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AGUSTN RUBIO VELA

JOANOT MARTORELL Y EL CONDADO DE DNIA.


UNA CLAVE EN EL TIRANT.

Valencia, 2010

Agustn Rubio Vela, 2010

ISBN: 978-84-614-5025-1
Depsito Legal: V-4.213-2010

Impresin:
Grficas Papallona, s. coop. v.
www.graficaspapallona.com

Al profesor Mart de Riquer, con admiracin.


Y a mis hijos, partcipes de emociones y hallazgos.

Existe en el Tirant, en palabras de Mart de Riquer, una interferencia u smosis


entre lo real y lo novelesco, entre la realidad y la ficcin, que explica la importancia de la
investigacin histrica para una comprensin cabal de la obra. Aunque un ms amplio conocimiento de la trayectoria biogrfica del autor ya ha arrojado luz sobre muchos aspectos, la gran novela cuatrocentista sigue reclamando atencin acerca del mundo en que
se gest, esos asideros histricos y sociales que resultan tan imprescindibles para entender la obra de Joanot Martorell como lo son para entender la obra de Balzac o la de
Proust.1 De aqu deriva otro tipo de interferencia en el proceso literario. La lectura de una
obra clsica depende en buena medida de lo que los estudiosos descubren, exponen o
afirman de la intencin del autor en el momento de escribirla, condicionado siempre por
su circunstancia personal, biogrfica. El caso de La Celestina es paradigmtico: el drama
vital del bachiller Fernando de Rojas, desvelado y debatido por los investigadores, predispone a ver la obra como un reflejo del problema converso. Las vivencias de Martorell
y su proyeccin en la novela son un tema sugestivo. Recordemos la pregunta que formulara Jordi Rubi: Potser en el Tirant hi ha un secret lligat amb la biografia de lautor?.2 Una respuesta parecen ser las palabras, contundentes, de Wittlin: S, Tirant lo
Blanc s lautobiografia secreta de Martorell, tant en el sentit directe de descripci de la
realitat [...], com en el sentit indirecte dacompliment de desigs.3 Sea o no as, no cabe
duda de que una de las misiones de la investigacin, hoy como ayer, es situar al Tirant
lo Blanch en su inmediata circunstancia, en el ambiente de Joanot Martorell y de sus contemporneos.4

1
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RIQUER, Caballeros andantes espaoles, p. 15; y Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, pp. 1415.
RUBI I BALAGUER, Histria de la literatura catalana, en Obres, I, p. 423.
WITTLIN, De la traducci literal a la creaci literria, p. 242.
RIQUER, Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, pp 14-15.

De ah el inters que despierta el ltimo lustro de su vida, el tiempo comprendido


entre los aos 1460 y 1465, cuando la obra se redactaba en una Valencia libre de los horrores de la guerra. Estas palabras de Riquer, escritas en 1966,5 parecen haber quedado desmentidas por los resultados de ltimas investigaciones. Los trabajos de
Villalmanzo y Chiner, que entre 1992 y 1995 pusieron a disposicin de los historiadores
una importante documentacin sobre Martorell y su familia, daban escasas noticias del
lustro postrero: sn ms ana poques, escriba Chiner.6 Villalmanzo, por su parte, constataba un hecho en las biografas: es como si Joanot desapareciera de la escena a partir de 1450. l aportaba nuevos datos, inditos hasta entonces, que permitan situarlo en
Npoles en 1452, en Valencia a finales de este ao con un encargo del rey, y de nuevo
a tierras itlicas en 1455. Tras la muerte del Magnnimo 1458, Joanot debi abandonar al poco tiempo la corte napolitana, emprender el regreso y fijar su residencia en Valencia, en casa de su hermana Aldonza o en la de su hermano Jaume, donde hallara
un ambiente propicio para el cultivo de las letras.7 La laguna documental del ltimo decenio de la vida del novelista se reduca algo, pero segua siendo una evidencia. Con posterioridad a las publicaciones de estos dos autores, el periodo final de la biografa de
Martorell fue objeto de las investigaciones del profesor Jaume Turr, que desvel un
hecho de indudable inters: el alineamiento poltico del caballero valenciano con el prncipe de Viana y su apoyo a la sublevacin de Catalua contra el rey Juan II, iniciada en
1460.8 Un Joanot disidente, servidor del prncipe Carlos y miembro de su corte barcelonesa, habra escrito el Tirant en los primeros aos convulsos de la guerra en que desemboc la insurreccin y que sumi el pas en una crisis profunda, de ms de una
dcada, a la que pondra fin la capitulacin de Pedralbes en octubre de 1472.9
El punto de partida de este perfil poltico se halla, evidentemente, en la sutil interpretacin que hiciera Riquer de la dedicatoria del Tirant al molt illustre prncep e senyor
rey spectant don Ferrando de Portogual.10 Slo podra titularlo as quien lo considerara
posible heredero y sucesor en la Corona de Aragn de Pedro, condestable de Portugal,
y, por tanto, alguien que reconociera a ste como monarca legtimo. Martorell simpatizara, pues, con la rebelin del Principado, en cuya capital fue proclamado rey el prncipe
luso, su primo, nieto de Jaume dUrgell, a finales de octubre de 1463, que lleg a Barcelona el 21 de enero siguiente.11

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RIQUER, Caballeros andantes espaoles, p. 154.


CHINER GIMENO, El viure novellesc. Biografia de Joanot Martorell, p. 149. Vid. cronologa en pp. 13-14.
VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 175-177 y 186.
Joanot Martorell, escriv de raci, pp. 14-16.
SOBREQUS I VIDAL y SOBREQUS I CALLIC, La guerra civil catalana del segle XV, II, p. 333.
Vid. Aproximaci al Tirant lo Blanch, pp. 279-284 (Excurs V: Don Ferrando de Portugal, rei expectant).
MARTNEZ FERRANDO, Tragedia del insigne condestable don Pedro de Portugal, pp. 91-92.

La hiptesis de Riquer pareca apuntar a una realidad histrica que era confirmada
por Turr al identificar al autor del Tirant con un Joanot Martorell que fue escriv de raci
y trinxant de Carlos de Viana, tras cuya muerte pas al servicio del Condestable. Nos encontraramos, segn esto, con un caso excepcional entre los miembros del estamento militar del reino de Valencia, fiel a Juan II de manera casi unnime,12 como hace observar
Albert Hauf en su modlica edicin de la obra, donde recoge los resultados del investigador: Recentment, Turr (1990) ha relacionat Martorell amb el grup de lletraferits de la
cort del prncep de Viana, on M[artorell] hauria ocupat el crrec honorfic de trinxant de
la taula del prncip, durant lestada daquest en Barcelona, iniciada el 1460. Aix collocaria el cavaller valenci al bell mig del conflicte civil catal.13 Villalmanzo, en otra breve
biografa del novelista que ha visto la luz en 2009, tambin se hace eco y sintetiza esta
nueva visin de sus ltimos aos.14
En mayo de 2010 comenc a elaborar una ponencia titulada Urgelismo y disidencia. El autor del Tirant en el contexto poltico de la Valencia cuatrocentista, que me fue
solicitada por la organizacin del Congreso Internacional Tirant lo Blanch que se habra
de realizar en Valencia a mediados de septiembre. Acud al Archivo Histrico Municipal
para ilustrar con documentos de 1460 una exposicin que slo pretenda abordar el contexto y no la persona de Joanot Martorell. El hallazgo la carta que se publica con el nmero 5 en el apndice de este trabajo fue seguido de otros que me hicieron dudar de lo
que me pareci primero un caso curioso de homonimia. Comenz as una investigacin
ms sistemtica en la que fue apareciendo cada vez con ms claridad la verdadera identidad de aquel mossn Johan Martorell, cavaller, procurador del condado de Dnia. Slo
unos das antes del congreso, despejada la ltima duda un dato cronstico que result
ser errneo, decid presentar los resultados como hiptesis. En los minutos previos a
mi intervencin inform al profesor Antoni Ferrando, a propuesta del cual yo estaba all,
del cambio de orientacin de la ponencia: no sera una visin genrica de la Valencia cuatrocentista como contexto del autor, sino que abordara la cuestin de su identidad. Estas
pginas contienen los resultados de la investigacin documental y de una nueva lectura
de la obra, realizada desde el conocimiento de lo que considero que fue creo que fundadamente el verdadero entorno geogrfico, humano y poltico del autor de Tirant lo
Blanch entre los aos 1460 y 1463: el condado de Dnia.
Valencia, 8 de noviembre de 2010

12 La insurreccin de Jaume dArag fue el nico movimiento de cierta relevancia en el reino. Vid. LLORCA,
Sublevacin del infante don Jaime de Aragn, pp. 15-59.
13 Tirant lo Blanch, p. 38 (nota).
14 VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 43-50.

NDICE

I UNA IDENTIFICACIN DISCUTIBLE


13
II JOAN MARTORELL EN EL CONDADO DE DNIA
25
III CONTEXTO HISTRICO Y CRCULOS POLTICOS
31
IV EL CONDADO DE DNIA ENTRE 1454 Y 1463.
49
V EL AUTOR Y EL PROCURADOR
71
VI SOBRE EL INFANTE DE PORTUGAL
87
APNDICE DOCUMENTAL
97
BIBLIOGRAFA
121

I
UNA IDENTIFICACIN DISCUTIBLE

El trastamarismo de los Martorell.


La vida del caballero valenciano Joanot Martorell (1410-1465) transcurri en
una sociedad controlada desde 1412, cuando slo era un nio de dos aos, por una
oligarqua trastamarista. Naci en el seno de una familia, no ya afecta a la dinasta castellana, sino abiertamente antiurgelista antes incluso de la sentencia de Caspe. Hay
datos que pierden todo el significado fuera de su contexto. Cuando se dice que Francesc Martorell, su padre, fue elegido jurat en 1412,1 es preciso situarse en la convulsa
Valencia de este ao para que no se quede en mero apunte erudito. El 27 de febrero,
cuatro meses antes de la sentencia de Caspe (28 de junio de 1412), la ciudad se vi
sacudida por un suceso dramtico que marcara durante generaciones los sentimientos de sus habitantes: la batalla del Codolar o de Morvedre. No fue un hecho de armas
cualquiera. Un ejrcito salido de la capital del reino, formado en su mayora por gentes de la misma bajo el mando del gobernador urgelista Arnau Guillem de Bellera, fue
aniquilado por tropas encabezadas por los Centelles y otros nobles valencianos partidarios de Fernando de Antequera, con el importante apoyo decisivo de milicias llegadas del el reino de Castilla. Las crnicas y documentos coetneos hablan de hasta
tres mil muertos y consta que fueron muchos los heridos y prisioneros.2 Al margen de
las cifras, no hay duda de que esta tragedia colectiva influy durante dcadas en las
vidas de los linajes valencianos, vencedores unos y vencidos otros.
Tras el cruento episodio, la ciudad, que desde el inicio del Interregno haba
estado bajo el control de los Vilaragut y del gobernador Bellera, muerto en el combate, fue tomada por la faccin victoriosa. El poder cambi de manos. Dueos abso-

1
2

VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, pp. 33-34.


Epistolari de la Valncia medieval (I), p. 27.

13

lutos de la situacin, los vencedores mantuvieron el atemorizado gobierno municipal,


en el que eran mayora los partidarios de Jaime de Urgell, aunque vigilado de cerca y
como mero ejecutor de sus rdenes. Sin duda para dar cierta apariencia de legalidad,
prefirieron esperar al da de Quinquagsima 22 de mayo para renovar el consistorio cuando corresponda hacerlo segn la normativa foral. Naturalmente, los seis nuevos jurats que resultaron nombrados tras un simulacro de eleccin eran enemigos
significados de los urgelistas. El caballero Francesc Martorell fue uno de ellos.3 An
quedaba por llegar el segundo triunfo, la sentencia de Caspe, dictada y dada a conocer en el mes siguiente.
No es de extraar, por tanto, que los Martorell, afectos a los Trastmara desde
los primeros tiempos, ocupasen un lugar de cierto relieve en el entorno de Fernando
I y de sus hijos. El caso ms clebre es el del influyente secretario de Alfonso el Magnnimo en la corte napolitana Francesc Martorell, casi seguro familiar de nuestro escritor,4 al que los jurats de Valencia acudan como hijo ilustre de la ciudad cuando
necesitaban resolver algn asunto de calado en Npoles, y que tras la muerte del monarca volvi ostentando el ttulo de mestre portol en lo regne de Siclia.5 A la influencia del alto dignatario en la corte partenopea se han atribuido algunas
disposiciones reales favorables a los intereses de la familia. Una de ellas se refera a
Joanot, a quien el soberano citaba en 1452 como amat cambrer nostre.6

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Libre de consells e destabliments de la ciutat de Valncia, comenat aprs la festa de Cinquagesma


de lany de la nativitat de nostre Senyor mil quatrecents e dotze, en la qual foren elets jurats de la
dita ciutat los honorables mossn Lus de Castellv, mossn Francesch de Martorell, cavallers, En Miquel de Novals, En Johan Pujada, En Francesch Serra y En Pere Daries, ciutadans. Escriv, Jacme Dezpl, notari (Archivo Municipal de Valencia [AMV en adelante], Manuals de Consells [MC en adelante]
25, f. 41r). El juramento de los nuevos ediles fue el 22 de mayo, excepcin hecha del de lonorable
mossn Francesch de Martorell, cavaller, habitador daquella matexa ciutat, que por encontrarse ausente ese da lo hizo el 28 (id., ibid., ff. 42r-43v y 46r).
VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, p. 36.
El 9 de marzo de 1456 escriban als molt magnffichs senyors e de gran saviesa mossn Perot Mercader, tresorer, mossn Galceran Mercader e mossn Martorell, secretari, consellers del senyor rey, e
a cascun dells, en Npols, en demanda de su intervencin en un asunto importante para la ciudad:
plcia-us hi entendre e treballar ab aquella affeci e devoci que la cosa requir e de vosaltres e de
cascun de vosaltres indubitadament speram, com a bons fills daquesta ciutat (AMV, Lletres Missives
[en adelante LM] 22, f. 218v). El 17 de diciembre de 1464, en Valencia, Francesc Martorell firmaba
ante el notario Jaume Beneito un acuerdo econmico con los jurats: Sia a tots cosa manifesta que
yo, Francesch Martorell, mestre portol en lo regne de Siclia, habitant de present en la ciutat de Valncia... (AMV, Protocolos, r-19, sin foliacin).
VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 175 y 534-535 (doc. nm.
849).

La relacin con los hijos de Fernando I, los infantes de Aragn, vena de


atrs. Es sabido que en la correspondencia caballeresca que mantuvo Martorell con
Monpalau en la Valencia de 1437, el portador de las cartas fue un porsavante del infante Enrique. Y que dos aos ms tarde, cuando en Inglaterra se present Perot Mercader ante el futuro novelista, lo hizo en qualitat de missatger de linfant Enric
dArag. Mart de Riquer observ: Aquest infant devia tenir autoritat sobre Martorell i Monpalau, ja que aquests, a Valncia, havien canviat llurs lletres de batalla per
mitj de Desirs, porsavant del molt illustre senyor lo senyor infant don Enric, i lInfant havia estat designat com a indiferent o tercer en les diferncies formals entre tots
dos el juliol del 1437, cosa que significa que coneixia b el litigi que es ventilava entre
ells. Por otro lado, la carta enviada por Enrique VI de Inglaterra al infante es tambin reveladora de una proximidad, pues le peda que no es mostri displicent amb el
noble i tan amat per ell Joanot Martorell [...], i que lInfant el rebi amb clemncia al
seu retorn. La clebre misiva, que terminaba con este ruego, slo tiene sentido en el
marco de una relacin estrecha entre el caballero valenciano y el hermano del Magnnimo. Tambin con el infante Juan. Uno sus porsavantes fue en 1442 portador de
una carta de Martorell a Ripoll y l mismo actu en 1446 de mediador en el conflicto
con el comendador de Montalbn. Cartas de Joanot enviadas a ste fueron encomendadas a Joan Carauig, trompeta del senyor rei i a Calbria, heraut del molt alt e
excellent senyor, rei e senyor, lo senyor rei dArag.7
Martorell no era un desconocido en el crculo de la familia real. Del trato favorable que recibi cuando sus acreedores litigaban con l hay un dato digno de resaltar, como ya hizo Riquer: en 1442 la reina lugarteniente Mara, esposa del
Magnnimo, ordenaba paralizar el secuestro de los lugares de Murla y Benibrafim, de
la vall de Xal, y que le fuesen restituidos. Era una disposicin tan evidentemente parcial y lesiva de los intereses de la otra parte, que el lugarteniente de gobernacin, receptor de la misma, es permet dobservar que tal restituci ha semblat a molts contra
justcia.8
Este inquieto caballero, tan prximo a los Trastmara aragoneses, sera el que,
transformado en escriv de raci del prncipe de Viana, habra terminado luchando
contra Juan II y sirviendo a sus enemigos en la Catalua rebelde. Sera, por tanto, la

7
8

RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, pp. 75, 80-82, 90 y 94.


RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 85.

15

misma persona que por aquel tiempo escriba en el captulo XXVII Tirant lo Blanch
estas palabras, claramente contradictorias con su proceder con el monarca:
Lo comte hermit dix a son fill que se nans ab lo rey e quel
servs de tot son poder. E que si debats o qestions venien en lo
regne, en negun cas del mn no vengus contra son rey e senyor.
Per molts mals e dans quet fes. E dich-te verdaderament que
la major infmia quel cavaller pot haver en aquest mn s s com
ve contra son senyor natural. Posat cas que el rey te levs tots los
bns que tens ne pories haver, no vulles venir contra la magestat
sua, car ax com los leva, los pot tornar. Ages aquesta doctrina de
mi: per moltes injries quel rey te faa, ax dar-te de m o de
bast o spasa o qualsevulla altra cosa, que vergonya not pot fer:
bt poria fer dan en ta persona, mas no vergonya, per o com s
ton rey e senyor natural.
Cmo explicar la deriva antidinstica de Martorell? Y la contradiccin entre
su actuacin antirrealista en vida y el realismo radical que defiende y divulga en la
obra?9 Son preguntas formuladas sobre la base de que el autor del Tirant era con toda
seguridad el escriv de raci, algo que ha de considerarse una hiptesis, en modo alguno una cuestin cerrada. Y existen argumentos suficientes para ponerla en duda.
Argumentos.
En los documentos referidos al servidor del prncipe Carlos hay un hecho que
llama necesariamente la atencin: en ninguno consta su condicin de cavaller o miles.
Resulta patente el contraste entre las citas de Turr y las de Villalmanzo y Chiner, supuestamente referidas a la misma persona. En la documentacin publicada por stos,
el autor del Tirant aparece reiteradamente aludido a partir de 1440 algo habitual en
la poca, con la indicacin de cavaller o miles tras el nombre, y precedido ste por el
tratamiento de mossn.10 El novelista, que antes del ao citado era En Joan o sim-

10

16

Advertida por HAUF en el estudio preliminar de su edicin. En efecto, resulta sorprendente que tal
discurso hubiese sido escrito por un dels pocs cavallers valencians tradors al seu monarca [...] i ignorant del principi fonamental de la cavalleria i del seu jurament de fidelitat (Tirant lo Blanch, p. 66).
Segn RIQUER debi ser armado caballero antes de partir de Inglaterra a mediados de febrero de 1439
(Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, p. 97). Pese a ello, ja amb la designaci de cavaller
(mossn Johanot Martorell), apareix atestat, per primera vegada, en un document del 14 de mar
del 1433 (RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 74).

plemente Joan Martorell,11 en adelante ser mossn Joan Martorell, cavaller. Me parece pertinente citar estos ejemplos, procedentes de la coleccin documental de Villalmanzo y Chiner, porque ponen de relieve lo comn de la frmula: Galcerandum
Martorell et Johannem Martorell, milites (ao 1440, doc. 510), Johannetum Martorell, militem (1441, doc. 512), mossn Johanot Martorell, cavaller (1442, doc. 517),
mossn Johan Martorell, cavaller (1442, doc. 518); dilecto nostro Johanni Martorell, milite (1443, doc. 525); honorabilem Johannem Martorell, militem (1444, doc.
533); honorabilem Johanem Martorell, militem (1444, docs. 535 y 536); mossn
Johan Martorell, cavaller (1446, doc. 543); honorabili Johanni Martorell, militi
(1446, doc. 547); honorabilem Johannem Martorell, militem (1450, doc. 575); los
dits mossn Johanot e mossn Galceran Martorell, cavallers (1455, doc. nm. 597);
dilectos nostros Johannem Martorell et vel Galcerandum Martorell, fratres, milites
(1455, doc. 599); les heretats e bns vagants del honorable mossn Johanot Martorell, cavaller, quondam (1468, doc. 621).
Tiene sentido que a partir de 1458 en ninguno de los textos referidos al Joanot Martorell escriv de raci y trinxant del prncipe Carlos se haga explcita su condicin de caballero? Una omisin de esa ndole ya obliga a poner en duda que se trate
del mismo individuo al que dedicaron Villalmanzo y Chiner su corpus documental.
En la Edad Media, los notarios, escribanos y artfices de documentos en general, eran
muy cuidadosos en lo relativo a la indicacin del tratamiento, rango social y titulacin
de las personas. En lo tocante a la indicacin de la condicin de caballero tras el nombre, Pedro el Ceremonioso dio instrucciones en las clebres Ordinacions: Entenem,
emper, que quant scriurem a hom geners qui sia cavaller, li sia scrita aquesta paraula, cavaller, e si no u s, ser-li scrit donzell.12
Hay ejemplos en abundancia que demuestran un afn de precisin, en ocasiones extremo. As, el 18 de septiembre de 1441, a propsito de ciertos arrendamientos
hechos en aos anteriores, cuando an no era caballero Martorell, se indicaba que su
representante actuaba com a procurador de Johannot Martorell e huy mossn Johan

11

12

En 1443, un documento de la reina sobre una deuda contrada en 1438, cuando era donzell, dice: fidelis nostri Johannis Martorell, domicelli; y en 1446 leemos, refirindose al autor en 1436, a propsito de otra deuda de ese ao: lo honorable mossn Joanot Martorell, tunch donzell e ara cavaller
(VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, docs. 527 y 546; pp. 343, 349 y 361).
Ordinacions de la Casa i Cort de Pere el Cerimonis, p. 194. En el captulo De la manera de lescriure
a aquelles persones les quals sn postposades a ns en les letres (pp.186-197), hay ejemplos ilustrativos: Als cavallers fets sia escrit ax: En Pere etctera. A lamat nostre En Garsia de Lri, cavaller.
Salut e dilecci (p. 192).
17

Martorell, cavaller. Y en otro de 1467, al remontarse a hechos de 1436 relativos an


Johan Martorell, fill del dit mossn Francesch Martorell, se pona de relieve el rango
de caballero que entonces tena el padre, pero an no el hijo, en Johan Martorell,
tunch donzell, e aprs, fet cavaller...13
El cambio de status conllevaba el del tratamiento. El ttulo de cortesa En desapareca cuando el doncel pasaba a ser caballero. Y ello es otra prueba de que el Martorell de la pequea corte del prncipe Carlos no lo era: en dos documentos diferentes
aportados por Turr, el de Viana se refiere a lo b amat trinchant nostre, en Johan
Martorell, y en un tercero l mismo escribe: E ms avant supplica lo dit en Johan
Martorell a la senyoria de vosaltres. Hay ms casos: responents a una letra rebuda
de vostra gran excellncia per en Johan Martorell...; una letra rebuda per en Johan
Martorell de la majestat del senyor rey...; Com lo honorable en Johan Martorell ab
nostra sabuda e voluntat vage vers lo regne de Ffrana... La forma de designarlo era
la propia de los ciutadans, y el escribano de racin lo era a juzgar por esta otra referencia documental proporcionada, como todas las anteriores, por el autor citado,
donde se le seala como honorabilis Iohannes Martorell, civis Valencie, tanquam
procurator prefati illustrissimi domini Primogeniti.14 Bien sabido es que civis, esto es,
ciutad, indicaba condicin social y que no era sinnimo de habitante, como tampoco
lo era vicinus (ve). En la poca, los ciutadans y vens eran las personas del estamento
real que vivan en la ciudad; de menor rango, por tanto, que los cavallers, generosos y
homes de paratge del militar o nobiliario.15 Los mercaderes, abogados o notarios eran

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VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, docs. 513 y 619 (pp. 319, 434 y 437). Aunque es
algo bien sabido, conviene recordar que el novelista era aludido en ocasiones como Joan y otras por
el diminutivo Joanot. En una epstola municipal referida al incidente de Chiva en que se vio involucrado en 1449 aparece como mossn Johan Martorell, cavaller; en otro documento alusivo al mismo
hecho es mossn Johanot Martorell (CHINER GIMENO, El viure novellesc. Biografia de Joanot Martorell, pp. 139-141; y VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, docs. nm.
819-821, pp. 514-517).
Documentos nm. 20, 22, 25, 28, 32, 33 y 40 de los presentados en fotocopia por TURR en su ponencia del da 17 de septiembre de 2010 en el Congrs Internacional 520 aniversari Tirant lo Blanch
(1490-2010), titulada Els darrers anys de Joanot Martorell.
Permtaseme citar slo un conocido texto. En las exequias celebradas en la ciudad de Valencia con
motivo de la muerte de Pedro IV, el gobierno municipal destacaba tres preciados privilegios concedidos a ella por el monarca, uno de los cuales s que cascun ciutad e veh de la ciutat pogus e pot
comprar, e per altre ttol haver e tenir castells, lochs e bns, ab ter de delme e ab morabat a semblant dom de paratge (IVARS CARDONA, El escritor fr. Francisco Eximnez en Valencia, pp. 76-77).
Vid. tambin Epistolari de la Valncia medieval (I), p. 31.

los ciutadans, miembros de lo que hoy llamaramos burguesa; los artesanos o


labradores, vens, constituan el proletariado urbano o poble menut. Los individuos del
estamento laico superior nunca eran cives y mucho menos vicini; el trmino usado
comnmente en las escribanas para referirse a ellos como moradores de la urbe era
habitatores (habitadors). Por eso leemos al comienzo de un texto de 1444: Ego, Johannes Martorell, miles, habitator civitatis Valencie.16
El mossn Joan Martorell, cavaller, de la generosa documentacin proporcionada por los dos ltimos bigrafos del novelista no puede ser el honorable en
Johan Martorell, ciutad, del entorno del prncipe de Viana. No hay error. Parece poco
verosmil que el autor del Tirant, para quien la cavalleria sempre s [...] una cosa molt
seriosa [...] i amb tota seriositat, i fins i tot amb un cert orgull de classe, escriu al final
de la dedicatria, jo, Joanot Martorell, cavaller, se vea privado sistemticamente de
la referencia a su condicin, contrariando no slo la norma diplomtica sino su propio talante. Sigamos recordando sabias palabras de Mart de Riquer: Joanot Martorell
[...] fou un cavaller molt pagat de la seva condici que reflej su temperamento fielmente en la novela, on la burgesia s vista amb indiferncia o amb menyspreu.17
No hay error. En la documentacin medieval pueden darse yerros de este tipo,
obviamente, pero son infrecuentes. Lo que hay es una absoluta coherencia entre las
referencias y la condicin social de cada uno de los dos individuos, diferentes, a los
que se refieren los textos: el caballero y el escribano de racin. Creo que se equivoca
Turr cuando, en relacin con el que dice honorabilis Iohannes Martorell, civis Valencie, tanquam procurator prefati illustrissimi domini Primogeniti, afirma: Aqu,
civis Valencie vol dir noms de la ciutat de Valncia i no pas ciutad de Valncia.
Es tracta derrors propis de documents processals fets de pressa. Y creo que se equivoca de nuevo cuando a continuacin, para demostrarlo, asegura: El mateix cas es
dna en Jaume Martorell, que pertanyia tamb a lestament militar, i el tractament
dhonorable s propi dun cavaller: Lo honorable en Jacme Martorell, ciutad de Valncia.18 El que se aluda al hermano de Joanot como ciutad de Valncia y se le de
tratamiento de honorable, propi dun cavaller, no es argumento aceptable. En primer
lugar, porque Jaume Martorell no era caballero cuando su hermano s lo era; de ah
que se escriba en 1445: en Jacme Martorell, frare del dit mossn Joanot.19 Ni hay

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VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, doc. 534 (p. 346).


RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, pp. 18-19.
Joanot Martorell, escriv de raci, p. 18, nota nm. 12.
VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, doc. 537 (p. 349).

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constancia de que lo llegara a ser a lo largo de su vida, a juicio de los bigrafos y editores del documento aludido: desconocemos si Jaume lleg en algn momento a alcanzar el grado de caballero.20 Pero, sobre todo, es errnea la afirmacin de que el
tratamiento de honorable era propio de caballeros. No hay duda de que se le daba a
personas de todos los estamentos y que era absolutamente habitual aplicarlo a ciutadans. Un solo ejemplo. En carta, indita hasta ahora, dirigida en 1409 por los jurats
de Valencia a un personaje cuya biografa conocemos bien por su celebridad literaria,
Bernat Metge, puede leerse: Al molt honorable e savi snyer En Bernat Metge, secretari del senyor rey.21 No es necesario probar, puesto que ya lo est, que el autor de Lo
Somni no era miles ni nunca lo fue: muri como ciutad (ciuis Barchinone), segn
un conocido documento de 1413, ao de su fallecimiento.22
El oficio burocrtico de Metge no era propio de un caballero, como tampoco
lo era el oficio de escriv de raci. Joanot Martorell lo fue del prncipe de Viana y, adems, lo ejerca. No se trataba de una distincin honorfica ni de un ttulo domstico
ornamental como el de trinxant, claro indicio de un afecto personal, sino un trabajo
desempeado en el seno de una oficina con pretensiones cancillerescas. Hace ms de
medio siglo que Nria Coll, en su monografa sobre Juana Enrquez, refirindose a hechos de 1462, escriba estas frases: ...especificaba, adems, dirigindose al veguer y
baile, que deberan entregarlo a Pere Calbo, en nombre de Joan Martorell, escribano de
don Carlos, el cual lo pag entonces; el escribano era citado, el 7 de abril, ante la Real
Audiencia....23 El perfil real de este Martorell es el de un funcionario que actuaba
como tal al servicio del prncipe, que gozaba de su aprecio y confianza, y que por ello
le fueron encomendadas misiones diplomticas que seguira desempeando tras el fallecimiento de don Carlos. Esto explica que en algunas ocasiones se le cite como mossn Martorell, qui era servidor del Primognit, anteponiendo al nombre un
tratamiento que en el siglo XV no era exclusivo de los caballeros.

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VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, p. 54.


AMV, LM 9, ff. 81v-82r. Otros dos ejemplos: el 2 de julio de 1439, una misiva se refiere a lo honorable En Miquel Granollers, uno de los jurados de Valencia del estamento ciudadano; y el 5 de septiembre de 1441, en otra al justcia del Grau de la Mar, aludan stos a cierto esclavo que haba sido
propiedad dEn Bernat Junquera, quondam ciutad de la dita ciutat, motivo de una carta reebuda
per lo honorable e discret En Matheu Stheve, notari, en la que figura la honorable madona Caterina, muller quondam del dit En Bernat Junquera. Vid. Epistolari de la Valncia medieval (II), pp. 262
y 358.
RIQUER, Obras de Bernat Metge, pp. 195 y 242-243.
COLL JULI, Doa Juana Enrquez, lugarteniente real en Catalua, II, p. 51.

Efectivamente, hay mltiples ejemplos de que el mossn adornaba el de eclesisticos de relieve por el rango, jerarqua o formacin intelectual.24 Pero lo que interesa hic et nunc no es esto, sino la constatacin de que el tratamiento de mossn se daba
tambin a burcratas, altos funcionarios que no eran caballeros. Elocuente es el caso
de Francesc dArinyo, de cuyo nombramiento de secretario del rey se congratulaban
los ediles de Valencia en 1419: lo dit senyor [rey] proveh e fu secretari seu lonrat
En Francisco dArinyo, nostre conciutad. A l dirigan misivas en 1421 y 1422 en las
que lo trataban de honorable e molt savi mossn. No por haber alcanzado la condicin de caballero. Careca de ella como demuestra otra epstola posterior, de 1423, dirigida al molt honorable car amich En Francisco dArinyo, secretari del senyor rey,
en cuyo texto, adems, se lee: ...per tal, molt honorable car amich, a vs, qui havem
per propri e pecculiar ciutad nostre, pregam...25
En 1437 ya le haba sucedido en el cargo otro valenciano, Joan Olzina, cuando
los jurats enviaron una carta al molt honorable e molt savi cavaller mossn Berenguer
Mercader, conseller e cambrer del senyor rey para pedirle que interviniese en la gestin de cierto asunto y dieron orden de que se redactara otra igual para Olzina. El escribano anot de esta forma que haba cumplido lo mandado: Altra [letra] semblant
ne fon feta al molt honorable e de gran saviesa mossn Johan Olzina, secretari del senyor rey.26 ste, que en 1423 era tratado como molt honrat car amich En Johan Olzina, scriv del senyor rey,27 se encumbr y alcanz el cargo de secretario; y, al igual
que en el caso de su predecesor Arinyo, se comenz a anteponer a su nombre el ttulo

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Los jurats de Valencia enviaban en 1422 una carta a Sim Salvador, subdicono del papa, en la que lo
tratan de molt honorable mossn; tambin el protonotario del santo padre en 1437 era mossn Nicholau Conill; y en 1414, se dirigan a mossn Pere Comuel, canonge de la Seu de Valncia, sotsdiacha de nostre sant pare. A Andreu Bertran, limosnero papal escriben ese mismo ao: E hajats,
en cert, mossn, que aquest frare... El anterior, ste aparece como mossn Andreu Bertran en otra
epstola dirigida al molt honorable e molt savi mossn Francesch dAranda, donat de Portaceli. Vid.
Epistolari de la Valncia medieval (II), pp. 89, 125, 129, 332-333 y 377.
Vid. RUBIO VELA, Lescrivania municipal de Valncia als segles XIV i XV, pp. 114-117.
AMV, LM-19, f. 8r (1437, agosto, 3). Obsrvese cmo se hace constar la condicin de caballero cuando
el destinatario lo es, como en el caso de Berenguer Mercader. Otro ejemplo significativo: Al molt honorable e de gran providncia don Berenguer de Bardax, cavaller e conseller del molt alt senyor rey
e Justcia del regne dArag. El tratamiento de don no impide que el texto se encabece as: Mossn
molt honorable. Leemos ms adelante: E com nosaltres hajam en vs, mossn molt honorable, plena
confiana... Y termina: E haja-us, mossn molt honorable, en sa special grcia recomanat la Trinitat Sancta (AMV, LM 17, f. 42r-v; 1423, octubre, 1).
As figura en las misivas de los aos 1441 y 1443. Vid. Epistolari de la Valncia medieval (II), p. 206;
y RUBIO VELA, Lescrivania municipal de Valncia als segles XIV i XV, p. 125.

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de mossn sin ser cavaller. Prueba de ello es que los jurats se refieran en 1454 a lhonorable mossn Johan Olzina, conseller e secretari del senyor rey, conciutad nostre.28
Tambin era mossn Joan de Coloma el todopoderoso consejero y secretario de Fernando el Catlico, escriv de la Sala (absentista) de la ciudad de Valencia en 1477,
cuando los ediles le escriban palabras halagadoras: sou merexedor de molt majors
officis e honors e sou hun alt ciutad e procurador e sndich de aquesta ciutat tostemps
que negocis de aquella occorreran davant la magestat del senyor rey.29 En 1461
cuando Joanot Martorell era escriv de raci del prncipe Carlos, el valenciano En Pau
Rossell ejerca el mismo cargo la casa del rey.30 Seis aos ms tarde segua sindolo y
los jurats, agradecidos por sus gestiones en la corte, le dirigan misivas as encabezadas: Al molt honorable mossnyer e molt savi mossn Pau Rosell, scriv de raci de
la casa del senyor rey.31 Que no hubo cambio alguno en su status lo prueba el hecho
de que en 1482, en la cspide de su carrera funcionarial, en una larga epstola de los
ediles a Fernando II donde dicen considerarlo uno de los oficiales ms notables y afectos al monarca, lo citan como lo vostre advocat fiscal en Pau Rosell.32
Hay otra situacin en que era habitual aplicar el mossn a laicos no caballeros.
Los prohombres ciudadanos enviados a realizar misiones diplomticas podan recibir
el tratamiento durante el viaje y estancia en el lugar al que haban sido destinados. En
1457, a un ciutad de Valencia, Jaume de Fachs, cuyo nombre va siempre precedido
del En propio de su condicin, se le llama mossn cuando marcha a la corte de Npoles como embajador de la ciudad. En agosto de 1457 remitan los jurats una carta al
molt honorable mossn e molt savi En Jacme de Fachs, missatger de la ciutat de Valncia en cort del senyor rey, en Npols. Curiosa duplicacin en el tratamiento mossn y En, que podra parecer un error. La misiva prosigue: Molt honorable e molt
savi mossn.33 Y de nuevo la evidencia: el missatger, el ciudadano En Jaume de Fachs,

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AMV, LM-22, ff. 76v-77r (1454, marzo, 27). La brillante carrera de Olzina pudo ser causa de que su
hijo, el honorable mossn Johan Olzina, cavaller, menor de dies alcanzase este rango, del que da
cuenta una misiva del 13 de septiembre de 1454 (RUBIO VELA, Alfons de Borja y la ciudad de Valencia, p. 208).
RUBIO VELA, Lescrivania municipal de Valncia als segles XIV i XV, pp. 127-128.
En carta del 30 de septiembre comunicaban a Juan II los jurats de Valencia que haban informado aN
Pau Rossell, scriv de raci de casa vostra, de ciertos asuntos con el fin de que l se los diera a conocer (Epistolari de la Valncia medieval (II), p. 227).
AMV, LM 26, ff. 234v-235r (1467, abril, 10). En la misiva leemos: pregam-vos ab molta affecci que,
com a bon fill daquesta ciutat e per la molta confianza que en vs tenim...
BELENGUER CEBRI, Valncia en la crisi del segle XV, pp. 98 y 314.
Epistolari de la Valncia medieval (II), p. 238.

segua sindolo a su vuelta de Italia. No fue mossn por haber alcanzado el rango de
caballero: en noviembre del mismo ao, una vez cumplida la misin, escriban los jurats en otra pieza epistolar: ...per relaci del magnfich En Jaume de Fachs, missatger
daquesta ciutat, tornat de la magestat del senyor rey...34 Como embajador, su condicin ciudadana, adornada con el tratamiento de mossn, explica la duplicacin aparentemente contradictoria que vimos. Y que volvemos a encontrar en 1478, en un caso
similar protagonizado por el sndic de la ciudad, a quien, en su condicin de embajador, escriban as los regidores: Al molt honorable mossn En Berthomeu Abat, notari, sndich e embaxador de la insigne ciutat de Valncia.35
Creo que lo expuesto permite afirmar que no slo no est demostrado que el
Joanot Martorell escriv de raci del prncipe Carlos de Viana era el caballero autor
del Tirant, sino que hay datos que indican que no lo fue. En primer lugar, porque
nunca se le cita como miles o cavaller. En segundo lugar, porque la nica vez que se
hace mencin explcita de su condicin social se le califica de civis, ciudadano de Valencia. En tercer lugar, porque el hecho de que el nombre vaya precedido en ocasiones de los tratamientos de honorable o de mossn no es indicativo de una pertenencia
al estamento militar, sino del rango funcionarial elevado del escriv de raci del Prncipe, enviado a realizar misiones diplomticas.

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35

AMV, LM 23, ff. 131v-132r (1457, noviembre, 25).


Epistolari de la Valncia medieval (II), p. 338.

23

II
JOAN MARTORELL EN EL CONDADO DE DNIA

A las razones biogrficas y de crtica documental hay que aadir otras de naturaleza diferente. La identificacin del autor del Tirant obliga al investigador a conocer, tener en cuenta y discutir lo publicado sobre el tema para aceptarlo o rechazarlo.
En la bibliografa especializada no es difcil tropezar con una publicacin de 1918,
obra de M. Gutirrez del Cao, titulada Ensayo biobibliogrfico de Tirant lo Blanch, en
la que dice, refirindose obviamente a Martorell:
Equivaliendo Juanot a Juan, nos ha inducido a creer hemos hallado a nuestro autor al leer la carta de don Berenguer Mercader,
bayle general de Valencia, dirigida al caballero y procurador del
Condado de Denia y Jabea, mosn Juan Martorell, acerca de
queja presentada por el Cnsul de los venecianos con motivo de
ofensas inferidas a cierta nave de dicha Repblica: su fecha en
Valencia, 30 de abril de 1461.1
El rigor exige considerar esta referencia, que remite a un folio concreto de un volumen
concreto de la seccin de Bailia del Archivo del Reino de Valencia, que en caso de ser
correcta la noticia del erudito citado, entonces bibliotecario de la Universidad,2 sita
a un mosn Juan Martorell caballero en el condado de Dnia. Sobre todo en una fecha
como la de 1461, cuando su homnimo, nunca citado como caballero, era escriv de
raci del prncipe de Viana, ya en rebelda contra Juan II.
No es admisible pasar por alto o ignorar esta informacin, y mucho menos afirmar, sin antes haberlo demostrado, que alude a un Martorell distinto del autor del Ti-

1
2

GUTIRREZ DEL CAO, Ensayo biobibliogrfico de Tirant lo Blanch, p. 10.


Su obra ms clebre es el Catlogo de los manuscritos existentes en la Biblioteca Universitaria de Valencia, 3 vols. (Valencia, s. d. [1913-1914]).

25

rant, de otra lnea familiar. Podra serlo, ciertamente, pero ello exige el anlisis documental previo y razonado. En cualquier caso, parece obligacin del historiador investigar lo que en el condado de Dnia ocurra por aquellas fechas, que son las mismas
conviene tenerlo presente en que el caballero valenciano escribi la gran novela de
caballeras de la literatura catalana.
La primera mencin que he podido encontrar de esta presencia data del 8 de
enero de 1460. Es una carta enviada por los jurats de Valencia a los de Morvedre en la
que informaban del avistamiento de naves enemigas en aquellas costas. Haban tenido
noticia de ello por medio de una misiva remitida por el justcia y jurats de Cullera,
quienes a su vez haban sido avisados desde Xbia dos das antes, el 26 de enero:
en lo dit dia, huyt ores aprs migjorn, eren stats avisats per lo
honorable mossn Johan Martorell, procurador general de la dita
vila e comdat de Dnia, que, essent ell en lo loch de Xbea, ja ponent-se lo sol, hauria vist dos galeres e un bergant, e havien surt
davant lo golfat de Xbea en ubert e creu-se sien proenals enemichs del senyor rey. 3
El 14 de enero del ao siguiente, este mismo hombre se mantena en el cargo,
que conllevaba la administracin de la justicia en el condado, tarea que ejerca conjuntamente con misser Gabriel de Riusech, doctor en leyes, segn explicaba ste en
carta al batle general:
vs, mossn, sabets e sts sert que lo magnfich mossn Johan
Martorell e yo tenim crech de la administraci de la justcia en
aquestes parts.
Y, algo ms adelante:
...esent a lo dit magnfich mossn Johan Martorell, cavaller,
havent conegal poder ab mi... 4
En la misiva se refera Riusech a una queja presentada al batle general por el
cnsul de los mercaderes venecianos en Valencia, que fue motivo de un interesante enfrentamiento entre el jurista y el caballero, ambos procuradores de los seores del condado. La estratgica situacin de ste, con dos puertos Dnia y Xbia que daban
refugio a embarcaciones dedicadas al trfico mercantil; la proximidad de Valencia, importante centro importador, exportador y reexportador de productos de todo tipo; as

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26

Documento nm. 5 del apndice.


Documento nm. 7 del apndice.

como el hecho de ser un enclave seorial, son circunstancias que explican los frecuentes roces entre las administraciones condal y la real, esto es, entre quienes gobernaban el condado por delegacin de sus titulares y los oficiales de la Corona. El
encargado de defender los derechos de sta en todo el mbito del reino era el batle general, cargo que ostentaba entonces Berenguer Mercader. Joan Martorell, juntamente
con Gabriel de Riusech, velaba por los intereses de los seores.
Era previsible, pues, que hubiese roces y fricciones entre procuradores y batle,
derivadas de las fronteras, siempre confusas, entre ambas jurisdicciones. Revelador al
respecto es el incidente que dio lugar en enero de 1461 a un cruce de epstolas que
proporcionan informacin preciosa. El da 11, el batle Mercader orden redactar la primera, dirigida a micer Gabriell de Riusech, doctor en leys, habitador de la ciutat de
Valncia. En ella lo nombraba su lugarteniente en el caso de linfortuni e ruhina seguit en la platga de la vila de Exbea en la nau veneciana capitanegada per micer Jacobo Moncio, veneci. Se trataba de un naufragio ocurrido en el condado de Dnia,
donde Riusech era procurador, y le ordenaba que, como comisionado suyo, se encargase personalmente in situ de resolver un asunto en el que entraban en juego enfrentados intereses econmicos y polticos. 5
Tres das despus, Riusech responda desde Xbia al batle con otra misiva en
la que, tras manifestarle su afecto y recordarle que comparta la administracin de la
justicia en el condado con Martorell, le informaba de que huy en la vesprada, al recibir la epstola, haba tenido con l un desencuentro:
esent a lo dit magnfich mossn Johan Martorell, cavaller, havent conegal poder ab mi, sn vengudes algunes congoxes entre
nosa[l]tres per no esser fet prejuh alg als senyors de aquest
comdat.
Martorell le inst a no aceptar la lugartenencia del batle general por ser ello incompatible con la condicin de procurador del condado, precisamente en un asunto en que
los intereses de ambos entraban en colisin. En trminos exquisitos, prometa a Mercader obrar en inters del rey, com a homill e hobedient vasall de la dita magestat,
pero guardant tota vegada perjuh alg no sia fet a la jurisdicci de aquest comdat,
lo que supona el rechazo de la comisin, pese a no decirlo abiertamente.6

5
6

ARV, Bailia, 1153, ff. 103v-104r.


Documento nm. 7 del apndice.
27

As lo entendi el batle, cuya irritada respuesta, en carta del da 17, no tard


en llegar. Tras referirse a la del da 14 sobre lo fet de les robes de la nau veneciana que
aqu ha vengut [...] en la qual me dieu moltes coses que nom fretura per letra respondre-us sin al que darrerament me diheu, que fassa tornar lo scriv e verguer
meu, le reprochaba no haber aceptado el nombramiento, recordndole: lo batle general s jutge ordinari e ell o son lochtinent poden e han acostumat de usar en lo ducat
de Gandia e compdat de Dnia.7 La reconvencin de Mercader acongoj al jurista,
que el 21 de enero volva a escribirle desde Xbia, aceptando esta vez la misin, pero
sin ocultar una nueva disputa con Martorell:
Aprs moltes altercacions que sn stades entre mossn Johan
Martorell e mi, ab moltes protestacions que m fetes, res no obstant [...], yo he volgut acceptar vostra comissi e lochtinena.8
El notario enviado con la carta fue testigo de este nuevo episodio de desencuentro, que
tambin relat:
De fet junct ac, an a la posada de micer Riusech e present a
aquell la vostra lochtinncia. E per moltes congoxes, protestes e
disentiments que per mossn Johan Martorell, qui s procurador
ensemps ab ell de aquest compdat, ell, per reverncia vostra, ha
volgut acceptar e ha acceptat la dita lochtinncia no obstants les
dites protestacions, a les quals aquell ha feytes ses respostes molt
gentilment, ax com si no agus res a fer per aquest comdat.9
Pocos das despus, el batle mostraba su satisfaccin a Riusech, de cuyas actuaciones haba tenido noticia por el cnsul Venturelli y otros venecianos, as como
por un enviado suyo a Dnia llamado Campos.10 Sin embargo, a finales de marzo el
caso volva a aflorar. Un procurador de los seores del condado cuyo nombre no se
indica, haba intervenido de manera desfavorable para los intereses de los mercaderes
itlicos, cuyo cnsul se quej nuevamente ante el batle,
dient que aqu seria vengut novament hun procurador dels fills
del comte, lo qual ha emparat totes les robes e mercaderies, ax
de mariners com de mercaders de la nau veneciana que vench al
travers en la plaja de Exbea, la qual empara diu que ha fet ax
per les robes qui sn de present en la dita vila de Exbea com per
les altres qui ja sn delliurades e dades a lurs senyors.
7
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28

ARV, Bailia, 1153 ff. 105v-106r.


Documento nm. 8 del apndice.
Documento nm. 9 del apndice.
ARV, Bailia, 1153, f. 117r (1461, febrero, 5).

El texto forma parte de la nueva misiva que Berenguer Mercader envi a Riusech a raz
de la protesta. Insista en ella en que la jurisdiccin en materia de naufragios era competencia exclusiva del rey, e, com a regalia sua, de a son batle general daquest regne
s sols jutge. Al haberlo nombrado lugarteniente suyo, le ordenaba retomar el asunto,
reverdecido por ese inoportuno procurador de los seores del condado, y encargarse
de que los bienes fuesen devueltos a sus propietarios:
En altra manera, si lo contrari sere fet, a mi covendr a crrech
dels officials de aqu provehir per tots aquells remeys que de dret
e justcia atrobar esser fahedor.11
Un mes despus todo segua igual. El ltimo da de abril, otra carta de Mercader, dirigida esta vez a mossn Johan Martorell, cavaller, procurador del compdat de
Dnia e de Xbea, insista en las quejas del cnsul veneciano por los daos causados
all a la nave y por el apresamiento de la tripulacin.12 Y en mayo se dirigi de nuevo
als honorables mossn Johan Martorell, cavaller, procurador del comdat de Dnia e
de Exbea, e als justcia, jurats e altres qualsevol officials del dit comdat de Dnia e
de Exbea, a quienes expresaba su malestar en tono spero:
per altra letra nostra privada a vosaltres, dits mossn Johan
Martorell e batle de les dites viles [...], la qual dita nostra letra
no havets hobet, ne encara se ns pugut (sic) obtenir resposta.
Y en nombre del rey los conminaba a cumplir sus rdenes y poner en libertad a los
apresados:
vos dihim e manam, a vs e a cascun de vs, per la feeltat que
sots tenguts al dit senyor rey, e encara en pena de dos mlia florins dor, aplicadors als cfrens del senyor rey de bns del dit
spectable compte de Dnia e o de qualsevol de vs exigidors
Esta vez, para obviar cualquier pretexto, el correo prestara juramento tras la entrega:
E de la presentaci de la present estarem a relaci de portador
de aquella, lo qual ha jurat en poder nostre fer verdadera relaci. 13

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13

ARV, Bailia, 1153, f. 128r (1461, marzo, 30).


Documento nm. 11 del apndice. El tratamiento de frares que se lee en el texto era habitual en las
cartas del batle general Mercader a sus subordinados en las bailas locales. No indica relacin familiar.
ARV, Bailia, 1153, ff. 142r-143r (1461, mayo, 9). Copiada bajo el epgrafe: Letra tramesa a lhonorable mossn Martorel.

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La misiva fue llevada a su destinatario por Ramon San, que el 13 de mayo declaraba haberla entregado a lhonorable lo justcia del loch de Xbea e a lhonorable
mossn Johan Martorell. En la respuesta, ste se muestra celoso defensor de los intereses seoriales, reacio a cumplir las rdenes de Berenguer Mercader y contrariado
sin duda por sus amenazas displicente, distante e incluso altivo:
Respon lo dit procurador general de la vila e compdat de Dnia a
la letra del magnfich batle general de la ciutat e regne de Valncia, que no consent en aquella ni en les coses en aquella contengudes en tant quant fassen prejuh e sien prejudicials a la
juredicci e senyoria de la dita vila e comdat e dret dels spectables
senyors de aquell, ans expressament, dissent en aquella e en aquelles [...] E, sens prejuh dels dits drets e juresdicci e senyoria del
dit comdat, diu que s prest fer tot o que deja, e que prestament
lo dit procurador general ser personalment ab lo dit magnfich
batle general per informar aquell a boca del negoci en la dita lletra
mensionat, del qual per letra sua ha informat, la qual lo correu no
li ha portada, per negligncia del dit correu.14
Este Joan Martorell, homnimo y de la misma condicin que el autor del Tirant, haba de ser persona de confianza de quienes por aquellas fechas estaban en posesin del condado: Fernando de Rojas y Diego de Sandoval, hijos de Diego Gmez
de Sandoval, conde de Castro, que fue el titular durante casi un cuarto de siglo, desde
1431 hasta su muerte en septiembre de 1454.15 La identidad del procurador de Dnia,
objeto central de este estudio, obliga a hurgar en la personalidad y entorno de este linaje y su relacin con el reino de Valencia.

14
15

30

Documento nm. 12 del apndice.


CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 61 y 67.

III
CONTEXTO HISTRICO Y CRCULOS POLTICOS

Diego Gmez de Sandoval.


Un cronista castellano escribi que Diego Gmez de Sandoval fue criana e
fechura de don Fernando, rrey de Aragn.1 Y, efectivamente, cuando ste todava era
infante y regente de Castilla, durante la minora de edad de su sobrino Juan II, se esforz por encumbrar a quien sera su ms fiel servidor y hombre de confianza, y ms
tarde de sus hijos, en especial de Juan, futuro Juan II de Aragn.2 Mariscal en la resonante toma de Antequera, donde intervino con audacia en una accin de ataque llevada a cabo el 27 junio de 1410, el infante lo premi al ao siguiente con el
nombramiento de adelantado de Castilla.3 Los honores y hacienda aumentaron de manera considerable con la llegada de Fernando al trono aragons tras la sentencia de
Caspe. Tambin contribuyeron a incrementarlos el afecto del infante Juan. Cuando
ste fue enviado a Sicilia en abril de 1415, con apenas diecisiete aos, en calidad de
lugarteniente y gobernador general del reino, Sandoval lo acompa como mayor-

Crnica del Halconero de Juan II, p. 9. El propio conde se defina a s mismo como crianza y fechura
de mi seor el Rey, padre vuestro que Dios aia, en una carta a Alfonso el Magnnimo publicada por
GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico sobre la vida..., XXXIII, p. 136. El autor de la Crnica
de don lvaro de Luna escribe que don Sancho de Rojas, arzobispo de Toledo, e don Diego Gmez de
Sandoval, conde de Castro [...], avan sido criados e fechura del rey don Fernando de Aragn (p. 51).
ZURITA es reiterativo al respecto: no se confiaba [Fernando I de Aragn] sino del adelantado Diego
de Sandoval, que andaba sobre todos; era to de Diego Gmez de Sandoval adelantado de Castilla
que tuvo mucho favor en la privanza del rey; Tomaron al infante don Juan por protector de sus fines
y pensamientos don Sancho de Rojas arzobispo de Toledo y el adelantado Diego Gmez de Sandoval
su sobrino...; y lo mismo procuraba el rey [Alfonso V de Aragn] por medio de Diego Gmez de
Sandoval adelantado mayor de Castilla que era el mayor privado que el infante don Juan su hermano
tena (Anales de la Corona de Aragn, lib. XII, cap. XXIX; XII, XLIX; XIII, IX; XIII, XXIV; vol. 5, pp.
371, 434, 552 y 606).
GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico sobre la vida..., XXXII, pp. 524-525.
31

domo mayor y permaneci junto al joven prncipe hasta su retorno en septiembre de


1416.4
Este episodio no slo contribuy a estrechar los vnculos afectivos del futuro
conde de Castro con su protegido, sino que le permiti demostrar su lealtad sin fisuras al nuevo rey, Alfonso el Magnnimo. Fernando I falleci el 2 de abril del citado ao
y el primognito haba ocupado el trono. Zurita relata cmo los sicilianos intentaron
entonces que Juan se proclamara monarca del reino insular, y hubieran salido con su
intencin si no lo previnieran con grande industria y prudencia el almirante de Castilla y el adelantado Diego Gmez de Sandoval, o el infante tuviera ms ambicin y hubiera tomado gusto en el reinar.5 El historiador aragons subraya la recta actuacin
del adelantado como consejero del infante gran privado y de quien l haca muy
gran confianza y la satisfaccin de Alfonso V, que se tuvo por muy servido dl y
despus de venido el infante, estando el rey el ao siguiente en Valencia, le hizo merced de la ciudad de Agosta en el reino de Sicilia.6
Su privanza con don Juan fue de por vida. Lo represent en los desposorios
con Blanca, la hija del rey de Navarra. Previamente negoci, jur y firm el 5 de noviembre de 1419 los pactos matrimoniales que no mucho despus permitiran al infante titularse monarca.7 Por l tom partido cuando se enemist en Castilla con su
hermano Enrique, perdedor de una pugna que termin en 1425.8 A partir de este ao,
el de la reconciliacin de ambos, Diego Gmez de Sandoval, promovido a la grandeza,
se nos muestra ya como hombre de extraordinaria influencia y prestigio en aquel
reino. El 5 de enero naca en Valladolid el futuro Enrique IV y ocho das despus se le
bautizaba en una ceremonia en la que actu como padrino junto con otros tres magnates que representaban la cspide de aquella aristocracia que comenzaba a conside-

6
7
8

32

VICENS VIVES, Juan II de Aragn, pp. 20-30. Desde all enviaba cartas a los reyes en las que informaba de la salud y actividades de su hijo y de la situacin del reino, dadas a conocer por SEZ, Diego
Gmez de Sandoval y la escritura precortesana en Sicilia, pp. 9, 12 y 14.
Anales de la Corona de Aragn, XII, LIV (vol. 5, p. 449). E insiste ms adelante: los sicilianos pasaron tan adelante en querer detener la persona del infante y alzarle por rey, que lo hubieran intentado
si no por la maa y artificio que tuvieron para estorbarlo el almirante de Castilla y el adelantado Diego
Gmez de Sandoval que lo resistieron (XII, LXII; vol. 5, p. 481).
Anales de la Corona de Aragn, XII, LXII (vol. 5, p. 482).
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XII, LXXII (vol. 5, pp. 517-518).
Vid. DEZ DE GAMES, El Victorial, p. 320. SUREZ FERNNDEZ, Nobleza y monarqua, pp. 175176, 180-190 y 192; SILI, Don lvaro de Luna y su tiempo, pp. 87 y 95; y GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico..., XXXII, pp. 524-525 y 530.

rarse grandeza, es decir, la verdadera elite poltica: don lvaro de Luna, el duque de
Arjona y el almirante Enrquez. En el juramento del heredero tambin tuvo protagonismo: El Rey recogi un cetro de oro, de que fu portador el Adelantado de Castilla, y se lo di a su hijo.9
En los aos siguientes, el hombre por quien el rey de Navarra se rega en
frase de un cronista,10 no slo supo resistirse a los halagos del poderoso don lvaro,
sino que se convirti en su principal enemigo, lo que supuso el comienzo de sus desgracias. En la guerra castellano-aragonesa de 1428-1429 alz banderas de rebelda
frente al rey Juan II, luch en favor del infante don Juan, rey de Navarra,11 y se vio
obligado a cruzar la frontera tras la derrota. El 21 de diciembre de 1430, el que, segn
la Crnica del Halconero, hera el ms rrico ome de vasallos solariegos que aba en Castilla, la abandonaba desde su villa de Lerma con su hijo Fernando y dos hermanos, y
en noviembre del ao siguiente, condenado en rebelda por desobediencia a su rey,
fue privado de todos los bienes y dignidades que all tena.12
Ahora bien, siete meses antes de la sentencia, el ilustre desterrado haba recibido en el reino de Valencia, de manos del infante Juan, el condado de Dnia. Prez
de Guzmn da cuenta de ello en su semblanza de don Diego, donde afirma que primero fue el rey Fernando quien le acreent mucho en vasallos e ofiios,
e despus el rey de Navarra, su fijo, le dio el condado de Castro
e en Aragn a Denia e Ayora, e anss lleg a ser uno de los mayores cavalleros de Castilla.
La fidelidad al que llegara a ser Juan II de Aragn lo condujo al destierro y prdida
de sus bienes en Castilla,13 pero puso en sus manos el condado de Dnia, generosa
muestra de gratitud del infante con el hombre que, por haber defendido su causa y

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SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, pp. 11-12, y Nobleza y monarqua, p. 197; SILI, Don
lvaro de Luna y su tiempo, p. 102. Vid. tambin CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia,
II, p. 55; y GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico..., XXXII, p. 532.
Crnica de don lvaro de Luna, p. 72.
SUREZ FERNNDEZ, Nobleza y monarqua, 201, 203, 206-207 y 216; VICENS VIVES, Juan II de
Aragn, pp. 67-69; RYDER, Alfonso el Magnnimo, rey de Aragn, Npoles y Sicilia, pp. 198-201; SILI,
Don lvaro de Luna y su tiempo, pp. 124 y 127; GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico...,
XXXII, pp. 618-619.
Crnica del Halconero de Juan II, pp. 74, 78-86 y 115-117; y BARRIENTOS, Refundicin de la crnica
del Halconero, pp. 104-111.
Habr ms tragedias en su vida: este conde de Castro, siguiendo a su seor el rey de Navarra, fue
una vez preso en la batalla de Olmedo, e dos vezes desterrado, perdiendo todo su grant patrimonio,
e en este estado muri en Aragn de ms de hedad de setenta aos (PREZ DE GUZMN, Generaciones y semblanzas, pp. 138-139).
33

partido, haba sido despojado de todo su grant patrimonio. Para compensar esta prdida, con la aprobacin de su hermano, el rey Alfonso, le hered en estos reinos, hacindole donacin de las villas de Denia y Ayora y del lugar de Jbea, en 8 de marzo de
1431. En el interesante documento que la registr, publicado y traducido por Roc
Chabs, se rememoran los importantes servicios militares que Diego Gmez de Sandoval haba prestado a Fernando I, as como los trabajos y dispendios grandes que
tuvo que sufrir para conseguir la libertad del infante don Enrique. El donante tambin quiso dejar constancia de que, puesto en su infancia bajo tutela del conde para
que con su doctrina le instruyese y formase, siempre lo tuvo a su lado nunquam
nostram comitivam et servitium deservisti, en especial cuando fue enviado a Sicilia, y que siempre encontr en l una persona fiel y adicta, mayormente en las guerras que Castilla movi a Aragn, por lo que perdi todos los bienes y hubo de
abandonar su patria. Pas as a ser conde de Dnia, seor del castillo y de la villa, que
inclua el puerto, as como del lugar de Xbia; derechos tan notables que, en frase de
Chabs, constituan a los titulares cual reyes de su estado.14
El adelantado encontr, pues, durante este primer exilio en la Corona de Aragn desde 1430 hasta 1439 apoyo del rey y, sobre todo, del infante.15 l tambin
supo corresponder. En la batalla naval de Ponza (5 de agosto de 1435), cuando fueron derrotados y presos ambos, los reyes de Aragn y de Navarra, as como su hermano
Enrique, all estaba l con sus dos hijos, Fernando y Diego, y con Gutierre de Sandoval, miembro asimismo de la familia.16 La convivencia durante los das de cautiverio
en el castillo de Gnova pudieron reforzar an ms la relacin: E as mismo el rrey
de Nauarra fu leuado a Gnoua, e con l mier Antonio del guila, e Rui Daz de
Mendoa el Caluo, e el conde de Castro e sus dos fijos. Los quales fueron puestos en
el castillo de Gnoua.17

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CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 56-61; GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico..., XXXII, p. 620; y XXXIII, pp. 139-140 (texto incompleto de la donacin); y FRANCO
SILVA, El linaje Sandoval y el seoro de Lerma en el siglo XV, pp. 100-101 y 111.
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XIV, XVI (vol. 6, p. 57). Vid. VICENS VIVES, Juan II de Aragn, p. 82.
Entre los valencianos cautivos estaban Francesc Martorell, futuro secretario del rey, y mossn Monpalau, ambos emparentados con el autor del Tirant. Vid. BENITO RUANO, La liberacin de los prisioneros de Ponza, pp. 267, 268, 271 y 272.
BARRIENTOS, Refundicin de la crnica del Halconero, p. 195. El conde no es citado en la Crnica del
Halconero de Juan II: El rrey de Navarra con todos los sobre dichos fueron llevados a Gnoua, e puestos en el castillo con el apartados estos que se siguen: micer Antonio de la guila, Ruy Das de Mendoa, los dos fijos del conde de Castro (p. 219). ZURITA tampoco lo menciona en los Anales de la
Corona de Aragn (XIV, XXVIII; vol. 6, p. 99).

En abril del ao siguiente se supo en Castilla que Gmez de Sandoval haba


vuelto al rreyno de Aragn, desfraado, tras haber permanecido en Miln con el infante Enrique: e los quales quedaron en manera de rehn. Son palabras del mismo
cronista que informa de que, muy poco despus del retorno a la Corona de Aragn,
orden algo atroz: el asesinato de su esposa, Beatriz de Avellaneda. Este es el relato
del episodio:
Estando el Rey en la su cibdad de Toledo, a 13 das de setienbre, vinironle nuebas en cmo el conde de Castro, don Diego
Gmez de Sandoval, envi desde Aragn donde estaua desterrado a don Diego de Sandoval, su sobrino, e a un bachiller suyo,
con fasta veinte rroines, a Villafrechos, lugar suyo, donde estaua
la condesa su muger, en vn monesterio de monjas. E llamaron a
la puerta, deziendo que el conde que vena all, e entraron dentro en la cmara onde la condesa estava, de noche, e afogronla.
La rran por que el conde mand fazer sto fu porque, estando
l ausente, us mal de su persona. E don Fernando, fijo del
conde, desque lo sopo que era muerta, vino a demandar la merced al Rey de lo que ella ava de su merced. 18
En la primavera del mismo ao 1436 dio comienzo en los reinos de Aragn
y Valencia la lugartenencia de Juan, que inici negociaciones con Castilla para conseguir la devolucin de lo confiscado a l, a sus hermanos y a los dems magnates de su
faccin. Pronto crey haber alcanzado un acuerdo: el rey Juan II perdonaba a todos,
del caso mayor al menor, y les permita entrar en el reino, aunque con excepciones,
una de las cuales era el conde de Castro. No obstante, el clima de amistad y, tal vez,
el inters circunstancial del valido Luna, hicieron posible que Gmez de Sandoval volviera a aquella corte, donde en 1439 intervena de nuevo con notorio protagonismo en
las disputas polticas, siempre como cabeza del partido de los infantes de Aragn,
como portavoz y representante de sus intereses. Tan fuerte posicin dur hasta 1445,
ao en que fue derrotado y hecho prisionero en la batalla de Olmedo. Aunque puesto
en libertad al siguiente, qued excluido de las devoluciones de bienes. En 1448, avisado de que iba a ser preso, huy por segunda vez del reino y se refugi en tierras de

18

Crnica del Halconero de Juan II, pp. 227-228 y 233.


35

Aragn.19 Ya no habra retorno. Pasados seis aos, como ha quedado dicho, le sobrevino la muerte en el exilio.
El adelantado no era un desconocido para la nobleza valenciana. Haba sido el
gran aliado militar del sector trastamarista de la misma el mayoritario durante el Interregno. Result decisiva su intervencin armada en favor del candidato castellano,20
y de manera muy especial fue notorio su protagonismo en un hecho de armas cuya
trascendencia no escap a Prez de Guzmn:
E quando el infante don Ferrando, su seor, demandava el reino
de Aragn, este conde, con la capitana de su gente, entr en el
reino de Valenia, e con l otros cavalleros de Aragn que siguen
al dicho infante, e ovo batalla con el comn de Valenia, e venilos, que fue un abto asaz notable.21
Se refiere a la ya mencionada batalla del Codolar o de Morvedre en la que resultaron
derrotados los urgelistas, a los que combati, unido codo con codo a los grandes nombres de la nobleza valenciana. Y volvera a hacerlo no mucho despus, durante el asedio de Balaguer, en el que el adelantado de Castilla destac ut miles strenuus viriliter
dimicavit, junto a huestes del reino de Valencia comandadas por el duque de Gandia, Bernat de Centelles y Pero Maa de Liana.22
Dos aos despus de la muerte de su esposa, Beatriz de Avellaneda, vctima en
1436 de aquel feroz y premeditado acto de venganza de su propio marido, contrajo
matrimonio con una dama de la ms alta nobleza valenciana de origen aragons, Isabel Ladrn de Pallars, hija de Ramn Ladrn, alias Ramon Bol, vizconde de Vilanova.
En el documento que rubric el compromiso, Gmez de Sandoval, para seguridad de
la dote, concedi la villa y castillo de Ayora a su esposa, que de inmediato entr en posesin de la misma.23

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Vid., sobre todo, Crnica del Halconero de Juan II, pp. 234-500; y ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XIV, XXXV y XXXVI (vol. 6, pp. 124-126 y 134-136). Tambin, VICENS VIVES, Juan II de Aragn, pp. 90-91; SILI, Don lvaro de Luna y su tiempo, pp. 192, 196 y 229-241; SUREZ
FERNNDEZ, Nobleza y monarqua, pp. 221-222, 239 y 242, y Enrique IV de Castilla, pp. 51 y 62.
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XI, XXXVII y LXX (vol. 5, pp. 115 y 209-212).
PREZ DE GUZMN, Generaciones y semblanzas, p. 139. Vid. Michel GARCIA, Carta delas nueuas
de quando fueron venidos los valenianos la qual enbio el adelantado de castilla al dicho Rey don
ferrnando, Atalaya. Revue dtudes mdivales romanes, 10 (octubre 1999), pp. 82-86 y 166-167.
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 56-57; ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XII, XXVI (vol. 5, p. 361); y RUBIO VELA, Del asedio de Buol al de Balaguer. Los valencianos
y la sublevacin de Jaume dUrgell (1413), pp. 168-173.
GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico sobre la vida..., XXXII, pp. 622-627; y XXXIII, pp. 33,
43 y 134; y FRANCO SILVA, El linaje Sandoval y el seoro de Lerma en el siglo XV, p. 101.

Quedaron vinculados de ese modo dos linajes con seoros tanto en el reino
de Aragn donde el conde de Castro haba recibido, tambin por merced real, Borja
y Magalln como en el de Valencia. En las cortes aragonesas de 1436, segn Zurita,
entre otros muchos nobles hacendados en ese reino, aparecen juntos quienes pronto
seran yerno y suegro: concurrieron despus de los ricos hombres [...] don Diego
Gmez de Sandoval conde de Castro seor del honor de Huesa, don Ramn Boil vizconde de Vilanova y seor de Manzanera. Tambin estaba all don Luis Cornel y
Maza seor de las baronas de Alfajarn, miembro relevante, como ellos, del estamento militar del reino de Valencia. Y cuando la asamblea parlamentaria eligi una comisin de treinta y tres personas para dar ms breve expedicin de los asuntos, la
encabezaban el conde de Castro y el vizconde de Vilanova y seor de Manzanera.24
El rey de Navarra y los nobles exiliados.
Cuando el Conde de Castro comenz en la Corona de Aragn su segundo y definitivo exilio, el Magnnimo haba dado un cierto giro a la poltica de intervencionismo en Castilla. Tras la derrota de Olmedo comenz a mostrarse contrario a una
excesiva implicacin de su hermano Juan en favor de la liga nobiliaria. En febrero de
1446, despus de hacer una amplia delegacin de poderes en l, le orden no entrometerse en los asuntos castellanos, puesto que no era un noble ms, sino el heredero
y lugarteniente general de Aragn. Una intervencin directa en el reino vecino obligara a Juan a renunciar a la lugartenencia, que pasara otra vez a la reina, y si una
vez se le tornaba no la podra fcilmente revocar, argumentaba Alfonso V. El apoyo a
los nobles castellanos exiliados habra de darse de manera subrepticia: si ellos se quisiesen mover les podra dar secretamente favor. Haba que mantener esperanzados a
aquellos grandes que seguan su parcialidad, pero la ayuda militar quedaba supeditada a los intereses de Aragn, por lo que tendran que esperar a que llegara el momento oportuno, cuando fuese tiempo. Por ello, cuando en 1448 el conde de Castro,
el almirante Enrquez y otros grandes desterrados solicitaron ayuda, no encontraron
la respuesta esperada. Don Juan, vinculado al primero por lazos de afecto, y yerno del
segundo, tena rdenes demasiado precisas que ellos tal vez desconocieran. De ah

24

ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XIV, XXXV (vol. 6, pp. 126-127). El hecho de que el conde
fuera diputado de Aragn por el estado de los nobles como seor del honor de Huesa suscit una
protesta del estamento: alegaban que su ttulo principal no era del reino, lo que le privaba de aquel
derecho (id., ibid., p. 128).
37

que decidieran viajar a Npoles para convencer al rey.25 Dice el cronista Carrillo de
Huete:
E asy mesmo [los dichos almirante e conde de Castro] fezieron
vistas e fablas con el rrey don Juan de Nauarra, en Tudela de
Nauarra; e despus de las dichas fablas venironse con l a aragoa. E all acordaron que el dicho almirante fuese a las partes
de Italia, donde estaua el rrey de Aragn, a tratar con l para que,
si ser pudiese, veniese personalmente a los ayudar, o enviase
mandar a su rreyno que les diese favor e ayuda contra Castilla,
fasta ser rrestituydos en lo que les fu tomado.
El Magnnimo actu hbilmente. Les dispens una buena acogida y asegur
su apoyo inmediato en trminos bastante rotundos,26 de manera que pudieron volver
creyendo que haban tenido xito en su gestin: obtuvieron prouisiones e poderes
para el rreyno de Aragn a fin de que se les dispensara socorro. Aparentemente no
haba ambigedad. Sin embargo, el soberano saba que los representantes del reino se
negaran a sufragar una guerra ajena a sus intereses. Y, en efecto, cuando retornaron,
al solicitar la financiacin, fue rrespondido por parte de las ibdades que [...] non podan dar ny daran fauor ni ayuda para fazer guerra al dicho Rey de Castilla e a sus
rreynos.27
La Crnica de Juan II es an ms explcita y pormenorizada al tratar este
asunto:
fue respondido por los dichos Procuradores al Rey de Navarra
al Almirante que segun los captulos de paz concordia que el
Rey de Aragon y ellos tenian capitulado asentado jurado con
el Rey Reyno de Castilla, no podian dar ni darian favor ni
ayuda para hacer guerra al rey Castilla ni sus Reyno. E como
quier quel Rey de Navarra y el Almirante y el Conde de Castro
que all con ellos estaba dieron mucha razones los Procurado-

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38

ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XV, XXXVII, XXXIX y LIII (vol. 6, pp. 344-346, 350-351 y
402). Vid. SILI, Don lvaro de Luna y su tiempo, p. 266; SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, pp. 76-79, y Nobleza y monarqua, pp. 254 y 256; y VICENS VIVES, Juan II de Aragn, p. 145.
ZURITA reproduce la carta del rey, fechada el 10 de agosto: sed ciertos que yo estoy deliberado poner
mi persona y reinos por la liberacin vuestra y por el remedio de los reinos de Castilla, no dudando
ningn peligro, como placiendo a Nuestro Seor lo veris puesto en obra muy presto (Anales de la
Corona de Aragn, XV, LIII; vol. 6, p. 403).
Crnica del Halconero de Juan II, pp. 500-501, 528-529 y 536-537.

res, por las quales les daban entender que con justicia los podian ayudar, pues el Rey su seor lo mandaba, no los pudieron
atraer.28
Pareca cerrarse la etapa intervencionista y abrirse otra en la que se daba prioridad a la va diplomtica para resolver las disensiones e debates entre los dos reinos, cuya prinipal cabsa era la restitucin de los bienes confiscados en Castilla a
los infantes e a los otros cavalleros que fuera del reyno estavan. Se firm una tregua
en marzo de 1448 y se inici un largusimo periodo de negociaciones, con mltiples
interrupciones, avances aparentes y peligrosos retrocesos, que prosegua cuando se
produjo el fallecimiento de Diego Gmez de Sandoval en 1454.29
Una guerra singular.
Ni el cambio de actitud de Alfonso V en su poltica con Castilla fue firme, ni
permanecieron inactivos su hermano y los nobles exiliados tras fracasar su intento de
conseguir financiacin para emprender otra guerra. Por un lado, a finales de 1448,
desde Npoles se alcanzaba un acuerdo secreto con el concejo de Murcia con la pretensin, tal vez, de incorporarla a la Corona de Aragn aprovechando las disensiones
internas que segua vigente en el verano de 1449.30 Por otro, en los reinos hispnicos, el lugarteniente general, amparado en la situacin de ambigedad que abra la finalizacin de la tregua, propici y ampar acciones hostiles contra poblaciones
castellanas prximas a la frontera, aunque sin declaracin de guerra. Demostraba as
su apoyo a los desterrados. Su intervencionismo belicista, frenado desde Npoles, chocaba en tierras peninsulares con los deseos de las villas y ciudades. En el reino de Valencia, la capital, que consideraba la paz con Castilla vital para sus intereses comerciales y necesidades apremiantes de aprovisionamiento alimentario,31 rechazaba toda
accin que pusiera en peligro la tregua entre los monarcas. Por el contrario, los no-

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Crnica del rey don Juan el Segundo, p. 666.


Crnica annima de Enrique IV de Castilla, II, pp. 21 y 23; ZURITA, Anales de la Corona de Aragn,
XV, LIII (vol. 6, p. 401), XVI, I, IX, XVII, XXIX y XXX (vol. 7, pp. 10, 44, 78, 117 y 124). Vid. tambin SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, pp. 109, 117-118 y 133-134.
Vid. BARRIO BARRIO y CABEZUELO PLIEGO, La defensa de los privilegios locales y la resistencia
a la centralizacin poltica en la Gobernacin de Orihuela, pp. 9-14.
Dnia desempeaba un papel importante en este aspecto. El 26 de abril de este mismo ao de 1449,
por orden de los jurats, se efectuaba un pago a Joan Daroca, per ell e per deu altres companyons
seus de Xbea [...], per lurs treballs sostenguts per deffendre una nau castellana carregada de forment
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bles castellanos exiliados, con el respaldo poco disimulado del rey de Navarra, deseaban la guerra y maniobraban para provocarla. Tambin estaba con ellos una parte de
la nobleza autctona, sobre todo la que posea seoros en las proximidades de la frontera, que, aparte de la simpata por su causa, buscaban beneficios econmicos mediante acciones violentas contra poblaciones y mercaderes del reino vecino. Es el teln
de fondo que ha de tenerse en cuenta para entender los sucesos del 1449, en uno de
los cuales tuvo protagonismo Joanot Martorell.
En febrero de ese ao, una hueste bajo el mando de Alfonso de Aragn, hijo
(no legtimo) de don Juan,32 fracasaba en un ataque contra la ciudad de Cuenca. Con
l iban fasta ocho mil onbres de pelea, onbres de armas e ginetes e vallesteros e laneros, entre los quales venan muchos moros e navarros e aragoneses e catalanes, e
otros de diversas naiones, que en el combate gritaban Navarra, Navarra! Entre los
capitanes figuraba don Fernando de Rojas, hijo del conde de Castro don Diego
Gmez de Sandoval. Segn la Crnica del Halconero, cuando se hizo evidente el fiasco
acordaron de se uoluer para el rreyno de Aragn; los quales se voluieron e partieron
con poca favor e onor, biernes siguiente, veynte y ocho das del dicho mes de febrero,
vna ora ante del da, muy deseordenadamente e con grande temor.33 Ms prolija y
precisa una vez ms, la Crnica de Juan II, fuente de Zurita, incluye a los dos hijos del
conde desterrado, Don Fernando de Roxas, Don Diego de Sandoval, entre los atacantes, con los que venian muchos Moros del Reyno de Valencia. Tambin seala
que previamente se haban producido incidentes fronterizos: el 10 de enero entraron
en Castilla desde la Corona de Aragn, por la zona de Requena y Utiel, unos doscientos hombres a caballo y quinientos peones bajo la capitana de Baltasar Ladrn, hijo
del vizconde de Vilanova, que fueron al arroyo de Jorquera que est en el campo de
Sierradel y sacaron una presa y cabalgada de doce mil cabezas de ganado. Los de Requena y Utiel salieron en cabalgada para impedirlo y quedaron desbaratados, de manera que los atacantes pudieron volver a Aragn con el botn. Tambin despus del

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dEn Los Gentil que venia a aquesta ciutat, la qual volien pendre corsaris, e per tant encara com nescriviren al comte de Castro a Dnia e als officials de Xbea pregants-los volguessen dar recapte la dita
nau fos deffesa per sguard de la ciutat; e los quals onze hmens muntaren en la dita nau en lo port
de Xbea e all la havien deffesa e guardada dels dits cossaris e acompanyada fins al Grau de la Mar
de la dita ciutat (AMV MC 34, f. 182r-v).
Vid. J. NAVARRO LATORRE, Don Alonso de Aragn, la espada o lanza de Juan II. Esquema biogrfico de uno de los mejores guerreros espaoles del siglo XV, Institucin Fernando el Catlico, Zaragoza, 1983.
Crnica del Halconero de Juan II, pp. 513-516.

fracasado asalto de Cuenca hubo enfrentamientos. A partir del verano fueron surgiendo iniciativas de paz entre las sufridas poblaciones. En agosto, municipios de
ambos lados del lmite fronterizo comenzaron a firmar cierta hermandad y sobreseimiento de guerra y en octubre don Juan, como lugarteniente, autorizaba a seores y
concejos de ciudades, villas y lugares que estuviesen a diez leguas de los mojones a
llegar a un acuerdo con nobles y municipios de Castilla para guardar entre s el sobreseimiento de la guerra.34
Antes de esto, a comienzos de abril, el Consell de Valencia decida enviar embajadores al lugarteniente con motivo de un suceso reciente: dos hombres de Almansa,
uno de los cuales era portador de vituallas para la ciudad, fueron apresados per certs
hmens de la companyia de Johan de Brivescas, capit ques dehia de erta gent darmes del senyor rey de Navarra, en lo cam real entre Almansa e Ayora dins aquest
regne. Tras maltratarlo y llevarlo por varias poblaciones, el mircoles santo, stant lo
poble en los divinals officis, lo dit Johan de Briviescas ab sa companyia de gent darmes, qui podien sser trenta o trenta cinch rocins, entr en la dita ciutat de Valncia
ab trompeta sonant, faent cercavila ab lo dit presoner, Francisco Parent, portant-lo davant si, e ms-lo en hun hostal, e all lo tenia pres e ferrat, faent carre e pres privada. Los ediles acudieron al gobernador argumentando que, como portador de
alimentos para la ciudad, estaba asegurado, por lo que le pedan levar-loy de poder
e delliurar-lo, o fer-lo metre en la pres comuna, e aqu stigues a dret. El oficial hizo
esto en primer lugar, despus lo dej en libertad y ms tarde lo volvi a encarcelar a
instancia de los jurats, sin duda para mantenerlo a salvo del capitn, por lo que ste
vench a ells dits jurats, als quals dix algunes paraules congoxoses en manera de menaes si no li fahien tornar lo dit presoner, pretenent quel tenia de bona guerra, car
lo governador lo y havia delliurat e aprs tornat, segons dit s, en la dita pres comuna.35

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Crnica del rey don Juan el Segundo, pp. 661-662; Crnica del Halconero de Juan II, p. 510-511; y ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XV, LXI (vol. 6, pp. 412-413 y 416).
Ante la gravedad de los hechos, el Consell decidi enviar embajadores al lugarteniente, para lo que
fueron elegidos misser Guillem Pelegr y Joan Ferrando (AMV MC 34, ff. 184r-185r; 1449, abril, 3).
El 8 de mayo se ordenaban pagos en favor de mossn Anthoni Nogueres, protonotario de don Juan,
de certes altres letres e provisions obtengudes per la dita ciutat e a supplicaci dels dits honorables
jurats sobre la delliberaci de Ferrando Pariente de Almansa, lo qual, venint ab victualles a la dita ciutat pochs dies sn passats, era stat apresonat per hmens de la companyia de Johan de Briviescas dins
regne de Valncia, prop la vila dAyora, e aprs portat a la present ciutat, e deffet en virtut de les dites
provisions fon delliure de la dita pres e redut en plena libertat; y en favor de Mart de Mariana por
los catorce das los quals ha vaccat en anar per affers de la ciutat, e senyaladament per la delliberaci del dit Ferrando Pariente al dit senyor rey de Navarra, lochtinent general, quis trobava en aragoa (id., ibid., ff. 188v-189r).
41

La actitud desafiante de Briviescas y su argumento de que el preso era botn


de bona guerra ponen de relieve una vez ms la disparidad de la posicin y del criterio de unos y otros. El soldado que deambulaba por Ayora seoro de la segunda
esposa del conde de Castro por cesin de ste autotitulndose capitn del rey de Navarra, actuaba contra vasallos del de Castilla por considerar que la situacin era de
guerra. Todo lo contrario sostena el gobierno de la capital, asombrado ante la exhibicin, en el interior de su propio recinto amurallado, del prisionero, cuya libertad consigui, no sin la contrariedad del jefe del peculiar grupo armado, que tomara pronto
represalias.36
Joanot Martorell y el incidente de Chiva.
En este contexto confuso y contradictorio, de guerra no declarada y de declaraciones de paz, se produjo un hecho violento en el que particip Martorell y lo condujo a la prisin. De Villalmanzo, que lo ha analizado, procede el resumen que sigue.
El da 6 de octubre del mismo ao, cinco ganaderos castellanos, vecinos de Utiel y
Campillo de Altobuey, cuando regresaban a sus tierras tras haber vendido en Valencia
y otros lugares del reino cuatrocientas cabezas de ganado, fueron atacados y robados
en el trmino de Chiva por un vecino de sta y doce moros armados, que los ataron
con intencin de llevarlos a algn sitio. Tras el asalto, en el que result herido morira poco despus uno de ellos al ofrecer resistencia, sali Joanot Martorell, a caballo
y armado con lanza y adarga, de una cueva desde la que haba observado los hechos,
donde se encontraba con otras dos personas. Segn el testimonio posterior de los castellanos, cuando stos lo vieron intercambiaron con l unas palabras:

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42

El 30 de abril, los jurats de Valencia, per o com lo governador anava fora la ciutat detrs Johan de
Briviescas e companya sua per los robos que havia fet en lo cam real damunt la Cova e a alguns recuers daquesta ciutat, e no anava sin ab qualsque deu roins, acordaba enviar tras l a Jaume Romeu
con veinte rocines, pagados con dinero municipal, per qu ans mils acompanyat, a honor sua e de
la ciutat (AMV MC 34, f. 187r). El 8 de mayo se ordenaba el pago a Romeu, per temps de quatre
dies en lo viatge per aquell fet, de lur ordinaci, ab vint roins la via de Sogorb e de Exrica, a lencal de Johan de Briviescas, per causa de linsult per aquell fet a la Cova, on havia apresonats certs recuers e rcues de Valncia que portaven forments de les parts dArag a la dita ciutat (id., ibid., ff.
187v-188r). En junio se manifestaba en el Consell el temor de que cesara el aporte a la ciudad de grano
del interior por las amenazas de que haban sido objeto en abril arrieros y comerciantes en el barranco
del Juncar per alguns de la companyia de Johan de Briviescas, home ques dehia e capit de certa gent
darmes del senyor rey de Navarra. El documento alude a aquellos incidentes: alguns dels dits recuers que venien lavors ab forments a la present ciutat, quant foren davant la Cova, que s entre los
lochs de Viver e les Barraques dels Reals, de la tinena de Exrica, serien stats encontrats presos e robats en lo cam real per lo dit Johan de Briviescas e altres de sa companyia e se nhavien portat ab si
certes lurs adzembles, sens, diners e altres coses (id., ibid., f. 217r-v; 1449, junio, 23).

Monsnyer, e a s justcia que en lo cam pblich nos han robats e levat o del nostre? E lo dit mossn Martorell los dix: En
guerra som, e altres paraules que no li recorden.
Orden luego a los atacantes que los llevaran a escondidas al castillo de Chiva y los
entregaran al alcaide, Pere Calds. Cuando llegaron, all estaba de nuevo Martorell.
Tras permanecer encarcelados dieciocho das, el noble Mateu de Montcada sobrino
de Guillem Ramon de Montcada, seor de la barona orden liberarlos y devolverles
algo de lo confiscado. Despus de lo cual, las vctimas, con el argumento de que estaban protegidos por el privilegio que garantizaba la seguridad de los portadores de vituallas a la ciudad de Valencia, denunciaron los hechos ante el gobernador del reino y
los jurats de la capital. 37
La de Martorell formaba parte del conjunto de acciones hostiles contra intereses castellanos, propiciadas y amparadas por el lugarteniente y los nobles exiliados. En
esta guerra no declarada de 1449, en la que se buscaba tanto la provocacin como el
botn, particip el propio hijo del lugarteniente, Alfonso de Aragn, al frente de un
ejrcito irregular, con moros valencianos, en el que eran capitanes los hijos del conde
de Dnia. Tambin tuvo protagonismo Baltasar Ladrn, hijo del vizconde de Vilanova
y cuado de Gmez de Sandoval,38 al que vimos comandando la hueste que desbarat
a los hombres de Requena y Utiel y se llev varios cientos de cabezas de ganado. Fue
una incursin blica con fines manifiestamente lucrativos, algo que tena precedentes
en la familia: en 1430, tiempo de guerra con Castilla, aprovechando la proximidad de
la barona a la frontera, su padre, el vizconde Ramn Ladrn, alias Bol, hizo una entrada parecida.39 Es posible que Joanot ya tuviera alguna vinculacin con la casa del
conde de Castro. Su intervencin en zonas fronterizas relacionadas con el entorno familiar de aqul permite sospecharlo. En cualquier caso, el autor del Tirant, que no
haca nada inslito en la poca y mucho menos teniendo en cuenta la circunstancia,

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38

39

VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 167-169, 515 y 517 (docs.
820 y 821).
Ramn Ladrn, vizconde de Vilanova y seor de la barona de Chelva y de la villa de Manzanera, era
hijo de Pedro Ladrn y Violant de Bol, cuyo apellido utilizaba ocasionalmente. De su matrimonio en
1412 con Elvira de Pallars, hija de Jaume Roger de Pallars, no slo naci la segunda esposa del conde
de Castro, sino tres varones, uno de los cuales fue Baltasar Ladrn (ZURITA, Anales de la Corona de
Aragn, XX, XXXII (vol. 8, p. 372).
Haban hecho entrada por este tiempo en Castilla por las fronteras del reino de Valencia don Ramn
Boil y don Antonio de Vilaragut; y sacaron muy grande presa (ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XIII, LXX; vol. 5, pp. 768-769).
43

se nos muestra como persona prxima a los sectores belicistas de la nobleza castellana
en el exilio y a su valedor, el lugarteniente don Juan, cmplice de las acciones de violencia y bandidaje contra gentes de Castilla, propiciadas por ellos en 1449.
En el lado contrario, la ciudad de Valencia reclamaba el cumplimiento de la
tregua vigente y el castigo ejemplar de todos los que asaltaran comerciantes en caminos pblicos, cuya proteccin y defensa exigan de los oficiales de la monarqua.40 La
responsabilidad mxima del mantenimiento del orden en el reino era del gobernador,
Joan Ros de Corella, cuya actuacin haba de debatirse forzosamente entre la dureza
exigida por la oligarqua burguesa de la capital, que enarbolaba la bandera de la legalidad, y la tolerancia con el bandidaje nobiliario alentado por el lugarteniente don
Juan. El gobierno municipal, decidido a actuar contra los desmanes fronterizos, envi
a Chiva al jurat Vicent Granulls y a misser Guillem Pelegr, abogado de la ciudad. Una
carta a ambos fechada el 12 de octubre revela el frontal rechazo dels leges casos, roberies e insults e trencament de camins, nafres e mort fets e perpetrats per los ports
assegurats per lo senyor rey e son lochtinent general e en gran dany e preiuh de la seguretat atorgada als qui porten vitualles. Hay una velada condena de la actitud tolerante de los oficiales de la corona ante les grans novitats que sn fetes per los
habitadors de les viles de Chiva e altres, que exigan una respuesta ejemplar. Los ediles recordaban al respecto, con evidente intencin, el comportamiento del que fuera
gobernador cuatro dcadas atrs:
e ax.u fu stant Governador lo noble mossn Guillem Ramon
de Moncada, que per una sola pedrada que tiraren a la sua companya en lo fet de Chiva, penj dos officials e un altre, que nunca
ho volch remetre.
Terminaban instando a los destinatarios de la misiva a procurar la inmediata indemnizacin de los castellanos que haban sido vctimas de los atropellos, naturalmente

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44

En los meses previos, la correspondencia con personas e instituciones castellanas pone de relieve el
empeo de los jurats en el mantenimiento de la bona pau, confederaci e amistat que s e deu sser
entre los senyors reys dArag e de Castella e lurs regnes, terres e vassalls, la qual nosaltres e aquesta
ciutat, qui s cap e mare de tot lo regne, havem servada e procurat sia servada per tot nostre poder,
segn dicen a la noble Mara de Quesada (AMV, LM 21, ff. 22v-23r; 1449, agosto, 8); y a los alcaldes
y regidores de Cuenca escriben de la pau e treva fermada e jurada entre los senyors reys dArag e
de Castella e lurs vassalls, la qual nosaltres e aquesta ciutat, segons a tot lo mn s notori, havem servada e procurat sia servada per tot nostre poder, e a saben b eus ne poden fer verdadera relaci
alguns ciutadans vostres e altres de aqueixa frontera los quals havem tractat en totes coses ab tanta
favor e prerrogativa com si prpiament fossen ciutadans nostres (id., ibid., ff. 36v-37r; 1449, septiembre, 30).

con bienes de los responsables, y a solicitar del gobernador que fuesen trados a Valencia, presos y de da, a la vista de todos, el alcaide del castillo de Chiva, el caballero
mossn Joan Martorell y los dems inculpados.41
Pero, como era de esperar, todo se solucionara en favor de ste. Su apresamiento en el castillo de Chiva dio lugar a una protesta de Guillem Ramon de Montcada, quien, considerando que la actuacin del gobernador haba sido una injerencia
en su jurisdiccin, exigi al lugarteniente que ordenase remetre e restituyr los dits
mossn Johanot e alcayt, offerint que per ell ne seria feta la justcia que.s meresqus.42
Don Juan, que presimiblemente deseaba la liberacin, pero que necesitaba guardar las
apariencias de respeto a la legalidad, solicit informacin al gobernador sobre los hechos para tomar una decisin y le dio orden de que tuviese encarcelados en Valencia
a Martorell y el alcaide mientras lo haca. sta no tard en llegar: a los treinta y tres
das fueron puestos en libertad por no haberlos hallado culpables de dicha muerte,
segn Villalmanzo, que tambin ha exhumado otra orden, firmada varios aos despus, de Alfonso V por la que quedaba eximido Martorell de la muerte del castellano
en Chiva, imputacin maliciosa que habra propalado el comendador de Montalbn.43
El episodio de 1449 pone de manifiesto no slo las tensiones entre el patriciado de la capital y la nobleza valenciana prxima a los grandes de Castilla exiliados, derivadas de sus intereses contrapuestos, sino la ambigua actuacin de los

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VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, p. 169 y 514 (doc. 819). Guillem
Ramon de Montcada fue gobernador del reino entre los aos 1407 y 1409 (El Llibre Blanch de la Governaci, p. 209). No deba ser ajeno a tan lejano recuerdo el hecho que su hijo homnimo fuese el
seor de Chiva cuando se produjo el incidente.
Hay razones para pensar en la complicidad de la familia Montcada, uno de cuyos miembros encontraba en el condado de Dnia amparo para sus acciones corsarias contra embarcaciones castellanas.
En 1455 los jurats de Valencia enviaban all a Ferrando de Mora para tratar de alguns clamors e congoxes que havem del noble Pere Ramon de Muncada e de una sua nau (AMV, LM 22, f. 129r;1455,
marzo, 8). En carta del 2 de agosto al rey de Castilla aflora el asunto: Pere Ramon de Moncada estaba
involucrado, junto a otros de Barcelona, en el ataque contra una nave cargada de mercancas de gran
valor, propiedad de dos gallegos sbditos de aqul. A las protestas del monarca, respondan los ediles que los barceloneses quedaban fuera de su jurisdiccin. En cuanto al noble: E en cars, senyor,
que per algun temps lo dit Pere Ramon sia stat ab ses fustes en lo port de Dnia, per tal, emper, com
en aquell temps nos trobaven nis pogueren haver fustes en les mars daquesta ciutat e regne sufficients a poder pendre e haver les fustes del dit Pere Ramon de Moncada, e ms avant aquell fos stat
guiat e assegurat en lo dit port per los regidors de la dita vila de Dnia, que eren castellans e officials
del comte de Castro, senyor de la dita vila, no fon possible haver-se pogut haver aquell a mans dels
officials reals (id., ibid., ff. 178v-180v).
VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 169-170, 515-517 (doc. 821)
y 534-535 (doc. 849).
45

oficiales reales. Presionados por el gobierno municipal para que hicieran cumplir la
ley y castigaran los ataques a mercaderes, eran tambin conscientes de que los asaltantes se sentan amparados desde ms altas instancias, por lo que procuraban mostrar cierta permisividad.44 Es evidente que para la ciudad no haba guerra, mientras
que s la haba para el caballero Martorell, como l mismo dijo cuando los indefensos
ganaderos castellanos solicitaron su ayuda al sentirse vctimas de una injusticia: En
guerra som.
Tan antagnicas posiciones quedan patentes en un hecho del que fue protagonista otro noble castellano en el destierro, don Rodrigo Manrique, inmortalizado por
su hijo, el poeta de las clebres Coplas a la muerte de su padre, y vinculado familiar y
polticamente con el conde de Castro. A finales de abril de 1449, encontrndose en Valencia don Rodrigo, maestre de la orden de Santiago institucin que tena importantes posesiones en el reino,45 recibi certa letra de hun capit seu contenent en effecte
que cert sobresehiment o treva era stat concordat entre los de Villena e aquelles partides de Castella ab los de aquesta frontera del present regne de Valncia a cert temps
y pidi al gobierno municipal que le aconsejara si deba firmar o no la tregua. La respuesta del Consell al maestre ques diu de Sant Yago, en la que se advierte una indignacin contenida, es bien elocuente:
aquesta ciutat t bona pau, treva confederaci e amistat ab lo
rey de Castella e ab sos vassalls, regnes e terres e no saben que
sia indita ni hi haja guerra alguna entre ells e, per consegent, on
no ha ni saben guerra no s necessria treva, ni ell, dit don Rodrigo, o altri per ell, posat cas fos guerra, ha poder de fer tal treva
ni altra alguna.46

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46

Los jurats de Valencia, en carta al rey fechada el 8 de junio, mostraban su desacuerdo con la interpretacin del lugarteniente de una declaracin real sobre la tuci del comerci ques fa en aquesta
ciutat, entrant e exint per los ports de Requena, Almansa e Moya, del regne de Castella. El mismo
da solicitaban del secretario y consejero Joan Olzina que instara a don Juan a ajustarse a la norma e
res no interprete, provesca e declare sobre aquella ni sobre laltra dels ports ne altres qualsevol que lo
dit senyor haja atorgat (AMV, LM 21, ff. 1r-2v).
Vid. FRANCO SILVA, Rentas y vasallos de las rdenes militares de Santiago y Calatrava en la Corona de Aragn durante el siglo XV, pp. 155-156.
AMV MC 34, f. 185r-v (1449, abril, 30).

Un viaje con Llus Cornell.


Algunos aos despus se produjo otro hecho interesante para el conocimiento
del entorno de Martorell. Se trata de su retorno a la corte napolitana tras haber viajado a Valencia por orden del Magnnimo con un encargo que se desconoce. Se encontraba en la capital del reino a finales de 1452, pero no tard en regresar a Npoles,
aprovechando la salida hacia aquellas tierras de una flota al mando del noble Llus de
Cornell. En junio de 1455 estaba all.47 La noticia confirma la cercana del autor a la
nobleza ms afecta a don Juan, pues aqul no era otro que el hijo primognito de Pero
Maa de Liana y de Brianda Cornell. Llus Cornell, que us el apellido materno, a
veces junto con el paterno, estaba casado con una dama de la alta nobleza castellana,
Constanza de valos. Era notoria la estrecha amistad y afinidad poltica entre su familia y la del vizconde de Vilanova, vinculado a su vez a Gmez de Sandoval por su
matrimonio con Isabel Ladrn. En las cortes de Valencia de 1443-1446 actuaron al
unsono Ramon Ladrn y Pero Maa encabezando conjuntamente un partido nobiliario contrario al capitaneado por Hug de Cardona, y diez aos ms tarde mantenan su
alianza en el seno del consejo real.48 Tambin es conocida su rivalidad con Ximn
Prez de Corella, que dio lugar en 1453 a tan fuerte tensin en el reino gran disensin y bando entre el conde de Cocentaina y don Luis Cornel y Maza que hubo de
intervenir el lugarteniente y ordenar la comparecencia de ambos en su corte porque
ponan aquel reino en gran turbacin. 49
Ambos eran gobernadores. El de Cocentaina, del reino; Cornell, de las tierras
de Xixona enll. Sin embargo, polticamente haba una distancia bastante marcada
entre ambos. El primero estuvo al frente de la gobernacin desde 1429 y haba vuelto
a ocuparla tras un lustro entre 1448 y 1453 en que fue ejercida por su hijo, Joan Ros
de Corella. La prolongada presencia del comte Corella en el oficio se explica por la
absoluta confianza que tena depositada en l Alfonso el Magnnimo, quien, tras su
muerte, ocurrida en Npoles el 17 de octubre de 1457, mantuvo en el cargo al vstago
del fiel consejero. No as su hermano Juan, que al llegar al trono no tard en sustituirlo
por Pere dUrrea.50

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48
49

50

VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, p. 177 (doc. 869).


LPEZ RODRGUEZ, Nobleza y poder poltico en el reino de Valencia, pp. 320-330 y 350-351.
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XIII, XXXIX; y XV, LV; XVI, XXV (vol. 5, pp. 659 y 410; y
vol. 7, p. 105). Vid. RIQUER, Vida i aventures de don Pero Maa, p. 103.
Epistolari de la Valncia medieval, II, pp. 295, 415 y 417; El Llibre Blanch de la Governaci, pp. 209211; RUBIO VELA, Alfons de Borja y la ciudad de Valencia, p. 94.
47

En sus aos de lugarteniente, para contrarrestar la gran influencia de Ximn


Prez de Corella, el rey de Navarra fue valedor de los Maa, rivales de aqul. La tensin secular entre los dos linajes, los Maa de Liana-Cornell frente a la familia Corella, que se haba beneficiado del favor y de la proteccin del monarca Alfonso V,51
aflor, en el turbulento ao de 1449, en la gobernacin de Orihuela, donde los primeros tenan desde antiguo fuerte arraigo. Fue a raz de la llegada de Joan de Copons
a aquellas tierras meridionales con un nombramiento firmado por el Magnnimo en
enero de 1449 que lo haca lugarteniente general del reino de Valencia. Se trataba de
una maniobra poltica dirigida contra los Maa tambin contra don Juan, que se encontr con otro lloctinent general en el territorio, en la que los jurats de la capital
vean la larga mano del gobernador Corella.52
El viaje a Npoles de Cornell, emprendido antes de junio de 1455, relacionado
tal vez con el enfrentamiento entre los dos linajes,53 vuelve a mostrarnos un Martorell
en compaa de otro noble valenciano de la familia Maa, que, al igual que Diego
Gmez de Sandoval, estaba ms cerca de don Juan que de su hermano Alfonso V, crecientemente distanciado de los castellanos desterrados y protector de los Corella.

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BARRIO BARRIO y CABEZUELO PLIEGO, La defensa de los privilegios locales y la resistencia a la


centralizacin poltica en la Gobernacin de Orihuela, p. 7.
La interesante informacin aportada por BARRIO y CABEZUELO (vid. nota anterior) sobre la efmera actuacin de Copons en la gobernacin de Orihuela, debe ser complementada y matizada con
un dato: la silenciosa oposicin del rey de Navarra a la decisin de su hermano. Don Juan tom de
inmediato medidas para que Llus Cornell no pudiera ser objeto de represalias por su resuelta actitud frente al otro lugarteniente, cuya llegada de Npoles fue obra del gobernador Corella segn una
carta de los jurats de Valencia a Galceran Mercader: B crehem sab vostra saviesa que ell [mossn
Johan de Copons] solament s vengut de les parts de a instncia e per obra del comte de Cocentayna contra don Los Cornell, contra lo qual no pot procehir perqu s stat inhibit novament per lo
senyor rey de Navarra, lochtinent general del senyor rey, lo qual ha atorgat guiatge e sobrecehiment
molt larch en tots los affers del dit don Los, per qu aquell va personalment al dit senyor rey (AMV,
LM 21, f. 28r-v; 1449, septiembre, 3).
Tambin el conde de Cocentaina, Ximn Prez de Corella, emprendi viaje a Npoles. El 10 de abril
de 1456 escriban los jurats al Magnnimo: som imformats que lo dit comte, per manament de vostra majestat, se deu prestament partir per anar en aqueixes parts. All muri el 17 de octubre de
1458. Vid. Epistolari de la Valncia medieval, II, pp. 295, 415 y 417; El Llibre Blanch de la Governaci, pp. 209-211; y RUBIO VELA, Alfons de Borja y la ciudad de Valencia, p. 94.

IV
EL CONDADO DE DNIA ENTRE 1454 Y 1463.

Prdida y recuperacin de un seoro (1454-1459).


La generosa donacin del condado de Dnia en 1431, desgajado del ducado
de Ganda por el infante Juan en beneficio de su consejero y protector, signific la presencia de Diego Gmez de Sandoval en el estamento militar del reino de Valencia. El
magnate forneo entr en su seno con el mximo rango,1 y ocup en las cortes un
lugar preeminente, slo superado por los miembros de la familia real, que sus hijos heredaran. Diez aos despus de su fallecimiento, en la convocatoria de cortes del 15
de febrero de 1463, los primeros citados por el brazo nobiliario fueron, por el siguiente
orden, la reina como seora de Gandia, el infante don Enrique como seor de Segorbe,
los spectables, magnffichs e amats del senyor rey don Ferrando de Roges e de Sendoval, comte de Castro e de Dnia, e don Diego de Sendoval, el conde de Oliva, el
conde de Prades y el conde de Cocentaina.2 En noviembre de 1465, el primognito,
heredero de ambos ttulos, segua estando entre los seis primeros convocados: la reina,
el infante Enrique, el conde de Prades, el conde de Cocentaina, el conde de Oliva y el
conde de Dnia.3

En la convocatoria de cortes de 1443, el tratamiento de don slo se daba a cuatro nobles: el conde de
Castro y Dnia, Llus Cornel, Pere Maa de Liana y Hug de Cardona. En las siguientes era su hijo
Fernando el convocado con igual rango y tratamiento (PASTOR I FLUIX, Nobles i cavallers al Pas
Valenci, pp. 21-23; y PONS ALS, Los Trastmara y la nueva nobleza valenciana, p. 251).
AMV, Cortes, yy-20, ff. 6r. El da 21 se convocaba de nuevo a los hermanos, pero en calidad de seores, por lo que podran enviar en representacin suya un procurador: Al spectable don Ferrando de
Roges de Sendoval, comte de Castro e de Dnia, e don Diego de Sendoval, e per ell[s] a micer Gabriel
de Riusech, lur procurador (f. 10v).
AMV, Cortes, yy-22, f. 3r-v. El 5 de diciembre se incluye a Francesc Mascars, procurador egregii Ferdinandi de Rojas, comitis de Castro [et] nobilis Didaci de Sandoval (f. 10r).
49

Es posible que buena parte de los nobles del reino no vieran con desagrado la
segregacin del condado del patrimonio de la corona y su entrega a quien luch junto
a ellos en el Codolar y en el asedio de Balaguer. Pero s es seguro que la oligarqua burguesa de la capital, contraria durante toda la Edad Media a la seorializacin de los
territorios del reino, lo debi considerar un acto contrario a los intereses de la cosa
pblica. Aunque adicto a los Trastmara, aquel patriciado urbano haba manifestado
su firme oposicin a un intento similar del Magnnimo en favor de Gmez de Sandoval. En 1417, el soberano, ignorando el juramento hecho ante las cortes por su padre
de no alienar ni separar de la Corona determinadas ciudades y villas escriban los jurats de Valencia en una misiva a los de Xtiva, ha donada la vila de Lria, ab tots sos
trmens e pertinncies, a ladelentat de Castella, lo qual se diu que ve, ab provisions
del dit senyor de la dita sua donaci, de haver la possessi de la dita vila. Al conde
de Castro, apoyado personalmente por don Juan, se le quera dar sitio junto a la nobleza del reino: Es diu quel molt alt senyor linfant don Johan, del dit senyor rey
frare, sots ttol de governador ve a aquesta ciutat, e en companyia sua lo dit adelentat,
per haver la dita possessi.4 Quienes se opusieron a ello en 1417 no pudieron ver con
buenos ojos la entrega al noble castellano del condado de Dnia catorce aos despus,
si bien en esta ocasin no fue posible impedirlo.
Ahora bien, al producirse la muerte de don Diego en 1454, se emprendieron
acciones entre los habitantes con el objetivo de retornar al patrimonio del rey y cerrar
el parntesis abierto en 1431. El gobierno de la capital del reino, que era del mismo
sentir, dio respaldo a quienes se oponan en Dnia al paso del seoro a manos de los
herederos del Conde de Castro. El mismo 1454, cuando Jaume Romeu, lugarteniente
de gobernador, recibi rdenes del rey de Navarra para que mets en pacffica possessi del comdat, vila e castell de Dnia e loch de Xbea a don Ferrando de Roges o
a son legtim procurador, com lo dit comdat pertangus a aquell per lo ltim testament
del comte de Castro, son pare, quondam, qui derrerament aquell possehia per ttol de
donaci per vostra magestat a aquell feta, los jurats de Valencia, recordndole la importancia estratgica de aquellas tierras, le suplicaron dejar en suspenso la orden hasta
que el rey Alfonso se pronunciase.5

4
5

50

Epistolari de la Valncia medieval (II), doc. nm. 17, pp. 114-116 y 394.
Documento nm. 1 del apndice. Segn CHABS, Fernando de Rojas y Diego de Sandoval heredaron
conjuntamente el condado tras la muerte del conde, que no habra hecho testamento, por lo que sus
hijos se repartieron los bienes. Ambos hermanos lo mantuvieron pro indiviso al menos hasta 1469
(Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 58-61). FRANCO SILVA seala que las posesiones valencianas

El conflicto, legal y poltico, entre los herederos y el municipio de Dnia, que


haba solicitado la reintegracin en la corona tras el bito del conde, lleg a alcanzar
en 1455 cierta virulencia. La villa haba enviado a Npoles en febrero a uno de sus jurados para conseguir del Magnnimo sus propsitos, y al mismo tiempo los herederos
pidieron al lugarteniente que les diese la posesin de inmediato. Y fue esto lo que hizo.
Don Juan orden al conde de Cocentaina, portantveus de gobernador, que se apoderase del castillo, villa y condado y lo entregase a Guillem de Vich, no en su condicin
de maestre racional del reino, sino como procurador de don Fernando de Rojas, que
en su nombre y el de su hermano don Diego de Sandoval gestionaba el negocio. Pero
la orden tropez con la firme resistencia de los de Denia, asegurando que no consentiran en ningn acto hasta no saber cul era la voluntad del rey, lo cual oblig
a romper con hachas las puertas del arrabal y se subieron a la villa, en el primer recinto del castillo, que era inexpugnable. A comienzos de septiembre hubo algunas
violencias cuando se present Jaume Romeu, lugarteniente del portantveus, con rdenes de emplear la fuerza, aunque finalmente, obligado por una carta trada de Npoles ese mismo mes por el enviado de la villa, hubo de desistir y emprender el regreso
a Valencia.6
En mayo intervino el gobierno de sta, que encomend a misser Guillem Pelegr, uno de los abogados ordinarios de la ciudad, la tarea de plantear ante don Juan,
a la sazn en Barcelona, certs affers de massa gran congoxa quens sn novament sobrevenguts.7 Los hombres de la villa de Dnia ab no pocha congoxa, haban informado a Valencia de que, a pesar de las gestiones ante el lugarteniente, ste, no sperada
consulta de la resposta de la consulta feta al senyor rey en Npols haba ordenado de
nuevo que la possessi de la dita vila sia lliurada a mossn Guillem de Vich o, per
absncia o per indisposici sua, a mossn Los de Vich, lo cual, en caso de llevarse a
cabo, supondra el abandono y despoblacin de aqulla, con las graves repercusiones
que ello entraara en el futuro.8 Los jurats siguieron en contacto con los de Dnia

6
7
8

del conde pasaron como bienes libres a todos sus hijos y que el primognito, decidido a recuperar
el patrimonio, compr en 1457 a Ins y Mara de Sandoval, sus hermanas, la parte de Dnia, Xbia y
Ayora que les corresponda, as como tambin la parte que tenan en los cuatro granos de Sicilia de
cada salima que se sacaba de aquel reino. Tres aos despus hizo lo mismo con otro hermano,
Pedro. Fernando logr, segn el autor, volver a la lnea principal del linaje las villas de Denia y Jvea,
pero no Ayora (El linaje Sandoval y el seoro de Lerma en el siglo XV, p. 102).
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 67-72.
AMV, LM 22, f. 150r-v (1455, mayo, 22).
Documento nm. 2 del apndice.
51

durante esta crisis, que en septiembre se acentu, cuando lleg el lugarteniente para
cumplir las rdenes del rey de Navarra. De inmediato mandaron all, per alguns affers concernents servey del senyor rey, a dos jurados, mossn Joan Vives y En Llus
Blanch, y al jurista Francesc Masc, abogado de la ciudad, informats a ple de nostra
voluntat,9 pomposamente llamados enbaxadors de la ciutat de Valncia en Dnia.
Saban que el problema era difcil de solucionar, pues los herederos del conde tenan
el apoyo de don Juan. Los jurats se identificaban con la causa de la villa, a cuyos ediles decan: Tota ora podeu creure que en los affers farem tot aquell benefici quens
ser possible. Pero, conscientes del poder que tenan frente a s, buscaban una solucin de compromiso para que no se desencadenase la violencia. Por fin, aprs moltes amfractes e rahonaments, acordaron con l plantear a los de Dnia una propuesta
de la que informaron a los tres embajadores.10
El 11 de septiembre aseguraban a stos que vivan en no poch perpleix et
quasi en una agonia desde que dos das atrs recibieran una misiva suya. La situacin era especialmente grave, segn se desprende del texto: el gobernador se negaba
a parlamentar con una delegacin que enviaran los de Dnia y no aceptaba tampoco
que su lugarteniente, Jaume Romeu, sen torns ni parts dall, on s, pretenent que
seria molt grant crech e prejuh a son ofici et cosa de qu aquell poria reportar gran
reprehensi, majorment que ho havia ax de consell del consell real. Los jurats queran convencer al gobernador de que no hiciese uso de la fuerza. Al parecer, era esto
lo que pretenda, pues consideraba que haban opuesto resistencia a su lugarteniente:
no poria sser fahedor que la aprehensi de la vila fos feta ab contradicci e per fora,
per alguns perills e inconvenients que sen porien fcilment seguir, nins paria expedient, ans molt perills e dampns que lo dit compte governador ans a la dita vila,
segons inferia volia anar, pretenent sser ja feta resistncia al dit lochtinent seu. Finalmente, tras mucho negociar sin encontrar via saludable en los dits affers por la
actitud intransigente del gobernador, vehens que ell en manera alguna no donava
loch que lo dit lochtinent seu se parts dall, on s, sens haver fet algun acte pertinent, acordaron con l presentar dos propuestas a los de Dnia por medio de los embajadores de la ciudad. Si no aceptaban la primera, stos les leeran la segunda; et si
no acceptaven lo un ni laltre screviu-nos-hen de continent perquus puxam rescriure
lo que ser faedor.11

9
10
11

52

AMV, LM 22, f. 187r (1455, septiembre, 5).


AMV, LM 22, ff. 188v-189r (1455, septiembre, 11).
AMV, LM 22, f. 189r-v.

Tampoco esta vez consiguieron los hijos del adelantado la posesin del condado. El Magnnimo, que haba nombrado juez de la causa a Berenguer Mercader, segua nombrando los alcaides del castillo, en abril de 1456.12 La sentencia no se haba
pronunciado cuando se produjo la muerte del soberano en Npoles el 27 de junio de
1458.
Fue entonces, con la llegada al trono de su hermano, el gran valedor de la familia castellana, cuando el asunto cambi de rumbo. Una nueva intervencin de la
ciudad de Valencia ante ste, realizada a finales de agosto, presagiaba que el condado
volvera a manos de los seores castellanos.13 Y, efectivamente, pese a no haber terminado el pleito, Juan II dio rdenes para que fuera entregado este condado a don
Fernando y a don Diego, los hijos del conde de Castro. Conseguido lo cual, stos solicitaron del rey que anulara el proceso, lo que hizo en un documento notarial fechado
en Morvedre el 14 de julio de 1459.14

12
13

14

Documento nm. 3 del apndice.


El 30 agosto de ese mismo ao, los jurats de Valencia escriban al nuevo monarca, a quien consideraban informado de el procs ques mena entre lo procurador fiscal de vostra celsitut e lo sndich e
procurador de la universitat de la vila de Dnia e dels singulars de aquella, de una part, e los fills o
hereu del spectable compte de Castro e o la spectable dona Yssabel, muller del dit spectable compte
de Castro, de la part altra, pretenents los dits procuradors fiscal e sndich de la dita vila que aquella
e lo dit comdat sn propris del patrimoni real e per consegent, segons par, part de la dita vila. Los
ediles volvan a manifestar y argumentar su postura antiseorial: s stat narrat a nosaltres no poria
lo dit comdat esser segregat de la corona real segons privilegis del regne de Valncia. E per quant la
dita vila e castell de aquella, segons lo siti e loch on sn edifficats, s una de les principals claus del
dit regne, hoc encara s gran inters daquesta vostra ciutat que la dita vila sia del vostre patrimoni
real, tant per observana de la ley de la terra com encara perqu les fustes les quals porten victualles
e mercaderies als dits regne e ciutat de Valncia no vendran tutament e segura si en lo port dels dits
castell e vila de Dnia eren receptats cossaris o altres patrons de fustes e pirates los quals damnejassen les fustes que porten victualles e mercaderies als dits regne e ciutat, e del dit port porien crrer
crrer (sic) totes les mars fins a les mars de Copliure (AMV, LM 23, f. 198r). En la misma fecha le
dirigan otra relacionada con el control de la fortaleza: No creem ignore vostra magestat quant va al
servey vostre e al beneffici e reps de aquesta vostra ciutat e regne la bona custdia del castell de la
vila de Dnia, ax per rah del port singular daquella, on se retrahen e conserven moltes fustes que
vnen a aquesta ciutat ab victualles e altres mercaderies, com altres que prenen llur viatge per diverses parts del mn. Como lo dit castell, senyor, e encara la batlia de la dita vila per gran temps
tengut mossn Bernat d'Esplugues, e aprs obte de aquell les ha tengut e t son fill, En Johan d'Esplugues, e tro ara los dits pare e fill ne han donat e poden donar bon compte e rah a vostra senyoria; e perqu tenim per persona molt feel e molt destra e pertinent a la bona guarda e custdia del dit
castell e offici de la batlia lo dit En Johan d'Esplugues, solicitaban que ste prosiguiera ejerciendo
ambos oficios de castellania y batlia (id., ibid., f. 198 r-v).
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, p. 72.
53

En esta ocasin, el monarca obr con astucia para neutralizar la esperable reaccin violenta de la poblacin. A mediados de septiembre envi a Dnia a su alguacil, Pere de Siscar, con la orden de donar la possessi dels dits castell e vila al fill del
compte de Castro, natural del regne de Castella. No accedieron las gentes de all, no
per sser inobedients, mas per salvar la lur fidelitat a la corona, de la que no deseaban ser segregados, segn manifestaron. Despus de lo cual volvi a presentarse ante
ellos el mismo Siscar, pero esta vez para hacerse con la posesin del condado como
oficial real, algo a lo que no era posible negarse: la qual li s stada donada e liurada
molt pacfficament e ab tota aquella reverncia e obedincia ques mereix. La maniobra se hizo evidente cuando orden apresar a lalcayt del dit castell e deu prohmens
dels mellors de la dita vila, lo qual alcayt ha trams a vostra senyoria. Era intencin
del rey tomar posesin del castillo y villa, y tenerlos como rehenes, anulando as toda
la capacidad de maniobra de la poblacin, mientras entregaba el condado a los herederos del adelantado de Castilla.15 Esta vez s se hizo realidad.
Pero el atropello real fue doble. Aos despus, el 21 de febrero de 1466, en las
cortes valencianas solicitaron de Juan II la reparacin de cierto agravio el sndic del
brazo militar y Roger Ladrn, vizconde de Vilanova, hermano y procurador la spectable dona Ysabel Ladr, relicta del molt spectable don Diego Gmez de Sandoval,
quondam, qui era comte de Castro e Dnia. Habiendo reclamado sta la posesin del
condado de Dnia, relataron cmo fue expoliada por el rey, que lo entreg a sus hijastros Fernando y Diego. El texto confirma la resistencia de los habitantes, as como
la firmeza y astucia del monarca:
Car, jatsia los officials e singulars persones del dit comdat de
Dnia no volguessen prestar lo sagrament e homenatge de fidelitat als dits don Ferrando e don Diego, emper, per manaments
penals, ax de perdre la vida e altres, provehits per vostra reyal
senyoria, foren compellits los dits officials e habitadors del sobredit comdat de Dnia liurar la dita possessi sens precehir sentncia e convocaci de la dita spectable comtesa de Castro e de
Dnia, fent pendre primerament la possessi del dit comdat a
mans de vostra gran senyoria, e aprs liurant la dita possessi als
dits don Ferrando e don Diego e privant a la dita spectable comtesa de la sua possessi.16

15
16

54

Documento nm. 4 del apndice.


AMV, Cortes, yy-22, 95r-v.

De acuerdo con lo expuesto, el retorno de facto del condado a los Sandoval


debi de producirse hacia las ltimas semanas de septiembre de 1459 quiz algo ms
tarde, pero no mucho, y ello supuso la necesidad de nombrar un procurador in situ
para actuar en nombre de los nuevos titulares. Debi ser entonces, en los ltimos
meses del citado ao, cuando lleg con ese cargo el caballero Joan Martorell, cuya presencia documentamos el 26 de enero de 1460. Advirtase que el da 2 de ese mismo
mes y ao, segn indicacin del propio autor, comenzaba a redactarse Tirant lo Blanch.
Intervencin de Valencia (1462).
La procuracin de Martorell, segn vimos en pginas anteriores, fue ejercida
durante casi tres aos con normalidad. Cuando finalizaba el tercero, factores ajenos al
devenir interno del condado de Dnia motivaron un cambio en el status de quien vena
ejerciendo el poder en l en nombre de los Sandoval.
El 19 de noviembre de 1462 dirigan los jurats de Valencia una carta al molt
honorable mossnyer e molt savi mossn Johan Martorell, en la que le pedan que
diera crdito a la informacin oral que le proporcionara el portador de la misma. Fueron expedidas otras dos misivas similares, una para Joan Berart, en Xbia, y otra para
Mart Lloren, en lo castell de Dnia.17 Llama la atencin que no se indicara en ningn caso el cargo de los destinatarios. La del primero no aluda a su condicin de procurador general, una omisin nada inocente si se tiene en cuenta el cuidado que los
escribanos de la ciudad ponan en este tipo de cosas. Algo haba sucedido.
Sabido es que el ao anterior, a raz de la detencin del prncipe de Viana por
Juan II, se haba desencadenado en la Corona de Aragn la gran crisis poltica que
llev a la sublevacin de Catalua. Enrique IV de Castilla intervino militarmente en
apoyo de la causa de Carlos y se inici un conflicto entre las dos monarquas que acab
de manera formal en marzo de 1462, ya fallecido el prncipe. Fue a raz de este inesperado bito cuando los catalanes le ofrecieron la corona al rey castellano. El primer
da de septiembre lleg un correo a Barcelona con la noticia de que haba aceptado i
que es proposava denviar de seguida dos mil homes de cavall per tal de conquerir el
regne de Valncia. En ste cundi la alarma ante una posible y previsible entrada de
tropas por la frontera, sobre todo cuando el 12 de septiembre Enrique fue proclamado
seor del Principado.18

17
18

Documento nm. 14 del apndice.


Vid. SOBREQUS I CALLIC, La guerra civil catalana del segle XV, I, pp. 374-375. En los meses de

55

El hecho de que el condado de Dnia fuese seoro de dos nobles castellanos,


sbditos de ste, y su importancia estratgica fueron argumentos esgrimidos por el gobierno municipal de Valencia para dar un golpe de mano fulminante, sin aviso previo,
que le proporcion el control del castillo. La circunstancia blica por la que se atravesaba converta en una posibilidad real la entrega de la fortaleza a un ejrcito invasor, lo que supona un riesgo tan grave para la seguridad del reino que era necesario
impedirlo por la fuerza. Lo cierto es que el castillo estaba en manos de la capital a mediados de octubre. Los consellers dieron entonces poder a los jurats para que pudiesen
destinar una cantidad importante a la defensa del reino,
e senyaladament del castell de Dnia, qui era clau del dit regne,
del qual, si a mans de enemichs era, sen poria seguir molt dan a
la dita ciutat e regne, lo qual a present era a mans de la ciutat e per
certes causes e rahons les quals ac no curaven exprimir, e en a
se entengus ab sobirana cura e diligncia.19
Aunque con algo de hermetismo, este acuerdo municipal nos informa de que ya se
haba producido el golpe de mano. Pasado cierto tiempo, los regidores de la ciudad,
en carta a Juan II, se referiran a esto como una accin secreta y necesaria que, en caso
de no haberse llevado a cabo, hubiera acarreado en poco tiempo daos considerables
a sus intereses y a los del reino:
Vostra Magestat s ans dara informada com misterialment e incogitada aquell castell fon pres a m daquesta ciutat per lo servey vostre e gran beneffici e deffensi de tot aquest regne, tant
que, si ax no fos seguit, no passaren molts dies, ni encara hores,
que fora en mans de enemichs e rebelles vostres. Quant deservey a vostra celsitut, dan e detriment sen fora seguit a aquesta
ciutat e encara a tot lo regne, nos pot nis poria bonament exprimir.20
A partir de la segunda quincena de octubre de 1462, la documentacin municipal es clarificadora. El 21, los jurats aprobaron la entrega a lhonorable En Mart Lo-

19
20

56

diciembre y enero, el rey de Castilla cursaba rdenes para que se activaran las operaciones tambin
en las fronteras de Aragn y Valencia (SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, pp. 254-256).
La noticia del conflicto se difundi pronto. As la recogen Los anales de Garci Snchez, jurado de Sevilla: En este ao [1462], en el mes de septiembre, se comenz la guerra de Aragn con el rey de Castilla, que le imbi a decir la ciudad de Barcelona que se le dara a el rey de Castilla (p. 46).
AMV, MC 37, cuarta mano, ff. 26v-27r (1462, octubre, 16).
AMV, LM 26, f. 43r y v (1464, enero, 14).

ren, qui va per tenir en guarda lo castell de Dnia per la ciutat, de doscientos reales
de plata per obs de haver victualles per a ell e als qui seran en lo dit castell per lo
temps quey star.21 Y el 12 de noviembre ordenaban pagar ciertas cantidades aN
Dalmau Vives, de Dnia [...], les quals lo honorable En Mart Loren, qui t en guarda
lo castell de la dita vila per la ciutat, ha pres a cambi daquell per obs de fer provisions
necessries en lo dit castell, segons per letra del dit Mart Loren, feta en lo dit castell
a X del present mes se demostra.22 El castillo estaba, pues, bajo control de la ciudad,
que haba instalado en l una guarnicin al mando de Mart Lloren y lo haba provisto de vveres. El da 22 del mismo mes, los ediles nombraban alcaide al caballero
Galcer dEslava,23 lo cual significaba una desposesin de facto de los seores, de quienes era competencia exclusiva ese nombramiento.
Un poder reemplazaba a otro. El de la capital del reino anulaba el de los seores. Esto explica la reaccin negativa de la poblacin: cuando lleg Eslava, las gentes de Dnia le impidieron la entrada. A comienzos de diciembre, los regidores de la
capital dirigan al justicia, jurats y Consell de la villa una epstola en la que reprochaban el comportamiento. Primero explicaban que lo hecho por la ciudad no era para
su particular beneficio, sino para bien de todos:
No creem ignoreu vostres savieses per qu e a quina fi aquesta
ciutat ss empaxada del castell daquexa vila, a dan e no proffit
seu, mas sols per lo servey de la sacra magestat e beneffici de
aquesta ciutat e regne, e encara de vosaltres e daquexa vila.
A continuacin manifestaban la repulsa por las actuaciones en contra. Se sorprendan
de que hubiesen obstaculizado la entrada en el castillo del nuevo alcaide, que, acompaado del sndic de la ciudad, Ambrs Alegret, fue enviado para la buena guarda e
custodia de la fortaleza fins a tant sia necessari e expedient al servey del dit senyor e
be de la terra. E insistan en que no se haba obrado por un inters egosta, sino por
la superior responsabilidad
daquesta ciutat, que s la mare e cap de tot lo regne, e reporta
tots los crrechs daquells no voluntriament mas molt necessria en lo cas occorrent.24

21
22
23

24

AMV, MC 37, cuarta mano, f. 27v (1462, octubre, 21).


AMV, MC 37, cuarta mano, f. 30v.
AMV, MC 37, cuarta mano, f. 31r-v: Com comanaren lo castell de Dnia a lhonorable En Galceran
dEzllava, a costum dEspanya.
AMV, LM 25, f. 149v (1462, diciembre, 3).
57

La principal fuerza poltica del reino deca sentirse responsable de su defensa y no


poda consentir un entorpecimiento en materia tan delicada. Por ello haban decidido
enviar a Dnia un alguatzir con manaments rigorosos e capci de persones, a fin de
obligarles a permitir la entrada al castillo de Eslava y Alegret. 25
El rey, los seores, el condado y la capital.
Era previsible que Juan II no tardara en pedir explicaciones a los regidores de
la capital por una actuacin que violentaba los derechos seoriales. Los jurats, adems
de enfrentarse a los habitantes de la villa, eran conscientes de que tendran que vencer la resistencia del monarca, valedor de los Sandoval, que con toda seguridad iba a
exigir una vuelta a la situacin previa al golpe. La estrategia del gobierno municipal
para superar los obstculos queda muy bien reflejada en la correspondencia. Por la informacin completa y relevante que contiene, es preciso destacar una misiva a Galcer
dEslava fechada el da 9 de diciembre.26
Por ella sabemos que los jurats convocaron a los procuradores de los seores
a una reunin, a la que slo asisti uno, misser Gabriel de Riusech la expresin empleada, quis troba tot sol, podra subrayar indirectamente la ausencia Martorell, de
cuya importancia eran todos conscientes. Prueba de ello es que estuvieron presentes
tanto el lugarteniente de gobernacin como el batle general, es decir, los dos mximos
representantes de la Corona en el reino de Valencia. Los ediles y Riusech llegaron a
un acuerdo: mantener el statu quo actual hasta que el rey decidiera. Es decir, que provisionalmente
lo castell de la dita vila stiga com huy sta, a m daquesta ciutat, emper sia fornit de vitualles e altres coses necessries per a
vint persones per temps de hun mes, comptador aprs les dites
vitualles se comencen a metre ab tot effecte en lo dit castell.
El lugarteniente dio su beneplcito a la concrdia entre las partes y orden al alguacil
que la observase. Riusech, por otro lado, inform a los oficiales y consejo municipal
de la villa,
e.ncara notiffica e scriu a mateix al magnffich mossn Johan
Martorell ab letres sues, les quals vos trametem ab la present.
Los jurats se muestran interesados en consolidar cuanto antes la nueva situacin, en apariencia por las noticias alarmantes que venan de Castilla. Eslava, el al-

25
26

58

AMV, LM 25, f. 150v-151r (1462, diciembre, 2 y 4).


Documento nm. 15 del apndice.

caide, les haba expresado su inquietud ante los rumores de que el conde de Dnia y
su hermano Diego venan desde el reino vecino con intencin de hacerse por la fuerza
de las armas con el seoro. Los ediles tranquilizaron a Eslava, que an no haba tomado posesin del castillo segua en l Mart Lloren al mando de la guarnicin que
lo ocup, dicindole que tenan razones para afirmar que los rumores eran falsos,
pero que, en caso de que fuesen ciertos, podran resistir porque contara con sobrados
medios materiales.
Otra parte de la misiva tiene especial inters: all donde los jurats confiesan sus
verdaderos propsitos, que Eslava habra de mantener en el ms riguroso de los secretos. Slo al sndic poda revelarlos:
...faents-vos cert que aquesta ciutat ha treballat e treballar de
pasar a aqueixa vila e comdat [...] A, emper, de pasar aquesta
ciutat a la dita vila e comdat sia en vs secret e per cosa del mn
no ho descubrau a persona alguna, si ja no en gran secret al dit
sndich.
La intencin era hacerse con el control de la villa y condado. No slo se trataba slo
de consolidar como alcaide a Eslava, sino de apoderarse de facto del seoro.
Con la misma fecha escriban al sndic, el notario Ambrs Alegret, una carta
algo ms breve, tambin para darle cuenta del acuerdo conseguido:
Trametem-vos dos letres que sobre la dita concrdia fa lo dit
micer Gabriel de Riusech, la una dreada al magnffich mossn
Johan Martorell e laltra als officials e consell de la dita vila
Volvan a desmentir les fames vanes ques meten de venir lo comte e don Diego y le
daban cuenta de que haban escrito a Eslava otra misiva ms extensa en la que encontrara ms informacin.27
Al da siguiente se redactaba otra para el rey. Le recordaban que para ellos
Dnia haba sido siempre motivo de preocupacin, reiteradamente expuesta, y que si
decidieron intervenir era por seguridad del reino e incluso en beneficio del conde ausente:
de part de nosaltres vostra magestat s stada e moltes coses suplicada e senyaladament del castell de Dnia, del qual per gran
servey vostre, beneffici e reps daquesta vostra ciutat e regne,
vehent a ull alguns perills eminents e molt fcils de seguir, se era

27

Documento nm. 16 del apndice.


59

empachada, no per algun altre til o inters seu ni per fer prejuh al senyor de qui s, o que may s stat cogitat, sin a bona
e sancta intenci, per fer-ne gran servey a vostra magestat e encara beneffici e honor del comte de Castro en tal temps voler-li
tenir en bona custdia lo dit castell.
No era un secreto para nadie el afecto de Juan II hacia los hijos del que fuera su protector y hombre de confianza. Por eso mismo, l descartaba algo que para los ediles
de Valencia, ms distantes y realistas, s era posible:
Vulla pensar vostra senyoria que lo dit comte e son germ sn
en Castella en poder del rey de Castella e per ventura no en llur
libertat, e por esser cars que, a fora o a grat e per vies exquisides, hauran a fer son manament e voluntat, e fcilment sen
poria seguir gran deservey a vostra altesa e dans e inconvenients
irreparables a tot aquest regne. 28
Los jurats no aceptaron la primera respuesta de Juan II. El 11 de diciembre,
en una carta a su embajador en la corte, el sots-sndic Bartomeu Abat, se quejaban de
que algo que se haba hecho ab bona e sancta intenci para servicio del rey no li
fos cosa molt accepta y hubiese ordenado restituir el castillo al conde y algo tan difcil de llevar a cabo como el nombramiento de un alcaide fiable para ambas partes. Insistan en lo peligroso que sera tenint-lo ax la tal persona, aribant a Dnia lo dit
comte o procurador seu, o pres o en libertat, li sia forat acollir-lo en lo dit castell. Si
aqul estuviera en la Corona de Aragn no habra problema alguno,
mas com venim a pensar que lo dit comte se troba ab lo dit rey
de Castella e en poder seu, e per ventura no en libertat, porias
seguir que, per fora o per grat, aquell, ab sfor de gents darmes,
per terra o per mar, ab ajuda e consell dalguns circunvehins
ques diu hi han bona voluntat, per nostres peccats, seria forat
donar e metre lo dit castell en mans e poder del dit rey de Castella o daltres enemichs, en gran dan, deservey del dit senyor e
turbaci e destrucci evident daquesta ciutat e regne.
La firmeza de los ediles era absoluta. De ah que dieran a Abat instrucciones para que,
utilizando todos los medios a su alcance, consiguiera cambiar la actitud del monarca,
a quien hara saber que ellos estaban dispuestos incluso a presentarse todos ante l.

28

60

AMV, LM 25, ff. 154v-156r (1462, diciembre, 10).

Un aspecto de la misiva tiene especial inters: el rechazo de toda posibilidad


de acuerdo entre el conde y la ciudad en el nombramiento como alcaide del castillo
de una persona de la confianza de ambos. He aqu el prrafo:
que durant aquestes amfractes lo dit castell sia acomanat e tinga
per ell, segons per part sua al dit senyor seria stat offert, algun
cavaller o gentilhom natural e domiciliat en e daquest regne que
sia fiable ax a ell com a aquesta ciutat e regne. Les quals coses
anvides se poden bonament praticar e deduyr a effecte car s
molt diffcil que lo dit comte e nosaltres nos puixam concordar
de tal persona fiable.29
De lo cual se desprende que Joan Martorell, caballero, valenciano y procurador de condado, era hombre de confianza de los Sandoval, pero no de los ediles de Valencia.
Hostigado en varios frentes no slo desde Castilla y Catalua, sino desde el
norte del reino de Valencia, donde se haba sublevado Jaume dArag30, Juan II hubo
de ceder ante las presiones de la poderosa capital, cuyo apoyo necesitaba ms que
nunca. Consecuencia de ello fue la consolidacin sine die del statu quo de Dnia, lo
que supuso el eclipse definitivo de Martorell.
Efectivamente, das ms tarde lleg una misiva fechada en Zaragoza el 23 de
diciembre con la rectificacin: el monarca aprobaba de manera explcita la actuacin
de la ciudad y reconoca su recta intencin al poner bajo su custodia el castillo de
Dnia, considerada la altercaci mutaci perversa del temps, que fcilment podia
obviar a nostre servey e al reps de aqueix Regne. Pero slo durante la ausencia del
conde o de alguno de sus hijos, pues ns confiam tant de la prudncia, virtud e fidelitat del comte de Castro e de sos fills, que, essent-hi alg de aquells, no permetrem
que altre que ells tingus lo dit castell.31
A finales de 1462, el poder efectivo en el condado haba cambiado de manos.
Pas a las de Galcer dEslava, el verdadero hombre fuerte. A mediados de enero siguiente, en una misiva al alcaide, los jurats adjuntaban copia de lo sentenciado por el
rey sobre el asunto y le pedan dar cuenta de ella

29
30
31

Documento nm. 17 del apndice.


Vid. LLORCA, Sublevacin del infante don Jaime de Aragn, pp. 20-21
CHABS, Historia de la ciudad de Denia, pp. 66-67. El autor sita errneamente esta intervencin diez
aos antes. Por el desliz cronolgico, al reproducir la carta de Juan II alude a l como lugarteniente
y no como rey.
61

als magnffichs micer Johan de Gallach, micer Gabriel de Riusech, mossn Johan Martorell e altres officials del comte de Castro e de la vila de Dnia, e a tots los queus paria, perqu vegen
la voluntat e disposici del dit senyor rey.32
Esta cita, del 14 de enero de 1463, es la ltima encontrada de Martorell en Dnia. Significativamente, en ella aparece mencionado en tercer lugar. En adelante, para la ciudad de Valencia slo contarn all dos autoridades: la del alcaide y la del gobierno
local, obligado a colaborar con aqul en la tarea prioritaria de la defensa del reino.33
El poder de la ciudad.
El condado pas a depender del gobierno de la ciudad de Valencia, cuya presencia en Dnia se advierte en la documentacin de los aos siguientes. En junio de
1463, la capital enviaba al subsndico ante el rey per los affers del castell e vila de
Dnia e per altres affers de la ciutat,34 y en agosto ordenaba incluir entre sus gastos
comunes la soldada de la guarnicin.35 El avituallamiento de la fortaleza fue tambin
motivo de atencin y vigilancia permanentes.36 El llibre de claveria de 1464 registra
las rdenes de pago en favor de lhonorable mossn Galceran dEzlava, cavaller, alcayt del castell de Dnia [...] per lo sou de XII companyons que sn en lo dit castell
per temps de dos mesos, qui comenaren a crrer a X de present mes de juyn a ra de
LXX sous lo mes.37 El 22 noviembre del mismo ao se le daba la mitad de las 200 li-

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Documento nm. 18 del apndice. Como alcaide le informaban el 21 del mismo mes del envo al castillo de lo presoner portat per mossn Fox de Siclia, que agradecen como servicio al rey (id., ibid.,
f. 186).
A comienzos de 1464, al tener noticia de la preparacin de un ataque desde Murcia contra las tierras
del conde de Oliva, los jurats avisaban del peligro al gobierno local de Dnia: Signifficam-vos-ho
per qu velleu eus tingau b esment per totes parts, per tal forma que no siau decebuts ni puixau
pendre mal ni dan, car nosaltres per aquesta rah trametem e fem anar al castell daqueixa vila lo honorable mossn Galceran dEzllava, alcayt del dit castell, per la bona e necessria custdia de aquell,
pregant-vos siau tots un nimo e sfor ab lo dit alcayt, ajudants-vos los uns als altres virilment, segons lo cas requir (AMV, LM 26, f. 42v; 1464, enero, 14).
AMV, MC 37, quinta mano, f. 75r (1463, junio, 6).
Se entregan quinientas libras aN Johan Catal, sots-alcayt del castell de Dnia, de manament dels
dits honorables jurats, per obs de fer paga e soluci a quinze companyons que sn en lo dit castell
per temps de dos meses, que finiran a XI del mes doctubre primervinent (AMV, MC 37, quinta mano,
f. 87r; 1463, agosto, 26). El 5 de octubre se acordaba prorrogar dos meses lo sou dels quinze homens
que sn companyons en lo castell de Dnia per guarda daquell e tera de lhonorable mossn Galceran dEzllava, alcayt del dit castell (AMV, MC 37, quinta mano, f. 94v).
Considerants que sn informats que algunes monicions e forniments que sn en lo castell de Dnia,
per lo temps gran que ha quey sn, poden pendre fcilment deteriorament e no s possible se puxen
cmodament conservar, ans vendrien a total perdici, per tal, proveren e donaren poder a lhonora-

bras que, per relevar despeses a la dita ciutat, li han constituhides donar cascun any
per la guarda del dit castell, e a per hun any qui comen a XXV del present mes de
nohembre e finir en semblant dia lany aprs segent MCCCCLXV.38 No hay duda
de que por medio Eslava la capital tena el mando efectivo en la Dnia, cuyo gobierno
municipal sigui estando sometido a otro superior que haca ostentacin de su poder,
lo que daba lugar a tensiones entre ambos de las que hay testimonios documentales
muy significativos.39
Joan Martorell desaparece en estos aos de Dnia. Las circunstancias blicas y
la ausencia de los seores del condado significaron la prdida de un poder que haba
ejercido desde finales de 1459 hasta finales de 1462, y que en enero de 1463 slo era
nominal. Pero encontramos una noticia en el Dietari del capell dAlfons el Magnnim
que supondra una reaparicin del caballero. Dice as:

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ble mossn Galceran dEzllava, alcayt del dit castell, en lur presncia constitut, que, ax com faria en
cosa sua prpria, veja b e regonega lo forment, arro, bescuyt, carn salada, tonyina e totes altres coses
que sn en lo dit castell per monici e forniment daquell que conservar nos poden, e aquelles vena
e exage com mellor e abans por, e de nou ne haja e compre altres tantes e aquelles meta e conserve
en lo dit castell; e de tot tinga son compte, car ells sn contents e proveexen que tot o que haur
comprat e pagat de ms en les dites coses ultra lo present, daquelles li ser adms en compte de data
per lo dit honorable racional (AMV, MC 37, quinta mano, 90v-91r; 1463, septiembre, 24).
AMV, Claveria Comuna [CC], O-34, ff. 97v-98r (1464, junio, 9). Vid. id., ibid., f. 101r (1464, agosto,
21) y f. 104r-v (1464, noviembre, 22).
AMV, CC, O-34, f. 104v-105r. El 1 de junio de 1465 cobraba la otra mitad, segunda paga por la alcaydia, guarda e custdia del dit aquell (id., ibid., f. 114r).
Las cartas irn dirigidas a Eslava o al justcia y jurats de Dnia. En la primavera de 1463, en un momento de escasez de alimentos, los oficiales de la villa detuvieron por la fuerza dos cargas de trigo
destinado a Valencia (AMV, MC 37, quinta mano, f. 52r; 1463, marzo, 24). El gobierno de la capital
autoriz a posteriori la retencin, si bien el pago correra a cargo de aqullos: Los diners, emper,
procehi[n]ts de les quantitats dels dits forments serem contents e haurem per reebuts sils donau al
magnffich mossn Galceran dEzllava ols trameteu prestament per quius plcia, venint a vostre
risch (AMV, LM 26, f. 3v; 1463, junio, 9). Sobre este pago, ms adelante, escriban: Dehim e requirim-vos, per tal, que de continent liurets la dita quantitat al magnffich mossn Galceran dEzllava,
alcayt del dit castell, o li faats compliment sobre o que liurat li haureu [...] E en a no metau scusaci o dilaci alguna car no us seria admesa. E en a lo dit alcayt ha crrech de usar dels remeys
promptes e necessaris quant a a. E ser crrech o culpa de vosaltres si aquell ne haur a usar (id.,
ibid., f. 15r-v; 1463, julio, 28). Y nuevamente: vos pregam e encarregam que de continent vullau
donar e liurar a lhonorable mossn Galceran dEsllava, alcayt del dit castell, o procurador seu, la restant quantitat que resta a pagar daquells cent cinquanta set caffi huyt barcelles del forment nostre
que vosaltres vos volgus pendre e retenir (AMV, LM 26, f. 41r; 1463, diciembre, 9). El 11 de abril
de 1464, ya en tono conminatorio: Veritat s que, a pregries del honorable mossn Galceran dEzllava, alcayt del castell daqueixa vila, nosaltres havem comportat e differit alguns dies lo dit pagament. Duyms, emper, no s rah ho dejam pus avant comportar. Habran de efectuar el pago a
Eslava; en altra manera convendrns usar e de fet usarem de tots los remeys quens occorreran e de
justcia atrobarem, e nous hajau altra sperana ni comport (AMV, LM 26, f. 55r).
63

Divenres, a XVIII. de abril [any MCCCCLXVI], en Denia hac gran


bregua, que volien pendre lo castel, per la qual raho la ciutat hy trametre misatger en Jaume de Fachs, ciutada: e fonch a Denia digous,
a XXIIII., e, pres lo castel, lo acomana a mossen Joan Martorel.40
El dato tiene gran inters, pues obligara a descartar la identificacin del procurador
del condado con autor del Tirant, cuya muerte est documentada en los primeros
meses de 1465, antes del 24 de abril.41 Resulta obvio que si en abril de 1466 se encomendaba el castillo de Dnia a mossn Joan Martorell, es imposible que ste fuera el
novelista, fallecido un ao antes.
Sin embargo, podemos descartar la veracidad de la noticia, desmentida por la
documentacin coetnea en lo tocante a su parte final. El 24 de abril de 1466, los jurats de Valencia escriban al gobierno municipal de Dnia y al alcaide Eslava para informarles de que per affers concernents servey de la magestat del senyor rey e
assossech, reps e beneffici de aqueixa vila vos trametem lo magnffich En Jacme de
Fachs, ciutad nostre, plenament informat de nostra intenci.42 El viaje pudo estar
motivado por una revuelta de la poblacin, libre del poder seorial, pero sometida a
otro tambin ajeno, el gobierno municipal de la capital, con el que las fricciones no
fueron infrecuentes.43 Los jurats enviaron efectivamente a Fachs, al que encomendaron la administracin de ciertas cantidades de dinero con destino a la reparacin de
las puertas del castillo, daadas posiblemente en la gran brega de que habla el dietarista.44 Sin embargo, yerra ste al decir que la fortaleza fue encomendada a Joan Martorell. Eslava, el alcaide, no dej de serlo. El 17 de junio de 1466 los ediles

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Dietari del capell dAnfos el Magnnim, p. 341.


VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, p. 81.
AMV, LM 26, f. 205r-v.
Vid. el documento nm. 19 del apndice. El avalot no pudo ser de gran envergadura pues la correspondencia de los ediles valencianos no slo no lo refleja, sino que, a juzgar por la trivialidad de
los asuntos que afloran en ella, puede afirmarse que a comienzos de mayo la vida transcurra en Dnia
con normalidad (AMV, LM 26, f. 208v y 210r; 1466, mayo, 5).
El da 9 proveren que les portes del castell de Dnia fossen fetes e adobades, e altres coses necessries al dit castell, e quey fossen despeses, de les peccnies de la ciutat, fins en quantitat de cinquanta
lliures reals de Valncia, e que lhonorable En Jacme de Fachs, ciutadan de la dita ciutat, qui all era
a present, administrs les dites despeses (AMV, MC 38, f. 64r-v). Al final del ao an no se haba llevado a cabo la reparacin, pues el 5 de diciembre los jurats provehiren que a lhonorable En Jacme
de Fachs, ciutad de la dita ciutat, sien liurades de la peccnia comuna de la dita ciutat cinquanta
lliures reals de Valncia per obs de adobar o fer unes portes en lo castell de Dnia, les quals hi sn b
necessries, hada per cancellada una altra provisi que nhavien feta en dies passats (AMV, MC 38,
f. 103v).

proveren que a lhonorable mossn Galceran dEzllava, cavaller,


alcayt del castell de Dnia, lo qual t per la ciutat, li fossen pagats dos mlia sous per la maytat daquells quatre mlia sous que
ha cascun any de la alcaydia, ab crrech de certs hmens quey
deu tenir.45
Y continu al mando del castillo incluso cuando, pasado el peligro de guerra,
dej de haber guarnicin permanente.46 Las actuaciones del batle general reflejan que
el alcaide sigui teniendo la autoridad directa en el condado por aquellos aos:
manam als batle, justcia e jurats de la dita vila, e a altres qualssevol oficials, que a vs, dit mossn Galceran dEslava, en fer les
dites coses, nous ni donar facen e senten ne permeten queus sia
fet contrast, empaig o embarg alg, ans en fer aquelles vos donen
e presten tot consell, favor e ajuda, tota ora e quant per vs requests ne seran.47
Se mantuvo en el cargo ininterrumpidamente durante unos tres lustros, como indic
con exactitud Chabs: tuvo este castillo en custodia y en nombre de la ciudad de Valencia hasta octubre de 1477. Slo entonces volvi a manos de los seores en virtud
de un acuerdo municipal del da 11 que ordenaba a Eslava entregar la fortaleza al
magnfich mossn Francesch de Castellv, cavaller, com a procurador del spectable
comte de Castro.48

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AMV, MC 38, f. 82v. El dietarista Miralles, un autor de cronologa muy a menudo luntica (VICENS
VIVES, Historia crtica de la vida y reinado de Fernando II de Aragn, p. 49), debi de confundir dos
sucesos diferentes, uno relacionado con Martorell anterior a esta fecha. No, desde luego la entrega a
l del castillo: a todas luces resulta inverosmil que la ciudad lo pusiera en manos del hombre de confianza de los seores.
En 1468, Eslava sigue cobrando las cien libras que, per relevar despeses de la alcaydia e custdia del
dit castell, los magnfichs jurats han provehit que li sien paguades per la dita custdia e guarda del
dit castell per hun any qui fin a XXV de nohembre propassat AMV, CC, O-35, f. 125r-v (1468, enero,
5). Vid. tambin f. 129r-v.
ARV, Bailia, 1153, f. 629r-v; 1465, agosto, 1. Vid. tambin f. 668v.
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 65 y 74. Segn el autor, por entonces ya
haba muerto Diego, y Fernando, nico propietario, en marzo de 1475 don el condado a su hijo,
Diego Gmez de Rojas y de Sandoval (id., ibid.).
65

La recuperacin del condado, cuya titularidad de derecho no perdieron nunca


sus seores,49 fue un proceso gradual. En agosto de 1469, segn Chabs, estando en
Dnia Diego de Sandoval, para hacer bien a sus vecinos y a los de Jbea, considerada
la mucha fidelidad y voluntad que haba en ellos conocido, les concedi el perdn general.50 Tanto si se trataba de un hijo del primer conde, segn crea el autor, como si
era su nieto, que parece ms probable,51 resulta evidente que haba habido varios aos
de desobediencia: los que siguieron a la intervencin de la capital, punto de partida
del declive de Martorell. Ocho ms tuvieron que pasar para que, tras aquel perdn,
los seores volvieran a nombrar alcaide del castillo.
Los condes de Castro y la insurreccin del Principado.
Fernando de Rojas era adelantado mayor de Castilla en 1452, en vida de su
padre, de quien heredara los ttulos condales. Casado con Juana Manrique, hija del
adelantado Pedro Manrique, fue tambin hombre del entorno del infante Juan, que
procur favorecerlo.52 Tras su llegada al trono, el de Rojas le prestaba juramento de fidelidad el 13 de septiembre de 1460 en las cortes aragonesas de Fraga, apenas tres
meses antes de la detencin del prncipe de Viana que dio lugar a la insurreccin y
guerra civil de Catalua.53

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Se mantenan vigilantes, a juzgar por una curiosa carta del batle general a Bernat Sort, su lugarteniente
en la villa de Dnia, fechada el 10 de diciembre de 1465: Ab mi s estat lo magnfich micer Gabriel
de Riusech, procurador dels senyors quis dihen de aqueix comdat, dient que hun juheu de Xtiva ab
licncia mia cava per atrobar tresor en lo terme del dit comdat, e que seria rah quey fos present en
lo dit cavament algun official dels senyors del dit comdat, per lo inters de o que per justcia als dits
espectables senyors los pertanyer en lo que ser atrobat; per quus dich que, quant lo dit juheu cavar o far cavar, hi convoquets algun official dels dits espectables senyors per lo inters desss dit.
En una postdata aada: Teniu esment que en lo cavar que faran no faen dan en lo castell; e siu
fan, fu-ho tornar adobar (ARV, Bailia, 1153, f. 692r).
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, pp. 73-74.
En diciembre de este ao, Fernando de Rojas y su hijo, al servicio de Fernando e Isabel, emprendieron la tarea de recobrar los bienes que perdieran por causa de don lvaro de Luna, y tambin el seoro de Denia, puesto en secuestro por Juan II (SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, p.
454). Cuatro aos atrs, el segundo conde de Castro estaba entre los grandes que siguieron a Alfonso,
proclamado rey tras la llamada farsa de vila (VALERA, Memorial de diversas hazaas, p. 101).
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XVI, XLVI y LXIV; y XVII, XXVII y XXXI (pp. 188, 256, 368
y 381). Vid. CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, p. 74; GARCA RMILA, Estudio histrico-crtico sobre la vida..., XXXII, p. 410; y FRANCO SILVA, El linaje Sandoval y el seoro de Lerma en el siglo XV, p. 102.
ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XVI, III y VIII; y XVII, II (vol. 7, pp. 16-17, 40-41 y 279-280).

Esta proximidad a Juan II explica que fuese uno de los hombres ms odiados
por los rebeldes, como prueba una interesante misiva de los embajadores enviados por
Valencia al rey y al Principado con intencin pacificadora. Fechada el 26 de marzo de
1461, en ella daban cuenta a los jurats de la ciudad una noticia que les haba llegado
sobre los sucesos revolucionarios de Barcelona:
en la porta de la posada del senyor prncep s stada posada la
ymatge del comte de Prades penjada cap avall, ab les armes de
aquell revesades e ab un ttol en lo qual s scrit: aquestes sn les
armes del trador del comte de Prades, fill bort del comte de Castro.54
La vieja y nunca quebrada fidelidad de los Sandoval a Juan II haca del portador del
ttulo el consejero castellano que ms profunda animadversin despertaba entre los
partidarios del prncipe de Viana.55
En los meses dramticos que transcurrieron entre su detencin en Lrida, ordenada el 2 de diciembre de 1460, y la liberacin 26 de febrero de 1461, el rey no
slo tuvo junto a s a Fernando de Rojas, sino que utiliz los servicios diplomticos
de su esposa, la condesa de Castro, que tena en Castilla mucho crdito y era mujer
de nimo muy varonil, en palabras de Zurita. A ella encomend una delicada misin:
entablar secretamente contactos con Enrique IV, para lo cual viajara al reino vecino
por la va de Albarracn con color que iba a su condado de Denia.56

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AMV, LM 24, ff. 53v-56v (1461, marzo, 26).


Recordemos los versos del annimo autor juanista que increpaba a Enrique IV de Castilla: Porque
castellanos moran / Con el rey don Johan en casa, / Catalanes sendacoran / Fogueando como brasa.
/ Si por esto los persiguen, / Cmo seras valedor / De quien es perseguidor / De los tuyos qual rey
siguen? (NICOLAU DOLWER, Poesies reialistes del temps de Joan II, p. 333).
El inters del rey era tal que, pese a haber terminado las cortes, no se detuvo en aquella comarca por
estar ms cerca para lo que conviniese en los tratos que se llevaban en aquel reino por el justicia de
Aragn y por doa Juana Manrique condesa de Castro, a quienes el 20 de diciembre informaba de
sus condiciones para haber l de hacer liga con el rey de Castilla ms estrecha de la que tenan entre
s asentada como se platicaba que se hiciese. En febrero de 1462 proseguan las negociaciones: y
entre tanto no cesaban de andar los tratos por medio de la condesa de Castro y del justicia de Aragn. Y en marzo del mismo ao, estando Juan II en Tudela, aada a sus tareas otro negocio, que habran de llevar a cabo por las ms cautas vas que pudiesen, en relacin con la mediacin del rey de
Francia en las diferencias entre l y el de Castilla (ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XVII, XVI,
XXXI, XXXIII y XXXVI; vol. 7, pp. 330-331, 380, 389 y 400).
67

De tan estrecha relacin personal y poltica entre el matrimonio y el soberano


aragons hay un elocuente testimonio en la correspondencia de los jurats de Valencia.
Por una misiva del 4 de enero de 1461 sabemos de un pleito planteado ante la cort de
la governaci por la spectable dona Ysabel Ladr, relicta del spectable quondam don
Diego Gmez de Sandoval, comte de Castro e de Dnia [...] contra los fills e hereus
del dit quondam spectable comte, a los que reclamaba ciertas cantidades en concepto
de intereses y pensiones. El monarca orden por carta al lugarteniente de gobernador
su sobreseimiento que no enante o proveesca res en la dita causa, en claro perjuicio de la demandante. Los ediles se sintieron obligados a intervenir, no slo per la
molta instncia quens era feta per part de la dita spectable comtesa, sino per quant
tal sobresehiment e manament per vostra magestat fet ab la dita letra de crehena sn
expressament contra los furs e privilegis del present regne, en la conservaci dels quals
entendre s propri a nostres officiis.57
Pero no qued zanjada la cuestin. Pedro de Urrea, portantveus de gobernador, orden seguir adelante a pesar del mandato real. La respuesta airada del monarca
a su noble, magnfich e amat conseller e camarlech no tard en llegar desde Calatayud a finales de julio:
no obstant la nostra letra de sobresement [...] havets manat
procehir avant en la causa. Del qual som molt maravellats, que
almenys, donada o presentada a vs la dita letra, si del contraria
vos era feta instncia, degureu-nos consultar abans de manar
procehir ms avant en la dita causa.
El soberano explicaba a continuacin las bones, justes e honestssimes causes por
las que lo haba hecho: cuando el conde de Castro y su esposa se proponan viajar a
Valencia por este asunto y otros, l personalmente los haba instado a no hacerlo
e manat restar ab ns lo dit comte de Castro e anar la comtessa,
sa muller, en Castella, a hon sta encara de manament nostre, per
coses molt complidores [al] servey de nostre senyor Du e nostre, e al benefici e inters de la cosa pblica de nostres regnes e
terres.
La concesin de seguridad als dits comte e comtessa en les persones e bns, e sobresement en ses causes, ax en Arag com en Valncia, fue producto de una iniciativa
del monarca:

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Documento nm. 6 del apndice.

E com, a molta importunitat nostra, ns hagurem atorgat lo dit


viage, lavs nos demanaren los dits guiage e sobresement, no
volent la dita comtessa anar sin que primer los li atorgssem e
encara lis donssem nostra fe e paraula que durant la absncia
de la dita comtessa no seria en res procehit contra ses persones
e bns, ne en les sues causes.
La disposicin adoptada obedeca, pues, al inters general, que haba de prevalecer
sobre los intereses particulares:
E ns, vehents quant pondervem aquells negocis per qu la
dita comtessa anave e que eren tan universal b com desss s
dit, volent-lo preferir als particulars plets de enfre parts privades,
atorgam los dits guiage e sobresement, e donam les dites nostra
fe e paraula als dits comte e comtessa.
Le ordenaba a continuacin revocar de inmediato todo cuanto se hubiese acordado, en
sta o en cualquier otra causa concerniente al matrimonio, y observar el sobreseimiento de todas mientras durara la misin de Juana Manrique en el reino de Castilla,
car, com la dita comtessa ser tornada de aquell, ns revocarem lo dit sobresement
e ells poran anar a proseguir lurs causes e negocis, ax com fer-ho volien si nols hagus obstat lo nostre manament.58
Fue precisamente por esas fechas crticas en que el conde y la condesa de Castro daban su apoyo a Juan II cuando se expeda en Fraga el 9 de febrero de 1461 el
prncipe de Viana segua en prisin y un ejrcito enviado desde Catalua estaba a las
puertas de la citada poblacin, que ocup semanas despus, un documento en favor
de Joanot y Jaume Martorell. El rey ordenaba a Toms de Coblliure agilizar la causa,
llevada por l, de una demanda hipotecaria interpuesta por los hermanos contra los
herederos de Gonalbo de xar y su esposa Ins de Portugal.59 Si este Joanot Martorell
fuese el escriv de raci del prncipe Carlos como cree Turr no tendra sentido que
un enemigo significado consiguiera una disposicin suya tan favorable de Juan II, pre-

58
59

Documento nm. 13 del apndice.


VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, p. 428. VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, doc. 886 (p. 545).
69

cisamente en uno de los momentos ms crticos del reinado.60 El documento es prueba


de que alguien con bastante influencia ante el soberano haba conseguido en tan agitadas fechas la gracia para Joan y Jaume Martorell. Pudieron ser los condes de Castro,
afectos y prximos al rey de Aragn entonces. La condesa haba de simular un viaje,
precisamente a Dnia, para ocultar su embajada a Castilla, por lo que no resulta extraa la presencia en Fraga del procurador del condado. ste s que contaba all con
valedores para hacer una gestin en pro de sus intereses particulares, acompaado de
su hermano: coram maiestate nostra pro parte dilectorum nostrorum Ioannis et Iacobi Martorell.61
La expresin antepuesta al nombre, aunque protocolaria, es tambin significativa. Un enemigo del rey no recibira un favor como aqul ni un trato tan corts. En
este sentido, existe otro documento revelador que ha pasado inadvertido en las biografas del autor de Tirant pese a haber sido publicado dos veces, en 1936 y en 1945.
Est datado en Tudela el 1 de marzo de 1462. Es decir, en plenas hostilidades. Se trata
de una orden parecida a la anterior, por la que de Juan II de Aragn, instancia de Jofre
de Blanes exiga que se resolviera el pleito por la herencia de Ausis March entre ste
y la familia Martorell, a la que se refiere as el documento: dilectos nostros Garcerandum Martorell, militem, ejus uxorem Catharina, Johannem Martorell, militem, Alduciam uxorem quondam Garcerandi Monpalau, Damiatam Martorell filiam Francisci
Martorell quondam militis.62 No hay duda, pues, de que se trata de la familia valenciana del autor del Tirant. Un traidor a la causa del rey? No parece verosmil que ste
calificara nuevamente de dilecto nostro a quien luchaba contra l. Es otra prueba de
que Joan Martorell, el hermano de Francesc, Aldonza y Damiata, el autor de la novela,
no estaba en 1462 en las filas rebeldes.

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Segn TURR, El rei, abans de marxar [de Fraga], va manar estendre el document a favor de Joanot
Martorell, en aquell moment escriv de raci del prncep. Consciente de la contradiccin, el autor la
explica as: Tot fa pensar que es tractava duna estratgia per acontentar i acostar-se a un dels familiars del prncep (Joanot Martorell, escriv de raci, p. 12). Tan inslito proceder del monarca no
concuerda con su actitud intransigente por esos das, de confrontacin con los partidarios del su hijo,
al que mantena en prisin pese a las presiones polticas y militares.
Documento nm. 10 del apndice. El regente de la cancillera que orden la expedicin del documento, Joan de Gallach, es el mismo micer Johan de Gallach que actu por orden del rey en favor
de los intereses del conde de Castro frente a los de su madrastra (doc. nm. 6 del apndice). Pues bien,
un micer Johan de Gallach aparece dos aos despus como oficial del citado noble junto a Joan Martorell tras la intervencin en Dnia de la ciudad de Valencia (documento nm. 18 del apndice).
FULLANA MIRA, Los caballeros de apellido March en Catalua y en Valencia, p. 427 ; y El poeta
Ausias March. Su ilustre ascendencia, su vida y sus escritos, p. 251.

V
EL AUTOR Y EL PROCURADOR

La procuracin.
Fue el procurador de Dnia el autor de Tirant lo Blanch? Cabra la posibilidad de que fuese un caso de homonimia, tal vez algn pariente. Los tena, ciertamente.
Se sabe que en 1455 lonorable mossn Johan Martorell, cavaller, habitador de Valncia, actu de testigo ante el justcia civil en un asunto referido a los hermanos Galcer y Joanot Martorell, a la sazn ausentes.1 Sin embargo, hay razones slidas que
permiten defender la hiptesis de que la novela fue escrita en aquel condado por el
que fuera su procurador general entre 1460 y 1463.
Es imposible pasar por alto la coincidencia cronolgica, la proximidad entre
la fecha del 2 de enero de 1460 en que, segn consigna el propio autor al final de la
dedicatoria, inici la redaccin de la obra comenada a II de giner de lany
MCCCCLX y su llegada al condado tras ser recuperado por los seores. Como se
ha visto, sta hubo de producirse en la segunda mitad de septiembre de 1459 o muy
poco despus. Y es seguro que el 26 de enero ya estaba ejerciendo el cargo, en el que

VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, doc. 597 (pp. 422-424). El 15 de noviembre de


1465, entre los convocados a las cortes valencianas por el brazo militar figura Dilecto nostro Iohanni
Martorell (AMV, Cortes, yy-22, f. 3v). Es probable que fuese este otro caballero, puesto que el novelista haba muerto meses antes. Sin embargo, no es del todo descartable, dado el poco tiempo transcurrido y la dificultad para elaborar la listas con que tropezaba la cancillera, a veces obligada a
utilizar convocatorias en blanco (litterae albae) y a consultar al baile general o al loctinent general de
governador sobre la nmina de nobles valencianos que ahora desconoce (PONS ALS, Los Trastmara y la nueva nobleza valenciana, p. 250). En la relacin de convocados para la anterior asamblea, la de 1463, figuraba el magnffich e amat del senyor rey mossn Johan Martorell, cavaller
(AMV, Cortes, yy-20, f. 10v). El 21 de febrero, Antoni Ferrer, portero del rey, dice haber entregado la
carta de la convocatoria de cortes a un grupo de caballeros, a ells personalment, entre los que se
cita a mossn Johan Martorell (f. 20r). El 7 de marzo, mossn Johan Martorell est entre los congregados (f. 31v). Y el 21 de octubre se indica la presencia de Mossn [en blanco] Martorell (f. 174).

71

se mantuvo a lo largo de tres aos. Durante ese tiempo, la procuracin pudo proporcionarle la estabilidad econmica y el tiempo necesario para llevar a cabo un proyecto
que llevaba aos en su mente, pertrechado de una gran imaginacin, de numerosas lecturas y de aquellos papeles que fue acumulando, donde copiaba o se haca copiar textos en prosa que le interesaba guardar o tener a mano.2 En el cuarto ao, las
circunstancias blicas, cambiaron el rumbo. El modus vivendi del procurador se vino
abajo. Privado de hecho del cargo y con los seores presos en Castilla, perdi el control de las rentas del condado, fuente de sus ingresos, lo que coincide y explica los
apuros econmicos que le llevaron en 1464 a pedir varios prstamos a Mart Joan de
Galba para poder sobrevivir. A comienzos de ese ao le entreg en prenda el manuscrito del Tirant, como garanta de devolucin del dinero. Al siguiente, tras la
muerte del caballero, declaraba Galba: lo dit mossn Johanot pasava moltes necesitats e lo dit en Mart Johan li prestava diners sovent.3
Los documentos que han dejado constancia de su actuacin en el seoro, pese
a ser escasos, proporcionan la imagen de un hombre de talante combativo y altanero,
similar al que se atribuye al autor del Tirant.4 Es posible que una de las experiencias
personales con proyeccin en la novela fuera su mala relacin con el batle general, Berenguer Mercader, tratado de igual a igual y con cierta displicencia. Tal vez quiso buscar la sonrisa de complicidad de sus lectores, conocedores de esas desavenencias, al
poner en boca de Tirant en el captulo CCCLIV de la novela:
Mas essent yo Tirant lo Blanch, del linatge de Roqua Salada, no
mercader mas cavaller...
Entre el patriciado de Valencia deba ser notoria esa mala relacin, a la que predispona el cargo de uno y otro. Martorell, defensor apasionado de los intereses de los titulares del condado y nada dispuesto a someterse a otras rdenes, haba de chocar con
el autoritario oficial que velaba por los derechos de la Corona.
En octubre de 1456, el Magnnimo nombraba a Mercader juez del pleito, iniciado dos aos antes, entre la villa y los herederos del adelantado.5 Se sabe que en vida

2
3

72

RIQUER, Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, p. 27.


VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, pp. 81-85; y VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, pp. 52 y 64.
Era un home bregs, altiu i agresssiu i molt pagat de la seva dignitat i de la del seu llinatge i que manifestava el seu orgull cavalleresc de manera extremada i fins i tot una mica teatral (RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 84).
CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, p. 72.

del monarca no hubo sentencia y que slo un acto autoritario de su sucesor, Juan II,
les dio de nuevo la posesin del condado a finales de 1459. La proximidad familiar de
Martorell al influyente oficial no se tradujo en una sentencia favorable a sus valedores, que tampoco encontraron en Npoles la buena disposicin que caba esperar del
monarca que haba recibido tantas muestras de lealtad de su padre. El desafecto, la
reticente animadversin al Magnnimo que se apunta en algunos pasajes del Tirant lo
Blanch,6 podra ser un reflejo de la decepcin sentida en el entorno de los Sandoval
por el comportamiento del rey. Ya en los ltimos aos de su vida, el noble exiliado
que haba sido el gran defensor en Castilla de la causa de Alfonso y sus hermanos, dej
de contar con el apoyo del monarca. Al morir, privados del seoro valenciano, sus herederos tampoco sintieron el amparo real.
La ciudad de Valencia, contraria desde antiguo y por principio a la seorializacin, intervino activamente en apoyo de las gentes del condado que se opusieron a
partir de 1453 a que se diera a los Sandoval posesin de la herencia. Era otra razn que
explica el desafecto de Martorell hacia la oligarqua municipal, que se sumaba al agravio sufrido aos atrs, tras el incidente de Chiva, cuando los regidores de la ciudad
quisieron castigar ejemplarmente su conducta. En la clebre profeca del captulo
CCCXXX puede haber un eco del sentir del caballero hacia una urbe que caminaba a
su destruccin: vendr per temps en gran decament per la molta maldat qui en los
habitadors daquella ser.
Misser Albert de Riusech y misser Gabriel de Riusech.
Para dar realismo a la ficcin novelesca, Martorell, al igual que el autor de Curial e Gelfa, emple una tcnica consistente en la aplicacin de nombres de individuos, linajes y ttulos contemporneos conocidos, que sonaban, a personajes de la
obra, amb la intenci literria de donar versemblana al relat. Uno de stos es mier
Albert de Riuech, que figura entre los veinticinco caballeros elegidos por el rey de
Inglaterra en la pomposa ceremonia de creacin de la orden de la Garrotera (cap.
LXXXV). Comencemos con estas palabras de Mart de Riquer:
En las tertulias literarias, tan frecuentes y vivas en Valencia, se
habra discutido si Albert de Riu-sech, un caballero de la Garro-

RIQUER, Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, p. 23. El autor recuerda que el ttulo de gonfanonero del papa que ostentaba el Magnnimo, muy apreciado por los prncipes cristianos, sin ninguna justificacin se transfiere en la novela al rey de Inglaterra (p. 94).
73

tera que marginalmente es citado por Martorell, llevaba el apellido de Ramon de Riu-sech, conde de Oliva, o el de aquel Vidal
de Riu-sech que haba hecho ahorcar la reina Mara, aunque los
ms informados y que haban ledo la novela con atencin sostendran que se trata de Pere de Riu-sech, llamado tambin Pere
de Centelles, que era barn de Almedxer.
El autor, que se extiende sobre la mencin, termina diciendo:
Sea lo que fuere, lo cierto es que el mier Albert de Riuech que
figura como caballero de la Garrotera llevaba un apellido que
poda suscitar el inters y las habladuras de los valencianos de
mediados del siglo XV.7
Los documentos aportados aqu resultan particularmente interesantes en este
aspecto. Como se ha visto, hubo una persona con la que Joan Martorell tuvo una relacin prolongada y conflictiva en el condado: el otro procurador, el jurista misser Gabriel de Riusech.8 Que, adems de ser un Riusech, era misser, como aquel Albert, y
cuyo nombre de pila estaba ms prximo, fonticamente, al de ste que Ramon, Vidal
o Pere. Era doctor en leyes, un experto en derecho que necesitaban tener a su servicio los seores para la administracin de la justicia en el condado y afrontar los conflictos, frecuentes, con la jurisdiccin. De talante bien distinto al de Martorell.
Recurdese que fue Riusech el que en 1462 claudic ante las presiones del gobierno
de la capital y acept el golpe de mano que supuso la desposesin de facto del seoro, el fin del poder de Martorell y, posiblemente, la ruptura total con ste. El ao anterior tambin haba acabado cediendo a las presiones del batle Mercader y acept ser
lugarteniente suyo en el condado de Dnia, en contra del criterio de Martorell, con el
que mantuvo por ello fuertes discusiones.
Existe al respecto un documento revelador, indicativo de la verdadera identidad del procurador del condado de Dnia. Publicado por Villalmanzo, est fechado el

74

RIQUER, Tirant lo Blanch, novela de historia y de ficcin, p. 13; y Caballeros andantes espaoles, pp. 3536.
Tal vez hermano y heredero del mercader y tesorero real Vidal de Riusec, Gabriel actu como procurador de don Pedro de Aragn en 1436 y en 1461 del conde de Castro (GRAULLERA SANZ, Derecho
y juristas valencianos en el siglo XV, pp. 264-265). Su presencia en Dnia vena de atrs. CHABS cita
una disposicin de Gutierre de Sandoval, entonces procurador general del conde de Castro, fechada
en Dnia el 1 de octubre de 1443, por la que destituy al honorable micero Gabriel de Riusech como
regente suyo, a peticin de los oficiales de la villa, descontentos con l (Historia de la ciudad de Denia,
II, p. 59).

8 de noviembre de 1462, es decir, unos das despus de que la capital del reino privara de hecho a Martorell de su autoridad y pocas semanas antes de que Riusech firmara la concrdia que se tradujo en la prdida del seoro por sus titulares durante
aos. El documento da fe de un acto inamistoso, seguramente fruto de sucesivos desencuentros personales: la presentacin de una demanda ante el gobernador del reino
por el procurador de micer Gabriel de Riusech, doctor en leys, que reclamaba una
cuantiosa deuda por impago de las rentas de un violario de 300 sueldos anuales, cargado en el ao 1432 por Francesc Martorell y que implicaba a sus hijos. El requerimiento, enviado a Galceran, afectaba a quienes aparecan en el documento de 1432
todava no era caballero Joan Martorell como responsables: als amats mossn Francesch Martorell, cavaller, senyor que.ns diu de la Vall de Xal e na Damiata, sa muller; mossn Galceran Martorell, cavaller; en Johan Martorell, e a cascun dells o a llur
legtim procurador.9
Riusech, cuando su colega en las tareas de la procuracin de Dnia se encontraba en una situacin especialmente delicada, reclama una vieja deuda familiar a la
que tendra que hacer frente en parte. Todo apunta a una venganza personal del abogado contra el caballero con el que haba tenido discusiones y desacuerdos, y que tanta
antipata mostraba hacia las gentes de su oficio: dones e juristes [...] en la ploma i en
la llengua tenen tota llur defensi.10 Pero el dato tiene para nuestra hiptesis especial inters por cuanto seala tres dimensiones diferentes de una sola persona: el Martorell novelista que incluye irnicamente a misser Albert de Riusec entre los caballeros
de la orden de la Garrotera, era el Martorell procurador general de Dnia, mulo de
misser Gabriel de Riusech, y el mismo Martorell, miembro de una familia valenciana
cargada de deudas, llevado por aqul a los tribunales cuando la suerte le era ms adversa.
Armas y letras.
Que el procurador fue hombre de confianza de los Sandoval es obvio. Lo demuestra su nombramiento para representarlos en el condado de Denia, una porcin
del seoro en el que los Martorell haban hecho fortuna como servidores del duque
de Gandia.11 Se desconoce el momento en que comenz la relacin con el conde de
Castro y sus hijos, pero hubo de ser bastante anterior a 1459. Fiel a los Trastmara

9
10
11

VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, doc. 896 (pp. 549-550).
RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, pp. 25 y 77-78.
Vid. PONS ALS, Los Trastmara y la nueva nobleza valenciana, pp. 243, 251 y 254.
75

por tradicin familiar, las necesidades econmicas de un Martorell arruinado debieron


propiciar su aproximacin al magnate castellano afecto a Juan de Navarra. Su presencia en Dnia seis aos despus de la muerte de don Diego se nos muestra como consecuencia del vinculo con el linaje y de la necesidad de tener en el condado un
representante que velara por los intereses y derechos seoriales.12 Una relacin entre
personas del estamento militar, aunque de muy desigual nivel: el caballero, miembro
de la pequea nobleza urbana, era servidor de uno de los ms grandes ttulos de Castilla y del reino de Valencia.
Ahora bien, debi de haber vnculos de otra naturaleza. Es conocida desde antiguo la aficin por las letras de Diego Gmez de Sandoval, distinguido tambin como
poeta, en palabras de Amador de los Ros, que lo calific de esmerado trovador cortesano en un temprano esbozo biogrfico ampliamente utilizado por los estudiosos,
donde lo presenta asimismo como valedor de acreditados cultivadores de la poesa
ante los Trastmara aragoneses.13 El excesivo entusiasmo del historiador de la literatura pudo influir en Benedetto Croce, que incluy al conde de Castro entre aquellos
poetas o grandes seores que manejaban lo mismo la pluma que la espada y brillaron en la corte de Alfonso el Magnnimo,14 o en Ametller, que escribi en su semblanza del noble: tambin cultivaba con gran xito la poesa castellana, como lo
prueban muchas composiciones que nos ha legado, y ms especialmente las de carcter amatorio.15 Fue, en efecto, autor de algunas, de las que han llegado hasta nosotros
en pginas de cancioneros no ms de cuatro. En cuanto a la calidad, puede que sea
ms exacta la valoracin de Aubrun cuando lo califica de grand seigneur et pote mdiocre.16

12
13

14
15
16

76

CHABS LLORENS, Historia de la ciudad de Denia, II, p. 59.


Vid. AMADOR DE LOS ROS, Historia crtica de la literatura espaola, VI, pp. 143, 251-252 y 432433.
Espaa en la vida italiana del Renacimiento, p. 86.
AMETLLER Y VINYAS, Alfonso V de Aragn en Italia y la crisis religiosa del siglo XV, III, pp. 444.
A propsito del poema Si pensays que soy mudable escribi: Parangon du chevalier, selon Alfonso
de Cartagena, Diego Gmez de Sandoval se fait aussi bien dans la composition recueillie par notre
chansonnier, le modle des fidles amants: il fait le serment sa dame de ne parler nulle autre qu
elle (AUBRUN, Le Chansonnier espagnol dHerberay des Essarts, pp. XCVI y 175). Lo publica DUTTON (0636) junto con otros dos tambin suyos: O qu fuerte despedida (0439) y Asesar en nora
mala (2278). Vid. El cancionero del siglo XV, I, p. 343. Puede tener inters la consulta tanto de AMETLLER Y VINYAS (Alfonso V de Aragn en Italia y la crisis religiosa del siglo XV, III, pp. 443-445) como
de GARCA RMILA (Estudio histrico-crtico..., XXXIII, pp. 146-147). Nada tiene que ver con el
conde de Castro la Pregunta de don Diego de Castre al Principe don Karles quando el Senyor Rey su padre

Al igual que su hijo Fernando de Rojas, fue zaherido en los versos satricos de
las Coplas de la Panadera, aunque no por su faceta literaria, sino como militar.17 Y es
que, por encima de todo, fue un soldado. En el clebre perfil biogrfico trazado por
Prez de Guzmn, ste lo consideraba cuerdo e muy esforado, cavallero de sana
condiin e sin ufana, y le atribuye un desinters por los asuntos econmicos en
su casa e fazienda nigligente e de poca aministrain que contrasta con su aficin a
cosas propias del mundo de los bellatores: plazanle armas e cavallos.18 Lo cual explica que hiciera a Alonso de Cartagena antes de 1445 un encargo del que ste nos informa. El conde dispona en su biblioteca escribe de tres maneras de libros de su
temtica preferida: una primera la formaban los de doctrinas militares, de los que
tena algunos; una segunda eran las cornicas, de las que haba grand copia; el
tercer conjunto, de las leyes, e sealadamente de las de Espaa, aquellas que pertenesce saber a los fijosdalgo e cavalleros, era el menos nutrido,
E como sean mezcladas entre otras muchas que disponen de
otros fechos que non son necesarios de saber a los militares varones, mandstesme muy afincadamente que escogiese dellas
aquellas que ataen a la cavallera, por que apartadas de las otras
las pudisedes ver por vos mismo cuando compliese, lo cual demuestra bien la animosidad de vuestro coran e la recta viril intencin que tenedes de exercer los actos a vuestra profesin
pertenescientes, por querer aver avisamiento de las leyes para seguir e mandar seguir a los vuestros las cosas que por ellas son loadas y esquivar las vituperadas.

17

18

lo truxo presonero de la ciudat de Lerida (3624; id., ibid. I, p. 22), un error que tiene su origen en la resea biogrfica de AUBRUN sobre Diego Gmez de Sandoval, comte de Castro (op. cit., pp. XCIVXCV), que nunca fue ni se llam Diego de Castro. La realidad histrica contradice, adems, la
existencia de una amable correspondencia potica entre quienes, precisamente por esos das, eran
enemigos encarnizados. Sorprende por ello que Sadurn MART haya podido escribir: resseguint la
biografia de Sandoval, aquesta hiptesi es confirma plenament (El canoner del marqus de Barber, pp. 463-502). De ser as, se dara la paradoja de que una de las personas ms odiadas por los
partidarios del prncipe de Viana era al mismo tiempo poeta de su crculo.
En los vv. 78-85, el autor se burla de la cobarda del hijo en la batalla de Olmedo (temblando como
las fojas, / va don Fernando de Roxas, / no manco de la cadera) y ridiculiza al padre (vv. 357-364)
por lanzarse al combate con una hueste tan nutrida como incapaz: Con ardideza muy fiera, / segn
que fallo por rastro, / se lan el conde de Castro / en la suerte quel cupiera / ardiendo como foguera
/ con cuatroientos rocines, / mas ellos fueron tan ruines / que ninguno le acorriera (Poesa crtica
y satrica del siglo XV, pp. 134 y 145).
PREZ DE GUZMN, Generaciones y semblanzas, p. 138.
77

Diego Gmez de Sandoval inst a Cartagena historiadores de la literatura y bigrafos de ambos lo han indicado repetidamente a escribir el Doctrinal de los cavalleros,
segn dice en el prlogo, que comienza as:
Los famosos cavalleros, muy noble seor conde, que en los
tiempos antiguos por diversas regiones del mundo florecieron,
entre los grandes cuidados e ocupaciones arduas que tenan para
gobernar repblica e la defender e amparar de sus adversarios,
acostumbraban interponer algn trabaio de ciencia por que ms
onestamente supiesen regir a s e a aquellos cuyo regimiento les
perteneca ans en fechos de paz como de guerra, entendiendo
que las fueras del cuerpo non pueden exercer acto loado de fortaleza si non son guiados por coran sabidor. Ca el esfuero discreto e la esforada discrecin son de loar en los cavalleros e non
el presuntuoso atrevimiento nin la atrevida presuncin.19
Este inters por la caballera contribuye a hacer ms verosmil la identificacin de Joan
Martorell, procurador del conde de Dnia, con el autor de Tirant lo Blanch. Su proximidad a la casa condal se debera no slo a la comn devocin por el monarca, sino a
aficiones compartidas.
El Doctrinal, cdigo de la caballera y manual de conducta caballeresca, es
una compilacin de disposiciones legales castellanas referidas al mundo de los caballeros, segn indica el autor, dirigindose al conde de Castro:
Estas leyes, muy virtuoso cavallero, copil as por vuestro mandado, apartando de sus originales aquellas que a la cavalleria o a
actos de cavalleros e fijosdalgo parescan fazer [...] Y yo non fize
leys, mas copil aquellas fechas que a este vuestro propsito me
parecieron fazer.
En su mayor parte procedan del cdigo alfonsino, del que hace un comentario elogioso:
las leys que de las Partidas tom fallaris compuestas en ms
dulce estilo e con ms cientficas conclusioes, y esto sin dubda
sera porque fueron ordenadas por varones sabios y elocuentes,
ca el fazer de las leyes ingenio excelente quiere.20

19
20

78

CARTAGENA, Doctrinal de los cavalleros, pp. 14-15.


CARTAGENA, Doctrinal de los cavalleros, p. 303; y estudio introductorio de VIA LISTE, pp. L-LI.

No es extrao, por tanto, encontrar en la obra de Cartagena textos procedentes de las partidas como ste:
E por estas razones razones escogieron antiguamente para fazer
cavalleros de los leadores del monte, que son omnes que sufren
grand lazeria, e carpenteros e ferreros e pedreros, porque usan
mucho a ferir e son fuertes de manos; e otros de los carniceros,
por razn que son crudos en matar las cosas brutas y esparzen
la sangre dellas. E aun catavan otras cosas en escogiendo los que
fuesen bien facionados de miembros para ser rezios, fuertes e ligeros. Y esta manera de escoger usaron los antiguos muy grand
tiempo,21
casi idntico al de la Partida Segunda que, segn Hauf, pudo haber inspirado a Martorell cuando escribi el discurso del emperador sobre la educacin que en la terra
de Enedast se daba al nio que naca varn (cap. CCXXXIX):
posen-lo ab un ferrer perqu los braos li tornen asits e forts e
spien colpejar en les armes com mester ho han. Aprs los fan
amostrar de luytar e de tirar lana e tota cosa que bona sia per a
les armes. E lo derrer ofici quels mostren s carnicers, perqu
savehen a esquarterar la carn e no hajen temor de menejar la
sanch. E ab tal ofici tornen cruels e, com sn en les armes e
poden pendre los crestians, quels squarteren e nols tinguen neguna pietat de la carn ni de la sanch.22
Queda abierta la posibilidad de que Martorell conociera las leyes alfonsinas por el libro
compilatorio encargado por el conde, que se supone presente en su biblioteca, donde
sobreabunda un vocablo castellano que ha de resultar familiar al lector del Tirant: cabdillo. Sobre todo en el ttulo sptimo dedicado a la guerra que se faze por tierra,
cuyo contenido Cartagena adelantaba as:
E mostraremos [...] cules deven ser los que fueren escogidos
para ser cabdillos de la guerra, e qu es lo que deven guardar e
fazer, e cmo se deven acabdillar todos los otros del pueblo por
ellos, e qu pro nasce del cabdillamiento [...] e otros de cmo
deven ser aparcebidos los cabdillos en acabdillar la huestes
cuando van de un logar a otro...
21
22

CARTAGENA, Doctrinal de los cavalleros, p. 22.


Vid. HAUF, pp. 928-929 de su edicin de Tirant lo Blanch, donde reproduce el texto alfonsino. En el
Doctrinal (p. 31) se localiza algn otro texto de las Partidas (II, XXI, Ley 12) que el autor citado considera posible fuente de Martorell (p. 242).

79

El captulo, tras referirse hasta la saciedad a stos, termina:


deven seer muy sabidores los cabdillos en mandar fazer todas
aquestas cosas sobredichas e las otras que entendieren convenir
al fecho que quisieren fazer. E los que se ovieren por ellos de
acabdillar dvendes ser muy mandados. E los que as non lo fizieren, tan bien los cabdillos como los otros, deven aver la pena
que sobredicha es en estas otras leyes. 23
Puede estar en tan fatigosa lectura el origen del irnico nombre del Cabdillo sobre los
cabdillos, extraamente escrito en castellano y con la misma grafa?24
Smbolos, onomstica y alusiones crpticas.
Los Sandoval hacan remontar sus orgenes, como las grandes familias de Castilla, a poca visigoda. Una leyenda explicaba la presencia de la viga negra atravesada
de su escudo por el acto heroico de un antepasado, Sando Cuervo, que habra motivado un cambio de la primitiva divisa familiar, un cuervo coronado en campo de oro,
por aquella otra.25 Es inevitable recordar un clebre pasaje de Tirant lo Blanch:
E laltra bandera fu fer tota vermella e fu-hi pintar un corp, ab
letres latines entorn de la bandera que dehien: Avis mea, sequere
me, quia de carne mea vel aliena saciabo te.26
Estudiosos de la obra han relacionado el motivo del cuervo con el escudo de armas de
Janos Hunyadi, el popular comte Blanch posible inspirador del nombre y de otros detalles del protagonista, y origen asimismo del apelativo Corvinus por el que Matas,

23
24

25

26

80

CARTAGENA, Doctrinal de los cavalleros, pp. 57 y 81.


No slo era de uso comn el cat. cabdell, sino el verbo cabdellar: ...a gran colpa sua, Du sab, o
ms, de sos collateralls, quil capdellen, que lo dit senyor noy mer mal... (id., LM 16, fol. 95 r. y v.;
1423, enero, 17); ... fon delliberat que fos dit al governador e visrey quin sentiment havia de les viles
e com se entenien a capdellar e haver-se vers ell e en sa ob[ed]incia... (AMV, MC 24, f. 283v; 1410,
septiembre, 10).
As se explicaba el apellido Sandoval, antes Salvador: en tiempos de Pelayo, los cristianos refugiados
en las montaas asturianas habran sido destruidos en una angostura por los musulmanes, a no ser
porque un valiente Sando Cuervo, atravesando un grueso madero en el angosto paso, y parapetado l
solo detrs de aqul, los detuvo, si bien a costa de su vida. Ante su cadver, un Pelayo lloroso dijo:
Oh Sando Cuervo, hoy fuisteis Sando Vale, pues gracias a tu brazo poderoso has sido Salvador, y en
adelante, tal debe ser tu nombre y el de tus descendientes! (GARCA RMILA, Estudio histricocrtico..., XXXII, pp. 402-403.
MARTORELL, Tirant lo Blanch, cap. CXXV (p. 515 en la edicin de HAUF, que dedica una extensa
nota al tema del cuervo y de la divisa en la p. 519).

hijo de aqul, pas a la historia.27 No es descartable, sin embargo, dada la proximidad


del autor a los Sandoval, que tuviera presente el mito familiar sobre el cambio de divisa.
Como ha observado el profesor Hauf, en la frase latina de la bandera del cuervo
Avis mea, sequere me, quia de CARne MEa vel alieNA SacIabo te emerge el nombre de Carmesina de la conjunci de sllabes i lletres. No es la nica vez que Martorell juega con alusiones en clave. Antes escribe que Tirant haba ordenado
confeccionar otra ensea en la que fu pintar, sobre camper vert, cadenats de or con
una leyenda:
La lletra que st primera
en lo nom desta pintura
s la clau ab qu ventura
tancada t la darrera.
Los versos unan en clave simblica la C de Carmesina, primera letra de Cadenat, con
la T que da comienzo al nombre de Tirant y que a su vez lo cierra (tancada t la darrera).28 El autor haca, pues, uso de artificios literarios bien conocidos, nada extraos en la poca. Uno de ellos consista en insinuar nombres por la letra inicial Tirant
o enmascararlos Carmesina mediante la diseminacin o alteracin de las slabas o
letras, generalmente las primeras o ltimas de cada palabra.29
Ahora bien, en ese mismo texto, escrito con una intencin crptica de la que
el propio autor advierte a los lectores, se ocultaban mensajes ms velados an, en los
que afloran aspectos de una realidad que hasta ahora desconocamos la relacin de
Martorell con la familia del conde de Dnia, confundidos con la fantasa literaria. En
la frase latina, leda de izquierda a derecha, aparecen diseminados los elementos fnicos del nombre castellano Cuervo, el ave que habra sido la divisa familiar de los San-

27

28
29

RIQUER, Joanot Martorell i el Tirant lo Blanch, pp. 73-74. Smbolo premonitorio para otros, como
J. M. BARBER: cet oiseau est porteur de mauvais prsages et annonce la maladie et la mort (Lanamorphose de la mort dans Tirant lo Blanc, p. 276).
En la nota nm. 16 de la p. 519 de su edicin.
A comienzos del siglo XVI, el autor de la Cuestion de amor, advierte que por respeto ha cambiado en
la obra los nombres de caballeros, damas, ttulos, ciudades, tierras, prelados y seores, si bien proporciona esta informacin al curioso lector que desee saber la verdad: las primeras letras de los nombres fengidos son las primeras de los verdaderos de todos aquellos cavalleros y damas que
representan, y por las colores y por los colores de los atavos que all se nombran y por las primeras
letras de las invenciones, se puede tambin conocer quin son los servidores y las damas a quien sirven (p. 132). Vid. el apartado dedicado a la identificacin de los personajes en el estudio introductorio que hace F. Vigier en su edicin de este roman a cls (pp. 99-106).
81

doval hasta la accin heroica de aquel fabuloso Sando Cuervo. El paragrama se hace
evidente mediante la unin de las slaba central y final de las palabras seQUERe y
saciaBO. Lo cual permite esta lectura en clave:
AVIS MEA QUERBO
Para sorpresa del lector del siglo XXI, se descifra otro animal herldico y simblico, el nade, alusivo al linaje Avellaneda (ave lneda), el de la primera esposa
del conde de Castro, cuyo apellido completo surge de la lectura inversa de las palabras
quiA De carNE meA VEL alienA. Es evidente la intencin, as como el paralelismo
simblico entre las dos aves, que encierra una declaracin amorosa si se procede a la
lectura inversa de las ltimas slabas de cada una de las palabras del texto: aVIS meA
seqUERE ME quiA De carNE meA VEL alieNA saciaBO TE. El resultado es:
TE BONAVELANEDA ME UERE AVIS
Un segundo mensaje crptico que, relacionado con el anterior, remite al matrimonio
de Diego Gmez de Sandoval (querbo) y Beatriz de Avellaneda (lneda).
Ambas lecturas, primero en un sentido y luego en otro la TE final cierra una
frase al tiempo que abre otra cuya clave est en el final de cada palabra (tancada t la
darrera) parecen contener una aseveracin (el cuervo es el ave propia: avis mea
querbo), y la expresin de un sentimiento (te, bona ave laneda, me vere avis) que
evoca los pasos de armas caballerescos: por t, buen nade, ave ma en la primavera
de la vida. Un recuerdo aorante de la condesa, de cuya muerte en aquel terrible y oscuro episodio habra odo hablar Joanot. Verdad o calumnia que afectaba tanto a quien
supuestamente orden el asesinato como a la vctima, acusada de infidelidad, el crptico mensaje parece sugerir lo segundo. En cualquier caso, estamos ante un homenaje
literario a los progenitores de Fernando de Rojas y Diego de Sandoval, los valedores y
amigos del autor, que las dos banderas de Tirant, la dels cadenats e la dels corps
(cap. CXXXII), exhiben y ocultan al mismo tiempo.
En una obra con referencias crpticas de este tipo era de esperar que apareciese
la noble familia a la que sirvi Martorell. En principio, nada se advierte entre los muchos nombres de linajes, reales y ficticios, de la novela. No obstante, llama la atencin la reiterada alusin exaltadora de la estirpe de Roca Salada, la del protagonista.
No menos llamativo es el hecho de que slo en dos ocasiones, casi al final, se le aplique directamente como apellido: Tirant lo Blanch de Roca Salada.30 La primera vez

30

82

MARTORELL, Tirant lo Blanch, caps. CCCCLIII y CCCCLV, pp. 1453 y 1457. La tercera aparicin del
linaje como apellido es en el testamento, al nombrar heredero universal a su criat e nebot Yplit de
Roca Salada (cap. CCCCLXIX, p. 1488).

que se encuentra captulo CCXXII, no para referirse a l, sino a un personaje de su


parentela, va precedida de un calificativo elogioso: lo illustre prncep duch de Macednia, del gran linatge de Roca Salada. All mismo se explica por qu se nomenaven ells de Roca Salada, remitindose a los remotos tiempos de la conquista de
Bretaa, cuando el que sera primer duque y su hermano
prengueren hun fort castell, lo qual stava sobre una gran roqua
qui era tota de bona sal e lo castell fon edificat sobre aquesta
roqua. E per o com fon lo primer castell que ells per fora darmes prengueren ab gran treball e perdiment de molta sanch, deixaren lo nom propi dells e prengueren lo nom de la conquesta.
Hay dos alusiones ms en el captulo, una a lo castell de Roca Salada y otra a tots
los del linatge de Roca Salada.31
En los dos siguientes, el emperador afirma que le resultara odis lo nom daltri qui parenta mia haja daver sin del linatge de Roca Salada, y el duque de Macednia invita a comer a tots los de sa parentela, o s, als de Roca Salada. Ms
adelante reaparece, siempre en trminos similares: s caygut lo linatge de Roca Salada
e la casa de Bretanya; tu, Yplit, qui est del nostre linatge de la casa de Roca Salada
e del parentat de Bretanya; ha volgut posar en perill de apaguar la llum del linatge
de Rocha Salada; Hon s la flor del nostre parentat de la casa de Bretanya e de Roca
Salada?; O linatge de Roqua Salada, lo ms digne de bondat e virtut que en lo mn sia!
[...] O cavallers del parentat del bon duch de Bretanya, tots del noble linatge de Roqua
Salada!; E no est tu aquel prncep del linatge de Roqua Salada que entrist en batalla...?; ... e valentssim cavaller e a mi molt afix en afinitat e grau de parentela, del
linatge de Roca Salada e de la casa de Bretanya; Far afixa la tua sanch a la de Roca
Salada; fars parenta afixa a la casa de Bretanya, mesclant la mia sanch ab la de Roca
Salada; ...en la sglsia de Nostra Senyora, hon jahen tots los del meu parentat de
Roca Salada.32 Incluso cuando Tirant se refiere a s mismo remite con orgullo al nombre de la estirpe: ...com yo sia Tirant lo Blanch, del linatge de Bretanya e de aquella
singular conquesta de Roqua Salada; yo Tirant lo Blanch, del linatge de Roqua Salada, no mercader mas cavaller; yo, Tirant lo Blanch, del linatge de Roca Salada e de
la casa de Bretanya.33

31
32

33

Id., ibid., cap. CXXII, pp. 868 y 870.


Id., ibid., caps. CXXIII, CXXIIII, CCXXXVI, CCXXXVIII, CCXXXIX,CCXCI, CCCLV, CCCLVII,
CCCLXXVI, CCCLXXX, CCCLXXXI y CCCCLXIX, pp. 868, 870, 874, 919, 925, 926, 1072, 1253,
1258, 1297, 1306, 1308 y 1488.
Id., ibid., caps. CCXCIX, CCCLIIII y CCCCLXIX, pp. 1094, 1248 y 1488.

83

Se esconda algo en la glorificacin sistemtica de este nombre ficticio? Es posible. Analizndolo, puede advertirse la coincidencia de la primera slaba de cada una
de las dos palabras que lo componen, roca salada, con la slaba inicial de cada uno de
los dos apellidos de la estirpe, ROjas SAndoval, el primero de los cuales ostent siempre Fernando, el primognito. Martorell, nuevamente por medio de las primeras letras
de las palabras, juega con el nombre de ambos linajes: el del hroe novelesco y el de
la casa nobiliaria de la que fue procurador en la vida real. Se podra considerar esto,
razonablemente, una simple coincidencia; pero se hace algo ms difcil atribuirlo al
azar si se constata que las primeras letras de Castro, el ttulo de mayor rango, enlazan
los dos citadas estirpes: RoCA Salada. Y ms an si se tiene en cuenta que la primera
slaba del nombre de la aristocrtica familia valenciana de origen aragons con que emparent el conde al casarse con Isabel Ladrn, coincide con la segunda de SaLADa.
Vocal esta ltima, la final de SaladA, que es inicial de Avellaneda, apellido de la primera esposa y madre de sus hijos. Todo ello precedido por la preposicin de, primera
slaba del otro ttulo condal: DEnia. Habr, pues, que considerar seriamente si haba
una intencin crptica, si estamos ante una velada dedicatoria o un homenaje literario de Martorell al linaje DE(nia) RO(jas)CA(stro)SA(ndoval)LAD(rn)A(vellaneda),
o ante una cadena de coincidencias.
Martorell cre un linaje ficticio que esconda en cada una de sus seis slabas
todos y cada uno de los seis elementos identificativos de la persona de don Diego: los
dos apellidos de su familia, los dos de sus esposas y los dos ttulos nobiliarios que ostent. Con este alarde de ingenio, que supera en complejidad el acrstico, el anagrama
o el nombre cifrado mediante la simple unin de primeras slabas,34 procedimientos
habituales en la literatura de la poca, el caballero valenciano mostraba su admiracin
por aquel hombre singular que compuso versos de amor y fue acusado de ordenar el
asesinato de su mujer, aficionado como l a las armas, a los caballos y a los libros
sobre caballera. El conde de Castro pudo ser parte de ese secreto biogrfico que Rubi
intuy en las pginas del Tirant. El linaje del hroe se nos muestra como una clave ms
de la obra y, sobre todo, como un testimonio de la devocin del autor por el miles, el
guerrero que luch audaz y valientemente a lo largo de su vida en tantos escenarios
blicos frente a muy diversos enemigos: contra los musulmanes en Antequera, contra

34

84

Lo hizo Eiximenis al esconder el nombre de DOmnec MASc en el personaje de Domas, segn la


interpretacin de WITTLIN (Eiximenis i la destituci dels reis Pirro, Trocus de Prsia, Torpeius,
Salopi i Lle: crtiques encobertes del rei Pere en el Dotz, p. 516).

los urgelistas en el Codolar y en sitio de Balaguer, contra los genoveses en la batalla


naval de Ponza, contra don lvaro de Luna en la de Olmedo...35
La pudo sentir tambin por otros miembros de la familia, como Juana Manrique, la singular esposa de Fernando de Rojas, hermana de Gmez Manrique y ta del
mucho ms clebre Jorge Manrique, cuyo nombre y apellido creemos advertir en el de
la princesa Ricomana, aquella mujer de inextimable bellea [...], donzella molt sabuda
e de moltes virtuts complida (cap. C). Un doble anagrama permite leer, hacindolo
en ambos sentidos sucesivamente, Ioana Manric: rIcOmANA RICoMANa. Es conocida
la energa de esta notable seora, de sangre real, a la que su hermano dedic dos poemas y una epstola consolatoria compuesta hacia 1457:36
magnfica, noble, gentil doa Juana,
en amor sin duda ms madre que ermana,
condesa de Castro, de Denia, dAyora
Encargada de secretas y delicadas misiones diplomticas, de su aficin por las historias y hechos de personajes antiguos y modernos da cuenta esta frase de la misiva literaria que le dirigi Gmez Manrique, alusiva a la guerra de Troya, reveladora
asimismo de la realizacin en su casa de conversaciones literarias:
De vna e otra parte fallei gran suma de gentes e de notables
caballeros; la enojosa e grosera porfa de algunos de los quales no
creo que en la sala de vuestro palaio algunas vezes no se aya debatido. 37

35

36

37

Esta experiencia militar podra haberla escuchado Martorell de l mismo. Recurdese que de Joanot
no sabem que particips en cap campanya guerrera (aix no ens consta documentalment, per determinats detalls del Tirant fan pensar el contrari) (RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 93).
CTEDRA, Prospeccin sobre el gnero consolatorio en el siglo XV, p. 8; PONTN, Correspondencias. Los orgenes del arte epistolar en Espaa, pp. 95-97; y DEYERMOND, Las mujeres y Gmez
Manrique, p. 248.
Gmez MANRIQUE, Cancionero, CXXXIII, pp. 411-448 (las citas, en pp. 423, 429-430 y 445).
85

VI
SOBRE EL INFANTE DE PORTUGAL

Martorell no fue un enemigo de Juan II sino, por el contrario, persona afecta,


al servicio de una familia de la nobleza castellana del crculo ms prximo al rey,
odiada por ello en la Catalua rebelde. Su alineamiento poltico explica aquel discurso
condenatorio del captulo XXVII de Tirant lo Blanch: la major infmia quel cavaller
pot haver en aquest mn s s com ve contra son senyor natural. No se concibe que
un juicio as fuese escrito por un partidario de los reyes intrusos durante la rebelin
del Principado, y ms an si se tiene en cuenta que desde los comienzos el bando juanista utiliz en su guerra ideolgica paralela la acusacin de infidelidad al rey y seor
natural:
No seras may pus eleta
ni scrita per leal,
que al senyor natural
la feeltat has contreta.1
Las palabras del comte hermit de la novela coinciden en su esencia con los argumentos y tpicos de la propaganda realista desplegada contra los insurrectos.2 Puede
discutirse si hubo o no intencionalidad en ellas, pero en modo alguno son una paradoja, sino la coherente expresin de un autor que proyectaba en la obra convicciones
y sentimientos.
Si esto es as, es preciso revisar la interpretacin dada por Riquer a las palabras rey spectant de la dedicatoria, pues no es posible que un defensor de la causa
realista, para quien Pedro el Condestable era usurpador del trono y Juan II el rey le-

Versos 57-60 del Sirventesi contro Barcellona (Pus que tothom se naparta), escrito en els darrers
mesos del 1462 o primers del 1463 (NICOLAU DOLWER, Poesies reialistes del temps de Joan
II, p. 325).
87

gtimo, considerara al infante luso Fernando heredero de la Corona de Aragn como


primo de aqul.3 Adems, la documentacin que hoy conocemos obliga a descartar esa
posibilidad. La presencia en Catalua del prncipe, cuya finalidad ignoramos (quiz
una gestin diplomtica), se documenta entre agosto de 1464 y marzo de 1465.4 La hiptesis de Riquer tena sentido cuando se crea que Martorell haba vivido hasta 1468
y que la obra se haba terminado hacia 1465, pero no hoy, cuando se sabe que el manuscrito del Tirant ya estaba en Valencia en manos de Mart de Galba en 1464, y que
a principios de este ao, como el citado autor admite, la obra estaba concluda.5 Desde
un punto de vista cronolgico, pues, si no imposible, es muy improbable que la dedicatoria obedeciera a afinidades polticas en relacin con la Catalua del Condestable.
El sistema sucesorio de las monarquas hace de cualquier infante un rey en potencia, incluso cuando existe heredero en su reino. Conviene recordar al respecto que
Fernando no fue rey de Portugal, pero s su hijo, Manuel el Afortunado, que lleg al
trono en 1495. Con esa formulacin genrica, imprecisa, no poda ser demasiado extrao calificar de rey spectant a un infante, sobre todo en el caso de un nieto de Fernando I el de Antequera, el padre de la dinasta de los Trastmara aragoneses, de quien
se celebraba el hecho de que cuatro de sus hijos hubieran sido reyes y ocupado el trono
en todos los reinos hispnicos:
Dex fijos a don Alfonso, el mayor, que rreyn luego en Aragn,
y a don Juan, que fu despus rrey de Nauarra, y al ynfante don
Enrrique, maestre de Santiago, y al ynfante don Sancho, maestre
de Alcntara: ste muri poco antes que su padre. E dex fijas a
doa Mara, que cas con el rrey don Johan y fu rreyna de Cas-

4
5

88

Alonso de Jan, propagandista de Fernando el Catlico, los recogera en su Espejo del mundo, donde
aparece la misma acusacin contra los catalanes: en otros tiempos solan ser exemplares de fidelidad,
[...] agora en los tiempos presentes, fallndoles todas las cosas susodichas, rebellndose contra su rey
e senyor natural, an procurado e son estado causa de la destruccin, perdicin e desolucin de su propia tierra e principado de Cathalunya (DURAN y REQUESENS, Profecia i poder al Renaixement, p.
154). En el Canoner dels Masdovelles, que ens mostra la reacci, sovint interessada, dun partidari
de Joan II, davant dels principals fets que sesdevingueren en aquella poca, se esgrimen los mismos
argumentos: Quanta viltat, dels qui an presa lana / Ves lo rey lur, e dels seguins lanpresa, / [...]
Traydorament obrant com gent inicha! (p. 237).
Vid. Don Ferrando de Portugal, rei expectant, en Aproximaci al Tirant lo Blanch, excurso V, pp.
279-284.
RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 282.
Vid. su prlogo a VILLALMANZO y CHINER, La pluma y la espada, p. 10.

tilla, y a doa Leonor, que cas con el rrey Duarte de Portogal y


fu rreyna de Portogal. E asy sus fijos e fijas deste rrey de Aragn
poseyeron todos los quatro rreynos de Espaa.6
La identificacin de Martorell con los Trastmara ha de tenerse en cuenta para
explicar el ditirambo al prncipe lusitano. Tambin otros hechos. La madre de ste,
Leonor de Aragn, viuda del rey Duarte de Portugal, hubo exiliarse en Castilla a finales de 1440, huyendo de su cuado Pedro, duque de Coimbra, que asumi la regencia y la tutela de sus sobrinos. Separada de los hijos, Leonor falleci en Castilla
en 1445 de muerte sbita, lo que dio lugar a rumores de envenenamiento que implicaban a don lvaro de Luna, aliado poltico del regente portugus, tambin salpicado
por los maliciosos comentarios.7
El duque de Coimbra, casado con Isabel, hija de Jaume dUrgell, era el padre
de Pedro, el que con el tiempo sera rey dels catalans.8 En mayo de 1448, tres aos
despus del bito de Leonor, comenz el reinado de su hijo, Alfonso V, que poco ms
tarde expuls del reino al antiguo regente, con cuya hija haba contrado matrimonio.
Las palabras del cronista son bien elocuentes:
el qual estava buelto con su sobrino el rrey de Portugal, e le ava
mandado salir de su rreyno, por muchas siniestras ynformaciones que dl le fueron fechas. E aqueste ynfante don Pedro era
mucho seruidor del Rey de Castilla, e por esto enviaua a don lvaro de Luna para que se consolase e platicase con l cerca de su
reparo.
Tambin da cuenta del apoyo del joven rey portugus a sus tos, Alfonso y Juan, as
como a los nobles expoliados por el rey de Castilla:
E asi mesmo les hera faborable el rrey de Portugal, sobrino, fijo
de su hermana, de los dichos rreyes de Aragn e de Nauarra.
Abunda ms adelante en una de las razones de la enemistad con el duque de Coimbra, instigada por quienes le hablaban mal de su gestin como regente,
En especial que ava echado del rreyno a la rreyna doa Leonor,
su madre, e la feziera yr al rreyno de Castilla, e toviera manera
cmo le diesen con qu muriese la dicha rreyna.9

6
7

BARRIENTOS, Refundicin de la crnica del Halconero, p. 23.


VICENS VIVES, Juan II de Aragn, pp. 112, 130 y 135; y SUREZ FERNNDEZ, Enrique IV de Castilla, pp. 37, 54 y 57-58.
El matrimonio haba sido propiciado por el rey Alfonso, quien, segn ZURITA, se arrepinti de ello
(Anales de la Corona de Aragn, XIV, XXXV; vol. 6, p. 132).
Crnica del Halconero de Juan II, pp. 504, 506, 520-530.
89

Zurita resume as lo que sigui: el rey quit el oficio de condestable a don Pedro su
primo, hijo del infante y dio al prncipe don Hernando su hermano; y de la disensin
result una guerra civil muy cruel, como suele ser entre prncipes tan deudos cuando
llegan a contender por las armas. En mayo de 1449, en la batalla campal de Alfarrobeira, donde se enfrentaron dos ejrcitos tan poderosos que concurran en ellos todas
las fuerzas de aquel reino y la nobleza y caballera dl [...], fue la gente del infante
rota y vencida y l herido de una saeta por los pechos que le atraves el corazn.10
Poco antes, en enero del mismo ao, la firma del tratado de alianza luso-navarro-aragons materializaba el giro radical en la poltica portuguesa, que durante la
regencia fue sistemticamente hostil hacia Aragn y de amistad con Castilla. Despus
de su victoria en Alfarrobeira Alfonso V de Portugal realiz una prudente poltica de
no intervencionismo en asuntos castellanos, al tiempo que mantuvo los compromisos
con sus tos. La cordialidad de las relaciones con la Corona de Aragn no se vio alterada cuando en 1453 comenz las negociaciones para el matrimonio de la infanta
Juana de Portugal con el heredero de Castilla, futuro Enrique IV. Tras el enlace, la
buena sintona con Aragn se mantuvo: puso fin a las tensiones entre aquellos dos reinos, pero no fue una alianza contra terceros. De hecho, la boda del rey castellano con
la princesa lusa en 1456 ha sido considerado o coronamento de uma poltica de no
interveno nas questes internas dos outros reinos peninsulares que caracteriz la
diplomacia portuguesa a lo largo de una dcada, hasta 1465.11
No parece verosmil, a juzgar por la desgraciada historia de la familia, que el
condestable de Portugal pensara en su primo como sucesor cuando lleg a Catalua
en 1464. Eran varias las tragedias que los separaban. Y en todas ellas, Juan II estuvo
junto a su hermana Leonor y a sus sobrinos,12 el rey Alfonso y el infante Fernando,
que tuvieron buena relacin con l, antes y despus de su llegada al trono.13 Incluso
10
11

12

13

90

ZURITA, Anales de la Corona de Aragn, XV, LVI (vol. 6, pp. 416-417).


FONSECA, O Condestvel D. Pedro de Portugal, pp. 48-86 y 114. En abril de 1456, el rey lusitano y su
hermano Fernando, con gran squito, celebraron la alianza en un encuentro con Enrique que dur
varios das en el que hubo muy grandes fiestas y los reyes se fablaron con grande amor (Crnica
annima de Enrique IV de Castilla, II, p. 50; y VALERA, Memorial de diversas hazaas, p. 30)
La relacin de afecto entre los hermanos se mantuvo hasta el final. La reina viuda, un ao antes de
morir, asista al acto de tomarse las manos del rey de Navarra con Juana Enrquez. La Crnica del
Halconero de Juan II refleja la continuidad de esta relacin, con dos momentos brillantes en los aos
1428 y 1441 (pp. 18-19, 24-29, 404, 410-419, 431 y 448). Vid. tambin, BARRIENTOS, Refundicin
de la crnica del Halconero, pp. 58-67; y VALERA, Memorial de diversas hazaas, pp. 313-314.
La abundante documentacin generada por un incidente corsario que tuvo lugar en las costas de Berbera en 1462, donde una embarcacin mercantil valenciana fue atacada y robada por un navo del
infante Fernando de Portugal, demuestra que Juan II mantuvo una postura conciliadora pese a la
accin hostil (DAZ BORRS y TRENCHS DENA, El fracaso de la expansin portuguesa en el Mediterrneo a travs de la documentacin valenciana, pp. 411).

si fuera cierta la discutible hiptesis de Fonseca sobre la participacin subrepticia de


Alfonso V de Portugal en la preparacin de la aventura de Pedro el Condestable, es una
evidencia el hecho de que oficialmente se mantuvo al margen y que su apoyo disimulado, en caso de haberse producido, ya haba cesado el mismo mes de enero de 1464.14
As pues, cuando Martorell escriba Tirant lo Blanch entre los aos 1460 y 1463, reinaba la armona entre Juan II y sus sobrinos, y ni siquiera haba hecho acto de presencia en el Principado el Condestable.
No parece posible, pues, que Fernando fuera rey spectant de la Corona de
Aragn. Tampoco de Portugal. La omisin del reino a que correspondera el ttulo tendra sentido en el primer caso un urgelista no poda poner al descubierto sus simpatas polticas, pero no en el segundo. Por qu ocultarlo en el caso de Portugal? Es
preciso mirar en otras direcciones.
Una puede ser el norte de frica, objetivo de la poltica expansionista iniciada
por el rey portugus en 1456, tras su alianza con Castilla, y tres aos despus de la
cada de Constantinopla en poder de los musulmanes. El aumento de los contactos
luso-aragoneses detectado a partir de entonces se ha entendido como la bsqueda de
una cobertura diplomtica y militar para los proyectos antiislmicos de Alfonso V, de
cruzada frustrada contra el Turco y de conquista en el litoral norteafricano y nazar.
Sus expediciones al otro lado del mar en 1457 y 1462, y la dirigida contra Mlaga en
1465, fueron fruto de una poltica que enlazaba con la que dcadas atrs haba permitido la conquista de Ceuta en 1415.15 Pero el momento era bien distinto. La cada
de Constantinopla en 1453 haba causado estupor en todo el mundo cristiano, cuyas
elites se vieron impulsadas en los aos siguientes por un sentimiento cruzado, pre-

14

15

FONSECA, que considera impensvel admitir que D. Pedro actuasse por iniciativa prpria, sostiene
la hiptesis de una maniobra calculada de Alfonso V de Portugal para conseguir en Catalua un
apoyo seguro en relacin con su poltica norteafricana. El propio autor advierte que esto se contradice con el respaldo luso a Juan II frente a los insurrectos, y lo explica con el argumento de que el
Principado habra dejado de tener inters para l porque casi de inmediato, en enero de 1464, Enrique IV de Castilla lhe ofereceu uma posiao estratgica de enorme importncia para a consecuo
da poltica mediterrnico-africana de Portugal. El condestable fue, segn esto, una simple pieza en
el ajedrez poltico de Alfonso, quien habra amaado la versin oficial de que la intervencin en el
Principado se hizo sin su consentimiento, dejndolo abandonado a su suerte cuando la oferta muito
tentadora del rey de Castilla cambi las circunstancias (O Condestvel D. Pedro de Portugal, pp. 130136).
FONSECA, O Condestvel D. Pedro de Portugal, pp. 90, 115-118, 125; y, del mismo, Navegacin y corso
en el Mediterrneo occidental. Los portugueses a mediados del siglo XV, pp. 27-29. Vid. tambin
DUARTE, Regresso a Ceuta, pp. 105-106.
91

sente en la novela de Martorell.16 Alfonso V de Portugal, rey medieval y caballeresco,


siempre atrado por Marruecos y tal vez animado por el papa Calixto III, que le inst
a ser el campen de la Cristiandad,17 reemprendi entonces la empresa poltico-militar que prestigiaba a la monarqua lusa y la presentaba como adalid de la lucha contra
el Islam. Todo ello en una Europa en la que circulaban y proliferaban ms que nunca
textos profticos, viejos y nuevos, algunos de los cuales aseguraban la llegada de un
soberano que conquistara frica y derrotara a los seguidores de Mahoma:
Otros, diremos de los rreyes dEspanna, que ser un rrey que
vencer, el qual avr e quedar con tanta honra, segn que les
otorgado de Dios, que sotjusgar e conquistar los moros e toda
la mayor parte de la tierra de ffrica.18
Est documentada desde 1459 la presencia en el Mediterrneo de embarcaciones del infante Fernando armadas para practicar el corso martimo contra los musulmanes. Fomentada por la monarqua portuguesa, la actividad se consideraba parte de
la lucha antiislmica y una respuesta a lo que desde el otro lado del mar se realizaba.
En mayo de 1463, Alfonso V haca donacin del quinto de lo que apresara Ruy Valente, cavaleiro de nossa casa, quien nos enviou dizer que per o servio del e nosso
armara ora hua sua caravella pera o Estreito pera fazer guerra aos mouros e a nossos
inimigos e a aquellos que aos ditos mouros levam as cosas. En octubre de 1461, a peticin de su sobrino, Juan II de Aragn intervena en favor de una carabela que havia
armada contra moros Lope dAlmeda, consejero de aqul. 19
El infante Fernando de Portugal se identificaba con la empresa de su hermano.
Mart de Riquer, basndose en la crnica de Rui de Pina, documenta su presencia durante la dcada de los cincuenta en las campaas de frica, donde pas de nuevo en

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19

92

HAUF I VALLS, Profetismo, cultura literria i espiritualitat en la Valncia del segle XV: dEiximenis
i sant Vicent Ferrer a Savonarola, passant pel Tirant lo Blanc, pp. 129-132.
MILHOU, Coln y su mentalidad mesinica en el ambiente franciscanista espaol, pp. 343-344.
GUADALAJARA MEDINA, Las profecas del Anticristo en la Edad Media, p. 432. Vid. tambin DURAN
y REQUESENS, Profecia i poder al Renaixement, pp. 33, 44, 65, 251 y 258.
FONSECA, Navegacin y corso en el Mediterrneo occidental. Los portugueses a mediados del siglo XV,
pp. 18-19, 109, 110. En el cap. C de Tirant lo Blanch hay una referencia que interesa recordar: Phelip pres comiat del rey de Portogal, e la nau fu vela e vingu al cap de Sanct Vicent per passar lo estret de Gibaltar. E all trobaren moltes fustes de moros. Com veren la nau, totes les fustes se posaren
en orde per pendre-la e donaren-li un gran combat que dur mig dia, hon hi mor molta gent duna
part e daltra. Com la gent de Tirant agueren refrescat, tornaren altra volta a la batailla, la qual era
molt brava. s veritat que la nau de Tirant era molt major e ms alterosa que neguna dels moros, emper era sola e les altres, entre grans e poques, eren XV e totes fehien armes.

1462.20 En 1460, segn el cronista, Alfonso V expresaba sus deseos de pasar al otro
continente como capitn para hacer guerra a los moros. Era exponerse a un alto riesgo,
lo que explica la oposicin de su hermano. Pero la voluntad del monarca prevaleci y,
pese al peligro que la empresa entraaba, en 1462 se principiou e ordenou a ida dElRei em Africa, sobre o escalamento de Tangere. En la aventura participaron estrechamente unidos Alfonso y Fernando, que embarcaron en Lisboa el 7 de noviembre
de 1463. En el siguiente ao, tras el retorno algo posterior el del rey al del infante
, ste emprendi viaje a la Catalua del Condestable.21
El mismo cronista, al referirse a unas desavenencias de juventud entre los hermanos, afirma que Fernando, estando ya casado y en edad de dieciocho aos, decidi
marcharse a escondidas de Portugal, sin licencia del rey. A Riquer no pasaron inadvertidas las supuestas causas de la fuga, basadas en dos rumores: ou desejando acrecentar seu nome e honrra na guerra dAfryca come outros disseram, ou com desejo de
hir ver El-rey Dom Afonso de Napoles, seu tio, que por non fylho erdeiro legitimo,
tinha esperana que ho dotaria per filho per a sua sobcessam. El autor seala que hizo
lo primero y que no consta lo segundo.22 En cualquier caso, el cronista deja constancia de un deseo de fama y aspiraciones a un ttulo real.
Era nieto del conquistador de Antequera e hijo de Duarte I de Portugal, quien
siendo infante fue armado caballero en Ceuta, inmediatamente despus de su toma en
1415 por un ejrcito comandado por su padre.23 Fernando no poda ser rey spectant
de Portugal, ni de Aragn, ni de ningn otro reino peninsular, pero s de uno norteafricano, fruto de la empresa conquistadora reiniciada y alentada por su hermano, quien
aadi a sus ttulos reales los de seor de Ceuta, de Alcacer y de Ceguer en Africa.24

20
21

22
23
24

RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 261.


Rui de PINA, Chronica de El-Rey D. Affonso V, caps. 148-150 y 152-156 (pp. 25-28 y 33-50). La Crnica annima de Enrique IV de Castilla alude al episodio de 1463, cuando el rey Alfonso V de Portugal passo en Africa con muy grand flota e notable gente por tomar la ibdat de Tanjar, ques en el
mar oeano y conbatio la ibdat con muy grande abdaia e cobrola, aunque con perdida de asaz
gente suya. Poco despus, el rey, que se encontraba en Ceuta, se traslad a Gibraltar para entrevistarse con Enrique IV de Castilla. Concluido el cordial encuentro, volvi a cruzar el estrecho (II, p.
136). Vid. tambin ENRQUEZ DEL CASTILLO, Crnica de Enrique IV, pp. 207-209.
RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, p. 281
DUARTE, Regresso a Ceuta, pp. 99-100 y 126.
DAZ BORRS y TRENCHS DENA publicaron una carta de abril de 1468 de los jurats de Valencia
Al molt excellent e molt virtus senyor lo Rey de Portogal e del Algarve e senyor de Cepta e dAlcaer e Agero en Affrica, en su artculo El fracaso de la expansin portuguesa en el Mediterrneo
a travs de la documentacin valenciana (1450-1500), p. 430.

93

Puede ser significativo el uso del verbo spectar. La princesa Carmesina esperaba la corona imperial: Yo s infanta sperant senyorejar tot lImpei Grech (cap.
CCCCLXXIIII). El infante Fernando es rey spectant. Un matiz interesante. En el primer caso, es una persona la que aguarda el momento de ocupar el trono. El segundo
sugiere la existencia de un reino a la espera, como en la vieja frmula latina empleada
durante siglos en la datacin de documentos Deo regnante, rex expectante o
Christo regnante, rex expectante, reservada a tiempos de interinidad o usurpacin,
cuando el reino, no reconociendo como monarca al que se arroga el ttulo, se considera regido por Dios hasta la llegada del rey legtimo. Al igual que en el ablativo absoluto de la expresin diplomtica, el latinismo spectant podra apuntar no slo a
una aspiracin personal de Fernando a la realeza, sino a la existencia de un reino a l
destinado, an por conquistar y cristianizar, a la espera de que esto se cumpliese.25
El ttulo, ditirmbico, no reflejaba una realidad, sino que manifestaba un deseo
que Martorell pudo conocer cuando entabl con el infante lusitano la relacin de la
que da testimonio la dedicatoria. Un deseo que l compartira y que, como todo cuanto
forma parte del mundo recndito de los sentimientos y las fantasas, puede intuirse,
pero no demostrarse. El grotesco nombre de Kirielayson de Muntalb, probable referencia a las excesivas manifestaciones de piedad de Gonalbo de xar, responda a buen
seguro a una animadversin personal, pero no hay documento que lo acredite y tal vez
nunca se halle. Tampoco se ha exigido, cosa que no parece ocurrir con las dos misteriosas palabras de la dedicatoria. A diferencia de la novela propiamente dicha, donde
la realidad contempornea, fuente de inspiracin de hechos y personajes, es slo un
fondo histrico voltat delements imaginats,26 la pieza inicial, basada en gran parte
en la carta proemial de los Treballs dHrcules de Enrique de Villena,27 viene perci-

25

26
27

94

Sobre la frmula diplomtica Christo regnante, rege expectante vid. R. DABADAL I DE VINYALS,
Els temps i el regiment del comte Guifred el Pils, ed. de M. Coll i Alentorn, Barcelona, AUSA, 1989, p.
87; y M. COLL Y ALENTORN, Les comts catalans lpoque dOliba, en Textos i estudis de cultura catalana. Historia/2, Curial, Publicacions de lAbadia de Montserrat, Barcelona, 1992, p. 250. Con
similar sentido, rege expectante figura en documentacin del siglo XI: M. G. de MANTEYER, Les
origines de la maison de Savoie en Bourgogne (910-1060) Mlanges darcheologie et dhistoire, 19
(1899), p. 411. Y en la Castilla del XIII, un documento expedido durante la ausencia de Fernando
III, de conquista en tierras musulmanas andaluzas, dice: Facta carta apud Burgos Rege expectante,
VI die marcii Era M. CC.LXX. setpima (I. M. RODRIGUEZ DE LAMA, Coleccin diplomtica riojana, Berceo, nm. 56 [1960], p. 360). El sentido es bien distinto en este caso, aunque coincide con
los anteriores en que indica la existencia de un reino a la espera del rey.
RIQUER, Aproximaci al Tirant lo Blanch, pp. 136-137.
Vid. La dedicatria del Tirant lo Blanch, en Aproximaci al Tirant lo Blanch, excurso IV, pp. 275278.

bindose desde una dimensin distinta en lo tocante a la alusin de Fernando como


rey spectant. Es probable que, por tratarse precisamente de la expresin de un sentir, nunca se encuentre la prueba documentada, la explicacin definitiva que se busca
desde hace tanto tiempo. Terreno abonado para las hiptesis, la cuestin quedar siempre abierta a un debate centrado en dos incgnitas: el significado del verbo spectar y
la identificacin de la monarqua.28

28

Vid. texto y notas de HAUF en su edicin de la obra, pp. 61-66.

95

APNDICE DOCUMENTAL

1
1454, octubre, 7.- Valencia.
Los jurats de Valencia solicitan de don Juan, lugarteniente general, la suspensin de la
orden de dar posesin del condado, villa y castillo de Dnia y lugar de Xbia a Fernando
de Rojas, heredero del conde de Castro.
AMV, LM 22, ff. 109v-110r.
Al molt alt e molt excellent senyor lo senyor rey de Navarra, lochtinent general.
Senyor molt virtus:
En aquests dies pus propassats, de vostra senyoria fonch presentada una letra
patent a mossn Jacme Romeu, cavaller, lochtinent de governador del present regne,
ab la qual vostra senyoria li mana que mets en pacffica possessi del comdat, vila e
castell de Dnia e loch de Xbea a don Ferrando de Roges o a son legtim procurador,
com lo dit comdat pertangus a aquell per lo ltim testament del comte de Castro,
son pare, quondam, qui derrerament aquell possehia per ttol de donaci per vostra magestat a aquell feta. E hada, senyor, per nosaltres scincia de la dita letra, veents e
considerants lo que sen poria seguir en sdevenidor si la dita possessi era donada sens
que abans no fos consultat lo senyor rey, per lo inters de sa senyoria e per lo beneffici de tot aquest regne, considerat lo siti de la vila de Dnia e del loch de Xbea, per
les quals parts, ax per mar com per terra, lo present regne poria fcilment reportar
dans e inconvenients irreparables, moguts per los dits sguarts e altres los quals no s
necessari de present specifficar, deliberam parlar ab lo dit lochtinent de governador,
requerir e pregar a aquell volgus ben mirar e attendre en los dits affers e, abans de
liurar la dita possessi, ne consults ab vostra senyoria, segons havem ents que ha deliberat fer. E no obstant hajam sabut que per lo dit lochtinent de governador vostra
senyoria s a ple informada, encara, senyor molt alt, per nostre descrrech havem

97

delliberat scriuren a vostra senyoria supplicant a aquella sia merc vulla b mirar en
aquests affers, de tanta importncia, ax com som certs que vostra senyoria hi mirar
per lo inters e servey del dit senyor rey e beneffici de tot aquest regne. Nostre senyor
Deus, per sa clemncia, vulla longament conservar vostra senyoria ab molta honor e
prosperitat. Scrita en Valncia, a VII dies doctubre de lany MCCCCLIIII.
Senyor, de vostra senyoria homils e devots servidors, quis recomanen en grcia e merc vostra, los jurats de Valncia.

2
1455, mayo, 22.- Valencia.
Los jurats de Valencia, advertidos por gentes de Dnia de que el lugarteniente general ha
ordenado dar posesin del condado sin esperar la respuesta del rey sobre el particular, piden
a Guillem Pelegr, abogado de la ciudad, que le exponga los argumentos de la ciudad en
contra de tal actuacin.
AMV, LM 22, ff. 150v-151r.
Als (sic) molt honorable mossnyer e molt savi micer Guillem Pelegr, advocat ordinari de la ciutat de Valncia, en Barcelona.
Molt honorable mossnyer e molt savi:
Novament sn venguts a nosaltres, ab no pocha congoxa, alguns de la vila de
Dnia e los credors daquella dients que lo senyor rey de Navarra, lochtinent general,
no sperada la resposta de la consulta feta al senyor rey en Npols sobre o que direm,
per rah de la qual la dita vila ha trams missatger assa senyoria, tot a no obstant,
hauria provehit e manaria novament que la possessi de la dita vila sia lliurada a mossn Guillem de Vich o, per absncia o per indisposici sua, a mossn Los de Vich. Per
la qual rah e congoxa tots los de la dita vila han recorregut als dits crehedors e a nosaltres dients que, ans de liurar la dita possessi, de fet buydaran del tot la dita vila e
la jaquiran desemparada, sens dubte alg. Quant dan e perill e encara inconvenients
sesperen de tal acte a la dita vila, e encara a tot lo regne, e senyaladament a aquesta
ciutat, plcia-us-ho b considerar e donar ax a entendre al dit senyor rey de Navarra,
al qual nosaltres scrivim ara sobre a mateix ab creena a vs acomanada, supplicantlo de part de nosaltres e daquesta ciutat no vulla per res fer donar la dita possessi a
persona alguna ni manar fer altra novitat en la dita vila tro a tant sia cobrada resposta
del dit senyor rey sobre la dita consulta, dient-li sobre a tot o queus occorrer, a
benefici de o que dit s. E havent-vos-hi segons de vs confiam, e ser cosa que molt

98

vos agrayrem. Rescrivints-nos de tot o que voldreu faam per la honor vostra. E tingaus en sa guarda la Sancta Trinitat. Scrita en Valncia a XXII dies de maig de lany mil
CCCCLV.
Los jurats de Valncia, apparellats a vostra honor.

3
1455, abril, 15.- Valencia.
Enterados de la muerte de Bernat dEsplugues, alcaide del castillo de Dnia, los jurats de
Valencia solicitan de Alfonso V el nombramiento de su hijo Joan para el cargo vacante.
AMV, LM 22, f. 233r.
Sacre regie maiestati Aragonum et utriusque Sicilie.
Serenssimo senyor:
Novament som informats que, per mort de mossn Bernat dEsplugues, vagaria la alcaydia del castell de Dnia, lo qual reta huy en poder de Johan dEsplugues,
donzell, fill seu, persona feel e de bon recapte, e confiam, senyor, ne dar bon compte
e rah a vostra senyoria. Haurem, senyor, a grcia singular, e supplicam vostra magestat, ax homilment com podem, sia merc vostra, per sguart de nosaltres e daquesta
ciutat, nostra intercessi vulla de nou proveyr de la dita alcaydia al dit En Johan dEsplugues, home molt pertinent e dispost a la cosa, ab tots sos drets, salaris e pertinncies. E haurem-ho, senyor, per sguart de la bondat e virtuts del dit En Johan
dEsplugues, a tanta e major grcia que si de la dita provisi se seguia en la persona
de cascun de nosaltres. Nostre Senyor Dus conserve vostre real stat e persona longament ab tanta exaltaci de honor e glria com lo vostre cor desija. Scrita en Valncia,
a XV dabril de lany mil CCCCLV.
Senyor, homils vassalls e servidors de vostra magestat, quis recomanen en grcia e merc vostra, los jurats de Valncia.

4
1459, septiembre, 14.- Valencia.
Los jurats de Valencia, ante la evidencia de que Juan II de Aragn se dispone a dar posesin del condado de Dnia al hijo del conde de Castro, le hacen saber que ello supondra
una contrariedad para sus habitantes y un perjuicio para los intereses de la corona y los
del reino.

99

AMV, LM 23, ff. 243v-244r.


A la sacra majestat de nostre senyor lo rey.
Serenssimo senyor:
Per part de la vila e comdat de Dnia nos sn stats trameses embaxadors, ab
creena per aquells a nosaltres explicada, mostrants haver grandssima congoxa, dients
com per part de vostra magestat no ha molt temps s stat trams a la dita vila mossn
Pere de Siscar, alguatzir de aquella, per donar la possessi dels dits castell e vila al fill
del compte de Castro, natural del regne de Castella. E per o, senyor, com los dits castell e vila sn units a la vostra corona e nos volrien separar de aquella en alguna manera, no li fon donada la possessi, no per sser inobedients, mas per salvar la lur
fidelitat. Enaprs, no venint la dita cosa al dit effecte, hi s stat tornat a trametre per
vostra magestat lo dit mossn Pere de Siscar a pendre e haver a sa m, per a obs de
aquella, la dita possessi, la qual li s stada donada e liurada molt pacfficament e ab
tota aquella reverncia e obedincia ques mereix. Lo qual dit mossn Pere se diu ha
pres lalcayt del dit castell e deu prohmens, dels mellors de la dita vila, lo qual alcayt
ha trams a vostra senyoria. E dubtants-se, senyor molt excellent, que, hada la possessi per vostra senyoria, no sia liurada al dit fill del dit compte de Castro, s-los una
grandssima congoxa, pensant en la despoblaci e desolaci ques seguir en la dita
vila e habitadors de aquella. E com, senyor molt virtus, la dita vila e castell sien clau
e port de aquest vostre regne, en lo qual arriben moltes e diverses fustes ab victualles
e altres mercaderies, les quals sn de gran til a les vostres regalies e als drets imposicions de aquesta vostra ciutat, essent en poder de persones stranyes sen por seguir hun grandssim dan a aquelles ax com ja s stat, quels alcayts fahien rescatar
les fustes que all arribaven e s difraudaven los drets e regalies ax a vostra senyoria
pertanyents com a la cosa pblica de la dita ciutat, e molts altres inconvenients que
sen poran seguir, que no farien essent los dits castell e vila de vostra majestat, car tots
los officials vostres sestudiarien en fer-hi tot lo beneffici que porien ax com la rah
ho volrria. Per qu, senyor molt virtus, vostra sacra majestat homilment supplicam
sia de sa merc vulla veure e attendre b en les dites coses e pensar en los dans e inconvenients [que], com dit s, sen poden seguir, e no permetre que los dits castell,
vila e comdat vinguen en poder de persona alguna stranya sin que resten en poder
de vostra senyoria, e totes les dites coses cessaran e redundaran en gran til ax dels
drets de aquella com de la dita ciutat. A, senyor, haurem a singular grcia e merc
de vostra senyoria, la qual nostre senyor Du, per sa clemncia infinida, don sanitat,
honor e glria a la sua real corona tant com lo vostre cor desija. De Valncia, a XIIII
de setembre, any mil CCCCLVIIII.
100

Senyor, de vostra magestat homils vassalls e servidors, quis recomanen en grcia e merc vostra, los jurats de Valncia.

5
1460, enero, 28. Valencia.
Los jurats de Valencia informan a los de Morvedre del avistamiento frente a Xbia de dos
galeras y un bergantn, probablemente provenzales, noticia que mossn Joan Martorell,
procurador general de la villa y condado de Dnia, haba comunicado por carta a los de
Cullera.
AMV, LM 23, f. 261r.
Als molt honorables los jurats de la vila de Morvedre. Los jurats de la ciutat
de Valncia. Saluts e honor. Certifficam-vos que havem reebuda una letra dels honorables justcia e jurats de la vila de Cullera avisant-nos que, per letra dels justcia e jurats de la vila de Dnia feta a XXVI del present mes, que en lo dit dia, huyt ores aprs
migjorn, eren stats avisats per lo honorable mossn Johan Martorell, procurador general de la dita vila e comdat de Dnia, que, essent ell en lo loch de Xbea, ja ponentse lo sol, hauria vist dos galeres e un bergant, e havien surt davant lo golfat de Xbea
en ubert, e creu-se sien proenals enemichs del senyor rey; que de les dites coses vos
avisam perqu non prengats mal ni dan e mils ne puxats sabentar vostres circunvehins. E sius plaur, donareu al portador de la present, per sos treballs, quatre sous.
Scrita en Valncia, a XXVIII de jener de lany MCCCCLX.

6
1461, enero, 4.- Valencia.
Los jurats de Valencia solicitan de Juan II que se acte con arreglo a derecho en la demanda
interpuesta por Isabel Ladrn, viuda del conde de Castro, contra los hijos y herederos de
ste, favorecidos por una intervencin real que supone un quebranto de los Furs.
AMV, LM 23, ff. 287v-288v.
A la sacra majestat de nostre senyor lo rey.
Senyor molt excellent:
Pochs dies ha que, per part de la spectable dona Ysabel Ladr, relicta del spectable quondam don Diego Gmez de Sandoval, comte de Castro e de Dnia, e a instncia de aquella, fonch feta letra de manament exequtori per la cort de la governaci
101

de la present ciutat e regne contra los fills e hereus del dit quondam spectable comte
en quantitat de XIIm florins e de certs interesses e pensions, e a en virtut de una carta
pblica reebuda per En Pere de Semes quondam secretari de vostra magestat, exequtria e ab submissi de for a qualsevol jutges dArag o de aquest regne de Valncia, e
specialment ab submissi de for del governador del dit regne de Valncia. E, presentada la dita letra a micer Gabriel de Riusech, aN Benet Salvador e a altres quis dien
procuradors dels dits fills e hereus del dit spectable comte, com alguns de aquells allegassen no esser procuradors, altres diguessen que encara que fossen procuradors no
volien usar de la dita procura ni entrevenir en la dita causa, per part de la dita spectable dona Ysabel fonch demanat e request, puix aquells eren absents del present regne
de Valncia, fos assignat un curador a aquells per rah de la dita absncia, lo qual curador entrevingus en la dita causa. E, volent proveyr lo lochtinent de governador de
aquest regne sobre la dita assignaci de curador, s stada donada a aquella per micer
Pere Belluga una letra de creena de vostra magestat en virtut de la qual lo dit micer
Pere Belluga ha dit al dit lochtinent de governador que vostra magestat demana al dit
lochtinent de governador que en alguna manera aquell no enante o proveesca res en
la dita causa, dient-li encara que vostra magestat seria stada informada que la dita carta
en virtut de la qual era stada feta la letra del dit manament exequtori era falsa. Per rah
de la qual letra de creena e explicaci de aquella, lo dit lochtinent de governador no
ha volgut procehir a assignar lo dit curador ni ha volgut fer provisi alguna en lo dit
fet, dient a la dita spectable dona Isabel la causa per qu no hi podia procehir, o s,
per rah de la dita letra de crehena; e a mateix ha dit a nosaltres micer Maci Cardona, lochtinent o surrogat del dit lochtinent de governador, ab lo qual ne volguem
parlar per la molta instncia quens era feta per part de la dita spectable comtesa, per
quant tal sobresehiment e manament per vostra magestat fet ab la dita letra de crehena sn expressament contra los furs e privilegis del present regne, en la conservaci dels quals entendre s propri a nostres officiis.
E jatsia, senyor molt excellent, per la dita rah haguessen delliberat supplicar vostra magestat fos de sa merc revocar e tolrre lo dit manament e sobresehiment,
emper, occupats de altres negocis, differim scriuren a vostra magestat; e entretant la
dita spectable dona Isabel, per En Bernat Libi, procurador de aquella, en scrits ha supplicat vostra magestat fos de sa merc revocar lo dit manament, e la causa s stada comesa a micer Johan de Gallach, regent la cancelleria, per lo qual, feta relaci de la dita
causa, no ha obts lo dit procurador alguna provisi a la dita supplicaci, ans se ns
hat a tornar sens provissi alguna, ab un sols motiu que de paraula ha dit vostra magestat al dit procurador, e lo qual lo dit micer Johan ha scrit a la dita comtesa ab letra

102

closa de aquell, o s, que per justcia no pot esser assignat curador als fills del dit
comte, encara que sien absents del dit regne de Valncia, puix aquells sn en Arag o
en Cathalunya e sn residents en la vostra cort, e ax se sab on sn aquells, e que per
o deuen sser citats o demanats e que per la dita rah vostra magestat ha hada per
injusta la dita supplicaci e per o no ha provet. Les quals coses, senyor, parlant ab
aquella humil e subjecta reverncia ques pertany de vostra magestat, sn de major
greuge, e ms, contra los furs e privilegis del present regne, lo dit sobresehiment, car,
senyor molt excellent, puix los dits fills e hereus del dit spectable comte poden esser
convenguts en aquest regne, ax en virtut del dit contracte ab submissi de for fet com
encara perqu posseheixen lo dit comtat de Dnia, que s tota la heretat que aquells
posseeixen en aquest regne, fet lo dit presupsit, lo qual s fundat per qualsevol dels
dits dos motius, s per semblant fundat que pot esser assignat curador a aquells, absents del dit regne, per entrevenir en la dita causa per aquells sens que nols deu esser
intimat res del dit plet, encara que aquells sien en la vostra cort, en Arag o en Cathalunya. A, senyor, s dispost a la letra per los furs del dit regne, per qu, senyor,
segons aquells, vostra magestat s justa cosa que mane al dit lochtinent de governador, remogut lo dit sobresehiment, faa justcia en la dita causa, ax en la dita assignaci de curador, si fer-se deu, segons los furs del present regne, com en totes altres
coses; e lo dit lochtinent de governador conexer si la dita assignaci de curador se
deu fer o no, o si ans deu esser intimat als fills hereus del dit comte o no, e si les cartes sn falses o no. E vostra magestat stant fora lo dit regne de Valncia, segons los dits
furs, no deu conxer de les dites coses; e per o, senyor, humilment vos supplicam sia
vostra merc voler-ho ax fer e provehir, perqu nostres furs e privilegis, los quals vostra magestat ha jurat observar, no sien lesos e prejudicats; e reputar-ho hem a singular grcia e merc de vostra excellncia, la qual conserve en longa sanitat e prosperitat
nostre senyor Dus, ax com vostre real nimo desija. Scrita en Valncia, a IIII de jener
de lany MCCCCLXI.
Senyor, de vostra magestat humils vassalls e servidors, quis recomanen en grcia e merc vostra, los jurats de Valncia.

7
1461, enero, 14.- Xbia.
Gabriel de Riusech pide al batle general Berenguer Mercader que no le obligue a actuar
como lugarteniente suyo en el caso de un naufragio acontecido en la costa de Xbia, asunto
por el que ya haba tenido una discusin con el caballero Joan Martorell, procurador como

103

l del condado de Dnia.


ARV, Bailia 1153, ff. 106v-107v.
Al molt magnfich mossn e mon car mestre mossn Berenguer Mercader, conseller del senyor rey e batle general del regne de Valncia.
Mosnyer molt magnfich e mon singular mestre:
Per En Campos, scriv, e per En Johan Domingo, verguer vostres, ms stada
donada una vostra letra e mostrada una comissi de vostra magnificncia per la qual,
segons per aquella se lig, me cres lochtinent vostre per esguart dels fets de aquesta
nau que s perduda en Xbea, hi, segons diets, per inters de les regalies de la magestat del senyor rey e per inters del senyor rey e per inters dels mercaders de quis diu
sser les mercaderies. Yo, mossnyer, per la gran confiana que he de vostra magnificncia e voluntat singular que he a vs e casa vostra, com sabets, ax com aquell per
lo qual desig molt fer e encara servir, e per la gran voluntat queus han los senyors de
aquest comdat, veent hun tant trist cars com s de la perdici de aquesta nau, creent
fos de enemichs de la magestat del dit senyor rey, vos volgu avisar del dit cars. Com
vs, mossn, sabets e sts sert que lo magnfich mossn Johan Martorell e yo tenim crech de la administraci de la justcia en aquestes parts, e per dar bon compte a nostre senyor Du omnipotent e a la dita magestat e a vs, mossn, e a tot lo regne, hi
havem fetes tals provissions per concervaci de les robes e mercaderies que eren de la
dita nau, que per grcia de nostre Senyor res no si s perdut, ne crech que mercader
ni patr ni tengut alg de la dita nau se puxa clamar de esser-li fets iniuste congoxa o
injria alguna.
E, sentint per relaci del dit patr que era gran inters de micer Berthomeu
Venturelli, per letra mia ne fon avisat quey vingus o hi tramets per donar recapte a
les robes, hi de fet hi sn venguts dos notables hmens venecians, la hu dels quals se
apella micer Jeronimo Malipero, quis diu cnsol dels venecians, e micer Anthoni Levori, fahedor del dit micer Venturelli. E, considerant aquelles, segons nostre sentiment, esser notables persones e molt svies de seny, aconsolant-nos molt de lur
venguda, los havem dit qu havem fetes, donant-los crrech que, si aquells volien seguir o revocar, que seguirem lur orde. E fins a huy havem servat lorde lur, conservant les mercaderies per servar justa egualtat e per donar bon exemplar dels senyors
de la terra e dels regidors de aquella.
Huy en la vesprada sn venguts los dits En Campos e verguer, de qu, esent
a lo dit magnfich mossn Johan Martorell, cavaller, havent conegal poder ab mi, sn
vengudes algunes congoxes entre nosa[l]tres per no sser fet prejuh alg als senyors
de aquest comdat. Per qu, mossn, vos prech e soplich, puix no havets clamors de
104

mercaders ni algunes presones, que no vullats esser perjuh alg aquests senyors ni a
lur jurisdicci, puix la justcia s fet a aquells ab molta libertat e favor, e no vullats
permetre yo prenga tant de crech de retenir les robes dels mercaders sens dar-les
altres senyors, les quals, per esser totes banyades, han andular ab aygua dol; e a
haver-ne a fer detenci alguna seria major destrucci de les mercaderies de la que han
hat de la prdua de la dita nau; e majorment, que han trams per fustes per portar a
Valncia les robes que no poden star a cubert e, venint pluga, seria total perdici de
aquelles e dels areus e exrcia de la dita nau. Per, notificant-me vostra magnificncia
lo inters singular de la dita magestat, yo hi obrar, enseguint vostra ordenaci e manament, com a homill e hobedient vasall de la dita magestat, tot o que per vs me
ser manat, guardant tota vegada perjuh alg no sia fet a la jurisdicci de aquest comdat. Com en lo fet de la nau de lArgenter, com fonch per vs trams com a lochtinent
vostre micer Masc, al qual Dus dar molta salut, noy volch tocar e en res, pux se fa
la justcia per mi e per los altres officials, restituhint les robes als mercaders de qui
eren. E ax, altra e altra vegada vos soplich vos soplich (sic) que a vs, mossn, plcia, per relevar les desputacions e perjuhs e de majors despeses als mercaders, ja aperduats, e per traurels de remar dels vasals de aquest comdat, medieu. Per quus
nescric ne manets tornar lo scriv e porter, car, sabuts, lo[s] interesses de la dita magestat seran conservats ax com luyll. E recoman-me a vs, manant-me tot o queus
ser plahent. De Xbea, XIIII de jener, any LXI.
A vostres ordenaci e manament molt prest, Gabriel Riusech.

8
1461, enero, 21.- Xbia.
Gabriel de Riusech comunica al batle general que, tras muchas discusiones con Joan Martorell, ha decidido aceptar la lugartenencia suya en el caso del naufragio, privndose de
usar de sus competencias en el gobierno del condado para dejar a salvo los derechos de sus
seores.
ARV, Bailia 1153, f. 111r-v.
Al molt magnfich e de gran providncia e mon car maestre Berenguer Mercader, cavaller e conseller de la magestat del senyor rey e batle general en regne de Valncia.1
1

Precedido del texto: Sobrel fet de la nau de venecians que vengu a travs en lo port de Xbea. Y
a continuacin: Lo correu s stat detengut per la present. Consulta si li voleu fer dar alguna cosa,
car per altres fets s vengut.
105

Molt magnffich mossnyer e mon car maestre:


Aprs moltes altercacions que sn stades entre mossn Johan Martorell e mi,
ab moltes protestacions que m fetes, res no obstant, e per la gran voluntat que yo he
en los fets del senyor rey e, per ma fe, molt per esguart vostre, yo he volgut acceptar
vostra comissi e lochtinena, lexant-me de usar en res de la governaci de aquesta
terra e servant als senyors e aquesta terra tot lo dret quels pertanga, de les moltes protestacions quen san fetes.2 E de fet he principiat a fer los actes que sn apareguts necessaris, en e dels quals aprs molt largament avisar vostra reverncia, e fins ac havia
manat sobreseure en totes les coses. E de fet que he acceptat, he principiat enantar en
los dits affers segons pus largament enaprs sereu havisat, car per la cuyta del correu
no puch pus largament scriure. E comam-me en vostra magnificncia. De Xbea, a XXI
de gener.
A vostra ordinaci [e] manament molt prest, quis comana a vs, Gabriel Riusech.

9
1461, enero, 21.- Xbia.
Joan de Campos, notario enviado al condado de Dnia por el batle general, informa a ste
de que Gabriel de Riusech, pese a la oposicin y protestas de Joan Martorell, ha comenzado
a actuar como su lugarteniente.
ARV, Bailia 1153, f. 111rv.
Al molt magnfich e de gran saviesa e mon car mestre mossn Berenguer Mercader, cavaller, conseller del molt alt senyor rey e batle general del regne de Valncia.
Molt magnfich monsenyor e mestre:
De fet junct ac, an a la posada de micer Riusech e present a aquell la vostra
lochtinncia. E per moltes congoxes, protestes e disentiments que per mossn Johan
Martorell, qui s procurador ensemps ab ell de aquest compdat, e ell, per reverncia
vostra, ha volgut acceptar e ha acceptat la dita lochtinncia no obstants les dites protestacions, a les quals aquell ha feytes ses respostes molt gentilment, ax com si no
agus res a fer per aquestat (sic) comdat. E sta en veritat que, per aquestes congoixes
que lo dit mossn Martorell li ha feytes, ell delliber fer consulta a vostra senyoria e
en lo interim man sobreseure en los dits feyts. E aprs, hada vostra resposta e es-

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En el original: quels pertanga que les moltes protestacions quen san fetes

sent informat de vostra intenci, enant com a lochtinent vostre en los dits fets molt,
a ma guisa, fins ac. Del ques seguir vos scriur molt pus largament. E tinga-us la
santa Trinitat en sa guarda. De Exbea a XXI de jener, any mil CCCCLXI.
Lo humil servidor vostre, qui molt se comana en vostra merc, Johan de Campos, notari.

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1461, febrero, 9.- Fraga.
A instancia de Joan y Jaume Martorell, Juan II de Aragn ordena a Toms de Cobliure, doctor en leyes, de Valencia, que agilice y ponga fin cuanto antes a la causa, a l encomendada tiempo atrs, entre aqullos y los herederos de Gonalbo de xar, comendador de
Montalbn, y la esposa de ste.
ARV, Real Cancilleria, 96, ff. 19v-20r. Regestado en VILLALMANZO y CHINER, La
pluma y la espada, p. 428 (doc. nm. 610); y en VILLALMANZO, Joanot Martorell. Biografa ilustrada y diplomatario, p. 534 (doc. nm. 886).
Ioannis et Iacobi Martorell.
Iohannes, etc. Dilecto nostro Thome de Cobliure, legum doctori civitatis Valentie. Salutem et dilectionem. Ex suplicatis coram maiestate nostra pro parte dilectorum nostrorum Ioannis et Iacobi Martorell acte prius diu est quod inter ipsos
Iacobum et Ioannem Martorell agentes ex una et nobiles Gondissalvum dxar, quondam, comendatorem Montisalbani et dompna Agnetem de Portogal, quondam, illius
uxorem, et vel illorum alterium deffendentes partibus ex altera, ducitur quedam causa
cuiusdam petitionis ypothecarie, causis et rationibus apud acta deductis, quequidem
causa iam dudum, maiestate nostra in dicta civitate Valentie personaliter residente,
vobis comissa fuit ad colligendum et refferendum, et propter nostrum felicem recessum quem ab eadem civitate fecimus finem debitum habere non valuit verum; quia
ipsi Ioannes et Iacobus Martorell finem eiusmodi cause videre percupiunt queque in
presentiarum pendet indecisa ac vertitur inter ipsos agentes ex una ac heredes et bonorum detentores predictorum nobilem aut alterium eorum detentorum et possessorem
vallis de Xal, in et super qua petitio per eosdem posita fuit et lis ypothecaria mota ad
eorundem. Propterea Ioannis et Iacobi per humilem supplicationem, de vestris fide et
animi probitate plenarie confidentes, causam ante ductam vobis ducimus comittendam, mandantes et iniungentes vobis quatenus, vocatis et auditis partibus supradictis
et aliis quos vocandos et audiendos noveritis resumptisque quibusvis prima de causa
actitatis que per illorum detentores illico tradi volumus, et iubemus de dicta causa et
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eius meritis cognoscatis et vos intromittatis eamque decidatis et sententialiter ante alia
fine debito terminetis prout in forus et ratio consulunt et disponunt, procedendo in
predictis breviter, simpliciter, sumarie et de plano, sine strepitu et figura iudicii, sola
facti veritate attenta, maliciis et diffugiis omnibus resecatis, super quibus et ex eis incidentibus, dependentibus et emergentibus et connexis ac ea tangentibus quovismodo
voces et vices nostras vobis comittimus plenarie cum presenti. Et ut promptius finis
dicte cause videri possit, dicimus et mandamus vobis, ad penam mille florenorum auri
nostris erariis inferendam, quatenus cum processus dicte causse in puncto acordii et
sententie ferende fuerit, sententiam in dicta causa foro et ratione conformem infra
decem dies proferatis et publicetis nec secus quanto penam predictam cupitis evitare.
Datum Frage die VIIII febroarii anno a nativitate Domini millesimo CCCCLXI.
Gallach r. Petrus Serena ex pro f. per Io. de Gallach, r. canc. Pro.

11
1461, abril, 30.- Valencia.
El batle general del reino, Berenguer Mercader, ordena a Joan Martorell, procurador del
condado de Dnia, y al batle de esta villa y de Xbia, que ponga en libertad la tripulacin
de una embarcacin veneciana, apresada por una disputa entre sus miembros.
ARV, Bailia 1153, ff. 138r-139r. Cit. por GUTIRREZ DEL CAO, Ensayo biobibliogrfico de Tirant lo Blanch, p. 10.
Als molt honorables e cars frares mossn Johan Martorell, cavaller, procurador del compdat de Dnia e de Xbea, e al batle de les dites viles de Dnia e Xbea.
Molt honorables e cars frares:
Per micer Hiernim Malipero, cnsol de venecians, me s stada feta clamor que
aqu, en aqueixa vila, per vosaltres los seria fet hun gran dan e prejuh, dient lo dit
cnsol que, com la nau de micer Francisco Malipero, venesi, en favor dels drets e regalies del senyor rey e per la utilitat e benifici de la mercaderia de aquest regne, sia estada per mi guiada, venint e stant en lo present regne ab tota la companya, robes e
mercaderies de aquella, e que aqu, en prejuh de dit guiatge vosaltres los teniu presos
lo naucher e alguns mariners e altres oficials e tenguts de la dita nau per certa qesti e debat que s entre ells, qui tots sn tenguts de la dita nau, la pres dels quals dits
naucher e mariners s total destrucci del dit patr e de la dita nau, robes e mercaderies de aquella, per quant diu que la dita nau haguera ja carregat sin per la pres del
dit naucher, qui s hu dels principals officials e necessari a la dita nau, per qu mha

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request, pregant e requirent-me que, servant e f[a]hent-li servar lo dit guiatge per mi
fet, vos scrivs li deliursseu lo dit naucher e los altres tenguts de la dita nau. Per qu
yo, vista la dita requesta del dit micer Hiernim, cnsol desss dit, he deliberat
scriure-us la present per certificar-vos com s sert que, en favor e per lo inters dels
drets e regalies del molt alt senyor rey e per lo benifici de tot aquest regne, yo he guiat
la dita nau, venint en lo present regne, stant e tornant-se de aquell, per quus dich e
prech que de continent los vullats deliurar lo dit naucher e altres tenguts de la dita
nau, servant-los lo dit meu guiatge que s entre lo molt alt senyor rey e la senyoria de
Vensia e endresant-los en tot lo que poreu per o que aquells ab la dita nau o ab altres hajen de ac avant molt major voluntat de tornar en lo present regne. En altra manera, si dans o dapnatges alguns se seguien, seria tot a crrech vostre; e a ns, per lo[s]
intereses e en defensi dels drets e regalies del dit senyor e per concervaci del dit meu
guiatge e ns, hi convendria provehir segons atrobarem esser fahedor per justcia. E
sia la Sancta Trinitat ab tots. De Valncia, a trenta de abril, any mil CCCC LXI.
A vostra honor prest, Berenguer Mercader, batle general del regne de Valncia.

12
1461, mayo, 13.- Valencia.
Ramon San, correo, informa de la respuesta dada por Joan Martorell, procurador general
de la villa y condado de Dnia, a la carta del batle que le llev, presentada a l y al justcia de Xbia.
ARV, Bailia 1153, f. 143r-v.
Postmodum vero die mercurii intitulata XIII madii anno a nativitate Domini millesimo CCCC sexagesimo primo, En Ramon San, correu, dix e relaci fu ell en lo dia
de diumenge propassat havia presentada la damunt dita letra a lhonorable lo justcia
del loch de Xbea e a lhonorable mossn Johan Martorell, los quals, reebuda la damunt dita letra, feren e liuraren al dit En Ramon San la resposta e una letra closa del
tenor segent.
Respon lo dit procurador general de la vila e compdat de Dnia a la letra del
magnfich batle general de la ciutat e regne de Valncia, data Valentie nona die presentis mensis madi, e a ell presentada per En Ramon San, cor[r]eu, diumenge a deu dies
del dit mes de maig del present any mil CCCCLXI, que no consenten en aquella ni en
les coses en aquella contengudes en tant quant fassen prejuh e sien prejudicials a la
juredicci e senyoria de la dita vila e comdat e dret dels spectables senyors de aquell,

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ans expressament, dissent en aquella e en aquelles e, protestant reverentment e en


aquella forma e manera que fer-se puxa e deja, e lcit e perms e nessessari li sia, de
actes e enantaments nulles, e de tot lo que protestar puxa e deja e necessari sia. E sens
prejuh dels dits drets e juresdicci e senyoria del dit comdat, diu que s prest fer tot
o que deja e que prestament lo dit procurador general ser personalment ab lo dit
magnfich batle general per informar aquell a boca del negoci en la dita lletra mensionat, del qual per letra sua ha informat, la qual lo correu no li ha portada per negligncia del dit correu. E aquella de present liur al dit En Ramon San, correu damunt
dit, qui aquella ab la dita resposta done e liure al dit magnfich batle general.
Item, al scriv, per la presentaci de la dita lletra del magnfich batle general,
resposta e actes, hun sou sis diners.

13
1461, julio, 30.- Calatayud.
Juan II de Aragn reprocha a Pedro de Urrea, portantveus de governador del reino de Valencia, que no haya tenido en cuenta la orden de sobreseimiento de la causa entre Isabel Ladrn, viuda del conde de Castro, y los herederos de ste, y le insta a hacerlo.
ARV, Real Cancilleria 96, ff. 103r-104r.
Comittis et comittisse de Castro.
Don Joan, etc. Al noble, magnfich e amat conseller e camarlech nostre don
Pedro dUrrea, portantveus de general governador en regne de Valncia, e al lochtinent
daquell. Salut e dilecci. Segons havem ents, no obstant la nostra letra de sobresement queus s stada donada o presentada en la causa que va entre la spectable comtessa dona Ysabel Ladr, de una part, e los fills e hereus del spectable quondam don
Diego de Sandoval, comte de Castro e de Dnia, marit de la dita dona Isabel Ladr en
les segones npcies, de la part altra, havets manat procehir avant en la causa. Del qual
som molt maravellats, que almenys, donada o presentada a vs la dita letra, si del contrari a vs era feta instncia, degureu-nos consultar abans de manar procehir ms
avant en la dita causa.
Ns, per bones, justes e honestssimes causes, havem atorgat lo dit sobresement per o, s assaber, que, volents anar lo spectable comte de Castro e la spectable
comtessa, sa muller, a Valncia per proseguir la dita e altres causes e negocis seus, ns
los havem empachats, e manat restar ab ns lo dit comte de Castro e anar la comtessa,
sa muller, en Castella, a hon sta encara de manament nostre, per coses molt compli-

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dores [al] servey de nostre senyor Du e nostre, e al benefici e inters de la cosa pblica de nostres regnes e terres; e per la dita rah ns donam lo guiage e assegurament
als dits comte e comtessa en les persones e bns e sobresement en ses causes, ax en
Arag com en Valncia, durant lo dit seu guiage, puys se fahia per los bons respectes
damunt dits. Lo qual guiage e sobresement no foren per ns atorgats a supplicaci o
importunitat dels dits comte e comtessa, abans, molt pregats e molt encarregats per
ns, no volrien acceptar lo dit guiage. E com, a molta importunitat nostra, ns hagurem atorgat lo dit viage, lavs nos demanaren los dits guiage e sobresement, no
volent la dita comtessa anar sin que primer los li atorgssem e encara lis donssem
nostra fe e paraula que durant la absncia de la dita comtessa no seria en res procehit
contra ses persones e bns, ne en les sues causes. E ns, vehents quant pondervem
aquells negocis per qu la dita comtessa anave e que eren tan universal b com desss
s dit, volent-lo preferir als particulars plets de enfre parts privades, atorgam los dits
guiage e sobresement, e donam les dites nostra fe e paraula als dits comte e comtessa.
Per qu s nostra voluntat, e axus ho manam stretament, sots pena de mil florins dels bns de cascun de vosaltres, sil contrari fahets, havedors e a nostres cfrens
applicadors, que, vista la present, de continent revoquets e tornets, e revocar e tornar
faats al primer e degut stament tot o e quant en la dita causa o en qualsevulle altres
causes tocants los dits comte e comtessa de Castro se haja procehit e enantat depuys
que la dita nostra letra de sobresement vos fonch presentada e donada. E guardats e
fts guardar lo dit sobresement en aquella e en totes les causes tocants los dits comte
e sa muller durant lo dit viage, car, com la dita comtessa ser tornada de aquell, ns
revocarem lo dit sobresement e ells poran anar a proseguir lurs causes e negocis ax
com fer ho volien si nols hagus obstat lo nostre manament. E guardau-vos attentament de fer lo contrari per quant amats nostre servici e nostra grcia vos s cara, e la
pena damunt dita desijats evitar, car ns per cosa alguna no permetrem ne darem
loch que los dits comte e comtessa de Castro, en fe e paraula e sots guiage e sobresement nostre, fossen en alguna manera maltractats. Dada en la nostra ciutat de Calatay, a XXX dies de juliol, en lany de la nativitat de nostre Senyor mil CCCCLXI.
Rex Io.
Dominus rex mandavit mihi, Dominico Decho. Visa per Io. Pags, vic.

111

14
1462, noviembre, 19.- Valencia
Los jurats de Valencia escriben cartas a mossn Joan Martorell, a En Joan Berart, en
Xbia, y a Mart Lloren, en el castillo de Dnia, pidiendo a cada uno en particular que d
crdito a Jaume Gaol, portador de la carta, a quien han enviado y proporcionado informacin oralmente de ciertos sucesos.
AMV, LM 25, f. 140v.
Al molt honorable mossnyer e molt savi mossn Johan Martorell.
Molt honorable mossnyer e molt savi. De algunes coses quens occorien
havem informat a boca lo snyer En Jacme Gaol, portador de la present, informat del
que dit havem. Plcia-us donar li fe e crena quant a nostres prpries persones, rescrivint-nos fiablement de tot o que voldreu faam per la honor vostra. E guart-vos la
Sancta Trinitat.
De Valncia, a XVIIII de noembre de lany MCCCCLXII.
Fiat similis directa al molt honorable e savi snyer En Johan Berart, etc., Xbea.
Molt honorable e savi snyer. De algunes coses, etc.
Al molt honorable mossnyer e molt savi En Mart Loren, en lo castell de
Dnia.

15
1462, diciembre, 9.- Valencia.
Los jurats de Valencia informan a Galcer dEslava del acuerdo alcanzado con Riusech
acerca del mantenimiento del status de Dnia hasta que el rey se pronuncie, le instan a entrar cuanto antes en el castillo como alcaide y le dan instrucciones sobre el modo de proceder, le hacen saber secretamente que su verdadera intencin es conseguir que la ciudad
controle el condado, y desmienten el rumor de una posible llegada del conde de Dnia y de
su hermano desde Castilla.
AMV, LM 25, f. 152r-v.
Al molt magnffich mossnyer e molt savi mossn Galceran dEzllava.
Molt magnffich mossnyer e molt savi: Una vostra letra e altra de mossn lo
sndich havn huy reebut, per les quals havem vist la contradicci e retenci que los
officials de la vila de Dnia han donat a lalguazir trams per lo magnffich lochtinent
112

de governador e tot lo que lo dit alguazir ha fet e enantat, responem-vos que ac, aprs
moltes coses, per certes bones consideracions s stat delliberat e concordat entre nosaltres micer Gabriel de Riusech, com a procurador quis troba tot sol del senyor daqueix comdat, presents lo dit magnffich loctinent de governador e encara lo
magnffich batle general, que la magestat del senyor rey, per causa de una letra que de
aquesta matria ha dreada ha nosaltres, sia consultada e que en lo entretant lo castell
de la dita vila stiga com huy sta, a m daquesta ciutat, emper sia fornit de vitualles
e altres coses necessries per a vint persones per temps de hun mes, comptador aprs
les dites vitualles se comencen a metre ab tot effecte en lo dit castell. E axu scriu e
mana lo dit micer Gabriel de Riusech als officials e consell de la dita vila. Encara notiffica e scriu a mateix al magnffich mossn Johan Martorell ab letres sues, les quals
vos trametem ab la present e trellat de les letres que fa lo dit micer Gabriel. E encara
lo dit magnffich loctinent de governador per letra sua scriu e mana al dit alguazir per
observana de la dita concrdia. E en a sn stats presents e avisats los misatgs de
la dita vila de Xbea tramesos a les parts de. Crehem fermament ells faran lo degut
e observaran a ple la dita concrdia.
Lorde que vs e mossn lo sndich deuen tenir e servar en a s: primerament, que vs entreu en lo dit castell absol[v]ent lo honorable En Mart Loren del
sagrament e homenatge per aquell prestat de tenir lo dit castell a costum dEspanya
per aquesta ciutat, en manera que aquell sia delliure e puxa entendre en sos affers; enaprs, que per lo dit sndich sien hades totes les vitualles que seran necessries bastantment per a vint persones a temps de hun mes, comptador segons desss s dit, e
que lo forment necessari entre les altres coses sia mlt e ms en farina en lo dit castell. Tant com s als ballesters que sn huy en lo dit castell, jaus havem scrit lorde
quey deuen servar, per en major nombre de nou o de deu, o s, quens par hi degen
star quinze persones dispostes, feels e sufficients; e si dels que huy hi sn ni haur de
tals a consell del dit En Mart Loren, acceptau-los, e daltra part hajau-ni fins en lo
dit nombre de quinze tals com scrit vos havem, avisant-los emper que hauran per salari e sou set florins lo mes per cascun dells e que ells se facen la provisi e gast, e
a per temps de dos meses, complit lo temps dels que huy hi sn e si tals persones
nos puixan proveyr e decentment.
E vs, mossnyer, ab bona voluntat, per honor daquesta ciutat, vos pregam accepteu lo que dit s, he us metau de continent en lo dit castell, faents-vos cert que
aquesta ciutat ha treballat e treballar de pasar a aqueixa vila e comdat. S sabrem enpenyorar-nos tant que no poguesen ms. E som certs donar-hi tal orde que de fet hi
pasar sens dubte alg ab les bones prtiques que si sn servades e servaran. E vs,
mossnyer, siau cert que la alcaydia del dit castell restar en vs, segons vos s stat of113

fert, e no.y dubteu ni prengau enuig la entrada e stada del dit castell, faent-vos cert
que, ans que pas lo dit mes, ser fornit e ben provet de armes e vitualles e altres coses
necessries per tuci e guarda del dit castell. A, emper, de pasar aquesta ciutat a
la dita vila e comdat sia en vs secret e per cosa del mn no ho descubrau a persona
alguna, si ja no en gran secret al dit sndich, car per vostra consolaci e contentaci
ns som volguts allargar notifficar-vos-ho crehents ser davall terra. Haurem plaer que,
de continent siau en lo dit castell, nos aviseu de les armes e municions que conexereu
esser necessries a la bona guarda e custdia del dit castell. E no hajau cura ni recel
de les fames vanes ques meten de venir lo comte ni don Diego en la manera ques vol
recitar, car ni ells ho farien ni gosarien attentar, per moltes rahons que ac no curam
expremir e, encara que hi volguesen venir, nosaltres vos fornirem lo dit castell de tal
forma quel poreu tenir e resestir contra ells e contra la vila e encara contra tots altres. E nous maravelleu si desss vos dehim que lo dit castell sia avituallat per hun
mes e que als ballesters sia donat sou per a dos mesos, car no ho dehim sens causa, la
qual aprs sintau, Dus volent, e crehem vos plaur. Solament vos pregam que en tot
cars entreu heus metau de continent en lo dit castell, encara que a present sia mal provehit, car per terra o per mar ser donat orde de esser b fornit, ab voluntat o contra
voluntat dels hmens de la dita vila, sens dilaci ax darmes e vitualles com daltres
coses necessries. s ver plaer que, tantost com hi siau entrat, nos ne aviseu ab correu cuytat, signifficant-vos que contnuament de dia e de nit entenem en la provisi
e forniment daquell castell e en la honor de nosaltres e vostra, e noy dubteu. E ax
com a bon cavaller, enteneu, per la honor daquesta ciutat, en lo que pertany al degut
en aquests affers segons de vs, mossnyer, e de vostra molta virtut fermament se confia. E guart-vos la Sancta Trinitat. De Valncia, a nou dies de deembre de lany mil
CCCCLXII.
Los jurats de Valncia, a tota vostra honor b apparellats.

16
1462, diciembre, 9.- Valencia.
Los jurats de Valencia informan a Ambrs Alegret, sndic de la ciudad, enviado a Dnia,
del acuerdo alcanzado con Riusec, le dan instrucciones acerca del modo de proceder en el
castillo y expresan su conviccin de que son falsos los rumores de una llegada de los seores desde Castilla.
AMV, LM 25, f. 153r-v.

114

Al molt honorable mossnyer e molt savi NAmbrs Alegret, notari, sndich de


la ciutat de Valncia.
Molt honorable mossnyer e molt savi: Vostra letra e altra del magnffich mossn Galceran dEzllava havem huy reebut, per les quals havem ents tot o que lalguazir trams per lo magnffich loctinent de governador ha fet e enantat en aqueixa
vila ab bona diligncia, signifficant-vos que dimarts propassat reebem de la magestat
del senyor rey una letra en la matria, per causa de la qual cov de necessitat que la
preffata magestat en tot cars sia consultada e cobrada resposta. E per tal entretant s
concordat per nosaltres, presents lo dit magnffich loctinent de governador e encara
lo magnffich batle general, ab micer Gabriel de Riusech, procurador, quis troba huy
tot sol, dels senyors de aqueix comdat, que lo castell stigua segons huy sta a m daquesta ciutat. E perqu lo honorable En Mart Loren sia delliure, scrivim al magnffich mossn Galceran dEzllava vulla muntar en lo dit castell e tenir aquell per aquesta
ciutat segons fon elet, e lo dit En Mart sia per vosaltres, o laltre de vosaltres, absolt
e delliure segons lo poder que nhaveu, e aquell duyhims (sic) puixa entendre en sos
affers. Trametem-vos dos letres que sobre la dita concrdia fa lo dit micer Gabriel de
Riusech, la una dreada al magnffich mossn Johan Martorell e laltra als officials e
consell de la dita vila. E da mateix scriu lo dit magnffich lochtinent de governador
e mana al dit alguazir que faa observar la dita concrdia. E en tot a sn stats presents e avisats los misatgs de la dita vila e de Xbea tramesos a les parts de. Crehem fermament se far lo degut e ser observada a ple la dita concrdia. Lorde que per
vs se deu tenir e servar s aquest, juxta la dita concrdia: que lo dit castell puixa esser
per vs provet de totes vitualles necessries per a vint persones a temps de hun mes,
primerament comptador aprs que les dites vitualles se comenaran a metre en lo dit
castell, e que lo forment necessari al dit temps complidament sia fet farina e ms en
lo dit castell. Tant com s als ballesters que sn huy en lo dit castell, jaus havem scrit
lorde que si deu servar en les persones, per en major nombre de nou e de deu, o
s, quens par hi degen star quinze persones dispostes, feels e sufficients. E si dels que
huy hi sn ni haur de tals a consell del dit En Mart Loren, acceptau-los. E daltra
part hajau-ni en aqueixes parts a compliment del dit nombre de quinze tals com scrit
vos havem, avisant-los emper del salari e sou que hauran, set florins lo mes cascun
dells, e que ells se facen la provisi e gast, e a per temps de dos meses, complit lo
temps dels que huy hi sn. E si tals persones nos trobaran en aqueixes parts, scriviunos-ne de continent perqu ab temps hi puixam proveyr. E, donat degut orde en les
dites provisions e aquelles meses enseguir, vos ne poreu tornar a la present ciutat e

115

haurem plaer porteu memorial del que ser necessari darmes e altres coses necessries a la bona guarda e custdia del dit castell. E no hajau cura ni recel de les fames
vanes ques meten de venir lo comte e don Diego en la manera ques vol recitar voluntriament, car ni ells ho farien ni gosarien attentar per la vida, segons da e daltres coses scrivim pus stesament al dit mossn Galceran dEzllava per altra letra, a la
qual nos refferim. E tinga-us en sa guarda la sancta Trinitat. De Valncia, a nou dies
de noembre de lany mil CCCCLXI.
Los jurats de Valncia, a vostra honor apparellats.

17
1462, diciembre, 11.- Valencia.
Los jurats proporcionan argumentos a Bartomeu Abat, embajador de la ciudad ante el rey,
para que consiga de ste una aprobacin sin reservas de la accin llevada a cabo en el condado de Dnia, cuya finalidad es la defensa del reino.
AMV, LM 25, ff. 156r-158r.
Al molt honorable e savi snyer En Berthomeu Abat, sotsndich e misatger de
la ciutat de Valncia en cort del senyor rey.
Molt honorable e savi mossnyer: Vostres letres del primer del present mes
havem reebut, les quals enteses vos responem. Quant a la resposta a vs feta per la magestat del senyor rey al feyt del castell de Dnia, vos dehim quens ha constitut en
molt gran entrenyor, perqu no podrem presomir que lo que aquesta ciutat havia fet
ab bona e sancta intenci per lo servey seu, beneffici, conservaci e reps daquesta
ciutat e regne, sens prejuh de linters del senyor de Dnia en tal temps, e occorrents
ax eminents e evidents perills, no li fos cosa molt accepta e noy provehs segons per
vs de part de nosaltres s stat demanat. E no solament crehem que al dit senyor rey
fos cosa molt accepta, mas encara lo senyor de aquell comdat nos ho devia molt e molt
agrayr que aquesta ciutat, a ses despeses, li volgus guardar lo seu castell. Lo dit senyor, conforme ab la resposta que ltimament vos feu, nos ha scrit per letra sua, o s,
que lo dit castell sia restitut e tornat ab totes les municions que en aquell eren al dit
comte de Castro, alcayt o sots-alcayt daquell, sots aquesta forma, o s, que durant
aquestes amfractes lo dit castell sia acomanat e tinga per ell, segons per part sua al dit
senyor seria stat offert, algun cavaller o gentilhom natural e domiciliat en e daquest
regne que sia fiable ax a ell com a aquesta ciutat e regne. Les quals coses anvides se
poden bonament praticar e deduyr a effecte car s molt diffcil que lo dit comte e no-

116

saltres nos puixam concordar de tal persona fiable. Item, encara que tenint-lo ax la
tal persona, aribant a Dnia lo dit comte o procurador seu, o pres o en libertat, li sia
forat acollir-lo en lo dit castell, nosaltres presuposam que si lo dit comte se trobs en
servey del dit senyor o en ses regnes o terres seria una consideraci, mas com venim
a pensar que lo dit comte se troba ab lo dit rey de Castella e en poder seu, e per ventura no en libertat, poras seguir que, per fora o per grat, aquell, ab sfor de gents
darmes, per terra o per mar, ab ajuda e consell dalguns circunvehins ques diu hi han
bona voluntat, per nostres peccats, seria forat donar e metre lo dit castell en mans e
poder del dit rey de Castella o daltres enemichs, en gran dan, deservey del dit senyor
e turbaci e destrucci evident daquesta ciutat e regne. Crehem que lo dit senyor, occupat en tants e ax rduus affers, no ha pogut pensar en tals inconvenients e altres
que fcilment se poden seguir, e en la honor daquesta ciutat que, com dit s, no per
til seu mas ab dan e despesa molta, se ha volgut enpachar del dit castell per lo servici seu principalment e aprs per lo beneffici, reps e conservaci daquesta sua ciutat e regne. Nosaltres per altra letra nostra scrivim al dit senyor rey ab molta congoxa
suplicant-lo no vulla per merc sua que aquesta ciutat de tal obra reporte crrech e vergonya, e remetem a vs la splicaci pus largament. s molt necessari que, deduint al
dit senyor tots los dits inconvenients e crrechs daquesta ciutat e altres persuasions
queus occorreran, supliqueu lo dit senyor ab gran e contnua instncia sia merc sua
vulla haver pascincia que la dita ciutat tinga lo dit castell durant lo mal temps per obviar a molts sinistres, dans e inconvenients, car aprs la dita ciutat nestar a tot manament e ordinaci sua. E sobre a, si mester ser, invocareu la ajuda e intercessi
del reverent mestre de Muntesa e del spectable comte de Oliva, e encara del governador e mestre racional, si aqu sern, del mestre (sic) e tots altres que valer e ajudar hi
puxen. E finalment, per totes aquelles vies, formes e maneres queus seran possibles,
fareu sobre a tot strem de poder a fi que lo dit senyor, per merc sua, hi vulla prestar en a bona pascincia, significant-lo que daquesta querella la dita ciutat no entn
a desestir, ans per letres e embaxadors no cessar de fer lo degut fins anar-hi tots nosaltres, que som disposts e delliberats anar-hi personalment ans de restar ab tal perill
e envergonyts. E si tot a fet, ginyat e suplicat, lo dit senyor, lo que no podem presomir, no voldr donar comport en lo que dit havem e perseverar en lo que scrit ha,
en tal cars, ab bona e deguda forma e manera, presentau al dit senyor una suplicaci
queus trametem ordenada contenent tots los dits caps, requerint-ne carta pblica per
tot nostre descrrech, e aquella cobrareu en autntica forma e portareu a nosaltres en
tot cars [...] De Valncia, a onze dies de deembre, any mil CCCCLXII.
Los jurats de Valncia, apparellats a vostra honor.

117

18
1463, enero, 14.- Valencia.
Los jurats de Valencia envan a Galcer dEslava, alcaide del castillo de Dnia, una carta
del rey sobre su defensa, con el ruego de que, tras leerla, informe de ella a misser Joan de
Gallach, misser Gabriel de Riusech, mossn Joan Martorell y dems oficiales del conde
de Castro y de la citada villa.
AMV, LM 25, ff. 175v-176r.
Al molt magnffich mossnyer e molt savi mossn Galceran dEzllava, alcayt
del castell de Dnia.
Molt magnffich mossnyer e molt savi. Signifficam-vos que en lo dia present
per nostre sotsndich havem reebut una letra del senyor rey, lo qual, per merc sua, volent proveyr a la guarda, tuci e conservaci daqueix castell, hi ha donat cert orde,
segons veureu per la dita letra, la qual en sa prpria forma vos trametem ab la present, la qual vos plcia comunicar als magnffichs micer Johan de Gallach, micer Gabriel de Riusech, mossn Johan Martorell e altres officials del comte de Castro e de la
vila de Dnia, e a tots los queus paria, perqu vegen la voluntat e disposici del dit
senyor rey, e sia donat orde degut que, de salari o gatges acostumats donar a lalcayt
del dit castell, se puxa ajudar a les despeses fetes e fahedores juxta lo que sobre a
scriu e mana lo dit senyor, segons veureu per la dita letra, la qual, aprs la haureu comunicada, vos pregam conserveu-y b e tingau en poder vostra. Rescrivint-nos de tot
lo queus occorrer en aquests affers e voldreu faam per la honor vostra. E tinga-us
en sa guarda la Sancta Trinitat.
De Valncia, a XIIII dies de jener de lany MCCCCLXIII.
Aprs descrita nos ha occorregut que s necessari ns remetam ab lo portador
de la present la dita letra del dit senyor aprs la haureu comunicada. E sin voldran
trellat, los ne doneu.
Los jurats de Valncia, a vostra honor apparellats.

19
1464, junio, 12.- Valencia.
Los jurats de Valencia exigen al gobierno municipal de Dnia que liberen y devuelvan sus
bienes a Bernat Font, perseguido por intervenir en la compra urgente de armas para la defensa de aqulla que hubo que hacer durante la pasada guerra, cuyo pago corresponde
hacer a la villa y su contribucin, no a aqul.
AMV, LM 26, f. 62v.
118

Als molt honorables e savis senyors los justcia e jurats de la vila de Dnia.
Molt honorables e savis senyors: Ents havem, no sens congoixa, que En Bernat Font seria stat pres e lanat de la casa sua e bns, e totalment destrot, per causa
de la provisi que lo magnffich lochtinent de governador de aquest regne e nostres
precessors, en lo temps de la urgent necessitat de la guerra passada, feren concordantment, per la qual foren comprades e fetes certes armes e municions per la conservaci e deffensi daqueixa vila, en les quals coses entrevingu lo dit En Bernat
Font, veh vostre, per vosaltres trams als dits nostres precessors pregant aquells que
volguessen comprar e trametre les dites armes a la dita vila. E perqu paregu als dits
nostres precessors no sser cosa justa les dites armes se comprassen per los procuradors dels senyors de aqueix comdat, encara que lo dit En Font no ho demans, ans li
desplagus tal provisi, emper, fonch necessari que axs fes perqu fos conservada
aqueixa vila, la qual sabeu que no tenia gens de armes. E ax, ab les dites armes
aqueixa vila s stada conservada, e s cert les dites armes no s tengut pagar lo dit En
Font segons justcia, mas aquelles deuen pagar vosaltres e los de la contribuci, si tenguts hi sn. Som molt maravellats que per lo deute vostre lo dit en Font sia vexat; e,
molt ms, que no sia hagut sguart als benefficis e honors que aquesta ciutat ha fet e fa
contnuament als senyors de aqueix comdat e aqueixa universitat, a tot lo mn notoris e manifests; que, encara que no fos deute vostre, per haver-ho ordenat la ciutat no
deureu permetre fossen fets tals procehiments contra lo innocent, e molt ms per justcia, essent lo deute vostre e no havent-hi culpa alguna lo dit En Font, lo qual se pot
dir que, per causa de aquesta ciutat e en vergonya de aquella, s oprs, vexat e destrohit. Per qu havem delliberat scriure-us, pregant-vos doneu orde que lo dit En Font
ixqua de aquestes vexacions e sia delliurat de la pres e li sien restituts tots los bns.
Les quals coses sens difficultat poreu obtenir, puix vosaltres pagueu les dites armes,
les quals vosaltres haveu reebudes e sou tenguts pagar segons rah, e encara ho deureu fer per haver-hi cabut nosaltres, segons dit havem. E lo semblant scrivim al magnffich procurador dels senyors de aqueix comdat. En altra manera, vos certifficam
quens ajudarem dels remeys que deurem contra los qui fan tals vexacions al dit En
Font e per causa dels quals aquelles se fan en alguna derogaci de la honor nostra. E
plcia-us prestament fer resposta de la vostra intenci. E tinga-us lo Sanct Sperit en sa
protecci. De Valncia, a XII dies de juny de lany MCCCCLXIIII.
Los jurats de Valncia, a vostra honor apparellats.
Fuit facta alia similis mutatis mutandis directa al molt honorable mossnyer lo
procurador del comdat de Dnia.

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124

ESTE

LIBRO SE ACAB DE IMPRIMIR

EL DA

15

DE NOVIEMBRE DE

EN LA CIUDAD DE

2010,

VALENCIA,

EN LOS TALLERES DE

GRFICAS PAPALLONA, S.

COOP. V.

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