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CaPiTuLo V Computar y cogitar La compitica desarroliada conduce @ (a cogistica, PASK La cogistica profumdizada conduce & fa computica, FODOR ‘Como hemos visto y vamos a ver, en la actividad del espiritu hu- mano nada escapa ala computacion, aungue el todo de esta activi- dad no podria reducirse a la computacion, Operaciones computanies y operaciones cogitantes La cogitacién (pensamiento), que emerge de las operaciones com- putantes de la maquina cerebral, retroactia sobre estas computacio- nes, las utiliza, las desarrolla y las transforma formulandose en el len- guaje. Reconsideremos la percepcidn; representaciones y palabras se la- man unas a olras: palabras, ideas, frases se asocian intimamente a la representacion cuyos elementos, eventos, acciones, cosas, seres de- notan ¥ cuyo sentido global designan. Es cierto que en el acto de la percepcién hay andlisis y sintesis infralingilisticos, pero el lenguaje le aporta a la percepcion la posibilidad de ser finamente analizada, descrita, comunicada a los demas, reflexionada, de ser hecha cons- ciente. La cogitacién se formula por el lenguaje, el lenguaje le permite a la cogitacion el tratar no slo lo que es anterior al lenguaje (la ac- cidn, la percepeion, el recuerdo, el suefio), sino también Io que de- pende del lenguaje mismo, los discursos, las ideas, los problemas. 127 La cogitacién no reprime a la computacidn en absoluto. Se de- sarrolla a partir de la computacion y desarrolla a ésta en un nuevo nivel de organizacién; el lenguaje es a la vez computado (en el pri- mer nivel de la articulacién de los sonidos o fonemas y de las estruc- turaciones sintacticas profundas), y cogitado (en el nivel de la for- macion de las palabras y la emergencia del sentido). El discurso se forma en un circuito de computacién —> cogitacion, _ Sed y se formula en la cogitacién del sentido. La cogitacion aporta y desarrolla, en simbiosis con la computa- cién, el repertorio de las palabras, 1a organizacion del discurso, la posibilidad de considerar palabras y discursos como objetos que pue- den ser reflexivamente considerados (en su sentido, su adecuacion, su coherencia) y tratados (por otras palabras y otros discursos). Di- cho de otro moda, la cogitacién produce una nueva esfera, un nué- vo modo de organizacién del conocimiento, al que la computacion proporciona su modo de organizacién propio. Hay pues un bucle re- cursivo indisociable: computacién — cogitacion. td Aunque mucho mas complejo que los cédigos utilizados por la computacion cerebral, el lenguaje es, como aquéllos, un sistema de diferencias e identidades, y la cogitacion desarrolla como operacio- nes l6gicas para el pensamiento los dos tipos fundamentales de ope- raciones computantes: separar/asociar. COMPUTACION COGITACION disociacion disyuncién seleccion afirmacién rechazo/ exclusion negacion oposicion contradiccion distincién/aislamiento separacion (andlisis) analisis (por el lenguaje) delimitacion definicion distribucion, — si/no si — sujeto/ objeto — precategorias — categorias — preclases, series — clases COMPUTACION COGITACION relacién conjuncién dependencia causalidad coordinacién — interdependencia coordinacién de las pala- — interaccién bras/ideas en discursos — reunién asociacion sintetizacion sistematizacién de las — jerarquia ideas |. nucleacion identificacion , principio de identidad “= semejanza, equiva- lencia asociacién condicional si... entonces De este modo, las operaciones asociativas y disociativas adquie- ren la forma ldgica de conjuncién, disyuncién, afirmacién, negacién, condicién, conmutaci6n, distribucién, etc. El principio de identidad, el principio de causalidad pueden ser formulados y después forma- lizados. Los enunciados y proposiciones en adelante seran examina- dos bajo la consideracién de lo verdadero o lo falso. El bicondicio- nal (si y sdlo si), la doble negacién, el silogismo devienen operacio- nes especificas del pensamiento. La induccién puede ser practicada de manera cada vez mas prudente (verificadora/exploradora) y cada vez mas audaz (hipotética). La deduccién se constituye como prue- ba logica. El juicio se desgaja en tanto que tal tomando forma de enunciado (el «uicio» es entendido aqui en el sentido kantiano: fa- cultad de pensar un particular como algo contenido en un universal, de subsumir el caso particular en un universal, de buscar el univer- sal en el particular). La dialégica computacional fundamental: coO,€ LO UNIDO UNIR LO crparano-——! que en la computacion cerebral se desarrolla en ANALISIS. (descomposicién, aislamiento, distincidn) ‘SINTESIS (reunion, jerarquizacion, centramiento, globalizacion) 129 se multiplica y afina al convertirse, por el lenguaje, en la del pensa- miento; pero ésta, como veremos, solo raramente logra realizar el pleno empleo de la dialégica analisis — sintesis, asi como de la dia- tt logica: DIVERSIFICAR (clasificar, seriar) L vmeun (reunir, nuclear) _| La dialégica de lo mismo y lo diferente, que se desarrolla gracias al lenguaje, tampoco logra realizar su pleno empleo. percepcidn de lo diferente en lo mismo computacion: [ | percepcién de lo mismo en lo diferente concepcion de la unidad en lo diverso y lo multiple cogitacién: [ concepcidn de lo diversos y lo multiple en lo uno De todos modos, el pensamiento dispone en adelante de la po- sibilidad de objetivizarse, conocerse, controlarse a si mismo formu- lando y precisando no sélo las reglas de la gramatica y la sintaxis, sino también los principios, categorias!, modalidades que gobiernan su organizacion. De este modo, al mismo tiempo que comporta procesos infralin- giiisticos, sublégicos e inconscientes, el conocimiento humano puede desarrollarse en la esfera proposicional (lingiiistico-légica). La instancia logica La cogitacién elucida los procesos ldgicos, los conceptualiza, los estudia, les da valor de norma, al mismo tiempo que es apta para considerar sus limites. Cuando se formula y formaliza, la logica constituye, no el «logi- cial» de la cogitacién (el cual es constituido por el conjunto de los ' Las categorias son los predicados titimos y mas generales que se pueda atribuir a una cosa (Aristételes) y, para Kant, las categorias designan, no ya el modo de ser de la realidad, sino nuestro modo de conocimiento. Ejemplos de categorias aristo- télicas: la sustancia, la cualidad, la cantidad, la relacién, el lugar, el tiempo, la posicion, la condicién, Ja accion, la pasién. Para Kant, cuatro triadas con doce categorias: cantidad (unidad, pluralidad, totalidad); cualidad (realidad, negacion, limitacion); relacion (sustancia e inherencia, causalidad y dependencia, accion reci- proca); modalidad (posibilidad e imposibilidad, existencia y no existencia, necesidad y contingencia). 130 principios/reglas/categorias del entendimiento), sino, en el seno y al servicio de este «logicial», un sistema de principios/reglas consagra- dos a guiar y verificar la consistencia y el rigor de las operaciones que determinan los enunciados; controla de algtin modo la consis- tencia y el rigor de los encadenamientos computacionales que ase- guran el sentido de las proposiciones. Por lo demas, la légica con- temporanea, en particular la logica proposicional, tiene por objeto el «calculo» (la computacién) de las proposicién. Las normas del ope- racionalismo (Bridman2) someten todo pensamiento a la validacién de sus computaciones: un concepto es sinénimo de una serie de ope- raciones, y debe ser definido en relacién a las operaciones ejecuta- das en el curso de la determinacion de su aplicacién (de ahi la eli- minacion, por esta escuela, de los conceptos no operatorios —no computables—, como el tiempo absoluto o el espacio absoluto). De este modo, vernos que toda cogitacién no sdlo se efecttta en virtud de operaciones computantes de «lo bajo» (infralingitisticas e infralégicas), sino que también necesita un control computante por «lo alto» (légica). Si es cierto que la légica establece reglas de com- putacién que controlan/dirigen las operaciones de pensamiento, es igualmente cierto que estas reglas han sido elaboradas por el pensa- miento, y que éste dirige/controla las operaciones ldgicas que lo di- rigen y controlan, cosa que hace que encontremos de nuevo el bucle computica/ cogistica. (De igual modo, el calculo numérico? y las ma- tematicas constituyen en adelante una supra-cogitacién que impone sus rigores implacables a todo pensamiento que le afecte, aunque esta supra-cogitacion también depende de la cogitacién que consti- tuye, también en este dominio, una supra-computacion.) Pensamiento y lenguaje Hemos visto que existe una inteligencia animal desprovista de lenguaje y que una parte de nuestro pensamiento es sublingiiistica‘. Pero podemos seguir las afirmaciones a la vez seguras y matizadas de Chomsky y Quine: «para una buena parte del pensamiento nece- sitamos la mediacién del lenguaje» (Chomsky, en Piaget, Chomsky, 1979, pag. 258); «A partir de determinado umbral de complejidad, 2 Cfr. P. W. Bridgman y I. B. Cohen, ed., The Logic of Modern Physics, Salem (NY), Ayer Co, 1980 (1 ed., 1927). > El concepto de numero no es primero para el nifio (a no ser los nameros del | al 6) y parece que la constitucién de series y clases sea anterior a su propia consti- tuci6n. * Pensamos incluso que hay una actividad cognitiva, inteligente y/o intuitiva, que no emerge ni al lenguaje ni a la consciencia y, como dice Guy Tiberghien, «es vero- simil que slo una parte de los conocimientos humanos pueda ser traducida y vehi- culada por el lenguaje». 131 el pensamiento es inseparable del lenguaje» (W. V. Quine). Como dice Piaget, «entre el lenguaje y el pensamiento existe [...] un circulo genético tal que uno de los dos términos se apoya necesariamente en el otro en una formacion solidaria y en perpetua accién recipro- ca...» (Piaget, 1966, pags. 113). El lenguaje es tan necesario, tanto para la constituci6n, la per- petuacion, el desarrollo de la cultura, cuanto para la inteligencia, el pensamiento y la consciencia del hombre, es tan consustancial a lo humano de lo humano, que se ha podido decir que es el lenguaje el que hace al hombre. Pero esta idea mutila una verdad compleja que hay que destacar: e/ lenguaje ha hecho al hombre que ha hecho al lenguaje; de igual modo, el lenguaje ha hecho la cultura que ha pro- ducido el lenguaje. . El lenguaje es verdaderamente un disco giratorio: — entre computacién y cogitacién (como acabamos de ver, el lenguaje es a la vez computado y cogitado); — entre lo innato y lo adquirido: la aptitud para el lenguaje (ad- quirida filogenéticamente en el curso de la hominizaci6n) es innata en homo sapiens, aunque toda lengua debe ser aprendida en el seno de una cultura y toda lengua permite adquirir todo aquello que una cultura conoce; — entre lo individual y lo colectivo, lo personal y lo cultural. Al formar parte de la memoria individual, las palabras forman parte de la memoria colectiva, que se perpetiia reproduciéndose y multipli- candose en las memorias individuales. Al mismo tiempo, el lenguaje le permite a la cultura imprimirse en forma de saberes, experiencias, normas, afirmaciones, prohibiciones, en la intimidad de cada espiri- tu, y proporciona con ello a cada espiritu las posibilidades propias del desarrollo, al mismo tiempo que ejerce el control social sobre este desarrollo. También, al mismo tiempo, el lenguaje permite y ase- gura la intercomunicacién que, a la vez que asegura el funcionamien- to de la maquinaria social, permite la transmisiOn, la correcci6n, la verificacion de los saberes e informaciones, asi como la expresion, la transmision y el intercambio de los sentimientos individuales. — Un doble juego fundamental se produce entre el pensamiento in- dividual y la organizacién social. El lenguaje es a la vez individual, comunicacional y comunitario (solo él puede formular el mito fra- ternal que constituye la soldadura de una sociedad). Sdlo el lenguaje esta equipado a la vez para asegurar la reproduccién cultural (es de- cir la perpetuaciOn de la complejidad social) y la solucién individual de los problemas (que favorece el desarrollo de la complejidad so- cial). Sélo el lenguaje puede formular la desviacion, la critica, la con- testacion, permitiéndoles explicarse. 5 En P. Jacob, De Vienne 4 Cambridge, Paris, Gallimard, 1980, pag. 208. 132 Gracias al lenguaje: —- toda operacién cognitiva, todo logro, todo fantasma puede ser nombrado, clasificado, almacenado, rememorado, comunicado, examinado légicamente, puede ser hecho consciente; — las palabras, nociones, conceptos operan como discriminan- tes, selectores, polarizadores para todas las actividades del espiritu; — el espiritu puede combinar al infinito palabras y frases, explorando de este modo al infinito las posibilidades de pensamiento. E] lenguaje traduce y transfiere en enunciados lineales/secuen- ciales lo que se manifiesta como simultaneidad encabalgada, en el ce- rebro y en lo real. De este modo, lo concomitante, lo inter-retroac- tivo, lo multiple, lo instantaneo son expresados en la cola de los dis- cursos, mientras que la mega-poli-computacién cerebral reproduce simultaneamente la simultaneidad miltiple del fendmeno percibido. La simplificaci6n lineal/secuencial aporta enormes ventajas para el examen detallado y mas ampliamente para el pensamiento anali- tico; pero esta simplificacion en absoluto impide restituir en el tiem- po lo que es simultaneo y encontrar el hilo de lo que esta encabal- gado. De este modo, oh prodigio, el discurso va a ser capaz de ex- presar secuencial y linealmente lo no secuencial y lo no lineal. Va a restituir secuencialmente la simultaneidad miultiple de un cuadro como Las Meninas (Foucault), o va a describir en una frase muy lar- ga los diversos y contradictorios sentimientos que asaltan al mismo tiempo a un mismo espiritu (Proust). El lenguaje es, de este modo, una simplificacion complejizante que permite utilizar una parte de la hipercomplejidad cerebral, construir/reconstruir una nueva com- plejidad discursiva y, dialogar de este modo con la complejidad de lo real. La complejidad del lenguaje (y del pensamiento, por tanto) se fun- da en una dialégica permanente de simplificacién/complejizaci6n. El lenguaje es productor de abstraccién; éste es simplificador en la me- dida en que elimina los rasgos concretos, singulares y vividos de lo que aprehende; pero es complejizante en el sentido de que crea con el conocimiento una nueva esfera, donde las palabras, convirtiéndo- se en nociones y conceptos, forman un «Algebra» que sustituye a la componente isomorfa del objeto (Changeux, 1983, pag. 188), con- virtiendo en conocimiento realidades, cualidades 0 propiedades abs- tractas como el triangulo, la pasion, la razon. El lenguaje permite igualmente, por la riqueza del vocabulario y la sutileza del discurso, restituir lo concreto, es decir, lo singular hic et nunc; permite, por ultimo, traducir lo vivido, es decir los senti- mientos, emociones y pasiones. La dialéctica y Y. pensamiento/ lenguaje tR 133 dispone de la aptitud para desarrollar no solo una complejidad de lo abstracto, no sélo una complejidad de lo concreto, no solo una complejidad de lo vivido, sino una dialégica de lo abstracto —> concreto —> vivido to en la que el pensamiento va y viene de lo mas coiacreto, singular, vi- vido, alo mAs abstracto, universal, racional, y teje con ello una com- plejidad propiamente pensante que, aunque surgida de la compleji- dad de la maquina cerebral, no es reductible a ella. Desde ahora, el ser humano puede intentar pensar su propia vivencia y su singula- ridad, al mismo tiempo que se plantea problemas generales relativos a su situacién en la sociedad, en la vida y en el mundo. La conscienciacién ~ - La consciencia es inseparable del pensamiento que es inseparable del lenguaje. La consciencia es la emergencia del pensamiento refle- xivo del sujeto sobre si mismo, sobre sus operaciones, sobre sus ac- ciones. Como hemos visto, la naturaleza del lenguaje ofrece la po- sibilidad reflexiva que permite que todas las operaciones del espiritu se conviertan en objetos de consciencia. Se constituye asi un nivel de reflexividad en ei que la consciencia puede levantar el vuelo y, a su vez, desarrollar la reflexividad del pensamiento sobre si misma, que la desarrollara de nuevo. , : La consciencia, como toda forma de conocimiento, experimenta una separacién alla donde establece una comunicacién. De este modo, la comunicacién consigo supone la instauracién de una dua- lidad, incluso de una escisién interna (como decia Carlo Suares, «el Moi es la dualidad inexorable»). Pero esta escisién crea, al mismo tiempo que los tormentos de la consciencia separada, las posibilida- des de conocimiento de si. / . . La consciencia es por tanto nueva comunicacion, al mismo tiem- po que nueva separacion y nueva distanciacion de si a si, de si a los demas, de si al mundo. En esta nueva comunicacion/ distanciacion va a permitir ella el examen, el andlisis, el contro] de los diversos componentes de la unidad compleja que es el acto humano de cO- nocimiento (la representacion, la percepcidn, el lenguaje, la logica, el pensamiento). Va a permitir la introspeccién y el auto-analisis; va a permitir la integracién del observador/conceptuador en la obser- vacion y la concepcion. : La consciencia se muestra capaz de retroactuar sobre el espiritu, modificarlo, reformarlo, reformando con ello al ser mismo. Pero no deja menos de ocurrir que la consciencia humana, en sus diversas for- mas, atin no sea sino intermitente, parpadeante, epifenoménica. 134 Solo hemos querido introducir aqui las nociones de légica, de len- guaje, de pensamiento y de consciencia, a fin de reconocer y distin- guir la esfera propia de la «cogitacién» y del espiritu. Del lenguaje y de la légica trataremos en el libro 3 («Noosfera y noologia») y con- sagraremos el capitulo 9 de este libro primero al pensamiento y a la consciencia. Cogito — ergo computo — ergo sum — ergo sg g a 8 § Como Kant viera, todo acto organizador de conocimiento, en tanto que sintesis de lo multiple, presupone la obra unificante del su- jeto cognoscente, que incorpora su identidad en este acto. La repre- sentacion siempre es «mi» representacion. De este modo, en el animal, un computo cerebral federa todas las operaciones cognitivas. Y, en el hombre, un computo — cogito. td El cogito debe volver a ser puesto «sobre los pies» (la computa- cion), mientras que la filosofia del sujeto hacia que andara sobre la cabeza (la consciencia). Para ésta, la consciencia de si era ontoldégi- camente primera, siendo el cogito su expresién evidente. Ahora bien, como creemos haber mostrado (El Método 2, pags. 186-349), el su- jeto es anterior al hombre y a la consciencia, la cual solo emerge con la cogitacién. De todos modos, debemos completar el cogito ergo sum carte- siano en un cogito ergo computo ergo sum. Es la autocomputacion la que efectha las operaciones fundamentales de distincién/ unifica- cién necesarias para el cagito y es la cogitacién de esta computacién lo que emerge como consciencia de si del sujeto®. Cosa admirable, las operaciones del computo restan inconscientes para el Yo cons- ciente, a quien el cogito se impone por si mismo. El cogito cartesia- 6 El cogito cartesiano comporta inconscientemente la puesta en practica del prin- cipio de autocomputacién (extraido en el capitulo 1) que, al instituir el bucle je suis moi, permite tratarse a uno mismo subjetiva y objetivamente. El «pienso» que abre el enunciado cartesiano es ipso facto reflexivo, es un «pienso que pienso», en el que el «pienso» reflexionado se objetiva en un «yo pensante», que se vuelve a identificar con el «yo» del «pienso» reflexivo. Este bucle genera recursivamente la consciencia de reflexionarse con la consciencia y la consciencia de si como sujeto cogitante conscien- te. De ahi la primacia acordada en la tradici6n filoséfica a la consciencia para definir la idea de sujeto. De hecho, esta consciencia no era consciente de la computacion que le era necesaria para fundar e! cogito. Si consideramos el cogito en su verdad oculta, se trata de un cogito ergo computo ergo sum. Pero entonces el cogito se funda en la primacia del sujeto biolégico. Merleau-Ponty llegé a un resultado semejante por sus propias vias: «en el cogito auténtico, lo que contiene o sostiene al soy no es el pienso, inversamente es el pienso el que es reintegrado al movimiento de trascendencia del soy y la consciencia a la existencia» (M. Merleau Ponty, Phénoménologie de la per- ception, Paris, Gallimard, 1945, pag. 439). 135 no no podia ser sino una «evidencia» 0 una «intuiciOn»’ en una tra- dicion filos6fica que ignoraba la computacion y la recursi6n, no po- dia concebir por tanto la accién generadora inconsciente del com- puto bajo el computo consciente. oo, El cogito necesita el instrumento de objetivacion que es el len- guaje. Como dice Beneviste, «el hombre se constituye como sujeto en y por el lenguaje»; y yo afiadiria; como sujeto consciente, pues, repitamoslo, el sujeto precede a la consciencia; dicho esto, es cierto aque sdlo el lenguaje funda como realidad en su realidad, que es la del ser, el concepto de ego» (Beneviste, 1966, pag. 259). De este modo, a unidad compiitica — cogistica es la unidad del cerebro y del espiritu; la unidad computo —+ cogito es la unidad de las experiencias del espiritu/ cerebro en la identidad del sujeto pen- sante/consciente. . Conclusion: la unidualidad comptitica > cogistica El vinculo entre computacién y cogitacion (pensamiento) es tan intimo que muchos espiritus perspicaces que han percibido el uno en el otro han tenido la tendencia a confundirlos. Asi, un Pask ve que la compitica no esta reservada para los ordenadores, sino que aconcierne a las estructuras del conocimiento de los espiritus rea- les», y Fodor que «los unicos modelos para concebir los procesos cog- nitivos son de naturaleza computante» (J. A. Fodor, 1975). Pero tien- den a unificar demasiado el uno en el otro. Ahora bien, la actividad del espiritu humano, al mismo tiempo que Una, es dual en el senti- do de que ninguna de las dos nociones podria abismarse en la otra. El pensamiento, lo hemos dicho, supone, utiliza, desarrolla, transforma, supera a la computacion. 1, Supone: Como dice S. Papert, «las estructuras calculatorias /digamos: computantes] primitivas son indispensables para todas las funciones mentales». Todo pasa por computaciones neuronales y por inter-ma- cro-computaciones cerebrales. 7 Cfr. E. W. Beth, «Cogito ergo sum: raisonnement ou intuition?», Dialéctica, 12, 1958. 136 2. Utiliza: El lenguaje, que es e] instrumento del pensamiento, utiliza para constituirse una infraestructura computante (fénica, alfabética, sin- tactica/ gramatical «profunda»). La formalizacién de la légica apor- ta una sobrecomputacién consciente para tratar los enunciados. Y el calculo numérico y las matematicas, que son formas y desarrollos inéditos y «pensamientos» de la computaci6n, se desarrollan conse- cutivamente al desarrollo de la escritura. 3. Desarrolla: Como acabamos de ver, las matematicas y la logica formalizada desarrollan nuevas esferas de computacién. Estos desarrollos llevan al pensamiento mucho mas lejos de lo que hubiera podido ir solo, pero también pueden ahogarlo’. 4. Transforma y sobre todo supera a \a computacion en la transfor- macién misma en que emergen correlativamente el lenguaje, el pen- samiento, la consciencia. Se constituye verdaderamente una meta- esfera, la del espiritu, un meta-nivel, el de la consciencia, un meta- conocimiento en relacién con el conocimiento cerebral, a la vez cada vez mas abstracto (referido a las nociones, las ideas, los conceptos) y cada vez mas rico (capaz de construir una fantastica esfera nooldé- gica). Y, con el mito, y mas adelante en los tiempos histéricos con la filosofia y después con la ciencia, el conocimiento humano va a abrirse al misterio del mundo, y a su propio misterio. El pensamiento de lo que es consciente y la consciencia de lo que es pensado contribuyen, en todos los dominios, practicos y cogniti- 8 Se plantea aqui un problema capital que en este capitulo s6lo podemos anun- ciar, y que sera considerado en el libro 2, Como veremos, el pensamiento no es uno y existe una dualidad entre el pensamiento simbdlico/ mitolégico/ magico y el pensa- miento empirico/racional/técnico. Otra dualidad se ha desarrollado en los tiempos modernos en el seno del pensamiento racional, es la oposicién, por emplear los tér- minos de Heidegger, entre el «pensamiento caiculante» y el «pensamiento reflexivo». Los progresos cientificos contemporaneos corresponden a los desarrollos de un do- minio de la computacién (pensamiento calculante) sobre la cogitacién, y al adveni- miento de una forma dominante de racionalidad que se funda en el sentido originario del término ratio, que es calculo. Los desarrollos de la ciencia son desarrollos del pensamiento, pero lo que ha sido atrofiado con estos desarrollos es la reflexividad de este pensamiento sobre si mismo, La naturaleza manipuladora de la computacién ha sido hiperdesarrollada. Y no hay sin duda exceso de computacién sino porque hay insuficiencia de pensamiento. 137 vos, al desarrollo de las estrategias de la inteligencia, a la busqueda, ala problematizacion y, a pesar de las determinaciones potentes de la cultura (imprinting, dogmas, habitos) lo que en adelante resulta posible en todos los terrenos es la desautomatizacion de la inteligen- cid... Asi emprende ej vuelo el pensamiento en y por la eogitgcién — computacisn; el cerebro se convierte no ya en una maquina supercomputante, sinc Lambitn en una maquina de pensar; cl cspiritu no sdlo ad- quiere forma de actividad cognitiva, sino de actividad pensante y consciente. El espiritu, que se despliega y desarrolia, desarrolla y despliega su propia esfera o noosfera (del término priego rows, que significa espiritu). El conocimiento ya no es solamente fruto de una organizacion computante; es frute dé una organizacién cogitante —> computante. 18

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