Está en la página 1de 28

SOBRE EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA

CLASE OBRERA RICA EN LOS PASES


OCCIDENTALES INDUSTRIALIZADOS

SUMARIO
1. Controversia terica: la tesis del aburguesamiento de la clase obrera y la crtica marxista a dichas tesis. 1.1. La tesis del aburguesamiento
de la clase obrera. 1.2. Crtica marxista a la tesis del aburguesamiento
de la clase obrera. 1.2.1. Las nuevas formas de alienacin y de dominacin. 1.2.2. Las nuevas potencialidades conflictivas.2. Algunos hechos: situacin de la clase obrera y posible aburguesamiento. 2.1. Situacin en el trabajo: han aumentado sus ingresos, pero subsisten importantes diferencias con los no manuales. A) Fuerte aumento de los
ingresos de la clase obrera. B) Pero subsisten importantes puntos dbiles en la situacin de los obreros. C) Conclusin: subsisten importantes diferencias entre manuales y no manuales, pero ha habido una
cierta aproximacin. 2.2. Situacin global. 2.2.1. Comunidades obreras. 2.2.2. Estilos de vida. 2.2.3. Cultura. A) Tesis de la desaparicin
de la subcultura obrera. B) Tesis de la subsistencia de la subcultura
obrera.3. Conclusiones. Aproximacin entre clase obrera y clase media, pero subsistencia de importantes diferencias. 3.1. Situacin en el
trabajo. 3.2. Situacin global. 3.2.1. Comunidades obreras. 3.2.2. Consumo. 3.2.3. Estilos de vida.

Vamos a realizar en este trabajo algunas consideraciones sobre el posible aburguesamiento de la clase obrera en los pases econmicamente ms
avanzados de Occidente. Nuestro criterio para considerar si ha habido o no
aburguesamiento ser utilizado por J. H. Goldthorpe y asociados en su
investigacin sobre obreros ricos realizada, a fines de los sesenta, en
Luton (Inglaterra). Consideran estos autores que hay aburguesamiento cuando la clase obrera pierde su peculiaridad, adoptando un modo de vida anlogo al de la clase media.
61
Revista de Poltica Social
Nm. 131. Julio-Septiembre 1981

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

Dividiremos el trabajo en tres partes. Consideraremos en la primera la


polmica sobre el aburguesamiento o no de la clase obrera, contemplando
por separado la tesis sobre el aburguesamiento de la clase obrera y la crtica marxista a dicha tesis. Se examinar en la segunda parte la situacin de
la clase obrera*, tanto dentro del trabajo como globalmente, viendo, a la
luz de diversos datos, si cabe o no hablar de aburguesamiento. En la tercera
parte se extraern algunas conclusiones sobre la existencia o no de aburguesamiento, de los datos analizados en la segunda.
Como hemos dicho al principio, trata este trabajo de la clase obrera de
pases occidentales de alto nivel industrial. Y trata, sobre todo, de los sectores ms prsperos de dicha clase obrera (de los obreros a los que llamaremos ricos). Los pases a los que nos vamos a referir muy especialmente
son los Estados Unidos de Amrica, Inglaterra y Francia. Ello se debe a
que estos pases, adems de ser occidentales y estar fuertemente industrializados, cuentan con una importante literatura sobre este tema. Por otra parte,
al tratarse de pases pertenecientes al continente americano y al europeo,
nos darn ocasin de ver lo que pasa a ambos lados del Atlntico.

1.

CONTROVERSIA TERICA: LA TESIS DEL ABURGUESAMIENTO

DE LA CLASE OBRERA Y LA CRITICA MARXISTA A DICHA TESIS

1.1. La tesis del aburguesamiento de la clase obrera


Ya entre los primeros marxistas se plantea el tema del llamado aburguesamiento de la clase obrera. Por ejemplo, Engels, hace ahora justamente un
siglo, habla del afn de respetabilidad de los obreros ingleses, que les lleva
a aceptar valores sociales, modos de vida e ideas polticas burguesas. Considera Engels que este fenmeno es especficamente ingls, al ser Inglaterra
la primera potencia econmica mundial por aquel entonces (1).
(1)

J. H. GOLDTHORPE, D. LocKWOOD, F. BECHHOFER y J. PLATT: The

Affluent

Worker in the Class Structure, Cambridge University Press, 1969, pg. 3.


Es ste el tercero de los tres tomos en los que se recogen los resultados de la
meticulosa investigacin de los citados autores, en la que se contrasta la tesis del
aburguesamiento de la clase obrera, estudiando una muestra de 229 obreros manuales
y 54 trabajadores no manuales de Luton (Inglaterra), al suroeste de Bedfordshire.
Se trata de obreros ricos de tres empresas: Vauxhall (industria automovilstica),
Skefko (industria mecnica: rodamientos a bolas) y Laporte (industria qumica:
compuestos de amonio, potasio, sodio y bario). En adelante llamaremos a este volumen GOLDTHORPE 3.

62

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

En utos aos cincuenta se va formando una literatura sociolgica que


interpreta recientes hechos sociales en el sentido de que la clase obrera se
est aburguesando. Se critican las profecas marxistas sobre la evolucin de
la clase obrera, hablndose del carcter no revolucionario de dicha clase
en los pases ms desarrollados. Los mismos marxistas hablan de la capacidad del capitalismo para, a base de ir echando remiendos que subsanen,
siquiera sea provisionalmente, las consecuencias de las llamadas contradicciones del sistema capitalista, prolongar su precaria, segn ellos, existencia.
Estos remiendos sern: el nacionalismo, el imperialismo, el militarismo, el
keynesianismo, etc. (2). Veamos cules son las profecas marxistas principalmente criticadas (3):
1. No ha ocurrido la anunciada polarizacin de las clases en una minoria, cada vez ms pequea y rica, de capitalistas y una mayora, cada vez
ms numerosa y pobre, de proletarios. Por el contrario, ha mejorado la situacin de los proletarios, y no han desaparecido las clases medias (dado
que las viejas clases medias de pequeos empresarios se han ido viendo
reemplazadas por las nuevas clases medias de burcratas y tcnicos de todo
tipo).
2. El Estado no ha sido el anunciado instrumento de la burguesa, sino
que, por el contrario, ha permanecido neutral, o incluso ha favorecido a
los grupos ms dbiles de la sociedad. Adems, a menudo lo poltico no ha
dependido de lo econmico, sino que, al revs, las actuaciones independientes del sistema poltico han tenido grandes repercusiones en el campo econmico.
3. La tenencia o no de propiedad no ha resultado ser el ms importante criterio de estratificacin social. Lo que determina hoy fundamentalmente
el puesto que se ocupa en el sistema de estratificacin social es la educacin. Es decir: el nivel educativo condiciona en gran medida el nivel ocupacional, el cual, a su vez, condiciona en gran medida el nivel de renta.
Pero es no menos cierto que el nivel educativo est condicionado en gran
medida por el nivel de renta de la familia en la que se ha nacido.
Se habla insistentemente en la dcada de los aos sesenta de la progresiva descomposicin de la clase obrera, y con ella del fin de los conflictos
de clase (que se vern sustituidos por conflictos raciales, generacionales,
etctera). Se considera que ha fallado la profeca marxista segn la cual se
ir produciendo una polarizacin cada vez mayor de las clases en torno a
dos grupos antagnicos: capitalistas y proletarios. Se dice que no hay sepa(2) Ibdem, pg. 4.
(3) Ibdem.

63

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

cin sino acercamiento entre las clases; que los patronos son cada vez
menos patronos (pinsese, por ejemplo, en la separacin entre propiedad y
gestin dentro de las empresas) y que los obreros son cada vez menos obreros, ms pequeo-burgueses. Se habla de la aparicin de las nuevas clases
medias, fenmeno no tenido suficientemente en cuenta por Marx. Se considera que, contra lo previsto por Marx, las sociedades desarrolladas tienden
a convertirse en sociedades de clases medias, en las que trabajadores proletarios, trabajadores de cuello blanco y empleados se alinean a lo largo de
un continuum, continuum en cuanto a ingreso, en cuanto a consumo, en
cuanto a formas de vida, en cuanto a actitudes polticas. Se imponen en toda
la sociedad las normas y modelos de la clase media. La clase obrera ha
vendido su identidad (econmica, social, poltica, cultural) por el plato de
lentejas del confort y de la respetabilidad burguesa. Ya no hay clases sociales, sino simplemente estratos (4). Todas las sociedades ricas sern como
la sociedad americana ha solido pensar que es: sociedades sin clases (simplemente con estratos), en las que, en virtud de una gran movilidad social,
cada cual ocupa aproximadamente el nivel que merece; sociedades eminentemente abiertas, llenas de muchas e iguales oportunidades; sociedades plenamente meritocrticas.
Parece, pues, que se ha pasado a una sociedad homognea, slo diversificada por diferencias cuantitativas dentro de un modo de vida fundamentalmente comn a toda la sociedad. Se habr, pues, alcanzado un paraso
mesocrtico, en el que se habrn eliminado diferencias sociales decisivas, y,
consiguientemente, radicales conflictos sociales. Habr, pues, una fundamental armona entre los distintos estratos sociales, unidos por un generalizado consenso en torno a las centrales cuestiones de la economa, la estructura social y la poltica. Nombres destacados en la literatura que recoge
esta tesis sern Galbraith, Aron, Lipset, Bell... Supone esta tesis de la integracin de la clase obrera y desaparicin de la lucha de clases, y aun de las
clases sociales, una alternativa al modelo marxista de evolucin del capitalismo (evolucin caracterizada, como sabemos, por la lucha a muerte entre
capitalistas y proletarios). Se propone, pues, frente a la teora marxista, una
nueva teora: la de la desaparicin de la clase obrera.

(4) J. M. MARAVALL: Conformismo y sociedad industrial (Consideraciones sobre


una polmica), en La sociologa de lo posible, Siglo XXI, Madrid, 1972, pginas 230-231.

64

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

1.2. Crtica marxista a la tesis del aburguesamiento


de la clase obrera
La tesis del aburguesamiento de la clase obrera ha tenido un gran xito,
no slo entre los socilogos, sino tambin entre periodistas, publicistas de
distinto tipo y polticos conservadores. Quiz su xito se haya debido principalmente a que ofrece una perspectiva evolucionista, que cabe oponer a
la marxista.
De todos modos, a lo largo de la dcada de los sesenta se ha desarrollado, por autores marxistas, una fuerte crtica de la tesis anterior. La crtica
proviene tanto de marxistas ortodoxos como de marxistas heterodoxos, o
neomarxistas. Los primeros mantienen que el anlisis por Marx de la dinmica del capitalismo sigue estando fundamentalmente vlido, y que las contradiciones inherentes al sistema capitalista acabarn trayendo, inevitablemente, la anunciada revolucin. Los segundos admiten el fallo de algunas
de las profecas de Marx, intentando explicar dicho fallo en trminos marxistas. Es frecuente en estos autores la vuelta al joven Marx y a la utilizacin por el mismo del concepto de alienacin (5).
Para explicar el declinar de la clase obrera como fuerza revolucionaria,
suelen emplear estos autores dos tipos de argumentos: el de las nuevas formas de alienacin y de dominacin, y el de las nuevas potencialidades conflictivas. Vemoslos.
1.2.1. Las nuevas formas de alienacin y de dominacin
Se acepta aqu la afirmacin de la integracin de la clase obrera en los
pases europeos desarrollados. Pero se habla de una forma ms total de
alienacin. Se considera que los trabajadores han logrado satisfacer sus
necesidades materiales, primarias, pero no otras secundarias, relativas a
su desarrollo humano (fundamentalmente necesidades culturales). El desarrollo del poder del Estado y de las grandes organizaciones burocrticas ha
determinado el monopolio por parte de determinados grupos dominantes
del control sobre los medios de creacin de la conciencia colectiva (sobre
los medios de enseanza, sobre los medios de comunicacin de masas). El
ciudadano se ver manipulado en los ms variados aspectos de su vida:
como votante, en elecciones aparentemente democrticas, pero en las que
las alternativas de eleccin suelen ser muy parecidas y en las que su deci(5)

GOLDTHORPE 3, pgs. 14-15.

65

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

sin se ve fuertemente condicionada; como consumidor, siendo aparentemente soberano del mercado, y de la economa de mercado, pero estando
de hecho fcilmente manipulado por los instrumentos de marketing del
aparato productivo, constante excitador de la demanda; como trabajador,
dada la estructura fuertemente autoritaria de las empresas, en las que todo
el poder se acumula en la cspide, dicotomizndose claramente el personal
entre los que mandan y los que obedecen. El ciudadano vive, pues, en un
mundo de ilusin, en el que slo hay, en el fondo, manipulacin de las conciencias desde las instancias del poder (6).
Y dnde est el poder? Pues en el establishment, en el sistema de dominacin, en el que se alian la industria privada, la banca, los medios de
creacin de la conciencia colectiva (medios de enseanza y de comunicacin de masas) y el Estado. El desarrollo de las sociedades industriales ha
determinado, pues, una extensin y fortalecimiento, del poder. Son sociedades complejas y planificadas, con una gestin central coordinada, en las
que el sector pblico y el privado se alian econmicamente (traducindose
esta alianza en la planificacin indicativa del desarrollo econmico), completndose su control del poder mediante el control de la informacin, y consiguientemente de la formacin de la opinin pblica (7). Son, con denominacin de Touraine, sociedades programadas (8). A este fenmeno se
alude al hablar del imperio de los tecncratas en las modernas sociedades,
porque los tecncratas son los sumos sacerdotes de estos cultos burocrticos.
Ellos son los que saben de que va en estas complejas sociedades en las
que tan difcil resulta orientarse; y como ellos son los que saben, sus informes tcnicos resultan difcilmente discutibles (sera preciso para ello una
preparacin tcnica que no pueden tener los polticos, cuyas decisiones
cubren amplios campos); de ah que esos informes suelan ir a misa,
como dice la expresin popular. El informe tcnico del tecncrata suele
ser ley para el poltico, excepto cuando plantea graves cuestiones polticas
(caso en el que la tcnica sucumbir ante la poltica). En consecuencia, y
como pone de relieve Galbraith, las decisiones las toma la tecnoestructura
de las organizaciones (tecnoestructura que cubre una amplsima zona central que va desde el nivel inmediatamente superior a la base, ocupada por
gentes sin mando alguno, hasta la alta direccin), aunque oficialmente las
tome la alta direccin, que se limita a ratificarlas (9). Resulta, pues, que en
este mundo tecnocrtico se produce una nueva alienacin: se pasa de la
explotacin de los obreros a la alienacin de los ciudadanos.
(6) J. M. MARAVALL, op. cit., pgs. 235-237.
(7) M. CROZIER: LO socit bloquee, Le Seuil, Pars, 1970, pgs. 27-47.
(8) A. TOURAINE: La socit postindustrielle, Denol, Pars, 1969.

66

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

1.2.2. Las nuevas potencialidades conjlictivas


Examinaremos diversas causas de esas nuevas potencialidades de tensin
y de conflicto, siguiendo el esquema de J. M. Maravall (10).
a) No cabe asimilar econmicamente los obreros industriales a
los empleados.Aunque se hayan aproximado sus remuneraciones, subsisten importantes diferencias: es superior la situacin laboral de los empleados (menor dureza del trabajo, mayor seguridad en el empleo, ms brillantes perspectivas de promocin, mayor prestigio de la ocupacin), son muy
distintas las formas de vida, las relaciones sociales y las aspiraciones y
valores (11). No se debe confundir la complejidad de la posicin de clase
con la mera capacidad de consumo. Trataremos con ms detalle este punto
ms adelante.
b) No cabe diferenciar polticamnte, al menos sin realizar bastantes
matizaciones, trabajadores de servicios y trabajadores industriales, considerando que stos son notablemente ms conflictivos que aqullos. La cosa
no est hoy tan clara. Los trabajadores de servicios (sobre todo en transportes, banca y enseanza) tienden a nuevas formas de accin colectiva
(sindical o poltica) que les podran acercar ms y ms a los trabajadores
industriales (12).
c) Nuevos tipos de conflictos en las sociedades avanzadas.
Lo prosperidad econmica no tiene por qu llevar hacia la paz social; puede, por el contrario, determinar un aumento de la conflictividad
social. La prosperidad incrementa las expectativas (no slo econmicas, sino
tambin sociales y polticas), incremento que puede tener carcter explosivo si dichas expectativas no se ven satisfechas.
Al romperse el hermetismo cultural de la clase obrera, el particularismo obrero, puede que no disminuya la confictividad de dicha clase social sino que aumente la racionalidad de su estrategia.
No se ven libres de la crtica a las grandes organizaciones burocrticas (con su funcin integradora) los tradicionales partidos y sindicatos
obreristas (la CGIL italiana, la CGT francesa, las Trade Unions inglesas).
Se denuncia su carcter jerrquico, su carcter integrador, sus funciones
(9) J. K. GALBRAITH: The New Industrial State, New American Library, Nueva
York, 1967, pgs. 71-83.
(10) J. M. MARAVALL, op. cit., pgs. 237-241.
(11) GOLDTHORPE 3, pgs. 24-25.
(12) H. FRANKEL: Sociedad capitalista y sociologa moderna, Artiach, Madrid,
1972, pgs. 233-236.

67

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

manipuladoras. Florecen as, al margen de las centrales sindicales: las


huelgas salvajes, espontneas y atpicas; el sindicalismo de empresa; la
reivindicacin del control obrero.
Se seala tambin que las huelgas son especialmente gravosas, en trminos de costes de produccin, en la actualidad, dada la complejidad de los
procesos productivos y la necesidad (para no recargar excesivamente los
costes) de que la maquinaria est constantemente en funcionamiento.

2.

ALGUNOS HECHOS: SITUACIN DE LA CLASE OBRERA


Y POSIBLE ABURGUESAMIENTO

Examinaremos ahora la situacin de la clase obrera, plantendonos la


cuestin de su posible aburguesamiento, teniendo en cuenta que se considerar hay aburguesamiento si parece resultar probado que la clase obrera
ha perdido su peculiaridad, siendo su modo de vida anlogo al de la clase
media. Por ello, nuestro mtodo de exposicin consistir en ir examinando
algunos grandes aspectos de la situacin de la clase obrera, viendo si hay
o no diferencias en ellos entre la clase obrera y la media.

2.1. Situacin en el trabajo: han aumentado sus ingresos,


pero subsisten importantes diferencias con los no manuales
Decamos que no cabe asimilar econmicamente los obreros industriales a los empleados, porque, aunque se hayan aproximado sus remuneraciones, subsisten importantes diferencias, entre ellas la superior situacin
laboral de los empleados.
A) Fuerte aumento de los ingresos de la clase obrera
En cuanto a los ingresos, no cabe duda de que ha mejorado importantemente la situacin de los obreros, aproximndose a la de las clases medias,
y aun superando, a menudo, la situacin de los estratos inferiores de dichas
clases medias. Veamos lo que nos dicen Katona y otros al respecto: No
hay duda de que, en trminos de renta, la posicin relativa de los obreros
manuales en todos los pases prsperos ha mejorado en las ltimas dcadas.
Muchas familias obreras han adquirido rentas comparables, o incluso superiores, a las de muchos miembros de los estratos inferiores de las clases
68

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

medias las familias de empleados administrativos, pequeos tenderos, o


profesores. Hay, desde luego, diferencias en cuanto a seguridad y expectativas de renta. El trabajador no manual tiene ms probabilidades de ser
ascendido y menos de ser despedido en tiempos de recesin (13).
B) Pero subsisten importantes puntos dbiles en la situacin de los
obreros
a) No acercamiento entre ricos y pobres
Hablbamos antes del aumento de ingresos de los obreros. Conviene,
sin embargo, hacer una puntualizacin al respecto. Ha habido, s, una gran
mejora en la situacin econmica de la clase obrera (sobre todo de los
obreros especializados). Realmente, en las actuales sociedades industriales,
las bolsas de pobreza, que desde luego existen (como se puso de relieve en
los Estados Unidos, por ejemplo, en la poca del presidente Kennedy), corresponden a grupos sociales marginales: trabajadores inmigrantes, tnicos,
trabajadores de industrias en decadencia, viejos, etc. No cabe hablar de
una pobreza generalizada, ni aun en los estratos inferiores de la clase obrera.
Pero esta mejora se debe a una mejora econmica general despus de la
segunda guerra (que ha beneficiado ms a los obreros que a los sectores
ms dbiles de las clases medias, pero no ms que a las clases medias-altas
y altas), no a una redistribucin de la renta en favor de los grupos econmicamente dbiles de la sociedad. La redistribucin, si la ha habido, ha sido
escasa, como han puesto de relieve los estudios de Titmuss (14), para Inglaterra, y de Kolko (15) para los Estados Unidos. Es decir: ahora los viejos
ricos son ms ricos y los viejos pobres son menos pobres, o han dejado de
serlo. Pero las diferencias subsisten. De todos modos, y como lo cuantitativo
puede tambin tener efectos cualitaticos, cabe pensar que la creciente prosperidad puede transformar las relaciones entre las clases, aunque sus posiciones relativas en la escala no varen.
b) Los obreros siguen teniendo un bajo prestigio social
Conviene hacer constar aqu el menor prestigio ocupacional de los obreros manuales respecto de los trabajadores no manuales. Veamos lo que nos
dice sobre esto un interesante libro de hace unos aos sobre el trabajo en
(13) G. RATONA y otros: Aspirations and Affluence, McGraw-Hill, USA, 1971,
pgs. 33.
(14) R. M. TITMUSS: Income Distrlbution and Social Change, 1962.
(15) G. KOLKO: Wealth and Power in America, Praeger, Nueva York, 1962.

69

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

los Estados Unidos: ... el trabajo manual ha sido cada vez ms denigrado
por la clase media-alta de esta nacin. Los problemas de autoestima inherentes a estas cambiantes actitudes se ven reforzados por el impacto de los
medios de comunicacin de masas. Por ejemplo, las imgenes de obreros
manuales presentadas por dichos medios (incluidos los libros de texto escolares) son, a menudo, negativas. Los obreros son presentados como hard-hats
(racistas o autoritarios) o como fat cats (perezosos fontaneros que slo trabajan veinte horas por semana, ganando, sin embargo, 400 dlares semanales).
La imagen del obrero que los medios de comunicacin de masas presentan
es la de que l es el problema, no la de que l tiene problemas (16). Ms
adelante aade: La investigacin muestra que menos de un personaje de
cada diez de la televisin es un obrero manual; y estos pocos son normalmente presentados como gente tosca con rasgos sociales indeseables...:
Nuestras entrevistas con obreros manuales revelaron un enorme complejo
de inferioridad: el obrero no puede hablar a sus hijos con orgullo de su
trabajo, y muchos obreros sienten que deben pedir disculpas por su status.
As, puede que en el hogar obrero haya una sensacin de fracaso, incluso de
deprimente autodegradacin (17).
c) Los obreros, sobre todo los no cualificados,
trabajan a menudo ms que los empleados
Vamos ahora a ver, a ttulo indicativo, unos datos de hace unos aos
sobre el nmero de horas que trabajaba la gente en distintos niveles ocupacionales y de renta en algunos pases industriales:
HORAS DE TRABAJO DE HOMBRES EN ACTIVO
(SOLO TRABAJO PRINCIPAL)
HORAS POR SEMANA

Pas

Estados Unidos
Alemania
Francia
Blgica

...

Obreros no
cualificados

Obreros
cualificados

No manuales
de bajo nivel

No manuales
de alto nivel

47
52
44
47

41
42
43
46

47
39
45
41

41
35
40
36

Fuente: Estados Unidos: KATONA y otros: Survey of Consumer Finances (Institute for Social
Research, University of Michigan, 1966), cap. 6; Europa: encuestas realizadas por los autores
(tomado de KATONA y otros: Op. cit., pg. 222).
(16) W. E. UPJOHN (Institute for Employment Research): Work in America, The
Mit Press, Massachusetts, 1973, pg. 34.
(17) Ibdem, pg. 35.

70

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

HORAS DE TRABAJO DE CABEZAS DE FAMILIA:


ESTADOS UNIDOS, 1964
Horas por semana

Todos los cabezas de familia


Trabajadores por cuenta ajena con altos ingresos por hora (3 dlares o ms)
Empleados con bajos ingresos por hora (menos de 3 dlares)
Trabajadores por cuenta propia con altos ingresos por hora (3 dlares o ms)
Trabajadores por cuenta propia con bajos ingresos por hora (menos de 3 dlares)

46
42
47
48
59

Fuente: KATONA y otros: Op. cit., pg. 222.

Vemos, pues, que, en contra de lo que se suele pensar, los trabajadores


de bajo nivel de los cuatro pases estudiados trabajaban ms horas que los de
niveles ms altos. Vemos que los obreros no cualificados de los Estados Unidos y de Alemania trabajaban ms horas que los cualificados, y que, en todos los pases, los no manuales de bajo nivel (por ejemplo, administrativos
y vendedores) trabajaban ms horas que los directivos y profesionales. Vemos, por otro lado, que, en los Estados Unidos, la relacin negativa entre
horas de trabajo y status socioeconmico se ve confirmada cuando se mira
a las diferencias en ingresos horarios: cuanto ms altos son los ingresos por
hora, ms corto es el tiempo de trabajo.
d) La situacin de los obreros en el trabajo ha empeorado
en algunos aspectos
Goldthorpe y otros extraen la siguiente conclusin, entre otras, de su
minuciosa investigacin sobre obreros ingleses ricos (18):
... los aumentos de los ingresos, las mejoras de las condiciones de trabajo, una poltica directiva ms ilustrada y liberal, etc., no alteran bsicamente, por s solas, la situacin de clase del obrero industrial en la sociedad
actual. A pesar de estos cambios, sigue siendo un hombre que se gana la vida
poniendo su trabajo a disposicin de un patrono a cambio de un salario, normalmente pagado por piezas, horas o das (19). Adems, aunque el trabajo
(18) Traduzco por ricos la palabra inglesa affluent. Quiz sera ms preciso
decir prsperos o acomodados, pero suena peor.
(19)

GOLDTHORPE 3, pg.

157.

71

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

ha mejorado en algunos aspectos, como consecuencia de la evolucin tecnolgica y de la mejor organizacin, tambin ha empeorado en otros:
1. En ocasiones, el trabajo es ms alienante por realizarse en unidades
productivas mayores (consiguientemente, ms burocrticas e impersonales)
y bajo una ms estricta planificacin (consecuencia de la introduccin de
mtodos taylorsticos de racionalizacin del trabajo).
2. Es tambin ms frecuente en la actualidad el trabajar en horarios
distintos del normal (por la tarde o por la noche), para mantener los costossimos equipos en constante funcionamiento (aprovechndolos al mximo
antes de que resulten obsoletos, lo que ocurrir pronto). Son, sin duda, graves las perturbaciones en la vida de los trabajadores que derivan de dichos
anmalos horarios de trabajo.
3. Menores posibilidades hoy para el obrero de ascender profesionalmente, dado su "bajo nivel educativo.
Sucede, adems, que hoy son probablemente menores para el obrero las
posibilidades de ascender en su trabajo. La movilidad del obrero queda reducida a los distintos niveles del trabajo manual. Podr, quiz, ir escalando
los ms altos niveles ocupacionales de dicho trabajo, mediante un esfuerzo
de cualificacin profesional (probablemente siguiendo cursos de formacin
profesional). Podr quiz llegar a supervisor (aunque los puestos de mando
intermedio van siendo reservados cada vez ms a gentes con un cierto nivel
de estudios: quiz un bachillerato inferior, y aun un bachillerato completo).
Pero, desde luego, no podr pasar de supervisor (de jefe inmediato de un
pequeo grupo de obreros). Para alcanzar niveles superiores necesitar algo
que no tiene: un alto nivel educativo. De ah lo raro del ascenso intrageneracional de manual a no manual. Mucho menos difcil es dicho ascenso intergeneracionalmente, es decir: para el hijo del obrero manual. Pero tampoco
ser fcil. No es slo la cuestin econmica, ya que, como hemos dicho, bastantes obreros manuales de los pases ms avanzados pueden hoy permitirse
el lujo de dar estudios, incluso superiores, a sus hijos. Adems, en los muy
frecuentes casos en los que el estudio del hijo supondra un gran, quiz insuperable, sacrificio para el padre obrero, la cuestin se podra solucionar
mediante un sistema de becas suficiente (que no slo sufragase los gastos
de educacin, sino tambin compensase econmicamente del posible no trabajar mientras se estudia). Sucede tambin, y esto tiene peor arreglo, que
a los nios de hogares obreros les falta motivacin para estudiar (la socializacin que han recibido no les ha inculcado tal motivacin) y les falta un
lenguaje adecuado para moverse cmodamente en el campo de los estudios.
La subcultura en la que han sido socializados es muy distinta de la subcultura de clase media (tpica tanto de los centros educativos como de la
72

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

sociedad para la que los estudios les preparan). De ah que la incrementada


movilidad en las sociedades industriales (respecto de las tradicionales sociedades agrcolas suela significar para los obreros nicamente la posibilidad de
ascender dentro de su clase (movilidad intraclase), subiendo, en el mejor
de los casos, los peldaos correspondientes a los distintos grupos ocupacionales y estratos de la clase obrera. Como hemos dicho, la movilidad interclase, la posibilidad de dejar de ser obreros manuales (alejndose del bajo
status que las sociedades, aun las sociedades industriales, siguen asignando
al trabajo manual) es escasa, por la citada barrera de la educacin.
4. Menores posabilidades hoy para el obrero de pasar a trabajar por
cuenta propia.
Sucede tambin que la otra va de promocin social para el obrero, pasar
a trabajar por cuenta propia, independizndose, es hoy ms difcil, porque
no es fcil que una minscula empresa timonada por un hombre de escasa
educacin pueda competir con las grandes y complejas fbricas de nuestro
tiempo. Para montar hoy empresas es preciso tener bastante dinero y bastante educacin, cosas que el obrero no tiene.
C) Conclusin: subsisten importantes diferencias entre manuales
y no manuales, pero ha habido una cierta aproximacin
Oigamos a Goldthorpe y otros: As, cabe afirmar que las actuales tendencias de cambio en la industria moderna no son, de hecho, tendencias que
operan uniformemente en la direccin de una reduccin de diferencias y divisiones de clases. Y, en la medida en la que tal reduccin est ocurriendo,
parece como si estuvisemos presenciando tanto la aparicin de una fuerza
laboral no manual como la creacin de hombres-organizacin manuales.
De todos modos, persisten todava, en gran medida, diferencias caractersticas en las situaciones laborales de los empleados manuales y no manuales,
como persisten diferencias igualmente caractersticas en su experiencia laboral
y en sus pautas de conducta relacionadas con el trabajo, tanto dentro como
fuera de la situacin laboral (20).
Vemos, pues, que subsisten importantes diferencias en la situacin laboral
de los trabajadores manuales y no manuales, aunque hay una aproximacin,
producto de un acercamiento por ambas partes. El trabajo manual se burocratiza en las industrias tecnolgicamente ms avanzadas. Surge en ellas,
como ya vimos, un nuevo obrero cientfico, ms cercano al tcnico que al
(20) lbdem, pg. 158.

73

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

obrero manual tradicional (21). Por otra parte, el trabajo burocrtico se proletariza: emplea ms y ms mquinas, se hace ms impersonal, va desapareciendo la identificacin con la direccin (tpica del trabajo administrativo
en pequeas unidades, en las que el empleado se senta integrado, participante) (22). De ah que la sindicacin, antes patrimonio exclusivo de los
trabajadores manuales, se vaya extendiendo cada vez ms entre los no manuales (23). De ah tambin que el nivel de conflictividad de estos ltimos
vaya siendo cada vez mayor, tendiendo a desaparecer la vieja distincin
entre los conflictivos manuales y los integrados y pacficos no manuales.

2.2.

Situacin global

2.2.1. Comunidades obreras


Cabe distinguir, con Kerr y Siegel (24), entre masa aislada e individuos
o grupos integrados. Consideran que los trabajadores van a la huelga, y ms
violentamente, cuando estn en una masa aislada con un fuerte sentido de
conciencia de grupo o de clase. La masa aislada se caracteriza porque los
trabajadores viven en una comunidad muy cohesionada, en la que no existen
partes neutrales en los problemas, vindose implicados en ellos todos los
miembros. En la misma comunidad cerrada quedan englobados tanto la vida
profesional como la vida familiar del trabajador. Las comunidades mineras
suelen ejemplificar bastante bien esta masa coherente internamente y aislada
externamente.
Los trabajadores integrados, por el contrario, viven en comunidades
multiindustriales, estando en contacto con individuos que realizan otro tipo
de trabajo. Hay aqu, a diferencia de en el caso anterior, movilidad vertical
potencial; y en los conflictos existen muchas partes neutrales. Esta es la situacin tpica de los obreros ricos, mientras que la situacin anterior
es caracterstica de algunos grupos de obreros tradicionales.
Puede suponerse (es una hiptesis de trabajo, necesitada de contrastacin
(21) P. F. DRUCKER: The Age of-Discontinuity, Harperd & Row, USA, 1969,
pgs. 287-290.
(22) C. W. MILLS: White Collar, Oxford University Press, Nueva York, 1951,
pgs. 204-209.
(23) Ibdem, pgs. 301-324.
(24) C. KERR y A. SIEGEL: The Interindustry Propensity to Strike: An International Comparison, en KORNHAUSER, R. DUBIN y A. M. Ross (eds.): Industrial
Conflict, McGraw-Hill, Nueva York, 1954, pgs. 189-213. Tomado de J. M. MARAVALL: El desarrollo econmico y la clase obrera, Ariel, Barcelona, 1970, pgs. 85-86.

74

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

suficiente) que, as como el primer tipo es ms propenso a los restallidos


violentos, al conflicto nihilista y discontinuo, el segundo tipo es ms propenso al conflicto estratgico, inserto en un plan reivindicativo, a un conflicto ms global y racionalizado, caracterstico de la nueva clase obrera.
Touraine y Mottez (25) han sistematizado estos factores ecolgicos. Elaboran su tipologa fijndose en las distintas formas que la concentracin
obrera suele seguir. Dejan fuera de la tipologa el caso de la mxima dispersin, del aislamiento individual, que caracterizan a los trabajadores de muchas zonas agrcolas.
1. Sealan en primer lugar el ncleo obrero en un medio rural, es decir: las empresas con trabajadores calificados situadas en dicho medio. Estos
trabajadores, al ser una mano de obra de difcil sustitucin y enfrentarse con
unos patronos aislados y dbiles, tienen especiales posibilidades para la reivindicacin. Buscarn el control de la empresa, queriendo intervenir en su
poltica.
2. Est en segundo lugar la industria aislada, que equivale a la masa
aislada de Kerr y Siegel. La localidad en cuestin est esencialmente determinada por los centros de produccin (es el caso de las minas o de las cuencas metalrgicas aisladas). Los vecinos dependen, de uno u otro modo, de la
empresa. Se constituyen, dado el aislamiento y la cohesin interna del grupo,
verdaderas subculturas. La accin es violenta, pero no se ajusta a estrategia
alguna.
.
.

3. Constituyen el tercer tipo las metrpolis.de inmigracin. Una ciudad


en crecimiento atrae mano de obra rural, que se encontrar fundamentalmente con problemas urbanos. La concentracin en suburbios mseros y aislados va a ejercer un profundo impacto sobre los trabajadores: absentismo
en el trabajo, rotacin en los empleos, sabotaje d maquinaria, rias.. La
accin sindical resulta imposible a estos trabajadores.
4. Cuando se produce la integracin de la mano de obra inmigrante,
tenemos ya los conflictos de clase en las zonas industriales. La nueva unidad
entre la mano de obra inmigrante y la local y el rpido desarrollo de las
empresas de estas zonas enfrentan a una clase obrera con fuerte solidaridad
y patronos organizados y poderosos. El conflicto afectar pronto al poder
poltico. Tenemos ya aqu un conflicto de clases, en el que es difcil separar
los aspectos laborales y los polticos. Este ser el ncleo conflictivo de la
sociedad.
(25)

A. TOURAINE y B. MOTTEZ: Clase obrera y sociedad global, en G. FRIED-

MANN y P. NAVILLE: Tratado de sociologa del trabajo, F. C. E., Mxico, 1963, vol. II,
pgs. 244-249. Tomado de J. M. MARAVALL: El desarrollo econmico..., pgs. 86-88.

75

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

Las comunidades tpicas de los obreros .ricos son las del cuarto tipo
y, en algunos casos, las del primero, ya que las plantas de las industrias punta
no son siempre de gran tamao y no estn siempre situadas en importantes
ncleos industriales, sino que a veces son de tamao medio y estn ms
o menos aisladas, congruentemente con la poltica de descentralizacin que a
menudo siguen dichas industrias punta.
2.2.2. Estilos de vida
Veamos lo que sobre la sociabilidad de los obreros afluentes nos dicen
Goldthorpe y otros: Los estilos de vida de los obreros manuales relativamente 'ricos' y sus familias, que viven en nuevas reas urbanas, tienden, sin
duda, a diferir... de los tpicos de comunidades obreras ms tradicionales.
Pero... tales cambios no deben ser tomados como sntomas de la adopcin
de modelos de sociabilidad tpicos de la clase media; realmente, parecen
interpretarse mejor los estilos de vida encontrados por nosotros como adaptacin de viejas normas a nuevas exigencias y oportunidades que como una
reorientacin normativa bsica. Lo que resulta ms claro todava es que la
prosperidad, e incluso la residencia en localidades tpicas de la 'clase media', no llevan, de ningn modo automtico, a la integracin de los obreros
manuales y de sus familias en una sociedad de clase media. Como muestran
los matrimonios que estudiamos, puede que se establezcan, de hecho, muy
pocas relaciones 'sociales' con personas de clase media; y... no principalmente por el carcter exclusivista de los no manuales, sino ms bien porque
nuestros obreros 'ricos' y sus mujeres no tenan especiales deseos de entablar tales relaciones, y tendan, en general, a seguir una pauta de vida social
centrada en la familia y relativamente privatizada (26).
Vemos, pues, que los obreros considerados muestran poco inters en tratarse con personas de clase media: las escasas relaciones sociales entre manuales y no manuales no se deben slo a que los ltimos rehuyan a los primeros, sino tambin a que los primeros no muestran gran inters por relacionarse con los ltimos.
En cuanto a las aspiraciones y perspectivas sociales de los obreros ricos, Goldthorpe y otros descubren que los obreros muestran grandes deseos
de mejorar su nivel de vida, pero no les preocupa mucho aumentar su
status social. ... lo que resultaba notable era el grado en el que, a pesar
de sus considerables ganancias como consumidores, las orientaciones de
nuestros encuestados hacia el futuro estaban todava condicionadas por su
(26) GOLDTHORPE 3, pgs. 158-159.

76

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

invariable situacin de clase como productores...; mientras sus horizontes


sociales estaban, en gran medida, libres de limitaciones tradicionalistas, esto
no desembocaba en la aceptacin de perspectivas sociales claramente mesocrticas. ... una ruptura con el tradicionalismo obrero no tiene por qu adoptar la forma de un desplazamiento en la direccin de un estilo de vida
mesocrtico (27).
Los obreros de la investigacin de Goldthorpe y otros que resultan aburguesados suelen tener conexiones con la clase media. ... es la extensin de
los 'puentes' familiares u ocupacin ales de los obreros con la clase media,
ms bien que factores tales como el nivel de ingresos o de consumo, la que
proporciona la clave de posibles cambios dentro de la clase obrera en la
direccin del aburguesamiento (28).
Un punto de acercamiento de los obreros ricos a las clases medias
consiste en que los nuevos obreros forman proyectos vitales, previendo
mejoras futuras, lo que contrasta con el fatalismo de los obreros tradicionales, que estn irremisiblemente anclados en su presente. ... su conciencia
de s mismos como realizadores de algn proyecto individual o, ms probablemente, familiar: su conciencia de estar comprometidos en un curso de
accin dirigido a efectuar algn cambio bsico en su situacin vital y, quiz,
en su identidad social. Como indicbamos antes, tal perspectiva contrasta
claramente con la filosofa social fatalista frecuente entre los habitantes de la
comunidad obrera tradicional (29).
Otro punto de acercamiento a la clase media es el del progresivo colectivismo instrumental y centramiento en la vida familiar de los obreros, que
van as acercndose a modos de vida tradicionalmene tpicos de la clase
media. El 'colectivismo instrumental' y el 'centramiento en la familia' eran,
as, propuestos como los principales puntos de analoga creciente en las perspectivas sociopolticas y estilos de vida de los estratos manuales y no manuales. Pero... no hay que suponer que la convergencia supone identidad.
En especial, la adopcin por la clase obrera de nuevos fines y aspiraciones
(27) Ibdem, pg. 159.
(28)

J. H. GOLDTHORPE, D. LOCKWOOD, F. BECHHOFER y J. PLATT: The

Affluent

Worker: Political Attitudes and Behaviour, Cambridge Universiy Press, 1968, pg. 81.
Es ste el segundo volumen de los tres en los que se recogen los resultados de la
investigacin de los autores sobre obreros de Luton (Inglaterra). En adelante le llamaremos GOLDTHORPE 2.
(29)

J. H. GOLDTHORPE, D. LOCJCWOOD, F. BECHHOFER y J. PLATT: The

Affluent

Worker: Industrial Attitudes and Behaviour, Cambridge University Press, 1968, pgina. 177. Es ste el primer volumen de los tres en los que se recogen los resultados
de la investigacin de las autores sobre obreros de Luton (Inglaterra). En adelante
le llamaremos GOLDTHORPE 1.

77

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

para la familia parece estar ocurriendo menos rpidamente que la creciente


utilizacin por empleados no manuales de medios colectivos... (30).
Veamos lo que sobre esto nos dice Katona: En las nuevas comunidades,
la vida obrera ya no se caracteriza por la intimidad y la sociabilidad. El
hogar, en el que antes se obtena una limitada cantidad de descanso y de
recreo como recompensa por trabajar duramente, se ha convertido, cada vez
ms a menudo, en el foco de la vida. El trabajo, y el grado de exigencia que
supone, se valora en la medida en la que contribuye a satisfacer los objetivos
deseados, incluidos el consumo y el ocio. El creciente centramiento del
obrero en su hogar, la cambiante orientacin de la sociabUidad desde la
taberna, el club, el patio y la tienda de la esquina hasta la casa y la vida
familiar estn... estrechamente conectados con un fuerte inters por el
confort y el entretenimiento hogareos (dentro de los cuales destaca la exposicin masiva a mass media no locales ni clasistas). La televisin, la radio y el
tocadiscos estereofnico suministran una informacin y un entretenimiento
no localistas sino nacionales o regionales, que contribuyen a un cambio radical de las fuentes de influencia y de comunicacin, as como de los marcos
de referencia (31).
2.2.3. Cultura
Nos vamos a plantear, para terminar, la cuestin de s subsiste una subcultura obrera, un modo de vida tpico de los obreros. Ya hemos aludido,
sobre la marcha, a este tema, y hemos afirmado que, a pesar del indudable
acercamiento entre la clase obrera y la media, subsiste un modo de vida
peculiarmente obrero. Pero esta afirmacin nuestra no es universalmente
aceptada.
A) Tesis de la desaparicin de la subcultura obrera
Touraine, entre otros, defiende la tesis de la desaparicin de una subcultura obrera. Segn l, en los comienzos de la sociedad industrial, la importancia del oficio y el frecuente aislamiento de las comunidades obreras contribuyen a la creacin de una peculiar subcultura obrera. En la fase siguiente
de proletarizacin, la condicin obrera es ya slo un vaco, debilitndose la
conciencia de especificidad cultural del mundo obrero. Hoy, procede definir
la situacin cultural de una categora social en trminos de niveles de parti(30)

GOLDTHORPE 3, pg.

(31)

G. KATONA y otros, op. cit., pg. 37.

27.

78

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

cipacin. Parece, pues, que la clase obrera ha perdido hay los rasgos culturales peculiares nacidos de su aislamiento y de la situacin particular de sus
miembros en la sociedad del siglo XIX. Los temas culturales valorados por
las sociedades modernas ya no tienen su origen en la actividad profesional,
esta desaparicin de subculturas tiene aspecto positivos y negativos. Positivos: igual acceso a los productos culturales del consumo de masas. Negativos:
1, la iniciativa parte de una pequea lite, cuya conducta es imitada por los
estratos medios, correspondiendo a los estratos inferiores slo una participacin sumisa; 2, a los estratos inferiores slo les cabe una actitud pasiva, que
es el correlato psicolgico de su dependencia econmica y social.
Las categoras sociales, como la clase obrera, que participan ms dbilmente en los valores socioculturales son, al mismo tiempo, las que estn ms
vinculadas a las relaciones sociales primarias, entre ellas la familia, expresin
de una dbil participacin en las fuentes sociales de la cultura. Del mismo
modo que la pertenencia a comunidades fuertemente estructuradas era requisito indispensable para una participacin creadora en una subcultura obrera
vinculada a la experiencia profesional y social directamente vivida, igualmente el aferrarse, como compensacin, a relaciones sociales de tipo primario
ya no es, en una civilizacin de masas, sino la expresin de un aislamiento
cultural. A partir del momento en el que se considera una civilizacin industrial evolucionada, en la que las fuentes tradicionales, profesionales y sociales de la cultura estn, en gran parte, destruidas, y en la que la actividad
cultural se define como nivel de participacin en valores elaborados centralmente, y no ya por la experiencia profesional del obrero, la vinculacin
a valores culturales ligados al oficio y a los grupos sociales primarios no es
ya una actitud 'activa' y creadora, sino la expresin de una dbil participacin en las fuentes sociales de la cultura. En esta situacin, la sumisin
'pasiva' a los mass media es una forma empobrecida, pero positiva, de contacto con los valores culturales (32).
B) Tesis de la subsistencia de la subcultura obrera
Los obreros se debaten hoy entre dos objetivos conflictivos: a) adaptarse
a un modelo exterior instrumentado por los mass media; b) conservar lo
que, en el plano cultural, constituye su peculiar aportacin. La cultura es para
ellos reconocimiento de una carencia y bsqueda de una identidad. Se trata,
pues, de que los obreros, participando (dbilmente, pues su bajo nivel educativo no les permite otra cosa) de la cultura de clase media que inunda
(32) A. TOURAINE: La socit postindustrielle. Denol, 1969, pg. 275.

79

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

hoy las sociedades avanzadas (debido a la integracin y homogeneizacin


de dichas sociedades, y a su carcter cada vez ms complejo e intelectualizado), aporten a ese acervo cultural su peculiar entonacin. Los obreros
deben, pues, preservar la herencia de valores culturales latentes que les
vienen, a la vez, de su experiencia profesional, de su modo de vida, del lugar
que ocupan en la sociedad y de los esfuerzos realizados por sus predecesores para emanciparse. Evoquemos brevemente los ms preciosos de dichos
valores: rebelin ante la injusticia, valor en la adversidad, sentido del esfuerzo colectivo y de la ayuda fraterna, pasin por instruirse y por instruir,
entrega a una causa que supera la satisfaccin de las necesidades, solidaridad internacional de los pueblos, aferramiento a la paz, negativa a 'trepar
socialmente', espritu de pobreza mantenido a travs de las luchas ms
resueltas para asegurar a cada cual un nivel de vida decente (33). Como
vemos, David nos ofrece un cuadro de la subcultura obrera absolutamente
idlico.
Pasando ahora de la bella estampa de David a otra ms realista, veamos
cmo caracterizan la subcultura de la clase obrera estable americana dos socilogos de este pas (34). Para estos autores, la clase obrera estable se diferencia tanto de la clase baja obrera (que se aproxima al lumpen proletariado de Marx, y que en los Estados Unidos est formada casi exclusivamente por negros y tnicos, y en los pases industriales europeos por
inmigrantes de los pases ms pobres de Europa y de las antiguas colonias)
como de la clase obrera orientada hacia la clase media (constituida fundamentalmente por obreros con conexiones con la clase media, ya que no
parece que los dems tengan mucho inters, como hemos visto, por asimilarse a la clase media).
a) Rasgos subculturales de la clase obrera estable
1. Estabilidad y seguridad. Parece que una de las preocupaciones principales de la clase obrera es la estabilidad y seguridad. La inestabilidad e
inseguridad derivan tanto de factores externos (paro) como de factores internos (discordias familiares, conflicto intergeneracional, deseo de excitacin). Consecuencia del deseo de estabilidad es el que los obreros no quieran aceptar riesgos econmicos y el que les preocupen mucho los trabajos
seguros.
(33) M. DAVID: Les travailleurs et le sens de leur histoire, Cujas, Pars, 1966,
pg. 345.
(34) S. M. MILLER y F. RIESSMAN: The Working Class Subculture: a New
View, en P. BLUMBERG (ed.): The Impact of Social Class, Thomas & Crowell, Nueva
York, 1972, pgs. 192-197.
80

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

2. Tradicionalismo. Las prcticas tradicionales son muy importantes.


El tipo de familia es patriarcal, extenso (jugando un importante papel los
abuelos, tos y primos), y con roles sexuales claramente separados. La familia no se centra en los hijos (como es usual entre las clases medias americanas), sino en los padres. Se espera, tambin a diferencia de en las familias de la clase media, una obediencia automtica por parte de los hijos.
El obrero tiene una actitud tradicional hacia la disciplina, que cabe confundir con el autoritarismo (los obreros parecen ms autoritarios de lo que
lo son en realidad). Los obreros, por ejemplo, utilizan el castigo fsico como
una tcnica bsica de disciplina.
3. Intensidad. ... hay importantes esferas en las que tienen (los obreros) convicciones claras, y en las que son, en realidad, muy intransigentes.
Sus creencias sobre religin, moralidad, supersticin, dieta, castigo, costumbres, educacin tradicional, el papel de las mujeres, los intelectuales, son
aqu ilustrativos. Muchas de estas actitudes estn relacionadas con su orientacin tradicional y son sostenidas dogmticamente al modo tradicional (35).
4. Personalismo. En las organizaciones burocrticas, el obrero tiende
todava, a pensar de s mismo que se relaciona con personas, no con roles
y con una estructura organizativa invisible. Esta orientacin es un aspecto
del particularismo: la reaccin a personas y situaciones en trminos de sus
cualidades personales y de sus relaciones con uno mismo, ms bien qu en
trminos de algunas caractersticas universales de posicin social (36).
Es este personalismo una manifestacin del carcter concreto del pensamiento obrero, poco dado a abstracciones (poco dado, pues, a pasar de
las personas de carne y hueso a los papeles sociales, o roles, de dichas personas dentro de la organizacin del trabajo).
5. Pragmatismo y antiintelectualismo. Para los obreros,, lo que cuenta
son los resultados. Con los obreros, es el resultado final de la accin, ms
bien que la planificacin de dicha accin o la preocupacin por los medios,
lo que cuenta... La orientacin pragmtica de los obreros no les anima
a considerar como tiles las ideas abstractas. La educacin, por lo que hace
por uno en trminos de oportunidades, puede ser deseable, pero la especulacin intelectual abstracta, las ideas no ancladas en las realidades del presente, no son tiles, e incluso pueden ser nocivas (37).
6. Excitacin. Otro componente de las vidas de los obreros es su estimacin por la excitacin, por la salida de la rutina. Noticias, 'cotilleos'
(35) Ibdem, pg. 194.
(36) Ibdem, pg. 195.
(37) Jbdem.

81

JUAN JOS CABALLERO

ROMERO

'trastos' nuevos, deportes, son, consiguientemente, muy atractivos para los


obreros. En cierta medida, el consumismo de los obreros el deseo de tener
nuevos bienes, trtese de receptores de televisin o de automviles es parte
de esta dimensin de excitacin. El tema de la excitacin est, a menudo,
en contradiccin con la orientacin tradicional.
Merece la pena indicar que distintos subgrupos dentro de la clase obrera pueden favorecer un tema ms que otro. As, los grupos ms jvenes,
y especialmente los delincuentes juveniles, se ven probablemente mucho
ms atrados por el tema de la excitacin, estn ms alienados y son menos
tradicionales. Por otra parte, los obreros ms orientados hacia la clase media
estn probablemente menos alienados, siendo ms tradicionales y pragmticos (38).
Podemos decir, con la terminologa de Parsons, que los obreros son:
particularistas, ms que universalistas; afectivos, ms que neutrales; de mentalidad ms adscriptiva que adquisitiva; difusos, ms que especficos, en
la definicin de los roles.
b) Clase obrera baja y obreros orientados hacia la clase media
Como ya hemos dicho, nos hemos venido refiriendo, de la mano de
S. M. Miller y Frank Riessman, a la subcultura de la clase obrera estable.
Vamos ahora a hacer una breve alusin a los grupos obreros que estn
debajo y encima del estable: clase baja obrera y obreros orientados hacia
la clase media.
Clase obrera baja. Al obrero no cualificado, irregular (lase: "de clase
baja') le falta la actitud disciplinada, estructurada y tradicional del obrero
estable, y subraya el tema de la diversin. Hace menos por luchar contra
la inseguridad y la inestabilidad. Hoy, en los grandes centros industriales y
comerciales, el estilo de vida de la clase baja (como distinto del de la clase
obrera estable) se encuentra principalmente entre gentes relativamente nuevas en la vida industrial y urbana: negros, portorriqueos, blancos sureos
trasplantados. No han sido todava capaces de realizar el tipo de ajuste que
han realizado los obreros estables. ... ... la mayor parte de los individuos
con el estilo de la clase baja son hijos de obreros no cualificados y de
agricultores, incluyendo as a muchos tnicos (39).
Clase obrera orientada hacia la clase media. Otro grupo desviado de
la pauta obrera principal lo constituyen los obreros muy preocupados por
el xito de sus hijos y por los smbolos de xito en el consumo... Aquellos
(38) Ibdem, pg. 196.
(39) Ibdem, pg. 197.

82

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

de origen obrero que entran en la clase media y en su estilo de vida es


probable que tengan conexiones con la clase media, en el sentido de
tener, ms frecuentemente que otros hijos de obreros, parientes que fueron
o son de la clase media. Puede que sus abuelos hayan sido de clase media;
es probable que sus padres, aun en ocupaciones manuales, tengan ms educacin de la usual en la clase obrera y que tengan otros atributos de la vida
mesocrtica (40).

3.

CONCLUSIONES

Despus de nuestro largo peregrinaje, debemos formularnos de nuevo la


pregunta: se ha aburguesado la clase obrera rica de los pases ms industrializados de Occidente? En realidad, ya hemos ido contestando, por
partes, a esta pregunta. Se trata ahora de unir estos fragmentos en un gran
mosaico.
Como hemos dicho al principio de este trabajo, nuestro criterio de aburguesamiento es, siguiendo a Goldthorpe y asociados, el de integracin en la
clase media. Se considerar, pues, que ha habido aburguesamiento si la
clase obrera ha perdido su peculiar fisonoma y ha pasado a formar parte
de los diversos sectores o estratos que constituyen lo que llamamos clase
media. Precisemos aqu que nos referimos a los sectores ms prsperos de
la clase obrera, a los que a menudo se denomina, siguiendo a Mallet y
Belleville, nueva clase obrera (denominacin tambin aplicada a los tcnicos proletarizados) y que los pases principalmente estudiados (por ser
sobre los que se dispone de material abundante) son Francia, Inglaterra y
los Estados Unidos (aunque tambin se manejan datos sobre otros pases
europeos: Alemania, Holanda).
Pensamos que la conclusin que se desprende de las pginas anteriores
es la de que no ha habido, ni mucho menos, completo aburguesamiento de
la clase obrera, aunque s se haya producido una clara aproximacin a la
clase media. Es decir: la clase obrera sigue conservando un modo de vida
peculiar, una cultura propia; pero la peculiaridad es hoy menor, habindose
producido un sensible acercamiento a la clase media en diversos aspectos.
Por otra parte, la aproximacin ha sido mayor en los Estados Unidos, pas
en el que quiz quepa hablar de un cierto aburguesamiento de los sectores
ms prsperos de la clase obrera, que en Inglaterra y Francia. En las lneas
que siguen precisaremos las anteriores afirmaciones.
(40)

Ibdem.

83

JUAN JOS CABALLERO

ROMERO

Aproximacin entre clase obrera y clase media, pero subsistencia


de importantes diferencias
Como ya hemos dicho previamente, la aproximacin no es slo consecuencia del acercamiento de la clase obrera a la media, sino tambin de la
proletarizacin de algunos sectores de la clase media. Slo nos ocuparemos
aqu del primer movimiento, por referirse este trabajo a la clase obrera.
Respecto al segundo, nos limitaremos a repetir que la proletarizacin de los
empleados y de muchos tcnicos se debe a su insercin en organizaciones
cada vez mayores, ms burocrticas, ms despersonalizadas, ms mecanizadas, en las que tienden a ser meros nmeros, no teniendo apenas poder
alguno, ya que ste corresponde a la amplia gama de directivos de dichas
organizaciones (a la tecnoestructura y al top management).
Pero subsisten importantes diferencias entre manuales y no manuales,
entre obreros y mescratas. La clase obrera sigue teniendo un modo de vida
peculiar, una cultura propia. Veamos a continuacin los aspectos en los
que ha habido aproximacin y aquellos en los que subsisten claras diferencias, siguiendo el esquema utilizado en este artculo.

3.1. Situacin en el trabajo


Como hemos dicho, han aumentado fuertemente los ingresos de los
obreros, sobre todo de los obreros cualificados, por el gran aumento de la
productividad del trabajo (consecuencia, a su vez, de la aplicacin de ms
capital al mismo y de la racionalizacin de las organizaciones productivas)
y la gran fuerza de las organizaciones sindicales.
Pero subsisten importantes desventajas de los trabajadores manuales
respecto de los no manuales en este terreno: menor seguridad en el empleo,
menores perspectivas de promocin, mayor dureza e incluso, a menudo,
duracin del trabajo, menor prestigio ocupacional y, consiguientemente social, ...
En cuanto al sindicalismo y a los conflictos laborales, siguen tambin
subsistiendo diferencias entre clase obrera y clase media, aunque se ha
producido una importante aproximacin, debida a un doble movimiento
de acercamiento: mayor integracin en el sistema de los obreros, creciente
sindicacin y conflictividad de las clases medias. Los sindicatos tienden
hoy a aceptar las reglas del juego del neocapitalismo occidental, aunque
con importantes diferencias entre algunos pases europeos (Inglaterra, con
84

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

sindicatos poderosos y prximos a un partido laborista fuerte y no radical


en sus pretensiones; Francia e Italia, tambin con fuertes sindicatos, prximos a importantes partidos comunistas) y los Estados Unidos (con un
sindicalismo perfectamente integrado en el sistema, que limita sus reivindicaciones a cuestiones econmicas y de condiciones de trabajo). Por otra
parte, el sindicalismo de hoy tiende a ser, sobre todo en Francia e Inglaterra, un sindicalismo a nivel de empresa, limitado y pragmtico, que se
desentiende de las cuestiones a nivel de industria y a nivel nacional para
centrarse en aquello que afecta de modo inmediato y tangible al obrero.
Es esta una manifestacin ms del particularismo y pragmatismo del obrero
actual.
Respecto de los conflictos laborales, suelen estar controlados por los
sindicatos, sometidos a reglas, institucionalizados, aunque no han faltado en
los ltimos tiempos las llamadas huelgas salvajes, con las que los obreros
se niegan a una nueva opresin: la de unos sindicatos burocratizados que
a menudo sirven, sobre todo, los intereses de sus lderes, con olvido de la
sufrida base, que cada vez les resulta ms lejana y abstracta. Cabe aqu
hablar tambin del mayo francs: los conflictos estudiantiles y obreros
parisinos de mayo-junio de 1968, que, segn algunos autores (por ejemplo,
Crozier, en La socit bloquee), son, sobre todo, una explosin antiburocrtica.
3.2. Situacin global
3.2.1. Comunidades obreras
La evolucin industrial reciente (la decadencia de algunas viejas industrias y de algunas viejas zonas industriales; el surgimiento de nuevas industrias y nuevas zonas industriales) ha significado la ruptura de algunas
comunidades obreras tradicionales (con una cultura muy especfica y consolidada a lo largo del tiempo) y el surgimiento de reas mixtas (melting
pots) en las que conviven los titulares de distintas ocupaciones que tienen
un nivel de status urbano anlogo (por ejemplo, trabajadores prsperos y
empleados). Esto supone una cierta disolucin del modo de vida propio de
los obreros, que vivan una autntica subcultura proletaria en sus viejas
reas tpicas. De todos modos, no debe exagerarse la importancia de lo anterior, ya que, como veremos muy pronto (en el apartado 3.2.3) el que los
obreros vivan en proximidad fsica con gentes de clase media no significa
que sus modos de vida sean idnticos ni que se establezcan entre ellos intensas relaciones sociales.
85

JUAN JOS CABALLERO ROMERO

3.2.2.

Consumo^,

Ya hemos dicho que los ingresos de la clase obrera han aumentado


fuertemente en los ltimos tiempos, siendo hoy, a menudo, los ingresos de
los obreros ms prsperos superiores a los de los grupos ms desfavorecidos de la clase media. Como, por otra parte, se han democratizado las
pautas de consumo (es decir: l obrero hoy se atreve a consumir bienes
que ayer eran patrimonio exclusivo de las clases medias), cabe pensar que
habr gran analoga entre el consumo obrero y el de las clases medias.
Y, en efecto, parece que ha habido una clara aproximacin. Pero subsisten
importantes diferencias (por ejemplo, en la posesin de bienes duraderos,
donde la situacin de las clases medias es bastante superior a la de la clase
obrera), debido a que el consumo es uno de los aspectos de una cultura,
de un modo de vida peculiar, y el modo de vida obrero sigue siendo, en
buena medida, distinto del de la clase media. Sucede, adems, como muestran diversas investigaciones recientes, que a los obreros ricos les importan poco los smbolos de consumo de las clases medias, quiz porque les
preocupa poco ascender de status social.
3.2.3. Estilos de vida
Un punto en el que hay acercamiento entre los obreros ricos y las
clases medias es el de que los nuevos obreros forman proyectos vitales,
previendo mejoras futuras, lo que contrasta con el fatalismo de los obreros
tradicionales, irremisiblemente anclados en su presente. Otro punto de acercamiento a la clase media es el progresivo colectivismo instrumental y centramiento en la vida familiar de los obreros, que van as acercndose a
modos de vida tradicionalmente tpicos de la clase media.
Pero, por otra parte, la investigacin del Goldthorpe y asociados muestra claramente que los obreros tienen poco inters por tratarse con personas de clase media. Las escasas relaciones sociales, pues, entre manuales y
no manuales no se deben slo a que los ltimos rehuyan a los primeros,
sino tambin a que los primeros no muestran gran inters por relacionarse
con los ltimos.
En cuanto a las aspiraciones y perspectivas sociales de los obreros
ricos, resulta que dichos obreros muestran grandes deseos de mejorar su
nivel de vida, pero no les preocupa mucho, en cambio, ascender de status
social.
Digamos, por ltimo, que los obreros aburguesados, es decir: aquellos
86

EL POSIBLE ABURGUESAMIENTO DE LA CLASE OBRERA RICA

que adoptan, en buena medida, el modo de vida de la clase media, suelen


ser los que tienen conexiones con dicha clase media.
Distinguiremos, para terminar, entre la clase obrera americana y la
europea.
Como ya hemos dicho, en los Estados Unidos, a diferencia de en Europa, cabra hablar de aburguesamiento de los sectores ms prsperos de la
clase obrera. Hay tambin que destacar con respecto a este pas la existencia de una especie de //npe/iproletariado de negros y tnicos (portorriqueos, chicanos...), titulares de las ocupaciones de ms bajo nivel y
cuya problemtica est ligada a la de la decadencia del centro de las grandes
ciudades (Nueva York, Boston, Detroit, Chicago, ...), en el que estos grupos
viven encerrados en sus ghettos. El conflicto es, en los Estados Unidos, ms
bien racial y generacional que obrero, limitndose los sindicatos, que estn
perfectamente integrados en el sistema, a reivindicaciones econmicas y
laborales.
En Europa (sobre todo en Inglaterra, Francia e Italia), las clases obreras tienen un perfil ms acusado. Hay tambin aqu una especie de lumpenproletariado, constituido por inmigrantes procedentes de pases mediterrneos y de antiguas colonias europeas (en Suiza, por ejemplo, alrededor de
un tercio de toda la poblacin activa ha llegado a ser extranjero, realizando
este subproletariado casi todos los trabajos manuales; tambin los porcentajes de inmigrantes han sido, en tiempos recientes, importantes, aunque menores, en Alemania y Francia). La conflictividad obrera es en Europa mucho mayor que en los Estados Unidos, debido a una mayor distancia social
entre las distintas clases y a la presencia tanto de unos sindicatos agresivos
como de importantes partidos socialistas y, en Francia e Italia, comunistas.
JUAN JOS CABALLERO ROMERO

87

También podría gustarte