'se ha ile la 'insensib\Jidad y
'ti!iseNaoe''los ili~los; qne ta ci'egos\v iveri para no ver lo
que les 'esta'gharda_d 0. . ' . '' '. .
. y nb pieses q~e ests airien'aias-'seao> 'sol~'s pala- de
bras: ."porque todo ~to b fue tamo rimeMia\jua,rlto pro-
phecia ce ~$ tala'IJloades .q'ue 'a ague! puebto' suced.eon.
P o..CUe en 'tiempiJ'e chab Rey .de" Isl;ael, 'estando l 'ce.~
cado' en sa:naria po: ~~ ~xc:c i.to d((l :Jiey' de S~ria, 1 se
~ee que ~om ian los ,h ombre' e'siier~o,~ ile., pal? n111.s;' y unqpc
1

e~t.e inanja~ se, vefl,dia P,QI' ,g,ran. su,',T1'! .,~~ 'dip~rO$: y. ller,
e! negocio a termiaos qu ~asta Jas madr~s m),tapan a sus
hijqs paa cper: ( lo' ~1 i~mo . ~s~.:ib~1 , fos~pi;J.O h~yer aCl~.
cil!~ e~ .~l.c~~c<> .de Hiet:!Jsalm. Pues. ya los,.captiyerios de
este pueblo m_ny n otorios sqn,. c,on tw)a la 9~~ll'';ticion ~t
su ,HeP,ub)jca .Y Reyqo., P<~.t:qu 2. 1o~ : qqc;:p,. ui~us fueron
llevados,,<;p petpeL\10 c11 pt i~er~o; ,q ~,J..e nunca, f1.1e ,r evocado,
P.Or eJ .J:\.ey de lo~ A,i yri9s: y.:unQ fo91o qpc q qedaba1 fue
despues de. m~~cho tiempo asolado .y dc&truido pot' el exer-
cit.o . d,e l,os., R.omaoos: qpnde f1e, J11UJ.,graQde. .~\ n~mero de
los captivos , y 'muchq mayot.J;n\ comr.aracion el de los
\Duer,to$, ~onlq .el mismo Histoia<Jo.l': esct)b~. . .
Ni .. menos s enga.ii,e .nadie Cl'eyend(,) q ue, estas calamida.-
des per~necian ;t solo- aquel p1..1eblo:1p.orquc generales soo.a
~o~los;l :los pt:!eQios que 'teniendo ,.le.y de,,.Dios, Ja. meno.spre-
;; 1 1 . , t~' \'. ~, '

.. \ ,, ' .... ,
f IV. llcg. Yi. ,, 2 I V. Rcg. XN.JI.. \

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PARTB SBGUND.l . 163
ciao y quebrantan: como l mismo lo testifica por Ams
,1
diciendo: Pot ventu ra no hice} o subi1 a lus hijos de
Js-
tael de Egyp to, y a los Palestinos de Capadocia , y
a
fos Syn'os d~ Syrene? Potq~te los ojos dei SeJior e~tf
i
puestos sobTe el Reyn o que peca, para destr uitlo !1 ~c4ar

lo de robre la haz de la tien a. Dand o a enten der que
lo-
das estas mudanzas de Reynos, destruyendo unos y plan-
tando otros, se hacen por pecados. y quien qlisie re ver
~
esto nos toca, ,evuelva las histoias passadas, y ver< como
por un mismo ascro ll,ev~ Dios a todos los malc;>s, espe-
cialmente a los que tcn.ien do verda dera ley, nd,la guard
ai1.
Porq ue a ver qu~nta parte de Euro pa, de Af1:ica
y de
Asia, que estab a llena de lrlcsi ~s de pueblos Christianos
, es-
t ahora poseda de barbaros y paen os; y ver cuant
as
destruiciones ha padecido la Iglesia po los God()s, p~r
los
Hu nnos y pm los Wand alos, que en tiempo de S. A"gus
ti
destr uyer-o n Lo~a fa provi ncia de. .(\fri~a, sin , perdo~a
r.,~
hombre ni mu k;, ni virjo ni 'nii1o ni dooce\'la. Y en
este
mismo tiemp o de tal mane ra fue asolado pOI'' Ios mism
os
ba1baros el Reyn o d Dalmacia con las pro~ iqcia s cci.ma
~
caoas, que, como dice S. H ier9nym~, nalural de esta
plo-
vincia, qu;cn por ella passal?a, n9 . vea mas que cielo
y
tierTa: ran asola da havia q uedado. Lo qua! todo nos decla
-.
ra como la virtud y verdadcr:<\ rc!igi'on no solo ayud
a P!l-
ra alcanzar los bienes eternos, sino tamb iim para no'
per,-
der 'los temporales; porqu e la consideracion de ~s~.o
. con
to,das las demas sirva paia aficionar nuest ros corarones
a
esa f'llsma virtu d; q ue d~ 1anto~ males nos libra,
y de
tanto s blehes' ~st ac.o mp_aiada. '
,,
t Amos. lX. ...

1 1 ' r" :1'1 ! . ' .

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GIJIA DE rBCAOORBS ,

CAPITUW XXIII.

E S, QUA!C ALEGR E Y QUIET A


DUODBCIXO PRIVI LIGIO DE LA VIRTUD , QIJE
S: T POR EL CO!\TI UJ\10 QUAN illlSE-
SBA LA IIUERT B DK LOS BUENO
R.ULE Y CONGO JOSA LA DE LOS MALO S.

es el
t\ todos estos privi legios se aiiade el postr ero, que
los ouos
fin y mperte gloaiosa de los buenos, al qual todos
gloria,
~ se orde nan. Porq ue si, corno dicen, al fi n se canta la
os; ni
clime: qu cosa mas gloriosa que el fin de los buen
di-
mas miser able ,que el de los malo s? Preciosa es, como
lo~ Sant os en el acat a-
ce 1 el Psalmo, la mller te de
te de los pecad ores 2 dice
mien to del Se?1on mas la muer
rlativo
que es pesima; que quier e decir muy mala en supe
para el anim a es
grad o; porq ue assi para el cuetpo como
S. Bem ardo 'so-
el ultimo de todos los males. Y assi S dice a.
es es pesim
bre estas palabras: L a mtler te de los p a ador
del apar ta-
Poaque ella es primeram ente mala po1 tazon
cuerp o,
miento del mund o, y peor por el aput amie nto del
dd gu-
y pesima por los dos etern os tormentos del fuego y
ue mu .
sano inmortal 4 que se siguen des pues de ella. Porq
la carne;
cho d uele dexaa el mun do, y much o mas salir de
estas
pero much o mas el tormento del infier no. Pues todas
as a ellas, atmm entdn al malo
cosas junta s, con otras anex
an los
en aque l tiemp o. Pmq ue alli primeramente le fatig
dolo1 es del cuerp o, los te-
accidentes de la enf-ermedad , los
qued a, los cuida -
more s del anima, las coug~jas de lo que
os passa dos, el
dos de lo que ser, la memoria de los pecad
ncia, el
recelo de la cuen ta venidera, el teino r de la sente
Jo que de-
hori'Or de 1,} sepu ltura, el apal' tamientO de todo
los ami-
sorde nadament e ama: esto es, de la hacienda, de
comu n,
gos, de la muger, de los hijos, y de esta l uz. y ayre
tanto
y de la misma vida. Cada cosa de estas po1 su parte

XLI
t Psalm. CXV. 2 Psalm . XXX lll. :\ In parvis Scr. Ser.
4 Marc. IX .

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P .t.llTil SF.GII!ID.a.. 165
mas le lastma, quanto era mas amada. Poque como dice
muy bien San Agustn: No &e pierden sin dol01 las cosas
que se poseen con am01-. Por donde di xo un philosopho
que nquel tema menos la muerte, que menos deleytes te-
nia en la vida.
Peo sobre lodo esto fatiga en aquella hora el tormen-.
to de la mala conciencia, y la consideracion y temo de lo
<JUC le est g uardado. Porque entonces despertando el bom-
hrc con la presencia de la muerte, abre los ojos y miro lo
<ue n unca havia mirado en la vida. La razon de lo
tual seala mu y bien Eusebio Emiseno en una Homili<,
diciendo: "Que poque en aquel tiempo cesan todos los
" cuidados de allegar y de busca lo necessatio para la vida,
"y cesa tambien la ambicion de la honra y de la hacienda,
y ni nguna ocupacion hay entonces, ni de uabajar, ni de
milita, ni de hacet oua cosa alguna; de aqu es que so-
la la consiqeracion de la cnenta ocupa el anima, vaca
"de todos los otros cuidados; y solo el peso del divino
juicio toma lOdos los sentidos. Estando pues assi el hom-
be miserable , con la vida puesta a las espaldas, y la
muerte ante los ojos; olvidase de todo lo pesente que
dexa, y comienza a pensa r en lo venideo que le ag uar-
, da. All ve como ya se acabaron los deleytes; ys olos los pe-
cados, que se hicieron cometiendolos, quedan para el di-
ovino juicio. Y ros&uiendo el mismo Doctor esta mate-
ria en otra Homilia, dice assi: Pensemos qu llanto ser
aquel del anima ne&li&cnte, quando sal&a de esta vida?
qu angusuas, qu escuridad, qu tinieblas, quando vea
que entre los adves;uios que la han de cereal', le sa lga
primero al e nc uentro su misma conciencia acompaiiad a
" de diversos pecados? Porque ella sola, sin mas probanza,
se Ita de ofecer a nuestros ojos, para que nos convenza
su testimonio, y nos confunda su conocimiento. No ser
possible encubrirse aqui nada, ni ne&arse; pues no de le-
,. jos ni de otra parte, sino de dentro d<.' nos mismos ha de
salir el acusador y rl t c~ti o. Hasta aqni son palabras de
Eusebio.

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1GG GUIA DE l'&CADOJUU,
Peto mas a la larga y mas <1ivinamente prosigue Pe-
dro Damiano.Cardenal esta materia, 1 diciendo assi: Pen-
semos con mu<"ha atencion quando el anima de un peca-
" cador comienza a salir de la prision de esta came, con
"qun recios temores combatida, y con quantos estmulos
de la conciencia acusadora pungida. Acnerdase de las
, culpas que cometi6; ve los mandamientos divinos que
, menospreci; duelese por haber vanamente gastado el
tiempo de la penitencia; y afligese viendo que csu ~presenre
al articulo inevitable de la cuenta y de .la divina ven;an-
1.a. Querra quedarse; y es compelida a partirse: querra
recobrar lo perdido; y no se le da espacio para ello. Vol-
" viendo los ojos atrs, mi1a todo el curso de la vida pas-
suda, y parecele un bre.vissimo punto. Echa los adelante,
., y ve un espacio de infinita perpetuidad que la est espe-
rando. Llora viendo que perdi el alegria de todos los
siglos, la qua! en este brevjssimo espacio~ pudiera ganar,
"y afligcse porque perdi aquella inefaLle dulzura de pcr-
petua suavidad por un breve deleyt.e de la carne sensual;
"y averguenzase considemndo que por aquella snsrancia
" que havia de ser comida de gusanos, despreci aquella
que ha va de ser colocada entre los coros de los Angeles.
Y contemplando la gloria de aquellas riquezas inmorta-
les, confundese de ver como las perdi por la pobreza de
., estos bienes temporalr,s. !\fas quando abaxa los ojos de
lo alto a mirar el valle tenebroso de esre mundo, y ve so-
~ bre s la claridad de aquella luz etema, conece claramente
que era noche y tinieblas todo lo que en este mundo
amaba. 0, si pudiesse entonces merece1 e1>pacio de peni-
lencia, qun aspe1a vida aLrazaria! qun grandes cosas
prometera, y a quntos votos y oraciones se obligara!
Mas entre tanto que estas cosas revuelve en su cora-
zon, comienzan a venir los mensageros y precursores de
la . muerte, que son, escurecerse y huodi1se los ~jos, le-

1 Est este tratndo entre las meditaciones de S. Aug. al fin del libro.

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UIITE SEGUNDA. 167
van tarse el pecho, enronquecerse la voz, elarse,los miem-
lwos, patarse los dientes negros, hinchirse la boca de sar-
ro, y mudarse la color del rostto. Pues mientras estas
cosas passan, como oficios que sirven a la muerte veci-
na, repesentanse a la misemble anima todas las obras, y
palabras y pensamientos de la mala vida passada, dando
triste testimonio contta su autor: y aunque l las quiera
dexar de mi rar, es forzado que las vea.
Con esto se junta por una parte la horrible compaiia
ele los demonios, y por otra la virtud y compaia de los
Anr,eles. Y luego se comienza a barruntar a qual de las
dos partes ha de pertenecer aquella presa. Porque si en
l hay obras de piedad y virtud, luego es consolado con
el t'C(plo y convite de los An&cles. Mas si la fealdad .de
sus demerit.os y mala vida piden otra cosa, luego se es-
ttcmece con intolerable temor y desconfianza: y assi es
des pe liado y acometido, y arrancado de su misetable cat-
ne, y llevado a los tormentos eternos. Todo lo susodicho
es de Pedro Damiano. Dime pues ahora: si esto es verdad,
y si esto assi ha de passu; qu mas era menester, si los
h ombres tuviessen seso, para ver qun misetable sea y qun
to para hui la suerte de los malos, pues les est guardado
un tan uiste y tan desastrado fin?
Y si para aquel tiempo pudiessen ayudar en algo las
cosas de esta vida, como ayudan para todo lo al, menos
mal seria. Peto qu dit-emos? que all ninguna de estas
ayuda, pues es cierto que all ni aprovechan las honras,
n i. defienden las riquezas, ni valen los amigos, ni acompa-
iia n los ctiados, ni ayuda el lina&e, ni socorre la hacienda,
ni sirve olra CSa sino sola la virtud e inocencia de la vi-
da. Porque, 1 como dice el Sabio: No aproveclimdn las
nqaezas en el dia de la vengaza; mas la jasll'cia sola,
que es lrt virt ud, librart. de la mue1te. Pues como el ma-
lo se halle tao pobre y tan desnudo de este socorro; c-

l'roY. X t.

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168 GU IA llE I'ECJ.OOa F.S,
mo podr dcxal' de temblar y cont,(~jtuse, vientlose tan solo
y desfavorecido en el j uicio divino?

~. I.

De la 1//uertc de l osjastos .

.Mas ~or el conllario la muerte de los justos qnn


agena esta de todos estos males? PorfJue assi como el malo
recibe aqui el castigo ele sus maldades, assi el bueno e l
galardon de sus merecimientos; segun aquello del Eclesias-
tico, 1 que dice: /JI que teme a Dios t bien en sus pos-
trnerias, y en la hor a de la muerte ser bendito: esto
es, ser em,iquecido y galardonado por sus trabajos. Y esto
es lo que mas claramente signific el Evangclisla S . .Ju;111
en el Apocalypsi. El qua! dice 2 qn~ oy una voz del cie-
lo que le dixo, que escribiesse: y las palabras que le man-
d escribir, eran estas: JJienaventuTados l os muertos que
mueren en el Serior. P orque luego les dice el Espirita
santo que descrmse11 ya de sus ftabajos; p orque sus but:-
llai> Obras van e11 seguimiento de ellos. ~ues el justo que
esta palabra tiene de Oios, cmo desmaya en rsta horn,
viendo que va a recibi lo que procur toda la vida? Pues
por esto se escribe en el libro de Job, 3 ha blando del justo,
que a La lul1'a de la t aide le sald1 el t'esplandor del me-
dio dia; y cuando le p meere que estaba consumido,
tespladt:cer co111o lacero. Sobre las quales palabras dice
Sa n Gregario: Que por esto a manece este rcsplandor al
jnsto en la hora de la tarde, porque a la hora de su muerte
reconoce la claridad y &loria que le est aparejnda: y assi
en el tiempo que los otros se entristecen y desmnya n, est

1 Ecl. l. '2 Apoc. XIV. 3 .Joh X I.

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PARTE SEGU!WA. 169
l en Oios consolado y confiado. Assi lo testifka Salomon
en sus Provehios, l diciendo: Por stt mal/c/a serd des-
echado eL malo, mas eL justo a La hora de sn muerte es-
lor confiado.
Si no, dime: qu mayor ron6am.a que la q ue el bien-
aventtll'ado S. 1\lartin tenia a la hora desu muene? El qua!
viendo ante si ni demonio, dixo estas palalwas: Qu haces
aqu, blStia santpienta? No hallars en m cosa muerta en
que te pueds ceba; y por esto el seno de Abrah m me re-
cibir; en paz. Qu mayor confianza otros que la que en
este mismo passo tenia nuestro padre Santo Dom in~o? El
qnal viendo a sus ftayles llorar por su patda, y por la
fa lta que les hacia, los ronsol y esfon, diciendo: No os
dcsconsoleis, hijos mios: poque en el lugar donde voy os
ser mas provechoso. Pues cmo poda en aquel trance
deseonsolarS<', ni teme la muerte, quien tenia la gloria
por tan suya, q ue no solo esperaba alcanzala paa s, si-
no tambien para sus hijos?
Pues por esta causa los justos no tienen po1 q u teme
la muerte; antes mueren alabando y dando gracias a Dios
po sn acabamiento; pues en l acaban sus trabajos, y .co-
mienza su Fdicidad. Y assi dice S. AGustn sobre b Epsto-
la de San .1uan: El que desea se desatt\do y verse con
Christo, no se ha de decir de l que m ucre con paciencia;
~;ino que vive con paciencia, y mue1-e con nlepia. Assi que
el justo no tiene por qu entristecerse ni ttme la muete:
antes con mucha azon se dice de l que muee cantando,
como c isne, dando g laria a Dios por su llamamiento. No
teme la muerte; poqne temi a Dios: y quien a este Seuor
teme, no tiene mas que temer. No teme la muerte; poque
temi la vida: porque los temes de la muerte efet:tosson
de mala vida. No teme la muerte; porque toda la vida gas
t en apreoder a morir, y en apar<'jase para mo1i: y el
hombre bien apercibido no tiene por qu teme a su e ne-

Prov. XIV.

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170 6 UU. DI! PliCA.DOllllS ,
mi(l'O. No teme la muerte; porque ninguna oua cosa hizo
en la vida si u o buscar ayudador es y valeclorcs para esta ho-
ra, que son las virtudes )' buenas ol.ll'as. No teme la muer-
te; porque tirne al J uez graugead o y wopicio pa ra este
tielllpo coo muchos servicios que le ha hecho. Finalmen te
no teme la muerte; porque al justo la muerte no es muer-
te, sino sucuo: no muerte, sino mudanza: no muerte, sino
ultimo dia de trabajos: no muerte, sino camino para la
vida, y escalon para la inmortali dad; porque entiende que
despues que la muerte pass por el venero de la vida, per-
di los resabios que tenia de muerte, y cobr dulzura de
vida.
Ni tampoco desmaya por todos los otros accidentes y
compaueros de este passo; porque Rabe que estos son do-
lores de parto con que nace para la eternidad , por cuyo
amor tuvo siempre la muerte eu deseo, y la vida en pa-
ciencia. No desmaya con la memoria de los pecados; por-
quc tiene a Christo por Rcclemptor, :.1 quien siempre aura-
d: no por io del juicio divino; porque le tiene poabo-
gado: no por la presencia de los demonios; porque le tie ne
por capitao: no po el horTOI' de l<\ sepultuu; poque sabe
1 que all sic1nbra el cuerpo animal para que dcspues uaz-
ca cspil'itual. Pues si a l fin se canta la Gloria , y .e l posue
da , como dice muy bien Senec;1, ju1-ffa de todos los otros
das, y da seutencia sobre toda la viJa pa!lsaJa, porque
l es el que justifica o condena todos los passos de ella, y
tan pacifico y quieto es e l 6n d e los buenos, y tan congo-
joso y peligroso el de los malos; qu mas e1a menester que
esta sola dife rencia, para escupir la mala vid<~, y aba1.a1
la buena? 2 qu nJOntan todos los placeres, toda prospe-
ridad, todas las 1iquezas, y' todos los regalos y seioros del
mundo, si en el fin vengo ser dC$peiado en e l io6el'l1o? y
qu me pueden dailar todas las miserias de esta vida, aca-
ba!'Ido en pa1. y uanquilid ad, y llevando pendas de la r,lo-

J. Cor. X. V. 2 Sap. \' .

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P.t.ltTE SEGUNDA. 171
ria advenidera? Sea el malo qun sabio quisiere en saber
vivir: para qu presta este saber, sino para saber adquirir
cosas con que le hagas mas sobervio, mas vano, mas re-
galado, mas poderoso para el mal, mas inhabil para el
bien, y para que le sea tan ro mas amarga la muerte , quan-
IO era mas dulce la vida~ Si seso hay en la tierTa, no hay
otro mayot que saber bien ordenar la vida pata este fin:
pues el principal oficio tlel sabio es saber ordenar conve-
nientemente los medios para su fin. Por donde si es sabio
metlico el que sabe ordenar la medicina para la salud, que
es el lin de esa medicina; aquel ser perfecla y absoluta -
mente sabio, que supiere Ol'clenar su vidd p!lra la nHrerte: es-
l O es, para la eueora que se ha de dar en ella; a la qua\
se debe ordenar 1oda la vida.

;' . 11.

Prueba 1 tl!'chu por e.xemp/o~.

!\los para mayor declaracion y con6rmacion de lo di-


cho, y para espititual recteaeion del leclot, me pareci
aiiadir aqui algunos exemplos dir;nos de memoria, de las
muerlcs (l lmiosas de algunos Santos, tomadas del quarto
libro de los Dialogos de S. Gre(\'otio Papa: 1 en los quales
claramente se ver qmn alegre y dichosa sea la muerte
de los justos. Y si en esto me estendiere alffo, no se pet-
der en ello tiempo; porque este Saoto Doctor de tal ma-
nera cucntR estas historias, que de camino va dando mu-
cha doell'ina y avisos sa ludables en ellas.
"Escribe l pues que eu tiempo de los Godos havia
,. en In ciudad de Roma una noLilissima doncella, pot no m-
"brt~ Gala, hija de uu Consul llamado Simacho. La qual
siendo de poca edad, dentro de un auo fue juntamente

1 Grr;. IV. lib. Didl. c. XIII.

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172 GUIA UP. PECADORE S,
"casada y viuda. Y como el mundo y la edad y las rique-
zas la coovidassen otra vez al mismo estado, quiso ella
ames desposmsc con Christo en aquellos desposorios que
comienzan con llanto y acaban con ale~ria, que en estos
del mundo, que comenzando con a legtia acaban con uis-
teza, por la. muerle neeessaria que ha de ver e l uno del
~otro. Mas como ella fnessc de complex ion muy calier11e,
Cerlifica ronle los medicos que sino casaba le havian de
nacer barbas como a hombt e: y assi le ac.\cci. Pero la
, santa mu~e, que ha via amado la hermosu ra interior de
"su esposo, no temi la fealdad extcriot de su cuerpo, ni
hizo caso de aquella fealdad que no desa~ratlaba al Espo-
so Celes1ial. Dexado pues el habito ~cculat, entrcgsc lo-
" cJa al servicio de Oios, cnlraml o en un Monaste rio que
estaba junto a la l&lesia del Apostol S. Pedro; donde pe.
seven muchos aiios con eran simplicidad de c01azon , y
graode exercicio de oracion, haciend o mny largas limos-
, nas a pobres. Y cJe1enninando el Sciim todo poderoso dt~
"dar pcrpcwo galardon a los trabajos de su sictva, vino
a adolecer de un cancro que le naci en el pecho. Y es-
lando ella acostada en su cama, tenia siempre dos lam-
" patas encendidas: porque, como amiga tlc lllz, no solo
aboneci a las tinieblas cspidtua les, mas tambien las co-
porales. Estando pues una noche fatigada con su enfer-
~ medad, vi entre las dos lampara s al bienaven turado Apos-
"tol S. Pedto: y no temi nada de verle; antes tomando
con l amor y osada, se alegt, y le ptegnnt d iciendo:
Qu es esto, Seiot mio? por ventuta son ya petdona-
dos mis pecados ? H.espondi el Apostol g lotioso con un
ostro benignissimo, y abaxand o la cabeza le dixo: Ya
son pe1dooados: Ven. ~l as poque esta sietva de Dios le-
nia muy especial a mistad con otra 1\elir,ios a de aquell\J o-
"naste ri o, q ue se llamaba Beneuict a, replic6 luego d icien-
" do: 1\ucgote que venga conmigo la h~maoa Benedicta. Res-
" pondi l: No ha de venir esa, sino fulana, nombra ndo
''otra P.cliiosa po su nombre, y esa q ue pides , de aqu
a 1rcinta dias 1c sq:-n ir:i. Passado rsto, ccst la vis ion: ~ la

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I'ARTK S llGUNJ)A. 173
doliente llnmando a la mad re del Monnsteo, dil)le cuenta
de todo lo que hnvia passado: y de a a ues dasfallec(.
'!ella, y juntamente la otra que le em sciialada: y cumplidos
los ucnta passo de esta vida a la otra la que ella ha va pe-
ddo. La rnernol'ia de este hecho permanece hasta ah01a
e n aq uel l\1onasteaio: y las Religiosas mas ntlevas , q ue
" supiei'On esto tic sus madacs, lo cuenta ahora con ta nto
feavo y devocion como si estas mismas se ha llaran pre-
senle'\. a esta maavilla. IJasta aq u son palab1as de S.
Grcgorio. Considere pues aq u el Cluistiano lector q tn
glorioso 6n haya sido este.
Tras de este exemplo C.'\Crbc el mismo Samo Oli'O' no
menos memorable. oHavia, d ice l, en Roma un hombre
llamado Ser vulo, muy pobe de IJacieoda, y muy l'ico dt'
merecimientos: el qua! estaba en un portal, que era'passo
paa la Iglesia de S. Clemente , pidiendo limosna a los que
.. pq all passaban: y esta ba tan tullido de prrlesa en un
lecho, que ni se poda levant:ll\ ni asenta1 en la cama,
. ni llega a la .lllano a la boca, ni mudarse de un lado a ono.
"Tenia l una mad re y un hermano que le acompaaban
y servan: y todo lo que l poda haver de sus limosnas
"mandaba lo dm a ouos po bres po r mano de la madc 'Y
del he1mano. No -salia lec1: mas havia compl'ado algunos
liuros sagrados; y quando reciba en casa nlg unos Relig io-
sos, haca que le lcyesscn e n ellos: de donde vino a ser que
~ en su mancra su pie.~se mucho de las Escri pturas Sag ra-
,, das, a unque de e l todo no sabia lee r. Y juntamente con
esto procuraba da sempre gaacias a nuest ro Seior en me-
dio de .s us dolores, y ocupase dia y noche en h ymnos y
.. alabanzas divinas. !\las llegandose )'a el tiempo en que el
Sci'01 quera remunerar esta tan (l' ra n paciencia, lleg6 a
lo poslrero. Y como l se vcsse vecino a la muerte, llam
a los peregrnos huespedes q ue en su casa havia, y ~mo-
nestles que se levantasscn y cantassen j unLa mente.con.l
psa lmos pa1a la espe ranza de su acaba miento.
Y rstando l con ellos mmiendo ' ' cantando, su bita-
IIICllt(' los atajo y puso silcntio con un rra..ndc clamor y
TO ~I O l. 1d

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171> GUIA DE l'I!CAJIOIII!S ,
terror, diciendo: Call. Por ventura u os las vOC<'s de
alalxunas que suenan en el cicloi' Y estando l atento con
el odo de su cotazon a las voces q ue dentro de s oia,
,.Juego aquella santa anima fue oesatada de la ca m e; y assi
como acalx> de espira, sintise all u o tan maravilloso
., olot, que lodos q uantos presentes estaban, fueton llenos
u e ine~timable suavidad: pot las qnales cosas evidenlemen-
., le couocimon que etan verdaderas las voces de alabanza
., con q ue a.quella anima havia sido recibida en el cielo. A
.la qual matavilla se hall pt-esente un M'on;e onesftoquc
hasta hoy e vivo: el qua 1 con g randes lagl'imas suele les
tificar. que saq ue! olot mat'av tlloso no se quit de las na
" l'ices de los q ue alli asistan, basta q ue el cuer po fne en-
uerado a la sepultura. .
Ttas de este aiadit aqui otro exemplo memorable del
mismo S. Gregorio, 1 del qual da l fiel testimonio, como
tle cosa que mucho le tocaba. o'l'tes hel'lltanas, dice l, tu-
vo mi padte: la~ quales toda~ fneon vir;enes dedicadas
" a Dios. La una se ll<'lmaba Tarsilla, y la oua Gordiana, y
la oua Emiliana, Y tod:1s ues con un mismo fervor v de-
" vocion se ofreciron a J>ios, y eo un mismo tiempo se
consagaron a l: y assi vivian t-n su propia casa deba:"to
, de uua estrecha regla y obsetvancia. Y perseverando mu-
cho tiempo en esta vida, comenzaton Tatsilia y Emiliana
<l Crecer CaUa dia mas en el atnOI' UC' SU CJiador: de tal
" manera, que estando en la tictta con solo el cuerpo, cada
dia cou el animo suban a la eternidad. l\Jas por el con-
lratio el animo de Gordiana comcm. a entibiarse cada dia
roas en el amor intimo de Hios, y encenderse poco a po-
co mas en el amor de este siglo. En el qual tiempo de-
cia muchas veces Tarsilla con un ;ran r,emido a su her-
mana Emiliaoa: Veo que mi hcrmuna Gordiaoa no per-
te nece a nuestro estado. Ven que se derrania d fueta, y
"cue no ~uarda 1su..coraton confoime al proposito de su
1

1 Bomil. XXXVIII. in Evang, circa fiuom.

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PARTB SBGUNOA. 175
" t-eli~ ion, Y pt'OCUI'aban cada dia las hetmanM con Llan-
das palabms amonestarla, para que dexada la li viandad
de su~ costumbtes wvie8se la gravedad que le peda su
habito. Y ella mostrando un rostro ~rave qnando oa es-
tas palabras, passada la hora del castigo pet-dia l u e~o aqe-
lla fin~ida ~avedad: y assi gastaba el tiempo en hablar
palabras livianas, y holgabase con la compaitia de las don-
celias legas, y era le muy pesada la conversacion de qua!-
quier petsona que no e1a dada a este mundo. Pues una
"nocl1c mi bisavuelo Felix, Pontfice que fue de esta Igle-
sin de Roma, apar eci a Tarsilla ( la qua\ Re havia a venta-
jado sobre sus hermanas n .)a virtu d de la continua ora-
" e ion, y de la aAiccion corporal, y de singular abstinen cia
y ~a vedad de vida, y en toda santidad) y mostrando le una
morada de perpetua claridaJ, le dixo: Ven; porque en es-
ta m01ada de luz te tengo de recibir. Y ella cayendo otrodia
enfetma de una calent ura, lle~ a lo postrero. Y como
es costumbre juntarse mucha gente qu ando las personas
nob les estan en passo de muerte, para consolar los deudos
del qnc muctc; assi en aquella hora se hallaron all mn-
cha& petsonas seialadas: entte las qua les estaba tambien
all mi mad te. En tonces la doli.ente levanwndo los <'jos a
lo alto, vi6 veni a J esusi y con ~rande admiracion comen -
z a dar voces y decir: Apartaos, que viene J esus. Y pues-
los los ojos en aquel Seiio que vea, luego aquella santa
anima se despidi de la carne. Y subitamente fue sentido
~a ll por todos un olo de tan ~ran dc suavidad, que tlaba
bien a entender que el autor de toda la suav idad havia
a lli venido. Y como des pues- la desnudassen para lava1 su
cuerpo , co rno se suele hace a los muertos, hallaron que
en las rod illas y en los codos tena hechos a \los como de
camello del continuo uso de estar postrada en oacion:' de
manera, que la catne muerta daba testimonio de lo que
el espritu hacia sempte en la vida. Todo esto pnss an tes
de la tiesta de el Nacimiento c.le nuestro Salvador. Despnes
n de la qn<~l ap:Hccic' lucr,o Tmsilla a su h~mana Elllilana
> ele norhc en una vision, cliciend olt>: Ven, hermnnn, para que

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:1,76> GUIA or;, l'liCAO(lltli~ ,
-.clebre contigo la 1-iesta de la Epipbaua; pL,rcs 1;111 t ce-
" lebr: la del . santo Nacimiento, Mas Emiliana, congojada
'! por 'e l ;peligro . y. desamparo de sr t hermana Gord iana, rs-
pondi: Si yo voy contigo, a quin deNar encomenda-
'' da. nuesu:,t bermana Gordiaua? A , lo ~ual ella con un
.' triste semblante aesponlli: Ventu;porqueGordiuna nuestm
, lu~rmana est\.en la cuenta de las legas. Oespues de la qua 1
~ vision h1ego l'ii}'I Emiliana efenna; y creciendo la enfer-
" t}ledatl, viuo a morir antes del dia deJa, fiesta que le era
seilalada. .1\Jas . Gordiana ~ como se v,isola, luego creci6
, mas en.,su maldad; porque olvidada del temor de Dios, y
"olvidada .d e la vergueuza y de la. everencia, y olvidada
de su voto, y coosagracion, .Yino a. casat..con ' un hom-
,, bre a quien ten ia ari'tmdada su hacienda. Hasta aqui son
palablas. de .San Greg.orio, que con hisLorias .de sn misma
casa :Y familia, nos da' hien a. enlel)det ehdicl s prosptTo
fin de l yittud, .y el triste y feo paradero de ia liviandad.
l\Jas .a .~sta matc:>Jia' dar cabo con ntm maravillo~a lri$toria
1 que el mismoSau1o rc:>fiere de su propi0. ticlltpo, por es-
tas paJa Lras.
En el tiempo que yn fu a entra'.en el 1\lonastel:io,
havia en Roma una: muger anciana, que se llamaba He-
"dempba; l;1-.qual en habito de Religiosa moraba junto a
" la I~lesia . d11la bienavc111ura<.la siempre Virgen .Maria. .&ta
,, havia sid.o dicipula. de una virgen- llamada .Hirundina: de
quien se deca que e~plan<.leciendo,'con gandl!s vir1ude11
" ha vi a he:ho vida e emitica sob1e..los montes Preoestinos. Ha-
viaosc. juntado conesta Redempta dos discpulas; una ql1c
use llamaba _Romula: y la oua, que es ahora viva, corioz-
'J cola, de rosuo, mas no le s el rlombre. J\1orando pues
_,,estas ~es en una mi;rntl casa, v-iviau un<t vida muy pob1e
de l'iqu~:~zas, mas muy tica de vi1:tLrdcs. Pero esta Romula
.sobrep.njala a la otra- Sl1 con<.licipula con grandes mcri-
'''tos de. vida; pm:quc eia. mnger de. mara..,illosUJ pacienCia,
'1
' '
: t
;11'11 t

IJo,fT!il. ul~iu.ra, u
,
El3ug. l
. 1
1 t ' ' ' 11 ' 1 1.

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l'Aitn: SP:Glli\IIA. 177 .
y de suma obediencia; y ;rande ;uardad01a Ut' silencio,
y mu y cxcrcitada en el uso de la continua oracion. l\las
purque muchas veces los que p:ueceu perfectos en los
ojos de los hombres, no carecen de al&una imperfeccion
en los de Dios (como vemos que muchas \'eces los bom-
br-es ignoranH:s aluban una imagen esculpida q ue no est
del todo acallada, como si ya lo estuviesse; mas el art ifice
ent iende qne h;ty mas que hacer en ella; y aunque la
~ oya alabar, todava procura d e la limar mas, y perfeccio-
" nar'' nssi se lmvo el Seor con esta Il.omula:.Ja qual qui-
so afinar y purificar mas con una l'ecia cnfermedad de.
"perlesa; de la qua) estuvo muchos aios en cama, CJU\!S i
"sin poder ser vi rse de sus ' miembros. !\las estos azotes nun-
C;J movieron su anim;J a imp;Jcieocia; an tes la fa ha de los
miembros se le hizo acrecentamiento tle virtudes: y tauro
mas se exercital>a e o el exercicio de ht oracion, quanto
menos tenia oua cosa que poder h;,cer. P ues una noche
llam a la madre Redempta, la qua! cr iaba estas dos di-
cipulas como hijas, dicieodole: !\'l ad re, ven: !\l adre ven. La,
qual se levant l ue~o con la otra condicipu la: como des-
pues ambas lo conta ron a muchos: y la cosa fue muy
notoria a torios, y yo La mbien en aqud mismo tiempo lo
r. supe. Pues estando ellas a la media noche junto a la cama
"de la enfcrma, subitamenle resplandeci alli una luz del
cielo, q ue inch todo el espacio de aquella celdilla. Y el
resplandor de c.~t a claridad era tan grande, que hacia es-
tremccer a los q ue presentes estab;Jo: de tal manera, que,
u como despues ellas contaban, todo el cuerpo tenia como
eludo y yerto po1 la grandez:l del pavor. Porque corneo-
zai'On a oir un sonido como de mucha gente que por la
puerta de la celda entraba; y la misma puerta cr nxia co-
mo ap)etada de los que por ella eotraban. Y assi seotiau
"entrar muchedum bre de gente: mas la {l'randeza del,temm
y de la claridad hacia que 110 pudiessen ver nada. Prque
el temor drrribaba su coraZO)l j,y, la grandez(l de la c la11idacl
" les t'~f)lll'er ia . ~ rrvei'IJeralm \a. vi~ta .lkspm's de la qualluz
~ i11tierou 111) olor ele tan maravillosa !\uav idad,que t' ltenror

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178 IWIA DE I'I!CAIIORR~,
que havia causado la luz, templab a la suavidad de este
olo Mas como no pudies.~en sufrir la fuerza de tan gran-
de lur., la enferma comenw con una voz blanda a con-
solar a la maestra , que all estaba tremien do, con estas
palabas: No lt:/(Is, madre 111ia, que uo Jmc1o ahora. Y
diciendo esto muchas veces, fue poco a po<'O remitien dose
la luz hasta que del todo ces: mas no ces1) la suavidad
de l olor; antes pcrsever< de la misma manera hasta el se-
gundo y el terCCI'O dia. Y pa11sado el tercero dia, en la no-
che que despues se sigui llam a su maestra, y pidit el
Viatico, que es el Santissimo Sacrame nto, y recibilo: y
.. apenas se havia npatado la mad re y la otm condicip ula
de su cama, quando subitam eute 11e comem_.-.ron a oir en
(,, plaza antes de la puerta de aquella celda dos coros de
"cantoes; los tMies, segnn por las voces se poda j11{ar,
parecan de hombres y mugeres; cantand los hombres los
psalmos , y respond iendo las muge~es. Y eMandosc de esta
mane1a celebran do aquellos oficios y exequia s celesti;des,
aquella santa anima salida de las Cal'lles comenz a sub
a 1 cielo, y juntame nte con ella il .a aquel canto y o lo re-
ole~Lial: y quanto mas subin a lo alto, menos ~e senta ac
,. baxo, hast3. que tlel todo lo uno y lo ot o c~:~<. Ha~ta
aqu son palabas de S. Grecorio .
Muchos otros exemplo s se pudican trae a este propo
sito: pero estos bastarn : para que se vea qun quieta, qmn
pacifica y alegre comunm ente sea la muerte de los buenos.
Porque aunque no a todos se conceda n estas seales tan
~cosibles; pel'o como todos sean hijos de Dios, y a la h01-a
d e la muerte se acabe el pla?o de .. Jos trabajos, y comienc e
el de la remnneacion, siempe son all esfo1zados y con-
solados con el socorro de la divina c acia y t:nn el testimo-
nio de su buena concienci:.. Y assi se consolab a el bien-
aventura do S. Amlll'sio e11 este passo, dicienllo : No he
vivid de tal manera, que me pese por h:.ve vivido: ni
" temo la muete; p01que tenernos b uen Sei01. Y a quien
CStOS tan e mndcs favores >:ll't'Cl'I'CII llelcihlcs, pOnffa los
Idos en la inn'lrn~;idad iutompn ht usibll' de la !rondad de

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PAil'fE SllOUNOA. 17!)
Dios, a la qua! per tenece <11Y1a1, honrar y favoecer los
buenos, y parecerle ha poco todo lo que a q u se ha conta-
do. Potq ue si esta bondad ller, a tomat cai'De humana, y
moir en una cruz po1 los hombres; qu mucho es con-
solar y honrar a la hora de la muerte a los buenos, que pot
tan caro precio redimit? Y si acabando de espirar, los ba
de llev:.t a su casa, y hace1los par ticipantes de su gloria,
y mosuades la esencia divina; qn mucho es baceles es-
los favores al tiempo de In patiua?

~ 111.

Conc/uv11 de la jegunda parte de este li'bro.

Estos son pues, hemnno mio, los d oce rivilt'gios que


se conceden a la virl ud tn csla vida; que son como Los
doce fr utos de aquel hermosissimo arbol que vi S. J uan en
el Apocalypbi 1, plantado a la ribera de un l'io; que daba
doce frutos cn el ai'io, scun el nnmeo de los meses 'de l.
Porque qu otro a1bol puede se este des pues del Hijo d.e
Dio.s, .sino la misma viLUu, que es eL arbol que da frulos
de santidad y de vida? y qn otros frutos mas preciosos q1.re
estos -que aqui se han declaradoi1 Porque qn mas het-
moso fnno que la providencia palei'Oal que Dios t ielie de
los suyos? y la gacia divina? y la lu mb1e de la sabidnria ?
y las consolaciones del Espritu santo? y el alegria de la
buena conciencia? y el socono de la esperanza? y la ver-
dadera libertad del anima? y la paz inte1ior del coraz.on?
y el ser o ido en las o1aciones y soc01Tido en las tibula-
ciones? y poveido en las necessiuades temporales? y final-
mente ayudado y consolado con aleg-e muerte al fin de la
vida? Verdaderamente c..'\da uno de estos privilegios es en
s tan grande, q ue s i bien se conociesse, solo l b,1staria pa-

1 AJlOC. X 11.

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180 CUU DR P I!CAilU I\ IiS,
vida;
ra bacet a un homb re ab tauu la virtud , y mutlat la
-
y pam que eoten diesse 1 con quan ta verdad dixo el Salva
aqu
doa q ue el que pm l dexasse el mund o, tecibiria
que dex, y despu cs la vida etei'O a,
ciento tanto mas de lo
como anib a se decla r.
te
, Cata aqu pnes, herm ano, qual sea este bien a que
llama r a en(l'ai io; au nq ue
convidamos: mim si te puedes
-
dexasses por l todas las cosas del mundo. Un solo incon
e no es de
veniente tiene, si assi se pul:'de llama r, pot dond
Pos
los malos tnn preciado: que es, no ses de ellos conoc ido.
era
lo qnal dixo el Salvador, 2 que el Reyno de los ciclos
se m~jante al tes~ro escon dido. Porqn e vesda
desamen te l e~
po-
tesoro; mas este tesoro escondido a los otros: no a su
conoc a el valoa de este tesoro el
llePdos. Porqu e mny bien
secre to pa1a mi: mi secre -
P1oph eta, 3 quan do deca: ilfi
lo que .a l tocab a, que
to para mi. Poco se le daba , po1
es-
su piessen los otros parte de este su bien: porqu e no es
te como los ouos bienes, que no son biene s si 110 son cono-
del
cidos; porqu e como no son bienes po1 s, sino pmla opin ion
o para
mund o, es meneste1 que sean conocidos del mund
que se llamen bienes. Mas este bien bace buen o y
bien-
on
a ventu1ado al que lo posee: y no. meno s calienta el coraz
l solo, que si lo supie sse todo
de su poseedo1, sabiendolo
el mund o.
lllas la llave de este sece to o es mi lengua, ni todo lo
e de-
t]ue aqui. havemos dicho: poque todo lo que se pued
lo que l es.
clara r con le ngua morta l, qued a baxo para
y uso de la vi
La llave es la lo~ divin a, y la experiencia
:y
tud. E~ta pide t al Seio, y luego halla rs este tesoro
s
haJia,s al mismo Dios, en quien todas las cosas hallar
y .vers con quan la razon /f dixo el PJop heta; Biena ven-
ue
turado el pueblo que tiene al Seiio r por su Dios. P01q
este bien posee ? Es'c l'i bese en el
qu puede .faltar a quien
na, patle de Samu el,
libro de los Reyes 5 que dixo Helea

1 Mallh . XIX. 2 ~fallh. XIII.


:J lsai. XXIV. 1, Psalm. CXUI I. ; l.llcg. l.

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P41TB ~EGOM DA 281
a. !l~J n),u~t\,.\fi.na 1. v,~en9pla .Mr~~ P,prq.ue P9 ~enia d-,,f/n ~
hiJOs:
se, a!fif c.~u col"'
All~la; por r_u llora!? g' fio: qu
por ,veh tara tt~ te valp.t~ .. m(l~ q,uJ '4J~,z hvof?
Pue~ ~~
un bu,eo .tnariuo, .<P.Je ltoy es, y mailana n, v;'\le
rnas a 'fa''
m116e; que die?; h,ijQ&; b.H-1:16oto i~ . iar:~ ce <[(fe yglcf r ma:s
s ~om '&"t.s?!
Dios. ?j abirna,q ue:de ver~a~1e pq~?'.q.u b~cei
en q.u e andai~?qtt~. bu~sus?.J, P.'o: q ~e clexrs l frten redel'
parayso PQi lo~ charquillo~ ~u!bios el mtrl do? pr c(u'
flell , '2
1'\o .oornnis que~ ta.n ~~qo co[.ls~Jo. q.u~ os d,el Pr~&p
dic i~rrdo: Rroq ad !1 v~d..rJ.u{in suav~. eJ el
SqTorP porr qu'
no 1.,cn1ars.~lg-nnas ~eces este vac:fo r poi' que tlo probaris
e.sle O)anj o:m? . ~ifi!J~.de !<~ r~I~L:a d~ sie &tocio l', y comen.J
os desen-
zad que tlespues eh mismo .catp iuo y el neg-o
Esp.a'n.L,~a . p:u~ ia aque l fa ser'P,iente hech a de (rr:'
{;flilarJ1., / 1 ' f , . , < ' 1
lottta dtr'
ua a~ leJ~, ttl'tts
vura . u e J\;Ibyserr quando se . m11a
.1

de antes.1
en la. mano, se ,hizo val'a inocente, cmo lo f' die :
No sin <:P.t,~sa ,.,dix cj Saio;pon:: .{}oro es, cn' ~s,
cmtl!piad()r: ' 'l.lflS desp,ues" que tit:(le-la hterc
ddftr ia en la
tlzano, vasiJ gl~iandti. Pues :hsi)~ca~c\ da d:\ li 1 ldS' hbli-r.l
lct qu~t
qr.es en est.e trato: que cmo al'pr:ueipfo ho col'iocen
tes; f sienl
lida<J de sta iner.~'lduria, po~q~e ~o son espi dtoa
len lo q~~~ les , pi~ep ,p~r el(a, por<,IU{\ ~on !atna
les; hace-
dan. ~las~
seles muy caro lo qnc les pideh, pm l qu les
ar qun su a ve s 'el Se~ior,
de~ pues que comienzan a ffUst
9ue por o~n-
Iueuo se &loriaq_ en s.u me,.~nduria,:.Y cono c;l}
a,l <'gt rhe~Le
bten. Qtj~
6un prec ro es caro tan gTaoJe
4 lodo lo que tenia:
vendi aquel hombre del Evan6elio el teso-
havi a halla do
por comprar aquella hetedad en que -
bre, no quct
ro! Pues por qu el Christiaoo, o ido este nom que
sa,
r saber lo que esto es? Cosa es por cierto maravillo en tal
si un burlador te certificase que denuo de tu casa
parte llayia ul"\,~ rap tesq~o, no de~arias de ca bar, y prob ar
si esto era ver'iiarl; y
1
c'<!tl i6~ttifuolJ 'quU1a ~alhlwa de Dios
tesoro,
5 que dentro de t puedes hallar un incomparable
Prov. XX. 1~ 1\faUh .
1 Hicr. JI. 2 Psalm. XXX lll. 3
xm. 5 Lucro xvn .
TOllO l .

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282 , OUJ~ DE PICADO~ES,
qu no se te leva nte el corazon para quet'eJd .buscar! o si
[ qua nto mayo 1 o "'

su ptesse q uanto son mas eter'lasest.as nuevas,


1
o

encontra ras con


este tesoro! o si su pieses a q un pocasa~dadas de los que le
t:
l! 1 o si entendiesses qu o cetca e$t e'1 Seo
Qpn tos hom bres havr ha-
llaman, si le llaman de verdad!~
ose de sus pecados, yper~
vi9o en el mundq, que arrepintind
que una semana
severand o en pedir perdn de ello~;en men
os
aron c1elo .
<.le cam ino desc ubri eron tietra,o pot m~jol
deci r hall
unta r <.lentro de s
nuevo y tier ra nueva, y comenzaron a barr Seiio ; 2
aqu el
el Reyno de Dios? qu muclio es hacer esto su pet
r gim iere
qlfe di~o; Enqualq~ier hora que el pec1 ado cho es hacer
oria (/e e'IP qu 'mu
cado, no le11dre mas mem
hijo prodigo aque-
esto aqu el ? qu~ apenas dex acabat al
ndo
lla preve oracion que trah ia pensad, qua Vue lvete pues
ech los le
tant a ' 6est a?
brazos encima y , le recibi con
matlruga un po-
aho ra,. he1m ano , a este piadoso padre, y en llamar a
nos das
co por la ma ana , y persever a al;u
cier to que si hu-
las puertas de su mise ricordia; y ten por
er descubrir
y
milm eote perseverres, en cabo te respond
lo hay as probado,
el teso ro secreto de su amor: y qua ndo
tares: Si dier e el
dirs luego con la Esp osa 4 en los Can
, co1Jt.o 11ada la
hombre t oda stt hac~u1da p or la caridad
1
despreciar. 1

XXXIII .. 3 Luc.u
1 Psalm . cxuv. 2 Ezech. XVIII. etc.
.xv. &. Cant. VUI . .,
..
'1
1~ J '

'~IN ~E Firk PR:11\1~J\ p p


fM o:
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1111
11'1] .. ~ d
( 1

Biblioteca Nacional de Espaa


,,

..
INDICE .\

DE DE FSTE PR.IMER. iiBRO.

' ,. la
Cap. .l. .De l.prit?z.e r _titulo, que nos obli ga d
virt ud, y servicio de Dios, que es
ser N quze n es: donde se 't rat a de
la excelencia de las per fecc iones
l.
divinas. .
Cu p 2. Del segurvlo t!tulo, que nos obliga d la
virt ud, y serv icio de 11uestro S e11or
por raw n del benqicio de la crea - 14.
. . ,
cton
-
Cap. 3.. Del terc ero titu lo por que estdmos obli
fici o de
gados d Dios, que es el ben~
la conservacio11 , y g ob9nacion.
22.
Cap. 4. Del ctla r(o titu lo, por donde estd mos
obligad.;s d la' virt ud, que es el be-
neficio inestftJ~.able ,de 11uestra re-
dem pcon.
31.
Cap. 5. Del- qu.nto tftulo, por d" estdmos
obl(Jados d la virt ud, rue es el be-
'ttficio de uue stra justi.ficacion. .
42.

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Cap. G. Del sextu tltulu, por doude estdmos
f/
obligadl;'s lp 12Ui:J~t,d, que es el be-
ndiciu ine.tt'i11.dbfe tle la divina pre-
destinacioJI. 51.i.
Cap. i. Del septmto tulo, por donde el hom-
bre est obligado d la virtud, ptN'
1 f:'tlfU!'J{e .~'! P.fl'lflf.ra
efe su! . cuatto
posln1h~nb~, qile es l a muerte. . G2.
Cap. 8. Del octavo ttulo, por tloude el hombre
est ubligado a la vi1tud,p or causa
de la ~egunda postrim er/a, que es el
juicio foi'al. ... ' 74.
Del noveno titulo, que uos obliga la
viltud, que es la te1ccra de 111/es-
tras pvshim eras, la qudl es la glo-
ria del Paraiso. 84.
C:1p. .l O.. De.( ,dcimo titulo, f.Or el cudl estdmos
. o~fjadus''' la ' ~~N~d, que' es ICt '
.~'u'artu p pftrimei-a delldmz' bre dun-
r/q~ b~{a fe lps,f.~~as del (1fier11o. UG.

SEGU.NDA PAI\1fE
.'
T
\ .
JJB b'STE
' ) \
Jlll..f{lER J./D/10.
, '' ~;\' \\ -lo'\.'1,.1, < ,,,

C. p. 1 J.1'/tulo, uude'cimu -por el cudt est dmos


obligf!dos d <Sif!JUr la virtud, p or cap-
' sa '/e los' bi'eiesi'nestimablef, que de
jJr{JSe1?le se le promete n e1l e'$ta vida. 11 3.
Cup. J;! Del daodci111o seguudo titulo,p ar'doude
' estdm(JS o'b/igados /a virtud, por
Hz:iote 'dclprm-er privileg ip.de ella,
que es la providencia especia l que
Dios tie11e de los baeiiUf par.a en-
capiuarlos ti tudo bien: !1 de la rw:
'''!le11c a los malos para cezstigo' de

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..

. ~u maldad. . 125
Cap. l 3. .fJ ,t s~gund,o privi(eu[o. i// ~a vir tud,,
j 1
1 ,que'l.es. ~a
1 .... <?~ t ""
r.acra ue f?Spu rtu :srm-
l'
o ' 1 '' ) -' 14 3.
Cap.
A .h 1o; q,ue s,e d.4 ,ff), J~~ ."f.~~~~. ~s. .. d.
J .,.. ,V.e... , /;6rcero ,pt;tvlJ,egto. ue ,a vlrlu ,
qu.e ):s . ~(1 l,u,;iljre conocimiento
. so.br~na(ur~(, q_ue 'J'J JYuestro Se-
f!Q, ~ los virtuosos. .' . . 147.
,h 1
1.5. ./)e{ ,ca'!r~o priv~'{ej_t~o d_,~ ~a virtud,
fjlie .s;o~ (tu consolac!pne( del Es-
piiitu .f,~nt(! . que;~ if.rf!J'aJ.os bueno. 160.
(;.,p. l'G. J)el.quiyo ,p;i}ir~~:o 'df:~a -~fl~ll, qe li.l
"" ~ es.,el1 "a~egoP. ~e ~ l.qii~n'".:oncien
,,r:t{l, : tue go~an :Zos..b'tl'i1ios, y del
torme11~o y t-emo'rdit~tie~ ' interior
que padecen los malos. : 177.
Cap. 17. n el sexto prr'vilegio de la virtud, que
es la confianza y esperama en la
divina misericordia, de tue gozan
los buenos, y de la vana y misera-
ble conjiama en que viven los malos. 188.
Cap. 18. Del septimo privilegio de la virtud,
que es la verdadera libertad, de que
gozan los buenos: y de la misera-
ble y 110 conocida u rvidambre en
que vive11 los malos. 200.
Cap. 19. Del octavo privilegio de la vi1tud, yue
es la bienaveuturada paz y quietud
inten'or, de que go~an los bueuos:
r de la miserable guerra y desa-
sosregu que deutro de si padecen
los malos. 22 1.
Cap. 20. J)el nono privilegio de la virtud, rue
es de como oye Dios las oraciones
de los buenos !/ desecha la de los

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PJg iou .

236.
malos.
fa vir tu d, que es
Cap. 2 f .D imo pr ivi leg io de de .Dios , qu e los
,c
el ay d a !1 .fa vo r'
hu la ciones;
.. haenos recihen en sus tri
im pa cie nc ia
!1 po r el co ntr ar o, la malos pa -
y 'to rm en lo co11 qu e los
24 3.
. decen la s suyas.
de la vir tu d, que
Cap. 22. Undecimo pr ivi legioSer1<Jr provee d los
es, 'como Nuestro 255.
al.
.. , . vir:taosos de lo te mp or
io ae la vir tud , qu e
Cap. 23. .Duodecimo pr ivi leg y qu iet a se a la
es, cudn al eg re po r el con-
mu er /e de los haenos: y
y congojosa
tra rio cadn rmserab{e 264.
la de los malos.

"

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FE DE ERRATAS DE ESTE PRIMER TOMO.

Pgina XIX, lo. 9 , vocands debe decir vocandis.


Lo. 1O, gralissmus debe deci1 patissimus. Lo. 14,
rifertos debe deci reperloro Lo. 22, vitan debe
decir vitam. Lo. 23 , beatissim an clebt- decir bea-
lissimam .
Pag. XX , lo. 7 , Pond!ficatus lase Pontific atus.
Pg. 5, ln. 2 1 , dice o.ca,fa cual de su manera 110 la-
se cada cual de su manera.
Id., ln. 22, dice mas en l hay composicion lase
mas en l 110 hay composicion.
Pg. 7 , ln. 3 1 , dice o[ a. lase / os.
Pg. 8, lo. 16 , dice pe1j'eccioneis lase pe1j'ec-
cwnes.
Pg. 9, en la cita de S. Agustn, dice in solii lase
1l solit.
Pg. 14 , ln. 13, dice 'Jue por ra~on lase por
tazon.
Pg. 43 , lo. 27, r:-llllllllten podrtf explicar cuantos
beneficios encierra ~~.rzeJ.rc'o ?
Id., ln. 33, lase.
Pg. 69, lo. 20,
Pg.77 ,1o. 22,
ella ele.
En el pliego 19 , dice al folio 69, la-
se 96. .
En el pliego 21 , captulo 11 , folio 115 , en la p1imera
lnea dice parle primera lase part e segunda y as
sucesivamente basta el folio 229.
En el pliego 32 , captulo 18, folio 102 , lase 202,
cuya numeracion contina basta el 180, que debe ll!er -
se 280.

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,._,~t ~1 .J~ , :,, 1:~ t l r~t d ~a:s:.ff,,
1 ~~, JJ ,rru~t d,JJ

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OBR.\S llE L\ PROP.\GAi\DA CATOUCA DE ESPA~A.
1::'1 E:'\Cl'.\.DEn:'iACIO:\.
DEI, PAPA PJO VII,
!STORIA DE LA VIDA Y DEL PONTJFICA.DO gado de negocios do Frao-
rnmpueFia por el cabal lero Artao .J, antigu o encar
cida cuida dosam ente al caetellaoo. La prc-
ria corra do la Snota Sede , tradu Sanla clla , arced iano do Uuelc
ced~ una iotrorluccioo por D. Manu
el Lopez
Cucoc a y est aclornada con los retratos de Su
~~~ la ~anta igl.csia catedral de secre tarios de Es-
Gons alvi, pruoe ro$
~aotidad y le los cardenales Pacca y o~ra por el presbte-
icado . Adem :is est anota da e~ta
tado durante este pontif os en 4. 0 que coutienon
ro D. Juan Gooulez.-Con~ta do dos tomos grues
132 pliegos de- impresioo 9 mrs. cada uno
, y ooa lmina fiua por un real.
Prerio total 35 rs. 3~ mrs.
E:\ PRE:'i:-i.\.
amp<. 'lud e cieot(l
LA PI.\ DOS.\ ALD EA;\ \ 6 Tida de Luisa Dcscb aios en Fnncia too
cu pocos
veinte mil egemplarcs de esta obra despachados s como hijos de familia , y
"' mayor elll;;iQ: las gentes del campo, as padre libro que ' eu inters reuoa
especialmente las malros, no pue,Jeo leer un
doctrina ma~ ~aluda hle~.
de Auln ay.-' laria oa
IIL\I U.\:\ A AUBI\Y, JI''~' ln seorita a Ltlisa quo pasa sucesiamcotc por
Aubry es la hi,toria de una criada breton
propia do ~o estado y que en la< dier us circum-
tQda~ las r... es da la vida
modio do poner on prcltca to-
tancia. de~~~ humilde condirioo enr.uentra el aoa~a con toda~ la sracias
nas. &la prodo ccioo cogal
das la~ virtudes cristia
ha morecidu su autora uu
olel ~lllo y agradable por el iotors del drama,
tXIIO popular.

TJ\.\Ol'ClE~DOSE.
t'o" lth lud,,.< J<'Oiyi-
LA COS;\fOGONI.\ DE :\lOISES comparada oto eatlea , en la cual dtl
<'Os por JIarcel de Str res; obra
emioootemo
descubrimientos ~eolgi
lo
muestra el autor de uo modo incontestable , qull la narracion do ~Ioiss.
~os estn muy lejos de hallarse en oposicioo con
ion vordaderameoto reli
:No podemos orrecer una prueba mejor de 13 atonc y de lo bien quo el autor
forma cioo do e~ta obra
l!iosa que ba presidido la
el alto aprecio y la aproba-
ha llenado so objeto, que decir quo ba merec ido
obispos y do nuest ro S. P. Greorio >. VJ.
rioo de muchos L.\ NATCLULEZA
)1.\IU.. VILLAS DE L,\ PROVIDU~CIA. EN aleza y la rehgioo pueden
\' EN LA REL IGIO N.-T odo lo qoo la natur
llador , para penet rar el alma do las grande-
nrre~r de mas admirable y oocJ
esta obra , y puesto al alcaoco
zas y bondades de Dios , se baila descrito en ciencia y Jo hi~toria natural;
es. Este ea un l~ro do
de toda clase de lector
religioo y do lllo!OOfia.
'in quo por eso deje do fer al propio tiempo de OA, I'IO~IANA; VENTAJAS
DE La IGLESIA CATO LlCA , APOS TOJ,J
io.
) dicba de conocerla y de pertenecer su grem

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